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Cuando surgey dominaun nuevo paradigma, se creauna


nueva situación en la Iglesia que demanda una reorga-
nización de las fuerzas. Las viejas diferencias y divisiones t,
I

§e vuelven secundarias, aun las creadas por una reforma I


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anterior. Al mismo tiempo, cristianos sep¡uados con J
I
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anterioridad son sorprend idos p or una nue va exp erie nc i a ;1"

de unidad y solidaridad. Como ¡esultado del ¡edes- = ¡


I

cubrimiento de Lutero de la justificación por la fe y su vi- -ct) I


I
t,
gorosa defensa cle lamisma, tanto laicos como sacerdotes o
É.
i
y eruditos se vieron obligados a responder positiva o
negativarnente, fonnándose así sorpresivas alianzas de -J-
(J
ambos lados. E
En la actualidadr"por el mismo hecho, el nuevo paradigma
de la Teología de la Liberación coloca ante nosotros el
diáfano mensaje de liberación del Evangelio de tal mÍrnera
que se hace necesa¡io tomar una decisión en pro o en
conEa de éste. El resultado es una nueva alianza que
tras ciende las anüguas alianzas den om in aci onale s, inclu-
yendo la existente entre católicos y protestantes.
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YLA
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.:..¡ THOLOGIA
' I l.a.

DE LA
I-IBERACION
RICHARD SHAUTI;vinoa Latinoamérica porprirnera vez en
l942ry desde entoncegha vivido en dos mundos (el del Nortey ;RICHARD SHAULL
el de América Latina y el Caribe). Es Profesor Emérito de la
Cátedra de Ecumenismo Henry Einters Luce del Seminario
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rO Teológico de Princeton, New Yersey, y trabaja con el Programa
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ó de Educación Teológica del Instituto Pastoral Hispano de la
o? Iglesia Episcopal en NewYork.
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LA REFORMA
Y LA TEOLOGIA
DE LA LIBERACION

Colección HISTORIA DE LA IGLESIA Y DE LA TEOLOGIA


LA REFORMA
Y LA TEOLOGIA
DE LA LIBERACION
D.E.I.

De¡rartunrenf o Ec'rulrénico cle Invcsliglcioncs


RICHARD SHAULL
C()NSIi.I() IiD I'I'O II[AI,

Franz. J. I Iinkcku¡'trncrt
I)llllo Iliclrrr«l
I:lsrt 'l'rrnlcz.
Nlrtt'¡'5c lJl iss.lt
¿\ntoklo lvlorl
I Iclio (l:rllrrrclo
Alcirles I lc¡'nrinclcz
COITRIICCION: Gu illcrmo Mclóndez
POR1'ADA: Carlos Aguilar Quirós.
CONIPOSICION TIPOCItAFICA: I.ucía M. Picado Carnlxra
IltADUCCION: Ashton Jaci¡rto IJrooks

261.834
S533r Shautl, Richard
I¡ llcftrnna y la teología «lc la lilrcració¡r / Itichar<l Sh¡t¡ll
ed.- San Josó, Costa llica, I)lal, 1993
-la.
I l4 p.: 2l cm. (Colccción Ilistoria dc la Iglcsia y la'l'cología)

ISII{ 9977-83-075-4
Conteniclo
1. 'fcología dc la liberación.
2.'l'cología
I.'['ítulo.

llccho cl dcpósito dc lcy

I{cservados todos los dcrcchos

Pr<¡hibida la rcpro<Jucción total o parcial dcl c<xltcnido de esre libm Capítulo I


Lutero y Ia libcración ......23
ISIIN 9977-ft3-0754
l. El papcl dc la Iglcsia cn una socicclad oprcsora .......24
@ Ilditorial l)epafanrcnto Iicuménico dc Invcstigacioncs (Dtil), San Josó, Costa Ilica, 1993
2.L-a lucha y cl clcscrubrimicnLo libcraclor dc Lutcro ..................26
@ Ccntr«r dc llcflcxió¡t Tcológica, San Josó, Costa Ilica, dc la prcscntc c«lición
3. La iniciativa dc la gracia dc Dios:
fucntc dc vitla nucva .....28

Impreso cn Costa l{ica . Prilltcd in Costa Rica 4. Una nucv¿l fucntc de autoridad........... ......30

5. El saccrd«:io univcrsal de todo crcycntc. ................32

I'¡AttA PEDIDOS O L\l.OI(MACION DII{IGII(SI: A:


6. Libcración cspiritual y transformación social ..........34

DDI'l'OItlAI. DI:l
Dcparta¡ncnto Ilcu¡¡róni co dc In vcsti gac ioncs Capítulo II
Apartado 390-207rJ La Reforma Luterana y la liberación en la actualidad........37
SAI]ANII-I.A
SAN JOSIi COS'I'A RICA
-
'l'clófonos 53-02-29 y 53-91-24 l. I-as Comunidades Eclesiales de Base y la reacf.ivación
Fax (506) 53-15-41 de esta herencia ............38
(r

2.Laposible contribución dc la Rcforma a las 2. Idcnüfic¿indonos con la fuente de nueva vida..........................80


Comunidacles Eclesiales de Basc ........""""'41
............ .....81
3. Situándonos en las fronteras del Espíritu

Capíttrlo III 4. Reivenmndo la lglesia en donde estemos .................84


La Billlia: la fuente de la verdad qtle nos
otorga la libertad. ........... ................45 5. Manteniendo viva la creencia de que la sociedad puede
ser transformada ...........85
l. LJna Nucva Palabra para una situación nucva ..--......47

2. Una Palabra vivicnLe ........."""'48 Capítulo VII


EI reto de Ios reformadores radicales....................................89
tcología
3. La revil^alización clc la ................51
l. La fuente de Ia corupción: la alianza Iglesia-Estado ..............91
4. Una Palabra quc sc auto-autcntica ......... .... 53
2. El paso cscncial hacia una Reforma:
cl bautisrno dc adultos ........... .......93
Capítulo IV
La Ililllit, llt lterencia pr«ltcstante y la 3. El podcr transfonnador dc la visión anabaptista. ........... ..........94
IiberacióIl en la ac:f tl¿rlidad.- -.-.-.55

l. Oír un ntcnsitjc nrtcvo cn cl tcstimonio Capítukr VIIt


dc los pobrcs ........'........51t IIacia una refrlr¡¡la radical en la actualidad ........................ l0 I

2. Jcsucristo: la Pallrbra vivicntc cn l¿s l. La separación dc la Iglcsia y el Estado,


Contunitl¿ttlcs l:clcsialcs tlc Base .................60 y Ia Iglcsia clc los Pobrcs ............104

3. Rcnov¿rción tcológica mcdiantc cl tliítlogo 2.La Iglesia dc los ficles y las Comunidades
con los oprirniclos .-.......62 Eclesialcs «lc Basc ......104

4.LitP¿rlabra quc se autó-autcntica cn la lucha ¡ror la vida .........(>4 3. Una Iglesia de igueüdad y una comunidad
dc ayuda mutua ..........106

Capítulo V 4. El cornpartir los bicnes materiales .........107


Ecclesia refortnafa sctttper reformancla ----67
5. El inconformismo............. ......108
l. La aplicación clc csta tcología a Ia Iglesia ................................70
6. Abrazando la cruz........ ...........109
2.Litaplicación clcl principio protcshntc a la socicdacl........... ....13

Capítulo VI
Hacia Ia reinvención de la Iglesia. ..........o..........-.................... 75

1. Incor¡lorando la Reforrnaalaestructura de la Iglesia ..............77


Prefacio

Estc lihr«l cs cl rc.sullrtrlo dc nri rcdcscubrirnicnto de la Rcfbrma


Protcst¿tntc dcl siglo XVI, tlcspuós rtc h¿rllcnnc involucraclo cn la Nueva
Rcfornla (luc sc tlc:sarrolla cn la actu:rlidacl.
Ctltno t¡l)ll l)crsolut rlc fornlaci«in calvinisfa, y dc oricnLación
tc.ológica b¿¡s¿ttllt c.n cl pcnsanricnto dc Martín Lutcrri, Juan Calvino y
sus intÓr¡rrcl(:s ¡¡t(xlcntr)s, la hcrcncia clc dicha rclbrma le lla dado lai
pauLa.s a nli vitltt y pcrls¿ln'ricnto. Sc ha a¡roclcrado dc ¡ni
concicncia y
ha dcs¡lcr[ttkl ctl lllí cl dcsco clc vcr al mundo fansformado, así como
dc una rcnovaciórt nttlical dc Ia Iglcsia como instrumcnto dc la acción
rcdcntora dc Dios cn Ia historia. pcro, a Lravós de los años, sc nrc obligó
a llcgar a Ia conclt¡siti¡r tlc t¡uc Ia Iglcsia quc mc había otorgaclo tral
visión no cr¿l c¿tpírz dc sosf"cllcrla.
No otlstantc, h¿lcc unos cuantos airo.s,
mis conLacLos con las Comu-
nidadcs [:clcsialcs tlc Basc (CLt]s), y ra Tcología dc la t.ihcraci(rn (tL)
cn Arnórica Lari¡ra y cl Caribc (ALC), mc coirvcncicro¡r dc quc se t,o
iniciado una Nucva llcfornr¿r. Al participar de dicha rcfrlrrna, rnc cncontré
involucrándo¡nc mírs y más cn la Reforma protcstantc y part¡cipanclo de
u.n nucvo tliiilogo con clla. Pcrcibí que cstc podcroso móvirnieitto
espi-
ritual cra cl proccso libcraclor dc ¡nás inr¡xirtancia, fant"o cn la lglciia
corlro cn la socicrlad curo[rca dcl siglo xvl. AI rclaciclnar¡nc ,rñ u.,
nl¿is con los intcrrogantcs quc fonnulan los cristianos quc cstiin invo-
lucrados cn las luchas libcracloras cn la actualidad, mc cncuenr.ro
dc.scubricnclo y aclopr.ando más de su riqucza r.eológica y cspiritual. Hc
aclc¡uirido un nucvo scnLido tlc Io quc la Rcforma pucdi co¡itribuir a Ia
rcnovación dc la Iglcsia y a la trañsfonnación de Ia socicdacl hoy. Hc
pcrcibido quc la hcrcncia por nredio dc la cual hc vivido .c .rtí ."-

ll
novando y transfilrnurr"rrlo, provcyen(lo así míts rccursos para rni diiilogo Iistoy convcncirlo dc que cstc co¡npromiso con la Rcforma del
Con la TL. Hc cotttcnz¿l(lo a irnagillar lo quc un diálogo pcrmancntc siglo XVI pucdc scr de valor tanl.o para católicos como protcstantes.
cntrc la ftcrcncia dc la Rcf onna y cl Espíritu Santcl cn la Nucva llcltlntt¿t, 'l'¿rl cncucntro nos pucdc ayudar a los proLcstanLcs a adquirir un scntido
¡lodría brinrlarlc a cs¿ls iglcsias r¡uc nucicron dc dicho ¡ntlvimicnto tlcl ¡nlis ¿ulccuarlo cle lo quc somos, y nos pucdc equipar para vivir nucsl.ra
Espíritu, iglcsiits clc tradición rcfilrluada. l'c c¡r u¡ur lilrma m¿is dinámica. Los católicos romanos podrían dcscubrir
EsU.r ¡r11C'¡¿¡q:c:ión ya ha cotllcnz¿t(lo, cs¡tcciltlntcntc cnl.rc ltls cristiLt¡ltls (luc rur ¡rlovin.ric¡rto dc libcración t:tn arraigado cn la tradición católica,
6cl 'l'crcc:r lvlr¡rrtlo. Iil Dc¡xrrulnlcnto Eculnóltic:o tlc Ittvt:stillltcitllltrs ticrrr: ulgo t¡rrcr of'rcrcrlc a otro nrovinricnto dinír¡nico arraigaclo cn esa
(DEI), h¿r tolnurlo l¿r illiciitLivr.t tlc rcultir ¿l pcrsotlas tlc Al,C, ¡l:tsttlrcs nrisry¡ trrrrlicitin r:n lit ¿rctualiclacl.
y laicos, panr lraccr cstu(lios accrca clo Ia hcrc¡tcia tlc stls c:olllcsitl¡tcs ,y/.a inicilrtivu rtc rcfornr¿l.s cn cl pasaclo, no ha surgido prirnordial-
ón ¡lurticulirr, a la lrrz. rlc las luchas liltcratlorlts y ttc llr'l'1.. I:¡r t:l ltiitl nl(:i)lc rk: los c.icr:utivos, los crurlitils y los pastorcs (luc dirigcn la vida
1990 cn l¿r Clitcclr:r Wa¡l'icltl tlcl Scnrinltrio
'l'ctlltigico tlt: l'riltc:t:ltllt,
tk: lu Irllt:sil, sin«l rk: l«ls t¡rrc sg cncucnlran en la perifcria; no dc los que
titul¿rrl¿r "Liltcr¿rting Itclbrrrtctl Thctllogy" (l.ilrntntltl ltt tctllo¡iílr rt:lilr- s(: clrcur:nll'¿rn irrv«llucftul()s cn la ¡lrcscrv¿rción dc las institucioncs
nrarla), Jolur tlc Cnrchy, un tcrilogo cltlvi¡tist:t st¡rttfl'ic':.lrlo, (:.\llllli¡tti llt rcligios:rs, sino tlc los (lttc so cncucntran míts ccrca del sufrirnicnto y tlc
tcología clc Juan Calvino tlc cltr¿t a lus lut:luts Iillcrlttltlrlls (lt¡o sc l:rs ltrchas rlc su ó¡xrlt, los t¡uc lucltan por rclacionar su fc a dicho
rlcsurltlll¡t cn Alricu tlcl Sur y t:lt lrt'l'1. tk: AI-C. I]l tlctlroslr«i cólllo sufl'i¡nicnto y rcs¡r«lnrlcn ¿r cs:.r lr¡r:ha con sus virlas. Crco quc hoy csto
lit tc«lklgí¿r rkl lit ltcfilnrrl ¡lut:tlt: r:rt t:slt: ollt:uctllro lt«l s«iltl sc:r libcrlttla, sc rlcrnucstra lrrt¡lliarncnto ct¡antlo los t¡trc vivcrt cn solitlaritl¿tcl con los
sino contritluir sigrril'ic:ttivunlc:ntc ¿l la litrcracitllt cn la actualiclad. Por pobrcs y oprinridos y clc alguna nrancra cst¿in involucraclos cn l¿r lucha
su partc, l)iuticl ,Sc:lri¡xuri, r¡rt c(luc¿ttlor crisl.iluto clc Argcntina, c¡uicn cs por lrr justicia y lapw, trat^íul clc ampliar su fc y su vida cn la comuniclad.
profbsor cll ct .scnlintrrio Ilílllico Asociaclo Mcnonita cn Elkh¿rrt, Itltli- Pri¡no«lilrln'rcntc, aquí nrc dirijo ¿r talcs pcrsonas: laicos, honrbres y
ana, lrrr ctlitrrtlo cl libro l-ilrcrtud y di.rcipuldo:'l'eología de h Libcrución rrrtr.icrcs, pustoros y scminarisl"as, saccrdotcs y rcligiosas. Con cllos cn
en una ¡terspc.t:lit,u arutbultlislo, un volullrcrl con ens¿lyos tlc tctiltlg«ls n)cnto hc tnrtrrrl«l los Lcnlas tcológicos funclamcnhlcs, cvitando cn lo
dc ALC y tlc Nortculllórica, clc tradicitin ¿tnat)¿tptistllr, t¡uc incluyc ¡losilrlr: r:l nrz.or¡lunicllt«t y cl uso clc catcgorías tcológicas atrstract:ts.
t¿rrnbión rosl)ucst¿ts clo tcólogos tlc l¿r litrcracirtn dc tr¿tdic:itir¡ I)rolcst¿llll(:.
E¡ las pír1¡inas quc sigucn, r¡uicro cx¡lloritr la ¡xrsibilitl¿rtl tlc url Riclrurd Slwull
diálogo cn AL-C. En vcz dc co¡lccrttr¿tr¡nc cn unu co¡tlosió¡t ctt ¡litrlicttlar,
hc {cciditlcl lratlr crr fonna rttís rtnt¡llil l«ls clclttc¡tttls cclttl'itlcs ctt l¿t
rcinl.crprctlrcirin darl¿r al Ilvangclio ¡ror kls rolilrnt¿ttltlrcs :.tttltbapl"is[ts,
calvinist¿rs y lutcrÍln«ls. Iln titI clx¡rlor¿tc:i(l¡t ¡lrclinrinar stilo pucdo sugcrir
dircctriccs y un l)roccso t¡rrc prrcdit scr tlcs¿urolllul«l con tllayor:trnplitucl
por ol"ros, cs¡tccialrncnto l)or pc(lucñ¿ts colttunitlatlcs involucr¿ul¿ts cn
talcs csfucrz.os dc rc-crc¡.tción.
Il¿rcc uncls scis Lriros t¡uc inició cstc l)ro)'oc:(o, cuan(ltl li¡i invitatlo
a rlirigir un scntil¡¿rrio Íitt¡l¿ttlo "l)rr)l(:s(lt¡ttistlto y libt:rlrc:itill" cll t:l tltllt:r
dc lil¡lr¿rci(ln soci«l-tooklgica l)ara s¿tccrtlottls, l)¿lst()rcs, roligitlsas y
Iídcrcs laiccts tlo varios paíscs de ALC, auspiciado ¡rcr cl l)EI, i¡tvo-
lucrados co¡t la "iglcsia popular". Mi participación cn csLos tallcrcs
a¡rualmc,.ntc tlcstlc tlicha cxpcricnciÍI, rnc ha brintlado una excclcntc
oportuniilad para proccsar y tliscutir mis iclc¿u y escritos. En cl ¡ncs dc
fcbrcro tlc 1990, dicté l¿t Cíttctlra Gcorgc Casalis, sobrc cstc nlisnto
[cr"p¿r, o¡r cl Cc¡rt«l Infcrcclcsi¿rl dc Esturlios 1'coltigictls y Soc:ialcs
(CIEE'IS), cn Managua, Nicar:tgua. Las intcrvcllcioncs de los
participantcs cn cstas rliscusioncs han co¡ltribuiclo ampliatnenlc al
dcsarrollo y claridad cle nlis iclcas.

1 Danicl .sclripani (ed.), Iireeclom ancl L)iscipleship: Lit¡erationT'eology in an Arwbaplist


Pe r,^pc cI i v e. l\1arykrttll l, i\J. Y.: 0rl>is lltxrks, lqBq.

12 l3
f ntroclucción

L¿ts iglc:silrs c:risl.iitn¿ts, con'ro otros rnovimicntos histriricos, sc


illsf ilt¡c:itlll:tliz:t¡1. (l¡¿lntto c.sto sr¡cc(lc, kts quc ocupan cargos clc liclcrato
ottt¡llc:ttt stts ctlcrgí:ts parut proc:urar su cf ir::rz funcionamiJnto y su auLo-
I)rcscrvilcirin. [vc¡rtual¡ncnb, la rcpcticirin rlc vic.ias rcsp,,ciras a una
siltl:tc:iti¡l ltt¡llttttut cn cvolr¡cirin pucrlc conducir il cstui,.anricnLo, la
csclcr«lsis y l:t tttttcrtc. Pcro ¿lun ostc rclo podríA no scr suf icicntc para
I)rocur¿tr lu rc.¡rovacirln. Hacc unos cu¿lnf.os años quc pcrcibí csto con
lllÍl)'or clltritl¿ttl c:uantlo mc arcví a llarnarlc la atcnción a un clistinguiclo
oficial rlc rrn¿r rlc las iglcsias protcstantcs dc mayor arraigo, cn rcñción
a lo c¡uc crcíit cra ull pcligro inrnincntc. Jarnás olvidardsu rcspucsLa:

Yo só <¡ttc lrti lglcsia sc está muricnclo. Pcro nricntras yo cstó cn cl cargo


qllc octll)o, scr¡i rtti rcslxlnsabilidad nlanr.cncrla funcioniurclo tan cii-
ciclll,c¡ltclt Lo conto sca ¡xlsiblc.

[:l cristi¿urisrr"ro tambión ha rlcrnost,'¿rdo, una y o[.ra vcz, qt¡c poscc


t¡na c'ílpacidltcl cxtraorclin¿ria dc rc-crc¿lrsc y rcnovarsc, al rcipondcr a
Iltlcvos rcLos «lantlo origcn ¿l nuc\¡os movilnicntos. Es[a po.sibilidad clc
vcnccr la lógica dc las institucioncs, abricndo así cl camino hacia una
Lransfonnacion continua, cs una consccucncia de la fc por mcclio dc la
cual vivc Ia Iglcsia: [c cn un Dios quc lrascicnclc, más aün, sc c¡cucnf.ra
activo cn la historia para Lransformar los rcinos dc cstc nrundo cn cl
Ilcino rlc Dios; fb cn Jcsucristo, quicn lc prcscnLr un rcto a cstc proccso
dc csclcrosis y ¡nucrtc tcnicndo una cxpcricncia alfcrna, un piitrón dc
mucrlc (cl cntrcgarlo tcxlo, incluycnclo su vida) quc conducc a la rcsu-
rrccci(ln (la nucva c incspcrada vicla quc surgc ilc la nructc) convir-
tióndosc dc cstc ttloclo cn Ia cabcza dc las cornunid¿ulcs dc hornbrcs y

r5
mujcrcs (ltrc son litrcrados dcl pasado csclavizantc para ¡rcclcr rtrorir y meclio de sus luchas y f'ucron movidos por un mensaje que no habían
rcsucitar dc ¡tt¡cvtl a diario con El; fe cn cl Espíritu Sanf.o, prcscnl.c crl cscuchaclo anf.cs incrcíble buena nueva de Ia dádiva de la gracia de
la Iglcsiir como cl Espíritr¡ dc innovación, llamando y guiand«l a ósta Dios, cl pcrulón y-la la justificación-. Al recibir este regalo, tuvieron una
por nucv¿rs scnctas dc obctlicncia cn resl)r:csta a los nuc\'os rctos ntlcva y rica cxpcricncia de la presencia de Cristo clírndoles vida. AI
hurnanos. ¿tllrirsc stts ojos, dcscubrieron nucvas dimensiones de las historias bíblicas
Iln oc¿rsioncs, cuÍ.ln(lo Ia Iglcsia institucional ha sido tlcslc:¿tl a cst¿l y r) cncolltlaron involucrados cn una reinterprcUación de toda su hcrencia
hcrc¡rcia clo l'c, algrrnos dc los quc han siclo nutridtls por la lttisma sc tlc f-c. Una nucva cxpcricncia do fc dio origen a una nucva comuni6ad,
vuclvcn ¿r la Ribli¿r, sicndo cauf"ivít(los F)r cst¿l rcalitllrtl y tlcscuLlricntlo I¿r cual clcsplcgó una nucva calidad de vicla en er munclo.
el E,v:rngclio colno un nucvo mcnsajc t¡uc lc hatll¿t tlirccttt¡ltctt[c a sus Quizás pcrtcnczcamos a instituciones rerigiosas quc sc han aco-
Situacioncs. En rcspu0Sta a cStC mctrsajc CnCt¡C¡lt.r¿lll tll)¿l nt¡c\'¿l vitla, mrxlarlo Ír un proccso de estancamicnto y rc¡rctición. Sin ernbargo, nuesl.ra
vivcn ¡na cxJ)cricnc:ia (prc lcs rcoricnla cn cl lttttntlo, y forlnan ttna fc nos rclaciona con un Podcr c,¿paz de rornper estzl opresión y de
nucv¿l cornrrnirlad, al ticnt¡lo (lr.rc cst¿t rltcrn<lria subvcrsivlt sc a¡lotlcra pr«xltrc:ir vitla rlc la muerte. También tcnemos anLe nosoLros la cxpcricncia
clc cllos y Ios transfrlr¡lra. Sc convicrtcn así c¡t instruttlclttos tlc ¡l«ltlcr y cl tcstirn<lnio de quienes han cncontrado la visión y la fortatcza quc
c¡ue rlcln:lnda una nuc\/a cnc¿u'tt¿tcitin dcl Espíritu, rontpctl cl dorllinio ncrt:situllan p¿r¿r llcvar a cabo cstc trabajo de reforma en el pasado al
rlcl csu¡lc¿ut)icnto (¡rc cs fiuto tlc la rcpcticitin, y crcan nttcv¿ls lirr¡ttlts igu:rl r¡rro h«ry. En diiilogo con cllos, ¡xxlríamos pcrcibir una nueua
{c vittlr. Palf.icipan 0n ur¡a cornt¡nitl¿ttl tlo I'c cuya forllta tlc rclltcitll)arsc visitin tlc l«l quc signiflcaría para nosor.ros cl haCcr algo similar cn
con la historie y la socicdad cs r¿rdical¡ncntc clifcrcntc, )/ lc:s tllt l¿t ca- nucstra situación. Igualmcntc, podríamos observar que ellos, mediante
¡lrcirllrl clc tr¿rnsfi)rr)llr su nlunclo. Elltts nos tlan lit ¡ltltcrtc:ilrlitlad tlc su cx¡lcricncia y rcflcxión, ticncn mucho que ofrecemos. Elcmcntos de
¡rcrcitlir (lrtc. .sonlos l'iclos ¿t Ilr.rosU'o ¡l:.tsittltl t:.tl c:tl¡lttl h¿r sitl«l c:x¡trcsittltl nucslr¿r lrcrc:¡lci¿r rcligiosa, acc¡rtados de hecho por siglos y cnccrra«Ios
cn iltsLitucio¡lcs y csf.ruc:Lur¿ts, cu¿t¡l(lo luch¿ultos l)or c¿ilttllittrl¿ts, ctltt cl c¡l ck:¡ttt:¡lltls tloc:trinalcs csu.iticos, podrían adquirir nuevos signil'icados
apoyo clc un Poclcr (luc nos inviu.t a tln nucvo f'uttll'o. Itl cx¡llontrltts y rcintcrprctflrlos cn nucsf.ra Iucha por rcformar la Iglcsia.
Po{cltios obscrv¿lr a la Iglcsia dcsrlc csta l)crsllcctiva «lc su rcin- Otros clc¡ncnlos, ignorados o ¡rcrdidos, podrían ser redescutlic.ós.
vcnc:io¡r quc cstil succtlicndo htly. La TL y las CElls tlc AI-C, son un¿l I:n kls c:r¡lítrrkls quc sigucn trabajaré con cuaLro l.emas centrales de
cxprcsión tlc cst¿r rci¡rvc¡tcitin. Ett cstits ¡tcc¡ttcluts t'trtlttltitl¿ttlcs sc rcúncn Irr ltcfirnrur l)r<lrcst¿lntc, y Lrataré de percibir con mayor clariclad lo que
los pobrcs y nrargi¡Lulos pitnt k:cr y cslu(lilu' la Ilittlitr. Al h¿tccr csto, lc ltltn it¡rorlutlo a la lucha por la liberación y a la rcinvcnción cls la
sc a¡to<lcr'¿r rlc cllos ur) ¡rtc¡lslric clltro y olrligtultl: llt accitilt rt:tlcllttlrlt dc Iglcsilr cn cl sigltt XVI. Al cxarninar cada [cma, quiero cx¡llorar asimisnro
Dicls c:rl llt lrisltlrill cs l)¿ll'a lillcrar:tl tl¡ll.ilrritltl ¡' t:slltlllt:crt)l'cl Itcino dc Itl t¡ttt: osa cxpcricncia y cntcnrlimicnto particular dcl Evangclio puccle
Dios, cn cl c:ual los nrargirtarlos so convcrlinilt c¡t Itls ¡xivilcgi:.tcltls. tlli'trctrrtltls cn la actu¿tliclad, cn c¡ue nos cncontramos cnvucltos en una
Ticncn la potlcrosa cxpcricncia clc llt prcscrtcil tlc Jc'.suc'risttl cn lncdio Irrcllu sinrilar dcsde nucstras pcrspcctivas. Estos Lernas son:
rtc c.st¿r luc:ha, tlántlolcs vidlr y cspcrátnz-:.r. Disfi'utlt¡ltltl cl hlrllttz-gtl tlc
csLa rrucvt fb, crc¿tn un nucvo ¡noclclo rlc Iglc:silt, utlit ct:clc.siolu itt l) F.l pcrcgrirut.jc cspiritual dc Martín Lutcro y su clcscubrimicnto cte
ecclcsip ("llr ¡tc:t1ucña Iglcsi¿t cn l¿t Iglcsia"), cottto ¿t ¡ltttltutltl lr¿tn sitlo lu gr:rciu rk'. [)i«ls, cl ¡rcrtl«in y la justificación por mcdio clc la fe.
ll:.r¡lr¿rtl¡s ltrlr:s conrr¡rtirllttk:s. Sostcrtitllts J)or srr l'c y vitltr ctl¡lttirl, sc 2) I.l llcccso tlc t«ltlos a la Bibli¿I, una Palabra que libcra y ¿a vida,
cst:ilr colrvi¡litlrtto c¡t rrtut fi¡r:r'z.lt ittt¡lortittltc I):.lt'¿l l:.t tl'ltllsliltlllilciti¡l tlt: :rcr:csi ltlo :rl pucblo.
su socictl¿rtl. 3) I-lt visitlrt tlc una Iglcsia sujetaa una relormaconstilnte, una ecr:lesia
Dcstlc cstc l)unto tlc venl:.r.ia, podcmos pcrcillir ctllt lll:.is claridatl re.formottt sctnper reformanda, junto al principio protcstante, que se
co¡ r¡tró fi'ccucnr:i:.1 tltlcs ntovinric¡rtos clcl Lispíritu ltltlt strr¡litltl ctl cl olx)nc a to(lo intcnto «lc sacraliz.ar cl orulcn cstablccido, y así dirigir la
curso clo la historia cristiana, y cuítn cndcuclatlos cst:lltlos c:otl ostos vida cristiana hacia la fiansfor¡nación radical de la sociedacl.
nrovinricntos. En estas pírginas nos conccntrarcmos cn ullo dc cllos, Ia . 4) El rcchaz-o de la rclación Iglesia-Est¿rclo de la Cristianclad por los
Rclor¡na dcl siglo XVI, la cual nos ha afccutdo profunrlalncntc, uulLo anlrbaptistas, y su llamado a un discipulaclo radical.
a católicos colno a proLcslánLes, y ha jugado un rol irnportarttc cn la
cslructurírción dcl tnundo moclcrno. Al igual quc la TL y l¿ts CEBs, cstc Hc clcgido estos cuar.ro elc¡nentos porque crco que rcprescnf:rn
movilnicnto surgió en un ticrnpo tlc crisis cn Ia Iglcsia y cn la socicdad. cuatro contribuciones claves de la Rcforma en el siglo XVI, que son
Martín Lutcro, Ulrich Zuinglio, Juan Calvino y lcls rclor¡tiailorcs inr¡rcrurntcs para nosotros actualmcnte. comprendo que rcprescntan sólo
anatta¡rtist¿rs, llcron pcrsonas quc tuvicron Ia cxpcricncia dc csta crisis una pcqucña ¡lorcitin de las riquczas de dicho movimiento del Espíriru,
cn lo profuntlo do su Scr, y ctl su anguslia rctornaroll a la l]iblia cn y que apcnas someramentc hc rasgado su superficie en mi exploración.

16 17
rcsultados dc nri i¡tctrLo tlc
No obstantc, me atrcvo a prescnhr aquí los larncntc con cl nucvo mundo que surgía al final de la cra fcudal y las
¿iárágá .on la Reforma clóstlc la pcrspcctiva dc la TL para ofrcccr una aspiracioncs dc Ia nucva clase social de csa ópoca, la burgucsía, no con
nronucstá de accrcamicnlo y un proyccto quc crco dcbc poncfs-c -cn la prcscncia dc los pobrcs como cl nuevo sujeto hisr.órico, como sucede
por los crudi[os, sino ra¡nbió¡r por las comunicladcs acLualmcntc.
ffiü;;;r"rálriránr" pot aqucllas que sc idcntitican dc ccrca con las Al misrno tiempo,
ili;, cspccialm"nt. micnLra.s más cxploro csc movimiento dc libera-
luchas dé tos marginados
'--- y oprimidos' ción cspiritual, más mc convcnzo dc la conr.ribución que ha hccho a
"quc
U. pcrcibi6o ninfún ¡novirnicnto parl"icular dc l¿r Reforma lc lravós dc los siglos, Lanto a la conr.inua reforma dc la Iglcsia como a la
t u ,lroo'prioridad á cstos cu¿lro lcmas.
Al- clcs¿rrollarlcls rnc ho auxi- Iucha continua por la transfonnación social. Precisalncntc porque la
sus propios for¡natos'
ii;d; ¡. raclicioncs quc no Lan sólo siguicron
Pcro, con cl corrcr
accpto por lo quc [uc, al cslar envuello en las luchas por la rcforma y
an á.rtioncs Sc cnconLrafon cn conflicto. Ia libcración hoy, ¡lcrcibo quc sirve para orientianne y provecr los recursos
"ilq*
de los siglos, cstas conLribucioncs primorclialcs dc la Rcfor¡na sc han para una participación crítica en talcs movimicntos de rcfonna, lanto en
han formado y cstan
convertido cn parte dc nucstra hcicncia. Nos la lglcsia como cn Ia socicdad. Las páginas que sigucn reprcscntan mi
podcmos rcr:urrir cn nucstras
disponiblcs como rccursos a los cualcs intcnto dc llcvar a catro cstc tipo dc diálogo y de aprcndcr dcl mismo.
búiqucclas dc oricnuación' Existc otra dirncnsión dc la Rcforma dcl siglo XVI quc tambión
"--;i la Rcfor¡na Protcst¡ntc dcsdc la
farticipar de cstc diálogo con cstií prcscnf.c cn la Nucva Rcfonna dc hoy: la convicción dc ¡lartc de
p.rrp.fiiu, ¿. fo Nueva Rcforña quc sc llcva. a cabo hoy, cstoy míts Ios rcfonnadorcs, dc quc cl rncnsajc dcl Evangclio por mcdio del cual
quc cS lmportÍlnLc aprcnclcr lo que la historia rxls cllos fucron convcncidos rcprcscnta un nuevo y obligado mcnsaje que
convencido quc nunca
con los inLcrrogantcs dc cómo asirnilar clama por nucvas rcspucstas cn todas las áreas de la vida y cl tcstimonio
pucdc enscñar, y dc las Iuchas
Tambión cstoy consciclllc dc mis Iimitacioncs: no soy dc Ia lglcsia. Lcs provcyó con lo c¡uc ahora llamaríamos un nuevo
cstas cnscñanzas.
y vcz hc vuclto a los
historiador. Aunquc a [avóS cls los Ítittls, ul'¡a otra paradigrna o principio hcrrncnóutico, rncdiante cl cual sc involucraron
radicalcs, oros inLcrcscs
cscritos dc Lutcró, Calvino y los rcforlnattorcs cn una rclcctura no sólo rlc la Biblia sino dc tocla la tradición tcológica.
han oáupa<to ¡ni atcnción. Al tnislno Licmpo, como tcoltlg«l La justil"icación por mcclio dc la [c rcprcscnló, para Lulcro, la csencia
acadórnicos
sicmpic rrc buscacro inspiracitin cn ra hcrcncia tcolírgic:a mis¡na dcl Evangcli«1, un mcnsajc quc ól cnconr"ró cn casi cada página
;;;;;.ro, mis actividaclcs. I Ic
áuá n"V. dc la lü[u,nr,
para ¡rcttcr dcsarrollar dc Ia Biblia, y proccdió a rcintcrprct¿lr no únicamcntc la Biblia, sino a
¡crcncia tcoltigic:r
aprcn«lido quc pucdu ,u.rri. ,,',.¡,r, ¡lr,vcclttl a c-sa los grandcs tcólogos rlcl pasacl<l a la luz dc la misma. Para los tcólogos
inLcrroganlcs, plantcatl«ls, al.mcnos cn partc, IX)r dc Ia libcración, cl intcrós dc Dios por los pobrcs y marginados, y su
ai forrnularic nrcuos
lrc quc mi rc.laciti¡r
i;, ;;;quc csró cnfrcnt^r(ló. Iguahirc.rrrc, ¡rcrcibido
ticnc una dirncnsión tlc
acción dinárnica cn la historia p:lra ofreccr Ia libcración cn cl scntido
con las cnscñanza§' (luc surgcn dc la his«rria rnás arn¡llio, provcc un paradigma si¡nilar para una rclcctura dc la Biblia
cntrc la hcrcncia dc y dc la traclición tcológica.
diálogo; n1c nuro ác'clla al tlcsarrollar trn «liirlogo
cn la qtrc
fc clc la cual continúo apotlcrítnclolnc, y la sitttltci(ln dinámica Cuando surgc y <lornina un nucvo paradigrna, sc crca una nucva
cstoy cnvucll"o. , situación cn la lglcsia r¡uc rlcmanda una rcorganización clc las fucrzas.
pcrslrccttt'a' no
Porquc mc rclaciono COn la l{cfbr¡lla tlcstlc csta
_

Las vicjas difcrcncias y divisioncs sc vuclvcn sccundarias, ¿lun las crcadas


quc fttcra un tlt,villlicnto dc libcración por una rcfonna antcriclr. Al mismo Licmpo, crisl"ianos scparados con
,.ngá ningún dcsco dc afinn¿*
a lo quc ocurrc cn ó'¡rma' Aclc¡níts, no posco antcrioridacl son sorprcnditlos por un¿l nucva cx¡rcricncia de unidad y
;;17*; siinilar particular dc cncontrar'ucsLra
prccc(lc¡tLcs cn la nrislna para solidaridad. Corno rcsultnrlo dcl rcdcscubrirnicnto dc Lutcro clc la justi-
liirg¡. intcrós
o..ion., políticás y sociarcs quc podría, scr ir,¡lort,rr"cs cn
la actualidad. ficación por la fc y su vigorosa dcfcnsa dc la misma, tanto laicos como
¡novimicnto tlc libc-
Fundarncnulmcntc, pcrcibo á lu-R.furma co¡no un saccrdotcs y cruditos sc vicron otlligados a responder positiva o ncga-
la por la libcr«:ir'rn
;t,;; ;;, iritual qu. ¡*n.tta cn cl corazÓnquc, dc lucha Livamcntc, formirndosc así sorprcsivas alianzas de ambos lados.
.1. lu opicsión.n'.tt ücrnpo y lugar y por su propizr naLuralcza, En la actualidad, por cl mismo hecho, el nucvo paradigma dc la TL
para orras árcas dc la vicla. Para Lutcro, coloca antc nosot¡os cl diáfano mcnsaje de libcración dcl Evangelio de
;;ffilprias irnplicacioncs
libcración por mcdio dc la jusüficacicin por la [c cra tal mancra quc sc lrace ncccsario tomar una decisión en pro o en contra
csta expcncnc¡a dc
tan impacüanlc, quc lc dio poca.importancia a la-Uyca dc cntcndcr sus dc éste. El rcsultado cs una nueva alianza que r"rascicnde las anüguas
cxpcricncia simi-
implicacioncs cn las csfcrai políticás y socialcs. U-n, divisioncs dcno¡ninacionales, incluycndo la existente cnt-rc católicos y
a Calvino a luchar por
i;'6 csr.a profunda rcalidadcspiritual con¿ujo
bajo la P¿rlabra
protestantcs.
iu t unsformación to1¿l y cl ordchamicnto de Ia socicdad Para sorprcsa de muchos, cn AI-C t¿rmbión est^írn surgicndo nucvas
cshba rclacionatlo clircc- alianzas. Allí, tradicionahncntc, casi no ha cxisticlo rclación cnf.re los
<le Dios. Lo quc ólhizó bajo cstas clirrct¡iccs

18 t9
católicos y los protcstantes. Cada denominación protcstantc ha tcniclo
fc quc trascicndan las barreras confesionales, podría
conltrnicl¿rdcs clc
Ia tcndcncia a scguir su propio scnclcro, y cn años rccicntcs las divisiclncs
contribuir a la transformación del mundo del futuro tal como lo ha
entrc las iglcsias protcstantcs histriricas y las pcntccostalcs sc ltan accn-
hccho cn cl pasado. Estoy convcncido de que el protestantismo tiene
tuado. Si¡l crnllargo, al scr pcrturbaclos los cristianos dc cst¿ts confc:sioncs
cstc potcncial y de quc un nuevo compromiso con la Reforma dcl siglo
por el sufrimionto y la muerte que lcs rodcit, cscuchan cl nrcns:tic
XVI, a la luz dc los rctos de la Nucva Refor¡na, puede aportar en forma
liberador tlcl Evangclio, rcconoccn la prcscncia transfcrrmatlora tlcl
signif icativa a Ia rcnovación de la Iglcsia.
Espíritu Santo cn l¿ts CEBs, y sc idcntifican con Ia fc y la lucha dc los
que han tcnido esta cxpericncia dc convcrsión. Así c¡uc católicos y
protcst¿lnl.os (}tc vivcn cn csu.r fi'ontcra dc rnisió¡'¡, sc cflcuc¡lt¡an nríts
iclcntif icatkls ontrc sí r¡uc con los ¡ttic¡nbros dc su ¡lro¡ria t:onf'osi(ln tluc
no han responcliclo a csl"c llarnado. Igualrncrttc, nticrnbros dc las iglcsias
proLcstantes históricas y las pcntccostalcs quc rcspon(lcn al movilnicn«l
del Espíritu, posccn una expcricncia similar dc la nucva rcalidatl
ccurnénica.
Rcspondicnclo ¿rl rcto quc nos prcscnf.a la TL para quc llusr¡uctttos
cl {cvcnir dcl Rci¡ro dc Dios cntrc nosotros, itsí corno rcsponclcr a Ia
dircctriz dcl E,spíritu en nucstro contoxto, podcrnos pcrcibir las limi-
tacioncs dc nucstro pasado y la rcrncnda t¿u'ca tlc rc-crc¿rción quc cstít
f

ante nosotrcls. Al csforzarnos por articulitr cl significado dcl E,vangclio


a csüa situación y crcar un nucvo mcxlclo dc Iglcsia, advcrtimos cuánto
poclernos aprcndcr cl t¡ncl dcl o[ro. Al dcsarrollar juntos csta Larc¿I, nos
ayudamos ntutuarncntc ¿r dcscubrir las riqucz.as (luc cxistcn cn nucslras
hcrcncias plrticularcs. Al cnfronllrrlos ¿¡ las csc:al¿tr)f.cs oposicioncs, y
tal vcz ¡rcrsccución, Lanto cn la Iglcsia corno cn la socicrlltcl, sabclnos
r¡ue poclcnxls scrlo f icl a nucslro llltm¿tdo sola¡ncntc cuantltl it¡trcltclctncls
a almyant0s lnt¡tL¡¿tll-lcr)tc.
Estoy convencido dc quc csl:t nucva cxpcricnci¿t ccultrónica cnLrc
Ios quc buscan rc-fortultr a la Iglcsia dcstlc la ¡rcrspcctivlt dc la 1'l- y
las luchas libcraclor¿rs aclualcs, cs de sun-r¿r imporl'itlicia ¡xtrt l()s l)rotcs-
tantcs tlc la América dcl Nortc, porque hcmos sido partc tlo la cultt¡ra
burgucsa de la socicditd occiclcntal, cn la cual nos scntinlos có¡utltlos.
Nuestras iglesias han ocupltclo un lugar dc privilcgio cn csa socicclarl y,
hast¿r cicrt«l punto, han ayucliulo a lcgitinrarla. Nuestr¿t tcología ha siclo
dcsar¡oll:.rla ¡lrirnrlrtliitlrttc¡tto r:n llts ¿tcatlcttti¡.ts intcgratllts ¡ltlr lttltltllrcs
blaltcos, con un¿r tlccisiv¿t inl'lr¡cnci¿t tlcl ¡rcnsatttic¡tl.cl groco-gcrlllano
quc hacc p¿u'tc tlc'.I ortlcn csL.rblcciclt¡.
Consccuontcrncntc, csta hcrcncia dc fc puctlc hablarlc a ltts urgctltcs
ncccsidatlcs hurna¡ras y a las luchas de nucstro tientpo únicantc¡ttc cn
cu¿lnto poclarnos analiz¿ula crílicarncntc, librarla dcl solnctinlicnto ac-
tual a las estructuras opresivas, y clcscubrir nucvas fortnas dc exprcsiórt
idio¡nátic¿I, nucvos cornpronrisos y una comunitlad nucva. La i¡riciativa
para csto muy bien podría strrgir dc los (lue, hasta ahora, han sido los
marginados dc nucstras iglcsias: las rnujcrcs, los que pcrtcncccn a otras
ctnias y culturas, y los c¡ue han sido oprirnidos por el statu qrro dcl cual
la Iglcsia es parLe. Sólo al pasar cl protesUtntismo por un proccso dc
mucrLc y rcsurrccción, que dcbc cnconl.rar cxprcsión cn nucv¿ls
20
21
Capftulo I
Lutero y la liberación

Lr¡tcr<l o¡rcró un inmenso proccso libcraclor. El scrá para sieml)rc una


rt:fcrcnci¿r ncccsaria a toclos Ios quc buscan la libcración y saben Iuchar
y sufrir ¡xrr clla.

