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EVOLUCIÓN DE LA LEGISLACION MINERA EN EL PERU

CONTENIDO

INTRODUCCION
I. PERIODO COLONIAL
1. ORDENANZAS DEL NUEVO CUADERNO
2. RECOPILACION DE LAS LEYES DE INDIA
3. ORDENANZAS DE MINAS DE TOLEDO
4. ORDENANZAS DEL PERU
5. ORDENANZAS DE LA NUEVA ESPAÑA
II. PEIRIODO DE LA EMANCIPACION
1. ESTATUTO PROVISIONAL DEL GENERAL JOSE DE SAN MARTIN
2. DECRETO DICTATORIAL DEL GENERAL SIMON BOLIVAR
III. PERIODO REPUBLICANO
1. LEY DE 2 DE DICIEMBRE DE 1829
2. INTENTO DE CODIFICACION DE 1836
3. LEY DE 28 DE ABRIL DE 1873
4. LEY DE 6 DE FEBRERO DE 1875
5. LEY DE 12 DE ENERO DE 1877
6. LEY DE 8 DE NOVIEMBRE DE 1890
7. CODIGO DE MINERIA DE 1900
8. CODIGO DE MINERIA DE 1950
9. DECRETO LEY NORMATIVO DE LA INDUSTRIA MINERA N° 18225
10. LEY GENERAL DE MINERIA, DECRETO LEY N° 18880
11. LEY GENERAL DE MINERIA, DECRETO LEGISLATIVO N°109
12. LEY DE PROMOCION DE LAS INVERSIONES EN EL SECTOR MINERO,
DECRETO LEGISLATIVO N° 708
13. TEXTO UNICO ORDENADO DE LA LEY GENERAL DE MINERIA,
APROBAD POR DECRETO SUPREMO N° 014 – 92 – EM
14. LA LEY DEL CATASTRO
15. ZONA DE FRONTERA
16. LEY Nº 27015
17. LEY Nº 27506
18. LEY Nº 27474
19. LEY Nº 27651
20. LA LEY Nº 28258
21. DESARROLLO AMBIENTAL EN LA LEGISLACIÓN MINERA

CONCLUSION

BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCION
El presente trabajo realizado es de suma importancia porque permitio a conocer la genesis de
la legislacion en la mineria del Peru. La legislacion mineria en el Peru ha venido en constante
modificacion desde el periodo colonial donde la legislacion se emitia mediante las
ordenanzas dichas ordenanzas se dara a conocer en el trabajo, luego del dicho periodo la
legislacion paso a un nuevo periodo de la emancipacion donde la legislacion estuo en
mandato de los generales Jose de San Martin y Simon Bolivar.

El periodo Republicano estuo regido por las leyes hasta la creacion del texto unico ordenado
de la ley general de mineria apartir de ello solo se vienen inplementando mas leyes como
para la creacion del catastro minero y en el aspecto ambiental en la actividad minera. Todo
lo mencionado en lo anterior se describen en el presente trabajo.
EVOLUCIÓN DE LA LEGISLACION MINERA EN EL PERU

I. PERIODO COLONIAL
La historia del Derecho Minero Peruano empieza en la colonia, porque después de la
conquista se produce la aplicación inmediata de las leyes mineras de Castilla.

1. ORDENANZAS DEL NUEVO CUADERNO

La legislación de castilla estaba principalmente constituida por las Ordenanzas del


Nuevo Cuaderno aprobadas por Felipe II el 22 de agosto de 1584.

Se trata, sin duda, del código más importante y duradero de los que se publicaron en
España y el de más amplia difusión, no sólo en España, donde rigió durante 250 años,
sino también en las Indias. Promulgadas por Felipe II en El Escorial en 1584, constan
de 84 ordenanzas, de las que las 73 primeras son una copia casi exacta de las de la
Pragmática de Madrid, aunque mejoran su redacción y, por supuesto, introducen temas
nuevos.

En efecto, aunque su contenido pone de relieve que no fue su propósito cambiar el


fondo de la legislación anterior, no es menos cierto que ofrecen aspectos muy
novedosos. A pesar de que la ordenanza incluye una derogación orgánica de las
Pragmáticas de 1559 y 1563, esta es meramente formal, de forma que su principal
mérito radica en ser la suma de todos los avances logrados por la evolución legislativa
anterior. Son más extensas y no tienen, como las anteriores, un apartado especial para
las minas de oro.

Estas leyes reiteraban el principio tradicional castellano de la pertenencia a la Corona


de todas las minas, considerándose el disfrute de la propiedad como una merced real
(ordenanzas 14 y 84). Sin embargo, es interesante señalar lo que la ordenanza establece:

 Y por hacer bien y merced a nuestros súbditos y naturales, y a otras cualquier


persona, aunque sean extranjeros restos nuestros Reinos, que beneficiaren y
descubrieren cualesquier minas de plata descubiertas y por descubrir, queremos y
mandamos que las hayan, y sean suyas propias, en posesión y propiedad y que
puedan hacer y hagan de ellas, como de propia cosa suya...
 El Nuevo Cuaderno reglamentaba el registro de la mina con precisiones aclaratorias
tendentes a evitar discordias y litigios entre los mineros. Como innovación reducía
el plazo de dicho registro a “diez días naturales”, lo que denota el interés real por
una rápida explotación. También existían modificaciones en las medidas de las
minas, aumentándose su extensión hasta las 160 varas de largo por 80 de ancho.
Desaparecía la obligación de reservar a la Corona una pertenencia después de la del
primer descubridor, así como la prohibición de que una persona pudiera tomar más
de dos minas, fijando la cantidad que libremente quisiera (ordenanza 31).

Siguiendo lo establecido ya en las ordenanzas de 1559 y 1563, los mineros estaban obligados
para conservar su derecho a explotar la mina a cumplir los siguientes requisitos:

 ahondar la mina (ordenanza 35)


 poblarla (ordenanza 37)
 pagar los tributos (ordenanzas 3-12).

