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TEORIA DE LOS ACTOS PROCESALES

Concepto y delimitación de los actos procesales: A) Noción de acto procesal; B) El acto procesal en el
proceso.- Requisitos de los actos procesales: A) Voluntad; B) Capacidad; C) Objeto; D) Causa; e)
Solemnidades.- Condiciones del acto procesal: A) Lugar; B) Tiempo; C) Forma: a) Oral: Inmediación,
presencia judicial y publicidad; b) Escrito: Información; c) Común: Lengua.- Ineficacia del acto procesal: A)
Nulidad; B) Anulabilidad; C) Irregularidad; D) Subsanación.- Clasificación de los actos procesales.

CONCEPTO Y DELIMITACIÓN DE LOS ACTOS PROCESALES


La conceptualización del acto procesal requiere de la delimitación de otros conceptos de los que
necesariamente va a depender, de manera que el estudio de los actos procesales sólo puede desarrollarse
desde la concepción que se sostenga en torno a la teoría general del hecho jurídico y del acto jurídico, para
posteriormente delimitar lo que es el hecho jurídico procesal y el acto jurídico procesal.

A) NOCIÓN DE ACTO PROCESAL


Debemos, por ello, distinguir entre:
a) El hecho jurídico es el acaecimiento producido en el mundo exterior que comporta la modificación -en
cuanto creación, mera alteración o extinción- de una realidad jurídica determinada existente entre dos o más
personas. El nacimiento de un hijo en el seno de un matrimonio es un hecho-acaecimiento que crea
relaciones jurídicas tales como la filiación, paternidad, patria potestad, etc.

b) El hecho jurídico procesal es, por ello, el acaecimiento del mundo exterior que tiene efectos o
consecuencias en el proceso. La muerte de una de las partes del proceso tiene consecuencias procesales,
tales como la posible sucesión procesal en un proceso civil o la terminación del proceso penal en caso de
muerte del acusado. Pese a 'todo, no existe en el Ordenamiento procesal español un tratamiento conjunto y
sistemático de los hechos procesales, sino que debe estarse, en cada caso concreto, a las normas que, de
manera dispersa, regulan hechos específicos.
Suele considerarse también como hechos jurídicos procesales, como aquellos acontecimientos de la vida que
producen efectos sobre el proceso. Ej.: pérdida de capacidad o muerte de una de las partes, amnesia de un
testigo.

c) El acto jurídico implica la actividad de una persona en cuanto manifestación de su voluntad -y en ello se
diferencia del hecho jurídico, en el que no interviene para nada dicha voluntad-, siendo relevante
jurídicamente cuando esa actividad y la voluntad que comportan están delimitadas por norma jurídica, de
donde se extraen sus consecuencias. Así, la inscripción del nacimiento de un hijo es un acto jurídico que
tiene consecuencias jurídicas evidentes; la compra del bonobus, la adquisición de una vivienda, la solicitud
de un crédito hipotecario, etc. son todos ellos actos jurídicos.

d) El acto jurídico es procesal cuando produce consecuencias directas en el proceso.


El acto jurídico procesal, como el acto jurídico material en el derecho privado, nace con una manifestación de
voluntad; sin embargo, si bien el segundo se puede entender y dar autónomamente, esto es, con la simple
manifestación de voluntad, el primero, el procesal, no puede darse ni entenderse sin la relación jurídica
procesal.
Esta relación procesal es un vínculo jurídico que une a las partes con el juez, cuya naturaleza pertenece al
derecho público y se va a crear dentro de un proceso, institución también del derecho público. Nace con la
demanda y se perfecciona con el emplazamiento, prolongándose en diferentes instancias y terminará con el
último acto de ejecución de la sentencia. Consecuentemente, la relación jurídica procesal no es algo estático,
sino dinámico, que va desenvolviéndose al través de los procedimientos y las diferentes etapas del proceso
hasta su terminación.
Ahora bien, las partes y el juez, van a realizar en el proceso, una serie de actos jurídicos que lo dinamizan y
permiten su desarrollo, y cuando tales actos jurídicos influyen en la relación jurídica procesal, se denominan
actos jurídicos procesales. Consecuentemente, para que los actos se califiquen de procesales, no basta que
se realicen en el proceso, sino que requieren además que tengan influencia en la relación procesal. Como un
acto jurídico realizado en el proceso que no tiene influencia en la relación, podríamos citar un mandato
judicial otorgado por el actor o por el demandado, para que el mandatario lo represente en juicio, cuyo acto,
siendo jurídico, no es procesal en virtud de que no influye en la relación procesal, que sigue siendo la misma
entre el actor, el demandado y el juez, aunque los dos primeros o alguno de ellos, tengan un representante.
No todos los actos que tienen influencia o repercusión en el proceso, sin embargo, pueden considerarse
procesales, sino que tan solo lo son aquellos cuya repercusión se produce de manera directa e inmediata y
no sólo indirecta o mediatamente (Rosenberg y Guasp).

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A título de ejemplo, es indudable que el poder de representación otorgado a procuradores por conducto
notarial puede tener repercusiones en el proceso, si bien no es procesal, máxime si se tiene en cuenta que
puede otorgarse poder y, sin embargo, nunca existir proceso; la reclamación administrativa previa o el
intento de conciliación tampoco son procesales, pese a que pueden tener consecuencias procesales
indirectas.
Cuando los hechos están dominados por la voluntad jurídica idónea para crear, modificar o extinguir
derechos procesales, se denominan actos procesales (presentación de la demanda, la declaración del testigo,
la suscripción de la sentencia por el Juez)
Definiciones doctrinarias
“Son actos jurídicos (comportamiento de una persona a la que el Derecho vincula la producción de
consecuencias jurídicas) de las partes y del ÓRGANO JURISDICCIONAL, y que producen sus efectos de modo
directo e inmediato en el proceso. Montero Aroca”
“Acto jurídico procesal emanado de las partes, los agentes de la justicia o aún de terceros ligados al proceso,
susceptible de crear, modificar o extinguir efectos procesales” (Couture).
“Expresiones de una manifestación de voluntad relativa al desenvolvimiento del proceso” (Alcalá Zamora).
Consecuentemente, los actos procesales son manifestaciones de voluntad de naturaleza jurídica y sus efectos
son: constituir, conservar, impulsar, modificar o cesar una situación jurídica en la relación procesal.

