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TAXONOMÍA
Ultraestructuralmente, la célula de Blastocystis presenta características similares a
los organismos del reino Protista (Protozoarios): presenta uno o más núcleos,
complejo de golgi y organelas mitocondria-semejantes. Fisiológicamente, no logra
crecer en medios para hongos y no son eliminados por agentes antifúngicos como
anfotericin B. Blastocystis es un anaerobio estricto y es sensible al oxígeno y a
cambios en la tonicidad del entorno. Agentes antibacterianos como ampicilina,
estreptomicina y gentamicina no parecen afectar adversamente el crecimiento de
Blastocystis mientras varios antiprotozoarios parecen inhibir su crecimiento in vitro
(Salinas, 2007).
En resumen, la infección por Blastocystis sp. no parece estar restringida del todo
por condiciones climáticas, grupos socioeconómicos ni por el área geográfica,
teniendo como resultado una distribución mundial(3,17). La infección
probablemente no esté relacionada al sexo pero puede estar influenciada por la
edad de los pacientes, su estado inmune y factores relacionados a higiene. Son
necesarios mayores estudios utilizando análisis genético para determinar las
características epidemiológicas de los subtipos de Blastocystis en diferentes
poblaciones humanas. (Marugan, 1993)
MODO DE TRANSMISIÓN
MORFOLOGIA
El estadío vacuolar, cuya característica es una gran vacuola central que comprime
el citoplasma y el núcleo hacia la periferia celular es el descrito con más
frecuencia en muestras de heces además de ser la forma predominante del
organismo en cultivos siendo considerada la forma celular típica de Blastocystis y
por lo tanto la forma usualmente utilizada para el diagnóstico.
Algunos reportes han descrito esta forma de Blastocystis como la presentación del
organismo en el intestino del hospedero humano.
FORMA AMEBOIDE
FORMA QUÍSTICA
Una serie de ciclos vitales han sido propuestos para Blastocystis; sin embargo
persisten las controversias acerca del modo de reproducción. El ciclo vital
presentado en la mayoría de textos es el propuesto por Zierdt basándose en sus
observaciones en microscopia óptica.
A pesar que dicho ciclo vital es consistente con información actual, este ciclo de
vida debe ser reconsiderado a la luz de recientes estudios ultraestructurales. EL
ciclo vital presentado por Boreham y Stenzel considera información actual de
microscópica electrónica:
La forma quística fue notada con mayor frecuencia en materia fecal almacenada
que en heces frescas sugiriendo que esta forma podría desarrollarse en respuesta
a la salida del hospedero, o factores ambientales externos.
EPIDEMIOLOGÍA
DIAGNÓSTICO
TAXONOMÍA
EPIDEMIOLOGÍA
CARACTERISTICAS BIOLÓGICAS
Como otras especies de este género, el ciclo biológico de G. lamblia incluye dos
fases o estadios: el trofozoíto (forma vegetativa) cuyo hábitat es el intestino
delgado, siendo responsable de las manifestaciones clínicas, y el quiste (forma de
resistencia e infecciosa) responsable de la transmisión del parásito. Los trofozoítos
colonizan primariamente el yeyuno, aunque algunos organismos pueden
encontrarse en el duodeno y, rara vez, en el íleon, vías biliares o vesícula biliar. El
pH óptimo de desarrollo oscila entre 6,4 y 7,2. Esta predilección de los trofozoítos
por el yeyuno sugiere que requieren una alta concentración de nutrientes para su
supervivencia y proliferación, especialmente los que el parásito no es capaz de
sintetizar ex novo, como el colesterol, elemento fundamental para la biogénesis de
sus membranas y en el proceso de enquistación de los trofozoítos a lo largo del
intestino. Los estudios realizados hasta la fecha indican que Giardia es un
organismo con reproducción asexual y funcionalmente haploide; no se ha
demostrado reproducción sexual a diferencia de lo que sucede con otros
protozoos. Los trofozoítos se dividen en el intestino delgado mediante un proceso
de fisión binaria, que incluye la división nuclear en primer lugar, seguida del
aparato neuromotor y del disco ventral, y la separación posterior del citoplasma,
obteniéndose dos trofozoítos hijos (Berrueta, 2017)
• Citoesqueleto: consta del disco suctorio o ventral, los cuerpos medios y los
cuatro pares de flagelos. El citoesqueleto y, fundamentalmente el disco ventral,
tiene un papel importante en la supervivencia de Giardia en el intestino del
hospedador. El disco suctorio o ventral es una estructura cóncava de 0,4 m rígida
que contacta con las microvellosidades intestinales. Contiene proteínas
contráctiles, actina, miosina y tropomiosina, que constituyen la base bioquímica
para la contracción del disco, 3 implicada en la adherencia del trofozoíto al epitelio
intestinal. Los cuerpos medios están localizados en la línea media del trofozoíto y
dorsal al flagelo caudal; es una estructura única del género Giardia (criterio de
clasificación de las especies de este género). En los trofozoítos de G. lamblia
presentan una morfología típica de garra. Este parásito presenta cuatro pares de
flagelos (antero-lateral, postero- lateral, caudal y ventral) que se originan de cuatro
pares de cuerpos basales o blefaroplastos en la cara ventral del cuerpo del
trofozoíto con sus correspondientes axonemas. La función de los flagelos es
permitir la movilidad a los trofozoítos y su papel en la adherencia al epitelio
intestinal no parece importante. Otras organelas presentes en el citoplasma de los
trofozoítos de Giardia son los ribososmas, los lisosomas, que contienen
hidrolasas, DNasas, RNasas, cistein-proteasas, etc. y el retículo endoplásmico.
