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PREFACIO

El origen de este libro se remonta a 1986, cuando estaba próximo a dejar la Infantería
de Marina y el Profesor Freedman me preguntó si investigaría y escribiría sobre el tema
de la logística y los conflictos armados en la edad moderna. Acepté rápidamente su ofre-
cimiento, el que, entre otras cosas, me daría la oportunidad de unirme al Departamento
de Estudios de Guerra del Real Colegio de Londres, una oportunidad que no debe ser
perdida. También era una posibilidad de escribir acerca de algo que había atraído la
atención de tan pocos autores, siendo tan determinante para el éxito o el fracaso de cual-
quier campaña. Era un tema sobre el que no sabía nada durante la primera parte de mi
carrera. Solamente después de mi graduación en la Escuela de Guerra del Ejército Britá-
nico, en Camberley, que me vi forzado a brindarle mi interés, en algo que hasta ese mo-
mento había considerado como un tema estrictamente de cuartel maestres o "cuenta po-
rotos". Fui destinado al cuartel general de las Fuerzas Terrestres del Lejano Oriente, ba-
sado en Singapur, en el estado mayor de Operaciones "Q", la rama del estado mayor
responsable de supervisar que los planes logísticos y las operaciones en el teatro, engra-
nan con los requerimientos de las operaciones y de dirigir los esfuerzos de todos los ser-
vicios logísticos, con ese fin. El coronel en Camberley, encargado de mi división, sintió
compasión por mí y por mi mala suerte al no haber aterrizado en una tarea más atractiva
en el área operaciones y estuve de acuerdo con él. No pude haber estado más equivoca-
do.

En ese momento, la campaña de confrontación con el Presidente Sukarno estaba al-


canzando su climax y Operaciones "Q" estaba efectivamente muy ocupado, asegurándo-
se que el sistema de abastecimientos respondiera rápidamente a las múltiples demandas.
Ni bien la campaña hubo terminado, cuando la retirada de Borneo estaba en su apogeo y
como siempre, mucho después que los capitanes y jefes hubieran partido, los servicios
administrativos aún estaban trabajando duro. Los disturbios en Hong Kong fueron los si-
guientes sucesos que requirieron la atención de los logísticos, despachando cantidades
de efectos de defensa y otros materiales, por mar y aire. Un equipo encargado de poner a
punto los planes británicos para el caso de disturbios en el Pacífico Sur Oriental, inclu-
yendo Fiji, las Salomón, las Gilbert y las Islas Ellice y las Nuevas Hébridas (de las que se
dice inspiraron la película South Pacific), me incluyó como logístico. Resultó que había
unos pocos planes operativos y ninguno logístico. Se requiere tacto y persistencia para
obtener, de los funcionarios oficiales y contratistas, los datos sobre las capacidades para
almacenar combustibles y víveres, la cantidad de topadoras y una cantidad de efectos
comunes y corrientes. Al final del mes, siguió un viaje a Aden, en el marco romántico del
Pacífico Sur. Los planes para la retirada estaban en completo desarrollo y al Teatro del
Lejano Oriente le correspondería las últimas etapas. Como eso me incluiría, cuando vol-
viera al comando de tropa al finalizar mi período de estado mayor, tomé un interés con-
siderable en lo relacionado con los planes, incluyendo los arreglos logísticos.

Aprendí una gran cantidad de cosas en ese destino, no solo la importancia crítica de
los abastecimientos y de los abastecedores, en cualquier operación. Nada de lo que he
visto desde entonces, ha cambiado ese punto de vista. Muchas veces los resultados del
trabajo de uno eran más tangibles, más fácilmente mensurables que los de otros depar-
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tamentos del estado mayor y por lo tanto una gran fuente de satisfacción.

* * *

Mi intención original, con respecto a este libro, fue la de proseguir a partir de 1944,
donde el Profesor Martin van Creveld en su erudito trabajo Los Abastecimientos y la Gue-
rra, había terminado. Sin embargo, cuanto más leía e investigaba, más aumentaba mi
opinión que había mucho más que no había sido dicho acerca de la logística y el conflicto
armado desde la antigüedad hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, era mi punto
de partida original. Por ejemplo, había campañas que resultaban indicadoras para el futu-
ro, tales como la Guerra Civil Norteamericana y la Primera Guerra Mundial. Me interesó el
flanco marítimo y la ventaja que éste le brinda a los generales que quisieron o pudieron
hacer uso de él; desde Alejando Magno, más de 300 años antes de Cristo hasta el Maris-
cal de Campo Alexander, en Italia en1943/45. La campaña de Normandía en 1944 inclu-
ye la más grande operación anfibia de todos los tiempos y ha sido tratada con frecuencia,
pero había muchas enseñanzas logísticas aprendidas en los desembarcos Torch en el
norte de Africa en 1942. Traer los abastecimientos desde el mar, agrega otra dimensión
al problema logístico, no suficientemente apreciado por aquellos cuyo horizonte profesio-
nal está limitado por la experiencia profesional. Finalmente Birmania, probablemente el
triunfo logístico de la Segunda Guerra Mundial, en el terreno más desalentador, la cam-
paña terrestre más prolongada peleada por los aliados contra el Japón.

Las campañas y guerras posteriores a la Segunda Guerra Mundial, han sido selec-
cionadas teniendo en cuenta obtener determinadas lecciones. No hablo otro idioma que
el mío, por esa razón he elegido campañas que están bien documentadas en inglés.

En Corea, la falta de preparación inicial de los Estados Unidos estaba basada en su


experiencia de la Segunda Guerra Mundial, cuando el tiempo les permitió desarrollar sus
industrias de defensa, tanto antes de Pearl Harbor, como después. Esto pinta su visión de
como sería cualquier guerra futura. Pagaron el precio de poner mucha fe en lo que está
en primer lugar de mi lista privada de pecados militares: sobre confianza en la propia
habilidad para predecir el futuro. Corea también brinda un ejemplo excelente sobre el uso
del flanco marítimo, así como la interrelación que existe entre la efectividad de la interdic-
ción de las líneas de comunicación del enemigo y la presión aplicada a sus fuerzas en el
frente. Salvo que las dos estén coordinadas, el esfuerzo aplicada a la primera puede ser
desperdiciado. Esta fue también la primera vez que los norteamericanos se enfrentaron a
un enemigo asiático comunista, lo que produjo valiosas lecciones, muchas de las cuales
dejaron de aplicar en Vietnam, la siguiente guerra contra asiáticos de la misma extracción
política.

* * *

Vietnam, que abarca el capítulo más largo, brinda la oportunidad de observar cuatro
fases logísticas (referidas en el capítulo 5 como las etapas 1, 2, 3 y 4). La Fase Uno, la
campaña francesa, que fracasó en el aspecto militar principalmente debido a que no po-
seían los medios logísticos para satisfacer sus planes operativos. La Fase Dos, el período
entre la retirada francesa y el empeñamiento en fuerza de las fuerzas norteamericanas,
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que fue un presagio para el futuro, en lo que respecta a la falta de destreza administrativa
entre los sur vietnamitas, lo que sería una considerable desventaja hasta el período en
que intervinieron los norteamericanos y después. En la Fase Tres los norteamericanos
tuvieron problemas logísticos, pero tenían los medios para superarlos, tal como veremos,
su estrategia y por lo tanto sus métodos operacionales y tácticos eran defectuosos. Fi-
nalmente, en la Fase Cuatro, la continua reducción del apoyo logístico norteamericano a
Sur Vietnam, luego de 1973, fue un factor principal en la posterior derrota.

Vietnam también brinda un ejemplo interesante de la transformación de un ejército


guerrillero de un pelotón, en una fuerza de varios cuerpos, con blindados, artillería y todas
las armas modernas. También resultan interesantes los problemas a que se enfrenta un
comandante de guerrillas cuando tiene que combatir una fuerza equipada con armas so-
fisticadas y que disfruta del total dominio del aire.

* * *

Si esos maestros de la guerra de movimiento, los israelíes, tienen un talón de Aqui-


les, es la logística. No obstante, gracias al apoyo de los norteamericanos y el brillo de los
generales israelíes, se las arreglaron para infligir una derrota a enemigos numéricamente
superiores en la Guerra de Yom Kippur en 1973, nunca se han puesto en duda las condi-
ciones para el combate de Israel, pero sus métodos poco controlados e indisciplinados,
podrían ser su perdición logística. Es difícil obtener mucha y valedera información de los
israelíes, los que se mueven con gran recelo en asuntos militares. Sin embargo, "leyendo
entre líneas" en las conversaciones y formulando muchas preguntas a aquellos que han
efectuado estudios al respecto, me han llevado a expresar las ideas expuestas más arri-
ba.

* * *

La campaña Hindú en Bangla Desh, en 1971, brinda un buen ejemplo de los proble-
mas logísticos a encontrar en un país sub desarrollado, que es la razón por la cual está
ubicada fuera del contexto histórico, después de la Guerra del Yom Kippur en 1973 e in-
mediatamente antes de la Campaña de las Malvinas en 1982. La última, desde el punto
de vista de un soldado, fue combatida en un país aún más sub desarrollado que Bangla
Desh, con la complicación adicional de que cada poroto, proyectil y gota de combustible,
tenía que llegar desde 8.000 millas y una vez llegados, ser llevados a la batalla en las es-
paldas de los soldados, por helicóptero o en un puñado de vehículos a oruga capaces de
moverse sobre la turba pantanosa.

En estos días de Perestroika y Glasnost, parecería casi superfluo un capítulo sobre la


logística de la OTAN y del Pacto de Varsovia. Sin embargo, brinda un ejemplo de como la
logística puede ser planificada (Pacto de Varsovia) y la aproximación más ad hoc de la
alianza de la OTAN. Con un poco de suerte, los dos sistemas no tendrán nunca que ser
puestos a prueba, pero puede ser que futuros historiadores encontrarán algo para medi-
tar. También brinda un escalón conveniente como guía al capítulo de la guerra del futuro.

* * *
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Escribir sobre la guerra del futuro, en estos tiempos de cambios rápidos, es como re-
latar un partido en el cual los arcos se mueven todos los días y las reglas cambian todas
las noches. Aquí tuve que lanzarme y superar mi desconfianza hacia los que claman ser
capaces de predecir la tendencia de los hechos futuros. Sin embargo, me parece que hay
un mérito en ver donde podremos estar de aquí a veinte años o más, en términos de de-
fensa. Es altamente improbable que estemos en una situación que tenga una gran simili-
tud con el presente y casi nadie puede suponer que sea mejor que la persona que se tie-
ne al lado.

* * *

Mi intención original fue la de incluir algunas operaciones de baja intensidad. Pero,


después de una investigación preliminar, me resultó claro que ellas proveían muy pocos
ejemplos donde la logística hubiera jugado un papel importante en su éxito o de otra ma-
nera. Los escritores de la campaña de Borneo, durante la confrontación, usaron palabras
tales como que las logísticas fueron "importantes". Por supuesto, la respuesta es que
siempre lo son. Sin embargo, con la poderosa base de Singapur cerca del teatro de ope-
raciones, gran cantidad de transporte marítimo y aéreo y una adecuada fuerza de
helicópteros, nunca hubo, de acuerdo a mi experiencia personal y hasta donde pude ad-
vertir y lo hubieran advertido otros, ninguna restricción a las operaciones, por razones
logísticas. Por su propia naturaleza, las operaciones de baja intensidad requieren poco
gasto de munición, especialmente granadas y en comparación con la guerra de movi-
miento, poco combustible. Ese tipo de guerra se decide políticamente, antes que militar-
mente. Las fuerzas guerrilleras, andrajosas y pobremente equipadas y adiestradas, en lo
que es ahora Zimbabwe, fueron constantemente derrotadas por las tropas menos nume-
rosas pero mejor equipadas y adiestradas de Rodesia del Sur. Se ganó la campaña y se
la perdió alrededor de una mesa de conferencias en Londres, como resultado de presio-
nes políticas y el drenaje de la economía de Rodesia del Sur y de su moral, producto de
una larga guerra sin perspectivas de fin a la vista.

* * *

Una de las guerras más largas de los tiempos modernos, el conflicto Irán/Iraq, ha fi-
nalizado hace muy poco como para permitir un estudio detallado de los aspectos logísti-
cos. Para hacerlo será necesario examinar informes, los que, además de estar escritos
en árabe y farseo respectivamente, dada la naturaleza de los dos regímenes involucra-
dos, es muy improbable que vean la luz del día durante un tiempo, si es que alguna vez lo
son. Lo que se sabe es que hubo, por parte de los dos bandos, un gran consumo de todo
tipo de recursos para la guerra. A este respecto, la guerra Irán/Iraq no difiere mayormente
con respecto a cualquier guerra moderna disputada por bandos de similares dimensio-
nes. Sin embargo, en el lado iraní, rápidamente descubrieron que habiendo prescindido
de sus asesores norteamericanos, los que habían operado sus inventarios de efectos
computarizados, eran incapaces de rastrear los repuestos vitales que necesitaban para
los tanques y aeronaves. Muy pronto, gran número de ambos yacían inoperantes porque
no podían ser reparados. La intensidad de esa guerra sirvió para destacar la necesidad
de mantener un acopio de gran número de material de guerra caro, si se prevé una gue-
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rra o se intenta disuadir a un agresor potencial. Generalmente esos acopios no resultan
atractivos a los políticos, con sus ojos puestos en el electorado, como tampoco a aquellos
que quieren recortar los gastos de defensa por razones morales o económicas o también
aquellos que desean ser vistos como teniendo los intereses de la defensa de su país, en
el corazón, construyendo las vidrieras con hombres y equipos. Muy frecuentemente esas
vidrieras tienen, detrás de ellas, acopios de materiales de guerra lamentablemente muy
pequeños, por el solo hecho de que recortar las reservas de materiales de guerra, repre-
senta una forma fácil e invisible para lograr economías. Pero, para disuadir, los acopios
no solo deben existir, sino que hay que demostrar que existen.

* * *

Los logísticos navales y aéreos buscarán en vano alguna discusión sustancial sobre
la logística en sus ambientes operacionales. Ello es debido, tal como lo sostuvo el Profe-
sor Freedman, en su presentación a la Fundación Leverhulme, cuando procuraba recur-
sos para su proyecto, porque [aunque] es un arte práctico que debe ser dominado tanto
por las armadas como las fuerzas aéreas, hay algo distintivo en la logística terrestre y ello
es que requiere territorio, una vez tomado, durante un largo período de tiempo. Otra cosa
que además es distintiva y por lo tanto interesante, acerca de la logística en la guerra te-
rrestre, es la de que hay, para decirlo crudamente, más dificultades. Una operación anfi-
bia brinda un buen ejemplo. El transporte marítimo de los efectos al área de la cabeza de
playa, es relativamente simple, en puros términos de transporte, si bien la acción del
enemigo puede hacer las cosas un poco más complicadas. El verdadero problema co-
mienza cuando los abastecimientos tienen que ser desembarcados y transportados, a
veces cientos de millas tierra adentro. Aún sin interferencia enemiga, las dificultades pue-
den ser considerables. Espero que esto quede ilustrado en mi corta referencia a la logísti-
ca naval del capítulo 2 y las notas de los capítulos 3, 4 y 8. La logística en apoyo de la ba-
talla aérea, ha sido hasta hace poco, un gran problema naval y terrestre. El combustible,
las armas y los repuestos para las fuerzas aéreas, han sido transportados por mar por las
marinas y por tierra, por cortesía de los ejércitos. Porque era en interés de los soldados y
marineros tener apoyo aéreo, si eran inteligentes, destinaron los recursos necesarios pa-
ra el movimiento, a los aviadores. Pero el problema de la entrega, incluido el manteni-
miento de las rutas y su protección, ha sido en gran medida, naval o del ejército. Sin em-
bargo, se podrá decir que el apoyo aéreo, digamos de los ingleses en Birmania, fue un
problema de la fuerza aérea, actuaron, en efecto, conductores de camiones aéreos, en
respuesta a un requerimiento del ejército, como en efecto lo son hoy en día los helicópte-
ros y las aeronaves de transporte de ala fija. El transporte de combustibles, repuestos y
armamento al teatro de operaciones fue, y sigue siendo, una responsabilidad primaria de
las marinas y los ejércitos. Aún en la campaña de las Malvinas, donde la Real Fuerza Aé-
rea jugó un rol logístico tan importante, fue secundario y menos complicado que el papel
desempeñado por las otras dos fuerzas. Si esto seguirá siempre siendo así, está tratado
en el capítulo final.

Por último, no tengo razones para creer que la logística tenga mucho sexappeal mili-
tar, excepto para soldados serios, pero he escrito este libro con la esperanza de que esté
equivocado.

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Las Disciplinas de la Guerra


Logística “la sustancia de la que si no tienes mucho, la guerra no será ganada muy rápido”

General Nathaniel Green, cuando Gorge Washington le pidió que aceptara el cargo de Cuartelmaes-
tre General del Ejército Norteamericano, se le atribuye haber dicho: “Quienquiera ha escuchado en la
historia hablar de un Cuartelmaestre como tal”

Thorpe, en su libro "Pure Logistics" propone el punto de vista de que "la conclusión
es irresistible con respecto al hecho de que los militares saben algo cercano a la nada
acerca de la logística". Probablemente lo que pretendía era ganar la atención del lector y
de esa forma hacer más receptivo al mensaje que él presentaba en forma tan lúcida. De
esa forma, usando la palabra "saber" en el sentido de "persona idónea en" y como escri-
tor norteamericano que escribía para las fuerzas de los EEUU antes de que su país entra-
ra en la I Guerra Mundial, probablemente no estaba muy lejos de la realidad. Como las
experiencias de las guerras lo demuestran, con el paso de los tiempos, la logística tendió
a ocupar un asiento trasero con respecto a las más atrayentes táctica y estrategia. Los
militares experimentados, particularmente los exitosos, sabían algo y estaban todos ellos,
personalmente, muy familiarizados con la logística. Pese a que Napoleón puede haber
dicho "qu`on ne me parle pas des vivres" (que nadie me hable de las provisiones), no so-
lamente reorganizó el sistema logístico del Ejército Francés, sino que generalmente plani-
ficaba sus campañas de tal forma que fueran logísticamente factibles. Su sistema logísti-
co falló solamente dos veces; en España, donde él comandó en persona por un período
muy breve y en Rusia en 1812, donde su ejército sobrepasó a su estado mayor.

Clausewitz

De vez en cuando los militares o los ex-militares han incursionado en el tema; desde
Clausewitz: "no hay nada tan común como el encontrar que las consideraciones de los
abastecimientos afectaron las líneas de una campaña en una guerra", hasta Montgomery:
"durante la última guerra, el 80 por ciento de nuestros problemas eran de naturaleza
logística". Más que una falta de conocimiento, el problema puede estar en una resistencia
a reconocer la importancia de l logística en la guerra y en la necesidad de establecer fuer-
tes cimientos para los suministros en tiempo de guerra, durante la paz, incluyendo una
buena base de principios. Esto es parcialmente a lo que se refería Thorpe. Mientras
abundan los principios tácticos y estratégicos, no hay principios que guíen a los logísticos.
Algunos autores han criticado a Clausewitz por haberle brindado poca atención a la logís-
tica. Esto es poco realista. En "De la Guerra", escribió capítulos sobre: "Campamentos",
"Marchas", "Alojamientos", "Mantenimiento y Abastecimientos", "Bases de Operaciones" y
"Líneas de Comunicaciones". Estos, como casi toda la obra, se apoyan principalmente en
las experiencias de Federico El Grande y de Napoleón. Usa lecciones del pasado para
ilustrar problemas tales como el aumento porcentual de las enfermedades en los ejér-
citos, los que habían abandonado las carpas a fin de aumentar su movilidad y el cansan-
cio y las lágrimas de los soldados en las largas marchas y en las prolongadas guerras.
Puntualiza cuatro métodos de abastecimientos; la capacidad de pelear en el territorio de
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La Savia de la Guerra
otro y por lo tanto de comer a su costa y recomienda no permanecer mucho tiempo en un
mismo lugar debido a que se van a terminar los abastecimientos. Menciona la dependen-
cia del ejército de su base y que los abastecimientos son más fáciles en la defensa,
siempre que se hayan hecho las previsiones adecuadas. También merecen una línea o
dos la necesidad de hacer preparativos para el acopio de armas, munición y equipos. Es
entonces cuando comienza a filosofar con respecto a la relación entre los abastecimien-
tos y en lo que él llama el concepto de la operación.

En el capítulo de los abastecimientos, formula la pregunta:

"¿....hasta donde la guerra gobierna el sistema de abastecimientos o es go-


bernada por ellos? Podemos responder que en principio el sistema de
abastecimientos gobernará la guerra hasta donde los otros factores de go-
bierno lo permitan; pero cuando aquél comience a ofrecer mucha re-
sistencia, la conducta de la guerra accionará sobre el sistema logístico y lo
dominará".

Habiendo discutido cuantos hombres y animales pueden ser alimentados en un área


dada con cantidades variables de población, teniendo en cuenta los pueblos, caminos,
ríos y demás, se lanza sobre otra cuestión:

"Todo esto indicará la influencia general que el tema de los abastecimientos


ejercerá en la forma y la dirección de las operaciones, así también como en
la elección de un teatro de guerra y en las líneas de comunicaciones".

"Hasta donde se extenderá su influencia y cuanto peso se dará al análisis final, estará
relacionado con las dificultades o las facilidades de los abastecimientos - estas son cues-
tiones que dependerán naturalmente de la forma en que se conducirá la guerra. Si la gue-
rra será desarrollada de acuerdo con su espíritu esencial, con la violencia descontrolada
que yace en su corazón, la determinación y la voluntad para la batalla y la decisión - en-
tonces, la alimentación de la tropa, si bien importante, es un asunto secundario. Por otra
parte, cuando se alcanza un estado de equilibrio, en el cual las tropas se mueven hacia
adelante y hacia atrás durante años en la misma provincia, probablemente la subsistencia
se transforme en un hecho de importancia principal. En ese caso, el Cuartel Maestre Ge-
neral se transformará en el comandante supremo y la conducción de la guerra consistirá
en organizar los trenes de carretas".

¡Su desprecio hacia los Comandantes que lleguen a permitir que ocurra una cosa así,
aparece también en la traducción del alemán al inglés!

Es realmente importante recordar que estos capítulos forman parte del Libro Tres y
que toda la obra, excepto el Libro Uno, debe ser leído como notas o borrador. Aún así, el
Capítulo 14 del Libro Uno es más específico con respecto a los problemas de los abaste-
cimientos que todo Jomini. Se puede suponer que de haber vivido Clausewitz lo suficien-
te como para completar su obra, los capítulos que tratan lo que nosotros llamamos logís-
tica, hubieran sido revisados y cambiado el énfasis. Tal vez le hubiera dado más espacio
a la logística y la hubiera provisto de una base más sólida. Pero esto solo puede ser es-
peculación y hay una velada sospecha de que la logística puede haber sido relegada por
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Principios: Las Disciplinas de la Guerra
Clausewitz a la condición de oscuro departamento; "... en mas o menos la misma relación
que hay entre el herrero y el arte de la esgrima"

Definición de Jomini

Jomini, que sirvió como Oficial de Estado Mayor de Ney en el ejército de Napoleón,
fue el primero que definió el arte de la logística. Estableció a la logística como una de las
seis área del arte de la guerra, siendo las otras cinco; el estadista en su relación con la
guerra, la estrategia o el arte de direccionar adecuadamente las masas en el teatro de
operaciones, táctica superior, fortificaciones (las fortificaciones en el ataque y la defensa)
y táctica inferior. Sin embargo, no usó la palabra en el sentido en que la usamos hoy en
día. Su definición: "logística es el arte de mover los ejércitos. Comprende el orden y los
detalles de las marchas y los campamentos y el alojamiento y abastecimientos de las tro-
pas; en una palabra, es la ejecución de las empresas estratégicas y tácticas", suena bas-
tante bien a los oídos modernos, hasta que leemos el capítulo sobre logística. Resulta
claro que se está hablando de las tareas más bajas del estado mayor con relación al de-
sarrollo de una campaña. De los dieciocho puntos principales que incluye, menos de la
mitad se refieren a lo que hoy llamaríamos logística. Cuando se extiende en algunos pun-
tos, es solamente cuando se refiere a los depósitos y al material, en los que trata temas
que un logístico moderno reconocería como pertenecientes a su departamento. En sus
ejemplos se extiende más allá de la logística, hasta la esfera de la estrategia y la táctica
superior o el arte operacional.

Las razones son bien visibles. Primero, al incluir la frase "es la ejecución de las em-
presas estratégicas y tácticas" en la definición de logística, queda enganchado en su pro-
pia definición. Segundo y más importante, en su tiempo la línea divisoria entre lo que
podríamos llamar el estado mayor operativo y el estado mayor logístico, no estaba tan
clara como apareció en la última mitad del siglo pasado. Para comenzar, el Jefe del Esta-
do Mayor y los oficiales subordinados del Estado Mayor, estaban casi enteramente dedi-
cados al abastecimiento y los movimientos de los ejércitos, de acuerdo a los planes es-
tratégicos, operacionales y tácticos del Comandante, generalmente desarrollados solo por
el comandante y frecuentemente desarrollados por él personalmente. El cuartelmaestre
general era, en los hechos, el jefe de estado mayor. Esto se mantuvo, solamente en el
nombre hasta este siglo. El título de Ludendorff como Jefe del Estado Mayor de Hinden-
burg fue el de Primer Cuartelmaestre General, porque en Alemania los cuartelmaestre
generales eran los directores de las operaciones militares. Tal como Jomini lo destaca:

"Pero cuando se comienza a desarrollar una guerra sin campamentos, los


movimientos se vuelven más complicados y los oficiales de estado mayor
tienen funciones más amplias. El jefe de estado mayor comienza a desem-
peñar la tarea de transmitir las concepciones del general hasta los puntos
más distantes..."

Por lo tanto, pese a que Jomini incluye la logística como una de las seis áreas del ar-
te militar, debido al tratamiento que da al tema en su trabajo, en realidad confunde los
hechos al reunir la logística, como tarea de estado mayor, con las operaciones y la inteli-
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La Savia de la Guerra
gencia. Por lo tanto, no es de sorprenderse por el hecho que los militares, en los años
que siguieron, se sintieran más impresionados por los consejos estratégicos y tácticos de
Jomini que por lo que tenía que decir sobre la logística, que en términos prácticos era ex-
traordinariamente poco, aún menos que Clausewitz.

Jomini no deja diagramas logísticos, en comparación a sus detallados dibujos tácti-


cos; no deja principios; nada equivalente a sus máximas en la línea de las operaciones y
por eso, ninguna lección logística o consejos. El logístico buscará en vano alguna versión
del Siglo XIX de lo que modernamente conocemos como tablas de peso y balances, con
consumos de combustible, pesos y distancias, para transporte por helicóptero. No hay es-
tadísticas útiles que nos dén el consumo diario de agua y forraje para las mulas, caballos,
burros, elefantes o camellos; o el balance a tener en cuenta entre el número de animales
que se lleva y los requerimientos de forraje y consecuentemente las necesidades de ani-
males adicionales para llevar el forraje, los que a su vez necesitan ser alimentados. Pese
a que Jomini fue ampliamente leído por sus consejos en táctica y estrategia, no hay nada
suficientemente sustancial que dé a otros una guía para que escriban sobre el tema o pa-
ra dotar a la logística con el mismo carácter fascinante que el que tienen, para casi todos
los soldados, la estrategia y la táctica.

Los Principios.

Si nos estamos preguntando por los principios, lo primero es la palabra en sí misma.


"Logística" deriva del francés "maréchal de logis" en el ejército de Luis XIV, en inglés
"quartermaster general" (logis quiere decir acampar o alojar). el "maréchal de logis" era el
responsable de la administración de los campamentos, transportes y marchas. Poste-
riormente el "maréchal general" fue el responsable de toda la administración y tal como
se ha dicho, en algunos casos se desempeñaba como jefe de estado mayor. Si bien el
término fue abandonado por el ejército francés después de la revolución francesa, la pa-
labra "logística" siguió en uso. Fue adoptada por Jomini y usada más para abarcar las ac-
tividades de estado mayor, algunas de ellas no logísticas. Tanto el principiante en logísti-
ca, como el general, se podrán preguntar si hay algunos pocos principios que sean "mar-
cas" cuando nos enfrentemos con la movilización de un ejército, planeamiento de una
campaña, una batalla o una escaramuza menor. Podrá encontrar los "Principios de la
Administración", tal como figuran en la Publicación Inglesa "Administración en el Campo",
como una buena guía como cualquier otra porque son aplicables a todos los niveles,
desde una nación preparándose para la guerra hasta un comandante de compañía plani-
ficando un ejercicio. Son:

Previsión
Economía
Flexibilidad
Simplicidad
Cooperación

O puede ser que prefiera volcarse al Ejército de los EEUU, en el cual no hay menos
de nueve principios:

Inteligencia Logística
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Principios: Las Disciplinas de la Guerra
Objetivos
Logísticas Generativas
Interdependencia
Simplicidad
Líneas de Tiempo
Impetu
Costo-efectividad
Seguridad

Resulta claro que hay similitud entre los dos grupos de principios. Sin Inteligencia
Logística es difícil lograr la previsión en un planeamiento adelantado. De la misma mane-
ra, es necesario tener un objetivo claro y alcanzable, tal como el desarrollo de los planes
logísticos para la transición a la fase de guerra en Europa o el refuerzo del norte de No-
ruega en un período de tensión. La aplicación de la moderna tecnología para cubrir los
requerimientos de apoyo logístico de los ejércitos en el terreno, requiere Logística Gene-
rativa. El uso del transporte aéreo en un determinado número de campañas, desde la I
Guerra Mundial en adelante, es un ejemplo perfecto de este principio. Finalmente, aún en
el departamento "Previsión", la Interdependencia requiere que cada parte del sistema
logístico debe estar coordinada con el resto del sistema como un todo. Por ejemplo, un
diseñador debe concebir equipos que sean fáciles de ser apoyados desde el punto de
vista logístico. Por no haber seguido este principio, fracasó el tanque norteamericano
M47. Cuando el tanque hizo su primera aparición en el terreno, se encontró que tenía un
determinado número de errores de diseño desde el punto de vista logístico, no menos
que para cambiar las bujías, había que sacar el motor.

La necesidad de simplicidad en la planificación, en el diseño de sistemas de abaste-


cimientos y en el mantenimiento y operación de equipos, sin contar su tecnología y fun-
cionamiento, se destacan sin necesidad de mencionarlos. Es un principio que ha sido
quebrado antes que cumplido en más de una oportunidad.

Las líneas rectoras imponen que el apoyo logístico debe ser provisto en la cantidad
adecuada, en el lugar correcto y en tiempo, para permitir que la unidad o la formación
cumplan su misión. Para lograr esto, en una batalla de rápidos movimientos o cuando se
producen grandes pérdidas materiales debido a la interdicción enemiga, el sistema debe
ser flexible y adaptarse en forma rápida y con sencillez a las nuevas circunstancias. De
allí el principio inglés de: Flexibilidad. Por Impetu, los norteamericanos entienden la nece-
sidad de brindar apoyo bien adelante, tanto dentro o inmediatamente detrás de las áreas
de las unidades de combate. Esto libera a las unidades empeñadas en combate, de tener
que mirar por encima de sus hombros en búsqueda de los abastecimientos y recursos,
sin los cuales no pueden continuar la lucha.

El principio logístico inglés de Cooperación, incluye el adelanto de los abastecimien-


tos, pero va más allá, para abarcar la necesidad de las unidades y las formaciones de to-
dos los niveles, hasta el Grupo de Ejércitos, de cooperar logísticamente para evitar la du-
plicación de esfuerzos y gastos, maximizar los recursos logísticos tales como el transpor-
te y reabastecer a través de los límites entre unidades y formaciones.
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La Savia de la Guerra

Los que nos lleva al Costo-efectividad o Economía. Esto puede abarcar desde un
programa o análisis para brindar una aproximación sistemática al problema de ubicar re-
cursos económicos limitados, cuando se necesita equipo, hasta decisiones en niveles de
acopio y prioridades logísticas.

Los ingleses no incluyen a la Seguridad como un principio logístico. Tal vez basados
en que es un principio de la guerra y que la seguridad del área de retaguardia surge sin
necesidad de ser mencionada. Esto puede ser así, pero el énfasis que ponen los soviéti-
cos en atacar instalaciones claves en las áreas de retaguardia, pone de manifiesto la ne-
cesidad de proteger las colas ante el peligro de que sean cortadas.

Seguramente los soviéticos tienen fundadas preocupaciones acerca de la vulnerabili-


dad de su cola logística, ante la precisión de las armas guiadas. Hay otro amplio aspecto
de la Seguridad y muy importante y es el de ocultar las propias intenciones logísticas al
enemigo, ya que de su interpretación podrá deducir todo el plan.

No se han tratado aquí los principios logísticos soviéticos. Son menos amplios que
los británicos o norteamericanos y su tratamiento encaja en forma más lógica en el capí-
tulo dedicado a la logística soviética.

Habiendo tratado brevemente los principios, el arte de la logística debe ser examina-
do introduciéndonos en la historia, avanzando rápidamente hacia la Segunda Guerra
Mundial, luego analizando casos de estudio posteriores a la Segunda Guerra Mundial,
tratando la logística en la OTAN y el Pacto de Varsovia, para finalizar echando una mira-
da a la logística en la guerra futura.

6
2

Desde Los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC


"Con seguridad, una de las cosas más extrañas de la Historia Militar es el silencio casi completo con
respecto al problema de los abastecimientos"1

Los ejércitos organizados tienen sus primeros orígenes con el advenimiento de las
bandas de cazadores y las partidas de salteadores, peleando por territorio, mujeres o
comida. A medida que se fueron haciendo más comunes otros impulsos tales como la
urgencia por dominar a otros o defender las casas y las villas de merodeadores o buscar
la independencia de la tiranía, surgió la necesidad de organizar grupos combatientes
cada vez más grandes y con ellos la necesidad de un sistema de abastecimientos. A
medida que las armas se volvían más sofisticadas y las flechas y jabalinas reemplazaron
a los palos y piedras, en la misma medida las armaduras de metal reemplazaron al
escudo de mimbre y apareció la necesidad de un artesano para forjar y reparar no solo
las armas sino los nuevos medios de hacer la guerra - carros y posteriormente máquinas
de asedio. El hoy universal caballo, las mulas y bueyes usados para tirar el transporte,
necesitaban forraje - el que últimamente se ha convertido en combustible con el
advenimiento de los vehículos mecánicos. Los hombres y las bestias requirieron un rango
cada vez mayor de equipo de guerra y abastecimientos y un sistema, al que hoy
llamamos logística, mediante el cual estos elementos esenciales podían ser provistos y
administrados.

Los Asirios

Alrededor del 700 AC, los asirios tuvieron el primer ejército permanente que se
conozca en la historia. Estaba equipado con carros, armas y armaduras de hierro que
reemplazaron al equipamiento de bronce de los soldados primitivos. Más o menos por la
misma época, el arte de las fortificaciones de las ciudades más grandes en lo que ahora
llamamos el Cercano Oriente, se había desarrollado en un grado tal que su asalto se
había transformado en una empresa considerable, incluyendo trenes de arietes, torres de
madera y una amplia provisión de flechas y otros misiles para llevar a cabo operaciones
de asedio. El ejército asirio tenía un alto grado de organización y habilidad para pelear
con éxito en cualquier clase de terreno. Se debe haber aproximado a los 50.000 hombres
y una formación de ese tamaño debe haber requerido un gran organismo de abas-
tecimiento, para las operaciones en el desierto o la montaña. También debe de haber
estado familiarizado con el problema de todos los ejércitos hasta la era del ferrocarril y
aún más allá, que expresado con crudeza, era: "para vivir, manténte en movimiento". Si
un ejército se detenía aún en un área populosa, rápidamente se consumían los víveres
disponibles; salvo que su comandante hubiera previsto hacer los arreglos para llevar los
alimentos con él o que se los hicieran llegar. Si un ejército se detenía en cualquier época
del año desde al fin de la primavera hasta la cosecha, había poca comida disponible, ya
que hasta los lugareños estaban en el nivel mínimo de subsistencia. El mejor momento,
para el ejército, era llegar justo después de la cosecha, si bien no lo era para la población
local; de esa forma la totalidad de la cosecha estaba disponible para ser requisada. Los
consumidores más voraces de los granos eran los animales, en número creciente,
principalmente los caballos y las mulas, pero a veces también los novillos, elefantes y
9
La Savia de la Guerra
camellos que acompañaban a los ejércitos, a medida que crecían en tamaño y
sofisticación. En el verano, estos animales rápidamente agotaban el área inmediata del
ejército, creando la necesidad de enviar las patrullas de forraje cada vez más lejos. En
invierno el grano debe ser tomado de los recursos locales o traídos al lugar. En una de
las últimas guerras en que los animales jugaron un rol principal, la Primera Guerra
Mundial, mientras los británicos despacharon a Francia 5.253.538 toneladas de munición,
incluyendo más de 170.000.000 de granadas, el mayor efecto unitario despachado
consistió de 5.438.602 toneladas de avena y heno. A este respecto, la Primera Guerra
Mundial no fue diferente de las guerras de la antigüedad, si bien difiere grandemente en
otro aspecto logístico, un enorme incremento en el abastecimiento de munición y de ese
modo anunciando una nueva era de la guerra.

Alejandro El Grande de Macedonia

Felipe de Macedonia y su hijo, Alejandro, hicieron avanzar en forma considerable el


arte de la logística. Felipe se dio cuenta de las limitaciones que le imponían a su
movilidad el gran número de mulas de carga y las carretas necesarias para llevar el
bagaje y los abastecimientos para los soldados y sus mujeres, hizo que las tropas
acarrearan su equipo y algunas raciones y prohibió las mujeres. Su ejemplo fue seguido
por Alejandro y doscientos cincuenta años después por el Cónsul Romano Mario, cuyos
soldados se llamaban a sí mismos "Las Mulas de Mario"2,3. Otros ejércitos de los tiempos
de Alejandro, disminuyeron la carga de sus soldados empleando un gran tren de bagaje
con carretas y animales de carga acompañados por conductores y otros seguidores,
incluyendo segadores de forraje, mujeres y - en aquella época previa al control de la
natalidad - hordas de niños. La carga acarreada por los soldados de Alejandro, solo
redujo la cantidad de kilómetros marchados, en forma marginal y se podían deshacer de
parte de esa carga cuando combatían. De la misma forma que hoy, la infantería moderna
se desprende de sus mochilas antes de asaltar un objetivo. Al tener pocos animales, se
redujo el problema de proveerles forraje.4 Cuanto menor fuera el número de carretas,
menor era el obstáculo que representaban en las rudas marchas, había menos
conductores para alimentar y una reducción en el número de repuestos a llevar o fabricar
con la madera de la zona; esto último era una verdadera dificultad en el terreno carente
de árboles, que era el teatro de operaciones de Alejandro.5 Sin embargo, pese a su
política de reducir las carretas y el bagaje, Alejandro, fue más indulgente que su padre
con respecto a la cuestión de las mujeres que acompañaban al ejército; lo que resultaba
sensible dada la cantidad de tiempo que sus soldados se encontraban fuera de sus
hogares. No solo demostraba cuidado hacia sus hombres, permitiéndoles conservar sus
mujeres; si no también porque le gustaban y respetaba a las mismas. Es posible que
tampoco quisiera que su ejército abandonara sus mujeres a su suerte como que tampoco
satisficiera sus normales deseos, tal vez a la fuerza, a expensas de las mujeres de los
territorios recientemente conquistados.6

Abastecimiento desde el Mar

También hizo un uso extensivo de los buques para transportar el pienso, dado que un
buque mercante grande podía cargar unas 400 toneladas,7 mientras que un caballo de
carga llevando solo 90 Kg, comería 9 Kg de forraje diariamente y por lo tanto consumir su

10
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

propia carga en diez días. En realidad, Engels concluye que Alejandro nunca pasó un
invierno, ni siquiera unas pocas semanas, con la totalidad de su ejército en una región
alejada de un puerto de mar o de un río navegable. Además fue lo suficientemente astuto
como para sacar ventaja de la debilidad logística de los buques de guerra de sus
enemigos. Tal como lo puntualiza Robin Lane Fox en su estudio sobre Alejandro:

"Al igual que todos los buques de guerra del mundo antiguo, los buques de
combate persas tenían tan poco espacio bordo para acumular provisiones, que se
veían forzados a estar en contacto diario con una base terrestre. No se podía
cocinar en navegación y el agua dulce tenía que ser obtenida entrando a la
desembocadura del río más próximo. Astuto como siempre, Alejandro se les
anticipó y envió varias unidades por tierra para batirlos. Frustradas y sedientas las
tripulaciones persas zarparon hacia la isla de Samos, donde se aprovisionaron de
efectos, probablemente con la ayuda de los residentes atenienses. A su regreso a
Mileto no lo pasaron mejor a causa del agua y abandonaron la lucha en el interés
de sus estómagos y zarparon hacia el sur."

Habiendo usado estas tácticas en el Egeo, las usaría nuevamente para forzar a
rendirse y unírsele a los buques Chipriotas y Fenicios. Alejandro comprendió que el
alcance de la logística no estaba limitado solamente a asuntos de abastecimientos, sino
que abarcaba la moral y los refuerzos, tal como lo muestra Lane Fox.

"Antes de avanzar (hacia la costa de Licia y Panfilia, para asegurar el flanco


marítimo y hacerla inútil al enemigo), dio órdenes en el sentido de que todos los
macedonios que se hubieran casado "poco antes de su campaña asiática" serían
enviados de vuelta a Macedonia para pasar el próximo invierno con sus esposas.
"De todas sus acciones, ésta le ganó popularidad a Alejandro entre sus
macedonios", además de ayudar a la tasa de natalidad de la madre patria y
estimulando más a los refuerzos."

En ninguna parte resulta más evidente el uso, por parte de Alejandro, de su flota
mercante para proveer apoyo logístico a su ejército, que al finalizar su campaña en la
India. Planificó marchar desde la boca del Indus en Pattala (190 kilómetros al nordeste de
donde hoy se encuentra Karachi) a lo largo de la costa hasta Pasni en la costa del
Makran en Baluchistan. Engels nos dice que Alejandro había acopiado cuatro meses de
provisiones para su ejército, totalizando unas 52.600 toneladas. Debe de haber llevado
poca agua porque los ríos que fluyen hacia la costa estarían llenos en la época del
monzón, que estaba casi por comenzar y se podrían cavar pozos en la costa. No podía
llevar por tierra las 52.000 toneladas de abastecimientos, porque luego de nueve días lo
animales las hubieran consumido en su totalidad y los 13,5 Kg. llevados por un hombre
también hubieran sido consumidas.8 Por ello, la masa de sus provisiones debe haber sido
transportada por la flota, la que debió haber navegado a lo largo de la costa siguiendo el
ritmo del ejército el que, a cambio, debe de haber provisto de agua a la flota. Alejandro
partió a mediados de julio, pero la flota nunca llegó a la costa. Sin saberlo Alejandro, los
monzones que proveían el agua habían impedido zarpar a los buques y los inmovilizaría
11
La Savia de la Guerra
hasta octubre. Alejandro no podía quedarse donde estaba con la esperanza de que los
buques se presentaran. El área y estaba desbastada y hasta donde se sabía, la flota des-
truida por los hindúes. No podía regresar a Pattala, un viaje de un 415Km.m por un
territorio que había sido asolado y no aportaría nada a un ejército de 87.000 infantes,
18.000 hombres de caballería y 52.000 seguidores. Marchó a través del interior
deshabitado, por las regiones donde estaba disponible algún forraje, pero perdió las tres
cuartas partes de su ejército en los desiertos de la depresión de Kolwa entre las cor-
dilleras central y costera de Makran. Finalmente llegó al Tugar donde los restos de su
ejército pudieron recoger suficientes abastecimientos para la marcha a la costa en Pasni.
De aquí marchó a Gwdar, cubriendo 189 Km en siete días. Ahora, por fin, se pudieron
reaprovisionar.

Logística la clave

La estrategia de Alejandro dependía de la logística, en realidad su maestría con


respecto a ella le permitió conducir la campaña militar más larga de la historia. En el
punto más lejano alcanzado por su ejército, el río Beas en la India, sus soldados habían
marchado 15.630 kilómetros en ocho años1 y quedaban tres años más y muchos
kilómetros de marcha antes de que esta terminara. El éxito dependió en la habilidad de su
ejército para moverse rápido, empleando de comparativamente pocos animales, el uso
del mar siempre que fuera posible y por último pero no menos importante, buena
inteligencia logística. Era crítico para sus planes el adelanto de información acerca de
rutas, clima y recursos del país por el que intentaba atravesar. Cuando su inteligencia
falló, en el caso de los buques afectados por los monzones, que no había previsto, los
resultados estuvieron cerca del desastre.

La Cambiante Escena en el Mar

Es de interés la explotación efectuada por Alejandro de la debilidad de los buques de


guerra de su época, que se trató más arriba, la falta de autonomía era inherente a su
diseño. Los buques de combate presentaban más problemas de abastecimiento que los
ejércitos de la época.

Los buques mercantes de la antigüedad, mangudos y marineros y aquellos de los


siglos futuros, podían llevar suficiente agua y víveres como para sostener sus
tripulaciones durante varias semanas, pero no eran apropiados para las tácticas de
combate practicadas en el Mediterráneo en aquella época y por unos dos mil años más,
hasta el Siglo XVI. Tal como lo señaló John Keegan9, no fue sino hasta que las potencias
europeas en el litoral Atlántico colocaron artillería en los buques mercantes robustos,
mangudos y de buen puntal, a comienzos del Siglo XVI y por lo tanto combinaron
capacidad de combate y logística en una misma unidad. Los buques se transformaron en
instrumentos de destacada autonomía y poder de combate. Alcanzaron la cima de su
potencial logístico en las guerras napoleónicas. A mediados del Siglo XIX, la adopción por
parte de las armadas de un nuevo medio de movimiento, vapor y carbón, redujo
considerablemente la autonomía de los buques de guerra. Por ejemplo, según dice

1
Este avance da un promedio de 5,4 Km por día

12
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

Keegan, el HMS Dreadnought, llevando 2.000 toneladas de carbón, tenía una autonomía
de cinco días a 20 nudos. Sin embargo, los buques de guerra aún eran capaces de llevar
la munición para sus cañones y víveres para sus tripulaciones, a distancias considerables
y a mayor velocidad que los ejércitos movidos por caballos y por lo tanto, pese a la
necesidad de estaciones carboneras, logísticamente eran más independientes que los
ejércitos. La conversión de las calderas a fuel oil aumentó la autonomía en un 40 por
ciento debido a su mayor eficiencia como fuente de energía. El advenimiento del Tren de
Flota y las técnicas de reaprovisionamiento en el mar de petroleros y buques depósito, en
la Segunda Guerra Mundial, dotó a las marinas de una gran autonomía. Algo similar que
en los tiempos de Nelson; excepto que estos buques podían estar en el mar durante
años, con largos intervalos entre mantenimiento en los astilleros. El reaprovisionamiento
en el mar de líquidos y sólidos, provee casi todos los efectos requeridos por una unidad
de combate, combustible para el buque y sus aeronaves, misiles, víveres, repuestos,
desde el chip de siliconas más pequeño para un sistema de control tiro hasta el equipo
completo de una turbina de gas para el sistema de propulsión del buque. El
reabastecimiento en el mar y la posibilidad de destilar agua para beber y otros usos, le
permite, aún a un complejo buque de guerra, permanecer en el mar durante meses,
siendo limitada su autonomía solo por la de su tripulación y por la de aquellas partes de
su maquinaria y casco que no pueden ser reparadas salvo en los astilleros.10 Desde el
Siglo XVI, las marinas han sido considerablemente más fáciles de mantener y son
logísticamente más flexibles que los ejércitos. Es por eso que este libro se concentra en
la logística de los ejércitos de tierra, porque es más difícil y para explicar el por qué, es
que la narración ha saltado 2.000 años. Es el momento de volver a él.

La Era de Carlomagno

Con la declinación del Imperio Romano de Occidente y de su sistema militar en el


siglo quinto DC, los ejércitos en la Europa Occidental, se volvieron más chicos debido a
que los grupos tribales que los apoyaban se fueron fragmentando gradualmente. La
logística decayó profundamente a medida que el arte de la guerra se degeneraba. Solo
con el advenimiento de Carlomagno, en el siglo nueve DC, las cosas mejoraron en
Europa Occidental. Sentó las bases del feudalismo de la Edad Media al establecer un
sistema para convocar los hombres para el servicio a través de los nobles vasallos.
Debido a la falta de una organización logística, sus antecesores no fueron capaces de
mantener las tropas en el terreno durante largos períodos y normalmente la escasez de
abastecimientos produjo la dispersión de los ejércitos Francos luego de unas pocas
semanas en campaña. Carlomagno instituyó un sistema logístico que incluía trenes de
abastecimiento con suficiente comida y equipo como para mantener sus tropas durante
varias semanas. Esto le permitió operar a 1.400 kilómetros desde el corazón de Francia y
mantener ejércitos en el terreno o en sitios, durante todo el invierno, algo prácticamente
desconocido en Europa Occidental desde el tiempo de los romanos. Un elemento clave
de este sistema logístico fue el uso de puestos fronterizos fortificados o burgos. Estos
fueron construidos a lo largo de la frontera, en cada provincia conquistada y conectados
entre sí mediante un camino. Otro camino también conectaba cada burgo con la antigua
frontera. Estos fuertes almacenaban abastecimientos y se volvieron las bases desde las
13
La Savia de la Guerra
cuales la caballería Franca podía partir para mantener el orden en el territorio
conquistado y desde los cuales realizar avances frescos.

El Imperio Bizantino

En Europa Oriental, los bizantinos, herederos del Imperio Romano, debieron su


supervivencia al hecho de que su ejército era el cuerpo más eficiente de mundo en
aquella época. El Imperio Bizantino mantenía un ejército regular de entre 120.000 a
150.000 hombres, aproximadamente el cincuenta por ciento de caballería y el resto de
infantería. Excepto en el siglo nueve, cuando una serie de emperadores soldados
condujeron un contraataque contra los musulmanes, los búlgaros y los eslavos, la
estrategia bizantina fue principalmente defensiva. Las conquistas lejanas eran caras en
vidas y tesoros. Reconocieron que su riqueza era una atracción constante para las tribus
bárbaras que los rodeaban, por lo que adoptaron una política de disuasión, evitando la
guerra si era posible, pero repeliendo a los invasores en forma enérgica seguido del
castigo y hostigamiento de sus agresores con un mínimo gasto de recursos y hombres,
más o menos lo que hacen los israelíes hoy en día. Su fuerza de choque consistía en
caballería fuertemente armada con armaduras de escamas, altamente disciplinada y bien
adiestrada.

Al ejecutar una estrategia defensiva, los problemas logísticos bizantinos se vieron


simplificados. Tal como lo puntualizó Clausewtiz más de mil años después, el
abastecimiento es más fácil en la defensa que en el ataque, siempre que se haya hecho
una buena preparación con anticipación. Las comunicaciones también eran más fáciles al
estar a la defensiva; el ejército era capaz de cambiar de una base a otra mediante el
cambio de sus líneas de comunicaciones, de una forma que era más difícil en territorio
enemigo. Gracias a su excelente organización militar, en la cual la logística jugó una parte
indispensable, los bizantinos fueron capaces de frenar la invasión musulmana desde el
este de la Europa cristiana a comienzos del siglo octavo, tal vez un hecho más
significativo que la batalla de Tours, trece años después, que marca el punto más alto del
Islam en Europa Occidental.

A diferencia de los moros operando desde España, los ejércitos musulmanes en el


este estaban cerca de su madre patria y logísticamente mejor posicionados para entrar
profundamente en Europa Occidental, como finalmente lo harían unos siglos después. Si
en el siglo octavo hubieran derrotado y cruzado al Imperio Bizantino hubieran encontrado
a los "cerdos gordinflones" constituidos por insignificantes reinos mucho más fáciles de
ser engullidos que la poderosa combinación de las potencias europeas, principalmente
Austria y España las que serían un obstáculo para su marcha desde fines del siglo quince
hasta mediados del dieciocho. Cuando Constantinopla, sostenida por siete mil hombres
exhaustos, cayó finalmente el 29 de mayo de 1453 frente a ochenta mil turcos que habían
abierto una brecha en su muralla, demostrando que por más de mil años había provisto
una valla a las mareas del caos y desorden.

En los tiempos en que Europa Occidental se había hundido en un estado de brutal


barbarie, el Imperio Bizantino fue una gran potencia mundial y centro de la civilización.
Sin embargo, se produjo un significativo contratiempo en la batalla de Manzikurt en 1017

14
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

cuando, principalmente mediante una traición, el ejército bizantino fue derrotado por los
Turcos Seljuk. La consiguiente pérdida de casi toda Anatolia fue un estupendo golpe. Los
turcos hicieron estragos en la campiña hasta que, lo que había sido la principal zona de
reclutamiento, se convirtió virtualmente en un desierto, la que casi todos los
sobrevivientes no turcos habían abandonado. Cuando parte de la provincia fue
reconquistada, de esa región, los bizantinos ya no fueron capaces de formar una fuerza
que valiera la pena. Por lo tanto se vieron forzados a recurrir a mercenarios de Europa
Occidental, Rusia, Escandinavia y las tribus de sus fronteras norte. Sin embargo, la
destreza profesional de ese ejército iba a asegurar la supervivencia de Bizancio por lo
menos por otros cuatrocientos años.

Las Cruzadas

La súplica, en 1095, por parte del Emperador Alexius al Papa para que lo asistiera en
limpiar Anatolia de turcos, probablemente con la esperanza a atraer unos miles de
mercenarios, iba a poner en marcha una serie de expediciones de Europa Occidental
hacia el Mediterráneo Oriental; las Cruzadas. Si bien hubo otras campañas peleadas bajo
el título de cruzadas, contra los eslavos y los moros, nos referiremos solo a las campañas
en Asia Menor y Palestina. No fue poca cosa, entre las muchas destrezas que los
europeos occidentales adquirieron en el Oriente, el significativo salto dado en las variadas
ramas del arte militar.

La Primera Cruzada

La Primera Cruzada, de 1096 a 1099, que finalizó con la captura de Jerusalén,


comenzó en forma poco auspiciosa. Los contingentes principales de Normandía,
Inglaterra, Francia, Flandes, Alemania y la Sicilia Normanda, agrupados bajo no menos
de diez líderes, constituían un ejército indisciplinado de unos 50.000, que al mismo
tiempo no era mejor que una chusma. Su organización o mejor dicho, su falta de tal, era
un reflejo del estado del arte militar en Europa Occidental en aquella época. Si bien el
fervor religioso y el deseo de liberar la "Tierra Santa" del gobierno de los musulmanes,
motivaron a muchos de los cruzados, también es probable que la posibilidad de lograr
nuevos feudos no estaba muy lejos de las aspiraciones de un gran número de aquello
que marchaban bajo los estandartes de Cristo.

Desde el principio hubo fricción dentro del ejército y desconfianza de los bizantinos, lo
que era retribuido. Los cruzados no tenían ningún interés en ser usados para recuperar
los territorios bizantinos perdidos y a su vez, el emperador no tenía interés en volver a
capturar Jerusalén. Los mutuos puntos de vista divergentes habrían de tener efectos
adversos en esta y muchas de las cruzadas posteriores. La Primera Cruzada estuvo
cerca de terminar dolorosamente en dos oportunidades debido a la falta de un sistema de
abastecimientos. Mientras sitiaban Antioquía, los cruzados casi mueren de hambre,
siendo solo salvados por el arribo inesperado de pequeñas flotas de Inglaterra y de Pisa,
las que capturaron dos puertos y les llevaron provisiones. A su vez, después de capturar
la ciudad, los cruzados fueron sitiados y cortada la línea con sus puertos y casi mueren
15
La Savia de la Guerra
de hambre por segunda vez. Sin embargo, inspirados por el descubrimiento de una
reliquia sagrada, salieron y derrotaron al ejército sitiador.

Al año siguiente, un ejército mucho más reducido avanzó hacia el sur a lo largo de la
costa hasta Jaifa. Parece que habían aprendido las lecciones logísticas de las campañas
de los años precedentes. Hubo mucha más cooperación entre los contingentes
nacionales. Esta vez tenían el beneficio de la flota de Pisa que navegaba paralela a su
ruta para brindar apoyo logístico bien a la mano. Esto se dio hasta que se internaron
dentro del territorio en dirección a Jerusalén. Allí eran muy pocos en número como para
sitiar completamente la ciudad, de tal forma que los defensores, que eran numerosos, no
podían ser llevados a la rendición por el hambre. Además el gobernador de Jerusalén
había tomado la precaución de llevar al interior de la ciudad, desde el campo, los rebaños
de cabras y ovejas y los rodeos de ganado, así como también acumular grandes
cantidades de víveres. Mandó un mensaje urgente pidiendo ayuda al Califa de Egipto.
En ese momento, los Cruzados estaban desesperadamente escasos de agua, debido a
que el gobernador había envenenado la mayoría de los pozos que estaban fuera de la
cuidad. No había posibilidad de conseguir comida en los alrededores y su línea de
abastecimiento hasta Jaifa, a 42 Km en línea recta, era demasiado larga como para
controlarla constantemente. Por razones logísticas y tácticas, el tiempo no estaba del lado
de los cruzados. No está claro si fueron estas imperiosas razones o la urgencia de un
anciano ermitaño cristiano, que vivía cerca del Monte de los Olivos, lo que persuadió a los
Cruzados para montar un ataque lo antes posible, sin disponer de armas de asalto. Tal
vez creyeron en el pronunciamiento del ermitaño de que, armados con la fe en Dios,
lograrían la victoria, lo que fue suficiente para convencerlos que no tenían nada que
perder, haciendo el intento. Desgraciadamente solo la fe no es un sustituto del equipo
correcto y si bien el precipitado ataque de los cruzados rebasó rápidamente las defensas
exteriores, no fueron capaces de escalar las murallas interiores. Carecían de suficientes
escaleras como para colocar la cantidad necesaria de hombres para superar a los
defensores y tenían una cantidad insuficiente de poder de fuego, en la forma de
lanzadores de misiles, como para mantener a los defensores con la cabeza baja.
Después de aguantar tres horas bajo una granizada de flechas y piedras, los Cruzados
se retiraron.

Su tristeza por este revés se vio aligerada por la llegada de las flotas inglesa y
genovesa, a Jaifa, cargadas con víveres y material de guerra. Pero trasladar todo eso
hasta Jerusalén, era una operación consumidora de tiempo, cara en fuerza humana y
animales y los acopios solo alcanzaban para un corto tiempo. Más serio resultaba el
problema de encontrar cantidades suficientes de madera fuerte para construir torres de
asalto para escalar las murallas. Finalmente la madera apta más cercana fue encontrada
en las colinas boscosas cerca de Nablus, a setenta kilómetros al norte de Jerusalén.
Transportarla hasta la escena de las operaciones fue, todavía, otro drenaje de fuerza de
trabajo y animales. La dolorosa y lenta procesión de prisioneros musulmanes y animales
de carga, arrastrando los enormes troncos por el quebrado terreno, deben de haber sido
un blanco tentador para una emboscada. Alimentar los prisioneros, los animales de
carga, los caballos de la caballería y los soldados, durante los ciento cuarenta kilómetros
del viaje redondo, debe de haber agregado otro problema logístico a ser resuelto. Durante
los dos meses siguientes se construyeron tres torres de escalamiento y una cantidad de

16
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

escaleras. Para entonces ya era la mitad del verano y soplaba el Khamsin, viento
caliente y quemante, levantando polvo que todo lo cubría. Los Cruzados tenían que
mandar partidas, en busca de agua, tan lejos como hasta el Río Jordán pero muy
raramente traían de vuelta la cantidad suficiente como para satisfacer todas las
necesidades. Los animales comenzaron a morir y todos sufrían de sed.

A principios de julio se recibió la información de que un gran ejército egipcio


marchaba para socorrer la ciudad. Los Cruzados estaban en una posición desesperada,
debilitados por el hambre y las enfermedades, el pequeño ejército de 15.000 hombres no
podía tener la esperanza de derrotar a los egipcios y continuar el sitio. Se aceleró el
trabajo de construcción de las torres. Cuando estuvieron listas se las desplazó mediante
rodillos desde el lugar donde habían sido construidas, fuera del alcance de la vista de los
defensores de Jerusalén, los que fueron tomados completamente por sorpresa y se
sintieron horrorizados cuando las vieron rodar en dirección a ellos. Por un lado, con la
ventaja que da mirar los hechos 890 años después, el gobernador y los soldados
defensores de Jerusalén, parecen haber sido particularmente ineptos y carentes de ener-
gía. Si se hubiera establecido un programa de patrullas agresivas, no hubieran ignorado
los hechos que se producían justo fuera de sus murallas. Teniendo superioridad
numérica, el gobernador disponía de hombres para realizar salidas que podrían haber
tenido éxito en demorar los trabajos o paralizarlos completamente. La energía y el coraje
desplegados por los Cruzados, tal vez debidos a lo desesperado de su situación, fueron
casi fanáticos. Hubo que abrir una brecha en la muralla exterior y rellenar una zanja
debajo de la muralla principal antes de poder llevar las torres frente a la muralla principal,
a las posiciones de asalto. Bajo una lluvia de misiles se realizó el necesario trabajo de
ingeniería, especialmente en la noche del 13 de julio y en la noche del 14 de julio una
torre estaba en posición. Se intentó un asalto, pero fue rechazado. Al día siguiente, una
segunda torre fue puesta en posición y los caballeros que la tripulaban lograron ocupar
una posición en las murallas de la cuidad. Un enjambre de refuerzos subió empleando las
escaleras y la torre. Esa noche, la ciudad estaba en manos de los Cruzados.

La Segunda Cruzada

La segunda Cruzada fue montada para recobrar Edessa de los musulmanes y estuvo
constituida por un ejército alemán comandando por el Emperador Conrado III de
Alemania y un ejército francés bajo las ordenes del Rey Luis VII de Francia. Fue un
desastre logístico. Al principio todo fue bien, hasta que el ejército de Conrado, el primero
en llegar a territorio de Bizancio, conmocionó a los habitantes de la zona, por el pillaje. El
ejército de Luis, que siguió la misma ruta, se comportó mejor y tuvo pocos problemas,
excepto que los alemanes habían consumido la mayoría de los víveres y el forraje y
amedrentado de tal manera a los campesinos, que éstos escondieron la poca comida que
les quedaba. Las relaciones entre los dos ejércitos no mejoraron cuando los franceses
llegaron a Constantinopla y se encontraron con que los alemanes se rehusaban a
venderles nada de los víveres que habían recolectado. En el único aspecto en que
coincidían era en su desagrado y desconfianza a los bizantinos. La hostilidad que existía
entre los dos ejércitos llevó a que Conrado tomara la desastrosa decisión de marchar a
17
La Savia de la Guerra
través de Anatolia, por una ruta diferente a la de Luis. El hecho de dividir las fuerzas ya
era muy grave pero Conrado aumentó el error dividiendo su propio ejército en dos,
planeando llevar un grupo a través de Anatolia Central y ordenándole al otro marchar a lo
largo del camino costero. Al momento que el grupo de Conrado alcanzó Dorylaeum, ya
habían consumido todos sus víveres. Allí encontraron un fuerte ejército turco que los
esperaba. El ejército alemán, exhausto y muerto de hambre, fue destruido: solo Conrado
y unos pocos seguidores pudieron escapar. El otro grupo alemán progresó bien, hasta
que giraron tierra adentro para acortar su viaje y fueron derrotados por los turcos en
Laodicea, la mayoría de los sobrevivientes murió de hambre en su camino al sur hacia la
costa.

La primera parte de la marcha de Luis a lo largo de la costa fue sin incidentes. Sin
embargo, él también giró tierra adentro y como los alemanes, sufrió grandes bajas en
Laodicea. Desesperadamente corto de víveres, Luis y sus caballeros marcharon al sur,
hacia la costa, a través de terreno montañoso y con un amargo tiempo invernal. Al llegar
a Attalia, en la costa, descubrieron, para su consternación, que los habitantes también
estaban escasos de alimentos y tomaban muy a mal la presencia de los Cruzados, una
situación que rápidamente atrajo a los turcos, quienes pusieron sito a la ciudad. Luis se
vio forzado a salir. El y su caballería viajaron por mar en dos traslados exitosos, dejando
que su infantería hiciera su propia marcha, por tierra, hasta Antioquía. Unos pocos solda-
dos de a pie, sumamente amargados, sobrevivieron a este pésimo ejemplo de liderazgo y
administración y finalmente llegaron a Antioquía, habiendo escapado a los estragos tanto
de los turcos, como del hambre. La última fase de esta Cruzada no fue una excepción
con respecto a la ineptitud táctica y logística que se había demostrado antes. Luis,
Conrado, que se le había unido y Baldwin de Jerusalén decidieron, contra los consejos,
sitiar Damasco. No solo ubicaron sus líneas de asedio opuestas a la parte más fuerte de
las defensas de la cuidad, sino que ubicaron su campamento en un área donde no había
agua cerca. No resulta una sorpresa que el sitio fracasó.

La Tercera Cruzada

La Tercera Cruzada, cuarenta años después, siguió a la desastrosa derrota de los


ejércitos cristianos en Hattin y la captura de Jerusalén por parte del bravo Saladino, fue
un hecho mucho mejor conducido, encabezado por tres reyes. Dos eran los más capaces
y experimentados soldados de Europa; el Rey Ricardo I de Inglaterra y el Emperador
Federico I de Alemania. El tercero, el Rey Felipe II de Francia, no era un líder inspirado.
Federico fue el primero en la escena, marchó exitosamente a través de Anatolia,
derrotando a los turcos donde la mayoría de sus predecesores habían fracasado.
Después de haber capturado Iconium, el desastre golpeó al ejército alemán. Federico se
ahogó y su hijo, carente de la habilidad táctica y logística de su padre, perdió la mayoría
de sus hombres a manos de los turcos y de esos dos azotes de muchos de los ejércitos
medievales: el hambre y las enfermedades.

Un año más tarde, después de haber pasado el invierno riñendo en Sicilia, primero
Felipe y luego Ricardo, llegaron a Acre, que había estado bajo el sitio de los ejércitos
cristianos por cerca de dos años. En veinticuatro horas, Ricardo había puesto un nuevo
corazón al ejército cristiano, habiendo asumido, a su llegada, el comando de toda la
fuerza. Sin embargo cayó enfermo apenas arribado y se vio forzado a comandar desde
18
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

su tienda, era tal el poder de su personalidad que las operaciones de sitio fueron
conducidas con una energía mucho más considerable que bajo su predecesor, Felipe.
Los intentos de Saladino por levantar el sitio fueron derrotados y finalmente la ciudad se
rindió. Felipe regresó a Francia dejando a Ricardo como único encargado de las
operaciones subsiguientes. Inmediatamente comenzó el avance hacia Jerusalén,
marchando a lo largo de la costa, manteniendo contacto con su flota que le protegía el
flanco derecho. Su planeamiento y logística fueron muy superiores a los preparativos
fortuitos que eran algo común a muchos de los ejércitos occidentales de la época. Mantu-
vo sus marchas cortas para conservar las fuerzas de sus soldados, en el cegador calor
de agosto. Además organizó un sistema de lavaderos, para mantener la ropa limpia.
Después de derrotar a Saladino en Arsuf, perdiendo 700 hombres frente a los 7.000 de
Saladino, por un tiempo hizo un alto en Jaifa, antes de presionar en dirección a Jerusalén,
durante las lluvias de invierno. Sus hombres sufrieron miserablemente y tan pronto
reconoció su error, retrocedió hacia la costa en Ascalon.

En la primavera siguiente Ricardo se movió nuevamente, pero Saladino se retiró


frente a él, destruyendo los cultivos y forrajes y envenenando los pozos. Debido a la
escasez de forraje para sus caballos y agua para todos, finalmente Ricardo se detuvo en
Beit-Nuba y de mala gana llegó a la conclusión de que no podía arriesgar su ejército en
un sitio a Jerusalén. Aún si hubiera capturado la ciudad, era muy improbable que el
ejército cristiano hubiera podido conservarla, luego del regreso de Ricardo a Inglaterra, un
hecho que se estaba volviendo imperioso debido a las traidoras negociaciones de su
hermano Juan con el Rey de Francia. Antes de retirarse de Beit-Nuba, Ricardo mejoró su
situación logística mediante la captura, luego de una patrulla de reconocimiento nocturna
que comandó personalmente, de una gran caravana de reaprovisionamiento. Al retirarse
hacia Acre, supo que Saladino había montado un ataque relámpago a Jaifa, tomando la
ciudad por sorpresa. Ricardo reaccionó con una velocidad digna de un comandante
alemán de una división de Granaderos acorazados de la Segunda Guerra Mundial.
Habiendo despachado la mayor parte de su ejército por tierra, llevó una pequeña fuerza
por mar hacia Acre. A la vista de los buques, los cristianos de la ciudad tomaron sus
armas y atacaron a los hombres de Saladino. En ese momento, un sacerdote se lanzó
desde las murallas de la ciudad y nadó hasta el buque de Ricardo, que estaba pintado de
rojo con la cabeza de un dragón en la proa, por lo que era fácilmente reconocible. Le dijo
al rey que pronto Saladino aplastaría nuevamente a los cristianos. Aún cuando disponía
de unos pocos caballeros y algunos cientos de infantes con él, Ricardo ordenó a sus
marineros varar sus buques y saltando a tierra al frente de sus hombres asaltó la ciudad.
Los hombres de Saladino fueron derrotados.

La conducta de Ricardo en su última batalla en Palestina, fue típica de este gran


soldado. Saladino, esperando apresar a Ricardo antes de la llegada de su cuerpo
principal y con solo una pequeña fuerza de cincuenta y cuatro caballeros y dos mil
infantes, planeó un ataque sorpresa sobre Jaifa con las primeras luces, luego de una
aproximación nocturna. Afortunadamente su fuerza fue avistada por un soldado, que dio
la alarma. Ricardo guió su también pequeña fuerza detrás del equivalente medieval de
una alambrada baja construida con clavijas de las tiendas. Ordenó a sus combatientes
19
La Savia de la Guerra
que formaran un escudo con una pared, intercalando arqueros y clavando lanzas en el
suelo como estacas punji. Como un cuadro en Waterloo, los hombres de Ricardo
rechazaron repetidas cargas de la caballería de Saladino. Por la tarde, Saladino y sus
hombres habían recibido lo suficiente y se retiraron, convencidos que Ricardo era
invencible.

Las Lecciones

Las Cruzadas, que brindaron ejemplos de lo mejor y peor del arte militar de Europa
Occidental, fueron importantes para la educación de los soldados Occidentales. Se
aprendieron varias lecciones sobre táctica y construcciones, pero el espacio impide el
tratamiento de todas ellas en este texto.

Una de las más perdurables fue la importancia de la logística, un arte que casi había
desaparecido en el Oeste, con la caída de Roma. Por centurias, los ejércitos de Europa
Occidental habían vivido del terreno y una vez consumido todo, se dispersaban o morían
de hambre. Generalmente las campañas eran cortas debido a que la duración del servicio
feudal estaba limitado por la cantidad de tiempo que los barones y sus siervos podían o
querían estar fuera de sus dominios. Los sitios ocasionalmente eran prolongados y en
algunos casos las campañas eran llevadas a cabo por pequeños ejércitos de merce-
narios, cuyo reducido número facilitaba el problema de mantenerlos. Al enfrentarse a las
tácticas turcas de tierra quemada, la mayoría de los ejércitos occidentales, con
desconocimiento del terreno y del clima, indisciplinados, sin un tren de carretas
adecuado, se desintegraban. En las prolongadas campañas en Asia Occidental, en el
estéril desierto o montañas, los generales tuvieron que reaprender las lecciones logísticas
que Alejandro había aprendido de su padre, catorce siglos antes de las Cruzadas;
"planifica bien o muere". En la primera y segunda cruzadas, más hombres y animales
murieron de hambre que por cualquier otra causa. Ricardo demostró que un buen
planeamiento logístico puede cambiar completamente el panorama. Estableció una base
logística en Chipre y líneas de comunicaciones marítimas de las que se aprovechó en su
marcha desde Acre a Ascalon. Su negativa a embarcarse en un largo sitio a Jerusalén, a
pesar de los deseos de los influyentes equivalentes medievales de los "G Snobs",
además de los más antiguos e influyentes de sus seguidores, es la característica de un
general que comprendía el problema logístico. Fue un corajudo combatiente, un brillante
táctico y un astuto logístico.

* * *

El Tiempo Pasa: Una Locura Napoleónica

A medida que pasaron los siglos las características de la logística permanecieron sin
cambios frente a las modificaciones estratégicas y tácticas, el advenimiento de la pólvora
y la llegada de los ferrocarriles. El principal problema a que se enfrentaba un ejército en la
mayor parte de cualquier campaña seguía siendo no como combatir al enemigo, sino
como vivir en el terreno. Fue para resolver este problema que se inventó el estado mayor
y el trabajo de estado mayor.11 En los tiempos de Federico el Grande, según lo
consideraba Tempelhoff, un ejército de 100.000 hombres estaría acompañado de 48.000
caballos. El forraje seco era tan voluminoso que solamente podría ser transportado por
20
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

agua. Normalmente las campañas no comenzaban hasta que hubiera crecido el pasto
verde. Había largos intervalos en las campañas sin que sucediera nada. La mayor parte
de las instrucciones de Federico a sus generales se referían, no a las batallas o los altos
alcances de la estrategia, sino a la rutina de alimentar, mover y acampar el ejército. Si
bien Napoleón fue capaz de sacar ventaja del mejor sistema de caminos que comenzaba
a ser construido en Europa a fines del siglo dieciocho y a un aumento de la tasa de
natalidad y por ello a una mayor capacidad para apoyar los ejércitos, continuó acopiando
abastecimientos y forrajes. Clausewitz nos cuenta que los ejércitos abandonaron las
carpas durante las guerras de la Revolución Francesa, para disminuir el número de
animales para el transporte del bagaje, pero como estos fueron reemplazados por
caballería o más cañones, tirados por caballos, no se redujo el requerimiento de forraje ni
aumentó la velocidad de avance.12 En los tiempos de Clausewitz se consideraba, como
normal, un promedio de avance de veinte kilómetros por día, reduciéndose a diez durante
largos períodos a fin de dar tiempo para días de descanso durante los cuales se podían
llevar a cabo tareas de reparaciones y mantenimiento. La penalidad por el abandono de
las carpas, fue la pérdida de potencial humano por un aumento de la tasa de enfermedad.
Si bien, tal como lo puntualiza Clausewitz, esto no disminuyó el ritmo de las operaciones,
aumentó el problema logístico debido a la necesidad de establecer grandes hospitales
para los enfermos (los que a su vez tenían que ser abastecidos) y a acrecentar el sistema
de refuerzos.

Napoleón, pese a su genio organizativo, fracasó en la prueba cuando se enfrentó con


el mayor desafío logístico de su carrera; la campaña en Rusia. Cruzó el Niemen con
301.000 hombres y a continuación, 52 días después, destacó 13.500 a Smolensk, así que
le deben haber quedado 287.500. Pero sus efectivos eran de 182.000 hombres, lo que
significa que había perdido 105.500. Solo habían tenido lugar dos enfrentamientos los
que deben de haber producido, como mucho, 10.000 bajas en combate. Por lo tanto, las
pérdidas por enfermedades y rezagados, en un avance de 490 Km deben de haber sido
de unos 95.000 hombres o cerca de un tercio del ejército. En el momento en que
Napoleón alcanzó Moscú, sus pérdidas totales eran de 198.000 hombres. Era verano, los
caminos estaban en buenas condiciones, aunque congestionados por la enorme masa de
tropas. Para los cánones de la época, el avance no fue particularmente rápido, por lo que
debe de haber habido tiempo para recuperar los rezagados.

Napoleón corrió un riesgo. Sabía que su sistema logístico no lo llevaría a Moscú y lo


mantendría allí, pero, al igual que Hitler, tenía la esperanza de derrotar a los rusos y dictar
los términos de la paz, antes que la logística se impusiera a la estrategia.
Desgraciadamente para él, los rusos cambiaron espacio por tiempo y su ejército, si bien
en retirada, de ninguna manera estaba en fuga y tampoco destruido. Por falta de
preparación logística, la subsecuente retirada de Napoleón, fue un desastre. Al
persecutor ejército ruso no le fue mucho mejor, dejaron el área de Kaluga con 120.000
hombres y llegaron a Vilna 30.000. Pocos se perdieron en la lucha. El único problema
logístico al que ninguno tuvo que hacer frente fue al de abastecimiento de munición. Los
niveles de consumo aún eran bajos y quedarían así por otros cien años.

21
La Savia de la Guerra
La Guerra Civil Norteamericana

La Guerra Civil Norteamericana, por muchas razones, es de considerable interés


para el estudioso del arte militar. Para el observador contemporáneo hubo cuatro
aspectos particularmente importantes para el futuro, todos con connotaciones logísticas.
El primero fue el contexto. Dos adversarios decididos, con espacio para maniobrar,
generales razonablemente competentes, grandes poblaciones que permitían reclutar
ejércitos y los medios para equiparlos, todos ellos creando las condiciones para una
guerra larga. Las batallas pueden ser perdidas por un bando o el otro, pero la guerra
terminará solo cuando un lado perciba que ha perdido su capacidad para hacer la guerra
en términos tanto del material o de la voluntad de sus soldados y población y en algunos
casos, de ambos. La falta de preparación logística tanto de la Unión como de los
Confederados, contribuyó a la duración de la guerra. Mientras se armaban, ambos
estaban en condiciones de cambiar espacio por tiempo. Si al estallar la guerra, uno de los
bandos hubiera estado en condiciones de equipar un gran ejército y de mantenerlo, la
ventaja así ganada probablemente le hubiera permitido, a ese bando, ganar la guerra
más rápidamente.

El segundo punto, que surge del primero, es que después de la revolución industrial,
la lucha entre ejércitos de masas reclutados de grandes poblaciones, aún armados con
las armas relativamente toscas de mediados del siglo diecinueve, derivarían en grandes
bajas de personal y pérdidas de caballos y equipos. Si los arreglos para recolectar,
evacuar y cuidar a los heridos, incluyendo la provisión de drogas y a los equipos médicos
y de enfermería, no tenían en cuenta lo anterior, los servicios de sanidad se verían
abrumados y produciendo un efecto adverso en la moral. Fue el momento de establecer
sistemas para reemplazar todas estas bajas. Sin un planeamiento logístico anterior a la
guerra para hacer llegar los reemplazos al frente se verán demorados hasta que se
pongan en marcha los organismos necesarios. En los días de la Guerra Civil, esto
hubiera incluido un determinado número de medidas, por ejemplo: adiestramiento,
equipamiento y movimiento de los hombres frescos, un procedimiento de remonta,
provisión de nuevos caballos y mulas y de los arneses necesarios; la manufactura del
amplio espectro de los materiales de guerra, desde los grandes cañones al repuesto más
pequeño y los medios para hacerlos llegar a las manos de los soldados. Ahora, como
entonces, las demoras aumentarán mucho si la industria de los armamentos y equipos es
lenta para adecuarse al cumplimiento de las crecientes demandas; aún será peor si esa
industria no existe y debe ser creada desde la nada.

Tercero: la importancia de una estrategia que tenga en cuenta la logística, no solo la


propia sino también la del adversario. Lee y Jackson fueron los maestros del arte
operacional. Pero la guerra fue ganada por la capacidad logística del norte, capaz de
armar y sostener sus ejércitos y finalmente mantener a Grant en su estrategia de
implacable presión sobre Lee. Grant "fijó" a Lee de tal forma que no pudo destacar tropas
por ferrocarril para reforzar a los Confederados que hacían frente a Sherman en
Tennessee y Georgia y posteriormente en las Carolinas. Sherman quedó con una
superioridad aplastante como para demoler el centro vital de comunicaciones ferroviarias,
abastecimientos y fabril de Atlanta, antes de ser cortado de su base de abastecimiento y
avanzando en un frente de 70 a 84 Km de ancho, alimentando su ejército mediante el

22
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

forraje, destruyendo y confiscando todos los recursos y propiedades que pudieran tener
algún valor militar para el Sur. Diseminado sobre una ancha faja de terreno de cultivos
aplastados, con cerca de una veintava parte de su ejército dedicado a forrajear el ganado
y con un número creciente de rezagados dedicados al saqueo, no estaba en posición de
combatir otra cosa que no fueran escaramuzas, ni tampoco tenía que hacerlo. La marcha
prácticamente sin oposición de Sherman a través de Georgia desde Atlanta a Savannah,
tan alabada por los apóstoles de la "aproximación indirecta" y considerada por algunos
como que decidió el resultado de la guerra, fue posible porque y estuvo subordinada a la
campaña principal en Virginia. Sin la persistente presión de Grant sobre el Ejército de
Virginia del Norte desde mayo de 1864 hasta abril de 1865, Lee se podría haber
concentrado contra Sherman y tal vez lo hubiese vencido.

La marcha menos famosa de Sherman desde Savannah, Georgia hasta Goldsboro,


Carolina del Norte, fue un asunto mucho más dificultoso. Hizo marchar a su ejército de
60.000 hombres una distancia de 625 Km en cincuenta días, de los cuales diez se
dedicaron al descanso. Si bien encontró poca resistencia por parte de los debilitados
Confederados a las órdenes de Johnston, su avance se vio demorado por fuertes lluvias.
Estuvo en condiciones de hacer uso del dominio del mar por parte de la Unión, para
acortar sus líneas de comunicaciones. Cambió su base de abastecimientos desde
Savannah, a 350 Km al norte, al puerto de Wilmington y posteriormente unas 140 Km
más al puerto de New Bern. Un ferrocarril corría hacia el interior del territorio desde cada
una, cortando su eje de avance. Los esfuerzos de Johnston para concentrar y reforzar su
ejército por ferrocarril, empleando tropas de Tennessee, se vieron frustrados debido a
que competía por espacio en las líneas que también estaban abasteciendo a Lee.

Lo que nos lleva al cuarto punto, en ésta, la primera guerra importante en la cual los
ferrocarriles jugaron un papel preponderante, los comandantes de los dos lados
descubrieron que si bien el uso del ferrocarril aumentaba la velocidad del movimiento de
las tropas y abastecimientos, no siempre las líneas corrían en la dirección en la que los
comandantes lo hubieran querido. Los soldados no pueden pelear desde los vagones y
una vez desembarcados del tren su velocidad de movimiento era al ritmo de marcha a
pie. De la misma manera, los abastecimientos tenían que ser transportados desde la
punta de rieles hasta el consumidor. La cantidad que podía ser transportada hacia el
frente y la demora desde la terminal hasta el soldado, dependía de un número de
factores, incluyendo la distancia a ser cubierta, el sistema de caminos o la falta de ellos y
de la cantidad y capacidad de carga de las carretas y disponibilidad de los
transportadores primarios, los caballos. El Ejército del Potomac de McClellan en la
campaña de la Península de Richmond en 1862 intentó usar el Ferrocarril Richmond y
York River como la línea de comunicaciones para el avance sobre Richmond. Los
abastecimientos eran embarcados en White House en el York River y llevados por vía
férrea hasta el punto donde eran transferidos a las carretas, para abastecer el ejército. Al
principio las operaciones del ejército aproximadamente seguían las líneas del ferrocarril,
de tal forma que la punta de rieles se encontraba cerca y detrás de él. Cuando los
Confederados reaccionaron, especialmente después que Lee asumiera el comando y
llamó a Jackson con sus tropas del Valle Shenandoah, McClellan se encontró operando a
23
La Savia de la Guerra
un lado de su eje seleccionado, a caballo del ferrocarril. En algunos momentos sus tropas
estaban a un poco más de ocho kilómetros de la punta de rieles, una distancia modesta.
El Ejército del Potomac llegaba a 105.000 hombres y 25.000 animales. Había que
adelantar desde White House al frente, en forma diaria, seiscientas toneladas de
munición, víveres, forraje, medicamentos y otros abastecimientos. Después de un corto
viaje en ferrocarril, se desembarcaban los abastecimientos, sin los beneficios de equipos
mecánicos para el manipuleo, a las carretas para su traslado hacia el frente. Los caminos
eran pocos, casi senderos, muchas veces haciendo de canales para el drenaje del agua
de los pantanosos bosques que cubrían Virginia en 1862. Cuando McClellan se dio
cuenta que lejos de capturar Richmond, estaba siendo sobrepasado por Lee y Jackson y
que especialmente su base logística en White House estaba siendo amenazada, decidió
cambiar su base a Harrison Landing en el Río James. Se enfrentó con el problema de
mover algo del orden de los cincuenta a sesenta días de raciones, unas 25.000
toneladas, a la nueva ubicación. Para su mérito, tuvo éxito pero solo porque la Marina de
la Unión tenía el control completo del mar y los abastecimientos pudieron ser
transportados por mar.

La inflexibilidad de un gran ejército atado al ferrocarril para recibir sus


abastecimientos, queda nuevamente ilustrada por la situación de McClellan después de
la batalla de Antietam, cuando fue urgido por el Presidente Lincoln para que avanzara
sobre las líneas de comunicaciones de Lee. Si Lee no tomaba en cuenta esta amenaza y
cortaba entre McClellan y Washington, Lincoln sugería que el Ejército del Potomac podía
girar y atacar por la retaguardia a Lee13. Lincoln fracasó en darse cuenta que Lee había
previsto sacar ventaja de ese movimiento y se había adelantado a organizar una segunda
línea secundaria de abastecimientos; McClellan no lo había hecho. Al depender para sus
abastecimientos de un solo ferrocarril, el Manassas Rail Road, que corría hacia el
sudoeste desde Alexandria, no podía cambiar su gran ejército hacia un nuevo eje en la
forma tan sencilla como la había imaginado su Presidente. Se puede tener una idea de la
magnitud del problema de McClellan, teniendo en cuenta el tamaño de su tren de
abastecimientos. En noviembre de 1862, el Ejército del Potomac estaba acompañado por
4.818 carretas y ambulancias, 8.693 caballos de carga y 12.483 mulas. El tren de
abastecimiento de cada cuerpo ocupaba once kilómetros de camino, el de los ocho
cuerpos y una división de caballería ocupaba más de setenta kilómetros de camino14 En
ese mismo período, un general europeo que se enfrentara al mismo problema,
generalmente hubiera recurrido a hacer marchar sus cuerpos por rutas separadas,
concentrándolas cuando fuera necesario. Los EEUU anteriores a 1861 ocupaban un área
del tamaño de Europa con una población equivalente a la de Inglaterra de mediados del
siglo diecinueve. Los caminos eran pocos, generalmente huellas y aún en Virginia del
Norte, eran pocas las probabilidades de encontrar un determinado número de rutas que
corrieran paralelas y en la dirección deseada.

En circunstancias diferentes, a principios del año, Jackson (tal como Alejandro y


Mario siglos antes) fue capaz de acelerar su avance cuando se movió para destruir el
depósito de abastecimientos de la Unión en Manassas, dejando detrás los bagajes y
carretas de abastecimientos. Solo acompañaron a su cuerpo las municiones y las
carretas ambulancia. Sus hombres llevaban consigo tres días de raciones precocidas, de
tal forma de no tener que encender fuegos y de correr el riesgo de delatar su presencia y

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Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

evitar la pérdida de tiempo y esfuerzos procurando combustible. Marchó 86 Km en dos


días; no por nada sus hombres se auto proclamaron "la caballería a pié de Jackson".15
Hooker, comandando el ejército del Potomac, en abril de 1863, logró una marcha muy
rápida para los cánones de la época en su marcha a Chancellorsville para ubicarse en la
retaguardia de Lee, en un intento de encerrarlo en Fredericksburg. En tres días, tres
cuerpos totalizando 70.000 hombres marcharon a un promedio de 64 Km por malos
caminos, vadearon dos ríos profundos y encajonados y construyeron cuatro puentes de
pontones. Solo llevó consigo un pequeño número de carretas. Sus hombres acarrearon
sesenta proyectiles y raciones para ocho días.16 Algo de la munición para armas
pequeñas fue llevada en mulas de carga. Sin embargo, este movimiento y otros durante
esta guerra, con pocas o ninguna carretas y en algunos casos con las líneas de
comunicaciones cortadas, hubieran sido un fracaso si el consumo de munición hubiera
sido mayor. Aún así, algo de la infantería de Hooker se quedó sin munición.

De cualquier modo, frecuentemente, el trazado de los ferrocarriles dictaban los ejes


de avance y retirada, la ubicación de las posiciones defensivas y el lugar de las batallas.
Un ejemplo resulta suficiente. La estrategia de Johnston y la forma táctica en que la
ejecutó, cuando se retiró frente al avance de Sherman de Chattanooga hacia Atlanta,
estuvo dictada por el ferrocarril de Atlanta, que era su fuente de vida. Si bien peleó una
serie de magistrales batallas en retirada, se parecía a un buzo en el extremo de una larga
manguera de aire. Tenía que reaccionar ante cualquier amenaza por cortarla. Cada vez
que Sherman rodeaba una de sus posiciones de bloqueo, Johnston se veía forzado a
retirarse para contrarrestar el movimiento. Finalmente Hood fue designado para
reemplazar a Johnston, públicamente Sherman expresó su alivio. Johnston era un
soldado astuto, mientras que Hood, un casi legendario general combatiente, no era muy
inteligente y con tendencia a exaltarse. Sin embargo, una vez que Hood fue forzado hacia
Atlanta, exaltado o no, tuvo que reaccionar ante los intentos de Sherman por cortar el
remanente de su vinculación ferroviaria hacia el sur. Cuando ésta fue cortada, Hood
abandonó la cuidad.

Si todos los que observaron la guerra, tanto de primera mano o estudiando los
informes, artículos y libros, leen estos hechos correctamente, ese es otro asunto. Hay
evidencias de que los europeos y los alemanes en particular, no asimilaron toda la
experiencia. El historiador norteamericano Jay Luvaas, en dos trabajos, brinda algunas
explicaciones. De acuerdo con el Capitán Scheibert, un observador del ejército prusiano,
los soldados europeos, mal impresionados por la confusión de la primera batalla de Bull
Run, muy temprano perdieron interés por esa guerra, sin duda imaginando que no tenían
nada que aprender de lo que ellos percibían una indisciplinada turba armada, la que en
ese momento, debido al poco adiestramiento, lo era. Sin embargo, Scheibert, un oficial
inteligente y enérgico, no perdió interés y publicó, a su regreso a Prusia, un número de
informes. Estaba particularmente impresionado por el apoyo brindado al ejército de la
Unión por parte de la Armada de la Unión, no solo en el aspecto táctico mediante fuego
de apoyo, sino también logístico, de esa forma permitiendo al ejército de la Unión resolver
formidables problemas de abastecimiento. Su informe y la forma en que los batallones de
reparaciones ferroviarias del ejército de la Unión (una innovación norteamericana)
25
La Savia de la Guerra
mantuvieron los ferrocarriles funcionando en forma tan eficiente, inspiraron a los
prusianos a crear sus similares Secciones Terrestres de Ferrocarriles, en 1866.
Probablemente vio más lucha que el resto de los observadores extranjeros y sus estudios
son muy amplios y no limitados a lo que había sido enviado a observar a los EEUU, el
efecto de la artillería sobre la mampostería y el hierro.

Reacciones Europeas

En Alemania

La aparición del trabajo de Scheibert acerca de la Guerra Civil Norteamericana, en


1874, produjo una pizca de escritos y comentarios en Alemania. Había un acuerdo
general con sus puntos de vista, sus superiores quedaron particularmente impresionados
con la importancia de la industria del norte, el rol del poder naval y la nueva tecnología.

Sin embargo, en ese momento, los alemanes habían estado envueltos en dos
grandes guerras, las dos, desde su punto de vista, altamente exitosas; la Guerra Austro-
Prusiana de 1886 y la Guerra Franco-Prusiana de 1870. Ambas fueron cortas, la primera
duró cinco semanas y la última siete meses y medio. Una preparación considerable había
precedido ambas campañas, tan diferentes con respecto a la experiencia
norteamericana. Scheibert fracasó al no poder destacar ninguna lección de la Guerra Civil
que pudiera beneficiar al Ejército Alemán, el que a su vez llegó a la conclusión que no
necesitaba retrotraerse más allá de 1866, cuando, tal como ellos lo veían, el fusil de aguja
y la estrategia de Molke, habían revolucionado el arte de la guerra.17 Más aún, el
problema que obsesionaba en forma creciente al Estado Mayor General Alemán, era
como solucionar una guerra en dos frentes, muy probable en el futuro debido a la manera
en que las grandes potencias europeas estaban formando sus alianzas. Percibían que la
receta del éxito radicaba en la preparación, rápida movilización para derrotar al enemigo
rápidamente y una prosecución incansable de la campaña para quebrar la voluntad del
enemigo en una serie de batallas decisivas. Esto lo habían hecho, después de todo, dos
veces en un período de cinco años. Veían poco para aprender de una guerra que había
comenzado sin preparación y se había arrastrado durante cuatro años con una docena
de enfrentamientos sangrientos pero indecisos. Para 1880, la Guerra Civil ya no se
estudiaba en la Escuela de Guerra Alemana. Las energías de la Sección Historia del
Estado Mayor General estaban dedicadas en producir una historia de varios volúmenes
sobre las campañas de Federico el Grande. Este y Napoleón y por supuesto Molke, eran
profundamente estudiados por los oficiales alemanes. Los campos de batallas estaban
cercanos y accesibles para giras del estado mayor, el que era un ingrediente importante
en la formación de cualquier oficial alemán que aspirara a los altos rangos.

En Bélgica

Los alemanes no eran los únicos que ignoraron la experiencia norteamericana, un


ingeniero y general belga hizo referencia al poder defensivo de las trincheras durante la
Guerra Civil Norteamericana, en su libro sobre las fortificaciones, dedicó la mayor parte
de su contenido al análisis de las campañas de Condé, Turenne y Federico el Grande. En
un capítulo, "El Caso de los Campos Fortificados en la Batalla", no menciona ni una de la
Guerra Civil. Sus ejemplos están tomados de las campañas de Napoleón o anteriores. Su
26
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

sistema recomendado de defensa se apoya en una distribución generosa de fuertes a lo


largo del territorio. Fue el creador de los fuertes belgas de Amberes, Lieja y Namur, los
que cayeron rápidamente en los primeros días de la guerra de 1914. Los sistemas de
trincheras, que aparecieron rápidamente en el frente occidental y en muchos otros
lugares, probaron ser mucho más difíciles de superar.

En Gran Bretaña

Los británicos, junto con muchos otros, quedaron deslumbrados con la victoria de
Prusia sobre Francia y el estudio de la Guerra Civil Norteamericana fue sacado del
programa de la Escuela de Guerra. Solo volvió el interés con la llegada a la escena del
Coronel Henderson, a fines del siglo. Para comenzar, el empuje de los escritos de
Henderson trazaba similitudes entre la Guerra Civil Norteamericana, peleada principal-
mente por voluntarios no profesionales, con una leva de profesionales y la probable
experiencia inglesa en una guerra futura. Pretendía, con su trabajo, brindar una
experiencia práctica sobre táctica para los voluntarios, los precursores del Ejército
Territorial, de tal forma que en caso de guerra, pudieran, por lo menos, estar mentalmente
preparados para enfrentar un ejército de conscriptos del continente, mejor entrenados. Su
libro más conocido, Stonewall Jackson, continúa con este tema, si bien de un alcance
mucho mayor y abarcando las condiciones del general, estrategia, historia de las cam-
pañas, un tratado del arte de la guerra, además de ser una biografía de Jackson.
Continúa siendo, hasta nuestros días, uno de los mejores libros sobre la Guerra Civil. Fue
ampliamente estudiado en el ejército británico, lo que produjo el resurgimiento del interés
por la Guerra Civil, las que ésta y las que las cases de Henderson engendraron, habrían
de tener una influencia perceptible en el pensamiento militar en Gran Bretaña. Había un
problema, los escritos de Henderson se concentraron en la guerra en Virginia, con
exclusión de las campañas en el Oeste y en el período hasta la muerte de Jackson en
mayo de 1863. Grant y Sherman solo fueron mencionados de pasada, aún cuando el
último, si bien General en Jefe de los Ejércitos de la Unión en todos los teatros de guerra,
acompañó el Ejército del Potomac de Meade y dirigió sus esfuerzos durante un año, en el
mismo teatro en que se sitúa el libro de Henderson. Sin embargo, Henderson recomienda
a los oficiales de todas las jerarquías que estudien las campañas de Grant en Wilderness
ya que ellas brindan una idea sobre los combates del futuro, especialmente como una
lección sobre como la habilidad para maniobrar, había dejado de lado las trincheras de
Lee, el ejército británico brindó más atención a la primera mitad de la guerra, el período
anterior al cual los ejércitos comenzaron a atrincherarse para contrarrestar el creciente
poder de fuego de las armas contemporáneas; el período anterior al año de las
demoledoras batallas de cerco que llevaron a la rendición de Lee. De cualquier forma, la
doctrina de la ofensiva tradicional, que no hacía caso del empleo de las trincheras, tan
brillantemente demostrada por los prusianos, recibió la aprobación de los teóricos
militares de la época y los británicos no fueron una excepción. La guerra corta, peleada
con gran intensidad, era la guerra del futuro.

* * *

27
La Savia de la Guerra
Las Guerras Austro-Prusiana y Franco-Prusiana

Antes de ir a la guerra que habría de dar por tierra con tantas de las teorías
sostenidas por la mayoría de los ejércitos antes de 1914, vale la pena echar una mirada a
las dos guerras que tanto hechizaron a los pensadores militares, casi hasta excluir la
mucho más prolongada Guerra Civil Norteamericana, la que precedió a la última solo seis
años; las guerras Austro-Prusiana y la Franco-Prusiana, para ver si contienen algunos
indicadores logísticos para el futuro. Los aspectos logísticos ya han sido cubiertos en el
magnífico libro de van Creveld, Supplyng War y si bien no es la intención tratar todos los
aspectos similares, será provechoso destacar dos puntos en particular, el efecto de los
ferrocarriles en las campañas y los niveles de consumo de munición.

Ambas y en particular la guerra Franco-Prusiana, han sido llamadas las "Guerras del
Ferrocarril", lo que configura un cuadro mental de los ejércitos, con sus abastecimientos
recorriendo suavemente el camino hacia las batallas, peleando y desplazándose
nuevamente. Pero tal como ya lo hemos visto en los EEUU, los ferrocarriles tienen un
número de inconvenientes. Los soldados no pueden pelear desde el tren, una vez que
desembarcan, su movimiento es a la velocidad del paso. Las líneas, que demandan
mucho tiempo para construir, puede ser que no corran en la dirección que le gustaría al
general. Una vez que los abastecimientos alcanzan las puntas de rieles, lo que puede ser
a kilómetros del área de operaciones, éstos tienen que ser transferidos a carretas, en
aquellos días tiradas por caballos o mulas, los que consumen forraje y le puede
demandar días alcanzar al ejército, especialmente si está avanzando en alejamiento de la
punta de riel. Lo que los ferrocarriles estaban en condiciones de brindar, era una rápida
movilización. A Napoleón le demandó cuatro meses levantar y equipar un ejército en el
sur de Francia y desplazarlo a Italia. En 1866, contra los austríacos, los prusianos
movilizaron 280.000 hombres y los destacaron al área de la frontera en menos de seis
semanas. No había suficientes líneas, las que tampoco corrían a los destinos necesarios
para cumplir con el plan de Molke, pero debido a que aún era más rápido mover los
hombres por tren, él corrió el riesgo, lo que terminó con el ejército prusiano repartido entre
la punta de riel más al oeste en Zeitz y la más al este en Neisse, una distancia de 400
kilómetros. Afortunadamente los austríacos no sacaron ventaja de esto y a través de su
estrategia pasiva y mala conducción, más que por la brillantez de Molke, perdieron la
guerra. En 1870 los alemanes destacaron 400.000 hombres en 11 días. Por entonces
había nueve líneas disponibles para que los alemanes movieran sus tropas hacia la
frontera francesa, comparadas con las tres y media disponibles contra Austria. Debido a
que las redes ferroviarias, dentro de Alemania después de 1866, fueron construidas con
un ojo puesto en su utilidad para la guerra y los franceses eran los enemigos potenciales,
las líneas corrían hacia donde los comandantes querían ir, dentro de Alemania. Sin
embargo, en Francia, el asunto era diferente. Los ferrocarriles franceses no siempre
corrían en la dirección deseada por los prusianos, algunas veces lo hacían y otras no.
Esto tuvo un efecto considerable en las capacidades de abastecimiento y refuerzo
prusianas. Los ferrocarriles franceses eran eficientes (de acuerdo con van Creveld, eran
mejores que los prusianos), pero su plan de movilización no lo era. El letargo de los
comandantes franceses completó su caída. La conducción general de Molke era mejor,
cometió muy pocos errores. Tácticamente los alemanes no eran mejores que los
franceses, excepto quizá en el uso bien adelantado de su móvil artillería de retrocarga de

28
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

tiro rápido para neutralizar la superioridad del rifle Chassepot. Así, aunque los
ferrocarriles aceleraron la movilización y los movimientos iniciales de los ejércitos, una
vez que las operaciones habían comenzado, la velocidad con que las tropas se
desplazaban y sus métodos de abastecimiento desde las puntas de rieles, no eran
diferentes a los de los ejércitos del pasado.

La guerra de 1870 fue similar a las anteriores en otro aspecto. Pese a la gran
sofisticación del armamento, aún era más fácil abastecer las tropas con munición, que
mantenerlas alimentadas. La munición era menos del 1 por ciento de todos los
abastecimientos. Los regimientos de infantería prusianos llevaban 200 tiros de munición
por rifle, divididos entre los hombres y los trenes de carretas que acompañaban al regi-
miento (en lenguaje moderno, transporte de primera línea). En seis meses solo se
gastaron cincuenta y seis tiros por rifle, un poco más de la mitad de lo que llevaba cada
hombre. En la Batalla de Sedán, la artillería prusiana desplegó 606 cañones, disparando
un total de 33.134 tiros, un promedio de un poco más de cincuenta y cuatro tiros por
cañón. Para poner esto en perspectiva, en una de las batallas nocturnas de la campaña
de las Malvinas en 1982, 30 cañones ingleses dispararon un promedio de 450 tiros por
cañón (similar al consumo diario en barreras de artillería en la Primera Guerra Mundial),
un total de 13.500 tiros mucho más de un tercio del número disparado por todo el ejército
prusiano en el mismo período de tiempo.

Agosto 1914 y una Guerra muy Diferente

La próxima guerra en Europa sería muy diferente. Los planificadores alemanes


consideraron que, como siempre, el abastecimiento de munición no sería nada
comparado con el de los víveres y el forraje. Este punto de vista también era sustentado
por los rusos cuyo pronóstico pesimista era el de que para mover el forraje para las
cincuenta divisiones de caballería, totalizando cerca de un millón de caballos, pensando
en una región con tan pocos caminos, crearía un congestionamiento tal en el sistema
ferroviario como para inhibir el movimiento de las reservas, demorando cualquier ofensiva
y llevaría a la interrupción del sistema ferroviario. Para comenzar, parecería que tenían
razón, pero si bien al finalizar la guerra el forraje figuraba primero en la lista de los
abastecimientos logísticos, el reabastecimiento de munición rápidamente se volvió más
crítico.

El Precio de una Apuesta

En el verano de 1914, en diecisiete días, el ejército alemán, totalizando cerca de


1.485.000 hombres, fue movilizado y destacado a las fronteras con Bélgica y Francia. Los
alemanes habían efectuado escasas previsiones para alimentar los caballos, ordenándole
a los comandantes de la caballería que vivieran del país. En agosto, a medida que
empujaron a través de Bélgica y el norte de Francia, pese a que algo de grano había sido
convenientemente cosechado y se encontraba a disposición, la mayoría de él aún estaba
verde y el tiempo y el esfuerzo gastados en pastar en una área amplia, disminuyó la
velocidad de avance. El tema del forraje se volvió tan crítico, debido a la falta de un
29
La Savia de la Guerra
planeamiento logístico que, en algunos casos, las caballadas de la artillería y caballería
murieron al comienzo de la campaña y muchos más estaban tan débiles que no se
podían mover rápidamente. Las condiciones de la caballada no mejoró debido a los
jinetes que los montaban durante las marchas. Contrariamente, los jinetes ingleses
hacían descansar sus monturas, pasando mucho tiempo desmontados, llevando sus
caballos de la brida en lugar de montarlos. Las tropas alemanas, como ya se había
probado frecuentemente con anterioridad, eran más fáciles de alimentar. Vivían del
terreno y en algunas oportunidades, muy bien y a medida que avanzaban el territorio que
atravesaban se volvía más rico. Sin embargo, para el momento de la batalla del Marne, la
artillería pesada alemana, que era la única arma con la que tenían una clara ventaja
táctica sobre los franceses, ya no estaba en condiciones de no retrasarse. Las caballadas
de la caballería alemana estaban tan débiles que la capacidad de reconocimiento de los
ejércitos que avanzaban, se redujo severamente. Al poco tiempo, la caballería en general
se transformó más en un obstáculo que en una ayuda. Los planificadores alemanes
habían apostado mucho. Solo el hecho de que la guerra había comenzado después de la
cosecha, algo que posiblemente no podían prever, los salvó de un desastre logístico.

Errores de Cálculo sobre el Abastecimiento de Munición

Si bien no había excusas para unos preparativos improvisados con respecto a los
víveres y el forraje, después de todo el problema era tan antiguo como la guerra misma,
no había precedente para el aún mayor con respecto al abastecimiento de munición. Los
alemanes, como todos los demás, habían subestimado el ritmo con que se consumiría la
munición y menospreciado el problema de reaprovisionar munición a un ejército que se
movía rápidamente, usando una mezcla de transporte movido por caballos y por primera
vez en una guerra, camiones movidos por motores de combustión interna. Antes de la
guerra, habían calculado que el consumo de munición de las armas pequeñas sería doce
veces que el de 1870, mientras que la munición de artillería sería disparada a un ritmo
solo cuatro veces mayor. Basados en esto, asumieron que las reservas transportadas por
cada cuerpo tendrían que ser reaprovisionadas solo una vez durante la campaña. A
medida que las tropas avanzaban, aumentaban las distancias con respecto a las puntas
de rieles y si bien se abrieron otras puntas de rieles en la estela del avance, la munición
ya había sido acumulada en depósitos situados muy atrás. Para la batalla del Marne,
durante la cual la munición se consumió más rápido que durante el avance, los ejércitos
alemanes estaban en el punto más lejano con respecto a sus puntas de rieles y en
realidad más allá del punto con respecto al cual era posible apoyar un gran consumo, no
solo de munición, sino también de repuestos para los cañones y otros equipos. Si bien no
hay evidencias de que la batalla fuera perdida por los alemanes debido a fallas logísticas,
si hubieran ganado en el Marne, se hubiera comprobado que era imposible abastecer sus
ejércitos y el avance hubiera llegado a un alto.

Planeamiento Defectuoso y los siempre crecientes Problemas de Abastecimiento

Todos los combatientes encontraron que consumían sus acopios de munición unas
diez veces más rápido que las estimaciones de pre guerra; en especial la munición de
artillería. La producción en la retaguardia tenía que ser aumentada para cumplirla. En el
ejército británico, la escasez de munición llevó al escándalo de las granadas de 1915. La

30
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

culpa fue echada al gobierno en el poder, si bien era, por supuesto, el resultado de un
planeamiento defectuoso muy anterior a la guerra lo que llevó a que los británicos
tomaran parte en la campaña del centro de Europa, para la cual no estaban
logísticamente preparados.

A medida que la guerra en el oeste se volvió de trincheras, por falta de medios para
superar el punto muerto, los ejércitos seguían dependiendo del caballo para la mayor
parte de su transporte, con lo que rápidamente consumieron todo el forraje local y
tuvieron que recurrir a traerlo desde grandes distancias, en el caso del ejército británico, a
través del Canal de la Mancha desde Gran Bretaña, si bien hay que destacar que los
ingleses marcaron la ruta en el empleo del transporte mecánico y que, a medida que
progresaba la guerra, disminuyó el uso de la carreta tirada por caballos. Agregado a esto
había efectos de ingenieros, tales como alambre de púas, postes para colocar los
alambrados, bolsas de arena, obstáculos, kilómetros de cable telefónico y maderas y
vigas para revestir y techar trincheras y pozos. Había que perforar pozos para brindar
agua a millones de hombres y animales y bombearla a los puntos de distribución. Un
abastecimiento dispuesto para proveer repuestos y partes completas de cañones, armas
menores, la creciente flota de vehículos y aviones y para 1916, tanques y eran esenciales
equipos de todo tipo. Ya no era posible hacer uso de armas o equipo capturado como
había sido el caso cincuenta años antes cuando el Ejército Confederado pudo
suplementar su propia inadecuada industria de armamentos, a costa del Ejército de la
Unión.18 En el siglo veinte, la munición y los repuestos usados por un bando, muy
raramente servirán para las armas y equipos del otro. A medida que las armas se
volvieron más complicadas, demandó más tiempo adiestrar al hombre en su empleo. Por
ejemplo, los sistemas de puntería y espoletas de las piezas de artillería, no pueden ser
rápidamente asimiladas por los artilleros del bando opuesto como para detener la
infantería que asalta la posición.

El Costo de una Guerra de Artillería

Pero por lejos, el efecto más importante era la munición, especialmente las granadas.
El mortero y las preparaciones artilleras que preparan el camino para el asalto de la
infantería, la apoyan en su objetivo y golpea los asaltos enemigos y las áreas de la
artillería, consumen bombas y granadas en forma voraz. Aún después de la llegada del
tanque, el fuego de la artillería y morteros era, por lejos, la mejor forma de dominar el
terreno, especialmente si el terreno o las distancias eran tales que no se podían empeñar
armas de tiro directo. A pesar de los mitos asociados con la ametralladora, la artillería y
los morteros causaron, por mucho, el mayor número de bajas militares en la Primera
Guerra Mundial y desde entonces, en muchas de las guerras.19 Demandaba semanas y a
veces meses, efectuar los acopios para una gran ofensiva. Las grandes pilas de
proyectiles y granadas eran difíciles de ocultar y podían ser vistas mediante la fotografía
aérea, poniendo de manifiesto al enemigo, la intención del comandante. Una vez que se
habían establecido los depósitos de munición, el esfuerzo requerido para moverlos era
también prodigioso. El cambiar un sector en el cual se realizaría un empuje importante,
significaba una postergación debido al movimiento y a su vez, ese movimiento podía ser
31
La Savia de la Guerra
detectado por el reconocimiento enemigo.

Una vez que había comenzado el asalto y si se penetraban las defensas enemigas
una distancia apreciable, las tropas a la cabeza quedarían fuera del alcance de la artillería
propia. Esta, con su munición, debía ser adelantada sobre un terreno salpicado por hoyos
de granadas y cubierto por un barro resbaladizo. Sin transportadores a oruga, los que
aparecieron únicamente en el ejército inglés y solo en los últimos meses de la guerra, el
redespliegue dependía de los caballos y mulas de carga, arrastrando cañones, cureñas,
tropezando en los pantanos. Por esta razón los ataques eran lentos y pesados, con
grandes pausas entre las fases a fin de arrastrar los abastecimientos. Cuando el ataque
perdía el ímpetu, el enemigo quedaba más cerca de sus depósitos logísticos y su sistema
de abastecimiento, operando sobre caminos y ferrocarriles intactos pudiendo reaccionar y
atacar las salientes, generalmente haciendo retroceder al atacante.

Fue el enorme problema logístico y la falta de radio comunicaciones para comandar


grandes cuerpos de tropas, lo que dio a la Primera Guerra Mundial en el frente occidental,
ese aspecto pesado, hasta la gran ofensiva de Haig desde julio a noviembre de 1918. No
fue, como muchos autores lo han sostenido, la estupidez de los generales de los dos
bandos.

1917 y el arribo de la Fuerza Expedicionaria Norteamericana

La entrada de los Estados Unidos en la guerra creó un problema especial a los


aliados ya que muy pronto resultó obvio de que ellos no solo carecían de un adecuado
sistema de abastecimientos sino que también carecían de cañones, tanques y vehículos,
que eran una parte ineludible de la guerra en el frente occidental. Los franceses e
ingleses solucionaron estas deficiencias a un costo considerable para ellos mismos. Los
norteamericanos ni siquiera habían llevado caballos de tiro para la artillería que les fue
provista y los equipos de artillería británicos en Francia fueron reducidos de seis caballos
a cuatro para ayudarlos a solucionar sus requerimientos. Pero era lo inadecuado del
sistema logístico norteamericano lo que crearía las mayores dificultades a la Fuerza
Expedicionaria Norteamericana. En algunas unidades en Argonne, antes que se pusieran
las cosas en su lugar, las tropas estuvieron próximas al punto de inanición. Fue en gran
parte debido a los esfuerzos hercúleos del Brigadier General Jorge Marshall (quien
después adquiriría gran fama en su condición de Jefe del Estado Mayor Conjunto en la
Segunda Guerra Mundial) que finalmente la FEN fue puesta en un adecuado estado
logístico. El lector se puede preguntar ¿cómo fue posible que se produjera esta falta casi
increíble de previsión logística? Muy sencillo, la respuesta radica en un intercambio
político entre el Primer Ministro Británico y el Presidente de los EEUU. Lloyd George,
alarmado por las pérdidas de la infantería en el frente occidental, descabelladamente le
requirió al Presidente infantería, en la mayor cantidad que le pudiera proveer. Gracias a la
falta de un adecuado sistema de enlace entre los dos ejércitos, la FEN estaba
compuesta, en su mayoría, por infantería. En esos días de complejo planeamiento de
estado mayor y alto nivel de cooperación entre las naciones en todos los aspectos de los
asuntos militares, resulta más allá de todo entendimiento que se pudiera haber creado
esa pesadilla logística, pero así fue, se habían ignorado los principios logísticos de
previsión y cooperación y se tenía que pagar el precio.

32
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

Marzo de 1918: La Gran Ofensiva de Primavera de Ludendorff

Mucho se ha dicho, por parte de algunos autores, acerca de la ofensiva alemana de


marzo de 1918, especialmente sobre los arreglos de comando y control y sobre las
tácticas. Se la ha mostrado como un modelo, en contraste con la aceptada inflexibilidad
del sistema británico en 1916; ignorando los factores que obligaron a los ingleses a pelear
de esa manera en ese período de la guerra. Sin embargo, en la primavera de 1918, los
aliados provistos, conservaron los nervios, cosa que hicieron, particularmente Haig, la
ofensiva fue condenada al fracaso antes que las tropas de asalto alemanas cruzaran la
línea de partida. Tenían pocos tanques, la mayoría de esos pocos habían sido
capturados a los ingleses y por los tanto, sin repuestos. Al igual que sus oponentes, no
tenían radios y por eso estaban acosados por todos los problemas del comando que
habían resultado ser como una peste en cada ofensiva en el frente occidental que se
había traducido en: la dificultad para pasar información al comandante; la incapacidad de
dar órdenes frescas para hacer frente a cambios en la situación, para reforzar el éxito y
para concentrar fuerzas de reserva para la embestida decisiva. Los alemanes se
enfrentaron exactamente con los mismos cuellos de botella logísticos que todos los otros
atacantes en este teatro de operaciones, con la complicación adicional de que ellos
estaban avanzando primero sobre terreno que ellos habían devastado implementando la
política de "tierra arrasada", durante su retirada deliberada hacia la línea Hindenburg y
luego sobre los antiguos campos de batalla del Somme. Sin transporte a oruga capaz de
operar fuera de las rutas devastadas, carecían de los medios para reabastecer sus
ejércitos en el ritmo requerido para mantener el ímpetu. Los hombres podían y de hecho
lo hicieron, vivir de los depósitos británicos. Pero los repuestos, cañones y munición
solamente podían ser provistos de sus propias fuentes, que cada vez quedaban más y
más atrás. Los británicos, retrocediendo sobre sus propios abastecimientos, se hacían
más fuertes cada día y después del shock inicial, a medida que la defensa se afirmaba,
para los alemanes se hacía necesario un fuerte asalto coordinado de sus tres ejércitos
actuando al unísono para golpear a través y ganar ímpetu. Si bien no hay evidencias
documentadas de que la logística fuera el factor predominante en la decisión de
Ludendorff de detener la ofensiva, luego de un avance de unos 65 Km en su punto más
lejano, está claro que pese a las nuevas tácticas flexibles, los alemanes eran incapaces,
técnicamente, de apoyar un progreso tan rápido.

1918: Los Cien Días

Había quedado para los británicos el demostrar como se debe ejecutar una ofensiva.
En las batallas de Los Cien Días, que comenzaron en agosto y terminaron en noviembre
de 1918, incluyendo la penetración de la formidable línea Hindenburg, los ejércitos
británicos avanzaron entre 95 y 130 Km, capturando más prisioneros que los ejércitos
francés y norteamericano en conjunto. Aprendiendo las lecciones de los últimos cuatro
años, los tanques anticuados arrastraban trineos cargados con abastecimientos, tanques
especialmente diseñados llevaban abastecimientos dentro de su casco y los tanques
artilleros movían piezas de artillería; todos ellos jugaron un papel vital en el
33
La Savia de la Guerra
mantenimiento del ímpetu del avance de Haig. Aún así, si los alemanes no hubieran
solicitado un armisticio, se hubiera hecho necesaria una pausa, los ejércitos británicos
estaban sobrepasando su logística.20 Sin embargo la idea había sido lanzada, por lo
menos en el ejército británico. El brillantemente imaginativo programa de tanques de
Fuller, para 1919, pedía 7.700 tanques de combate y 3.282 administrativos.

* * *

Al final, con el advenimiento del vehículo propulsado por el motor de combustión


interna, los ejércitos adquirieron la capacidad de abastecerse a sí mismos, estando bien
alejados de los puertos y puntas de rieles.21 Antes de analizar la forma en que los
ejércitos hicieron uso de esta nueva flexibilidad, en una guerra de un espectro
ampliamente superior que la de 1918-19, es bueno echar una ojeada a un hecho ocurrido
en un rincón remoto, donde las condiciones favorecían las operaciones móviles y donde
la percepción logística de un oficial moderno iba a tener un efecto fuera de toda
proporción con respecto al tamaño y adiestramiento de las fuerzas a su disposición; el
lugar, Arabia, entonces formando parte del Imperio Otomano y la fuerza, los árabes,
quienes se habían revelado contra sus amos coloniales. Los turcos guarnecían Medina,
hoy en Arabia Saudita, en el extremo del ferrocarril Hejaz, a 965 Km de Amman. Frente a
la posibilidad de un infructuoso asalto sobre la ciudad fuertemente defendida, el Coronel
británico T. E. Lawrence, aconsejó al Emir Faisal, quien lideraba las fuerzas árabes
reveladas contra los turcos, volcar su atención hacia la línea de supervivencia tuerca y
destruir el ferrocarril. Esta táctica fue tan exitosa, que 25.000 hombres de las tropas
turcas fueron clavados en puntos fuertes y observatorios a lo largo de la vía férrea y la
guarnición de Medina totalmente neutralizada. Habría de haber más operaciones de este
tipo y aún mayores durante la Segunda Guerra Mundial y en otras que la siguieron.

Conclusión

La Primera Guerra Mundial fue una vertiente en la logística militar. Nunca más fue
posible sostener que el abastecimiento era más fácil mientras los ejércitos se movieran,
porque cuando se paraban rápidamente agotaban la comida y el forraje, que eran el
combustible para los que permitían el movimiento y para las máquinas de guerra, los
animales y el hombre. Desde 1914 es de aplicación lo inverso, la razón, el tremendo
consumo de munición y la consecuente expansión del transporte para hacerla llegar
adelante, a los consumidores; siendo el más voraz, la artillería. Un ejército en
movimiento, aún con la llegada del vehículo a motor, es ahora mucho más difícil de
abastecer. Los recursos de las naciones industrializadas pueden manufacturar las
cantidades masivas de material requerido para la guerra moderna, en un tiempo
sorprendentemente corto. El mayor problema es el de mantener el flujo de
abastecimientos hacia el frente y esto se ve grandemente dificultado cuando los clientes
avanzan.

34
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

1.Shaw, Supply in Modern War, p.1

2. Engels Alexander the Great and The Logistics of the Macedonian Army.pgs. 23
y 119. Mario redujo el número de animales haciendo que los soldados
transportaran sus propios utensilios de cocina y las provisiones y por ello se
los llamó Las Mulas de Mario. Los dos, Mario y Felipe introdujeron estas
reformas por las mismas razones; para aumentar la velocidad y movilidad de sus
ejércitos y para reducir el número de animales en regiones donde eran
difíciles de adquirir y darles combustible. (Edición del autor)

3.Josephus, The Jewish War p. 196. En su relato de la Guerra Judía del 66 al


73 DC, habiendo descrito las armas con que el soldado de infantería romano
estaba equipado: "junto con la sierra y el canasto, hacha y piqueta, así como
una correa, una hoz, cadena ración para tres días, de tal forma que no hay
mucha diferencia entre un soldado a pie y una ¡mula de carga!" Como Mario
había llevado a cabo estas reformas (Nota 2 arriba), unos cien años antes que
Josephus escribiera, ¡es improbable que esta comparación fuera original!

