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4 HOBSBAWM, ERIC, Historia del Siglo XX (1994, trad. Castellana Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998)
5
NOLTE, ERNST, Después del Comunismo (1991, trad. Castellana Barcelona, Editorial Ariel, 1995)
6
SOROKIN, PITRIM, The Sociology of Revolution (Philadelphia, Lippincott-Company, 1925(
instrumento a lo que el fiscal de los “Juicios Farsa” (1925), Nikolai Krilenko, llamó
terror rojo7.
Ahora bien, de acuerdo con el fundamento metodológico de nuestra pesquisa, esto
es, el Constitucionalismo como pensamiento político, en otras palabras, una meta
teoría constitucional, la Constitución bolchevique de 1918 reconoce tres fuentes
ideológicas principales: Marx8, Lenin9, y Trotsky10. Por esta razón estimamos que
la Constitución soviética de 1918 no sólo inaugura el Constitucionalismo
Comunista, sino también lo que podríamos llamar el “Constitucionalismo del
Terror”. No existe en la Historia del Derecho como tampoco en la Historia
Constitucional un discurso jurídico que establezca la violencia y el odio como
objetivos políticos a concretar en una institucionalidad político – jurídica, esto es,
el Estado. Esto resulta un tanto sorprendente, pues tanto Marx como Lenin eran
juristas formados en el Derecho Romano, el Constitucionalismo y la Codificación
liberal. Y aun cuando su crítica del Derecho Romano pudiera considerarse legitima
(abolición de la propiedad privada y del derecho sucesorio), como lo es toda
propuesta social basada en una epistemología crítica y racional, no resulta
comprensible que el derecho se instrumentalice con el objetivo de exterminio de
una clase y de los considerados enemigos ideológicos y enemigos del pueblo. Esta
instrumentalización del derecho por la filosofía marxeana y por el
Constitucionalismo comunista de Lenin fue criticada por Kelsen11. Ni siquiera el
Derecho Público absolutista, con la expropiación del patrimonio de los
considerados sediciosos, llegó a los extremos y violencia del Derecho Público
soviético.
Finalmente, la traslación del Constitucionalismo Comunista. Todos los procesos
revolucionarios comunistas del siglo XX tuvieron la Constitución Soviética de
1918 como el canon constitucional del Comunismo. Empleamos aquí el término
“canon constitucional” en el sentido que B. Ackerman lo aplica al
Constitucionalismo y la Constitución norteamericana12. Sin embargo, a diferencia
de la Constitución norteamericana que aún está vigente, la Constitución soviética
de 1918 no sobrevivió a la muerte de su gestor y líder de la revolución. El fracaso
y derrumbe del sistema soviético privó también a la Constitución de Lenin de
convertirse en una “living Constitution” como la Carta norteamericana, según la
propuesta del constitucionalista J. Balkin13. Con todo, es la base constitucional de
1923)
12 ACKERMAN, BRUCE, We the People (Harvard University Press, 1993)
13 BALKIN, JACK, The Roots of the living Constitution, en Boston University Law Review, vol 12, 2012; Yale Law School Public Law
14 PASTUCHOVA, NADEZDA, Entstehung der Verfassung der Russischen Föderation, 2014, disponible en https://publisup.uni-
postdam.de
15 Mousnier, Roland, La Monarchie absolue en Europe du V siècle a nos jours (Paris, Presses Universitaires de France, 1982)
abolición de la servidumbre por el Zar Alejandro II (1861), pero sin afectar el
