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CAPITULO VII

REGLAS DE ADMINISTRACIÓN, ORDEN INTERNO Y MEDIDAS DE SEGURIDAD EN


LA EJECUCION DE LAS SANCIONES

En este capítulo comentaremos sucintamente las normas de administración referentes


a las medidas no privativas de libertad y de los centros de internación, así como
también, a las garantías de su ejecución. Esbozaremos únicamente los puntos más
importantes de la discusión, entendiendo que gran parte de esta materia se encuentra
regulada en detalle en el RLRPA.

7.1 ADMINISTRACION

Esta materia pretende elucidar que institución u organismo administrará el


cumplimiento y ejecución de las sanciones dictadas conforme a la LRPA. La
regulación de fondo, tanto en la actual ley como en el PCM se hacía –aunque con
denominaciones distintas- distinguiendo entre las medidas no privativas de libertad, de
aquellas que deben cumplirse en centros privativos de libertad, en ambos casos, como
veremos más adelante, la administración queda entregada al SENAME

En el primer caso, esto es, tratándose de medidas no privativas, el PCM establecía el


siguiente precepto:

“Administración de las medidas que contempla la ley. El Servicio Nacional de Menores


asegurará la existencia en las distintas regiones del país, de los programas necesarios para
desarrollar las sanciones a que se refiere esta Ley.
Para tal efecto, llevará un registro actualizado de los programas existentes en cada comuna
del país, el que estará a disposición de los tribunales competentes.
El Servicio tendrá entre sus obligaciones la de revisar periódicamente la pertinencia e
idoneidad de los distintos programas, aprobando su ejecución por parte de las instituciones
colaboradoras y fiscalizando el cumplimiento de sus objetivos.”390

Lo primero que se propuso respecto a esta disposición fue la necesidad que se


contara no sólo con programas para el cumplimiento de las sanciones, sino que
también, respecto a las medidas cautelares; en ambos casos, se deberá asegurar la

390
PCM artículo 69

213
supervisión del cumplimiento de las mismas, evitando así, el desprestigio del dichas
medidas.

Respecto al registro al que hace referencia el inciso segundo, se planteó que debe
estar disponible no sólo para los tribunales, sino que para todos los intervinientes,
incluso el abogado particular.

En cuanto a la fiscalización de la administración por parte del SENAME, se propuso


que este servicio fuese evaluado por instituciones independientes, y que el resultado
de esta, fuese entregado al Ministerio de Justicia.391

Finalmente, la Comisión del Senado concluyó que este precepto se referirá a la


administración de las medidas no privativas de libertad que contempla este proyecto.
Por ello se acordó que su inciso primero ordenara que será el SENAME quien
asegurará la existencia en las distintas regiones del país, de los programas necesarios
tanto para la ejecución, como para el control de tales medidas, agregándose que éstas
serán ejecutadas por las instituciones colaboradoras que hayan celebrado los
convenios respectivos con dicha.

Con todo, el precepto definitivo es el artículo 42 LRPA que señala lo siguiente:

“Administración de las medidas no privativas de libertad. El Servicio Nacional de Menores


asegurará la existencia en las distintas regiones del país de los programas necesarios para la
ejecución y control de las medidas a que se refiere esta ley, las que serán ejecutadas por los
colaboradores acreditados que hayan celebrado los convenios respectivos con dicha
institución.
Para tal efecto, llevará un registro actualizado de los programas existentes en cada comuna
del país, el que estará a disposición de los tribunales competentes.
El Servicio revisará periódicamente la pertinencia e idoneidad de los distintos programas,
aprobando su ejecución por parte de los colaboradores acreditados y fiscalizando el
cumplimiento de sus objetivos.
En la modalidad de libertad asistida especial se asegurará la intervención de la red
institucional y de protección del Estado, según se requiera. Será responsabilidad del Servicio
Nacional de Menores la coordinación con los respectivos servicios públicos.
El reglamento a que alude el inciso final del artículo siguiente contendrá las normas
necesarias para dar cumplimiento a lo establecido en este artículo.”

391
Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, p 208

214
Por lo tanto, conforme a este precepto, la administración de las medidas no
privativas de libertad recaerá en el SENAME.392

En el segundo caso, esto es, la administración de los centros privativos de libertad,


en principio correspondieron exclusivamente al SENAME. El PCM regulaba esta
materia conforme a lo prescrito en el siguiente precepto:

“Administración de los centros privativos de libertad. La administración de los Centros


Cerrados de Privación de Libertad y de los recintos donde se cumpla la medida de internación
provisoria corresponderá siempre y en forma directa al Servicio Nacional de Menores.
El Servicio Nacional de Menores podrá solicitar al Tribunal competente que autorice el
cumplimiento de alguna de las sanciones previstas en los artículos 30 y 31 de la presente ley,
en alguna de las unidades referidas en el inciso precedente, cuando el condenado hubiere
cumplido la mayoría de edad y cuando ello favorezca el trabajo y tratamiento del adolescente
con su núcleo familiar o sea necesario y conveniente para efectos del control de la sanción, de
acuerdo a lo dispuesto en los artículos 73 y siguientes de la presente ley.”

En estricto rigor, sólo el inciso primero se refería al tema de la administración, ya


que el inciso segundo se relaciona con la posibilidad que el adolescente que cumple
dieciocho años, siga en los centros privativos de libertad, situación que ya vimos en
detalle al tratar le edad requerida para ser imputado de acuerdo a esta ley.393

Durante toda la discusión de la LRPA se mantuvo este precepto; sin embargo, fue
una de las tantas normas modificadas por la Ley 20.091. El proyecto de ley que luego
se convirtió en la Ley 20.091, sentó el evidente retraso que existía en proveer la
infraestructura de los centros de internación semicerrado, proponiendo dos soluciones,
a saber:

a. Permitir el ingreso a privados como colaboradores del sistema, previa


celebración de los convenios respectivos con el SENAME, y siempre bajo la
responsabilidad y administración de dicha institución.394

b. Dar al juez la posibilidad de optar por una sanción diversa a la internación en


régimen semicerrado, cuando en consideración a la infraestructura, no se pueda
aplicar esta medida. En este caso, la pena debía ser la libertad asistida especial. Para

392
V. Párrafo segundo del Título I y artículos 39 a 48 del RLRPA
393
V. Supra 2.6
394
Historia de la Ley 20.191 p 7

215
ello, el ejecutivo propuso un artículo quinto transitorio que permitiera esa posibilidad de
salvar esta situación.395

