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Deja de tratar de hacer

que la Biblia sea


relevante para los
adolescentes
22 SEPTIEMBRE, 2016 | Eric McKiddie

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BIBLIA & TEOLOGÍA

Es fácil sentirse presionado a hacer que la Biblia parezca interesante y relevante para los adolescentes.
¿Qué cristiano no desea que los jóvenes vean la importancia de la Palabra de Dios?

Sin embargo, en mis años en el ministerio de jóvenes he visto métodos inútiles e incluso perjudiciales
para tratar de hacer que la Escritura sea relevante. Los editores de libros hacen que las Biblias parezcan
revistas, los ministros de jóvenes predican a un Jesús hipster, y los padres confunden la participación de
su hijo en un grupo de jóvenes que sea divertido con una relación en crecimiento con Dios.

Sin embargo, en nuestros esfuerzos por hacer a la Escritura más entretenida, terminamos confirmando la
sospecha de que en realidad es aburrida e irrelevante. Y cuando los ministros de jóvenes no son tan
“cool” como se creen que son, sus esfuerzos terminan siendo ridículos, que es lo que menos ayudará a
un adolescente a ver la importancia de la Biblia.

Así que, ¿cómo logramos alcanzar a una persona joven para que vea la importancia de la Escritura?
¿Cómo se puede fijar la relevancia de la Biblia a un adolescente que mide lo que es importante de
acuerdo a lo que es relevante en sus redes sociales?

Ya es relevante

Si desea que los adolescentes, ya sea en su casa o en el grupo de jóvenes, aprecien la Biblia, lo primero
que debe hacer es confiar en su relevancia en su propio corazón. Esa confianza se debe ver a través de
cómo habla de lo que la Biblia dice y por qué es importante. La Escritura da testimonio de su propia
importancia para el pueblo de Dios, incluso a veces apuntando a jóvenes en particular (Pr. 2: 1-15; Ef.
6:1-3; 2 Ti. 3:16).

Las palabras de Pedro son especialmente útiles: “Pues Su divino poder nos ha concedido todo cuanto
concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquél que nos llamó por Su
gloria y excelencia” (2 Pe. 1:3). Observe que Pedro escribe, “todo cuanto concierne a la vida y a la
piedad”. Eso incluye la ansiedad sobre las calificaciones, la tentación sexual, la soledad, la torpeza, y
cómo honrar a Dios en cada una de estas áreas. Pero también observa cómo el poder de todo, lo que
pertenece a la vida y a la piedad, nos llega a través del conocimiento de Dios. ¿Cómo podemos alcanzar
este conocimiento vital? A través de las Escrituras.

Pero si la Biblia es tan relevante como Pedro dice que es, entonces ¿por qué a menudo los adolescentes
están tan desinteresados en aprender de sus padres y pastores de jóvenes?

La razón por la que los adolescentes no escuchan

La triste realidad es que muchos jóvenes no captan la Palabra de Dios porque están muertos
espiritualmente. Esta es la razón por la cual no “desean la leche pura de la palabra” (1 Pe. 2:1). Sin
embargo, esto no es excusa para diluir la Biblia o ignorarla, ya que Dios hace su obra para hacernos
nacer de nuevo “mediante la palabra de Dios que vive y permanece” (1 Pe. 1:23).

Aun así, a menudo ministramos a jóvenes que están realmente convertidos, pero en gran parte
desinteresados. Puede que confiesen con su boca que la Escritura es importante, pero han tenido pocos
encuentros en donde hizo una diferencia significativa para ellos.

Los padres, los pastores de jóvenes, y los jóvenes voluntarios necesitan aprender a poner la relevancia de
la Biblia en pantalla para estudiantes de este tipo. Una vez más, esto no debe confundirse con los
esfuerzos poco convincentes para hacer que la Biblia sea relevante. Es la diferencia entre añadir
relevancia vs. extraer relevancia, como la diferencia entre añadir crema y azúcar al café de un
restaurante vs. acentuar los sabores intensos de un café prensado francés.