e) La concatenación de conceptos en la teoría general llevaría a delimitar como último escalón el negocio
jurídico, si bien no existe el mismo en el ámbito del derecho procesal, dado que no existen negocios
jurídicos en el proceso.
Los efectos que en el proceso se producen por los actos no se derivan, a diferencia de lo que sucede con el
negocio jurídico, de la voluntad de las partes sino del acto del tribunal que así lo asume; es por ello que
doctrinalmente se ha venido manteniendo que el acto más cercano a lo que se entiende como negocio
jurídico es la transacción judicial, si bien no es correcto afirmar que es la transacción la que pone fin al
proceso sino que lo es realmente el auto del juez que así la recoge.
Los procesalistas: Giuseppe Chiovenda1, Francesco Carnelutti2 y Hugo Alsina3, de indiscutible influencia en el
desarrollo de las teorías procesales modernas, los tres, con diferentes razones, aceptan la existencia del
negocio en el proceso.
Por influencia de la doctrina italiana, se ha formado un grupo o categoría de actos procesales, denominados
genéricamente negocio procesal.
Incluye esta categoría, aquellos actos en el proceso que requieren un acuerdo de voluntades para constituir
un derecho en el proceso.
Mientras en el acto procesal en sentido estricto, por regla general basta la manifestación de una voluntad
individual, en el negocio procesal se requiere la concurrencia y la coincidencia de dos voluntades; esto es, un
acuerdo de voluntades que significa un convenio, como en el negocio privado.
Examinando los casos que la doctrina considera como negocios procesales, nos ayudaremos a emitir un
punto de vista personal.
La teoría italiana llama negocios procesales al compromiso arbitral, a la prórroga de la competencia y a la
transacción.
En cuanto al primero, la ley permite que las partes se pongan de acuerdo y sometan sus diferencias o
controversias, a una decisión arbitral, antes del juicio, durante el juicio o después de dictada la sentencia
siempre que la conozcan los interesados. Pero en todos los casos de arbitraje, aún durante el juicio, el
compromiso arbitral surge de un acuerdo de voluntades que es un negocio jurídico, un contrato en el que las
partes se ponen de acuerdo en someterse al árbitro, que no es juez; luego entonces hay una relación jurídica
entre las partes surgida del convenio, pero no hay relación procesal porque no hay vínculo con juez alguno.
El compromiso del sometimiento al árbitro nace del contrato, y es obligatorio, en la medida en que las partes
dispusieron someterse, no porque la ley los haya obligado. La excepcional intervención del juez en el
arbitraje, no es la de sentenciar, acto jurisdiccional y procesal, sino solamente, la de ejecutar el laudo
arbitral, una vez que el árbitro lo haya notificado a las partes, lo cual tampoco califica al procedimiento como
procesal.
En la ejecución es claro que habrá una serie de actos procesales, pero de ninguna manera pueden
confundirse en el compromiso arbitral, por lo cual este último no puede calificarse como negocio procesal.
Lo mismo sucede con la prórroga de la competencia que se da cuando las partes, en un acuerdo de
voluntades deciden someterse a un juez cuya competencia territorial está fuera de la natural conforme a la
ley. Este acto jurídico no influye en la relación jurídica procesal que se va a dar entre las mismas partes y el

1
Instituciones de derecho procesal civil, Vol. III, Cárdenas editor, La Mesa, Baja California, México, 1989, pp. 131 a 191.
2
Estudios de derecho procesal, Vol. I, pp. 507 a 563.
3
Tratado teórico práctico del derecho procesal civil y comercial, T. I, pp. 603 a 760.

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juez prorrogado, porque la relación procesal es la misma y permanece intocada, por lo cual tampoco es un
acto procesal en sentido estricto.
Por último, la transacción es un contrato regulado por el código civil por medio del cual las partes,
haciéndose mutuas concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura. Es cierto que
un juicio puede terminar con una transacción, pero no es un acto procesal, sino un contrato celebrado para
terminar un proceso cuyo contrato o convenio sí es un negocio, pero de carácter privado y no procesal.
También es cierto que el convenio de transacción será aprobado por el juez, sin embargo, esta intervención
judicial no le otorga el carácter de acto procesal porque se limita a sancionar la transacción, sin resolver
controversia alguna, porque la controversia está ya resuelta por el contrato de transacción.
Por las razones que hemos dado, creemos que los llamados negocios procesales, son negocios jurídicos, pero
no actos procesales en sentido estricto, por lo cual ponemos en duda la denominación de negocio jurídico
procesal.
Conclusiones: Primera. El negocio jurídico es una libre manifestación de voluntad, o de varias, para producir
efectos jurídicos deseados y buscados pero además, permitidos por la ley.
Segunda. El llamado negocio procesal, no es un acto jurídico procesal en sentido estricto, en virtud de que,
aunque produce efectos jurídicos deseados por las partes, no influyen en la relación jurídica procesal.

B) EL ACTO PROCESAL EN EL PROCESO Si bien cada uno de los actos procesales pueden analizarse de
manera individual -de ahí que se estudien los requisitos de los actos-, no puede olvidarse que tienen su
razón de ser en el proceso. De este modo, se hallan vinculados unos con otros de manera sucesiva en el
proceso, de modo que, como decía Guasp, cada acto es presupuesto de admisibilidad del siguiente (salvo el
último), siendo también condición de eficacia del acto precedente (salvo el primero).

EL ACTO PROCESAL EN EL PROCEDIMENTO. El procedimiento se convierte en una serie concatenada de


actos o, como decía Carnelutti, en la coordinación de varios actos autónomos con vistas a la producción de
un efecto jurídico final.
Esa sucesión de actos concatenados que conforman el procedimiento, sin embargo, no se presenta de una
única manera en las leyes procesales, sino de varias, dando lugar a diferentes procedimientos. Y tampoco
existe una única manera de realizar individualmente los actos procesales, sino que son las leyes procesales
las que establecen sus diversos regímenes de conformación. En todo caso existe un régimen común de
aplicación a todos los procesos.

Actividad procedimental
Atendiendo al proceso como una consecuencia cronológica, se observa que tiene un comienzo, un desarrollo
y un final. De allí que resulte distinguir entre actos procesales de iniciación, de desarrollo y de conclusión o
terminación.

Actos de iniciación aquéllos que tienen por finalidad dar comienzo a un proceso. En el proceso civil el acto
típico de iniciación procesal se halla constituido por la demanda, aunque a título excepcional, aquél puede
comenzare con el cumplimiento de ciertas diligencias preliminares. Ej.: en el proceso penal la investigación
preliminar fiscalía – policía.