Finalmente, sólo se aprobó la primera propuesta, es decir, el ingreso de privados al


sistema, los que incluso podrán administrar los recintos de acuerdo a los convenios
celebrados con el SENAME, en cambio, el artículo quinto transitorio fue rechazado en
una dividida votación, contemplándose las reglas sobre administración de los recintos
privativos de libertad, en el artículo 43 LRPA que señala:

“Centros de privación de libertad. La administración de los Centros Cerrados de Privación de


Libertad y de los recintos donde se cumpla la medida de internación provisoria, corresponderá
siempre y en forma directa al Servicio Nacional de Menores, con excepción de los señalados
en la letra a) siguiente, cuya administración podrá corresponder en forma directa al
Servicio Nacional de Menores o a los colaboradores acreditados que hayan celebrado
los convenios respectivos con dicha institución.
Para dar cumplimiento a las sanciones privativas de libertad y a la medida de internación
provisoria contenidas en esta ley, existirán tres tipos de centros:
a) Los Centros para la Internación en Régimen Semicerrado.
b) Los Centros Cerrados de Privación de Libertad.
c) Los Centros de Internación Provisoria.
Para garantizar la seguridad y la permanencia de los infractores en los centros a que se
refieren las letras b) y c) precedentes, se establecerá en ellos una guardia armada de carácter
externo, a cargo de Gendarmería de Chile. Ésta permanecerá fuera del recinto, pero estará
autorizada para ingresar en caso de motín o en otras situaciones de grave riesgo para los
adolescentes y revisar sus dependencias con el solo objeto de evitarlas.
La organización y funcionamiento de los recintos aludidos en el presente artículo se regulará
en un reglamento dictado por decreto supremo, expedido por medio del Ministerio de Justicia,
conforme a las normas contenidas en el presente Título”396

395
Este artículo 5 transitorio proponía lo siguiente: “Durante el primer año de vigencia de esta ley, en todo los casos
que resulte procedente la aplicación de la sanción de internación en régimen semicerrado con programa de reinserción
social, el juez podrá aplicar en su reemplazo y por el mismo tiempo de duración, la sanción de libertad asistida
especial”. Como vimos al tratar la determinación de la pena, este precepto generó la reacción de la oposición producto
que habría una considerable rebaja en la sanción respecto a delitos graves que no estaban dispuestos a tolerar, por lo
que se propuso una indicación destinada a asegurar que los delitos cuya extensión supere los cinco años,
necesariamente deba imponerse la internación en régimen cerrado, contemplándose además, una regla especial en
caso de sustitución de la condena. Se presentó una indicación en este sentido que fue aprobada.
396
Aquí se reúne en un sólo precepto lo relativo a la administración y la indicación de cuales serán los centros de
privación de libertad. Originalmente el PCM en su artículo 65 contenía un precepto específico donde señalaba cuales
eran los centros destinados al cumplimiento de las sanciones privativas de libertad; en efecto, el PCM regulaba la
existencia de centros de internación provisoria que no se encuentran en la actual legislación. Este artículo 65 fue
suprimido y su contenido modificado y agregado al artículo 43 de la LRPA. V.a. Título V y VI del RLRPA.

216
7.2 NORMAS RELATIVAS AL FUNCIONAMIENTO INTERNO DE LOS CENTRO DE PRIVACION
DE LIBERTAD

Dentro de esta denominación reuniremos todas las disposiciones concernientes a la


administración interna de los centros privativos de libertad, entre las cuales
encontramos normas básicas que deben tener dichos centros, tales como: la
seguridad, la disciplina y el orden interno, que pasamos a comentar a continuación.

El proyecto original contenía una disposición que regulaba las condiciones básicas
que debían tener los centros, las que debían tender a desarrollar acciones que fuesen
dirigidas al respeto y promoción de las relaciones familiares del adolescente preso.397
Se discutió acerca del grado de especialidad que debía contener una regla de esta
naturaleza. La norma original era genérica, no haciendo referencia a ninguna actividad
determinada, de carácter educativo o laboral. Los miembros de la Comisión del
Senado, consideraban que la generalidad debía caracterizar esta materia, pero
teniendo siempre como eje central, la reintegración social del adolescente.398

En definitiva se optó por el criterio genérico, aprobándose la disposición contenida


en el artículo 44 LRPA que señala:

“Condiciones básicas de los centros de privación de libertad. La ejecución de las


sanciones privativas de libertad estará dirigida a la reintegración del adolescente al medio libre.
En virtud de ello, deberán desarrollarse acciones tendientes al fortalecimiento del respeto
por los derechos de las demás personas y al cumplimiento del proceso de educación formal y
considerarse la participación en actividades socioeducativas, de formación y de desarrollo
personal”.

De evidente importancia para el funcionamiento de los centros privativos de


libertad, son las normas de seguridad y orden interno. El PCM contenía una
disposición genérica que exigía a estas normas, respetar los derechos reconocidos en
la CPR y en la legislación internacional.399 Hubo distintos puntos de vista en torno a la

397
PCM artículo 66. “Condiciones básicas de los centros privativos de libertad. En los centros a que se refiere el
artículo anterior se deberán desarrollar acciones específicas destinadas a respetar y promover los vínculos familiares
del adolescente privado de libertad.”
398
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 110, V.a.
Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, p 204
399
PCM artículo. “Normas de seguridad en recintos privativos de libertad. Los adolescentes estarán sometidos a las
normas disciplinarias que dicte la autoridad para mantener la seguridad y el orden. Estas normas deben ser

217
suficiencia de las garantías con que cuenta el adolescente, para protegerse de las
medidas de orden y seguridad que puedan afectarle. Para el profesor Bustos eran
insuficientes, lo correcto habría sido considerar tribunales de vigilancia competentes
para conocer los reclamos por abusos cometidos contra los jóvenes, en cambio, los
representantes del ejecutivo, concluían que este resguardo sumado al control que
puede realizar el juez de garantía del lugar donde se encuentre el centro, era
suficiente.