Leonardo BoÍl t

L¿r llcfrrrnla dcl siglo XVI cn Eur«lpa occidcnurl rcprcscntó un


¡ltovi¡ltic:rlto litrc¡ador basado cn la fc c¡'istiana. Era un Licm¡xr dc súbitos
carlltrios .srlcialcs, nticnLras sc corroí¿r cl sist"clna fcudal bajo cl impacLo
tlc lus nucv¿ls fucrzas cconómicas, socialcs y culturalcs..F,ri.el ano i500,
¡rucvc clc c¿rrla clicz ncrsonas cn f
d"
sus ol)rcsorcs, y sus rcbclioncs sc llicicron más frccucnLcs al pcrdcr el
sistc¡na fcudal parr.c dcl podcr tluc cjcrcía sobrc ellos. Adcmás, surgían
nucvas c:iudadcs, cn las cu¿rlcs un¿l nucva clase social adquiría poOci. ft
nucvo dcsarrollo dcrnandaba arLcsanos, banqucros, comcrcianLes, abo-
gados y nlacsros, junto con oLros quc constituían una nueva clase media,
pcrsona.s quc no cstaban ligadas a la ücrra y cuyos horizonLes no se
Ii¡nitaban a las fronl.cras clcl nrunclo fcu«lal.
Dc hccho, sus horizonLcs se expandían a una vclocidacl fanuísüca.
Los cxploradorcs quc viajaban hacia Africa, cl oricnte y Arnórica, se-

I Lconar<lo lloff, "l-utero cntre


la Rclonna y la liberación", en: Revisla Lalinoamericana de
'l'eología No. I (Encro-abril 1984,p.92.
ñalab¿rn l¿r cxistcltcia tle grandcs cspacios habitaclos por pcrsonas de particularmente en Alemania, tenían grandes intereses económicos,
culturas dcsconclcid¿rs hasta aqucl cnf.onccs. La magnitud clcl tlespla- políticos, jurídicos y militares. No hay que olvidar que el Papa ejercía
zamicnto clc pcrsonas por ticna y por mar, creó nucv¿ls oportunicladcs gran ¡ndcr temporal con innumerables pactos y beneficios. En el
para cl intcrcambio y cl comerc:io. El dcscubrirnicnl.o dc la imprcnta por régintcn scnrifeudal y dc la burguesía ¡nercantil se daba¡r relaciones de
vasallos y súrtxlitos, dcseñores y siervos, decolonizadores y colonizaclos.
Gutcnbcrg hizo ¡tosiblc r¡ue cl ¡rcnsanricnto dcl pasado sc hicicra accc-
lr4 ¿is cn concrclo, para mantener sometid«l al campesinado, a pesar de las
siblc l'ucra dc los ntonastcrios y pcqttcños círculos dc privilcgiados, y frccucntcs rcbeliones en Boemia, Suabia, Francia y en otras partes de
cn gran rn¿lncr¿r fircilitó la rápida cornunicación dc idcas y cvcnt«ls. La Europa ccntral, no se utiliz.aba solamente la coerción armada, sino la
rccupcraci«in do la litcratura y la I'ilosolÍa dc la Antigücd¿td, cs¡tcr:i:tlrrtcrttc ¡rcrsuasión rcligiosa. La aristocracia feudal y la sociedad burguesa
Ia dc los gricg«ls, pro¡lició cl contacl,o clcl pueblo con nucv¿ls tlilttc¡tsioncs mcrcantilista elaboraron un pacro con el clero (que también tenía poder
dc la vida y dcl pcnsttttticntcl ltt¡nlano. sccular) de tal forma que la lglesia se constituyó en Ia insta¡rcia central
E¡r lnctlio tlc totllr csta cfcrvcsccncia, mucltos lull¡tllrt:s y nrujcrcs clc la rcproducción de la socieclad semifcudal y mcrcantilista. Esto quiere
se cnconuaban prcsos dc r¡n gran tcmor, ansictlad c ittstrguritlad. El dccir r¡ue la [glesia" en su multifuncionalidad, consagró y solidificó las
nucvo oxlcn t¡uc surgí¿l ¿lnLc cllos cra complcuuncntc tlcsctlnocitltl, un rclacioncs del statu quo,las cuales eran relaciones cte dominación 2.
mundo para cl cuul no csulban prc¡raraclos para lidiur. l-lts bltscs sotlrc
las qrrc vivílrn, (luc parccían scr sóliclas, sc clcsv:.utccílut; t«ltltl t:l't lo qtrc ,\fr.1-^ tcología dc Ia Iglcsia mcdieval conrribuyó a Ia sacralización de
habían confiado para su scguriclad, cra Ahora cucstioruttltt. Al mismo cstc ortlcn soci¿rl y, por cnde, le otorgó una lcgitirnación divina. Dios,
Licm¡lo, los quc sc h¿rbí¿ul scntido linritutlos y o¡lrirnitltls ¡trlr l;.ts cstruc- cortct:tridt) con la ayuda dc catcgorías filosóficas Lomadas dc los gricgos,
turas y la pcrc'cpción clcl nrunclo dc la s<lcicrl¿trl l'cudal, cstaban cnttlsias- cr¿l cntcn(lirlo como el Scr Suprcmo y esta rcaliclad divina dcsccndía y
¡riadoi ¡rclr las nucvÍrs idóas quc sc rttovíull cn su contorno. E,stat:an ¡lcttctrabit c¡t l¿t socicxlad por rnedio de csuucturas jeriírquicas. Algunos
dcsarroll¿rnclo una nucv¿l visión rlc la soc:ictlad. Ahora, liltrcs dcl pasado, tcriltlg«ls llatrl¿ur dc una "cadcna" o "cscala" del Ser, descendicndo dcl puro
pOclían sOlutr Con t¡tt tltt('vo f't¡ttlrtl y lttc:h:.tr ¡lara alCanzarlO. Scr tlc Dios ¿rl munr.lo, dcsdc los reyes, a los prínci¡les, a los scñores
f'curlalcs, a ar¡uclkls inmcdiatamcntcdcbajo de ellos, hasu llcgara lagente
coutti¡1, los vas¿tllt)s, cn cl fondo. L¡s dcl nivcl rnás alto cn la est-ruct.ura
jcnlrc¡uici.t csl.¿ttran rttás ccrca dc la csencia divina, y por consiguicnte tenían
1" trl pa¡lcl cle la Iglesia en un¿l stlciedad opresora
cl dcrcclto tlc gobcrnar sollrc quicncs sc enconf r¿lban dcbajo de ellos. Esta
En csc ntontcnto histórico, la lucha por la libcración tc'.rlía qttc scr csructura cn su tourlidacl poscía un carírctcr sacro; ¡rcrLcnccía a un orden
cLcmo (lr¡c no ¡lorlía scr cuc'.stionado o cambiado. La fc en Dios implicaba
esencialmcntc una luch¿r rcligiosa. En cl marco tlc rcf'crcncilt dcl
la acc¡ltación rlcl ordcn divino y la sujcción a éste.
cristianis¡no ¡ncdicval, la Iglcsia cra cl cenLro cle la socicclad, y la rcligitin
provcía cl lncilio en cl quc los hombres y las mujcres vivíitn, sc ttttlvían [-a r:stn¡ctr¡ra tlc la Iglcsia l'uc conccbida de una mancra similar,
y tcnían su cxistenc:ilt. Dios y la lucha para la salvación, cn c'l sistclna cxccplo (luc IX)scí¿taÚrn ¡n¿is csu rculidad divina. Aquí tambión existía algo
asícotno un¿r "cscala dcl Scr", una jcrarcluía descen«liendo de Dios a través
secramcntal dc la Iglcsiu, constituían cl mundo simbólico alrctlcclor dcl
dc Crislo, al Pa¡ta, a los obispos y a los saccrdotcs. En cicrto sentido cllos
cual cl pucblo ordcnaba Su pcrcgrinajc tcrrenal. Esta rcligión, cn su
consLituían la Iglcsia, dcjando a la masa de los dcvotos contuncs com-
espíritu y cn sus cxprcs^ior)cs institucionalcs, cn vcz tlc scr l¿t ftlcrza clc
la libcraciór:, crA la picdra angular clcl arco quc sostctrÍu totto cl sistcma ¡llcmnrcntc :rl lnargcn. Esur institución, estructurada jerárquicamente,
cstub:t ¡lcrrnc:.ulit ¡lr lo divino. Existiendo paralelamente a la est¡uctura
dc clominación y oprcsión. Trcs dc sus aspcctos se dcshcan.
civil, frcct¡cnt.cmentc atcndicndo a su propio, y a menu(lo vasto, dominio
político y cconómico,la Iglesia nosólo favorcció elrazonamiento tcológico
l. La Iglcsia fornr¿rba partc dc Ia cconomía dorninante y dcl sistcma
quc sostcnía a la socicclad feudal, sino quc provcyó también cl sistcma
político, e hizo uso t¿lnto de su ¡roclcr político y cconómico conlo clc su
sirnbólico por cl cual esta sociedad era acept¿lda.
influencia cspiritual para brindarlc itpoyo a cse sistcma. En un afículo
3. El vcrclaclero poder dc dominación que sostenÍa a este sistema en su
fascinantc sobrc "Lutcro entrc la Rcforma y la libcración", cl tnuy
conociclo tcólogo católico romano Lconardo Boff, dcscribc csta posición
totalidad cstaba prescnte en la esfcra cspiritual, en la dorninación del
clc la Iglcsia cn l¿r liuropa mcdicval, y córno la mislna funcionaba, con cst¿ls
cspíritu dc Ia gcnte por mcdio dcl sistema jenírquico sacra¡nental. La
palabras: vcrdacl accrca dc Dios, conccbido como Io absoluto, fue revclada en Ia
doctrina vcrdadcra, dacla objetiva y supra-pcrsonalmente por la jerarquía
En la Europa semifcudal y mercantil de los siglos XV y XVI la Iglesia
constituyó unit ¡liczlt fundamental. La sedc roma¡ta y los obis¡rcs, 2lb;d.,pp.92-93.

24 25
para scr rccibi«ia y accplada por los crcycntcs ktl ctltno sc lcs comu¡ticatra. su ansicdad al cncontrarsc frcnLc a un Dios sobcrano l)rcscntc y acLivo
La graciadc Dios, ofrcciendo salvación y sostcnicndo al crcycnl"c s travós por todas partcs, un Dios dc justicia quicn dcmandaba total obcdicncia
dc iu vicla, sc hizo acccsible a todos mcdiantc los sacramcntos. dc parte dc Lodos los scrcs humanos. De esto, Lutcro sc crcyó com-
/¡ plcurmcntc incapaz; dc hccho, micntras más fucrte era su perccpción dc
i¡/Voro nosotros hoy, católicos y protcstanlcs, cs ditícil
pcrcibir cl la rcalidad clc cstc Dios dc jusücia, mzis conscicntc se hacía dc su
doíninio quc cstc sistcma tcnía sobrc la gcntc. El mundo lncdicval cra incapaciclad para scguir esta scnda dc obcdicncia. Cclmo rcsultaclo, llcgó
un munclo prolundarncnLc rcligioso, cn cl cual toda Ia vicla sc circu¡ts- a la conclusión dc quc Dios cstaba cnojado con ó1. Su inl.cnsa scnsibilidacl
cribía alrc«l-cdor dc Dios y la búsqu«la dc la salvación ctcnla. Muc[o cspiritual lc llcvó a crccrsc una pcrsona acusada y ascdiada, sin con-
habían hccho los lídcrcs cspiritualcs a lravós de los siglos ¡lara clcscribir solación; una pcrsona condcnada a la maldición cLcrna, dc Ia que no
no sólo la urgcncia clc csta búsqucda, sino la posibilidad dc ¡lcrclcrsc cn pcxlía cnconl-rÍrr cscapc. En su angusf.ia, Lutcro siguió el carnino prcscrito
cl calnino. pios cra visto como un jucz que dclnandaba rcctil"ud; cl por la Iglcsia por mcdio dc los sacramcntos, sin ningún éxito. Sin
diablo, por Su parte, cra fucrl.e y las tcntacioncs tlc cacr cn pccado irnporhr su cnor¡nc csfuerzo, no podía lograr su mcl.a. I-a gracia mediada
mortal )i scpararsc dcl camino clc la salvación cran ntuchas. No obstantc a lravós rlc los sac:rAnlcntos no cambialra su dcscs¡rcrada silr¡ación. Una
la Iglciia cstaba prcscnLc ofr«:icn«lo una scntl¿t scgtlr¿1, tln ca¡nitlo y otra vcz. sc c<xrlbsalla, buscando la absolución tlc sus ¡rccados. Pcro
protógido por m«lio dc los sictc sacrar'¡lcntos, l«rs cualcs ¡ncdi¿ttran la ningún acto rJc ¡rcnitcncia lo poclía conlpcnsar por cl hccho dc que
graclá ctc Dios cn los ¡nolncntos crucialcs dc la jornada dcsdc cl minutos mírs tardc ól podría cornct"cr un pccaclo morl"al y, por lo tanf.o,
ñ¿rci¡nicnto hasta la mucrLc. La Igle.sia, nrcdirtntc el sacerdocio, tcnío cstilr dc nucvo en pcligro dc pcrdcr su salvación.
com¡tlcto conlrol sobre estos Socromantos y, por cndc, sobrc el pue lilo' En nlcdio de csla trcmcnda angusLia, Lul"cro se sumcrgió en los
La gracia cnt.ralta a la vid¿r dcl crcye.nlc por lnctli<l rlc ltls s¿lcrAlllcntos, S:rlrnos y las Epístolas de San Patllo, y dcscubrió algo cxtraordinario
,uo-irlo é..stos eran administra(los dcl¡idamantc por un xtccrdolc. Iln csto r¡rrc. lc l«rn(l complctamcntc por sorprc.sa. Dste Dios, que demunda
sc basaba su ¡lodcr, y cl clc la jcritrquía, sollrc cl ¡lucblo. Datlo t¡trc cl ju.rticirt, cs un Dios quc pcrdono. Dc hcclro, lu .jurticia dc Dios se
pucblo cstaba prcocupado primordialmcnLc IxJr su salvación ctcrna y nlanil'icsta ¡lrc.cisanrcntc cn csto. EI Dios justo cs un Dios quc ama,
ionvcncido de quc la gracia solamcntc lc cra acccsiblc por csta vía, sc ¡lrisc'.ric«rrtlioso, u¡r Dios r¡uc llcga a nosotros por Cristo para pcrdonarnos,
cncontfaba opriinido cn lo más profundo dc su scr; allí no podía cxistir írrnos y salvarnos. Estc ¿lmor y csta miscricordia son t.an grandcs,
¿rc:cl)f
una libcraci(rn, sino hast¿t quc csc dominio fucsc quebrado. r¡rrc Dios cstír ilispucsto a cnlrcgar a su Hijo por nosot-ros. Como dicc
Es por cso quc Martín LuLcro surgc como cl gran libcrador cn Ia San l)ablo: "Cristo, sicndo nosotros todavía pccadorcs, murió por
Euro¡la clcl siglo XVI. Corno una pcrsona profurtda¡nc¡ll"c rcligiosa, nosotros" (Ronranos 5:8). Antc Dios, Cristo inLcrccdc por nosoLros.
cuya pasión prirnaria cra la dc cnconLrar la .ius[r rclacitin con Dios y En ¡ralabras dc Lconardo Bof[, dc csLc nrodo Lurcro "cclcbró cl
arógriarcc la satvacicin, Lutcro rlcsct¡llri«'l r¡na fitlla f ¿ttltl crr cl sistclna: inaurlito rlcscultrinricnto rlc la ililniurda miscricrlrulia rlc Dios cn Jcsucristo
no pr«lvcía la scgurittad rlc la salv:tcitin ¡rr«llnctitla. Ijn lrtctlio tlc su crucificarlo" 4. [-¿r irn¡»sibilidad dc tratilr dc justif icarso a sí nrisrno antc
anglstia, nticntras cstudialla las Sagratlas Escrituras, Ltttcro tlcscubrió Dios, a la cuul l-utcro no lc cncontró solución, ha sido rcsuclta
oró canrino, un camino que ofrccía una altcrnativ¿t clramática ¿tl sistcma Dios-. Dios to¡na la iniciativa dc accrcarsc a nosotros. Dios -por vienc
saCcrdofal-saCramcntal, y aSí, cOmo nOs lo rccucrda Bo[l', ól
"opcrci un dirccL¿rnlcnlc a nosotros sin intcrmcdiarios. Dios nos oficcc, gratuita-
3.
inmcnso l)roccso libcrador" mcntc, todo aqucllo dc lo que no somos c¿lpaccs: ¡lo sola¡ncntc somos
pcrdonados, sino quc nos prcscntamos ant"c Dios conro justificados.
Todo csto cstíl disponiblc diariamcntc bajo una única conclición: quc
2.La lucha y el descubrimiento liberador de Lutero nos atrcvanlos a accpl"arlo, confianclo plcnarncnLc cn las promcsas de
cstc Dios. Iln otras palabras, quc vivamos por la fc.
Martín Lul.cro nació cn cl año 1483, y ¡nuy l.cntprano cn su vida Para Lutcro, y los quc rcsponclicron a cstc mcnsajc, esto significó
sc obscsionó con cl problcrna dc vivir cn paz con Dios. En su lucha ¡xlr una cxpcricncia cxtraordinaria de libcración. Libcración dcl lcmor a
cncontrarlc una sotución a Su angusLia cntró a un monasterio dc la Dios y dc la ansicdad accrca dc la salvación. Libcración cn la escncia
orclcn agustiniana, en dondc sc dcstacó por la intcnsidad dc su disciplina clc su scr, al ¡lodcr cxaminar con honestidad sus dcbilidadcs, crrorcs y
cspiritual y su búsqucda dc una scguridad quc csLaba ft¡cra dc su alcancc. pccados, y sabcr quc cl dor¡linio sobrc esl-as cosas ln sido qucbraclo ¡ror
En su clcscspcración sc dirigió a la Biblia, pcro su lcctura sólo aumcntó la dírdiva dcl pcrdón clc Dios. Libcración dcl yugo de la csclavil.ud a las

3lbid.,p.92. n Ibid.,p.93.

26 27
leycs y a las otrligaciortcs, al otorgarles Dios cl podcr clc a¡rtar corlro la lglesia y cn la sociedad, fucron liberaclos de estos pcsarcs al rela-
Jcsucristo amó. Libcrución de la clo¡ninación dc saccrtlotcs o gclbcrna- cionarsc con l¿r nucv¿r fuenl.e de vida. De esLe modo, ellos se encontraron
dores políticos, c¡uicncs decían tcncr podcr sobrc cllos cn nonttlrc rlc vivicntlo cn un nucvo espacio quc motivaba el dcsarrclllo dc sus
Dios. pcrsonalitlltlcs y dio dirccción a sus nuevas cnergías, un espacio que
Es dccir, [.utcro y oL[os rcforntadorcs tom¿rron lo (luc csl.ublr cn cl lcs ¡r«lvcía r¡nA nucv¿l oportunidad dc converürse en sujctos.
mcollo dc la prcocupacirin cspiritual dc la ó¡lma y lo rcaf-innaron por \'«) luvtr un nucvo scnlido dc lo que esl.o dcbió significar para
una rcintcrprctución radical. La concicncia tlc Dios, cl scnticlo tlc la nruchos cn ar¡rrcl cntonccs, al participar rccienl.emcnt.e cn un tallcr
prcscnci¿l rlc éstc cn tod¿rs ¡lartcs, lo c¡uc sc había co¡tvcrtidcl cn fucntc intcnsivo oric¡rturkr hacia cl crccimicnto pcrsonal y el dcsarollo de
de tcmor, ansicdacl y o¡rrcsiórt, rcpcnf.inarncnl.c sc convirtió c.n fucntc dc rclacioncs intcr¡rcrsonalcs. Los participantcs eran ayuclados para quc
vida y dc cspcran za, L'.tjtlrnatla cspiritual cra, una vcz. nt:is, una avcnLura itlcntif icar¿tn cl¿trantc¡ll.c cvcntos dc.su vida pasada y cn su pcrsonalidad,
conrtrovc(lrlra. Este ¡lrofirnrlo tlcs¡rcrtar cspiritual volvió a colttc¿u Ia I'e quc lcs inrpcdían vivir cn plcnitud. Comcnzarcln también a relacionarse
religiosa nuc.\,iln"lcrltc cn cl cc¡tl.ro clc la vicla, y conLribuyó al ¡ltis¡no con kls rccursos y cncrgías que cllos mismos pclscíarn, y gn los cuales
tiempo a la rcvilaliz.ación dc la cultura. p«lían apo),arsc para mancjar estos obsuiculos. Al ayudarse mul.uamcnte
I)ar¿r los rclclrntadrlrcs, Dios eshba de hccho cn cl punto cónu'ico clt lu utilización dc cstos rccursos, un nucvo mundo dc posibiliclaclcs sc
de la cxistc¡lci¿r hunran¿r. Era un Dios activo cn to(lo cl ¿irnbitrl rlc la ¿tltrí¡.tluttc cllos cn la vicla pcrsonal y prolcsional dc cada uno, sin[ióirdosc
histori:r, un Dios cluc tonraba sicrnprc la inici¿tLiva tlc Accrcurso a kls irrr¡rtrlsurk)s lx)r cncrgías quc ellos no sabían quc poseían.
Scrcs hunr¿rnOs. En Cl Ccntro cle la activicl¿rrt dc [)io.s so (r¡lc:ucr¡tnr r:l Alg«l sinrilur a csto lc ocurrió a los hornbrcs y a las mujcrcs dc la
pcrdón dc los pccaclos, y la ltttcv¿t tll'crla tlc vitl¿t, ¡ltlr lit gntcia, a li-rrro¡r:r rlcl sigkr XVI, cuando su entcndimicnto y rclación con Dios
quicncs sc Atrcvcn ¿t ros[x)n(lcr y a co¡tl'i;.tr t:¡t I)ios. l)c r:stc ¡rrorlo, llr lirr:r«ln tnurslilr¡nlukls drarnática¡ncnte y sc convirLieron en fucnte de
vida sc pucrlc disfrutltr ¡rlt:rtit y tliniirrric¿ln¡0nto coillo rrr[t rcs¡rtrcs(a nucvil vitlrr. Ijstc l)ios ¡uls ¡lcrtlona y corigc; Cristo no solamcnte es
«liaria, cn gr¿tLiturl por cstc tlon. Conto tli.ic:ra Jultn Citlvirto c¡t uni.r c¿u'ta p¿trÍt ¡tosolrOs, si¡t<l (luo cslír
cn nosotros, a¡loyírndonos y diindonos alicnto
que lc cnvi¿u'a al Ilcy tlc lrr¿trlc:ia: tlc: r,irlu tlilri¿rrnc¡rtc ¿r pcsar rlc nt¡cstras li¡nimcioncs y fracasos. San
I)ablo sc ¿rtrcviri a tlccir, dc la nr¡cv¿r vida qtrc ól vivía, "ya no vivo yo,
¿Qué pucdc tcncr ln¿ís c«lnsonancia cr>n la fc t¡rrc el rcconrlccr (lrtc sino c¡rrc cs Cristo quicn vivc cn rni" (Glilaurs 2:20). Toclo cl mundo cs
estaJTros dcs¡>ojaclos de toda virtucl, para ser revcstirlos ¡ror l)ios'l lillrc para oricnlar su vida en rclación a la accptación dc cste don y Ia
¿Carcccnit>s cle to<la b<¡nclad para scr nutridos por ól'l ¿,Sornos crsc:luvos cxplonrción clc las ilirnitadas posibilidadcs quc ofrece. Dios es como el
dcl ¡rccaclo l)lra ser litrcrados por ól? ¿Cojos,l)ara scr c:nrlcrczutk)s lx)r
sol r¡rrc no podcmos controlar, pcro que siemprc está ahÍ para darnos
ól? ¿Cicgos, I)ura que nos dó la vicla? ¿Débilcs, p:ra scr s<lstcnirkrs ¡xrr
Irrz. 1, c:ulor. l-o quc podcmos haccr cs condicionar nucstros cucrpos y
ór'? 5.
nu(:slrrs virlas para así lograr la máxima vcntaja dc todo lo quc nos
ol'rc:c:c. I)rlr tlrntcl, cn nucstr¿l ca¡ninata cspiritual somos libcrados de una
Estc dcsctrbrirlricrtlo dc M¿rrlín l-utcro ¡narcó cl inicio tlc una nuc\,¿r
irrtros¡lccciri¡r inncccsaria. Como cualquier ot-ra pcrsona rcligios¿I, cstilmos
cra en la luclur rlc. lrt lturnunidad ¡lor la Iibcración, rcdimicndo a hornbrcs
prc(rcup:r(l«ls prlr nucstro esmdo espiritual, ¡lor aqucllos mon'lcntos cuando
y a mujcrcs dc llr csclavitr¡rl rlcstlc lo nlás íntinlo dc su ser, transfonnando
llt fi: sc cncucntra cn un punl.o bajo, y por nucstra incapacidatl de amar
a la lglcsiÍl cn una zon¿l libcntdu, cn ur¡ cs¡t;.tcio cn cl cu¿tl csur Iillcración
o c.icrccr l¿r justicia. Sin cmbargo, lucharnos con cstos problcnras en el
podría scr vivirl¿r, cr¡rri¡xtrttltl it ut¡trcllos ¿tsí libcrados para una acción
c:ontcxto dc la st¡blirnc dírcliva dc la gracia clc Dios, la cual nos libcra
din¿inlica cn la socicda«|. Varias rlintc¡rsioncs tlc cstA nucva rcalidarl sc
pÍlra (luc conc:cntrcmos todas nucstras energías en cl servicio a Dios y
dcsu.tcan cn alto rclicvc:
a nucstro prójirno, y nos otorga cl valor y la fortaleza para continuar
luchanrlo.
3. La iniciativa de Ia gracia de Dios: Dios sc nos ¿lccrca dircctarncntc, no por intcrmcdiarios. Como Dios
fuente de virla nuc\'Íl cs bonrlatloso, nos atrcvcnros a prescntarnos anLe E,l en una rclación de
inrlc¡rcnrlcncia absoluta. Unicamcnte Ia Palabr¿r y los sacramcntos se
Iiombrcs y rnujcrcs quicncs habían sido inmobiliz.ados por cl lcmor, intcql«rncn cnLrc nosotros y Dios, pcro clkls sirvcn para hacer que csta
cnccrrack)s cn un rnundo limit¿tclo y oprimitlo por podcrcs cxt.crnos en rclación dirccta sca una realidad, no para distanciarnos dc Dios. For
consiguicntc, una rclación ¡rcrsonal con Dios cn Cris¡.o" se convierte en
;l'D;*;;pr.l,-iñ prcscntado at [lcy I:rancisco I «Je lrrancia", en la ln.rtitución de la la rcalirlad ccntral clc la cspiritualidacl protcstanle.
religión cristiana.

28 29
En cstc contcxto, cl crcycntc cs libcrado de una csclavitud pcrsonal cnl.cntlcrl¿l, y cllcottLrar la scnda dc la obc«licncia. Cclnro lo cxprcsara
para concenfarsc cn el Rcino de Dios. Abrurnado por las dádivas «lc I-utcro cn "LA cautividad babilónica dc la lglcsia,,;
bios, tan scilo pucde cxprcsar su gratitud por cstc rcgalo dc amor mc-
diantc cl amor al prolirno. Como Io cxprcsara Lutcro cn "Dc la libcrtad I)onclc cxista una promcsa divina toclo el nrunclo clc.be ¡na¡rtc¡rcrsc sobre
cristiana", sus ¡rropios pies, sc cxige Ia [e personal dc ca<ja uno, catla <¡uicn rcn<iirá
cl.rcntír ¡tor sí ntismo y cargará con su propio 9.
1r,r.o
...cotno nuestro Padre cclcsti al cn Cris to li brcmcn tc lt a vcnido en nucs tro
agx il io, nosotros tambión dcbcrnos l ibrc¡ncnte aux il iar a nucs tro pr<ij i rno In$,iurblcnrcntc, estc dcspcrlar exponc cl patcmalismo «lcl sisl.ema
por ntcdio dc nucstro scr y n-Llcstras olxas, y cacla uno dcbc scr como si rcligi«rso lncdicval y lc ofrccc una altcrnativa. A travós dc los siglos
o.
fuera un Cristo Para el otro nrucho sc lt:t cscriLo, l.anto ¡ror los católicos cotno por lcls proLcsfanlcs,
dc cólno cl catolici.smo mcdicval cuidó dc los ficlcs, protcgióndolos clc
El ho¡nbre cristiano no vive en símismo, sino en Cristo y cn stt prójimo: una clcnr¿rsiada pcrf.urbación y ansicdad, y dcl pcso clc una gran rcs-
7.
cn Cristo por la fc, cn cl projimo por el amor ponsabilidad. El sistcma saccrdot"al-sacrarncnmf cuidó rtc su rclación
con Dios, dcfinióndolcs sus dcbcrcs rcligiosos y prcscribióndolcs cómo
Consccucntcrncntc, Ia vida dcl cristiano cs una vida dc cxLraortlinaria habían dc vivir cn socicclad. Como lo cxprcsara un catrilico cspañol
libcrtail, litrcrtad quc cncucntra su cxprcsión m¿is auLéntica cn Ia dccisi(ln ¡nodcnro: "Eskurr«rs ya insmlados clcntro dc un ordcn salvífico, ol qu"
dc clar la vida por oros. En palabras dc LuLcro: basta con quc l)t'cstcrllos nucslr¿r coopcración rif.ua[,,.
En co¡rtr¿rst"c, l)¿rr¿l Lutcro, aqucllos quc rccibcn cl don dc Ia gracia
El cristiano cs un hombre librc, scñor dc todas las cosas y a ltatlic «lc Dios no conoccn L:tl c.s¡racio rlc protcccirin o tal conlclrtablc sitürción
somctido. El cristian«) cs un sicrvo obcdicntc a todas Ias cosas y so¡nctido
cspiritual, ¡ri lo tlcscan t¿lm[nco. Itcs¡lonclicn«lo «lircctarncnLc a la ini-
a toctos 8.
ciativa dc Dios, son cbrno niilos c¡rrc han crcci«lo y por cnclc ya no
l"icncn la ncccsidad dc scr clcpcnclicnt-cs rlc su paclrc ñi rtc su ma¿i.c. Se
dcnlanda tlc cllos, cacla rlí¿t, quc sc¿rn scrcs hunranos rcsponsablcs al
4. Una nueva fuente de autoridad
luch¿r con las inc:crlidurnbrcs dc la [c, rccibir cl pcrcltin, dcnlostrar
gratitud cn cl scrvicio a los dcmírs y luchar cn contra clc toctas las
Lutcro, por su dcscr¡bri¡nicnto y su cxpcricncia dc la justificaci(rrr
filcrzas tlcl lnal quc lcs rodca. Esto lurcc r¡uc la vitla sca rlil^ícil, cxpc-
prlr la [c, s¡llcsti¡nri cl sistc¡na t¡uc lc «lio a la lglcsia, a su jc.r¿lrt¡tría y
rilncnl"acl¿t clt ¡ttcditl dc las i¡rccrtirlurntrrcs, rlc las cu¿rlcs muchos pro-
¿r sur saccrdotcs, cl control sollrc cl pucblo, abricndo así cl cantino ¡litr:t
tcstanf.cs ticlltlcn a cscapar rccurricnclo al funtla¡ncnmlisrno, cspcóial-
quc los dc abajo surgicran cortlo sll.ictos rcsponsablcs.
¡]lcnLc cn ticrll¡r tlc crisis. No obstan(c cs kr¡nbjón una ftrnna dc vida
Un Dios miscricordioso ofrccc cl pcrrkin y la gracia para transltlnlutr
cn Ia quc a t"«xlos, sin irn¡lorhr su ¡r«lsicitin cn cl rnundo, sc lcs moüva
la vicla clc tortos los quc cscuchcn la Palubr¿l y crcan cn la pro¡llc.sa
¿l ¡'l.l¿ll'ltcrlcr la f}cntc crguitla, vivir a
prcscnhcla cn clla y los sacramcnl.os. Todo csto sc ofrccc dircctanlcntc. ¡llcnitutl y actuar rcsponsatllclncnLc.
Ii:ts¿ttlo ct't cslc sólido fundamcnto cs¡liritual, Lutcril pudo dar otro
ño cs ncccsario quc pcrson¿l algun¿t o insl"itt¡ción inLcrcccla por cstÍl
gracia; clc hccho, cualquicr actividad dc cst^u índolc sólo sc intcrpondría l)Ílso, cl cual ha cortLrilluido grandcrncnlc a la Iucha por la libcración dcl
l¡ttl¡ltl«l ¡tt«ltlc¡rlo. Co¡¡ro un humilclc y dcsconocirlo ntonjc, sin ninguna
ón cl cantino dc su cornplcLr rcccpci«in. Atlc¡n¿is, la auLori«lacl no rcsidc
cn una institr¡ción visiblc sino cn la Pitlatrr¿r tlc Dios, inLcrprclitda a ¡rosit:itirl tlc ¿tt¡l"tlritlacl cn la lglcsia, sc atlcviri a cnfrcnt¿lrsc a a,¡uóllos
dc las llliis clcvadas ¡xlsicioncs cn ósfl y cn la socicilad, quicnós asc-
concicncia. A toclo los crcycntcs, sin im¡nrtlr su posición cn Ia socicdad,
gtrraban quc su ar¡toridad proccdía de Dios. La cx¡rcris¡s,iri clcl
Dios lcs olrccc pcrdón y vida, y sc lcs accrca dirccLa¡ncntc. La comu- ¡rcrdón
y la .justitic¿rci(rn cn Lutcro cra tÍln granclc y Lan irirpactzurtc, qró ól no
nicación la rccibcn cn Su concicncia, y por Lanl.o pucdcn formular una
tlutlaba rlc c¡uc csf uvicra en cl corazón dcl Evangclio. Rccurrióndo a la
clccisión pcrsonal, quc nadic sc atfcve a haccr ¡xlr cllos. Cada uno cs
Billlia, ctxlsitlcrada por la lglcsia conro la l-ucntc-prinrordial dc la rcvc-
capaz dc confiar cn su propia cx¡lcricncia dc [c, tlc lccr la Biblia y
tlivi¡llt, csc nlcnsaic lo cnconlr(r cn casi Lottas las ¡lírginas. Su
l¿rci(l¡l
cx¡rcricttc:ia y su lcctura dc la Iliblia con[innaron su convicóiil¡ dc que
Dios sc accrca dirccr^arncntc a los crcycntcs y es conocido cn ru .ón-
6 Martin l-uthcr, "A Trcatisc on Christian l-ibcrty", vol. 2 dc The Works of llartin Luth¿r
cicncia. Por lo lanto, cuanclo los principcs y cl Empcrador, los obispos
Philadclphia:Muhlcnbcrg Press, 1943, p. 338.
't lbid., p.342.
8 ldem. e Ibüt., p.zo9.

30 3r
y cl Papa, corncnzÍron a dcnunci¿ulc, a perscguirle y a clcrnandar c¡ue No puedc existir una posición más cligna en la Iglesia r¡ue la dcl
se rcract¿ra, él respondió: crc)¡cntc quc rccibc la cnorme tlátliva del perdón y Ia justificación.
Cualquicra (luc rcciba csta dádiva con gratitud es elegido por Dios y es
No pue<lo ni quicrl retractannc, Ircrque no cs bueno ni sinccro obrir c¡r
clcvatkl a unA situación cspecial. Dc toclos modos, no pucde cxistir un
c(Tltra <le la llrr4ri:t cortcicncia. Qtrc Dios ltrc ayudc, ¡artrón!. lliulti.ulo ntiis tlignt) (lrrc cl otorgado ¿r todos los crcyentcs para trans¡nitir
i
¡/f i tornunros cn cucnt¿l la actitucl hacia Ia autorid¿ul sccul¿rr y rcligios:t
cstc rlrcnsidc con su olbrut de vida a los demás, y exprcsar esta fe cn
r¡n scrvicio rlc ¿rnr«lr a los clcmírs. Estc mcnsaje es tan claro y simple que
quürlominal)a cn la Europa dcl siglo XVI, es dif'ícil cxagcrar lo radical cuulc¡uicra Io pucclc cntcnder y anunciitr, porquo se nos prcscnL:r en la
de cste paso. Co¡no scñalamos con anterioridad, cra acc¡rtadcl crorno un Biblia cn cl idioma dcl pucblo. Esur vcrilad, ul como es entendida por
hocho quc cl «lrulcn cstablcciclo en Ia socicd¿rd cra l)artc rlc urt rlrdcn lus ¡rcrsoti¿ts scnc:illa.s, cs una cxl)rcsiri¡l nl¿is fiel del Evangclio que las
ctcrno darlo ¡lor Dios, y quc aqucllos quc ostcnt¿tll¿tn cl ¡xxlt:r kl c-icrcíutt sutilcs dislincioncs tlc los c:Lisic«ls tlctxrtcs dc los tcólogos y dcl lcnguujc
por un tlcrccllo tlivino. Iln la lglcsia, cl Pa¡ra y los obis¡los criln cron- lullstffto tlc lus flrlr¡nulucioncs cristoltigicas dcl siglo IV.
siclcrarlos (:omo rcproscnt¿tntcs dc Cristo, cuya ¿rutorirhrl no ¡xltlía scr
,(7Conr<t un portador clc csl.c tncnsajc clc pcrdón, todo cristiano sc
cucstionarla, y las pcrsonas quc aspiratran al ¡lrcsbitcr¿ttkl cnrn somc- convicrtc c¡) un saccrclotc. En ¡ralabras dc Lutcro, cada ¡lcrsona cs "un
ticlas a varios ¿rños de cnLrcnamicnto csl)iritual c intcli:clu¿rl, tliscipli- Cristo ¡rara cl p«ljimo", c¿lpaz rlc ¡trcscnl.¿lrsc ante Dios, proclamar cl
nándolos para que se zdusmr¿in al sistcrna. Ir4rrtí¡l [-utcro, tolal¡nc¡ttc pcrdón, or¿lr por otros y cnscñ:.rrlcs las cosas de Dios. Cacla crcyentc es
intcgraclo ir csc mundo, cstalla convcncitlo rlc r¡uo la vcrtl¿rrl r¡rrc hitllía "clr1)lt'r. rlc haccr torlas las c«tsas (luc vomos hcchas y prcfiguradas cn las
encontr¿t(lo en cl E,vangclio y la voz. tlc Dios t¡uc lc ll:thLtlxt ¡trlr la ollras cxtcrnas y visibtcs rlcl sacordoto" 10.
concicnci¿l cran tan imponcntcs, r¡trc nirtguna itutorirlitd cn l¿t s«rcictlad l-utcro lirc aún mírs lc.jos. Ill ascvcró quc Dios llama a todos los
o cn la Iglcsia ¡lotlía haccrlc ttutlrtr o c:tlttlrtllitrlc. cristilnos a ([rc sirvan a su prójimo, para actualizar e[ amor cn cl
Por csta actitud, Lutc«r I)uso cn ¡n¿trclta lircrz-:.ts t¡uc lutn ¿ú'cctado nrrurtlo. Ilstc cs cl funrlamcnto, Ia vocación más alta dcl cristiancl.
profunrlantcntc las lucll¿rs p«lr Iu libcr¿rci<in por p¡.rrtc tlc: los pucblos Consccucrllcn.rcntc, Ia vicla dcl crcycntc más humilde, vivicndo y traba-
oprimidos hast¿r cl día rlc hoy. El hiz.o r¡rrc f'ucrit ¡losiblc t¡rrc krs cristianos
.iurrdo cn cl nrundo sccular, cs tan inrportantc anLc Dios como la de
cuestionar¿ut y soc¿rb¿rran las prcl.cncio¡lcs tlc kls gollcrrtantcs sccularcs cualt¡uicr saccrdotc; la mísüca que anteriormcnte se le atribuía a Ia vitla
cn cl scnli(lo dc quc su autoritlad fucra rlc alguna nlíulcra silcr¿I, r'¿2.ón ascótica dc los religiosos, cs aquí transfericla a lodos los cristianos.
por la quc tcnía quc scr obctlccid¿r si¡l crític¡.ts. I)«rr cr¡cstion:.rr las aprc- Ilsto, para Lr¡tcro, sc aplica ¿t todos, incluycndo a los dcl pcldaño ¡nás
ci¿rcioncs Ítccrc:a dc llr níltur¿rlcz.¿r dc la aulo¡'itlud cn llt Ililt:sia, ¡lro¡xlrcionó bljo tlc llt csr:¿rlcra soci¿rl:
gran ínrllctu a los movirnic¡rtos tlc rcnov¿rcirirl rarlic:ul y :.r¡,trtló así a
crcAr cl cspacio pÍtr¿r quc surgicran nucv¿ls con¡r¡nirl¿rtlcs y nroclclos de El ¡r¡ulldo no conocc ltls Lcs<lr«¡s cscondidos dc Dios. No puc<le scr
Iglcsia. El llrotivó cl dcsarrollo dc conrunid¿tdcs tlc li: capuccs tlc con- pcrsuatlido dc t¡uc Ia criacla latxlrando obc<licnterncnte y el obrcro
Iiontar y proscntlrlc rcsistcncia a los podcrcs dc¡noniucos, y cn algunas curtt¡rlicnrlo ficlnlc¡rtc con su rlcbcr, o la ltraclrc c¡uc cuida dc sus hijos,
situacio¡tcs a[)oyÍrr Iuchas rcvolucionarias. Dóc:atlas ¡rt¿is ktrclc, Juan son til¡r bucnos conl() cl nronjc (luc ora, dílltlose golpcs de pccho y
Calvino provcyó un firnrl:urlcnl"o tcológico píu'a csto con su ónfhsis cn luch¿ut<kl corr su csllíritu ll.
la sobcrlnía tlc f)ios, y cl lkunudo para quc los cristian«ls sicnr¡rrc lc i/
rindan olictlicltcia sotrrc totl¿rs l¿rs c'osas. Ilsul actitucl rnotiv(l lrt ¡r:.rrti- ,/lfotl<t crc)/cntc cs un saccrdotc, c¿lpAz dc haccr quc cl Evangclio y
cipación dc lcls puritanos cn la Ilcvolución Inglcsit, y ha rcs¡raltl¿tclo a sus lrcncf icios cstó¡r tlisponitllcs a otros. Sin cnrbargo, para quc la Iglcsia
los nroviniicntos rlc rcsistcnc:ilt cn l¿t Alcnlartia nlui, y cn la actualidacl liurcionc cfcctivanrcr)tc ¿llgunus l)crsonas ticncn quc scr clcgidas y
cn Al'ric¿r rlcl Sur y cn oLras plu'Lcs. crlrnisiottlulas pltra l¿rtlrlr¿r y asunrir csl.¿l rnayordornía espccial para toda
la co¡nunidacl. Así, f'uc csurblccido un ministcrio cspccífico quc incluycrir
a los (luc ncccsitan ¡lrcdicar y cnscñar, acl¡ninistrar los sílcrarltcntos,
5. El sacerrlor:io ulliversal tle toclo (:rc)'ente ¡lronuncilr cl mc¡rsajc dc pcrikin y hacersc responsablcs de cicrhs
lirrtciortcs pastoralcs. Esto sc ¡lcrcibió conro un llamaclo para proclarnar
Al procla¡nar cl sacerdclcio univcrsal dc lotlos los ficles, Lulcro no rrn rrrcrrsajc cLtpLrz dc transfbr¡ll¿f la vida y cl rnundo, par¿r scrvir cn vez
sólo imposibilit(l (¡tc un gnlpo cn Ia Iglesia nlanl.uvicro a otros cn una
to lbkl., p. 325.
posición tlc inl'crioritlurl; ól clcr,ó a todos los flclcs, incluycndo a aqucllos I I lr{artin Lulhcr, citatlo cn [ugcn lloscnstmk-lluessy, Out of llevolaticn^ Nerv York: Irour
consirlorarkls infbriorcs, a la posición privilcgiatla clcl s¿tccrclclcio" Wells, l96ti, p. 449.
aa
J¿ -1 -1
utl¿l nucvÍt visitin
clc cjcrccr poclcr sobre otros. Corno rcsultatlo surgió La vicla opaca dcl burócrata fuc transf<lrnrada clc rctrlcnte, c:orno si ft¡cra
apto para motivar a los afcctatlos profunclalnclltc p6r int¡ractada por una gran erupción volcírnica... El pcrsonal dcl scrvicio
dcl ministcrio,
podcr político-ni civil sc hizo orgulloso, portador dc Ia antorcha dc una fonna cs¡rccial de
csto mcnsaje. La nu.ru Iglcsia quc c¡ncrgía no Lcnía
pári"iO, áó privilcgio cónó¡nióo; cstos nucvos rninistros no l"cnían la vicla curopca, una unidad organizacla 12.

ningún status cspocial cn la socicdad y a nlcnudo tcnían quc vivir cn


la fiobrcza con sus flamilias, dctlic:ánclosc a la agricultura c inclustr Aquclla cxpricncia rcligiosa dc libcración, vivicl¿r cn un¿l nucva
soliciUanclo Iimosnas para sobrcvivir. Coruo tal llamado
cra Frco atracl"iyo comunicl¿rcl dc [c, luvo gran accpl"ación cn la nucva clasc social. Al
privilcgiadas, lo quc hiz'6 LuLcrg fuc mislno Licttt¡-ro, cslil cxpcricncia dc fc clirigió su aLcnci(tn hacia cl f uturo,
para las pcrsonas Oó tas clascs
cxcluitlos antcriormcntc dcl saccrtlocit) p¡lra capacitanclo a los prol"csf.anf.cs para rcspondcr, posif.ivanrcn[c, al nucvo
irllrirlc la pucrur a aqucllos
que ocuparan posicioncs dc lidcrazgo cn Ia Iglcsia' cspíritu qt¡c sc rnovía cn la cultura y cn la socicctacl. En c«rnccncucncia,
varios prol"csf.anl.cs pudicron dcscnl¡rcñar un rol crcal.ivo cn las luchas
quc lc daban f«lnna al Inodcnlo munclo occidental: cn las luchas ¡rcr Ia
Iibcrtad inlclccf.uul cn cl campo dc Ia cicncia, cn la nación-Eslaclo, cn
6. Liberación espiritturl y transfornración s«¡cial
cl rlcs¿rrrollo colllcrcial c inrlusLrill, cf_c.
La lucha dc Lutcro por la libcracirin cr¿l, c:olllo hclllos visltl, tttta
luch¿r rcligiosa, dcsarrollacla dcntro tlc los lirltlcros dc la Iglcsia. Aqucllos
csur profuncla transforlnacitilt
]
iin"rfrr.i nrujcrcs quc cxpcrirncntaron
con nt¡c\'os «l.ios
cspiritual, co,nónraroh a miiar al mundo a Su alrcclcdor
difcrcntc. I'lacicnclo csto, no solatnclltc rcali-
y o r.tuo, dc una rnancra
,o,rnn una cont_ribución dccisiva para la for¡nación dc ¡lucsfrtl llltt¡ttltl
inn,l"rnn; talnbién ayudaron a scnLar las b¿tscs para las lt¡t:ll¿ts tlc
" po.su dc hoY. la rclación dirccta dc Dios con catla ltltlivi<ltto, y
Iibcración
ént"asis cn
¡o .5s¡ciol dc la rcspucsra dc fc dc cada pcrsona cn scrvici.
,l ¡rróiir,o,
lc abrió cl c¿rmino a los dcl lbndo dc la cscala soc:i¿tl l)llr¿l (ltrc
I-utcro
tuvicran un nucvo scnr.i«kl dc auto cstirna ), así ¡ruilicran srrrgir r:onro
incl ivicluos rcsponsablcs.
Su óntasii cn cl dcrccho y la otrligaci«in dcl crcycntc tlt: csct¡clt¿tr
la p¿Jabra y obc«lcccr la voz dc la concicnci¿r, c:orttltrjo a la clnallci¡r:tt'irirr
dc la ritt.óÁ hu¡nana clc la csclavit-ud rlc l«rs rlogrttits y tlo llts ittl(rl¡'itllttlcs
rcligiosas. Esto crcó tln nr¡cvo cspacio para -(ltlc. lcls h«llrltlrc's
y llts
,rr,,.lrr., pcnsaran por sí mistnos, tlcmandaran la libcrtad dc cx¡lrcsigrt'
vitlas y
,ir igu.r iuc ct rlcrccho tlc la tonla dc «lccisioncs ¿rccrc¿t tlc stls
su ácstino, inclivitltlal y colcctiva¡ncntc
En Alcmania, la Rcfbnna Lutcrana colocó cl fundamcnl"o parlt la
nr.* intcgración rtc la socicdad y plra la for¡nación dcl E,sutclo. Antcs
clc Lutcro,-Alcmania sc cncontratra dividirla cn unicladcs
civilcs y rcli-
giosas, algunas gobcmadas por lcycs can(lrlicas, olr¿ls por lcycs civilcs'
i, iglár¡íposcíá y gobcrnaba vastas cxLcnsioncs dc I'icrra, )' a mcnutlo
ct ciáro r. ,lirput ,bo .argos ¡rolíticos con las autoricladcs civilcs. En
cst¿l situación, Lutcro logró Jniticar al pucblo cn Lorno al ntagist¡ado
;;r;;. Bajo cl gobicrño dcl magisratlo, la ¡ación fuc organiz-acla y
la socic6ad fr¡C inicgrada Como nunca antcs. Dc todos ¡noclos, Coll su
ónfasis cn cl llamadó dc aqucllos quc cjcrcían cargos públicos, Lutcr<r
par (luc provcy(l
lcs conc«lió un lugar dc irnportancia cn la soci«latl, a la
para nuc'a clasc social. tz Ibid., p.362.
una motivación róligiosa una

34 35
Crpítulo II
L^
Reforma Luterana
y l¿r liberación en Ia actualidacl

I:rl cl cltpítulo arltcrior hcrnos clclincaclo la contriltuciiin hcclur por


I-ulcro ¿t lrt Iuclut ¡lor la libcración cn cl siglo XVI. El inrpacto rtc clich¿r
Irc:rrr¡rcir.r lr¿r itlo ¡nis ¿rllír tlc Alc¡n¿rnia y do la ó¡rca cn (luc viviri
l-tllcrrt. 'l'¿utltl cs así (luc sc lur convcrtirk¡ cn l)artc dc nucst¡a historia
ctl¡lllrtl. r\l ¡lrisnto tic¡n¡lo, la I(c:filr¡rur Lutcrana cor¡to urn¿t l'ucrz-a libc-
r¿trltl¡'¿t crt llt lli.storia, cstu\'() s^criilnlcnt«: linlitarla dcsdc cl princi¡li<> por
utut .sc¡ic tltl fitc:torcs.
I-tltcrrt tllisnro rto ¡lutlo a¡rrccilrr con cl¿riil¿rd o cnf.cnclcr conccp-
turtlrllr:nto lus irrt¡llic:acioncs tlc su rcvolución rcligiosa para li.rs cslcras
stlciitlcs y ¡lolític:us; l.¿unp(rco pudo dcfinircon prccisión el rol dc lir Iglcsi¿
cn la rrucva situ¿rción (luc ól había ayudaclo ¿l crcar.
l}rcontr'¿inrlosc cn unA situación cn la cual Ia Rcfor¡na, para podcr
sclbrcvivir-, tcnía t¡uc tlcpcndcr dcl apoyo de los príncipcs y do otros
lrtlcrc:s ¡xrlíticos, Lutcro pcrnritió r¡uc los c¡uc cjcrcían cl podcr cn cl
Esurrlo tuvicran un rol irnporf.anr.c cn la vida cle Ia Iglcsia. De csta
fbnn:r, ¿rb¡ ió cl carnino para quc la Iglcsia Lutcrana, un producto rJc csta
ltclbrrn¿r, sc cclnvirticra cn otra Iglcsia cst¿rt¿rl.
Ctl:.trttlo ltls c:urttpcsirtos oprirnidos, ¡larcialnrcnl.c inspiraclos por lo
quc Lutcro había hccho, provocaron una rovuclta, éstc al princi¡lio lcs
brirltlti ¿tlx)yo cn contra dc sus gobcrnanl.cs. No obst¿rnf.c, cuando Lutcr«t
llcgó ¿t la ctlnclusión do quc Ia gucrra dc los carn¡lc.sinr)s sc cstalta

37
dcscontrolando y amcnazaba a la Rcfor¡n¿t, tlo st'llo dc¡lurlci(r a los t¡ui: la fi'ollf.cra tlc Ia acción rcdcnf"clrzr dc Dios cs la rlcl vast.o nrimcro
cl,npcsinos, sinó quc urgió a los quc cjcrcían cl ¡xxlcr para quc los dc los pobrcs y oprirnidos rlcl mundo. Ya hcmos dcscubicrto quc la prc-
rc¡rrilnicra,',. Cu,ro-rcsultittlo, la Iglcsia Lutcrana cn Alclnania pcrclió la scncia dinítrnica dcl Dios c¡uc adoranros sc cncuc.nlra cntrc cllos, o[rc-
oiortunictail dc solicl¿uizarsc con tos pobrcs y sc convirtió c¡l la lglcsia cióntlolcs vitta. Porc¡uc cstc Dios cs cl Dios quc liberó a los csclavos cle
Egi¡rto, cl Dio.s proclamado por los profcms hcbrcos como el Dios de
Ot la surgicntc burgucsía, vivicndo nt¿is ct mcnos Lrancluilanlcntc con
quicncs c]crcían cl podcr. Al tomar csta (tctcr¡ninación, la Iglcsia Lu- la .iusticiil par¿l los pobrcs, cl Dios dc Jcsús rle Naz.arcl. cuya vida y
ttrana tc ulió con lá quc cr¿I, C.n csc ticlnpo, una fuerz-a progrcsisUt
y tc.sfirn«rrio sc ccnfró cn cl "Rcino dc Dios", introducicndo un nuevo
titl vcr.hasLr rcvoluciorraria. Sin cnrbargo ignoró arnpliarncntc su
llarrlatlo tlrtlctl «lc vitla cn cl quc los pobrcs sc convcrf.irían cn privilcgiartos. Esta
a prpnunciarsc crític¿lltlcntc cn Conlra dc csc Ordcn, y dc csc ¡lltltltl ¡rrcscnciit tlcl porlcr dc Dios cntrc los pobrcs, sc lnallificst¿r cn una
nlíts t¿trtlc cn for¡lla crcativll c:orl Iltlcv:l calitlrrrl tlc vi«llt cn las Cotnu¡ritl¿rtlcs Eclcsilrlcs ttc Ilasc (CEBs).
¡tcidió su ca¡racitlad para rclacion¿trsc pcnn¿ulcr:icn«lo lc¿rlcs a la lglcsia institucionAl, csLari
los nucvos movi¡nicntos para Ia libcració¡r. comuniclaclcs pro_
Lo mírs scrio dc toclo cS quc cs12 Rcforma n0 pudo c:rcar c'¡ su scng vccn Un nr¡cvo lnodclo dc Iglcsia capaz de prcscnlar un rcl.o y dc
conclicioncs p¿lra su propia rcforlna. Incapaz tlc rccrcar la cx¡rcricncia rcnovar a ar¡uólla.
dc los prccursor.s cl
lai nucv¿rs gcncraciottcs, tttl ptttltl rcs¡rontlcr a la Ah«trlt, fcrtcn.tos lt ltucs[ra disposición csl.c conocimicnLo como un
acción innovaclora clcl Santo Espíritu cn nucv¿ts sitr¡ltciottcs históricas. nucvo ¡lltratligltul (luc IIos otorta cl porlcr para haccr cn nucsLro ticrn¡lo
Así c¡uc, tnuy l.cmprano, cayó cn cl ¡nistn«l ti¡ro tlc rigitlcz. institucional lo quc Lutcro ltiz.o clt cl su1,o, usanrkl la palatlra bílllic¿r quc nos pcrrnitc
.n .ont , ¿ci cual'Lutcro sc vio obligado ¿t rcltclltrsc. [:sut Iglcsia dc la rc-crcar Ia ollligada cx¡tcricncia cs¡riritual cn la cual nació cl protcs-
Rcforrna cnr¡rc2ó igualrncntc a Lcncr coll]o olljctivo prirnario su auto- litttf"isttto, y rc-dcscubrir así cl potlcr rlc la hcrcncia dc la Ilcfonna cn las
prcscrvación, y pará hoccr csto pcn¡liti«i t¡trc la vic.ia sacralización dc la It¡chas acl"t¡alcs dc libcración. Junto a csto t"cncnlos cl tcsl.i¡nonio dc las
¿rumriclacl quc'había co¡nbatido c¡l cl citlrllicis¡tto, volvicra a scr
do- oltras tlcl Espíritu San[o en las CEBs, crcanrkr a la "¡lcc¡ucita Iglcsia cn
minantc. Consccucntcmcnl.c, pcrttiri crlltltclo c<l¡t las fucrzas transfor- la Iglcsia", n{) sólo cntrc Ios pobrcs sino tambión cntrc los quc se
i<lclltif ic¿ul cron cllos cn sus luchas por la justicia. Al rcs¡tondcr a csta
madoras clc la socicdad. Fuc irrca¡rat. tlc rclltciottarsc con la nucva clasc
social quc surgiría siglos lniis lurrtc., y lrls ltttlvi¡nicntcls tlc rcnovación I'ul:rbr¿r cn cornunirlad, crco quc varios clcmcntos rluc sc cncucnLran cn

cspiritual tucrón rnarginaclos u obligatlos a scguir por sus propias rutas cl t:c¡ttr«l tlc la l{cfonna Lutcrana volvcrían a acLivarsc para nosotros
indcpcndicntcs. con nuc\,¿r.s c.r¡trcsioncs.