dominio de la tierra, manteniendo la gran propiedad en manos de una reducida
nobleza. La Guerra Mundial de 1914-1918, cuyo inicio militarmente fue una
catástrofe para Rusia debido al aniquilamiento del Segundo Ejercito zarista por
los alemanes, muy superiores en tecnología, estrategia, logística y mando. De
hecho, el General A. Samsonov, comandante del ejército zarista aniquilado, se
suicida. Una masa considerable del contingente militar era de origen campesino, y
otra de procedencia obrera. Este fue el escenario ideal para la propaganda
bolchevique contra la guerra y la monarquía zarista. La revolución de febrero de
1917 liderada por A. Kerensky, liberal – socialdemócrata, convocó a una Asamblea
Constituyen cuyo objetivo era la redacción de una Constitución16. Sin embargo, la
dinámica del conflicto hizo imposible tal proceso. Los bolcheviques, cuyos
dirigentes en su mayoría se encontraban en el exilio con nulas posibilidades de
retorno, adhirieron en un principio a la propuesta de Kerensky. Pero el Estado
Mayor Alemán tenía otros planes. En una de las operaciones de inteligencia militar
más exitosa de la Historia Contemporánea, planificó el regreso de Lenin a Rusia,
apoyando sus planes revolucionarios17. A cambio, Lenin, si resultaba victorioso
con la revolución bolchevique, debía sacar el Ejército ruso de la contienda. De este
modo Alemania tendría el problema del frente oriental resuelto18. Además, los
alemanes impusieron a Lenin unas condiciones de renuncia territorial durísimas
con el Tratado de Brest-Litovks. Llegado Lenin a Petrogrado, divulga el panfleto
“Las tesis de abril” en contra del Gobierno Provisional de Kerensky, saboteando
de este modo la Asamblea Constituyente y su proyecto de Constitución. Lo que
sigue es parte de la tragedia de Rusia. La revolución bolchevique no era inexorable.
De hecho, no tenía posibilidad de triunfar de no haber sido por el Estado Mayor
Alemán. Inmediatamente alcanzado el poder en noviembre de 1917, al menos en
Moscú y Petrogrado, Lenin rechazó los resultados de una votación para una
Asamblea Constituyente y la redacción de una Constitución entre noviembre de
1917 y enero de 1918.
Como indicamos más arriba, Lenin como abogado y jurista tenía claro que los
principles problemas del Constitucionalismo comunista eran: la cuestión agraria,
la cuestión religiosa, la cuestión de la propiedad, la justicia comunista, la cuestión
del Estado, la educación del pueblo, el trabajo y las Relaciones Internacionales. La
Constitución de 1918 está precedida de una Declaración de los Derechos del
Trabajador. Al igual que Marx, Lenin rechazaba los derechos liberales y burgueses
por considerarlos derechos de clase (libertad, propiedad). El rerchazo de la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), constituye una
16 KERENSKY, ALEXANDER, The Catastrophe (1927), disponible en: https://www.marxists.org
17 HAHLWEG, WERNER, Lenins Reise durch Deutschland im abril 1917, en Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte, 5 Jahrgang 1957,
4. Heft /Oktober, disponible en https://www.ifz-muenchen.de
18 LUDENDORFF, ERICH, Meine Kriegserinnerungen 1914-1918 (Berlin, Ritter & Sohn Verlagsbuchhandlung, 1919)
primera y fundamental diferenciación entre las revoluciones liberales del siglo
XVIII (norteamericana y francesa) y la revolución comunista rusa (1917). De
hecho, para Lenin el único derecho de la clase trabajadora es el trabajo (rabota) .