4.Engels, p. 24, Nota 39. Si los macedonios llevaban sus armas y armaduras en
animales de carga y el peso promedio de la panoplia de cada soldado era de 14
Kg. y había 50.000 hombres en el ejército, las panoplias combinadas deberían
pesar 680.000 kg. Esto hubiera requerido 6.000 animales para llevarlo y 240
animales adicionales para llevar las raciones de grano para un día. Alejandro
no requirió todos estos animales. dicionales o su equivalente en carretas.

5.Engels, p. 24, Nota 40. De acuerdo con Xenofonte, las carretas requerirían
no solo conductores, sino también un cantidad de maderos para reemplazar
partes, carpinteros hábiles y herramientas para repararlas y una pala y un
pico por carreta, probablemente para construir un camino. Solo una limitada
cantidad de ellas deben de haber sido necesarias para las fuerzas de
Alejandro.

6.Lane Fox, Alexandre the Great, p. 280. Antes de dejar Meshed en su marcha
hacia Afganistán y el Hindu Kush, Alejandro dio un ejemplo de la reducción de
la carga de bagaje: "todo exceso de bagaje fue amontonado en las carretas y
apilado en el centro del campamento; entonces Alejandro le puso fuego, su
propia carreta primero, después las otras, cuando su ejemplo había sido
observado. De ahora en más, los animales de carga servirían como transporte en
los caminos no aptos para los vehículos a ruedas. El ejército se conformó con
la repentina pérdida de su equipaje, sabiendo que Alejandro sufría también;
por lo menos habían sido autorizados a conservar sus concubinas nativas".
Comentario del Autor Parece que muchos ejércitos de la antigüedad han tenido
una aproximación de sentido común con respecto a las necesidades de los
soldados, teniendo en cuenta que es perfectamente normal que hombres jóvenes y
no tan jóvenes y sanos, requieren relaciones sexuales regulares con mujeres,
no solo por la variedad sexual sino por la especial camaradería que provee una
mujer, que enriquece y satisface. A este respecto, los ejércitos antiguos
estaban menos cargados por el bagaje de valores hipócritas que han sido y son
cargados por ejércitos posteriores.

35
La Savia de la Guerra

7. Engels, p. 26, Nota 3

8.Engels, p. 19, tiene excelentes tablas que muestran la correlación entre el


número de animales y la autonomía de los ejércitos de la antigüedad. Concluye
que entre nueve y diez días es lo máximo que un ejército puede resistir sin
reabastecimientos y antes que los hombres comiencen a morir de hambre.
Debería, por ejemplo, llevarse 40.350 animales para transportar raciones para
15 días y 107.600 para 20 días. Es dudoso que tal cantidad de animales
disponibles existiera en toda Grecia. Un día de abastecimiento de grano para
40.350 caballos pesaría más de 200 toneladas y salvo que pudieran ser
transportadas por agua, hay pocas posibilidades que hubieran alcanzado a los
animales en tierra, debido a que deberían ser transportadas por otros animales
de carga, que consumirían los abastecimientos que llevaban.

9.Keegan, J. The Price of Admiralty, pp. 46-47. "El HMS Victory estaba
diseñado para estibar suficientes bizcochos, carne y cerveza para 850 hombres
durante cuatro meses y la suficiente pólvora y balas para el consumo estimado
de una comisión de tres años. Un buena parte del mantenimiento necesario -
reparación de las velas y ajuste del aparejo - se realizaba diariamente en el
mar, como una rutina. Keegan continúa ilustrando lo rápidos, potentes y
logísticamente sustentables que eran los buques de guerra en comparación con
los ejércitos contemporáneos:
"El Ejército del Norte, de Napoleón, en 1815, destinado a dar la batalla
de Waterloo, en el terreno tenía 366 cañones de 6 a 12 libras. La fuerza
de artilleros necesaria para operar este parque de cañones llegaba a
9.000 y el tren de caballos para moverla, sus cureñas de munición y los
carros de abastecimientos a seis caballos hacían unos 5.000. El forraje
de estos, a 10 kg. por caballo por día, llegaba a 50 toneladas cortas
(toneladas de 907,2 kg. en lugar de la tonelada de 1.016 kg. - Nota del
autor), un abastecimiento que también debía ser recolectado y trans-
portado a costa de un pesado trabajo adicional, humano y animal. En
contraste con la fuerza de Napoleón, la Flota de Trafalgar, de
veintisiete buques, montaba 2.232 cañones, de lo cuales el más liviano
era de un calibre de 12 lbs. y el más pesado de 68 lbs. La cantidad de
hombres necesaria para operar este parque de cañones, a doce [hombres]
cada dos cañones (dado que solo se disparaba de a una banda por vez),
era de unos 14.000, su alimento diario a 3 lbs. por hombre (los
líquidos, que deben ser llevados en el mar pero no en la tierra, agre-
gaban otras 8 lbs), mientras que la energía para mover esa fuerza
artillera y su tripulaciones (si bien no lo costos concomitantes), era
gratis. Resumiendo, el poder de fuego de Nelson en Trafalgar superaba al
de Napoleón en Waterloo en seis veces y si hubiese tenido que ser
transportada por tierra - a una velocidad seis veces menor - hubiese
requerido 50.000 artilleros y 30.000 caballos, así como también un abas-
tecimiento diario de unas 300 toneladas cortas de forraje y 75 toneladas
de víveres; el consumo comparativo de sólidos y líquidos a bordo de la
flota de Nelson era de 70 toneladas. Es decir, la flota de Nelson podía
transportar diariamente seis veces más cañones, de mucho mayor calibre
que el ejército de Napoleón, a un quinto del costo logístico y a una
velocidad cinco veces mayor.

10.Esta capacidad puede ser útil aún en tiempo de paz; por ejemplo, solo de la
experiencia del autor, en 1967/68, después que los británicos se retiraran de

36
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

Aden, una fuerza de tareas de no menos un portaaviones de batalla con su


dotación completa de aviones, un LPH (portaaviones convertido para llevar 700-
800 infantes de marina, cañones, vehículos y helicópteros) y escoltas, fue
mantenido en el mar en las cercanías de Saudi Arabia en dos oportunidades
diferentes, cada una de dos meses. Todo el reabastecimiento se efectuó con el
Grupo de Reabastecimiento en el Mar. En la segunda oportunidad el grupo de
tareas estuvo fuera de la vista de costa, en el regreso dejó claro el Estrecho
de Malaca. En las Malvinas, los buques de guerra estuvieron en el mar un
tiempo considerablemente mayor.

11. Van Creveld Command in War, p.27

12.Clausewitz, De la Guerra "De hecho, el bagaje muy raramente ha tenido


influencia en los movimientos;. ...así, la Guerra de los Siete Años produjo
marchas que aún no han sido superadas; por ejemplo, Lascy en 1760 en apoyo de
la diversión rusa hacia Berlín. Cubrió 350 km. en diez días - un promedio de
35,2 km. por día, que resulta sorprendente aún hoy en día para un cuerpo de
15.000 hombres.

13.La Guerra de la Rebelión, Vol.XIX, Parte 1, pp.10-11 y 13-14. En ambos


ejércitos del nivel regimiento/batería para arriba, se han conservado
excelentes registros, una combinación de lo que hoy en día llamaríamos diarios
de guerra e informe post operaciones. Los Archivos Oficiales Confederados
fueron capturados al finalizar la guerra y con sus equivalentes de la Unión,
compilados en 70 volúmenes forman lo que debe ser el informe más claro de
cualquier guerra en la historia, en una sola publicación, tal como fue vista
por los comandantes de ambos bandos, de nivel ejército para abajo.

14.La Guerra de la Rebelión, Vol XIX, Parte 1,pp.97-98. Un informe en la


página 96 en el mismo volumen, del Brigadier General Rufus Ingalls, el Cuartel
Maestre General del Ejército del Potomac, habla acerca de los problemas para
abastecer a grandes distancias de las puntas de rieles o ríos:
"Nuestros trenes (trenes de carretas), en ese momento, no podían
transportar abastecimientos o provisiones y forraje seco para el
ejército, junto con los armamentos necesarios, efectos para los
hospitales, equipos para acampar, etc. para más de seis o siete
días. Una carreta arrastrada por seis mulas, sobre un buen camino,
puede transportar 1.200 raciones secas (pan, azúcar, café, sal y
jabón) y seis días de grano para las mulas. En caminos quebrados o
barrosos, la carga se verá reducida en forma correspondiente. Por
eso se verá fácilmente hasta qué distancia se podrá abastecer un
ejército desde sus depósitos, mediante carretas. Cuando se agoten
los abastecimientos transportados por trenes de carretas, como
rutina, un ejército debe estar en o cerca de otra fuente de
abastecimientos."

15.¡Uno de sus soldados destacaba, años después de la guerra que mientras que
a Moisés le demandó cuarenta años llevar a los israelitas a través del
desierto, "el Viejo Jack" lo hubiera pasado en tres días y a media ración!

37
La Savia de la Guerra

16.La Guerra de la Rebelión, Vol. XXV, Parte I:

p.197. El informe del Brigadier General Warren, Jefe de los


Ingenieros Topógrafos, describe la ruta y el tiempo: "el camino
era quebrado, a través de bosques y con mucho barro... casi al
mismo tiempo comenzó a llover".
p.298. El Coronel Dana, comandante del 143 de Infantería de
Pennsylvania, incluye en su informe, la observación: "La
experiencia del último movimiento, si se me perdona por
destacarlo, brinda una fuerte evidencia que solo en caso de
emergencias críticas se debe obligar a los hombres a acarrear,
además de su equipo habitual, incluyendo 60 proyectiles, ocho días
de raciones".
p.396. Raciones, para el hombre, eran: tres días de raciones
cocidas en su mochila y cinco días de pan duro, café, azúcar y sal
en su bolso.
(Comentario del autor, las raciones deben de haber sido bastante escasas o
asombrosamente livianas o ambas cosas. Actualmente un soldado de infantería
que lleve ocho días de raciones y su carga de munición llevará unas 100 lbs.
sobre su cuerpo). Marchaban con el ejército de Hooker animales en pie para
seis días (p. 396). Esto representa unas 312 cabezas por cuerpo). La munición
de reserva era llevada en mulas de carga. Solo un pequeño número de carretas
cruzó el Rappahannock hacia Chancellorsville. Hooker estableció (Parte II del
Volumen XXV, p. 262) que los trenes (trenes de carretas) debían ser dejados
atrás, solo dos ambulancias y una batería debían acompañar cada división y las
pocas carretas eran solo para llevar forraje para los animales.

17.Aunque el mosquete austríaco era muy inferior al fusil de aguja prusiano.


Este último, en realidad, era inferior al rifle francés Chassepot.

18.Aún entonces, los Confederados fueron incapaces de usar las carabinas de


repetición Spencer capturadas una vez que se había consumido la munición
capturada, debido a que carecían de los cartuchos especiales y no tenían metal
para su manufactura.

19.Lachhman, Singh, Indian Sword Strikes in East Pakistan, p.166. En la guerra


de 1971 en Pakistán Oriental, el Mayor General Singh comandaba la 20ª División
de Montaña, que experimentó unas de las luchas más encarnizadas. Destacó: "Es
interesante saber que las heridas por granadas, comparadas con las heridas de
bala, fueron altas y la mayoría de esas heridas eran el resultado de la
explosión en el aire". En una oportunidad, cuando su división tenía 634
heridos, 316 eran debidas a granadas y 262 a balas. El Ejército Pakistaní, en
Pakistán Oriental, no estaba no estaba provisto de artillería en forma
abundante.

20.The Story of the Fourth Army in the Battle of the Hundred Days,p.IX,
discutiendo lo aconsejable de la aceptación de un armisticio antes que los
alemanes retrocedieran sobre sus propias fronteras, endureciendo su
resistencia y prolongando la guerra; "era una imposibilidad física, por lo
menos para los ejércitos británicos, continuar rápidamente y en fuerza su
avance e inmediatamente explotar su éxito. Si lo hubieran hecho, hubieran
muerto de hambre."

38
Desde los Asirios 700 AC hasta el Armisticio 1918 DC

21.Es difícil expresar esto, mejor de lo que lo ha hecho van Creveld, Command
in War, p.190, "Estratégicamente, la llegada de los vehículos propulsados con
gasolina, significó que los ejércitos se vieron ahora relevados de la tiranía
ejercida sobre ellos, por los ferrocarriles, desde los días de Mole y Gran. El
resultado fue una ganancia tremenda, no tanto en lo que hace a la velocidad
lineal o en el número de ton/km. transportadas (con respecto a las cuales los
ferrocarriles, mientras se encuentren libres de la interdicción aérea, aún
mantienen la superioridad hasta nuestros días), sino por la flexibilidad que
brindan.

39
3

Tres Campañas en una Guerra Global:

Norte de Africa 1942-43


Italia 1943-45
Birmania 1942-45
"Durante la última guerra, el ochenta por ciento de nuestros problemas eran de naturaleza logística"
Atribuido al Mariscal de Campo Montgomery

La Segunda Guerra Mundial de, 1939 a 1945, fue global, mientras que su anteceso-
ra, la Gran Guerra de 1914-18 para darle el nombre por el que se la conoció hasta que
fuera seguida por una mayor, no lo fue. Con la excepción de campañas menores en las
colonias africanas de Alemania, algunas batallas inconclusas entre las flotas alemana y
británica en el Mar del Norte y la campaña de los submarinos alemanes en el Atlántico
Norte, la lucha en la Primera Guerra Mundial tuvo lugar en Europa occidental y oriental.
Involucró enormes ejércitos en esos dos teatros, en el norte de Italia, los Dardanelos, los
Balcanes, en el Cercano y en el Medio Oriente. La mayoría de los teatros de operaciones
hubieran resultado familiares a un soldado del ejército de Napoleón, como lo fueron a los
hombres que se encontraron combatiendo allí a comienzos del Siglo XX.

En la Segunda Guerra Mundial fue enorme la escala y extensión de la guerra, abar-


cando en su apogeo campañas simultáneas en Rusia, noroeste europeo, los Balcanes,
Italia, Grecia, el Adriático, el sudeste asiático, el Pacífico y China, habiendo finalizado
campañas anteriores en Noruega, Francia, los Países Bajos, Grecia, Persia e Irak, Egip-
to, Libia, Túnez y Sicilia. En la Segunda Guerra Mundial hubo una cantidad de "noveda-
des", algunas de las cuales ya se habían presentado como ensayos generales o prees-
trenos, en la contienda previa, otras eran completamente nuevas en su concepto, alcance
o ambas. La más significativa; el comando aliado conjunto unificado sobre ejércitos, fuer-
zas aéreas y armadas, abarcando desde el comando a los equivalentes a cuerpos de
ejército o menores. Los problemas logísticos fueron desalentadores debido a que tantas
campañas comenzaron con un asalto anfibio, algunas separadas por un océano desde la
base en la madre patria, pero dieron lugar a soluciones ingeniosas, de las cuales los
puertos artificiales y los oleoductos submarinos de la invasión de Normandía y los trenes
de flota y grupos de reaprovisionamiento en el mar que acompañaban a las fuerzas de ta-
reas anfibias y grupos de batalla de portaaviones en el Pacífico, son solo dos ejemplos.
Así como en buques, embarcaciones menores y los medios de transporte de todo tipo
familiares a los soldados de la Primera Guerra Mundial, en la Segunda los hombres,
equipos y abastecimientos fueron transportados hacia la batalla por ambos bandos,
siempre en cantidades crecientes, por planeadores y aviones, imponiendo aún mayores
problemas a los departamentos logística para mantenerlos abastecidos de recursos para
pelear y vivir bien detrás de las líneas enemigas.

El Rol de los Ferrocarriles

Hubo, por supuesto, algunos métodos de transporte ya sometidos a prueba y bien


45
La Savia de la Guerra
probados que resultaron tan vitales en esta guerra como en el pasado. Los ferrocarriles,
por la razón dada en el capítulo anterior fueron y aún lo son, la forma más eficiente de
mover cargas por tierra. En estos días, el ejército soviético en gran medida depende de
los ferrocarriles para el transporte de tropas y materiales. Pero en la Guerra de 1939-45,
con el advenimiento de la era del poder aéreo, los ferrocarriles fueron sometidos a una
presión mayor que nunca. Los aviones fueron capaces de llegar detrás de las inmediacio-
nes del campo de batalla, cruzar el mar e interdictar las redes ferroviarias. En la Primera
Guerra Mundial el sistema ferroviario británico había resultado virtualmente inmune a los
pinchazos de alfiler de los ataques aéreos, pero en la Segunda fue una historia diferente.
En el otoño e invierno de 1940-41, los ataques aéreos alemanes produjeron una conside-
rable congestión a los ferrocarriles en Gran Bretaña. Durante este período un importante
factor limitante en el esfuerzo de guerra inglés, fue la incapacidad de los ferrocarriles para
despejar los puertos. Se detuvo el transporte marítimo y se redujeron severamente las
importaciones. La situación se agravó aún más debido al sentido de circulación del tráfi-
co, tanto en los puertos como en el sistema de transporte del interior, con respecto a
aquél para el cual se había diseñado el tendido de las líneas. En junio de 1944, antes de
la invasión aliada a Normandía, se aplicó un esfuerzo considerable en la interdicción aé-
rea de los nudos ferroviarios claves, en Francia y Bélgica, a fin de retardar los desplaza-
mientos de las formaciones alemanas que se desplazaran para enfrentar la amenaza
aliada.1 Una vez que comenzó la invasión, los grupos de resistencia se agregaron al caos
saboteando el material rodante y las líneas que probablemente fueran a ser empleadas
para desplazar las divisiones destinadas a reforzar las formaciones que intentaban conte-
ner el desembarco en las cabezas de playa aliadas. A raíz que las líneas férreas estaban
bloqueadas, algunas divisiones se vieron detenidas durante días, trasladándose por ca-
minos debido a la falta de vagones playos para transportar sus vehículos de combate
blindados, El viaje en ferrocarril de día, podía ser una cosa peligrosa para las tropas ale-
manas a lo largo de casi toda la campaña en el noroeste de Europa. Los aliados contro-
laban el aire, sus aviones de ataque equipados con cohetes podían desplazarse bien
detrás de las líneas alemanas, atacando trenes y destruyendo vías y material rodante.
Debido a la amenaza aérea, las puntas de rieles alemanas tuvieron que ser ubicadas
detrás del Loire y el Sena, alejadas unos 200 y 160 kilómetros del área de depósitos alia-
da en Normandía.

Como hemos visto en el último capítulo, la clave para librarse de la tiranía de los fe-
rrocarriles está en los vehículos movidos por motores de combustión interna y para 1939,
la era de los ejércitos mecanizados en masa ya había llegado, pero solo para una parte
de ellos, no en su totalidad. El ejército alemán comenzó la guerra con 103 divisiones, de
las cuales solo 16 eran blindadas o mecanizadas. El resto marchaba a pie y pese a que
había 942 vehículos en el inventario de cada división de infantería, en cada división la
masa de los abastecimientos era transportada por 1.200 carros tirados por caballos. En
este contexto resulta interesante que para la operación LEON MARINO, la invasión a
Gran Bretaña, el ejército alemán requirió que se transportaran 4.500 caballos en la prime-
ra ola de embarcaciones de asalto. Todos estos vehículos a motor y tracción a sangre
eran orgánicos de las divisiones para ser empleados en la zona de operaciones. Para el
movimiento de abastecimientos en la zona de comunicaciones, detrás de los cuerpos, pa-
ra todo el ejército había solo tres regimientos de transporte motor con una capacidad total
de 19.500 toneladas. Por el otro lado, en 1944 los aliados en el noroeste europeo tenían
un transporte motor con una capacidad de 69.400 toneladas para apoyar 47 divisiones y
aún así estaban escasos. Si bien a medida que la guerra progresaba los alemanes au-

46
Tres Campañas en una Guerra Global
mentaron en forma importante el número de sus divisiones blindadas, mecanizadas y
vehículos, emplearon el transporte tirado por caballos hasta el mismo final, el que, con el
tiempo, habría de resultar en una grave desventaja debido a que tal como lo puntualiza
Van Creveld:

"En lugar de estar distribuidos en forma pareja en la totalidad del ejército,


los vehículos a motor alemanes estaban concentrados en un pequeño nú-
mero de unidades. De hecho ello significó que existieran dos fuerzas sepa-
radas, una rápida y móvil y la otra lenta que se movían a paso de hombre,
era fundamental ejercer el control más estricto sobre los movimientos de
las formaciones de infantería a fin de evitar que ellas obstruyeran los
convoyes de abastecimiento de los importantes blindados atacantes. Era
un buen problema el seleccionar los caminos, calcular el tiempo que
demanda circular por ellos y mantener la disciplina de tráfico, con logística
escasa."

Hoy en día poca gente se da cuenta lo dependiente que era el ejército alemán del
transporte tirado por caballos. El fracaso de Hitler para lograr la capacidad necesaria de
transporte, esencial para una guerra de movimiento, fue una de las principales razones
de la falta de éxito de la invasión alemana a la Unión Soviética (Operación Barbarrosa).
En el ataque inicial en dirección al corazón de Rusia, no solamente los Grupos Panzer
dejaron muy atrás a su infantería de apoyo, sino que, cuando llegó el invierno, se perdían
cerca de 1.000 caballos por día, los que tenían que ser reemplazados. Los problemas de
proveer el forraje necesario en esas condiciones son difíciles de comprender, especial-
mente cuando se tienen en cuenta las enormes distancias involucradas y la lentitud de los
ferrocarriles disponibles. No ha sido posible tratar en este libro la Operación Barbarrosa,
debido a que ella merece un estudio en si misma, pero si alguna vez ha habido una cam-
paña en la cual el factor logístico eclipsó casi todo lo demás, fue esta.

En contraste los británicos, quienes si bien poseían un ejército mucho más pequeño y
menos preparado en otros aspectos, enviaron a Francia en 1939 una fuerza expediciona-
ria que estaba totalmente mecanizada. Desdichadamente en mayo de 1940, casi todos
los vehículos ingleses fueron abandonados después de la retirada hacia los puertos del
Canal de la Mancha y los que escaparon de la destrucción en combate o por parte de los
ingleses antes de retirarse, cayeron en manos de los alemanes.

Norte de Africa

Una forma de aumentar y en algunos casos acelerar el movimiento por riel, ha sido y
aún lo es, el empleo del flanco marítimo para acortar la distancia total que los abasteci-
mientos tienen que ser transportados por ferrocarril. Esto es particularmente valioso si el
ferrocarril es de vía única en la mayor parte de su trazado o si existen estrechamientos a
intervalos de su ruta. Solo en este contexto es interesante examinar la campaña en el
Norte de Africa en Argelia y Túnez. Sin embargo la campaña también es de interés por
otras razones, todas las cuales tienen que ver con la logística. Fue la primera operación
combinada llevada a cabo por británicos y norteamericanos, su primera operación anfibia
en gran escala y su primera operación aerotransportada que superó el nivel de la com-
pañía. Por ser de una escala enormemente vasta, en todas estas áreas probó ser un

47
La Savia de la Guerra
campo de pruebas para operaciones posteriores. Es de destacar que cuando llegó el
momento que los convoyes aliados zarparan de sus respectivos puertos en Norte Améri-
ca e Inglaterra, desde junio de 1941 (seis meses antes de que los Estados Unidos en-
traran en la guerra) los británicos disponían de un organismo de movimientos en Washin-
gton y desde septiembre de 1941, representantes en tres puertos de cada costa. Esta or-
ganización era responsable, no solo del envío vía marítima de abastecimientos y equipos
al Reino Unido, sino también a todos los otros teatros de guerra en los cuales estuvieran
operando las tropas inglesas o del imperio. En 1942 se enviaron desde Norteamérica
2.717.733 toneladas de carga, alcanzando las 3.832.264 toneladas en 1943, con un pico
de 4.246.196 toneladas en 1945. Por eso, desde un principio, la organización de transpor-
te fue integrada en el más alto nivel. El Cuartel General Aliado (AFHQ) nació en agosto
de 1942, tres meses antes de los desembarcos en Africa del Norte. Se decidió que los
departamentos del estado mayor combinado debían ser encabezados por los oficiales
disponibles más experimentados de cualquier nacionalidad y que debían ser organizados
de acuerdo al sistema de estado mayor norteamericano. Para la operación, el AFHQ dis-
puso del 1er. Ejército Británico y del II Cuerpo de los Estados Unidos.

En ese momento, Marruecos, Argelia y Túnez, eran colonias francesas, pero no es-
taban ocupadas por los alemanes. El terreno en el cual tuvo lugar la campaña consiste en
una franja costera, un interior montañoso y más allá el desierto. Las rutas principales es-
taban asfaltadas pero con banquinas flojas y muy resbaladizas con tiempo lluvioso. Los
caminos secundarios eran un poco más que senderos sucios. Cientos de cursos de agua
eran cruzados por pequeños puentes. Era necesario realizar desvíos y buscar vados en
los lugares en que no eran lo suficientemente fuertes como para permitir el paso de los
vehículos pesados.

El Asalto

Se seleccionaron tres zonas de desembarco ubicadas como sigue: Casablanca, que


sería responsabilidad de las fuerzas norteamericanas organizadas directamente en los
EEUU y designada la Fuerza de Tareas Occidental; Oran, que sería asaltada por fuerzas
de los EEUU con asiento en el Reino Unido y designada la Fuerza de Tareas Central y el
asalto en Argelia por una fuerza combinada Británica y de los EEUU designada la Fuerza
de Tareas Oriental. Se planificaron operaciones aerotransportadas para los aeropuertos
de Túnez, Sousse y otros considerados clave, pero debido a la falta de aviones, única-
mente se pudo trasladar un batallón por vez y solo después que la mayoría de los bata-
llones de paracaidistas hubieran arribado por mar siguiendo al asalto anfibio. Para el ca-
so, la mayoría de los objetivos de estas operaciones aerotransportadas fueron cambiados
más tarde a la luz de sucesos inmediatamente posteriores a los desembarcos. Debido a
un factor especial del cual mucho se dependía, el planeamiento de la operación fue
complicado: ¿hasta que punto los franceses se resistirían a los desembarcos?. Los infor-
mes de inteligencia indicaban que existía una posibilidad razonable de que la resistencia
sería débil. En realidad, era posible que dieran la bienvenida a las fuerzas anglo - nor-
teamericanas. Pero no existía la certeza y los aliados tenían que planificar suponiendo
que los desembarcos serían con oposición. Para reducir la posibilidad de resistencia, las
primeras tropas en desembarcar serían las norteamericanas, aún en las playas asigna-
das a los británicos. Se tenía la sensación que los franceses, picados después de la des-
trucción de su flota en Oran por parte de los británicos, en 1940, seguirían sintiéndose ul-
trajados si veían tropas británicas en las primeras olas de asalto en tierra, más que de-

48
Tres Campañas en una Guerra Global
mostrar el sentido común que dictara esas acciones.

Los departamentos logística de los estados mayores británicos habían dispuesto sufi-
cientes abastecimientos para mantener todas las tropas en el asalto, durante siete días.
El primer convoy que seguía transportaba efectos para catorce días de abastecimiento
para todas las tropas en el teatro, incluyendo todas aquellas que arribarían al mismo des-
pués que atracara el segundo convoy. El primer convoy posterior al asalto también llevar-
ía reservas para catorce días a ser desembarcadas en Bougie y Argelia y seis días de re-
servas a ser desembarcadas en Philippeville y Bone. Se había planificado que, para el
día D+90, se tendrían 45 días de nivel de seguridad en tierra para la totalidad de la fuer-
za. Las tropas desembarcarían con raciones de combate individual para dos días. Poste-
riormente serían alimentadas con las raciones compuestas para 14 hombres, recien-
temente implementadas. El planeamiento de la Categoría III (combustible) también había
sido detallado. Un problema importante al que se habían enfrentado los departamentos
logística durante el planeamiento de la operación fue el de la escasez de buques para el
transporte de los vehículos motorizados. Progresivamente se había recortado más y más
la cantidad de vehículos a ser transportados en el primer convoy y en los que le seguían.
Sin vehículos en tierra para mover los abastecimientos, éstos permanecerían en los mue-
lles o en las cabeceras ferroviarias. La situación fue tan comprometida que el Subjefe de
Abastecimientos y Transporte del 1er. Ejército manifestó a los departamentos operacio-
nes que sería imposible mantener la fuerza a una distancia mayor de 160 kilómetros al
este de Bone hasta que el convoy del día D+32 trajera más transporte.2 Posteriormente
se demostró que tenía razón. Por suerte se encontró una débil resistencia a los asaltos,
porque se cometieron muchos errores elementales que demoraron el desembarco de los
vehículos norteamericanos, tales como, en algunos buques, dificultad para encontrar a
los conductores, pérdida de las llaves de contacto y baterías descargadas. No hubo pro-
blemas para encontrar las llaves en los buques que transportaban los vehículos ingleses,
debido a que se le había ordenado a los conductores que las ataran al volante. Sin em-
bargo, esto llevó a que muchas cajas de herramientas de los vehículos fueran hurtadas,
lo que tuvo, durante meses, un efecto adverso en el mantenimiento. En la Playa Y en
Oran, un inesperado banco de arena frente al lugar de desembarco hizo que un número
de vehículos se hundiera. El caos aumentó en dicha playa cuando la fuerte marejada im-
pulsó al oficial naval más antiguo a ordenar que todas las embarcaciones usaran el cer-
cano puerto de Arzeu. Desdichadamente los muelles se congestionaron rápido debido a
la falta de una organización de transporte adecuada y de medios. Durante un tiempo to-
das las embarcaciones debieron ser derivadas nuevamente a las playas. Es conveniente
echar una mirada a los valores alcanzados en la descarga en las tres playas X, Y y Z de
la Fuerza de Tareas Central, porque ellas muestran que se había logrado un nivel básico
en las técnicas de desembarco y era necesario hacer mucho más en un número conside-
rable de áreas, desde el trabajo de estado mayor hasta el desarrollo de embarcaciones y
buques adecuados, antes de encarar un asalto en una playa fuertemente defendida. En
seis días la Playa Z alcanzó a descargar 11.245 toneladas, en el mismo período la Playa
Y logró 1.204 toneladas, mientras que la Playa X manipuló solo 429 toneladas. En cuatro
días, en las tres playas la capacidad total de desembarco promedió las 2.183 toneladas
por día. En los primeros seis días de la campaña de Normandía, antes que entraran en
operación los puertos artificiales Mulberry en Port en Bessin y Courseulles, se desem-
barcó un promedio de 5.871 toneladas en las tres playas británicas, una demostración del
progreso hecho en los dieciocho meses que hubo entre las dos operaciones.3

49
La Savia de la Guerra

Fueron exitosos los desembarcos en las tres playas de más al este, cuyos nombres
código eran Apples, Beer y Charlie, que tenían el objetivo de capturar el puerto de Argel
si era posible, sin provocarle daños. Luego de dieciocho horas de haber varado la primera
lancha la lucha había terminado y Argelia fue ocupada al amanecer del día siguiente.
Nuevamente fue una suerte que los franceses no estuvieran inclinados a ofrecer mucha
resistencia porque la unidad de combate que tenía la tarea de asaltar la Playa Beer, fi-
nalmente desembarcó en la Playa Apples. El primer hombre que llegó a la Playa Beer fue
el oficial responsable del control de los movimientos (el que generalmente no desembarca
en la primera ola de lanchas). Había desembarcado a kilómetros de allí y habiendo usado
a Playa Apples para tomar sus marcaciones, caminó hasta Playa Beer; seguido tres
horas después por su ayudante y el grupo de servicio de costa, quienes habían hecho lo
mismo. La confusión en esa playa empeoró debido a la orden de "dar prioridad absoluta
al desembarco de la artillería y cañones antitanques". El trastrocar la secuencia de des-
carga en el último minuto, como resultado normal, demoró la descarga de todos los bu-
ques, sin apurar el desembarco de los "equipos absolutamente prioritarios". Por fortuna,
la única oposición en esta playa era una gran muchedumbre de espectadores entusias-
tas, cuyos mal dirigidos esfuerzos por ayudar, estorbó la tarea de desarrollar y mejorar las
salidas de playa.

Los Alemanes Reaccionan

La reacción alemana a los desembarcos fue, como siempre, rápida. Su primera mani-
festación fue el día D+1 con el bombardeo de los buques aliados en la Bahía de Argelia,
muy pronto después que habían entrado. El Buque Comando de la Fuerza de Tareas
Oriental fue uno de los pocos que entraron a puerto ese día debido a que el empeora-
miento del tiempo mantuvo a la mayoría de los buques fuera, en la bahía. Debido al esta-
do del mar, las embarcaciones de desembarco no podían llegar hasta ellos, por eso la
descarga se pospuso hasta el día siguiente cuando el tiempo mejoró. Para ese entonces
era fundamental llevar combustible de aviación a los cazas, los que habían volado hasta
Maison Blanche desde Gibraltar. Sin combustible no habría cobertura aérea sobre la bah-
ía de Argelia y su puerto. Finalmente, en la tarde del día D+2 se enviaron 100 toneladas
de combustible.4 Los contramovimientos alemanes no se limitaron a los ataques aéreos.
Los aliados habían esperado que con la inminente rendición de todas las fuerzas france-
sas en Africa del Norte, que cada vez estaba más cercana, la totalidad del Africa del Nor-
te Francesa, desde Casablanca hasta Túnez, quedaría bajo el control aliado. Esperaron
en vano. Mientras el 8º Ejército Inglés combatía a miles de kilómetros hacia el este, podr-
ía haberle dicho al Cuartel General Aliado, si se le hubiera preguntado, que si bien la es-
cena parecía pacífica y libre de alemanes, como habían actuado en un área importante
para ellos su respuesta fue rápida y violenta. Inmediatamente llevaron tropas por avión a
Túnez y Bizerta en un intento de prevenir que los franceses se entregaran a los aliados.5
Este movimiento, por parte de los alemanes, transformó la campaña de prácticamente un
picnic, en una dura contienda en la lluvia, barro y montañas de Túnez.

Abriendo los Puertos

Para hacer frente a los alemanes se decidió mover la 78ª División Británica a toda ve-
locidad hacia el este en dirección a Túnez, comenzando el 11 de noviembre (D+3). Esto
tuvo un efecto inmediato en la descarga de los abastecimientos en Argelia. Dos seccio-
nes de vehículos de transporte, que estaban trabajando en los muelles, fueron reasigna-
50
Tres Campañas en una Guerra Global
das a la 78ª División para asistirla en su movimiento. El único reemplazo disponible eran
camiones comerciales franceses de tracción a cadena y cuyo combustible era carbón ve-
getal. Se rompían continuamente y eran muy peligrosos trabajando en medio de pilas de
combustible y munición debido a que regaban en forma indiscriminada chispas al rojo.
Más seria era la limitación impuesta al mantenimiento y refuerzo de la 78ª División debido
a la distancia desde Argelia y el ferrocarril de una vía que corría hacia el este dentro de
Túnez. El 11 de noviembre ya se habían hecho planes para conquistar el puerto de Bou-
gie a 240 kilómetros al este de Argelia. Pero esto no estaba alejado lo suficientemente al
este como para sacar la presión del ferrocarril. Por ello el General Anderson, Comandan-
te del 1er. Ejército Inglés, quien era el responsable de esta fase de la operación, decidió
abrir el puerto de Bone. El 12 de noviembre, adelantándose a una operación aerotrans-
portada alemana planificada para ese día, ocuparon Bone sin problemas en un asalto
combinado: tropas especiales británicas y norteamericanas desembarcadas desde dos
destructores y un batallón de paracaidistas ingleses que se lanzó en el aeródromo.

La apertura de Bone y posteriormente Philippeville, produjo una diferencia sustancial


en el apoyo futuro de la campaña en Túnez al relevar al ferrocarril de vía única desde Ar-
gelia del movimiento diario de miles de toneladas de abastecimientos. Para comenzar y
hasta que los aviones de caza fueron adelantados a los aeródromos en Bone y Djidjelli
(65 kilómetros de Bougie), los alemanes estuvieron en condiciones de bombardear impu-
nemente los puertos de Bougie y Bone. En dos días tuvieron éxito al hundir cinco buques
aliados en el primero y demorando la descarga en ambos. El adelantamiento de los avio-
nes de caza tuvo que esperar el desembarco de combustible de aviación y municiones y
en Bone, el trabajo de los ingenieros para la colocación de planchas de acero y la repa-
ración de la pista.

Operaciones en Tierra: Se pierde la Carrera

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, los aliados fracasaron en la carrera pa-
ra acumular efectivos suficientes en Túnez para desalojar a los alemanes mientras éstos
fueran numéricamente pocos. Si bien, elementos de la 78º División Británica, 1ª Brigada
Aerotransportada Británica y el II Cuerpo Norteamericano, todos bajo el comando del V
Cuerpo Británico, llegaron a la vista de Túnez, se encontraron con una resistencia alema-
na creciente porque éstos llevaron una corriente de refuerzos por vía aérea a esta ciudad
y Bizerta. Este despliegue alemán nunca fue impedido ni interferido por parte de las tro-
pas francesas en Túnez. Los alemanes, con capacidad para reforzar su poder aéreo des-
de Sicilia, Cerdeña e Italia, basaron sus cazas y bombarderos tácticos en Túnez y Bizerta
y en algunas pistas adelantadas. Llevaron allí el caza FW 190, superior a cualquier caza
aliado de la época, excepto el Spitfire Mark IX y al Mustang Mark II. Sus aviones opera-
ban en apoyo de sus tropas terrestres, en abrupto contraste con las aliadas, las que,
combatiendo en el límite del radio de acción de su cobertura aérea, estaban fuertemente
presionadas para mantener sus propias posiciones con inadecuado apoyo aéreo. Desde
el Cuartel General de las Fuerzas Aliadas para abajo, se ignoraron todas las lecciones
aprendidas en el Desierto Oriental sobre la cooperación ejército/fuerza aérea y estas tu-
vieron que ser aprendidas nuevamente en forma dolorosa. El V Cuerpo fue detenido,
obligado a retroceder y pronto se encontró a sí mismo combatiendo en una batalla defen-
siva.

51
La Savia de la Guerra
Algunas Razones

Entre las razones del fracaso están: insuficientes fuerzas terrestres y aéreas, trans-
porte inadecuado6 y el mal tiempo. Una de las razones principales fue el problema de
apoyar un rápido avance a lo largo de una larga línea de comunicaciones. Constantemen-
te las unidades sobrepasaban la capacidad de las unidades logísticas para abastecerlos.
Túnez está a 960 kilómetros de Argelia, la base británica y cerca de 1600 kilómetros de
Orán, la base norteamericana. Vale la pena dar una mirada con algo de detalle a las líne-
as de comunicaciones. En el Desierto Occidental y posteriormente en Italia, el avance se
efectuó con un flanco apoyado en la costa (flanco marítimo), con la ventaja que esto brin-
da al que controla el mar. El flanco marítimo se estableció desde Argelia a Bone, con
puertos intermedios en Bougie y Philippeville. Un ferrocarril de trocha standard y vía única
corre hacia el este desde Argelia a través de Sétif, Ouled Rahmoun (unos pocos kilóme-
tros al sudeste de Constantine), Duvivier y Souk Ahras hasta el norte de Túnez, con ra-
males que se le unen desde los puertos de Bougie, Philippeville y Bone. Esta línea de
trocha standard estaba suplementada por una de trocha de un metro que corre hacia el
sudeste desde Ouled Rahmoun a través de Tebessa hacia el sur de Túnez. Tebessa
también estaba conectada al ramal principal en Ouled Kebrit, al sur de Souk Ahras, por
una línea de trocha de un metro. La única línea de alguna importancia de trocha de un
metro, era la que corría hacia el este desde Bone hacia La Calle.

Una única carretera principal corre, aproximadamente en la mayor parte de su trayec-


to, paralela al ferrocarril de trocha standard así como también a las líneas de trocha de un
metro hacia Tebessa desde Ouled Rahmoun y Ouled Kebrit. Esta ruta, que en promedio
está a unos 80 kilómetros de la costa, tiene caminos de acceso a los puertos. La ruta cos-
tera desde Argelia a través de Bougie, Djidjelli y Philippeville era totalmente inadecuada
como alternativa de la ruta principal. El tramo montañoso al oeste de Bougie ya era sufi-
cientemente malo, además había un trecho de 50 kilómetros entre Bougie y Philippeville
con cuestas empinadas y numerosos túneles. Esto la hacía totalmente inadecuada para
el tráfico militar en ambos sentidos y poco apta para el de un sentido para los vehículos
militares pesados.

El Impacto de la Geografía en la Logística

Tanto el ferrocarril como la ruta principal se elevan desde el nivel del mar, al este de
Argelia, a más de 1.200 metros en Sétif. Después de haber corrido por la meseta hasta
Constantine, seguía a través de las montañas hasta por lo menos la mitad del trayecto
dentro de Túnez, para por último descender en la planicie tunecina. Los principales aeró-
dromos al este de Argelia estaban en el área de Constantine, que era la base avanzada
del 1er. Ejército. Excepto por esos aeródromos, Tebessa y otro al este de Bone, hasta
llegar a la planicie de Túnez no había pistas aptas para el abastecimiento aéreo emple-
ando los aviones de la época, El terreno era demasiado montañoso para la construcción
de aeródromos. La geografía imponía una única ruta marítima, una sola línea ferroviaria,
una única ruta carretera y la falta de aeródromos en la zona donde tendría lugar la mayor
parte de los combates. De la misma manera, la geografía restringía el establecimiento de
bases avanzadas para los cazas aliados. Los alemanes, operando cerca de sus bases en
Túnez y Bizerta y reteniendo la planicie con numerosos aeródromos, estaban en una po-
sición muy fuerte, tanto táctica como logística.

La geografía también limitaba la capacidad de los puertos. Debido a su tamaño y a su


52
Tres Campañas en una Guerra Global
relativa seguridad con respecto a los ataques aéreos y submarinos, Argelia era la única
base apta para el 1er. Ejército Británico. También era lo suficientemente grande como pa-
ra ser usada como base de acopio de los abastecimientos norteamericanos. La limitada
capacidad y longitud de la línea de comunicaciones ferroviaria y carretera desde Argelia
hacia el este, hacía imperativo establecer puertos como bases avanzadas para abastecer
las fuerzas británicas y norteamericanas. Bougie no era apto, era pequeño y su ferrocarril
corría directo a la vía simple entre Argelia y Sétif, cuya capacidad ya estaba siendo em-
pleada a pleno. Philippeville también era muy pequeño y la profundidad a lo largo de los
muelles restringía el calado de los buques a 21 pies. Por eso, salvo que los buques pro-
venientes de los EEUU o Gran Bretaña fueran especialmente con poca carga, Philippevi-
lle estaba restringido a los buques costeros, cargados localmente en Argelia, Orán y Ca-
sablanca. Sin embargo, Philippeville tenía buenas comunicaciones ferroviarias con Cons-
tantine, que no interfería seriamente con el flujo principal hacia el este en dirección al
frente. Bone era un buen puerto, de tamaño mediano y cercano a la línea del frente, con
buenas comunicaciones ferroviarias hacia el sur que se unía a la línea principal en Duvi-
vier. Desde allí la línea era limitada pero ello no importaba si el tráfico se originaba en Bo-
ne o puertos hacia el oeste. Sin embargo, tanto Bone como Philippeville eran vulnerables
a los ataques aéreos desde los aeródromos en Túnez o a través del Mediterráneo.

Problemas con la Capacidad Ferroviaria

A parte de la geografía, era escasa la existencia de material rodante como para hacer
un uso completo de la limitada capacidad de la línea férrea. Gran parte de ésta estaba en
mal estado de conservación. Las escaseces se agravaron cuanto más y más unidades
norteamericanas entraron en combate y sus abastecimientos eran transportados desde
bases tan lejanas como Casablanca a 1.800 kilómetros de Constantine. Las grandes dis-
tancias requerían muchas locomotoras y aumentaban mucho el tiempo de los viajes re-
dondos de los pocos vagones. Además, había problemas por la escasez de carbón y falta
de operadores adiestrados. A las locomotoras, vagones, carbón y unidades de ferrocarri-
les les demandaría semanas llegar al Norte de Africa desde Gran Bretaña o los EEUU,
aún cuando se los había requerido tan pronto como se reconoció el problema. Afortuna-
damente dos meses antes del primer desembarco, el Departamento Transporte del Esta-
do Mayor Británico había pedido a los norteamericanos que solicitaran 250 locomotoras y
5.000 vagones a fin de que la producción en los EEUU se pusiera en marcha. Habían
trabajado con la suposición de que la mitad de las locomotoras en el Africa del Norte
Francesa serían saboteadas en forma irreparable. A ese respecto sus temores fueron in-
fundados, pero el estado del ferrocarril, en lo que hace a su operatividad, era mucho peor
de lo que los informes de inteligencia habían sugerido. Gracias a la sabia previsión, los
Departamentos Transporte de los Estados Mayores habían tomado la precaución de que
se llevara tempranamente algo de carbón a Argelia y otras 8.000 toneladas en cada con-
voy cada catorce días, lo que probo ser invalorable. En los primeros días de la campaña
los cazas alemanes ametrallaron los trenes que corrían en las líneas de trocha angosta
desde Bone a La Calle y desde Ouled Rahmoun hasta Tebessa. Esto llevó a que las
compañías inglesas de Operación de Ferrocarriles, de los Ingenieros Reales, se hicieran
cargo de estas líneas, así como también en algunos otros sectores.

El Impacto de las Restricciones en Puertos y Ferrocarriles en las Operaciones

53
La Savia de la Guerra
En los dos primeros meses de la campaña las capacidades de los puertos y ferroca-
rriles habrían de imponer al 1er. Ejército, limitaciones en la conducción de las operacio-
nes. Argelia disponía de muelles para 18 buques de transporte de vehículos o abasteci-
mientos militares, pero su capacidad estaba limitada a unas 3.500 toneladas por día de-
bido a la escasez de camiones, grúas y vagones para despejar el puerto. Este tenía un
gran potencial pero en un futuro cercano había pocas esperanzas de incrementarlo. Bou-
gie estaba despejando 1.200 toneladas por día, pero era poco lo que podía hacer llegar al
frente debido al cuello de botella. Philippeville despejaba 1.100 toneladas por día. Tenía
un potencial de por lo menos el doble de este valor, pero el factor limitante era encontrar
los buques con el calado adecuado. Bone, con la mitad de sus muelles fuera de servicio
debido a los bombardeos aéreos e interrupciones frecuentes por los ataques aéreos,
movía solo 2.500 toneladas por día. Tres meses después despejaba entre 4.000 y 5.000
toneladas por día.

Al este de Argelia, durante los dos primeros meses de la campaña, la capacidad fe-
rroviaria estaba limitada a siete u ocho trenes por día. De éstos, solo cinco con una carga
de 250 toneladas cada uno (1.250 toneladas en total) podían ser cargados con abasteci-
mientos. El resto se empleaba en mover tropas y vehículos a oruga. Más allá de Duvivier,
el límite también eran 1.250 toneladas por día y por lo tanto, esto era el máximo que se
podía enviar a las puntas de rieles de los cuerpos en Túnez desde Bone y los otros puer-
tos. La trocha angosta desde Ouled Rahmoun hasta Tebessa era capaz de transportar
entre 750 y 1.000 toneladas por día y podía ser alimentado por carretera o ferrocarril de
trocha normal desde Philippeville. Desde Bone hasta La Calle y más allá, la carretera, el
ferrocarril de trocha angosta y el transporte de cabotaje a cargo de embarcaciones de
desembarco de tanques y buques de la zona, se podían hacer cargo de otras 500 tonela-
das por día7. La totalidad de lo enviado al frente era 250 toneladas por día menos que los
requerimientos, aún cuando hasta mediados de enero de 1943 el II Cuerpo de los EEUU
estaba bien por debajo de sus efectivos normales y equivalía a un poco más de una divi-
sión. A lo largo de este período y bien entrado el año 1943, para hacer llegar los abaste-
cimientos al frente, la capacidad de los puertos superó ampliamente, en un factor de dos
veces y media, la de las carreteras y ferrocarriles. En algunos momentos fue aguda la es-
casez de combustible y munición de artillería y consecuentemente se demoró la acumu-
lación de fuerzas en el frente, especialmente de las formaciones norteamericanas.

Problemas de Comando y Control

La intensión inicial había sido que la ofensiva hacia Túnez debería ser una demostra-
ción enteramente británica, con las fuerzas norteamericanas guarneciendo Argelia. Sin
embargo, el V Cuerpo fue más y más presionado por los alemanes, quienes atacaron
agresivamente y con gran pericia, por lo que requirió más unidades para sostener el an-
cho frente y apoyo aéreo que lo asistiera. La respuesta fue desplazar más unidades te-
rrestres y aéreas norteamericanas hacia el este de Argelia y Túnez. Al principio éstas
consistían en unidades individuales, especialmente artillería, pero posteriormente unida-
des de combate completas (el equivalente de las brigadas británicas). El movimiento y el
abastecimiento de los elementos de los EEUU, que quedaron bajo el comando del 1er.
Ejército Británico, significó un problema considerable que el Estado Mayor de enlace nor-
teamericano destacado en el 1er. Ejército, no estaba organizado para resolver. Se esta-
bleció un arreglo ad hoc bajo las órdenes del Subjefe del Comando en Jefe Supremo, pe-
ro esto tampoco resolvió el problema. Aumentó la confusión porque el Estado Mayor del

54
Tres Campañas en una Guerra Global
1er. Ejército estaba dividido en tres partes, con el Cuartel General en Constantine, el
Cuartel General de Retaguardia en Maison Carree, a dieciséis kilómetros fuera de Argelia
y el Estado Mayor de Transporte permaneciendo en Argelia, donde estaban en una mejor
posición para supervisar los ferrocarriles y el movimiento marítimo. Por lo tanto, los mo-
vimientos del 1er. Ejército estaban controlados desde tres lugares al mismo tiempo, con
comunicaciones no muy confiables. La situación se agravó aún más cuando el Cuartel
General de las Fuerzas Aliadas (AFHQ) se distribuyó en cuatro lugares. El Segundo Co-
mandante en Jefe Norteamericano estaba basado en Argelia, pero no cerca del Cuartel
General de Retaguardia del 1er. Ejército. El puesto de comando, incluyendo al General
Eisenhower que era el Comandante Supremo, estaba en Gibraltar. El Cuerpo Principal,
incluyendo el Oficial Jefe Administrativo el Mayor General Británico Humgrey Gale de
quien se hablará posteriormente, estaba en Londres. El Cuartel General del contingente
británico del AFHQ estaba en Maison Carree, con el Cuartel General de Retaguardia del
1er. Ejército. Las operaciones y la logística pasaron ahora a ser un asunto aliado, pero el
Cuartel General Aliado que tenía esa responsabilidad, no estaba en condiciones de hacer
nada constructivo en lo que respecta a ellas, especialmente con la última.

Mientras el estado mayor operacional del 1er. Ejército en Constantine estaba inmerso
en los detalles de la batalla en Túnez, su estado mayor administrativo en Maison Carree
también estaba sumergido en los problemas de la logística aliada. Inevitablemente, en al-
gunos momentos, las tareas eran contradictorias y los estados mayores operativos orde-
naron movimientos que no estaban bajo el adecuado control de los logísticos. Lo mismo
sucedía con los abastecimientos. Tan pronto como comenzó a ponerse orden, el 1er.
Ejército sufrió reveses en Túnez, lo que llevó a requerimientos de refuerzos, munición y
especialmente combustible de aviación. Se alcanzó el clímax cuando llegaron órdenes
del 1er. Ejército de dar prioridad absoluta a la munición de artillería de 25 libras y que
hasta nueva orden, ninguna otra cosa debía ser descargada de los buques, trasladada o
descargada de los vagones. La situación presentada frente a Argelia el día D se repitió en
una escala mucho mayor. Los buques que no estaban cargados con munición de 25 li-
bras permanecieron llenos, los vagones en tránsito fueron desenganchados y dejados,
lentamente se paralizó toda la línea de comunicaciones. Oficiales superiores, sin anun-
ciarse, bajaron a los puertos preguntando las razones por las cuales un buque o un
vagón que no estaba cargado con munición de 25 libras era descargado o movido. En
Duvivier, a un oficial de transporte ferroviario se le ordenó reintegrarse a su regimiento
por haber desobedecido la orden que establecía la prioridad absoluta. Reinó el caos, lo
que afectó no solo a los británicos, sino también a las fuerzas terrestres y aéreas nortea-
mericanas en el área del frente.

Se Restablece el Control

Afortunadamente una mano firme habría de tomar el timón logístico. El Mayor Gene-
ral Gale, Jefe Administrativo de Eisenhower, llegó a Argelia a principios de diciembre y si
bien no estaba previsto que el AFHQ asumiera el comando total hasta el 1º de diciembre,
Gale se dio cuenta que la crisis era demasiado seria como para ignorarla, se hizo cargo y
ordenó que su estado mayor tomara las medidas para poner las cosas en su lugar.

Inmediatamente ordenaron que todos los vagones fueran descargados cuando llega-
ran a las puntas de rieles, independientemente de su contenido o para quién estaba con-
signada la carga. De la misma manera, todos los buques debían ser descargados sin te-
55
La Savia de la Guerra
ner en cuenta la prioridad de su carga. Durante cuatro días ningún vagón debería ser
cargado en la base y todos los que estuvieran cargados deberían ser enviados a su punta
de riel de destino lo antes posible. Se esperaba que el plazo de cuatro días tendía que
ser aumentado pero, para el caso, se probó que no era necesario gracias al duro trabajo
de todos los estados mayores involucrados. El Departamento Logística del AFHQ, bajo la
dirección de Gale, no tomó el control en el momento adecuado. Este colapso en la logísti-
ca no fue lo único que contribuyó al fracaso de la captura de Túnez "sobre la marcha". En
realidad, al momento en que la crisis se hizo evidente, ya era demasiado tarde. Solo se
podría haber capturado rápidamente Túnez sí una serie de acontecimientos se hubieran
desarrollado en forma diferente, entre ellos: tal vez un empleo audaz de las fuerzas aero-
transportadas y especiales para capturar los aeródromos claves y negárselos a los ale-
manes, una reacción más lenta por parte de éstos últimos, mejor meteorología y una ac-
ción más rápida y positiva por parte de los franceses. La crisis demostró que se requería
una considerable reorganización logística para hacer frente a la ofensiva en gran escala
que ahora sería necesaria para desalojar a los alemanes.

* * *

En enero y febrero las unidades de combate aliadas sostenían la línea del frente en el
espantoso clima de las montañas. Las fuerzas aéreas aliadas, operando en pistas en te-
rreno montañoso y afectadas por la meteorología, no podían competir con los alemanes
que usaban aeródromos secos en la meseta de Túnez. Se sufrieron algunos reveses y
las mejores formaciones tales como la 1ª Brigada Paracaidista Británica y la 1ª Brigada
de Guardias, se encontraron corriendo a tapar brechas o reforzando a sus debilitados
hermanos. Mientras tanto seguía adelante la reorganización y el redespliegue de las fuer-
zas aliadas en el Norte de Africa. Estaba claro que el asalto final a Túnez sería un esfuer-
zo combinado por parte de las fuerzas aliadas en el Norte de Africa y el 8º Ejército
aproximándose desde Tripolitania. Se estableció que el Cuartel General del 18º Grupo de
Ejércitos tendría el comando del 1er. y 8º Ejército. Pero resultó evidente que con bases y
líneas de comunicaciones completamente independientes, una estirándose hacia atrás
hasta Argelia, la otra hasta Trípoli y aún más allá, el Cuartel General del Grupo de Ejérci-
tos no tenía posibilidades de asumir la responsabilidad de la logística de los dos ejércitos
y por lo tanto, no se lo intentó. Este relato hace lo mismo y se limita a la logística de las
fuerzas aliadas en Argelia y Túnez.

Medidas Estabilizadoras y un Casi Desastre

Así como la reorganización, Gale puso en marcha un poco de "educación logística"


para aplicar el principio de la economía. Quería poner fin a las contra órdenes y al pillaje
que atentaban contra aquella, consumiendo las reservas que intentaba acumular para la
próxima ofensiva. Tanto él como su estado mayor tuvieron mucho éxito, pero encontraron
algunos casos de derroche preocupantes. También encontró que la unión de las organi-
zaciones de estado mayor británico y norteamericano, tenía sus momentos de difícil co-
ordinación.8

Para febrero no solo se había realizado un arduo trabajo para mejorar algunos de
los caminos, sino que estaban llegando a Orán las locomotoras y vagones norteamerica-
nos ordenados antes de la campaña. Fueron adelantados hacia Argelia Oriental, alivian-
do la carga del saturado y poco mantenido material rodante francés. Las unidades opera-

56
Tres Campañas en una Guerra Global
doras ferroviarias británicas y norteamericanas se hicieron cargo de secciones completas
de las líneas y las unidades de construcciones ferroviarias británicas fueron responsables
de la mayor parte de la reparación y renovación de los rieles y del tendido de algunas lí-
neas nuevas. También tenían que reparar puentes. Hacia fines de 1942 los alemanes
habían montado una serie de incursiones para destruir los puentes en la línea de un me-
tro de trocha, al sur y este de Tebessa. La técnica del grupo incursor era la de aterrizar en
noches de luna desde aviones livianos cerca del blanco seleccionado, dispersar la guar-
dia árabe, volar el puente y retirarse. La policía y guardias locales desbarataron los inten-
tos de grupos pequeños de paracaidistas alemanes lanzados cerca de puentes de la
línea principal al este de Argelia. Si bien no se dieron cuenta en ese momento, estas in-
cursiones fueron probablemente en preparación para su ataque sobre el paso de Kasse-
rine. Cuando se produjo esta ofensiva, casi ocurre un desastre. Los alemanes irrumpieron
a través del II Cuerpo de los EEUU y casi alcanzaron el importante centro de abas-
tecimientos en Tebessa. Este hecho negativo se produjo, por lo menos en parte, por la
forma en que las formaciones y las nacionalidades habían sido destacadas en fracciones
por parte del General Anderson, comandante del 1er. Ejército.

Reorganización

Sin embargo, el resultado después que el ataque fue detenido, fue una mejora en dos
aspectos determinantes. El comandante del II Cuerpo Norteamericano fue reemplazado
por el dinámico Patton y el 18º Grupo de Ejército puso en orden los remanentes de la tro-
pa desplegada, concentrando al 1er. Ejército Británico en el norte de Túnez y al II Cuerpo
de los EEUU en el sur. El nuevo despliegue permitió que se simplificara la cadena logísti-
ca. La línea de comunicaciones británica ahora corría desde Argelia y Bone hasta Souk
Ahras y desde allí hacia el este; mientras que la línea de comunicaciones norteamericana
lo hacía desde Oran y Philippeville a través de Constantine y Tebessa.

Un nuevo Rayo en la Rueda Logística: El Acopio para HUSKY

A principios de enero de 1943 se agravó la situación logística debido a la decisión


adoptada en la reunión de Casablanca, presidida por Roosevelt y Churchill con los Jefes
del Estado Mayor Combinado, de montar la invasión de Sicilia (nombre código HUSKY),
tan pronto como fuera posible después de la finalización de la campaña tunecina. Los
ejércitos aliados en el norte de Africa, el 1º, 8º y los norteamericanos, proveerían la mayor
parte de la fuerza para HUSKY, reforzada por formaciones provenientes de Gran Bretaña
y los EEUU que partirían de puertos y aeropuertos de Argelia y Túnez. Se eligió fines de
junio como el período en que se fijaría el Día D para HUSKY, a condición de que la cam-
paña de Túnez estuviera finalizada para fines de abril. El planeamiento para HUSKY deb-
ía comenzar de inmediato, la experiencia adquirida en la campaña del Norte de Africa
demostró la necesidad de comenzar, por lo menos con cuatro meses de anticipación, el
planeamiento de una operación combinada importante. Más aún, el embarque de efectos,
abastecimientos, equipos y las formaciones adicionales que irían al Norte de Africa en
preparación de HUSKY, debía ser efectuado mientras la campaña tunecina aún estaba
en desarrollo. Se le asignó al AFHQ la coordinación total del planeamiento de HUSKY,
una carga adicional para los logísticos. Pero, en términos materiales, el problema princi-
pal fue la congestión en los puertos a medida que los equipos y efectos para HUSKY co-
menzaron a llegar, mientras los departamentos logística luchaban con los problemas para

57
La Savia de la Guerra
tratar de alcanzar, lo más rápido posible, las formaciones requeridas y los niveles de
abastecimientos necesarios para las batallas finales en Túnez.

Los buques que llevaban los vehículos de transporte y equipos de las formaciones
británicas para la campaña tunecina eran descargados en Argelia, Bone o Philippeville.
Lo máximo posible en los dos últimos para reducir la distancia al frente. Pero los buques
transporte de tropas, más grandes y rápidos, no podían ir más al este de Argelia debido a
la amenaza aérea alemana. Para aliviar la presión sobre los ferrocarriles y debido a que
no había suficientes camiones para el transporte de personal, las tropas eran enviadas al
frente en cuatro buques de asalto pequeños y rápidos, los que fueron conocidos como el
"ferry de la luz de luna", debido a que navegaban de noche la mayor parte de la peligrosa
ruta. A fines de marzo, habían transportado 45.000 hombres, sin una sola baja. La ma-
yoría de los vehículos a rueda eran enviados por sus propios medios desde los puertos
hasta el área donde se incorporaban a sus unidades, pero los vehículos a oruga viajaban
en ferrocarril en vagones playos, para prolongar la vida de las orugas. Para fines de mar-
zo, el 1er. Ejército Británico había sido llevado a dos Cuerpos Británicos, el V que había
estado en Túnez desde el principio y el IX. En la misma época el II Cuerpo de los EEUU
había sido reforzado a su plena capacidad, con tres divisiones.

Preparaciones para el Ataque Final

Para marzo de 1943, el mejoramiento de los caminos y las comunicaciones ferrovia-


rias permitió llevar hacia el frente la capacidad total de despeje de Bone y Philippeville. A
mediados de abril había, en el terreno, más de 100.000 toneladas de reservas británicas
y norteamericanas para el ataque final sobre Túnez y Bizerta. Habían sido acumuladas
en siete semanas durante las cuales, el consumo diario de mantenimiento llegaba a un
promedio de 5.500 a 6.000 toneladas por día9. Fue un logro considerable si se recuerda
que a principios de abril el 18º Cuerpo de Ejército cambió su II Cuerpo Norteamericano
del área al sudeste de Tebessa, a la del norte del eje Bone - Bizerta, a la izquierda del
1er. Ejército Británico. Debido a que ahora Montgomery se había acercado a Fondouk y
Kairouan, los norteamericanos ya no eran necesarios al sur. Esto no solo requería el mo-
vimiento del II Cuerpo de los EEUU a través de la principal ruta de abastecimiento del
1er. Ejército, sino también un cambio de la Línea de Comunicaciones de los Cuerpos. En
lugar de correr desde Constantine a través de Tebessa y de allí al frente, corría directa-
mente desde el puerto de Bone, pero debido a que algunos efectos aún llegaban por la
antigua ruta a Constantine, éstos eran llevados por ferrocarril vía Bone y de allí al frente.

Durante abril se aumentó aún más la carga que se enviaba por el flanco marítimo.
Buques requisados en la zona, con una capacidad de 10 a 60 toneladas, operados por
tripulaciones del Ejército Británico, navegaban desde La Calle hasta el inicio de la carrete-
ra en Tabarka. Transportaron 1.300 toneladas de abastecimientos, incluyendo combusti-
bles, lubricantes y munición, contribuyendo a aliviar el transporte en un tramo malo de la
carretera. Se logró efectuar en tiempo el acopio logístico para la batalla final. La única
gran preocupación a que tuvieron que enfrentarse los departamentos logística fue una
escasez de 640.000 litros de nafta, diesel y lubricantes, enviados a las cabezas de rieles
la última semana. Al mismo tiempo el consumo había aumentado en 960.000 litros debido
a que las operaciones se habían intensificado. El material ferroviario francés estaba co-
menzando a colapsar debido al intenso uso. Finalmente un tren especial llevando com-
bustible de aviación fue enviado hacia el frente a Souk el Arba, donde se encontró con

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Tres Campañas en una Guerra Global
una cola de camiones de la RAF y de la Fuerza Aérea norteamericana de los aeródromos
de toda Túnez.

EL AVANCE HACIA EL INTERIOR DE ITALIA


Los aliados entraron el Túnez y Bizerta el 7 de mayo de 1943, llevando a su fin la
campaña del Norte de Africa. Tomaron un cuarto de millón de prisioneros, incluyendo
150.000 alemanes, muchos más de los capturados en Stalingrado. Los próximos ítems
en la agenda para aquellos logísticos que hasta ese momento habían estado completa-
mente ocupados con los acontecimientos en el Norte de Africa eran las campañas en Si-
cilia e Italia. El espacio no permite un examen detallado de ellas. Pero debido a que la
campaña de Africa tiene algunos paralelos logísticos con la campaña en Italia, ésta última
merece se le dé una mirada. En Italia, como en el Norte de Africa, la geografía juega un
papel importante en el Concepto de Apoyo Logístico. Los Apeninos restringen severa-
mente las comunicaciones entre las costas este y oeste y entre la parte sur de Italia y el
valle del Río Po. Los ferrocarriles funcionaban en forma eficiente pero los preocupaba el
problema ya conocido de las locomotoras gastadas y defectuosas. Esto se veía agravado
por la lógica destrucción llevada a cabo por los alemanes en el transcurso de su lenta reti-
rada hacia el norte; con gran daño a los puentes y túneles ferroviarios. Solo los puertos
de la costa oeste estaban dañados, especialmente Nápoles, Civitavecchia, Livorno y
Génova. Sin embargo, la congestión se presentó en todos los puertos cuando los ferroca-
rriles no pudieron hacer frente al despeje del material desembarcado. Como en el Norte
de Africa, se produjo una distracción importante debido a tener que montar otra operación
desde un área en la cual aún había una campaña en desarrollo. En el caso de Italia, la
otra operación era DRAGOON, la invasión del sur de Francia por parte de ejércitos nor-
teamericano y francés.

El Dividendo de la Experiencia

El abastecimiento de las fuerzas aéreas nuevamente se agregaría a la carga logísti-


ca. En Italia, además de tener que abastecer a las fuerzas aéreas tácticas, los logísticos
tenían que hacer frente a los requerimientos de efectos, municiones y combustibles de la
Fuerza Aérea Estratégica Aliada Mediterránea (MASAF)1 en los aeródromos de Foggia.
La MASAF no estaba en Italia para apoyar los ejércitos aliados, sino para bombardear
blancos muy lejanos en el sur de Alemania y Rumania. Impuso un gran compromiso en
los recursos logísticos del 8º Ejército, requiriendo casi los mismos tonelajes de abaste-
cimientos que la totalidad de éste ejército. Montgomery criticó severamente el plan logís-
tico del teatro para Italia, siendo un factor importante en el fracaso de los aliados de cap-
turar Roma en 1943. Esto se debió a que, por parte de los aliados. no había una estra-
tegia coherente para esta campaña y por lo tanto, la posibilidad de formular un adecuado
plan logístico de alto nivel. La situación de complicó cuando se desviaron embarcaciones
de asalto y tropas para los desembarcos en Noruega. Sin embargo pese a las dificulta-
des, los departamentos logística, disponiendo detrás de ellos de la experiencia en el Nor-
te de Africa y el desierto, estuvieron en condiciones de hacer frente y lo demostraron en
agosto de 1944, cuando se les requirió mover dos cuerpos del 8º Ejército a través de los
Apeninos. En quince días, cinco divisiones de infantería, dos divisiones y una brigada
1
Mediterranean Allied Strategic Air Force (MASAF).

59
La Savia de la Guerra
blindadas, dos brigadas de tanques, una brigada independiente, un grupo de artillería in-
glesa y dos puestos de comando de cuerpo, con tropas del cuerpo - totalizando 80.000
vehículos - fueron trasladados por dos caminos de montaña, los que en su mayor parte
eran de un carril.

El Rol del Flanco Marítimo

Al igual que en el Norte de Africa, los flancos marítimos tuvieron una parte importante
en la campaña de Italia, tanto logística como táctica. Pero había más puertos pequeños
en Italia y ahora se disponía de mejores buques, especialmente construidos. No había
necesidad de una verdadera línea de comunicaciones por carretera entre Nápoles y Bari
y los 5º y 8º Ejércitos más allá de estos puertos. Se usó el tráfico de cabotaje con una ca-
pacidad de carga mucho mayor, así como el ferrocarril. Sin embargo, en una oportunidad
los puentes en una sección de la costa este fueron cubiertos por el agua, necesitándose
que las compañías de camiones cruzaran, con ferrys, 2.500 toneladas por día en una
brecha de 25 kilómetros. A medida que los aliados avanzaban el daño a los ferrocarriles a
que se hizo referencia más arriba se hizo mucho más grave, por ejemplo, para el verano
de 1944 el 8º Ejército estaba a 320 kilómetros por delante de su punta de rieles. Durante
la batalla de Anzio, un servicio de ferry efectuado por 40 Buques Desembarco de Tan-
ques (BDT) y un conjunto de 1.700 toneladas de camiones de 3 y 10 toneladas corrían
desde Nápoles a la cabeza de playa. Cada día se cargaban 300 camiones en los BDT, 50
en cada buque. Las cargas de los camiones estaban divididas en un 60 por ciento de
munición, 20 por ciento de víveres y otro tanto de nafta, diesel y lubricantes. Los ca-
miones eran desembarcados de los buques en Anzio y una vez descargados, regresa-
ban vacíos a los BDT.10

Los ejércitos también volvieron a una forma de transporte que hubiera sido familiar a
los de la antigüedad; mulas de carga. Era la única forma de transporte que podía en-
frentarse al mal tiempo en las montañas. Para aumentar las pocas existentes, rápidamen-
te se formaron y adiestraron compañías de transporte hipomóvil de carga. Para comen-
zar, su eficiencia se vio muy perjudicada por los errores cometidos por los arrieros y ofi-
ciales novicios. El arte del manejo y mantenimiento de las mulas de carga, no es una
habilidad que se pueda adquirir en un adiestramiento de unas pocas semanas. Los malos
hábitos, tales como cargar las mulas mucho antes de comenzar la marcha, el no descar-
garlas en los descansos de más de media hora, sobrecargarlas y una distribución no
equilibrada de los pesos, dañaba los lomos. Para complicar el problema, había una esca-
sez mundial de mulas.

Atacando las Líneas de Comunicaciones del Enemigo

También los aliados intentaron interdictar las líneas de comunicaciones alemanas


mediante ataques aéreos. Por ejemplo, a fines de marzo de 1944, las Fuerzas Aéreas
Tácticas ocasionaban un promedio de 25 cortes diarios en los ferrocarriles enemigos. Pa-
ra mayo, este valor había aumentado a 71 por día. Si bien fueron de gran valor, junto con
los ataques a las playas de maniobras, talleres de reparación de locomotoras y convoyes
de transporte, fueron de poca importancia en cuanto a la colaboración con la ofensiva
aliada (nombre código DIADEM), la que finalmente abrió una brecha en la Línea Gustav
al sur de Roma. En cuanto a los resultados, allí se presentaron importantes presagios pa-
ra el futuro, en el asesoramiento hecho en los informes del Mariscal del Aire Slessor. Este

60
Tres Campañas en una Guerra Global
era el Comandante en Jefe de la RAF para el Mediterráneo y Cercano Oriente, habiendo
descripto en que forma se había mantenido la interdicción casi constante, dijo:

"En un todo, es probable que los alemanes no sufrieran serias falencias de recursos
durante la fase estática." (antes de DIADEM).

Después de comentar los serios efectos que el invierno italiano tuvo sobre las opera-
ciones de vuelo, continúa de este modo:

"Pero a parte de esto, subestimé la insuperable capacidad del Departamento Q


(Logística) de los Hunos para mantenerlos abastecidos en condiciones aparentemente
imposibles. Desde el 24 de marzo cada ramal de los ferrocarriles detrás del frente enemi-
go había sido cortado y mantenido en ese estado en varios lugares en la línea Pisa - Ri-
mini y al mismo tiempo habíamos llevado a cabo fuertes bombardeos en las grandes pla-
yas de maniobras, incluyendo, en el norte, los cobertizos de las locomotoras y talleres de
reparaciones. Simultáneamente en el mes de febrero, sabíamos que llevábamos destrui-
dos entre ochocientos y novecientos vehículos motorizados y en marzo, probablemente
más de la mitad de ese número... A pesar de ello, no habíamos tenido éxito en hacerlos
retroceder y creo que no lo lograríamos solo con las acciones aéreas, creo que lo que
habíamos hecho fue hacerles imposible poder resistir con éxito una ofensiva sostenida
llevada a cabo con determinación por las fuerzas terrestres."

En junio de 1944 Slessor cristalizó sus puntos de vista en una Apreciación sobre el
Poder Aéreo, entregada a los generales norteamericanos Marshall y Arnold, cuando lo vi-
sitaron:

"Probablemente aclare el tema si se menciona primero las cosas que el poder aéreo
no está en condiciones de efectuar en una campaña terrestre de esta naturaleza:

a. Por si mismo no puede derrotar un ejército altamente organizado y disciplinado,


aún cuando ese ejército prácticamente carezca de apoyo aéreo propio...

b. Por si mismo no puede obligar a una retirada cortando el flujo de abastecimientos


esenciales. La eficiente organización Q (Logística) alemana, su política de aplicar
el sostenimiento local, sin tener en cuenta los intereses de sus habitantes y su ex-
trema frugalidad y dureza, llevaron a una incomparable capacidad para mantener
sus acopios en circunstancias aparentemente imposibles llegando a disponer de
los niveles mínimos cuando no se veían forzados a consumir en gran cantidad,
munición, combustible, vehículos, material de ingenieros, etc.

c. No puede impedir completamente los desplazamientos de las reservas estratégi-


cas hacia el frente de batalla o las reservas tácticas de una parte del frente hacia
otra o de tropas empeñadas a posiciones de descanso en la retaguardia.

d. Resumiendo, de ninguna manera puede aislar el campo de batalla para los abas-
tecimientos o refuerzos enemigos. “ 11(Cursiva del autor)

Las batallas en Normandía, que entonces estaban alcanzando su punto más violento,

61
La Savia de la Guerra
habrían de demostrar tanto los enormes dividendos que se obtienen mediante la correcta
aplicación del poder aéreo sobre las líneas de comunicaciones del enemigo como las limi-
taciones puestas de manifiesto por Slessor. Sus "sabias palabras", como las llamó Te-
rraine, debieron haber sido tenidas en cuenta con ventaja, por los poseedores de la abru-
madora superioridad aérea que pelearían otras dos guerras, Corea y Vietnam, seis y
veinte años después, respectivamente.

* * *

LA GUERRA EN EL SUDESTE ASIATICO: BIRMANIA

Si la guerra en el Mediterráneo fue difícil desde el punto de vista logístico, la del Su-
deste Asiático lo fue infinitamente más. Efectivamente, es difícil encontrar cualquier otro
teatro de guerra que tenga tantas incógnitas logísticas o que los abastecimientos jueguen
una parte tan determinante, para ambos bandos, en la decisión del resultado. Antes de
tratar la campaña es necesario observar la totalidad del cuadro estratégico de la guerra
contra Japón, debido a que, por parte del Estado Mayor Conjunto Británico, en un caso
las decisiones y las indecisiones en el otro, tendrían que ver con la estrategia para derro-
tar al Japón y por ende, afectarían la logística.

En mayo de 1943, en la conferencia TRIDENT llevada a cabo en Washington, la Jun-


ta de Jefes de Estado Mayor Combinada, dio instrucciones a los Estado Mayores Combi-
nados de Planeamiento para que prepararan una apreciación de la situación que condu-
jera a un plan para la derrota de Japón que incluiría una estimación de las fuerzas nece-
sarias para su implementación. Desde el comienzo el plan producido por los estado ma-
yores cubría todo el campo de la guerra contra Japón. Un campo de batalla que se ex-
tendía desde las Aleutianas hasta Australia, desde los Andamans hasta Honolulu. El plan
desarrollado con algunas variantes de detalle, formaría la base para la estrategia a utilizar
hasta la finalización de la guerra. Preveía el avance de las fuerzas principales norteame-
ricanas cruzando el Pacífico a través de las Gilbert, Marshalls y Carolinas y luego, tanto
por el sur o por el norte de las Filipinas, a Formosa y Japón. Tendría lugar un avance
británico coordinado desde el oeste, vía Birmania y Malasia. Sin embargo, durante varias
etapas del planeamiento se discutieron importantes alteraciones a esta estrategia. Al dis-
cutirlo en el más alto nivel, esto es, el Estado Mayor Conjunto Combinado, es bueno tener
en mente que, si bien hoy sabemos que la guerra con Japón finalizó en agosto de 1945
debido al empleo de la bomba atómica, de ninguna forma ésta era la fecha prevista para
su terminación. En realidad en la conferencia QUADRANT, de agosto de 1943, la fecha
más temprana prevista para la invasión de Japón era el verano de 1946, siendo más pro-
bable la del verano de 1947. La guerra finalizó antes que se llevaran a cabo dos vastas
operaciones anfibias y dos campañas terrestres probablemente prolongadas, Malasia y el
Japón metropolitano.

El Debate Estratégico: un Conflicto de Perspectivas

Al comenzar el planeamiento hubo una diferencia de opinión entre los británicos y


norteamericanos en cuanto a la magnitud del apoyo a brindar a las fuerzas chinas. Mien-
tras los primeros destacaban la necesidad de mantener a los chinos en la contienda a fin
de aferrar gran número de tropas japoneses, no había acuerdo en cuanto a la factibilidad
de organizar, adiestrar y equipar a los chinos en tiempo como para que tuvieran una par-
62
Tres Campañas en una Guerra Global
ticipación importante antes que finalizara la guerra. Sin embargo los norteamericanos
presionaron a los británicos para que aceptaran adoptar una estrategia que incluiría la
apertura de una línea de comunicaciones hacia China debido a que estaba claro que no
había ninguna posibilidad de empleo de puertos en la China continental en el tiempo pre-
visto para la prosecución de la guerra contra Japón. La apertura de la antigua Ruta de
Birmania requeriría la captura de Rangoon, la conquista de la mayor parte de Birmania, la
reapertura de las comunicaciones ferroviarias y fluviales desde Rangoon a Lashio y la re-
construcción de la ruta desde Lashio hasta Kunming, la que había sido volada en varios
puntos por los chinos para negársela a los japoneses. La alternativa era construir una ruta
y un oleoducto desde Ledo, en la terminal del ferrocarril Bengal-Assam, hasta Myitkyina y
hasta su unión con la antigua ruta de Birmania a Paoshan. Los británicos no veían con
gran entusiasmo ambos modos de acción. Los dos aferrarían fuerzas importantes en uno
de los territorios más difíciles del mundo para las operaciones y aún, si se ganaba la bata-
lla, a los ojos de los británicos el enorme esfuerzo que requería la construcción de la ruta
terrestre era un derroche porque sería muy tarde como para incidir en el resultado. Los
británicos apoyaban rodear Birmania e ir directamente a Singapur.

Estos diferentes puntos de vista se debían a distintas percepciones de las dificultades


logísticas y como superarlas. Los norteamericanos, con enormes recursos, entusiasmo y
confianza ilimitados, no se amilanaban por el enorme esfuerzo logístico que suponía su
estrategia. Los británicos estaban de acuerdo en que debería haber mejoras en las líneas
de comunicaciones para apoyar las fuerzas que harían frente a los japoneses en Assam y
el norte de Birmania así como para brindar transporte hasta los aeródromos en Assam
desde donde podrían ser llevados por vía aérea a China. A pesar de ello seguían prefi-
riendo el avance más rápido posible hacia el objetivo estratégico que visualizaban, Sin-
gapur. Con tanta demora como agosto de 1943, en la conferencia de Quebec
QUADRANT, la estrategia inglesa de rodear Birmania seguía siendo una opinión. Sin
embargo se presentó un hecho nuevo en la escena, la selección de aeródromos a-
decuados desde los cuales los bombarderos norteamericanos de muy largo alcance, las
Super Fortalezas B-29, pudieran atacar al territorio metropolitano japonés. No obstante
este factor, sin ser decisivo por si mismo, tendría una relación con la estrategia finalmente
adoptada. Si bien el bombardero aún no había entrado en producción, estaba previsto
que estaría en servicio a principios de 1944. No era probable que las Marianas, únicas is-
las en el Pacífico aptas para este tipo operación efectiva contra Japón, que pudieran ser
capturadas y los aeródromos construidos hacia fines de 1944. En la búsqueda de una al-
ternativa que permitiera desplegar los B 29 con anterioridad, los planificadores propusie-
ron la idea de basarlos en la India, con bases avanzadas en China donde completarían
combustible y bombas antes de volar para atacar sus blancos en Japón. Esto llevó a
desarrollar aún más los aeródromos en Bengala; la construcción de oleoductos desde
Calcuta a Ledo y luego a Kunming cuando se hubiera conquistado el norte de Birmania y
mientras tanto, un incremento masivo en el transporte aéreo de combustible, bombas, re-
puestos y munición desde Bengala hasta el área de Kweilin en China. Allí ya estaba ope-
rando la 12ª Fuerza Aérea de los EEUU, los "Chennault Flying Tigers". Tal como en otros
teatros de la guerra, los ingleses deberían aprender nuevamente las lecciones que Te-
rraine llamó "las disciplinas de la estrategia de la coalición", las que supeditarían sus pre-
ferencias. En otras palabras, los norteamericanos el socio mayoritario de la coalición, en
este caso le daría un codazo al socio minoritario, los británicos, en lo que hace a los ca-
minos estratégicos, los que de otra forma tal vez hubiesen evitado.12 Más aún, aquellos

63
La Savia de la Guerra
habrían de ejercer la prerrogativa que tienen “los que pagan al gaitero”, la de poder elegir
la melodía. Sin embargo, si bien el plan estratégico nunca fue cambiado en forma radical
y el modo de acción Birmania siguió adelante en la forma originalmente prevista, las in-
certidumbres en los más altos niveles de planeamiento habrían de tener implicancias
logísticas, en especial en lo que hace a la decisión sobre la asignación de los recursos
para el teatro de operaciones del sudeste asiático.

En la conferencia SEXTANT, que se llevó a cabo en el Cairo en noviembre y diciem-


bre de 1943, se encendió una luz roja estratégica en la escena del planeamiento de la
guerra contra Japón, la que más adelante habría de conspirar contra una dirección firme
en el curso de las futuras operaciones y por lo tanto en la asignación de los recursos. Los
estado mayores consideraron que debido a la alta prioridad asignada a la guerra contra
Alemania, el coordinado avance británico en Birmania, aún en los planes, no llegaría a
tiempo como para sincronizarse con el avance norteamericano a través del Pacífico. Esto
llevó a la formulación de la "Estrategia del Pacífico", bajo la cual la Flota Principal Británi-
ca habría de operar con los norteamericanos en ese teatro (finalmente esto se llevó par-
cialmente a cabo cuando un Grupo de Portaaviones de Batalla Británico fue transferido al
Pacífico en 1945). Además, mientras llevaba a cabo una operación de contención contra
los japoneses en el sudeste asiático, una fuerza se seis divisiones británicas con adecua-
do apoyo aéreo sería transferida a Australia para apoyar la embestida principal norteame-
ricana a través del Pacífico.

Había un número de argumentos en favor de continuar con los planes para invadir
Birmania y finalmente Malasia. En Assam y Birmania los japoneses ya estaban empeña-
dos en mayor escala que en cualquier otro teatro; cualquier disminución del esfuerzo en
esta área sería percibida por los chinos como una retirada del apoyo y podría llevarlos a
hacer una paz por separado. Serían reconquistados de Birmania y Malasia valiosos bie-
nes como el arroz, petróleo, estaño y caucho. Finalmente, de interés enteramente británi-
co y no apoyado por los norteamericanos, la recaptura de antiguas posesiones inglesas
por parte de sus fuerzas, era de suma importancia. El principal factor en favor del "Plan
Pacífico" era la esperanza de intercambiar un prolongado esfuerzo que comprendía gran-
des efectivos y una logística complicada a través del inhóspito suelo de Birmania, contra
un enemigo duro en un terreno a su elección y por la captura de las islas con una guerra
aire - mar en el Pacífico, que maximizaba las ventajas aliadas de supremacías en estos
medios. En la conferencia de El Cairo los Jefes de Estado Mayor Combinado no tomaron
otra decisión que la de: en principio, aprobar el Plan Pacífico como una base para futuras
investigaciones y preparaciones, sujeto a una aprobación final. Si bien la decisión fue di-
ferida, debían continuar los preparativos para llevar a cabo tanto la estrategia del Pacífico
como la del sudeste asiático. La demora continuó durante otros once meses, hasta sep-
tiembre de 1944 y habría de llevar a una serie de problemas administrativos, culminando
con el riesgo de que si no se tomaba una decisión, los necesarios preparativos logísticos,
para cualquiera de los modos de acción, no serían llevados a cabo en tiempo.13

El meollo del problema era que las dos estrategias eran mutuamente excluyentes y el
apoyo logístico para una, no era aplicable a la otra. El tiempo y los recursos eran limita-
dos. El tiempo para construir la base en Australia o India y los recursos, en particular los
buques especializados, embarcaciones de desembarco y equipos. En Australia las facili-
dades portuarias eran buenas, pero las distancias enormes. Las intercomunicaciones
eran complicadas debido a las diferentes trochas de los ferrocarriles de los EEUU y los

64
Tres Campañas en una Guerra Global
alojamientos de las tropas y depósitos de efectos debían ser provistos y construidos con
recursos británicos debido a que, para esa época, la poca población australiana estaba
completamente movilizada y ya había considerables fuerzas norteamericanas basadas
allí. Tal como veremos enseguida, la India tenía problemas de otro tipo. A principios de
1944 el Ministro de Transportes de Guerra informó a los Jefes de Estado Mayor Conjunto
Británico que aún después de la derrota de Alemania, entonces prevista para octubre de
1944, no habría suficientes buques liberados como para llevar a cabo el Plan Pacífico de-
bido a la gran distancia hasta Australia y el largo viaje redondo. No fue sino hasta la con-
ferencia OCTAGON, en septiembre de 1944, que los Jefes de Estado Mayor Combinado
le dieran las órdenes a Mountbatten para llevar adelante el plan para el sudeste asiático.
En ese momento los británicos estaban siguiendo la retirada japonesa en las fronteras oc-
cidentales de Birmania. Es interesante el momento elegido para la decisión, justo antes
de la Operación MARKET GARDEN, con respecto a la cual y seguro de si mismo, Mont-
gomery predijo que esta llevaría a finalizar la guerra en Europa en 1944.

Assam y Birmania: El Impacto de la Geografía

Debemos volver ahora a la campaña en Assam y Birmania, la que estaba siendo lle-
vada a cabo por más de dos años, mientras los Estado Mayores Combinados planifica-
ban y sus Jefes deliberaban.

La base principal de esta campaña era la India. La Primera Guerra Mundial, excepto
por haber provisto un gran número de soldados voluntarios para el Ejército Hindú, no la
afectó. Para comenzar, parecía que la situación más o menos se repetiría en la Segunda
Guerra Mundial. Las formaciones estacionadas en la India, tanto británicas como hindúes,
fueron enviadas por vía marítima al Teatro del Medio Oriente (Egipto e Irak) y a Malasia,
el punto de partida de la guerra anterior. Una buena parte de los requerimientos logísticos
de las formaciones enviadas desde la India al Medio Oriente fueron satisfechos por ese
teatro, cuyas líneas de comunicaciones se estiraban hasta Gran Bretaña, rodeando el
Cabo de Buena Esperanza, pero que no incluían a la India. Lo mismo sucedía con las
tropas hindúes estacionadas en Malasia. La mayoría de los efectos, especialmente pesa-
dos, como la munición, eran enviados directamente desde Inglaterra teniendo en cuenta
que hasta que comenzó la lucha el consumo era bajo. Con pequeñas excepciones la In-
dia solo encajó en el marco logístico cuando proveyó las tropas estacionadas en la fronte-
ra noroeste y la división menos en Birmania y aquí también el consumo era reducido.

Históricamente la amenaza para la India ha sido percibida como viniendo del noroes-
te. Los ferrocarriles estaban orientados para abastecer ese frente. Antes de la Segunda
Guerra Mundial no se había pensado en la India como una base para operaciones en otro
lugar y menos que nada, hacia el este. A principios de la guerra se habían construido ba-
ses para servir a Bombay y la frontera noroeste. Pero no había ese tipo de infraestructura
como para abastecer las actividades militares en la frontera oriental.

El comienzo de la guerra con Japón produjo un cambio fundamental. Como una con-
secuencia, por ser la India la base para el Comando del Sudeste Asiático (South East
Asia Command - SEAC) y llevando adelante la campaña contra Japón en Assam, Bir-
mania y el Lejano Oriente, el sistema logístico debió ser completamente reorientado y
substancialmente expandido. Como siempre, la geografía era crucial y resulta necesario

65
La Savia de la Guerra
examinar con algún detalle el terreno y el clima en Assam Occidental, Birmania y las co-
municaciones en la India para comprender cabalmente los problemas, especialmente
logísticos, a que tenían que hacer frente los aliados.

Assam Oriental y Birmania

Justo debajo del gran Río Brahmaputra, que corre a través de Assam en una direc-
ción general sudoeste, están las colinas Naga, donde Kohima es el centro administrativo
del área. Más al sur está el Estado de Manipur, cuya capital es Imphal y más al sur aún
están las colinas Chin. Entre el valle del Brahmaputra y el Río Chindwin existe un ancho
cordón montañoso que alcanza los 3.950 metros. Imphal está situada en una gran me-
seta de 65 kilómetros de norte a sur y 32 kilómetros de este a oeste, rodeada de altas co-
linas. En la época de los monzones, de mayo a septiembre, la mayor parte de la meseta
se convierte en un pantano. Las colinas al oeste de la carretera que va de Kohima a Imp-
hal y luego al sur, son altas y forman una barrera natural para las operaciones militares.
El este de esta carretera el terreno es bajo y más abierto. Las características de la zona
son notables. Las colinas son elevadas y la mayoría cubiertas de una jungla densa, los
valles son profundos. Aún los vehículos a oruga tenían que transitar por la ruta hasta que
se efectuaron trabajos de ingeniería. Hasta que se construyeron senderos para los jeeps,
las cargas solo podían ser transportadas en mulas u hombres, lo que hacía que los movi-
mientos fueran muy lentos. En 1943, por ejemplo, a la fuerza de penetración profunda
Chindit a las ordenes del Mayor General Orde Wingate, marchando por el corazón del
país incluyendo algunos combates no muy prolongados, le llevó cinco semanas cubrir
225 kilómetros (6,5 Km por día).

El norte de Birmania está formado por la cuenca del Irrawaddy y su tributario el


Chindwin. Hacia el oeste están las colinas Chin y Naga; en el norte, en la región de
Myitkyina, el terreno es montañoso y aún hay más elevaciones hacia el oeste formando la
cuenca entre los ríos Irrawaddy y Salween. Hay muy pocos caminos. Las cadenas de
montañas, densamente cubiertas de junglas, se extienden de norte a sur con ríos rápidos
que corren entre profundos barrancos. Algunas veces los valles se abren sobre mesetas
densamente forestadas, salpicadas de cerros bajos. Al sur de Mandalay y Shwebo el te-
rreno es árido y con escasa vegetación. Al este del Irrawaddy desde debajo de su con-
fluencia con el Chindwin y al oeste de la ruta Mandalay - Rangoon, hasta llegar a Irra-
waddy, se encuentra la cordillera Pegu Yomas, que alcanza los 920 metros. Al sur de
Birmania, desde el bajo Salween hasta Malasia, el país es una selva tropical lluviosa. En
Arakan estas características corren del norte al oeste y del sur al este. Los ríos que co-
rren por los valles están cortados por chaungs (arroyos) y plantaciones de arroz. En la
época seca los valles son transitables por vehículos, si las riberas de los arrozales son
llanas. Pero con las fuertes lluvias de los monzones los terrenos fangosos son intransita-
bles tanto por vehículos a rueda como a oruga. Los chaungs se transforman en torrentes
desbordando sus causes y como sus márgenes son pantanos, la única forma práctica de
cruzarlos es con embarcaciones. Las colinas escarpadas, con bordes como navajas,
están cubiertas con un bosque denso.

En Birmania, debido a que la pendiente del terreno corre de norte a sur, las comuni-
caciones siguen la misma dirección. Las vías de agua eran el principal medio de transpor-
te. Antes de la guerra los vapores llegaban tan arriba como Bhamo y hasta Homalin en el
Chindwin. Un ferrocarril corría por el centro del país desde Rangoon a Mandalay, de don-

66
Tres Campañas en una Guerra Global
de salían ramales a Lashio, Myitkyina y Ye-U. También corrían líneas desde Rangoon a
Bassein, Prome y el sur de Birmania. Dos carreteras iban desde Rangoon a Mandalay,
una a lo largo del ferrocarril y la otra por la margen oriental del Irrawaddy. Otra corría
desde Mandalay a Lashio y hacia el norte para unirse al Camino de Birmania. Este fue
utilizado por los aliados para enviar abastecimientos a los chinos hasta que los japoneses
lo cortaron, pero como vimos, los norteamericanos lo habían utilizado intensamente. Des-
de Mandalay, una ruta apta en todo tiempo llevaba a Myitkyina y caminos sin pavimentar
a Sumprabum y Mogaung. Además de estas dos, solo había huellas en el norte de Bir-
mania. No había conexión ferroviaria entre Birmania y la India, existiendo solo un camino
no consolidado. Desde 1887 se habían discutido planes para mejorar esta ruta, pero na-
da se había hecho hasta el último otoño de 1941. Para la época de la invasión japonesa
el camino desde la Ruta de Manipur (Manipur) hasta Imphal había sido ensanchado para
hacerlo de dos carriles. La sección desde Imphal a Tamur (104 kilómetros) era solo una
huella en herradura y la de Tamur a Kalewa (190 kilómetros), una huella para carretas.
En el Arakan el ferrocarril llegaba solo hasta Chittagong.

Calcuta se transformó en la base de mayor importancia para la campaña en Assam y


Birmania pero, cuando a principios de 1942 las fuerzas británicas evacuaron Rangoon,
quedaron cortadas todas las líneas de comunicaciones marítimas. La única forma de en-
trar era por tierra a través de Assam. Más aún, las comunicaciones hacia y dentro de As-
sam que hasta ese momento había sido un lugar atrasado, eran rudimentarias y total-
mente inadecuadas para satisfacer los requerimientos de abastecimientos de 14º Ejército
Inglés del General Slim, que combatía en Assam y Birmania y la Fuerza de Tareas Chino-
Norteamericana de Stilwell en Birmania del Norte.

Si bien Calcuta continuó siendo la base principal durante la mayor parte de la campa-
ña,14 en la costa oeste los puertos de Karachi y Bombay tuvieron una participación impor-
tante, especialmente en el movimiento de tropas y algunos efectos. En menor medida
también se emplearon los puertos de Madras: Cochin y Vizgapatam, ambos como reser-
va de Calcuta y a que eran los más cercanos a las importantes áreas de adiestramiento y
acopios en el sur de la India. Sin embargo la capacidad total de todos los puertos de la
India no era mayor que la del puerto de Southampton. Las distancias involucradas eran
enormes. Desde Delhi a Myitkyina, en el norte de Birmania, hay la misma distancia que
de Londres a Helsinki; de Karachi a Calcuta, la que hay desde León en el norte de Espa-
ña a Gdansk; de Karachi al noroeste de Assam, equivale a la de León a Finlandia. Era
común que a las tropas les demandara una semana completar el viaje en ferrocarril de un
extremo al otro de la India. En 1942 la longitud total de las vías férreas en la India era la
misma que la de Gran Bretaña (el segundo con un territorio que es la décima parte del
primero) pero con solo un tercio de la cantidad de vagones de carga. La ruta principal de
la India, el Gran Camino Troncal (inmortalizado por Kipling), corre 2.400 kilómetros desde
la frontera noroeste hasta Calcuta. En el tramo Allahabad y Delhi, se le une la ruta que
viene de Bombay. Estas rutas están abiertas casi siempre, excepto durante épocas de
muy mala meteorología. La ruta desde Madras a Calcuta era un asunto totalmente dife-
rente. Cruza muchos ríos anchos, los que en la época de los monzones desbordan por
las crecientes cortando secciones importantes. Por suerte corre paralela y cerca a la vía
férrea y los puentes de ésta son de todo tiempo. Para mantener la carretera abierta a los
vehículos se estableció un enlace ferroviario en cada una de las secciones más compro-
metidas. Se cargaban los convoyes de vehículos en la estación más próxima a un lado de

67
La Savia de la Guerra
la parte inundada, se los cruzaba al otro lado en vagones playos y eran descargados en
una estación adecuada en la otra margen. Las demoras eran considerables dado que se
hacía necesario hacer esto varias veces en un mismo viaje.

No había un camino hacia Assam desde Calcuta. Los vehículos a rueda tenían que
ser llevados en ferrocarril 375 kilómetros hasta Siliguri, antes de encontrar la ruta a As-
sam. Este camino cruza el Brahmaputra en el ferry de Jogighopa y se divide en Jorhat.
Un ramal corre hacia el sudeste a Manipur, la base del 14º Ejército, continuando hacia
Kohima, Imphal y Birmania. El otro corre hacia el nordeste hasta Ledo, la base nor-
teamericana que apoyaba a los chinos. Desde Ledo, como ya hemos visto, los abasteci-
mientos se enviaban por avión, debiendo éstos elevarse hasta una altura de 7.600 metros
sobre el extremo oriental de la cadena del Himalaya, conocido como la "Joroba", una
hazaña extraordinaria en los Dakotas y Liberators no presurizados y que carecían de la
potencia necesaria como para trepar tan alto con mala meteorología. Finalmente se cons-
truyó un camino desde Ledo hasta China, pero el trabajo demandó dos años en uno de
los parajes más inhóspitos del mundo.

Conexiones Carreteras y Ferroviaria

68
Tres Campañas en una Guerra Global
El ferrocarril que corría hacia el norte desde Calcuta hasta Siliguri era de trocha an-
cha (1,67 metros). Cerca de 320 kilómetros al norte de Calcuta se unía a un sistema de
trocha métrica. Un ramal que servía a Assam corría hacia el norte del Brahmaputra hasta
Amingaon, donde los vagones eran cruzados en un ferry ferroviario hasta Pandu. Desde
allí la línea de trocha métrica corría hasta Manipur y Ledo. Otro ramal servía a Bengala
Oriental (hoy Bangla Desh). Este, antes de dividirse, también tenía que cruzar el Bra-
hamaputra mediante un ferry ferroviario. Una línea corría hacia el sudeste a Chittagong,
la base del frente en Arakan; el otro hacia el nordeste a Manipur. Para reducir a un míni-
mo su movimiento por caminos, la línea de trocha métrica no solo se usaba para el trans-
porte de efectos y tropas sino también de vehículos tales como tanques y material de in-
genieros. Las rutas, para la mayoría de los movimientos terrestres desde Calcuta en di-
rección a los caminos y terminales ferroviarias, debido a la geografía describían por lo
menos tres lados de un cuadrado y un cruce importante por ferry. Los trenes que debían
cruzar los ríos en ferry debían ser desacoplados antes de su embarque y nuevamente
armados en la otra orilla. El ferry desde Amingaon era capaz de mover solo 125 vagones
ferroviarios por día. Más aún, en las líneas de trocha métrica cada kilogramo de efectos
en marcha hacia cualquier destino debía ser cambiado de vagones de trocha ancha a los
de trocha métrica, un proceso consumidor de mucho tiempo en los días anteriores a los
equipos mecánicos de manipuleo de cargas (cargadores frontales y pallets). Muchos de
los efectos enviados al frente eran pesados y poco manejables: puentes Bailey, remolca-
dores y embarcaciones de río, locomotoras encajonadas para los ferrocarriles de Birma-
nia, excavadoras y material pesado para la ruta de Ledo. También eran demasiado pe-
queñas, muy pocas o no existentes, las grúas en las playas de carga ferroviarias y en los
puertos de los ríos. Como si esto no fuera suficiente, también había algunos problemas
con el nivel gerencial de los ferrocarriles. En mayo de 1942 la estación ferroviaria de Ma-
nipur recibió una Alarma Roja de Ataque aéreo. La gerencia desertó inmediatamente. Es-
te y otros incidentes llevaron a la formación de unidades de Defensa de la India, com-
puestas por voluntarios de las gerencias de los ferrocarriles, sirviendo bajo el Código de
Justicia Militar, pero estacionados en sus propios distritos.

Vías Navegables y Oleoductos

Para aliviar la presión en las conexiones ferroviarias y carreteras se establecieron


líneas de comunicaciones interiores en las vías navegables empleando grandes balsas,
conocidas en el lugar como “chatas”, con una capacidad de 600 toneladas y tiradas me-
diante un par de remolcadores. La ruta corría hacia el norte a través de los Sundarbans,
el gran laberinto de vías fluviales en la boca del Ganges y que después de cerca de 800
kilómetros se vuelcan dentro del Brahamaputra, finalizando en Dibrugarh, 1.817 kilóme-
tros de río y 1.295 de ferrocarril desde Calcuta. Chittagong también podía ser abastecida
por agua, lo que permitió aplicar la mayor parte del esfuerzo a desarrollar aquellos ferro-
carriles dedicados a servir el frente de Assam15. Sin embargo al principio había una esca-
sez de embarcaciones. En 1941, desde Basra, se habían enviado veintisiete grandes va-
pores de río y cuarenta y nueve chatas a Irak para trabajar en el Eufrates. Fueron libera-
dos en 1943 cuando mejoró a situación de la guerra en el Medio Oriente. La falta de capi-
tanes, tripulaciones y operadores portuarios adiestrados también demoró la explotación a
pleno del sistema de transporte fluvial. En alguna forma a situación se vio aliviada cuando
las tripulaciones de los vapores del sistema Irrawaddy llegaron por tierra a la India desde
Birmania, pero sin sus barcos.
69
La Savia de la Guerra
Los norteamericanos y los británicos construyeron cinco oleoductos para suplementar
el escaso número de vagones tanque. Su tendido, sin mencionar su mantenimiento en la
jungla montañosa, fue un destacado logro de la ingeniería, probablemente no superado
en cualquier otra campaña de la Segunda Guerra Mundial. Fueron completados entre
abril y junio de 1945, pero algunas secciones estaban en operación un año antes y cuan-
do el norte de Birmania quedó libre de japoneses se construyeron las extensiones. Para
agosto de 1944 estaba trabajando la primera sección desde Calcuta a Tinsukia (920
kilómetros en línea recta y 1.250 por ferrocarril). El trayecto mayor desde Calcuta a Kun-
ming en China que estaba destinado a servir al esfuerzo aéreo descripto más arriba, si
bien al momento de ser terminado los B-29 estaban en condiciones de operar desde las
Marianas desde donde ya lo estaban haciendo desde fines de octubre de 1944.

De este modo la línea de comunicaciones era una combinación de ferrocarril, carrete-


ras, agua, oleoductos y aérea. Debía servir a siete grupos de consumidores. Además del
14º Ejército en Birmania, los norteamericanos que construían la ruta de Ledo y la Fuerza
de Tareas Chino/Norteamericana operando en el norte de Birmania, estaba la Fuerza Aé-
rea Norteamericana transportando efectos hacia China volando sobre la “Joroba”; las
plantaciones de te que debían ser provistas de fertilizantes, cajas y otros efectos, la po-
blación civil de Assam, carbón para los ferrocarriles, vapores de ríos y para las Fuerzas
Armadas.

El Clima

Y entonces estaba el clima. Con temperaturas bajas el clima es perfecto. En abril y


mayo las temperaturas suben tanto que a medio día el calor golpea como un horno abier-
to con una elevada humedad. Para mediados de mayo llega a Rangoon el monzón del
sudoeste y para fines del mes cubre la totalidad de Assam y Birmania, excepto en la zo-
na seca en la parte baja del valle de Irrawaddy, del cual Meiktila es el centro. Aparecen
las enfermedades. En los años 1943-44 los británicos tuvieron 250.000 casos de malaria.
El General Slim, siendo el gran comandante que era, no se hacía ilusiones sobre la im-
portancia de combatir las enfermedades - tanto como productoras de bajas en un teatro
de guerra remoto donde cada combatiente era precioso, como su influencia perniciosa
sobre la moral en un clima que requiere mucho del poder de sostén del soldado. Por eso
llevó bien adelante el apoyo médico y efectuó arreglos especiales para asegurar que se
hacía un amplio uso de los nuevos medicamentos para combatir las enfermedades así
como para hospitalizar a los enfermos dentro de la zona de combate, en lugar de tener un
flujo constante de bajas por enfermedades enviadas hacia la India.

Una Decisión Trascendental

Cuando en el otoño de 1943 el Almirante Mountbatten se hizo cargo del Comando


Supremo Aliado, dispuso que no habría interrupción de la campaña debido a las condi-
ciones provocadas por los monzones. Los japoneses consideraron que esto era impo-
sible y la presión mantenida sobre ellos, cuando consideraron que la meteorología les
daría un respiro, fue un factor importante para llevar la campaña a una finalización exi-
tosa. La orden de Mountbatten, que habría de tener un efecto decisivo sobre el resulta-
do de la campaña, cargó a los logísticos con una considerable responsabilidad porque
no era aceptable una diminución de los tonelajes enviados al frente. Hay que destacar
que en realidad nada hubiera salvado al 14º Ejército, si los logísticos hubiesen fraca-
70
Tres Campañas en una Guerra Global
sado. Como lo veremos, que hayan tenido un éxito tan brillante es un enorme tributo a
su destreza y a la firme determinación de las tropas británicas e hindúes de combatir
en tales condiciones, muchas veces a media ración. Con regularidad los monzones
hacen que el nivel del agua en el Brahamaputra se eleve hasta 11,25 metros, tornando
inútiles los pequeños puertos ribereños (ghats); cada semana se producían brechas en
los caminos y líneas férreas y bajo la creciente algunas cargas desaparecían de la vis-
ta en los depósitos y terminales ferroviarias. Estas dificultades tenían que ser supera-
das y así lo fueron. Se pusieron manos a la obra para duplicar las vías de trocha ancha
en la totalidad del recorrido desde Calcuta a Parbatipur, el más al norte de los dos em-
palmes con el sistema de trocha métrica. Se ampliaron las facilidades de transferencia
y control en los puntos clave a lo largo del sistema y se los construyó donde no exist-
ían. Se ampliaron los tramos de escaleras que llevaban a los ríos. Estas y otras medi-
das fueron tan exitosas que, mientras que en noviembre de 1943 se movieron hacia el
frente un promedio de 2.800 toneladas por día contra un valor requerido de 3.700 tone-
ladas, para septiembre de 1944 los tonelajes alcanzados fueron de 6.537 por día, co-
ntra un objetivo de 5.900 y para marzo de 1945 el promedio diario de tonelaje transpor-
tado fue de 8.973 contra un objetivo de 6.900. Nuevamente aquí se pusieron de mani-
fiesto las notables cualidades de Slim como un soldado cabal para quien los factores
de cálculo logístico nunca estaban lejos de su mente. Fue él quien vio las oportunida-
des brindadas por la captura de un tramo importante del Chindwin para lograr recursos
para el transporte - mediante la creación de una flota de barcos y balsas empleando la
cantidad ilimitada de madera disponible. Con relación a los requerimientos totales pue-
den parecer modestas las 500 toneladas por día que pretendía, pero en esa campaña
cada tonelada contaba. Más aún, en verdad ya estaba mirando más allá hacia los for-
midables problemas que planteaba el Irrawaddy y previó lo invalorable que sería una
flota fluvial de balsas, sin tener en cuenta lo rudimentarias que fueran. Además fueron
salvados muchos barcos grandes del fondo del Chindwin, víctimas de la primera cam-
paña de Birmania o de los ataques aéreos aliados. De esta forma el organismo de
Transporte Interno por Agua del 14º Ejército hizo una contribución substancial al éxito
de sus operaciones contra un enemigo cuyas dificultades logísticas estaban llevando a
sus tropas al borde del hambre y aún más allá.

* * *
La Campaña

Sin embargo todas las mejoras en el sistema logístico representaban un largo ca-
mino desde mayo de 1942, cuando los soldados exhaustos y enfermos de malaria de
lo que entonces se conocía como el Cuerpo de Birmania llegaron a Assam a través del
sendero desde Kalewa a Imphal. Afortunadamente, con el comienzo de los monzones,
los japoneses no los siguieron presionando en su retirada. Tenían sus propios proble-
mas logísticos. Vivirían confortablemente bien permaneciendo en Birmania, con sus
bases en la zona libre de malaria, empleando las comunicaciones propias del país y
comiendo las generosas cosechas de arroz. Cualquier intento de su parte de invadir la
India con una fuerza del tamaño suficiente como para tener posibilidades de éxito
hubiera requerido una importante mejora de sus líneas de comunicaciones más allá del
río Chindwin. Más aún, sus líneas de comunicaciones para los repuestos, munición y
equipos corrían hacia atrás hasta Japón. Era muy improbable un mejoramiento en la sa-
tisfacción de las necesidades requeridas para apoyar una ofensiva importante, a menos y

71
La Savia de la Guerra
hasta que los japoneses hicieron una radical reapreciación de sus prioridades estraté-
gicas, con la reasignación de los medios necesarios para apoyarlas. Sencillamente se
habían sobreextendido. Hacían frente al clásico dilema logístico, si avanzaban consumir-
ían sus abastecimientos en forma creciente y cada vez estarían más débiles salvo que
pudieran reabastecerse a costa de sus oponentes. Los británicos, retrocediendo en direc-
ción a sus propias bases, se tornaban cada vez más fuertes. Con tal que no tuvieran en
cuenta sus propios temores, como lo habían hecho en Malasia y Singapur, donde habían
cedido terreno y se habían rendido a un enemigo que era más débil tanto en número
como logísticamente, los japoneses no prevalecerían. Estratégicamente los japoneses
estaban a la defensiva pero montaron una serie de ataques para conseguir una buena
posición defensiva desde la cual conservar mejor Birmania. La actitud aliada era ofensiva
para retomar Birmania y alcanzar la ruta directamente a China. En este caso se estarían
alejando de sus bases y tendrían que mejorar sus líneas de comunicaciones. Pero prime-
ro tendrían que aumentar su fuerza mientras contenían los ataques japoneses, tal como
lo hace un boxeador muy dolido cuando mantiene a raya a su oponente mientras se re-
cobra lo suficiente para pasar al ataque.

Los Ingleses se Refuerzan

Por lo tanto, en términos generales, las fuerzas británicas en Assam y Arakan perma-
necieron a la defensiva desde mayo de 1942 hasta mayo de 1944. Si bien hubo opera-
ciones ofensivas, comparativamente estas fueron de un carácter menor. Las operaciones
activas virtualmente cesaron durante el monzón de 1942/43. Naturalmente esta situación
estática hizo que el abastecimiento de la fuerza fuera más fácil y brindó tiempo para el
mejoramiento del sistema logístico que se trató más arriba. Otra característica de la pri-
mera parte de la campaña fue la tendencia, por parte de las unidades amenazadas de ser
cortadas por las tácticas de infiltración de los japoneses, a retirarse para mantener abier-
tas sus líneas de comunicaciones. El abastecimiento aéreo, al principio el único medio
para mantener abiertos estos cordones umbilicales no estaba disponible pero cuando
llegó, habría de cambiar tan radicalmente el panorama logístico que se lo puede juzgar
individualmente como la razón más importante de la victoria final.

La Ruta de Manipur se volvió la principal línea de comunicaciones logística para el


Ejército en Assam mucho antes de que estuviera lista para asumir esta tarea. Fue res-
ponsable de mantener 30.000 hombres a una distancia de 160 kilómetros. Se había plani-
ficado que su terminal ferroviaria movería 1.000 toneladas por día, aumentando a 2.000.
Pero los rieles aún no habían alcanzado los depósitos de abastecimientos y al principio
todos los efectos tenían que cubrir un trayecto por ruta de 9,5 a 11 kilómetros creando un
estrechamiento no deseable en el ya sobrecargado transporte. A principios de mayo hab-
ía solo seis compañías de transporte general en la Ruta de Manipur, cada una con 100
vehículos operativos y 22 de repuesto. Los conductores no tenían experiencia y la ruta
era difícil y peligrosa. En los 65 kilómetros desde la Ruta de Manipur a Kohima el camino
trepa a 1.200 metros con curvas en forma de horquilla, por un lado con una escarpada
pared hacia arriba y por el otro un profundo precipicio. Los gradientes eran pronunciados,
las banquinas blandas. Desde Kohima trepaba otros 450 metros. Rápidamente se esta-
bleció el tráfico en un solo sentido. Era difícil obtener los víveres de la zona porque los
hindúes del Estado de Manipur no permitían la faena del ganado y lo condujeron lejos pa-
ra impedir que fuera tomado para alimentar el ejército. Finalmente, en una regresión a los
métodos de abastecimiento de la logística operativa de las guerras anteriores, las ovejas

72
Tres Campañas en una Guerra Global
y las cabras fueron mantenidas en Imphal donde abundaba la paja del arroz como forraje
y se cultivaron 7.300 hectáreas de hortalizas.

Pese a estas medidas de auto ayuda, las que demandaron tiempo para ser imple-
mentadas, las dificultades del abastecimiento fueron enormes. En Assam, para mantener
una división de 1.500 efectivos desplegada en el frente, se requerían 36.700 hombres, de
los cuales 5.000 estaban en las tareas de transporte y abastecimiento. En Arakan las co-
sas no eran mejores, antes que alcanzara el área de los cuerpos el 50 por ciento del to-
nelaje que dejaba Chittagong en dirección a las áreas adelantadas era consumido por el
personal de la línea de comunicaciones y servicios.

Penetración Profunda

En marzo de 1943 la primera penetración profunda dentro de Birmania del Brigadier


Wingate, con una fuerza de una brigada, fue un logro de hechos tanto tácticos como
logísticos. La fuerza había sido completamente abastecida mediante lanzamientos aére-
os. La operación fue un fracaso por su costoso, si bien fue importante por el único hecho
de convencer a los británicos que los japoneses podían ser derrotados en la jungla y que
la selva, por si misma, no era un "infierno verde" para tropas bien adiestradas.16 Sin em-
bargo, lo intrépido del plan y el empleo del reabastecimiento aéreo de los Chindits impre-
sionaron tanto a Churchill y al General Arnold, Jefe del Estado Mayor Aéreo de los EEUU,
que a Wingate se le otorgaron abastecimientos mucho más importantes para una segun-
da penetración profunda de los Chindits al año siguiente, incluyendo una división reforza-
da de seis brigadas de infantería y un grupo aéreo completo de la Fuerza Aérea de los
EEUU con aviones de transporte, planeadores y caza y ataque. Este último no solamente
debería llevar la división a la batalla, sino también abastecerla. El grupo aéreo también
disponía de aviones livianos para la evacuación de bajas, un gran apoyo a la moral ya
que en su primera penetración Wingate tuvo que dejar detrás a los heridos graves. La se-
gunda sería en apoyo de planes a nivel del teatro.

* * *
El Plan Aliado

Los japoneses y los aliados se enfrentaron en tres áreas en la línea general de la


frontera India - Birmania. En el norte la Fuerza de Tareas Chino-Norteamericana de Stil-
well se encontró con la excelente 18º División japonesa. El 14º Ejército de Slim fue des-
plegado con el 4º Cuerpo basado en la meseta de Imphal y se enfrentó al 15º Ejército y
en el Arakan el 15º Cuerpo se enfrentó a otros cuerpos japoneses. Para el período hasta
que comenzaran los monzones de mayo de 1944, los aliados planificaron cuatro opera-
ciones interrelacionadas. En el norte Stilwell debería avanzar para capturar Myitkyina y
Mogaung con el propósito de extender la Ruta de Ledo hasta China. Wingate debería
dominar el área dentro de los sesenta y cinco kilómetros de Indaw, de tal forma de colo-
carse detrás de las líneas de comunicaciones de las fuerzas japonesas que se en-
frentaban a Stilwell. En el centro el 4º Cuerpo, en contacto con los japoneses entre la me-
seta de Imphal y el río Chindwin, habría de avanzar hacia el Chindwin y cruzarlo si se
presentaba la oportunidad. En el sur, en el Arakan, el 15º Cuerpo debería avanzar hasta
la ruta Maungdaw - Buthidang. Manteniendo ocupados a los japoneses en Assam y Ara-

73
La Savia de la Guerra
kan, asistiendo a Stilwell a alcanzar sus objetivos.

Los Planes Japoneses

Los japoneses también planificaban. Consciente que su objetivo principal en la región


era el de asegurar el mejor terreno desde el cual defender Birmania, el General Kawabe,
comandante japonés, vio que podría lograrlo si acortaba su larga y vulnerable línea prin-
cipal de defensa en el Chindwin en el frente central, avanzando para capturar la meseta
de Imphal y Kohima. Entonces controlaría los pocos accesos desde la India a través de
las montañas. Desde su punto de vista estaría logísticamente mejor colocado. Los gran-
des cultivos de arroz en Assam alimentarían su ejército y podría abastecerse de los de-
pósitos ingleses en la Ruta Manipur, Kohima e Imphal. Privados de estas bases, los in-
gleses serían obligados a retirarse a la India. Al mismo tiempo se encontraría detrás de
las líneas de comunicaciones de Stilwell, obligándolo a retroceder desde el frente norte.
Finalmente, mediante la captura de los aeródromos en Assam, detendría el transporte aé-
reo sobre la "Joroba". Como un engaño Kawabe planificó avanzar en febrero en el sur, en
el Arakan, amenazando Chittagong y Calcuta con una fuerza suficiente como para forzar
a Slim a reforzar el Arakan desde el frente central distante 480 kilómetros, de tal forma de
debilitar el 4º Cuerpo, sobre el que caería el ataque principal. También planifico, aplican-
do el sostenimiento local, vivir a costa de sus enemigos en el Arakan. De tal forma que en
ningún frente los planes japoneses tenían una sólida base logística. Casi totalmente des-
cansaban en la captura de los depósitos británicos y hasta que lo lograran, en ambos
frentes estarían extendiendo sus propias líneas de comunicaciones en un país difícil y
además, en el frente central, a través de un gran río como el Chindwin.

El Valor de la Inteligencia Oportuna

Los informes de inteligencia aliados dieron a Slim un aviso oportuno sobre las inten-
ciones japonesas y por lo tanto enmendó sus propios planes. Juzgando que el frente cen-
tral era vital, decidió retirar el 4º Cuerpo a la meseta de Imphal y allí recibir el ataque ja-
ponés en la mejor posición defensiva. Logísticamente esto le daría una ventaja, se acor-
tarían sus líneas de comunicaciones desde sus terminales ferroviarias, aeródromos, ba-
ses y depósitos de abastecimientos a las tropas en el frente. Ordenó al 15º Cuerpo, en el
Arakan, sostener su terreno, alertando al comandante del cuerpo que no solo no sería re-
forzado, sino que además debía estar listo a enviar refuerzos hacia el norte a Imphal, una
vez que la ofensiva japonesa en el sur se detuviera. Stilwell y Wingate deberían proceder
como se había establecido.

La Ofensiva Japonesa en el Arakan, Febrero de 1943

El 4 de febrero comenzó la ofensiva japonesa en el Arakan. Cortaron las líneas de


comunicaciones de la 7ª División Hindú y rodearon la zona de apoyo logístico. Sin em-
bargo, nadie se retiró. Para aquél entonces, las zonas de apoyo logístico habían desarro-
llado una táctica defensiva que comprendía el establecimiento de un perímetro de seguri-
dad, conocido como “Caja Administrativa" y el control del área circundante mediante pa-
trullas. Todo el personal de los Servicios Para Apoyo de Combate (SPAC), incluyendo
capellanes y coolies estaba armado y adiestrado para tirar. La “Caja Administrativa" pre-
sentó una resistencia tan sólida que los japoneses fracasaron completamente en su inten-
to de abastecerse a expensas de sus enemigos. Fue el abastecimiento aéreo británico

74
Tres Campañas en una Guerra Global
que hizo esa postura posible. Los hombres sabían que si se quedaban y combatían ser-
ían abastecidos con víveres y munición. Durante los 17 días del sitio se lanzaron 3.000
toneladas de efectos. Basándose en la inteligencia y anticipándose al ataque, cerca de
los aeródromos se habían acumulado abastecimientos para 40.000 hombres y se habían
alistado los aviones para la tarea. A los japoneses les costó unos 8.000 hombres y para el
momento en que los hambrientos sobrevivientes se retiraron, se había terminado el mito
de que podían vivir largos períodos con unos puñados de arroz y el sostenimiento local.

