2016 1

F UNDADO E L 15 DE J UL I O DE 190 6
MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE - EDICIÓN Nº 496 - JULIO - 2016

Ó N A N I V E R SA
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FUNDADO EL 15 DE JULIO DE 1906 JU
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Nº
480
- LA PROFESIÓN MILITAR EN EL SIGLO XXI TRADICIÓN Y NUEVOS DESAFÍOS

- ISIS: PARADIGMA DE LA SEGURIDAD INTERNACIONAL
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- HISTORIA MILITAR Y PENSAMIENTO ESTRATÉGICO PA R
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C E N T R O D E E S T U D I O S E I N V E S T I GAC I O N E S M I L I TA R E S YO DE
CESIM JULIO - 2015 Nº 494 - 20 L E
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ITO
1906-2016
110 AÑOS DE PENSAMIENTO MILITAR A TRAVÉS DEL MEMORIAL
C E N T R O D E E S T U D I O S E I N V E S T I GAC I O N E S M I L I TA R E S
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES MILITARES
CESIM JULIO - 2016 Nº 496
FU N DADO EL 15 DE J U L IO D E 1 9 0 6
D E L
JULIO - 2016 Nº 496
COMITÉ EDITORIAL:
PRESIDENTE
CRL. MARIO QUINTEROS GARCÍA
Director del Centro de Estudios e Investigaciones Militares, Ejército de Chile
INTEGRANTES
GDD JUAN CARLOS SALGADO BROCAL
Asesor del Centro de Estudios Estratégicos, Academia de Guerra del Ejército de Chile
DR. ALEJANDRO SAN FRANCISCO REYES
Académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile
CRL. RODOLFO ORTEGA PRADO
Profesor de la Academia de Guerra del Ejército de Chile
GENERAL (EJÉRCITO ARGENTINO) JULIO HANG
Director del Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos, Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales
TCL. (EJÉRCITO DE TIERRA DE ESPAÑA) JESÚS DÍEZ ALCALDE
Investigador asociado del Instituto Español de Estudios Estadísticos
DR. RICARDO RIESCO JARAMILLO
Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Gestión Pública, Universidad San Sebastián
CRL. LUIS ROTHKEGEL SANTIAGO
Investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Militares
COMITÉ EJECUTIVO:
CRL. JUAN SILVA GONZÁLEZ
Director
MARÍA IGNACIA MATUS MATUS
Editora
ANGÉLICA GUÍÑEZ HINOJOSA
Extensión y Difusión
SOF RAMÓN LAZEN ESPÍNDOLA
Biblioteca
IMPRESO EN LOS TALLERES DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR

INSCRIPCIÓN Nº 92.946
Revista fundada el 15 de julio de 1906. Prohibida su reproducción parcial o total sin autorización. Las colaboraciones y los juicios en ella vertidos son de la
exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente el pensamiento ni la doctrina del Ejército de Chile.
Centro de Estudios e Investigaciones Militares

Bandera 52, Santiago - Chile
Teléfonos: (56-2) 226683800 - 226683835
ISSN Nº 0716-3835
D E L
Nº 496 - JULIO 2016
PRESENTACIÓN
Jefe del Estado Mayor General del Ejército GDD Ricardo Martínez Menanteau 7
EDITORIAL 11

PERÍODO DESDE 1906 A 1920
INTRODUCCIÓN 17
DIRECTIVA PARA LA PUBLICACIÓN DEL “MEMORIAL” DEL ESTADO MAYOR. (1906)

CRL. Pinto Concha 19
CONFERENCIAS DEL GENERAL VIAL GUZMÁN. POLÍTICA MILITAR. (1910)

GRL Vial Guzmán 21
POLÍTICA MILITAR II. EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. (1910)

GRL Vial Guzmán 31
POLÍTICA MILITAR III. RECLUTAMIENTO DE LOS OFICIALES, SU INSTRUCCIÓN Y EMULUMENTOS. (1910)

GRL Vial Guzmán 43
CONFERENCIA SOBRE EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. DICTADA EN EL CENTRO DE OBREROS “LIGA DEL
TRABAJO”. (1912)
MAY. Indalicio Tellez 55
LOS ASCENSOS MILITARES. AL MÁRJEN DE UN PROYECTO DEL COMANDANTE SEÑOR MONREAL. (1920)
GRL Vicente Ramírez O. 67
INTRODUCCIÓN 101
EL OFICIAL COMO INSTRUCTOR Y EDUCADOR DE RECLUTAS. (1924)

TTE. 1° Rene Álvarez Marín 103
EL EJÉRCITO ESCUELA DE CIVISMO E INSTITUCIÓN DE EQUILIBRIO SOCIAL. (1940)

CRL. Guillermo Aldana S. 121
ZONA AUSTRAL ANTÁRTICA. SÍNTESIS DE LOS ANTECEDENTES QUE ACONSEJAN SU LIMITACIÓN Y ESTRUCTURA-
CIÓN. (1944)
GRL Ramón Casas Montalya 145
COOPERACIÓN MILITAR INTERAMERICANA PARA LA DEFENSA DEL CONTINENTE. (1946)

TCL. José Feliu de la Rosa 163
INTRODUCCIÓN 169
GÉNESIS DE LA FUNCIÓN MILITAR. (1957)

MAY. Osvaldo Arratia de la Jara 173
MISIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS Y SU PARTICIPACIÓN EN EL DESENVOLVIMIENTO NORMAL DE NUESTRA VIDA

DEMOCRÁTICA. (1958)
MAY. Luis Valenzuela Beyes 189
REFLEXIONES SOBRE LA REGIONALIZACIÓN. (1975)

CRL. Juan Barrientos Vidaurre 205
INTRODUCCIÓN 219
POLÍTICA DE DEFENSA, UN ENFOQUE NACIONAL. (1991)

BGL. Javier Salazar Torres 221
CATASTRO NACIONAL DE FRONTERAS INTERIORES DE CHILE. (1994)

MGL Hernán Abad Cid. (Seminario organizado por el Ejército) 241
FUNDAMENTOS DEL SERVICIO MILITAR, SU RELACIÓN CON LA SEGURIDAD Y LA DEFENSA, LA PERSPECTIVA DEL
EJÉRCITO. (2000)
BGL Alfredo Ewing Pinochet 251
EXPOSICIÓN DEL CJE CON MOTIVO DE LA DIFUSIÓN Y PUESTA EN EJECUCIÓN DE LA REORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO
Y DEL NUEVO DISEÑO DE LAS FUERZAS. (2001)
TGL Ricardo Izurieta Caffarena 279
LA MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO. (2006)

GDD Javier Urbina Paredes 295
EL FINANCIAMIENTO DE LA FUERZAS ARMADAS: HISTORIA Y FUTURO. (2011)

MAY. Fernando Lacalle Delgadillo 303
D E L
PRESENTACIÓN
El “Memorial del Ejército de Chile” nace un 15 de julio de 1906, a partir de la necesidad
de contar con una revista oficial del Estado Mayor General del Ejército, donde los oficiales
pudieran expresar sus inquietudes intelectuales y profesionales. Desde esa fecha hasta nues-
tros días, la publicación ha cumplido ampliamente con su cometido original, posicionándose
de paso, como la revista más antigua con que cuenta la institución.
En sus inicios, su elaboración fue responsabilidad de la Sección Central del Estado

Mayor General, desde donde pasó a la Sección Historia del mismo organismo y, posterior-
mente, a la Sección Publicaciones, dependiente del Departamento de Informaciones de
la institución. Actualmente, luego de algunos años de ser editado en el Departamento
Comunicacional del Ejército, ha vuelto al seno del Estado Mayor General donde dio sus
primeros pasos, quedando bajo la responsabilidad editorial del Centro de Estudios e In-
vestigaciones Militares (CESIM).
Al cumplir nuestra publicación 110 años de fructífera labor al servicio del pensamiento
militar, la cultura, la historia y las diversas formas del conocimiento profesional, en esta
edición se ha preparado una compilación de artículos, destacando los principales hitos que
han marcado el devenir institucional y que han quedado reflejados en sus miles de páginas
a lo largo de más de un siglo de existencia.
A través de su lectura, creemos que resultará interesante para el lector visualizar cómo ha
evolucionado el pensamiento militar, en muchos casos marcado por las tendencias de cada
época, la influencia de los acontecimientos históricos y los cambios que ha experimentado
nuestra sociedad y el desarrollo de sus instituciones.
En efecto, en sus inicios el Memorial se orientó a desarrollar temas relacionados con la

ciencia militar; sin embargo, rápidamente fue ampliando su campo de acción hacia la difusión
de temas relacionados con la historia, la sociología, las ciencias políticas, la economía, las
relaciones internacionales, los conflictos bélicos, temas valóricos, así como otras materias
que despertaron el interés institucional.
Desde un punto de vista histórico, la larga existencia de este Memorial y la consistencia

de sus contenidos, han sido factores de gran valor para alentar e incentivar el planteamiento
de numerosos trabajos y desafiantes ideas, generalmente basadas en experiencias provenien-
tes de profesionales –militares y civiles, nacionales y extranjeros– con distintas visiones,
especialidades y responsabilidades, que desde sus particulares perspectivas han ofrecido
importantes aportes.
MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE 7
En síntesis, esta prestigiosa publicación ha plasmado las inquietudes de destacados autores
militares que en sus páginas han volcado sus escritos, convirtiéndola a través del tiempo en
una valiosa fuente de información, que sirve para conocer y comprender el pensamiento militar
chileno, ilustrando sobre sus preocupaciones e intereses y dando cuenta de su visión sobre los
cambios sociales y políticos del país, para contribuir así al aprendizaje y formación de las nuevas
generaciones de soldados.
Finalmente, y con ocasión de este significativo aniversario, es de plena justicia hacer un afec-
tuoso recuerdo y efectuar un merecido reconocimiento, a todos aquellos destacados colaboradores
que durante estos 110 años han mantenido vivo el espíritu que llevó a sus fundadores a crear esta
importante publicación institucional. Ellos, junto al siempre diligente y comprometido equipo
editorial y, por cierto, sus fieles lectores, han contribuido a posesionar al “Memorial del Ejército
de Chile”, en el alto nivel de prestigio que hoy ostenta.
RICARDO MARTINEZ MENANTEAU

General de División
Jefe del Estado Mayor General del Ejército
8 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

D E L
EDITORIAL
Cumplir 110 años de vida es ciertamente un hito importante para cualquier organización.
En el estudio de la historia, una larga existencia tiene un sentido aún más profundo, porque
ofrece oportunidades invaluables para revisar –desde la perspectiva del presente– hechos o
visiones del pasado.
El “Memorial del Ejército de Chile” fue creado el 15 de julio de 1906 al alero del Estado Mayor
General del Ejército, con el objeto de: “mantener a la institución al corriente del desarrollo de
la ciencia militar, por medio de un órgano de publicación en el cual la oficialidad pueda ventilar
las cuestiones de interés común”.1
Esta publicación más que centenaria, ha sido –sin duda– una importante contribución para
conocer la cultura militar, a través del pensamiento de los oficiales, en aquellos temas más
relevantes de interés institucional, que en su momento han tenido impacto no solo en la vida
cotidiana de los cuarteles, sino también del país en su conjunto, marcando las tendencias en
diferentes momentos del devenir institucional y nacional.
En la presente edición, y con motivo de este importante aniversario, se ha querido destacar

la forma en que el “Memorial” ha plasmado la evolución experimentada en el pensamiento militar
a lo largo del tiempo, constituyéndose en una oportunidad para entregar a sus lectores una
mirada sobre las principales preocupaciones y visiones que han influido el quehacer profesional
de los oficiales y del Ejército. Lo anterior, a partir de un valioso trabajo de compilación de
artículos que han sido difundidos en estos 110 años, remontándonos así a épocas pasadas que
permiten conocer las tendencias que han venido incidiendo en la transformación del Ejército.
Con este propósito, a lo largo de diferentes períodos se destacan los hitos históricos más
relevantes así como los principales acontecimientos que han influido en el desarrollo insti-
tucional. De este modo, se abarcan temáticas relativas a diversas áreas; desde los netamente
profesionales, pasando por otros relacionados con la historia, temas valóricos, económicos,
sociales y del entorno mundial y regional.
Para dar un ordenamiento a este trabajo de compilación, se ha subdividido la edición en

cuatro períodos, el primero desde 1906 a 1920 que coincide con los acontecimientos de la
Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa en el ámbito internacional y los primeros movi-
1 Directiva para la publicación del “Memorial del Ejército”, Santiago, 2 de mayo de 1906, publicada en la primera adición de la revista
en julio de 1906.

mientos sociales en el ámbito nacional. En este contexto, el “Memorial del Ejército” da sus
primeros pasos y comienza a consolidarse como una publicación oficial, que despierta el interés
de los oficiales por compartir sus opiniones, experiencias e inquietudes tanto profesionales,
como de otra índole y que afectan al normal desenvolvimiento de la institución y también del
país en algunos casos.
Un segundo período desde 1921 a 1950 que considera la posguerra, la gran depresión, la
Segunda Guerra Mundial y el inicio de la llamada Guerra Fría, entre otros acontecimientos de
nivel mundial, en tanto en Chile también ocurrían algunos acontecimientos políticos, como
la intervención militar de 1924, que condicionó en alguna medida la vida de los militares
durante algunos años.
Un tercer período está encuadrado entre los años 1951 a 1990 y está marcado por la deno-
minada Guerra Fría, siendo su principal característica la polarización del mundo en dos bloques
políticos, económicos y militares. Durante estos años se desarrollan varios conflictos bélicos,
los que tensionan aún más las relaciones Este-Oeste, lideradas por la ex Unión Soviética y
Estados Unidos.
En esta época surgen como amenazas las tendencias revolucionarias y la guerrilla, las que
se hacen presente en Suramérica. Durante este período se puede observar una creciente in-
fluencia de Estados Unidos en toda la región. Por otra parte, en el país también se visualizan
importantes cambios en lo político, social y económico.
Finalmente, un cuarto período que abarca los años 1991 a 2015, el que tiene sus inicios con
el término de la Guerra Fría y se caracteriza por la conformación de un nuevo orden mundial,
con una gran superpotencia como Estados Unidos, el desmembramiento del bloque liderado
por la ex Unión Soviética, la consolidación de la Unión Europea, el auge económico de China
y la aparición de otras amenazas mundiales, como es el terrorismo con graves atentados en
Estados Unidos, Europa y Medio Oriente.
Por otra parte, también han ocurrido algunas crisis económicas, que en un mundo más
globalizado e interdependiente, sus efectos se expanden en forma muy rápida y ningún país
o región queda ajeno a ellos. En el ámbito nacional también se sienten los efectos que se
derivan de los acontecimientos internacionales, lo que se puede observar en el Memorial a
través de sus artículos cada vez más involucrados con temas relacionados con la cooperación
internacional, seguridad, economía y política de defensa.
Como es posible deducir, tras una mirada a la historia de esta publicación, el interés de
los oficiales por expresar sus inquietudes profesionales ha sido una constante. Sin embargo, a
través de los años y producto de la influencia de cada época, así como de la evolución propia
de las sociedades, los temas de interés han venido mutando. Cada escrito de esta publicación,
a lo largo de los años, ha sido un instrumento que ha permitido entregar los particulares puntos
de vista de los oficiales y en ocasiones la propia visión institucional.
Para el equipo que elabora el Memorial del Ejército, ha sido una ardua labor lograr plasmar
en esta edición especial, los 110 años de pensamiento militar. No obstante, ha sido un trabajo
enriquecedor que permite visualizar la evolución del acontecer nacional e institucional. Como
Centro de Estudios e Investigaciones Militares (CESIM), nos impusimos este desafío, para
entregar a nuestros lectores un panorama lo más completo posible.
Esperamos que su lectura sea amena, de interés y utilidad, con el fin de contribuir a la
cultura y conocimiento profesional de cada uno de ustedes, entendiendo que muchos de los
artículos reeditados en la presente edición, están plenamente vigentes, especialmente aquellos
temas profesionales, que cada vez cobran una mayor importancia.
Finalmente, instamos a nuestros lectores a participar con su valioso aporte y experiencia

en nuestra publicación, la que ha podido mantenerse vigente durante todos estos años gracias
al trabajo y esfuerzo desinteresado de muchos colaboradores, a quienes aprovechamos esta
oportunidad para expresarles nuestro más sincero reconocimiento y agradecimiento, contri-
buyendo así al prestigio del Memorial del Ejército de Chile.
NOTA: “SE HAN MANTENIDO LOS TEXTOS ORIGINALES TAL COMO FUERON
PUBLICADOS EN SU MOMENTO”

D E L
En el ámbito mundial, los comienzos del siglo XX se caracterizan por los grandes adelantos
tecnológicos como son el automóvil y el avión, así como por la guerra ruso-japonesa de 1905 que
convierte a este último país en una potencia de nivel mundial.
Posteriormente, vienen los acontecimientos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial

entre los años 1914 a 1918, donde se vieron involucradas las principales potencias industriales
de la época. En lo militar se puede destacar por la sofisticación tecnológica e industrial mostrada
por los beligerantes y el consiguiente estanco en lo táctico. En lo político se allanó el camino a
grandes cambios, revoluciones, independencia de algunas naciones y la creación de nuevos Estados,
cambiando de esta forma el mapa de Europa.
Como consecuencia de lo anterior, cuatro imperios dejaron de existir y se fundó la Sociedad

de Naciones, para evitar otros conflictos de esta envergadura en el futuro. Junto con esta gran
guerra, también encontramos la Revolución rusa, la que concluyó con la creación de la ex Unión
Soviética, primer Estado autodenominado socialista.
En el ámbito nacional, el país se recuperaba de la Guerra Civil de 1891 y comienzan los pri-
meros movimientos de los trabajadores a fin de organizarse para exigir sus derechos, dada la falta
de una legislación laboral que les brindara protección. Por otra parte, todo el país celebraba los
primeros cien años de vida independiente.
En cuanto a la institución, esta no se encontraba ajena a los acontecimientos que ocurrían tanto
a nivel mundial como nacional y con respecto al “Memorial del Ejército”, este daba sus primeros
pasos, pudiéndose advertir en sus páginas la influencia prusiana y el interés que suscitaba el Ejército
alemán. El desarrollo de la Primera Guerra Mundial era observado en función de los efectos econó-
micos en la región y las nuevas tendencias en el empleo de nuevos armamentos y tecnologías, se
destaca la aparición de la aeronáutica y el uso de los aeroplanos en la guerra. También es posible
apreciar el interés que despertaba la apertura del Canal de Panamá y su importancia estratégica.
En dicho período existía una especial preocupación por temas que afectaban directamente al
Ejército, como los técnicos profesionales, la educación, la familia, la vocación y la juventud, entre
otros. Se ha seleccionado para esta edición, una conferencia sobre política militar, sobre el servicio
militar y los ascensos militares, donde es posible observar cuál era la concepción de la época sobre
el rol de la fuerza armada, consideraciones sobre el reclutamiento, la conformación de reservas, el
equipamiento, la instrucción y otros, como también la problemática que significaba la falta de una
moderna ley de ascensos, que regulará este procedimiento y que tiene repercusiones en el personal.

DIRECTIVA PARA LA PUBLICACIÓN DEL “MEMORIAL” DEL ESTADO MAYOR. (1906). Autor: CRL. Pinto Concha
ESTADO MAYOR JENERAL
DEP. CENTRAL N.° 361
Santiago, 2 de Mayo de 1906.
DIRECTIVA PARA LA PUBLICACION

DEL
"MEMORIAL" del Estado Mayor
1.° El MEMORIAL tiene por objeto mantener el Ejército

al corriente del desarrollo de la ciencia militar, por medio de
un órgano de publicacion, en el cual la oficialidad pueda
ventilar las cuestiones de interes comun.
2.° La redaccion constará de 6 miembros, designados
por el Jefe de Estado Mayor Jeneral, entre los oficiales de su
dependencia, i un miembro corresponsal por cada Division,
designado por el Jefe de Estado Mayor, con la venia del Señor
Comandante en Jefe de ella, entre el personal de su Estado
Mayor.
La redaccion podrá aumentarse por oficiales que no per-
tenezcan al Estado Mayor, cuando las circunstancias lo re-
quieran.
3.° El MEMORIAL solo admitirá trabajos relacionados
con el servicio del Ejército i firmados con el nombre del autor
i no con un seudónimo.
4.° La redaccion nombrada deberá presentar a la breve-
dad posible un reglamento por el cual debe rejirse la publica-
cion del MEMORIAL.
Pinto Concha,
Coronel, Jefe del Estado Mayor Jeneral.

CONFERENCIAS DEL GENERAL VIAL GUZMÁN. POLÍTICA MILITAR. (1910) Autor: GRL Vial Guzmán
CONFERENCIAS
DEL
POLÍTICA MILITAR
SEÑORES:
No puedo tratar las materias que más interesan al patriotismo

nacional porque, si los ciudadanos que visten el traje civil tienen li-
bertad de hablar, los que vestimos el uniforme militar tenemos el de-
ber de callar.
Con todo podemos influir en la opinión pública y, en consecuen-
cia, en los rumbos de la política nacional, por el estudio y propagan-
da de las doctrinas, aunque no podamos llegar á sus aplicaciones
prácticas en los casos concretos. Creo que hay un alto interés en el
estudio del rol que corresponde en la vida de la nación á la fuerza
armada, miembro principal del organismo de las sociedades huma-
nas, y el cual se puede deducir del funcionamiento que ha tenido en

EDICIÓN ANIVERSARIO 11O AÑOS
— 424 —
las diversas naciones que pueblan el inundo civilizado y del estudio

de la evolución que ha sufrido á través del tiempo y del espacio.
Se puede afirmar que, en los primeros tiempos, la fuerza se em-
pleó en la conquista, y el terreno fué ocupado por el más fuerte y la
cultura fué impuesta por el más civilizado, el cual á veces era el
vencido. En esos tiempos no hubo otro medio de discusión del pro-
greso que el sable de los guerreros.
Viene un segundo período en que la fuerza se ocupa de la reu-
nión de pueblos que constituyen estados, limita las fronteras, fortifi-
ca al poder, impone leyes y comienzan las guerras relijiosas, es decir,
la lucha de las ideas. En estos tiempos si no es el único medio de di-
fusión del progreso es todavía el principal y, como en el período an
terior, el pueblo más civilizado vencido ó vencedor, imponía su cul-
tura.
Viene un tercer período, y no bastando la concentración de pue-
blos, se procura la conglomeración de razas; todavía por medio de la
guerra se extiende la civilización; lleva á todos los ámbitos de la tie-
rra la noción de la libertad y afirma el derecho; y entonces, si la pro-
pagación de las ideas tiene por órgano el libro, aún hasta hoy día el
ájente mas poderoso de trasportación del progreso es el carro de la
victoria.
Hay que considerar, al mismo tiempo, la influencia que han teni-
do en el progreso humano el régimen de paz y el régimen de guerra.
En épocas lejanas los pueblos se separaron y tomaron direccio-
nes opuestas y adoptaron métodos contrarios de relaciones interna-
cionales. Los unos marcharon al oriente, con el amor á la paz como
regla de conducta, y los otros marcharon al occidente enarbolando la
bandera de guerra y de conquista. Los que fueron al oriente funda-
ron grandes imperios; en ellos florecieron las artes de la paz, es de-
cir, se cultivó la tierra, se fundieron los metales, se trabajó el marfil,
la madera y la porcelana, más que como materiales para la confec-
ción de útiles apropiados á la satisfacción de las necesidades de la
vida, se dedicaron á la reproducción de las visiones de la fantasía; se
constituyeron gobiernos á cuya cabeza fue colocado un semidiós, cu-
ya voluntad era la ley que regía á los pueblos y pasaron los años, y pa-
saron los siglos y tras estos, otros siglos y continuaba el cultivo de la
tierra y las bellas artes continuaban también, como continuaba la
voluntad del soberano. El pueblo no tenía una máquina que aliviara|

— 425 —
el trabajo de sus manos ó que aumentara los productos; no conocía

el libro, ignoraba el derecho; su lenguaje no conocía la palabra liber-
tad y la dignidad humana estaba por inventarse. La paz había dado
la plenitud de sus frutos. Sin concurrencia, sin lucha, sin ambición,
sin esperanzas de ser más, el alma humana no puede progresar.
Entre tanto, los que habían marchado al occidente formaron
centros, en los cuales las necesidades de la lucha impuso el dominio
de los más fuertes de músculos y de inteligencia y, en el choque de
los pueblos, á la par que las hazañas de los unos eran imitadas por
los otros, los progresos alcanzados en las artes y en la industria eran
adoptados por vencedores y vencidos, Así la Grecia, maestra insupe-
rable del saber y la belleza, que había traído del Asia como botin de
guerra, los progresos realizados por las naciones vencidas; falta de
fuerza al fin, no pudo difundir sus propios maravillosos adelantos y
fué necesario que entraran vencedoras en Atenas las legiones roma-
nas para que, éstas llevaran á todos los ámbitos de la tierra los con-
ceptos de Platón y de Aristóteles, los cantos de Píndaro, los poemas
de Horacio y las tragedias de Sófocles y Esquilo, y todavia mas, que
sus poetas y sofistas, sus oradores y sus sabios, llevados prisioneros á
Roma en calidad de maestros, se apoderaran del alma latina y, por
este intermedio, de las Galias, del Rhin, de los Britanos y de España.
, Y, así como la ciencia y el arte griegos no tuvieron otro medio de pro-
pagación que las espadas romanas, esas mismas espadas que llega-
ron á Jerusalem y destruyeron sus templos, tomaron la religión de
Cristo, allí nacida, y envuelta en sus banderas recorrió las naciones y
gobernó la humanidad. La guerra había dado sus frutos y el mundo
poseía ciencia, arte y fe.
La humanidad había vivido en una tragedia aterradora. En el
oriente caían los hombres por millares abatidos por la miseria, ren-
didos por el látigo del amo, ultimados en los tormentos y consumidos
por las llamas, en la sacrosanta pira, casi insensibles al dolor, é in-
conscientes de la iniquidad de que eran víctimas. En occidente, tam-
bién caían por millares en los campos de batalla, al pié de las ban-
deras, ebrios de gloria y sobreponiéndose al dolor.
Con el fin de abreviar este estudio, paso del tiempo antiguo á la
época moderna y contemporánea y, si en esta, la fuerza armada ejer-
cita todavía la función de principal agente de cultura y de ser el más

— 426 —
poderoso motor del progreso de la humanidad, es innecesario dete-

nerse en los tiempos intermediarios.
En realidad, abisma estudiar la potencia intelectual de los siglos
17 y 18 y su limitada influencia en el progreso de las ideas. En cam-
bio la fulminante espada napoleónica abre las capitales de la Enro-
pa, y en menos de veinte año, se crea la época moderna. Alví nace la
Italia y comienza la unidad germánica, se reconoce la soberanía de
los pueblos y la libertad y el derecho se establecen sobre fundamen-
tos inconmovibles.
Caído Napoleón, el progreso se detiene en unos países y retroce-
de en otros. El imperio moscovita, que había tenido su primer des-
pertar, volvió á continuar su sueño interrumpido.
La inteligencia humana, que había redhibo un impulso extraor-
dinario, multiplicó su esfuerzo y alcanzó alturas no sospechadas to-
davía; más, el libro, el laboratorio, la academia no tienen el poder de
ejecutar los avances colosales, es decir, de encender los grandes fo
cos de luz en las cumbres de la humanidad. Fueron las guerras de
segundo imperio las que encendieron esos focos, que son la Alema-
nia unida y la Italia unida.
Desde esa fecha el progreso humano supera en potencia á todas
las épocas de la historia.
En ella tuvo también un nuevo despertar el imperio moscovita
que no fué suficiente, y ha sido necesaria una tercera guerra para
que tenga el mundo otro foco de luz, que será tan poderoso como
los anteriores.
Las guerras americanas no serán maldecidas por nosotros y,
guardo silencio sobre ellas, es porque así me lo exige la discreció
aunque puedo afirmar que la guerra en América ha sido tan civi
zadora como lo fué en Europa, Asia y en el Africa.
¿Ha terminado la guerra la función que le ha correspondido en
el organismo social y ha llegado el momento de reemplazarla por otro
agente? Lo que sé es que la fuerza armada, en lugar de atrofiarse,en
lugar de reducir su rol, lo acrecienta día por día, y hoy, no sólo tiene
por función la de vencer en la guerra, sino también, la de evitar la
guerra.
En los últimos tiempos los más altos representantes de las nacio-
nes han dedicado la suma de sus fuerzas al triunfo de la paz.
Aquel Rey elegante y discreto, tan elevado en sus propósitos, co

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mo culto y amable en sus maneras, que se llamaba Eduardo VII, con

un despliegue de insinuante habilidad, de constancia y energía, que
asombraron al mundo, paseó de corte en corte su eficaz propaganda
por la paz y para afianzar su palabra y asegurar sus fines, abandonó
la política tradicional de la Inglaterra, del espléndido aislamiento,
buscó alianzas y amistades y, sobre todo, fortificó sus escuadras y su
ejército. Los estadistas más eminentes de Inglaterra trabajaron por
la realización de los planes de su rey y Lord Rosebery, uno de los
más altos, sintetizó en una frase todo el programa político moderno
diciendo: «La Inglaterra debe construir tantas naves como hombres
tenga para tripularlas y como libras esterlinas tenga para pagar-
las.»
Otro gran soberano, gloria de los tiempos modernos, que tiene
en sus manos la legendaria espada de Sigfrido, que adornan su alma
tantos talentos como virtudes, que, acaso, ha obtenido la mayor de
las victorias, la victoria sobre sí mismo, ese hombre, Guillermo II,
ha procurado la paz, durante más de veinte años la ha mantenido y
en ocasiones, la ha impuesto. Pues bien, al mismo tiempo, eleva su
ejército á una potencia sin igualy crea escuadras tras escuadras sor-
prendentes.
La Francia sigue el mismo camino y la Italia y la España y todas
las naciones y, circunstancia digna de meditación, este hecho no ha
sido impuesto por los Gobiernos, sino que impuesto por los pueblos.
Si escuchamos la voz del mundo, en estos momentos, oiremos
una palabra unísona, un clamor universal que pide fuerza armada
para garantir el orden, para asegurar el trabajo, para fecundar el
progreso, para alcanzar el bienestar del hombre.
El mundo está empeñado en resolver las dificultades internacio-
nales por otro medio que no sea la guerra y, con este fin, se ha pre-
conizado y practicado el arbitraje. Este método no alcanza aceptación
universal, y más bien ha perdido en parte su prestigio. Y no es de es-
trañarlo, porque los pueblos, como los individuos, se resignan á las
imposiciones del derecho, más no a las ingeniosas partijas de amables
componedores.
Hasta aquí sólo ha encontrado aceptación tranquila en las pe-
queñas cuestiones de dinero. Ninguna gran nación ha sometido á
este recurso sus problemas importantes. Ni Marruecos, ni Bosnia y
Herzegovina se encuentran sometidos al arbitraje.

— 428 —
Es verdad, este es un recurso que se aconseja á los pequeños

países.
Se ha perseguido la organización de tribunales internacionales
y, á este fin tendieron los esfuerzos del último Congreso de la Paz.
Ahí, la palabra elocuente del grande orador brasilero Ruy Bar-
boza puso de manifiesto el pensamiento íntimo de las naciones, el
cual puede condensarse en la siguiente frase: Las naciones valen lo
que valen sus buques y sus soldados.
Este resultado produjo, como inmediata consecuencia, que el
Brasil siguiera las prácticas europeas y construyera buques é instru-
yera soldados. Esta circunstancia me ha hecho creer, siempre, que
los armamentos del Brasil no han servido á propósitos de hostilidad
contra determinada nación, sino al noble y legítimo objetivo de afir-
mar su personalidad política en el concierto de las naciones.
La política brasilera tuvo que tener imitadores en la Arjentina y
en Chile. Se ha impuesto el crecimiento de las escuadras y de los
ejércitos, porque ambos países necesitan, también, que se les reconoz-
ca en la sociedad del mundo civilizado.
Vino á agregarse otra circunstoncia. He dicho que Inglaterra,
abandonando su política de aislamiento, buscó alianzas y amistades.
Esta sabia política la siguen todas las naciones. Y bien, ¿cuál es la
razón ó el criterio que guía en la elección de los aliados? No es otra
que la apreciación de sus fuerzas. Y, por qué no decirlo, es el presti-
gio militar de Chile la razón más poderosa de las buenas amistades
con que cuenta.
Hay que reconocer que el crecimiento de la fuerza armada, en
las naciones, ha encontrado ciertas resistencias, que deben examinar-
se. No me detendré en las que suscitan algunos políticos románticos,
que ignoran la ciencia, que no han meditado la historia, que no han
observado la lentitud con que se opero la evolución social y que vi-
ven soñando en una fraternidad humana, que no existe, y contem-
plan, embriagados, un miraje idílico, que no tiene más valor que los
espejismos del desierto.
Me ocuparé de las que levantan unos pocos de los que manejan
la riqueza, los cuales son de tercera ó cuarta categoría, entre los de
su oficio, que no saben la economía política, ni las leyes que rigen
la sociedad de las naciones, y, aunque excelentes personas, dignas del
mayor respeto y en extremo útiles á la sociedad, no pueden ser oídas,

— 429 —
y sería mejor que silenciaran sus temores. He dicho que son de in-
ferior categoría porqne sé que no piensan como ellos las eminencias
del comercio. Carnegie, el multi-millonario, propagandista de la paz,
no le dice á su país que modere la actividad con que construye sus
escuadras.
¿Sabéis lo que piensa lord Rotschild sobre la inversión del di-
nero en los armamentos del país? os referiré una pequeña escena,
que conocí un minuto despues de sucedida.
Me encontraba en Londres. Era Augusto Matte nuestro Minis-
tro allí y había recibido instrucciones para la colocación de un em-
préstito y un cablegrama del Ministro de Hacienda, en el cual le de-
tallaba las condiciones y decía la inversión que iba á tener, en obras
públicas, ferrocarriles, etc., Matte habló con lord Rotschild é inme-
diatamente despues me contó el siguiente diálogo:
—V. sabrá milord, que el Gobierno de Chile desea contratar un
empréstito.
—Lo sé, le respondió, y había preparado una propuesta.
—Si quiere conocer las condiciones tengo un cablegrama que
las establece, le agrega Matte.
—Precisamente, ese cablegrama que conozco, dice Rotschild,
me ha hecho vacilar.
—La inversión que va á tener el empréstito, le interrumpe
Matte
—Exacto continúa el banquero, y, después de un momento
de reflexión, agregó: presentaré propuesta porque el Gobierno y pue-
blo chilenos, que han sido siempre tan juiciosos, atenderán primero
á su seguridad que á sus ferrocarriles.
—Aquello era en una época de vivos recelos internacionales.
No puedo detenerme en el examen de este problema, pues, no
hay tiempo para hacerlo, pero os puedo asegurar que no hay una ne-
cesidad más imperiosa que la de garantizar las industrias y el comer-
cio con una fuerza armada poderosa.
Ha comenzado á llegar una corriente importantes de capitales
europeos y se ha dicho que arranca su origen de las fiestas del cente-
nario. Aunque no creo que esta explicación pueda haber sido acepta
da, puesto que no hay proporción entre la causa y el efecto, me cons-
ta que, por lo ménos, los más importantes de los capitales venidos

— 430 —
tienen un origen muy distinto del indicado y me consta porque he

puesto mi grano de arena en esta operación.
Esos capitales salen de Europa por razones comerciales y políti-
cas y llegan á Chile porque nuestro país inspira confianza por su se-
riedad y su fuerza.
Voy á confirmar este juicio relatando otra escena, de la cual he
sido testigo.
Se corría la regata legendaria de Cambridge y de Oxford, Mr.
Campbell Banerman, en esa época, Ministro de la Guerra, nos había
invitado á su tribuna. En el curso de la fiesta, se acerca á Augusto
Matte y le dice.
—¿Sabe usted que soy suscriptor al empréstito de Chile?
—Me enorgullece lo que S. E. me refiere, le contestó Matte.
—Yo no entiendo de negocios, añade Banerman, y cuando ten-
go que colocar dinero pido el consejo de algún amigo y, en esta oca-
sión, lo pedí á La Bouchere porque este hombre que usted ve tan
ardiente en el Parlamento, y tan humorista en la prensa, es el más
estudioso y prudente en los negocios, que he conocido. Pues bien, La
Bouchere me dijo que él acababa de comprar bonos de Chile porque
consideraba á este país bien gobernado y no creía en la guerra de
que se hablaba y, si no me equivoco... me dijo, bueno es tener bonos
del vencedor.
Aquí está la razón de la entrada de capitales estranjeros.
Y, si no á dónde van, si no es á las naciones fuertes. ¿Por qué
buscan en América al Brasil, á la Arjentina á Chile?
Es cierto que á los países débiles van los capitales aventureros,
capitales que será mejor que no lleguen á nuestras playas.
He bosquejado, hasta aquí, el pasado y el presente. ¿Qué se pue-
de decir del porvenir? No sé cómo los hijos de nuestros hijos puedan
tener la felicidad de vivir en un país en que la fuerza armada sea
innecesaria. No sé cómo pueda evitarse la lucha del trabajo y el con-
flicto de los trabajadores; cuándo sucederá que las naciones todas de
la tierra, al abrigo de una misma civilización, marchando por la mis-
ma senda, puedan evitar el conflicto de las razas.
Y, entre tanto, todas las naciones tienen un rol que desempeñar
y un deber que cumplir.
Al hablar del conflicto de los trabajadores no me refiero á las
que producen las diferencias políticas ó las concurrencias industria-

— 431 —
les ó sociales; me refiero á los conflictos que se originan de la inmi-

gración de trabajadores de razas más débiles, que dan trabajo más
barato y que, por consiguiente, levantan los más arduos problemas
económicos y sociales. Estos conflictos no podemos ignorarlos. Cali-
fornia los presenció y, en nuestro país, no están ocultos.
Vosotros conoceis la ley económica que dice que la moneda infe-
rior expulsa á la superior y una ley semejante rige en la concurrencia
de los trabajadores en la industria. Si este fenómeno no es todavía
uno de los más graves problema que preocupa los espíritus, porque
hasta aquí no ha producido sino en pequeña escala sus efectos, por
cuanto permanecen encerradas todovía las razas más débiles, y ape-
nas acaba de comenzar su concurrencia en el mercado del mundo.
No podemos ocultarnos que se inicia para el mundo un período
de inquietantes recelos y que principia á variar de posición el centro
comercial del mundo; que el Océano Pacífico va á poblarse de naves
en las que van á pasear sus intereses y sus pasiones razas y civiliza-
ciones deferentes, y nosotros tenemos un puesto en la línea de defen-
sa de la civilización occidental á que pertenecemos. No tengo para
qué insistir. Basta que los hombres de estudios, con la carta jeográ-
fica-política á la vista, mediten en la tendencia natural de los suce-
sos para que se tomen las determinaciones que aconseja la previsión.
Así es que, sin tomar en cuenta las dificultades que llamaré do-
mésticas, de la América del Sur y sobre la impor.ancia de las cuales
no necesitáis escuchar mi voz de alarma, bastan las líneas generales
de política del mundo para comprender que hoy, el primero de nues-
tros deberes como chilenos, como americanos, como occidentales, co-
mo hombres, es robustecer nuestro país dándole naves y soldados
qne guarden sus riquezas, acrecienten sus glorias y contribuyan co-
mo los mejores, al progreso de la humanidad. Esta aspiración, seño-
res, es fácil de realizar porque el país está rico, tiene crédito, goza
de prestigio y sus marinos y soldados, al mismo tiempo que estudian
y practican sus ejercicios de guerra, apvenden en la historia de sus
mayores, el camino de la victoria.


POLÍTICA MILITAR II. EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. (1910) AUTOR: GRL Vial Guzmán
POLÍTICA MILITAR
II
El Servicio Militar Obligatorio
SEÑORES:
Cuando la inteligencia, especulando en el vasto campo del arte de

la guerra, persigue el conocimiento del ajente que tiene mayor in-
fluencia en las operaciones militares, que piensa en el rol que corres-
ponde al hombre y el que corresponde al material; lo que hace el
hombre y lo que hace el armamento; hay que aplaudir calurosamente,
hay que alentar á los nobles patriotas que, en el Gobierno, en el Par-
lamento, en la Prensa, en el Club, trabajan y obtienen las resolucio-
nes supremas que van á dotar á nuestro ejército de un material de
guerra moderno; pero hay que decirles que es, todavía, más necesa-
rio y, por lo tanto, más patriótico dotar al país de una ley de recluta-
miento, que lleve los ciudadanos al cuartel en las condiciones y en el
número que la prudencia y la previsión aconsejan, porque el hombre
es el ajente principal, es el ajente decisivo. Hay que tener, siempre,
presente la frase de Farragut:
«Antes que de barcos blindados, necesitamos de corazones
blindados.»
La elección del sistema de reclutamiento es, por consiguiente, la

— 434 —
más grave de las preocupaciones militares y, sobre él, quiere llamar

vuestra atención.
Los ejércitos, antes de la revolución francesa, eran compuestos
por individuos contratados por largos años, que se desprendían de la
familia, de la sociedad y casi de la nación. No pertenecían á la Patria,
eran el ejército del rey. Gozaban de pequeños sueldos y de grande li-
bertad. En la paz, su vida desenfrenada, sembraba el terror en los
hogares. En guerra, el territorio de operaciones se esterilizaba por el
incendio y se aterrorizaba á los pueblos por el saqueo, por la violen-
cia y por la muerte. Como los recursos de que disponían los reyes
eran escasos, la fuerza de los ejércitos era reducida, y los reemplazos
se operaban con dificultad, porque, en esas condiciones, no atraía la
vida militar sino á los aventureros, que podían despreciar el sueldo,
con los halagos del botin. No había reservas porque, ellas, constitu-
yen un recurso, que no se encuadra en los ejércitos á contrata y, en
consecuencia, una derrota, un desastre cualquiera, eran, frecuente"
mente, irreparables. Como, por otra parte, el interés del ejército no
era ganar batallas, sino prolongar la guerra y estacionarse en ricos te-
rritorios en los cuales encontrar abundante alimento de sus placeres
y pasiones, se practicaron métodos de guerra, según los cuales, las
decisiones finales, en vez de precipitarse, como lo exige el arte mo-
derno, se aplazaban indifinidamente; métodos que cedieron solo á la
ardiente espada de Federico y al genio de Napoleón.
Ese era el sistema militar imperante, cuando estalló la revolu-
ción francesa y, en aquellos momentos de exaltación de ideas y de
exaltación de pasiones, se encontraba invadida la Francia, ó amena-
zada en todas sus fronteras, y no tenía ejército, puesto que, el del rey,
licenciado ó emigrado, en gran parte, solo ofrecía unos pocos cua-
dros en estado de entrar en campaña. Dada esta situación, surgió ló-
jica é inevitablemente en la filosofía y doctrinas políticas dominantes,
la noción del deber de los ciudadanos de defender la patria y nació
el servicio militar obligatorio. Gracias á él, la revolución se defendió
y Napoleón venció á la Europa.
Vencida la Prusia en 1806, sus estadistas y generales estudiaron
las causas de la derrota. Sus soldados, los que había vestido, instrui-
do y disciplinado el famoso rey sarjento; sus generales, preparados en
la escuela del gran Federico, habían sido vencidos por soldados re-

— 435 —
clutas, por ejércitos improvisados de una nación en guerra con la

Europa entera y al mando de un jóven General.
El estudio puso de manifiesto las dos causas únicas del singular
fenómeno y que eran, primera, que los ejércitos vencedores no eran
compuestos de soldados contratados, sino de la, nación misma, con-
gregada por el servicio militar obligatorio; y, fué la segunda, que ha-
bía nuevos métodos de guerra, que era necesario estudiar y
practicar,
Mientras los generales meditaban y comprendían la dirección de
la guerra, según el método napoleónico, los estadistas organizaban el
servicio de reclutamiento con tal perfección que, á pesar de los obs-
táculos, que tenían por oríjen los tratados existentes, en pocos años
la Prusia se encontró, verdaderamente, una nación armada, pues to-
dos los ciudadanos pertenecían al ejército, en virtud del deber de
defensa de la patria y, en 1813, pudo tomar la revancha y convertir-
se en invasor el país invadido y vencido en 1806 En 1815 Napoleón
caía, vencido por su propio sistema de reclutamiento militar y por
sus propios métodos de guerra.
¡Gran lección de la historia! Tema de meditación que inspirará
el patriotismo chileno y se traducirá en leyes que aseguren, para
siempre, la herencia que nos dejaron nuestros mayores y nuestros
hermanos!
Pasaron algunos años y Francia no perfeccionó su sistema de re-
clutamiento, como lo había conseguido la Prusia, y descuidada ú ol-
vidada del valor de las lecciones recibidas, ó desconociendo el signi-
ficado de la reciente historia militar, ó sugestionada por victorias
alcanzadas sobre países que, aún, no imitaban á la Prusia y no con-
servando, siquiera, el sistema imperfecto de la revolución y de Bona-
parte, tuvo que reconocer en Sedán que la fuerza más poderosa de
una nación es el servicio militar obligatorio. Había sido vencida por
una nación menos rica y con armamento inferior y no le habían fal-
tado ni el dinero, ni las armas, ni el material, ni el talento é instruc-
ción de sus generales y había prodigado su patriotismo y valor legen-
darios; solo le habían faltado ejércitos; constituidos con las reservas
correspondientes, y movilizadas con oportunidad.
El mundo aprendió la lección y solo dos grandes naciones man-
tienen los antiguos sistemas de reclutamiento: Inglaterra y los Esta
dos Unidos de Norte América.

— 436 —
Y, bien, la Inglaterra, el país tradicionalista, hasta lo increíble,

que, por su condición geográfica, por su potencia económica, por el
vigor de su pueblo no ha sufrido, en los tiempos modernos, la inva-
sión; que, por el carácter de sus guerras coloniales, no ha tenido ne-
cesidad de grandes ejércitos; hoy, sin embargo, arrastrada por la vi-
gorosa prapaganda de sus militares más instruidos y más prestigiosos
ante la opinión é impresionada con su reciente experiencia, en la gue-
rra con los Boers, en la cual demoró casi dos años para formar dos-
cientos mil hombres instruidos en el territorio de operaciones, y con-
vencida ya de que no se puede ser fuerte, sin el servicio militar
obligatorio, próximamente, según se asegura, dictará la ley que lo
establezca.
En los Estados Unidos de Norte América está más lejana la
reforma.
Me encontraba de visita en una alta oficina militar de aquel
país, en presencia de varios generales y jefes superiores de servicios,
entre los cuales había algunos de los más prestigiosos, que habían
tomado parte en las guerras de Cuba y Filipinas, y rodando la con-
versación por diversos tópicos militares, llegamos al del reclutamien-
to y habiéndoles manifestado, yó, que el problema más interesante,
para mí. que debía estudiar en su país era, precisamente, ese, para
esplicarme el fenómeno, que no podía comprender mi intelijencia
y experiencia, de cómo con el reclutamiento de soldados contratados
podía una gran nación sentirse fuerte y en situación de afrontar se-
rena las complicaciones posibles de la política internacional.
—La razón de nuestro sistema, nos contestó uno, la confianza
que nos puede inspirar, ¡ah! yá pagaría buenos miles de dolars al
que me la diera.
—Esas cosas, agregó otro, las saben los diputados, no los mi-
litares.
La verdad es que, aquel país, se encuentra en una situación,
única en el mundo, en que no existe el peligro y, en el cual, para sus
posibles empresas políticas, que serán lejos de sus fronteras, necesi-
tan tener por base poderosas escuadras, en cuya formación se ocupa
con ardiente actividad y aplaza, para después, la preparación de sus
ejércitos. Ese día llegará y el mundo contemplará lo que puede esa
gran nación.
Puede afirmarse que, hoy día, el servicio militar obligatorio se

— 437 —
funda en un principio de derecho público y en una necesidad impe-

riosa militar universalmente aceptados y que no hay más diferencia
entre los países sino que, en unos, está bien organizado y, en otros,
como en el nuestro, es diferente ó mal organizado. Este acuerdo
mundial debe producir en las inteligencias la impresión de una ver-
dad abrumadora y, en las conciencias, el sentimiento de que hay un
deber patriótico que cumplir.
En verdad que, hoy, si un país quisiera constituir su defensa
con ejército contratado, tendría que llegar á número de hombres tan
alto y á gastos tan enormes, que la economía nacional no podría re-
sistir. Una nación en la cual impera este sistema no puede entrar en
guerra con otra que se rige por el opuesto, es decir con una nación
armada y, esto, por una razón de táctica elemental, que ordena pre-
cipitar los acontecimientos con el fin de infligir al adversario, desde
los primeros días, golpes que perturben su movilización y dificulten
la concentración de sus tropas. Hoy no puede repetirse lo que suce-
dió en 1879, la formación del ejército en plena guerra y retardar las
operaciones durante nueve meses, tiempo indispensable para la ins-
trucción y disciplina de soldados recientemente traídos al cuartel. No
puede repetirse por dos ra/.ones, y es la primera, que no hay nación,
tan atrasada, militarmente, que, durante ese plazo, no tuviera mil
oportunidades de conseguir la victoria; y, es la segunda, que, aún su-
puesta la inercia del enemigo, dados los gastos que hoy impone la
guerra, puede afirmarse que la nación desprevenida es una nación
vencida, Chile, por ejemplo, en una guerra, dentro de un cálculo
prudente, gastaría un millón de pesos diarios y es fácil comprender
que no es posible retardar las operaciones.
De aquí es que, la táctica, teniendo en cuenta la potencia eco-
nómica de la nación, que es una fuerza, hará la guerra rápida, vio-
lenta, abrumadora.
Creer que pudiera tenerse un ejército poderoso, al declararse una
guerra, con soldados contratados es una pobre ilusión. Para demos-
trarle bastará un pequeño cuadro militar.
Supongamos una cifra cualquiera del ejército indispensable,
que deba concentrarse en el territorio de operaciones; supongamos,
por ejemplo, la de cien mil hombres. Con el reclutamiento contrata-
do y en el caso de que los contratados no sean sino por tres años y
que no se permita su renovación, aunque esto es casi imposible con-

— 438 —
seguirlo; pues bien, en estas condiciones, con una preparación de

diez años, se necesitaría un ejército permanente de cincuenta mil
hombres. La demostración es fácil, puesto que, al terminar los diez
años se encontrarían en los cuarteles cincuenta mil hombres en ser-
vicio y, en sus hogares, cien mil hombres fuera del servicio. Aplican-
do á estos últimos las reglas corrientes del cálculo estadístico militar,
es decir, el descuento del 50% por los que no ocurren al llamado,
por mil diversas causas, el producto sería de otros cincuenta mil hom-
bres. Así, en el caso más favorable, que no cree que se haya realiza-
do, necesitaríamos de un ejército permanente de cincuenta mil hom-
bres, para levantar uno de cien mil, en caso de guerra, en los plazos
prudentes que permite la táctica moderna.
Ahora repitamos la misma operación con un ejército de recluta-
miento obligatorio y nos encontramos con que nos basta un ejército
permanente de veinte mil hombres, para alcanzar los mismos resul-
tados, lo que se demuestra como sigue:
A los diez años tenemos en los cuarteles, veinte mil hombres y,
en las reservas, nueve contingentes de igual números, que dan
180,000 hombres, de los cuales deducidos el 50% de regla, nos res-
tan 90,000 hombres que, con los que están en los cuarteles, nos per
mitirían, en treinta días, operar con 110,000 hombres en el territorio
enemigo.
No se podría argumentar diciendo que puede aplicarse al reclu-
tamiento contratado, el llamado anual, que se enplea en el servicio
obligatorio, porque el soldado á contrata es el profesional, que va
al cuartel con la esperanza de pasar en él su vida y no aceptaría en-
trar por cierto tiempo. El plazo normal es el de cinco años y ese el
que rige en Inglaterra y, aún, los interesados lo encuentran corto y
van con la esperanza de la renovación.
Cuando los políticos de la revolución proclamaron el principio

del deber que tienen los ciudadanos de defender la patria, y, en con-
secuencia, quedó incorporado al derecho público el servicio militar
obligatorio; no sé, si desde el primer momento, se comprendió el al-
cance que tenía y se midió la influencia que debía ejercitar en la vi

— 439 —
da pública del país, ó se creyó, solamente, robustecer los ejércitos

que, en aquellos días, resistían la invasión del territorio francés. Se
guramente, pensaron, también, que creaban el ejército nacional, en
contra-posición al antiguo ejército del rey.
Más, la conquista alcanzada por los reformadores, no solo había
rebustecido la fuerza armada, no solo había nacionalizado el ejérci-
to, sino que, también, había dado vida, había convertido en realidad
el gran principio, fundamental de la política, la soberanía del pueblo.
El sufragio popular había establecido la soberanía, en derecho; el
servicio militar obligatorio, la estableció, en el hecho.
El pueblo en los cuarteles es la Nación Armada, es la fuerza y,
naturalmente, de hecho, reside en ella la real Soberanía.
La influencia política del servicio militar obligatorio es más y
más grande; se la vé crecer cuando se pienza en ella. Así, hoy se afir-
ma qué corresponde al que defiende á la Patria el lionor y las respon-
sabilidades del gobierno y, en consecuencia, se trabaja porque el Re
gistro Militar, sea el Registro Electoral; porque solo puedan desempe-
ñar funciones públicas, los que han cumplido con el servicio militar.
Este es el desenvolvimiento lójico y la concepción más moderna del
principio de la Soberanía del Pueblo, que se funda en este triple
concepto: derecho de elección; deber de defensa; y, responsabilidad
del gobierno.
¡Maravilloso poder vivificante de los principios fundamentales
del derecho! Del ejército del pueblo debía arrancar su oríjen, dentro
de una evolución lójica, el fenómeno que hemos presenciado en la
vida de las naciones, que se está operando, en estos momentos, el
desaparecimiento gradual de la revolución y de la tiranía. Necesaria-
mente, el pueblo soberano, nombrando sus gobernantes, por medio
del sufragio, é imponiendo su voluntad, por medio de la fuerza ar-
mada, que le da el servicio militar obligatorio, tiene medios de resis-
tir la tiranía y de sofocar la revolución.
Todavía más, el ejército de ciudadanos, como es el que constitu-
ye el principio del deber de defensa, refleja, exactamente, el senti-
miento popular y, éste, es naturalmente pacífico y, por consiguiente,
su influencia es pacífica en los debates internacionales, razón por la
cual la Nación Armada no es amenaza, sino garantía de la paz entre
las naciones.
Cuando pienso en estas doctrinas, cuando observo estos hechos,

— 440 —
cuando estudio la influencia que han tenido en el progreso del mun-

do, cuando descubro, por medio de la historia, quienes son los que
han subido, quienes los que han alcanzado las glorias, los beneficios,
el bien estar debidos á la acción del servicio obligatorio no puedo do-
minar la estrañeza que me causa ver quienes son los que lo comba-
ten. No se comprende, cómo, los que se dicen órganos de los senti-
mientos é intereses populares, propagandistas de la democracia, resis-
ten, precisamente, la fuerza con que pueden imponerla. Que las aris-
tocracias, que las autocracias, que los caudillos, que los Generales, del
antiguo corte, con pretensiones políticas, tengan miedo á la cons-
cripción obligatoria y prefieran los ejércitos de soldados contratados
es lo natural, es lo humano, es lo escusable. Se comprende en parti-
dos que dudan del porvenir; que se encuentran en decadencia y, sin
embargo, usufructúan del poder; que sienten que el pueblo se les
escapa; en ellos, no se puede censurar la desconfianza que significa
cerrar los cuarteles á los ciudadanos, para abrirlos á los aventureros,
como fueron muchos de los que componían los antiguos ejércitos
contratados; más, en los partidos fuertes, en los que tienen sus raíces
en la opinión pública, en los que creen ser dueños del porvenir es
extraño que resistan el sistema que les dará el gobierno de la Nación
Armada, como tan propiamente ha sido calificada la que tiene el ser-
vicio obligatorio.
La Nación armada significa que todos los ciudadanos pertene-

cen al ejército, sea en el servicio activo, ó sea en las reservas y, por
consiguiente, cada familia, en el país, tiene un soldado que la guar-
da y cada soldado tiene una familia que lo ama, que genera sus sen-
timientos y pasiones, que le da su fisonomía y, como resultante, el
ejército es la lejítima encarnación de la sociedad, es la Patria.
El ciudadano, en el cuartel, ejercita su intelijencia, experimenta
la disciplina, adquiere el método, comprende el órden, desarrolla su
energía física, conoce la hijiene y levanta su alma porque comprende
que, todos sus actos y los de sus compañeros, no tienen mas razón de
ser, ni más fin que la patria, objetivo supremo de su vida y amor su-
premo de su corazón.

— 441 —
El Ejército, cualquiera que sea el sistema de reclutamiento,

arrebata un número importante de individuos á la industria que, ya
como jefes, empleados ó trabajadores influyen, seriamente, en la ri-
queza pública. Mal inevitable que comparte el Ejército con todos los
servicios públicos. ¿Cuál es aquel que no le aleja, del mismo modo,
un número determinado de individuos? Acaso no hacen una falta
tan sensible los profesionales ocupados en la administración de jnsti-
cia, los intelectuales dedicados á la instrucción, nombrando sólo los
más importantes? y el personal de las policías no es tan necesario en
las faenas, como lo es el del ejército? ó, acaso, dirimir los conflictos
entre los individuos, cultivar las intelijencias de los ignorantes, ó re-
primir los desmanes es más necesario para el Estado, contribuyen
mejor al progreso y bienestar de la nación, tienen una influencia en
la economía nacional más fecunda que el mantenimiento del órden
público, que la guarda de la frontera y de la integridad de territorio?
El problema no es ese porque la riqueza de la nación, talvez,
sea mejor alimentada por los que están ocupados en cualquiera de
los servicios públicos, que por los que trabajan en las industrias mis-
mas; el problema es determinar cuál de los sistemas de reclutamien-
to es ménos desfavorable al progreso de la industria. Si se reconoce,
como es indiscutible, que, en el reclutamiento obligatorio, es inferior
el número de soldados que necesita el ejército, para el cumplimiento
de sus fines, que el indispensable con el reclutamiento de contrata-
dos, no habría que agregar otros razonamientos, si no fuera conve-
niente apuntar otra consideracion de órden social, que tiene más la-
tas y variadas consecuencias.
El soldado contratado es un profesional y, necesariamente, con-
trae hábitos, adquiere aptitudes, se desarrollan en él tendencias, se
conforma su naturaleza física y moral al carácter y espíritu de su pro-
fesión, que no son los mismos, que, en muchos casos, son contrarios
á los que convienen á la industria. El reclutamiento obligatorio pue-
bla el ejército de jóvenes, que permanecen en las filas corto tiempo,
uno ó dos años, en los cuales no alcanza á trasformar su naturaleza,
ni á perder las aptitudes adquiridas en el trabajo industrial. Se pue-
de afirmar, entónces, que, en un caso, hay separación de la industria
y, en el otro, sólo ausencia temporal.
Hay una objeción, que se oye con frecuencia á los agricultores,
y que es digna de estudiarse. Dicen que los jóvenes que salen de los

— 442 —
campos, para entrar en los cuarteras, no vuelven á los campos. No sé

el alcance que pueda tener y quiero suponer que no hay error de ob-
servación y que los casos sean tan numerosos, que valga la pena de
que el lejislador se detenga en su estudo.
¿Por qué se produce este fenómeno? por qué el joven conscrip-
to vence el natural deseo de sentir el calor de la familia y busca el
sustento lejos del hogar? El oríjen del mal, si es un mal, se encon-
trará en el ejército ó en los campos? habrá que llevar el remedio al
cuartel ó á la hacienda? habrá que reformar el régimen militar ó el
cultural? Son estos otros tantos problemas sociales hondos y muy
hondos y que no es este el momento de analizar y de presentar á las
intelijencias por todos sus aspectos. Basta, por ahora, manifestar
que, si el conscripto, abandonando los campos encarece el trabajo,
es, en cambio, un fuerte consumidor de los productos agrícolas y
contribuye al alza de los precios y, como lo enseña la experiencia de
los últimos años, vale más el alto precio de los productos, que !a ba-
ratura del trabajo.
Lo grave, para la riqueza pública, sería que el conscripto no
trabajara, pero, que lo haga en el campo ó en la ciudad, es de me
ñor importancia y, acaso un bien estimular el alza de los jornales que
paga la agricultura.
Hay objeciones contra el servicio obligatorio, que deben aten-

derse. Felizmente, no son contra la dóctrina, que es inatacable, sino
contra su aplicación, en virtud de leyes defectuosas por falta de flexi-
bilidad, por no modelarse exactamente en el organismo y no satisfa-
cer las exijencias justas del individuo y de la familia. De estas hay
dos sobre las cuales llamo vuestra atención; una, la de los estudian-
tes profesionales, que encuentran entorpecimientos para la conti-
nuación metódica de sus estudios y obtener sus títulos sin retardo; y,
la otra, la que levantan las familias de los pobres por la casi gratui-
tidad del servicio.
Los estudios profesionales son tan útiles al Estado, son tan sa-
grados como el servicio militar mismo y la nación tiene tanto interés
en ellos, como los individuos y, es necesario buscar la armonía entre

— 443 —
ambos intereses, y alcanzarla no es difícil porque, dadas la naturale-

za y aptitudes propias de los jóvenes de veinte años, que cursan es-
tudios profesionales no necesitan, para su adiestramiento en el ser-
vicio é inculcarles la diciplina, el tiempo indispensable para los que
tienen una cultura inferior.
Las quejas de los pobres por la exigüedad de los sueldos me
parece justificada y acusa, á mi entender, un error económico tan
grave, como es el error de derecho.
Creer que las familias de los pobres no necesitan del trabajo de
todos sus miembros, principalmente de los jóvenes, es no conocer
nuestro país y, sólo el que no ha visitado jamás un hogar infeliz,
puede ignorar que el trabajo del hijo mayor, correspondiendo á la
abnegación de la madre, contribuye al sustento de ésta y de los hijos
menores. No debe la nación producir la necesidad del trabajo de los
menores, que los aleja dé la cultura y entorpece su desarrollo físico y
normal; ni olvidar que la riqueza pública sufre más con la miseria
de las familias, que las debilita para la producción, que puede con-
vertirlas en carga para la sociedad, que con atender con sueldos pru-
dentes á los individuos que ocupa en su servicio.
Hay, también, un profundo error de derecho. La democracia
moderna ha establecido el principio fundamental de que no es útil,
de que no debe haber servicios gratuitos, ni aún inperfectaraente re-
munerados: ó que la gratuitidad es contraria a la justicia, es antieco-
nómica y una amenaza para la moral social.
Refiriéndose al servicio militar, se oye frecuentemente la frase:
IMPUESTO DE SANGRE, para justificar la gratuitidad del servi-
cio, olvidando que, el impuesto de sangre es. solamente, el deber del
soldado de sacrificar, hasta su vida, en el campo de batalla y en to-
dos los actos del servicio y, me parece, suficiente, como impuesto pa-
ra que sea conveniente agregarle el hambre de la madre y de los pe-
queños hermanos.
Es cierto que los otros países autorizan, con su ejemplo, la gra-
tuitidad del servicio. Este ejemplo ¿es dogma? Y, también, debere-
mos importar la guerra social, que los azota, y el antimilitarismo,
que los amenaza, originados, en parte, por esas leyes que impone ta-
les sacrificio? Hay ciertas economías, en los presupuestos de las na-
ciones, que se convierten en las cargas más graves de la riqueza pú-
blica.

— 444 —
Y el gasto, con el servicio obligatorio y suponiendo que sean pa-

gados los conscriptos con los sueldos que ganan los contratados, re-
sulta muyinferior, por las razones antes expresadas, al que costaría
el ejército con servicio contratado, puesto que, en un caso bastan
veinte mil hombre que, con un costo prudentemente calculado de
mil quinientos pesos cada uno, sumarían treinta millones y, en el
otro, en el cual serían indispensables cincuenta mil hombres, para
alcanzar el mismo valor efectivo, se gastaría, suponiendo el mismo
costo de cada soldado, setenta y cinco millones de pesos, suma exce-
siva para nuestro presupuesto.
Espero tener oportunidad, en otra ocasión, de tratar de los gas-
tos militares y, entonces, procuraré demostrar cuál es muestra poten-
cia militar, desde el punto de vista de nuestra capacidad económica
y dentro de las reglas de prudente administración de las finanzas.
Reconozco que esta conferencia es excesivamente larga y, ape-

nas he tocado algunos aspectos del tema, que me había propuesto
desarrollar Recuerdo la famosa frase de Madame de Sevigné que,
escribiendo á su hija, le dijo: «Perdona, hija mía, esta larga carta,
porque no he tenido tiempo para escribirte corto.» Y yo, á mi vez,
parodiándola, os digo Perdonadme de no haber tenido suficiente ta-
lento para tratar mi tema en corto tiempo; por haberme encerrado
en el estudio teórico y no haber espuesto cuál es la práctica del re-
clutamiento en Chile; por no haberos dicho que no tenemos ni el
obligatorio, ni el contratado; que tenemos un voluntariado que igno-
ran las doctrinas militares, que no satisface á los ciudadanos, que
contraría al ejército; y.... que envuelve un peligro nacioual.
Tengo, sin embargo, confianza en el éxito, porque, si no he po-
dido ilustrar vuestras intelijencías, sé que hay una palabra májica
para mover vuestras voluntades, palabra con la cual voy á terminar
diciéndoos que vuestra propaganda" á favor de la reforma de nuestro
reclutamiento es un deber que, en estos momentos, os impone la
Patria,»

POLÍTICA MILITAR III. RECLUTAMIENTO DE LOS OFICIALES, SU INSTRUCCIÓN Y EMULUMENTOS. (1910). Autor: GRL Vial Guzmán
POLÍTICA MILITAR
III
Reclutamiento de los Oficiales, su instrucción y emulumentos
SEÑORES:
Penoso sería, para mí, tratar la materia de esta conferencia, di-

fícil abordarla con delicadeza, sino fuera que, ya en el término de mi
carrera, próximo al retiro, cercano de la muerte, las leyes que se dic-
ten, apenas, si pueden mejorar los últimos días de mi vida. Dada mi
situación personal, creo que podré disertar con libertad de espíritu y
que se creerá que no me animan pequeños intereses.
En los servicios públicos, cada vez que se produce una vacante,
se presentan numerosos solicitantes para ocuparla; en el Ejército y en
la Marina, son vanos los esfuerzos de los jefes para llenar las nume-
rosas existentes. No sé cuántas hay en la Marina, aunque sé que son
muchas. En el Ejército son ciento cincuenta y una.
La ley de Planta de Oficiales en vigencia obedeció á las necesi-
dades de un ejército menor que el actual, así es que se comprenderá
fácilmente, qué penalidades impone, hoy día, un mediano manteni-
miento del servicio sí, á la pequeñez de la Planta; hay que descontar
tan numerosas vacantes.
Ahora bien ¿por qué razón no hay solicitantes para ocupar-las va-
cantes del Ejército y de la Marina?
La especialidad del servicio, como causa general, debe tenerse
presente y la imprevisión, como causa particular.

— 446 —
No hay para qué detenerse á discutir actos pasados, lo que im-

porta es preveer, para corregir ó más bien, para que no se repitan en
el porvenir situaciones tan penosas.
De aquí es que la atención preferente debe consagrarse á las
Escuelas Militar y Naval; más, no basta aumentar la Planta de dichas
Escuelas, porque, ahí, se producirían los vacíos sino se atiende de
una manera amplia y elevada á la resolución de la dificultad, sino se
contempla el porvenir del personal, además de su buena preparación.
¿Cómo se atiende á la provisión de oficiales en otros países? No
tienen, ellos, como nosotros, escasez de solicitantes, falta de entusias-
mo por la carrera militar?
En Europa, al contrario de lo que sucede entre nosotros, el am-
biente es favorable á las instituciones armadas, son éstas el primero
de los servicios públicos, es un honor pertenecer á ellas, ante el uni-
forme se inclinan respetuosos los grandes y los pequeños, es una es-
pecie de patente social que abre todas las puertas y es la única ocupa-
ción de los que no necesitan trabajar para ganarse el sustento. Particu-
larmente la aristocracia no tiene sino el ejército y la diplomacia, en
los cuales emplear la propia actividad al servicio de la nación y, para
llegar á la diplomrcia, el mejor camino es el del ejército.
El niño, en la aristocracia, es arrullado con canciones de gue-
rra; crece y los relatos que oye son de batallas y victorias; en todas
partes vé trofeos que son de guerra, panoplias que son de armas, re-
liquias que son banderas tomadas al enemigo; las salas del castillo
tienen los muros adornados con los retratos de los abuelos, todos ves-
tidos con uniforme militares y cada abuelo tiene una historia, entró
vencedor en tal ciudad, cayó herido ó muerto en tal combate; los vie-
jos servidores hablan de los grandes días de padecimientos, de hero-
ísmos y de glorias; el joven señor no duda, no sospecha, siquiera, que,
para él, haya otro camino en la vida que el de las armas, el que si-
guieron sus antepasados, el que les dió las glorias que lo embriagan,
que les dió las tierras que lo alimentan, que les dió el castillo en que
nació y vive y que será la morada de sus hijos y de sus nietos. Y vá,
necesariamente, al ejército y no puede ir á otra parte y vá, no á ganar
sueldo, que no necesita, sino á cumplir la ley de la herencia, á conti-
nuar la historia de sus antepasados.
Estos son millares y forman el conjunto social más elevado, que
produce el mayor brillo en las reuniones y despierta, en los que no

— 447 —
pertenecen al ejército, el deseo de pertenecer á él y de rolar en su

medio, que es el que facilita las posiciones distinguidas y hasta los
matrimonios brillantes.
Los nobles y los aspirantes á subir en la escala social forman el
contingente abundante y superior de la oficialidad do aquellos países.
En otras naciones, militarmente atrasadas, en las cuales se cree
que la preparación profesional del jefe no se hace con los libros de
la escuela, sino en el campo de ejercicios, el reclutamiento de los ofi-
ciales se practica entre los individuos de tropa; recurso fecundo y exe-
lente de los tiempos pasados y que, hoy, no se puede emplear porque
es indispensable una grande preparación técnica, que solo se obtiene
en los bancos de la escuela.
No podemos reclutar nuestra oficialidad, como en los viejos paí-
ses, dentro del elemento aristocrático, que no tenemos; ni entre los
individuos de tropa, como lo hacen otros, porque nuestro ejército
exige mayor preparación profesional. Para nosotros no puede haber
más aristocracia que la moral é intelectual y, por tanto, no podemos
tener otra simiente de oficiales que las escuelas militar y naval y es
hacia ellas que deben dirigirse los esfuerzos y es de ellas solas de don-
de nos vendrá el gran progreso del ejército de la Nación.
Más, de esta falta de personal ¿no deberá buscarse la esplicación
en la hipótesis de que se haya debilitado el espíritu militar, en que
no circula, ya, en los nervios esa vibración misteriosa que empuja,
que arrastra hacia el cuartel? No lo creo y me parece que, hoy, como
en otros tiempos, el toque de los clarines, el centellear de las bayone-
tas al sol, el batir de las banderas despiertan en las almas de nues-
tros jóvenes, más que en otros países y entre otras razas, visiones de
ensueño, anhelos de glorias militares que se ven obligados á borrar
de sus cerebros y de alejar de sus miradas porque se imponen impe-
riosas las necesidades positivas de la vida, porque necesitan del tra-
bajo que da el sustento, hoy, y promete la holgura de mañana. En
Chile pocos son los que no necesitan del trabajo para vivir y, entre
esos pocos, no es frecuente encontrar almas de soldados.
Avancemos en el estudio porque la resolución debe nacer de su
íntimo conocimiento.
¿Qué razones y qué causas determinan la elección de una carre-
ra? La fuerza atávica, el ejemplo de los mayores, el conocimiento
que se tiene del camino por recorrer, las facilidades que se suponen

— 448 —
para llegar al término, las alturas que se pueden escalar y, sobre todo,
las riquezas que se imaginan conquistar. Influyen, naturalmente, las
aptitudes y las tendencias; más, no tienen, en la práctica, el valor im-
pulsivo que les corresponde por falta de observación y de compren-
sión en los que deberían apreciarlas.
¿Cuáles son las aspiraciones de los bombres? Sin contar los pla-
ceres que no son anhelos de las almas, sino exijencias de los senti-
dos, las aspiraciones son: la gloria, el poder y la riqueza. En la gloria
sueñan unos pocos; muchos procuran el poder; todos persiguen la
riqueza.
Cuando el joven ó más bien el padre de familia tiene que resol-
ver la elección de una carrera, la militar no le ofrece, como las otras,
las mismas brillantes perspectivas.
Las profesiones que, en realidad, concurren con la militar y le
disputan su continjente de oficiales son las de abogado, ingenieros y
médicos.
Para obtener el título de abogado no es necesario un gran tra-
bajo, como lo prueba el hecho frecuente de que, al mismo tiempo
que se cursan sus estudios, se desempeña algún empleo. Al abogado
se le abren muchas puertas porque so cree, generalmente, que es más
apto que los otros profesionales para el desempeño de los empleos
públicos; tiene un gran servicio, que le pertenece, el de la adminis-
tración de justicia; y, si tiene confianza en si mismo y va al trabajo
dé la profesión libre, encuentra la independencia y la remuneración.
Si prefiere el servicio judicial, éste le ofrece la mayor de las ventajas;
la inamovilidad y, todavía, le deja tiempo para atender negocios par-
ticulares. Para el abogado es fácil subir á los puestos que proporcio-
nan el poder; alguna vez alcanza la gloria y, frecuentemente, conquis-
ta la riqueza.
Obtener el título de ingeniero es difícil, hay que trabajar con ener-
gía y consagrarse al estudio con tal contracción 'que no es posible
desempeñar, al mismo tiempo, un empleo. Conquistado el título, es
fácil conseguir un destino bien rentado, ó en la profesión libre que,
para los inteligentes, es la más provechosa, hay rápida compensación
de los esfuerzos gastados. El ingeniero, rara vez alcanza la gloria: no
anhela el poder, más, en cambio, tiene abierto, cual ninguno, el ca-
mino de la riqueza.
El médico es el profesional que tiene una labor más fatigosa,

— 449 —
tanto por la extensión de las ciencias que abarca, cuanto por la deli-
cadeza tormentosa de su práctica. No encuentro que sus provechos
compensen los sacrificios que impone La mayor fuerza que puede
inclinar hacia esta carrera, es el amor á la ciencia. En ella
tiene espectativas de gloria, pocas de riqueza y muy pequeñas de
poder.
La carrera militar, hoy día, exige tantos estudios, como las otras
y penalidades, como ninguna. Suprime la libertad; atormenta con la
disciplina; separa de la familia; corta las relaciones sociales con los
continuos cambios de residencia; es imposible ganar el dinero en la
industria ú ocupaciones libres; jamás tendrá el poder; solo tiene una
esperanza, la esperanza de la gloria.
Sin embargo, esta carrera, en la que no se trabaja por alcanzar
la riqueza, que es imposible dentro de su correcto ejercicio, como lo
prueba el hecho de que no hay un solo rico en todo su escalafón, no
goza del prestigio social, que necesita para fortalecer su aliento en
las empresas en que se empeña la patria. ¿Por qué se produce esta
que podría calificarse de injusticia social? Este no puede ser un ca-
pricho de las gentes, debe haber una razón, debe existir una esplica
ción de este hecho y es conveniente estudiarlo para corregirlo y disi-
par las malas pasiones que pudiera engendrar.
Observando, cuidadosamente, puede descubrirse prejuicios co-
rrientes sobr elos conocimientos y cultura de los militares; la ignoran-
cia que existe de la evolución operada en el ejército moderno; no se
sabe que hay ciencias que dominan mejor los militares que los civi-
les. Há habido Congresos científicos y no há sido invitado ninguno
de los oficiales; hay Facultades Universitarias y no entran sino los ci-
viles; há habido conmemoraciones de los hechos gloriosos del ejerci-
to y sólo se ha llamado á los militares para que cooperen con su ma-
terial y para que decoren con el brillo de sus uniformes. El mundo
intelijente ignora que ya desapareció la milicia muscular y que, hoy,
impera la milicia intelectual.
Tampoco es conocido el Ejército en su funcionamiento como
servicio público. ¿Quién conoce el enorme y trascendental trabajo
acumulado en nuestro Estado Mayor General? quién sabe que hay
53 reglamentos elaborados, en los últimos cinco años, por nuestro
Departamento General de Guerra, que ha dado al ejército un movi-
miento tan fácil y armónico que el país no se apercibe, siquiera del

— 450 —
ruido del trabajo? quién ha estudiado la administración del ejército,

no duda de la superioridad que le constituye en el mejor de nues-
tros modelos; y el que vá á las Comandancias de nuestras Divisiones
Militares y examine el trabajo de sus Estados Mayores y Ayudantes
y, si en seguida, penetra á los cuarteles y Escuelas y oye las academias
de los oficiales estoy cierto de que, á saberlo, el país recibiría la más
grata de las sorpresas y la oficialidad conquistaría el prestigio que
merece.
Hay que reconocer que prevalecen los viejos prejuicios.
Recuerdo que, en una ocasión, varios generales presenciábamos
una fiesta y en ciertos momentos algunos quisimos retirarnos y el Mi-
nistro Diplomático, dueño de casa, nos dijo con la más esquisita
amabilidad:
—No se retiren V. V. recuerden que serán el mejor adorno de
los balcones de la Legación,
¡Nos habían convertido en candeleras de procesión!
Podría decirse que esta cultura intelectual de que hablo no es
universal entre nuestros oficiales. ¿En que profesión ó servicio no
sucede lo mismo? Acaso no hay jueces cuyas providencias son dicta-
das por los secretario y otros á quienes convendría recomendales el
sistema? Hay bueno y malo en todas las profesiones y servicios y lo
único que pretendo establecer es que la militar no es inferior á las
otras.
Hay que manifestar hechos de los cuales deducir las conclusio-
nes lójicas que, entonces, se convierten en imperativas.
El derecho progresa lentamente y el abogado no necesita renovar,
constantemente, sus conocimientos y revolucionar los principios en
que descansan. Con los que adquirió hace cincuenta años y la lectura
de unas pocas leyes posteriores podría defender, hoy, un juicio cual-
quiera. Un ingeniero antiguo no construiría un ferrocarril ó un di-
que con la economía y completo aprovechamiento que lo haría uno
moderno, pero, los que construyera serían ferrocarril y dique. Sería
temerario y, acaso criminal entregarle á un médico viejo la curación
de un enfermo. Un viejo General, que no hubiere renovado por com-
pleto, sus conocimientos iría indefectiblemente á la derrota. Según
mi observacion, cada diez años se trasforma la dirección de la gue-
rra, á consecuencia de los millares de adelantos que tienen las ciencias
y el material que se aplican ó emplean en las operaciones militares.

