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LECTURA:

LOS SEIS SABIOS CIEGOS Y EL ELEFANTE (cuento popular)


Más allá de Gor había una ciudad en la que todos sus habitantes eran ciegos. Un
rey con su cortejo llegó al lugar, trajo su ejército y acampó en el desierto. Tenía
este rey un poderoso elefante que usaba para atacar e incrementar el temor de la
gente; la población estaba ansiosa por ver al elefante y algunos ciegos se
precipitaron como locos para encontrarlo.
Como no conocían ni siquiera la forma y el aspecto del elefante, tantearon
ciegamente para reunir información palpando algunas partes de su cuerpo.
Cada uno pensó que sabía algo, porque pudo tocar alguna parte de él. Cuando
volvieron junto a sus conciudadanos, impacientes grupos se apiñaron a su
alrededor... Preguntaron por la forma del elefante y escucharon todo lo que
aquellos dijeron:
El hombre que había tocado la oreja dijo:
- “El elefante es una cosa rugosa, grande, como una alfombra ancha y gruesa”.
El que había tocado la trompa dijo:
- “Yo sí sé la realidad; el elefante es un tubo recto y hueco, horrible y
destructivo”.
El que había tocado sus patas dijo:
- “¡Son pavadas!. El elefante es poderoso y firme como una columna”.
Cada uno había palpado una de las partes, cada uno lo había percibido
parcialmente... y ninguno conocía la totalidad. La totalidad se construye con los
aportes de las diferentes percepciones, lo que nos permite en esencia una
comunicación eficaz.
 Reflexiona y comenta la lectura buscando ejemplos de tu día a día. ¿Cuántas
veces te ha pasado estar hablando de lo mismo y no estar entendiéndote con el
otro? ¿Qué se puede hacer para que esto no suceda?
 Describe una situación con alguien en la que hayas utilizado la
escucha empática conscientemente, y analiza tu actuación respondiendo a las
preguntas que se plantean.
10 rasgos que definen a las personas que consiguen resultados
(…) Existe un error habitual y es pensar que las personas que consiguen
resultados, digamos “excepcionales”, que a muchas personas les gustaría lograr,
son gente “especial”, dotada de talentos innatos o que la naturaleza les ha
señalado como los elegidos. No es así. Son gente como cualquiera, pero que sí
aglutinan una serie de características, que lo más importante es que están al
alcance de todos.

¿Cuáles son esas características?