Actos de desarrollo son aquéllos que, una vez producida la iniciación del proceso, propenden a su
desenvolvimiento ulterior hasta conducirlo a su etapa conclusional. Aquí cabe distinguir entre actos de
instrucción y de dirección. (Son una especie de sub clasificación).

- Actos de instrucción implican el cumplimiento de dos tipos de actividades. Por un lado, en efecto, es preciso
que las partes introduzcan o incorporen al proceso los datos de hecho y de derecho involucrados en el
conflicto determinante de la pretensión (alegación), y, por otro lado, se impone la necesidad de comprobar la
exactitud de tales datos (prueba); son aquellos que requieren la voluntad de las partes, ambas, del juez y de
sus auxiliares, secretarios o notificadores, para producir efectos jurídicos. Estos actos de instrucción son por
lo tanto, plurilaterales.

- Actos de dirección pueden a su vez subdividirse en actos de ordenación, de comunicación o transmisión, de


documentación o cautelares.
Actos de ordenación los que tienden a encauzar el proceso a través de sus diversas etapas. En esta categoría
cabe diferenciar tres tipos de actos: de impulso, de resolución o decisión y de impugnación.
Actos de impulso aquéllos que, una vez iniciado el proceso, tienden a hacerlo avanzar a través de las
diversas etapas que lo integran.

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Actos de resolución son los que tienen por objeto proveer las peticiones formuladas por las partes durante el
curso del proceso o adoptar, de oficio, las medidas adecuadas al trámite de éste o a la conducta asumida por
las partes.
Actos de impugnación, por último, aquéllos que tienden a obtener la sustitución de una resolución judicial por
otra que la reformule, anule, rectifique o integre, o a lograr la invalidación de uno o más actos procesales
defectuosos. Así serían actos típicos de impugnación los recursos y el incidente de nulidad.
Actos de comunicación o transmisión son los que tienen por finalidad poner en conocimiento de las partes, de
los terceros o de funcionarios judiciales o administrativos, una petición formulada en el proceso o el
contenido de una resolución judicial. Algunos de estos actos, como las resoluciones que disponen traslados,
vistas o intimaciones, incumben a los jueces y, excepcionalmente a los secretarios. Otros, que son
consecuencias de aquellas resoluciones, competen al órgano judicial o a los auxiliares de éste (oficiales de
justicia y ujieres) o de las partes (letrados patrocinantes).
Actos de documentación aquéllos cuya finalidad consiste en la formación material de los expedientes a través
de la incorporación ordenada de los escritos y documentos presentados por las partes o remitidos por
terceros; en dejar constancia en los expedientes mediante actas, de las declaraciones verbales emitidas en el
curso de las audiencias o en oportunidad de realizarse otros actos procesales que permiten esa forma de
expresión (notificaciones e interposición del recurso de apelación) y, finalmente en la expedición de
certificados o testimonios de determinadas piezas del expediente. El cumplimiento de este tipo de actos
corresponde, como principio general, a los secretarios, y excepcionalmente a los oficiales primeros.
Actos cautelares son los que tienden a asegurar preventivamente el efectivo cumplimiento de la decisión
judicial definitiva. Se disponen mediante actos de resolución y su ejecución incumbe a los auxiliares del
órgano (oficiales notificadores, oficiales de justicia y ujieres).

Actos de conclusión, aquéllos que tienen por objeto dar fin al proceso. El acto normal de conclusión de
todo proceso hállase representado por la sentencia definitiva, aunque los procesos de ejecución ofrecen la
variante de que aquel acto debe complementarse con una actividad procesal ulterior que culmina con la
entrega o transformación de los bienes embargados.

También existen los actos anormales de conclusión, los cuales pueden provenir de declaraciones de voluntad
formuladas por una o ambas partes (allanamiento, desestimiento, transacción y conciliación) o ser la
consecuencia de un hecho, como es el transcurso de ciertos plazos de inactividad, a los que la ley atribuye
efectos extintivos sobre el proceso (caducidad de la instancia).

Inactividad procedimental
Falta de actividad procesal:
- Consecuencias sobre el proceso: Perención o caducidad de la instancia.
- Consecuencias sobre las etapas del proceso: La preclusión.
- Consecuencias sobre los actos: caducidad y negligencia (abandono)
- La nulidad procesal: Retroceso del proceso.

En cualquier caso, el acto procesal debe ser estudiado en su individualidad, y es por ello que habrá que
comenzar con los requisitos y condiciones de los actos, así como con la delimitación de los posibles grados
de ineficacia que el incumplimiento de los requisitos provoca, para pasar, posteriormente, a la clasificación
de los actos procesales.
La actividad y la inactividad procedimental, ambas se vinculan con las condiciones del acto jurídico procesal;
lugar, tiempo y forma.

CARACTERISTICAS DEL ACTO PROCESAL


. Normalmente solemnes. Si no se cumple las formalidades, se aplican sanciones.
. Generalmente unilaterales, salvo excepciones (ej.: transacción).
. Suponen la existencia de un proceso y, a su vez, lo crean.
. Autónomos: Se bastan a sí mismo, s/e se encadenan unos con otros hacia un mismo fin.

REQUISITOS DE VALIDEZ DE LOS ACTOS PROCESALES


Son aquellas exigencias establecidas por la ley a las que deben sujetarse la realización de los actos en
concreto para poder producir los efectos que les son propios.
Si bien cada acto procesal tiene unos requisitos específicos, propios y exclusivos, pueden también analizarse
unos requisitos comunes a todos los actos, entendiendo por tales las circunstancias establecidas legalmente
a las que deben acomodarse los actos para producir los efectos previstos. En el análisis de éstos es
necesario, con carácter previo, distinguir entre:

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1) Presupuestos procesales: Son las circunstancias o elementos que deben concurrir en el proceso, para
que en éste pueda dictarse una resolución sobre el fondo; y
2) Requisitos procesales: Son los elementos que deben concurrir en cada uno de los actos individualmente
considerados, condicionando su eficacia. Así, la falta de un presupuesto impide una sentencia de fondo, al no
estar bien constituida la relación jurídica procesal, mientras que la falta de un requisito supone la ineficacia
del acto. La confusión entre presupuestos y requisitos se debe a que, en ocasiones, el control de los
presupuestos se realiza en el momento de admisión del acto que inicia el proceso, la demanda, si bien
incluso aquí debe delimitarse lo que afecta al proceso en general y lo que es propio de este acto
determinado.
En el estudio de los requisitos de los actos procesales, debe procederse previamente a su sistematización. El
primero que intentó en España una sistematización de los mismos fue Guasp, quien diferenciaba entre
requisitos de aptitud de los sujetos, voluntad, objeto del acto y causa, aparte de los más tradicionales de
lugar, tiempo y forma.

