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Cáncer por Género.

EL IMPACTO DEL CÁNCER SEGÚN GÉNERO.

La incidencia de cáncer presenta aspectos propios para cada género y que tradicionalmente han
motivado tanto análisis diferenciados de forma sistemática en todas las publicaciones sobre el
tema (Ferlay et al., 2013), como la necesidad de evaluar las tendencias de cada tumor con análisis
específicos según género y edad y la frecuencia de los distintos tipos de cáncer según el género.
Así, en nuestro país y con los datos de las estimaciones realizadas en el marco del Observatorio
Europeo del Cáncer para el año 2012 (los métodos y resultados de las estimaciones para Europa se
pueden revisar en la web del observatorio (http://www.eco.iarc.fr) (Ferlay et al., 2013) se puede
constatar una mayor incidencia de casos de cáncer en los hombres que en las mujeres, aunque los
tumores más frecuentes son claramente distintos. Así, cerca de un tercio de tumores en las
mujeres son diagnosticados como cáncer de mama, mientras que en los hombres el predominio
del cáncer más frecuente es menor, dado que el 22% son atribuibles al cáncer de próstata, seguido
por el de pulmón y color rectal. 


Los tumores relacionados con el tabaco (laringe, cavidad oral, esófago, pulmón, vejiga urinaria,
páncreas y riñón como los más relevantes) explican cerca de la mitad de los cánceres en los
hombres por solo una quinta parte en las mujeres. Por su parte, los tumores ginecológicos,
incluyendo el cáncer de mama, explican el 40% de todos los tumores de la mujer. Para tener una
visión del contexto europeo, cabe mencionar que el dato más diferenciado es la creciente
importancia del cáncer de pulmón en las mujeres, aunque su frecuencia es todavía baja, al partir
de unas cifras muy bajas en prevalencia del tabaquismo en los años sesenta y setenta. Sin
embargo, esta tendencia ha cambiado y actualmente, la prevalencia de fumadores jóvenes es
similar en ambos sexos (Fernández et al., 2003). Cabe mencionar que dos tumores relacionados
con el tabaco, el cáncer de laringe y el cáncer de vejiga urinaria son los que tienen mayor
diferencial de incidencia y mortalidad según género en nuestro país, siguiendo un patrón similar al
de otros países europeos y que puede estar relacionado con el tipo de tabaco fumado y con los
otros factores de riesgo que se asocian a estos tumores (exposición al consumo de alcohol y
carcinógenos ambientales y laborales, respectivamente).
LA SUPERVIVENCIA DEL CÁNCER: LA RELEVANCIA DEL GÉNERO.

Un segundo ámbito en el que la perspectiva de género es fundamental es la explicación del


diferencial de supervivencia en cáncer. Es conocido que las mujeres presentan una mayor
supervivencia conjuntamente para todos los cánceres. Para evaluarlo, disponemos de los datos de
EUROCARE, que analizan la supervivencia relativa (ajustada por la probabilidad de morir por otras
causas de muerte) a los 5 años de los pacientes diagnosticados en el período 2000-2007 en los
registros poblacionales europeos (De Angelis et al., 2014). Los datos muestran el progreso
realizado en diferentes tumores para todas las regiones europeas, así como ofrecen la posibilidad
de comparar los datos de nuestro país con el resto de países europeos y, por lo tanto, identificar
los márgenes de mejora que podemos tener en nuestro sistema sanitario.

La supervivencia de las mujeres es superior a la de los hombres porque los tumores más
frecuentes en ellas presentan mejores supervivencias; si bien es cierto que a ello contribuyen los
programas de diagnóstico precoz instaurados desde hace años para detectar la patología
mamaria. Así, por ejemplo, el tumor más frecuente en mujeres es el cáncer de mama con una
supervivencia relativa a los 5 años del 82% para Europa mientras que en España es del 83,8%.
Mientras que en próstata es del 84,4% en Europa y del 84,7% en España, y en el cáncer de pulmón
la supervivencia es del 13% en Europa y del 10% en España. Un dato relevante es que la
supervivencia del cáncer de pulmón es discretamente superior en las mujeres que en los hombres
(15,9% para las mujeres europeas y 12% para los hombres). Esta diferencia se debe al mejor
pronóstico que tienen los adenocarcinomas en relación a los tumores escamosos, histología
mucho más frecuente en hombres. Otros tumores en los que hay una discreta mejor supervivencia
en mujeres que en hombres son el cáncer de recto (57,3 vs 54,9%) o estómago (27,7 vs 23,7%),
melanoma (86,6 vs 79,2%), pero no sucede así en el de colon. Las razones detrás de estas
diferencias pueden ser muy variadas, entre las que vale la pena mencionar diferentes tipos
histológicos como en el caso del cáncer de pulmón, mientras que en estos tumores también puede
ser debido a un menor retraso diagnóstico o una menor comorbilidad. Los datos permiten explicar
que la mejor supervivencia del cáncer en las mujeres se debe evaluar por un conjunto de factores,
el más importante entre los cuales es el mejor pronóstico de los tumores más frecuentes en las
mujeres.
Cáncer de próstata.
¿Qué es el cáncer de próstata?