— 451 —
Está sucediendo en el ejército y .en la marina que los oficiales

no pueden abarcar todos los ramos y existe la necesidad de la espe-
cialización, como sucede con los ingenieros y los médicos. Así como
hay oficial de caballería ó de artillería, habrá oficial electricista, ofi-
cial óptico, oficial aviador, y etc., etc.
El progreso incesante crea nuevas exijencias, que es necesario
atender; y no se puede descansar y hay que seguir siempre adelante
y vivir con el libro en las manos y morir con él abierto, y que sea la
legendaria bandera del poeta que llevaba el viajero ascendiendo la
montaña y qne enterrado ya en la nieve, aun batía al viento, mos-
trando la palabra exelior, lema augusto del hombre intelectual.
Si la falta de prestigio social puede esplicarse, en parte, por la
ignorancia de los progresos realizados en la cultura del ejército, tie
ne, también otra causa y es el aislamiento en que viven los oficiales,
su i'aita de relaciones, que debe atribuirse, principalmente, á los con-
tinuos cambios de residencia que los separa y, naturalmente, corta
sus amistades; pero, hay, tambien, otra razón.
Ningún militar tiene palco en el teatro, ninguno pasea sus hijas
en elegante carruaje, no dá banquetes ni saraos, como lo hace el Mi-
nistro de Corte ó cualquiera de los otros altos funcionarios que, ade-
más del sueldo, tienen otros negocios que le proporcionen renta,
ventaja que no pueden tener los militares y que no se toma en con-
sideración cuando se fija sus emolumentos. De aquí resulta, natural-
mente que las familias de los militares quedan excluidas de los salo-
nes. El que no da, no recibe. Que no participen de los entretenimien-
tos sociales es un mal que sabrán apreciar los hombres de reflección.
Sin embargo, no son estos los mayores tormentos del militar, ni
lo son, aun, los rigores de la disciplina que, á veces, arrancan gritos
de desesperación. No quiero pintaros el cuadro de la esposa que es
necesario abandonar, de los liijos que van de colegio en colegio ó que
no tienen colegio en que educarse, de la madre que muere y no se
llega á recibir la última bendición; mejor será que vosotros penseis,
que vosotros contempleis uno de esos hogares y, en seguida, dispu-
tadles, si podéis, las pequeñas ventajas que desean.
¿Creeis que, estas consideraciones, no influyen en los ánimos
cuando se trata de elegir una carrera? Es tan inesplicable que haya
tantas vacantes en el ejército?
Ahora conviene manifestar en qué sentido debe el Estado diri-

— 452 —
gir su acción con el fin de llenar las vacantes del Ejército y Armada
y atender al crecimiento natural de estos institutos con un personal
que cumpla la exigencias de un ejército moderno.
Todo mejoramiento debe originarse en la escuela. Felizmente, la
Militar y la Naval, en cuanto á sus sistemas administrativo y discipli-
nario y á sus métodos de instrucción y educación satisfacen las aspi-
raciones militares. Lo único que necesitan es crecer. Con 300 alum-
nos, como tiene actualmente la Escuela Militar, no puede proveer á
las necesidades actuales y menos alas del porvenir. Hoy es indispen-
sable ensancharla y aumentar su planta hasta 400 alumnos. No sé el
crcimiento que necesite la Naval.
La Escuela no dá sino las bases de la instrucción y, ésta, hay que
continuarla fuera de su seno, en los cuarteles, al mismo tiempo que
se practica el servicio; en seguida, en la Escuela de Aplicación y final-
mente en la Academia de Guerra. Hay que crear las Escuelas de
Aplicación que faltan y robustecerla existente.
La necesidad de fortificar la instrucción de los oficiales no pue-
de retardarse porque, la que reciben actualmente, muy completa has-
ta ayer, es insuficiente hoy día y puede preverse cuánto mayor se ne-
cesitará mañana, cuando los actuales cadetes sean oficiales. Mi espe-
riencia personal me enseña que no se puede servir bien, en el ejér-
cito, si no se tiene constantemente el libro entre las manos. La uni-
dad más pequeña que se mande, exige, para su buena dirección
largos y penosos estudios y cuando se llega á los mandos superiores
y se debe abordar los problemas de la dirección de la guerra, tanto
para la propia cultura, cuanto para la preparación de los oficiales, la
conciencia dice á gritos que no se puede mandar sin fatigar el cere-
bro en la meditación y el estudio. Cierto es que algunos tratan estas
materias con mucha tranquilidad, aunque no conozcan el cansancio
que los libros ocasionan á la vista. Así son ellos y lo mejor es ser
piadosos con sus inconsciente tranquilidad.
Verdad es que no faltan civiles que participen de esa tranquilidad.
Recuerdo que un día me encontraba con uno de mis compañe-
ros en la sala de un Ministro de Estado y se trataba de un nombra-
miento, que deseaba el señor Ministro, Mi compañero le objetaba é
hizo esta observación:
—Imagine, señor, eme se declarara una guerra ?le entregaría á
fulano el mando de esas tropas?

— 453 —
Y por qué nó, le contestó el Ministro, V. sabe que, en ese caso,

iría el Ministro de Guerra á dirigir las operaciones.
Mi compañero me miró, me sonreí, nos retiramos y el nombra-
miento se hizo.
Hasta en los Ministerios se encuentran civiles que se creen ca-
paces de dirigir la guerra. Verdad es que Napoleón creía que el día
era corto para estudiar el arte de la guerra y jamás daba una orden
que no la hubiera meditado largamente.
No, no podemos retardar las exigencias de más fuertes estudios
porque la rapidez del progreso es muy superior á la actividad que se
despliega en alcanzarlo. Si es verdad que hay principios fundamen-
tales de estrategia que aplicaron del mismo modo Julio César y Bona-
parte, es verdad, también, que su empleo en el terreno, se modifica
incesantemente, por los adelantos científicos que trasforman el arma-
mento, los medios de trasporte, las aplicaciones de la mecánica en la
guerra, de la electricidad, etc., como, también, por la mayor aptitud
que ha alcanzado el hombre, que es el primero de los elementos de
guerra.
Es indudable que, enaltecida la intelectualidad militar con pro-
fundos estudios y constante práctica, se levantará su prestigio y se
producirá una atracción natural sobre los jóvenes cerebros, ansiosos
de gloria y de saber. Más, estos efectos serán lentos en producirse y
su extensión, por si sola, no llenará las necesidades del ejército y,
por lo tanto, hay que arbitrar otros medios de acción más rápida y
más positivamente impresionantes.
Uno de ellos es el mejoramiento del sistema de ascensos, el cual
debe asegurar á la Nación que los mandos de su ejército recaerán
en individuos, en quienes concurran la energía física y de la volun-
tad, con la elevación moral, los conocimientos y la inteligencia. Este
es el alto interés del Estado, que debe prevalecer, y, en seguida, debe
consultarse el interés de los oficiales consagrando al mismo tiempo
que un prudente movimiento del personal, el derecho á la promo-
ción de cada uno en el tiempo y lugar que le corresponda, es decir,
en plazos que no sean excesivos. No es posible que se repita el he-
cho que hemos presenciado hace pocos años, de que hubiera tenien-
tes coroneles, eminentes, con diez y siete años en el grado. Reconozco
que es muy arduo dictar una ley de ascensos y que no hay país que
posea una digna de imitarse, que, talvez, donde hay menos críticas es

— 454 —
en Alemania que es, también, dónde hay menos disposiciones lega-

les. Con todo no es difícil mejorar la nuestra y satisfacer, de ese mo-
do, un justo deseo de nuestros oficiales. Ellos creen con razón que
la reforma debe fundarse sobre las siguientes bases principales: El
reconocimiento de la antigüedad, como regla, pero, subordinada á la
comprobación de la aptitud para el desempeño del empleo superior;
Tiempo máximum, después del cual se debe tener la promoción;
Eliminación prudente de aquellos que no tengan las cualidades ó
aptitudes necesarias.
En la Planta de los ejércitos, aquí como en otros países, se con-
templa, solamente, el número de individuos que se necesitan en ca-
da grado de la gerarquía, tenida relación de el número de unidades
de tropa y del personal necesarios en cada servicio. Esta base, por sí
sola, no basta y, al contrario, ella perturba el mecanismo de las pro-
mociones y produce antagonismos en el funcionamiento de estas Íes-
yes, que debieran resultar armónicas. Cuando se aumenta la planta,
en cualquiera de sus grados, debe mirarse hacia abajo y hacia arriba,
debe mirarse de donde se vá á obtener el personal que se aumenta y
cual es el porvenir que se le espera. Debe consultarse proporciones
equitativas porque, si hay pocos abajo, resultará la paralización del
servicio y, si hay pocos arriba, vendrá el estancamiento que mata
los espíritus. Vale más tener unos pocos generales de exeso, que la
fatiga y desaliento en todos los grados. Tener un ejército de genera-
les es no saber organizar y, tampoco es saber, cuando se tiene me-
nor número, que el necesario para el movimiento del personal.
En los ultimos tiempos se ha corregido, en parte, el yerro que, á
este respecto, habían cometido nuestras leyes. Los espíritus poco ob
servadores ó que, por encontrarse lejos no pudieron comtemplar las
intimidades del ejército, hace algunos años, no saben los males que
produjo al Estado la falta de movimiento de ascensos y la no elimi-
nación del personal incompetente. Qué laxitud en los miembros, qué
inercia en los espíritus, qué desaliento, qué escepticismo, que descui-
do en la instrucción, qué malos ejemplos contemplaban los su-
balternos.
Con lo que se ha hecho en los últimos años, para corregir el mal,
se ha producido el efecto inmediato; la chispa eléctrica ha circulado
por los músculos del ejército y ha habido entusiasmo, trabajo y hasta
esas impaciencias reveladoras del cuerpo sano y robusto. Tam-

— 455 —
bien, es evidente el mejoramiento que ha tenido el servicio, que es

el verdadero provecho del Estado, haciendo posible, por este medio,
que los puestos sean desempeñados por individuos jóvenes, vigoro-
sos, con ideas é instrucción modernas.
La armonía del interés del Estado y el de los individuos se con-
sulta, por más que parezca estraño, cuando se pide el aumento de
los sueldos de los militares y marinos. Al tratar de los sueldos de los
conscriptos manifesté que no convenía á la economía general de la
Nación, ni á sus finanzas públicas, la miseria en las familias de sus
servidores y, ahora, con mayor razón lo afirmo al referirme á las de
los oficiales.
Sin tomar en cuenta que ninguno otro servicio público impone
tantos sacrificios, que, fuera del diplomático, ninguno otro exije tan-
tos gastos de representación, hay dos consideraciones que deben in-
fluir para que los sueldos de los militares y de los marinos no sean
inferiores á los de ninguno otro servicio público y que son: primero,
que, á consecuencia de sus continuos cambios de residencia, les es
imposible atender otro negocio ó industria y, por tanto, obtener otra
renta que la de su sueldo; y, es la segunda, que el ejercicio de su
profesión lo monopoliza el Estado, no se puede ser marino ó militar
sino de la nación y, en consecuencia, es más sagrado el deber de los
poderes públicos con ellos que con los otros servidores.
No hay que olvidar, por otra parte, que, si en la vida diaria de
los individuos influye más, por ejemplo, la Administracion de Justi-
cia; no tiene, ésta, para la colectividad, es decir para la Nación la im-
portancia decisiva que tienen el Ejército y la Marina, porque hay mo-
mentos supremos en que de ellos depende la vida misma del
país.
El Estado puede facilitar la vida de los militares no solo con el
sueldo, sino que, también, con las pensiones de Retiro y Montepío,
ausilios que ya nuestro país ha concedido en dos exelentes leyes, que
han sido el más alto bien alcanzado en los últimos años. Sería piado-
so agregar, aún, el ahorro obligatorio en una Caja especial para el
Ejército y Armada, que invirtiera sus valores en propiedades que, á
más de proporcionar habitación, puedan dar renta al viejo servidor
y herencia para sus hijos.
El Estado no tendría que gastar dinero en esa Caja de Ahorros,
puesto que, los pequeños gastos que ocasionara, se podrían pagar

— 456 —
con sus propios provecbos; lo que debería darle sería dirección y ad-
ministración, lo que le sería facil concederle, en la mejor forma, con
el mayor prestigio y respetabilidad posible, agregándola á la Caja de
Crédito Hipotecario y entregando su administración á su Director y
Consejo.
Todas mis observaciones se refieren igualmente al Ejército y a
la Marina, aunque en algunos párrafos, no haya nombrado á esta úl-
tima, porque, en mi alma, es decir en mi inteligencia y en mi cora-
zón, una y otro no son sino dos ramas de mi mismo instituto, el de
la fuerza armada de la Nación; que se rigen por los mismos princi-
pios, que persiguen los mismos ideales, que necesitan en sus traba-
jos de los mismos alientos y están encadenados por la misma ley, la
del sacrificio por la Patria.
Si estuviéramos en otro país, en uno de aquellos en que la raza
degenerada por la molicie ó empequeñecida por las ansias del dinero
cuando ve las dificultades inclina las miradas hacia el suelo, en vez
de levantarlas á la altura, hubiera titubeado ántes de mostraros el
cuadro que acabo de terminar, pero, aquí, en Chile, donde hemos
nacido y hemos crecido marchando entre las breñas de nuestras ás-
peras montañas las dificultades no asustan, sino, al contrario, pare-
cen alentar, como al héroe mitolójico de los griegos que buscaba los
abismos para probar el vigor de sus divinas alas.
Todos tenemos deberes que cumplir y así como puedo asegurar
que el Ejército y la Arma cumplirá los suyos y sabrá obedecer y sabrá
sacrificarse; así, también, puedo asegurar á mis compañeros que los
ciudadanos y el Estado tienen nuestras mismas pasiones y nuestros
mismos ideales, que tienen confianza en nuestra instrucción y disci-
plina y sabrán atender al progreso y bienestar de su Ejército y
Armada.
J. DE D. VIAL.

CONFERENCIA SOBRE EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. DICTADA EN EL CENTRO DE OBREROS “LIGA DEL TRABAJO”. (1912). Autor: MAY. Indalicio Tellez
CONFERENCIA
SOBRE EL
Servicio Militar Obligatorio

Dictada en el Centro de Obreros "Liga del Trabajo"
POR EL MAYOR
DON INDALICIO TELLEZ
Me propongo, en la forma más corta, hablar á ustedes de los si-

guientes puntos:
1.° Necesidad de atender á la defensa nacional.
2.° ¿Cuál es la forma más eficaz y económica?
3.° Beneficios que trae al pueblo el servicio militar obligatorio.
Necesidad de atender á la defensa nacional
La historia de la humanidad nos prueba en cada una de sus pá-

ginas, que la vida no es sino una continua lucha: lucha primero el
hombre contra sí mismo, cuando, con un verdadero concepto de su
deber y de la misión que le corresponde, trabaja por dominar sus

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pasiones, vencer sus malos instintos y encaminar al bien todas sus

acciones; lucha con sus semejantes, en las artes para sobre salir en el
comercio y en la industria, para competir con ellos en busca de una
ventaja cualquiera que le permita producir más ó mejor, ó vender
más barato; y en la vida ordinaria, ya lo impulse la ambición, el
odio, la envidia ó la emulación; lucha sin cesar, por obtener el obje-
tivo que persigue. Frente á la naturaleza, es un luchador eterno.
Desde los tiempos más remotos vive el hombre en lucha incesante y
franca con la naturaleza: para protegerse del agua construye sus
casas, para contrarrestar el frio, se fabrica telas y trajes, y para
alimentarse y adquirir riquezas y comodidades, labra la tierra,
tala los bosques, surca los mares, se hunde en las entrañas
de la tierra y hiende por fin el aire, buscando aún fuera de
los límites naturales de su actividad, el campo que necesita la in-
saciable aspiración de progreso, que lo distingue como rey de la
creación.
Pues bien, señores, si estas son las cualidades que caracterizan
al hombre, lógico es que las sociedades y las naciones, que no son
sino una reunión más ó menos numerosa de hombres, participen de
todas esas características y vivan también en perpétua lucha. Las
guerras que nunca han dejado de existir y que siglo á siglo van en
aumento, son una prueba irreputable de que no podemos librarnos de
la dolorosa necesidad de luchar para vivir. Para que las guerras de-
saparecieran, para llegar á la paz universal, seria, pues, necesario
cambiar la materia prima, el elemento constitutivo do las socieda-
des: cambiar al hombre mientras tal cosa no ocurra, miéntras siga
siendo el hombre un ser imperfecto, juguete de sus pasiones, de sus
afectos, de sus ambiciones y de sus odios, seguirá siendo un mito la
paz universal, seguirá siendo solo un ideal muy hermoso, tanto más
hermoso, cuanto más utópico (imposible).
Mucho se ha hecho para evitar las guerras: se han reunido
congresos con representación de todos los países civilizados, se
ha invocado la solidaridad, la fraternidad, el bien común, el
progreso, etc., poro todo ha sido inútil: el último siglo fué el
que vió más guerras y éste que se inicia promete áun peores resul-
tados.

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¡Triste expectativa, ante la cual las naciones deben mostrarse

previsoras atendiendo á su defensa desde el tiempo de la paz, cues-
te lo que cueste!
Nada se paga tan caro como la imprevisión.
Para que ustedes se formen una idea de la diferencia de esfuer-
zos que una campaña exige á un pueblo preparado para la guerra, en
comparación de otro que no lo está, voy á citarles un ejemplo que es
de abrumadora elocuencia.
En el corto plazo de 7 años, Alemania, que desde mucho tiem-
po atrás marchaba á la cabeza de los pueblos civilizados por la aten-
ción que prestaba á sus fuerzas armadas, tuvo que sostener tres gue-
rras (Dinamarca 1864; Austria, 1866 y Francia, 1870-71) y su presu-
puesto, que al comenzar la primera, era (aproximadamente en mone-
da chilena) de 121 millones de pesos, llegó sólo á 786 millones al ter-
minar la última.
Más ó menos, por el mismo tiempo, Estados Unidos, que no
estaba prevenido para una campaña, se vió envuelto en una simple
guerra civil (1861-65) que la inició con un presupuesto aproximado
de 116 millones, y la terminó con uno de 5,156. Es decir, que en el
curso de una sola campaña, Estados Unidos tuvo necesidad de au-
mentar 44 veces su presupuesto, en tanto que Alemania, para llevar
á feliz término tres campañas, sólo tuvo que aumentar el suyo 7
veces. Mayor no puedo ser el contraste ni se puede mostrar de un
modo más evidente que si cara es la paz armada, aún mucho más
cara es la guerra desarmada.
Y con estos antecedentes, ¿puede haber nación bien gobernada
que dé á su defensa una importancia secundaria? ¿Pueden haber
estadistas que no vean en la preparación militar del país, su primera
obligación? ¿Pueden, en fin, existir hombres verdaderamente patrio-
tas, que se desentiendan de los sagrados deberos que los impone la
defensa nacional? No es concebible ni menos aún es eso concebible
en Chile, país excepcional, que ha recibido de Dios el supremo bien
de un suelo privilegiado y de una raza superior, tan fuerte en la paz
como en la guerra.
Y ya que hablo de la raza, creo que no estará fuera de lugar
recordar á ustedes que desendemos de dos pueblos de legendario
valor y patriotismo, de los españoles heredamos la hidalguía y el va-
lor castellano, y de los araucanos—nuestro más legítimo timbre de

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orgullo—heredamos la fuerza y la fuerza indomable de nuestro pue-

blo. Dignos de compasión son aquellos que se avergüenzan de su
descendencia araucana, porque revelan no saber que ellos forman
ese pueblo invencible contra el cual se estrelló impotente, primero
el poder de los Incas y luego el impuje incontrastable del león ibéri-
co, y porque prueban ignorar que de su seno salió el primer genio
guerrero de la América: Lautaro. Lautaro, señores, fué la más alta
personificación de genio militar. A los 19 años tomó el mando del
Ejército de su patria é improvisándolo todo y creando todas las le-
yes de la guerra, se lanzó á una campaña que inició con la más com-
pleta derrota que hayan sufrido jamás las armas españolas, y si no
arrasó hasta con el último conquistador que había llegado á Chile,
fué porque la muerte lo arrebató traidoramente ántes de llegar á su
mayor edad, fué porque ese sol esplendoroso se eclipsó ántes de lle-
gar á la mitad de su carrera.
Pero no nos separemos del tema.
Creo haber ya demostrado que la guerra es un accidente inevi-
table para los pueblos libres y amantes del progreso, y que hay que
resignarse á contar con ella por doloroso que nos sea someternos á
sus terribles consecuencias. Es un mal necesario, pero cien veces
preferible al que puede acarrearnos esas teorías malsanas, que algu-
nos—talvez inocentemente—pregonan en contra de la defensa nacio-
nal. Cuanto más se arme á la patria, mayor es el interés que se tiene
en verla grande, fuerte y respetada.
¿Cuál es la forma más eficaz y económica?
El camino único para llegar á tal objetivo, es tener un Ejército

bien organizado, disciplinado, consciente de sus deberes y capaz de
mantener nuestros derechos y responder en todo momento de la in-
tegridad y de la honra nacional.
Para conseguirlo, se presentan dos caminos principales, mejor
dicho, dos sistemas de reclutamiento: el servicio voluntario y el ser-
vicio obligatorio. El primero se usó en todas partes durante mucho
tiempo; pero al fin fué forzoso abandonarlo, porque á más de ser gra-
voso para el Erario nacional, no respondía ya á las exigencias de la

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defensa nacional. En efecto, el servicio voluntario hace que sean sol-

dado sólo aquellos que voluntariamente se presten para ese servicio.
Y en los tiempos que corren, ¿quiénes serían los que acudirían á
ofrecer sus servicios por el mísero sueldo que podría pagar el Go-
bierno? Sólo los vagos é incapaces de ganarse la vida de otra mane-
ra. El más infeliz, puede ganarse hoy día 3 ó 4 pesos diarios y
un hombre diligente y vigoroso, no puede ganar menos de 5. De es-
tos últimos no serían, pues, los que acudirían á los cuarteles y sien-
do así, el Ejército no tendría otro campo de reclutamiento que las
tabernas y la última clase social. ¿Y á ese elemento se le podría con-
fiar la difícil y noble tarea de defender la bandera y la honra nacio-
nal? Con esos defensores, ¿podría el país vivir tranquilo y dedicarse
confiado a la tarea vital de su engrandecimiento y progreso? Por
cierto que nó. Y bajo otro punto de vista, ¿cuánto costaría á la na-
ción un Ejército semejante? El doble ó el triple de lo que cuesta el
actual, ya que para que diera una garantía siquiera ligera de afron-
tar con éxito una campaña, no podría ser inferior á 50 mil hombres,
porque como este sistema de reclutamiento no produce reservas, la
gente que se llamara al servicio, una vez declarada la guerra, care-
cería en absoluto de instrucción y sería, en consecuencia, perfecta-
mente incapaz de cooperar á la victoria. Contemplemos el asunto
aún bajo otro aspecto. ¿Quiénes son los que más obligación tienen
de defender á la patria y los que, por consiguiente, con mayor inte-
rés y empuje la defenderán? No son por cierto los que constituyen
la escoria social sino los ciudadanos que tienen algo que perder, la
parte culta y conciente de un pueblo, los que aman á su patria por-
que saben lo que ella significa. Y este es el origen del principio que
ya se ha abierto camino en todo los pueblo civilizados: el ser-
vicio militar es la contribución más justa que puede soportar un
pueblo. Si á todos por igual nos interesa la salvación de la pa-
tria, justo es también, que por igual contribuyamos á defen-
derla.
Vemos entónces que, en resúmen, son tres los grandes defectos
del servicio voluntario: 1.°, es excesivamente caro; 2.°, no responde á
las actuales exigencias; y 3.°, no es equitativo, porque siendo igual el
deber que todos tenemos de defender á la patria, descarga sobre unos
pocos la obligación de hacerlo.

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En cambio, el servicio militar obligatorio, sin ninguno de estos

inconvenientes, satisface del modo más amplio á las necesidades de
la defensa nacional. No cuesta tan caro, porque al que va al cuar-
tel, por obligación, no se le paga sino el sueldo absolutamente indis-
pensable para su subsistencia; responde a las necesidades del Ejérci-
to, porque le permite, en paz, una potencia suficiente para respon-
der al órden interior, y en guerra, de la base necesaria para la mo-
vilización y lo provee del modo más satisfactorio de las grandes
reservas de gente instruida que les es indispensable para llevar
á buen término una campaña; y es equitativo, porque reparte por
igual la contribución de esfuerzos y de sangre que todos deben á
la patria.
Voy á tocar á la ligera los principales argumentos que se hacen
contra el servicio militar obligatorio; 1.a objeción: Se dice que quita
muchos brazos á la agricultura y á la industria.
Para evitar en absoluto este inconveniente, el camino no es ata-
car al servicio militar obligatorio, sino atacar al Ejército, declarándo-
lo una institución inútil y perjudicial. Pero miéntras tal no ocurra,
miéntras se reconozca que el Ejército es indispensable á la vida na-
cional, contra el inconveniente apuntado, no se puede hacer otra
cosa que contrarrestarlos en lo posible, y ningún procedimiento al-
canza mejor ese objetivo, que el del servicio militar obligatorio. En
efecto, ya hemos visto que si éste no existiera, para que el Ejército
tuviera alguna significación, alguna influencia internacional, no po-
dría ser inferior á 50 mil soldados, en tanto que el servicio militar
obligatorio, no nos exige ni la mitad para acernos figurar entre las
primeras potencias militares sud-americanas. Luego, sin necesidad
de conocer mucha aritmética, queda de manifiesto que el sistema del
servicio militar obligatorio es el que menos brazos quita á la indus-
tria y á la agricultura.
2.a Objeción.—Priva á muchas familias de su único sostén.
Esto no puede ser cierto, sino en casos enteramente excepcio-
nales: 1.° Porque cuando un hombre constituye el único apoyo de
una madre viuda, la ley no lo obliga á servir; y 2.° porque lo co-
rriente es que un joven de 18 á 20 años no haya formado aún su
hogar y esté más bien dependiendo de la familia, que sirviéndole de
apoyo.

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3. a Objeción.—Los cuarteles corrompen al ciudadano. Al refutar

esta objeción, es forzoso comenzar por reconocer que ya son los me-
nos los que hacen caudal de este argumento. Poco á poco el Ejérci-
to se ha ido conquistando una reputación de actividad inteligente y
de moralidad, que constituye un verdadero timbre de honor para los
chilenos. Prueban no conocer la vida íntima de los cuarteles, los que
suponen que ellos son un foco de corrupción é inmoralidad. El tra-
bajo, señores, es el peor enemigo del vicio, y habria, por consiguien-
te, necesidad de negar la intensa actividad que caracteriza á nues-
tra vida militar, para dar verosimilitud á la especie calumniosa de
que nuestro Ejército es vicioso ó inmoral. Nada se prueba con hechos
aislados. Con decir que tal ó cual militar faltó en esta ó aquella for-
ma á su deber, no puede establecerse que todos hacen lo mismo. Si
merecieran tal calificativo no tendría explicación el hecho inne-
gable, de que somos por todo el mundo considerados como el país
modelo bajo el punto de vista militar en todo el continente ameri-
cano.
Si el Ejército fuera un foco de corrupción, como muchos creen,
en una ciudad como Santiago, que es guarnición de tantos regimien-
tos, á diario tendríamos que presenciar espectáculos bochornosos da-
dos por los soldados, que son todos hombres jóvenes y los más pro-
pensos, por consiguiente, al estravío y al libertinaje. Por suerte, la
realidad es otra. Lo que más favorablemente impresiona á todos los
extranjeros que pisan nuestro suelo, es la actitud siempre correcta
y moderada de todo el personal de nuestro Ejército. Y esto no es solo
aquí. Por desgracia, no tengo á mano la estadística de la delincuen-
cia en todo el país; pero puedo citarles la de Valparaíso y Viña del
Mar, pueblos guarnecidos por tres regimientos. Los datos de la poli-
cía durante tres años, arrojan las siguientes cifras: sobre 76,689 delin-
cuentes hubo, entre otros, 20,285 gañanes y peones y solo 50 milita-
res. Lo que quiere decir que por cada 1,533 delincuentes, hubo un
solo militar.
Beneficios que hace al pueblo el Servicio Militar Obligatorio
Este es un punto muy digno de ser considerado con detención,

especialmente por el pueblo, por los obreros, por los que constituyen
la masa de la población.

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En un país como el nuestro, en que la instrucción pública está

tan atrasada y en que existe una proporción tan enorme de analfa-
betos, todo lo que tienda á difundir la instrucción, á desarrollar la
iniciativa y á cultivar la inteligencia, debe ser acogido con especial
agrado y secundado con estusiasmo por la masa popular, que es la
que más necesita de esas ventajas.
Y es necesario que ustedes se convenzan, de que tanto bien ha-
ce á los niños la escuela, como el cuartel á los jóvenes. En el cuartel,
no solo se enseña á los concriptos el servicio militar, sus deberes
para con la patria, y sus familias, sino que se les obliga á una
asistencia diaria á las escuelas de los regimientos, donde á cargo de
maestros titulados aprenden á leer el gran número de analfabetos,
que nos trae cada contingente.
Pero esto no es todo. La característica del servicio militar, es el
desarrollo de la iniciativa, y como esta, es la mejor gimnasia de la in-
teligencia, resulta que cada año de servicio militar devuelve á la na-
ción un contingente de jóvenes especialmente aptos, lo mismo para la
industria que para la agricultura.
El servicio de las armas exige á cada soldado un trabajo minu-
cioso y consciente, y por eso en el aprendizaje, la natural inteligen-
cia de nuestro pueblo adquiere un desarrollo digno de verdadera
admiración. Se le enseña al conscripto á razonar y á tomar en todo
caso la resolución más apropiada, según las circunstancias. Esta gim-
nasia de la inteligencia no la encuentra en el taller, donde la direc-
ción del trabajo localiza su actividad á una sola cosa, generalmente,
muy sencilla y en la cual solo se le pide una mecánica rapidez; no
la encuentra tampoco, en mucha mayor escala, en la agricultura, ni
en la minería, por la escasa variación de actividad que estas tareas
le exigen y de aquí nace la diferencia enorme que se nota entre un
hombre que ha hecho su servicio militar y otro que no ha salido del
campo ó del taller.
Los hábitos de órden y disciplina unidas al del trabajo hacen
de cada hombre un elemento precioso de progreso y le dan los me-
dios de luchar con ventaja, en cualquiera de los campos de la activi-
dad humana.
Apénas llega el recluta al cuartel se le asea, se le viste y se le
inicia en la instrucción con las primeras nociones del órden, de res-

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pecto al superior y de veneración á la patria. En conferencias dia-

rias, se les predica el amor al trabajo, á la familia y á la patria, se
le inculca el respeto á la autoridad y á la ley y se le explica en el
lenguaje más sencillo y comprensible, el papel que le corresponde
como ciudadano de un pueblo libre, que funda su prestigio y su pro-
greso en el respeto al derecho ageno, en la práctica del bien y en el
amor á la bandera.
En ese terreno virgen de muchachos de 20 años, es donde el
oficial, con una abnegación que nunca agradecerán lo bastante todos
los chilenos, hace su ignorada y patriótica labor de modelar al fu-
turo ciudadano, fundiéndolo en el crisol de la virtud y del tra-
bajo.
Las horas del soldado se distribuyen entre la gimnasia, que
le fortalece el cuerpo, la instrucción militar, que lo habilita para
defender á su patria, la escuela que lleva un rayo de luz á su
inteligencia dormida y las conferencias do moral, que encaminan
á su alma joven por el verdadero sendero del bien y de la espe-
ranza» (1).
Es un hecho que no admite duda, el de que el servicio militar
transforma completamente al individuo: físicamente lo hace más
fuerte, más vigoroso, moralmente, le da un cocepto claro de sus de-
beres para con la patria y con su familia, le señala el camino que
deben seguir los buenos ciudadanos é intelectualmente,saca de las
tinieblas de la ignorancia á un gran número de individuos jóvenes
hasta los cuales no había aún llegado el inapreciable beneficio del
saber leer y escribir. Y si á estos resultados se agregan el de asegu-
rar la defensa nacional, creo que sin exageración ninguna, puede
llegarse á la conclusión de que no existe institución que traiga al pais
tanto beneficios como la Institución Militar. A los que lo duden, se
les puede preguntar á quién debe Chile su independencia, á quien
debe sus riquesas, á quien su órden interior, el más sólido de toda
la América Latina, á quién su prestigio en el exterior, á quién el
puesto que ocupa en el contingente y á quién, en fin, los más altos
(1) Memoria para optar el grado de Licenciado en Leyes y Ciencia Politi-

cas,—Tellez 1910.

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ejemplos de heroísmo y abnegación; lo mismo, cuando se ha tratado

de defender el honor de nuestra bandera, que cuando un cataclismo
corno el del terremoto, puso á prueba el temple moral y la disciplina
del Ejército.
Y ustedes, señores, que soi los que constituís la masa de esa
institución, debéis ser sus mejores defensores y los primeros en
oponer á la obra perniciosa y desquiciadora del elemento anarquis-
ta, la barrera santa de nuestro patriotismo, de esa virtud que en-
carna los más caros sentimientos y persigue los más hermosos
ideales.
No os dejéis seducir por las falsas apariencias de osa doctrina
utópica, predicada por unos cuantos perversos é inconcientes. ¿Qué
haríamos sin patria, sin gobierno, sin leyes, sin autoridad y sin
fuerza para hacer respetar nuestros derechos? ¿Podría haber paz
sin autoridad que nos proteja contra los malvados, sin leyes que nos
garanticen el libre ejercicio de nuestros derechos, la educación de
nuestros hijos y la práctica y respeto de nuestras creencias? ¿Podría
haber progreso y bienestar, si el esfuerzo personal, si el trabajo ó la
inteligencia, no nos diera el derecho de hacer nuestro lo que hemos
fabricado ó lo que con nuestros esfuerzos hemos adquirido, si lo tu-
viéramos que compartir con los otros, aunque esos fueran unos hol-
gazanes ó malvados? ¿Y podría, en fin, existir la felicidad, esa
ardiente aspiración humana sin paz, sin seguridad, sin progreso ni
bienestar? Se podría comprender que si abrieran campo esas ideas
anarquistas, en países dominados por la tiranía, donde los pue-
blos son esclavos del soberano; pero aquí, en un país republi-
cano, donde todos somos ante la ley iguales, donde para todos
está abierto el camino, no tiene eso explicación, ni justificación
alguna.
Siempre será grande el país que tenga buenos ciudadanos y siem-
pre será próspero, libre y feliz el pueblo, cuyos hijos rinden culto á
Dios y á la patria, y obren solo al impulso del respeto al derecho á
las autoridades y á la ley.
Al terminar, quiero dirigirme especialmente, á las madres de fa-
milia, que hoy nos honran con su asistencia, para recordarles que á
ellas corresponde la tarea principal en la formación del ciudadano.
No solo comparte con el maestro de escuela la noble tarea de formar
el carácter y el corazón de los niños, sino que están llamadas á

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mantener en su hogar siempre viva la santa llama del amor á la pa-

tria y á la bandera. Las madres han tenido en todos los tiempos la
más decisiva influencia en la constitución, en el espíritu y en las
virtudes cívicas de los pueblos, y si saben hacer un uso inteligente
de las poderosas armas que la naturaleza ha puesto en sus manos,
el porvenir de la Patria estará asegurado: tendrán hijos sanos, hon-
rados y patriotas. Inculcad á vuestros hijos el culto por la patria y ha-
cedles entender que olla es la encarnación de todos nuestros afectos
y de todos nuestros deberes, criad los en el respeto á Dios y á las le-
yes y habréis formado el más sólido pedestal á la grandeza de la
Patria.
INDALICIO TELLEZ

LOS ASCENSOS MILITARES. AL MÁRJEN DE UN PROYECTO DEL COMANDANTE SEÑOR MONREAL (1920). Autor: GRL Vicente Ramírez O.
Al márjen de un proyecto del Comandante señor Monreal
1. — F E L I C I T A C I ON AL COMANDANTE MONREAL
El Teniente-Coronel don Enrique Monreal N.., nuestro distin-

guido compañero i amigo, actual Comandante de la Brigada de
Comunicaciones, publicó en el año 1916, siendo Comandante del
Rejimiento de Infantería Valdivia N. ° 8, un proyecto de lei de
ascensos en que insinúa la reforma de la leí vijente en nuestro
Ejército, entregando su estudio a la consideracion de sus cama-
radas.
Correspondiendo a este propósito, hemos leido este folleto con
el mas vivo interes profesional i con gusto enviamos a su autor una
sincera felicitacion por su concienzudo trabajo que revela paciente
estudio, meditacion i anhelo por mejorar el sistema de ascensos
en práctica, haciéndose eco de las justas aspiraciones del per-
sonal.
Su estudio aparece dividido en ocho párrafos, en los cuales pasa
revista a las principales cuestiones que afectan a los ascensos, lle-
XI—1920 MEMORIALII. —24

gando en la última parte a proponer un proyecto de lei bastante

completo, en el cual tienen cabilla algunas disposiciones que serian
mas propias de su reglamentacion.
2. — ASCENSOR POR RIGUROSA ANTIGÜEDAD, CON ELIMINACION
(Jomo resúmen de las detalladas observaciones que formula el

señor Comandante Monreal en su interesante estudio, llega a la con-
clusion de que el ascenso en nuestro. Ejército, debe concederse por
rigurosa antigüedad, eliminando al Oficial que no se considere digno
de ser promovido, tal como sucede en Alemania.
No estando de acuerdo con las conclusiones del autor, sentimos
que circunstancias del servicio nos impidan por el momento consig-
nar en detalle nuestras opiniones, limitando este escrito a una breve
esposicion de los motivos en que nos fundamos. Quizas mas tarde
podamos hacer un estudio mas prolijo.
Sin entrar al fondo de la cuestion debatida, adelantaremos la
observacion de que nos hace meditar la circunstancia de que el señor
Comandante Monreal desee implantar en nuestras prácticas de as-
censo, un sistema que ha podido dar buen resultado en Alemania,
cuando su gobierno estaba constituido en forma diferente, sin recor-
dar que el sistema democrático i republicano que informa el gobierno
de nuestro pais, hace impracticables los procedimientos vijentes en
Alemania, cuando su Emperador armado de suficiente poder e
inmenso prestijio, era el mejor esponente de sus instituciones mili-
tares, a las cuales miraba con paternal afecto. Es posible que hoi
la Alemania, convertida en República i una vez que consolide la
nueva forma de su gobierno, modifique sus prácticas de ascensos en
el Ejército, en armonía con el cambio que sufrirán todas sus institu-
ciones.
Anhelamos que se adopten para nuestra institucion militar los
progresos de otros Ejércitos en cuanto se avienen con nuestros usos,
costumbres i forma de gobierno, sin copiar testualmente lo que da
buen resultado en otros paises. El medio en que se debute nuestra
actividad, no es aparente para incorporar, sin mayores estudios, los
rejímenes de otros paises, aun cuando nos empujen el ardiente i
sincero propósito de imitar sus buenas disposiciones, seguramente
adecuadas a su medio i situacion. Las leyes i disposiciones que se

LOS ASCENSOS MILITARES 357
dicten al lejislar sobre un asunto de interes público, deben amoldarse

a la índole e idiosincracia de la colectividad a que se apliquen, sin
perjuicio que el amplio espíritu de reforma que impulsa a las corrien-
tes de opinion, se contemple a su debido tiempo, introduciendo las
modificaciones indispensables.
3. —LA LEI DE ASCENSOS DE 23-IX-1890
Nuestra lei de ascensos tiene cerca de treinta arlos de aplica-

cion i en este largo período de tiempo ha demostrado sus bondades
i defectos. Puede considerarse como un paso mui atrevido para la
época en que se aprobó al establecer—en forma limitada — el ascenso
por mérito, único sistema que contempla los intereses del servicio i de
¡a carrera del personal, cuando se practica con justicia i equidad,.
La experiencia, el mejor justificativo de toda la lejislacion, nos
continua que el propósito fundamental de esta lei al contemplar el
ascenso por mérito es bueno, conveniente i llamado a producir, en
bien del servicio militar, un saludable espíritu de emulacion i estí-
mulo en el personal. Debe mantenerse i perfeccionarse, ya que el
progreso del Ejército así lo exije, consultando el interes bien com-
prendido de sus instituciones i de toda la colectividad que lo sirve,
teniendo como única divisa el bien de la Patria.
Deber de todos los que vestimos el honroso uniforme de la
Patria, es representar, en forma respetuosa, los defectos que se per-
ciben en la lei de ascensos en ejercicio notables por el trascurso del
tiempo—a fin de que se elimine i se perfeccione, como lo requiere
esta importantísima institucion, en armonía con las elevadas aspira-
ciones de los miembros del Ejército que lo sirven con mas interes i
consagracion, con mayor espíritu de progreso i que representan—
como sucede en toda colectividad—la corriente avanzada de opinion
que desea hacer marchar con mas seguridad el carro militar a su
destino.
A nuestro juicio, la lei de ascensos de 1890 es buena, en jene-
ral, sin que dejemos de reconocer que adolece de vacíos i deficien-
cias que ya conviene remediar en conformidad a los anhelos de
reforma, que se desean para todas las ramas del servicio público,
entre las cuales, las instituciones armadas, de primordial importan-
cia, requieren que se dé a su personal medios adecuados para surjir,

358 MEMOIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE
consiguiendo así mayor eficacia en la actividad militar, que hoi, mas

que ayer, es necesaria a la vida tranquila i próspera del Estado, en
razon del espíritu disolvente que anima a las masas populares, llenas
de aspiraciones de todo jénero, sin el suficiente discernimiento de lo
que pueda exijirse con justicia i equidad; i ante la necesidad de estar
para hacer frente a futuros conflictos esteriores, a pesar de la Liga
de las Naciones i sus ideales de paz.
Los miembros del Ejército desean esta reforma para que surjan
los mejores, en buena lid i en forma correcta, tras el noble ideal de
sacrificarse abnegada i desinteresadamente por la Patria que, agra-
decida, les permite elevarse para servirla mejor i para defenderla,
con eficaz resultado, cuando llegue el caso de velar por su existencia,
o de hacer valer sus lejítimos derechos.
4. —VACÍOS DE LA LEI DE ASCENSOS DE 23-IX-1890 i DE LA LEI

DE 7-X-1898, QUE LA MODIFICA
Art. 2.° Establece el ascenso entre soldados i sarjentos l.os con

los únicos requisitos de saber leer i escribir i seis meses de servicio
en el empleo anterior.
Es evidente que siendo el suboficial el colaborador inmediato
del Oficial que permanece en todo momento en íntimo contacto con
la tropa i llamado a reemplazarlo en la paz i en la guerra, necesita
reunir un conjunto de condiciones físicas, intelectuales i morales,
muí superiores a la exijencia legal, que posibiliten su buen desem-
peño i que le permita elevarse al rango de Oficial, si sus aptitudes i
méritos le dan opcion a seguir ascendiendo en su carrera. A lo mé-
nos, un año de servicio efectivo en tropa, como soldado, Cabo 2.° i
Cabo 1.° i cuando ménos dos como Sarjento 2.° en las mismas condi-
ciones, seria conveniente exijir como tiempo de servicio mínimo.
Ademas conviene establecer un exámen con buen éxito, que versaría
sobre conocimientos jenerales i profesionales para juzgar sus aptitu-
des i capacidad, i obligarlos al estudio incesante durante toda su
carrera de Sub oficial. El ascenso a Sub-oficial, de civiles no meno-
res de 18 años, que posean tercer año de humanidades, debe supri-
mirse en la lei, por ser inconveniente, ante la imperiosa necesidad
de que los promovidos revelen ántes, por su servicio en los cuerpos
o en un curso de la Escuela de Sub-Oficiales, las condiciones de

carácter, espíritu militar, actividad, aplicacion al oficio i suficiente

capacidad, sin los cuales no puede actuar, con mediano éxito, en las
tropas, adonde ejercitará su actividad en el doble carácter de jefe i
de instructor de sus subordinados.
Art. 3.º En defecto de cadetes de la Escuela Militar pueden ser
nombrados Tenientes 2.os de Ejército:
1.° Los Sarjentos l.os con dos años de servicios, que provengan
de la Escuela de Sub-Oficiales o que hayan rendido exámenes de
jeografía, gramática, Historia de América i de Chile i tengan nocio-
nes de constitucion política;
2.° Los paisanos de 18 años, con exámenes rendidos para el
bachillerato.
Ambas disposiciones nos merecen serios reparos: Hai suma
conveniencia para el buen resultado del servicio del Ejército i pres-
tijio de la carrera del Oficial que su personal sea homojéneo i prepa-
rado especialmente en la Escuela Militar, en donde debe adquirir la
base teórica i práctica de los conocimientos jenerales i profesionales
requeridos por su accion eficaz frente a las tropas formando en ella
la segunda naturaleza que requiere la actividad militar.
Nos parece justo i equitativo que no se cierre la puerta del esca-
lafon de Oficiales a los buenos Sarjentos l.os que se forman en el
servicio práctico de las tropas, sea que provengan de la Escuela de
Sub Oficiales o de los continjentes que se llaman anualmente al ser-
vicio; pero estimamos que deben ingresar previamente, los que sean
aprobados en un exámen i posean conducta intachable, a un curso
de dos años en la Escuela Militar, a fin de que competen en ella sus
conocimientos jenerales i profesionales, con la estension que exijan
los programas que se adopten. Los que al fin de este curso obtengan
nota suficiente, serian ascendidos a Tenientes 2.os i los demas volve-
rían a sus cuerpos o serian licenciados.
En cuanto al nombramiento de Tenientes 2.os de los paisanos
de 18 años que acrediten los estudios del bachillerato, sin mas trá-
mite, el procedimiento es sencillamente inaceptable: lo ménos que
puede exijirse a esta clase de oponentes es que hagan un curso pre-
vio de aplicacion en la Escuela Militar durante un año, al fin del
cual serian promovidos los que obtuvieran nota suficiente de buena
conducta, de carácter, aplicacion, actividad, vocacion al servicio i

demas condiciones i aptitudes que posibiliten su buen desempeño

en la carrera que les espera.
Estimamos que el curso de un año para estos jóvenes es mui
corto tiempo de aprendizaje militar, siendo imposible que en tan
breve temporada escolar—salvo casos escepcionales—puedan adqui-
rir el sentimiento de la disciplina, el espíritu militar, el carácter espe-
cial que exijo el mando: en una palabra, no alcanza a modelarse su
personalidad hasta llegar a ser verdaderamente apto para el servicio
de las armas, el cual exije abnegacion i verdadero desinteres, a no
ser el mui elevado de capacitarse para el mejor servicio de la Patria,
cumpliendo noblemente los ideales de la profesion.
Aunque la preparacion jeneral de estos candidatos, a primera
vista, parece mui suficiente, so advierte que los conocimientos de
matemáticas i de algunos ramos de ciencias físicas, de aplicacion
especial en el arte militar, necesitan un mayor desarrollo que el obte-
nido en la instruccion secundaria i este ensancho estaría reservado
al curso de la Escuela Militar.
Art. 4.º Exije a los Tenientes 2.os tres años do servicios, de los
cuales dos en tropas para tenor derecho a ser ascendidos a Tenien-
tes l.os
Esta exijencia que la práctica ha demostrado ser escasa, en
cuanto al tiempo de servicio en tropas, sufrió una modificacion incon-
veniente al dictarse la lei N.° 1, 101, de 7-X-1898, la cual faculta—
en el ascenso por mérito—que los Tenientes 2.os puedan ser promo-
vidos con dos años de servicios, uno de los cuales debe ser en un
cuerpo de su arma.
Es conocido que al aprobar esta última lei se tuvo el sano propó-
sito de favorecer el ascenso de los Tenientes 2.os, sin tomar en cuenta
los graves inconvenientes que resultarían al servicio del Ejército al
promoverlos tan rápidamente, cuando aun no han tenido lugar ni
tiempo de adquirir la suficiente esperiencia, aptitud de mando i
demas condiciones que, en su grado i el siguiente, requiere la activi-
dad militar.
Si se aspira a mejorar el servicio del Ejército, si se desea since-
ramente asentar la carrera del Oficial, en base mas segura, se debe
reaccionar derogando sin demora la lei de 7-X-1898, que resulta mui
perjudicial a los intereses bien entendidos del servicio. Dos años de
permanencia en el grado en el ascenso por mérito, con obligacion de

servir uno en tropas, no bastan para considerar apto al Teniente 2.°,

conviniendo aumentar la exijencia a unos cuatro años, debiendo
servirse todo este tiempo en un cuerpo de su arma. Es completa-
mente inadmisible que en el grado de Teniente 2.° la lei permita
enterar una parte de su tiempo en oficinas o reparticiones ajenas al
manejo de tropas, única escuela esta última que forma verdadera-
mente al soldado, haciéndole adquirir carácter i actividad, que forti-
fica su dominio sobre ellas, cosas que no suministra el trabajo seden-
tario en oficinas.
El mayor tiempo que el Oficial permanezca en grados subalter-
nos, debe recibir compensacion reduciéndolo en los grados superio-
res. La práctica actual de conferir con rapidez el ascenso hasta el
grado de Capitan i con lentitud desesperante en los grados de Mayor
a Jeneral de Division, va contra los intereses verdaderos del servicio,
contra la carrera espedita del Oficial i contra los intereses del Fisco,
obligado a mantener a muchos Oficiales, casi la mayor parte de su
vida militar, en los grados superiores, que devengan los sueldos mas
elevados, sin proporcionales el aliciente i los: medios para que surjan,
en tiempo prudencial, los mejores i mas abnegados servidores de la
institucion.
Ademas, no bastan los cuatro años de servicios que insinuamos.
Es conveniente que un exámen teórico, verbal, escrito i práctico en"
el terreno, con buen resultado, sirva al Teniente 2.° como requisito
para el ascenso. El exámen del Teniente 1.º para Capitan ha sido
una exijencia provechosa cuyas bondades ha demostrado la esperien-
cia. Es ventajoso que se obligue al Teniente 2.º, como a todos los
demas grados do la jerarquía militar, a que abra sus libros, a que
perfecciona sus conocimientos, a que afirme su personalidad por
medio del estudio constante. Así irá mas seguro, avanzará con paso
mas firme en su carrera i cifrará su progreso, mas en sus méritos
reales que en su relativa antigüedad. El exámen, por mas que algu-
nos cantaradas lo desdeñen, estimulará al estudio i obligará a la ma-
yoría a emplear mejor el tiempo que el servicio práctico deja libre,
si es que esta dedicacion encuentra mas tarde el premio que merece
en la calificacion del ascenso con ventaja.
Art. 5.° La única objecion que este artículo nos merece es el
corto tiempo dé tres años que exijo al Teniente 1.° para ascender a
Capitan. La esperiencia ha comprobado hasta la saciedad el mal

resultado de los Capitanes de cinco años de servicios. Mucha parte

del malestar que se palpa en el servicio de las tropas, es debido a !a
inesperiencia i falta de aptitud de los jóvenes Capitanes llamados a
comandar las Compañías, Escuadrones i Baterías; i con frecuencia a
desempeñar funciones de Comandantes de Batallon i Grupo a falta
de los titulares.
Sin perjuicio de otras medidas llamadas a mejorar la situacion,
cabe proponer desde luego el aumento de tiempo do servicio, el cual
a nuestro juicio debe ser no menor de seis años, i la mitad de este
tiempo a lo ménos en tropas, pudiendo en el servicio del Teniente 1.º
ser comandado en cuerpos de arma distinta a la suya, en las Escue-
las de Aplicacion. Este período de seis años podría dividirse en dos:
uno para Tenientes l.os con tres años, que disfrutaría la renta de su
grado, i el segundo para Tenientes l.os con mas de tres años, que
tendría un aumento en el sueldo.
El exámen que establece el artículo 5.° debe conservarse i per-
fecciona! se en el sentido de hacerlo oral, por escrito i práctico en el
terreno, resolviendo tareas que dejen la conviccion que el futuro
Capitan sabrá mandar a su Compañía, Escuadron o Batería, orien-
tar la instruccion i educacion de sus hombres i administrar sus
valores con verdadera aptitud i conciencia de sus responsabili-
dades.
Entendemos, segun la esperiencia que hemos adquirido en el
servicio del Ejército desde que salimos de la Escuela Militar, que los
Oficiales subalternos no deben servir un tiempo menor de diez años
ántes de ser Capitanes. Este tiempo, con buena escuela de servicio,
parece suficiente para que los Tenientes l.os se hallen capacitados
para desempeñar con éxito las funciones mas fructíferas i prestijiosas
de Comandantes de las Unidades fundamentales i las demas anexas a
este grado. Sentiríamos que algunos Tenientes en actual servicio no
estimaran, como es debido, estas observaciones dictadas únicamente
por el mas vivo i puro interes profesional, considerando el atraso que
pudiera resultarles en el primer tiempo, lo recuperarían con creces
en los grados superiores, haciendo con mas seguridad i preparacion
la etapa de sus ascensos en el rango de Oficiales Superiores i Jene-
rales.
Art. 6.° El ascenso a Mayor o Teniente-Coronel requiere cuatro
años de servicios en el empleo inferior, debiendo haber sido uno de

estos años en tropas, para obtener el empleo de Mayor. De modo

que, segun este artículo, el Capitan está obligado a servir un año en
tropas i los otros tres bien puede enterarlos en cualquiera reparticion
militar o civil, sirviéndole aun la disponibilidad en que no presta
servicios efectivos.
Nosotros pensamos que el servicio del Capitan no debe ser me-
nor de seis años, de los cuales los tres primeros debe servirlos como
Comandante de Compañía, Escuadron o Batería en un cuerpo de su
arma, pudiendo despues de este tiempo ingresar a la Academia de
Guerra, Estado Mayor u otras reparticiones militares. Despues de
tres i seis años el sueldo se aumentaría en cierta proporcion, pudien-
do llegar hasta servir doce años en el grado, despues de cuyo tiempo
seria eliminado del Ejército si la leí de retiro forzoso no lo hubiera
comprendido.
Naturalmente el Capitan no ascendería a Mayor sin haber demos-
trado en exámen verbal, escrito i práctico en el terreno, mandando
la unidad correspondiente, que se encuentra capacitado para ingre-
sar a la categoría de Oficial Superior. Hoi ascienden los Capitanes
sin que los Reglamentos los obliguen i estimulen al estudio. A la
jeneralidad les basta recomendarse medianamente en el servicio que
les toca desempeñar, siendo humano que opten muchos, por como-
didad, a la funcion sedentaria que, en jeneral, no mejora las facul-
tades ni desarrolla las aptitudes militares i sí las hace desmerecer a
veces.
El ascenso de Mayor a Teniente-Coronel no tiene, segun la lei,
mas exijencia que cuatro años de permanencia en el grado de Mayor,
sin obligarle al servicio en tropas, lo que constituye una lamentable
i grave deficiencia. De los cuatro años, que estimamos buen tiempo,
por lo menos dos debe servirlos como Jefe de Batallon o Grupo,
estando obligado a demostrar por medio de exámenes que posee las
condiciones que exije el Comando de un Rejimiento. El Mayor no
debe mandar Rejimiento; cuando mas deberia suplir accidentalmente
al Comandante titular, en ausencia o enfermedad. Antes de este-
tiempo, conviene que mande su Batallon o Grupo, en cuya escuela
debe capacitarse para el desempeño de la unidad superior.
Art. 7.° Para ascender a Coronel se necesita ser cuatro años
Teniente-Coronel.
Como se ve, hai en este artículo graves deficiencias, cuyos incon-

venientes saltan a primera vista. Desde luego no obliga al servicio

en tropas, lo que parece una grave anomalía. Tampoco se estimula
al Teniente-Coronel para que estudie, para que trate de mejorar su
bagaje intelectual, para que afirme su personalidad. La lei ha dejado
plena i absoluta libertad al Teniente-Coronel. Talvez el lejislador
creyó que el militar, por entusiasmo profesional i vocacion al oficio
trata lia de perfeccionarse, mejorando sus facultades físicas, intelec-
tuales i morales, incrementando dia a dia sus capacidades, consoli-
dando su situacion moral i social; en una palabra, progresando en
toda la línea, para servir mejor el noble ideal de su carrera.
Si así hubiera sucedido, querria decir que el lejislador olvidó
que el militar es un sér semejante a los demas, i que en el campo de
su actividad necesita que se le obligue i estimule al trabajo, que
levante i enaltezca las ideas profesionales;
Hai, pues, que obligar a que el Teniente-Coronel sirva, cuando
ménos, tres de los cuatro años de su permanencia en el grado, man-
dando un Rejimiento de su arma; i que, por accidente, despues de
este lapso de tiempo mande Brigada, puesto a que no debe optar por
ser una funcion que corresponde al grado superior.
Tambien el Teniente-Coronel debe, rindiendo pruebas, acreditar
que se encuentra capacitado para el empleo superior. El rango de
Brigadier exije mayores condiciones militares i, por consiguiente,
debe estimularse al estudio incesante i entonar el mérito de los
Tenientes Coroneles para que nuestro Ejército tenga a su tiempo
verdaderos Comandantes de Unidades Combinadas.
Art. 8.º Exije cuatro años de servicios al Coronel para ascender
a Jeneral de Brigada.
Aquí se nota un vacío de importancia al no exijir al Coronel
mas que permanencia en el grado sin ningun requisito especial.
Pediríamos que al Coronel se exijieran tres años do servicios, dos de
los cuales serian, con buen éxito, como Jefe de una Brigada, debien-
do encontrarse en la instruccion completa de dos continjentes anua-
les. Tambien al Coronel hai que exijirle que demuestre su capacidad
para optar al Jeneralato. No vemos en qué pueda ajarse la conside-
racion i respeto que se deba al grado de Coronel, si los reglamentos
nos exijen mañana que nos sometamos a las exijencias que son nece-
sarias para demostrar que poseemos la suficiente capacidad militar.
El procedimiento no es denigrante i al contrario, parece mui conve-

niente, ya que producirá anhelo por el estudio, ya que se mirará con

mas valía a los que traten de sobresalir por su trabajo en bien de la
profesion.
Art. 9.° Para ascender a Jeneral de Division, se requiere ser
Jeneral de Brigada.
Tambien se ve que aquí faltan requisitos i que la lei ha sido
demasiado benévola i jenerosa, sin que en la práctica se haya presen-
tado la ocasion de poner en ejecucion este artículo, con ese único
requisito.
Nos parece que dos años de servicio de mando, con buen resul-
tado, de una Brigada Combinada, cuando existen, o de una Division,
haber mandudo con éxito en dos maniobras i presentar una memoria
sobre un asunto de servicio que estime de provecho la Superioridad
Militar, serian buenas exijencias para que el Jeneral de Brigada pueda
optar al Jeneralato de Division.
Art. 10. — Reduce a la mitad la permanencia en los grados en
tiempo de guerra sin perjuicio de los ascensos que pueda conferir
el Presidente de la República en el campo de batalla o por accion
distinguida. Nos parece que este artículo podría reformarse en el
sentido de entregar al Presidente de ¡a República la facultad de
otorgar los ascensos, desde que se movilice el ejército conforme a las
necesidades del servicio. Esta latitud es conveniente para no entra-
bar la organizacion o mando de las unidades que exije la marcha de
la guerra.
Art. 11. —Su primera parte no merece observacion. No sucede
lo mismo con los números 1.° i 2.° de la segunda parte en que esta-
blece el ascenso por mérito reservando una tercera parte en los em-
pleos de tenientes 1.os i Capitanes i dos tercios en los grados de Ma-
yores o Tenientes Coroneles.
En primer lugar, llama la atencion que la lei no dijera nada
respecto a los ascensos de Coroneles i Jenerales de Brigada en cuan-
to a la promocion con ventaja.
Esta libertad absoluta en que la lei dejó al gobierno en cuanto
a los ascensos de Coroneles i Jenerales de Brigada, es posible que
se quiera esplicar por la intervencion que la Constitucion dá al se-
nado o Comision Conservadora en los ascensos de Coroneles i Je-
nerales.
Si este hubiese sido el motivo principal, nosotros pensamos

que en nada se menoscaba la facultad del Congreso — en la forma

establecida—para que ejercite la facultad de aprobar o negar su
consentimiento, en los ascensos que le presente el Gobierno; i bien
puede la lei establecer que estos ascensos se conferirán únicamente
al mérito bien comprobado.
En el silencio absoluto de la lei de ascensos de 23-IX-1890, en
cuanto a la promocion con ventaja de los Coroneles i Jenerales de
Brigada, bien ha hecho el Gobierno en resolver la cuestion, segun
lo establece el D/S. P. 1 N.° 215 de 9-II-920, al ordenar que, en
adelante, se atienda únicamente al mérito para lo cual se formaron
anualmente las listas de seleccion de Tenientes-Coroneles, Coroneles
i Jenerales de Brigada.
Como esta medida del Gobierno, tomada despues de cerca de
treinta años de aplicacion de la lei de ascensos vijente, responde a
las necesidades del servicio, al porvenir i estímulo en la carrera del
oficial i ha sido recibida por el Ejército con verdadera satisfaccion,
representado por la inmensa mayoría de los oficiales, es justo que
en esta oportunidad, tributemos a don Jerman Riesco, ex-Ministro
de Guerra que la dictó, nuestro caluroso aplauso i sincero reconoci-
miento por esta medida que le ha granjeado la gratitud del Ejército,
por lo ménos de aquella numerosa falanje de oficiales de todos los
grados que desea surjir por su bueno i no por su excesiva paciencia
esperando que el ascenso le venga segun el turno que la práctica
habia establecido.
Esta medida debe conservarse i cumplirse estrictamente, como
ya lo fué en las últimas calificaciones, porque es justa, equitativa,
conveniente, provechosa al personal del Ejército, porque estimulará
al estudio a todos sus miembros; porque estos sabrán que ya no bas-
tará solamente existir en el escalafon, contemporizando en el sosie-
go, jeneralmente del servicio de oficinas, la vida militar; sabiendo
que haga mas o haga ménos en bien del servicio, de todas maneras
en llegándole su turno, estaba seguro de ser promovido a los mas
altos grados de la jerarquía militar. El D/S. a que nos referimos i
que en los corrillos militares, ha sido impugnado por algunos com-
pañeros que se creen perjudicados, no va contra nadie que desee
progresar demostrando amor al servicio, aplicacion constante i con-
diciones físicas, intelectuales i morales, que acrediten su personali-
dad como digno de figurar en los mas altos puestos militares.

El ascenso por mérito en forma limitada, en los grados de Te-

nientes 1.° a Teniente Coronel, lo estimamos inconveniente al ser-
vicio. Si toda funcion pública debe ser desempeñada por los mas
idóneos, no se comprende la razon que habría para que escapara de
esta regla el servicio militar el mus complejo i delicado, por su tras-
cendencia, en la vida del Estado. Nosotros creemos que todos los
ascensos militares debe concederse a los mas capacitados, sin que
dejemos de reconocer de que la antigüedad es uno de loe méritos
que deben tomarse en cuenta, cuando va acompañada de otras con-
diciones de primera importancia en la exijencia del servicio militar.
Es mui evidente que la antigüedad por si sola, no capacita al indi-
viduo para desempeñar cumplidamente sus funciones i menos to-
davia cuando aventaja por corto tiempo. A nadie se le ocurrirá sos-
tener que entre dos oficiales: uno que manifiesta caracter i capacidad
militar, fronte a otro mas antiguo i careciendo de éstas condiciones,
hubiera no obstante este último de ser preferido en el ascenso.
En el único grado de ascenso por rigurosa antigüedad que no
presenta mayores inconvenientes es en el de Tenientes 2.° a Tenientes
1.°, por cuanto las funciones de estos grados aparecen corno meros
auxiliares del Comandante de Compañía, Escuadron o Batería i por-
que su juventud aun no permite valorar su mérito en condiciones de-
finitivas. Sin embargo, aun en este grado, no descubrimos la sufi-
ciente razon, para ascender al oficial sin tomar en cuenta su mérito
verdadero que lo viene manifestando desde la Escuela Militar, i para
alistarle el estímulo i aliciente que necesita desde que ingresa al
Ejército. Si ya en la Escuela Militar, hubo necesidad de distinguir
a los mas idóneos con los puestos de Brigadieres, que los hace apa-
recer como superiores a sus compañeros ¿qué fundamento serio se
presentaría, siendo ya oficiales, para negarles el ascenso con venta-
ja que solo perjudica a los oficiales de mala conducta, flojos, des-
cuidados i que no manifiestan por la carrera que han abrazado, tai-
vez por sujestion interesada de su familias, el suficiente interés?
El ascenso por antiguedad frente al ascenso por mérito tiene
un grave inconveniente: permite a muchos Oficiales estar seguros de
alcanzarlo sin afanarse por obtener por su trabajo i esfuerzo perso-
nal, mayores recomendaciones que prestijien sus servicios i su in-
terés por el Ejército. Se ha visto que muchos Oficiales se dejan es-
tar; i que, aun disponibles por antecedentes que menoscababan su

368 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE
prestijio i conducta funcionaría, han sido promovidos al grado su-

perior. Les tocaba su turno i con arreglo a la lei, que reserva una
cierta proporcion de vacantes a los mas antiguos, tenían derecho al
ascenso, i lo obtuvieron con perjuicio del servicio.
Nos parece muí conveniente al buen servicio del Ejército i a la
carrera del oficial que todos los ascensos se concedan únicamente por
méritos i que se procure, a fin de evitar posibles errores o abusos en
la calificacion, que estas se reglamenten mejor, de tal manera que
las buenas recomendaciones favorezcan a los mas capaces, aprecia-
das sus aptitudes físicas, intelectuales i morales, en cierto grado so-
bresaliente.
Art. 12. —Ordena que los Oficiales desde Tenientes 2.° a Te-
niente Coronel sean distribuidos en las armas de Infantería, Caba-
llería, Artillería e Injenieros. Los Zapadores figurarán en Infantería.
Este artículo ha comprobado en la práctica que la proporcionalidad
de las armas está sujeta no solamente a las necesidades reales del
Ejército, en cuanto a la distribucion del personal de oficiales en las
distintas armas, sino tambien a las influencias que hacen valer los
interesados en obtener modificaciones de planta de los respectivos
escalafones que favorecen sus ascensos Perdida la justa proporcio-
nalidad, deben establecerse con el tiempo, saliendo perjudicado el
personal de oficiales de menor categoría que ve retardadas sus es-
pectativas de ascenso. La ultima nivelacion decrelada por D/S. P. 1.
N.° 20 de 9. i. 920 i que lleva la firma del ex-Ministro de Guerra
señor Riesco, a quien el Ejército, debe agradecerle este servicio,
consulta una sentida i verdadera necesidad creada por las alteracio-
nes sucesivas que se habian introducido en la práctica.
Para evitar la repeticion de nuevos decretos que modifiquen la
planta establecida por esta última disposicion, fáciles de conseguir
en nuestra administracion militar, convendría que se fijara en la lei,
el porcentaje calculado para los escalafones. Asi los cambios en fa-
vor de intereses determinado, serian mas difíciles de conseguir, i ellas
deberían verificarse por la lei, cuya tramitacion laboriosa garantiza-
ría una mayor duracion de la planta fijada, hasta que la sufiente
esperiencia, en vista de nuevas situaciones, aconsejara alterar la pro-
porcionalidad vijente.
Los Zapadores figurarian en el escalafon de Injenieros como se
establece en el último decreto.

Art. 13. —Autoriza a los oficiales para cambiar de escalafon.