1. Tcllclrclllos una nucv¿t cxpcricncia de una rclación dirccta con un


Dios tlc attlor y ntiscricordia, al cnconu'a¡nos con cstc Dios cn la historia
1. Las Conrunidadcs liclcsiales tlc I|¿tsc
ctt tlotttlc EI sc cllcucntr¿t y sicrn¡lrc ha cst:tclo prcsc.ntc __cnt.rc los pobrcs
y la reactivaci«ill dc csta hcrcllcia
y nrargiurckts, cn cl ccnf.ro dc la lucha por la virla cn c:ontra clc las cs-
tructuras clc dominación y oprcsión, y cn rncclio dcl suli'imicnto y la
La Rcfolna LuLcr¿rn¿r fr¡c un int¡rtrlso ncccsario para la libcr¿rci«in
pcrsccrrción por causa clc la jrrsticia. \':-r t¡uc rnuchos dc los t¡ue asisLcn a
cn Europa dcl siglo xvl. ¿,Pcro ¡xxlría csc ilnpulso ofrcccrlc algtin
la
Ilttcstras iglcsi:rs Lratlicio¡lalcs no csLin cn conl-acLo con cstos Iugarcs y con
aport"c a una nucuá rcfonua ltoy, transfirr¡n:tndo a la Iglcsia cn tltla
ostil gcnl"c, nucstr¿l cxpcricnci¿t tlc Dios sc ha hccho supcrf icial y vacía, y
fucrza para la libcración cn nucstlo lttuntltl? Ilstoy convcncitlo dc qtrc
(lc clc csl.tt ltrrmlt hc¡nos ¡rc«lido lo cscnci¿rl dc nucstl'a llcrc¡lci¿r clc fb. NucsLr¿r
cs posillc. Para los quc Solnos protcstlullcs, lA Rcforma cS partc
a 'quc sornos' I-loy co¡lvcrsiti¡t a l«ts ¡xrbrcs y Ilr¡csLra dinÍunica ¡llrrt"icipacitin cn la Iucha por
nr.rt6 erufOlliOgrafía SOcial, a1'utllilttlontls Scr IO
l¿t justicria llos d¿trii¡t la posibilitlad tlc cor)occr, una vcz nriis, una rclación
pucclc scrvir para oricnt¿rnos y ¿lpoyanlos, COfl una condición: quc sao
con Dios tnucho ¡llíts rica y profunda, lo quc nos coltrlucirá hacia una nueva
rectctivada. Scrá rcactivada si nos aLrcvc¡nos a situarnos cn la frontcra jornacla dc fc.
dc las luchas hu¡nanas dc nucsLro ticm¡xr, como lo ftizo Lutcro cn cl
2.En csf.a Iucha rcculrcrarcnlos Ia riqucza dc la justificacirin por la [e,
St¡yo, y pcrrniti¡nos quc la Bucna Nucva dcl Evangclio llcguc a scr
así colll«l la t¡anslorrnación rcvolucionaria dc Ia vida quc fluye clc ella.
Búcna Nucva para nosol¡os, cn nucsl-ra situación clc lucha. En rcspucsta
Cu¿tnrlo pcrcibarnos lcl c¡uc cl sisl"cm¿r dc.l cual nos llcncficiarnos lc hacc a
al Ilamado actual p¿ra una rcfonna, csta hcrcncia clc la primcra rcfonlra Ios pobrcs clcl nrunclo y accl)tcmos nucst-ra rcsponsabilidacl por su pcr-
volvcría a tcncr podcr libcrador pa-ra nosoros.
pctuacirin, cslArcmos prcparados para cxplorar un¿l vcz ln¿is lo c¡uc Lulcro
En csl.c punto, conLamos Con una gran ventaja sobrc Lutcro. No
tlcscubri(t ¡tcrcrc¿l tlcl pcrdón y Ia justif icacirin. Tanrbión sabrcmos quc Dios
lcncmos quc pasar por años dc luchas agoniz.anl"cs, cofno ó1, para nos ll¿ulra, nos libcra y nos da cl poilcr para rcspontlcr a cstc don, in-
cnconrar csc rncnsajc y csa rcaliclad p¿rra nucstro ticmpo. Ahora sabcnros
3tt 39
(((({((((((((i{1
I

volucr¿ul(¡l nucstr¿ls vi(las apasion¿t(latncntc cn la lucha por la justicilt. tcológica, y dc rnotivarles para (lue articulcn su [e y ordcnen su vitla
Micnrras a¡trcntlcmos a vivir por la gracia clc Dios, ayu(l¿rclnos a Iiltcr¿tr cclnrunil.aria?
a aqucllos (luc cstán compromctirlos cn la lucha pclr la justic:ia dc la
'El
obsósión ttc ia cul¡la y dc la cornpulsitin tlc justif icarsc a sí ll'lislttrls, cos¿ts trabajo ctc Ios monjes y sacerdotes, aunquc sean éstos muy entrcgaclos
que a ¡ncntrclo gbstacrrliz.an las lur:h¿rs clc libcracitin. ), rnr¡y santificaclos, ante Dios nidifierc ni posec más graciaque las obras
3. Al pcrcibir la ¡rrr:.srrncia y cl ¡rctlcr tlcl Espíritu Santo c,tt llts Clllls, nisticas rlc krs trabajadorcs dol cantpo o los qucltaccres de las mujeres
y cl csllcrT.o lx)r crc¿lr cornunitlatlcs dc fb cn las quc los ¡ttltrrcs y lll:.lr- crt cl lrog:rr 4.
ginados ¡lucdart rcclarr ra¡'la ¡xlsibilitlatltlc cuitltrsc lllu[uar]lcnlc, ¡ltlth'íltlttos
ápropiainos rlcl ck:scubrimicnt«t rcvolucitt¡tario dc Lutcro tlol s:tccrtltx:itl ¿,Quó ¡ldría significar para nosoros, cn la vida dc nucsLr¿rs congrc-
unir,órs¿rlttc totlos loscrcyontcs y baslrrnoscn ésteptra un¿lrccstrt¡cl.ttr'¿tciri¡t g,írcio¡lcs, rlur cl nrisnro prcstigio y honora los micmbros nrás ltumilclcs quc
radicaltlc la vitla cor)grcgÍlciclnal. Lo qucól ¡rcrcibiti ilccrc:I tlt: llt tl:.tttt¡'ltlcz¿t cl t¡uc darr¡os a a(¡tcllos (luc reconoccmos corllo lítlcrcs, o estructurar
ttc la fe cristiulur hacc ya casi 5ü) años, ¡luctlc planrcltrlc tt¡t rt:to a lrt nucstra virl¿r conrunitaria p¿tra quc le prcsternos tanl.a atcnción a la for-
tourlidacl rlc nucstr¿rcstru()trtr¿tcclcsi¿istic:a. Lr¡tcro loc¡uc l¡iz.o lirc lllostl'llrllos nl¿rcitirr vocac:io¡l¿rl y cs¡riritual de los laicos, co¡no la c¡uc danros a la dc los
c¡uc rinic:.ultctrtc cn utli.l Iglcsia c:n la quc los nlíts huluiltlcs ctlltltol:.tlt stt quc as¡riran al ¡lustrlratlo?
vicla, sc ¡tuctlc vivir el E,vangclio. 4. Al sitr¡lnros cn nlcdio dc los pobrcs y ¡rcrmitir qr¡c nucstras
conc¡cnci¿ts scLrn crln¡nr)r,irlus por su sulii¡nicnto, la oricntaci«in ótica clc
Ilasarlo c¡l cl derccho, trldos sorrlos igualcs, y lratriórrtlo¡lrls lilrtltrl,r tlcl l-utcro ¡luctlc rlun¡os una nlotivaci(in vcrulatlcratncntc cvangólica par¿t cl
yug6 rlc la tiranía, rlcbcllros sabcr i¡uc la ¡rcrstltt:t (lttc trs clisti:t¡¡rt ticllc: sc.rvicio ¿t nucstro ¡lrtijirno. I-utcro nos cnscñri c¡uc la vicla dcl tliscipulado
(lt¡t: soll tlc ('l isto 1' l'luyc dc r¡n ¿rbrunutlt)r scnt¡(lo tlo gratil.url. Dios nos pcrdona, nos accpta
n iirirtu y qrricn ticnc a Cristo posoo todus las cosits
ttltlt¡ l.
.rprr.t'lé hacerlo conro justilrcarlos y llcrur nrrcstras virlus con lÍ.r gracia. Si rccibimos csta
", gracia, y nos rl:lrncls cuontÍr rlc lo t¡rrc signil'ica p¿tra nosolros, Lcncmos que
IN,fi rncta cs] [accr r¡uc cl c'lunino lc sca
¡llás f iícil rtl it¡t:tlf'rtlx'1o l)or(ltr(r
¿ rcslnn(lcr csforz.írnrlonos IX)r ¿unar a olros conlo Dios nos arn¿I, llcgando
stll:t¡ttcntt: :t talcs 1'tl sirvtl .
¿l sor, cn palatlritsdc Lutcr{), "c{)nl{) rur CrisLo I)lrrÍl nucstro prójimo". Scguir

a Cristo no significa llcvar una ¡lcsad¿r c¿rrg¿I, obctlccicndo rcglas difícilcs


iQuó ¡los tlicc c:sto ¿lccrcit rltrl lu¡,,ltr tk: lrls l:tictts, csl)cci':tllltclllcl u obscrvanclo lcycs quc nos han inrpucsto. Es un gozo comparür con otros
,,¡r,rllur (luo ¡l() IX)sc:(:n gr.tttos uttivcrsil:trirls'i ¿,() llc('r(':l tlt'l ltr¡tltr tlc algcl rlc las riquczas (luc rccibirnos tli¿rria¡ncrrtc. I-l«ry, al scnnás conscicnl.cs
piivilcgio, c¡t la Igtcsitr, rlc l«ls crurlitos (luc tlttttl(t.iLtlt ttltlt lt'rrrtitttlltlqílt dc la lnancra cn quc vivió Jcsucrisl"o y so crltrcgó a los pobrcs y rnarginados
icológña itjcnlr al rnrlnrlo c:onccl)tuitl tlcl ¡rtrcbltt'l ¿,O llll(rslr:l iltclt¡rltcitllttl tlc su ticm¡ro, nos darnos cucnta rlc t¡uc participamos de cste lluir clc Ia
dc pcnuitii quc la nrtrjcr coml)llrta a ¡llcnittrtl llt vitllt y cl rrrirrislc¡'io tlc llt gracia cn cl nlundo al scgrrir su c..icnrplo. Esto, crco, cs cl tcsti¡nonio dc
Iglósia, o clc honrar su [t¡rltllt tlc ac:ttlar y ¡rcnslrr? llruclros nriirtircs clr Anlórica [-atina y cl Caribc hoy, ull Lcsti¡nonio c¡trc
pucdc llcgar a nosotros con nucvo ptxlcr al cntrar nucv¿rrncn[c cn conLacto
l)<¡r cucstión dc clcrccho no se lc irttgrnilr:í lcy lrl¡',rrrrlt tt los crislilrl)()s, sclt con la hcrcncia rlc l¿r Ilcf or¡tta.
prlr ructlio «lc los h<lnrlrrcs o rtc los iingolcs, sitt stt c«rllscllt itll iclllo: I)or(ltto
iir [r,,t.nrus dc plcn a I ibcrt¿r<1. I-o c¡uc los ¡rt¡ras ], «¡lrisp<ls ltittl ltc:cllo ¡lrtra
inr¡»ncrlc lcycs a l«ls cristian«rs sin su conscrntitttit:ttltl, cs tttlÍt tirlrnía.
Esiar su.jcto a sus r¡rclcrranz.as y leyes tirúricas cs corlvcrtirsc crl cs-
2.l,lt ¡r«lsillle co¡ltribución de la Refornla
clavo 3. a I¿ls Conrunirlarles liclesiales de Ilase

l'tt¡tcitltl¿t l¿t cstructtlr¿t Ilst.u rcvituliz.ación dc nucst-r¿t hcrcncia cs, a rni juicio, importante
¿Nos rcla csto ¿t r:xanrinar lnás tlc ccrca c(itrx)
eclcii¿istica, y la f'onna cn (luc sc or(lcna la vida clc ¡ttlcstra Iglcsia de arriba no sólcl pura las iglcsias protcslantes, sino también ¡l,or la contribución
hacia abajo? ¿O nucstrir incapacidacl dc crcar condicioncs pa'a quc otr¿ls (luc sc puc(lc hacer a otros cristianos y a las luchas por la libcración cn
pcrsonas ic i¡rvolucren cn un diírlogr) con lo bíblico y con Iltlcstra traclición (luc cllos y nosoros estarnos envucltos clcscle diversos iingulos. Los
logros dc Lutcro y sus seguidorcs nos pcrLcncccn a to<los. Son parte dc
nlrostrÍr hist«lri¿r cornún, scamos protestantcs o no. En cuanl.o hcmos
, l-.r,1,*r, 'l'ht: ll/tt¡ ks t,J ltÍ,tr tirt l.utln:r, t)1,. t:it.,vtrl. 2, p. 2ti'l. sitlo llroltlt:ltlos rlircctlnrc!ll.c [x)r cstir cxpcric¡tcirt ltisl.riric¿t, y scanros
2 lbid., p. 312.
3 Ibüt., p. 23.5. 4 Ibi,l., p.z4l.

40 4l
capaccs dc rccrc¿rrla cn nucstro r.icnr¡lo y situación, cs¿l l¡crc¡lci¿t ¡luctlc dc gracia, nos tl¿rnros cL¡cntÍr dc r¡uc porlcrnos oricntar lorlas nucstras
..i1. útil a torla la lglcsia, ayurlírnclola dc csc lnrltlo ¿l scr ficl a su cncrgías hacia la lucha por la justicia.
llamaclo ¿c scr "los ¡irimcros fiutos tlcl Rci¡ttl". Crctl t¡uc clla ¡luctla R«:ibicnclo diariamcnLc rlc cs[a lucntc, podcmos scguir luchando cn
contribuir tanto al dcsarrollo dc las CIIBs colno a los csfuerzos dc otros contra clc nda dcsvcntaja sin cxpcrirncnhr lirtiga. Asumimos la rcs-
contpro¡nctidos con la lucha por Ia justicia, quicncs cstíln tral.anclo tlc ponsrtbilidad dc cultiv¿r Ia vida dcl Espíritu sin cshr indcbidamcnte
vivir su fb cn colnunidatl. prcot:ul)r(los accrc¿t dc nucsl"ro cstado cspiritrral. Continuarnos l¿r lucha
¿lunquc nr¡oslros csfucrzos no sc¿tfl rcconocirlos, ya sca quc nos apoycn o
I . E,nmiscontactoscon los micmbrosdc lasCEBs, mc ha inlprcsitlnlttltr c:ritirlucn, ya sca quc Lriunfcnlos o fracasclnos. Como dijcra l-utcro:
cnormcmcntc su scntido rtc la ccrc¿tnía dc Dios y dc la ¡rrcscncia dc Crist«l
cn su vida diaria. Al mismo Licrnpo, hc tcnido la irnprcsión dc c¡trc c¡tticrrcs ...no clcbc:¡lros prcocrrrl)flrnos ¡xlr cxprcsioncs dc gratitucl o ingratitud, cle
cstiin rris cnvt¡cltos cn la activi«l¿rd política a mcnutlo ¡licrrlcn c,slc scllti(lo alabanz.¡r o c:ulplrl>ilirlatl, ¡;or garrancias o ¡lórtlidas. Así conr«l ¡rr¡cstr«l
clc la prcscncia divina. Como rcsult¡clo rlc csto, picrrlcn c«rttlltc:ltl
ctxl l:t I)arlrc cclcsti:rl cn Cristo h:r vcni<kr cn nl¡cstra ayucla gratuit:uncntc,
rcalitl¿rcl cspiritual quc lcs pucdc oricnl¿rr y sostcncr cn sus ltrc:ll:ts y stl- rx)soLros talnbión dcbc¡nos ayu<llrr a nucsl.ro ¡l«ijinro graLuiLanrcntc
rcsllonrlcr a¡tsictlrttlcs t'.s¡li- nrcdiarrte nucs¡.ra vida y trallljo 6.
frirnic¡ttos;'asilllislno sc lcs imposibilita a l¿ts

ritualcs y a las añoranzas dc sus pr(l.iitntls, qrricncs ltrt:go sc rcf'trgiltlt cll


¡novimióntos scctarios los cualcs lcs alic¡t¿rn rlc: lil lt¡r:llu ¡l<lr lu lilrr:r¿tt:iti¡1. Confiando diariamcntc cn cl pcrd(rn clc Dios, nos arricsgarnos a tornar
En csfa situación, lo qtrc Lutcro triz.o ¡t:trit cclllrÍlr ll vitllt y la ¡lit:tliltl
rlcc:isioncs y nos atrcvcrnos a acLu¿r con valcntía; igualmc¡rtc, nos en-
conLr¿lrnos obligaclos a mirar crílicarncntc lo quc hcrnos hccho y a aclrnitir
rcligiosa cn la ¿inír¡nica cx¡lcricrtcia «lc lit gr:tcia y llt ¡rl't:st:llc:iit tlirccl:t tlc
¡lu(:slnts linl i(¿tcioncs y fracasos. Rcsponrlicndo a la voz dc la ctxrcic,ncia,
Dir», puc6c contritl¡ir clc t¡na n"r:ulcril signil'icatir'¿t a l¿t ltlt:llit ¡t«lr l:t vitl:r
¿rcll¡rnros con)o si trxlotltt¡rc¡trlicra dc ¡rosotros. Al rnis¡no ticrtt¡ro,c:onf ianr«ls
«lc lo.s'pol)rcs cn la act"ualidarl. Lilkr pucttc libcrar¡los rlc la cscl¿tvittltl tlc
c¡l (¡r(), crt lrt ¡lrlvirlc¡lcia rlc Dios, nucsllos hu¡riiltlcs csfucrzos al)unLaríln
cualquicrcosa quc tratcdc inl-crponcrsc a csl,a cxpcricncia. La gracilt, colllo
garantía divin¿r- dcl pcrdón dc los pccaclos, prcpara cl canlino para una hacia cl l{oi¡ro dc Dios y contribuir¿in cn algo a su plcna manifcstación.
3. Lutcro dcclaró quc Ios bcncficios rlcl Evangclio nos llcgan a tlavós
Iclacirin nlíts rica y cornplch con Dios. Esto ponc dc manificsto las
limitacioncs dc la iáca mcciicval accrca dc Ia gracia conlo una subst^arlcia dc Ia Iglcsia corno una inst"ituciti¡r f¿rliblc y hurnana. Co¡no ól Io cntcndió,
sobrcnalural con podcrcs clc sanidacl, lo r¡uc Ia dcspcrsOrraliz.a. E,spcrantos cl catolicisrno mcclicval había f ¿rllaclo cn su prctcnsión dc r¡uc dc alguna
rccibir la gracii prinrorrlialrnc¡rtc c:u¿tnclo co¡tf'csa¡nos nt¡cstra fc y nrancra Io flnito hatría sido lran.s¡nutailo cn lo clivi¡ro. El Cristo hunlano fuc
rocibiclo cn su naLuralcza divina; Ia rclativiclarl hist(lrica dc Ia Iglcsia fuc
rcsponrlclrós a Ia palabra cualltkl ¡llrrt ici¡lirrr ¡os on l«ts sicl.0 sÍt('ríll'tlcll Ios
-no
o cuanrlo pronuncirtmos cicrl.¿ts ¡lalitllrits cll cl rilr¡al-. Así, sat:r¿lrtlc.¡llo y suntificada por su carírctcr divino; lo matcrial cn cl s¿lcra¡)rcn[o fuc llcnaclo
liturgia hicc nrás palpablc csta rc¿rlirlatl tlivi¡ta ¡'atlt¡ttic,rclt tltl Iluc\'o co¡r l¿r gracia. En rclaci(ln con csto, Lutcro, con su cornplcta confianzaen
l¿t sobcraní:r tlc. lu gracia, insisti(l cn quc la gracia cs finita y apunta más allá
signi licado para nosotros.
2. Af ir¡nando Ia iniciativa rlc Dios 0n rcsl)ucst:r al grim dc los ptlbrcs, rlc sí ¡nisnl¿r. I-o <livino ¿rl)arcco cn cl nrulldo por mcdicl dc Ia hurnanidad
la tcología dc libcración justurncnLc lra pucsto gran ónfirsis cn la rcs- tlc Cri.sto, y rlcl ¡natcri¿rl [inito «lcl sucranlcnLo.
ponsabiii¿¿¡l huplana para su libcracirin. Esto arlt¡uicrc una ittt¡lctrütllcia I)ios lur tlcsc:rtkr I)oncr :r rlis¡ronillilidatl clc lndos los bcncficios dc
bsp«:i1l para aqucllos ho¡nbrcs y nrujcrc.s a qttictlcs ¡ic lc'.s ha cnscñatlo c¡rtc
Cristo cn y rrrt:<liantc una Iglcsia quc comparLc las li¡niUrcioncs y las
no v¿rlcn'natla y (luc no pucdcn haccr nattA, y cuyo Conccl)tg dc Dios ha rlislorsioncs rkl la c.xistcncia hunrana. ConsccucnLcmcnl.c, trxlo intcnto dc
ayurtado a ¡nantcncrtcs cn csc cstad«1. Por cso cs quc Cr¡stilvo GutiÓrrcz aqucllos (luc (rcul)¿ln u¡r lugar dc podcr cn la Iglcsia por controlar a los
(ltlc "cl lttlllttlrc ficlcs, cs cxpucsto como ickrlatría. La Iglcsia puc(lc garant"iz.ar su ficlcliclacl
n¿rbla dcl "holnbrc rcsponsablc dc su dcstino"; y tlcclar¿l
). corno ¡lor[ril«lra rlc la gracia, s(rlo sircconocc Ia linliLaci(ln dc su conclición
sc fonna a travós dc su vicla y dc su hisl"oria"
Martín Lutcro, míts tardc Juan Calvino, insisl'icron cn (luc cs
y hurnana y luclra por t"ransccndcrsc a sí misrna y a sus logros dcl pasado.
prccisalncntc nucstra confianza cn la olnniprcscntc iniciativa dc t¡n Dios 4. Las CtlBs han rccrcaclo Ia cxpcricncia dclPcntccostós (l-lcchos 2 y
itc gracia, lzr r¡uc nos capacita para asuntir una rcsponsabilidacl plcna ¡rara 4) dc la Iglcsia conro cornurticl¿td. Una co¡nuniclad dc honlbrcs y rnujcrcs,
posc.ídos ¡lor cl E,spíritu Santo, se han pcrcibiilo llamaclos a vivir una nucva
la iransforlnación dcl ¡nuntlo. Esto cs lo quc nos libcra para acl"u¿r
vidar y calidarl rlc vida, cornparticndo aun sus poscsioncs rnaLcrialc.s y buscando
diná nlicalncnf.c. Micntras vivirnos cn c'.otnunión con cstil fucnLc clc
juntos Ia f onna dc conl.inuar la obra dc Cristo cn cl niunclo. Para quc cste
t C,"t"",rC*liujoobgíadelalibcración.Perspeclivan.sala¡¡ranc¿:l:dicioncsSígucrnc,
e
l9ft0, p. 28. ot, ,¡r, v 159.

42 43
((

ctcspcrmr r"y(¡l¡¡¡:ir)¡r¿rri0 Sca sosl"cnitlo y provca los fttntlalncnLos para tln


nucvo nlgrlclo rlc lglc.sizr, nccesitit Loncr un funclattlcnLo tcológico s«ilidcl.
Ac¡uí,crco c¡uc Lutcro y la hcrcncia Iutcrana ticncn algo t¡ttc brittclanl«ls
a toclos ¡losotros. Ponluo él pcrcibió quc la Iglcsia, co¡tccttitlil colllo tlnít
i¡stif ¡citi¡ slct:rtktt¿tt-sacrarttcnt¿tl tlc sltlr,¿tc:itilt, unÍt cstrttcttlr¿l por lnctlio
dc la c¡al sc ¡llcdia llr gracia ¡ror r,ías sacr¿uucntalcs, tttt tcttíit ningttltlt
rnotivació¡r rcal para valor'¿r la corttunitl¿td. Do hcc:lto, Io rtllis c.scnci¿tl a l¿t
cxistcncia rlc la Iglcsia cra la jcrarr¡tría y cl sitccrclocio, no cl ptrcblo.

P¿rra Lutcro, la cscncia tlo la Iglcsia Lcní¿t (lr^¡o ctlc:olltr:lrsc irtl llt
96rrr¡¡rifl¿r( dc igualc:s. [-it grac:i:.t tlc Dios cst¿i dircct¿llnclltc tlis¡l«lniblc
su clasc stlci¿tl tl t:l
para tclrlos, y totkls los r¡uc l¿t rccitrcn, sin irnport¿f
iuga. q¡c ocul)íul cn ltr Iglcsia, ¿tnlc Di<ls ocup¿ttl cl lnisltttl Itrg,ar. l)c
Capftulo III
[txlos nrortos, conlo rcc:c[)torcs tlc la gracilt, sc cnctlclllrittt ílllilltlttltcllltl
uni¿gs l¡s r¡ltos r:on kls of.ros. l,.it gritcia ofrccitl:r lx)r tttl I)it¡s tlt::lltlor,
g¡ía i¡c.vitlrltlcmcnl.c al ¡rucblo ¿r scr "conto trn Cristo Itls tt¡ltls l):ll'il coll Lo Biblia: Ia fuente cle Ia verdad
ios otr6s", cotnparticntlo cn arnor y itsrtrtticttdo su rc:s¡ltllts:tlrrlitllrtl plrrlt que nos otorga la Iibertad
con la socicrtarl. La graciu dc Dios cs coltttcirlit y rccihitltt ¡rtlr ¡nctli«l tlc
la lcctura dc la Iliblia y rlc Ia prcdica y Ia rcspucsllt ul rttc:ltslt.ic:; tlc cst¿ts
accio¡cs clcpcndc t¿r cxistcncia clc r¡na contunitllttl tlt: igrr:tlcs. l)c hccllrl,
la mc¿ilrción do la gl'lrrri:r por csta cornunitlutl llcrlrit ¿t (x'ttl)llr trl ltrliltr tlc
nranflo (luC cra ocu¡ll.ttlo por cl sÍlccr(lotc y cl sistc:l)lll s¿l('rlllltt:ltlltl. \'¿t
(luc L(xlos han sido clcvatlos ltl lugltr tlc,l s¿tccrtltlc:i<1, ttltltls lit:tlt:¡t llt
ilismit ros¡tolrsabilirl¿rrl tlc h¿tc:cr tlc cstu ctllllt¡ltitllttl ttttlt rt:¿tlitllttl. Al strr
cst¿r co¡t¡lticl¿rcl at)solutalrlcnto intlispcnslthlt:, tlt:llc scr rt:crtrlttl¿t cn
cualcluicr sitrr¿rci(ln cn lt quc csL¿l cllitllttl tlc vitl:t no cxistlt. Stlbrc cstc I}r los prirncros tlos c:t¡líttrlos, hicc la Ascvcración dc r¡uc la Rcfonna
[uncllllncnlo, kls ll-ticnrl'rlos tlo l:.ts C]lllls s:.tllclt t¡uc clltls ¡xlsccrt itlgo tlcl siglo XVI rr:¡lrc.sr:llfr'l u¡r tlc'.vcr¡iir histórico cn cl cual cl Evangelio
absolr¡t¿r¡¡c¡lc csc¡c:iul u llr virla dc la Iglcsia, i¡rrc l¿r illstittrcitirt.icrítrqtrit:a llcgo l scr Ilrrcnlts Nucr,¿rs pltra los hornbrcs y mujcrcs que vir,ían en
poclría csri.lr cn ¡xrligro ilc pcrrlcr. Ptlr lo t¿tt-tttt, cllrts srln litlrcs ¡mra un r.uor)lcrtttl tk: crisis y cn cl u¡nbral dc una nucva era. En un¿r situación
áccliclrr torllts sus cncrlrílrs rt vivir su lllultitrk), cn vcz clc scntirsc rlllligtttkls rlc tlcsc:sllr:r:rr:irin hrrmiuta, Ios rclormadorcs fucron ¡nscídos J)or un
1justil'ic¿u'str cxistr)n('iu o ¿t <k:lcntlcrsc cu;.ttttlo son illtcrrtlgaclrls por csil nrcnsu.ir: rlivino r¡uo lcs ol'rcció una solución a sus prolllcmas y lcs trajo
institucirirt. nuc\,¿l vitlu 1, csl)crilnz-a. Una cxpcricncia grandiosa rlc libcración provcyó
lrr tliruintic:t ¡rtnt un l)roccso dc translonnación individual y social.
'l.unrllión ¿rscvcró quc lroy vivi¡nos una nucva rcforma. Una vez
¡nis r:l Iivangclio sc ha co¡rvcrtidr¡ cn Bucnas Nucvas, cn cst¿l ocasión
p:rrn los pobrcs cn rncdio dc su sufrimicnto y su Iucha por la vida. En
lu ¡lrc:rlitla r¡uc la hcrcncia de la Rcfbrnra sc rcrlcscubrc sobre cslra nueva
Irontcra «lc lb, cl protcstanl"isllro sc puctle rcvitalizar y scr portador de
un¿l contritrución inrportantc a la luch¿r actu¿tl por la libcración.
Ilstu Lr¿rnslornración cspiritual guió a los rclormadores a dar un
nuc.vo )' 8,ran pus«l lurcia l¿r libcn¿rcitin. Su cx¡lcricllcia elcn pcrrlrin y dc
ll jrrstif ic¿tcitin conro una dírdiva dc Dios crlrnplctatncntc innlcrccicla
l'uc t¿rl, r¡rrc cst^allan convcnciclos, rnírs allá dc la rlucl¿1, cle que esl.e
rncnsu.ic cra la vcrtlad dcl Evangclio. ¿,Córncl podían jr¡srilicar tal de-
rnunrla? l-a rcspucsta sc hizo bicn clara: csta vcrdad lcs había llegado

44 45
al lccr la Biblia. Su búsquctla cspiritual lcs guió cn cs¿t dircccicin; lnicntras posiblc csl¿r cxl)cricncia ¡lara lodcls los crcycntos, provcyc¡lrlo así cl
¡nírs conccntraban sus cstuclios tcológicos cn cllo, ¡nás rico y colupro- funrla¡ncnto para quc sc cjcrcicra un nucvo scntido dc la rcslnnsabilidad
ntctc{rlr sc hacía Su cntcndinricnLo accrc¿l dc cstc mcnsaic. pcrsonal l¿lnLo cn la Iglcsia corno cn Ia socicdacl. Ar¡rrí qrricro ccnlrarmc
Ulrich Zúnglio,cl rcforrnador suizo, dcscribió su jornada cspiritual cn varias rli¡ncnsioncs dc cst¿l rcvolución, las cr¡alcs fluy,g¡1 dircctanrcntc
con cstas Palabras: dc una f0 ccnLra(la cn Ia Biblia.

Cuando yo cra más jovcn mc procuré mucha eclucación ltttmana, como


otr6s dc nri ópoca. Hacc unos ocho años, cu¡urclo mc hicc Ia ¡rrolltcsa dc l. Una Nucva Palabra para unil sif uación nueta
clccticannc cntcralr)cntc a estucli¿r las Sagradas Escritt¡ras, topó con el
obstáculo {c Ia filosofía y la tcología. Evcntualnrcntc llcguó al ¡lurtto cn Los rafonn.rul,rtre.s, al lccr la Biblia,.fircron ntnviclos por uno P«labra
donclc, guiaclo por la Palabra y cl Espíritu dc Dios, v-i l:t ncccsidad de
dirigida a una rurcvo ,rituaciótt ltistórico. En y por rncdio dc clla, dcs-
tle jar a r¡n laclo talcs cosas y aprcndcr la doctrina tlc Dios clircctamcntc
dcst¡ l)¡rlabra l.
cr¡bricroll la Palatlra dc Virla, y cntcrxlicron quc cl Evangclio cs sicmprc
Ilucn¿rs Nucvas ¿lc:crct¿l dcl [ulurr), nrrnca dcl pasatlo.
Cuantto l¿rs autoridadcs mírxinras tlc l¿t lglc.sia lc prcscntilron tln lista pc.rcc¡rc:i(rn srrrgió dc un¿r nlilncril nltural dcl dcscubrinricnto
rcLo a Martín Lutcro, cstc dcclaró: rlc los rclirnrutrkrrcs rlc quc cl Dios tlc la Ililllia cs un Dios r¡uc cstír
¡rrc'.srntc y ílcl.i\¡o cn la hisLoria, un Di<ts quc tlcsczr la rc.clcnción dcl
Est¿mos sinrplcmcntc obligactos a bt¡scar rc:ltrgio cn la stílicla roca clc las
nlu¡lrlo. Por la lcctura dc la Biblia nos cnconlra¡nos con cl Crism quc
Sagraclas Escritr¡nrs y a no crccr cn n:trl;t, tul ittt¡ltlrlit lo r¡ttc sca, que cstii ¡rrc:scntc cn nucsl-ro munclo, crcando, juzgando y rcclinricndo. E,stc
Ial¡lc, clirija, o Itaga cualc¡uicr c,qsa sin cstrt lttlttlricla«1. Clrisltl inviur a sus discípulos a participar c¡l un proccso continuo dc
rr:rlt:lrcitin. [-ucgo, Dios cs sicrn¡rrc irtnovatkx' y rla nucvAs ri«lcncs; y
Lo l'¿rscinanl"c dc todo csto cs (luO kls rclilrttladorcs no comcnT.aron un¿r olrcrlic'.ncia ficl cs rnantcncrsc a l.ono cct¡r lal Dios.
clcsarrollando una doctrina clc la atrt<lrirtlr<l bíbliclt, quc lucgo Ics obligarit No nos dcbc sorprcnclcr cl hccho dc quc kls rcf onnaclorcs, Icyc.nclo
a totnar c,n .scrio sr¡ rncns¿t.ic.. I\4iis bicn, f'ucr<xl tU)rcsados por una
vcr(lil(l y cst,r¡(li¿rn«kr cst¿r palabra c.scriur cn cl p:lsado, lrayan pcrciltido quc lcs
quc lcs llcg<i (lc una palabra rlc ur¡lorirl:rtl. I::l Dios tlc Ia gracia Ics habl«i lltoví¿r lr¿tcia cl futur«r, ahricndo nucvos hclrizontcs l)lra la vida y cl
Itltltlil su Mctliarllc
¡ior rnccliri,l. órlr, cst:rlllccicnrlo tk'. cslt:
¿tul.oridad. ¡tc:nsurrticnto, ), guiiindolcs a cnl-rcnl¿lrsc Íl Io dcsconocitlo. Aulllcnl.ó su
ia palabril cscrih, Dios lr¿rbía l)rocl¿ullutkr llt palabra dc vida. Al rc.s- tlcsc:ontcrnlo con lo r¡uc h¿rllía cxistitlo y los Iihri rlc I¿r csc:l¿rvitud dcl
pondcr a csto, fucron obligatlos ¿r ¿rl'innur t:l ¡t«ltlcr tlc Ia palabra prc- ¡xrsrtrkl. I'¿rra str ¡lrrl¡li:t sorl)rcsl sc cncont¡'lrron cnvuclIos cn I¿t obra dc
scnUrda por la Biblia p¿ra ordc¡r¿tr totlo c:l ¡tt:ttsltttticlil"o cristiano
y ttxlos l't crcrrc:it'»r, rl¿inrlolc, lix'nr¿r ¿r c:os¿ls (luc no hlrltíun cxistirlo.
Ios as¡rclt«ls tlc la vida cn la lglcsi:r )'clrtttrrttlo' Micntras vivían csta l:slo rto cs ¿tle«l r¡rrr: Ltr[r:«l o Clrlvino haltí¿rn rlcsarxtllado con gran
cx¡rcri'cnc,ia, tuvicron I¿l ccrLcz.a rclaciollrttl¿t c'tl¡t lit vcrtlad quc lcs sosluvo tk:t:tllrr. I)o S{)llrrr'{1, fj¡c Io t¡ut: lticicron. l-¿t Biblia, al p«x:lalnarlc.s una
f'rcntc a Ia ¡tcrsccución y la rnucrtc. Así, l¿r llitrlia sc convirti(l cn la ¡lrtlrtllnt nlr()\'¿r (:n su sitt¡¿rc:i«in, fuc ca¡laz dc oricnutrlcs, ctluc:arlcs y
¡ucntc ssl)rctrla dc la Iibcración, al ¡losibilitlrr t¡rrc los holntrrcs y las «l;u'lc:s vitll. I:slu ¡xrlllrra lcs cr¡ui¡ró parut ¡rorlcr valcrsc clc la riqucza dc
ntujcrcs tirvicra¡l un contilcto dirccto cott l¿t l'tlc¡ltt-. tlc vitla, libcrándolos l:t tnt«lit'itirt, ¡ru':t ¡'tr¿rrlicul¿rr su [c cr] su ó¡loca. Co¡lrrl rcstrltlrlo, su obra
rtc la csct¡vit¡(l rlc trxla palabra cscril-a cn rtll¿tt:icill con prcccptos, (tr: trct'r'r',1('itirr ¡ro sol¿tnrc.lllc sc sirviti tlc Ia tl¿tdic:i(ln tcokigic¿r, sino c¡rrc
doclrirtas, y dcl tcxto litcral dc la Iliblia. tlcnroslrri t¡rrr' ¡lrxlílt cont.¡'ihr¡ir nuis ctr¿t¡rrlo cra rccl¿rllrlr:rrLr rlc csla
Conlo ¡c.sulurtto ttc cstc dosctrtlri¡tticllttt, la Ililllia h¿t ltcc:ho utla nllur('¡'il..Solllt: t:stc f'untlltttt(:¡rtt), Jtritn (lltlvitt<1, t:n str /ll,r/ilr¿t:irin dc kt
conlr¡t)ucirin cs¡rccial a l¿r libcraci(tn lru¡nana. Al cstt¡tli¿tr l¿r []iblia t:rl rt:ligirirt cri.ttitttttt, llroc:ctlió a un¿t rcc:ons[ruccir'ln sistcnritic:it tlc la
co¡l¡u¡i<J¿rct, los ho¡nbrcs y las rnu.icrcs cnl.raron cn contacto coll ull¿t cloc:trinu cristian¿r ¿rl r'¿rlcrsc dc la Billlia l)iu'¿l rcpcnsar y rcclaborar toda
I;ucnt.c dc Vida quc lcs sot)rcl)as¿lba. Lograron cntcndcr t¡uc, por la Ias rklc:trinas linltlanrcrrtalcs, dcsarroll¿rlas cn un ¡rcl'írxlo tlc 1.500 años
Cg¡tlunic¿tc:i<in c6n cS[a FucnLc, gtlz.all:.ln (lc la Iibcración cn vcz tlc la tlc histrlri¿r crisli¿rna. Al haccr cslo, cn vcz clc dcscstinlar la influcncia
c.scl¿tvitu(1. La virla basada cn la fc cn un Dios sobcrallo cra vit¿tliz.ittla ilc los lc«ikrgos rlc ópocas anl"criorcs, tlcs¡rcrt(r cl intcrós cn su pcnsa-
diarialltcnl.c por cst:l prcscncia «liYirla; al lnis¡llo Liclnpo, cra liblada dc nricnto )/crtrti un nucvo csl)acio l)xra tcncr un¿l intcrac:c:iíln co¡l cllos.
tcxJo csfucrz.il hunrano por controlarla. Dc todos moilos la Biblia hiz.o E,sto sc ([]n)ucslr¿r cspccialrncnLc por sus cxtcnsas citas l"onrarlas de San
Agustín y ot-r'os tc(rlogos dc los ¡lrinrcros cu¿rtro siglos dc Ia cra crist-iana.
Dcs¿rfbrtunarlarncntc, Icls lídcrcs dc la Iglcsia y los tcólogos dc las
I ulrich Zuinglio, on the ctarity arul certainty ol tlrc ll'ord of God. insl"itucirlncs rcligiosas surgidas dc la Rclorm¿r r)ruy l)ronLo olviclaron

46 47
todo csto. Dc hccho, lc rindicron t¿rnta revcrcnci¿t a los cscritos dc la rcsponsabilidad de pcnsar, estudiar, y de esfbrzarnos para cllLcndcr
Lutcrg y rto calvino, r¡uc f uc imposiblc para sus sucesorcs continuar la la Palabra cn las palabras, [al como Se rcfiere a nuestra situación par-
crcativ¿ioltra tc<llógica cluc csLos rcfonttailclrcs habían comcrlz.¿ttlo. Esttl ticul¿rr. Po«¡uc cl Es¡líritu Santo cstá prescntc y activo a través clc csüas
pr6du.io ¡n cslancanticnto tcológico. Poro, kls logros dc los l'untllttlorcs palabras, cst¿lnlos libres cle la tentación de conLrolar esta revelación o
ilc lu itgfi)¡¡u rx) scr ¡lr:r'tlicron cn sr.r totlrlitl¿rtl. Su tcsti¡lttt¡tio llit t¡ttctllttltl rlo rctluc:ir la pala[ra tlc Dios a nuestra lirni6da perspcctiva. Com«r
CgrTlO I)iltt0 tlC llt¡Cst¡';.t llisttlri:"t, rcctlrtl:.illtltll'ltls vltriits COS¿lS: ¡losoLfos n0 Lonotl)os la nccesidad de hacer un absoluto de Ia palabra
cscril.a para cncontr¿u la scguridad, podemos apreciar cualquicr intento
lil¡¡¡l¡ciorrcs tcokigicas ttásic¿ts (luo provccn I¿ts llltscs ¡xtrit c:l dc haccr esto por lo quc rcalmcnte es, una falta de fe que Socava máS
-l-irs
lcsti¡ro¡ig cristit"rnrl cn un rnonlcnto ltistórlco, soll lloc0sltriltlltclttlc que garantiza la autoridad clivina.
lilllittul:.rs ¡xlr llr c:rrltur¿r tlc la crrtl sttrgcn y I:.ts sitttltcitlllcs il (lllo Jcsucristo cs la P¿rlabra. EsUt cs la cscncia de la matcria. Iln la
r.cSl)on(lt)n. .Stiltl c:ru.rrttlo oírttt)s, tt trir\'(is tlc llr Biltlilt, tt¡llt l'¿tlltlll'¿t vivll Biblia, Dios ncls cncucntra cn c.sa pcrsona. Lutcro habló de la Iliblia
,¡,,i,r,,r liltr¿rttc nt¡cstro plrsrtrkr, Ix) , e ¡tlos trasccntlct'cstit Ii¡ltitltt:itlt¡t:s Cotno "cl pcsCbrc Crt cl cual Jcsucristo SO acuesta". CriStO cS "El Señor
)i hubt¿rrlc c:on l¿tntlr l'idclitlacl Ít tlur-.Sü'Íl Ópoca coll)o otr()s lc clc las Sagraclas Escril.uras". El pucde ir tan lejos como para instar la
h¿t¡t

il¿rllltrtlo 1 llrs su1,as. Gracias a la ¡lrcscncia tlcl Es¡lú ittr Sltttlrl 0¡l tlll¿l "autoridacl cte Cristo en conlra de la autoridad de la Biblia". Calvino
co¡trrr¡rirtittl, rcunictaalrcclcclorclc llt Pitlltllnt ¡lticlll"r¡.ts ltl¡f lttt tltlctlt'tlllll'¿tr concibió a Cristo como cl principio organiz.ativo de tocla la Biblia.
cl c¿r¡ri¡r9 tlcl t]jscipulaclo, ocL¡rrc clc nucvo cslo l))il:t1:,r'tl. C'tlt]tt) Cristo estít prescntc cn y por la Palabra, al mismo ticrnpo r¡trc Ia [ras-
rcsrrlt¿ulg, s¿rbcllros t¡uc Dios nos cstít ltattltrrttltl ott )/ lx)r tttut ¡lltlltllra cic:ndc. La Iliblia hacc quc sca ¡rositrlc cstc cncucntro clivino-huttlano,
librírntlonos clc la dcpcnclcncia do intcr¡nccliarios o dc cualt¡uicr tip dc
nuo\/¿t contprotilctc'.(lo¡ll; ¡lor ltl tltnto, Ilo (:s ttct't:sltl itl
(lr:l)cll(le r, I)llt'l"t
l¿r al'i¡rr¿tc:itill rtc l¡ l'c, tlc vicjtts lilnnrrlltc:ionr)s lllt'ltltf iz.lttllts Ix)r ull cstructura cclcsiásüca de salv¿rción. Sabcm«ls (lue cstatnos sicndcl irlf.cr-
toxto slt¡¡rado o I)or lit :tt¡ttlritllttl cclc:si;-istic¿t. ¡lc.tados por una Palabra dcl más allá a Ia quc clcbcmos rcspondcr,
rln¿l
¡c..lcltcia dr: l¿r Ilcfix'rnlt llcv¿t cortsigo ttna trclllcrlcla tlis¡losici(ln lhlubra quc nunca podrá scr aprisionatla IX)r nucstras limit¿tciones,
-¡¿r
plrlr rc..lacionar la rcligi(ln c:ristiarra con las colttliciollcs históricas. nucstros pcnsarnicntos o nuesEos sistcmas. Dc¡rl-ro tte csut pcrspcctiva
¿\si¡ltis¡lo, pl¿ultca un rcto a Ia Iglcsia par:.lquc SCa guirtllt por kl c¡uc cs irn¡trlrtantc afinnar que Ia Palabra clc Dios no cstá sujcta a la Biblia,
pucrlc llcglr ¿t scr, ntírs quc por lo c¡uc ha sitlo. L¿t ¡lrtrcba tlcl dis- sino r¡uc: la Iliblia csui sujcua a Ia Palallra tlc Dios.
ci¡trrl:.rd0, t¿rnto cn ll Iglcsia corno cn cl nlun(lo, sc cncuclltr¿l cn Ilucslra l)csafortunacla¡nentc, cuanclo cl protosliutl.isnto ha ¡rcrclido su vita-
litlcrtlul flo ¡n¿rntcltcrnos «:n rclaci(ln co¡r cl Dios c¡ttc cittltin¿l dcl¿lntc litlad cs¡tiritrral, ha tcndido a abantlonar su conl'ialtza cn l¿t ¡trcscncia tlcl
dc nosolrtls. Iis¡líritu S:.urto y ha buscado scguritlad crt lo t¡ue a ntcnt¡clo sc llama "la
¿lccrcilnl icnlo a la Llil¡li¿r nos pcnliiLc vcr (luc Jcsús clupcz.ó un inspiració¡r vcrbal dc la Biblia". Estc ha sitlt¡ sotrrc toclo cl caso de las
-llstc
I)t'occso tlc vitl¿r t¡tro continulultcntc h¿t translbr¡tratltl
¿tl ¡ltuntlo, y (luc
iglcsius ¡'clonnatllls que cntnarciln stts orígcl)cs cn Jtlan Calvino. A
Dc', cstc tttotlo,
nos oll'ccc Ia posittilitl¿ut rlc urta l"r¿utslirnlutciiin vir'Í.1.
cllas, dc totlos modos, hay quc r«:ortlarlcs (ll.lc Calvi¡to, con todo cl
una lcct¡ra l'icl rlt: la Ilittlia oric¡rt¿t y l¿t lclr¡rlación
una otr¿l \/cz.ll¿tci¿t ó¡llasis (lr.tc puso cn la cenualiclad dc la auklritlatl ile la Biblia, cxprcsó
(lc nucvos grulx)S alrotlctltlr tlc la ¡l.lc¡trtlriit tlc Jcsús. fnr prucbas, sino sólo cuando
co¡r cl¿rriclacl cluc la Palabra nos irrtpclc no
Os "scll¿ttta ¡lor ¡ncdio tlel l.csLi¡rtonio inl.«:rior dcl Espír'i[u Santo".
"Ac¡ucllos (luc sc csfucrzan F)r construir una fc firmc en las Sagradas
2. Ulla I'alltbra vivie¡rtc E,scrituras nlctliante disputtts", afinltó, "cstíl¡l actuando al rcvós" F)rque
la muyor ¡rrucba cle las Sagraclas E,scrituras dcriva dcl hrcho clc c¡uc cs
I-u Bililitt s(: cottv,irtió (:n unu grunfucrut dc lil¡t:nu:ititt ¡utrquc kt Dios ón ¡i.ttt,.,a quicn habla cn clla 2 .
Rcforrrttt in.sistiti en qu( por cstu pulubra luurtttrttt, Dios llcgtt u ttosolr()s
clirectumt)ilt(.7t nos luil¡lu personalrncnle . Jcsucristo, cl Dios ent:rt.rnudo, Obran inrpnrdentemente los que quicren probar a los infielcs, con
cs lu palubru suprctno da Dios. Con.secucnlefircnle, la Iiil¡liu cottto arg,u¡tlcntos, que la Escritura es Palabra de Dios, porquc esto no se puede

texto apufiÍt rui.r allú de sí nismu, lt«ciu una rcalitkul divinu- cntc¡r«Jcr sino por fe 3 .
Esia af ignaci(rrr csui íntinr¿lmcntc rclacionltdtl con lo c¡uc San Pablo
clicc accrc:¿r tlcl Ditls t¡trc c.ligc [a scntla tlc la ¿ttlftl-cnt,r'cga, t¡tticn sc
rcvt:l¿r ¿t n()sotros cn Llr)¿t l)crsof)a ¡lobrc y sin lltltlcr, Jcsús tlo Nltz-:.trtll..
El Dios (l¡o no nos ¿rbruma con podcr, llcga a nosoLros cn dcbilitlail y 2 Juan Calvino, Instilrción de la religión crisliana,I, VII, p. 4.
hurriiltlad. Esto Dios qtrc nos habla prlr palabras liutnarlas, llos otorga 3 lbid.,l, vlu, p. 13.