De ahí pues que la “Declaración de los Derechos del Trabajador” debía cumplir la
función ideológica de la “Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789”. Incluso en el tema del Terror la revolución rusa se diferencia
cualitativamente de la revolución francesa19
La Historia del Constituconalismo ruso es más tardía que la del Constituconalismo
occidental. Este hecho, nos permite contextualizar adecuadamente la Constitución
de 1918. En efecto, a diferecia de occidente, donde el derecho romano realiza un
largo proceso de recepción –glosadores, comentaristas, canonistas, humanistas,
codificadores, constitucionalistas-, especialmente del Humanismo a la Ilustración,
inspirados en la filosofía política cristiana y liberal. No ocurre lo mismo en la
Historia del Derecho ruso. La recepción romanista se hizo a través del modelo
bizantino, pero careció de los movimientos y escuelas que se desarrollaron en
Occidente arriba citados. Por el contrario, la Iglesia ortodoxa se mantuvo incólume
en su relación con el poder político, a diferencia de Occidente donde sucede la
Reforma Protestante y la Ilustración. El liberalismo fue debil como filosofía
política en Rusia. Los movimiento constitucionalistas y codificadores de los Zares
Alejo, Pedro el Grande y Catalina la Grande fueron débiles y no prosperaron. El
Manifiesto de 1905 y la Constitución de 1906 –Leyes Fundamentales- también
fueron débiles como propuesta liberal. De hecho, la Constitución de 1906, una
Constitución dada por el Zar, mantenía la estructura absolutista del poder
monárquico. El Zar siempre receló de la Duma y de la autonomía del Poder
Legsslativo. Sólo con la revolución de febrero de 1917, bajo el gobienro liberal –
socialdemócrata de Kerensky se logró convocar a una Asamblea Constituyente
para redactar una Constitución democrática, con el ejercicio pleno del poder
constituyente de la comunidad. Sin embargo, la dinámica revolucionaria abortó el
proyecto de Kerensky, y aun acuando Lenin y los bolcheviques habían apoyado en
un principio la propuesta de Kerensky, fue desechada por Lenin en las “Tesis de
Abril”. Para ese entonces el lider bolchevique había cerrado un acuerdo con el
Estado Mayor Alemán. Hasta el presente está abierta la controversia si Lenin fue
un agente de la inteligencia alemana. Si bien los documentos no son concluyentes
a favor de esta interpretación, tampoco lo liberan de un compromiso con la
Inteliugencia militar alemana, y sin cuyo apoyo logístico la revolución bochevique
no habría tenido éxito. Pero el fantasma de la Asamblea Constituyente y de la
Constitución no habían desparecido. En efecto, Lenin enfrentó nuevamente el
problema a fines de 1917 comienzos de 1918, esta vez ya triunfante y a medio
consolidar la revolución bolchevique en todo el territoiro del imperio. Los
19 MAYER, ARNO, The Furies. Violence and Terror in the French and Russian Revolutions (Princeton University Press, 2000)
resultados de la elección celebrada en esas semanas, única en la Historia rusa,
fueron una derrota significativa para los bolcheviques. Cabe señalar que Lenin y
los dirigentes bolcheviques consideraban la Asamblea Cnstitituyente y la
Constitución como una expresión del derecho burgués, de clase, que había que
combatir. La votación de la Asamblea Constituyente ponía en entredicho el poder
de los bolcheviques, por consiguiente Lenin, a pesar de minoría obtenida en la
votación, y basada sólo en la fuerza de las armas de un ejercito revolucionario
parcialmente victorioso, disolvió la Asamblea Constituyente y el proyecto de
Constitución se esfumó20. Inmediatamnete, promulgó la “Declaración de los
Derechos del Trabajador y Pueblo Explotado”, y luego se formó una Comisión
para redactar la que sería la primera Constitución soviética y primera constitución
comunista del mundo, promulgada en julio de 1918. Lenin fue el padre indiscutible
de la Constitución de 1918. La comisión redactora estaba formada por Sverdlov
(Presidente), Stalin (Comisario de las Nacionalidades), Bujarin (editor de Pravda),
Pokrovskii (Profesor), Stelkov (editor de Izvetia).