Sobre este último aspecto, introducía una ligera modificación en la cuantía de las tasas,
aunque mantenía las mismas normas sobre su fiscalización (ordenanzas 53- 62). Es evidente
aquí, aunque se trate de un primer esbozo de un sistema de amparo, la intención de
condicionar el derecho del particular al cumplimiento de una exigencia impuesta en interés
público.

2. RECOPILACION DE LAS LEYES DE INDIA

La legislación dictada para el reino español, tropezó con los inconvenientes del medio
americano, motivando una serie de modificaciones parciales, que se reunió en la
Recopilación de Leyes de Indias, aprobadas por Felipe IV el 18 de mayo de 1680.

La materia de minas está tratada en el Libro 4°, Títulos 19 a 26. En él se reconoce el


derecho a las minas tanto de los españoles como de los indios, y manda que se induzca
a los españoles, mestizos, negros y mulatos el trabajo de minas. Ordena que los mineros
gocen de preeminencias y que sus pleitos sean breves. Constituye la autoridad de
minas. Establece los denuncios de las minas que no se trabajen cuatro meses.
Reglamentó el ensayo, función y marca del oro y plata, de la casa de moneda y
fabricación de esta y del comercio de metales. Fija los derechos de la Corona, en el
quinto, rebajando al décimo durante los primeros años del descubrimiento para las
minas de plomo, estaño, cobre, hierro y otras semejantes.

3. ORDENANZAS DE TOLEDO 1574

Francisco de Toledo parte de Lima el 22 de octubre de 1570 para dirigirse al interior


del Perú con su comitiva a fin de visitar el país y cerciorarse por sus propios ojos del
verdadero estado de las cosas, no siendo ajeno el interés por el laboreo minero en la
provincia de Charcas, donde estaban las minas de Potosí, Porco y Berenguela. Al
referirse a éstas dice me pareció necesario, que por mi persona yo viese las dichas
minas y entrase en los dichos socavones, y me detuviese algunos meses en esto,
consultando lo que en todo se debía proveer, así para que cesasen, como para que
las labores llevasen las comodidades que convenían para que los naturales que en
ellas trabajan, tuviesen toda seguridad y se les paguen sus salarios con justificación.

Después de 3 años, el 7 de febrero de 1574 el Virrey don Francisco de Toledo aprueba


en La Plata sus las Ordenanzas de Minas, que rigieron en el Perú, Chile y Argentina.

La legislación minera de Francisco de Toledo fue la más completa y la de mayor


repercusión en su época. No sólo se aplicó en el virreinato peruano para el que fue
dictada expresamente, sino también en el novohispano con carácter supletorio, donde
más tarde también se utilizó como fuente para la elaboración de las Ordenanzas de
1783. El código toledano consta de 10 Títulos de desigual extensión:

I. De los descubrimientos, registros y estacas


II. De las demasías
III. De las medidas y amojonamientos
IV. De las cuadras
V. De las labores y reparos de las minas o ruinas que suceden en ellas
VI. De las entradas de unas minas en otras
VII. De los despoblados
VIII. De los socavones
IX. Del alcalde mayor de minas y orden que se ha de guardar en la determinación
de los pleitos y en las apelaciones y ejecuciones de las sentencias
X. De los desmontes, trabajo y paga de los indios.

Posteriormente se le adicionaron otros siete:

XI. De los dueños de minas e ingenios y de sus mineros


XII. De las ventas y arrendamientos de minas e ingenios
XIII. Que prohíbe la enajenación y venta de los indios y pone la forma de repartir
la mita
XIV. De las adiciones y limitaciones a las Ordenanzas de minas del virrey Marqués
de Cañete
XV. De los tesoros y guacas
XVI. De los privilegios de los mineros
XVII. De los ensayadores mayores y particulares de las casas de moneda, fundición
y asientos de minas.

4. ORDENANZAS DEL PERU

Fueron normas dictadas para regular el régimen administrativo y judicial del Virreinato
del Perú, recopiladas el 17 de diciembre de 1683 por el Licenciado Tomás de
Ballesteros por encargo del Virrey don Melchor de Navarra y Rocaful y mandadas
guardar por Ley N° 37 del Título I del Libro 2° de la Recopilación de las Leyes de los
Reinos de las Indias.

Comprende: Ordenanzas de Minas de Toledo, Ordenanzas del Virrey García Hurtado


de Mendoza de 1° de marzo de 1593; Adiciones y Limitaciones a las anteriores del
Licenciado Juan de Dios Lupidama, 1598; Ordenanzas del Virrey Luis de Velazco,
entre 1602 y 1603; Varias Reglas y Cédulas, que confirmaron privilegios y Ordenanzas
de los mineros.
II. PEIRIODO DE LA EMANCIPACION

1. ESTATUTO PROVISIONAL DEL GENERAL JOSE DE SAN MARTIN

Aprobado el 8 de octubre de 1821, mantenía la aplicación de la legislación colonial en


el Perú independiente, siempre que no se opusiera a los principios de libertad e
independencia.

El antecedente inmediato de dicha disposición se encuentra en el derecho argentino en


el Reglamento Provisorio de 1817 y el Decreto de 1819, que ratifican la vigencia de las
Ordenanzas de México o Nueva España, que por la cronología anterior al expedido en
el Perú, puede afirmarse que el Estatuto del General San Martín es copia del
Reglamento argentino.

2. DECRETO DICTATORIAL DEL GENERAL SIMON BOLIVAR

El 20 de julio de 1824 se estableció que las minas de azogue pertenecían a sus


descubridores, suprimió el trabajo forzado de los indios en las minas, ordenando que
los mineros debían tratar a sus operarios como hombres libres.

El Artículo 13 disponía: Todas las diputaciones territoriales del estado, se arreglarán


a las actuales ordenanzas de minería, y a los decretos que bajo el gobierno
independiente se hubiesen expedido, en todo aquello que no se oponga a este decreto,
cuyo exacto cumplimiento se les encarga, mientras el Congreso sanciona la ley
reglamentaria de este ramo.