Se propuso aumentar las referencias a las resoluciones internacionales de


protección al menor, lo que fue rechazado, por estimar que estas no habían cumplido
aún con los trámites para tener fuerza de ley (finalmente el texto aprobado por la
Cámara de Diputados fue el mismo del PCM).400

Sin embargo, como una forma de dar mayor protección a los adolescentes privados
de libertad, se recomendó precisar el orden interno y la seguridad de los recintos,
estableciendo límites al uso de la fuerza, sanciones degradantes y humillantes.401

La Comisión del Senado acordó refundir las nociones comentadas, en un sólo


precepto en que se enfatiza en el carácter excepcional y restrictivo de la fuerza
utilizada contra los adolescentes, la que se impondrá sólo cuando se hayan agotado y
fracasado todos los medios de control (ultima ratio). Se suma, la prohibición de
emplear medidas disciplinarias que constituyan castigos corporales, encierro en celda
obscura, aislamiento, así como cualquier otro castigo que pueda poner en peligro la
salud física o mental del adolescente o que sea degradante, cruel o humillante.

compatibles con los derechos reconocidos en la Constitución, en la Convención de los Derechos del Niño, en los
tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes y en las leyes.”
400
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 111
401
Todas estas premisas fueron recogidas en una norma creada en la Comisión de la Cámara de Diputados y que fue
aprobada por la Cámara Baja. Esta norma prescribía lo siguiente: “Normas de orden interno y seguridad en recintos de
privación de libertad. La autoridad competente dictará normas que regulen el orden interno y la seguridad en los
centros de privación de libertad a que se refiere esta ley. Dichas normas regularán el uso legítimo de la fuerza respecto
de los adolescentes y deberán contener a lo menos los siguientes aspectos: a) La procedencia del uso de la coerción
exclusivamente para impedir que el adolescente lesione a otro o a sí mismo o cause importantes daños materiales; b)
El carácter excepcional del uso de la coerción, lo que implica que deberá ser utilizada sólo cuando se hayan agotado y
hayan fracasado todos los demás medios de control; c) El carácter restrictivo del uso de la fuerza, lo que implica su
utilización por el menor tiempo posible; d) La prohibición de aplicar medidas disciplinarias que constituyan castigos
corporales, el encierro en celda obscura y las penas de aislamiento o de celda solitaria, así como cualquier otra sanción
que pueda poner en peligro la salud física o mental del adolescente.e) La prohibición de aplicar sanciones degradantes,
crueles o humillantes respecto de los adolescentes.”

218
Finalmente las ideas concluidas se consagran en el artículo 45 LRPA con la
siguiente redacción:

“Normas de orden interno y seguridad en recintos de privación de libertad. Los


adolescentes estarán sometidos a las normas disciplinarias que dicte la autoridad para
mantener la seguridad y el orden. Estas normas deben ser compatibles con los derechos
reconocidos en la Constitución, en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, en
los demás tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes y en las
leyes.
Dichas normas regularán el uso de la fuerza respecto de los adolescentes y contendrán, a lo
menos, los siguientes aspectos:
a) El carácter excepcional y restrictivo del uso de la fuerza, lo que implica que deberá ser
utilizada sólo cuando se hayan agotado todos los demás medios de control y por el menor
tiempo posible, y
b) La prohibición de aplicar medidas disciplinarias que constituyan castigos corporales,
encierro en celda obscura y penas de aislamiento o de celda solitaria, así como cualquier otra
sanción que pueda poner en peligro la salud física o mental del adolescente o sea degradante,
cruel o humillante.”

Otro tema discutido fueron las normas disciplinarias al interior de los recintos. El
PCM no consagraba un precepto específico para esta materia; sin embargo, durante el
primer trámite constitucional, se acordó regular las medidas disciplinarias, las que
deberán estar destinadas a mantener el orden y la convivencia dentro del recinto, pero
con respeto a los derechos del adolescentes. Estas reglas deberán cumplir con
requisitos tales como: especificar la conducta, el carácter y duración de la sanción, la
autoridad que la decreta y quien resolverá los recursos que el adolescente pueda
oponer. Con todo, la Comisión de la Cámara Baja creó una disposición que recoge las
propuestas comentadas y que fue aprobada por el Senado, contenido que actualmente
se encuentra en el artículo 46 LRPA que señala:402

“Normas disciplinarias en recintos de privación de libertad. Las medidas y procedimientos


disciplinarios que se dispongan deberán encontrarse contemplados en la normativa del
establecimiento y tendrán como fundamento principal contribuir a la seguridad y a la
mantención de una vida comunitaria ordenada, debiendo, en todo caso, ser compatibles con el
respeto de la dignidad del adolescente.
Para estos efectos, la normativa relativa a dichos procedimientos precisará, a lo menos, los
siguientes aspectos:
a) Las conductas que constituyen una infracción a la disciplina;
b) El carácter y la duración de las sanciones disciplinarias que se pueden imponer, y

402
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 113.
V.a. Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, p 207

219
c) La autoridad competente para imponer esas sanciones y aquella que deberá resolver los
recursos que se deduzcan en su contra”.403

7.3 GARANTIAS RELATIVAS A LA PRIVACIÓN DE LIBERTAD

La LRPA contiene dos preceptos que establecen el carácter excepcional de la


privación de libertad y el principio de separación, en los artículos 47 y 48
respectivamente. La historia de ambas disposiciones ya fueron comentadas a
propósito de las garantías relacionadas con la privación de libertad, por lo tanto, nos
remitiremos a lo señalado en su oportunidad.404

7.4 DERECHOS Y GARANTIAS DE LA EJECUCION

Esta materia se relaciona con los derechos que tienen los condenados al ejecutarse la
sanción. Tanto el proyecto original como la LRPA, tratan esta materia distinguiendo los
derechos genéricos que corresponde a cualquier condenado, de los derechos que
asisten a quien se impone una pena privativa de libertad.

La única modificación a estas reglas fue de forma, con el fin de abordar


conjuntamente los derechos genéricos y específicos que asisten a quienes se
encuentran sometidos a una pena privativa de libertad. Los derechos y garantías en la
ejecución, son única y exclusivamente regulados en el artículo 49 LRPA que señala lo
siguiente:

“Derechos en la ejecución de sanciones. Durante la ejecución de las sanciones que regula


esta ley, el adolescente tendrá derecho a:
a) Ser tratado de una manera que fortalezca su respeto por los derechos y libertades de las
demás personas, resguardando su desarrollo, dignidad e integración social;
b) Ser informado de sus derechos y deberes con relación a las personas e instituciones que
lo tuvieren bajo su responsabilidad;
c) Conocer las normas que regulan el régimen interno de las instituciones y los programas a
que se encuentre sometido, especialmente en lo relativo a las causales que puedan dar origen
a sanciones disciplinarias en su contra o a que se declare el incumplimiento de la sanción;

403
V. Párrafo IX del Título V del RLRPA
404
V. Supra 4.2.1

220
d) Presentar peticiones ante cualquier autoridad competente de acuerdo a la naturaleza de
la petición, obtener una respuesta pronta, solicitar la revisión de su sanción en conformidad a la
ley y denunciar la amenaza o violación de alguno de sus derechos ante el juez, y
e) Contar con asesoría permanente de un abogado.
Tratándose de adolescentes sometidos a una medida privativa de libertad, éstos tendrán
derecho a:
i) Recibir visitas periódicas, en forma directa y personal, al menos una vez a la semana;
ii) La integridad e intimidad personal;
iii) Acceder a servicios educativos, y
iv) La privacidad y regularidad de las comunicaciones, en especial con sus abogados.”