Carecen de otras organelas características de las células eucariotas como son las
mitocondrias. El complejo de Golgi sólo ha podido ser demostrado en los
trofozoítos durante el proceso de enquistación, formando las vesículas específicas
de enquistación, pero no en los trofozoítos no enquistados. En el citoplasma de los
trofozoítos de Giardia pueden encontrarse endosimbiontes, de forma similar a la
que sucede con otros protozoos. Algunas cepas de G. lamblia contienen un virus
RNA de doble cadena de 6,2 Kb, no envuelto, que fue denominado GLV. En 1996
se describió un segundo virus RNA en Giardia. La infección por estos GLV se
produce por endocitosis y la susceptibilidad de Giardia a la infección depende de
un receptor específico presente en la superficie de la membrana celular. La mayor
parte de los aislamientos de Giardia de ambos genotipos son susceptibles a la
infección por los GLV. Sin embargo, no se conoce el papel de estos
endosimbiontes en la patogenia de la infección por Giardia (Berrueta, 2017)
Estructura del quiste de Giardia lamblia Los quistes de Giardia, tienen una
morfología elipsoidal, de 8-12 µm de longitud por 5-8 µm de ancho. Poseen un
citoplasma granular, fino, claramente separado de una pared quística de 0,3 µm
de espesor adosada a la membrana plasmática del parásito. La pared del quiste
es refráctil y su porción externa presenta una estructura fibrilar compuesta por 7 a
20 filamentos, mientras, la porción interna es membranosa. Ambas se encuentran
separadas por el espacio periplásmico. Los estudios de la pared externa del quiste
mediante cromatografía gaseosa, espectrometría de masas y análisis enzimático,
demuestran que la galactosamina en forma de N-acetilgalactosamina (GalNAc) es
el azúcar mayoritario. En el citoplasma del quiste se observan también ocho
axonemas, seis de ellos localizados en el área central y dos en la periferia.
Asociados a los axonemas se encuentran dos láminas de microtúbulos, paralelos
a los axonemas centrales; cada una de estas láminas se encuentra formada por
10 a 20 microtúbulos, que probablemente representan al axóstilo descrito con el
microscopio óptico. También se observan numerosos ribosomas, vacuolas y
fragmentos del disco ventral. Por el contrario, no se observan mitocondrias,
aparato de Golgi, ni retículo endoplásmico rugoso. Los quistes inmaduros o recién
formados tienen dos núcleos y se denominan prequistes y los quistes maduros
son tetranucleados. Los núcleos se suelen localizar en el extremo del quiste. El
cariososma nuclear, puede tener una posición central o excéntrica y la membrana
nuclear carece de cromatina periférica. La actividad metabólica de los quistes es
solo de un 10–20% de la desarrollada por los trofozoítos. (Berrueta, 2017)
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico giardiosis deb e ser considerado en todos los pacientes con diarrea
aguda, persistente, o antecedentes de viajes a zonas endémicas. El método de
referencia es la identificación de los quistes en un examen con microscopía óptica.
Con menor frecuencia, es posible observar los trofozoítos en muestras de heces.
Los exámenes se realizan directamente en fresco o tras un proceso previo de
concentración (formol-éteracetato, sulfato de zinc, formol-éter-etílico, etc.), en
heces no conservadas o conservadas [formol 10%, alcohol polivinílico o
mertiolato-yodo-formaldehído MYF)]. Debido al carácter intermitente y, en general,
al bajo nivel de excreción de quistes en la giardiosis, la sensibilidad del examen de
una única muestra de heces es del 35-50%. La realización de 6 técnicas de
concentración y el estudio de dos o tres muestras de heces seriadas incrementa la
sensibilidad al 70%. En pacientes con giardiosis persistente se recomienda
realizar exámenes seriados de heces durante cuatro semanas; en estos casos, la
sensibilidad del estudio microscópico alcanza el 97%. En algunos pacientes con
diarrea crónica y malabsorción, y con exámenes de heces repetidamente
negativos a pesar de la sospecha de giardiosis, puede ser necesario recurrir al
estudio del contenido duodenal. La muestra duodenal puede obtenerse bien, con
la utilización del Enterotest, o bien, por esofago-gastro-duodenoscopia con
aspiración o biopsia duodenal. La biopsia duodenal puede ser obtenida sin
endoscopia utilizando una sonda nasogástrica (tubo de Rubin) unida a una
cápsula de Crosby o Carey. Aunque la biopsia es un procedimiento invasor, puede
ser útil en estos pacientes al permitir realizar un diagnóstico diferencial con otras
patologías (enfermedad de Whipple, enfermedad de Crohn, linfoma,
ciclosporidiosis, critosporidiosis, etc). A pesar del valor de la aspiración o la biopsia
intestinal en diagnóstico de giardiosis, conviene insistir en que se trata de una
metodología complementaria de los exámenes microscópicos de las heces
(Berrueta, 2017).
