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I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................

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II. CONTRATO DE SEGUROS ............................................................................................................... 3
1. CONCEPTOS ..................................................................................................................................... 3
1.1. Concepto Genérico De Contrato. ............................................................................................ 3
1.2. Concepto De Contrato De Seguro. .......................................................................................... 3
III. ELEMENTOS ................................................................................................................................... 4
2. ELEMENTOS MATERIALES ................................................................................................................ 4
2.1. El Riesgo .................................................................................................................................. 4
2.2. La Prima .................................................................................................................................. 4
2.3. El Siniestro .............................................................................................................................. 6
2.4. La Indemnización .................................................................................................................... 6
3. ELEMENTOS PERSONALES ............................................................................................................... 7
3.1. Asegurador ............................................................................................................................. 7
3.2. Contratante (o Tomador) ........................................................................................................ 7
3.3. Beneficiario ............................................................................................................................. 7
3.4. Asegurado ............................................................................................................................... 8
3.5. Perjudicado ............................................................................................................................. 8
4. ELEMENTOS FORMALES .................................................................................................................. 8
4.1. Los orígenes del Contrato ....................................................................................................... 8
4.2. La formalización del Contrato: La Póliza................................................................................. 9
4.3. La vida del Contrato .............................................................................................................. 10
5. CARACTERES Y PRINCIPIOS BÁSICOS.............................................................................................. 10
6. APLICACIÓN ................................................................................................................................... 11
6.1. Ámbito objetivo .................................................................................................................... 11
6.2. 6.2. Ámbito subjetivo: ........................................................................................................... 12
7. UTILIDAD ....................................................................................................................................... 13
8. CONCLUSIONES ............................................................................................................................. 14
9. REFERENCIAS ................................................................................................................................. 14
I. INTRODUCCIÓN

Primero debemos entender que el contrato de seguro, es aquel mediante el cual


una persona llamada asegurador se obliga, a cambio de una suma de dinero, conocida
como prima, a indemnizar a otra llamada asegurado o a la persona que este designe, de
un perjuicio o daño que pueda causar un suceso incierto.

A partir de este concepto podemos establecer cuáles son los sujetos que
intervienen en el contrato de seguro que son: el asegurador, el asegurado – tomador y el
beneficiario.

Cabe mencionar también algunas de las principales características del contrato de


seguro: es consensual, bilateral y aleatorio. Es consensual porque se perfecciona por el
mero consentimiento de las partes y produce sus efectos desde que se ha realizado la
convención; es bilateral puesto que origina derechos y obligaciones recíprocas entre
asegurador y asegurado, y es aleatorio porque se refiere a la indemnización de una pérdida
o de un daño producido por un acontecimiento o un hecho incierto, pues no se sabe si se
va a producir y en el caso contrario – como ocurre con la muerte – no se sabe cuándo ello
ha de acontecer.
II. CONTRATO DE SEGUROS

1. CONCEPTOS

1.1.Concepto Genérico De Contrato.

En general todo contrato puede ser definido como un pacto o convenio entre dos (2)
o más partes por el que se obligan sobre una materia o cosa determinada, y a cuyo
cumplimiento se comprometen. (Lozano, 1990, pág. 17)

1.2. Concepto De Contrato De Seguro.

Es el documento o póliza suscrita con una entidad de seguros en el que se establecen


las normas que han de regular la relación contractual de aseguramiento entre ambas partes
(asegurador y asegurado), especificándose sus derechos y obligaciones respectivos.
(Lozano, 1990, pág. 17)

Desde un punto de vista legal, el contrato de seguro es aquel por el que el asegurador
se obliga, mediante el cobro de una prima y para el caso de que se produzca el evento
cuyo riesgo es objeto de cobertura, a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño
producido al asegurado, o a satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones
convenidas.