* * *

La Segunda Operación de Wingate

Mientras tanto los planes aliados siguieron adelante. La parte que en ellos le corres-
pondía a Wingate era la captura y dominio de la totalidad del área Indaw - Katha hasta el
paralelo 24º, la que debería conservar hasta ser relevado por los chinos a las órdenes de
Stilwell y por el 14º Ejército. Vale la pena prestar atención a estas operaciones con el su-
ficiente detalle como para ver como encajan con la totalidad de los planes aliados, como
en la realidad se revelaron ya que pondrían de manifiesto un número de lecciones, des-
tacándose una referente a las prioridades logísticas.

La penetración se realizó en tres fases. Primera, una marcha de aproximación por


parte de la 16ª Brigada de Infantería. Segunda, el transporte por vía aérea de las Briga-
das 77ª y 111ª de Infantería Hindú hasta tres zonas de desembarco, llamadas Broadway,
Piccadilly y Chowringhee. Tercera, un posterior transporte aéreo de las 14ª de Infantería y
3ª Brigadas de Africa Occidental. Las brigadas debían establecer puestos fortificados ba-
sados en una pista aérea mediante la cual pudieran ser abastecidas. Desde los puestos
fortificados operarían columnas "volantes" para amenazar las líneas de comunicaciones
japonesas y al mismo tiempo impedir que atacaran los puestos. Una vez que se hubieran
cumplido esas condiciones, los puestos se volverían una herida lacerante en el flanco del
enemigo a través de la cual se desangraría. Por lo menos esas fue la teoría.

El Traslado Aéreo

La primera fase se desarrolló bien. El primer traslado de la segunda fase debería ser
el 5 de marzo de 1944, consistente en el transporte de la primera ola de la 77ª Brigada a
Piccadilly y Broadway mediante 80 planeadores. A último momento se descubrió que Pic-
cadilly estaba cubierto por grandes árboles caídos, entonces se pensó que era obra del
enemigo. Pero en realidad se trataba de normales trabajos de tala. Se redujo el número
de planeadores a 60 y la 77ª comenzó su traslado a Broadway. A pesar de algunos mo-
mentos excitantes y unas pocas bajas, al crepúsculo de esa tarde la pista estaba lista pa-
ra recibir los Dakotas. Dos volaron esa noche, el segundo con una carga completa de
2.700 kilogramos. Esa noche se repitió la secuencia en Chowringhee y dentro de las 24
horas se recibían los Dakotas. Entonces Wingate resolvió cambiar el esfuerzo principal a
Broadway y evacuar Chowringhee, la que estaba cerca de una ruta de transporte motor y
un aeródromo. A mediados de marzo de 1944 tres brigadas estaban detrás de las líneas
japonesas, bien ubicadas para interrumpir las líneas de comunicaciones de cuatro divi-
siones enemigas. Wingate ordenó que se estableciera un nuevo bloqueo, nombre código
Aberdeen. Los planeadores llevaron equipo de ingenieros para construir una pista para

75
La Savia de la Guerra
los Dakotas. A continuación, para completar el movimiento de la división Chindit, se plani-
ficaron 360 salidas de Dakotas a efectuarse durante seis noches. En esta coyuntura co-
menzó la ofensiva japonesa contra el 4º Cuerpo al sur de Imphal, un poco antes de lo que
se había anticipado. Todas las unidades del 4º Cuerpo estaban de regreso en sus posi-
ciones planeadas, pero solo justo a tiempo. A medida que el ataque ganaba ímpetu, el
14º Ejército necesitada todos los aviones lanzadores de cargas disponibles para mante-
ner al fuertemente presionado 4º Cuerpo. El número de Dakotas disponibles para los
Chindits fue cortado a 25 y el transporte de las dos brigadas que siguieron demandó 20
días.

Ahogando las Líneas de Comunicaciones Japonesas

A principios de abril la 77ª Brigada había establecido un bloqueo muy exitoso, nom-
bre código White City, firmemente establecido sobre las comunicaciones por carretera y
ferroviarias de la 18ª División Japonesa enfrentada a Stilwell. Lentaigne, que ahora co-
mandaba los Chindits después de la muerte de Wingate en un accidente aéreo, cerró
Aberdeen y reforzó White City. Si bien los Chindits dominaban el área de las líneas de
comunicaciones japonesas, Stilwell estaba tan inactivo que la 18ª División no necesitó re-
currir a su tercera línea de municiones y abastecimientos. Al mismo tiempo estaba claro
que los Chindits eran una carga logística para el 14º Ejército. Los japoneses, habiendo
cortado por detrás al 4º Cuerpo en Imphal y atacando con coraje fanático, mantuvieron el
cerco por más de dos meses. Pero tal como en los Arakanes un mes antes, mantenién-
dose firmes los defensores negaron los abastecimientos a los japoneses que tan deses-
peradamente los necesitaban. El 4º Cuerpo era totalmente abastecido por aire. Por día se
hacían llegar a las pistas quinientas cuarenta toneladas. El principal problema no eran los
víveres, sino la munición y otros efectos necesarios para pelear la batalla. Nuevamente,
lo mismo que en el Arakan, los japoneses no pudieron sostener logísticamente su ofensi-
va y los exhaustos sobrevivientes retrocedieron a través del Chindwin. Aunque el monzón
estaba por comenzar, tal como se lo mencionó anteriormente, con el total apoyo de Slim
Mountbatten resolvió continuar con las operaciones. Al 4º Cuerpo se le ordenó perseguir
a los japoneses en retirada. Fuertemente debilitados por las pérdidas en combate y por el
hambre debida a una logística inadecuada, ahora los japoneses encontraron al 14º Ejérci-
to en sus talones.

Abastecimiento Aéreo: Un Conflicto de Prioridades

Mientras tanto se ordenó a los Chindits que evacuaran todos los puestos de bloqueo
existentes y operar en apoyo de Stilwell. Se estableció uno nuevo más cerca de este,
Blackpool. Pero para entonces se había perdido la sorpresa, el monzón había comenza-
do y los lanzamientos nocturnos eran muy peligrosos. Los japoneses llevaron cañones
antiaéreos así como también artillería y pronto los lanzamientos diurnos, durante las pau-
sas de los aguaceros del monzón, se volvieron mucho más difíciles. Blackpool, que esta-
ba escaso de municiones y abastecimientos, fue evacuado el 25 de mayo. Los hombres
gravemente heridos como para ser acarreados en mulas, el único medio de evacuación
de bajas, fueron ultimados por los de su propio bando. Finalmente los severamente redu-
cidos Chindits capturaron Mogaung y se conectaron con Stilwell. En agosto, poco des-
pués de la captura de Mogaung y Myitkyina, los Chindits fueron retirados. Muchos esta-
ban debilitados por la tensión debida a operar en un terreno tan cruel, con un mínimo de
apoyo y luego de exámenes médicos una gran proporción de la fuerza fue declarada no

76
Tres Campañas en una Guerra Global
apta para la acción hasta después de un período de descanso y recuperación. Si bien
con limitados éxitos, la segunda operación de Wingate fue extremadamente costosa para
cinco brigadas bien adiestradas, la sexta fue empleada en un rol convencional. El esfuer-
zo aéreo para mantener abastecida una fuerza tan grande, especialmente en contacto
con el enemigo lo que representaba un gran consumo de munición, estuvo fuera de toda
proporción con respecto al efecto que tuvo en la batalla. Cuando los japoneses atacaron
el centro, Slim se vio enfrentado a una elección logística. Mantener el abastecimiento aé-
reo a los Chindits en el nivel originalmente planeado a costa de los aviones necesarios
para abastecer el 4º Cuerpo en su batalla crucial para mantener a los japoneses fuera de
la meseta de Imphal, o vice versa. Para él, difícilmente debe haber sido una fiesta arribar
a la solución que escogió.

* * *

El 14º Ejército Avanza

Debemos volver ahora a la batalla principal. El 14º Ejército estaba en el umbral de la


campaña que finalmente lo llevaría a Rangoon y más allá. A medida que seguía a los ja-
poneses en retirada, aumentaba la distancia a sus bases y pronto percibieron que el re-
aprovisionamiento de la munición comprendía un viaje redondo de 160 kilómetros, que
podía demandar 24 horas debido al estado de los caminos y especialmente desmorona-
mientos que bloqueaban la ruta. Para hacer frente a esto se establecieron puestos móvi-
les de munición, consistentes en camiones cargados con munición para armas menores,
granadas antitanque y otras de distinta naturaleza, pero debido a la escasez de camio-
nes, no había munición de artillería. El combustible, la munición de artillería y los víveres
se acumulaban lo más adelante posible y las unidades debían retroceder para buscar lo
necesario, aplicando el método “Por Punto de Distribución”. El consumo de combustible
fue superior a lo normal, como un anticipo de esta característica y debido a que los caño-
nes fueron llevados en ferrys más que remolcados, esto resultó más fácil.

A medida que el avance ganaba ímpetu17 y el ejército se alejaba más y más de sus
bases en la meseta de Imphal, se hizo necesario establecer la línea de comunicaciones
del Norte de Birmania, la que será descrita en su totalidad en esta parte. Evidentemente
se podía emplear cada sección solo después de haberla limpiado de enemigos. Era una
combinación de camino, agua y ferrocarril. Desde el Camino de Manipur, 510 kilómetros
por ruta hasta Kalewa en la orilla oeste del Chindwin, luego por río 385 kilómetros hasta
Myingyan y los 690 kilómetros hasta Rangoon por carretera o ferrocarril. Un total de 1.585
kilómetros, más del doble de la distancia que tenían que cubrir los alemanes para abaste-
cer su embestida sobre Moscú en 1941 y solo un poco más corta que las líneas de co-
municaciones del Deutche Afrika Korps de Rommel en el desierto y del Grupo de Ejército
B de Hoth avanzando sobre Stalingrado. Estos valores no tienen en cuenta las distancias
y dificultades que presentaban las líneas de comunicaciones que corrían desde Gran Bre-
taña y los EEUU hasta Calcuta y desde allí hasta el Camino de Manipur. Pero la sola
mención de las distancias no presenta el panorama total de la campaña de Birmania.
Como siempre, la meteorología y el terreno tienen un efecto dramático en la logística así
como también en la táctica. Por ejemplo, el tiempo que demandaba el viaje redondo des-
de el Camino de Manipur a Kelawa, una distancia total de 1.025 kilómetros era de 7 días
en la temporada seca, en el monzón 14-16. El abastecimiento aéreo jugó una parte cada

77
La Savia de la Guerra
vez más importante para cubrir estas distancias. Para abril de 1945, de un total de reque-
rimientos diarios de abastecimientos de todo tipo del 14º Ejército de 2.090 toneladas, un
promedio del 88 por ciento (1.845 ton.) fueron enviadas por aire. La distancia económica
de los Dakotas era de 400 kilómetros, más allá de la cual la carga útil disminuía en pro-
porción a la distancia volada. Por eso, cuando era posible, la descarga se realizaba en
tierra en lugar de lanzarla18y como una regla del dedo, solo las tropas que se encontra-
ban más allá de la distancia económica del transporte por camión desde un aeródromo u
operando fuera del eje, eran abastecidas por paracaídas. En enero de 1945 el objetivo de
15 Cuerpos en la campaña del Arakan era la captura de lugares aptos para la construc-
ción de aeródromos desde los cuales mantener al resto del 14º Ejército, ahora compuesto
por dos cuerpos, 4º y 33º, en la reconquista de Birmania. Mientras el 33º Cuerpo liberaba
los campos petrolíferos de Yenangyaung y luego avanzaba paralelo al Irrawaddy, el 4º
Cuerpo compuesto por unos 70.000 hombres, 250 vehículos a oruga y 8.000 a rueda,
empujaba a lo largo de la ruta Mandalay-Toungoo-Rangoon.

Hacia Rangoon: Un Triunfo del Abastecimiento Aéreo

El 4 de abril, con 480 kilómetros por delante hasta Rangoon, los imperativos logísti-
cos comenzaron a dictar la estrategia. En junio los Dakotas norteamericanos, que brinda-
ban la maza del transporte aéreo, serían retirados a China. La mayor parte de la red ca-
rretera solo era apta con buen tiempo y el monzón era esperado para principios de mayo.
A cualquier costo se hizo necesario capturar Rangoon antes del monzón. Se decidió que
debería montarse una operación combinada naval y aérea por parte del 15º Cuerpo des-
de el Arakan para conquistar el puerto. El 3 de mayo las tropas de asalto del 15º Cuerpo
capturaron Rangoon mientras que la división de vanguardia del 4º Cuerpo, la 17ª División
Hindú, aún estaba a 50 kilómetros de la ciudad, retenida por las demoliciones, las minas y
el barro. El 4º Cuerpo, en su carrera de 480 kilómetros hacia Rangoon, había sido com-
pletamente abastecido por aire lo que, teniendo en cuenta el apoyo por aire de los otros
dos cuerpos, constituye la mayor operación apoyada por aire en cualquier teatro en la
Segunda Guerra Mundial.19 En ningún caso se demoró el avance por falta de munición o
efectos para la batalla. Las tropas de vanguardia estaban con raciones reducidas debido
a la necesidad de transportar el mayor número de víveres diarios en camiones entre los
aeródromos, para evitar los lanzamientos aéreos. En la última etapa del avance y hasta
que Rangoon fue restituido a su condición de puerto activo, debido a la combinación de
que el monzón llegó dos semanas más temprano dejando inoperables todos los aeró-
dromos al sur de Meiktila y a un aumento en el consumo de munición y combustible, to-
das las tropas estuvieron a media ración durante 34 días. La imposibilidad de usar los
aeródromos significó que por un período el 4º Cuerpo vivió del abastecimiento por para-
caídas de 175 toneladas por día, en lugar de las 450 necesarias.

* * *

Victoria: El Resultado de la Aplicación Rigurosa de los Principios Logísticos

No es la intención continuar el relato de la campaña de Birmania después de la cap-


tura de Rangoon, excepto para decir que los problemas logísticos no desaparecieron con
la apertura del puerto. La escasez de aviones, ahora retirados para cumplir tareas en
otras partes, falta de aeródromos de todo tiempo a menos de 480 kilómetros y aún que
estos frecuentemente estaban no operables debido al temprano monzón y la pérdida de

78
Tres Campañas en una Guerra Global
abastecimientos en los lanzamientos aéreos por la falta de aeródromos, llevaron a impor-
tantes faltas. En el 4º Cuerpo las raciones estaban a menos de la mitad y aún así queda-
ba poco tonelaje disponible para combustible y municiones. Por suerte solo una de las di-
visiones de los Cuerpos se empeñó efectivamente y con poca intensidad. Pese a la
enorme capacidad de transporte aéreo, superioridad aérea y todas las otras ventajas de
que disfrutaron los aliados, estos llevaron la campaña de Birmania a su exitosa finaliza-
ción solo mediante la rigurosa aplicación de los principios logísticos. También debe decir-
se que el 14º Ejército fue afortunado por el comandante que tuvo, el General Slim, a
quienes muchos consideran como el general combatiente más exitoso del Ejército Inglés
desde Wellington. Durante tres años y medio su ejército combatió la más larga y continua
campaña contra el por lejos mayor cuerpo del enemigo en la guerra contra Japón. Al
hacerlo así le infligió a los japoneses la más grande derrota en una batalla terrestre que
jamás hayan sufrido. Más japoneses murieron en Birmania que en toda la campaña del
Pacífico. El 14º Ejército fue el más notable ejército jamás visto por la variedad de razas
que representaban sus soldados. Fue un triunfo logístico por si mismo la provisión de ra-
ciones aceptables por parte de la plétora de diferentes religiones y castas solamente en-
tre las tropas hindúes. Pero esto representa una fracción de los tantos logros logísticos
del Ejército de Slim.

* * *

CONCLUSIONES

Cuando el 9 de agosto de 1945 la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin después del
lanzamiento de la bomba atómica sobre Nagasaki, los logísticos podían felicitarse por sus
logros, tal vez sin los cuales nunca se hubiera alcanzado la victoria pero no debían dor-
mirse sobre sus laureles. Mientras los departamentos operaciones se relajaban un poco,
los logísticos, entre otras cosas, tenían que proveer combustible y víveres a las pobla-
ciones civiles así como también a las tropas de ocupación; mover grandes cantidades de
hombres a las bases y finalmente a sus países de origen, enviar los efectos a casa o pro-
ceder a su disposición. Los logísticos aliados triunfaron sobre las dificultades mediante la
firme aplicación de los principios de Previsión, Economía, Flexibilidad, Simplicidad y Co-
ordinación. Si no lo hubieran hecho así, el innegable superior potencial logístico de los
aliados con respecto a las fuerzas del Eje, en términos de transporte y abastecimiento, no
podría haber sido aplicado tan efectivamente.

A diferencia de los alemanes y los rusos, los norteamericanos y británicos en sus


campañas contra todas las potencias del Eje, tenían que hacer frente a la complejidad de
las operaciones y comandos conjuntos y combinados, las largas y vulnerables líneas de
comunicaciones marítimas y todos los problemas relacionados con las operaciones de
desembarco en la costa y operación de puertos. Solamente dos veces tuvieron que en-
frentarse los italianos y alemanes a problemas similares, en las campañas en Túnez y en
Egipto y Tripolitania, pero con líneas de comunicaciones marítimas mucho más cortas y
directas a través del Mediterráneo. Si bien estas estaban sujetas a la interdicción aérea y
marítima por parte de los aliados,20 también los alemanes a su turno fueron capaces de
negar, durante períodos apreciables, el uso del Mediterráneo a los aliados gracias a los
aeródromos en Creta, Sicilia e Italia. Más aún, desde el punto de vista alemán estas
campañas en el litoral de Africa del Norte eran un teatro secundario, el que podía ser

79
La Savia de la Guerra
abandonado en caso de apuro sin poner en peligro el resultado final total mientras que,
por lo menos para los británicos, eran cruciales para la conducción de la guerra. Sin em-
bargo el costo sufrido por Hitler, en términos de pérdidas humanas debido a la rendición
en el norte de Africa, en ninguna manera fue despreciable.

Como resultado de estar frente a un dilema logístico expresado por Paul Kennedy,
los japoneses estaban en una posición diferente con respecto a sus aliados del Eje; im-
pulsados a expandirse hacia el sur dentro del Pacifico, hacia el sudoeste y hacia el Su-
deste Asiático:

"Sin embargo, desde el punto de vista de Tokio la decisión de expan-


dirse en dirección al sur fue completamente logística. El embargo al
comercio japonés por parte de occidente y en julio de 1941, el conge-
lamiento de sus fondos (seguido a la captura de la Indochina France-
sa por parte de Tokio) hicieron completamente conscientes, tanto al
ejército como a la marina, que salvo que accedieran a las demandas
norteamericanas (p.ej. concluir la campaña en China - énfasis del au-
tor) o intentar la conquista del petróleo y materias primas provistas
por el Sudeste Asiático, los llevaría a estar en la ruina económica en
unos pocos meses. Por lo tanto, a partir de julio de 1941 se hizo vir-
tualmente imposible una guerra en el norte contra Rusia y práctica-
mente inevitables las operaciones en el sur - pero como considera-
ban a los norteamericanos fuertemente decididos a resistir mientras
Japón se expandía hacia Borneo, Malasia y las Indias Orientales
Holandesas, sus instalaciones militares en el Pacífico Occidental - y
la base de su flota en Pearl Harbour - también debían ser elimina-
das. Para mantener el ímpetu de su "incidente Chino", los generales
japoneses ahora encontraron necesario apoyar operaciones en gran
escala a miles de kilómetros de su territorio metropolitano contra
blancos de los cuales apenas habían oído hablar."21

Por eso los japoneses se extendieron estratégica y logísticamente por la munición,


equipos y otros efectos de guerra, si bien no solo por el petróleo o víveres. Sin embargo
una vez que habían alcanzado sus objetivos pasaron a la defensiva y para aplicar la ne-
cesaria "fuerza arrolladora" los aliados y los norteamericanos en particular, debían cargar
sus hombres, porotos, balas y combustible por lo menos la misma distancia desde sus
bases metropolitanas que los japoneses y mantener la presión contra un enemigo fanáti-
co hasta que fuera, en las palabras de Churchill "reducido a polvo".

Logísticamente como en muchas otras la Segunda Guerra Mundial fue, por lejos, la
guerra de mayores pruebas de la historia. Los combatientes habían aprendido mucho en
los cinco años que siguieron al comentario del entonces Mayor General Paget en 1940:

"En los años recientes se ha vuelto un hábito en el Ejército Británico


asumir que lo que el Estado Mayor General considera ser política u
operacionalmente deseable, es logísticamente posible. No puede
haber una falacia mayor o más peligrosa."22

Debido a los avances en la tecnología, especialmente en el transporte especializado,

80
Tres Campañas en una Guerra Global
embarcaciones, aviones de transporte y vehículos a motor (tanto a oruga como a rueda)
y siempre que existiera la cantidad suficiente de estos medios, en la Segunda Guerra
Mundial se podrían hacer llegar al frente los abastecimientos como para mantener el
ímpetu de las operaciones, de una forma que era inalcanzable en la Primera. La tecno-
logía aún no había progresado hasta la etapa en que los equipos fueran tan complejos y
caros que el costo fuera una limitación en el número en que pudieran ser producidos. La
cantidad de tanques, cañones y aeronaves que una nación podía producir era un factor
del estado de sus industrias, sumado a su acceso a las materias primas. La experiencia
ha demostrado que las naciones industrializadas, aún cuando están siendo sometidas a
intensos bombardeos, pueden producir lo suficiente como para mantenerse por delante
del consumo de sus abastecimientos (siendo el más importante la munición) y reemplazar
las pérdidas en equipos. A este respecto los EEUU, que por mucho poseen la mayor ba-
se industrial y nunca fueron bombardeados, superaron a todas las demás. El ritmo de
agotamiento de sus abastecimientos nunca fue un problema para los EEUU ni para sus
aliados. Tampoco disminuyó el poder de combate de los alemanes por su enorme con-
sumo de munición y equipos hasta el punto en que no pudieran continuar la guerra. Es
más, al finalizar la guerra la producción aún estaba creciendo. Sin ayuda material de
ningún otro estuvieron en condiciones de conducir, durante dos años y medio, una estra-
tegia defensiva tenaz y generalmente brillante. Tanto como la estrategia ofensiva de bom-
bardeo aliada fue menos exitosa para poner de rodillas a las potencias del Eje, tal como
se lo había esperado, de la misma manera la interdicción aérea de las líneas de comuni-
caciones terrestres, por si misma, no fue suficiente como para cortar el flujo de abasteci-
mientos hasta el punto en que el enemigo fuera incapaz de resistir.

El legado logístico de la Segunda Guerra Mundial no fue solo una insuperable pericia
en la forma de abastecer operaciones lejanas, especialmente en el caso de los aliados,
sino una lección para todos los participantes en el arte de lo logísticamente posible. Ve-
remos ahora hasta donde se recordó esta lección en algunos cuarteles.

1. Terraine. The Right of the Line, p. 263, menciona a Richards y Saunders, The Royal Air Force 1939-45 (HMSO
1974)
"...con la cercanía del Día-D, una rápida parálisis se fue extendiendo como una enredadera sobre la red ferro-
viaria de la región norte. Cuando amaneció el día, los aviones británicos y norteamericanos habían arrojado
un total de 66.517 toneladas de bombas sobre ochenta blancos seleccionados. Por eso, el movimiento por fe-
rrocarril de tropas y materiales alemanes se había vuelto algo muy difícil y peligroso y ello mucho antes de
que comenzara ningún desembarco. Los trenes que se movían lo hacían muy despacio, se veían obligados a
realizar largos desvíos y viajar solo de noche. En una gran parte de Francia y Bélgica, el enemigo no tenía li-
bertad de movimientos."

2. Archivo de la Oficina de Guerra The Second World War, 1939-1945, Army Supplies and Transport, Vol. 1 p. 221.
La asignación inicial de tropas en el convoy de asalto, fue:
Argelia:
Dos secciones de camiones de 2,5 ton. para movimiento temporario en la playa (p.ej. remover de efectos de
la playa) luego hacia Philippeville y Bone cuando fueran conquistadas.
Dos pelotones de camiones de 5 ton. para operar en el puerto de Argelia.
Dos secciones, menos tres grupos, de camiones livianos para llevar combustible al aeropuerto y luego a ser
empleados en mantenimiento de aeródromos y caminos.
Una sección de ambulancias.
Una sección de puentes Bailey.
Bougie:
Una sección de camiones de 3 ton. para movimientos temporarios en la playa y puerto.

81
La Savia de la Guerra

Arribando el día D+4:


Una sección de la Compañía de Transportes de la Brigada Blindada.
Una sección de puente Bailey.
Una compañía de transporte de tropas.
Una compañía de transporte de tanques.
Una sección, menos dos grupos, de la compañía de ambulancias.
Una sección de la compañía de camiones aguateros
Una compañía del regimiento de artillería antiaérea pesada.
Lo anterior constituiría la totalidad del transporte planificado para la fuerza hasta el oportuno arribo del convoy el
día D+14 o 18.
Se había dispuesto para gasolina, diesel y lubricantes, como sigue:
Gasolina: 19 litros/vehículo/día
Diesel: 190 litros/tanque o blindado/día
Lubricantes: 6% del total de la gasolina o diesel
Para el día D+90 se acumularían 45 días de reserva. Posteriormente se aumentaría a 60 días de reserva.
En esta etapa de la guerra, el ejército inglés aún empleaba las antiguas latas de combustible de estaño, en lugar
de las "Jerrican" (bidones) que posteriormente probarían ser tan útiles. Las antiguas eran tan débiles que se
rompían y perdían cuando en los buques se las estibaba en filas de más de 3,60 metros. Algunos buques llegaron
a los puertos de Africa del Norte con las latas estibadas en pilas de hasta 15 metros, habiendo perdido hasta el 40
por ciento de su contenido y con las bodegas inundadas varios metros con combustible. Posteriormente, en el
tránsito, por las latas se perdía un 25 por ciento. Las pérdidas por las roturas no solo eran peligrosas sino también
que desperdiciaban mucho del esfuerzo de transporte (S. & T., Vol. I, p. 233). El Teniente General Sir Francis Tu-
ker, en Approach to Battle (Casselle 1973), p. 17, como comandante de la 4ª División Hindú del 8º Ejército, ase-
gura que cerca del 50 por ciento del combustible transportado en estas ineficientes latas, se perdía en el tránsito.

3. Movements, p. 372, manifiesta que las playas usadas en Normandía eran las peores para una operación combi-
nada, desde el punto de vista del gradiente de playa. Debido a que los buques completamente cargados de efec-
tos tenían que permanecer hasta cinco millas de la costa, aumentando considerablemente el tiempo de los viajes
redondos de las embarcaciones y tractores anfibios. Los tonelajes fueron:
Día D Nada debido al mal tiempo
D+1 4.600
D+2 Nada debido al mal tiempo
D+3 2.964
D+4 6.049
D+5 9.911
Total 23.484 toneladas desembarcadas en 4 días = un promedio de 5.871 ton. por día en los que fue
posible la descarga.

4. Terraine, p. 389. En la campaña de Cirenaica y Tripolitania, la Fuerza Aérea del Desierto resolvió rápidamente el
problema de llevar el combustible hacia adelante a los aeródromos recientemente capturados.
"...la valiosa ayuda brindada por el 316º Comando de Transporte de Tropas de los EEUU, con sus
admirables DC-3, los famosos Dakotas, los que transformarían el problema aliado de transporte.
Era imposible transportar dentro de un avión las absolutamente ineficientes latas comerciales ingle-
sas normalizadas de estaño de 14,4 litros (ver nota 2). La alternativa eran los tambores de acero de
160 litros, pero la RAF no disponía de la capacidad de transporte para ellos. Los Dakotas podían
hacerlo y lo hicieron al punto de transportar, a mediados de diciembre, 468.000 litros con destino a
la Fuerza Aérea del Desierto para la operación El Agheila y 550.000 litros de combustible junto con
34.200 litros de lubricantes llevados al aeródromo de Marble Arch, solamente en diciembre y enero
- el equivalente a la capacidad total de los tanques de 1.575 Hurricanes o 1.240 Kittyhawks o 355
Bostons (el tipo de aviones en apoyo aéreo cercano del 8º Ejército.
Las lecciones aprendidas por parte del 8º Ejército y la Fuerza Aérea del Desierto acerca de la cooperación tie-
rra/aire tomaron algún tiempo en ser aceptadas por sus contrapartes de planeamiento y operaciones, en el otro
extremo del litoral del Atlántico Norte.
Sin embargo, los alemanes estaban muy adelantados con respecto a los aliados en lo que hace a las técnicas del
reabastecimiento aéreo. Terraine, p. 751.
En enero (1942), cuando Rommel lanzó su contra ofensiva, la Luftwaffe tenía combustible solo para dos se-
manas en operaciones ofensivas. "Si el transporte aéreo no hubiera llevado el combustible suficiente como
para satisfacer el consumo diario, las unidades aéreas hubieran quedado en tierra en quince días" (Air Histori-
cal Brunch/H/117/8(B) pp.290-291). Aún cuando después de los ataques desde Malta contra las rutas maríti-
mas hacia Africa del Norte las habían reducido a casi nada, los alemanes efectuaron un gran empleo de sus
numerosos aviones de transporte para llevar hombres y efectos desde Creta a Cirenaica". (Playfair, Official
History, The Mediterranean and the Middle East (HMSO), 1954) Ver también nota 5.
Gracias al defectuoso pensamiento táctico y estratégico en la Real Fuerza Aérea antes de la Segunda Guerra

82
Tres Campañas en una Guerra Global

Mundial, convincentemente expresado por Terraine en The Right of the Line, los británicos no poseían nada que
se pudiera comparar con el transporte aéreo alemán o norteamericano.

5. Terraine, op. cit. p. 115. En 1940, ya en la invasión de Noruega, los alemanes habían demostrado en que forma
habían dejado atrás a los británicos en lo que hace al empleo audaz e imaginativo del transporte aéreo.
"Para la invasión inicial la Luftwaffe destacó 500 aviones de combate y otros 571 Ju 52/3M de
transporte. Fueron los últimos los que llevaron las seis compañías de tropas aerotransportadas que
capturaron la capital de Noruega, con sus 250.000 habitantes; nuevamente fueron los JU 52 los que
lanzaron los 120 paracaidistas que conquistaron el aeródromo de Stavanger poco antes de las ocho de
la mañana del primer día. Para esa tarde 180 Ju 52, arribando con regularidad cronométrica, se habían
posado en Stavanger. En el transcurso de toda la campaña (pero su empleo principal fue en las prime-
ras etapas) este invalorable avión efectuó 3.018 salidas, transportando 29.280 hombres, 933.000 litros
de combustible 2.376 toneladas de abastecimientos" Tomado de William Green, Warplanes of the Third
Reich, p.410

6. S. & T., Vol. I,pp. 229 y 230. La situación se agravó debido a que en el último momento un total de 400 vehículos
no fueron embarcados en los convoyes que debían llegar, incluyendo el del día D+18, debido a la limitada canti-
dad de buques mercantes capaces de transportar una carga importante de camiones que mereciera la pena. En
1942, había pocos buques especializados disponibles para operaciones posteriores, capaces de mover una gran
cantidad de camiones. Además, no solo las compañías de transporte de segunda línea operaban a escala redu-
cida, sino que algunas unidades a ser apoyadas, tales como batallones de infantería de marina y paracaidistas,
operando en el rol de infantería convencional, prácticamente carecían de transporte de primera línea y mucho
menos de segunda. (La primera línea de transporte se compone de los vehículos orgánicos de la unidad. La se-
gunda línea de transporte es enviada hacia el frente desde la brigada o la división, dependiendo del sistema que
se aplique en el teatro para apoyar unidades para una tarea específica)
Agregado a esto estaba el flujo, constantemente en aumento, de tropas de combate de los EEUU, sin el con-
secuente aumento del transporte en la misma proporción. Por ejemplo: dos compañías de transporte de la briga-
da de infantería, designadas para mantener 9.000 hombres, se encontraron apoyando 17.000 a 20.000 hombres
a unos 130 kilómetros más allá de la punta de rieles, con solo una sola compañía de transportadores de tanques
para colaborar. La compañía de tercera línea de la 78ª División no llegó sino a principios de diciembre y la com-
pañía de tercera línea de la 6ª División Blindada no lo hizo sino mucho después de esto.

7.Movements, p. 314 brinda un resumen como se indica:

Toneladas
por día
Hacia Túnez
Hacia el este desde Bone por carretera,
ferrocarril y barcos 500
Hacia el este a través de Souk Arhas por
ferrocarril:
a. Desde Bone 750
b. Desde Argelia 500
Hacia el este a través de Tebessa por
ferrocarril de trocha de un metro 750
2.500 ton.

Hacia el Area Constantine (Aeródromos


y Base Avanzada)
Desde Philippeville por carretera y
ferrocarril 500
Desde Argelia por ferrocarril 750
1.250 ton.

8. Diario de Guerra del Oficial Administrativo del Cuartel General de las Fuerzas Aliadas (Centro Liddell Hart de los
Archivos Militares, King's College, Londres).
5 de enero de 1943:
"En general, este cuartel general está mejorando, pero está lejos de ser la máquina perfecta que
debería ser. El combinar las organizaciones de estado mayor norteamericana y británica, es como
atornillar una tuerca métrica en un tornillo Whitworth - sin embargo, tal vez logramos que las roscas
queden lo suficientemente bien cruzadas como para lograr la seguridad."

83
La Savia de la Guerra

26 de febrero de 1943:
"Las visitas a las áreas adelantadas han revelado las siguientes indicaciones acerca de la acti-
tud de nuestros aliados con respecto a los abastecimientos:
(a) El pillaje en OULED RAHMOUN se ha vuelto tan serio que se hizo necesaria una redada en
fuerza por parte de la Policía Militar. De ella resultaron varias Cortes Marciales. En un caso, el ba-
tallón norteamericano de locomotoras retiró, a punta de pistola, 42 cajas de raciones compuestas
(embaladas de tal forma que cada caja provee raciones para 14 hombres por día).
(b) En TEBESSA, la 85ª Compañía de QM retuvo 1.000.000 de raciones. Lo describen como 21
días para 23.000 hombres ¡o dos raciones por hombre por día!
(c) Para explicar lo que pasó, en lo que entendemos como el sentido de la palabra, no hay ex-
plicaciones. Para entender lo que sucedió, es necesario recordar, primero, que los nortea-
mericanos en los EEUU, nunca han conocido las carencias, privaciones o la real pobreza.
Siempre hay "mucho más allí donde esto viene". Requerirles que tengan en cuenta el espa-
cio en los buques o las necesidades de otros, es en vano, porque nunca les ha sucedido en
sus hogares.
Segundo, consideran muy seriamente a TEBESSA como estando "en la línea del frente."
(El Autor - tal vez Gale está siendo un poco mordaz. Si bien del 14 al 22 de febrero de 1943 los
alemanes rompieron en Kasserine, no alcanzaron Tebessa aunque estuvieron cerca del éxito y
los norteamericanos, de Eisenhower para bajo, estuvieron muy alarmados. En la retirada del II
Cuerpo de los EEUU fueron capturadas o destruidas 10.000 toneladas de municiones y com-
bustible.) El resultado de estos dos principios, si así se los puede llamar, es que ellos actúan
cumpliendo la siguiente máxima. "Nuestros muchachos están peleando la batalla por la causa
aliada. Hay que darles todo lo que quieran. Si tienen hambre, entonces debemos darles todas
las raciones que podamos. Seguro que los muchachos pueden comer una barbaridad de una
montaña de ellas." Para ellos, no tiene sentido una merma de racionamiento.
En el ejército norteamericano a un oficial de abastecimiento - Quartermaster para ellos - se lo califica, por so-
bre todas las cosas, por su habilidad para, por cualquier medio, acumular la mayor cantidad que sea posible de abas-
tecimientos y efectos. Su valor como oficial será juzgado por la cantidad de "basura" que produzca. Son de destacar los
siguientes ejemplos:
El representante de una unidad concurrió a hacer un pedido y presentó un parte como que su unidad tuviera
84 hombres. Se le entregaron 84 cajas de víveres compuestos (suficientes para alimentar 1.176 hombres). Otra unidad
solicitó combustible suficiente para cinco días. A los dos días la unidad informó que no le quedaba más. Una inspección
al asiento de la unidad mostró que los hombres estaban durmiendo en cobertizos cuyas paredes eran tambores llenos
de combustible. A la recriminación respondieron, "está bien, pero estos muchachos no fuman".
El vicio de esta actitud es tan obvio como para no tener que explayarse más. No importaba si teníamos dificul-
tades con el transporte marítimo, ferroviario o terrestre.
Después de cenar tuve una nueva discusión sobre nuestros problemas con el General Miller (Mayor General,
Administración del 18º Grupo de Ejército) y el Brigadier Philipe. Creo que tenemos que acumular nuestras reservas pa-
ra la batalla, pero significará una gran presión, especialmente para la parte norteamericana.
Los británicos, si bien mejor disciplinados, también podían exagerar, tal como lo demuestra el memorándum produci-
do por el Mayor General de Administración del 18º Grupo de Ejército, el 7 de abril de 1943, un mes antes de la finaliza-
ción de la campaña (en los papeles de Gale):
"(a) Los requerimientos del Primer Ejército como acopio en su Zona de Apoyo Logístico (ZAL), antes de
la acción ofensiva están basados en 2.500 tiros por cada cañón de 25 libras en la ZAL, por sobre lo que
tenía la primera y segunda líneas. Estas eran las estimaciones hechas por el Departamento "G" (ope-
raciones) y "Q" (logística) y aceptadas por este último, si bien con algunas objeciones. En la batalla de
Alamein se combatió durante un período de más de 10 días, con un consumo bien por debajo de los
1.000 tiros por cañón de 25 libras. Por supuesto que resulta fantástica, para una acción de 10 días, una
estimación de 2.500 tiros por cañón. (Sin duda los lectores recordarán, del capítulo 2, que el consumo
que Miller considera tan fantástico, 250 tiros por cañón por día, fue superado con creces durante las
batallas de la campaña de las Malvinas. Pero en Alamein, así como también durante el desarrollo de la
mayoría de las grandes batallas que duraron varios días y sobre un área grande (en Alamein un frente
de 40 kilómetros, todos los cañones no tiran al mismo tiempo)...
(c)En el pasado, la RAF ha sido una gran infractora. La Fuerza Aérea Norteamericana, en el presente,
no parece hacer otra cosa que formular una amplia gama de suposiciones. En un caso en este teatro,
se llevó a las bases avanzadas suficiente munición para aviones de caza ¡cómo para abastecer a los
escuadrones de la fuerza durante un año, en empleo intensivo!. En otra oportunidad se me solicitó que
proveyera transporte para retirar 5.000 toneladas de nafta de 100 octanos desde un aeródromo avan-
zado, cuando éste estuvo amenazado por un avance enemigo. Estos dos ejemplos, que demuestran
una falta total de apreciación de la situación logística con relación a los requerimientos operacionales y
la situación, produjeron una escasez de los medios de transporte y demostró que no había un adecua-
do control de las prioridades por parte del estado mayor.
Gale, que luego fue el jefe de logística de Eisenhower en el Cuartel General Supremo de la Fuerza Expediciona-

84
Tres Campañas en una Guerra Global

ria Aliada (SHAEF) para la invasión del Noroeste de Europa y la siguiente campaña, no era antinorteamericano, pese a
que los tonos de las anotaciones en su diario sugieren lo contrario. Como un destacado logístico, quedó escandalizado
por lo que vio. En conjunto, los norteamericanos eran los mayores infractores. Pero en esta etapa de la guerra su ejér-
cito, constituido en su mayoría por reclutas no especialmente bien adiestrados y disciplinados, bajo las órdenes de ofi-
ciales sin experiencia, tenía mucho que aprender acerca de las realidades de la táctica y la logística. Tácticamente me-
joraron hasta llegar a ser tan buenos como cualquiera bajo sobresalientes generales como Patton, Collins, Ridgeway y
Gavin, para mencionar solo algunos. Esto no siempre fue el caso de la logística. Mucho después en 1944 hubo casos,
especialmente en el 3er. Ejército de Patton, de empleo de métodos completamente fuera de la ortodoxia para obtener
recursos, incluyendo apropiarse de camiones para sacarle el combustible, ver Van Creveld, Supplyng War, op. cit. p
221 para comentarios sobre el derroche.

9. Consumo diario de mantenimiento significa exactamente: la munición, combustible, víveres y otras categorías ne-
cesarias para mantener diariamente las operaciones. Estará basada en el tamaño de la fuerza (en términos logís-
ticos técnicos: "la dependencia") y la intensidad y tipo previstos de las operaciones y por lo tanto la velocidad a la
cual se gastará la munición, se consumirá el combustible y los vehículos y equipos requerirán reparaciones o re-
emplazos. Por razones obvias, la única categoría que casi se puede garantir con seguridad su ritmo de consumo
son los víveres. Algunos efectos escasearán y se consumirán las reservas, si es que las hay, si los estados ma-
yores subestiman la intensidad de las operaciones y hay errores en cuanto a la forma que tendrán. La velocidad a
la cual se pueden acumular los acopios de reservas, para cumplir con los más altos consumos debidos a opera-
ciones intensas asociadas con una ofensiva, será afectada en forma crítica si no hay margen suficiente en el sis-
tema de transporte que permita hacer llegar al frente, todos los días, tanto la demanda diaria de mantenimiento
como los efectos de las reservas de acopio. De allí la importancia de mejorar las líneas de comunicaciones a par-
tir de la situación en los primeros tres meses de la campaña, cuando solo se podían hacer llegar al frente, en
abril, 3.750 toneladas por día, 1.750 toneladas menos que el menor requerimiento de demanda diaria de mante-
nimiento, sin hablar de la necesidad de mover, al mismo tiempo hacia el frente, un promedio diario de 2.040 tone-
ladas de reservas.

10. S&T Vol.1, p. 283. Por un lado es interesante que el reabastecimiento normal de la 17ª División Aerotransporta-
da de los EEUU en el cruce del Rin en marzo de 1945 era de 270,54 toneladas, de las cuales la munición de
todo tipo, incluyendo morteros y cañones de hasta 105mm llegaba a las 214,94 toneladas, por lo tanto 79 por
ciento era munición. (Informe del Cuartel General 1er. Ejército Aerotransportado de los EEUU en la operación
VARSITY, El Cruce del Rin - apéndice 9 - Reabastecimiento y Evacuación de Bajas)

11. Terraine, p. 594 y p. 598. Cita aquí Air Historical Board/II/116/22 p.111 y Appendix to Air Historical Bo-
ard/II/117/11(A), así como también a Slessor, The Central Blue. Una reciente reapreciación de los efectos de la
Operación STRANGLE (Edward Males, New Look en Strangle, Military Affairs, Vol. 52 Nº 4, octubre de 1988,
pp. 176-184)no hecha por tierra los argumentos de Slessor, resumidos en su último sub párrafo. La investiga-
ción de Male demuestra que los alemanes se enfrentaron a serios problemas logísticos, pero admite que
STARNGLE no alcanzó su objetivo de forzar a los alemanes a abandonar Roma por falta de abastecimientos.
Brinda las siguientes razones:
(a) Los aliados (ni por primera o última vez - comentario del autor) subestimaron la reac-
ción alemana, lo que incluía efectuar la mayoría de sus desplazamientos de noche. En
una oportunidad Von Senger movió la totalidad de sus Cuerpos a través de todo el frente
del 14º Ejército Alemán para detener el avance del V Cuerpo de los EEUU. En otro caso,
la división Herman Goering efectuó un movimiento a la luz del día en respuesta a una si-
tuación operacional urgente y el ataque aéreo fracasó en su intento de detenerla.
(b) Los aliados sobrestimaron los requerimientos de abastecimiento de los alemanes, los
que estaban en condiciones de aplicar medidas de economía, especialmente en las uni-
dades de retaguardia.
(c) No hubo coordinación entre las operaciones terrestres aliadas (DIADEM) y las opera-
ciones aéreas (STRANGLE) para asegurar que se ejerciera la máxima presión en el mo-
mento en que el enemigo tenía las mayores dificultades logísticas.
(d) Los aliados subestimaron el transporte terrestre disponible por los alemanes. Los mo-
vimientos de transporte de regreso pasados por radio y descifrados por ULTRA solo inclu-
ían los valores del transporte divisional y de cuerpos. Los regresos que daban los valores
del transporte terrestre bajo el control de los cuarteles generales de los dos ejércitos, el
10ª y el 14º, no se enviaban por radio y por lo tanto no eran objeto de la interceptación.
(e) La mala meteorología mantuvo en tierra a los bombarderos medianos, por lo menos la
mitad del tiempo.
(f) Finalmente, el terreno favorecía la defensa y demoraba las acciones, las que pudieron

85
La Savia de la Guerra

ser llevadas a cabo sin un gran consumo de munición.


Por lo tanto, no hubo un colapso del sistema logístico alemán, pese a estar casi indefenso contra ataques aére-
os, casi sin aviación de caza y protección antiaérea, salvo en unos pocos puentes estratégicos.

12. Los británicos se encontraron en la misma posición en el frente occidental en el período 1914-17 y en realidad en
un poco menor medida hasta la finalización de la Primera Guerra Mundial. Para comenzar, numéricamente eran
tan inferiores a los franceses que no había posibilidad de seguir una estrategia privada, simplemente carecían de
los medios. Desde 1917, luego de los motines franceses y la necesidad de los británicos de cargar con el mayor
peso de las ofensivas en el frente oriental, tuvieron más que decir en cuanto a estrategia, pero de ninguna mane-
ra estaban en condiciones de conducirla en forma aislada.

13. Admin. Planning, p. 40. "La falta de una decisión durante la mayor parte de 1944 habría de presentar una serie de
problemas administrativos (logísticos), que parecían casi insolubles. De hecho, durante este período y en más de
una oportunidad, el Comité Principal de Oficiales Administrativos creyó necesario alertar a los Jefes de Estado
Mayor que, salvo que se diera una decisión, había peligro que los necesarios aprestos administrativos no podrían
ser efectuados en tiempo, para cualquiera de los modos de acción. El Comité Principal de Oficiales Administrati-
vos era un sub comité de los Jefes de estado Mayor Británicos, integrado por el Cuarto Lord del Mar, el Cuartel-
maestre General, el Miembro del Aire para Abastecimientos y Organización y un representante de los ministerios
civiles. Tenían la responsabilidad de asesorar a los Jefes de Estado Mayor en todo lo que hacía a los asuntos
logísticos ínter fuerzas armadas, excepto personal, sanidad y legales.

14. Transportation, p.183. A principios de 1942, debido a la amenaza japonesa, durante un tiempo Calcuta fue prácti-
camente cerrado como puerto, trasladando una carga adicional sobre otros puertos y ferrocarriles en la India.
15
Admin. Planning, p. 79. Los caminos hacia el frente de Arakan también eran difíciles de construir. Hay un
cuento, probablemente apócrifo pero que lo mismo destaca el hecho, que dice que cuando el Cuartelmaestre
General (un general de cuatro estrellas), en 1944 visitó el frente de Arakan, al bajar de su automóvil en el ex-
tremo del camino, el Comandante del Cuerpo lo puso en conocimiento de la orden que establecía que cual-
quiera que se dirigiera hacia adelante debía llevar una canasta de ladrillos para colaborar con la construcción
del camino y que aquél así lo hizo.

16. Se dice que Wingate ordenó que: "ninguna patrulla debía informar que la jungla era impenetrable, hasta que la
hubiese penetrado".

17. S. & T., Vol. II, p. 93 da las siguientes fechas del progreso del 14º Ejército:

Kelewa tomado el 2 de diciembre de 1944.


Shwebo y Ye-U tomados el 2-10 de enero de 1945.
Mandalay tomado el 20 de marzo de 1945.
Rangoon tomada el 3 de mayo de 1945.

18. S. & T., Vol. II, p.102 brinda las razones:


(a) Era caro en tonelaje porque un tercio del peso era el equipo de lanzamiento y el porcentaje de rotu-
ras y pérdidas alcanzaba tanto como el 25 por ciento.
(b) Era caro en aeronaves debido al tiempo empleado en orbitar sobre la zona de lanzamiento y la fatiga
de los pilotos.
(c) Requería un alto nivel de adiestramiento y cooperación de los pilotos.
(d) Demandaba mucho tiempo recolectar un lanzamiento grande.
(e) Se necesitaban tropas para proteger al personal que recolectaba lo lanzado y en algunos casos co-
mo trabajadores.

19. S. & T.. Vol. II p.100

20. Terreine, p. 365. En octubre de 1941, en vísperas de la CRUSADER británica, Rommel había perdido el 63 por
ciento de sus abastecimientos en el cruce del Mediterráneo.

21. Kennedy. The Rise and Fall of The Great Powers, pp.443-444

22. Army Administration Vol. I, p.62

86
4
FALTA DE PREPARACION Y RAPIDA RECUPERACION:

COREA 1950-53

"Sólo usted puede mantener su puerta trasera abierta. Usted puede vivir sin comida, pero no durará mu-
cho sin municiones"
Teniente General Walker Comandante del 8º Ejército en Corea

"La historia de las guerras demuestra que nueve de cada diez veces un ejército ha sido destruido porque
fueron cortadas sus líneas de comunicaciones...Debemos desembarcar en Inchon y los aplastaré.
Douglas MacArthur

Años después de haber terminado la Guerra de Corea, había un tanque T-34 en una
esquina en una calle de Taejon en el sudoeste de Corea. En su torreta estaba pintado
"Abatido el 20 de julio de 1950 bajo la supervisión del Mayor General W. F. Dean". No es
común que un comandante de división tome parte de una cacería de tanques. Que él sin-
tiera que era necesario que lo hiciera a fin de restaurar la confianza de sus hombres en
sus equipos y en ellos mismos, era un síntoma de la falta de preparación del Ejército de
los EEUU. al estallar la guerra.

Desarmado y no preparado

El Ejército de Corea del Norte invadió Corea del Sur a las 0400 horas del 25 de junio
de 1950, atacando sin preaviso en la media luz previa a la salida del sol, alcanzando una
sorpresa táctica completa. Los servicios de inteligencia de los EEUU habían fracasado al
no haber prevenido el ataque. Si bien se había recibido alguna información en Washing-
ton que insinuaba la gran posibilidad de movimientos en Corea del Norte en junio, una
evaluación incorrecta y una mala diseminación dieron por resultado que no llegara a las
personas que debían haber tomado algunas medidas. Aunque se habían producido in-
cursiones en la frontera y las referencias a una invasión eran frecuentes en reuniones de
inteligencia en el Cuartel General del Comando del Lejano Oriente en Japón, los EEUU
estaban mucho más preocupados por las actividades comunistas en el resto del mundo,
especialmente en el Sudeste Asiático y particularmente en Indochina. Debido a que el
panorama de inteligencia respecto a la creación de tropas por parte de Corea del Norte
no encajaba con las ideas preconcebidas sostenidas por el gobierno de los EEUU. y sus
asesores militares, éstas fueron desestimadas, como muchas veces sucede en este tipo
de situaciones, llenas de racionalizaciones. Las razones eran desde que los surcoreanos
eran propensos a asustarse con el cuento del lobo, hasta la valoración de que los norco-
reanos continuarían empleando las guerras de guerrillas y psicológica, junto con presio-
nes políticas, antes que el empleo abierto de la fuerza militar.1 Por último, era un hecho
académico que hubo una falla de inteligencia porque los EEUU no tenían planes para
contrarrestar una invasión. El único plan de contingencia era para evacuar a los ciudada-
nos norteamericanos de Corea del Sur.2

Las Fuerzas Armadas de Corea del Sur no estaban en condiciones de parar una in-
vasión llevada a cabo por siete divisiones norcoreanas bien adiestradas y equipadas, in-
cluyendo 150 tanques T-34 y apoyadas por una pequeña fuerza aérea táctica. Los surco-
101
La Savia de la Guerra
reanos no tenían tanques, ni artillería mediana, ni morteros pesados, ni armas antitan-
ques ni aviones de caza, ni bombarderos. Ese mes se habían enviado diez viejos aviones
Mustang F-51, pero ningún piloto surcoreano estaba aún adiestrado para volar misiones
de combate. Las disponibilidades de munición de artillería y morteros del ejército surco-
reano se habrían acabado en unos pocos días. Como un último punto de desilusión, los
militares norteamericanos no reconocían la inferioridad de las Fuerzas Armadas de Corea
del Sur y hasta el día de la invasión creían que si los norcoreanos atacaban, serían fácil-
mente rechazados por el ejército surcoreano. Este punto de vista era sostenido nada me-
nos que por el Jefe del Grupo Norteamericano de Asistencia a Corea del Sur.

No son de nuestro interés las discusiones políticas y militares que finalmente cambia-
ron la política de los EEUU de no mantenerse a pie firme en Corea, que siguieron a un
reconocimiento personal e informe por parte del General MacArthur, Comandante en Jefe
del Lejano Oriente. Finalmente se dio autorización para destacar fuerzas terrestres de las
tropas de ocupación de los EEUU en Japón, como así también unidades navales y aére-
as ya enviadas para cubrir la evacuación de norteamericanos de Seúl e Inchon.

Las cuatro divisiones que formaban el Octavo Ejército Norteamericano de ocupación


en Japón en 1950 estaban con pocos efectivos, mal adiestrados y poco equipados. Su
estado mental y físico está documentado en la historia oficial:

"...el comando era fofo y blando, afectado por una lasitud infecciosa, no preparado
para responder rápida y decisivamente a una emergencia militar en gran escala".3

La situación logística era igualmente seria. De los 226 cañones sin retroceso del in-
ventario del Octavo Ejército, había sólo 21. De los 18.000 jeeps y camiones 4 x 4, 10.000
estaban inservibles y de los 13.800 camiones 6 x 6, sólo 4.441 estaban en condiciones
de uso.4 Los abastecimientos que se encontraban disponibles en el Lejano Oriente sólo
eran suficientes para sostener las tropas en actividades de tiempo de paz durante sesen-
ta días. Los niveles en varias categorías variaban de 45 a 180 días, con la mayoría ca-
yendo al rango de 45 a 60 días. Los abastecimientos que se encontraban en la línea de
comunicaciones eran sólo un goteo. Si bien se disponía de grandes cantidades de mate-
rial de unidades desactivadas, la mayoría de él era inservible y las tareas de reparación
podían hacer poco más que abastecer las necesidades corrientes de las fuerzas de ocu-
pación. Una porción significativa del equipo en condiciones de ser reparado debió ser to-
mado del Ministerio Japonés de Comercio Internacional e Industria, a quien el gobierno
de los EEUU le había dado grandes cantidades de material de rezago como un estímulo
a la economía japonesa. Rectificar esta situación se hizo muy difícil por la suposición, re-
petidamente adoptada por los conductores de la política norteamericana, de que la Gue-
rra de Corea duraría sólo seis meses. Se puede resumir la actitud mental de muchos fun-
cionarios en los EEUU por lo expresado por un experto en presupuesto del Pentágono,
cuando se le preguntó cuanto tiempo duraría la guerra y cuanto costaría. "Oh, unos dos o
tres meses o algo así. Es difícil hablar de costos en este momento pero diría que será
aproximadamente el costo de uno o dos ejercicios militares." Si bien no se puede encon-
trar la fuente de esta afirmación y ella puede ser apócrifa, no obstante es exacta en un
aspecto: la edad y el estado de conservación de la munición y el equipo con que las pri-
meras tropas norteamericanas entraron en combate en Corea. La falta de preparación y
la mala voluntad para corregir las cosas con la mínima demora yacía en la suposición, por
parte de los estados mayores militares después de 1945, que la próxima guerra sería una
repetición de la Segunda Guerra Mundial. Los acopios serían lentos y los grandes envíos
102
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
y despliegues a ultramar comenzarían dos años después del día de inicio de la moviliza-
ción. Para decirlo crudamente, debido a que la guerra de Corea no encajaba en la idea
preconcebida de cómo sería el próximo conflicto, no se la reconoció como siendo "la
próxima guerra".

El Terreno

El país en el cual los norteamericanos y sus aliados de la ONU deberían pelear en los
próximos tres años no era familiar para la mayoría de los ejércitos occidentales. Un sol-
dado inglés lo describió así:

"...presentaba un ambiente hostil para las operaciones militares. En la antigüedad


se lo conocía como "Chosun", que traducido significa "la tierra de la calma mati-
nal" y rápidamente pasó a ser conocido, por parte de la mayoría de los artilleros
de la comunidad británica que allí pelearon, como "el helado Chosun". Los invier-
nos eran prolongados y muy severos. Las temperaturas frecuentemente alcanza-
ban los veintidós grados centígrados bajo cero, acompañadas por vientos siberia-
nos. Lluvias torrenciales monzónicas, principalmente a fines de junio y agosto,
generalmente daban por resultado que el río Imjin aumentara su altura en 12 me-
tros en una noche. En verano las temperaturas subían hasta los cuarenta grados
centígrados y aún más y la humedad era muy alta".

Había muy pocos caminos o huellas. El terreno es montañoso; muchas cimas tienen
alturas superiores a los 1.000 metros, son mayoritariamente rocosas y sin vegetación en
su parte superior; las pendientes inferiores están cubiertas con arbustos y árboles peque-
ños. En verano el crecimiento exuberante de la vegetación en las empinadas laderas difi-
cultaba la trepada de los soldados sudorosos, que generalmente acarreaban grandes pe-
sos. Los arrozales salpicaban los anchos valles. Generalmente los lados de los angostos
desfiladeros eran precipicios. Abundaban los mosquitos transmisores de la malaria y las
ratas que diseminaban muchas otras enfermedades. Los alimentos de producción local
no podían ser comidos en forma cruda debido al extensivo uso, como fertilizantes, de
heces humanas. En el reluciente calor del verano, toda la campiña despedía un fuerte
hedor.

El Enemigo

Los enemigos, al principio el Ejército Popular Norcoreano (EPN) y posteriormente la


Fuerza Comunista China (FCC), eran duros, fanáticamente bravos y maestros en el ca-
muflaje y enmascaramiento. Atacaban en forma implacable, en olas humanas, general-
mente de noche, gritando y haciendo sonar clarines. En la defensa, cavaban grandes for-
tificaciones que los ocultaban y les brindaban cubierta superior para los cañones y morte-
ros que sorprendían a los ejércitos occidentales que combatían en Corea, pero que no
hubieran llamado la atención de los franceses en Indochina, quienes se enfrentaban a los
mismos industriosos topos humanos.

Primer choque: Fuerza de Tareas Smith

Las primeras unidades norteamericanas que se enfrentaron al Ejército Norcoreano


fueron dos compañías de tiradores y una parte de una compañía comando, el 1er. Ba-
tallón, del 21º Regimiento de Infantería, de la 24ª División de Infantería, a las órdenes de
su comandante de batallón, el Teniente Coronel Smith, reforzados por dos morteros pe-
103
La Savia de la Guerra
sados de 120 mm y dos cañones sin retroceso de 75 mm. El 1º de julio de 1950, este ba-
tallón menos, llamado Fuerza de Tareas Smith, voló de Japón a Pusan. Sus órdenes
eran: avanzar hasta tomar contacto con el enemigo y allí demorarlo lo más posible. La
Fuerza de Tareas totalizaba cerca de 440 hombres. Cada uno de ellos tenía 120 tiros de
munición de fusil y dos días de raciones C. Otro batallón y el Comando de la 24ª División
de Infantería, también transportados por aire, constituían la avanzada del resto de la divi-
sión que los seguía por mar. El Mayor General Dean, comandante de la división, asumió
el comando de todas las fuerzas del Ejército Norteamericano en Corea hasta que fue re-
levado por el Teniente General Walker, que comandó el Octavo Ejército Norteamericano.

A medida que la Fuerza de Tareas avanzaba, por tren y camión, se encontraba con
la tarea realizada por pilotos australianos y norteamericanos demasiado entusiastas que
ametrallaban depósitos de munición y combustible, trenes y columnas de tropas surco-
reanas, causando un daño enorme, matando varios cientos de soldados surcoreanos, así
como también civiles. El 5 de julio las tropas de la Fuerza de Tareas Smith comenzaron a
cavar al norte de Osan una posición escogida por Smith en persona. Se les había unido
una batería de seis obuses de 105 mm con 73 vehículos y 108 hombres al comando del
Teniente Coronel Perry. En la posición de la batería, cerca de 1.600 m detrás de la infan-
tería, había 1.200 tiros (200 por cañón, una escasa provisión para comenzar una batalla
sin posibilidad de reabastecimiento). Pero más serio aún, había sólo seis tiros de muni-
ción antitanque que representaba un tercio de ese tipo de munición disponible en Japón.
Una granada de alto explosivo de un cañón de 105 mm tiene una posibilidad muy remota
de parar un tanque tan bien blindado como un T-34, aún logrando un impacto directo. Las
minas antitanques hubieran sido útiles, pero no había ninguna.

Había estado lloviendo toda la noche. A eso de las siete de la mañana aún llovía. Se
podía ver claramente a los tanques norcoreanos avanzando a lo largo del camino, hacia
la posición de la fuerza de tareas. Se pidió una misión de fuego a la batería de 105 mm.,
pero los tanques siguieron avanzando. Cuando éstos se aproximaron a unos 640 m de
los norteamericanos, se les disparó con los cañones sin retroceso de 75 mm. , pero si
bien se observaron impactos, los tanques no pararon. Continuaron haciendo ruido y llega-
ron al alcance de los equipos lanzacohetes antitanques de 2,36 pulgadas. Esto tampoco
los detuvo. Un oficial lanzó 22 tiros a una distancia de unos 14 m contra la cola de los
tanques, donde el blindaje es más débil, pero sin efecto. Finalmente los dos tanques de
vanguardia fueron detenidos por un sólo disparo directo de munición de alto explosivo de
obús de 105 mm. que se encontraba adelantado con respecto a la posición de la batería.
Por último los seis tiros de antitanque se consumieron rápidamente y el tercer tanque pu-
so fuera de acción al cañón adelantado. En una hora 33 tanques pasaron a través de la
posición de la Fuerza de Tareas en dos olas. La primera ola cortó la línea telefónica entre
la infantería y los cañones. Las radios estaban mojadas, funcionando mal y a eso de las
once de la mañana todas dejaron de operar.

Los tanques se aproximaron a la batería con sus torretas cerradas, pero por suerte
no dejaron el camino para envolver la posición. Los obuses de 105 mm dispararon a dis-
tancias de 140 a 280 m a medida que los tanques pasaban, pero las granadas tenían
muy poco efecto. Tres equipos de lanzacohetes se jugaron frente a los tanques pero no
produjeron daños. Por fin un tanque fue inmovilizado cuando una granada de 105 mm
pegó en su oruga. Para ese momento la segunda ola de tanques se aproximó a la bater-
ía; muchos de los artilleros estaban temblando fuerte y comenzaron a correr abandonan-
do la posición, dejando sólo a los oficiales y suboficiales para operar los cañones. Nue-
104
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
vamente, excepto por haber puesto fuera de combate otro tanque al pegarle en su oruga,
los tiros de alto explosivo tenían muy poco efecto sobre los blindados. Sin embargo en
ese momento la infantería estaba montada sobre algunos de los tanques y las granadas
de alto explosivo fueron muy efectivas al explotar, matando o hiriendo a la mayoría de
ellos. Cerca de las 10:15 la mayoría de los tanques había pasado la posición de la bater-
ía. Posteriormente se supo que pertenecían al 107º Regimiento de Tanques de la 105º
División Blindada, en apoyo de la 4ª División de Infantería del Ejército Norcoreano. Me-
diante una buena conducción, Perry persuadió a la mayoría de sus artilleros para que re-
gresaran a la posición de la batería. Esta había destruido o inmovilizado cuatro tanques
de 33, lo que es muy meritorio teniendo en cuenta la poca cantidad de munición antitan-
que con que contaban y la falta de fectividad de los lanzacohetes. Los tanques habían
destruido un cañón y averiado otro, muerto o herido veinte infantes y destruido todos los
vehículos que estaban detrás de las posiciones de la infantería. Sólo Perry y otro hombre
fueron heridos en la posición de la batería.

Cerca de una hora después una columna de unos nueve kilómetros y medio de largo,
compuesta por camiones e infantería a pie, encabezada por tres tanques, se aproximó a
la posición de la Fuerza de Tareas. Posteriormente se confirmó que se trataba de los Re-
gimientos de Infantería Nros. 16 y 18 de la 4ª División de Infantería. Cuando llegaron a
unos 900 m los norteamericanos abrieron fuego con morteros y ametralladoras, provo-
cando gran daño y muchas bajas. El fuego de la artillería hubiera sido mucho más efecti-
vo, pero no había comunicaciones con los cañones y Smith supuso que la batería había
sido destruida. Después de intentar un ataque frontal los norcoreanos comenzaron a ope-
rar por los flancos. Smith decidió que, estando escaso de munición, no le quedaba otra
posibilidad más que retirarse.

Una retirada diurna en contacto, en el mejor de los casos, es una operación muy difi-
cultosa y en esta oportunidad no fue una excepción. La Fuerza de Tareas Smith sufrió
sus mayores bajas durante esta retirada. Sin apoyo de artillería como para impedir al
enemigo el hostigamiento de las tropas mientras retrocedían, la retirada se transformó en
una confusión. Cuando Smith llegó a la posición de la batería se sintió asombrado al ob-
servar tan pocas bajas y todos, excepto uno de los cañones, en condiciones de tirar. Al
serle ordenada la retirada, la batería abandonó los cañones, si bien los vehículos dejados
bien lejos en el camino estaban intactos. Algunos de los infantes se sacaron las botas y
abandonaron sus armas para poder correr más rápido. Al principio, 185 de los 440 infan-
tes de la Fuerza de Tareas y la mayoría de los artilleros regresaron a las líneas norteame-
ricanas. Unos pocos, como en cuentagotas, los hicieron los días siguientes.

El Precio de la Autosatisfacción

Al igual que el resto del Octavo Ejército, la Fuerza de Tareas Smith no estaba ni men-
tal ni físicamente preparada para el combate y esa responsabilidad recae en el coman-
dante del batallón y llega, hacia arriba, hasta MacArthur, el Comandante en Jefe. En el
verano de 1949 Walker había instituido un programa de adiestramiento para el Octavo
Ejército en Japón, en un intento de sacudir a las tropas de las cómodas prácticas que
habían adquirido con las tareas de ocupación. Cuando comenzó la Guerra de Corea la
mayoría de las unidades había efectuado adiestramiento de batallón, si bien algunas no
habían aprobado las inspecciones. No se habían efectuado adiestramientos de mayor ni-
vel. La Fuerza de Tareas tampoco estaba logísticamente preparada. No sólo la mayoría
de su equipo era obsoleto, sino que no se habían efectuado previsiones para reabastecer
105
La Savia de la Guerra
munición del armamento menor ni de artillería. Se necesita un soldado bravo, bien adies-
trado y motivado para enfrentarse a los blindados, si no dispone del apoyo de sus propios
tanques. Si sus armas antitanque le fallan frecuentemente, muy pronto no verá razones
para sostener su posición. La responsabilidad de haberle ordenado a la Fuerza cumplir
una tarea tan imposible, careciendo de sostén, con tan poco apoyo, recae en los coman-
dantes en Corea de ese momento. La responsabilidad por haber permitido que el equipo
del Ejército de los Estados Unidos llegara a un estado tan peligroso, llega al Departamen-
to de Ejército y hasta el mismo Congreso.

Mientras las tropas norteamericanas peleaban una serie de acciones retardantes, le


resultó evidente a MacArthur que el Octavo Ejército tenía que hacerse cargo de la guerra
en Corea. Por eso Walker fue designado comandante de las fuerzas terrestres, pero sin
haber sido relevado de sus responsabilidades en Japón. Pero Walker se encontró
haciendo frente a una guerra terrestre de masas, incluyendo todas las ramificaciones del
apoyo logístico, mientras administraba las fuerzas de ocupación a cientos de kilómetros a
través del Mar de Japón. Este estado de cosas duró por lo menos siete semanas más,
hasta que se estableció en Japón un Comando Logístico especial que relevó al Estado
Mayor del Comando del Octavo Ejército, en la retaguardia, de esa responsabilidad. Afor-
tunadamente Walker era un soldado tenaz, no quejoso y competente, capaz de conseguir
lo mejor con la poca capacidad que tenía para luchar la parte inicial de la guerra. Esto fue
una suerte debido a que la organización de la base logística, a través de la cual todos sus
refuerzos y abastecimientos le tenían que llegar, distaba mucho de ser perfecta. El puerto
de Pusan era excelente, pero los ferrocarriles no podían seguir el ritmo del flujo de hom-
bres y abastecimientos proveniente de Japón con la velocidad de descarga que manten-
ían. Por eso algunas tropas se movieron hacia el frente sólo con su equipo y armas per-
sonales.

Retirada hacia Pusan

Fue durante una de las acciones retardantes, en Taejon, que el General Dean, Co-
mandante de la 24ª División de Infantería, dirigió al grupo de cazadores de tanques men-
cionado anteriormente. Walker le había pedido que produjera la mayor demora posible al
avance norcoreano en el eje principal Seúl - Pusan, ya que tenía pensado retirarse a una
posición defensiva detrás del Río Naktong, alrededor de Pusan y mantenerse allí mien-
tras reforzaba suficientemente al 8° Ejército como para pasar a la ofensiva. Taejon, la
sexta ciudad de Corea en aquella época, se encuentra a 160 Km. al sur de Seúl y 210
Km. al noroeste de Pusan. Ocho días antes la 24ª División había recibido el primer envío
del nuevo lanzacohetes antitanque de 3,5 pulgadas, que habían entrado en producción
sólo quince días antes de empezar la guerra. A los cinco días de haber solicitado MacArt-
hur los nuevos lanzadores, el primer envío fue transportado por vía aérea a Corea, junto
con los instructores, hecho que da una idea de la velocidad con que los norteamericanos
pueden reaccionar. El 20 de julio, segundo día de la batalla, un grupo de tanques norco-
reanos entró en la ciudad sin apoyo de infantería. Los lanzacohetes, usados en combate
por primera vez, se acreditaron 8 tanques, uno de ellos por parte del General Dean. La
razón que tuvo para destruirlo personalmente fue un intento calculado para persuadir a
sus tropas - sacudidas por los reveses y los cuentos sobre la invulnerabilidad de los T-34
- de que "un tanque no escoltado, en una ciudad defendida por infantería armada con
lanzacohetes de 3,5 pulgadas, sería un pato muerto". Fue un esfuerzo valiente pero
hubiera estado mejor empleado comandando su división y en especial tratando de saber
qué estaba sucediendo en el resto de su área de responsabilidad. No sabía que su infan-
106
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
tería había sido desalojada o se encontraba a la deriva; pensaba que aún continuaba
manteniendo las posiciones principales que dominaban el río hacia el oeste de la ciudad.
En lugar de bajar a la ciudad, donde podría haber sido reunida para colaborar con la reti-
rada, deambuló hacia las montañas. Se culpó de esto a las malas comunicaciones por
radio, pero si éstas son malas, es tarea del comandante y su estado mayor averiguar
cómo está la situación mediante el reconocimiento personal. Pero de acuerdo con algu-
nos informes, Dean estaba muy mal apoyado por su estado mayor y el comando de la di-
visión estaba desorganizado. Finalmente los norcoreanos se abrieron paso por detrás de
la división y en el caos de la retirada Dean fue rodeado y tomado prisionero.

En los primeros días de agosto también fue caótica la retirada de la 25ª División de
Infantería, seguida de un cambio en su eje de retirada ordenado por Walker, para llevarlo
de la esquina nordeste del perímetro envolvente de Pusan, a la esquina sudoeste alrede-
dor de Masan. Esto implicaba un viaje de 245 Km., primero por una ruta de un sólo carril
y luego por tren. Tanto la ruta como el ferrocarril eran las arterias principales de abaste-
cimientos hacia el frente y el desplazamiento de la división cortó el trayecto de otras for-
maciones también en movimiento. El tránsito por la ruta era suficientemente malo, pero el
del ferrocarril resultó peor:

"La congestión en las playas del ferrocarril era casi indescriptible. Las unidades
buscando transporte requisaban locomotoras, vagones, embotellaban las vías,
los refugiados nativos se amontonaban en los vagones y amenazaba un caos
general. El 17º Regimiento de Corea del Sur, moviéndose en ese momento hacia
el sudoeste...en mucho complicaba el problema de tráfico"5

Se Establece el Perímetro y el Enemigo se Detiene

Para el 4 de agosto el 8º Ejército y el Ejército Surcoreano estaban bien detrás del Río
Naktong y habían establecido el perímetro de Pusan; un área rectangular de unos 160
Km. de norte a sur y unos 80Km. de este a oeste. Cada uno mantenía cerca de la mitad
de la línea, con el 8° Ejército a la izquierda y los surcoreanos a la derecha. Pese a que los
norcoreanos llevaron a cabo varios intentos para perforar el perímetro y dirigirse a Pusan,
la línea se mantuvo pero con algunos problemas. Walker, al dirigirse al Estado Mayor de
la 25ª División de Infantería, dijo que el 8º Ejército no se retiraría más allá y que para eso
cada hombre debería "mantenerse o morir". El parar a los norcoreanos fue un hecho de-
terminante en la guerra. Fue un clásico ejemplo de cómo un ejército en retirada hacia una
posición defensiva natural, se volvía más fuerte al acortar sus propias líneas de comuni-
caciones y abastecimiento terrestres y acercándose a un puerto a través del cual recibía
abastecimientos. A la inversa, el ejército que avanza encuentra que sus líneas de comu-
nicaciones y abastecimiento se vuelven más tenues y por ello queda debilitado su poder
de combate.6 Mientras el 8° Ejército, hasta ahora compuesto por tres divisiones fuerte-
mente magulladas, se preparaba para retroceder hasta detrás del Río Naktong, justo a
tiempo llegaban refuerzos desde los EEUU y Hawai. En agosto y septiembre los norco-
reanos sufrieron fuertes pérdidas en hombres y material durante el avance y los intentos
por abrirse paso a través del perímetro. Aunque la interdicción norteamericana de las
líneas de comunicaciones norcoreanas no fue particularmente exitosa, era un largo tra-
yecto por tierra desde Wonsan, donde llegaban por mar los abastecimientos rusos que
salían de Vladivostok, hasta el perímetro de Pusan.

La Acumulación

107
La Savia de la Guerra
El mantener el puerto de Pusan era la clave del éxito para la defensa del perímetro.
Se encontraba a sólo unos veinticuatro kilómetros detrás de los cruciales sectores del pe-
rímetro de Naktong y Masan. Durante el período del 2 al 31 de julio en Pusan se des-
cargaron un total de 309.314 ton de abastecimientos y equipos; un promedio diario de
10.666 ton. Durante la última mitad del mes llegaron 230 buques y zarparon 214.7 Se re-
dujeron los requerimientos de transporte aéreo de ítems críticos a medida que el trans-
porte marítimo comenzó a cumplir con las demandas. Los ferrocarriles también tuvieron
un papel vital. Se organizó el "Expreso Pelota Roja", empleando trenes expresos para el
transporte de ítems requeridos con urgencia, que corría de Yokohama a Sasebo en poco
más de treinta horas. Allí los abastecimientos eran cargados en buques que llegaban a
Pusan a la mañana siguiente, en menos de dos días y medio después que los abasteci-
mientos habían salido de Yokohama. Desde Pusan corrían dos líneas férreas principales
que llegaban a las puntas de rieles detrás de las líneas del frente. En julio corrieron 350
trenes mixtos hacia el frente llevando carga y hombres y 71 trenes sólo con tropas. Los
trenes que regresaban incluían 38 trenes hospital que llevaron 2.581 heridos o enfermos
y 158 vagones cargados con efectos personales que fueron decomisados a los hombres
por sus comandantes en un esfuerzo por recortar las cargas a las necesidades esencia-
les en combate.8 Los ferrocarriles coreanos habían sido construidos por los japoneses, un
factor importante cuando se trató de reparaciones y reemplazos. Los repuestos y reem-
plazos, incluyendo locomotoras, podían ser traídos por mar desde Japón.

El Expreso Pelota Roja tuvo tanto éxito (el 25 de agosto transportó 949 toneladas),
que eliminó la necesidad de casi todo el transporte aéreo de abastecimientos desde
Japón a Corea. No era mucho más barato pero sí más confiable. Sin embargo, esto puso
a la nariz de la Fuerza Aérea tan fuera de lo conjunto, que el Comandante de la Fuerza
Aérea del Lejano Oriente se quejó al Ejército porque ellos no usaban la capacidad de
transporte diario de 200 toneladas. Luego de algunas negociaciones, se llegó a una
fórmula de acuerdo por la cual el Expreso Pelota Roja transportaría la carga que no pu-
diera ser enviada por avión.9 Un ejército, tan pródigo en recursos de transporte, en el cual
los organismos riñen acerca de quién tendrá el privilegio de llevar los recursos hacia el
frente, ¡realmente tiene suerte!

REFUERZOS: LLEGAN LOS PRIMEROS CONTINGENTES DE LAS NACIONES UNI-


DAS

Las primeras tropas de las Naciones Unidas, excepto las norteamericanas, que llega-
ron a Corea el 25 de agosto, fueron las que componían la 27ª Brigada de Infantería Britá-
nica, desde Hong Kong. Durante su tiempo en Corea, la 27ª Brigada de Infantería estuvo
corta de respaldo administrativo; especialmente crítica fue la segunda línea de transporte,
que sólo fue provista, en forma intermitente, por los norteamericanos. Sin embargo la 29ª
Brigada de Infantería que llegó después, fue espléndidamente apoyada e incluía una or-
ganización hecha a medida, la Base Británica y del Commonwealth en Corea. Las Briga-
das Británicas y del Commonwealth a lo largo de la guerra de Corea habrían de estable-
cer una reputación de firmeza, eficiencia y cualidades de combate. En este aspecto fue
igualada, pero nunca sobrepasada, sólo por una formación norteamericana: la 1ª División
de I.M.

Debido a que Corea del Sur no era miembro de la Naciones Unidas, sus fuerzas ar-
madas eran llamadas "aliadas", una designación simpática. Afortunadamente los nortea-
mericanos tenían una preponderancia tan aplastante, que todas las fuerzas de las Nacio-
108
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
nes Unidas fueron puestas bajo el comando norteamericano, evitando de tal forma el co-
mando por comités, lo que hasta entonces había complicado todas las operaciones de las
Naciones Unidas. Este acuerdo tenía también enormes beneficios logísticos. Las fuerzas
surcoreanas usaban exclusivamente equipo norteamericano. Finalmente muchos, si bien
no todos, de los contingentes de las Naciones Unidas fueron provistos con equipos y ar-
mas norteamericanos. Aún aquéllos, como los británicos que mantuvieron sus propias
armas, cañones y tanques, finalmente también usaron efectos de los uniformes estadou-
nidenses. La mayoría de los contingentes usaron el ambivalente jeep y otros camiones de
los EEUU. Esta normalización simplificó el problema del abastecimiento.

Interviene MacArthur: Inchon

A pesar de grandes pérdidas los norcoreanos perseveraron en sus ataques en su in-


tento de abrirse paso hacia Pusan. A mediados de septiembre el 8º Ejército y el Ejército
de Corea del Sur aún estaban empeñados en casi todos los puntos del perímetro. Des-
pués de dos semanas de los más duros combates de la guerra, la línea se mantenía pero
sólo eso. Sin embargo estaba por producirse un cambio dramático en la situación.

Cuando la guerra tenía apenas una semana de duración, el General MacArthur ins-
truyó a su Jefe de Estado Mayor, el Mayor General Almond, para que comenzara el pla-
neamiento de una operación anfibia para golpear el centro de comunicaciones norcorea-
no de Seúl. Para MacArthur pensar en términos de un desembarco anfibio en la reta-
guardia del enemigo para ganar la guerra de Corea era muy natural.10 Muchas de sus
campañas durante la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico Sud Occidental habían co-
menzado con un envolvimiento anfibio, rodeando islas o líneas costeras en poder del
enemigo. Los norteamericanos poseían dos preciosas capacidades estratégicas: dominio
del mar y los medios para proyectar el poder militar desde el mar, en forma de buques y
embarcaciones anfibias. Usados correctamente, aplicando los dos grandes y duraderos
principios de la guerra, sacar ventaja de las propias fortalezas y de las debilidades del
enemigo y la sorpresa, las operaciones anfibias dan lugar a que la movilidad y la manio-
bra sean aplicadas en el nivel operacional de la guerra evitando el estancamiento. A lo
largo de todo julio y agosto, a pesar de otras distracciones, tuvieron lugar el planeamiento
y las discusiones en el Cuartel General de MacArthur referidos a un desembarco anfibio
detrás de las líneas enemigas. Los planificadores acotaron las opciones a dos cabezas
de playa: Inchon, 29 Km. al sur de Seúl y Kunsan, 160Km. al sur de Inchon. MacArthur se
inclinaba por Inchon, la Marina y los Infantes preferían Kunsan. Desde el punto de vista
de la Marina, la falta de playas adecuadas en Inchon, la gran amplitud de marea y pro-
blemas de navegación lo hacían mucho menos atractivo.11

MacArthur se mantuvo firme en lo que respecta a un desembarco en Inchon pese al


asesoramiento de la Marina. Consideraba que los norcoreanos habían descuidado su re-
taguardia y estaban "colgados" de una débil cuerda logística que podía ser rápidamente
cortada en la zona de Seúl. El enemigo había empeñado prácticamente todas sus fuerzas
en el sur contra el 8º Ejército y tenía muy pocas reservas adiestradas y escasa capacidad
de recuperación. Precisamente porque era tan difícil desembarcar en Inchon, el enemigo
creería que nadie sería tan tonto como para intentar tal movimiento. También consideraba
que una rápida captura de Seúl sería una victoria tanto psicológica como estratégica. En
sus propias palabras: "el yunque sobre el martillo del 8º Ejército de Walker, el que desde
el sur, aplastaría a los norcoreanos”.

109
La Savia de la Guerra
Un desembarco en Kunsan nunca cortaría la línea de abastecimientos de Corea del
Norte ni tendría éxito en la destrucción de su ejército.12 Debido a que no se llevó a cabo
un desembarco en Kunsan es difícil desaprobar el argumento de MacArthur respecto a
que tal acción no lograría el corte de la línea de comunicación norcoreana. Sin embargo,
una mirada a un mapa muestra que la distancia de Kunsan a Taejon, el centro carretero y
ferroviario en las líneas de comunicaciones norcoreanas a Kunsan, está a 80 Km. en
línea recta y 110 Km. más cerca por el camino zigzagueante. Taejon mismo está un poco
más lejos de las posiciones norcoreanas que de Kunsan. Era razonable que los norco-
reanos podrían haber movido tropas para contener la captura de Taejon, una vez que se
hubiera llevado a cabo el desembarco en Kunsan y embotellar a la fuerza de desembarco
en un segundo perímetro. Estando Inchon mucho más lejos, demandaría más tiempo pa-
ra ser reforzada. En este caso le demandó trece días a la fuerza de desembarco capturar
Seúl, a sólo treinta Km. de las playas.

MacArthur se salió con la suya. El desembarco tuvo lugar el 15 de septiembre de


1950. La fuerza asignada a la operación fue el recientemente formado X Cuerpo, coman-
dado por Almond, hasta entonces Jefe del Estado Mayor de MacArthur y compuesto por
la 1ª División de I.M. y la 7ª División de Infantería. El desembarco en Inchon fue un éxito
completo y Seúl fue capturada el 28 de septiembre. Hasta la conexión con el 8º Ejército la
operación de Inchon fue apoyada exclusivamente por abastecimientos llegados por mar,
muchos de los cuales llegaban directamente desde los EEUU, evitando por lo tanto, un
doble manipuleo en Japón o Pusan. Los esfuerzos hercúleos llevados a cabo en los
EEUU para cumplir los requerimientos logísticos de MacArthur, hicieron posible este des-
embarco anfibio.

El Octavo Ejército abre una Brecha - Conexión

El 16 de septiembre el 8º Ejército comenzó sus ataques a lo largo de todo el períme-


tro, apuntados a fijar al enemigo e impedirle mover fuerzas para enfrentar el peligro en su
retaguardia. Walker tenía problemas logísticos. Su escasez más seria estaba dada por la
munición de artillería.13 Aún para la ruptura había impuesto un racionamiento de cincuen-
ta tiros por cañón por día para los ataques importantes y veinticinco tiros para los ataques
secundarios, hasta que un buque, cargado con granadas de 105 mm llegó justo a tiempo
para su uso en la ofensiva. Al comienzo hubo luchas encarnizadas pues los norcoreanos
se resistieron fuertemente. Pero a partir del 19 de septiembre los efectos del desembarco
en Inchon y las batallas alrededor de Seúl se hicieron evidentes, cuando los norcoreanos
comenzaron a retirarse del perímetro de Pusan y se movieron hacia el norte. Para el 23
de septiembre se habían replegado completamente y estaban en franca retirada. La elec-
ción de MacArthur estaba justificada. El 8º Ejército y el Ejército de Corea del Sur avanza-
ron en ocho ejes. El 27 de septiembre de 1950 las tropas adelantadas del I Cuerpo hicie-
ron conexión con el X Cuerpo en Osan, exactamente doce meses después de la batalla
de la Fuerza de Tareas Smith contra el avance de los norcoreanos.

La Ocupación de un Puerto: Wonsan

Después de la conexión del 8º Ejército y el X Cuerpo hubiera sido lógico colocar a es-
te último a las órdenes de Walker. Aparentemente Walker pensó lo mismo porque poco
después de la conexión envió un mensaje a MacArthur solicitándole ser mantenido infor-
mado de los movimientos y planes del X Cuerpo de tal forma que él pudiera planificar los
empalmes. Entonces se hizo evidente que MacArthur tenía planes para otro envolvimien-
110
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
to anfibio por parte del X Cuerpo, en esta oportunidad en la costa este en Wonsan, mien-
tras el Octavo Ejército continuaba con el avance principal en el oeste. Por parte de Ma-
cArthur este plan estaba casi enteramente impulsado por argumentos logísticos en apoyo
a su plan de avanzar en un amplio frente, hasta la frontera con Corea del Norte. Razona-
ba que tenía que capturar un puerto a través del cual pudiera abastecer sus fuerzas ope-
rando en el lado este de Corea. Dos corredores corren hacia Wonsan desde la costa oes-
te: uno desde Seúl, otro desde Pyongyang, la Capital de Corea del Norte. Un ferrocarril y
una ruta corren a lo largo de cada corredor. Al norte del corredor de Pyongyang no hay
comunicaciones laterales satisfactorias. Por lo tanto cualquier operación en las acciden-
tadas montañas del interior de Corea del Norte, que se extienden hasta Manchuria, sería
extremadamente difícil de sostener. Debido a que la principal Base de Apoyo para la gue-
rra de Corea era Japón, la cosa resultaba tan simple como mandar directamente los
abastecimientos por barco hasta Wonsan, lo mismo que con Inchon, reduciendo de esta
forma la distancia terrestre. Al llegar a esta conclusión, MacArthur tuvo en cuenta el esta-
do de las comunicaciones entre el Perímetro de Pusan hasta el paralelo 38º. La interdic-
ción aérea y las demoliciones norcoreanas habían destruido casi todos los caminos y
puentes ferroviarios, al norte del Perímetro de Pusan. El sistema de comunicaciones, en
Corea del Norte, presentaba un estado similar.

MacArthur tenía una segunda razón para el desembarco en Wonsan subsidiario del
logístico, pero sin embargo importante. Avanzando hacia el oeste desde Wonsan, el X
Cuerpo podía tomar Pyongyang desde el norte, mientras el Octavo Ejército avanzaba
desde el sur.

Había defectos en los conceptos operacionales y logísticos de MacArthur, algunos de


los cuales fueron manifestados por Walker. Demorar el avance mientras el X Cuerpo se
reembarcaba en los buques permitiría que el remanente de las fuerzas de Corea del Nor-
te pudieran escapar. Más aún, el Ejército de Corea del Sur avanzando por la costa este,
podría capturar Wonsan antes que el X Cuerpo desembarcara. Walker creía que el X
Cuerpo debería tomar Wonsan mediante un avance a lo largo del corredor desde Seúl.
Cuando esto se hubiese logrado, su apoyo logístico podría cambiarse a ese puerto y a
Hungnam, más lejos hacia el norte. Lo apoyaba el Comandante de las Fuerzas Navales
del Lejano Oriente, quien consideraba que el X Cuerpo podría marchar sobre Wonsan en
menos tiempo del que demandaría reembarcar, navegar dando la vuelta y desembarcar.
Walker tenía razón en sus pronósticos de que su Ejército llegaría a Pyongyang antes que
el X Cuerpo se pudiera mover hacia el oeste y de que el 1er. Cuerpo del Ejército de Co-
rea del Sur tomaría Wonsan antes del desembarco anfibio. Sin embargo, MacArthur per-
sistió en su plan de desembarcar al X Cuerpo en Wonsan y desde allí operar indepen-
dientemente. Esto lo confirmó estableciendo los límites entre el X Cuerpo y el Octavo
Ejército, que corría hacia el norte desde el corredor de Pyongyang hasta el Río Yalú, a lo
largo de la cuenca de la Cordillera Yaebaek.

Defectos Conceptuales Producen Problemas Logísticos

La decisión de continuar con el desembarco en Wonsan por parte del X Cuerpo, pese
a la captura del puerto por parte del 1er. Cuerpo del Ejército de Corea del Sur el 10 de oc-
tubre, habría de tener repercusiones logísticas en el Octavo Ejército. Durante la primera
mitad de octubre casi todas las facilidades del puerto de Inchon estuvieron ocupadas em-
barcando a la 1ª División de IM e incapacitadas de descargar buques para el Octavo
Ejército. Por lo tanto los abastecimientos debían continuar llegando desde Pusan. En al-
111
La Savia de la Guerra
gunos momentos los niveles de abastecimiento se vieron reducidos a un día. Las unida-
des blindadas operaban en la zona de combate sin saber si habría combustible disponible
para continuar al día siguiente. Esta situación se mantuvo hasta después de mediados de
noviembre. El Octavo Ejército necesitaba 4.000 toneladas de abastecimientos por día pa-
ra operaciones ofensivas y este nivel de aprovisionamiento no se alcanzó hasta el 20 de
noviembre. Walker se vio forzado a avanzar dentro de Corea del Norte sólo con el I Cuer-
po, dejando al IX Cuerpo detrás hasta que mejoró la situación logística. A medida que el
ejército avanzaba el antiguo problema del estiramiento de las líneas de comunicaciones y
abastecimiento se presentó nuevamente. El punto logístico crítico estaba, como tantas
veces anteriormente, en el ferrocarril. Pero a pesar de los prodigiosos esfuerzos de los
ingenieros para reconstruir los puentes sobre los numerosos ríos y en el reemplazo de los
rieles, en general las terminales ferroviarias, durante todo el mes de octubre de 1950,
quedaban a unos 320 kilómetros detrás de las líneas de avance del Octavo Ejército.14

La distancia desde las puntas de rieles hasta el frente requirió un considerable es-
fuerzo de las compañías de camiones, quienes movían los abastecimientos hacia adelan-
te a lo largo de caminos quebrados. Cuanto más se movían los camiones por estos cami-
nos, más cantidad de ellos quedaban fuera de servicio debido a que los repuestos eran
escasos. Se presentaba como probable un quebrantamiento del sistema logístico. A fines
de octubre se tendió una tubería para combustible de aviación desde Inchon hasta Kim-
po, aeropuerto al este de Seúl, lo que alivió la presión sobre el transporte terrestre. El Oc-
tavo Ejército había capturado Pyongyang antes que Inchon estuviera disponible para su
apoyo logístico. Tan pronto como cayó Pyongyang los abastecimientos comenzaron a ser
aerotransportados desde Japón y Kimpo. La mayoría de la carga consistía en munición;
en un sólo día, el 28 de octubre, 1.037 ton de municiones se llevaron desde Kimpo a
Pyongyang.

Una Peligrosa Autosatisfacción

A fines de octubre había un sentimiento generalizado entre la mayoría de los coman-


dantes más antiguos respecto a que, si bien la situación logística era precaria, estaba
comenzando a tener cada vez menos importancia y en su opinión la Guerra de Corea es-
taba casi concluida. Había planes a mano para mandar de vuelta las tropas a Japón, los
EEUU. y Europa. El General Walker solicitó permiso para desviar hacia Japón todos los
buques cargados con munición que estaban llegando a Corea ya que él consideraba que
había suficiente munición en Corea como para hacer frente a los requerimientos previs-
tos. MacArthur lo aprobó y sus logísticos cancelaron los futuros viajes de buques trans-
portando munición desde los EEUU. Mientras tanto MacArthur había ordenado un avance
general a lo largo de todos los ejes disponibles hacia el Río Yalú; el 26 de octubre el II
Cuerpo del Ejército Surcoreano alcanzó Chosan en el Yalú, y el I Cuerpo del Ejército Sur-
coreano presionó hacia Chongjin, en la esquina nordeste de Corea a 95 kilómetros de la
frontera rusa. El X Cuerpo, habiendo desembarcado en forma administrativa en Wonsan
y Hungnam entre el 26 y el 31 de octubre, avanzaba hacia el Yalú en Hyesanjin. Si bien a
fines de octubre el Ejército Chino había atacado al Octavo Ejército en su avance, a princi-
pios de noviembre se habían retirado y aparentemente se habían esfumado de la escena.

Precauciones de Soldado

El X Cuerpo, con la excepción de la 1ª División de IM, había avanzado rápidamente


hacia el Yalú de una manera precipitada. El Mayor General Smith, Comandante de los In-
112
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
fantes de Marina, había objetado los planes del X Cuerpo sobre la dispersión de su divi-
sión en un área muy ancha y para el desagrado del General Almond, los infantes habían
demorado mucho tiempo para moverse; en algunos momentos a un promedio de 1,6 Km.
por día. Smith también opinaba que no debía avanzar hasta el Embalse de Chosin con el
invierno tan próximo. Almond se volvió más sensible a las quejas de Smith acerca de de-
jar su división concentrada después que el Octavo Ejército tomó contacto con el Ejército
Chino y con la aparición de los chinos en su propio frente a principios de noviembre. Sin
embargo, cuando todo esto fue seguido de informes de que los chinos se estaban reti-
rando, Almond reiteró la orden de acercarse a la frontera. Smith continúo avanzando des-
pacio, concentrando su atención en mejorar el camino en su retaguardia y asegurando su
expuesta línea de comunicaciones hacia Hungnam, con puestos de observación en las
elevaciones que dominaban la ruta. Estaba particularmente preocupado por su flanco iz-
quierdo, expuesto por la brecha entre su División y el Octavo Ejército.15 Mejoró las condi-
ciones de su base en Hagaruri, incluyendo la construcción de una pista que podía recibir
los C-47. Para el 23 de noviembre, a pesar de la irritación de Almond, Smith había esta-
blecido una base firme para futuras operaciones en las frígidas y estériles tierras alrede-
dor del embalse de Chosin. El invierno había llegado dos semanas antes, trayendo nieve
y temperaturas bajo cero. Las cuidadosas previsiones de Smith y las precauciones de
soldado, asegurarían la supervivencia de su División.

...Y una Valoración Defectuosa

Almond había estado haciendo planes para avanzar y destruir las fuerzas de Corea
del Norte y de China en el área del Embalse de Chosin, amenazando cortar las líneas de
comunicaciones chinas en la zona del Octavo Ejército. La ausencia de contactos con el
enemigo en el frente de este ejército produjo optimismo en el Cuartel General de MacArt-
hur, haciendo suponer que los ataques aéreos habían tenido éxito en cortar el flujo de
abastecimientos al Ejército Chino. Apreció que si trataban de parar el avance de las tro-
pas de Walker, se encontrarían en desventaja. Le manifestó a los Jefes de Estado Mayor
Conjunto en Washington que: " en algunos casos los chinos se habían embarcado en su
aventura en Corea con sólo raciones para tres días y que sus enfrentamientos constantes
con las fuerzas terrestres de las Naciones Unidas, sin duda habían reducido sus reservas
de munición". El Mayor General Willoughby, Jefe de Inteligencia de MacArthur, no consi-
deraba que el Alto Comando Chino fuera a efectuar ningún esfuerzo considerable para
aliviar la escasez de abastecimientos de sus fuerzas,..." como siempre habían sido los
chinos, comparados con las normas occidentales, notoriamente pobres proveedores de
sus soldados."

Esta afirmación probablemente estaba basada en las experiencias de la Segunda


Guerra Mundial, cuando el desempeño de las tropas chinas, incluyendo los trabajos de
los estados mayores y la administración de los comandantes, había sido considerable-
mente inferior al de los japoneses; tal era la deducción de los norteamericanos.

Los Chinos Vuelven a Entrar y el Octavo Ejército se Retira

Las esperanzas de victoria, que parecía tan cercana el 24 de noviembre, se desva-


necieron cuando el Ejército Chino volvió a entrar en escena el 25 de noviembre, comen-
zando por aplastar al II Cuerpo de Corea del Sur y continuando con ataques al resto del
Octavo Ejército, al Ejército de Corea del Sur y al X Cuerpo. Mientras el Octavo Ejército se
retiraba hacia Seúl se ordenó al X Cuerpo replegarse hacia un perímetro alrededor de
113
La Savia de la Guerra
Hungnam y finalmente reembarcar y abandonar Corea del Norte. La 1ª División de IM fue
cercada en el Embalse de Chosin pero gracias a las preparaciones que había llevado a
cabo Smith y a las cualidades combativas de los infantes de marina, estuvo en condicio-
nes de pelear para salir del cerco. Cuando los corresponsales le preguntaron si se estaba
retirando, contestó, "Caballeros, no nos estamos retirando, sólo estamos avanzando en
otra dirección". Durante ese invierno el desempeño de los Infantes de Marina fue, por le-
jos, el más meritorio de todas las formaciones norteamericanas. Se basó en un buen pla-
neamiento logístico, las condiciones de conductor de Smith y - es necesario destacarlo -
el orgullo y el espíritu del soldado que faltaban en la mayoría del Ejército de los EEUU. en
ese momento.

RIDGWAY

Para la Navidad de 1950 el Octavo Ejército y el Ejército de Corea del Sur estaban
nuevamente en la línea general del paralelo 38º. Mientras huían hacia el sur, cercanos al
pánico, abandonaron entre 8.000 a 10.000 toneladas de abastecimientos en Pyongyang y
destruyeron otras 2.000 toneladas que no pudieron salvar en Chinnampo. Tenían un nue-
vo comandante, el Teniente General Ridgway; Walker había muerto en un accidente de
tránsito. El X Cuerpo y el 1er. Cuerpo de Corea del Sur habían completado su retirada
desde Hungnam y estaban bajo el comando del Octavo Ejército. Debido principalmente a
que ni los chinos ni las fuerzas de Corea del Norte intentaron ningún desbaratamiento se-
rio de la operación, la retirada desde Hungnam fue un modelo de organización. En total
105.000 tropas, 98.000 civiles coreanos, 17.500 vehículos y 350.000 ton de cargas a gra-
nel fueron evacuados en 193 buques.

Habiéndosele dado carta blanca a Ridgway para que empleara el Ejército en la forma
que él considerara mejor, se puso a restaurar la moral, que estaba próxima a sufrir un
nuevo choque cuando los chinos montaron una ofensiva en Año Nuevo.

La 1ª División de IM de los EEUU. , que incluía el 4º Comando de IM Inglesa y las


Brigadas Británica y del Commonwealth, fueron de las pocas si no la única formación,
donde la moral no se había aflojado después de los acontecimientos de las semanas y
meses previos.

Ridgway, un gran comandante y soldado en general, inmediatamente se embarcó en


una gira por el campo de batalla para apreciar personalmente el estado de la moral. Sab-
ía que de segunda mano nunca obtendría un buen estado de la situación. Antes de pasar
a la ofensiva había que restaurar el espíritu de combate y el orgullo del Octavo Ejército. A
todas partes donde iba encontraba pérdida de confianza y una falta de espíritu. (Se le
hizo evidente que el X Cuerpo, que incluía la 1ª División de IM, no se había unido al Ejér-
cito en este asunto). Los conductores, en todos los niveles, eran irresponsables, estaban
malhumorados y lentos para responder a sus preguntas.

No podía evitar comparar esto con la forma de ser de un joven subalterno inglés:

" cuando vio la insignia de mi jeep trotó bajando de una elevación para saludarme. Lo
hizo marcialmente y se identificó"

Ridgway sabía que la Brigada Inglesa tenía sólo unos pocos hombres para cubrir un
amplio frente y que se esperaba un ataque chino en las próximas horas. Le preguntó al
114
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
subalterno qué le parecía la situación:

"Casi muy buena, señor", contestó rápidamente. Luego agregó con una agradable sonri-
sa, "Hay un poco de corriente de aire allá arriba."

Ridgway comenta en su libro:

"Corriente de aire era una buena expresión, con brechas suficientemente anchas en la
línea como para que pasara un ejército por ellas."

Ridgway se puso a trabajar para poner las cosas en su lugar. Al mismo tiempo en
que insistía en las formas correctas y relevaba a los comandantes que no cumplían con
los requisitos, llevó a cabo cambios que los soldados, particularmente en el tiempo crudo
del invierno, pudieron apreciar. Ordenó que se enviaran comidas calientes lo más adelan-
te posible. Acostumbraba a llevar una cantidad de guantes con él que entregaba a los
soldados que habían perdido o rasgados los de ellos.

Durante los próximos seis meses, mientras las ofensivas eran seguidas por contra-
ofensivas, la línea de las Naciones Unidas16 se movía hacia adelante y atrás, tan al sur
como Osan y nuevamente un poco al norte del paralelo 38º. Desde fines de junio de
1951, a pesar de violentos pero esporádicos combates excepto por pequeñas ganancias
y pérdidas de terreno, la línea permaneció estática mientras las negociaciones de armisti-
cio se arrastraron durante dos años. En junio de 1951 Ridgway había presentado a la
logística como una de sus razones para no perseguir a los chinos más al norte, los que
estaban nuevamente cerca del Yalú, cuando pareció que estaban en retirada y cortos de
abastecimientos. Estaba seguro que el Octavo Ejército podría haber empujado a los chi-
nos hacia atrás; sin embargo, "ello habría acortado significativamente las líneas de abas-
tecimiento del enemigo y también alargado significativamente las nuestras."

Las Posiciones se Estabilizan y la Situación Logística se Facilita

Una vez que las posiciones se estabilizaron el abastecimiento de las fuerzas de las
Naciones Unidas se hizo más fácil, si bien continuó habiendo problemas. El esfuerzo en
Corea dependía de los ferrocarriles y en cualquier día dado en 1951 era probable que
hubiera más de treinta trenes despachados desde Pusan, cerca de tres cuartos de ellos
llevando abastecimientos a las terminales ferroviarias adelantadas. Cada tren consistía
de veinte a cuarenta vagones, llevando una carga de unas 500 toneladas a una distancia
promedio de 160 km. Cerca de 40 a 50 Km. detrás de cada división había un punto de
acopio que mantenía de tres a cinco días de abastecimientos. Detrás de éstos había un
punto de seguridad que también tenía acopios para tres a cinco días. Aún más atrás hab-
ía un punto de regulación que mantenía dos días de acopios en vagones de ferrocarril.
Los movimientos hacia el frente desde los puntos de abastecimiento a los depósitos de
las divisiones estaban bajo el control de éstas, mediante camiones o ferrocarril. El pro-
blema que enfrentaba el Servicio Militar de Ferrocarriles tenía dos aspectos: escasez de
vagones ferroviarios y un tercio de ellos inmóviles, a veces durante semanas, en varios
puntos entre Pusan y las puntas de rieles. El haber establecido depósitos intermedios en-
tre Pusan y la línea del frente hubiera aliviado esta situación, pero nunca se llevó a cabo.

Hubiera ayudado un mayor empleo del transporte por carretera, pero era difícil de im-
plementar. La red carretera en Corea es pobre y permaneció así pese a los esfuerzos de
los ingenieros. También al Octavo Ejército se le asignaron menos camiones de los que
115
La Savia de la Guerra
aconsejaba la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Más camiones hubiesen cos-
tado más en términos de combustible y mantenimiento; el transporte ferroviario era más
económico. Sin embargo en algunas oportunidades se usaron convoyes de camiones
como un "sistema informal de distribución", saliendo de los depósitos en o cerca de Pu-
san, rodeando el sistema regular de distribución en un esfuerzo por obtener los abasteci-
mientos en forma más rápida. Estas expediciones llevaron a exceso en los acopios y
desperdicios.

Adelante de las puntas de rieles, generalmente bien detrás de la línea del frente, los
abastecimientos eran transportados por porteadores coreanos. Usando una mochila se
esperaba que cada uno podría llevar 23 Kg 16 Km. por día. Había pocos helicópteros dis-
ponibles antes de 1953 y sólo podían levantar cargas livianas. Se efectuaron algunos
lanzamientos por paracaídas, la mayoría por parte de aviones basados en Japón, debido
a que había muy pocos aeródromos en Corea y éstos probaron ser muy caros. Los ani-
males de carga hubieran solucionado algunos de los problemas de aprovisionar las uni-
dades adelantadas, pero había muy pocos disponibles en el teatro y nuevamente los cos-
tos obstaculizaron la importación.

Este sistema logístico inflexible, con una sobredependencia en el ferrocarril, era ade-
cuado para la situación que abarcó el período de estabilización a mediados de 1951. Pe-
ro de acuerdo con la opinión del General Taylor, quien asumió el comando a principios de
1953, si bien el Octavo Ejército "alcanzó una movilidad táctica que le permitió trasladar
sus reservas listas para enfrentar los puntos amenazados a lo largo del frente inmediato,
dependía para su movilidad de un elaborado sistema de abastecimientos que hubiera si-
do mucho más difícil de desplazar si nuestras fuerzas hubieran requerido moverse rápi-
damente hacia adelante a distancias considerables dentro del territorio enemigo". Tal vez
por eso fue afortunado que los objetivos del gobierno de los EEUU, en lo que hace a Co-
rea, no incluían un avance desde la línea alcanzada a mediados de 1951; es probable
que el sistema logístico del Octavo Ejército no habría estado preparado para hacer frente
a ello.

Operación ESTRANGULAMIENTO

Es interesante echar una mirada a los esfuerzos de las Naciones Unidas para inte-
rrumpir el sistema de abastecimientos chinos en este mismo período de dos años entre
julio de 1951 y la firma del armisticio. Comenzando en agosto de 1951 la 5ª Fuerza Aé-
rea, bajo el comando del General Everest, concentró sus esfuerzos en la interdicción de
los ferrocarriles, puentes, caminos, áreas de adiestramiento y puntos de abastecimiento
en un intento de demorar el flujo de tropas y equipos chinos y norcoreanos. Al programa
de interdicción ferroviaria se le dio el nombre código de ESTRANGULAMIENTO. Se des-
conoce si la selección de este nombre en particular fue una decisión consciente o no. Pe-
ro de cualquier forma fue una selección desafortunada, pues había sido el nombre código
idéntico al usado en 1944 para la operación de interdicción en Italia, acerca de la cual
Slessor ha expresado sus dudas. Para octubre la inteligencia norteamericana informó que
las líneas estaban siendo destruidas más rápido que lo que las fuerzas comunistas pod-
ían repararlas. Al principio el primer esfuerzo de bombardeo fue dirigido a los puentes fe-
rroviarios, pero los comunistas se volvieron adeptos a repararlos o bypasear lo dañado.
Para acelerar los trabajos de reparación acumularon secciones en los lugares claves. Los
norteamericanos reaccionaron cortando la línea en varios puntos a lo largo de su exten-
sión, lo que tuvo el efecto de demorar las reparaciones. Las marinas de los EEUU y britá-
116
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
nica también colaboraron en la operación de corte de las líneas férreas empleando aero-
naves embarcadas, ataques de fuerzas especiales y fuego naval, esto último principal-
mente en la costa este donde muchos kilómetros de líneas corrían cerca de la costa. A
medida que aumentó el esfuerzo, a las fuerzas comunistas le llegó a demandar tanto co-
mo tres días la reparación de cortes que previamente les habían requerido sólo uno.

A pesar de ello el tráfico ferroviario continuó moviéndose y la línea de comunicacio-


nes no fue cortada. Los comunistas se las arreglaron para llevar al frente equipo de in-
vierno para las tropas, aún cuando tuvo que ser transportado por porteadores. La inter-
dicción hizo el abastecimiento más difícil pero no imposible. El ingenio de los comunistas
fue una de las razones del fracaso de la Operación ESTRANGULAMIENTO, para estar
de acuerdo con su nombre. Por ejemplo, en un importante puente ferroviario al nordeste
de Pyongyang, los pilotos informaban que el puente no estaba en servicio por la falta de
dos tramos. Sólo después de que se tomara una fotografía nocturna se descubrió que
cada noche los comunistas colocaban tramos removibles, permitiendo que el puente fue-
ra usado durante las horas de oscuridad.

El Enemigo Ingenioso

La capacidad de ingenio de los comunistas no fue la única razón del éxito parcial de
la Operación ESTRANGULAMIENTO. En un período de defensa estática el consumo de
munición y abastecimientos era lo suficientemente bajo como para que los comunistas no
sólo abastecieran adecuadamente sus tropas, sino que también pudieran acopiar efectos
y aumentar la fuerza de sus unidades. A principios de enero de 1952 el General Ridgway
sostuvo que salvo que se forzara a los comunistas a consumir sus abastecimientos en
forma más rápida, mediante un cambio en la situación de la batalla, estarían en condicio-
nes de montar y sostener una ofensiva principal. Por eso se aceleraron las operaciones
de corte de la red ferroviaria para poner fuera de servicio aún más trechos de la línea. Al
comienzo esto tomó de sorpresa a los comunistas y en algunos casos las líneas estuvie-
ron fuera de uso tanto como diez a catorce días. Sin embargo los comunistas reacciona-
ron moviendo cañones antiaéreos a las áreas amenazadas, derribando cada vez más
aviones atacantes. Para enfrentar la amenaza también fue movilizada la fuerza de trabajo
comunista. Los norcoreanos tenían tres brigadas de 7.700 hombres cada una encargadas
exclusivamente de las reparaciones de los ferrocarriles. En cada estación principal había
posicionados 50 hombres para llevar a cabo el trabajo específico y 10 equipos estaban
espaciados a intervalos de seis kilómetros a lo largo de la vía. Cuando un trabajador fe-
rroviario informaba una ruptura, estos equipos corrían a la escena. Mano de obra local no
calificada era llevada de inmediato para rellenar los agujeros y reparar los terraplenes. De
noche los expertos colocaban los durmientes y los rieles. La inteligencia norteamericana
estimaba que cerca de medio millón de tropas y civiles estaban comprometidos con los
trabajos de reparación de los ferrocarriles. De esta forma, en una línea vital, "los comu-
nistas estuvieron constantemente en condiciones de reparar un determinado tramo de
vías en doce horas o menos. De acuerdo con informes de pilotos navales, “en algunos
casos se encontraron equipos de reparaciones trabajando en cortes cuando los ataques
aún eran llevados a cabo". Los comunistas también ocultaban sus trenes, durante las
horas de luz, en los numerosos túneles de ese país montañoso. Los vagones que lleva-
ban abastecimientos importantes, tales como combustible o munición, eran ubicados en
la parte central del tren. Los intentos de los pilotos de las Naciones Unidas de tirar bom-
bas dentro de las bocas de los túneles sólo bloqueaba la entrada de éstos. Mano de obra
local no calificada podía quitar los escombros a la luz del día y el tren continuaba su ca-
117
La Savia de la Guerra
mino tan pronto como oscurecía. A medida que se aproximaba la primavera de 1952,
ESTRANGULAMIENTO perdía más y más en costo - efectividad. Aún una operación co-
nocida como SATURACION, que consistía en concentrarse en forma constante en un
tramo particular de terraplén, probó ser decepcionante. Los comunistas repararon la sec-
ción en seis días. Mientras tanto, durante SATURACION, otras partes de la red ferroviaria
quedaron libres de ataques. El poder del músculo y herramientas simples hicieron frustrar
todos los esfuerzos del poder aéreo resumido en una frase del estudio histórico de la
Fuerza Aérea de los EEUU: " en efecto, continuar los ataques aéreos sería enfrentar pilo-
tos adiestrados, equipados con aviones modernos y caros contra mano de obra no califi-
cada de los coolies orientales armados con picos y palas". Este extracto inconsciente-
mente revela una falta de entendimiento y un desprecio hacia el campesino asiático; un
sentimiento que habría de persistir en la próxima guerra en que los EEUU se verían invo-
lucrados en Asia, con calamitosas consecuencias. Se debe destacar que las fuerzas aé-
reas de las Naciones Unidas eran incapaces de bombardear de noche o con mal tiempo,
períodos en los cuales se podían efectuar las reparaciones y movilizar los trenes. A fines
de abril de 1950 la campaña de interdicción había llegado a un empate. En mayo la com-
prensión de esto llevó a un cambio significativo en los métodos de interdicción empleados
por las Naciones Unidas.

Sin embargo, todos los esfuerzos no habían sido en vano; un informe del Octavo
Ejército a Ridgway, de mediados de marzo, incluye este párrafo:

"El programa de interdicción aérea no ha sido capaz de impedir que, en una si-
tuación estática, el enemigo acumule abastecimientos en el frente. Sin embargo
ha sido un factor importante al impedir que el enemigo alcanzara una igualdad o
superioridad en artillería y otras armas empleadas en el frente. De este modo
también ha disminuido las capacidades ofensiva y defensiva de este."

Las nuevas tácticas consistían en los aviones de ataque atacando los abastecimien-
tos comunistas, equipos y tropas acumuladas detrás de sus líneas, mientras que los
bombarderos medianos se dedicaban a los aeródromos, sistemas ferroviarios y centros
de abastecimiento y comunicaciones. Además se montaron ataques contra los sistemas
hidroeléctricos en el norte de Corea del Norte, lo que llevó a un corte total de energía de
dos semanas de duración en todo el país, con sólo restauraciones parciales durante las
semanas siguientes. Esto fue seguido de posteriores ataques sobre blancos industriales y
estratégicos, los que continuaron hasta la finalización de la guerra, procurando aplicar
presión al bando comunista en las negociaciones de armisticio, como así también reducir
la voluntad de lucha de los norcoreanos. La finalización del programa de interdicción fe-
rroviaria dejó disponibles más aeronaves para el apoyo aéreo cercano de las tropas te-
rrestres, particularmente alentador durante las sangrientas batallas del invierno de 1952 y
la primavera de 1953. Estas batallas comenzaban generalmente con ataques en masa de
los chinos, seguidos por contraataques de las Naciones Unidas, generalmente con el re-
sultado de luchas cuerpo a cuerpo, caracterizados con nombres como Porkchop (Cerdo
Picado), Old Baldy (Viejo Pelado), Spud Hill (Colina Limpiapiojos), Reno, Vegas y Hook
(Gancho), que cambiaron de manos o fueron sostenidas en luchas desesperadas. Pese
al esfuerzo aéreo contra el sistema de abastecimientos, los comunistas continuaron es-
tando en condiciones de acopiar lo suficiente en las áreas adelantadas como para soste-
nerse entre treinta y cuarenta y cinco días.

LAS LECCIONES
118
Falta de Preparación y Rápida Recuperación
En los últimos meses de la guerra las fuerzas comunistas eran más fuertes que nun-
ca, tanto en términos numéricos como logísticos. En julio de 1953, en un día de un perío-
do de diez, emplearon 197.550 tiros de artillería y durante todo el mes dispararon más
granadas que en cualquier otro mes de la guerra. Aún después de las grandes pérdidas
en junio y julio, había más de un millón de soldados chinos y norcoreanos en Corea, bien
alimentados y vestidos. A lo largo de la guerra las líneas de comunicaciones comunistas
habían sido bombardeadas y atacadas con artillería, pero la gran disponibilidad de mano
de obra, el engaño y los subterfugios, permitieron que suficientes abastecimientos llega-
ran al frente como para mantener sus fuerzas y para crear reservas. Les resultó una ayu-
da considerable la condición estática de la campaña en los dos últimos años, un resultado
de la falta de voluntad comprensible por parte de las Naciones Unidas, de pagar el costo
en vidas y dinero resultantes de montar una campaña ofensiva con el objeto de avanzar
en una guerra de maniobras. Si tal ofensiva hubiese tenido lugar, debido a su dominio del
mar y del aire, la mayoría de las cartas logísticas hubiesen estado en las manos de las
Naciones Unidas. Sin embargo, tal como se expresó anteriormente, hubiese sido un con-
siderable obstáculo el inflexible sistema logístico de las Naciones Unidas, debido princi-
palmente a su parsimonia.

Dos Períodos Críticos

Logísticamente los dos períodos críticos de la guerra, desde un punto de vista nor-
teamericano y surcoreano, fueron: primero, durante la retirada hacia y la batalla por, el
Perímetro de Pusan y segundo durante el avance hacia el Yalú. En el primer período la
situación se salvó por la habilidad de los norteamericanos para reaccionar rápidamente
empleando sus enormes recursos en el transporte aéreo y marítimo para mover grandes
cantidades de abastecimientos hacia Pusan. Observando el segundo, con la ventaja que
da la retrospectiva, si MacArthur no hubiese insistido con el desembarco en Wonsan,
demorando tanto el avance de Walker hacia el norte de Seúl y limitándolo inicialmente a
un cuerpo, es concebible que el Octavo Ejército podría haber estado mejor balanceado y
capaz de resistir la ofensiva china. Sin embargo el concepto operacional también era fal-
so. En lugar de un avance en un frente ancho hacia el Yalú, para conquistar terreno de
cualquier forma y sin importancia, hubiera sido mejor permanecer concentrados y de este
modo en posición de golpear a los chinos una vez que éstos hubieran mostrado su juego.
En realidad, con este despliegue disperso, MacArthur estaba invitando al ataque. Sin em-
bargo, esto sólo pudo haber demostrado su bondad después de haber sido puesto a
prueba. Lo que está claro es que si las divisiones de ocupación en Japón hubieran estado
adecuadamente equipadas, adiestradas y logísticamente apoyadas, hubieran sido más
capaces de detener y aún derrotar a los invasores norcoreanos en la fase inicial de la
guerra. El adiestramiento es sólo uno de los ingredientes que se requieren para alcanzar
un estado de alistamiento para la guerra. La logística juega un rol importante, cubriendo
una amplia gama de requerimientos: la disponibilidad de armas modernas, equipos y la
capacidad de su reparación, cantidades de repuestos confiables y facilidades eficientes
de reparaciones, acopios adecuados de combustibles y munición, un sistema de abaste-
cimientos adecuadamente probado, recursos de transporte capaces de operar sobre una
gran variedad de terrenos y en condiciones de mover la cantidad de toneladas requeridas
para sostener la fuerza empeñada en la batalla. Lleva más tiempo obtener todo esto que
adiestrar un ejército y requiere mucho planeamiento, previsión y gastos. Pese a que los
EEUU no estaban logísticamente preparados para la Guerra de Corea, su enorme capa-
cidad industrial, energía y optimismo, que eran una herencia de la Segunda Guerra Mun-
dial, les permitió cerrar la brecha. La brecha se pudo haber cerrado más rápido si los
119
La Savia de la Guerra
EEUU no hubiesen empleado el tiempo entre los años 1945 y 1950 preparándose para
pelear la última guerra, en lugar de la próxima. Pero no fueron los primeros en caer en la
trampa y muy probablemente no serán los últimos.

Empleo del Flanco Marítimo

La Guerra de Corea también demostró las ventajas que acumula el bando que domi-
na el mar y tiene la capacidad de proyectar su poder hacia tierra mediante operaciones
anfibias, en una situación en que hay un flanco marítimo; en este caso, dos. Tal poder no
sólo permite a su poseedor salir de una situación estabilizada y volver a la guerra de ma-
niobras, sino también usar la mayor capacidad de carga de los buques y acortar las líne-
as de comunicaciones terrestres.

Estrangulamiento en Lugar de Interdicción

Nuevamente la guerra en Corea mostró, a aquellos que lo quieren ver, que ubicarse
con una fuerza respetable a horcajadas de la serpenteante cola logística del enemigo, es
una forma más segura de negarle los abastecimientos que el bombardeo aéreo o la arti-
llería. Esto fue convincentemente demostrado en Inchon debido a que los norteamerica-
nos poseían la capacidad de maniobrar alrededor del enemigo mediante el imaginativo
uso del poder de proyección desde el mar. Donde no existen las condiciones para tales
operaciones y procurando otras formas, hay una tentación a emplear el poder aéreo por-
que éste es más barato, remoto y el esfuerzo puede ser cambiado de un lado a otro. Es
probable que sea menos que efectivo. Además si hay una subestimación de la efectividad
del "primitivo" sistema logístico del enemigo, todo ello combinado con mala voluntad o in-
capacidad, por cualquier razón, tanto política como militar, de llevarle la batalla a él, de tal
forma que no esté obligado a consumir los abastecimientos de manera más rápida de la
que los puede reponer, entonces es improbable que una interdicción pueda cortar com-
pletamente su sistema de abastecimientos. Expresándonos crudamente, si su oponente
está en condiciones de "administrar los disparos", porque es capaz, por razones geográfi-
cas o políticas de establecer el ímpetu de las operaciones, también será capaz de cortar
su capacidad operacional de acuerdo con la cantidad de tela logística de que disponga.