Iodamoeba buetschlii
Enterobius vermicularis
Morfología:
Los huevos, ovales, tienen una cubierta delgada. Una de sus caras es aplanada y
la otra convexa. Son muy ligeros y miden 45 - 60 µm de longitud. Los huevos
recién depositados por las hembras no se encuentran embrionados.
Enterobius vermicularis. Huevo no embrionado.
M. en C. Rosa María Sánchez M. Depto Parasitología, ENCB-IPN
Ciclo biológico.
Los signos y síntomas reportados con mayor frecuencia son prurito perianal
(síntoma principal), vulvar (niñas), nasal, irritabilidad, bruxismo y trastornos del
sueño. Es frecuente observar excoriaciones en periné y vulva ocasionadas por el
rascado, infección bacteriana secundaria, granulomas perianales. En varios
estudios se encuentra controversia en cuanto a la relación entre E. vermicularis,
rinitis alérgica y dermatitis atópica. (Wördemann M. 2008).
Son poco frecuentes las migraciones de las hembras adultas hacia genitales
femeninos; las complicaciones asociadas son vulvovaginitis, salpingitis, peritonitis
o encapsulamiento de parásitos en mesenterio. También existen reportes aislados
de hallazgo de parásitos en parénquima hepático, nódulos pulmonares, bazo,
ganglios linfáticos, próstata, riñones. La infección ocular, muy probablemente
causada por una infección intestinal previa y contaminación, se ha reportado de
manera extraordinaria. (Bababy et al., 2011). También es importante descartar la
presencia de los parásitos en pacientes, principalmente niñas, con infecciones
urinarias. (Patel et al., 2015).
Diagnóstico.
El diagnóstico se basa en la recuperación e identificación de los parásitos adultos
y huevos.
El hallazgo accidental de los parásitos en pliegues perianales y zona interna de los
muslos es reportado por los padres en algunos casos.
Hymenolepis nana
Epidemiología.
Ciclo biológico.
Diagnóstico.
MORFOLOGÍA
El transporte del parásito entre las mucosas en el acto sexual se hace mediante
las secreciones de quienes participan en él como el flujo vaginal, el líquido
preseminal y el semen. Una vez que el parásito invade la mucosa genital, tiene
preferencia por localizarse, en el caso de la mujer, en las glándulas de Bartholino y
parauretrales y en sus secreciones, además de la vagina y el cérvix. En el hombre
coloniza principalmente el surco balano-prepucial, las glándulas prepuciales, la
uretra prostática y las vesículas seminales. Una vez que el trofozoíto se encuentra
en la mucosa, se reproduce mediante fisión binaria longitudinal con un período de
incubación que oscila entre 4 y 28 días, y crece con la presencia de sales de
hierro, como las que se encuentran en la sangre menstrual, y de la glucosa,
presente en el epitelio vaginal durante la edad fértil; además, como ya se dijo, lo
favorece el pH alcalino que genera tras colonizar el epitelio sano. El ser humano
es el único hospedero de T. vaginalis y su trasmisión, por lo general, es por
contacto sexual, aunque se ha demostrado que también es posible mediante el
uso de fómites y ropa interior, porque el parásito puede sobrevivir en la orina
durante tres horas y en el semen durante seis horas. Además, se han encontrado
parásitos vivos y con capacidad de infectar en inodoros, piscinas y zonas
húmedas, tras 24 horas a 35 ºC. En ambientes secos, calurosos y en la luz solar
directa, el parásito muere aproximadamente a los 30 minutos (Diéguez, 2013)
Manifestaciones clínicas
Bibliografía:
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1022-
51292007000300007
http://www.binasss.sa.cr/revistas/rccm/v9n2/art8.pdf
https://www.sccalp.org/documents/0000/1228/BolPediatr1993_34_127-135.pdf
https://parasitologiauce.files.wordpress.com/2015/03/c-mesnili.pdf
http://seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/parasitologia/Giardia.pdf
http://www.insht.es/RiesgosBiologicos/Contenidos/Fichas%20de%20agentes%20b
iologicos/Fichas/Giardia%20lamblia%202016.pdf
https://www.seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/parasitologia/ccs-2009-
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http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/enterobiosis.html
http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/hymenolepiosis.ht
ml
http://www.scielo.cl/pdf/rci/v32n5/art19.pdf