Mientras que el contrato suscrito con una compañía anónima agote prácticamente el
contenido de las relaciones entre las partes que lo suscriben, la relación jurídica que
establece con una sociedad mutua o cooperativa es generalmente de naturaleza plural, ya
que, al coexistir necesariamente la doble condición de socio y de tomador del seguro,
tales relaciones quedan documentadas; respectivamente, en los estatutos sociales
(relación jurídico-social) y en el contrato de seguro o póliza (relación jurídico-
asegurativa). (Salvatierra, 2013)

El contrato de seguros, por expresa disposición se enmarca dentro de la categoría de


los negocios cuya existencia jurídica se encuentra sujeta al cumplimiento de determinadas
características. (Lozano, 1990, pág. 2)

La característica que define pues al Contrato de Seguros es el desplazamiento del riesgo


que gravita sobre el patrimonio o sobre la propia persona expuesta al mismo, al ente
asegurador, mediante el pago de un precio. (Torres, s.f.)
III. ELEMENTOS

2. ELEMENTOS MATERIALES

2.1. El Riesgo

La importancia del riesgo queda resaltada por el hecho de que forme parte de la
definición legal del contrato de seguro, al afirmar el artículo 1 que la prestación del
asegurador depende de “que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura”.

La noción de riesgo representa el elemento fundamental y más característico del


seguro y podemos definirlo como la posibilidad de que por azar se produzca un evento
dañoso o que produzca una necesidad patrimonial. (Salvador, 2012)

La nota de posibilidad hace referencia a un evento futuro e incierto. Esta falta de


certeza puede referirse a si el evento se va a producir o no (entonces se habla de
posibilidad absoluta), o, sabiendo que se va a producir, la falta de certeza se refiere al
cuándo (posibilidad relativa).

Otra nota, el azar hace referencia a la naturaleza aleatoria de la producción del evento,
la imposibilidad de su predicción. Esto requiere que el evento no dependa de la voluntad
humana, consciente y deliberada, encaminada a la producción de aquél. De ahí que el
artículo 19 de la LCS exonere al asegurador del pago de la prestación si el siniestro se ha
producido por mala fe del asegurado. (Lozano, 1990)

La tercera nota es que se trate de un evento dañoso o que produzca una necesidad
patrimonial. Se trata de que el suceso, previsto en abstracto, sea capaz de producir una
necesidad, con independencia de que en el supuesto concreto tal necesidad se produzca o
no. Esto es especialmente relevante en los seguros de personas, sobre todo en los seguros
de vida, modalidad supervivencia, donde la necesidad patrimonial es una necesidad o un
daño convenido o pactado con anterioridad a su producción. (Salvador, 2012)

La falta de cualquiera de estas notas, posibilidad, azar y daño en abstracto, supone la


falta de riesgo, lo que puede suponer la nulidad del contrato de seguro.

2.2. La Prima

El pago de la prima constituye la obligación principal del tomador y se corresponde


con la del asegurador de pagar la prestación pactada. Ambas obligaciones están
correlacionadas en el concepto de contrato de seguro del artículo 1 de la LCS.
La prima es un elemento esencial del contrato de seguro. Desde el punto de vista de
la técnica aseguradora, porque la acumulación de primas permite constituir los fondos
necesarios para hacer frente al pago de los siniestros. Desde el punto de vista jurídico,
porque el contrato de seguro es un contrato oneroso. (Lozano, 1990)

Los sujetos del pago son el tomador, como deudor de la obligación, y el asegurador,
como el acreedor de la prima.

La determinación de la prima, tanto en los seguros de daños como en los de personas,


se realiza mediante técnicas actuariales. Sin embargo, la prima fijada en la póliza se
abstrae de dichos cálculos y su correcta o incorrecta aplicación no afecta al contrato, salvo
lo dispuesto en la LCS para los supuestos de incorrecta declaración del riesgo y para los
supuestos de agravación y minoración del mismo. Tampoco afectarán al contrato, con
carácter general, los requisitos que la legislación de ordenación y supervisión pueda exigir
a las tarifas de primas. (Torres, s.f.)