Conviene modificarlo en el sentido de un exámen prefesional, sin
referirse a los estudios de la Escuela Militar ya que todos los oficia-
les se educan en ella segun un programa comun i que, el ultimo año
de aplicacion no basta para constituir la especialidad del arma.
Quizas en adelante sea mus fácil este exámen, tomando en cuenta
el servicio que podran hacer los oficiales subalternos en cuerpos de
armas distintas a la suya como ya está sucediendo.
Art. 14. —Suprime los grados, A nuestro entender esta medida
responde a una consecuencia del servicio i debe mantenerse esta
disposicion. Para obviar los inconvenientes que orijinan las poster-
gaciones en cuanto a la antiguedad, existe la lei N.° 2556 de 16-IX-
911, le recuperacion que salva la dificultad. Establecido a firme el
porcentaje legal de los diversos escalafones, los pocos casos de pos-
tergacion que se produzcan, encontrarían en las calificaciones anua-
les medios de establecer la proporcionalidad en aquellas armas en
que hubiera oficiales postergados.
Art. 15. —Suprimida la Guardia Nacional debe cumplirse el
procedimiento que indique el plan de movilizacion, como norma le-
gal, para la incorporacion, ascenso i retiro de los oficiales reser-
vistas..
5. —LA CARRERA DEL OFICIAL DESDE LOS PUNTOS DE VISTA DEL BUEN
SERVICIO MILITAR, PORVENIR Y BIENESTAR DEL PERSONAL
Para que el individuo que viste el honroso i brillante uniforme

de la Patria, satisfaga cumplidamente los ideales del servicio del
Ejército, es menester exijirle que llene múltiples condiciones, lo que
obliga, en primer lugar, a una buena seleccion entre loa candidatos
a la Escuela Militar, único plantel del Ejército que estaria llamado
a formar el cuerpo de oficiales. Elejidos los futuros alumnos entre
los oponentes que, comprobando buena constitucion física, conducta
intachable, suficientes conocimientos jenerales, vocacion natural i
carácter, acreditado por su comportamiento en los colejios donde
han hecho sus estudios, se presenta en seguida, la imperiosa necesi-
dad de instruir i educar a estos jóvenes, de modo que se desarrolle
ampliamente su espíritu militar, el afecto sin límites por su profe-
sion, los conocimientos jenerales i técnicos del arte militar, su desin-

teres i abnegacion para servir a su Patria hasta sacrificar la vida

cuando la salud, el honor e intereses del Estado lo pidan. Es notorio
que en los últimos años, la Escuela Militar, no ha respondido del
todo a estas exijencias, pues las últimas jeneraciones de oficiales,
dejan bastante que desear por su deficiente preparacion i escaso sen-
timiento profesional. Por fortuna al presente, se procura remediar,
estos graves vacíos i nosotros tenemos confianza en el celo i mani-
fiesto interes que demuestran sus actuales directores i los oficiales
que secundan su labor.
Incorporado al Ejército el nuevo Teniente 2.°, llevando el pres-
tijio de sus buenos resultados, como alumno de la Escuela, entre los
cuales sobresalen su carácter militar, su actividad funcionaría, su
amor al oficio i su manifiesta aplicacion, el jóven oficial, debe encon-
trar al llegar a su rejimiento un ambiente propicio, un medio que se
aproxime al ideal formado—lo que hoi dista mucho de la realidad—
i una suficiente estabilidad para que su accion continuada forme su
escuela de servicio, discipline sus hábitos i adquiera por la esperien-
cia el criterio i el dominio que requiere la accion eficiente en la vida
militar.
Con sinceridad i guiados del mejor espíritu, anotamos que estas
necesarias exijencias, no se cumplen en la práctica con el rigor de-
seado, por descuido, relativo abandono o excesiva libertad de que
gozan los jóvenes oficiales, muchos de los cuales se malogran en los
primeros años de su carrera, con gravísimo perjuicio del Ejército
que no los aprovecha como es debido, de los intereses fiscales i del
mejor porvenir que era de esperar para los caidos en desgracia. Hai
pues imperiosa necesidad de asegurar, junto con la permanencia en
servicio de tropa de los jóvenes oficiales, la mejor escuela de servicio
que modelará su personalidad, que les permitirá formar su criterio i
adquirir las condiciones de mando que exije el manejo de las tropas,
sin ese vaiven que caracteriza el movimiento actual. Ya en posesion
de los grados de Teniente 1.° o de Capitan, i despues de hacer su
servicio en tropas durante el tiempo necesario, podrían optar a su
ingreso a las escuelas de aplicacion, Academia de Guerra, Estado
Mayor Jeneral, Direccion del Material de Guerra, etc. Estimamos
que se irroga un grave daño al servicio i a los jóvenes oficiales re.
cien salidos de la Escuela Militar, con mandarlos a escuelas de aplí-

cacion antes de haber servido en tropas hasta adquirir la prepara-

cion necesaria.
Para que el servicio de los tenientes resulte fructífero en el gra-
do necesario, es indispensable que los jóvenes oficiales encuentren
en su Tejimiento suficiente ocupacion i estímulo para el estudio a fin
de que éste i el constante trabajo, perfeccionen todas sus facultades.
Los anhelos, los nobles afanes, las justas aspiraciones de los mas
entusiastas e idóneos, deben encontrar suficiente recompensa en el
avance de su carrera. Sin producir un noble aliciente a los que se
esmeran en distinguirse, por méritos propios, reconocidos por supe-
riores i camaradas, jamas resultarán cumplidos los ideales de la pro-
fesion, por cuanto el ser humano, en todas las manifestaciones de
sus actividades, necesita sentirse satisfecho, i asimismo el reconoci-
miento de todo aquello que emula sus actos. Para decirlo todo en
pocas palabras, el cumplimiento del ideal profesional, aparte de otros
factores que influyen en su consecucion, requiere que los militares
hallen, en el campo de su actividad profesional, asegurado el noble
esfuerzo de surjir por la consagracion al servicio de todas sus facul-
tades, obteniendo a tiempo los nuevos empleos i colocaciones que
marcan el progreso de su carrera.
Naturalmente el porvenir de la carrera i el bienestar del perso-
nal de oficiales, no dependen solamente de una buena lei de ascen-
sos que estimule el espíritu de trabajo, que desarrolle el noble em-
pello de surjir por sus cabales, que impulse al estudio perseverante
del arte militar cada vez mas complejo, que asiente en base inamovi-
ble la abnegacion que requiere el servicio, está ligado tambien ín-
timamente a la accion justa i equitativa del Estado, el cual debe
conceder al funcionario militar la renta suficiente para los meneste-
res de la vida, comenzando por la cóngrua del funcionario público,
especialmente de los que están obligados, como los militares, a em-
plear todas sus actividades, enerjías i todo su tiempo en beneficio de
la colectividad. El sueldo del militar, como el de todo servidor pú-
blico, debe calcularse tomando en cuenta primeramente el mínimo
que requiere la satisfaccion de las necesidades materiales i en se-
gundo término, el aumento proporcional que justifica la importancia
del cargo i el decoro con que deben desempeñarse las funciones mi-
litares. Si estas exijencias, no pueden cumplirse satisfactoriamente

con todo el tren de empleados de la Nacion, por escasez del erario

público, no queda otro arbitrio razonable que disminuir su número
poco a poco, sin grave perjuicio de los interesados a fin de poder
rentar, como es debido, a los que continúen sirviendo al Pais. Es
inaceptable la oposicion de algunas personas al aumento de sueldos
que se impone. Si el Fisco no tiene rentas suficientes, habrá que ar-
bitrarlas haciendo que todos concurran a su incremento en propor-
cion a sus haberes.
El. empleado público que recibe un sueldo i el obrero que gana
un salario no pueden ser responsables de que exista un circulante
que cambia de valor diariamente; de que se aprovechen de esta si-
tuacion los especuladores para inflar los precios mas de lo justo; de
que el pais no produzca en la proporcion conveniente; de que la in-
inversion de los caudales públicos no rinda el provecho que podría
esperarse; de que el trabajo no se desarrolle en la forma tranquila;
de que no exista la necesaria armonía entre el patron i el obrero i
otra serie de males que seria prolijo enumerar. Los militares, como
buenos ciudadanos que se interesan por la cosa pública, lamentan
estas calamidades i esperan confiados en que el buen sentido de los
hombres dirijentes del Pais, habrá de producir, mas tarde o mas
temprano, la evolucion que ya se aproxima.
Es útil agregar, de acuerdo con la justicia i equidad, que es de
manifiesta conveniencia para el buen servicio del Estado que se for-
me de una vez el escalafon jeneral de todos los empleados de la ad-
ministracion pública, que se equiparen sus categorías i que se estu-
die i determine una escala de sueldos de valor intrínseco fijo en rela-
cion con la importancia de las funciones. Dentro de esta equivalencia
i escala de remuneraciones, los funcionarios de la misma categoría
gozarían sueldos idénticos i no como sucede ahora que los gremios
mas influyentes encuentran apoyo para sus justas peticiones i los
demas son olvidados i poco ménos que sucumben de escasez i de
miseria.
Una buena lei de escensos que estimule al personal a distin-
guirse i una renta suficiente para sufragar sus gastos, no son las úni-
cas cosas que hacen falta para mejorar eficazmente el servicio mili-
tar, la carrera i el bienestar del personal. Hai otros factores intere-
santes como ser: la mayor estabilidad en todos los puestos, necesaria
para el desempeño correcto de todas las funciones sean éstas en tro-

pas, en el servicio de oficinas u otras actividades militares, el destino

de los mas idóneos i de capacidad acreditada a los puestos de mas
importancia; la imperiosa necesidad que cada oficial desempeñe las
funciones de su grado. Es perjudicial al servicio que los tenientes
manden las compañías, escuadrones o baterías, los capitanes los ba-
tallones i grupos, los mayores los rejimientos, los tenientes-coroneles
las brigadas i los coroneles las divisiones. Otro tanto puede decirse
de las reparticiones militares cuya jerarquía se compara a los coman-
dos de tropa. Con este sistema tan inconveniente no se establece la
verdadera jerarquía del servicio ni el mando se ejecuta con el rigor
necesario aparte de otros males que jenera esta situacion.
Los oficiales al tomar el mando de sus unidades, se encuentran con
efectivos tan reducidos que realmente su escuela de servicio i de tra-
bajo, no puede recibir el desarrollo i amplitud necesarias ya que falta
la vista objetiva del terreno que ocuparían los mayores efectivos. Los
efectivos de paz no ofrecen, en su manejo, las dificultades inheren-
tes a una moyor dotacion. En la práctica, se halla el teniente man
dando el peloton, el capitan la compañía, escuadron o batería, el ma-
yor el batallon o grupo, el teniente-coronel el Tejimiento i el coronel
la brigada con efectivos tan pequeños que es difícil practicar una
escuela de servicio i mando como serian de exijir i la mayor parte
de la actividad de los que gobiernan las unidades, se reduce a fun-
ciones administrativas. Un aumento del continjente anual permiti-
ría salvar esta grave deficiencia. Si las compañías, escuadrones i ba-
terías, recibieran un aumento en proporcion a las necesidades de la
instruccion i de la escuela de servicio, estamos seguros que desapa-
recerían rápidamente muchos de los defectos anotados. El aumento
del continjente permitiría tambien dar vida a los batallones de in-
fantería i a los Rejimientos de artillería i caballería que establece el
Reglamento D. P. 4 i que completaría la organizacion actual. Ade-
mas convendria organizar las brigadas combinadas que serian las
unidades tácticas llamadas a servir de matulo intermediario entre la
brigada simple i la division i tambien para dar conveniente empleo
a los Jenerales de Brigada i a falta de éstos a los coroneles antiguos
con requisitos para el ascenso. La creacion de la brigada combinada
sobre la base de las ocho brigadas de infantería, debería hacerse sin
perjuicio de la existencia de las brigadas simples que estimamos ne-
cesario mantener par muchas razones de buen servicio. Aunque so-

bre este asunto, no existe uniformidad de opiniones en el Ejército,

nosotros esperamos confiados que el porvenir demostrará con mas
evidencia la necesidad de que exista en la paz, esta unidad prevista
en el R. N.° 38.
Se impone tambien el aumento de planta de algunos grados cu-
ya dotacion de oficiales no alcanza para satisfacer las necesidades de
ocupar los puestos con los titulares que designan los reglamentos.
La mejor situacion de los militares en la sociedad i entre las
clases dirijentes, es otro factor que debe tomarse mui en cuenta para
mejorar la carrera del oficial. En este sentido lo que influirá mas rá-
pidamente para prestijiar al Ejército es que se remunere a sus miem-
bros con jenerosidad. Tan pronto esto suceda, se verá el fenómeno
mui natural de que acudirán a llenar sus cuadros los mejores ele-
mentos del pais. Si a esta ventaja material se agrega el precioso estí-
mulo de reconocer el mérito verdadero sobre todos los demas ante-
cedentes que influyan en la carrera del oficial, obtendremos el pro-
greso rápido de todas las instituciones militares. Con los emolumen-
tos actuales i el enorme costo de la vida, siempre en rápido aumento,
es imposible, que el militar que no tiene otros recursos, pueda hacer
vida intensa social, que se presente a todos los centros de reunion
con la seguridad que dan los medios de poder retribuir las atencio-
nes que surjen del roce con los demas. La mayoría de los oficiales,
hace actualmente vida retraída de los lugares en que se congregan
los mejores elementos sociales por la insuficiencia de su renta, de-
biendo acomodarse modestamente, a fin de no contraer mayores com-
promisos. Se comprende entónces que en nuestros círculos sociales i
dirijentes apénas se conozca a nuestros oficiales i los mas conocidos
lo son por anteriores relaciones, lo que no deja de tener sus graves
inconvenientes en vista del necesario contacto que debe existir entre
los militares i las distintas clases sociales, a fin de que todos los ciu-
dadanos, el dia que amenace el peligro de la guerra, conozcan i ten-
gan confianza en las aptitudes i capacidades de los que tomarán so-
bre sus hombros la gravísima responsabilidad del honor i salud de
la Patria.
Si lo espresado anteriormente, tiene mucha importancia al medi-
tar sobre los medios i recursos que pueden arbitrarse para mejorar
la carrera del oficial, hai que decir que el ascenso oportuno jamas
podrá obtenerse si no existe en el escalafon, el movimiento que se

requiere. Sin vacantes en el número suficiente es una utopía pensar

en que la carrera tenga los avance que exija el mejor servicio del
Ejército, condicion que prima sobre la conveniencia del individuo.
La renovacion constante de los escalafones, debe arbitrarse por me-
dios directos e indirectos que producirá los huecos deseados.
6. —CONDICIONES QUE DEBE LLENAR UNA BUENA LEI DE ASCENSOS
Se infiere fácilmente, de lo que llevamos dicho, que una lei de

ascensos militares, para que resulte eficiente a los fines del servicio
del Ejército i contemple las justas aspiraciones del personal que de-
sea surjir correctamente, debe reunir un conjunto de condiciones,
cuya ejecucion no esté sujeta a los vaivenes de los intereses de cír-
culos, del personal que emplea recursos estrados para obtener bue-
nas colocaciones i ascensos con ventaja, no siempre bien justificados.
Entre estas condiciones anotamos las siguientes:
1. —El ascenso debe ser lento hasta el grado de Mayor i mas
rápido en los grados superiores, cosa que hoi está completamente in-
vertida en nuestras prácticas militares.
2. —Ningun empleado militar debe ascender al grado superior
sin haber mandado o servido con éxito, durante un tiempo suficien-
te, la unidad de tropa o reparticion que le corresponda. Esta exijen-
cia debe comprender todo el tiempo del grado de los Tenientes 2. o s
i para los demas grados irá disminuyendo en la forma que espusi-
mos en el número 5 de estas reflexiones.
3. —Todos los militares, deben permanecer un tiempo mínimo
en cada grado, dejando al Presidente de la República la facultad de
conferir los ascensos, en tiempo de guerra sin sujetarse a esta regla,
desde que se decrete la movilizacion, segun lo exijan las necesidades
militares.
4. —La lei debe obligar a todos los militares por medios directos
o indirectos a que abran sus libros, a que estudien sin interrupcion
el arte militar, consignando requisitos de promocion en los diversos
grados. Este procedimiento no presenta inconvenientes i no vemos
la dificultad para establecer, con toda amplitud, el exámen que rije
actualmente del Teniente 1.° para ascender a Capitan, cuyos bue-
nos resultados, son bien conocidos.

5. —La lei establecería el ascenso únicamente por mérito. No

vemos la conveniencia de mantener reservados para la mayor anti-
güedad una parte de las vacantes a fin de premiar a los que se dejan
estar. ¿Para qué se apurarían, sabiendo que llegándoles su turno
serán promovidos? El interes bien entendido de todos reclama que
los ascensos se concedan esclusivamente al mérito bien establecido.
En el Ejército como en todos los demas servicios públicos, una salu-
dable emulacion, debe permitir que sobresalgan los mejor dotados i
cuya manifiesta aplicacion i actividad los hace dignos de la conside-
racion jeneral.
6. —La lei repartiría el personal de oficiales asignando a las dis-
tintas armas la proporcion correspondiente.
Hoi la Infantería, arma principal del Ejército, está supeditada
por otras armas sin razon que lo justifique. No pedimos mayores
ventaja? para la Infantería sino las que son justas en vista de las
esperiencias de la guerra europea cuyo porcentaje de 70% de bajas
correspondió a esta arma:
7. —Debe establecerse como norma legal que cada grado servirá
el empleo correspondiente, salvo circunstancias estraordinarias, en
que por fuerza mayor, no pueda nombrarse el grado titular.
8. —Convendria limitar el empleo de los militares en funciones
ajenas a su institucion, previendo el caso de que el nombramiento
para ocupaciones civiles debe ser eventual i de permanencia tran-
sitoria.
9. —Conviene que la lei conserve la facultad al Gobierno de
promover a oficiales a los buenos i meritorios Sarjentos 1. os, que
despues de un curso de uno o dos años en la Escuela Militar acredi-
ten por su conducta intachable, educacion, buenas maneras e interes
por la carrera, que desean elevarse hasta el jeneralato.
10. —La lei establecería la calificacion únicamente por la Junta
de jenerales una vez al año. Así se evitarían influjos de última hora
para entrar en Lista de Seleccion.
11. —Como la carrera del oficial, no depende solamente de su
consagracion por entero al servicio del Ejército para hacerse digno
del ascenso sino tambien que se produzca el suficiente número de
vacantes, es necesario que la lei contemple, de una vez, un tanto
por ciento de eliminacion anual en los grados de oficiales superiores
i jenerales, sin lo cual seguirá la estagnacion actual, ya que no basta

para acelerar la carrera el retiro forzoso ni las vacantes eventuales

por muerte u otras circunstancias. La lei no tendría para qué esta-
blecer la eliminacion en los grados de Tenientes i Capitanes en cu-
yos empleos, se produce segun las necesidades ordinarias del servi-
cio. La eliminacion comprenderia el tanto por ciento de cada grado
desde Mayor a Jeneral de Division, que se calculara necesario para
producir un movimiento regular en los ascensos con la permanencia
del tiempo mínimo fijado a cada grado. Dentro de las ideas espues-
tas, un buen oficial que ascendiera sirviendo cuatro años en el grado
de Teniente 2.°, seis el de Teniente 1.°, seis el de Capitan, cuatro el
de Mayor, cuatro el de Teniente Coronel, tres el de Coronel i dos el
de Jeneral de Brigada, tendríamos que con (29) veintinueve años de
servicios llegaría a ser Jeneral de Division i suponiendo que hubiera
salido de (20) veinte años de la Escuela Militar a los (49) cuarenta i
nueve habría alcanzado el mas alto rango en el Ejército Esto se
verificaría en la paz pudiendo en tiempo de guerra ser Jeneral mas
joven aun.
A fin de obtener anualmente el porcentaje de vacantes necesa-
rio para conseguir la regularidad en los ascensos, se podría facilitar
el retiro de los que desearan acojerse a él. Se haría ménos ingrato
el procedimiento consignando en la lei, entre otras medidas, las si-
guientes:
1. —Disminucion del límite de edad para él retiro forzoso,
en los grados superiores.
2 — Retiro forzo de los que tengan 40 años de ser-
vicios.
3. —Retiro voluntario con 30 años de servicios i sueldo
íntegro.
4. —Retiro tomando por base para decretar la pension
de los que tengan ménos de 30 años en el empleo
inmediatamente superior, si el agraciado justifi-
ca los requisitos para el ascenso, como ya existia
ántes.
Para que no parezca el principio de eliminacion un procedi-
miento inaceptable para algunos compañeros, debemos tener pre-
sente que ántes que trascurran dos años, se habrán retirado del
Ejército los que hicieron, la Campaña del Pacífico i habran subido

a los empleos superiores oficiales jóvenes, alejándose así la posibili-

dad de que se produzcan en tiempo próximo vacantes por retiro
forzoso. En este caso, que ya se ve cercano, ¿qué carrera les espera.
a loa que vienen mas abajo?
Si actualmente están temiendo que los alcance el retiro, forzoso
una falanje de mui buenos oficiales, por la escasa espectativa de mo-
vimiento que divisan; ¿qué será en 1922, cuando el escalafon de Coro-
neles i Jenerales esté lleno con oficiales que distan varios años del:
límite de edad fijado hoi por la lei de retiro forzoso? Como se ve es
poco satisfactorio contemplar esta perspectiva, si nos interesamos
realmente por él porvenir de la carrera.
7. — L A REFORMA RADICAL DEL SISTEMA DE ASCENSOS VIJENTE, NO

PARECE VIABLE EN LA FORMA QUE PROPONE EL SEÑOR C O -
MANDANTE MONREAL.
El proyecto del señor Comandante Monreal insinúa el sistema

de ascensos por rigurosa antigüedad, con eliminacion como se prac-
ticaba en Alemania ántes de la guerra europea. No parece viable
este procedimiento frente a nuestras prácticas de gobierno i a la poca
firmeza con que se ejercita la autoridad militar. Si en la práctica se
ve que encuentra sérias resistencias el cumplimiento de las pocas
eliminaciones anuales, que en las. calificaciones acuerda la Junta
Calificadora, nuestro mas alto tribunal de méritos, ya nos imajina-
mos como casi imposible que, junto con ascender a un oficial esti-
mado digno de ascenso con ventaja, hubiera que pensar en eliminar
a todos los que le precedieran en el mismo grado i cuyos méritos
fueran estimados de menor valer en comparacion con ¡os del favo-
recido.
La esperiencia nos dice que los oficiales ménos distinguidos en-
cuentran en nuestro ambiente mas apoyo en influencias militares i
estraños al Ejército, de modo que resultaría ineficaz el medio de
ascenso propuesto por carencia de una autoridad que pudiera ha-
cerlo cumplir, tal como sucedio en Alemania cuando su Emperador
mandaba.
Siendo nosotros, en jeneral, de espíritu mui conservador, no
vemos cómo podria modificarse fácilmente la práctica ya establecida
del ascenso con ventaja. Parece mas hacedero perfeccionar la que

ya existe, dando un paso mas en el sentido de establecer en todos los

grados el ascenso únicamente por mérito, como ya quedó acordado
en los ascensos de Coroneles i Jenerales al cumplirse el D/S. de
9-II-920. Se nos ocurre que es mas aceptable llegar a la totalidad de
los ascensos por méritos, ya que sólo la porcion mayor, de ascensos
por antigüedad, comprende a los Tenientes i Capitanes a cuyos em-
pleos la lei de 23-IX 1890 asignó los dos tercios. El temor de algunos
compañeros, de que pudieren ser promovidos oficiales cuyos méritos
no sean bien estimados por la jeneralidad del personal, teniendo en
ello parte los influjos estraños, puede atenuarse mucho reformando
el Reglamento de Calificaciones i mas que todo verificando su conecta
ejecucion por los encargados de aplicarlo.
Por otra parte, con todos los sistemas, sera inevitable, miéntras
no se modifiquen mas favorablemente nuestros hábitos de gobierno
militar, que dejen de ocurrir algunas promociones que no sean ente-
ramente acertadas mirando el asunto con estricto e imparcial criterio.
Esos casos aislados es humano que se presenten i sucederán contra
toda prevision; pero no por eso dejará de cumplirse la regla jeneral
de que se confiera el ascenso al que realmente lo merece. Estimamos
que se ha cumplido el ascenso por mérito en la proporcion establecida
i que los pocos casos de complacencia i favoritismo sucedidos, no
alcanzan a menoscabar el principio jeneral. Los superiores en cuyas
manos está nuestro porvenir, han procedido siempre con justicia i
equidad; i si alguna vez han convenido en conceder el ascenso o en
dar colocacion en empleos determinados a ciertos oficiales, ello ha
sucedido por causas ajenas a sus buenos propósitos i cuando han
errado, se ha debido a falta de informacion suficiente, en cuyo caso
han tenido la culpa principal los comandos inferiores que no han
hecho sus calificaciones en la forma que correspondía a la situacion
i servicio de los oficiales.
Nos parece muí bien inspirada la idea del señor Comandante
Monreal, del ascenso por rigurosa antigüedad con eliminacion; pero
encontramos impracticable este procedimiento pues creemos que no
habría un poder capaz, entre nosotros, de aplicarlo como lo requiere
el sistema i la situacion. Ademas, este sistema tampoco produciría
el movimiento de ascensos suficiente i justo es volver los ojos al único
recurso que prevendría los atrasos en la carrera del oficial; la elimi-
nacion anual, des le Mayor a Jeneral de Division, de un cierto

número de oficiales, calculando la proporcion en vista de la necesidad

de la permanencia en el grado del tiempo que la lei fija a cada
empleo.
En la reforma de la lei de ascensos de 1890, debemos confor-
marnos con adelantar las cosas, perfeccionando su mecanismo, en
vez de optar por otros procedimientos que no resultarían adecuados
a nuestro medio i hábitos. Cambiar por completó los rumbos segui-
dos basta hoi, nos parece una ilusion, aunque la idea se traiga al
debate animados de los mejores propósitos.
8. —RECLAMENTO DE CALIFICACION I EMPLEO DE OFICIALES
Este reglamento ha merecido críticas i ataques que no encon-

tramos enteramente justificados. Si tiene defectos, ellos no son de
importancia fundamental i lo mas conveniente parece ser que todos
alleguemos nuestro concurso para que se remedien sus deficien-
cias.
La verdad es que las numerosas disposiciones que se han dic-
tado por el Gobierno, a veces contradictorias, con el propósito de
consultar los derechos que asisten a los oficiales que se han creido
perjudicados en su carrera, emanan principalmente de la lei de
recuperacion de antigüedad de 1911, frente al derecho que surje de
la calificacion, por el ascenso con ventaja i con referencia al lugar
que ocupa el oficial en el escalafon.
Así se esplican las subidas repentinas o descensos de ciertos
oficiales en el escalafon jeneral i los perjuicios para muchos que mi-
ran con prevencion estas alteraciones.
Si se conviniera en el ascenso únicamente por mérito, como lo
venimos sosteniendo, el asunto se simplificaría mucho, pues habria
para las promociones un sólo escalafon por mérito que Sería público,
al cual se entraría en el grado segun el órden de precedencia i el
que perdiera su lugar quedaria haciendo cola en su grado o no po-
dria continuar en el Ejército.
Hai que reconocer que en la práctica resulta delicado i difícil
calificar el mérito militar, no existiendo todavía una norma comple-
tamente segura que evite los posibles errores en que pueden incurrir
los oficiales llamados a dictaminar, sobre los servicios, aptitudes i
condiciones de sus subordinados.

LOS ASCENSOS MILITARES. 381
Las deficiencias anotadas en las calificaciones, se deben a nues-

tro entender a varias circunstancias que desaparecerán con el tiempo;
una de estas es la falta de uniformidad de criterio que se nota al
apreciar las cuestiones del Ejército, como resultado del oríjen diverso
de la oficialidad: unos provienen de la Escuela Militar, otros de la
Guerra del Pacífico i por último, una porcion escasa, de la guerra
civil de 1891. De los tres grupos, un número apreciable, ha tenido
la suerte de ir al estranjero i ha podido así estender su caudal de
conocimientos i: esperiencias. Igualmente muchos oficiales se han
perfeccionado, sin salir del pais, haciendo el curso en la Academia
de Guerra i sirviendo despues en el Estado Mayor u otras repar-
ticiones que posibilitan un progreso de las aptitudes militares.
De esta desigual preparacion, resulta que los puntos de vista al
discernir el mérito, no son los mismos para la mayoría de los llama-
dos a calificar. Al paso que unos dan mucha importancia a los
estudios i conocimientos jenerales i profesionales, otros la atribuyen
masa la aptitud para el servicio práctico en tropas, aquellos aprecian
de preferencia el carácter, la actividad, espíritu disciplinario, réjimen
en el servicio, buen criterio; estos las buenas condiciones administra-
tivas, el órden i método para el comando.
Todavía hai mas allá, otras que miran con sumo agrado la buena
presentacion, los modales correctos, el espíritu servicial, la lealtad i
recomiendan a estos oficiales como dignos de ascensos por seleccion;
i mas acá no faltan oficiales que estimen en los calificados sus buenas
relaciones sociales, la favorable circunstancia de tener abolengos ilus-
tres, buen carácter i modales distinguidos.
Si bien se examina, todos tienen razon, desde el punto de vista
que les sirve para apreciarlos méritos. Para nosotros la cuestion de
los méritos debe analizarse, tomando en cuenta un conjunto de con-
diciones físicas, intelectuales i morales, entre los cuales se destaquen
las aptitudes para el mando de las tropas. Si la funcion principal
del individuo que viste la casaca militar es gobernar agrupaciones
de hombres, seguir las reglas del arte de la guerra, es aquí donde hai
que determinar de preferencia la capacidad del oficial para ser digno
de obtener el ascenso con ventaja.
Cuando se presenta el caso de apreciar los méritos de oficiales
que tienen realmente aptitudes profesionales, no hai disparidad de
criterio. El oficial que tiene carácter militar; que revela capacidad

para el mando; que resuelve las dificultades del servicia con acierto;
que demuestra preparacion dando buenos rumbos i controlando todas
las actividades que le están subordinadas; que es atento, comedido,
respetuoso i leal con sus superiores e inferiores; que ejercita actividad
e infunde espíritu de trabajo en los demas; que se aplica i se encari-
ña con su carrera; que da buen ejemplo en sus actos privados; que
ejercita la honradez profesional, es seguro que recibirá de sus Jefes,
llamados a calificarlo, notas superiores a sus méritos. Este grupo de
oficiales, bien estimado de superiores e inferiores, queda descartado
de la discusion.
La dificultad para calificarse presenta con aquellos oficiales que
revelan en el servicio i fuera de él buenas i malas partidas; que
teniendo algunas condiciones muí recomendables carecen de otras
que son mui importantes i sin las cuales no pudiera concebirse en
toda su amplitud la personalidad militar. Es indudable que entre los
oficiales, hai que distinguir un buen grupo que, no teniendo el con-
junto de condiciones sobresalientes, pueden no obstante considerarse
cumplidos, por cuanto reunen las cualidades principales. Para estos
oficiales debe haber cabida en la lista N.° 1 aun cuando no posean
el conjunto de condiciones del primer grupo, pues si no se acepta
este asunto con esta liberalidad, los dignos del ascenso con ventaja
serian poquísimos oficiales.
Los oficiales que no fueren dignos de figurar en los dos grupos
a que nos referimos, quedarían en observacion o en espera de un
cambio favorable, hasta ser eliminados si durante dos o tres califica-
ciones seguidas, no merecieron ingresar a la lista N.° 1.
Con mui buen acierto la junta calificadora de Jenerales reunida
en Mayo último, dispuso que, para tener derecho a figurar en lista
de Seleccion, debia el interesado comprobar que en el servicio de
tropas, habia merecido esta distincion. Este procedimiento incorpo-
rado al Reglamento de Calificacion, como regla jeneral producirá
muchos beneficios al servicio, ya que el personal sabrá que no basta
acreditar dedicacion en el trabajo sedentario; la actividad en tro-
pas, es la base justa para apreciar la capacidad militar de los ofi-
ciales.
Se impone una revision del Reglamento de Calificaciones i que
se formen las listas de calificaciones que él ordena, para colocar a los
oficiales segun sus capacidades en las distintas reparticiones milita-

res. Mientras se reforma la lei de ascensos, seria conveniente que se

modificara todo lo que ha caido en desuso incorporando todas las
disposiciones que se han dictado en el último tiempo ya sea refor-
mando o completando las disposiciones vijentes.
Una reforma que podría incorporarse con ventajas para el ser-
vicio de calificaciones seria la de integrar la Junta Calificadora, agre-
gando la concurrencia de los Inspectores de las Armas que hoi no
forman parte de ella, por el conocimiento que estos funcionarios tie-
tienen del personal. Igualmente el Director del Material de Guerra.
Una cosa mui útil, que convendria establecer sin demora, seria
la formacion de un Escalafon de Méritos público para que en todo
momento el personal conozca la apreciacion que merecen sus activi-
dades i tenga por delante el estímulo para sobresalir, el aguijon de
una noble emulacion que se empeña en sobrepasar a sus compañeros
que se duermen sobre los laureles conquistados.
Si el mayor progreso del Ejército, ha impuesto la necesidad de
prevenir al oficial de sus notas de calificacion, conviene dar el paso
que falta, publicando el Escalafon de Méritos para evitar el caso mui
comun de que el oficial ignore lo bueno i lo malo que hai documen-
tado sobre su situacion. Estamos completamente seguros que la du-
plicidad de un Escalafon de Méritos, habrá de producir muchos
beneficios en el sentido de que los oficiales procurarían mejorar sus
notas de calificacion, especialmente si esta medida se pudiera acom-
pañar con la supresion del ascenso, por antigüedad, que. nos parece
mui perjudicial al buen servicio del Ejército.
Una vez reformada la lei de ascensos, seria llegado el caso de
que se fijara mas concretamente en el Reglamento de Calificacion
qué condiciones, aptitudes o cualidades constituyen el mérito distin-
guido del oficial, i cuáles de estas son características fundamentales
que deben integrar su personalidad, todo lo cual hoi aparece vaga-
mente definido, prestándose a que el criterio poco uniforme de los
que califican las aptitudes del oficial do una mayor o menor impor-
tancia, segun la cara del prisma que le sirve para juzgar sus mé-
ritos.

9. —CONVENIENCIA DE QUE NUESTROS CAMARADAS ESTUDIEN

LA REFORMA DE LA LEI DE ASCENSOS
Hasta hoi son pocos los oficiales que se han interesado por es-
tudiar la reforma que requiere nuestra actual lei de ascensos, que
lleva la fecha de 23-IX-1890, es decir, de casi treinta años. Siendo
esta lei la mas importante de cuantas influyen en el progreso de la
carrera, parece natural que muchos oficiales le hubieran dedica-
do la atencion que nos reclama como directamente interesados.
Entre los militares que dedicaron a este importante asunto una
parte de su tiempo, de su buena voluntad i de su entusiasmo para
estudiar la reforma, figura en lugar predilecto el malogrado señor
don José María Bari, a quien tributamos con verdadero gusto este
grato recuerdo. La simiente arrojada al surco por el señor Jeneral
Bari, no está perdida como lo acredita el estudio del señor Coman-
dante Monreal i es seguro que no trascurrirá mucho tiempo sin que
fructifique como es debido, porque se ve latente la natural aspira-
cion de obtener en breve plazo una reforma de esta lei, sin la cual
se producirá en brevísimo tiempo una completa estagnacion en la
carrera de los oficiales. Si así no se hiciera, tendrían que emigrar
muchos del servicio, bien sea buscando nuevos i mas amplios hori-
zontes, o porque la lei de retiro forzoso les sorprende a medio cami-
no; situacion mui inconveniente i perjudicial a los intereses del Ejér-
cito i del Estado, que perdería, así en época temprana, el aprovecha-
miento de estos oficiales, bien preparados para servir correctamente
a la Institucion.
No deja de. ser curiosa la situacion llamada a producirse; por
un lado el Estado gasta cuantiosas sumas en formar un personal
idóneo i capaz para servir sus instituciones armadas; i por otra, per-
mite que este mismo personal, cuando principiaba a servirlo con
eficacia i cuando entreveía un porvenir mas en armonía con sus
aspiraciones de progreso, tenga que irse a su casa retirado por
edad, porque el mismo Estado le cierra las puertas para que corone
su carrera.
De la union i concierto de todos los compañeros que desean que
esta reforma se produzca sin mayores tropiezos en un plazo breve,
antes que sobrevengan mayores males por la segregacion obligada

de muchos distinguidos oficiales que honran a la Institucion, resul-

tará sin duda que tanto el Gobierno como el Congreso le prestarán
su apoyo, ya que el asunto interesa a las instituciones armadas que,
por fortuna, gozan de simpatía en la opinion.
10. —INVITACION PARA ESTUDIAR LA REFORMA DE LA LEI DE ASCENSOS
A LAS REPARTICIONES MILITARES
El Ministerio de Guerra, podría dirijir una circular invitando a

los Jefes de sus Departamentos, al Inspector Jeneral, al Jefe del Es-
tado Mayor, al Director del Material de Guerra; a los Inspectores de
Armas i Comandos Divisionarios para que, oyendo a las reparticio-
nes i comandos que le están subordinados, le propongan ideas de
reforma de la lei de ascensos de 23-IX-1890.
Este procedimiento, lograría interesar a todo el Ejército i el
Gobierno quedaría en aptitud de poder elaborar un proyecto defini-
tivo i completo, que seria la resultante de todas las opiniones que
merecen tomarse en consideracion.
Quizas unos tres meses de plazo, seria suficiente tiempo para
que las Reparticiones Militares i Comandos Divisionarios [ludieran
emitir su parecer. La I. Division, a mus distancia i con mayor difi-
cultad en sus comunicaciones, estamos seguros que se esforzaría por
enviar su proyecto sin mayor demora.
No estamos de acuerdó con el parecer de algunos cantaradas
quienes desearían que este asunto no se entregara a nueva discusion
i que seria mas conveniente se propiciara algun proyecto antiguo,
que permanezca en el archivo del Ministerio o en las carpetas del
Congreso. Un estudio en la forma que indicamos, con invitacion a
a todas las Reparticiones Superiores i Comandos Divisionarios, ten-
dría, ademas del concurso de todos los superiores a una cuestion que
interesa al Ejército entero, el mérito inapreciable de conocer i preci-
sar la opinion dominante en el seno de toda la oficialidad. Si se no-
taran muchas diverjencias en algunos puntos, el Departamento Je-
neral de Guerra, como asesor inmediato del señor Ministro, seria el
llamado a estudiar el proyecto que armonizara en lo posible las aspi-
raciones de todos.

Si a esta labor unimos la ayuda que pueden ofrecernos los con-

gresales que mas conocen las necesidades del Ejército, la prensa i la
opinion pública, resultará que el proyecto de reforma que presente
el Ejecutivo seria leí en mu¡ poco tiempo; i el Ejército habria dado
con esta reforma un enorme paso en el sentido de su progreso, tan
necesario como sentido por todos los interesados.
Santiago, Octubre de 1920.
VICENTE RAMÍREZ O.,

Jeneral, Inspector de Infantería.

D E L
En el ámbito mundial, durante este período ocurrieron varios hitos de gran relevancia mundial,
comenzando por la llamada gran depresión, crisis económica mundial que comenzó en Estados
Unidos y rápidamente se expandió a casi todos los países del mundo. Esta crisis comenzó durante
el año 1929 y duró hasta finales de la década del 30, a pesar de que algunos países comenzaron a
recuperarse paulatinamente a mediados de esa misma década. En Alemania la falta de financiamiento
externo y los problemas económicos, propiciaron la aparición del nacional-socialismo, junto con
la llegada al poder de Adolf Hitler.
Posteriormente, se desencadena la Guerra Civil Española, que fue un conflicto social, político
y bélico que desembocó en una crisis económica. Pero sin lugar a dudas el hito histórico más
importante durante esta etapa fue la Segunda Guerra Mundial entre los años 1939 y 1945. Este
fue un conflicto militar global donde se vieron involucradas las principales potencias mundiales,
agrupadas en dos alianzas militares. La guerra se inició con la invasión de Alemania a Polonia y
luego se extendió al norte de África y al Pacífico. El hecho de mayor trascendencia en este conflicto
fue el lanzamiento de las dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, lográndose con ello la
rendición de Japón.
Posconflicto, se crea la Organización de Naciones Unidas (ONU) y, posteriormente, la Organización

de Estados Americanos (OEA). En este lapso se da inicio a un antagonismo político, económico,
social y militar, conocido como la Guerra Fría, producto de las tensiones de posguerra. Sus inicios
son a partir del año 1947, donde es posible identificar un bloque occidental –capitalista– liderado
por Estados Unidos y otro oriental –comunista– liderado por la ex Unión Soviética.
En el ámbito nacional, el país no está ajeno a todos los acontecimientos mundiales y también
se sienten sus efectos, continúan los movimientos sociales y su impacto en la política. El Ejército
también está preocupado de la situación política y social y se produce la intervención militar del
año 1924, y se inicia con el conocido “ruido de sables”, realizado por la oficialidad joven en el
Congreso Nacional.
Con respecto al “Memorial del Ejército”, continuaba el interés por el Canal de Panamá y aparecen
otras inquietudes como el plebiscito sobre la futura posesión de Tacna y Arica. Si bien se escribía
sobre tópicos técnicos profesionales, relatos y análisis de acontecimientos a nivel internacional,
siempre se mantuvo como una constante, los temas de la educación y la instrucción, sin embargo,
aparecen otras temáticas que tiene relación con la justicia militar. Se puede observar la polémica
que causó la norma que cambiaba a los fiscales militares por fiscales letrados, lo relacionado con
el fuero militar y la importancia del conocimiento del derecho por parte de los oficiales en su
proceso de preparación.
Además, y como es lógico de deducir, se encuentran múltiples artículos sobre los acontecimientos
relacionados con la Segunda Guerra Mundial; relatos de acciones bélicas, nuevas tácticas de empleo
de la fuerza y el uso de nuevos armamentos. No obstante, comenzaron a aflorar nuevas ideas e
inquietudes como la reforma a la ley del Servicio Militar Obligatorio, la misión militar y social de
las Fuerzas Armadas y, especialmente, temas relacionados con la profesión militar.
Para esta fase se ha rescatado un artículo titulado “El oficial como instructor y educador de
reclutas”, escrito el año 1924, donde se expone sobre las características que deben tener los oficiales
instructores y su misión educadora, entre otros aspectos. También se destaca la conferencia “El
Ejército escuela de civismo e institución de equilibrio social”, editada el año 1940, donde se hace
un análisis del panorama político-social del país y sobre el deber social del Ejército, proponiendo
varias acciones y obras que permitan posesionar de mejor forma a la institución en la sociedad.
Del mismo modo, otro artículo de interés muestra la preocupación e importancia que se le
asigna a la Zona Austral Antártica, dejando en evidencia los problemas y limitaciones que afectan
a esa zona, tanto de conectividad, comunicaciones, falta de servicios, despoblamiento y otros. Lo
anterior, cobra especial significado dado que algunos años más tarde se creó la Base O’Higgins.
Otra tendencia que aflora pos Segunda Guerra Mundial está marcada por el interés de los ofi-
ciales en destacar la cooperación militar interamericana, la geopolítica y solidaridad americana.
Lo anterior permite verificar cómo la percepción de las amenazas cambia, desde una visión vecinal
a una visión continental, el rol de Estados Unidos y la posición estratégica de Chile en la defensa
del continente.

EL OFICIAL COMO INSTRUCTOR Y EDUCADOR DE RECLUTAS. (1924). Autor: TTE. 1° Rene Álvarez Marín
El oficial como instructor y educador

de reclutas
Introducción
El tema es vasto, vastísimo, creo que abarca todas las activida-
des propias del oficial, eso si, naturalmente, que con mayor fuerza
aquellas que se refieran o tengan estrecha relación con el recluta,
con BU instrucción y muy especialmente con su educación.
Creo del caso insistir en lo que se refiere a la instrucción del
recluta, del conscripto que llega a los cuarteles, en su gran mayoría
ignorante de todas las formas de educación, aún de aquellas más
elementales, más simples, y que, sin embargo, creo no equivocarme,
animado del ferviente deseo, de la laudable aspiración de perfec-
ción, de mejoramiento moral.
Esos cerebros rudimentarios, esas inteligencias no cultivadas,
vislumbran un más alla, que adivinan mejor, que los seduce, que
los atrae, y se lanzan muchos decididos, con firme voluntad, con
entereza de carácter, con toda el alma, a la conquista de ese su
ideal.
Nobilísima y grande aspiración en esos hombres sencillos. Una
observación paciente me permite decir, y lo hago con la más pro
funda convicción, con entereza, honradez y sinceridad, que nuestro
rotó, el campesino o el obrero, es una fuente de aspiraciones hacia lo
que es grande, hacia lo que pueda dignificarlo, y que está abierto sur
corazón y presta su inteligencia para recibir enseñanza, consejos e
instrucciones y que él es terreno fecundo, donde germinarían las

EL OFICIAL COMO INSTRUCTOR Y EDUCADOR DE RECLUTAS 623
buenas lecciones y donde quien quiera darse el grato trabajo de

sembrar e inculcar sus conocimientos, verá resarcidas con el trans-
curso de los días, sus preocupaciones, sus esfuerzos, sus desvelos,
pues cosechará opimos frutos.
No es efectivo, según mi entender, lo que muchos pregonan de
la incapacidad del hombre del pueblo, de su ningún interés por me-
jorar su mísera condición; no es efectivo que se consideren dichosos
si tienen para la galleta y la cebolla, su diario substento, un harapo
con que cubrirse y unos cuantos cobres para embriagarse.
La preciosa novelita de Julio Kloques Campos, soberbia por su
realismo: «El Hijo del Vaquero», retrata con mayor fidelidad que
muchos otros enfatuados que niegan en sus escritos todo sentimien-
to noble, grande o generoso, al hijo del pueblo. Su héroe, «Manuel
Piturra», es el prototipo del roto. Todas sus acciones llevan el sello
característicos inconfundible del alma nacional, Sencillo, modesto y
bonachón, se rebela cuando se le hiere, cuando se le ofende, y es en-
tonces violento, impetuoso, arriesgado; pero luego retorna, vuelve a
ser el mismo buen muchacho. Tiene sus aspiraciones, limitadas po-
siblemente, para él, muy grandes, demasiadas quizas, tal vez impor-
ten una usurpación; pues, no han de ser seguramente para él, que
no ha nacido para disfrutar y gozar de la vida. Pero su amor propio
ultrajado puede más que sus convicciones, desecha las vacilaciones
y lucha con tesón, consciente del fin que persigue, pone en juego
sus escasos recursos y ayudado por un ambiente que le es favorable,
triunfa y se impone al fin.
Tal es la materia prima, que año a año, la patria pone a dispo-
sición de nosotros los oficiales; comprendido así el recluta, sabedores
nosotros de las bellas cualidades que le adornan, se nos impone con
todo el imperio del deber, la obligación de procurar por todos los
medios a nuestro alcance, su mejoramiento efectivo. La oficialidad
joven e idealista, como todos los que aún no sabemos de la vida las
miserias, tiene ancho campo donde poner en juego sus buenos pro-
pósitos. El Ejército, cual ninguna otra institución, se presta mejor
para poder hacer obra constructiva, eficiente, en bien de nuestros
semejantes. Es obra de humanidad, y nosotros, los consagrados al
culto de la patria, haremos obra de patriotas ayudando y levantando
el nivel moral, principalmente de nuestros compatriotas.
En el oficial prima, sobre otros deberes, lo que concierne a su
oficio; pero si bien es cierto que es éste el fin primordial, no lo es
menos, que sin apartarse de su condición de hombre de armas que
instruye y disciplina a sus discípulos para la guerra, puede y debe
dedicarse al mejoramiento moral e intelectual de los mismos, toda
vez que más eficiente será una tropa a la cual se le baya modelado
el espíritu, que sepa de las concepciones intelectuales, que otra cuyo

intelecto no sea superior ai de una manada, aún cuando guiada por

arrieros expertos.
Establecida ya, como inherente al oficio, la educación de los
ciudadanos que año a año vienen a cobijarse bajo las banderas, la
considero como la más nobilísima de las tareas. El oficial es enton-
ces un educador. Su papel, su misión en la vida, es la del apóstol;
su carrera, un apostolado a la cual debe dedicarse con todas las
energías de su espíritu. Se hace noble su misión, por cuanto se di
vorcia del egoísmo, para dar lo mejor que tenga de sí, sin perse-
guir otro interés que el mejoramiento de la condición de sus seme-
jantes.
Comparada su función de educador con la del maestro que en-
seña las primeras letras y revela en sus discípulos el concepto del
bien, es más grande, por cuanto importa más abnegación y requiere
más sacrificios, ya que es más arduo y difícil modelar espíritus ya
rígidos que los muy dúctiles de los infantiles, en los cuales poca
influencia ha ejercido el medio ambiente, desgraciadamente adverso
a los buenos principios. Me refiero a la gente desvalida, a los me-
nesterosos, a los desheredados de la fortuna, que son los que llenan
los cuarteles, ya que los que la poseen encuentran siempre medios
de burlar la más democrática de las leyes, la única que bajo su mi-
nisterio impone idénticos deberes y concede las mismas prerroga-
tivas.
Siendo la finalidad de la profesión de las armas, la de formar
soldados eficientes para la guerra, lógico es que ella demande nues-
tra preferente atención, y nuestros esfuerzos, si queremos ser honra-
dos y consecuentes con nuestra vocación que nos la hizo abrazar,
deberán tender a la persecución y mejor logro de los propósitos que
constituyen esa finalidad.
Mirada esta finalidad en la amplitud vasta de los horizontes, en
el grandioso escenario de la vida, podría considerarse su función
propia, como esencialmente destructora, y los organismos que nada
hacen, que no construyen, que vegetan, están condenados dentro
del principio de la civilización, qué por sobre todo es humanitaria,
a su extinción, a su extirpación. Tal concepto, arraigado en la mente
de muchos, sufriría modificaciones, variaría quizas si hasta en sus
fundamentos, si se le diera mayor atención dentro de la institución,
en los largos años de paz, a la obra por esencia constructiva de la
educación, de la instrucción, del perfeccionamiento moral de los
hombres.
No soy yo de los que creen o que ignoran la labor que se prac-
tica en el Ejército, que juzgo como lo más edificante, como la que
más eficientemente beneficia a la sociedad, esto es, sin considerar su
obra propiamente militar la que se justifica ampliamente ante el sólo
nombre de patria.

Entiendo, pues, en el oficial, una doble misión: la de formar

hombres aptos para la guerra y la de formar ciudadanos, entendien-
do este concepto en su mayor amplitud.
Grandiosa e interesantísima labor. El militar que quiera llenar
pundonorosamente estos deberes, se impone una carga pesadísima
que llegará a doblegarlo, si no posee en el más alto grado la noble
cualidad de la abnegación, a la cual deberá recurrir siempre que sus
fuerzas beneficiadoras pretendan abandonarlo en el desempeño de
su vastísima y dignificadora misión.
Antes de entraren materia, voy a referirme al hecho dado como
sentado en la institución, de que uno de los oficiales en cada unidad
(compañía, escuadrón o batería) es propiamente el instructor de re-
clutas, a pesar de que en realidad lo son todos, tal vez porque este
oficial es el que tiene a su cargo aquellas materias que forman, por
decirlo así, el carácter propio del soldado. El es quien hace la ins-
trucción teórica en la unidad que abarca todos los conocimientos
militares que son menester conozca el recluta, con exclusión de los
que son netamente técnicos y que son del resorte exclusivo del arma
en que el individuo sirve, y los educacionales que abarcan los cono-
ckaientos generales necesarios sobre buenas costumbres, hábitos de
orden, higiene, sobriedad, ahorro, etc., conocimientos de la historia
y geografía del país, instrucción cívica, etc.
Ahora bien, en casi todos los cuerpos de tropa se elige para el
desempeño de este difícil cometido, que supone cierta versación, a
los oficiales recién iniciados en la carrera, tal vez porque los estimen
con sus conocimientos más frescos sobre parte de estas materias,
olvidando que también y quizas si en mayor grado, necesitan para
desarrollar una labor fecunda, cierta experiencia y cierto conoci-
miento de la idiosincracia de los que van a ser sus discípulos, y esto
sólo se adquiere a la larga con el ejercicio diario de estas funciones.
Considero inconveniente confiar a oficiales faltos de experiencia, aún
cuando pictóricos de entusiasmo, la formación del alma del soldado
y del ciudadano. .
EL OFICIAL. CARACTERÍSTICAS
Abnegación, honradez profesional, contracción al estudio, justa

concepción del deber, amor a su carrera, deben ser las cualidades
relevantes del oficial. Es imprescindible que esté animado del con-
vencimiento, de la necesidad absoluta, de dedicarse en cuerpo y
alma al ejercicio de su profesión, adquirido y compenetrado del cabal
concepto del deber, es preciso sólo ingeniarse en la elección de los
medios para poner en práctica y ejercitar convenientemente su mi-
sión.
La guerra moderna exige que cada combatiente posea una vasta

preparación militar como único medio de poder salir airoso en las

múltiples contingencias que en cada situación han de presentársele,
y esto sólo podrá conseguirse mediante concienzudas enseñanzas
durante la paz. Preciso es formar soldados conscientes a fuerza de
desarrollar una instrucción a conciencia.
,. La guerra pone a prueba a las naciones. Ellas ponen en juego
en esa hora suprema todos sus elementos. Todo se orienta entonces
para vencer, pues la derrota es la condenación a la muerte.
Durante la paz el ejército es la custodia de su honor. El país
confía en él ciegamente. El alma de los cuerpos armados la consti-
tuyen sus corporaciones de oficiales, ellos son los maestros de la
guerra.
En los países donde existe la instrucción militar obligatoria, los
ciudadanos reciben de sus labios las sabias enseñanzas que han de
formarlos aptos y eficientes para la defensa de su nación, cuando
ella requiera sus servicios.
Los elementos vivos dé que ella dispone deben, pues, estar ca-
pacitados para poder desempeñarse en la hora del trance.
Para que sea posible al oficial hacer labor provechosa y fructí-
fera, es de rigurosa necesidad que adquiera el dominio y posea hasta
en su esencia, el espíritu de los reglamentos que son los que nos dan
la pauta de la instrucción militar.
Sus principios sapientísimos se derivan de la experiencia obte-
nida en muchos años a través de numerosas guerras. Ellos dan la
unidad al conjunto.
No basta, sin embargo, para poder triunfar, el sólo conocimiento
de los reglamentos; se necesita además poseer la intuición que encar-
nan y consagran sus principios y el saber aplicarlos. De ello se de-
riva, a su vez, la conveniencia manifiesta del conocimiento de los
individuos que van a recibir esas enseñanzas.
No estando todo prescrito en los reglamentos, ni señalada la so-
lución para cada caso particular, es preciso inculcar en la mente de
los reclutas el sentimiento de la iniciativa, para que cuando llegue
el momento y se le presente la ocasión de obrar a su arbitrio, una
vez abandonado el individuo a sus propios medios, sepa desempe-
ñarse convenientemente.
No ahogar este sentimiento, sino estimularlo, es nuestro deber;
conveniente «siempre que se ejercite en sus justos límites», dicen
los reglamentos. El abuso de la sistematización en todo, puede ma-
lograr estos propósitos.
Esta cualidad de la iniciativa adquiere cada día una mayor im-
portancia, y así ha quedado demostrado con mucha evidencia en la
última guerra, en que hasta el simple soldado, ha tenido que desen-
volverse con entera independencia. Pero en forma más imperiosa se
hace sentir esta necesidad en la oficialidad, que en su gran mayoría

EL OFICIAL COMO INSTRUCTOR Y EDUCADOSDE RECLUTAS 627
en los ejercicios de la paz, no ha tenido ocasión de desarrollarla en

forma.
Los sistemas de guerra han sufrido y sufren constantes modifi-
caciones, y ello es lógico toda vez que, siendo la guerra un arte, ha
de encuadrarse, si no quiere desarmonizar, dentro de la corriente
evolutiva que todo lo abarca.
Es, pues, preciso que el oficial viva atento a la marcha de la
institución, si no quiere ser de los rezagados. Se impone un análisis
y minucioso estudio de todas los avances en el arte de la guerra.
Los libros, las conferencias, constituyen la mejor ayuda, los mejores
consejeros. Desde el momento en que se inicia en la carrera, dando
pasos vagos e inciertos, como a todos nos acontece, debe atender el
oficial a la formación de su pequeña biblioteca, donde no debieran
faltar las obras de consulta que alguna incumbencia puedan tener
con su profesión. Con el tiempo, ella 6erá la mejor fuente de infor-
maciones, y también, como algunos dicen, el mejor, el más leal de
los compañeros de labor, llegando a constituir también la más grata
de las compañías. No deberá descuidar la ilustración general, tan
necesaria en todos los hombres, sea cual fuere la actividad a que se
dediquen. El oficial de ejército debe ser un espíritu selecto, de una
finísima cultura y refinada y vasta erudición.
Atendida la premiosa necesidad del estudio, en forma que dé
al oficial la autoridad y prestigio suficientes sobre sus subalternos,
como único medio posible de ejercer las funciones del mando, es de
rigor que posea, además, en dosis no medida, el carácter y abnega-
ción, cualidades éstas que convertirán en preciosa realidad las con-
cepciones intelectuales.
El carácter, en cuanto signifique voluntad, firme decisión de
cumplir y llevar a feliz término, salvando todos los obstáculos, las
empresas que se le encomiende o que él mismo se imponga, y abne-
gación, en cuanto al desprendimiento, al abandono y sacrificio de
su propio bienestar, por el bien de la institución.
Quien haya comprendido la belleza de la profesión, quien haya
podido aquilatar y justipreciar la nobleza y sublimidad de sus fines,
no podra dejar de experimentar hacia ella una atracción simpática,
un verdadero amor.
Enamorado de su carrera, el joven oficial deberá dedicarse por
entero, sin claudicaciones que vayan a amenguarle o reatarle presti-
gio, con la única misión, fanática si se quiere, de su grandeza y de
su progreso siempre creciente.
Novedoso de conocimientos útiles al ejercicio de su profesión,
animado del sentimiento estricto de la honradez en el cumplimiento
del deber, dotado del carácter suficiente, abnegado y amante de ella,
el oficial podrá dedicarse de lleno al desempeño de su cometido,

EL OFICIAL COMO INSTRUCTOR DE RECLUTAS
La disciplina es el alma de la institución. Ella es la fuerza viva

que la mantiene y le da prestigio. Toda colectividad humana, toda
asociación de personas necesita de ella; las corporaciones, las socie-
dades, las instituciones que tienen alguna fuerza, que son de valer,
qué son organismos poderosos y respetados, se lo deben a ella.
Es la virtud que une, qué encauza, que orienta las fuerzas de
los asociados, de los miembros que forman la institución, dándoles
vigor y fortaleza.
El hombre es de una naturaleza muy variable. No acepta fácil-
mente imposiciones de criterio, ni nada que lo subordine o amengüé
su personalidad coartando su libertad o limitando su acción.
El individuo aislado poco puede ante la sociedad; necesita que
ésta lo acepte, lo tolere y le preste su ayuda, sin lo cual se vería
condenado a la inacción, ya que no podría imponérsele.
El Ejército, formado de elementos tan heterogéneos, si no po-
seyera y practicara la disciplina, dejaría de existir, no podría subsis-
tir. Este poderoso organismo no podría concebirse si no estuviese
asegurado plenamente su imperio.
Ella regla las relaciones entre sus miembros, asegura el res-
peto y la obediencia de los que forman en las gerarquías inferioras
hacia los superiores. En una institución tan vasta como es el ejér-
cito, no todos pueden hacer de cabeza. Las diversas escalas en que
se agrupan sus miembros, están perfectamente demarcadas; es así
como hay superiores y subalternos.
Es deber de los superiores sobre sus subalternos, inculcarles el
hábito de la disciplina.
La tropa que no ha sido educada en este principio, no tiene
ningún valer.
La preocupación constante del oficial será velar porque ella se
mantenga, en el convencimiento de que obrar en contrario, signifi-
caría el mayor daño que a la institución podría inferírsele.
En las relaciones del servicio, la obediencia que se debe al su-
perior, en cuanto éste ordenare, no admite discusión, duda ni vaci-
lación, y así está consagrado en el ejército desde tiempos inmemo-
riales.
La disciplina no impone la sumisión ni tampoco supone la
anulación de la personalidad; esto último constituye un verdadero
delito, ya que con ello se causa en las mentalidades de los subalter-
nos un daño enorme, un verdadero crimen. Es preciso vigorizar la
personalidad de cada uno, haciéndolo sentirse más grande, único
responsable de sus actos, juez exclusivo de sus acciones. De lo con-
trario, seguirán siendo factores anónimos dentro de la sociedad, que

sólo los usará para explotarlos, como instrumentos de sus ambi-

ciones..
La disciplina garantiza la obediencia. Quien falta a ella sufrirá
las consecuencias, pues existen medios como obligar a su acatamien-
to.. Los reglamentos de castigos disciplinarios y leyes penales tienen
por objeto señalar la sanción a que se hacen acreedores los que de-
linquen o se rebelan.
Hay conveniencia manifiesta en la existencia de estos medios
que permiten constreñir a los delincuentes al sometimiento y al
imperio de las leyes, pues en colectividades numerosas, aún cuando
sujetos a regímenes extrictos, nunca faltan quienes por las constan-
tes mutaciones del espíritu, olviden voluntariamente sus deberes.
Una tropa bien disciplinada sigue a sus jefes hasta el sacrificio,
sin que en la demanda se le ocurra analizar la conveniencia o incon-
veniencia de rendir la vida. Pero la obediencia y el respeto no se
consiguen ampliamente utilizando a menudo los medios disciplina-
rios; La disciplina la facilita, eso sí, enormemente. Es preciso que
el superior se capte la confianza de sus subalternos y sepa inspirár-
sela, y esto se consigue sólo con el prestigio que da la autoridad.
Debe cada uno de los subordinados estar plenamente convencido de
que las disposiciones ordenadas en cada caso por el superior, son
las que mejor pueden resolver la situación. La tropa así lo entiende,
cuando sabe de la preparación y capacidad manifiesta del jefe.
Los medios violentos para constreñir al soldado al respeto y la
obediencia, no son siempre los que darán mejores resultados; la per-
suasión puede a veces mucho más.
Los hombres del pueblo son, por natural, refractarios a aceptar
por imposición cualquier mandato, y tal sistema provocará como en
casi todos los humanos, ciertas resistencias, que si bien es cierto, son
fáciles de vencer, harán desmerecer y restar fuerza a la acción pro-
puesta, en cambio son fáciles de persuadir, y entonces conscientes
todos del fin que se persigue, serán los mejores paladines de la cau-
sa. De aquí se deriva la conveniencia de una disciplina consciente
y razonada.
Nuestro roto es un buen soldado y acepta con gusto la subor-
dinación cuando reconoce en los jefes superioridad de capacidad e
inteligencia. Más aún, cuando éstos se ganan su confianza por su
reconocida preparación, unida a una manera afable, a la vez que
enérgica y justiciera en las relaciones del mando, y llega a estable-
cerse una corriente de simpatía, una comunidad espiritual entre
superiores y subalternos, éstos les cobran cariño, haciéndoles enton-
ces mucho más fácil su labor. Esa tropa seguirá a su jefe, sonriente,
confiada y animosa hasta en sus errores.
Queda establecido, pues, que el deber primordial del oficial es
la inculcación del sentimiento de la disciplina en sus subalternos.

Una vez conseguida, puede dedicarse de lleno al desempeño de las

funciones propias del oficio.
El recluta entre nosotros es el individuo falto en absoluto de
conocimientos y aptitudes para su desempeño como soldado.
Kilos vienen de diferentes partes; en ellas habrán experimen-
tado la influencia del medio ambiente. Todos laboriosos, firmes para
el trabajo, de inteligencia suficiente pero dormida, en general de
buenas costumbres, eso sí, casi todos con el vicio de la bebida, fuer-
tes en lo físico.
La guerra pone a prueba las constituciones y organismos; es
preciso prepararse entonces en la paz.
La poca afición a los deportes, o mejor dicho, la poca práctica
de los deportes, ya que no queremos culparlos a ellos, del descuido
del desarrollo de su capacidad física, sino más bien al gobierno, que
hasta hace poco casi nada se preocupaba de estimularla, - hace que
los hombres del pueblo poco se aficionen a practicarlos, volviéndolos
entonces a la cantina donde minarán sus organismos en vez de ro-
bustecerlos, con el consiguiente perjuicio para su salud y constitu-
ción.
Sin embargo, los que viven en los pueblos o sus alrededores
han tenido ocasión de interesarse por el sport con el consiguiente
beneficio. Pero la generalidad, !a gran mayoría de los ciudadanos,
debido a esa vida sedentaria que llevan, sin movimiento, es débil,
a pesar de poseer condiciones más que suficientes para ser vigoro-
zos. Son organismos débiles en constituciones fuertes. La faena a
que han vivido dedicados ha producido la hipertrofia de ciertas par-
tes del cuerpo y la atrofia de otras.
La gimnasia en los cuarteles tiende a nivelar estas diferencias,
la gimnasia científicamente ejecutada, se comprende.
Para desarrollar esta instrucción concienzudamente, es necesa-
rio poseer conocimientos de anatomía, que nos revela la constitución
del cuerpo y conocimientos de fisiología que nos da a conocer el
funcionamiento de los distintos órganos.
El reglamento respectivo, científicamente concebido, permite
desarrollar esta instrucción en forma conveniente, pues, la gimnasia
que no está basada en el conocimiento de la capacidad física de los
sujetos y los efectos fisiológicos de los diversos movimientos y ejer-
cicios, es del todo contraproducente y perniciosa. Se impone, pues,
un estudio minucioso de los individuos y del reglamento; sólo así
podremos decir que la gimnasia que hacemos es beneficiosa al indi-
viduo.
Hay que darle a esta instrucción la importancia que se merece;
no es posible mirarla despectivamente, hay que considerar que su
aplicación puede traer serias complicaciones en loa individuos, de

los cuales sólo los instructores serán los responsables, y ello sería
sencillamente imprimen.
La gimnasia es un medio para evitar la degeneración de las
condiciones físicas de la raza. En el país, desgraciadamente, fuera
de los cuarteles, ella no se practica, y casi nada el sport, y existien-
do como existe, tan difundido entre la gente del pueblo el vicio de
la bebida, lógico es pensar que vamos por una pendiente peligrosa,
que bien puede causar la perdición de la raza.
La instrucción de la gimnasia llena, pues, una gran misión, una
necesidad cada vez más sentida. Es del todo conveniente procurar
iniciar al ciudadano que pasa por los cuarteles en el gusto por los
deportes, de modo que al regresar a su tierra, lleve hasta sus demás
compañeros esta corriente generadora de vida y de salud.
La capacidad intelectual es muy variada. Hay quienes asom-
bran por su facilidad de asimilación y comprensión, por su poder
de imaginación, por la gran capacidad de retener en la mente todo
cuanto se les enseña, en algunos la memoria es prodigiosa, también
los hay, pero son los menos, en que se hace sumamente difícil darse
a entender. Al comienzo todos parecen al mismo nivel, pronto algu-
nos se destacan de sus compañeros, otros quedan atrás, pero todos
avanzan. Cuántas veces no ocurre que quienes han sido de los últi-
mos en los primeros meses, después se revelan y se imponen a los
más aventajados.
No es raro encontrar al final de un período entre los conscrip-
tos que sólo han asistido en sus pueblos a la escuela pública, quie-
nes superen en conocimientos de instrucción militar, a los aspirantes
a oficiales que han cultivado su inteligencia en largos años de es-
tudio.
Las diferentes instrucciones ejercen su influencia benéfica, con
mayor o menor intensidad, sobre el intelecto de los reclutas, y es
así como a consecuencia de este ejercicio del cerebro, al finalizar el
año, todos han progresado en forma evidente, llegando a manifes-
tarse a primera vista por la desenvoltura con que tratan en su debi-
do terreno, las diferentes cuestiones que a diario suscitan.
El oficial debe seguir atentamente al recluta en esta marcha
evolutiva, y es él quien debe en todas las circunstancias posibles,
estimular este desarrollo, procurando hacer trabajar su inteligencia,
cuya capacidad debe conocer para no exigir sino aquello que sea
posible le pueda dar. Las instrucciones técnicas se prestan para
desarrollar esta gimnasia del cerebro. Casos de demostración que
hieran su imaginación lo harán meditar sobre sus fundamentos y la
lógica de sus consecuencias.
En la instrucción de gimnasia, el trabajo del cerebro está reser-
vado al oficial, el recluta debe dedicarse por entero para poder obte-
ner el máximun de provecho, a la ejecución del movimiento, al ejer-

cicio físico; en las otras instrucciones el recluta participa del trabajo

intelectual del oficial, este le ayuda, le simplifica su labor, pero siem-
pre quedará reservada al recluta una parte no despreciable de trabajo
intelectual.
La instrucción teórica exige del recluta un constante trabajo
del cerebro, de su imaginación, es por esto que éstas no deben ser
largas, mucho menos pesadas, ni abarcar temas muy difíciles, pues
se produciría en ellos lógicamente la fatiga intelectual y la instruc-
ción daría resultados contraproducentes.
Todas estafe instrucciones sirven de ayuda a la principal, los
esfuerzos que en ellas se gasten han de converger necesariamente
hacia ella, esta instrucción es la propia del arma, que es la que for-
ma al soldado especialista.
Para que sea posible obtener un buen infante, artillero, etc., es
preciso instruir al individuo convertido ya en buena pasta de solda-
do, este es el papel que llena la gimnasia, instrucción a pié en las
armas montadas, instrucción teórica, etc.
Conforme lo dicho en el capítulo anterior, es necesario que el
instructor esté al corriente de las constantes evoluciones que expe-
rimentan los métodos de combatir, como único medio posible de
formar soldados eficientes.
El conocimiento de la ciencia de combatir no debe radicarse
sólo en loe oficiales, debe transmitirse ojalá integramente a los sol-
dados, para que en la acción nada los tome de sorpresa y pueden
salir airosos en las múltiples circunstancias, en que los azares de la
guerra hayan de colocarlos.
Hoy, no es soldado aquel que únicamente ostenta un flamante
uniforme y posee un gran corazón; es más, el combatiente moderno
debe estar en el secreto de todos los ardides de guerra, de lo contra-
rio, el coraje irá a estrellarse inútilmente contra el baluarte irreduc-
tible constituido por los principios científicos sabiamente inculcados
en la mente de los soldados contra los cuales haya de combatir.
MISIÓN EDUCADORA
Educación general
Aún cuando pueda considerarse como extraña a las funciones

propias del oficial, la de velar por el mantenimiento y aún por la
enseñanza de las reglas de educación, creo necesario que le dedique
especial atención, ya que con ello se dará un gran paso en el sentido
del mejoramiento de las condiciones de vida de esta gente.
Juzgado por su aspecto externo, el hijo del pueblo, en general,
no es más que una calamidad viviente. En efecto, parece ser en este
país, donde la gente menesterosa menos cuida de su presentación.

Solo unos cuantos harapos inmundos constituyen su vestimenta. La

mayoría no conoce el uso de los zapatos, le bastan un par de suelas
(ojotas o chalalas) para las plantas de los pies, y nada más. Más
ligero es el vestido en la gente del campo. La mayoría de ojotas.
Los calcetines no se conocen. Muchos prefieren el pié desnudo, los
pantalones enrollados junto con los calzoncillos, a media canilla.
Tirantes para los pantalones, nunca. Una larga faja de color rojo,
generalmente, les sirve para sujetar los pantalones, a menudo a me
dio caer. Sin chaleco, en camisa o camiseta, la chaqueta al hombro
junto con el saco para llevar la ración, y que también emplean para
cubrirse la cabeza cuando cargan, y una chupalla, constituyen todo
su vestuario. Los menos rotosos lucen en los días festivos la terna-
da dominguera, que no por eso se les acondiciona mejor al cuerpo.
Los estilos son propios. Los pantalones muy cortos y aflautados, la
chaqueta idem, en vez de cuello y corbata, un gran pañuelo negro,
algunos se afeitan.
En el cuartel hay que enseñar a esta gente a colocarse zapatos
y usar calcetines, pañuelos de narices y tirantes, habituarlos al cam-
bio frecuente de la ropa interior y aún la exterior, a ajustarse ésta
al cuerpo, a velar por su conservación, evitando ensuciarla, remen-
dándola frecuentemente. Se les despierta, además, el gusto por ves-
tir bien, y así el Domingo se presentarán a la calle con su uniforme
acondicionado al cuerpo por el sastre, relucientes los botones, limpio
el calzado. Aprenderán el empleo de la escobilla de ropa, y así al
recogerse la sacudirán y guardarán después convenientemente do-
blados en sus cajas.
La mayoría de nuestros rotos ignora lo que es la higiene del
cuerpo; en el verano se bañan, no por aseo, sino para contrarrestar
el calor. La escobilla de dientes es un utensilio desconocido, casi
totalmente, igual las tijeras de uña. Respecto de la higiene de los
órganos sexuales, más vale no hablar, desconoce totalmente la nece-
sidad de ese aseo.
En el cuartel habrá que darles conferencias frecuentes sobre los
beneficios de la higiene y hasta sobre la manera de practicarla.
El vocabulario reducido, pero con un porcentaje subidísimo de
términos groseros, lo que no es raro si se considera que para ellos
es lo más natural del mundo intercalar en cada frase, aún cuando
no haya motivos, una o más groserías. Habrá que combatir esta
costumbre.
Muchos no han conocido en su vida lo que es una cama para
reposar el cuerpo, mucho menos sabrán la manera de cuidarla.
Las mesas de comedor y el cubierto constituirán, para muchos,
una verdadera novedad. Será necesario hablarles sobre el compor-
tamiento que debe tenerse en la mesa y habrá que enseñarles prác-
ticamente el uso del cuchillo y tenedor.