4tr 49
En todo caso, el Espíritu Santo no hacc rnagiet. Micntras la palabra l.raducir la Biblia dcl hcbrco y rlcl gricgo al idioma rlcl ¡lucblo, para
humana sc lcc o prcdica y nosotros cscucltamcls, Cristo llcga a nucstro cnsc.ilar al pucblo a lccr y provccrlc con l«rs rccursc)s para quc continuc
encucnro y nosotros rcspondcrnos. Unicamcnto dc cst¿l mancra la palabra su propia lcctura y sus cstudios cn cl núclco de la familia y en la
de la Biblia ticne autoridad sobre nosotros. Un teólogo contcmporánco congrcgación. Antes de Lutero, pocas pcrsonas laicas habían leído las
habla dc .Sagrarlas lisc:rit"t¡ras; Lutcro rnismo vio una Biblia cornplcta por
pritncra vcz cuanrlo tcnía 20 airos dc «lad. [1n l522,la Lraducción que
...1a au«lridad intrúrscca c inmediata dc la Palabra dc Dios, la ct¡al sc hicicra dcl Nuo,<l Tcstalncnl.o aparcci<i cn Alcmania, y durante su
manificsta viva¡nentc cn cl espíritu huntano solamentc cuand«r ¡xlr cl virla ft¡cron vcndiclos mírs dc 100.000 cjcmplarcs. Entre 1520 y 1524,
Espíritu Sant«r, csta Palabra cs rccibida cn la dccisión rcs¡xrnsablc dc Ia
sc publicaron más follctos rcligiosos quc cn ningún otro pcríodo de la
fc 4:
histori¿r trlcnrana.
rcfonnadorcs pcrcibicron que siCristo llcga
a nosofros por
la
Así pucs, p«lcmos dccir quc la Biblia se convicrte cn Ia Palabra -Los
Pulubra llíblica, nos ofrcccviday nos llama a rcspondcr, cntonccscsta
de Dios; nucsLra lcctura y cntcndi¡nicnto dc la Biblia cs un evcnto, algo
cx¡rc'.ricncia ¡rcrsonal cs cscncial para toclo cristiano. Nadie puede
cxcit:tntc quc nos ocurre cuando cl Espíritu Saltto, por mcclio dc la
rc.uliz¿rr csto l)or ol"ra pcrsona. Adcmírs, cada pcrsona, para podcr
Palabra cscril.a, nos convoca.
cl tcxtc bfulico cn un rcs¡xlntlcr, «lcltc posccr Ia Iibcrtad para cscuchar y cntcndcr la Palabra
Esto nos libra dc Ia tcnmción dc convcrtir
cn su conloxlo. Para Lutcro csto cra tÍln dc vital im¡lorlancia, que
íclolo, un ídolo quc invocamos para nucstra tlcfcrlsa, pcro quc l"cr¡nina
Ílscvcra t¡ttc "lits Sagradas EscriLuras libcran Ia concicncia de la
csclavizán«lonos. Míts bicn, cl cstudio tlc Ia lliblia sc convicrl.c cn una
lrt¡¡lut¡titl¿td".lncvitablcmcntc,cstapercc¡rcióncondujoalaafirmación
avcntura dc libcrtad, al confliar cn un podcr sollrcnatural y rrcibir cl don
{c la vicla nucva. El conoccr a Jcsucristo ltos olorga una rica cxpcricnci:t
y rkrf'cnsu dc Ia libcrtad rcligiosa, así como dc oras libcruades
cscncialcs para dcsarrollar una vida rcsponsablc.
cspiritual y pcrsonal. Es tambión una ¿rvcntura cn cl discipulado. Comtr
nos lo rccucrda Calvino, podcmos cntcndcr la Palabra bíblica sólo al
csforzarnos cn vivir cn obcdicncia al Ditls c¡trc Sc nos cornunica cn y
por la Palabra. Cuando nos rnantcncnros cn csla scnda logramos pcrcillir 3. I.a rcvif alizaci«in de la fcología
quc cstc tipo dc cstutlio bíblico st¡cctlc cn la comunidad y crca llt
colnunidad. AI lratrr dc cntcndcr la rcvclación dc Dios y atrcvcrnos ll Dsta rcatperación de la centralidad de la Palabra de Dios, por
parl"icipar cn Ia rc-crcación dcl lnunclo, nos cncontramos sumcrgiclos cn ma.dio de la Bil¡lia,llevó a una revitalización y libcración de la teología.
una C,xpcricncia comuni[aria dc urta vivcnci:t inspirada, quc abrc nucstros
La ra.flcxión acerca de la fc cristiana y su irnplicación para la vida en
ojos a un cnl.cndimicnto nrás prrlfuntl«r tlc la fc por Ia cual vivimtls. cl mundo, en el idioma del pueblo, volvió a ser uno vez más una
ovenluro cxcitante tanlo para las personas kticas conto para lo.r pastores.
Al cxpcrimcntar su podcr libcrarlor, aqucllos quc rcdcscubricro¡l
cstÍls dimcnsioncs <Jcl tcsti¡nonio bíblico arrillaron gradualmcnfc, a cotl-
A finalcs dc Ia Edad Mcdia, la actividad tcológica csutba lirniuada
primortliitllncntc a grupos ¡rc«¡ucitos, cspcciallltcntc clc la ólitc instruida,
clusioncs quc han tcnido consccuc¡tcias rcvolucionarias:
con pucstos dc aul.oridad cn la Iglcsia. Era cfcctuada cn cl ¿irnbito de
confianza cn la auto-rcvclación dc Dios cn y por nlcclio tlc. la una conccptualización abstrackt, rc{urricnclo a argumcnLos racionales
-Su
Sagrada Escrituray cn Ia prcscncia dcl Espíritu Santocn la colnunitlatl, quc única¡ncnl.c ac¡ucllos quc po.scían una clcvada insLrucción en cl uso
rcunida alrctlixlor rlt: lrr Biblia, libcró a las futuras gcncraciclncs dc talcs proccsos abstractos ¡ndían rnanejar con comodidad. Estc dcsa-
protcstantcs pafa son)ctcr al lcxto bíblico a u¡t cuidadoso cstutii() rrollo racional clc conccp«ls tcológicos y su mutua rclación, fácil¡ncntc
crítico, colocando así las bascs para los cstuclios bíblicos morlcrnos.
llcgó ¿l scr un fin cn sí misrno; los ¡runl"os tratados par«:ían cstar scpa-
raclos dc las luchas dcl pucblo cn su diario vivir o morir.
dcscubrimicnto dc Ia claridad con Ia quc cl rncnsajc ccntntldcl
-Su
Evangclio sc rcvcla a aqucllos que estudian la Biblia cn co¡nunid¿td, I-os rclomladorcs Ic plantcaron un rcto a cstc Lipo dc ¡rcnsamicnto
' lcs ha guiado a cntcndcrquc su mcnsajc pucclc scr pcrcibido por t«los
en sus propios fundamcntos. Si, cn y por la Biblia, Jcsucristo sc cncucntra
y que dcbc cstar disponiblc para Loclos. Dc ahí cl csfucrzo hcclto para con cada pcrsona, y a cada una la dcsafía a rcsponclcr, cntonccs cada
crcycnl"c ticnc la cxl"raordinaria rcsponsabilidad dc ¡rcnsar accrca dc csta
Palabra bíblica, cntcnclcr lo quc signilica y c«imo sc aplica a la vida
diaria. La rcflcxión tcológica arf.icula la vcrcl¿rd quc oricnta y transforma,
4 Jolrn Dillembergcrand Claudc Wclch,ProlestantChristianity. New York: Charlcs Scribncr's al abrirle nucv¿ls pcrspecLivas a la vicla y al mundo. Para cumplir con
S«rn, 1954, p, 319. csta función, clcbe scr una Palabra viva y crcal.iva. En estc conr.exto la
50 51
reflexión tcológica cs, por su propia naLuralcza, una cxpcriencia dc mundo dcl ¡rcnsamiento del pueblo, abrió nuevos horizontes para este
pensamicnto.
libcración, de Iá mis¡na mancra que también conducc a la liberación cn
otras árcas rlcl Pcnsamicnl.o. Para Calvino, Ia verdad bÍblica, por su naturaleza, invitaba a la
Varios clcmentos en la postura dc los rcformadorcs condtrjcron «¡bctlicncia. Para é1, "toclo conocimiento ver(taclcro de Dios nace dc la
hacia este fin. Para [-utero, descubrir quc Jcsucristo era cl centro dc la obcdicnci¿I" 5 y demancla obediencia. Según Calvino, esto significaba
c¡uc ó1, corno teólogo, tenía la obligación de preocuparse por el bienestar
Biblia signif icó que toda ta tcología tiene quc ccnl.rarse en la cucstión
n¿qué dc Ia ciudad en que vivía. De hecho, su gran ambición era nada menos
sotcriolólica. El debo haccr yo para scr salvo?", dcbc clctcr¡ninir
la agenclá piua la t«llogía sistemática. La teología no puedc ocuparsc quc la organización de todos los aspectos de la vida en Ginebra, Suiza,
dc rázonariicntos csotéricos y absUactos quc no incidcn cn la angustia cn ollcdicncia a la Palabra de Dios en la Biblia.
y la lucha por la vicla. Su rcflcxión sc ha dc contrar c-n lA pcrsona y cl A tmvós dc los siglos, muchos tcologos proteshntes se han separado
mensa¡e dc Cristo, en cl proccso cle redención en la llistrlri¿t tlc la cual clc cst¿r hcrcncia y sc han dcjado atrapar en la misma clasc de juegos
Jesucristo es el cenlro y la rcspucst¿ humana a la mislll¿t. tcológicos tlc los cualcs Lutcro y Calvino espcraban librar a la comunidad
Los rcformaclores insisticron igualmentc en que la lliblia ttctrc scr dc fb. N«l ollsLanto, su testimonio jamás se ha perdido del to<lo. Porquc
la fuenrc suprctna de tocla tcoklgía, y en que la formulación tlc concoplos cllos ¡rrc¡)arltron cl camino para que los cristianos, cn situaciones dc
Iucha, sc alrcvicr¿ln a recoger la Biblia, escuchar su mensajc, claro y
tcológicos dctle otorgarle primacía a las Sagradas Escrittlr¿ts. Esto, clo
,,,rucráo con el distinguido historiador Wilhcm Pattck, rcl)rcscnt¿l su conrl)ror)rclcdur, fbrrnular reflexiones acerca del mismo y aplicarlo a
mayor contribución. sus vitlus, A¡X)rtarr(lo vida nucva a la Iglesia y dándole a la emprcsa
La Institución de la religión cristiana dc Juan Calvi¡lo, sc convirtió tcok'lgic:u una nr¡cva y profunda riqueza.
en un moclclo clásico para cste tipo dc teología sistc¡lríttica. Iln cstc
volumcn, casi cacl¿r página cstá rc¡llcua dc refcrcncias al Antiguo y al
Nucvo Tcstanlcnto, y la validez dc cacla dcclaración doct¡'irlll[
(lcl)on(lc 4. tl¡ra I)alubra (pre se auto-autentica
de su Icaltad al tcsii¡nonio bíblico. Sobrc cstc fundartlcnto, Cl¿rlvi¡lo
y
puc¡l articul¿tr ¡¿ [s c:risti:tna con clariclad, simpleza ¡;t>tlcr. Adcmás, Lutt:ro y Culvino cilcontroron en la Biblia una Palabra obligante
tsu rcllcxión tcológica basada cn la BibliA, claratncnLc u'aml>¿l (lc asunl.os l¡usudu cu lu sr¡|.¡cruno y tro.scende nte iniciativu de Dios,la que ninguna
dc vida y nlucrtc, y estaba ¡rernrcada dc conviccioncs y cttttlciottcs in.¡titttt:irin tcníu cl tlcrcclrc de controlar. E,llos, por consiguiente,
"la cncontruron uru nucwrfucnte de autorídad,la cual les dio la posibilidad
rcligiosaí. Cornrt rcsultado, cn las ¡lalabras dc un cruclim ¡nodcrllo,
patibra dcl ho¡nbrc cs clovada y vivilicada ¡ror la Palltlla tlc l)ios". Por dc c.¡t:ut:lkü y rc.rponder ol llumado dc Dios y plantear un reto a
ista rar.ó,t,lt Inslitución tuvo gran irnpacto nrl sólo cn la Lurtllla tlcl cuttlr¡uicr instituciótt religiosa que se interpusiera a esa re.rpuesta.
siglo XVI, sino ta¡llbión en la mcnte modcrna. lislo cr:r, rlcsdc lucgo, un ¿tsunto at¡cvido y de mucho ricsgo, dada
Lutcro, con su fc ccnracla en la Biblia y su conviccitin tlc c¡uc c:.tila nucslnl tc¡rrlcllc:i¿r hunra¡ra a usar l.exl.os bfulicos pera justificar y darle
crcyentc ticnc quc cargar con la rcsponsabilidad de.respondcr a la ofcrta valirlt:2. a nucsl.rils idcas y dcseos. Esto significó, para Calvino, que el
«lc ia graci¡ rtc l)ios, percibió c¡uc la rcflcxión tcológica cs tlna cnrprcsa cxógctrt bílrlico, al igual quc cada cristiano, dcbc cslbrz¿lrsc para cntcncler
cn la ljue torlor l()s crcycnLcs puctlcn y clcbcn involucr:.trsc. Atlvirtiti c¡trc ),t:sr't¡clurr lo r¡uc cl tcxto rcahncntc rlicc. I-a Biblia cs un documcnt.o
Ia hisioria tríblica cs ll hisl.oria tlcl ¡rucblo dc Dios; por tant1¡, ¡r0 lristti¡ ico, (luc tr¿rt¿l co¡r rcaliclatlcs históricas. Solarncnf.c trauinclola colno
o a una élitc intclcctu¡.rI. Sc tal pucrlc scr cnlcn(lida, hacicndo uso dc ar¡ucllos ¡nétodos dc análisis
fertcnccía cxclusiv¿uncntc a los saccrdotcs
Lara ctc una historia narracla por cl pueblo cn su iclionia, no cn catcgorías c intc'qlrctucir'ln c¡uc rncjor puedan contribuir a tal fin.
filosóficas abstractas c itlctlrnprcnsiblcs. La Biblia, pucs, contcllía un P¿rra Calvino, el principal cncmigo de tal entcndimiento histórico
ntgnSaje dirigitlo a los "no inst¡uidos", y Lutcro tuvo la dctcrminación cra cl nrótodo alcgórico o "cspiritual" de interprcl.ación. Esto le permitía
de dirigirsc a ellos cn su teología. al intcrprctc haccr c¡ue el tcxto dijera casi cualquier cosa. El estaba
EJo ocasionó r¡uc la teología se simplificara significativanlcntc, particulrtnncnLc al scrvicio clc los intcrcses rJcl statu quo reltiioso, lo
sin cmbargo, cstá sirnpliticación, aunquc parez.ca extraño, ncl lilliitó el t¡uc ¡rosibilitaba que las autoridadcs de la Iglesia lograran que los lcxtos
mcns¡jc ciistiano ni io hizo ¡ncnos ¡lrofundo. M¿is bicn, libcró a Ia tríblicos sc ¿ÚustÍlscn arl«:uacl¿rrncntc a tas dclctrinas y prácticas cxistcntcs.
teolog?a clc su csclavitutl a conccptos alicnantcs y quc bloqucaban cl En contra dc es[o, Calvino insistió en que se hicieran esfucrzos serios
.nt.nái*icnto de la ric¡ucza y dc la prolunda ¡rerccpción de las intágcnes,
símbolos e historias bíblicas, abricndo así el camino a rcflcxiones tcoló-
gicas más serias y crcativas. Al entrar cl idioma bíblico dc nucvn cn cl
5 Juan Calvino, Institución de ta religión crisliana,I VI, p. 2.

<, 53
prclpios tcrminos'
por analizar lo quc cl tcxto clrcía, y dcjule hablar cn.su.s
y si bicn sostcnía quc "cso pnt .ti sóio cs la [c vcrcladcra quc cl Espíritu
6, tambión aclaró que dcbcmos usar
§;i" ,.irá.n nu.rt os coraT.oncs"
la palabra cscrita para examinar al Espíritu'
Cuando sc háccn talcs csfucrzos para dcscubrir
lo quc l'exto cl
y descansar scguros
bíblico csta dicicndo, podcmos confiar en cl Espíritu
tfor; la Palabra llcgará a nosotros. En palabras dc Calvino,
Jó'piot
.,Dios 7
cs el autor de las Sagraáas Escrituras- y el mcnsajc
bíblico "sc
r;;;;;;ri.r; t. Consccucntcmcntc, no cxiste noccsidad dc quc la
Escrituras'
uriá¡áo¿ dc Ia Iglcsia ccrtifique la autoridad dc las Sagradas
Lutcro lo dijo aú¡r con mírs claridad:

Lo quc la Iglcsia clice no es la Palabra dc Dios, pcro


la Palabra dc Dios
sino quc cs hecha
Capftulo IV
Ji"" lo que Ia Iglcsia scrá. Lalglesia no hace la Palabra,
por la Phabra 9.

cn la.vida
Lo Biblia, Ia herencia protestante y
Esto significa quc a la Biblia sc le dio cl lugar principal
O. to igt.sii, al iguul que en la dcl creycnte. Librc dcl cont¡ol insti- Ia lilleración en Ia actualidad
y dc rcviulización
iu.ionaí, llcgó u ,.í un mcdio de rcnovacién consunLc
ii" iu tgícsií. Al mismo riempo, llegó a scr r¡1a f.ugntc de rcvitalización
cspiiitíl y dc transfiguración ética cn la vida dcl pucblo, al.sc.r lcída p-or
áiorirrn.nt por los crcycntcs con la csperanza de scr intcrpclados
dc scrlc ficl a csa Palabra' El
ñior, y tomár sobrc sí ia rcsponsabilidad
gibtia había domcsticatlo a la Palabra y había
.orrioi cclcsiástico dc la
ciclaviz.ado al pucblo; la libcración clc la Biblia dc url conlr.l
p«lr ¡rartc
inicnlras afirmaban la autoridad dc la l)alallra ptlr
dc los rcforrnaáorcs,
cncima dcl creycntc individual y «lc Ia Iglesia, abricron
cl camino para Al corrcr los siglos, la rcvolución quc inició cl protcstan¡.ismo en
afcctó otras árcas «lcl rclucirin con la Biblia gradualmentc ha pcrdido mucho clc su crnpuje.
,r, .*p.ricnciá dc libcración qúe cvcntualmcntc
(io¡rtirtulttttos cnfa[izando la centralidad dc la Biblia cn nucstras
pcnsamicnLo Y la vida.
dcv«lcio¡rcs y cn nucsr¡as vidas, cl colocar Ia Biblia cn las manos de
L<xlo c:rcycntc y ¡noüvarlos a lccrl¿r. Pcro llrucho tlc su prxlcr para Lrans-
filr¡n¿rr la vida llumana y rcviurliz.ar a la Iglcsia, dc alguna inanera se
Ita ¡rcrdido. Crco quc un sinnúrncro dc factorcs han contribuiclo a esto.
Como los pror.cshntcs sc han ar"rcvido a vivir a plcnitud en cl
sccular rnundo modcrno y han siclo influcnciados por el cspíritu de la
cra dc la llustración, con frccucncia han llcgado a la conclusión dc que
Ia historia bíblica, la cual habla dc la constante intervención dc un Dios
trasccndcntc cn la naturalcT.a y en Ia historia, pcrl.cncce a un mundo
rlrás "primitivo" cn cl quc cllos ya no sc sicnl.cn cómodos. por lo lanto,
Ia Biblia no lcs ha hablado de una mancra compro¡nctcdora. por otra
partc, los micnlltros dc las iglcsias protcstantcs tradicionalcs, al haber
accpl.ado sin críticas los valorcs y Ia fornra de vida de la clasc media,
concibcn cl Evangclio como un mcnsaje que tiene que vcr primor-
6 lbid.,I vll, p. 5.
7 Ibid.,I vll. p.4. dialmcntc c<ln cl cr«;imicnto "cspiritual" y cl dcsaruollo dcl ináividuo
8 lbid.,I vII, p. 5. crisf.iano. Corno rcsultado, cstán sirnplcmcnLc cegados al mcnsajc
9 N,lartín Lutcro. cita rJe Robert Chyde Johnson, Authority in Proleslant ChrLstianity' radicalrncntc subvcrsivo y dc transfonnación social clc la Bit¡lia.
Philadclphia: Westmistcr Press' 1959, p' 40'

54 55
Prtr «ttrtl l¿rclcl, los grulx)s [)rotcsti]nl.cs firntlalncnL¿tlistas han luc:hado En está situación, la Biblia una vez más se ha convertido en el
¡lor rlcltnrlcr y l)rosorv¿lr la autoritlad dc la tliblia su
y lugar cn la vi«la centro de la fe y de la vicla cristiana, lo mismo que en una gran fuerza
ilc carl¿r cristiuno. No obsl¿urtc, p¿lr¿l haccr esto ticn(lcn a cnl¿ttizar la para la litrcración. Dc nucvo, los quc han sido afectados por la Palabra
"i¡spirlcitilt vcrb¿tl" tlol tc.xto bíblico y su "infhbilitl¿ttl", ¡xlr lo t¿t¡lto bítrlica han rcstablecido su autoridad. La Biblia ha reclamado su lugiu
otorg¿l¡l 1rutgritl¿rtl tlivirr:.r a ur¡ucllos tcxtos (lttc ¿U)oy¿lll sus tlogrtllts ¡rro- cn la vida dc la Iglcsia y de kls creyentes, y ha reestablecido su propia
fbririits. A ¡¡cn¡do rcduccn cl rncnsajc bíblico a un nú¡ncro clc cloct¡inits autclriclad. Es decir, una vez más su mensaje es auto-autenticado. El
(ptc no osan Cucsl.itlnar. Elt su Cclo por dcfi:ndcr la Biblia cotno llt tcstirnonio clel EspÍritu Santo Io confirma de una manera como ningún
Éal¿r5rl tlc Dios, put-(tcn acub:tr h¿tcicnclo dc la Biblia u¡t ítlolt>. [-¿r f'c argurncnf.o racional acerca de Ia infhbilidad lo puede hacer.
cristian¿r os rc(luci(la a tlcclar'¿.tcioncs racionalcs, ftlnnulail¿ts cll cl ¡rltslttl<1. En otras palabras, algunos católicos de ALC hacen ahora posible
El crc),cntc ya no cs lillrc tlc rcsponttcr crcal"ivatllcntc al li.s¡líritrt Crcatltlr que vcamos con más clariclacl lo quc rcpresenta la Biblia en la Reforma
que sc tll¡cvc cn cl ntunrtct clc ttoy. Iin cslra nucva silt¡acitin tlc cscl¿tvitutl, Protestantc, y có¡no pucde funcionar de la misma forma para nosotros
el ¡r6t,,r ticndc a dccirlc a of.ros lo c¡uc la Biblia tlicc, ctt lttgltr (lt) c:on- hoy. ,Si tcncmos un contacto vital con nuestra herencia de la Reforma
fiai cn cl Ilspíritu (luc actúír cn rlrctlio dc la corttunitl:.ttl ¡r:.tra gtriltr ¿l sus y (lucromos serle ficl, cnLonces dcbernos rcgocijamos con el he,cho de
nlicntllros l¡i¡1:iil la vcrtllttl. quc csto haya succrlitlo. Dcl mismo moclo, debemos aceptrar con mucha
Por vari¿rs clóc¿ullrs al prirrci¡lio tlc cstc siglo, cl Itlclvirnicllto tcrlk'l- scricdad lcl t¡uc pucda est¿rr dicióndonos acerca de cómo podemos
gico corrocido cornrt htucvu Ortodoxia concctttr(i srt atcnciólt tlc nucvo rccobrar rnírs rlc la riqucza dc nucstra herencia como un pueblo de la
ón l¿rs rit¡uczas dcl tcstiuroni«l bíblico y tlcspcrtti cl i¡ltcrés tlc lnuchas Bibli¿r. Itlrr¡uc únicanrcntc participando de lo más profunclo de las luchas
pcrsonasil. I.r iglcsias protcstlnlcs cn cl cstr¡tlio tlc llt lliblia. Dcsafor- hurnan¿rs dc ¡rtrcsLro ticmpo, como lo hicieron los reformadores en cl
iunaclalnc,ntc, t¿ll cstuclio tcnía ll tcntlc¡rcia a c:onvcrtirsc. cn acadótnico sr¡yo, y sicntlo intcqrclados l)or Dios al lecr la Biblia, podemos abrigar
y c:o¡ licc:¡cnci¿r sc linrit¿rbt ¿t ur)r.l pc(lucña ólitc. Atltrc.llos qtlc. parti- la cs¡tcnrnz-u rlc cx¡rcrirncnt¿rr nucvÍlrncnLe cl poder de la Palabra. Para
óipablrn clcl ntislnr), cn la rnlryrlrírt ttc ltls (:Ítsos Ilo sc sclttían ollligarlos nosotros, hoy, csto significa vivir cn solitl¿riclad con los pobres y
, uirir cn solirl¿rridutl c;on lus víc:tinlas tlc la injusticia y a lccr la llitllia nrarginaclos, lcyentlo la Biblia y uniéndonos a cllos en su lucha por la
cort clltls. vida.
Miclllr¿rs l6s prultr:stÍtntr)s hc¡ttos csuttlrl lucltantlo, sill ntuclltl óxitrl, Al seguir esta scnda, también podemos vivir una Nueva Reforma.
por prcscrvar la autorirlad dc la llitrlilr y cxpcrimcnU.lr stt ¡rotlcr ¡lltra En palabras de un erudito protesüante brasilcño:
ir nsfnrn1ar nuestr:ls virles y nucstnts contunicladcs, algtl cxlrlttlrtli¡tltrio
c incsltclrrftl lur cstit(to succtlicntlo ptlr otro l¿ttltl. Gnt¡ltls rlc t:ltttilictls Es posible <1ue Ia Iglcsia Católica, a t¡avés de l¿rs CEBs, venga ahora a
«les¡rcrtar aun a las iglcsias l)rotcstantcs dc su cntor¡recitniento, y pro-
,o,r^,urr, cspcciltlltrcntc cn Alnórica l-atina y cl Clrillc (ALC), lutn cx-
duzca un rccncucnlro dc Ias fucrzas necesarias para una acción cristiana
pcrimc¡ttul6 flircctantcnte la autoridad y cl ptxlcr tlc l¿r Ilibli¿t, al igual l.
rcnt¡vactora cn nr¡cstro país y en nucstto c<lntincntc
quc los lírlcrcs dc la Itcfbnna, al cfcctu¿tr hoy cl cc¡triv:.tlt:tltc tlc'. lo cltrc
cllos hicicron cn cl siglo XVI. Los rcfo¡rnail«rrcs dc csttls tillirnos dí¿ts
Corn¡larto csur cspcranz¿t, aunquc la exprcsarÍa en una lorma clifc-
sc ¡an sc¡titlrl gltli¡,,lut«ls, por su [c, a ¡larticiplr ¡llcltlttttcttto cn Ia ago-
Ill tlcs¡tcrt¿rr clc la concicncia c¡uc est/r succdicndo cnLrc ¡nuchos
rc..ntc.
niz.arrtc sit¡ar:i(lrr c:s¡liritr¡ltl rlc srt ó¡l<rca y cotttorn<l: cl strfl'i¡ltit:ltto lttl-
protcstuntcs lx)r su co¡tliclnmción con cl sufrimicnto dc los pobrcs y el
rrcnr¡l y ltr gprcsiólt rlt: llrs 11r'rtrttlt:s lttuyorías tlc ¡ltlbrcs tlt: t:st«ls ¡lltíst:s.
tcstinronitl rlo las CEBs, cstá colocando cl fundamcnl.o para un nuevo
Al cf'cctr¡¿lr cslo, ct livangclio sc ha ¡ttanifcstaclo cn cll«ls con tllt llucvo
cornpronriso con la Biblia. En verdad, vco que esto esuí ocurricndo,
y comprornctcclor rncnsajc (llrc no han podido ignorar. Esta rnartilbstación
principalnlcnte cnuc grupos pcqueños de pentecostales y otros evan-
íra ocúrriflo nlienlr¿ts leían la Iliblia, y micntras los pobrcs cn las Co-
gélicos quc se hallan muy cercanos al sufrimiento de la gente marginada.
munidaclcs Eclesiales de Rasc (CEBs) la escuchaban y estucliaban.
Al succdcr csto, podcmos espcrar quc nucstra expericncia protesüante
Cclrno rcsultadcl ha ocurriclo algo más, muy simil¿r a lo acontccitlo
dc más dc cuaLro siglos de darle prioridad al estudio de la Biblia, nos
cn el siglo XVI. En y por rnctlio dc cstc cstutlio clc la Biblia, hombrcs cquipc para haccr un¿r contribución imporüante a esta época. Hablando
y ¡rujoics sc h¿rn cnconl.ra(lo ante la prcscncia de. Dios c intcrpclados dc un¿r ¡rr¿rncra rnás cspccÍfica, creo que ¡xldremos recuperar los cuatro
por eitc. Al rcsponrlcr, sus vidas han siclo cnric¡uccid¿rs y transformadas.
clcnrcnr.os clinírmicos de la Refonna del siglo XVI, examinados en el
La Palaltra lta crclttltl colllunidad, y a aqucllos que Sc han rcunido
alrcclcrlrlr cte clla lcs ha siclo otorgado cl poclcr para luchar por Ia
justicia
y cnfrontitrsc ¿t la pcrscct¡ción y a la nlucrte.
I Antonio Gouvea Mendonga, Unw inversáo radical (Documanto inédito).

s6 57
capítulo antcrior. Si haccmos csto, nos soq)rcndcrá cl ¡xltlcr libcrador y prccisarncnl.c dc csa m¿lncr¿r la fe cristiana lrcrtnanccc como una
de la Palabra bíblica en nucstras propias comuniditdcs, y nrírs allá dc rcalidad dinírmica.
éslas. 3. Al cstudiar cl libro dc los Hcchos, hc tenido la sorprcsa dc vcr cómo
cl Espíritu Santo consfÍlntcrncntc csui llanrando a las p«¡ueñas
colnunicladcs dc fc formadas dcspués dc la rcsurrccción cle Jesús a
1. Oír rrn nrensa.ie nuevo cnfrcnl"arsc a nucvas situacioncs y a rcspondcr dc una mancra que va
en el testimonio de los Pobres nrirs allír clc cualquicr cosa quc hayan hecho. Los discípulos aún csuin
soñando con Ia reslauración dcl reino davídico; Jcsús lcs dice que
Cuando las comunidadcs dc fe protcslantcs, compucslil.s por los «rlvirlcn csc sucño y quo sc convicrl.an cn tcstigos rlc su sufrimiento y
pobrcs quc luchan por la libcración junto con los quc sc solidariz.an con victoria (l: 6-8). En cl día dc Pcnt"ccostés, sc lcs inviua a vcnrler sus
cllos, sc rcúncn alrcdcdor de la Biblia, lo quc lcs succdi«i a los rcfirr- ¡lro¡ricclarlcs y a vivir cn una cornunidad cn quc posc¿ln l.odas las cosas
madores nos ocurrirá a nosolros. Nos sorprcndcrcmos al «Jcsct¡brir t¡uc crr corn ú ¡r (2:aA -a7 ). An lcs dc q uc su prop ia cornun iclad sc cstablccicra
la Biblia nos comunica una Palabra nucva. Nos darclnos cuc¡tLA, sitt llicn, El Espíritu lcs guió a curAr a los cnfcnnos, a cvangelizar a las
duda :rlguna, quc cl Evangelio cs dc hccho la Br¡clta Nucva dcl ¡nailatta, pcrson¿r.s a su alrcrlcdur, y a cnf rcnLarsc a la pcrsccución (capítulos 3-
no dcl aycr. Nos sorprcndcrá dcscubrir quc nucsl.ro cstt¡(lio tlc la Biblia 4). Arrtcs dc habcr dcsarrollaclo su prqliac.structura cclcsiirstica, se les
cn años rccicntcs nos ha prcpararlo para csclrclt¿tr cs(a Palabra, ahora invitó ¿l crcar un¿l nucva orclcn dc diírconos para minisLrar a las
quc nucstros oídos sc han sincronizado con clla. ncccsidadcs dc las viuclas no judías (capítulo (r). Lo rnírs rcvohrcionario
Llcgan a mi mcnLc varios cicmplos dc csLo, rclacionados con mi dc totlo: cl Espíritu guió a Pcclro a cvangelizar a Cornclio, un gentil,
expcricncia pcrsonal dc los últi¡ttos años. lo cual cstaba cn conLra dc lo que Jcsús misrno había hccho y dcl
conscjo c¡uc había dado a sus discípulos (capítulos l0-11).
l. Cuando hc estudiado la Biblia con los pobrcs y los marginados,
tcxtos bíblicos quc he conocido ¡lor años se conviertcn en portlrdorcs AI actr¡ar cl Espíritu Santo de una mancra similar hoy, podríamos
dc nucvos mcnsajcs para mí. Esto ocurrc una y otra vcz cu¿ulclo lco lOs scr:ryurlutkrs cn la rccupcración dc nucsLra hcrencia de la Rcforma. Nos
Salmos, Ios cscritos dc los profct:ts, Hcbrcos o los Evangclios. Y nrc rl¿rrcnros cucntir dc quc sornos tcstigos dc la aubridad tlc Ia Biblia, no
doy cucnl"a, como nunca ¿lntcs, dcl intcrós dc Dios ¡xlr los pOltrcs, rlc llasurkls ('.r'r su tlclcnsa cn argumcntos racionalcs, sirto cn nucst¡a dis-
la justicia tlc Dios, y dc la visitin rlc Jcsús tlc.l ltc.ino tlc I)ios. ¡r«lsic:i(rrr u rcs¡xrnrlcr a la dircccicin clcl Espírilu c.n nucstrzt situació¡r. Dc
Pcrcitxl quc a otros lcs succrlc lo nrisrtro. Rt:ct¡crrlo ut)Íl scric tlt: lrcclxl, nos rlarcnros cucnl.ia clc que la dcmostración ¡ttíts dratniitica posible
cstudios bíblicos quc hicc h¿rcc unos airos con un grul)o tlc pasLorcs «lc l¿r naturalczÍr trasccnclcnLc dc la Palabra de Dios quc llcga a nosotros
pcntccostllcs dc Chilc. En uno dc cllos cstábanros rcllcxionando a lnrvós rlc la Biblia, cs nucslra libcrtad de abandonar la scguridad de
accrca dcl N'lagníficat, cn cl prirncr ca¡lítulo dc Lucas, cl cual habla dc ¡xrf roncs csurblccidos y arricsgarnos con nucvas idcas cn la búsqucda
r¡uc Dios quiUr a los ¡lodcrosos dc sus Lronos y cxalta a los hulniltlcs, dc rrucvos horizonLcs. Scríamos más ficlcs a Lulcro, a Calvino y a otros
colrnando a los halnbricntos dc bicncs y cnviando a los ricos vacíos quc lc han claclo forma a nucs{¡o pasado, no rcpiticnclo lo quc dijcron
(vs. 52-53). Durantc la discusión, un pastor puntualizó: "Por cspacio c hicicron, sino rnás bicn Lomando dc sus vidas y pcnsanlicntos para
dc vcinticinco años, cada año, hc relcído la Biblia complc.t^a, y ahora rcs¡rondcr dc una mancra crcativa a los rctos quc sc nos prcscntan.
cs la prirncra,vczquc hc cscuchado cstÍls palabras". Micnl"ras raLc.mos sirnplcmcntc dc prcscrvar csc pasatlo t¿tl como
2. Sicrn¡lrc hc csl.aclo fascinado por cl hcchcl dc quc, por siglos, lrt csui cx¡lrcsado cn conccptos tcológicos, formas clc organiz.¿rción ccle-
lcctura dc Ia Biblia ha guiado hacia cl dcspcrlar dc la concicncia, siírstica o patroncs dc discipulado, óstc se convcrLirír cn una carga,
cuando Dios Ic ln abicrto los ojos a hombrcs y mujcrcs al sufrimicnto alicnándonos dc nucstras luchas actualcs y lirnitanclo nucsü'as rcacciones.
humano y los ha invitado a haccr algo al rcspccf.o. En cl pasado, esc Pcro cuando ratctnos por cncima de todo dc rcspondcr a Ia orientación
dcs¡rcrlar dc la concicncia sc conccntraba a ¡ncnudo cn la súplica por dcl Espíritu cn nucsLro contcxto, nos sorprcndcrá dcscubrir cómo los
csos "milloncs que vivcn y ¡nucrcn sin Cristo". [{oy, cstc tlcs¡tcrtar dc quc nos han anl,cccdido nos hablan con nucvo p«lcr, y nos provccn con
la concicncia sc conccnLra más agudamcnl.e cn cl horrenclo sufrimicnto ricos rccursos para scr crcativos en nuestra situación. Sus logros nos
y la rnucrt"c a dcstiempo dc los pobrcs y oprirniclos. En cada insmncia, ayudan a haccr en nuestro ticmpo Io quc ellos lticicron cn cl suyo.
cl Espíritu, moviónrlosc a l.ravós dc la Palaltra, inviut a hombrcs y a . AI aprcnrlcr una vcz mírs a confiar cn cl poclcr dc la Palabra de la
mujcrcs ¿rl scrvicio y al sacrificio. Sin cmttargo, unA y otra vcz la Biblia para oricnüarnos hacia cl futuro y abrir nucst-ros ojos a la dinámica
Palabra invita adar nucvas rcspuest;ts a nucvas sil.uacioncs históricas, prescncia dc Dios en nucstra cxpcricncia, comprobamos quc nuesl.ra
58 59
experiencia protcstante de vivir con la Biblia a través de los siglos, sc rcúnen en torno a Ia Biblia con este mismo espíritu. Este milagro
pucde aportar una contribución importante a la renovación dc Ia Iglesia,
crcurrirá dc nuet,o, y nuestra historia de familiaridad con la Biblia revivirá
sca ésur católica o protcstante. Cuando notcmos cómo, una y otra vcz,
con nucvas cxprcsiones.
el Espíritu Santo ha guiado a ac¡uellos quc lcen la Biblia a exprcsar su lr4uchos protcstantes podrán no ver la importancia de esta
[c dc una mAncr¿t nucvÍl y obligantc cn rcsl)ucsta a las ncccsidatk:s rcrlricntltciótt, ¡rorc¡ue est¿in convencidos de que la experiencia del poder
hurnanas cspccíl'icas, cstarcnlos prcp¿rrados para cnlicllLar cultlquicr
clc la lliblia corllo Palabra de Vicla ha estado en el corazón de nuestra
intento dc sofocar al Espíritu cn cl nombre dc, Dios. Vcrcntos cti¡no los historia protcshnle dcsde el comienzo hasta hoy. yo sé que esto es lo
lídercs dc cualt¡uicr lglcsia, católica o protestante, sulrcn I¿r [cnfacirin que alirrnAmos, pcro mi expcricncia acerca de la vitalidad del estuclio
de buscar seguridad cn ó1, otorgarlc valores absolutos a logxts clcl pasatlo,
bfulico en Ias CEBs, cn contraste con lo que a menudo veo en nuest-ras
y g¿lrantizar sus propios logrcls clc prcstigio y poclcr. Ilsto lo cjccutlm propias iglcsias, rne ha llcvado a la conclusión de que algo no ha
asevcr¿ln(lo quc lo quc. J)oscctl, cn cuanto a doctrina u orgltrtización
Iuncionado bicn. Al habemos scparado de las luchas de los ¡lobres por
eclesiástica, ha sido cst¿rblccido bajo conclición divina. No otlsluntc, cn
la justicia, cn donde Jcsucristo está prescnte en nuestro mundo, hemos
la ntctlicl¿l cn quc Ia Palabr¿r dc la Biblia cs para nosotlos la lJr¡crt¿t pcrdido contacto con esta dinámica realidad espiritual. Por falta de es¿a
Nucva dcl lirturo, vcrcrnos quc cstc tlcsco dc scguriclacl cicrr¿t l:.t rnr:¡rttr
cxpcricncia espiritual, tendemos a buscer seguridad haciendo dcl texto
a la Palatlra crl lugar clc honriu'la, y rccrn¡tllva la crcativiclatl dcl [rs¡tíritu
un ídolo y dcfcndicndo un dogma accrca de lp autoridad de la Biblia.
con un proccso dc csclcrosis quc conclucc hacia la mucrtc cs¡lirituul. En vcz dc conliar cn el movimiento dcl Espíritu en la comunidad reunida
Para dccirlo clc ou'a for¡lla: la conlittnza cn cl Dios viviclttc, t¡tricn rlc
alrcrlctlor dc la lliblia, nos scntirnos en la obligación de decirle a otros
nuevo nos habla por rncdio tlc la lliblilt, cs rcr:rttpl¿tz¿ula ¡lor lit itlolu-
lo t¡rrc l)cnsanlos que la Biblia dice. Antonio Gouvea McndonEa se
trítt.
atrcvc a rlccir r¡uc
AI lnisrno licrn¡ro, ¿rl rcdcscullrir nucstra histori¿r co¡Ito trrt ¡rrrr:llkr
obligado una y otra vcz. ¿t c.scuchar y ít rcsl)onrlcr a u¡l¿t t]uov¿l y cxtnrÍll ...1a Biblia ¡rcrdió su lugar cn el protestantismo y se transformó en un
Palabra quc r)os intcrpcla, cst¿lrcmos prc¡rarados J)ara ('.nfi'or'¡[rrnos y ins trumcnto sccund¡rrio dc ju s ti ficación dc formas idcoló gicas dc pcns ar,
sobrcponcrnos ¿r oLra tcnt¿rción frccucnl"c¡ucnl.c proscntc clt l:.t cotttunitlrul frccucntcmcntc autoritarias, injustas e impías 2.
dc fe. Prccisrrrncr)tc lnrquc la Palabra ilc Dios traul cron rcalirl¿ttlcs
concrot¿rs clc rrucsLra vid¿r cliaria cn cl mundo, podcmos cnco¡ttrar¡ros lltn Sólo si cstamos dispucstos a anicsgarlo todo y a colocarnos junto
cnvucltos cn csas lr¡clras tluc lc prcstcnlos poc:a al,cnción al hccho dc a Cristo en su lucha cncl munclo, la cxpcriencia dc fe cle los funclaclorcs
(luc sotnos i¡lLcrpcl¿rdos pur una Palutrru mrís ollá de nuestro.r'cr. NucsLrti cle nucsl.ras iglcsias volvcrá a tcncr vida para nosoLros nuevamcnte.
involucr¿utlic¡tto cn las luchas intcnsas por una socicdad rnírs jusur, Entonccs, nucsr.ro cstuclio dc la Biblia nos hará tcner una nueva
¡lucclc distracr nuc.stra at"c¡lci(r¡r tlcl nristcrio dc lo divino y dc las di- concicncia dcl Crist"o vivicntc. La Biblia, una vcz más, se convcrtirá en
nrcllsicl¡lcs cspirilualcs clo l¿r vitla quc original¡ttcntc irts¡lir:.uolt r)ucstra cl ccntro dc nucsrr¿r vida dc fc y manifestará su propia autoridad. De
lucha. Cua¡xlo cstcl ha succdiclo c¡r llucstra historia protcstanLc, sc llan cste ¡nodo, podrcmos cntcndcr y vivir lo que ha sido esencial cn nuestra
for¡nado nucvils corlrunid¿ulcs alrcdctlclr dc la l]itlli¿r, las cualcs han acütud conto protcshntcs hacia la Biblia. Es decir, tendremos la libcrtad
rccobraclo csta cxpcricncia y rctado a la Iglcsia a prcsL¿trlcs ¡n¿is atc:nció¡t. cle accptarla conlo documenLo histórico, escrir.o por seres humanos por
Esut cs la razón primorcliiil que cxplica cl crcci¡nic¡rto rlc lrts iglcsirs cuyo tcsti¡nonio cl Espíritu Santo nos intcrpela. Confiaremos en la
pcntccosu.tlcs cn ALC ltoy. acción dc csc Espíritu entre el pucblo , en vez de sentirnos obligados a
t-ratar dc cont¡olarlo rncdiante nuest-ras prédicas y enseñanzas. Sabrcmos,
pucs, c¡uc la Biblia es fundamentalmente una fuente de liberación. En
2. Jesucrist«¡: Ia Palabra vivicnte lin, cuando nos atrevamos a seguir a Cristo cn su idcntificación con los
en las Comunidadcs Eclesiales cle Base pobrcs y rnarginados, nos sorprcndcremos por la riqueza y la profundidad
de lo que la Biblia tiene que decirnos.
En las CEBs, al estudiar los pobrcs la Biblia en busca dc la oricn- Sobre esl.a base, eslarcmos preparados para hacer una contribución
mción cle Dios para su Iucha pclr Ia vida, ósta proclarna unál vcz más la importante a la Nueva Reforma en ALC, y en oEos lugarcs. Nuestra
Palaltra dc ltida. Por su mcclio, I)ios sc diligc a cllos y Jesucristo se experiencia protcstante con la Biblia, en cl correr de los siglos, nos
hace prcscnte cn Ia comunidad, cuyos n-riemtlros logran percibir con prcpara para insistir en que ella, como fuen[e de la Palabra de Vida, nos
clariclad la prcscncia y cl poder del Espíritu Santo. Iln nucst¡as cornu-
nidadcs dc l'e protcstanLos, los ¡lobres y los clue se solidarizan con ellos 2ldem.
60
61
libcra y obliga a rclacionartlos con cl [c.xl.o bíblico cn forma crítica,
c:ictlacl tr¿ulsltlrnlatlit, cotttcnzanclo aquí y ahora cn ¡ncdio dc Ia historia.

