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PROEMIO
La situación que está viviendo la iglesia cristiana es
apremiante. Estamos en las postrimerías del suceso más
trascendente que experimentarán no sólo los que la integran,
sino todo el mundo: El levantamiento del Cuerpo de Cristo. La
novia por ser la que se va, y la gente que forman el concierto
de naciones porque se asombrarán ante el desaparecimiento
masivo de personas de todas las etnias.
Razón suficiente para acelerar la preparación de
predicadores de la Palabra de Dios, a efecto de que, por su
medio, muchas personas conozcan a Cristo, y así, una vez
injertadas en su Cuerpo, participen en ese arrebatamiento
glorioso.
Ese es el propósito de este sencillo volumen, aunque
queremos dejar claro que no pretendemos con este modesto
estudio haber inventado el agua azucarada. Hay suficiente
literatura cristiana y secular que abordan el tema, nosotros
mismos hemos consultado algunas obras en la preparación de
este trabajo. Pero, creemos que no está demás externar
nuestras propias experiencias, queriendo con ello aportar un
granito de arena. Por lo que para dicha tarea hemos
preparado, lo más didácticamente posible, y con las técnicas
básicas, este trabajo de Homilética y Oratoria intitulado
“Abordando el Púlpito”, que esperamos sea útil, tanto para
maestros, como para estudiantes de Escuelas Bíblicas.
Estamos conscientes de que el predicador no nace, se hace,
pero para formarse, se requiere ser visionario y fijarse metas.
Visionario en cuanto a anhelar llevar las buenas nuevas sobre
los montes (Nahum 1.15). Fijarse metas implica, no ser
conformista, sino pagar el precio esforzándose, con el fin de
adquirir la formación necesaria para hacerlo de la mejor
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PREFACIO
Consideramos que la Homilética y la Oratoria están estrechamente
relacionadas. La primera es teórica, porque tiene que ver con la
correcta preparación y presentación del sermón, es decir, que consiste
en el proceso de arreglar un sermón, que comienza con la selección
de una porción de la Biblia, o perícopa, la cual será el área o territorio
bíblico dentro del que se moverá el predicador, y la segunda es
práctica, porque, como parte de la retórica, es el arte de la elocuencia,
y que tiene como fin persuadir o convencer por medio de la Palabra.
Por lo que conceptuamos a estas disciplinas como: "La preparación
y el adiestramiento adecuado del mensajero antes de predicar, y
la manera de exponer los sermones al abordar el púlpito". Por tal
razón en este curso fusionamos ambas artes.
En la Biblia se destacan por la fuerza y penetración de sus
discursos hombres como Aarón, Moisés, Josué y muchos otros,
sobresaliendo como el mejor exponente de este arte en el Antiguo
Testamento el profeta Amós. Este profeta fue el primero en dirigirse
a las masas al estilo de los oradores actuales.
En el Nuevo Testamento nos impresionan por su elocuencia y
lucidez los discursos expuestos por Esteban, Pedro, y ante todo Pablo,
quien haciendo acopio de conocimiento humano, pero en mayor nivel
de sabiduría dada por el Espíritu Santo, supo llegar hasta lo más
profundo de la mente de sus oyentes, a tal grado, que el rey Herodes
Agripa, uno de los tiranos de la época, exclama: "Pablo, por poco me
persuades a ser cristiano" Hechos 26.28.
En la cuna de la civilización y cultura antigua (Grecia), a Pablo,
como a ningún otro de los apóstoles, se le permite el acceso al "nido"
de juristas, famosos por su sapiencia, oratoria e imparcialidad en la
ventilación de juicios, como lo era el Areópago, tribunal superior
ubicado en la ciudad de Atenas, y allí le vemos exponer ante tan
egregios y elocuentes hombres, la existencia del Dios que para ellos
era desconocido, siendo su mensaje tan agudo y convincente que la
Sagrada Escritura asienta lo que sucedió con estos estudiosos
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LECCIÓN 1
LA CAPACIDAD ORATORIA
El instrumento por excelencia para la comunicación oral
entre seres humanos es la palabra, vehículo con el cual
expresamos nuestros pensamientos. Cuando tenemos pláticas
informales con otras personas no hay problema, cualquiera lo
puede hacer. Pero no basta con poder hablar para expresar
las ideas con debida propiedad cuando nos dirigimos, en
nuestro caso, a un conglomerado que se reúne en un templo,
porque para eso es necesario que adquiramos la capacidad
oratoria para enseñar, deleitar y conmover al mismo tiempo.
Para lograr ese objetivo necesitamos educar las cualidades de
las que Dios nos ha dotado, y “no hablar, sólo porque tenemos
boca” como dice el aforismo popular. El físico y astrónomo
italiano Galileo Galilei decía que cualquiera habla con poca
claridad, pero que son muy pocos los que hablan claramente.
Aquellos que anhelamos ser disertantes eclesiásticos, es
importante que tomemos conciencia plena de que nuestro
verdadero valor no estriba únicamente en lo que conozcamos
de la Palabra de Dios, sino en que vivamos al tenor de lo que
ésta nos ordena, recordemos que: “hablan más fuerte nuestros
hechos que nuestros dichos”. Con lo que queremos decir, que
tampoco, es cuestión sólo de lograr elocuencia y estilo para
exponer los sermones, sino de una vida consagrada al Señor.
La capacidad en este arte es una condición y una técnica
que podemos adquirir cuando nos propongamos escudriñar y
vivir a conciencia la Biblia. Acordémonos que a diferencia del
poeta, el orador no nace, se hace, pero es necesario hacerlo,
por lo que debemos de forjar las siguientes cualidades en el
yunque del estudio:
Conocimiento sobre Teología y Ética.
Conocimiento sobre cultura general.
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LECCIÓN 2
CUALIDADES NECESARIAS DEL PREDICADOR
Cada hombre o mujer que desee predicar a congregaciones
grandes o pequeñas, necesita perseverar para obtener las
cualidades siguientes:
ORIGINALIDAD
El predicador debe ser original, no imitador. Tiene que
crear su propio estilo. No necesita copiar a otro, ni en la voz,
ni en la mímica, porque si lo hace se despersonaliza,
perdiendo su individualidad y su propia manera de ser.
Recuerde que Dios le llamó a usted, quiere usarlo como usted
es, con su propia manera de ser, por lo tanto sea original, no
sea una copia, no imite a nadie.