La modificación de la prima, incluso para periodos sucesivos, podrá realizarse de


mutuo acuerdo entre las partes o de acuerdo a las reglas establecidas en el propio contrato,
pero no de forma unilateral por una de las partes. Además, toda modificación del contrato
debe formalizarse por escrito.

El pago de la prima se efectúa antes del comienzo de la cobertura del riesgo por el
asegurador. Por ello, se establece que, si se han pactado primas periódicas, la primera de
ellas será exigible una vez firmado el contrato. Por ello, salvo pacto en contrario, si la
prima no ha sido pagada antes de que se produzca el siniestro, el asegurador quedará
liberado de su obligación.

Las primas posteriores se pagarán en el momento fijado en el contrato, si bien se prevé


un plazo de tolerancia de un mes después de su vencimiento. Plazo que podrá ser
ampliado por acuerdo de las partes, pero no abreviado. (Lozano, 1990)

En cuanto al lugar, si en la póliza no se determina ninguno, se entenderá que dicho


pago de la prima tendrá que hacerse en el domicilio del deudor del seguro. En la práctica
habitual se fija como lugar del pago el domicilio del asegurador o su agente, o bien la
domiciliación bancaria.
El pago se hará en efectivo. Las partes pueden haber establecido el fraccionamiento
en el pago. En estos casos, la prestación sigue siendo única en relación al periodo del
seguro, aunque se fraccione su ejecución.

2.3. El Siniestro

Siniestro es la manifestación concreta del riesgo asegurado, que produce unos daños
garantizados en la póliza hasta determinada cuantía. Siniestro es el incendio que origina
la destrucción total o parcial de un edificio asegurado; el accidente de circulación del que
resultan lesiones personales o daños materiales; el granizo que destruye una plantación
agrícola, etc. Siniestro es, pues, un acontecimiento que, por causar unos daños concretos
previstos en la póliza, motiva la aparición del principio indemnizatorio, obligando a la
entidad aseguradora a satisfacer, total o parcialmente, al asegurado o a sus beneficiarios,
el capital garantizado en el contrato. (Lozano, 1990)

Una vez ocurrido el siniestro, éste debe ser evaluado mediante un conjunto de
actuaciones, realizadas por la entidad de seguros, encaminadas a determinar el valor
económico de las pérdidas sufridas por el asegurado. Generalmente tal valoración se
efectúa por un perito, el cual elabora un Informe Pericial (o Acta de Tasación), en el que
se reflejan las circunstancias concurrentes en un siniestro y el importe de los daños
ocasionados a consecuencia de ello.

2.4. La Indemnización

Es el importe que está obligado a pagar contractualmente el asegurador en caso de


producirse un siniestro. Es por ello, la contraprestación que corresponde a la entidad
aseguradora frente a la obligación de pago de prima que tiene el asegurado.

El fin de la indemnización es conseguir una reposición económica en el patrimonio


del asegurado afectado por un siniestro, bien a través de una sustitución de los objetos
dañados o mediante la entrega de una cantidad en metálico equivalente a los bienes
lesionados. Sin embargo, en cualquiera de ambos casos, es preciso que el valor de
reposición no exceda del precio del objeto dañado inmediatamente antes de producirse el
siniestro, pues de otra forma se produciría un enriquecimiento injusto para el asegurado,
que incluso llegaría a tener interés en que el siniestro se produjese para obtener con ello
un beneficio. (Lozano, 1990)
Se comprende entonces que las indemnizaciones que las entidades de seguros hayan
de satisfacer a sus asegurados tengan una doble limitación: por un lado, el hecho de que
la indemnización no puede ser superior al capital asegurado en la póliza para el riesgo
afectado por el siniestro; y de otro, que no puede exceder del precio del objeto dañado
inmediatamente antes de que se produzca el accidente. (Salvador, 2012)

La cifra máxima de responsabilidad para el asegurador viene dada por el capital


establecido en la póliza, por encima del cual no puede exigírsele indemnización alguna
por parte del asegurado. No obstante, en algunos casos la cuantía de la indemnización no
alcanza la cifra de dicho capital, al producirse, de acuerdo con las pólizas, determinados
supuestos y situaciones que deben ser tenidos en cuenta para establecer la cuantía de
aquella.