III. PERIODO REPUBLICANO


1. LEY DE 2 DE DICIEMBRE DE 1829

Reestableció en Lima el Tribunal de Minería y las Diputaciones Territoriales en los


demás Asientos, conforme a las respectivas Ordenanzas.

La jurisdicción especial de estos tribunales fue reconocida por el Artículo 9 del


Código de Enjuiciamiento Civil de 1852 y por la Constitución de 1860, que declaraba
en su Artículo 136 que los juzgados y tribunales privativos e igualmente sus códigos
especiales existirían mientras la ley haga en ellos las reformas convenientes.

2. INTENTO DE CODIFICACION DE 1836

Cuando el Mariscal Andrés de Santa Cruz el 16 de agosto 1836 toma posesión en


Lima del mando supremo del Estado peruano, todavía regía la legislación colonial en
tanto que no se oponían al régimen republicano, lo que generaban confusión y errores
entre los jueces.

Ordenó que rigieran los códigos civil y penal y de procedimientos que estaban en uso
en Bolivia, aun cuando señaló un periodo prudente antes de su promulgación, a fin
que se fuesen estudiados y observados. Sin duda alguna esto significaba un verdadero
adelanto con relación al sistema que estaba en uso entre nosotros, pero el amor propio
de la magistratura nacional hubo de dolerle que tuviéramos que recibir lecciones de
Bolivia. De ahí la oposición que muchos hicieron a estos códigos, hasta el punto de
renunciar algunos a los puestos que ocupaban.

La acción administrativa de Andrés de Santa Cruz fue intensa, según el padre Rubén
VARGAS UGARTE ante el incremento de la demanda de azogue: El gobierno mandó
activar la producción y ofreció un premio al que elaborase más de 500 quintales. Se
organizó una compañía a fin de explotar los socavones de Huancavelica, el gobierno
entró como accionista. En la ciudad se estableció un banco de rescate y habilitación,
a fin de facilitar el laboreo y la venta.

Si bien se suprimió el tribunal de minería, se resolvió redactar un código minero. La


decisión de redactar un Código Minero fue sólo eso, una decisión que no se
materializó en un cuerpo normativo que regulara la actividad minera en el Perú; pero
debe precisarse que la supresión del Tribunal de Minería recién se produjo por Ley
de 6 de febrero de 1875.
3. LEY DE 28 DE ABRIL DE 1873

Disponía en su Artículo 2 que el denuncio de carbón de piedra y petróleo, podría


hacerse por nacionales y extranjeros, haciendo suyo el sistema de cateo libre tanto en
terrenos de particulares y del Estado. La medida superficial de cada pertenencia era
4 hectáreas.

4. LEY DE 6 DE FEBRERO DE 1875

Por el cual se suprimió el Tribunal de Minería, disponiendo que sus funciones


administrativas fueran desempeñadas por la Dirección de Administración del
Ministerio de Hacienda, y las demás por la respectiva Diputación.

5. LEY DE 12 DE ENERO DE 1877

Fue promulgada en el gobierno de Mariano Ignacio Prado, se considera a Ramón de


la Fuente, profesor de Legislación de Minas en la Escuela de Ingenieros. Consta de
27 Artículos.

Esta ley transformó el régimen minero colonial al establecer el dominio eminente de


los recursos minerales a favor del Estado y no de la Corona Española. Disponían los
Artículos 1, 2 y 3 la creación de un impuesto de quince soles por semestre sobre cada
cuadratura o pertenencia de mina en posesión o amparo de cualquier dimensión que
sea, incluyéndose al carbón, terrenos auríferos, socavón, máquina y cualquier obra de
arte.

 Artículo 5 y 10: establecía que el pago seria puntual y continuo del impuesto,
eran requisito esencial para la posesión y propiedad legal de una mina, sea que
se trabaje o no. El dueño que dejase de pagar en un semestre perdía
indefectiblemente su derecho de posesión. La oportunidad para el pago del
impuesto era obligatoria desde el 1° de julio de 1877 y se efectuaba durante los
dos últimos meses de cada semestre, no siendo lícito otorgar prórroga.

A efecto de ser viable la administración del impuesto de 15 soles por semestre por
cada cuadratura o pertenencia.
 Artículos 15 y 16: se disponía crear el Padrón de Minas en la Dirección de
Administración del Ministerio de Hacienda.
 Artículo 11: establecía el destino del impuesto de minas aun cuando no
indicaba el porcentaje a distribuir.
1. A cubrir el presupuesto de la escuela especial de construcción civiles y
de minas
2. Al sostenimiento de un cuerpo de ingenieros especiales de minas, que
prestarán sus servicios en los diversos asientos minerales.
3. Al fomento general de la industria minera.

 Artículos 12 y 19: establecía que todo el que tenga o crea tener derecho a una
o más pertenencias de una mina, estén o no en trabajo, presentará a la diputación
territorial respectiva, una copia legalizada de las piezas principales de sus títulos,
dentro del plazo improrrogable desde el 12 de enero de 1877 al 30 de junio de
1877. En caso de incumplimiento de la obligación, volvían de hecho al dominio
del Estado y podrán ser denunciadas conforme a Ley.

En los Archivos del Instituto Nacional de Concesiones y Catastro Minero – INACC, obran
expedientes de denuncios mineros realizados en 1879 ante la Diputación de Minería de
Hualgayoc, conforme a los Artículo 12 y 19 de la Ley de 12 de enero de 1877.

La Ley de 12 de enero de 1877 históricamente tiene la importancia y el acierto de establecer


que el dominio eminente de los minerales le corresponde al Estado (Artículos 12, 13 y 23),
así como de suprimir el pago de regalías mineras, que en nada contribuyó a la economía del
país en la Colonia, la Emancipación y los primeros 56 años de etapa Republicana. Al
derogarse la legislación minera colonial, el sistema dominial rige en el Perú por más de 127
años. Sistema que dispone que para mantener amparada o latente la concesión minera, como
condición resolutoria, debe pagarse el impuesto a las minas, canon o sobre canon y,
modernamente, el derecho de vigencia y penalidad.

