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1.

Busca tres ilusiones perceptivas y explica el modo concreto en que constituyen una
prueba de la participación habitual de la inferencia inconsciente en la percepción visual.

Definiremos las ilusiones perceptuales como aquellos fenómenos en los que el estímulo
percibido no se corresponde con el estímulo distal (objeto real).

Las ilusiones ponen en evidencia que la percepción no está determinada objetivamente


(exclusivamente por los datos del estímulo) de forma absoluta, sino que existen
determinantes estrictamente psicológicos, los cuales se ponen de manifiesto merced a ellas,
permitiendo de este modo un estudio privilegiado del proceso perceptual y facilitando la
verificación de teorías sobre la percepción.

Los fenómenos ilusorios en percepción no se producen exclusivamente en el mundo visual;


sin embargo, estas ilusiones son las más conocidas e interesantes.

Desde el punto de vista del procesamiento de información, que recurre a la metáfora del
ordenador, los errores ilusorios pueden atribuirse a tres causas:

Porque algún circuito (hardware) funciona incorrectamente: causa patológica (trastornos


perceptivos). Algo en el dispositivo no funciona bien.

Porque el programa de procesamiento es inadecuado (las claves utilizadas son


inadecuadas): ilusiones visuales.

Porque la información disponible en el estímulo nos induce a errores, debido a fenómenos


físicos (por ejemplo, la refracción de la luz que nos hace ver una varilla semi-introducida en
el agua como si estuviese torcida): a estos fenómenos se les denomina ilusiones ópticas.

2. Especifica al menos dos de los problemas asociados a la introspección analítica como


método de estudio de la percepción.

Algunos pensadores han considerado que la percepción depende fundamentalmente de la


naturaleza misma de nuestros sistemas perceptivos, mientras que otros han defendido que
son características de los estímulos las que determinan el modo en que ocurre la
percepción.
Por otra parte es posible diferenciar entre planteamiento teóricos de carácter holístico o
molar y teorías de carácter atomista o molecular, las cuales mantienen que la percepción
es el resultado de aspectos progresivamente más complejos.
3. Busca tres ejemplos (imágenes) de situaciones de la vida real que pueden describirse en
términos de alguna de las leyes de agrupamiento perceptivo de la Gestalt.

Figura y Fondo: lo percibido visualmente es siempre una figura que se recorta sobre un fondo

Ley de pregnancia o buena figura: este mecanismo permite reducir las posibles ambigüedades
o efectos distorsionados, buscando siempre la forma más simple o la más consistente en
definitiva, nos permite ver los elementos como unidades significativas y coherentes
Ley de la buena continuidad: Esta ley se caracteriza por cómo se nos presentan las formas;
sean estas de manera incompleta, inconclusas, cómo abreviatura o esquemas de fácil
interpretación. No obstante esta induce al espectador de un conjunto a la concreción de las
formas.

4. Indaga sobre la problemática a la que hace referencia el problema de la “circularidad” en


relación al alcance explicativo de las leyes de la Gestalt.

Las "Leyes de la percepción" o "Leyes de la Gestalt" fueron enunciadas por los psicólogos de la
Gestalt (Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka) quienes, en un laboratorio de
psicología experimental, demostraron que el cerebro humano organiza los elementos
percibidos en forma de configuraciones (gestalts) o totalidades; lo hace de la mejor forma
posible recurriendo a ciertos principios. Lo percibido deja entonces de ser un conjunto de
manchas o de sonidos inconexos para tornarse un todo coherente: es decir: objetos, personas,
escenas, palabras, oraciones, etc. El cerebro transforma lo percibido en algo nuevo, algo creado
a partir de los elementos que percibe para hacerlo coherente aun pagando a veces el precio de
la inexactitud. Así, las tareas del cerebro consisten en localizar contornos y separar objetos
(figura y fondo) unir o agrupar elementos (similaridad, continuidad, destino común) en
comparar características de uno con otro (contraste - similaridad) en destacar lo importante de
lo accesorio (figura y fondo) en rellenar huecos en la imagen percibida para que sea íntegra y
coherente (Ley de cierre). Algunas percepciones se “resisten” a las leyes, por ejemplo el humo,
la bruma, la oscuridad, etc. No hay bordes, no hay aristas no hay figura y fondo, no hay contraste
por lo tanto estos estímulos no pueden organizarse como configuraciones familiares más o
menos estables. Esto provoca sensación de malestar, temor, o rechazo. Al no poder identificarlo
no sabemos si lo percibido representa o no una amenaza.

La forma en que percibimos sienta las bases de la forma en que pensamos (Isomorfismo). Lo
primero que se nos presenta es la percepción y el desafío es interpretar esa percepción
(recrearla, darle una forma coherente). Al igual que una computadora recibe pulsos eléctricos
como señales digitales y las decodifica transformándolas en cálculos, imágenes o sonidos,
nuestro cerebro recibe estímulos y los convierte en configuraciones que le sirvan para
interpretar el mundo. Para ello, siendo niños, habrá adultos que nos explicarán el significado de
lo que percibimos ayudándonos a organizar ese caos. Aprendemos a ver el mundo dado por la
cultura, Nominamos, categorizamos, jerarquizamos y relacionamos el mundo conocido y cada
nuevo elemento o concepto. Aprendemos también a negar, rechazar, anular, algunas
percepciones no compatibles con el consenso social y todo esto lo hacemos tanto en función de
nosotros mismos (autopercepciones) como de lo externo. Este es el proceso que configura la
relación que vamos estableciendo con el ambiente y con nosotros mismos.

Nos enseñan una descripción del mundo que pasa a ser la interpretación válida de "nuestro
mundo" y que sienta las bases de lo que llamamos “realidad”. Conforme crecemos, las
percepciones se convierten en totalidades cada vez más complejas, a las que se incorporan
nuevos elementos, tanto externos como internos, dando lugar al pensamiento de un adulto. El
modo único en que cada niño organiza sus percepciones determinará cómo organizará el adulto
sus pensamientos y, por lo tanto, su experiencia de la realidad. Una organización caótica de lo
percibido implicará caos en los procesos de pensamiento que se construyen a partir de dichos
elementos, por lo tanto, un mundo interno caótico. Cuando los primeros gestaltistas hablaron
de “Isomorfismo” (igual forma) se referían a la biología comparada con la percepción. Formas y
patrones en las configuraciones neuronales también se observaban en la forma en que se
configuraba la percepción. Detrás de este pensamiento quizás subyaciera la mirada médica que
intentaba argumentar que la estructura biológica es causa última, pero, este concepto abrió las
puertas de la posterior mirada Sistémica, y hoy en día, se ha extendido mucho más allá,
observando que las organizaciones que se dan en la biología, en la física, en la geología, en la
astronomía, etc. se reflejan también en el ámbito social. Como si el universo usara las mismas
fórmulas y algoritmos para organizar células, familias, culturas, planetas, galaxias etc. Por
último, las Leyes de la Gestalt no actúan de modo independiente, aunque se las enuncie por
separado; actúan simultáneamente y se influencian mutuamente creando resultados, en
ocasiones difíciles de diferenciar. Estas leyes se ajustan también a las variables tiempo y espacio
(variables subjetivas) y son sensibles al aprendizaje por lo que podemos entrenarnos para
percibir más allá de las mismas.

Carolina Gallardo M.
Procesos Cognitivos I

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