El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer sin control. La
próstata es una glándula que sólo tienen los hombres. Esta glándula produce parte del líquido que
conforma el semen.

La próstata se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto. El tamaño de la próstata cambia
con la edad. En los hombres más jóvenes, la próstata es del tamaño aproximado de una nuez. Sin
embargo, puede ser mucho más grande en hombres de más edad.

Problemas al orinar, incluyendo un flujo urinario lento o debilitado o necesidad de orinar con más
frecuencia, especialmente de noche

Síntomas.

-Dificultad para lograr una erección (disfunción eréctil)

-Dolor en las caderas, la espalda (columna vertebral), el tórax (costillas) u otras áreas debido a que
el cáncer que se ha propagado a los huesos

-Debilidad o adormecimiento de las piernas o los pies, o incluso pérdida del control de la vejiga o
los intestinos debido a que el cáncer comprime la médula espinal

Tipos de prostatitis y de tratamientos:

-Prostatitis bacteriana aguda: Este tipo es causado por una infección bacteriana y aparece de
repente (aguda). Los síntomas son escalofríos graves y fiebre. Hay con frecuencia sangre en la
orina. La concentración de su PSA (vea análisis de PSA) puede ser mayor de lo normal. Usted
necesita ir al consultorio del doctor o a la sala de emergencia para tratamiento. Es el menos
común de los cuatro tipos, pero es más fácil de diagnosticar y de tratar. La mayoría de los casos
pueden curarse con una dosis alta de antibióticos, tomados durante 7 a 14 días, y luego dosis más
bajas durante varias semanas. Es posible que necesite también medicamentos para ayudarle con
el dolor y las molestias. Si su concentración de PSA era alta, probablemente regresará a lo normal
cuando la infección haya desaparecido.

-Prostatitis bacteriana crónica: Causada también por bacterias, este tipo de prostatitis no aparece
de repente, pero puede ser problemática. El único síntoma que usted puede tener son infecciones
de la vejiga que vuelven a aparecer. La causa puede ser un defecto en la próstata que permite que
las bacterias se acumulen en las vías urinarias. El tratamiento con antibióticos en un período largo
de tiempo es el mejor para este tipo. El tratamiento dura de 4 a 12 semanas. Este tipo de
tratamiento resuelve cerca del 60% de los casos. Los antibióticos por largo tiempo y en dosis bajas
pueden ayudar a aliviar los síntomas en casos que no desaparecen.

-Prostatitis crónica o síndrome de dolor pélvico crónico: Este trastorno es el tipo más común de
prostatitis pero es también el que se entiende menos. Se encuentra en hombres de cualquier edad
desde los últimos años de la juventud hasta la vejez, sus síntomas pueden aparecer y desaparecer
sin aviso. Puede haber dolor o molestia en la ingle o en la zona de la vejiga. Con frecuencia están
presentes las células que combaten infecciones, aunque no se encuentren bacterias. Hay varios
tratamientos diferentes para este problema, dependiendo de sus síntomas. Estos son
medicamentos antinflamatorios y otros tratamientos para el control del dolor, como baños tibios.
También se pueden administrar otras medicinas como los bloqueadores alfa. Los bloqueadores
alfa relajan el tejido de la próstata para facilitar el paso de la orina. Algunos hombres reciben
tratamiento con antibióticos en caso de que los síntomas sean causados por una infección sin
detectar.