En fin, todo cuanto sea regla de buen vivir, habrá que dárselas
a conocer, pues todo habrá que suponerlo como ignorado por ellos;
en caso contrario, se correría el riesgo de dejarlos en la ignorancia
en asuntos en los cuales, por lo elementales, consideráramos como
sabidos.
Respecto de las relaciones que deban cultivar y reglas a las
cuales deben sujetarse, me referiré solo a los deberes personales, y
para abreviar voy solo a enunciarlos: Respeto de la vida humana y
al honor de reputación; condenación de la calumnia, envidia, male-
dicencia, delación, egoísmo, intolerancia, soberbia, robo y el fraude
en todas sus formas, respeto de la propiedad, cumplimiento de las
promesas y contratos, gratitud, caridad, etc.
EDUCACIÓN MORAL
Las fuerzas morales
La preparación para la guerra es el fin que se persigue en la

instrucción de las tropas que en todo tiempo deben estar en condi-
ción de llenar satisfactoriamente su misión de guerra.
La instrucción profesional debe estar sostenida por los senti-
mientos morales, tan poderosos en la tropa, que ésta pueda estar en
condiciones de cumplirlas tareas más difíciles, poniendo en la acción
todas las energías, acatando todas las decisiones del jefe, cualquiera
que sea en el curso de la contienda, y animada del firme convenci-
miento de triunfar, venciendo las mayores dificultades.
Las fuerzas morales constituyen los factores más poderosos del
éxito; ellas vivifican el empleo de los medios materiales, dominan
todas las decisiones del jefe y presiden todos los actos de la tropa.
El honor, el patriotismo inspiran las más nobles acciones, el
espíritu de sacrificio y la voluntad de vencer aseguran el éxito; la
disciplina y la solidaridad garantizan la acción del comando i la con-
vergencia de los esfuerzos.
La experiencia de todas las guerras hace resaltar que la moral
de las tropas, sostenida por el patriotismo y el amor al país, consti-
tuye más que nunca uno de los principales factores del éxito.
Para soportar las fatigas y las privaciones de una campaña,
para afrontar sin temor los peligros del combate moderno, las cuali-
dades del corazón y las fuerzas morales del alma humana son tanto
o más necesarias que la habilidad en la maniobra y que la destreza
en el empleo de las armas
Es de suma importancia entonces darle al soldado una buena,
fuerte y sólida educación moral, que deberá grabársele para siempre
en el corazón.
En el combate, el soldado hace un llamado a las más nobles

inspiraciones de su corazón, a su energía y a su instrucción militar.

Confiando en su jefe, debe en todas las circunstancias obedecer,
como ellos, a los sentimientos del honor, de disciplina y abnega-
ción.
Es el valor de las tropas el que decide en todas las situaciones
en último término; cualquiera que sea su número, cualquiera que
sea la habilidad de las combinaciones del jefe, es preciso en ciertos
puntos resistir hasta el último y hacerse notar en su puesto, antes
que abandonar la bandera; en otras, avanzar pulgada a pulgada,
conquistando el terreno palmo a palmo, combatiendo siempre hasta
arrojar al enemigo de la posición.
Un hombre no es un soldado porque sepa manejar su arma,
marcharen su puesto y ejecutar los movimientos que se le prescribe.
La instrucción le da fuerza física y la destreza, pero sólo la educa
ción le da la fuerza moral.
Es del todo evidente que en el campo de batalla, en esa lucha
por la vida, el soldado será accesible a todas las debilidades hu-
manas.
La moral es todo en la guerra, puesto que el combate es, sobre
todo, una acción moral; el resultado del combate dependerá, en rea-
lidad, del valor individual del soldado, y este valor no dependerá
del poder de su arma, sino de la firmeza de su corazón.
El hombre es débil en el peligro y no es capaz de soportar más
que una cantidad dada de terror; de ahí la necesidad de organizar
al hombre y a la tropa contra el miedo, desarrollando en primer
lugar las fuerzas morales de las cuales se derivan:. la voluntad de
vencer y el espíritu de sacrificio, fuerzas generadoras de la superio-
ridad moral.
Es necesario entonces, durante la paz, templar el carácter del
futuro combatiente, hacerlo compenetrarse de los sentimientos de
patriotismo, del honor y del deber, de inspirarle el menosprecio del
peligro, el espíritu de sacrificio, la voluntad de vencer, hacer de él
un soldado disciplinado por convicción, de darle, en una palabra,
una fuerte educación moral.
Las cualidades morales principales de una tropa son: el amor
a la patria y a su bandera, al país, el sacrificio, la voluntad, el entu-
siasmo, el honor, el respeto de la disciplina, a los superiores y el
cariño al ejército. La moral de una tropa no aguerrida puede que-
brantarse en los primeros combates. Es necesario entonces que el
soldado eleve bien alto su espíritu y su corazón y es preciso que se
convenza de que la salvación de la patria dependerá de su aptitud
en soportar virilmente las fatigas y privaciones de la guerra, como
de su tenacidad, de su bravura y de su entrenamiento al fuego.
LA fuerza moral del ejército resulta, antes que todo de la unión
absoluta de los que lo componen y de la entera confianza que deben

tener los unos en los otros. Los militares de todos los grados deben
abstenerse en sus tratos y relaciones recíprocas de todo acto, toda
controversia, toda afirmación de opinión que pueda hacer nacer la
desunión.
Es preciso velar por el desarrollo de la camaradería y el espíritu
de solidaridad.
La solidaridad crea la unión de los corazones y la confianza; la
unión y la confianza dan el sentimiento de la fuerza, esperanza en
el éxito y coraje para la lucha; es decir, la dominación de la volun-
tad sobre el instinto.
Cultivemos también el espíritu de cuerpo; él proviene de la ca-
maradería y cariño al regimiento; es el sentimiento muy natural
que hace desear el honor y todo el bien posible para el cuerpo donde
se sirve. El espíritu de cuerpo exista a acometer, para honor del regi-
miento, acciones de valor y de audacia, anima al coraje, y en los
momentos difíciles hace dar al corazón un esfuerzo supremo.
Debe concederse atención preferente a la educación del carác-
tér, ya que en ninguna otra institución como en el ejército, se nece-
sitan hombres de temple, capaces de afrontar las situaciones por
difíciles y obscuras que ellas sean. La guerra es un problema intrin-
cado y obscuro, en el que la incertidumbre juega su principal papel,
ella se encarga de ponernos en muchas situaciones tan desesperan-
tes, que solo hombres de gran carácter pueden afrontarlas con espí-
ritu sereno. Por el contrario, el desaliento se apodera luego de aque-
llos timoratos faltos de carácter y con ellos vendrá la derrota, con
todas sus calamidades. La poca energía, la irresolución, el desorden,
la inconstancia son los vicios que revelan al individuo falto de ca-
rácter. La formación del carácter debe empezar en el hogar, seguir
en la escuela y continuar en todos los actos de la vida.
Estimulemos, además, el desarrollo |del espíritu de sacrificio,
que es una de las cualidades que ennoblece más el alma del sol-
dado.
El sacrificio comprende la abnegación en el orden material: es
el desinterés, es el olvido de los propios intereses; comprende toda-
vía la abnegación en el orden moral: es el renunciamiento, es el
olvido de la propia personalidad. Todos debemos morir, pero du-
rante una guerra cada uno debe considerar como que la vida no le
pertenece, que todos moriremos más tarde o más temprano, eso no
importa.
INSTRUCCIÓN GEONERAL
Para devolver al ciudadano a la vida diaria convertido en un

individuo consciente de su valer, es preciso darle a conocer, ademas,
en líneas generales, cuáles son sus deberes y derechos, fuera de otros

que tenderán a ilustrarlo sobre algo que es esencial, la tierra donde

vive, su patria, su geografía y su historia.
Si bien es cierto que en los cuarteles está confiada esta tarea a
los profesores de la escuela primaria, nadie puede negar que al ofi-
eral se le brindan muy preciosas ocasiones para desarrollar estos
temas, y que además está en su deber el enseñarlos, ya que tienden
a la formación de la cultura general que deben poseer, ojalá, todos
los individuos.
En obsequio a la brevedad, no voy a hacer una larga disertación
sobre la instrucción general que deba darse a los conscriptos, sino
que me voy a limitar a enumerar las distintas materias que en su
esencia deben hacérseles comprender y que son las siguientes: No
ciones sobre geografía del país y conocimientos de su historia en
sus rasgos generales y prominentes; deberes cívicos: deberes para
con la patria, obediencia de las leyes y respeto a los magistrados,
lealtad, valor y sacrificio.
Deberes y garantías del ciudadano: Igualdad civil, libertad in-
dividual, de conciencia, de trabajo, de reunión, de asociación, invio-
labilidad de la propiedad, poderes públicos y su origen, poder legis-
lativo, ejecutivo y judicial, formación de las leyes y su cumplimien-
to, obligación de interesarse por la cosa pública, etc.
CONCLUSIÓN
Conocida ya la vasta misión educadora que le corresponde en-

señar al' oficial, nadie podrá negar la importancia enorme que signi-
fica para el progreso del país, pues todos sabemos que mientras más
sólidos sean los conocimientos adquiridos y más puros los senti-
mientos que adornan el espíritu, más se engrandece el individuo,
más útil es a la familia, a la patria, a la humanidad entera.
La educación pule las almas y abre al hombre horizontes sin
límites en donde ejercitar su actividad en beneficio propio y de sus
semejantes.
Tal es el rol que desempeña el Ejército en la Nación: «La idea
de Ejército es la consecuencia de la idea de Patria; quien niega a
ésta, repudia a aquélla».
«El Ejército no es más que una forma material de patrio-
tismo»
«El deber de amarla tiene por corolario el deber de servirla»,
dice un autor.
La guerra es un terrible flagelo que todos los pueblos en todas
las épocas han temido y detestado.
Pero hay males peores: más vale cien veces la guerra que la
pérdida de la independencia o del honor nacional.
Memorial 1924 Junio—41

Eso de ser fuerte y resuelto no es más que un medio de con

servar la paz. La guerra ha existido en todos los tiempos, y es de
presumir que siga existiendo mientras el hombre no desaparezca de
la faz del universo.
Instituido para defender al país contra sus enemigos de fuera,
el ejército debe también hacer respetar en el interior el gobierno de
la república, que el país libremente se ha dado; debe asegurar la
ejecución de las leyes votadas por los representantes del pueblo, la
libertad de trabajo; hacer respetar la propiedad, en fin, permitir
gozar a cada uno de los frutos de su labor.
Fuera de este doble papel, el ejército es también la escuela don-
de el hombre aprende a vivir en sociedad, donde se forma el ciuda-
dano.
En el cuartel se encuentran todas las clases; el pobre codeán-
dose con el rico, el obrero sin instrucción con el sabio, etc. Los ca-
racteres se modifican y armonizan. Se aprende a conocer y amarse;
las amistades del regimiento son durables.
Se desarrolla, sobre todo, los sentimientos del honor, de solida-
ridad, de disciplina, de patriotismo, que hacen la gloria y la gran-
deza de un país.
En el nuestro, tiene pues el servicio militar obligatorio un doble
objeto: instruir militarmente al ciudadano para que sirva a la de-
fensa de la patria e instruirlo como ciudadano, eso sí. como miembro
útil de una república democrática como la nuestra.
Es el oficial, pues, quien animado del noble espíritu de sacrifi-
cio, abnegación, amor a su carrera y a sus semejantes, debe en la
institución desarrollar esta noble y dignificadora misión solo para
bien de la patria.
RENE ALVAREZ MARÍN,
Teniente 1. º

EL EJÉRCITO ESCUELA DE CIVISMO E INSTITUCIÓN DE EQUILIBRIO SOCIAL. (1940). Autor: CRL. Guillermo Aldana S.
"El Ejército escuela de civismo e institución

de equilibrio social".
Conferencia dictada en la Dirección de los Servicios por el Coronel
Sr. GUILLERMO ALDANA S.
Señores Generales, señores:

El trabajo que voy a leer, ha sido elaborado en cumplimiento
de la Directiva para la Instrucción de Oficiales, dictada por la
Dirección de los -Servicios.
En él me esfuerzo por encontrar el verdadero rol del Ejército,
frente a un problema evidente que se manifiesta por igual en todas
las clases sociales: la falta de comprensión de los deberes que la
comunidad impone a todo ciudadano.
El problema enunciado aparece ¡ en el espíritu utilitario y
egoísta que anima hoy a los hombres y que es causa que no se mida
la propia capacidad para aceptar actividades: o puestos, y que se
aprecie como primordial el beneficio que en ellos pueda obtenerse;
en la inconciencia con que se trata de desprestigiar a los que man-
dan y se analizan las soluciones que se adoptan, sin tener a la vista
los elementos de juicio necesarios, o sin poseer la preparación su-
ficiente; en la poca seriedad que se pone en el cumplimiento de los
contratos o en la palabra empeñada, tanto por parte del potentado
como del obrero; en el encarnizamiento que adquieren las luchas
partidistas o las que se suscitan entre el capital y el trabajo, etc.,
todo lo cual ha traído por consecuencia un debilitamiento de la dis-
ciplina social.. Parece que la fórmula que rige el trato de los hom-
bres estuviera contenida en la célebre frase de un escritor contem-
poráneo: "Uno contra todos y todos contra todos".
Las ideas que expongo relativas a la función social que en las
circunstancias señaladas corresponde al Ejército, no tienen otro
mérito que el haber sido llevadas a la práctica con éxito, en inicia-
tivas individuales. Posiblemente ellas no representan ni lo mejor
que se puede hacer ni todo lo que se debe hacer, pero constituyan
mi modesto aporte personal y reflejan una sana intención.
Mis Jefes y camaradas seguramente sabrán encontrar mejor la
solución integral de este problema, en lo que concierne a la Insti-
tución.

688 MEMORIAL DEL EJERCITO
DESARROLLO.
I. PARTE.
I. —Breve mirada al panorama político social nacional.
Muchos son los escritores y pensadores que en los últimos tiem-

pos, se han preocupado de señalar el peligro que para la civilización
representa el advenimiento de las masas al pleno poderío social
previniéndonos de la grave crisis que significa este hecho evidente
por cuanto las masas no están capacitadas para dirigir la sociedad.
Al hablar de '' masas" y del " imperio'' que ellas comienzan»
ejercer en la vida pública, no debe darse a estos vocablos, tan em-
pleados por los filósofos, especialmente por Ortega y Gasset, un sig-
nificado únicamente político, porque la vida pública, como lo señala
este escritor, " n o sólo es política, sino a la vez, y aún antes, intelec-
" tual, moral, económica y religiosa, comprendiendo todos los uso»
" colectivos e incluyendo el modo de vestir y el modo de gozar".
La sociedad puede considerarse constituida por "minorías" y
'' masas'', atendiendo para hacer esta división, a la calidad de los
individuos. De esta suerte es como resulta que " m a s a " es el hombre
común y las "minorías", como lo dice el autor antes citado, están
constituidas por hombres de selección, atendidas sus condiciones de
mayor preparación, cultura y moralidad, capaces de alimentar dea-
tro de sí, y ésto es lo más importante, aspiraciones, principios o idea-
les que de por sí excluyen al hombre de la multitud.
Tratando esta materia Ortega y Gasset, escritor con quien en
estos puntos concuerdo ampliamente, dice:
" L a división más radical que se puede hacer de la humanidad,
'' es la de criaturas que se exigen mucho y acumulan sobre sí di-
" ficultades y deberes, y las que no se exigen nada especial". "No
" se trata, pues, de una división del linaje humano en clases so-
" ciales, sino en clases de hombres".
Colocados así ante el hecho señalado, debemos considerar que
hay ciertas delicadas funciones sociales que exigen para su rea-
lización, la existencia de hombres seleccionados, como ocurre por
ejemplo con las artes, con las ciencias y con las delicadas funcio-
nes del Gobierno. Pretender olvidar ésto es sencillamente poner el
manos incapaces el manejo de asuntos y negocios que, por su im-
portancia, afectan al bienestar general y al progreso mismo de la
civilización, que no puede quedar entregada a la incapacidad e in-
conciencia del hombre mediocre.
Para mejor explicar lo anterior, no resisto a la tentación de
presentar en síntesis en los párrafos siguientes, algunas ideas ex-

EL EJERCITO ESCUELA DE CIVISMO... 689
puestas magistralmente en la obra " L a Rebelión de las Masas"

por el autor que he venido citando:
En la vida estamos obligados a decidir lo que vamos a hacer
ante las posibilidades que se nos presentan. Es falso decir que en
la vida deciden las circunstancias, por cuanto éstas no son más
que el dilema siempre nuevo, ante el cual tenemos que resolver-
nos, pero lo que decide es nuestro carácter.
Lo mismo ocurre en la vida colectiva, donde también aparecen
las posibilidades y luego una resolución que elige y surge del ca-
rácter que la sociedad tenga, o sea, del tipo de hombre que en ella
domine.
Si en las esferas de las decisiones predomina el hombre vul-
gar, tendremos resoluciones que, a lo sumo, bastarán para esqui-
var los conflictos y problemas de cada hora, nunca a resolverlos,
aunque con ello se acumulen nuevos y mayores obstáculos para el
futuro.
(El avance de la civilización, dice casi textualmente Ortega,
exige de capacidades, de cultura integral, que puedan desarrollar
un esfuerzo de unificación (Newton, Einstein) y, luego, de espe-
cialistas que hacen progresar la ciencia en determinada rama.
El especialista -que se destaca o descubre algo en su especia-
lidad, se cree un hombre que» sabe, pero se olvida muchas veces
que sólo es autoridad en el minúsculo rincón de ciencia que cono-
ce. Si se aboca a la resolución de problemas que no entiende, la co-
sa es grave, porque sus resoluciones y dictados tendrán él presti-
gio adquirido en su especialidad.
Imaginémonos la catástrofe que representaría, cuando en los
asuntos de finanzas, por ejemplo, esté influyendo el prestigio ad-
quirido en una especialidad médica o en una cátedra de castella-
no, o cuando, en la mayor crisis de un país, que es la guerra, que
debe ser abordada por hombres de armas, que hayan estudiado
científica y prácticamente su oficio, influya primariamente el cri-
terio de un civil que se haya destacado en cualquier otra activi-
dad humana.
Vale, pues, aquí subrayar el peligro de estos prestigios apli-
cados a lo que no entienden y que arrastran a soluciones impro-
pias, que acaso producen tanto daño, como aquellos oradores po-
pulacheros, de gran facilidad de expresión, pero vacíos de ideas
propias, y egoístas como todo hombre vulgar, que no tiene en su
alma ese ideal de servicio que distingue al hombre seleccionado.
Estos oradores aplican su arte a desprestigiar y destruirlo todo,
pero, a la postre, cuando deben afrontar el problema de recons-
truir mejorado lo que demolieron, no pueden ni saben darnos na-
da especial.
Yo invito a mi distinguido auditorio a recorrer con nuestra
mente el escenario social de nuestro país, para ir reconociendo, por

propia apreciación, la presencia del hombre medio, que hemos des-

crito, invadiendo todos los ámbitos.
•Decidme, señores, con vuestras conciencias, ¿no habéis encon-
trado a ese tipo de hombre, que nunca debió salir de la masa diri-
gida, esgrimiendo sus derechos, imponiendo su voluntad, negándo-
se a toda razón y, mucho más, a toda servidumbre, enamorado de
ese Estado poderoso moderno, del cual lo espera todo y al que le
exige todo, incluso que le resuelva sus más mínimos conflictos o
problemas personales?
Imaginaos también, a un Estado fuerte, como el constituido
en nuestros tiempos, puesto al servicio de hombres de escasas vir-
tudes, y estaréis conmigo para decir que ello representará una ver-
dadera amenaza para la sociedad.
La rebeldía del hombre medio va minando, a mi juicio, toda
disciplina y es preciso recordar que las funciones de mandar y obe-
decer son fundamentales en la humanidad, porque " l a ciencia, el
" arte, la técnica misma, viven de la atmósfera tónica que creí
" la conciencia del mando" (Gasset).
Un estudio muy conocido, de Lathrop Stoddard, titulado
"Amenaza del sub-hombre", pone en evidencia que por la falta
de selección biológica en la humanidad, la masa de ella está pro-
fundamente retardada biológicamente con respecto a una limitada
minoría.
E1 siguiente cuadro, tomado de Stoddard y del que hice uso
una vez en una conferencia dictada en el Estado Mayor General
del Ejército, precisa el coeficiente intelectual determinado por los
científicos de EE. UU. para el Ejército que este país movilizó du-
rante la Gran Guerra de 1914-18:
A) De inteligencia sobresaliente, sólo un 4, 5%.

B) De inteligencia superior, un 9i%.
1) Por encima. de inteligencia corriente, 10, 5%.
c 2) De inteligencia corriente, 2o %.
3) De inteligencia por debajo de la corriente, 20%.
D 1) De inteligencia inferior, 15%.

2) Por debajo de la inferior, 10%.
E) De inteligencia aceptable (no se considera).
Los datos anteriores son rigurosamente exactos y fijan una
edad mental media, para los norteamericanos; que corresponde a
la de un niño normal de 14 años, o sea, que cerca de la mitad
de la población no podría desarrollar jamás una capacidad mental
superior a la de un niño de 12 años, y que de cien millones de ha-
hitantes, sólo 4 l|2 millones pueden ser considerados talentosos,

EL EJERCITO ESQUELA DE CIVISMO... 691
Lo anterior se agrava por el hecho comprobado de que los ele-

mentos sociales seleccionados se reproducen, por lo general, po-
bremente, mientras la descendencia de los indeseables es comúnmente
numerosa.
Ahora bien, en Chile, país de poca población, donde no existe
la selección que representa la lucha por la vida en un país de gran
densidad de población, como EE. UU. y que no tiene tampoco la
cultura y medios¡ económicos de esa gran 'Nación, ese cuadro ten-
drá que resultar mucho más pavoroso.
Imaginémonos, ahora, con estos antecedentes, lo que significa-
rá estimular los apetitos de una masa así constituida, entusiasmán-
dola más de la cuenta con la idea de sus derechos y olvidando in-
culcarle sus deberes, tanto para con ellos mismos como para con la
sociedad en que viven y a la que se deben. Apreciemos también el
error a que estamos expuestos si se alienta a esa masa y se la lleva
al terreno de la acción, en circunstancias que por incapacidad
biológica, ella no es responsable y tenderá siempre a la acción direc-
ta, al empleo de la fuerza como primera y única razón.
En un trabajo anterior tuve el honor de comentar, ante un se-
lecto grupo de Oficiales, un interesante artículo sobre la "nobleza",
recogido de uno de los libros de Ortega, y que ahora no puedo me-
nos de insertar en esta Conferencia, por la lección que encierra pa-
ra un soldado, educado en. una severa escuela de disciplina, y por
el valioso estímulo que su sola lectura representa:
"Los privilegios de la nobleza -—dice aproximadamente el au-
"tor citado— no son originariamente concesiones o favores, son
'" conquistas que en principio suponen que el privilegiado sería ca-
" paz de reconquistarlas en cada instante".
"Los derechos privados o privilegios no son, por tanto, pa-
"siva posesión, sino que representan el término del esfuerzo de la
"persona". "En cambio, los derechos comunes, son puro benefi-
" ció, don generoso, que no responde a esfuerzo alguno". " E n
" una palabra, se tienen, no se sostienen".
"Considerar como nobleza la nobleza de sangre, es convertir-
" la en algo parecido a los derechos comunes". "Noble" significa "
" conocido, famoso, que ha sobresalido de la masa anónima". "Im-
" plica esfuerzo insólito".
"La nobleza del hijo es ya puro beneficio a la que sólo queda
" de auténtico, de dinámico, la obligación ¡que corresponde al des-
" cendiente, de mantener el nivel del esfuerzo Noblesse oblige".
"Hay cierta contradicción en el traspaso de la nobleza; per eso
" son más lógicos los chinos, que invierten el orden de transmisión,
" y no es el padre el que ennoblece al hijo, sino éste quien destaca
" con su esfuerzo, a su estirpe humilde'".
"Para mi —dice el autor citado— nobleza es sinónimo de vida
" esforzada, presta siempre a superarse a sí misma, a trascender
" de lo que ya es, a lo que se propone como deber y exigencia",

"Así, la vida noble queda contrapuesta a vida vulgar o iner-

" te, condenada a perpetua inmanencia". " E s t a es la razón por la
" que se ha llamado " m a s a " al hombre común, no tanto porque
" sea multitudinario cuanto porque es inerte".
De todo lo expuesto se deduce que hay en el ambiente del mun-
do, una marcada decadencia moral, (que proviene de un hecho evi-
dente que se constata a cada paso: El hombre multitudinario trato
de suplantar al hombre seleccionado, y como al hombre masa no po-
demos suponerlo poseedor de ideales generosos, por incapacidad bio-
lógica y moral, al actuar en los planos directivos, sólo piensa en su
bienestar, sin sujeción a un sentimiento abnegado de servicio para
con la colectividad.
De aquí que en las relaciones con el Estado, se pretenda explo-
tar a éste, en los negocios, en los puestos que se crean muchas ve-
ces sin necesidad, y que se aceptan sin poseer la idoneidad necesa-
ria; en los esfuerzos que se gastan para burlar las leyes tributa-
rias, etc.
Hace falta un proceso de adaptación y educativo que, a base
de un inmenso amor a la tierra, a la Patria, y un claro concepto de
lo que debemos a la sociedad, nos permita encuadrar nuestros ac-
tos en normas menos personales y egoístas, en una palabra, más
humanas, más generosas.
Creo, pues, fundadamente, que hacen bien y están en lo cierto
los filósofos contemporáneos, al señalar los vicios en que ha caído
la sociedad, que resulta de la ausencia de espíritu de sacrificios por
el bien general que hemos señalado, y de la falta de disciplina so-
cial, que hace que pocos se contenten con el puesto o actividad que
les corresponde por sus merecimientos y capacidades, y en que me-
jor pueden fructificar, y que incita a la crítica destructiva, en un
afán incontrolado de desprestigiar a los que mandan, a las institu-
ciones y a los fundamentos mismos de la sociedad.
En un libro, no recuerdo cuál en este momento, leí una vez:
" E l mundo podrá contagiarse con la demagogia, por ejemplo, si
las naciones no oponen contra ella una Bandera de igual altane-
ría", y yo creo que esta Bandera no puede ser otra que la prácti-
ca convencida de nuestros deberes para con nuestros semejantes y
para con la (Patria, por lo cual es preciso llegar a sentir muy hondo
el orgullo de la nacionalidad.
II. —Concepto de Nación y deducciones frente a las luchas ideo-
lógicas y de otra índole que se producen entre los ciudadanos,
cuando en ellas interviene el odio y la intolerancia.
Hemos cerrado el capítulo anterior, expresando la conveniencia
de estimular el orgullo por la nacionalidad. Para mejor apreciar
dicho, estimo del caso explicar en esta parte de mi trabajo, mi con-
cepto sobre "Nación".

La historia, y esto ha sido realzado por muchos escritores, nos

muestra "Estadas" formados de varias naciones: el Imperio Aus-
tríaco, y naciones que han sido repartidas entre varios, estados: Po-
lonia. De donde se deduce que el Estado no es un elemento necesa-
rio para que exista una Nación.
"La Nación —dijo alguien— existe allí donde hay lazos que
" unen a los hombres en tal grado que éstos se den cuenta que for-
" man una colectividad distinta de las demás; donde la necesidad de
" vivir juntos, está unida a la satisfacción de las más altas aspira-
" ciones intelectuales y morales".
Para que exista, pues, una Nación, es preciso que en los hom-
bres que la constituyen haya aparecido el sentimiento Patrio, siendo
la comunidad de lengua, de sangre, de religión, etc., factores que
contribuyen al robustecimiento de la idea nacional.
El cariño al terruño, al suelo en qué se vive, en que se ha naci-
do y en el que reposan nuestros muertos, es uno de los elementos
determinantes para la formación y existencia de las nacionalidades,
así como tiene una importancia preponderante, también, la tradición,
que a mi juicio constituye una- de las bases más firmes de la nacio-
nalidad.
La historia fortifica el sentimiento nacional, porque ella, al real-
zar las acciones gloriosas y abnegadas de nuestros antepasados que
nos legaron bienestar, estimula con la gratitud y admiración que sus
acciones generosas despiertan, el orgullo por esa herencia santa o el
ansia de superación o de redención frente a un pasado ingrato, de
lo cual es ejemplo evidente el resurgimiento de la Alemania actual.
De aquí el inmenso valor de la tradición, porque ella es fac-
tor de estímulo y de unión entre los ciudadanos. Para realzar su
importancia, yo hago mía una frase de un texto de derecho polí-
tico en que me inicié en estos estudios: "La tradición es lo que nos
" sobrepasa en el tiempo, lo que pone algo de durable en el momen-
" to que vivimos, es la memoria de un pueblo, es el espejo en que
" puede reconocerse por entero".
'Es este, señores, mi concepto de Nación. Por eso el desapare-
cimiento de una Nación, como lo enuncia Elorrieta "es una pérdida
" dolorosa, es un centro de civilización que se va, es la palpitación de
" un pueblo que se extingue".
En la vida normal de la Nación, todos los ciudadanos, a los

cuales debemos suponer animados de un santo amor patrio, pueden
no coincidir en el programa de vida que se deba seguir para obte-
ner la mejor felicidad para su suelo. Así ocurre, por ejemplo, con
los partidos políticos, que luchan por la posesión del poder para po-
der realizar sus programas.

Si, en principio, a todos los partidos debe suponérseles ani-

mados del mismo sentimiento patriótico, la obtención del bien co-
lectivo, las luchas que entre ellos se producen, no deberían alcan-
zar el apasionamiento a que a veces llegan y que, en ocasiones, es
más fuerte que ese nexo de unión que representa el haber nacido
en el mismo suelo y el ser ciudadano de una misma Nación.
Así se llega a las guerras civiles, que por ser guerras entre
hermanos son las más sangrientas y dolorosas (revolución de 1851)
y que son doblemente lamentables por los males naturales que ellas
representan y por el daño espiritual que significa para la vida mis-
ma de la nación, que no puede vivir allí donde no existe la unión
entre sus hijos.
Otra causal de desunión entre los hombres está en los proble-
mas que se producen entre patrones y obreros, o sea, entre el capi-
tal y el trabajo.
ibas doctrinas individualistas que niegan al Estado todo dere-
cho a limitar la libertad de los individuos y que preconizan el
"laisser faire, laisser passer", resultaron profundamente perju-
diciales para las clases asalariadas, por cuanto la libertad ilimita-
da, aplicada a los contratos, por ejemplo, permitió a los patrones
considerar sólo su conveniencia al dictar las condiciones del trabajo.
Como reacción natural contra el estado de cosas creado por el
individualismo,
1
nació el socialismo, que se apoya en teorías opuestas
a anterior. Así se dio origen a las luchas entre patrones y obreros,
y para conciliar ambas tendencias, cada una de las cuales sólo con-
sultaba los intereses de determinados grupos de hombres, olvidando
el bien general, surgió el intervencionismo del Estado y su acción
social que, bien orientada, está destinada a suavizar las asperezas
de una lucha funesta para el progreso común.
Es por una acción moderadora de justicia social, sancionada por
las distintas leyes que se han dictado en el mundo entero para ase-
gurar el bienestar general, como los Estados modernos han podido
calmar las agitaciones del proletariado y conservar, al mismo tiem-
po, principios individualistas como el de la propiedad privada y
otros, convenientemente limitados por el interés social.
'En la intervención justa del Estado para defender al que se in-
valida, a la madre, al anciano, etc., y, al mismo tiempo, para res-
guardar al capital que es trabajo acumulado, unida a una conve-
niente acción educadora para establecer sobre bases sólidas el res-
peto mutuo y la mutua cooperación entre patrones y obreros, en;
bien de la riqueza nacional, está la válvula de escape para eliminar
una lucha que siempre resulta profundamente perniciosa para la vi-
da nacional si en ella intervienen el odio y la intemperancia.

EL EJERCITO ESCUELA DE CIVISMO-... 695
Todo lo que hemos dicho hasta aquí, acentúa la necesidad de ir

formando u n a conciencia de responsabilidad y de honradez en to-
dos los ciudadanos, si no queremos a la postre, quedarnos sencilla-
mente sin moral, que es¡ por esencia y como t a n acertadamente lo
ha dicho un escritor de f a m a : " s e n t i m i e n t o de sumisión a algo, con-
" ciencia de servicio y obligación".
P a r a la creación de ambiente t a n favorable como el señalado,
que saque a los hombres de la cómoda actitud que han adoptado a n t e
la vida colectiva, reducida a creer que tiene todos los derechos y nin-
guno de los deberes, veo agigantarse la g r a n labor educativa y de de-
fensa social que deben realizar el hogar, la escuela y el Ejército.
Demos u n a breve m i r a d a al hogar moderno, luego a la escuela
para, en seguida, poder apreciar lo que corresponde realizar al
•Ejército, calificado por S. B. el Presidente de la República, en un
discurso pronunciado el año pasado en la Escuela de Infantería,
como una admirable escuela p a r a adultos.
III.—El hogar moderno.
La formación del alma del niño, o sea, la base de su educación

posterior, está en el hogar y, m u y particularmente, en la madre.
La visión de esa santa mujer, siempre preocupada de los suyos,
de corregirnos con bondadosa severidad en nuestras faltas y defec-
tos, de estimularnos en nuestros buenos 1 actos y en. nuestros buenos
sentimientos, de alentarnos en el trabajo, desde el aprendizaje de
las primeras letras que bajo su dirección hicimos, de vigilarnos en
nuestras alegrías y penas, en nuestras amistades, etc., no se nos bo-
rra en toda la vida.
La influencia de la v e r d a d e r a m a d r e es, pues, decisiva en el
niño y así era en, efecto en los hogares de antaño, en que la mujer
se consagraba por entero al hogar, a sus hijos y a su esposo.
La influencia del p a d r e que tiene g r a n interés, especialmente
cuando el niño se va t r a n s f o r m a n d o en hombre, no es t a n decisiva
como la de la madre, que debe estar permanentemente al lado de sus
hijos, lo que no es posible p a r a el padre, por sus actividades p a r a
ganar el sustento de la familia.
Desgraciadamente, los tiempos han sacado a la mujer del ho-
gar, y la madre, al estilo de aquella histórica mujer romana que, al
ser p r e g u n t a d a por sus joyas, respondió mostrando a sus hijos, va
siendo reemplazada por u n a m a d r e de otro estilo, p a r a la cual ya no
es el hogar el deber de los deberes.
La mujer de hoy va abandonando su puesto en el hogar, p a r a
correr a la conquisita del m u n d o en actividades que antes estaban re-
servadas p a r a los hombres. Otras son a t r a í d a s p o r tantos halagos
como ofrece hoy la calle, y es así como el bridge, el poker, el cine,
el teatro, los cabarets, las reuniones sociales y el deseo de figuración,

llenan hoy el tiempo de muchas dueñas de casa que, para atender

a tantas obligaciones como les depara la vida moderna, deben en-
tregar la educación de los hijos a manos mercenarias, que- nunca
podrá cumplir la misión que llenaron ampliamente las madres del
pasado.
La mujer moderna ha ganado en cultura, en libertad, en dere-
chos, ha conquistado otros campos de acción para sus actividades,
pero va dejando de ser la madrecita de antes y va perdiendo la in-
fluencia que siempre tuvo en la educación de los hijos.
Esto ocurre en la gente acomodada, en la burguesía, en la clase
media que es donde se produce por excelencia el hombre de "se-
lección", que está destinado a doctorarse en las carreras liberales y
a asumir puestos directivos en todas las actividades.
En las clases sociales más modestas observamos que el antiguo
hogar lugareño va desapareciendo, por la atracción que ejerce la
ciudad, donde el obrero es mejor pagado, y donde la civilización
ha concentrado los medios de halago y distracción. A ellos tam-
bién los va modificando la atracción de la calle y ya no es tampoco
aquí el macho sólo el que lucha por el sustento, sino la mujer, atraí-
da por los salarios que paga la industria.
Si a ésto sumamos que el hogar modesto no siempre está legal-
mente constituido, que nuestro obrero se emborracha, que la pobre-
za y la falta de habitaciones hace vivir a muchas familias en una
sola pieza, tendremos que llegar a la triste conclusión que, salvo ex-
cepciones, el hogar moderno no llena cerca de los hijos la misión
educadora que le corresponde, con grave daño para el porvenir.
IV. —Algunas razones que, a mi juicio, han imposibilitado a la
Escuela, para satisfacer en toda su amplitud, la función edu-
cadora y de defensa social que le corresponde.
En el hogar está la primera educación del niño, la Escuela no
puede desprenderse de la obligación que tiene de continuarla, para
lo cual debe crearse en los colegios un ambiente tal de moralidad,
de cumplimiento de los deberes y de respeto a todo lo respetable, bajo
la hábil dirección de maestros experimentados y poseídos de santa
vocación, que se vea facilitada la formación definitiva del alma
del niño.
Desgraciadamente, el maestro, con los procedimientos en vigen-
cia en la enseñanza, no puede llenar cumplidamente su labor.
En primer término, los profesores completan sus 30 horas se-
manales de clases en muchos colegios, y, pude apreciarlo como Se-
cretario de Estudios en la Escuela Militar, apenas permanecen en
cada colegio el tiempo preciso para desarrollar su clase, pues deben
pensar en trasladarse a otro liceo, muchas veces distante, donde les
corresponde actuar en la hora siguiente.

Con este motivo ocurre corrientemente que llegan con atraso a

sus clases o acortan la hora que les corresponde, para no atrasarse
demasiado a la clase siguiente.
Un maestro en estas condiciones, no tiene la tranquilidad nece-
saria ni dispone del tiempo suficiente para conocer a sus alumnos,
de donde resulta que su influencia se ve muy debilitada cerca de
éstos.
Si a lo anterior se agrega que por falta de escuelas y liceos, los
cursos son numerosísimos, alcanzando en el colegio en que se educa
mi hijo a 48 alumnos para un II Año D., tendremos que ese pro-
fesor ambulante ni siquiera conoce de nombre a sus alumnos y que
su actividad, a lo sumo, se reduce a pasar materia sin disponer del
tiempo necesario siquiera, para verificar si sus explicaciones han
sido comprendidas.
Estudiando un filósofo de renombre el aumento enorme de la
población del mundo en el último siglo, enfoca admirablemente este
problema y sus consecuencias, diciendo-, "las escuelas no han podido-
" dar a tantas gentes, otra cosa que la enseñanza de la técnica de la
" vida, pero no han logrado educarlas; de esta suerte sólo se les ha
" dado los instrumentos para vencer, pero no la sensibilidad para
'' los grandes momentos históricos".
Por propia experiencia también, puedo manifestar, que si bien
no es lo corriente, no siempre el profesor está adornado de los atri-
butos de carácter, conocimiento del corazón del niño, de la abnega-
ción y arte para enseñar que corresponde a un verdadero maestro.
Así, básteme con recordar a un antiguo profesor que conocieron
varios de mis oyentes, que dedicaba muchas de sus clases a hacer
propaganda en contra a determinada religión, en aquellos tiempos en
que tanta importancia se daba a estos problemas.
Y a qué seguir con estos ejemplos, bástenos con lo que ha di-
cho don Arturo Puga, verdadera autoridad sobre la materia, en un
artículo de prensa interesantísimo, sobre la misión de la universi-
dad, del cual copio el siguiente párrafo:
"El problema está en la formación de una juventud que lleve
" en su alma la sed inagotable de perfeccionamiento, a favor de
" una sociedad cada vez más noble, en lugar de la conquista de un
" título como principio y meta de un profesionalismo mezquino
" y estrechamente utilitario".
"Desde hace mucho tiempo ha prevalecido en las profesiones,
" casi por exclusivo, la acumulación de conocimientos. La forma-
" ción del hombre, en cambio, como cédula integrante de un orga-
" nismo que debe respetar, ha pasado a un plano de insignifi-
" cancia".
Aún en la práctica docente se observa la realidad anterior. El
profesor sale del pedagógico armado de conocimientos bien o mal
aprendidos, nada más, pero se ha descuidado la formación de un

ambiente donde, como estudiante ya, viva el mayor tiempo posible

consolidando, en el ejercicio de sus tendencias y capacidades LA
ROBUSTA PERSONALIDAD DEL MAESTRO.
II. PARTE.
EL EJERCITO EN SU DEBER SOCIAL.
I. —Necesidad de un Ejército fuerte.

Para garantizar la existencia misma de la Nación, tanto en lo
que se refiere a la integridad de su territorio, como al orden interno,
está el Ejército.
La función del Ejército es, pues, como Yo expresa Gavet, la
ejecución del deber nacional de guerra que se impone a veces a los
pueblos, de donde resulta que la abnegación del Ejército y de sus
componentes, constituye un deber cívico para con la Nación y que
el Oficial es el maestro ejemplar y autorizado de este deber, que im-
pone al hombre la decisión de darlo todo, aun la vida, por la colec-
tividad.
Por espacio de muchos años las naciones parecieron interesadas
en respetar acuerdos, que significaban un verdadero código de de-
recho internacional, por lo cual, si no se postergaba indefinidamen-
te el peligro de guerra, por lo menos parecía alejada toda posibili-
dad de guerras abiertamente injustas (Liga de las Naciones). La rea-
lidad ha demostrado que continúa como en las edades primitivas,
recurriéndose a la fuerza para definir, a costa del sacrificio de
muchas vidas, el derecho de conservar lo adquirido, de abrir nue-
vos horizontes económicos o, sencillamente, de asegurar la necesi-
dad de subsistir.
'El derecho del más fuerte está, pues, en plena vigencia y por
sobre todos los principios de moralidad internacional, y las peque-
ñas patrias sudamericanas deben tomar como advertencia saluda-
ble lo que ocurre hoy en el mundo, para hacerse lo suficientemen-
te poderosas, tanto como lo exigen la- defensa de nuestros intere-
ses y de nuestra hegemonía, de suerte que al amparo del poder mi-
litar, podamos dedicarnos, sin vicisitudes ni zozobras, al desarro-
llo de nuestra economía y de nuestro progreso.
II. —El Ejército, Institución democrática.
A pesar de ser Chile un/país democrático, se ha creado en él
una absurda aristocracia constituida por algunas familias enri-

quecidas en el comercio o en la agricultura. Esta pseudo aristo-

cracia es constantemente reforzada por nuevos elementos enrique-
cidos y, cosa curiosa, estos nuevos ricos son los que más se esme-
ran por constituir una clase social aparte y los que más parecen di-
vorciadas del alma popular.
Lo anterior resulta aún más lamentable, si consideramos la
sorda lucha entablada entre el capital imbuido en sus ideas ce-
rradamente individualistas, y el trabajo, que estimulado por las
conquistas sociales alcanzadas, se muestra cada vez más exigente,
contemplando, en forma exagerada sus propios intereses, con la
misma obstinación del bando adverso.
Ante este mal de funestas consecuencias para el país, al Ejér-
cito le cabe una hermosa misión que cumplir, la de ser un lazo de
unión entre todas, las clases sociales, porque como muy bien lo ha
dicho un escritor militar "él puede unirlas en el único timbre de
nobleza que nos es dado exhibir la tradición de las glorias, de los
triunfos y de los sacrificios que 'Chile ha gravado en su historia
patria, con sangre de grandes y pequeños, de intelectuales y de
obreros".
Para ello es preciso que se cumplan con toda amplitud las le-
yes que rigen el reclutamiento, de suerte que si fuera posible, lle-
garan a los cuarteles todos o la mayoría de los jóvenes; que cum-
plen la edad requerida para hacer su servicio militar.
La convivencia en el cuartel, crea una camaradería que se
mantiene después en la vida civil, y que nace de esa vida en co-
mún, cumpliendo un deber que alcanza por igual a todos y en la
que todos aparecen igualados desde la vestimenta hasta en la la-
bor que realizan. Nunca como en la vida militar se puede provo-
car un acercamiento entre los hombres, cualesquiera que sea la
clase social a que éstos pertenezcan, porque todo induce a estable-
cer esa unión en un medio en que las alegrías y penurias se com-
parten por igual entre ricos y. pobres, hermanados en el cumpli-
miento de un deber también común.
¡Considerando las ventajas del servicio militar, no sólo para la
defensa nacional, sino por el acercamiento que él provoca entre
los ciudadanos, es que estimo lamentables las disposiciones que
crearon los cursos de tres meses para los estudiantes.
En el deseo de no demorar para estos jóvenes la obtención de
un título profesional, se ha creado para ellos un privilegio que
les permite cumplir con la ley militar en una época y en un tiem-
po cómodos. De esta suerte se favorece a hijos de familias pudien-
tes, que han dispuesto de los medios necesarios para darles una
educación costosa, y para los cuales, el año de conscripción no re-
presenta los sacrificios que demanda a las familias más modestas,
a las que el alejamiento por un año del hijo, significa restar a su
economía el salario o sueldo que éste gana con su trabajo.

Se priva también a estos jóvenes de mayor cultura, llamados

por su preparación a desempeñar más tarde actividades directivas
en la sociedad, de convivir en los cuarteles con los hijos del pueblo,
lo que, como lo hemos señalado, tanta importancia tiene para disi-
mular esas fronteras, sociales que constituyen un factor de odio y
de incomprensión entre los ciudadanos.
Estimo conveniente anotar, para terminar este capítulo, que
mientras nosotros tanto interés nos hemos tomado porque los es-
tudiantes no vean postergada la obtención de sus títulos profe-
sionales con el cumplimiento estricto del servicio militar, como lo
establece la ley para la generalidad de los ciudadanos, otros países
que marchan a la cabeza del progreso, marcando rumbos en las
ciencias, en las artes, y en el comercio, no sólo mantienen la cons-
cripción obligatoria, por plazos superiores a los nuestros, sino que
han establecido además, el servicio del trabajo para los ciudadanos.
Es que esos países saben bien el valor de la disciplina militar
y lo que significa para la juventud el haber sido forjada en una
escuela de esfuerzos y de abnegaciones.
III. —El Ejército, educador.

Frente a la crisis de educación, que hemos analizado, veamos
ahora lo que el Ejército ha representado siempre para la defensa
de, la sociedad y lo que, a mi juicio, le corresponde realizar en los
tiempos actuales para intensificar su acción bienhechora.
Bajo el punto de vista educacional, el 'Ejército constituye un
elemento mucho más importante que la Escuela, y así lo han com-
prendido figuras como el Doctor Francisco Castillo Nájera, Em-
bajador de México en EE. UU., quien, en uno de sus interesantes
escritos, nos dice:
" E n la Escuela y en la Universidad se enseña al joven y al
" hombre maduro una ciencia que descansa en principios objeti-
" vos impersonales, deshumanizados. En el Ejército, por el con-
" trario, se estimula el desarrollo de virtudes prácticas, tan ne-
". cesarías a la personalidad humana que, sin. ellas, toda la eru-
" dición adquirida en las bibliotecas y en los anfiteatros univer-
" sitarios, sólo conserva un valor académico".
Desde que el individuo ingresa a la Institución, queda por en-
tero entregado a ella, encuadrado en el severo marco de la disci-
plina. Aprende así el hombre a ser modesto, y al mismo tiempo a
obedecer, que es la mejor escuela para aprender a mandar.
En. la vida diaria del cuartel, se practican virtudes tales como
la puntualidad y el estricto cumplimiento de los deberes; se en-
seña cuáles son éstos para el ciudadano; se estimula el amor a la
familia y a la Patria y se prepara al hombre para ofrendar su
propia existencia, si los intereses de la comunidad lo requieren.

En los deportes, en la equitación y en el servicio en el terreno,

el hombre aprende a vencer su propia flaqueza frente a los obs-
táculos que debe salvar y a los esfuerzos que le corresponde rea-
lizar. En estos servicios encuentra amplio campo en que robuste-
cer el valor personal, el compañerismo, la lealtad y el espíritu de
cooperación y ayuda mutua.
El Ejército es y ha sido siempre una Escuela de la abnega-
ción y del desinterés. En él el mayor trabajo no se retribuye con
un aumento de. la ganancia. Basta, como premio del esfuerzo, una
palabra de aliento del superior y la satisfacción del deber bien
cumplido.
Como si todo lo anterior fuera insuficiente, el Ejército se
desvela por asegurar el porvenir de los ciudadanos, enseñando a
los analfabetos a leer, habituándolos a normas de aseo e higiénicas
para asegurar su salud física y moral y, dentro de lo que le es
posible, algunas Unidades se han preocupado de enseñar algún
oficio a los que no lo tienen, aprovechando para ello sus propios
talleres.
Esta es en síntesis la obra educativa que el Ejército ha veni-
do realizando desde muy antiguo, teniendo en vista la necesidad
de capacitar a los ciudadanos para la defensa nacional, y que aho-
ra, ante la desmoralización en que ha caído la humanidad, desta-
cada en capítulos anteriores, necesita ser intensificada y orientada
en el sentido de cimentar, sobre bases sólidas, los principios de
unión y de solidaridad humanas, sobre los cuales debe edificarse
la sociedad del futuro. No se trata, pues, únicamente de preparar
para la lucha el brazo ciudadano, sino muy particularmente, de
disciplinar los espíritus, de formar almas y de templar corazones,
capacitando a los hombres para aceptar sin egoísmos los genero-
sos deberes que les corresponden como células del organismo so-
cial. Para ello, como lo preconiza el Mariscal Lyautey, junto a la
instrucción individual, es preciso realizar la educación individual
del ciudadano.
Cerebros de "élite", como el Mariscal antes nombrado, han
puesto su preocupación en esta materia, haciendo un llamado a la
Oficialidad de su país en un bien meditado artículo titulado "La
acción social del Oficial", instándola a que, ante la transforma-
ción social del mundo, cuya marcha acelerada y cuya fatalidad se
impone hoy a todas las almas, "abandone todo espíritu de análisis
" o de crítica y se entregue por entero a la acción ruda y fecunda",
. en el sentido antes señalado.
"Sin duda alguna —expresa Lyautey— al estado de guerra
" odiosa y violenta que aparta estérilmente a los hijos de un mismo
" suelo, de partido a partido, de clase a clase, es preciso oponer la
M. del E. 5.

" búsqueda pacífica, la investigación reposada de los problema

" que plantea la revolución industrial y económica de este tiempo,
" para marchar, no ya esgrimiendo la reivindicación o la repre-
" sión, sino estrechándose las manos por la grande y noble vía del
" progreso social".
Buscando en seguida quienes pueden ser capaces de impulsar
ésta obra salvadora, manifiesta que éstos no pueden ser otrosí que
los veinte mil oficiales franceses..
En realidad dice bien, y lo dicho nos alcanza también a nosotros,
porque, como lo expresa más adelante, " p o r las manos del Oficial
" pasa anualmente gran parte de la juventud 'que cumple los
" veinte años de edad. 'Con ella vive en íntimo "contacto durante to-
" do el tiempo de la conscripción, participando plenamente en su
" trabajos y en sus fatigas, sin que por ello obtenga mayor prove-
" cho. Su ganancia no depende, como la de los industriales, de la
" pena y esfuerzo de sus hombres. Sus. intereses no se oponen sino
" que se asemejan. La autoridad de -que está investido emana de la
" ley, tiene sanción legal, escapa a toda discusión y a todo com-
'' premiso. Reglamentos fijos determinan el límite de sus exigencias
'' profesionales. En fin, todo concurre a poner a salvo su indepen-
" dencia personal y el desinterés de su acción".
¿Qué falta, pues, al Oficial para cumplir con la misión que los
tiempos le piden?
Por primera providencia, que esté orientado y bien posesionada
y convencido de esta acción de patronato, de deber social preconiza-
da por Lyautey, para que pueda participar, con toda la amplitud
que de él se espera, en un movimiento general que lleve a la cuida-
danía a comprender mejor sus deberes y la función reservada a cada
cual en la evolución, que se experimenta en la sociedad humana
luego que esté capacitado moral e intelectualmente para realizarla,
Se trata aquí de un esfuerzo llevado a cabo en todo momentol
y sin relegar a segundo término la enseñanza profesional del sol-
dado, sino- aprovechando esa misma enseñanza. Es la obra constan-
te determinada por el ejemplo del maestro, por su sabio y atinado
consejo dado con conocimiento cabal de la fisonomía moral de cada
hombre, por la forma cómo se le hace justicia y cómo se saben apro-
vechar todas las circunstancias favorables, para efectuar la pacifi-
cación de los espíritus y para exaltar en ellos, con el amor a la Pa-
tria, las virtudes morales de que ya hemos hablado.
No es mi ánimo en esta conferencia hacer un estudio sobre la
formación del Oficial encargado de realizar, la inmensa obra que
hemos señalado, porque este tema ya tuve el honor de tratarlo en
una conferencia dictada hace algunos años en el Estado Mayor
Sin embargo, creo de interés decir dos palabras al respecto.
La carrera militar pide al Oficial conocer y dominar todos los
principios y ciencias que rigen los tecnicismos materiales, porque

todos encuentran su aplicación en el ¡Ejército. Por otra parte, la

misión de educador y director de nombres diseñada, le pide como
cuestión previa, poseer un conocimiento profundo de la ciencia que
enseña a valorar los elementos humanos y, por sobre todo lo ante-
rior, que tenga vocación o, lo que es lo mismo, que esté animado
por un corazón militar. Ninguna carrera requiere, por lo tanto, a
su servicio, de almas tan egregiamente seleccionadas como la mi-
litar.
De lo dicho anteriormente se desprende que la Escuela Militar
está abocada a los siguientes problemas:
1. º A estudiar más que nunca a sus alumnos, para no entregar
al Ejército sino hombres animados de verdadera vocación por la
carrera. La vocación es un don del alma y no se inventa ni se ad-
quiere por el ejercicio de la profesión.
Al respecto, el Capitán Sr. David Bari, en un_folleto publicado
en 1932, nos dice poco más o menos; "no es extraño que el hijo del
carpintero, del mecánico o del albañil siga con buen éxito el oficio
de su padre, basta para ello un proceso de adaptación. Con las fa-
cultades espirituales o artísticas no sucede igual cosa, pues la adap-
tación al medio es imposible cuando no hay tendencias naturales
a su desarrollo. El hijo del pintor, del músico, del poeta, por mu-
«ho que haya visto pintar cuadros, componer música y hacer ver-
sos, nunca llegará a adquirir esas (facultades hasta el punto de dar
a sus obras un sello personal, si vocacionalmente no tiene predispo-
siciones efectivas para ello".
La carrera de las armas necesita una vocación aun más defini-
da, pues, aparte de las facultades espirituales, exige la del apostola-
do, la tendencia a sacrificar los intereses al ideal, y la de subordinar
sus actos ante principios de honor que sólo los códigos militares han
conservado como herencia, de las justas caballerescas de otros siglos.
2. ° Conjuntamente con el hombre de guerra debe formar el fu-
turo educador y depositar en germen en él la idea de la misión so-
cial del Oficial.
A los Oficiales de mañana, dice Lyautey, es preciso darles esa
fecunda concepción de la función moderna del Oficial que se con-
cierte en educador de la Nación entera.
3. º Es preciso inculcar a los futuros Oficiales,. que el puesto de
honor del Oficial está en los Regimientos, cara a cara a la tropa,
desempeñando abnegadamente la función de instructor, es decir,
formando soldados para la defensa de la Patria, y en su papel de
educador, tan importante como lo anterior, es decir, templando co-
razones y formando ciudadanos.
De esta suerte no se verá el caso de que los Oficiales vayan a
los Cuerpos sólo a cumplir requisitos y que toda su aspiración se
concentre en realizar cursos de perfeccionamiento o de especializa-
ción; y los hay que tienen el "hobby" de realizar cursos allí donde
quiera que se crea uno.

También se temperaría así la atracción por la vida de oficina,

es decir, de transformarse en empleados, lo que a la larga va agos-
tando en el alma los atributos del Soldado.
Para obtener tan óptimos resultados, es preciso llevar a la Es-
cuela Militar como instructores, a Oficiales que hayan demostrado
su idoneidad en varios años de carrera, probado por su constancia
en el trabajo y acreditado para su desempeño en nuestro primer
plantel educacional, por una serie de óptimas calificaciones anuales,
que lo recomienden por sus condiciones de educador, criterio, honra-
dez procesional y sus conocimientos y cultura como apto para for-
mar y guiar a nuestra juventud. Por lo demás, es preciso asegurar
a este Oficial una permanencia en la Escuela, que nunca podrá ser
inferior a tres años.
¡Por ninguna causa deben destinarse a la Escuela instructores
demasiado jóvenes, a veces Subtenientes, poique la formación de los
cuadros de Oficiales es asunto muy serio para la Institución, que no
puede entregarse a manos inexpertas.
Pero de poco serviría la Oficialidad mejor seleccionada, si ella
no está lealmente secundada por un profesorado civil propio del
Establecimiento, hábilmente elegido entre hombres que sientan ver-
dadero cariño por nuestra profesión, y que esté posesionado de la
función social del Ejército. Este profesor debe completar su hora-
rio en la propia Escuela, de suerte 'que pueda cumplir con el ideal pe-
dagógico que aconseja que el profesor no. sólo enseña al alumno en
la clase, sino que lo acompañe en las horas especiales dedicadas a
la investigación personal. Esta es la única forma de conseguir que
el profesor a la vez que enseñe, realice una verdadera acción educa-
tiva, en el sentido de dar al alumno un método de trabajo y la per-
severancia en él.
Basta considerar lo que significa que el profesor guíe en las
horas de biblioteca a los alumnos en la selección de las obras que
deben leer; que le resuelva sus dificultades fuera de clases en los
problemas que tienen que desarrollar, que le dé en todo momento su
experiencia y sus consejos, para comprender todas las ventajas del
sistema.
Hoy, el profesor de la ¡Escuela Militar está mucho mejor ren-
tado que los del resto de la enseñanza fiscal y particular y bien po-
dría pedírsele esta mayor labor.
IV. —De cómo el Ejército debe irradiar su acción más allá
de los límites de sus Cuarteles.
Sin perjuicio de la inmensa obra de bien social, diseñada para
el Ejército, como elemento educador de los ciudadanos llamados a
reconocer cuartel, está la que los cuerpos de tropa deben y pueden
ejercitar en sus respectivas guarniciones, sobre el resto de la ciu-
dadanía.

Para *que esta acción sea llevada a término en toda su amplitud,

es cuestión previa que las unidades alcancen el prestigio necesario
para realizarla sin resistencias y hayan merecido el respeto, cariño
y gratitud de la población con la cual comparten su vida.
Son factores para provocar este ambiente favorable, la conduc-
ta pública y privada de los miembros del Ejército, el interés que el
Regimiento preste a toda iniciativa de bien local o de solidaridad
social, y la serenidad con que realice su obra educativa y de equili-
brio social, con los contingentes, los cuales, al reintegrarse a la vida
civil, constituyen sus mejores agentes de propaganda y la base más
sólida y justa de su prestigio.
Por lo demás, es preciso convenir que el alma popular, está ya
conquistada por el Ejército, pues ve en él al genuino depositario
de sus tradiciones de gloria. Baste para ello observar el interés con
que el pueblo presencia y aplaude a nuestras tropas en las forma-
ciones y desfiles, la cariñosa solicitud con que las acompaña por las
calles hasta dejarlas en sus cuarteles, y el agrado con que comprue-
ba la bizarría de los soldados, la corrección de los uniformes y la
destreza en los manejos y demás ejercicios de presentación de las
Unidades.
Considerando este gusto del pueblo por las ceremonias milita-
res, es que estimo contrario a los intereses del Ejército, toda inicia-
tiva destinada a restarles brillo y magnificencia, aun a juicio de
economizar tiempo en beneficio de la instrucción de combate. En el
Ejército se practica una verdadera religión: la de la Patria, y las
religiones necesitan de la solemnidad, de sus ceremonias, porque ellas
impresionan a los fieles y predisponen las almas para aceptar mejor
las. creencias.
¡Sobre el sólido fundamento de la consideración pública, las
unidades podrán ejercitar su acción con el beneplácito general, pri-
mero con la infancia, luego con el pueblo y, por último con los re-
servistas, que necesitan de toda nuestra preocupación, si no deseamos
que se debiliten y olviden en ellos, las doctrinas de amor a la Patria,
orden, disciplina y solidaridad social, con tanta dedicación y empeño
inculcadas en el servicio.
1) De cómo se puede influir en la educación de la infancia
y del pueblo.
Las deficiencias de la educación que proporciona el hogar mo-

derno y la escuela, imponen, a mi juicio, la intervención del Ejér-
cito en la solución de este problema, porque la infancia representa
el porvenir de la Nación y los soldados que en el futuro vendrán a
recoger y continuar nuestra obra.
Para los niños, así como para el pueblo todo, comprendido en
ésto todas las clases sociales, deben, por lo tanto, abrirse' los cuarte-

MEMORIAL DEL EJERCITO

706
les, especialmente en los días destinados a la conmemoración de los

hechos [heroicos del pasado, o a realizar actos patrióticos, como la
J u r a de la Bandera y las fiestas aniversario de los cuerpos, por
ejemplo, en atención al valor educativo de esas grandiosas ceremo-
nias, destinadas a afianzar en las almas el sentimiento de la naciona-
lidad.
También es conveniente obtener que los colegios y escuelas de
cada guarnición, entreguen las, clases de gimnasia a los Oficiales,
los que, conjuntamente con realizar éstas bajo el control y responsa-
bilidad de sus respectivos 'Regimientos, cumplirían una directiva de
trabajo que podría contemplar:
a, ) El aprovechamiento de los últimos! minutos de cada clase pa-
ra recordar algún hecho histórico, que pusiera de relieve el amor a
la Patria y demás virtudes ciudadanas.
b) Dar un aspecto patriótico a las fiestas escolares, iniciándo-
las siempre con un número especial destinado a rendir honores a
la Bandera.
c. ) Aprovechar, con igual finalidad, la revista de gimnasia pan
realizar " L a Promesa del Escolar ante la Bandera", por la cual el
niño se comprometería a cumplir sus deberes escolares y familiares
y a practicar la virtud, poniendo todo empeño para convertirse
más tarde en un ciudadano de provecho para la Patria y para la co-
munidad.
d) Realizar una instrucción pre-militar, efectuando, paralela-
mente con la instrucción de gimnasia, la instrucción de tiro, con el
¡Suboficial instructor que el Cuerpo proporcionaría. Además, apro-
vechando las excursiones escolares que comúnmente se producen en
los diversos Cursos, con fines de paseo o de instrucción, enseñar en
forma amena y práctica, algunos temas, como orientación, conoci-
miento y aprovechamieto del terreno, atención de accidentados y
otros, de gran interés para el Ejército y de aplicación en la vida
ciudadana.
Cada Unidad puede desarrollar infinitas iniciativas destinadas

a provocar el acercamiento a la Institución, de la infancia y del puf
blo en general, con la santa finalidad señalada.
El sólido prestigio de la Unidad porteño,, por ejemplo, permi-
tió reunir en el patio del cuartel, a todos los colegios particulares
liceos y escuelas públicas de Valparaíso, en "una hora de recreo
común", destinada a familiarizar a los niños con el ambiente del
cuartel y, sobre todo, a sembrar en sus tiernos corazones, esas idea
de unión y solidaridad, preconizadas en este trabajo.
El acto se inició con una visita a la Cripta que guarda los res-
tos de Eleuterio Ramírez, y que se aprovechó para que los mejores

EL EJERCITO ESQUELA DE CIVISMO... 707
alumnos de cada colegio, depositaran en el sarcófago, en represen-

tación de sus camaradas, una palada de' la tierra recogida y traída
ex profeso del sitio mismo en 'que encontró gloriosa muerte el hé-
roe. Se continuó después con una visita al cuartel, que se aprovechó,
también para dar a conocer a los niños las distintas armas destina-
das a la defensa de la Patria. Se terminó, por último, con un re-
creo común en que alternaron y entremezclaron su alegría, los hijos
de los ricos con los hijos de los pobres.
En un sencillo discurso de despedida, se pidió a' los estudian-
tes que no olvidaran esa hora de camaradería, realizada en el patio
de un cuartel, con la que se había 'querido significarles, que ricos y
pobres son hermanos ante la Bandera. Que Chile necesita por igual
'de cada uno de sus hijos, pues su grandeza y felicidad sólo puede
alcanzarse con la unión y el trabajo honrado de todos, teniendo en
vista que el interés personal, nunca puede anteponerse al interés
colectivo o general, que representa mejor el bien de la Patria.
Las radio difusoras se prestan admirablemente también, para
ser utilizadas como elemento de contacto con los niños y con el pue-
blo. Personalmente he podido apreciar el éxito que tuvo la "Hora
del Veterano" realizada en una radio de provincia, por un inteli-
gente oficial.
En esa hora, inspirada en una elevada concepción del deber
militar en los tiempos que vivimos, se transmitían hermosos cuentos
y anécdotas patrióticas, destinadas a exaltar alguna virtud o a
arraigar en las almas el respeto por la tradición y la gratitud, ad-
miración y cariño, por los hombres que hicieron nuestra Historia.
2) La obra del Ejército con los reservistas.
Educar con infinita dedicación a los conscriptos, templar sus

almas en la tradición, hacerlos comprender sus deberes para con
la comunidad y reforzar por todos los medios los lazos que crea la
consanguinidad, para luego abandonarlos a su suerte una vez licen-
ciados, entregándolos a la influencia fatal de los intereses egoístas
o a las adversiones que crean las ideas antagónicas, las rivalidades
de. partido, las luchas de clases, etc., me parece sencillamente ab-
surdo.
Si la conveniencia de mantener el entrenamiento militar de las
reservas no aconsejara llamarlas periódicamente a las filas en la fe-
cha de los Grandes Ejercicios, bastaría para hacerlo, la necesidad
de no perder las ventajas alcanzadas en la educación moral y cívica
de los hombres.
Por desgracia, razones económicas que son las mismas que hace
algunos años atrás obligaron a reducir la conscripción, han impedi-
do hasta ahora satisfacer esta necesidad vital para el Ejército y pa-
ra la conveniencia nacional.

Sin embargo, estimo que si bien puede no ser posible llamar

anualmente a las reservas en el período de Maniobras, los Regimien-
tos están en condiciones de facerlo, por lo menos, en el tiempo in-
dispensable para que los reservistas puedan participar con su Uni-
dad, en las formaciones que se realizan con motivo de los grandes
aniversarios patrios y de la Jura de la Bandera.
Algunas horas de preparación realizadas en los días festivos o
después de las horas normales de trabajo, bastan para entrenar a
las Unidades de Reservistas, y yo he visto a un Batallón, partici-
pando bizarramente en desfiles y formaciones, vestido con la ropa
de parada de un Regimiento, mientras el resto de la Unidad debía
contentarse con el uniforme de salida.
¡Y qué enormes ventajas no se obtenían con esos cortos llama-
dos a reconocer filas! Con el uniforme gris verde desaparecían las
diferencias de clase, y a poco de comenzar las preparaciones, surgía
espontáneamente la camaradería de cuartel, desarmando los espíri-
tus de toda prevención y egoísmo.
La acción inteligente y abnegada de los Oficiales y del personal
permanente completaba la obra de unión y acercamiento social y
de comprensión de los deberes que se tenía en vista.
Estos llamados a filas que me correspondió conocer, tuvieron sus
resultados prácticos, porque el Regimiento, luego de comprobar que
entre sus reservistas habían muchos sin trabajo, se preocupó de co-
locarlos convenientemente, interponiendo su influencia en las insti-
tuciones y casas comerciales, o, sencillamente, con los reservistas de
buena situación económica.
No podría terminar esta conferencia, sin recordar a los Jefes

y Oficiales del Regimiento " M a i p o " que, en el período 1935]37, rea-
lizaron una admirable obra social, encuadrándose en la doctrina que
ha inspirado este trabajo.
En su recuerdo, quiero repetir aquí las frases cariñosas con
que un periodista de fuste reconoció su labor:
" E n todas las carreras u oficios que el hombre abraza para
" dar orientación a su vida, hay algo que pertenece exclusivamen-
" te al campo profesional, y algo que es del campo humano, que
" puede o no ser entregado al servicio de aquello otro que es el
" medio de subsistencia. El hombre puede así ser un profesional
" destacado, correcto, de gran valía y lucimiento y aun alcanzarla
" fama, meta del buen éxito, y, sin embargo, haber dejado al mar-
" gen, encerrados como en una torre de marfil, aquellos sentimien-
" tos de índole íntima que son loa que dan verdadero colorido a
. " nuestros actos durante la precaria estada terrena. El mundo
" esta materia está lleno de ejemplos".

"Apreciando la labor de los Oficiales del Regimiento "Maipo"

" he creído encontrarme con hombres que se identifican con su ca-
" rrera, que se hacen uno con ella, la amasan generosamente has-
" ta formar con ella, un solo todo, a tal punto que ni ellos mismos
" pueden decir después, dónde comienza el hombre y termina la
" profesión".
A ellos, a mis Oficiales que supieron dar a mi Regimiento un
colorido de templo, de escuela de civismo, llegue este homenaje que-
me dictan el cariño y la gratitud.

ZONA AUSTRAL ANTÁRTICA. SÍNTESIS DE LOS ANTECEDENTES QUE ACONSEJAN SU LIMITACIÓN… (1944). Autor: GRL Ramón Casas Montalya
ZONA AUSTRAL ANTARTICA.

Síntesis de los antecedentes que aconsejan su
limitación y estructuración.
Por el General Sr. RAMÓN CASAS MONTALYA.
"Cuidar, embellecer y de-
fender la Patria, es amarla".
I. —ESTRUCTURACIÓN GEOPOLÍTICA.
1). —División zonal de la República.
Nada como la situación geográfica de un país, zona o pro-
vincia —determinada por su latitud y longitud— procura mayo-
res posibilidades a su desarrollo y progreso. De ahí que su acondi-
cionamiento y estructuración geo-física, estimando en ello: clima,
producción, poblaciones, vías de comunicaciones, límites interiores
e internacionales, etc., sean factores fundamentales a considerar en
las divisiones políticas - administrativas a que está obligada toda
región, para su mejor manejo y adelanto.
Solamente una severa y adecuada organización al respecto,
podrá servir al desenvolvimiento que todo progreso obliga. Sólo
así, mediante la confianza ofrecida por estructuraciones ajenas a
intereses unilaterales, podrán obtenerse iniciativas felices en el or-
den particular, como asegurar para la organización estatal, pro-
yecciones eficientes y básicas a la vida nacional..
Es así como las características geográficas del Chacao al Sur
han impuesto a ésta "Zona Austral - Antartica" un sello tan de-
finido, como las leyes y estructuración a que obligan su modalidad.
Condiciones geo-fisicas de las que no es dable desentenderse ni aun
apoyados en los más audaces adelantos de la civilización.
Sin embargo, pocos problemas 'fundamentales a la adecuada
organización de la República han revestido un carácter más su-
perficial, máxime si se estiman, como hemos dicho, los anteceden-

tes que deben servir de base a tales limitaciones; como, la estabili-

dad que debe caracterizarles.
Puede decirse, que sólo intereses secundarios, y no pocas veces,
de mero orden político-electoral, han influido en las repetidas
modificaciones soportadas, mientras otros, un tanto simplistas, han
inspirado las del plano internacional.
Hoy más que ayer, en que la política financiera tiende a bus-
car una "Economía dirigida en manos del Estado"; corresponde
al problema de la "División Zonal del País" o "Política-adminis-
trativa" de sus provincias, un rol, no sólo preponderante, sino fun-
damental al buen Gobierno de cada comarca.
Zona Norte, Zona Central y Zona Sur, ha sido hasta ahora el
compartimentaje básico a los Poderes Públicos para determinar,
en su legislación o franquicias, las líneas de fundamental impor-
tancia al desenvolvimiento del país.
Chiloé, Aysén y Magallanes han debido, en consecuencia, fox-
mar parte del último de estos sectores, con los resultados que mu-
chos conocen, y que, en todo caso, no es difícil advertir.
La potencialidad latente en las provincias de Chiloé, Aysén y Ma-
Magallanes (¡sectores de reserva!) como la extraordinaria propor-
ción de su extensión territorial máxime si consideramos en su de-
bida importancia (industrialización pesquera) al Territorio "Chi-
le. Antártico", plantea como problema, bien definido a nuestro en-
tender, la imprescindible necesidad de constituir con ellas, un block
o región, con la organización y solvencia propia, a que, como en
otras zonas, obligan sus características y la necesidad de facilitar
su desarrollo y progreso.
Razón esta, innegable y fundamental, es la que ha movido a
muchos gobiernos y prestigiosos sectores de la opinión pública; a
defender y procurar, como hoy se propicia, franquicias para la
zona norte; " razones similares y aun de más urgencia y peso, en
razón de las posibilidades que le apoyan, aconsejan idéntica po-
lítica para la que hemos denominado "Región Austral Antártica'".
Comprendiendo la trascendencia del progreso reservado a es-
tas regiones, cuyo desarrollo alcanzado- puede considerarse inci-
piente, nos (ha parecido fundamental obtener como base a su futu-
ro: "un lógico encuadramiento (zonal) dentro de la República;
como asimismo, una adecuada "organización político-administra-
tiva " de sus tres ¡provincias y el Territorio Austral Ant´sartico, sec-
tores que ahora forman el paño natural de su encuadramiento geo-
gráfico.
Estimados integralmente los múltiples aspectos que determi-
n a n las características de cada región, puede decirse que hasta
ahora no se ha hecho en Chile un "estudio oficial" que considere
por igual las necesidades de cada zona, estableciendo, en conse-
cuencia, una "División zonal", como una estructuración "polí-
tico-administrativa" adecuada.

