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Universidad Abierta Para Adultos

UAPA

Asignatura:
Literatura Antigua Y Medieval

Tema:
Tarea 6

Participante:
Yessica Paola Capellan Calcaño

Matricula:
14-7620

Facilitador:
Licdo. Elson Vásquez Guzmán

Fecha:
Nagua, República Dominicana
07-12-2018
Estimado participante:
Debes seleccionar diferentes textos poéticos, clasificarlos
según sus características, tendencias y épocas. Elije uno de la
época medieval y redacta un comentario sobre lo que trata.

La poesía en la EDAD MEDIA tenía unas peculiaridades que la hacían diferente


del resto. No podemos verla (en general a toda la literatura medieval) desde la
perspectiva actual. Hay que tener en cuenta factores como el analfabetismo, el
concepto de “autor”, el de obra colectiva, la existencia de trovadores y juglares,
etc. Primero vamos a ver las características de la poesía en la Edad Media y
después haremos un repaso por los tipos de poesía y los autores, además de
algunas lecturas que te recomiendo.

CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA MEDIEVAL


-AUDICIONES COLECTIVAS

La mayor parte de la población era analfabeta, con independencia del nivel


económico. En consecuencia, el mensaje literario no se transmitía a través de la
lectura individual, sino mediante audiciones colectivas; por ello, la mayoría de la
literatura medieval estaba escrita para ser recitada o cantada y, por tanto, era
totalmente dependiente de la oralidad y estaba directamente emparentada con
la música. De ahí la abundancia de romances, que es una composición poética
que se adapta muy bien a la música.

Las jarchas. Típicas de la España musulmana. Estrofas de cinco o seis versos


con una mezcla de árabe, hebreo y romance que aparecen al final de un poema
escrito en árabe llamado moaxaja. Existen jarchas en el siglo X.
–Las cantigas de amigo. Aparecen en Galicia y son poemas formados por varias
estrofas encadenadas (un verso de una estrofa se repite en la siguiente estrofa).
Ejemplos del siglo XII. La más conocida: “Ondas do mar de Vigo“.
–Los villancicos. Poemas breves de arte menor con dos partes, el estribillo y la
glosa. Los más antiguos datan del siglo XV. Un ejemplo:

Quiero dormir y no puedo,


que el amor me quita el sueño.
Manda pregonar el rey
por Granada y por Sevilla
que todo hombre namorado
que se case con su amiga.
Que el amor me quita el sueño.
Quiero dormir y no puedo
que el amor me quita el sueño.
Que todo hombre namorado
que se case con su amiga.
¿Qué haré, triste cuitado
que es ya casada la mía?
Que el amor me quita el sueño.

POESÍA ÉPICA
-Los cantares de gesta. Cuentan los hechos grandiosos (o “gestas”) de héroes
que encarnaban los valores de la colectividad. La muestra más importante es el
“Cantar de mío Cid“.
-Los romances. Cuando decaen los cantares de gesta (siglo XIV) aparecen los
romances. Es un poema de extensión variable, con versos octosílabos y rima
asonante en los pares. Lo más importante en un romance es lo esencial, es decir,
se elimina lo superfluo para conseguir un poema expresivo. Son poemas con
una sintaxis sencilla, un lenguaje arcaizante y frecuentes exclamaciones e
interrogaciones (para acercarlo al oyente). Podemos encontrar muchas
versiones de un mismo romance. Todos los romances forman el romancero y
este se divide en dos:
–Romancero viejo. Los poemas más antiguos y los que proceden de la tradición
oral.
–Romancero nuevo. Los romances compuestos por autores conocidos.

POESÍA CULTA

-El mester de clerecía (“trabajo de clérigos“) se aplica a todas los poemas


narrativos con intención didáctica compuestos en los siglos XIII y XIV. Usan la
cuaderna vía (estrofa de versos alejandrinos -14 sílabas- con una cesura central
y de rima consonante). Los autores más representativos de este estilo son:
–Gonzalo de Berceo (siglo XIII), primer autor de nombre conocido y sus “Milagros
de Nuestra Señora“.
-“El Libro de buen amor”, de Juan Ruiz, arcipreste de Hita (siglo XIV), es la obra
maestra del mester de clerecía.
POESÍA CULTA DEL SIGLO XV. Este siglo es de una fertilidad poética
excepcional; aparecen los Cancioneros, colecciones de poemas.
-Destaca la obra de tres poetas: el marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge
Manrique.

En esta época domina una gran sensación de inestabilidad. La fortuna, el


amor y la muerte son los temas centrales de la literatura cuatrocentista. La
inseguridad, la conciencia de la fugacidad y de la angustiosa soledad
humana dará lugar, por un lado, a una literatura del desengaño, reflexiva y
grave: por otro, estimulará el disfrute vital del presente.
Ambas actitudes pueden encontrarse a la ez en un solo autor e, incluso, en
una sola obra, como las Coplas de Jorge Manrique y La Celestina de
Fernando de Rojas.

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