221
CAPITULO VIII
CONTROL DE LA EJECUCIÓN DE LAS SANCIONES Y REVISIÓN DE LA CONDENA

Hemos querido tratar en un capítulo aparte estos temas de gran relevancia y amplia
discusión que se refieren: al control en la ejecución de las medidas, las reglas del
quebrantamiento y, finalmente, una materia de suma importancia como es la revisión
de la condena, a la que dedicaremos los mayores comentarios

8.1 CONTROL DE LA EJECUCIÓN DE LAS SANCIONES

Esta materia fue agregada al proyecto de ley, para tener un aval jurisdiccional en la
etapa de ejecución, con el propósito de contar con un referente real para casos de
incumplimiento y permitir un rápido conocimiento del incumplimiento por parte del juez,
dando lugar a una respuesta rápida, efectiva y seria.405

Es fundamental elucidar quien será competente en todo lo relativo a la ejecución de


las sanciones. No cabe duda que se trata del juez de garantía; sin embargo, el
problema es determinar si debe conocer el juez que tramitó el proceso, o el del lugar
de ejecución de la medida. Desde ya adelantamos que en el PCM como en el precepto
definitivo de la LRPA, se optó por la competencia del juez del lugar en que deba
cumplirse la pena.406 No obstante, este tema no estuvo exento de discusión, sobre
todo al debatirse la sustitución y remisión de la condena (como podremos comprobar
cuando mas adelante se traten estos puntos). Con todo, la LRPA regula expresamente
el tema de la competencia en su artículo 50 que expresa lo siguiente:

“Competencia en el control de la ejecución. Los conflictos de derecho que se susciten


durante la ejecución de alguna de las sanciones que contempla la presente ley serán resueltos
por el juez de garantía del lugar donde ésta deba cumplirse.
En virtud de ello y previa audiencia, el juez de garantía adoptará las medidas tendientes al
respeto y cumplimiento de la legalidad de la ejecución y resolverá, en su caso, lo que
corresponda en caso de quebrantamiento.”

405
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 118
406
El PCM en su artículo 72 señalaba: “Competencia en el control de la ejecución. Corresponderá al juez de garantía
del lugar de cumplimiento de la sanción decretada controlar la legalidad de su ejecución”. Este mismo Juez además
deberá certificar el cumplimiento total de la sanción conforme a lo señalado en el artículo 51 de la LRPA.

222
8.2 QUEBRANTAMIENTO

Este punto fue regulado en el PCM en un precepto que establecía una serie de reglas
de incurrir en quebrantamiento, la lógica seguida fue aplicar la sanción
inmediatamente superior, salvo en algunos, casos como el de la libertad asistida en
que se contemplaban sanciones alternativas.

En el caso de las multas, de la prohibición de conducir vehículos motorizados, de la


reparación del daño causado o de las prestaciones de servicio en beneficio de la
comunidad, se optó por una sanción sustitutiva, sancionando el quebrantamiento con
una pena superior que reemplazaría a la anterior. En las demás situaciones, se
castigaba el quebrantamiento con una pena superior por un tiempo determinado, sin
perjuicio de cumplir el resto, de conformidad a la medida originalmente impuesta. 407 A
continuación, comentaremos las reglas en atención a la sanción:

Multa y Prohibición de conducir vehículos motorizados. El PCM prescribía en caso


de incumplir cualquiera de éstas sanciones en el término de treinta días, el reemplazo
por la medida de reparación del daño causado, por un máximo de quince o treinta
horas respectivamente, según la gravedad de la infracción. En caso que el
adolescente hiciere uso del derecho de objeción, se aplicará la medida de libertad
asistida, por un tiempo que va desde los treinta a noventa días. Se sugirió cambiar la
sanción de reemplazo y aumentar la duración de esta, proponiendo como pena, la
prestación de servicios a la comunidad por un plazo que iba de los noventa a ciento
veinte días, lo que fue aprobada por la Cámara de Diputados.408

En el Senado, se consideró que el adolescente podía oponerse (no en virtud del


derecho de oposición consagrado en la LRPA) o aceptar la sanción de reemplazo. 409
Finalmente la regla definitiva quedó consagrada en el artículo 52 N°1 y 2 para el caso
de incumplir una multa o la prohibición de conducir vehículos motorizados
respectivamente. La regla señala:

407
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 127
408
Ibíd. 126
409
Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, p 218

223
“1.- Tratándose de la multa, aplicará en forma sustitutiva la sanción de prestación de
servicios en beneficio de la comunidad por un máximo de 30 horas. Si el adolescente no
aceptare la medida, aplicará la libertad asistida en cualquiera de sus formas por el tiempo
señalado en el numeral 3.- del presente artículo; 2.- Idéntica regla se seguirá en caso de
infracción de la prohibición de conducir vehículos motorizados, sin perjuicio de la mantención
de la prohibición por el tiempo restante.”

Reparación del daño y prestación en beneficio de la comunidad. El PCM exigía


como requisito el incumplimiento, que éste haya sido grave, reiterado o injustificado.
En caso de considerarse como quebrantamiento, la sanción sustitutiva sería la libertad
asistida, estableciendo máximos respecto a su duración, los que serían noventa días si
lo quebrantado era la reparación del daño y ciento ochenta días en caso de la
prestación de servicio de la comunidad (en caso de incumplimiento en los términos
exigidos por este precepto de la sanción sustitutiva, se podía aplicar la sanción de
privación en régimen semicerrado, esta regla fue suprimida en primer trámite
constitucional). La única diferencia de criterio existente dentro de estas reglas,
consistió en oponerse a los requisitos exigidos al incumplimiento, pues se consideró
que debía ser el juez quien ponderara el incumplimiento, además de contemplar un
término común para ambas sanciones de tres meses.410 Con todo, considerando los
diversos puntos de vista, se procedió a aprobar la regla respectiva que esta contenida
en el artículo 52 N° 3 que señala:

“Tratándose del incumplimiento de las medidas de reparación del daño y prestación de


servicios en beneficio de la comunidad, se aplicará en forma sustitutiva la libertad asistida en
cualquiera de sus formas por un período de hasta tres meses.”

