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LA PLAZA:

ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA
DEL COLONIALISMO
Ciudad e historia en América hispana

Así como la capital de México-país, se llama México-ciudad,


en el siglo xrx se decía que Santiago era Chile. Todos .Jos habi-
tantes de provincia vivían deseosos de ver la capital, «a la cual
el pueblo daba la denominación de Chile».45

«-Mire, cumpita, ¿no ve aquéllo, a modo de humo qtie está


allá, en deresera de aquel cerro azul? ¿No ve como unas palo-
mitas que se divisan sobre el humo?
-Sí veo, respondió Perico. .
-Pues ei ta Chile, dijo el otro, i luego llegaremos»."

* * *
El identificar la dudad con el país es la expresión más élara _
_de la significación de las grandes capitales en ~
Legítit,;~mente se puede afirmarqueíalifotúria--de J;;ciudad7s
la historia de Hispanoamérica. ------_
-----------·----~---~--··-
La historia de las ciudades es la historia de
Sudamérica.
P. 55: «Plaza Mayor» (México). Foto del archivo del Instituto Na-
cional de Antropología e Historia (México), reproducida en el catá· «Estudiar la historia de Quito, Lima, Buenos Aires,
logo de la. Exposición Urbanismo español en América, organizada Asunción, Bogotá, Santiago o Valparaíso, significa no
por el Instituto de Cultura Hispánica, 1973. sólo seguir la formación de interesantes ciudades, sino
58 LA PLAZA MAYOR

desc~brir las fuentes de la historia cultural de un


c?ntmente; pues la historia de estas ciudades es la
historia de América del Sur. En su gestación y creci-
miento se reflejan todas aquellas luchas que hubieron
1 LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMÓ

La plaza mayor, ¿fenómeno original de la América Española?


59

Al nivel actual de nuestros conocimientos resulta difkil afirmarlo


en forma categórica. Sería para ello necesario hacer una investi-
de s~stener en ~u nueva patria los conquistadores
espanoles, sus h11os y nietos».47 gación sobre el origen de las plazas mayores en España; sin em-
bargo, si se piensa que la mayoría de las ciudades españolas
Las _ciudades fueron la piedra angular del avance en los nue- (salvo, quizá, Santiago de Compostela 49 ), construyeron sus pla-
vos temtorios, durante la Conquista y luego durante la Col · zas después de haber sido levantada la de México... La Plaza
d ¡ · ., d - . orna, Mayor de Madrid sólo fue comenzada durante Felipe III, a partir
e ·a organ1za~1on e 1a vida económica, social y política. Es por
eilo .que asumieron un carácter centralizador y representativo de de 1617 y difiere de las americanas en que es una plaza cerrada,
la vida del país. rodeada de pórticos. Por otra parte, si por original se entiende,
no el problema del «huevo y la gallina», sino cuándo y dónde un
Los pueblos mmo_ núcleos de avance en la Conquista fenómeno alcanza plena significación y definición, es indudable
de los temtorzos circundantes. [Provisión de Felipe II que esta estructura urbana configura su tipicidad histórica en el
en que se declara la orden que se ha de tener en las Nuevo Mundo.
Indias, en nuevos descubrimientos y poblaciones que
en ella se hicieren. 1573] "
La plaza en la legislación indiana
«Desde el puebfo que estuviere poblado en los confi-
nes por via de comercio y rescate entren Indios vassa- Plaza Mayor, Plaza de Armas ... En realidad en las colonias
~os lenguas, a descubrir la tierra, y religiosos y Espa- españolas estos térm\nos son equivalentes. El nú~l§Q de to~
noles con rescates y con dadiuas, y de paz procuren tamiento que fungªron.Jos conquistadores .!iii ·el J':!t1<~..w-Mundo
de ~aber y entender el sugeto, sustancia y calidad de jl!e-la plaziCSíen muchasJ>arte_ss_eJ!!....Uamó.<~de qrrnas» fue por
la 31erra, y las naciones de gentes que las abitan, y los e1·carácrer ·de campa~~nto fortificado que tenia iüctañUeva
senores que las gouiernan, y hagan descripción de
fundación-· en ·América.- . ···
t~do lo que se pudiere saber y entender, y vayan em-
biando siempre relación al Gouernador para que la
embie al Consejo». Las primeras fundaciones: la ciudad-campamento

c·-:JSi~ablar de fa capital es referirse al país y, más aún,-;;¡~·-¡ [Cédula de 1568 al Virrey del Perú, don Francisco
i historia de las villas se identifica con la de América h bl d \ de Toledo, que regula la forma en que deben hacerse
ilPl M ··t· ,a_ge\ los nuevos descubrimientos y poblaciones]. 50
L.. a. ,aza a;or. s1gm 1ca aludir al corazón de esa hist:Q.ria. \P;;;:;¡-··'
cualqmer anahs1s que aspire a penetrar el devenir de América, es
e~enc1al considerar este fenómeno de concentración de Ia histori-· «Elegido el sitio del lugar donde han de poblar, dareis
ciclad. En efec,to'. se gen~ra en el Nuevo Mundo español una es- orden de que edifiquen sus casas haziendo con ellos
tructura econom1ca, so~1al y política centrípeta, con foco en la alguna manera de fuer~a, donde si conuiniere se pue-
Plaza, qu~ r;s.ume la vida del país y constituye el epicentro del dan defender ellos y sus ganados si los Indios los
acaecer h1stor1co. ·
quisieren ofender».
60 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 61

Durante la Conquista y gran parte de la Colonia, la plaza fue «Principio de orden» para la planificación urbana im·
realmente lugar de acuartelamiento y parque. puesto por la legislación de Indias hasta el año 1573.
La plaza: trinchera y empalizada [Felipe II, 1573 ]. 51
[Instrucción dada por el Rey a Pedrarias Dávila p~ra
«Auiendo hecho la planta de la población y reparti- su viaje a la Provincia de Castilla del Oro, que 1ba
miento de solares, cada vno de los pobladores en el a poblar y pacificar con la gente que llevaba. 2 de
suyo, asienten su toldo, si lo tuuiete, para lo qual agosto de 1513] .54
los capitanes les persuadan que los lleuen, y los que
no los tuuieren, hagan su rancho de materiales que con «7. Vistas las cosas que para los asientos de los luga-
facilidad puedan auer, adonde se puedan recoger; y res son necesarias -se refiere a las condiciones de
todos los colonos con la mayor presteza que pudieren salubridad, estratégicas, etc.-, é escogido el sitio
hagan alguna pali,ada, o trinchera en cerco de la pla,a, más provechoso y en que incurran más de las cosas
de manera que no puedan recebir daño de los Indios que para el pueblo son menester, habeis de repartir
naturales».' los solares del lugar para facer las casas, y éstos han
de ser repartidos segund las calidades de las personas,
Vicuña Mackenna, un historiador chileno del siglo pasado, se é sean de comienzo dados por orden; por manera que,
refiere al carácter primitivo y a esa condición de puesto fronterizo
hechos los solares, el pueblo parezca ordenado, ansí
en el origen de la ciudad que dan el nombre F'laza de Armas. De
en el lugar que se dejare para plaza, como el lug~r en
hecho la denominación alude generalmente a la ciudad fortificada
que hobiere la iglesia, como en el orden que tov1eren
y sólo en América se identifica con la plaza. Según Mackenna el
nombre viene, en Santiago, de que en ella se construyó el fortín las calles, porque en los lugares que d~ nu~vo se
que dominaba la nueva población. «Nadie hasta aquí la ha llamado hazen dando la orden en el comien,o, srn mngund
la plaza mayor, la plaza del rei, que es la designación común de trabajo ni costa quedan ordenados é los otros jamás
esos lugares en las ciudades españolas, en cuyo país llámanse sólo se ordenan».
plaza de armas las ciudades fronterizas o fortificadas, como
Badajoz, Figueras, Pamplona, Santoña, etc.».52 Sólo después de [ 1521. Real Cédula dando facultad a Francisco de Ga-
transcurrido el peligro de continuos enfrentamientos, adquiere el ray para poblar la provincia de Amichel, en la costa
terreno el carácter de mer~ado y de centro de relación entre con- firme que con navíos armados por su cuenta para
quistadores y vencidos: buscar un estrecho había reconocido] .55
Si .~os-m:qu~y_elan que en las primeras
_yfllas._.fíirídadas no aparece todavía la planta-tahkro,'3 la plaza se «Vistas las cosas que para los asientos de los lugares
encuentra, desde los primeros años de la Conquista, como clave son necesarias, y escogido el sitio ·más provechoso Y
Jera organización urbana. Mcy pronto-;<íesprrés-delinCorto en que incurran más de las cosas que para el pueblo
Período de anarquía urbanísüca, las instrucciones que se envían son menester, habéis de repartir los solares del l~gar
a los conquistadores comienzan a precisar tanto el sitio que debe para hacer las casas, y éstos han de ser repamdos.
elegirse para la fundación, cuanto los principios de orden que segund las calidades de las personas a quien se die.reo
·deben renerse en consideración para fundarlas. En todas estas y lo que cada uno hobiere servido, y desde el comien-
instrucciones, que repiten textualmente el mismo párrafo, hay zo se han de dar y comenzar por orden; por manera,
ya un comienzo de planificación urbana. que fechas los solares el pueblo parezca ordenado ansí
62 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 63