ZONA AUSTRAL ANTARTICA 45
Inspirada la opinión pública en divisiones establecidas por

estudios generalmente de orden geográfico o de carácter estricta-
mente técnico, se ha dado por) anexar, como ya hemos dicho, la zona
que denominamos "Austral Antártica", a las comprendidas por
las provincias de Cautín a Llanquihue. Si bien es cierto que, bajo
algunos aspectos pueden considerarse similares, existen otros no
menos fundamentales, que aconsejan su estimación separadamente
y, muy en especial, dentro de una "División zonal", estrictamente
ajustada a las verdaderas necesidades de cada una, en relación con
el progreso general.
El sistema de las agrupaciones parlamentarias, ha extremado
la tendencia a involucrar a Magallanes, Chiloé y Aysén, en los pro-
vectos tendientes a resolver problemas económicos, más bien inhe-
rentes a las provincias de la Zona Sur. ,
El solo hecho del mayor porcentaje de parlamentarios con
que cuentan las provincias de Temuco a Puerto Montt, como asi-
mismo, su mayor vinculación con los sectores influyentes de la
capital, determinan invariablemente franquicias en su favor;
transformándose ello en duro obstáculo, al libre y bien posible de-
sarrollo de las más alejadas.
Como consecuencia de los factores que advertimos, gran par-
te de la "Zona Austral-Antártica", ha sido considerada hasta aho-
ra, con evidente perjuicio, como una "Reserva Nacional". Esti-
mamos que la época obliga a emplear las reservas, o sea. a sacar el
máximum de provecho de los recursos, en tierra y hombres, con
que cuenta la Nación.
Necesitamos aumentar nuestra población, es decir, hay un
problema de colonización y hay tierras para realizarlo; lo lógico
es empezar por radicar en ella a nuestros propios ciudadanos, co-
mo la más inmediata y humana de las medidas para salvar la fa-
milia chilena. Hay materias primas que todavía son valiosas, pero
que el adelanto de la química-industrial puede desvalorizar con
sorpresas insospechadas; existe entonces la necesidad de asegurar
su aprovechamiento aumentando su valor, a través de oportunas e
inteligentes industrializaciones. Todo eso, y mucho más, es de po-
sible realización en la Zona a que nos referimos; basta a ello una
mayor estimación de sus posibilidades y una organización ade-
cuada mediante "Leyes de Excepción" que faciliten un rápido
desenvolvimiento.
Características geográficas, valor económico de sus reservas,
facilidades en el intercambio internacional, etc., están indicando
en apoyo a nuestra "Tesis", la necesidad de una "agrupación
semi-independiente" de lo que entendemos por Zona Austral, co-
mo asimismo, la conveniencia de su organización político-admi-
nistrativa bajo condiciones de "excepción".
Si hasta ahora, se ha culpado, en especial, a un llamado "cen-
tralismo '' de los entorpecimientos o postergaciones a su buen de-
senvolvimiento, pensamos que constituida en un "block o zona"

como la proyectada, bajo leyes de excepción que le permitan un

mayor porcentaje en fondos para la solución de sus problemas,
(modificaciones al. régimen, tributario), etc., se podrá cumplir con
mayor eficiencia el propósito de nuestro innegable buen régimen
republicano unitario: Unidad en tas aspiraciones nacionales, pera
repartición en el esfuerzo y en la responsabilidad.
2). —Proposiciones de estructuración zonal del país.

En concordancia con los principios sostenidos, estimamos
aconsejable, bajo un punto de vista integral, como más aproxima-
da a las actuales posibilidades físico-económicas del Territorio de
la República, la siguiente subdivisión:
ZONA NORTE:
Semidesértica-minera y fertilizante (salitre). —Tarapacá a
Coquimbo.
ZONA CENTRAL:
Zona Sur: Semihúmeda—agrícola. Aconcagua a Bio-Bio.
Agrícola-forestal. —Arauco a Llanquihue.
Zona AUSTRAL-ANTARTICA:
Ganadera-Forestal-pesquera. —Chiloé, Aysén, Magallanes y
Territorio Chile-Antártico.
Atendiendo a las condiciones estrictamente geográficas de ca-
da Zona, podemos diferenciarlas en regiones: continentales o in-
teriores, marítimas y mixtas; y con relación a sus límites, en natu-
rales y convencionales.
La Zona "Austral Antártica" de la que nos ocupamos, pre-
senta —por su extensión y excepcional configuración— caracterís-
ticas favorables, para clasificar o dividir sus territorios en secto-
res; "insulares" (marítimos), como en el caso de Chiloé; y "mix-
tos" (continentales, insulares), en las zonas de Aysén y Magallanes.
Por otra parte, notables accidentes geográficos facilitan una
señalización natural.
3). —División Político Administrativa Interior de la Zona
Austral-Antártica.
Obtenida la división Zonal para el país en la forma propuesta,
se entraría a determinar la división político-administrativa de las
provincias de la zona Austral-Antártica.

Para ello debemos remitirnos a su situación geográfica; esca-

so conocimiento, (terrenos inexplorados) como a las actuales posi-
bilidades de comunicaciones, antecedentes que obligan a las si-
guientes consideraciones:
a) CHILOE: Dejar a esta provincia una total autonomía so-
bre la "Zona insular", desde el Canal de Chacao hasta la Penín-
sula de Taitao inclusive, considerando en ello el Estero de Los
Elefantes y el Canal de Ofqui.
b) AYSEN: Concretarla a la parte continental, y más inex-
plorada hasta ahora. Zona comprendida desde el Estero de Relon-
caví, Río Puelp, Lago Tagua-Tagua, Río Manso, hasta el Estero
Falcón, Monte Pitz Roy, altura del Lago Viedma. En consecuen-
cia abarcaría su jurisdicción por el norte, la parte continental que
a Chiloé le resulta prácticamente imposible atender (Subdelega-
ción Yelcho del Departamento de Quinchao); como la parte inex-
plorada, entre el río Puelo y Vodudahue. Completaría su exten-
sión por el Sur la región del Lago San Martín, igualmente aislada
de la Provincia de Magallanes, a donde sólo es posible llegar en
la actualidad mediante un largo y penoso viaje a través de la Pa-
tagonia Argentina (Punta Arenas, Río Gallegos, Puerto San Ju-
lián, Lago San Martín).
c) MAGALLANES: Desde los contrafuertes del planchón de
"hielo continental" a la altura del Estero Falcón, inmediaciones
de la región de Ultima Esperanza, hasta el Territorio Chile-An-
tártico, inclusive.
d) TERRITORIO CHILE ANTARTICO:
El "Territorio Chile-Antartico" es una concreción geográfica
de un millón cuatrocientos mil kilómetros cuadrados de indiscuti-
ble importancia industrial y estratégica. Las posibilidades pesque-
ras ofrecidas en sus mares y ensenadas; como la significación al-
canzada por el tráfico marítimo y aéreo, en relación con la política
mundial, y, la autonomía de vuelo o de navegación de las máquinas
modernas, comprueban lo dicho.
Hace siglos, Ercilla, como otros historiadores con rara genia-
lidad, enmarcaba Chile en, las Regiones Antárticas; O 'Higgins más
tarde, en sus incansables desvelos de gran patriota, la señala taxa-
tivamente, como zona propicia al desarrollo de nuestro poderío
marítimo y económico. Un estadista más tarde, de recio cuño, co-
mo Don Pedro Aguirre, la incorpora jurídicamente al territorio
nacional.
Si consideramos las seiscientas millas que aproximadamente
separan al Cabo de Hornos de los primeros grupos de la Antártica,
y las comparamos con las 3. 600 que distan de Valparaíso a la Isla
de Pascua, creo que su alejamiento no es para atemorizar a nadie,
ni para correr los riesgos que se suponen, tomados los resguardos
que la condición especial de esos mares exigen. Tierra de Graham,
Islas Shetland y otras, a las que hace referencia el célebre docu-

mentó que liga la personalidad de O'Higgins a esta zona, sólo se

alejan, los 800 kilómetros que significa cruzar nuestro "Estrecho
de Drake".
Si coincidimos en considerar la ganadería y forestación como
ramas típicas en las características económicas de la zona, invaria-
blemente hemos estimado también su valor como zona oceánica
marítima y pesquera. Hoy lo repetimos con la más absoluta de las-
convicciones estimando que junto a ]as múltiples ventajas de su
solución, podemos señalar como mas inmediatas las siguientes:
a) Industrialización de las incontables y valiosas especies ma-
rítimas que pueblan los mares de nuestra jurisdicción. (Faenas ba-
lleneras).
b) Incremento insospechado de nuestra flota mercante, lo que.
ha de traer necesariamente aparejado, la intensificación de la in-
dustria maderera, y, en especial, de lo que diga relación con los
astilleros necesarios a su formación.
e) Aprovechamiento y estímulo de las extraordinarias cuali-
dades marineras de nuestra gente, en especial de los naturales de
la provincia de Chiloé.
d) Fomento del mayor aprovechamiento de pieles en relación
con las necesidades higiénicas y sanitarias de la zona.
e) Jurisdicción efectiva de nuestra soberanía sobre zonas va-
liosísimas y hasta ahora bastante desamparadas en relación con su
importancia estratégica.
Si de las razones que damos es fácil desprender infinidad de
otros motivos atendibles, debemos reconocer que dentro del aspecto-
estrictamente económico y posibilidades del momento, es quizás el
de la "Caza de Ballenas" el más conocido y más directamente re-
lacionado con la parte del problema que sostenemos.
O 'Higgins manifestó entre sus apreciaciones:
Una simple mirada al mapa de Sudamérica, hasta para probar
que Chile, tal como queda descrito, posee las llaves de esa vasta
porción del Atlántico del Sur... "
Por nuestra parte, respetuosos y severos ante la concepción
genial de los hombres cumbres, por su honradez y patriotismo,
sumámonos incondicionalmente a la defensa y posible logro de esta.
idea.
II. —ASPECTOS COMUNES DE LA ZONA.
1). —Limitación geográfica (Toponimia).

Obsérvase desde el punto de vista científico, cierta tendencia
a señalar o confundir como "Patagonia" los territorios chilenos
continentales situados al sur -del Paralelo 41.
Definida la situación de límites por los Tratados con la Re-
pública Argentina, hay positiva conveniencia en contar con "de-
nominaciones geográficas" claras y precisas tendientes a evitar

confusiones, fundamentalmente, en relación con las soberanías

ejercidas por ambos países.
De acuerdo con esta proposición reservaríase el nombre de
"Zona Austral Antartica" para las regiones chilenas comprendi-
das desde las inmediaciones del Paralelo 41, límite norte pro-
puesto para la provincia de Aysén (Seno de Reloncaví, Estuario
de Beloncaví, Río Puelo, Lago Tagua-Tagua y Río Manso) has-
ta el extremo Sur (Polo Sur) del Territorio Chile Antártico, in-
cluido definitivamente bajo la soberanía nacional por Decreto
1747 de 6 de noviembre de 1940.
2). —Limitación política.
Abarcaría las actuales Provincias de Chiloé, Aysén, Magalla-
nes y el Territorio Chileantártico, dependiente de la última de es-
tas provincias. .
3). —Características geo-físicas.
a) OROGRAFÍA: Un sollo sistema de cordillera, insular y
continental del tipo "andino", expresada por agrupaciones de
cordilleras, de las mas caprichosas dimensiones y orientaciones,
junto al extraordinario quebrajamiento de sus suelos, es la más
original de las características en estas latitudes.
. Nieves permanentes cubren alturas relativamente bajas, hasta
donde llega, por lo común, el bosque, confundiéndose aun, en al-
gunos sectores con el hielo continental, formación clásica de la zo-
na, y cuyo planchón, abarca en algunas partes, extensiones ininte-
rrumpidas de centenares de kilómetros. Sus alturas más famosas,
como la formación geológica de los suelos vecinos, advierte nota-
ble actividad volcánica de otras épocas,
b) HIDROGRAFÍA: La acción del clima, revelada en las
grandes lluvias de la región costera y las nieves de las cordilleras
interiores, facilitan la formación de grandes lagos, incontables la-
gunas, ríos y chorrillos.
Entre lo ríos los hay de curso muy rápido por el encajona-
miento lógico a que obliga la estructuración montañosa, formando
rápidos y saltos de importancia extraordinaria a la aplicación in-
dustrial, o permitiendo en otras partes, gracias a su enorme cau-
dal, el aprovechamiento de su vía fluvial. Pueden estimarse de los
más grande y caudalosos de Chile, como el Puelo, el Yelcho, el Pa-
iena, el Aysén, el Baker, el San Juan, etc.
c) CLIMA: Aun cuando corresponde al de la zona fría, puede
considerársele, en cierto modo, uniforme y perfectamente soporta-
ble dentro de las tres provincias; estimándose que la vida humana
es posible hasta en el mismo territorio Chile Antártico en latitu-
M. T. 4.

des próximas a los 65° grados, donde las actividades balleneras de

una época más floreciente, han podido comprobarlo con amplitud.
Si la ecuménica permítenos relacionar estas zonas con lati-
tudes similares del Hemisferio Norte, (Noruega, Finlandia, Rusia)
podrá apreciarse en mejores condiciones las posibilidades a que
nos referimos.
d) POBLACIÓN: Homogeneidad de sus habitantes, como es-
casísima densidad, son sus principales características.
e) PRODUCCIÓN: Materias primas: De acuerdo con las po-
sibilidades económicas de la zona, puede decirse que aspectos y
materias primas comunes, distinguen a las tres provincias, seña-
lándose entre las principales posibilidades las siguientes:
Explotación ganadera: (ovina, vacuna y caballar).
Forestal: (cipreses, alerces, robles, coihues, etc. )
Minera: ('carbón, petróleo, oro, cobre, plata, etc. ).
Pesquera: (aspecto en el que se incluye el Territorio Chile
Antártico).
4). —COMUNICACIONES.
Si la organización de los territorios bajo el punto de vista

político-administrativo, es fundamental a su buen manejo, el pro-
blema de las comunicaciones es uno de los asuntos de mayor valor
a su desarrollo. Problema este que, analizado desde un punto de
vista integral (marítimas, terrestres, aéreas), debe considerarse en
íntima concordancia con las exigencias que la configuración espe-
cial de la zona obliga. Su extremado quebrajamiento impone en el
aspecto marítimo, no sólo el tráfico de grandes transportes de
unión entre los centros de mayor vitalidad como Punta Arenas,
Natales, Puerto Aysén, Castro y Puerto Montt; hay exigencias si-
multáneas tan o más poderosas que aconsejan el tráfico y cabota-
je de embarcaciones menores apropiadas a dar vida y seguridad a
regiones como el Beagle, Seno Almirantazgo, Seno Skiring, Obs-
trucción, desembocaduras del Río Pascua, Bravo, Baker, Ofqui y
otros muchos más al norte, rutas llamadas a procurar la salida al
Pacífico de valiosas regiones nuestras y enquistadas hasta ahora,
como las del Lago San Martín, Baker, Lago Btienos Aires y otros.
Aun cuando consideramos fundamental el problema de las co-
municaciones de esta zona, al apoyarlo en la vía marítima, no son
menos importantes y urgentes los aspectos terrestres y aéreos, lla-
mados a coordinar y engranar, en un plan general, de manera de
obtener el máximum de evigencia con un mínimum de costo.
Estimamos que un problema de esta envergadura y tan extra-
ordinariamente peculiar en relación con las condiciones de la zona,
no puede ser organizado y dirigido, sino bajo un punto de vista in-
tegral, desde la misma zona, por elementos severamente capacita-
dos en su modalidad y exigencia, lo que a nuestro entender debe

hacerse desde Punta Arenas mediante un organismo dependiente

de la Asamblea Provincial que proponemos en la Organización Po-
lítica y, en lo posible,, bajo una estructuración semi-militar.
Demás está decir, que una "política de comunicaciones" in-
tensa, significaría el aumento y valor de nuestras flotas mercantes
y, con ello, la industria naviera, tan en concordancia con las ma-
terias primas existentes (astilleros), como con la "intuición ma-
rinera" de sus poblaciones.
5). —IMPERATIVO SOCIAL

Toda finalidad tendiente al engrandecimiento patrio, lleva
íntimamente aparejada, de manera fundamental, el robustecimien-
to de la familia nacional, y por ende, el mejoramiento integral de
su célula vital: el hombre. Tan necesario como humano reforza-
miento a la superación que se persigue, como asimismo al aumento
de la población, —antecedentes íntimamente relacionados con la
potencialidad de cada Estado, — implica consideraciones severas
como urgentes, en el desarrollo que se persigue para esta zona.
Entre los más señalados podemos contar:
1. —La desocupación de invierno (problema social de máxi-
ma gravedad en el Territorio).
2. —La emigración nacional de elementos valiosos, hacia la
Patagonia Argentina.
3. —La falta de facilidades a la radicación de un mayor núme-
ro de familias a la tierra, como medio de defender la infancia en
el más peligroso de sus períodos; como el de asegurar una mayor
incorporación de tierras productivas a la economía del Territorio.
Las informaciones estadísticas, ' aunque muy incompletas to-
davía, permiten apreciar suficientemente la gravedad de los aspec-
tos que anotamos, y deducir en cierto modo, las leyes o modifica-
ciones aconsejables, tendientes a prevenir tan penosos fenómenos
sociales. Buscar fórmulas de "armonía y solución" a tan delicados
asuntos, significa procurar obras de alto sentido social directamen-
te avocados al progreso y felicidad de la República.
Hay en ellos entremezclados problemas de radicación (vivien-
da), vestuario, alimentación, cultura, salarios, etc., en síntesis,
elevación del standard de vida, que no es posible tratar con la
simpleza que generalmente se hace. Tomemos un ejemplo,. así para
denotar el abuso alcohólico... ¿Quién se detiene a pensar que se-
guramente, 1a necesidad de mayores calorías por razones del clima,
frente a una alimentación imperfecta e inadecuada, como la falta
de medios para gozar de entretenimientos elevados (culturales),
obligan a ciertos sectores a inclinarse por este recurso del alcohol,
el más fácil de los paliativos a su alcance?
"Legislación de Tierras" —"Industrialización". — son a
nuestro entender los términos principales de la ECUACION" a

resolver. Inteligente e inmediato aprovechamiento de los recursos

zonales, como adecuada estructuración de los organismos y servi-
cios públicos, son impostergables imperativos al desarrollo perse-
guido.
Veamos algunos aspectos más inmediatos al "problema en
cuestión".
6). —COLONIZACIÓN.
Aumento de la densidad de población, mediante un "Código
Agrario" común a las tres provincias.
Obtención de cuotas extraordinarias para aprovechar las
franquicias de organismos oficiales en relación con esta política
(Caja Agraria, Caja de Crédito Minero, Caja de Crédito Indus-
trial),, aplicación de la Ley de Cooperativas, generalización de la
Ley de Aysén, con atención a los derechos para solicitar tierras
fiscales de acuerdo con el tiempo de radicación en la zona, etc.
Dicho Código abarcaría, a nuestro juicio, lo siguiente:
CÓDIGO AGRARIO—PROYECTO DE ESTUDIOS.
Coronel R. Cañas Montalva.
Cartas topográficas. — Cartas

edafológicas.
I. —Geografía Económica: Planos Catastrales.
Cartas y boletines meteoroló-
gicos.
Rural.
II. —Régimen de propiedad: Semi-rural Ley de Tierras.
Urbana.
Asociaciones de Estancieros.
Cooperativas.
Sindicatos rurales.
III. -—Leyes sociales agrarias: Contratos de Trabajo.
Seguros.
Atención sanitaria y preven-
tiva.
Retiro y Montepío.
IV. —Política económica agro- Crédito y regulación del mer-
rias: 1 cado.
V. —Régimen tributario: Impuestos.

Terrestres.
TI. —Tías de comunicaciones: Caminos.
Transmisión y transporte: Ferrocarriles
Marítimas.
Aéreas.
VII. —Servidos de experimen- Agrícola.
tación, enseñanza y fomen- Ganadera.
to agrario e industrial: Forestal
VIII. —Inmigración. Coloniza-
ción.
IX. —Disposiciones de organi-
zación sanitaria y política
rural.
7). -INDUSTRIALIZACIÓN.
Posibilidades absoluta de industralización de materias primas,
correspondientes a las características señaladas (ganadera, fores-
tal, pesquera); como asimismo, de los subproductos o derivado.
Aprovechamiento de la calificada mano de obra, reconocida
en lo trabajadores nacionales, y facilidad ofrecida por las comu-
nicaciones marítimas (estructuración geográfica de la zona) para
la obtención de mayores mercados. Lanas, carnes, cueros, aceites,
tripas, destilaciones de carbones y maderas, pulpa de madera, ar-
cillas, pesquería, ballenas, elaboraciones caseras (tejidos, tallados,
reproducciones aborígenes etc. ).
8). —INTERCAMBIO INTERNACIONAL.

La situación geográfica acondiciona a la zona para asegurar
su industrialización en mercados —interiores y exteriores— con
particular facilidad.
En el aspecto interior, deberíase relacionar: el régimen tri-
butario con las facilidades aduaneras y la organización integral de
las comunicaciones (las tres provincias, comprendido el Territorio
Austral Antartico) como base a estas iniciativas.
En el campo exterior, se reservaría en los arreglos internacio-
nales con la República Argentina, el sector de Patagonia (Terri-
torios de Río Negro, Chubut y Santa Cruz) para intercambios con
la Zona Austral Antartica.
Dichas zonas complementándose en varios aspectos, facilitan
por su vecindad, todo intercambio.
La facilidad de las comunicaciones marítimas, y muy en par-
ticular, la situación preponderante de Punta Arenas como puerto,
sobre una de las principales vías marítimas mundiales, se presta-
rá siempre a toda iniciativa comercial.

9). —EDUCACIÓN.
Las condiciones climatéricas y las posibilidades económicas de
la Zona, aconsejan variaciones en los programas de enseñanza
(agraria, industrial, pesquera), horarios (vacaciones de invierno)
y construcciones; materias indispensables de tratar y organizar
bajo reglamentaciones especiales.
10). —TURISMO.
Pocas zonas, debido a su imponderable belleza, como extraor-

dinaria posición geográfica, se prestan como está, para una explo-
tación adecuada de esa rama de la economía actual.
Aparte de sus bellezas naturales, Bosques nacionales y otros
lugares de extraordinario interés histórico, como "Fuerte Bulnes",
en Puerto Hambre, (Port Famine), o científico (glaciares, Cueva
del Milodón, etc. ) son aspectos de innegable interés a la atracción
turística.
11). —DEFENSA.
Siendo el problema de la defensa, inherente a Ras obligaciones
cívicas, debe considerarse la importancia de apreciar esta zona,
con inclusión del Territorio Chile Antartico, bajo una sola faz, en
su aspecto estratégico.
III. - CONCRECIONES A SU ORGANIZACIÓN.
1). —Zona de excepción. Territorio experimental.

Si las condiciones extraordinarias señaladas a la zona por las
innegables posibilidades ofrecidas a su desarrollo y total incorpo-
ración a la vida nacional, están indicando la conveniencia de ace-
lerar toda política tendiente a la solución de sus problemas fun-
damentales, debemos aceptar, el privilegio que le asiste para pro-
porcionársele, por el tiempo al menos que le permita la lógica re-
cuperación, a que tienen derecho dentro del atraso en que se le ha
mantenido, leyes extraordinarias, como una situación de excepción.
Estimamos, pues, que una revisión de la legislación actual,
debe permitir el necesario enlace que propiciamos entre sus dife-
rentes provincias, como los medios jurídicos adecuados para su
mejor manejo, constitucionalidad y progreso.
Conviene concretar que los propósitos inspiradores de esta
política de relación, engranaje, armonía entre las tres provincias
y lo que pueda realizarse en los mares y Territorio Antártico
—dentro de un plan económico integral— va dirigido a la solu-
ción de sus grandes problemas; asuntos que hemos podido apre-
ciar en mucha parte, comunes a toda zona.

Estimamos en ellos como fundamentales "Política Agraria",

"Plan de Fomento Industrial", "Comunicaciones", "Problema
Social y Sanitario", "Educación y Cultura", "Organización Po-
lítica Administrativa" (servicios públicos, comunales y semifisca-
les) etc. No quita,, pues el estudio y organización de tan trascen-
dentales aspectos, el libre campo para que la política de cada lu-
gar en particular, pueda continuar preocupándonos de la solu-
ción de los de contenido local, aun cuando más tarde las líneas
generales de la organización que propiciamos venga a favorecerlas,
o a modificar sólo en la forma, su mejor solución, siempre que en
verdad consideren estos fundamentalmente, el interés de la co-
lectividad,
El hecho de ser ésta una zoma nueva, o virgen, en cierto mo-
do, si se relaciona al desarrollo alcanzado por otros sectores del
país y del continente mismo, aparejado además a las nuevas
modalidades que la transformación social nos va creando; as-
pecto que veremos sorprendentemente modificado al final del
actual conflicto mundial, aconsejan, dentro de su condición de
"excepción", propiciada, tratarla asimismo como un "campo
experimental" lo que obligaría a dictación de leves o disposicio-
nes de carácter "extraordinario" salvando así la engorrosa de-
mora ya conocida que tanto perjudica a la realización de inicia-
tivas felices, por la pérdida generalmente, de la verdadera opor-
tunidad para asegurar su buen éxito. Así por ejemplo, si todos
comprendemos que éste es el momento más oportuno*, para incre-
mentar la industria, y con ello los fletes mercantes, dirigidas a
competir ventajosamente por la conquista de nuevos mercados,
principalmente dentro del continente, marcados servicios en épo-
ca anterior por Europa; resultaría absurdo esperar la termina-
ción de la actual guerra, como la organización de su economía,
para pretender entrar en una competencia llamada a ser aho-
gada por fuertes intereses, como lucharán más tarde en el cam-
po de la competencia mundial. Lo que no podamos lograr más
tarde en el campo de la industria europea; organizándonos, y
corriendo el riesgo de ese primer período experimental, en que
se seleccione la materia prima, se' refina la mano de obra y se
armoniza el problema de las comunicaciones, será absurdo pre-
tenderlo más tarde frente a competidores, distraídos hoy por pro-
blemas inmediatos, pero sólidos y experimentados en el campo
de la competencia.
"Economía dirigida", que es sin duda el título o concepto
que más encaja a nuestras necesidades, obliga, a la forjación de
"planes", debidamente estudiados; pero que, por sobre todo, y
aun corriendo el riesgo de cierta audacia, sean "oportunos".
Dentro de este concepto de la economía dirigida, espacios
como el de una provincia, no pueden ya pretender soluciones per-
sonales de estimación del contenido nacional: MAGALLANES,

AYSEN Y CHILOE, nada podrán, de verdadera consistencia y

mérito, obtener separadamente. En cambio, baje una sola agru-
pación, la misma amplitud del campo operativo (materias pri-
mas), la seguridad de cierta cuota interior a sus realizaciones
industriales; como asimismo el volumen del capital a invertir,
junto a la respetabilidad de las instituciones que tengan la res-
ponsabilidad de la obra, serán su mejor defensa.
El comprender Magallanes como el Centro Cultural y Eco-
nómico de este movimiento, es indiscutible; Punta Arenas está
llamada a ser la gran metrópoli del extremo Austral del Con-
tienente. Su invidiable situación geográfica, sobre una de las
más importantes rutas marítimas mundiales, cuya vitalidad no
to siglo de incorporación a la civilización, son los mejores ante-
podrán quitársela ni muchos canales de Panamá; como el pres-
tigio bien ganado de lo que ha sido capaz de realizar en un cor-
cedentes que pueden invocarse en mérito a esta afirmación. Su
situación equidistante hoy, del límite norte de la zona (Chiloé)
y el Sur (Continente Chile Antartico); regiones éstas en las que
avisoramos, y volvemos a repetir, indiscutibles posibilidades de
industrialización, mediante un inteligente aprovechamiento de sus
especies marítimas; le dan el derecho de ser, en cierto modo, su
capital técnica y espiritual.
Por otra parte, la facilidad de las comunicaciones, desarro-
llo de los servicios de radiocomounicación; permitirán cada día
más, la libre administración de estas' provincias desde Punta Are
ñas, y de ella el íntimo y diario contacto con las esferas del Go-
bierno.
2). —Organización política de la Zona Austral Antartica.
Apoyados en el precepto constitucional que manifiesta: "con
el fin de proceder a la descentralización del régimen administra-
tivo... Los servicios generales de la Nación se descentralizarán
mediante la formación de las zonas que fijen las leyes; idea que
con igual espíritu consultó, las "Asambleas Provinciales"; esti-
mamos la conveniencia de constituir una sola "Asamblea de la
Zona Austral Antártica" para las tres provincias, con asiento en
Punta Arenas', la que podrá acomodarse, de la siguiente manera:
Un representante de cada una de las provincias elegido de
acuerdo con las exigencias para la elección de diputado; por un
miembro representante de cada uno de aquellos Ministerios de
mayor importancia a la vida del Territorio, como por ejemplo;
Economía, Fomento, Tierra y Colonización, Agricultura, Educa-
ción y Defensa Dicho nombramiento recaería en los Jefes de Ser-
vicios de la repartición más importante correspondiente a cada uno
de estos Ministerios con asiento en Punta Arenas. El Intendente
de la Provincia de Magallanes, presidiría dicha Asamblea.

Obligaciones de la Asamblea-, a) Proponer las leyes o refor-

mas legislativas necesarias a la zona, b) Administrar directamen-
te o supervigilar, las instituciones oficiales, semi-oficiales o par-
ticulares subvencionadas, de Fomento, de Tierras, etc., existentes,
o a crearse para beneficio de la Zona. c) Tomar responsabilidad,
en la organización o dirección, de cualquier asunto de interés ge-
neral a la zona.
Subsecretaría de la zona Austral Antártica: —Obtener la crea-
ción de la Subsecretaría de la Zona Austral Antartica, organismo
coordinador intermediario entre la Asamblea y los diferentes ser-
vicios públicos de la zona, con los poderes Ejecutivo y Legislativo
del Estado.
3). —Organización administrativa: atribuciones responsabilidad
Todo indica la necesidad de que los diferentes servicios, co-

rrespondan a su "organización", a las condiciones de vida extra-
ordinariamente curiosas de algunas sectores, debiendo contar, en
consecuencia, con las atribuciones y medios adecuados para resol-
ver sus problemas. Podríamos decir que no hay repartición públi-
ca o comunal, que escape a la necesidad de contar en su organiza-
ción y responsabilidad con modelaciones extraordinarias. Los ser-
vicios judiciales, los de recaudación, enseñanza, comunales, etc.,
son desde luego, en los que hemos podido observar los más graves
inconvenientes dentro de su actual estructuración.
Apoyados en estas consideraciones, estimamos que la Jefatu-
ra de los diferentes servicios públicos relacionados con las tres
provincias, deben tener su asiento en Magallanes (Punta Arenas).
Obtenida la Jefatura del Servicio con asiento en la ciudad de
Punta Arenas, como en el caso de la reciente creación obtenida en
el Servicio de Ganadería y en el. de la "Región Militar Austral",
dando a cada Jefe las atribuciones y medios para desarrollar una
política "oportuna y adecuada" en los servicios de su cargo; ten-
dremos desde luego en su favor, el mayor conocimiento y expe-
riencia que ha de distinguir al que vive en la zona; máxime cuan-
do para llegar a su puesto, deberá pasar al menos por Chiloé, via-
je que podría completarse con una jira similar a Aysén, quedan-
do así informado en líneas generales de las características de es-
tas zonas, característica que seguirá más tarde probando en car-
ne propia, seguramente con mayor crudeza, por la latitud de Pun-
ta Arenas, asiento de su Jefatura.
Basta tomar cualesquiera de los servicios fiscales para dar-
se cuenta de esta ventaja: problemas que como el aduanero, tri-
butario, educacional, etc., han parecido, simples y fáciles en su
solución a muchos de los Jefes de reconocido buen criterio, des-
tacados en la provincia, aparecen insoluoles para e1 centralismo,
ausente desde luego, el dolor que en carne propia tiene general-

mente la virtud de arrancar la solución más ajustada. Asimismo, a

base de una política ajustada, problemas como el educacional, lle-
garían rápidamente a soluciones prácticas; modelando el criterio
de las juventudes a base de programas orientados a procurar inte-
rés y preparación en directa relación con el máximum de aprove-
chamiento de las posibilidades zonales.
Estimamos interesante contar con un laboratorio, Universi-
dad. Instituto o Liceo, como, quiera llamársele, que como comple-
mento de los actuales órganos educacionales o de ampliación de
los mismos, abarque aquellas ramas que como la ganadería, fores-
taciÓJi, pesquería, etc., imponen la preparación técnica de nume-
tclso personal, capaz de hacer frente al rápido desenvolvimiento
que Ja Zona necesita.
Muy lejos de nuestro ánimo está el pretender pontificar al
respecto ni mucho menos envolver a ningún servicio cuya labor
reconocemos y respetamos profundamente; nuestras puntualiza
ciones son simples sugerencias producidas por el sano deseo de
realizar algo más concreto para estas zonas. Conocemos la dificul-
tad con que tropiezan los actuales servicios públicos, para salir
un poco del tan estricto marco impuesto por las disposiciones ac-
tuales, y es por eso que, conocedores también de su capacidad y
abnegación, creemos que corresponde a cada uno, preferente-
mente, "el estudio técnica de cada problema", pero agrandado es-
ta vez, al marco de toda la Zona Austral Antartica.
fiemos dicho ya, que las facilidades, cada vez mayores, de las
comunicaciones, facilitarían la acción de las Jefaturas' zonales con
asiento en Punta Arenas, dependientes directamente de la Direc-
ción de este servicio en la capital, como se ha logrado con el Ejér-
cito. Los servicios de radiocomunicaciones, de Correos y Telégra-
fos, de la Marina, de la Aviación, Carabineros y del Ejército, cuya
red se extiende cada vez más, facilitarían considerablemente su
buen manejo!. Así, por ejemplo, el servicio de radiocomunicacio-
nes de la Región Militar atiende en este momento, junto al desem-
peño natural de sus obligaciones militares, numerosas oficinas es-
tablecidas en apartados pueblecitos de la Zona de Aysén, donde
desde luego, encontramos escuelas abnegadamente empeñadas en
patriótica labor. También conocemos la seguridad de vida que con
sus estaciones ha dado la Marina en la región del Beagle; el ser-
vicio telefónico de la Aviación con la capital, es una cosa que nos
honra; nada pues costaría obtener en el "Plan de Comunicacio-
nes" la liberalidad necesaria para que los servicios públicos dis-
pongan de completa ranquicia para su mejor empleo.
Dejamos pues, al reconocido criterio de cada repartición y
servicio, el estudio de sus respectivos proyectos; los que, armoni-
zados con numerosas y buenas iniciativas públicas, conocidas o en
gestación, (Congreso Económico-Social), podrían concretarse en
un Plan General, que sometido a la consideración del Gobierno lo-

gre obtener lo que hace tantos años vienen persiguiendo separa-

damente las provincias, los servicios, las reparticiones y los' hom-
bres con tan escasos resultados.
Contrariamente a lo que con frecuencia se sostiene sobre la ne-
cesidad de reducción en los servicios administrativos, estimamos
que el remedio a la burocracia existente, no está en la reducción,
sino en acondicionarlos adecuadamente (reorganizaciones y pu-
siones necesarias) dándoles y procurándoles un mayor campo de
atribuciones y, a la vez una mayor responsabilidad administrati-
va. Es absurdo pretender para la exacta conducción de la vida
nacional, un recurso más valioso en manos del Estado, que el que
puedan brindarle los "servicios públicos", perfectamente a tono
con la finalidad con que han sido creados.
Largo e ingrato sería analizar las causales principales que
por el momento imposibilitan a muchas reparticiones el desarro-
llo de una tarea de tan vastas proyecciones; en todo caso, que-
remos dejar constancia del buen espíritu y corrección que dis-
tinguen a los de la provincia y a muchos de lc|s que hemos podi-
do conocer más de cerca dentro de la zona; pero insistimos en
la necesidad de procurar a ellos, organizaciones más en armonía
con las exigencias regionales (características-alejamiento) y en
todo caso, mayores atribuciones.
La Zona Austral Antartica es pues una concreción y una
esperanza; hay elementos en hombres y en materiales —fuerzas
vivas y latentes— para realizar una obra envidiable a la gran-
deza nacional. Esta obra pueden asegurarla preferentemente, los
"Servicios Públicos", aparejadas a las buenas iniciativas parti-
culares. Estudiemos armónica e integralmente, con espíritu re-
novador y activo cada problema, hasta procurar del Estado el
honor de la responsabilidad en su realización.
IV. —HISTORIA.
Fuerte Bulnes.
Basta considerar cualquiera de las exploraciones marítimas,
hidrográficas o terrestres, sean internacionales como chilenas,
dirigidas a estas regiones, para estimar la íntima relación con
que han considerado las observaciones desprendidas sobre el to-
tal esparcimiento geográfico de la Zona.
Magallanes, Sarmiento, de Gamboa, Moraleda, Fitz Roy
Darwin, Nordenskjold, son lugares comunes en su investigación
geográfica y científica. Junto a ellos las preocupaciones de ocu-
pación manifestadas por Valdivia, como las realizadas por Vi-
llagrán, Francisco de Ulloa, Juan Ladrillero y otros, y hasta las
inquietudes del genial Ercilla, están indicando desde el ciclo co-
lonial, las preocupaciones de Chile hacia estas zonas. Dicha in-

quietud, muy propia al espíritu emprendedor de la raza, había

de concretarse al fin con la ocupación y fundación del Fuerte Bul-
nes en el 1843; temeraria expedición, organizada y dirigida desde
Ancud por el activo Intendente señor Espiñeira. Corresponde a
la goleta "Ancud", al mando del Capitán Williams (Guillermos)
el honor de la empresa y a las tripulaciones chilotas, empezar
desde esa fecha su ajetreo hacia regiones más australes, donde
con su inteligencia y esfuerzo, habrían de contribuir tan positi-
vamente al progreso, de toda Patagonia.
Las exploraciones posteriores de nuestra Marina, en cuyos
trabajos hidrográficos distingüese Muñoz Gamero, don Fran-
cisco. Vidal Gormaz, don Enrique Simpson, Chaigneaux, Coman-
dante Latorre, Teniente "Serrano Montaner, van formando y en-
lazando posteriormente los conocimientos y valorización de esta
bellísima y valiosa Zona.
No podría tampoco escapar a un análisis de relación histó-
rica integral de estas regiones, la participación que ha correspon-
dido a sus interesantes tribus aborígenes, tan torpemente des-
preciadas por nuestra civilización. Todos cual más cual menos,
desde el altivo Ona al temerario navegante de los mares antar-
ticos, el Yahagan, como el Veliche, legendario y cultos habitante
del ¡archipiélago chilote, para quien Ercilla tuviera * sus más fe-
lices expresiones, encierran un mundo de interés a la severa
investigación. Aunque poco concretas las noticias de su gesta-
ción, fácil es advertir la influencia en todas ellas de la "Lengua
Veliche" propia de los aborígenes de Chiloé, cuya belleza y ar-
monía, ha quedado, como en el más original y gráfico de los dic-
cionarios en los nombres tan expresivamente dados a las infini-
tas; islas, montañas y ensenadas de su quebrajada tierra. Impó-
nese entre los trabajos reservados a la "Topotimia" una recu-
peración de tan sentidas expresiones, ocultas ahora en mucha
parte, por nombres de santos o familiares de los que hicieron la
descripción más tarde, pero que nada dicen al recuerdo y espí-
ritu que animó a un pueblo altivo querendón y celoso de estas
tierras, que fuera, Chile, desde el nacimiento de la humanidad.
Pero si los antecedentes históricos a que hacemos referencia,
enlazan las posibilidades de esta zona, enmarcándolas y dándole
así un más sólido contenido al progreso que propiciamos como el
más valioso y patriótico de los aportes a la vida de la Repú-
blica; nada sintetiza mejor la expresión de esos anhelos, que la
personalidad del General don Bernardo O'Higgins Riquelme.
Estadista, tan visionaria como soldado incansable en el cam-
po cívico-militar', no pierde oportunidad en señalarlas a la con-
sinderación nacional. Es así, como hasta en los últimos momen-
tos de su ejemplar vida, comprendiendo el contenido de su valor
como aporte a la grandeza continental, lanza su último pensa-
miento de amor a la Patria, balbuciendo en sus labios la palabra:
"MAGALLANES".
Punta Arenas, Julio 30 de 1942.

COOPERACIÓN MILITAR INTERAMERICANA PARA LA DEFENSA DEL CONTINENTE. (1946). Autor: TCL. José Feliu de la Rosa.
COOPERACION MILITAR INTERAMERICANA... 65
COOPERACION MILITAR INTERAMERICANA

PARA LA DEFENSA DEL CONTINENTE.
Por el Tte. Coronel JOSE FELIU DE LA ROSA.
Ultimamente se ha revelado el plan, elaborado por la Junta

Interamericana de Defensa, del Continente, que trata de materia-
lizar las sugestiones del programa de colaboración militar del
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
El plan en cuestión consta de cinco resoluciones, que tienden
al aprovechamiento de los medios humanos y materiales del con-
tinente para asegurar el libre desenvolvimfento de las institu-
ciones democráticas, ante cualquier agresión extracontinental.
Con el objeto de conseguir efectivamente esta colaboración, cin-
co resoluciones de la. Junta Interamericana sugieren un progra-
ma de acción inmediata:
I.—Cooperación militar, que se puede sintetizar en las siguientes

medidas previas:
a) Formación de un organismo militar permanente, con re-
presentantes de todos los países;
b) Reunión de los Estados Mayores de la Fuerzas Armadas
de todas las Repúblicas, con el objeto de establecer la acción coor-
dinada de las fuerzas en caso de agresión;
c) Fortalecer los lazos de camaradería entre los miembros de
las Instituciones Armadas de las Repúblicas, mediante un inter-
cambio de Oficiales, a la vez que fomentar la unidad de dectnna
y de instrucción;
d) Reforzar y ampliar los acuerdos para el uso de bases y es-
bleciínientos militares;
e) Formar reservas de materias primas y de fuentes de pro-
ducción, para ser aprovechados en casos de emergencia.
II.—Standardización de la organización e instrucción de las
Fuerzas Armadas, con respecto a este se sugiere:
a) Organización homogénea de las Fuerzas de tierra, mar y
aire;
b) Unidad de doctrina y de instrucción;
. M. del E. 5.

66 MEMORIAL DEL EJERCITO.
c) Conscripción obligatoria, basándose en el principio demo-

crático de que todo miembro de una nación soberana, debe estar
preparado para defender su patria.
III.—Standardización del material:
a) Uniformidad de los armamentos y demás elementos de
guerra, con el objeto de propender a una mayor eficiencia de las
fuerzas armadas que actúen en coordinación;
b) Aprovechamiento de la producción y de las materias pri-
mas de elaboración de preferencia en el continente;
c) Intercambio de informaciones para el perfeccionamiento
dé los medios de lucha;
d) facilidad de los transportes adoptando un tipo standard de
material.
IV.—Utilización del elemento humano, al respecto se resume
a) Preparación de los contingentes en lo que respecta a:
—instrucción premilitar;
—instrucción de los cuadros instructores y
—del contingente;
b) Preparación del pueblo en general para colaborar a la
producción de acuerdo con las necesidades de coperaeión al es-
fuerzo bélico;
c) Inclusión del elemento femenino en la cooperación al es-
fuerzo militar, en labores especiales, (transportes, transmisio-
nes, etc.) ;
d) Adopción de medidas sociales convenientes para levantar
el nivel moral, material y físico de los pueblos (medicina preven-
tiva, medidas higiénicas-sanitarias, protección a la madre y al
niño, elevación del standard de vida, salarios, planes educacio-
nales, etc.).
V.—Censo continental.
Convencidos como estamos de la necesidad de organizamos
para la defensa de nuestro continente de agresiones exteriores,
somos los primeros en aplaudir la iniciativa emanada del gran
país del norte en este sentido y de aprobar, en principio, los pun-
tos de vista que formula la Junta Interaméricana, como medidas
previas a consultar para dar vida a la organización defensiva del
continente; pero al mismo tiempo, como integrantes de esta defen-
sa y miembros colaboradores de ella, creemos de nuestro deber
propender, aunque sea con un grano de arena, a que esta defensa
continental tenga la consistencia y valor real requeridos; y al res-

COOPERACIÓN MILITAR INTERAMERICANA PARA LA DEFENSA DEL CONTINENTE. (1946). Autor: TCL. José Feliu de la Rosa.
COOPERACION MILITAR INTERAMERICANA... 67
pecto observamos, que las sugerencias interpuestas no mencionan

las medidas previas, para ir al desdoblamiento de la industria
pesada y a su dislocación en él continente, hechos que, desde el
punto de vista militar, tienen un valor fundamental, más si se
considera que el plan propuesto está inspirado, en lo estratégico,
en un procedimiento defensivo, es decir, que se trata de repeler o
rechazar invasiones al continente y no de otra cosa.
La guerra moderna, lo ha demostrado en forma cruenta la
pasada contienda, se caracteriza porque la lucha es dirigida ha-
cia todos los frentes, ha desaparecido, han dicho algunos escri-
tores militares, la limitación de los teatros de operaciones, la gue-
rra llega allí donde haya o se fabriquen medios para hacer posi-
ble su continuidad, de preferencia las acciones se desplazan hacia
los centros productores, sobre ellos ruge el bombardeo aéreo y
para conseguir la destrucción fulminante y total, los sabios se
esforzaron por dar a luz la bomba atómica que hizo su apari-
ción experimental en Hiroshima. Ahora bien, si la ciencia militar
antes de la era atómica, se preocupó de una economía dislocada en
el espacio y de contextura nuclear, como un medio de sustraer
sus potenciales de guerra de una destrucción prematura y a la
vez de facilitar con ello, la oportunidad de su afluencia hacia
los frentes, etc., con mayor razón hoy, no sólo es recomendable
esta dislocación y distribución, sino que se presenta como un
imperativo para toda organización defensiva militar.
Tods sabemos que los países sudamericanos carecen casi
totalmente de una. producción industrial, que involucre un poten-
cial de guera contra adversarios poderosos; luego la defensa con-
tinental propuesta, estará garantizada por el poder industrial de
Estados Unidos solamente, es decir, que todos los centros de la
organización defensiva deberán recibir sus medios de un núcleo
económico defensivo. Si consideramos la conducción de esta de-
fensa en su aspecto integral, podemos darnos cuenta los enormes
inconvenientes y desventajas, que desde el punto de vista técni-
co se presentarían, bástenos señalar las dificultades de transpor-
te y de conjugar las acciones en tiempo y en espacio, para com-
prender la necesidad de estudiar una solución más adecuada a
este problema.
Por otra parte, si observamos esta organización centralizada
del potencial bélico del sistema defensivo, sin tener que efectuar
un análisis muy a fondo, podemos inferir que ello, pone en peli-
gro la eficiencia de la organización, desde el momento que bastará
una acción concentrada de la guerra aérea sobre el territorio in-
dustrial de los Estados Unidos y de las rutas de comunicaciones,
para dejar a los países sudamericanos, abocados a resolver sus
problemas con los reducidos medios que tengan en su poder
desde la paz, hecho que no sucedería si la defensa del continente

68 MEMORIAL DEL EJERCITO.
hubiera consultado una organización dislocada y nuclear de su

potencial.
Ahora, si contemplamos, este problema desde el punto de
vista social llegaremos a la conclusión de que el sistema pro-
puesto, acerca a todos los países colaboradores a un plano de ma-
yor sinceridad y de igualdad, puesto que desaparecería esa apa-
rente dependencia que se asocia con el hecho de esperarlo todo
de otro país más poderoso. Además la creación de centros indus-
triales de elaboración en las naciones colaboradoras, permitiría
cumplir ,con efectividad la aspiración de levantar el standard de
vida de sus pueblos y dar cima así, a una de las más grandes
ideas del gran Presidente y especial amigo de los pueblos débiles,
Franklin D. Roosevelt.
Consecuente con lo expuesto más arriba, nos permitimos in-
sinuar la organización del sistema económico defensivo inter-
americano, aprovechando la reunión de países, cuyas economías
primarias y naturales se complementen y que a la vez, en la hipó-
tesis de guerra, se puedan considerar, desde el punto de vista de
la potencia agresora, como objetivos afines o relacionados, así
por ejemplo, se podrían crear los siguientes núcleos económicos
dislocados en el continente:
1.—Núcleo central y directriz en los Estados Unidos de
Norteamérica y Méjico.
2.—Núcleo del Pacífico, en Perú, Ecuador y Colombia.
3.—Núcleo del Atlántico en Venezuela y Brasil.
4.—Núcleo Austral en Chile, Bolivia y Argentina.

D E L
En el ámbito mundial, este período se inicia con la Guerra de Corea que se desarrolla entre
los años 1950 y 1953. Dicho conflicto fue apoyado por Estados Unidos y por la Organización de
Naciones Unidas contra Corea del Norte. Otro hecho importante fue el triunfo de la Revolución
cubana el año 1959 y, posteriormente, la crisis de los misiles en Cuba el año 1962, situación
que tensionó las relaciones en el marco de la Guerra Fría.
También en esta etapa se produce un rápido desarrollo industrial y tecnológico, que lo

podemos observar en la carrera espacial entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética, con la
exploración del espacio exterior a través del envío de satélites, la puesta en órbita de humanos
en el espacio, siendo el hito de la mayor relevancia mundial, la llegada del hombre a la luna
el año 1969.
Otro conflicto importante fue la Guerra de Vietnam entre los años 1968 y 1975. Se enfrentan
la República de Vietnam (Vietnam del Sur) apoyados por Estados Unidos y otros países, contra
la guerrilla del Frente de Liberación de Vietnam (Viet Cong) y la República Democrática de
Vietnam (Vietnam del Norte), apoyados por China y la ex Unión Soviética.
El clima de polarización se mantienen durante esta fase, pero con la llegada al poder en
1985 de Mijaíl Gorbachov en la ex Unión Soviética se empiezan a producir profundos cambios
que terminan con la caída del Muro de Berlín el año 1989 y este acontecimiento es uno de los
que da paso al término de la llamada Guerra Fría.
En el ámbito nacional, el país vive sus propios procesos, ya sean estos por los cambios
políticos, la industrialización y las crisis económicas. Entre otras cosas, se establece el voto
femenino, lo que constituye un acontecimiento de gran relevancia para el país. En el año
1960 se produce en Valdivia el terremoto más violento del que se tiene registro, devastando
una importante región del país, siendo necesario emplear todos los recursos del Estado en su
reconstrucción, en la que tuvo una importante participación el Ejército.
En lo militar se aprecia una gran influencia de Estados Unidos; el año 1952 se firma el Pacto
de Ayuda Militar (PAM), el que se incrementa en la década de los 60. Junto con la llegada de
material bélico, también es posible apreciar cambios en las estructuras y organizaciones del
Ejército, en la doctrina y en la reglamentación en general.
Sin embargo durante esa misma década, la institución atravesaba por algunos problemas
derivados de la falta de dotaciones, material y equipo, infraestructura adecuada y bajos
sueldos, inquietudes que se habían hecho saber a las autoridades correspondientes, sin tener
soluciones concretas. Lo anterior motivó que el año 1969, el general Roberto Viaux Marambio
se acuartelara en el Regimiento “Tacna”, para exigir mejoras salariales, entre otras demandas.
Esta sublevación militar es conocida como el “Tacnazo”.
Otro acontecimiento que marca la vida institucional, se produce el año 1970 con el asesinato
del Comandante en Jefe del Ejército GDE René Schneider Chereau. Junto con ello, asume al
poder el gobierno de la Unidad Popular, conglomerado que lleva al país a una profunda crisis
política y económica y que culmina el año 1973 con la asunción al poder del gobierno militar,
liderado por el GDE Augusto Pinochet Ugarte.
Durante este período se producen dos crisis internacionales, una con Perú el año 1974 y
otra con Argentina el año 1978. En lo que respecta a la conducción política, se introducen im-
portantes cambios en el sistema económico, se da una nueva estructura política-administrativa
y se aprueba la Constitución Política del año 1980. Posteriormente, el año 1990, se produce
el traspaso del poder a un gobierno civil y se restablece un sistema democrático que perdura
hasta la fecha.
El tenor de los artículos del “Memorial del Ejército”, pasa por asuntos relacionados con la
función militar, política militar y geopolítica, principalmente, además de los temas siempre
presentes sobre materias técnico profesionales, las que son constantes a través de todas las
décadas antes descritas.
Especial mención tiene la preocupación de la época por el cambio de la malla curricular de

la Escuela Militar, al entregar además de lo militar, una formación de enseñanza secundaria
dejando abierta la opción a los alumnos a continuar estudios superiores, abandonando la carrera
militar con valer militar, situación que se consideraba inconveniente para la institución y para
la Escuela, la que podría ser considerada como un liceo militar.
También continúa como tema de interés la integración latinoamericana, las temáticas

relacionadas con las ciencias políticas y la seguridad nacional, la participación de las Fuerzas
Armadas en la política en un Estado moderno y temas de contingencia nacional como el proceso
de regionalización. En las décadas del 70 y 80 se puede apreciar una mayor participación de
colaboradores externos en el Memorial, especialmente relacionados con la problemática sobre
el laudo arbitral con Argentina.
En el marco de la coyuntura nacional resaltan los aspectos relativos a la nueva institucio-

nalidad y otros tópicos, donde participan oficiales con sus puntos de vista bajo una perspec-
tiva condicionada por las circunstancias del momento. También existe preocupación por la
mantención de la paz y la seguridad internacional a pesar de que la participación de Chile en
dichas misiones estaba circunscrita solo a observadores militares.
INTRODUCCIÓN
En este capítulo se seleccionaron algunos temas de interés como es la génesis de la función

militar, donde se explica lo que es la conciencia militar y se detallan aspectos sobre el culto
y la tradición militar, virtudes militares, el heroísmo, el militarismo, el mando y la seguridad
armada. Otro tema es la misión de las Fuerzas Armadas y su participación en el desenvolvimiento
normal de nuestra vida democrática, desarrollando ideas sobre el origen de las Fuerzas Armadas,
su rol en la administración pública del Estado, su misión en la defensa nacional y, finalmente,
su participación en el desarrollo nacional, destacando el papel que cumple el Servicio Militar
del Trabajo (hoy CMT), apoyo durante las emergencias y la participación en otras actividades,
como son los actos electorales. También, se rescata un artículo con algunas reflexiones sobre
el proceso de regionalización, puesta en marcha durante el gobierno militar.

GÉNESIS DE LA FUNCIÓN MILITAR. (1957). Autor: MAY. Osvaldo Arratia de la Jara
GENESIS DE LA FUNCION MILITAR

Mayor OSVALDO ARRATIA DE LA JARA
A.—Conciencia militar
E N la formación de una conciencia militar se inicia por

saber obedecer y cumplir fielmente con los deberes mi-
litares ; luego después de una práctica podrá aprender-
se a mandar sobre la base de una acertada orientación de la
misión y de una actividad razonada permanente.
Los demás frentes de acción nacional podrán sentirse se-
guros de la buena marcha de las Fuerzas Armadas cuando
éstas den garantías de clara solvencia moral y absoluta dedi-
cación a los problemas técnicos de su ramo.
El general chileno, don Vicente Martínez, en su libro:
"Historia Militar", clasifica a los oficiales de la manera si-
guiente: "A mi juicio, existen dos categorías de oficiales: la
de los que sólo visten uniformes, y la de los profesionales.
"De la primera integrada por individuos cómodos; que no
se preocupan sino de recibir su sueldo; hacen lo estrictamente
necesario para justificar su grado y su puesto; vegetan, en
equilibrio entre la desidia y la resistencia a los dictados de la
Superioridad (destinaciones, requisitos, etc.) ; callan o disimu-
lan las insuficiencias de sus subordinados, con el objeto de no
verse ante el mal momento de tomar una resolución y proceder
enérgicamente, será muy difícil hacer un conductor de hom-
bres, para la lucha —no con el fin de salir con su tropa al
servicio diario o presentarse en el Parque, el 19 de septiembre
(aniversario patrio de la nación chilena), cuestiones que ellos
creen es manejar soldados.

"De los profesionales—-sanos de cuerpo y espíritu; capa-

ces, o que trabajan por serlo; justos, no encubridores de la
ineptitud o falta de honradez militar de los que están bajo sus
órdenes; resueltos, para jugarse entero en cualquiera circuns-
tancia— saldrán los comandantes que arrastrarán a sus subal-
ternos al sacrificio y a la lucha cuerpo a cuerpo, sin los cuales
no es posible la victoria. Los componentes de la oficialidad que
poseen o tratan de alcanzar, estas últimas condiciones son o
resultan oficiales de guerra".
En la actualidad, dos fuerzas amenazan el interés por la
carrera de las armas: son el materialismo ambiente y la línea
del mínimo esfuerzo. La primera ataca el concepto Patria base
de la vocación profesional y deseo de servir en esta carrera;
la secunda, acciona sobre los mediocres y desorientados profe-
sionales que sólo buscan la compensación económica de su tra-
bajo, contrario al espíritu de la carrera militar que exige ab-
negación ante todo. Ambas fuerzas tratan de destruir los ci-
mientos mismos en que descansan los deberes y obligaciones
militares fundamentados en la profesión de fe patria.
El patriotismo es la esencia anímica de todo soldado que
aspira a conformar la carrera de las armas. Un miembro de
las Fuerzas Armadas debe tener por altar a la Patria y a
sus héroes, y su conciencia militar debe guiarse por esta sen-
da, alejando las cosas materiales que lo engolfan en cuestiones
secundarias.
El señor general chileno, don Ernesto Medina Fraguela,
expresaba en "Nuestra Defensa Nacional frente a la opinión
pública": "El patriotismo no consiste solamente en obedecer las
leyes, en cumplir los deberes electorales, en pagar los impues-
tos y en hacer hijos; es algo más grande, más noble, tiene más
poesía, más celo, más fervor y más amor".
La norma de una clara conciencia militar debe estar ba-
sada en el respeto de la función primordial, sin miras a obte-
ner provechos de orden material, ni ventajas políticas o pre-
bendas que rebajen la dignidad profesional, ni de la colectivi-
dad armada y trascendentalmente de la dignidad nacional.
Las Fuerzas Armadas constituyen un cristal compacto que
al menor trizamiento pierde su verdadero significado orgánico
y funcional. La formación de grupos tendenciosos, castas o
cualquiera tendencia extraña a la orientación profesional den-
tro de las Instituciones, Reparticiones o Unidades Militares,
lleva consigo fricciones entre los componentes y desquiciando
la honradez profesional, se confundirán los elementos merito-
rios y trabajadores de los mediocres y flojos.
El general von Peuker, en sus clases de Historia Militar
en la Academia de Guerra Alemana, expresaba: "Cuando un
hombre de guerra tiene el sentimiento íntimo de su capacidad

GENESIS DE LA FUNCION MILITAR. 63
intelectual, cuando sabe que, por medio de la instrucción que

ha adquirido, podrá fácilmente en las difíciles circunstancias
triunfar, su carácter se afianza, adquiriendo la facultad de
tomar una resolución determinada y de ponerla prácticamente
en ejecución.
Por el contrario, todo hombre que tiene conciencia de su
ignorancia o de la necesidad de hacerse aconsejar por los
otros, está siempre indeciso, perplejo y pronto a desmorali-
zarse".
La profesión de las armas debe ser una mística razonada,
no exaltada, que conduzca al buen sentido y no a lo burdo y
reprochable.
B.—Culto a la tradición militar.— Virtudes militares

El culto a la tradición militar no debe ejercitarse como
una simple fórmula de conservantismo, sino más bien como
una escuela dinámica de lucha permanente de los consagrados
ideales históricos remontados al sacrificio de los hombres que
dieron libertad y mejores días a la Patria.
En el culto de la tradición militar forman parte esencial
los héroes y los grandes hechos heroicos que han caracterizado
a la raza. Veamos lo que dice el general Hans von Knauer, pro-
fesor militar alemán, en "Historia Militar de la Guerra del
Pacífico": "Hablando en sentido figurado: en una guerra fu-
tura no faltarán los buques carboneros, no tendrán los buques
calderas viejas, no estará al lado del General en Jefe un Mi-
nistro plenipotenciario. En cambio, entrarán a la guerra las
fuerzas armadas del país, bajo la égida espiritual de un Arturo
Prat o de un subteniente Luis Cruz, de La Concepción, y de
tantos héroes desconocidos".
Chile mantiene latente su fe en todos los héroes de la
guerra señalada a pesar de los años transcurridos.
Forman parte también de esta tradición, las costumbres
y la línea disciplinada de las tropas, reflejadas en los cuarteles
y actos públicos donde el pueblo tiene oportunidad de ver a los
suyos e impregnarse del mismo estado de ánimo. El Servicio
Militar Obligatorio cumple una de estas funciones.
El culto de la tradición militar no debe perderse jamás;
por el contrario, debe recordarse con cariño en toda oportu-
nidad. La tradición militar está basada en las cosas eternas
del espíritu de una raza y eliminarlas es atentar contra la
raigambre de la tierra que vio nacer aquellas costumbres.
La tradición militar es una herencia cultivada especial-
mente por el régimen de cuartel donde se templa la disciplina
del soldado. La instrucción de combate es evolutiva lo que se
realiza de acuerdo con la técnica moderna que impulsan las

últimas guerras; el progreso de esta última no debe hacer per-

der la tradición militar que debe enquistarse en los cuarteles.
Las virtudes militares son la principal fuente de inspiración
de un soldado para alimentar su tradición militar y mantener
una elevada moral. Las virtudes cardinales por las cuales
siente verdadero orgullo un militar son aquellas propias de su
mismo pueblo, pero elevadas al culto. El valor, la lealtad, el
honor, la abnegación y disciplina son las principales. Existen
otras que se exaltan y que tienen méritos subalternos y ligados
íntimamente a las características raciales de cada pueblo, ta-
les como la sobriedad, la honradez y la veracidad, en cuya for-
mación y educación del soldado se elevan también como vir-
tudes cardinales.
El capitán de fragata de los EE. UU., D. J. Carrison, ma-
nifestaba en un artículo del "Military Review": "Un cuerpo
de militares profesionales con alta moral es esencial para la
seguridad de nuestra nación".
El culto de las virtudes militares purifica al soldado, for-
talece su espíritu y lo hace cumplidor de sus deberes militares,
alejándolo de los gestos negativos que exceden en reclamación
de derechos.
A. Toymbee, en su obra "Guerra y Civilización", hablando
de las virtudes militares dice: "Se yerguen ante nosotros como
un hecho monumental que sería imposible aminorar o dese-
char. Uno de los lugares comunes de la observación socioló-
gica popular es que los pueblos, castas y clases militares des-
piertan una mayor admiración que sus vecinos que se ganan
la vida en actividades que no implican arriesgar la propia
vida en el intento de disponer de la de los demás".
Esta observación adquiere su verdadero sentido si nos
trasladamos al lugar social nativo donde se las admira.
Las virtudes militares son el espejo donde se refleja el
numen psíquico de cada pueblo.
C.—Heroísmo
El culto a la personalidad humana frente al heroísmo es
un justo reconocimiento de los espíritus superiores, la nega-
ción del héroe constituye un hecho sin vida, un cuerpo sin al-
ma y sin inteligencia, un materialismo puro. El deseo de vi-
vir por la gloria, de cualquiera índole que sea, en la paz como
en la guerra, conduce al perfeccionamiento del espíritu y a ro-
bustecer el individualismo, tan necesario para no caer en el
materialismo. El héroe es el exponente máximo del valor y del
mérito ciudadano; es el sacrificio humano llevado a lo sublime;
es la vida inmortal que se entrega a un grupo social que re-
presenta. Los héroes se agrandan por sus virtudes.

Los héroes no son sólo seres físicamente fuertes, son más

bien de granítica consistencia moral, pujantes e intelectual-
mente hábiles. El héroe es el triunfo del espíritu sobre la ma-
teria,
El hombre en el comienzo de su historia se hizo superior

frente al éxito alcanzado que obtuvo en la lucha contra un
animal salvaje que le quiso arrebatar su propia vida. El fuer-
te demostró virilidad frente al débil. Existió una concepción
y aquella representó el triunfo del espíritu sobre la materia.
M. del E. 5.

El adelanto material y el progreso intelectual del hombre

ha hecho una civilización inhumana, no porque lo sea intrín-
secamente, sino porque el hombre valiéndose de sus invencio-
nes se ha colocado en un lugar de cobardía moral. De alto
más valer moral era un encuentro entre dos caballeros de la
época medieval que un encuentro en masa de fuerzas que
lucharon en la guerra 1939-45. La generalización de los pro-
cedimientos en el uso de los materiales bélicos extiende el
horror de las guerras a los habitantes indefensos y convierte
a los soldados en masas informes que mueren como ratones
por efectos de las armas. Las conquistas alcanzadas no son
triunfos de hombres-héroes sino productos de choques ciegos
que no tienen ninguna importancia moral.
El heroísmo se ha perdido. La civilización se hace más
materialista. El culto a este materialismo lo entendemos en
las palabras de la profesora rusa Anna Pankratova, cuando
propuso en el vigésimo Congreso del Partido Comunista rea-
lizado en Moscú, en 1956, que reescribiría la historia soviética
introduciendo en ella "hechos desprovistos de belleza" y de-
nunció el "Breve curso de Historia de la Unión Soviética",
escrita por José Stalin, como falsa y perjudicial la práctica
de presentar la historia soviética como "una marcha triunfal"
mientras se disfrazan con falsas apariencias las dificultades,
los errores y los fracasos. En este mismo Congreso abogó por
que la historia soviética debía escribirse libre del "culto a la
personalidad" y eliminando los viejos conceptos que divide al
pueblo en "héroes y masa".
La inteligencia humana se está haciendo cada vez más
aguda, más perspicaz, más frivola y criminal frente al espí-
ritu que se siente extorsionado y abatido.
Las invenciones de la era atómica atormentan al espíri-
tu que presiente su propia destrucción, sin poder libertarse
de las garras que le tiende la inteligencia que lo opaca.
El espíritu batalla entre el día y la noche. Parece que
aquel heroísmo de hombres célebres conocidos en la historia
de los países va desapareciendo paulatinamente para dar paso
al héroe-anónimo que se autodestruirá;.ya no serán los coman-
dantes de buques o los comandantes de unidades militares los
que descuellen por su actitud final, con un hara-kiri o un tiro
en la sien.
El héroe-anónimo irá en un proyectil, en un avión, en un
cohete, en una mina, será un instrumento más que deberá pre-
cisar su autodestrucción.
El proyectil y las armas han alejado al hombre del com-
bate cuerpo a cuerpo y sus invenciones tienden a ser cada vez
más mortíferas y contundentes que desvían el sentido de res-
ponsabilidad moral de los hombres e incultamente se apartan

del verdadero sentido de respeto y estimación mutua. El hom-

bre tiende a combatir con odio y espíritu de venganza, hasta
destrozarse totalmente. Hemos llegado a los drásticos tiempos
de Asurbanipal (667 a 626 A. J.).
D.—Error de la función militar.— El militarismo
La exaltación del espíritu sin sujeción razonable de las

"virtudes militares" o de un "nacionalismo descabellado"
amalgamado a curiosos intereses populares, conducen inalte-
rablemente a ideas extremistas de tipo militar, que son la ne-
gación de un espíritu constructivo y cooperativo de la sociedad.
El militarismo es egoísta y fatuo. Hay militares, militaristas;
y, civiles, que imitan lo militarista.
El robustecimiento sin medida de las dotaciones de las
fuerzas armadas y la carrera armamentista inducen al pen-
samiento político o militar a hacer de la fuerza un medio su-
perior a la razón o al derecho. El desequilibrio favorable a las
armas produce como consecuencia el militarismo.
Veamos dos concepciones militaristas. El general prusia-
no, Hellmuth von Molke, decía: "La paz perpetua es un sueño,
y ni siquiera un hermoso sueño —y la guerra es una parte
integral del orden universal de Dios. En la guerra, entran en
acción las más nobles virtudes del hombre: el valor y renun-
ciamiento, fidelidad al deber y una disposición al sacrificio
que no se detiene ante la ofrenda de la misma vida.
Sin la guerra, el mundo se hundirá en el materialismo".
El pensamiento de este militar prusiano, ¿está respalda-
do por la política de Bismarck y por el armamentismo alemán
de 1870 proyectado en contra de Francia?
No hay dudas sobre el valer militar del ilustre general
alemán como conductor de hombres en el campo de la estra-
tegia, pero su concepción que estima que la guerra es la sal-
vación del mundo materialista y que ésta es una parte inte-
gral del orden universal de Dios, sería reconocer que vivir en paz
no constituye nuestra eterna aspiración y la felicidad comple-
ta de un pueblo. Nadie desea la guerra para ver calamidades
y muerte.
Asimismo, el estadista italiano Benito Mussolini, en su
fascismo, decía: "Sólo la guerra lleva todas las energías hu-
manas a su más alta tensión e impone un sello de nobleza a
los pueblos que tienen la virtud de afrontarla".
En la opinión de Mussolini, ¿habrá influido acaso el res-
paldo político-estratégico que le proporcionaba Alemania y tal
vez el Japón o su armamentismo proyectado en contra de
Abisinia?

Es posible pensar que la guerra ponga a prueba las fa-

cultades intelectuales, psíquicas y físicas a su más alta ten-
sión, pero no por ello reconoceremos que los pueblos demues-
tran nobleza con sus actos brutales. A veces, se afronta una
guerra con resignación; pero los pueblos nobles no se enorgu-
llecen de sus actos, no obstante que van a la guerra con ver-
dadero espíritu combativo, evidenciando actos heroicos.
En la paz, no debe exaltarse a los pueblos a la guerra,
cuyas consecuencias y resultados improbables y aventurados
pueden ser fatales para sus directores y para la sociedad
entera.
Conviene recordar aquí las palabras del escritor inglés,
A. Toymbee, en el prefacio de su obra ya citada: "Elevándose
al nivel del guerrero en las guerras mundiales de 1914-18 y
1939-45, los pueblos no agresores ejercieron las virtudes car-
dinales de la guerra con tan buenos resultados que derrotaron
por dos veces a un imperio militarista que había preparado
largamente su intento de conquistar el mundo".
Los panegíricos a la guerra tienen un profundo sentido
de ansiedad. El militarismo llevado a un pueblo inculto y
hambriento puede significar odio y venganza. Pueblos pací-
ficos con mentes agresivas. Ignorancia y hambre, es un am-
biente de conquista.
E.—Mando
El mando es la característica principalísima de la función

militar de todo miembro de las Fuerzas Armadas.
¿Qué significa mandar una unidad, en forma que satisfa-
ga ampliamente todos los problemas que a ésta se le presentan?
Fácil la respuesta, difícil la ejecución.
La unidad se siente mandada, cualquiera que sea su mag-
nitud, cuando su comandante logra imponer su personalidad,
con acierto y elevada concepción, afrontando los problemas
que se le presenten con iniciativa y feliz realización. El saber
del oficial y la experiencia adquirida en el mando deben va-
ciarse por entero en la conducción de la unidad. La preparación
o instrucción del comandante no sólo proviene de los cursos
que la superioridad militar dispone como requisitos reglamen-
tarios, sino de los estudios voluntarios y de investigación ca-
seros, como asimismo de la constante preocupación y atención
que debe prestar el oficial a los problemas profesionales desde
que se inicia en la carrera de las armas, rindiendo su mayor
esfuerzo y capacidad por la grandeza institucional y por el
cuerpo al cual sirve.