Libertad asistida. El PCM establecía que el incumplimiento grave, reiterado e


injustificado de la libertad asistida o de la nueva sanción, podrá castigarse con régimen
semicerrado por un plazo máximo de treinta días de quebrantar la libertad asistida, y
de noventa días en caso de un nuevo quebrantamiento a la sanción impuesta por el
incumplimiento de las sanciones vistas anteriormente. En primer trámite constitucional,
inmediatamente se desechó aplicar esta regla para el caso de volver a quebrantar la
sanción impuesta por el incumplimiento. Luego se agregó como opción la posibilidad

410
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 126. V.a.
Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, pp. 220-221

224
de aplicar el arresto de fin de semana (medida que fue del nuevo estatuto), por un
periodo máximo que se discutió entre cuatro a seis fines de semana. 411 La otra opción
fue el régimen semicerrado pero por un plazo de sesenta días.

En el Senado, se eliminó la exigencia de gravedad, reiteración y justificación,


entregándole al juez la ponderación del incumplimiento. Finalmente y como
consecuencia de la supresión del arresto de fin de semana del proyecto de ley y la
incorporación de la libertad asistida especial, se estableció que en caso de quebrantar
de la libertad asistida, se podrá optar entre la libertad asistida especial o el régimen
semicerrado. Respecto al plazo, este se mantuvo en sesenta días. Esta regla se
encuentra regulada en el N° 4 del artículo 52 LRPA con la siguiente redacción:

“El incumplimiento de la libertad asistida se sancionará con libertad asistida especial o con
internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social, con una duración
máxima de sesenta días, lo que se determinará según la gravedad de los hechos que fundan la
medida, sin perjuicio del cumplimiento de la sanción originalmente impuesta.
En caso de incumplimiento reiterado de la libertad asistida, se aplicará lo dispuesto en el
siguiente numeral.”

Libertad asistida especial. Al incorporarse esta medida en segundo trámite


constitucional, no fue consagrada dentro de las reglas del quebrantamiento en el
proyecto original. No obstante, el criterio utilizado para estos casos, fue el mismo que
en su momento se aplicó al suprimido arresto de fin de semana, es decir, aplicar el
régimen semicerrado por un periodo equivalente a lo que reste de condena. Esta fue la
solución para la libertad asistida especial, a pesar que se propusieron plazos máximos,
como el de tres meses, se optó finalmente por un término equivalente al tiempo
faltante para cumplir con la sanción quebrantada. En definitiva, la nueva regla se
consagró en el artículo 52 N° 5 que señala:

“El incumplimiento de la libertad asistida especial dará lugar a la sustitución de la sanción


por internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social, por un período
equivalente al número de días que faltaren por cumplir.”

Internación en régimen semicerrado. En el proyecto original, se establecieron los


criterios a seguir, que no difieren mucho de lo que finalmente se reguló en la LRPA.
Siguiendo con la lógica de ir pasando a la sanción superior, se decidió que será la

411
V. Supra 4.2.4

225
internación en régimen cerrado la medida que se aplicará en caso de quebrantar la
reclusión en semicerrado, regla que obviamente se mantuvo. Respecto al término, se
estableció como máximo noventa días, y en caso de reiteración, se aplicará
definitivamente el régimen cerrado por un periodo máximo de seis meses. Sin perjuicio
de lo anterior, cumplido los noventa días, debía seguir cumpliendo la sanción
originalmente impuesta si así corresponde. Se discutió la posibilidad de exigir –al igual
que en los casos anteriores- que el incumplimiento fuera grave, injustificado o
reiterado; sin embargo, se optó por entregar al juez la decisión de determinar la
entidad del incumplimiento. Finalmente, en materia de plazos se contempló dejarlo a
discreción del juez, pero dicha autonomía contará con la limitante, no superar el
tiempo de la pena original quebrantada. Estas nociones quedaron reguladas en N° 6
del artículo 52 LRPA que señala:

“El incumplimiento de la internación en régimen semicerrado con programa de reinserción


social podrá sancionarse con la internación en un centro cerrado por un período no superior a
los noventa días, sin perjuicio del cumplimiento de la sanción originalmente impuesta por el
tiempo restante. En caso de reiteración de la misma conducta, podrá aplicarse la sustitución, en
forma definitiva, por un período a fijar prudencialmente por el tribunal, que en caso alguno será
superior al tiempo de duración de la condena inicialmente impuesta.”

Quebrantamiento de la sanción complementaria. Este punto se refiere


específicamente a los casos en que se aplica la libertad vigilada como sanción
complementaria y que comentamos en detalle al tratar las sanciones mixtas. 412 La
lógica tras la regla fue volver a la aplicación definitiva de la sanción impuesta
originalmente (como en el proyecto original se permitía la sanción complementaria sólo
respecto del régimen cerrado, era lógico que la solución pasara por regresar a dicha
sanción). En el Senado se discutió esta solución, ya que la medida complementaria
procede también respecto de la internación en régimen semicerrado. Debido a ello, se
discutió cual seria el castigo en caso de quebrantamiento, el régimen cerrado, el
semicerrado o determinarlo en cada caso considerando la sanción complementada.
Finalmente se optó por considerar la internación en régimen cerrado como sanción

412
V. Supra 4.3

226
única para el caso de incumplir la sanción complementaria. Esta regla quedo regulada
en el N° 7 del artículo 52 LRPA que señala:413

“El incumplimiento del régimen de libertad asistida en cualquiera de sus formas al que fuere
sometido el adolescente en virtud de lo dispuesto en el artículo 19, facultará al juez para
ordenar que se sustituya su cumplimiento por la internación en régimen cerrado con programa
de reinserción social por el tiempo que resta.”