VERDAD
Está obligado a anunciar siempre la verdad, éste es su fin
principal. La Biblia es la verdad absoluta: Proverbios 12.17:
“Porque mi boca hablará verdad…” Proverbios 8.7: “El que habla
verdad declara justicia…” 2ª. Timoteo 2.15: “…que traza bien la
palabra de verdad.”
Verdad que debe exponer con elegancia y elocuencia, no
con groserías o palabras altisonantes. La verdad hay que
“vestirla” con la unción del Espíritu Santo, no lanzarla desnuda
con el pretexto de que somos muy francos para hablar. Ningún
leñador sería tan ingenuo de querer cortar un árbol con el lomo
del hacha, y menos aún, tomar ésta de la hoja y darle con el
maneral o mango, porque sólo lograría herirse las manos y
magullar el árbol, pero no talarlo. Empero, si afila
cuidadosamente el hacha, derribará la planta en pocos
minutos. Lo mismo hace el predicador que se jacta de
“sincero”, únicamente herirá al que lo escucha y no obtendrá
resultados. Sin embargo, si su sermón va ungido del Espíritu y
dice la verdad con suavidad y sabiduría, logrará convencer,
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sorprendió y dijo para sí: --de plano que hoy, no estoy a tono
con el Señor. En seguida, cerró la Biblia y también los ojos,
para darle vueltas con más ahínco y de nuevo la abrió
cayéndole el dedo en Juan 13.27: “Lo que haz de hacer, hazlo
pronto”. Aprendió la lección, y como corolario, nunca más
volvió a hacer tal maniobra.
Después de la narración anterior, en la que creemos que
nunca se había hecho más patente la voluntad de Dios,
continuaremos con la importancia del estudio, de ahí que,
tiene que hacer de los libros sus amigos, los cuales deben de
cuidar con esmero. Al presente traigo a colación lo que leía en
un viejo manual de taquigrafía, impreso en 1955, el cual a
continuación traduzco:
LO QUE DICE EL LIBRO AL LECTOR
No me abras sólo para ver mi contenido.
Ni me humedezcas con la yema de los dedos
para mover mis hojas; no tosas sobre mí; y no me
tientes sino con las manos limpias. Me sentiría si
sucio me presta a otro para leer.
No me cojas por las tapas y cuando me leas
no te apoyes sobre mí, ni con los codos, ni con los
brazos, me harías mal.
No me dejes besar con las hojas la mesa o el
sofá.
No pongas nunca entre mis hojas un cabo de
pluma o lápiz u otra cosa que sea más grueso que
una hoja de papel, cansarías mi lomo.
Si cuando acabes de leer, quieres acordarte
donde quedaste no pliegues la hoja, emplea una
cinta o una tira de papel, son mis mejores
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LECCIÓN 3
LA PREPARACIÓN DEL PREDICADOR
Veremos a continuación de que manera
usted, como estudiante de homilética y oratoria
debe prepararse. No olvide que se adiestra para
exponer, no sus propias opiniones, sino
transmitir fielmente por medio de su sermón, el
mensaje que el Señor le dará en cada ocasión
que le otorguen el privilegio de abordar un púlpito, porque
desde ese preciso momento se convierte en un intérprete de la
Palabra y en el enlace entre Dios y quienes lo escuchan. El
Señor es el que dará su Mensaje por medio de usted, que
también es un profeta, llamando al pecador a considerar sus
caminos: “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien
sobre vuestros caminos.” Hageo 1.5.
RAZONES POR LAS QUE DEBE PREPARARSE
Son muchas las razones que requieren que un predicador
se instruya con esmero, pero mencionaremos las que
consideramos son más significativas:
1. Conminar al arrepentimiento a los perdidos, con el objeto de
que salven su alma:
Isaías 55.6-8: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que esta cercano. Deje el impío su camino, y el
hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual
tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en
perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.”
2. Se reconcilien los cristianos que se han apartado del redil:
Isaías 1.18: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si
vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana.”
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ACTITUD MENTAL
En primer lugar tiene que estar consciente que cualquier
cristiano con deseos, aspiraciones, visión y decisión, puede
llegar a servir al Señor en el área de la predicación, ya que
este arte Dios lo ha puesto al alcance de todos, por ser la
razón de la existencia de la iglesia en este mundo. Es un
servicio que el siervo rinde a la causa de Cristo, teniendo
asimismo, el carácter de alabanza y gratitud: “Así, pues,
téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores
de los misterios de Dios.” 1ª. Corintios 4.1.
La actitud mental del predicador ha de ser lo más serena
posible, para poder despertar emoción no sólo en la palabra,
sino también con el timbre, el volumen de su voz, los gestos y
ademanes. Poniendo todo esto en juego.
Su estado de salud también tiene que ver con la actitud
mental, por lo que debe de cuidar mucho de su área física.
Otros aspectos importantes son las emociones y los
sentimientos, ya que incidirán en el mensaje. Un sentimiento
de paz, de alegría, o uno negativo de preocupación, de
dolencia física o de cansancio tiene mucho que ver. Por lo que
el predicador debe de tratar de aprender a dominarse, a
autocontrolarse, en otras palabras, a ser dueño de sí, tanto en
las situaciones favorables como en las adversas.
Si lo asalta la preocupación le recomendamos hacer lo
siguiente para buscar la solución. Medite sobre:
1. Cual es el motivo que provoca la inquietud y preocupación,
2. Averiguar el grado de importancia que pueden tener en
relación a sus ocupaciones y aspiraciones comunes, y
3. Procurar una solución inmediata a las mismas.
Alguien decía: --“Los cristianos debemos de matar a una vieja.
Vieja desdentada y horrible que no nos abandona ni a sol ni a
sombra. Si estamos durmiendo ahí esta con nosotros al lado de la
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SERENIDAD PSICOLÓGICA
Esta es absolutamente necesaria para todo el que quiera
ser un buen predicador, ya que le ayudará a no perder el
equilibrio en el momento en que alguien surja oponiéndose a
sus argumentos. Por ejemplo, puede ser que, en el momento
en que usted da la prédica, surja un adversario que quiera
interrumpirlo burlándose o contradiciendo sus puntos de vista.
La mejor manera de estar psicológicamente sereno es
manteniendo desde el principio, un estado de quietud,
tranquilidad espiritual, mental y física.
