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ENDURECIMIENTO SUPERFICIAL

Los procesos de endurecimiento superficial tienen como objetivo principal el


obtener una superficie dura y resistente al desgaste, manteniendo al mismo
tiempo un núcleo suave y tenaz. En muchas aplicaciones, la resistencia alcanzada
en el núcleo no es importante o crítica y únicamente se busca generar una
superficie con suficiente resistencia al desgaste. En otras aplicaciones, además de
la alta dureza superficial también es importante generar en el núcleo alta
resistencia y tenacidad. Para producir esta combinación de diferentes propiedades
en la superficie y núcleo, es necesario recurrir a tratamientos de endurecimiento
más especializados en los cuales únicamente una delgada capa superficial se
endurece. Las principales ventajas que tienen los procesos de endurecimiento
superficial sobre los tratamientos convencionales de endurecimiento por temple
son:
1) Menor distorsión comparada con el temple normal de aceros en toda su
sección.
2) Las propiedades de fatiga de la pieza se pueden controlar y frecuentemente se
mejoran.
3) Se pueden lograr combinaciones de propiedades en la superficie y núcleo que
no pueden obtenerse por tratamientos convencionales de temple.
4) El endurecimiento superficial se puede aplicar a piezas muy voluminosas las
cuales, por efecto de su masa o riesgo de rotura, no sería práctico endurecerlas
por temple convencional.
5) El proceso de endurecimiento puede ser selectivo, de modo que sólo algunas
áreas superficiales sean endurecidas. Este proceso de endurecimiento selectivo
sería muy difícil de aplicar en un temple convencional.
6) La descarburización y la formación de cascarilla es mínima, lo cual es ventajoso
en partes cuyo maquinado ya está terminado. Los procesos de endurecimiento
superficial se pueden dividir en:
Métodos que involucran la adición de una nueva capa de material, tales como:
• Sobre capa soldada.
• Rociado térmico.
• Recubrimientos (cromo duro, níquel electroless, etc.).
• Métodos de película (CVD, PVD, physical vapor deposition).
Métodos que involucran modificaciones en la superficie sin la adición de una
nueva capa:
• Métodos de difusión.
• Métodos de endurecimiento selectivo.
En los párrafos siguientes solamente se discutirán los métodos del inciso. En los
métodos de difusión, se altera la composición de la superficie del acero agregando
uno o más elementos (generalmente carbono y/o nitrógeno) los cuales, mediante
la formación de austenita y su transformación a martensita o bien, mediante la
formación de nuevos constituyentes (carburos, nitruros) inducen un fuerte
endurecimiento superficial. Entre estos 2 procesos se encuentran la
carburización, carbonitruración, nitruración, nitrocarburización y boronizado. Dado
que en todos estos procesos está involucrado un calentamiento y un cambio de
composición, comúnmente también se les da el nombre de tratamientos
termoquímicos. En la tabla 1 se presentan las características básicas de los
procesos de tratamiento termoquímicos. En los métodos de endurecimiento
selectivo, el acero es rápidamente austenitizado, de modo que solamente una
capa superficial alcanza el estado austenítico. La transformación de esta austenita
a martensita genera la dureza y resistencia al desgaste de la superficie. El temple
por inducción y el temple a la llama son los dos procesos principales que
pertenecen a este grupo, aunque recientemente se han incorporado otros tales
como el endurecimiento mediante láser y el endurecimiento con haz de electrones.
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ENDURECIMIENTO POR ENVEJECIMIENTO (PRECIPITACIÓN)
Sólo hay dos métodos principales para aumentar la resistencia y la dureza de una
aleación dada: trabajo en frío o tratamiento térmico. El proceso de tratamiento
térmico más importante para aleaciones no ferrosas es el de endurecido por
envejecimiento o por precipitación.
Al aumentar la resistencia de muchas aleaciones de aluminio y otros metales se
crea, en una aleación tratada térmicamente, una dispersión densa y fina de
partículas precipitadas en una matriz de metal deformable. Las partículas
precipitadas actúan como obstáculos del movimiento de las dislocaciones y, así,
refuerzan la aleación tratada térmicamente. Para aplicar este tratamiento térmico,
el diagrama de equilibrio debe mostrar solubilidad sólida parcial, y la pendiente de
la línea de solvus debe ser tal que haya mayor solubilidad a una temperatura
mayor que a una menor.
La condición necesaria para que se produzca la precipitación en una solución
sólida es, sencillamente, la existencia de una línea de solvus. Por consiguiente, se
produce cierto grado de precipitación en la mayor parte de los sistemas de
aleación y un grado notable en cientos de casos conocidos. Cualquier metal puede
endurecerse por precipitación, mediante la adición de un elemento de aleación