6. LEY DE 8 DE NOVIEMBRE DE 1890

Para dar seguridad en el empleo de capitales en la minería, por Ley de 8 de noviembre


de 1890 se dispuso que por el plazo de 25 años no serían aumentados los impuestos
existentes sobre la propiedad minera y sus productos, ni se crearían otros nuevos
durante el mismo término.

Según Carlos A. Velarde, los benéficos efectos de la reforma no se dejaron esperar;


y a pesar de las vicisitudes de todo género que sufrió el país en aquella época, los
progresos de la minería fueron notables, por el impulso de las explotaciones
existentes, la introducción de capitales extranjeros, y el establecimiento de
importantes instalaciones de beneficio.

7. CODIGO DE MINERIA DE 1900

El primer código de minería en el del Perú se creó el 6 de julio de 1900, que entró en
vigencia el 1° de enero de 1901 por mandato contenido en el Artículo 220 y que,
además, derogaba todas las ordenanzas, leyes, reglamentos y disposiciones
anteriores, referentes a minas, exceptuándose, en lo que no se oponía al Código, la
Ley de 5 de diciembre de 1879 sobre organización de la Escuela de Ingenieros, la de
22 de diciembre de 1888 sobre guano, la de 22 de diciembre sobre la propiedad
salitrera, la de 8 de noviembre de 1890 sobre impuesto a la propiedad minera, la de
11 de enero de 1896, referente al estanco de la sal y los aranceles, que seguirían
rigiendo mientras no se modificasen.

Artículo 1: que era objeto de la propiedad minera, con la amplitud que el Código
determina:

1. Los yacimientos de sustancias minerales o fósiles susceptibles de ser


industrialmente utilizados.
2. Las haciendas de beneficio, y los sitios necesarios para su construcción
3. Las aguas, en cuanto sean necesarias, para la fuerza motriz o cualquier otro uso
en las minas y haciendas de beneficio
4. Las escorias, relaves, desmontes y demás objetos que pueden ser adquiridos
según las disposiciones del Código.

Las sustancias no metálicas eran reservadas para el propietario del terreno superficial,
al señalar el Artículo 2° que pertenecía exclusivamente al dueño del suelo las piedras
silíceas, pizarras, areniscas o asperones, granitos, basaltos, piedras y tierras calizas;
las serpentinas, mármoles, alabastros, pórfidos, jaspes, y en general todos los
materiales análogos de construcción y ornato.

En cuanto al pago de impuestos:

Artículo 25: preceptuaba que toda concesión minera, pagará un puesto anual de 30
soles por cada pertenencia comprendida en su perímetro, sin establecer la sanción en
caso de incumplimiento, sino hasta la aprobación de la Ley N° 2626 de 13 de
diciembre de 1917, que disponía que la falta de pago del impuesto, después que el
denuncio haya sido inscrito, dará lugar al abandono.

La jurisdicción minera estaba organizada en Diputaciones territoriales, el Consejo


Superior de Minería y Jueces de Minas. Fueron de conocimiento de las Diputaciones
los denuncios mineros cuando no había oposiciones o incidentes; de producirse,
asumían jurisdicción los Jueces de Minas, tal como establecía el Código en sus
Artículos 32 y 177 al 204.

8. CODIGO DE MINERIA DE 1950

El 21 de enero de 1950 la Comisión Codificadora puso en conocimiento público el


texto del Proyecto en cuya oportunidad se consultó a los organismos técnicos,
recibiéndose observaciones de la entonces Escuela Nacional de Ingenieros, el
Instituto de Ingenieros de Minas, el Colegio de Abogados de Lima, la Sociedad
Nacional de Minería, el Banco Minero del Perú, la Sociedad Progreso de la Pequeña
Minería y otras entidades, así como de profesionales en derecho e ingenieros. Las
observaciones y sugerencias sirvieron para la confección del texto definitivo para que,
con fecha 15 de abril de 1950, fuera sometido por intermedio del Ministerio de
Fomento y Obras Públicas a consideración de la Junta Militar de Gobierno de
entonces.

La Junta Militar por Decreto Ley N° 11357 de 12 de mayo de 1950 promulgó el


Código de Minería de 1950, que entró en vigencia el 1° de julio de dicho año;
aplicándose, de acuerdo su Artículo 245, a todas las materias de que trata y que en lo
sucesivo se promuevan o inicien. Se aplicaban también a todos los denuncios y
peticiones o solicitudes pendientes, cualquiera que fuese su naturaleza, desde la
estación o período en que se encontraban.

En cuanto a sistemática, el Código de Minería de 1950 estuvo organizado en V


Capítulos:

 Capítulo I: trataba de la Propiedad Minera


 Capítulo II: trataba de la Jurisdicción Minera
 Capítulo III: mencionaba de los Procedimientos
 Capítulo IV: indicaba de los Contratos de Minería
 Capítulo V: hacía mención de las Disposiciones Generales y Transitorias.

Uno de los principios rectores del Código, señalaba:

 Artículo 1º: que todo lo relativo a la explotación por los concesionarios tenía
el carácter de utilidad pública, institución muy vinculada al sistema del dominio
eminente de los recursos minerales que ejerce el Estado, en contraposición al
sistema de accesión donde no podría hablarse de utilidad pública, al resultar
exclusivo y excluyente el dominio privado. Alineándose el Código a las reglas
del sistema métrico decimal

 Artículo 23: establecía que en las concesiones de toda naturaleza, la unidad


de medida es un sólido de profundidad indefinida limitado en el terreno por los
cuatro planos verticales correspondientes a un cuadrado horizontal de una
hectárea de superficie.

 Artículo 50: exoneraba del pago a cuenta a los primeros productos de


exportación, en cada ejercicio anual, hasta por un valor de S/. 800,000.00 como
precio neto de venta; no se exoneraba del impuesto a las utilidades sino del pago
del adelanto a cuenta referido. Es decir, se trató de hacer lo menos gravosa
posible la industria minera, con las abundantes cargas que pesaba antiguamente
sobre ella, a fin de propiciar la actividad de exploración con mínimas cargas
fiscales y tributaria, especialmente la pequeña minería.
 Artículo 53: del Código señalaba que el pago del canon territorial y del
impuesto a las utilidades exoneraba a concesionario durante 25 años, desde el 12
de mayo de 1950, de todo otro gravamen o impuesto creado o por crearse, ya sea
nacional, regional o local, así como de cualquier tributación sobre la concesión o
sobre los productos que se obtengan, inclusive las existentes entonces derechos
de exportación, el impuesto pro-desocupado y el impuesto a las sobre-utilidades.