La meditación previa prepara por una parte a la mente, la
que se mantendrá alerta y pronta a responder cualquier ataque
verbal del adversario. Si se produjera este ataque no deberá
de responder en seguida a las preguntas capciosas que le
hagan, menos a tontas y a locas, sino que debe escuchar con
la mayor tranquilidad posible sin interrumpir al interlocutor
hasta que termine. Mientras tanto, si no tiene en mente aún la
respuesta, pídale que le vuelva a repetir la pregunta, en tanto
él la reitera, lo cual se le hará más difícil y lo pondrá nervioso,
usted aproveche para pensar tranquilamente en la respuesta.
Esta clase de controversias se dan muy poco cuando se
predica, pero, cuando se enseña en la escuela dominical o
seminarios suelen ser muy frecuentes.
Queremos dejar claro que, cuando nos referimos a la
meditación, no hablamos de la práctica de métodos de
meditación trascendental o pasiva, que deja la mente en
blanco, ya que ésta es puerta para el enemigo. Más bien nos
referimos a la meditación activa, la que nos mantiene en
contacto con el Señor a través de la oración y la abstracción
en su grandeza, plasmada en la revelación especial: su
Palabra.
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SERENIDAD FISIOLÓGICA
Puede suceder que predicando en algún lugar se den casos
de violencia, como ataques a mano armada, golpes o insultos;
la pregunta sería: ¿Cómo reaccionar ante situaciones? Pues,
sólo la serenidad más extrema puede salvar al predicador.
Nada, ni el dolor, ni la vista de su propia sangre deben
impedirle continuar haciendo uso de la palabra con la mayor
tranquilidad, altura en la expresión, y mesura en el tono.
Si le acusan alborotadores, en lugar de ponerse nervioso,
míreles, haga una pausa y conserve el equilibrio. Cuanto
mayor sea el alboroto y la confusión creada por las
interrupciones, más importante debe de ser para usted mostrar
a la congregación que no perderá la serenidad. Luego,
continúe con su exposición.
LA SEGURIDAD EN SÍ MISMO
Para alcanzar la seguridad o confianza en uno mismo hay
que prepararse lo suficiente y practicar, entre más disciplina
tengamos en practicar producirá mejores resultados. Además
el predicador debe estar seguro de que los fundamentos del
sermón que expresará provienen de la Palabra de Dios. La
preparación le hará tener la seguridad de conocer bien lo que
está exponiendo, para ello, con anticipación, debe de leer y
releer el pasaje o pasajes de la Escritura que serán objeto de
su disertación. No tener conocimiento de lo que dice es lo peor
que le pueda pasar, tenga siempre en cuenta que a nadie le
gustará oír a alguien que no sepa de lo que habla. No nos
involucremos en temas que no dominemos. Reconozcamos
nuestras limitaciones.
El estudio de su sermón debe de ir acompañado de oración
y meditación, como ya anotamos, para obtener revelación.
Cuando oramos manifestamos nuestra total dependencia del
Espíritu Santo. Pero, es necesario expresar que jamás nos
debemos sentir tan seguros, al grado que creamos que “ya nos
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LECCIÓN 4
LA VOZ
Esta es una de sus grandes cualidades, como
acotamos ya en otra parte, es su herramienta. Es el
instrumento musical que tiene a su disposición y que
puede emplear de muchas maneras, pero es
necesario educarla para darle esplendor a las
palabras. Le recomendamos leer varios párrafos de
un libro en voz alta, al mismo tiempo que grava lo que
lee, ¡por favor... no se asuste! usted puede mejorar
esa voz que escuchó.
El sonido, la inflexión, la modulación y la
resonancia de su voz son las llaves por medio de las
que se logra atraer el interés y la atención de quienes lo
escuchan, motivo por el cual importa educarla para poder
hablar como niño o como anciano, cuando haya necesidad de
impostar o fijar la voz en la cuerdas vocales, para emitir el
sonido con más plenitud, sin variación ni temblor. La verdad es
que la voz nos da a conocer el carácter y la personalidad de
cualquier individuo, por lo que el predicador debe de darle
fuerza y entonación, ya que si lo hace sin pasión y en tono
grave o tan aprisa que atropella las palabras, por muy bueno
que pueda ser el mensaje no logrará despertar el interés del
auditorio, menos aún si es estruendosa o chillona. Por tal
razón, cuando predique hable como si estuviera dirigiéndose
sólo a las personas que están sentadas en los últimos asientos
y hasta haga de caso que están medio sordas. Por lo que es
recomendable, reiteramos, que trate de seguir todos los cursos
de vocalización posible.
La voz es el instrumento más delicado del que nos ha
dotado el Señor, y que bueno es saber que se puede cultivar.
Podemos lograr darle la inflexión, el acento y la entonación
conveniente. Cuando este predicando modúlela con altibajos
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CUERDAS VOCALES
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PRONUNCIACIÓN DE LA A
6” Cansadas, cargadas, rapadas, marchaban las pavas; calladas,
calmadas, manadas de ratas las gatas cazaban; las ranas cantaban y
al saltar sanaban de su mal astral.
8” En la mañana, la mamá de Ana Zavala va a la plaza a cambiar
cáscaras de naranja por manzanas, bananas, patatas y calabazas,
para lavarlas, aplastarlas, amarrarlas, empacarlas, cargarlas y
mandarlas a Canadá.
PRONUNCIACIÓN DE LA E
5” Que el bebé cese de beber leche frente a la tele, que bese al
pelele, que me dé ese eje que le dejé, y que no se entere de lo que
pensé.
PRONUNCIACIÓN DE LA I
5" Mimí y Lilí quisieron vivir en el Mississipi sin límite vil, militar ni
civil, sin mini bikinis ni cínicos hippies, sin bilis visibles ni tinte viril.
PRONUNCIACIÓN DE LA U
7” El muy tumultuoso Frufrú del cucurucho de Uruchurtu, un gutural
zulú del sur, sucumbió ante el muy usual susurro de las burbujas de
púrpura del tul de Lulú.
PRONUNCIACIÓN DE LA M
6” Memo Medina mimaba melosamente al minino de su mamá
Manuela, mientras Modesto, muchacho moreno, remontaba las
cumbres a lomo de mula, comiendo y mascando.
6” Melesio Moreno mandaba monedas. Manolo Morales mataba
mosquitos y Amparo Mendoza comía empanadas con Mari y su
hermana en el Mesquital.
