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Seis argumentos a favor de la

clonación humana que no se


sostienen.
Científicos de Oregón, Estados Unidos, han obtenido mediante clonación células madre embrionarias
humanas. El equipo ha reprogramado, exitosamente, células de piel humana para que se conviertan
en células madre capaces de transformarse en cualquier otro tipo de célula del cuerpo, según ha
informado la revista Cell. Este episodio ha abierto el debate internacionalmente sobre la posibilidad de
clonar personas en un futuro cercano.
Este hecho ha abierto el debate sobre la clonación humana y se han vuelto a escuchar los
argumentos que afloran cada vez que este debate surge en la opinión pública. A continuación
desmontamos seis de ellos:

Argumento 1: el embrión es simple material orgánico, no existe conflicto ético

A favor de la clonación se han leído argumentos inverosímiles. Por ejemplo, uno que consisten en
preguntarse: “a quien salvaría de un edificio en llamas, a un niño o a un tanque con cien embriones”.
La respuesta la da el propio interrogador: “Todo el mundo salvaría al niño”, y añade, “luego no se
puede decir que la opción moralmente correcta sea salvar los embriones y dejar morir al niño”. Y se
queda tan ancho. ¿Significa eso que el embrión no vale nada? Y si en el mismo juego sustituimos la
elección por el padre o la madre, el no elegido, ¿significa que carece de valor humano? Este tipo de
cábalas son una falacia que lo único que constatan es que hay solo una elección. Pero, además, hay
una enmienda a la totalidad: ¿Que hacían cien embriones humanos en un tanque? Eso está
restringido o prohibido en la mayoría de países civilizados. El lugar del embrión es uno y solo uno: el
útero materno.

Argumento 2: no tiene capacidad para razonar

Entonces, por ese mismo procedimiento, el recién nacido, el enfermo en coma, el de Alzheimer -en un
estado de la enfermedad en el que ya ni se reconozca a sí mismo- también es simple material
genético porque ninguno de ellos dispone de la función de razonar. Si es así, ¿por qué los respetamos
y siguen siendo sujeto portadores de dignidad humana? ¿por qué el embrión no debe ser igualmente
respetado?

Argumento 3: la religión

Este argumento tiene dos variantes:

 Se dice que en este tipo de debates se deben dejar los argumentos religiosos al margen. Pero,
¿por qué se ha de prescindir de ellos? ¿Acaso las religiones no son una fuente de
conocimiento humano, distinta a la del pensamiento científico pero tan real y más sólida en su
verificación histórica? La religión es una fuente de sabiduría y la inmensa mayoría de la
sociedad recurre a ella para sanar sus vidas. ¿La ciencia es la única guía del comportamiento
humano? Si es así esto nos conduce a decisiones aberrantes, además hay que tener en
cuenta que la ciencia es un método que trata sobre los medios, estudia cómo las cosas
suceden y cómo se hacen, pero no emite juicios sobre los fines. Por lo tanto la ciencia por
definición no puede decir si un acto es bueno o malo. En el contexto del laboratorio de Oregón
la ciencia se entiende como negocio. Se dedican a trabajar para obtener un beneficio,
exactamente igual que las farmacéuticas. Los que se dedican a la clonación de embriones son
empresas que buscan un beneficio y como tales buscan maximizar esos beneficios. Nunca
esto puede significar una guía.
 La otra variante consiste en poner la religión del lado de la clonación, generalmente con
argumentos perfectamente inanes. No contentos con esto algunos divulgadores acuden a la
exegesis bíblica y a la Teología con afirmaciones tan divertidas como esta: “No hay nada en la
Biblia que sustente la idea de que un embrión sea un equivalente a una persona”. Claro, eso
es innegable, igual de innegable que eso es así porque en tiempos bíblicos y durante muchos
siglos después nadie tuvo la más remota idea de lo que era un embrión al tratarse de un
conocimiento reciente. Sin embargo, la Biblia trata de ello para quien quiera entenderlo, y lo
hace en el lenguaje de su tiempo: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que
salieses de la matriz te santifiqué” (Jeremias 1,5), y así también en Job 10,8-12, Salmo 22, 10-
11. 139,15. El cristianismo desde el siglo I afirmado la misma verdad: la vida del niño, antes
como después de su nacimiento, está protegida por la ley: "No matarás a tu hijo en el seno de
la madre ni, una vez nacido, le quitarás la vida" (19,5, Epístola Bernabé), como también en
Didajé 2.2 Tertuliano Apología 9. Específicamente para los católicos y en tiempos actuales se
ocupó de ello el Concilio Vaticano Segundo en Gaudium et Spes (51,3), y más tarde con más
detalle en la Instrucción Donum Vitae. Si en algo se ha mantenido inmutable el cristianismo
desde su mismo origen es en la defensa del no nacido.