8.3 REVISIÓN DE LAS SANCIONES

Esta materia, se relaciona con la facultad del juez, con posterioridad a la dictación de
la sentencia, de sustituir o remitir la sanción dictada. El PCM regulaba este punto en
diversos preceptos que daban cuenta de tres casos específicos de revisión, a saber: la
sustitución, la sustitución condicional y la revocación. El mismo orden seguiremos
para su comentario

8.3.1 SUSTITUCION DE CONDENA

El proyecto original refería a la revisión de la condena estableciendo sus directrices


esenciales. Señalaba que la competencia estaba entregada al juez que ordenó la
aplicación de la sanción y no al del lugar donde se ejecuta la pena (todo lo contrario a
la actual regla), lo que generó un amplio debate. Respecto al momento para revisar la
sanción, este era bastante amplio, y coincidía con la el tiempo asignado a la ejecución
de la medida. En cuanto al requerimiento, podía solicitar la revisión, el adolescente, su
defensor y el tribunal de oficio; el fundamento para proceder a la revisión fue
considerar que la pena ya había producido sus efectos, o bien, ha afectado
gravemente el desarrollo, la dignidad o la integración social del adolescente; y por
último, en cuanto a los efectos de la revisión, el juez podía revocar o sustituir la
condena, en éste último caso, no podía imponer una pena mas restrictiva de derechos

413
Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, pp. 219-221

227
que la sustituida. Sólo de negarse la sustitución o revocación, la resolución sería
apelable.414

Se discutió la conveniencia de establecer las reglas de revisión contenidas en el


proyecto. Los representantes del ejecutivo, ante la propuesta de suprimir estas
directrices, opinaron que se justifica un tratamiento diferente, en virtud de la aplicación
del principio de especialidad y responsabilidad atenuada, pues el adolescente no ha
completado su formación conforme a los parámetros sociales, y si bien es legítimo que
el Estado aplique una sanción, no debe negarse que ello atenta contra las esperanzas
de esa persona a futuro. A esto hay que agregar que el proyecto no contemplaba los
beneficios contenidos en la Ley 18.216, ni tampoco la libertad condicional, por lo tanto,
rechazar la revisión sería dejar en peor situación a los adolescentes que a los adultos,
lo que no parecería lógico. 415

Se debatió sobre la competencia para conocer de la revisión, esta se encontraba


entregada al juez que impuso la sanción. Se apoyaba esta decisión en que es éste
juez, quien conoce los antecedentes del proceso, permitiéndole adoptar una decisión
informada, en cambio, no se entendía como el juez de control (el del lugar de la
ejecución) podría evaluar una situación que no pudo conocer directamente.

Se insistió en que tal solución necesariamente debía pasar por ubicar estas
disposiciones en otra lugar de la ley, pues, éste párrafo se refería al control de
ejecución de las sanciones, materia de exclusiva competencia del juez del lugar donde
se cumple la medida, de lo contrario, de optar por el juez de control, se presentarían
conflictos entre el juez sentenciador y el de control, incluso se podría generar un
conflicto de constitucionalidad, pues se estaría alterando un fallo por un tribunal de

414
PCM artículo 75. “Revisión de condena. En cualquier momento de su ejecución el Tribunal que ordenó la
aplicación de cualquiera de las sanciones previstas en esta ley, ya sea de oficio o a petición del adolescente o su
defensor, podrá revocarla o sustituirla si considera que ya produjo sus efectos, es innecesaria o afecta gravemente el
desarrollo, la dignidad o la integración social del adolescente.
En ejercicio de estas facultades no se podrá sustituir una sanción por otra que signifique una mayor restricción de los
derechos del adolescente, con la sola excepción de lo dispuesto en los artículos siguientes.
La resolución que niegue lugar a la revocación o sustitución solicitada por el adolescente o su defensa será apelable
para ante la Corte de Apelaciones respectiva.”
415
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, pp. 122-
123

228
igual jerarquía y sin limite de plazos (en principio procedía durante todo el tiempo de la
ejecución).

En contra opinaban los representantes del ejecutivo, argumentando que la lógica


tras la determinación de la sentencia, es indagar en la comisión del delito, en cambio,
en la revisión, se busca verificar el nivel de satisfacción de los objetivos buscados con
la aplicación de la medida, sobre todo, en lo relativo a la resocialización alcanzada.
Por ello, pensaban que lo sensato era que esta labor la desempeñara el juez de
control de la ejecución de la sanción y no el de la causa, correspondiendo al Ministerio
Público hacer valer los antecedentes necesarios para oponerse a la revisión o
revocación de la condena.416

En cuanto al lapso de tiempo (en cualquier momento de la ejecución de la sanción),


se criticó su amplitud, por ello el ejecutivo propuso que se establecieran mínimos,
estos serían: un tercio para la revisión y la mitad de la condena para la revocación.417

Como la reglamentación de estas materias se hizo por separado (regulándose la


sustitución independientemente de la revocación), en el Senado se optó por no exigir
mínimos de tiempo a la sustitución, lo ínfimo que se exigía, fue haber comenzado a
cumplir la sanción, una vez que esto sucedía, el juez de control podía sustituir la
medida.418

Respecto a los criterios para determinar la aplicación de la revisión, se sugirió


distinguir en base a la entidad del hecho, evitando revisar delitos considerados graves,
estableciendo parámetros claros que permitan colegir si la pena cumplió sus objetivos.

416
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, p 124. El
ejecutivo propuso el siguiente texto sustitutivo: “El tribunal encargado del control de la ejecución de alguna de las
sanciones previstas en esta ley, de oficio o a petición del adolescente o su defensor, podrá substituirla por una menos
gravosa, en tanto ella parezca más favorable paran la integración del infractor y se hubiere dado cumplimiento al
menos a un tercio de su duración o cuantía. Para estos efectos el juez, en presencia del condenado, su abogado y un
representante de la institución encargada de la ejecución de la sanción, examinará los antecedentes, oirá a los
presentes y resolverá. A esta audiencia pueden asistir los padres del adolescente o las personas que legalmente
hubieran ejercido la tuición antes de su privación de libertad y el Ministerio Público. La resolución que se pronuncie
sobre una solicitud de substitución será apelable para ante la Corte de Apelaciones respectiva. En caso alguno la
internación en un régimen cerrado podrá substituirse por una de las sanciones previstas en las letras a), b), c), d) o e)
del artículo 18.”
417
El ejecutivo había propuesto el siguiente inciso primero que fue aprobado por al Cámara Baja: “. El tribunal
encargado del control de la ejecución de alguna de las sanciones previstas en esta ley, de oficio o a petición del
adolescente o su defensor, podrá substituirla por una menos gravosa, en tanto ello parezca más favorable para la
integración social del infractor y se hubiere dado cumplimiento, al menos, a un tercio de su duración o cuantía.
418
Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, p 223