en el lugar que se dejare para plaza, como el lugar Mackenna, por ejemplo- e incluso contemporáneos * afirmen
que hobiese de ser la iglesia, como en la orden que que ya, desde 1523, se encontraba en las Leyes de Indias este
tovieren los tales pueblos en Ios servicios y edificios esquema de planificación. Revisando atentamente la Recopilación
públicos, porque en los lugares que de nuevo se hacen, se advierte que no figura disposición alguna anterior a 157 3 que
dando la orden en el comienzo, sin ningund trabajo hable de la planta de la ciudad. La disposición de Carlos I de
ni costa quedan ordenados, y los otros jamás se or- 1523, que citan los autores, se refiere exclusivamente al lugai:
denan». que debe ser elegido para fundar la ciudad.57 Sólo en las Or~
nanzas sobre Descubrimientos nuevos y Poblaciones, de 1573,
[ 1523. Instruction que Su Magestad del Rey don Car- dictadas por Felipe II en Bosque de Segovia, se impone erl forma
los, y doña Juana su madre dieron a don Remando clara el sistema de parrilla y en especial la plaza mayor ~orno
Cortes, para el buen tratamiento. y conversion de los fundamento organizador de la planificación. ______r-
Indios, y su poblacion y pacificacion y buen recaudo
de la real hazienda, en la qua! van puestos los capi- Principios urbanísticos que impone la legislación para
tulas de la instruction que se dio a Diego Velazquez la fundación de nuevas ciudades en América española
año de diez y ocho para nuevos descubrimientos]. 56 [Año de 1573. Provision en que se declara la orden
que se ha de tener en las Indias, en nuevos descubri-
«12. Vistas las cosas que para los assientos de los lu- mientos y poblaciones que en ella se hizieren].58
gares son necessarios y escogidos, y sitio mas prove-
choso, e que incurran :mas de las cosas que para el « 111. Aviendo hecho el descubrimiento elegidose la
pueblo son menester, aveys de repartir los solares del provincia comarca y tierra que se oviere de poblar,
lugar para hazer las casas, y estos han de ser repar- y los sitios de los lugares adonde se han de hazer las
tidos segun la calidad de las personas, y sean de nuevas poblaciones, y tomandose el asiento sobre
comien'o dadas por orden, de manera que hechas las ellos, los que fueren a cumplirlo executen en la for-
casas en los solares el pueblo parezca ordenado assi ma siguiente. Llegando al lugar donde se ha de hazer
en el lugar que dexaren para la pla,a, como en el la poblacion, el qua! mandamos que se,:. de los que
lugar que huuiere de ser la yglesia, como en la orden estuvieren vacantes, y que por disposición nuestra se
que tuuieren los tales pueblos y calles dellos: porque puede tomar sin perjuyzio de los Indios y naturales, o
en los lugares que de nuevo se hazen, dando la or- con su libre consentimiento se haga la planta del lugar
den eri el comienc;o sin ningun trabajo ni costa que- repartiendola por sus pla,as calles y solares a cordel
dan ordenados, y los ojos jamás se ordenan». y regla, comen,ando desde .Ja pla,a mayor, y desde alli
sacando las calles a las puertas y caminos principales,
!''~---- .. y dexando tanto compas avierto que aun que la po-
r····· J Antes de 1573 no se encuentra disposición alguna que im-
! ponga, en form;L clara, para la fundación de nuevas ciudades la blacíon vaya en crecimiento se pueda siempre prose-
planta tableró: SÍ:-~n-Caínbio, se observa, desde las prim~ras guir en la misma forma, y aviendo disposicion en el
r·-0raéfü1JIZas;·que la principal base urbanísticq en que descansa este
orden, es la plaza. El trazado de calles se ·menciona en segundo * Vuelve a encontrarse este aserto en el reciente catálogo de
lugar¡• en ningún párrafo se afirma que deba ser orto~al. la exposición: «Urbanismo español en América» 1 organizada por el
Llama por eso la atención que autores del siglo pasado -Vicufui··- . Instituto de Cultura Hispánica en 1973.
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sitio Y lugar que se ·escogiere para poblar, se haga «120. Para el templo de la yglesia mayor parochia o
la planta en la forma siguiente». monesterio, se señalen solares los primeros despues
de las pla<;as y calles, y sean en isla entera, de manera
« 113. La pla<;a mayor de donde se ha de comen<;ar la que ningun otro edificio se le arrime, sino el perte-
poblacion, siendo en costa de mar se debe hazer al neciente a su comodidad y ornato».
desembarcadero del puerto, y siendo en lugar medi-
terraneo, en medio de la poblacion, la pla<;a sea en «121. Para el templo de la yglesia mayor, siendo la
cuadro prolomgada que por lo menos tenga de largo poblacion en costa, se edifique en parte que en sa-
una vez y media de su ancho, porque este tamaño es liendo de la mar se vea, y su fabrica que en parte
el mejor para las fiestas de a cavallo, y cualesquier sea como defensa del mismo puerto»;
otras que se ayan de hazer».
«125. El templo en los lugares mediterraneos, no se
«114. La grandeza de la pla<;a sea proporcionada a la ponga en la pla<;a, sino distante della, y en parte
cantidad de los vezinos, teniendo en consideracion que este separado de edificio que a el se llegue, que
que en las poblaciones de Indios como son nuevas no sea tocante a el, y que de todas partes sea visto,
se ~a con intento de que han de yr en aumento, y porque se pueda ornar mejor, y tenga mas autoridad:
ansi se hara la elect1on de la pla<;a, teniendo respecto hase procurar que sea algo levantado del suelo, de
a que la poblac.ion pueda crecer, no sea menor que manera que aya de entrar en el por gradas, y cerca
de doscientos p'.es en ancho y trescientos en largo, ni del entre la pla<;a mayor, y se edifiquen las casas
mayor de ochocientos pies de largo y quinientos trein- reales, y del Consejo y Cabildo, Aduana, no de manera
ta Ydos de ancho, de mediana y de buena proporcion que den embar<;o al templo, sino que lo autorizen ... »
es de seyscientos pies de largo y quatrocientos de
ancho». «126. La misma planta se guarde en cualquier lugar
mediterraneo, en que no aya ribera, con que se mire
« 115. De la pla<;a salgan quatro calles principales mucho que aya las <lemas comodidades que se re-
una por medio de ~ada costado de la pla<;a, y do; quieren».
calles por cada esquma de la pla<;a, las quatto esqui-
nas de la pla<;a miren a los quatro vientos principa- «127. En la pla<;a no se den solares para particulares
les: porque desta manera saliendo las calles de la donde para fabrica de la yglesia, y casa reales, y pro-
pla<;a no estan. expuestas a los quatro vientos princi- pios de la ciudad: y edifiquense tiendas y casas para
pales, que seria de mucho inconveniente». tratantes, y sea lo primero que se edifique ... »