Argumento 4: la clonación posee grandes expectativas para curar el infarto el Parkison la


diabetes

Todos los partidarios de la clonación humana hablan de sus potenciales ventajas terapéuticas, y de
una de las barreras que han impedido hasta ahora toda aplicación médica: la de la del rechazo. Las
cuatro grandes objeciones son: (1) con o sin clonación sigue sin resolverse el control de la célula
embrionaria y su facilidad para transformase en una reproducción celular cancerígena, (2) después de
años y años de anunciar la aplicación medica de la investigación con células embrionarias el resultado
es cero, por ejemplo, ¿quién se acuerda de Bernard Soria y su anuncio de curación de la diabetes?,
(3) es inexplicable qué utilidad puede tener el uso de embriones cuando todas las aplicaciones
prácticas conseguidas se han logrado con células adultas, que no implican la destrucción de seres
humanos en sus fases más originarias, (4) la pregunta es dónde está el negocio, porque desde que el
Nobel Shinya Yamanaka consiguió células adultas reprogramadas (las llamadas células iPS como vía
para la utilización de células madre adultas) la línea utilizada por el equipo de Obregón con células
embrionarias había sido prácticamente abandonada.
Con clonación o sin clonación las células embrionarias no han conseguido ni una aplicación médica.

Argumento 5: La ciencia debe ser independiente de todo criterio moral

Estamos de diciendo que la crisis tiene una raíz moral porque la gente se comporta de una manera
equivocada y que debe de haber una regeneración moral al igual que en la política, en la sociedad, en
la economía, etcétera. En todo debe haber una regeneración moral, pero, ¿en la ciencia no? Si todo
comportamiento humano está sujeto a un “deber ser”, ¿por qué los científicos y sus trabajos no?

No se entiende que esta actividad humana desarrollada por empresas cuya finalidad es ganar dinero,
como las denostadas empresas farmacéuticas, han de vivir al margen de las norma, de la moral,
¿este es el deber-ser-humano que exigimos en todos los demás ámbitos?
Una mayoría abrumadora de nuestra sociedad proclama con certeza y acierto que la causa profunda
de esta crisis destructora es la crisis moral que subyace y que impide comportamientos éticos. Pues
bien, si esto es así no tiene ningún sentido, es más, es terriblemente peligroso, proclamar al mismo
tiempo que un ámbito concreto, el del negocio de la ciencia, porque de esto es de lo que se trata, no
debe limitarse éticamente, que la clonación debe quedar fuera de toda consideración moral. Si nuestra
sociedad acepta esto se instalará en una contradicción insuperable que solo puede acarrear su propia
destrucción. No puede pedirse regeneración moral en un ámbito y ausencia de ella en otro. Porque,
subrayémoslo de nuevo, todo este tipo de tareas están realizadas por empresas privadas cuyo fin
primordial es el lucro, la obtención del máximo beneficio. Y no se trata de una obra benéfica sino de
un puro y simple negocio.

Argumento 6: la clonación es un progreso

Aquí progreso se confunde con novedad. Progreso es mantener vivo el pensamiento de Aristóteles
que tiene 24 siglos años y muerto el del nazismo con apenas uno. Progreso es mantener viva la Carta
a Diogneto del siglo II y muerta la eugenesia de moda en 1920. ¿Cuál es el progreso, la eugenesia o
la defensa de la vida? Cabe reflexionar sobre el hecho de que lo último no es siempre lo mejor, y aquí
entra la verificación humana des de la ética. La clonación humana no aporta nada que no exista por
otras vías excepto la clonación reproductiva, que no se disfrace pues de avances en la cura de
enfermedades pues su fin es único: la clonación humana.
Argumentos contra la clonación humana
La clonación humana copia intencionalmente el código genético de una persona con el propósito de
crear otra persona con el mismo material genético. Esto crea una vida humana nueva e individual
basada en el modelo genético de un sólo donante o un sólo progenitor en vez de dos.