rcconocicndo quc Dios nos habla por palabras faliblcs humanas, cn


y La larca di: la tcología cs la dc articular y clarif icar csc mcnsajc al
por las condiciones cspccíficas dc ltistorias y culturas particularcs. convcrtirlo cn un¿r rcalidad cn la vicla de los pueblos qr¡c luchan. por
Io tanto, dcbc cncont-rar una cxprcsión cn cl idioma dc lós pucblos y
Consecuentcmente, ¡lodrcmos scrlc ficl a csa Palabra sólo cuando cn
Dios cn rclaci(ln con Ia sil.uación concrct:r cn la c¡uc óslos vivcn. Üna tcológía
hagamos un csfucrzo constÍlntc para cnLcndcr Ia cncamación dc
CrÉrc cn la situación dc PalcsLina hacc dos mil afios, y disccrnir lo quc t¡uc scitala Ia rcalitlad dc fb y cs¡lcr¿lnz¿r cn Ia quc cstos pucblos vivcn,
eso significa cn cl contcxto difcrcntc cn que vivimos hoy' Esto cs cs- llo s<il«r cnflatiza lo mírs fundalncnt¿rl, sino quc poscc tarnbión una vita-
cuando cs[amos Lrahndo con temas talcs como lirl¿rcl y ¡lrol'undidad quc a mcnudo no sc cncr"ntra cn conccptualiza-
pccialñrcntc importanLe
masculinas-fcmcninas, Io que nos obliga a tomar cn con- ci«lncs ln¿is acadórnicas y abstracLas.
ias rclacioncs
ópoca blo- En cstc contcxto, como pua calvino, la vcrdad licnc quc Ilcvarnos
siflcración la fbrma cn quc la socicdacl patriarcal dc aquclla
li y sus inrpli- a lit ¡rrliclic¿t tlc la bontlad. La tcología llcga a scr una rcficxión sobrc
Evangclio
ár.á l, ¡rcrccpción dc naturaleza raclical dcl pcrcibim«)s cs1c iln¡rc- Itt¡cs(rÍls ltlcll¿ts ¡lor la vicla cn rclación a la lucha de Jcsús. Es un ti¡lo
cacioncs'para las rclacioncs humanas. Cuando
iatiuo, nu.rtrn historia prol.cstantc clc análisis crítico ttcl tcxto tlc la tlc ¡rcltsltttlictlltt t¡ttc, ltrraigarlo cn nucstra tc y en nucr;Lr¿l rcspucsta a la
grltc:iit tlt: I)itls, llos c:<lt¡tlr¡cc ¿l un conll)rolniso ccln lgs polircs o¡
Biblia'hacc ¡lclsiblc quc rluicncs lcc¡r cl Ilvlurgclio tlcstlc la ¡rcrs¡lcctiva sus
a la Palallra quc ¡oy lucltlrs ¡lor lit vitl:r. Ijll¿r c.s l)¿lrtc rtc un
dc ¡os pobrci y-ymarginaclos, cscuchcn y rcs¡lontlatl libcrador dc esa
llrctccso diní¡nicg cn cl cual la
acción y cl ¡rcnsarnicnt«l cskin íntimarncnl_c cnLrclaz.arkls.
sc lcs dirigc, asitc,'tgan la cxpcricncia dcl podcr
Por otra p¿lrLc, cn la Inctlirtl (luc l)cr¡nit¿unos r¡uc la Iliblia in«lique
Palabra. _
las pautas ¡lara la rcflcxión, cl quchaccr tcológi.u .r" convcrt"ir¿i cn una
tarca dc tcxlos los crcycnLcs, csl)cci¿rlrncnf.c dc ar¡ucllos quc hasta ahora
han tcnitlo IXrcas o¡rortunidaclcs dc parf-icipar cn ó1. El hócho cs quc los
3. Ilcnov¿tción teológica nlediante
pollrcs son los autorcs humanos dc ra lliblia.
el diiilogo con los oPrimiclos euc clla ha siiio una
producción rlc los pobrcs, o dcsdc Ia
¡lcrspccür,a clc los ¡lbrcs, significa,
corllo ll«ls lo rccucrtl¿t Pablo Riclritrcl, quc cllcls son los "intdiprctcs
Cuando, cn nucsl.rAs Coll'ltlllitlatlcs dc [c, ltls pollrc's y los quc It:¡1ítirnos rlcl fr:xtcl lríbliccl" 3. Los pobrcs ion las pc.rsonas cuya sitúación
vivcn cn solidaridad con clltls btlscan rlricntltc:it'r¡l cn la tlilllia l)Ílril stl y c:x¡lc:t'icltc:i¿t lt-.s ctt¡ui¡l:ttt rnc.ior ¡rara c.n(c¡rlcr su-prcnsa.ic. Eito .signitica
lucha sc sorprcndcn por cxpcrirncnlar Un lltlcvo cllctlcntro c()ll
-y
Cristo-, nucsú¿l icología cs t-ranslilnlurtt:r. Al igrral (luc cll llt ó¡t«lclt tltr
«¡rrc ltl f t:tikr¡1tl st: lc invif il ¿t conll)¿lrtir s¡ cxpcric¡cia y .su
conclciinicnto
c«l¡t ltls ¡l«llrrcrs, ¡xtr:t c'.slittllcrccr conL¿tcf.o con cllos y sg nl¡n(lo sirnbólico,
la Rcfori.rrA, la Bibliidcstruyc tocla altstrurccirin y tcol<lgíit clilistlt, Ironr:rr sr¡ llisrrlri¿r y su cx¡rcricncia, así conro su lcnguajc, y ayudarlcs
alicnacla dc la lucha dcl pucbl<) (luc clatna iusticia. Dc ntlcvtl,
lit lcologíit
pcro profutttlil, y atlt¡tricrc strs ¡lrrlpilts
a poncrlo nonlllrc ¿l su nlunrkl dc f'c.
sc prcscng1 cn una formá scncill¿r
cl mundo.
Al succrlcr csto, la histori¿r dc ros pucblos r¡uc luchan hoy, y las
cxprcsioncs cn narracioncs dc los pucblos cn la Bibria, sc uncn ón forma cxciianíc; la
Dos ¿cscubrimicntos pcrturbadorcs sc hallan cn cl ccntro tlc c'.sl¿t
l.cología quc nacc dc cstc cncucntro, loma nueva vida y Ic da vitla a un
rcnovaci(ln tcológica. El primcro, quc cstc Jcsucrislo cs cl r¡uc viviti
y
y ccn- círculo miis arnplio dc hornbrcs y rnujcrcs. Los rcforrnadorcs alcnlaron
anduvo con los pobrcs y rnarginarlos, sc idcntificó con Su causa,
la for¡ltación dc nucv¿ls comunid¿rclcs rlc fc c.n cl hogar, al rcunirsc la
tró su vicla y su próclica cn cl aclvcnimicnto dc un nucvo orclcll tlc falnilia diarialncntc alrcclcrlor dc la Iliblia. Co¡nu rcsult¿rrlo, sc inició un
justicia y .qui,tn,l, cn cl "Rci¡lo dc Dios", cn cl quc cl pobrc ocuparít
proccso tlc rcflcxi(ln tcoló¡¡ica quc Irizo t¡uc cl Evangclio sc rcavivara
un Iugai dc privilcgio. Por cslo, .lll fluc crucifiicado por aqucllos t¡uc clltrc cl pucblo y sc lricicsc scntir c¡r ct t¡uchaccr tlia¡io rlcl rnunclo. En
ort.niábon piiuitcgios y poitcr. E,l scguntlo, cluc aqucllos quc sc. uncn la acttlalitlatl potlcrtlos rcc:rcar cs¿l cxpcricncia cn co¡nunidadcs dc base
a El cn la'mislni lucñ¿i son inviLaclos a cotnpartir sus sufrilnicntos nal"uralcs dc los ptrcblo.s ntargirrarlos y oprimiclos, con consccucncias
af mismo ücmpo sc cncuctlLran sostcnidos por la prescncia divi-
-y
na-. En cstc contcxto, la rcflcxión tcol(lgica sc convicrLc cn una avcntura
similarcs. si haccrros csto, Ia fc cristiani potlrá jugar un papcl rnás
pucblo irnport^arrr"c cn la fonnación dcl pcnsamicntó y la ácólon.
fasci¡lanLc no solamcntc para una ólitc sino para la toUalidad dcl
dc Dios.
Tal cgtno cn el siglo XVI, Ia l.arca tcológica se ha de cnfocar
agudamcnte, y así simplificarse y_clarificarsc. Y cs quc la Bucna Nucva
pioclamatla ltor Jcsús cs una ofcrta dc una vida plcna, cspiritual y 3
I'atrlo Itich ard,Infiurza espiritual I de los p obres San
inatcrial, para cada pcrsona inclividualmcnl.e cn cl conl.cxto dc una so-
<le la glcsia José:DIll, 1987, p. I 13.

62 63
4.La Pahbra que se uut«l-autentica en Ia lucha por la vicla Algunos pucdcn pcrcibir esLo como muy exLremista, sin embargo
cs bucncl quc lc prcstc¡rlos atcnción. ¿De qué ora ¡nancra sc prxliía
por
cuantlo los pclbrcs y los que sc iclcntiflcan con cllos cn la lucha c¡ltcntlcr lanto Ia lalta dc intcrós cn los cstudios bíblicos basados en una
Ia justicia son móviclos por la Palabra al estucliar la Biblia,
reclescubrcn bucna cruclicitin (luc cncontrarnos en varios medios, asÍ como los signos
unó,1. los clcmcntos mái im¡lortantcs cle nucstra hcrencia clc la Rcfc)rm¿l: dc hosrilidad hacia aqucllos que los emprenden?
it pi¿r, de la Biblia para ésmbl,e.cer su pro¡tia autoridad. Cuanclo l¿ts sr:gunrl«l: obscrvarnos igualmente cl reto que esto lc prcscnta a los
comunidaclcs protcst¿llltcs cnvueluts cn cstas luchas sufrcn una
fans- crtttlitt¡s llíblicos. Hc pasaclo varios años en institucioncs acaclémicas en
alcgría y cspcran'¿a,y sicntcn la ccrcanía llts t¡uc las tlisc:usionc.s accrca ds la autoriclad cle la Biblia han sido el
iármaciOn proiunda, vivcn con
Oe pios en meclio cle la pcrsccución y dc las amenaz'as clc
mucrtc' J)tll)lo ct:ltfr¿tl. Itart vcz, cs¿ts discusioncs condujeron a una convicción
saben, al igual que los refornradt)rcs, qLle la Palabra bíblica cs ¿luto- ilc(:rc¿l «lc l¿t ¿tt¡(orirl¿ttl tlc la Palabra o a una obcrlicncia más flel. Por
autenticable' ottl) lil(lo, al partici¡rar dc estudios bíblicos cn CEBs, frecuentc¡rente
nnirr^ que
Estoy convcncitlo snlrrr esta cxpcrtlencia nos tlltrít la
nrre solamcnt'e rrrc lrt: s«lrJlrcntlirlo urnto por Ia profundidad de su comprensión como
positlilidád 6c vcr cuán icjos nos hcmos apartado tlc nucsLr¿t hcrcltcia ¡rtlr l:t visirill tlcl sigrrif icaclo tlc l¿rs narraciones bíblicas, y la respucs[a
oe la Rcfonna. sólo cle esla mancra sercmos capaccs dc nofir
quc cs¡lrllttlittt:tt tlt: los t¡rrc csLurlian cl rncnsa je quc cllas conücnen. En tales
nu.rUm Iglcsias, al pcrcler la vitaliclad cspiritual t¡uc provicne dc oc¿tsi«r¡tcs ltc ctlnclrritlo t¡uc han hccho más por cstablccer Ia autori¿ad
por el Rcino, sc han «lbscsiort¿tdtl con tlc l¿t llillli¿r, (luc sc¡rtcslrcs cntonls pas:rdos cn csl.udios acatlórnicos cn
farticipar ón las luchai cle Jcsús
iá Uf,ri¡u.cla dc scguridacl -cayéndo cn cl ¡ttisruo crror dc l¿t Iglcsia tlll cor)lcxttl cn cl ct¡¿tl cl tlcsco tlc cscr¡char y rcsfrcndcr no ocupaba un
medieval, qu. roñdujo a la Rcfonna. E,¡t csc ctltotlccs, un¿t Iglcsia Iugar tlc irnporurncia.
.rpirituofir.nt, tlccadtntc trató dc salvarsc a travós dc la sacraliz'ación Por otra parte, como una pcrsona quc ha trahclo ¡lor años, sin
cte la institución eclcsiástica, hacicnclo clc clla un ítltll«l
y lllarlLc¡licndo nrucho óxit«r, dc mot.ivar a la juvcntud y a los cstutJiantcs para quc sc
tlcc:atlt:tllc lr¿lta dc
al pucblo sujctct a la nris¡na. ['loy, un prol.cstantislno involr¡crcn cn csrudios bíblicos, cstoy conscicntc dcl hccjro de quc,
iatuarsc a si nrisrno sacraliz.ando los tcxtos tlc la Bitllia, hacicntlo un c:orno dijcra un crudito,
o clcnu¡tciart a cualqrticra cluc
ídolO {c clla. Los nl¿is inscguros, at¿Ican
se al-rcva a exponer csta traición a nuesu'a hcrcncia. ...cn añosrccicntcs la vitalida«l dc los cstudios bíblicos ha siclo fanrástica.
Dc toclos modos, cuanclo los quc sc cncucntran cotllpronlcticlos co¡r Ntl ot¡stantc, quicnes son c<>nscicntcs dc csta situación est¿uán <te

cl discipulado radical vivcn por el podcr dc la Palabra, sabcn quc son act¡crclo contnig<l cn qtte, con contadas cxcepciones, tal profuncliclacl clc
cntcndi¡lricnto clc las Sagradas Escrituras
intcrpcl¿tlos. Una vcz. mírs la Biblia establccc su propia auttlritlatl. Co¡r- al)crl"tas si ha tcnitlo algíut
cf e't'lo cn lu I¿ilcsi:r 5.
ucnri¿os ¿o str vcrtllrtl, ),¿r no scntinros la obscsión dc tr¿ttllr tltlscsllc-
ra¿anrcnte clc c¡cgntr'¿rr scguridad por la absolutización tlc los tcxtos
I3slo1' c:onvcncitkl dc (luc cstc fr¿rcaso sólo pulrá scr supc.rado si
bíblicos. Expcrimcntamos cl ¡nistcrir¡ clc la libcruad dc la I'}alabra:
llucslr¿t
cn cl tcsti¡nonio dcl Espíritu Santo, t¡uc ¡os libra lrls crr¡ditos bílllic«ls tlcsurrlllan su l¿rbor cn cl contexl.o dc la lucha de
confianza eit,r ¡lucsta
,l
t.*to por et que Dios nos intcrpcla' El llcvar a cabo Jcsús y dc la conrunitllrrl compronrctitla con dicha rucha.
dc Ia sujeción
Tcrccro: ltoy sonros ficlcs a Ia scricd¿rcl con Ia que Calvi¡to y otros
csto hoy significa por lo nlcnos [rcs cosas:
rclitr¡li¿tcltlrcs tral¿trrn rlc rlt-.scrrbrir lo r¡uc cl tcxto bíblico rcaircn1e
prinrcro: quc los protcsfÍurtcs rcconoT,ca¡nos cónro ¡lucstra visión tcnía t¡uc tlccir, solulttc¡lLc al lo¡nar cn cucnL¿l cl conl.cxto socio-¡rolítico
cquivocada dc io ,,uturitlad bíblic¿r ha intcrf'criclo cn nucstro cstutlio
c:on cn cl c:tlal sttr¡¡icron lus nlrracioncs. Los pobrcs y rnarginados son cÍrpaccs
,.ri.,lu,l clc la Biblia. Con basc cn su cstudio dcl protcstltntisrtto tlrasilcño, dc clttcrltlc:r lo t¡ttc la Iliblia dicc, y cstán co¡rvcncidos de su autoiirh6,
Antonio Gouvca Mondonqa sosl'icnc: l)or(lttc vivctt cll contlicioncs si¡nilarcs a las quc vivicron los escril.orcs
dc la tlibli¿r: csclavos cn Egipto, profbtas abn¡rnaclos por las injusticias
La lecttlra csqucrnáfica dc la Biblia no nccesita excgctas o hcnncncutas' r¡uc lcs rotlcatran, o discípulos dc Jcsús vivicndo en la pcriferia del
o conoccclorcs cle los icliomas originalcs, dc los cualcs el
protcstantis¡no
Inrpcrio ltomano. La rclcctura dc las Sagradas Escrituras pór los pobres
y
tanto sc enorgUlleció cn el pasaclo. Ellos ya no son nccesarios, los ¡ncos nos dcsafía a abrir los ojos para rnirar, cn forma crítica, a los obsuículos
quc fcstan, son colocados bajo sospcclta. son pcligros.os porqtlc pueden
idcológicos quc hcmos usado hasua ahora, y d¿r los pasos neccsarios
desestabiliz.ar, coII sus análisis' cl sistema idcológico y rcligioso
establecido a.

4 Cot¡vea N{endonga, oP. cit. 5 lt.,t*ri Cty.Jc J,ilinson op. cit.,p. 193.
,

64 65
para captar máS claramcnte lo quc los cscriLgrcs bíblicos ticncn tlttc
dccirnos.

protcs¡1nl"cs, a csla
Estoy convcncido de que ntlcslra lcaltad, como
la Rcforma scrít dc gran importancia cn las
part;;;ucstra hercncia Ob
dócadas. Porquc muchos dc aqucllos a-quicncs cl cstudio clc
ñ;i,;;r nü.ru. riquczas dc tc y un llamado al discipulado,
Ia Biblia lcs ha rraíclo
rcligiosa quc trau dc
[[ ; cnfrcntar la oposición dc una instiLución
En csta
i*noncr su firopia irutoridad sobrc las sagradas Escrituras.
Lurcro a la obcclicncia dc la
;'ir,ñiá;,".r i¡,irono lrarnado dc Marrín
puirUra ác Dios cn la Biblia por cncirna dc totl¿t auLorid¿ttl, cs lan
irportrntc hoy corno lo fucra ñacc ya quinicnto-s.años. Sin
crnbargo,
ñ;;;;rranrós únicamenrc po«lrcmos dar csc rcsr.i.ronio si haccmos Capftulo V
palabru óon los pobrcs y rnarg.inados, dcjando quc
una ,cl.ctura dc csa
nucstra vida cn
.rü polrt ra rcoricnte nucstro culto, nucstra cltrctrina, Si nos alrcvcmos ¿l Ecclesia reforrnata semper
comuniclad y nucsfo tcsl"imonio cn la soci«l¿rd.
haccr csto, nos sorprcndcrá clescubrir cuí¡ltLt) nucstfa hisl"oria, rcdcs-
reforrnanda
nt¡cslla pro¡lia transfornración
cubicrl,¿t y rccrut«la, puc«lc conl-ribuir' ¿t

.rñirlir.( lo mismo quc a los csfucrzos ccr.llnónicos para cstablcccr


firincmcntc la surgicntc Iglcsia dc los ¡xrbrcs'

I'«ltlt-ntos dccir catcgóriulmcntc quc Ia .ts¡c:iÍl dcl ¡lrotcstantismo


Ito cs llt¡t[o ulla doctrina cuanto una nr¡cvA mancra dc scr cn cl rnundo,
c.s¡rcc:iulrnc¡ttc una nucva conccpción dc lo quc significa scr Iglcsia, lo
t¡trc ticnc irnplicacioncs rcvolucionarias tambión para toclas las ins-
tilut:ioncs dc la socicclad civil. Los calvinistas lo cxprcslfon con una
f'ntsc crr latín: ccclesia rc{ormata scmpc.r raform«ndo, quc hasta cl día
tlt: hoy sc l)rcscrva cotllo cl lcnla tlc, algruurs i¡¡lcsius (luc sc llantan
"rr:filnn¿ulas". Colt cllo dccl¿rraban quc cualquicr lglcsia r¡uc sca un
¡rrotlucf"o clc la Rcforma mcrccc csc nolnbrc sólo cn l¿r mcrlicla quc sca
c.Lrplv dc sobrcponcrsc al impulso, inhcrcntc a totlas l¿rs institucioncs
hurnanAs, a Ia auto-prcscrvacitin, y sc Atrcv¿r a rcfor¡narsc dc ticmpo cn
l"iolttpo, pltra ¡ndcr rcs¡londcr dc una rnancr¿r crc¿rf iva al rc.Lo prcscntanclo
JX)r nucv¿rs sil"uacioncs históricas. Nucstro Dios cs un Dios vivo, activo
cn cl ¡nulttlo para ransforrnarlo. La lcaltacl a cstc Dios clc¡nanda nucvas
rcspucst¿ts l)or partc dc una comunirlacl dc fb sicntprc rcnovacl¿I, una
comunidad quc no sc afcna a un p¿tsaclo para poclcr rcspondcr a las
tlcmandas quc surgcn dcl futuro. En su aplicaci«in a Ia socicilad civil,
sc lrabl¿t tlcl ¡trinci¡tio protestonlc, o sca, la clcsacraliz¿rción dc toclos los
aspcctos rlc la vida y dc Ia socicrlud.
E,l clistinguitlo his«lriador Wilhchn P¿urck, hallla clc csto colno cl
corazón dcl ¡trotcsf"anl.isnro, con'lo aqucllo c¡uc rlcf,cnnina su carácf.cr
clinírrnico y su cnlpujc cn cl r¡rundo mcxlcrno.

67
66
I-rls ¡rr«ltcstiultos sicrnprc l¡an rcc,<lnilcido r¡tte la situacitin ltisttirica pcrcitlicrlt sigltos dc la prcsencia de lo divino en casi totlas partes, pcro
c:ortcrct¿¡ cn lir ct¡al sc cr)cucntr an es tlontlc sc le ha cle rcrndir otxclicnc:ia
cra nruy dilicil lcncr una rclación pcrsonal con un Dios personal.
a l)ios, perro al r¡lisrrul l,ie:nrlx), su espíritu profétic<l lcs ha nltlvi«ltl a
c,riticur, cn cl trorrrllrc <le Dir¡s, torkl intcnto dc otrlrgttrlc a cttalt¡tricr ltlgro c¿rlvino dcscubrió, cn y por su lectura dc la lliblia, un Dios quc
histtí¡ icrl tnr car¿íctcr ¡rcnrrimcnte y a consitlcrarl0 sílc:ro lx)r stt alcg:lcla roltrpía c.sta c¿trlcna dcl Scr y abría cl camino hacia una tr¿lnsfonnación
I)cr¡l)ln(,nci:r... [;\sí,1 ha¡t rn<lstr¿tclo un gran ánirtr«r plra lits rc[llr¡ltas rltrlicltl tlc llt lglcsia y cl rnundo. Este es el Dios creador rlc trxkr, c¡gc
I)trrl(:llccc il otro tlrclon, cstablccicndo así una nrarcada scparaciiln cntrc
:;]fi,;):::Ii'::l;i,.J,]l,T;11:';xl]T,.;l[:¡particurirr,rc,retttrrtc'c'rcsiristica' cl rcirlo tlivino y toda l¿t crcación. Este Dios se manticno solo. Natla dc
Io crcatlo por Iil poscc clcrccho divino para cjercer señorío sobrc otros.
D¿rrlo (luo las iglt:sius protcstanLcs no sc han tlcslltc:lttlo l)or srl fldc- No cxistc un cspacio intcrmcdio cn cl quc algunos pucclan rcclamar
lidatl a csto ¿lsl)cc:to tlo nucslr¿r hcrcnci¿t, consi(lctr) (lttQ vltlc la frcna .\tetus o ¡lrxlcr clivino, scan cstos íurgclcs, p¿lpas, rcycs, obis¡los o scñorcs
cxarnin¿rr c:on c:uid:.rt«r los orígcncs y cl signif icatkl tlc csttl tlcscttllri¡ltitl¡tLo f curlulcs.

hccho p()r los rcfilr¡tt¿ttlorcs. I:l Dios crclttlor, quien no ncccsila ni tolera inl.crmcdi¿rios, est¿i
Ilstit l)crsl)ccf iVit rttvolr¡ci0naria ticnc srrs ¡'aír:cs t:ll llt rc.spttc)slÍl (luc J)rcscl)tc y actuando en el mundo y cn la historia como el Dios rcdcntor.
Luto(l y c'illvino ct)conLraron, cn l¿r llitrlia, a lit ¡ll'c:gUnt¿t (ltlc lcs I:stc l)ros dcsc¿t Ia t¡ansfonnació¡r dcl mundo y aclúa cfccf.ivamenf.c
oltscsio¡utltit ¿t¡uit.n t:s I)ios/ Lutcro, titl ctllntt llc¡l¡«ls t'isl{), sc cllc:ott['ó ¡lura krgrurlo. Pcrrnanece como jucz de lo que ahora cxiste y hace que
con un f)ios t¡rrc so nos ¿tcrcrc¿t rlircc:lantt:nfo, lotltítrltltl llt illicialiva tlc t:xisttrn cosÍts nucv¿ls c incspcradas, oricnmnclo dc csto modo a la
olicccrntls cl pcrclórr, justil'ic::.i¡rrtrxros y tllintklrx)s cl tltlrt tlc la vidlt. hunl:uridu«l hacia cl {'uluro que cstá por rcalizarsc.
C¿rlvino llcgri a conoccr a [)ios, r:l grart crt:tttltlr y rctlctttor, col]]o lln I:stc Dios cs t¿rrnbión sobcr¿mo, está por encirna y más allá dc
Digs sttlrcran() (luo acltia cn l¿r lrisL<lr irt co¡l tul ¡ll'tl¡ltisito, trn I)ios t¡ttc nu(:sfr1)s ¡rcnstrnricntos y sistcmas, y cs conocido únic:arncntc por su
Itanla a lxllnlrrcs y a lttrricrcs tt ¡llu'tici¡¡1¡¡"cn cst(: l,,riltl tll':.tltilt tlc rcdcncitin. ¡trcst:ltt:iit y :.tt'cirin c¡l Ia ltisLoria, captada.s c:on la ayuda dc la rcvclació¡r.
(lcscu-
Qrriz.ás lugrclrros tcr'¡cr unu i(lca clrtnt ttc l:.t rirtlic¿tlitl¿ttl tltl stl l-lt vtllt¡ltfrul tlivirut cs la rcalidad ccntr¿rl c¡uc sujcta y oricnt:l al nrundo.
brimir:nto si consirk:nlnlos t¡rtt: t:l c¿ttolic:ist¡ttl Itlctlit'.v:ll cl'ltcll(lía a Dios .Sohrt: clllt llrt ¡xltlctttos Lcncr control algruxl. Dios cstír prcscntc, actria
c¡l rcllci(ill co¡r cl cs¡tacit), nricrttr:ts (lrt(: l.ulc¡tl y Citlvint) clltolxlí¿l¡l ¿l y tic:rcc ¡ttttlcr tlirccl"¿uncnl.c cr¡ la histori¿t, y nos invita a cr)contr¿r
Dios cn rclac:ión co¡t cl tiorn¡ltl. ¡rr¡c)slro ltrgar cn cstc I)r(xjoso tlc rc.clcnción.
Los lctilogos nrcrlicvalcs, illflur:lrcilulos lirt:rtclllcntc ¡xlr cl frcnsa- Iln ttltlos ltls cscritos tlo C¿rlvino, scan óslos comcntÍrios bíblicos
rnicnto gricgo, c:o¡lcibicrron a Dios cor)ro u¡t Scr Su¡trctt'ttl, a la cabcza o cx¡l«rsicioncs tcológicas m¿is sistclnáticas, ¿t t.ravés de cada pirgina sc
ttc unlr "csc¿tlcrit" o "c¿t(tctla" tlcl Sttr. Irl Di«ls c¡'clttltlr, t¡ttictl crcó cl rx)tit sI gftur scnLido dc la ccrcaní¿r clc Dios cn f.odo t.icnrpo, un Dios cluc
u¡ivcrso cntct'o, llcrlri torlo cspacio vrt'ít), t:«lltr:.tt¡rltl a c:.ula csJ)ccic cn ¡rrrr:tk: sc:r visf.cl y palpado, un Dios r¡uc ticnc que vcr con cada inst¿rirtc
un lugitr ¡trcc:iso cn csf ¿r grart cl.ttlcrut --:.irtgclcs, scros ltttl¡t:tttos, ¿tltittl:.tlcs, y coll ttltltls l<ls aspccLos rlc nucsLra cxistcnci¿r. Porquc cstc Dios sobcrano
planlits y ¡ricdms-. Lrstc ortlcn crcado llo stilo litc tlt:tcrntillittlo ¡lor t:s t:l I)ios t¡ttc torlta la iniciativa pcrdonlintlonos, justificiindonos y
Digs, si¡o r¡rrc cra ll¡ulrión tlc ulu.t nlrtur';.tle:z.lt .icrlili¡tricit, ¡ltlsc'.1'clttlt) sltlvlilttltllttl.s, ¡ltltlctnos confiar nucsLra vida y dcstino cn sus rlranos.
ilclucllos tintt:¡rcs o c.sl)ccics al fin¿tl tlc l¿t "cLttlcrt¿¡" ¡¡t!:tlt)S tlcl St:r,
siclttlo rkl csfcl lllotkr inf'criorr-s Ít los ¡lrirnr:lrls. Atlcllt:.is, clttllt tlrtlctt tl ¿,(]rrri cs lo ¡lrás constante cle Ia fe c¡uc cl rcc<l¡loccr quc cstanros
cs¡tc.cit. trllílr clt sí r:sl:t lltisnut cslructtrnt jcnin¡t¡ic¡.t, c:tllt stts ltticttlbrtls tlt's¡rtr.irttlos dc virtutl para scr protcgiclos pr>r Dios?
¿Quó carcccnros clc
sul)criorcs c i¡tli:ritlrcs. Ir¡tla bo¡rclad para scr nutriclos por ól? ¿Quó somos csclavos ctcl pccado
Cgnsccrrcntcrltcnlc, cl orulcn cstalilccitlo cn Ia socictllttl poscía itlgo I)ara scr lilrcraclos por él? ¿lciegos para ser iluminaclos por El? ¿,Cojos
clc lo rlivi¡ro, y por lo tlrnto rro dcrtlía scr altcrltdo. Una cslrtlcl.tlr¿l I)ara ser s¿unaclos por El? ¿Dóbilcs para scr sostenidos por El? 2.
jcrárt¡uica do la rc¿rliclad inrplica c¡trc t¡uicncs sc cncuctltr:.tll crl ttn nivcl
i¡fcriur rccon()z.ciirr la autoritlatl dc aqucllos que sc hallltn ttltty por vivicndo diariamcnte por csta gracia, podemos cnt-regar comple-
y los ratc¡r corl rcvcrcncia. La Iglt'silt, thtlo stt lttgar tÍrmc.nLo nucstr¿ls viclas a Dios cn una rcspucsta dc gratitucl:
cncinr¿r rlo clkls,
p«;uliir c¡l c.stc rcino rlcl Scr, I)¿rrticipll)¿t tlc una ntancra rnuy cs¡lccial
kl r¡rre lc d¿rlla Ina),or lcgitinritllttl
a su ortlcn S«rnros clcl Seilor, luego, vivamos y muranros para é1, Sonros cle l)ios,
clc cst¿r rcalirtlrrl rlivi¡ut, ¿rú¡t
jcrárc¡uico. l)ontro tlo csl.e rcino clcl Scr, cr¿I ll¿ttural quc cl pucblo
lucgo, quo su sabiduría y voluntacl reinen en cuanto cnr¡rrendamos.

I Wilhc¡rrl)auck,'l'helltrita¡¡tr{tlrcll.tfitrtruttion (]lcnc«rcll[.:'l}cl]rccl'rcss,l96l,p.l{t4. i l,,o,rCrfui,ru, iirrrro preliminar at ltey I:rancis'cct I de lirancia, p. 13.


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los ¡¡lo¡ncntos tlc tltlcslra vid:t ljxorlo, cn ntctlio tlc Isracl y dc lits nacioncs dcl ticrrr¡ro tlc los pro(burs,
somos clc Dios; a El pucs Ílirijamos toclos
r' y cn la l)crsona ctc Jcsucristo, está tarnbión prcscnLc cn cl crcycnl,c y cn
como único Y último fin
la corlrunitlad dc fc. Tal rcvclación jarnás podrá ser tohlmcntc cautiva
a los crcycntcs, por la palabra cscrita o doclrinas csuiticas, y dcbc scr rcarticulacla una
Estc Dios, quc ofrccc una scguriclad tan complcta
al cstrblccitlo dc la lglcsia 9 o l' y otra vcz cn nucvos contcxtos.
no l. grm nLiza iai scgr,iclacl o-rdcn
sociedad. Por cl contlario, conto scÍ-lalara un
hisl'oriador' cl Dios tlc En lidclidad a csfa visión, cl prol"cstantismo tolnri la iniciativa de
haccr invostigacioncs dcl conf.cxto histórico cn quc los libros de la
Calvino
Iliblia f'ucron cscritcls, y cn aplicar mótodos dc análisis críüco al texto
...dcnibó rcinos dc un golpc, prccipitó la cleclinación
dc iglesias' ltrch(r llíblico. Iislo, para cl tcólogo Paul Tillich, fuc "un cvcnto quc no tiene
alguno, Obisp.'
cnc.ntra cle ángclcs ,"ülá"t,-y no pc,nite que ¡ombre ¡rirnrlckr cn ot¡as rcligioncs". Sc rcalizó cl mismo tipo dc invcstigación
papa o R"y, por cncima dt sus iguales y sc intcrponga cntrc cllos y lristo¡'ic:a tlc Ia ¡rcr.sona dc Jcsús de Nazarct, danclo así rnayor irnporLancia
"rÉ ¿rl "Jcsús IIisttirico", tanlo cn la cspiritualidacl colno cn Ia tcología. De
Dios a.
l¿tlltisr¡ut nutncra, sc cxaminó la cvolución histórica dc todos los sisl.cmas
(lc' agclltcs tlivinrls itltcr-
EstC Dios actúa cn cl mundo, no a tra\'óS tlc: rl«rc'lrinl y so ¡'cf-lcxion(l críLicamcnl"c sobrc cllos, abricndo un nucvo
ar¡rrcllos t¡rro llailrir rlirccrlrilcnrr:
mc«lios cn un¿l,.cscala dcl scr", sino ¡ror r:s¡lur:io l)rrr¿r nucv¿ls art"iculacioncs dc Ia [c.
y trtittttlrtlt),.¡r vt"z «lc
;i[[q;.n.r foi*ri, u, pacto.Es cstc lianr,do
al puc'blo cn i¡tslru¡nt:¡lt«l <lc llt
Iistrr lc o¡l un Dios sobcrano dinámicamcnLc acl,ivo cn la historia
un sf¿r¡ts daclo, al qua Convicrtc -tlll tr:rrírr irrr¡llicuc:ioncs nliis inrncdiaLas y radicalcs para la eclesiología,
acción rcdcntora dc Dios. Tal ctx.o c'alvi.0
clara.lc.tc kr ¡rcrc:ibiír, inr¡rlir:rrr:iont'.s (luc f'rrcron pcrcibidas prinrcramcntc por Lutcro, y
cn lus r:risllirlcs ., c¡r
;;r; agcntcs «lc Dios usr¡al¡ncnr.c no sc c¡lcr¡crrtran clitlxt¡'utllts lruis lartlc tlc u¡ra firrnla nrírs sisLcrnática por Calvino:
nrc¡rudo, ¡rcrso¡las tlc.sli-
cl ccnr.ro dc la socicclad, si¡lo cn la pcrif'cria. A
librcs para rgsp(lntlcr ¿l csLc
gadaS y avcnturcras Son las quc sc sictttcn I . tJ¡l Dios solrcr¿ulo (luc lo¡na la iniciativa dc pcrclonar y justificar a
[lamado y convcrl"irsc cn pcrcgrlnos' los ¡rccadorcs, así conr«l cn la totllitlatl dcl proccso dc rcclcnción en la
con cstc Dios como'.t prnto máxilno «lc rcfcrcncia
y fucntc dc hist"oria, lruce uso de instrwncntos luurrunos ¡t«ra ofreccrle Ia gracia a los
ticncn una expericncia «lc liberación' Las auto- scres hwnono.s y pera transfornutr al nrundr¡. Esta gracia sc hace
apoyg, los crcycnl.cs
no tcnían clo¡ninio absoluto
riflaclcs traclicionalcs «lc Ia Iglcsia o ci Esmclo disgtniblc a travós dc la dcbilidad histórica dc la Iglcsia y dc los clcmcntos
sobrc cllos; toda institucién pucdc Scr Sol¡lcl.ida
a un intcrrogal'orio visiblcs tlc los sacramcntos. O sca, formas finitas apunhn haci¿r lo divino.
ahora dirigir todas
radical. Quicncs cxpcrimcntarcsta libcrtacl, pucdcn El Dios c¡uc trascicndc toclo lo quc tcnc¡nos y hacclnos, pcro quc cstá
dcl mundo cn consotlancia cotl l¿t
rrr ár.rg-fas hacia la transforrnación prcscntc cn y por todo csl.o, sc sirvc dc cstructuras o palroncs quc han sido
dircctriz clcl ProPosito divino' crcatlos por los scrcs hurnanos, sin cmbargo no csrá limitado por cllos.
2. Clont o insl"rurncnto dcl propósito rl iv ino, la Iglcs ia cs tiln l.o un eve nlo
conto una institucitill. Ils u¡ra cornuni«lad for¡nacl¿l l)or la Palabra para
t. La aplicación dc csf a lcología a la Iglcsia rcs¡x»r«lcl'a Ia nr i.srna. I)«rr lo lilnto, sc consLiLuyc por la Palabra, pcnnanccc
bido cljuic:io tJc csa rtrisma P¿rl¿rtlra, y sólo cs clc hccho tglcsia cuando vivc
cl hccho dc quc la rcligi(ln jugó trn papcl tan irn¡rortilntc cl)
D¿rcfti por csa P¿tlallra. Así r¡trc, si bic¡r no ¡lucdc cxistir sin for¡nas cxtcrnas, no
la vicla tlc la gcntc Oc ta Etrro¡ra tlcl siglo XVI, los rclor¡uatl«lrcs
rlc
tlctlc cslur srricto a cllas. Las csLructuras institucionalcs s;on ncccsarias,
.rfuinitU,s lc <ñcron atcnción ptituor.lial a las irnplicacioncs .c'sta pcro no ¡lc.rl.r;ncccrt a la csc¡lcia dc Ia lglcsia. Cuando cs¿ts csu'ucl.uras son
dc Ia rcligión' Esto signilicó
.^p.ri.r.ia Oc liUcraciOn cn la csfcra
cristiano
consiclcraclas pcnnancnLcs o sacralizadas, bloc¡uean la acci(»r rcdcnl.ora dc
fundamcntaftncntc una aperLura lmportÍtnl.c cn cl cntendinúenlo Dios cn cl nrundo cn vcz dc participar dc ésua.
dc cstc Dios cs controlada solalncnl'c
ie ta revelación: la auto-revclación 3. Si Dios sc rclaciona más al ticrnpo queal cspacio, guiando al mundo
Ei;no por la Iglesia. Adcmás, cs clc un caráctcr dinár,ico' Un
Dios
;;; cn la ópoca clcl
hacia la ntct:t dcl Rcino dc Dios, cntonccs la Iglcsia pucclc scr tal solamente
vivicntc quc sc rcícla cn y por la libcración dc csclavos si sc ma¡rticnc cn sintonía con cl proccso dc rcclc¡rción, y cs, cn palabras
dc San Pablo, los "prirncros frutos" de una Nucva Era. La Iglcsia cumple
con su rnisión no cuando ocupa un lugar cspccial cn cl ccnt.ro dc la
socicdatl, sitto cuanclo sirvc paLra indicar las nuevas posibilidadcs quc Dios
3 Juan Calvino, lnstitución tte la religión cristiana,lll, Vll,I.
Massachusctts: llarvard Uni- abrc cn un nlomcnLo particular cualc¡uicra. Co¡no ha dicho Eugen
aMichacl Walz,cr, I-h,e it:"rotution ofitreS¿inls. Cambridgc,
vcrsity Prcss, 1965,
lloscnstock- I I ucssy,
P.142.
77
70
Lute¡o canrbió a la Iglcsia dc scr una vcci¡ra cn el espacio a ser un profcta
2. L,a aplicación del principio protestante a la sociedad
en el tiempo. La Iglesia tenía quc estar no a cien pasos del palacio o la
alcaldía, sin«¡ a cic¡r horas, días o nlescs lxrr clclantc cle cualqtricr
tran,sacci<1nquc se cfcctric cn cualcsr¡t¡icra dc clichas .aras 5. Ct¡ltndo los pr«ltcst¿rntcs vivcn su hcrcnci¿r dc fc, incvitablcmcnte se
c:rlnvicrtcn cn agcntcs tlc lransformación social, y en ciertas situacioncs
Un Dios (lr¡o nos cnc:ucntra cr) situ:,lcioncs nucvas y nos iltvi(lt :t irrc:lt¡s«l sc sicnl.cn ttbligados a asumir una posición revolucionaria. Un
participar (le nucvas ftr¡'rnls rlc vitla, únicarncntc pucdc scr scrvi(lo tx)r ¡trrclllo tlinli¡llico, llrtnr¿rclo ¿r rcsponcler a la dirocción divina, sosl.enido
una Iglcsi¿l (luc lnir¿r lracia cl flutr¡ro cn vcz clc ntir¿¡r haci¿t cl puslttkl. Ix)r ctltllt¡llitllttl clis¡lucsta a seguir el canlino de Cristo, de muerl.e
ttll:.1
La autcl-prc.scrvación no ha dc scr cl olrjctivo primor(liul tlc. l:t l¡1lt:si:t; y rc.sltrrcccitilt, no ¡lttctlc fttncionar rlc ninguna otra nlancra. Cuando
clla pucdc scr l'icl a su voc:.rción s«rl¿r¡ncnLc si abre cspac:io tlc [ir:rtr¡xr cstc pucblo lo¡na con scricclad su propio principio protcsLlnte, succdcn
cn ticntpo para la discontinr¡icl¿ttl, stilo si una y otra vcz llucrc it srt tlos cosas:
y cx¡rcrirncnta la rcsrrrrcc:critin. Illla cs lcal lt ¡¿5¡t:risto sol¿ultr:ttlc
pas¿t(lo
cuan(lo tla tcstinrclnio tlc la accirin rc(lcntora dc Dios ct¡ cl luulltlo. ll¡l l. L.os protcstantcs ticltcn r¡uc'. rcsistir todo intcnto de sacralizltr y
otras p:rl:.rllras, la Iglcsia vivc rruis por lit rccrcación quc ¡xlr lit rcl)clir:i(in, t'«lrlsitlcritr lillrc ttc criticisrt-to cuak¡uicr logro rlcl ¡rasado, cualquicr lorma
cua¡rdo sc atrcvc ¿r crcÍrr cspacios p:.rra cl criticis¡no ¡lroliltico y ¡lunt llt rlc vitlu o cualquicr csr.ruct.ura social. Si cn la lglesia, Dios h¿rcc uso de
fr¡nnación dc ntrcr,os gnt[rus crl rcspucsl:t a nucvos rctos. Silt ttslc cs¡ríritu, iltslrt¡rttcnf.cls hurnanos para lograr sus f incs, cntonccs lo nrismo dcbc scr
cl protcst¿lntisnlo cstaría bajo cljuicio tlc su pro¡lio ¡rrinci¡rio 1' ¡rcrulcría cicrto ¡xrra cl conjunto de la sociedad. Ningún ¡novirnienf.o o partido,
su razón (10 scr. cslructut'¿t social o sistcma cconó¡nico, pucde scr identificado con el Ileino
La rcvoluc:irin cslliritrral c¡uc proclujo una ecclc.rfu rcfttrtutto s(:tnpar <kr I)i«ls. Por cl contrario, trxlos ellos son creaciones humanas, y pucdcn
refonnunclt¿ ha tcnirlo un¿r inlluc:nc:ia profundit sobrr'. cl ¡tt'otr:st¿tnListtttt f'ricil¡rrcrntr: pcrrlcr su visión crcal.iva y cnidcnarse o ser utiliz.ados por los
cn cl corror rlc los siglos. Dcslrfilrtt¡neclitnrcntc, l:.rs iglcsils l)rofcsLan(cs, t¡ut: t:sllirt cn cl podcr para scrvir sus propios inLcreses en lugar «lc scrvir a
vicjas o nucv:.ts, raras vccos han tlcscubicrto córtto crclrr cs¡xtc:ios para l:¡ c'trtrt unitlutl cn su totalirlad. Dada csta rc¿rlirtad, Ics scrvimos mcjor y lcs
la opcración tlc csl"c ¡rrinc:i¡rio cn mcdio clc sus cstructrrr¿rs. Ir«lrric::trllcntc, s()tttos lruis lcalcs cr¡anclo asunrinros ulra posición crític¿r hacia ellos y
las órdcncs tnonílst"icas cn la Iglcsir Catrilicit ltunuulir rcl)rcscnun una ( Ixr.i:rnros por su l"r:tnsfbrnt¿rción.
r':r

