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Las cajas dicen lo que yo no me atrevo a decir, o mejor dicho,

lo que yo no sé decir con palabras.

Marta Vidal

El proyecto artístico que lleva a cabo la artista Marta Vidal a través de sus cajas
transita de una manera metódica a través de la cuestión del límite. Un camino
trazado que muestra todas las posibles irregularidades de esa zona inestable a
la que Eugenio Trias se refirió
como “la frontera de todo
cuanto puede ser
experimentado, la línea
irrebasable que circunscribe
el cerco de lo que puede ser
conocido, comprendido o
dicho”. El límite, nos dice el
filósofo catalán, es donde
tiene lugar el pensamiento del
ser en tanto que ser. Ahora
“00-00-00 00:00 El Origen” 27x33x11 cm.
bien, para esta tarea, el Técnica: Mixta
sujeto y la condición de su
pensar deben asomarse al único lugar donde se tiene acceso al ser, a saber, el
mundo de la vida. En un continuo interrogar por lo auténtico y original a sus
propias experiencias y vivencias cotidianas, el pensador concluye que éste solo
puede ser mostrado como una contradicción frágil en la que se deambula por
cada uno de sus opuestos con incertidumbres, titubeos y continuos vaivenes.

A través de su obra, Marta Vidal


desarrolla este método de
interrogación. La artista emprende
un viaje en busca de ese lugar
originario. Atravesando con
nostalgia y vértigo su pasado,
organiza sus recuerdos y
vivencias de diferentes modos,
-Su "mundo" es otro. / -El seu "món" és un altre. 11'5x26x6 cm. siempre alejados de posturas
Tècnica: mixta
dogmáticas, en una interrogación
continua. Un viaje a Venus en el que el sujeto aparece en el inicio despojado
de todo atributo, de toda máscara, y que en su recorrido fronterizo va siendo
dotado de todas sus atribuciones simbólicas. Un viaje de ida y vuelta que,
como el de Ulises, va asociado a una deconstrucción y reconstrucción de su
propia identidad.
En una primera interrogación la artista abandona su centro como sujeto
pensante, preguntándole al mundo de la vida por su origen. El límite aparece
así como lugar donde se originan vivencias
como el sueño, el miedo, el amor, la muerte,
la vida, el paso del tiempo, la amistad, la
creación, la soledad. Un lugar que para Vidal
adquiere la forma de caja, irregular,
imperfecta y anómala: la condición de
cualquier pensamiento sobre sus propias
experiencias cotidianas, sus recuerdos y
memorias. Un recurso simbólico que le ofrece
la posibilidad de organizar dicho caos a
través de escenas y temáticas codificadas.
"El vacío" 11x7x5 cm.
Técnica: mixta En una segunda interrogación, Vidal
despliega su tarea elaborando una serie de
recursos estéticos que muestran todas las posibles rozaduras de su deambular
hacia el origen. El símbolo se convierte así en la
estructura firme que articula un segundo
momento de su viaje. Un lugar en la geografía
fronteriza que se muestra como vínculo singular
y que articula los dos ámbitos opuestos que el
límite desgarra: el enfrentamiento entre
autenticidad y el simulacro; el sentimiento y la
razón; la honestidad y la traición. Su proyecto
alcanza así el ámbito de la investigación estética
y se reivindica como práctica artística fronteriza
capaz de abrir brechas en el límite de lo pre-
lingüístico. En cada una de sus cajas la artista
inicia un diálogo críptico: un diálogo con lo
auténtico, con un mundo más allá de lo visible al
que sólo se puede asomar desde ese lugar
-Que la razón domine al corazón
limítrofe que sus símbolos le ofrecen. produciendo la muerte del sentimiento .
11x7x5 cm.
Podríamos decir que la obra de Marta Vidal Técnica: mixta

forma parte del selecto grupo de las artes


fronterizas cuya tarea no es otra que el ensanchamiento del lugar desde donde
contemplar el ser del mundo de la vida. A través de sus cajas y de su universo
simbólico Vidal hace fértil dicho espacio forzando nuevos discursos. Dicho
lugar se constituye así como ese límite productivo que media entre el sentido y
el sinsentido, lo visible y lo invisible del mundo. Un lugar que invita al
espectador a emprender dicho viaje utilizando, si así lo considera oportuno, sus
herramientas simbólicas. Sus cajas, carentes de personajes, le ofrece el
decorado, el marco en el que se desarrollarán sus historias, sus vivencias, su
mundo de la vida. Es el espectador el que las rellenará con sus recuerdos y
experiencias. Recuerdos y experiencias frágiles, alejadas de verdades
absolutas, de líneas rectas y marcos perfectos, que le llevan a descubrir que la
existencia tiembla y él sus nuestros recuerdos.

Wenceslao García Puchades

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