El conocimiento profesional que se adquiere de la carrera

por medio de loa cursos constituye la instrucción misma de
todo oficial, parte muy importante del complejo problema del
mando donde se examina la teoría y se resuelve la realidad.
Además, el mando es problema de lógica y de psicología.
Lógica para idear y realizar con sentido común, sin complicar
los aspectos sencillos. Psicología para mantener un trato fir-
me y atinado sobre los subalternos.
La moral de la tropa es el aspecto psicológico más im-
portante para el comandante que debe mantener e impulsar
constantemente.
La iniciativa es una condición indispensable que debe des-
pertarse en todos los escalones del mando como un medio para
mantener en juego las facultades intelectuales que deberán
beneficiar a la instrucción y a la unidad. La rutina, la flojera
y la imprevisión son los peores enemigos del mando psicoló-
gico.
Un comandante con mando directo de tropas debe "em-
paparse" con ella, adentrándose al corazón de sus soldados
para conocerles personalmente, si es posible, tratar de resol-
ver sus múltiples problemas profesionales y particulares, bus-
cando la confianza del subalterno sobre el superior. El mando-
desde la oficina o por la carta es un medio de prever con
lógica, pero apenas deban cumplirse las órdenes se encontra-
rá presente el comandante en el terreno de su realización.
La mayor satisfacción que siente un soldado proviene de
la. comprensión inteligente del superior, que no lo hiera ni lo
mortifique con palabras o actos que menoscaben su moral ni
su condición de hombre.
La acción repugnante del grito o de las acciones cometi-
das con bajeza sobre un subalterno denigran al comandante.
El subalterno, por principio, es un hombre obediente. El mando
recto, justo y ecuánime implican juicios serenos y firmes, sin
reticencias ni contrariedades.
Napoleón, expresaba: "La moral en el soldado forma las
tres cuartas partes de la victoria", lo cual implica necesaria-
mente fortalecer esta moral, cuidando, paso a paso, al soldado
que habrá de forjar con su espíritu la estatua o la horca del
General en Jefe.
Una excelente resolución de un mando superior de nada
vale si los mandos inferiores no están preparados en la con-
ducción de su respectiva unidad, y más todavía, si no existe
la firme voluntad de mandarla con todos sus atributos.
Un mando preparado pero flojo, es tan inútil como uno
incapaz, pues la inactividad es el peor vicio que capta rápi-
damente la tropa.

Las grandes ideas o proyectos sólo tienen alcances y eje-

cución cuando existe el firme propósito —en todos los escalo-
nes— de cumplir y hacer cumplir lo ordenado; esto se debe
observar fundamentalmente en los comandos inferiores que
se caracterizan por su actividad y cumplimiento inmediato de
las órdenes.
En la función del mando se observan permanentemente
dos aspectos importantes: orientación y acción.
Sin orientación no puede haber realización útil y aprove-
chable, siempre existirá un objeto delante de nuestras activi-
dades diarias. La acción compulsa aquella orientación, ella es
el nervio y motor que nos guía hacia el objeto. Orientación
y acción, dos móviles inseparables en el mando.
a) Orientación.—La orientación nos debe conducir a la
unidad de pensamientos y a servir un ideal, cuyos móviles nos
estimulan la iniciativa y todas las facultades psico-intelectuales
proporcionándonos la razón de existir y de trabajo.
Esta norma de vida es producto del estudio y de una con-
ducta psíquica perfeccionada. Las instituciones mejor dotadas
y prestigiadas son aquellas que inciden en una perfecta orien-
tación de su misión por cumplir.
Las tareas extras que se le imponen a una Institución Ar-
mada que no estén encuadradas en su misión fundamental de-
terminada en la Constitución Política del Estado, defeccionan
su estructura orgánica y propenden a diluir la responsabilidad
de su misión específica.
La desorientación en el mando hace tergiversar la función
militar, apartándose del verdadero sentido que nos impone la
misión. Cuando esta desorientación se generaliza para las ins-
tituciones, se cae en el peligro de desintegrar el rol fundamen-
tal de sus componentes.
Los pueblos sin doctrinas ni objetivos como los hombres
ignorantes ni con interés alguno, se mueven a merced de los
más capaces y mejor orientados hacia fines bien precisos. Los
gobiernos como los mandos militares con acertada orientación
han descollado por la nitidez de sus pensamientos y fácil eje-
cución de sus ideas.
Las ideas difusas que no tocan el objeto nítidamente cons-
tituyen un proceso mental contrario a una acertada orientación.
Los colaboradores inmediatos del mando reúnen y entre-
gan los elementos de juicios a su comandante, pero la reso-
lución final debe ser una y personalísima de él, perfectamente
bien orientada al objeto.
b) Acción.—La acción y la reacción de nuestras faculta-
des físicas y mentales para proseguir un objeto, son condicio-
nes permanentes de nuestro proceder. Para que esta actividad
sea provechosa necesariamente debe ser pensada, razonada. La

precipitación conduce a malgastar nuestros esfuerzos. Un sa-

bio adagio, dice: "Apresúrate lentamente"; es decir, se asegura
el pensamiento con una constante y firme acción. Lo impor-
tante es no perder tiempo inútilmente. La previsión o pensar
antes que ejecutar desempeña un papel importantísimo, es-
pecialmente frente a la tropa. Un acto mal meditado trae el
desprestigio del mando. Un buen ejemplo constituye una bue-
na escuela para todo comandante.
Ante una circunstancia no prevista —que necesita solu-
ción— es más importante actuar a esperar de sí un mejor
juicio.
Un ejercicio permanente del mando para cumplir con este
principio o norma de vida, lo conducirá siempre a actuar acer-
tadamente, aún ante las circunstancias más apremiantes.
El soldado en la inacción comienza por dudar de su co-
mandante.
F.—Seguridad armada
Parece o resulta inequívoco preocuparse de esta actividad
de las Fuerzas Armadas, cuando hay hombres y pueblos mi-
litaristas que amenazan la tranquilidad de sus vecinos. La se-
guridad armada viene a ser un instrumento de previsión, se
quiere prever o remediar un hecho fatal.
Los pueblos deben prevenir las guerras. Prepararse es
actuar con previsión, alejar la incertidumbre y acercarse a
un triunfo más seguro.
La defensa nacional como un organismo máximo respon-
sable de la seguridad integral de un país, en tiempos de gue-
rra, debe precaverse en la paz tomando todas aquellas medidas
que conduzcan a una probable victoria, evitando o paliando los
efectos catastróficos de aquel fenómeno.
Para comprender mejor la manera o forma de asegurar
la defensa nacional, es necesario ver previamente como actúan
los instrumentos armados apenas se declara un conflicto béli-
co. Pensar que la improvisación inteligente y audaz puede su-
plir a una preparación metódica de los diferentes campos de
acción nacional, sería negar la importancia racional de la pre-
visión que, haciendo uso de la inteligencia y de un buen crite-
rio tiene tiempo para experimentar y conformar los instru-
mentos adecuados a una misión.
Desde este punto de vista tomamos la preparación de la
defensa nacional.
La guerra como fenómeno difícil de conducir, en todas
las esferas nacionales, se inicia en la defensa nacional, con la
movilización. Esta primera actividad significa reclutamiento
y equipamiento de hombres y mujeres que deben formar los

cuadros de las Fuerzas Armadas que integrarán el frente y la

retaguardia. El llamado de las reservas con y sin instrucción
militar, de diferentes clases se hace escalonadamente de acuer-
do con los esfuerzos a que se vea sometida la nación. La gra-
vedad del momento materializada por los enemigos comunes
que se presentan o presentarán en un conflicto deberá indicar
los porcentajes o clases que deban ser llamadas a las filas.
Las Fuerzas Armadas llaman sus fuerzas de campaña y luego
sus reemplazos; las primeras se completan de acuerdo con una
organización o lista de tropas que fija el Alto Mando y que
tendrá diferente conformación según la hipótesis de guerra
que se viva. La hipótesis de guerra aparece de los contendores
que van a ella; los enemigos conjuntos formarán los aliados
conjurados por pactos políticos tendientes a buscar el dominio
de objetivos políticos previamente convenidos. De aquí salta
a la vista la necesidad de efectuar un análisis de "cómputo de
potenciales" que se utilizará en el examen de los factores geo-
físicos, económicos, humanos y políticos encontrados. El es-
tudio previo de las organizaciones que deben ponerse en mar-
cha en las Fuerzas Armadas es esencial y concluyente. En el
complejo problema por estudiar en tiempo de paz, con vista
a resolver las incógnitas, está en primer lugar la "magnitud
de los instrumentos armados" y la formación de las reservas
necesarias para afrontar las hipótesis más variadas que pue-
dan conjugarse; además, y como cosa secundaria, precisar la
proporción de especialidades que conformarán los instrumen-
tos armados frente a los probables contendores, consultándose
los mandos, las armas, tropas combatientes y los servicios
respectivos. Todas estas organizaciones o formaciones se ha-
rán teniendo en cuenta la topografía donde probablemente se
llevarán a efecto las operaciones.
El problema de reclutamiento tiene además aspecto de
instrucción que debe examinarse detenidamnete frente al pro-
greso técnico de las armas y de los instrumentos bélicos y
máquinas de guerra que se utilizan por las Fuerzas Armadas.
De esta situación se deriva que la movilización deba hacerse
con tal premura y oportunidad que las clases llamadas se pon-
gan al día rápidamente sobre el manejo de dichos implementos
bélicos, como también de los modernos procedimientos de com-
bate que se han obtenido de las experiencias de las últimas
guerras. Estas dificultades se presentarán a las tropas que
formarán la primera línea o de campaña. Los reemplazos ten-
drán otras dificultades derivadas, entre otras cosas, de no
haber hecho el servicio militar, de la escasa preparación inte-
lectual, que a veces se agrava cuando abundan los analfabetos
o cuando hay dialectos diferentes dentro de un mismo país.

GENESIS DE LA FUNCION MILITAR, 73
La movilización toma caracteres de angustia cuando no

se ha pensado ni previsto la forma de atender logísticamente
a los reclutados. Vestir, equipar, alojar, alimentar y dotar las
formaciones de armas, máquinas e implementos orgánicos que
deben accionar en el campo de batalla, es el problema más
complejo para el Alto Mando. Una tropa muy instruida sin
los medios es como la prédica en el desierto. Los problemas
materiales que aparecen en las Fuerzas Armadas alcanzan ta-
maños diferentes e imprevisibles; desde el cartucho de pistola
hasta un torpedo; desde un botón de uniforme a un buque;
de un fusil a los cañones de grueso calibre; de un automóvil
sencillo a un tanque pesado; de un proyectil dirigido a un
avipn supersónico; desde una picota a un bulldozer, etc.
Las necesidades materiales son tantas y diversas que im-
ponen al país en guerra una pesada carga para la hacienda
pública y para la economía que deben centuplicar los esfuerzos
de paz, racionalizando el trabajo hasta sus últimos detalles
para rendir y producir al máximo.
El campo económico no puede descansar ni dejarle caer
el peso de las responsabilidades a la hacienda pública; ésta
puede adquirir muchos implementos de guerra en la paz, a los
países amigos, pero bastará una difícil situación de divisas.pa-
ra que cese este apoyo. Esta situación puede agravarse en la
guerra si las naciones amigas —que pueden proporcionar los
implementos bélicos— tienen compromisos comerciales pen-
dientes, y más aún, si están comprometidas también en una
guerra, lo que implicaría una incertidumbre en la atención y
aprovisionamiento de los elementos bélicos que se necesitan.
¿Habrá, en consecuencia, seguridad en el manejo del instru-
mento armado, por parte de los Altos Mandos? La intranquili-
dad aparecerá por todas partes. Los funcionarios se discul-
parán con papeles irresponsables. El caso Riom se repetirá
en la historia de algún país.
La hacienda pública tampoco puede excusarse en la eco-
nomía del país, acusando a ésta de imprevisión y falta de ini-
ciativa paja laborar en tiempo de paz, buscando la seguridad
económica.
La hacienda y la economía son un solo todo, indivisibles
y estrechamente unidas, que trabajan por la prosperidad de los
individuos, de las empresas y del país, formando eslabones
concatenados en la movilización de la defensa nacional.
La defensa nacional por su parte, debe preocuparse de
los núcleos económicos, con una acertada ubicación topográ-
fica en tiempo de paz y una adecuada protección con las armas
en tiempo de guerra.
Las empresas particulares y del gobierno contribuirán en
armonía con la defensa nacional a buscar un claro entendí-

miento de la movilización industrial, acrecentando la produc-

ción al máximo y velando por que queden en los puestos im-
portantes los especialistas y técnicos irreemplazables, y allí
donde pueden emplearse las mujeres, éstas reemplazarán a los
hombres que deberán acudir al llamado de las Fuerzas Arma-
das. Las industrias y las empresas civiles deben buscar la
colaboración patriótica y desinteresada, sin egoísmos, a los
escalones mencionados. Sus directores y su personal trabaja-
rán con iniciativa haciendo uso de ingenio que servirá para
crear, inventar y producir implementos de guerra, con sus
propias maquinarias, que pondrán a disposición de los escalo-
nes gubernativos correspondientes, los cuales resolverán su
empleo y pago respectivo.
Para que la defensa nacional pueda planificar metódica y
concienzudamente el probable empleo de las Fuerzas Armadas,
es necesario que el elemento humano, el trabajo ciudadano, el
potencial industrial y económico de la nación se encuentren
perfectamente bien orientados, preparados y organizados pa-
ra un esfuerzo máximo a que sea sometido por el Gobierno. En
caso de faltar esta preparación, el escalón gobierno será el
único responsable de la derrota de las Fuerzas Armadas. La
improvisación es peligrosa, máxime en los tiempos actuales,
porque los problemas político-económicos cada día son más
complejos y múltiples. Hoy en día, la dirección y conducción
de una guerra no es sólo trasunto de las Fuerzas Armadas que
velan por las correctas soluciones estratégicas, sino —y en
mucho mayor escala que otrora— se requieren soluciones en
la producción y abastecimiento de la población como de una
correcta movilización y reemplazos del elemento humano y
material de la industria y faenas de la distribución y consumo,
además de la atención que necesitan las Fuerzas Armadas en
campaña.
Muchos hombres entendidos en política estiman que exis-
tiendo buenas y bien dotadas Fuerzas Armadas el país está
asegurado del peligro externo e interno. Indiscutiblemente, que
tal estimación no está mala del todo, pero es necesario con-
siderar que "no bastan los ejércitos para defender una nación;
mientras que una nación defendida por el pueblo es inven-
cible".
Para garantizar el rodaje integral del país —en su má-
xima tensión— el Gobierno deberá entregar en la paz, las le-
yes, la planificación y la reglamentación correspondiente a to-
dos y cada uno de los frentes de acción, para asegurar la di-
rección y despliegue armónico del país, sin que se produzcan
variaciones o alteraciones bruscas capaces de quebrantar el
esfuerzo común ciudadano.

De este modo, las Fuerzas Armadas no podrán eludir ni

negar la responsabilidad que pudiera recaer en la preparación
y conducción estratégica de ellas, y deberán garantizar, desde:
un primer momento, eficacia, rendimiento y aprovechamiento
útil de los medios puestos a su disposición.
Las Fuerzas Armadas de una nación constituyen organis-
mos vivos, poseedores de una técnica especial y conocedores de
teorías propias que es necesario tener en cuenta en la dirección
política-estratégica y conducción estratégica.
El concepto político-estratégico está dedicado al Alto Man-
do de las Fuerzas Armadas; mas, los militares de menor je-
rarquía no deben introducirse en la política, ni la política en
las Fuerzas Armadas.
Por ello, de los Altos Mandos gravitan o penden dos alta
funciones: una, la que corresponde al entendimiento político-
estratégico, y la otra, la de garantizar la eficacia del instru-
mento armado colocado bajo su dirección.
La seguridad armada de un país descansa fundamental-
mente en una preparación intelectual acabada de los mandos,
en el entrenamiento físico-táctico de las tropas y en una acer-
tada organización de los completos orgánicos (mando, armas
y servicios), así como una correcta distribución y dotación de
personal y medios materiales que el país coloca a disposición
de las Fuerzas Armadas.

MISIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS Y SU PARTICIPACIÓN EN EL DESENVOLVIMIENTO NORMAL…. (1958). Autor: MAY. Luis Valenzuela Beyes
MISION DE LAS FUERZAS ARMADAS Y SU

PARTICIPACION EN EL DESENVOLVIMIEN-
TO NORMAL DE NUESTRA VIDA DEMO-
CRATICA
Mayor LUIS VALENZUELA BEYES
I. —INTRODUCCION
L AS recientes declaraciones formuladas por el Presiden-

te de los Estados Unidos de N. A., general Dwight Ei-
senhower, referidas a la ayuda que le podría prestar el
gobierno del gran país del norte a las naciones de América la-
tina, se han prestado a diversos comentarios y variadas inter-
pretaciones, algunas de las cuales han recibido acogida en las
columnas de la prensa.

. MISION DE LAS FUERZAS ARMADAS... 23
Los comentarios a que hemos hecho referencia —aunque

sinceros y bien intencionados— parecen haber enfocado el pro-
blema desde un punto de vista unilateral y pueden haber per-
turbado el criterio de muchos ciudadanos, que desconocen los
múltiples factores y complejidades que reviste el problema.
El natural anhelo de encontrar alivio por cualquier medio
a la aguda crisis económica en que nos debatimos hace propi-
cio el ambiente para aceptar, sin mayor estudio, iniciativas que
en una u otra forma —aunque aparentemente— tiendan a in-
troducir economías y fomentar las fuentes de producción.
Todos sabemos que la casi totalidad de los países de la ór-
bita occidental reconocen la perentoria necesidad de contar con
la fuerza armada, genuina i n s t i t u c i ó n democrática
encargada de velar por la soberanía nacional y asegurar el des-
envolvimiento económico y libre juego de la vida de un Estado.
No obstante, desde el período pacifista que siguió a la I.
Guerra Mundial (1914-19), se han sucedido, con vanadas in-
termitencias, diversas conferencias políticas de carácter inter-
nacional tendientes a lograr, integral o parcialmente, el desar-
me; conferencias que se han reanudado con renovado ímpetu
y persistencia durante los dos últimos años, particularmente
en el seno de la Organización de los Estados Americanos.
También se han suscitado diversos planteamientos en el
campo continental y nacional, en que se han debatido variadas
ideas sobre nueva orientación que podría dársele a las Fuer-
zas Armadas; consideraciones sobre el porcentaje del presu-
puesto nacional que absorben; conveniencia de reorganizarlas,
reducirlas, etc.
La naturaleza y extensión del presente artículo no nos per-
mite —por supuesto— profundizar tan complejo problema;
sólo pretendemos exponer, en forma escueta y somera, algunas
ideas que inciden en la razón de ser de las Fuerzas Armadas
y destacar el preponderante papel que juegan hoy día en el man-
tenimiento de la soberanía y densenvolvimiento económico na-
cional para concluir si conviene o no a los intereses nacionales
cambiar fundamentalmente su actual orientación.
II. —ORIGEN DE LAS FUERZAS ARMADAS
La Historia Universal nos demuestra que el fenómeno bé-

lico que denominamos "guerra" se ha repetido en forma sis-
temática y periódica a través de la historia de la Humanidad,
pese a los múltiples esfuerzos de la diplomacia y unánime ani-
madversión y repudio del mundo entero.

La consideración de tales antecedentes permite establecer

como un hecho incontrovertible, que la guerra no es posible
evitarla mediante el simple expediente de no desearla, querer-
la ni provocarla. Todos repudiamos la guerra; sin embargo, de-
bemos reconocer que es y ha sido, en la historia de todos los
pueblos, un fenómeno social inevitable.
Aceptado lo anterior, fluye como un deber imperativo de to-
do Estado estar permanentemente preparado y organizado, no
para provocar la guerra, sino simplemente para enfrentarla
cuando su advenimiento sea inminente e imposible de evitar;
no para emprender nuevas conquistas territoriales o económi-
cas, sino para conservar el patrimonio nacional y permitir el
desenvolvimiento político, social y económico como país libre
y soberano.
La consideración de la historia también nos demuestra que
aquellos países que han estado desprevenidos en este aspecto
han sido cercenados en su integridad territorial, o lesionados en
sus intereses económicos por la libre voluntad del agresor;
otros, incluso, han desaparecido como Estados independientes,
pasando a depender integralmente del agresor.
Para satisfacer, entonces, este imperativo natural de su-
pervivencia nacional, todos los Estados, sin excepción, han crea-
do y organizado el servicio público denominado Fuerzas Arma-
das de la Defensa Nacional.
De aquí, esencialmente, el origen de las Fuerzas Armadas.
El Estado, a quien compete la responsabilidad primaria de ga-
rantizar la seguridad nacional, tiene el ineludible deber de
crearlas, organizarlas y mantenerlas debidamente dotadas y
entrenadas, para emplearlas —llegado el momento— en la sa-
tisfacción de una necesidad pública: la defensa nacional.
III. —LAS FUERZAS ARMADAS, PARTE DE LA

ADMINISTRACION PUBLICA DEL ESTADO
Los siguientes requisitos que reúnen las Fuerzas Arma-
das nos permiten incluirlas en la Administración Pública del
Estado:
a) Se mantienen con recursos totalmente fiscales que figu-

ran detalladamente en la Ley de Presupuestos de la
Nación.
b) No gozan de personalidad jurídica.
c) No tienen autonomía ni independencia.
d) Sus empleados (oficiales, suboficiales y soldados) es-
tán sometidos al régimen civil y militar.

MISION DE LAS FUERZAS ARMADAS... 25
IV. —MISION DE LAS FUERZAS ARMADAS Y SU

PARTICIPACION EN LA DEFENSA NACIONAL
a) Misiones específicas de las Fuerzas Armadas derivadas

de la Constitución Política.
El artículo 2" de la Constitución Política de la República

de Chile establece que la Soberanía reside esencialmente en la
Nación, la cual delega su ejercicio en las autoridades que la
Constitución establece.
Luego, el artículo 71 de la misma Carta Fundamental de-
termina que al Presidente de la República está confiada la ad-
ministración y gobierno del Estado; y su actividad se extiende
a todo cuanto tuviere por objeto la conservación del orden pú-
blico en el interior y la seguridad exterior de la República, de
acuerdo con la Constitución y las leyes.
De la consideración de los preceptos constitucionales que
preceden, surgen dos conceptos, diferentes en su esencia, pero
íntimamente solidarios entre sí: "Soberanía" y "Potestad Es-
tatal".
La Soberanía del Estado debemos considerarla en su do-
ble aspecto:
—Soberanía externa, entendiéndose por tal la facultad de
mantener relaciones con los otros Estados en un plano de ab-
soluta igualdad jurídica, con exclusión de toda idea de subor-
dinación y dependencia.
—Soberanía interna, que comprende la atribución del Es-
tado, dentro de los límites legales, para ejercer su poder en sus
relaciones con los ciudadanos, instituciones y otras entidades de
carácter público, dentro del territorio nacional.
Si admitimos que la soberanía externa e interna son po-
sibles mantenerlas a través de la "Potestad del Estado", nos
restaría señalar los conceptos que comprende este término. En
líneas generales, podríamos decir que "Potestad del Estado" es
el poder de dominación recaído en el Estado, basado funda-
mentalmente en el derecho para obligar a los ciudadanos a
ejecutar sus disposiciones, pudiendo llegar hasta la coacción
para el logro de tal objetivo.
Ahora bien, si aceptamos lo anterior, fluye la siguiente in-
terrogante: ¿De qué instrumentos dispone el Estado para ejer-
citar su potestad? La respuesta la encontramos en la disposi-
ción 13ª del artículo 72 de la Constitución Política, que señala
como atribución especial del Presidente de la República: dispo-


Como ya lo hemos dicho, la planificación para la defensa

nacional no es obra exclusiva de las Fuerzas Armadas y su es-
fera de acción alcanza a todos los rubros de la vida nacional.
Requiere cooperación y coordinación estrecha entre múltiples
organismos de variada índole, públicos y privados.
Como es lógico suponer, el campo de acción de cada orga-
nismo y sus limitaciones no pueden estar entregados a la ini-
ciativa de cada uno, ya que están en juego los altos intereses
nacionales. Surge, entonces, como una necesidad perentoria la
promulgación de una Ley de Defensa Nacional que determine
las líneas matrices de la planificación integral y particular; se-
ñale el campo de acción y misiones específicas de cada orga-
nismo; especifique los métodos de coordinación y enlace, y re-
gule la provisión de medios y recursos nacionales.
No obstante, debemos dilucidar el problema con criterio
realista y reconocer que el ambiente público de la masa de la
ciudadanía no es propicio hoy día para promover tales ini-
ciativas sin una preparación previa. La prolongada etapa de
paz que nosotros vivimos nos lleva a aceptar con escepticismo
estos conceptos fundamentales. Día a día podemos confrontar
que los problemas derivados de la organización del país para
la defensa nacional, son postergados ante otros de carácter eco-
nómico o político, cuyos efectos se verán positivamente dentro
de un breve plazo.
Tal situación nos impone el ineludible deber de difundir el
conocimiento de estos conceptos fundamentales de la defensa
nacional integral; propender a la constitución de una concien-
cia nacional acerca de los complejos problemas de la defensa
colectiva de nuestros días; llevar a la convicción popular el co-
nocimiento íntimo de que los problemas de la defensa nacional
son patrimonio de todos los chilenos y que es deber de todos,
sin excepción, encararlos y contribuir a su solución.
Estos conceptos, y muchos otros referidos al real alcance
de la defensa nacional en la época moderna, deben ser difun-
didos ampliamente, en forma amena y objetiva; hacerlos llegar
a las Universidades y establecimientos de instrucción de toda
índole; fábricas, industrias, y a todos los sectores de la ciuda-
danía; naturalmente, con el patrocinio del Gobierno y de todos
los Poderes Públicos, que deben ser los inspiradores de tal mo-
vimiento.
Preparado de esta manera el ambiente, la promulgación de
una Ley de Defensa Nacional que consulte la participación de
todos los organismos nacionales, públicos y privados, surgiría
como una solución integral a un problema vital del país, plena-
mente conocido por todos: la defensa nacional.

c) Mantenimiento de la soberanía interna.

Ya nos hemos referido a la misión primaria, fundamental
de las Fuerzas Armadas, que le fija la Constitución Política
de la República: mantenimiento de la soberanía externa. Esta
es la misión clásica, específica, que puede aplicarse a las Fuer-
zas Armadas de todo país organizado.
Ahora nos referiremos brevemente al mantenimiento de
la soberanía interna.
Como es sabido, en Chile, la seguridad interna del Estado
está entregada, en primer término, a las Fuerzas de Investiga-
ciones y Cuerpo de Carabineros. No obstante, las Fuerzas Ar-
madas, constituidas entre nosotros por el Ejército, la Armada
y la Fuerza Aérea, pueden, ocasionalmente, y no como un fin,
tomar parte en actividades que tiendan a lograr el manteni-
miento de la seguridad interior del Estado.
Esta participación de las Fuerzas Armadas en la seguri-
dad interior del Estado es un hecho esporádico entre nosotros
y se ha realizado en muy pocas ocasiones, debido a que nuestra
ciudadanía es poseedora de un arraigado y real sentido demo-
crático, que la aleja de la posibilidad de subvertir el orden pú-
blico y de toda violencia que altere la estructura Constitucio-
nal.
Las Fuerzas Armadas de Chile se han mantenido invaria-
blemente en el plano de prescindencia política que la Constitu-
ción prescribe, y cuando se ha requerido su intervención, lo han
hecho con mesura, corrección y elevado espíritu patriótico.
V. —PARTICIPACION DE LAS FUERZAS ARMADAS EN EL
DESENVOLVIMIENTO NORMAL DE NUESTRA VIDA
DEMOCRATIVA
a) En la gestación de nuestra nacionalidad.
Como es sabido, en Chile, como en todos los países de Amé-
rica, antes de formarse la nacionalidad se crearon las institu-
ciones armadas, ya que sin ellas no habría sido posible dar un
paso hacia las aspiraciones de país libre y soberano.
En torno a estos cuerpos armados se fueron gestando los
primeros pasos de la República. Desde entonces, hasta nuestros
días, sus miembros han sido genuinos representantes del pue-
blo chileno, del cual forman parte e integran un solo todo. Nin-
guna institución democrática se identifica más con la masa
del pueblo que las Fuerzas Armadas. Año a año llegan a in-
tegrar sus filas personeros de todas las extracciones sociales,
particularmente de las más modestas y menesterosas. De aquí
que las Fuerzas Armadas de Chile, puede decirse, son el pueblo
mismo y, en cierto modo, Chile es lo que son sus Fuerzas Ar-
madas.

Por estas razones se explica el espontáneo arraigo del pue-

blo chileno hacia sus Fuerzas Armadas, a las que siempre ha
testimoniado su afecto y admiración. Aun en los momentos
más difíciles que ha vivido la República, el pueblo ha sabido
guardar un mudo respeto y especial consideración hacia los
miembros de las Instituciones Armadas.
No podemos dejar de reconocer que cada integrante de
nuestro pueblo se siente, en cierto modo, un soldado. Bástenos
observar cómo se yerguen, y sin advertirlo siguen con paso
marcial las bandas militares, aplaudiendo sin reservas el paso
de las tropas.
b) El Servicio Militar Obligatorio.
—Generalidades.
El Servicio Militar Obligatorio, conjuntamente con el De-
recho de Libre Sufragio, son tal vez las expresiones más elo-,
cuentes del sistema democrático.
Las disposiciones sobre el Servicio Militar Obligatorio es-
tán contenidas en la Ley Nº 11. 170, de Reclutamiento, de 30.
IV. 1953.
Según esta ley, todos los chilenos varones deben inscribir-
se en los Registros de Reclutamiento, en el año que cumplan
los 18 años de edad.
Todos los chilenos pertenecen a una de las siguientes en-
tidades:
. Base de conscripción, a los 18 años de edad;
. Servicio Activo, y
. Reserva, hasta los 45 años de edad.
La ley impone el deber militar a todos los chilenos varo-
nes, desde los 18 hasta los 45 años de edad, en la forma como
ya se ha expresado, y consulta las normas para el reclutamien-
to del personal que requieren las Fuerzas Armadas en sus ta-
reas de paz y en su misión de guerra.
El Servicio Militar Obligatorio imparte la instrucción mi-
litar necesaria para integrar los cuadros de las Fuerzas Arma-
das de la Defensa Nacional. El ciudadano es licenciado como
"Reservista Activo" con "Instrucción Militar".
No obstante, en tiempo de paz, todos los hombres de las
reservas pertenecientes a la categoría "Aptos para el Servicio",
tanto con "Instrucción Militar" como los "Sin Instrucción Mi-
litar", quedan sujetos a la obligación de reconocer cuartel cuan-
do se les llame, para participar en los períodos de instrucción
militar (18 a 45 años de edad).
En tiempo de guerra todos los ciudadanos de ambos sexos
pueden ser llamados por el Presidente de la República, para
ser empleados en los diversos servicios que requiere la nación
en armas.

—Significado del Servicio Militar para el individuo.

A continuación señalaremos algunos de los beneficios que
las Fuerzas Armadas —a través del Servicio Militar— otorgan
a los ciudadanos que año a año reconocen cuartel:
. Les enseñan a compenetrarse del sentido de nacionali-
dad y les exaltan el espíritu y amor patrio.
Adquieren o remozan sus conocimientos sobre historia
patria, en que se destaca la personalidad de los próceres
que gestaron nuestra independencia; se comentan los
principales hechos de armas que nos abrieron paso como
país libre y soberano. Su consideración les permite va-
lorizar lo que tenemos y sentirse legítimos guardianes
del patrimonio e integridad nacionales.
. Aparte del manejo de las armas, adquieren o desarrollan
los hábitos de orden y disciplina.
. Contribución a la labor de alfabetización nacional, pues
ningún ciudadano deja el Servicio sin saber leer y es-
cribir.
. Contribución a mejorar y robustecer la raza, mediante
una alimentación científicamente planeada y la práctica
de gimnasia racional.
. Desarrollan y cultivan los hábitos de higiene, corporal
y dental.
. Preparación de tripulantes experimentados que sirven
después en la Marina Mercante.
. Preparación para tomar parte activa en las labores
agrícolas, a través de los Cursos de Tractoristas desta-
cados a lo largo del país.
. Conocimiento de los rudimentos de un oficio, tal como
carpintero, zapatero, talabartero, gasfiter, electricista,
cocinero, mecánico de automóviles, mecánico de radio,
etc., que, si los siguen practicando en la vida civil, les
permitirán incorporarse de lleno en las actividades pro-
ductoras de la nación.
Los anteriores constituyen sólo algunos de los muchos be-
neficios que recibe el ciudadano que cumple su Servicio Mili-
tar. El individuo vuelve a la vida civil con un concepto dife-
rente del vocablo "Patria". Su sentido de responsabilidad co-
mo ciudadano chileno se ha ampliado considerablemente; tiene
suficientemente arraigados los hábitos de moral, orden y dis-
ciplina; todo lo cual constituye una garantía de su eficiencia y
correcto desempeño en las actividades de la vida civil.
c) El Servicio Militar del Trabajo.
El Servicio Militar del Trabajo fue creado por Decreto
con Fuerza de Ley Nº 13, de 9. III. 1953.

El S. M. T. tiene por misión cumplir obras, exclusivamen-

te, en aquellas zonas en que el costo de ellas no permita reali-
zarlas por contrato y cuya influencia en la economía nacional
no tenga efecto inmediatamente.
Además, deberá constituir una organización de las FF. AA.
en condiciones de cumplir una planificación de obras de bien
público en coordinación con organismos fiscales, como el Mi-
nisterio de Defensa Nacional, Ministerio de Obras Públicas y
Vías de Comunicaciones, etc.
Las principales obras ejecutadas a la fecha han sido para
el Ministerio de Obras Públicas y Vías de Comunicaciones, y
para la Corporación de la Vivienda.
Estas obras en su mayor parte se hallan ubicadas en las
provincias de Tarapacá (departamento de Arica), de Chiloé y
Aisén. Además se han ejecutado y se ejecutan obras en diver-
sas provincias del País.
La contribución de las Fuerzas Armadas a la economía
nacional, hasta la fecha, asciende a $ 314. 986. 450. —
En el presente año el S. M. T. contará con un contingente
de 2. 000 hombres, distribuidos como sigue:
Lo que hace un total de 4. 000 conscriptos con el contin-

gente actualmente en trabajos.
d) Contribución al desarrollo y progreso de las Provincias.
(Descentralización).
Como es del dominio público, las Fuerzas Armadas están
repartidas a lo largo del territorio lo que, sin lugar a dudas,
significa una contribución a la descentralización económica que
tanto se persigue.
En efecto, el movimiento económico que representan los
sueldos del personal y gastos de las Unidades, contribuye a es-
timular el desarrollo comercial e industrial de las guarniciones
que cubren.

Estas mismas Unidades realizan en torno a ellas, median-

te su concurso material y moral, una gran parte de las obras
de adelanto urbanístico y de servicio de la población, tales co-
mo construcciones de habitaciones, plazas, estadios, piscinas;
asistencia a instituciones de bien público: hospitales, hospicios,
asilos, cárceles, sanatorios, etc.; colaboración a instituciones co-
mo Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil, Boy-Scouts, colonias
de vacaciones escolares, Rotary Club, Club de Leones, etc. Por
otra parte, sus bandas militares contribuyen a realzar las efe-
mérides patrias y actos públicos, además de incrementar la cul-
tura musical del pueblo.
Esta misma distribución de las Unidades a lo largo del te-
rritorio nacional, desde Arica a la Antártica, en que se inclu-
yen localidades sumamente apartadas de los centros densamen-
te poblados, como Aisén, Palena, Natales, etc., contribuye a
afianzar nuestra nacionalidad y exaltar el sentimiento patrio.
Las guarniciones de las Bases Antárticas mantienen nuestra
soberanía en el extremo austral de Chile.
e) Fomento y desarrollo de la educación física.
Otra actividad de evidente proyección nacional es la con-

tribución de las Fuerzas Armadas al fomento y desarrollo de
la educación física, particularmente en la práctica de los di-
versos deportes. Esta participación se materializa con aportes
de instructores; por la facilitación de estadios, gimnasios, y
otros elementos; bandas instrumentales, etc.
Entre los deportes pueden citarse, también, tiro al blan-
co y equitación.
f) Períodos de "Emergencia Interna".
—Durante los períodos de convulsión interna en que se de-

cretan "Zonas de Emergencia", son las Fuerzas Armadas las
que deben mantener el orden y garantizar el normal funciona-
miento de los servicios públicos; energía eléctrica, agua gas,
teléfonos y telégrafos, ferrocarriles, locomoción colectiva, hos-
pitales, cementerios, etc.; refuerzan el transporte de heridos y
enfermos, como asimismo de elementos vitales, por vía aérea,
terrestre o marítima.
—También les cabe intervención en las huelgas ilegales y
conflictos gremiales al margen de la ley, en que a. per-
soneros de las Fuerzas Armadas se les asigna la función de
"Interventores".
—En los casos de siniestros o calamidades públicas, como
ser: terremotos, incendios, inundaciones, derrumbes, etc., las
Fuerzas Armadas contribuyen a salvar vidas y propiedades de
los ciudadanos.

g) Actos Electorales.
Los actos electorales que tienen especial trascendencia en
una democracia, son realizados desde hace años en Chile bajo
la presencia y vigilancia de las Fuerzas Armadas, quienes inva-
riable y tradicionalmente, se han mantenido alejadas de las
tendencias partidistas de colores políticos y absoluta prescin-
dencia de influencias subalternas. Su participación ha sido
siempre garantía de imparcialidad, mesura y corrección.
Esta actitud incorruptible y decidida de nuestras Fuerzas
Armadas en los actos electorales, con estricta sujeción a la ley
y normas democráticas, ha servido de ejemplo en América, y
hoy en día la han adoptado la mayoría de los países de este
Continente.
h) Otras Actividades.
-—Actividades docentes de muchos de sus miembros, in-
cluso en Universidades y liceos.
—Algunas de las fábricas militares no sólo abastecen a los
organismos militares, sino que también elaboran productos que
no se producen en las fábricas civiles, complementando de es-
te modo la industria nacional y ahorrando divisas al erario
fiscal.
—Elaboración de cartas topográficas e hidrográficas, ma-
pas escolares, trabajos del catastro, etc.
VI. —CONCLUSIONES
1. —Las causas de la guerra son múltiples: ideológicas, so-
ciales, económicas; pero si buscamos un factor común, encon-
tramos que la guerra siempre se producirá por un "desequili-
brio de los potenciales". El que se sienta más fuerte es el que
toma la iniciativa.
2. —Las Naciones pequeñas no pueden hoy permanecer aje-
nas a un conflicto mundial, en razón de la interdependencia
ideológica y económica de los pueblos.
3. —Hoy día no es posible permanecer neutral. Es preciso
definirse y adoptar una u otra tendencia, so pena de sufrir
agonía económica y aun de hecho.
4. —Nosotros vivimos aferrados a la idea de una paz inal-
terable, porque mucho la deseamos; pero, desgraciadamente, no
podemos escrutar el pensamiento de los demás pueblos para
saber si alguien pretende arrebatárnosla. El conflicto armado
puede desencadenarse en cualquier momento y cuando menos
lo esperamos. El peligro aumenta en razón a nuestra debilidad
para enfrentarlo.
M. del E. 3.

5. —La organización y preparación de la defensa es una

labor que corresponde a todos los ciudadanos, militares y ci-
viles, mujeres y ancianos, y es una obra de aliento que requie-
re el esfuerzo coordinado durante largos años. La dictación de
una ley que organice, planifique, coordine y regule estas acti-
vidades, es perentoria.
6. —Algunos pueden argüir —inspirados en nobles ideales
— que la Organización jurídica de las Naciones representadas
hoy día por la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
Organización de los Estados Americanos (OEA), y otros, po-
drán lograr la supresión del empleo de la fuerza como vía de
solución de las divergencias internacionales.
Si bien es cierto que la ONU y la OEA representan pasos
gigantescos en la marcha hacia una ordenación jurídica de las
Naciones, no es menos efectivo que se han mostrado ineficaces
para evitar los acontecimientos de Corea, Indochina, Guatema-
la, etc., cuyas secuelas futuras resultan difícil predecir en estos
instantes.
7. —Cabe, por último, esbozar algunos ideas respecto de la
siguiente interrogante:
¿Conviene o no a los intereses nacionales cambiar funda-
mentalmente la actual orientación de las Fuerzas Armadas de
Chile, dedicando mayor parte de sus efectivos a las obras de me-
joramiento de puertos, caminos, puentes, y otras obras simi-
lares, como lo ha insinuado recientemente el Presidente de los
Estados Unidos de Norteamérica?
Antes de dar una respuesta, es necesario señalar en líneas
generales algunas ventajas y desventajas que inciden en la
materia:
Ventajas:
a) Se emplean en obras de bien público que tonifican la
economía nacional.
b) Permite emplear obra de mano barata en trabajos que
por su naturaleza, resultarían antieconómicos al Gobierno o a
empresas particulares.
c) El país se proveería de modernos implementos de tra-
bajo ofrecidos por el Gobierno de los EE. UU. de N. A., y que
sería muy oneroso, sino imposible, adquirir por los propios
medios.
d) Permitiría compensar, en cierto modo, los gastos que
representan al Presupuesto Nacional el mantenimiento de las
Fuerzas Armadas, con obras de bien público.
e) Pueden realizar —en mejores condiciones que obreros
de libre empresa— obras situadas en lugares alejados, de difí-
cil acceso.
f) Pueden ejecutarse trabajos de interés nacional que. por
su costo, no podrían ser ejecutados por otro tipo de empresa

(trabajos de forestación, desecación de pantanos, canalización

de aguas, limpieza de vías, etc. ).
g) La participación del Servicio Militar del Trabajo en
propuestas, previo margen de seguridad o utilidad, serviría de
índice y control que permitiría regular contratos abusivos de
otras empresas.
h) El obrero-militar es una buena solución desde el pun-
to de vista de la economía nacional.
Desventajas:
a) A las Fuerzas Armadas se les sustrae de su misión
primaria específica: mantenimiento de la soberanía externa e
interna de la nación.
b) Se les restaría eficiencia profesional a los miembros de
las Fuerzas Armadas, lo que redundaría en falta de prepara-
ción para el cumplimiento de las misiones específicas que se
han señalado. Los mandos de todos los grados necesitan ejer-
cerlo en el terreno con unidades propias de su especialidad y
no del Servicio Militar del Trabajo.
c) En cierto modo, constituiría una especie de trabajo for-
zado, no siempre grato ni popular.
d) La magnitud de las fuerzas que mantiene Chile en tiem-
po de paz, como, asimismo, las reservas que anualmente se ins-
truyen, es inferior a la de otros países del continente.
e) El largo período de paz que vivimos se debe preferen-
temente al buen pie en que se han mantenido nuestras Fuer-
zas Armadas. Alterar este orden podría traer graves conse-
cuencias para los intereses nacionales.
f) Chile ya tiene desde hace 5 años un 15'/ del contin-
gente anual dedicado a labores de beneficio nacional (S. M. T. ).
Incrementar considerablemente este porcentaje, como se pre-
tende, puede ser peligroso, por el desequilibrio de potenciales
que representaría en relación a otros países.
g) Al ampliar considerablemente el campo de acción del
Servicio Militar del Trabajo, lo colocaría en abierta competen-
cia con organizaciones civiles, además, de tender a incremen-
tar la cesantía.
h) El ciudadano que integra el S. M. T. no puede licenciarse
como reserva con "Instrucción Militar" ya que no es posible
formar un soldado con 2 o 3 meses de instrucción, sin partici-
pación efectiva en los períodos de Unidad Fundamental y de
Combate.
i) El militar-obrero no es una buena solución desde el pun-
to de vista de los intereses de la Defensa Nacional. La econo-
mía que puede lograrse en el presente puede significar un co-
lapso económico en el futuro.

El análisis exhaustivo de las ventajas y desventajas que

se han expuesto nos lleva a concluir:
a) Desde el punto de vista de la Defensa Nacional, no con-
viene a los intereses de la Nación cambiar fundamentalmente
la actual orientación de las Fuerzas Armadas, en atención a
que las alejaría de la misión específica que les asigna la Cons-
titución Política de la República y les restaría eficiencia pro-
fesional para su cumplimiento.
b) Si bien es cierto, los problemas de carácter económico
requieren especial atención, ya que sus efectos se hacen sen-
tir día a día y a corto plazo; no es menos efectivo, que los proble-
mas que atañen a la organización y preparación del país para
los fines de la Defensa Nacional, merecen también particular
preocupación por parte de las esferas gubernativas, que tienen
el ineludible deber de estructurar la Nación de tal modo que,
ante el evento de un conflicto en que se ponga en juego nuestra
vida, nuestra libertad, nuestros hogares, ésta se encuentre pre-
parada para afrontarlo.
Antes de terminar, queremos recalcar, una vez más, que la

Defensa Nacional es un problema más vasto de lo que pudiera
desprenderse del presente artículo. Las Fuerzas Armadas repre-
sentan sólo una parte del conjunto de Instituciones y medidas
con que el Estado debe afrontar el problema vital de su De-
fensa Nacional.

REFLEXIONES SOBRE LA REGIONALIZACIÓN. (1975). Autor: CRL. Juan Barrientos Vidaurre
REFLEXIONES SOBRE LA REGIONALIZACION

CRL. JUAN BARRIENTOS V.
Vicepresidente de CONARA.
Antecedentes. A partir de fines del siglo XIX

se originan movimientos regionalis-
E
L proceso de la regionaliza- tas en España, Francia e Italia; no
ción es contemporáneo y ad- obstante, la generalización de este
quiere en estos momentos proceso surge a partir de la segun-
una notable expansión en todos los da post-guerra mundial. Los avan-
países cualesquiera que sean sus di- ces reales desde entonces no han si-
mensiones y sus características eco- do realmente espectaculares y sólo
nómicas y políticas. en el caso italiano puede aludirse a
una auténtica regionalización aun-
En Chile la regionalización se es- que de escaso contenido. Normal-
tablece con la dictación del D.L. mente la regionalización en Europa
673 de 8 de julio de 1974 y el D.L. aparece muy vinculada a la planifi-
575 de 11 de julio de 1974. cación física y económica dando lu-
gar a nuevas delimitaciones terri-
Experiencias extranjeras. toriales exclusivamente para estos
fines, caso de Inglaterra, o bien, a
En el plano internacional se ob- un reforzamiento de los cometidos
serva la tendencia hacia la regiona- de las autoridades tradicionales de
lización incluso en Estados Federa- carácter subregional tipo provincia
les, tanto como una forma de am- o condado, como en los países nór-
pliar los poderes de la Federación dicos. Habitualmente aparecen ór-
en detrimento de los Estados, como ganos colegiados que participan con
para imponer determinadas estra- carácter consultivo en el proceso de
tegias de desarrollo en áreas más planificación, más que autoridades
amplias que las estaduales. Tal es con competencias típicamente deci-
el caso de Estados Unidos de Nor- sorias. Distinto es el caso de las re-
teamérica, Brasil y Venezuela. giones en Estados con estatuto fe-
deral como Alemania y Suiza. En
La tendencia hacia la regionali- Alemania el cuadro de los Estados
zación tiene raíz europea, aún cuan- es utilizado como marco de las ta-
do existen precedentes americanos. reas planificadoras, aunque a veces

se toman como base ámbitos especí- una división regional del país, que
ficos subregionales o supraregiona- va a ser confirmada con ligeras rec-
les. En Suiza se pretende conseguir tificaciones en fechas posteriores,
términos de referencia más exten- dando lugar a 22 circunscripciones
sos que los que suministran los ac- de acción regional especialmente li-
tuales cantones. gadas al proceso de planificación. A
Aunque la idea regional flota por partir de 1964 las estructuras admi-
doquier, las soluciones son muy va- nistrativas de la Región, apoyadas
riadas; antiguas jurisdicciones re- fundamentalmente en la organiza-
actualizadas, organismos especiales ción estatal a escala departamental,
designados nacionalmente como las venían integradas por el Prefecto
comisiones de planificación que a de la Región, una Misión Regional
título meramente consultivo funcio- integrada por altos funcionarios, la
nan en las ocho regiones inglesas, Confederación Administrativa Re-
nuevos trazados regionales que se gional y la Comisión de Desarrollo
superponen a las divisiones admi- Económico Regional (CODER), de
nistrativas preexistentes, caso de base más representativa en la que
Italia, Francia y también quizás participaban consejeros locales y
Bélgica. representaciones de organismos
profesionales. En 1969 se intentó
Sólo en el caso de Italia encontra- llevar a efecto una reforma regio-
mos netamente la institucionaliza- nal poco ambiciosa que fue desecha-
ción de una colectividad regional da por un referendum convocado al,
dotada de una autoridad represen- efecto. La ley del 5 de julio de 1972
tativa con competencias propias. que insiste en los lineamientos de la
Francia se aproxima tras la última reforma de 1969, introdujo la vi-
reforma a esta solución aunque to- gente organización de la Región
davía predomina la neta influencia francesa. Esta ley crea un estable-
de los poderes centrales siendo cimiento público en las circunscrip-
prácticamente teóricas las compe- ciones de acción regional ya exis-
tencias y los poderes de decisión tente, que tiene como misión contri-
regionales. Predominan pues los buir al desarrollo económico y so-
cuerpos meramente consultivos y cial de la Región mediante la reali-
asesores sobre los deliberantes y de- zación de estudios, la presentación
cisorios. Las delimitaciones regio- de proposiciones tendientes a coor-
nales o son meras circunscripciones dinar las inversiones, la participa-
especiales para fines específicos de ción voluntaria en la financiación
planificación o se utilizan simple- del equipamiento colectivo y la rea-
mente las demarcaciones ya exis- lización de trabajos por cuenta de
tentes para el sistema nacional de las Corporaciones locales o del Es-
poderes locales. La extensión de las tado. En realidad, aparte de los co-
regiones europeas es también va- metidos generales de orientación del
riable, aunque quizás pueda fijarse desarrollo regional, sus competen-
el promedio en los 25.000 Km2 y los cias gestoras concretas, son sólo
tres millones de habitantes. aquellas que el Estado o las Corpo-
En Francia el proceso de regio- raciones locales acuerden encomen-
nalización se inicia en 1955 estable- dar a los órganos regionales. La re-
ciéndose por la Comisaría del Plan gión tiene unas modestas potestades

Crl. Juan Barrientos V. Reflexiones sobre la 5
financieras y participa a través del En casi todos los países del' área
Prefecto Regional en el proceso de latinoamericana existen modalida-
planificación mediante la formula- des especiales de acción territorial
ción de orientaciones regionales, a escala regional, en unos casos se
proposiciones en materia de equipa- ha intentado llegar a una regiona-
miento colectivo y elaboración de los lización integral de la política de
correspondientes esquemas regiona- desarrollo económico y en otros sim-
les, una vez aprobado el Plan de la plemente a coordinar estrategias
Nación. El principal órgano regio- especiales para determinadas áreas.
nal de carácter ejecutivo es el Pre- No obstante es difícil encontrar mo-
fecto, existiendo además un órgano delos de regionalización que cubran
representativo, integrado por los todo el país y a la vez impliquen
parlamentarios de la región y re- una auténtica coordinación de com-
presentantes de las Corporaciones petencias administrativas generales.
locales. Sobre todo es extremadamente ra-
En Italia, las regiones están pre- ro, que el sistema implique una cier-
vistas ya en la propia Constitución; ta descentralización, lo que quizás
de ellas cinco tienen estatuto espe- con la relativa excepción del SUDE-
cial y otras quince ordinario. NE brasileño no se ha producido en
ningún país, salvo en Chile, en la
Las regiones con estatuto espe- hora actual.
cial empezaron a funcionar en una
fecha próxima a la de la aprobación La Filosofía de la Regionalización
de la Constitución; Sicilia en 1946 Chilena.
y tres regiones más en 1948, pero
sólo en 1970 tuvo lugar la genera- La Regionalización en Chile está
lización en todo el territorio nacio- orientada por sendos principios, es-
nal del modelo regional, paralizán- tablecidos en la "Declaración de
dose hasta esta fecha por el juego Principios del Gobierno de Chile",
de los partidos políticos la aplica- del 11 de marzo de 1974, de inspi-
ción de los principios constitucio- ración nacionalista, realista y prag-
nales. Las regiones italianas consti- mática, cuyo objetivo fundamental
tuyen auténticas colectividades y es hacer de Chile una Gran Nación,
están regidas por un Consejo Regio- en el cuadro de una nueva y moder-
nal, elegido directamente por los na institucionalidad.
ciudadanos de la Región y un Presi-
dente nombrado por el Consejo. Las Punto capital de esta nueva ins-
regiones tienen competencias com- titucionalidad será la descentraliza-
plementarias de las nacionales en ción del poder, tanto en lo funcional
materia de sanidad, obras públicas, como en lo territorial, lo cual per-
vivienda, etc. Las regiones con es- mitirá al país, avanzar hacia una
tatuto especial tienen además com- sociedad tecnificada y de verdade-
petencia privativa sobre urbanismo, ra participación social.
turismo, artesanado, agricultura, Otro aspecto relevante es la dis-
caza y pesca. Los ingresos provie- tinción entre el poder político y el
nen de la transferencia de impues- poder social. El poder político o fa-
tos estatales y de la participación cultad de decidir en los asuntos de
en un fondo común. interés general para la Nación, que

constituye propiamente la función tante lo anterior, la Junta de Go-

de Gobernar el país, se ha delegado bierno ha resuelto regionalizar el
en el ámbito que se ha considerado país y dotarlo de una nueva estruc-
apropiado en la nueva institución tura de Gobierno y Administración
del Gobierno Regional. En cuanto al Interior.
poder social, la Declaración de Prin- Por supuesto que la regionaliza-
cipios del Gobierno de Chile esta- ción no implica la íntegra disolu-
blece entre otras materias funda- ción de los poderes centrales y su
mentales que es imperioso restituir traspaso a centros interiores del
a los Municipios el papel trascen- país. El Estado habrá de conservar
dental' e insustituible que les corres- en buena medida sus enérgicas pre-
ponde como vehículo de organiza- rrogativas, lo que como sabemos,
ción social, devolviéndoles su carác- sucede incluso en los Estados Fede-
ter de entidad vecinal al servicio de rales. Sólo a partir de un poder cen-
la familia y del hombre, se requiere tral riguroso que voluntariamente
un Municipio al servicio de la co- abdique de parte de sus potestades,
munidad y no un Municipio al seres viable una auténtica regionaliza-
vicio de la burocracia municipal o ción y la nivelación de las especta-
de intereses electorales. tivas de las distintas comunidades
El desarrollo de la regionaliza- de un país, mediante la adecuada
ción implica la adopción de nuevos redistribución de sus recursos. Aun-
criterios voluntaristas en la rees- que puedan descentralizarse sustan-
tructuración de los grandes espa- cialmente ciertos gastos y decisio-
cios nacionales y por ende, supone nes inversoras, siempre quedaría un
la ruptura con fórmulas tradiciona- núcleo cada vez más importante de
les y con soluciones organizatorias atenciones públicas que tienen una
vigentes en el territorio nacional y indudable plataforma nacional. En
al nivel de la administración cen- cuanto a los ingresos, la proporción
tral. Cabe pues esperar serias re- más importante seguirá fluyendo a
sistencias de las instituciones regio- las arcas del Gobierno Central, a
nales que en la forma de Corpora- partir de los cuales podrán ser tras-
ciones, Consejos o Institutos, se pasados recursos hacia las regiones
despliegan a lo largo del territorio menos prósperas. La centralización
nacional; los municipios del área que ha desempeñado un valioso pa-
metropolitana de Santiago y otros pel en otras épocas, logrando la
harán fuertes resistencias a los es- creación de unidades nacionales y
quemas del Gobierno Metropolitano concentrando recursos escasos para
y a la redefinición de las Comunas el progreso de los países podrá ser
del país; los núcleos burocráticos hoy rectificada, conservándose al-
establecidos en los Ministerios y gunas de sus ventajas, mediante la
Servicios centrales se opondrán an- remodelación de las competencias
te la eventual disminución de sus públicas y radicando sectores de las
atribuciones; otra fuente de resis- mismas en los territorios en que de-
tencia lo constituirán los celos re- be producirse la materialización de
gionales, provinciales y locales que su ejercicio.
magnifican normalmente una vi- La Comisión Nacional de la Re-
sualización extremadamente unila- forma Administrativa (CONARA)
teral de su problemática. No obs- la principal impulsora de la Regio-

nalización, trabajando bajo la di- migración rural-urbana que crea

recta orientación de la Junta de Go- alrededor de las metrópolis cintu-
bierno, tradujo los siguientes pos- rones de poblaciones marginales, en
tulados : que proliferan conciudadanos frus-
1.—Que frente a la constatación trados, inadaptados y proclives a la
de un país al borde de la desinte- delincuencia y a la subversión.
gración física, económica, institu- 3.—La necesidad de lograr una
cional y social se debe postular a su mayor efectividad para alcanzar
integración nacional a través de: las metas del desarrollo económico
a) La búsqueda de un mayor a través de una mejor utilización
equilibrio entre el aprovechamiento del territorio y sus recursos.
del potencial de recursos naturales, Uno de los aspectos relevantes en
la distribución geográfica de la po- esta materia, se da en la excesiva
blación y la seguridad nacional de concentración económica (en San-
manera de sentar las bases para tiago básicamente) que está alcan-
tina efectiva ocupación del territo- zando niveles de tal magnitud que
rio nacional. obliga a distraer cuantiosos recur-
b) Brindar a la población la po- sos en obras urbanas, que obvia-
sibilidad de participar en la defini- mente tendrían una rentabilidad
ción de su propio destino, contribu- social mayor si fuesen invertidos en
yendo y comprometiéndose, además, actividades productivas de la peri-
con los objetivos superiores de la feria.
región y del país. De esta forma, la concentración
c) Dar a los habitantes de las re- excesiva limita las posibilidades de
giones una "igualdad de oportuni- un crecimiento económico más ace-
dades" para alcanzar los beneficios lerado y regionalmente equilibrado.
que entregará el proceso de desa-
rrollo postulado por la H. Junta de 4.—La necesidad de readecuar la
Gobierno. actual división político-administra-
2.—La necesidad de contar con tiva del territorio nacional con el
un equilibrio fronterizo bien defini- objeto de posibilitar la planifica-
do y de tener un país cohesionado ción del desarrollo, lo cual exige:
internamente, donde sus habitantes a) Crear una organización admi-
puedan vivir y prosperar, en armo- nistrativa descentralizada, con nive-
nía y tranquilidad, plantea la estre- les de decisión propios y éstos refe-
cha vinculación que existe entre el ridos a unidades territoriales defi-
fundamento anteriormente expresa- nidas con tal fin.
"do y los objetivos que define la pro- b) Crear una jerarquización de
pia seguridad nacional. De hecho, unidades territoriales cada una con
atenían contra la seguridad nacio- sus respectivas autoridades.
nal: la generación de "espacios va-
tios" dentro del territorio nacional; c) Dotar a cada unidad territo-
la existencia de bolsones o áreas de rial de autoridades con igual nivel
yo desarrollo relativo; el desa- entre sí y con poderes de decisión
provechamiento de los recursos en equivalentes, de modo que sea po-
determinadas regiones; la excesiva sible su integración.

d) Lograr en cada una de las uni- terialice en la forma más perfec-

dades, la integración de todos los cionada posible la coordinación y la
sectores, mediante instituciones que participación de las Regiones en
los obliguen a proceder en conjun- función de la Integración, la Segu-
to y no aisladamente. ridad, el Desarrollo y la Adminis-
tración Nacional.
5.—La necesidad de reemplazar
el actual Régimen de Administra-
ción Interior por un régimen que La Regionalización y la Reforma
agregue al concepto de Administra- Administrativa.
ción, el de Planificación; y que am-
bas tengan como objetivo el Desa- La Regionalización en nuestro
rrollo Socio-Económico y que este país se inserta, a lo menos en sus
nuevo régimen y el de Gobierno In- orígenes, en los conceptos de la Pla-
terior del Estado usen las mismas nificación Nacional (Ley 16635 pu-
Unidades Territoriales, equivalentes blicada D/O del 14 de julio de 1967,
y coincidentes entre sí; y "Orgánica de la Oficina de Planifi-
6.—La necesidad de incorporar cación Nacional") que se concretan
explícitamente el concepto de "De- en la creación de las Oficinas Re-
sarrollo" a los fundamentos del Ré- gionales de Planificación (OR-
gimen de Administración Interior, PLAN) ; los Consejos de Desarro-
para que el proceso de desarrollo llo Regional y los Comités Coordi-
nacional sea una función preferente nadores de la Administración Pro-
del Estado, junto a los aspectos de vincial (D/S Nº 303 de 1971 del
orden y seguridad interior del país. Ministerio del Interior) ; y los Pla-
nes Regionales de Reconstrucción y
7.—La H. Junta de Gobierno ha Desarrollo (Ley 16282, Título I,
establecido claramente su concep- Art. c).
ción del Estado definiendo los si-
guientes conceptos: Después del 11 de septiembre de
1973, la Junta de Gobierno aprue-
—El Estado de Chile es unitario. ba el D.L. Nº 212 de 17 de diciem-
El poder político, en la plenitud de bre de 1973, que crea la Comisión
sus atributos y de sus funciones, es Nacional de la Reforma Adminis-
servido por un titular único que es trativa (CONARA). Este cuerpo
el Estado. legal establece en su Art. 1º, que a
La comunidad chilena obedece a esta Comisión le corresponde "estu-
una sola y misma autoridad, vive diar y proponer medidas tendientes
bajo el mismo régimen constitucio- a hacer efectiva una adecuada re-
nal y es regida por una legislación gionalización del país" (letra J del
común. Art. 1º del D.L. 212).
—Sin perjuicio de la plena vi- Por otra parte, las modificación
gencia de lo anteriormente expues- nes administrativas y legales que
to, la modernización del Estado de requieren la Regionalización caen
Chile requiere un sistema que per- de lleno dentro de la Reforma Ad-
mita el desarrollo de un Estado Uni- ministrativa, conforme a lo previste
tario descentralizado administrati- en el artículo 1º del mismo decrete
va y regionalmente para que se ma- ley 212.

Al respecto hay que recordar que en gran medida esta etapa inicial ya
entre las atribuciones que allí se ci- se ha cumplido, no obstante que
tan para CONARA están las si- queden aún muchas decisiones y ac-
guientes : ciones pendientes por ejecutar.
a) "Estudiar y proponer las mo- El proceso de Regionalización es
dalidades necesarias a la legislación de por sí complejo y comprende por
y reglamentación administrativa"; lo mismo, diferentes aspectos que se
refieren al desarrollo social, econó-
b) "Estudiar y proponer modifi- mico y administrativo. Siendo así,
caciones estructurales generales de la Regionalización no puede cir-
la administración del Estado o mo- cunscribirse sólo al proceso de Re-
dificaciones orgánicas de determi- forma Administrativa, pero, por
dos Ministerios, Servicios Públicos otra parte, este último proceso co-
centralizados o descentralizados o bra gran parte de su fuerza por di-
de las Municipalidades, pudiendo cha Regionalización.
señalar las pautas técnicas a las Esto es plenamente explicable
cuales deberá ceñirse la estructura puesto que la puesta en marcha de
interna de cada una de aquellas ins- la Regionalización ha implicado un
tituciones" ; cambio de las estructuras adminis-
c) "Revisar los proyectos o pro- trativas, la implantación de nuevos
posiciones que formule cualquier sistemas y procedimientos de admi-
organismo público o privado en nistración, e incluye el reemplazo
cuanto afecte a los sistemas admi- de un concepto tradicional y buro-
nistrativos o las funciones y estruc- crático de Administración Pública
turas de los servicios del Estado, por un nuevo concepto de Adminis-
con el objeto de velar por el efectivo tración para el Desarrollo.
cumplimiento de las bases genera- La regionalización exige además
les de la Reforma Administrati- la revisión de las competencias ad-
va"; y ministrativas y su redistribución,
d) "Velar por el cumplimiento de suprimiéndose determinadas potes-
las instrucciones y pautas técnicas tades en instancias que venían de-
que se impartan en ejercicio de sus sempeñándolas para traspasarlas a
facultades". otros órganos del mismo nivel en
Está de más hacer presente que función de la sectorialización o de
hasta ahora sólo se ha vivido fun- distinto nivel en función de la des-
damentalmente un período de im- centralización regional o local. La
plementación jurídica y administra- coordinación de las actuaciones pú-
tiva de la Regionalización. blicas implicará además la elimina-
De ahí la importancia que ha te- ción de formales e informales siste-
nido dentro del proceso de Reforma mas de toma de decisiones muchas
Administrativa la elaboración de veces unilaterales, inconsultos y que
los instrumentos legales, reglamen- conferían poderes excesivos a fun-
tarios, estructurales y de otra índo- cionarios sin mayor relevancia.
le para la puesta en marcha de las Es claro que este proceso encon-
Regiones, con todas las consecuen- trará serias resistencias. La inercia
cias y efectos para la organización administrativa, pero sobre todo la
y sistemas de toda la Administra- explicable tendencia a conservar
áreas propias de poder, hacen que

la reforma administrativa choque nes socio-económicas, mediante la

aquí abruptamente con intereses y corrección de las acciones de la ad-
aspiraciones de dominación típica- ministración, ejecutadas sin plani-
mente burocrática. ficación previa. Las preocupaciones
Pero incluso la remodelación es- espaciales, de hecho, produjeron los
pacial del territorio para la regio- primeros intentos de regionaliza-
nalización no resultará sencilla. An- ción en Chile, con la creación de los
tiguas jurisdicciones intermedias ORPLANES, como ya se ha dicho.
que habrán quedado quizás obsole- Por otra parte, la enorme prolifera-
tas y que deberían ceder en favor ción de las actuaciones públicas ha-
de demarcaciones más amplias y cen necesario establecer algunos
funcionales a la hora de eliminar criterios de armonización que eviten
determinadas jurisdicciones desper- la dispersión de esfuerzos y la du-
tarán lealtades insospechadas tanto plicación de las acciones. Una pla-
en el estamento burocrático que en- taforma territorial de suficiente
cuentra en ellas su justificación y amplitud, debe resultar el marco
sus pequeñas parcelas de poder, co- adecuado para la reconsideración
mo en los propios ciudadanos iden- de las estrategias de desarrollo que
tificados de antiguo con estos tra- inciden en un determinado espacio.
zados no obstante quizás sus oríge- Se acotan así porciones relativa-
nes sean también puramente con- mente homogéneas del territorio ,
vencionales y arbitrarios. La emoti- nacional para darles una cierta
vidad contrarresta así la racionali- substantividad, organizando a la
dad del proceso obstaculizando la par potencialidades aglutinadas por
necesaria acción reformadora. factores históricos, económicos, geo-
Tales conflictos se visualizan per- gráficos o culturales.
fectamente en todos los intentos de La identificación de las regiones
montaje de nuevas demarcaciones y la radicación en los territorios
administrativas (provincias y co- respectivos de programas específi-
munas) y muy especialmente en las cos se deben al intento de transfor-
definiciones de los núcleos urbanos mar substancialmente las condicio-
que servirán de centros o capitales nes económicas y sociales allí ope-
de microregiones y comunas. Que- rantes, reactivando su ritmo y ele-
dan además otras cuestiones alta- vando el nivel de vida de sus habi-
mente controvertidas como son los tantes, con trascendencia también
criterios a seguir para la identifi- para el mejoramiento de la capaci-
cación de las microregiones, la re- dad productiva del conjunto nacio-
definición del ámbito comunal y el nal.
orden de prioridades adoptado para La regionalización supone pues
sopesar la influencia de los factores un vasto intento para dinamizar;
técnicos, históricos, geográficos, factores socio-económicos espacial-
económicos, etc. mente localizados, coordinando para
ello actuaciones administrativas,
La Regionalización y el Desarrollo redistribuyendo competencias, con-
Socio-Económico. formando nuevos trazados jurisdic-
cionales y vinculando las acciones
La regionalización deviene de los inmediatas a la correspondiente pla-
intentos de racionalizar las relacio- nificación. La estrategia regional

consecuencia directa, desde esta de las Regiones y del Area Metro-

perspectiva, a la especialización de politana.
los planes económicos, del reconoci-
miento de que las intervenciones Perspectivas de la Regionalización.
puramente económicas, aparte de
su trascendencia social, adquieren
su máxima vitalidad mediante la La tendencia actual hacia la re-
aplicación de las decisiones sobre la gionalización no tiene solamente un
base de los determinantes geográ- componente técnico orientado hacia
ficos. la eficacia de la acción administra-
tiva y de los instrumentos planifi-
La optimización de las inversio- cadores que deben animarla. Apa-
nes, el aprovechamiento integral del recen frecuentemente también cri-
potencial de recursos naturales y terios ideológicos.
humanos, la mejor utilización de
las infraestructuras, la generación La aparición de los particularis-
consciente de economía externa, im- mos socio-territoriales y el reforza-
plican sin duda la utilización de una miento de la toma de conciencia de
óptica espacial para las macrodeci- determinadas comunidades históri-
siones adoptadas desde centros cla- cas, que en muchos casos habían si-
ves del poder. Ahora bien, la con- do sofocadas o dispersadas por la su-
junción de la planificación econó- praimplantación de modelos políti-
mica y de la planificación física cos-administrativos, adoptados con
normalmente requiere un marco criterios electorales u otros, se co-
temporal más dilatado que el de los necta con explicables aspiraciones
clásicos planes económicos, que las hacia la autorealización del indivi-
más de las veces no pasan de ser si- duo en el seno de colectividades y
no un conjunto de políticas o un grupos integrados relativamente
programa de coyuntura. reducidos. La fijación de objetivos
comunitarios a esta escala permite
No menos importante es apreciar así una mayor acentuación del sen-
y objetivar la estrategia de desa- tido de pertenencia a un grupo con-
rrollo y el sistema de incentivos que trastándose la personalidad indivi-
se deberá aplicar en las regiones dual con los intereses más inmedia-
extremas de nuestro país, a fin de tos y mejor identificables de la co-
lograr determinados objetivos del lectividad así sustantivizada. Estas
desarrollo económico, social o de la aspiraciones se refuerzan en regio-
seguridad nacional. nes con situación socio-económica,
comparativamente desfavorecida o
No obstante la problemática del alejadas del Area Metropolitana ali-
contenido socio-económico de la Re- mentando legítimas reivindicacio-
gionalización, el Supremo Gobierno nes a un mejor trato por parte de
persigue la obtención del beneficio la Administración Nacional y a su
social máximo, a través de la utili- equiparación con otras regiones más
zación eficiente del territorio nacio- desarrolladas y favorecidas. Las as-
nal y sus recursos, con la participa- piraciones igualitarias se inscriben
ción de los habitantes radicados normalmente en el ideario regional
dentro de los límites en cada una si bien en ciertos casos, más signi-

ficativos por cierto, son precisa- constituye un eficaz correctivo de

mente las regiones avanzadas las la burocratización y politización in-
que presentan una conciencia regio- tensa de la vida social chilena, al
nal más viva. aproximar los centros de decisión a
Las áreas regionales que deman- los individuos afectados, permitién-
dan una mayor atención de los po- doles una mayor accesibilidad al
deres centrales y un incremento de sistema democrático que la que po-
sus posibilidades de autodetermina- sibilitaban los lejanos circuitos po-
ción y de promoción, carecen nor- líticos-administrativos que pasaban
malmente de suficientes recursos en inexcusablemente por los centros
términos de liderazgos y de estruc- nacionales, a través de los antiguos
turas sociales, para asumir apropia- partidos políticos y de una densa
damente funciones descentralizadas burocracia santiaguina.
y motorizar impulsos de desarrollo. Las Fuerzas Armadas deben ac-
El tema de la regionalización se tuar decididamente en la imple-
inscribe decididamente en las mo- mentación, puesta en marcha y de-
dernas aspiraciones de participa- sarrollo futuro de la Regionaliza-
ción de los individuos en los proce- ción. Fueron miembros de las Fuer-
sos de toma de decisiones que afec- zas Armadas los que implementa-
tan a su futuro individual y social, ron la teoría de la regionalización
participando así en el movimiento chilena y fue el Gobierno Militar el
hacia la democracia concreta, no reque la impuso. Actualmente son los
presentativa y hacia la responsabi- intendentes regionales los motores
lidad ciudadana en los problemas del desarrollo en sus respectivas re-
inmediatos y no sólo a las grandes giones y la historia y las comunida-
cuestiones de carácter valorativos, des sabrán ser agradecidas de sus
de alcance nacional e incluso inter- esfuerzos. No obstante lo anterior,
nacional. Se trata también de con- en la hora de las definiciones rni-
trarrestar los inevitables movimien- croregionales (provincias) y comu-
tos centrípetos de la burocracia y nales, es conveniente reiterar a las
de la tecnocracia que amenazan si- autoridades militares el máximo de
tuar los poderes del Estado en ma- objetividad en sus estudios y pro-
nos de los componentes de aparatos posiciones.
públicos centrales cada vez más ex- No se nos escapará, por haber
tendidos y que tienden por su mag- vivido en las provincias, las influen-
nitud y por la índole especializada cias que se ejercen a través de la
de sus tareas a no valorar las in- vida social y en el trabajo de go-
quietudes regionales. Se trata tam- bierno, sobre las autoridades que
bién de contrarrestar los criterios sirven en las actuales provincias,
ideológicos que casi destruyeron departamentos y comunas. No ig-
nuestra vida social antes del 11 de noramos la proclividad de nuestra
septiembre y lograr una educación idiosincrasia militar para asumir
cívica que se preocupe fundamen- como propias las expectativas y vi-
talmente de los problemas locales y sualizaciones de la unidad o de la
regionales. zona en que servimos aunque sea
La redistribución espacial del po- temporalmente. Flaco servicio al
der que la regionalización implica, Gobierno y a la regionalización se

haría asumiendo la representación ridades políticas y militares se con-

de las comunidades a que nos hemos funden en una sola, deviniendo de
referido, expresada las más de las esa cualidad una problemática espe-
veces por las burocracias y el co- cial que sólo puede ser solucionada
mercio local para lograr un estatu- a través de criterios objetivos y de
to diferente, en contra de los crite- la toma de conciencia del rol histó-
rios político-administrativos defi- rico que se juega, el cual trasciende
nidos por el Gobierno y en contra de los localismos y los pequeños inte-
los criterios técnicos sustentados reses, anteponiendo el verdadero in-
por los organismos asesores del mis- terés nacional sobre los intereses
mo. En el momento actual las auto- sectoriales y locales.
"DESGRACIADO EL QUE NO CREE EN NADA".

