Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
1
INTRODUCCIÓN
2
EL ESTELIONATO
I. CONCEPTO
II. ANTECEDENTES
1
Soler, Sebastián. Derecho Penal argentino. Tomo IV. Tipografía Editora Argentina. Buenos Aires, 1951.
2
Galván Rivera, A. Yósip. Tesis: ¿Es correcto en el estelionato por venta de bienes ajenos y litigiosos,
considerar al propietario del bien y a la contraparte en litigio como agraviados? (2017)
3
Como dato relevante el referido artículo no se encontraba dentro de
las estafas u otras defraudaciones (título 4) sino en el título de los
deudores punibles.
4
el que vendiere, gravare o arrendare, como propios, bienes ajenos;
(…)
Entre las diferencias más notorias con el artículo actual, se encuentra
en que el antiguo estelionato hacia depender la pena a imponer del tipo
penal de estafa9 , además conforme a su configuración inicial da la
impresión de tratarse de un tipo penal subordinado y no de un tipo
penal autónomo, pues al parecer haría referencia a la presencia de los
elementos típico del artículo anterior, lo que de por sí iniciaba las
discusiones sobre la defraudación y la estafa, en cuanto a lo que
implicaba lo uno de la otra. No obstante, considero que la alusión
normativa no hacía depender la configuración del estelionato a la
estafa, en razón a que se antepone el “sin perjuicio”; y al precisar el
carácter de disposición general, es innegable que el artículo 244° era
una disposición genérica de conductas, distinta al tipo penal de estafa
de hoy, tal es así que abarcaba supuestos que hoy serían casos
especiales de defraudación, delitos contra la fe pública e incluso de
buena fe en los negocios. No debemos olvidar, que dicho Código se
manejó sobre un derecho penal patrimonial aún en desarrollo, con lo
cual emplear una técnica que buscara adelantarse y prever las
conductas y modalidades dañinas al patrimonio era totalmente
aceptable.
III. MODALIDADES3
3
https://es.scribd.com/document/250129878/El-Delito-de-Estelionato-Tiene-Dos-Modalidades
5
“En este caso se configura el delito cuando el agente (vendedor) oculta
información sobre la situación legal en la que se encuentra ese
inmueble”, especificó.
En este contexto, exhortó a los ciudadanos que han sido afectados por
personas inescrupulosas que recurran a la vía penal, denunciando el
delito de estafa ante la Fiscalía para poder sancionar al autor o autores
de este hecho delictivo con todo el peso de la ley.
6
válido debido a la igualdad de información entre ambas partes y a su
común intención, a lo que se suma la buena fe como criterio
interpretativo, negociador, de celebración y de ejecución de los
contratos (1362º código civil).
Esto debe acogerse positivamente puesto que los contratos quedan
perfeccionados cuando el consentimiento se presta de manera
congruente (1373º código civil).
Como un supuesto que nos permite sustentar esta posición tenemos al
artículo 1500º inciso 4 del código civil donde se impide al adquirente
ejercer el derecho de saneamiento por evicción cuando conocía
perfectamente que el contrato versaba sobre un bien litigioso o ajeno.
Además, en el artículo 1537º de dicho cuerpo normativo se regula el
supuesto en que ambas partes conocen que el bien materia de la
transferencia es ajeno. Allí se nos remite -con mucha lógica- al
tratamiento para los supuestos de la promesa de la obligación o del
hecho de un tercero. Es decir, aquí el transferente, haciendo las veces
de promitente tendrá que hacer lo posible para que el tercero
propietario transfiera efectivamente el bien, en caso contrario, el
transferente original (promitente) asumirá las consecuencias de la
inejecución.
7
Es decir, el adquirente tarde o temprano sabrá que el bien no es libre
o es ajeno, entonces podrá accionar contra el transferente por el
supuesto engaño. Pero tal transferente se podría escudar en que el
adquirente jamás le preguntó sobre la calidad y situación del bien.
En este caso, nuestra legislación civil no sanciona ni con nulidad ni con
anulabilidad este supuesto, sino que deja en manos del adquirente el
elegir el camino: puede exigir el cumplimiento de la obligación o puede
solicitar la rescisión del contrato.
El artículo 1539º del código civil es contundente al respecto cuando
indica que la venta de un bien ajeno es rescindible a solicitud del
comprador, excepto cuando éste hubiese sabido que el bien no
pertenecía el vendedor.
Tal rescisión trae como consecuencia la restitución al comprador del
precio, además de la indemnización por daños y perjuicios sufridos, los
gastos, intereses, tributos y mejoras que hubieren acontecido.
Como se ve, la invalidación del contrato no puede operar
automáticamente, pues si bien el transferente pecó al no haber dado a
conocer la calidad y situación del bien, no es menos cierto que el
adquirente también yerra al no actuar con la debida diligencia al no
intentar enterarse de la situación real del bien.