cslructrtra r¡uo ha ol'rccido más cspr.tcicl para ¡cll<lr,¿rcioncs radic¿tli:s, quc l)<lr otnr partc, una fc vital cn Dios nos obliga a exponcr y dcnunciar
lo c¡uc hastlr cl prcscntc sc ha dcs¿rrrolludo cn cl ¡lrotcstuntismo. llcnlos t:rtÚr1¡icltntcntc «xlo intcnto dcdarlcacualquicrlogrohurnanoo institucional
visto por t(xl¿ls l)írrtcs rnovirtticntos tlc rr:rtovaciti¡l cclcsi¿istica r¡trc Io t¡rl cltr¿ictcr clc pcrmancncia o tlc corrsirlcrarlo s¿lcro, lnás allii rlc la crítica
han a¡rortaclo ¡rucva virla a la Iglcsia. No otlstunlc, con tlcrnusiada fic- o cl c:lnrbio. Esto es idolatrÍa; signil'ica haccr un dios do nucstro ¡lropio
cucncia talcs rnclvirnicnfos han tcr¡ninatl<l ¡lcrdic:ntlo su crrtprr.ic al scr sistc¡uu o lclnult clc vitla, y lucgo adorarlc. Es un mal ¡leor quc el artcísmo,
adopt.ados por la lglcsia insLitr¡ciortal, o clirnin¿ttl«ls culrnrkl h¿ur sido lx)t(lttc ¡tt'rtttilc'. (luc nos cscortclanros clcl Dios vivo dc la justicia, rnicnLras
tlcli'rrrlcr¡ros cstructuras injustas con fcrvor rcligioso. Por cstá razón, a
¡lcrcibidos corno un¿t Amcn¿tza al or(lcn csutblccitlo.
Por otro larkl, la vit¿rlidarl tlcl protcsllntisltro par¿r rcslxlntlcr rr nlrcvils lnrvcis rlc los siglos, los clcsccntlicntcs dc Calvino a nrcnudo se han
situac:ioncs ha cnconlnulo cx¡lrcsitin, en c¿rttA nucv¿l cril, (:n llr lilnnaciiin tlislinlirrirlo p«rr las ¡lclstur¿ls quc h¿rn r.omando frente a las tiranías.
rJc r¡na arnplilr varic<l¿rtl tlc nucvas rlcnclniinac:ioncs. Gr¿u.:irts a csto, cl 2. l:"1 I)i<ls cuy:l acción rcdcntora t¡ansforma al mundo, está com-
protcslantisnro c:onl"inrilr sicrtdo una lircrz¿t tlin¿irnic¿t cn la historil. l)c¡o I)rort)(:titltl ctt qucbrar y dcstruir las cstructuras de la injusticia "pílra
las iglcsias dc l¿rs cuÍtk's han surgido cstas tlc¡rominacioncs, lutn ¡xltlido ctlil'icrrr y J)¿rra ¡llantar" (Jcrcmías l:10). Estc es el Dios c¡uc "dcribó a los
prcscrv¿r sus vicjas form:ts clc scr. Al mismo tictnpo, I¿ts ltr¡cvas (lono- potcntlt(los rlo sus tronos y cxaltóa los humildes. A los hambrientos colmó
minacioncs picrdcn cont¿icto con gran partc do la rica expcricncia histó- tlo llicncs y rlcspidió a los ricos sin nada" (Lucas l:52-53). Este Dios
rica dcl cristianismo. Dc ahí rluc llr Iglcsia sc cncucntrc nris y nuis sclltcr¿uto tk:sacraliza y juzga a todas las esLructuras hu¡n¿rnas p¿ua quc las
fragrncnurd¿r, viviendo cn "gltcttos" cull.uralcs y socialcs. Uno tlc los c¡trc irn¡ritlcn cl acccso al carnino dcl Rcino ¡ruedan scr dcruibadas,
rctos más gmntlcs c¡uc cnfrcnLa cl proLestanLismo en la actualicl¡rcl, cs cst¿rblccicndo asÍ un espacio para la crcación dc lo nuevo. Consccuente-
dcscubrir cónro salir dc cste "irttp¿lssc". Para p«xler traccrlo tcndrít quc mcnlc, cl tlisci¡tuladtl cristiano clcmanda una lcctura "de los signos de los
rccon«)er la irnport¿rncia de los mclvi¡nicntcls profóticos cn su scno, y Licttt¡ros" ¡llra ¡locler disccmir cn dóndc se demanda tal t¡ansfonnación y
apoyar su fbnnación y tlcsarollo. cómo participar rlc Ia misma. Y como lo notó Calvino, tanro cn su lect.ura
tlc los prof-ctas hcbrcos como dc los cvangelios, los que están libres para
5
vcr la ¡)utrx) tlc Dios y rcspondcr a su llanlaclo, usualmcnte son aqucllos que
liug",, I{oscr¡rstock-l Iucssy, op. cil., p. 412.
sc cncucntran cn la ¡rcrifbria dc la s«rciedad.
12
73
La fc clc Calvino en Dios y su cntcndimicnto dc la lglcsia, lc ¡novitr
a llcvar a cabo una rclonna o rccrc¿tcitill toml dc Óstit cn la ciutlad dc
Gincbra, c iniciar una rccsfucturación dc «xlos los aspcctos tlc su
viila
sirvióndosc dc la Palabra de Dios. La ciudad lc dio proLccción y ayuda
cconrimica a un bucn núrncro dc rcfugiados políticos y rcligios<ls, nruchtls
dc cllos ¡lobrcs y marginatlos, quicncs cstÍlb¿ln tratanclo dc cscapar tlc
Ias pcrsciucionci dc oUas partcs clc [:uropa. En su cal'ta a Irrancisco
I,
nci Oe Fr¿rnci¿r, Calvino hacc rcfcrcncia a cstos rcf'rrgiatlos, iltcltryÓndosc.
a s? misrno, cuando dicc: "Cuiin p-ct¡uciros solItOS... si ustccl dcsca, los
6. El scllo utiliz.ado
clcscchos y in.s.o.ia dcl ¡llundo" ¡ror varios grttpos
calvinist¿ri cra la zarzir cn llarnas dc N'loisós, (luc no sc collsutnía, colllo
una rcfcrcncia dirccta a las llamas clc la lrcrsccucitin quc arclía alrcclcclor
dc cllos cn csc ticrnpo. Un siglo lníts hrdc, los puril"anos inglcsc's, Capitulo VI
dcsccnrlic¡rLcs «lc Calvino, Lo¡n¿lron lidcrazgg cn la rcvolución dc
cl
l(/tt. Scgún Michacl Walzcr, cllos fuc«rn los prilncros lítlcrcs políticos
clcl Nucv"o Mundo cn dcsarrollar una iclcología, csl"raLcgia y clisciplina Hacia la reinvención cle Ia Iglesia
clc rcvolución, "cl primcro dc aqucllos auto-clisciplinados ¿lgclll"cs dc la
rcco¡struccitin politica y_social quc han a¡rirccitlo con tanta ft'ccuctlcia
7.
cn la historia ¡ncxlcrna"
Apc¡as c¡l raras ocasioncs los hijos c hijasdc la Rcforltta ha¡r tlatltl
talcs cxprcsioncs dranláticas a Su lc cn un Dios .Sotrcrano pclr la rc-
sistcnci¿i a la tiranía o la participacirin cn luchas rcvolucionarias. Pcro
csta mislna cxpcricncia cspiritual ha nutrido y oricntatlo a mucllos quc
sc han atrcviiio a lnirlr y juz.gar la situación cn quc vivcn dcstlc la Si I¿t visión dc una ccclcsio rc.fornruta semper rcfornmnda se
pcrspcctiva dc lo quc puctlc scr; rrrujcrcs y lrolrttrrcs litlrcs clc las lllil(ltlras C.ncr¡ctntr¿t ctt cl coraz.íln tlc Ia l(cfrlrnla clcl siglo XVI, CnLOnCcS las
ilcl pasado quc lran podido tlctlic¿l¡sc it l¿t c:ollslrt¡cci«ilt tlc t¡¡l lltlcvo i¡¡lr:sils ¡rrotr:sftrnlr:s nuis (:crc:¿ln¿tS lristriricalltCntc a CSta hcrcnCia prO-
,nur',Io, qucbranclo así cl l)rocoso rlc csLlutc¿ttllit:¡lltl (lllo llt:ol¡l¡lltñlt l:t lcslilr)tc, rlcttr:¡l r:sltrr prc:¡xrnrtlas I)ara rtprovccltar utlA oportuniilad cxtra-
g1¡¡¡1:ic:ttci:.t tltr
rcpcLició;. Dc csta situación lran surgirlo ¡lcrstlttlt.s cort l¡¡ <l¡rtirurri:r t¡rrc lcs lrrinrl:r crl ¡nornc¡rto actt¡al. Illlas han tc¡litlo Ia bucna
qüc ¡an sido llamadas para contribuir ¿r lrt [rit¡rslorltlltt:itirl tlcl lllt¡lttlo,
(lottlasi¿ttltl lilrtr¡n:r rlc r:sl:rr c<l¡lcct¿rrt¿ts con un¿r hc,rc.ncia tcoltigica y cspiritual capaz
y qua pucrlcn cl«licarlc sus cncrgías si¡r cstitr ¡tl'cot:tt¡tlttllts
tk: lillr'¿rrlus rlc lus c:argas rlc krgros ¡rasatlos, invitándolas a rcsFlndcr
á.1'e^¡r.n o fracaso dc sus cs[ucrzos. Pucs, ¿t¡uó ntíts ¡ltrt:tlo lltlir tlc t¡lllt tlinri¡llic:¿rrllclltc a nucvos rc[os, provcyónilolas colt los rccursos ncccsarios
fc rcligiosa ccntra(l¿l cn u¡t¿l rica cxpcricncia dc la ltrcscrtcia tlcr t¿tl l)itls,
¡r:rm t:lcctulrr la rcfor¡na dc toclos los aspcctos dc su vicl¿t institucional.
si no c"s una acü1ucl dc plcna confianza cn cl futuro prolllctitlo ¡xlr Ditls, Al vivir rlc csta rnítncr¿l, prcscntan un ilcsafío constantc a las institucioncs
y un scntitlo urgcntc dc rrrisión naciclo dcl dcsco y cspcranT-¿l por utl y a t:rs cstn¡cturas socialcs para quc rcspondan a las nucvas rcalidadcs
íi.,,1pn cn cl cuál aqrcllos a quicncs sc lc ha ncgado ur) ¿tcccso plcno ilcl lnislno modo, y Scan así rcccptivas a las translorrlacitlncs.
a la vitla, ya tlo scan privaclos tlc ósta? l-loy, sc ncccsit"a con urgcncia csl"c tcstirno¡tio ¡lara podcr cncarar
y l)or un nuc\'o ortlcn rcO-
las dcrnatrclas pOr la autO-dcLCr¡ninación
nórnico global, quc surgcn dc los ¡lucblos dcl Tcrccr IVIundo; los
problcmas quc sc nos prcscntan con'lo consccr.¡cncia dcl rírpido dctcrioro
tlc los rccursos naturalcs y Ia innrincntc crisis ccológica; la incapacidad
dc nucstras sociccladcs dc rcsponclcr a las ncccsidadcs mírs básicas dc
un crccicnl-c númcro dc margillados qtrc habitan cn SuS Cotnunidadcs, y
nucsl-ra tom¿l dc concicncia cn rclación a la crisis dc nucsLro sisl.cma
tradicional dc valorcs. 'fodos cstos rcprcscnL¿ln rctos a los qrrc ¡rotlrcrnos
6 Calvino, op. cit.,p.12. rcspondcr solarncnl-c si trasccndctnos nucstros logros tlcl pasaclo,
7 Wolzcr, o¡t. cil., p. VII. buscarnos calninos altcmativos a los "callcjoncs sin salicla" haci¿t los
74 75
cualcs vítrnos, y nos tlcdicarnos con pasirin a Ia larclt dc rccrcar la pcrl.lulos. Iln la rncdid¿r en (lue una nueva refonna, maniflestada en las
socicrdad. Conru¡rirl¿r«lcs Eclesialcs de Basc (CEBs) y en olros ¡novimientos, pucda
.Sin c¡nlllrrgo, prccis¿uncntc cruanrlo sc plantc:.l rJna rlcrn¿urrl:.r cn cstc conl"ribuir a l¿r rcinvcnción clc la lglcsia, nucstro conlacl.o con y la
scnti(lo, nlucstras instituciortcrs rn¿is ini¡xrrf.anLcs parcccn cst¿rr cn ltlnc¿r cxpcricncia dc cstÍi nucva vida cn cornunidad nos puede ayudar a abrir
rolí1, inc:irl)accs rlc lraccrsc rcsponsablcs tlc frlnnr¡l¿rr r¡¡r¿r rcsl)rtcst¿r kls o.ios para pcrcibir esta hcrcncia subversiva y motivarnos a participar
crcaLiv¿t. U¡r¿r co¡nrrniclad dc f'c, c:onrpronlcticla con csul visirirr c ins¡linrrllr rlc clla.
¡lor clla, pucdc contribuir arn¡llittrncntc a rnantcnor vivlr l:"r csl)cnrnzlr ), I Ic obscrvatlo csto cn varias ocasioncs con personas de Norte
doscrn¡tcñi.rr un rol irrt¡lorl.antc cn la luclra [nr ur) ¡nunrkl ¡ruis lrunlrrno. A¡uórica r¡uc lran viaiado ¡r,or ALC y otros países dcl Tercer Mundo, así
Dcs¿rlilrtunadanlcnl"c, vco poca cvirlcncia tlc c¡rrc nucsf rirs igk:sils conlo cntrc ¿rquellos quc se han aLrcvido a irlentificarsc con el sufri-
scan cal)¿rccs rlc rcs¡lontlct' a cstc rcto. Ill l)rotcstlullis¡rro i¡rslitr¡t'irlrurl nri(:nto y las lt¡chas clc los marginados y oprirniclos cn Ia misma Norte
p¿[ccc cslar parlcciortdo ltls ntisnrcls rnulcs t¡uc uli'ctrrrr ll reslo tlc lrr Aill(rr ic¿r. Iln cOntflcto con un¿l ¡lucv¿l gcncración de cristianos, a menudo
socicdacl. [:rl vcz tlo tl¿tr un l.csLirntxrio clc lir posibilirl¿ul rlt: unu corrti¡rrur Iurrr cx¡rcr'irncntado una scgunda convcrsión y r«lescubicrto clcmentos
rcfilr¡na, l¿rs instituciones protcslÍurtcs rtittg:trt str ¡rro¡lio ¡lrilrci¡lio al tlc: lu lrr:rc:rrr:i¿r tlc la Rcfornra bíblica, ya olvidados y enl.crrados. En el
tlcrlicar la niayor partc tlc sus csfucrz.os ¿r llt lrtrt«l-¡lrr::;crvlc:i«ln, r:{xr- ('or)tcxto rk: csta intcracción cnlrc una Nucva Rcforma en la actualidad
virtiónilosc cn vícti¡nits dcl cst¿rncarlricnto y la ¡rlrriilisis t¡trr: srrr¡1t:n rlc )' unir lrist<lr'i:r ¡ri:rtlirla rlc rcfbnna, cclltrcarnos Ias bascs cn nuestro ticm¡lo
la rcpcticitin. Una tr¿rclición r¡uc tt:.tciri cn unlt cx¡rklsion rk: r:rrcrrgí¿rs I)iu'it una nucv¿r rc¿tliz¿rcitin histririca rlc la ecclesia reformato semper
crcativns, cs utiliz.aila con fi't:cucnci¿r J)unl ilu¡lcrlir la rcinvt'.ncio¡r clc la rc.frtrnrunrla, uu.t luclur r¡rrc: lc tlclrc prcsmr atcnción a varios tcmas.
Iglcsia (luc sc ncccsil¿t crt llt ¡.tc:tt¡ltlitlrttl.
Durl¡rtc cstc siglo lrcrnos vislo vlrrios tttovi¡rticntos tlc rcnov¿tci<in,
pcro ninguno hlt ¡lrrlrlrrcirlo ur)l nuc\,¿t rcfilntt¿t. [-l tcología nco-ortotloxa l. Irrcrlrporan(lo la ltcfrlrrlra ¿r Ia cstructura de la lglcsia
nos h:.r iryrrtlatlo a rt:tlcsct¡trrir y il
rc¿rrLicular l¿t tcclltlgía dc Lutcro y
Calvinrl, sostcr)icn(lo, tr-.tu¡rr¿rn¿lmcntc cn cst.c siglci, lls Ir¡chas dc krs Los rcfonlradorcs rlcl siglo XVI visu¿tlizaron una ecc.lesia reformata
crist"ia¡ros dc liuroJra cn cor-rtra dc un¿r nucvír «lla dc lr¿rrblrrisrrro. No scütpcr rt:.formada. pcro fucron incapaccs dc ordcn¿rr la vida de las
obsf:tntc, csf"os tcólogos no llcron capaccs dc lrcncf ici¿rrsc tlc cstu ric:a iglcsias c¡uc cstablccicron dc tal mancra que esto fucra un hccho. Hny,
hcrcncia ¡rlrra iu'ticr¡lar una nlrcv¿l y conrpror)lctc(l()ru cx¡lrcsirin, c¡l ros- ¡rarc:ialrncntc co¡no rcst¡lt¿rrlo dcl impacto clc la Reforma en el mundo
pucsLa a lrls nucvos rcLos quc IX)s vic.rtt:¡l tlcl IIturo. [:slt rttsllrrr:s[t hlt ¡noclcmo dcl cicnrplo daclo por las CElls-, lenc¡nos la posibilidail
vcnirlo clc otros lu¿¡rtrt:s: tlc t:sfr¡crz.os lcol(igictls lcn¡inistus y tlc los tlc cont.inuer-y con cl proyccto quc cllos iniciaron.
ncgros cn Norfo Anló.ric:it, clo l¿r tcoklgírr Min.iung cn Clorc¿r y tlc los Al rchrcir)narnos con su visirin, tarnbión po(lcmos vcr con más
pucblos inrlígcnas y tlo lu tcología tlc la lilrcraciri¡r cn Anróric:r l;rti¡ra cllrritlutl r¡rrc cl cr¡atlro dc la Iglc.siu ¡rrcscntarkr cn cl Nucvo J'cst¿tmcnto,
y el Caritrc (Al-C). tk:f i¡rilir,¿uncnlc sc rnucvc cn cstu tlirccción. Jcsirs sc idcntifica con cl
Iln un nlunrkl cn c:l cu¿rl los ¡xlllrcs y o¡lrirnitlos, tan(o cn Ilstarlos ¡rrrt'lrlo ¡l<lbrc y rurr¡iinutlo. I)c cntrc cllos, ll¿t¡lra a docc tliscípulos para
Unidos (EUA) conro cn cl 'l-crc:cr N4untkl, c¡ncrg()n c:orno nucvos su.ictos (:onslituir trl nlrcvo Israc.l, y cstlrl)lccc una nucva comunidad. El dccrctÍI,
históricos, ¡, rnucltos jtivcncs cx¡llonur rruc\/ls liontcr:rs cs¡ririttrlrlcs y c:or)ro nonnir rlcl Itcin<1, (llrc "t¡rricn intcnLc gtrartlar su vidit, la pcrdcrá,
ttrrsc:iur nucvos vitlorcs, nucstlirs rglcsilts tnrrlici«l¡llrlcs ticn«lt:n ¿t [rr¡sc¿rr y r¡trir:n lu ¡ric:rrla, la const:rvur¿i" (Lucas l7:33). Pablo habla dc la
rcfugio on sus glrcltos clc c:lasc nrcrlia. AIIí, los (luo prcton(lcn sal\'¿lr ir Iglcsia ('onro r:l Orrcr¡lo tlc Cristo, llantacla a scguir el canrino dc rnucrte
la Iglcsia rcal'i¡rnando y otorgando valor absolulr¡ a la tcología y a los y rcsrrrrccci<in, ól c«lnc:ilrc Ír csa conruniilacl corno los prirncros frutos cle
rnoclckrs tlc virla cr:lcsilistic¿r tlc.siu'«lllarlos cn cl ¡ras:.ulo, pitroccn cstar l;.r Nur:r,¿r lrr¿r. [:n cl libro tlc los Ilcchos, cl Espíritu Santo guía a la
ganarttltl lt)rrono, rostlingicnrlo rtt¿is y trrtis los cslitcrzrts clc r¡uicncs lglt:sia, una )/ otr¿r vcz., a rnovcrsc hacia nuevas liontcras y a rcs¡lclnder
tr¿rtan tlo rcs¡xrnrlcr a los nucvcls dc.s¿rfíos. Nucvanrcntc, ¡rrovinricnLos a nucvos rctos, y así cstrucl.urar su vida para que tenga la libcruad de
din¿inlicos (lc rcnovac:ió¡t cs¡liritrrirl sc scpurírn y filrrrutn nucvas dcno- nLrntcncrsc cn consonancia con ese Espíritu de innovación.
min¿rcio¡rcs, aisl¿intlclsc así tlcl contacto dirccLcl con clcnrcntcls ilri¡xlru.rntcs 'l'c¡lcnros asirnisrno ante nosotros la recslructl.ración dc la [glcsia
dc nucstra llcrcnci¿t tlc la Itolbnn¿r, y pcrrniticndo quc las i¡l.stituc:ioncs (luo sc cst¿i dcsarrollando cn las CEBs. En cllas, una nucva rcalidad
estlnca(las continricn conro cstlin. c:s¡riritrurl ha ¡rroclucido un nucvo rnoclelo dc Iglcsia; vino nuevo ha
Sirt c¡nbargo, Ios clcrncrttos rlcl Iivlurgclio ¡, tlc la I{clilnrur ir (lr.rc tlcr¡llnrl¿ukl v¿rsos nucvos. La prcscncia y cl poclcr cle Dios rnanilcst¿ttlos
¡nc rcfcrí cn ol ca¡lítulo antcrior ¿rrin so¡r l)arto tlc nucslra lrcrcni:ia dc cn la vicla clc los potlrcs y nrarginados ha Ilcvado a los nticntbros de las
fc. Ir4írs (luc oso: aún litnnan l)lrlo rlc rrucstro sor, os¡lcrantlo ser tlcs- CBIls, ¿r tl¿rr cxprcsión rlc su cornuni(ln co¡r Dicls y con los/las hcnua-
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nos/as cn una nucva colnunidad {c fc. Si nosotrr)s, cn solidaridad con Asís y otrils voccs profóticas. Cuánto nrás inrport¿rnlc dcbc scr para una
ctftls, tanlbión dcscubrirnos quc la lucha por la justic:ia pucdc scguir Iglcsia rcf orrn¿ul¿r,\empcr re.forntondo, rccon(rccr y apoyar a los quc son
adcl¿rntc sólo si cst¿lmos «lispucstos a dar nllcsLra
vida por clla, tcndrcrnos llarnados a cs[ír vocaci«in. Porquc cuanclo quicra r¡uc Dios cstó ¡lrcscntc en
,n nu.ro scntido dc lo quc iignifica scr Iglcsia. Al vcr quc la c_o¡nunidad la Iglcsia, krs mírs f iclcs nrirar¿in críticarncntc lo quc clla cstii hacicndo,
áe rc crccc y da tcstimonio dc su Scñor cn mcdio dc los fracasos y cx¡rolrdrlrn su confonnitl¿tclcon lascslrucLurasdccstc rnu¡lclo y lcprcscnl:trán
mancra míts
clcrrOt¡s, la pCrscct¡ción y cl martiriO, poclrcmos vcr dc una un dcsuf'ío I)¿lra quc sc Lransformc p¿ua podcr apunhr hacia cl advicnto dcl
clara cóino la Iglcsia cs llanlacla a vivir cn cl munclo. Si cncontralnos Ilcino tlc Dios.
las fucrz.as ncccsarias para vivir Como ¡rcrcgrinos cn cstc mun(lo, sin 3. U¡r tlcscrt dc partc dc la Iglcsia dc accpl.ar su lugar vcrcladcro cn el
sc4uriclad matcrial, Lcn<lrcmos la cx¡rcricncia dc la libcrtad
t¡uc sc lc mulrrkl, I)cnnunc.cicnrlo cn solidaridad con los pobrcs y nrarginaclos, no
oil.. a la Iglcsia para quc cstructure su vicla cn confontliclatl con la junto a los t¡uc ostc¡rh¡r cl podcr y los privilcgios. La visión y la cncrgía
innovación crcativa dcl Espíritu. cscncial ¡rara la rcfbrnra surgc dc la acción dcl Espíritu cnLrc los dc abajo
Esta prcscncia y movimicnto clel Espíritu cnLrc los ¡robrcs cn la y los nrargin:r«kls, junto con los quc, dc cnLrc los privilcgiados, sc han
actualiclacl, tal conto cn la Igtcsia primitiva rlcscrita cn cl
Libro dc los
.concicntizarkl y unirl«l a clkls. Ilsto si1¡nif ica quc finalnrcntc tcncr]los un¿r
Hcchos, ¡nucstra lo quc signitica para la Iglcsia organiz.ltr str vitla tra.itr oporLuniilad rlc libcr¿rnlcls rlc I¿r tr¿rrlic:irin inr¡rrrcs(a por Ia larga cra
la oricntación clcl Espíritu crcador. sc dcnlucstra quc cl lcncr cslructttras constanl"inianu, y clcl cxtcnso pcríorlo rlc acr¡lturacirin clcl cristianismo cn
altcrnas n6 solarncnic cs ¡rositrlc, sino quc cs cl tinico rnctlio dc sobrc- cl quchaccrtlc la c:ristianclarl. Sin crntxrrgo, ¡roclrcnr«ls ocuparcstc lrrgurdc
p,rn.rr. al cshnca¡nicnto. Ello dcsaf'ía a la lglcsia cotno institucitin ¿t solirl¿rrid¿rrlc<ln los qucson llanlarlos a tr¿r¡lsf rlrnl¿rra l¿r Iglcsia y al rnundo
Igtralrncntc
crcar un cspacro para url virla nucvA dcntro rtc sr¡s cstructur¿ts. s«ilo al aprcnrlcr c(xno scr una Iglcsia pobrc y scrvidorlr, cítpLr tlc vivir y
nos oblig., pur icaltarl a la Iglcsia, a tlarlc ¡lrioriclad a su rclor¡tra dc crcccr sin dc¡rcndcr tlc los salarios y cl.r/alrr.s prolcsional al quc nos hcmos
ticmpo Jn ticrnpo, quióralo o no la Iglcsia institucional. acoslrnrrbnrtlo. Cr¡antlo los r:rovilnicnLos rcvoluciortarios triunfan y co-
Úna Iglcsi¿i ficl a Ia hcrcncia clc la llcform¿r, cornpro¡nctida con un ruit:¡rztrn tr r:sl¿rltlc:c:cr ull nucvo o«lcn, dcbcmos rcsistir Ia tcntación dc
prna.ro cótinuo clc rcforma, sc csforzaría por incoq)orAr algunos clc- I)rocrrnrr lrr¡1urr:s rlc privilcgios y prcsLigio para la Iglcsia progrcsista,
incntos cn Su vicla institucional, cntrc cllos los siguicntcs: I)or'(luc solunrt:nlc ¡l«lrlc:rrtos scr f iclcs a la causa dc los pobrcs y oprirnidos
lul ¡n¡r¡rtt'.ncrnos ccrc¿r rlc cll«ls, irlcntilicarnos con cllos y Lcncr la libcrtad
l. EI rcconocimicnl"o dc quc la doctrin¿r, la littrrgia y cl ortlcn tlc la tk'. lurlll:rr y lrctuar cn sr¡ l'Ar,or, ar¡rt rultc los t¡uc oslcntan cl prxlcr y cliccrt
Iglcsia pucclcn rcprcrcnur ficlmcnLca Jcsucristo ú¡l icalrtctttc ¿tl scr
rc'.c:rclttlos rr:¡lrcscrrlilr sus i ntcrcscs.
c, rcspucsüa a nucvas situacioncs histriricas. Ct¡antlo lc otorg¿tlllos r'¿tltlr 4. Ill rcconocirnicnto dc c1uc. la Iglcsia instituciunal ¡rrrcrlc curnplir con
absolúm a cualquicr logro ttistr'rricoc.¡l cstÍts iirt:lts, ltl qtrc f'tlcra unÍl vc7. ttna su ll¿r¡n¿rrlr) ¿l scr scmpcr ra.forrnancla rinicarttcnLc si la rncrnoria subvcrsiv¿r
,.rpu.tt, .r.uiiun al ¡llovillric.¡rltl tlcl I:s¡ríritrr S¡tttto, im¡lidc hoy cl dcl Evangclio prodtrcc con frccucncia Irucvos rnovirnicntos cll su scno,
movimicnto {c csc ¡nisrn«t lispíritu. U¡la c«lnfcsiti¡l tlc f'c quc antaño movirnicnl"os quc lc rnucsLrcn lo quc csui llam¿tcla a scr: cstÍrr csl"rucl"urada
sostuvicra a los cris(ianos cn ltnA luchit tlc vida y tlc ntucrtc, sc inLcrponc dc nlancr¿r (luc ¡rucda tcncr la libcrtacl dc vivir una nucv¿r calidad dc vicla
ahora a una rcspucsta si¡nilar a nucvos rclos. Una littrrgia
quc lracc c¡uc la cn la c:ornunitl¿rd. Drrrantc cstc siglo hcrnos sido tcstigos tlcl surginricnl"o
prcscncia dc Ciisto sca rcal cn una congrcgaci(ln dc_clasc mcdia, hacc c¡trc rlc rnrlvi¡rricntos rlc rcnovación cn cl prolcsl"antisnto l"rarlicirlnal, 1rcro su
por nrctlio
sca muy clifícil, sino irnpositllc, quc los ¡xrltrc.s ¡rcrciban a Cristo c<lnlribu«:irin a llr rcfor¡n¿r dc la Iglcsia no lla sirlo ntuy nrarcarla. L,as CEBs
dc la ¡nisma. Porotro lacio, fragrncntostlcconf'csitlttcs, tlna tnisa catn¡rcsilta son kls lrrg:rrcls cn quc un nrrcvo rnorlclo dc lglcsia ha sur¡¡irltl y sc ha
o ¡ucv¿ls formas ctc ministcrios r¡uc surgc.tl cll l¿ts CE,Bs, contiltúan cl csurblccirlo, rc'sisLicndo los inLcnl"os tlc la .icrarquílr l)or contt'tllarlo, al
procrcso dinírnrico por mcdio clcl cual cl Cris«l cncarn¿tdo sc ltacc prcscnlc ¡nisnro ticrn¡ro (luc pcrnr¿rnccicndo lcalcs a la Iglcsia y a la'I'ratlicion dc las
cn nucsl-ra hisLoria. r¡uc lran brol¿rckl. L¿r capacidad clcl protcstanLisrno ¡lara rcspondcr a los
2.Lairnport"ancia dc crcar espacios para tnoLivar y cscuchar las voccs rct,os quc sc lc prc.scnLan hoy poclría rlcpcndcr, cn cicrto grarlo, dc nucsLra
profóticas. Ei pucblo dc Isracl pudo habcr apcdrcaclo ¿l sus profctas, no vcllunt"acl dc otorgarlc prioridad a la fonnación dc ol"ras cornunirlailcs
bbrto,.,t. talnbión rcconoció r¡uc Dios lcs había otorgaclo un lug:r cn su sinrilarcs, constil"uycnclo un tipo dc Iglcsia altcrnativa <t ecclcsic¡la in
nacirin, y honraron csto ¡ror la prcscrvación de sus cscril.tls cn las Sagradas e cclcsia: "la ¡lcc¡ucña Iglcsia dcntro tlc la lglcsia".

Escrituras. Jcsús clc Nazarct sc situó fir¡nc¡ncnl.c cn csa tradic]ión y cl 5. La ¡rcrccpción dc quc una Iglcsia oric¡rt¿ula y cst"ructurad¿r I)¿rra una
Apóstol Pablo incluyó a la profccía, cnLrc los doncs ol"orga(los por cl rclor¡na conIinu¿r, porlrá scr una rcaliclacl lto1, sn Ia rncrlicla cn (lr¡c c¿rl.ólicos
Eipíritu a la comunidacl dc fc,, como cscncial a su cdilicación. Aún cl y protcstantcs dc tlivcrsas tradicioncs dcscubran la forma clc trab:riarjuntos
caiolicism<l rncdicval gcncró cspacios cn su cstructura para Francisco tlc ccurnónic:a¡ncntc para logrir ul I'in. La Iglcsia Católica clc los Potrrcs cn

78 t9
ALC csfii ric¡lrostrartdo lo r¡uc unA nucvit rcfonna pucdc scr. Al mislno vidas al unirnos a El en clondc El se encucnl¡a, csto cs cntre los des-
tienr¡to, sc cncucr)tra ¿lrltcnazatla ¡lor una jcrarc¡uía para la cual la iclca de Itcrcclatlos, y al participar de su sufrimiento y crucifixión por su causa.
una eccle.Eirt rc.formuda sempcr rcfornrurula cs una hcrcjía. I-os El Espíritu S¿tnLo cstii prcscnLc con nucvo prxlcr en la comunidacl de I'c
(luo sc filr¡na cn mcdio dc esta lucha.
protcstilnlc:s sotnos portadorcs clc una hcroncia tcológica quc nos otrliga a
rclorm¿rrrros (:onst¿lnLcrllcntc, pcro sornos r,íc:f.inras dc una historia y dc En t¡na cultura c¡ue conliesa no tcncr expcricncia alguna de Dios,
vo¡no.s a ruu.jcrcs y hombres que vivcn csn rcaliclad cautivados por un
csl-ructur¿ts cclcsiástit:lts quc lo nicgltn.
rlucvo scntirlo de la lransccndencia y el mistcrio. Como Io sugiere
Por otr¿r p¿trtc, corlro hcmos vislo, los protcstantcs y los cultilicOs Ilc:rzog, cllos sc c¡ucclan asombrados ante cl crn¡xlbrecinlicnto de Dios.
quc cstiilr rcspondiontlo al IIarn¿tcl«l dc Dios ilc pcmtancccr 0n solitl¿tritlittl Di«ls c¡rc¿u'¡rirrlo cn la pcrsona de un carpintcro quc pcrcgrina por los
con los ¡l«lltrcs y rlc tllrrlc fitnna a una nucv¿t coruunidlttl tlc lc (:n csl currri¡ros ¡l<llvoricntos rlc Galilca, c¡uc vivc cntrc los dcshcredados y sc
lionLcra, sc ll¿rll¿rn vivic.¡tdo unlr nucv¿r ulliclacl. Iin y ¡xlr csi.r cx¡x:ricttciu convi(:rtc cn su voccro hasta la mucrte. Asombro, iguahncntc, ante cl
go/.o, l¿r conl'i¿rrlza y la cspcran't.a lan cvidcntcs en la vida dc los más
cstamos aprclrrlicndo a a¡xly¿lrnos rnutuanrcrttc al aport¿lr, clul:.t t¡uictt,
los cklncs clc su hcrcncia particular para Ia construccirin tlt: llt ct»ttullirl¿ul, ¡rolrrcs, lirltos dc [orlo, cnlpcro tan llenos dc vida; pcrseguidos y amc-
y sinrultáncantcntc rccitlir los cloncs que otJ'os ag)rtcn. Qrriz.lis st:¿t l«lrl¿tvíu ¡lirzl.rrlos rlo r¡lr¡r:rtc, Ircro hablanclo cn forma nal.ural dcl Dios quc lcs
muy prctn¿rluro toclavía para sabcr quó lbrrn:ts irtslil"ucirlnltlcs toltutrílt sostict)c.
csLa nr¡cv¿r rcaliclacl ccumónic¿I, no obstrttttc ¡xltlcrtr«ts l)iu'ticil)ar tlc clla Corrro li'rrto (lo csta cx¡rcricncia, cl pucblo habla una vcz m¿is dc fc
y conl'ilrr cn quc cl rnisnto Espíritu t¡uc rttolivti it I'r:rlro l)ur'¿l (luo [r;.tuLiz-¿u'a y tlctttucsra cl ¡lotlcr tlc cst¿r fc ¡xrra oricntar y sostcner sus viclas, aun
a Cor¡rclio y :rsí abrirlc lus purrrtas tlc la Irrlcsi¿r ¡rrinritiva a los gcrttilcs,
cncara¡lcltl la nrucrLc. Ilsut [c no cst¿i basada ¡lrimordialmente en una
nos grriuni hoy y Ilos s«lr¡lrclltlcrít. itlca, sitlcl nl¿is bicn cn I¿t conl'i¿rnz.a lutó¡lf.ic¿r cn una nucv¿r cx¡lcricncia
dc trasccndcncia, al acompañar a los pobrcs y a los marginados cn la
Itlcha ¡ror la .iusticia co¡rvicci(ln tlc r¡uc lnicntras viva¡nos cn soli-
-l¿t
tlltritllrcl co¡t cllos, pcr¡nancccnlos concct^adr)s con la clinárnica clc Ia
2. Irlcnf ificrintklnos con la f'ucnte clc nuevlt vicla
ltistori¿t y purlic:i¡tÍtmos cn un nrovi¡nic¡lto hacia cl accrc¿unicnto clcl
Itt:ino tL: l)ios cn la historia. En rncdio dcl sufrimicnto y Ia crucifixión,
Iln cl siglo XVI, l¿r motivación y cl podcr para Iu rcinvcnc:itin tlc
l()nct)los lu cx¡lcric¡lcia dcl poder dc Dios manifest^¿rdo cn humildad. Al
la Iglcsiu surgió clc una rliál¿rna cxpcricncia dc la grutciu tlc l)ios, tlaycntlcr
t'c:s¡xltttlcr los dc abajo al llamado de Dios, éstc crca nucvos i¡tstrumcntos
cl ¡rcrtltin y nuc\/¿l virla ¿r h«lnlbrcs y mujcrcs qtrc cstlttxrn su¡ncrgitlos
¡xrrl,r logrlr csta mch.
cn un:.t profirrrda crisis ht¡nlit¡'ut. La rclbrnll quc cs[rcriunos hoy podrít
suc:crlcr s(lkl si f'ltt1'g ll¿tturltlltrclltc tlc csa tnisnra l'tlc¡ttc.
¿l)(xlcn.x)s cspcnlr lll r:x¡lcrit:¡rcilr tlc lo tlivino cn nr¡cslro ticrnpo? 3. Sif r¡:.inrlont)s en las frontcras del
Aquí dc lrrrcvo, crco t¡rrc lit lr:okl1iíu tlc lu lilrcr¿tción 1'llts CEL]s ¡tos Iispíritu
indican un¿t rcspucsta cl¿tnt. No solirrncntc afinltrtn (lllc cs posiblc, sino
quc lo cst¿in vivicnrlo, indicírndonos cl c:¿rnli¡'ro ltac:ia cs¿t rcnovación. La ltigica dc Ia fc dc la Rcfornla obliga y libcra a la Iglcsia no sólo
En Godll'ulk, F¡'ctlcrick l{crzog sc rcf icrc ¿r cst:.I nuc\,¿r cx¡rc'.ricrtcia
par¿t scr cl instrumcnLo transformador dc la obra dc Dios cn el mundo,
si¡rcl t:urrtlión ¡riua disccrnir y csr.ar prcscntc cn las nuc\,¿ts frontcras
dc Dios co¡lx) cl tlcsc:r¡brirnicnfo dc t¡rrc óslc sc cncucntl'¿r ¡trol'untlltrncntc
Iurcirt lus cu:rlcs cl Espíritu la llanra cn cualquicr ticrnpo y lugar. En el
cnvr¡clttl cn las luclurs lttutuuuts, c:ortllictos y srrl)'inricnlos (lc kls tlc
alla.io, y (luo :.rllí c:s conocitltl ¡ltlr iu¡rrcll«ls t¡trc'. sc uncn it kt lut'ltit tlc
siglo xvl, la farnilia rcprcscntal)a csut frontcra dcl Espíritu; hoy los
Di«ts ¡lor su lillcr¿rcitin l. Así ¡rrrcs, ¡ltt hlt ttc sor¡lrcn(lcr (luc los ¡xlttrcs
¡lrovinric¡¡tos IX)pullu'cs, cs¡tccialmcnl.c cntrc los pobrcs, ocupan cstra
tcnglrn un¿t cxpcricncia tlc la ccrca¡tía clc Dios al vivir ¡rcr la cspcranz¿t ¡xlsicitin.
y cnconLrarsc sostcnirlos cn sus Iuchas, sufrinlicntos y pcrsccucitin. Los conro hcmos visto, la conllan'¿a cn un Dios soberano quc dcsea la
quc no solr pobrcs ticncn csta expcricncia dc Dios cn su concicnciit rcdcnción dcl mundo, conclujo a los crcycntcs a cambiar su mirada
rlcsrlc la Iglcsia hacia cl mundo, para scr la Iglesia en el mundo. Y al
como una dcnranda r¡uc sc lcs int¡ronc, cor.no un llarnado a partic:ip¿tr cn
conccntrar sus csfucrzos cn ac¡ucllos lugarcs, ¡ror la providencia de Dios
la lucha ¡lor la .iusLit:ilt, y colno una expcricncia dc pcrdón y dc nt¡cva
crlconLraron un¿l oF)rtunidad cs¡rccial para trabajar por Ia rcnovación y
vida cn cst¿r r,í¿r. Jcstrcristcl sc convicrl.C cn unÍt rr)ali(l¿ttl cn I)ucstras
tr¿rnsfbnnución dc la vicla hunrana.
I Frcdc rir:k I I c rng, G od lV a I k : L'i
Lutcro advirf.ió que, cn su ticmpo, csta fronLcra dcl Rcino sc
be ra t i r¡ n S ha p in g I ) og rnt ic s Ir,lar¡,knoll, Ncrv York, Orbis
cnconu'¿tl)¿t cn la familia, y proccdió a ccrrar Ia Iglesia durante la selnana
Ilooks, l9flll.