3. ELEMENTOS PERSONALES

3.1.Asegurador

Es la persona que, mediante la formalización de un Contrato de Seguro, asume las


consecuencias dañosas producidas por la realización del evento cuyo riesgo es objeto de
cobertura.

En la práctica total de las legislaciones, el asegurador ha de ser “persona jurídica”,


revistiendo, en general, la forma de Compañía Anónima, Mutualidad o Cooperativa. De
ahí que el término “asegurador” sea sinónimo de “Entidad Aseguradora”. (Lozano, 1990)

3.2. Contratante (o Tomador)

Es la persona que suscribe con una entidad aseguradora una póliza o contrato de
seguro y se obliga al pago de la prima. Equivale a mutualista, en una sociedad mutua.
Generalmente su personalidad coincide con la del Asegurado. (Torres, s.f.)

3.3. Beneficiario

Persona designada en la póliza por el asegurado o contratante como titular de los


derechos indemnizatorios que en dicho documento se establecen.

Su designación puede ser expresa o tácita, y generalmente de libre nombramiento,


aunque es práctica normal que el beneficiario tenga en alguna forma un vínculo común
de intereses personales, familiares o económicos con el asegurado o contratante. (Lozano,
1990)
3.4. Asegurado

En sentido estricto, es la persona que en sí misma o en sus bienes o intereses


económicos está expuesta al riesgo. Así, en el ramo de Vida, asegurado es la persona cuya
vida se garantiza; en el ramo de Incendios, es el titular del inmueble cubierto por la póliza.
(Torres, s.f.)

En la práctica, la figura del asegurado puede verse acompañada por otras


manifestaciones personales que unas veces son coincidentes con él y otras, gozan de
independencia:

a) El suscriptor de la póliza, llamado generalmente Tomador del Seguro o


Contratante, cuya peculiaridad radica en la obligación esencial que pesa sobre él
del pago de la prima.
b) El Beneficiario, cuya única vinculación al contrato de seguro es la de ser titular
del derecho indemnizatorio.

3.5. Perjudicado

Es quien ha sufrido un daño en su persona, en sus derechos, bienes o intereses. En


terminología aseguradora es la persona que, a consecuencia de un siniestro, sufre un daño
o perjuicio. Este último, en el ámbito del seguro, es la pérdida personal o material
producida a consecuencia indirecta de un siniestro. Se utiliza este concepto para
distinguirlo del daño, originado como consecuencia directa del accidente. (Lozano, 1990)

Como ejemplo orientativo, si se supone el incendio de una fábrica, el daño es la


destrucción del edificio, de la maquinaria o de las mercancías; el perjuicio puede ser la
pérdida de beneficios que tendrá el propietario de la industria a consecuencia de la
paralización de sus ventas.

4. ELEMENTOS FORMALES

4.1. Los orígenes del Contrato

4.1.1. La solicitud de seguro

Es el documento cumplimentado por el tomador del seguro mediante el cual


“solicita” o pide de la entidad aseguradora las coberturas descritas en dicho
documento y, en consecuencia, la emisión de la correspondiente póliza. En Derecho
español la solicitud de seguro no vincula al solicitante ni al asegurador a quien se
solicita. (Lozano, 1990)

4.1.2. La Proposición de Seguro

En general, es el documento formalizado por el presunto asegurado o contratante,


en el que se describen las características del riesgo que se desea asegurar, a fin de que
la entidad aseguradora, tras su estudio, decida su rehúse o aceptación y, en este último
caso, aplique la prima adecuada. Generalmente, este documento, por su propio
contenido, forma parte de contrato o póliza de seguro. (Salvador, 2012)