«1.16: Toda la pla<;a a la redonda y las quatro calles En el hecho el trazado reticular se aplica, sin embargo, ~:·;:·
)
prmcipales que dellas salen tengan portales, porque tante antes de que surja ninguna reglamentación sobre él. Aun
son de mucha .comodidad para los tratantes que aquí cuando la primera ciudad alzada en América, la Isabela, e?. enero. /
suelen concumr: las. ocho calles que salen de la pla<;a de 1494, no lo conoció,'' parece que este esquema se utiliza ya, I
por las quatro esqumas lleguen libres a la pla<;a sin bien que todavía no plenamente desarrollado ni con rigurosa ,
encontrarse con los portales, retrayendolos de manera cuadrícula, en el año 1502, al fundarse la ciudad de Santo D. ºj
que hagan azera derecha con la calle y plas;a». mingo.60
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Sí este sistema de coordenadas no queda claramente estable- . niveles de civilización. Muchas formas surgirán así de manera ___ -..
cido en las instrucciones a los conquistadores hasta el último cuar- espontánea, por su carácter obvio, por~ue significan -1~_ª2.~~<:~ció?. /_1")
to del siglo XVI, no ocurre lo mismo con la plaza. Su importancia del principi.<?__4.~J_mlr:ilmo-esfuerzoJ .. sin qu~ sea necesario atri- . ~ ~- _
se reitera permanentemente. Se la utiliza como principio organi- b~s..á-Tiítíuencias foráneas. Los que así prensan respecto a los
zador de ·la estameña urbana; y, como veremos más adelante, se orígenes del urbanismo hispanoamericano, sostienen que el sis-
1 le atribuyen importantes funciones en la política colonial. La tema en damero se habría utilizado por ser el diseño más obvio."
plaza se impone tanto para la organización de las grandes víllas
1 como para la de Jos pequeños pueblos. Conviene citar, a propó- La planta en cuadricula se habria impuesto en Amé-
1
J
sito de colonialismo, una instrucción de 1518 a los padres jeró- rica por ser el diseño más obvio
nimos en la que se les ordena que hagan pueblos de indios, con
iglesias, plazas y calles, insistiendo en la eficacia de la plaza y «Es imposible decir exactamente cómo se originó el
señalando que al cacique debe construírsele una casa «mayor familiar plano en damero de Jas ciudades americanas.
é mejor» cerca de ella.61 ¿No es esta una fórmula que ha de Es) por supuesto, un diseño bas:ante obvi?, qu~ P~~o
hacer fortuna en la historia del imperialismo? haber surgido independientemente en la 1magmac1on
de los diseñadores de ciudades en diferentes partes
j del mundo».63
Los tipos históricos
l Mucho discuten los historiadores sobre cuál fue el modelo
Sí bien la mayoría. de los h_í~t()fí.ad()re~-~-.recbaza la idea de_
que.la pla!l_t~-::orr<rfl()¡jlili:S\i'\íí§Ritad.a. . ~nl<;.'.l'~~c1pi~s <t~
j 'l\le.J11spíró en América la plan;a con calles tiradas a cordel y nismo prewlombino; tal cual como se refle¡anan err'fenuclmítan
1, _~oronad0~ayor. Aun cu-;ruro .~entro del contextü"-·· 0 en el Cuzco, .acepta~~l que los esp~~~~s, en algunos
de este esfüd10 no mteresa encontrar la solucton a este problema, casos, se sirvieróñ'de los trazados preexiste~~s.: Por su parte, los
1 resulta en todo caso conveniente una puesta al día de la cuestión, arqueólogOO-han demostraaoque-eresque~a tabler~ con una
~
ya que ella permite agregar algunos antecedentes históricos va- estructura central como punto de convergencia del canamazo ~r­
liosos. En líneas generales postúlanse las siguientes teorías: bano y de la vida social, económica y _religiosa, ~o era desconocido
l. Se trataría' de una forma espontánea de urbanización. en las ciudades precolombinas. En rigor, es d1scut1ble hablar en
ellas de plaza: hablar de centro ceremonial parece más adecua~o;
2. Estaría inspirada en las grandes ciudades precolombinas:
empero, como quiera que la denominemos, ~st~ e.structur~ cen-
Tenochtítlán y el Cuzco.
trica funciona, al igual que una plaza, como prmc1p1~ ~rgamzador
3. Sería consecuencia de las teorías urbanísticas del Renaci- del espacio. Refiriéndose a la ciudad de Tenochtttlan, George
miento, inspiradas en la tradición greco-romana. Kubler diagrama incluso un plano de la planta para apoyar su
4. Tendría antecedentes en la planificación medieval espa- afirmación de la existencia originaria en ella del grid:P'.ªn:" En
ñola y europea en general. la intersección de las coordenadas se levantaban las p1ram1des Y
los templos de .Ja principal área ritual, cir~undados por una mu-
La primera de estas bipótesis es un resabio de la teoría del ralla. Por su parte, estudios recientes af1rm~n q,ue el f~moso
Elementargedanke, o del «pensamiento simple», que elaborara n papel Maguey» que muestra la aphcac1on del sistema
Bastían en el siglo XIX. Esta concepción, de fondo emanatista, «PI ano e f 'd d..
de parrilla en Tenochtitlán, aun cuando ha su r1 o a ~c1ones en
postula fundamentalmente que existe una creación elemental hu- el período colonial, puede perfectamente datar de la epoc_a pre-
mana de formas básicas que se dan, análogas, en los primeros española.66 En la Historia de los Indzos de Nueva Espana, de
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Motolinía, se señala que este esquema de caminos cardinales que La ciudad maya, solamente una plaza
se intersectan en un centro ritual amurallado se repite en otras
ciudades aztecas.67
En el Perú la disposición axial aparece en la planta de pue- «Era un conjunto especial de construcciones adonde la
blos como Pikillapta y Viracochapampa, que algunos creen ori- gente acudía para presenciar las ceremonias religiosas
ginarios del período Tiahuanaco, aun cuando parece más probable y las funciones de orden cívico; se empleaba además
que sean guarniciones incas, fundadas durante la conquista espa- el mismo lugar para actividades de mercado».72
ñola.68 Ollantaytambo, puesto fronterizo inca de fines del siglo xv
en el valle de Urubamba, muestra una planta reticulada con «Luego venía la gran celebración y después de ella el
dieciocho bloques rectangulares, separados por calles rectilíneas
éxodo general desde los templos y palacios a la rutina
que rodeaban una plaza central.69 Alden Masan atribuye, asimis-
de la vida diaria. La ciudad debe haber vuelto enton-
mo, la planta rectangular a la villa de Cbanchán, capital de los ces a quedar casi desierta, 4e no ser por la presencia
chimús. de quienes aseaban patios y edificios, de quienes guar-
daban máscaras y vestimentas y de los oficiantes en
La planta rectangular en las ciudades precolombinas turno. Sin embargo, la ciudad volvería a animarse el
próximo día de mercado».73
«Al parecer, la ciudad estaba formada por diez gran-
des unidades, generalmente rectangulares; y es posi-
ble que cada una de ellas fuera el barrio de un clan o «El conjunto de edificios públicos, templos adorato-
de algún otro grupo social, así como el dominio de un rios, palacios, pirámides, ·monasterios, juegos de pelo~
subjefe. Cada unidad se encuentra rodeada de uno o ta, observatorios, plataformas para bailes, etcétera, no
más muros altos, dentro de cuyo recinto se encuentra estaba dispuesto generalmente a lo largo de calles y
un emparrillado de calles, casas pequeñas, grandes avenidas, como en nuestras ciudades modernas, sino
pirámides (probablemente para templos), depósitos alrededor de los patios y plazas, que eran los centros
de agua, jardines y cementerios».7º religiosos, administrativos y de negocios de la ciu-
dad».74
El estudio de las capitales mayas reafirma la importancia que
tuvo la estructura central en la organización de la vida en la so-
ciedad precolombina. En propiedad no se puede hablar de ciudad La mJ!y.J)Jia...d.,."1os_lii!¡toriadores se inclina por aceptar la in-
maya, pues ésta no era un centro urbano sino ceremonial, al que fluencia c1ásico-renacentis;:-en las regl_a.s~,urbanfsflc.~.s__ ,_.9_l!_~ _~e
sólo ,concurría fa gente cuando había alguna celebración. Era un ~n el Nuevo-Mundo:··:A:ffibÚyen, fundamentalmente, ~sta
centro de ciudad, pero sin ciudad. concepcióñalascendienre·qué ejerce el descubrimiento de@firu•""
Algunos arqueólogos, refiriéndose a las ciudades mayas, hablan .__:_'vw¡en el Cinquecento. Stanislawski cree observar similitudes,
1 abiertamente de plazas. Señalan que la característica más impar- . illc!uso de detalles, entre los planes de Vitruvio y las Instruc-
1 tante, común a todas ellas, que las identifica por encima de las ciones a Pedradas Dávila de 1513. Esto es improbable. Los cáno-
1el múltiples diferencias locales, es la existencia de una gran plaza de nes del r~mano recién aparecen recogidos en una obra española
~:
forma rectangular, con funciones muy semejantes a la plaza en 1526,75 y no hay ninguna disposición en las Instrucciones de
I'
:'fil,~1
colonial, ya que cumple una actividad religiosa, y es asiento de 1513 específicamente vitruviana que no haya sido precepto cono-
los edificios públicos y mercado.71 cido de los tratados medievales.