 Artículo 81: del Código señalaba que en la Dirección de Minería se


establecería y llevaría el Registro Especial de Concesiones y Derechos Mineros.
Dicho registro sería el único para las concesiones y derechos mineros y estaría
sujeto en su organización y funcionamiento a las disposiciones que para los
Registros Públicos establecía el Código Civil y los reglamentos de dicha
Institución, con las modificaciones de este Título.

9. DECRETO LEY NORMATIVO DE LA INDUSTRIA MINERA N°


18225

Fue expedido por la Junta Militar de Gobierno el 14 de abril de 1970 y derogó parte
del Código de Minería de 1950 para luego abrogarlo por una Ley General de Minería
(Artículo 1º). En este dispositivo legal, se encuentran como antecedente inmediato,
las definiciones de las actividades mineras; las que luego se trasladaron al Decreto
Ley N° 18880 y al Decreto Legislativo N° 109, sin seguir la misma suerte en el
Decreto Legislativo N° 708.

10. LEY GENERAL DE MINERIA, DECRETO LEY N° 18880

Fue promulgado el 8 de junio de 1971 y entró en vigencia a los treinta días de su


publicación, rigiendo hasta el 31 de agosto de 1981. Esta norma hace de la industria
minera un factor fundamental de la actividad empresarial del Estado la cual realiza
de modo directo y en concurrencia con capitales nacionales exclusivamente
(Empresas Estatales Mineras Asociadas) y con capitales extranjeros y nacionales
(Empresa Minera Especial).
El Decreto Ley Nº 18880 enfatizó el concepto de “Amparo por el Trabajo” que
posteriormente adquirió rango constitucional en el artículo 122º de la Constitución de
1979. Consiste en diversas condiciones relacionadas con la producción e inversión
que el titular del derecho minero debe cumplir, su pena de la caducidad de su
concesión. Es una suerte de condición resolutoria.

Asimismo, estableció que la comercialización de los productos mineros se hacía sólo


a través del Estado, creando así un monopolio estatal.

En lo contractual, el Decreto Ley Nº 18880 suprimió, infelizmente, el trato individual


y sistemático que el Código de 1950 dio a cada contrato minero. Estableció el
concepto de cesión para el contrato de exploración y explotación preexistente y
circunscribió la prenda sobre minerales a los extraídos (en el Registro Público de
Minería abrió el Libro Especial para la Prenda Minera); suprimió el contrato de Avio
Minero y el “Préstamo Minero” definido, como lo hacía el Código de 1950, por los
fines a que se destinaba y reguló su solemnidad exigiendo escritura pública cuando
su monto excedía de S/.100,000.00 de entonces.

El contrato de arrendamiento procedió únicamente para las plantas de beneficios


portátiles y ara el sistema de transporte minero usándose fajas transportadoras,
tuberías o cables carriles. La ley incorporó a su texto normas sobre seguridad e
higiene y creó la comunidad minera. Finalmente, estableció que dentro del campo de
la Ley de Minería se comprendía el aprovechamiento de las sustancias minerales del
mar, margen continental y los fondos marinos y sus respectivos subsuelos hasta las
200 millas marinas de la costa.

La Ley de Minería estableció un status jurídico:

 Artículos 139, 148, 149 y 150:otorga los beneficios a los pequeños


productores mineros y exonerándoles del pago del impuesto al patrimonio y
otros tributos, así como el beneficio de una tasa rebajada en las publicaciones
de los avisos de denuncios en el diario oficial “El Peruano”.
 Artículos 169, 205 al 210: diferencian los procedimientos mineros en
ordinario para el otorgamiento de concesiones de exploración y explotación,
y especial para licitación de área de permisos de prospección, permiso de
planta de beneficio portátil, expropiación y servidumbre. En esta clasificación
se sigue la línea trazada por el Código de Minería de 1950, el mismo que
siguió la misma clasificación de los procedimientos ordinarios y especiales
del Código de Procedimientos Civiles de 1912.

11. LEY GENERAL DE MINERIA, DECRETO LEGISLATIVO N°109.

Fue promulgado el 12 de junio de 1981 y entró en vigencia el 1 de setiembre de ese


año. A partir de esta segunda Ley General de Minería, los denuncios mineros- derecho
minero en trámite hasta la expedición del título correspondiente son inscribibles. La
inscripción se hacía de oficio y se entendía en el Libro de Concesiones de
conformidad con los artículos 191º y 194º.

En los contratos suprimió el trámite administrativo de la aprobación de los mismos


por la autoridad minera y quitó la nulidad sancionadora de los contratos que no
constaban en escritura pública (artículo 233º del Decreto Ley Nº 18880). En los
artículos 280º y 281º del Decreto Legislativo Nº 109 quedó establecido que, a partir
del 1 de enero de 1991, los contratos mineros a los que se refería la nueva norma se
regirán por las reglas del derecho común, en lo que no se opusieran al Decreto
Legislativo Nº 109, así como constarían en escritura pública y se inscribirían en el
Registro Público de Minería “para que surtan efecto frente al Estado y terceros”, salvo
la excepción a favor del Banco Minero.