ri0 8l
y a hacer dc la familia la comunidad prinrordial dc f'c y cl cclttro tlc la l"ambión muy prccaria, principalmcntc en aqucllos lugarcs cn que se
íida rctigiosa. Cada familia sc transformó cn una unid¿td cs¡ririttral, cnfrcnfan a Ia o¡xlsición, sino a la pcrsrcución, dc la jcrarquíri y Ia
cuyos miirnbros lcían la Biblia juntos, cantaban lli¡nncls y orabitn tt la rcprcsión violcnta dc partc dc las autoridadcs civilcs y rnilitsrcs.
hoia dc la comida cn su propio itlioma. El poter fantilias sc convirtió Han dcmosl"rado igualmcntc una gran capacidad para rcinvcntar Ia
cn cl saccrdote dc csta nucva comunid¿td, al scr trasplantado cl sacra- Iglcsia al h¿tllcr dcscubicrt"o una forma dc cxprcsar su [c con sus propias
mcnto dc Ia Palabra a cacla hogar. Las ¡rcrsonas quc tcrnían a los ¡xldcrcs palabras y dcsarrollar nucvas liturgias, de darlc cxprcsión a csa fc con
sobrenaturalcs ya no l.cnían r¡uc ir a la Iglcsia para cscapar dc los música y pocsías, y dc dcs¿rrollar nucvos progr¿lrnas dc acción cn su
demonios; la familia sc convirüó cn cl lugar cn don«lc los dcrnonios comunidad lo rnisrno quc nucvas formas dc cornpromiso político. Algu-
cran confronlados y vcncidos. Dc csta mancra, cl Evangclio cnlró cn la nas dc csLas nucvas co¡nunidadcs, sin embargo, tambión han cx¡rcri-
vida diaria cn formas nucvas y atracLivas. En palabras de Eugcn mcntado el eshncamicnto quc surgc dc la rcpctici(ln, al Í.rasladar mccá-
Roscnstock-HucsscY: tlicalncnl.c la cxpcricncia dc los funcladorcs a una nucv¿l gcncración, en
vcz.dc rccrc:rrl¿r. La liturgia, la música y la confcsión dc f'c, surgidas de
Al rompcr con la santi<Jacl especial dc Ia Iglcsia visiblc, Lutcro crc(r el tlll momcnt.o cspiritual vil¿tl, son rcpcLirlas airo l-ras airo; Ios ¡trograrnas
cspacio para qttc cl cspíritu crisl.iano sc cxprcs¿ra cn el ftogar y en cl dc acción cn la cornunidailarl sc convicrLcn cn rut"in¿u'ios y le són im-
trabajo como nunca antcs'.
I)tlcsf"os a nucvas sil"uacioncs, impidicndo así rcspucsl.¿ls nrírs crcaLivas;
cl ullltlral tlc t¡na nucva cra al surgir los cl cstusiaslno causado F)r cl dcscubrirnicnto tlcl lncns¿rjc cvangólico de
I-loy, nOs hallamos cn
Iiltcración ccdc lugar a la arloctrin:rción clc una nucva gcncraclón, para
pobrcs y margina«Jos como cl nucvo sujcto histórico, y al dcsarrollarsc
Iit r¡uc cl mcnsaic tcndría vilalidad y ¡loclcr únicanlcnt"c cn cuanto sc la
una nucva Conctcncia cntrc aqtrcllos t¡uc tlccitlcn canlbiar dc lugar y
Itytttlara a tlcscubrirltl por sí nris¡na y a articularlo cn su situación.
colocarsc junto a cllos. En csta sitt¡acitin, totla clasc tlc nrovi¡liicnl"<ls
popularcs ósUin surgicndo y rá¡ridarrrcnLc l)asilll ¿l ft:upar un lugar si¡lril¿r ¿,I)rxlrii la cmcrgcntc Iglcsia dc los Pobrcs ¡rcrcibir cstc pcligro a
lic.rrr¡ro y rlcscubrir la forma dc scr sanq)cr raformanda? picnso quécllo
ol ,lr la familia cn la Europa dcl sigltl XVI. En cllos, pucblos alicnados
cs ¡xrsitrlc, dada la novcdacl y vitalitlad rlc cstas co¡nunidaclcs, su iclativa
de las institucioncs y csructuras srrcialcs clolninantcs, cmpiczan a ¡rcrcibir
libcrtarl dcl ¡rcsaclo yugo dc las congcla«tas lradicioncs cclcsizisticas, y
su mundo bajo un nucvo prisrn:r. Crcatt nucvos ¡n«lclos dc rclacióll
cl hccho dc que son cscncial¡ncntc conrr¡nicl¿rctcs rlc basc. Son cornu-
cntrc sí, tcnicñclo la visitin dc nucvas cstrucLuras políticas y ccon(l¡nic:ls,
nitlatlcs cn quc los pobrcs y nrarginutlos ticncn un nucvo scntido ¿c su
y rtcsarrollandcl nucvas c.st.ral"cgirts l)ara l¿t transformación scrcial. I:l v¿tlor c:olllo pcr.sonas y rccon(K:cn la irrr¡rorlanr:ia rlc l¿r rcnovaci(ln quc
óxito o cl fraclrso rlc sus csfr¡crzos ¡ro«lría tcttcr gran influs¡cia cn llt
surgc dcsdc abafo.
dcf.crrninaci<in dc su futuro, así c«l¡lto tlc su participacitin cn cl ¡ttisllltl.
J'¿rnltlión cstoy convcncirkl dc quc Ia llcrcnci¿r dc la llcfbnna pucclc
Mc,rtiantc las CIlBs, unÍt nucv:r rcli>r¡na sc cstít cstablccicntlo c¡t cl
aF)rt¿Ir utla conl"ribucirilt v¿rliosa a csl-c fin con su doctrina de, Dios, su
ccntro {cl Nucvo Muntto. En y ¡xrr cstís colnunidadcs, cl Evangclio h¿r
ónf¿tsis cn la vttcaci«1n pr<lfótica, su intcrós por una rcfbnna continua, y
si¿o cotocado cn cl ccntro clc la vitlu tliari¿t dcl pobrc. Aqtrc.lltls t¡tri:
su c:al)aci(lad, ttna y tlü'u vcz, I)arA producir movi¡nic¡ll-os dc rcnclvación.
habían siclo marginados ¡rrcviarncrttc tlc.scul)rcn ahora su vltl«)r Íllllc
No obstitltl.c, Ios proLcst^¿tnlcs dcbcmos sabcr (luc cstÍl lrcrcncia cstará
Dios. Su l-c lcs da la capacirlarl dc cullivur unA nucvit calidad tlc rclltciti¡l
prcscntc como t¡na fucrza cspiritual dinánlica, sólo cn c¡anLo parf.i-
intcrpcrsonal, aprcndcr a apoy¿lrsc ntuluílnlcnl.c, y ¿l organizarsc pllrÍl
cipcrnos con los pobrcs y tnarginados cn su lucha y cn los movirniinl.os
luchar por su libcración. Iln cstás colttuttitlatlcs clc apoyo llltltuo sc popularcs; sÓlo si sornos cauLivados por cs[a nucva frclnl"cra dcl Espíritu,
rcronoccn y sc prcp¿lran nucvos ¡ninistros l)ilra la construcci(ln «lc cstc
colno lo f'ucra Lutcro por su pcrccpción dc la ilnport.ancia dc la lirnilia
nucvo modclo dc la pcqucña Iglcsia dcntrtl dc la Iglcsia.
cn su licnrpo; y s(llo si nos compromctclnos, corr]o ól Io hicicra, cn
La viurliclacl dc cstas comunirl¿ulcs lt¿t sitlo rlcmosLra(la no solamcntc
darlc ftlrma ¿l un¿l nucv¿l co¡nunidacl dc fb cn donclc los hombrcs y las
por la contribución quc han hcclto a los ltrovimiclltos popularc.s, sino
rnujcrcs luchcn por su vicla cn cl ntunrlo.
iambión por el apoyo quc Ic han dado a sus nticrllbros cn Licnlptls dc
Dcbcnros scr conscicnf.cs dc quc nucst¡as iglcsias prol.cstantcs
pcrsccrcírin y rcprcsión. El gran númcro dc ntírrLircs cn Guatclttala, cl
Lradicionalcs no csr.írn, ni csLarán, compronlct"idas con cst¿i visión. El
Salvador y oLros lugarcs, da un tcsLilllonio dc su [c profunda y clc la
contprolniso prol"cstanl"e scrá cxprcsztcto prinrordialltrcntc por la prcscncia
prcscncia dcl Espíritu Santo cn rncdio tlc cllos. Pcro su situación cs
dc lirs iglcsilrs lrcntccostálcs y dc otras iglcsias iclcntiticaclas con los
pobrcs, y quc t"icncn Ia capaciclad dc convcrtirsc cn iglcsias dc los po-
brcs. Quicncs l.cncmos un vínculo histórico m¿is ccrc¿lno con la hcrcncia
2 Ilugcn Roscnstock-llucssy, op. cit., pp. 38-39.
de la Rcforttra, dcbcmos rcconoccr qué clc clla ¡ruclría afbchr signifi-
82
83
C¿tl.iv1¡lc¡tc it l6s IX)l)rcs ), ¿l lo.s luovimientoS popularcs ¿tI sor ttltnatla Al crcccr nucstr¿l fc y compromiso, nos enfrcnhnros con grandcs
con scrictlad ¡rttr las jtivcncs iglcsias protcsmnrcs. intcrr<lgantcs quc no había¡nos tcniclo anl.es: ¿;cómo entcndcr lo que
Si pcrcibimos csto, clcltclnr)s cntonccs intcrcsarntls lt-tlis cn (ltlc stlcctlc alrctlcclor nucstro ¿r Ia luz dc nucsLra fe bÍblica? ¿,ctimo analizar
haya tlis¡xlnillilid¿rd dc rcctlrsos l)ara cstas iglcsi:rs, cn vc,/. dt: ¡rrc'tlc:u- c'ríticitlncntc nucstros sisf.crnas dc valorcs y nuestra form¿r cle vicla como
p¿xlos ¡xrr llr cxplrnsirirr misio¡lcr¿t tlo nucslras iglcsias tlc c:lltsc ¡trctlia I)crsonlts ¡lrivilcgiarl¿rs rlc la clase mcclia?; ¿lc«imo trabajar p:.ra lograr
cn llruliil rtcl ¡truntkl rlc l«ls ¡xlllrcs. Lr,n vlu'i;.rs iglcsias cn ALC, ¡tr«ll-csorcls, cicrt¿t trltltslonttitción rcal rlc nucsLra socicdad y sus estructur¿rs'/;
¿,crlrno
pa:iorcs y lltlcrcs liricos lutt:r:rrtos, tnctoclist¿ts y prcsbitcriltlttls, cstliti r:ontinr¡lr.n ¡,, l1¡c:h¿r ct¡ando nrJ notÍlmos progreso hacia nucslras mcurs?;
óncgntr¿uirto t¡n¿r v¿rrir:dtul <tc lilr¡luts ilo haccr csto, cspcciallt-lc¡tLc tllt llt )', ¿,cón'ro trltrlr la crítica, Ia oposición, y Ia positllc pcrsocución
c:o¡r
cduc¿tci(irr tcoltigic¿r y cn otros rntiLotlos dc filnnación dc lítlcrcs. tll c:r¡lnrlo tr¿rlltn'to.s dc rcs¡xlnrlcr a cstos retos?
ticnr¡to lrl llc¿iatlo I)itr¿t (lr¡!: cxl)lorctllos otrlts positlilitlatlcs ¡l:.tra tlrl I)trlnlo Ilos l)crc¿tliunos (luc no ltoclcmos tratar cst«ts asuntos incli-
colaboración. vitltritlrttcntc; tcn0ntos (lr.rc tliluc:idarlr)s cn la comuniclacl. La lglcsia url
conto ll conclccmos, con su fcligrcsía y sus programas, sc halla preocu-
¡xrtllr por otros asuntos. Tanto su lilurgia como su tcología no nos
4. Ilcinvenf llll(lo Ia Ifilcsi¿l cll (lon(le eslcttttls l)rc[):lrllll l)ilril csla Iuch¿t. Si qrrcrcrnos cxplorar talcs intcrrogantes clesde
lillíl l)crrsl)cctiva dc l'c, hcmos tlc. haccrlo con los quc licnen un
I-A rcnovación csJriritu¿rl quc sc cst¿i clantlo ctltrc los pobrc.s, sll ('on)l)ronliso sint ilar con la lucha por la pa't y Ia justicia, y quc rcconoccn
Lcstirno¡ri6 ctcl ¡lorlcr tr.unsfilrrn¿tdor tlol Evartgclitl, stt cs¡líritu tlc cspc- lrr unre¡rtc ¡lcccsitlad que ticncn de la ayurla y ol apoyo de otros. En
rir¡lz¿r y clc goz.o f'rcntc ¿ri sull'irnicnto y la ¡lcrsccttc:iti¡l,llos hltn alcctarlo ()trlls ¡t:tlltllnts, cn l;.t actualidacl, l¿r rcillvcncitin dc la iglcsia cs tan
y (luc
¡lrolurirl¡nlcntc ¿r ulqrulos c¡uc ltcruos tcllido C:otllLlc:l.o ctln cllos, ittt¡lrlrl;tttlo [):trit nosof.ros como para los ptlltrcs; ncccsilitrnos cnconLrar
nos cpco¡tlulos cn ¡rtlsic:ioncs ¡rrivilcgiadas. Ctltllo tcsttluttltl, pltra r:r¡rrivrrlcrrtc tlc llrs CEBs cn nucstra siLu¿rcirin rlc luch¿r.
nrrc.slra sgrl)rcsll, con l'rccucncitt nos vcntos cl¡tltltrclttltls c,n una jorrtatla I:slrts co¡tlt¡rtitl¿ulcs surgir¿in co¡no cl rcsr¡lt¿rkl clc airos tlc lrrclras dc
qrrC nOs ¡-l<ltlríit co¡lrtrlc:ir il [lna rcnOvltci(lrt cspirittrltl. J)llrtc tkr utl'ts C¡¡¡ttas pcrsgnas rluC frrcron clr¡tivArlaS pOr l¿t viSión dC
Por cllos <lírnos un gri«l al r¡rrc salrcrnos (lr.rc tlcllc¡lt«ls rcs¡r«lndcr. l<l t¡ttt: ¡xltlr'ílt scr lrt Iglcsia dc los Pollrc.s, t¡rricncs tlaltajaron en la
Un i¡r¡rcr¡[ivo ha sido prrcsto s«lllrc nosotros, tlcl t¡rrc ntl ¡ltxlclllos lirrlll:tt'irirl tlt: t¿tlcs co¡nunid¿rdcs hasta c¡rrc cllas llcgaron A scr una
cscal)ar. S¿rbcnros r¡rrc tlcbcrnos involuc[arnos cn l¿ts lucl¡¿ts ¡lor l:"t ¡laz rt-ltlitllrtl. LJtt ct¡rtir'¿tlctttc tlc csurs c<lrnunitllrlcs poclría clncrgcr cnl,re
5, l¿ iusricia, cn solitllrrirlld
con los quc sttl'rc¡r y ltlu('.rcll; ¡trcst:tttltrlc tttt nosotros t'll fill'ltla silnil¿tr a la de los pcc¡ucños grupos tlc aqrrellos cuya
iet«l-al sislc¡n¿r (luc nos llcncl'ici¿t, itl ticrtr¡xl quc lcs ¡lrivlt it clltls tlc h f'c lcs lut ¡tttirtrltl crt l¿t lucha por la jrrsticia rlc kls pobrcs y rniuginados.
colni¿¿r y l:r vivii:nrllr, rlc l¿r crluc¿tci«in y cl cttitl¿rd<l nrótlico, ¡' tlc llts N«lstltrtls, itl tk:scrullrir l¿r frlrnra dc tlcsarroll¿rr unlt nucva calitl¿rd rlc vicla
oportr¡li(:utlcs clc scr crrr¡tlcltrlos y tlc ot:up¿tr posiciclncs tlo sigllil'iclrt:itirl cll corlttttlitllttl ¡rtic¡tLras vivi¡ncls nucstr¿r l'o, tanibió¡r nos cornpro-
c¡t la stlcicdltd. nlctcr(:tt'los (:ort llt rciltvcnción clc Ia Iglcsia y rnostrarcmos r¡n¿t vcz ¡nás
AI volvcrnos hlcil nu(:sf r'ír lrcrcncia rcligioslt, ¡rcrcibirrttls (lttc cslc lo r¡uc signilic:r s<,,r ecr:le.tia rafornrutu scÜtp(:r reformuncla.
inr¡tcrativo, rcvcl¿ttlo ¿l nucstr¿rs t:ortcicrtcir.ts ptlr los ¡xlttrcs, no cs ¿llrL-l¡ils llttstlr ¿tll«rr¿1, Ilo cont¿unos con c.iclrr¡rlos de tales cornuniclaclcs.
¡n v¿UIo sc¡llitkl rlc oblil¡ttr:itirr tttrlntl sitl«l t¡ll ll¡.tl¡tatltl tlc I)itls. Nos S:tl'x-tlltls t¡ttc: cxistc'lt varias I)crson¿rs t¡uc rlcscan cst¿r cx¡rcricncia, quicncs
c¡co¡tt¿ulr«ls irrtcr¡rcl:rtkrs, r,iviltttls c:l ctlcttclltro coll Di«ls clr y ¡l<lr ltls cstiitl ittlct'r:sutl¿ts c¡r Lrall¿rjar cn csta clnprcs¿r. AI accpl.¿r y aprcnrlcr los
c¡uc sul)'crr. Ilcspolidic:nrlo:.t su c:l¿ultor, cnlr¿ul]os cn un¿l I]tlcvLt rcl¿tcit'l¡l tlll«ls tlc los tlLros, ¡xlilrcmos conmr con la tlirccción del Espíritu Santo.
io¡r Jcsucristo ¡, nos cncrontrunros c¿ttttivatlos por la pasitin «lc Cristtl, Iln los ¡rroxirnos rlos capítulos, exploraré lo quc poclría contribuir a este
por la ¡s1,sl1¡c:it'lrl rk:l l{cin«l tlc Dios. Lln ¡uis cor¡vcrstlcitxlcs coll sa- {'in la llclorrn¿r [{adical dcl siglo XVI.
ccr(lotcs y tí«lc-,ri:s l¿rir:os (nru.icrcs y ltorntlrc'.s) cn ALC t¡ttc li:.ttt rcnrln-
ciado a una virla c:ór¡rort:.r, a sus ¿rcl,ivitladcs prtllcsioni.tlcs, y lu'ricsgan
a diario su vicl:t l)Or su coml)ronliso con la ltlch¿t por la justicia, a 5. i\{tntcnicndo viva la crcenci¿t
¡ncnrlrlo ¡trc lur irn¡lrcsiort¿ulo cl llct:htl dc t¡ttc cllos n«l halllan tlc c.sto tlc r¡uc la s«lt:iedtcl pucclc scr f ritnsfi)rrrril(l¿r
c¡ tór¡rrirr<ls rlc olllililrcitirt ntrlntl. tin algtu) tnolllollttl st¡s ctl¡lcic¡¡ci¿ts
l'ucron l)crturl)a(l:.ts I)or lo:^ sul'rinlicnLos y la nrttcrrc a stl alrctlt:dor. Sirl Crlrnurlitlrrtlcs dc lc viviendo la lrcrcnci¿r dc Ia Rcforma manticncn
e¡rblrgo, cn y por sus rcspucsl.lrs al cl¿tmtlr dc los lttargirtlttltls y viva, a u'avós rlc la sociccl¿rcl, la convic:ción dc r¡ue la transformación es
oprirnitlos t)()t' r¡n sistc:lna rlc iniusticia, lt¿t¡r oxpcrimcllta(lo lo t¡uc cllos ¡losiblc, y oli'cccn r¡n lcst.imonio din¿irnico cn l.odo lugar en (lr¡c sc
lllnr¿ur la t:crcltltí¿t tlc Dios. cncttclltrcrt. Su fb cn un Dios soberano las ha hccho scnsibles a todo
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intento de imprimirlc un caráctcr sagrado a los logros l'¡umanos, cspo- cxLraordinaria, ¡xlrquc vivimos por una fc quc cs cirpírz dc dcnunciar
cialmcntc cuando sc cncucnUan bajo cl juicio divino. Inspira«las
por plcttamcntc a csl¿t itlolatría; una fc quc nos invita a formular una dcnuncia
una visión mcsiÍinica «lc un mundo mírs justo y hurnano, cslán obligadas profótica dc la injusticia, y a la vcz ofrccer una visión dc un mundo
a to¡nar una postura profótica cn con¡.a dc cualquicr injusticia
dcl statu transfbrrnado cn dirccción hacia cl Rcino dc Dios. Podc¡nos vislumbrar
quo. La muc;tc y Ia rcsunccción dc Jcsucristo han cstablccitlo cl patrón un nucvo futuro al dcscubrir oportunidadcs para apoyar la lucha cle los
por ct cual nos podcmos oricntar hacia una vicla míts compleU, indi- pollrcs y marginados, cn nucstro propio país y cn otros lugarcs, para
viduat y colcctiva¡ncntc, al csLar librcs para dcjar quc mucra nucsuo csl.lrblcccr r¡n sistcma cconílrnico quc rcsponda a las ncccsidaclcs {e
purrOo, tulir dc las crnboscadas quc procluccn est¿lnca-¡nicnl"o y dctcrioro, Lodos, y p¿ra crc¿lr una nucva caliclad de vida cn las cornunidadcs
y pcrmitir quc nos sorprcndan las nucvas posibilidadcs dc vida quc nos localcs, cn Ia nrcclida cn quc Ia gcnte dcl pucblo aprcnda a trabajar
espcran. junf.a, ayudlindosc mut.uamcntc a rcspondcr a sus ncccsictaclcs.
En la actualiclad, cn EUA csl"c tcstilnonio cs dc una import¿lnc¡¿l Esto s<ilrl puctlc succtlcr si la hcrcncia dc una ecclesia reformata
crucial, cn nlomcntos quc Ia gcntc alrcclcclor dcl rnundtl aclt¡uicrc un scmpe.r ra..fbrnrun¿la nos condr¡cc a la formación tlc pctlucñas co-
nucvg ScnLi(1g tlc su propia iclcnlidacl y [ucrz.a, sucila Cotl tlll llucvo lllt¡ltitllttlcs tlctlic:ttl¿ts a lrt rcinvc¡lciri¡r rlc la I¡¡lcsit. LInica¡ltclttc cn
rnundo y dcscubrc ctinio trabajar cn lbrnra colcctiva l)ilra crc¿lrltl. Ctltt¡tl l¿tlcs crl¡nt¡ltitlttrlt'.s i¡ttc¡rciorr:rlcs ¡r<lrlrcnlos rlcscullrir c(»¡ro ul.ilizar
rcsulUdb, la gcntc dcl Tcrccr Mundo sc fialla c¡r busca tlc su autodc'- llttcsLr¿t llcrcnciit bíblica y tcológica para oricn[anlos y sosLcncrnos en
tcrrninación óInica y nacional, prcscntándolc así un rcto a la dorninación csfas lucllas. En cllas potlrcrnos tambión aprcndcr a scguir cl camino de
{c los su¡rcrpoderes. El pueblo dcl Tcrcer Mundo dcmanda un nucvo la cruz, confiando cn la rcsurrccción y la nucva vida, Io quc nos
ordcn ccónóinico que rcipon¿a con scricttad a las ncccsidaclcs dc
los capacitar:i p¿lra manl"cncr r¡n tcstimonio clinámico con rcspcrrlo a las
potr.r. Los quc hañ sido privaclos ¡lor siglosdc la.s ncccsiclaclcs bírsicas posibilidlulcs clc lransfilr¡naci<i¡r «lc l:r s«rcicclarl.
il. lu vida dCscan un nucvo bicncst¿rr ccr¡n(l¡¡tico y, al nrislno ticrnptl, Estc Lcstirnonio tanrbiórr cs ncccsario hoy cntrc los que luclran por
no Sicntcn ilusión por Ios bc¡rcficios tlc un ¡ncrcado cconó¡nico quc sc la libcracitin, porquc tanto movirnicntos socialcs radicalcs como csfucrzos
conccntra cn la pioducción y cl const¡¡no dc bicncs. Al rcunirsc cl tlc rcconstrucción nacional pucrlcn f¿icilmcntc scr víclimas «lc iclcologías
pr.Ufo oprimido ón todo ti¡xr tlc movi¡nicntos popularcs p¿ra cl camb-io, o dc csLructuras congclarlas, y así sufrir cl cstancamicnl.o quc cs
ii.nton nu.u6 baSes para canrbios no violcnl.os y para una srrci«lad consccucncia dc Ia rcpctición.
dcnlocrática r¡iás I)ürlicil)aliva; cl fracaso dc la ólitc tlontiltatitc
para Los ¡novimicnl.os rcvolucionarios, por su propia naturalcza, sc
,ueras aspiracioncs, conducirá a una rcprcsión violcnl'a oricnfan a la crcación dc un mundo «¡uc aún no cxisLc. Se apoyan cn
rcspondcr a cstas
y una amplia incstabilid¿td social. hombrc.s y mujcrcs quc suciran con t¡n futuro difcrenr.c, quicnes cntrcgan
En talcs molncnLos, rcplctos tlc posibilidadcs fascinantcs para la sus cncrgías y sus vidas a la t¿uca dc invcnt¿r dicho mundo. Crccen al
construcción dc un mundo más justo y más humAno, los quc ocupan un afi)yarsc cn otros quc sc ¿lü'cvcn a soñar y se hallan dispucstos a arrics-
lugar dc privilcgio y podcr cn los EUA, scgún parccc, son ittcapaccs dc' garlo todo al cxplorar nr¡cvAs scnd¿rs y cstrucLuras altcrnas.
for¡nul¿rr Una rcspucsta a CStc rct6. En su lugar, sc ltan convcrtido cn Pcr<l las tlcnlatttl¿ts tlc c.sl-¿r lucha mol-ivan a sus lídcrcs a absolutizar
víctilnas dc la complacencia y cl triunfalismo, al clbscrvar la anr¡lliación sus idcologías y sus l)rogríun¿ls, a no prcshr atcnción al criLicismo, a
dc la crisis políticá y cconórnica cn las sociedadcs dc Europa dcl Estc qucrcr imponcr su visión lo rnisrno que sus rcalizacioncs sobre otros.
y la apiuenic fucrzá invcnciblc dcl ordcn cconÓrnico global dcl cual Los t¡uc una vcz. arricsgaron sus vidas cn una lucha por crcar un nuevo
sornos paftc. orclcn y accptarln diriantcntc cl dcsafío de nucvas situaciones, fácil-
Al ¡lis¡no ticmpo, Sc cncuonLran lnuy afcctados por cl scntitlo dc ¡ncntc pucdcn scr atrtpados por la rutina dc la burocracia. Sc lcs unen
malcsl.ar y dc inscguriclad quc pcrmca nucsLra socicdad. No obsutntc, olros quc no han tcnido la cxpcricncia ni la visión crcal.iva dc los
csta to¡n¿i «lc concicncia, hasla ithora, no lcs ha conducido a fclrmular fundadorcs. Muy pronto, Ios que ocupan un lugar de privilcgio pucdcn
críticas e intcrrogantcs Scrios accrca dcl statu qilo, Sino mírs bicn a aprcndcr a disfruur cstos bcncficios y a buscar la forma «le prcscrvarlos,
6cfcndcrlo sacraliiándolo ---o para usar lórrninos bíblicos, convirtióndolo nricnLras comicnzan a distanciarsc más y mírs dc la.s comuni«ladcs y
cn un ídolo-. Dc csta mancra, totlo lo quc cs cucstionado por los nrovirnicntos dc basc a los quc cstuvicron asociados. Evcntualmente,
movimicntos populares pucdc scr afirmado sin crítica, y los quc sc surgc una nueva gcncración de los que no participaron originalmcnte en
al.rcvcn a plantcar inLcrrogantcs críticos pucdcn Scr dcnunciaclos como las luchas rcvolucionarias y accphn como un hccho sus logros y las
ant.ipatriolas. conf.ribucioncs a sus vidas. Ellos, igualrncnte, se conviertcn en víc[imas
En csta situación, quicncs nos ubicamos cspiritualrncnte cn la dc la rutina sin ninguna causa por la cual vivir, y cuando se lcs pi«lc
hcrcncia dc la Rcforma tcncmos una oportunidad y rcsponsabilidad algún sacrificio, vcn pocas razoncs para rcaliz.ulo. Muy a mcnudo los

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quc osl.cntlr¡r cl po(lcr, c¡l vez clc encontr¿tr la tnancra dc clcsafi¿tr a cad¿t
nucva gcrrcraciótl para quc sucñe con un nucvo ortlcn y para quc tOlIlC
la iniciltiv¿r dc luch¿lr para logriulo, tienclcn a confiar cn la propi.tgantlit
y cl acloctrirlalllicnto.
Drlra¡tc las prrixirnas tlécadas, cuantlo se intcnsil'it¡trc li.t ltrclta por
crcar un nucvo ordcn político y econóntico cn Ntlrl.caltlÓrica y cn cl
f'crccr N4unck¡, Lcnotltos razollcs prrrir crocr r¡uc, la particil)i¡ci(ln de ios
crisLia¡los cn cst¿ls luchas no stilo contitl.lÍlrá, si ntl t¿trllttión sc incrc-
¡ncn[rrá. Si asurnilnos con scrictlad la hcrcncia de la Rclbrnla, pcrci-
bircrtros (¡¡c urr clcnrr:¡¡lo irnportantc cn nuoslro tcsLitll(lnio cs cl dcsaf'ío
constante para kts lnovillricntos rcvolucionarios dc rccrcersc pilra ¡lclclcr
mantcncrsc viv{)s, rcs¡rtlndcr A nucvas situaciones y tlc cstc nloclo
pcrmancccr l'iclcs a su visión y a sus objetivtls. Capitulo VII
E,sto tcstinlonio stilo pucdc scr tlaclo si los c:risLianos colnpr()lllcLitltls
en la lucfua por la litrcración cs[in sustcntados F)r crltlrttltidatlcs tluc
u[iliz.¿rn ftls rccursos provistos por l¿t ftcforllla ptlril tlriclttltl stl l)clls¿l- Ef reto cle Ios refbrmaclores radicales
¡rtic¡tg y ar:t:itin, y así rlcscultrc¡t c(lrno iltctlr¡xlritr utl l)roc(:stl tlc: rt:filrlna
conslantc, cil sU virla coqtoraLiva. Al traba.iur jutlt()s c¿tttilictls y protes-
tilntcs ¡larl Irlc.rr ti'e nlc it cst¿l l'unnitl:.rtrlc ttlrcÍl, la hcrc¡lci¿r tlc la ltcfbrma
podrii contl'itrr¡ir a llr lil¡'lll¿rcitin tlc un¿t Iglcsia c¿tp;lz. tlc tl'¿tsccllclcr las
li¡nit¿rcioncs lrist«ir.ic¿ts tlcl l)rotcst:.lnl"isllltl.

Cuulc¡uicr intcnto dc volvcr a cn[ar cn conLacl.o con la Reforma dcl


siglo XVI dcbc tomar cn cucnta a los quc son conocitlos como r¿-
{orrnadores radicalcs, quicnes enccndicron la chisptt de un movimicnto
tlinímico c¡uc al principio fue pcrscgui<lo, y rnás t¿udc ignorado por los
c:uttilicos romanos y por los pr«ltcshntcs tradicionalcs. Este grupo ex-
tr:.ronlillali«l ric holnbrcs y mu.ic,rcs dcscubrieron, a travós dc su cstudio
rlc la Iliblia, r¡uc Dios no sola¡ncnte lcs cra acccsiblc y quc lcs ofrccía
pcrtltin y gracia, sino quc ta¡nbión lcs llamal)a a scguir la scnda dcl
discipulado rarlical indicaclo por Jcsucristo. En cstc scntido, dicron una
nucva cxprcsi<in a la visión dc la vida cristiana que surgicra cn Iualia
durantc los siglos XII y Xlll con los valdcnses, y en cl siglo XV en
Ir'loravia con Jua¡r Huss y sus scguidorcs: un llamado para convertir al
Evangclio cn cl principio dc oricntación dc la vida, prcstando atcnción
cspccial al scrmón dcl monte; la convicción de quc Jesucristo es el
Scñor dcl mundo y quc cl ordcn soci¿rl dcbc cstar bajo la dirccción de
su scilorío; y un fucrtc scntido escatológico con miras a Ia futura
transformación dcl mundo. Los movimicntos fueron dirigitlos por
ho¡nbrcs y mujeres (lue se idcntificaban con los pobres, y su mcnsaje
firc accptudo primo«lialmcnte por cllos.
En la Europa dcl siglo XVI, el pcregrinaje espiritual de Ia mayoría
dc cstos rcfor¡nadclres radicalcs fuc influenci¿tdo profundamcnte por las
cnsci-lanz¿rs y las prcdicas dc Martín Lutcro cn Alcm¿tnia, y dc Ulrich
Zuinglio cn Zurich, Suiza. Pero su dcspcrtar espiritual y cl estudio de
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Ia Biblia lcs hizo mirar dc mancra más crítica cl ordcn csurblccido tlc dc una cslrcranza apocalípüca: la convicción dc quc Cristo csui hacicndo
Ia Iglcsia y la socictlad; a buscar una trans[tlrrnación nrírs radical dc que su Rcino sca una rcalidad, Io quc significa una transfor¡nación total
ambas; a cril.icar y, cvcntualmcntc, a rompor COn sus mcnLorcs. Al de- del mundo.
sarrollarse y extcndcrsc Su movilnicnto, fucron ¡rcrscguiclos violcnh- Como resulhdo, cstos rcformadores no estaban [an inl.cresados en
mentc tanto ¡lor católicos como protcstÍrnLcs, y sus cornunicladcs casi «lcscntrañar la.s docuinas corrcctÍls accrca dc Cristo, como sí lo cstaban
aniquilaclas. Eran conocidos como anabaptisUs porquc insistían cn cl por haccr de las cnscñanzas y cl modclo de vida de Jcsucrislo, la basc
re-bautismo dc los adultos, y han sobrcvivido cn las Iglcsias Mcno¡rit¿t-s para la vida humana en cl mundo. Co¡no uno dc cllos, Ulrich Stadler,
y la tglcsia de los Hcrmanos, y su hcrcncia fuc traspasacla, cn fclrmit doclaró: las ordcnanzas de Cristo "dcbcn constil"uir la base «lcl mundo
indirecta, a las Iglcsias Bautistas. Miís aún: su visión y su forma dc vitla cntcro" l. Para algunos dc cllos csto irnplicaba participar dc movimientos
ha tcnido profunda influcncia cn casi todas nucstras iglcsias y conl"inúa rcvoluciorrArios, sin cnrbargo su prcocupación ¡lrinrordial cra la creación
prcscnúntlonos un rcto hasta cl tlía dc hoy. rlc un¿r c:onrunidad dc fe cn la quc la volunktcl tlc Dios para toda Ia
Como una pcrsona quc no ha sido lbrmada cn cstlt tradici(ln, no llt humanidad ¡ludicra scr rcalizada. Aun Thomas Müntz,cr, quicn cvcn-
pucdo cxplorar como partc dc mi propia historia. A pcsar tlc la at¡acci«in lual¡ncntc eligió la scnda de la rcvolución, abogo por una "Iglcsia apos-
que siento hacia ella, soy un t¿rnto cxtraño y no pucclo prcLcndcr captar tólica rcnovAda", la cual sería un "espejo" quc rcflcjara el advicnto dcl
y c^prcsar toda su riqucza. Lo t¡uc busco ltaccr ac¡uí cs dcscribir la Rcino dc Dios. Para ó1, la Rcfonna debía lcncr como mcl"a Ia climinación
óontiibución quc mc ha aporlá(lo a mí y a olJas pcrsonas a travós dc los de todo mal cn cl rnunrlo, particularmcnte el vicjo ordcn cclcsiírstico y
siglos cl tcsümonio dc cstc pucblo, c indicar lo quc considcro colno su fcudal, político y social.
contribución potcncial a Ia actual coyuntura histórica. Siguicndo cstc ca¡nino, cstos rcfornradores dcscubricron rlue cuanf.o
Tal co¡nO LuLcro y CalvinO, cstos rcformadOrcs cr¿ln pcrsonas quc, ¡nás sc accrcaban al Cristo dc los cvangclios, mírs conscicnl.cs sc hacían
cn una instancia dc sus vidas, luchaban con profundas inquicttr«lcs clcl nlarcaclo contrasl.c cntrc las cnscñ¿rnzas dc Cristo y Ia rcalidad de
cspiritualcs y sc prcocupaban por la situación dc la Iglcsia y lit socitxlrttl, corru¡rci(rn, anrllición y oprcsirin cn la socicdad quc lcs rodcaba al igual
como tambión cl sulrimicnto dc los pobrcs, cs¡rcciitltncntc cl dc los quc cn la lglcsia. Micnf"ras nr¿is sc accrcaban a esl"e Cristo, más cons-
carnpcsinos. Un bucn núnlcro dc cllos cran s¿lccrdotcs tl ttl«ltt.it:s, y llt cic.ntcs sc h¿rcían dc los pollrcs y rnírs sc accrcaban a cllos. Al cstablcccr
mayoría dc la prinrcra gcncración dc lírlcrcs ¡)rovctlía¡t dc la clltsc alttt cont:tcl"o con los campcsinos, mincros y §cdorcs y rcunirlos cn ¡rcqucños
o dc la cmcrgcntc clasc rncdia. Co¡rrad Grobcl cra hijo clc un nric¡¡tbrtt grupos para lccr y cstudiar la Biblia, pronto dcscubricron quc esLos
dcl Gran Concilio dc Zurich, y Tlrornas Münlz.cr un saccrdotc t¡uc tcnía pobrcs cran no sólo los quc oían su mcnsajc, sino quc l.enían cl dcsco
suficicntc dincro cotno pitra comprar 75 libros a la vcz para ptldcr dc accptar dicho rncnsaje con scricclad y poncrlo cn práctica. EsLa no
proscguir sus invcstigacioncs cspiritualcs. A la rnayoría dc cllos, Lutcr«r cra la norrna cnl.rc los rnás privilegiados, quicncs tcntían ¡rcrdcr su
ó Zuinglio los habían pucsLo cn confilcto con un Dios dc gracia quc lcs ,sl0lus.
abrió un nucvo mundo dc fc. Cuiaclos ¡xrr cllos, lcs fuc posiblc totnar
a la Biblia, cn vcz dc a la Iglcsia, con.ro su últinta fucntc clc autorid¿td.
Abraz-¿ron la idca dcl saccrdocio dc torlos los crcycnl,cs y colncnT-¿lron l. La fucnte cle la corrupción:
a confiar cn la prcscncia y cl p«lcr dcl Espíritu Sanlo cn la conlunidad la alianza Iglesia-llstarlo
dc fc. A algunos dc ellos, Su nucva cxpcricncia dc Cristo, niccliada por
los cvangclios y las cpístolas paulinas, lcs gui(l a apoyarsc míts cn la-s Pcro, ¿,cónro fuc quc Ia Iglcsia, quc sc concibió a sí tnisrna como
tradicioncs rnísticas ¡ncdicvalcs con su ónf¿rsis cn la prcscncia tlc cstc. nada rncnos quc cl Cucrpo dc Crist"o, sc había aparta(lo tanto tlc lo quc
Cristo cn Ia vida diaria y la inrporlancia dc la itlc¡ttificacitin con El. había siclo llamacla a scr? Para csf.os rcfonnaclorcs, la rc.spucsta podrá
Esto significó quc una profunda cxpcricncia lnísüca y cvangólica dc ser hallacla en Ia rclación ínüma que había existido cntrc la Iglcsia y el
enguentro con Cristo, lcs guió a dcscar por cncima dc todo csLar Com- Estado dcsdc cl ticm¡lo dc ConstanLino. Dc estc modo, fucron movidos
plctamentc "enlrcgados" a Cristo, Ilcgrurdo a Scr corno El y vivicndo a atacar la cstructura dc las rclaciones Iglcsia-EsLado, la idca dcl Corpus
como EI vivió. Cri.stiaruu,n, mcdiante Ia cual la Iglcsia se había aliado con cl poclcr
Para los quc tcnían csta cxpcricncia, más tardc o míts tcmprano unÍl
cosa llcgó a scr absoluhmcnLc clara: quienes llcguen a conocer a esto
persona, estón obligados a seguirle en todos los aspectos de su vida.
I Ulrich Stadler, "Cherished lnstructions on Sin, Ilxcommunication, and Community of
L¿ fe lcs dcbe conducir a un comprorniso toL1l. La pasión para csto
Goods", en: Spritual aú Anabaptisl Writers, George Iluntston Williams and Angel M.
surge no sólo dc esta expcricncia cspiritual fundamcntal, sino tambión Mcrgal, eds.L¡ndon: S C M Press, 1957, p.278.

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imperial y participaba cn cl ejcrcicio tlcl poclcr, y dc los privilegios quc 2. Dl paso esencial hacia una Reforma:
tal rclación conllevaba. La Iglesia y cl Estaclo cstaban Í¡rtinra¡ncntc el bautisrno cle aclultos
iclcntificarkls.'frxlos los ¡tticmbros dc la socicdad ¡lcrtenccían a la lglcsia,
y ésta lcgitirnaba y s¿lntif ic¿rba cl ordcn político y social cxistcntos. Dc Iln su intcnto F)r romper con esta idcntificación dc la Iglcsia con
hecho, cstos dos órdcncs trabajabln mano a ¡nano pi.[a tnanlcncr lrt puz. lu socicrlurl, los rcformadorcs radicalcs decidieron que el punto crucial
y cl orulcn. La Iglcsia y cl irn¡rcrio, cl pupa y cl cnrpcraclilr, cl otlis¡xr crir c'l lr¿rrrtisnro. El bautislno dc infantes se cnconlraba cn el ccntro de
y cl rcy, cl saccrdotc y cl ¡loblc, cor¡rl)¿rrtíi.rrl cst¿r rcspclnsirbilrrlud y sc Itls rkls onlc:nc.s, y cra cl mcclio por el cual toda persona cn el mundo
pcrcillían a sí rtrisrttos colaboranrlo cn la constlucci«in y tlclcnsa rlc r¡rur c¡isliuno cra incluirla cn la Iglcsia. Por lo tflnLo, la rcforma dc ósur
sociccl¿rd cristiana. tcntl¡'í¿r r¡rrc iniciltrsc con cl rcchazo dcl bautismo de infantcs. En su
Para los rcf onnadorcs radic¿rlcs, csl"¿t ltli¿r¡lz.¿r tr:¡rí¿r crlnsc:ct¡cncilrs Iulrtr insisticror) cn cl llautisrno dc los adultos (lue se hubiesen convcrtido
desastros¿ls, I)ucs t¿utLo los gotrcnl¿ttltlrcs civilcs conro cl r:lr:«l cslul)iln a (-'rist<1. Iinicarncntc ollos, compromctidos a vivir como discípulos
ccgados al tlistc cs[trlo dc cos¿ts, rcalid¿rd t¡uc: Miintz.cr ll¿unti "¡x)t)rc, suyos, tk',bían scr barrtiz¿rdos. [,ucgo, el bautismo tendría el mismo
cnfcr¡na y clcvastacla Cristiandarl" 2. No atlvcrtí¿ur (luc no c:nr nuis t¡rr: siunil'it:rrrlo ([rc cn la l¡¡lcsia ¡rrirnitiva: la afirmació¡r dc quc una per-
un ordcn "unido con barro" 3, irtcll¡)ltz. tlc ¡n4nt,,,r,,,rc rr¡litlo ¡u,r,,,,,t''1,r., sorur lurllíir rrrrtcrto al pccado y andalla cn novedad dc vida. El bauüsmo
ticmpo. Esta llamatla "socicdad cristi¿rnit" {l¡rrirttí¿t a l«ls ¡lolrrcs, t¡rric:ruls sr:ilrtllrha l¿r cn(rarl¿r a rul¿r contunitlad tluc vivía bajo las nonnas dcl
cntcndían rnc..ior quo sus gotrcrruutfcs lo t¡rrc cstirll¿r sr¡cc«lir.:ntlo y sc I{r:ino rlc Dios y sc cstnrc:trlr¿rlla tlc acr¡cnlo con cllo.
oponían a clla. Asirnis¡rrt), c.st¿l Cristi¿rnrl:ttl sostcní¿t un¿r ctslrur:lrtr¿t crl Mtry prtlnto, cr) y alrctlc:rlrlr tlc Zuriclt y en aqucllos lugarcs dc
la cual sacc«lotcs y monjcs abluttlon¿rl)lrn su ¡nisirin profótica plu'a cortcjur AIc¡n¿tnia t¡uc habían scntitkl c.l irn¡racto tlc las cnscñanz¿rs dc Lutcro,
a los gobcrr)lultcs y lo¡¡nrr firvorcs cn la cortc, al ticrn¡tr) quo l)¿lrticipaban los t¡uc sc cncontraban a Ia vangr¡ardia rlc cslc movirnicnto fucron
del cjcrcic:io dol ¡rodcr y cn h cxplotación de lcls potrrcs. rcbltutiz.irdos y comcnz.aron A rounir a los l¿rbradclrcs dc la licrra, a los
Dadu cst¿i rcalitlarl cstruclural, cstos rclbrm¿rdrtrcs co¡rcluycron quc lnincros y a of.ras pcrsonas cn pcqucños grupos siruil¿lrcs a las
no cxistía posibilidad alguna tlc cfcctuÍrr una rcforrna dc la Iglcsia Cornunirl¿rdcs Cristianas dc Basc dc nucstra é.poca. En csurs cornunidadcs
micntr¿rs sc rlranLuvicra inl¿tct¿t cst¿i alianz-a. El Evangclir-r ¡xxlría tlarl«: sc tlcrlicaban al cstuclio dc la Uiblia y a la oración, lcían las palabras dc
fbnna a l¿r vitla hum¿rn¿r cn cl ¡nundo s(rlo si la Iglcsi¿r cstuvicsc sc:¡ranrrl:.r l:r institución dc la Ccna dcl Scñor y compartían cl pan y cl vino. Al
dcl mundo como lal, lo c¡uc signil'iclrblt ¿rl)lrt¿rrsc rlc l¿r c:onccpr:itin tlc: tcr)cr la cxpcricncia de la prcscncia y cl podcr dcl Espíritu Sanl.o cn sus
quc la gc¡1Lc n¿rturalrncnf c pcrrt(:nccc :.r cstos rkls rtrilr0s. crruk¡uicra (luc vidas, ltrch¿rban juntos para cntcndcr y scguir cl cjcmplo y las cnscñanzas
lca la lliblia dclrc ¡xrdcr pcrcibir (lrr0 lray do.s rirtlcncs nulic¿rlnlcntc rlc Jcsris y pcrrnitir quc su visión dc la Nucva Era Ic dicra forma a su
difcrcntcs, los cualcs c.xist"crt bu.io rkls rcglas «lo ortlcn tlilcrcntcs: cl virllr co¡l-rrrnitltria.
Esu.rrlo, con srr cstrucl"ura dc ¡xxlcr y privilcgio, ¡, ¡', Iglcsia, r.tn¿t (:o- Iln cstos grupos dc pcrsonus ht¡rniklcs, su nucv¿l fc dcspcrtó un
rnunitlltd rlc lb t¡uc vivcl bajo lls norrnírs c¡rrc prclvicncn rlcl llc:ino rlc rlrirn (krsco ¡mr la lilrcr¿rcirin tlcl tlo¡nini«l y la oprcsión dcl clrclcn cxisLcnLe,
Dios. I-utr:ro y Zuirrglitl irtic:i¿trt)n rn) ntovi¡llicrrto t¡rrc lrbrió los o.ios tlc .irrrrfo co¡r l¿r r:onvir:cir'ln tlc t¡uc Di«ls cstltlla ¡lotlcrosamcnte prescnl.c
cstos rcfilrru¡rtlort:s ntrlicltlcs ír llts rit¡ucz.¿rs rlcl llvirngclio, ¡rrllirrrtliz.í-l cr)tro clkls ¡xu'lr lllrc:c:r (¡rc c'.sto fircsc una rc:.rlirlatt. P¿r¿t los t¡uc habían
su I'c, y lt:s ¡r'clvt:1,1i con urul nrro\/it visiti¡r tlc llt Iglt:sitt. No obstlurtc, sitl«l inl'lrrc:nc:ia«los
¡xlr
'l'h«lnras Miintzcr y r¡nos cuantos como ó1, esto
Lutcnl ¡,Ztrirrglio no ¡rtrrcibir:ron (luc cl ¡rtcnstrir: r¡uc ¡lrcrlir:lrlxur, tlo signif ir:rrba (luc Dios lcs hlrbí¿r rlarkl l¿r corlrisió¡r dc tlcstruir cl ordcn
alguna rnanora co¡ttlucía incvitablcnlontc a una rupf.ura co¡i cl Cor¡tus r'.xistcntc y crcar cn su lugar ur)a nucv¿l socicclad, por mcdio dc una
Cristiututm. Si nlantcnían cst"a alianza Iglcsia-Estado, Lcrnrinarían rrrvolucirin violcnta si fircsc ncccs¿rrio. Oros, conocidos como los
provoyo¡l(ltl una ¡llrcv¿r lr:gitirrracitin rcligi<lslt p¿tra csL¿r socir:rlarl injusta cs¡liritrrrrlisl:rs, qr¡críun un:l lran.slilr¡nación ta¡r raclic¿tl de la Iglcsia y la
y cnlcrrna, y li'acasaríurt cn sus csl'uc¡'zos por rclbnl]ar ¿r la Iglosia. Dc srlc:ictl¿ul, (luc no pcrcitlílrn nrodclos clc la ruisma en Ia historia. Otros,
ahí la prol'unrlu tlcsilusión dc los rcfbrnrarlclrcs radicalcs con sus mcntorcs rcunidos por Jac:ot)o Huttcr, y lucgo conocidos como los huttcritas,
cuando óstos f racasarorl cn cunq)lir con la Rclbr¡n:.r (luc h¿rbían iniciaclo, cstullan clctcrrnin¿rtlos a cxprcsar la rcaliclart de una nucva cra en las
y cn su lugir conrcnz-¿tron a pcrscguir a sus scguidrlres r¡uc sí Ia cunrplían. cornunidudcs cn que vivían: trabajaban juntos y tcnían la práctica de
cornpurtir t0dos los bicncs matcrialcs.
I)crcl la rnayoría dc los que se idcntif icaron como anabaptistas y se
2']lronras N{ii¡ltzcr, "Scn¡rorr l»clirrc thc l)rirrces", cn: Waltcr K laasscrr,.rl¿ aba¡.ttism: Ncitlrcr cnl'rcntunrn a l¿r pcrsccución y al posiblc ¡nartirio por su f-e, estaban
Catlrclic nor I'role"^tttn.Watcrlrxr, Onturio: Ct»rrad l'rcs, 1973, p.21. clcrlicados a la forrnación dc pcc¡ucña.s cornunicladcs que, como cncar-
3lbirt.,p.{r.\. naci(ln tlcl ¿rrnor st¡ll'icntc, pu(licran convcrtirsc en una cxpresión del
92 93
Rcino dc Dios. EsLc, es escncialmcnte una nucva cstructura dc rclacioncs la Iglcsia cn la s«:icdacl no cs la dc lcgitirnar cst.as estrucl.uras dc poder
dc sotidaridad, una nueva calidad dc vida quc solatncntc pucdc dcsa- sino l¿r dc scr una voz profótica, rlcnunciando su injusticia y su
rrollarse en Comunidad. Es, por lo lanto, una nucva forma dc vivir y dc corrupcitin. La Iglcsia no sc oricnt¿ hacia los podcrosos y potcntados
relacionarse con cl mundo, tan difcrcnte de las normas de cstc mundo ni hacia la conquista dc poclcr y privilcgios, sino hacia la gcntc pobre
r¡uc sólo puctlc funcionar y scr sostcnida cn comuniclad. Una nucva y lnitrgittlttl¿t dc cstc tnun(lo cn un cslucrzo por sac:arlos dc sus ¡rcnurias.
Iglcsia rcunida alrcdcdor dc Ia Ccna dcl Sciror, scría la cxprcsión suprc¡na l-os cristi¿tnos no sc sicnl"cn nunca cornplctarncnLc cn c.Sf.c mundo; vivcn
de estc nucvo ordcn dc amor y Pu. corno cn un clcsicrto, son un pucblo pcrcgrino clando lcsl.imonio del
Cautivados por esta visión de la Iglcsia ncotcstamcntaria y la [uturo Rcino dc Dios.
aproximación clc una nucva cra milcnaria, estos rcformaclorcs se vicron 2. kt I¡¡lasiu: una comunidad de creycnlcs. Por cl caráctcr radical
obligados a clarle forma a esta nucva co¡nunidad de fc y a rcdcfinir su tlcl Evangclio, c¡uicncs lo escuchan son llamados al arrcpcntimicnto, a
lugar cn la socic«lad. Notaron que tcnían quc efcctuar esLo cn contra dc abanrlonar str antigua fonna de proccdcr y a clcgir cl vivir como
todo cl munclo: dcfinir su [e tcológicarnenl.e en conLra dc los sistcmas tliscíptrlos clc Jcsucristo. Dc allí Ia primordial irnportancia clcl bauüsmo
doctrinalcs claborados por Ios grandes doctorcs dc la Iglcsia, y rcconstn¡ir dc adultos, quc sirnboliz.a csta dccisión de scpultar lo vicjo ¡lara cnl.rar
la lglcsia cn contra dc la gran insütución eclcsial dc la Cristiandatl. cn una nllcvA csfbra tlc cxistcncia. Dc ahí la dcmanda dc r¡uc la Iglcsia
Tenían quc haccr todo csto micntras huían dc Ia ¡lcrsccución llor p:rtc sca una co¡nunitlad fbnnada por hombrcs y mujcrcs quc lran hccho una
dc católicos y prol,csLanLcs. Como dijcra uno tlc cllos, tcmían por sus clara clccisi«in pcrsonal dc scguir cn cs[a nucva scnda, una Iglcsia dc
vidas, sin ningún rcfugio scguro al cual acudir cn totlo cl Sacro Irn¡rcrio crcycnLcs. Conto rcsullaclo, Ios anatla¡)Lislas fucron los printcros cn darlc
Romano. prioridacl a Ia cvangclización t^anto dc los c¡uc formaban partc dc Ia
Como Scbastian Franck, cn cl año 1531, a Juan
lc cscribicra Cristianclad conlo dc los quc csurban fucra clc la csfcra crisüana.
Campanus, un lutcrano quc Se había convcrticlo al anabaplisnto, 3. La congregación local: una conutnidad de responsalsilidad
cornpartitlrz. Lutero proclamó "cl s¿tccrclocio univcrsal dc torlos los
...todo lo quc hcmos aprendido desdc niños de los papistas, dcbc scr crcycnl,cs". Los rcforntadorcs radicalcs cstaban clispucstos a poncrlo en
olvidado. De la misma mancra, Io que hcmos recibido de Lutcro y prírctica. P¿tra cllos, csto significaba quc todos kls crcycntcs clcbían
4.
Zuinglio todo «lcbc scr abandonado y transformado tcncr llt o¡rortunirlud rlc cnlcnclcr y corrrunicar la fc y dc ocupar una
¡r«lsicitirr tlc rcs¡tort.s¿rbilitl¿trl c¡r Ia co¡¡runirlad. Sin crnbargo, I)ara quc
En su inLcnto por crcar un nucvo ordcn sin ¡noclclos quc lcs gUi:tran, cs[tl suc:t'.tlicsrt, cl rol tlcl nlinrstro tcnía quc scr r«lc.f inido radical¡ncnLc
y sin nrucha ayuda dc los grandcs tcólogos, surgicrott ltlgurtrls c:on itlcas c:ol)'lo sicrvo, cn vcz tlc scr uno quc tuvicsc autoridacl sobrc los otros.
cx«iticas, y su pasión por Ia purcza a nrcnutlo lcs llcvó a tlivisioncs y I-tts ¡riottcrros rlc la l{cforrr]a Protcstantc qucrían csLc cambio. Pcro los
posicioncs Conscrvacloras. Al mismo Liclnpo, guiatlos p<lr las Sagratlas Itttltllt¡ltistlts ¡lcl'cibicron c¡uc rnicnt¡as cl pastor fucra ordcnado a la
Escrituras y cl Espíritu Santo, hicicron dcscubril¡licntos im¡rorl,antcs nl¿lncr¿l antigua, tuvicra cl control dc los sacr¿ln.lcntos y ocupara un
quc rnás urdc fucron adoptados por las iglcsias l"ratlicio¡t¿tlcs, a la vct. Iug:rr dc privilcgio cn la socicdacl, scría admirado y nrantcndría su
quc clic«rn cxprcsitin a clcmcntos dcl discipulado y cualidadcs dc la ¡ltlsici(rrt tlc tlolninio. Unicalncntc AI convcrtirsc cl pasLor cn un sicrvo
vida cristiana cn co¡nunidad, quc nos prcscntan a todos cl rcto tlc scr tlc utt¿t cottiunitl¿tcl pcrscgui<l¿r, scría posiblc ro-orrlcnar la virla congrc-
rnírs ficlcs. g;tt:itltutl I)ílnl (lt¡c totlos pudicrun l.cncr ros¡'xtrrsaltilirltr«1. C«t¡lt<l r¡n sínrlxllo
(lc csl¿l rruc\'¿l rcrtlid¿rtl tlc co¡uunirl¿rrl sc lc rlio l'clovancilt ol lovudo tle
los ¡tics,l)ara rccord¿u'lc a la co¡uturidad la igualtlad cnt¡c todos los
3. El poder transf«lrmador de la visirin anabaptista llarnailos a scr sicrvos.
4. I:l di.rcipulutlr¡ cristiuttr¡ involucra a.l compurtit' lo,r biencs ma-
l. La separaciónentre la Iglcsia y el Dstado. Los anabaptisUts teriola..r, rcspondiendo a las necesidaclcs de otros. Los rclormadorcs
cstablccicron firmcmcntc cl hccho dc quc los cristianos contpromctidos raclicalcs lomaron con scricdad lo r¡uc Jcstis lcs había cnscñaclo accrca
son ciudarJanos dc otro mundo. El Estaclo es cl rcino dc ¡xldcr y do- tlc cslo, al igual c¡uc cl cjcmplo dc los prinrcros cristianos dc cornpartir
minación; Ia lglcsia, un¿l comunidad dc amor y scrvicio. La funció¡r dc los [ricncs, nurrarlo cn cl l-ibro clc los Hcchos (capítulos 2y 4). Calvino
había c¡llatiz.ado la complcut surnisión a Ia volunt¿rcl dc Dicls cn una
vitla llo ccntrada cn sí nlisma sino c¡r cl scrvicio a otros. Los anabaptisl.as
4 Scbastian Franck, "A l¡tter to John Campanus", en: Spiritual and Anabaplist Wrilers, op. clcclararon, por nrcdio dc la palabra y cl cjcmplo, que csto signiticaba
clt., p. 160. concrctantcntc contpartir los bicncs matcrialcs con otros. En cfccto,