1¡'

!
I~

.
.
70 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 71

¿Influencia de Vitruvio en la planificación urbana de le parecía fácil de realizar en las ciudades recién fundadas, pues
la primera mitad del siglo XVI? éstas permitían una redistribución de la riqueza basada en la
igual distribución de Ja propiedad territorial.84 A propósito de
«Hay una obvia similitud de detalle entre los planes estos textos es importante hacer notar, •por una parte, la signifí~
romanos (de Vitruvio) y las instrucciones de los reyes cacíón ideológica que ya entonces se le atribuye a la estructura
de España, al menos aquellas de 1513, que Fernando urbana; y, por otra ·parte, la relación que existe entre este sistema
envía a Pedrarias Dávila. A medida que pasan los socialista -el más antiguo que se conoce- y la planta tablero
años la dependencia de las antiguas prácticas se hace como sus-tento del sistema.
cada vez más evidente».76

Er(·1;;3Jas.Qrdenanzas__ de-Felipe.J!, recogen casi párrafo El socialismo utópico y la ciudad con planta-tablero
a págafo:.JoS-:.cán()fl.<Cs.;kYfr!JJYio .•Dn. paralelo eñti:e1asa!sposi- ·
dones reales y algunos párrafos del De Archítectura le permite A partir de las f!Lentes griegas se puede observar la permanentf
al historiador citado comprobar las semejanzas. Aquí sí que se fflgión (fli.e....s.e..tsiq_kli:C:e:ilitre...la._g¿n(;n>.c.ión..4.f!..J!n Esta;¡¡;-;;;:¡.-
advierten similitudes de detalle, como por. ejemplo la aplicación lista_u.tó.pico."}-la-ciudad".~ea ésta la isla Utopía deTomds7Vfaro,
rigurosa de la proporción ideal de 3:2 que Vitruvio propone para la Citta del Sole de Campanella, The New Atlantis de Bacon
las plazas.77 Es en todo caso preciso dejar explícito lo que dice u otra. Para el presente texto resulta fundamental subrayar que
en relación con España, que la influencia del urbanismo romano este 'fui_ado socialista trata de llevarse a efecto en Amé__r.ic!.Y
es más literaria que arqueológica, pues eran muy pocos los ejem- g_ncue.'.!!r.4--iilif!}Jef1:!ªctt)n~ ·--¡iYiCFsamente,-e!ila~ seti_Cil_aaa _estructura
plos de planificación imperial que quedaban en la península: u7ba-;,a. Asi, el ..Estad;;· teocrátko-socialista Je Tos..'fésiirfas"~~
Tarragona y Mérida.78 ...Paraguay, entre 1630 y 1763, basado en un curioso régimen de
Las investigaciones arqueológicas han demostrado que la colectivismo agrario, tenía su asiento en la ciudad con planta~
cit1dad~¡:on_Jl]g_nta ortogonal_e.s__c.ono.ci.<fa.Aesde la pre~or.fa. tablero. 85
Ya en la Edad del Bronce se encuentra este trazado en los
terramares italianos, híbridos entre palafitos y estaciones te- El esquema hippodámico se aplicó en forma excepcional en
rrestres79. También se encuentra la retícula en Egipto, en Meso- la Grecia clásica.86 Sólo las ciudades helenísticas lo aplican «en
potamia, en la propia Babilonia,80 entre los etruscos y en nume- proporciones hasta entonces desconocidas, . . . tienen sus calles
rosas colonias griegas, como Nápoles y Paestum, fundadas en trazadas en forma de tablero de ajedrez, una plaza central de
Italia a partir del siglo VII a.J.C. 81 Si¡t embargo, el pr~ planta regular borde.ada de edificios públicos (templos, municipio,
P.tQPoner_".L sistema g,,~coordenadas com;;-formacreoiianizadón pórticos, mercado)».87 En la época de Augusto, Vitruvio, en De
1!!~".llª--Parece.haher.§ido-ÍfiI?l'g:<f~'fu!'i.4'-·~!leto. _Aristóteles se Architectura, desarrolla teóricamente el plan, insistiendo en las
refiere a él como el ideador del plano geométrico, con todas las funciones de la plaza. Aún cuando se aplica en la fundación de
calles en ángulo recto. Tal estructura favorecía la planificación nuevas ciudades, este esquema adquiere en Roma especial impor-
de grandes unidades dentro de la ciudad, como los complejos. tancia como planta característica del castrum; campamento forti-
formados por los templos griegos, los edificios cívicos y el ágora ficado fuera del cual ningún ejército romano se atrevía a pasar
rodeada por columnatas (antecesoras de los portales).82 En la una sola noche.88
Politica 83 reseña Aristóteles el sistema hippodámico relacionán- Durante el Medioevo el sistema se sigue aplicando pues era
dolo con Paleas de Calcedonia, otro presocrático, que postulaba recomendado por los antiguos tratados romanos de estrategia
que las posesiones de los ciudadanos debían ser iguales, lo que militar que, como el Epitome reí militaris (385-396 d.C.) de
72 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 73