REQUISITOS DE EXISTENCIA Y VALIDEZ


a. Aptitud de los sujetos
Pueden ser sujetos de los actos procesales las partes (o peticionarios), el órgano judicial (o arbitral) o sus
auxiliares y los terceros directamente vinculados al proceso.
Cada uno tiene diferentes importancias: mientras el órgano judicial y sus auxiliares cumplen sus actividades
en ejercicio de un deber de oficio que tienen hacia el Estado y también hacia los litigantes, los actos de las
partes y peticionarios responden a la libre determinación de éstas, que no se hallan sujetas, como principio,
a deber alguno, sino a cargas instituidas en su propio interés. Cuando los actos de los terceros responden al
cumplimiento de una carga pública, la actuación personal de aquéllos resulta substancialmente equiparable a
la de los órganos o a la de los auxiliares permanentes.
Para que el acto procesal produzca sus efectos normales es necesario, por lo pronto, que el sujeto que lo
realiza tenga aptitud para ello: el órgano debe ser competente, y las partes y peticionarios (o sus
representantes), procesalmente capaces.
- Actos del juez: Capacidad dada en base a su debida constitución y su competencia.
- Actos de las partes: Capacidad dada por la capacidad de goce, la de ejercicio y la de poder comparecer en
juicio (“ius postulandi”).
- Auxiliares, órgano judicial o sus auxiliares, o terceros vinculados.

b. El objeto es la materia sobre la cual el acto procesal recae. Dicho objeto debe ser: 1º) idóneo, o sea apto
para lograr la finalidad pretendida por quien lo realiza - carecería de este requisito, por ejemplo el
reconocimiento judicial requerido para probar un hecho que no haya dejado rastro alguno - ; y 2º)
jurídicamente posible, es decir no prohibido por la ley.

c. Causa.
Motivo o razón que inspira la realización del acto procesal.
Agregaremos que los actos jurídicos procesales deben ser lícitos, ya que todos tienen soporte jurídico en la
ley que los regula y por lo general, las leyes procesales son de orden público al contener disposiciones
imperativas y también prohibitivas.

d. Solemnidades.
Formalidades legales que hacen que el acto sea solmene. Ej.: requisitos de la demanda (art. 224 CPC).

Eficacia jurídica según el Código Procesal Civil Ej.:


Art. 438 efectos del emplazamiento con la demanda
Art. 451 efectos de la excepciones una vez consentido o ejecutoriado el auto que declara fundada
excepciones.
Art. 466 efectos del saneamiento del proceso, consentida o ejecutoriada la resolución que declara la
existencia de una relación jurídica procesal válida, precluye toda petición referida, directa o indirectamente, a
la validez de la relaci`pon citada.

MANIFIESTACION DE VOLUNTAD
Constituye requisito subjetivo del acto procesal el de la voluntad, pues aquél comporta una expresión
voluntaria de quien lo realiza. La doctrina más generalizada señala que el requisito de la voluntad no juega,
en los actos procesales, la misma función que en los actos jurídicos del derecho privado. Ocurre, que
mientras en estos últimos la voluntad del sujeto determina directamente la producción de efectos jurídicos,

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los actos procesales producen efectos en la medida en que se hayan cumplido, a su respecto, los requisitos
prescritos por la ley, con prescindencia de las motivaciones internas del sujeto de quien proceden.
Aunque con exclusiva referencia a las partes y peticionarios, constituye requisito subjetivo del acto procesal
el interés que determina su cumplimiento. No concurrirá tal requisito, por ejemplo, respecto de la parte o
peticionario que impugnase una actuación o resolución que la beneficie.
1. voluntad manifiesta
. Debe expresarse a través del cumplimiento de formalidades legales.
. Manifestación tácita.
- Prórroga de la competencia
- Notificación tácita
. Silencio: No produce efectos jurídicos.
- Extinción de un derecho cuando hay un plazo para su ejercicio. Ej.: No interponer un recurso dentro del
plazo.
- Confesión judicial tácita
2. Voluntad exenta de vicios
. Error: Pueden aparecer en actos del juzgado y en los de la parte.
. Violencia: No se regula expresamente. Se aplican según reglas generales.
. Dolo: No se regula expresamente. S/e. aparece cuando hay algún tipo de “fraude procesal”.

VICIOS DEL ACTO PROCESAL


Concepto.- Es todo defecto de fondo o de forma que conspira contra la perfección y eficacia de los actos
procesales; estos defectos también llamados vicios substanciales: afectan la constitución del acto y están
referidos al error, dolo, fraude etc.; vicios formales: que están referidos a las condiciones de tiempo, lugar y
modo, en los que se realiza el acto procesal y, que constituyen una garantía para la defensa de los derechos
del ciudadano.
Si bien la voluntad es uno de los requisitos de los actos procesales, no por ello puede aplicarse la teoría
general de los vicios de la voluntad construida desde los parámetros del derecho privado, máxime si se tiene
en cuenta el carácter público de las normas procesales y la presencia y actuación de un órgano público, el
tribunal, en la actividad procesal.

a) Actos del juzgador: En la voluntad, como elemento conformador de los actos del juzgador, pueden
encontrarse dos tipos de vicios: los que hacen referencia al error o la ignorancia, y los referidos a la violencia
o el miedo.
1) Error o ignorancia: No es posible, ante la concurrencia de tal vicio en la voluntad del juzgador, calificar el
acto procesal de nulo, ni siquiera de anulable, sino que cabe la posibilidad de interponer los medios de
impugnación establecidos en las leyes, e incluso, firme ya el acto procesal, cabe plantear demanda de
responsabilidad objetiva del Estado por error judicial o incluso exigir responsabilidad personal del juez civil o
penal.
2) Violencia o miedo: Estos actos son nulos de pleno derecho, declarable de oficio, tan pronto como se
hubieren librado de ella, promoviéndose la formación de causa contra los culpables, poniendo los hechos en
conocimiento del Ministerio Pùblico.

b) Actos de las partes: En los actos procesales de las partes, aún cuando la ley no lo establece, es donde
se da preferencia a la voluntad declarada, dado que, de lo contrario, se produciría un avance anormal del
proceso. Sí se establecen legalmente, sin embargo, los supuestos excepcionales en los que es posible alegar
vicios en la voluntad interna de los actos procesales de las partes.
Así, por ejemplo: 1) La transacción judicial en la que intervenga dolo, violencia o falsedad de documento es
nula, pero no si hay error de hecho; 2) El desconocimiento de algún hecho, esto es, la ignorancia del mismo,
puede algunas veces tenerse en cuenta por la ley para permitir la realización de un acto de otra forma no
admisible, permite presentar escrito de ampliación de hechos cuando, precluidos los actos de alegación y
antes de comenzar a transcurrir el plazo para dictar sentencia, ocurriese o se conociese algún hecho de
relevancia para la decisión del pleito, pudiendo, reconocerse por la parte contraria y no necesitar prueba, o
negársele como cierto, en cuyo caso se propondrá o practicará la prueba pertinente y útil); 3) El cohecho, la
violencia y las maquinación fraudulenta son motivos de la revisión de sentencias firmes, si bien tales
circunstancias han de deducirse de circunstancias ajenas al proceso, no de los hechos alegados y discutidos
en él.