El historiador británico E. H. Carr compara la actitud de Lenin hacia la Asamblea
Constituyente con la de Cromwell y Napoleón, los cuales una vez tomado el poder
procedieron a eliminar el Parlamento y la Asamblea, sedes del Poder Legislativo, y
perseguir a la oposición21. La “Declaración de los Derechos del Trabajador” era la
respuesta comunista a la “Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano” de 1789, que encarnaba los ideales del constitucionalismo liberal
burgués. La guerra civil (1918-1921), que era la opción política de los bolcheviques
sobre la opción constitucional, significaba el exterminio de los terratenmientes y
burgueses22. En otras palabras, el exterminio de clase. A pesar de la vigencia de la
Constitución de 1918, el período de la guerra civil es la etapa del Comunismo de
Guerra y del Terror. Y esta va a ser una de las caracteristicas de la “legalidad
revolucionaria” y de la “justicia revolucionaria”, demostrando con ello que el
Constitucionalismo ruso era formalmente en cuanto a discurso partidario de una
Constitución escrita, pero en la práctica la Constitución significaba una
concentración del poder, esta vez en manos del Partido bolchevique, y una justicia
que estaba basada en la Policía secreta, juicios sumarios, un sistema carcelario que
se extendió por toda la geografía del imperio –GULAG- y una represión y terror
masivos. De hecho, como señala el Jurista e Historiador del Derecho, R.
20 LENIN, VLADIMIR, Draft Decree on The Dissolution of The Constituent Assamble (1918), disponible en: https://www.marxists.org
21 CARR, EDWARD HALLET, La Revolución bolchevique 1917-1923. I. La conquista y organización del poder. Segunda parte. La estructura
constitucional, pp. 119-268(1950, trad.castellana Alianza Universidad, Madrid, 1979)
22 SUMPF, ALEXANDRE, Russian Civil War, disponible en https://www.1914-1918-online.net/ International Encyclopedia of the
27 PIRANI, SIMON, The Russian Revolution in Retrat, 1920-1924. Soviet workers and the new communist elite (Oxon, Routledge, 2008)
28 CARVAJAL, PATRICIO H, La República de Weimar y su significado para la Historia política Contemporánea de Europa, en Notas Histórica
y Geográficas N° 5-6 1994-1995, pp. 307-315
29 RITTER, GERHARD, El Estado Social, su origen y desarrollo en una comparación internacional (1989, trad. Castellana Ministerio del
on the Basis of Archival Evidence, en The American Historical Review, vol 98, N° 4 (oct.1993), pp. 1017-1049
37 Feofanov, Yuri; Barry, Donald, Abitrary Justice: Courts and Politics in Post Stalin Russia. Report. 9. Part VI: Political
38 FIGES, ORLANDO, La Revolución rusa (1891-1924). La tragedia de un pueblo (1996, trad. Cast. Barcelona, Editorial EDHESA,
Primera reimpresión, 2014). Señala Figges: “Bajo el regimen de Lenin, y no de Stalin, la Cheka se iba a convertir en un inmenso
estado policial. Tenía su propia infraestructura de Leviatán, desde los comités caseros a los campos de concentración, y
proporcionaba empleo a más de un cuarto de millán de personas. Éstos eran los oprichniki bolcheviques, la policía detestada de
Iván el Terrible. Durante la guerra civil fueron ellos los que aseguraron la supervivencia del régimen en el denominado “frente
interno”. El Terror se convirtió en un elemento integral del sistema bolchevique durante la guerra civil. Nadie sabrá nunca el
número exacto de personas reprimidas y asdesinadas por la Cheka en aquellos años. Pero sin duda fueron varios centenares de
miles , si se incluyen a todos los que estuvieron en sus campos de concventración y en prisiones y a aquellos que fueron ejecutados
o asesinados por tropas de la Cheka en la represión de huelgas y rvueltas. Aunque nadie conoce las cifras exactas, es posible que
fueran asesinadas más personas por la Cheka de las que murieron en las batallas de la guerra civil”, p. 709.
experimento. La Isla paso a ser conocida en la memoria histórica soviética como
la “Isla de los Canibales”39.