Vegetius,89 circulaban ampliamente. Así vemos que la planta en historia como totalidad, lo que es una forma de empatía con el
cuadrícula aparece prescrita en las Siete Partidas de Alfonso X absoluto. Al estudiar un proceso histórico, entendido como un
el Sabio, como una «manera en que deuen aposentar huestes».9º todo comple¡o dado, parte señalando las limitaciones que tiene
Hasta aquí las principales teorías. el seguir un solo filamento, aun cuando en éste se exprese la
No es nuestra intención, ni estamos en condiciones de dilu- contradicción fundamental. Como método de análisis reúne diver-
cidar este problema: determinar en forma concluyente, si en sos fenómenos históricos en un solo con¡unto o hecho, en la me-
América española la ciudad con calles tiradas a cordel y coronada dida que ellos poseen la misma estructura «a dominante» y obe-
por una plaza central tiene su origen en las fuentes clásicas, pre- decen a un modelo común. Tal es, para el presente ensayo, el
colombinas, renacentistas o medievales. A muchos de los estu- hecho «ciudad o plaza colonizan/e». En primer término, esta
diosos que participan en la polémica, les parece éste un asunto forma de análisis nos permite delinear un modelo estructural,
de vital importancia. Tanto que sólo se sienten satisfechos cuando arquetípico de un con¡unto de fenómenos históricos. El análisis
creen haber desvirtuado, en forma irrefutable y sin concesión nos autoriza a situarnos simultáneamente en dos esferas que se
alguna, las hipótesis contrarias. Un poco como si quisiesen ganar iluminan mutuamente; la del hecho histórico: ciudad-plaza-<:olo-
por «fuera de combate» la discusión. Nosotros «tiramos .la es- nizante, y la del fenómeno histórico: ciudad-plaza de Santiago de
ponja». Desde luego, porque este afán de arrasar con el argu- Chile o ... cualquier otra. Delimitar el hecho histórico significa
mento contrario es, corrientemente, uno de los grandes incon~ precisar un módulo estructural, que se hace forma en cada ciudad
venientes de todo argumento idealista. o plaza que surge en el Nuevo Continente. Por cierto que este
patrón no és la suma de las características comunes; es una plan-
tilla inicial, que a veces las contingencias /Jistóricas impiden que
El análisis idealista y el análisis ideológico se realice plenamente o modifican a lo largo del tiempo. Esto no
implica la existencia de un esquema ideal en sentido emanatista,
El idealismo que hace derivar lo histórico de un principio abso-
sino la presencia en cada forma de un modelo ideológico, expre-
luto, suprahumano y supratemporal, entiende el «fenómeno»
sión del afán de dominio de una clase. Toda ideología se carac-
como reflejo de una idea trascendente. Aspira, así, a conocer la
teriza por imponer determinados «valores». Por cierto que el
historia como totalidad; es decir, como la historia de valores
análisis de un concepto tan comple¡o como el de ideología excede
ideales. Wolfflin, uno de sus representantes más distinguidos,
los límites de este ensayo. Lo que interesa sin embargo es pre-
1
afirma la existencia de una lógica interna en el desenvolvimiento 1

del arte concebido como una actividad autónoma del espíritu; y cisar cómo se emplea aquí este concepto: en el sentido de ideolo-
su historia, como un proceso autónomo e inmanente en que lo gía dominante, es decir, la de la clase que domina. «Las ideas
1

singular resulta irradiación de una fuerza superior. En el fondo de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época».91
de su concepción está la idea hegeliana del «espíritu univer- Hay que distinguir este concepto -visión del mundo de una
sal». Con ello, al postular una concepción emanatista de estilo, clase o grupo social- de la Weltanschauung, que es la visión
estudia la forma en que se. cristaliza la creatividad humana como individual del mundo.
el puro análisis de la dialéctica o de la genética de los estilos, La ideologia se concreta en modelos que impone una clase o gru-
como la historia de un lina¡e, cuya genealogía es preciso poner po social para comprender el mundo entorno y para relacionarse
en claro, sin pararse a considerar las circunstancia.s sociales, o ventajosamente con él. Por cierto que estos modelos son pura-
económicas ni la multiplicidad de coyunturas que engloba la con- mente operatorios, tienen existencia histórica, pero no validez
tingencia histórica en que esas particularidades se hacen forma. ontológica. Como tal, el modelo, aun cuando toda ideología pre-
El análisis ideológico, por el contrario, no aspira a conocer la tende monopolizar la verdad, no es ni verdadero ni ¡usto ni
74 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 75

éticamente fundado en realidad superior alguna. En este sentido los países colonizados como producciones de dase. Sin embargo,
es «falsa conciencia»; pero es conciencia operatoria (hablar de aún a través .de esta «exotización» (a veces del real arte indígena)
conciencia no implica que todos los modelos de una ideología el «pueblo» expresa su condición económica y social) resumiendo
estén al nivel de lo consciente). Si bien las ideologías surgen la heterogeneidad de elementos culturales indígenas, negros y
como expresión de una infraestructura con la cual se mantienen europeos que se fraguan en el Nuevo Continente. La clase do-
en permanente intercambio dialéctico, el modelo ideológico es minante, colonizada a su vez, impone los valores de la metrópolis
un a priori para relacionarse con cualquier nueva realidad o para y subvalora las creaciones «populares», rechazando de antemano
abordar cualquier experiencia nueva. El análisis ideológico plan- la capacidad de creaci6n local.
tea, precisamente) la importancia genética que tienen en la plas- El análisis de la «ciudad-plaza-colonizante» permite, justamente
mación de formas -en el caso concreto de formas urbanas- los -como se verá más adelante-, observar hasta qué punto inter-
modelos ideológicos de relación interhumanos. Un ejemplo nota- viene en la formación de una estructura urbana, el modelo ideo-
ble de hasta qué punto las relaciones humanas son mistificadas lógico.
por las pautas ideológicas, lo ofrece la conocida anécdota de
Hernán Cortés quien, al ofrecérsele veinte doncellas, las hace El análisis ideológico no rechaza, ni considera excluyente nin-
bautizar primero, antes de que sus oficiales puedan fornicar con guna influencia posible; más bien afirma la posibilidad de que
ellas. 92 En América, en particular, la función de las ideologías todas ellas participen, coengranen, en la formación de esta estruc-
reviste una especial importancia, ya que el fenómeno del colo- tura urbana singular. Lo fundamenta·!, sin embargo, es el sistema
nialismo juega un papel fundamental en la lucha de clases. De de preferencias y de valoraciones que hace que se adopte teórica
ahí la trascendencia que adquieren los modelos. La clase que de- y prácticamente un detetminado esquema; es decir, la forma en
tenta el poder es mimética y procura imitar los valores de la cul- que se gesta el modelo: la función que esa ideología dominante
tura dominante, los que se imponen como signos de prestigio en le atribuye, y las formas que va encontrando y seleccionando,
la sociedad colonial. Los fenómenos culturales, especialmente, no tanto en las circunstancias prácticas, como en las fuentes histórico-
tienen una dialéctica propia, sino que se van modificando en la Hterarias y, en particular, en los cánones de los preceptistas. Lo
medida que llegan nuevos modelos que desplazan los más anti- que interesa es descubrir qué criterio es el que hace que esas
guos. Así, por ejemplo, la historia del arte nos demuestra que fuentes 'Se consideren, ·se utiolicen y lleguen a convertirse en un
1 la pintura no tiene una historia propia en América latina. Pasa canon de urbanismo, con exclusión de cualquier otro. Analizando
del barroco a la abstracción a través del neoclacicismo, el roman- el caso de cada ciudad, o cada pueblo en particular, se puede
1 observar que es posible que en diversas circunstancias hayan
ticismo} el impresionismo, el cubismo, etc., transformándose por
la mímesis de los modelos que se generan en Europa. De esta tenido validez cada una ·de las teorías anteriormente señaladas.
suerte surge una dicotomía característica del colonialismo cultu-
1
Que éstas no se excluyen, lo demuestra el hecho de que Ias in-
ral, entre los valores de una clase dominante que mira como exó- vestigaciones arqueológicas ponen en evidencia que antes de cual-
tica su propia sociedad, incluso la naturaleza en que ·vive, y la quier precepto claro, se había utilizado de hecho la planta-tablero
«·cultura del pueblo». A éste se le impone que sea «exótico» en América y que así la ciudad precolombina como la colonial
como creador (el exotismo aprovecha por cierto a la burguesía estaban regularmente ordenadas.93 Por otra parte,, una. vez gene-
capitalista que lo comercializa, a través del turismo, venta de rado el modelo, éste se hace forma en el interf!uvio de una serie
productos, etc.). La producción de la burguesía colonial se con- de circunstancias económicas, sociales, geográficas, topográficas
sidera «Arte», con mayúscula/ la del pueblo «artesanía», con o estratégicas que lo remodelan para que adquiera su fisonomía
minúscula. Arte y artesanía o «arte popular» se oponen así en real: ·la de fenómeno histórico.