229
No se consideró el buen comportamiento como elemento para proceder a la revisión,
su exclusión obedeció a que la buena conducta no constituía un indicador satisfactorio,
porque bien podía ser una demostración de adaptación a la privación de libertad y no
necesariamente evidenciar una resocialización.419

La apelación, que originalmente sólo procedía en caso de negarse la solicitud,


luego de una serie de sugerencias, se aprobó que este recurso, proceda también
cuando se acoja la revisión, se sustituya o se revoque.420

Finalmente, se decidió regular los requisitos genéricos en un precepto que se


denominó sustitución de condena. Luego, para dar un mayor orden a la materia, se
aprobó tratar separadamente la sustitución, de la revocación. Bajo esta noción se
consagró el texto definitivo que contiene la sustitución de la condena, tomando como
base, la revisión contenida en el proyecto original. La norma que refiere a este punto,
es el artículo 53 LRPA que señala:

“Sustitución de condena. El tribunal encargado del control de la ejecución de las sanciones


previstas en esta ley, de oficio o a petición del adolescente o su defensor, podrá sustituirla por
una menos gravosa, en tanto ello parezca más favorable para la integración social del infractor
y se hubiere iniciado su cumplimiento.
Para estos efectos, el juez, en presencia del condenado, su abogado, el Ministerio Público y
un representante de la institución encargada de la ejecución de la sanción, examinará los
antecedentes, oirá a los presentes y resolverá. A esta audiencia podrán asistir los padres del
adolescente o las personas que legalmente hubieren ejercido la tuición antes de su privación
de libertad, y la víctima o su representante. La inasistencia de estos últimos no será nunca
obstáculo para el desarrollo de la audiencia.
La resolución que se pronuncie sobre una solicitud de sustitución será apelable para ante la
Corte de Apelaciones respectiva.
En caso alguno la internación en un régimen cerrado podrá sustituirse por una de las
sanciones previstas en las letras e) o f) del artículo 6º.”

De acuerdo a lo establecido en este precepto, se aplicará la sustitución de la


condena a cualquier sanción impuesta incluyendo las penas privativas de libertad. Se
debe agregar la no exigencia de un mínimo de tiempo transcurrido, bastando, como es
lógico, que se haya empezado a ejecutar la sanción. La única limitación, se encuentra
en el inciso final de esta disposición, que prohíbe que la internación en régimen
cerrado pueda ser sustituida por la prestación de servicios en beneficio de la

419
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional 124
420
Ibíd. 123

230
comunidad o la reparación del daño, lo que permite concluir a contrario sensu, que no
existe limite alguno para las otras sanciones, como la internación en régimen
semicerrado o la libertad asistida en cualquiera de sus modalidades. Lo extraño es que
no dice nada respecto de la multa y la amonestación, castigos que son de menor
entidad que aquellas incluidas en la prohibición, por lo que pensamos que la regla
debiese extenderse a estas medidas.

Un punto que ha generado dudas por no estar regulado expresamente, es la


posibilidad de sustituciones sucesivas, lo que permitiría, por ejemplo, salvar la limitante
anteriormente señalada, al reemplazar la internación en régimen cerrado por libertad
asistida y luego, esta última, por reparación del daño. En opinión del Fiscal Nacional,
por el sentido de la disposición y su carácter excepcional, por tratarse de normas de
orden público, la interpretación debiese ser restrictiva, y por ende, no sería procedente
la sustitución de carácter sucesiva.421

Tampoco queda claro en la norma que comentamos, si la sustitución puede


requerirse sólo una vez, o bien, cada vez que existan nuevos antecedentes que
permitan concluir que la sustitución es más favorable a la integración y resocialización
del adolescente condenado. Lo que queda claro, es que esta sustitución podrá
solicitarla el adolescente, su defensor o incluso se decretada de oficio por el juez de
control de la ejecución, la resolución que se pronuncie acerca de la sustitución será
apelable ante la Corte de Apelaciones respectiva.

8.3.1.1 SUSTITUCION CONDICIONAL

El PCM regulaba un caso doblemente específico de sustitución, a saber, una


condicional, que implicaba someterse a programas de libertad asistida y sólo aplicable
a las medidas privativas. Se caracterizaba por permitir la evaluación de oficio por parte
del tribunal, únicamente cuando se hubiese cumplido más de la mitad de la condena y

421
FISCAL NACIONAL. Instructivo N° 3 de la ley 20.084, p. 27

231
en caso de incumplimiento, se revocaría la sustitución y se volvería a la sanción
original por el tiempo que reste.422

Se discutió lo restrictivo de la sustitución, que de acuerdo a la regla original, sólo


permitía que la medida sustituta fuera la libertad asistida. Se propuso una mayor
amplitud, por ello el ejecutivo sugirió un precepto que, salvo pequeños cambios
formales, se incorporó íntegramente a la LRPA.

En cuanto a la evaluación de oficio, los representantes del Ejecutivo hicieron


presente que dado la nueva estructura consagrada, producto de la nueva redacción de
los artículos que trataban de la revisión y de la revocación de las sentencias, esta
disposición resultaba innecesaria, por lo que se suprimió del proyecto.423

Finalmente, se aprobó en el Congreso el actual artículo 54 LRPA que señala:

“Sustitución condicional de las medidas privativas de libertad. La sustitución de una


sanción privativa de libertad podrá disponerse de manera condicionada. De esta forma, si se
incumpliere la sanción sustitutiva, podrá revocarse su cumplimiento ordenándose la
continuación de la sanción originalmente impuesta por el tiempo que faltare.”

La diferencia con la sustitución simple es sutil, ya que los requisitos de procedencia


en cuanto al tiempo y a quien lo puede requerir, son totalmente aplicables a esta
modalidad. Incluso creemos que también se aplica la limitación del inciso final del
precepto anterior, pues lo que se busca evitar, es que el régimen cerrado sea
sustituido por la reparación del daño o beneficio a la comunidad, independientemente
de estar sujeta a condición, se quiere impedir con ello, la desproporción entre la
sanción originalmente impuesta con la sustituta. Las mismas prevenciones que
señalamos respecto a la multa y la amonestación son aplicables a nuestro parecer a
esta modalidad de reemplazo.