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PRONUNCIACIÓN DE LA N
6” Nació normal la nena de Nina, anunció notoriamente la nana en
un instante angustioso, aunque nunca necesitara ni ponderar
ansiosamente tan interesante nueva.
7” Nadie nota nunca que no necesariamente se entiende la noción de
nación, aunque continuamente se tengan tendencias a enderezar
endechas naturales a la nación de su nacimiento.
5” German el Matón, yendo en su camión camino a Belén, se le dio
un cerrón sin tener buen fin el panzón don Juan, según relación de
Joaquín Cancún.
PRONUNCIACIÓN DE LA L
6” Con olorosas lociones se logró calmar las maldades locas de
Lucha y Lucía, que lucían los velos y las largas colas de lóbregas
telas luengas y luctuosas.
7” Ese Lolo es un lelo, le dijo la Lola a don Lalo, pero don Lalo le
dijo a Lola: No, Lola, ese Lolo no es lelo, es un lila. ¿Es un lila, don
Lalo, ese Lolo, en vez de ser lelo? Si, Lola, es un lila y no un lelo ese
Lolo, le dijo don Lalo a la Lola.
4” La piel del jovial Manuel, siempre fiel a la ley local, luce tal, cual
la miel de un panal singular.
PRONUNCIACIÓN DE LA R
Esta letra tanto en su forma simple “ere”, como en la
compuesta “erre”, es para los latinos, la más difícil de
pronunciar, por lo que hay que practicarla para evitar el siseo.
5” Erre con erre cigarro, erre con erre barril; rápido corren y
ruedan las rápidas ruedas de los carros cargados de azúcar del
ferrocarril.
8” Un ruin relato retorcidamente redactado replica rebatiendo
rotundamente el retorno retrógrado del rebelde Ramiro Ramírez
Ramos, ratificando la reforma revolucionaria de su rutilante ruta
republicana.
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LECCIÓN 5
RESPIRACIÓN
En esta lección veremos ejercicios de respiración correcta,
de respiración purificadora, y de oxigenación que debe
practicar constantemente para lograr resultados. Estos
ejercicios también le beneficiarán a su aparato circulatorio.
La respiración es el principal alimento del cuerpo, se puede
vivir dos días sin beber aguar y varios sin ingerir alimento, pero
sin respirar apenas muy pocos segundos. Su práctica mejora
nuestro rendimiento físico, mental y espiritual. La respiración
da la pauta de cómo nos encontramos anímicamente,
Goraksashatakam, dice: “Cuando la respiración es inestable,
todo es inestable, pero cuando esta tranquila, todo esta
tranquilo. Por eso debemos de controlarla cuidadosamente”
EJERCICIOS
RESPIRACIÓN CORRECTA
Calma los nervios, dando consigo seguridad.
Respiremos siempre por la nariz para evitar que se
introduzcan microbios a nuestro cuerpo que nos provoquen
enfermedades respiratorias. La nariz posee bellos y mucosidad
que impide la penetración de estos
microorganismos al cuerpo. Cuando estos se
acumulan en las fosas nasales, automáticamente,
el cuerpo reacciona estornudando para
expelerlos. Si respiramos por la boca no filtramos
los microbios.
Ubíquese en un lugar espacioso y aireado,
puede ser en el patio de la casa o en cualquier
ambiente de su apartamento, siempre y cuando
tenga las ventanas abiertas. Fíjese de que estén
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DE OXIGENACIÓN
Respire profundamente, y con las yemas de los dedos dese
golpecitos en el pecho mientras aspira y expira lentamente,
contando de la misma manera que el ejercicio de respiración
correcta. A esta respiración se le conoce como diafragmática,
porque cuando se logra enviar el aire a esa base de los
pulmones, el diafragma se mueve necesariamente, por lo
tanto, respiremos enviando el aire hacia esa cavidad que esta
en la parte baja de los pulmones, como aparece en la grafíca.
Puede ser que estos ejercicios al principio le mareen un
poco, le den sensación de calor y se le ruboricen las mejillas,
lo que se debe a la oxigenación de la sangre.
Recomendamos que haga lo posible por asistir a un
gimnasio, o en su lugar, caminar diariamente por lo menos
media hora, para mantener buena circulación y oxigenación en
la sangre.
Los ejercicios, antes formulados, le ayudarán a ejercitar el
diafragma, que consiste en un músculo, como un filete de un
centímetro y medio, ubicado en la cavidad toráxica del
abdomen y que sirve para guardar aire.
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EL DIAFRAGMA Y SU FUNCIÓN
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LECCIÓN 6
LA MÍMICA
LA EXPRESIÓN CORPORAL
El predicador de la Palabra de Dios debe de predisponer
mentalmente a quienes le escuchan, y luego estar dispuesto a
actuar con libertad y variedad de movimientos, usando todo su
cuerpo para apoyar lo que expone.
LOS GESTOS Y ADEMANES
Nuestro cuerpo también debe de tener expresión, porque
también hablamos con las manos y brazos, son palabras en
movimiento. Si faltan hay ausencia de ánimo.
Por tal razón, desde el momento que empieza a elaborar su
homilía, piense en la mímica que pueda darle énfasis a cada
parte del sermón, y que le serán útiles para reforzarlo. Es
recomendable que aprenda poemas y los declame frente al
espejo, para de esa forma, ejercitar gestos y ademanes.
Memorice el siguiente poema del bardo nicaragüense
Rubén Darío, y luego declámelo una, viéndose de cuerpo
entero en el espejo, haciendo las gesticulaciones tanto de
Francisco de Asís, como del lobo.
LOS MOTIVOS DEL LOBO
El varón que tiene corazón de lis,
alma de querube lengua celestial.
El mínimo y dulce Francisco de Asís,
está con un rudo y torvo animal;
bestia temerosa, de sangre y de robo,
las fauces de furia, los ojos de mal:
El lobo de Gubia, el terrible lobo.
Rabioso ha asolado los alrededores,
cruel ha deshecho todos los rebaños;
devoró corderos, devoro pastores,
y son incontables sus muertes y daños.
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EL HUMOR EN LA PREDICACIÓN
Hay que tener en cuenta que el humor es parte de nuestro
diario vivir. Escuchamos anécdotas divertidas desde que
somos niños, hasta nuestra etapa final de la vida.