11

l
76

J
LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 77
! Verdad documental y crítica ideológica primer término, a ver qué antecedentes rec~ge la legisla~ión. De
No es posible criticar correctamente las fuentes documentales partida parece falso señalar que la influ"1l_<:l':__~-~
1
de que parte la argumentación científica, si ellas no se valoran Vitruvio apg~_e .:m:añiliestaccen::::l:áLillsJ:rl.l.CQ9J;ll:_LJ!.J'.~dr.arll!S
considerando la ideología subyacente en el momento de su ges- ])á~i1-;;-- o-que eLesq'1em'1::~b!e!(). s~. encl!e11tr'1_Y.~-p.resc.r1t? S_fl__
tación. Un <Claro ejemplo de esto lo proporciona un importante él: «:El plano cuadricular... -dice _Palm-;-,_ em~gra a T1_erra
documento que se maneja a propósito de la polémica sobre Firme con la expedición de Pedranas Dav1la». En realidad
los orígenes de la plaza. Se trata del plano de T enochtitlán, pu- en estas Instrucciones se habla en términos muy generales de
blicado en Nuremberg, en 152.!LJ!i!!!ocon ta traducción al latf.n un principio de orden, en ningún párrafo se precisa ~ue ~ste
dezas cartas I1yTltJ;;Jiernán Loites. El plano es notable orden sea el del damero. Las Instrucciones de 1513 solo dicen
/;orq¡¡er;;;,--,;;;,--ra-ciudad ;;;;-ec;-~;;;,,~-;;¡; ciudad en que el que al repartir los solares «sean al comienzo dados por orden;
cuadrado central es dominante y básico para organizar la estruc- de manera que, hechos los solares, el pueblo parezca ordenado,
tura urbana de disposición axial. E. W. Palm postula que este así, en el lugar que se dejare para plaza, ~orno el lugar que
plano pudo haber inspirado a Durero el esquema de su ciudad hobiere la iglesia, como en el orden que tov1eren las calles, por-
ideal y estimulado la fantasia de los utopistas que habrían uti- que en los lugares que de nuevo se hacen dando la orden :n el
lizado la imagen de esta isla americana como modelo de las comienzo, sin ningund trabajo ni costa quedan orden~do~, e los
tantas islas utópicas que aparecen en el siglo xvr.94 Sin embargo, otros jamás se ordenan ... ».98 Es.t.e....p.ri.m:_ipio_de__ut.bJ!.Qg~ ?º
si entramos en el campo de las conjeturas es posible también es algo que se descu);ire en el Renacimiento al leer a ".llrl!VlO.
plantear la hipótesis contraria: que fue la concepción de una Repite .fuentes-literarias de fines de la Edad Media y esta basado
ciudad ideal, de la cual seguramente se hablaba entre los artistas . en-los -párrafos ci¡:_a~os..d.e .Ji .• Política -de--Arist<Yt-eles:''--Err~
que rodeaban a Durero, la que inspiró al grabador al tallar la eiíla·-sumíi dé Í~ política que fabla como deven ser fundadas e
imagen de Tenochtitlán. Desde luego, e(_<!f~ciud'!ff_c.o­ edificadas las cibdades e villas ... , dice, Rodrigo ~ez de /; ré-
rr13!PE..'!k._a }3,-imagg¡¿__cont¿~CiQnaL4LJ!!lti_ villa, taTComo la v;;"f().] «... como dize el filósofo Ar1~toteles en diversos lugares
podía COJ!c'f.&z._.tJ.tLartista.1¿uropeo. 95 Los estuazo>arqueológicos ~ Política no es menos corregir la c1bdad que de nuevo
en Tenochtitlán, confirman --;¡¡¡[,-ef"cuadrado central no es una edificarla es ~ran razón que antes de tal construcción deban ser
plaza sino un centro ritual amurallado en que se elevan las examinadas todas las cosas que fazen a perfection e b~en~ la
pirámides y los templos. No obstante, el grabado de 1523, aun fundación, ca después de edificada la tal cibdad e muy h1denosa
cuando indica en su interior la existencia de pirámides y templos, la corrección».100 Que el principio de orden que prescriben las
lo muestra como una gran plaza dominando capitalmente sobre Instrucciones a Pedrarias, así como el de las cédulas que se dictan
la localidad. Esta forma de representar la ciudad_pzteca alude hasta 1573, no es específicamente la cuadrícula, lo den.mestran
.ª la im~ortan~e-apiirtzr del sigf!JXv!adquiere la plaza en los preceptos sobre asentamiento de las huestes que _se .1°:cluyen
1 las~rbanas.bfexpreszónae"-tí:rtdea---que-.loS-bombres en las Siete Partidas. En ellas se habla de tres prmc1p1os de
delRenacimiento--;;; forman de la «villa ideal». Es esta visión la orden: la manera cuadrada, la luenga y la redonda. 101
que les hace reducir los datos recibidos a los patrones de sus En la Provisión de 1573 se manifiesta en forma clara la
propias concepciones, interpretándolos luego en imágenes de influencia de Vitruvio. En efecto, ·este texto, muy explícito, reM
acuerdo con ellos. 96 coge numerosos postulados de De Architectura sobre las condi-
ciones climáticas topográficas y estratégicas que deben tenerse
Es necesario ordenar los argumentos: distinguir entre las
en cuenta par-a fundar una ciudad; pero lo que más interesa,
referencias teóricas y la aplicación real del esquema planta-tablero
reproduce, en forma casi textual, las reglas que da el romano
con plaza central. El análisis de los preceptos teóricos lleva, en
sobre el diseño y las funciones que debe tener la plaza.
78 LA PLAZA MAYOR