correctamente elegido. El endurecimiento sería aún mayor en el caso de
aleaciones ternarias o de un número de componentes más elevado.
El proceso para obtener una aleación endurecida por precipitación puede dividirse
en tres partes:
1. Elección de la composición.
2. Tratamiento térmico de la solución.
3. Tratamiento térmico de precipitación.
1. Elección de la composición.
En un diagrama de equilibrio sé que puede mostrar endurecimiento como
resultado de la precipitación de una fase a partir de la solución sólida
sobresaturada. Aun cuando el efecto máximo de endurecimiento se produce, en
este caso, con un contenido del 6% del metal límite de solubilidad de este en el
otro metal, puede producirse cierto endurecimiento en todo el intervalo de
composiciones en el que pueden existir en equilibrio las fases.
2. El tratamiento térmico de la solución (solubilización).
El objeto de esta etapa, es disolver un máximo de la segunda fase en la solución
sólida y después, retener esta solución hasta alcanzar la temperatura ambiente.
Esto se efectúa así:
-Calentando la aleación hasta una temperatura elevada, pero inferior a la que
produciría un crecimiento excesivo de grano o la fusión de uno de los
constituyentes.
-Manteniendo esta temperatura desde una hasta varias horas, dependiendo dl
espesor de la pieza para que pueda producirse la solución.
-Templado en agua hasta obtener una solución sólida sobresaturada (a) a la
temperatura ambiente. Después del tratamiento de disolución la dureza es
relativamente baja, pero superior a la del material enfriado lentamente y revenido.
3. Tratamiento de precipitación
Es necesario un tratamiento de precipitación de la aleación para la formación de
un precipitado finamente disperso. La formación de dicho precipitado en la
aleación es el objetivo del envejecimiento. El precipitado fino en la aleación impide
el movimiento de las dislocaciones durante la deformación, forzando a que éstas
pasen a través de las partículas de precipitado cortándolas o rodeándolas. La
aleación resulta reforzada mediante esta restricción del movimiento de las
dislocaciones durante la deformación. En esta etapa se obtiene la dureza máxima
de estas aleaciones, la solución sobresaturada sufre cambios que conducen a la
formación de la segunda fase.
A medida que se incrementa el tiempo de envejecimiento, se van formando las
zonas de precipitación y su tamaño se incrementa; además, la aleación se hace
más fuerte, dura y menos dúctil. Estas propiedades mecánicas alcanzan un valor
máximo durante la precipitación a una temperatura dada y, después, disminuyen
gradualmente como consecuencia del sobre envejecimiento.
Una aleación endurecible por precipitación en la condición de solución sólida
supersaturada se encuentra en un estado de alta energía. Este estado de energía
es relativamente inestable y la aleación tiende a buscar un estado menor de
energía por la descomposición espontánea de la solución sólida supersaturada en
fases metaestables o fases de equilibrio. Cuando la solución sólida supersaturada
de la aleación endurecida por precipitación se envejece a una temperatura
relativamente baja, para la que sólo se dispone de una pequeña cantidad de
energía de activación, se forman unas agrupaciones de átomos segregados
llamadas zonas de precipitación.
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Aplicaciones del endurecimiento por precipitación (envejecimiento).
-El endurecimiento por precipitación es el método más importante para aumentar
la resistencia mecánica de los metales no ferrosos por reacción en el estado
sólido. Es especialmente útil para el aluminio, el metal principal de esta clase, y
tanto las aleaciones de aluminio de fundición como las de forja son endurecibles
por precipitación.
-Como la refrigeración retarda la razón de envejecimiento natural; en la industria
aeronáutica se utiliza este hecho cuando los remaches de aluminio aleado, que
suelen envejecer a temperatura ambiente, se mantienen dentro de refrigeradores
con un alto grado de congelación hasta que se remachan. Los remaches se han
tratado previamente con un tratamiento de solución, y como tienen una fase única
son muy dúctiles. Después de ser remachados, tendrá lugar el envejecimiento a
temperatura ambiente, lo cual dará como resultado un incremento en la resistencia
y en la dureza.
-Como la adición de aleantes y el tratamiento térmico de precipitación disminuyen
la resistencia a la corrosión del aluminio, algunas de las aleaciones de resistencia
mecánica más elevada están protegidas con una capa de aluminio puro
firmemente unida a la superficie por medio de un proceso de laminación en
caliente.
-El envejecimiento en los aceros es de interés secundario comparado con el
endurecimiento por temple, pero existen algunos aspectos a los que se debe
prestar atención.

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