422
Artículo 77.- Sustitución condicional de las medidas privativas de libertad. Sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos precedentes, el juez podrá ordenar, durante la ejecución de una sanción privativa de libertad, su sustitución
condicional por la sujeción a un programa de libertad asistida. Si se incumpliere esta sanción, se revocará la sustitución
y se ordenará la continuación de la sanción originalmente impuesta, por el tiempo que faltare. Artículo 78.- Revisión de
oficio. El Juez de oficio deberá evaluar las sanciones privativas de libertad una vez cumplida la mitad del tiempo por el
que hubiere sido impuesta, pudiendo ordenar su mantención, sustitución o término. Para estos efectos el Juez, en
presencia del adolescente, su abogado y un representante de la unidad del Servicio Nacional de Menores o institución
colaboradora que lo tenga bajo su custodia, examinará los antecedentes, oirá a los presentes y resolverá. A esta
audiencia pueden asistir los padres del adolescente o las personas que legalmente hubieran ejercido la tuición antes de
su privación de libertad.
423
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional, pp. 127-
128. V.a. Segundo informe de Comisión de Constitución del Senado, en segundo trámite constitucional, p 223

232
La única diferencia que existe con su homónimo simple, es que esta sustitución
condicional se aplica únicamente al régimen semicerrado y cerrado. Además, como es
obvio, lo caracteriza el hecho de estar sujeta a condición, que de no cumplir la pena
sustituta, se impondrá la originalmente decretada por el tiempo que faltare. Esta regla
preferirá a la del quebrantamiento.

Finalmente, se debe concluir que tanto la sustitución de la pena, como la


revocación de la medida sustituta y la imposición de la primigenia sanción, son
consideradas modalidades de sustitución que deben ser resueltas en audiencia, de
acuerdo a un procedimiento acusatorio contradictorio y que respeta el principio de la
bilateralidad de la audiencia.424

8.3.2 REMISIÓN DE LA CONDENA

Esta materia era rregulada en el proyecto original conjuntamente con la sustitución de


condena, bajo la denominación genérica de revisión de condena.425

Sin embargo, con el objeto de una mejor claridad del tema, se sugirió tratar
separadamente las reglas de la revocación, de aquellas relativas a la sustitución, lo
que fue aprobado y se mantiene así en la LRPA. El ejecutivo propuso una disposición
que permitiese la revocación de una condena sólo en casos calificados,426 permitiendo
al tribunal condonar el cumplimiento del saldo cuando de los antecedentes se
desprenda que se ha dado cumplimiento a los objetivos pretendidos con su
imposición.

Con todo, se propuso que para otorgar este beneficio se debía contar con un
informe favorable del SENAME, debido a que este es el único organismo que podría
hacer valer antecedentes calificados para que sirvieran de base a la resolución judicial,

424
FISCAL NACIONAL. Instructivo N° 10 de la ley 20.084, p. 7
425
V. Supra 6.5.2.1
426
Se argumento que debe entenderse por sasos calificados aquellos que digan relación con el cumplimiento de los
fines de la sanción. V. Supra 5.2.1

233
ya que solamente esta institución podría comunicar si el adolescente respeta los
derechos de terceros, se encuentra integrada o tiene un comportamiento ejemplar.427

Respecto al momento en que puede solicitarse la revocación, se sugirió que como


mínimo haya transcurrido la mitad del tiempo de la sanción original, si bien se fijó este
tope, ello no implica la obligación de conceder el beneficio, ya que no existe
inconveniente en cumplir el total de la sanción original.

Finalmente y en atención a los argumentos anteriormente señalados se aprobó el


precepto que regula esta materia; no obstante, entendiendo que sólo la Corte
Suprema puede revocar una sentencia firme a través del conocimiento de un recurso
de revisión y, con la finalidad de evitar confusiones, se acordó denominar a esta
disposición definitiva contenida en el artículo 55 de la LRPA remisión de condena, en
los siguientes términos:

“Remisión de condena. El tribunal podrá remitir el cumplimiento del saldo de condena


cuando, en base a antecedentes calificados, considere que se ha dado cumplimiento a los
objetivos pretendidos con su imposición. Para ello será aplicable lo dispuesto en los incisos
segundo y tercero del artículo 53.
Para los efectos de resolver acerca de la remisión, el tribunal deberá contar con un informe
favorable del Servicio Nacional de Menores.
Tratándose de una sanción privativa de libertad, la facultad de remisión sólo podrá ser
ejercida si se ha cumplido más de la mitad del tiempo de duración de la sanción originalmente
impuesta.”

No dice nada este precepto respecto de quien puede requerir la remisión de la


condena, pero creemos que una interpretación coherente con las demás disposiciones
referentes a la materia, nos permite concluir que se puede solicitar en los mismos
términos que la sustitución, es decir, de oficio por el tribunal, por el adoelscente o bien
su defensor, sin perjuicio que conforme al inciso final de esta disposición, pareciera
concluir que la remisión sólo podría decretarse de oficio por el tribunal. Cualquiera sea
el titular para provocar el ejercicio de la remisión, se exige para su procedencia que los
antecedentes sean calificados, es decir, de considerable entidad permitiendo concluir
que se han cumplidos los fines de la pena.

En cuanto al tiempo transcurrido para ejercer la remisión, se aplica la regla general


en materia de revisión, es decir, basta con haberse iniciado la ejecución de la
427
Primer informe de Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional pp.128-129

234
sentencia. Sin embargo, la excepción la constituye la condonación del régimen
cerrado o semicerrado, pues en estos casos sólo se podrá ejercer dicha facultad
una vez cumplida la mitad de la condena.

Para resolver acerca de la remisión, la LRPA exige un informe del SENAME el


que no se exige para los otros casos de revisión y que debe ser favorable. La regla
que regula este informe se encuentra en el artículo 38 RLRPA.428

La remisión que hace a los incisos segundo y tercero del artículo 53 LRPA, se
refiere a la forma en que se llevará a cabo la audiencia y a la procedencia de la
apelación contra la resolución que se pronuncie sobre la remisión de la condena.

428
Este precepto señala: “Informe de remisión de condena. Para efectos de lo establecido en el artículo 55 de la
Ley 20.084, el Director Regional del SENAME remitirá el informe directamente al tribunal.
Tratándose de medidas no privativas de libertad, el Director Regional del SENAME, solicitará al Director del
Programa un informe sobre el proceso de reinserción del adolescente condenado y el cumplimiento del plan de
intervención. Tratándose de jóvenes que se encuentren cumpliendo su condena en recintos de Gendarmería de
Chile, el Director Regional del SENAME solicitará al jefe de la unidad penal donde se encuentre, el mismo

235
informe.”

236

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