Você está na página 1de 9

ALUMNO: CARLOS ALBERTO CASTAÑEDA ESCOBEDO

ID: 165570

CARRERA: CIENCIAS DEL ARTE Y GESTIÓN CULTURAL

MATERIA: CONTEXTO CULTURAL VI

TITULO: Una Pintura, Una Revolución

FECHA: 08-12-2015
INTRODUCCIÓN
La sociedad es una bendición en todo Estado, pero el
gobierno, aun en el mejor de los casos, no es más que
un mal necesario. En el peor de los casos, es un mal
intolerable. “Thomas Paine”

Con estas palabras Thomas Paine rebelaba un absoluto desprecio, a la tradición y a los sentimientos
de la monarquía y la constitución británica; que ironía siento ahora con sus palabras, pues tantos
años después de la “independencia de las trece colonias norteamericanas”, el poder de su
pensamiento, refleja a la perfección los sentimientos de incontables ciudadanos del mundo, quienes
creemos que la sociedad y no el Estado, somos los creadores de la historia, los que instauramos
como pequeñas neuronas, redes interminables de información, creadora de pensamientos brillantes
y de manifestaciones trascendentales e inmortales como “el arte”.

Este último término realmente interesa para este ensayo, pues nuestra ya acostumbrada
mirada “histórica” a veces nos limita ver una línea de tiempo sin interferencia; pues ahora
intentemos ponernos “la mirada artística de la historia” y los globos oculares de un artista como
John Trumbull quien encontró en la pintura, una escapatoria a su tiempo, sin imaginarse la
trascendencia que su obra Declaration of Independence tendría en el mundo, pues como ya Jean
Grondin comenta sobre la distancia temporal (histórica) de la que habla Gadamer:

(…) Gadamer pone de relieve la productibilidad de la distancia temporal. Desde la retrospectiva histórica a
menudo estamos en condiciones de reconocer aquellos principios de la interpretación que de hecho se han
mostrado eficientes. Podemos experimentar esto, por ejemplo, en el arte contemporáneo. Desde la época
misma resulta casi imposible averiguar los enfoques artísticos realmente valiosos del presente. 1

Pues desde esta retrospectiva histórica, veamos lo realmente valioso de la mirada de John
Trumbull al “embotellar el alma” de los diferentes firmantes y toda una nación revolucionaria en
Declaration of Independence y conozcamos los símbolos y los signos que los diferenciarían por
siempre en la historia.

1
Jean Grondin, Introducción a la Hermenéutica Filosófica, Empresa Editorial Herder, S.A., Barcelona-
España, 1999, Pág. 164.
DESARROLLO
Es esta retrospectiva histórica que rodea a Declaration of Independence, la que crea para mí una gran
emoción, pues quiero dialogar con ella y tal vez, encontrar algún secreto que la misma historia no haya
contado ya sobre este gran acontecimiento revolucionario independentista; para esto es importante, no
ser participe en un juego de palabras sin sentido, de una conjunción de oraciones y párrafos, que nos
lleven a un callejón sin salida. Por eso creo importante, utilizar un método que nos indique el camino
correcto; por eso “platicare” con Erwin Panofsky y utilizaremos su “método iconográfico-iconológico”
desarrollando de la mejor manera, sus tres niveles de investigación: Descripción Preiconográfica,
Análisis Iconográfico y Análisis Iconológico.

También partiendo de lo propuesto por el pintor ruso “abstraccionista” Vasili Kandinsky, en


su obra Punto y Línea Sobre el Plano, dividiremos el plano básico de la obra Declaration of
Independence en cuatro partes iguales, atravesada por un eje vertical (línea roja) y otro horizontal
(línea amarilla), el cual en su intercesión, marcara el centro de la obra, así estableceremos la relación
arriba y abajo e izquierda y derecha; esto nos servirá, para establecer la posición exacta, de los
diferentes elementos que contiene la pintura.
Descripción Preiconográfica
Dicho lo anterior, podemos percibir en el plano superior izquierdo, dos muros de color
blanco difuminado con sombras, el primero revela una puerta de una altura considerable de color café
ocre, perteneciente al estilo “barroco sobrio”, a su lado un listón Azul marino con un centro dorado
envolviendo tres lanzas de banderas, también se observan tres banderas de colores alternados entre
azul acuático, rojo ladrillo y amarillo barita, teniendo encima un tambor y dos trompetas doradas,
formando estas últimas una “X”; el segundo muro solo muestra dos cortinas de color rojo ladrillo;
podemos reconocer que este plano alberga la mayor cantidad de personajes de la pintura, teniendo 31
de los 49 totales, todos ellos vestidos con colores que oscilan en los grises, negros, rojos y cafés.