94 95
'i'
ellos advirLicron quc csc lla¡ltado clc Cristo a compartir lo quc lcncmos Esto los llcvó a la conclusión de que
cucstiona la iclca dc pcrtcnencia, quc una clara clistinción cntrc "lo tnío
y- lo tuyo" rompc cl Cucrpo clc Cristo. ...los seguidores de Jesús no sólo toman una o¡rción por los pobrres
Estcl fue sosLc¡ticlo tle forma ntás catcgórica por Ulriclt Sradlcr: sino c¡ue también son llamados a compartir el sufrimiento de Óristr¡,
quien se encuentra entre los desamparados e inclefensos 7.
En Cristo aprendctnos a ncgarnos en cl scrvicio <le los santos' a Scr
y volversc ¡robrc y a ¡ladcccr nccesicladcs parÍt servir a otl'o y tanrbiórl Igualmcntc lcs condujo a ver cómo, en cr Anüguo Tcstamento,
a clcjar rlc lado toctos los bicncs y pcrtcncncias, entrcgítnclolos ¡>lrra Dios utiliz'¿,la r¡ibulación como un mcdio para que e[ pueblo dc Dios
r¡uc puc<lan scr distrihrrirlos cntrc los ncccsitrt<ltts y dcspost:ítlos. l:stc
rctornc a la scncla de scrvicio y obedicncia, al ser los hebreos exilaclos
es cl nlás alro grad«r ctc abln«tono y de cntrclla libre, volt¡ntaria al
5. a Babilonia y lucgo rcpatriaclos a su ücrra.
.Scñrlr y a su p,i"t',tn ¡xlr nrctlitl dcl Espíritu cJc la gracia
7. "conocer a cristo es seguirle en vida". Estas parabras de H¿rns
Denck expresan la conclusión a que llcgaron los anabaptistas cuando
No t«xlos tos anatlaptistÍts fucron tan lcjos, pcro cstc scntir cstal)il
obscrvaron que la mayoría de los tcólofos dc los cenros acaclémicos
prescntc cn to(los los grupos y a algunos canclidatos p¿ra cl batrtisllro
no cnl.cndían Ia verdad que habían descubierto ni se arriesgaban a norrnar
lc lcs l)rcguntÍlba quc, si la ncccsitlad lo rcqucría, si cllos tlctlicaríltrt su vida ¡ror ella. Para Mcnno Simons, la verdad cristiana tiene poco que
t«las s¡.ts pososioncs al scn,icio clc la hcnnandatl y si no lc tllllríLtlt ¿t
vcr con "los silogismos sutilcs invcntados o con cualquicr sabio sofis-
ningírn rnicnrbro que ncccsiurra, f.cnicnclo cllos l¿t c¿U)llci(l1l(l tlt: ¡rrc:stitrlcs
m¿I" ó. Ella dcbe ser conocida en medio de la vicla, en el camino hacia
ayuda.
cl discipulado. Las Sagradas Escrituras prescntan la vida y las palabras
5. Unu fe cri.¡tiuno vital «¡ruluca u lu inconformidud y, ltot' cntla,
dc Jcsucristo y de los a¡róstolcs, no sabias ideas teológicas. En
es uno fua.rza subtersivu an kt sr¡cicúul. I-tls ¡trirnctrtts ltltlthltJltisu.ts un
panflcto sobrc El rti.¡terio dcl banrisrno, Hans Hut afirmó que
rccl)az.aro¡ cl llaccr.irrrrnrcnlt)s, (lrrc crlt un lttotlo tlc ascgtrrltr llt lt:ltltlttl
políticit. Sc ncglrxllr a ¡larf.ic:i¡lrr crt llts ¡¡ttcn'lts. Al Ilo cstltr cltvt¡trlltls
...rt:ttlic ¡rttcxlc lx)sccr la vcrrlad a nrcnos que siga las pisadas (e Cristo
ón cl r¡uclr¿rccr tlc arlt¡tririr pnl¡licrliuk:s y dc logritr lxrncl'ici<ls cctllltit¡tictls,
y sus t:lcgitkrs c¡¡ la cscucla dc Ia tritrulación 9.
su cs¡ríritu (lc contpartir crcó un nucvo mcldclo cconóttlico ulltto l)Ítra lll
Iglcsia con-to ¡tara la socicclad. Al dcnunciur la in.iusticia y la cxplot¿tci«in Si c¡ucrcnr«rs cntcndcr cl Evangclio, ól nos urge a
¿c los pol)rcs cn un Licrnpo dc granrlcs rlisturbic)s cnLrc los canlpcsinos,
f¿icilmcntc ft¡cron visl.tls colno sctlicir¡sos. No obsUtntc, al vivir una ...mirar a los ¡xllrrcs, a at¡ucllos quiencs son dcsp¡¿siaclos ¡ror el munclo
ótica dc atnor ), dc no-rcsistcnci¿r, tlcsaf iltron a los cristianos a tomar la y son llanradr¡s visioncros y dcrnonios de acucrdo con el cjcmplo de
cruz cn vc:z- rtc la cs¡lart:.r cn solirlaritlatl con Cristo y los o¡lrirniclos. Cristo y sus clisc(rulos.
(¡. l-u cntz e s el cct'ttro dc kt y,itlu r:ristiona. Ill disr:ipulutlo conduce
al stfrintiento. Dc su cx¡tcricncia dc pcrsccucit'ln, lt)s anatrltptislas Para cllos, Ia pct¡ucña comunidad de los crcyentes, quc juntos Iecn
aprcnclicron quc cl scguir a Cristo conttucc al suli'irllic.rlto crotl El. Más la Biblia, cscuchan y obedecen las claras palabras de Cristo, y son
qi,c cstn: concluycron quc t¿tl sul'rimicnLo aporta utla contribución rccc¡rtivos a Ia oricnurción dcl Espíritu Santo, cslaban cn la mcjorposi-
irnporUrntc a tu transfbr¡tración dc la vitlrr y rcl)rcscrlti.t tttta pirticipac.i(ln ción dc cronoccr la vcrdad. En cste contcxto, la rcflcxión tcológica se
cli¡i¿inric¿r cn ct ¡l«rccso rlivino tlc rctlcncitin. Algtuttls ltitltl¿trtln tlc'.I "Cristo convirtió c¡r I¿r labor clc loclos, capacitando a toclos los crcycntcs para
Í¡tr:.trgo" (luc con(x:icron, conlrario ¿tl "Cristo pcc:atlor y ctltlt¡llitcicntc" conrultic¿rr cl Evangclio.
{c loi cristiunos rlc la Cristi¿rntlad. En ¡lulatrr¿ts tlc ttn tc(il()g(l aruth:.t¡ltistit Qtricncs fucron guiados por csta visión y vivicron basados en cstils
rnoclc'.rno, norm¿rs, fucron vistos como pcligrosos y subvcrsivos. Los católicos
rornanos, lutcranos y doce calvinisurs, csuban muy conscicntcs clcl
...todos accptaban r¡rre cl rtiscipulaclo significaba llcvar la cruz dc
hccho tlc quc la difusión dc esus idcas conduciría a la dcsintegración
Jcsírs, c«rntpartir stls st¡fril:licntos y no nleramcnte Scglrir su cjemplo dcl ortlcn cstablocido entre la Iglesia y el Estado. Consccucntcmentc,
o sufrir c¡r n<>nrlrre suyo. Entc¡rclicron sus sufrinricntos, colr El, colllo
un acto cte ri:dención 6.
7 Ibirt., p. 63.
5 Sta<!tcr, o¡t.
cil., 1>. 284. EMcnnoSirnons,"l¡tlertoJohnal-asct)",
6 l-avcrnc A.-lturichrnarr, "Arrabaptis¡n antj l.itrcration 'llrctllogy", at lireedon and Dís' en:7'heCompletelltritingsof lvlennoSimons,!.
C. Wengcr ed. Scottsdale, Pa.: Ilerakl Prcss, p. 790.
cipleslrip, Danicl S. .Schi¡>rrri, ctl. N{ar1'knoll, N. Y.: Orbis IJurks, P' Ó2' 9 IIans llot,'l'he l+lystery of Baptism(panl'letir).

96
97
los anabaptistas fucron suprirnidos brul.¿tl¡¡lcl'ltc, cs¡lccialnlcntc cn succdicndo cn la historia cn rclación a su aclvicnto. T'holnas Müntzcr
Alcmania cn don«lc la Rcforma originalnrc¡ll.c lanz.ara un movinricnLo cxprcsó csto dc la forma mírs dra¡náüca cn sus prótlicas accrca dcl
dc libcración que se cxLcndió por tocla Europa. La pcrsccución f'uc tan cstablccirnicnto dc la Quinta Era clc Cristo y la Tcrccra Era clcl Espíritu
scvcra, quc fucron casi climinados. Sin cnrbargo, muchos tlc stts
Santo. Otros utilizaron ot-ras cxpresioncs idionlírLicas para cnfaliz¡r su
plantcarnicntos, lal como lo hc dcscrito cn pítrral«ls anLcriorcs, luvicron cxpccLativa dc una nucva cra «lc justicia social bajo Ia autrx'irlad tlirccta
ln, gro, influcncia cn l¿ls iglcsias tradicionalcs, l¿ts cualcs cvcnl"ualmcttLc dc Cristo.
incorporaron varios dc cstos clcmcnf.os a su propia fc y vida. El ahínco c:on quc sc clcdicaron a orclcnar la vicla cn sus comunitlaclcs
A pcsar dc quc csLos movilnicnLos no produjcron granclcs obras dc dc acucrtlo con las cnscil¿tnzas dc Jcsús y sus rnilcs dc ntiirtircs, dan
tcología sistcmírtica, una dc sus contribucioncs ntíts irnpormntcs, r¡uizíts tcstirnonirl tlcl podcr dc csf.a cxpccurtivA cn sus vidas. Esta cont-ribución
la mís irnporrantc, fuc cn cl campo dc la tcología. Como y:r di.iirnos cstaba tlcstillatl¿t a irnpacLitr a Ia Iglcsia y al rnuntl«l rnrxlcnlo, aurr cuanclo
antcrior¡ncntc, cl ¡rodcr dc la [lcforma rcsiclc cn su rcinl"crprctación v¿u'ias cotttunitladcs anab¿lpLisLas, cn su lucha por sobrcvivir cn mcdio
radical dc la naturalcza dc Dios y tlc su acción rcdcntora cn cl ntundo. dc scvcl:ts ¡lcrsccucioncs, pcrdicran csta visión dc la histrtria y cstuvicscn
Sobrc todo Calvino, con su ónfasis cn la sobcranía divin¿t, cc¡rtralizó su míts prcmupadas por prcscrvar cl pasado quc por rnir¿ir hacia la nucva
fc cn un Dios prcscntc y diníunicamcntc acLivo cn la historia pira la cra quc surgía dcl [uf"uro.
translormació¡r clcl mundo. Esua fe condujo a la participllción dirccta
dc los puriunos cn Ia Revolución Inglcsa dc 1(rltl, y tlio la posibiliclad
a los cálvinistas dc tomar cl liclcrazgo cn la quicbra dcl ordcn cstablccido
dc poclcr y privilcgios, abricndo por cntlc cl camirtr) para nucvos
dcsarrollos cn la industria y cl corncrcio, así cottto cn la dcmocracia
parlarncntaria. Pcro Ia fácil idcntiflcacirin dc los prt>tcstrntcs tradicionalcs
con los nloclclos dc Ia rclación Iglcsia-list^atlo tlcsltrrtlll¿ttltls cn cl siglo
XVI, irnpiflió quc cstas iglcsias aplicaran cl "¡trinci¡rit> ¡rrol.csü.t¡ltc" a la
socicda¿ burgucsa, y cn consccucncia sc irtvolucr¿tscn c¡l l¿ts ltrchas por
la justicia cn rclación al capiulisrno.
En cste contcxto histórico, l<ts rcfornutdore s rodicolc.r lticicron una
cont-ribución cs¡rccial. Por mirar hacia cl pasado aposttilic«r y lrltc:ia cl
futuro apocalíptico, rerhazando dc plano cl conccpto dc Crisl"iitn«lad,
abricroll cl cantino para la formulación dc nucvas intcrprctilcitlllcs dc la
historia. E,llos prcpararon cl carnino p¿ra cl dcsarollo tlc Ilt¡cv¿ls pcrs-
pcctivas tcol<igicas dc la histrlria cn las contunidlulcs crisLi¿tlllts, ltl licllrlxl
rprc a¡r«lrtitron su contribución a la l'ilosof'ía libcr¿rl dc progrcso y ltl
¡iunto dc visur histórico «lcl marxistno. Conlo lo cxprosa
tlrt Lctil<lgo
anabaptis[a contcm porítnco,

...los hcrmanos crcían c¡uc Jcsús tcnía Ia intcnci<in dc quc cl Rcino dc


Dios fucra establccido cn mcclit¡ «lc cstc nlundo, aquí y altora, y sc
10.
propusieron hacerlo de inlnc<iiato

Esta visión dcl Rcino, su rcscaÍc dc los ¡lrofctas hcl¡rcos, su intcrós


cn los movimicntos mcdicvalcs milcnaristas y su rcpudio tolal dcl ordcn
cstllllccirlo como sacro, condujo a algunos clc cllos ¿l collc:clltrar su
atcnción c¡i la llcgada dct Rcino dc Dios y a intcrprctar lo t¡uc cshba

l0 Ilowardllcn<Jcr,"'l'heAnabaptistVision",cn:TlrcRecoveryoftheAnabaptistVision,Guy
F. Ilcrshbcrgcr, ed. Scottsdalc, l)cnnsylvania: Ilcrald Prcss, p' 54'

98 99
((

Capftulo VIII
Hacia una reforma radical
en Ia actualidad

En la actualidad, ¿qué significa para nosotros recuperar esta historia


pcrdida y tornar cn scrio Ia vida y el tesümonio de esos hombres y
mujcrcs quc cligicron la senda del discipulado radical, y fueron per-
scguidos durarncntc y a menudo martirizados? Como ya he comentado,
mucho de lo que ellos discernieron y vivicron hace más de cuatro
siglos, ha sido incorporado a Ia vida de nucsras iglesias. A través del
mundo cristiano, algunos de sus descendientcs directos están enl-re
nosotros. Pcro clc alguna manera, cuando aceptamos su tradición de fe
y practicamos lo que hacían, los resuluados son basumte diferentes.
Cuando dccidicron seguir las enseñanzas de Jesús y vivir oricntados
por el Scrmón del Monte, de inmediato fucron acusados de ser sub-
vcrsivos dcl ordcn social existente. De hecho, su forma de vida fue
visla como algo t:tn subversivo, que tenían que scr eliminados. En Ia
provincia de Suabia, en Alemania, en una ocasión se contrató mil
hombres para perseguirlos. Fue tal la pcrsecución, que Conradg Grebel
pudo afirmar que:

[¡¡s verdaclcros ficlcs cristianos son ovejas entre lobos, ovejas para el
sacrificio. Debcn ser bautizados en la angustia, el ¡leligro, la aflicción,
la persocución, el dolor y la muerte l.

I "Cartaath<rmas Müntzc f',en:TexlosescogühosdelaReforrna,lohn Il<¡ward Yoder,conpil.,


p. 138.

t0r
Por l.omar irnuy en scrio las cnscñanzas dcl NuCvo Tcstamcnl.<l sufrinricnto y al posiblc rnartirio, su cntcndinricnto dcl Evangclio fuc
accrca dcl aclvicnto dcl Rcino de Dios y atfcvcrsc a vivir por SUS non'nas, cnriquccido y su fc fuc furtalccicla. Ellos buscaron a ot-ros p¿lra quc
su forma dc vida no sólo dcnunciaba las injusticias dc Ia socicdad quc ta¡nbión abricran sus vitlas al mismo mcnsajc, quc c.stuvicscn dispucstos
lcs rodcaba, Sirxo que ofrccía una altcrnal.iva a óSta. Rcchazando las a scguir dcspuós Ia mislna scnda, y c¡uicncs cn su mayoría rcsult¡ron scr
ganancias privadas como la fucrz.a moLivadora dc la vida cconómica y pobrcs y m:rginados.
ponicndo en práctica cl comparür los bicncs nlatcrialcs, Crcaron un Nosol.ros vivi¡nos igualmcntc cn un ticmpo clc fast«lrno cspiritual
nucvo modclo dc vida cconómica. Lc dicron valor a las laborcs dcsa- y social. Tcncmos una cxpcricncia dc la prcscncia rtc Dios luanclo
rrolladas cn las fincas y cn los tallcrcs, insisticndo cn quc los saccrdotcs nucsLras concicncias son dcspcrlaclas al capLlr Ia horrcnda privación
y cruditos participaran de cllas. En un ticm¡rc cn quc c¿tsi toda Europa y sufrinricnf.o dc un gran nú¡mcro clc pobrcs niujcrcs y
cra analfirbcta, cstablccicron un sistcma cducativo cxcclcntc c hicicr<ln -holnbrcs,
¡¡il¡e5-, fruto dc un sisLcma global clc in.iusticia y cx¡lloftrciriñ. Ant.
quc la cducación fucra obligatoria. Micnt¡as las iglcsias csutblccidas nosofros sc prcscnf.a cl lcstirnonio clc aqucllos quc han rcs¡rondiclo a la
dcpcnclían dc saccrdotcs y pastorcs para la cnscñanza y la prÓdica, los acción libcraclora de Dios en mcdio dc este sufrimicnto. No obstrantc,
anabaptistas dccían quc cacla crcycntc tcnía csa rcsponsabilidad. Aclcrn¿is, pcrtcnccc¡nos a una Iglcsia quc sc idcntifica con cl ordcn c.stablcciclo
dc
fucron pioncros cn proycctos s¿tnita-rios y cn la rncdicina prcvcnl.ivil, itsí privilcgios y podcr, la cual cs incapaz dc conducir a sus ficlcs por Ia
como cn la organización dcl cuida«Jo dc los cnfcrmos. scncla dcl
.discipulado. Estamos rorlcados crc obispos, pasr.orcs y tcoto-
Sin cmbargo, cuando rcpctimos hoy lo quc cllos hicicron ltacc gos conscicnl"cs dc todo csto y quc hasta hablan clc rinovación espiri-
cuatfo siglos o poncmos cn práctica algunas dc las cosas espccíf rcas lual, pcro quicncs no cslítn dis¡rucstr:s a accptar las irnplicacióncs
quc cn aqucl cntonccs propusicron, los rcsultados no Son los mis¡nos. radicalcs dc un Evangclio quc cucstiona sús pro¡rias posiciones
Dc hccho, cn algunas instirncias nucstra rcpctición dc lo quc cllos hicicron con[orurblcs.
pucttc producir rcsultados opucstos, atándonos al pasado cn lugar dc Iln csl.a situación, Ios rcfornradorcs raclicalcs nos rctan a haccr lo
darnos una apcrLura hacia cl futuro. Porquc, titl como hcmos i¡rclicado r¡rrc cllos hicicron. Esto significa quc tcncmos que, cstár tan intcrcsaclos
cn los capítulos antcriorcs, somos ficlcs a la hcrcncia rcligiosa cuando corl'lo cllos cn su ticmpo, en disccrnir cl movimicnto hacia las frontcras
nos atrcvcmos a rccrcarla, no cuando nos limitamos a rcpcLirla. .Sólo al dc Ia acción litrcradora de Dios en Ia historia. Unicarnentc así podrcmos
rcs¡rcndcr a nuestra actual situnción en una forma tan radicrtl conto :rc«Inpairar al cristo quc hace todas las cosas nucv¿ls, y scguir la
ellos lo hicicron en Su tiempo, es que podemos ser fieles a su testitnonio- oricntació¡r rlcl Espíritu santo para podcr scr tc.sr.igos dci Evñrgclio
Sólo al lcncr una expcricncia cspiritual similar y pcrmiür quc cl Espíritu c:o¡no las Bucnas Nucvas dcl mañana, no dc aycr. para nosot.,ra,1rf.n
Santo noS guíc hacia nucvas frontcras dc obcdicncia, eS c¡uc ptxlcntos .siurrilica: vivir en solidaridad con lo.r pobres y margínaclo.r clcl mundo,
scguir nucstfa caminata en la ruta quc cllos crnprcndicron hacia cl cottcc.ntrúndonr¡s.en la lucln plr la liberación en y nrccliantc una gran
Rcino dc Dios. Porquc talc.s cxpcricncias dc conmoción dcl alrna n0 sc voriedud dc ntovitrticntos popularcs de l¡ase . Atrí vcnlos surgir la viíiOn
puc«lcn vivir cn un clima dc rcpctición. rlc t¡na Nucva Era; cncontrarnos a homrrrcs y a nrujcrcs .ii.t¡l,rc.stos a
Sc pu«lc dctcr¡ninar con fircilidad la cx¡rcricncia dc la cual surgi«i r¡ttclrrar cl ¡'trgo dcl actual ordcn rlc injrrsticia, y a arricsgl¡. .s¡s vidas
csta vida subvcrsiva. Sc trata dc un buc¡t númcro dc hombrcs y rnujcrcs ¡ror canrbiarlo; a pcrcibir rnanifcstacioncs dc la prcscncia y cl podcr clc
afccurdos profund:rnrcnl.c por las crisis dc su ó¡xoca, quc cstaban lluscitntl«l Dios qtrc sc cxprcsiln cn un¿l nucvÍr cornr¡nirlact vit¿rl dc fú. I1i a¡í quc
una vid¿t cspiritual ¡n¿is rica y soñallan con un nucvo orclcn social. I:n llr ric:a hcrcnc:ia dc la Ilclilnl¡a lladic:al ¡rorlrá cxl)rcs¿lrsc c¡r nucsros
csur situaci<in, Ios pioncros dc la Rcfrlr¡na Protcst tntc lcs abricro¡r un días, al scr rcinvclltatla.
nucvo munclo de tc. Ellos cstablccicron una rclación dc indcpcndc.ncia Ils cn csla fronLcra quc nos cncontralnos iclcntificackls con un nucvo
con un Dios quc no solamcntc lcs ofrccía pc,rdón, sino quc Ics inviUlba su.icto histórico, llamado a lornar la iniciativa dc vi.slurnbrar un nucvo
a unirsc cn la lucha por cl cs[rblccirnicnto dcl Rcino «lc Dios. Tuvicron orrlcn social y a conrprornctcrsc cn la construcción dcl mismo. En esta
una nucva cxpcricncia clc vida cn Jcsucristo, quicn les llarnó y cquip csfcra, nucsl-ras vidas y tcsl.imonios scrírn considcrados sum¿lmcnle
para quc lc siguicran. En esta scnd¿l sc pcrcataron dc quc esmban sicndo subvcrsivos al orclcn dorninantc dc oprcsión, cr cual ha dc cnconrarse
llcvados más allá dc sus guías cspiritualcs. no cn Io quc qucda tlcl Corpus Chri.stianurn, sino cn un sistc¡na global
Su pasión ¡xlr scguir a Jcsús lcs abrió los ojos para frcrcibir la dc p«lcr cconórnico, po.lítico y militar. por lo Lanto, podemos scfuir cl
bancarrota moral y cspiritual dc la lglcsia, al igual quc la corrupción y cjcrnplo dc los anabaptisuas dcl siglo xvr, dcscubricndo la scnáa dcl
Ia opresión quc sc cncontraban cn cl corazón dc todas las csfcras dc su discipulado raclical y dírnclolc forma a una nucva calidacl dc vi«la
socicdad. El Espíritu lcs guió cn la cstfucturación dc una nucva comu- comuniuria cn conLra dcl "munclo cntcro", conro cllos lo dcscribicron.
niclad dc fc y cn Ia transformación dcl mundo. Cuando csto conclujo al Dc csta t'nllncta, cada uno dc los elenrcnLos mcncionado.s antcriorrncntc

102 103
como tnc(lular rlc Ia llcfbrma l{aclical, sc rcvistc hoy dc nucva rclevancta un tiernpo considcró la posibilidad de formar una nueva Iglcsia,
en nucsLras lucltas. integrada por cristianos honeslos que se reunieran en un grupo aparte
del de los crisl.ianos nominales, pero por alguna raz6n no le dio
scguimiento a este plan. Por otro lado, los reformadores radicales estaban
I. La se¡raración dc Ia Iglcsia y el Estado, convcncidos de que solamente tales comunidades debÍan constituir Ia
y Ia Iglesia cle los Pobres Iglesia, aunque esto significase una reducción en su tamaño. En palabras
de Conrado Grcbcl,
La lr¡cha ¡lor Ia scparación entre Ia Iglcsia y cl EsUado continúa cn
nucstros ticmpos cttandrt la Iglesia se co¡rvierte en la Iglcsia de los ...es mucho mejor que unos cuantos sean formados corectamente por
Pobrcs y nornla su vida por cl Evangclio cn conlra dcl ordcn cstablccitlo medio de la Palabra de Dios, creyendo caminar en rectitud en virtudes
y en hechos, a que muchos crean falsamente y con engaño por doctrinas
de dorninación y cxplot¿lción. 2.
aclultcracl¡u;
Los anabaptistas cnfatizaron quc la Iglesia dcbe scguir la scncla dc
Cristo, ar¡n cuando csto significar¿l rompcr con 1500 años dc historia y
En su csfucrzo por entender la amplia brecha existenf.e ent¡e la
cultura. Grcbel insistió con Zuinglio cn quc Ia Palabra dc Dios, cn lug:r
descripción dc la Iglcsia del Nuevo Teshmento y la realidad que ellos
de las dccisioncs dcl Gran Concilio de la ciudad dc Zttt'ich, tlcllía
conocían, al igual c¡ue los ejemplos en la historia cristiana dc Ia
dctcrmi¡r¿rr la fornla tlc la Misa y la cstructura dc la lglcsi:r. Iloy,
"rcconstrucción dc la Iglcsia cn ruinas", llcgaron a la conclusión dc quc
cuando la Iglcsia so idcntifica ccln los pobrcs y rnargitutclos, cll¿t ticrto
la historia dcl pucblo dc Dios cs la historia dc dos iglesias. Dc hccho,
que clcgir cnt-rc oric¡rtar su vida y construir su cornuniclatl alrcdcdor dcl
para algunos dc cllos, csta historia cle dos iglesias comenzó en el cielo
scrvicio a los nccesitaclos y la luch¿t ¡ror transfortn:lr l¡.t soc:icdad, y
con la discnsión cnt-rc los ángcles, y conlinuó con Adan y Eva, el
acomodarse y continuar provcycndo lcgitimación al ortlctt actual dc
pucblo dc Isracl, y dcsdc los prirncros años de la Iglcsia apostólica. La
privilcgios y ¡nclcr. L«¡s rcformadores radicalcs constiu)lcntonl.c nos haccn
lucha de Dios con la lglcsia cs la historia dcljuicio divino, dispcrsanclo
recordar que csta decisión pucclc y dcbc haccrsc. NOsoU'os, seamos
y rcsl¡urando al pucblo dc Dios, una y oLra vcz.
pastorcs, sacerdotes o tcólogos, nos cnfrcntamos a csa clccisión Cuando
se nos obliga a decidir entre Ia búsquctla dc éxitos profcsionttles en una
Al insistir cn una lglcsia pcqucña de creyentes, los pioncros
anabaptistas no estaban exigiendo una comunidad de aquellos que dccían
socicdad de clase mcdia, y cl llarnaclo a vivir cn solidaridad con los
tcncr fe en Cristo, o como diríamos hoy, que habían hecho "una dccisión
desposcídos. En Ia Europa del siglo XVI cl bauLismo de infantes era un
pcrsonal por Jcsucristo". Para los luteranos y los seguidores dc Zwinglio,
símbolo dc la intcgración dc la Iglcsia y cl Estatlo; por cllo, para los
éstc cra cl critcrio dc mayor importancia. AI dcmandar la cxistencia de
anabaptistas, cl rc-bautisrno dc adultos cra cl acto decisivo mediante cl
una Iglcsia cornpucsta sólo por creyentcs, lo que estaba cn juego para
cual los dos rcin«ls cran scparados. Como dijcra Gcorgc Blaurock con
Ios rcfornraclorcs r¿rrlicalcs cra cl discipulado, seguir a Jcsús vivicndo
Ocasión dc su rc-bautisrlto, "cn cstc tnonlcnto Colncnz.ó la scpiración
dc acucrdo con unos valorcs dctcrminados y un cstilo de vida enmarcado
dcl mundo y dc sus ttbras de rnaldad". Iloy, para ¡losotros, no es cl
cn un conlrastc dia¡nctral con la sociedad de su üempo.
rexhut-o clel bautismo dc infantcs sino la dccisión dc no scguir cl carnino
En nucstro ücmpo, un énf¿sis en la conversión, una dccisión per-
del ascc¡rso profcsio¡ul lo (p¡c marca la scpamción cntrc los tlos cstados.
sonal, y cl bautisrno dc adultos, de ninguna manera garantizan estc tipo
dc discipulado. A menudo, todas cstas cosas sirven más bien para
rcafinnar nucstros valores de clase media y nucstfo sueño de un progreso
2. La Iglesia cle los f-reles y las Comunidades
asccndcnte cn Io social y cn lo económico, y para amarrarnos o alarnos
Eclesiales de llase al ordcn de dominio y explotación. La feligresía de las iglesias formadas
de descendientes directos de estos reformadores radicalcs, ya no es
Actualmenle,la idca de la Iglesia de los creycntes esUí ampliamente subvcrsiva del orden establecido.
aceptada. Sin cmbargo, Ia rcalidad dc csa lglcsia, Lal co¡no la concibieron Si qucremos tomar con sericdad a la visión anabaptista, debemos
Ios rcforrnaclores radicalcs, será vivida cuando lc dcmos forma a Co- Eatar de re-crear la Iglesia de los creyentes enLre los ¡robres y marginados
munidades Eclesialcs de Basc (CEBs) entre los pobres, y a comunidaclcs que luchan por Ia libcración, junto a los que viven en solida¡idad con
formadas por aquellos que esrán conlprometidos con la lucha por la
justicia y la paz.
Lutero detcctó que la mayoría de los miembros de su nueva Iglesia 2lbid.,p.23.
no to¡natran con serieclad las demanclas dcl discipulado cristia¡ro. Durante
1(M t05
cllos. Porque es en lales comunidadcs c¡uc la idcntificación con Cristo, conccntmcla en ól y la pcc¡ucira ólitc quc girara cn su contorno. Su
y la cxpcricncia ctc su prcscncia cntrc la clasc dc gcntc con la que E,l prcscncia scría un obstáculo para la rcalización dc csta mct¿. Sin
convivió cn Galilca, conducc a un discipulaclo raclical. Entrc cstas gcn- cmbargo, a Lravós de los siglos la vida congrcgacional dc l¿rs iglesias
tes, la conversión a Cristo significa unirsc a El en la lucha por Ia anabapl-isuas ha tcndido a estrucLurarsc igual que las iglcsias tradicionalcs,
jusücia, y el bautismo significa unirsc al sufrimicnto quc provicne del cn vcz dc scguir la lógica de su visión original. Dc todos modos, en el
scguir cn la senda dcl Crucificado. siglo XVI Ios anabaptistas caplaron quc, para scr fielcs a esta visión,
Los rcformadorcs radicalcs se scpar¿uon dc Lul.cro y Zuinglio cuanclo sus comunidadcs Lcndrían que provccr una cstrucl.ura allcrna al poder
vislu¡nbraron que una institución quc csLuvicra cónlocla cn cl Corpus dorninanLc cn cl Corpus Chri.stianum. Lo que cllos no pcrcibcn kn
Christianumno podía apoyar a los quc cstaban compromctidos con cstia claramcntc hoy cs quc ahora, cn lcaltad a su hcrcncia, tcndrían que
forma dc vida, o convcrLirse cn una comunidad dc fc para ellos. Los dcsafiar radicalrncnl.c las cslructuras dc dominaci(ln de nucstm soci«lad
quc habían qucbrado la rclación con los valorcs y las normas dc csta dc clasc nrcdia libcral. Esto por cuanto cn esta socicdad sc organizan
socicdad y con la Iglcsia intcgrada a la misma, tcnían quc unirsc para insütuciones alrcdedor dcl principio de zonas aulónornas dc jurisdicción,
"ro-invcnt¿f" la Iglcsia, para darlc forma a una nueva comunidad. Una cuyos miembros cslán cornpromcLidos con cl manf.cnimicnl-o, dcfensa y
comunidad cn la que una nucva cxpcricncia dc Dios y una nucva viila arnpliación dc sus dominios.
dc discipr¡lado provecrían cl contcxto para una rclcctura dc la Biblia, En el ccntro de cstc sisLcma se cncucntran los prolcsionalcs de
rcpcnsan«lo la [c, rccstructurando la liturgia, rcdcllnicndo la cspiritualiclad clase media, pcrsonas quc han sido capacitadas cs¡l«:ialmcnf.e para
y iccstructurando las rclacioncs dc la comunidad. Una comuniclacl capaz. rcsolvcr problcrnas y provccr servicios a olros cn las írrcas particularcs
dc sostcncr a los hombrcs y a las mujcrcs cn Sus luchas por poncr c.n cn las cualcs cllos son cxpcrtos. Su idcnüdad pcrsonal, y cl scntido de
prírctica cl Evangclio, y ayudarlos a cnfrcnlar la pcrsccución y cl nl¿utirio. sr¡ r,alor c inrporhncia, scln dcflnidos por cl lugar quc ocupan cn Ia
t¿s CEBs han dc¡nostrado quc lo nlismo pucclc succdcr cuanclo los cstn¡clura. Sus óxitos son ¡ncdidos por la habilidad quc tcngan para
pobrcs y marginados, y los quc vivcn cn solidaridad con cllos, LraLan dc asccndcr krs cscairos dcl progrcso, lo cual no sólo significa mcjorar su
a¡ticular y cxprcsar su fc. Su fidclidad a su visión y su capacidad dc "slolu.\ cconómico", sino ocupar un lugar dc mayclr prcsLigio cn Ia
sobrcvivir pucdcn dcpcndcr dc la capacidad dc rcformular t«los csLos ctlmunirlad c influcnciar a un ¡n¿ryor númcro dc pcrsonas. El rcsulLado
clcmcn¡.os para podcr lcncr una vida cclcsial plcna. cs quc nricnt"ras más óxitos logrcn, más privan a otros de Lomar
rcs¡xtrtsitbiliclad por sus vidas y así convcrLirsc cn suictos. Los minist¡os
o pastorcs son parLc «lc cstc nlundo con sus ntcLas y valorcs, y funcionan
3. Una Iglesia de igualdad y ttnil colnuniclad clc la ¡nisnr¿r mancra. Gcncralrncnl"c sc prc«)upan mírs ¡lor lograr scr
de ayuda ntutua itccptados cn sus congregacioncs y ¿lvarlz¿tr profcsionalmcltLc, quc por
un claro lcstin"lo¡tio profótico. Unicanrcnlc sobrc¡;onióndosc a csLa
Para los anabapüstas, todos los mic¡nbros dc la congrcgación local csLrucl"ura y rncntalidad profcsional pucclc la congrcgación local scrlc
tcnían quc ¡larticipar plcnamcnlc tlc su vida, y cl pastor no cra Ia ¡rcrsona ticl a su llalnado. Las CE,Bs han rlcmostrado (luc csto sc pucdc haccr
cncargacla dc ta grey sino un sicrvo tlc una contunidad ¡rcrscguida..Si y quc, al succdcr, Ia Iglcsia sc convicrl"c nucv¿lntc¡tLc cn una fucrza
qucrcmos vcr en dóndc csa cxlrcricncia sc vivc cn la acl.ualidad, no subvcrsiv¿1, ¿lpuntando haci¿r Ia ransfonnación clcl nlundo cn dirccción
dcbcmos ir a las iglcsias protcst"antcs l"raclicionalcs, y ni siquicra a los al Rcino tlc Dios. E¡t un¿t t¿rl co¡nunitl¿ul, cl lavado dc los pics podría
dcsccndicnl.cs dc los anabaptist¿ts, sino a las CEBs dc los pobrc.s. Ella.s rccupcrar su signilicado y potlcr original.
son las quc han rccapturaclo la visión paulina dc Ia Iglcsia cn la quc
cacla micmbro ticnc un don cspccial (carisnra) para Ia cdificaci«in dcl
Cucrpo dc Cristo. Una Iglcsia sin discriminación, cn la quc los micmbros 4. EI conrpartir los bienes materiales
sc ayudan y sc afirm¿ln mutuanrcnLc; cn dondc Ia rica varicdacl clc doncs
para cl ministcrio cs rcconocitla, y cada micmbro cs prcparaclo para Los anab¿lpl.istas no sólo csl"ipularon quc cl discipr¡lado crisf.iano
scrvir y ticne Ia oportunidad dc haccrlo. Si csUlt prescnLc una pcrsona comprcndc cl rcs¡londcr a las ncccsidadcs dc los clcrnírs y comparür los
ordcnacla, su tarca scrá Ia dc hacer todo lo posiblc por crcar condicioncs propios bicncs materia¡cs, sino quc han rnanl.cnido cstc tcsti¡nonio vivo
para cl rcconocimicnto y cl cjcrcicio dc cstos ¡ninistcrios. cn cl mundo cristiano a travós de los siglos. Dcsdc quc Jacobo l{uttcr
Los rcformadorcs radicalcs se pcrcataron «lc quc micntras cl pastor rcunió a un grupo de rcfugiados dc la ¡rcrsccución rcligiosa, hambricntos
continuara cjcrcicndo el poder y tuvicra Ia ¿rutoridad como prcdicador y sin hogar, p¿tra organiz:¡r la prirncra hcnnandad cn Mor¿rvia, cst¿rs
dc la Palabra, la vida congrcgacional dc Ias iglcsias rcfornlaclas csl"aría conruniclaclcs, a lo largo dc un pcrío«lo dc 450 años, han practicado el

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conlpartir lcls bicncs materiales en una for¡na tcltal. En EUA y Canadli, grandes inquictudcs sociales. Su embestida sobre la Cristiandad fue
cic¡tto dicz dc [rles comunicladcs, con más de dicz mil rnicnrbros, con- vistit como algo c¡ue finalmente dcsLruiría cl orden cxistcnte en Suiza
tinúan vivicndo de cst¿r manera. Los anabaptistas sigucn rccorclánclonos y cn Alcmania.
quc cl amor cristiano no pucde ser auténtico si no incluyc csta dimcnsión
¿,Por r¡ué csta forma de vida no produce cl mismo impacto actual-
mal.crial, y quc la vida cspiritual de los cristianos compromctitlos ticnc mcntc? No es dil'ícil cnconl.rar una respucsta. La orientación hacia el
quc lidiar di¿riamcntc con cl delnonio de Ia obscsi«in por las poscsitlttcs, futr¡ro dc los ¡lrirncros anabaptistas, basada en su confianza en Ia acción
y conducirlcs clircctamcnte a compartir los bicncs ¡ttatcriltlcs. dinánrica dc Dios cn la historia para establccer el Reino de Dios, los
¿Dóntlc, cn la actualiclad, sc obscrva cstc lttotlclo tlc vidu cristiana? guió it at¿lc¿rr las raíccs dc la injusticia en su sociedad y a vislumbrar
No pcrcibo su cxistencia cn nucstras iglcsias prol.ost¿lnl"cs, no irn¡xlrta altcrnativas radicalcs para la misma. La repetición de cse testimonio
cuál sca su dcnominación original, pcro Io hc vi.sto cn itlgunas CEBs hoy ncl llcva a los hombrcs y a las rnujcrcs dc lb en ALC a los linderos
entrc los nlás pobrcs. Entrc lcls que nacl¿t licncn, cl Espíritu Santo está ilc dicha lucha. Dado quc la r¿tíz <lc la injusticia en nuestra socieclad sc
prcsentc, como cn la Iglcsia prirnitiva, conclució¡rdolcs a compartir aun encucnlra cn la alianza dc los ricos y las élitcs poderosas de cada país
hasUa cl írlti¡no kilo dc arfoz o la pcqrrcña maltrecha habit¿rción cn que con un sistcma cconómico global, el reto más fundamental que se lc
vivcn. Una rcligiosa católic¿l (luc trabaja cn un banio dc Rccifc, Brasil, prcscnm a ésta proviene del surgimicnto dc los ¡novimicnLos ¡ropulares.
nos habla dc utta convcrsación quc tuvo con una ntujcr quc vive allí. En I¿t mctlid¿r en que los cristianos desaf'ícn a este sistema de cxplotación
Esm le dijo: y panicipn en cl dcsanollo de alternativas al mismo, tanto cn lo político
con"ro c¡r lo cconórnico, su inconfor¡nidad se convcrLirá cn algo tan
I{oy Dios vino a nri casa. Yo no tcnía dinero para pagar los mctli- subvcrsivo como lo fucra la de los anabaptistas del siglo XVI.
de mi ltijo, quc estaba enfcrmo. Mi vecina había ganado
c¿irrlcntos
I)rlr csf:r rat.ón, crco (luc las CEBs dcbcn scr reconocidas como el
algún clincro por cl lava<Jo dc unas ropas dura¡rtc la sc¡nana. Iil irn¡mrtc
Iugur cn rl«l¡rtlc sc cstá vivicndo la Reforma Radical. Al aprcndcr los
cle sulahrr era cic¡r cruz-ciros, y ella mc los cntrcgó pala que comprara
la mctlicina. Eso sólo pucde scr obra de I)ios, ¿no lo cree ustcd?
r. pobrcs rlcl carnpo y dc las z.onas urbanas a vivir y a uabajar juntos,
cstÍrs cornunirt¿rclcs pcrcibcn y comicnz¿ln ¿l dcsarrollar una altemativa
Estc tcstimonio de las CEBs y nucstra rccupcración de csta di- al ordcn «:onórnico cn la cual los rccrrrsos clc una comuniclad o región
rncnsiórr clc nucstra hcrcncia protcstantc, pucdc ayudarnos a cscuchar pucclcn scr utiliz-¿rclos para rcsponclcr a las ncccsidadcs c intcrés de
una vcz más cl llarn¿rclo al discipulado y a cxplorar divcrsas formas de loclos, cnrpcz.an(lo c<ln los clc abajo; un ordcn político cn el cual aqucllos
quc antcriornlcntc cran cxcluidos dcl cjcrcicio dcl podcr público, asumcn
cxprcsarlo, micntras le darnos fbnna a unA Iglcsia dc crcycntcs apropiáda
a nucst.ros ticnrpos. ahora la rcsponsabilidacl dc la dctcr¡ninación de su propio futuro y
provccn los f r¡¡lda¡ncntos para una nucva socicdad con una dcmocracia
más participativa. Esto los cn¡n¿lrca como subversivos y cs por cste
moLivo quc son pcrscguidos, arcstados, torl.urados y los haccn dcsa-
5. El inc'onf'ttrllrisnlo
parcccr! lal conro a los anabaptistas cn cl siglo XVI. Sin cmb¿rgo al
Dcstlc cl ¡lrinci¡tio los anabaptistas cstiru¿lron quc cl scguir a Cristo
vivir dc csta m¿rncra nos dcsafían, corno proLcstÍlntcs, I]¿lra quc to¡ncmos
cn scrio nucstra historia, y nos ofrcccn un nucvo modclo dc Iglcsia por
significalla no confonnarsc con cl mundo. I-lan proscguiclo csttt prítctica
mctlio dcl cual lo podcmos cxprcsar. Al mis¡no Licmpo, la rccupcración
dc una gcncraciiln a la otra, adoptando unA nt¿lncra scncill¿t dc vivir, a
mcnuclo cn Comultitladcs prcdomiltantementc rur¿llcs, y ncgílndosc a
tlc la iclcnticlad prol.cslantc conro no conformis[rs, nos pucde preparar
para haccr una significativa cont"ribución a la rcforma dc nucstros
partici¡lar cn las gucrras.
ticmpos.
Pcro aqucllos c¡uc han sido influcnci¿ldos por ellos, y sigucn hoy
cse patfón, no son dcnunciados ni Como pcligrosos ni subvcrsivos. En
el siglo XVI, su inconlormisrno Supttso un reto para la idcología a las
estructuras dc donlinación dc la é¡loca. Su fe cristiana y su fclrma dc 6. Abrazanclo la cruz
vida claramcnté los colocaron dcl laclo cle los campesinos y de las
clascs pobrcs cn las ltucv¿ts ciuclaclcs, cn una situación explosiva y dc La cxpcricncia anabaptisur rlc la proxirniclad clc Dios cn ¡ncrlio dcl
sufiimicnto, Ies condujo a rc(lcscubrir la ccntralidad de la Cruz cn la
vicla dc los cristianos, así como cl lugar clcl sicrvo sufricntc en la acción
rcdcntora de Dios cn la historia. Estas misnias realidadcs suprcmas del
3'l'omado ¡Je I:lor sem defesa, de Carlos N{esters. Petró¡»lis: Ilditora Vozes, 1983.
Evangclio csuin sicntlo rcdcscubiertas y vividas en forma dramática por
lOtt 109
Ios pobres quc luchan por su libcrtad, y por aqucllos quc sc idcntifican
con cllos cn su luclm.
En airos rccicnLcs, cn mi contacLo con pcrsonas quc parLicipan cn
la vida de la Iglesia dc los Pobrcs en ALC, óste ha sido cl tcstirnonio
más impactantc, cl cual me ha obligado a rccxaminar todo mi cntcn-
dimicnto dcl Evangelio al igual que mi discipulado. En rncdio de su
sufrimienLo, los pobrcs son sorprcndidos por la prcscncia dc Dios como
gracia; la fucnLc dc nucva vida y cs[rcranza, del comparür cn comunidad,
y aun dcl gozo. EIlos notan quc sus vid¿rs sc han cnvuclto cn la acción
redcntora dc Dios cn Ia historia. En una lucha diaria cntrc la vicla y la
mucrtc, cllos clcscubrcn cu¿il cs la rcaliclad dc la vicla cn cl nrunclo, a
lavcz quc saborcan las riquczas dc la vicla divina. Pa¡a cllos, cl Evangclio
sc ha convcrtido, una vcz más, cn asombrosas Bucnas Nuevas.
Por otra partc, aqucllos quc, inspirados por su [e, han sufrido
pcrsccución y sc cnfrcnl.an a la mucrtc por causa dc su dcdicación a la
lucha de los pobrcs, vivcn una cxpcricnci¿r si¡nilar. Lconarclo Botf habla
accrca dc un sacerdote cn cl Norcstc dc Brasil, quicn comparüó los
sufrimicntos dc los campcsinos más ¡xlbrcs y por clicha causa fuc afacaclo,
arrcstado y torturado. El cfcctuó cstc trabajo

...con un gozo no clc cstc munclo porquc cxiste un 8o7-o qt¡c estc
mundo no pucdc dar, el gozo «lc sufrir por la causa dcl pucblo, dc
compartir la pasión dcl Scñor y dc habcr cndcrczado un eslab<in más
en la ca«lcna dc la libcraci<ín histórica fraguacla por Dios a travós dcl
eslucrzo ht¡mano intcrmedio, por la subvcrsión de cada ordcn injusto
que sc intcrpone en el ca¡nino clcl Rcino clc Dios a.

Quizris nosoros, como prolcstanlcs, :rl rcco¡rcctarnos con csta di-


¡ncnsión rlc nucstra hcrcncia y atrc,vcrnos a vivir nucstr¿l fc cn la
vanguardia dc las luchas por la vida, tcngarnos una cxpcricncia si¡nilar.
T¿r¡nbión nosotros tcnclríamc)s un nucvo scntirlo dc lo quc significa scr
Iglcsia al aprcntlcr cómo tornar la cruz y cornpÍrrtir los sufiimicntos de,
Cristo. Actuanclo clc csua nrancra, scríarnos cap¿rccs dc a¡,¡¿¿t a aqucllos
quc csuin rnás compromcLidos con los movimicntos rcvolucionarios dc
libcración a capt¿u quc sólo podriin scr ficlcs a su visión al apartarsc dc
la tcntaci«in tlc buscar ryrdcr y privilcgios, y volvcrsc haci¿r los rlc aba.io
para lraccr ¡.orlo lo posiblc por otorgarlcs ci poclcr. Dc csf.a nrancrA, los
suciros y las luchas dc los rcfor¡nadclrcs railicalcs conLinuarírn rcvita-
Iizando a la Iglcsia y transformando la historia.

4 Pa.csión of Clvist, Parsión of theWorld. Mary knoll, Ncw York: Orbis Books, 1987, p. 120.

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