Cánones de V itruvio sobre la plaza

«Entre los griegos las plazas públicas son cuadradas


y _están enteras rodeadas de pórticos dobles y am-
l LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO

en castella'!() sus reglas princjpales aparecen recogidas en@E)n


el libro ae([liego de Sag~ Medidas del Romano. Este texto
79

tiene cinco edieiones1icista 1564. La pijm§ra tra1f!~cció1j.•. E2Jt!.·


pJ.eta_y_cffr..'!Ita de De Architectura sólo ve la luz erl0;?.!J)hecha
plios, cuyas columnas ·se aprietan las unas a las otras por Miguel de Urrea. En relación a determinados aspectos, Sa-
Y sostienen los arquitrabes de piedra o mármol con gredo se apoyaba en Alberti (>De re aedificatoria, 1452) 1"' para
galerías en lo alto. En Italia no se seguía la misma confirmar las teorías de Vitruvio. Pronto, como lo señala Me-
práctica, pues 1a tradición era que el pueblo viese néndez Pelayo, el libro del romano se convirtió en un «código
allí los combates de gladiadores. Para tales espec- inflexible del cual procede en línea recta toda la teoría de la
táculos, es preciso que las plazas tengan en todo arquitectura seudoclásica». 1º5 Especialmente en su I-listoria de
su alrededor, intercolumnios mucho más 'amplios ,. las Ideas Estéticas, el erudito español demuestra, en forma deta-
que, bajo los pórticos, los negocios de los Cambi;. llada, el ascendiente del pensamiento renacentista italiano en
tas, así ?orno las ~alerías que están encima, tengan España. Como ya se ha señalado, el conocimiento de Alberti es
el espacio necesario para traficar y proceder a la manifiesto en Sagredo; quien además viaj6 mucho por Italia,
recaudación de impuestos públicos.· conociendo las obras de Brunelleschi, Michelozzo y el propio
El tamaño de las plazas públicas debe ser propor- Alberti. 106 De hecho, a partir de Sagredo, es cuando el estilo
c10nado a la población, ni demasiado pequeñas si plateresco entra rápidamente en crisis. y se ·imponen las normas
muchas personas tienen que hacer allí, ni demasiado clásico-renacentistas inspiradas en Vitruvio, Alberti y finalmente
amplias si la ciudad no está muy poblada. El ancho Palladio. Este último publica su" tratado en 1570. Durante esos
debe ser tal, que dividiendo el largo en tres partes años se reciben asimismo, en España, gran cantidad de dibujos
sea del tamaño de dos. Por este medio, la form~ y modelos de Italia. Quizá el último ejemplar del género gótico
será alargada, disposición que proporcionará más co- en España sea la Catedral de Segovia, terminada después de
modidad para los espectáculos».102 1560. A partir de ese año la arquitectura clásica se impone com-
pletamente. Gil Hontañón edifica el Colegio Mayor de Alcalá
De, la vigencia que tuvo en. Am~rica la Provisión de 1573 y con una fachada neoclásica, y Machuca levanta el palacio de
a traves de ella las ideas de V1truv10, da testimonio en 1781 la Carlos V frente a la Alhambra. Vitruvio, por lo demás, .Parece
I~strucción para la fundación de la ciudad de los Angeles, úl- que fue un autor bastante conocido entre los humanistas espa-
un;a fundada por los e_spañoles en los límites de lo que luego ñoles. Se sabe de don Luis de Lucena, gran amigo de Ginés de
senan los Estados Un1dos. En estas Instrucciones a más de Sepúlveda, que participó en Roma en la célebre Academia
señalarse que en torno a la plaza deben estar todos 'los edificios de Arquitectura y Arqueología romana, la cual se reunía, con
públicos, se establece que ella debe construirse en una propor- asistencia de gran número de humanistas italianos, en la casa
ción de 3:2-'°3 del arzobispo Colonna, con el principal objeto de estudiar e
interpretar los libros de Vitruvio. También circulaban por la
Península las ideas del romano, gracias a la traducción, en 1563,
Sobre la influencia de Vitruvio y los preceptistas italianos en la del libro de Sebastián Serli, uno de sus primeros. expositores
España del siglo XVI italianos, hecha por el arquitecto Francisco de Villa/pando. Que
Felipe JI conocía las ideas de Vitruvio lo demuestra el hecho
La pr.im.e.nL · si6n-~bra de Vitruvig_ fue hecha en de que Villalpando le presentó, en 1565 cuando todavía era
Roma el año\.148~ la primera traducción italiana en 1521; y infante, una traducción manuscrita e ilustrada por una serie
80 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 81

de estampas traídas de Italia. Ya entonces Villalpando manifes- decisiva del De Regimine Principium de Tomás de Aquino en
taba el deseo de «imitar a los antiguos y seguir en todo su la Provisión 'de 1573. Basta, no obstante, revisar el paralelo
doctrina». Sin embargo quien en más alto grado realizó el ideal que hace dicho autor entre ambos textos para ver que se elude·
greco-romano fue Juan Bautista de Toledo, maestro de Juan de el problema principal.: el origen de la pla~ta ortog?nal con
Herrera, arquitecto del Escorial y, como su/disfii¿ulo, arqui- . plaza central. Los argui;iento~ de Sa~t~ .Tomas se r~~1eren ex-
tecto de Felipe II. En lo que se refiere 4f[J>alla~si bien es clusivamente a las cons1derac1ones chmal!cas, topograf1cas y de
cierto que su obra fue traducida sólo en 1:6'2-5· por Francisco salubridad que deben tenerse en cuenta para f undar una cm .. dª·d -114
Právez, la primera edición italiana es de 1570, y con seguridad Hasta aquí se ha hablado de los preceptos legales Y de las
fue rápidamente conocida por los arquitectos de la Corte quienes, fuentes que pudieron inspirarlos. De hecho, antes. de que estas
aún en el caso, improbable, que desconociesen absolutamente normas sean codificadas en 157 3, se aplica en Aménca el esquema
el italiano, estaban al menos en condiciones de interpretar los de calles tir}I cordel. Los. trabajos arqueológicos demuestran
diseños de su obra. 1f11 Para este ensayo resulta de particular que ya en ~02, 1 sert!a~a_da_d.a.hyil!:i_deja_11t~l2'?_m_i1!ll-"-3 ;~
interés en el libro de Palladio, el c"f!!._ulo sobre la_p_laza y_Jas orilla det - _río Q~ªm.a,J11~ .fan..dag.aS()!l!!~!Le.n.dam~!º·
fut1cfoneJ___c¡ge_ésta-adqllk!!_ en el_dJseñQ __ef.g,Ta::Ciudad,... De la Esta;-;videncias ha~-venido a confirmar la descripción de Gon-
piazza, y de los edificios queseiiacen alrededor de ella.108 Allí zalo Fernández de Oviedo, en el Sumario de la Natural Historia
se describen una e!i}_ruft1Jf-a_:y-.J!!!!'J.Jt1.n_ti()_t1eLd~-Plazp, ho- de Indias quien, refiriéndose a fa ciudad, decía que: «fue tra-
mólogas
. .
a los modelos hispanoamericanos.'"'.-
' ' ~ -~-----·._,.,,_,_~~--- ·"'~·--·~ ---~-~~--"~~~,.·--· ~-- -"-··--·-·-,-~~""·
'
zada con regla y compás y a una medida las calles todas»:'" En
forma aún más patente queda de manifiesto la frecnenC!a con
Al seguir la huella de Ia presencia de Vitruvio en los pri- que se utilizaba en la práctica este módulo .de planta en la rela-
meros tres cuartos del siglo XVI, queda en claro que su obra ción, consignada en el Acta del 21 de nov_1embre de 15~7, que
era ampliamente conocida por los arquitectos y humanistas es- levanta Pedro de Alvarado al fundar la cmdad de Santiago de
pañoles mucho antes de que se dictara 1a Provisión de 1573; es Gu&temala: «Primeramente ante todas cosas mando· que se haga
incluso probable que el propio Felipe II conociese sus prin- la cerca de la dicha cibdad poniendo las calles. norte sur este,
cipales reglas. Sobre la base de estos antecedentes resta poca hueste. Otro sí mando que en medio· de la traza sean señalado
duda, al comparar los capítulos de la Provisión con los preceptos cuatro solares en ellos incorporados por plaza de la dicha ci_b-
respectivos del De Architectura, de que los primeros se inspiran dad ... ».117
en los últimos. !lo La razón de que el sistema de empar.'i~ado_ ª!".';.e:".':..:ª.':'
Hay también autores que afirman que este sistema urbano temprano en A~étíca _incluso mucho antes de .que 1o 1mpongan
llega a América, directamente a través de la tradición y las l~s {ffa¡XíslCíones·1e¡¡aies, es simple: es con~ecuencia_:J"l.;~r_á<:!:r.
fuentes medievales. Es efectivo que este diseño se aplica en la militar que tuviero!lJªsPrimei:ªsf11n4~ci"'':!:s: Ya el propio .nom-
Edad Media/ 11 especiahne!lte_ para Je0iñtiif-c~fíi.J?~fü~~i~$11lili­ bre «plaza de armas» alude al carácter fortificado de '.ª Cludad
tares;· pero_,_era una ..praxis..inspirada ..en . _.teo.riJ1~LSAf!renses de ·1a- de la frontera; "' y, en los primeros años de la Conquista, toda
época romana. 112 El Renacimiento, para los citados hi;t'Qriadore·s-~ nueva ciudad en América era fronteriza. El modelo ortogonal se
habría venid0. sólo a dar forma teórica a una práctica medieval. usaba en_España,.~junto a <?tros sistemas, para ~tar los cam-
«Frente a esta tradición la doctrina urbanística del Renacimiento · pameniñs__n¡~es. Lo_ mismo ocurría e~ Aménca:-sólo que, .a
italiano ·significa no tanto un nuevo principio sino más bien la los pocos años, en la medida que la conquista avanzaba y la fron-
transformación en teoría estética de una experiencia que nunca tera se alejaba de él, el castrum se convertía en ciudad. Los
desapareció por completo de la provisión de-formas de occiden- conquistadores avanzaban fundat.lCk> vi]Jas Esta forma 7arac~
te». m Todavía hay quien llega más lejos: a afirmar la influencia rísticamente esp.añola.__d_¡, coloni~_ación,_ basada en las crndades
82 LA PLAZA MAYOR LA PLAZA: ESTRUCTURA E IDEOLOGÍA DEL COLONIALISMO 83