1. Son personas que tienen claro lo que quieren.


La principal causa por la que la gente no consigue lo que quiere es que no sabe lo
que quiere. Muchas personas funcionan por inercia, dejándose llevar, en piloto
automático; y como decía Séneca: “No hay buen viento para quien no sabe
adónde va”. Cuanto más concretas, detalladas y específicas son nuestras metas,
más fáciles de conseguir, porque entonces se pueden alinear todos los recursos,
concentrar todas las energías y diseñar todas la acciones hacia ese fin. De otro
modo, cuando las metas son difusas, uno anda pegando tiros por aquí y allá y las
fuerzas andan demasiado dispersas.
2. Son personas de Acción.
Si decides hacer algo y no actúas en realidad no has decidido nada. La acción es
la verdadera medida de la inteligencia. Son personas que no esperan a que se den
las circunstancias perfectas, a contar con todos los medios a su alcance, o a ver
todo el camino por delante. Son personas que se ponen en movimiento y sobre la
marcha van descubriendo las soluciones. Cuando uno se pone a caminar está
provocando que ocurran cosas. Lo peor es el inmovilismo, quedarse quieto,
parado a que venga la inspiración divina o aparezcan las circunstancias idóneas.
Nunca ocurre y encima el tiempo pasa. Y el tiempo es la variable más importante
con la que contamos las personas, porque el tiempo es el que es y se agota; no se
puede recuperar, reciclar y nada. Cada hora que pasa y no se aprovecha, se
pierde. Por eso Karen Lamb decía: “Dentro de un año te arrepentirás de no haber
empezado hoy”. El secreto de avanzar es siempre comenzar.
3. Son personas disciplinadas.
La disciplina es hacer lo que se tiene que hacer aunque no apetezca. Lo difícil no
es saber lo que hay que hacer, es hacerlo. Si uno quiere adelgazar se va a un
especialista en nutrición, le dice la dieta que tiene que seguir, pero luego la gente
se la salta. Si uno quiere tener un cuerpo diez, se va a un especialista en
preparación física, y le dice los ejercicios a realizar, pero luego la gente deja de ir
al gimnasio. La pereza es el mayor enemigo de la disciplina. Mucha gente no
consigue resultados, porque prefiere hacer lo cómodo a lo necesario. Lo decía
Víctor Hugo: “A nadie le faltan fuerzas, lo que a muchos les falta es voluntad”.
Para conseguir resultados extraordinarios no hay que hacer cosas extraordinarias,
pero sí ciertas cosas repetidas a lo largo del tiempo.
4. Son personas que no pierden el Foco.
Son personas que han decidido dedicarse intensamente a algo. La dispersión es
uno de los grandes enemigos en la consecución de objetivos. Steve Jobs decía en
una ocasión: "Cuando te dedicas a construir algo tan grande como Apple tienes
que dejar de vivir otras vidas que podrías estar viviendo". Vivir es elegir y elegir
es descartar. Son gente que sabe decir no a muchas cosas, y no se centran en lo
que pierden con las alternativas descartadas, sino que se centran en lo que ganan
con la elegida.
5. Son personas que tienen Paciencia.
Casi todo lo bueno de la vida se cuece a fuego lento. Tarda tiempo en llegar. No
se siembra hoy y se recoge mañana. Para mí la Paciencia es, quizás, la virtud más
difícil de encontrar en el Desarrollo Personal, porque hablar de Paciencia es
hablar de futuro; y el futuro no nos lo puede garantizar nadie. Por eso hablar de
Paciencia es hablar de FE, y qué significa FE, confiar en lo que no se ve; que si
uno trabaja y tiene capacidad de esperar, los resultados llegan, pero nadie nos lo
puede garantizar. El problema de la mayoría de la gente es que al no ver
resultados, desiste. No existen metas no realistas, sólo tiempos no realistas. Todo
es posible si uno se da el tiempo suficiente. El problema es que las personas no
buscamos “soluciones” sino “milagros”: sea bilingüe en diez días, aprenda a
negociar con nuestro curso on-line o sea líder con nuestro programa de fin de
semana… Y no funciona así la cosa.
6. Son personas que ponen la responsabilidad en ellos mismos.
La autorresponsabilidad es el primer requisito del autoliderazgo. Son gente que
no espera a que nadie les resuelva la vida, porque saben que si se hace, puede
pasar el tiempo y seguir igual. No se centran en el qué va a pasar, sino que ponen
el foco en el qué voy a hacer. Sí, es cierto, hay injusticias, trabas burocráticas y
muchos obstáculos… pero no dedican un minuto a quejarse y lamentarse, sino
que ponen su atención en cómo bordearlos. Quejarse puede hacernos sentir
mejor, pero no soluciona nada.
7. Son personas que tienen una fuerte Determinación.
Y Determinación significa decidir por adelantado que pase lo que pase uno va a
seguir adelante. A pesar de los obstáculos, de las injusticias, de las críticas, de los
fracasos… no se para. Will Smith, el actor de Hollywood, para explicar lo que
era su compromiso y determinación con el trabajo, ponía el siguiente ejemplo:
"Aquí hay dos máquinas de correr de gimnasio, yo me voy a subir en una y tú en
otra, y sólo pueden ocurrir dos cosas: o tú te bajas antes o yo muero en la cinta".
Eso es Determinación, algo por lo que uno está dispuesto a apostarlo todo. En la
vida no hay que preguntar a la gente qué quiere conseguir, sino qué está
dispuesta a perder, porque eso indica el grado de compromiso que tiene con la
causa, con sus metas.
8. Son personas mentalmente sana.
Son gente que tiene diálogos internos constructivos. No se flagelan. El mayor
enemigo: los pensamientos negativos, esos monstruos mentales que nos torturan,
nos sabotean, nos arrinconan y nos hacen sentir pequeños: no soy bueno, no soy
capaz, no me lo merezco, no va a salir bien… La mente es el arma más poderosa
con la que contamos las personas, pero la mente o la controlas tú a ella o te
controla ella a ti. Cambiar la forma de pensar, cambia la forma de actuar.
9. Son personas que se mueven en entornos adecuados.
Hay entornos tóxicos y entornos estimulantes; entornos que sacan lo mejor de
uno y entornos que reprimen el potencial que hay dentro de cada persona;
entornos con gente que te carga de energía y entornos con gente que te chupa
energía; entornos que potencian la confianza y entornos que alimentan el miedo.
Los límites no están en las personas, están en los entornos. ¿Y qué son entornos?
La tierra en la que se cultiva: si la semilla es buena, pero el terreno no es fértil, no
saldrá nada. Por el contrario, si a una persona se la pone en buena tierra y se la
riega, crece sin parar; porque estamos hechos para eso: para crecer, mejorar,
evolucionar.
10. Son personas que tienen una actitud de mejora continua.
Nuestra vida es un reflejo de nuestro desarrollo personal, por eso no hay mejor
inversión que la que se hace en uno mismo. La gente que no se desarrolla se
deprecia porque se desprecia. Son gente que siempre piensan cómo mejorar; no
dejan de leer, estudiar, acudir a conferencias y seminarios, relacionarse con
gente. Y en este tema del desarrollo personal hay una cuestión que conviene
destacar. Hay gente que dice: “Es que yo soy así”. Tú siempre puedes cambiar y
tú siempre puedes mejorar, porque tú siempre puedes aprender. El activo
económico más valioso que tiene una persona es su capacidad de aprender.
Dentro de cada persona hay un gran poder interior, y la cuestión es si ese poder
está activado o no. La gente que consigue resultados es gente que ha activado,
consciente o inconscientemente, ese poder. La principal debilidad humana es que
nos infravaloramos, que creemos que no somos lo suficientemente buenos. A
menudo vamos por la vida con el freno de mano echado. Nuestra vida es un
reflejo de nuestra autoestima, que no es otra cosa que la reputación que tenemos
de nosotros mismos; si esa reputación no es elevada, es difícil que ocurran cosas
grandes. Por ello lo primero y más importante que hay que aprender es aprender
a creer en uno mismo. Cada persona es mucho más que lo que ella piensa de sí
misma. Cuando conseguimos liberarnos de todas creencias, límites y miedos que
nos atan, a partir de ahí cualquier meta está a nuestro alcance. Y ojo, que diga
que cualquier meta esté a nuestro alcance no quiere decir que sea fácil. Como
hemos visto: hay que tener claro lo que se quiere, pasar a la acción, ser
disciplinado, no perder el foco, tener paciencia, poner la responsabilidad en uno
mismo, tener una fuerte determinación por lo que queremos, cultivar hábitos
mentales sanos, moverse en los entornos adecuados y finalmente tener una
actitud de mejora continua (…)
LECTURA: Asamblea en la carpintería (autor desconocido)
“Cuentan que a medianoche hubo en la carpintería una extraña asamblea. Las
herramientas se habían reunido para arreglar diferencias que no las dejaban
trabajar.