Ahora dentro del plano superior derecho, encontramos igualmente dos muros color blanco,
estos se encuentran difuminados, pero contienen menos sombras que los dos muros del plano superior
izquierdo; el primero tiene una puerta color café ocre con un estilo “barroco sobrio”, aquí también
podemos observar las puntas de dos lanzas, con sus respectivas banderas color blanco, azul, rojo y
amarillo; el segundo muro al igual que en el otro extremo de la pintura, solo tiene dos cortinas de color
rojo ladrillo, estas tienen más iluminación gracias a la luz creada por el efecto de ventana, que el pintor
realizo para hacer énfasis en los cinco personajes principales, que se encuentran en su mayoría dentro
de este plano; dentro de este también pueden observarse 17 de los 48 personajes totales, vistiendo ropa
que oscila entre los colores rojos, negros, grises y blancos; también sería importante mencionar que
todos los personajes tienen tés blanca.

En el plano inferior izquierdo podemos ver las piernas de al menos cuatro personajes de la
pintura en colores negros y grises, una mesa y dos sillas estilo Luis XV donde están posados dos de los
personajes, la mesa tiene un mantel de color negro con encajes de color blanco difuminado con
sombras y las sillas tienen respaldos color marrón, con asientos color rojo ladrillo; podemos observar
también un piso de madera color marrón siena, típicos del “barroca sobrio” y una alfombra negra con
encajes en blanco estilo Luis IV. Ahora dentro del plano inferior desecho, podemos ver una mesa que
luce un color negro y unos encajes con sombras de color blanco hueso, una silla de color marrón siena
y acabados de color rojo ladrillo estilo Luis XV, en ella se encuentra posado uno de los personajes que
lleva un atuendo color negro y frente a él un montón de papeles color blanco hueso.
Análisis iconográfico
Pareciera que los muros que vemos en las calles, no representan más que un elemento
cotidiano y sin trascendencia; tal vez sea así para muchas personas, pero para los pintores de la
historia, es un elemento indispensable para representar el dinamismo y apariencia de un elemento
arquitectónico. Los muros que encontramos dentro de Declaration of Independence, son frecuentes
en las pinturas de John Trumbull, se repiten indiscriminadamente por toda su obra, esto no es de
extrañarse, pues cuando pensamos en la vida de John Trumbull, sabemos que este tipo de
arquitectura siempre rodeo su vida, pues al provenir de una familia colonial prominente y su papa
ser gobernador de Connecticut, los grandes palacios estaban a la orden del día, además al participar
como soldado y en otra época como ayudante de George Washington, los diferentes elementos como
las grandes puertas de madera, adornado con elementos solemnes realizados en cantera gris propios
del “barroco sobrio” y estas grandes ventanas adornas con las cortinas rojas pertenecientes al estilo
Luis XV, haciendo una obligada alegoría a la teatralidad pictórica, poniendo como protagonista en
el plano más lejano, a las banderas de las trece colonias y la antigua bandera de Inglaterra, puestas
en lanzas de la victoria, símbolo utilizado en diferentes pinturas de reyes, haciendo alusión al
dominio de su reino ante otros; todo esto coronado con un tambor y dos trompetas o flautas, símbolo
de la poesía, pues la música del tambor y las trompetas guiaran el camino del patriota, pues ya
menciona Cesare Ripa:

Poesía: hermosa joven, vestida de azul celeste, sobre cuyo traje se habrán de pintar numerosas estrellas. Irá
coronada de laurel, mostrando los pechos desnudos y repletos de leche, con el rostro encendido y pensativo,
y tres niños alados que vuelan junto a ella, ofreciéndole el primero la Lira y el Plectro, el segundo la Flauta
de Pan, y el tercero la Trompa (…) poema heroico: hombre de muy regia majestad, vestido con traje muy
grave y suntuoso. En la cabeza tendrá una corona de Laurel, sujetando una trompa con la diestra y con la
siniestra un Tambor, así los hombre de la patria, seguirán el camino indicado, sin perderse por ningún
perverso.