VICTOR HUGO

D E L
En el ámbito mundial, este período pos Guerra Fría se caracteriza en sus comienzos por el
desmembramiento de los antiguos bloques, especialmente la desaparición de la ex Unión Soviética
con la independencia de las naciones que la conformaban, lo propio ocurre con Checoeslovaquia y
Yugoslavia, en este último caso con violentos enfrentamientos producto de los fuertes nacionalismos.
De esta forma se comienza a conformar un nuevo cuadro internacional, donde aparece Estados
Unidos como la única superpotencia mundial. Otro efecto del fin de la Guerra Fría fue la consolida-
ción de la Unión Europea, con la firma de un tratado el año 1993, y que es parte de un complejo
proceso que data desde finales de la Segunda Guerra Mundial. A fines de esta década se produce
una crisis financiera asiática, que golpea fuertemente al sudeste asiático aumentando la pobreza
en esa región.
El año 2001 está marcado por los atentados terroristas a las Torres Gemelas de New York y al
Pentágono en Washington, lo anterior dio origen a la Guerra contra el Terrorismo y se producen los
conflictos bélicos en Afganistán e Irak, lográndose el derrocamiento de los regímenes Talibán y de
Saddam Hussein, respectivamente. Sin embargo el terrorismo de Al-Qaeda siguió actuando en otras
partes del mundo, con atentados en Bali, Madrid, Londres, Bombay y otros en Irak y Afganistán.
Este ciclo también se caracteriza por logros científicos en astronáutica, internet, la telefonía
móvil y la puesta en escena de las redes sociales. El año 2008 se inicia en Estados Unidos una
nueva crisis financiera, que afectó a todo el engranaje económico mundial debido al fenómeno
de la globalización.
El año 2011 se produce la llamada “Primavera Árabe”, con revoluciones en varios países de la
región, terminando con regímenes dictatoriales como Túnez, Egipto y Libia. Estos acontecimientos
más la Guerra Civil en Siria provocaron la aparición de grupos fundamentalistas islámicos (autode-
nominado Estado Islámico), que ha ocupado territorios en dicha zona y ha perpetrado atentados
terroristas en Francia, Bélgica y Turquía.
Finalmente, en el ámbito internacional, el año 2013 se inicia una crisis entre Ucrania y Rusia,
que posteriormente provocó la anexión de Crimea a este último país, situación que generó una
fuerte tensión con Estados Unidos y la Comunidad Europea, llegándose a hablar del inicio de una
nueva Guerra Fría. Un último hecho de relevancia mundial es el establecimiento de las relaciones
diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, después de 50 años de distanciamiento y embargo.
En el ámbito nacional, durante este período se vive en calma con el retorno de la democracia y
se van sucediendo varios gobiernos con completa normalidad. Nuevamente el año 2010 la naturaleza
golpea con el segundo terremoto más potente registrado en el país, siendo la Región del Biobío
la más afectada, en esta oportunidad también las Fuerzas Armadas tienen un papel relevante en
las tareas asignadas durante la crisis y posteriormente en el proceso de reconstrucción. En este
contexto se cumplen los 200 años de vida independiente.
En relación al “Memorial del Ejército”, este continúa publicando temas técnico profesionales,
pero aparecen otros, como la importancia geoestratégica de la Isla de Pascua, la política de defensa
y las fronteras interiores. También se observa la publicación de materias de mayor contingencia
internacional como las operaciones de paz y las operaciones militares de no guerra, donde a di-
ferencia de décadas anteriores la institución ahora tiene una activa participación. En lo relativo
al sector defensa, se aborda el financiamiento de las Fuerzas Armadas así como la modernización
del Ministerio de Defensa.
Sobre la política de defensa y efectuando una mirada retrospectiva, es destacable que en esos
años ya existía una visión institucional sobre estos temas, inquietudes que posteriormente fueron
tomando mayor relevancia hasta ser incorporadas en el primer Libro de la Defensa de Chile. Se
rescata un artículo del entonces Director de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estraté-
gicos (ANEPE), editado el año 1991.
Con respecto a las fronteras interiores, la institución realizó el año 1994 un seminario con la
participación de las más altas autoridades del país, a fin de plantear y debatir esta temática al
más alto nivel, dada su importancia y trascendencia para el país. Cabe mencionar que la aproxi-
mación que se realizó sobre fronteras interiores en su oportunidad, fue un anticipo de lo que en
la actualidad está estrechamente vinculado con la soberanía efectiva que materializa el Ejército.
El servicio militar también entra al debate nacional y la institución hace presente sus plantea-
mientos y fundamentos, sobre la importancia de este y su relación con la seguridad y la defensa.
Se rescata la ponencia hecha por el entonces Director de la Academia de Guerra del Ejército, en el
Foro Nacional sobre el Servicio Militar realizado el año 2000.
La novedad en esta fase está dada, principalmente, por el proceso de transformación que se
encontraba materializando el Ejército, este no solo considera una modernización, sino que es
un cambio mucho más amplio que abarca la educación, la doctrina, las estructuras orgánicas, la
renovación de material, infraestructura y otros.

POLÍTICA DE DEFENSA, UN ENFOQUE NACIONAL. (1991). Autor: BGL. Javier Salazar Torres
54
JAVIER J. SALAZAR TORRES

Brigadier General
Oficial de Estado Mayor,

Licenciado en Ciencias Mili-
tares y Profesor de Acade- I-INTRODUCCION
mia en las asignaturas de I-INTRODUCCION
Inteligencia, Historia Militar
y Estrategia y de Seguridad
Nacional. Se me ha otorgado el privilegio y !a
Se me ha otorgado
responsabilidad el privilegio
de exponer, y !a
una pro-
responsabilidad
puesta de exponer,
sobre el Enfoque Nacionaluna pro-
de la
Actualmente se desem-
peña como Director de la
puesta sobre el Enfoque
Política de Defensa. Nacional de la
Academia Nacional de Es- Política de Defensa.
tudios Políticos y Estratégi- Creo concordar plenamente con
cos. Creo—alconcordar
quienes dar inicio plenamente
a este Semina- con
quienes
rio— —al dar
otorgaron inicio importancia
especial a este Semina-al
rio— otorgaron
análisis del tema,especial
el cual noimportancia
sólo está ra-al
análisisendel
dicado lastema, el cual
directas no sólo está
implicancias quera-
dicado en las directas implicancias que

55 55
interna, las las

interna, queque
en entodotodocaso
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planteadasdesde unauna
desde perspectiva
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aca-
démica
démica y con
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único
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interpreta-
ción de de
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Política de de
Política Defen-
Defen-
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para Chile,
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Chile, seasea
viable y eficiente.
viable y eficiente.
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Desdeel punto
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últimas 8 décadas.
últimas 8 décadas.
A primera
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corto o medianoplazo,
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concon
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prescindencia de dela existencia de de
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amenazasexternas
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y, por consiguiente,
desestimando
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Concordando
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lo expresado porpor
Emilio
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Meneses, en ensu sutrabajo Ayuda
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PolíticaExterior
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y Política
aquél
aquéltiene respecto
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a través de de
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mili-
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tanto
tantoen en
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vertiente
vertienteexterna
externacomo
como tar tar
bilateral, queque
bilateral, mantuvo
mantuvo EE.EE.
UU.UU.
concon

56
los países sudamericanos. Sin embar- ha dicho— tal política no consideraba

go, los conflictos entre Perú y Ecuador y los requerimientos de seguridad que
entre Honduras y El Salvador pusieron demandaba nuestra Nación.
a prueba la paz vigilada por los nortea-
mericanos. Respalda esta aseveración el he-
cho incuestionable de la ausencia de
En Chile, el continuo y progresivo definiciones trascendentes en los gran-
deterioro de la Defensa se hizo mani- des temas de la Defensa, tales como la
fiesto en la década de los sesenta, pe- determinación a nivel político de las
ríodo durante el cual no obstante haber eventuales amenazas y la estructura-
existido un fuerte incremento en los ción de objetivos político-estratégicos
recursos presupuestarios nacionales, destinados a ser alcanzados con el
producto del alto precio del cobre, no se Poder Nacional.
entregaron a las FF. AA. significativas
sumas que de acuerdo a la legislación Sin embargo, no es posible señalar
vigente estaban disponibles para ellas. categóricamente que el país haya esta-
do desprovisto de la función Defensa
Nacional, por no contar con una política
Tal deterioro se hizo más agudo, al
que regulara y orientara el esfuerzo
compararlo con las medidas inversas
destinado a tales objetivos.
que adoptaban nuestros vecinos del
norte y del este, circunstancia negativa
que vino a repercutir en las crisis del 74 El país contaba y cuenta con una
y 78, que muchos conocen de oídas y Política de Defensa que podemos seña-
que nuestras FF. AA. debieron enfrentar lar como en proceso de formación.
en esos años con gran esfuerzo y sólo
respaldadas en sus propias capacida- Tal es así que por diversas circuns-
des. Obviamente ello obligó a compro- tancias coyunturales, espontáneas e in-
meter seriamente los recursos proyec- cluso inorgánicas, a lo largo del tiempo
tados hacia el futuro. se ha configurado un conjunto de nor-
mas de diferentes jerarquías inspiradas
en propósitos generales y específicos
La carencia de una Política de De- insertos en el ámbito de la Defensa. Ello
fensa expresa produjo, además de la ha permitido a las autoridades corres-
ausencia de la necesaria asignación de pondientes llevar a cabo acciones coor-
recursos, un efecto de mayor compleji- dinadas tendientes a cumplir objetivos
dad y repercusión aun, al no existir con- claramente definidos en plazos deter-
ciencia ni en la elite gobernante, ni en el minados.
público en general de los conceptos de
Seguridad Nacional. El hecho de no existir un cuerpo co-
herente de orientaciones, procedente
En la práctica, el desarrollo y la pre- del más alto nivel nacional, ha impedido
paración del instrumento bélico al servi- proporcionarle una eficacia mayor a la
cio de la gran política del Estado se ge- Defensa y, por tanto, lograr un mejor
neró en los niveles secundarios y de allí empleo de los escasos recursos pues-
se extendió hacia los superiores, gra- tos a su disposición.
cias a los esfuerzos intelectuales de
los profesionales de las armas y no co- Expresada así nuestra realidad sur-
mo una respuesta a esa gran política. ge con nitidez la necesidad imperiosa
Quizás ello se debió a que—como ya se de profundizar los estudios que con-

57
duzcan a diseñar una correcta metodo- referirse a él en términos generales pa-

logía apta para la formulación de una ra abordar el tema en mejor forma.
Política de Defensa.
El diccionario de la Real Academia
En ese intento y con la brevedad establece como acepciones principales
que impone el tiempo asignado, los in- del término política, las siguientes:
vito a acompañarme en la búsqueda de
1—Arte, doctrina y opinión referen-
esa metodología.
te al Gobierno de los Estados y
Con este propósito he creído 2—Actividad de los que rigen o
conveniente precisar, en una primera aspiran a regir los asuntos públicos.
instancia, los conceptos básicos que
serán utilizados en este análisis, tales Por extensión se aplica al arte o tra-
como: Política, Defensa Nacional, Políti- za con que se conduce un asunto o se
ca de Defensa y Política Militar. emplean los medios para alcanzar un
fin determinado.
No es posible progresar hacia el
conocimiento de una Política de Defen- Siguiendo a Katz y Kant, el concep-
sa, si antes de ello no identificamos a lo to anterior podría traducirse como "una
menos teóricamente los factores que la norma de conducta o comportamiento
influencian y los elementos esenciales institucional".
que la componen.
Esta política cuando es de carácter
general es llamada también Política de
Creemos que una vez logrado este Estado, Política Nacional o simplemente
marco de referencia podría intentarse
Gran Política. Ella también se puede de-
una aproximación de lo que pudiéra-
mos llamar Política de Defensa tácita. finir, más específicamente, como el arte
de determinar los objetivos nacionales
mediante la interpretación realista de
Finalmente, estimo de gran necesi- los intereses naturales o vitales de la
dad dedicar un espacio para evaluar los Nación y de las aspiraciones básicas
riesgos que se derivan de una errónea nacionales, así como de asegurar la ob-
formulación de Política de Defensa, es- tención y preservación de tales objeti-
pecialmente si en esa definición están vos.
influyendo conceptos, ideologías, per-
cepciones y circunstancias transitorias
que podrían alterar la objetividad que En su formulación, la Política Nacio-
requiere esta materia. nal debe procurar también la coordina-
ción de los esfuerzos comunes de todo
orden, tanto externos como internos, de
Por último, intentaré presentar a la
los organismos de Estado y de las fuer-
consideración de ustedes algunas re-
zas vivas de la Nación, para obtener los
flexiones que surgen del análisis reali-
objetivos que aseguren la satisfacción
zado sobre el tema.
global de las necesidades permanentes
del Estado y de sus componentes.
I I - ASPECTOS CONCEPTUALES
A. —Política en su acepción general. B. —Políticas particulares.
Aun cuando el concepto de política La política nacional, para poder

es muy conocido resulta conveniente aplicarse adecuadamente por parte del

58
Gobierno, tiene que descomponerse en La Defensa Nacional, como Cam-

políticas particulares que se dirigen a po de Acción o Sector (Ambito).
obtener un objetivo determinado, perti-
nente a una de las necesidades o inte- En esta acepción estamos refirién-
reses vitales que aquélla contempla donos a un sector de la actividad nacio-
para enfrentar en mejor forma los desa- nal que tiene una responsabilidad y ca-
fíos que se presentan. racterística propias, que lo constituye
en elemento esencial para enfrentar
C—Seguridad Nacional. conflictos armados y proporcionar la
Seguridad Nacional.
La Seguridad Nacional ha sido de-
finida como la condición o capacidad La Defensa Nacional como organi-
zación (Actor).
lograda por el Estado, al adoptar un
conjunto de previsiones y acciones que
tienden a fortalecer el Poder Nacional y Esta acepción comprende los siste-
evitar, eliminar o paliar vulnerabilida- mas y organismos que la integran, entre
des, de manera de quedar en condicio- ellos distinguimos un Ministerio y sus
nes de enfrentar, con razonables posi- Subsecretarías, con responsabilidades
bilidades de éxito, amenazas y agresio- políticas y administrativas, y lógicamen-
nes de origen interno y externo, que te las instituciones armadas y otros
pueden afectar la consecución del organismos complementarios diversos.
Objetivo Nacional.
Para los fines propios de esta expo-
sición toda referencia a la Defensa Na-
D. -Defensa Nacional. cional, salvo expresa mención en con-
trario, se hará en relación a la función
Parece de gran importancia procu- de Estado y no en las otras acepciones
rar identificar las diferentes acepciones secundarias.
que tiene la expresión Defensa Nacio-
nal, para evitar confusiones en torno a El primer servicio, cuya prestación
su adecuada interpretación. se exige al Estado por todos sus miem-
bros, ha sido siempre la defensa de la
La Defensa Nacional como fun- población civil y de sus intereses. Por
ción del Estado (Cometido, labor, esta razón y para cumplir con el fin glo-
trabajo). bal de la conservación del Estado apa-
rece la Defensa Nacional. Así la Defensa
En este significado, cuando nos re- Nacional es una función primaria que
ferimos a Defensa Nacional no estamos precede a cualquiera otra función o fin,
hablando de un Ministerio, ni de un en cuanto a la seguridad de la comuni-
Campo de Acción, ni de un sector, ni de dad produce la tranquilidad y el orden
una actitud, ni de un sistema, ni de Fuer- necesarios para acometer los objetivos
zas Armadas. del Estado.
Creo que lo más preciso es afirmar La seguridad de un país descansa

que estamos hablando de la actividad a fundamentalmente en su propia capaci-
través de la cual el Poder Nacional se dad de defensa. De poco sirven las
emplea para el mantenimiento o recu- alianzas o pactos de seguridad colecti-
peración de la paz, de acuerdo a nues- va, de los que hay muchos ejemplos en
tros objetivos nacionales. la historia, una gran mayoría de los cua-

5959

60
les no han funcionado oportunamente o cuota de responsabilidad, los otros

no han tenido éxito. Ello es una realidad Poderes del Estado, toda la ciudadanía,
indiscutible sobre todo en el ámbito lati- y especialmente las FF. AA.
noamericano.
La Defensa Nacional, a pesar de ser
La característica actual de la guerra, un bien público, pues todos los ciuda-
como conflicto total que afecta a toda la danos y el Estado gozan de los benefi-
Nación, y las diferentes formas que cios que ella reporta, no es popular por
adopta, ya sea convencional, atómica, que no reditúa dividendos electorales y
revolucionaria, psicológica, fría, etc. ha porque no todos los ciudadanos apor-
llegado a introducir al interior del con- tan su cuota de responsabilidad, pen-
cepto de Defensa Nacional aspectos sando tal vez que de todas maneras
políticos, económicos, sociales, mora- recibirán el beneficio de la Defensa Na-
les y militares, lo cual a su vez ha dado cional. Este fenómeno se presenta so-
lugar a que en cada país se forme una bre todo porque el país ha gozado de
determinada doctrina o política de un largo período de paz y tranquilidad.
Defensa.
Si se quisiera ensayar una defini-
Es así, entonces, que la Defensa ción de la Defensa Nacional, lo más
Nacional no es sólo defensa física, sino apropiado sería referirse a ella como el
que también es la defensa de lo perma- proceso en el cual el Estado emplea, en
nente, de lo esencial; de los valores de situación de guerra, todo el potencial
la Patria. De ahí que la Defensa Nacional nacional y en particular los recursos mi-
no puede limitarse solamente a mante- litares, para tratar de imponer su
ner el territorio, como la plataforma físi- voluntad al adversario y cautelar los
ca del Estado, sino que además proyec- intereses superiores del país.
ta su acción al mantenimiento y robus-
tecimiento de aquello que es propio del Este proceso comienza y se desa-
etos nacional y de los objetivos que sir- rrolla en gran medida en tiempo de paz
ven de soporte a su existencia. con las actividades tendientes a la
preparación y fortalecimiento de los
La Defensa Nacional es, pues, un medios humanos, financieros, tecnoló-
concepto vasto y complejo, cuyo ámbito gicos y materiales, con el propósito de
no queda limitado a los cuarteles y cam- llegar en las mejores condiciones a un
pos de operaciones. Por el contrario, los eventual conflicto bélico, poniendo en
trasciende abarcando la totalidad de los ejecución las acciones contra el adver-
problemas internos y externos de la co- sario.
munidad nacional. En consecuencia, la
Defensa Nacional no es una exclusivi- Dentro de estos medios, sin duda
dad de los militares, sino que es res- desempeña un papel preponderante el
ponsabilidad de todos los sectores ap- medio militar, cuyo instrumento, las
tos de la Nación. FF. AA., constituye el órgano de disua-
sión y de coerción del país ante las
Considerando lo ya expuesto, pue- amenazas a su seguridad y a sus altos
de decirse que la Defensa Nacional es intereses.
una función política, pues constituye un
bien público que solamente puede ser E. —Funciones y responsabilidades de
provisto por el Estado. Es una respon- la Defensa Nacional.
sabilidad primaria del Gobierno de una La Defensa Nacional desarrolla su
Nación, en la que participan, con su tarea, mediante el cumplimiento de cier-

61
tas funciones que constituyen la esen- La preparación de la Defensa Na-

cia misma de su existencia. Entre estas cional debe inspirarse en las caracterís-
funciones pueden mencionarse las ticas y exigencias de la guerra actual y
siguientes: - de la que se perfila en el futuro como
única manera de tener un real peso es-
1— Preservación de la integridad pecífico en su rol de respaldar a la polí-
territorial del Estado. tica exterior del Estado.
2—Defensa de la Soberanía Nacio-
nal y autodeterminación del país. Para que tal preparación sea efecti-
Evidentemente ambas funciones va, ésta debe realizarse teniendo en
son fundamentales para la preserva- consideración las posibles hipótesis de
ción del Estado y sólo pueden cumplir- guerra a que puede verse enfrentado el
se en la medida que la Defensa Nacio- país, las posibilidades nacionales rea-
nal sea comprendida por toda la les en cuanto a medios humanos y ma-
Nación, y las FF. AA. estén bien organi- teriales se refiere y las circunstancias
zadas, bien equipadas y permanente- actuales que se viven en el campo de la
mente preparadas. De esta manera la ciencia militar y de su proyección al
Defensa Nacional servirá al Gobierno, futuro.
como herramienta eficaz de su política,
para efectuar una adecuada disuasión, Tanto en la concepción de la Defen-
ante las amenazas al país y, si es necesa Nacional, como en su preparación y
sario, tendrá la capacidad suficiente pa- ejecución, tienen responsabilidades el
ra convertir la disuasión en una acción Poder Ejecutivo, con su principal actor,
violenta en la oportunidad y con la deci- el Presidente de la República, junto con
sión requeridas para obtener el buen los diferentes responsables de los res-
éxito. pectivos campos de acción. Las Fuer-
zas Armadas, que existen para la defen-
3—Colaboración al desarrollo na- sa de la patria, y son esenciales para la
cional, en primer lugar como factor de Seguridad Nacional, constituyen el ins-
seguridad, que permita dedicar las acti- trumento fundamental del sistema. El
vidades y esfuerzos del país al progre- Poder Legislativo tiene también respon-
so interno y luego, como incentivo al sabilidades en las etapas de concep-
desarrollo científico, tecnológico e in- ción, preparación y ejecución de la De-
dustrial en las áreas donde se solucio- fensa Nacional.
nan las necesidades y exigencias de la
Defensa Nacional. Finalmente, los ciudadanos indivi-
dual o colectivamente considerados, in-
4—Colaboración a la Seguridad tegrando las diferentes organizaciones
Nacional del país, conservando una si- sociales, políticas o económicas, son
tuación de preparación tal, que consti- directamente responsables de partici-
tuya un factor importante para mantener par en la preparación y ejecución de la
la situación de paz y armonía que el Defensa Nacional.
país necesita para desarrollar su vida
normal.
F. —Política de Defensa Nacional.
5—Contribuir en la medida que co-
rresponda a cumplir con los compromi- 1. -Concepto General.
sos adquiridos por el Estado con los
organismos internacionales de paz a Para que la Defensa Nacional pue-
nivel mundial y continental. da ser efectiva y cumpla sus objetivos

62
debe ser dirigida. Como ella es una fun- 4—Debe basarse en el Poder Na-
ción política del gobierno, es lógico cional; debe servir a los objetivos nacio-
deducir que así como el gobierno con- nales y debe otorgar Seguridad Nacio-
duce los destinos del país mediante la nal.
aplicación de una política nacional, de-
berá conducir la Defensa Nacional a tra- 5—La formulación y aplicación de
vés de la aplicación de una política la Política de Defensa requiere de deci-
particular. siones político-estratégicas en el ámbi-
to político internacional, decisiones
En este orden de ideas, se podría estructurales en el campo interno, ade-
definir la política de Defensa Nacional cuado financiamiento y diversas deci-
como la parte integrante de la Política siones políticas.
Nacional, destinada a dar dirección a la
Defensa Nacional, a fin de racionalizar 6—Debe estar integrada en todos
la necesidad de seguridad del país. sus niveles, debe ser socialmente legíti-
ma y funcional al desarrollo nacional.
La política de Defensa Nacional, a
través de sus lineamientos generales, 7. -Debe ser formulada de manera
busca la estructuración de una Defensa precisa, justa y comprensible, ya que
Nacional coordinada y armónica, con la debe ser asimilada por elementos hete-
fuerza suficiente como para permitir la rogéneos y aceptada a través de un
real superación de los conflictos. convencimiento razonado.
2. -Características. 8—La Política de Defensa debe es-

tablecerse durante la paz, pero evolu-
La política de defensa debe reunir ciona de acuerdo con las variaciones
las siguientes características: fundamentales que experimentan los
diferentes campos de acción.
1—Debe ser nacional, es decir, de-
be corresponder a las reales posibilida- G. -Política Militar.
des y necesidades del país, de acuerdo
con sus propias peculiaridades. De na- La Política Militar es una expresión
da sirven las políticas de otros países. de la voluntad del gobierno y está cons-
No sirven ni siquiera de modelos. tituida por los lineamientos generales
Menos aún para adoptarlas, pues ellas relativos a cómo deben ser y cómo de-
sirven a su propia necesidad. ben comportarse las FF. AA. en el con-
texto del Estado en tiempo de paz y a
2—Debe ser una política de Estado, cómo deben accionar y coordinarse
que trascienda a los gobiernos y que con los otros organismos del Estado, en
esté por sobre las contingencias políti- función del logro del Objetivo Político
cas. Nacional definido para ese período de
gobierno.
3—Debe ser permanente. Es de-
cir, debe conservarse en el largo plazo, La Política Militar es uno de los
sujetándose solamente a las debidas componentes de la Política de Defensa
actualizaciones que imponen los cam- Nacional a la que debe servir perma-
bios sustanciales que se produzcan en nentemente. Por consiguiente, debe ser
los distintos escenarios que influyen en consecuente con los objetivos de ésta y
su definición. con sus líneas generales de acción

63
manteniendo con ella una estrecha sa Nacional, por encima de intereses

coordinación y complementación. coyunturales del gobierno o de concep-
ciones ideológicas que los motiven.
No puede entenderse que la Políti-
ca Militar sea divergente de la Política MI-FACTORES CONDICIONANTES
de Defensa y menos aún que pretenda DE UNA FORMULACION DE
reemplazarla. Muy por el contrario, la POLITICA DE DEFENSA
Política Militar se incorpora a la Política
de Defensa y la complementa en aque- Desde la perspectiva teórica, po-
llos aspectos administrativos y de acti- dríamos señalar que existen dos meto-
vidades que son colaterales a la función dologías, para aproximarse a una for-
esencial de las FF. AA. mulación de Política de Defensa.
Además de esta coordinación es- La primera de ellas, expresada en

trecha con la Política de Defensa Nacio- forma muy general, contempla la con-
nal, la Política Militar debe coordinarse frontación de los objetivos políticos per-
adecuadamente con las otras políticas manentes con el entorno estratégico del
sectoriales del gobierno, especialmente país. Este procedimiento, basado fun-
con las referidas a orden interno, edu- damentalmente en la Apreciación Glo-
cación, salud, economía, relaciones bal Político-Estratégica, conduce a la
exteriores, previsión social, etc. determinación de las hipótesis de gue-
rra, de los plazos críticos de su eventual
Como ya se ha establecido, la Políti- concurrencia y de las prioridades que
ca Militar es formulada por el gobierno y debiera conferírseles a cada una de
por consiguiente lo es por el estamento dichas hipótesis.
político del país que forma parte o
apoya al gobierno. Como resultado de esta aprecia-
ción, se obtendrá la identificación de las
No obstante lo exclusivo que pueda amenazas externas a partir de las cua-
aparecer la facultad en examen, parece les deberá elaborarse una Política de
lógico y aconsejable que las FF. AA., tan- Defensa útil para capacitar al Poder Na-
to en su calidad de instituciones funda- cional para enfrentar dichas amenazas
mentales para la ejecución de las Políti- con especial énfasis en la concepción,
cas de Defensa, como en su condición preparación y empleo de un instrumen-
de receptoras de los efectos de una to militar que garantice al país el éxito
Política Militar, tengan un acceso efecti- en el conflicto.
vo a la formulación de proposiciones.
Esta metodología tradicional y doc-
La experiencia permite comprobar trinaria pone énfasis en la alternativa
que una política que antagonice con las guerra pero no contempla en sus varia-
FF. AA. irremediablemente debilita y per- bles la etapa denominada crisis, la cual
judica la aplicación de la Política de es siempre más recurrente que la alter-
Defensa Nacional, lo que es de suma nativa guerra.
gravedad para la seguridad y supervi-
vencia del país. La otra metodología que ha surgido
más recientemente, se centra en la defi-
Por esta razón, lo ideal sería que la nición de los Objetivos Nacionales y
Política Militar respondiera integralmen- partiendo de ellos, determina las estra-
te a los intereses del país y de su Defen- tegias a seguir para lograrlos, y los ins-

64
trunientos que les den respaldo y viabi- nales, entre los cuales debiera estar su
lidad a las aludidas estrategias. independencia y soberanía para
emplear en su beneficio la ventaja de su
Esta metodología supone la exis- posición geoestratégica.
tencia de múltiples escenarios, que van
desde la utópica paz perfecta hasta la Otro ejemplo, pero de signo contra-
misma guerra total, pasando por los di- rio, lo constituye Suiza que ha logrado
versos grados propios de situaciones un notable Poder Militar; poder destina-
intermedias, tales como las de presión, do exclusivamente a defender su neu-
de amenaza y de crisis, etapas todas tralidad.
que indudablemente requieren de la
existencia de fuerzas adecuadas que Practicados los alcances anterio-
respalden el logro de los objetivos polí- res, podríamos mencionar algunos de
ticos nacionales. los factores que influencian la formula-
ción de una Política de Defensa.
Para la satisfacción de tales reque-
rimientos, se define una Política de De- Estos factores pueden ser de carác-
fensa que oriente el esfuerzo nacional ter externo e interno. Pueden ser econó-
hacia el logro del adecuado Poder Mili- micos, militares e incluso geográficos.
tar. Ahora bien, ese Poder Militar será
realmente adecuado si alcanza una Son factores de carácter externo:
efectiva capacidad disuasiva, a través
de la cual haga desistir a nuestros even- a—La situación internacional a ni-
tuales adversarios del intento de impe- vel mundial, continental, vecinal y para-
dirnos la consecución de nuestros vecinal.
objetivos.
b—Los compromisos con organis-
Los procedimientos metodológicos mos internacionales de paz y grandes
resumidos precedentemente no son ex- potencias.
cluyentes entre sí. Ambos se comple-
mentan, especialmente si se considera a—La realidad geoestratégica del
que el segundo incorpora más varia- país en relación a sus vecinos y a los
bles en la determinación de dichas requerimientos que impone.
amenazas. Adicionalmente incluye el
escenario de la eventual guerra. Son factores de carácter interno:
Ahora bien, cualquier metodología a. —La situación política en cuanto a

es irrelevante cuando quienes tienen la institucionalidad vigente y comporta-
responsabilidad de aplicarla, no consi- miento de los actores políticos.
deran en su exacta proyección el efecto
de consistencia y solidez que un b—La situación socio-económica y
adecuado Poder Militar aporta al Poder cultural del país, relativa a:
Nacional.
—Las características de la pobla-
A manera de un simple ejemplo, ción: analfabetismo, cultura política,
quisiera mencionarles el casi nulo gra- idiosincrasia, patriotismo, moral.
do de Poder Nacional que posee en la
actualidad la república de Panamá pa- —El grado de unidad nacional, en
ra hacer prevalecer sus objetivos nacio- aspectos políticos y sociales.

65
-La subversión interna o terroris- b—La morfografía y el clima del

ta existencia y grado de desarrollo. país que impone ciertas características
a las fuerzas militares en sí y a su equi-
Son factores económicos influyendo po y entrenamiento.
en la formulación de una Política de
defensa c—La posición geográfica relativa,
determinante de las posibilidades de
a. -EI grado de desarrollo del país y abastecimiento fluido y de las carac-
capacidad económica global. terísticas de las líneas de comunicacio-
nes marítimas.
b. -EI grado de dependencia de
mercados externos. IV. -ELEMENTOS COMPONENTES
DE UNA POLITICA DE DEFENSA
c-Las posibilidades de moviliza-
ciòn industrial. Ya hemos expresado que el diseño
o formulación de una Política de Defen-
Son factores de carácter militar los sa Nacional es responsabilidad del
siguientes: conjunto de toda la sociedad; respon-
sabilidad que concretamente deben
a. -La tradición histórica y el presti- asumir sus representantes políticos.
gio de las FF. AA.
La metodología que se adopte para
b. -Los valores éticos, morales y tal formulación deberá considerar
patrióticos. —además de las cuestiones fundamen-
tales que la originan (objetivos y estra-
c—El nivel de equipamiento y entre- tegia u objetivos y escenario estratégi-
namiento alcanzado. co) y de los factores que la influyen
(externos, internos, económicos, milita-
d. -EI grado de desarrollo tecnológi- res y geográficos)— las circunstancias
co propio y el grado de dependencia de la realidad nacional que la condicio-
del exterior. nan.
e—El marco jurídico de las FF. AA. Sabido es que el papel sobre e!
cual hoy queremos escribir una política
f—La posición de las FF. AA. en la de defensa no está en blanco. No obs-
edad y el estado de las relaciones tante existir pleno consenso sobre las
entes entre los civiles y los milita- atribuciones y responsabilidades de las
autoridades del Estado en esta materia,
estas mismas no pueden hacer uso in-
Finalmente, creo necesario mencio- discriminado de tales atribuciones, por
aquellos factores geográficos que la existencia de determinadas limitacio-
an cualquier decisión respecto a nes.
ca de Defensa.
La primera y gran limitante que obs-
a. -Las relaciones espaciales del taculiza adoptar libremente cualquier
en cuanto a forma de su territorio, decisión que implique reducción o eli-
impone la existencia de fuerzas en minación de fuerzas, es la imposibilidad
encia en las zonas extremas, ¡ri- de determinar a ciencia cierta, la no
ndo con ello en la composición y existencia actual y futura de amenazas
nización de las mismas. a nuestros objetivos.

66
La trascendencia de esta determi- Boeing 767 y dinero en cantidad ade-

nación requiere para adoptarla el nece- cuada, es posible en brevísimo tiempo
sario consenso de todos los actores in- poner en ejecución una Línea Aérea
volucrados. Intentar imponerla sin ese Internacional. Pero, contrariamente, la
respaldo es asumir una actitud casi disposición de todo el dinero que se
suicida por la responsabilidad que ella pueda necesitar no le permitirá a nin-
supone. gún país poseer en el corto plazo unas
FF. AA. adecuadas a sus requerimien-
Aún más, existe la gran dificultad de tos, si no las ha preparado desde siem-
precisar si la concordia y el entendi- pre.
miento existente hoy entre las naciones
se debe a la simple vigencia de normas Otra limitante que encontrará la au-
que regulan el comportamiento interna- toridad al formular la Política de Defen-
cional; a la readecuación o renuncia de sa será la gran influencia de la historia y
algunos intereses políticos permanen- la geografía. La primera ha generad:
tes de parte de nuestros vecinos o real- hechos que son realidades influyentes
mente a la existencia de un Poder en el comportamiento de los pueblos y
Nacional, que respaldado eficientemen- que producen determinados efectos en
te por una Defensa Nacional mantiene la convivencia de las naciones. La geo-
alejadas las amenazas. grafía no admite interpretaciones. Es
virtualmente inamovible y seguirá afec-
Creemos que no es exclusivamente tando cualquier intento de modificación
ni lo uno ni lo otro, pero también cree- de las soluciones estratégicas que SÍ
mos que el factor disuasión siempre busquen.
deberá estar presente en cualquier
apreciación.
Luego, la formulación de una Políti-
ca de Defensa en Chile debe considera1
La otra gran limitación para la libre el camino recorrido, los niveles alcanza-
determinación de la Política de Defensa, dos, la tradición incorporada, el espacio
por parte de la autoridad, es la inciden- físico donde se aplicará, la legislación
cia del factor tiempo en la concepción, que la respalda y, lógicamente, las exi-
definición y ejecución de la misma. gencias del futuro.
Las decisiones que se adopten hoy
repercutirán en cinco o diez años más, Pretender ser exhaustivo en la enu-
incluso cuando los escenarios para los meración de los elementos que debiere
cuales fueron diseñadas tales decisio- contener una Política de Defensa resul-
nes presenten características contrarias ta limitado por el tiempo asignado
a las originales. esta exposición. No obstante, parece
conveniente enumerar aquéllos que se
Una empresa privada o pública consideran más relevantes.
— cualquiera que sea su envergadura-
puede constituirse con relativa facilidad En primer lugar, deben enumerarse
y lograr eficacia en el corto plazo, si aquellos elementos cuyo propósito es
además de objetivos y organización, orientar la época de paz:
posee los recursos financieros requeri-
dos para su adecuado funcionamiento 1 —Concepto global con que el Es-
(Escondida). Asimismo, si se cuenta tado aborda el problema de la guerra en
con un inventario de diez aeronaves general.

67
2. -Objetivos Políticos de Guerra y 12—Orientaciones acerca de la

concepto con que se abordarán las preparación moral, espiritual y anímica
hipótesis de guerra en particular. de la población para afrontar un conflic-
to.
3-Principios de la conducción
polítíco-estratégica y estratégica más 13—Definición de los recursos fi-
aplicables y procedimientos generales nancieros para los gastos de operación
para llevarlos a la práctica. y de adquisiciones de material y equipo
para las FF. AA.
4-Normas generales para realizar
el manejo de las crisis previsibles, de 14—Sistema de financiamiento es-
acuerdo con la apreciación. table y a largo plazo para las adquisicio-
nes de sistemas de armas, ya sea por la
5-Concepto de la Defensa Nacio- vía presupuestaria o por medio de leyes
nal de acuerdo con el carácter y ampli- especiales no sujetas a debate presu-
tud de la guerra. puestarlo, o a través de una c o m b i n a -
ción de a m b a s modalidades.
6-Organización del mando políti-
co-estratégico y estratégico y de los
15—Criterios relativos a la existen-
Gerentes campos de acción.
cia, grado de amplitud y de desarrollo
7, -Normas sobre la planificación de la industria militar y a la venta y
político-estratégica, a nivel de gobierno exportación de armas.
y de cada dirección de campo de
acción. 16—Diseño de una Política Militar
de G o b i e r n o , que sea un c o m p l e m e n t o
8-Concepto y normas generales indispensable e infaltable de la Política
sobre la movilización humana y econó- de Defensa Nacional.
mcia del país.
En período de guerra, la Política de
9—Criterios que deben regir la rela- Defensa debe expresar aquellos aspec-
ción y coordinación entre la Política tos propios del desarrollo m i s m o del
Exterior y la de Defensa Nacional, en lo conflicto, tales c o m o :
que se refiere a asuntos limítrofes, marí-
timos, antárticos y aeroespaciales, así 1. - C o n d u c c i ó n global de la Nación
como a iniciativas de integración regio- durante el conflicto.
nal y relativas a limitaciones de arma-
mentos y a la posición del país en 2—Coordinació n y dirección de los
aspectos nucleares y de cooperación a esfuerzos de los c a m p o s de acción.
la defensa colectiva a nivel regional o
mundial. 3—Concepto sobre la c o n d u c c i ó n
estratégica de las FF. AA.
10. -Concepto sobre la seguridad
interna del país en relación con la 4— C o n c e p t o sobre el financia-
Defensa Nacional. miento de los gastos de la guerra.
11. —Definición del monto de las Con respecto al período de término

fuerzas militares y de los criterios de de la guerra, parece conveniente que se
distribución de los medios en el territo- consideren las materias propias de las
rio nacional. negociaciones de paz, ya sean tratados

68
o acuerdos y el correspondiente respal- mas específicas que constituyen un

do militar a tales negociaciones, como marco eficiente para insertar definicio-
asimismo las orientaciones para la eje- nes trascendentes relativas a una Políti-
cución de una desmovilización del país ca de Defensa Nacional.
para su retorno a la normalidad.
La existencia de sendos capítulos
Complemento indispensable de especiales, referidos a las Fuerzas Ar-
una Política de Defensa Nacional es la madas y al Consejo de Seguridad Na-
Política Económica de Defensa. Esta cional, así como las normas que se re-
debe contener las orientaciones nece- fieren a las responsabilidades genera-
sarias para la obtención de recursos les del Estado y sus autoridades en el
económicos y financieros, para la asig- resguardo de la Seguridad Nacional,
nación de tales recursos a los organis- las atribuciones específicas conferidas
mos que cumplen funciones en la al Presidente de la República, en rea l-
Defensa Nacional, con centro de grave- ción a declarar la guerra, disponer de
dad en las FF. AA., y para la eficiente las fuerzas, organizarlas y distribuirlas
utilización de tales recursos. designar sus mandos y asumir en caso
de guerra su jefatura suprema, consti-
Finalmente, como lo expresara en tuyen, junto a otras normas comple-
los inicios de esta exposición, es ele- mentarías a la Defensa, los pilares cen-
mento consustancial a una Política de trales de una estructura básica para;
Defensa, la Política Militar de Gobierno. organización y funcionamiento de la¡
Defensa Nacional.
V. -APROXIMACION A UNA POLITICA
DE DEFENSA EN CHILE DEDUCIDA
El DFL. 181 de 1960, y su reglamen-
DE LA NORMATIVA VIGENTE Y
to complementarlo DNL-207 de 196
ESTRUCTURA TRADICIONAL
es un cuerpo legal especialmente orien-
tado a regular la estructura superior de
Hemos afirmado que nuestro país
Estado para los fines de la Defensa Na-
ha carecido a lo largo del tiempo de una
cional y ha sido el texto en el cual SÍ
Política de Defensa explícita.
han basado los sistemas fundamenta-
También dijimos, que no por ello el les de planificación de guerra en los di-
país ha estado desprovisto de la fun- ferentes niveles político-estratégica
ción Defensa Nacional, pues ésta se ha estratégicos e institucionales.
materializado a través de un sinnúmero Las leyes de movilización nacional
de normas, resoluciones y definiciones y las de reclutamiento configuran a
aisladas que en su conjunto conforman mentos trascendentes, respecto a del
la estructura sobre la cual hoy operan a niciones sobre los recursos nacionales
lo menos las FF. AA. tanto humanos como materiales, que el
país pone a disposición de la Defensa
Al respecto es necesario detenerse
Nacional.
brevemente a considerar la normativa
vigente constitutiva del marco jurídico Las leyes específicas que dieron
de lo que podría denominarse Política origen y permiten actuar a la empresa
de Defensa Nacional tácita, omnipre- o industrias bélicas de la Defensa Na-
sente y consuetudinaria. cional son otras de las decisión;
adoptadas respecto a la tecnología na-
En primer lugar, la Constitución cional en armamentos y su desarrollo
Política de la República, contiene nor- en beneficio de la Defensa Nacional

69
La Ley N° 13. 196, de noviembre de Todo el análisis anterior nos permi-

1958, llamada Ley Reservada del Co- te proponer lo siguiente:
bre, a través de la cual se asignan regu-
larmente recursos en moneda extranje- El Estado de Chile hará uso de todo
ra destinados a la adquisición de siste- su potencial nacional para enfrentar las
mas de armas en las FF. AA., es otra de amenazas que surjan y afecten a su in-
las importantes determinaciones adop- tegridad territorial, al ejercicio pleno de
tadas por las autoridades políticas de la su soberanía y al mantenimiento de su
época y que configura un esquema de orden institucional.
obtención de recursos independiente
de las vicisitudes políticas del presu- En forma específica, adoptará los
puesto fiscal anual. resguardos necesarios para contar con
un Poder Militar que, junto con otorgar
Respecto a la Política Militar vi- la suficiente capacidad disuasiva para
gente es posible mencionar la existen- inhibir a cualquier agresor de utilizar la
cia de normas legales, algunas con fuerza en la obtención de sus eventua-
fango orgánico constitucional, como la les objetivos, proporcione el respaldo
N° 18. 948 de las FF. AA., en la cual se adecuado para la acción diplomática en
establecen los procedimientos que el manejo de las crisis que dichos con-
rigen las materias de personal y el régi- flictos generen.
men presupuestario anual de las Fuer-
zas Armadas. Para el caso de agresión externa se
empleará el instrumento bélico para
Finalmente, será necesario consi- rechazar tal agresión y mantener la
derar aquellas normas de diferente ran- integridad territorial y la independencia
go legal, que producto de acuerdos nacional.
Internacionales regulan o limitan las
herramientas, instrumentos, armamen- La Dirección Superior de la Guerra
tos o modalidades a emplear en una estará radicada en el Presidente de la
guerra. República, quien asesorado por el Con-
sejo Superior de Seguridad Nacional
De todo lo mencionado preceden- coordinará los esfuerzos de la Nación, a
temente, y de muchas otras normas no través de los campos de acción interno,
aludidas por razón de tiempo, es posi- externo, económico y bélico.
ble aventurar lo que podría ser un
proyecto preliminar de Política de El instrumento bélico estará confor-
Defensa que orientara el esfuerzo de la mado por las instituciones Ejército,
Defensa Nacional en Chile. Armada y Fuerza Aérea, las que serán
organizadas y distribuidas según las
Es probable que esta proposición conveniencias de la solución estratégi-
sea demasiado general y no cumpla ca que se adopte.
con la exigencia de precisión y com-
El mando militar de las Fuerzas Ar-
prensión que hemos aludido en la eta-
madas y de los organismos conjuntos
pa Inicial de esta exposición, pero cree-
que se organicen, al momento de peli-
mos que ésta es una buena aproxima-
gro de guerra, estará radicado en la
ción para lograr su aceptación por parte
Junta de Comandantes en Jefe.
de los diversos actores, sectores y nive-
les que deben intervenir en su formula- A través de dotaciones permanen-
ción. tes y de la complementación extraordi-

70
naria respaldada en una legislación es- del sector privado, procurando niveles
pecífica de reclutamiento y moviliza- calidades de producción que safe
ción, el país proporcionará los recursos gan las necesidades nacionales y a la
humanos y materiales que requiere el vez proporcionen ingresos de divisas;
campo de acción bélico. través de la exportación de tales pro-
ductos. En todo caso estos últimos son
Habrá en forma permanente ins- corresponderán a aquellos calificados
tancias orgánicas de coordinación a como armamento convencional.
niveles superiores e intermedios entre
los campos de acción exterior y bélico, Las Instituciones armadas de la re-
considerándose que éste último esté al pública deberán integrarse al desarro-
servicio de los objetivos de la política llo nacional aportando, además de su
exterior. función de seguridad y Defensa Nacio-
nal, aquellas potencialidades propia;
El instrumento Fuerzas Armadas de su organización y eficacia.
deberá estar capacitado para dar res-
paldo a la vigencia de la institucionali- Especial énfasis se dará a la pe l na
dad del país, contribuyendo al pleno incorporación de los espacios geográ-
ejercicio de las responsabilidades gu- ficos vacíos existentes, al control y explo-
bernamentales en torno a la normativa tación de los espacios marítimos adya-
de seguridad interna del Estado. centes y al desarrollo de una política de
efectiva integración de los territorios n i-
El monto de las fuerzas militares se- tercontinentales.
rá la resultante de la amenaza previsi-
ble, las características del escenario El Estado respaldará el profesiona-
geográfico en que actuarán y los recur- lismo e independencia de las FF. AA. de
sos presupuestarios disponibles. forma tal que no se altere su neutra-
lidad en presencia de algún eventual
La educación y la salud en el país conflicto Interno coyuntural.
deberán propender al fortalecimiento
de los valores patrios y el mejoramiento
Hasta aquí el texto propuesto relati-
de las condiciones físicas e intelectua-
vo a una política de Defensa derlvada
les de la población, de manera tal de
de la normativa vigente.
contar con la calidad del recurso huma-
no necesario para las FF. AA.
VI-RIESGOS EN LA DEFINICION
Se establecerán y mantendrán ni- ERRONEA DE UNA POLITICA DE
veles constantes de recursos presu- DEFENSA
puestarios para el equipamiento, prepa-
ración y entrenamiento de las FF. AA. A esta altura de nuestra revisión de
tema, estaremos todos contestes en
Fuentes especiales de financia- extrema complejidad que presenta
miento, diferentes del presupuesto formulación de una Política de Defensa
anual, deberán constituir los recursos Nacional.
fundamentales para las adquisiciones
de largo aliento en las FF. AA. Deseamos insistir en que el peligre
más serio con que se enfrenta este pro
Se propenderá al desarrollo de la ceso es la aparición de interferencia
industria bélica de las instituciones y que lo distorsionen.

71
Si grave es desarrollar una aprecia- ción y antecedentes, para así lentamen-

ción que responda al interés de justifi- te llegar a conclusiones compartidas
car la existencia y una dimensión dada que les den solidez a las apreciaciones.
de FFAA., mucho más grave y delicado Sólo así podrá evitarse el riesgo mayor
es diseñar una política de Defensa Na- que representa la llamada "Hipótesis de
cional, cuyo único objeto-sea minimizar Paz", desde la cual se derivan erróneas
o reducir las FF. AA. actitudes de impredecibles resultados.
En el primer caso, es posible que se VIl-ALGUNAS REFLEXIONES

afecte el nivel de desarrollo del país, al SOBRE EL TEMA
no destinar mayores recursos de los
que efectivamente debieran estar dis- La complejidad del tema impide tra-
ponibles para ese fin. Pero en el segun- tarlo en el corto lapso de una exposi-
do caso existe un riesgo evidente de ción en la profundidad y extensión que
debilidad que alguien aprovechará. quisiéramos.
Ejemplo de ese riesgo lo es Irán Muchas materias han quedado sólo

después del Sha y Panamá en el esbozadas, constituyendo una suerte
momento actual. de pincelada cuyo propósito es dimen-
sionar el desafío que su conocimiento y
Surge entonces la importancia de comprensión implica.
enfrentar la formulación de una Política
de Defensa con el máximo realismo y Contribuye a dificultar aún más ese
objetividad. conocimiento y comprensión, la ambi-
güedad con que, en muchas esferas, se
La etapa actual que vive el país nos trata el tema.
impone a todos un gran esfuerzo para
lograr las condiciones de equilibrio y Ello nos ha permitido vislumbrar la
consenso que el tratamiento del tema gran dificultad que existirá en el futuro
requiere. cercano para llevar a cabo un proceso
de definición de Política de Defensa, si
Porque ese consenso deberá ser se mantiene la confusión que emana de
logrado incluyendo a las FF. AA. en la la diversidad de opiniones vertidas,
discusión de las alternativas. El consen- mezclada con la carencia de conoci-
so a que me refiero involucra la correcta mientos evidenciada.
interpretación de los factores condicio-
nantes, la adecuada identificación de Como se ha dicho, un elemento cla-
i amenazas y la ponderada percep- ve para determinar una Política de De-
ción de la realidad existente. fensa es la identificación correcta de la
amenaza y esta última se constituye co-
Ciertas señales emitidas hacen mo tal, cuando se está afectando nues-
más nítidas las sensaciones que las fu- tros objetivos permanentes.
turas decisiones sobre la Política de De-
fensa podrían estar influenciadas más Esta circunstancia hace que la de-
por el pasado reciente que por las nece- terminación de los objetivos naciona-
sidades de la seguridad en el porvenir. les sea el basamento central para cual-
quier análisis relacionado con la Defen-
Será tarea trascendente superar la sa. Esta correcta interpretación condu-
etapa inicial de intercambio de informa- cirá sin errores a la formulación de una

72
Política de Defensa coherente, de con- Es una tarea tan compleja y tras

senso, equilibrada, legitimada y presu- cendental, que es imposible improví
puestariamente financiada. sarla sin poner en serio peligro
existencia soberana del Estado. Los in
El simple ejercicio de reconocer tereses vitales de una Nación son de
que el objetivo de preservar nuestra in- masiado valiosos y no admiten una pro
tegridad territorial podría verse afectado tección de último momento.
por el interés de algún vecino de reivin-
dicar territorios, hace que los esfuerzos Los medios militares cumplen su
intelectuales se orienten al menos en la función, en primer lugar en virtud de su
dirección correcta para la búsqueda de existencia y grado de eficiencia, luego
la solución que el problema demanda. por medio de su despliegue en el terri-
torio nacional y finalmente con su
empleo cuando sea necesario.
Es más, la Política de Defensa es
una Política de Estado que trasciende
Asimismo, es necesario precisa
al gobierno en ejercicio. Podrá sufrir
que una Política de Defensa Nacional
variaciones derivadas de cambios im-
de carácter disuasivo exige una capaci-
portantes de la situación o de los ante-
dad disuasiva determinada que signifi-
cedentes, pero no deberá cambiar los
ca para la Defensa Nacional un grado
objetivos que la orientaron. Sólo así se
de alistamiento y actividad que es fun-
logrará una vigencia prolongada y el
ción del grado de peligrosidad del en-
enraizamiento y convicción de gober-
torno político-estratégico y no de un
nantes y gobernados.
simple capricho militar de tener mayor
cantidad de medios, como tampoco de
Por otra parte creo necesario seña- un caprichoso porcentaje del producto
lar que la falta de definición del esta- geográfico o del presupuesto nacional
mento político en cuanto a determinar
los objetivos nacionales, la modalidad Si los medios de la Defensa Nacio-
de empleo del potencial nacional y el nal no son suficientes en personal |
diseño de una Política de Defensa material y no son eficientes en prepara-
Nacional, puede imponer a las Fuerzas ción y entrenamiento, difícilmente a ls
Armadas, en virtud de su responsabili- Fuerzas Armadas podrán disuadir a
dad final, la necesidad de autoformular- alguien.
se tales orientaciones para así desarro-
llar coherentemente la planificación y Existe consenso en señalar que la
preparación de sus elementos. política exterior y la política de Defensa
Nacional, como pilares de la proyección
Debemos tener presente que la De- político-estratégica del país, deben
fensa Nacional es una función política, complementarse y coordinarse estre-
un bien público provisto por el Estado, chamente en su accionar tras la defen-
en el que nadie está excluido de la res- sa de los intereses del país en el ámbito
ponsabilidad que le cabe en el proceso, internacional.
gobierno, poder legislativo, organiza-
ciones políticas, ciudadanía y Fuerzas Si un gobierno privilegia la politica
Armadas, las cuales constituyen el últi- exterior, por sobre la política de Defen-
mo recurso de la política, sólo para el sa Nacional, como único medio para
caso eventual de que otros medios mejorar la situación político-estratégico
hayan fracasado. y evitar los problemas internacionales

73
se puede producir una sub-inversión en Todo lo anterior amerita acrecentar

Defensa Nacional que será de funestas la discusión, análisis e intercambio de
consecuencias para el país por la ca- experiencias referidas a la función de la
rencia de capacidad disuasiva y por la Defensa Nacional.
debilidad para hacer frente a los cam-
bios de la situación al estar las Fuerzas
La responsabilidad de los actores
Armadas en franca inferioridad frente a
políticos en torno a este tema adquiere
los potenciales adversarios.
tal trascendencia, que es de absoluta
necesidad que los hombres de armas
Esta experiencia la sufrimos clara-
hagan todos los esfuerzos necesarios
mente en los años 43 al 73 y afortuna-
para entregar la visión y la información
damente superamos —no sin extraor-
de los expertos, única forma de lograr
dinarios esfuerzos— las crisis que se
decisiones que realmente se orienten a
derivaron de nuestra debilidad.
satisfacer los intereses permanentes de
Chile.
Esa sub-inversión en Defensa Na-
cional pone en primer plano la necesi-
dad de enfrentar la formulación de la Creo que con el desarrollo de este
Política de Defensa y la Política Militar, seminario y con muchos otros más que
evitando que el proceso se realice bajo se realicen, estaremos avanzando en el
el prisma ideológico. camino correcto de colaboración con-
junta entre políticos y militares, gober-
La preocupación nace de percibir nantes y gobernados en la construcción
que existen en el escenario nacional vi- de nuestro común destino como
siones extremas que intentan influir Nación.
sesgadamente para lograr efectos
específicos sobre las FF. AA.

CATASTRO NACIONAL DE FRONTERAS INTERIORES DE CHILE. (1994). Autor: MGL Hernán Abad Cid. (Seminario organizado por el Ejército)
En cumplimiento a lo ordenado por el

Comandante en Jefe del Ejército,
Capitán General don Augusto
Pinochet Ugarte, me ha
correspondido la grata y trascendente
oportunidad de dar a conocer, en este
importante ambiente del pensamiento
nacional, los resultados de los
trabajos prioritarios elaborados
dentro de las actividades
consideradas en el Proyecto de
Fronteras Interiores que, a partir de lo
expuesto en su Clase Magistral de
agosto del año pasado, el
Comandante en Jefe del Ejército
dispusiera desarrollar.
CATASTRO NACIONAL DE FRONTERAS

INTERIORES DE CHILE
MAYOR GENERAL HERNAN ABAD CID
Se trata, entonces, de exponer tanto "Aquellos espacios terrestres -bajo la

el Catastro de las zonas de fronteras soberanía de Chile- no vinculados total y
interiores e insularidades geográficas efectivamente a la acción del Gobierno
del territorio continental del Chile central y/o regional, donde se dificulta el
Sudamericano como el Mapa Preliminar desarrollo de las actividades humanas y
que, a partir del resultado de la información productivas, por su distancia del núcleo
proporcionada por el Catastro, representa vital y geohistórico del país; la ausencia de
gráficamente los espacios identificados y vías de comunicaciones; la influencia
catalogados en el contexto de aquellas económica y cultural extranjera y la
que se ajustan a las características que el percepción ciudadana en cada uno de
propio Comandante en Jefe del Ejército esos espacios geográficos de constituir
conceptualizara en parte importante un ente diferente, separado y/o postergado
de su Clase Magistral, que hoy reitero del resto de la población nacional y que no
cuando definiera a las fronteras interiores alcanza disfrutar del bienestar general
como: debido a factores geográficos adversos".

En e s a misma ocasión, el fronteras interiores de Chile, iniciativa

Comandante en Jefe del Ejército, además favorablemente acogida por las
de hacer pública la antes reseñada autoridades principales del país, como lo
definición, se refirió al imperativo nacional prueba su inclusión en el Mensaje
de conquistar y consolidar las últimas Presidencial del 21 de mayo pasado.
"Aquellos espacios terrestres

-bajo la soberanía de Chile- no vinculados
total y efectivamente
a la acción del Gobierno central
y/o regional, donde se dificulta el desarrollo
de las actividades humanas
y productivas, por su distancia del núcleo
vital y geohistórico del
país; la ausencia de vías de
comunicaciones; la influencia
económica y cultural extranjera y la
percepción ciudadana colectiva
en cada uno de esos espacios geográficos
de constituir un ente diferente,
separado y/o postergado del resto de la
población nacional y que no
alcanza a disfrutar del bienestar general
debido a factores geográficos
adversos".

10
10
Asimismo, se comprometió a realizar Guerra y la Academia Militar Politécnica,
Asimismo,
una serie se comprometió
de actividades a realizar
y trabajos a fin de Guerra
así comoy del
la Academia Militar Politécnica,
Instituto Geográfico Militar y,
una serie de actividades y trabajos
materializar un aporte institucional a fin de así como del Instituto Geográfico Militarde
unido a éstos, el apoyo de información y,
materializar un aporte institucional
significativo en beneficio de esta ineludible unido a éstos, el apoyo de información
las experiencias integracionistas del de
significativo en beneficio
tarea, anunciando de estatiempo
al mismo ineludible
las las experiencias
Comando integracionistas
de Ingenieros del Ejército. del
contribuciones del Ejército al respecto.las
tarea, anunciando al mismo tiempo Comando de Ingenieros del Ejército.
contribuciones del Ejército al respecto.
Para dar cumplimiento a tan
En lo que corresponde a mi Para dar
trascendente cumplimiento
misión se formó un grupo a tan
de
En lo yque
intervención, corresponde
tal como lo señalara aen mi
un trascendente misión se formó un
trabajo compuesto por especialistas engrupo de
comienzo, expondrélo señalara
intervención, y tal como en un
los trabajos trabajo compuesto por especialistas
materias asociadas a la Geopolítica y a la en
comienzo,
elaborados expondré
con el concursolos trabajos
y la materias
Geografía,asociadas a la Geopolítica
ala Estrategia y a la
y ala Politologia,
elaborados con el concurso
participación de recursos humanos y lay Geografía, ala Estrategia y ala
quienes, sin descuidar sus labores Politologia,
participación
materiales de nuestros Institutos dey
de recursos humanos quienes,
normales de sin docentes
descuidar sus labores
e investigación,
materiales de nuestros
Educación Superior: Institutos de
la Academia de normales parte
dedicaron de docentes
importante e de
investigación,
sus tiempos
Educación Superior: la Academia de dedicaron parte importante de sus tiempos

11
de libre disposición para cumplir con la En lo particular, durante distintas etapas

misión e n c o m e n d a d a por el señor de su historia, Chile ha conocido diversas
Comandante en Jefe del Ejército. acciones destinadas a ese efecto.
Junto a lo anterior fue necesaria la Pruebas fehacientes de ello, entre

reformulación del uso de determinados otras, las encontramos en el siglo pasado
recursos presupuestarios para solventar en aquellas dirigidas a poblar parte del
los gastos derivados de los medios territorio al sur del río Biobío, en la
tecnológicos y materiales demandados por colonización de Valdivia y Llanquihue; en la
la calidad y características del proyecto de construcción de vías de comunicaciones
investigación. terrestres para permitir la irradiación
longitudinal y transversal del núcleo vital;
En ese clima de especial dedicación y en las inversiones públicas para la
motivación se elaboró el Catastro de las infraestructura administrativa del país y en
fronteras interiores e insularidades la ocupación de Magallanes y la fundación
geográficas existentes en el territorio de Punta Arenas.
continental del Chile Sudamericano,
destinado principalmente a lograr la En cada una de ellas, el Ejército
obtención de un registro de las áreas de Chile desde su creación en 1603 ha
incluidas en esa calificación. tenido una significativa participación, tal
como lo demuestra la evolución histórica
Posteriormente la información de su presencia en beneficio del
catastral permitió orientar y definir la crecimiento y desarrollo de Chile, desde
confección del mapa preliminar de comienzos del siglo XVI y a través de todo
fronteras interiores e insularidades nuestro territorio, hecho que ya fue
geográficas del territorio continental del enfatizado el año pasado por el señor
Chile S u d a m e r i c a n o , información Comandante en Jefe del Ejército durante
geográfica de carácter básico para su Clase Magistral al expresar: "En el siglo
delimitar las situaciones existentes y, en XIX, el Ejército fue la pieza fundamental
función de ellas, definir las medidas en la independencia del país. Se constituyó
necesarias para que estos espacios en un factor de unidad territorial y de
desvinculados se integren a la vida del integración nacional".
país.
En tal perspectiva, allí están como
En ese contexto resulta importante muestra la ocupación efectiva de la zona
recordar que, dentro de las constantes central, la pacificación del sur consolidando
históricas de la evolución de las nuevos territorios con la conquista sucesiva
comunidades humanas, una de ellas ha de las líneas de los ríos Biobío, Malleco,
sido el permanente desafío de conseguir el Traiguén, Cautín y Toltén hasta llegar a
mayor nivel de integración nacional posible, Valdivia. Por último, asegura nuestra
a fin de asegurar el desarrollo y la proyección soberanía en el extremo norte del país y
de éste, cuya búsqueda es una obligación consolida la posición austral magallánica
que recae en el Estado, en su calidad de con Fuerte Bulnes en Punta Arenas.
institución política superior, responsable
de conducir a la sociedad organizada hacia En el siglo XX, continuando con su
la consecución del bien común. tradicional doctrina de aporte permanente

12
en materias de desarrollo, contribuye a la densidad vial en beneficio de la

incorporación de Osorno y Llanquihue a la consolidación de la unidad terrestre de la
economía nacional, al desarrollo de la mayor parte del país.
ciudad de Punta Arenas en el extremo
austral; continúa contribuyendo a la Además de lo expuesto, el Ejército de
evolución social y económica de las Chile en su calidad de institución funda-
regiones nortinas, y, a través de la acción mental del Estado no sólo se ha encontrado
del Comando de Ingenieros del Ejército, siempre presente en esos esfuerzos, sino
coordinado con el Ministerio de Obras que permanentemente se ha preocupado
Públicas, en las X y XI Regiones, de analizar, definir y diseñar soluciones
materializando la obra de mayor destinadas a la integración nacional.
envergadura en materia de construcción
de caminos para unir a Chile. Lo ha hecho por disposición de las
autoridades nacionales, en el marco de la
En efecto, cito al señor Comandante planificación estatal o gubernamental, o
en Jefe del Ejército cuando en su Clase bien, actuando por propia iniciativa dentro
Magistral expresara que, "la construcción del campo de su competencia, tanto en el
de la Carretera Longitudinal representa el ámbito de la planificación y ejecución de
esfuerzo más trascendental del país en su tareas destinadas al desarrollo de
lucha por vencer la naturaleza y modificar determinadas áreas del territorio, en la
la geografía... Se incorporó una vasta zona construcción de vías de comunicaciones
que alcanza casi a la sexta parte del territorio terrestres y en la conquista de fronteras
nacional que se había mantenido interiores, como mediante la contribución
prácticamente aislada dentro de sí misma y de sus recursos a la consolidación de estas
del resto de la nación. Se integró un últimas y otros espacios aislados del
hinterland que presenta recursos para el territorio, desafío aún pendiente para la
establecimiento de importantes comunidad chilena, dada la particular
concentraciones de población, en una configuración geográfica del país.
época en que los grandes espacios,
consolidados geopolíticamente, son DESARROLLO
vitales".
Ahora bien, retornando a lo que es el
En el mismo sentido, en las últimas centro de mi exposición, es preciso señalar
décadas del presente siglo, ejemplos de que, considerando que lo esencial era la
decisiones y acciones en procura de la identificación y el registro de zonas de
integración están en la regionalización fronteras interiores, como además que
como factor de fortalecimiento territorial y, sus resultados debían permitir, en lo
consecuente con ésta, la descentralización geocartográfico, la confección de un mapa
y la desconcentración administrativas; las preliminar, se seleccionó como método
normas excepcionales para incentivar la científico aplicable a este estudio la
habitabilidad de espacios con bajos índices superposición de mapas, método que
de población o vacíos, asociadas con identifica á r e a s que cumplen con
atractivas normas de explotación de especificaciones predefinidas y que
recursos naturales y, de manera muy permite interrelacionar elementos de tipo
importante, las numerosas obras públicas puntual, lineal y areal asociado a sus
que han permitido vertebrar una favorable particulares atributos estadísticos.

13
Para estos efectos como escala al modelo de fronteras interiores, por ende,
cartográfica a representar se determinó la a decisiones y acciones distintas.
escala 1: 3. 000. 000 y, posteriormente, se
elaboraron los mapas relacionados con Asimismo, es preciso indicar que si
cada uno de los factores antrópicos y bien el Catastro, derivado del objetivo y
naturales elegidos para analizar la sentido conceptual que lo impulsó, se enfocó
determinación de las fronteras interiores e hacia aquellos sectores del territorio alejado
irregularidades geográficas. del núcleo vital, en el transcurrir de la yuxta-
posición de mapas y durante el estudio de
Estos resultaron ser, entre otros, los los antecedentes geográficos y estadísticos
mapas de geomorfología; de división se evidenciaron ciertas áreas del núcleo
político-administrativa; de población; de geohistórico y del ecúmene estatal enmar-
redes viales, ferrocarriles, aeródromos, cadas en las características de aquellas
aeropuertos y puertos. Además de lo fronteras interiores encontradas en los
precedentemente indicado, se elaboraron territorios objeto de la revisión principal.
los mapas de inversión pública; de servicios
públicos y privados; de hidrografía; de Al término del proceso se ha logrado
climatología; de fitogeografía; de determinar en forma preliminar la
transporte y comunicaciones. existencia de alrededor de treinta zonas
de fronteras interiores, las cuales han sido
Junto a los factores señalados, es calificadas en los rangos de:
preciso indicar preferencialmente que
también sirvieron como fundamentos del Críticas:
análisis los conceptos de accesibilidad, Cuando, entre otras, sus condiciones
habitabilidad y autosostenimiento de los antrópicas, de infraestructura y de servicios
espacios territoriales revisados. se encuentran en desmedro y presentan
rasgos naturales extremos, dificultándose
Realizado lo anteriormente expuesto, la accesibilidad, la habitabilidad, el
a continuación se procedió a la autosostenimiento, el desarrollo y la
yuxtaposición de los diferentes mapas, integración.
determinándose, en consecuencia, las
probables zonas de fronteras interiores de Intermedias:
las insularidades geográficas que En razón a que sus características
constituyeron el registro base para naturales y antrópicas las hacen tender
confeccionar el mapa preliminar del hacia condiciones críticas y no críticas.
territorio chileno continental sudamericano
respecto de este fenómeno geopolítico. No críticas:
Que corresponden a aquellos espacios
Es del caso señalar que el estudio, desvinculados cuyas condiciones naturales
con algunas excepciones, está circunscrito siendo extremas han sido disminuidas por
al territorio continental sudamericano en la acción del hombre.
consideración a que las áreas insulares
asociadas al mismo, el Territorio Antártico En ese contexto y dado el tiempo
Chileno y las islas de Oceanía, dadas sus disponible para mi intervención, creo
particulares condiciones geográficas, importante exponer sólo un ejemplo de
obedecen a tipos de integración diferentes cada una de estas zonas de fronteras

14
interiores, con el objeto de ilustrar por la manifestada por la presencia de los

vía directa los modelos previamente campos de hielo patagónicos y de un
indicados. sinnúmero de canales e islas rocosas de
difícil acceso; la escasa o casi nula
Zonas críticas presencia de llanos de sedimentación o
sectores planos que permitan el
En lo que son las zonas de fronteras asentamiento o desarrollo de actividades
interiores críticas se encuentran, por silvoagropecuarias y, por ultimo, la
ejemplo, la Cordillera Patagónica Insular dinámica torrencial de los escurrimientos
ubicada al sur de nuestro país y compuesta que dificultan los accesos en los distintos
por las comunas de Tortel, Puerto Natales, cursos de los valles.
Río Verde, parte de Navarino y de Punta
Arenas. Se une a ello, en algunas circuns-
tancias por depredación del propio hombre,
Esta área cuenta con una buena un escaso desarrollo vegetacional -en
asignación de inversión que se ve reflejada cuanto a densidad y cobertura- y de los
en los servicios que dispone, cuya suelos que, por su escaso espesor, falta
distribución ha sido en función de la de nutrientes y exceso de acidez no permite
realidad que presenta esa zona, es decir, la expansión de las actividades agrícolas.
se concentran en las ciudades o poblados
más importantes de esas comunas. También se destacan las
características extremas de los elementos
Su condición de frontera interior crítica climáticos como precipitaciones intensas
se debe básicamente a la carencia de una y torrenciales; ausencia de una estación
estructura vial que permita y/o facilite el seca prolongada; temperaturas que
acceso y conexión entre las diferentes descienden bajo cero grados, notorios
localidades, especialmente con las cambios de presión y la dinámica de la
ciudades más importantes. vaguada circumpolar, que favorecen el
desarrollo de los vientos, que no sólo
Existen en esta zona áreas en que el limitan las actividades del continente, sino
acceso por parte del hombre ha sido mí- que, además, las actividades pesqueras.
nimo, lo que principalmente obedece a las
características físicas que presenta la zona. En síntesis, a pesar de los históricos
esfuerzos por integrar el Territorio Austral,
Se d e s t a c a en lo anterior la las características naturales extremas de
desaparición, al sur de los 42° latitud sur, esta zona han impedido que se consolide
de las unidades geomorfológicas de la su integración a nivel regional, lo que
Cordillera de la Costa y Depresión constituye un paso previo para conseguir
Intermedia, con lo que a esa latitud su vinculación a nivel nacional.
desaparece la concentración y distribución
de población de Chile, la notoria Zonas Intermedias
occidentalización de la Cordillera de los
Andes y el fuerte desmembramiento de En cuanto a las zonas de fronteras
esta unidad por la acción glacial, interiores intermedias, entre otras,

15
encontramos la costa de las provincias de de la Cordillera de la Costa, constituida

Cautín y Arauco, constituida por las por las comunas de San Juan de la Costa
comunas de Contulmo y Tirúa en la VIII y Corral, junto a parte de las comunas de
Región y por las comunas de Carahue, La Unión, Río Negro, Purranque, Fresia y
Puerto Saavedra, Teodoro Schmidt y Los Muermos.
Toltén en la IX Región.
En esta zona es manifiesta la falta de
Su calificación de tal se debe a que, servicios adecuados para el desarrollo de
pese a contar con una a d e c u a d a la e s c a s a población existente,
infraestructura vial, es decir, caminos condicionada principalmente por su
pavimentados, de tierra y de agregado cercanía a las ciudades de Osorno y Puerto
pétreo, como también con una estructura Montt.
férrea, las comunas que la conforman
están catalogadas como de escasos Más aun, los accesos a los mínimos
recursos. No reciben un adecuado apoyo servicios existentes se ven limitados por la
para satisfacer los requerimientos de la topografía irregular de las últimas
población que en esta zona alcanza estribaciones de la Cordillera de la Costa
aproximadamente a los 50. 000 habitantes. y por la rigurosidad de los elementos
climáticos, precipitaciones y vientos,
Esta situación se deriva principal- situación que se agrava por la ausencia de
mente a que son comunas que están estructuras viales a d e c u a d a s a las
cercanas a las ciudades de Temuco y potencialidades de explotación económica
Villarrica y en alguna medida de Valdivia, existentes, lo que limita las posibilidades
donde se concentran en gran parte todos de inversión para su desarrollo.
los servicios.
Como corolario de lo anterior se ve
Las actividades económicas en esta limitada, a su vez, la explotación de los
frontera interior se basan principalmente recursos forestales y marinos del área
en una extracción artesanal pesquera examinada que manifiestan cierta
limitada en la zona de Puerto Saavedra y sensibilidad a las características naturales;
Toltén; de algunos cultivos y cierta actividad a la ausencia de mano de obra calificada
forestal, como el pino insigne en torno a y a un ordenamiento espacial inadecuado
los ríos Toltén e Imperial. que no permiten potenciar a las áreas más
deprimidas.
Se agregan a lo anterior las
características físicas y el clima lluvioso, Zonas no críticas
donde predominan las condiciones
hidromórficas, que determinan que esta Por último, en lo que son las zonas de
zona sea inhóspita para el asentamiento y fronteras no críticas, se encuentra la
expansión en la ocupación del territorio. comuna de Aysén, en cuya extensión
existen localidades con poblaciones que
En e s t a misma calificación de superan los 1. 000 y 5. 000 habitantes, las
intermediase encuentra la zona que hemos que se ubican en pequeñas áreas dentro
denominado estribaciones meridionales de esta extensa zona y donde se

16
concentran servicios como los de salud, ecosistemas, pues una pérdida de masa
educación, agua potable y financieros. boscosa conlleva a una inmediata
disminución de las suelos, que forman
Sin embargo, lo anterior determina una capa muy delgada que condiciona la
que la densidad poblacional en esta intervención del hombre.
comuna sea baja, si se considera que la
regional no supera a 1 habitante por Km2. Interesante resulta destacar que en la
según lo precisa el Instituto Nacional de comuna de Aysén se manifiestan una gran
Estadísticas. cantidad de recursos como, por ejemplo,
forestales, g a n a d e r o s , turísticos y
Esta situación se debe básicamente a pesqueros, cuya explotación depende
las adversas condiciones naturales que básicamente de la existencia de una
presenta esta zona y sus largos períodos estructura vial que, por un lado, permita su
de bajas temperaturas e intensas explotación y, por otro, integre zonas
precipitaciones, lo cual implica un alto aisladas al desarrollo y crecimiento
porcentaje de humedad que determina regional.
una formación boscosa densa.
Este proceso, que comenzó con el
Además existe una topografía irregular proyecto de la Carretera Longitudinal
y una gran cantidad de islas y Austral, es necesario consolidarlo
archipiélagos. totalmente, básicamente por las
características y condiciones de esta área
Se debe tener presente que esta área en relación a los espacios vacíos que
se desarrolla al oeste de la vertiente presenta respecto de la tendencia
occidental de la Cordillera de los Andes, expansionista económica del mundo de
donde existe una cierta fragilidad en los hoy.
CONCLUSIONES
Con la descripción de la zona de frontera interior de Aysén he dado término a la

exposición del catastro de fronteras interiores y el mapa preliminar asociado a este
aporte que el Ejército de Chile históricamente preocupado de la integración nacional ha
estimado de suma importancia presentar a la comunidad nacional y con especial interés
para quienes asisten a esta jornada académica.
Nuestra intención, tal como lo expresó el señor Comandante en Jefe del Ejército en
su Clase Magistral de agosto de 1993, es contribuir a identificar la ubicación geográfica
de los espacios de nuestro territorio en la plataforma continental sudamericana, aún
desvinculados del quehacer mayoritario del país y, por ende, de sus beneficios,
poniendo a disposición del análisis y la discusión, primero de ustedes y, más tarde, de
quienes se interesen en los sectores público y privado por este fenómeno, los antecedentes
geográficos obtenidos a la fecha por el grupo de trabajo dispuesto por el mando superior
institucional para estos efectos.