Un Comentario Final y una Advertencia no tenida en cuenta

Buscando un comentario final respecto a los aspectos logísticos de una guerra lucha-
da contra una nación asiática, uno puede encontrar muy pocos más adecuados que la
opinión expuesta en el cuarto volumen de la Historia Oficial de la Guerra de Corea del
Ejército de los EEUU, publicado en 1966:

" En la Segunda Guerra Mundial, por falta de equipo de construcciones, Chiang Kai-
Shek había usado mano de obra para construir los aeródromos para los avio-
nes norteamericanos, habiendo completado exitosamente la enorme tarea.
Nuevamente en Corea los chinos demostraron cómo se puede usar la fuerza de
trabajo, en cantidad, para ocupar el lugar de la máquinas. Si bien en principio,
este proceso puede ser antieconómico y derrochador, resultó efectivo como re-
curso y como contramedida. En este caso, una tecnología superior lejos de lle-
var a una fácil victoria, no produjo, al final, ninguna victoria...Sería desgraciado
si debido a la falta de una victoria, las lecciones duramente aprendidas en la
Guerra de Corea, tanto en el campo de batalla como en las negociaciones, fue-
ran ignoradas u olvidadas."
120
Falta de Preparación y Rápida Recuperación

Para 1966, los EEUU. se habían enfrentado nuevamente con una nación asiática.

121
La Savia de la Guerra

1
Gough,J., US Army Mobilization and Logistics in the Korean War, p.24, sin em-
bargo, cita una reivindicación por parte del Cnel. (Ret.) Curtis del Ejército
de los EEUU quien estaba en la división planes del G-4 (Logística) del Estado
Mayor General del Ejército, sosteniendo que en 1948 se prepararon una serie de
estudios logísticos que incluían uno para una invasión de Corea del Sur a
través del paralelo 38. De acuerdo con Curtis, él preparó un concepto estraté-
gico que se basaba en una "retirada hacia y la defensa del perímetro de Pusan,
preparación y ejecución de un desembarco anfibio en Inchon para cortar las
líneas de comunicaciones del enemigo. El propósito de estos estudios estraté-
gicos logísticos era "determinar con anticipación cuales serían los requeri-
mientos logísticos no usuales que se podrían esperar en varios teatros de ope-
raciones potenciales". Curtis sostiene que otras secciones del Estado Mayor
coincidían con su concepto estratégico, pero no aclara si se hicieron planes
logísticos para apoyarlo. Sólo mediante una búsqueda en los archivos se podrá
probar si existieron planes logísticos para la guerra de Corea. Si los hubo,
resulta extraño que no se los hubiera sacado y quitado el polvo. Más aún, si
hubieran existido esos planes, planes operacionales o por lo menos planes es-
quemáticos, primero debieron haber sido escritos. Como una regla general, los
logísticos no planifican en un vacío operacional.

2
Lessons from Korea, 1954 (Escuela de Infantería, Fort Benning, Georgia, TDRC
Nº 4259), comienza:
"La infantería ha aprendido muchas lecciones de sus operaciones militares en
Corea. Estas lecciones fueron aprendidas, principalmente, a través de errores
cometidos en el campo de batalla. Es de destacar - y desalentador - poner de
manifiesto que generalmente esos errores son los mismos que se describen en
los informes de combate de la II Guerra Mundial, lo que sugiere que este artí-
culo tendría un título mejor si lo llamáramos "Lecciones reaprendidas en Co-
rea."
Y continúa catalogando las deficiencias de la infantería de los EEUU en Corea,
incluyendo: bajo nivel de adiestramiento; un desagrado universal por las ope-
raciones nocturnas (una deficiencia rápidamente reconocida y aprovechada por
los ejércitos norcoreanos y chino); falta de disciplina; falta de patrulla-
miento agresivo y pobre conservación de la munición. También destaca la esca-
sez de repuestos, la disponibilidad de helicópteros era baja, algunas aerona-
ves tuvieron que quedar en tierra durante meses, por lo cual de los cinco
helicópteros por división, era normal que sólo dos estuvieran disponibles.

3
Schnabel, p.60, Appelman, p.180, también destacan lo mismo pero con más deta-
lles, cuando tratan el desempeño de la 24ª División de Infantería, durante los
primeros meses de la guerra.
"El hecho básico es el de que las divisiones de ocupación no estaban
adiestradas, equipadas o listas para la batalla. La gran mayoría de los
hombres enlistados eran jóvenes y sin interés por ser soldados. Los car-
teles de publicidad para el reclutamiento que habían inducido a la ma-
yoría de estos hombres a entrar al Ejército mencionaban todas las venta-
jas imaginables y prometían muchas cosas buenas, pero nunca sugerían que
la principal función de un ejército es la de combatir."
El comentario del autor respecto a esto es que los carteles de publicidad muy
raramente muestran la verdad al respecto. Aquí se presenta un problema poten-
cial con la mayoría de los voluntarios de los ejércitos y armadas al respecto.
Cierto número de personal subalterno de la marina británica, cuando la guerra
de las Malvinas, manifestó en 1982 en una forma parecida que ¡no habían entra-
do a la Armada para ir a la guerra!. Esta expresión no se presentó en los ba-
tallones de Infantería de Marina y paracaidistas. Por lo tanto, de ello deduz-
co que el síndrome de: "estoy acá sólo por la cerveza" puede ser superado con

122
Falta de Preparación y Rápida Recuperación

el adiestramiento. Por supuesto que esto es una responsabilidad de los oficia-


les, en todos los niveles.

4
Schnabel, op.cit., p.59. También Appelman, op.cit.pp.113/115, para ejemplos
del estado de pacotilla del equipo del Ejército de los EEUU y la falta de aco-
pios.
Algunos vehículos no arrancaban y tuvieron que ser remolcados a los BDT cuando
las unidades cargaban para Corea. Las cubiertas y cámaras usadas se destruían
rápidamente debido a las características de los caminos en Corea. El Regimien-
to 25 de Infantería informó que tenía sólo el 60 por ciento de su inventario
de radios y que cuatro quintos de ellos estaban operativos. El 1er. Batallón
del 35 de Infantería tenía sólo un cañón sin retroceso, en lugar de seis; nin-
guna de sus compañías tenía cañones de repuesto para ametralladoras y la ma-
yoría de sus fusiles y carabinas estaban fuera de servicio. Algunos tipos de
munición estaban disponibles en muy pocas cantidades.
No había Raciones "C" (paquete de raciones diseñados para ser estibados en el
equipo del soldado, que provee un día de ración para un hombre) en Corea y muy
pequeños acopios en Japón. Se tomaron las medidas para enviar urgentemente ra-
ciones desde los EEUU. Mientras tanto, las tropas de los EEUU en Corea se sos-
tuvieron con raciones "K" de la Segunda Guerra.

5
Appleman, pp.248-249

6
Por ejemplo, en octubre de 1810, Wellington retrocediendo deliberadamente en
las líneas de Torres Vedras y abastecido a través del puerto de Lisboa. Y Rom-
mel, operando en el extremo de una larga línea de comunicaciones contra el Oc-
tavo Ejército Británico, en la posición de El Alamein en julio de 1942.

7
Gough, p.17. Pusan era un puerto excelente, con facilidades portuarias de
aguas profundas. Podía amarrar cerca de treinta buques de gran calado y des-
cargar de doce a quince BDT al mismo tiempo. Esto hacía un potencial de des-
carga diario de 40.000 a 50.000 toneladas, pero problemas en el manipuleo de
la carga y su transporte hacia el interior, reducían la capacidad real a
28.000 toneladas diarias. Durante el período de un año, 1951, el puerto des-
cargó un promedio de 14.000 toneladas diarias (Huston). Masan a 32 kilómetros
de Pusan podía brindar muelle de aguas profundas para sólo dos buques. Inchon,
cuando fue capturado, fue el segundo puerto más activo usado por las Naciones
Unidas (ver más abajo acerca de sus características poco atractivas). Los mue-
lles afectados por la marea, construidos por los japoneses, podían albergar
hasta nueve buques de poco calado, pero los de gran calado debían ser alijados
a buques menores fuera de la costa. Los otros puertos coreanos no se acercaban
a la capacidad de Inchon.

8
Las tropas mal adiestradas o sin experiencia, con frecuencia cargarán con
demasiadas cosas cuando van a comprometerse en el combate. La costumbre de
tiempo de paz de no llevar la carga completa de munición durante los adiestra-
mientos en el terreno, tiene mucha culpa de esto. Sin el peso de la munición
de combate, de la cual la de fogueo es un pobre sustituto, porque es más li-
viana, el soldado se hace una idea equivocada de cuanto es el espacio de que
dispone para los efectos personales, en contraposición de los esenciales. A
medida que se curte en condiciones operacionales, encuentra lo que puede hacer
con menos y menos extras, aprendiendo a vivir con lo mínimo - comida, agua,
armas y munición y la suficiente ropa y protección contra la meteorología como
para sobrevivir; esto último variará con el clima.

9
Appleman, pp. 259-261

123
La Savia de la Guerra

10
Gough, p.24. Como se dijo más arriba, el Coronel Curtis sostiene que él lo
pensó primero. Sin embargo, si el desembarco en Inchon hubiese sido estudiado,
tal como lo afirma Curtis, debieron estar disponibles para los planificadores
todos los factores para su selección, obviando la discusión que tuvo lugar en
varios niveles cuando MacArthur propuso el envolvimiento anfibio. Salvo, por
supuesto, que el estudio se hubiese perdido entre la masa de papeles en Was-
hington, lo que hubiese indicado una gran ineficiencia, pero no algo más allá
de los límites de las posibilidades y no sólo en el Pentágono.

11
Appleman, pp. 498-499. No hay playas en la zona de desembarco, sólo bajíos
de barro en baja mar y algunos paredones de piedra en pleamar. Los bajíos no
podían soportar un hombre de pie. La aproximación principal desde el mar es a
través de dos canales de 50 millas de largo y sólo 36-60 pies de profundidad.
El canal Pez Volador, usado por buques grandes, es angosto y serpenteante, pe-
ligroso aún en horas de día. Las mareas, en las aguas restringidas del canal y
del puerto, tienen una amplitud máxima de 31 pies. Algunas de las embarcacio-
nes de asalto requerían 23 pies de agua para sortear los bajíos. Los buques de
asalto más grandes BDT necesitaban 29 pies. La Marina estableció un estado de
marea de 23 pies como el punto crítico requerido para que las embarcaciones de
desembarco sortearan los bajíos de barro y alcanzaran los puntos de desembar-
co. Esto significaba que los hombres y los abastecimientos podían ser desem-
barcados sólo cuando la marea creciente alcanzara los 23 pies y hasta que la
bajante alcanzara nuevamente ese valor, un período de sólo unas tres horas.
Las tropas en tierra no estarían en condiciones de ser reforzadas hasta la
próxima marea, unas once a doce horas después.
La combinación de la marea correcta y la luz del día, necesaria para el trán-
sito por el canal se daba sólo el 15 de septiembre, el 27 de septiembre y del
11 al 13 de octubre. Las paredes de piedra que enfrentaban los lugares de
desembarco tenían 5,60 metros por encima de los bajíos de barro. Excepto en la
pleamar, presentaban un problema de escalamiento. Debido a que las primeras
olas desembarcarían antes de la pela mar, a fin de emplear las dos últimas
horas de luz diurna, se necesitarían escaleras, así como grampines, cabos y
redes de carga.
El objetivo inicial de la fuerza de desembarco era conquistar una cabeza de
playa en la ciudad de Inchon (población de 250.000 habitantes). A las 0630
hs., un batallón desembarcaría en la isla de Wolmido, que domina los accesos a
los principales puntos de desembarco. Seguiría una pausa de once horas para
alcanzar las condiciones de marea apropiadas, antes de los desembarcos princi-
pales a las 1730 hs. El área de Inchon estaba construida con materiales fuer-
tes y era fácilmente defendible.

12
Appleman, pp. 493/495. un mensaje de MacArthur a Washington del 8 de sep-
tiembre, incluye lo siguiente:
"El envolvimiento desde el norte instantáneamente aliviará la presión en el
perímetro sur y en realidad es la única forma en que esto se puede lograr...
La captura del corazón del sistema de distribución del enemigo en el área de
Seúl dislocará completamente el abastecimiento logístico de sus fuerzas que
ahora operan en Corea del Sur y por eso, por último se llegará a su desinte-
gración. En realidad, éste es el principal propósito del movimiento. Aferrado
entre nuestras fuerzas del norte y del sur, cada una de ellas están completa-
mente auto sostenidas debido a nuestro absoluto dominio del aire y del mar, el
enemigo no puede correr el riesgo de ser aniquilado debido a la interrupción
de su apoyo logístico..."

13
Huston, pp. 156-157. Probablemente ningún ítem en particular recibió más
atención, en lo que hace al apoyo de las operaciones en Corea, que la muni-

124
Falta de Preparación y Rápida Recuperación

ción. Los niveles totales de esta categoría frecuentemente caían por debajo de
los noventa días del nivel operativo y en algunas oportunidades, bien por de-
bajo del nivel de seguridad de sesenta días. Había tres factores que contribu-
ían:
El alto nivel de fuego requerido para romper los ataques en maza.
Que no había líneas de producción, con ninguna consecuencia, en los EEUU. Por
ejemplo: no se había producido munición de 105 mm desde 1945.
Demandaba unos 18 meses establecer las líneas de producción.

14
Appleman, pp.639-640. Por ejemplo, el puente ferroviario sobre el Río Imjin,
cruzaba un río de 560 metros de ancho y requería una longitud de varios cien-
tos de metros de tierra terraplenada en sus extremos. Para establecer un puen-
te carretero sobre el Río Han, setenta aeronaves C-119 transportaron un puen-
te de pontones desde Japón. Esto permitió hacer un puente de pontones de 50
toneladas y 260 metros de largo.

15
Schnabel, pp.260-261. El Estado Mayor del X Cuerpo había preparado un estu-
dio que trataba del avance de la Infantería de Marina y que decía:
"Mientras el 1º de Infantería de Marina avanza hacia Changiin (Chosin),
tendrán tendencia a extenderse. El flanco izquierdo de los infantes de marina
estará en las laderas montañosas que dividen las cuencas acuáticas de la
península. Estas son, generalmente, infranqueables por parte del tráfico mili-
tar pesado. Sin embargo, informes de prisioneros muestran que la 124ª División
de las Fuerzas Comunistas entró a Corea en Manpojin y se encuentra ahora en el
área del Embalse de Chosin. Si la 1ª División de IM ataca hacia el norte, más
allá de esta ruta, bien al frente del Octavo Ejército, será vulnerable a ata-
ques por sus flancos y retaguardia".
A la vista de este asesoramiento, es difícil comprender por que Almond pre-
sionó a Smith para que avanzara sin la debida precaución.
Smith no se hacía ilusiones. Hablando con el Contraalmirante Morehouse, Jefe
del Estado Mayor del Comando de las Fuerzas Navales del Lejano Oriente, le ex-
presó francamente su preocupación sobre lo que él consideraba un planeamiento
no realista del General Almond y su tendencia a ignorar las capacidades del
enemigo, cuando quería un avance rápido. En una nota al Comandante de la IM
admitió que le parecía que las ordenes de Almond estaban equivocadas. "Nues-
tras ordenes establecen que avancemos hacia la frontera de Manchuria. Sin em-
bargo, somos la división del flanco izquierdo del Cuerpo y nuestro flanco iz-
quierdo está ampliamente abierto." Ponía de manifiesto que no había ninguna
unidad del Octavo Ejército más cerca de su flanco que ciento treinta kilóme-
tros al sudoeste. Mientras el X Cuerpo, de acuerdo con Smith, podría asegurar-
lo, "cuando fuera conveniente", de que no había chinos en su flanco, observó,
"si ello fuera cierto, no habría nada que impidiera al Octavo Ejército pasar
al frente nuestro. Esto no lo están haciendo".

16
En este punto es conveniente referirse a las fuerzas no comunistas en Corea,
como las Fuerzas de las Naciones Unidas. Para junio de 1951, todas las forma-
ciones del Ejército de Corea del Sur estaban bajo el comando del Octavo Ejér-
cito. La única gran formación no perteneciente a los EEUU o a Corea del Sur
era la División del Commonwealth, con formaciones de británicos, australianos,
canadienses, nezeolandeses e hindúes; de 24.000 hombres en su máximo. Con
efectivos entre 4.602 y 5.455, el contingente turco era el que le seguía a la
División del Commonwealth. Es conveniente, por razones similares, referirse a
los norcoreanos y chinos como las Fuerzas Comunistas, salvo que sea necesario
distinguir entre ellas.

125
5

INSUFICIENCIA Y SUPER-ABUNDANCIA:

INDOCHINA Y VIETNAM 1946-75

El 7 de mayo de 1954, luego de un asedio que duró tres meses, los exhaustos
sobrevivientes de la guarnición francesa de la posición central en Dien Bien Phu se
rindieron a las fuerzas de la Liga Vietnamita por la Independencia (el Vietminth). Durante
los días anteriores, olas sucesivas de ataques habían rebasado las distintas posiciones
defensivas que, con el apoyo mutuo brindaban un sistema interconectado de defensa
alrededor de la posición central. Con un panorama que recordaba la Tercera Batalla de
Ypres, ambos bandos habían luchado en trincheras batidas por la artillería e inundadas
hasta la altura de las cinturas. Las operaciones de colocación de cargas explosivas del
Vietminth hicieron colapsar las trincheras francesas y en un caso volaron una posición
completa. Los heridos de los dos bandos yacían en el barro. La suciedad de los hos-
pitales de campaña, sin medicinas, hacía que muchos de ellos murieran de gangrena. El
hedor de cientos de cadáveres en descomposición impregnaba el aire. Algunas de las
mejores unidades de combate del ejército francés habían sido destruidas, sus oficiales y
soldados muertos, heridos o tomados prisioneros. Cuando comenzó la batalla, la
guarnición estaba constituida por doce batallones de infantería, incluyendo batallones
paracaidistas de elite y batallones de la Legión Extranjera, el equivalente a dos grupos de
artillería y diez tanques livianos. Durante el desarrollo de la batalla, para reforzar la
guarnición, fueron lanzados cinco batallones adicionales de paracaidistas, tres Equipos
Médicos Aerotransportados completos y 1530 voluntarios se lanzaron como reemplazos
individuales de especialistas que se habían transformado en bajas. El último grupo de 94
voluntarios se lanzó un día antes de que cayera la posición central. Solo setenta
hombres, del total de la guarnición, lograron reunirse con las fuerzas francesas en Laos.
La primera fase de la lucha vietnamita por su independencia, había terminado. El General
Giap había obtenido una victoria aplastante y conquistado una parte de su país. Los
franceses habían perdido la totalidad de Indochina1 a manos de un hombre que, diez
años antes, había guiado un pelotón de guerrilleros andrajosos en las junglas al sur de la
frontera de China con Vietnam. Un hombre que, a pesar de su alarde frente a Le Clerc en
1945 de: "He concurrido a una academia militar - la del monte y la guerra de guerrillas
contra los japoneses", tenía poca experiencia pero aprendía rápido.2

Giap nació en 1912 y sus primeros años estuvieron influenciados por el odio que sus
padres sentían por los franceses. En 1924, como reconocimiento a su intelecto, entró al
Lycée National en Hue. A los 14 años se exiló en China debido a sus actividades
revolucionarias, donde enseguida conoció a Ho Chi Minh (ver más abajo). A los dieciséis
años regresó a Hue como miembro clandestino del partido Tan Viet, en el que muchos
eran comunistas. Su participación en una rebelión le significó un período en la cárcel. Allí
conoció a la niña que luego sería su primera esposa. En 1932 los franceses lo autorizaron
a cursar el bachillerato en Hue y luego entró a la universidad de Hanoi, donde se graduó
de bachiller en leyes. Un ávido lector de la historia militar y de la teoría comunista, en
esos días era considerado uno de los más brillantes estudiantes de la universidad.
1
La Savia de la Guerra

Después de recibirse se mantuvo financieramente enseñando en una escuela


secundaria privada. Un antiguo alumno recordaba la forma en que podía dibujar en el
pizarrón cada plan de batalla de Napoleón, hasta con el menor detalle, por lo que se le
conocía como "el general". Para ese entonces, Giap, se había unido al partido comunista
y cuando en 1940 los franceses lo pusieron fuera de la ley, para librarse de la prisión
escapó a China. Su familia no fue tan afortunada. Su esposa e hija, su padre y dos
hermanas, cuñado y cuñada o bien murieron en la cárcel o fueron ejecutados por los
franceses antes de 1943.

A principios de junio de 1940 Giap se encontró nuevamente con Ho Chi Minh, quién
lo mandó a la cede central del Partido Comunista Chino, en Yenan, a estudiar política y
las técnicas militares. Pero antes de llegar se le cambiaron las ordenes. Creyendo Ho Chi
Minh que la derrota del ejército francés en Francia cambiaría la situación en Indochina, le
dijo a Giap y a otros comunistas vietnamitas que se encontraban en China, que
regresaran a Vietnam. Allí estableció su primera "unidad de auto defensa", emboscando
unas pocas patrullas francesas, asesinando funcionarios vietnamitas reaccionarios y
distribuyendo propaganda.

En diciembre de 1944 se le ordenó a Giap formar la primera de las Unidades de


Propaganda y Liberación, los precursores del Ejército Popular de Vietnam del Norte, el
Ejército Regular de Vietnam del Norte. Esta combinación de fuerza militar y política fue
una característica de Vietnam del Norte. Con estas unidades, Giap comenzó su carrera
como líder de fuerzas militares organizadas y en agosto de 1945 tuvo una participación
importante en casi todos los ataques al poder, con derramamiento de sangre, a lo largo
de Vietnam del Norte. Hay que tener en cuanta que, en esa época, su experiencia militar
era mínima, menos que la de cualquier encargado de pelotón de los ejércitos
occidentales en 1945. Por lo tanto, es de destacar que basado en el profundo estudio de
los grandes maestros de la estrategia militar, incluyendo Napoleón y Lawrence de Arabia,
en corto tiempo se pudo impulsar hasta alcanzar el equivalente a general de cuatro
estrellas. Fue un tributo a su capacidad intelectual, rudeza y por sobre todo, habilidad
para aprender, aunque en forma dolorosa y a costa de grandes pérdidas de vidas de sus
soldados. La estrategia de la guerra que habría de pelear fue esbozada por Ho Chi Minh
y Truong Chinh. Este último era el teórico líder de partido comunista vietnamita, que en
1937 había convertido a Giap a esa ideología.

Ho Chi Minh era un miembro fundador del partido comunista francés en 1920 y viajó
para formar la Liga Juvenil Revolucionaria Vietnamita, partiendo de un grupo de exilados
vietnamitas que vivían en Cantón. De esa escuela de formación de activistas, establecida
por él en Cantón, los graduados volvían a Vietnam para organizar las células en sus
distritos de origen. En 1930, el primer intento de derrocar el régimen colonial francés en
Vietnam fue aplastado con gran brutalidad. En 1941, en una cueva en una remota parte
del nordeste de Vietnam, Ho Chi Minh fundó la Liga por la Independencia de Vietnam
(Viet Nam Doc Lap Dong Minh Hoi o Vietminh), procurando atraerse a todos los que se
opusieran a franceses y japoneses. Estos últimos, habían tomado el control de Indochina
luego de la caída de Francia. Después de un período en una prisión china, Ho Chi Minh
fue dejado en libertad para que se hiciera cargo de todos los exilados vietnamitas en

2
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

China. En marzo de 1945, la Fuerza Aérea del Ejército de los EEUU se puso en contacto
con él para pedirle que brindara inteligencia y asistencia que permitieran rescatar a los
pilotos aliados derribados, a cambio de equipos de comunicaciones, abastecimientos
médicos y armas menores. Este contacto inicial fue ampliado hacia el final de la guerra
con Japón, para incluir cooperación entre el Vietminh y la Oficina Norteamericana de
Organismos Estratégicos (United States Office of Strategic Services OSS), la antecesora
de la CIA y de las fuerzas especiales. Esta cooperación entre la OSS y el Vietminh, que
considerada en su totalidad no fue un éxito, llevaría a la afirmación francesa respecto a
que si los EEUU no hubieran armado al Vietminh, la guerra de guerrillas hubiera sido más
fácil de controlar; lo que no es sencillo de probar, pero que contiene un giro irónico a la
luz de la posterior intervención norteamericana en Indochina.

El espacio no permite una revisión completa de la guerra entre Francia y el Vietminh;


que duró ocho años. Pero tal como lo sugiere el título de este capítulo, fue una guerra en
la cual la logística decidió su resultado. Giap derrotó un ejército conducido por generales
con experiencia y bien adiestrados, bien abastecido de equipos por la nación más
poderosa del mundo. No fue la calidad de los soldados de que disponían los generales
franceses, el instrumento a través del cual instrumentaban sus planes, un factor de la
derrota. La Fuerza Expedicionaria Francesa se componía totalmente de voluntarios. Le-
gionarios Extranjeros, batallones de paracaidistas, infantes de marina, batallones
coloniales, africanos y por último pero no menos importantes, unidades vietnamitas
conducidas por oficiales franceses. No se debe confundir la fuerza de 100.000 hombres
del Ejército Nacional Vietnamita que fuera de poca utilidad debido a las deserciones,
problemas en el reclutamiento y una pobre conducción, con las unidades vietnamitas
pertenecientes a la Fuerza Expedicionaria Francesa. En 1947, la primera parte de la
guerra, los franceses tenían unos 115.000 hombres en toda la Indochina. Estaban bien
equipados, los soldados tenían buen adiestramiento y experiencia. Los jefes habían sido
puestos a prueba en combate. Sin embargo había una gran debilidad, la que
representaría una seria contribución en la derrota final. Francia se había debilitado
económica y psicológicamente debido a su derrota, por parte de los alemanes, en 1940
podrida en su corazón, plagada de lo que parecía una sucesión interminable de
gobiernos que nunca apoyaron sinceramente la guerra. Sus dirigentes políticos carecían
de la voluntad, lo que se manifestó en una falta de vocación para proveer las suficientes
tropas y dinero.

Los Vietminh eran numéricamente superiores en Vietnam del Norte, el área vital en la
primera fase, si bien el tamaño de sus fuerzas nunca se conoció con exactitud, ni
entonces, ni hasta el final de la cuarta fase en 1975. Pero probablemente tenían unos 30-
50.000 hombres en las Fuerzas Regionales y las guerrillas.3 Pese a su superioridad
numérica, el Vietminh, desde Giap hasta el guerrillero más novato, tenían poca expe-
riencia y estaban pobremente equipados. Carecían de artillería, fuerza aérea, blindados,
organización de comunicaciones y por sobre todo, de sistema de apoyo logístico. La
unidad mayor era un batallón de unos 1.000 hombres. El Vietminh tenía poco
adiestramiento en operaciones más allá del nivel de batallón, como también sus
comandantes en al conducción de más de una unidad. Tenían cuatro grandes ventajas.
3
La Savia de la Guerra
Primero, peleaban por su propia independencia y contaban con la mayoría de la
población de su lado. Esto, combinado con una excelente propaganda y adoctrinamiento,
le dio al Vietminh una alta moral. Segundo, el gran tamaño del área y la falta de voluntad,
por parte del gobierno francés de suministrar suficientes tropas, hizo muy difícil el control
de la zona no urbana. Si los franceses intentaban controlar la totalidad del país, se
tendrían que dividir en pequeños reductos, los que serían derrotados de a uno. Si se
concentraban alrededor de las áreas clave, abandonaban el campo al Vietminh. Tercero,
tenían una base en un área adyacente a China, el Viet Bac. Allí tenían un área de a-
diestramiento, una base logística en potencia y una zona segura para el gobierno del
Vietminh. Cuarto, el terreno y el clima favorecían las operaciones de guerrilla y la defen-
sa. El Vietminh conocía el terreno y estaba aclimatado. Por un momento es conveniente
apartarse de las operaciones para echar una breve ojeada a la geografía, los aspectos
físicos y el clima característicos del país, no solo porque ellos tuvieron efecto en las
tácticas, sino también en la logística.

El Teatro de Guerra

Indochina (en ninguna de las fases la lucha estuvo limitada a solo el Vietnam del Sur
o del Norte), es más grande que Birmania. La yuxtaposición de Vietnam (donde tuvo
lugar la mayor parte de la lucha), con Laos, Camboya y China, le brindó al Vietminh
inapreciables ventajas. En la fase uno, Giap pudo sacar a las tropas francesas de
Vietnam, amenazando Laos y Camboya. En las fases dos y tres, la incapacidad o poca
voluntad de esos dos países para negar el uso de su territorio a los norvietnamitas, le
brindó a Giap bases como refugio y dos líneas de comunicaciones a lo largo de las
cuales, el Vietcong y los norvietnamitas que operaban en Vietnam del Sur, podían recibir
grandes cantidades de abastecimientos - la ruta de Ho Chi Minh corriendo hacia el sur
por el lado este de Laos y el norte de Camboya y la menos conocida Ruta Sihanouk,
desde el puerto camboyano de Sihanoukville, donde los buques del bloque oriental
descargaban los efectos, que luego eran transportados vía Phnom Penh a grandes áreas
de depósito dentro de Camboya. Más importante aún, fue la proximidad de China en la
frontera norte de Vietnam y en especial cuando llegaron los comunistas, a partir de fines
de 1949. China es un enemigo mortal de Vietnam, tal como lo había sido a lo largo de
casi toda la historia, pero en el período 1949 a 1975, Aquella estuvo muy contenta al
poder apoyar al Vietminh y posteriormente a los vietnamitas del norte, si eso significaba
debilitar a occidente y en particular a los odiados norteamericanos. Los soviéticos
apreciaron de la misma forma, con el incentivo adicional que un Vietnam fuerte e
independiente y pro ruso actuaría como una distracción efectiva para China.

Geografía

Vietnam tiene cerca de 1360 kilómetros de norte a sur y su ancho varía de 80 a 480
kilómetros. Su aspecto ha sido descripto por Giap: "se estira como una inmensa "S" a lo
largo del borde del Pacífico, incluye Bac Bo o Vietnam del Norte, el cual, junto con el delta
del Río Rojo, es una región rica en lo que hace a sus posibilidades agrícolas e
industriales; Nam Bo o Vietnam del Sur, una vasta planicie aluvional, surcada por los
brazos del Mekong y especialmente favorable para la agricultura y Trung Bo o Vietnam
Central un largo y angosto cinturón de tierra que las une.4 Más de la mitad de Vietnam

4
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

son colinas y montañas densamente forestadas. La cadena de montañas Annamite corre


desde China a lo largo del borde este unos dos tercios de la longitud del territorio. No muy
altas, de acuerdo a los estándares europeos, estas montañas son escarpadas y cubiertas
de una densa jungla. En muchos lugares las montañas presentan numerosas y grandes
cuevas de piedra caliza, lo suficientemente espaciosas como para acopiar
abastecimientos y ocultar puestos de comando y equipos. Los dos enormes deltas de los
ríos están conectados por una angosta planicie costera. Las planicies en los deltas de los
ríos están densamente pobladas y sujetas a inundaciones naturales, más importantes en
el delta del Mekong que en el Rojo o delta del Tonkin. El delta del Mekong está surcado
por arroyos zigzagueantes, ríos y canales, forzando a todos los vehículos a seguir los
diques, presas y los pocos caminos. Desde mediados de mayo a mediados de octubre,
vastas áreas del delta del Mekong están bajo las aguas. En la época de los monzones,
en algunos lugares, el Río Rojo y sus tributarios corren por encima del nivel del terreno
debido a las grandes riberas de tierra o defensas, construidas para contenerlos en la
época de creciente. Esto constituía una debilidad que, en la fase dos los norteamericanos
decidieron no explotar. Si bien las opiniones sobre el asunto están divididas, el balance
de éstas es que a pesar que los murallones a los costados del río llegan a tener, en
algunos lugares catorce metros de espesor, podrían haber sido abiertos mediante
bombas de hierro, produciendo grandes inundaciones de las principales áreas agrícolas e
industriales del delta.

Clima

El clima es sub tropical, con elevada humedad a lo largo de todo el año. El Monzón
del sudoeste comienza cerca de mediados de mayo y finaliza aproximadamente a
mediados de octubre. El Monzón del nordeste comienza para mediados de septiembre
finalizando para fines de diciembre. De los dos, el primero es, por mucho, el que tiene el
mayor impacto en las operaciones. El segundo afecta solamente las áreas costeras en el
centro del país con llovizna, niebla (conocida por los franceses como Crachin, escupida) y
lluvia. Muchas, aunque no todas las operaciones principales del Vietminh y del Viet Cong
norvietnamita, tuvieron lugar en la estación seca, de principios de enero a mediados de
mayo; entre las excepciones, Dien Bien Phu.

Terreno

Más del 80 por ciento del terreno está cubierto por bosques. El triple toldo de la jungla
brinda cobertura a las posiciones defensivas, movimientos, líneas de comunicaciones y
depósitos; cobertura que el Vietminh, el Viet Cong y el Ejército de Vietnam del Norte
emplearon para su ventaja. El bambú, arbustos y el pasto, aún en las áreas más abiertas,
brindaban numerosas y excelentes posiciones para emboscar, dificultando los
movimientos. La Península de Ca Mau, en la punta sur del país, es una extensión
cubierta de pantanos estancados cubiertos de una vegetación baja, intransitable excepto
para pequeños botes y fue ese el lugar de ocultamiento de las guerrillas durante casi toda
las fases uno, dos, tres y cuatro. Las enfermedades están a la orden del día,
principalmente la malaria, el dengue, cólera, hepatitis y el tifus. Entre 1950 y 1954, cerca
5
La Savia de la Guerra
del 25 por ciento de las tropas de la Unión Francesa estuvieron debilitadas por causa de
la sistosomiasis y la leptoporosis.

Comunicaciones

Vietnam tenía un cierto número de puertos, si bien, tal como se explicará más
adelante, no todos estaban completamente desarrollados. Durante la fase uno el más
importante era el complejo portuario de Haiphong, que abastecía a los franceses. Durante
la fase tres la dependencia por parte de Vietnam del Norte de un solo complejo portuario,
representaba un importante factor de debilidad listo a ser explotado por parte de un
enemigo. El sistema de carreteras estaba sub desarrollado, siendo en su mayoría
senderos. Las pocas rutas principales se encontraban cortadas por puentes demolidos,
en las montañas por desmoronamientos y en todos lados invadidas por la vegetación y
llenas de baches. Había una línea férrea, construida por los franceses, corriendo de
Saigón a Hanoi y hacia China. Los caminos sin terraplenes, rápidamente se
transformaban en lodazales con las lluvias. En las áreas bajas, las inundaciones que
seguían a las lluvias impedían el tránsito a campo traviesa de los vehículos a rueda y aún
los a oruga se empantanaban. Los tifones ponían en peligro a los buques en los
fondeaderos expuestos, quebrando las tuberías de descarga de combustibles e
interrumpiendo las descargas. La estación seca traía nubes de polvo producidas por
helicópteros, vehículos, plantas fabriles y aviones. Estas penetraban en todos lados,
especialmente en las tomas de aire de los motores y en las partes móviles de los
equipos, atascándolos u produciendo daños.

* * *

El Esquema Inicial de las Guerras

Este no es el lugar adecuado para tratar los años que llevaron a la iniciación de la
fase uno, la guerra Franco-Vietminh. Hasta diciembre de 1946, abiertamente el Vietminh,
había mantenido grandes fuerzas de auto defensa en Hanoi y las principales ciudades y
pueblos y habiendo actuado en un frente más político que militar. Basta decir que
después de la ruptura de las negociaciones políticas, debido a que los franceses no
estaban preparados para darle a los vietnamitas su independencia total, aquellos sacaron
al Vietminh de las ciudades y pueblos, haciéndolos ir a las montañas y junglas. Los
franceses conservaban las tierras pobladas, mientras el Vietminh se retiró al Viet Bac,
procuraban derrotar al Vietminh antes que el desgaste producido por la guerra en
Francia, la débil economía y la opinión pública mundial, los obligara a abandonar la
empresa. Al final, la guerra era del tipo de reconquista colonial. Por lo tanto dañaba a los
franceses a los ojos de sus propios aliados, especialmente los norteamericanos, que
recelaban del colonialismo. La guerra se volvió respetable, hasta "santificada", para usar
la expresión de Fall5, cuando los norcoreanos invadieron Corea del Sur y la batalla de los
franceses contra un enemigo comunista podía ser presentada como parte de una amplia
estrategia en Asia: derrotar al comunismo desde Corea a Malasia, donde los británicos
estaban combatiendo a las guerrillas comunistas chinas. Este cambio de percepción, que
los políticos franceses no dudaron en explotar, presentando al fantasma comunista
dominando el sudeste asiático hasta Australia, llevó a un enorme flujo de equipo

6
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

norteamericano. Esto no alteró los factores clave tales como el terreno y la geografía,
especialmente la capacidad del Vietminh para adiestrar su gente y a partir de 1949,
encontrar asilo en China. En 1953, el cese del fuego en Corea permitió que la totalidad
del esfuerzo de guerra comunista asiático, se concentrara en la lucha en Indochina.

El Vietminh quería una guerra larga para explotar los factores de debilidad franceses
y con ello lograr tiempo para crear y equipar sus fuerzas. Al seleccionar esta estrategia, el
Vietminh había optado por seguir un clásico principio de la guerra, tal vez para sorpresa,
uno de los dos principios claves: "Saca ventaja de tu propia fortaleza y de las debili-
dades del enemigo, mientras niegas tu propia debilidad y las fortalezas al
enemigo." A partir de 1947 el Vietminh trató de evitar las acciones de envergadura que
involucraran unidades de la Fuerza Principal, mientras las unidades Regionales y
guerrilleras hostigaban a los franceses. Por otro lado, la estrategia francesa siempre
estuvo orientada a producir una gran batalla que les permitiría deshacerse de las Fuerzas
Principales del Vietminh, de una vez por todas. En la fase uno el principal campo de
batalla fue Vietnam del Norte, el delta del Río Rojo y el área hacia el norte y el oeste.

Operación LEA: Octubre de 1947

Es importante echar una mirada al primer intento de los franceses para destruir la
Fuerza Principal del Vietminh, en octubre de 1947, porque muestra las fallas en la
estrategia y tácticas francesas, las que, con el tiempo, serían repetidas nuevamente. El
Comandante en Jefe francés, Teniente General Valluy estaba bajo presión del gobierno
para que lograra un resultado rápido. Pero aún más presión representaba la perspectiva
del derrumbe de la China Nacionalista y la llegada de fuerzas comunistas a la frontera
norte de Vietnam. El objetivo de Valluy era capturar el gobierno del Vietminh y el cuartel
general de sus fuerzas en la villa de Bac Kan, en el Viet Bac. El concepto de la operación,
denominada LEA, eran dos pinzas y una punta. La punta estría constituida por la
Agrupación S, dos batallones paracaidistas al comando del Teniente Coronel Sauvagnac,
lanzándose en Bac Kan y dos villas que se encontraban en el sendero que conduce a ese
lugar: Cho Don, a veinte kilómetros y Cho Moi, distante treinta y cinco kilómetros, ¡qué
dispersión para una fuerza de 1.100 hombres!. Mientras tanto, la Agrupación B, al
comando del Coronel Beauffre, compuesta por tres batallones de infantería apoyados por
tres escuadrones blindados y tres grupos de artillería, uno de ingenieros y uno de
transporte, constituirían la pinza norte. Partiendo de Lang Son debían avanzar 225
kilómetros por el camino vía Cao Bang y Nguyen Binh, para unirse a la fuerza
paracaidista. La pinza sur, Agrupación C, compuesta por tres batallones de infantería
apoyados por un grupo de artillería al comando del Teniente Coronel Communal, sería
transportada en embarcaciones de desembarco desde Hanoi subiendo por el Río Rojo, el
Río Clear hasta Tuyen Quang y de allí, si fuera posible, remontando el Río Sing Gam,
para asaltar el área de Bac Kan desde el sur y el oeste. El apoyo aéreo cercano sería
provisto por todos los aviones Spitfire IX del 4º Grupo de Ataque. Los batallones de
paracaidistas saltarían de los C-47 norteamericanos (Dakotas) y los Junkers 52s
alemanes (el mismo tipo que había transportado los paracaidistas alemanes a Creta, seis
años antes); el equipo tenía una apariencia que lo caracterizaba como de la Segunda
7
La Savia de la Guerra
Guerra Mundial, lo que era por demás suficiente ya que ésta había finalizado casi dos
años y medio antes. Sin embargo, las tácticas también eran de la Segunda Guerra y esto
casi lleva al desastre.

El lanzamiento de los paracaidistas se realizó con exactitud, de acuerdo con lo


planeado y tomó por sorpresa a Giap y Ho Chi Ming, sentados en su cuartel general.
Estos se escondieron y luego escaparon. Sería la última vez que los franceses pudieron
haber tenido a cualquiera de ellos en sus garras. Al día siguiente el Vietminh, inspirados
por Ho y Giap, atacaron en fuerza a los paracaidistas y para el Día Tres los habían
rodeado y éstos combatían para salvar sus vidas. La punta había fallado en su intento de
arponear al pez y estaba en peligro de ser destruida. La Agrupación B, la pinza norte, se
arrastraba lentamente hacia adelante. La totalidad de la agrupación, el equivalente de
una brigada reforzada, atada por sus vehículos a una sola ruta, estaba obligada a
avanzar en un frente de un grupo (8-10 hombres). Emboscadas, puentes volados,
demoliciones de caminos, árboles caídos, obligaron a realizar operaciones de despeje
más o menos cada kilómetro a lo largo de 225 kilómetros. El Vietminh no se quedaba
para combatir, sino que se desvanecía tan pronto la infantería, apoyada por el tanque
guía, se destacaba para atacar. Demandó seis días cubrir 210 kilómetros, entonces el
Vietminh cavó una posición. Después de tres días de sangrienta lucha los soldados
marroquíes del batallón vanguardia del Regiment Infanterie Coloniales du Maroc (RIMC)
se dieran las manos con los paracaidistas que se habían sostenido a sí mismos durante
nueve días.

La Agrupación C, la pinza sur, impedidos de seguir adelante en las embarcaciones


más allá de Tuyen Quang, desembarcó y avanzó hacia su objetivo a pie. Sin embargo,
antes que pudieran cercar el área, el Vietminh se replegó hacia el noroeste. Un mes
después de haber comenzado la operación LEA había finalizado.

Fue seguida por otra operación de más de un mes, al noroeste de Hanoi, con el
mismo estilo, realizada por una fuerza de tamaño similar, con el mismo resultado. El
único éxito de ese año fue logrado por dos batallones de montaña T'ai. Luchando en sus
propias montañas, que conocían mucho mejor que el Vietminh y recibiendo inteligencia
de sus compatriotas tribales, eliminaron al Vietminh de su territorio entre los Ríos Rojo y
Negro y los mantuvieron alejados por cerca de cinco años.

Retirada a las tierras bajas

Los franceses se retiraron a las tierras bajas dejando una cadena de fuertes
fronterizos que no lograron nada sino mantener la ilusión sobre el control de Francia a lo
largo de la frontera con China. Incluso mantuvieron la guarnición en Bac Kan hasta
agosto de 1948. Era una carga logística y no contribuyó en nada a la conducción de la
campaña. Más allá del alcance de sus cañones, éstos no controlaban nada. Las
unidades de la Fuerza Principal se retiraron dentro del Viet Bac, si bien las guerrillas del
Vietminh continuaban hostigando a los franceses en el delta del Tonkin y llevando a cabo
una campaña de terror y propaganda para ganarse la población local. Giap se dio cuenta

8
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

que las unidades de la Fuerza Principal serían el instrumento primordial para derrotar a
los franceses. Aunque se habían desempeñado bien hasta ese momento, tenían deficien-
cias manifiestas en organización, comando y sobre todo, logística. Agrupó los batallones
entre sí en regimientos y finalmente en divisiones. Creó un sistema de estado mayor
copiando a los estados mayores generales de los franceses y norteamericanos, con sus
cuatro divisiones principales.6 Pero sin un aumento de la capacidad logística y ejecutores
de la misma, esta reorganización sería desperdiciada.

Un Ejército basado en los Porteadores: el Vietminh

El equipamiento de las unidades del Vietminh, en todos los niveles, era una
mezcolanza de material francés, japonés y norteamericano (este último lanzado con
paracaídas durante la Segunda Guerra Mundial). Había pocos repuestos y escasas muni-
ciones. Disponía de un puñado de camiones capturados pero sin repuestos ni forma de
mantenerlos. La solución de Giap fue establecer fábricas en el Viet Bac. Partiendo de la
producción de granadas, munición de fusil, minas y unas pocas ametralladoras livianas,
progresaron hasta fabricar algunos morteros de 120 mm. Sin embargo el equipo pesado,
tales como camiones y cañones de todos los calibres y tipos y la munición necesaria para
ellos, estaban más allá de la capacidad de esta "industria casera". Si en 1949 los
comunistas chinos no hubiesen llegado a la frontera, la campaña en Vietnam hubiese
tenido un rumbo diferente. Los chinos proveyeron la maza del equipamiento y la
munición, pero solo hasta la frontera. La distribución era problema de Giap y lo resolvió
empleando el recurso que disponía, si no inacabable, por lo menos en grandes cantida-
des: los porteadores humanos. Se ha dicho que la magnitud de este esfuerzo no ha sido
completamente comprendido por occidente. Puede haber sido así, pero dada la magnitud
del tiempo que duraron las dos campañas, es difícil de entender el por qué. Era bien
sabido que Giap estaba empleando porteadores en enorme escala, medido el esfuerzo
en términos humanos. La libre expresión "miles de porteadores" era un ingrediente cons-
tante en las reuniones informativas, especialmente en la fase tres, cuando los
norteamericanos ya estaban luchando en la guerra.7

Hasta que el Vietminh dispuso de cientos de camiones, cuando derrotó a los


franceses en Dien Bien Phu un vasto ejército de porteadores llevaba los abastecimientos
a Giap y abastecían las formaciones del Viet Cong y Vietnam del Norte, cuando éstas se
acercaron a las ciudades de Vietnam del Sur en la ofensiva del Tet en 1968. Tal como los
animales en el ejército de Alejandro, los porteadores comían lo que llevaban, con dos
desventajas adicionales, a diferencia de un caballo o una mula, no podían suplementar el
pienso transportado con armas, mediante el forrajeo en el terreno. Así mismo grandes
cantidades de porteadores no podían ser alimentados mediante el abastecimiento local,
sin crear antagonismos con los habitantes de las villas, de cuya buena voluntad o por lo
menos pasividad dependían y posiblemente podrían traicionar su presencia. En un viaje
largo los porteadores comían un 90 por ciento de lo que transportaban.8 Pero pese a
estas desventajas, el sistema funcionó.

Primeros Esfuerzos de Pacificación


9
La Savia de la Guerra

A fines de 1949 y principios de 1950, el General Alessandi, puesto al comando de


Tonkin por el Comandante el Jefe francés Carpentier, cambió el empuje del esfuerzo
francés en el Delta. Alessandri se dio cuenta que la idea de una decisión rápida, lograda
tentando al Vietminh a abandonar una parte del terreno que no podían darse el lujo de
perder, fijándolos y derrotándolos en una gran y devastadora batalla, era un sueño
imposible. No había tal terreno que el Vietminh considerara tan vital como para garantir
que serían tentados a conservar a riesgo de la destrucción de las unidades de su Fuerza
Principal. Pero había un recurso que era indispensable: el arroz, que alimentaba tanto a
los soldados como a los porteadores y era la moneda con la cual se les pagaba. También
el Vietminh pagaba con arroz los bienes y servicios brindados por las comunidades
locales. Vio que la estrategia francesa de mantener un anillo de fuertes alrededor del
Delta de Tonkin era un derroche de esfuerzo si nada se hacía para pacificar el área en sí
misma, debido a que las guerrillas de Vietminh la controlaban junto, con millones de
personas y enormes cantidades de arroz. Si ocupaba y pacificaba el Delta de Tonkin,
podría minar al Vietminh logísticamente. Los privaría de refuerzos, impuestos y más
importante aún, del arroz. Si lograra hambrear la Fuerza Principal del Vietminh, tal vez
tuvieran que salir y pelear.

Alessandri se puso a pacificar un área pequeña por vez, un parche primero, luego
varios parches; uniéndolos y constantemente aumentando la extensión de éstos. Las
tropas francesas contuvieron al Vietminh mientras los vietnamitas no comunistas locales
liberaban el área. Giap respondió con guerra de guerrillas en el Delta. Campesinos de día
y guerrilleros de noche, las fuerzas locales establecieron emboscadas, llevaron a cabo
pequeños ataques, aterrorizaron a la población, eliminaron "traidores" y nunca se
quedaron para combatir. Si bien al principio pareció que el programa de pacificación, el
primero de muchos en Vietnam, daba resultado, fracasó. Primero, no había suficientes
tropas francesas como para evitar que las guerrillas del Vietminh se infiltraran dentro de
un parche libre y el gobierno francés se negó a proveer refuerzos. Segundo, los franceses
no hicieron ningún intento para ganarse el apoyo, los corazones y las mentes del pueblo
vietnamita. Para ellos los tonkineses eran productores de arroz, una fuente de impuestos
y reclutas. Los franceses no tenían nada para ofrecerles, excepto continuar siendo
“objetos” en una colonia francesa. El Vietminh tenía mucho para ofrecer, en el largo
plazo, independencia, pero aquí y ahora ayuda con la cosecha, afirmada con un flujo
constante de propaganda y como última persuasión, amenazas, secuestros y asesinatos.
La estrategia de Alessandri llegó a estar muy cerca del objetivo de desplazar la Fuerza
Principal Vietnamita. Los refuerzos para la Fuerza Principal se secaron hasta ser un
chorrillo y los abastecimientos de arroz para el Vietminh, fuera del Delta, fueron cortados
a la mitad. En algunas áreas, las raciones fueron reducidas a tal extremo que el Vietminh
se enfrentó al hambre. Pese a que tenía pocas probabilidades de éxito, Giap y Ho
comenzaron a pensar que deberían montar una ofensiva importante en el Delta, pero
aguardaron con la esperanza de que la situación mejorara. Se salvaron por el hecho que
habían resuelto muchos de los otros problemas logísticos: los comunistas chinos acer-
cándose a la frontera norte de Vietnam.

Derrota Ignominiosa

10
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Los franceses aún añoraban la gran batalla en la que pudieran cañonear al Vietminh,
pero en lugar de eso, a fines de 1950 habían perdido o evacuado todos los puestos a lo
largo de la frontera norte de Vietnam. Al hacerlo le brindaron a Giap un premio logístico,
enormes cantidades de víveres, ropa, y abastecimientos médicos, toneladas de munición,
trece obuses, 125 morteros, 940 ametralladoras, 450 camiones, 4.000 pistolas
ametralladoras, más de 8.000 rifles y miles de litros de combustible.9 Por su lado, los
franceses perdieron 6.000 hombres y dejado a Giap equipo suficiente como para equipar
completamente una división del Vietminh.10 "Cuando se disipó el humo, dice Fall, "los
franceses habían sufrido su mayor derrota colonial desde que Montcalm murió en
Quebec".11

Giap Amenaza el Delta: Los Franceses Reaccionan bajo un nuevo Comandante en


Jefe

A fines del año Giap estableció una amenaza sobre el Delta de Tonkin, moviendo sus
divisiones hacia el sur. Carpentier, con su moral debilitada después de los desastres sufri-
dos durante el año, contempló la posibilidad de retirarse hacia el paralelo dieciocho, solo
a noventa y seis kilómetros al norte de la frontera que finalmente se establecería entre
Vietnam del Norte y del Sur. En realidad Giap también estaba considerando un rápido
ataque en el Delta, pero se dio cuenta que su sistema logístico, basado en coolies, no
sería capaz de acumular efectos en las nuevas bases avanzadas necesarias para una
ofensiva para fines de 1950. Por lo tanto pospuso la ofensiva. El 13 de enero de 1951
finalizó la primera etapa con una derrota para Giap. A pesar de la asistencia china, sus
hombres disponían de poco arroz y su ejército necesitaba reclutas. La solución para
ambos problemas estaba en el control de un área importante del Delta. Otros dos
factores lo llevaron a realizar un ataque en la posición clave francesa de Vinh Yen: la
llegada de un nuevo y dinámico Comandante en Jefe, el General de Lattre de Tassigny y
el creciente flujo de material norteamericano a los franceses. Al final, el poder aéreo fran-
cés, incluyendo el uso de napalm y la capacidad de hacer llegar refuerzos por aire y tal
vez, la intervención personal en un momento crítico de la batalla por parte de Lattre,
inclinó la lucha a su favor, pero solo por poco. También Giap perdió varias oportunidades
y no asumió el comando y control de sus divisiones en forma suficientemente firme; para
la batalla, aún le faltaba práctica en la coordinación de sus múltiples formaciones.

Derrota para el General Giap

El segundo intento de Giap de poner un pie en el Delta, en Mao Khe en el punto


principal más al norte de la Línea de Lattre,12 también terminó en derrota. La logística
había influenciado en la selección del objetivo por parte de Giap. La proximidad de Mao
Khe a Haiphong, la línea de comunicaciones francesa y su cercanía al Viet Bac y China,
lo que por lo tanto haría más fácil de resolver sus propios problemas logísticos. La
posición estaba sostenida por 400 hombres. Una vez más Giap falló al no tener en cuenta
la capacidad francesa de recibir rápidamente refuerzos por vía aérea y los efectos de los
ataques aéreos sobre tropas al descubierto cuando están empeñadas en un asalto. Sin
embargo, el mayor error fue seleccionar un objetivo cercano a un río importante, que
11
La Savia de la Guerra
permitió a los franceses colocar destructores al alcance de las tropas de Giap,
sometiéndolas a fuertes bombardeos. Tal como otros antes que él, incluyendo Napoleón,
pagó un alto precio por ignorar el flanco marítimo.

Pese a estas dos derrotas Giap decidió montar otra ofensiva antes que apareciera el
monzón. Nuevamente la logística fue la fuerza impulsora detrás de esta decisión: la
necesidad de arroz y su percepción que, con la ayuda norteamericana, los franceses se
estaba haciendo cada vez más fuertes. Su objetivo, la línea del Río Day a lo largo del
lado sudoeste de la Línea de Lattre, estaba orientado a lograr el control de las provincias
de Ninh Binh y Nam Ha. Estas tienen tres cosechas de arroz por año y estaban
densamente pobladas. La última era importante no solo como fuente de mano de obra,
sino también porque el Vietminh sería visto como controlando una cantidad creciente de
la población. Hasta ese momento la campaña del Río Day fue la más ambiciosa de las
encaradas por Giap. Su plan contemplaba el empleo de cuatro divisiones, la 312ª para
atacar como diversión la punta oeste de la Línea de Lattre en Vinh Yen. Las otras tres
debían montar el asalto principal a través del Río Day. Dos divisiones (304ª y 308ª)
apoyadas por dos regimientos independientes atacando desde bases guerrilleras dentro
del Delta, debían ocupar objetivos tendientes a aferrar las reservas francesas, mientras
que la tercera (320ª) atacar en dirección a Phat Diem y Ninh Binh en el centro de
gravedad sur de la Línea de Lattre. El empleo de una fuerza de tal magnitud, que
comprendía el movimiento de alrededor del Delta con unos 10.000 hombres y 40.000
porteadores, fue una enorme empresa logística.

Giap planeo comenzar su ofensiva a mediados de mayo, antes de la época del


monzón del sudoeste, de tal forma que si tenía éxito la lluvia lo protegería de los ataques
aéreos franceses; si fracasaba, se podría retirar cubierto por el mal tiempo.
Desgraciadamente para Giap, su estado mayor tenía aún poca experiencia en la
realización de la tarea de calcular las complejas tablas de marcha necesarias para mover
tal cantidad de hombres, de noche, a lo largo de senderos en la jungla, ya que un
movimiento diurno hubiese llamado la atención de la fuerza aérea francesa. Giap había
planificado obtener arroz del sostenimiento local, pero los aldeanos se rehusaron a a-
bastecerlo y esto significó más porteadores para llevar ese alimento desde el Viet Bac.
Ese año el monzón comenzó más temprano de lo previsto demorando mucho los
preparativos logísticos por lo que finalmente Giap comenzó su ofensiva el 29 de mayo,
unas tres semanas dentro del período de los monzones. Esto actuó en favor de Giap,
porque hasta entonces, nadie había realizado una campaña durante los monzones.

Al principio la ofensiva fue un éxito, pero de Lattre reaccionó con gran velocidad para
llevar las reservar a la batalla. El Vietminh se encontró en arrozales inundados y abiertos,
sometidos a intenso bombardeo de artillería y la milicia católica vietnamita demoró a la
320ª división hasta que llegaron los franceses. La milicia católica también hostigó los
movimientos de los regimientos independientes del Vietminh. Por eso no estuvieron en
capacidad para operar en unión con las divisiones de asalto en el ataque a las posiciones
de retaguardia de la Línea de Lattre. En ese momento Giap se encontró teniendo que
abastecer tres divisiones a través del Río Day. Embarcaciones fluviales francesas
(dinassaut, abreviatura de Division Navale d'Assaut) apoyadas por la fuerza aérea
francesa, cortaron esta línea de comunicaciones hundiendo los botes. El avance del

12
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Vietminh se detuvo por falta de munición y víveres. Para mediados de junio, Giap había
retirado sus apaleadas divisiones nuevamente a través del Río Day. El haber
seleccionado un plan que llevaba a que todas sus líneas de comunicaciones cruzaran un
río importante, demostró que aún no entendía como el empleo de los poderes aéreo y
naval podían afectar sus planes, especialmente la capacidad de éste último de separar a
los combatientes de sus abastecimientos.

Giap intenta nuevamente

Se ha dicho que Giap, en lugar de montar una serie de ataques (tres en los primeros
cinco meses de 1951), debería haber realizado una fuerte y coordinada ofensiva con la
totalidad de las cinco divisiones, en forma simultánea alrededor del perímetro de la Línea
de Lattre. Es probable que la respuesta se base en las limitaciones logísticas del
Vietminh. Se ha calculado13 que demandaba un mes, por cada división atacante del
Vietminh, acopiar efectos en su base logística. De tal forma que lo más temprano que una
ofensiva coordinada de cinco divisiones se hubiese podido lanzar, era a principios de
mayo de 1951. Giap consideró que él no podía darle ese tiempo a la logística francesa
que hubiera significado más recursos, especialmente con el dinámico de Lattre en el
comando.

Después del monzón Giap intentó nuevamente; esta vez no contra la Línea de Lattre
sino contra la cuidad de Nghia-Lo, capital del pueblo T'ai, el que brindaba fuerte apoyo a
los franceses. La ciudad estaba a ciento cinco kilómetros fuera de la Línea de Lattre. Una
vez más los franceses lanzaron batallones paracaidistas para reforzar la guarnición, esto
y los ataques aéreos hicieron que Giap se retirara. Sin embargo, aprendió una lección
importante; podía tentar a los franceses a salir a un terreno de su propia elección,
amenazando áreas, ciudades o a los aliados de los franceses.

El General de Lattre toma la ofensiva

De Lattre resolvió emprender la ofensiva y capitalizar la alta moral generada por la


serie de derrotas del Vietminh. Seleccionó Hoa Binh como su objetivo, entre otras
razones, por ser la capital de los Muongs, otro pueblo cuya lealtad estaba con los
franceses. La ciudad quedaba en la línea de comunicaciones desde la región que
abastecía la mayor parte del arroz al ejército Vietminh en el Viet Bac. También estaba lo
suficientemente cerca de la Línea de Lattre como para ser apoyada y abastecida. Sin
embargo, había problemas con las tres líneas de comunicaciones de la Línea de Lattre a
Hoa Binh. La ruta, Route Coloniale 6, con los años se había transformado en un sendero
en la jungla, gracias a los esfuerzos tanto del Vietminh como de la fuerza aérea francesa.
Los puentes estaban volados y la ruta con cráteres. La jungla llegaba justo al borde del
camino, convirtiéndose en un buen terreno para las emboscadas. La jungla también era
densa a lo largo de las riberas del Río Negro, brindando posiciones óptimas a los
lanzadores de cohetes del Vietminh y a los cañones sin retroceso. El aeropuerto de Hoa
Binh podía ser batido mediante artillería, morteros y cañones antiaéreos emplazados en
dos colinas cercanas.
13
La Savia de la Guerra

La ofensiva comenzó el 14 de noviembre de 1951, con el lanzamiento de dos


batallones de paracaidistas en la pista de aterrizaje de Hoa Binh. Al principio todo fue
bien para los franceses. Giap demoró un mes en reaccionar. Habiendo decidido que el
ataque era el esfuerzo principal y no una diversión, tenía que establecer su propia base
logística, una tarea consumidora de tiempo. Tal vez siguiendo el ejemplo de T. E.
Lawrence, quien cortó la línea de comunicaciones turca en lugar de asaltar Medina, Giap
decidió no atacar la poderosa fuerza francesa que se encontraba en la ciudad, sino sus lí-
neas de comunicaciones: el camino, el río y el aeropuerto. Al mismo tiempo, dos
divisiones se infiltrarían en el Delta desde el norte y el sur para distraer al comando
francés del combate en Hoa Binh. A mediados de enero el Vietminh había tenido éxito en
cortar las líneas de comunicaciones del Río Negro y la Route Coloniale 6 y en reducir
drásticamente el flujo de abastecimientos transportados por vía aérea mediante el empla-
zamiento de artillería antiaérea a lo largo de las vías de aproximación y salida de los
aviones. Lo peor de todo, desde el punto de vista francés, de Lattre había sido evacuado
a Francia donde murió de cáncer. Su segundo, el General Salan ocupó su lugar.

Salan se hace cargo: Retirada de Hoa Binh

Salan decidió reabrir la Route Coloniale 6 y eliminar la maleza del costado del
camino. Demandó once días a doce batallones de infantería y tres grupos de artillería
limpiar cuarenta kilómetros de ruta. En ese momento Salan decidió retirarse de Hoa Binh,
que se había transformado en una trampa. Por otro lado necesitaba las tropas para hacer
frente a las dos divisiones del Vietminh que se habían infiltrado exitosamente en el Delta.
Tuvo éxito en la evacuación de la guarnición de Hoa Binh en una operación convencional
y faseada, retirando las unidades unas a través de las otras, de una posición defensiva a
la siguiente. El primer día Giap fue tomado por sorpresa, permitiendo que los franceses y
1.000 civiles Muong pudieran llegar al río durante la noche, sin ser molestados. Atacó a la
mañana siguiente y se entabló una feroz lucha a la carrera. El último en llegar a la
seguridad brindada por la Línea de Lattre, fue un batallón de la Legión Extranjera. La
artillería francesa había disparado más de 30.000 tiros en tres días y la Fuerza Aérea
Francesa había brindado apoyo aéreo cercano continuo. Los franceses perdieron 5.000
hombres y el Vietminh, por lo menos, la misma cantidad. La batalla de Hoa Binh fue un
anticipo del futuro, que los franceses prefirieron ignorar. Pese ha que se había
demostrado claramente que disponían de poca capacidad ofensiva fuera del Delta, muy
especialmente por razones logísticas, insistieron en lo que Fall ha llamado, "persistieron
en la búsqueda de la batalla en gran escala en la que podrían superar al enemigo con la
maniobra y el apoyo de fuego."14

Hoa Binh también subrayó las dificultades a que se enfrentaba Giap cuando se veía
forzado a reaccionar frente a un cambio rápido en la situación táctica, tal como la bien
ejecutada y sorpresiva retirada francesa, de la que no tuvo ningún aviso porque los
habitantes, los Muongs, le eran hostiles. Estaba limitado por la falta de buenos equipos
de radio y la propensión del Vietminh a planear con gran detalle y ensayo. Pero por sobre
todo, estaba limitado por un sistema logístico que no podía responder a un cambio de eje
con poco preaviso, es decir, que no era flexible.

14
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

* * *

Aproximación de De Lattre a los Estados Unidos

Pese a sus importantes logros, especialmente en lo que hace a la restauración de la


moral francesa, su primera y única ofensiva había fracasado. Había tenido más éxito en
alcanzar otro objetivo: el incremento del volumen y ritmo en el envío de material militar
norteamericano. A este fin, en septiembre y octubre de 1951, visitó los EEUU. Se dio
cuenta que su misión sería más apoyada si lograba convencer a los líderes y población
norteamericanos que las guerras de Corea e Indochina eran parte de un mismo conflicto:
contra el "Colonialismo Rojo" y que occidente en general y los EEUU en particular, tenían
mucho que perder en ambos casos. En el Pentágono fue claro en su advertencia sobre lo
que sucedería si se perdía la Indochina y si bien no se refirió a ella como tal, usó la
terminología de lo que sería la "teoría del dominó"15 en el Lejano Oriente. De Lattre puso
de manifiesto sus dificultades de abastecimientos, por ejemplo, durante la campaña del
Río Day, en algunos momentos había menos de 6.000 granadas de artillería en toda
Indochina. Durante ocho días la falta de munición de reserva había impedido efectuar
contraataques. La falta de transporte aéreo había impedido operaciones
aerotransportadas. Los aviones Hellcat de caza y ataque a pistón, estaban "terminados" y
debían ser reemplazados por los reactores F-86.

El precio de una pobre administración

Los norteamericanos estuvieron de acuerdo en que los envíos efectuados en el


verano de 1951, particularmente de vehículos militares, habían sido lentos; menos de la
mitad de los jeeps y cerca de un tercio de los camiones 6x6. Los problemas internos en
los EEUU, tales como huelgas, falta de capacidad de producción, máquinas
herramientas, materiales y la falta de capacidad para producir equipos nuevos, habían
contribuido al problema. De cualquier forma, los franceses también podían ser acusados
por el mal estado de sus equipos. La falta de mantenimiento era una razón, al igual que
los daños de combate y el "use y tire". El transporte de abastecimientos en Vietnam solo
se podía efectuar por agua o por tierra, mediante convoyes armados. Esto llevaba a que
se debieran tener grandes acopios en las áreas adelantadas para compensar el tiempo
que demandaba la distribución. El escaso mantenimiento había sido un tema constante
en los informes del Grupo Asesor de Asistencia Militar Norteamericano (American Military
Assistance Advisory Group) (MAAG), que estaba en Saigón desde septiembre de 1950.
Los mecánicos de aviación franceses eran motivo de críticas por "falta de cumplimiento
de las medidas de seguridad, falta de respeto por el mantenimiento preventivo...la
costumbre francesa de beber mientras se trabaja...el mantenimiento insuficiente estaba
drenando los repuestos...Bajo estas condiciones, ninguna cantidad de apoyo logístico
brindado...podrá reducir substancialmente las dificultades experimentadas ahora por la
Fuerza Aérea Francesa para mantener la cantidad suficiente de aviones en el nivel
operativo."16 El sistema logístico francés también era caótico. Por ejemplo, no tenían un
sistema de control de acopios y no sabían qué habían recibido o despachado para el
frente.
15
La Savia de la Guerra

Los EEUU aumentan sus abastecimientos

De cualquier modo, los norteamericanos prometieron apurar las cosas y cumplieron


su palabra. Entre octubre de 1951 y febrero de 1952, los franceses recibieron más de
130.000 toneladas de equipo, incluyendo 53 millones de proyectiles, 8.000 vehículos, 650
vehículos de combate, 200 aviones, 3.500 equipos de radio y 14.000 armas automáticas.
Parte de la dificultad para abastecer a los franceses era la enormemente larga línea de
comunicaciones que se estiraba desde Haipong y Saigón, a lo largo del Pacífico, hasta
los EEUU. El MAAG le sugirió a los franceses que fabricaran ítems simples en Vietnam.
En el país había amplia disponibilidad de mano de obra, madera y carbón. Con sencillas
máquinas herramientas norteamericanas, los vietnamitas podrían fabricar cartuchos,
raciones enlatadas, cubiertas y tubos, equipos de construcciones, redes de
enmascaramiento y munición para las armas menores y probablemente todo ello a menor
costo, porque a los trabajadores vietnamitas se les pagaba menos que a sus contrapartes
norteamericanos. La idea no entusiasmó a los franceses, por un lado porque no querían
perder el control de la distribución del equipo militar, el que podría ser derivado a manos
del Vietminh. Pero su preocupación principal parece haber sido la de seguir manteniendo
la dependencia de Indochina respecto de Francia. Al final nada se hizo para establecer
una industria local de equipo militar. Sin embargo, Giap estaba en lo cierto al preocuparse
por la ayuda militar norteamericana a los franceses y en darle una alta prioridad entre los
factores a ser tenidos en cuenta al decidir las oportunidades de las ofensivas.
Observadores contemporáneos atribuyen las limitadas victorias francesas de la primera
mitad de 1951 a la llegada de equipo y armamento norteamericano. Por lo menos hubo
una oportunidad donde solo la intervención personal del Comandante del USMAAG
permitió la llegada a tiempo de los abastecimientos, a los presionados franceses, como
para evitarles una derrota.17

Giap se reorganiza y se reequipa

En septiembre de 1952, para la época en que finalizan los monzones, Giap había
aumentado el número de su Fuerza Principal a seis divisiones, cuatro regimientos y seis
batallones, todos ellos de infantería y todos independientes. Los chinos habían equipado
a todas estas unidades con gran cantidad de ametralladoras y morteros. Giap también
formó una división pesada que brindaba apoyo a las formaciones de infantería. A estos
fines la división estaba equipada con morteros de 120 mm, obuses de 105 mm y cañones
antiaéreos de 20 y 40 mm. Las unidades de su Fuerza Principal totalizaban unos 120.000
hombres. Los efectivos de las tropas regionales eran unos 75.000 hombres y las
guerrillas cerca de 200.000. Los franceses, incluyendo la fuerza aérea y la marina,
alcanzaban a unos 90.000 hombres. El Ejército Nacional Vietnamita tenía cerca de
100.000, pero de muy poca utilidad. Giap podía emplear la totalidad de su Fuerza
Principal de 120.000 hombres, en acciones ofensivas, mientras que los franceses,
aferrados por tener que ocuparse de las guerrillas en su retaguardia y muchos afectados
a defender la Línea de Lattre, podían reunir solamente unos 50.000 hombres para un
ataque.

16
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Ataca nuevamente

Giap había aprendido de sus reveses del año anterior y de la batalla de Hoa Binh. Lo
más importante, no debía intentar atacar la Línea de Lattre, donde los franceses
disponían de todas las ventajas. tenía que explotar los factores de debilidad franceses: su
incapacidad para apoyar una fuerza importante más allá de unos pocos kilómetros de la
Línea de Lattre; la imposición política de defender las tribus amigas, tales como los T'ais y
los Muongs y a quienes los apoyaban, como los católicos. A medida que aumentaban las
distancias del Delta, de la misma forma disminuía la efectividad de su apoyo aéreo y
finalmente, de todos los soldados destacados a lo largo de Vietnam, podían disponer de
menos de la mitad para una ofensiva. Con estos factores de debilidad en mente, Giap
seleccionó como su primer objetivo la cadena de fuertes a lo largo de la cordillera de
montañas bajas de Fan Si Pan, entre los Ríos Rojo y Negro. La capital de la tribu de los
T'ais en Nghia Lo era el puesto clave a lo largo de las crestas. Al sur del Río Negro, los
franceses tenían otra cadena de fuertes. Estos tendrían que reaccionar ante cualquier
movimiento de Giap en esta área. Tan pronto como determinaban la dirección de su
ofensiva, lanzaban un batallón de paracaidistas coloniales para cubrir la retirada de los
dispersos destacamentos que constituían los fuertes hacia el Río Negro. En la siguiente
batalla, Nghia Lo fue ocupada y si bien el batallón paracaidista luchó con gran bravura y
destreza, fue destruido. Afortunadamente para los puestos franceses en el lado sur del
Río Negro, la ofensiva del Vietmingh comenzó a perder ímpetu, debido a que el sistema
logístico de Giap no podía mantener el ritmo de su avance. Se detuvo y rodeó los fuertes
para ocupar la pequeña guarnición en un lugar llamado Dien Bien Phu.

Los franceses devuelven el ataque: Operación LORRAINE

Después de haber reforzado los fuertes rodeados por Giap, los franceses atacaron
en procura de su base de abastecimientos en el Viet Bac, empleando todas las fuerzas
móviles de que disponían, unos 30.000 hombres. Esperaban obligarlo a retirarse
amenazando con cortarle su línea de comunicaciones. El plan francés era complicado e
involucraba un número de movimientos interconectados, por tierra, río y paracaídas.
Doce días después de haber comenzado la operación (llamada LORRAINE) la fuerza
paracaidista compuesta por tres batallones fue lanzada en las zonas previstas del otro
lado del río donde estaba su objetivo, Phu Doan. Las embarcaciones fluviales llegaron al
lugar y comenzaron a cruzar a los paracaidistas para ocupar el objetivo no defendido. Los
tanques guía del elemento terrestre llegaron dos horas después. Hasta ese momento
todo se había desarrollado asombrosamente bien. Los franceses, después de una
minuciosa búsqueda, encontraron una cantidad moderada de equipo, pero no lo
suficiente como para justificar una operación que involucraba a dos divisiones.18 Luego
Salan formó una fuerza de tareas compuesta por cinco batallones con fuerte apoyo de
blindados y artillería para seguir el avance, con la esperanza de poder capturar un gran
depósito de abastecimientos y así obligar a Giap a retirarse.

En el estado inicial de la operación LORRAINE, Giap había determinado


correctamente las intenciones francesas. Calculó que la fuerza principal de ataque se
17
La Savia de la Guerra
movería por caminos y que su gran tamaño presentaba un problema logístico para los
franceses, ello limitaría la profundidad a la cual éstos se podrían internar en el Viet Bac y
que no serían capaces de alcanzar dos bases logísticas claves: Thai Nguyen y Yen Bai.
Por lo tanto, no reaccionaría retirándose. Por razones políticas deseaba permanecer en el
país T'ai y emplearlo como una base de operaciones en Laos. Ordenó a su reserva,
compuesta por dos regimientos, impedir a toda costa, que el avance francés alcanzara
las dos bases.

Retirada y Fracaso: la Logística dicta el resultado

La fuerza de tareas francesa avanzó, con poca oposición, hasta la unión de dos
caminos a unos veinticuatro kilómetros de Yen Bai. Como bloqueo, en la unión de los
caminos, dejó a un grupo de batalla compuesto por blindados e infantería y avanzó
alcanzando finalmente Phu Yen Binh, a 64 kilómetros de Phu Doan y a casi 160
kilómetros al norte de la Línea de Lattre. En ese momento Salan ordenó, a toda la fuerza
LORRAINE, retirarse a la Línea de Lattre. Al rodear Yen Bai, los franceses estaban
admitiendo que no disponían de la fuerza ni de los recursos como para tomar el pueblo y
que, por lo tanto, la Operación LORRAINE era un fracaso. Solo tomando Yen Bai podrían
haber forzado a Giap a retirarse, al no hacerlo, le dieron a entender que toda la operación
había sido una finta que no le imponía cambiar sus planes. Una vez más fueron los
imperativos de la logística los que determinaron, en gran parte, la decisión francesa. El
abastecimiento de 30.000 hombres acompañados por un gran número de vehículos,
comprometió a casi toda la fuerza de transporte aéreo en Indochina (unos 100 C-47
Dakotas) y como consecuencia, otras áreas, particularmente los fuertes al sur del Río
Negro estaban ansiosos de reabastecimiento. La toma de Yen Bai hubiese requerido más
medios que la fuerza de tareas de más de cinco batallones y hubiera sido dificultoso, si
no imposible, haber movido la fuerza remanente de la Operación LORRAINE hacia el
norte desde Phu Doan, además de haber aumentado la distancia a la cual tenía que
operar el reabastecimiento aéreo y con ello agravando el problema logístico. Por otro
lado, Salan no podía hacer frente al hecho de tener una parte tan grande de su reserva
móvil comprometida en una sangrienta y prolongada batalla tan lejos del Delta y del país
T'ai.

La retirada habría de mostrar lo que hubiese sido esta batalla. La parte más
sangrienta se produjo en el valle de Chan-Muong, comprendiendo un convoy pesado
protegido por dos grupos móviles. Astutamente el Regimiento 36 de la Fuerza Principal
del Vietminh, aisló la columna de tres kilómetros de vehículos sin blindaje que viajaban en
el centro, aferrando la infantería de la cabeza y evitando que los blindados de retaguardia
se pudieran mover para asistirlos, inmovilizando un tanque que obstruyó el camino. Como
los franceses no tenían ni un solo tractor blindado en toda Indochina, bajo fuego, era
imposible la recuperación de vehículos blindados. El Vietminh masacró a los conductores
y tropas logísticas antes de volar los vehículos. Afortunadamente los comandantes
franceses no perdieron la cabeza y rápidamente se pusieron a sacar la fuerza. Luego de
una dura lucha cuerpo a cuerpo, con la ayuda de apoyo aéreo y fuego de artillería, los
franceses tuvieron éxito al limpiar la ruta de Vietminhs. El problema siguiente era despejar
las colinas a cada lado del camino para permitir que la columna se moviera. Se asignó la
tarea al 2º Batallón del 2º Regimiento de la Legión Extranjera y al Battalion de Marche

18
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Indochinoise (BMI), un duro y fogueado batallón de franceses, camboyanos y vietnamitas.


Los legionarios, con menor distancia a recorrer, progresaron bien y rápidamente tomaron
el control de las laderas dominantes. El BMI tuvo un período más difícil, después de
haber sido detenido tres veces, calaron bayonetas y cargaron. El Vietminh ya había
tenido lo suficiente y se retiró, pero no por mucho tiempo. Acosaron los talones de la co-
lumna a medida que esta se movía para establecer un bloqueo donde pudieran tomar un
respiro después de dieciocho horas de marcha y combate. Finalmente, un mes después
que se hubiera lanzado la Operación LORRAINE, las últimas tropas francesas estaban de
regreso detrás de la Línea de Lattre. Le había costado a los franceses unos 1.200
hombres.

* * *

Un hecho sangriento en Na San: Giap se retira

Giap, habiéndose rehusado a abandonar sus planes, procedió a capturar uno de los
fuertes en el Río Negro. Su nuevo intento de ocupar Na San fue un fracaso. Operando en
el inamistoso país T'ai, su inteligencia era escasa, tenía la información que Na San
estaba defendida por cinco batallones menos, mientras que lo era por diez batallones
completos y bien atrincherados, con apoyo aéreo y de artillería. Cuando finalmente
desistió del ataque dejó 1.000 muertos frente a Na San y la ofensiva le causó 7.000
bajas. Después de este fracaso, volvió a la estrategia de llevar a los franceses a áreas
distantes las cuales, por razones políticas u otras, tenían que defender. Rodeando los
fuertes remanentes en el Río Negro, se dirigió a Laos. Pese a que encontró poca
oposición, por razones logísticas se vio forzado a detenerse cerca de su objetivo. En esta
oportunidad su problema era la necesidad de reclutar a los T'ais para suplementar a los
porteadores vietnamitas. Los T'ais, para evitar la leva, se ocultaban en la jungla o bien,
cuando podían, tiraban sus cargas y se desvanecían. Giap se retiró al noroeste de
Vietnam.

En Laos: un triunfo logístico

Su derrota en Na San le enseñó que, si quería hacer que sus líneas de


comunicaciones se estiraran hasta el punto en que no pudieran sostener operaciones,
debía llevar a los franceses lejos del Delta del Tonkin. Eligió Laos, que le brindaba varios
factores de fuerza de características atractivas: los políticos en Francia se sentirían
perturbados con el hecho de que la guerra estaba siendo llevada a la más leal de las
colonias Indochinas, las fuerzas francesas en Laos eran débiles, reforzarlas y apoyarlas
desde el Delta era extremadamente difícil y el monzón, para el que faltaba un mes, podría
cubrirlo si tenían que retirarse. Esta era, para él, una operación "puede ganar, no puede
perder". Podría obtener una victoria fácil, pero si no fuera así, el efecto desestabilizador
que su capacidad para invadir Laos tendría en los franceses, laosianos y vietnamitas,
sería más influyente que cualquier suerte en el éxito militar. Para mejorar su capacidad
logística estableció una base avanzada para disminuir la distancia que sus porteadores
tendrían que llevar los abastecimientos, persuadió a los comunistas en Laos que
19
La Savia de la Guerra
acopiaran arroz a lo largo de las planeadas rutas de invasión y eliminó del servicio a los
no confiables T'ais, trayendo porteadores de otras áreas.

Giap avanzó en tres ejes, una división en cada uno. En tres semanas los franceses
habían abandonado todos los puestos pequeños al paso de su avance en tres puntas y
rodeado: la capital laosiana de Louang Phrabang, una fuerte guarnición francesa en Jars
Camp en la planicie de Jars y una unidad pequeña en Muong Khoua. Al principio los
franceses habían manifestado su deseo de abandonar Louang Phrabang, pero el rey
laosiano se negó a moverse. Para evitar el desprestigio, los franceses llevaron por avión
tres batallones de legionarios y marroquíes, artillería y efectos para la defensa.
Nuevamente la logística decidió el resultado. Giap no fue capaz de reclutar porteadores
entre los laosianos, quienes eran haraganes y odiaban a los vietnamitas. A principios de
mayo se retiró a Vietnam debido a que la llegada del monzón aumentaría sus dificultades
logísticas y la falta de abrigo contra las lluvias pondría en peligro la salud de sus tropas.
Dejó elementos de una división para mantener ocupados a los franceses, reclutar guías
laosianos y acopiar arroz. Si hubiese sido capaz de capturar Na San, la que había
planeado sería su base avanzada para la invasión de Laos, es probable que hubiera
tenido menos problemas logísticos. Pero no fue más allá del este de Moo Chau, la que
finalmente se vio forzado a usar con este propósito. Sin embargo, la invasión no solo fue
un éxito estratégico, sino también un considerable logro logístico. Sus regimientos cu-
brieron unos treinta y dos kilómetros por día en los senderos montañosos de Laos. Para
mantenerse en contacto y apoyarlos, 200.000 porteadores marcharon por los mismos
pasos tortuosos. Frente a este asombroso ritmo de avance, los franceses vacilaron y lo
que Montgomery hubiese llamado "acerca de la gallina mojada" no les permitió decidir
sobre lo que debía ser mantenido en Laos y qué debía ser abandonado.

Los franceses le ponen cebo a su trampa

La campaña del invierno de 1952 y primavera de 1953, incluyendo la invasión de


Laos, le confirmó a Giap que su estrategia, mencionada anteriormente, era correcta. Sin
embargo, los franceses llegaron a conclusiones diferentes. Percibieron correctamente
que ahora Giap tenía la capacidad de montar una seria invasión de Laos y razonaron que
la mejor manera de contrarrestar esto era estableciendo una fuerte base sobre las rutas
de invasión de Giap. De su experiencia en Na Sang, Louang Phrabang y Jars Camp,
dedujeron que un campo fortificado podía ser abastecido por aire, bien adentro del
territorio enemigo y se lo podía hacer lo suficientemente fuerte como para detener
cualquier ataque del Vietminh. Creían que Giap atacaría este campo, tal como lo había
hecho en Na San, especialmente si se encontraba bloqueando su línea de comunicación.
En el lugar adecuado, ese campo podría ser el cebo que llevaría al Vietminh a la gran
batalla donde las divisiones de su Fuerza Principal se deshacerían frente a las rocas de la
defensa, mientras que la Fuerza Aérea Francesa las golpeaban desde el aire.
Encontraron el campo, pero antes de que estuvieran listos para la gran batalla. Estaba en
un pequeño valle en las montañas, que en castellano es: "asiento del gobierno del mu-
nicipio de frontera", en vietnamita, Dien Bien Phu. Los llevó a la derrota y la pérdida de
Indochina.

* * *

20
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Navarre releva a Salan y Giap se rearma

En mayo de 1953, el General Navarre relevó a Salan como Comandante en Jefe de


Indochina. Se encontró enfrentado a una situación que tenía pocas perspectivas de llegar
a una solución honorable, dejando de lado una victoria francesa. Ahora Giap disponía de
una capacidad ofensiva de ocho o nueve divisiones. La moral del Vietminh era alta, los
estados mayores estaban versados en la coordinación de las actividades de dos o más
formaciones y las divisiones de la Fuerza Principal disponían de equipo norteamericano,
alguno de calidad superior al francés, gracias a los chinos quienes habían capturado
grandes cantidades de las fuerzas estadounidenses y coreanas en Corea. De particular
importancia resulta que Giap obtuvo posteriores abastecimientos de artillería, morteros
pesados y cañones antiaéreos. Si bien en ese momento no fue completamente apreciado
por los franceses, Giap pasó la primera parte de 1953 fortaleciendo su capacidad
logística. Se mejoraron los caminos en el Viet Bac y los chinos proveyeron 600 camiones
con sus conductores. La fuerza de porteadores fue ampliada hasta que llegaron a ser
cientos de miles.

Además de las tropas de la Fuerza Principal, Giap tenía a su disposición unas 75.000
tropas Regionales y entre 150.000 y 300.000 de la milicia de la Fuerza Local, esta última
en su mayoría mal adiestrada y equipada compuesta por hombres, mujeres y niños. Si
embargo, las tropas Regionales y la milicia era una fuerza multiplicadora indispensable
para el Vietminh. Controlaban la mayoría de las aldeas en el Delta del Tonkin, asistidos
por regimientos y batallones independientes de la Fuerza Principal, algunos de los cuales
operaban dentro de la Línea de Lattre. Estos y la amenaza de una ofensiva por parte de
la Fuerza Principal, aferraban cerca de 100.000 tropas francesas en tareas defensivas de
un total de 175.000 en Indochina. Lo que quedaba disponible para operaciones móviles
era el equivalente a tres divisiones, constituidos por siete grupos móviles y ocho
batallones paracaidistas. Giap podía descontar el Ejército Nacional Vietnamita de 150.000
hombres. Su baja moral y falta de motivación lo hacían totalmente inoperante; como se
demostró en mayo de 1953 cuando la escuela para futuros líderes en Nam Dinh fue
atacada por tres compañías del Vietminh. Fueron capturados los 600 alumnos y la
totalidad de las armas de la escuela, sin que perdiera la vida de un solo soldado del
Vietminh.

Los franceses se reequipan

El Vietminh no estaba solo en la obtención de ayuda exterior. A principios de 1953,


las 137.000 toneladas de equipo enviadas a los franceses incluían 900 vehículos
blindados de combate livianos, 15.000 vehículos de otros tipos, 99.000 armas menores y
automáticas y unas 900 radios. La fuerza aérea francesa había recibido 160 F-6F y F-8F
cazas, 41 bombarderos livianos B-26 y 28 C-47 (Dakota) de transporte. El USMAAG no
podía comprender la razón por la cual los franceses no empleaban el equipo para montar
una ofensiva total contra el Vietminh de tal forma de darle un golpe decisivo. No solo
fallaban al apreciar las matemáticas militares del poder combativo relativo, impuesto a los
21
La Savia de la Guerra
franceses por la estrategia y las tácticas de Giap, sino que seguía trabajando bajo el
engaño de que el abastecimiento francés era superior al del Vietminh. El USMAAG solo
veía los grandes números de camiones, aviones y embarcaciones disponibles por los
franceses. Pero su sistema logístico estaba basado, en su gran mayoría, en el transporte
terrestre y por lo tanto, vulnerable al ataque. Mientras que los miles de porteadores que
abastecían las divisiones del Vietminh se podían mover sin estorbos porque no estaban
atados a las rutas y generalmente sin ser detectados por los franceses. Sin bien el
sistema logístico del Vietminh carecía de la flexibilidad de que disponía el sistema francés
mediante el empleo del poder aéreo considerando que las distancias eran apropiadas, su
sistema de abastecimientos era más eficiente y se acomodaba mejor al tipo de terreno.

Navarre busca una solución política honorable

Navarre encontró que no había planes para operaciones en Indochina desde que de
Lattre había salido, dieciocho meses antes. Los franceses se limitaban a reaccionar ante
los movimientos del Vietminh. Se puso a trazar un plan abarcativo que lograra lo que él
apreciaba era su misión, crear en Indochina las condiciones necesarias para lograr una
solución política honorable. Habiendo analizado las capacidades de que disponía Giap,
concluyó que la que significaba el mayor riesgo era una nueva invasión a Laos, porque
sería la más difícil de enfrentar; la distancia desde el delta y los consiguientes problemas
logísticos eran los factores principales. El espacio no nos permite una revisión completa
del plan de Navarre para el cumplimiento de su misión pero, en resumen, excepto por
limitados ataques para interrumpir los movimientos de Giap, procuró evitar una batalla
importante con el Vietminh hasta la temporada 1954-55. Lanzaría una ofensiva en Annan
y las Mesetas Centrales, donde las condiciones tácticas y logísticas eran más favorables
a los franceses. Apresurando el adiestramiento del Ejército Nacional Vietnamita y
haciendo avanzar el programa de pacificación en el Delta y considerando que el Ejército
Francés en Europa podría enviar refuerzos equivalentes a dos divisiones, estaría en
condiciones de llevar su fuerza de ataque a un total de seis o siete divisiones móviles.
Con esta fuerza, igual o ligeramente superior que la que disponía el Vietminh para
ofensivas, buscaría una batalla importante en Vietnam del Norte. A su entender, la
victoria estaba a su alcance, pero solo si se lograba un empate éste brindaría las bases
para un acuerdo negociado honorable.

Los ataques de perturbación que tuvieron lugar entre julio y septiembre fueron
aceptablemente exitosos; el último de ellos evitando una ofensiva importante por parte de
Giap. La operación en Annam, entre Hue y Quang Tri no lo fue tanto. Sin embargo,
durante este período los franceses llevaron a cabo una retirada altamente exitosa de Na
San. Un hábil plan de engaño tomó al Vietminh por sorpresa y la totalidad de la guar-
nición de 12.000 hombres fue evacuada por aire. Esto convenció a Navarre que se
podían sostener aeródromos fortificados y luego retirarse a voluntad.

Mientras tanto, en julio de 1953, Navarre había ido a París a presentar su plan al
gobierno, en el transcurso de las conversaciones preguntó si se le requería que
defendiera Laos, porque claramente su tarea sería mucho más fácil si pudiera ignorar los
movimientos que Giap efectuara en esa dirección.

22
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Cobardía y duplicidad en los altos cargos

Antes de volar a París, Navarre dejó a su estado mayor un plan de contingencia


previsto para la reocupación de Dien Bien Phu, que se encontraba sobre las líneas de
comunicaciones de Giap, para el caso que éste efectuara un movimiento en dirección a
Laos. Sin embargo Navarre prohibió cualquier puesta en vigor del plan hasta que hubiese
resuelto el alcance de su responsabilidad en la defensa de Laos. Desdichadamente el
Comité Nacional de la Defensa del Gobierno de Francia no le daría a Navarre una
respuesta precisa, dejándolo con la impresión que aún era responsable por la defensa de
Laos. El Comité, presidido por el Presidente de la República e incluyendo al Primer
Ministro, otros ministros importantes y los Jefes de Estado Mayor, dudó en expresar su
pensamiento, que era que no tenían ninguna intención de hacer frente a su obligación de
defender Laos, como miembro de la Unión Francesa. Su cobardía estaba sustentada en
el hecho de que sabían que casi todo lo que decían en el Comité, invariablemente se
filtraba a la prensa y no querían que los laosianos descubrieran que su intención era
abandonarlos si el ataque llegaba para empujarlos. Debido a la falta de directivas claras
Navarre le envió un mensaje a su Segundo en Indochina ordenándole poner en vigor el
plan de contingencia para reocupar Dien Bien Phu, si Giap comenzaba una ofensiva en
dirección a Laos. En octubre de 1953 los políticos franceses dieron una muestra más de
su duplicidad al firmar un tratado con el Gobierno de Laos, de cuyas declaraciones se
podía deducir que Francia tenía intención de defender Laos. Esto contribuyó a confirmar
en Navarre la idea de que se le requería proteger ese país. Finalmente, el 4 de diciembre
de 1953, el gobierno francés dio la cara cuando envió una directiva a Navarre en la que
se le informaba que él no era responsable de la defensa de Laos del Norte; dos semanas
después que Navarre hubiera iniciado la batalla de Dien Bien Phu.

* * *
DIEN BIEN PHU

A fines de octubre de 1953, la inteligencia francesa detectó que Giap había


comenzado a mover sus divisiones, saliendo del Viet Bac, en dirección a Laos. El 2 de
noviembre Navarre le ordenó al General Cogny, el comandante del Comando Norte,
poner en ejecución el plan de contingencia y ocupar Dien Bien Phu, antes del 1º de
diciembre, con una fuerza de seis batallones de paracaidistas. Tanto Cogny como dos
oficiales superiores de la fuerza aérea expusieron sus objeciones. Además de presentar
una cantidad de cuestiones tácticas, Cogny manifestó que la operación requeriría casi
todas las aeronaves de combate y transporte disponibles en su comando. El comandante
de la flota de transporte aéreo informó, que debido al mal tiempo y fuerte artillería
antiaérea, no podía garantir el flujo de abastecimientos a Dien Bien Phu. Fue apoyado por
el comando aéreo del norte de Vietnam, agregando que la distancia promedio desde los
aeródromos del Delta hasta Dien Bien Phu era de 320 kilómetros, lo que limitaría a unos
pocos minutos el tiempo que los aviones de apoyo aéreo cercano pudieran estar sobre el
blanco y esto también representaría un alto consumo de combustible y repuestos, lo
último debido al estado de los motores. La situación se hizo aún más confusa debido a
que Cogny interpretó que Dien Bien Phu debía ser ocupada como un "punto de partida"
23
La Savia de la Guerra
desde el cual unidades guerrilleras y móviles pudieran interdictar la línea de
comunicaciones del Vietminh; si bien no lo expresara de esa forma, era lo habían hecho
los Chindits con sus baluartes, en Birmania. Pero esta no era la verdadera intención de
Navarre. Concebía un aeródromo fortificado, un erizo armado (hérrison) establecido en el
medio de la línea de comunicaciones del Vietminh. Es difícil desentrañar los motivos que
tuvo Navarre para ordenar la operación frente a las objeciones de Cogny y los aviadores,
se ha sugerido que estuvo muy influenciado por el sentido del honor imperante en el
Ejército Francés. Sin embargo, si se sentía obligado a defender Laos y seleccionó el
concepto de punto de apoyo fortificado, entonces, sin duda Dien Bien Phu era el mejor
lugar. Giap en persona, en una apreciación de la situación que había hecho de
antemano, dijo:

Dien Bien Phu es una larga planicie de 18 kilómetros de largo y entre seis y ocho
kilómetros de ancho, en la zona montañosa del noroeste. Es la más grande y rica
de las cuatro planicies en esta región accidentada, cercana a la frontera Vietnam-
Laos. Está situada en la intersección de importantes caminos que corren hacia el
nordeste hacia Lai Chau, hacia el sudeste a Tuan Giao, Son La, Na San; hacia el
oeste a Louang Phrabang y hacia el sur a Sam Neua. En el teatro de operaciones
de Bac Lo (Tonkin) y Laos superior, Dien Bien Phu es una posición estratégica de
primordial importancia, capaz de ser una base para la infantería y para la
aviación, de extrema eficiencia en su esquema de agresión en el sudeste
asiático.19

Había dos desventajas importantes en la ubicación de la base en Dien Bien Phu.


Primero y absolutamente crucial, era totalmente dependiente de la aviación para el
abastecimiento y refuerzo y ya han sido tratadas las distancias a que éstos debían ser
transportados. Segundo, pese a que Navarre creía que las alturas dominantes alrededor
del fondo del valle se encontraban a 10 o 12 kilómetros del aeródromo, en realidad había
una línea de colinas de 700 metros por sobre el nivel del valle y a solo 5.500 metros del
centro de la posición. Una línea secundaria de alturas de unos 100 metros por encima del
nivel del valle se encontraba a 2.000 metros del centro de la posición. Una vez que las
dos elevaciones, designadas Gabrielle y Beatrice, fueran tomadas, el Vietminh tendría
una visión sin obstáculos de todas las posiciones francesas y del aeródromo. Pese a
estas desventajas, Navarre siguió adelante, asesorado por su inteligencia en el sentido
de que había poco peligro, basados en la idea de que Giap posiblemente no podría
sostener una fuerza importante en Dien Bien Phu. Más aún, sostuvieron que, debido al
terreno, Giap no podría llevar grandes cantidades de artillería para batir la base, como
tampoco su sistema logístico estaba en capacidad de mantener abastecidos esos
cañones.

La guarnición se lanza en paracaídas

El 20 de noviembre de 1953, mientras los Dakotas que llevaban al 6º Batallón de


Paracaidistas Coloniales (6 BPC) y al 2º Batallón del 1er. Regimiento Chaseurs de
Paracaidistas (2/1 IRPC) se aproximaban a la Zona de Lanzamiento (ZL) en Dien Bien
Phu, un emisario del Comité Nacional de Defensa se encontraba en la oficina de Navarre,
diciéndole que no recibiría más refuerzos provenientes de Europa; debía hacer todo lo
mejor que pudiera con lo que ya tenía, Luego le preguntó a Navarre si los franceses

24
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

debía comenzar, en ese momento, negociaciones con el Vietminh o esperar a una


situación militar más favorable. Navarre sugirió que se debía demorar las negociaciones
hasta la primavera, momento en que la situación habría de mejorar.

El desembarco de los batallones de vanguardia salió bien, a pesar del caos normal
de los asaltos aerotransportados. Sin embargo, ambos batallones tenían experiencia de
combate y estaban a las ordenes de formidables comandantes, lo que fue para bien,
pues el Vietminh tenía una fuerza superior a la que habían esperado los franceses. Esa
tarde el 1 BPC se lanzó para reforzar al 6 BPC y juntos atacaron el pueblo de Dien Bien
Phu, defendido por un batallón del 148º Regimiento Vietminh, un grupo de artillería, una
compañía de morteros y una compañía de infantería de otro batallón. Debido a que el 2/1
RPC tuvo un lanzamiento disperso y perdió la mayoría de sus radios, no pudo cortar las
rutas de escape a tiempo para impedir que la mayoría del Vietminh escapara, pero
dejaron casi noventa muertos en el pueblo. Al día siguiente se lanzaron en la ZL de Dien
Bien Phu el 1er. Batallón de Paracaidistas de la Legión Extranjera (1 BEP), 8 BPC, un
grupo de artillería, equipo pesado, el Brigadier General Gilles, comandante de la fuerza
paracaidista. Al tercer día se lanzó el último batallón paracaidista de la fuerza de asalto, el
5º Batallón Paracaidista Vietnamita (5 BPVN).20

Un cambio de comando mientras Giap reacciona

Giap reaccionó al movimiento francés ordenando a tres divisiones que se


desplazaran hacia Dien Bien Phu y a otra división más el 148º Regimiento, que atacaran
el fuerte francés en Lai Chau, sesenta y cinco kilómetros al norte de Dien Bien Phu. Pese
a estar advertido de esto mediante la interceptación de las comunicaciones radiales del
Vietminh, Navarre, creyendo que Giap logísticamente no podía apoyar cuatro divisiones
en operaciones, se convenció a sí mismo que la amenaza a Dien Bien Phu consistía solo
de una división. Por eso, cuando visitó el aeródromo por primera vez, dedujo que el
campamento sería una base ideal para la defensa móvil, empleando tanques livianos
llevados desarmados en avión y rearmados en el lugar. Navarre y Cogny decidieron
reemplazar a Gilles, quien tenía una afección cardíaca, por un impetuoso hombre de la
caballería, Castries. Lo que resulta interesante es que Cogny, quien, a diferencia de
Navarre creía que Giap se estaba moviendo sobre Dien Bien Phu con cuatro divisiones,
hubiese apoyado la designación del gallardo Castries, cuando sabía perfectamente bien
que una vez que el Vietminh embistiera contra el campo, no habría más incursiones, la
guarnición estaría sitiada. En realidad, emitió ordenes que reflejaban este punto de vista.

La Directiva de Navarre

Navarre emitió una directiva en la que incluía su aceptación de una batalla que sería
librada en el noroeste de Vietnam, con centro en Dien Bien Phu, el que ordenó debería
ser sostenido "a cualquier costo". Al hacerlo así demostró claramente que seguía
sosteniendo la opinión de que, por razones logísticas, solo una división del Vietminh
podría atacar Dien Bien Phu, lo que no constituiría ninguna amenaza grave para la
guarnición, lo mismo que para Na San, a principios del año. Por lo tanto, no se apartaría
25
La Savia de la Guerra
de su estrategia de evitar una batalla decisiva en el norte, en esa temporada apta para
operar. Tal como vio las cosas, simplemente estaba defendiendo Laos con sus puntos de
apoyo fortificados, mientras continuaba con su plan para una ofensiva importante,
Operación ATLANTE, entre Nha Trang y Da Nang en Annam.

Letargo y debilidad logística

Un curioso letargo parece haber caído sobre el comando francés en Indochina en el


intervalo entre la captura de Dien Bien Phu y el comienzo de la ofensiva de Giap, un
período de tres meses. En diciembre, los franceses hicieron tres salidas de Dien Bien
Phu. La primera fue rechazada con grandes pérdidas, un intento de reunión con los
remanentes de la guarnición de Lai Chau, a medida que éstos se retiraban frente a la
316ª División del Vietminh. La segunda, para encontrar una fuerza que se desplazaba
hacia el norte a Dien Bien Phu, desde Laos, tuvo éxito solo debido a que no encontró
oposición. Ambos habían sido esfuerzos para demostrar que Dien Bien Phu podía ser
empleada como base para operaciones ofensivas. Finalmente, demostraron lo contrario.
El terreno, con sus barrancos de piedra caliza y jungla densa, hacía los movimientos
extremadamente dificultosos y el enemigo era muy poderoso. Los franceses carecían del
equipo, especialmente helicópteros,21 que les hubieran brindado la necesaria movilidad
para sortear las dificultades del terreno. Por lo tanto era una fantasía cualquier idea de
destruir las instalaciones logísticas de Giap e interrumpir sus líneas de comunicaciones
partiendo de Dien Bien Phu. El 29 de diciembre Navarre se dio cuenta de esto y ordenó a
Cogny preparar un plan para retirar la guarnición. Este no elevó el plan hasta tres
semanas después, cuando ya el Vietminh había rodeado Dien Bien Phu con fuerzas
importantes. Cogny sugirió que el plan de evacuación debía ser aplazado y Navarre, que
no estaba totalmente convencido acerca de la evacuación, aceptó. Si Dien Bien Phu
debía ser sostenido frente a intenso fuego de artillería y ataques masivos de infantería, la
prudencia militar demanda que se tomen ciertas medidas para hacer la posición lo más
fuerte posible. Una combinación del letargo mencionado más arriba y una debilidad
logística, se combinaron para dar como resultado una incompleta e inadecuada
preparación.

Inadecuada preparación para la defensa

Para construir una posición que pueda resistir un ataque prolongado por parte de la
artillería se requieren grandes cantidades de materiales de construcción. La madera
obtenida de todos los edificios del valle proveyó solo el 5 por ciento de los refuerzos
necesarios. Las partidas enviadas a la colinas de los alrededores a cortar madera, fueron
rechazadas por el Vietminh. El transporte aéreo francés ya estaba comprometido con los
abastecimientos para el consumo diario de la guarnición y no tenía ninguna capacidad
para transportar las bolsas de arena, concreto, acero y tirantes de madera, sin mencionar
las maquinarias, topadoras, cavadoras y mezcladoras de concreto, que serían necesarias
para establecer una posición fuertemente organizada. Debido a la falta de maquinaria
para cavar y sin la suficiente cobertura, el suelo liviano y débil solo permitía la
construcción de posiciones poco profundas. Bajo el fuego de la artillería, la tierra pronto
se transformaba en polvo, haciendo imposible profundizar la posición. La napa de agua
poco profunda ablandaba el terreno, haciendo que muchos bunkers colapsaran y que se

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Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

inundaran otros. Las lluvias monzónicas, que llegaron en abril, más temprano que lo
normal, inundaron áreas enteras de la posición defensiva.

Debido a que los árboles del valle debieron ser cortados para la construcción de
bunkers y a que la madera remanente rápidamente fue empleada como combustible para
los fuegos de las cocinas, pronto las posiciones francesas quedaron sin camuflaje natural.
El movimiento en la zona, de cientos de hombres, dentro y entre las posiciones, en poco
tiempo creó una telaraña de sendas, las que combinadas a la tierra fresca removida para
los bunkers y las posiciones de la artillería, le permitieron al Vietminh, que ocupaba las
alturas circundantes, determinar exactamente la ubicación de cada posición. Este estado
de cosas revela una falta de conducción por parte de los comandantes, desde Castries
para bajo. Parece que no hubo ningún intento de cavar posiciones de engaño, imponer
una disciplina en los senderos, transportar por avión redes de camuflaje o prohibir el
empleo de leña en los fuegos de las cocinas. Para 1954, la mayoría de los ejércitos
habían equipado a sus soldados con pequeños hornillos portátiles que empleaban
pequeñas pastillas combustibles que no producían humo, que evitaban la tarea de
cocinar con leña que demandaba tiempo y revelaba las posiciones. Las redes de
camuflaje son de construcción barata y se podrían haber producido en Indochina, Si bien
ocupan bastante espacio, también son livianas y se puede lanzar una cantidad
considerable en fardos, desde grandes formaciones de aviones volando a baja altura sin
la necesidad de paracaídas. Este método de envío es rápido, evitando la necesidad de
mantener los aviones en tierra, ocupando espacio valioso en una pista limitada, mientras
son descargados.

Si bien el plan defensivo francés, como cualquier otro, establecía contra ataques para
rechazar penetraciones por parte de los atacantes, se hicieron muy pocos planes y
ninguno fue ensayado. Valiosos espacios del transporte aéreo fueron ocupados para
llevar tanques livianos, una jugada sensata teniendo en cuenta la superioridad numérica
del Vietminh, pero con poco blindaje. Pero no se llevó a cabo ningún adiestramiento en la
cooperación tanque/infantería. Este descuido se extendió a la preparación de los planes
de fuego de la artillería. Había insuficientes cañones, una pobre coordinación y los
emplazamientos, abiertos y sin camuflaje, se transformaron en trampas mortales para sus
dotaciones.

Había tiempo para reemplazar los poco confiables batallones T'ai y las once
compañías del Grupo Móvil T'ai que estaban en Dien Bien Phu, por tropas en cuya moral,
adiestramiento y confiabilidad se pudiera apoyar en los duros días por venir. No se lo
hizo.

Muchas de estas deficiencias en el planeamiento y preparación se debieron a la


subestimación que los franceses tenían por el Vietminh y Giap. Creían que la artillería
más pesada a la que tendrían que enfrentarse serían morteros y unos pocos obuses de
75 mm, para los que habría poca munición. Cuando comenzaran los ataques del
Vietminh, serían destruidos por el fuego de la artillería y los ataques aéreos. Cualquier
cañón o mortero que revelara su posición por el fuego sería rápidamente neutralizado por
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La Savia de la Guerra
la aviación y el fuego de contra batería. Como consecuencia, a los ojos de los franceses,
no había nada importante por que preocuparse.

Para fines de enero de 1954, mientras los franceses hacían preparativos


inadecuados, el Vietminh había concentrado alrededor de Dien Bien Phu tres divisiones
de infantería con apoyo de artillería, unidades antiaéreas y unidades de apoyo logístico.
El trabajo de estado mayor y el planeamiento logístico, para completar tal desplazamiento
y mantener una fuerza de ese tamaño, fue un logro significativo y una indicación del nivel
de profesionalismo y pericia alcanzados por los estados mayores de las formaciones y
unidades de la Fuerza Principal del Vietminh.

Para entonces Navarre estaba preocupado con la Operación ATLANTE en Annam,


planificada como su ofensiva principal en 1954. Allí el Vietminh era más débil que en el
norte y el clima permitía operaciones en momentos diferentes que en Tonkin o
Cochinchina. El objetivo de Navarre era la eliminación de la Región Militar V del Vietminh,
que se estiraba en un semicírculo de 320 kilómetros de largo, desde Da Nang en la costa,
a través de Kontum en las Alturas Centrales y de allí a Nha Trang en la costa. A sus ojos,
tan importante era la región, que decidió subordinar la Operación ATLANTE a la
conducción de la totalidad de la campaña en Indochina.

Era un área importante, poblada por dos millones y medio de personas, productora
de grandes cantidades de arroz y pescado. El transferirla al control del gobierno Nacional
Vietnamita sería un estímulo importante para la moral. Además de los beneficios políticos,
las fuerzas del Vietminh en el área totalizaban unos 30.000 hombres. Si bien menos
formidables que las formaciones Norvietnamitas de Giap, estaban aumentando rá-
pidamente y significarían una seria amenaza en 1954 o 1955, lo que aferraría, por lo
menos, cinco o seis grupos móviles franceses. En su opinión, había mucho más para
ganar con una operación ofensiva en Annam que con operaciones defensivas en Tonkin.

El concepto operacional de Navarre para ATLANTE estaba dividido en tres fases. En


la primera, que involucraba 30 batallones, se lanzaría una operación anfibia en Tuy Hoa
en coordinación con un avance saliendo de Nha Trang, para limpiar la costa hacia el
norte y sostener la Ruta 19 desde Qui Nhon hasta An Khe. Las fases dos y tres nunca se
llevaron a cabo, pero hubiera incluido un movimiento de pinzas desde Da Nang en el
norte y Pleiku en el oeste. La segunda fase hubiese requerido 39 batallones y la tercera
53.

Navarre ha sido criticado por montar esta operación y comprometer tropas y apoyo
logístico en una región de mucho menor importancia que el Delta del Tonkin o Dien Bien
Phu. Sin embargo, cuatro de los seis grupos móviles en Annam estaban compuestos por
tropas de Vietnam Central que no podrían ser empleadas fuera de su área de origen. Las
familias de los soldados survietnamitas vivían en los campamentos del ejército o en los
poblados adyacentes. Si las unidades se desplazaban las familias quedarían sin
protección y sin apoyo económico. Esto siempre terminaba en deserciones en maza o
tropas que regresaban para tomar cuenta de sus parientes. Emplear soldados en sus
lugares de origen brinda algunas ventajas: conocen el territorio, hablan el dialecto local y
tienen la motivación de proteger sus hogares y familias; sin preocuparse por defender

28
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

otra parte del país. Esta limitación en el empleo de tropas survietnamitas habría de limitar
las operaciones hasta la finalización de la cuarta fase en 1975.

Siempre es fácil ser sabio con la ventaja de la retrospectiva, en diciembre de 1953,


cuando Navarre dio las órdenes que pondrían en ejecución ATLANTE, no podía saber
que Dien Bien Phu llegaría a ser una debacle desastrosa. El problema de Navarre era
que aunque tuviera éxito en la Región Militar V, ello no ganaría la guerra. Si bien Giap no
tenía que entregar la iniciativa por el hecho de tener que desviar tropas de la Fuerza
Principal desde un área más importante. Pero podía y así lo hizo, incrementar la actividad
guerrillera para asegurarse que Navarre quedara aferrado lo máximo posible.

Rápidamente la primera fase de ATLANTE quedó atascada debido a las tácticas


amenazantes y dilatorias del Vietminh. Esta fue la primera operación del Ejército Nacional
Vietnamita que probó ser completamente incapaz, desertando en maza, amotinándose y
saqueando. Giap atacó nuevamente mientras Navarre estaba preocupado por la región
costera, tomando Dak To y Kontum en las Alturas Centrales. Los contramovimientos de
Navarre no dieron frutos y abandonó Kontum al Vietminh.

No contento con esto, Giap se las arregló para mantener a Navarre ocupado
mediante ofensivas en el centro y sur de Laos y en las Alturas Centrales. Hasta desplazó
la 308º División de Dien Bien Phu unos 40 kilómetros a Muong Khoua, donde aniquiló la
guarnición, un batallón francés. Estos movimientos tenían el propósito de forzar a Navarre
a destacar sus reservas móviles en el frente más ancho posible, las que entonces serían
un drenaje para sus preciosos medios aéreos de abastecimiento, impidiendo así el acopio
logístico en Dien Bien Phu.

Logística, la clave

Navarre y Giap sabían muy bien que la clave para Dien Bien Phu era ganar la batalla
logística. Cada uno se dio cuenta que mientras acopiada abastecimientos para su propia
fuerza, tenía que reducir el flujo de los abastecimientos que pudieran llegar a su
oponente.

El sistema de abastecimientos de Giap: Un triunfo de la organización

El sistema de abastecimiento de Giap en Dien Bien Phu dependía de los porteadores


y camiones. Los camiones transportaban los efectos más pesados: artillería, la mayoría
de la munición y los repuestos más grandes. Los porteadores llevaban mayormente
arroz, 76 por ciento del cual venía de la provincia de Thanh Hoa, al sur de la Línea de
Lattre. El arroz era transportado por 260.000 porteadores, caminando por el valle del Río
Song Ma desde Thanh Hoa a la base avanzada en Tuan Giao, a 56 kilómetros de Dien
Bien Phu, un viaje terrestre de 560 a 640 kilómetros. El Vietminh tenía unos 800
camiones rusos y 200 norteamericanos, todos con una capacidad de dos toneladas y
media. Los últimos habían sido capturados a los franceses o cedidos por los chinos,
quienes a su vez los habían capturado en Corea. Las líneas de comunicaciones del
29
La Savia de la Guerra
Vietminh, desde China, corrían desde cuatro puntos en la frontera Chino/Vietnamita,
hasta la base avanzada en Tuan Giao. La línea principal corría desde Cao Bang y el
Paso de Nan Kuang, se unía en Tuy en Quang, cruzaba del Río Rojo en Yen Bai y luego
hasta Tuan Giao. Una línea de comunicaciones secundaria corría bajando el Río Rojo
desde Lao Caí, uniéndose a la principal en Yen Bai. Otra línea secundaria cruzaba la
frontera en Ban Nam Coum pasaba por Lai Chau y Tuan Giao. Cada una de las compa-
ñías de camiones del Vietminh era responsable de una sección particular de camino, la
longitud de una sección en particular estaba determinada por puntos de control
seleccionados, tales como puentes, o pasos que podían ser bloqueados por los
franceses. Siempre se transferían las cargas en estos puntos. Si el punto de control
estaba bloqueado, de tal forma que los camiones no podían cruzar, estaban disponibles
los porteadores preposicionados para transferir las cargas al camión designado. Para
ellos esto era solo una pequeña dificultad. Pese a los problemas de transferir las cargas
varias veces en puntos a lo largo de la ruta, había gran cantidad de coolies y los
conductores llegaron a conocer su sección de ruta tan bien, que podían conducir en una
noche oscura, sin luces. Todas las rutas eran rudimentarias - para los estándares
occidentales, pareciéndose más a senderos de carretas.

El mejorar los senderos de mulas que cruzaban cerca de 100 arroyos pequeños o
importantes, serpenteaban hacia arriba y abajo escarpadas laderas desde Tuan Giao
hasta Dien Bien Phu y hacerlos transitables para camiones, representó una verdadera
reconstrucción. El trabajo demandó 100.000 coolies, dos regimientos de ingenieros de la
Fuerza Principal, un regimiento de infantería y 7.000 reclutas del ejército. Una vez
construidos, éste y otros caminos, debían ser mantenidos abiertos frente a la interdicción
aérea francesa. Tan pronto como los aviones atacantes se habían alejado luego de una
corrida de bombardeo, mazas de campesinos equipados con herramientas de mano y el
pequeño canasto de mimbre común a los trabajadores asiáticos, descendían sobre la
sección dañada para rellenar los cráteres o construir un desvío. Después de un tiempo el
Vietminh identificó cerca de cuarenta puntos claves sobre los cuales la aviación francesa
regresaba de tiempo en tiempo. Se estacionaron coolies en forma permanente en esos
lugares y era muy raro que la ruta quedara cortada por más de veinticuatro horas. El
Vietminh transformó la línea de comunicaciones primaria en un corredor de artillería
antiaérea, estacionando cañones antiaéreos a lo largo de ella, concentrándola en los
puntos clave y en las líneas de comunicaciones secundarias. Finalmente, la mayor
cantidad posible de la ruta fue camuflada entrelazando las ramas de los árboles para
formar un túnel, de tal forma que la detección desde el aire, tanto visual como fotográfica,
era muy difícil en los días anteriores a la tecnología de la imagen térmica. El sistema
logístico del Vietminh fue capaz de mantener abastecida una fuerza de 49.000 hombres
en Dien Bien Phu, así como 40.000 a 50.000 tropas logísticas a lo largo de las líneas de
comunicaciones. Ello fue un triunfo de la organización, disciplina y motivación, que
resistió todos los esfuerzos franceses por interrumpirlo.

Fracasa la interdicción francesa

El esfuerzo francés fracasó por varias razones. Primero y fundamental, tal como
Slessor lo había puesto de manifiesto en Italia diez años antes, una campaña de
interdicción no puede impedir que el enemigo lleve sus abastecimientos hacia el frente.

30
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Solo si se ve forzado a consumir los abastecimientos, especialmente los vitales como la


munición y el combustible, más rápido de lo que los recibe, podrá entrar en una bancar-
rota logística. Los franceses no tenían la iniciativa táctica en Dien Bien Phu y por eso no
estaban en capacidad de forzar al Vietminh a consumir sus abastecimientos a un ritmo
mayor del que pudieran soportar.

Para atacar las líneas de comunicaciones del Vietminh y proveer apoyo aéreo
cercano a sus fuerzas en Dien Bien Phu y en el resto de Indochina, los franceses
disponían de una débil y obsoleta fuerza aérea de ataque, treinta y dos cazas, cuarenta y
cinco cazas bombarderos entre treinta y cuarenta y siete bombarderos livianos B-26, seis
C-119 de transporte convertidos para lanzar napalm y cinco bombarderos anti submari-
nos cada uno de los cuales podía transportar cuatro toneladas de bombas. Estos valores
son totales y ni aún la fuerza aérea mejor mantenida del mundo cuenta con el 100 por
ciento de disponibilidad, más aún cuando tiene que hacer frente a los daños de combate.
Los franceses mantenían un 75 por ciento de operacionalidad en cualquier momento, lo
cual, pese a lo manifestado anteriormente acerca de la capacidad de reparación france-
sa, es muy creíble considerando que el personal de mantenimiento era un tercio menos
de lo previsto y que a finales de la guerra debió ser aumentado con técnicos
norteamericanos.

Finalmente, el corredor antiaéreo a lo largo de las líneas de comunicaciones forzó a


los aviones franceses a atacar desde alturas más elevadas y a desviar una parte de los
aviones a suprimir la artillería antiaérea, limitando el número disponible para la
interdicción y apoyo aéreo cercano a las fuerzas terrestres.

Pero Giap tiene éxito

El Vietminh fue más exitoso en sus esfuerzos por cortar la línea de comunicaciones
francesa a Dien Bien Phu. A su favor jugaba lo inadecuado de la flota de transporte aéreo
francesa. El número de los aviones de transporte que poseían los franceses en Indochina
varía, pero no por mucho y Davidson llega a la conclusión que estaban disponibles para
apoyar Dien Bien Phu, un máximo entre setenta y cinco a cien aviones, dando una
disponibilidad de entre cincuenta y seis a setenta y cinco por ciento.22 Algunas fuentes no
están de acuerdo en la proporción de los C-119 con respecto a los C-47. Sin embargo,
está claro que había un número considerable de C-47, el gran caballito de batalla para
operaciones aerotransportadas y de abastecimiento de la Segunda Guerra Mundial, que
estaba obsoleto aún para los estándares de 1954 y a diferencia del C-119, carecía de
una puerta de carga en la cola. Con solo una puerta lateral, el C-47 era lento en las
operaciones de carga y descarga en tierra y por lo tanto sus viajes de ida y vuelta
demoraban más tiempo. Cuando se trataba de lanzar abastecimientos con paracaídas, la
disparidad se hacía aún más marcada, estaba restringido a cargas mucho más pequeñas
y livianas. Esto resultaría determinante en los días por venir en Dien Bien Phu.