El expositor de la Palabra de Dios, puede hacer uso de esta
función, siempre y cuando no caiga en la vulgaridad. Tener
siempre presente la máxima que dice: “si te valorizas, no se
vulgariza.” No hay excusa para lo procaz, ni para las
chabacanerías con el fin de hacer reír porque causan ofensas,
teniendo siempre en cuenta que no es un comediante, por lo
que debe de usar el humor con sabiduría a fin de que su
prédica sea más efectiva. Sin embargo, debe de ponerlo en
juego en sus sermones, ya que el humor viene a responder a
la necesidad que sentimos de vez en cuando de escapar a la
seriedad del pensamiento que exteriorizamos, además de que,
una buena ocurrencia, hace reír espontáneamente a sus
oyentes y les relaja el cuerpo. Pero, si no tiene capacidad para
ello no debe de hacerlo.
Es válido comenzar un sermón contando una historia
jocosa, para que se ponga a trabajar a la catecolamina, a la
que se suele llamar la “hormona de la risa”, la cual es
segregada cuando logramos que las personas reían, lo que
hará que tengan mejor capacidad de respuesta.
Si les damos una pizca de humor a nuestras exposiciones
traerán descanso y deleite a quienes los escuchan, lo cual
también levanta la atención. Es bueno agregar que nunca
deberá bromearse de la oración, ni de la Cena de Señor. El
humor ha de ser únicamente para ponerle condimento al
sermón.
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LECCIÓN 7
LA ELOCUENCIA
Esta aptitud tiene que ver con el habla, la cual es la más
singular expresión del ser humano, y que le diferencia de los
demás seres creados. De manera general, la elocuencia es el
arte del bien decir o sea saber hablar bien, con serenidad,
empleando solamente los términos más apropiados y
convincentes, dando al acento y a la voz la adecuada medida
para persuadir y conmover, con energía, las emociones que
agitan nuestro propio ánimo. Es un don humano que se
perfecciona con ingenio y ejercicio.
Concepto: Es el arte de hablar en público con sencillez y
corrección, y con la capacidad de convencer, persuadir,
instruir, conmover y hasta divertir a nuestros oyentes, por
medio del contacto de nuestras ideas y sentimientos.
Dentro de esta tenemos la palabra, el elemento más eficaz
para transmitir el mensaje. Por lo tanto, la elocuencia, es el
arte que más deben de ejercitar los heraldos de Dios, para
lograr un buen manejo expresivo. De ahí que es indispensable
que hagamos uso de la misma con entusiasmo, con el ánimo
de contagiar a quienes nos escuchan.
Hablar con entusiasmo, expresándonos con fervor, pero sin
desgañitarse, sin gritar, tampoco expresarnos con desgano o
indiferencia, y ya que nos referimos a convencer y persuadir,
es bueno que indiquemos que significan éstas capacidades:
1. Convencer: Es la facultad que se dirige a la inteligencia,
haciendo que la mente de quien nos escucha, entienda la
verdad del evangelio y se posesione de él.
2- Persuadir: Consiste en la habilidad que tiene el predicador
para lograr que los oyentes asimilen lo expuesto en el
mensaje.
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LECCIÓN 8
EL SERMÓN Y EL MENSAJE
COMUNICACIÓN CRISTIANA
En general el vocablo comunicación se deriva del latín
comunicare, que significa poner en común, relacionarse con,
compartir, estar en comunión, siendo sus herramientas el
cuerpo y el vestuario, tanto como la palabra y la escritura.
Elementos de la comunicación cristiana:
Emisor.
Interprete.
Sermón.
Receptor.
Respuesta
Es un proceso de relación entre Dios que inspira el mensaje
(emisor), el predicador que lo sirve (intérprete) y la
congregación que lo recibe (receptor), quien emite una
respuesta.
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EMISOR
(MENSAJE)
INTERPRETE
SERMÓN
RESPUESTA
RECEPTOR
MENSAJE
El sermón, es pues, la pieza homilética que elabora el
predicador, pero el mensaje lo construye Dios, y es por medio
del cual manifiesta su gracia, caridad y enternecimiento por las
almas, así como, nos muestra sus promesas. Pero también,
donde hace ver la conducta que espera de nosotros.
Es el rhema o inspiración del Espíritu Santo que fluye hacia
el hombre de Dios que predica.
Por medio del mensaje, Dios por nuestro medio, hace algo
que perdurará en el tiempo y por la eternidad. Por lo que debe
de ser inspirado por Él: “Vive Jehová, que lo que Jehová hablare,
eso diré.” 1ª. Reyes 22.14. Denunciando el pecado o
transgresión a la ética cristiana, y los resultados que trae
consigo: cadenas de opresión, angustia, dolores, pesares,
muerte física, espiritual y eterna.
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LECCIÓN 9
ESTUDIO PREVIO DE LO QUE SERÁ EL SERMÓN
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Qué perícopa voy a escoger. Cuál será el tema. Tiene que ser
de lo que conozco, pienso y vivo. ¿Qué quiero que la los que
me oyen recuerden?
- ¿Cuándo?
La fecha que tiene en la agenda.
- ¿Dónde?
Auditorio, templo grande, o pequeño. El lugar es tan
importante como el sermón.
Según el recinto así será mi gesticulación.
A la intemperie, puede haber según la estación, frío, lluvia,
calor, viento, los cuales pueden ser enemigos o aliados.
- ¿A qué horas?
Mañana, tarde o noche.
- ¿Qué resultados voy a alcanzar?
En una ocasión cuando Moody iba a predicar a Inglaterra se
le preguntó ¿a qué va a ese país? El respondió: a ganar diez
mil almas para Cristo. Y, efectivamente, cuando se hicieron
números, diez mil aceptaron en esa semana de campaña.
No se conformó, como alguien que dijo: --Noé predicó ciento
veinte años y ni uno se convirtió. Que puedo esperar yo, por lo menos
cumplo con mi responsabilidad.
4. Lea varias veces su porción bíblica detenidamente y con
atención.
5. Imagine los personajes, ámbito y sucesos que aparecen en
el pasaje. Viva los acontecimientos. “Póngase dentro de los
zapatos del protagonista”. Viva con ellos y experimente como
Dios les hablaba, y logrará que quienes lo escuchan también
sientan lo mismo. Que la historia invada nuestra vida y nos
ilumine. El predicador posee el texto cuando el texto lo posee a
él.
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Ventajas de su uso:
1- Le da vida al sermón al recurrir a la imaginación.
2- Refuerza el argumento,
3- Ayuda a retener lo expuesto,
4- Le da un toque de buen humor,
5- Atrae la atención de las personas de todas las edades.