El Decreto Legislativo Nº 109 reguló como contrato autónomo la opción:

 El artículo 283º: expresó que por este contrato el titular de un derecho minero
(concesiones y denuncios) se obligaba incondicional e irrevocablemente a
celebrar en el futuro, dentro de un plazo convenido no mayor de cinco años,
un contrato definitivo (cualquiera de ellos). La opción puede ser ejercitada por
cualquiera de las partes. Con la legislación anterior, la opción sólo podía
hacerse con vista a una transferencia.
 El artículo 173º del Código de minería de 1950: dice que es válida toda clase de
opción obligatoria sólo para el enajenante durante un plazo que no será mayor de
cinco años.
 El artículo 235º del Decreto Ley Nº 18880: añadió en su única disposición sobre el
particular que el plazo se contaba a partir de su suscripción. Dentro de este marco, la
opción era una promesa de venta con un plazo que podía exceder, como máximo en
tres años al permitido por el Código Civil de 1935 para esa figura contractual. La
ampliación se justificaba por las peculiaridades de la minería.

Con esta segunda Ley General de Minería se introduce el uso de la U.T.M. en la petición
de una concesión minera, paso muy significativo para la ubicación exacta del derecho
minero.

12. LEY DE PROMOCION DE LAS INVERSIONES EN EL SECTOR


MINERO, DECRETO LEGISLATIVO N° 708

El 14 de noviembre de 1991 se publicó en el diario oficial “El Peruano”, la Ley de


Promoción de las Inversiones en el Sector Minero.

La referida Ley de Promoción, está compuesta por VI Títulos, 15 Disposiciones


Transitorias y 17 Disposiciones Finales. Cada uno de estos títulos se refiere:

 Título I, disposiciones generales


 Título II, de los beneficios básicos
 Título III, de las garantías y medidas de promoción a la inversión
 Título IV, de la actividad minera
 Título V, de la simplificación administrativa
 Título VII, del medio ambiente y la inversión minera.

El Decreto Legislativo Nº 708 expresa su voluntad promotora cuando precisa los


beneficios básicos que les corresponden a los titulares y las garantías y medidas
promocionales que la Ley les otorga; modifica las normas relativas a la actividad
minera y simplifica el trámite de constitución de los derechos mineros. Señalamos a
continuación algunas disposiciones que juzgamos relevantes:
 Mantiene la propiedad del Estado sobre los recursos minerales cuyo
aprovechamiento se efectúa a través de la Actividad Empresarial del Estado
mediante concesiones, sistema exclusivo para las actividades mineras, excepto la
comercialización.
Las concesiones se otorgan para la acción empresarial minera del Estado y a los
particulares, sin distinción ni privilegio alguno. Dentro de este marco, suprimió
los Derechos Especiales del Estado (excepto algunos relacionados con el
INGEMET) pasándolos al sistema de concesiones.
 Crea el sistema de cuadrículas con base en las cuales se otorgarán las concesiones
(que en su trámite se llamarán “petitorio” y no “denuncio”) en extensiones de
100 a 1,000 hectáreas; salvo en el dominio marítimo, donde las concesiones se
podrán otorgar en cuadrículas de 100 a 10,000 hectáreas.
 Crea el concepto de “Concesión Minera” que otorga a sus titulares el derecho
tanto de explorar como de explotar los recursos mineros concedidos. En la
legislación anterior cada una de esas actividades originaba su propia concesión.
 Mantiene las concesiones de labor general y transporte minero, cuya solicitud se
tramita ante la Dirección General de Minería.
 Crea en el Registro Público de Minería la Oficina de Concesiones Mineras
encargada de llevar el sistema de cuadrículas. El petitorio de concesiones mineras
se tramita en el Registro Público de Minería desde su presentación. El Registro
Público de Minería asume, por virtud de lo dicho, nuevas funciones.
 Las nuevas concesiones mineras se clasifican en metálicas y no metálicas según
la clase de sustancia, sin superposición ni prioridad entre ellas y permite que la
concesión minera sea transformada a sustancia distinta de la inicialmente
otorgada con la sola declaración que formule su titular.

13. TEXTO UNICO ORDENADO DE LA LEY GENERAL DE MINERIA,


APROBAD POR DECRETO SUPREMO N° 014 – 92 – EM

Mediante Decreto Supremo N° 014-92-EM de fecha 4 de junio de 1992, se aprobó el


Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería; la misma que de acuerdo a la
Tercera Disposición Final de la Ley N° 26821, Ley Orgánica de Aprovechamiento
Sostenible de los Recursos Naturales, viene a ser la normatividad minera, asimilada
a ley orgánica, que desarrolla el Artículo 66 de la Constitución Política de 1993.

Vale señalar que conforme al artículo 2º del Decreto Supremo aprobatorio, las
modificaciones introducidas por el Decreto Legislativo Nº 708 tienen vigencia desde
la entrada en vigencia de dicho Decreto Legislativo, salvo que del propio texto de esa
norma resulte una fecha distinta.

14. LA LEY DEL CATASTRO

La Ley de creación del Catastro Minero Nacional. Ley Nº 26615 del 25 de mayo de
1996, vigente desde el día siguiente, tiene como más alta finalidad: ordenar de forma
permanente los aspectos, hechos y actividades relevantes de la vida de una
comunidad. Si como ocurre con la minería en relación con la comunidad peruana, el
orden se produce en un sector o actividad gravitante de ese conjunto humano, la ley
es una piedra angular para dicha comunidad, sector o actividad. Este podría ser el
mayor mérito de la Ley Nº 26615, en tanto aporta seguridad jurídica a todos los
agentes de la actividad minera, que hoy se cumple en el país.

En orden a la formación de la titulación minera, la Ley Nº 26615 trae


transformaciones importantísimas dado que el fundamento tecnológico a que es
posible recurrir ahora inspira muchas, talvez todas, sus disposiciones.