La escasez de transporte aéreo adecuado se vio agravada por la poca cantidad de


aeródromos en el Delta desde los cuales los aviones pudieran operar. Solo en los
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La Savia de la Guerra
alrededores de Hanoi, en el máximo radio de operación, había algunas pistas aptas.
Había otros lugares planos y bajos, pero que estaban tan inundados que para construir
aeródromos se requería más de una tonelada de pedregullo por metro cuadrado y que
necesitaba tiempo para consolidarse. En esa oportunidad los franceses no disponían ni
de las máquinas ni del tiempo necesario para construir las pistas. Otro obstáculo para las
operaciones de apoyo aéreo era la escasez de pronósticos meteorológicos correctos y de
ayudas a la navegación. Todo esto, combinado con mapas franceses imprecisos, hacía
que el vuelo nocturno o con mal tiempo, volando sobre montañas cuyas alturas y
ubicaciones, en algunos casos estuvieran incorrectamente ubicadas, fuera riesgoso.

Giap tenía absolutamente en claro donde se ubicaba el "talón de Aquiles" de la


logística francesa. El 6-7 de marzo, guerrillas del Vietminh se infiltraron en las dos
principales bases francesas en Gia Lam y Cat Bi e ignorando otros aviones, destruyeron
setenta y ocho transportes. A mediados de marzo el Vietminh había creado tantos
cráteres en la pista de Dien Bien Phu, mediante fuego de artillería, que los franceses se
vieron forzados a lanzar los abastecimientos mediante paracaídas. Además de evitar que
los aviones de ataque contaran con una base avanzada en apoyo de las tropas, la
artillería del Vietminh hizo difícil la evacuación aérea de bajas. El último avión en aterrizar
en Dien Bien Phu fue un transporte C-47, que lo hizo en las primeras horas del 28 de
marzo de 1954. Cuando la mañana siguiente estaba por decolar con veinticinco bajas, se
demoró hasta la salida del sol debido a una pérdida de aceite en un motor, fue destruido
por la artillería del Vietminh. La tripulación, incluyendo una enfermera, Genevive de
Galard-Tarraubes, se quedó en Dien Bien Phu hasta el final.

Es antieconómico el lanzamiento de abastecimientos con paracaídas. En lugar de


lanzarlos desde la altura normal de 500 a 1.000 pies, los franceses se vieron forzados a
lanzarlos desde 2.500 pies debido a la acción de la artillería antiaérea, luego tuvieron que
hacerlo a 6.000 pies y finalmente a 8.500 pies. La dispersión aumenta con la altura de
lanzamiento. Durante la batalla de Dien Bien Phu los franceses lanzaron un promedio de
120 toneladas diarias de abastecimientos. Los defensores nunca recuperaron más de
100 toneladas por día y aún éste, es un número sorprendentemente alto comparado con
los valores con los de otras operaciones abastecidas por paracaídas.23 Algunas cayeron
en las manos del enemigo, incluyendo munición de obuses de 105 mm, que alimentó sus
cañones. Sin embargo es mucho más significativo el cálculo efectuado por expertos
logísticos del Ejército de los EEUU, quienes determinaron que la guarnición de Dien Bien
Phu requería 200 toneladas diarias para mantener su capacidad de combate.24 Así que,
aún cuando cada tonelada de abastecimiento hubiese caído en la ZL, no hubiera
resultado suficiente. Finalmente, la mayoría de los vehículos franceses habían sido
destruidos por la artillería Vietminh o por fuego de morteros, de tal forma que los a-
bastecimientos debían ser recolectados y distribuidos por los hombres, una tarea
cansadora y consumidora de tiempo. Finalmente, se quebró el sistema logístico
centralizado en Dien Bien Phu y los abastecimientos eran consumidos en la posición en
que caían, la que no era necesariamente la que los necesitaba.

La Batalla

El Vietminh logró que sus abastecimientos llegaran, los franceses no. Este es el
momento de redondear la historia de Dien Bien Phu, relatando en forma breve la
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Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

sucesión de hechos que llevaron a la rendición francesa.

El trazado de la defensa de Castries, consistía en una posición principal central


alrededor de la pista y del pueblo de Dien Bien Phu, dividida en cuatro áreas defensivas
que se apoyaban mutuamente, Huguette, Dominique, Elaine y Caludine. Estaban
cubiertas por un total de cinco batallones de infantería, un grupo de artillería de 105 mm y
cuatro cañones de 155 mm, con los que contaban los franceses para ganar la lucha del
fuego de contra batería. También se encontraban allí la reserva y la fuerza de
contraataque de Castries, constituidas por el 1 BEP y el 8 BPC, apoyadas por siete
tanques livianos. Se establecieron tres posiciones adelantadas, cada una cubierta por un
batallón a unos dos kilómetros fuera de la posición principal en la dirección en que los
franceses habían determinado, correctamente, que el Vietminh lanzaría su primer ataque
principal, Anne-Marie hacia el noroeste, al norte Gabrielle y al noreste Beatrice. Castries
ubicó un punto fuerte a siete kilómetros al sur de la posición principal, Isabelle, ocupado
por dos batallones de infantería, dos baterías de 105 mm y tres tanques livianos. La razón
que tuvo Castries para colocar tantos cañones en Isabelle, fue la de brindar apoyo de
artillería a la posición principal, pero su razonamiento era incorrecto, porque el enemigo
que atacara las posiciones adelantadas de Gabrielle y Beatrice quedaba fuera del
alcance de más de la mitad de su artillería. También había esperado emplear Isabelle
como una posición clave, desde la cual montar contraataques, pero nuevamente estaba
muy lejos; algo de lo que se hubiera dado cuenta si hubiese trazado los adecuados
planes de contraataque y los hubiera ensayado.

Además de la pista en Dien Bien Phu, los franceses construyeron una secundaria
justo al norte de Isabelle. Nunca fue usada. En la pista principal fueron basados seis
cazas Hellcat y seis aviones de observación. Esta estaba en condiciones de recibir C-47 y
C-119, hasta que la artillería del Vietminh la cerró.

El concepto de la defensa

Castries tenía un plan de defensa de libro; fuego de contra batería sobre la artillería
enemiga para debilitar su fuego de apoyo, misiones de fuego de artillería y morteros
sobre el enemigo mientras formaba para el ataque, continuándolo e intensificándolo
mientras asaltaban y comenzaban a producir brechas en los campos minados y
alambradas de púas. Mientras tanto, los defensores debían permanecer a cubierto para
protegerse del bombardeo enemigo que apoyaba el ataque. Cuando el enemigo se
acercara a los bunkers y su propia artillería cesara el fuego, los defensores, hasta
entonces agachados y a cubierto, deberían cubrir sus ametralladoras y armas menores
para colocar olas de proyectiles en las raleadas filas de cualquier enemigo que hubiese
sobrevivido a la artillería y los morteros. El enemigo que lograra penetrar las posiciones
franceses sería batido por fuego de artillería, seguido de un rápido contraataque cuando
aún se estuviera reorganizando.

Sus defectos

33
La Savia de la Guerra
No hay nada equivocado en esta receta para la defensa, si todos los ingredientes
están a la mano. En esa oportunidad algunos faltaban. Por las razones que ya se han
expuesto, los bunkers franceses no tenían la protección adecuada en el techo. Por ello,
los defensores eran pulverizados por el fuego de artillería y morteros del Vietminh, el que
causó muchas bajas y aturdía a la gran mayoría de los sobrevivientes, reduciendo su
efectividad cuando se acercaban los atacantes. Más aún, sin la adecuada cubierta
superior, los franceses no podían recurrir a la práctica muy usada de dirigir su propio
fuego de artillería y morteros justo encima de sus propias posiciones, para batir a los
atacantes cuando se arremolinaban buscando la entrada a los refugios, una actividad que
demanda tiempo de lucha para limpiar las posiciones. Ahora, el trazado y la disposición
que seleccionó Castries, especialmente la amplia dispersión de su artillería, no siempre le
permitía concentrar el fuego donde fuera necesario ni montar contraataques con la
rapidez adecuada para batir al enemigo cuando aún estaba con balance de fuerzas a su
favor. Finalmente, el fuego de contra batería francés no fue efectivo debido a que el
Vietminh no ubicó sus cañones en grupo, detrás de las elevaciones, de la manera
convencional. Contraviniendo todos los principios que se enseñan en la totalidad de los
ejércitos del mundo, los habían enterrado en las pendientes adelantadas, en
emplazamientos de un solo cañón en casamatas de tierra, las que siempre pueden ser
alcanzadas desde el otro lado de la colina, mediante un túnel. Pero en casi todos los
casos el cañón puede ser retirado desde su posición de fuego, si se encuentra bajo fuego
o ataque aéreo. Las posiciones estaban bien camufladas por la maleza, arbustos y
árboles, los que habían sido dejados intactos. Grupos de cañones estaban defendidos
por posiciones antiaéreas, ubicadas y camufladas en forma similar. Los cañones así
posicionados podían ser apuntados directamente a sus blancos. Solo un ejército con una
maza tal de mano de obra podría hacer frente a la construcción que Navarre llamó poste-
riormente "la montaña de hormigas humanas" y hacer trizas todas las estimaciones de
nuestros artilleros. Fue la mayor sorpresa de la batalla.25

Beatrice

Fue una sorpresa que no se puso de manifiesto enteramente hasta el 13 de marzo de


1954 cuando al anochecer, luego de una hora de bombardeo dirigido a los
emplazamientos antes de las últimas luces, Beatrice, ocupada por el 3er. Batallón de la
13º Brigada menos de la Legión, fue atacada por dos regimientos de la 312ª División.
Cuando rompió el día, luego de una lucha desesperada durante la cual el comandante y
la totalidad de su estado mayor fueron muertos al comenzar las acciones, Beatrice estaba
en manos del Vietminh. Los franceses perdieron 400 de los 500 defensores, todos los
oficiales fueron muertos, heridos o tomados prisioneros; la 312ª División tuvo 600
muertos y 1.200 heridos. El contraataque francés fue detenido. Ese día el 5 BPVN fue
lanzado en la ZL dentro del perímetro. Todos los aviones escaparon a la artillería antiaé-
rea pero los paracaidistas vietnamitas tuvieron bajas en la ZL debidas al fuego de artillería
y morteros.

Gabrielle

Esa noche le llegó el turno a Gabrielle. Sostenida por el 5º Batallón del 7º de


Tiradores Argelinos, era la única posición con una segunda línea de defensa y probó ser

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Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

un hueso duro de roer. Por un momento pareció que los franceses habían contenido el
ataque llevado a cabo por dos regimientos de la 308ª División, los que cavaron al borde
de la posición. Luego de un furioso bombardeo de la posición francesa, el Vietminh
reasumió el ataque haciendo retroceder a las dos compañías argelinas adelantadas, las
que habían tenido serias bajas y perdido todos sus oficiales. En ese momento una
granada mató o hirió al comandante del batallón, a su segundo y a todo el estado mayor
del batallón, destruyendo las radios que comunicaban con las compañías y con Castries.
Dos compañías argelinas combatieron aferrándose a la mitad sur de la posición. Antes
del amanecer, Castries le ordenó a Langlais, quien comandaba todos los batallones
paracaidistas y estaba al mando de la reserva y de la posición principal, montar un
contraataque combinado de blindados e infantería. Langlais ordenó a una compañía del 1
BEP, su antiguo batallón, encabezar el contraataque apoyado por los tanques. Escogió al
5 BPVN como la fuerza principal. Esto fue un gran error. El día anterior, luego de un
lanzamiento poco placentero, el batallón había pasado la mayor parte de la noche
cavando en Elaine. Para llegar a la posición de partida para el contraataque debieron
moverse en la oscuridad a través de la totalidad de la posición central, una maza de
bunkers, campos minados y alambres, que les era totalmente desconocida. Finalmente,
tenían mucha menos experiencia que los otros dos batallones de la reserva.

Cuando la fuerza contraatacante estaba avanzado fue batida por una fuerte
concentración de fuego de artillería y morteros y por fuego de armas menores de un
batallón que estaba atrincherado en su frente izquierdo. La compañía 1 BEP y los
tanques salieron de la zona batida. La mayor parte del 5 BPVN hizo lo que la mayoría de
las tropas sin experiencia hacen cuando se encuentran por primera vez bajo fuego,
cuerpo a tierra. Fueron batidos y sufrieron muchas bajas. Por si mismos, los tanques y la
compañía del 1 BEP, no podían mantener el ímpetu y el contraataque llegó a detenerse
al sur de Gabrielle. Allí se les unieron los remanentes de los Tiradores Argelinos que se
habían retirado de Gabrielle. Esta fuerza reunida se abrió paso hostigada por el fuego y
finalmente alcanzó la posición principal. En Gabrielle y en el contraataque los franceses
perdieron unos 1.000 hombres muertos, heridos o prisioneros. Giap tuvo entre 1.000 y
2.000 muertos y heridos, cerca del doble de los franceses.

El principio del fin

La pérdida de Beatrice y Gabrielle presagió el fin para la guarnición francesa de Dien


Bien Phu, debido a que ahora el Vietminh poseía la mayor parte del terreno, que le daría
una visión sin obstáculos de toda la posición. La última posición cayó en sus manos el 17
de marzo, cuando el 3er. Batallón T'ai abandonó Anne-Marie bajo la cubierta de una
densa niebla y unos se unieron al Vietminh como otros se fueron a sus casas. Habían
estado sometidos durante semanas a la propaganda Vietminh y habían visto las caídas
de Beatrice y Gabrielle. Es difícil echarles culpas, no era su estilo de guerra. Las culpas
deben ser echadas a Navarre, Cogny y Castries, quienes no los reemplazaron cuando
tuvieron la oportunidad, en lugar de eso, los colocaron en un puesto de avanzada vital.
Anne-Marie fue abandonado y los pocos T'ais y franceses que permanecieron, fueron
asignados al punto fuerte Huguette.
35
La Savia de la Guerra

Para el 16 de marzo los artilleros franceses en Dien Bien Phu sabían que eran
inferiores en número y cañones. Los días por venir probarían que la fuerza aérea no sería
capaz de brindar mucha ayuda. Era muy difícil ubicar los cañones del Vietminh bajo la
cubierta del follaje. Los aviones de ataque tenían que volar directamente en la dirección
conveniente para bombardear las posiciones de los cañones, transformándose en un
buen banco para la artillería antiaérea de las vecindades. Las pérdidas eran grandes. Una
vez que comenzaron los monzones el follaje mojado era prácticamente impermeable al
napalm. La fuerza aérea francesa no estaba en condiciones de sostener la ofensiva
necesaria para destruir el anillo de cañones del Vietminh. El Coronel Piroth, comandante
de la artillería de Castries, cargando la culpa del fracaso de su comando y consciente de
lo desacertado de sus consejos, se suicidó la noche antes a la caída de Gabrielle.

La munición: una falla fatal de previsión

Entre el 17 y el 30 de marzo hubo una tregua en el combate que le vino muy bien a
los franceses, quienes habían comenzado con un acopio de seis días de munición en
Dien Bien Phu y al segundo día ya habían empleado la mayoría de ella. Este no será el
primero ni el último ejemplo, en este libro, de una subestimación del gasto de munición
por parte de los comandantes y sus estados mayores. Pero un comandante con tres
meses de tiempo para prepararse antes de ser rodeado, que acopia solo seis días de
munición, merece ser censurado en los términos más duros. Navarre y Cogny también
tienen su culpa. Resulta una medida de las deficiencias del sistema logístico francés, que
cosas así pudieran suceder. El reaprovisionamiento aéreo permitió aumentar los acopios
nuevamente, pero desde entonces, fue necesario establecer una cuidadosa política de
conservación.

* * *
El Vietminh utilizó ese período de tiempo para cavar unos 100 kilómetros de
trincheras, rodeando la posición principal y aislando Isabelle, Dominique y Huguette, que
eran los próximos objetivos de Giap. De acuerdo con algunos informes, Castries se retiró
a su bunker y abandonó efectivamente su comando, si bien permaneció en el canal a
través del cual las ordenes e informaciones pasaban hacia y desde la guarnición y Hanoi.
Langlais tomó a su cargo la conducción diaria de la batalla asistido, según se afirma, por
una “mafia" de oficiales paracaidistas y de la Legión, de los cuales el principal era Bige-
ard, comandante del 6 BPC. Cogny, alertado ahora de las deficiencias de Castries y con
una agonía de culpa por su participación en ese concepto chapucero que estaba llevando
al desastre, consideró la posibilidad de lanzarse en paracaídas en Dien Bien Phu para
asumir el comando. Fue correctamente disuadido por su estado mayor.

Bigeard ataca

No todo eran tinieblas en Dien Bien Phu en ese momento. Bigeard recibió la orden de
Castries de destruir algunos nidos de artillería antiaérea hacia el oeste de Dien Bien Phu.
Probablemente esto se debía a la insistencia de Cogny o de Nicot, el comandante aéreo
en Hanoi. Para esta tarea Bigeard seleccionó la crema de la guarnición, el 6 y 8 BPC, 1
BEP y un batallón de infantería de la Legión Extranjera, apoyados por todos los tanques y

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Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

artillería de la posición principal y apoyo aéreo. El ataque fue un éxito brillante, diecisiete
cañones antiaéreos fueron destruidos, 250 Vietminh muertos y diez capturados; contra la
pérdida de veinte franceses muertos y noventa heridos. La sorpresa, uno de los dos
principios de la guerra que tienen efecto, fue la clave del éxito. El Vietminh, creyendo que
la guarnición estaba totalmente desmoralizada, fue tomado en pañales. Sin embargo, si
bien la salida hizo muy bien a la moral, para el Vietminh las pérdidas fueron una gota en
el océano. Alrededor de Dien Bien Phu, disponían de un total de ochenta cañones
antiaéreos de 37 mm y cien de media pulgada.

La fase dos de Giap

La fase dos de la ofensiva de Giap comenzó el 30 de marzo y duró hasta el 30 de


abril. Resolvió primero capturar los puntos fuertes en cinco colinas pequeñas en Elaine y
Dominique, al este de la posición principal. Esta parte de la batalla se extendió hasta el 5
de abril. Giap no logró un éxito completo en la toma de todos sus objetivos gracias al
espíritu de sacrificio de los defensores bajo el inspirado liderazgo de hombres como
Langlais y Bigeard. La batalla iba y venía a medida que los franceses contraatacaban
cada penetración del Vietminh. Al finalizar esta fase, la interceptación francesa oyó a
Giap ordenar a sus bases de retaguardia apurar el envío de refuerzos para reemplazar
sus pérdidas. A los franceses les llegó un pequeño refuerzo en la forma del 2º Batallón
del 1er. RCP. Fueron lanzados de noche empleando la totalidad del campo como ZL.
Sorprendentemente hubo muy pocas bajas. Giap ordenó nuevas operaciones de
zapadores para reducir la distancia que sus tropas de asalto debían estar expuestas al
fuego francés.

Desde el 5 de abril al 1º de mayo la batalla tomó el aspecto de una de la Primera


Guerra Mundial, con trincheras inundadas en todas direcciones, alambradas, barro
operaciones de zapadores y contra zapadores. Los ataques y contraataques eran
violentos y sangrientos, abarcando pequeñas áreas de terreno que frecuentemente
cambiaban de mano varias veces. Los franceses tuvieron éxito al retomar una parte de
Elaine, perdida a principios de abril. Los intentos de Giap por recuperarlo fueron
rechazados con grandes pérdidas. Comenzaron a aparecer fisuras en la moral del
Vietminh, lo que no es de sorprender. A mediados de abril, las pérdidas del Vietminh en
Dien Bien Phu eran entre 16.000 a 19.000 hombres, el equivalente a la dotación de
tiradores de las tres divisiones de infantería del Vietminh que tomaban parte en la batalla.
Al igual que los defensores, los atacantes vivían en el barro y la suciedad de las
trincheras inundadas. Tal vez la principal causa de la baja moral era la virtual ausencia de
servicios médicos. Para la atención de los 50.000 hombres que sitiaban Dien Bien Phu, el
Vietminh disponía de un cirujano y cuatro médicos asistentes. Las infecciones y la
gangrena deben haber causado un gran número de víctimas en los puestos de socorro
poco asépticos y es posible que más hombres murieron después de la evacuación que
en el campo de batalla. Giap respondió con órdenes tales como fusilar los hombres que
se rehusaran a atacar, charlas para levantar la moral y desplazó el equivalente de dos
regimientos frescos desde otras áreas.

37
La Savia de la Guerra
Ahora Giap volvió su atención hacia Huguette, en el lado oeste de la posición
principal. Para el 22 de abril la mitad del área había sido rebasada. Esto redujo el tamaño
del campamento a unos dos kilómetros cuadrados. La artillería antiaérea del Vietminh
cubría toda el área y muchos de los hombres y abastecimientos lanzados dentro de la
guarnición, caían en manos enemigas. Para entonces el 2 BEP, la última unidad que se
uniría al campo principal, había sido lanzada en paracaídas. Fue durante este período,
con la ZL batida por el fuego y con cada vez menos y menos vehículos para mover las
cargas, el sistema logístico francés dentro del campo, se quebró. Desde el 30 de marzo el
punto fuerte Isabelle había sido aislado del campo principal y debía valerse por las suyas.
La situación allí era una versión en miniatura de las del campo principal, excepto que las
condiciones eran más severas. Isabelle estaba situado en un pantano, sufría peores
inundaciones y disponía de una ZL más pequeña, por lo que perdió una gran parte de los
abastecimientos que pasaron a manos del enemigo. La lucha seguía el mismo esquema;
las trincheras enemigas que rodeaban la posición, operaciones de zapadores y contra
zapadores, ataques, contraataques, fuego aplastante de artillería y morteros del Vietminh
y barro, excrementos, cuerpos pudriéndose y el persistente hedor de la muerte.
Inicialmente la posición estaba sostenida por el 3er. Batallón del 3er. Regimiento de
Infantería de la Legión Extranjera y el 2º Batallón del 1er. Regimiento de Tiradores
Argelinos, dos baterías de obuses de 105 mm y tres tanques livianos. Langlais lo reforzó
enviando los remanentes de los argelinos de Gabrielle y los T'ais de Anne-Marie. A fines
de mayo 1.700 hombres se sostenían allí mugrientos, pese a haber consumido todos sus
víveres y casi toda la munición de artillería.

Los momentos finales

La fase final de la batalla comenzó el 1º de mayo con ataques en Elaine, Dominique y


Huguette. Durante seis días se combatió con furia mientras Giap presionaba a la
guarnición. Aún cuando explotó un gran túnel cargado con 1.400 kilogramos de TNT,
destrozando los bunkers, un puñado de sobrevivientes franceses continuó peleando. Uno
no puede dejar de llenarse de admiración por el coraje desplegado por los soldados de
los dos bandos. En particular los franceses, cualesquiera hayan sido las faltas de sus
comandantes, desplegaron un heroísmo que está a la altura de los alemanes en Monte
Casino o los británicos en Khohima. Finalmente el Vietminh avanzó bunker tras bunker y
para las 1730 horas del 7 de mayo de 1954 todo había terminado en la posición principal
y unas pocas horas después en Isabelle.

* * *

Conclusiones

Los franceses perdieron la guerra debido a que no dispusieron de los recursos para
aplicar los medios de fuerza necesarios en el primer paso a la victoria para aplastar al
Vietminh. Es motivo de conjeturas si después del primer paso tenían la voluntad o eran
capaces de formular y llevar adelante las políticas necesarias para seguir avanzando por
el camino trazado. Lo que interesa es que perdieron, luchando el tipo de batalla que
pensaban era la clave para un éxito final. Mientras que Giap era capaz de trasladar
fuerzas superiores para emplearlas en el lugar vital gracias a su arreglo logístico, los

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Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

franceses pese a los medios a su disposición, fracasaron totalmente. Si los hombres y los
equipos militares constituyen el vehículo que aplica la fuerza necesaria para ganar la
guerra, la logística es el motor y el combustible que los mueve. Al final, los franceses
carecían tanto del "vehículo" como del motor, con una excepción; el coraje de sus
soldados de muchas razas. Las bajas totales francesas en Indochina fueron de 140.992,
incluyendo 75.867 muertos o desaparecidos.26 Los norteamericanos, que habrían de
sufrir 25.000 muertos menos en la misma área durante un período más prolongado, dis-
ponían de ambos elementos: el vehículo y el motor. ¿Cómo los usaron?

GUERRA DE HELICOPTEROS

Pasan Once Años: Cambia la Escena

Pasaron once años entre la Conferencia de Ginebra, la que puso fin a la fase uno y estableció
Vietnam del Sur y del Norte divididos por el paralelo 17º y el despliegue de las fuerzas norteamericanas en
Vietnam del Sur solo con un rol de consejeros. La primera parte de esos años vieron la reorganización del
Ejército de Vietnam del Norte (EVN), en el que se transformó la Fuerza Principal y el Ejército de Vietnam del
Sur (EVS). Entre otras medidas, incluyendo el adiestramiento, Giap encaró una reestructuración total de su
sistema logístico. Tuvo éxito en algunas áreas, pero no en todas. Mediante el reemplazo de la diversidad de
equipo francés, japonés, chino y norteamericano, por el chino y el soviético, redujo el problema de proveer
una gran cantidad de repuestos y munición para una panoplia de diferentes armas y otros sistemas, así
como también facilitando la carga que representan las tareas de instrucción y adiestramiento. Aumentó la
cantidad de camiones y conductores. Reconstruyó caminos, ferrocarriles y los puertos de Haipong, Hong
Gay y Ban Thuy. No tuvo el mismo éxito en la reorganización de su sistema de apoyo en el campo de batal-
la. Seguía siendo pesado y lo continuaría siendo durante la mayor parte de la fase dos. Esta era en gran
parte una función del tipo de guerra que Giap se vería forzado a hacer debido a la capacidad del poder
aéreo norteamericano, en lo que hace al ataque y la movilidad. En una situación así, en la zona de combate,
un sistema logístico convencional será vulnerable al ataque y la interdicción. Giap hizo acopiar
abastecimientos para acercarlos a los consumidores en cantidades suficientes como para apoyar grandes
concentraciones de tropas empeñadas en la batalla, a pesar que eso estaba más allá de sus posibilidades.
La misma limitación se aplica si deseaba cambiar la dirección de su esfuerzo o la de reagruparse
rápidamente. Sus acopios podían encontrarse en el lugar equivocado y debían ser reconstituidos en otro
lugar. Esto explica claramente la división en etapas de sus ofensivas hasta principios de 1970, ataques
seguidos de pausas, muchas veces de larga duración, mientras se acumulaban efectos para el próximo
movimiento.

Mientras el EVN estaba siendo reorganizado, en Vietnam del Norte tenía lugar un debate acerca de
la estrategia correcta para conquistar Vietnam del Sur. En los años por venir, el resultado tendría un efecto
profundo en la logística del EVN. Una fracción, dirigida por Le Duan, un survietnamita, apoyaba grandes
acciones militares regulares en Vietnam del Sur. Giap y otros seguidores se inclinaban por una larga cam-
paña de guerrillas. En 1959 Ho Chi Minh se inclinó para el lado de los survietnamitas, decidiendo que la
campaña tomaría la forma de una revuelta armada apoyada por Vietnam del Norte. Cerca de 4.500
survietnamitas comunistas, que se habían trasladado al norte después de la partición de 1954, se infiltraron
nuevamente para formar el núcleo de los batallones y regimientos del Viet Cong (Viet Cong o VC, derivado
de Viet Con Son, que significa Comunista Vietnamita). En respuesta a esto se formó un grupo de transporte
del EVN para brindar apoyo logístico al Viet Cong, su línea de comunicaciones era a través de Laos, la Ruta
de Ho Chi Minh.

En Vietnam del Sur el EVS también se reequipaba y adiestraba. Por cerca de un año ésta había
39
La Savia de la Guerra
sido una tarea conjunta francesa/norteamericana. A los norteamericanos no les entusiasmaba una completa
retirada francesa de Vietnam del Sur, especialmente porque el EVS no estaba ni equipado ni adiestrado
para hacer frente a un ataque por parte del EVN. Sugirieron un número de formas mediante las cuales los
franceses podían mantener una cantidad importante de fuerzas en el país sin ofender a Diem, el Presidente
de Vietnam del Sur, incluyendo el artificio de mantenerlas bajo los términos de la Organización del Tratado
del Sudeste Asiático (SEATO), lo que haría a los franceses subordinados del comandante de la SEATO.
Pero un número de factores frustraron los deseos norteamericanos, entre ellos, el deseo de Diem de librarse
de los franceses a toda costa y lo más rápido posible. Esto coincidía con el deseo francés de desentenderse
de Vietnam en general y de Diem en particular, por lo que ellos apreciaban su traición e irresponsabilidad y
para concentrar sus energías en la creciente insurrección en Argelia.

Los franceses se van

La amargura que sintieron los franceses por su derrota y la descarada actitud de los inexpertos
norteamericanos se pusieron ampliamente de manifiesto cuando se trató de la asignación del equipo
norteamericano entregado al ejército francés durante los últimos cuatro años de la fase uno. Los términos
del tratado bajo el cual el equipo había sido provisto, estipulaba que todo debía ser devuelto a los
norteamericanos al finalizar la guerra. Sin embargo, el pequeño USMAAG no había sido capaz de seguir el
rastro a los equipos que habían traído los franceses y el que había sido provisto según el tratado. Los
franceses estaban decididos a quedarse con lo mejor y llevárselo, borrando las marcas que los identificaban
como provistos por el programa de asistencia y en algunas oportunidades rehusándose a que los equipos
de inspección norteamericanos examinaran los depósitos y puertos. Al mismo tiempo le tiraban al EVS
grandes cantidades de equipo inservible. Como a esos materiales los franceses les habían sacado la mayor
parte de los elementos, no podían ser reparados hasta que llegaran nuevos repuestos desde los EEUU. El
EVS no estaba en condiciones de hacer frente a esa pesada carga logística. Formado a partir del
remanente del ineficaz Ejército Nacional Vietnamita, que tenía poca capacidad logística, el EVS estaba
aplastado por un diluvio de equipos, la mayoría del cual era solo un montón de chatarra. La tensión que
sufrían los servicios logísticos se vio agravada por la renuencia de Diem y sus comandantes del ejército a
27
prescindir de ningún elemento. Para salvar una inversión estimada en U$S 500 millones, los
norteamericanos se vieron inexorablemente obligados a asesorar en el planeamiento y ejecución de la
logística del EVS.

El EVS: Un patrón de corrupción, incompetencia y pobre liderazgo

El espacio no permite una revisión completa de los años previos a la intervención total de los EEUU
en Vietnam. Suficiente es decir que se enfrentaron a desalentadores problemas al intentar asistir a la
instrucción y adiestramiento de un ejército que desde los generales para abajo estaba plagado de
corrupción en todos los niveles. Las consideraciones políticas eran las que más preocupaban a Diem
cuando tenía que seleccionar a los jefes más antiguos y a su vez muchos de ellos, en respuesta a este
cinismo, respondían aumentando sus ingresos haciendo negocios con la droga, el mercado negro, la pros-
titución, desfalcando las cuentas públicas y en las áreas remotas, actuando como señores de la guerra y
cobrando impuestos. Tomando el ejemplo de sus superiores, en los distritos alejados los oficiales modernos
recurrieron a la extorsión y el robo contra la población local. En Vietnam del Sur había falta de motivación en
todos los niveles de la población. Los estudiantes llamados a prestar servicios por la movilización, se
presentaban voluntarios en la Armada, no por el deseo de servir en el mar, sino para no hacerlo en el ejér-
cito. De cualquier manera, pocas veces los buques se hacían al mar, porque no había incentivo para ello
debido a que se pagaba un adicional en la forma de "suplemento por navegación", que lo cobraba todo el
mundo en la Armada, sin tener en cuenta si navegaban o no.

En estas condiciones generalmente el adiestramiento era una farsa. El director de la escuela básica
de adiestramiento del EVS, por la que pasaban todos los reclutas del Ejército tanto de las unidades
regulares como de la reserva, fue descripto por el Agregado Militar Norteamericano en Saigón como "un
gordo estúpido y pomposo...capaz de hacer cualquier cosa para incrementar su fortuna personal". Se
informó que financiaba un burdel regenteado por su amante. Sus camaradas generales estaban
escandalizados, no por involucrarse en negocios con prostitutas ya que eso era una cosa común, sino

40
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

porque hacía ostentación de su relación con la madama. No es de sorprenderse que en los niveles más
bajos los principios que los oficiales vietnamitas habían aprendido en las escuelas norteamericanas, fueran
28
dejados de lado cuando regresaban a Vietnam del Sur.

Las dificultades para equipar y adiestrar el EVS se vieron agravadas por las diferentes opiniones
sobre su rol y por lo tanto en su organización. El problema estaba en que había dos tipos diferentes de
adversarios: un enemigo potencial, el EVN que mejoraba su organización siguiendo las líneas conven-
cionales y un enemigo presente, el Viet Cong, en ese momento una fuerza guerrillera. El General Williams,
jefe del USMAAG, era de la opinión que la contra insurgencia no era un objetivo primario del EVS. El
resultado era que pese a que Williams negara que las divisiones del EVS fueran una copia fiel de sus
contrapartes norteamericanas, en realidad eran muy similares en su organización. Aunque estaba previsto
que las divisiones tuvieran superioridad de fuego con respecto a las formaciones del EVN, estaban
destinadas a combatir en la jungla, pantanos y montañas. De este modo, Williams sostenía que los soldados
de las divisiones debían tener la misma movilidad a pie que la guerrilla. Esto era un engaño porque si bien
los tiradores se pueden desplazar a pie fuera de los caminos, sus cañones, morteros y munición para éstos
y su apoyo logístico en general, no lo pueden hacerlo así. Esta organización a nivel de división y el
asesoramiento en que se basaba, era un síntoma de una seria deficiencia; la falta de una doctrina de Contra
Insurgencia en el Ejército Norteamericano en los años cincuenta. Cuando finalmente el EVS, en contra del
asesoramiento de Williams, se desplegó contra el Viet Cong, a pesar de efectuar operaciones chapuceras y
pesadas, fue capaz de aplicarle algunos golpes fuertes y afectar seriamente su organización y moral. Fue
en ese momento, con la organización del Viet Cong seriamente debilitada en algunas áreas, que Ho Chi
Minh impartió la directiva a que se hizo referencia más arriba sobre el futuro rumbo de la guerra. A pesar de
ser esta una de las tantas decisiones políticas clave en el transcurso de la guerra de treinta años en
Indochina, la insurgencia era aún controlable. Para marzo de 1960, en todo el país los combatientes
29
armados del Viet Cong, eran solo tres a cuatro mil. La insurgencia no pudo ser contenida porque el EVS
era incompetente, corrupto, mal comandado, sin motivaciones y había sido infiltrado por agentes del Viet
Cong y su moral era baja. Como la mayoría de los ejércitos, el EVS era el fiel reflejo de la sociedad de la
que proviene, en este caso el régimen corrupto de Diem, que estaba mal dotado moral y políticamente para
hacer frente a una naciente revolución social a lo largo de todo el país.

1961: Se envían las primeras unidades norteamericanas de helicópteros

A fines de 1961 había alguna posibilidad de victoria del Viet Cong en Vietnam del Sur. En ese
momento el Presidente Kennedy tomó la decisión de enviar compañías norteamericanas de helicópteros a
Vietnam del Sur. Había dudado sobre el envío de tropas terrestres y finalmente se decidió por la opción de
mandar solo los helicópteros. Este fue una decisión que finalmente llevó al empleo de las tropas terrestres
norteamericanas en la guerra. Para comenzar, la introducción de los helicópteros en el combate tomó por
sorpresa al Viet Cong y durante varios meses el EVS le infligió una serie de graves reveses. Estas
operaciones estaban en el extremo más bajo de la escala de las operaciones aeromóviles. Los helicópteros
fueron usados como "taxis de batalla", no se disponía de helicópteros pesados para mover cañones y
cargas logísticas ni de helicópteros armados para dar apoyo de fuego. Las reacciones frente a la inteligencia
eran lentas y ésta también era defectuosa. Los asesores norteamericanos pasaban mucho tiempo
adiestrando las tropas survietnamitas en el comando y control de las operaciones aerotransportadas, la
coordinación de los apoyos de fuego y la necesaria destreza de los soldados en las operaciones
aeromóviles. Los soldados el EVS vacilaban y su conducción era pobre, pero una vez más Giap fue tomado
desprevenido, tal como lo había estado ante las operaciones de los paracaidistas franceses, enfrentado a
un arma con la que no tenía experiencia personal. Este estado de cosas no duró mucho. Rápidamente el
Viet Cong aprendió lo vulnerable que son los helicópteros al fuego terrestre, especialmente si no están
apoyados por helicópteros armados. En lugar de correr, hacían fuego sobre las tropas llevadas en los
helicópteros, emboscaban las zonas de desembarco o se retiraban a las montañas y áreas de jungla fuera
del radio operativo de los obsoletos helicópteros H-21. Sin embargo, por un tiempo pareció que la batalla se
desarrollaba favorable el EVS. Para ese entonces el USMAAG ahora redesignado como USMACV (United

41
La Savia de la Guerra
States Military Assistence Command Vietnam), comenzó a sentirse optimista acerca de la finalización de la
guerra. Pero bajo la superficie, la situación se deterioraba rápidamente, había tres razones para ello.

La situación se deteriora

El EVS ejemplificaba el dicho que dice que no hay malos soldados, solo malos oficiales. El
resistente campesino vietnamita brinda buenos soldados, que combatieron bien en el Ejército Francés, en el
Vietminh y el Viet Cong. En su conjunto, por las razones que ya se explicaron, sus oficiales eran deficientes.
Pese a los informes optimistas acerca del desempeño del EVS enviados a Washington por Harkins, jefe del
USMACV, muchos de ellos no reflejaban la situación real en el terreno. Por ejemplo, la batalla de Ap Bac,
que tuvo lugar el 2 de enero de 1963, fue informada a Washington como un éxito. Mientras que el asesor del
ejército norteamericano asignado a la 7ª División de Infantería del EVS, que había montado la operación, la
informó como un fracaso deprimente. El pueblo de Ap Bac, ubicado a 65 kilómetros al sudoeste de Saigón,
estuvo ocupado durante un día por 350 guerrilleros del Viet Cong equipados con armas menores y un
mortero de 60 mm, enfrentados a una fuerza cuatro veces superior compuesta por un batallón del EVS, dos
batallones de la Guardia Civil, un batallón de paracaidistas y una compañía de infantería motorizada con los
vehículos blindados de transporte de personal M-113, apoyados por morteros, artillería y aeronaves de
ataque (los batallones de infantería y de infantería de marina del EVS eran más pequeños que los
británicos, generalmente de unos 350 efectivos). Los ataques del EVS eran vacilantes y los jefes, del
comandante de la división para abajo, no se destacaban por su valentía. Finalmente habiendo aferrado al
EVS durante todo el día, los guerrilleros se deslizaron bajo la cobertura de la oscuridad. Durante todo este
desgraciado episodio el asesor norteamericano, un oficial excepcionalmente bravo y enérgico, trató en vano
de convencer al comandante de la división del EVS para que montara un ataque. A la mañana siguiente la
7ª División bombardeó el pueblo vacío y a esto siguió un leve ataque de prueba. Los soldados del EVS
nunca entraron al poblado y durante muchos días Harkins creyó y así lo anunció a la prensa, que los
guerrilleros estaban rodeados. Esta demostración pusilánime fue un hecho característico de muchas ope-
raciones llevadas a cabo por el EVS. Diem no hizo nada para mejorar las cosas. En lugar de eso, deseando
conservar intacto el EVS como el principal baluarte contra un golpe de estado, exhortaba constantemente a
sus comandantes para que evitaran las bajas.

Segundo, el esquema estratégico de aldea que confinaba a los habitantes de las villas en áreas
dentro de las cuales, en teoría serían inmunes a las intimidaciones del Viet Cong, probó con holgura ser un
derroche de esfuerzo. Con facilidad el Viet Cong infiltraba los villorrios, la mayoría de las veces siendo
bienvenidos por sus habitantes quienes se encontraban profundamente resentidos por haber sido
reubicados lejos de sus hogares ancestrales. Los guardias civiles o bien se escapaban de su guardia de
vigilancia en el mangruyo, eran desarmados o ya eran miembros del Viet Cong. Además de la destrucción
de las aldeas, sus ocupantes rápidamente regresaban a sus antiguas áreas con la ayuda de este, el
esquema tenía otro efecto no previsto. Contribuyó mucho a proveer de armas al Viet Cong. Para enero de
1963 los norteamericanos habían provisto a los Guardias Civiles y a los milicianos de los Cuerpos de Auto
Defensa más de 130.000 armas menores, ametralladoras, morteros y cañones sin retroceso. A mediados de
1963 esos valores habían aumentado a un cuarto de millón de armas distribuidas en aldeas y puestos
avanzados estratégicos. Este bagaje constituía un importante acopio de armamento para el Viet Cong, el
que rápidamente sacó ventaja. En enero de 1963, ampliamente equipado a costa de los norteamericanos,
los efectivos regulares y provinciales del Viet Cong habían aumentado a unos 23.000 hombres apoyados
por una milicia de otros 100.000, un salto importante en solo tres años.

Por último Diem se excedió en su reacción ante las demandas de la comunidad budista para tener
mayor participación en la conducción del estado en Vietnam del Sur, la que en su mayoría se encontraban
en manos de los vietnamitas católicos. Finalmente Diem fue derrocado con la connivencia del gobierno de
los EEUU y asesinado por un grupo de oficiales. Si bien al principio la gente apoyó la caída de Diem con
entusiasmo y los soldados del EVS fueron agasajados en las calles de Saigón, pronto la novedad se
eclipsó.

Las esperanzas norteamericanas con respecto a que la caída de Diem marcaría un punto de
inflexión en la guerra, rápidamente se desvanecieron. En el plazo de una semana el Viet Cong lanzó

42
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

ofensivas al norte de Saigón. Solo en una provincia cayeron veinticinco puestos avanzados en una semana.
A los pocos días de la muerte de Diem el Presidente Kennedy también había muerto. Había ahora 17.000
efectivos militares norteamericanos en Vietnam del Sur. Si bien desde el comienzo de su intervención los
norteamericanos habían sufrido 370 bajas incluyendo 120 muertos, se había invertido suficiente sangre y
mucho dinero y se había gastado bastante retórica como para asegurar que el prestigio norteamericano
estaba en juego.

1964 y crisis

A fines de 1964 la situación en Vietnam del Sur había alcanzado las proporciones de crisis, las
fuerzas principales y provinciales del Viet Cong de 23.000 efectivos habían aumentado a 56.000.
Comenzaban a parecerse un ejército organizado en regimientos, con unidades de apoyo de combate de
ingenieros y comunicaciones. El 31 de diciembre de 1964 la 9ª División del Viet Cong, primera en formarse,
le aplicó un golpe mortal a dos unidades de elite del EVS. Un batallón de infantería de marina sobre un total
de 326 efectivos, tuvo cerca de 200 muertos, heridos o capturados, 29 oficiales muertos sobre un total de
35. Uno de los nuevos batallones de tropas especiales, formado por el General Westmoreland, ahora jefe
del USMACV, fue completamente destruido.

1965: los norteamericanos se empeñan en fuerza

A mediados de junio de 1965 el Viet Cong parecía estar en fuerza como para luchar hasta el final.
Pero ahora estaban por hacer frente al poder militar de los EEUU en una confrontación directa. Para
comenzar, en marzo de 1965 desembarcó una brigada de infantería de marina para defender el enclave de
Da Nang, el despliegue de las fuerzas norteamericanas continuó con el envío de una brigada
aerotransportada desde Okinawa para proteger el aeropuerto de Saigón y se aceleró constantemente hasta
30
alcanzar 184.300 hombres al finalizar ese año.

Una nueva situación logística

Se le requirió al sistema logístico apoyar una fuerza que alcanzó un máximo de más de medio
millón de hombres en el extremo de una línea de comunicaciones que tenía entre 14.000 y 17.600
kilómetros de largo, en un país que carecía de muchas de las facilidades necesarias para apoyar una fuerza
de esa magnitud y con un súbito incremento en la cantidad de tropas. La situación logística era totalmente
diferente a aquella para la cual las fuerzas norteamericanas se había adiestrado y adquirido experiencia en
la Segunda Guerra Mundial y en Corea. No había áreas claras en las que se pudieran establecer las
instalaciones logísticas, en el sentido convencional no había un frente ni una retaguardia. No había avances
o retiradas según ejes lineales a través de los cuales la savia de la guerra pudiera fluir. La mayoría de las
operaciones estaban montadas desde campamentos base aislados desparramados sobre todo el país.
Había muy pocos objetivos fijos en el terreno. No existía el patrón convencional de zona de combate y zona
de comunicaciones.

Los refuerzos eran desequilibrados, de tal forma que los efectivos de tropa casi siempre superaban
los acopios logísticos. Por eso los planes desarrollados por el 1er. Comando Logístico siempre estaban
atrasados y había mucho planeamiento ad hoc. El 1er. Comando Logístico, creado en abril de 1965, tenía la
responsabilidad de abastecer todas las fuerzas de los EEUU en Vietnam del Sur, excepto las dos Divisiones
de la Infantería de Marina y sus dos alas aéreas que estaban en el I Cuerpo, los dos cuerpos situados más
al norte; estos eran una responsabilidad del Cuerpo de IM y de la Marina. En 1968, después de la ofensiva
del Tet llevada a cabo por el Viet Cong, cuando efectivos importantes del Ejército se desplazaron al norte, el
1er. Comando Logístico aumentó sus responsabilidades incluyendo el área del I Cuerpo.

Caos en el despliegue

43
La Savia de la Guerra
En ese primer año el desplazamiento de las tropas fue tan rápido que superó todas las marcas de
una operación "improvisada". Las ordenes y contra ordenes que recibió la 1ª División de Caballería
Aerotransportada pueden haber sido una excepción, pero ilustran los problemas logísticos presentados al
trasladar a un destino que no ha sido adecuadamente reconocido, una formación sin el transporte adecuado
y sin brindar la información completa a todos los involucrados. La división, compuesta de más de 400
aeronaves, en su mayoría helicópteros, cerca de 16.000 hombres y más de 1.600 vehículos fue transpor-
tada a Vietnam en el portaaviones USS Boxer, tres buques del Servicio de Transporte Marítimo Militar
(MATS) y varias naves Liberty. Pese a las protestas presentadas al Comando de la División por los
comandantes más antiguos en el sentido de que la carga debía ser táctica, la División fue cargada adminis-
trativamente para ahorrar buques, con hombres y equipo atestados en cualquier lugar en que hubiera un
espacio. (La carga táctica requiere que los hombres y su equipo, tanques, cañones, helicópteros, vehículos,
etc., viajen en el mismo buque para permitir que la descarga se haga en una secuencia tal que le permita a
cada unidad comenzar a combatir minutos después de haber llegado a la playa). A mitad de camino en el
Pacífico, el comandante del Escuadrón de Caballería Aerotransportada (un batallón helitransportado
compuesto por novecientos hombres), recibió un mensaje del comandante divisional de la fuerza de tareas,
quien ya se encontraba en Vietnam, ordenándole prepararse para que combatiera poco después de su
desembarco en asalto debido a la orden dada por alguien en el Cuartel General de las Fuerzas de los
EEUU en Vietnam. Los 90 helicópteros del escuadrón estaban en el Boxer y en otros tres buques del
MATS. Todos los vehículos y el personal administrativo estaban distribuidos en media docena de Libertys,
cuya posición era desconocida y con los que no tenía forma de comunicarse. Todo lo que contaba eran 600
hombres y su armamento individual. Se puso a hacer los planes que podía.

Cuando le pidió al capitán del buque que largara las redes de desembarco para que la gente
pudiera practicar, se le informó que no solo no había redes abordo sino que el capitán no sabía el destino de
su travesía. Cualquiera que este fuera, estaba convencido que estaría en condiciones de descargar por el
costado. Finalmente el comandante del Escuadrón de Caballería Aerotransportada pudo convencer al
capitán que su destino era Vietnam y su puerto de descarga Qui Nhon, que carecía de facilidades para
descargar un buque de ese tamaño. Por suerte para el Escuadrón de Caballería Aerotransportada, no
existió oposición en la playa ni nunca la hubo. Se emplearon lanchas para desembarcar desde los buques
31
en sus fondeaderos.

No sería antes de 1967 que los diez puertos empleados por las fuerzas de los EEUU lograron estar
plenamente operativos. En 1965, en el momento más crítico del refuerzo de tropas, los buques de gran
calado podían llegar a esperar muelle hasta 20 días, tres años después el promedio era de menos de dos
días.

Las bendiciones de la superioridad aérea total

Pese a los muchos problemas a que se enfrentaron los logísticos y a algunos reclamos durante el
despliegue en 1965, no existen informes sobre operaciones que hayan sufrido limitaciones por escasez de
recursos logísticos. Más aún, los abastecimientos fueron abundantes y el capítulo sobre el nivel de vida en
el volumen Apoyo Logístico de los Estudios sobre Vietnam, orgullosamente dice: "Los soldados
norteamericanos en Vietnam comían bien. No eran raros ítems tales como los helados y huevos a pedido en
las bases de apoyo de fuego. El empleo intensivo de grandes heladeras, acoplados refrigerados y
helicópteros permitían que casi en forma rutinaria las tropas en el terreno disfrutaran de raciones de cuartel".

La clave de este extraordinario esfuerzo está en el helicóptero y en los aviones de transporte


táctico, siendo los más notables el C-7A Caribou del Ejército y el C-123 de la Fuerza Aérea,
complementados por los C-130 también de la Fuerza Aérea. Los aviones de transporte táctico transportaron
muy poco menos tonelaje que la totalidad de los helicópteros, tanto del Ejército como de la Infantería de
32
Marina. Operaciones que los franceses, diez años antes, hubieran considerado imposibles de apoyar
logísticamente se transformaron en acciones comunes gracias al helicóptero y a los aviones de transporte
táctico. Nada de esto hubiera podido ser efectivo si los norteamericanos no hubiesen tenido la superioridad
aérea total. Muchas veces representó un problema el fuego antiaéreo terrestre, tanto en la ruta como en los
lugares de descenso, lanzamiento y aeródromos, pero la línea de comunicaciones aérea no tenía que luchar

44
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

con la amenaza de los aviones de caza. Por eso las aeronaves, incluyendo los helicópteros, debían volar
alto para eludir el fuego antiaéreo de tal forma que no había ningún lugar en Vietnam del Sur sobre el cual
33
los norteamericanos o sus aliados no pudieran volar.

Movimiento por caminos y ferroviario

Pese a que se presenta a ésta como una guerra de helicópteros, los caminos y ferrocarriles también
jugaron su parte. Para mediados de 1966 Westmoreland ordenó que debía hacerse más uso de los
caminos. Por ejemplo, en 1968 el transporte automotor movió unas diez veces el tonelaje transportado por
helicóptero. Pese a que el sistema ferroviario había sido seriamente dañado por el Viet Cong, los
norteamericanos hicieron considerables esfuerzos para repararlo y aumentar su capacidad. Se
transportaron por ferrocarril cientos de miles de toneladas de roca y grava para la construcción de
34
aeródromos, puertos y para mejorar los caminos.

Problemas de ajuste

Para comenzar, hubo algunos contratiempos de los cuales el peor fue el abastecimiento de
munición. Nuevamente se debió al apuro con que se enviaron los efectivos de todos los niveles y al
planeamiento de estados mayores que carecían de oficiales de estado mayor logísticos, en un país con muy
pocas facilidades para el sostenimiento local. En Vietnam la munición era provista en "paquetes de ataque",
35
así como también otros efectos. Estos eran paquetes normalizados hechos varios años antes y basados
en las experiencias de la Segunda Guerra Mundial y en Corea. Los paquetes de munición contenían una
variedad de ésta, prevista para cubrir un consumo pre determinado. Otros paquetes contenían repuestos,
víveres, ropa y así siguiendo. Cada paquete estaba configurado a la medida de cada unidad o formación en
particular. Como lo indica su nombre, estos paquetes eran llevados al frente para cumplir con la demanda
prevista. Las desventajas del sistema estaban en que si la demanda superaba la que se había planeado
había escasez y si el consumo de alguna munición en particular o cualquier otro ítem era menor del previsto,
existía la probabilidad de que los depósitos se vieran inundados con abastecimientos no deseados. Estos
problemas se vieron agravados en el caso de los paquetes de ataque de munición en los primeros días del
despliegue norteamericano. Cuando la 173ª Brigada Aerotransportada llegó al aeropuerto de Tan Son Nhut
e inmediatamente comenzó a operar, se encontró con que no solo el consumo de munición era mayor que
el que había sido previsto en el diseño de los paquetes, sino que éstos contenían ítems de munición
obsoleta tales como cohetes de 3,5 pulgadas y munición anti tanque para cañones que ya no estaban en
servicio en el Ejército de los EEUU. Para subsanarlo se transportaron por vía aérea 255 toneladas de
munición directamente desde Okinawa a Tan Son Nhut empleando, durante siete días, todas las aeronaves
de transporte disponibles en el teatro.

Desde abril a julio de 1965 la situación de la munición fue "caótica". Los paquetes de ataque
llegaban antes que las unidades y estas eran enviadas a cualquier lado desde su punto de desembarco,
mientras que la munición se apilaba en la playa o en el Río Saigón en sampanes alquilados. El problema se
debía al arribo tardío de las unidades logísticas necesarias para que se encargaran de los procedimientos
para recibir, acopiar, distribuir y cumplir los pedidos de munición. Finalmente en julio de 1965, con el
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establecimiento del Cuartel General del Ejército de los EEUU en Vietnam, comenzó a imperar el orden.

Abastecimiento aéreo en las áreas adelantadas

En los primeros días había un desacuerdo, especialmente dentro del Ejército de los EEUU, con
respecto hasta que punto hacia el frente debía llevar los abastecimientos la Fuerza Aérea de los EEUU.
Esto salió a la luz durante las operaciones de la 1ª División de Caballería Aerotransportada para socorrer la
base del EVS en Plei Me en las alturas que rodean Pleiku, que culminaron con las batallas en el Río Drang
(Ia Drang), cerca de la frontera con Camboya. El primer enfrentamiento entre las tropas norteamericanas y
las fuerzas regulares del EVN. Al principio el comandante de la división, Mayor General Kinnard, solicitó

45
La Savia de la Guerra
prioridad para que la FA de los EEUU llevara los abastecimientos directamente a la base de la división en
An Khe (distribución de unidad). Pero Westmoreland ordenó que la división debía emplear el sistema normal
37
por puntos de distribución. Privado del apoyo logístico de la Fuerza Aérea, Kinnard se vio forzado a enviar
sus propios helicópteros de carga y aviones Caribous a Qui Nhon y Nah Trang respectivamente, a 80 y 210
kilómetros de distancia, cuando los necesitaba a todos para adelantar los efectos a Pleiku, donde sus tropas
estaban empeñadas en el combate.

El 25 de julio, cuando las operaciones de la 1ª División de Caballería Aerotransportada ganaban


ímpetu, los Caribous y Chinooks de Kinnard trabajaban para abastecer Pleiku, transportando 513 toneladas
desde An Khe, Qui Nonh y Nha Trang. Al día siguiente las existencias de combustible en Pleiku cayeron al
nivel crítico de 7.000 galones frente a un consumo diario promedio de 70.000 galones. Ese día (26 de julio)
solo 18 de los 30 Chinooks de la división estaban en condiciones de volar. Evidentemente la escala del
transporte aéreo debía ser aumentada, especialmente porque ese mismo día Westmoreland ordenó a la
división buscar y destruir a las fuerzas del EVN que se retiraban de Plei Me, una orden que llevó a tres
semanas de una agresiva guerra aeromóvil en el valle de Ia Drang. El transporte aéreo de la Fuerza Aérea
comenzó al día siguiente antes del amanecer, pero los consumos superaban los abastecimientos. A los dos
días, la 1ª División de Caballería Aerotransportada informó "cero galones de Jp-4 (combustible para todas
las turbinas de aeronaves) disponibles para apoyar las operaciones". Sin embargo, a los tres días, los
envíos alcanzaron a las tres cuartas partes de los requerimientos diarios, especialmente gracias a la
impresionante capacidad de transporte del gran caballito de tiro, el C-130, que podía transportar quince
tanques de 500 galones de combustible. Al principio los envíos de combustible iban a Pleiku, pero pronto la
Fuerza Aérea comenzó a llevar los tanques de combustible a la pista de tierra de mil doscientos metros en
la plantación de té en Catecka, a dieciséis kilómetros adelante de Plaiku. Esta pista se transformó en la
Base Avanzada (BA) de la división para helicópteros y punto de distribución de combustible y de este modo
se redujeron los requerimientos de Chinooks para llevar los tanques de combustible de Pleiku a la BA, de-
jándolos libres para otras tareas. La 1ª División de Caballería Aerotransportada informó posteriormente que
la corriente de transporte de la Fuerza Aérea a Catecka "verdaderamente fue uno de los mayores envíos de
Dios de todo el ejercicio (sic) - de otro modo hubiéramos tenido que rechinar los dientes al hacer un alto por
38
falta de combustible". La Fuerza Aérea transportó 5.400 toneladas en apoyo de la 1ª División de Caballería
Aerotransportada, un promedio diario de 186 toneladas, de las cuales el 58 por ciento era combustible; una
muestra de lo voraces que son los helicópteros en el consumo. El éxito de esa operación hizo mucho para
cambiar la actitud del Ejército con respecto a la asistencia de la Fuerza Aérea. Lo más adelante que ésta
pudiera abastecer, sería entonces mejor por estar lo más cerca del combatiente.

Centralizando el sistema logístico

El sistema logístico centralizado, bajo el 1er. Comando Logístico en Vietnam, ha sido criticado
39
especialmente por el General Starry en su monografía Mounted Combat in Vietnam. La razón de la queja:
que las unidades logísticas estaban alejadas de las formaciones, eran centralizadas y que vivían en los
campamentos base. Si bien la primera de las críticas es verdad, la segunda que sostiene que las unidades
logísticas nunca se movieron, no lo es. Para operaciones específicas, normalmente del tamaño de la
brigada o mayor, se establecieron Zonas de Apoyo Logístico avanzadas (ZAL), adyacentes a una pista
aérea capaz de recibir los C-130. Las ZAL fueron transferidas del 1er. Comando Logístico y proveía todas
las categorías de abastecimientos. Desde las ZAL los helicópteros transportaban los efectos hasta las
posiciones de apoyo de fuego y a los batallones y compañías operando en el terreno. Para 1966 como
40
máximo casi todos en Vietnam estaban a unos 40 kilómetros de una pista capaz de operar C-130.

Dadas las características de esta guerra es difícil ver que otra cosa se pudiera haber hecho. En una
guerra convencional generalmente las unidades logísticas forman parte de casi todas las formaciones, de la
brigada para arriba. Operan como una parte de la formación y para brindar los servicios para apoyo de
combate necesarios tienen sus posiciones en la retaguardia de la formación y ocupan terreno con talleres
de mantenimiento, puntos de abastecimiento, terminales, depósitos de combustible y así siguiendo. Se
mueven empleando sus propios medios de transporte a fin de adecuarse a los movimientos de sus
consumidores, siguiendo el flujo y reflujo de la batalla. En Vietnam, tal como se lo explicó anteriormente, no
había áreas de retaguardia detrás de los consumidores, que eran las formaciones y unidades empeñadas

46
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

en la batalla. Tampoco, tal como se trató más arriba las operaciones, las operaciones se realizaron según el
esquema "normal" durante el período en que estuvieron involucrados los norteamericanos. Las unidades y
formaciones vivían en bases desde las cuales salían, normalmente por unos pocos días, en helicópteros, a
pie o en vehículos blindados y con los cuales se replegaban al completarse la operación. Raramente los
objetivos eran siempre los mismos. No había posibilidad que las unidades logísticas se movieran con ellos
para establecer un sistema de auto sostenimiento. El drenaje en transporte y elementos de defensa hubiese
sido prohibitivo. El haberse establecido las unidades logísticas con las unidades y formaciones de combate
hubiese aumentado la dependencia: más bocas para alimentar y la necesidad de equipo, repuestos y
munición para el armamento personal; hubieran aumentado la necesidad de reaprovisionamiento y los
medios de transporte para llevar los efectos adicionales. La presencia de unidades logísticas y el terreno
que requieren para su función aumentaría el área a proteger, significando una carga extra para la unidad
acantonada. Las unidades logísticas, si se las adiestra, pueden asumir y lo han hecho, la responsabilidad de
su propia defensa pero cada hora empleada en la trinchera defendiendo el perímetro es una hora menos
dedicada a las tareas que le son propias; brindar apoyo. Fue mejor dejarlas centralizadas o desde ZAL para
operaciones específicas. Las unidades que pueden ser basadas bien a vanguardia son aquellas cuya tarea
es la de mantener y reparar los equipos más pesados y los helicópteros. En muchos casos así se hizo;
aplicando el principio de que generalmente es más fácil mover los técnicos que el equipo pesado.

De las bases estratégicas y tácticas a los requerimientos logísticos

¿Cuales eran la estrategia y las tácticas para las cuales fueron diseñados los arreglos logísticos? La
directiva dada a Westmoreland establecía seis tareas:

1. Desgastar (sic), para el final del año (1966), las fuerzas del Viet Cong y Nor Vietnamitas a una velocidad
mayor que su capacidad para poner hombres en el terreno.

2. Aumentar el porcentaje de bases negadas al Viet Cong y al EVN del 10/20 por ciento al 40/50 por ciento.

3. Aumentar las rutas y ferrocarriles críticos (importantes) abiertos, del 30 al 50 por ciento.

4. Aumentar la cantidad de población en las áreas seguras, del 30 al 50 por ciento.


5. Pacificar las cuatro áreas de alta prioridad seleccionadas, aumentando la población pacificada a 235.000.

6. Asegurar la defensa de todas las bases militares, centros políticos de la población y áreas productoras de
41
alimentos, ahora bajo control gubernamental.

Sigue siendo motivo de discusión, generalmente acalorada, si esta fue la estrategia correcta y es
probable que lo siga siendo en el futuro previsible. Cualquier discusión, incluso de los puntos principales del
razonamiento de aquellos que se oponen a la estrategia adoptada, es irrelevante en el contexto de este
libro. El punto es que en ningún momento el General Westmoreland o su sucesor, General Abrams, se
sintieron limitados por alguna debilidad de la logística norteamericana, como tampoco es posible identificar
algún punto en el cual su estrategia estuviera diseñada teniendo en cuenta lo que era o no era
logísticamente factible. De la misma forma la estrategia propuesta por aquellos que eran partidarios de una
acción diferente, también era apoyable logísticamente. Viene al caso destacar que los norteamericanos
nunca tuvieron ningún problema logístico en el nivel táctico, pero en contraste con la fase uno, las
escaseces logísticas no fueron los grillos que tanto inhibieron a los franceses y que por último fueron la
causa principal de su derrota militar.

LA BATALLA DE KHE SANH

Suprimiendo la mitología

47
La Savia de la Guerra
Uno de los ejemplos más impresionantes del empleo de los recursos logísticos de que disponían los
norteamericanos, incluyendo el exitoso uso del poder aéreo para el ataque y abastecimiento, fue la batalla
42
de Khe Sanh. Como dice Davidson se han escrito y televisado más tonterías acerca del sitio de Khe Sanh
que de cualquier otro episodio de la II Guerra de Indochina (su término para la fase tres). Finalmente
muchas de estas tonterías llegaron a los hogares con los siguientes conceptos erróneos: que Khe Sanh era
una diversión para sacar a las tropas norteamericanas de los reales objetivos de Giap: las ciudades en la
ofensiva del Tet o que el cerco era un segundo Dien Bien Phu y que los defensores estaban sentenciados a
muerte. El primer mito puede ser rápidamente refutado diciendo que nunca ha habido una evidencia de que
hubiese sido una diversión, tanto en ese momento como en los informes publicados desde entonces por
Vietnam del Norte. Más aún, el EVN continuó reforzando sus unidades alrededor de la base y construyendo
obras de sitio mucho después que la lucha relacionada con la ofensiva del Tet hubiera terminado. Si
hubiese sido una diversión, hubiera sido una muy cara, aferrando cuatro divisiones del EVN (dos
directamente empeñadas y dos en apoyo), un total de 40.000 hombres de primera línea, para asediar cuatro
batallones de infantería de marina y un batallón de comandos del EVS, un total de 6.000 hombres.

El segundo error de concepto fue la aparición de un rasgo discernible de tiempo en tiempo en algunas
partes de los medios de prensa, que es la mofa que se hace de los periodistas, equivalente a la que dice
que los generales "pelean la última guerra"; siendo que los medios "escriben la última guerra". En este caso
la presentación selectiva de evidencias para apoyar una idea preconcebida se hizo tan evidente que los
periodistas cayeron en su propia trampa y fracasaron en darse cuenta que las diferencias entre las
situaciones de Dien Bien Phu y Khe Sanh sobrepasaban a las similitudes. Los infantes de marina en Khe
Sanh estaban rodeados por una fuerza superior que podía dirigir el fuego de la artillería y los morteros a
cualquier parte de la base. Aquí terminan las similitudes. Los franceses fueron batidos porque tenían pocos
cañones y aunque se hubieran dado las condiciones ideales, p. ej. la capacidad de aterrizar aviones en Dien
Bien Phu, logísticamente no estaban en condiciones de mantener el ritmo de la batalla. El Vietminh solo
aceleró el fin negándoles el uso de la pista y obligándolos a depender totalmente de los abastecimientos
lanzados con paracaídas, transportados por una fuerza aérea de transporte inadecuada y ampliamente
obsoleta. En ningún momento el EVN tuvo superioridad de fuego en Khe Sanh. Los norteamericanos tenía
una enorme superioridad de fuego dada por los B-52, aviones de ataque, obuses de 175 mm y cañones de
8 pulgadas fuera de la base y cañones de 105 mm y morteros de 81 mm dentro del perímetro. Durante los
77 días del sitio los norteamericanos lanzaron más de 100.000 toneladas de bombas y 150.000 tiros de artil-
43
lería sobre el EVN.

Más importante aún, el EVN nunca cortó o comprometió seriamente el abastecimiento aéreo en Khe
Sanh.

Técnicas para el reabastecimiento aéreo

Las técnicas para el reabastecimiento aéreo habían recorrido un largo camino desde Dien Bien Phu.
Cuando unas seis semanas después de haber comenzado la batalla, un C-130 fue destruido en la pista por
fuego de mortero del EVN, el reabastecimiento aéreo pasó a ser ejecutado mediante:

- El Sistema de Extracción por Paracaídas a Baja Altitud (Low Altitude Parachute Extraction System)
(LAPES)

- El Sistema de Extracción por Aproximación a Tierra (Ground Proximity Extraction System) (GPES)

- Lanzamiento por paracaídas

- Aviones de transporte de ala fija C-123

- Helicópteros.

Cuando de realizaba una corrida de LAPES, el C-130 efectuaba una pasada a cinco pies sobre la pista
con la puerta de cola abierta. En el punto de extracción el piloto oprimía un botón electrónico que operaba

48
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

un paracaídas unido a los pallets montados sobre rodillos en el fuselaje del avión. Al abrirse el paracaídas la
carga se deslizaba por la cola del avión y patinaba hasta que paraba en la pista. Rápidamente los infantes
de marina la retiraban mediante cargadores frontales. Con el sistema GPES, el C-130 volaba el mismo perfil
pero atado a la carga había un largo gancho con el cual el piloto trataba de enganchar un cable en tierra,
similar al que se emplea en los portaaviones. Si tenía éxito la carga era extraída y caía en la pista. Una vez
que se resolvieron los problemas iniciales, este sistema fue tan exitoso que una carga conteniendo 30
docenas de huevos fue extraída sin que se rompiera ninguno. Sin embargo durante el sitio se efectuaron 15
GPES, comparados con 52 LAPES. Ambos sistemas requerían buena visibilidad, la baja altura de las nubes
y el crachin del monzón de nordeste impidieron su empleo durante mucho tiempo. Por eso la mayoría de los
abastecimientos fueron lanzados con paracaídas. Para 1968 las técnicas para el lanzamiento aéreo de
abastecimientos habían mejorado mucho desde Dien Bien Phu, así como la sofisticación de las ayudas a la
navegación. En el punto previsto para el lanzamiento el piloto asistido por la Unidad de IM de Control de
Tráfico Aéreo, colocaba el C-130 en una actitud de nariz arriba y 16 paracaídas atados a los fardos
conteniendo 15 toneladas de abastecimiento se deslizaban por la puerta trasera. Con los paracaídas la
carga flotaba a través de la neblina. Lanzando por instrumentos el error promedio era de 133 metros. Si el
piloto podía ver la ZL, era aún menor: 95 metros.

Los helicópteros y los C-123 continuaron aterrizando en Khe Sanh pese a los morteros y granadas y el
derribo de un C-123 en la aproximación, donde murieron cuatro de la tripulación y 44 pasajeros. Los C-123
requerían menos de la mitad de la longitud de la pista para el aterrizaje y despegue y resultaron invalorables
para la evacuación de bajas y hacer llegar refuerzos. Los helicópteros no solo podían aterrizar en Khe Sanh
sino que también fueron usados para abastecer los puestos en las alturas, aislados de la base principal y
muy pequeños para lanzarles abastecimientos con paracaídas. Durante el sitio se enviaron 12.430
toneladas de abastecimientos mediante los C-132 y C-130 de la Fuerza Aérea (8.120 toneladas con
paracaídas, LAPES y GPES y 4.310 con aeronaves aterrizadas en la pista). Estas no son las cifras totales
de los envíos efectuados por aeronaves de transporte porque los C-130 de la Infantería de Marina también
tuvieron una participación vital, pero sus registros muestran los tonelajes llevados a través del área del I
Cuerpo y no discriminan las cantidades como para indicar los volúmenes enviados a determinadas bases en
particular, como Khe Sanh. Además los helicópteros de la IM llevaron 4.661 toneladas de abastecimientos,
la mayoría de las cuales fue mandada directamente a los puestos avanzados desde la Zona de Apoyo
Logístico en Dong Ha.

El "Super Gaggle"

Los envíos por helicóptero a los puestos avanzados en las alturas fue un triunfo de la organización y un
ejemplo de la cerrada cooperación que se produce cuando una fuerza dispone de su propia fuerza aérea.
Las alas aéreas de la Infantería de Marina de los EEUU (USMC), a diferencia de otras fuerzas aéreas en el
pasado, no malgastaba su poderío conduciendo una guerra privada que no tenía ninguna relación con lo
que estaba sucediendo en el terreno. Una misión de reabastecimiento típica incluiría 12 helicópteros CH-46,
llevando cada uno 1.800 kilogramos de abastecimientos colgadas en un chinguillo. La supresión de la
artillería antiaérea era provista por 12 reactores de ataque A-4 Skyhawk. Cuatro UH-1E armados con caño-
nes volaban a tiro de cañón detrás de los CH-46. El control lo daba un TA-4 en altura. Todas las aeronaves
eran voladas por infantes de marina y el esfuerzo total tenía el sobrenombre de "Super Gaggle".

Los tiempos de un "Super Gaggle" eran críticos. El piloto del TA-4 comenzaba la corrida. Una vez en la
zona de descenso y en caso de que la base de las nubes permitiera a los A-4 hacer fuego de supresión,
daba el "adelante". Se establecía la hora H y comenzaba el "Super Gaggle". Doce A-4 despegaban de Chu
Lai, entre 12 a 16 helicópteros salían simultáneamente de Quan Tri, 160 kilómetros al norte. Los
helicópteros volaban hasta Dong Ha y recogían las cargas, las que ya estaban colocadas en los chinguillos.
El punto era que todas las aeronaves llegaran sobre el objetivo a tiempo. Primero los A-4 atacaban las
posiciones antiaéreas enemigas con napalm y bombas de fragmentación. Seguían más A-4 lanzando gas
lacrimógeno. Justo antes de la corrida final de los helicópteros, dos A-4 tendían un corredor con una cortina

49
La Savia de la Guerra
de humo. Mientras los helicópteros entraban a la zona de aterrizaje, cuatro A-4 con bombas, cohetes y
cañones, brindaban supresión antiaérea. Generalmente debido a la visibilidad y el terreno ondulado, una
vez que los helicópteros pesadamente cargados entraban en la corrida final, no había posibilidad de
regresar si la artillería antiaérea no había sido completamente suprimida. Pero los tripulantes se podían
conformar sabiendo que detrás de ellos, pisándoles los talones, estaban los helicópteros armados, listos a
recogerlos si sobrevivían al ser derribados. Estas tácticas fueron tan exitosas que solo dos CH-46 fueron
derribados en la aproximación en las misiones "Super Gaggle" y sus tripulaciones fueron inmediatamente
rescatadas por los helicópteros de escolta armados.

Todo suena mejor de lo que se veía:

"Solo aquellos que han experimentado los peligros de volar con el monzón pueden apreciar
completamente el loquero que se produce cuando un gran número de aeronaves se ven confinadas a un
reducido espacio debajo de una baja capa de nubes. Junto a esto, rodeando Khe Sanh, había una nube
que parecía cubierta de plumas y montañas que llegaban a los 915 metros...Si bien, aunque las misiones
estaban tan bien coordinadas y ejecutadas con un alto grado de profesionalismo, generalmente parecía
que la confusión reinaba porque había aviones por todos lados. Los A-4 perforaban en los flancos de las
rutas de aproximación, atacando con cargas explosivas las posiciones artilleras enemigas y esparciendo
humo protector; los CH-46 salían de la neblina tratando de encontrar las zonas de aterrizaje, los UH-1E
armados, con su aspecto de avispa, se precipitaban desde la retaguardia para el caso de que alguien
fuera derribado; el solitario TA-4 volaba en círculos por encima, tratando que su rebaño no se
44
enloqueciera."

Pero loquero o no, el abastecimiento aéreo de Khe Sanh fue algo muy distinto a los valientes pero
desesperados esfuerzos de la Fuerza Aérea Francesa, lanzando pequeñas cantidades desde los C-119 y
crujientes C-47 cada vez a alturas mayores sobre Dien Bien Phu. El poder logístico norteamericano, unido al
espíritu de lucha de los infantes de marina, le permitió a los defensores mantenerse en Khe Sanh hasta ser
relevados, sin haber perdido ningún puesto avanzado y confundir a los mensajeros de la muerte de los
medios de comunicación y a otros generales amateur. En Khe Sanh los norteamericanos sufrieron 205
muertos y 852 heridos, ganando la batalla; los franceses perdieron cerca de 10.000 hombres muertos,
heridos y tomados prisioneros en Dien Bien Phu.

¿Descuido de Giap?

Aún persiste un misterio no resuelto acerca de Khe Sanh. El agua para la base era ampliamente
proporcionada por el pequeño Río Quan, que nace en colinas al norte de la base, las que estaban en poder
del EVN. De acuerdo a los términos de la Convención de Ginebra el EVN podría haber envenenado el agua
obligando a los infantes de marina a llevarla por modo aéreo, aumentando en gran forma el problema
logístico. Tal vez simplemente Giap y los comandantes del EVN en el terreno pasaron por alto la
vulnerabilidad del abastecimiento de agua a la base. Esta es la opinión del Mayor General Tompkins,
comandante de la 3ª División de Infantería de Marina, quien visitó la base casi todos los días. También ha
sostenido que creía que la base podría haber sido abastecida de agua.

El impacto de la ofensiva del Tet

La ofensiva del Tet prácticamente destruyó al Viet Cong y dejó debilitado al EVN, fue una gran derrota
militar para Giap, quien había estado en contra del concepto desde el principio. El resultado inmediato fue
una drástica desescalada de las operaciones volviéndose a incrementar las incursiones de la guerrilla. No
se planearon ofensivas importantes y eran raras las operaciones a nivel de batallón o mayor. Pero
inconscientemente el Viet Cong y el EVN iban ganando una importante victoria política. En los EEUU estaba
aumentando la desilusión con la guerra. Estaba sembrada de predicciones de fracaso por algunas de las
personalidades más respetables de los medios de comunicación norteamericanos, quienes presentaban las
batallas del Tet y el sitio a Khe Sanh como derrotas. Crecían las presiones en el gobierno de los EEUU para
desvincularse. Finalmente el nuevo Presidente de los EEUU, Nixon, anunció una nueva política de guerra
basada en cuatro pilares: Vietnamización : reconstrucción y modernizando el EVS, de la marina y la fuerza
aérea, de tal forma que pudieran hacerse cargo del esfuerzo principal de la lucha; negociaciones con

50
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Vietnam del Norte en procura de una paz honorable; pacificación de las áreas rurales en Vietnam del Sur y
retiro de las tropas norteamericanas. Esto cayó perfecto en las manos de Giap, quién solo tenía que
sostener la suficiente actividad como para permitir que los cajones con cadáveres siguieran llegando a los
EEUU mientras mantenía sus propias bajas en lo mínimo posible, hasta que los norteamericanos se
retiraran. El tiempo estaba de su lado, como siempre lo había estado.

Problemas logísticos de la vietnamización

Por razones logísticas el programa de vietnamización inmediatamente comenzó a presentar


problemas. No había escasez de equipos, los norteamericanos los podían proveer. Pero disponer de los
equipos militares es solo un tercio del problema. Un ejército no solo debe estar adiestrado para su empleo
en la batalla, sino que también debe saber como estibarlo, mantenerlo, distribuirlo y repararlo. Cuanto más
complejo sea el equipo, más altamente adiestrado deben estar los usuarios y quienes lo mantienen, de la
misma forma que los oficiales y suboficiales para planificar y supervisar el trabajo, vinculando las tareas de
abastecimiento y mantenimiento sin las cuales ningún ejército puede existir. En una palabra hacer logísticos.
Había algunos, pero nunca los suficientes. Los técnicos no estaban adiestrados y ni estos ni los oficiales
logísticos de los estados mayores se pueden adiestrar de la noche a la mañana.

Camboya

A principios de 1970 la situación política en Camboya llevó a las fuerzas combinadas de los EEUU y el
EVS a aplicar un fuerte golpe a los planes comunistas en el sur de Vietnam del Sur. Durante años el
soberano de Camboya, Príncipe Sihanouk, había permitido a los vietnamitas comunistas llevar abasteci-
mientos a través del puerto de Sihanoukville. Desde allí la ruta Sihanouk corría hacia un complejo de bases
logísticas y áreas de concentración de tropas justo dentro de la frontera entre Camboya y Vietnam del Sur,
las que sostenían todo el esfuerzo de guerra comunista en el sur de Vietnam del Sur. Estas bases estaban
concentradas en dos salientes donde la frontera de Camboya entra en Vietnam del Sur, apodados el
45
"Anzuelo" (Fish Hook) y "Pico de Loro" (Parrot's Beak) . En sus esfuerzos de “correr con el zorro y cazar
con los perros”, Sihanouk cerró los ojos al bombardeo norteamericano de esas bases. En marzo de 1970 el
primer ministro de Camboya, Lon Nol, encabezó un golpe exitoso contra Sihanouk, quien se encontraba
fuera del país. Lon Nol cerró inmediatamente el puerto de Sihanoukville y tontamente anunció que
desalojaría a los comunistas vietnamitas de sus bases en la frontera entre Camboya y Vietnam. El Viet
Cong y el EVN reaccionaron rápidamente avanzando sobre Phnom Penh, la capital de Camboya, haciendo
retroceder al débil ejército camboyano. Rápidamente se hizo claro que si los EEUU no asistían a Lon Nol,
los vietnamitas comunistas muy pronto controlarían la totalidad de Camboya reabriendo Sihanoukville y
transformando la totalidad del país en una base flanqueando a Vietnam del Sur.

Captura de "La Ciudad"; un fuerte golpe a la logística del EVN

Luego de cerca de seis semanas de indecisión Nixon dio la autorización para que las tropas
norteamericanas fueran empleadas en una incursión sobre Camboya; el General Abrams había dicho que
no podía garantizar el éxito si no intervenían los norteamericanos. El 1º de mayo de 1970 los norteame-
ricanos, con una brigada aerotransportada del EVS, atacaron la saliente norte, el "Anzuelo" y el EVS la sur,
el "Pico de Loro". Ambas salientes fueron atacadas mediante movimientos de envolvimiento, con una
combinación de blindados, infantería y en el caso del "Anzuelo" por tropas aerotransportadas lanzadas en la
retaguardia enemiga. La mayor parte del enemigo huyó y no se materializó la gran batalla. Después de tres
días la lucha había terminado. La Oficina Central para Vietnam del Sur, que se había pensado estaba en el
"Anzuelo", se había retirado a mediados de marzo, tal vez anticipándose a la invasión de Camboya, pero se
descubrieron enormes cantidades de efectos y hectáreas de campamentos, hospitales y bunkers. Esta zona
había sido un santuario durante años a la que se retiraban el Viet Cong y el EVN cuando las cosas se
ponían muy calientes en Vietnam del Sur. Abundaban las evidencias sobre campos de adiestramiento y
centros de adoctrinamiento político, con registros, salones de clase, panfletos y otros materiales didácticos.

51
La Savia de la Guerra
Un complejo, similar a varios otros, fue descubierto por una unidad de caballería aerotransportada nor-
teamericana. Tenía 182 bunkers destinados a depósitos, cada uno de 36 metros cúbicos, 18 comedores, un
área de adiestramiento y una pequeña granja con animales. Cubría aproximadamente tres kilómetros
cuadrados y el depósito era capaz de recibir y entregar rápidamente grandes cantidades de efectos. De
documentos capturados resultó aparente que la "Ciudad" había estado en operación por lo menos por dos
años y medio. La cantidad de armas que contenía era suficiente como para equipar un regimiento del
46
EVN.

Otra unidad de caballería aerotransportada descubrió en un depósito, equipos de comunicaciones


nuevos, una muestra de la velocidad con que se había llevado a cabo la operación, impidiendo que se
retiraran equipos de radio de alta prioridad. En otros depósitos se encontraron camiones y equipos
importantes, así como también repuestos para los primeros. La 1ª División de Caballería Aerotransportada,
por si sola, desenterró 305 camiones y las huellas recientes en los caminos mostraban que aquellos eran
simplemente los que no habían sido retirados cuando comenzó el ataque. El sistema logístico en Camboya
era vasto y tenía la capacidad de mover, mediante camiones, miles de toneladas de abastecimientos desde
Sihanoukville hasta los depósitos cerca de la frontera. Una malla de caminos conectaba los puntos de
abastecimiento y había señales de la existencia de una completa organización para el combustible y las
reparaciones. El EVN había recorrido un largo trecho desde los días del sistema de transporte basado
principalmente en los coolies, si bien los porteadores seguían siendo empleados en grandes cantidades.

Los norteamericanos se retiraron a fines de junio y las fuerzas del EVS permanecieron un poco más.
Las bases en la frontera fueron arrasadas mediante vuelos de helicópteros pesados norteamericanos y C-
130 operando desde pistas construidas rápidamente. La cantidad total de armas capturadas fue inmensa,
47
sorprendiendo hasta a los norteamericanos. La incursión en Camboya fue un éxito. Le dio tiempo a Lon
Not para armar sus fuerzas y la pérdida de equipo y el desbaratamiento del sistema logístico, incluyendo la
48
pérdida del uso de Sihanoukville, demoró el cronograma de invasión del EVN en unos dos años. La Ruta
de Ho Chi Minh pasó entonces a ser la única línea de comunicaciones para el EVN desde Vietnam del
Norte, a través de Laos, hacia Vietnam del Sur.

Signos perturbadores en el EVS por la debilidad logística

Si bien durante la incursión las unidades del EVS se habían desempeñado mejor de lo esperado, había
signos perturbadores en algunas áreas. Dependían mucho de la artillería norteamericana y de los ataques
aéreos y sin los últimos, es dudoso que hubieran tenido éxito. Pero lo más significativo de todo, su pobre
logística llevó a paralizar sus blindados por falta de combustible, repuestos y capacidad de reparación en el
frente. Los vehículos blindados operables fueron destinados a remolcar los averiados, reduciendo además
su disponibilidad como incursores y muchas veces averiando las torretas, produciendo dos vehículos
averiados por el precio de uno.

Lam Son 719

Después del éxito en la destrucción de las bases en Camboya, Abrams se dio cuenta que se
obtendrían enormes ventajas con una acción similar sobre la Ruta de Ho Chi Minh. El éxito significaría la
ruptura de la única línea de comunicaciones del EVN hacia el sur. La parte terrestre de la operación debería
ser un esfuerzo solo del EVS debido a que una resolución reciente del Senado prohibía a las tropas
norteamericanas entrar a Camboya o Laos, sin aprobación del Congreso. Los norvietnamitas no demoraron
en detectar su vulnerabilidad. La operación en Camboya parecía indicar que los norteamericanos por fin
habían movido los arcos de este juego y bien podrían invadir Laos o también Vietnam del Norte. Tal vez
Giap no creía que el Congreso estuviera dispuesto a hacer cumplir su prohibición. Por eso ordenó que el
Cuerpo 70B tomara el comando de las tres divisiones del EVN en Laos, la zona desmilitarizada (ZDM) y el
sur de Vietnam del Norte. La Ruta 9, que corría desde Khe Sanh a través de la frontera de Laos con
Vietnam del Sur, llevaba a Tchepone, el centro logístico del EVN en Laos. Dentro de Laos el EVN preparó la
ruta para emboscadas y demoliciones, predeterminó zonas posibles de aterrizaje de helicópteros como
blancos de la artillería y trasladó la gran mayoría de sus abastecimientos fuera del área.

52
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

Se planificó una operación cuyo nombre código era Lam Son 719, comprendiendo tres divisiones del
EVS avanzando por la Ruta 9 hacia Tchepone y los norteamericanos para limpiar y sostener la sección
desde Khe Sanh hasta la frontera con Laos. La misión era ocupar las bases del EVN durante noventa días y
destruir las instalaciones y los abastecimientos. La prohibición para que las tropas norteamericanas
cruzaran hacia Laos, incluía los asesores de las unidades del EVS, observadores adelantados de artillería y
controladores aéreos. Esto habría de tener un efecto severo en el resultado. A medida que progresó, fue
una suerte que la prohibición no se extendiera a los helicópteros. El Comando de Apoyo del Ejército de los
EEUU en Da Nang le brindó un considerable apoyo logístico al Comando de la 1ª Area Logística del EVS (1
ALC) y a la Base Avanzada en Khe Sanh. En un clásico ejemplo de "esnobismo de estado mayor", si bien la
expresión no significaría nada para él, el Comandante del Cuerpo del EVS, Teniente General Hoang Xuan
Lam, no vio la necesidad de hacerle tomar conocimiento de la operación, hasta muy poco antes que ésta
49
comenzara, al 1 ALC que era el responsable de toda la logística del EVS.

El precio de un pobre adiestramiento

La operación fue un desastre. Fue un Ap Bac ampliado. La corrupta estructura de comando del EVS
colapsó bajo la presión de una batalla para la cual la mayoría de los soldados estaban inadecuadamente
adiestrados. Sin sus asesores norteamericanos, muchos de los comandantes del EVS se sintieron perdidos.
Por primera vez se encontraron reglando el fuego, pidiendo apoyo aéreo y controlando helicópteros. La
cooperación tanque/infantería era pobre. El adiestramiento podría haber solucionado estas deficiencias,
pero en el EVS los niveles de aquél habían mejorado muy poco con respecto a los de mediados de la
década del 50. Era muy tarde para comenzar a aprender las triquiñuelas del oficio cuando se estaba
combatiendo con las veteranas formaciones del EVN. Habiendo avanzado cerca de la mitad del camino a
Tchepone, Thieu, el Presidente de Vietnam del Sur le ordenó al comandante del cuerpo que se detuviera.
Temía sufrir serias bajas antes de las elecciones que pronto se debían llevar a cabo, especialmente porque
dos de las divisiones, la aerotransportada y la de infantería de marina, eran su reaseguro contra un golpe.
Resultó ser nuevamente Diem en Ap Bac. Thieu interfirió constantemente y por último ordenó, en forma
alocada, transportar por aire dos batallones 65 kilómetros hasta Tchepone, como un acto publicitario.
Tuvieron que ser retirados al día siguiente para evitar que fueran barridos por el EVN.

Mientras las tropas del EVS esperaban, se perdió todo el ímpetu y el EVN se movió rápido para
destruirlos, agrupando finalmente cuatro divisiones con tanques, artillería y gran número de cañones
antiaéreos. Cuando el EVS comenzó a retirarse, las pérdidas fueron importantes en los dos lados. El EVS
fue emboscado y los helicópteros derribados cuando evacuaban las tropas. Los norteamericanos perdieron
108 helicópteros destruidos y 618 dañados. Las pérdidas en el EVN fueron enormes debidas a los B-52
norteamericanos y los aviones de ataque. La Ruta de Ho Chi Minh estaba en plena operación una semana
después de la retirada del EVS.

Culpabilidad norteamericana

Aparte de las fallas del EVS, los norteamericanos también deben cargar con parte de las culpas por el
fracaso de Lam Son 719. Los informes de inteligencia fueron demasiado optimistas, a pesar de haber
habido indicaciones de que el EVN había sido alertado sobre un avance sobre Laos o la ZDM. Aún antes
que el EVN comenzara a mover refuerzos, había suficientes fuerzas en el área (22.000 hombres) como para
ofrecer una resistencia formidable a las tres débiles divisiones del EVS, de dudosa capacidad de combate.
La Ruta 9, sobre la que se había informado ser un eje apto para los blindados, resultó ser un camino
descuidado durante cuarenta años, de un solo carril con altos espaldones a ambos lados y sin espacio para
maniobrar. Al avanzar las unidades, encontraban el área sembrada con grandes cráteres de bombas que no
habían sido detectados debido al pasto tupido o al bambú. Por eso los vehículos blindados estaban
restringidos a la ruta. Otra vez las operaciones resultaban parecidas a las montadas por los franceses.

Es posible que ninguno de los errores y deficiencias mencionados más arriba haya sido determinante.

53
La Savia de la Guerra
El mayor error de los norteamericanos y del EVS, fue su incapacidad para apreciar que, por razones
logísticas, el EVN estaba obligado a luchar para defender sus bases en Laos. Hay una razón para esta falla
en la apreciación. Nunca antes, en la fase dos o tres, el EVN o el Viet Cong habían luchado resueltamente
para defender sus bases. Pero en todos los casos anteriores, si bien éstas habían sido importantes, no
habían sido absolutamente vitales para la continuidad de las operaciones del EVN o del Viet Cong en
Vietnam del Sur. La Ruta de Ho Chi Minh era la única línea de comunicaciones a Camboya, el sur de Laos y
Vietnam del Sur. Si el EVS hubiera tenido éxito en cortar este cordón umbilical, destruyendo los acopios
existentes y deteniendo el flujo de abastecimientos durante tres meses, el acopio logístico para la ofensiva
del EVN, planeada para la primavera de 1972, hubiera sido tan afectado que la ofensiva no hubiera sido
factible. De haber tenido éxito, el EVS hubiese infligido una aplastante derrota al EVN y hubiera ganado
tiempo. Tiempo para continuar con la vietnamización, tiempo para mantener a las fuerzas comunistas con
poder relativo de combate desfavorable mientras la retirada de las tropas norteamericanas continuaba
ininterrumpidamente. Giap no podía soportar un retroceso de estas dimensiones; los imperativos logísticos
lo llevaron a defender su línea de comunicaciones y sus acopios con toda la capacidad que podía montar.

Primavera de 1972: la ofensiva del EVN

La ofensiva de primavera o Pascua de 1972 del EVN comenzó el 30 de marzo. Destacó un ejército
convencional de cerca de 120.000 hombres en catorce divisiones y veintiséis regimientos independientes
apoyados por masas de tanques y artillería, una fuerza equivalente a veinte divisiones. El Viet Cong
prácticamente no jugó ningún papel. En el EVN se había instituido un programa masivo de reequipamiento.
Habían fluido a Vietnam del Norte tanques rusos T-34 y T-52, misiles superficie aire y cañones de 130 mm.
Las formaciones del EVN en Laos habían sido retiradas, reforzadas, reequipadas y readiestradas antes de
regresar a sus posiciones de partida para la ofensiva. Giap planeó una guerra moderna de rápidos
movimientos, empleando tanques, artillería e infantería. Carecía de apoyo aéreo. Su concepto eran tres
ataques simultáneos. En el norte sus objetivos eran la ciudad de Quang Tri y Hue, con el propósito de
expulsar las tropas y las autoridades de Vietnam del Sur de las tres provincias norteñas de Vietnam. Si tenía
éxito extendería la frontera de Vietnam del Norte hasta Da Nang. En el centro, planeó cortar en dos a
Vietnam del Sur a lo largo de la línea Kontum-Hoai Nhon. En el sur, tres divisiones avanzarían sobre el eje
Loc Ninh/An Loc para amenazar Saigón, mientras otra división atacaba en el Delta del Mekong para obtener
territorio con su arroz, mientras aferraba tropas del EVS y les impedía reforzar otros puntos.

El valor del apoyo norteamericano

Si bien el EVN efectuó importantes conquistas territoriales en la ofensiva de Pascua, no alcanzó


ninguno de sus objetivos. Como un todo, en contraste con Lam Son 719, el EVS luchó bien una batalla
defensiva. Los asesores norteamericanos, permaneciendo con sus unidades cualquiera fuera el resultado,
jugaron un papel vital en esta metamorfosis. Los asesores, además de prácticamente comandar las
unidades y formaciones del EVS a las que asesoraban, eran el apoyo de los comandantes en todos los
niveles. Bien guiado el EVS podía luchar tan bien como cualquier otro. Muy importante resultaba el hecho
de que los asesores planificaban y controlaban el imponente poder ejercido por los B-52 norteamericanos
desde Guam y U-Tapao en Tailandia, el apoyo cercano de reactores de ataque y helicópteros armados y los
misiles filoguiados antitanque montados en los helicópteros armados Cobra. El poder aéreo norteamericano
enfrentó los ataques blindados del EVN y destruyó cantidades enormes de tanques, cañones y equipos, así
como también causó bajas masivas en el EVN. Una y otra vez los ataques fracasaban frente a los ataques
aéreos. En un área los B-52 bombardearon un regimiento del EVN que se movía al descubierto. Cuando se
disipó el polvo, el regimiento había desaparecido sin dejar rastros. El poder aéreo de los EEUU también fue
determinante para abastecer la batalla, los helicópteros y los C-130 hicieron posible la resistencia y
alimentaron los contraataques del EVS.

Errores de Giap

El EVN colaboró cometiendo errores. Era la primera vez que peleaban una batalla de blindados en esta
escala. Su comando y control eran lentos y elemental el empleo táctico de los blindados y la infantería. Al
combatir en tres frentes y no coordinar sus ataques, Giap le permitió al EVS trasladar tropas y a los

54
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

norteamericanos mover su poder aéreo para hacerles frente. En realidad no tenía alternativas. No podía
emplear su ejército en masa en un único frente porque no podía apoyar tal despliegue. Si hubiese acopiado
efectos para un único asalto masivo, no poseía la capacidad para hacer llegar los abastecimientos hacia el
frente desde donde estaban acopiados, en la escala (miles de toneladas por día) requerida para alimentar
una batalla de gran intensidad combatida por la totalidad de su ejército. Aunque hubiese poseído los
medios, las grandes concentraciones de abastecimientos y los largos convoyes de camiones necesarios
para apoyar una guerra móvil en masa, hubiesen sido afectados por los ataques aéreos norteamericanos.
Debido al tiempo requerido para montar tales ataques, se vio forzado a recurrir a un esquema de ataque-
tregua, ataque-tregua que había sido empleado con anterioridad en esta guerra. Giap hacía frente a una
nueva situación operacional; debido a que atacaba empleando blindados, estaba obligado a consumir sus
abastecimientos a un ritmo mayor del que podía reponerlos. Estaba intentando lo imposible, llevar a cabo
una guerra de movimiento con gran consumo de munición y combustible y la necesidad de reaprovisionarse
diariamente, bien al frente si se quería mantener el ímpetu, contra a la superioridad aérea. Esto era
totalmente diferente a la situación observada por Slessor en Italia y los intentos norteamericanos de cortar la
Ruta de Ho Chi Minh. En la primera, los norteamericanos estaban atacando. En la última, Giap podía
balancear sus operaciones teniendo en cuenta la situación de sus abastecimientos.

Cuando la ofensiva de Pascuas llegó a un alto, hubo mucha euforia en los niveles políticos de los EEUU
acerca del éxito de la vietnamización. Ocultaron las deficiencias que yacían debajo de la superficie en la
estructura del EVS, que eran: deficiente liderazgo, mala organización y falta de movilidad; el poder aéreo
norteamericano, incluyendo la vital capacidad de transporte de la logística y de tropas y la parte crucial
desempeñada por los asesores. La próxima vez, el EVN estaría a sus anchas.

Se desata todo el peso del poder aéreo norteamericano

En diciembre de 1972, después de inútiles negociaciones llevadas a cabo durante la mayor parte del
año, los norteamericanos "bombardearon a los norvietnamitas a la mesa de conferencias". Por fin el poder
aéreo norteamericano fue autorizado a ser ejercido sin restricciones y golpear a Vietnam del Norte donde
lograría el efecto mayor sobre su economía, industria y potencial militar. Su base logística, el puerto de Hai-
phong fue minado, no por primera vez, con el propósito de cortar los abastecimientos soviéticos. Pero aún
más importante, en lugar de los ataques restringidos de los años anteriores, frecuentemente a kilómetros de
Hanoi, los ataques fueron dirigidos a donde podían doler. Anteriormente había habido grandes áreas de
bombardeo libre, especialmente alrededor de Hanoi y Haiphong por lo que los norvietnamitas habían
desplazado sus instalaciones militares y depósitos logísticos hacia los santuarios. Esta vez, habría un
máximo esfuerzo dirigido a todas las instalaciones militares en el área Hanoi/Haiphong, así como también
playas de ferrocarriles, puentes, caminos, centrales eléctricas y acerías. No fueron atacados los diques del
Río Rojo, cuya destrucción hubiese inundado en algunos lugares el área hasta una altura de 3,40 metros.
Las técnicas modernas mejoraban la exactitud. Ese año en una campaña de bombardeo anterior, el puente
ferroviario en Thanh Hoa, donde la Marina de los EEUU había perdido 97 aviones entre 1965 y 1968 sin
lograr destruirlo, fue derrumbado en una sola corrida en mayo de 1972 mediante una bomba "inteligente" de
2.000 libras guiada por láser. Luego de 12 días el potencial militar de Vietnam del Norte, su industria y
economía, estaban totalmente destruidos. Durante los últimos tres días los aviones norteamericanos fueron
apenas atacados, no había más munición y más importante, no había más misiles superficie-aire. Por
primera vez en esta guerra Nixon había demostrado, más que cualquier otro presidente, su voluntad de
vencer. Al hacerlo así había empleado uno de los dos principios reales de la guerra, la sorpresa. Pocos
esperaban que desafiara a los medios de comunicación norteamericanos, quienes habían predicho que una
campaña de bombardeo haría más rígida la resistencia o los reclamos de condena a lo largo de todo el
mundo. El próximo paso en el programa de bombardeo podrían ser los diques del Río Rojo. El politburo en
Hanoi aceptó conversar.

Siguen los acuerdos

55
La Savia de la Guerra
Los acuerdos resultantes incluyeron, entre otras cosas, la retirada de todas las fuerzas
norteamericanas de Vietnam. El propósito era suspender las operaciones hasta que los norvietnamitas se
pudieran preparar para el desenlace final en Vietnam del Sur. Como un paliativo los EEUU volcaron equipo
en Vietnam del Sur, pero el sistema logístico y el adiestramiento de las fuerzas survietnamitas no podían
hacer frente al flujo. Tenían aeronaves que no podían volar, buques, tanques y otros equipos que no podían
tripular o mantener. Los defectos en la estructura de las fuerzas armadas no habían cambiado. Los
survietnamitas se aferraban a la esperanza de que si Vietnam del Norte atacaba, los norteamericanos irían
en su ayuda. El Congreso no tenía intenciones de permitir una cosa así.

1973-4: El EVN se reorganiza y reequipa

En 1973 y 1974 el EVN, ahora bajo el comando del General Van Tien Dung, se reorganizó y reequipó.
Grandes avances se hicieron para mejorar el sistema logístico como para apoyar un ejército convencional
grande y móvil. Se ensanchó la Ruta de Ho Chi Minh y se le dio una superficie dura. Se construyó un nuevo
camino por el lado este de la cadena Annamite, desde Khe Sanh a Loc Ninh, de ocho metros de ancho y
transitable en todo tiempo. El EVN construyó un total de 19.200 kilómetros de caminos en las áreas que
50
ocupaba en Vietnam del Sur. Se tendió un oleoducto desde Vietnam del Norte hasta Loc Ninh. En Vietnam
del Sur el EVN instaló un extenso sistema telefónico militar, que abarcaba 20.000 kilómetros de líneas.
También construyó trece aeródromos en Vietnam del Sur. En las bases en Camboya, Laos y Vietnam del
Sur, se construyeron o ampliaron enormes depósitos, incluyendo hospitales, centros de adiestramiento y
talleres de reparaciones. La comprensión, por parte de los norvietnamitas, de que la logística siempre había
sido el talón de Aquiles del EVN y que un ejército convencional necesita un sistema logístico efectivo, fue la
clave de su éxito en el campo de batalla. A este enorme incremento de su capacidad logística, el EVN
agregó una importante reorganización, agrupando sus divisiones en cuatro cuerpos. Con eso el sistema de
comando fue modernizado y racionalizado. Para mejorar su posición en preparación para la campaña final,
el EVN montó una serie de "incursiones estratégicas" por todo Vietnam del Sur. Uno de los principales
objetivos de éstas era el de ensanchar su corredor logístico al este de las Annamites. Además, estas
incursiones tenían la iniciativa, recuperaban territorio y población perdidos con el Programa de Pacificación,
producían bajas al EVS y minaba su moral, mientras que aumentaba el fogueo del EVN.

Los problemas a que se enfrentaba el EVS

El EVS tenía enormes problemas, El Congreso de los EEUU, en forma drástica, cortó la asistencia
militar a Vietnam del Sur. La primera en sentir el efecto fue la Fuerza Aérea de la República de Vietnam
(FARV), la que había sido adiestrada en los cánones norteamericanos de ser pródigo en combustible, mu-
nición y repuestos. De golpe se vieron forzados a “cortar sus ropas de acuerdo a la tela que disponían” y
ésta era muy poca. Para ahorrar recursos la FARV eliminó el adiestramiento. La escasez de repuestos
disminuyó la movilidad estratégica del EVS, en lo que hace al empleo de aviones y helicópteros, en un 70
por ciento. Esa misma escasez hacía que las aeronaves permanecieran en tierra y se las canibalizara.
Disminuyeron los acopios de combustible y no fueron reemplazados. Se racionaron todos los tipos de
municiones. Las granadas de mano debieron ser contabilizadas, los planes de fuego restringidos y la mu-
nición de fusil reducida en un 50 por ciento. El impacto en la moral del EVS fue desbastador. Menos
munición significaba más bajas. Frecuentemente la evacuación de bajas se realizaba en motocicletas
Honda o mediante una cadena de ambulancias con los tanques de combustible vacíos, arrastradas por
camiones y aún en sampanes. Si un herido llegaba vivo al hospital, se encontraba con que había escasez
de vendas, medicamentos, antibióticos y fluidos intravenosos. A medida que se acercaba la estación de la
malaria, se acabaron los repelentes de insectos.

La provisión de botas y ropa era muy escasa. El salario no alcanzaba para compensar la inflación. Para
cuidar de sus familias los hombres desertaban a un ritmo de 15.000 a 20.000 por mes. Otros hacían
arreglos con sus comandantes para tener otro trabajo. Los comandantes modernos hacían dinero a través
de la corrupción y mediante la venta de equipo. Los antiguos se volvían ricos alimentando la corrupción. A
medida que la lucha aumentó, los comandantes evitaban el campo de batalla. El fantasma de la derrota se
51
extendía.

56
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

FASE CUATRO

La fase cuatro de la guerra en Indochina recibió el puntapié inicial definitivo el 26 de diciembre de 1974,
con la batalla por las provincias de Don Luan y Phuoc Long. Finalizó con la campaña de Ho Chi Minh para
tomar Saigón que comenzó el 26 de abril de 1975. El EVN atacó con el equivalente de dieciocho divisiones,
organizadas en cinco cuerpos, apoyados por ingenieros, artillería, tanques, unidades de artillería antiaérea y
una fuerza aérea reunida de a pedazos y deprisa; un largo camino desde el andrajoso pelotón de Giap en el
Viet Bac en 1945. El EVN entró a la ciudad el 30 de abril de 1975. Finalmente habían aprendido que la
logística era la clave del éxito, los dos años de preparación logística y acopios daban sus frutos. No fue un
paseo en su conjunto. La 18ª División del EVS, atacada por la totalidad de IV Cuerpo del EVN, perdió el 30
por ciento de sus efectivos, destruyendo 37 tanques norvietnamitas y matando más de 5.000 hombres.
Nuevamente demostraron que los soldados survietnamitas podían pelear y una vez más se demostró la
verdad del dicho: "no hay malos soldados, solo malos oficiales".

CONCLUSION

No es el propósito de este capítulo defender o criticar el hecho que los franceses o los norteamericanos
se involucraran en Indochina o emitir opinión sobre actos correctos o incorrectos. Lamentablemente, estar
en lo "correcto" no siempre garantiza la victoria, además frecuentemente los "chicos buenos" llegan últimos.
Como soldado profesional, el autor está solo interesado en la factibilidad de las operaciones militares que
siempre están vinculadas con la logística. Los franceses nunca fueron lo suficientemente poderosos
logísticamente como para ganar; los norteamericanos si, pero seleccionaron la estrategia equivocada. Los
franceses disponían de los abastecimientos y casi todo el equipo necesario como para lograr la victoria, la
mayoría de éstos provistos por los EEUU, pero carecían de los medios para hacerlos llegar donde eran
necesarios y sostenerlos en la batalla. Los EEUU disponían tanto de los equipos como de los medios para
desplazarlos. Una vez que se lo privó del apoyo y abastecimientos de los EEUU, el EVS nunca dispuso de
los recursos que le permitieran ganar. A pesar de su poder logístico, los norteamericanos cayeron en el
juego de los norvietnamitas, empleando tácticas para una guerra prolongada, sin tener en su país el apoyo
para tal estrategia. Fallaron en maximizar su poderío, poder aéreo masivo y junto a éste, una invasión al
Norte para aplastar a Vietnam del Norte a mediados de los sesenta; tal como lo demostraron que podían
52
con su campaña de bombardeo en diciembre de 1972. Al no aplicar una presión implacable tanto en el
aire como en tierra, le permitieron al EVN dictar el ritmo de la guerra y diseñar sus operaciones de acuerdo a
las capacidades de sus recursos y su logística. Una vez más, no es el propósito de este libro sugerir que los
norteamericanos hubieran estado moralmente bien habiendo invadido Vietnam del Norte y
bombardeándolos para obligarlos a sentarse mucho antes a la mesa de conferencias, sino solo para sugerir
como tal vez podrían haber ganado la guerra, si valía la pena ganarla de esa forma. Al final tuvieron lo peor
de todo en el mundo, tuvieron más bajas y perdieron más prestigio por su estrategia, perdiendo la guerra en
el proceso. Las cicatrices quedan.

11
La indochina Francesa estaba constituida por los actuales países de Laos, Camboya y Vietnam.

2
El ejército francés en Indochina era una muestra colorida, reflejo de su herencia particular y tradición en el servicio
colonial. Históricamente los conscriptos franceses servían solamente en la defensa de su país. Las fuerzas que
servían fuera de la Francia Metropolitana se constituían tanto con franceses y en el caso de la Legión Extranjera,
también otros europeos, especialmente voluntarios para servir en ultramar o con voluntarios de las numerosas
colonias francesas. No necesitan ser presentados los regimientos de la Legión Extranjera: Régiment Etranger
d'Infanterie (REI) y Regiment Etranger Parachutiste (REP). Pero, por ejemplo: Batallions de Parachutistes Coloniaux
(BPC), estaban constituidos por franceses; Régiment d'Infanterie Coloniale du Maroc, por marroquíes; Infanterie de
la Marine, por franceses sirviendo en un regimiento que hacía mucho tiempo había perdido su contacto con el mar y
reclutado exclusivamente para servir en ultramar. Los oficiales de esas fuerzas "coloniales", incluyendo la Legión,
eran exclusivamente franceses de carrera, producto de la Academia Militar de St.Cyr. En este libro, el término
"tropas francesas" incluye a los hombres, de todas las nacionalidades, sirviendo en el ejército colonial francés,

57
La Savia de la Guerra

desde marroquíes, vietnamitas, laosianos, camboyanos, europeos de todas las razas, incluyendo ex SS alemanes,
hasta franceses. El término "tropas vietnamitas" hace referencia al Ejército Nacional Vietnamita.

3
El Vietminh y posteriormente los norvietnamitas y el Viet Cong, tenían tres categorías de unidades de combate. Si
bien las proporciones de las cantidades de hombres y mujeres asignados a cada grupo habrían de cambiar a
medida que pasaron los años, los agrupamientos nunca lo hicieron. Estos eran:
(a) Las unidades de la Fuerza Principal, en la fase uno, las unidades regulares del Vietminh que combatían a los
franceses. En la fase dos, las fuerzas regulares del Ejército de Vietnam del Norte y del Viet Cong, empeñadas
contra los norteamericanos y los survietnamitas. Estas unidades estaban bien conducidas, bien adiestradas y
eran aguerridas. Su tamaño creció desde la sección, en 1944, a divisiones, cuerpos y Frentes (una expresión
soviética designando un grupo de ejércitos operando en un frente en particular). Finalmente fueron equipados
con artillería, blindados, aeronaves, cañones y misiles antiaéreos. Siempre estaban directamente bajo las
ordenes del comandante en jefe del ejército o de un comandante de Frente o área.
(b) Las fuerzas Regionales o Locales, eran tropas de segunda línea organizadas en una provincia o distrito.
Posteriormente las fuerzas Regionales fueron subdivididas:
(1)Fuerzas provinciales, del tamaño cercano al del batallón, razonablemente bien armadas, reclutadas y operando en
su provincia.
(2) Fuerzas Distritales, no tan bien armadas, reclutadas y operando en sus distritos.
Las Fuerzas Locales estaban a las ordenes del Comandante en Jefe y controladas a través del Interzonal,
que incluía varias provincias. Al principio de la fase uno, el Vietminh tenía cinco Interzonales, pero después las
redesignó Regiones Militares (RMs); cuatro en Vietnam del Norte y una, la RM V, en el norte de Vietnam del
Sur. En la fase dos, se establecieron otras nueve RM en el resto de Vietnam del Sur. Las Fuerzas Regionales
variaban en sus características, pero básicamente eran infantería ligera, cumpliendo tareas de reconocimiento y
encubrimiento para las unidades de la Fuerza Principal y emboscando y atacando las tropas enemigas cuando
invadían su área táctica.
(c) Guerrillas de las Fuerzas Populares, reclutadas en aldeas y villas, subdivididas en:
(1) El Dan Quan, conformadas por los dos sexos y todas las edades y sin ninguna capacidad de combate.
(2) El Dan Quan Du Kich, reclutado entre los hombres de 18 a 45 años de edad, que llevaba a cabo operaciones
de combate. No vestían uniforme y estaban pobremente equipados. De día trabajaban en los campos y
ocasionalmente atacaban puestos avanzados enemigos de noche.
Controlados por el Comandante en Jefe a través de los RM Interzonales, provinciales o distritales, la
principal tarea de ambos grupos era la de colocar "trampas cazabobos" y actuar como recolectores de
inteligencia y porteadores para las unidades de la Fuerza Principal y Regionales.
El sistema de reclutamiento y adiestramiento era interesante e innovador. Todos los soldados comenzaban
como guerrilleros. Los mejores hombres eran enviados a las Fuerzas Regionales para un mayor "fogueo" y
posteriormente, los más capaces ascendidos a las Fuerzas Principales. De tal forma, las Fuerzas Principales
recibían un recluta adiestrado y generalmente muy experimentado. La desventaja residía en que, cuando las
fuerzas Regionales o Principales habían sufrido fuertes bajas, las unidades guerrilleras eran "exprimidas"
para proveer reemplazos, en algunos casos a costa de su propia capacidad de combate.

4
Davidson, p. 35, The Military Art, p.79

5
Fall, Street Without Joy, p.17

6
Personal-G1; Inteligencia-G2; Operaciones-G3; Logística G4.

7
Por lo menos en aquellas a las que concurrió el autor, tanto como oficial logístico del Estado Mayor en el Cuartel
General del Ejército Británico de Tierra del Lejano Oriente en el período 1966/67, como Secretario Adjunto del
Comité de los Jefes de Estado Mayor Británico en 1970/71

8
Davidson, pp 59-60. Son interesantes las cifras de carga de Giap, de acuerdo a O'Niell General Giap-Político y
Estratega, p.72:
"Un hombre puede transportar...25 kilogramos de arroz o 15-20 kilogramos de armas y municiones, 25
kilómetros por día en terreno fácil o 20 kilómetros de noche; 12,5 kilogramos de arroz o 10-15 kilogramos
de munición 14,5 kilómetros en terreno montañoso de día o 12 kilómetros de noche. Una carreta de
bueyes puede mover 350 kilogramos 12 kilómetros por día y una de caballos 215 kilogramos 20 kilómetros
por día.

58
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

9
O'Ballance, The Indochina War 1945-54: A Study in Guerrilla Warfare, p.118 y Fall, Street Without Joy, p. 33 quien
da el número de morteros.

10
Davidson, pp 76-77, indica fines de 1949 como la época en que Giap organizó sus regimientos en divisiones. Sin
embargo, el autor quiere destacar respetuosamente que la afirmación de Davison respecto a que la división es
la menor unidad que combina todas las armas terrestres, que se mantiene a sí misma y que combate
independientemente, no es estrictamente correcto; una brigada puede hacer todas esas cosas. Giap formó cinco
divisiones, de las cuales la 308 fue, en términos de Davidson fue "una de las divisiones élite en el mundo
militar."

11
Fall, Street Without Joy, p.33.

12
La estrategia de Lattre estaba apuntada a incrementar el poder ofensivo francés de forma tal de permitirle a él
quitarle la iniciativa a Giap. Debido a que el Gobierno Francés no estaba dispuesto a proveer tropas adicionales,
debió reducir el número de tropas francesas en posiciones defensivas estáticas dentro del delta. Su plan era
establecer una línea fortificada (la línea de Lattre) a lo largo del perímetro del Delta y aumentar las operaciones de
pacificación dentro del área abarcada. Propuso transferir las tareas de defensa estática al Ejército Nacional
Vietnamita a las ordenes del Emperador Bao Dai. Junto con esto, procuró aumentar la ayuda militar
norteamericana. La Línea de Lattre corría desde el mar al norte de Haipong, hacia el oeste a Viet Tri y luego al
sudeste hacia el mar, cerca de Phat Diem. Incluía una saliente de unos 120 kilómetros de ancho donde se
apoyaba en el mar, unos 25 kilómetros en su parte más angosta alrededor de Viet Tri y de unos 175 kilómetros de
largo. Su defensa consistía de pequeñas posiciones fortificadas de infantería que se apoyaban mutuamente. Para
mediados de 1951 se habían completado 600 puestos y otros 600 al terminar el año.
Al final, el concepto total nunca funcionó adecuadamente debido a que dependía de las tropas del Ejército Nacional
Vietnamita para hacerse cargo de la línea - muy cara en hombres (la cantidad equivalente a dos divisiones de
infantería) para pacificar exitosamente el área. Desafortunadamente el Ejército Vietnamita nunca fue efectivo

13
Davidson, p. 124, brinda las razones para estos tiempos.

14
Fall, Street Without Joy, p. 31

15
Spector, Advice and Support: The Early Years: The US Army in Vietnam 1941-1960, pp.142-143 cita el informe de
la reunión del 20 de septiembre de 1951, con de Lattre diciendo:
"Si ustedes pierden Corea, Asia no estará perdida; pero si yo pierdo Indochina, Asia estará perdida. Tonkin
es la llave al sudeste asiático, si el sudeste asiático se pierde, la India "arderá como un fósforo" y no habrá
una barrera para contener el avance del comunismo antes de Suez y Africa. Si el mundo musulmán, de este
modo, se hunde, los musulmanes en Africa del Norte pronto caerán en una línea y Europa misma será
flanqueada".
¡Esta era una versión extrema de la Teoría del Dominó, aún para los cánones de la época! Sí bien, de acuerdo con
Spector, p. 144,
"los líderes norteamericanos deseaban aceptar el concepto de Lattre de una guerra, pero no estaban
entusiasmados sobre la toma de ningún paso práctico en el sentido de establecer un esfuerzo de guerra
unificado Franco-Norteamericano.

16
Spector, p. 145: solo 444 jeeps de 968 y 393 camiones 6x6 de 906 fueron enviados en el verano de 1951. Ver p.
153 para las características del mantenimiento.

17
Spector, p. 148 y p. 118 donde brinda el ejemplo del Brigadier General Brink, Comandante del USMAAG, volando
al Cuartel General Norteamericano del Lejano Oriente en Tokio para obtener abastecimientos críticos para los
franceses durante la batalla de Vinh Yen, en enero de 1951, Nuevamente en junio de ese año, cuando los
franceses se encontraban peligrosamente escasos de munición para los cañones de 105 mm, en la batalla de
Phat Diem, durante la ofensiva de Giap en el Río Day, Brink acordó que los franceses obtuvieran munición
directamente de los acopios del Comando Norteamericano del Lejano Oriente.

59
La Savia de la Guerra

18
Fall, Street Without Joy, p. 94, indica las cantidades como 2 camiones soviéticos Molotava, un jeep norteamericano,
150 toneladas de munición, 500 fusiles, 100 fusiles ametralladora, 22 ametralladoras, 30 fusiles automáticos
Browning, 40 morteros livianos, 14 morteros medianos, 2 morteros pesados de 120 mm, 23 bazucas y 3
cañones sin retroceso anti tanques. Davison brinda valores más altos, que son los mismos que los brindados en
la nota de pie p. 94, donde menciona al Capitán Marion, del Ejército Francés. Pero ninguna de las cantidades
constituyen un botín que justifique el esfuerzo realizado por los franceses. Lo que era significativo y un presagio
para el futuro, eran los camiones rusos, tal como lo sostiene Fall, una prueba positiva de que el bloque soviético
estaba comenzando a hacer llegar equipos a Vietnam del Norte. Para 1954, cerca de 800 Molotavas habían sido
entregados al Vietminh, que resultaron un factor vital en la batalla que decidió el resultado de la guerra. Estos
camiones eran de mejor diseño, para ese tipo de terreno, que los modelos norteamericanos usados por los
franceses. Los camiones, piezas de artillería y otros equipos suministrados por los soviéticos, cerraron, en forma
continua, la brecha tecnológica entre los franceses y el Vietminh.

19
Davidson, p. 188.

20
Este batallón no pertenecía al ineficiente Ejército Nacional Vietnamita, si no a las tropas coloniales, comandadas
por oficiales franceses. Eran excelentes soldados que, en general, pelearon bien.

21
En 1954, aún los helicópteros más grandes carecían de la capacidad de trasladar un gran número de hombres, a lo largo de las
cortas distancias a que se combatía en Indochina. Tampoco disponían de una capacidad mediana de transporte,
sin mencionar la pesada. Hasta que entró en servicio la nueva generación de helicópteros, hubo ninguna
posibilidad de operaciones aeromóviles.

22
Davidson, citando el estudio de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el estudio de Khe Sanh, Anexo B p. 4 y el
estudio MACV sobre las Comparaciones Entre la Batalla de Dien Bien Phu y la Situación Análoga en Khe San,
de marzo de 1968, llega al número de 60-70 aviones, pero el autor ha decidido aplicar un valor de disponibilidad
del 75 por ciento. Por lo tanto, este número menor es más bajo que el de Davidson.

23
En la batalla de Arnhem, la fuerza aérea envió a la 1ª División Aerotransportada en un período de ocho días, 1.431
toneladas de abastecimientos en 601 salidas; fueron derribados 84 aviones y solo se recuperaron 106
toneladas.

24
Davidson, p. 219.

25
Fall, Street Without Joy, p. 322.

26
Fall, Street Without Joy, p.385.

27
Spector, pp. 258/259. Por ejemplo, en el arsenal principal de mantenimiento cerca de Saigón, miles de toneladas
de equipo estaban esparcidas en desorden en trece hectáreas de terreno abierto, donde estaban sometidos a
los estragos de la humedad del clima del sudeste asiático, donde el deterioro tomaba rápida cuenta de los
efectos.

28
Spector, pp. 285/286, en 1956 el centro de adiestramiento básico de Quang Trung era capaz de absorber más de
9.000 reclutas al mismo tiempo, en un curso de dieciséis meses y también se dictaba un curso de ocho semanas
para reservistas.
Un asesor norteamericano informó:
"Un día durante una práctica de fuego con mortero de 60 mm, quedé muy horrorizado por la falta de
organización en la clase. Por ejemplo, había mujeres con sus grandes sombreros cónicos de paja,
vendiendo cuencos de sopa y otras cosas para picar en el momento, justo en medio de la clase...ese tipo de
cosas". "Cuando el oficial vietnamita a cargo fue observado por el asesor norteamericano, por éste y otros
malos hábitos y se le preguntó cuál era mejor, si la forma en que había encarado la instrucción o la que
había visto en Fort Benning, de donde recién había llegado, contestó, "Oh, es mucho mejor en Fort
Benning". Al preguntarle por qué, dijo, "Bien señor, aquello era Fort Benning y esto en Vietnam."