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LECCIÓN 10
EL TEMA
El tema consiste en la materia que se abordará en el
sermón, el que, por supuesto, debe de conocer bien el
expositor. Debe de conocer el tema mejor que aquellos que le
oirán. Debe de ser conciso, necesitando a lo sumo de tres a
cuatro palabras, y por supuesto, que debe de tener relación
con la perícopa. Término que se deriva de las voces griegas
peri, que significa “alrededor” y copa “contenido”. Esta consiste
en trozos bíblicos que contienen unidad independiente, es
decir, que unos cuantos textos abarcan en su totalidad la
historia, leyenda, o parábola que será objeto de la predica.
Una vez seleccionada se debe recabar más datos para
enriquecerla.
El tema ayuda al predicador cuando hace su homilía, y
cuando lo expone (oratoria), también ayuda a los oyentes a
entender el sermón por llevar secuencia.
Las ventajas del tema en cuanto al predicador: lo hace
sentir motivado al externar su sermón y le economiza tiempo.
En cuanto a la congregación: se ubica con facilidad al saber de
que está hablando el expositor.
CLASES DE SERMONES
Hay varios tipos de sermones, de acuerdo a nuestro criterio.
En este manual trataremos de deslindar los más comunes:
A- Textual,
B- De lectura bíblica, y
C- Expositivo.
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TEXTUAL
Se da cuando la predicación va a basarse en un solo texto,
al que es necesario que le de una recta interpretación, y
dividirlo de acuerdo a la enseñanza general de la Biblia,
aplicándolo a las necesidades de la congregación.
Consideramos que es el mensaje más complicado, por requerir
minuciosidad en la preparación.
Para el caso se escoge un texto, luego se estudia
exhaustivamente palabra por palabra en el Diccionario Bíblico
y en el de la Lengua Española, así como en los Comentarios
Bíblicos a efecto de encontrar la exégesis o interpretación de
esas palabras y su semántica u origen y significado. Una de
las ventajas es que ayuda a los oyentes en su madurez, en la
gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 2ª.
Pedro 3.18: Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Ejemplo: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva
de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos
6.23).
Tratemos de desglosar los siguientes vocablos: Paga,
pecado, muerte, dádiva, Dios, vida, eterno, Cristo, Jesús, Señor.
Paga: De acuerdo al Derecho Laboral, un convenio de
trabajo liga a dos personas por medio de un contrato: el
empleador y el empleado. Ambos tienen derechos y
obligaciones. El empleado tiene la obligación de trabajar para
quien lo contrato, pero al mismo tiempo le asiste el derecho de
reclamar un pago por las horas laboradas. El empleador, por
su parte, tiene el derecho de exigir al empleado que trabaje
para él, pero también tiene la obligación de pagarle cuando
aquel ha cumplido con su faena.
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LECCIÓN 11
METODOLOGÍA
En toda planeación deben de utilizarse los métodos
pertinentes, por lo que en la preparación de su sermón, su uso
es indispensable. No se pueden evitar. Sin método la labor se
dificulta, por lo que a continuación haremos un ligero estudio.
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA MÉTODO
El término método se deriva del griego methodos que
significa: “meta” y othos, “vía”, en otras palabras: “es un
camino a seguir para lograr determinados propósitos.”
El método nos hace llegar con más
facilidad a lo que nos proponemos, como
el principio matemático que asienta que
“la distancia más cercana entre dos
puntos es la línea recta”. En otras
palabras, el método es el puente que nos
abrevia el trabajo para alcanzar las
metas.
Para predicar eficientemente es necesario conocer la
metodología indispensable, o sea, estar al corriente de los
mejores métodos. Dicho de otra manera, es trazar planes que
estén en armonía, para el trabajo que se tiene por delante.
Concepto: Modos de hacer o decir con orden una cosa. El
Dr. Cliford Anderson, acotó: “Los métodos pueden compararse con
puentes o caminos que son utilizados por personas que se preocupan
por educar a otros y conseguir un objetivo.” Son pues, medios
para lograr un fin.
Cada siervo de Dios que se dedica a predicar, debe de usar
aquellos que considere más eficientes para sus sermones.
El problema central consiste en la elección de los métodos
a aplicar, debido a que la diversidad es casi ilimitada, pero
pueden agruparse por categorías para facilitar su aplicación.
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LECCIÓN 12
Antes de codificar o bosquejar lo que será el sermón ha de
conocer primero cada una de las partes invariables.
PARTES INVARIABLES DEL SERMÓN
Todo mensaje tiene partes invariables, es decir, que no
cambian, y estas son:
a) Introducción.
b) Presentación o declaración.
c) Aplicación.
f) Conclusión.
g) Llamamiento (parte suplementaria).
Tales partes las podemos comparar con el esqueleto
humano en el que cada hueso va armónicamente unido al otro,
o bien a la siguiente pirámide:
APLICACIÓN
(Columna vertebral del sermón)
PRESENTACIÓN CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN LLAMAMIENTO
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EL BOSQUEJO
ELABORANDO EL BOSQUEJO DEL SERMÓN
De la misma manera como comparamos a las partes
invariables del mensaje con el esqueleto, cuyos huesos van
encajados unos con otros, de la misma manera deben de
empalmar los puntos del bosquejo, o sea que, deben de llevar
armonía para que el sermón sea efectivo. El bosquejo, pues,
es el plan, trazo, proyecto o esbozo de lo que será el sermón.
Hay que romper el texto y luego analizar cada oración. Es aquí
cuando obligamos a nuestro intelecto a poner en orden el
pensamiento, en otras palabras a elaborar la secuencia. La
Biblia nos ordena trazar bien la Palabra: “… que traza bien la
palabra de verdad.” (2ª. Timoteo 2.15). También de tener orden
que se debe de cumplir para facilitarle a la audiencia el
seguimiento de nuestra idea.
CONTEXTURA DEL BOSQUEJO
Cada parte debe de formarse por oraciones cortas que
deben de seguir, paso a paso, un “itinerario” a través de la
perícopa, para captar la atención. De la misma manera que un
arquitecto antes de construir un edificio planifica una y otra vez
hasta quedar satisfecho, el bosquejo hay que elaborarlo una y
otra vez hasta que quede lo mejor posible.
Por analogía diremos que el bosquejo es semejante a los
músculos y órganos que le dan forma y hacen funcionar un
cuerpo.