4.1.3. Las declaraciones (del Asegurado)

Se denominan así las manifestaciones del asegurado en la proposición o solicitud


de seguro que, en cuanto describen las circunstancias y valor del objeto asegurado,
son la base del contrato, ya que sirven para que el asegurador decida sobre la
aceptación y tarifación del riesgo. La falsa declaración o reticencia dan opción al
asegurador para la rescisión del contrato. (Torres, s.f.)

4.2. La formalización del Contrato: La Póliza.

En general, es el documento por el que un asegurador da fe de la existencia de


ciertas coberturas sobre un determinado objeto o persona. Normalmente el certificado
de seguro sólo recoge las condiciones particulares del contrato y se remite, en lo que
a Condiciones Generales respecta, a la “póliza base» previamente suscrita. (Lozano,
1990)

4.2.1. Partes de la Póliza

a) Nombre y domicilio de las partes, y designación del asegurado y beneficio,


en su caso
b) Concepto en cual se asegura
c) Naturaleza del riesgo cubierto
d) Designación de los objetos asegurados y de su situación
e) Suma asegurada o alcance de la cobertura
f) Importe de la prima, recargos e impuestos
g) Vencimiento de las primas, así como lugar y forma de pago
h) Duración del contrato, con expresión de cuándo comienzan y terminan sus
efectos.

4.3. La vida del Contrato

El perfeccionamiento de cualquier contrato se produce en el momento jurídico en


que, reunidos los elementos personales, reales y formales de cada especie negocial,
comienzan sus efectos obligando a las partes al cumplimiento de lo pactado. En
cuanto al contrato de seguro se refiere, puede decirse que la póliza se considera
perfeccionada (o formalizada) cuando se han convenido por ambas partes sus
condiciones generales y particulares, habiéndose llevado a cabo la emisión de la
póliza, su firma y el pago de las primas correspondientes. En este punto reviste
especial interés la aceptación del asegurador, mediante la cual éste decide la admisión
y cobertura del riesgo que le ha sido solicitado por el presunto asegurado:
consecuencia de ello es la emisión y formalización de la póliza. (Salvador, 2012)

5. CARACTERES Y PRINCIPIOS BÁSICOS.

El contrato de seguro se caracteriza por ser, fundamentalmente, consensual, bilateral,


aleatorio, oneroso, de adhesión y por estar basado en la buena fe. (Torres, s.f.)

Es CONSENSUAL. Por cuanto se establece por el consentimiento de las


partes.
Es BILATERAL. Ya que en él las partes se obligan recíprocamente la una
hacia la otra.
Es ALEATORIO. Pues, mediante el mismo, las partes contratantes pactan,
expresamente, la posibilidad de una ganancia o se garantizan contra la
posibilidad de una pérdida, según sea el resultado de un acontecimiento de
carácter fortuito.
Es ONEROSO. Ya que cada una de las partes que contrata obtiene una
prestación a cambio de otra que ha de realizar.
Es de ADHESIÓN. Ya que sus cláusulas las fija una de las partes, y la
otra las acepta.
Está basado en la BUENA FE, principio básico y característico de todos
los contratos que obliga a las partes a actuar entre sí con la máxima
honestidad, no interpretando arbitrariamente el sentido recto de los
términos recogidos en su acuerdo, ni limitando o exagerando los efectos
que naturalmente se derivarían del modo en que los contratantes hayan
expresado su voluntad y contraído sus obligaciones.