29
Spector, p. 354.

60
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

30
Heiser, Logistic Support, Vietnam Studies, p. 14.

31
Heisler, Airmobility 1961-1971, Vietnam Studies, pp. 70-71.

32
Heisler, p. 154; en 1967, los helicópteros transportaron un total de 828.000 toneladas. Las aeronaves de ala fija
780.000 toneladas. En 1968, los valores fueron 1.123.032 toneladas por helicópteros y 997.174 toneladas por
aeronaves de ala fija.

33
Cochran, First Strike at the River Drang, p. 50 menciona a Kinnard dando las pérdidas de helicópteros durante el
período en que comandó la 1ª División de Caballería Aerotransportada. Sus helicópteros volaron en combate más
de 161.000 horas (400.000 salidas individuales) y un helicóptero era alcanzado cada 274 horas, uno derribado cada
4.500 horas, uno alcanzado y destruido cada 11.500 horas, un miembro de la tripulación muerto cada 6.000 horas,
uno herido cada 1.200 horas. Más del 60 por ciento de la totalidad de los helicópteros derribados era recuperado y
reparado.
Comentario del autor: Estos valores demuestran lo favorable que era el ambiente aéreo en el cual operaban
las fuerzas de los EEUU sobre Vietnam del Sur. Tampoco había amenaza de misiles superficie-aire móviles.
Si hubiese existido, los norteamericanos no podrían haber operado en la forma en que lo hicieron.

34
Ploger, US Army Engineers 1965, Vietnam Studies, pp. 115 y 124. En 1969 los ingenieros del Ejército de los EEUU
emplearon 70.000 toneladas de rocas por semana. Este valor más que se duplicó en 1970. Ver también Dunn,
Desarrollo de Bases en Vietnam del Sur 1965-1970, pp. 99-112. El Ejército de los EEUU llevó adelante un trabajo
considerable para mejorar el sistema ferroviario. Para 1971, cerca del 60 por ciento del sistema original estaba
nuevamente en servicio. Cada año aumentaban las cantidades de cargas transportadas, hasta que los EEUU se
retiraron.

35
Heiser, Ob.cit., p.41. Había, por ejemplo, tres paquetes de ataque y quince incrementos para una brigada
aerotransportada. Cada uno tenía 24.000 ítems separados y las cantidades de ítems variaban dependiendo del
consumo estimado. En conjunto se calculaba proveer abastecimientos para 240 días. En 1965, el costo de uno
de esos paquetes era de más de U$S 19 millones.

36
Heiser, p. 107.

37
Bowers, Tactical Airlift in the United States Air Force in South East Asia, p. 209, admite que: El apoyo de transporte
aéreo de la Fuerza Aérea a la división de caballería en las primeras semanas de An Khe, no fue adecuado.

38
Bowers, pp. 213-214.

39
Burke, Corps Logistic planning in Vietnam, pp. 3-9.

40
Burke, Corps Logistic planning in Vietnam, pp.3-9.

41
Davidson, p. 400.

42
Davidson, p. 551.

43
Shore, The Battle for Khe Sanh. Particularmente los B-52 ejercieron un imponente poder. Cada uno llevaba una
carga de 27 toneladas de bombas compuestas por las de 108, 500 y 750 libras. Las bombas batían franjas de
terreno de varios miles de metros de largo y a varios kilómetros a la redonda la tierra se estremecía por las
concusiones. En algunos casos, luego de ataques de los B-52, soldados del EVN fueron encontrados
deambulando aturdidos con sangre saliendo de sus bocas y narices. Generalmente las hemorragias internas
producidas por la concusión eran tan graves que derivaban en la muerte. Para encontrar a los sobrevivientes
sobre el terreno, los artilleros dentro de la base, llevaban a cabo misiones de fuego sobre el área del blanco
durante 10 a 15 minutos después que se hubiera retirado el último B-52.

61
La Savia de la Guerra

44
Shore, pp.85-87. Muchas veces hasta 16 helicópteros fueron usados cuatro veces en el mismo día, durante el Super
Gaggle, sin pérdidas. Antes de la introducción de esta técnica, hasta tres helicópteros fueron derribados en el día,
alrededor de Khe Sanh.

45
Ver Mapa V - pág.22

46
Tolson, pp. 226-227. Los documentos capturados indicaban que la "Ciudad" apoyaba la 7ª División del EVN.

47
Davidson, p. 627. El botín total incluía: 23.000 armas personales, suficientes para equipar en su totalidad 74
batallones del EVN; 2.500 armas servidas por dotación, como para 25 batallones; 16.700.000 tiros para armas
menores - un año de consumo; 6.350 toneladas de arroz; 143.000 proyectiles de mortero, cohetes y fusiles sin
retroceso y cerca de 200.000 proyectiles de munición antiaérea.

48
Thompson, Peace Is Not At Hand, p. 77.

49
Khuyen, RVNAF Logistics, p. 200.

50
Khuyen, p. 238. Los refuerzos del EVN podían estar en Vietnam del Sur en tres días. Día y noche, grandes
convoyes de camiones se movían lo largo de esta ruta y los corredores de infiltración hacia Vietnam del Sur. La
inteligencia del EVS estimaba que la cantidad de efectos acopiados en las bases de retaguardia del EVN,
realmente en Vietnam del Sur, eran suficientes como para apoyar sus tropas durante 13 a 18 meses con el ritmo
de actividad de 1972.

51
Khuyen, pp.264, 346, 376 y 418. El efecto del corte de la ayuda norteamericana en 1973/74 puede ser observado
de los ejemplos en la tabla que sigue, la que muestra parte por parte el reemplazo de equipo crítico. Estos son solo
extractos, la tabla completa contiene ocho ítems y el nivel
promedio es un sexto de lo solicitado:

Tipo de equipo Pérdidas Totales Solicitados Recibidos

Vehículo táctico a rueda 2.455 2.466 843


Vehículo blindado a oruga 240 143 95
Piezas de artillería 163 143 51
Ametralladoras 2.377 2.260 267
Armas menores 35.829 30.756 5.100

También Khuyen, pp. 414, 416 y 420. "La historia es que el Congreso de los EEUU eligió ignorar el paquete de
supervivencia y optó por la ayuda humanitaria para aquellos que sobrevivían". Khuyen hace alusión a los últimos
pedidos de ayuda como los paquetes de supervivencia para la FARV. El tiempo de uso de la ropa individual y botas
para la jungla fue aumentado de 6 meses a 9-18 meses para las tropas de combate. De acuerdo con la experiencia
del autor como logístico en el Lejano Oriente, un par de botas para jungla pueden ser usadas una vez en una
patrulla de diez días. El estado de ánimo en el Congreso de los EEUU puede ser juzgado por el hecho que
brindaron un salón de conferencias en el congreso a Jane Fonda y su esposo Tom Hayden, donde podían trabajar
para promocionar el programa de agitación norvietnamita. Estas dos personas daban clases en el mismo Capitolio,
a las que asistían por lo menos sesenta asesores de congresistas. Un grupo de treinta y cinco de éstos asesores
formó el Comité de Coordinación de Capitol Hill, cuya finalidad era la de terminar con toda ayuda a Vietnam del Sur.

52
Sharp, Strategy for Defeat, Vietnam in Retrospect, pp. 256-258 tiene un informe de lo que quiere decir con "la
voluntad de vencer", tal como lo relata un piloto naval norteamericano, prisionero en el "Hanoi Hilton" durante
siete años:
"Si nuestra escalada, nuestra humillación con bombardeos graduales, nuestras pausas en los bombardeos
tenían algún mensaje para el enemigo, eran una falta de compromiso...Los guardias estaban con los ojos
bien abiertos y eran especialmente hostiles después del raid, pero la ciudad volvía a la normalidad en
minutos. Las calles sonaban colmadas, sonaban marchas patrióticas en los altavoces de cada esquina.
Los interrogadores se pavoneaban desafiantes en los patios de la prisión. Al caer la noche se sentía una

62
Ineficiencia y Superabundancia Indochina - Vietnam

atmósfera que recordaba el carnaval. Aires festivos se escuchaban, como estaba programado, en los
cuartos de guardias y en los parques de la ciudad...Así sucedió en la última mitad del 66, 67 y 68, hasta
que finalizaron los bombardeos. Estos fueron los días más negros para los prisioneros - cuando la
brutalidad era del tipo de la que usted había leído.
Una atmósfera totalmente distinta cubrió la ciudad esa noche de diciembre de 1972, cuando los raids no
duraban diez minutos pero se sucedían uno a otro - cuando las columnas de B-52 redoblaban y las
grandes bombas hacían impacto y seguían impactando a la distancia - cuando la tierra temblaba y se
caía el techo y los prisioneros vitoreaban con fuerza y los guardias se cubrían a sotavento de las
paredes, las mejillas tan pálidas que se las podía ver a pesar de la luz del cielo ardiente. Algo de estas
luces eran de los ardientes B-52 (se me dijo que las pérdidas fueron casi las previstas - bajas, pero el
hecho importante era que seguían viniendo). Esto era un mensaje. Esto era victoria para los EEUU y el
juicio final para Vietnam del Norte, nosotros lo sabíamos y ellos lo sabían. Durante el día, los
interrogadores y los guardias nos preguntaban solícitamente sobre lo que necesitábamos. Las calles
estaban silenciosas. El centro de Hanoi estaba muerto, de la misma forma que nuestras prisiones, a
miles de metros de las zonas de lanzamiento. Sabíamos que los bombarderos sabían donde estábamos
y nos sentíamos no solo contentos sino también confiados. Los vietnamitas no. Noche tras noche los
aviones siguieron viniendo - y noche tras noche los MAS que cruzaban el cielo eran menos y menos (el
bloqueo naval funcionó). El impacto estaba allí - el mensaje estaba allí - la voluntad del enemigo estaba
rota. Se lo podía ver en cada cara vietnamita. Sabían que habían vivido la noche anterior, pero también
sabían que si nuestras fuerzas movían su línea de bombas unos pocos miles de metros, ellos no
pasarían la noche. Nuestros aviones estaban transmitiendo el mensaje de la total inutilidad de mayor
resistencia".

63
6
HACIA EL INTERIOR DE AFRICA – DEL SINAÍ A SUEZ

LA GUERRA DEL YOM KIPPUR 1973

“El desierto – el paraíso de los tácticos, la pesadilla de los cuartelmaestres”

Atribuido a un General Alemán

El cruce del Canal de Suez por parte del ejército egipcio y el asalto de las alturas del
Golan por los sirios el 6 de octubre de 1973, tomaron por sorpresa a los israelíes; un
caso clásico de disonancia cognitiva1. Una grave y mala percepción acerca de las
intenciones árabes, en parte atribuible a un exceso de confianza que los llevó a no
creer lo que la inteligencia estaba viendo. El mismo exceso de confianza, combinado
con procedimientos errados de comando, llevaron a que el contra ataque israelí del 8
de octubre, finalizara con lo que ha sido llamada la peor derrota en la historia del
Ejército Israelita. Como broche a lo anterior, hay un comentario con respecto a los
extraordinarios valores en el ejército israelí y el hasta ahora invicto récord de
aplastantes victorias. La mayoría de los ejércitos hubieran llamado los sucesos del 8 de
octubre, un revés; serio pero no catastrófico. Finalmente, luego de ganar una batalla de
tanques en el Sinaí, la mayor de todas desde la Segunda Guerra Mundial2, los
israelitas cruzaron el Canal hacia “Africa”, como siempre han llamado la orilla
occidental del canal. Una sangrienta batalla defensiva en el Golan, seguida de un
rápido avance, finalizó con los sirios siendo empujados tan a retaguardia de su frontera
original, que la misma Damasco pareció amenazada.
Este capítulo se centrará en la campaña del Sinaí debido a que logísticamente el
frente sirio presentó pocos problemas, por lo menos en lo que concierne a los
israelíes.3
La guerra es interesante, desde el punto de vista logístico, por dos razones, ambas
relacionadas con los ritmos de consumo de personal y material. En 19 días de guerra,
los israelíes sufrieron más de 11.000 bajas de combate, incluyendo cerca de 3.000
muertos. Se ha calculado que teniendo en cuenta las diferencias en la población, esto
representa una relación de pérdidas 30 veces mayor que la relación de pérdidas
norteamericanas en la Segunda Guerra Mundial; sí bien la israelí en el campo de
batalla por cada unidad por día, fueron considerablemente más bajas que los valores
comparables norteamericanos. No es un consuelo que las relaciones de pérdidas
árabes fueran el doble de las israelíes. Un estado pequeño con poca población no
puede darse el lujo de perder recursos humanos a ese ritmo por mucho tiempo. El
efecto en el contexto comercial y social de la sociedad israelí, de tener tantos recursos
humanos atados a la defensa, es suficientemente profundo como para agregarle la
carga de cuantiosas bajas.4-5 Prolongar el período del conflicto y con ello el drenaje de
un recurso nacional crítico, como es la mano de obra, puede llegar a ser muy difícil de
soportar. Esto siempre le ha ofrecido a los estados árabes una estrategia posible;
pelear una guerra larga con el propósito de alcanzar sus objetivos quebrando la
voluntad de resistencia israelí – una posibilidad que los israelíes no han dejado de
reconocer. Por lo tanto, su estrategia implica una rápida movilización y buscar llevar la
guerra hacia el territorio enemigo procurando conseguir una victoria rápida.

Un Plan Cuestionable

217
La Savia de la Guerra
Teniendo esto en cuenta, el plan de operaciones adoptado por los israelíes para el
teatro del Sinaí, después de la guerra de 1967, era cuestionable. La Línea Bar Lev,
llamada así por el entonces Jefe del Estado Mayor Israelí, no era ni de alambre de
púas ni un sistema fuertemente fortificado con posiciones que se apoyaran
mutuamente.6 Buscando combatir lo más lejos posible en el Sinaí (en la frontera siria
no tenían posibilidad) los israelíes estaban contraviniendo uno de los dos grandes
principios de la guerra, al que se aludió anteriormente: la necesidad de sacar ventajas
de los factores de fuerza propios y de los de debilidad del enemigo. Los egipcios,
aplicaron brillantemente el otro principio rector, la sorpresa, cruzando el canal y
quedándose para combatir. Los israelíes se vieron así forzados a abastecer sus
fuerzas en el Sinaí empleando una línea de comunicaciones de 320 kilómetros de
largo. Después de la movilización sus reservistas tenían que recorrer una distancia aún
mayor y por lo tanto demandó más tiempo llegar a la zona de combate del que
preveían sus planes de movilización.
En esta batalla lejana, los israelíes se vieron privados de una de las hasta ahora
armas decisivas, el apoyo aéreo cercano. Los misiles tierra-aire de gran alcance
egipcios estaban en condiciones de empeñarse con las aeronaves israelíes desde la
rivera occidental del canal, fuera del alcance de la artillería israelí. Los misiles tierra-
aire de corto alcance desplegados en la rivera oriental, detrás de una cortina de misiles
soviéticos antitanque filoguiados y armas antitanque portátiles, también produjeron
bajas a la aviación israelí. Contra un telón de armas antitanque, sin apoyo aéreo
cercano y fracasando en el empleo de la artillería para neutralizar esas armas, los
israelíes perdieron 100 tanques en el contraataque del primer día y más o menos el
mismo número el día siguiente.7 Por ello, la pérdida de recursos humanos fue alta. Su
estrategia los podría haber condenado a una guerra de desgaste si los egipcios
hubieran aplicado una actitud retardante detrás de sus defensas. Las razones por las
cuales los israelíes seleccionaron tal concepto operacional, están más allá del alcance
de este libro como para ser tratadas, como lo son las ramificaciones tanto de la
movilización tardía y el envío al frente de las reservas en el Sinaí. Al respecto, estos
temas están bien tratados en el documento de la Escuela de Estado Mayor de
Camberley.8
La construcción de la Línea Bar Lev también llevó a la destrucción de un elemento
que Herzog sostiene que hubiera sido útil durante el período de la movilización.
Cuando en 1967 capturaron el Sinaí, corría un ferrocarril desde Gaza a El Arish.
Levantaron la línea para emplear los durmientes y los rieles en las defensas de la
Línea Bar Lev. Si hubieran dejado la línea férrea y la hubiesen extendido con ramales,
de cuerdo con Herzog, hubieran ahorrado muchos desgastes y averías en las orugas y
motores de los vehículos blindados, los que, ante la falta de líneas férreas, tuvieron
que desplazarse por sus propios medios, todo el camino hasta sus posiciones de
batalla. Algunos de los blindados se descompusieron y bloquearon las rutas, más aún,
demoraron la llegada de las unidades de reserva al Sinaí.9 Sin embargo, se puede
sostener que tal sistema ferroviario hubiera sido vulnerable al ataque de fuerzas
especiales árabes y su protección, una responsabilidad más pesada que su utilidad;
además de imponer la dependencia del ferrocarril.10

Las Ventajas Cambian

Sin embargo, el 14 de octubre la situación operacional cambió en forma dramática


cuando los egipcios avanzaron más allá de la línea de defensa que habían establecido
al este del canal. Este ataque, fuera de la cabeza de puente, se llevó a cabo pese a la
oposición del Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Egipcias, General El
Shazly. Los planes para tal movimiento habían sido preparados mucho antes de la
guerra, sin tener en cuenta las protestas de Shazly. Pero éste había sido sobrepasado
por el General Ismail, el Ministro de Guerra Egipcio. Shazly dijo que se le ordenó llevar
218
Hacia el interior de Africa – del Sinaí a Suez
a cabo el plan por orden de Sadat a fin de aliviar la presión sobre los sirios. De acuerdo
con sus dichos, después de la guerra se lo convirtió en el chivo expiatorio por el
desastre que se produjo, en un tema con el cual él no estaba de acuerdo. Pero parece
ser demasiado astuto como para haber creído que la ofensiva tenía alguna
probabilidad de éxito.11 La situación ahora había cambiado. Eran los egipcios que
estaban siendo emboscados por tanques correctamente posicionados. En esta
situación y durante la marcha, sus misiles soviéticos antitanque filoguiados y sus armas
antitanque personales se mostraron, en su mayoría, ineficaces. Especialmente porque
los israelíes habían desarrollado tácticas para hacer frente a estas, empleando artillería
y ametralladoras para neutralizarlas o destruirlas. Con pocos misiles superficie-aire que
les dieran cobertura, los blindados egipcios fueron fuertemente atacados por la Fuerza
Aérea Israelí. Esta era la batalla a la que los israelíes debieron haber apuntado para
librar en primer lugar, esperando que los egipcios avanzaran dentro de la trampa.12

El Impacto de las Grandes Pérdidas y los Altos Consumos

Las grandes pérdidas de tanques y el alto consumo de munición y misiles, por


parte de ambos bandos, llevaron a la necesidad de un rápido reaprovisionamiento de
los acopios de los protagonistas por parte de las dos superpotencias. Es materia de
conjetura cuan vital esto pudo haber sido para el triunfo final israelí, pero es una línea
interesante a seguir, en el contexto de la acción israelí, a medida que se desarrollaba
la guerra. El 8 de octubre, a los dos días del inicio de la guerra, el gobierno israelí
había informado a los norteamericanos sus requerimientos de equipo y munición para
reemplazar sus pérdidas de los primeros dos días de lucha.13 Sin embargo, estas
pérdidas no les impidieron planificar cruzar el canal para combatir en territorio enemigo.
Aquí aparece una anécdota interesante. Cuando el General Sharon había estado a
cargo del Comando Sur, antes de retirarse para entrar en la política, había hecho
preparar una cantidad de lugares, en el lado israelí del canal, como puntos potenciales
para el cruce de éste. Cada uno de estos terraplenes, de por lo menos 20 metros de
altura y 10 metros de espesor,14 había sido debilitado de tal forma que las brechas
pudieran ser aplanadas con topadoras de tal forma de permitir construir los soportes
laterales de los puentes de pontones. Las superficies de grandes áreas detrás de cada
uno de estos puntos, de unos 700 metros por 150 metros, habían sido cubiertas con
ladrillos de tal forma de brindar un espacio de terreno duro donde se pudiera
concentrar el equipo de los ingenieros. Estos espacios habían sido cubiertos con una
fina capa de arena para ocultarlas de los egipcios y rodeadas de un terraplén de arena
para brindar cubierta y observación por parte de la artillería.15 16

El Plan de los Israelíes para el Cruce del Canal

Sharon, de vuelta de la política y ahora al comando de la 143ª División Blindada


(Reserva), fue seleccionado para liderar el cruce. Su División estaba compuesta por
dos brigadas blindadas, habiendo cambiado su brigada mecanizada por otra blindada,
con la 252ª División Blindada. También fue reforzado con una brigada paracaidista, en
el rol de infantería. Estaría seguido por la 162ª División Blindada (Reserva) del Mayor
General Adan. El Mayor General Gonen, ahora a cargo del Comando Sur, que lo había
recibido de Sharon unos pocos meses antes, seleccionó el sitio pre preparado para el
cruce en Deversoir. El plan fue aprobado por el General Bar Lev, sacado de su retiro y
de su puesto de Ministro de Comercio e Industria y enviado a supervisar a Gonen
luego del desastre del contraataque del 8 de octubre.
Deversoir ofrecía tres ventajas. Primero, el Gran Lago Amargo protegía el flanco
izquierdo del cruce. Segundo, había mejores oportunidades para maniobrar al sur de
Ismailia que al norte de la ciudad. Finalmente, este punto de cruce estaba más cerca
del límite de la zona de responsabilidad de dos ejércitos egipcios y el reconocimiento
219
La Savia de la Guerra
aéreo mostró que ninguna de las dos riveras del canal estaban ocupadas en este
punto. Se trasladaron dos puentes desde su depósito a una posición cuyo nombre
código era Yukon, cerca de 15 kilómetros del lugar de cruce. Uno era un puente de
pontones de nueve secciones, cada una de las cuales podía ser empleada para cruzar
los tanques antes de ser unida para formar el puente. El otro era un tramo prefabricado
de 170 metros de largo. Antes de la guerra, el camino hasta el punto de cruce había
sido preparado con una pendiente mínima y suficiente despeje a cada lado como para
permitir que los puentes y el equipo necesario pudieran ser llevados al lugar. Tal como
en los otros puntos de cruce pre preparados, la superficie endurecida estaba en el
extremo de la ruta de acceso, justo al este del canal.

Operación STRONGHEART

A grandes rasgos, el plan de Sharon para el cruce, cuyo nombre código era
STRONGHEART, consistía en ataques de diversión por parte de la maza de dos
brigadas blindadas contra el flanco sur de las posiciones del Segundo Ejército Egipcio,
justo al norte del Gran Lago Salado; con el objeto de engañarlos y llevarlos a pensar
que el objetivo israelí era el de aplastar la línea de defensa desde el sur. Estos ataques
también abrirían el paso hacia la ribera occidental del canal. Esto permitiría a la brigada
paracaidista, que vendría detrás en vehículos semioruga, cruzar en botes de goma el
canal y el Canal de Agua Dulce, que corre paralelo unos pocos cientos de metros hacia
el oeste. Posteriormente los tanques cruzarían en secciones de pontones. La brigada
paracaidista establecería una cabeza de puente de unos cinco kilómetros cuadrados.
Las secciones de pontones y el puente pre fabricado serían remolcadas por tanques
los 20 kilómetros que median entre Yukon y el canal.

Violento Combate y un Peligro de Fracaso

La operación, que comenzó en la noche del 15 al 16 de octubre, fue un éxito, pero


estuvo a punto de fracasar por dos razones. Primero, el equipo de puentes israelí era
voluminoso y sus planes de pre guerra habían previsto llevarlos a uno de los puntos
fuertes de la línea Bar Lev, antes de ensamblarlos. No habían tenido en cuenta el
remolque de 20 kilómetros bajo el fuego de la artillería. Segundo, los egipcios tenían
fuerzas mucho más poderosas de lo que esperaban los israelíes; del orden de dos
divisiones a la derecha de su Segundo Ejército. Estas fuerzas resistieron tenazmente y
montaron contraataques vigorosos aunque no coordinados. No hay dudas de que si
éstos hubieran reconocido la verdadera naturaleza de las operaciones israelíes, tenían
suficientes fuerzas a cada lado del canal como para aplastarlos. Sin embargo, el
ataque de diversión israelí los mantuvo engañados por más de 24 horas.17 18

Sharon Comienza a Cruzar

Para agregar a los problemas israelíes, las demoras producidas por estos dos
factores se vieron agravadas por el potente fuego de la artillería egipcia sobre el
camino y los cruces, los que tenían atascamientos de tráfico debido al inadecuado
control sobre el tráfico por parte de los israelíes.19 Sin embargo, al amanecer del 16 de
octubre, la brigada paracaidista había cruzado el canal sin oposición; no había tropas
egipcias en el lado opuesto al punto de cruce y los tanques de una brigada blindada
comenzaron a ser cruzados en las barcazas. Pero el duro combate de los blindados,
durante la noche, para despejar el camino y mantener abierto el corredor en la margen
este, había producido 300 israelíes muertos y destruidos 70 de los 280 tanques de
Sharon. Los egipcios perdieron cerca de 150 tanques. Durante la mañana Sharon
sugirió que Adan ahora debería seguirlo a través del canal, aparentemente ignorando
la precaria situación detrás de él. En forma brusca Gonen rechazó la sugerencia de
220
Hacia el interior de Africa – del Sinaí a Suez
Sharon. En las presentes circunstancias, los requerimientos logísticos de dos
divisiones combatiendo al oeste del canal estarían más allá de la capacidad de los
ferrys y de cualquier transporte aéreo preparado como reserva. En realidad, salvo que
el corredor pudiera ser ensanchado y mantenido abierto, era dudoso que Sharon, con
menos de la mitad de su división, pudiera seguir siendo abastecido. Esto llevó a Bar
Lev a ordenar que no cruzarían el canal más hombres o tanques hasta que mejorara la
situación. Cerca del medio día los egipcios bloquearon los dos caminos hacia el punto
de cruce. Sharon quedó cortado. Envió una incursión para neutralizar los puestos de
los misiles aire-superficie y destruir los depósitos de abastecimientos en su lado del
canal.

Los Puentes Avanzan Bajo el Fuego

Durante todo ese día y casi toda la noche, la división de Adan combatió para
controlar dos corredores hacia el punto de cruce para hacer avanzar los puentes. A las
tres de la mañana del día 17, los puentes no se habían movido durante 24 horas. La
brigada paracaidista agregada a Adan, enviada por él para abrir la ruta, había sido
detenida al norte de la ruta intentando eliminar a los egipcios de un grupo de edificios
conocidos por los israelíes como la Granja China.20 Justo cuando toda la operación
parecía cercana al fracaso, con Sharon aislado, una patrulla de reconocimiento
enviada hacia delante por Adan, informó que el terreno en el punto de cruce estaba
libre de enemigos. Los egipcios, distraídos por el combate alrededor de la Granja
China, habían omitido ocupar el lugar. Al amanecer del 17, las secciones de pontones
llegaron al lugar y los zapadores de Sharon comenzaron a construir un puente. El
puente prefabricado debería esperar a que la segunda ruta estuviera abierta.
Los posteriores ataques egipcios en el corredor, finalizaron cerca del medio día del
17, cuando un intento final fue sangrientamente rechazado y los remanentes de la
brigada egipcia se retiraron al terreno alto hacia el norte para lamer sus heridas. Aún
mantenían la Granja China y desde allí y las alturas podían batir el corredor con su
fuego. Pero por lo menos la ruta hacia el canal estaba asegurada. En las 36 horas de
combate, unos 250 tanques habían sido destruidos, dos tercios de ellos egipcios, en un
área de aproximadamente siete kilómetros por tres.
Cerca de las once de la mañana se reunieron en el cuartel general de Adan el
Ministro de Defensa Dayan, el Jefe del Estado Mayor Elazar, Bar Lev y posteriormente
Sharon. Allí Adan fue capaz de seguir comandando su división pese a distraerlo la
conferencia, lo que es un tributo a sus poderes de concentración y habilidad como
comandante, una cualidad que nuevamente pronto volvería a demostrar. Los visitantes
llegaron completamente convencidos que la operación de cruce debería ser cancelada
pero de golpe se encontraron con que la situación era mucho más brillante. Un puente
estaba casi tendido y el otro estaría llegando a la rivera del canal muy pronto. Luego de
un breve altercado sobre si sería la división de Sharon o la de Adan la que irrumpiría
por la cabeza de puente, una vez que las dos hubieran completado el cruce – se
resolvió a favor de Adan – una nueva distracción lo apartó de la reunión.

Contraataque desde el Sur

Una columna de polvo, claramente visible para el distinguido grupo en la


conferencia, fue informado por los puestos de observación israelíes como producida
por cerca de 100 tanques T-62. Se trataba de la 25º Brigada Blindada Egipcia
dirigiéndose en dirección al punto de cruce a lo largo de la margen este del Gran Lago
Amargo. Ahora Adan hacía frente a una batalla en dos frentes. Excusándose de la
reunión, se precipitó a hacer frente a la nueva amenaza. En el camino del avance
egipcio estaban los remanentes de una de las brigadas blindadas de Sharon, aún en la
rivera este. Luego de algún rápido redespliegue, Adan reforzó su reducida brigada con
221
La Savia de la Guerra
dos batallones de tanques de una de sus propias brigadas blindadas para que actuara
como un freno e hizo girar alrededor otra brigada blindada para atacar a los egipcios
por el flanco. Para las 1600 horas, en menos de una hora, 86 tanques egipcios de los
96 que formaban la columna habían sido destruidos.21 Adan replegó sus tanques para
recargar combustible y munición antes de llevar su división a través del canal.

Adan Cruza y se Mueve al Sur

Sus problemas no habían terminado. A las 0930, después de cruzar el puente de


pontones a la cabeza de su división, estacionó su transporte blindado de personal en
un costado para observar el cruce de su columna. Para su sorpresa, observó que solo
dos tanques se le habían unido. La artillería egipcia había cortado la unión entre dos
pontones. Ahora Adan ordenó que los ferrys comenzaran a transportar sus tanques y
mandó buscar un tanque colocador de puente para que cerrara la brecha entre los
pontones. Al amanecer del día 18 de octubre, la división de Adan se había reunido a
Sharon en la cabeza de puente.
Durante todo ese día Adan amplió la cabeza de puente para permitir que sus
tanques se internaran en el amplio desierto detrás del cinturón verde que se extiende a
cada lado del Canal de Agua Dulce. Mientras tanto un extraño convoy se arrastraba
hacia la ribera este del canal principal. Como hormigas obreras moviendo el cuerpo de
un gran insecto, el puente prefabricado de 170 metros era remolcado y empujado por
diez o más tanques.22 Brindaban protección más tanques, cañones antitanques y
antiaéreos. Temprano en la tarde el convoy alcanzó la rivera del canal y justo antes de
media noche el puente quedó abierto al tráfico. La artillería egipcia tenía el puente de
pontones perfectamente registrado y estaba produciendo considerables bajas. El 19 de
octubre se construyó otro puente de pontones justo al norte del prefabricado y el
corredor en la rivera este fue ensanchado por los ataques israelíes, haciendo
retroceder a los egipcios unos 8 kilómetros. Comenzando el 19 de octubre y
habiéndose reunido con la 225ª División Blindada de Magan, Adan finalmente atacó
hacia el sur, en dirección a Suez. Sharon lo hizo hacia el norte en dirección a Ismailia.
El propósito del ataque en dirección al sur era el de rodear el Tercer Ejército
Egipcio ubicado en la ciudad de Suez, Puerto Tewfik y luego moverse por la rivera este
del canal en dirección al norte hasta el extremo sur del Gran Lago Amargo. Para el 22
de octubre, habiendo ambas divisiones asegurado el vital terreno de las Colinas
Geneifa (a cerca de un tercio de camino en el eje a Suez), habían avanzado a unos 15-
20 kilómetros de sus objetivos, pero bien al oeste del canal. En ese punto Adan
consideró que, por razones logísticas, debería despejar la ruta que corre a través del
cinturón verde entre él y el canal. Para eliminar los misiles antitanque filoguiados
soviéticos y los lanzacohetes antitanques ocultos en los montes de árboles y las
malezas, se requeriría más infantería de la que disponía. Durante la noche del 22 al 23
de octubre, recibió refuerzos de infantería, la mayoría proveniente del frente sirio que
estaba estabilizado, transportada por helicópteros y ómnibus; pero no más vehículos
blindados de combate. Sin embargo, había capturado algunos transportes blindados de
personal del enemigo. Agrupó su refuerzo de infantería con dos batallones que había
recibido con anterioridad, para formar una brigada de cinco batallones bajo las ordenes
de su segundo comandante, a la que le asignó los vehículos mencionados. Es una
muestra de la flexibilidad y grado de adiestramiento del ejército israelí que, habiendo
reagrupado unidades traídas de un frente distante 450 kilómetros y requipadas con
dichos vehículos con los que no estaban familiarizados, podían ser enviadas sin pausa
directamente a la batalla. Uno se puede aventurar a sugerir que ningún otro ejército en
el mundo, salvo los blindados y las divisiones mecanizadas Alemanes de la Segunda
Guerra Mundial, podría hacer lo mismo. Dejando la mayor parte de su infantería y una
brigada blindada para despejar su seleccionada línea de comunicaciones, Adan cargó
hacia el sur con Magan en su flanco derecho. A la caída de la noche del 24 de octubre,
222
Hacia el interior de Africa – del Sinaí a Suez
las dos brigadas de Adan habían alcanzado las afueras de Suez. Con las primeras
luces, la brigada de vanguardia de Magen compuesta por 17 tanques, alcanzó la playa
del golfo de Suez en Ras Adabiah, diez kilómetros al sudoeste de la ciudad de Suez.
Ahora estaba casi completo el envolvimiento del Tercer Ejército Egipcio.

Rechazo en Suez

Sin embargo, los intentos de Adam para capturar Suez, fueron rechazados. Si bien
dos de sus brigadas blindadas lucharon por su camino en el centro de la ciudad, otra
cosa era conquistarla. Había una gran diferencia entre profundos ataques y cargas
masivas de tanques en el abierto desierto, con el combate disperso casa a casa, donde
un puñado puede mantenerse contra una multitud, causando graves pérdidas. Por otra
parte, una batalla para la cual el ejército israelí nunca se había adiestrado y de la cual
no tenía experiencia. Finalmente, los israelíes resolvieron sitiar la ciudad desde el
desierto.

Contención y Cese del Fuego

Ahora los israelíes volcaron su atención en ejercer presión sobre el Tercer Ejército
Egipcio hasta su rendición. El éxito compensaría con creces las derrotas que ellos
habían sufrido inicialmente. Como el cese del fuego finalmente fue impuesto antes que
el redespliegue israelí se hubiera completado, solo se puede especular con los
resultados. Sin embargo, pese a la posición del Tercer Ejército, éste contaba con
grandes acopios de víveres y municiones y el agua estaba disponible de pozos en
Suez. Los egipcios también estaban en condiciones de organizar una línea de
comunicaciones a través del Golfo de Suez.23 La moral del Tercer Ejército era alta ya
que repetidamente habían rechazado ataques israelíes en su flanco norte. Para lograr
la presión suficiente como para doblegar al Tercer Ejército, los israelíes ordenaron a
Adan retroceder hacia la rivera este, dejando solo dos divisiones en la saliente de la
rivera oeste. Los egipcios sellaron esta saliente. Para que los israelíes pudieran
concentrar sus esfuerzos en el ataque al Tercer Ejército en la rivera este, debían dejar
muy dispersas sus tropas en la saliente, invitando a los egipcios a la ofensiva, logrando
que se hubieran enfrentado a través de Suez. Sin embargo, es posible que si no
hubiera existido el cese del fuego, los israelíes, con su abrumadora superioridad aérea
y mayor destreza en el combate de blindados, finalmente podrían haber tenido éxito en
forzar a rendirse al Tercer Ejército.

El Valor del Apoyo Norteamericano a Israel

¿Cuán importante fue el esfuerzo de abastecimiento norteamericano para la


prosecución de la guerra por parte de Israel?. Dentro de los dos días del comienzo de
ésta, los israelíes enviaron Boeing 707, 720 y 747 de las líneas aéreas civiles a los
Estados Unidos para recoger pequeñas cantidades de equipos especiales necesarios con
urgencia, tales como chaff para confundir los radares y bombas "inteligentes" para atacar
blancos puntuales. Pero la capacidad, aún de los 747 era muy limitada como para
transportar grandes cantidades de elementos a granel y pesados. El primero de estos
vuelos dejó los EEUU el 9 de octubre. En esa fecha, también comenzó un limitado
transporte aéreo estadounidense con pequeñas cantidades de munición antitanque y de
artillería, misiles aire-aire Sidewinder y Sparrow y chaff. Sin embargo, sacudidos por los
primeros éxitos árabes y el alto consumo de munición en los dos primeros días de la
guerra, el gobierno israelí llegó a la conclusión de que otra semana a ese ritmo de
consumo, Israel sería derrotado. El 12 de octubre, el embajador israelí presentó una nota
al gobierno norteamericano, parte de la cual decía: "el futuro del Estado de Israel está en
juego". El 13 de octubre, el Presidente Nixon decidió proveerles a los israelíes casi todo lo
223
La Savia de la Guerra
que querían, aún al costo de afectar las propias reservas. El 14 de octubre, el primer
avión de este transporte llegó a Israel. En un período de 33 días los C-141 y C-5 volaron
566 salidas, transportando un total de 22.395 toneladas. Además 56 aviones de combate
A-4 Skyhawk y F-4 Phantom fueron enviados desde las bases de la Fuerza Aérea
Norteamericana en Alemania, tal vez reabastecidos en el aire por tanqueros de la Sexta
Flota en el Mediterráneo.24
Se ha sostenido que los israelíes no hubieran derrotado la ofensiva egipcia del 14 de
octubre sin el reabastecimiento norteamericano, en particular del misil antitanque
filoguiado TOW. Esto es difícil de comprobar. El primer avión del principal transporte no
llegó a Israel hasta el 14 de octubre, demasiado tarde como para influir en la batalla. Con
respecto a los TOW, Dupuy25, quien habló con Adan, Elazar y otros, es incapaz de
descubrir si alguno estuvo disponible el 14 de octubre, pero concluye que puede haber
habido algunos pocos en la división de Sharon. Adan niega categóricamente que los
hubiera en la suya. Mientras que Keisewetter, un oficial tanquista en el Ejército Alemán,
quien visitó Israel en noviembre de 1973 y habló con una cantidad de oficiales israelíes,
menciona que los TOW fueron empleados en el frente del Golan.26 Si hubo TOW, aún en
pequeñas cantidades ¿quién adiestró a los operadores? el TOW tiene una mira y sistema
de control diferentes a los SS11 y SS10 con los que estaban equipados los israelíes y
que eran tan poco confiables que habían dejado de usarlos. Una cantidad de estudiantes
israelíes que seguían cursos en los EEUU se les ordenó presentarse en la Escuela de
Infantería del Ejército de los EEUU en Fort Benning para aprender como operar y lo más
importante, mantener el sistema TOW. Sin embargo, al momento en que estos
"instructores" llegaron a Israel, el 24 de octubre, la guerra virtualmente había terminado.
De hecho, fueron las buenas tácticas empleadas por los israelíes las que derrotaron a los
egipcios y un puñado de las supuestamente "armas que ganan las guerras".
El planeamiento de la contra ofensiva israelí a través del canal había comenzado
bastante antes que se supiera que habría un substancial esfuerzo de abastecimiento
norteamericano. El plan fue aprobado por Gonen el 11 de octubre, el día anterior al que el
embajador israelí presentara la emotiva nota a los norteamericanos. De acuerdo con
Dupuy,27 después de la guerra se descubrió que, con la excepción de una o dos clases
de municiones, en realidad los israelíes nunca emplearon sus acopios de pre guerra. Van
Creveld sostiene que las escaseces en el frente fueron producidas por la acumulación, de
hasta el 50 por ciento de los acopios de munición, en varios puntos a lo largo de la
tubería de abastecimiento.28 Gracias al abastecimiento norteamericano, los israelíes
finalizaron la guerra con más de lo que la habían comenzado. Es dudoso determinar si el
abastecimiento aéreo norteamericano tuvo alguna influencia en el resultado de alguna
batalla en esta guerra. Sin embargo, probablemente sea cierto afirmar que éste afectó la
forma en que combatieron los israelíes, debido a que siempre supieron que los acopios
no se acabarían.

Enfrentando un Balance Logístico

Es evidente que, en el nivel operacional, generalmente los israelíes efectuaron un


buen balance entre lo que era logísticamente factible y lo que no lo era, sin dejar que la
logística afectara en demasía entre ellos. El primer día, Bar Lev deteniendo más cruces
en la operación de franqueo del canal, pese a las presiones de Sharon y las medidas de
Adan para abrir sus líneas de comunicaciones mientras avanzaba hacia Suez, son las
muestras de una sensata conducción militar. La mayoría de los logísticos, en la mayoría
de los ejércitos, hubieran rechazado la idea de hacer avanzar tres divisiones a través de
un doble obstáculo de agua que comprometían su línea de comunicaciones que corría
por el flanco de un ejército superior y no derrotado, cuando mucho distante 8 kilómetros.
Fue un buen razonamiento, por parte de los israelíes, de que podían hacerlo. Si para
algunos huele a "un golpe a pesar de todo", es mejor tener en cuenta que si la logística
se ocupa de los abastecimientos, también lo hace con el transporte. Con respecto a esto,
224
Hacia el interior de Africa – del Sinaí a Suez
como en muchos otros, los israelíes, con su astuta preparación para el cruce de
obstáculos y los caminos que conducen a ellos y su pericia para la improvisación cuando
las cosas no salen como estaban planeadas, se mostraron como maestros operacionales
del campo de batalla.

Principales Lecciones: Un Momento Crítico en el Estudio de la Logística

Sin embargo, la guerra mostró que los altos consumos son una consecuencia de la
confrontación entre dos bandos cuando poseen armas modernas y están dispuestos a
ganar. Los valores exactos no han sido publicados, pero hay un acuerdo general en
cuanto a que los israelíes perdieron entre 97 a 102 aeronaves de combate. Las pérdidas
combinadas entre egipcios y sirios llegan a ser entre 347 a 387 aeronaves de combate y
41 helicópteros. Todas las aeronaves israelíes, excepto tres, fueron derribadas por
misiles superficie-aire o fuego antiaéreo. Los egipcios y los sirios perdieron 334
aeronaves en combate aire-aire con la Fuerza Aérea Israelí. Los egipcios perdieron 900
vehículos blindados, los sirios 1.050 y los israelíes 810.29 30 Existe un acuerdo
generalizado en cuanto a que las magnitudes de las pérdidas, particularmente en tanques
y aeronaves, tomó a todos por sorpresa.31 A lo largo de la historia, un choque entre
ejércitos de masas ha producido una gran cantidad de bajas de hombres y pérdida de
material. El grado de desgaste en la guerra Arabe-Israelí de 1973 plantea la pregunta
sobre cuanto tiempo se podría sostener una guerra importante entre las super potencias
y sus aliados, teniendo en cuenta las pérdidas que se producirían debido a las grandes
magnitudes empeñadas. Seguramente serían mayores en términos absolutos a lo que
fijan las estadísticas.
Herzog sostiene32 que en 1973 la producción de tanques en los EEUU era de 30
unidades al mes, 360 por año. Los soviéticos fueron capaces de reabastecer Siria con
todos los tanques perdidos durante la guerra (1.050). Esto seguido o concurrente con los
envíos de tanques a Egipto, Irak, Argelia, Somalia, India y los dos Yemen, que totalizaron
más de 1.000. Los rusos, con una aproximación matemática y analítica a la estrategia y al
arte operacional, probablemente están más preparados para hacer frente a altos niveles
de consumo que el oeste, cuyas estimaciones no están basadas en la amenaza, sino en
lo que sus presupuestos de defensa puedan asignar. Sin embargo, está por verse si los
soviéticos son capaces de mantener su ímpetu en las operaciones, contra una defensa
fuertemente organizada. Esto será tratado en un capítulo posterior. Pero la guerra Arabe-
Israelí representa un importante momento crítico en el estudio de la logística y de los
conflictos armados y pone de manifiesto que los sistemas de armas sofisticados, que
permiten que las operaciones puedan ser llevadas a cabo con un alto ritmo, son tan caras
que los abastecimientos no son virtualmente ilimitados, como lo eran en las guerras
anteriores. El ímpetu, en sí mismo, es un consumidor voraz de todos los sistemas que lo
hacen posible.

225
La Savia de la Guerra

1
Perimutter, Israel’s Fourth War, October 1973; Political and Military Misperceptions. Quienes deben tomar
decisiones perciben erróneamente los hechos cuando tratan de acomodar la información que les llega, con las teorías
existentes, especialmente cuando las últimas tienen una gran influencia en la determinación de lo que se espera.
Bajo estas circunstancias la realidad se oculta y la persona percibe lo que espera. Por ello, la mayoría de los errores
de percepción, aunque no todos, pueden ser definidos como casos de disonancia cognitiva. La disonancia en el
conocimiento se produce, de acuerdo con Leon Festinger, en su trabajo A Theory of Cognitive Dissonance, cuando
el comportamiento es incompatible con los valores de una persona. Entonces el error de percepción se vuelve un
proceso cognitivo que presenta erróneamente el estado actual de los hechos y modelando los sucesos de acuerdo con
la opinión personal. La realidad queda mal presentada a fin de adaptar dichos sucesos al mapa cognitivo de la
persona.
2
Herzog, The Middle East War, 1973, p. 11
3
Kiesewetter, Golan Tank Graveyard, Wehrkunde 2/74 (TDRC Nº 2314), p. 7.
4
Dupuy, Elisive Victory, p. 501.
5
Van Creveld, Dos Años Después: Las Fuerzas de Defensa Israelíes 1973-75, p. 31, refiriéndose a Israel, “...los
recursos de la nación se han estirado hasta el punto de ruptura...” y más adelante, en la página 34, Israel mantiene
“550 aeronaves de primera línea y más tanques que Gran Bretaña y Francia en conjunto”. Este estado de cosas
subsiste hoy en día – ver The Military Balance 1989-1990 (IISS y Brassey’s (UK)). Francia pp. 59-62, Reino Unido
pp. 78-82 e Israel pp. 102-104. Ver también Corddry, The Yom Kippur War: Lessons Old and New, p. 506. La
guerra le costó a Israel U$S 250 millones por día. Los israelíes gastan el 40 por ciento del PBI en defensa.
6
Alford, The Israeli Approach to Defensive Tactics. A Study of the 1973 Arab-Israeli War (TDRC Nº 3977), p. 245
“...nunca hubo más de 600 soldados en el Canal mismo y el 6 de octubre de 1973 el número se redujo a cerca
de 450 debido a una tregua aparente en la lucha a lo largo del Canal. Eran de una brigada de reserva
(JERUSALEN) y esparcidos en 20 fuertes dominando el agua. De hecho, parece que hubo muy pocos
intentos para pensar exactamente qué era lo que la línea Bar Lev podía lograr en el caso de un importante
cruce del canal, por parte de los egipcios, en una guerra abierta. Probablemente era muy débil como para
impedir un intento de forzar el cruce llevado a cabo con determinación y solo se podía esperar que dirigiera
el fuego de la artillería. Las fortificaciones, bastante separadas, fueron fácilmente cubiertas con humo y
neutralizadas por la artillería egipcia. Si todos los tanques de apoyo hubieran alcanzado sus posiciones
preparadas (muchos se movieron demasiado tarde y fueron alcanzados en su desplazamiento por las primeras
olas de tripulaciones antitanque, hubieran llevado un considerable poder de fuego como para hacer frente al
obstáculo, pero es difícil imaginar como 20 hombres, cada 8 kilómetros, aún con apoyo blindado, en
conjunto pudieran desbaratar los planes egipcios ...No se habían efectuado previsiones para evacuar los
puestos que habían identificado la agresión y estaban cerca de ser rebasados. Continuaron siendo una fuente
de desconciertos durante muchos días, desviando fuerzas en su auxilio y confundiendo los altos escalones del
comando...los israelíes – apartándose de su característica – fracasaron cuando pensaron en los roles de los
puestos en la guerra”.
7
Sellers, The Defeat of 25 Egyptian Armoured Brigade by 162 Armoured Division 17 October 1973 (TDRC), p. 10
8
Alford, ibid.
9
Herzog, War of Atonement, p. 272, dice que los israelíes harían bien si desarrollaran el sistema interno de
ferrocarriles a fin de acelerar los refuerzos y la movilización.
10
Van Creveld, Command in War, p. 190.
11
Shazly, The Crossing of Suez, p. 31 y pp. 165-169
12
Alford explica por qué no lo hicieron.
13
The Military Balance 1989-1990, pp. 78-82 y 102-104. Por ejemplo, en el presente, el Reino Unido en una
movilización completa (lo que no ha sucedido desde la Segunda Guerra Mundial) podrá poner 1,12 por ciento de
su población bajo bandera (para una población de 57.013.000, la movilización de la totalidad de las fuerzas
armadas asciende a 636.650, consistiendo 311.0650 de personal en actividad y 325.800 de reservistas). La
Fuerza de Defensa Israelí, en movilización completa consiste de 645.000 hombres y mujeres, los que, para una
población de 4.542.000, representa el 14,20 por ciento.
14 Dupuy, p. 369

“Elevándose abruptamente en el borde este del canal, el sur de Kantara, había un alto terraplén a todo lo
largo de su margen oriental. Este estaba formado por el refulado de cerca de un siglo, el que los israelíes
habían hecho más alto y más ancho...En primer lugar, debía ocultar los movimientos israelíes justo al este
del canal. En segundo lugar, su pendiente de 45 grados desde el agua, aseguraba que ningún vehículo anfibio
pudiera treparla. Ver también diagramas en Shazly, pp. 208-9
15
Dupuy, p. 480, basado en entrevistas con los Generales Bar Lev, Gonen, Sharon y Adan.
16
Alford, p. 244.
17
Shazly, pp.170-174, de cuerdo con Shazly no todos fueron engañados. Dice que él reconoció el ataque tal como
era y quiso retirar blindados y misiles antitanque de la rivera este a fin de aplicar presión sobre las
concentraciones israelíes. Fue desautorizado por Sadat e Ismail. Los ataques fragmentados que siguieron, por
parte del ejército egipcio fueron, de acuerdo con Shazly, el resultado inevitable de la decisión de Sadat.

226
Hacia el interior de Africa – del Sinaí a Suez
18
Heikal, The Road to Ramadan , p. 220, sostiene que los egipcios fueron engañados por lo menos durante cuatro
días
19
Monroe y Farrar-Hockley, The Arab-Israeli War, October 1973; Backgrounds Events, p. 28.
20
Esta granja había sido construida antes de 1967 por una misión agrícola japonesa en Egipto y abandonada cuando
los israelíes ocuparon el Sinaí. Estos confundieron las inscripciones en las paredes creyendo que eran chinas, de
allí el nombre.
21
Shazly, pp. 173-175, no está de acuerdo con respecto a la forma en que la 25ª Brigada Blindada efectuó este
ataque, pronosticando su destrucción. Es difícil decir, de aceptarse o no, si esto es retrospectivo de su parte. En
su libro, dice que Adan armó la trampa con tres brigadas blindadas, mientras que en realidad empleó dos.
22
Sellers, p. 4, en forma poco amable describe este puente como “una típica locura de zapadores”
23
Shazly, p. 191, sostiene que el 3er. Ejército necesitaba 150 toneladas de abastecimientos por día para “estar vivo”.
Este es un valor muy bajo para un ejército en contacto y uno se pregunta qué es lo que quiere decir por “estar
vivo”. El incomparablemente más eficiente Ejército Alemán de 1944, cuando estaba en contacto, requería 200
toneladas por día por división; las divisiones norteamericanas y británicas mucho más (700 por día). El Tercer
Ejército Egipcio estaba compuesto por ocho brigadas de infantería, una brigada blindada y diez batallones de
tanques, el equivalente de tres o cuatro divisiones.
24.
Viksne, The Yom Kippur War in Retrospect, p. 28 brinda los siguientes valores:

País Distancia Tonelaje Ton/Km.


Avión Misiones Promedio Total Total
(Km.) (millones)
EEUU
C-141 421 11.632 136,4
C-5 145 11.700 10.763 126,21 (b)
Total 566 22.395 262,61
Israel
720,707,747 140 11.350 (a) 5.500 62,50 (b)

Notas:
(a) La discrepancia posiblemente se pueda explicar porque la mayoría de los vuelos israelíes fueron dirigidos a la costa
este de los EEUU.
(b) Como una indicación de la capacidad de transporte brindada por los aviones construidos al efecto, los 145 C-5
movieron el doble de ton/km que los 140 aviones de aerolíneas civiles. La ton/km es una medida para expresar la
capacidad de cualquier medio de transporte, camión, tren, etc. para transportar una tonelada (2.000 libras), un kilómetro.
25.
Dupuy, pp.501-502
26.
Keisewetter, p. 7.
27.
Dupuy, pp. 566/571.
28.
Van Creveld, Command in War, p. 30, y en conversación con el autor. Esto concuerda con la observación de Herzog
en War of Atonement, p. 279, que además había una falta de disciplina administrativa en el ejército israelí. Van Creveld
dice que en un intento por hacer que el sistema logístico funcionara bien durante la invasión del Líbano de 1982, los
israelíes se sobrepasaron al extremo que las rutas angostas estaban atascadas con vehículos con munición en detrimento
de las unidades que se encontraban detrás tratando de avanzar para mantener el ímpetu del avance. Esta era una, pero no
la única razón del fracaso israelí en el Líbano en alcanzar sus objetivos, antes que se impusiera el cese del fuego.
29.
Corddry, p. 508
30.
Chari, Military Lessons of the Arab-Israeli War of 1973; a Re-Evaluation, p.564
31.
Herzog, War of Atonement, p.277.
32.
Herzog, War of Atonement, pp. 289/290.

227
7
GUERRA EN UN DELTA:

BANGLA DESH 1971

"Mientras Bangla Desh puede ser un paraíso para la caza acuática, también puede ser una pesadilla
para el planificador de una campaña"

En marzo de 1971 los bengalíes orientales que servían en el ejército paquistaní, en lo


que era Paquistán Oriental, se amotinaron y formaron el Ejército de Liberación de Bangla
Desh, con el propósito de liberar Bangla Desh del dominio paquistaní.

El gobierno hindú reconoció que la situación podía dar lugar a una intervención, sin
embargo había una serie de factores que aconsejaban demorar cualquier acción hasta
mediados de noviembre.

Primero, los programas de expansión y reequipamiento de las fuerzas armadas hind-


úes, si bien se encontraban adecuadamente encaminados, requerían varios meses más
para encontrarse completos.

Segundo, debido a la situación de la seguridad interior en Bengala Occidental y en


las Colinas de Mizo, en el Area de la Frontera Nordeste (NEFA), el despliegue del ejército
hindú estaba desbalanceado. Tres divisiones destacadas cerca de la frontera con Bangla
Desh tenían como misión colaborar con las tareas de las autoridades civiles, sin su
equipo pesado. Se necesitaba llevar formaciones adicionales y proveer nuevas infraes-
tructuras operacionales y logísticas.

Tercero, había que desarrollar bases aéreas para operar en Bangla Desh.

Cuarto, cualquier intento por parte de la India de llevar adelante aún acciones limita-
das en Bangla Desh, en el oeste podrían invitar a una respuesta por parte de Paquistán,
probablemente atacando Cachemira. Por lo tanto, las acciones por parte de la India
debían ser demoradas hasta que se pudieran mover refuerzos por las líneas de comuni-
caciones, particularmente hacia las áreas especialmente sensibles de los sectores de
Jemmu y Cachemira.

Quinto, los Combatientes Libres de Bangla Desh, los Mukti Bahini, estaban algo des-
articulados luego de las operaciones llevadas a cabo por el ejército paquistaní tenientes a
su eliminación. Se requería tiempo para reequipar y reentrenar a los Mukti Bahini, si
fueran a ser empleados como adjuntos a las operaciones hindúes.

Sexto y más importante, los monzones, especialmente en abril o mayo, harían prácti-
camente imposibles las operaciones aéreas y terrestres en Bangla Desh y al mismo
tiempo, al derretir la nieve en los pasos montañosos de la frontera Chino - Hindú,
presentaban el riesgo de una intervención china mientras la India se encontraba empe-
ñada en otro sector.
233
La Savia de la Guerra

El terreno en Bangla Desh no se seca lo suficiente como para permitir las operacio-
nes móviles hasta mediados de noviembre. Los pasos en la frontera norte no se bloquean
por la nieve hasta algún tiempo después. Por lo tanto, como fecha más temprana India
tenía que esperar hasta noviembre de 1971.

Durante un tiempo hubo esperanzas que los Mukti Bahini, con apoyo hindú en la
forma de santuarios cerca de sus fronteras, armas y adiestramiento, pudieran derrotar al
ejército paquistaní y liberar Bangla Desh.

Sin embargo, como siempre se da a los movimientos de resistencia enfrentados a un


ejército de ocupación bien equipado e inmisericorde, apoyado a su vez por un gobierno
también cruel y con determinación, los Mukti Bahini no tenían esperanzas de ganar. Los
movimientos guerrilleros o de resistencia solo triunfan cuando sus actividades se llevan a
cabo como apoyo y en completa coordinación con las operaciones de un ejército
convencional. Importa poco si el ejército convencional pertenece al mismo país o pueblo
o a un aliado. La historia está llena de ejemplos: la Guerra en la Península, la revuelta
árabe, la resistencia francesa, los partisanos yugoslavos, los partisanos de Rusia. Los
Mukti Bahini estaban mal conducidos en todos los niveles y desorganizados. Carecieron
de un comando superior y no había un plan coordinado. En ningún momento se encontra-
ron cerca de expulsar al ejército paquistaní.

El valor de los Mukti Bahini, consistió en que crearon las condiciones que llevaron a
una brutal represión paquistaní, lo que en cambio permitió la intervención hindú en
Bangla Desh, con un beneficio mutuo para los bengalíes y los hindúes. Cuando el ejército
de la India comenzó a moverse, el mayor servicio que le prestaron los Mutki Bahini fue
como guías y agentes de inteligencia.

Los propósitos de la intervención Hindú

Los objetivos políticos que se le dieron a los Jefes de Estados Mayores Hindúes, para
el caso de una intervención en Bangla Desh, fueron:

Liberar a Bangla Desh lo más rápidamente posible.

Efectuar acciones de contención en el Oeste y en el Norte, si fuesen ata-


cados.

Efectuar conquistas limitadas en el oeste, para ser usadas como moneda


de cambio en el caso de que un ataque sorpresivo paquistaní tuviera éxito
al capturar una parte del territorio hindú.

Cuando llegó la guerra los hindúes alcanzaron los tres. Pero este capítulo se concen-
trará en el primero ya que es el más interesante desde el punto de vista logístico.

El Area de Operaciones: una tierra de ríos y pantanos


234
La Guerra en un Pantano

Como lo indica la cita inicial, Bangla Desh es un país poco apto para operar. La ma-
yor parte del país consiste en una meseta aluvional formada por los depósitos de tres
grandes ríos, el Ganges, el Brahmaputra/Jumana y el Meghna y sus numerosos tributa-
rios.

En la época de los monzones los principales ríos son tan anchos que se parecen más
a vastos y fluentes lagos, en algunos lugares demasiado anchos como para ver una
ribera desde la otra. Aún en época de sequía pueden llegar a tener ocho kilómetros de
ancho. El terreno está entrecruzado por un laberinto de pequeños canales o nullahs, tal
como se los conoce en el sub continente. Aún después de los monzones, cuando los
grandes ríos corre dentro de su cause, un ejército que se desplace por el país se enfrenta
con lo que aparenta ser un infinito número de obstáculos de agua a ser cruzados.

El suelo en la meseta, de varias decenas de metros de espesor, es una mezcla de


arcilla, cieno y arena. La napa de agua está a poca profundidad, lo que hace que si bien
la superficie parezca dura en el invierno después de haber drenado las lluvias de los
monzones, en casi todos los lugares no soporte el peso de un tanque mediano.

En el mapa, el laberinto de los ríos se presenta tan confuso como la forma en que
cambian de nombre.

Al entrar a Bangla Desh desde Assam, el Brahmaputra se vuelve Jamuna. Pronto


reaparece el Brahmaputra partiendo del Jamuna para correr hacia el este de la capital,
Dacca. El Jamuna se une al Ganges al noroeste de Dacca, donde en el punto en que
convergen, la combinación Ganges/Jamuna se transforma en el Padma.

El Meghna, habiéndose unido al Brahmaputra al sudeste de Dacca, corre en direc-


ción al Padma. Dacca se encuentra en el extremo sur de una isla con forma romboidal de
unos 240 kilómetros de norte a sur y 80 kilómetros de este a oeste en su parte más
ancha, limitada por los ríos Jamuna, Padma y Brahmaputra. Numeroso ríos pequeños se
desprenden de los grandes, formando un vasto delta de islas pantanosas cubiertas de
arbustos llamados mangles y con caletas formadas por las mareas; los sunbarbans y que
en algunos mapas figura como: "Las bocas del Ganges".

Aparte de las sierras en el distrito de Chittagong, que alcanzan los 420 metros, la
única altura es la meseta al norte de Dacca, que varía de 14 a 35 metros de altura.

Los ríos en Bengala Oriental tuvieron un rol vital en el apoyo logístico británico duran-
te la campaña de Birmania y poco había cambiado en el intervalo de 29 años.

Los transportes y las comunicaciones de Bangla Desh fueron y están determinados


por los ríos, los que participan en la mayor medida en el transporte de mercaderías y
productos.

La población local depende de botes y ferrys para sus movimientos normales. Las
235
La Savia de la Guerra

carretas de bueyes pueden cruzar los ríos y nullahs por vados cuidadosamente seleccio-
nados. La mayor cantidad de movimientos se efectuaba mediante carretas de bueyes,
bicicletas y motocicletas.

Los caminos y ferrocarriles corren aproximadamente en el mismo sentido que los


ríos, que lo hacen de norte a sur. El movimiento este - oeste, aparte del que emplea los
ríos tributarios y los ferrys, es difícil aún en época de paz. En la guerra que estaba por
estallar, el transporte de un gran número de hombres y equipo iba a ser infinitamente más
difícil porque muchos puentes habían sido volados por los Mukti Bahini durante la
campaña de la resistencia. Estas demoliciones, efectuadas con desacierto y sin coordi-
nación, en algunos casos fueron más un obstáculo para sus ejecutores que para sus
destinatarios y dieron una prueba de la pobre dirección de los Mukti Bahini.

Los hindúes se reagrupan

Fue necesario un considerable reagrupamiento por parte del ejército hindú antes de
poder lanzar la campaña en Bangla Desh. El Comando Oriental, quien sería el responsa-
ble de conducir las operaciones, estaba conformado casi totalmente para operaciones en
montaña en la región de frontera del Himalaya o para tareas de seguridad interna en la
frontera N-E.

Las formaciones eran todas divisiones de montaña y equipadas consecuentemente;


no tenían equipos para puentes ni blindados. Su artillería era principalmente transportada
por animales o piezas remolcadas livianas, no aptas para batir blancos de concreto o
refugios fuertemente fortificados del tipo que el ejército paquistaní había construido en
Bangla Desh.

Pero más importante, el Comando Oriental no disponía del suficiente transporte para
el apoyo logístico de operaciones en terreno ribereño. Debilitando otros frentes fueron
asignados al Comando Oriental blindados, incluyendo dos regimientos de tanques
anfibios livianos rusos PT-76 y artillería mediana y de campaña. Se construyeron
elementos de puentes como para permitir, al Comando Oriental, tender 3.000 metros de
ellos.

Un comando conjunto

Se estableció un comando conjunto en el Comando Oriental con representantes de la


Fuerza Aérea y de la Armada; una novedad hindú que se puede representar por el
comentario: "A diferencia de otras guerras, las fuerzas terrestres hindúes que operaban
en Bangla Desh no estuvieron privadas del apoyo aéreo cercano mientras la Fuerza
Aérea libraba sus propias batallas en el aire". Este arreglo de comando iba a pagar
dividendos.

Incursiones Paquistaníes en India: Comienza la Guerra

236
La Guerra en un Pantano

En noviembre la lucha entre los Mutki Bahini y el ejército paquistaní en Bangla Desh,
llevó a una serie de incursiones en la frontera hindú por parte de tropas paquistaníes,
tanto en persecución en contacto de las guerrillas o durante el ataque a bases adya-
centes a la frontera hindú.

Además se habían producido un número de violaciones del espacio aéreo de la India


y el bombardeo de aldeas hindúes por parte de fuerzas paquistaníes. Varios de estos
incidentes produjeron bajas de civiles y soldados hindúes. Las fuerzas indias no fueron
más allá que repeler estos ataques y en una oportunidad avanzaron algunos kilómetros
dentro de Bangla Desh antes de retirarse nuevamente.

Sin embargo, el 3 de diciembre de 1971, precedido por una tentativa infructuosa de


ataque preventivo a aeródromos hindúes, Paquistán lanzó un ataque en los sectores de
Poonch y Chhamb en el frente occidental. Los hindúes, quienes no fueron tomados por
sorpresa, contuvieron esos ataques y contestaron con una serie limitada pero sangrienta
de contra ofensivas. Tuvieron éxito al eliminar una serie de salientes y conquistaron
algunos puntos claves que dominaban las posiciones hindúes.

De esta forma neutralizaron al ejército paquistaní en el oeste, dejando el camino ex-


pedito para una ofensiva hindú en el este.

La India se prepara para invadir

El General Aurora, comandante del Comando Oriental Hindú, disponía de tres cuer-
pos para atacar: 2º Cuerpo entre Calcuta y la frontera occidental de Bangla Desh, 33º
Cuerpo en la frontera noroccidental y el 4º Cuerpo en la frontera oriental. Además tenía
un comando de la zona de comunicaciones en la frontera nordeste al que esperaba
utilizar como una fuerza operacional móvil.

Para los hindúes estaba claro que la velocidad era determinante, el ejército paquis-
taní en Bangla Desh tenía que ser derrotado antes que se produjeran intervenciones
diplomáticas o efectivas por parte de sus dos aliados, los EEUU y China.

Teniendo en mente la necesidad de imponer la máxima demora, el General Niazi,


comandante paquistaní en Bangla Desh, había adoptado un plan que consideraba el
bloqueo de todas las rutas de entrada desde la India, ocupando fuertes posiciones defen-
sivas cerca de la frontera y en todas las avenidas de aproximación, haciendo el mejor uso
del terreno el que en gran medida favorecía al defensor.

El mayor peligro estaba en los sectores occidental y norte debido a las avenidas de
aproximación desde la India y a la dirección en que corren los ríos. Además los hindúes
habían ubicado la mayor infraestructura logística y de comunicaciones en el oeste y el
noroeste. Las comunicaciones, del lado hindú de la frontera, no facilitan una penetración
por el noreste de Bangla Desh.

En un principio la amenaza a Bangla Desh desde el este no se podía considerar se-


237
La Savia de la Guerra

ria, principalmente por la falta de facilidades logísticas en el área de Tripura o por lo


menos así lo creía Niazi.

Las comunicaciones por ferrocarril y por rutas eran casi las mismas que habían deja-
do los británicos, las que se describen en el Caso de Estudio Nº 18 que se refiere a la
campaña de Birmania y los mejores de aquellos, estaban dentro de Bangla Desh.

Sin embargo, siendo desconocido por la inteligencia paquistaní hasta fines de octu-
bre, el Comando Oriental había mejorado los caminos y senderos existentes y construido
nuevos, acopiando abastecimientos y desplazando unidades logísticas.

Medidas defensivas paquistaníes

Niazi se desplegó en fuerza en la frontera oeste, del lado opuesto a Calcuta y en el


noroeste. A medida que llegaba más información sobre los que montaban los hindúes en
el este, Niazi construyó un anillo de puntos fortificados en la frontera con Tripura; su
mayor preocupación era el vital camino Dacca -Comilla - Chittagong y el enlace ferrovia-
rio.

El sector nordeste estaba más débilmente defendido. Su política de retener la mayor


cantidad de territorio posible, con el grueso de sus fuerzas estacionadas adelante en una
línea defensiva rígida, probablemente estaba basada en la idea que la aspiración de los
Mukti Bahini era cortar un cinturón de territorio a lo largo del lado interior de la frontera,
seguido de la declaración de un Bangla Desh liberado con su propio gobierno, como una
forma de obtener el reconocimiento internacional. Tal vez haya creído que la India
apoyaría este plan limitado. Hubiera hecho mejor si hubiese basado su defensa en los
formidables obstáculos que representan los ríos, para finalmente concentrase en la
defensa cercana de Dacca.

El Plan Hindú

Los hindúes sabían muy bien que el tiempo no estaba de su lado, tenían que atacar
con tal velocidad de manera que los paquistaníes no fueran capaces de retroceder hasta
los obstáculos de los grandes ríos y en particular hasta Dacca. Los ríos Jamuna, Ganges
y Meghna eran muy anchos y las aproximaciones difíciles. Si se les permitía a los paquis-
taníes retirarse en forma ordenada, podían hacer de Dacca una fortaleza insular.

Los hindúes tenían además una razón adicional para procurar una rápida finalización
de la campaña en Bangla Desh; las divisiones de montaña tenían que regresar a la
frontera con China lo antes posible.

En el pasado el ejército hindú había propiciado la batalla parcial, un avance constante


con fases y reagrupamientos en etapas apropiadas. Niazi supuso un avance similar para
esta ocasión.

Pero el Teniente General Aurora decidió que tenía que llegar a Dacca en 15 días,
238
La Guerra en un Pantano

antes que los paquistaníes pudieran retroceder y formar una fuerte posición defensiva. Su
plan era contener los puntos fuertes paquistaníes en la frontera y rodearlos con embes-
tidas móviles. Cada cuerpo debía abrir su camino y llevar a cabo una embestida menor
en el nordeste.

El objetivo de los tres cuerpos era Dacca. No existiría un plan rígido, explotaría cual-
quier eje que se le presentara promisorio. Era un concepto atrevido para ser puesto en
práctica en un terreno tan desfavorable para las operaciones móviles.

Los paquistaníes eran un enemigo formidable, por lo menos tan buenos como los
hindúes. El éxito requería de los más altos niveles de conducción, pericia y una logística
experta.

Los hindúes atacan

El 4 de diciembre el ejército hindú atacó a través de la frontera de Bangla Desh. Des-


de el este de Calcuta el 2do. Cuerpo Hindú avanzó hacia el río Madhumati, un tributario
del Ganges (Padma) que lo une a las Sundarbans. Esto servía a dos propósitos: cortar la
retirada paquistaní a través del río y avanzar hacia Dacca y cortar la vía férrea. La defen-
sa estática que habían establecido los paquistaníes le permitió al Cuerpo rodear la
resistencia y presionar con rapidez. Las brigadas de infantería abandonaron las rutas
principales, cruzaron los arrozales y emplearon pequeños senderos. El transporte local,
bajo la forma de rickshaws (carritos tirados por una bicicleta), bicicletas y carros, cedidos
con gusto por la población, transportaron algunos de los abastecimientos inmediatos. El
reabastecimiento se efectuó mediante el lanzamiento con paracaídas. Por momentos las
tropas se alimentaron recurriendo al sostenimiento local; utilizando la técnica del abaste-
cimiento a costa del enemigo, excepto que en este caso, los bengalíes estaban muy
contentos de poder proveer todo lo que podían.

Jessore, un punto fuerte sostenido por una brigada de infantería apoyada por tan-
ques, fue rodeada de esta forma. Para sorpresa de todos, la guarnición huyó.

En el frente del 33º Cuerpo Hindú, dos brigadas atacaron hacia el sur, en dirección a
Dinajpur y Rangpur, un nudo carretero y ferroviario crítico. La 20ª División de Montaña
Hindú empujó hacia el este a través de la saliente opuesta a la villa paquistaní de Hilli. Se
presentó en el sector del 33º Cuerpo una de las más fuertes resistencias por parte de las
tropas paquistaníes. En particular, mientras parte de la 10ª División de Montaña, habien-
do rodeado Hilli, avanzaba rápidamente, le demandó cuatro días de dura lucha capturar
el complejo de bunkers y casamatas. Los paquistaníes habían dotado a sus puntos
fuertes con munición, combustible y víveres para cuatro semanas y no tenían planes para
reabastecerlos.

Problemas Logísticos

Es interesante el relato del comandante de la 20ª División de Montaña Hindú acerca


de sus problemas logísticos en la India, antes que su división comenzara su avance. Una
239
La Savia de la Guerra

vez en Bangla Desh, los caminos eran mucho peores.

"Durante octubre...comenzamos a movernos hacia nuestras áreas de concentra-


ción alrededor de Balurghat. El movimiento produjo muchos problemas y fue lleva-
do a cabo estrictamente de noche. Nos movimos por los caminos y por ferrocarril
ya que los tanques T-55 y la artillería mediana no podía hacerlo hacia Balurghat
vía Raiganj debido a la debilidad de los puentes cerca de Raiganj. Los tanques T-
55, los cañones medianos y una gran cantidad del equipo de los ingenieros de
combate fueron trasladados por tren hacia Malda, mientras el resto lo fue por ca-
minos y tren de trocha angosta hasta Raiganj... A la división le demandó concen-
trarse, aproximadamente veinte días. La ruta directa desde Siliguri a Balurghat no
soportaba vehículos pesados o tanques. Disponíamos solamente de doce vagones
playos para mover los tanques PT-76 hasta Raiganj, por lo que el traslado tenía
que ser lento debido a los viajes de ida y vuelta de los cargadores...la munición
tenía que ser transportada por caminos, por la ruta de un solo carril a Balurghat y
la disponibilidad de transporte era limitada. Debido a lo angosto del camino Raiganj
a Balurghat, tuve que imponer un tráfico en un solo sentido. Las banquinas eran
blandas y se producían congestiones de tráfico cada vez que un vehículo intentaba
salir del camino. Algunos de los puentes en esta ruta tuvieron que ser reforzados,
mientras que hubo que construir cierto número de balsas para cruzar los ríos con
los tanques pesados en el área de Balurghat."

El rumbo de la campaña

Para el 9 de diciembre la 20ª División de Montaña Hindú había tomado Palashbari, un


nudo carretero clave y cruzado hacia Gaibanda, un centro carretero y ferroviario en el río
Jamuna, cortando de esta forma la totalidad del sector nordeste de Bangla Desh.

Para el 14 de diciembre esta división estaba luchando por el pueblo de Bogra y había
destacado una brigada hacia el norte para unirse a la batalla por Rangpur.

Probablemente el 4º Cuerpo Hindú tenía la tarea más difícil de todas, la misión de


franquear el Megha y el más pequeño Brahmaputra y correr hacia Dacca. Las tareas
subsidiarias del comandante del cuerpo eran las de cortar las vinculaciones ferroviarias y
carreteras de Dacca a Chittagong.

En los mejores lugares de cruce el Meghna tiene un ancho de cerca de un kilómetro y


medio, donde había un puente ferroviario en Ashuganj pero no existía una ruta que
siguiera la línea del tren.

Para el 11 de diciembre el 4º Cuerpo se había aproximado al Maghna en un ancho


frente y pese a que el puente ferroviario había sido volado, encaró el cruce empleando
helicópteros y tanques PT-76. Estos habían sido diseñados por los rusos para cruzar los
ríos europeos y se recalentaron después de media hora de travesía acuática debido a lo
ancho y correntoso del Maghna, cuando en ese tiempo habían cubierto menos de un
sexto del cruce. Las embarcaciones disponibles en la zona fueron puestas en servicio
para empujar y remolcar los tanques anfibios.
240
La Guerra en un Pantano

Se fragmenta la defensa

Para esta época el grueso del ejército paquistaní había sido cortado de Dacca, ex-
cepto en lo que se refiere una brigada comandada por el Brigadier Qadir, al este del río
Jamuna al nordeste de Dacca. Esta brigada, junto con las fuerzas paquistaníes que se
retiraban del frente del 4º Cuerpo cruzando en Ashuganj, sería un considerable refuerzo
para la guarnición de Dacca. Si bien la caída de Dacca era ahora una cuestión de tiempo,
el General Aurora estaba preocupado por la gran destrucción y pérdida de vidas civiles
que se producirían como resultado de una batalla en la cuidad y a juzgar por el compor-
tamiento anterior de los paquistaníes, estos podrían desatar una represión salvaje.

En Tangail, una fuerza pequeña sostenía un puente y un cruce de ferry en un tributa-


rio del Padma a fin de brindar una ruta de repliegue a la brigada de Qadir, quien había
recibido Ordenes de replegarse sobre Dacca.

En la tarde del 11 de diciembre un batallón de la Brigada Aerotransportada Hindú fue


lanzado justo al norte del río y durante las horas de oscuridad bloqueó los puntos de
cruce en la retaguardia de la brigada de Qadir, en su retirada hacia Dacca.

Los paquistaníes hicieron cuatro intentos de cruzar el río y finalmente, con otra bri-
gada hindú pisándole los talones, los hombres de Qadir se dispersaron en el terreno.

Esta no fue la única operación conjunta realizada por las fueras hindúes en el frente
oriental. El primer día de la guerra las aeronaves del portaaviones hindú Vikrant bom-
bardearon el aeropuerto de Cox's Bazaar y el puerto de Chittagong y su aeropuerto.
Entonces se percibió que grupos paquistaníes estaban escapando por tierra hacia
Birmania a través de Cox's Bazaar. Rápidamente se montó una operación anfibia
empleando un batallón reforzado tomado del 2º Cuerpo y transportado en un mercante
hindú, el SS Vishwavijaya, que se encontraba fondeado en el río Hoogly. Frente a Cox's
Bazaar el batallón fue transferido al único buque de desembarco (BDT) disponible y que
ya se encontraba en el mar y desembarcado en Cox's Bazaar; la primera operación
anfibia jamás realizada por las fuerzas armadas hindúes.

Rendición

El 16 de diciembre, con Dacca rodeada por el ejército hindú, el General Niazi se rin-
dió. Le había demandado 12 días a las siete divisiones reforzadas hindúes liberar Bangla
Desh, enfrentadas a cuatro divisiones reforzadas paquistaníes, quienes habían dispuesto
de mucho tiempo para preparar la defensa en un terreno que les era favorable.

El mayor mérito por el éxito de estos extraordinarios logros es del General Aurora,
por su amplio concepto y de sus comandantes de cuerpos y divisiones por mantener el
ritmo de las operaciones.

El mérito también fue de la Fuerza Aérea y de la Marina Hindúes, por haber brindado
241
La Savia de la Guerra

apoyo aéreo cercano y particularmente los helicópteros que hicieron de "puentes" en el


cruce de los ríos.

El éxito de muchas de las operaciones de rodeo efectuadas por los hindúes, fue un
resultado directo de la rapidez con que se podían identificar las rutas alrededor de las po-
siciones paquistaníes, gracias a los Mukti Bahini. Pero lo más crítico de todo, los hindúes
tuvieron tiempo de planificar y ejecutar los necesarios arreglos logísticos.

Conclusiones

En 1971 el ejército hindú era principalmente una fuerza de infantería; para treinta
divisiones había solamente 1.500 tanques, 500 transportes blindados de personal,
carecía de artillería autopropulsada y disponía de 250 helicópteros.

Los medios de transporte eran escasos y principalmente carreteros. Las principales


redes carreteras y ferroviarias habían sido construidas antes de 1947 con fines comercia-
les o estratégicos cuando el sub continente era un solo país. Por lo tanto no corrían
necesariamente en las direcciones adecuadas para operaciones en el sub continente.

Al no disponer de suficiente transporte apto para los movimientos a campo traviesa,


los hindúes se enfrentaron con el problema de que los movimientos por fuera de los
principales ejes de comunicaciones eran difíciles de ser apoyados logísticamente.

Con ocho meses de preparación para la guerra, particularmente en el desafiante te-


rreno de Bangla Desh, el ejército hindú fue capaz de tomar medidas para contrarrestar
algunas de sus debilidades logísticas, por ejemplo la requisición de transporte civil y
redistribuir el transporte a las unidades que estaban escasas. Pero estas medidas no
siempre resultaron satisfactorias.

Si los paquistaníes hubieran adoptado un plan de operaciones diferente, los hindúes


se podrían haber encontrado consumiendo más munición y la guerra se podría haber
prolongado, con las consiguientes dificultades logísticas. Una combinación del tiempo
disponible para la preparación y un mal plan paquistaní, permitieron minimizar las
falencias logísticas hindúes. Cuanto menor es el tiempo que hay para prepararse, la
movilidad logística se vuelve más importante.

Los blindados, la infantería y los cañones se pueden mover con relativa rapidez sin
emplear la red principal de caminos para enfrentar lo imprevisto o para realizar despla-
zamientos en respuesta a la situación operacional.

Pero sin munición y combustible, rápidamente no serán efectivos. Por eso su apoyo
logístico debe ser capaz de mantenerse junto a ellos en el terreno, aún con pocos o
ningún camino.

Esto requiere un gran número de medios de transporte adecuados, preferentemente


una combinación de helicópteros y vehículos todo terreno aún a costa de cortar los
242
La Guerra en un Pantano

dientes de la fuerza.

243
8

LOGISTICA ANFIBIA – MALVINAS


1982
Tenía cuarenta y dos cajas, todas perfectamente envueltas
y con su nombre cuidadosamente pintado en cada una
pero como olvidó mencionar el hecho,
todas quedaron detrás, en la playa.
Lewis Carroll "El Desembarco"

"El plan de embarcar mulas y hombres en el mismo buque fue, en primera


instancia, objetado sobre la base que algunos buques eran más aptos para
transportar mulas que otros y que el confort de las tropas sería mayor si todos los
animales fueran ubicados en buques aparte; pero esta objeción fue desestimada
por el Comandante en Jefe, quien sostuvo que estaba convencido, por las
experiencias históricas, que el principio rector en la preparación de tales
expediciones era el de embarcar la fuerza de tal forma que cada porción de ella
fuera capaz de desembarcar completamente equipada desde cada buque que la
transportaba. Esto, sostuvo, era absolutamente necesario si el desembarco sería
con oposición y era la mejor forma de evitar la confusión y la demora, aún si no
hubiera oposición".

Expedición Inglesa a Egipto 1882

Desde el 29 de marzo de 1982 el Estado Mayor de la Flota en el Cuartel General en


Northwood estaba tomando medidas precautorias para el caso que los argentinos
invadieran las Malvinas. El mismo día el Almirante Fieldhouse, Comandante de la Flota,
ordenó al Contraalmirante Woodward, Comandante de la Primera Flotilla, en ese
momento en Gibraltar ejercitándose con dieciséis fragatas y destructores, preparar el
planeamiento para el envío de un grupo de tareas al Atlántico Sur.

El 31 de marzo se recibió en Londres un informe de inteligencia que indicaba que las


Malvinas serían invadidas el 2 de abril. La Primer Ministro conferenció con el Secretario
de Estado para la Defensa John Nott, dos ministros modernos del Ministerio de RREE y
el Almirante Leach Primer Lord del Mar1, representando al Jefe del Estado Mayor de la
Defensa quien se encontraba fuera del país. Como resultado de esa reunión se le ordenó
al Almirante Leach "preparar una fuerza, de acuerdo con lo que él había aconsejado
como necesaria, para retomar las islas sin esperar una decisión final sobre si tenía que
zarpar o no".

3ª Brigada de Comandos de Infantería de Marina: Movimientos Preliminares.

Mientras tenían lugar estos planeamientos preliminares, la 3ª Brigada de Comandos


de la Infantería de Marina2, la fuerza que tendría que desembarcar y retomar las islas y
sin la cual la zarpada de una fuerza de tareas, salvo como gesto, sería ineficaz,
felizmente ignoraba que sus servicios podrían serle requeridos.
247
La Savia de la Guerra

En realidad el comandante de una unidad de comandos3 había sido advertido, en


términos vagos, que sus hombres podrían tener que viajar a las Islas Malvinas para
prevenir una invasión. Rápidamente el requerimiento se redujo a una compañía. Sin
embargo no estaba autorizado a realizar ningún preparativo, incluyendo poner su gente a
la orden, como tampoco se le dijo en qué forma la unidad o la compañía llegarían a la
zona de operaciones.

Aún en buque, navegando permanentemente a 30 nudos, el viaje demandaría más


de once días y tomando tiempos más reales, sería entre catorce y dieciséis días. La pista
de Puerto Argentino era muy corta como para recibir los transportes de gran radio de
acción y en aquella época los aviones C-130 ingleses, con capacidad para aterrizar en
Puerto Argentino, no estaban equipados con sistemas de reabastecimiento en vuelo. La
única forma de llegar a Puerto Argentino por vía aérea era pasando por la Argentina.

Pronto el comando fue desechado. Sin embargo parte de las Tropas de Defensa
Aérea del Comando de la Brigada de I.M., con sus lanzadores sobre el hombro de misiles
tierra-aire Blowpipe, fueron advertidas que podrían ser necesarias. También quedó sin re-
solver el problema del medio de transporte a las Malvinas, llevando a especulaciones
graciosas tales como que podrían viajar en aviones civiles argentinos, pasando por
músicos, con sus Blow-Pipe escondidos en cajas con doble fondo.

Para el 31 de marzo, el día en que la Primer Ministro tenía su reunión, las Tropas de
Defensa Aérea fueron puestas en alerta. Ese día el Comandante de la 3ª Brigada de I.M.
volvía de un reconocimiento en Dinamarca para un ejercicio de la OTAN y por primera
vez fue informado de las ordenes y contra ordenes dadas a algunas de sus unidades los
dos días anteriores y que no se requería nada de su brigada. El EM de la Brigada,
también sin conocimiento de lo que se estaba haciendo en Inglaterra, permanecía en
Dinamarca completando el reconocimiento.

El 1º de abril se ordenó a los portaaviones HMS Hermes e Invincible pasar a 48 horas


de aviso. La 3ª Brigada de Comandos de I.M. continuaba normalmente a siete días de
aviso para operaciones y comenzando a salir con licencia.

Ya fuera debido a una política deliberada o por descuido, fue imperdonable la falla
debida al hecho de no transmitir ningún tipo de advertencia a la 3ª Brigada de Comandos
de I.M.. Por lo menos si se hubiera alertado a algún personal clave, los cuatro días
posteriores a la invasión argentina podrían haber sido de gran utilidad y hubieran evitado
algunos de los entuertos que se produjeron, especialmente logísticos.

La Falta de una Misión, Planes de Contingencia y Preaviso Adecuado

El 2 de abril la orden llegó, en un principio en la forma de un llamado telefónico, de


reducir el preaviso de la Brigada a 72 horas y posteriormente como mensaje ordenando
cargar en los buques y zarpar al sur con todo el material remitido.

Hasta ese momento no se había asignado la misión y fue un rompedero de cabeza el


problema de traducir intenciones políticas en acción militar, cosa que habría de continuar
248
Logística Anfibia – Malvinas 1982

hasta bastante después del desembarco el 21 de mayo. No había planes elaborados que
tuvieran en cuenta la posibilidad de tener que retomar las Islas Malvinas o algo similar,
después de su ocupación por la Argentina.

Un plan de contingencia es útil porque si bien no brinda a los planificadores todos los
datos necesarios, cuando llega la emergencia resulta más rápido adaptar un plan
existente que hacer uno comenzando por el borrador. Esto se aplica especialmente
cuando el tiempo es breve, tal como era el caso de la 3ª Brigada de Comandos de I.M.,
cuyos miembros claves del EM no regresaron de Dinamarca hasta la tarde del 2 de abril.

Cargar: El Precio del Apuro

Se realiza mejor la carga para una expedición anfibia si se cumple la secuencia:


identificar la misión, saber lo máximo posible acerca del enemigo (inteligencia), elaborar
el plan y cargar los buques de forma tal que los hombres y la carga desembarquen en el
orden requerido para cumplir el plan.

A diferencia de un transporte marítimo de tiempo de paz donde al llegar a puerto el


encuentro entre el hombre y la carga se puede hacer con posterioridad al arribo, para una
operación anfibia los buques deben ser cargados para combate. Los hombres, su equipo
y munición deben viajar en el mismo buque, en unidades completas de tal forma de
permitirles comenzar a combatir sin demoras al llegar a la playa o zona de desembarco.
La unidad debe estar en condiciones de desembarcar en la correcta secuencia táctica y
agrupada. A diferencia de la carga no táctica o administrativa, la carga de combate tiende
a hacer un uso menos económico de los espacios disponibles en los buques de
transporte.

No se había asignado la misión y había muy poca inteligencia sobre el enemigo.


Debido a razones políticas de peso, no había tiempo para encarar otra cosa que no fuera
cargar los buques rápidamente y hacerlos zarpar como se pudiera, lo antes posible y
basados en la poca información disponible, con una razonable combinación de efectos y
tropas.

A falta de algo mejor se usó como guía en el planeamiento el plan de refuerzo del
Norte de Noruega para tiempo de tensión. Pero a medida que se agregaban unidades al
orden de batalla de la 3ª Brigada de Comandos de la I.M., surgió la necesidad de más
buques de los que en principio habían sido asignados por el Cuartel General de la Flota.

También estaba el tema de la Reserva de Mantenimiento de Guerra, el combustible,


munición, víveres y repuestos necesarios para abastecer la Brigada en el combate. Esto
alcanzaba a 9.000 toneladas. Pero la Brigada no era la única unidad que tenía que
cargar. La Marina y la Fuerza Aérea también necesitaban efectos a ser trasladados
desde varios depósitos ubicados en distintos puntos del Reino Unido.

Con la Reserva de Mantenimiento de Guerra, esto alcanzaba a 1.200 toneladas de


combustibles y lubricantes, 8.260 toneladas de munición y 3.880 toneladas de
249
La Savia de la Guerra
armamentos (todo tipo de efectos, incluyendo repuestos). Muchas de estas cosas fueron
cargadas dentro de las primeras 72 horas. Debido a que el traslado de los efectos se hizo
durante el fin de semana y con poco preaviso, el transporte no se pudo completar
mediante los ferrocarriles británicos, como estaba previsto en el plan de contingencia de
Noruega del Norte4.

La carga se transportó por carretera usando prácticamente todas las Unidades de


Transporte Regular del Ejército basadas en el Reino Unido, así como también algunas de
las Unidades de Transporte Territorial del Ejército convocadas al servicio. Los operadores
comerciales también proveyeron una parte sustancial del transporte. Durante este
período una unidad cubrió más de 510.000 millas, cumplió 293 tareas con 1.231
vehículos, trasladó más de 15.000 toneladas de materiales y consumió 249.000 litros de
combustible.

En las primeras ochenta horas había sido embarcado el total de 30 días de la


Reserva de Mantenimiento de Guerra con toda clase de efectos de la carga prescrita,
consistente en dos días de munición y cinco días de raciones para la 3ª Brigada de
Comandos de I.M. Por una desafortunada coincidencia, la crisis encontró al buque de
abastecimientos de la Flota Auxiliar que estaba permanentemente cargado con la
Reserva de Mantenimiento de Guerra para un Comando, en el proceso de descargar a fin
de rotar los efectos, un hecho que ocurre solamente una vez cada cuatro años.

La Influencia del Terreno en el Planeamiento Logístico

En la primera parte del planeamiento se tomó una importante decisión logística y fue
la de llevar un mínimo de vehículos a rueda, como resultado de un estudio del terreno en
el área de operaciones prevista.

Generalmente el terreno tiene un profundo efecto en la logística de las fuerzas


terrestres, mucho más que en la logística naval o la de la Fuerza Aérea.

Casi todo el terreno de las islas, particularmente en la Isla Soledad, es un fangal de


turba, en algunas áreas con grandes espacios con elevaciones con pasto. Abundan
quebradas de piedras de hasta centenares de metros de ancho y varios kilómetros de
largo. Se parecen a ríos de cantos rodados de tamaños que van desde la cabeza de un
hombre al de un automóvil.

Las montañas, si bien no son altas, semejan a cerros (la más alta, Monte Usborne de
730 m) están casi todas coronadas con grandes y escarpados castillos de rocas que se
alzan como el espinazo de un gran reptil prehistórico. Estos bastiones almenados, con
profundas fisuras de pendientes pronunciadas y grandes salientes, son un obstáculo para
cualquier tipo de vehículo, tanto a rueda como a oruga. Pocos tienen menos de 500 m de
largo y algunos bastante más de 2.000 m. En 1982, salvo en las cercanías de Puerto
Argentino y una huella hasta Fitzroy, no había otros caminos o huellas.

Un Landrover muy cargado tendría suerte si pudiera cubrir seis kilómetros y medio en
una hora y ello si sorteaba los cortes de las elevaciones y piedras y no seguía la huella de
su antecesor quien habría roto la débil corteza y transformado la senda en una mancha
250
Logística Anfibia – Malvinas 1982

negra. Un vehículo a rueda cargado con munición o remolcando un cañón, no se podría


mover en absoluto.

En Gran Bretaña la Brigada tenía setenta y seis de estos BV202, vehículos a rueda
para nieve y el resto acopiados en Noruega. Si bien fueron diseñados para operar en la
nieve, se evaluó que con una presión en el suelo de solo alrededor de 4,39 kg/cm2, cerca
de la presión ejercida por un hombre con esquís, sería capaz de cruzar los turbales. Se
los llevó a todos.

Felizmente el Comandante del Regimiento Logístico convenció al Comandante de la


Brigada de I.M. para que le permitiera llevar diez camiones equipados con tanques de
combustible y nueve Eager Beaver, cargadores frontales de cuatro ruedas para todo
terreno. Sin estos últimos agregados al orden de batalla, la situación logística, para decir
lo mínimo, hubiera sido difícil.

El Factor Meteorológico

La meteorología también mereció una consideración importante. Si bien las islas se


encuentran a la misma latitud sur que Gran Bretaña en la latitud norte, el gran Océano
Sur, sin un equivalente de la Corriente del Golfo que eleve la temperatura del mar y la
proximidad al gran continente helado de la Antártida, Cabo de Hornos y los Andes, se
combinan para producir un clima significativamente diferente. Los témpanos llegan
normalmente a 200 millas de las islas y si un gran témpano tabular se vara en el Banco
Burdwood, que se encuentra al sur, puede hacer cambiar el modelo meteorológico en las
Malvinas. Nieve, lluvia, niebla y sol radiante se suceden uno a otro en todas las épocas
del año, con una rapidez que asombra. Aún en verano lo único constante es el viento. La
velocidad promedio anual del viento en Gran Bretaña es de 4 nudos, en las Malvinas es
de 15 nudos. Se estaría acercando el invierno cuando la fuerza de desembarco estuviera
por llegar.

A medida que se agregan unidades, aumentan las complicaciones de la carga.

A medida que se agregaban unidades a la Brigada de Comandos, el tonelaje de


abastecimientos que debían llevarse al sur aumentaba proporcionalmente. Debido a la
necesidad de cargar en tres días, no había tiempo suficiente como para mover los
buques a los puertos más aptos.

Había insuficientes buques adecuados y a medida que más y más materiales se


apilaban en los buques disponibles, hubo que olvidar la carga de combate en aras de
cumplir con la necesidad de ir al sur. Algunos buques habían sobrepasado la marca de
calado máximo, otros tenían cargas mezcladas de combustible en tambores y munición
en el mismo espacio.

Normalmente se hacen todos los esfuerzos para llevar junta la carga de asalto de la
unidad en el mismo buque. Eso no sucedió en esta oportunidad. Cuando llegaban a los
muelles eran difíciles de identificar los tipos de munición y de raciones y en algunos casos
251
La Savia de la Guerra
se cargaron en los buques equivocados. Una vez abordo no era posible establecer
exactamente qué se había cargado y donde. En un esfuerzo para lograr un listado
comprensible de la carga de cada buque, el Comandante del Regimiento Logístico
destacó un suboficial del regimiento en cada buque con la orden de completar un
detallado estado de la carga y enviarlo por mensaje al Cuartel General del Regimiento.

El 6 de abril se decidió que el nivel de abastecimientos que se llevaba sería


insuficiente, por lo tanto la diferencia de munición de la Reserva de Mantenimiento de
Guerra de la Brigada se cargó en el buque porta-contenedores Elk5. Fue absolutamente
esencial un reacomodamiento de la carga antes de efectuar cualquier desembarco. Esto
se haría en la Isla Ascensión, justo a mitad de camino a las Malvinas.

La fuerza de tareas: medidas preliminares

Mientras tanto, los logísticos de la Marina también estaban ocupados. Aprovisionar


los buques de guerra era la parte más fácil, aunque se hiciera al doble de la velocidad
normal, era una tarea familiar. Alistar y efectuar las conversiones necesarias a los buques
requisados al comercio (Ships Taken Up From Trade- STUFT) de los cuales finalmente
había 54, era una cosa diferente.

Convertir buques mercantes para la guerra requiere una amplia gama de efectos,
desde equipos de comunicaciones, chalecos salvavidas, equipos anti-llama, claves; hasta
cubiertas para helicópteros y sistemas de reaprovisionamiento en el mar. Las
conversiones normalmente abarcaban más que el simple hecho de proveer los equipos.

Por ejemplo, colocar una cubierta de acero en la cual un helicóptero se pudiera posar
en un buque, es solamente una parte del trabajo. Se deben instalar equipos de
comunicaciones para permitir al buque comunicarse con el helicóptero y una pequeña
dotación de cubierta de vuelo para dirigirlo y si es necesario, trincarlo cuando el buque
rola o cabecea.

Muchos ferrys diseñados para cortos viajes de 24 horas no tenían destiladores para
producir agua potable pues llevan lo que necesitan en tanques. Estos no cubrían las
necesidades de los buques para un viaje largo, pasando semanas en el mar y
generalmente transportando mucha más gente que su dotación de pasajeros de tiempo
de paz. Casi todos los buques que necesitaban esa facilidad fueron equipados con
plantas de osmosis reversible.

De la misma manera los ferrys diseñados para viajes cortos no necesitan llevar una
gran cantidad de combustible. Para evitar la necesidad de tener que hacer un
reaprovisionamiento diario en el mar, en algunos ferrys se transformaron los tanques de
lastre para llevar combustible, lo que significó un agregado importante de tuberías para
permitir el embarque de combustible en el mar y poder transferirlo a las máquinas.

En el caso de los buques que serían usados en sus mismos roles que en la paz,
algunos tanqueros y buques para cargas secas, la conversión se limitó a equipos de radio
y sistemas de reaprovisionamiento en el mar. Cuando se modificaban los roles la
conversión era más compleja y casi todas se efectuaron en los Astilleros Reales. Al
252
Logística Anfibia – Malvinas 1982

principio se hicieron intentos para realizar las conversiones principales en astilleros


comerciales pero el volumen de los trabajos y los recursos especializados requeridos,
superaban las facilidades disponibles. Los buques en los Astilleros Reales eran
convertidos, en promedio, en cuatro días con sus noches.

Algunas conversiones especializadas

En Gibraltar el SS Uganda, normalmente un buque para viajes de crucero de


colegios, habiendo desembarcado su carga de estudiantes fue convertido en dos días y
medio en buque hospital. Se le instaló una cubierta de helicópteros y se modificaron los
espacios comunes para dotarlo de salas de operaciones, refugios, unidad de cuidados
intensivos, unidades incineradoras, departamento de rayos X, departamento de
oftalmología, cirugía dental, dispensario y laboratorio patológico.

Se instalaron dos plantas especiales de desalinización. El casco y la superestructura


se pintaron de blanco con grandes cruces rojas y se instaló una iluminación exterior
intensiva.

El ferry de 13.000 toneladas Norland fue convertido en transporte de tropas y dotado


de dos cubiertas para helicópteros, facilidades de vuelo y comunicaciones, productores
extra de agua dulce y equipo de reabastecimiento en el mar.

Uno de los buques más raros de los que fueron convertidos fue el Stena Seaspread,
de 9.000 toneladas, diseñado como buque multi-propósito de apoyo a las plataformas
petroleras del Mar del Norte. Su nuevo papel fue el de buque de reparaciones
adelantado, para lo que fue equipado con talleres, máquinas y una grúa móvil en cubierta,
generadores suplementarios, compresores de aire, repuestos y otros efectos. Se
agregaron alojamientos para los Equipos de Mantenimiento de la Flota que se sumaron a
la dotación del buque y lugares de rancho para 500 hombres. Se instalaron dos
plataformas para helicópteros y 100 toneladas de lastre adicional. Fue tal la velocidad de
la operación que llegó a Portsmouth, desde el Mar del Norte, con buzos aún en la cámara
de descompresión.

Transportadores de aeronaves

Fueron transformados cuatro grandes buques porta contenedores para transportar


aeronaves. El primero fue el Atlantic Conveyor (15.000 toneladas y de mayor eslora que
un portaaviones liviano) convertido en 5 días en un transportador de Harrier y
helicópteros.

El trabajo principal consistió en la eliminación de obstrucciones en la cubierta superior


y en reforzar las tapas de bodegas, provisión de elementos de protección para aeronaves
en cubierta mediante el uso de contenedores con forma de lapicera, dos puntos para
carga de helicópteros, alojamiento para 100 tripulantes adicionales y equipo para
reaprovisionamiento en el mar. Se instalaron células de combustible en los contenedores
adaptados y se proveyó la instalación para dar combustible a las aeronaves en cubierta,
253
La Savia de la Guerra
oxígeno líquido a los Harriers y agua dulce para lavar todas las aeronaves.

Se previó que el Atlantic Conveyor fuera un buque de reparaciones de aeronaves,


para lo cual tenía embarcado personal del Equipo Móvil de Reparación de Aeronaves de
la Marina y la Unidad de Salvamento. El gran espacio bajo cubierta se llenó con efectos,
incluyendo una planta de ingenieros y equipo para construir una pista aérea en la cabeza
de playa en Malvinas y carpas para 4.500 hombres. La intensión era que esto fuera
descargado en el fondeadero de la cabeza de playa a través de las escotillas de popa.
Estas habían sido reforzadas para permitir su apertura en el mar y usadas como
plataformas de helicópteros para transferencia.

Se convirtieron otros tres buques en forma similar, Altantic Causeway, gemelo del
Conveyor, Contender Bezant (18.500 toneladas) y Astronomer (28.000 toneladas), pero
con facilidades más completas y sofisticadas.

Porotos, balas y especialmente combustible

Adaptar, cargar y despachar los buques era solo el principio. En la cúspide de la


guerra habían sido desplegados, en el área de operaciones, un total de 26 buques de
combate y 54 STUFT, con un total de 25.000 hombres en tierra y abordo. Cada poroto,
bala y gota de combustible tenía que llegar a través de una línea de comunicaciones de
8.000 millas de largo.

Repuestos navales, víveres y efectos constituidos por bastante más de 900.000


ítems diferentes (más de 900.000 tipos distintos de equipos y repuestos - desde medias a
tornillos). A todo esto hay que agregar la larga lista de efectos de las fuerzas terrestres.

El reabastecimiento en el mar de líquidos, diurno y nocturno, permitió a los buques


permanecer en navegación durante semanas sin tener que abandonar su estación. En
una oportunidad el reaprovisionamiento de una serie de buques de guerra efectuado por
un buque tanque de la Flota Auxiliar duró veintiséis horas y media. Era común que el
reaprovisionamiento de líquidos en el mar durara varias horas.

Pero los buques tanque de la Flota requerían su propio reabastecimiento. El 6 de


abril de 1982 la Fuerza de Tareas zarpó con el combustible suficiente como para
satisfacer sus necesidades inmediatas. Pero el "oleoducto" de 8.000 millas de largo tenía
que mantenerse lleno. Había dos problemas: obtener la cantidad necesaria de
combustible y encontrar los buques para transportarlo.

El primero se resolvió fácilmente; la inundación de petróleo que tenía el mercado en


ese momento permitió el envío rápido de las grandes cantidades requeridas. Se
chartearon catorce buques tanque comerciales para formar la cadena de abastecimiento.
Todos fueron equipados para recibir la maniobra de traspaso de combustible por el
costado de los buques tanque de la Flota Auxiliar, de tal forma de permitirles a estos,
reabastecerse de los tanqueros comerciales. Como pasarles la maniobra de combustible
no era suficiente, resultó también necesario agregar equipos de comunicaciones
operados por oficiales de la Flota Auxiliar, así como también personal de cubierta y
máquinas del mismo origen.
254
Logística Anfibia – Malvinas 1982

Reparación de los daños de combate en el mar

Los buques dañados en combate, a 8.000 millas de sus bases necesitan


reparaciones si han de sobrevivir, especialmente en el gran Océano Sur, las aguas más
tempestuosas del mundo. En un principio, después de haber retomado Geórgicas del
Sur, el Stena Seaspread entró a las antiguas estaciones balleneras de Leith y
Stromness, abandonadas veinte años antes. Stromness había sido la base de
reparaciones de los buques balleneros y allí estaban disponibles una buena cantidad de
acero y otros materiales de reparaciones. Posteriormente el Stena Seaspread se
desplazó al área de operaciones del Grupo de Batalla de Portaaviones.

La vital contribución de la Fuerza Aérea

La flexibilidad inherente al sistema logístico marítimo, a la que se ha hecho referencia


en un capítulo anterior, quedó ampliamente demostrada en esta guerra. Desde ya que
deben estar disponibles los buques adecuados o sustituirlos por otros que sirvan y deban
ser tomados del comercio para transformarlos. Las técnicas para ello tienen que estar
bien establecidas y deben ser practicadas con frecuencia.

Sin embargo, la Fuerza Aérea también jugó una parte vital. El primer problema que
requirió su asistencia fue completar, a nivel de tiempo de guerra, los efectos de los
buques de combate que ya estaban en el mar y que fueron substraídos de otras tareas. A
este efecto se estableció una base avanzada en la Isla Ascensión, a más de 3.700 millas
del Reino Unido y a 3.300 de la Islas Malvinas. Era posible enviar un ítem urgente a un
buque en 24 horas, si estaba dentro del radio de acción de los helicópteros operando
desde Ascensión y para aquellos que se encontraban más al sur se les podía entregar en
dos días mediante lanzamientos aéreos. Este servicio se efectuaba con los C-130 y VC-
10 de la Fuerza Aérea operando desde el Reino Unido, los helicópteros de la Marina
desde sus buques y finalmente Chinooks de la Fuerza Aérea basados en la Isla
Ascensión.

Desde fines de la década del 60 la Fuerza Aérea, junto con las otras fuerzas, había
reducido su capacidad para hacer operaciones de intervención a larga distancia de
acuerdo con la política de sucesivos gobiernos, quienes habían orientado los reque-
rimientos de defensa de la nación a la OTAN, con la eliminación de casi todo lo demás.
Sin embargo se retuvo una pequeña fuerza de aviones tanque, su tarea era aumentar la
autonomía y el alcance de los cazas de defensa aérea. No existió un requerimiento de la
OTAN para reaprovisionar en el aire los aviones de largo alcance. Los bombarderos
Vulcan tenían la capacidad de recibir combustible en vuelo en la década del 60, pero no
se la había mantenido desde algunos años antes de 1982, a partir del momento en que
se cambió el rol de la aeronave de ataque atómico al de bombardero de baja cota. Todos
los Vulcan estaban a tres meses de ser retirados del servicio. De tal manera que cuando
se vislumbró que el aeródromo disponible más cercano a las Islas Malvinas era el de
Wideawake en la Isla Ascensión, la Fuerza Aérea se enfrentó a un desafío considerable.
Estaba claro que la Fuerza Aérea podía colaborar de tres formas.
255
La Savia de la Guerra

Primero, transportando hombres y equipos a Ascensión para ser transferidos a los


buques. Esto iba a permitirles zarpar desde el Reino Unido, sin tener que esperar ítems
de equipos de último momento o a un especialista que no estaba disponible en forma
inmediata; el principio era el de ahorrar tiempo mediante una máxima actividad
concurrente. Por ejemplo, dos compañías del Comando 45 de la Infantería de Marina
fueron llevadas por aire a Ascensión mientras un Buque de Desembarco Logístico
cruzaba vacío el Atlántico desde Belice.

Segundo, se necesitarían los Harriers y helicópteros de la Fuerza Aérea para


suplementar las aeronaves de la Marina.

Tercero, destacando los Victor tanqueros, Vulcans, Nimrod de patrulla marítima y C-


130, se podía llevar el poder aéreo lo más al sur posible, pero esto requería el rápido
agregado de la capacidad de reabastecimiento aire-aire, incluyendo a los Harriers.

Isla Ascensión: el rol del aeródromo de Wideawake

Wideawake estaba arrendado por Gran Bretaña al gobierno de los EEUU y


administrado por Pan American. Tiene una pista de 3.300 metros, pero el número normal
de aviones que la usaban difícilmente excedía los cuatro por semana, lo que hizo que
nunca fuera un problema el abastecimiento de combustible a los aviones, alojamiento o
lugar de estacionamiento de las aeronaves. Un día después del comienzo del puente
aéreo a Ascensión, hasta catorce aviones por día estaban aterrizando o decolando de
Wideawake y esto era solo el principio.

Entre el 2 de abril y el 4 de junio de 1982, el promedio de movimientos de aeronaves


por día fue de 94,8, incluyendo helicópteros. El máximo se alcanzó el 16 de abril, cuando
hubo más de 300 movimientos de aeronaves haciendo, ese día, de Wideawake el
aeropuerto de más movimiento del mundo. De golpe se necesitó combustible de aviación
en cantidades enormes. Tenía que estar permanentemente fondeado un buque tanque
para bombear combustible a través de un oleoducto flotante al depósito de combustible
en Georgetown, la capital y único pueblo en la Isla Ascensión. Al principio se usaron
camiones tanque para llevar el combustible desde Georgetown al aeródromo, pero este
método no podía abastecer el nivel de consumo, por eso los Ingenieros tendieron un
oleoducto desde el depósito en el pueblo hasta los abastecedores de las aeronaves.

Chinooks

Los helicópteros Chinooks se emplearon en tareas logísticas desde el principio de la


operación, comenzando con el traslado de efectos desde Culdrose en Cornwall hasta los
buques que se encontraban en navegación hasta 100 millas de la costa. Estos efectos
vitales que no habían podido ser embarcados antes de la fecha de zarpada, se enviaron
a los buques y el impacto político de la zarpada inmediata de una fuerza de tareas no
quedó disminuido por demoras embarazosas ante la mirada penetrante de la prensa.

Probablemente el ejemplo más importante haya sido el envío, por este medio, de un
cojinete de uno de los ejes de hélice del HMS Invincible. Era un secreto celosamente
256
Logística Anfibia – Malvinas 1982

guardado que este buque tenía un cojinete defectuoso en un eje de hélice, lo que limitaba
su velocidad. Las reparaciones se efectuaron en navegación. El haber tenido que hacer
regresar a puerto al Invincible, arrastrándose, después de la eufórica salida de la Fuerza
de Tareas de Portaaviones de Portsmouth, hubiera sido mortificante tanto para la Marina
como para el gobierno, además de demorar su viaje al sur.

Se embarcaron cinco Chinooks en el Atlantic Conveyor, uno desembarcó en


Ascensión para colaborar con la entrega de efectos a los buques a medida que pasaban
por allí. En un día se movieron 350 toneladas; la limitación principal de las operaciones
con Chinook era la dificultad que tenía la dotación del buque para despejar la cubierta de
semejante carga, antes de recibir al próximo.

...y los Tanqueros

Nueve Harriers de la Fuerza Aérea, equipados con sistema de reabastecimiento en


vuelo, volaron desde el Reino Unido hasta Ascensión, reaprovisionados por tanqueros
Victor en la ruta. El viaje demandó nueve horas y quince minutos. Estos y ocho Sea
Harriers que habían volado antes apoyados por tanqueros, se unieron al Atlantic
Conveyor en Ascensión.

El reabastecimiento en vuelo también hizo posible: los dos ataques de Vulcan al


aeródromo de Puerto Argentino, las patrullas de Nimrod tan al sur como Geórgicas del
Sur y frente a las costas de Argentina y los lanzamientos de cargas aéreas a los buques
por parte de los C-130 en la Zona de Exclusión Total, dentro de las 200 millas de las Islas
Malvinas.

Los vuelos de vigilancia de los Nimrod duraban entre diecisiete a diecinueve horas y
requerían hasta doce tanqueros Victor para dar combustible dos veces en la ida y un
completamiento total en el regreso. Los Nimrod podían permanecer unas cuatro horas en
estación. Los aviones tanqueros probaron ser un significativo multiplicador de fuerzas.

Un Comité de Guerra o Conferencia Inicial

Habiendo dado una mirada a las logísticas naval y aérea, es el momento de volver a
la Fuerza de Desembarco y sus problemas logísticos.

Comenzando el 17 de abril, los buques del Grupo Anfibio empezaron a llegar a


Ascensión. Entre los primeros en hacerlo estaba el HMS Fearless, un Buque de
Desembarco Dique y buque comando del Comodoro Clapp, Comandante de la Fuerza de
Tareas Anfibia y del Brigadier Thompson, Comandante de la Fuerza de Desembarco.

El mismo día llegó, en un VC-10, el Almirante Fieldhouse con el Mayor General


Moore, su delegado terrestre y el Mariscal del Aire Curtiss, su comandante aéreo. El
Almirante Fieldhouse presidió un comité de guerra a bordo del HMS Hermes, en el cual
se trataron un número de asuntos y en algunos casos, se tomaron decisiones. Se resolvió
que:
257
La Savia de la Guerra

1. El Almirante Woodward presionaría con el Grupo de Batalla de Portaaviones para


intentar ganar las batallas aérea y naval antes que tuviera lugar el desembarco
anfibio. También sería responsable de infiltrar patrullas de fuerzas especiales para
reconocer un número de lugares a requerimiento de Clapp y Thompson. Mientras
tanto, el Grupo de Tareas Anfibio permanecería en Ascensión llevando a cabo una
prioritaria redistribución de hombres, efectos y vehículos.

2. Cualquier desembarco sería en la Isla Soledad y se rechazaron las propuestas de


desembarcar en la Gran Malvinas. Exactamente en qué lugares se desembarcaría en
la Isla Soledad, dependía de una serie de factores, incluyendo las playas y el
despliegue del enemigo. Se destacarían patrullas de fuerzas especiales para que,
entre otras cosas, informaran sobre ellos. Mientras tanto Clapp y Thompson
prepararían varias opciones para las zonas de desembarco.

3. La Brigada de Comando debía ser reforzada y las medidas para esto ya estaban en
marcha. Estos refuerzos incluían otro batallón de paracaidistas, otra batería de
cañones livianos, más médicos, otra tropa de ingenieros, más Blowpipe y otro grupo
de helicópteros livianos. Los efectivos de la Brigada, con estos refuerzos, serían de
unos 5.000 hombres incluyendo cinco comandos o batallones, veinticuatro cañones
livianos de 105 mm, ocho vehículos de exploración blindados a oruga, una batería del
misil superficie-aire Rapier, quince helicópteros livianos y un regimiento logístico6.

4. Se debía lograr la superioridad aérea antes que tuviera lugar la operación anfibia. Esto
fue sostenido en forma categórica por parte del Comandante de la Fuerza de Tareas,
Almirante Fieldhouse y no era la primera vez.

Se acordó que:

1. El Grupo Anfibio necesitaba más buques, algunos de los cuales ya estaban en viaje,
pero otros, tales como un Buque de Desembarco Dique, debían ser enviados al sur.

2. Como se asumía que las fuerzas argentinas en las islas eran de unos 10.000 efectivos,
de los cuales cerca de 7.500 se creía que estaban en la zona de Puerto Argentino,
por lo menos se necesitaba otra brigada para igualar los números. Esto requería que
viajara al sur un Comando de División para asumir el comando de las dos brigadas.
La segunda brigada era la 5ª Brigada de Infantería, estacionada en el Reino Unido.

En esta reunión Woodward destacó que, a partir de fines de mayo, la rigurosa


meteorología del Atlántico Sur afectaría el desarrollo de las operaciones y comenzaría a
comprometer la disponibilidad de los buques. Pronosticó que desde mediados a fines de
junio, las fallas de los equipos en la mayoría de los buques de guerra del Grupo de
Tareas original, causarían serias restricciones a sus capacidades operativas. Esta
limitación en la sustentabilidad naval tendría, finalmente, un profundo efecto en la batalla
terrestre.

La Cadena de Comando

258
Logística Anfibia – Malvinas 1982

Para esta época la cadena de comando había quedado establecida como sigue:

Todos los comandantes de grupos de tareas dependían del Comandante de la


Fuerza de Tareas 317 en Northwood.

El Almirante Woodward NO era el comandante de la fuerza de tareas, pero era el


comandante de grupo de tareas más antiguo y tenía alguna responsabilidad de
coordinación.

El cuadro que sigue no muestra los otros dos grupos de tareas que no nos
conciernen: el Grupo de Tareas de Geórgicas del Sur y el Grupo de Tareas Submarino.

CFT 317
Almirante Fieldhouse en Northwood
(durante toda la operación)

Comandante Aéreo Sub Jefe Terrestre


Mscal del Aire Curtiss Mayor General Moore

Comandante Comandante Comandante


Gr. De Bat. de Fuerza de Tareas Fuerza de
Portaaviones Anfibia Desembarco
CFT 317.8 CFT 317.0 CFT 317.1
Contraalmirante Comodoro Brigadier
Woodward Clapp Thompson

La vinculación faltante en esta cadena de comando fue un comandante de fuerza de


tareas con jerarquía de tres estrellas cerca de la escena de la acción para comandar y
coordinar a los comandantes de grupos de tareas y para vérselas con el Comandante en
Jefe en Northwood, dejando a cada uno libre para concentrarse en su misión. La falta de
un comandante de ese tipo llevó a algunas fricciones y una falta de control de las
disponibilidades logísticas una vez que todos los grupos de tareas llegaron al área de las
Islas Malvinas.

Problemas de acopiar e identificar los efectos

Uno de los problemas logísticos que apareció de inmediato tenía que ver con la
organización administrativa en la Isla Ascensión. Un Grupo de la Marina, bien
predispuesto pero agobiado de trabajo, estaba dedicado a asegurar que a los buques que
pasaban por allí no les faltara nada.

259
La Savia de la Guerra
Los efectos para la Brigada de Comando de I.M., en respuesta a demandas hechas
por mensaje, comenzaron a desbordar. Estos se fueron apilando y no se los distribuyó a
las unidades interesadas, por dos razones.

Primero, si estaban consignados a una unidad en particular, el Grupo de la Marina no


tenía idea en qué buque o buques estaba embarcado el destinatario (algunas unidades
estaban embarcadas en varios buques).

Segundo, como sucede con frecuencia, había pocos reclamos de envíos, con lo que
el Grupo de la Marina quedó aún más perplejo. En ambos casos ellos generalmente no
hacían nada o para salir del apuro, despachaban el ítem a un buque cualquiera.

Algunos buques, que no tenían fuerzas de desembarco abordo, se sorprendían al


recibir equipos o repuestos ya que para ellos su propósito era un total misterio. Surgió así
la necesidad de que una Unidad de Arsenales del Ejército enviara personal para
"reconocer" (usando la expresión del Ejército) los ítems y coordinar el transporte por
helicóptero al destinatario correcto.

Desgraciadamente cuando ese personal de Arsenales fue enviado desde el Reino


Unido, el Jefe del Grupo de la Marina los envió de vuelta en el primer avión - alegando
que no había alojamiento suficiente y la disponibilidad de agua en la isla era poca.
Finalmente, después de fuertes presiones por parte del Comandante de Brigada de I.M.,
se envió a tierra, para esa tarea, un equipo de Arsenales de la Brigada, los que con
desagrado fueron separados del trabajo de redistribuir las cargas en los buques y con ello
se pudo restablecer un módico orden.

Pero eso no antes que algunos efectos se perdieran por completo, incluyendo
munición y armas especiales para la brigada, de las que se habían apropiado un pelotón
de fuerzas especiales que pasó por Ascensión en viaje a Geórgicas del Sur, los que,
viéndolas depositadas por allí, se hicieron de ellas a su antojo. Con posterioridad se
enviaron más, pero llegaron después de la zarpada de la Fuerza Anfibia. El caos en las
prácticas logísticas conduce a actos de cuasi piratería y en "tomo lo que quiero", que se
traduce en una pérdida de esfuerzos.

Sin embargo, entre los efectos consignados a la 3ª Brigada de Comandos de I.M. y


que felizmente llegaron, fueron las espoletas de tiempo variable (VT) para las granadas
de alto explosivo de 105 mm. Estas espoletas VT, que hacen que la granada explote
antes de hacer impacto en el suelo, no estaban incluidas en la primera línea de
amunicionamiento del Regimiento de Artillería y tuvieron que ser enviadas por separado.

