Você está na página 1de 3

PÁGS. 2-3 |||| LAS FORMAS VARIADAS DE MARCAHUASI PÁG.

6 |||| ESCAPES
VAMOS A QUILMANÁ

Esculturas pétreas
Ruta del turismo familiar

Rompa el ritmo
Más allá de lo expuesto por su descubridor, Daniel Ruzo, Marcahuasi ess de lo cotidiano
siempre un místico paisaje que invita a la reflexión y a la creatividad. en este lindo
lugar de Cañete
Año 5. Edición Nº 277. Jueves 25 de octubre de 2018

Lo Nuestro
TURISMO, DESTINOS Y RUTAS DEL PAÍS
SUPLEMENTO SEMANAL

El Peruano

PERÚ
ORES
Texto y fotos:

CRÓNICA DE MIRAD Rolly Valdivia

M
e pregunto si val-
drá la pena. Quizá
debí quedarme en
el pueblo o indagar más cuan-
do el señor Oswaldo, contra-
diciendo al acostumbrado y
mil veces repetido ‘aquicito
nomás’, vaticinaría una jorna-
da agotadora. “Todo el día van
a demorar”, diría sin pizca de
preocupación, como si eso de
vivir trepando en las alturas
fuera un paseíto.
Lo sería para él, un hombre
de campo, de surco y semilla,
que desaparece deseándonos
suerte, cuando nuestros cami-
nos se bifurcan a la salida de
Copa, un pueblo con pinceladas

DESDE LO ALTO
rurales y urbanas, con una igle-
sia antigua sin ieles ni párroco,
con una plaza convertida en
campo futbolero por unos ni-
ños que ignoran el sobrevuelo
El Perú hay que recorrerlo y mirarlo desde todas las de un cóndor. Total, es cosa de
perspectivas para tener una idea integral de sus formas y todos los días.
CONTINÚA EN LA PÁGINA 4»
fondo, de sus caminos, sus atractivos naturales y de los que
lo recorren. Le proponemos una mirada vertical desde cinco
imponentes miradores.
4 El Peruano Lo Nuestro Jueves 25 de oc

ESPECIAL

ANDES
RECORRIDO EN LOS

Miradas inolvidables
Descubrir el Perú desde una mirada vertical para disfrutar del
indescriptible cielo azul serrano, de la sinuosa geografía que recorre valles y se
eleva hasta las montañas, de la flora y fauna que cada ruta nos ofrece, es una
experiencia que no tiene comparación. ¿Se anima?

VIENE DE LA PÁGINA 1» retando a mi cansancio y a Impetuoso pocos conocen” –y pienso en


mi propia persistencia. Sin
busco una el Yerupajá, en el Siula Gran-

M
e pregunto si valdrá ser un hombre de surco y se- de, en el Carnicero–. ¿Y si fue
la pena. Una y otra milla ¡llegaría!; siendo más piedra para un señuelo para animarme a
vez me lo pregunto.
Siempre con voz bajita y entre
terco que una mula llegaría
a Ayamarca, el abra, el mi-
construir una explorar su tierra? No sé qué
pensar. Temo ser recibido por
susurros. No quiero que Leo- rador, el punto más alto de apacheta, que un cielo encapotado.
nardo me escuche, aunque eso mi desaío pedestre hacia el es como pido Sí, lo sé, ya lo he dicho varias
no debería de preocuparme.
Él está adelante evitando que
centro poblado de Huayllapa
(Copa, Cajatambo).
protección a veces: no sé si valdrá la pena o
será que siempre vale la pena.
el burrito remolón, que carga Pero vuelvo a preguntar- los apus. Me animo. Sé que estoy cerca.
nuestras mochilas, se dé la me si valdrá la pena. Tal vez No queda más por subir, aun-
media vuelta con la intención mi paso lento y demorado ter- tumba el corazón. Igual, sigo que no veo ni una sola cumbre.
de retornar al pueblo o se enca- minaría jugándome en contra. andando. Tampoco a Leonardo. ¿Dónde
priche de un momento a otro, Y el clima es incierto a 4,200 Sé lo que busco, mas no sé están, dónde se han metido?
solo para demostrar que puede m.s.n.m. y la niebla –jaloneada si lo encontraré. Las nubes Resignado, avanzó sin entu-
ser más terco que una mula. por el viento– secuestra la luz, amenazan con borronear el siasmo por un terreno ondu-
Nada de eso sucedió. El opaca el horizonte, entonces, panorama prometedor des- lado. Me atrapa el frío y quiero
único que quería retornar y todo este trajín será en vano. crito por Leonardo. “Se ve desparramar mi cansancio en
tenía ganas de encapricharse Tengo que acelerar, apurarme, toda la cordillera”, me había el suelo pedregoso. No lo hago,
era yo, pero no lo hice. Se- ir más rápido, pero no puedo. motivado para enrumbar más bien corro, grito, alzo los
guí avanzando, subiendo, Me duelen las piernas, me re- “hacia ese mirador que muy brazos.
ctubre de 2018 Lo Nuestro El Peruano 5

