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las
organizaciones
Grupos y
Liderazgo
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El aprendizaje en las
organizaciones
“Las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran
cómo aprovechar el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de la gente en todos
los niveles de la organización” (Senge, 1990, p. 12).
Para este autor son cinco las nuevas tecnologías de componentes que
convergen para innovar en las organizaciones inteligentes. Todas se
encuentran en interrelación permanente entre sí, más allá de que su
desarrollo pueda ocurrir por separado. Cada una de estas brinda una
dimensión particular para el aporte hacia la construcción de una
organización que posea la potencialidad del aprendizaje permanente como
eje central, y en donde se reconozca la necesidad de alcanzar mayores
aspiraciones.
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Se destaca la forma por sobre el contenido.
o La noción de estructura.
o Importancia de la dinámica.
Perspectiva de la totalidad: el todo no es necesariamente la suma de las
partes.
La interdependencia de los componentes del sistema.
Es así como un fenómeno cualquiera no puede ser explicado por una sola
causa, sino por una multiplicidad de eventos o factores que inciden y lo
producen.
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cada una de las partes (los hijos, por ejemplo) suele sostener esas
prohibiciones a través del silencio o de no hablar de dicho tema. Esto suele
llevarse a cabo durante generaciones enteras, y es una familia, tres
generaciones, que de alguna manera sostiene tales fenómenos de silencio.
Para leerlos y entenderlos, hay que pensar en cada sujeto, en cada familia,
e incluso en la cultura en la cual están inmersos.
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constante. La rigidez impide dicha adaptación y, por ende, el aprendizaje.
En esta disciplina se trata de poder bucear en la profundidad de estos
modelos, traerlos a la superficie, cuestionarlos y revisarlos; de esta forma
podremos estar desarrollando algo que se denomina metacognición, que
implica la posibilidad de pensar en el propio aprendizaje.
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personal alienta a la motivación personal para aprender continuamente
cómo nuestros actos afectan al mundo.
Hay una cita del mismo autor que refleja la comunión de estas 5 disciplinas:
la mirada sistémica engloba al resto de las tecnologías.
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En manos de un ser bueno, maduro y completo, el poder
como el dinero es una bendición, no así para el hombre
vicioso, inmaduro o enfermo emocional, donde el poder es
un peligro terrible. (P. 86).
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La disciplina del aprendizaje en equipo implica dominar las prácticas del
diálogo y la discusión, las dos maneras de conversar de los equipos. Ambos
son potencialmente complementarios, pero la mayoría de los equipos
carece de la aptitud para distinguir y moverse conscientemente entre ellos.
También implica aprender a afrontar creativamente las poderosas fuerzas
que se oponen al diálogo y la discusión productiva.
Es el futuro el que debe determinar lo que hoy se hace. Ello nos lleva a la
innovación y al aprendizaje, que son los motores del desarrollo
organizacional.
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Las personas llevamos adelante ciertos actos, convenientes en nuestra
posición, que nos impiden ver cómo afectan las demás posiciones en las
organizaciones. En consecuencia, cuando surgen problemas, nos culpamos
entre nosotros y a veces incluso a los clientes. En general, no se aprende de
la experiencia porque las consecuencias más importantes de los actos
acontecen en otros sistemas y eventualmente regresan a los propios
espacios laborales para crear los mismos problemas que se atribuyen a
otros. A veces el camino fácil no lleva al mismo lugar, y los problemas de
hoy derivan de las soluciones de ayer. Es necesario ver el mundo de nuevo.
Figura 1:
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“Dime qué debo decir”, pero raramente escuchamos “Dime qué debo
pensar”.
Consideramos que pensar tiene que ver con nuestra forma básica de ser y
que este no es un dominio de aprendizaje. El aprendizaje, sostiene la
propuesta, pertenece al dominio de la acción y no al dominio del ser.
Pareciéramos decir: “Enséñame a actuar diferente, pero no pretendas
cambiar cómo soy”. De este modo, el aprendizaje es algo que el yo hace y
que, al hacerlo, el yo se mantiene siendo él mismo, solo que con nuevos
aprendizajes y con nuevos repertorios de acción. Pero la separación que
acomete la argumentación anterior es discutible, por cuanto el actuar no
es independiente del pensar, sino que, por el contrario, está condicionado
por él.
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Los principios: constituyen un parámetro para comprender y seguir a la
práctica.
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Referencias
Echeverría, R. (2009). Escritos de Ontología del lenguaje: recopilación.
Buenos Aires, AR: Granica.
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