Tres pasos clave

Entonces, ¿cómo extraemos esos sabores de la Palabra de Dios para que los adolescentes puedan probar
su intensidad? Aquí hay tres pasos:

1. Señalar nuestra necesidad de lo que la Biblia nos enseña, mostrando que al final no podemos
satisfacer esa necesidad por nuestra cuenta.
2. Mostrar dónde la Biblia habla de las mismas experiencias que pasan los adolescentes, y apuntar
a la solución que esta da (que usualmente será diferente de nuestra respuesta natural).
3. Mostrar cómo esa respuesta al final llega a través de lo que Jesús ha hecho por nosotros.

Por ejemplo, cuando los jóvenes pasan por momentos difíciles a menudo se preguntan si Dios se
preocupa. ¿Dónde está Dios?, ellos preguntan. En esos momentos, es cuando la relevancia de la
Escritura choca con su experiencia. Israel afirma, “Escondido está mi camino del Señor, y mi
derecho pasa inadvertido a mi Dios” (Isa. 40:27). Sin embargo, el profeta llega a decir que Dios da
fuerzas al cansado mientras que espera para que Él intervenga. La respuesta puede que no llegue de
inmediato, pero Dios nos da el poder mientras confiamos en Él para actuar. Después de todo, esto es lo
que Jesús experimentó en la cruz. El Padre se apartó del Hijo, y luego lo resucitó al tercer día. Y debido
a que estamos unidos a Jesús a través de la fe sabemos que Dios actuará por nosotros también.

Por otra parte, la historia de David y Betsabé nos muestra la relevancia de la Biblia para los
adolescentes. Algunos podrían aplicarla al decir: “Ven lo malas que son las consecuencias del pecado
sexual? ¡Es mejor mantenerse puro!”, pero esto no ofrece esperanza a aquellos que se despiertan cada
mañana con las consecuencias del pecado. Este pasaje solo parece ser relevante para aquellos que no se
han “ensuciado” todavía. No hay ninguna relevancia para el chico o chica que sean adictos a la
pornografía, o la chica que está embarazada en la escuela secundaria. ¿Qué le dice este pasaje a la
persona que cree que desperdiciado su vida, que se está ahogando en la desesperanza y el
remordimiento?

Este demuestra que incluso las personas más piadosas pueden caer de la pureza sexual, pero cuando lo
hacen, se arrepienten cuando son enfrentados (2 Sam. 12:13). Este pasaje también muestra cómo Dios
nos redime. El hijo de David, que murió en su lugar por un solo pecado sexual (2 Sam. 12:14), apunta al
supremo Hijo de David que murió en nuestro lugar por todos los pecados sexuales del mundo. La
historia también nos revela cómo nuestro pecado sexual no arruina el plan de Dios para nosotros. El hijo
de Betsabé, Salomón, pasó a cumplir el plan inmediato de Dios para la construcción del templo, y
también su plan más distante de enviar al Mesías quien cumpliría el pacto de Dios con David (2 Sam. 7).
El pecado de David no obligó a Dios a cambiar al plan B. Dios redimió el pecado de David para que
condujera al plan que Él había estado orquestando desde el principio. Dios hace eso por nosotros cuando
buscamos el perdón que él ofrece en Jesús, aun cuando, al igual que David, nuestro pecado tenga
consecuencias de por vida.

Use su propia espada

Nuestro trabajo como padres y ministros jóvenes es seguir aprendiendo más de la Escritura para que
podamos ver su relevancia para nuestras propias vidas y las vidas de los jóvenes que Dios pone en
nuestras manos. La Biblia es una espada que penetra los corazones (Heb. 4:12). Es una espada asistida
por el poder del Espíritu (Ef. 6:17).

Así que vamos a aprender a manejar esta espada de tal manera que nuestros jóvenes la vean relucir, la
escuchen timbrar, y sientan la sanidad que viene cuando corta. Entonces ellos van a querer empezar a
usarla también.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN THE GOSPEL COALITION. TRADUCIDO


POR SARAÍ CHARON

Eric McKiddie sirve como pastor de la comunidad evangélica en la Iglesia Bíblica Chapel
Hill, en Carolina del Norte.

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