Solamente el 18 por ciento de las espoletas eran VT y teniendo en cuenta el terreno


muy blando de Malvinas, existían dudas sobre si las espoletas convencionales, actuando
aún cerca del enemigo, no lo cubriría con turba en lugar de esquirlas. Se decidió mandar
un alto porcentaje de espoletas VT de 105 mm en poder del Ejército Británico del Rin.
Estas también se encontraron con la Brigada en Ascensión.

Ascensión: la redistribución

260
Logística Anfibia – Malvinas 1982

Los suboficiales del Regimiento Logístico embarcados en los buques que llevaban
efectos, durante los diez días de viaje entre Gran Bretaña y Ascensión, hicieron un
considerable esfuerzo para ubicar los abastecimientos en sus buques.

Finalmente se confeccionó una lista comprensible, pero no sin dificultad y no antes de


llegar a Ascensión. El único medio de comunicaciones entre los buques que llevaban
abastecimientos era el radioeléctrico, las listas eran largas y las comunicaciones estaban
"minimizadas" (un término técnico que indica que solo se puede cursar tráfico esencial,
para evitar saturar el sistema de comunicaciones). El alcance de lo que era "esencial" se
había dejado a criterio del capitán de cada buque y muchos consideraron a la logística
debajo de esa categoría).

Algunos capitanes no permitieron que nadie entrara a los espacios de carga estando
en navegación, impidiendo a los suboficiales del Regimiento Logístico cumplir su tarea de
confeccionar un inventario. En algunos buques la carga estaba estibada tan apretada que
solamente se podía identificar la capa superior.

Un examen completo de las listas de efectos y lo contenido en cada buque de la


Fuerza Anfibia, por parte del Departamento Logística del EM de la 3ª Brigada de
Comandos de I.M., dieron como resultado un plan diseñado para la redistribución
buscando hacer un mejor uso de los espacios en bodega y en cubierta y cuando fuera
posible, lograr ubicarla como carga de combate.

Una rigurosa investigación llevada a cabo por parte de los oficiales más antiguos de
la Fuerza de Desembarco, embarcados en cada buque, reveló que en ellos había espacio
para más gente, que había sido celosamente ocultado en interés del confort. Los rincones
vacíos fueron ocupados sin compasión, aún si había que quebrantar las normas del
Comité Asegurador referidas a la máxima cantidad permitida de pasajeros civiles,
invocadas como último recurso.

Pero debido a la falta de lugar en los buques de carga y en los de desembarco, no


todos pudieron viajar al sur de Ascensión en el buque desde el cual tendría que
desembarcar con helicóptero o lancha. Sería necesario trasladar gente y equipo de un
buque a otro justo antes del desembarco, de tal forma de completar los grupos. Por
ejemplo, de los pelotones de reconocimiento de los Ingenieros Anfibios integrantes de los
Servicios de Costa y los observadores adelantados de artillería, para que desembarcaran
con las unidades a las que tenían que apoyar.

Había otros compromisos. Estaba claro que se necesitaría la batería de Rapier en


tierra lo antes posible. La única forma de llevar los elementos de fuego a sus
emplazamientos era por helicóptero. Por lo tanto, el equipo debía estibarse en el lugar
más accesible en el Buque de Desembarco Logístico que lo llevaba, la cubierta alta de
vehículos.

Sin embargo, las partes electrónicas y otros equipos sensibles del sistema de control
tiro asociado a cada uno de los Rapier estarían expuestos a dañarse seriamente por la
261
La Savia de la Guerra
salpicadura de agua de mar, por lo tanto la batería fue estibada en la cubierta baja de
vehículos. En la cubierta superior de vehículos no había espacio suficiente como para
dejar una zona libre que permitiera apurar la descarga de los Rapier, ya que estaba
ocupada por una batería liviana, la que tendría que ser llevada a tierra primero, sin tener
en cuenta su baja prioridad.

Esto permitiría a la pluma del buque colocarse sobre la escotilla de la cubierta baja de
vehículos para izar cada estación de fuego a la cubierta alta. Los helicópteros no podrían
acercares hasta que se hubiera vuelto a trincar la pluma. Se describe en detalle este
laborioso proceso consumidor de tiempo, para dar una idea de los problemas que se
enfrentan en el planeamiento de una operación anfibia cuando hay insuficiente número
de buques especialmente diseñados para este tipo de operaciones y elementos de
desembarco7.

La redistribución en la Isla Ascensión hubiera sido mucho más fácil y se hubiese


podido hacer en menos tiempo que los doce días que demandó, si hubiera habido un
puerto con rampas que aceptara los ferrys roll-on-roll-off (Ro-Ro) y a los Buques de
Desembarco Logístico y espacio para desembarcar la mayoría de los vehículos y efectos
y entonces poder comenzar más o menos desde el principio. No existía tal puerto.

La operación se realizó fondeados en la rada de Georgetown, la que está abierta a la


incesante onda del Atlántico Central, aparentemente suave cuando se la mira desde la
cubierta de un buque grande, pero que demanda una gran destreza por parte de los
patrones de las embarcaciones de desembarco y Mexeflotes8, subiendo y bajando en las
rampas de popa y portas de proa de los Ro-Ro y Buques de Desembarco Logístico,
mientras los vehículos eran cuidadosamente izados o arriados al costado de los buques
en tanto los ganchos de las plumas pendían por la borda con camiones cargados o
tanques livianos que se balanceaban.

Los logísticos tenían que armar un amplio y complejo rompecabezas; el movimiento


de una "pieza", camión o equipo, de un buque a otro, casi invariablemente requería que
antes se movieran otras "piezas". Se podía ver en todo el fondeadero "estacionamientos"
flotantes de vehículos sobre los Mexeflotes, rolando debido a la onda, mientras
esperaban su turno para acercarse al buque a entregar su carga y retirar otra.

Se usaron los helicópteros para las cargas livianas y accesibles, pero su uso fue
restringido por dos razones.

Primero, la necesidad de conservar horas de turbina para el día en que se


necesitaran para el desembarco de asalto y por lo tanto para misiones tácticas y
logísticas.

Segundo, estaban comprometidos en ensayos y ejercicios. Estos eran necesarios,


especialmente para determinar parámetros de tiempo como preparación para el
desembarco final.

Debido a largas prácticas los planificadores estaban familiarizados con el tiempo


requerido para desembarcar, por modo aéreo, un determinado número de hombres
262
Logística Anfibia – Malvinas 1982

desde un buque anfibio diseñado para ello. Pero nadie sabía cuanto demandaría
trasladar, digamos un batallón, desde las dos cubiertas de vuelo recientemente instaladas
en el Canberra, cada una con un punto de aterrizaje9.

Había que establecer, para cada STUFT, los tiempos y caminos para que los
hombres y materiales llegaran a las cubiertas de vuelo. Por la misma razón se hacían
necesarios ensayos con las embarcaciones de desembarco, especialmente porque
algunas tropas, en particular los dos batallones de paracaidistas, no tenían experiencia
con embarcaciones de desembarco. Sin embargo los requerimientos logísticos tenían
prioridad y los ensayos y ejercicios se redujeron a un mínimo; cada comando y batallón
realizó uno diurno y uno nocturno, excepto del 2 de Paracaidistas, que llegó a Ascensión
sin tiempo para nada, excepto una práctica diurna de embarco en las embarcaciones de
desembarco.

No hubo tiempo para un ensayo en gran escala ni para uno de movimiento buque-
costa. De cualquier manera no había una playa suficientemente grande y la única zona
para aterrizaje de helicópteros era el saturado aeródromo de Wideawake, ya que los
demás tenían el problema de ingestión de polvo.

Finalmente, para frustración de los logísticos por impedirles el trabajo nocturno, todos
los buques levaban y navegaban durante la noche como una precaución contra un
ataque de submarinos argentinos o como se pensaba más probable, por parte de buzos
tácticos enviados en un buque mercante.

El Concepto de Apoyo Logístico (CAL)

El concepto de apoyo logístico estuvo basado en mantener los abastecimientos


abordo, en el área de la cabeza de playa (Sea Base), a fin de ahorrar tiempo en la
descarga aprovechando la ventaja del movimiento buque-costa para evitar la formación
de grandes depósitos en tierra.

En la zona era difícil encontrar un terreno duro con espacio suficiente, aún en la
ubicación más promisoria, la Bahía Ajax. Además, para disminuir los traslados en
helicóptero, era la intención del Comandante de Brigada hacer el máximo uso del flanco
marítimo para el movimiento de los abastecimientos.

Como una parte de la re-estiba, el Regimiento Logístico cargó dos Buques Logísticos
de Asalto (LSL) "Sir Galahad" y "Sir Percivale" con un acopio para dos días de
abastecimientos de combate para la Brigada, especialmente munición de toda clase,
tambores de combustible y raciones. (Un día de abastecimientos de la Brigada estaba
basado en el Régimen de Abastecimientos Diario de Combate, que tiene un peso de 95
ton.)

Además otros cuatro y dieciséis días (veinte días) adicionales se mantuvieron en el


Buque Auxiliar de Flota "Stromness" y en el mercante "Elk" 10 respectivamente. Si fuese
necesario, una vez que el "Stromness" hubiese desembarcado al 45 de Comandos, este
263
La Savia de la Guerra
y el "Elk" podían ser mantenidos alejados en el límite exterior de la Zona de Exclusión
Total, hasta que sus elementos fuesen requeridos.

En ese punto los LSL ya descargados podían navegar a su encuentro para


reabastecerse o el "Stromness" y el "Elk" podrían aproximarse a la cabeza de playa y
reabastecer allí a los LSL. Esto permitiría un plan logístico flexible, brindando dos posibi-
lidades de opciones de desembarco, así como también dividir los recursos en el caso de
que uno de los LSL fuese hundido. El "Canberra" fue designado Buque Hospital Principal
de la Brigada. Las bajas serían evacuadas hacia él por helicóptero y luego al "Uganda".

Sin embargo se debería desembarcar un Hospital de Campaña, capaz de atender


bajas por períodos de hasta seis horas y de llevar adelante la estabilización y resucitación
de heridos en caso que resultase impracticable, debido a razones operativas o de otra
índole, la evacuación inmediata al Buque Hospital Principal desde los Puestos de
Asistencia Regimentales. Este fue el gran esquema; más adelante veremos como
funcionó en la práctica.

* * *

El 30 de abril zarparon de Ascensión cinco Buques de Desembarco Logísticos, con la


mayoría del personal logístico de la Brigada y el Comandante del Regimiento Logístico
embarcado. El cuerpo principal de la Fuerza de Tarea Anfibia esperó la llegada del 2º
Grupo del Batallón de Paracaidistas, que viajaba al sur en el MV Norland, MV Europic
Ferry y un segundo escalón del Regimiento Logístico del Comando a cargo del Segundo
Comandante del Regimiento, en el HMS Intrepid (el segundo de los dos BDD, buque
especialmente diseñado para el asalto). El puesto de comando de la 3ª Brigada de
Comandos de I.M. estaba, en un principio, en el HMS Fearless (ver pag.21). Estos
buques están especialmente diseñados para brindar buenas facilidades de comando,
además de la capacidad de transportar vehículos pesados y el equipo necesario para el
asalto de una playa.

Una cantidad de grandes embarcaciones de asalto se transporta en el dique interno


especial del buque, las que se lanzan completamente cargadas a través de las portas
popeles. Un número de embarcaciones más chicas (EDPV) se llevan en pescantes. Por
falta de espacio y contra el asesoramiento del Comandante de la Batería de Defensa
Aérea, el Comandante de la Brigada de I.M. decidió dejar en Ascensión el vehículo de
reparaciones ópticas de los Rapier y elementos de reparación de segundo escalón, para
ser enviados lo antes posible. Esto fue un error, porque se demoraron seis semanas.

* * *

Acercándose a las Malvinas

El cuerpo principal zarpó de Ascensión el 7 de mayo, para ese momento ya estaba


claro que era muy poco probable que se pudiera ganar la batalla aérea antes del
desembarco. Pero ya era muy tarde como para cambiar el concepto logístico de la carga
de los buques, basado en la promesa que se lograría la superioridad aérea, lo que ahora
264
Logística Anfibia – Malvinas 1982

se venía a probar como falso, aunque el Almirante Woodward y su Grupo de Batalla de


Portaaviones y los Vulcans dieron todo de sí para reducir el poder de la Fuerza Aérea
Argentina.

El ataque aéreo de Vulcan al aeródromo de Puerto Argentino el 1º de mayo, seguido


por el de Sea Harriers el mismo día, hizo imposible a los argentinos operar con Mirages y
Skyhawks desde las Islas Malvinas, lo que hubiera sido factible con una modesta mejora
de la pista.

En este y en días siguientes habían sido derribados varios aviones argentinos


mientras atacaban buques del Grupo de Batalla de Portaaviones, especialmente los que
estaban cerca de las Malvinas en tareas de bombardeo diurno. Los Harriers y Sea
Harriers continuaron hostigando el aeródromo.

La amenaza aérea

Sin embargo la Fuerza Aérea Argentina sencillamente intentó reservar su esfuerzo


principal para efectuar ataques a la Fuerza de Tareas Anfibia.

Esto era evidente porque el Grupo de Batalla de Portaaviones no podía ganar la


guerra, si bien la podía perder en una tarde si no la conducía correctamente. Salvo que
se montaran raids aéreos contra las bases en territorio continental argentino, lo que era
entendible como políticamente inaceptable, no se podía ganar la batalla aérea antes de
realizar la operación anfibia. En resumen, las declaraciones acerca de que la batalla
aérea sería ganada antes del desembarco eran erróneas debido a que había pocas
posibilidades de alcanzar esa situación.

Todo hubiera sido mucho más claro si el concepto de que la operación se llevaría a
cabo de todos modos se hubiese planteado desde el principio; ya que obviamente esta
era la intención. Con preaviso, Thompson, quien era perfectamente capaz de realizar esto
por su cuenta, también se hubiera asegurado que los planes logísticos previeran una
descarga en la playa al arribar, lo que en realidad fue lo que sucedió.

La operación hubiese estado mejor conducida si hubiera habido más franqueza


desde el principio. Esto hubiese permitido una discusión más amplia del problema con el
Comando en Northwood en el transcurso de la cual, entre otras cosas, hubiese quedado
claro que una descarga comprometería todos los medios para el movimiento buque a
costa durante varios días, impidiendo cualquier movimiento táctico más allá de la cabeza
de playa y por lo tanto, evitando las subsecuentes discusiones recriminatorias a través de
las comunicaciones por satélite.

Expresándose con franqueza se hubieran evitado malos entendidos acerca de la


rapidez con que entrarían en acción las estaciones de fuego de los Rapier. Exactamente
fue esta situación, entre otras, la que reclamaba un comando superior adelantado, junto a
los tres grupos de tareas.

265
La Savia de la Guerra
Sin embargo, por lo menos la amenaza de superficie contra la FTA fue inexistente. El
hundimiento del Belgrano llevó a la Flota Argentina a volver a puerto por el resto de la
guerra.

Día D: 21 de mayo

Mientras tanto el día 13 de mayo el Comandante de la Brigada de I.M. había dado las
ordenes para un desembarco en tres playas dentro de la Bahía San Carlos, en una fecha
y hora a confirmar. El día 16 de mayo estas órdenes fueron repetidas al Comandante del
Regimiento Logístico de la Brigada de I.M., cuando el cuerpo principal de la FTA se
reunió con los Buques de Desembarco Logístico.

La Bahía Ajax fue designada la Zona de Apoyo de Playa (ZAP) de la Brigada de I.M.
porque había más espacio detrás de esa playa que atrás de cualquiera de las otras en la
Bahía San Carlos. Una atracción adicional era el frigorífico abandonado, que daría
cobertura de los elementos de los talleres adelantados, destacamentos de arsenales y a
otros abastecimientos técnicos. El día 19 de mayo se confirmó el día D para el 21 de
mayo y la hora H como las 0230 de la hora local.

El efecto de los ataques aéreos argentinos en la logística

Con algunas demoras los desembarcos anduvieron bien. No hubo oposición en tierra
y todos los objetivos fueron conquistados antes de la media mañana.

Sin embargo el número de ataques aéreos argentinos a lo largo del día llevó a la
decisión de que todos los buques no esenciales, incluyendo el Canberra y el Norland
fueran enviados bajo la cobertura de la oscuridad, fuera del fondeadero para reunirse al
Grupo de Batalla de Portaaviones, bien al este.

Permanecerían los Buques de Desembarco Logísticos, quienes descargarían y


navegarían hacia el este a la terminación de la faena. Hubo que abandonar el plan de
usar al Canberra como depósito flotante. Antes de levar se tuvo que desembarcar lo
máximo posible de la carga que tenía abordo como depósito flotante y llevarla al
frigorífico en la Bahía Ajax, que era el único lugar apto en la cabeza de playa.

El Norland desembarcó la Tropa de Sanidad de Paracaidistas del 16 de Ambulancias


de Campaña. No hubo tiempo como para desembarcar todo el personal médico del
Canberra y este tuvo que zarpar con parte del hospital de sangre y la totalidad de un
Equipo Quirúrgico de Apoyo perteneciente la Brigada de Comandos de la I.M.

Otro Equipo Quirúrgico de Apoyo perteneciente a la Brigada de Comandos de la I.M.


estaba a bordo del HMS Hermes, donde tuvieron que quedarse hasta el fin de la guerra.

El Canberra y el Norland también se llevaron los efectos de dos comandos de I.M. y


dos batallones de paracaidistas. Esas unidades no se juntaron con muchos de ellos hasta
después de haber terminado la guerra. Estos efectos abarcaban desde vitales batearías
de combate de repuesto hasta acopios de munición de primera línea no transportada por
los hombres, tales como munición de mortero, salvas de Milan y los antitanque Wombat y
266
Logística Anfibia – Malvinas 1982

un reabastecimiento completo de munición menor. También a bordo del Canberra había


90.000 raciones, suficientes como para alimentar la Brigada durante 18 días. Por eso
inmediatamente el Regimiento Logístico tuvo que enfrentarse a las demandas urgentes
de las unidades que estaban privadas de sus propios abastecimientos y al mismo tiempo
trabajar 24 horas por día descargando los Buques de Desembarco Logístico y los
STUFT.

...y de aquí al resultado final

Felizmente el primer día la Fuerza Aérea Argentina concentró sus ataques en los
buques de guerra en la Bahía San Carlos y el Estrecho San Carlos11. No fue alcanzado
ningún buque logístico, STUFT o transporte de tropas; si los argentinos hubiesen hundido
varios de ellos, la situación logística se hubiera puesto muy seria, si bien es difícil ser
categórico acerca del efecto que dichos hundimientos hubieran tenido en el resultado
final12.

En este caso los principales factores a tener en cuenta en esta evaluación serían: los
tipos de buques hundidos o destruidos, cantidad de bajas, cantidad y tipo de
abastecimientos perdidos, cuantas embarcaciones de desembarco y Mexeflote fueran
dañadas o destruidas y el efecto que estas pérdidas tuvieran en la opinión pública
británica y por lo tanto el efecto en la determinación de los gobernantes de continuar la
guerra (lo más peligroso para las fuerzas de desembarco hubiese sido una pérdida
significativa de combustible).

Una vez que el grueso de los hombres, equipos, misiles tierra-aire y artillería
estuvieron en tierra, con suficiente munición como para defender la cabeza de playa y
con apoyo de fuego naval y aéreo, los argentinos hubieran encontrado difícil desalojarlos.
Por lo tanto, dependiendo de la magnitud de las pérdidas y considerando que esa
magnitud no llevara a una vacilación tanto al nivel político como militar, los británicos aún
hubieran tenido alguna probabilidad de ganar. Pero no hay ninguna duda que una
situación como esa hubiera llevado a una guerra mucho más larga mientras más
abastecimientos, que estaban bien atrás en la línea de comunicaciones, se llevaban a la
playa y se desembarcaban.

El asalto y el posterior avance

Mientras tanto la descarga continuaba lo mejor posible, con la limitada cantidad


disponible de medios para el movimiento de buque a costa.

Para comenzar, solamente se permitía la entrada de los STFUT al fondeadero en


horas de oscuridad, además la travesía de ida y vuelta desde y hasta el borde este de la
Zona de Exclusión Total tenía que ser de noche, lo que dejaba para la operación de
descarga solo cuatro horas.

Los helicópteros no podían operar de noche desde los STUFT, por lo que la descarga
tenía que ser con Mexeflotes o LCU. En la oscuridad, con una onda de hasta un metro
267
La Savia de la Guerra
ochenta de altura, se hicieron bien palpables las dificultades para descargar los buques
que no habían sido diseñados para operaciones anfibias.

En muchos casos la altura de las rampas de los Ro-Ro no coincidía con los
Mexeflotes y a veces, cuando el buque cabeceaba, un extremo de la balsa era levantado
del agua por la rampa del Ro-Ro; poniendo en peligro los vehículos, hombres y cargado-
res frontales cuando dificultosamente pasaban del buque a la balsa.

Esta situación se vio agravada por el cambio de cargas entre buques que había
hecho la Marina, sin el conocimiento del Regimiento Logístico. Esto llevó a que se
llamaran buques porque se pensaba que tenían abordo un efecto determinado, solo para
posteriormente descubrir que estaban en cualquier otro lado.

El Regimiento Logístico terminó por mandar personal a los STUFT tan pronto como
llegaban al fondeadero para verificar lo que había abordo e interrogar al Primer Oficial
sobre si algo y en ese caso qué cosa, se había transferido a otro buque y a cual. Esto era
tanto un perdedero de tiempo como extremadamente frustrante para los logísticos.

Problemas surgidos por la falta de un comando centralizado

Para agregar uno más a sus problemas, los buques que se había requerido no
siempre llegaban al fondeadero. Cada noche el Comandante del Regimiento Logístico de
la Brigada de I.M. visitaba al Comodoro Clapp a bordo del Fearless y le daba una lista de
los buques que debían ser enviados al fondeadero la noche siguiente, desde la posición
de espera al este de Malvinas. Clapp, siempre cooperador, enviaba un mensaje a
Woodword pidiéndole que los mandara.

Frecuentemente, por razones operativas, el o los buques solicitados no llegaban.


Podía ser que se enviara un sustituto, en algunos casos elegido en forma arbitraria y en
el cual no había ninguno de los efectos que se necesitaban en la cabecera de playa en
ese momento en particular.

Esta confusión era el resultado directo de la falta de un comandante superior en el


teatro de operaciones, para asignar prioridades.13

A partir del día D se disputaban dos batallas diferentes en forma simultánea y cuando
la Fuerza de Desembarco se alejara de la zona inmediata de la cabecera de playa, tres.

En la carta, la conducción simultánea de la parte operacional y las amenazas a la


logística de estas batallas, que se desarrollaban a millas de distancia entre sí y
normalmente con prioridades contrapuestas, no podía ser y de hecho no lo fue
satisfactoriamente conducida por parte de un Comandante y Estado Mayor desde un
puesto de comando situado a 8.000 millas de distancia, que disponían de información
atrasada al momento de recibirla.

La cadena de comando se hizo aún más confusa cuando se la cambió por la que se
muestra más abajo, para dar lugar al inminente arribo del General Moore con otra
brigada.
268
Logística Anfibia – Malvinas 1982

CADENA DE COMANDO A PARTIR DEL 20 DE MAYO

CFT 317
Almirante Fieldhouse en Northwood

Comandante Aéreo Sub Jefe Terrestre


Mscal. Del Aire Curtiss Tte. Gral Trant

Comandante Comandante Comandante


Gr. De Bat. de Fuerza de Tareas Fuerza de
Portaaviones Anfibia Desembarco
CFT 317.8 CFT 317.0 CFT 317.1
Contraalmirante Comodoro Mayor Gral.
Woodward Clapp Moore

3ªBrigada de 5ª Brigada de
Comandos Infantería
Brigadier Brigadier
Thompson Wilson
CUT 317.1.1 *CUT 317.1.2

*Unidad de tareas, una forma curiosa de describir una formación de 5.500 hombres, con ocho
grandes unidades y dieciséis sub-unidades subordinadas.

Felizmente los mensajes a Moore fueron enviados también a Thompson, quién actuó
como si fuera el destinatario ejecutivo y no el que realmente era, informativo. El cambio
de orgánica se efectuó el día D-1 cuando Moore embarcó en el Queen Elizabeth en
Ascensión. Con anterioridad Moore pensaba que él y un pequeño Estado Mayor táctico
deberían reunirse con la FTA viajando en C-130 y saltando en paracaídas, justo antes del
día D. En este caso podría haber usado las facilidades de comando disponibles en el otro
BDD HMS Intrepid.

El cambio en la estructura del comando lo llevó a dirigir una batalla terrestre a 4.000
millas de distancia, desde un buque de pasajeros sin facilidades para conducirla, si bien
cada día se acercaba a la zona de la batalla.

269
La Savia de la Guerra
Probablemente este concepto pueda ser aplicable al comando de unidades navales
por control remoto, diseñado para operaciones en el mar, pero resultó menos que
satisfactorio en una batalla terrestre.

Se presentó una complicación adicional tan pronto el Queen Elizabeth zarpó de


Ascensión. Se produjo por razones técnicas en las comunicaciones. Moore no se podía
comunicar con Thompson y excepto por migajas de información que le llegaban a través
del servicio móvil marítimo, hasta que arribó el día D+9 estuvo casi totalmente ignorante
sobre lo que sucedía en la cabeza de playa e incapacitado para influir en los
acontecimientos.

Tareas de los helicópteros

Durante los cinco primeros días la disponibilidad de helicópteros fue limitada. De los
once Sea King y cinco Wessex con que arribó la FTA, un Sea King estaba
permanentemente dedicado a apoyar con combustible a los generadores de los doce
lanzadores Rapier y trasladar el personal de mantenimiento inmediato para mantenerlos
en servicio.

De los restantes Sea King, cuatro fueron equipados con el sistema pasivo de vuelo
nocturno Goggle, para permitirles la operación de noche. Pasaban la mayor parte de las
horas nocturnas infiltrando Fuerzas Especiales y otras patrullas y excepto en
emergencias, no se los usaba de día para permitir el descanso de las tripulaciones y el
mantenimiento. Esto dejaba, por día, un total de seis Sea King y cinco Wessex para
tareas logísticas y tácticas.

Sin embargo, de haber dispuesto muchos más helicópteros en esta etapa temprana,
se nos hubiera presentado otro problema. Hasta que se pudo instalar en tierra el Equipo
de Manipuleo de Combustible de Emergencia, los helicópteros tenían restringida su
maniobra de reaprovisionamiento en el fondeadero a las cubiertas de un punto de los
Buques de Desembarco Logístico o a la de dos puntos de los dos BDD. Esto
demandaba tiempo y frecuentes interrupciones por ataques aéreos. Los 21 helicópteros
livianos del Escuadrón Aéreo de la Brigada también se disputaban este combustible.

Distribución del combustible

No hubo falta de combustible en los tanques a granel de los buques petroleros, el


problema fue llevarlo a tierra y distribuirlo. El Equipo de Manipuleo de Combustible de
Emergencia había sido embarcado en la bodega de los STUFT en la tarde del día D y
posteriormente distribuido a otros buques. Cuando los buques fueron enviados al
fondeadero frente a la cabeza de playa, no se pudieron encontrar todas las partes.
Gracias al ingenio de los Ingenieros Reales se hizo un armado provisorio usando, en un
principio, una Barcaza Flexible para Combustible remolcada (Dracone) conectada a tierra
por un oleoducto.

Las lanchas remolcaban los Dracone hasta el costado de los buques en el


fondeadero para llenarlas cuando se vaciaban. Finalmente los ingenieros de combate del
Escuadrón de Ingenieros del Comando I.M. estuvieron en condiciones de instalar un
270
Logística Anfibia – Malvinas 1982

sistema de tanques flexibles en tierra a los que se podía bombear el combustible desde
los Dracones y acopiarlo.

Cuando se instaló la pista aérea en San Carlos, esta facilidad entregaba 50.000
galones diarios de combustible de aviación (AVCAT) a los Harrier y helicópteros. Sin
embargo no bastó alcanzar esta cantidad de reaprovisionamiento y mantenerlo durante
algún tiempo ya que todos los combustibles, no solo el de aviación, formaron el "cuello de
botella" en el modelo del abastecimiento de la batalla terrestre.

En la Bahía Ajax, que disponía de todos los tipos de combustibles, incluyendo el de


aviación en tambores, había otros problemas. La Sección de Combustibles del
Regimiento Logístico no fue movilizado por tener su personal conformado por reservistas,
por eso otro personal tuvo que ocupar su lugar y aprender sobre la marcha el manejo del
combustible. Sobre ellos recayó la lenta tarea de llenar los bidones desde los
contenedores a granel de los camiones cisterna. Los camiones cisterna se embarcaban
en los Mexeflotes y se los llevaba hasta el buque que tenía el combustible requerido,
diesel oil (dieso), nafta o combustible de aviación. Estos se bombeaban mediante una
manguera al camión tanque.

Una vez lleno, se llevaba el camión hasta la playa y desembarcado en la Zona de


Apoyo de Playa (ZAP) en la Bahía Ajax, donde estaba establecida la organización
logística a cargo del Regimiento Logístico del Comando de I.M.

Pese a la acertada medida del Comandante del Regimiento Logístico, quien insistió
en llevar 4.000 bidones adicionales del depósito de West Moors antes de salir del Reino
Unido, se presentó una aguda escasez de estos recipientes lo que fue un obstáculo más
al que hubo que enfrentarse en la lucha por mantener abastecidas las fuerzas terrestres.

Si bien los mayores consumidores de combustible eran los helicópteros y Harriers,


los demás necesitaban nafta y diesel. En terreno quebrado los BV202 consumen
combustible en grandes cantidades, aún parados había que tener en marcha los motores
de los BV de comando para mantener cargadas las baterías.

Los vehículos de transporte, usados para una gran cantidad de tareas principalmente
tácticas sin que estas fueran las únicas, requieren reaprovisionamiento frecuente. Hay
que mantener en marcha el generador de cada uno de los doce lanzadores Rapier para
que el sistema estuviera listo a lanzar. Todos estos, los BV, transportes y los Rapiers,
solamente podían ser abastecidos por medio de bidones.

La capacidad para mantener los depósitos de nafta y diesel en la bahía Ajax se vio
muy limitada cuando el único pillow-tank de 10.000 litros disponible fue agujereado por
fuego del cañón de una aeronave, de la misma forma en que lo había sido el Mexeflote
que lo llevaba.

Problemas en el manipuleo y el movimiento

271
La Savia de la Guerra
Otro problema fue la escasez de elementos apropiados para mover los
abastecimientos. La organización del Regimiento Logístico y también todos los planes
para el empleo de la Brigada de I.M. en el flanco norte de la OTAN, habían asumido que
sería posible el transporte de los abastecimientos por carretera. El sistema de
abastecimientos estaba basado en el uso de camiones, todos bajo el control directo de
Regimiento Logístico y por lo tanto del Comandante de la Brigada. Los helicópteros y
embarcaciones eran una yapa o un agregado.

Ahora eran todo lo que estaba disponible pero quedaron, durante toda la guerra, bajo
el control del Comodoro de Guerra Anfibia (COMAW) y arbitrariamente se podía cambiar
su tarea sin previo aviso aunque fuera durante la ejecución de una misión. Más aún,
había insuficientes Pelotones Móviles de Operaciones Aéreas como para asignarle uno al
Regimiento Logístico. Por eso no había forma de cubrir la red de control de helicópteros
como para recibir el aviso de su llegada y así decirles que pasaran a la frecuencia de
VHF del Regimiento Logístico a fin de dirigirlos a los lugares en que estaban las cargas y
darles instrucciones sobre su tarea.

Había que luchar a brazo partido para conseguir los medios para mover cada pallet
de munición, caja de raciones y tambor de combustible frente a otros requerimientos
contrapuestos. El resultado fue que la munición, especialmente la de artillería, tuvo una
prioridad absoluta con respecto a todas las demás cargas. Frecuentemente las tropas
estuvieron faltas de víveres o se encontraron sin sus bolsas de dormir y ropa seca de
recambio debido a la escasez de helicópteros para mover hacia adelante sus grandes
mochilas. Como dijo un experimentado Comandante de Compañía de Tiradores:

"Todos los comentarios y lecciones referidos a la logística de la campaña estarán


distorsionados por el hecho de que esta debe ser una de las pocas campañas realizadas
por una fuerza regular desde que se popularizó el motor de combustión interna, donde el
uso amplio del transporte a rueda no fue posible. Esto, combinado con la velocidad con
que era necesario realizar el esfuerzo en forma simultánea y los esfuerzos del enemigo
para cortar ese esfuerzo, lleva al convencimiento que fuimos afortunados al tener, dentro
de todo, algo de logística"

Hasta que se completara el desembarco de la logística y llegaran más helicópteros


tenía que ser postergada cualquier idea de avanzar a las alturas que dominan Puerto
Argentino, el área de Monte Kent. La infantería podía avanzar a pie, pero grandes
batallas o el rechazo de contraataques en la posición clave cerca de Puerto Argentino
requeriría un gran consumo de munición - en particular granadas y morteros.

En ese terreno el único medio de transporte era el helicóptero y había una cantidad
insuficiente como para mantener una fuerza considerable en contacto con el enemigo,
con las distancias a cubrir14. Se podía reducir la distancia llevando los efectos a Teal Inlet
en Puerto Salvador, con los Buques de Desembarco Logístico y hubo varias intenciones
de hacerlo así.

Pero Puerto Salvador está a la vista de las elevaciones que también dominan Puerto
Argentino. Hasta que esas elevaciones estuvieran en manos amigas, cualquier buque
que usara Puerto Salvador sería visto y por lo menos estaría expuesto a ataques aéreos.
272
Logística Anfibia – Malvinas 1982

Vulnerabilidad a los ataques aéreos

Una consideración adicional era la vulnerabilidad a los ataques aéreos de la línea de


comunicación logística a medida que la Brigada se alejaba del paraguas de la defensa
aérea en la Bahía San Carlos. Además de los aviones de ataque con base en el territorio
continental, los argentinos tenían algunos Pucará de apoyo cercano basados en la Gran
Malvina. Las Fuerzas Anfibias y de Desembarco no podían correr el riesgo de perder ni
siquiera unos pocos helicópteros pequeños o medianos debido a la interdicción aérea.

La noche del 25 al 26 de mayo había más helicópteros en camino en el Atlantic


Conveyor, esperado en San Carlos. Pero la batalla crucial peleada por los buques y los
Harriers bajo el control del Comodoro Clapp era por el dominio del aire, de tal forma de
poder realizar operaciones terrestres en gran escala fuera del paraguas de defensa
aérea. Hasta ese momento los movimientos hacia adelante se limitaban a un adecuado
programa de reconocimiento, diseñado para preparar el camino para el avance sobre las
alturas, que incluía conquistar Teal Inlet para destinarla a Area de Mantenimiento
avanzado de la Brigada.

Una pérdida devastadora

En la noche del 25 al 26 de mayo tenía que llegar a la cabeza de playa el Atlantic


Conveyor, con su carga de valor incalculable, que incluía cuatro helicópteros Chinook y
cinco Wessex y las máquinas y materiales para la construcción de la pista en Puerto San
Carlos.

Los helicópteros pesados permitirían mover la Brigada a la zona de Monte Kent,


movimiento que debería comenzar la noche siguiente. Las patrullas de reconocimiento
estaban en su posición en Monte Kent, Teal Inlet y en las alturas clave que dominaban la
ruta.

Mientras el EM de la Brigada hacía los ajustes finales al plan para realizar el


movimiento, fue informado que el Atlantic Conveyor había sido hundido, solamente se
había salvado un Chinook que en ese momento estaba en vuelo cumpliendo una misión.

Ese helicóptero pasó la noche en el HMS Hermes y voló a la cabeza de playa al día
siguiente; sin embargo no estuvo disponible como para realizar tareas de desembarco de
fuerzas hasta el 29 de mayo.

Con este Chinook llegó un equipo para apoyarlo y mantenerlo. Pero el mantenimiento
que podían hacerle era mínimo ya que llegó sin repuestos, herramientas ni manuales;
todo estaba en el fondo del mar.

Desembarcaron dos tripulaciones calificadas para vuelo nocturno, ellos y su único


helicóptero brindaron un gran servicio. La aeronave voló 109 horas sin mantenimiento y
trasladó cargas impresionantes.
273
La Savia de la Guerra

Por ejemplo, un Chinook en una salida puede levantar tres cañones de 105 mm y 22
soldados. Otras cargas incluyen 81 hombres parados como en el subterráneo en la hora
pico y en otros casos 64 bajas. Cuatro de estas aeronaves hubieran significado una
enorme diferencia en el sostenimiento de la batalla terrestre.

El hundimiento del Atlantic Conveyor fue la pérdida más seria de la guerra. Debido al
problema de la sustentabilidad de los buques a que se hizo referencia anteriormente y a
los efectos de la meteorología en la Fuerza de Desembarco, era esencial llevar la
campaña a un final exitoso lo antes posible.

Los medios para lograrlo, triplicando los transportes por helicóptero y llevando la
maquinaria y materiales para una pista aérea avanzada se esfumaron de golpe, así como
gran cantidad de carpas que hubieran proporcionado abrigo de los elementos a la Fuerza
de Desembarco. Por último hubiera proporcionado una cubierta de auxilio de respeto
para el caso de que uno de los portaaviones sufriera algún daño o quedara con
limitaciones o actuar como portaaviones si el Hermes o Invincible fueran hundidos.

De tal manera que su pérdida, al privarnos de los medios parra acelerar la operación,
hizo que se volviera aún más imperiosa una finalización rápida del conflicto.

Finalmente gracias al ingenio de los Ingenieros Reales se construyó la pista en San


Carlos, para lo cual usaron materiales que estaban destinados a la reparación de la pista
de Puerto Argentino; un encomiable esfuerzo sin la maquinaria para la construcción.

Continúa la batalla terrestre

No obstante estas desventajas, no se anularon las órdenes para avanzar partiendo


de la cabeza de playa y se ordenó que la incursión a las posiciones de Darwin y Prado
del Ganso, que habían sido canceladas por falta de transporte por helicópteros, se
volvieran a montar y al respecto se modificó la misión siendo ahora la de capturar esas
posiciones.

Este no es el lugar como para discutir lo acertado o no del requerimiento de tomar


esas posiciones, alcanza con decir que era una distracción del objetivo de avanzar sobre
las elevaciones al oeste de Puerto Argentino y que demoraría considerablemente ese
movimiento porque durante las dos noches y dos días que duraron la batalla y los
movimientos preliminares, casi todo el esfuerzo de transporte por helicóptero mediano fue
asignado a apoyar al batallón empeñado en el combate.

Sin embargo un Comando de I.M. y un batallón de paracaidistas partieron de la


cabeza de playa a pie en el mismo momento en que el otro batallón de paracaidistas
salía para Darwin y Prado del Ganso.

Afortunadamente no se vieron envueltos en ningún combate ni los argentinos


intentaron siquiera el menor ataque sobre la larga columna de infantería marchando. Si lo
hubieran hecho, el apoyo logístico de las tropas empeñadas en combate hubiera sido
muy tenue. Fue así como muchos hombres se quedaron sin raciones y no sería ésta la
274
Logística Anfibia – Malvinas 1982

última vez.

Un ataque con daños en la Zona de Apoyo de Playa (ZAP)

El apoyo logístico a la batalla de Prado del Ganso se vio interrumpido por un ataque
aéreo a la ZAP el que, además de matar 7 hombres y herir otros 32, demolió todos los
misiles Milan del 45 de Comando de la I.M. y sus puestos de lanzamiento.

De mayor importancia inmediata, desde el punto de vista logístico, el ataque aéreo


destruyó 200 tiros de mortero de 81 mm y 300 tiros de 105 mm ya colocados en el
chinguillo de red que estaban esperando para ser transportados a las posiciones de
artillería y morteros que apoyaban al batallón.

El resultado fue que los morteros del batallón se quedaran sin munición en una etapa
crucial de la batalla y hubo una grave escasez de munición de 105 mm en las posiciones
de artillería y como resultado, una disminución del volumen de fuego a un nivel muy por
debajo del necesario como para ser efectivo.

A la luz del día no se pudo superar esa escasez durante la batalla porque los aviones
Pucará, basados en Malvinas, dominaron el espacio aéreo sobre la línea de
comunicación logística durante unas pocas horas vitales, mientras la bruma en el mar
mantenía los Harriers británicos en cubierta.

El ataque aéreo también puso de manifiesto la necesidad de que la ZAP y otras


instalaciones logísticas dispusieran de una adecuada defensa aérea. Por lo menos la
ZAP estaba bajo el paraguas de defensa aérea en San Carlos, otras que se estaban por
establecer, no serían tan afortunadas. Potencialmente un ataque aéreo contra los
elementos logísticos de la Fuerza de Desembarco era mucho más perjudicial que
cualquier otra forma de acción del enemigo.

Valores de consumo de munición

La Batalla de Prado del Ganso demostró que los niveles de consumo de munición,
sobre la base de los cuales se habían acopiado las reservas de la brigada, eran muy
bajos y fuera de la realidad. En honor a la verdad esto se sabía desde hacía algunos
años, pero una parsimonia del Tesoro había impedido un aumento de los acopios.

Como una limitación desde sus días en el Lejano Oriente y aún antes, la Brigada de
I.M. había sido provista con un Nivel de Guerra Limitada de munición perfectamente
adecuado a las guerras tipo escaramuzas en que se había visto empeñada en el pasado
reciente.

La munición menor consumida en Prado del Ganso y Darwin fue cuatro veces el nivel
diario permitido para una guerra limitada y la de 105 mm y morteros de 81 mm, cinco
veces. Esto representó un consumo mayor dado por el factor 25 por ciento con respecto
a lo previsto en los Niveles de Guerra General (el nivel para las operaciones más intensas
275
La Savia de la Guerra
previstas en una guerra contra el Pacto de Varsovia). No era la primera vez que la
medida en que se consumía la munición superaba las expectativas.

Por suerte el Comandante del Regimiento Logístico del Comando de I.M., Hellberg y
Baxter Jefe de Logística de Moore, en la reunión que tuvieron en Ascensión el 17 de abril,
habían estado de acuerdo con respecto a que la cantidad de 30 días de munición de
Nivel de Guerra Limitada podría no ser suficiente.

Estimaron que el acopio completo de munición de 105 mm y 81 mm alcanzaría


solamente para alrededor de una semana, con un ritmo de fuego intenso. De acuerdo con
esto Baxter coordinó el envío al sur de un acopio de 30 días más de las Reservas de
Mantenimiento de Guerra, tomadas de las disponibles para otras formaciones, para que
llegaran mucho antes que la Fuerza de Desembarco arribara a las Islas Malvinas. Esto
incluía munición adicional de cargadores descartables perforantes de 30 mm para el
tanque liviano Scimitar (en ese momento, munición de prueba) y una cantidad extra de
espoletas VT y otras para granadas de 105 mm.

Se establece una Zona de Apoyo Logístico (ZAL) avanzada de la Brigada.

Para el 2 de junio se encontraba en una etapa avanzada el establecimiento de una


ZAL para la 3ª Brigada de Comando de I.M. en Teal Inlet. Se constituyó un Punto de
Distribución (PD) en Estancia, en el fondo de la ensenada cercano a la posición ocupada
por la Brigada de I.M.

Los buques de Desembarco Logístico ahora podían llevar los abastecimientos a la


ZAL avanzada y desde allí se los podía transportar en embarcaciones al PD para ser
recogidos por las unidades mediante BV o con un tractor requisado de una estancia o
llevados directamente por helicóptero a las posiciones de las unidades desde Teal Inlet.

Este sistema ahorraba una gran cantidad de transporte por helicóptero y resultó en
un mejor servicio para la Brigada que si se hubiese aprovisionado directamente desde la
Bahía Ajax.

En Teal Inlet se colocó combustible de aviación en tambores, que se transformó en el


Punto Avanzado de Reaprovisionamiento de Combustible y Armamento para los
helicópteros livianos de la brigada, eliminándoles la necesidad de hacer un viaje redondo
de 90 a 100 millas cada vez que necesitaban reabastecerse.

El uso de Puerto Salvador para estos fines, capitalizando la capacidad anfibia y la


experiencia de la Brigada y los buques y embarcaciones de Clapp, había sido planeado
unas semanas atrás, antes de zarpar de Ascensión. Fue una fuente de gran satisfacción
el haberlo visto poner en marcha y que funcionara tan bien.

Un caso grave de mal empleo de los medios.

La situación logística de la 5ª Brigada de Infantería (que llegó el 2 de junio), si bien no


le faltaban muchas cosas, fue menos feliz. Trajeron efectos y el personal de dos
276
Logística Anfibia – Malvinas 1982

compañías de Arsenales, pero muy poco más; fueron sin vehículos tanque, no llevaron
mas embarcaciones ni camiones cargadores frontales, en resumen, nada como para
solucionar el problema central: la distribución.

Aún sus acopios no eran suficientes, sus 5.000 bidones fueron embarcados vacíos
porque en Inglaterra se invocaron reglamentaciones de tiempo de paz. Si bien las normas
del Ente Asegurador fueron dejadas de lado para permitir que los efectos de la primera
línea fueran llevados por las tropas en buques de pasajeros. Pero la mayoría de la carga
no había sido embarcada como carga de combate, habiendo sido estibada en el orden en
que había llegado al muelle15.

La razón de esta falta de resolución en lo que se refiere a la disponibilidad de


elementos logísticos tiene su origen en la inseguridad que acompañó el despliegue al sur
de la 5ª Brigada de Infantería.

La misión primaria de la Brigada era la de "Rol de Intervención", un eufemismo para


designar la protección y rescate de ciudadanos británicos en países de ultramar en época
de crisis. Se había asumido así porque era conveniente hacerlo, se llevaría a cabo
partiendo de una invitación por parte del país en cuestión o en el peor de los casos,
teniendo que enfrentarse a una oposición muy débil, unos pocos disidentes equipados
con armamento menor.

En resumen, operaciones contra el tipo de enemigo que constituye la única


experiencia de la mayoría del personal británico en actividad. La Brigada estaba equipada
en concordancia con la misión.

Este "Rol de Intervención" era un vistazo en la dirección de reconocer que algo podía
ocurrir fuera del área de la OTAN, que requiriera una intervención por parte de los
británicos.

Desgraciadamente era solo un vistazo, resultado de un exceso de confianza por


parte de funcionarios políticos y muchos militares con respecto a sus poderes para prever
el futuro y predecir la naturaleza, la oportunidad y el lugar del próximo conflicto.

Pero, para ser francos, hay evidencias que antes de la guerra de Malvinas, el
Ministerio de Defensa había estado planificando medidas para aumentar las capacidades
de la 5ª Brigada de Infantería, pero para mayo de 1982 estas no habían sido
implementadas.

Sin embargo hubo mucho tiempo como para subsanar las deficiencias en la
organización y el equipo de la Brigada, obteniéndolo prestado de otras formaciones. Pero
otro factor salió a la luz, posiblemente ligado a la confianza de algunos en su capacidad
profesional en lo que hace a consultar la bola de cristal y tal vez en el descreimiento
sintomático en algunos recintos, de que podía producirse una guerra que no estuviera
legislada en algún plan de contingencia.

277
La Savia de la Guerra
Aparentemente cuando la formación zarpó, había dudas sobre si se la usaría para
pelear. Era un punto de vista sostenido por algunos, pero nadie en la Fuerza de
Desembarco, originalmente destacada, pensó que la 5ª Brigada de Infantería sería
empleada solamente para cubrir el rol de unidad de protección.

Por que podría haber sido así, es un misterio que solo será develado cuando se
abran los archivos al público, lo que no sucederá antes de 22 años de que se escribió
esto.

Estaba perfectamente claro o por lo menos así lo pensó Thompson en el Comité de


Guerra reunido en Ascensión el 17 de abril, que la razón por la cual se solicitaba otra
brigada era para reducir la relación numérica de 2 a 1 en contra y llevarla a algo cerca de
la paridad. Si la brigada de refuerzo no iba a pelear ¿entonces para qué se la enviaba?
La resistencia a reconocer que podía ser empleada en combate, solo se puede
comprender como que en algún lugar se produjo un caso grave de disonancia cognitiva.

El resultado final de este pensamiento tonto fue que el Regimiento Logístico del
Comando de I.M., originalmente previsto para apoyar la Brigada de I.M. de algo más de
3.000 hombres y que en ese momento estaba reforzada llegando a más de 5.500, de
golpe se encontró apoyando una formación de dos brigadas de 9.000 hombres con
menos elementos de transporte y personal de los que se necesitarían para la tarea de
apoyar fuerzas de un tercio de ese tamaño.

Fitzroy

Siguiendo las órdenes dadas a la 5ª Brigada de Infantería de avanzar hacia Puerto


Argentino sobre un eje sur, habiéndose movido la 3ª Brigada de Comando de I.M. por la
ruta norte, para apoyar la 5ª Brigada de Infantería se decidió establecer otra ZAL
avanzada en Fitzroy y un PD en Bluff Cove, al sudoeste de Puerto Argentino.

Los abastecimientos para esta ZAL avanzada se enviaron por buque en dos Buques
de Desembarco Logísticos dando la vuelta a Fitzroy. Los buques permanecieron allí a la
luz del día, sin otra defensa antiaérea que las ametralladoras de la tropa en tierra.

Desdichadamente el fondeadero quedaba a la vista de las elevaciones del nordeste,


las que aún no estaban en poder de las tropas británicas. El regimiento argentino que
ocupaba Monte Harriet, en las elevaciones mencionadas anteriormente, envió mensajes
a Puerto Argentino informando la actividad en Fitzroy. Estos mensajes fueron
interceptados por el pelotón de guerra electrónica de la 3ª Brigada de Comandos de I.M.,
pero demasiado tarde como para alertar al Comandante de la División, quien en todo
caso podía hacer muy poco excepto poner sobre aviso a los Buques de Desembarco
Logístico.

Los buques fueron bombardeados con la pérdida de 43 muertos y más de 200


heridos; el precio pagado por la falta de defensa antiaérea y cometiendo el pecado militar
de aventurarse en un valle, en este caso una ensenada, antes de asegurarse el dominio
de las alturas dominantes.

278
Logística Anfibia – Malvinas 1982

Sin embargo pese a la pérdida de abastecimientos y del hospital de campaña


adelantado de la 5ª Brigada, no todo era tristeza. La actividad en Fitzroy sirvió para
confirmar la suposición de los argentinos en el sentido que el ataque principal sobre
Puerto Argentino provendría desde el sudoeste, la ruta más fácil, mientras que en
realidad vendría del noroeste y del oeste por parte de la 3ª Brigada de Comando de I.M.

Es necesario destacar que la riesgosa operación de Fitzroy fue el resultado de la


presión ejercida en el sentido de terminar la guerra antes que la situación derivada de la
sustentabilidad de los buques se hiciera irreversible, teniendo la Marina que retirar
unidades del teatro por problemas de mantenimiento.

El "manejo desde el asiento de atrás" realizado desde Northwood fue un factor que
contribuyó a las pérdidas sufridas. Desde allí se le prohibió a Clapp enviar un Buque de
Desembarco Dique en un tercer viaje al sur de Fitzroy para descargar de noche con
embarcaciones. Si hubiese existido un comando superior cerca de la escena de las
operaciones, se podrían haber evitado muchas de estas cosas.

La preparación final: Más problemas para la 5ª Brigada

La preparación logística para las batallas finales apuntaron, entre otras cosas, a
acopiar en las posiciones de artillería entre 480 a 500 tiros por cañón.

Después de las primeras batallas nocturnas, en la noche del 11 al 12 de junio,


cuando la 3ª Brigada de Comando de la I.M. conquistó sus objetivos, era intención que la
noche siguiente la 5ª Brigada debería atacar los objetivos de la fase 2.

El Comandante del Regimiento Logístico concurrió a la impartición de las órdenes por


parte del Comandante de la 5ª Brigada. Por alguna razón no estaba presente ningún
artillero (probablemente otra consecuencia de la naturaleza ad hoc de esta brigada que
no tenía ningún regimiento de artillería asignado y por lo tanto ningún jefe de regimiento
para asesorar al Comandante de Brigada).

Después de escuchar las órdenes, el Comandante del Regimiento Logístico destacó


que con posterioridad al ataque llevado a cabo por la 3ª Brigada de Comando de I.M. la
noche anterior, los emplazamientos de artillería estaban extremadamente bajos de
munición y esto requeriría por lo menos un día más para restituir el acopio pero en ese
caso solamente se podría llegar a un nivel de 250 a 300 tiros por cañón. Después de
algunas deliberaciones el Comandante de la 5ª Brigada le solicitó al Comandante de la
División una demora de 24 horas, lo que fue aprobado. Esto probó ser una bendición
para sus jefes de batallón, quienes no habían tenido el tiempo suficiente como para
reconocer el terreno.

De hecho una batería se quedó casi sin munición durante el ataque en la noche del
13 al 14 de junio y solamente el experto vuelo realizado por el Comandante del
Escuadrón de Helicópteros Livianos de la 3ª Brigada de Comando de I.M., quien
liderando el vuelo de los Sea King con carga de munición a la pendura de noche y con
279
La Savia de la Guerra
tormenta de nieve, permitió que la batería entrara en acción nuevamente.

Esa noche, antes que comenzaran los ataques, el único puente sobre el río Murrell se
desplomó bajo el peso de un vehículo de recuperación blindado cargado con munición,
cerrando la principal ruta terrestre de abastecimiento de la 3ª Brigada de Comando de la
I.M. y mediante la cual los BV podían alcanzar las unidades del frente.

Los Ingenieros Reales montaron una operación ingeniosa que consistió en construir
un puente, transportable por aire, en Fitzroy y llevarlo bajo un Chinook para reemplazar el
puente dañado y reabrir la ruta.
Durante algún tiempo después de la rendición de los argentinos, el combustible
continuó dominando la escena logística porque a su llegada a Puerto Argentino la 3ª
Brigada de Comando de la I.M. requisó todo el transporte argentino para tareas logísticas
en la red de caminos y huellas en y alrededor del pueblo.

Los generadores de los Rapier también eran unos voraces consumidores de nafta y
en Puerto Argentino en una oportunidad se dispuso solamente de 90 bidones de
combustible, de los cuales 85 estaban asignados a los Rapier. Nuevamente la
distribución y no la disponibilidad a granel fue el problema.

Cuatro lecciones

El Ministerio de Defensa en su informe al Parlamento puntualizó cuatro lecciones de


la Guerra de las Malvinas. Primero, el gran consumo de munición, incluyendo misiles y
armas antisubmarinas. Segunda y derivada de la primera, que debía ser revisado el nivel
del apoyo logístico para operaciones fuera del área de la OTAN. Tercera, la importancia
del reabastecimiento aire-aire. Cuarta, la significación que tienen los recursos civiles para
la defensa.

Con respecto a la primera y segunda lo único que podemos comentar es que son
productos de la ceguera debida al deslumbramiento de un departamento obvio, al ser
lecciones que no necesitan ser "aprendidas" ya que hay gran cantidad de ejemplos en el
pasado a los cuales recurrir, pero como dijo Hegel:

"Lo que la experiencia y la historia nos enseñan es esto - que los pueblos y los
gobiernos nunca han aprendido nada de la historia o actuado de acuerdo a
principios deducidos de ella."

De la tercera lección, el comentario puede ser "suficientemente claro" pero "idem que
arriba". Con respecto a la cuarta lección, al momento de escribir esto se ha permitido a la
marina mercante reducirse a un extremo tal que sería imposible repetir una operación del
tipo de la de Malvinas, sin tener que recurrir a buques con bandera de conveniencia.

En verdad no hay ningún armador que preste su buque para ser usado como buque
hospital. También es difícil encontrar la cantidad suficiente de buques mercantes
adecuados como para cubrir las demandas, comparativamente modestas, de los
ejercicios de la OTAN. Nuevamente "ídem que arriba".

280
Logística Anfibia – Malvinas 1982

Resultó una suerte que el Comandante de la 3ª Brigada de Comando de la I.M. fuera


bendecido con un E.M. altamente competente, cuyos logros son difíciles de superar. Aquí
aparece otra lección de primera clase un E.M. bien adiestrado puede hacer ladrillos con
muy poca paja. Por el contrario, un E.M. pobre le hubiera hecho perder la batalla a su
comandante.

El Teniente Coronel Hellberg, Comandante del Regimiento Logístico, se merece una


mención especial. Su regimiento, como la mayoría de las organizaciones militares, reflejó
la competencia de su comandante. Que lograron lo que hicieron, es prueba de su
profesionalismo.

La 5ª lección perdida

El informe del Ministerio de Defensa hace referencia a las fallas anteriores para
ignorar la lección más importante de todas; la relación entre la logística y las operaciones.
Porque todo eso es tan obvio que muy frecuentemente se lo olvida, si es que alguna vez
se las aprendió.

Ya fueron explicadas las razones por las cuales la 3ª Brigada de Comando de I.M.
fue incapaz de avanzar partiendo de la cabeza de playa el día D y aún durante varios
días después, sobre todo eran razones logísticas. Aparentemente estas razones no
fueron completamente comprendidas en Northwood y Whitehall, en parte debido a la
estructura del comando. Pero también teníamos que lidiar porque había poca gente, aún
entre los más antiguos militares por ejemplo de una estrella y civiles del Reino Unido, con
experiencia en operaciones anfibias de alto nivel.

Aún el puñado al tope de la estructura, con experiencia considerable en la Segunda


Guerra Mundial, ya que en esa época habían sido encargados de conducir secciones o
compañías o de realizar tareas equivalentes. La logística y los problemas de movimiento
en las operaciones anfibias no habían sido de su responsabilidad.

Por eso cuando un distinguido ministro del gabinete, entrevistado en un programa de


televisión después de la guerra de Malvinas, relacionó la cabeza de playa de San Carlos
con Anzio, insinuando que había habido falta de voluntad o determinación, estaba
cayendo en una trampa.

Intentando probar su punto de vista mediante el uso selectivo de la historia militar,


demostró su ignorancia sobre la razón real y lo imperativo de la logística en los niveles
operacionales.

La mayoría de los oficiales de alto rango y sus E.M. estaban incapacitados para
opinar debido a una estrechez de comprensión sobre las realidades logísticas en el
combate de una guerra convencional. Las guerras tipo escaramuzas y en Irlanda del
Norte habían dado pocos problemas logísticos y la mayoría de los ejercicios de tiempo de
paz, con su énfasis en los movimientos tácticos, enseñan falsas lecciones logísticas.

281
La Savia de la Guerra
En estos ejercicios los comandantes en raras oportunidades tienen que enfrentar la
elección entre mover hombres o mover porotos y balas o combustible. En la guerra, si los
helicópteros son pocos y por alguna razón no están disponibles o no se pueden usar
otros medios de transporte, los hombres tendrán que caminar cargando algunos porotos
y balas y los helicópteros serán empleados, casi con exclusividad, para cargar el resto.

Logística, el factor conductor

En las Malvinas, como en guerras anteriores, la logística fue el factor principal en la


conducción del planeamiento. El alto consumo de munición quedó balanceado por la
duración relativamente breve de las batallas, de la que por otro lado fue una campaña
corta y porque estuvo involucrada una pequeña parte de las fuerzas terrestres británicas
(solo dos brigadas).

Debido a que Gran Bretaña no estaba empeñada en una guerra en otra parte, se
pudieron derivar recursos destinados a otras formaciones para apoyar la campaña.

Los valores de los consumos totales serían muy superiores en una guerra
generalizada o en un conflicto de la magnitud de la guerra Iran/Iraq. La falta de
preparación logística que se trató en el capítulo de Corea, debida a una falla de
percepción del conflicto futuro, se repitió en las Malvinas en el caso de la 5ª Brigada de
Infantería. Pese a que ha habido tiempo como para subsanar esta falencia, se ha hecho
muy poco.

Nuevamente se demostró la flexibilidad del poder naval, no solo en el nivel táctico,


sino también logístico, como lo había sido en la antigüedad por parte de Alejandro el
Grande, en la Edad Media por Ricardo Corazón de León y en nuestra era, en Africa del
Norte, Italia, Corea y Vietnam, para nombrar unos pocos ejemplos de los últimos
cincuenta años.

282
Logística Anfibia – Malvinas 1982

1
(N. del T.) Equivale a Comandante de Operaciones Navales
2
(N. del T.) En la terminología inglesa, “Comandos” son unidades de IM y no
tropas especiales.

3.Un comando de Infantería de Marina es equivalente en tamaño y composición a


un batallón de infantería no mecanizado inglés

4.El principal problema era la falta de tiempo para preposicionar el material


rodante.

5.Algunas cargas de asalto (una Reserva de Mantenimiento de Guerra para 30


días para una unidad constituye una carga de asalto) fueron cargadas completas
en un buque de la Flota Auxiliar. En otras oportunidades, especialmente en los
casos de los Buques de Desembarco Logísticos y en los Buques Arrendados al
Comercio, la carga se estibó donde había lugar. El MV Elk tenía toda la
munición (698 ton.) de tres cargas de asalto y unas 4.800 minas antitanque.
Esta y una gran cantidad de elementos de defensa, alambre de púa, bolsas de
arena y estacas de metal fueron estibadas en una gran pila en la cubierta baja
de vehículos del Elk. Era una eficiente bomba explosiva flotante.

6.La 3ª Brigada de Comando estaba integrada por:


El Comando de Brigada que incluía una Ca. de Comunicaciones.
El Regimiento de Artillería 29: 4 Ba de 105 (24 piezas)
Un Grupo de observación fuego naval de apoyo
Una Ba Defensa AA (Rapier)
Cia. de Ingenieros 59 Ref.
Batallones de IM 40, 42 y 45
Reg. de Paracaidistas 2º y 3º
Cia. de Reconocimiento Anfibio
Un escuadrón de Fuerzas Especiales
Un Destacamento de Exploración
Un Escuadrón de Helicópteros Livianos Ref.
Destacamento de Defensa AA (Blowpipe)
Un Regimiento Logístico

7.Los elementos que se usan para el movimiento buque-costa son lanchas,


helicópteros y ferrys, para trasladar a tierra hombres, equipos y
abastecimientos. Incluyen hovercraft, vehículos anfibios blindados y vehículos
anfibios a rueda tales como los DUKW usados en la Segunda Guerra Mundial, de
los que los británicos no poseían ninguno. Los únicos vehículos anfibios en la
3ª Brigada de Comandos eran dos Tractores de Ingenieros de Combate, a oruga y
blindados, prestados. El tipo y número de elementos para el movimiento buque-
costa disponibles por parte del Comandante del Grupo de Tareas Anfibio, bajo
cuyo comando se llevaron, son los que siguen:

Vehículos disponibles para Logística


Tipo Carga

8 LCU 100 ton. de carga


(4 en cada BDD) o 140 hombres
o dos tanques

283
La Savia de la Guerra

8 EDPV 5 ton de carga


(4 en cada BDD) o un landrover con remolque
o 35 hombres

5 Pontones Mexeflote (a) 120 tons.(pero cargados hasta con


200 ton en esta campaña)
Helicópteros

Tipo Carga típica


11 Sea King 20 hombres con su equipo (b)
o un cañón de 105
o un landrover
o dos pallets munición 105 (48 salvas)

5 Wessex 10 hombres con su equipo (c)


o un pallet munición 105 (24 salvas)

Notas:
(a)Cinco era el máximo número disponible. El día D se ensamblaron 5 balsas de
120 pies, posteriormente una fue perforada por fuego de cañón y quedó
inservible. Otra balsa, la única Mexeflote que poseía Inglaterra en todo el
mundo, llegó a la cabeza de playa el 4 de junio. Las Mexeflote pueden ser
ensambladas como balsas de 60 o 120 pies. Se mueven con dos grandes motores
fuera de borda.
(b)Esto se puede sobrepasar para movimientos cortos, dependiendo de la carga
de cada hombre y del combustible cargado en el helicóptero, pero 20 infantes
con su carga es el valor para planeamiento.
(c)Puede llevar hasta 15 hombres, dependiendo de la carga de combustible y la
carga de los infantes. El dato de planeamiento es el que se indica.

8
Mexeflote: Pontones huecos de metal los que, cuando se los adosa, forman una
balsa plana de 120 o 60 pies (36,5 ó 18, 3 metros) impulsada por grandes
motores fuera de borda. Las balsas también pueden ser unidas para formar
una rampa.

9.Las cubiertas de vuelo están marcadas con un círculo para indicar donde
deben posarse los helicópteros. Una cubierta de un punto, indica que solamente
se puede posar un helicóptero por vez. Los BDD tienen cubiertas con tres
puntos, sin embargo, la carga en cubierta generalmente permite operar solo con
dos puntos.

10.En Ascensión, la cantidad de munición en el Elk, quedó reducida por haberse


transferido 129 ton. de la munición de primera línea de la unidad, incluyendo
munición de artillería a los buques en los cuales viajaban las unidades de tal
forma de despacharla con antelación y que estuviera disponible en forma
inmediata el día D. Los 16 días de abastecimientos en el Elk, incluían 2.000
ton. de munición, materiales para la construcción de defensas y muchas cosas
más; tantas más que cuando los efectos no podían ser ubicados en los otros
buques, siempre se pensaba en el Elk. Esto llevó a que los logísticos de la
Brigada de Comandos lloraran diciendo: ¡¡¡...está en el Elk!!!". La cantidad
de munición que transportaba, también llevó a una reticencia a permitirle
entrar a los fondeaderos frente a las playas hasta que se hubiera reducido la

284
Logística Anfibia – Malvinas 1982

amenaza aérea. Si hubiese sido alcanzado y explotado, hubiera sido severo el


daño a los buques en sus proximidades y a las tropas y equipos en las playas.

11.(N.del T.)Cuando el autor se refiere a la Fuerza Aérea Argentina, sin


mencionarla específicamente, también lo hace con respecto a la Aviación Naval.

12.(N.del T.) En la orden de operaciones de la A.R.A., los buques logísticos


ingleses tenían la última prioridad.

13
Subrayados de la Cátedra de Logística de la ESGN.
14.La disponibilidad de transporte por helicópteros medianos, todos
controlados por COMAW, en el período 21 de mayo al 1º de junio de 1982 era la
siguiente:

21-26 de Mayo

11 x SEA KING menos: 1xSEA KING asignado al apoyo de los Rapier con
combustible y repuestos.
4xSEA KING para uso nocturno. De día
descanso de las tripulaciones y
mantenimiento, uso diurno solo en emergen-
cias.
5 x WESSEX

Por lo tanto disponibilidad diaria


6 x SEA KING
5 x WESSEX

26 de mayo-1º de junio

6 x SEA KING quedando los 5 x SEA KING indicados arriba.


5 x WESSEX
1 x CHINOOK

Ejemplo de carga
Para mover una batería de 6 x 105mm cañones livianos con munición (480 tiros
x cañón), vehículo 2 x ½ ton. para carga de la batería y hombres, lleva:
82 salidas x SEA KING
Llevar 480 tiros por cañón lleva:
60 salidas x SEA KING
o
120 salidas x WESSEX
o
20 salidas x CHINOOK
Un pellet de munición de cañón liviano de 105mm contiene 24 tiros completos.
SEA KING puede llevar 2 pellets = 48 tiros
WESSEX puede llevar 2 pellet = 24 tiros
CHINOOK puede llevar 6 pellets = 144 tiros

Algunos ejemplos numéricos de tiempo y distancia


1. Distancia de San Carlos a la posición de fuego en Monte Kent en vuelo

285
La Savia de la Guerra

táctico = 50 millas (40 millas en vuelo directo)


2. Tiempo de regreso con carga de retorno, incluyendo reaprovisionamiento en
cubierta de un punto en la Bahía San Carlos = 1,5 hs.
3. Primer vuelo 0630 hs. último vuelo 1615 hs.
4. Por lo tanto, máxima cantidad de salidas por día por helicóptero = 7 (1)
5. 6 SEA KING x 7 salidas por día por helicóptero = 42 cargas por día.
6. Por lo tanto, trasladar una batería más la munición requiere todos los SEA
KING disponibles 2 días.
(1) Sin tener en cuenta la meteorología. También el último vuelo de regreso
sería después de las últimas luces - ver abajo:

7 Salidas
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)
0630 0800 0930 1100 1230 1400 1530 1700

6 Salidas
(1) (2) (3) (4) (5) (6)
0630 0800 0930 1100 1230 1400 1530

15. Los abastecimientos de 30 días para la 5ª Brigada de Infantería habían


sido colocados todos juntos por el Comando de las Fuerzas Terrestres del Reino
Unido y colocados en una variedad de buques. Pese a que el Comandante del
Regimiento Logístico de la Brigada de I.M. había mandado un mensaje indicando
que se había cargado y donde, la Marina se tomó el trabajo de cambiarlos de
bodega y de buque, en y cerca de Georgias del Sur y nunca fue capaz, de allí
en adelante, de decirle donde estaba alguna cosa.

286
9
ABASTECIENDO LA GUERRA QUE

NUNCA SE PRODUJO

- AUN
"No sé que es esa porquería de logística sobre la que Marshall siempre está hablando, pero quiero
un poco de ella."

Almirante de Flota de los EEUU King

"Sin el alistamiento para el combate de los Servicios de Retaguardia de las Fuerzas Armadas So-
viéticas, no hay alistamiento para el combate de las tropas. La guerra podrá comenzar, pero sin una
retaguardia bien preparada, sin un apoyo preciso y comprensivo en la retaguardia, aquella termi-
nará en forma lamentable en pocos días. Es por eso que debemos hacer todos los esfuerzos para
lograr que los Servicios de Retaguardia de las Fuerzas Armadas Soviéticas estén siempre listos pa-
ra el combate, de la misma forma que las fuerzas de combate."

Mariscal Grechko1

"Esa es la razón por la que ellos las llaman lecciones, remarcó el Grifón: "porque se reducen día a
2
día"

Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas

Tal como el autor lo dijo en el prefacio, algunos lectores se preguntarán por que se in-
cluye este capítulo. La razón está en la última cita de más arriba. Las memorias colecti-
vas y las individuales, son frágiles y se deben destacar dos puntos en el pantallazo de la
victoria del oeste sobre la URSS, sin que se hubiera disparado un tiro.

Primero, pese a su debilidad económica y a la ineficiencia comercial e industrial, la


Unión Soviética posee fuerzas armadas poderosas y altamente competentes. También,
probablemente son una de las pocas partes eficientes de la Unión Soviética. Incluyeron e
incluyen algunos cerebros excelentes y tal como se discutirá más adelante, un sistema de
análisis que llevó a diferentes soluciones al problema de hacer la guerra, de aquellas a
las que arribaron en la OTAN.

Segundo, exceptuando sus ideales, la OTAN tiene un número de falencias. La más


seria, tal como se explicará, es su falta de sustento de sus fuerzas. Tal como lo sostiene
el autor, la Unión Soviética fue disuadida por la disuasión, no por el poderío convencional
de la OTAN. Sin las armas nucleares, pese a la bravura del espectáculo que pudiera dar
291
La Savia de la Guerra
el oeste y asumiendo que la Unión Soviética hubiera actuado en forma razonablemente
competente, luego de algunos días, el oeste hubiera perdido por la falta de todo lo que es
necesario para continuar peleando. Esta incapacidad para mantenerse tiene su demos-
tración en los ejercicios de la OTAN, muchos de los cuales fueros "minués militares", en
los cuales, las fuerzas intervinientes realizaban movimientos como una demostración de
la solidaridad de la Alianza. La tierra de las fantasías de la logística, detrás de la fachada,
era evidente solo por los profesionales y no para todos ellos. ¿Entonces qué? Podrá lle-
gar el momento en que se constituya una alianza, donde las imperfecciones de la OTAN
puedan servir de lección.

Van Creveld, en su libro Los Abastecimientos en la Guerra, sostiene que el aspecto


logístico de la guerra no es otra cosa que una serie interminable de dificultades que se
suceden una a otra. Avanza en la pregunta de como se las arreglan los ejércitos para
moverse, como se realizaron las campañas y como, ocasionalmente se obtuvieron victo-
rias. Esta serie interminable de dificultades y de cosas que salen mal, es un lugar común
y es exactamente a lo que se refiere Clausewitz, cuando habla de la "fricción de la gue-
rra"3. Asume que la logística representa tanto como el 90 por ciento del negocio de la
guerra y que el trabajo de Estado Mayor relacionado, requiere horas, días y en algunos
casos, semanas de cálculos.

Desde Alejandro El Grande en un extremo de Asia a Giap en Vietnam en el otro, hay


una cantidad de ejemplos en los cuales la logística fue el factor determinante del éxito o el
fracaso de un plan. Teniendo esto en cuenta, parece, dice Van Cleveld, que la cuestión
está en trabajar con lo que es la organización logística óptima, para un grupo dado de cir-
cunstancias: avance, defensa, etc. Pero tal como él lo hace notar:

"En la práctica, hay suficiente evidencia de que la tarea ha sido encarada por la mayoría de los
planificadores operativos (por no mencionar los anteriores al Siglo XX). Más aún, parece que la
mayoría de los ejércitos han preparado sus campañas, de la mejor forma que pudieron, con
una base ad hoc, haciendo grandes, si bien no coordinados esfuerzos para hacerse del mayor
número de vehículos tácticos, camiones de todo tipo, tropas de ferrocarriles, etc., mientras que
daban poco o ningún espacio a la combinación "ideal", la cual, en teoría, los hubiera llevado
4
más lejos."

Veremos algunos aspectos del planeamiento logístico para la guerra, de la OTAN y


de los Soviéticos, a la luz de esta concepción. Decimos Soviético, porque sin la Unión
Soviética no hubiera existido el Pacto de Varsovia. El Pacto de Varsovia es (o a la luz de
los hechos recientes, uno debería decir "fue") una extensión del Estado Mayor General
Soviético, recibiendo sus órdenes directamente de ese Estado Mayor. El Cuartel General
de la OTAN en Bruselas, consiste en una colección de oficiales y funcionarios civiles que
representan a todos los miembros de la Alianza, recibe su autoridad de los gobiernos de
dieciséis naciones soberanas, los que actúan colectivamente a través de la maquinaria
del Consejo del Atlántico Norte y de los recursos civiles y militares. Por lo tanto, no sería
verdad decir que sin los EEUU no habría OTAN; casi inconcebible, pero no-verdad, si la
amenaza fuera suficiente y la decisión política estuviera presente. Pero primero necesi-
tamos recordar algunos de los factores logísticos destacables, mencionados anteriormen-
te.
292
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

Dos cambios del pensamiento logístico.

El mayor cambio en el pensamiento logístico, ocurrió en 1914 y otro durante la Se-


gunda Guerra Mundial. El primer cambio del pensamiento logístico se produjo cuando
dejó de ser verdad sostener, expresándolo crudamente, que la logística es más sencilla
mientras uno se mantiene en movimiento, porque cuando uno se detiene, rápidamente
agota los recursos locales de comida para los hombres y de combustible para los trans-
portadores primarios, p. ej. forraje para sus animales. A partir de 1914 en adelante, lo in-
verso ha sido de aplicación. La razón: el gran aumento en el consumo de munición y con-
secuentemente el tremendo aumento del transporte necesario para moverla y una vez se-
leccionado el lugar del depósito, el gran esfuerzo para reubicarla.

El segundo cambio del pensamiento logístico se refiere a lo que fue el advenimiento


de los ejércitos totalmente mecanizados y motorizados y desde 1953, el uso de helicópte-
ros. Con la mecanización/motorización, por supuesto, el combustible para los caballos, en
la forma de forraje, fue reemplazado por combustible y lubricante para los vehículos, efec-
tos que, desgraciadamente no crecen en el campo para que sea recolectados por parti-
das de forrajeros o que los vehículos puedan comer directamente del terreno, algo que,
en los días de la caballería se encontraba siempre al frente, reduciendo la cantidad de fo-
rraje que era necesario llevar hacia adelante. La mayoría de las fuentes Soviéticas con-
cuerdan que en una ofensiva importante, el 50 por ciento de los abastecimientos, medi-
dos en tonelaje, será combustible.5 Pero como veremos más adelante, en algunos ejérci-
tos el empleo del forraje no está totalmente pasado de moda.

El Efecto del Movimiento en la Logística.

Por eso, la guerra estática es, generalmente, más fácil de abastecer que la guerra de
movimiento, porque se puede almacenar la munición y reducir el consumo de combusti-
ble. Esto fue cierto en las Malvinas como en las Primera y Segunda Guerra Mundiales y
en Corea. Un avance rápido o una persecución requerirá combustible, pero el consumo
de munición generalmente disminuirá. Por otra parte, un avance lento, medido, general-
mente requerirá de ambos en grandes cantidades. Los ejércitos blindados Soviéticos
avanzando a un promedio entre 16 y 45 Km por día en 1944-45, sufrieron solamente un
tercio de las bajas en hombres y dos tercios de las pérdidas en tanques, con respecto
ejércitos blindados que avanzaban solamente 4,5 a 13Km. por día y consumían un tercio
del combustible y un sexto de la munición.6 Y por supuesto, debemos recordar a Clause-
witz y su "fricción": meteorología, terreno, nieve, polvo, heladas y el "General Barro", el
que tenderá a empantanar las ruedas, tanto en sentido figurado como literal, dejando sin
sentido los cálculos logísticos del estado mayor y sin ningún esfuerzo por parte del ene-
migo. Una previsión errónea sobre la naturaleza de la batalla, podrá también tener efec-
tos catastróficos. Si por ejemplo, habiéndose preparado logísticamente para una batalla
de movimiento, sucede lo contrario. Este fue el caso en Rusia en julio de 1941 cuando el
Grupo de Ejército Sud de von Rundstedt, habiendo cargado sus vehículos de abasteci-
miento con munición y combustible en una relación de 1:2, se encontraron luchando du-
293
La Savia de la Guerra
ramente y moviéndose despacio, lo que llevó a una escasez drástica de munición. Al 1ro.
de agosto, este Grupo de Ejércitos tenía solamente un sexto o un séptimo de su carga
básica de munición.7 Por otra parte, el Comandante del Ejército Soviético de Retaguardia,
quién despachó sus vehículos a la ruta cargados con munición para un tiro de barrera
planificado como preparación para una irrupción, aparecería como un tonto si, a último
momento no fuera necesaria la irrupción y en cambio el enemigo se retira y comienza una
rápida persecución, con necesidad de más combustible como le pasó al 6to. Ejército
Blindado de la Guardia en Manchuria en 1945.8

En la Segunda Guerra Mundial los Alemanes fueron, expresado en forma general,


más disciplinados y menos manos abiertas en contraposición a los hábitos derrochones
de los EEUU y en menor medida, que los Ejércitos Ingleses. Fueron, por lo tanto, capa-
ces de subsistir con muchos menos abastecimientos que los Ingleses y los Norteameri-
canos. Una división alemana, si bien menor, consumía 200 toneladas por día, compara-
das con las 700 toneladas por día de una división norteamericana o inglesa. Pese ello, la
razón principal por la cual se paralizó la ofensiva final alemana en el oeste, en las Arde-
nas, fue la falta de combustible (pese a que en un determinado momento estuvieron a
unos pocos cientos de metros de 3 millones de galones de combustible en la ruta Wal-
mes-Malmedy, los que les hubieran resuelto ampliamente su problema en esta categor-
ía).9 Fueron suficientes ejemplos históricos.

Planeamiento Logístico de la OTAN

Volvamos al planeamiento logístico de la OTAN, tal como era al momento de escribir


estas líneas (verano de 1990). No es la intención de entrar en el problema de la descarga
de acopios y de moverlos, junto con el personal, a través del centro de Europa, que es el
Plan de Refuerzo Rápido del Comandante Aliado Supremo en Europa (RRP). Un estudio
reciente10 concluye que si hay suficiente tiempo disponible (alguien debería decir bien
grande: "SI"), el RRP funcionará. Sin embargo las cifras son impresionantes, con 1.000
buques navegando de los EEUU a Inglaterra y Europa, 2 millones de toneladas de carga
para el Reino Unido y 10,5 millones de toneladas de carga y 1,4 mil millones de galones
de combustible para Europa. Pero aún hay algunos escollos. Los estudios contemplan los
efectos de las actividades que deben ser ejecutadas simultáneamente con la realización
del RRP, tales como la evacuación de los familiares del Ejército Inglés del Rin y el trasla-
do de las unidades que se encuentran alejadas, en adiestramiento en Suffield en Canadá
y en otros lugares, arroja dudas sobre si el sistema nació bajo el efecto de la presión
mental. Por ejemplo, la opción nacional inglesa de reforzar Alemania con la 2da. División
de Infantería adelantándose al RRP del Comandante Supremo Aliado en Europa, puede
entrar en colisión con la llegada del 3er. Cuerpo de Ejército de los EEUU, un hecho que
hubiera comprometido una gran cantidad de material rodante en Alemania durante la re-
ubicación de abastecimientos preposicionados. No se sabe si esto significa que el 1er.
Cuerpo Inglés no sería capaz de cargar sus efectos en los vagones hasta que los Cuer-
pos Norteamericanos hubieran completado sus movimientos. Nos encontramos frente a
una paradoja que se podrá aplicar en el futuro - cuanto mayor sea la velocidad y el éxito
con la que los EEUU refuercen Europa, mayor será la posibilidad potencial de derrumbe
de las prioridades.
294
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

Pero después de todo, fue realizado el trabajo de Estado Mayor y si se da que el


enemigo potencial no interfiere (otro gran "SI") y si la meteorología es razonablemente
amable, lo que en realidad es un plan logístico "estoy a su servicio", probablemente
hubiera funcionado. Pero uno tiene sus dudas de que un plan redactado en tiempo de
paz, sin la presión asociada a planificar en tiempo de guerra, el resultado no es tan con-
vincente. Tiene esa "estrechez de miras" que caracteriza tantos planes y actividades de la
OTAN. Detrás del límite de retaguardia de los Cuerpos, donde las líneas de comunicación
nacional de cinco naciones miembros pasan por los Países Bajos, con una alternativa a
través de Francia, las líneas de "tranvías", se parecen mucho a un gran "paquete de fide-
os", de acuerdo con el Cuartelmaestre General del Ejército Británico. ¿De haberse produ-
cido, el plan logístico hubiera funcionado cuando se entablara la batalla?. El primer pro-
blema era y es, la falta de una doctrina operacional de la OTAN, de la cual debería surgir
la doctrina logística. Pero el tema de una doctrina operacional, queda fuera del alcance
de este libro. En su lugar, nos vamos a plantear tres preguntas en el tiempo presente del
indicativo, ya que, al momento de escribirlas, las fuerzas están aún en su lugar:

a. ¿Es satisfactorio el comando y el control?


b. ¿Es satisfactorio el sistema logístico?
C. ¿Cuál es la capacidad de sostenerse de las fuerzas de la OTAN?

Comando y Control

Primero comando y control.

"El planeamiento operativo consiste en una mezcla íntima de pensamiento táctico y logístico, para
llevar adelante conceptos estratégicos. Esta unidad y coherencia es esencial para rápidamente apli-
car la acción militar decisiva en cualquier tipo de conflicto humano... en combate, el apoyo logístico
que puede ser considerado inadecuado por un comandante tímido o mediocre, puede ser correcto
para un comandante arrojado y competente que entiende la naturaleza y las fuentes de la flexibili-
11
dad, siempre que tenga el control de un sistema logístico flexible"

¿Tiene un comandante de fuerzas multinacionales de la OTAN unidad de comando y


un adecuado control del sistema logístico, por lo menos uno flexible? El Manual Logístico
de la OTAN establece dos principios que fueron establecidos en dos oraciones en la Re-
solución del Consejo del Atlántico Norte del 23 de febrero de 1952:12

Primera oración: "La responsabilidad del apoyo logístico de las fuerzas componentes nacionales, en
general, quedará bajo la responsabilidad de las autoridades nacionales concernientes."

Segunda oración: "La responsabilidad de coordinación será, sin embargo, del Comandante Supremo
y en los principales comandantes subordinados, en los niveles apropiados"

A primera vista estas palabras resultan agradables porque cualquier dificultad que se
pudiera presentar con la primera oración, con la interpretación de que las autoridades na-
cionales tienen manos libres para decidir en el nivel de apoyo de sus componentes, que-

295
La Savia de la Guerra
da salvada con la mención de la palabra coordinación en la segunda oración y es a ello
que nos queremos referir primero. Coordinación puede significar muchas cosas para
cualquier persona: desde el simple paso de información, hasta el hecho de una decisión
firme, pero como dice el manual de la OTAN, ambas están equivocadas. De acuerdo con
la definición de coordinación compatibilizada de la OTAN, el coordinador tiene la auto-
ridad para requerir la consulta de los organismos involucrados, pero no tiene auto-
ridad para forzar un acuerdo. Por lo tanto, no es de sorprenderse que sin el poder ne-
cesario para forzar un acuerdo, la coordinación logística es, en el mejor de los casos, un
parche y en el peor, directamente inexistente. Y la logística es, después de todo, la crea-
ción y el mantenimiento sostenido de fuerzas y armas para ser empleadas por la táctica a
fin de lograr objetivos estratégicos.13

De allí, por ejemplo, si la capacidad logística de un cuerpo nacional se vuelve crítica-


mente baja, el cuartel general del Grupo de Ejércitos puede recomendar una reubicación
de las existencias entre los Comandos Logísticos Nacionales. Si las otras autoridades
nacionales involucradas se rehusan a transferir efectos, el Comandante del Grupo de
Ejércitos tiene que remitirse al Comandante en Jefe de la Región Central quien, entonces,
tiene que negociar con los respectivos Ministros de Defensa. Por lo tanto, las responsabi-
lidades tácticas y logísticas están separadas y el comando dividido, lo que es contra las
lecciones aprendidas en las campañas anteriores. Corresponde preguntarse como se
pueden formular planes sin el control centralizado del apoyo logístico. Los problemas que
surgen por la falta de un planeamiento comprensivo, pueden llevar a una demora o aún al
abandono de una operación militar. Porque ni el Comandante en Jefe de la Región Cen-
tral ni los Comandantes de Grupos de Ejércitos en la Región Central tiene a su disposi-
ción elementos de comando logístico, unidades logísticas, tropas logísticas o abasteci-
mientos. Pese al hecho de que la táctica y la logística son inseparables, ni los Comandan-
tes de Grupos de Ejércitos o cualquier otro comandante terrestre de la OTAN, que co-
mande más de un componente nacional, tiene el poder para emplear o reubicar facilida-
des de apoyo o recursos provistos por una nación. Solamente los puede monitorear. Lo
mismo es aplicable a las regiones norte y sud. Por eso, si bien los Comandantes de Gru-
pos de Ejércitos puede ser que comanden las tropas, no tienen en sus manos las "lente-
jas, balas y combustible" ni la forma de mover esos efectos. Por lo tanto, no comandan
las tropas en el amplio sentido de la palabra. Son comandantes solo en el título.14

Solamente los comandantes de los cuerpos nacionales tienen los medios vitales ne-
cesarios para planificar y conducir su parte de la batalla terrestre. Los Comandantes de
Grupos de Ejércitos pueden ser forzados más a reaccionar que a actuar. Por otra parte,
los Comandantes de Grupos de Ejércitos puede ser que lleguen a decisiones conside-
rando solamente hechos tácticos, sin entrada de datos logísticos o tal vez obtengan in-
formación de los Comandos de Apoyo Logístico Nacionales, los que no pueden aplicar
ningún peso táctico a su asesoramiento y a sus datos. El resultado a esperar es el de que
el reemplazamiento de formaciones para mantener un balance coherente o montar un
contra ataque, por ejemplo, pueden llegar a ser casi imposibles porque los comandantes
superiores, que son los Comandantes aliados, no tienen la adecuada información logísti-
ca en la cual basar las decisiones sobre redespligues y refuerzos y si disponen de ella,
carecen de los medios y como veremos en breve, del sistema y de los acopios.
296
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

Problemas de incompatibilidad.

Volveremos ahora a la primera de esas dos oraciones del manual logístico de la


OTAN: "La logística es una responsabilidad de cada país". Lo que comenzó como una
obligación de proveer los recursos adecuados para apoyar operaciones en regiones par-
ticulares de la OTAN y Comandos Aliados se ha transformado, con el paso del tiempo, en
una excusa para justificar la inacción de la OTAN y del fracaso nacional de alcanzar sus
metas. Además de haber aparecido sistemas logísticos incompatibles.

Hay dos puntos de vista y un área gris. El primer punto de vista es apoyado por aque-
llos que consideran a la logística tan íntimamente ligada a los recursos nacionales de di-
nero y materiales, que ella nunca puede ser colectivizada. Al segundo adhieren aquellos
que concuerdan en que la doctrina de la responsabilidad nacional de la logística "hace
tiempo que ha demostrado su ineficiencia y derroche en un área como el Frente Central
en Europa, donde las fuerzas de países vecinos están conminadas a pelear lado a lado y
donde las líneas de comunicaciones pasan a través de los territorios de los otros países y
en algunos casos se cruzan.15

La Jefatura de Logística de la OTAN, ahora ha producido los "Principios de Coopera-


ción en Logística", aprobados por los Ministerios de Defensa de Bélgica, Reino Unido,
Alemania y Holanda. Es decir, cuatro naciones en el Grupo de Ejércitos del Norte, pero
no en la Zona Central, o la Alianza que como un todo apunta a alcanzar "la integración de
los sistemas logísticos más íntima posible" Pero esta es el área gris ¿qué es lo que quiere
significar? El documento realmente admite que el progreso realmente depende de:

“Cambios fundamentales en los acuerdos para financiar la obtención de los equipos y tam-
bién alcanzar la mayor normalización de las armas y equipos, de lo que existe al presente.”

Estas readecuaciones financieras y de equipo, solamente se pueden efectuar en un


largo período de tiempo.

Pero la logística tradicionalmente ha sido la Cenicienta de la ciencia militar. Los Planes Operaciona-
les quedan en el papel y no significan consumos hasta que comienza la emergencia, que es cuando
16
los planes logísticos requieren ser traducidos inmediatamente en materiales y dinero".

El resultado es que los cuerpos nacionales operan en sus propias "líneas de tranv-
ías". Cruzar los límites logísticos entre los cuerpos es, en el mejor de los casos difícil y en
el peor, imposible. Las rutas entre los límites de los cuerpos para llevar refuerzos, han si-
do previamente pre planificadas y se habrán establecido centros de control de tráfico. Pe-
ro por ejemplo: hay tres tipos diferentes de munición para cañones de tanques; algunas
granadas de artillería son iguales, pero las espoletas y las cargas impulsivas son diferen-
tes, por lo que requieren tablas distintas y parámetros de computación. Los combustibles
con intercambiables, pero los métodos de reabastecimiento son diferentes; los EEUU e
Inglaterra usan un sistema de abastecimiento a granel, mientras que los belgas usan un

297
La Savia de la Guerra
sistema de conjunto de tambores. Y no hay planes para un sistema de apoyo logístico in-
teroperable para operaciones aeromóviles, que tanto se aplican en el presente; se puede
detectar la mano de los tácticos con sus rápidos movimientos a campo traviesa, en el tra-
zo de un lápiz graso. Nuevamente, tomando como ejemplo el Grupo de Ejército del Norte,
hay diferencias en todos los Cuerpos en cuanto al sistema de distribución que aplica el
concepto de apoyo logístico de push/pull. Por ejemplo, ¿cuanto se adelantarán automáti-
camente los abastecimientos y cuánto hacia atrás tendrán que ir las unidades a buscar-
los?. Además hay otras diferencias.17

Todo esto conspira contra una batalla coherente del Grupo de Ejército, dejando solos
en la batalla al Frente Central, al Norte o al Flanco Sur.

Sustentabilidad

Ahora entraremos a la tercera cuestión, sustentabilidad. La OTAN no tiene un acuer-


do en cuanto a la definición del término, pero el Comandante Supremo Aliado ha probado
la siguiente para uso dentro de la Organización Militar de Estandarización, para que sea
comentada y aprobada por los países miembro:

Sustentabilidad: la capacidad de las fuerzas de mantener la actividad de combate en el nivel y dura-


ción necesarios para alcanzar sus objetivos. Esto requiere disponer de suficiente personal, equipos
y suministros a mano y también tener la habilidad de reabastecer y reforzar en forma continua. La
sustentabilidad se expresa, normalmente en días. Por ello, refleja el concepto subjetivo del Coman-
18
dante sobre la capacidad total de su comando para apoyar operaciones militares"

Muchas de las naciones de la alianza estarán de acuerdo en que el sustentabilidad es


importante. Pero la última parte de esa definición deja en claro, una vez que se ha inter-
pretado el "lenguaje OTAN" en que está expresada, sustentabilidad en la OTAN es un
deseo, el que por supuesto depende de la formación tipo del comandante.

La Aproximación Soviética al Planeamiento Logístico.

¿Cuánto hubiera durado la guerra y con qué intensidad hubiera sido peleada? No hay
un pronunciamiento oficial de la OTAN sobre este tema pero, como quedará claro más
adelante, los niveles en que efectuaron sus acopios los miembros de la alianza muestran
una idea o tal vez una esperanza de que la guerra sería corta. Tal vez pueda surgir una
respuesta mirando al otro lado. ¡El enemigo también piensa! ¿Cuánto cree él que tal vez
hubiera durado? Hay indicadores en los escritos militares soviéticos que ellos avizoraron
una guerra más larga de lo que algunos en la OTAN pudieran imaginar. El Coronel Gene-
ral Garayev, en 1985, entonces Jefe del Directorio de Ciencia Militar del Estado Mayor
General, criticó la anterior teoría militar soviética que establecía la inevitable escalada
hasta el uso masivo del poder nuclear. Sostuvo que los escritores soviéticos de los años
60 y 70 se habían equivocado al no predecir que "la acumulación y modernización" de los
arsenales nucleares alcanzaría tal proporción que un uso masivo de esas armas en una
guerra traería consecuencias catastróficas a ambos lados.19 Este hecho, avalado por los
esfuerzos de Occidente y de los Soviéticos de impulsar los desarrollos de sistemas de

298
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

armas convencionales de gran precisión lo llevó a la conclusión de que la "está aumen-


tando la posibilidad de una guerra comparativamente larga con el uso de armas conven-
cionales". La teoría de una guerra prolongada no es nueva, los Soviéticos han estado de
acuerdo durante algunos años en que debían estar preparados para una guerra que du-
rara por lo menos un año. Parece que los científicos militares soviéticos no ven una con-
tradicción entre la anticipación de un conflicto extendido, por un lado y la posibilidad, por
el otro, de que los nuevos sistemas aumentarán dramáticamente el tiempo de las opera-
ciones convencionales. Aparentemente concluyeron que la combinación de amenaza, in-
terdicción de fuerzas situadas al frente, disrupción del control y simplemente, la compleji-
dad creciente de las operaciones, pueden llevar a breves y más intensas batallas, pero
guerras más largas. No hay contradicción en esta suposición. Consecuentemente, sin
considerar si la guerra es nuclear o convencional, “es necesario estar preparado para una
lucha armada larga, obstinada y amarga". Nadie puede sostener que los recientes dichos
del Sr. Gorbachev y los sucesos en Europa del este hayan llevado a esto a un estado de
muy baja probabilidad como para no ser motivo de consideración o preocupación. Sin
embargo, los militares de la OTAN se tienen que preparar para enfrentarse a la capaci-
dad potencial del enemigo de hacer la guerra, manejando capacidades y posibilidades.
Sin importar lo que Gorbachev diga o haga, la tarea del Estado Mayor General Soviético
será la de continuar planificando para combatir y ganar una guerra.20 Más aún, el camino
de la perestroika es rocoso y aún el más audaz de los optimistas podrá negar que la pro-
pia posición de Gorbachev es altamente vulnerable.

Factibilidad

Asumiendo que los rusos retienen capacidades de hacer la guerra y de la ofensiva


¿se propondrán soportar una guerra prolongada? ¿Cuál es su sustentabilidad?. No existe
esa palabra en el lenguaje soviético. La palabra que más se acerca a la definición de la
OTAN es "factibilidad" y la usan en un contexto más amplio como para incluir (la lista no
es completa): adiestramiento, cantidad y calidad de las armas y los equipos, organización
de las formaciones y de las distintas armas y servicios, así como también abastecimien-
tos, refuerzos y reparaciones. La palabra "capacidad de sustentabilidad" lleva la connota-
ción del abastecimiento de las necesidades de material. Mientras que en el Ejército So-
viético, una amplia gama de objetos, que en los ejércitos de la OTAN son de resorte ex-
clusivo de los Estados Mayores Operacionales, están firmemente integrados con los
logísticos para constituir la factibilidad del ejército. Las diferencias en la aproximación de
los soviéticos a la solución del problema, van más allá de ello. Se apoyan en un sistema
científico de planificar la batalla para reducir a un mínimo las incógnitas del conflicto, en
todas las disciplinas, incluyendo la logística. También hacen un gran uso de la historia mi-
litar o de la experiencia militar, analizando las guerras posteriores a 1914, incluyendo los
varios encuentros árabes/israelíes, las Malvinas y sus propias operaciones en Afganistán.
Mediante una combinación del análisis histórico y técnico, llegan a una detallada y cuanti-
tativa evaluación de los requerimientos de la batalla, incluyendo el de la tensión de com-
bate en los hombres. También tienen una doctrina militar comprensible y común y proce-
dimientos operativos normalizados, para todo el Pacto de Varsovia. Ninguna de estas
ventajas, como hemos visto, las disfruta la OTAN.21
299
La Savia de la Guerra

Categorización de las Reservas

Basados en sus experiencias pasadas, los soviéticos dividen sus acopios de reservas
en cuatro categorías: emergencia, movilización, estratégicas y reservas del estado. Las
reservas de emergencia están ubicadas junto a las fuerzas terrestres y están destinadas
para ser usadas en la conducción inmediata de las operaciones militares. La reservas de
movilización están destinadas a reemplazar las pérdidas de combate. Las reservas es-
tratégicas están bajo el control del Estado Mayor General y no están previstas para uso
inmediato. Las reservas del estado son aquellos recursos por encima de los acopios que
están bajo el control militar. Las reservas estratégicas y del estado deben ser adecuadas
para abastecer a las fuerzas armadas en forma continuada hasta que la industria sea ca-
paz de aumentar su producción y alcanzar el nivel de demandas de tiempos de guerra.
Basados en su experiencia de la Segunda Guerra Mundial, esto es algo así como 90 días
de abastecimiento de munición, combustible, repuestos técnicos y otros efectos.22 El co-
sto es enorme. Puesto en términos de la OTAN, el costo de un día de munición del 1er.
Cuerpo Británico es del orden de 200 millones de libras.

El Sistema de Abastecimientos.

¿Tienen un sistema de abastecimiento? ¿Continúa siendo como lo informó Fitzroy


Maclean en 1945?

"...entramos al camino principal y nos unimos a una corriente continua de camiones, tanques y cañones del
Ejército Rojo marchando hacia el norte, a la batalla. Una cosa en particular nos sorprendió, tal como nos
había sorprendido especialmente desde el principio y era que cada camión que veíamos contenía una de
dos cosas: combustible o munición. No había trazos de víveres, sábanas, botas de repuesto o ropa. La pre-
sunción fue que esos artículos, si eran requeridos serían provistos a expensas del enemigo o de la pobla-
ción local. Casi todos los hombres que veíamos era un soldado combatiente. Lo que llevaban consigo eran
materiales de guerra en el amplio sentido de la palabra. Eramos testigos de un regreso a los sistemas ad-
ministrativos de Atila y Ghengis Khan".23

Las divisiones soviéticas aún tienen una cola logística móvil y alargada. La maza de
los recursos logísticos está a cargo de los niveles de Ejército y de Frente, cuyos cuarteles
generales tienen la responsabilidad de abastecer hacia adelante, bien hacia adelante, si
es necesario. Pero este control centralizado le da al Comandante Superior una gran faci-
lidad para decidir que eje debe apoyar y cual abandonar y le permite, muy rápidamente,
concentrar su esfuerzo en el eje seleccionado - bien diferente de lo que le sucede a los
Comandantes de Grupos de Ejércitos de la OTAN. Las prioridades soviéticas de abas-
tecimientos son: munición, combustibles, aceites y lubricantes, repuestos y apoyo técnico,
víveres y abastecimientos médicos y equipo; en ese orden. Se refleja en su doctrina que
consideran al abastecimiento de combustible el mayor desafío y han desarrollado un sis-
tema de oleoductos tácticos para enfrentar el problema. Pero es interesante ver que ellos
continúan incluyendo en su doctrina de los servicios de retaguardia, que deben hacer el
máximo uso de los recursos locales. Particularmente, continúan considerando de gran
importancia la obtención de comida, combustibles y lubricantes, si la duración de la bata-
lla supera los períodos planeados. Los servicios de intendencia o de cuartelmaestre, dis-
300
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

ponen de facilidades de frigorífico y depósitos de granos. Todas las unidades tienen coci-
neros bien adiestrados para vérselas con toda clase de alimentos no preparados, granos
sin moler, ganado vivo y cosas así. Sus ingenieros del servicio de combustibles están
equipados con bombas que pueden ser usadas para aspirar de los tanques de las esta-
ciones de servicio que fueran capturadas intactas. En este aspecto, retienen una capaci-
dad tan antigua como la guerra en sí misma. Como una consecuencia de su aproxima-
ción doctrinaria, la factibilidad no es una evaluación subjetiva. El Comandante Soviético
es capaz de fijar sus requerimientos de combate, antes que empiece la guerra. No tiene
que fijar un juicio subjetivo, o en castellano, suponer, si puede sostener la batalla. Tal vez
haya algún acuerdo que refleje que los soviéticos se están preocupando por el hecho de
que sus "sumas" puedan ser inadecuadas como para realizar una predicción exacta o
muy detalladas como para permitir una reacción rápida. Más aún, no siempre implemen-
tan su sistema muy bien, debido a la ineficiencia nacional.24

Combatiendo Fuerte y Moviéndose Rápido

Sin embargo, el comandante soviético no tendrá todo como él lo quiera. Sujeto a una
doctrina que demanda un alto ímpetu en las operaciones, combatiendo fuerte y movién-
dose rápido, habrá estado consumiendo cantidades enormes de munición u combustible.
Se ha calculado que con el fin de brindar estos abastecimientos, el Ejército Soviético de-
bería usar cada bosque, villa y pueblo para esconderlos y todos las rutas y huellas para
moverlos. Estas áreas deberían ser bien conocidas por la OTAN y suponemos que ya es-
tarán marcadas como blancos. Algunas estimaciones predicen que, como resultado, las
formaciones soviéticas no serían capaces de mantener ese ritmo, alcanzando un avance
promedio de ochenta kilómetros diarios. Si bien, tal como lo ha señalado Donnelly, los va-
lores están basados en cálculos para determinar la capacidad de los caminos y otras ru-
tas. La saturación del campo de batalla y como resultante, la inmovilidad, es una fuerte
razón desde el punto de vista soviético para reducir la densidad de la fuerza en los dos
lados, a fin de retomar las ventajas de la ofensiva, para ellos.25 26 Los soviéticos han me-
ditado profundamente al respecto, con la guía del estudio histórico, incluyendo la guerra
del Yom Kippur de 1973 y es bueno asumir, la guerra Iran/Irak. Se trata más abajo el sis-
tema logístico que han previsto para hacer frente a la guerra.

Las Reservas de Retaguardia

Para coordinar y controlar las Reservas de Retaguardia en la paz y en la guerra, los


soviéticos tienen un Jefe de las Reservas de Retaguardia, un Viceministro de Defensa.
Tiene responsabilidad directa sobre el planeamiento logístico, obtención, ubicación de los
recursos y administración. En la guerra, sus responsabilidades incluyen la logística del
Pacto de Varsovia. Es como si el Sub Secretario de Defensa Norteamericano tuviera una
función de control y coordinación sobre toda la alianza de la OTAN, con la autoridad de
hacerse cargo de ella. Este control logístico centralizado baja a través de la estructura del
Ejército Soviético, nuevamente en contraste con la OTAN, donde cada cuerpo o grupo de
cuerpos nacionales, tiene su propio sistema logístico.

301
La Savia de la Guerra
La descripción de Fitzroy Maclean, citada anteriormente, del sistema soviético es tan
correcta, en un sentido general, hoy en día como lo era cuarenta años atrás. El Ejército
Soviético aún mantiene un control estricto sobre las prioridades de los abastecimientos y
una despiadada determinación para mantener sus objetivos en cualquier operación. Sin
embargo, como las tácticas y los equipos han evolucionado, así lo han hecho sus servi-
cios de retaguardia. Los soviéticos creen que el éxito en una guerra futura contra un opo-
nente importante, la OTAN o China, dependerá de su habilidad para alcanzar la sorpresa
y mantener una ofensiva con alta velocidad. Para lograr el primer requerimiento, la sor-
presa, los objetivos principales deben ser alcanzados por las fuerzas constituidas, con un
mínimo de refuerzos de pre guerra. Para alcanzar el segundo requerimiento, los ejércitos
del primer escalón estratégico soviético deben ser capaces de llevar a cabo un combate
continuo y sostenido durante todo el período de la operación estratégica, dos semanas o
más. No subestiman las dificultades que eso implica y reconocen que ellas serán mayo-
res que en el pasado.

Organización del Apoyo de Retaguardia: Directivas

Han establecido amplias directivas para la organización del apoyo de retaguardia, las
que se detallan abajo. Si bien amplias son, sin embargo, considerablemente menos abar-
cativas comparadas con los principios británicos o norteamericanos (Capítulo Uno).

1. La organización de la retaguardia debe reflejar el carácter de la guerra y la natu-


raleza del combate.
2. Las reservas deben ser escalonadas en profundidad y desplegadas antes del
comienzo de la guerra.
3. El alto comando es responsable del abastecimiento de las formaciones inferio-
res, unidades y subunidades.
4. Se deben usar todos los medios de transporte disponibles.
5. Los equipos de reparación deben ser destinados a aquellas áreas donde exista
el mayor número de vehículos y armamentos reparables.
6. Los servicios de sanidad deben ser destacados lo más cerca posible de las áre-
as con mayor número de bajas.
7. Se debe recurrir al sostenimiento local dondequiera que sea posible.

El primer principio puede parecer obvio pero, en el pasado, ha sido quebrado en nu-
merosas ocasiones por otros ejércitos. Como se verá, el Ejército Soviético estructuró su
organización logística especialmente a medida para la guerra en Afganistán.

El segundo principio, que demanda el establecimiento de bases bien adelantadas a lo


largo del eje de avance, puede entrar en conflicto con el concepto soviético de preservar
la sorpresa, salvo que se lleven a cabo considerables esfuerzos para enmascarar los
acopios preposicionados de acuerdo con un elaborado plan de engaño. El movimiento de
los acopios hacia el frente puede brindar una indicación de las intensiones soviéticas.

El tercer principio, adelantar los abastecimientos, ha llevado a considerables subesti-


maciones en occidente sobre la capacidad logística de la división soviética normal, lle-
302
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

vando a la conclusión errónea que no es logísticamente factible. De hecho, la mayoría de


los apoyos de la división llegan del ejército o del frente y los recursos logísticos son rete-
nidos y controlados por estos comandantes de formaciones. Cuando la batalla lo permite,
los vehículos del ejército entregarán no solo a la retaguardia de la división, sino también a
la retaguardia del regimiento. Así, en lugar de operar en “líneas de tranvías” a nivel de
cuerpos, hacia atrás y adelante a lo largo de las capas de la torta esponjosa nacional al
estilo del despliegue de la OTAN, el comandante soviético puede cambiar muy rápida-
mente el apoyo a lo largo de su deseado eje de avance.

El cuarto principio demuestra la comprensión soviética de que el problema principal


será el de mover los acopios a lo largo de caminos congestionados. Su análisis de los ni-
veles de consumo de munición y combustible en las guerras Arabe/Israelí e Iran/Irak ha
reforzado la necesidad del empleo de cada medio disponible, incluyendo transporte cap-
turado, para transportar los abastecimientos hacia el frente.

Los principios quinto y sexto son la prueba que los soviéticos reconocen la naturaleza
de la batalla en la que van a combatir y se derivan del primer principio. La batalla que
buscan será peleada en ejes angostos. No habrá áreas de retaguardia seguras ni un lími-
te adelantado en el área de la batalla o línea del frente. Las penetraciones profundas tra-
erán como resultado grandes distancias entre la cabeza a las relativamente seguras ba-
ses de retaguardia, detrás de la línea de partida inicial. Por lo tanto, la respuesta soviética
es mover bien adelante los servicios de reparaciones y sanitarios. Se prestará atención
inmediata a aquellos hombres y equipos que solo están afectados ligeramente, de tal
forma que puedan regresar al combate lo más rápido posible. El equipo que requiera re-
paraciones más profundas será dejado para su recuperación por parte de los talleres de
formaciones mayores y los hombres gravemente heridos evacuados a los hospitales de
campaña avanzados. Es un concepto erróneo el pensar que el ejército soviético tiene una
actitud de “úselo y arrójelo” hacia sus hombres y equipo. Por el contrario, los soviéticos
constantemente tienden a reducir el nivel de agotamiento retornando a la batalla la mayor
cantidad de soldados con heridos leves y equipo fácilmente reparable, con el propósito de
mantener el mayor tiempo posible la fuerza de la formación. Sin embargo, cuando la for-
mación esté seriamente disminuida, será reemplazada por otra fresca; los soviéticos no
creen en “rellenar” con reemplazos. La actitud de los soviéticos hacia las bajas, tanto
humanas como de equipo y su incidencia en la factibilidad es tan importante, que volve-
remos sobre ella más adelante.

El último principio, haciendo uso de los recursos locales, ha sido tratado anteriormen-
te. El soviético ha de ser uno de los pocos ejércitos que lo incluyen como uno de los prin-
cipios de la logística; al hacerlo así, demuestran su profesionalismo y nivel de conducción
para el combate.27

Una Mezcla de Recursos de Movimiento

Los soviéticos tienen claro en sus mentes que pese a la abundancia de vehículos de
carga y acopios a su disposición, que les brinda la posibilidad a apoyar una guerra pro-
303
La Savia de la Guerra
longada, el problema principal será el de llevar los abastecimientos a donde son necesa-
rios. Su propia experiencia de guerra, de los ejercicios y el estudio de las guerras Ara-
bes/Israelíes los han impresionado con respecto al voraz consumo de munición y com-
bustibles en una guerra moderna. Como una consecuencia de ello, están preparados pa-
ra el esfuerzo que eso significa. Esto está tenido en cuenta en sus tablas y estimaciones
diarias.28 Tal como se destacó anteriormente, los soviéticos aún tienen una gran depen-
dencia en el empleo de los ferrocarriles para contribuir con el enorme problema del mo-
vimiento. Reconocen que los ferrocarriles son vulnerables a la interdicción y disponen de
un sistema de reparaciones para hacer frente a los daños. Si bien la capacidad del Sis-
tema Aéreo de Transporte Militar (VTA), combinado con Aeroflot es considerable, el tone-
laje que puede mover, es una gota en el océano con respecto al vasto requerimiento
logístico, del orden de las 35.000 toneladas por día por frente;29 y es probable que la ma-
yor parte del VTA esté destinado a las operaciones aerotransportadas. Sin embargo, es
también probable que el transporte aéreo se emplee para transportar efectos vitales, tales
como combustible a las formaciones para mantener el ímpetu y donde no haya otra forma
posible. A este fin, el antiguo helicóptero MI-6 Hook, ha sido convertido en un tanquero
volante para el rápido reaprovisionamiento de las unidades móviles de vanguardia. Con la
finalidad de dispersar la carga y evitar poner todos los huevos en la misma canasta, los
comandantes soviéticos y sus estados mayores están adiestrados en el empleo de las
formulas que les permiten llegar al equilibrio correcto entre los caminos, el ferrocarril, el
transporte aéreo y el oleoducto para el movimiento de hombres y material de forma de
asegurar que lleguen al lugar correcto en tiempo.30

Abastecimiento de Combustible

Se dijo anteriormente que los soviéticos creen que el combustible significará bastante
más del 50 por ciento del peso de todos los abastecimientos en una ofensiva, unas
20.000 toneladas por día por frente. De acuerdo con los comentarios de la prensa soviéti-
ca, la pesadilla de un comandante soviético es que su exitoso avance o persecución se
vean detenidos en un momento crítico debido a que se ha quedado sin combustible. Para
hacer frente a este problema, los soviéticos disponen de un eficiente sistema que refleja
su preocupación con respecto a que el combustible o la falta de él, no sean un factor limi-
tante de su estilo de operar. Durante los últimos años han empleado una gama de de-
pósitos de goma de 4.000 a 260.000 litros de capacidad, que pueden ser cargados en
vehículos comunes. Algunos de los camiones más grandes pueden transportar diez ve-
ces más combustible en estos depósitos que si lo hicieran en latas o tambores. Si hay
una grúa disponible, el depósito puede ser descargado liberando al camión para otra ta-
rea. Se enseña la economía del combustible a todos los niveles, desde los conductores
de todo tipo de vehículo hasta los oficiales que planifican el envío de abastecimientos, pa-
ra asegurar que siempre que sea posible, los vehículos de menor consumo sean emplea-
dos para las cargas logísticas.31

Se emplean oleoductos tácticos para el enviar combustible a los depósitos de los


ejércitos y aeródromos. Las Tropas Especializadas en el Tendido de Oleoductos se dedi-
can a esta tarea. Los oleoductos pueden ser tendidos a campo traviesa, pero es más
común hacerlo a lo largo de los caminos y senderos. El tiempo y el terreno tendrán un
304
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

efecto considerable en la velocidad con que el sistema pueda ser construido. En condi-
ciones favorables, un batallón de oleoductos, empleando un vehículo de tendido puede
establecer 25 kilómetros por día de cañería. Con tres o cuatro batallones apoyando un
ejército (una asignación típica), cada uno trabajando en su propio sector, se pueden al-
canzar los 75 a 100 kilómetros por día. Los soviéticos reconocen que el tendido, la opera-
ción y el mantenimiento de un oleoducto en un ambiente operacional son mucho más
difíciles de lo que puede parecer a primera vista. La acción del enemigo o el daño al
oleoducto por los propios vehículos, son unos de los pocos problemas a los que hay que
hacer frente. En terreno montañoso, las secciones del oleoducto deben ser más cortas y
las pendientes pronunciadas requieren técnicas especiales de bombeo. Peligros adicio-
nales incluyen las avalanchas de piedra o nieve, las secciones arrastradas por torrentes y
crecientes de los ríos y el congelamiento de las bombas. En otras circunstancias, la grava
y la arena podrán producir la falla de aquellas. Sin embargo, a pesar de estos y otros de-
safíos a ser enfrentados, el oleoducto puede transportar 90.000 litros de combustible por
hora a distancias considerables, dejando los caminos y otros medios de transporte libera-
dos para el transporte de otros abastecimientos. Donde los caminos son pocos y muy
congestionados, como sucede en el Flanco Norte, el esfuerzo aplicado en el tendido y
protección de un oleoducto, brindará beneficios.

Un Acento en la Conservación de los Abastecimientos

La necesidad de conservar todo tipo de abastecimientos y la forma de hacerlo, es un


concepto inculcado a cada soldado soviético. Lo que parece ser un fastidio permanente
para reducir los desperdicios en tiempo de paz, probablemente es un buen adiestramien-
to para una economía en la guerra. A pesar del aumento en las expectativas de los ciu-
dadanos y soldados soviéticos, ellos no esperan la abundancia de abastecimientos de
efectos no esenciales de que disfrutó el Ejército Norteamericano en Corea o Vietnam. Es
de sospechar que en el Ejército Soviético, en tiempo de guerra, la clase de vandalismo
logístico que encontró el General Gale en Africa, descripto en un capítulo anterior, termi-
naría con los infractores fusilados sumariamente. La literatura soviética sobre la logística
en la guerra, constantemente envía el mensaje de que nunca habrá lo suficiente cantidad
de efectos esenciales, sin embargo, la misión debe ser cumplida.

Con anterioridad se ha hecho mención al sostenimiento local. Los soviéticos no pla-


nean el empleo de armas o munición capturadas, es muy difícil predecir la cantidad que
caerá en sus manos en condiciones de operar y debido a los problemas, mencionados
anteriormente, del personal adiestrado para emplear todo, hasta el más simple equipo
con el que no está familiarizado, en el tiempo disponible. Sin embargo, los acopios de
víveres, combustibles, transportes, material de ingenieros, alojamientos y agua captura-
dos, son ingredientes importantes en el planeamiento soviético. Ellos no se ven reparan-
do y manteniendo los vehículos y las maquinarias capturados, teniendo en cuenta el corto
período en que serán utilizados. Nuevamente, su planificación está basada en la expe-
riencia de la Segunda Guerra Mundial. Donnelly destaca que, pese a que en 1945 las
Fuerzas Armadas Alemanas sufrían una seria escasez de combustible, en la batalla de
Berlín casi la mitad del combustible del 1er. Ejército Blindado de la Guardia fue obtenido
305
La Savia de la Guerra
32
de depósitos capturados.

Reparación y Mantenimiento

Con anterioridad se ha hecho mención al sistema de reparación y mantenimiento


del ejército soviético. A él se ha llegado como resultado del importante requerimiento
de que los batallones, regimientos y las divisiones deben poseer gran movilidad y gran
poder de fuego. También reconocen que el apoyo de retaguardia es esencial si se
desea mantener el ímpetu. De allí, si bien el apoyo logístico orgánico a nivel de la
división y más abajo es liviano, se concentran importantes facilidades en los niveles
más altos, con todas las ventajas tratadas anteriormente. La reparación y el
mantenimiento y como se expresará más adelante, la sanidad, también están
centralizados a un nivel que no es común en otros ejércitos. Debido a que fracasaron en
apreciar este hecho, los alemanes en la Segunda Guerra Mundial subestimaron las
facilidades de reparación de que disponían los soviéticos en sus ejes principales.33

En el diseño de su sistema de reparaciones, los soviéticos han empleado la


aproximación analítica a la que se hizo referencia con anterioridad. Una conclusión a la
que llegaron es que será muy raro poder hacer llegar equipos nuevos a las formaciones
de cualquier nivel, durante el curso de la batalla. Su única fuente de reemplazos para el
equipo averiado será de las reservas operacionales o el equipo reparado en el campo de
batalla o por formaciones de más alto nivel. Es de destacar el porcentaje de reparaciones
que se alcanzó en la Segunda Guerra Mundial. No era raro que una formación terminara
una batalla con más vehículos blindados de los que tenía al principio. En promedio cada
vehículo había sido alcanzado dos o tres veces y en cada caso reparado para combatir
nuevamente. Los valores en conjunto de 1941-45, muestran que el 60 por ciento de todos
los blindados con que contaban los ejércitos antes de una operación y el 85-90 por ciento
que se unían durante la batalla, llegaban directamente de los talleres de reparaciones.34
Dentro de todas las formaciones de todos los niveles hay una reserva de blindados, los
que pueden ser destacados para recuperar la capacidad de la unidad o la formación. Los
puntos de reparaciones estarán bien adelantados y se moverán para mantener el ritmo.

Sanidad

Lo mismo que con los equipos de reparaciones, los batallones de sanidad serán
enviados a las áreas con mayores bajas. Es una política soviética atender las bajas lo
más adelante que la cadena de evacuación lo permita. Si bien los abastecimientos de
sanidad tienen la prioridad más baja en el Ejército Soviético, no es verdad, tal como se lo
expresó más adelante, que las bajas sean abandonadas para morir por falta de un
sistema de atención. Hay enfermeros a nivel de compañía y personal médico en todos los
niveles superiores. Los rusos comprenden que es necesario atender a los heridos rápida
y eficientemente, no solo para mantener la moral, sino también para regresar el mayor
porcentaje posible de personal tratado a la batalla, lo antes posible.35 El sistema de
evacuación no es distinto del empleado en los ejércitos occidentales.

Una Visión Soviética de la Política de los Equipos de Reparación de la OTAN


306
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

Teniendo en mente esta política de los equipos de reparaciones, es interesante echar


una mirada, con los ojos soviéticos, al diseño de los equipos y prácticas de
mantenimiento y a la estrategia de la OTAN en la región central. Ellos extraen tres
conclusiones. Primera, en su opinión, un ejército cuya política es la retirada o está forzada
a ella, no será capaz de recuperar sus equipos para repararlos y por lo tanto,
posteriormente perderá capacidad de combate mucho más rápidamente que un ejército
que avanza sufriendo el mismo o mayor porcentaje de pérdidas. Segunda, a nivel de
unidad es contraproducente disponer de equipos que requiera mucho mantenimiento,
porque en una guerra de gran ímpetu no habrá tiempo para realizarlo. Una vez que se
acepta lo anterior, el equipo puede ser diseñado de tal forma que se cortan los costos en
conjunto y las unidades pueden tener "dientes" más poderosos. Tercera y deducida de la
primera conclusión, una estrategia defensiva dirigida a contener un avance soviético,
puede terminar en derrota para el que defiende, salvo que su capacidad para compensar
sus pérdidas de combate sea mucho mayor que la del atacante. Desde el punto de vista
soviético, lo que es crítico es el porcentaje de dichas pérdidas. De allí que la única
capacidad que posee la OTAN y que siempre los ha preocupado, es el empleo masivo y
exitoso de armas nucleares.36También le produciría una gran preocupación a los
soviéticos el hecho de que la OTAN adquiriera armas convencionales mejoradas bien a la
cabeza de ellos.