CONDICIONES DEL ACTO PROCESAL


A) El lugar

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Las actuaciones del proceso se realizarán en la sede del juzgadol, salvo aquéllas que por su naturaleza se
deban practicar en otro lugar, lo que significa en la población donde radique la sede del juzgado y en el local
destinado al mismo. Esta regla general tiene excepciones:

a) Los actos del juez pueden realizarse fuera del local del juzgado pero dentro de su sede; por ejemplo,
determinados actos de prueba o como sucede con las notificaciones.
Como regla general, los escritos de parte se presentan en el local del juzgado o central de recepciòn
documentaria.
b) Los actos que se realicen fuera de la localidad sede del juzgado pero dentro de su circunscripción.
c) Finalmente, es posible que los actos tengan que realizarse fuera de la circunscripción: Los jueces
solicitarán en este caso el auxilio judicial.

B) El tiempo procesal
El tiempo, como requisito de los actos procesales, para que sea eficaz debe realizarse en momento oportuno;
las actuaciones y diligencias judiciales se realizaran en días y horas hábiles bajo pena de nulidad, esta
nulidad es relativa y se convalida si la parte no reclama.
Influencia del tiempo en el derecho procesal
En el proceso judicial existen plazos preestablecidos, dentro de los cuales deben ser cumplidas las
actividades de las partes, de los órganos jurisdiccionales y de los terceros. Por ello ante la falta de
cumplimiento de los términos establecidos se produce, o bien la pérdida del derecho a ejercitarlo, o en su
defecto el consentimiento del mismo.

CONCEPTO PLAZO
Es el transcurso del tiempo en el cual deben realizarse ciertos actos procesales, cuya finalidad, es el de
hacer efectivo el principio de la preclusión y el impulso procesal dentro de los plazos establecidos que las
partes deben cumplir.
“ALCINA.- el plazo es el espacio de tiempo dentro del cual debe ejecutarse un acto procesal que tiene por
objeto regular el impulso procesal haciendo efectiva, la preclusión de las distintas etapas del proceso que
permitan su desarrollo progresivo”.
Es decir que el lapso temporal que se determina, ya sea por ley o por voluntad del juez, para cumplir con un
determinado acto procesal, “es un plazo procesal”.

CONCEPTO TÉRMINO
Es la finalización del plazo, el punto final. Por ello se habla de la efectividad de la preclusión, ya que se
clausura una etapa y comienza otra.
“el término es el fin del plazo y solo marca el punto donde acaba un plazo procesal”

CLASES DE PLAZOS
Se determinan según el carácter: 1. el momento de realización del acto, la ordenación de actos del
procedimiento (término y plazo), y la presentación de escritos.

1. Según el momento de realización del acto: Las actuaciones judiciales habrán de practicarse en dias y
horas hábiles.
DIAS Y HORAS HABILES E INHÁBILES
Las actuaciones y diligencias judiciales se practican en días y horas hábiles, bajo pena de nulidad. Se
entienden por días hábiles, todos los del año, excepto los declarados feriados por ley.
Son horas hábiles para la Corte Suprema de Justicia y las Cortes Distritales las que se indican en la LOPJ.
Las diligencias que los jueces y funcionarios auxiliares o dependientes deben practicar fuera del juzgado son
en horas hábiles determinadas en la LOPJ.
HABILITACION EXPRESA
Acontece cuando se habilita los días y horas inhábiles a pedido de parte o de oficio, para realizar diligencias y
actuaciones sin el cumplimiento de las cuales puede correr grave riesgo el ejercicio de un derecho. Ej. Un
embargo, secuestro dentro de las medidas cautelares o precautorias.
HABILITACION TACITA
Cuando las diligencias o actuaciones iniciadas en día y hora hábil, deben llevarse a cabo hasta su conclusión
en tiempo inhábil sin necesidad de la habilitación expresa. Si el juez o Sala Superior no pudieran terminar en
ese día, fija en el mismo acto hora para continuar la actuación al día siguiente.

2. Según la ordenación de actos del procedimiento (término y plazo), lleva a referir en este campo la
distinción entre término y plazo; las actuaciones del proceso se practicarán en los términos o dentro de los

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plazos señaladazos para cada una de ellas. Termino es un momento en el tiempo, determinado por día y
hora, en el que tiene que realizarse la actuación
a. Plazos legales.- Son aquellos que de manera expresa e inequívoca están señalados por ley; del texto de
la norma surgirá en forma expresa el plazo en el que debe darse cumplimiento con el acto procesal allí
dispuesto.
b. Plazos Judiciales.- Son aquellos que tienen por fuente a la voluntad potestativa del órgano
jurisdiccional, cuya voluntad potestativa se subordina a la norma procesal, vale decir; se adecua a los
límites establecidos por ley. Un claro ejemplo es “el auto de traba” antiguamente conocida como la “cuasi
contrato de la litis” donde el juez traba la relación procesal e inicia un período de prueba no menor a 10 ni
mayor a 50 días.
c. Plazos Convencionales.- Se llaman convencionales cuando las partes fijan un plazo determinado dentro
de un proceso sobre la base de los principios de libertad contractual y autonomía de la voluntad. Por Ej. Las
partes pueden acordar de manera expresa y por escrito que se abrevie un plazo.
d. Plazos Individuales.- Son individuales porque el transcurso del tiempo se aplica a partir de la
notificación de cada una de las partes, es decir que el cómputo se realiza de manera separada para cada
parte dentro del principio de equidad.
e. Plazos Comunes.- Se llama plazo común porque ese transcurso del tiempo se inicia a partir de la última
notificación a las partes, es decir que se cuenta con el tiempo común para ambos. Ej. Notificado el
demandado y al día siguiente el demandante, recién se computa el tiempo desde el día siguiente hábil de la
segunda notificación.
f. Plazos Prorrogables.- Son aquellos que pueden ser ampliados a solicitud de parte, y/o peritos
designados; son autorizados por orden judicial por brece término. Ej. Si el juez abriese un período de prueba
de 30 días y no se ha logrado producir todas las pruebas, puede prorrogarlo hasta 40 o 50 días; cuando el
perito designado requiera estudios específicos y requieran de un plazo necesario para completar la pericia.
g. Plazos Improrrogables.- Son aquellos que no admiten ampliación alguna por Ej. El plazo para
responder a la demanda, el plazo para interponer excepciones, el plazo para las apelaciones.
h. Plazos Perentorios. i. Fatales.- Llamados así porque no admiten prórroga y transcurren de momento a
momento computándose a este efecto inclusive, días, horas, minutos y segundos.
Es decir son aquellos que cumplido el término establecido el mismo vence y la realización del acto procesal
fuera de término es tenido como no hecha, opera automáticamente la caducidad de la facultad procesal, no
puede prolongarse a pedido de parte.