Ahora, los personajes de la pintura no corresponden a ninguna alegoría establecida, pues ellos por si
mismos revelan un protagonismo y simbolizan la presencia de las trece colonias; por eso es tan
importante numéralos y señalar quien fue cada uno de ellos, puesto que así revelaran dentro de esta
retrospectiva su importancia historia y su amalgamamiento con el todo dentro de esta pintura.
El personaje con el número uno es: George Wythe (1726-1806) representante de Virginia;
el No 2 es: William Whipple (1722-1803) representante de New Hampshire Whipple; el No 3 es:
Josías Bartlett (1729-1795) delegado al congreso continental de Nueva Hampshire; el No 4 es:
Thomas Lynch (1727-1776) representante de Carolina del Sur; el No 5 es: William Paca (1740-
1799) representante de Maryland, y después fungió como gobernador de este mismo estado; el No 6
es: Samuel Chase, (1741-1811) representante de Maryland, fue también un Juez Asociado de la
Corte Suprema de los Estados Unidos; el No 7 es: algunos lo reconocen como George Walton
(1749-1804) representante de Georgia; el No 8 es: Lewis Morris (1726-1798) representante de New
York quien fuera delegado continental de este estado; el No 9 es: William Floyd (1734-1821)
representante de Nueva York, y político exitoso.

El No 10 es: Arthur Middleton (1742-1787), representante de Carolina del Sur; el No 11


es: Benjamin Harrison V (1726-1791), representante de Virginia, era un americano plantador y
comerciante; el No 12 es: Richard Henry Lee (1732-1794) representante de Virginia; el No 13 es:
Samuel Adams (1722-1803) representante de Massachusetts; el No 14 es: George Clinton (1739-
1812) representante de Nueva York; el No 15 es: Thomas Heyward, Jr. (1746-1809) representante
de Carolina del Sur; el No 16 es: Charles Carroll (1737-1832), representante de Maryland; el No 17
es: Robert Morris Jr.(1734-1806), representante de Pensilvania; el No 18 es: Thomas Willing (1731-
1821) representante de Pennsylvania; el No 19 es: Benjamin Rush (1746-1813) representante de
Pennsylvania.

El No 20 es: Stephen Hopkins (1707-1785) representante de Rhode Island; el No 21 es:


William Ellery (1727-1820) representante de Rhode Island; el No 22 es: George Clymer (1739-
1813) representante de Pennsylvania; el No 23 es: Elbridge Thomas Gerry (1744-1814)
representante de Massachusetts; el No 24 es: Robert Treat Paine (1731-1814) representante de
Massachusetts; el No 25 es: Abraham Clark (1726-1794) representante de Nueva Jersey; el No 26
es: William Hooper (1742-1790) representante de Carolina del Norte; el No 27 es: Joseph Hewes
(1730-1779) representante de Carolina del Norte; el No 28 es: James Wilson (1742-1798)
representante de Philadelphia; el No 29 es: Francis Hopkinson (1737-1791) representante de Nueva
Jersey.
El No 30 es: se desconoce la identidad de esta persona dentro del cuadro; el No 31 es:
Richard Stockton (1730-1781) representante de Nueva Jersey; el No 32 es: Francis Lewis (1713-
1802) representante de Nueva York; el No 33 es: John Knox Witherspoon (1723-1794)
representante de Nueva Jersey; el No 34 es: Samuel Huntington (1731-1796) representante de
Connecticut; el No 35 es: William Williams (1731-1811) representante de Connecticut; el No 36 es:
Oliver Wolcott (1726-1797) representante de Connecticut; el No 36 es: Oliver Wolcott (1726-1797)
representante de Connecticut; el No 37 es: George Read (1733-1798) representante Delaware; el No
38 es: John Dickinson (1732-1808), representante Pennsylvania; el No 39 es: Edward Rutledge
(1749-1800) representante Carolina del Sur. El No 40 es: Thomas McKean (1734-1817)
representante de Delaware; el No 41 es: Philip Livingston (1716-1778) representante de Nueva
York; el No 42 es: Charles Thomson (1729-1824) secretario del Congreso Continental; el No 43 es:
John Hancock (1737-1793) presidente del Segundo Congreso Continental y representante
Massachusetts; el No 44 es: Benjamin Franklin (17061-1790) representante de Pennsylvania; el No
45 es: Thomas Jefferson (1743-1826) representante de Virginia fue un abogado estadounidense y
padre fundador y principal autor de la Declaración de Independencia; el No 46 es: Robert R.
Livingston (1746-1813) fue un abogado estadounidense, político, diplomático de Nueva York; el No
47 es: Roger Sherman (1721-1793) representante de Connecticut; el No 48 es: John Adams, Jr.
(1735-1826) representante de Massachusetts.