Logística Soviética en Afganistán

Antes de volver a echar una mirada a la sustentabilidad de la OTAN, vale la pena


hacerlo con respecto a la logística soviética en la reciente campaña de Afganistán.
Esta es interesante por dos razones. Primero, porque muestra que los soviéticos son
capaces de diseñar su sistema logístico a medida, para que se adecue a la situación
actual y de acuerdo a su primer principio del apoyo de retaguardia; mientras adhieren a
los principios de planeamiento centralizado, posición adelantada de las unidades
logísticas y un sistema de abastecimiento con prioridades. Segundo, continúan
abasteciendo al Ejército Afgano; el que está adiestrado en los métodos soviéticos y el
éxito o de otra forma, el del gobierno, en gran medida dependerá de su habilidad para
mantener a sus fuerzas abastecidas y a la parte de su población que se encuentra bajo
su control.

La batalla en Afganistán fue y es, por el control de las líneas de comunicaciones.


En su pico, las fuerzas combatientes del 40º Ejército Soviético en Afganistán estaban
compuestas por la 103ª División Aerotransportada de la Guardia, la 201ª División
Motorizada de Tiradores, la 5ª División Motorizada de Tiradores de la Guardia, una
brigada aérea de asalto, tres brigadas de tiradores motorizadas, dos regimientos de
helicópteros de ataque, dos regimientos de helicópteros de transporte, tres regimientos
de tiradores motorizados y un regimiento lanzador de cohetes. Esto alcanzaba a
80.000 hombres de un total estimado de 130.000 tropas soviéticas en Afganistán, en el
máximo de su poderío. El Segundo Comandante del 40ª Ejército para la Retaguardia,
con el Cuartel General del Ejército en Kabul, era el responsable de la totalidad de las
307
La Savia de la Guerra
operaciones logísticas y de abastecimiento en Afganistán. También era responsable de
la seguridad en el área de retaguardia, dándole tareas a las unidades de apoyo y
asignando áreas de despliegue a esas unidades. Coordinaba el comando y control del
área de retaguardia con el Jefe de la Retaguardia de las Fuerzas Armadas Soviéticas
en Moscú.37

El planeamiento centralizado no excluye la flexibilidad en el sistema logístico


soviético en Afganistán. En realidad la aumenta. La logística soviética fue adaptada
para hacer frente a los cambios tácticos, como resultado de mucha experimentación.
Como ya hemos visto, en general, la prioridad soviética para los abastecimientos en
una guerra es: munición, combustible, abastecimientos técnicos, víveres,
abastecimientos de sanidad y equipo individual. Esta prioridad fue enmendada para
adecuarse a la situación y niveles de consumo, de la siguiente forma: combustible,
abastecimientos técnicos, munición, víveres, abastecimientos de sanidad y equipo
individual. Equipos para el manipuleo mecánico, palletización y embalajes mejorados y
el empleo de contenedores, todos ellos la capacidad logística del 40ª Ejército. El
Comando del Area de Retaguardia del 40ª Ejército también era responsable del apoyo
al Ejército Afgano y a una gran parte de la población civil. Prácticamente cada efecto
debía llegar de la Unión Soviética, incluyendo los víveres y el equipo.38

No había y prácticamente no hay ferrocarriles en Afganistán. La limitada red de


caminos era y aún sigue siendo, sujeta a las emboscadas y demoliciones por parte de
los Mujahideen rebeldes y en muchas áreas intransitables en invierno. Por lo tanto,
para los soviéticos, era de primordial importancia el empleo del transporte aéreo de
larga y corta distancia. Sin embargo, hubo un uso intensivo del transporte por caminos
en las áreas en que ello era posible. Las características de la campaña – gran cantidad
de movimientos, especialmente logísticos y baja intensidad de combate, llevó a que el
combustible fuera el efecto más importante y por eso tenía la más alta prioridad. El
consumo de combustible fue entre un 30 a un 50 por ciento mayor en las montañas de
Afganistán que en la estepa rusa. Para hacer frente a este alto consumo, los rusos
construyeron un oleoducto táctico desde la Unión Soviética hasta Kabul. Pero también
se necesitaron convoyes de camiones tanque y pillow tanks transportados por
helicópteros para complementar el oleoducto y transportar el combustible a depósitos
en el terreno.39

También fue de aplicación el principio de la reparación en el frente y solo una


pequeña cantidad de vehículos fueron enviados a la Unión Soviética para su
reparación. Siempre que fue posible, se establecieron puntos de reunión de vehículos
averiados. Si debido a la situación táctica la evacuación no era posible, se hicieron
todos los esfuerzos al alcance para destruir el equipo mediante el fuego a fin de
impedir que cayeran en manos de los Mujahideen.40

Debido a la sensibilidad de los soviéticos a informar sus bajas en Afganistán, los


servicios de sanidad recibieron poca publicidad y es difícil juzgar su efectividad. Sin
embargo, se recibieron informes que indicaban que los patrones de higiene del soldado
soviético eran tan bajos que los casos de disentería y hepatitis llegaron a la proporción
308
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

de epidemia. Esto llevó a que se tomaran medidas especiales, en las unidades


soviéticas, para el control de la salud y la higiene.41

En general, el sistema logístico soviético se desempeñó bien en Afganistán. No


había áreas de retaguardia, lo que en sí mismo no es diferente de la percepción
soviética del combate moderno en cualquier lugar. Mantener un ejército de 120.000
hombres en un ambiente tan hostil, podría ser un desafío para cualquier organización
logística, así como también hacer frente a una creciente demanda de efectos
especiales tales como chalecos antibalas, tabletas para purificación de agua y radios
personales, para nombrar solo algunos. El asunto es que los soviéticos no se retiraron
porque no fueran capaces de apoyar logísticamente su fuerza en Afganistán. Su
sistema demostró ser inherentemente flexible.42 El Ejército Afgano, que heredó el
mismo sistema, parece haber confundido a aquellos que pronosticaron un rápido
colapso que seguiría a la retirada soviética. Los soviéticos aprendieron muchas
lecciones de la experiencia afgana y sin duda, empleando su sistema analítico,
descartarán aquello que consideren inapropiado para una guerra contra la OTAN,
manteniendo o modificando lo que juzguen apropiado.

SUSTENTABILIDAD DE LA OTAN

¿Cuánta sustentabilidad tiene la OTAN? El nivel total de acopio acordado es de 30


días. Muchas naciones no cumplen con ese nivel pero examinar a cada una de ellas
llevaría mucho tiempo. Además todas tienen diferentes formas de llegar a ese dato
básico como el Consumo Diario de Munición. Por eso, echemos una breve mirada a los
británicos que sí acopian 30 días o dan a entender que lo hacen. Al igual que los otros
miembros de la OTAN, no tienen planes, por lo menos ninguno que sea público, para
adaptar la base industrial para reemplazar los equipos y efectos consumidos en la guerra.
Una vez que se hayan consumido los treinta días, no hay más y tal como resulta
aparente, con una alta intensidad de combate, los niveles existentes no durarán treinta
días. El efecto principal es por supuesto la munición de artillería, pero la sustentabilidad
de los cañones en sí mismos y de otros equipos como los vehículos blindados de todo
tipo también es importante. Se han efectuado estudios con el objeto de llegar a un valor
de acopio de munición de la Reserva de Mantenimiento de Guerra que le permita al 1er.
Cuerpo Británico sostener una batalla de seis días con grandes consumos, más dos de
menor intensidad con niveles normales. Al finalizar éstos, tendrían que asumir que un
gran porcentaje, del orden de la mitad del Cuerpo, no estará en condiciones de combatir.
También se les dijo que deberían asumir que el grado de intensidad de la batalla,
particularmente en la región Central, sería mayor que los valores adoptados por la OTAN,
para los cuales se había previsto que duraran treinta días. Esto no debería ser una
sorpresa si se recuerda que en algunas de las batallas de las Malvinas, los británicos
gastaron cinco veces los valores “convencionales” de guerra, para un día. El último
estudio indicó que los niveles de munición debían ser aún mayores. Aún cuando el primer
estudio tuvo en cuenta el agotamiento de los equipos, el nuevo estudio asume que
después de diez días de combate, un porcentaje aún menor de unidades sobrevivirá y si
bien habrá menos cañones y tanques para disparar esa munición, habrá pérdidas
309
La Savia de la Guerra
logísticas producidas por el agotamiento de la cadena logística con pérdidas de un 50 por
ciento.

El Problema de la Munición

Se podrá tener una idea de la magnitud del problema cuando se tiene en cuenta que
una división blindada británica requiere cerca de 4.000 toneladas de munición de todo
tipo por día, siendo por lejos la mayor proporción de munición de artillería. Se espera que
los cañones se desplacen varias veces por día para contrarrestar el fuego de
contrabatería. Si dejan munición detrás, en lo posible debe ser recogida. Esto aumenta el
ya tremendo problema que significa el transporte que estará sirviendo a la posición actual
de la batería y acopiando la próxima así como despejando la que quedó vacante. Con 48
baterías en el 1er. Cuerpo Británico, podrá haber hasta 940 posiciones por día para
servir. Cada cañón de 155 mm tiene que estar preparado para disparar 450 tiros por día.
Los cañones se mueven de punto con munición a punto con munición, algunos días unos
dispararán muy poco, por eso la situación de la munición se tornará desequilibrada. El
1er. Cuerpo Británico no está solo al enfrentar estos problemas de transporte.

Las Falsas Lecciones del Adiestramiento en Tiempo de Paz

La OTAN dispone de un plan para combatir a un enemigo identificado en Europa de


determinada manera, pero la única forma que la Alianza puede probar sus planes,
incluyendo su preparación logística es con Ejercicios de Adiestramiento en el Terreno y
Ejercicios de Cuadros. Como se dijo anteriormente, un Ejercicio de Adiestramiento en el
Terreno consiste de mucho movimiento pero poco fuego. Por eso las lecciones,
particularmente en lo que hace al consumo de munición, no son necesariamente
aplicables a la guerra. Esta falta de realidad probablemente también sea aplicable a los
Ejercicios de Cuadros diseñados para practicar los procedimientos internacionales y las
comunicaciones. Es más fácil cooperar con los propios aliados en un Ejercicio de Puesto
de Cuadros que en una situación real de guerra porque es menos penoso entregar “pilas
de papeles” que recursos reales.

La Falta de Estandarización de la OTAN y la Disponibilidad de Equipos


Interoperativos

Una guerra larga o aún una corta de gran intensidad, es probable que deje a los
miembros individuales de la Alianza escasos de abastecimientos e incapaces para
continuar combatiendo. La falta de interoperatividad, estandarización, coordinación y
sistemas comunes resultarán en la incapacidad de los Aliados de apoyarse unos a otros.
Uno se ve llevado a la conclusión que, tal como en los ejércitos del pasado, los de la
Alianza Atlántica, a diferencia de su enemigo potencial, se han preparado para una
probable campaña lo mejor que han podido y sobre una base ad hoc, haciendo grandes,
pero no coordinados esfuerzos para reunir entre todos el mayor número posible de
vehículos tácticos, camiones de todo tipo y otros equipos, mientras brindan poca, si es
que hay alguna atención a la combinación ideal, la que en teoría los llevaría más lejos o
durar lo máximo.
310
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

EL OTRO LADO DE LA COLINA

Del otro lado de la colina, a pesar de la preparación soviética, le estandarización de


los equipos y de una doctrina que se asemeja a una prenda de vestir sin fisuras, con una
organización logística acorde, no habrían avanzado lo suficientemente lejos y rápido
como lo han imaginado; por lo menos en las etapas iniciales. Sin embargo, debido a que
sus niveles de acopio son, por lo menos, tres veces mayores que los de la OTAN, las
posibilidades son que aún algo les ha de quedar para continuar combatiendo mucho
después que los soldados de la Alianza queden reducidos a usar sus fusiles como caras
cachiporras, debido a la falta de todo lo necesario para disparar. Es precisamente por
esta razón que a la única capacidad de la OTAN que los soviéticos temieron y temen, es
a las armas nucleares tácticas y estratégicas. Sin ellas, el Ejército Soviético podría haber
invadido Europa hace mucho tiempo. De acuerdo con Donnelly, ellos también tienen un
complejo de inferioridad con respecto a occidente en materia técnica.43 Si occidente
puede desarrollar la tecnología para producir una nueva familia de armas y equipos que
le permita garantizar la destrucción en masa del equipo soviético, con armas
convencionales y si occidente puede integrar nueva tecnología en comando, control y
movimiento, de tal forma que éste pueda entrar dentro del “ciclo de comando y control”
soviético, para llevar la nueva familia de armas a estar en el lugar y momento correctos,
los soviéticos tendrán pocas posibilidades de tener éxito. Pero este liderazgo tecnológico
aún no ha sido alcanzado por occidente.

Algunas Implicancias de la Reducción DE Fuerzas

Por esta razón, es de sumo interés para los soviéticos la opción cero en las armas
nucleares tácticas y químicas. Así como también la reducción de las fuerzas
convencionales. Como se expresó más adelante, la reducción mutua de fuerzas, reducirá
la densidad de las fuerzas en el campo de batalla a favor del atacante. Los soviéticos
pueden lograr la economía, al mismo tiempo que aumentan su capacidad relativa. Para
ellos podría no ser necesario construir más tanques. Sería mejor aplicar el tiempo,
investigación y desarrollo y los fondos en la búsqueda de armas y equipos nuevos;
helicópteros más rápidos y letales, munición guiada con precisión, mejores sistemas de
comando y control y así siguiendo. Al reducir la cantidad de hombres en las formaciones
de primera categoría totalmente desplegadas, estarán ahorrando en equipo. El acopio de
este equipo moderno les permitirá estar mejor equipadas a sus formaciones de 2º y 3º
categoría.

La reducción de fuerzas convencionales de ninguna manera reducirá la capacidad


soviética de constituir grupos móviles y aeromóviles. Si la OTAN y los soviéticos
acuerdan la opción cero para las armas nucleares tácticas y una reducción mutua de las
fuerzas, éstos aún tendrán la capacidad de penetrar hasta el Rin, sino aún más lejos. La
probabilidad de ésta y otras implicancias para occidente, será tratada en el próximo
capítulo.

311
La Savia de la Guerra

312
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

(Para reducir la longitud de estas notas, a los documentos SSRC y TDRC se les ha dado su título completo
la primera vez que aparecen, posteriormente solo se indica el número de página, por ejemplo: SRC C58, o
TDRC 4567)

1
Donnelly, The Sustainability of the Soviet Army in Battle, SSRC C 53,p.198
22
(N. del T.) Se trata de un juego de palabras en inglés, que no se puede
traducir ya que dice: "That's the reason they're called lessons" the Gryphon
remarked:"because they lessen form day to day." y lessons significa
"Lecciones, mientras que lessen quiere decir "disminuir, reducir"

3
Van Creveld, Supplying War, p. 231.
4
Van Creveld, Supplying War, p. 236.
5
Donnelly, Rear Support for Soviet Ground Forces, TDRC 4567, p. 28.
6
Donnelly, TDRC 4567, p. 20
7
Van Creveld, Supplying War, p. 163.
8
Donnelly, TDRC 4567, p. 163.
9
Supply problems of 21 Army Group and AEF 1944, Archivos Liddell Hart, car-
peta 15/15/48.
10
Alstead, Ten in Ten, a Study of the Cantral Region Transport Capability in
Crisis and War.
11
Skinner, NORTHAG, a Study of Organizational Structure.
12
NATO Logistics Handbook.
13
Skinner citando a Eccles, Military Concepts and Philosophy, p.69.
14
Compárese esto con la situación de un general soviético comandando un
frente – el equivalente de un grupo de ejércitos de la OTAN. Si bien el
ejemplo está tomado de la Segunda Guerra Mundial, aquellos que han
efectuado un profundo estudio de los métodos soviéticos, creen que hoy
operarían de la misma manera, con las necesarias adaptaciones como para
acomodarse a la situación. (Ver Mapa XIII – tomado de la Operativnaya
Maskirovka Voysk por Matsulenko, traducido por el Teniente Coronel Blandy).
Como una parte de la explotación de su victoria en Kursk (julio de
1943), al Comandante del Frente de Voronezh (Vatutin) se le ordenó atacar
en dirección sudoeste para irrumpir en la saliente alrededor de Kharkov,
sostenida por el Grupo de Ejércitos Sur Alemán. Si bien había gran cantidad
de vías férreas (un 856 Km) en el sector asignado a Vatutin, todas ellas
corrían lateralmente. No había ni una vía o camino que corriera
directamente hacia donde el frente de Vatutin, compuesto por ocho
ejércitos, debía montar su ataque. La única línea que corría en la
dirección correcta (Kastornaya – Kursk – L’gov) estaba fuera de su sector y
pertenecía al Frente Central de Rokossosvky. Sin embargo, mediante un
prodigioso esfuerzo de construcción de vías férreas y caminos, siendo el
más importante la unión del sistema férreo lateral entre Stariy Oskol y
Rzdava, se redujo un 184 Km la distancia desde las bases del ejército. Esto
acortó los tiempos de movimientos de los trenes de dos o tres días a 10 o
15 horas, duplicando la capacidad de abastecimiento hacia el frente. Al
avanzar el frente sobre terreno devastado por los alemanes, se construyeron
seis caminos detrás de los ejércitos, para asegurar que los abastecimientos
mantuvieran el ritmo.
Más destacable, Vatutin sacó ventaja del tendido lateral de los rieles,
para montar un elaborado plan de engaño. Durante varios días antes que
comenzara la operación, circularon trenes en dirección noroeste en la línea

313
La Savia de la Guerra

que corre de Sudzha y Lokinskaya, cargados con tropas, falsos


abastecimientos y equipos, incluso tanques. Todas las noches los trenes
regresaban con las tropas, dejando los equipos y las provisiones. Esto
llevó a los alemanes a creer que el Ejército Blindado de la Guardia y un
Ejército Blindado se estaban concentrando para montar el principal ataque
del frente en una dirección oeste y noroeste. De hecho, en realidad el
ataque principal estaba en el eje sudoeste Bergorod – Kharkov. El engaño
(Maskirovka) es un ingrediente importante en el planeamiento soviético en
el nivel operacional y se aceptan dolores considerables para hacer el cebo
más sabroso.
El cambio del eje de un grupo de ejércitos de la OTAN, sin decir un plan
de engaño basado en un programa de basura logística, estará más allá de la
capacidad de las capas de una torta de los cuerpos nacionales, cada uno
atado a su propia línea de comunicaciones cargando su, en gran parte,
cantidad de equipo y munición no interoperativo.
15
Skinner, p. 81 citando a Burrows e Irwin, The Security of Western Europe,
p. 92
16
Skinner, p. 81 citando a Mulley, The Politics of Western Defense, p. 191.
17
Las principales diferencias en los sistemas nacionales para el
abastecimiento de munición son:
(a) Los procedimientos de entrega de la munición. P.ej. automático o a
pedido.
(b) Métodos de abastecimiento, p.ej. “PUSH o PULL” o una combinación.
(c) La cadena empleada para el abastecimiento de la munición generalmente
está separada de las otras clases de abastecimientos.
(d) Métodos para determinar los niveles iniciales y de reabastecimiento.
(e) Estructura, organización y mano de obra de las unidades de
amunicionamiento.
(f) Responsabilidades y tareas de las unidades en el sistema de
abastecimiento de munición.
(g) Diferencias en el abastecimiento de los distintos tipos de munición,
p.ej. artillería, minas y explosivos.
(h) Sistemas alternativos para el abastecimiento urgente.
(i) Alcance del empleo de los Procedimientos Automáticos de Datos.
(j) Alcance del empleo de los códigos normalizado y embalaje, p.ej. códigos
y pallets de la OTAN.
(k) Ubicación y tipo de los equipos de transporte y manipuleo en los
respectivos niveles de abastecimiento en las formaciones y unidades.
(l) Diferentes Niveles Diarios de Consumo de Munición.
(m)
Por consiguiente, la falta de normalización de los sistemas nacionales
ha impedido la implementación total de:
(a) Criterios logísticos normalizados para equipos y sistema logísticos.
(b) Asistencia logística mutua.
(c) Interoperatividad.
18
Donnelly, Soviet Use of Military History for Operational Analysis: Force
Sustainability, SSRC C58, p. 3.
19
Peterson y Trulock, A New Soviet Military Doctrine, SSRC C68.
20
Peterson y Trulock, SSRC C68, notas 44 (Sokolovsky) y 46. También
correspondencia con Donnelly fechada el 30 de octubre de 1898.
21
Donnelly, SSRC C58, p.6. Ver también Rear Maintenance of Mobile Groups por

314
Abasteciendo la Guerra que no se produjo - Aún

el Coronel V. Odintsov y el Coronel B. Ovsiyannikov traducido por el


teniente Coronel Blandy.
22
Turbiville, RUSI/RHAS Research Centre, Soviet Logistic Support for Ground
Operations, RUSI 9/75.
23
Fitzroy Maclean, Eastern Approaches, p. 505.
24
Donnelly, SSRC C58 y correspondencia fechada el 30 de octubre de 1989.
25
Van Creveld, Logistics Since 1945, From Complexity to Paralysis, julio de
1989, p. 10.
26
Donnelly, Red Banner, The Soviet Military System In Peace and War, p. 226;
y correspondencia con Donnelly fechada el 30 de octubre de 1989.
27
Donnelly, SSRC C53, pp. 214/217.
28
Donnelly, SSRC C53, p. 231, brinda las siguientes tablas:

Tasa de Consumos Diarios de una División (ton.)


(DM= División Motorizada, DB= División Blindada)

Fuerte Oposición Leve oposición Promedio Total


O Esfuerzo Ppal. O Esfuerzo Sec. Max/min

Muni. Comb. Muni. Comb. Rac. Rep.


DM/DB DM/DB DM/DB DM/DB DM/DB DM/DB DM/DB

Ataque 520/480 700/610 280/260 400/370 30/28 120/85 1370/120


830/740

Defen- 580/520 320/300 370/330 200/180 30/28 80/50 1010/900


Sa 680/590

Perse- 66/63 900/810 44/40 590/550 30/28 60/40 1055/940


Cusión 730/660

Re- 140/120 230/200 88/80 160/140 30/28 3238 435/375


Serva 315/275

29
Donnelly, SSRC C53, p. 231.
30
Donnelly, Appendices to the Sustainability of the Soviet Army in Bat-
tle, SSRC C54, pp. 604-618
31
Donnelly, SSRC C53, pp. 256-258.
32
Donnelly, SSRC C53, p. 265.
33.Donnelly, SSRC C53, pp. 266-267.

34.Donnelly, SSRC C53, pp. 272-274. De los 738 blindados pertenecientes al 1er.
Ejército Blindado de la Guardia que requerían reparaciones en la operación Vis-
la-Oder en enero-febrero de 1945, 294 fueron reparados inmediatamente por uni-
dades móviles de reparaciones de tanques, 356, luego de una inspección, lo fue-
ron en la base móvil de reparaciones de tanques y solo 88 fueron retirados a
los talleres del frente. (SSRC C54 pp. 624-625 y diagrama del mantenimiento

315
La Savia de la Guerra

técnico del 1er. Ejército Blindado de la Guardia en la Operación Visla-Oder de


enero-febrero 1945 traducido por el Teniente Coronel Blandy)

35.Donnelly, SSRC C53, p. 281 y pp. 286-295.

36.Donnelly, SSCR C53, p. 283.

37
Donnelly, SSCR C53, pp. 406-407.

38
Donnelly, SSRC C53, pp. 408-409.
39
Donnelly, SSRC C53, p. 410.
40
Donnelly, SSRC C53, p. 411.
41
Donnelly, SSRC C53, p. 411.
42
Donnelly, SSRC C53, pp. 413-414.
43
Donnelly, SSRC C53, p. 419.

316
10

Clavando la Mirada en la Bola de Cristal

Las Guerras Futuras y su Apoyo

"La preparación para la guerra en tiempo de paz, es impracticable para los diputados de las naciones
mercantilistas debido a que la gente, en general, no tendrá suficientemente en cuenta las necesidades
militares o a los problemas internacionales como para sentir la presión que produce el alistamiento"
Mahan

"Sería lindo decir que ganamos la guerra (la guerra fría) porque somos tan buenos, pero ganamos porque
el otro muchacho tuvo tantos problemas"

Comandante en Jefe de las Fuerzas Aliadas en Europa Central


discurso pronunciado en el Instituto de los Servicios Reales,
20 de junio de 1990

¿Una Contienda Sin Igual y una Amenaza Estable?

Hemos visto como la logística tuvo un impacto en la conducción de las guerras en el


pasado y la posible influencia en la guerra que nunca se produjo. A fin de echar una
mirada a la logística en los conflictos armados del futuro, es necesario, primero, examinar
las posibles constituciones y tamaños de las fuerzas armadas y los probables conceptos
estratégicos, operacionales y tácticos.

Si hubiera estallado la guerra entre la OTAN y el Pacto de Varsovia en los días


anteriores a que las potencias de Anti-Pacto Soviético de Varsovia hubieran mostrado tan
claramente su renuencia a verse envuelta en ella, los soviéticos podrían haber ganado
simplemente prolongando el conflicto el tiempo necesario y con la intensidad suficiente
como para asegurar que el oeste se quedara sin abastecimientos. Es probable que
hubieran logrado más que eso y la estrategia de la OTAN de mantenerse bien adelante,
en respuesta a la comprensible presión política alemana, hubiera acelerado el proceso
hacia la derrota. Resumiendo, tal como fue tratado en el último capítulo, la OTAN no tuvo
y aún no tiene, la capacidad logística para ganar una guerra convencional contra la Unión
Soviética y el empleo de fuerzas nucleares de corto alcance a fin de evitar la derrota. Al
autor le parece que hace unos años esta opinión tenía poca credibilidad y ahora
probablemente está fuera de cuestión, dada la situación en Europa Oriental. Sin
embargo, toda la experiencia reciente, incluyendo la Guerra Iran/Irak, muestra un alto
consumo de armamento convencional y subraya la probable dependencia de occidente
en el armamento nuclear táctico. Pareciera ser que la única forma en que la OTAN
pudiera reducir su dependencia, sería la de aumentar sus acopios de armamentos
convencionales y el tamaño de sus ejércitos.

323
La Savia de la Guerra
De cualquier modo, la pregunta que merece respuesta es ¿cuál es la amenaza de la
Unión Soviética?. Las intenciones pueden cambiar rápidamente; la capacidad, tanto en
términos del material como del adiestramiento, demanda años alcanzarla, mientras que la
habilidad para desplegar las propias capacidades está sujeta a cambios que pueden
estar fuera del propio control. Como ejemplo de este último punto, debido a la situación
en el este de Europa, en cuestión de meses ha desaparecido la capacidad de la Unión
Soviética para desplegar sus ejércitos para un ataque sorpresivo en el oeste. No
obstante, vale la pena continuar con el tema de la capacidad en términos del material
porque habrá pocos argumentos con respecto a que lejos de reducir la producción y
modernización de los equipos, los soviéticos la han aumentado. Por ejemplo, la
producción soviética de tanques, para los años 1986-88 está en un promedio de 3.400
por año, comparada con los 2.800 por año para 1982-84.1 Si bien la producción de 1989
está estimada en 1.700 tanques,2 lo que se puede concluir, es que, o bien la carrera de la
modernización está casi completada o los soviéticos están disminuyendo la cantidad de
sus tanques; dependiendo en lo que uno quiera creer. El General Galvin, Comandante
Supremo Aliado en Europa, ha dicho que los soviéticos solo han reemplazado sus viejos
tanques por nuevos, así que si bien el número de tanques no se ha incrementado, la flota
de blindados ha sido modernizada y por lo tanto presenta una mayor amenaza potencial.
Por otro lado, el Jefe de la Directoría Principal del Estado Mayor Soviético, en octubre de
1989 rechazó estas argumentaciones, reclamando que ni un simple tanque nuevo había
sido entregado a las tropas soviéticas situadas en el territorio de Hungría, Alemania
Oriental, Polonia y Checoslovaquia.3 El Comandante Supremo Aliado en Europa no
replicó, pero sostuvo, en un discurso en mayo de 1989 que:

"Aproximadamente en los diez últimos años los soviéticos han encarado un programa muy
complejo de modernización de la totalidad de su fuerza de misiles de corto alcance. Han
continuado reemplazando al FROG por el SS-21; de hecho, han duplicado el número de SS-21
que estaban en Europa cuando el Presidente Gorbachev asumió el cargo. Han mejorado la
precisión y el alcance del SCUD. En realidad han incorporado mejoras en la precisión y el alcance
de todos sus sistemas de misiles. Además hay un número de otros sistemas que están siendo
desarrollados que han de tener un efecto significativo en la seguridad europea, tal como el AS-15
4
(un misil crucero lanzado desde el aire) y el SS-N-21 (un misil crucero lanzado por submarino).

Además está el caso de las 530.000 tropas soviéticas aún estacionadas en Europa
Oriental, de las cuales 300.000 están en Alemania Oriental solamente. Al tiempo de
escribir estas líneas (junio de 1990) la retirada de éstas ha cesado.

Mientras la OTAN ha modernizado algunos sistemas, incluyendo aeronaves de


capacidad dual, no ha modernizado el Lance, el único misil tierra-tierra en el arsenal
occidental, ni es probable que lo haga y la producción de tanques en los EEUU ha caído
de 938 en 1987 a 610 en 1989. Por lo tanto, pese a las afirmaciones y las negativas, no
hay razón para asumir que la Unión Soviética haya cambiado su capacidad ofensiva o ni
siquiera los conceptos. Más aún, no hay un panorama claro de la futura constitución y
tamaño de las fuerzas soviéticas y cuando se van a reestructurar para una "defensa
defensiva", una expresión que puede significar cualquier cosa a cualquier persona, dado
que una estrategia defensiva debe incluir planes para restaurar la situación mediante una
contra ofensiva; por lo tanto, poseyendo los medios para llevar a cabo una ofensiva,
como son el equipo, la doctrina y el adiestramiento.

324
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
Problemas para la OTAN con las Conversaciones sobre las Fuerzas
Convencionales en Europa1

Las Conversaciones para la Reducción de las Fuerzas Convencionales en Europa


parecen ofrecer la perspectiva de reducir esa capacidad. Sin embargo, es fácil, para una
Nación tan bien equipada como la Unión Soviética, reducir el número total de su
equipamiento y al mismo tiempo retener los ítems más modernos de su arsenal. Las
dieciséis naciones de la Alianza de la OTAN encontrarán muchas mayores dificultades
para llevar a cabo la reducción y al mismo tiempo mantener los equipos más modernos.
Se conoce como “en cascada” el plan del Cuartel General de las Potencias Aliadas en
Europa para traspasar equipos entre los socios de la Alianza, de tal forma de asegurar
que las armas más modernas en el arsenal de la OTAN escapen a cortes resultantes de
cualquier acuerdo de reducción. El FCE es un tratado entre naciones, no una alianza, si
bien deben hacer las coordinaciones sobre la base de una alianza. No obstante, las
naciones en forma individual, dentro de la OTAN, tienen la libertad de implementar los
acuerdos que les convengan. La redistribución puede ser muy dificultosa. Por ejemplo,
para reducir del conjunto total de los aviones de combate de la OTAN, ¿Bélgica debería
entregar algunos de sus 108 F-16 a Turquía, a cambio del descargo de igual número de
sus viejos aviones? por lo tanto, reduciendo la Fuerza Aérea Belga por debajo del nivel
aceptable y contribuyendo poco al fortalecimiento de la Fuerza Aérea Turca?. Es
improbable que una maniobra de tal tipo y otras como esta sea aceptada por los
gobiernos.

Paradójicamente, pero por diferentes razones, es probable que el plan produzca


resentimientos en la opinión pública de occidente, especialmente entre las naciones con
fuertes grupos de presión a favor de la paz; Alemania Occidental, Holanda, Bélgica y
Dinamarca. El hombre de la calle, si bien equivocado en asuntos de defensa, percibiendo
que el desarme está al alcance de la mano, podrá sentirse profundamente consternado a
la vista de lo que podrá representar el hecho de que la OTAN intenta hacer trampa. Por
otro lado, la Unión Soviética y las naciones que no pertenecen al pacto de Varsovia
deben tener en cuenta las consecuencias políticas, sociales y económicas de deshacerse
de unos 24.000 tanques, 22.000 transportadores de personal y 6.000 aviones y
helicópteros, además de la desmovilización de un tercio de millón de hombres. Por lo
tanto, esto representa un potencial considerable de agitación y por lo tanto, de peligrosa
inestabilidad. Por eso, no hay garantías de que las FCE tengan éxito y a pesar de todo
hay presión desde un número de direcciones, no solo económicas sobre una mayor
reducción del apresto de occidente.

La Amenaza
¿Qué hay acerca de las intenciones? Es difícil creer que al presente, la Unión
Soviética tenga algún deseo de ir a la guerra contra occidente. Aún el más rudo soldado
soviético tiene muchas más cosas que requieren su atención en el hogar. Abundan el
malestar y la violencia en las repúblicas no rusas. Se ha informado que está baja la moral
en el ejército. Personal militar británico, que recientemente visitó Rusia, detectó un
movimiento de resentimiento, entre los oficiales del grado de coronel para bajo, sobre la
creciente impopularidad del Ejército Soviético en su país, sumado a la percepción de que

1
En inglés: Talks on Conventional Forces in Europe (CFE).
325
La Savia de la Guerra
la Superioridad no toma medidas ante esta situación. A muchos oficiales de todas las
jerarquías les gustaría ver un ejército ruso, de voluntarios, más chico, purgado de
minorías étnicas. También es difícil de creer que si aún el dirigente de la línea leninista
más dura sucediera a Gorbachev (quien es reconocido como leninista), se embarcaría en
un ataque a occidente como una forma de distraer a la población de los crecientes
problemas económicos y sociales. Después de todo, tendría el ejemplo del mismo Lenin,
entregando, a cambio de la paz, grandes espacios de tierra a los alemanes en el Tratado
de Brest Litovsk en 1918 y de este modo ganando un respiro para hacer frente a los
problemas de su nación sin la indeseable carga de una guerra con una potencia
extranjera. La forma en que Gorbachev permitió a las naciones de Europa Oriental, que le
brindaban una “ribera expuesta a los misiles” contra occidente, salir del control soviético,
es un movimiento pragmático similar. Así, él o un sucesor, es poco probable que ataque a
través del amortiguador que representan los estados neutrales, que han reemplazado la
“ribera expuesta a los misiles”. Esto es con tal que el oeste mantenga un nivel de
disuasión que Gorbachev o cualquiera de la línea dura que lo reemplace, perciba lo
suficientemente alto como para disuadirlo.

El tema de la capacidad de la Unión Soviética para desplegar su capacidad, ya ha


sido tratado en forma parcial. También debe de haber dudas de que esa capacidad exista
en el presente en términos de adiestramiento, moral y voluntad del pueblo como para
soportar una guerra. Por lo tanto, a pesar de su innegable capacidad en lo que hace al
material, por el momento no ha desaparecido la amenaza de la Unión Soviética. Al mismo
tiempo, es una formidable potencia nuclear y lo seguirá siendo. Continuará ejerciendo
una importante influencia geopolítica en Europa. Es improbable que se transforme en una
democracia al sentido occidental, por lo menos en los próximos años. Teniendo en
cuenta estos puntos, demandará algún tiempo antes que occidente o cualquier otro,
pueda tener una total confianza en lo que hace a las intenciones pacíficas de la Unión
Soviética.

En el oeste, cualquier persona de menos de 50 años, ha vivido tanto tiempo con la


noción de un enemigo claramente percibido y una solución para la defensa hecha a
medida como para enfrentarlo, que muchos ven esto como “normal". Y no lo es. En
realidad estamos volviendo al estado “normal”. Históricamente los enemigos de cualquier
nación, especialmente los enemigos de los británicos ubicados en ultramar, crecieron y
menguaron en la escala de la amenaza que ellos significaban; cambiando los términos en
el orden de la amenaza – algunos desaparecen mientras otros nuevos aparecen.

Uno de los resultados de la liberalización de Europa Oriental ha sido la re-


nacionalización de las políticas de Europa del Este y la aparición de no deseadas
manifestaciones de racismo y aún de fascismo. En un futuro no muy lejano, las naciones
de Europa del Este, podrán mirar a occidente en busca de garantías para su seguridad.
Esto puede incluir el llamado a la acción en el caso de presión ejercida por la Unión
Soviética, tal vez comprendiendo incursiones en el cinturón neutral o si hubiera un
conflicto entre dos estados de Europa Oriental.

La Respuesta

Debido a que hay tantas incertidumbres, es importante que la OTAN mantenga


326
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
ciertas características y capacidades. Primero, se deben mantener fuerzas adecuadas y
la estructura militar integrada. Segundo, Alemania debe continuar como miembro pleno
de la alianza, incluso continuando como parte integrada de la estructura militar. Tercero,
la OTAN debe continuar siendo una alianza transatlántica, el compromiso de los
norteamericanos es crucial. Se debe resistir cualquier opinión que acceda a las
demandas de la Unión Soviética que signifique el retiro de las tropas de los EEUU.
Cuatro, es necesario mantener la disuasión nuclear. Quinto, así como las fuerzas de los
Estados Unidos, los contingentes de otras naciones deben continuar estacionadas en
Alemania Occidental.

Probablemente deban cambiarse algunas de las características de la alianza. Es


probable que, por razones políticas, se abandone la estrategia de Defensa Adelantada.
Las fuerzas estacionadas en Alemania Occidental deberán ser aceptadas por la
población local. En este sentido, las formaciones multinacionales son las que tienen la
mayor posibilidad de ser aceptadas. Más aún, estas formaciones benefician a las
naciones pequeñas que tienen dificultades para proveer grandes contingentes y al mismo
tiempo evitan focalisarse en Alemania. Tales fuerzas, para que tengan sentido militar, la
menor unidad debería ser la brigada o la división, con excepción de la fuerza de
cobertura, tratada anteriormente. Más aún, la interoperatividad debe llegar a ser más que
un reclamo. Habrá necesidad de sistemas logísticos, armas, municiones y equipos que
deben ser normalizados o por lo menos compatibles. Para comenzar, las fuerzas
multinacionales costarán dinero y es por eso que si se las adopta, no habrá dividendos en
la paz.

Con el abandono de la Defensa Adelantada, se debe adoptar el despliegue de las


fuerzas de la OTAN en “capas de torta” en Alemania Occidental, para ser reemplazada
por lo que ha sido descrito como el despliegue “cañón pasa de uva”. La mayor parte será
una Cobertura multinacional de Fuerzas de la Guardia compuesta por unidades de todas
las naciones representadas, al presente, de la región Central. El propósito de esta Fuerza
de Cobertura será el de efectuar la vigilancia e indicar la solidaridad de la OTAN.
Requerirá de capacidad para la vigilancia y el reconocimiento. Más atrás estará una
Fuerza de Reacción Rápida, compuesta de formaciones multinacionales, capaz de
destacarse a áreas identificadas por la fuerza de cobertura. En profundidad, estacionada
bien atrás, en muchos casos en su propio suelo, en Bélgica, Holanda, Francia y el Reino
Unido, estarán las formaciones nacionales de la Fuerza de Maniobra. Finalmente, las
Fuerzas de Refuerzo estarán basadas en los EEUU y Canadá. Debido a que ha
aumentado la amenaza de un conflicto regional en Europa Oriental, se requiere una
capacidad de refuerzo superior fuera de la Región Central. Además, continúa la
necesidad de reforzar tanto las Regiones Norte como la Sur, especialmente la última por
las razones que se explicarán más adelante.

Además, es probable que cada miembro de la OTAN perciba algunas amenazas de


sus vecinos o aliados a través de un conjunto de diferentes escenarios estratégicos.
Habrá amenazas que serán percibidas como comunes a todos, por lo que serán
necesarias medidas de seguridad común. Pero habrá otras que no caerán dentro de esta
categoría. Algunas naciones podrán encontrar una causa común en esto. Por ejemplo, el
Reino Unido y Francia, quién no es un miembro de la estructura militar de la OTAN, como
las dos únicas potencias europeas con capacidad nuclear y cada una con una fuerte
327
La Savia de la Guerra
capacidad para intervenir fuera del área, podría desear seguir un tema común; diferente
pero no necesariamente reñido con los otros países europeos. Para decirlo en forma
directa, simplemente no sabemos que puede suceder; nunca lo supimos. Pero más
adelante, en este capítulo, discutiremos qué y donde estas amenazas se pueden
presentar.

La capacidad para lograr el despliegue perfilado más arriba, presupone tres


elementos clave: movilidad, flexibilidad y reservas. Para hacer frente a lo inesperado, una
nación debe disponer de fuerzas que sean flexibles. Cuando se materializa la amenaza,
será demasiado tarde para cambiar las organizaciones, sin mencionar el equipo. El
diseño de fuerzas para esta situación requiere un buen juicio. Veamos el problema desde
el punto de vista del Reino Unido.

Enfocando al Reino Unido

Si el Reino Unido, como parte de la alianza defensiva ha de mantener su alistamiento


frente a presiones crecientes en los presupuestos de defensa, junto con una pública
demanda de reducción de fuerzas, se enfrenta a algunos interrogantes. ¿Se esfuerza en
mejorar los actuales sistemas en apoyo de la estrategia y conceptos operacionales
actuales, incluyendo gastos considerables para aumentar el área clave de la
sustentabilidad, en el que, al igual que los restos de la OTAN están tan débiles? Como
hemos visto, la guerra moderna es un consumidor tan voraz de material, que
probablemente esté más allá de las capacidades económicas de occidente como para
mantener los actuales niveles y expectativas de vida y al mismo tiempo acopiar para
alcanzar el nivel de sustentabilidad necesario como para tener una probabilidad,
empleando medios convencionales, de contener una agresión soviética en Europa, aún
respondiendo a un tiempo de alerta mayor que el actual. Cualquier gobierno occidental
que intentara aplicar tal política, estaría cometiendo un suicidio político. ¿Reconoce el
Reino Unido que hay insuficientes acopios de municiones como para abastecer todas las
armas que planifica desplegar, reducir los “dientes” sin cortar la actual “cola”, esto es,
evitando la necesidad de aumentar los acopios y poniendo en desventajas a las FCE?.
¿Es que el Reino Unido no hace nada salvo cumplir las propuestas de las FCE de la
OTAN?. En este caso hay que tener presente que con la organización actual, las fuerzas
y equipos retirados de Europa Occidental y tal vez disueltas y desmanteladas, será
imposible reconstituirlas, sin mencionar reposicionadas en tiempo como para contener
una agresión. Puede haber ventajas en la retirada de equipos de Europa continental, pero
no en deshacerse de ellos. Por ejemplo, ha habido opiniones que sostienen que la
Fuerza Aérea Norteamericana, en la base de Hahn, puede efectuar la misma cantidad de
salidas manteniendo 36 de sus F-16 en Alemania, enviando los restantes 36 a los EEUU
y planificando un rápido refuerzo en tiempo de guerra. ¿O será que el reino Unido, tal vez
reconociendo su especial posición geográfica, reestructure sus fuerzas armadas sobre
nuevas líneas, procurando mantener la capacidad, mientras reduce su tamaño,
incluyendo los gastos en logística?. Al mismo tiempo, analizando las formas de acortar
cualquier conflicto futuro, procurando alcanzar rápidamente una decisión; el objetivo sería
el de alcanzar una posición donde el oponente potencial es persuadido, por medios no
nucleares, que una futura agresión no será productiva. Simpkin, en Race to the Swift5
analiza esto en detalle y no es intención repetirlo aquí. Es suficiente decir que, en
términos generales, cuanto más corta sea la guerra, menor será el esfuerzo logístico
328
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
requerido. Y como una forma de disminuir los costos, es un objetivo que vale la pena.

Consideraciones Políticas: Un Escenario

A fin de discutir el apoyo logístico de la guerra futura y obtener algunas conclusiones


acerca de la política, es necesario escribir un breve escenario político. Por conveniencia y
para reducir el problema a proporciones manejables, la obra será vista totalmente desde
la perspectiva británica. Estamos a principios del siglo veintiuno.

En la escena uno, las conversaciones sobre las FCE han llevado a la retirada de
algunas tropas, de la OTAN y del Pacto de Varsovia, de Europa Central. Por
conveniencia, las llamaremos FCE I. Hasta en lo que a los británicos concierne, esto llega
a una división blindada que regresa al Reino Unido, donde es desactivada. Hay planes
para posteriores retiradas. En la escena dos, han tenido lugar retiradas posteriores de las
FCE II. La nueva Alemania Unida ha permanecido en la OTAN y el Mercado Común.
Como una medida de confianza mutua, las tropas de la OTAN están estacionadas en el
suelo de Alemania Occidental, al oeste de la antigua frontera interior alemana. Solo
tropas alemanas están ubicadas en la antigua Alemania Oriental. Por un tiempo, algunas
tropas soviéticas están en lo que fue Alemania Oriental. El tiempo que durará esta
situación permanecerá abierto a la duda. Ambos bandos poseen un número limitado de
armas nucleares. Aún cuando llegue el momento en que todas las tropas extranjeras
están ubicadas en su propio suelo, todos los miembros de la OTAN están obligados, por
tratado, a ir en la ayuda de cualquier otro si éste está amenazado por un agresor en el
continente europeo y las islas británicas. El compromiso británico incluye una contribución
a las Fuerzas de Cobertura y de Reacción Rápida en la región central y a la Fuerza de
Maniobra, así como reforzar el continente europeo en las regiones norte y sur. El canto
de sirena de los que opinan que la estrategia es Solo Marítima, ha sido resistido y Gran
Bretaña ha reconocido la necesidad de aportar sus recursos entre los requerimientos de
las Estrategias Continental y Marítima.

Amenazas a la Paz Mundial y la Estabilidad

A lo largo de la obra hay una creciente amenaza a la paz mundial, estabilidad y


armonía, desde un número de direcciones distintas de la Rusia soviética.

Primero, el Islam militante con un pequeño, pero en aumento, número de naciones


islámicas que poseen armas nucleares y los medios para lanzarlas. Para hacer frente a
esta amenaza, aparece una razón adicional para que tanto la OTAN como la Unión
Soviética retengan las armas nucleares. También hay una continuidad en la inestabilidad
y amargura en el mundo árabe que siguieron a la humillación de Irak en 1991. La
situación está exacerbada por un Irán que acrecienta su poder, con un ejército, fuerza
aérea y marina bien equipados y con aspiraciones a través del Golfo.

Segundo, malestar en la cuenca del Mediterráneo, siendo los principales actores


Siria, Libia y Argelia; con Grecia y Turquía como una distracción adicional casi en el punto
de la guerra abierta uno con el otro, durante años, a consecuencia de incidentes
fronterizos. Además la estabilidad está amenazada por la tendencia demográfica en los
países de la ribera sur del Mediterráneo. Las economías de los países de la costa sur
329
La Savia de la Guerra
están desorganizadas. Ambos factores han llevado a una corriente de inmigración ilegal a
España, Francia, Italia y Grecia y desde la abolición de los controles de frontera, de estos
países hacia el resto de la CEE. Las situaciones económica y ecológica de los países de
la ribera sur y sus vecinos del sur, ha llevado a un hervidero de malestar y amargura en
toda el Africa al norte de la latitud 10. La presión allí generada amenaza derramarse
desde los “pobres” de la costa sur hacia los “ricos” del norte y más allá.

Tercero, el poder y la influencia ejercidos por aquellos involucrados en el tráfico de


drogas, aumentados al punto de haber llegado, en algunas partes del Tercer Mundo, a
hacerse cargo de los gobiernos. (Esto presupone que las naciones no han legalizado las
drogas).

Cuarto, y unido a los dos puntos anteriores, el crecimiento de los movimientos


guerrilleros y del terrorismo en todo el mundo. En algunos casos fundados por o
conectados con el tráfico de drogas, el otros, como resultado de las tendencias
demográficas en la cuenca del Mediterráneo, a la que se hizo referencia más arriba.
Grecia, con una seguridad inadecuada, brinda un punto de entrada favorito para los
terroristas en Europa. Como un quid pro quo por permitir el libre paso, Grecia no es
perturbada por ningún movimiento terrorista, excepto los propios que son ingenuos.
Valorar estas dos últimas como amenazas a la paz y estabilidad mundiales, es “poner
demasiados huevos a la torta”, pero ellas presentan una amenaza a la armonía, que la
definimos como un estado de buen orden en el cual todos los habitantes, de todas las
naciones, sin tener en cuenta sus credos, color o raza puedan llevar a cabo sus
actividades legítimas, en paz y tranquilidad, disfrutando los frutos de su trabajo.

Todos estos factores han llevado a la OTAN a rediseñar algunos de los planes de
contingencia de la alianza hacia un eje norte-sur, manteniendo la capacidad de hacer
frente a una amenaza este-oeste.

La Reacción Británica

Para hacer frente al escenario descripto más arriba, los británicos comenzaron a
reestructurar su ejército de acuerdo a los lineamientos sugeridos por Richard Simpkin.6
Resultará aparente para cualquiera que haya leído a Simpkin, que el autor ha calado
hondo en su trabajo. No pide perdón por haber actuado así. Al examinar el apoyo
requerido por la guerra del futuro, se debe partir de una base y Simpkin ha producido, por
lejos, la mejor apreciación del probable aspecto de la guerra futura. La reorganización
británica ha comenzado tan pronto como una división blindada fue retirada de Alemania,
el planeamiento requerido había sido efectuado mucho antes. La oportunidad para un
completo análisis del tamaño y aspecto del Ejército y también de la Marina y la Fuerza
Aérea, en este momento de la historia era demasiado bueno como para dejarlo pasar.
Afortunadamente estaban en sus puestos los militares, funcionarios y políticos con el
coraje y la capacidad intelectual requeridos para adoptar los pasos necesarios. La nueva
organización sugerida se tratará, a grandes rasgos, más adelante. Los cambios son
radicales, pero no tiene sentido imaginar que si nos retiramos de Alemania, el ejército que
tenemos hoy en día pueda ser mantenido intacto. Simplemente no existe el espacio
suficiente en el Reino Unido para otras 55.000 tropas y su equipo en las barracas y
campos, sin mencionar las áreas para el adiestramiento. La total imposibilidad de
330
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
mantener un Cuerpo de formaciones blindadas y mecanizadas, solo en el Reino Unido,
por si sola requiere una organización diferente. Teniendo en cuanta la Escena Dos, no se
vislumbra una retirada final de Alemania, pero aún existe la necesidad de reestructurar el
Ejército para lograr ventajas del creciente poder y potencial brindado por el empleo
imaginativo del helicóptero.

¿Un Nuevo Aspecto para las Fuerzas Armadas Británicas?

Los primeros gurues de la guerra de blindados en 1920, especialmente Fuller y


Liddell Hart, hicieron aparecer visiones de flotas de blindados de combate maniobrando
en el terreno como flotas de batalla en el mar. La Segunda Guerra Mundial y otras
guerras posteriores han demostrado que esta idea era, en gran parte, una ilusión. El
defecto de la teoría con respecto a que los blindados se comportarían como buques en el
mar, es que los mares son llanos. Excepto en los temporales más fuertes los buques
pueden, dentro de los riesgos a la navegación, ir donde quieran sin disminuir su velocidad
y cambiar sus tácticas solo para alcanzar los imperativos impuestos por la amenaza. Muy
pocas partes de la tierra presentan una apariencia semejante a la del mar. Las estepas
rusas puede que sí pero, tal como lo descubrieron los alemanes entre 1941 y 1944, aún
la ondulada estepa se puede transformar en un mar de barro por los deshielos de
primavera y las lluvias de otoño y en el invierno la nieve produce sus propios problemas a
los vehículos terrestres. Algunos desiertos podrán tener espacios llanos y firmes que
permitan a los vehículos maniobrar a alta velocidad. Pero también tienen áreas más
grandes donde el terreno está interceptado por profundos valles, escarpas rocosas,
cantos rodados, marismas de sal y enormes mares de arena. Estos últimos se pueden
parecer al mar, pero allí termina la semejanza. La transitabilidad sobre los médanos vivos
para todos los vehículos, excepto los especializados, varía de difícil a imposible. Donde
quiera que sea, el terreno en Europa no tiene similitud con el mar; ríos, bosques, setos
vivos, riveras, florestas, montañas, grandes urbanizaciones y en el norte: fiordos,
presentes e interminable serie de obstáculos que llegan de insignificantes a desafiantes.

El Creciente Rol del Helicóptero

La llegada del helicóptero ha brindado al soldado la oportunidad de moverse sobre el


terreno, de la forma en que un buque se mueve por el mar (solo que mejor y a mayor
velocidad), cabalgando sobre las “olas” del terreno, montañas, bosques, ríos, setos vivos,
urbanizaciones y demás. Como dice Simpkin, el helicóptero le permite a las tropas usar el
terreno tácticamente, sin depender de él para su movimiento.

Hasta hoy, la desventaja del helicóptero ha sido su vulnerabilidad y limitada


capacidad de carga. Sin embargo, recientes desarrollos en el diseño, marcan el rumbo
hacia considerables mejoras en estas dos áreas. La experiencia con las sucesivas
generaciones de helicópteros, desde su llegada a la escena a comienzos de la década de
1950, ha llevado a muchos militares a pensar en términos sobre qué es lo que el
helicóptero puede hacer ahora, en lugar de lo que estará en condiciones de hacer muy
pronto y la magnitud del salto que podrá ser posible en la primera parte del siglo que
viene.

El empleo imaginativo del helicóptero puede ser que mejore drásticamente la


331
La Savia de la Guerra
velocidad lineal de una fuerza terrestre, que Van Creveld trata de forma muy interesante
en Supplying War. Más tarde volveremos a este punto.

¿Y Ahora qué con el Tanque?

Esto no es para sugerir que el tanque haya pasado de moda, aún.7Pero


probablemente su futuro esté limitado. Las consideraciones económicas, por si solas,
conspiran contra la transformación en chatarra, de una sola vez, de todos los tanques
británicos. Pero es importante decidir si la presente generación de tanques deberá ser
reemplazada por qué cantidad de solo un “mejor tanque” o por algo absolutamente
diferente. Sugiero que lo que se debe hacer es una reorganización gradual siguiendo los
lineamientos que propongo más abajo, en un período de años. Sin duda que la obra será
indicada por la política, pero una lectura inteligente del libreto hará posible asegurar que
los cambios en la actitud de defensa británica serán calculados, de tal manera que si bien
pueden no estar sincronizados con los cambios políticos, por lo menos no estén muy
alejados de la realidad. El primer paso es comenzar a pensar ahora, en lo impensable.

Pensando en lo Impensable

La Armada Real y la Real Infantería de Marina

La Armada Real retendrá sus actuales roles, pero podrá aparecer un movimiento
para lograr más buques, incluyendo finalmente portaaviones y buques de asalto a ser
construidos con la capacidad de navegar bajo la superficie. El personal naval será
reducido disponiendo de tripulaciones más pequeñas en los buques de combate,
siguiendo la tendencia que aún continúa a medida que mejora la tecnología y los buques
progresivamente van requiriendo menos personal. Tal como lo sugerido por Simpkin,
habrá dos brigadas de Infantería de Marina, si bien no aumentará la cantidad total de
hombres en ella. Cada brigada consistirá de un regimiento de asalto por helicópteros, un
regimiento mecanizado liviano (caballería de ejército), un regimiento liviano, un regimiento
de artillería (ejército), una compañía de ingenieros (ejército) y un regimiento logístico
(conjunto infantería de marina/ejército). El personal para la brigada adicional se logrará
con la racionalización del adiestramiento, prescindiendo de las tripulaciones de las
embarcaciones de desembarco cuando ya no sean requeridas, disolviendo las bandas y
reduciendo el número de oficiales en las unidades. Todos los helicópteros, excepto
aquellos con un estricto rol marítimo, serán volados por la Caballería Aérea del Ejército
(ver más abajo). Se puede sostener que la Infantería de Marina debería pasar a ser parte
del ejército y esta posibilidad no puede ser desechada, especialmente si se pueden lograr
economías, especialmente en el adiestramiento y se incrementan las oportunidades de
carrera.

La Real Fuerza Aérea

La Fuerza Aérea deberá mantener sus roles actuales, excepto que deberá entregar
todos sus helicópteros a la Caballería Aérea del Ejército. Sería necesario modernizar las
aeronaves de transporte táctico, con el tipo previsto por el Gran Futuro Grupo Aéreo

332
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
Europeo (EUROFLAG)2, el transporte táctico FLA (tactran), sobre el que volveremos
después.

El Ejército Regular

El Ejército Regular debería comenzar a reestructurarse en sí mismo en la forma


sugerida por Simpkin, pero modificada y debería, luego de la retirada total de Alemania,
consistir finalmente de algo que respondiera a los siguientes lineamientos:

• Un cuerpo de helicópteros.
• Tres cuarteles generales de división.
• Una Brigada de Fuerzas Especiales, compuestas por un regimiento SAS y un
regimiento SBS, el último de la Infantería de Marina.
• Dos brigadas de paracaidistas.
• Brigadas de helicópteros de asalto (en número a ser decidido pero una provista por los
Guardias a Pié).
• Brigadas de infantería ligera (el número a ser decidido pero una provista por la División
Ligera).
• Tras brigadas mecanizadas ligeras (una de la Caballería).
• Tres brigadas de artillería.
• Cuatro brigadas de ingenieros.
• Grupos logísticos.

Definiciones

Antes de seguir adelante, es necesario establecer algunas definiciones para clarificar


los términos empleados en las discusiones posteriores. El término fuerza “aeromóvil” hará
mención a una fuerza que se dirige a la batalla o combate en helicópteros. Una
“aerodesembarcada” indicará la que es llevada a su destino en aviones de transporte de
ala fija, la que toma tierra al llegar y desembarca la carga. La fuerza “paracaidista” queda
sobreentendida. “Aerotransportada” será empleada como un término que abarca una
combinación de dos o más de las fuerzas descriptas más arriba.

Reorganización

Las brigadas deberían tener artillería, ingenieros y apoyo logístico orgánicos. Los
batallones de infantería deberían ser mucho más pequeños que en la actualidad pero con
mayor poder de fuego brindado por misiles lance y olvídese, todo tiempo y portátiles. Los
regimientos de caballería, no incluidos en las formaciones mecanizadas livianas,
formarán parte de la nueva Caballería Aérea del Ejército, la que absorberá los Cuerpos
Aéreos del Ejército y cambiará su nombre, (pero por pura coincidencia no sus iniciales).
La Caballería Aérea del Ejército volará y mantendrá todos los helicópteros involucrados
en las batallas terrestre y anfibia. No proveerán, como en el Ejército de los EEUU, las
tropas de caballería. Estas se formarán con aquellos regimientos de guardias y de
infantería conservados de la institución regular. Los servicios logísticos se concentrarán
en Cuerpos Logísticos.

2
En ingles: European Large Aircraft Group (EUROFLAG)
333
La Savia de la Guerra

El Ejército de Reserva y un Nuevo Servicio Nacional

El resto de la infantería se transformará en batallones territoriales, solo para la


defensa interior, pero no organizados como lo están, en el presente, en el Ejército
Territorial. Habrá un cuadro de oficiales y suboficiales regulares, pero allí terminará la
similitud. La masa de los oficiales, suboficiales y soldados serán conscriptos de tiempo
parcial, como parte de un esquema total de servicio universal obligatorio en una variedad
de servicios públicos, para todos los hombres y mujeres del país. En lo que hace a las
nuevas fuerzas territoriales, luego de un período de instrucción inicial, los soldados de
tiempo parcial serán convocados para realizar ejercicios nocturnos, campamentos de fin
de semana y períodos mayores de adiestramiento. Estos no serán, tal como sucede
ahora, voluntarios, a los que no se les paga de la prima o se los da de baja, por ser
faltadores natos como única sanción. Los infractores serán condenados, mediante una
legislación adecuada, al pago de multas o a prisión. El período de servicio será de cinco
años.

Oficiales

Nuevamente, tal como lo sugerido por Simpkin, el cuerpo de oficiales de las Fuerzas
Armadas, en especial el Ejército y la Infantería de Marina, será reducido drásticamente al
5 o 6 por ciento de su cantidad total, en lugar del 15 por ciento o más. El traspaso de
todos los helicópteros al Ejército no reducirá el número total de tripulaciones. Sin
embargo, a condición que el Ejército retenga la categoría de suboficial piloto, se reducirá
el número de oficiales en la Fuerza Aérea y de un solo golpe el número total de pilotos.
Se deberá abandonar la garantía de carrera hasta los cincuenta y cinco años de edad. Ya
está aceptada como “normal” en toda la nación la idea de una segunda, tercera, cuarta y
así siguiendo, carrera. Debería haber más “despidos” por fallas culposas o
incompetencia. Esto permitiría un ascenso más rápido para aquellos realmente capaces.
Un cuerpo de oficiales más chico y carreras más cortas, dejaría disponibles fondos para
pagar sueldos competitivos con la industria y el comercio y con ello atrayendo hombres y
mujeres de primer nivel. También debería haber menos generales y sus equivalentes. Por
ejemplo, todas las brigadas podrían ser comandadas por coroneles, como en los ejércitos
israelí y alemán. Un argumento expuesto para mantener una proporción tan alta de
oficiales generales o sus equivalentes (con “estrellas”) es, primero, brindar una amplia
estructura de carrera en términos de status y salario, para contribuir al reclutamiento y
segundo, persuadir a los mejores oficiales para que se queden. El primer punto
probablemente pierde fuerza en el reclutamiento de los potenciales oficiales, pocos de los
cuales se incorporan con la vista puesta en los altos rangos. Mientras que los ascensos
rápidos para los pocos elegidos y los buenos sueldos para todos, dejarán satisfechos
tanto a aquellos que dan mucho valor a los “cobres” en el bolsillo antes que en el hombro
o el brazo y a los que ponen la satisfacción en el deber cumplido sobre la recompensa
monetaria.

Reducción de Estrellas

La reducción de “estrellas” debería comenzar por la cima. Tener un oficial de cinco


estrellas como Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el único en la OTAN, desmerece
334
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
suficientemente la jerarquía. Pero que lleven el bastón de mariscal, o su equivalente,
cada Jefe de Estado Mayor de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea en retiro, luego de un
servicio honorable pero sin sobresaltos, es una burla que más que una jerarquía que solo
debería ser alcanzada como resultado de un comando exitoso de una fuerza naval,
terrestre o aérea en una campaña prolongada de importancia nacional en una guerra
trascendente: un Wellington, Montgomery, Tedder o Cunningham. En el pasado reciente
y más en el futuro, muchos, por no decir todos, los que reciban el bastón de mariscal o
los equivalentes de la Armada y la Fuerza Aérea, no tuvieron ni tendrán el comando de
un pelotón, aeronave o una falúa en cualquier clase de campaña a lo largo de sus
carreras.

Organización para la Amenaza más Peligrosa

Todas las formaciones descriptas más abajo y los comandos de Infantería de Marina,
deben estar en condiciones de llevar a cabo operaciones de cualquier nivel de intensidad.
Es de destacar que no hay tropas especializadas “Fuera del Area”. El concepto de
formaciones destinadas y equipadas solamente para operaciones de baja intensidad es
una reliquia de los días post-coloniales y no es adecuado frente a los enemigos
potenciales con ejércitos bien adiestrados y equipados con holgura. Una formación con
los lineamientos de la 5ª Brigada de Infantería Británica pre 1982 (ver capítulo 8), tiene
una atracción política debido a que es barata. No tiene ninguna otra aplicación que en
una situación de seguridad interna; por falta de equipamiento y apoyo logístico carece de
capacidad para golpear y permanecer.

Una Capacidad Paracaidista

El fundamento para mantener dos brigadas paracaidistas es para operaciones que


requieran la captura de un objetivo más allá del alcance de los helicópteros. Las brigadas
incluirán vehículos mecanizados livianos, de tal forma de obviar la necesidad de que los
soldados paracaidistas tengan que aterrizar justo encima o cerca de su objetivo;
necesaria en el momento porque, una vez en tierra los soldados paracaidistas tienen la
movilidad de sus pies y el poder de fuego y la protección de la infantería no mecanizada.
En esencia, una operación aerotransportada comenzará con el lanzamiento de uno o dos
batallones con unos pocos vehículos mecanizados livianos, para capturar una pista o un
área lo suficientemente llana a las que puedan llegar los transportes tácticos FLA con
vehículos, cañones, helicópteros y hombres. Entonces la brigada podrá avanzar hacia su
objetivo(s). Los transportes tácticos FLA serán diseñados para transportar del orden de
las 25 toneladas a una distancia de 2.000 a 2.550 millas náuticas y con la capacidad de
reaprovisionamiento en vuelo a distancias mayores. Esta aeronave no es muy diferente
en tamaño que el potenciado Hercules Mark III de la Fuerza Aérea, pero tendrá una
mayor capacidad de transporte y de eficiencia mediante la tecnología y el diseño
modernos. Es posible que en el futuro se desarrolle una aeronave del tipo Osprey con
rotor inclinado, con la misma capacidad de carga y alcance que un FLA tactran,
incluyendo reaprovisionamiento en vuelo. Si así fuera, desaparecerá la necesidad de
tropas paracaidistas, excepto en un número pequeño para operaciones especiales.

Brigadas de Asalto Aéreo

335
La Savia de la Guerra
Las brigadas de asalto aéreo pueden constar de unos dos mil hombres (incluyendo
las armas de apoyo), con cerca de 130 helicópteros. La fuerza de helicópteros compuesta
de sesenta aparatos de ataque (equivalentes a tanques), cuarenta aparatos de asalto
(equivalentes al vehículo de combate de infantería) y veinte helicópteros de apoyo de
fuego. Al principio el helicóptero de ataque debería ser el Apache AH-64 o su equivalente.
Sin embargo, esta aeronave solo está a mitad de camino para alcanzar el requerimiento
de reemplazar los tanques por helicópteros. Finalmente será reemplazado por el
“Vehículo Aéreo Principal de Combate3, un verdadero sustituto del blindado. Tal como lo
explica Simpkin8, la tecnología moderna en la forma del rotor centrífugo contra rotativo,
para reducir el diámetro de éste y eliminar el rotor de cola y la creciente capacidad de
carga de los helicópteros, que permite un armamento selectivo, harán del Vehículo Aéreo
Principal de Combate algo más que un sueño de ciencia-ficción, al comenzar el próximo
siglo. La tarea principal de la brigada de ataque aéreo será la de encabezar contra
ataques, capturar terrenos de importancia táctica y montar operaciones en la profundidad.

El helicóptero de combate de infantería deberá ser capaz de transportar una sección,


estar armado en forma selectiva y equipado con armas para ejecutar fuego de supresión
y de ser posible, capaz de defenderse contra un helicóptero de ataque. Los helicópteros
de apoyo de fuego pueden estar equipados con lanzadores múltiples de cohetes.

Brigadas de Infantería Ligera

Las brigadas de infantería ligera consistirán de tres batallones de infantería, con


artillería, ingenieros y apoyo logístico. El transporte de la infantería por helicópteros será
ejecutado por cuarenta helicópteros no armados del tipo Blackhawk, por brigada. El tipo
de cañón con que esté equipada la artillería, determinará tanto el tipo como el número del
resto de los helicópteros de las brigadas. Si los regimientos de artillería de estas brigadas
fueran dotados con el nuevo obús Ultra Liviano de 155mm, que está siendo desarrollado
por Vickers Shipbuilding and Engeineers Ltd., será suficientes helicópteros adicionales
del tipo Blackhawk para el traslado tanto de los cañones como de la munición. Pero si el
cañón que se asigne es pesado, tal como el actual FH-70, existirá el requerimiento de
más helicópteros pesados del tipo del Chinook. El rol de las brigadas de infantería ligera
será el de fuerzas de seguimiento en operaciones anfibias y aerotransportadas o aferrar
oposición ligera en operaciones menores fuera del área.

Brigadas Mecanizadas Ligeras

Las brigadas mecanizadas ligeras consistirán de una mezcla de blindados ligeros a


oruga y vehículos de combate de infantería, todos capaces de ser colgados de un
helicóptero pesado de carga o transportados en las aeronaves de transporte táctico
(tactrans). Sus vehículos de combate tendrán una combinación de misiles lance y
olvídese, cañones convencionales y ametralladoras pesadas (estas posiblemente del tipo
a cadena). Estas brigadas no tendrán helicóptero orgánicos de apoyo, salvo las máquinas
de reconocimiento. Tendrán apoyo de artillería y de ingenieros. El cañón seleccionado
para el apoyo de artillería podrá ser tanto un mortero pesado montado sobre orugas o un
obús liviano, por ejemplo el ultra liviano de 155 mm, si es que puede ser desarrollado.

3
En inglés: Main Battle Air Vehicle (MBAV).
336
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
Otra solución podría ser una pieza remolcada, que pueda ser levantada por un Chinook,
como un medio alternativo para colocarlo en posición.

Artillería

Las brigadas de artillería, necesarias para incrementar el poder de fuego de las otras
brigadas, serán equipadas con el Sistema Múltiple Lanzador de Cohetes4. Los cohetes
incluirán munición “inteligente”, capaz de destruir blindados. La munición inteligente
también formará parte de una proporción del inventario de granadas y bombas de toda la
artillería y morteros orgánicos de las brigadas. Los MLRS pueden ser transportados en
los Chinook.

Ingenieros

El reclamo “en la guerra nunca hay suficientes zapadores” es algo más que un cliché.
En todos los conflictos, cualquiera sea su intensidad, los ingenieros son un premio. Se
podría sostener que con el creciente empleo de los helicópteros, se reducirá la necesidad
de equipo para el transporte acuático, construcción de puentes y antiminado. Ello es así y
es por eso que los ahorros a ser efectuados mediante la reducción de las unidades
blindadas pesadas, incluirá el equipo que les brinda movilidad, incluyendo los
transportadores de tanques. Sin embargo, existirá la necesidad de colocar minas y de su
limpieza y se necesitarán zapadores y maquinaria para las rápidas construcciones, sitios
de ocultamiento de helicópteros y aeronaves de despegue vertical, pistas cortas,
instalaciones para combustible y logística, construcción rápida de puentes livianos (del
tipo Puente Mediano Girder, que puede ser colgado de un Chinook), limpieza de trampas
caza-bobos y fuera del área de operaciones, perforación de pozos para agua y tareas de
construcción, tal vez en apoyo de la población civil. Las brigadas de ingenieros estarán
equipadas con sistemas para el sembrado, eliminación y limpieza rápidos de minas.
Dentro de lo posible, estos equipos deberían ser capaces de ser transportados colgando
de un helicóptero pesado o en los FLA tactran.

Transporte Pesado

Existirá la necesidad de una fuerza de helicópteros pesados a ser operados en forma


centralizada por el apoyo logístico. Las tripulaciones y el personal de mantenimiento, al
igual que todos los otros helicópteros en apoyo de la batalla terrestre, serán provistos por
la Caballería Aérea del Ejército. Pero la fuerza de helicópteros pesados será parte del
transporte de los Reales Cuerpos Logísticos.5

Enfrentándose a los Costos

El requerimiento total de helicópteros para las Fuerzas Británicas será de unos 1.000,
comparados con cerca de 700 al presente.9 Como se financiará este incremento, está
más allá del alcance de este libro, pero las áreas sugeridas para hacerlos incluyen:
eliminación de todos los principales tanques de batalla; reducción del tamaño del Ejército

4
En inglés: Multiple Launched Rocket System (MLRS).
5
En inglés: Royal Logistic Corps (RLC).
337
La Savia de la Guerra
Regular, incluso de todas las unidades Gurkas; reducción de la real Fuerza Aérea al
sacarle todos los helicópteros y dando un nuevo rol a la caballería para que vuelen
helicópteros; acortando la carrera de los oficiales, dentro de un ejército reducido, menos
oficiales como un porcentaje del total y menos oficiales antiguos; reducción del personal
de la marina. Si Gran Bretaña tuviera una fuerza de unos 1.000 helicópteros, sin contar
los 60 Chinook que no se toman en cuenta como helicópteros de combate, ésta
representaría el 49 por ciento (1.900) del número de helicópteros de combate que cada
grupo de países pertenecientes al mismo tratado de alianza, tiene permitido estacionar en
Europa bajo las propuestas de les Conversaciones para la Reducción de las Fuerzas
Convencionales en Europa, sometidas por las naciones miembro de la Alianza NATO en
Viena el 13 de julio de 1989.10 La cuota final dependerá, entre otras cosas, de la posición
política y militar en la Alemania reunificada; los acuerdos sobre el tamaño de sus fuerzas
armadas y sus roles.

Ahora es el Tiempo para una Nueva reapreciación Radical

Mientras permanece estacionado en Alemania, continuando el repliegue bajo los


acuerdos de las Conversaciones sobre Fuerzas Convencionales en Europa, los
miembros de la Alianza de la OTAN deben aprovechar la oportunidad para implementar
una revisión radical de los planes para el empleo del Ejército Británico del Rin, en su
nueva conformación y algunas de los cuerpos de otras naciones, incluyendo cambios en
las áreas de despliegue. Esto podrá ser posible una vez que haya tenido lugar la retirada
de parte de los contingentes de otras naciones; tal vez un cuerpo norteamericano, los
canadienses, una división francesa y así siguiendo. La actual ubicación en tiempo de paz
del Ejército Británico del Rin, es un accidente de la historia. Los británicos estaban en el
flanco del avance aliado a través del noroeste de Europa, desde la cabeza de playa en
Normandía en 1944, hasta la rendición de los alemanes en mayo de 1945. La Zona de
Ocupación Británica pasó a ser su área de despliegue, que comparte con otros tres
cuerpos, belga, holandés y alemán occidental. Despliegue, tal como se mencionó
anteriormente, como capas de una torta, sin doctrina operacional que los mantuviera
unidos, estos cuerpos ofrecen, a quien quisiera atacarlos, la oportunidad de dirigir su
asalto sobre las capas más débiles o entre capas. Los soviéticos consideran a los
cuerpos británico, belga y holandés, como los miembros más débiles y a los alemanes y
norteamericanos como los más formidables.11 El Cuerpo de Ejércitos del Norte,
compuesto por tres cuerpos débiles y uno fuerte, está desplegado en el más probable eje
de ataque soviético. Tendría sentido estratégico adoptar el despliegue “pastel de grosella”
al que se aludió más arriba en este mismo capítulo, para balancear la distribución del
poder entre el Grupo de Ejércitos Central y el del Norte, al mismo tiempo creando una
fuerte reserva con excelente movilidad; la falta de la cual ha sido siempre una de las
debilidades más serias de la OTAN.

Actualmente demanda 96 horas llevar un cuerpo de reserva a la batalla y mientras se


está moviendo hacia su posición de batalla, sobre orugas y ruedas a través de la
retaguardia de otros cuerpos, cruzando sus principales líneas de comunicaciones, corta
su apoyo logístico durante 36 horas. De este modo pone en peligro a las mismas
formaciones que se esfuerza por apoyar. Moviéndose sobre seis rutas principales y sin
interferencia enemiga (¡una esperanza piadosa durante la guerra!) un cuerpo demanda
más de 24 horas para pasar por un punto en columnas de cerca de 400 kilómetros de
338
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
12
largo. Hay otro problema más, relacionado con el tiempo que demanda desplegar los
cuerpos de reserva: el comandante debe decidir con 96 horas (cuatro días) de
anticipación, donde desea empeñarlas. El único comentario que cabe es que si los
miembros de la Alianza creen seriamente que esta puede ser una operación de guerra
viable, he aquí otro ejemplo de una colectiva disonancia cognitiva. Las formaciones
aeromóviles, por las razones tratadas con anterioridad, brindan los medios para destrabar
el problema de aumentar la velocidad lineal de los ejércitos, la que hasta ahora ha
permanecido baja pese a la invención del motor de combustión interna y de la oruga. Así,
una vez equipado con alas rotativas, las brigadas británicas, incluyendo las brigadas
paracaidistas, serán mejor empleadas manteniéndolas detrás como parte del Ejército
Aerotransportado Aliado el que, apoyado por aeronaves de ataque de ala fija, se movería
rápidamente para bloquear y destruir la amenaza enemiga.

Necesidad de una Drástica Revisión de la Logística

Lo que también está claro es que la doctrina de que “logística es una responsabilidad
nacional”, debe cambiar lo antes posible. Por las razones expuestas en los capítulos
anteriores, nunca tuvo sentido militar. Si se adopta el concepto operacional del pastel de
grosella, las formaciones nacionales podrán confiar en las otras para su apoyo, incluso el
logístico, el que, tal como se demostró anteriormente, es imposible como están las cosas
en el presente. Para rectificar esto, se necesita un camino de aproximación de doble vía.

Estandarización y Compatibilidad

Primero, un énfasis mucho mayor en la co-operatividad de los proyectos de


construcción de equipos de defensa. De este modo se podrán disminuir los costos del
equipamiento, el que, por si mismo, es razón suficiente para ir en esa dirección sin
demoras. Pero también hay argumentos operativos convincentes para tal acción. Sin
equipo estandarizado, repuestos compatibles e interoperatividad, solo se podrán mejorar
en forma marginal una fuerte coordinación de la logística entre los miembros de la
Alianza. El aspecto en el área de la cooperación no ha sido, hasta ahora, particularmente
feliz. Solo en los dos últimos años seis importantes proyectos de cooperación en defensa
de la OTAN tuvieron dificultades, principalmente porque uno o más socios los
abandonaron.13 La escasa cooperación dentro de la Alianza queda bien demostrada con
la falta de cualquier sistema radar de campaña aerotransportado en los arsenales de
cualquier nación. La Alianza suscribe el concepto de Fuerzas de ataques Sucesivos6 para
golpear la las fuerzas terrestres soviéticas bien en la retaguardia, con medios no
nucleares. Pero sin un radar de campaña aerotransportado para identificar y localizar al
enemigo mientras se encuentra bien atrás, la Alianza solo promete la idea de palabra,
debido a que los comandantes de la OTAN tienen los ojos vendados y no son capaces de
poner en práctica el concepto. Existe la tecnología como para producir un sistema o
series de sistemas, pero ha habido pocos progresos hacia la producción, pese a que el
requerimiento existe desde hace unos 15 años. De la mano con una producción de armas
más cooperativa, está la necesidad de desarrollar los medios industriales para fabricar
munición en grandes cantidades y con poco preaviso. El acopio es caro, propenso a la
obsolescencia y puede estar prohibido por los acuerdos CFE.

6
En inglés: “Follow-on-Forces-attack” (FOFA).
339
La Savia de la Guerra

Una Estructura más fuerte e Integrada

Sin embargo, la provisión a las fuerzas de la OTAN con equipo estandarizado o


compatible, por sí mismo no garantiza un sistema logístico coordinado, capaz de
reaccionar frente a los planes operacionales de los comandantes de grupos de ejércitos,
si bien sería mucho más fácil de cumplir que en el presente. Así, el segundo camino, que
corre paralelo con una mayor colaboración en la industria de la defensa, es el de la
necesidad de instituir una estructura mucho más fuerte e integrada, para fortalecer el
apoyo logístico de la Alianza. Esto requerirá un apoyo sincero de todas las naciones de la
Alianza porque significará algo de pérdida en el control nacional de los recursos.

El Enfasis en el Refuerzo Antes que en Fuerzas Estacionadas

No se debe de dejar de tener en cuenta las ventajas políticas de las fuerzas


multinacionales más pequeñas estacionadas en Alemania. Indudablemente habrá un
resentimiento creciente entre la población local por la presencia continua de grandes
formaciones y de alto perfil de las formaciones nacionales. La mayor parte de este
resentimiento se podrá disminuir con el despliegue tratado anteriormente. Sin embargo, si
la masa de las fuerzas nacionales está basada en sus propios países, se requerirá un
rápido redespliegue si se desea que el concepto sea creíble. En lo que concierne al Reino
Unido, la capacidad para cumplir ese compromiso de reforzar el continente europeo se
alcanzará mediante la posesión de un gran ejército de alas rotatoria, con un importante
elemento aerotransportado y sin blindados pesados. Los helicópteros pueden volar a
través del Canal, el Mar del Norte y de esa manera a través de Europa hacia el Flanco
Sur, mientras que el transporte marítimo de las brigadas mecanizadas ligeras, artillería e
ingenieros será una fracción del requerido ahora para el refuerzo de la BAOR. Más
adelante trataremos la intervención británica en áreas fuera de la OTAN. Pero para
continuar con el refuerzo de Europa, el empleo del helicóptero y de fuerzas
aerotransportadas, no solo permitirá una reacción más rápida sino que una más flexible.14
El plan puede ser enmendado para adecuarse a la amenaza tal como se presente en el
momento, en lugar de cómo se piensa que será; lo que, por supuesto, no será.

La Fuerza Expedicionaria Británica: Acopio

El sistema de apoyo logístico de la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF), ya no


BAOR, debido a que no peleará en el Rin o en cualquier lugar cerca de él, dependerá
parcialmente donde se hayan posicionados los acopios de equipos en el continente
europeo. En futuras reducciones bajo las Conversaciones de las Fuerzas Convencionales
en Europa puede ser que sea tratado el tema de los acopios y si se ejerce presión sobre
los soviéticos para que retiren los suyos detrás de sus fronteras, es razonable asumir que
se les requerirá a las naciones de la OTAN hacer lo mismo, como un quid pro quo. Sin
embargo, se puede decir que adelantar los abastecimientos desde la Rusia Soviética
para apoyar un avance dentro de Alemania es menos dificultoso que realizar ese
transporte a través del Canal, sin mencionar el Atlántico. Así, en este asunto, puede
existir un tira y afloja valiendo la pena examinar brevemente el valor de los acopios u
otras formas, en el contexto de lo que se ha discutido más arriba.
340
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
Resultan obvias las ventajas de los acopios pre posicionados, especialmente de los
efectos pesados tales como munición, blindados y combustible; siempre que estén en los
lugares correctos y no sean destruidos por el enemigo antes que puedan ser distribuidos.
Aún si no se encontraran exactamente en el lugar deseado, estando en el continente
correcto o área de ese continente, normalmente se podrá ahorrar mucho esfuerzo de
transporte. “Normalmente”, porque en el caso de un país como Noruega, con
comunicaciones limitadas, un acopio para el uso de la Fuerza Anfibia del Reino
Unido/Holanda, ubicada en el lugar “incorrecto”, podrá ser menos accesible que
teniéndolo, digamos, en el Reino Unido. Por lo tanto es un tema de comparar las ventajas
a ser obtenidas mediante los acopios pre posicionados, en el área de operaciones
prevista, contra la posibilidad de que la próxima guerra no sea peleada en esa área. Para
el futuro inmediato, la mejor respuesta es mantener los acopios donde se encuentran,
mientras se examina el despliegue más favorable para el largo plazo, teniendo en cuenta
posibles acuerdos internacionales que en los próximos años limiten o aún prohiban el
posicionamiento de material de guerra en el suelo de otra nación del continente europeo.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que el acopio es una medida cara que requiere un
cuidado e inspecciones constantes del equipo en los depósitos y su periódica puesta en
marcha. No merece pensar sobre las consecuencias de un acopio defectuoso, porque a
lo menos que pueden llevar es al desastre.

La Flexibilidad del Abastecimiento Aéreo

Si se prohibieran los acopios en las probables áreas de despliegue en Europa,


aparece la necesidad de asegurar, hasta donde al Reino Unido concierne, un número
adecuado tanto de buques como de transportes aéreos tácticos a gran distancia, para
transportar los abastecimientos a las áreas de despliegue. Los aviones del tipo Tactran
FLA aceptan cargas mucho mayores de las que son posibles, al presente, transportar a
gran distancia hasta posiciones razonablemente adyacentes a la zona de combate. Una
vez que los abastecimientos han llegado a la pista adelantada, el problema es moverlos
hasta las cercanías de donde se encuentran los consumidores. Cuanto más cerca del
consumidor se pueda ubicar la munición y el combustible, mejor. Ningún comandante
quiere que su Línea Principal de Comunicaciones (LPC) esté atascada con, por ejemplo
blindados y vehículos de artillería transitando kilómetros en sentido contrario a la corriente
del tráfico, en busca de puntos de distribución de munición y combustible. En la fase
inicial de una operación de refuerzo, tanto dentro como fuera del área de la OTAN, es
probable que exista una escasez de vehículos para transportar las cargas hacia delante a
los Puntos de Distribución bien cercanos a los consumidores. Allí es donde aparece la
flexibilidad de una fuerza de helicópteros. Debido a que éste puede cubrir rápidamente el
terreno y sin congestionar las LPC, puede regresar para reabastecerse de combustible y
rearmarse, posiblemente hasta los Puntos Adelantados de reaprovisionamiento de
Munición y Combustible7 ubicadas cerca de la pista adelantada o del extremo de un
oleoducto. Así, su “tanque”, ahora un Vehículo Aéreo Principal de Batalla8, su “cañón SP”,
7
En inglés: “Forward Arming and Refuelling Point” (FARP), el lugar al que se
envían misiles, municiones y combustible para los helicópteros armados y de
reconocimiento, los que van allí a buscarlos. Cuanto más adelante se
encuentren, mejor, porque reduce el tiempo que el helicóptero estará fuera de
acción.
8
En inglés: “Main Battle Air Vehicle” (MBAV): un helicóptero capaz de
341
La Savia de la Guerra
ahora un helicóptero de apoyo de fuego, va ahora al “supermercado” en lugar de tener
que enviar los furgones hacia los consumidores. Los Chinooks pueden llevar el
combustible y la munición hacia delante a aquellas unidades que no puedan retroceder.
Los primeros, demasiado grandes como para ser transportados por los tactran FLA,
pueden volar distancias considerables directamente desde las bases en el reino Unido
empleando reaprovisionamiento en vuelo.

Combustible

Uno de los principales requerimientos de un ejército de helicópteros, será el


combustible. En toda Europa se pueden reservar para uso militar acopios de combustible
de aviación en los aeródromos y en tanques en las probable áreas de despliegue. De ser
posible, el oleoducto existente de la OTAN debe quedar en su lugar, pese a que fue
diseñado para apoyar solo una guerra en Alemania. Fuera de Europa el combustible
puede ser obtenido por requisa de la nación apoyada, en nombre de la fuerza de
intervención o por otra parte, si la operación es cerca de la costa, con buques tanques
que estén transportando el combustible correcto y son desviados de su ruta y bombeados
a instalaciones en tierra que fueron llevadas por vía aérea. El combustible para las
operaciones anfibias no debe ser un problema, con tal que existan y se encuentren en el
lugar correcto los buques tanque y los equipos de bombeo necesarios.

Munición

La munición será otro ítem principal. Nuevamente, no es un problema en una


operación anfibia, con la condición de que se encuentren disponibles los buques
adecuados y los medios para el movimiento buque-tierra. Dentro de Europa hay un
número de opciones para el movimiento de la munición de reaprovisionamiento que no ha
volado con la fuerza. El reabastecimiento puede ser por aire, camino, ferrocarril o por
mar; dependiendo del área de despliegue operacional. Liberados de la munición de los
tanques y debido a que la munición inteligente para artillería y morteros requiere
consumos menores para alcanzar el blanco, existe la posibilidad de que se reduzcan los
tonelajes de ésta en el futuro.

Contrarrestando la Inestabilidad Tanto dentro como Fuera del Area

Una fuerza Anfibia basada en el transporte marítimo, con su gran capacidad de


carga, podrá ser la respuesta en áreas donde haya poca o ninguna infraestructura
logística y pocas comunicaciones. Estas fuerzas, siempre que estén correctamente
configuradas y cargadas, son intrínsecamente más flexibles desde el punto de vista
logístico que las fuerzas aerotransportadas o las fuerzas terrestres apoyadas por el
transporte aéreo o por largas líneas de comunicaciones terrestres. Es aquí donde las
brigadas de Infantería de Marina están en su elemento. Sin embargo, muchas veces será
la mejor solución una combinación de fuerzas anfibias y aerotransportadas, con la masa
de las cargas pesadas llevadas por mar.

destruir blindados, con gran capacidad de soportar daños, algún día el


sucesor del tanque.
342
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
Se ha tratado con anterioridad la creciente amenaza a la estabilidad y armonía del
mundo que poseen algunas naciones situadas alrededor de la cuenca del Mediterráneo y
en el Cercano Oriente. La amenaza varía desde el apoyo al terrorismo internacional, que
está en el extremo inferior del espectro y que es una amenaza a la armonía más que a la
estabilidad del mundo, hasta el chantaje nuclear o químico que lleva en sí peligros
considerables a la paz. Posteriormente volveremos sobre el terrorismo y consideraremos
el extremo superior primero.

En el Area

El flanco sur de la OTAN es particularmente vulnerable debido a las razones


expuestas con anterioridad. Como siempre es solo posible adivinar el peligro en el lugar y
momento de la amenaza a una nación del flanco sur, resulta difícil realizar planeamientos
de contingencia detallados. La respuesta es la reacción rápida y flexible provista por una
fuerza capaz, heli y aerotransportada, apoyada por una fuerza de transporte aéreo
táctico. Si ha habido suficiente tiempo de preaviso, se podrá destacar una brigada de
infantería de marina para negar el área amenazada, tanto para llevar a cabo el
desembarco inicial en apoyo de la región amenazada o para reforzar la fuerza
aerotransportada. (Ver Nota 14). No habrá posibilidad de acopiar, por eso en primera
instancia probablemente el apoyo logístico deberá ser por aire. Tal vez posteriormente se
puedan emplear tanto las líneas marítimas como terrestres.

Fuera del Area

Para operaciones “fuera del área de la OTAN”, los métodos de abastecimiento


tratados más arriba aún continúan siendo aptos. Además EEUU tiene acopios pre
posicionados en Diego García para apoyar las operaciones en el litoral del Océano
Indico. Siempre que éstos continúen siendo mantenidos y que haya compatibilidad y
estandarización, no hay razón para que los británicos o cualquier otra nación de la OTAN
no los pueda usar si toman parte en una operación junto con los norteamericanos a lo
largo de esa área. Tanto aquí como en cualquier otro lugar, estas operaciones pueden
incluir el combate a las guerrillas, posiblemente a requerimiento de un estado cuya
existencia está amenazada por un movimiento guerrillero y debido a que involucrarse
está dentro de los intereses de occidente. Si bien, al presente, estas sugerencias no
están de moda, las modas políticas cambian, así como los imperativos económicos y
sería tonto sostener categóricamente que esto nunca sucederá.

Guerrillas y Terroristas

Es necesario distinguir entre guerrilleros y terroristas porque existe confusión en


algunos sobre que es cada uno. Esto se debe a que tanto en declaraciones oficiales y en
la prensa los términos “terrorista”, “guerrilla”, “comando”, “guerrilla urbana”, “pistolero”,
“terrorista urbano” y otros, algunas veces empleados en la misma declaración o artículo
como si fueran sinónimos. Como dice Walter Lacquer, al respecto, los principales
culpables son los simplificateurs terribles” de los medios. Continúa diciendo:
“La esencia de la guerra de guerrilla es la de establecer un foco o áreas liberadas y colocar
pequeñas unidades militares las que gradualmente crecerán en poder, número y
equipamiento – de secciones a compañías y regimientos, finalmente a divisiones y ejércitos,
343
La Savia de la Guerra
como en Yugoslavia y China en la Segunda Guerra Mundial (y debió haber agregado
Vietnam) – a fin de librar batallas contra las tropas gubernamentales. En las áreas liberadas
las guerrillas establecen sus propias instituciones, realizan propaganda y llevan a cabo otras
actividades políticas abiertas.
Nada de esto es aplicable a los terroristas cuyas bases de operaciones están en las
ciudades y que deben operar clandestinamente en unidades pequeñas. En las grandes
concentraciones se expondrían inmediatamente a represalias por parte del gobierno. Los
terroristas pueden ser parte de un movimiento político que efectúa propaganda y otras
actividades políticas (tal como el IRA y el ETA vasco), pero hay una división estricta de
tareas entre las ramas legal y militar del movimiento. Los terroristas no se comprometen con
la propaganda política, solo usan espías ya que su principal preocupación es permanecer
profundamente cubiertos.” 15

La logística de un típico movimiento guerrillero fue examinada en el capítulo sobre


Vietnam, incluyendo los problemas a que debe hacer frente un comandante de guerrillas
debido a la intrínseca inflexibilidad de su sistema de abastecimientos. También en el
mismo capítulo ha sido ampliamente cubierta la logística de las fuerzas que combaten a
los movimientos guerrilleros. Resulta suficiente decir que si bien el advenimiento del
helicóptero abrió nuevas posibilidades a las operaciones y tácticas, las campañas en
Vietnam y Afganistán (y otras no tratadas tales como las de Borneo y Dhofar), probaron
que la posesión de una importante fuerza de helicópteros no llevará, por sí misma, al
éxito a un ejército convencional empeñado en una campaña para combatir la guerrilla,
salvo que los conceptos operacionales y tácticos sean correctos. Pero sin helicópteros, el
abastecimiento será mucho más difícil y en algunos momentos, imposible. Este medio le
permite a los ejércitos llevar a cabo operaciones mucho más ambiciosas de las que eran
posibles en la era pre-helicóptero. Así, las reestructuradas Fuerzas Británicas, estarán en
buenas condiciones de pelear una campaña contra las guerrillas, en cualquier tipo de
terreno.

Logística Terrorista

En este capítulo sobre la logística de las guerras del futuro, vale la pena echar una
mirada sobre la logística terrorista. Debido a que los terroristas han sido, son y serán un
enemigo de la armonía y por lo tanto un ingrediente de las guerras futuras. Así como
examinamos la logística de otro enemigo potencial, la Unión Soviética; una mirada sobre
el sistema logístico terrorista y sus problemas, tal vez nos brinde una indicación que
pueda valer la pena aplicar con mayor detalle como una parte de la batalla para derrotar o
al menos contener al terrorismo en un nivel aceptable. Ni el espacio ni el tiempo permiten
un análisis de la logística terrorista, aún uno que se equipare al breve tratamiento dado en
este libro al abastecimiento soviético. Estamos enfrentados a una multitud de
organizaciones terroristas con gran cantidad de variados objetivos y áreas de
operaciones. Sin embargo, parece que hay algunos temas comunes.

“Los terroristas modernos, a diferencia de sus antecesores, no viven solo del entusiasmo
solamente; requieren una gran cantidad de dinero. La preparación para operaciones
importantes, generalmente es cara; se requiere dinero para los fines logísticos, para armas,
para información y hablando en general, para pagar los gastos de los militantes que no
tienen otros ingresos. Los automóviles pueden ser robados, pero es menos peligroso
comprarlos. Las casas seguras no pueden ser robadas y también se necesita dinero para el
344
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
soborno y otras emergencias variadas.”16

Los fondos necesarios pueden ser obtenidos de una variedad de fuentes, desde el
robo de bancos y correos, de donaciones de simpatizantes y gobiernos amigos y del
tráfico de drogas. El Ejército Provisional Republicano Irlandés (PIRA) es un ejemplo
típico. El Comité de Ayuda de Irlanda del Norte (NORAID) en los EEUU es el más
conocido, sí bien no siempre el más generoso, proveedor de fondos del PIRA. Hay
evidencias de que han encontrado apoyo en más de otros veinte países, incluyendo
Alemania Occidental, Holanda y Escandinavia. El apoyo va desde dinero en efectivo
hasta adiestramiento. Además el PIRA realiza una cantidad de operaciones comerciales,
algunas legales, otras no: una flota de taxis en Belfast, estafas con protección bajo la
apariencia de “custodia” de edificios y obras en construcción, “retornos” de los contratistas
a cambio de amenazar a los otros oferentes en las licitaciones, impuestos no oficiales por
beber en lugares públicos en las áreas católicas, para mencionar solo algunas. Las
opiniones varían significativamente con respecto a cuanto recaudan las organizaciones
terroristas en todo el mundo. Pero no hay dudas de que el PIRA está en un nivel bajo
comparado con el Abu Nidal, cuyos ingresos en 1985 fueron estimados en 30 a 40
millones de dólares a precios de 1980, en cambio, este parece pequeño comparado con
los terroristas pagados por la droga (narco-terroristas) del grupo colombiano M-19, cuyos
ingresos en 1985 fueron estimados en 50 a 150 millones de dólares a precios de
1980.17La obtención de fondos puede, por sí misma, ser un indicador de que un grupo
terrorista está planeando una operación. Por ejemplo, La Facción del Ejército Rojo
Alemán, una de las organizaciones no muy rica, antes de cada operación tenía que
asaltar bancos para obtener los fondos para comprar armas, explosivos y satisfacer otros
requerimientos. Si se ven forzados a robar explosivos, podrán dar una pista a las
autoridades de que se están preparando para una operación. La necesidad de los
terroristas de esconder las armas y explosivos y posteriormente reunirlas antes de su
empleo, también puede ser una debilidad de su sistema logístico, que algunas veces
lleva a su captura.

Montar una operación terrorista requiere, entre otras, una gran preparación logística y
tiempo. Es por eso que los temores de algunos círculos con respecto a que los libios
podrían reaccionar inmediatamente al bombardeo norteamericano de Trípoli con una
campaña terrorista masiva, eran ridículos. Salvo que los medios requeridos para tal
campaña ya hubieran estado en su lugar, el problema planteado por el enorme esfuerzo
logístico requerido, hacía tal reacción imposible. La logística determinará la escala y
complejidad de las operaciones que una organización terrorista pueda intentar. Por
ejemplo, después que el secuestro de Mogadisio fracasó, la Facción del Ejército Rojo
nunca más lo intentó. Requiere armas especiales, partidarios (posiblemente en más de
un país) y lugares para ocultarse, por eso, solo las grandes organizaciones tales como el
PLO y otros grupos árabes intentan los secuestros. Algunas veces los grupos más
pequeños se ayudarán logísticamente entre sí. El grupo francés Actiona Directe montó un
frente logístico para proveer armas, documentos, dinero y casas seguras que no solo las
empleaban ellos sino que brindó asistencia a las Brigadas Rojas Italianas que se
escondían en Francia. Antes que el grupo belga Células Comunistas Combatientes
(CCC) entrara en acción por su cuenta, proveyó armamento y explosivos a otros grupos
más agresivos.18 El apoyo a las operaciones terroristas, por parte de los gobiernos, está
en el otro extremo de la escala. A este respecto, en los últimos tiempos los líderes han
345
La Savia de la Guerra
sido Siria, Irán y Libia. Siria ha provisto al Hizbollah los misiles soviéticos antitanque
Sagger, los Grad y lanzadores. Sin embargo, los estados que apoyan el terrorismo no
son un fenómeno nuevo; por ejemplo, el asesinato del Rey Alejandro de Yugoslavia en
Marsella en 1934 fue preparado por los italianos y el de Trotsky en México en 1940, por la
Unión Soviética. Es probable que continúe así de violento en el futuro previsible, en lugar
de disminuir, si aquellos que lo practican pertenecen a sectas que no tienen en cuenta
sus vidas, así como las de sus víctimas.

Los barones de la droga apoyan a las organizaciones terroristas, por el provecho que
obtienen de ellas. Generalmente las fuerzas que tienen a su disposición son mucho
mayores que las que muchos grupos terroristas pueden reunir, tanto en términos de
tamaño como en calidad del equipo; en algunas áreas controlando gran parte del campo
y operando abiertamente, lo que coloca a algunas de ellas como puntales de la guerrilla.
Existen evidencias de que los traficantes de drogas y los grupos guerrilleros en América
Central Y Sur han sido equipados con gran cantidad de armas y municiones por parte de
Cuba, gran parte de aquél es equipo norteamericano abandonado en el Sudeste Asiático
o capturado al Ejército de Vietnam del Sur en 1975 y posteriormente adquirido por Cuba
a la República Socialista de Vietnam a cambio de productos agrícolas y mariscos. Este
armamento totalizaba más de 2 millones de armas menores de diferentes tipos. Además
Cuba distribuyó una amplia gama de armas del Bloque Oriental a los grupos insurgentes
en Nicaragua, entre ellas, armas portuguesas abandonadas en Mozambique y Angola.19
Para aplastar grupos tan poderosos, es probable se requiera una respuesta armada,
salvo que se adopte la sutil y más barata aproximación a la legalización de las drogas.

RESUMEN

Si bien, al momento de escribir, la posibilidad de una guerra con la Rusia Soviética


parece que se reduce, no hay razones para que Occidente se desarme. Desde el
extremo superior del espectro de la amenaza, directamente hasta el fondo, las naciones
occidentales tienen la necesidad de mantener fuerzas armadas y los medios para
abastecerlas. La Alianza de la OTAN será necesaria hasta que la amenaza soviética
disminuya hasta un nivel aceptable. Es difícil decir cual es ese nivel porque dependerá de
muchos factores, incluyendo la naturaleza del gobierno de la Unión Soviética y de la
correlación de fuerzas en Europa. Fuera de la OTAN nadie puede decir cuando y donde
será el próximo conflicto, la forma que tendrá y si Occidente se verá envuelto o no. Lo
que es verdad es que a menos que Occidente permanezca fuerte, con armas y equipos
modernos con la organización logística y acopios para apoyar sus fuerzas, finalmente se
presentará una situación que signifique abandonar algo territorial, económico, un
principio, una permuta de alguno de ellos, que Occidente desearía mantener. Por lo tanto,
sería sabio para este último, tanto con la actual maquinaria de la OTAN o alguna nueva
agrupación europea, examinar los medios para mantener la seguridad colectiva contra
nuevas amenazas, pese a que es débilmente percibida al presente. Como siempre, la
logística jugará un rol importante y es necesario resistirse a la tentación de establecer
fuerzas de vidriera sin sustentabilidad, si es que ellas deben proveer la necesaria
disuasión.

Sería conveniente, para la nueva agrupación o para la vieja Alianza, examinar desde

346
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
el principio sus requerimientos y organización logística en concordancia con sus
objetivos operacionales; comenzando por la base industrial y trabajar hacia delante hasta
la línea del frente. De esta manera, la aproximación ad hoc que adopte la OTAN desde el
principio, pueda ser evitada en el futuro. Los patrones cambiantes de la amenaza y la
forma y tamaño de las fuerzas para enfrentarla, brindan la oportunidad de dar a los
logísticos lo que realmente hay que apoyar para el nivel de fuerzas requerido.
Comenzamos con la lista de los principios logísticos. Los cinco principios de
administración: previsión, economía, flexibilidad, simplicidad y cooperación continúan
brindando un conjunto de puntos a seguir cuando se planifiquen todo el tema logístico en
las próximas décadas, si en el ámbito de la Alianza (o su reemplazante) su
sustentabilidad estratégica y las organizaciones operacionales y tácticas a abastecer en
una amplia gama de situaciones o niveles de fuerzas.

APENDICE

Cuando este libro estaba por ser enviado a la imprenta, hemos visto una
demostración sensacional del poder de proyección de los EEUU y sus aliados en el
Golfo. La demostración de alistamiento por parte de los militares norteamericanos,
basada en años de planeamiento meticuloso, comparada favorablemente con la incierta
dirección política del Departamento de Estado. Este último fue ampliamente responsable
de haber enviado las “señales” políticas equivocadas a Saddam Hussein, que
precipitaron la invasión.

La rápida aparición de dos divisiones aerotransportadas, escuadrones de cazas/


bombarderos, cazas de defensa aérea y el rápido redespliegue de grupos de batalla de
portaaviones y grupos anfibios, demostraron, en forma convincente la necesidad de tales
fuerzas, junto con sus medios de movilidad. Resultó crucial la activación de los acopios
en Diego García durante los primeros días, cuando solo se disponía de fuerzas ligeras
para contener un ataque Iraquí hacia Arabia Saudita. Se proveyeron armas pesadas y
sustancial apoyo logístico infinitamente más rápido de lo que lo hubiera permitido un largo
transporte marítimo desde los EEUU.

Finalmente los Estados Unidos llevaron los acopios suficientes para que duraran los
60 días de combate previstos; precaviéndose de lo que el Comandante en Jefe Aliado
General Schwartzkopf llamó la “fiesta del zángano”. En este aspecto, como en otros, se
mostró como un digno sucesor de los grandes capitanes del pasado. Los logísticos del
gran movimiento de flanqueo estaban suficientemente desalentados. Sin embargo, se
dice que el General Schwartzkopf predominó sobre los dubitativos de su estado mayor
sosteniendo que se podía hacer. Solo un comandante que entiende de logística puede
empujar a la máquina militar hasta el límite, sin el riesgo de un descalabro total. Sin
embargo, hay que destacar que el consumo de munición de los tanques y posiblemente
de salvas de artillería fue menor de los que hubiese sido si el ejército iraquí hubiera
combatido más fuerte. Pero la provisión de combustible para un cuerpo blindado que
totalizaba seis divisiones, recorriendo 325 kilómetros a través del desierto en dos días,
fue una hazaña en sí misma, sin mencionar el combustible para el ataque
aerotransportado hacia el oeste.

347
La Savia de la Guerra
La concepción y conducción de lo que Simkin llamó “la batalla del sándwich de palo”,
fueron clásicas por sí mismas. Incluyó la captura de una base avanzada bien dentro del
territorio iraquí por parte de las tropas aerotransportadas de la 101 División
Aerotransportada. Esto brindó la bisagra para el brazo basculante de las fuerzas
blindadas, mecanizadas y aeromóviles para taponar las rutas de retirada iraquíes a través
del Eufrates. Sobre esta capa, una maza de blindados corrió para empeñarse con la
Guardia republicana Iraquí.

Lo genial del plan de Schwartzkopf fue reconocer que Saddam Hussein había puesto
su ejército en el Teatro de Operaciones Kuwaití, incluyendo el sur de Iraq, en una bolsa.
Por un lado estaba el mar, el fondo eran defensas que había creado para mantener
alejados a los aliados. El lado occidental estaba abierto. La trampa era simular un
desembarco anfibio, aferrando seis divisiones iraquíes y pegar fuerte en la derecha y el
centro para mantenerlo mirando en esa dirección. El VII Cuerpo cerró el lado oeste y
aplicó presión. La salida de la bolsa quedaba del lado de los puentes del Eufrates,
dañados por los ataques aéreos. El brazo que pivoteó, apretó el cuello.

El poder aéreo era indispensable. Estuvo más cerca de alcanzar la victoria sin apoyo,
que en cualquier otro momento de la historia. Pese a los esfuerzos de los aviadores,
parece que los logísticos del ejército iraquí continuaron trabajando. Hasta que fueron
llevados a la batalla en el terreno, podrían haber sobrevivido, aún en posesión de Kuwait.
Las palabras de Slessor (ves capítulo 3) “Finalmente éste (el poder aéreo) de ninguna
manera puede aislar el campo de batalla del enemigo con respecto a los abastecimientos
y refuerzos”, continúan siendo, en 1991 tan verdaderas como en 1944.

Fue la perspectiva de un ataque terrestre lo que llevó a Saddam Hussein a llevar a


cabo frenéticos intentos en busca de un deshonesto cese del fuego. Necesitó la ofensiva
terrestre de 15 divisiones aliadas que destruyeron totalmente 42 divisiones iraquíes en
100 horas. Fue una ofensiva terrestre que sacó a Saddam de Kuwait y llevó a sus
generales a la mesa de la base aérea de Safwan, cortesía del “Big Red One” la 1ª
División de Infantería de los EEUU. Con un telón de fondo con los colores de la división,
adornado con gallardetes de batallas, demostrando que el Ejército de los Estados Unidos
regresaba con todo su poder y gloria, el General Schwartzkopf anunció los términos de la
rendición incondicional que había dictado al ejército vencido. Por fin el veneno había sido
retirado de las heridas recibidas en Vietnam, trayendo regocijo a los amigos de los EEUU
y confundiendo a los detractores y quejosos – especialmente mariscales mediocres que
miraban de atrás y generales amateur en las salas de las academias.

Gracias a su general y a todos bajo su comando, la 1ª División Blindada Británica


jugó un rol estelar en esta victoria terrestre. Es muy temprano para comentar
profundamente todos los aspectos de la conducción de esta división. Pero vaya como
muestra.

Primero, el empleo imaginativo de la artillería como brigada. Por eso el general Smith
fue capaz de minimizar su debilidad táctica, solo dos brigadas blindadas y maximizar el
poder destructivo de su artillería, especialmente el Sistema Múltiple de Lanzadores de

348
Echando una Mirada a la Bola de Cristal
9
Cohetes. Se ha informado que los prisioneros iraquíes dijeron que el bombardeo era
suficientemente dañino, pero que la artillería era devastadora.

Segundo, la pericia logística de la división. El final de su avance, aún tenía suficiente


combustible y munición como para llevarla hasta Bagdad.

Todos los participantes en la fuerza terrestre de la coalición, compuesta por


importantes contingentes de siete naciones y varias contribuciones menores de otras,
cumplieron su parte en el éxito de la batalla terrestre de las 100 horas.

También es demasiado pronto para hacer una lista de todas las lecciones logísticas.
Pero una ya se destaca. Gracias a la parsimonia británica con respecto a los recursos
militares en la década pasada, se necesitó la mitad de los recursos logísticos del 1er.
Cuerpo Británico y una parte de los del Ejército en el Reino Unido hacer la División apta
para la batalla. En todo el Ejército del Rin no quedaron tanques Warrior y solo 10
Challengers en condiciones, sin mencionar la enorme cantidad de otros equipos dejados
inútiles debido a la canibalización. Aquí yace una lección para el futuro. Solo aquellas
fuerzas que realmente son capaces de apoyar operaciones en el extremo de una larga
línea de comunicaciones, serán las más inteligentemente empleadas en la disuasión de
las amenazas planteadas por los actuales aventureros de la escena internacional.

Esta ha sido un nuevo tipo de guerra. Una guerra en que la tecnología trajo niveles
sin precedentes de precisión tanto en las armas aéreas como en las terrestres, nuevos
niveles de poder destructivo y por sobre todo, una revolución en la disponibilidad de
información por parte de los comandantes aliados. Finalmente, lo que muchos temían
fuera una debilidad, el desarrollo de planes estratégicos y tácticos para el comando y
control de una fuerza compuesta por elementos de tantas naciones, probaría ser un
triunfo – el mérito de lo cual finalmente debe ir para su dinámico comandante – descripto
por el Teniente General Sir Peter de la Billiere como “el hombre del partido”. Sin embargo,
detrás de todo esto está la necesidad de un inmenso esfuerzo logístico – la savia de la
guerra.

9
En inglés: Multi-Launched Rocket System (MLRS).
349
La Savia de la Guerra

1.Jane's Defense Weekly, 14 de octubre de 1989, p. 767.

2.Jane's Defense Weekly, 21 de octubre de 1989, p. 849

3.Jane's Defense Weekly, 21 de octubre de 1989, p. 870.

4.Journal of the Royal United Services Institute for Defense Studies, otoño de
1989, p. 15, el General Galvin, en presencia del General Lushev, Comandante en Jefe
de las Fuerzas Armadas Conjuntas del Pacto de Varsovia.

5
Simpkin, Race to the Swift.
6
Simpkin.
7
Van Creveld, Supplying War, pp. 234/235.
8
Simpkin, p. 122.
9
Una regla del dedo, para la asignación de helicópteros, podría ser la
siguiente:

Ejército/Infantería de Marina

helicópteros por
Formación Tipo de helicóptero formación Total
2 x Brigada de Helicópteros de ataque(¿MBAV?) 20 40
I.M. Hel. de Comb. De Infantería 20 40
Hel. de apoyo de fuego 20 40
Recce 10 20
Blackhawk 20 40
Total todos los tipos 90 180
2 x Brigada de Helicópteros de ataque(¿MBAV?) 60 120
Asalto Hel. de Comb. De Infantería 40 80
Hel. de apoyo de fuego 20 40
Recce 10 20
Total todos los tipos 130 260
3 X Brigadas de Blackhawk tipo infantería 40 120
Infantería Artillería tipo Blackhawk 40 120
Ligera Reece 10 30
Total todos los tipos 90 270
3 x Brigada Recee 10 30
Mecanizada
Ligera Total todos los tipos 10 30
4 x Brigada de Recee 6 24
Artillería Total todos los tipos 6 24
Logística Carguero pesado (Chinook)(a) -- 60
Total todos los tipos -- 60

Total helicópteros Ejército/I.M. 824


Marina Total todos los tipos 177
Fuerza Aérea Total todos los tipos nada

Total del total todos los tipos (b) 1001


Notas de la tabla superior:
(a) No apto como helicóptero de combate – ver Nota 10 abajo.
(b) Ver The Military Balance, 1988-89, pp. 3 que da el número de
helicópteros británicos al momento de escribir este libro y p. 6 brinda

350
Echando una Mirada a la Bola de Cristal

los tipos de helicópteros apto para el combate.


10
Las Negotiation on Conventional Forces in Europe, Proporsal Submitted by
Members of NATO Alliance at Vienna, 13 July 1989, p. 3 brinda los números
de helicópteros y el la p. 6 muestra los tipos que se consideran
helicópteros de combate
11
Donnelly, The Sustainability of the Soviet Army in Battle, SSRC papel C53,
p.23.
12
MacKenzie, The Counter Offensive, texto de la exposición al grupo de
trabajo del Min. De Defensa/Seminario del King’s College 19 de julio de
1989, p.7
13
Jane’s Defense Weekly, 14 de octubre de 1989, p. 783. Los proyectos son:
• The Modular Stand-Off Weapon
• Munición Inteligente para ataques a refugios.
• Misil de Corto Alcance Anti Radiación.
• Mina Marina Avanzada.
• Misil Aire-Aire de Corto Alcance Avanzado.
• Reemplazo de las Fragatas de la OTAN para la década de 1990.

Tal como lo destacó el Mayor General Baxter, un reciente Jefe de Logística


del Estado Mayor de la Defensa en el seminario del Min. de Defensa/King’s
College en julio de 1989, en la OTAN hay cinco diferentes tanques con
cuatro cañones de distinto calibre y cuatro helicópteros antitanques
diferentes con distintos misiles. El breve éxito con la munición de armas
livianas finalizó cuando el 7,62 mm dejó de ser el calibre estándar de la
OTAN. Once firmas de los países de la Alianza

14
La flexibilidad de las fuerzas aerotransportadas equipadas con el Tactran
FLA y una mezcla de los actuales y las futuras generaciones de helicópteros
podrá ser presentada brevemente si concebimos el siguiente escenario:
(a) Una brigada a ser llevada por vía aérea 2.350 millas náuticas desde
el reino Unido (por ejemplo a Turquía Occidental), a la que
llamaremos Aerotransporte 1.
(b) Tres días después llega el requerimiento de un rápido refuerzo de
Europa Continental. La primera fase de este refuerzo incluye la
inserción de una fuerza aerotransportada desde el reino Unido hasta
un radio de acción de 800 millas náuticas, para capturar una pista
que está en poder de fuerzas helitransportadas de un ejército
enemigo que avanza, designado Aerotransporte 2.
(c) Simultáneamente con el Aerotransporte 1, se necesita llevar por aire
efectos desde el Reino Unido a Europa hasta un radio de acción de
400 millas náuticas, designado Aerotransporte 3.

Aerotransporte 1
A los fines de este escenario, la brigada en movimiento no está configurada
como está previsto en la Nota 9 más arriba, sino que se parece a una
brigada aerotransportada del tipo de 1990. Esto permite que los números
sean convalidados por el Aeroespacio Británico empleando datos basados en
equipos en servicio o existentes. La brigada, compuesta por 2.500 hombres,
5 helicópteros livianos, 12 helicópteros de ataque, 3.915 toneladas de
carga y 1.000 vehículos (incluyendo remolques y vehículos livianos de
transporte de personal) podrá estar completa en Turquía el Día D + 3 y 18
horas requiriendo 362 salidas. En comparación, aún empleando el C-130 J aún
en el tablero de dibujo, pero una versión mejorada del actual C-130 H, este

351
La Savia de la Guerra

mismo transporte aéreo requerirá 647 salidas de 65 aviones y no estará


completo hasta el Día D + 10 y 6 horas.
Si los helicópteros de ataque vuelan por sus propios medios, el
transporte podrá ser completado aún antes. El Apache AH-64ª equipado con
cuatro tanques descartables puede volar desde el Reino Unido a Turquía sin
escalas. Así, aún si la brigada dispone de la totalidad de los helicópteros
de ataque (60), (Nota 9 anterior), los Blackhawks reemplazarán a muchos de
los 1.000 vehículos en el transporte por medios del Tactran FLA y cualquier
Chinook logístico agregado podrá volar directamente empleando AAR.

Aerotransporte 2
En esta operación la organización de la brigada paracaidista es casi la
concebida por el autor, pero tiene menos vehículos mecanizados ligeros y
más a rueda y equipos remolcados, para permitir que las cifras tengan
validez. Está compuesta por:
2.000 hombres
25 vehículos mecanizados ligeros
70 vehículos a rueda
55 remolques y equipo remolcado
2 helicópteros livianos
12 AH-64ª Apache
128 toneladas de munición y pallets
73 toneladas de efectos y pallets
con un abastecimiento diario requerido de 64 toneladas de munición y 37
toneladas de otros efectos.
El asalto será en tres fases:
Fase Uno
Asalto de paracaidistas con dos batallones totalizando 600 hombres para
capturar una pista de 3.000 pies
Fase Dos
En la pista capturada en la Fase Uno, aterrizaje de 10 vehículos
mecanizados ligeros (tipo Scimitar) y sus tripulaciones y 2
helicópteros livianos. Los AH-64ª comienzan a llegar directamente desde
el Reino Unido, cada uno equipado con 2 tanques de combustible
externos, 8 misiles Hellfire, 4 misiles Stinger y 1.200 tiros de 30 mm.
Fase Tres
Comenzando a H más 45 minutos, aterrizaje de:
1.400 hombres
15 vehículos mecanizados ligeros
70 vehículos a rueda
55 remolques/equipos remolcados
32 pallets de munición
36 pallets de efectos
Las Fases Dos y Tres deberán estar completadas dentro de las 2 horas y
50 minutos desde el lanzamiento de la Fase Uno, empleando 52 salidas de
Tactran FLA. En comparación, el C130-J hubiera requerido 102 salidas y 8
horas 46 minutos para realizar la misma tarea.
Fase Cuatro
Vuelos diarios de 101 toneladas de munición y efectos, requiriendo 5
salidas de Tactran FLA, comparadas con 7 salidas de C-130J.
Aerotransporte 3
Este requiere un transporte aéreo diario de 400 toneladas de efectos

352
Echando una Mirada a la Bola de Cristal

logísticos a ser llevados a 400 millas náuticas, ejecutado


simultáneamente con el Aerotransporte 1. Se lo puede ejecutar con 3
Tactran FLA y 24 salidas. En comparación, serán necesarios 5 C-130J con
34 salidas para realizar la misma tarea.
Todas estas tareas ambiciosas pueden ser realizadas con el Tactran
FLA, con capacidad remanente para lo imprevisto, porque una vez
completado el Aerotransporte 1, habrá capacidad de transporte aéreo
disponible para 9.600 toneladas por día a un radio de 400 millas
náuticas o 2.160 toneladas por día a un radio de 2.350 millas náuticas.
Al mismo tiempo, no habrá capacidad remanente ofrecida por una flota de
C-130J.
Los datos de más arriba y la comparación entre el Tactran FLA y el C-
130J, asumen lo siguiente:
(a) 65 aviones en las flotas de Tactran FLA o C-130J,
(b) Aviones disponibles diariamente:
C-130J: 78 por ciento (asumiendo 8 por ciento de mejoras sobre
los actuales C-130).
FLA: 90 por ciento (tecnología de 1990, mejor mantenimiento,
etc.)
(c) Velocidad de crucero (promedio)
C-130J 300 nudos
FLA 400 nudos.
15
Lacquer, The Age of Terrorism, p. 146-148 y pies de página.
16
Lacquer, p. 96.
17
Lacquer, p. 102-103.
18
Dobson y Payne, War Without End, pp. 89-104.
19
Investigación por parte del Dr. Ezell, Directos del Instituto para la
Investigación de las Armas Menores, en International Security.

353
ÍNDICE DEL LIBRO:

Prefacio…………………………………………………………………………………….i

Listado de ilustraciones

Glosario de términos y acrónimos

Las disciplinas de la guerra………………………………………………………..……...1

Desde los asirios /700 a.C.) hasta el armisticio de 1918……………………..………..9

Tres campañas de una guerra global: Norte de Africa de 1942 a 1943.


Italia de 1943 a 1945. Birmania, de 1942 a 1945……………………………………...45

Falta de preparación y rápida recuperación: Corea 1950 - 1953…………………...101

Insuficiencia y superabundancia: Indochina y Vietnam de 1946 a 1975…………...126

hacia el Africa - Del Sinaí a Suez. La guerra del Yom Kippur, 1973…………….….217

La guerra en el pantano: Bangla Desh 1971………………………………….………233

Logística anfibia - Malvinas, 1982……………………………………………….……..247

Cómo abastecer la guerra que nunca fue: Aún……………………………………….291

Una breve consulta a la bola de cristal. El apoyo a las guerras del futuro…………323

Notas.

Bibliografía.

Índice alfabético.

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