Para la aplicación de la Ley del Catastro Minero Nacional es el salto tecnológico,


pues hoy nos encontramos en la era del uso de satélites cuando pocos años atrás
nuestros recursos resultaban ser simples y ampliamente perfectibles. En estrecho y
seguramente incompleto resumen, podría señalarse como aportes de la Ley:

a) Identificar en el territorio continental la ubicación que corresponde a los derechos


mineros, según sus títulos. La dificultad para hacer ello de manera indiscutible
podría deberse a la antigüedad de la actividad minera y, por consiguiente, de sus
títulos; así como a las limitaciones técnicas para definir la ubicación de los
derechos concedidos.
Es realista la ley cuando reconoce la vigencia, incidencia y presencia de los títulos
preexistentes, pero es constructiva cuando propicia procedimientos que incorporen
los derechos así respaldados a un sistema de certeza prácticamente inatacable.
b) La objetividad del sistema, fruto de la utilización de las coordenadas U.T.M., cuyo
uso permite identificar un punto determinado con cálculos y la ayuda de
instrumentos de precisión casi absoluta.
c) Veracidad y exactitud en la información porque conocida la unidad de medida (la
cuadrícula) y conocida la extensión del territorio continental del país, es fácil
determinar el número de concesiones. De aquí que el catastro minero nacional será
un inventario definitivo de derechos mineros válidamente constituidos y un
importante punto de partida para la valuación de la reserva minera nacional y muy
especial para la seguridad en el título minero.
d) Reduce el tiempo para la formación del título minero pues han quedado suprimidos
numerosos pasos procesales. Al respecto, cabe presumir un menor costo en la
formación del título, pues muchas diligencias de campo o similares son, o serán
prescindibles. Ahondando en presunciones con sustento lógico, se diría que el
título dado en el marco de la Ley del Catastro Minero Nacional, hace inútil el plazo
para impugnarlo, lo que es un “pro” para la seguridad jurídica.
e) La publicidad de la información proporcionada por el catastro, dada su condición
de órgano del Registro Público de Minería, cumple la finalidad como la de todo
registro público en dar fe pública y oficial a los miembros de una comunidad sobre
determinadas situaciones legales.

El catastro ha incorporado definitivamente como concesiones con título firme


aquellas que han realizado la diligencia de enlace indicada en el Decreto Legislativo
Nº 109; las concesiones que figuran en los catastros regionales aprobados por
Resolución Suprema, producto del trabajo de la Oficina de Catastro Minero y algunas
Jefaturas Regionales de Minería; y, las nuevas concesiones que se otorguen con el
sistema de cuadrículas por el Registro Público de Minería. Habrá una incorporación
referencial de carácter provisional con tendencia a la incorporación definitiva, a
medida que el derecho minero adquiera su ubicación definitiva.
15. ZONA DE FRONTERA

Las Constituciones de 1920, 1933 y 1979 prohibieron a los extranjeros la tenencia de


minas dentro de los cincuenta kilómetros de las fronteras nacionales, salvo caso de
necesidad nacional declarada por ley especial (artículos 39º, 36º y 126º,
respectivamente). La constitución vigente mantiene la prohibición (artículo 71º), pero
exceptúa aquellos “casos de necesidad pública” que deben ser expresamente
declarados por Decreto Supremo aprobado por el Consejo de Ministros conforme a
Ley.

16. LEY Nº 27015

La Ley del epígrafe, Ley Especial que regula el Otorgamiento de Concesiones


Mineras en Áreas Urbanas y de Expansión Urbana, destinada a regular las
concesiones mineras en áreas urbanas y de expansión urbana, fechada el 18 de
diciembre de 1998 y vigente desde el 20 de ese mes y año, ha resultado, lo que en el
marco de esta disertación, como una debilidad de la legislación minera.

 De inicio establece un área de no admisión de petitorios de concesiones mineras y


no mineras en áreas urbanas y las eventuales excepciones para admitir petitorios,
deben ser aprobadas por Ley expresa, formalidad que excede la exigencia
constitucional ya comentada, la cual sólo pide este requisito para autorizar
inversiones extranjeras en zonas de frontera con el fin de explotar recursos
mineros. La desproporción es evidente y asombrosa. Como se sabe y lo hemos
señalado antes, la Constitución vigente sólo requiere, para esas inversiones
fronterizas, un Decreto Supremo aprobado por el Consejo de Ministros.
 No se precisan los conceptos de área urbana y área de expansión urbana. La
remisión a una Ordenanza Municipal para definir los conceptos no resuelve el
problema, porque el mismo artículo exige para el otorgamiento del título de la
concesión minera la previa opinión favorable de las Municipalidades Provincial y
Distrital. El plazo para emitir esas opiniones es de seis meses, de suyo amplio, y si
los municipios no emiten su opinión en el plazo establecido, el silencio
administrativo opera no sólo sobre el petitorio sino también sobre el área
solicitada, la cual será declarada como definitivamente no peticionable.

17. LEY Nº 27506

Más conocida como la Ley del Canon, de julio de 2001, fue creada con el objeto de
determinar los recursos naturales, cuya explotación genera canon y regula su
distribución en favor de los gobiernos regionales y gobiernos locales de las zonas
donde se exploten los recursos naturales, de conformidad con lo establecido por el
artículo 77º de la Constitución Política del Perú.

El Canon Minero tiene su origen en el Impuesto a la Renta (IR) que pagan las
empresas mineras. Conforme a lo establecido en la Ley Nº 27506 del monto ingresado
por este concepto (IR), se destina el 50% para las zonas donde se explota el recurso
mineral y el otro 50% para el gobierno central.

Inicialmente la “Ley Madre” del canon, establecía una distribución en función a la


densidad poblacional, criterio con el que se perjudicaba a las zonas productoras del
recurso natural en beneficio de las ciudades con mayor densidad poblacional. Con las
Leyes Nº 28077 y Nº 28322, que modifican la Ley de Canon, se corrige la errónea
distribución de estos recursos para distribuirlos en función ya no de la densidad
poblacional sino simplemente en factores de población y pobreza vinculados a la
insatisfacción de necesidades básicas. Con este nuevo criterio, la distribución del
canon está orientada a beneficiar al distrito donde se encuentran en explotación los
recursos naturales destinándose, además, un 30% para las comunidades donde se
encuentra en explotación el recurso natural. De esta manera, se corrigió los errores en
la distribución que produjeron ciertos roces sociales (Moquegua –Tacna).