La buena fe tiene una especialísima importancia en el contrato de seguro. En


cuanto al asegurado, este principio le obliga a describir tal y claramente la
naturaleza del riesgo que pretende asegurar, a fin de que el asegurador tenga una
completa información que le permita decidir sobre su denegación o aceptación y,
en este último caso, pueda aplicar la prima correcta; asimismo, el asegurado debe
procurar evitar la ocurrencia del siniestro o, una vez producido, intentar disminuir
sus consecuencias. En cuanto al asegurador, la buena fe le exige facilitar. (Lozano,
1990)

6. APLICACIÓN

El contrato de seguro cubre cualquier riesgo siempre que al tiempo de su


celebración exista un interés asegurable actual o contingente. (Seguro, 2012)

El artículo I de la LCS contiene una serie de disposiciones sobre el ámbito de aplicación


de la ley; desde un punto de vista objetivo respecto a qué tipos de contratos se aplican sus
normas; y, desde un punto de vista subjetivo respecto a qué personas le son aplicables
dichas reglas y con qué carácter.Fuente especificada no válida.

6.1.Ámbito objetivo

La norma establece que la LCS se aplica a todas clases de seguros y que sus normas
tienen carácter imperativo, salvo que admita expresamente lo contrario. Sin perjuicio del
análisis del carácter imperativo de la LCS, que será abordado más adelante, consideramos
que la LCS se aplica, en general, para cualquier tipo de seguro; sólo que en algunos casos
tendrá un carácter vinculante o imperativo y en otros tendrá un carácter supletorio.
Veamos a continuación, el análisis de algunos seguros especialesFuente especificada no
válida.:

1.- Los seguros de grandes riesgos: Los seguros de grandes riesgos son aquellos donde
existe una capacidad de negociación entre las partes; generalmente por la naturaleza del
seguro y los montos que se negocian. En estos casos, la LCS tendrá carácter supletorio,
en defecto de lo acordado por las partes, porque conforme lo admite el artículo III de
dicha Ley, el contrato de seguro tiene el carácter de contrato por adhesión, excepto las
cláusulas que se hayan negociado entre las partes y que difieran sustancialmente con las
pre redactadas.

2.- Los seguros obligatorios y regulados por leyes especiales: El seguro obligatorio:
“es aquel cuya contratación viene impuesta a los particulares por el Estado, que
normalmente regula, además, la cuantía y límites de las prestaciones y límites de las
prestaciones y de las primas, e incluso, a veces, asume todo o parte del riesgo”.

3.- Los seguros de caución: Es un seguro de garantía por medio de la cual la aseguradora
se obliga a indemnizar al asegurado por el incumplimiento de las obligaciones legales o
contractuales, a cargo del contratante del seguro. Es un seguro muy utilizado en las
contrataciones públicas, en donde el Estado exige al contratista una garantía por la obra
que realiza, y, si éste incumple sus obligaciones, la compañía de seguros cubre ese riesgo
a título de indemnización.

6.2.6.2. Ámbito subjetivo:

En el contrato de seguro, la calidad de contratante o asegurado puede recaer en cualquier


persona, tenga la calidad o no de consumidor o usuario. La ausencia de la calidad de
consumidor o usuario no excluye de la protección a otros tipos de contratantes o
asegurados, porque los contratos que se celebran son también por adhesión, salvo el caso
de los seguros de grandes riesgos. La LCS se aplica de manera general para cualquier tipo
de contratante o asegurado, tenga o no calidad de consumidor o usuario, sólo que en este
caso se aplicarán adicionalmente las disposiciones del CPDC. En consecuencia, podemos
decir que la LCS se aplica para los siguientes tipos de contratantes o asegurados.

1.- Los contratantes o asegurados consumidores o usuarios: De acuerdo con el artículo


IV del Título Preliminar del CPDC, el consumidor o usuario es el destinatario final de
productos y servicios y, excepcionalmente, se considera como consumidor al
microempresario que se encuentra en asimetría informativa respecto de actos que no
formen parte del giro propio del negocio. (Vásquez, s.f.)