Los intentos actuales para clonar seres humanos utilizan la misma técnica empleada anteriormente
para clonar animales, tal como lo hicieron con la oveja Dolly. Al método utilizado se le llama
transferencia nuclear de células somáticas, lo que da como resultado la creación de un nuevo
organismo por medio de fusión, en vez de fertilización. El resultado de una transferencia nuclear de
células somáticas exitosa en animales, es la creación de un miembro individual de la especie que
contiene el complemento total del material genético, y este mismo resultado se obtiene por medio
de la fertilización. Tal como Dolly es ciento por ciento oveja, así también los embriones humanos
clonados serían ciento por ciento humanos.

¿Qué sucede en el proceso de clonación conocido como transferencia nuclear de células somáticas?

La transferencia nuclear de células somáticas consiste en remover el núcleo de un óvulo que no ha


sido fertilizado y reemplazarlo con el núcleo de una célula somática del donante que va a ser clonado.
Una célula somática, como una célula de la piel o un glóbulo blanco, contiene el ADN o código
genético del donante. Posteriormente, en vez de que ocurra la fertilización, se aplica una pequeña
vibración eléctrica para estimular a la célula a que comience el proceso de división. El resultado es un
nuevo individuo clonado que empieza el mismo proceso de desarrollo humano por el que todos
pasamos.

¿Cuál es la diferencia entre la clonación “reproductiva” y la clonación “terapéutica”?

Toda clonación humana es reproductiva, pues ésta implica la creación de la vida humana. Tanto la
clonación “reproductiva” como la “terapéutica” requiere la transferencia nuclear de células somáticas
para duplicar el material genético del donante. La diferencia entre la clonación “reproductiva” y la
“terapéutica” tiene que ver con el objetivo de la acción y no con el método, planteándose la
pregunta: “¿Qué es lo que usted se propone hacer con el clon?” Una vez que el embrión humano ha
sido clonado, éste se puede implantar en la matriz de una mujer con el propósito de que a los nueve
meses se dé a luz a un infante (clonación reproductiva) o se permita que se desarrolle por varias
semanas, y luego se destruya para obtener sus células madres con el propósito de investigarlas
(clonación terapéutica).

¿Por qué algunas personas apoyan a la clonación “terapéutica” y se oponen a la prohibición total de
la clonación?

Se especula que las células madres embrionarias pueden ser una fuente prometedora para curar una
variedad de enfermedades humanas. Algunos científicos quieren expandir la investigación de células
madres embrionarias usando el material genético de algún paciente para clonar un embrión humano,
el cual sería destruido para obtener sus células madres. Estas células serían utilizadas para crear
terapias personalizadas que el cuerpo del paciente no rechazaría. Hasta la fecha, los científicos que
están tratando de clonar embriones con el propósito de obtener células madres para investigación,
no han podido desarrollar un modelo animal o humano que confirme su teoría.

Otros investigadores manifiestan que es innecesario el hacer clonaciones sólo para estudiar las
células madres embrionarias. Ellos señalan que existe otro tipo de medicina inmunosupresora más
efectiva para evitar el rechazo de un trasplante, y señalan que se ha comprobado la existencia de un
registro que contiene información sobre fuentes alternativas, por medio de las cuales se pueden
obtener células madres, de médula ósea y de la sangre del cordón umbilical, que pueden
proporcionar a los pacientes verdaderas terapias médicas.

¿Cuál es la situación sobre la investigación utilizando estas fuentes alternativas para obtener células
madres?

Un flujo continuo de investigaciones publicadas, muestran que hay grandes esperanzas en el área de
fuentes por medio de las cuales se pueden obtener lo que se llama células “adultas” o no
embrionarias. Las terapias que utilizan fuentes tales como la médula ósea, la sangre del cordón
umbilical y el páncreas, para obtener células madres, ya han tratado con éxito a los pacientes que
tienen enfermedades tales como diabetes, problemas cardiacos, y esclerosis múltiple. Estos
beneficios terapéuticos para los pacientes demuestran que el uso de células madres adultas,
sobrepasa cualquier investigación animal que se esté llevando a cabo en la actualidad y que utiliza
células madres embrionarias.

Uno de los ejemplos incluye la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson. Un estudio
reciente, publicado en los Estados Unidos, informó acerca del éxito logrado al utilizar células madres
embrionarias obtenidas de ratones, como tratamiento para algunos de los síntomas presentados por
ratas que tenían la enfermedad de Parkinson. Aunque esto suena prometedor, palidece al compararlo
con la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson utilizando células madres adultas. Por
ejemplo, en abril de 2002, un médico de Los Ángeles reportó haber tratado de forma eficaz a un
paciente que tenía la enfermedad de Parkinson, utilizando las células madres de la neurona del
mismo paciente.