-Prostatitis inflamatoria asintomática: Con este padecimiento no hay síntomas. Se encuentra con
frecuencia cuando se hacen pruebas para otros padecimientos, como para determinar la causa de
la infecundidad o para buscar el cáncer de próstata. Si usted tiene este tipo de prostatitis, su
prueba de PSA puede mostrar un número más alto de lo normal. Los hombres que tienen este
padecimiento generalmente no reciben tratamiento, pero se acostumbra repetir la prueba de PSA
si el número de PSA es alto.
Cáncer de útero.
¿Qué es el cáncer de útero?

El cáncer de cuello uterino o cáncer cervical se origina en las células que revisten el cuello uterino,
la parte inferior del útero (matriz). . El feto crece en el cuerpo del útero (la parte superior). El
cuello uterino conecta el cuerpo del útero con la vagina (el canal por donde nace el bebé).
El cuello uterino tiene dos partes diferentes y está cubierto con dos tipos diferentes de células.
La parte del cuello uterino más cercana al cuerpo del útero se llama endocérvix y está cubierto por
células glandulares.
La parte próxima a la vagina, es el exocérvix (o ectocérvix) y está cubierta por células escamosas.
Estos dos tipos de células se encuentran en un lugar llamado zona de transformación. La ubicación
exacta de la zona de transformación cambia a medida que usted envejece y si da a luz.

Síntomas.

-Sangrado vaginal sin causa aparente y fuera de la menstruación;

-Flujo vaginal alterado, con mal olor o coloración marrón, por ejemplo;

-Dolor abdominal o pélvico constante, que puede empeorar al ir al baño o durante el contacto
íntimo;

-Sensación de presión en el fondo de la barriga;

-Ganas de orinar más frecuente, inclusive durante la noche;

-Pérdida rápida de peso sin estar haciendo dieta.

Tipos de cáncer de cuello de útero:

• Carcinoma epidermoide. Este tipo de cáncer de cuello de útero comienza en las células
planas y finas (las células del epitelio pavimentoso) que recubren la parte externa del cuello del
útero, el cual se abre hacia la vagina.

• Adenocarcinoma. Este tipo de cáncer de cuello de útero comienza en las células


glandulares en forma de columna que recubren el conducto cervicouterino.

A veces, ambos tipos de células participan en el cáncer de cuello de útero. En casos muy poco
frecuentes, el cáncer se produce en otras células del cuello del útero.
Factores de riesgo.

1. Muchas parejas sexuales.

2. Relaciones sexuales a temprana edad.

3. Otras infecciones de transmisión sexual.

4. Sistema inmunitario débil.

5. Tabaquismo.

Prevención.

• Vacúnate contra el virus del papiloma humano (VPH). La vacuna está disponible para niñas
y mujeres de 9 a 26 años. La vacuna es más eficaz si se administra a las niñas antes de ser
sexualmente activas.

• Hazte exámenes de Papanicolaou. Los exámenes de Papanicolaou pueden detectar


afecciones precancerosas del cuello uterino, a fin de controlarlas o tratarlas para prevenir el
cáncer de cuello uterino.

• Practica el sexo seguro. Usar preservativos, tener menos parejas sexuales y retrasar el
inicio de las relaciones sexuales puede reducir el riesgo de cáncer de cuello uterino.

• No fumes.
Cáncer de cuello uterino.
¿Qué es el cáncer de cuello de útero?

El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello del útero
(la parte baja del útero que se conecta con la vagina).

Varias cepas del virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual, tienen un
rol importante en la aparición de la mayoría de los tipos de cáncer de cuello uterino.

Síntomas.

Por lo general, el cáncer de cuello uterino en su fase inicial no produce signos ni síntomas.

Los signos y síntomas del cáncer de cuello uterino en una fase más avanzada incluyen los
siguientes:

• Sangrado vaginal tras mantener relaciones sexuales, entre un una menstruación y otra, o
después de la menopausia

• Secreción vaginal líquida y sanguinolenta que puede ser espesa y tener mal olor

• Dolor pélvico o durante las relaciones sexuales

Causas.

El cáncer de cuello de útero comienza cuando las células normales sufren un cambio genético
(mutación) que las convierte en células anormales.

Las células normales crecen y se multiplican a una velocidad constante y, eventualmente, mueren
en un momento determinado. Las células cancerosas crecen y se multiplican sin control y no
mueren. La acumulación de células anormales forma una masa (tumor). Las células cancerosas
invaden los tejidos aledaños y pueden desprenderse de un tumor para expandirse (formar
metástasis) en otras partes del cuerpo.

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