Cuestiones sobre el cómputo de los plazos.


Esta referido a que el día inicial es el siguiente a aquél en que se hubiere efectuado el acto de comunicación,
y el día final integra el día del vencimiento; cuando este sea inhábil, el plazo se entenderá prorrogado al
siguiente hábil.
a. Comienzo
Los plazos procesales corren desde el día hábil siguiente a la citación o notificación con la resolución
respectiva.
Los plazos comunes para ambas partes corren desde el día hábil siguiente a la última notificación.
b. Transcurso
Los plazos transcurren ininterrumpidamente y solo se suspenden durante las vacaciones judiciales sin
embargo; pueden declararse en suspenso por circunstancias de fuerza mayor que hicieran imposible la
realización del acto pendiente.
c. Plazo de la distancia
Es el espacio de tiempo adicional a determinado plazo por la distancia, aplicando el principio de la igualdad
procesal para las diligencias que se deba practicar fuera de la sede del juzgado o Sala Superior pero, dentro
de nuestro país; existe una normatividad llamada la tabla de distancia que periódicamente se reactualiza por
la corte Suprema.
d. Abreviación de plazos
Las partes pueden acordar mediante manifestación expresa por escrito que se abrevie un plazo como ya
habíamos comentado anteriormente.
e. Suspensión del procedimiento
Es la suspensión temporaria de los efectos de un plazo. Las partes pueden acordar por escrito, que se
suspenda los trámites del proceso por una sola vez y por un determinado plazo.
f. Interrupción
Es cortar el plazo, haciendo ineficaz el tiempo transcurrido, puede declararlas el juez por causas de fuerza
mayor o causas graves que hicieren imposible la realización del acto pendiente.
g. Vencimiento
Los plazos quedan vencidos en el último momento del día hábil respectivo.

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C) La forma
La forma es la manifestación externa del acto, si bien no se refiere a todos los requisitos del acto, sino sólo a
aquéllos que atienden a cómo se exterioriza el mismo.
La manera de exteriorizarse el acto procesal hace posible la existencia de los actos orales y escritos, si bien
habría que tomar en consideración un tercer elemento común en la forma, en cuanto lo que se exterioriza es
una declaración de voluntad, que es el del idioma a utilizar.
a) Oral
En la realización de actos orales el requisito básico se centra en quienes deben estar presentes en su
realización y a quienes se puede conceder la palabra, que no es inmediación; así como en la necesidad de la
publicidad de las actuaciones orales.
1) Inmediación y presencia judicial: El primero de los requisitos formales se refiere a la o a las personas que
han de realizar el acto y consiste en que cada acto debe ser realizado por la persona establecida por la ley.
En este sentido, no puede confundirse la presencia judicial, como requisito de los actos orales, con el
principio de inmediación.
El principio de inmediación responde a la exigencia de que el tribunal mantenga contacto directo con los
intervinientes en el proceso, sin que exista entre ellos elemento alguno que se interponga.
Supone que el juez que debe dictar la sentencia se fundamenta en lo visto y oído por él personalmente, y no
en la documentación de los actos de prueba o en la documentación de las vistas y comparecencias, no siendo
posible cambios en la persona del juzgador durante la tramitación del proceso y en especial en el momento
de dictar sentencia, dado que, de lo contrario, se produciría la nulidad de pleno derecho de las
correspondientes actuaciones.
Exigir legalmente que un acto procesal sea realizado por el juez o magistrados o que los mismos presidan la
realización de un acto no es lo mismo que inmediación. La presencia del juez o magistrados puede estar
impuesta bajo nulidad y ello no es inmediación. Esta se da sólo cuando la convicción judicial, determinante
del contenido de la sentencia, se forma con lo visto y con lo oído.
Durante muchos años en nuestro proceso civil el juez dictaba sentencia con base en lo que por escrito se le
presentaba en las actuaciones, aplicándose el viejo brocardo quod non est in actis non est in mundo,
afirmándose la vigencia de la mediación y no de la inmediación, propia éste de los procesos orales. La actual
configuración del proceso civil supone, sin embargo, la necesidad de mantener la inmediación, como principio
de un procedimiento oral, teniendo en cuenta esta exigencia en aquellas actuaciones que, practicadas
oralmente (prueba, desarrollo de la vista y comparecencias), van a tener que estar presididas por la
inmediación, de manera que el tribunal que las presencia es el mismo que va a conformar su opinión en las
resoluciones que se dicten, lo que exige contacto directo, percepción inmediata, para llegar a producirse la
formación interna de aquéllas. Esta exigencia de la inmediación viene proclamada en el CPC.