qyJ;¿~ constituyeu como centros de circunferencias desde donde resultaba más apto para terrenos planos y amplios. Sin duda
irradi3;:,a~t9fiiR;:.ñ,csidq:!_alitíza<lapor ~[geógrafo "frll!rcés- que cuando •los conquistadores se encontraban en América con
¿;
Jea::__Got~~~!!~L..~<?mo_jill.11.fJ~~ri.S--·en ·opoSición ·a los frentes terrenos de estas características o con una ciudad indígena
·CoTonización norteamericanos. 119 Este modo de asentar los camM con planta semejante, tendían naturalmente a aprovechar esta
pamentos es ya corriente en la Edad Media y el esquema militar estructura que para ellos resultaba familiar. Tal sería, por ejem-
con explanada central aparece claramente prescripto en las Siete plo, el caso en Tenochtitlán.
Partidas, que insisten, en forma especial, en el valor estratégico J:;_n resumen, la cuestió1v_e_plantea--mal--sLeLangJizar los orí-
que tiene el terreno central para el campamento. genes dclurSáiiTs'múeñ'.í\mérlca,se. reduce_a_ttatar...d-;;dlluCiClar··
cuáji(!Q;qo!l<ie};¿Ó;,_;;:s~rgió.laplantatablero.La fo;~~--;:;rrecta··
de proponer el problema es la pregunta no sólo sobre la planta
sino sobre los rincipio~ 1::~~sticos qu~~e. ~~.~~e~ Ellos
son (aun.cuando os tratadistas 1fiílfa;;;;;¡ñayan·prefer1<lo el tra-
zado radial para la ciudad, lo que ha constituido un argumento
«En que manera deuen aposentar las huestes. Apo- para discutir la influencia de sus concepciones), los principios
sentada deue ser la hueste, segund la facion del urbanísticos del Renacimiento. Lavedan, en la obra ya citada,
lugar, si fuere luenga, o quadrada, o redonda. E po- sintetiza estos preceptos en tres reglas__cuya sola enunciación
ner las tiendas del Señor en medio, e las de los Ofi- permite advertir que son ellas t;;;;¡¡;¡énJas que rigen las grandes
ciales, que lo han de seruir, en derredor della, que líneas del urbanismo hispanoamericano: 1) fa vinculación orga:-·:
esten en manera de alca,ar. E todas las puertas destas nica de las diversas partes de la villa y la subordinación a un
tiendas deuen estar fazia las del Señor, e deuen dexar centro; 2) la perspectiva monumental; 3) el programa.121
en derredor desto, plal'a p_ara en que descaualguen Es preciso, sin embargo, antes de c;oncluir estos pátrafos,
los que vinieren a ver al Rey, e onde se alleguen, si despejar una ambigüedad y recordar lo que es un programa. La
algun rebato acaesciere en la hueste. E despues des- ambigüedad es la que nace de confundir el aplicar con el impo-
tas tiendas deuen posar todos los otros de la hueste, ner. L~za con plaza y retícula se aplit;a desde <:_omienzos
que es ansi como la puebla de la V ílla: e a derredor 4_e~ siglo XVI como consecuencia, en~~~· de lª-,ttaa1cfón:.
desto deuen poner las tiendas de los Cabdillos, e cfiStteiiSeiiled1eval-ycteSU-eXIstencia en .algunos centros preco-
de los otros hombres honrrados, que cerquen la foíñbillos;pero ·•610-sé·1;;.¡;;;;;,~-;:-;;;-¿;-¡,-;:iñciPió-W:1ai1í8i1Cü¡¡e.
hueste, como en manera de muro con torres: e si ñe§l~¡>~:fa.fagJi"}ünéiICá:espaiío1~.:.:,;::..¡;.~;i~.:::d;;:~_e;:;;:v1s:rón·-ae
la hueste fuera redonda, deuen dexar vna carrera 157 3. Y en cuanto a lo que es un programa, hay que recordar
ancha de parte de dentro en derredor de las tiendas que-no-;:;· más que eso: la idea elemental a partir de la cual ese
de los hombres honrrados, e las otras de los Pueblos; organismo vivo que es la ciudad va a modelar su forma histórica.
e si fuere luenga, dexar vna en medio, que ·sea toda La historia de una ciudad planificada es la historia de la dia-
derecha; e si fuere quadrada, deuen dexar dos, o léctica entre programa y modelado, la prueba de que la ciudad
fasta quatro, las vnas en luengo, las otras en trauíM es una cosa viva y que su diseño no es ·un ejercicio abstracto. Es
esso». 120 por eso que, a menudo, en muchas ciudades, resulta dificil re-
constituir el diseño original; y que, en el caso específico de la
Como se ha señalado, en forma repetida, las disposiciones plaza hispanoamericana, vemos que en diversas localidades y a
de Alfonso X señalan tres posibilidades para trazar el campamen- lo largo de la historia el modelo sufre múltiples variaciones. Es
to: tres «principios de orden». El diseño de disposición axial importante definir la estructura original; mas es fundame.'1tal
84 LA PLAZA MAYOR

tener presente, para entender luego su desarrollo histórico sin·-


gular, que al fundar una ciudad se engendra un ser que va a
tener vida propia y a veces distinta de la que pensaron sus
creadores. · .. URBANISMO
Como se verá en los párrafos siguien.tes, si en último_ término Y «DOCTRINA DE LA GRACIA»
se impo3eu.estas ..reg!aLllJhanísJiq¡_s, no es por azar sino P9.rnue
ellas- aÍ><_>yan eljes;mgllo _de..la..P91itica;.Q.,L~.!?§9lutismo...e5pafioí­
~~.a..y_ porque se adecúan a las ·pautas de una ideología ·
que guía la acción de .Jos conquistadores y fija sus relaciones con
los conquistados.

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