¿Por qué su organización apoya la prohibición de la clonación “terapéutica”?

La gran cantidad de evidencia que existe del aparente poder sanador de las células madres adultas,
hace que la investigación utilizando células madres embrionarias sea innecesaria. Además, son
asombrosas las implicaciones morales que se acarrean al crear embriones humanos con el propósito
de destruirlos para obtener células madres. Nunca es moral o éticamente aceptable matar a un ser
humano para probablemente salvar a otro. Un embrión clonado genéticamente es un gemelo
idéntico del donante, excepto con edad diferente, y por lo tanto es totalmente humano. Los
embriones humanos merecen la misma protección que los humanos reciben durante otras etapas de
desarrollo. Cada vida humana comienza como un embrión, y es de esperarse que crezca a partir de
entonces hacia otras etapas de la vida: feto, infante, niño pequeño, etcétera. El tamaño o el lugar no
determinan la naturaleza humana.

¿Y qué de aquellas personas que no ven a los embriones humanos durante esta etapa temprana de
desarrollo, como personas que merecen protección?

Este no es un asunto de ser una persona o no; es un asunto de si la humanidad va a proteger a los
humanos más débiles que se encuentran entre nosotros o si permitirá que los humanos jóvenes sean
utilizados como si fueran materia prima para experimentos científicos.

Otra cosa a considerar es la indudable posibilidad de que los científicos fracasen en sus intentos por
utilizar en sus investigaciones, células madres embrionarias que hayan sido clonadas. Actualmente,
una definición general de clonación “terapéutica”, tal como lo propuesto en la política pública,
incluye la destrucción de embriones clonados dentro de los primeros 14 días de su existencia. ¿Qué
pasaría si los científicos descubren que las células madres de un feto de ocho semanas son más
prometedoras que las de un embrión de dos semanas? Esta pregunta no es totalmente especulativa:
Recientemente, investigadores que trabajan para la empresa Advanced Cell Technology (Tecnología
Avanzada de la Célula), en los Estados Unidos, informaron haber implantado embriones vacunos
clonados en matrices, permitiendo que los embriones crecieran hasta las ocho semanas antes de ser
destruidos para obtener células madres más desarrolladas. Los investigadores dicen que este
experimento tuvo éxito gracias a que las células fetales estaban más maduras.

(Para más información sobre la posibilidad de que la ciencia no estará satisfecha con las células
madres embrionarias clonadas, consulte el testimonio adjunto del doctor en filosofía y letras Stuart
Newman, presentado a principios de este año ante un comité del Senado de los Estados Unidos.)

¿Cómo responde usted a las afirmaciones hechas por algunas personas partidarias de la clonación
“terapéutica” que argumentan que los embriones clonados son sólo “óvulos no fertilizados”,
deduciendo que es moralmente aceptable destruirlos para obtener células madres embrionarias?

“Óvulos no fertilizados” es un nombre equivocado. Los partidarios de la clonación “terapéutica” están


tratando de correlacionar con los óvulos no fertilizados los productos de la clonación por la
transferencia nuclear de células somáticas. Técnicamente, es correcto decir que los óvulos formados
por este método no han sido fertilizados con esperma pero ése es el propósito de la clonación: pasar
por alto la reproducción sexual. Sin embargo, el resultado de la transferencia nuclear de células
somáticas no es “óvulos” (antes de la fertilización o de otra forma) sino embriones que contienen
todo el material genético necesario para convertirse en un ser humano en desarrollo. Al utilizar el
término “óvulos no fertilizados”, los defensores de la clonación para obtener células madres
embrionarias van en contra de su propio argumento porque los óvulos antes de la fertilización no son,
ni tampoco contienen, células madres; las células madres sólo existen en los seres humanos que
están completos genéticamente. El hecho de que el resultado final de la clonación humana es un ser
con células madres valida la naturaleza humana del embrión. Si los productos de la clonación fueran
equivalentes al óvulo antes de la fertilización, no habría células madres que recolectar, y de esta
forma tampoco habría ningún provecho potencial para la investigación.

Los defensores de la clonación “terapéutica” también dicen que los productos de la clonación
humana no son capaces de convertirse en seres humanos. ¿Cuál sería su respuesta?