2) Publicidad: La publicidad ha quedado consagrada como derecho fundamental de las partes (Const. Art.
139, derecho a un proceso público) y como forma de organizar el proceso ( todas las actuaciones judiciales
serán públicas, con las excepciones que prevean las leyes de procedimiento). Desde este segundo aspecto
deben determinarse la regla general y las excepciones a la misma.
1) Las actuaciones de prueba, las vistas y las comparecencias cuyo objeto sea oír a las partes antes de dictar
una resolución, se practicarán en audiencia pública.
2) Excepciones: podrán practicarse a puerta cerrada: a) Por protección del orden público o de la seguridad
nacional; b) Por protección de los intereses de los menores; c) Por respeto a la vida privada de las partes; d)
Por protección de otros derechos y libertades; e) Porque la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la
justicia.
3) La decisión de excepcionaria reviste la forma de auto motivado, que es irrecurrible, sin perjuicio de
formular protesta y suscitar la cuestión, si fuere admisible, en el recurso procedente contra la sentencia
definitiva.
4) Para acordar la excepción de la publicidad se necesita respetar el principio de contradicción previa.
5) El secreto puede venir referido a todas las actuaciones o a una parte de las mismas.

b) Escrita
Los requisitos de los actos escritos hacen referencia fundamentalmente a las firmas de su autor o autores y,
sobre todo, a su contenido. Cuando de actos de parte se trata, se necesita presentar tantas copias del escrito
cuantas sean las personas que actúen en la parte contraria.
La escritura supone secreto, si bien ha incidido en el valor que debe atribuirse a la debida información de las
actuaciones procesales, información no referida a las partes del proceso, sino al público en general.
1) Personas que pueden solicitar información sobre las actuaciones procesales: todas las personas que
acrediten un interés legítimo.

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2) Personal autorizado a dar información: Los secretarios judiciales.
3) Límites: En principio puede facilitarse cuanta información soliciten sobre el estado de las actuaciones
judiciales, salvo que se hubiere decretado por el tribunal carácter reservado a la totalidad o a parte de los
autos, cuando concurra alguna de las circunstancias en relación con el secreto de las actuaciones orales. Esta
excepción a la información debe formularse mediante auto motivado. Esta excepción, sin embargo no afecta
a las partes, sus representantes y defensores, sin perjuicio de lo que se prevé expresamente respecto de
hechos y datos con relevancia penal, tributaria o de otra índole. Incluso pueden solicitar, a su costa, copias
simples de escritos y documentos que consten en autos.
También es posible, por quienes acrediten un interés legítimo, el acceso de libros, archivos y registros
judiciales, siempre que no tengan carácter reservado, obteniendo, a su costa, testimonio o certificación de
los extremos que se indiquen.

c) Común
En la formalización externa de una declaración de voluntad el requisito común para los integrantes del
órgano judicial es el idioma que se puede emplear. En general el idioma será el castellano, "lengua oficial del
Estado", si bien debe tenerse en cuenta también:
1) Podrá usarse también la lengua oficial propia de la Comunidad Autónoma, si ninguna de las partes se
opusiere, alegando desconocimiento de ella que pudiere producir indefensión.
2) Las partes, sus procuradores y abogados, los testigos y peritos podrán utilizar la lengua de la Comunidad
Autónoma en cuyo territorio tengan lugar las actuaciones judiciales, tanto en manifestaciones orales como
escritas.
3) Las actuaciones judiciales realizadas y los documentos presentados en el idioma oficial de una Comunidad
Autónoma tendrán plena validez y eficacia sin necesidad de traducirlos al castellano, traduciéndose solo
cuando así lo dispongan las leyes, cuando una parte alegue indefensión y cuando hayan de surtir efecto fuera
de la Comunidad.
Si la documentación que se aporta está redactada en idioma que no es ni el castellano ni el de la Comunidad
Autónoma, deberá acompañarse traducción, pudiendo ser realizada privadamente, quedando abierta la
posibilidad de impugnación por la otra parte, y ordenándose por la discrepante la traducción oficial a costa
del que presenta el documento. Si la traducción oficial fuere sustancialmente idéntica a la privada, los gastos
derivados de aquélla correrán a cargo de quien la solicitó.
4) En las actuaciones orales el juez podrá nombrar intérprete a cualquier persona no conocedora de la
lengua. La decisión se formula mediante providencia, exigiéndose al intérprete juramento o promesa de fiel
traducción.
5) Supuestos específicos: 1) En caso de interrogatorio o declaración, o participación de conocimiento
personal de una resolución respecto de personas que no conocen el castellano ni, en su caso, la lengua oficial
de la Comunidad, se procederá a nombrar intérprete, levantándose donde constará el texto original y su
traducción al idioma oficial, siendo firmada por el intérprete. Cuando la persona fuere sorda se le nombrará
un intérprete de lengua de signos adecuados, levantando acta.

TEORIA DE LAS NULIDADES


1.- Concepto 2.- Vicios de los Actos Procesales 3.- Principios 4.- Legitimación. 5.- Oportunidad y Trámite. 6.-
Extensión y Efectos.

INEFICACIA DEL ACTO PROCESAL


La ineficacia jurídica de los actos procesales está directamente relacionada con el incumplimiento de los
requisitos legales, el incumplimiento de éstos produce su ineficacia, y la diversa naturaleza de los requisitos
produce diversos grados de ineficacia.
Si no se cumplen los requisitos legales establecidos para el acto del que se trate, ese acto es ineficaz, y no
producirá los efectos que le son propios.
El grado de ineficacia depende de la entidad del vicio del que adolezca el acto, así, el incumplimiento de los
requisitos de los actos procesales provoca que puedan ser nulos, anulables o irregulares.
Ej.: Según el Código Procesal Civil.
Art. 199 carece de eficacia probatoria la prueba obtenida por simulación, dolo, intimidación, violencia o
soborno.
Art. 242, si se declara fundada la tacha de un documento por haberse probado su falsedad, no tendrá
eficacia probatoria. Si en proceso penal se establece la falsedad de un documento, éste carece de eficacia
probatoria en cualquier proceso civil.

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Art. 243 Cuando en un documento resulte manifiesta la ausencia de una formalidad esencial que la ley
prescribe bajo sanción de nulidad, aquel carece de eficacia probatoria. Esta declaración de ineficacia podrá
ser de oficio o como consecuencia de una tacha fundada.
Art. 338 Aunque hubiere sentencia consentida o ejecutoriada, las partes pueden acordar condonar la
obligación que ésta contiene, novarla, prorrogar el plazo para su cumplimiento, convenir una dación en pago
y, en general, celebrar cualquier acto jurídico destinado a regular o modificar el cumplimiento de la
sentencia. Sin embargo, dicho acto jurídico no tiene la calidad de transacción ni produce los efectos de
ésta”.
A) La nulidad
Cuando el vicio o el incumplimiento afecta a requisitos esenciales provoca la nulidad, considerada como
sanción establecida por ley, tiende a privar de efectos a un acto o negocio jurídico, en cuya ejecución no se
ha guardado ciertas formas.
Es un apartamiento de las formas y no del contenido. No es un error en los fines de la justicia, sino de los
medios para obtener esos fines.
Está destinada a cuestionar la validez o eficacia de un acto jurídico procesal o de todo el proceso.
Actos Nulos. Son aquellos, que carecen de los requisitos indispensables para su eficacia. La Nulidad
absoluta no puede ser convalidada pero necesita ser invalidada.