En el Constitucionalismo liberal clásico moderno la Constitución es un
instrumento de límite del poder. Como se trata originariamente de un pacto o
contrato social, esto es, poder constituyente originario, deberes y derechos,
representación, división de poderes, derecho de resistencia contra la tiranía,
soberanía limitada por la Constitución y por las instituciones del Estado de derecho
que se originan a partir de ella; en el Constituconalismo comunista, en cambio, y
en concreto la Constitución de 1918 que aquí nos ocupa, nada de ello existe. De
hecho, la Constitución bolchevique inaugura una nueva forma de gobierno, la
“dictadura del proletariado”,. formulada por Marx en el “Manifiesto Comunista”
de 1848, como una etapa intermedia entre la sociedad capitalista y la sociedad
comunista. En la historia del pensamiento marxeano es Lenin el que mayormente
ha teorizado sobre esta tipología estatal. La Constitución Soviética de 1918 señala
la modalidad que debe asumir la dictadura del proletariado: “Con el objeto de
destruir todas las clases parasitarias de la sociedad y para organizar el régimen
económico, ha sido instituido el trabajo obligatorio para todos. A fin de garantizar
la plenitud del Poder a favor de las masas trabajadoras y de eliminar toda
posibilidad de restablecimiento del Poder de los explotadores, el Congreso decreta
el armamento de los trabajadores, la formación del Ejército Rojo socialista de los
obreros y campesinos y el desarme completo de las clases posesoras” (Art. 3, f, g).
La formulación más explícita de esta “dictadura del proletariado” se encuentra en
el siguiente texto de la Constitución de 1918:”Durante la actual fase de transición,
el objeto principal de la Constitución de la RSFSR consiste en el establecimiento,
mediante un fuerte poder soviético en toda Rusia, de la dictadura del proletariado
de las ciudades y del campesinado más pobre, a fin de conseguir el aplastamiento
completo de la burguesía, la abolición de la explotación del hombre por el hombre
y la instauración del socialismo, bajo el cual no habrá ni división de clases ni poder
del Estado” (art.9). Este artículo en sí constituye una meta teoría del
Constitucionalismo comunista y a la vez un criterio de dogmática constitucional –
no hay lugar para una interpretación constitucional- de la teoría de la Constitución
comunista. La Historia del Derecho Comunista y la Historia Constitucional del
Comunismo global se remiten a este principio dogmático. No es el caso aquí de
revisar las Constituciones de los Estados comunistas, pero todos los Estados
socialistas de la era soviética, y los que perduran hoy como Corea del Norte, Cuba,
China Comunista se remiten a este principio. Como señaló el Fiscal Vyshinsky, el
Partido es el único intérprete del Derecho40.
39 WERTH, NICOLÁS, Cannibal Island. Death in a Siberian GULAG (Princeton University Press, 2007)
40
VYSHINSKI, ANDREI, The Law of the Soviet State (Macmillan, New York, 1948)
El Congreso de los Soviets es la institución principal del poder soberano en la
URSS. Pero la membresía a dicho poder está cooptada por un régimen electoral de
partido único –una de las características del Estado totalitario- (Tit. III. Del Poder
Soviético. Cap. VI Del Congreso de los Sovites, arts. 24-30). Una de las novedades
de la Constitución de 1918 fue la creación de la llamada “democracia comisarial”,
cuyo objetivo es la administración del Estado (Cap. VIII. Del Consejo de los
Comisarios del Pueblo, arts. 37- 48). Se crean un total de 18 Comisariados –
Ministerios, en la teoría constitucional occidental-. No existe en la Constitución de
1918, como hemos indicado, una división de poderes –funciones- cono en la teoría
constitucional liberal. Es el Congreso de los Soviets el que concentra las tres
funciones : Ejecutiva, Legislativa, Judicial (art. 49-51). Hay un elemento
democrático indiscutible en la Constitución Soviética de 1918, que de acuerdo con
el cumplimiento de ciertos requisitos son en principio elegibles para los cargos
todos los ciudadanos, incluidos los militares (Tit. Cuarto. Del Derecho a elegir y a
ser elegidos. Cap. XIII. Arts. 64-78).