Consiste, pues, en las partes del mensaje, las cuales deben
de seguir una estructura, de otra manera, los pensamientos se
dislocan y la prédica perdería sentido. De ahí que, para evitar
pobreza en la expresión debemos de anotar las fases en orden
lógico, o sea, exponerlos unos a continuación de otros,
partiendo del tema general.
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viene a ser la gran idea: “... quitad de entre vosotros los dioses a
los cuales sirvieron vuestros padres.”
Deducimos que el tema del mensaje podría centrarse y
girar en torno a la idolatría del cristiano y la cual es
abominación para Dios. No hay actitud del hombre que Dios
odie tanto como la idolatría y más en quien le conoce en
Espíritu y en verdad.
¿Cuáles ídolos adoramos aún algunos cristianos?: La
esposa, los hijos, el trabajo, las cosas.
Buscando en su Diccionario de la Lengua Española
encontrará que la palabra "latría", proviene del griego
"latreia" que significa culto, adoración. De ahí que, el
cristiano puede ser esposólatra, hijólatra, cosólatra, y tantas
latras más.
Se nos ocurre que el título para este sermón, tomando en
cuenta la actitud de Josué, podría ser: “UNA RESOLUCIÓN
INALTERABLE”.
Ahora debe de armar el rompecabezas, hilvanando o
entrelazando las ideas en sucesión lógica, procurando no tener
demasiados puntos que tratar.
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LA APLICACIÓN
Esta es la columna vertebral del mensaje. Como ya hemos
expuesto, es acá donde usted va a comparar los hechos
sucedidos en el pasaje objeto del sermón con la situación
actual, que de alguna manera será un parangón, con quienes
le escuchan, ese es el milagro de la homilía: Decir la Palabra
que fue escrita miles de años atrás, con la misma fuerza y
poder de aquel entonces, en el nivel que la audiencia entiende,
sin adulterarla. Es aquí donde usted va a confrontar a cada
individuo de la congregación en la posición en que se
encuentra con relación a la armonía con el Señor. Use la
imaginación para que esta parte del mensaje no produzca
sueño.
Es en esta porción cuando comienza el sermón. Cuando
debe de hacer ver el propósito, y objeto fundamental de su
disertación.
“He escogido este tema porque veo la necesidad que los
cristianos tenemos, en estos tiempos cruciales, de acercarnos
más íntimamente al Señor. Porque a pesar de conocerle y
haber experimentado sus grandes bendiciones, aun nos
distraen cosas que posiblemente hemos convertido en ídolos,
los cuales nos han apartado la mirada de El, tal como les
sucedía a los israelitas en los tiempos de Josué…”
CONCLUSIÓN
Es la parte más difícil del sermón, pero todo lo que tiene
que hacer es basarse en la que lleva escrita en el bosquejo
ampliándola con un resumen o repaso de los puntos tratados
en el mensaje, haciendo énfasis en el punto base de la
enseñanza.
Los oradores griegos le llamaban a ésta parte “el esfuerzo
final del cual depende el resultado de la lucha”. Ya que, las
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palabras finales, son las que los oyentes retienen del sermón,
por lo que éste debe de terminarlo bien.
Finalícelo en el tiempo preciso que le han asignado, o
cuando vea que las personas comiencen a sentirse inquietos,
estén bostezando continuamente o viendo con frecuencia el
reloj.
Nunca diga, repetidamente: “para concluir”, “finalmente”,
“por último” haciendo creer una y otra vez que por fin va a
terminar el mensaje y sin embargo, sigue hablando. ¡Qué
pena! Dicen que ésta es la mentira más frecuente del
predicador. Por lo que tenga en cuenta, que decir que ha
llegado al final, y sin embargo, continua, fastidia a todo el
mundo.
Tenga siempre en mente que la conclusión de su
predicación debe de ser tan compacta como la introducción.
LA EXTENSIÓN DE CADA PARTE DEL SERMÓN
Este aspecto, es absolutamente necesario, que el
estudiante de oratoria lo tenga siempre presente.
o La introducción debe ser breve, debe de darse en un tiempo
máximo de 3 minutos.
o La Declaración esta puede ser expuesta en 3 minutos
o La Presentación puede ocupar otros 3 minutos
o La Aplicación, como parte medular del mensaje, puede
ocupar entre 15 a 20 minutos.
o La conclusión ocupará un máximo de 3 minutos.
Es un abuso hacia los hermanos que componen la
congregación no saber como terminar un mensaje. Hay
muchos predicadores que continuamente hacen el anuncio
que ya van a culminar, sin embargo siguen hablando como ya
anotamos. Muchas veces eso sucede porque aunque quiere
terminar no sabe cómo hacerlo y luego se pierde
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LECCIÓN 13
ABORDANDO EL PÚLPITO
EL ORADOR FRENTE A LA CONGREGACIÓN
Este es el momento culminante, el más difícil
para el predicador, más aún para el novato: el
contacto con el público. Desde que Adán pecó el
miedo hizo presa del hombre por primera vez:
“…Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo.” Génesis
3.10. Desde ese momento los seres humanos le
tememos a muchas cosas, pero el temor más
acendrado es la lalofobia, o pavor de hablar en
público, o a lo que se denomina miedo escénico
y el cual no se supera más que con la práctica. Recuerde que
el orador se hace hablando en público. La experiencia hace al
maestro.
La mayoría de predicadores, cuando llega el momento de
desempeñar ese privilegio en una iglesia que no es la suya,
por mucha experiencia que tengan, se sentirán en alguna
medida nerviosos. Esto me trae a la memoria lo que decía un
paracaidista: “He saltado mil veces y a la mil una, me sentiré
nervioso.” Es buena una dosis de alteración nerviosa, nos
acicatea para hacer mejor las cosas, ya que, gracias a la
tensión se produce la segregación de adrenalina, la cual
constituye una maravillosa sustancia que tonifica las funciones
del cuerpo y la mente, cuyo efectos es el de hacernos más
capaces para enfrentar el peligro, añade fuerza y resistencia a
los nervios. Estas hormonas se segregan cuando nos
enfrentamos a una situación que nos da miedo o angustia,
como hablar en público, aunque viene acompañada de
sudoración excesiva, movimientos corporales, como temblor
de piernas y manos, parálisis total o parcial y una sensación de
asfixia, los cuales son normales.