Al respecto, se podría decir que tal tratamiento propuesto sólo operaría
cuando el silencio del transferente se presentara con despropósito, es
decir, sin intención alguna. Empero, nosotros creemos que aun cuando
el transferente callara intencionalmente sobre la calidad del bien, no
estaríamos ante un estelionato, como se explicará líneas adelante.
En estos casos, el remedio siempre es civil –incluso puede serlo
administrativamente-, debido a la asimetría informativa existente
entre las partes. En mejores términos, el transferente está en mejor
posición que el adquirente en conocer sobre el verdadero estado y
calidad del bien, y es su deber informar sobre ello. Pero, insistimos,
también es exigible al adquirente una cuota mínima de cuidado y no
presuponer a sus anchas que el bien es de propiedad del transferente.
8
De no ser cierto este razonamiento, muchas de las ventas que realizan
diversas inmobiliarias serían ilegales. Así, ciertas empresas dan a
conocer inmuebles ofertados y contactan posibles compradores.
Aunque ellos aparecen como intermediarios, en la realidad son ellos
quienes venden y compran los inmuebles sabiendo a ciencia cierta que
ni son dueños ni pretenden serlo, y no por ello su actividad es ilegal,
muy por el contrario facilitan el tráfico jurídico.
Nuestra posición al respecto, puede ser avalada –al menos
parcialmente- por el tratamiento que da nuestro código civil al
saneamiento por evicción, consistente en el saneamiento que se debe
cuando el adquirente es privado del derecho a la propiedad, uso o
posesión de un bien en virtud de una resolución firme y por razón de
un derecho de tercero anterior a la transferencia (1491º código civil).
9
puede ser un gravamen un embargo o que el mismo bien se encuentre
en litigio.
A renglón seguido, en el mismo artículo se añade que el delito también
se materializa cuando:
Cuando se vende, grava o arrienda COMO PROPIOS los bienes ajenos.
Al igual que en el caso anterior, la redacción del artículo nos clarifica el
panorama. Ahora se trata de vender o gravar o arrendar un bien ajeno
–situación permitida por nuestra legislación civil- pero con el agregado
de que se hace conocer al adquirente que el bien es propio.
El elemento sancionado por el derecho penal apunta al engaño que
utiliza el transferente –no en callar sobre el estado real del bien- sino
en inducir a error al adquirente haciéndole creer que el bien materia
de la transferencia está libre de cargas o litigios o que le pertenece al
propio transferente, cuando en realidad no es así.
En una sola palabra, el transferente hace creer al adquirente que el
bien a transferirse es propio o es libre cuando en verdad no lo es.
4
Buompadre, Jorge Eduardo. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Editorial Astrea, Buenos Aires,
2012, p. 441.
1
iuris, o si por el contrario los que se ven afectados son los elementos
integrantes del patrimonio, la doctrina mayoritaria se ha pronunciado
a favor de la segunda postura.
V. TIPICIDAD OBJETIVA5
SUJETO ACTIVO
SUJETO PASIVO
El sujeto pasivo o víctima puede ser cualquier persona, basta que haya
sido la perjudicada en su patrimonio con el actuar de la gente. En tal
sentido, podemos afirmar de modo categórico que si bien es cierto que
entre el engaño del actor y el desprendimiento perjudicial de la víctima
debe existir un nexo de causalidad, también es verdad que nada exige
que la misma víctima del embaucamiento lo sea también del daño
económico, pudiendo ser un tercero6.
VI. COMPORTAMIENTOS
DIGITAR
5
RAMÍREZ SICCHA. Derecho penal parte especial. Vol II. Editora y librería jurídica GRIJLEY, Lima, 2018, p.
1435-1436
6
ROY FREYRE, L. Derecho penal peruano. Parte especial, T.III. Lima. Citado por Ramírez Siccha.
1
VII. SITUACIÓN ACTUAL DEL DELITO DE ESTELIONATO DE BIEN
INMUEBLE AJENO
1
en el caso concreto; pues mediante un criterio de interpretación ya sea
literal, teleológico o sistemático (que desarrollo en el presente trabajo)
todo ello en función a una posición de bien jurídico patrimonio frente
al fraude; mi persona no encuentra forma correcta de punir la relación
negocial no fraudulenta, o de considerar esta por sí ya fraudulenta, al
no haber alguien que me venda B como A. El estado de la cuestión es
delicado porque bajo la idea de proteger al patrimonio de los fraudes
se pueden terminar restringiendo libertades, cuando lo importante es
entender que el patrimonio es una manifestación de la libertad de la
persona
VIII. PENALIDAD
DIGITAR
1
CONCLUSIONES