La Constitución bolchevique de 1918, como pimera Constitución comunista de la
Historia, fue una Constitución programática, y en este sentido tenía que reafirmar
las directrices políticas de la “Declaración de los Derechos del Trabajador” que la
precede. El Derecho Presupuestario, Cap. XVI, arts. 79-88). En el artículo 79
dispone: “La política financiera de la RSFSR, en el momento actual de dictadura
de los trabajadores, contribuirá al objeto esencial de la expropiación de la burguesía
y la preparación de condiciones de igualdad general de los ciudadanos de la
República en materia de producción y reparto de bienes. Para estos fines se
establece la tarea de asegurar al poder soviético el derecho a disponer de todos los
medios necesarios para la satisfacción de las necesidades locales y generales de la
República soviética por encima del derecho a la propiedad privada”
La Constitución de 1918 determinó el camino a seguir al experimento social del
comunismo soviético entre 1918 y 1991. Las reformas económicas fueron las
siguientes: Comunismo de Guerra, NEP, Planes Quinquenales, Perestroika.
Ninguna de estos programas económicos logró llevar a la URSS a desarrollar una
ventaja competitiva, una economía eficiente, una adecuada asignación de resursos,
una producción de bienes básicos para sus ciudadanos. Y si bien llevaron a cabo
en cuarenta años (1917-1957) la revolución industrial – tecnológica, que en
Occidente se desarrolló en trescientes años, llegando incluso a liderar la carrera
espacial, la economía soviética fue siempre un experimento de reformas y
contrarreformas, según el plan trazado por la Constitución de 1918. El fracaso del
Comunismo soviético, el colapso, desintegración y disolución de la URSS (1989-
1991) prueban el fracaso de la utopía comunista y la perversión ideológica del
derecho comunista, que en definitiva en vez de permitir la justicia social fue el
instrumento de una iniquidad cuya estadística está formada por millones de
víctimas en todo el mundo. El fracaso de la revolución y de sus objetivos fue
advertido por R. Luxemburg en el momengto mismo de la promulgación de la
Constitución de 191841. A ella se sumarían las críticas de algunos bolcheviques:
Trostky42, Radek43, Serge44. Éstos últimos ajusticiados y asesinados por orden de
Stalin. Desde la perspectiva del pensamiento jurídico la crítica de Kelsen al derecho
soviético que surgió de la Constitución de 1918 es demoledora45. Otro tanto cabe
decir de la crítica proveniente de la ciencia económica representada por la figura
de von Mises, en el célebre debate: “Wirtschaftsrechnung im Sozialismus”, cuando
formula empíricamente la imposibilidad del socialismo al negar el mercado, como
lo establecía la Constitución de 191846.
III. La Constitución soviética de 1918 y la Weltrevolution. El
Constutucionalismo comunista y la traslación de su derecho
De acuerdo a la premisa de investigación propuesta, esto es, el Constitucionalismo
como discurso político, cabe ahora sumariamente referirnos a la traslación de la
Constitución bolchevique, especialmente a Chile. L. E. Recabarren publica en 1921
un Proyecto Constitucional47. Este discurso es el primer programa comunista que
se formula en el naciente movimiento comunista chileno, siguiendo las directrices
de la III Internacional y del Komintern. El impacto de las ideas comunistas, pero
especialmente de la Revolución bolchevique, de sus métodos y consecuencias fue
significativo en Iberoamérica48 y Chile49. La Constitución de 1925 –liberal,
socialdemócrata- fue una respuesta al temor comunista. Así lo manifiesta el jurista
J. Guerra, uno de sus primeros intérpretes50. Otro tanto cabe decir del Código de
Trabajo de 1931 que recoge los fundamentos de la Constitución del Trabajo de la
OIT. El Código del Trabajo chileno de 1931, paradigma de la Codificación laboral
en Iberoamérica, es una respuesta hasta cierto punto al temor del fantasma del
Comunismo, según indica su redactor, el jurista M. Poblete, pues el sindicalismo
