SIGLO XIX-XX

HISTORIA DE ESPAÑA
LA RESTAURACIÓN (1874-1931)

INTRODUCCIÓN

Etapa política surgida del fracaso de la I República mediante un golpe de estado por el militar
Arsenio Martínez Campos en el año 1874 y finalizada tras muchos tambaleos en el año 1931, el
14 de abril, cuando se proclamó la II República. La ironía del destino ha querido que sea el
periodo entre republicas.

CARACTERÍSTICAS

Este sistema político se caracterizó por la gran estabilidad política, debido a la fuerza de la
corona y el turno. Hasta el 1903 los dos partidos participantes en el turno dominaron la política
española, pero con la muerte de sus dos líderes se entró en un periodo de inestabilidad y
grandes tensiones debido al refuerzo de otras fuerzas políticas y la fracción del Partido
Conservador y el Partido Liberal. Los grandes fracasos militares y la inestabilidad produjeron los
Hechos del Cu Cut en 1905, la Semana Trágica de Barcelona en 1909, La Huelga de la Canadenca
en 1919 y cómo punto más crítico (Cómo si los otros no lo fueran) el Desastre de Annual en
1921, que provocó la caída del actual gobierno y la absoluta decadencia del sistema monárquico
parlamentario de Alfonso XIII, que intentó salvar con el golpe de estado y la dictadura de Primo
de Rivera en 1923, que fracturó el actual sistema y hundió totalmente su popularidad. En 1930
Primero de Rivera dimite y en unas elecciones en 1931 se proclama la república, dando fin a la
Restauración.

REINADO DE ALFONSO XII

Con la proclamación de la I República Alfonso XII tuvo que exiliarse a Gran Bretaña. Canovas
facilita el Manifiesto de Sandhurst, firmado el 1 de Diciembre de 1874, donde el borbón ratifica
su intención de ser rey de España y se presenta como un rey católico, español, constitucional y
liberal. La restauración se produjo el 29 de Diciembre de 1974 con el golpe exitoso de Arsenio
Martínez-Campos. Cánovas del Castillo se proclamó presidente del consejo de Ministros
mientras Alfonso XII no asumió su reinado, hecho que se produjo el 14 de Enero de 1875, donde
juro su reinado frente a las Cortes. En 1876 se producen las primeras elecciones de la
Restauración, que tuvo carácter constituyente, donde se impuso Antonio Cánovas del Castillo y
se redactó y estableció la Constitución de 1876. Estás elecciones tuvieron un alto índice de
abstención (45%) y estaban “presumiblemente manipuladas” por el sistema de turno. La
constitución de 1876 tuvo grandes parecidos con la de 1869, teniendo sus grandes puntos en:
La soberanía sería compartida entre el Rey y las Cortes, teóricamente a partes iguales, El poder
legislativo está compartido entre las Cortes y el Rey, pudiendo este vetar, promulgar, anular
leyes y disolver cámaras, el rey tiene el poder ejecutivo, pudiendo vetar y nombrar al jefe del
Gobierno y a todos los ministros. Se introduce el sistema de oposición que está en vigor
actualmente y se establece el estado como Estado Confesional Cátolico.

Ya asentado, el rey Alfonso XII declaró que su intención era la consolidación de la monarquía y
la estabilidad institucional, hecho que le hizo ganarse el apodo de “El Pacificador”. El 28 de
Febrero termino oficialmente la Tercera Guerra Carlista, que enlaza con la finalización de la
Guerra de los Diez años, firmada en 1878. En las siguientes elecciones, celebradas en 1879, el
partido conservador renueva el poder pero esta vez con el golpista Arsenio Pérez Campos, con
la reforma de la ley electoral de 1878 que ampliaba el sufragio a censatario. En 1878 y 1879 el
rey sufrió dos atentados por parte de los anarquistas en Octubre de 1878 y en Diciembre 1979,
de los que salió ileso, siguiendo la promulga anarquista de “Propaganda por el hecho” que
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consistía en la creencia de que un acto tiene más valor que las palabras y que el hecho tendrá
mucha más repercusión que ninguna acción teórica. Los dos autores fueron ejecutados con
garrote vil. En el año 1879 se crea el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por Pablo Iglesias
dentro del movimiento obrero. En las siguientes elecciones, en 1881, se aplica el sistema de
turno con el paso al poder del Partido Liberal con Sagasta a la cabeza. En estos años, con la
creación del PSOE se producen los primeros y pequeños avances en el movimiento obrero. Se
aprueba una nueva ley electoral en 1882 para tener en el futuro el sufragio universal, el rey visita
Alemania en sus últimos años de vida y es nombrado como coronel honorario de un regimiento
de una guarnición en Alsacia, lo que provocó el rechazo de los franceses que estaban luchando
por este territorio situado actualmente en el noreste de Francia. En las últimas elecciones del
reinado de Alfonso XII, en 1984, los conservadores toman el poder con Cánovas al frente del
gobierno. Alfonso XII muere de tuberculosis el 25 de Noviembre de 1885.

REGENCIA DE MARIA CRISTINA (1885-1902) Y REINADO DE ALFONSO XIII (1902-1931)

Con la muerte de Alfonso XII, el reinado del Reino de España recaía en Alfonso XIII, que aún no
había nacido en el momento de la muerte de su padre, ya que el matrimonio entre el borbón y
María Cristina de Habsburgo únicamente había tenido hijas, por tanto había que elegir un
regente hasta que su hijo cumpliese la edad mínima para reinar, los 16 años. Así la regencia
recaía en María Cristina, una mujer de poca popularidad, que pasaba poco tiempo en España y
que deslumbraba poca brillantez. Con este momento de incertidumbre, los republicanos cuatro
meses después de la muerte del rey planearon una sublevación con el general Manuel
Villacampo a la cabeza y organizada desde el exilio por Manuel Ruiz Zorrilla, que fracasó
estrepitosamente y hundió las últimas esperanzas en el momento de una II República. Para
asegurarse la estabilidad política, Cánovas dimite y en las elecciones de 1886 cede el turno al
Partido Liberal de Sagasta. Este gobierno fue el más largo de la Restauración, conocido como el
“Parlamento Largo” de Sagasta, donde los liberales intentaron realizar su programa de gobierno
y también se tuvieron que enfrentar a diversas crisis económicas y sociales.

La primera acción representativa fue la aprobación de la Ley de Asociaciones en 1887 que

permitía la existencia de los sindicatos y la libre relación humano en vía pública. Esta ley dio un
tremendo soplo de aire fresco al movimiento obrero en España, creándose legal y oficialmente
la Unión General de trabajadores (UGT). Pero también obligaba a las asociaciones que no tenían
ánimo de lucro a inscribirse al Registro Mercantil para tenerlas controladas y si convenía podían
ser fácilmente disueltas. También se aplicó la ansiada Ley de Jurado en 1888, que