B) Anulabilidad
Cuando el vicio o el incumplimiento afecta a requisitos no esenciales, estamos ante los supuestos de
ineficacia por anulabilidad, que se hace valer por el ejercicio de las facultades dispositivas de las partes que
se crean perjudicadas, bien en cualquier momento procesal en que permita su alegación o bien mediante la
interposición de los recurso legalmente establecidos, tras la resolución.
No existe un precepto específico que delimite expresamente los motivos o causas que pueden dar lugar a la
anulabilidad de la eficacia de los actos procesales, si bien si que se regulan algunos supuestos, como por
ejemplo, el incumplimiento del requisito del tiempo, que puede dar lugar a la anulabilidad del acto siempre
que no afecte a la esencialidad. Por su parte, con carácter general puede afirmarse que son sólo anulables
los actos de parte que carezcan genéricamente de los requisitos legales, aunque podrán ser nulos si no
pueden cumplir su fin o si determinan indefensión.
Ej.: los efectos de la declaración de invalidez de la relación procesal se da consentida o ejecutoriada la
resolución que declara la invalidez de la relación procesal o vencido el plazo sin que el demandante subsane
los defectos que la invalidan, el Juez declarará concluido el proceso imponiendo al demandante el pago de las
costas y costos, Art. 467 CPC.

C) Inexistencia
No requiere que se declare su nulidad, ésta opera de pleno derecho.
Doctrinalmente se ha venido hablando de una tercera categoría de ineficacia de los actos procesales, a la que
no se refiere la ley, que es la inexistencia. En este sentido, De castro manifiesta que con esta categoría se
salvan las posibles deficiencias que pueden derivarse de la exigencia de norma en la que se ampare las
causas de nulidad, dado que pudieran concurrir en los actos procesales defectos no contemplados legalmente
y que fueren más graves que aquellos para los que la ley prevé la nulidad.
Actos inexistentes: Concepto.- Es aquel que carece de los requisitos indispensables para la constitución de un
acto procesal. No producen efectos jurídicos.
Ej.: Art. 244 CPC. La copia de un documento público declarado o comprobadamente falso o inexistente, no
tiene eficacia probatoria. La misma regla se aplica a las copias certificadas de expedientes falsos o
inexistentes.

D) Irregularidad
Cuando el vicio afecta a requisitos del acto de escasa entidad, de forma quee la infracción sólo origina, una
corrección disciplinaria, pero que el acto permanece subsistente y eficazEn algunas ocasiones la falta de un
requisito de los actos procesales no impide que desplieguen sus efectos normales. Esa falta de requisito, que
supone incumplimiento de lo dispuesto en la ley, si bien no afecta a la ineficacia del acto, si que comporta
una situación de irregularidad. Ante esta situación, la ley prevé una sanción para su autor.
Ejemplo de cuanto decimos puede darse en el caso de los denominados plazos impropios para la realización
de los actos procesales por el órgano judicial, dado que el incumplimiento de los mismos no supone nulidad
del acto ni tan siquiera anulabilidad del mismo, pero sí es posible que den lugar a la imposición de una
corrección disciplinaria.
Actos Irregulares. Son aquellos que incurren en infracciones débiles, no esenciales, accidentales, que no
originan la invalidez del acto.
Ejm. 1.- La sentencia expedida vencido el plazo previsto en la ley

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Ejm. 2.- La resolución judicial que utiliza abreviaturas.

E) Subsanación de defectos
Los defectos de que adolecen los actos procesales traen consigo las consecuencias gravosas de la ineficacia,
que hemos ido determinando y los medios para hacerlas valer. Sin embargo, cobra especial importancia en
este punto la necesidad de articular, como posible, la subsanación de los defectos que así lo permitan, como
viene siendo constante en la doctrina el principio de la subsanabilidad de lo subsanable.

PRINCIPIOS
Especificidad o Legalidad. Art. 171 CPC.
Finalidad. Art.171 CPC.
Trascendencia. Art. 171CPC.
Protección. Art. 175 CPC.
Convalidación. Art.172 CPC.
Subsanación. Art.172 CPC.
Integración. Art.172 CPC.

Especificidad o Legalidad
Establece que la nulidad sólo puede ser declarada cuando dicha sanción esté expresamente prevista en la
ley.
Artículo 171° del Código Procesal Civil
“La Nulidad se sanciona sólo por causa establecida en la ley”
El principio de legalidad en forma atenuada, establece que puede declararse la nulidad si el acto procesal
careciera de los requisitos indispensables para la obtención de la finalidad.
Art. 171 C.P.C. segundo párrafo

Finalidad
Propugna la conservación del acto procesal, si éste ha cumplido la finalidad* al que está destinado.
Persigue que el derecho de las partes predomine sobre las formas procesales.
El objeto de la declaración de nulidad no es el aseguramiento de las formalidades por sí mismas, sino el
aseguramiento de los derechos que ellas protegen.
*La finalidad de los actos procesales es crear, regular, modificar, extinguir, relaciones jurídicas con efectos
procesales.
Artículo 171° in fine y 172° segundo parágrafo, del CPC.

Trascendencia
Se sustenta en la relevancia o no de la formalidad incumplida, considerando relevante aquella infracción que
haya causado perjuicio.
Artículo 174° del Código Procesal Civil
“Quien formula nulidad tiene que acreditar estar perjudicado con el acto procesal viciado.”
“Deberá precisar la defensa que no pudo realizar, como consecuencia directa del acto procesal cuestionado”

Protección
Cautela la lealtad y buena fe procesal.
Dispone que la parte que dio lugar al vicio, o que concurrió voluntariamente a su producción, no está
habilitada para solicitar la nulidad del acto procesal.
Se sustenta además en la teoría de los actos propios.
Artículo 175° inc. 1 del Código Procesal Civil.

Convalidación
Permite la conservación del acto procesal carente de alguna formalidad, cuando se produce la conformidad o
aceptación del acto procesal viciado.
Razones de seguridad, certeza y necesidad que en el proceso existan actos firmes, sustentan este principio.
-Art.172 C.P.C.
1° párrafo- falta de notificación.
2° párrafo- cuando se logró la finalidad.
3° párrafo- a falta de reclamo en la primera oportunidad que tuvo para hacerlo.
-El principio de Cosa Juzgada, precluye todo reclamo por vicios formales.
-La doctrina excluye del ámbito de lo convalidable las infracciones que atenten contra normas de orden
público.

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