carme mentalmente en esos


Libreta de apuntes lugares mientras espero a
Leonardo, afanado en des-
◗ A pesar de ser parte ◗ La cordillera Blanca cargar al burrito que no qui-
de un mismo distrito, no tiene una extensión so ser terco como una mula.
existe conexión carretera de 200 kilómetros. Y me veo frente al Pariacaca
entre Copa y Huayllapa. Es la mayor cordillera (5,750 metros) en la Reserva
tropical del mundo. El Paisajística Nor Yauyos Co-
◗ Huayhuash: Es una Huascarán (6768), la chas (Junín y Lima) o ascen-
cordillera que recorre las montaña más alta del diendo al abra de Salcantay
regiones de Lima, Huánu- Perú, es una de sus para acercarme a la montaña
co y Áncash. El Yerupajá cumbres. del mismo nombre (6,271
(6,635 m. de altura), la metros), uno de los gigantes
segunda montaña más ◗ Los volcanes de de la cadena del Vilcabamba
alta del Perú, está en esta Andagua, Shippee (Cusco).
cordillera. y Johnson deben Otras visiones en travesías
su nombres a los menos azarosas en las que solo
◗ Con 5,976 metros de estadounidenses que hay que pegarse a la ventana
altura, el volcán Sabanca- los sobrevolaron en del bus o bajar sin prisas a
ya está activo. 1931. 4,910 m.s.n.m (los pasos corti-
tos son buenos para escaparse
d soroche) para conocer el
del
m
mirador de los volcanes de
P
Patapampa, en la Reserva
N
Nacional Salinas Aguada
B
Blanca, una zona protegi-
d
da, habitada por vicuñas,
u
una parada obligatoria en
eel camino hacia las profun-
d
didades del Colca (Caylloma,
A
Arequipa).

Le
Lección de geografía
Y allí está el orgulloso Misti
y eel Chachani; el Ampato de
la momia Juanita y el Saban-
ca
caya; el Hualca Hualca, del
qu
que proceden los cabanas, y
el Chucura;
C el Mismi, donde
pa
para algunos nace el Amazo-
nas
nas, y el Ubinas. Una selección
vol
volcánica que podría compe-
tir en
e belleza con los nevados
de lla cordillera Blanca que se
apr
aprecian majestuosos desde
la plaza
p de la comunidad cam-
Imágenes energéticas pesina 24 de Junio-Piruruyoc
Mis fuerzas reaparecen al (Independencia, Huaraz).
descubrir las montañas. No También desde la carre-
era una mentira. Allí estaban tera sinuosa y asfaltada que
los eslabones nevados del une Casma con la capital an-
Huayhuash. Sus cumbres cashina. Del mar a la montaña,
rasgaban las nubes. Las vi, remontando pisos altitudina-
me gustaron, me llenaron de les en una clase práctica de
energía. Ya no hay cansancio geograía. Ya que los viajes
ni agitación. Impetuoso busco son como las páginas de un
una piedra que no es enorme inmenso Atlas o los capítulos
ni pequeña para colocarla en de un libro de historia que se
lo más alto de una apacheta. lee y se interpreta paso a paso.
Es mi forma de pedirles Eso es lo que me ocurrió en
permiso y protección a los el sendero que trepa hacia
apus. el mirador de Antaymarca
Eso lo aprendí en otros (Castilla, Arequipa).
parajes, como fui aprendien- En esa ruta de cascajo y
do a ofrendar hojitas de coca, espinas conocería la herencia
traguito y hasta caramelitos arqueológica que los colla-
de limón en las abras y mira- guas e incas dejaron en Anda-
dores que he visitado durante gua. Un hallazgo inesperado.
más de 20 años. Desde esas Una sorpresa en la búsqueda
atalayas, localizadas siempre de Los Mellizos, esos cráte-
a miles de metros sobre el ni- res idénticos que son algo así
vel del mar, he admirado la como el ícono del valle de los
intrincada geograía del Perú Volcanes, el escenario que se
y la grandeza de esos picos abre y se muestra allá abajo,
que los antiguos considera- como el senderito por el que
ban dioses. Por eso los reve- tendré que descender para
renciaban, los respetaban. llegar a Huayllapa. No será
Trato de recordar, de ubi- fácil, pero valdrá la pena. ●

Você também pode gostar