Lo anterior acaba de constituir una tarea titánica, pues encontrar y definir el protagonismo
de cada uno de los personajes dentro de la pintura, no refleja solo eso, sino también su importancia
histórica, pues contrario a la creencia popular Declaration of Independence no refleja la firma del
documento que ahora conocemos como “Declaración de independencia” sino la presentación del
proyecto de la declaración por el “Comité de los Cinco” pues el:

10 de mayo el Congreso aconsejó a los Estados que establecieran gobiernos independientes. Virginia y otros
Estados procedieron a hacerlo. El 7 de junio, Richard Henry Lee se levantó en el congreso y pidió “que
estas colonias unidas sean y deban ser por derecho Estados libres e independientes”. Después de un
formidable debate la moción de Lee se impuso el 2 de julio. Mientras tanto el congreso había nombrado una
comisión integrada por Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, Robert R. Livingston, Roger Sherman, John
Adams, que debían preparar una declaración formal. 2

2
Samuel Eliot Morison, Breve Historia de los Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México D.F. pág. 112..
Análisis iconológico
Una posible interpretación sobre esta pintura, revelaría una pensada teatralidad pictórica;
con esto quiero decir que John Trumbull, al ser contemporáneo de lo que pinta, habría conocido a la
perfección, la forma como trascurrieron los acontecimientos históricos, que ahora se volvieron letras
dentro de los libros; debió saber que la firma del documento histórico, no se realizó de manera
simultánea y conocía la importancia de este documento pues:

(…) la filosofía por ella inaugurada ha sido una gran fuerza dinámica en todo el mundo
occidental durante el siglo XIX “de un conveniente respeto por las opiniones de la humanidad” Jefferson
extrajo no solo las razones que impulsaban a Norteamérica a la independencia, sino también los principios
políticos y sociales en el que la Revolución misma descansaba. Los particulares “abusos y usurpaciones”
que se achacaban al Rey, y que ocupaban gran parte de la Declaración, no se expresaban como bases de la
Revolución, sino como meras pruebas de que Jorge III tenía “como objeto directo el establecimiento de una
tiranía absoluta sobre estos Estados”.

Por eso creo que su pintura revela una enorme obra de teatro histórica; decidió poner cortinas
enormes de color rojo ladrillo, que fungieran como telón de esta obra, para que cuando se abrieran
un “hombre de muy regia majestad, vestido con traje muy grave y suntuoso. En la cabeza tendrá
una corona de Laurel, sujetando una trompa con la diestra y con la siniestra un Tambor, así los
hombres de la patria, seguirán el camino indicado, sin perderse por ningún perverso” y se
enfrentaran ante su responsabilidad histórica, golpeando con palabras “los agravios, examinados a la
imparcial luz de la historia, muchos parecen deformados, otros improcedentes”.

Es aquí donde John Trumbull escoge como todo “director” su elenco más derrochador,
más talentoso; por eso de un total de 56 firmantes solo escoge 47, de los cuales 5 de ellos no
firmaron la “Declaración de Independencia”, estos juegan con la vista del espectador, pues su globo
ocular hace que los personajes brinquen y salten por toda la pintura, grietándole al observador “la
vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” y pues si algo tendría que significar los pincelazos
teatrales de John Trumbull seria el corazón de la declaración pues: “cuando quiera que una forma de
gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e
instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios y a organizar sus poderes en la forma
que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad”.
CONCLUSIÓN
Mediante este análisis donde utilice el “método iconográfico-iconológico” de Erwin Panofsky
desarrolle de la manera más puntual, sus tres niveles de investigación, trate también de encontrar
una relación histórica-artística que abonara tal vez, la forma en que vemos el trascurrir de los
eventos históricos, descubriendo el mar de elementos, que pueden ayudarnos a ver desde diferentes
enfoques un solo acontecimiento.

El arte plantea un universo paralelo, un sinsentido atrapado en una época, el sentimiento


de un pincel y su artista, que tratan de educar de diferente manera, de conquistar universos propios
del arte; pues que sería de un siglo IV sin las pinturas de constantito,
de un renacimiento sin su Gioconda y sin su Capilla Sixtina, de un barroco sin su tenebrismo, de un
siglo XIX sin su Noche Estrellada, de un siglo XX sin su Garnica y de una independencia sin su
Declaration of Independence.

FUENTES
-Samuel Eliot Morison, Henry Steele Commager y W. E Leuchtenburg, Breve Historia de los
Estados Unidos, Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1993

-Franklin Escher, Jr., Breve Historia de los Estados Unidos, Editorial “Guarania”, México D.F.,
1955.

-Jean Grondin, Introducción a la Hermenéutica Filosófica, Empresa Editorial Herder, S.A.,


Barcelona.

-Ripa, Césare, Iconología, Akal, 2002, Madrid, España.

Você também pode gostar