Si esto fuera verdad, no habría necesidad de prohibir la clonación “reproductiva”. La realidad es que
la transferencia nuclear de células somáticas crea un embrión humano que si fuera implantado en
una matriz se desarrollaría en un feto y sería dado a luz como cualquier recién nacido.

Al parecer hay apoyo universal por la prohibición de clonación “reproductiva”, entonces, ¿por qué no
prohibir únicamente este tipo de clonación?

Una prohibición de la clonación “reproductiva” no prohíbe la clonación; ésta sólo prohíbe la


implantación del embrión humano clonado en la matriz de una mujer (o en un útero artificial), con el
propósito de darlo a luz. Si se permite la clonación “terapéutica” o la clonación para la investigación
de células madres embrionarias, la tecnología desarrollada, debido a esto, añadiría al conocimiento
científico de aquellos que quieren clonar con el propósito de dar a luz a este clon. El reto tiene que
ver con clonar al embrión, no con implantarlo. Inevitablemente, un embrión humano creado para la
investigación de células madres sería implantado en la matriz de una mujer. La única forma de
garantizar que esto no suceda, es que cada nación, o que todas las naciones juntas, prohiban toda
forma de clonación humana.
Corolario

Hoy en día hay mejores vías médicas sin utilizar células embrionarias con aplicaciones más claras.
Incluso hay otros procedimientos más sencillos. Esto siendo así, ¿por qué hay este interés en la
clonación? Porque el interés económico no está en la clonación terapéutica sino en la clonación
reproductiva. Si no se resuelven estas fases previas no pueden darse pasos: si no se estudia cómo
clonar y reproducir células no se podrá hacer clonación reproductiva. Lo que se está haciendo es
despejar las barreras iniciales. Y, ¿por qué está llegando dinero a estos estudios?, un mercado
mundial en el que ofrezcas dos servicios: la falsa idea de inmortalidad (con una célula tuya se
reproducirá una persona que será exactamente igual a ti en apariencia) y la recuperación de un ser
querido, por ejemplo un hijo, incide directamente en una carga emocional de las personas
difícilmente controlable.

Si la clonación y el uso de embriones fuera tan bueno, ¿por qué tiene tal oposición jurídica en la ONU,
que prohíbe la clonación para la reproducción humana? Es la única vez que en la ONU se han puesto
de acuerdo en un tema así de forma tan definitoria También el Tribunal de Justicia de la Unión
Europea dictaminó el 18 de octubre de2011 en Luxemburgo que “por respeto a la dignidad humana”,
no se podrán patentar en Europa las células madre obtenidas a partir de embriones humanos. Con
esta sentencia, en la práctica quedan prohibidas las patentes de cualquier investigación científica que
implique la destrucción de embriones humanos, y en este caso el término embrión humano incluye
todo óvulo fertilizado: “Un proceso que implica la extracción de células madre de un embrión
humano en el estadio de ‘blastocisto’ (máximo 5 días tras la fecundación) y la destrucción del mismo
no es patentable”, afirmaba.

Un óvulo, sostenía el alto Tribunal de Luxemburgo, puede ser considerado embrión desde el
momento mismo de la fecundación. Pero los jueces iban más allá al afirmar que incluso “un óvulo
humano no fecundado en el que esté implantado el núcleo de una célula humana madura” y, por ello,
esté “en disposición de iniciar el proceso de desarrollo de un ser humano”, ha de ser considerado
como un embrión a todos los efectos de protección legal. También lo será un “óvulo humano no
fecundado estimulado para dividirse y desarrollarse mediante partogenosis”, según el caso
‘Greanpeace contra el neurobiólogo alemán Oliver Brüstle’. Brüstle es desde 1997 titular de una
patente registrada de células progenitoras neuronales aisladas y depuradas a partir de células madre
embrionarias humanas utilizadas para intentar tratar enfermedades neurológicas como el Párkinson o
la esclerosis múltiple. “Hay que proteger la vida humana de toda forma de explotación comercial, en
todas las fases del desarrollo. Eso también se aplica a los embriones desde sus fases más
primigenias”, aseguró entonces Christoph Then, asesor científico de Greenpeace. “El concepto de
embrión humano debe entenderse en sentido amplio”, insistía el tribunal europeo. Habrá que ver
hacia donde viaja la ciencia, exenta como está de una ética que la guíe, y qué nuevos argumentos se
lanzan a favor de la clonación humana.

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