Introducción

El interferómetro de Michelson – Morley marcó un hito en la física, al confirmar la ausencia del éter
(aunque el propósito de el mismo era el confirmar su existencia). No obstante, la herramienta
desarrollada por los mismos permitió el desarrollo experimental de la óptica física.

Este tipo de interferómetro es de división de frente de onda lo cual nos da la ventaja de poder
obtener dos haces de luz con la mitad de intensidad del original. A través del diagrama que se
muestra a continuación, se da una explicación breve, pero detallada, del interferómetro de
Michelson – Morley.

En la imagen, la fuente de luz nos proporciona el haz de luz que será dividido por el primer espejo
sobre el que incide el mismo. Es claro que, comparado con la longitud de onda del haz, el grosor de
los espejos utilizados en el experimento y el de la placa compensadora no son despreciables.

Para el caso en que el haz atraviesa el primer material (espejo semi – plateado, cuya finalidad es la
división del haz de luz), el haz que es reflejado recorrerá una distancia 2𝐿2 en el aire hasta el
momento en que vuelva a incidir sobre la interfaz inicial. Mientras sucede lo anterior, el haz que ha
atravesado la interfaz viajará una distancia 𝐿1 hasta el espejo fijo y, posteriormente la misma
distancia de vuelta, dando un total de 2𝐿1 . Luego de esto, observamos que la diferencia entre ambos
caminos ópticos la podemos expresar como un número de longitudes de onda 𝜆 de la siguiente
manera.
𝜆
𝐿2 − 𝐿1 = 𝑚 ∙
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Donde 𝑚 toma valores enteros cuando la interferencia es constructiva, mientras que, de no ser así
y la interferencia sea destructiva, 𝑚 tomará valores impares y la relación será expresada como
 𝜆
𝐿2 − 𝐿1 = 𝑚 ∙
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Todo esto si se asume que los medios a través de los cuales viajan ambos rayos divididos son el aire,
en caso contrario, las expresiones anteriores deberán ser multiplicados por el coeficiente 𝑛𝑚 de
refracción pertinente para los medios 1 𝑦 2.

Lo anterior ha sido dicho haciendo la suposición de que no existe la placa compensadora que se
observa en la imagen. Sin embargo, al incluirla, el haz de luz recorrerá una longitud de camino óptico
mayor o menor de acuerdo al material que se coloque como placa compensadora.

Al trabajar con el láser, utilizando el principio de Huygens podemos tomar la incidencia de los dos
haces de luz como si fuesen dos fuentes de luz esféricas con diferentes fases, lo cual nos dará como
resultado en el detector anillos de luz (irradiancia máxima) y obscuros (irradiancia mínima o nula).

Llegados a esta altura de la discusión, es natural la pregunta “¿Para qué sirve un interferómetro de
Michelson?”. Si bien, sus creadores, elaboraron este instrumento, como se mencionó
anteriormente, con el fin de probar la existencia del éter, las aplicaciones que surgen del mismo van
más allá de eso.

A través del espejo móvil, podemos cambiar la diferencia de camino óptico, con lo cual veremos
como la irradiancia en la pantalla cambia de máximo a mínimo cuando recorramos una distancia de
𝜆
. Sabiendo esto, podemos colocar objetos en cualquier brazo de interferómetro cuyo índice de
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refracción se conozca y, haciendo los ajustes necesarios para la longitud de camino óptico y variando
la distancia del espejo móvil, podemos conocer el diámetro del objeto que ha sido colocado.

Así mismo, sabiendo el diámetro del material podemos conocer, de manera análoga, el índice de
refracción de el mismo.

Cada uno de los ejemplos de aplicación anteriores es solamente utilizando un haz de láser. Sin
embargo, utilizando una fuente de luz monocromática, (esta configuración recibe el nombre de
interferómetro de Twyman – Green) podemos medir la aberración de instrumentos ópticos.

Haciendo 𝑑 = 𝐿2 − 𝐿1 , obtenemos la expresión.

𝜆
𝑑 =𝑚∙
2
La cual nos será de utilidad en la realización de esta práctica para medir los diferentes parámetros
de interés que se enumeran en las siguientes secciones.