Consumidores o usuarios pueden ser personas naturales o jurídicas, siempre que sean
destinatarios finales de los productos o servicios y no lo utilicen para una actividad de
intermediación, como serían las empresas y las personas que se dedican a una actividad
empresarial o profesional. (Vásquez, s.f.)
2.- Contratantes o asegurados no consumidores o usuarios: Son aquellos que no tienen
la calidad de consumidores o usuarios, por no ser destinatarios finales de los productos o
servicios. Por ejemplo, el caso de las empresas o personas naturales que contratan un
seguro para su actividad empresarial o profesional. En el caso de los microempresarios,
no serían considerados como consumidores cuando contratan seguros en aquellas
actividades relacionadas con el giro propio de su negocio, como podrían ser a manera de
ejemplo, los corredores de seguros. (Lozano, 1990)

3.- Contratantes o asegurados en los seguros de grandes riesgos: El contratante o


asegurado en los seguros de grandes riesgos negocia su contrato y, en consecuencia, están
excluidos de la aplicación imperativa de la LCS. Las normas de dicha Ley se les aplican
de manera supletoria, cuando las partes no han previsto una regulación sobre la materia.

7. UTILIDAD

Los seguros son muy importantes en nuestra vida, aunque esto no es nada nuevo para
muchos de vosotros. Tener un seguro de coche te puede salvar la vida en más de una
ocasión, ayudar a proteger a las personas que quieres y también a todas esas cosas que a
menudo llevas encima y son importantes para ti. En muchos casos, resulta imprescindible
tener un seguro con cobertura de responsabilidad civil y “a todo riesgo” con el fin de
proteger la inversión de tu coche. (Salvatierra, 2013)

Por ejemplo, el seguro de un coche debe aportar a la ciudadanía.

Tener la paz y la tranquilidad de poder enfrentarte cualquier situación que se te


presente.
Tener la paz y la tranquilidad de poder enfrentarte cualquier situación que se te
presente.
Cubrir gastos médicos en el caso de accidente.
Proteger la inversión de tu coche.
Disponer de protección financiera ante una demanda judicial.
Cubrir pérdidas ocasionadas por un conductor sin seguro o con un seguro
insuficiente.
Pagar daños causados por robo, vandalismo y/o desastres naturales.
Sin seguro, no es posible conducir legalmente, además, si lo hicieras y por
desgracia se presentará un siniestro, tu situación financiera podría resultar
gravemente perjudicada, al no disponer de seguro para cubrir los gastos
relacionados, además de correr el riesgo de perder el carnet de conducir.
Importancia de otros seguros

8. CONCLUSIONES

Es el documento o póliza suscrita con una entidad de seguros en el que se


establecen las normas que han de regular la relación contractual de
aseguramiento entre ambas partes (asegurador y asegurado).
Para su formación de los Contrato de Seguros existen elementos materiales,
elementos personales y elementos formales donde se sustenta materialmente
y legalmente.
Los contratos de seguros deben estar sujetos a la voluntad de las partes y
sujetos a Ley.
Los contratos se extinguen por nulidad, cuando se vence el plazo, por
desaparición del riesgo, por voluntad de una de las partes o de mutuo acuerdo.

9. REFERENCIAS

1. Lozano, A. G. (1990). Manual de Introducción al Seguro. España: Mapfre, S.A.

2. Salvador, J. C. (2012). Elementos Reales y Formales del Contrato de Seguros.


Gestíon Sanitaria .

3. Salvatierra, M. C. (2013). Obtenido de


http://www.monografias.com/trabajos17/contrato-seguro/contrato-seguro.shtml

4. Seguro, L. d. (2012). Ley N° 29946. Obtenido de


ftp://ftp2.minsa.gob.pe/descargas/dgain/web/Leyes/Ley_06_Contrato.pdf

5. Torres, J. L. (s.f.). Teoría General del Seguro.

6. Vásquez, A. T. (s.f.). Actualidad Mercantil. APUNTES SOBRE LA NUEVA LEY


DE CONTRATO DE SEGURO.

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