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LECCIÓN 14
LA PUNTUALIDAD
Cuando le inviten a predicar no pregunte a que horas
se da el tiempo para el mensaje, con la intención de
llegar en ese momento preciso, creyendo usted ser la
celebridad o estrella del culto, en vez de eso, preséntese
a la hora en que el servicio comienza con el objeto de
observar: En cuanto al templo: Las dimensiones, los muebles,
si hay o no aire acondicionado o calefacción de acuerdo a la
estación, ya que la temperatura puede afectar el grado de
atención de las personas, lo que le dará la pauta para la
duración del sermón.
Los muebles: Su ubicación, tamaño y altura de la plataforma,
la distancia entre el púlpito y las personas.
Si hay equipo de sonido y la clase de micrófonos, ya que
todo esto puede afectar la exposición de la prédica. Si hay
micrófonos inalámbricos, puede haber mejor contacto con la
gente.
La liturgia ya que, un canto o un testimonio podrán darle
más material para el sermón, tenga presente que el mensaje
es parte de la adoración.
Otra ventaja que le reportará llegar temprano es que se
dará cuenta de la situación anímica de la iglesia, además de
que no predicará "en frío".
Es bueno que se entere de estos pormenores, aunque el
sermón nunca dependerá de las variables presentes en el
servicio, porque el predicador debe de estar en control de la
situación. Pero, es aconsejable estar al tanto de lo que nos
rodea.
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LA IMPORTANCIA DE LA AGENDA
Este objeto es de suma importancia para
cualquier líder cristiano y más aún para el
predicador.
En ella anotará, por la noche, los asuntos
importantes que tenga que hacer al día
siguiente, así como los compromisos que
adquiera, no se confíe en la memoria,
puede fallarnos, es preferible usar agenda.
No escriba sus citas y obligaciones en cualquier papelito
porque corre el riesgo de perderlo y éstas quedarán en el
vacío.
Quedar mal en un compromiso por olvido, es muy nocivo,
deja entrever una total falta de responsabilidad y seriedad,
además de que por informal le puedan cerrar cualquier
oportunidad en el futuro.
EL CUIDADO PERSONAL
El arreglo personal del emisario de Dios es muy
importante, porque lo que primero verá el auditorio es su
imagen y ésta será la que les cause la primera impresión,
negativa o positiva. Por lo tanto el vestuario lo debemos
de usar con moderación, o sea una ropa que le permita
la comodidad. Cuando predicamos en países tropicales y
al aire libre podemos ponernos una guayabera, la cual
sustituye al traje y corbata.
Pero en otros lugares se usará el traje, camisa, y
corbata, esta no tiene que ser tan larga, ni corta que se vea la
camisa entre la punta y el cinturón del pantalón, los zapatos
deben armonizar en los colores, los cuales han de ser sobrios,
no llamativos. Por supuesto, hay que tomar en cuenta el
clima, si éste es cálido, puede prescindir del saco, pero mejor
si aborda con este el púlpito y solicitar permiso a la
congregación para quitárselo.
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LECCIÓN 15
LOS ABUSOS EN CUANTO A LA EXTENSIÓN DE LA
PRÉDICA
Los mensajes no deben ser extensos. Debe de preguntar el
tiempo de que dispone para su disertación y ajustarse al que le
indican. El predicador debe de tener capacidad de síntesis, ya
que la extensión causa daños o inconvenientes en la
congregación, que redundan en perjuicio del mismo
mensajero, porque no querrán oírle de nuevo. Por esa razón le
recomendamos dar mensajes breves y substanciosos, para el
caso, leamos lo que nos recomiendan Antón Chejov: “La
brevedad es el alma del talento” y Baltasar Gracian: “Lo bueno,
cuando es breve, es dos veces bueno.”, y el refrán popular que
dice: “Breve, conciso, y preciso”, pero si por la naturaleza del
sermón, éste tiene que ser extenso, (lo que debe ser la
excepción) matícelo con anécdotas, ilustraciones y referencias,
que al mismo tiempo que dan más luz a los oyentes, harán que
el tiempo pase amenizado (pero repetimos, no abuse). Cuando
una prédica es muy larga, monótona y aburrida, los oyentes se
fastidian, se sienten torturados. Es cierto que no pueden
protestar verbalmente, pero manifestarán su disgusto saliendo
y entrando de la nave, bostezando y durmiéndose, al mismo
tiempo que hace oídos sordos al mensaje, o bien platica con el
vecino de asiento.
LA REPETICIÓN:
Esta es una cosa que alarga el discurso innecesariamente,
es decir la reiteración de los fundamentos o las
recomendaciones, esa machacante insistencia sobre una
misma cosa fastidia y cansa al que lo escucha. Es enfadoso
para la audiencia que el predicador caiga en un círculo vicioso.
Para el caso es bueno que tome en cuenta la siguiente:
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REGLA ORATORIA
El que predica de 20 a 30 minutos, sabe lo que dice.
El que predica de 30 a 45 minutos, dice todo lo que sabe.
Y el que predica más de 45 minutos, no sabe lo que dice.
Hay otra que señala lo siguiente:
El que predica de 20 a 30 minutos, le predica al corazón.
El que predica de 30 a 45 minutos, le predica a la mente.
El que predica más de 45 minutos, le predica a nadie.
LA IMPROVISACIÓN:
Basta que se enteren que cualquier hermano estudia en
una Escuela Bíblica, para que sea invitado cuando asista a un
servicio espiritual a que predique y se espera que no se
niegue. En efecto, aunque las precipitaciones no son buenas,
no debe rechazar el privilegio. Por lo que le damos las
siguientes sugerencias para cuando se presente el caso:
1- Sobreponerse a la sorpresa reaccionando con rapidez y
adaptarse a las circunstancias.
2- Estar siempre listo, poniéndose inmediatamente en oración,
pidiéndole al Señor que le inspire el pasaje o texto bíblico y
luego esbozar mentalmente la idea general de lo que va a
predicar, que por supuesto debe de ser un tema que domine.
3- Dividir el pasaje o texto bíblico en dos, tres, o cuatro partes.
4- Procurar mantener la calma, haciendo los ejercicios de
respiración.
5- Marcar cada parte.
6- Pensar en ilustraciones o anécdotas que le servirán para
hacer más rica su improvisación.
7- En caso de confusión mental o turbación, cuando ya se
encuentre en la exposición del mensaje, y se salga del tema o
se extravíe, vuelva con cualquier palabra o frase alusiva.
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CUESTIONARIOS
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BIBLIOGRAFÍA
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