El Martillo pretendió ejercer la presidencia de la reunión, pero enseguida la


asamblea le notificó que tenía que renunciar:

- No puedes presidir, Martillo – le dijo el portavoz de la asamblea – Haces


demasiado ruido y te pasas todo el tiempo golpeando.

El Martillo aceptó su culpa, pero propuso:

- Si yo no presido, pido que también sea expulsado el Tornillo, puesto que


siempre hay que darle muchas vueltas para que sirva para algo.

El Tornillo dijo que aceptaba su expulsión, pero puso una condición:

- Si yo me voy, expulsad también a la Lija, puesto que es muy áspera en su trato


y siempre tiene fricciones con los demás.

La Lija dijo que no se iría a no ser que fuera expulsado el Metro. Afirmó:

- El Metro se pasa siempre el tiempo midiendo a los demás según su propia


medida, como si fuera el único perfecto...

Estando la reunión en tan delicado momento, apareció inesperadamente el


Carpintero, que se puso su delantal e inició su trabajo. Utilizó el Martillo, la Lija,
el Metro y el Tornillo. Trabajó la madera hasta acabar un mueble. Al acabar su
trabajo, se fue.

Cuando la carpintería volvió a quedar a solas, la asamblea reanudó la


deliberación. Fue entonces cuando el Serrucho, que aún no había tomado la
palabra, habló:

- Señores, ha quedado demostrado que todos tenemos defectos, pero el carpintero


trabaja con nuestras cualidades. Son ellas las que nos hacen valiosos. Así que
propongo que no nos centremos tanto en nuestros puntos débiles, y que nos
concentremos en la utilidad de nuestros puntos fuertes.

La asamblea valoró entonces que el Martillo era fuerte, el Tornillo unía y daba
fuerza, la Lija era especial para afinar y limar asperezas, y observaron que el
Metro era preciso y exacto. Se sintieron un equipo capaz de producir muebles de
calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

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