en https://www.mises.de
47 RECABARREN, LUIS, Proyecto de Constitución para la República Socialista de Chile (Santiago, 1921)
48 LOWY, MICHAEL, El Marxismo en América Latina (Santiago, LOM Ediciones, 2007)
49 FERMANDOIS, JOAQUÍN, La Revolución inconclusa. La izquierda chilena y el gobierno de la Unidad Popular (Santiago, Centro de Estudios
Públicos, 2013)
50 GUERRA, JOSÉ, La Constitución de 1925 (Santiago de Chile, Gráficos, Balcells & Co., 1929). Señala Guerra: “Si el comunismo
ha prendido en Chile con la rapidez de un incendio, no es tan sólo por la propaganda de elementos adventicios, sino también
porque el terreno estaba preparado para hacer germinar la simiente importada de luengas tierras. Aunque duela decirlo, hay que
reconocer que si el comunismo no hubiera llegado desde Rusia hasta Chile, el tiempo nos habría podido reservar la sorpresa de
que fuera desde Chile hasta Rusia”, p. 128
chileno estaba alineado con la III Internacional Comunista51. El contexto de la
Constitución de 1925 y del Código del Trabajo de 1931 son la respuesta del país a
la crisis internacional que se desata a partir de 1929 y cuyo impacto en la economía
chilena será demoledor, alcanzando la mayor caída del comercio internacional de
los países del mundo52. Tal fue la magnitud de la crisis social chilena, que la
Marinería se subleva en 1931, en principio por las bajas remuneraciones, y luego
se transforma en una fuerza insurgente que declara la República socialista chilena
de los Soviets. Este intento revolucionario fue planificado por el Partido
Comunista chileno como objetivo de la estrategia de la Weltrevolution del
Komintern soviético.
A fines de la década de 1960 la crisis constitucional chilena era evidente. Si la
Constitución de 1925 y el Código del Trabajo de 1931 habían logrado neutralizar
parcialmente el fantasma comunista, la institucionalidad creada por ambos Códigos
no fue suficiente para encauzar por la vía de la negociación democrática algunas
demandas sociales, como la reforma agraria. Juristas de distintas lineas ideológicas
manifestaban su disconformidad frente a la realidad social. En efecto, E. Novoa,
desde una perspectiva crítica marxista, que tiene como referente la revolución
bolchevique y su derecho, aunque discrepe de algunas de sus formalidades, formula
uno de los discursos jurídicos ideológicos más radicales de la época, lo que
constituye un anticipo de su actividad como asesor jurídico del Gobieno de la
Unidad Popular53. El Programa de Gobierno de la Unidad Popular también
contemplaba una reforma constitucional desde la óptica del Constitucionalismo
soviético de 191854. Finalmente, se puede afirmar que el Proyecto Constitucional
del Presidente Allende de septiembre de 1973 era un paso definitivo para la
instauración de un Estado socialista totalitario, basado en los principios jurídicos
ideológicos de la Constitución de Lenin de 191855.
Conclusión
La II Revolución Rusa 1917 fue un experimento social como nunca había ocurrido
en la Historia. Esta fue la percepción de partidarios y críticos de los bolcheviques.
La Constitución soviética de 1917 inauguró el Constitucionalismo comunista
mundial. La traslación de los principios constitucionales del comunismo fue global.
51 POBLETE, MOISÉS, Evolución del Derecho Social en América (Santiago, Editorial Nascimento, 1941). Señala Poblete:”Pero el
movimiento sindical alcanza un considerable desarrollo principalmente en Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay. En estos
países hay núcleos, más o menos fuertes, que se inspiran en la II Internacional de Amsterdam; otros, en la Internacional
Demócrata Cristiana, y, principalmente, en Chile, un grupo poderoso que sigue a la Tercera Internacional Roja de Moscú”, p.
127
52 ORTÍZ, EDUARDO, La Gran Depresión. 1929. El impacto en Chile (Santiago, LIBERALIA Ediciones, 2014)
53 NOVOA, EDUARDO, La Renovación del Derecho, en Revista de Derecho Universidad de Concepción. N° 144, año XXXVI (abr-
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