18. LEY Nº 27474

La Ley de Fiscalización de las Actividades Mineras, promulgada en junio de 2001,


reguló las competencias del Ministerio de Energía y Minas como el organismo del
Poder Ejecutivo competente para fiscalizar las actividades mineras a través de sus
órganos de línea. Esta Ley fue posteriormente derogada por la Ley Nº 28964,
mediante la cual se creó un organismo especializado (Organismo Supervisor de la
Inversión en Energía y Minería -OSINERGMIN), como ente regulador, supervisor y
fiscalizador de las actividades que desarrollan las personas jurídicas de derecho
público, interno o privado y las personas naturales, en los subsectores de electricidad,
hidrocarburos y minería.

19. LEY Nº 27651

La Ley de Formalización y Promoción de la Pequeña Minería y la Minería Artesanal,


de enero de 2002, fue un paso muy positivo, ya que tanto la Pequeña Minería, casi
inexistente en el país y la minería artesanal, habían sido abandonadas durante los
últimos diez años por la legislación minera.

 Artículo 1: Objeto de la ley La presente Ley tiene por objeto introducir en la


legislación minera un marco legal que permita una adecuada regulación de las
actividades mineras desarrolladas por pequeños productores mineros y mineros
artesanales, propendiendo a la formalización, promoción y desarrollo de las
mismas.
 Artículo 2: Ámbito de aplicación de la ley La pequeña minería y la minería
artesanal son actividades que se sustentan en la utilización intensiva de mano de
obra que las convierten en una gran fuente de generación de empleo y de
beneficios colaterales productivos, en las áreas de influencia de sus operaciones
que generalmente son las más apartadas y deprimidas del país, constituyéndose
en polos de desarrollo, por lo que resulta necesario establecer una legislación
especial sobre la materia. La pequeña minería y la minería artesanal, las cuales
comprenden las labores de extracción y recuperación de sustancias metálicas y
no metálicas, del suelo y subsuelo, desarrollándose en forma personal o como
conjunto de personas naturales o jurídicas que buscan maximizar ingreso de
subsistencia.
20. LA LEY Nº 28258

La Ley de Regalía Minera, de junio de 2004, no fue bien recibida y hasta se presentó
una acción de inconstitucionalidad sobre la misma, la cual al final no prosperó. La
regalía minera se creó como una “contraprestación económica que los titulares de las
concesiones mineras pagan al Estado por la explotación de los recursos minerales
metálicos y no metálicos”. Si bien en la Exposición de Motivos de la misma Ley se
concibió a la regalía minera como una contraprestación que no tenía naturaleza
tributaria, lo cual es discutible, en tanto la intención del legislador desde un inicio fue
aplicar dicha regalía sobre las ventas que realizara el titular de la actividad minera,
sin discriminar si éstas procedían o no de un Proyecto determinado o de la aplicación
de un procedimiento o tratamiento en particular.

21. DESARROLLO AMBIENTAL EN LA LEGISLACIÓN MINERA

En concordancia con la legislación general la inserción de la temática ambiental en


la regulación minera atendió a la necesidad de que el aprovechamiento de los
minerales sea realizado con una perspectiva de racionalidad y sostenibilidad. Las
disposiciones aprobadas en principio, tenían como objetivos básicos: establecer las
acciones de previsión y control del desarrollo de las actividades mineras para
armonizarlas con los criterios de protección ambiental y proteger el ambiente de los
riesgos resultantes de los agentes nocivos generados a lo largo de las labores mineras;
evitar que se sobrepasen los niveles máximos permisibles establecidos y fomentar el
empleo de nuevas técnicas y procesos ambientalmente aceptables. Entre las
principales normas adoptadas entonces destacan las siguientes:

 Reglamento para la Protección Ambiental en las Actividades Minero-


Metalúrgicas, (Decreto Supremo Nº 016-93-EM). Modificaciones introducidas
mediante el Reglamento para la Protección Ambiental en la Actividad Minero
Metalúrgica, (Decreto Supremo Nº 022-2002-EM).
 Resolución Ministerial Nº 011-96-EM/VMM, la cual fija los niveles máximos
permisibles para efluentes líquidos minero-metalúrgicos.
 Ley Nº 28271, Ley que regula los Pasivos Ambientales de la Actividad Minera y
su Reglamento aprobado mediante Decreto Supremo Nº 059- 2005-EM.
A lo largo de este proceso la legislación sectorial incorporó dos instrumentos clave
de gestión ambiental, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y los Programas de
Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA). El EIA resulta exigible para actividades
nuevas, ampliación de operaciones en más de 50%, cuando se pase de fase de
exploración a explotación o cuando se incorpore una concesión de beneficio.
Mientras que el PAMA, es exigible para las operaciones en curso.

La implementación de estos instrumentos, en especial de los PAMAs, han permitido


insertar medidas que han atenuado la contaminación minera y mucho más importante
han ayudado a fomentar una cultura de responsabilidad ambiental respecto a la
mitigación de daños causados y la consecuente prevención de potenciales daños
futuros.
CONCLUSION
La legislación peruana ha crecido en general desde el año 1900 hasta la fecha ha sido el que
la legislación dictada ha sido formulada o propuesta en forma conjunta por el Estado y los
empresarios por lo que no se ha tratado en ningún momento de iniciativas emanadas de
cuerpos colegiados que no conocían la parte técnica. Esto ha permitido que se creara el
Sistema de Concesiones, a las que se aplicaban en esa fecha y las mejores técnicas para tratar
de determinar la exacta posición de cada concesión con la finalidad de otorgar el título
correspondiente sin problemas. Hoy en día la gran fortaleza de la legislación minera peruana
está dada en que la creación de este sistema ha permitido a la fecha compatibilizar los
anteriores denuncios o concesiones con las distintas cuadrículas del catastro.
BIBLIOGRAFIA
 http://andrescusi.blogspot.pe/2015/01/evolucion-del-derecho-minero-en-el-
peru.html

 http://www.osinergmin.gob.pe/seccion/centro_documental/Institucional/Estudios_E
conomicos/Libros/Libro_Panorama_de_la_Mineria_en_el_Peru.pdf

 http://www.ilustrados.com/documentos/hiaderechomineroperuano.pdf

 http://www.snmpe.org.pe/repositorio-legislacion/3717-decreto-supremo-n-014-92-
em.html

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