17
Lo hacemos plenamente convencidos en que la información recopilada, analizada

y procesada ha logrado identificar la presencia efectiva de zonas de fronteras interiores
de distinto tipo que, dadas las circunstancias por las que se desenvuelve el mundo de
hoy en materias de ocupación indirecta de los espacios vacíos reserva de la humanidad,
sea con fines medio ambientalistas o de carácter económico-político, están vulnerables
a la acción externa, de no mediar su integración efectiva a la vida nacional.
Por otra parte, convencidos de que el fenómeno de espacios desvinculados que

hemos presentado y cuya superficie alcanza a un total aproximado de 363. 994 Km2.,
constituye una realidad que debe incentivar la materialización -a breve- de acciones
públicas y privadas concretas destinadas a conquistar y consolidar nuestras últimas
fronteras interiores para asegurar la proyección económica del país y, asociada a ella,
la del cono sur americano, hacia el océano Pacífico y el Continente Antártico, ya que
nada de lo que se pretende en el presente o se intente lograr mañana en tal sentido podrá
conseguirse sin una posición segura y soberana en el territorio continental de Chile
Sudamericano.
Tal como ya lo expresé, lo que expongo en esta ocasión es parte de un proyecto

todavía en desarrollo que espera el aporte de ustedes y de la comunidad chilena.
De allí el carácter de preliminar del mapa que hemos presentado que, en términos
gráficos, indica las zonas que de acuerdo al concepto de fronteras interiores aparecen
como los espacios total y efectivamente desvinculados al quehacer nacional, no
incluyendo otras áreas, especialmente en los extremos del país, que hoy muestran
dificultades socioeconómicas coyunturales, por no demostrar, bajo los parámetros del
estudio, las condiciones de tales.
En esta perspectiva, el propósito del Ejército es presentar estos antecedentes al

conocimiento tanto público como especializado, a fin de obtener opiniones que, en
conjunto con el proceso propio del proyecto de fronteras interiores institucional, permitan
contar con la necesaria definición frente al fenómeno que nos preocupa que, en el caso
del Ejército, está orientada por su tradicional aporte en beneficio del desarrollo del país.
En efecto, tal como lo señalara el señor Comandante en Jefe del Ejército, Capitán
General don Augusto Pinochet Ugarte, en su Clase Magistral de agosto de 1990, "toda
la inmensa obra del Ejército en beneficio de la organización y desarrollo del estado
nacional, a través de la historia, aparece subordinada, exclusivamente, a la necesidad
de asegurar la dignidad, la integridad, la libertad y la independencia soberana de la
Patria, pilares sobre los que se ha edificado nuestra vida republicana", valores esenciales
de la patria que, para la sociedad política, involucran, desde cualquier perspectiva, el
ineludible imperativo de conseguir el mayor grado de integración nacional posible, como
factor fundamental-para el progreso.
¡MUCHAS GRACIAS!

FUNDAMENTOS DEL SERVICIO MILITAR, SU RELACIÓN CON LA SEGURIDAD Y LA DEFENSA… (2000). Autor: BGL Alfredo Ewing Pinochet
FUNDAMENTOS DEL SERVICIO MILITAR, SU

RELACION CON LA SEGURIDAD Y LA DEFENSA,
LA PERSPECTIVA DEL EJERCITO1
ALFREDO EWING PINOCHET
Brigadier General
(EXPOSICION DEL DIRECTOR DE LA ACADEMIA DE GUERRA, COMO

PARTE DE LOS TEMAS QUE PRESENTO EL EJERCITO DE CHILE EN EL
FORO NACIONAL SOBRE EL SERVICIO MILITAR)
LA NECESIDAD DE DEFENSA DEL tivos. Así, la seguridad se presenta como una

ESTADO NACION cualidad que permite a la sociedad organizada
precaverse contra las amenazas y peligros ex-
Mundo actual y segundad nacional ternos o internos que atentan contra la super-
vivencia, estabilidad o desarrollo de ésta.
Una primera interrogante que debemos plan-
tearnos es ¿Por qué los Estados necesitan se- No puede ser identificada con ninguna es-
guridad y defensa? Y en este contexto ¿Cómo tructura político-jurídica en particular, ya que
se insertan Las Fuerzas Armadas y particular- todos los Estados Naciones, cualquiera sea su
mente el Ejército para proveer este bien colec- tamaño, posición geográfica o régimen políti-
tivo? Sobre la base de los conceptos que se co tendrán requerimientos o necesidades de
enuncian, a continuación se tratará de dar res- acuerdo a sus propias percepciones de sus vul-
puesta a esta primera interrogante. nerabilidades y de amenazas, materia que al-
gunos autores han denominado "códigos
Universalmente se entiende que la seguri- geopolíticos".2 Estos deben entenderse como
dad es una condición deseable, vital para los un conjunto de supuestos estratégicos3 que
Estados Naciones respecto a sus elementos elabora un gobierno sobre otros actores inter-
constitutivos tales como: su población, su te- nacionales e interestatales para orientar su
rritorio y su soberanía, para alcanzar sus obje- política exterior. Los códigos suponen la eva-
1 Investigación realizada por el Brigadier General Alfredo Ewing Pinochet, Coronel Mauricio Pontillo Juan y Teniente
Coronel Ricardo Aguirre Coveña.
2 Mayores antecedentes ver a TAYLOR, Peter, "Geografía política, economía mundo, Estado Nación y localidad".
Trama Editorial, Madrid, 1994.
3 Los supuestos estratégicos deben entenderse como formas de actuar de los actores internacionales, particularmente
en el caso de los estados es a través de sus gobiernos, que involucran las diferentes acciones en los ámbitos de su
competencia (económico, político, social, de relaciones y defensa).
M E M O R I A L DEL E J E R C I T O DE CHILE 41

luación, según su importancia estratégica y - En segundo lugar, esta misma

amenazas potenciales de áreas que se encuen- globalización tiende a fragmentar las
tran más allá de las fronteras. áreas del globo y con ello se da origen a
la regionalización como un proceso eco-
Nuestro gran entorno hoy está dado por la nómico, políticosocial de los Estados, en
globalización en su perspectiva política, so- que éstos, mediante la suma de esfuer-
ciológica, económica, cultural e inclusive mili- zos regionales, buscan incorporarse en
tar. Esta globalización que cada día achica más este contexto universalizante del mun-
el mundo, donde los Estados Naciones cada vez do. En esta fragmentación el Estado con-
más tienen una mayor interrelación e interde- tinúa siendo el actor de mayor prepon-
pendencia, ha llevado a configurar, al menos, derancia por dos razones a nuestro en-
dos tipos de tendencias, que podemos deducir tender; porque regula las relaciones a tra-
en un plano puramente teórico. vés de las normas (acuerdos, tratados,
convenios), capacidad que no poseen
- La primera, de tender a una universaliza- otros actores, a pesar de su presencia de
ción por una parte, sin llegar a constituir extensión mundial. La segunda razón, es
los que algunos autores denominan el porque el Estado se desarrolla en función
"Estado Universal", sino un orden global del interés nacional y es el único actor
más coordinado. que posee el monopolio de la fuerza.
42 MEMORIAL DEL E J E R C I T O D E C H I L E

Una respuesta a esta globalización es la in- zas, en cambio, se deben enfrentar en la bús-
tegración, usando como medio fundamental las queda de sus causas y de esta forma actuar
economías y los procesos políticos y sociales. para eliminarlas; dentro de ellas destacan
Esta integración tiene alcances más complejos, también las vulnerabilidades, las que deben
que van más allá de los netamente económicos. neutralizarse con los mecanismos que los
propios Estados se dan en forma soberana.
¿Dónde entonces se produce la relación con Es aquí donde se interrelaciona y adquiere
la Seguridad y la Defensa en este contexto? su importancia la Seguridad en la ecuación
de desarrollo y defensa, puesto que se pre-
La globalización implica nuevos y com- senta como la conceptualización misma de
plejos desafios. Estos son los que necesaria- la forma de actuar ante lo señalado prece-
mente afectan y afectarán a los Estados, y al dentemente.
hacerlo pueden llegar a constituirse en ame-
nazas y/o en oportunidades, las últimas, co- En la búsqueda del bien común, como ob-
yunturas que se deben explotar en beneficio jetivo nacional, podemos encontrar ciertos ele-
del fín del Estado, la búsqueda del bien co- mentos que se podrían oponer a nuestros fi-
mún general a través del desarrollo econó- nes, así entonces, la defensa nacional adquie-
mico sostenido, asi como el crecimiento po- re un rol apropiado y fundamentado para pro-
lítico y social de la ciudadanía. Las amena- teger esos intereses.

Por otra parte, es pertinente señalar, a modo La defensa nacional

de ejemplo, la necesidad de anticiparse a los
posibles obstáculos que pueden implicar el ac- Para la protección de los intereses nacio-
tuar en el mundo globalizado, tales como: las nales existe la defensa nacional, que, como
posibles alteraciones de los mercados; o la vul- concepto amplio y complejo, no se
nerabilidad que se puede presentar si no se circunscribe sólo a la función militar o al
diversifican los mercados nacionales con otros; empleo de la fuerza militar como muchas
las presiones geodemográficas de sociedades o veces se percibe. Por el contrario, compete a
grupos que requieren mayores espacios para la todos y cada uno de los ciudadanos que con-
supervivencia de su población; La tendencia a forman el Estado Nación. Por lo tanto es una
la disminución de los recursos naturales a ni- función política.
vel global, y el aumento explosivo de pobla-
ción de países con menores recursos. Estos Una forma de ver esto es a través de lo
ejemplos constituyen materias de la temática señalado en el Libro de la Defensa Nacional en
actual en la agenda internacional. Junto a otros donde se plasmó la conceptualización de este
temas justifican plenamente la existencia de la tema:
Seguridad y la Defensa, en los términos expues-
tos precedentemente, que permitan lograr el
bien común deseado. LA ASIGNATURA ES UN CONCEPTO DEL
NIVEL POLITICO. LA DEFENSA ES UN
CONCEPTO DEL NIVEL POLITICO ESTRATEGICO.
En el contexto señalado, el Estado de Chile SIN EMBARGO, EXISTE UNA CORRESPONDENCIA
DÉ CAUSA Y EFECTO. LA DEFENSA POR SI SOLA
posee aspiraciones colectivas de la sociedad NO PRODUCE LA CONDICION DE
nacional para alcanzar el Bien Común denomi- SEGURIDAD DESEADA.
REQUIRIENDO DEL DESARROLLO
nadas objetivos nacionales:
NACIONAL...
OBJETIVOS Defensa nacional y el rol de la fuerza

NACIONALES militar
Según lo señala el libro antes citado, la

• PERMANENCIA DE LA NACION CHILENA.
• CONSERVACION DE LA IDENTIDAD Y PATRI- defensa corresponde al conjunto de medios
MONIO CULTURAL. materiales y humanos que una sociedad orga-
• INDEPENDENCIA POLITICA. nizada opone a las amenazas que atenten en
• DESARROLLO ECONOMICO SOSTENIDO Y SUS-
TENTABLE, ASI COMO DESARROLLO SOCIAL
contra de sus objetivos nacionales, principal-
CON IGUALDAD DE OPORTUNIDADES. mente que asegure su soberanía e integridad
• PROYECCION Y MANTENCION DE BUENAS RE- territorial.
LACIONES INTERNACIONALES.
• MANTENCION DE UNA CONVIVENCIA CIU-
DADANA PACIFICA Y SOLIDARIA. La defensa como organización actúa no
sólo en o durante el conflicto, sino en for-

ma permanente construyendo La paz por me-

dio de la participación de sus ámbitos pro-
OBJETIVOS DE LA
pios, incluyendo el militar, en el diseño de
DEFENSA NACIONAL
escenarios prospectivos favorables al interés
nacional y mediante la disuasión, así como
de participación en operaciones internacio- • CONSERVAR LA INDEPENDENCIA Y SOBERANIA DEL PAIS.
• MANTENER LA INTEGRIDAD TERRITORIAL.
nales de mantenimiento de la paz, producto
• CONTRIBUIR A PRESERVAR LA INSTITUCIONALIDAD Y EL
de la globalización y la voluntad política de ESTADO DE DERECHO.
favorecer los procesos de integración, que • RESGUARDAR, FORTALECER LA IDENTIDAD HISTORICA Y
son consecuentes con la política exterior del CULTURAL
• CREAR LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD EXTERNA PARA
país, situación que impone a la defensa y en EL LOGRO DEL BIEN COMUN.
especial a las Fuerzas Armadas, mayores y • CONTRIBUIR AL DESARROLLO DEL PODER NACIONAL.
complejas funciones, además de las tradicio- • FORTALECER EL COMPROMISO DE LA DEFENSA.
nales. • CONTRIBUIR A LA MANTENCION DE LA PAZ Y SEGURIDAD
INTERNACIONAL.
La defensa tiene varias perspectivas, una

de ellas, como función, se refiere al conjun- En esta materia existen numerosas acti-
to de actividades cuyo efecto es salvaguar- vidades que se han realizado para hacer ope-
dar un determinado bien. Como organización racional algunos de los citados objetivos,
se refiere a la estructura de medios materia- tales como:4
les y humanos que concretan la defensa. Como
conjunto normativo se concreta mediante las - La explicitación de la Política de Defensa
normas legales y reglamentos orientados a Nacional mediante la publicación del Li-
sistematizar el accionar de la defensa. Como bro de la Defensa en 1997,
desafío económico intenta resolver la rela-
ción entre necesidades múltiples y recursos - La contribución a la paz y seguridad in-
escasos. ternacionales, mediante la difusión del
Decreto Supremo que formaliza el acuer-
La defensa nacional busca obtener una con- do suscrito en 1996 para participar en
dición de seguridad de tal manera que no im- operaciones de mantenimiento de La paz
pida la consecución de los objetivos naciona- bajo el amparo del capítulo VI de la Car-
les. ta de Naciones Unidas, así como el de-
creto de octubre de 1999, que amplía la
Objetivos de la defensa nacional participación de Chile en operaciones de
construcción o imposición de la paz, ba-
La defensa, a partir de los objetivos nacio- sado en el capítulo VII de La carta antes
nales, deduce sus propios objetivos: citada.
4 Memoria del Ministerio de Defensa Nacional, período 1994 - 2000, Tomo I, Santiago, 2000.

- En asuntos de Seguridad Hemisférica, respeto a La autodeterminación de los pueblos.

nuestro país ha participado en las tres Para ello está dando prioridad en el área de
conferencias de Ministros de Defensa América Latina y en especial a los países del
{EE. UU 1995, Argentina 1996, Colombia Mercosur.
1998); con observadores en el conflicto
Ecuador-Perú como parte de su rol de Para concretar La defensa nacional se re-
garante del Protocolo de Río; La Cumbre quiere de una política de defensa dado que Los
de las Américas (Miami 1994); La Confe- Estados realizan esta función, según determi-
rencia regional sobre Medidas de Confian- nados fundamentos y objetivos. Así, la política
za Mutua (Santiago 1995); el apoyo de de defensa delinea Los aspectos para estructu-
Chile junto a Bolivia a los presidentes del rar, coordinar y armonizar Los esfuerzos de Los
Mercosur en julio de 1998, respecto a La cuatro campos de acción del Estado (Interno,
declaración de los países del bloque como Diplomático, Económico y de la Defensa), con
zona de paz y libre de armas de destruc- el propósito de enfrentar los obstáculos, ries-
ción masiva. gos y amenazas, que terceros puedan alzar en
contra del interés nacional. Este conjunto nor-
- En el ámbito de la seguridad vecinal y co- mativo explica "qué" tipo de defensa se estima
operación de defensa se han efectuado di- adecuada para el momento político, económi-
versas reuniones entre los cancilleres y mico, social y de relaciones externas que vive el
nistros de Defensa de Chile y Argentina, país, con un horizonte de mediano plazo.
así como la creación del Comité Perma-
nente de Seguridad (Comperseg). Respec- Como política de Estado exige estar por
to a Perú se han sostenido conversacio- sobre el juego político contingente y trascen-
nes con el Ministro de Defensa y autori- der los proyectos y acción de los sucesivos go-
dades políticas de ese país para La coope- biernos del país. Su permanencia en el tiempo
ración en el área de defensa. es válida en la medida que no varíen las condi-
ciones que motivaron su formulación; necesita
Por su parte, el Presidente de la República, tener el suficiente dinamismo para adaptarse a
en el discurso del 21 de mayo del presente año, los cambios que ocurran en la situación inter-
expuso algunos lineamientos que contribuyen nacional y que afecten la Seguridad Nacional.
al logro de estos objetivos. Al respecto señaló: Debe ser concordante con el posicionamiento
del país en el sistema internacional, con los
la necesidad que Chile se incorpore riesgos y amenazas por enfrentar, con la reali-
integralmente al mundo a través de la política dad geográfica nacional y con La tradición en
exterior y la política de defensa como herra- materia de defensa nacional.
mientas esenciales para su logro. En cuanto a
la forma, será mediante el apego al derecho Su formulación debe considerar La participa-
internacional, la intangibilidad de los tratados, ción de todos Los entes orgánicos del Estado
la solución pacífica de las controversias y el que tienen responsabilidades directas en la de-

fensa, destacándose el rol del Ministerio de De- - Fomentar el compromiso ciudadano con
fensa y las Fuerzas Armadas, así como el Minis- La defensa nacional, contemplando entre
terio de Relaciones Exteriores y las Comisiones otros objetivos, las previsiones necesa-
de Defensa de las cámaras del Poder Legislativo. rias para la prestación del Servicio Mili-
También pueden participar otros organismos con tar Obligatorio.
conocimiento calificado sobre la materia.
- Contribuir a La defensa y promoción de La
Nuestra política de defensa, que en el pla- paz internacional, de acuerdo con el in-
no político-estratégico es de carácter disuasivo terés nacional.
y su orientación fundamental es defensiva,
se basa en los siguientes principios:5 EL cumplimiento de Los principios señala-
dos se relaciona directamente a Las acciones
- Alcanzar los objetivos nacionales con el que desarrolla el Poder Ejecutivo en su gestión
mejor aprovechamiento de lo que el país de gobierno. Al respecto se indican, entre otras,
posee, considerando que Chile no abriga Las siguientes:6
propósitos agresivos contra ninguna na-
ción del orbe, ni tiene reivindicaciones - Mantención invariable de algunas defi-
territoriales en el ámbito vecinal. niciones referidas a la responsabilidad
de Los chilenos con la defensa; la políti-
- Proteger a su población, defender sus ca de defensa como política de Estado;
intereses nacionales, salvaguardar su in- a La convergencia del pensamiento civil
dependencia política, su soberanía nacio- y militar en La formulación de La políti-
nal y su integridad territorial. ca de defensa; a La función disuasiva de
las instituciones armadas, la eficiencia,
- Estructurar un poder nacional homogé- asignación de recursos y dotaciones de
neo y consistente en el que la capacidad Las Fuerzas Armadas; la coordinación de
militar guarde proporción y congruencia La política de defensa y La política exte-
con el resto de las capacidades naciona- rior.
les. Esto significa evitar un poder excesi-
vo con relación a ellas, así como un po- La disuasión como estrategia nacional
der militar insuficiente, de modo que no
pueda preservarse. Uno de los aspectos más relevantes del
marco de referencia de la política de defensa
- Emplear el poder nacional y, en particular, de nuestro país se encuentra en el modelo de
su potencial bélico si fuera necesario, para estrategia de seguridad que se ha fijado Chile,
su defensa y el resguardo de los intereses correspondiendo al carácter disuasivo y su
nacionales frente a amenazas externas. orientación defensiva.
5 Ibídem, p. 88
6 Ver Clase Magistral del Ministro de Defensa en la inauguración del año académico de las academias
Armadas año 2000.

Al respecto, es necesario puntualizar algu- políticoestratégico, cuya responsabilidad es del

nos aspectos de interés en relación al signifi- conductor de ese nivel, involucrando a todos
cado de la disuasión, entendiéndose como un los campos de acción, y una "disuasión mani-
efecto que se crea en la percepción adversaria fiesta" que involucra a la estrategia militar, lu-
acerca de la fortaleza que el país disuador po- gar en que se sitúan las Fuerzas Armadas.
see y la voluntad política de éste para emplear
el poder nacional en resguardo de sus intere- ¿Cómo entonces se concreta la disuasión y
ses. En esta materia las Fuerzas Armadas jue- cuál es el rol que le compete a las institucio-
gan un papel prioritario, pero no exclusivo. Sin nes de la defensa nacional? Al respecto, co-
embargo, no se disuade sin la existencia de la rresponderá al nivel políticoestratégico desa-
fuerza militar, pero, en última instancia, se rrollar medidas para tener un país cohesionado,
disuade en función de la estatura políticoes- económicamente fuerte, políticamente estable
tratégica que el país posee. y dotado de Fuerzas Armadas de alta eficacia y
eficiencia, prestigiadas al interior y exterior de
El término disuasión no es fácil de entender su territorio.
y tiende a producir interpretaciones erradas, así,
se suele confundir con la actitud natural o es- El rol disuasivo que le compete a la fuerza
pontánea de un país que, sintiéndose inferior a militar es mantener una fuerza que, por sus ca-
otro potencial adversario, quiere evitar una po- pacidades, convierta a la disuasión de posible
sible agresión. También se confunde con el he- en probable. Para cumplirlo debe tener tres com-
cho de poseer Fuerzas Armadas y creer que por ponentes fundamentales, así como algunos as-
su sola existencia no ha tenido conflictos o gue- pectos complementarios como se observa en el
rra por tiempos prolongados, como es el caso de siguiente cuadro:3
nuestro país. Estas circunstan-
cias muchas veces se conside-
ran como actitudes disuasivas
pero con un efecto aleatorio, sin
embargo, ésta como actitud o
modelo político estratégico es
"voluntarista". Esto significa
que es una actitud decidida, res-
ponsable, planificada y organi-
zada de un país.
Por lo tanto, es posible iden-

tificar una "disuasión latente"
que se lleva a cabo en el nivel
7 GARCIA COVARRUBIAS, Jaime, "El desafío político estratégico y militar en América Latina", Seminario Internacional
Disuasión y Estrategia en un contexto de globalización, Cuaderno de Difusión N° 1, Academia de Guerra, Santiago
1998, pp. 56 -57
8 BUSTOS VALDERRAMA, Pedro Pablo, "Poder Militar y estrategias de disuasión", Seminario Internacional Disuasión y Estra-
tegia en un contexto de globalización, Cuaderno de Difusión N° 1, Academia de Guerra, Santiago 1998, pp. 102 -103.

Las misiones de la fuerza militar EL EJERCITO Y LA ESTRUCTURA

DE LA FUERZA
Las misiones de la fuerza militar se encuen-
tran plasmadas en diferentes textos legales, Consideraciones generales
para ello enunciaremos algunos de éstos como
una forma de vincular el contexto con el tema
en estudio. Las organizaciones para el cumplimiento de
Los objetivos que se les asignan, comúnmente
Según la Constitución de Chile, las Fuerzas desarrollan análisis, estudios, evaluaciones y
Armadas "existen para la defensa de la Patria, apreciaciones, cuyo propósito es evaluar y pon-
son esenciales para lo Seguridad Nacional y ga-derar las variables endógenas y exógenas que
rantizan el orden institucional.9 influyen o condicionan el cumplimiento de La
misión y el funcionamiento de la estructura.
Para centrar el enfoque respecto al rol de de-
fensa externa para efectos de este planteamiento Para efectos de este estudio, el Ejército se
y poder relacionarlo con el Servicio Militar, sólo ve influenciado por diferentes variables de in-
consideraremos lo referido a la defensa de la pa- cidencia que le afectan directa o indirectamente
tria y su rol esencial en la Seguridad Nacional.
en el cumplimiento de sus misiones, de ahí que
tal como se indicara precedentemente, produc-
El Decreto Supremo N° 272,10 señala que
para cumplir con las variadas tareas dispuestas to de las apreciaciones respectivas, se genera
por las leyes y reglamentos vigentes, las Fuer- un conjunto de variables a considerar para de-
zas Armadas desarrollan ciertas actividades finir la forma y el cómo el Ejército cumplirá sus
conjuntas, comunes y otras específicas. tareas. A continuación desarrollaremos las más
importantes:
Al hacer mención a Las funciones específicas
del Ejército, en el párrafo 3o del Decreto se seña- La primera de ellas corresponde al escena-
lan las siguientes, como se indica en el cuadro: río geográfico donde se podría emplear la fuer-
za; la segunda corresponde a las ame-
nazas a las cuales se podría enfren-
tar; y el último elemento correspon-
de a la fuerza, la cual se emplearía
para enfrentar la amenaza en un es-
cenario dado.
La tendencia de empleo de la fuer-

za en los escenarios actuales y futu-
ros que se visualizan en el área de
defensa se sitúan en tres ambientes
9 Constitución Política de la República de Chile 1980 y modificaciones posteriores, Art. 92.
10 Decreto Supremo Nº 272 de 26 de marzo de 1985, publicado en el Diario Oficial N° 159. 969 de 9 de abril 1985
M E M O R I A L DEL E J E R C I T O DE C H I L E 49

escalonados. EL primero, de carácter local, es Los antecedentes mencionados en su con-

decir, empleo de la fuerza en la defensa y so- junto, son Los que permiten obtener deduccio-
beranía del territorio. El segundo, situado en nes de carácter geoestratégico para la toma de
ámbito regional, que implica el empleo de fuer- decisiones en el ámbito de la defensa. Así, con
zas combinadas (de ejércitos de diferentes paí- el marco señalado, iniciaremos a continuación
ses) en las áreas regionales, como parte de los el estudio específico de nuestro país.
sistemas de seguridad cooperativa o colectiva,
materias que se encuentran en estudio en el En Chile, el más ineficaz, insuficiente y
caso de los países del Cono Sur sudamericano. negativo de los factores que inciden en su de-
Finalmente, el ambiente global que implica la sarrollo y defensa es el poblamiento del terri-
participación de la fuerza militar en cumpli- torio, aquel que debiera expresar la voluntad
miento de los mandatos de organismos internacional efectiva de desarrollar bien La poten-
nacionales, especialmente el capítulo VI y VII cialidad fundamental de su territorio. Falla por
de la Carta de Naciones Unidas. el poblamiento deficiente y, también, por los
inmensos espacios vacíos e incomunicados.11
El escenario geográfico
Chile se caracteriza por presentar un territo-
Para desarrollar el estudio del escenario rio largo y angosto, con un litoral en el océano
geográfico es pertinente tener como referente Pacífico de 4. 270 km de costas, entre el límite
los factores que componen un estudio de esta con Perú y el cabo de Hornos, alcanzando Los
naturaleza. Al respecto se consideran los si- 8. 000 km si se incluye el territorio antártico.
guientes, como se muestra en el cuadro: Con un ancho máximo de 400 kilómetros en el
área de la II Región, y un ancho míni-
mo aproximado de 15 km en el sector
de Puerto Natales, en la XII Región. 12
Posee una particular característi-

ca: de ser un país marítimo triconti-
nental, al asentarse en el continente
sudamericano, el continente Antárti-
co y Oceanía.
Chile presenta una desigual distri-

bución de La población en el eje nor-
11 Memorial del Ejército de Chile, "Conquista de las fronteras interiores: Una tarea del Ejército", Nº 445, Santiago, 1994.
12 TOLEDO, Ximena y ZAPATER, Eduardo, "Geografía General y Regional de Chite", Editorial Universitaria, Santiago,
1991, p. 123

te-sur, ya que la mayoría se encuentra concen- rritorio nacional, encareciendo los costos de
trada en la zona centro-sur y en grandes centros transporte de personal y medios. Este mismo
poblados, en desmedro de las zonas extremas desplazamiento de fuerzas también tiene un
donde, paradójicamente, se reúne una gran va- costo social, ya que el personal debe vivir en
riedad de recursos. Por otra parte, concentra La otras regiones alejadas de su lugar de origen.
población en la franja oeste, en desmedro del
sector este. Esta asimetría demográfica afecta Desde la perspectiva de las operaciones, nos
al desarrollo y seguridad del país, especialmen- obliga a elegir y dosificar, concentrar y desple-
te al considerar que Las zonas más despobladas gar la fuerza en un esfuerzo defensivo con un
coinciden con las zonas fronterizas extremas. alto nivel de certeza, ya que es impensable la
distribución de fuerzas a lo largo del total de
ANALISIS GEOESTRATEGICO DEL nuestra extensa frontera en caso de conflicto.
ESCENARIO Y SU INFLUENCIA
EN EL DESPLIEGUE DE LAS Otra variable que se asocia a lo anterior, es
FUERZAS el sistema de comunicaciones terrestre que po-
see a través de una sola vía, que es la Carretera
Una breve mirada al paisaje geográfico del Panamericana, a pesar de los esfuerzos realiza-
territorio permite formarse una opinión de las dos en obras públicas para flexibilizar este eje
complejidades que éste presenta desde una central. Lo descrito lleva a la conclusión de que
perspectiva de la defensa terrestre. En el con- restringe los desplazamientos en sentido norte-
texto señalado, el Ejército ha definido algunas sur, dificultando los movimientos terrestres.
de ellas que le afectan en el cumplimiento de
su misión correspondiendo a las siguientes: Escasa profundidad en el sentido
este-oeste
- Excesiva extensión longitudinal del te-
rritorio nacional Desde una perspectiva militar, la profundi-
dad estratégica del territorio es la que permite
- Escasa profundidad del territorio en el adoptar decisiones de ceder o mantener espa-
sentido este-oeste cio para enfrentar los potenciales adversarios.
En este sentido, nuestro territorio presenta
- Falta de continuidad geográfica del te- serías dificultades por ser un espacio demasia-
rritorio do angosto, además que los espacios más des-
poblados se encuentran en el sector fronterizo
Excesiva extensión longitudinal del con los países limítrofes, y por la permeabili-
territorio dad que hoy presentan las fronteras constituye
una vulnerabilidad que se debe disminuir.
La forma y extensión del territorio, señala-
da como larga y angosta faja, es un Por otra parte, as condiciones geotopográ-
determinismo geográfico que dificulta princi- ficas de las fronteras también constituyen un
palmente el despliegue de las fuerzas en el te- factor negativo que dificulta La movilidad de

Las fuerzas, fundamentalmente por la existen- vos, o que directamente existen similares o
cia de valles transversales que producen una antagónicos intereses.
fragmentación importante en los esfuerzos que
se conforman, con los consiguientes proble- El significado conceptual del Libro de La De-
mas de apoyo logístico y administrativo a Las fensa,13 define La amenaza como Las acciones
fuerzas. reales o percibidas provocadas, consciente o
inconscientemente, por un eventual adversario
Falta de continuidad geográfica del a quien se le supone, con cierto fundamento,
territorio la intención y la capacidad para afectar nega-
tivamente intereses propios. Riesgo, acción de
Chile se mantiene unido físicamente entre exponerse a la contingencia de recibir un cier-
la I y la X regiones. Hacia el sur el territorio se to daño en algún área o aspecto de interés. Se
desmembra en islas y archipiélagos produciendo transforma en amenaza cuando existe baja o
una discontinuidad del espacio geográfico na- nula capacidad de reacción y, a la vez, un po-
cional y desvinculándose del núcleo vital del país. tencial adversario tiene la capacidad de explo-
Esta condicionante geográfica impone al Ejérci- tar tal situación.
to mantener medios humanos y materiales per-
manentes en las regiones XI y XII, con los con- Directamente relacionado con estos dos
siguientes costos humanos y logisticos que ello términos, la hipótesis de conflicto es un esce-
implica, ya que los desplazamientos deben rea- nario eventual o prospectivo de colisión entre
lizarse a través de la vía marítima y aérea. A dos o más Estados, donde se amenaza con el
pesar de los esfuerzos realizados en los últimos empleo o se emplea la fuerza y que se funda
20 años con la construcción de la Carretera Aus- sobre disparidad de intereses y determinantes
tral, aún se mantiene latente esta situación. históricas, geográficas, ideológicas o de otro
tipo. Su probabilidad de ocurrencia es varia-
Las amenazas y su incidencia en la ble. Por una parte, depende de la calidad del
estructura de las fuerzas análisis prospectivo; por otra, de la capacidad
del manejo y control de los respectivos con-
Definir las amenazas, o especificar sus di- ductores políticos para evitar que situaciones
ferencias con los riesgos y desafíos a los que coyunturales contribuyan a transformar un es-
todo Estado Nación está afectado, no es fácil cenario prospectivo de colisión en real, ya sea
en el mundo actual. Las variables que deben como crisis o como guerra. Por último, desafio,
ser analizadas admiten particularidades de per- término que no está abarcado en el Libro de la
manente evolución que hacen necesaria su ac- Defensa Nacional, pero que se ha estimado in-
tualización y contraste con los intereses na- corporar por su relación con el grado de com-
cionales del propio país, y de los países con los petencia que significa insertarse en un proce-
cuales podría existir contraposición de objeti- so de integración, donde la rivalidad entre los
13 Libro de la Defensa op. cit. pp. 208-210
52 M E M O R I A L DEL E J E R C I T O D E C H I L E

países participantes se estrecha con las aspi- que, con diversos grados de hostilidad,
raciones propias de las partes. realizan otros Estados o grupos de po-
der para generar cambios favorables en
El Ejército ha establecido algunas defini- beneficio de sus objetivos políticos,
ciones que se estima conveniente incluir para económicos, diplomáticos, jurídicos y
establecer la interpenetración de la defensa y morales.
amenazas.
- El tercero, de origen natural o producto
Para tal efecto se señala que el país debe mande acción humana que provocan las ca-
tener un proceso actualizado de apreciación por tástrofes o calamidades públicas, afec-
medio del cual se evalúen los escenarios en los tando a las personas y los bienes de
que se desenvuelve, junto con establecer las for- cualquier tipo, junto con alterar el or-
mas de acción necesarias para enfrentar las dife- den y la seguridad interna.
rentes circunstancias que pudieran oponerse a los
objetivos nacionales, en términos de amenazas, El tema de Las amenazas y la defensa na-
riesgos y desafíos. Hoy, el acelerado cambio que se cional en el nuevo contexto de relaciones in-
ha producido en el orden mundial ha reconfigurado ternacionales que ha generado la situación ac-
las amenazas, riesgos y desafíos que, sin dejar de tual del mundo permite identificar algunas de
lado el deber de mantener la integridad territorial, carácter emergente que no existían en el pe-
se han sumado a otras responsabilidades. ríodo de Guerra Fría, sin embargo, han cobrado
actualidad en los últimos años, así lo confir-
¿Cuáles son las amenazas, riesgos, peligros man diferentes especialistas en la materia, ci-
y desafíos, latentes o manifiestos, que afectan tando entre otras: la proliferación de armas de
o podrían afectar los intereses y bienes nacio- destrucción masiva, terrorismo, narcotráfico,
nales? disputas por áreas ricas en recursos naturales,
conflictos étnicos, religiosos, problemas
Buscando una respuesta a esa interrogan- medioambientales, el surgimiento de nuevos
te, podemos clasificar esas expresiones en tres centros de poder, disputas territoriales.
grandes grupos:
A pesar del proceso de integración en que
- El primero, las hipótesis de conflicto ex- se encuentra el país y los desafíos que ésta
terno e interno, que son las más graves demanda, necesariamente imponen al Ejército,
y complejas por cuanto implican la im- como instrumento del Estado, cooperar desde
posición por la fuerza de un nuevo or- su perspectiva en la protección del interés na-
den que afecta a la identidad y sobera- cional. Así entonces, para cumplir su rol
nía nacionales, como también a la inde- disuasivo requiere marcar presencia en la tota-
pendencia e integridad territorial del país. lidad del territorio nacional.
- EL segundo, las presiones internacio- En el área norte del territorio nacional se

nales que comprenden a las acciones encuentran las mayores riquezas minerales del

país, así como el trazado de los más importan- estratégico para el tráfico marítimo que cruza
tes corredores bioceánicos provenientes de Bra- los océanos Pacífico y Atlántico a través del
sil y que cruzan a través de Bolivia hasta los Estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos,
puertos más importantes del norte de Chile constituyen una razón suficiente para mante-
(Arica, Iquique, Antofagasta), necesariamente ner fuerzas desplegadas en esta posición aus-
implican una mayor apertura de las fronteras, tral de Chile.
produciendo entre otros, Los siguientes efectos:
LAS FUERZAS
- Permeabilización de las fronteras, en que
las migraciones, como un fenómeno pro- Consideraciones generales de las
pio del mundo global y la interdepen- tendencias en Los modelos de fuerzas
dencia económica, producen desplaza-
mientos de las poblaciones hacia los Uno de los elementos que está influyendo
centros de mayor atracción económica. decisivamente en las características de los con-
flictos armados corresponde a los acelerados
- Por otra parte, el ambiente en los próxi- cambios de la ciencia y la tecnología, y su in-
mos años evidencia presiones cidencia en Los sistemas de armas que se están
geodemográficas que pueden ejercer desarrollando en el campo de la defensa. Los
países fuera del área continental para adelantos tecnológicos plantean desafíos a las
ocupar y poblar espacios vacíos y actuales organizaciones, las que con Las estruc-
semivacíos atentando directamente so- turas que poseen no es posible afrontar, exi-
bre los elementos constitutivos del giendo al mundo militar un esfuerzo de adap-
Estado, como son el territorio, su po- tación que se debe traducir en cambios sus-
blación y soberanía. tanciales en su organización.
- El narcotráfico, cuyo foco se sitúa den- A pesar de estas modificaciones, por muy
tro del área continental sudamericana, profundas que lleguen a ser, subsisten las mi-
si bien no nos afecta directamente siones clásicas en gran parte de los conflictos
como ocurre en otros países del conti- actuales, materia que algunos tratadistas de-
nente, no indica que estamos ajenos a nominan "conflictos de la primera y segunda
este flagelo y puedan utilizar los co- ola". En ellos, siguen siendo necesarias las uni-
rredores como vía de transporte, pro- dades militares basadas en la capacidad del
ducto del intercambio comercial y el combatiente individual y en la cohesión de los
mayor flujo de cargas que circulan a pequeños núcleos, y se mantiene como impres-
través de Las rutas, constituyéndose en cindible la participación de la sociedad en la
un instrumento para el tráfico ilícito defensa de sus intereses.
de drogas.
Relacionado con lo anterior es necesario
Por otra parte, la región austral del terri- estudiar profundamente el desarrollo de fuer-
torio posee el único paso natural de carácter zas militares, teniendo presente algunas varia-

bles exógenas al quehacer militar como los fac- tudio sobre la estructura de fuerzas se puede
tores de tipo social, políticos y económicos, abordar bajo cuatro enfoques distintos. Cada
que muchas veces no se ponderan suficiente- uno de ellos responde a un esquema en el cual
mente. Es así que en la medida en que la de- destaca un factor determinado, quedando el
fensa es un problema colectivo de la sociedad, resto en un segundo plano, no obstante de es-
las soluciones que se estructuren no dependen tar relacionados al principal. Para efectos ex-
de un solo dato del problema. plicativos se ordenan en los siguientes:
En los períodos de paz se tienden a multi- 1) Desde el punto de vista de las misiones asig-
plicar los estudios y opiniones sobre lo que son nadas a las fuerzas, las que deben estar pre-
ios ejércitos en el presente y cómo deberían paradas permanentemente.
ser en el futuro. Se produce este fenómeno
porque en tiempo de guerra el objetivo común, 2) Desde el punto de vista del tipo de Unida-
y único, es alcanzar la paz y los restantes te- des, se refiere a la proporción de fuerzas de
mas pasan a un segundo plano. cada uno de los componentes, como a las
líneas generales que condicionan la orgá-
En la mayoría de los Estados se le señala a nica de aquéllas.
las Fuerzas Armadas de estar permanentemen-
te preparadas. Sin embargo, la diversidad de 3) Desde el punto de vista de la dotación de
factores que intervienen, asi como la modifi- medios, no sólo se refiere a la cantidad como
cación de la situación internacional y la rápida a la calidad, sino sobre todo al nivel de
evolución de los medios tecnológicos, justifi- tecnificación que alcanza.
can la preocupación de la sociedad por el tema
militar y, muy en concreto, por conocer el gra- 4) Desde el punto de vista de La composición
do de eficacia de sus instituciones armadas.14 de personal, corresponde al número, carac-
terísticas, distribución del mismo y formas
Las razones planteadas son las que han lle- de incorporación de Los recursos humanos.
vado hoy, más que en otros tiempos,
a discutir sobre el modelo de Fuerzas
Armadas, y si éste modelo es el más
apropiado para enfrentar Los desafíos
actuales y futuros.
En primer lugar, definir el conte-

nido y en qué sentido se interpreta
el término "modelo". Basado en Las
revisiones bibliográficas realizadas,
nos permitimos establecer que el es-
14 LAGUNA SANQUIRO, Francisco, "Modelos de Fuerzas Armadas", Revisto Ejército, España, junio 1996, p. 52.
M E M O R I A L DEL E J E R C I T O D E CHILE 55

La fuerza en el Ejército desde la jerarquizadas, desempeñándose en conjunto

perspectiva de la composición del con otras personas y empleando armas.
personal
Ocupar cargos de relativa simplicidad en
Las exigencias que La misión y tareas del los organismos del Ejército {fusileros, sirvien-
Ejército imponen que en cuanto a recursos tes de armas livianas, determinados sirvien-
humanos se cuente con potencial humano tes de armas pesadas y de artillería, policías
idóneo, apto para ser preparado y empleado militares, ejecutantes de unidades logísticas
en forma efectiva. En este sentido existen y administrativas que estén activadas en tiem-
dos tipos de personal con que cuenta La Ins- po de paz).
titución, clasificándose en las siguientes ca-
lidades: Cubrir cargos de mayor complejidad o
tecnificación, o bien, para operar armas, equi-
- Personal profesional y de carrera (Ofi- pos y vehículos de alto costo de mantención y
ciales y Cuadro Permanente), integran- reposición. {Conductores de vehículos pesados
tes de la planta de la Institución; se y blindados, operadores de equipos electróni-
selecciona, adoctrina, instruye, prepa- cos y computarizados, sirvientes de armas pe-
ra y entrena para ejercer funciones de: sadas y de artillería, observadores de tiro, ope-
mando de Unidades y asesoría, tanto en radores de máquinas de construcción del Arma
las etapas de entrenamiento como en de Ingenieros). Algunos, por sus capacidades,
el empleo bélico de Las fuerzas; docen- deberán ser aptos para ascender en La reserva,
cia e instrucción; participación en acti- complementado los cuadros de Clases y Subofi-
vidades y organismos internacionales de ciales.
mantenimiento de la paz; operar y/o
mantener directamente aquellas armas La composición de personal señalada es la
y equipos cuyas características deter- que garantiza el funcionamiento del Ejército
minen el empleo de Suboficiales y Cla- en tiempo de paz con un mínimo indispensa-
ses de planta, para garantizar altos ni- ble para generar una capacidad operativa, y con
veles de especialización, permanencia ello, ejercer la disuasión necesaria que le de-
y responsabilidad. manda el cumplimiento de su misión. Por otra
parte, el potencial humano proveniente del
- Contingente provisto por el S. M. O., de Servicio Militar que permanece transitoriamente
las siguientes características o condi- en las filas del Ejército, constituye la base del
ciones, además de las físicas y de salud personal que conforman Las reservas instruidas
compatibles con la vida militar. y entrenadas para completar los cuadros de las
organizaciones que en caso de conflicto se ne-
En forma general, de perfil sicológico, mo- cesiten y que permiten desarrollar el proceso
ralidad y antecedentes conductuales que le de movilización según las necesidades que el
permitan integrarse en organizaciones Estado demande.

Si un país, y particularmente su Ejército, manos y materiales, en forma ordenada y expe-

no contaran desde la paz con las reservas apro- dita, ante un Estado de Excepción Constitucio-
piadas ante una situación de conflicto, no exis- nal.
tirá el tiempo necesario en la guerra para for-
marlas, y el costo histórico de una derrota na- ¿Dónde se presenta el problema que cons-
die estaría dispuesto a asumirlo. Por ello es tituye una constante estratégica en la defensa
fundamental contar con este potencial huma- del territorio?
no.
Al analizar la geografía humana del país y
La movilización, su incidencia en la observar Las estadísticas de distribución
estructura de las fuerzas poblacional (mapa), se deduce a simple vista
que las más bajas densidades demográficas se
Teniendo en consideración que éste es uno concentran en las regiones extremas (I - II - XI
- XII) del país. A lo anterior, debemos agregar
de los factores de mayor preponderancia que
otros factores como la decreciente proyección
se vincula al Servicio Militar desde la perspec-
demográfica en Las regiones extremas,
tiva de contar con una capacidad operativa en
traduciéndose en flujos inmigratorios hacia el
el Ejército, resulta pertinente desarrollar el tema
núcleo vital del país.
de la movilización para identificar el rol que
juegan tas reservas en este contexto.
Esta situación, en su conjunto compleja,
tiene directa incidencia en los transportes de
La mayoría de los países del mundo, inclu- concentración en caso de conflicto. A pesar de
so los económicamente más desarrollados, rea- ello, el Ejército ha adoptado medidas mante-
lizan actividades de movilización para enfren- niendo sus Unidades con la mayor parte de sus
tar emergencias internas o bien externas (con- medios en presencia.
flictos bélicos). Lo anterior se produce por el
alto costo que significa poseer grandes canti- En caso de conflicto, un alto porcentaje del
dades de personal con honorarios fijos, reper- potencial humano que conforma el Ejército pro-
cutiendo directamente en el desenvolvimiento viene de la movilización y el éxito que éste
de otras actividades que el país estima priori- tenga depende fundamentalmente de la efecti-
tarias, en este sentido Chile no está ajeno a vidad y eficiencia de la movilización por parte
ello, pero, además, necesita estar preparado de la Institución.
ante cualquier eventualidad como las descri-
tas, sin que ello implique un esfuerzo econó- Ahora bien, dentro de los problemas
mico excesivo para la realidad nacional. visualizados y que se estima de mayor impor-
tancia y gravitación en las repercusiones del
Por lo tanto, es fundamental contar con una sistema corresponde a la situación que afecta
fuerza operativa apoyada por un adecuado Sis- a los extremos de nuestro país, donde el perso-
tema de Movilización que permita disponer de nal que pertenece a esas zonas y que realiza el
parte o de la totalidad de los potenciales hu- Servicio Militar, cubre aproximadamente un 10%
M E M O R I A L DEL E J E R C I T O DE C H I L E 57

del total de las necesidades del servicio, dado para mantener fuerzas mínimas en presencia
que la mayoría del contingente que conforma en estado de alistamiento suficiente para cum-
las unidades de esas guarniciones proviene del plir sus misiones y, simultáneamente, generar
centro del territorio, como se demostrará más un efecto disuasivo.
adelante en la situación del Servicio Militar.
A vía de ejemplo, en el cuadro siguiente se
El Servicio Militar en el Ejército muestra el porcentaje que representa la fuerza
de soldados provenientes del Servicio Militar
El Servicio Militar representa La forma en que en algunas de las organizaciones principales
el Ejército mantiene fuerzas entrenadas, equipa- que posee el Ejército.
das y aclimatadas en presencia en la mayor parte
del territorio nacional para res-
guardar la soberanía y la integri-
dad de éste respecto de las ame-
nazas externas, combinando en
forma proporcional su fuerza con
medios profesionales representa-
dos por los Oficíales y el Cuadro
Permanente, En este sentido, te-
nemos la convicción que a través
del Servicio Militar las institucio-
nes de Las Fuerzas Armadas, y en
particular el Ejército, han desa-
rrollado un apropiado nivel de
disuasión durante el siglo XX.
El promedio anual de la conscripción ordi-
Más de cien años de paz es una prueba feha- naria se eleva a 27. 000 hombres para satisfa-
ciente de este importante rol que cumple la ins- cer Los requerimientos del Ejército, incorporán-
titución del Servicio Militar en Chile, sin duda, dose ciudadanos provenientes de diferentes
junto a otros aspectos propios del desarrollo y regiones. AL respecto, se exponen algunos da-
vida del Estado. tos del acuartelamiento del año 2000.
La determinación de
contingente para com-
pletar las fuerzas
La Apreciación Estratégica
es el proceso que desarrolla el
Ejército para determinar las
cantidades de Soldados de la
conscripción ordinaria que re-
quieren las Unidades Operativas

El cuadro expuesto permite efectuar un aná- Similar situación ocurre con los acuartelados
lisis y deducir algunos aspectos de interés para que deben cumplir el Servicio en la zona sur-
el foro: austral del país, como se presenta en el cuadro
siguiente:
De los convocados en las regiones de ori-
gen, los acuartelados, sólo representan el 31, 2%
que cumple su Servicio Militar en su región.
En relación con los convocados en otras

regiones y los que se acuartelan, representan
un 32% con relación a los llamados.
Los acuartelados de otras regiones repre-

sentan un 79, 6%, respecto a los ciudadanos
que cumplen el Servicio Militar en su región.
La mayor representación de convocados de

diferentes zonas se acuartela en las regiones
extremas I, XI y XII, respectivamente. La instrucción militar
En cuanto a La distribución que realiza el Se entiende por instrucción militar, a la

Ejército de los acuartelados para el norte de Chile suma de actividades que se realizan en el Ejér-
provenientes de otros lugares, busca desplazarlos cito, cuyo objeto es la preparación, capacita-
a Unidades que se ubican en regiones de carac- ción, entrenamiento militar y perfeccionamien-
terísticas parecidas, con excepción de Los pro- to individual y colectivo de todos sus integran-
venientes de La Región Metropolitana, como se tes, asegurando adecuados niveles de alista-
muestra en el cuadro siguiente: miento y eficiencia.
Para ello, paulatinamente se Le van en-

tregando conocimientos que producen cam-
bios conductuales, transformando así al ciu-
dadano en un soldado capaz de integrarse
eficientemente a estructuras orgánicas más
complejas y de mayor capacidad. Esta trans-
formación se logra a través de tres perío-
dos: Individual, de Entrenamiento de Uni-
dades y el de Entrenamiento Complementa-
rio, cuya secuencia se presenta en el cua-
dro siguiente:

sarrollarse en mejor forma en la vida civil e

integrarse al campo laboral.
Lo anterior se lleva a cabo gracias a fon-

dos otorgados por el Servicio Nacional de
Capacitación y Empleo (SENCE) y el Minis-
terio de Defensa Nacional a través de múlti-
ples convenios con una serie de institutos
en los rubros que se indican en el siguiente
texto:
Desde 1991 a la fecha se han capacitado

Impacto social del Servicio Militar
3. 050. SLC. a través de fondos SENCE. y desde
1994 se han capacitado 19. 225 SLC. con fon-
Los ciudadanos que cumplen el Servicio
dos provenientes del M. D. N., sumando un total
Militar en las instituciones armadas, y en par-
de 27. 950 SLC. Para ello se ha invertido a la
ticular en el Ejército, producto de los objetivos fecha La cantidad de $ 2. 380. 751. 066. -, co-
que se persiguen Lograr, como la formación rrespondiendo a $ 327. 089. 066. - fondos SENCE.
militar para entregar reservas instruidas al país y $ 2. 53. 662. 000. - fondos M. D. N. Como se de-
y la formación valórica por otra, producen un muestra en el cuadro siguiente:
impacto social que contribuye
al desarrollo nacional. En este
sentido, el Ejército se ha pre-
ocupado de ofrecer una forma-
ción integral a su contingente,
entregando ciudadanos con
mejores competencias a la so-
ciedad, a través de una serie
de beneficios e incentivos que
los dotan de mejores posibili-
dades de desarrollo en su vida
futura.
En cuanto a capacitación
laboral, el objetivo es instruir
al contingente de escasos re-
cursos, sin profesión ni oficio, como obreros Por otra parte, el Soldado adquiere en su
calificados o técnicos en diferentes áreas La- entrenamiento especializado una Ocupación
borales, para servir a las inquietudes de la Ins- Militar Especializada (O. M. E. ), las que en su
titución y que les permita posteriormente de- gran mayoría tienen una aplicación en La vida


Respecto a la media de acuartelamiento en En cuanto a programas de reinserción labo-

el Servicio Militar Obligatorio (25. 000) los Sol- ral, los Soldados que hayan recibido capacita-
dados que nivelaron estudios en el año 1996 ción laboral durante su Servicio Militar pueden
correspondieron al 14, 9 %. En relación al año presentarse a la oficina cantonal de su juris-
1997, correspondieron al 19, 5 % aumentando dicción donde se inscribirán en un registro que
casi en un 5 % la cantidad de estudiantes. En permitirá que los empleadores de las respecti-
1998 los estudiantes de básica y media repre- vas zonas puedan solicitar y contratar al per-
sentaron el 31, 3 % de los ciudadanos que cum- sonal que necesiten.
ple el Servicio Militar Obligatorio en el Ejército.
En el área de bienestar social, las Unidades
En 1999, la representación de Soldados que militares cuentan con "Casino de Soldados" que
nivelaron estudios básicos y medios, respecto funcionan desde hace más de 20 años, cuyas
a la media señalada, corresponde a un 37, 1 %, instalaciones han sido mejoradas de acuerdo a
es decir, más de un tercio de los acuartelados. nuevos recursos presupuestarios. Se agrega a
lo anterior, la existencia de la "Casa del Solda-
Los porcentajes deducidos de los datos ex- do". Esta instalación permite al Soldado contar
puestos constituyen un fundamento respecto al con un Lugar de descanso y recreación cuando
mito que los Soldados pierden años de estudios se encuentra con permiso fuera del cuartel
en cumplimiento del deber militar, al menos los Existe una especial dedicación en las Unidades
hechos y las cifras refutan este planteamiento. que se encuentran en los extremos del país.
En cuanto a becas de estudios, Las normas Se agregan a lo anterior Las comisiones de

más recientes emitidas por el Ministerio de "Bienestar Social del Contingente",15 que existen
Defensa Nacional, el Decreto Supremo en todas Las Unidades tácticas y que tienen como
SSG. DEPT0. II/S. 2 N° 7, de 26. ENE. 1998, que finalidad solucionar problemas socioeconómicos
"dispone procedimientos para otorgamiento de de los Soldados Conscriptos en los siguientes
Beca Ministerio de Defensa Nacional", tema ya rubros que se presentan en el cuadro:
tratado por la DGMN.
En cuanto al ingreso a la Escuela de Subofi-

ciales, la Institución les ofrece la oportunidad
de continuar sirviendo en ella a través de la
postulación a la Escuela de Suboficiales u otras
correspondientes a las FF. AA. y Carabineros de
Chile.
A los anteriores incentivos se une La asig-

nación de pasajes para aquellos Soldados
Conscriptos que cumplen con su Servicio Mili-
tar en las zonas extremas.
15 Reglamento Logístico de Comisiones Administrativas en el Ejército, Arts. 30 y 47.

Aporte del Servicio Militar al desarro- que se encuentran cumpliendo labores Sol-
llo nacional dados del Servicio Militar como se muestra
en cuadro siguiente:
Una rápida revisión de la historia del país
permite constatar que el Ejército, desde su for-
mación, ha estado inserto y participando acti-
vamente en el desenvolvimiento de la vida na-
cional y, en consecuencia, entregando sus apor-
tes al desarrollo y bienestar de la sociedad.
En efecto, es en este contexto donde se

enmarca el aporte que realizan los Soldados
durante el Servicio Militar. Al respecto, se pue-
de establecer que la participación de Soldados
en el Cuerpo Militar del Trabajo y en el auxilio
a la comunidad ante situaciones de catástrofe,
son las actividades más significativas y direc- Como consecuencia de la participación en
tas donde concurren con su aporte, al desarro- esta actividad de características especiales, el
llo nacional y bienestar de la sociedad. Soldado adquiere habilidades en las siguientes
especialidades que lo dejan capacitado para
Cuerpo Militar del Trabajo incorporarse en las mejores condiciones posi-
bles al mundo laboral, una vez terminado su
A lo Largo de los años, el Cuerpo Militar del período de conscripción, como se indica en el
Trabajo ha realizado numerosas obras viales en cuadro:
coordinación con el gobierno a través del Mi-
nisterio de Obras Públicas. Este significativo
aporte al desarrollo que realiza el Ejército al
país mediante la construcción de la Carretera
Longitudinal Austral, con más de 1. 500 km de
camino, ha integrado al sector productivo del
país en 135. 000 km2. En esta magna actividad
han participado numerosos ciudadanos que en
el cumplimiento del deber militar han integra-
do las unidades de trabajo que con sacrificio
han unido el territorio nacional en el sector
austral.
Con relación a las cantidades de Soldados
Actualmente se desarrollan las siguien- que han participado en Las diferentes obras via-
tes obras por disposición del gobierno, en les, según diferentes períodos, las cifras no

dejan de ser significativas, alrededor de 18. 000, La historia es nuestro mejor testigo de esta
conforme al cuadro que se muestra. labor desinteresada que realiza el Ejército de-
mostrando voluntad, sacrificio, cooperación y
solidaridad con La comunidad afectada.
Teniendo en consideración la realidad plan-

teada, recientemente el Ejército ha dispuesto
la transformación de una de sus unidades en
un "Batallón de Ingenieros de Construcción"
con los siguientes propósitos:
- Actuar con el total o parte de sus me-

dios ante situaciones de emergencia y/
o catástrofes declaradas en La zona cen-
tral desde la III a VII Regiones del te-
rritorio nacional, en un mínimo de tiem-
po, bajo la dirección de La autoridad
Situaciones de catástrofes militar respectiva y en coordinación con
otros medios institucionales y las auto-
ridades que corresponda.
Las situaciones de catástrofes también cons-
tituyen una actividad en que el Ejército par-
ticipa solidariamente en ayuda de Los compa- - Desarrollar una instancia de coordina-
triotas que son afectados por los fenómenos ción entre el Ejército y las autoridades
de la naturaleza. En estas actividades, además nacionales, regionales y provinciales,
de una participación especializada de algunos para planificar el empleo oportuno de
medios y maquinarias, se encuentra permanen- la Unidad de Despliegue Rápido frente
temente la presencia de nuestros Soldados que a catástrofes y desastres naturales.
junto a sus instructores y Oficiales apoyan a
las diferentes autoridades locales, provinciales - Organizar un centro de instrucción y
y regionales durante La ocurrencia de fenóme- entrenamiento para instruir Los medios
nos como terremotos, maremotos, erupciones humanos y materiales frente a la ocu-
volcánicas, sequías, aluviones, inundaciones, rrencia de catástrofes y desastres natu-
incendios forestales. rales.

CONCLUSIONES
Los efectos del Servicio Militar en Por otra parte, el fundamento de la

la estructura de fuerzas del Ejército disuasión como estrategia de seguridad
descansa en sus reservas y su capacidad
En esta parte de la exposición relaciona- de movilización, ya que a diferencia de Los
remos los factores de incidencia en la estruc- ejércitos profesionales suplen en gran me-
tura de las fuerzas, constituyendo las consi- dida esta materia con alto desarrollo tec-
deraciones finales del tema, de tal forma que nológico de los sistemas de armas. Dada La
permita a los lectores identificar los funda- realidad social y económica de un país en
mentos de la existencia del Servicio Militar en vías de desarrollo no es capaz de soportar
el Ejército, así como la importancia que ad- y debe sustentarse en su potencial huma-
quiere esta carga pública para La organización no y material.
militar en el ámbito de la defensa.
Otro aspecto vinculado a las misiones del
Derivado de las misiones que la normati- Ejército se encuentra en una función laten-
va legal le establece al Ejército como orga- te, que es apoyar el desarrollo de zonas ais-
nizar, equipar, instruir y entrenar las fuer- ladas, así como contribuir a la preservación
zas. Así como organizar, equipar, instruir y del patrimonio histórico, las tradiciones y las
entrenar las reservas, permite encontrar un virtudes propias de la idiosincrasia nacional.
primer vínculo con el Servicio Militar, tenien- En este contexto el Servicio Militar es un vín-
do en consideración que un Ejército para cum- culo de la sociedad con su Ejército a través
plir sus roles requiere de potencial humano de la incorporación año tras año de ciudada-
para completar sus cuadros en las diferentes nos para cumplir con el deber militar con la
organizaciones que posee para ejercer una patria. Así el Ejército trasmite a través de
disuasión efectiva y creíble. ese contacto valores que se impregnan en
cada uno de nuestros compatriotas.
En este sentido y tal como lo manifiesta
el Libro de la Defensa, la condición de nues- Por otra parte, el apoyo a zonas aisladas
tro país no permite contar con un Ejército pro- ha sido una constante histórica de la partici-
fesional como es la tendencia actual en los pación del Ejército, muchos de los villorrios,
ejércitos más desarrollados. Un segundo ele- localidades y hoy ciudades se han forjado
mento asociativo radica en la formación de sobre la base de las Unidades militares que
reservas, ya que si contáramos con un Ejérci- en cumplimiento de los mandatos legales
to de carácter profesional las reservas serían ejercen soberanía en las zonas aisladas y
mínimas, como lo que ocurre con algunos paí- desvinculadas de la acción efectiva del nú-
ses que han adoptado dicha modalidad. cleo vital del Estado.

En Los párrafos precedentes enunciamos uno de mayor cooperación. Aun así, este am-
que existían diferentes elementos que inci- biente se ha tornado incierto e inestable y
dían en la estructura de la fuerza del Ejérci- Las amenazas han cambiado emergiendo otras.
to, uno de ellos es la característica geográfi- Existen intereses nacionales que se deben
ca del territorio, que entre sus falencias pre- proteger como la existencia de la nación, del
sentaba una deficiente distribución de po- territorio, Los recursos naturales, La pobla-
blación y poblamiento, donde nuestro país ción, La identidad nacional y la forma de ha-
posee importantes intereses, y que las Fuer- cerlos es a través de Los instrumentos que
zas Armadas deben proteger, en especial el posee el Estado, entre los cuales se encuen-
Ejército. tran las instituciones armadas y asociado a
ellas la carga pública del Servicio Militar como
Al relacionar la necesidad de contar con responsabilidad ciudadana para defender al
fuerzas en determinadas partes del territo- país.
rio, particularmente en los extremos del país
para cumplir el cometido de defensa, y te- En relación a la composición de las fuer-
niendo en consideración que el sistema para zas indicamos que existían diferentes mo-
obtener parte de la fuerza y satisfacer Las delos basados en diversos factores que tam-
necesidades mínimas de las organizaciones poco se pueden considerar aisladamente,
militares no compatibiliza con la realidad de uno de ellos, el tipo de personal que lo
la distribución poblacional y poblamiento del compone -dependiente de la misión y los
territorio, se debe recurrir a la obtención del medios son los que producen la interacción
potencial humano en las regiones de mayor que genera el funcionamiento de la orga-
población. Así, entonces, un número impor- nización. Por ello, el Ejército posee una
tante de ciudadanos -como se expuso en las composición mixta basada en profesiona-
cifras del Servicio Militar- debe concurrir a les y Soldados que cumplen el Servicio Mi-
cumplir con el Servicio Militar a las regiones litar.
extremas.
El Servicio Militar está compuesto por
Respecto a las amenazas, no podemos de- ciudadanos, son ellos quienes proveen el
jar de desconocer que el panorama interna- potencial humano al Ejército a través de
cional ha cambiado a partir de los noventa. las normas legales imperantes. Así, la Ins-
Con la aparición de fenómenos como la titución puede cumplir su cometido de man-
globalización y su respuesta, la integración tener la presencia y soberanía en el terri-
regional, se han generado condiciones que torio nacional ejerciendo la disuasión ne-
han distendido, en parte, el ámbito del con- cesaria que le demanda su función, pero
flicto tradicional por disputas fronterizas, a este rol no está exento de dificultades que

de alguna manera producen percepciones que muchas veces hacen incomprensible la ra-
diferentes al interior de la sociedad. zón de ser de esta carga pública.
En síntesis, abordar la problemática del Finalmente, el Ejército de Chile, basado

Servicio Militar es compleja por diferentes ra- en el rol que le asigna el Estado a través de
zones, algunas de ellas, como los cambios cul- las normas legales existentes, así como las
turales de la sociedad, las percepciones de los herramientas y recursos que la sociedad or-
diferentes grupos que la componen por su for- ganizada entrega para la defensa, ha expuesto
mación religiosa o filosófica u otros factores, este deber ciudadano a través de una visión
entregando visiones desde su punto de vista, sistémica y global.

EXPOSICIÓN DEL CJE CON MOTIVO DE LA DIFUSIÓN Y PUESTA EN EJECUCIÓN… (2001). Autor: TGL Ricardo Izurieta Caffarena
EXPOSICIÓN DEL CJE. CON MOTIVO DE LA

DIFUSIÓN Y PUESTA EN EJECUCIÓN DE LA
REORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO Y DEL NUEVO
DISEÑO DE LAS FUERZAS
(ESCUELA MILITAR, 13 DE NOVIEMBRE DEL 2001)
AL iniciar esta exposición
referida a La reorganización
del Ejército y al nuevo di-
seño de las fuerzas, deseo
expresarles que como Coman-
dante en Jefe valoro profun-
damente esta especial oca-
sión, en la que puedo com-
partir con ustedes mi sentir
profesional respecto a uno
de los cambios más impor-
tantes que asume la Institu-
ción en sus últimos cien
años.
Quien les habla y todos los

presentes sentimos al Ejército
en nuestro corazón, y a él de-
dicamos todo nuestro trabajo,
nuestra capacidad y gran parte
de nuestra atención.
Por ello, cada vez que se

cristalizan sueños y proyec-
tos; cuando evidenciamos que
lo pensado hace diez años ya
está en marcha, y por sobre
todo, cuando constatamos
M E M O R I A L DEL E J E R C I T O DE CHILE

El reorganizar el Ejér-
cito y conformar un nue-
vo diseño para las fuer-
zas es sin lugar a dudas
un proyecto mayor, que
viene a marcar una de las
etapas más importantes
de la modernización
institucional.
Como tal, es fruto de

una ardua labor de apre-
ciación, de estudios, de
investigaciones y análi-
sis en distintos niveles
y organismos del Ejérci-
to. Este proyecto es tam-
bién producto de expe-
riencias reales, donde se
pusieron en práctica mo-
delos similares para in-
tegrar Unidades, para
modernizar sistemas de
gestión y comprobar
nuevas orgánicas.
En síntesis, es esto y
que tenemos la capacidad y voluntad de avan- mucho más, que sería largo detallar, pero lo
zar, el espíritu de soldado se agranda y el más importante es que en este proceso han
sentimiento de orgullo de pertenecer al Ejér- participado el Alto Mando del Ejército, el Esta-
cito de Chile revitaliza nuestra vocación mi- do Mayor General, algunas Unidades Operativas
litar. y Tácticas y distintos equipos de trabajo.
Decía que este es un momento muy espe- Para todos ellos vaya mi reconocimiento por
cial, y la razón de ello se funda en La trascen- cuanto lo que se ha hecho ha sido con esfuerzo
dencia de lo que hoy estamos logrando, y en y capacidad, con creatividad y prudencia y con
las grandes posibilidades que se abren en el la disposición necesaria para servir la orienta-
futuro, en especial para las generaciones más ción del mando en beneficio de asegurar que el
jóvenes. cambio que en esta etapa emprendamos nos

asegure lograr los objetivos que nos hemos fi- • Aspectos concretos que se visualizan a
jado. corto y mediano plazo.
En esta parte deseo dejar especial cons- • Palabras finales.

tancia de la labor desarrollada por el Estado
Mayor General del Ejército, por cuanto a tra- PROCESO EN EL TIEMPO Y
vés de una eficiente labor de asesoría ha faci- PRINCIPALES LOGROS A LA
litado y creado las condiciones para avanzar FECHA
en esta etapa decisiva de la modernización
institucional. Haciendo una breve retrospectiva en el
tiempo debo señalar que desde el año 1992 el
Asimismo, quiero destacar que con el tra- Ejército de Chile se encuentra dando cumpli-
bajo desarrollado estamos fortaleciéndonos, miento a las previsiones contenidas en el Plan
puesto que se cautela la doctrina institucional Alcázar, documento matriz del proceso
y los valores que nos guían. modernizador. Éste, en términos generales,
estableció como objetivo central el racionali-
Este acto es, entonces, la culminación de zar y optimizar los medios humanos y mate-
una etapa que nos debe llenar de satisfacción riales de la Institución, en forma armónica
y, a su vez, nos debe motivar a continuar ha- con la realidad política, social, cultural y eco-
ciendo realidad lo que se ha proyectado. nómica del país.
Situados de esta forma frente al tema, y Junto a lo anterior se consideró necesario

planteada su trascendencia, deseo transmitir- proyectar el desarrollo institucional en forma
les directamente el sentido y alcance del nue- coherente con el devenir nacional e interna-
vo diseño de la fuerza entregándoles el máxi- cional, para lograr, en un horizonte al año 2010,
mo de antecedentes concretos, los que conti- en etapas sucesivas, un ejército tecnificado,
nuarán siendo ampliados por los respectivos eficiente y flexible, basado en los principios y
mandos. En este espíritu entraremos en el de- valores que le son inherentes.
sarrollo mismo de la exposición, la cual consi-
dera los siguientes puntos: Por otra parte, es preciso recordar que
nuestro proceso modernizador se sustenta7en
• Proceso en el tiempo y principales lo- dos pilares básicos, que son la educación
gros a la fecha. militar y la estructura de las fuerzas, cada
uno de ellos conformado por una serie de pro-
• Fundamentos del nuevo diseño de las yectos, que paulatinamente se han venido
fuerzas. concretando.
• Qué busca el nuevo diseño de las fuer- Es así como en el ámbito de la educación,
zas. prácticamente su reestructuración se completó
MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE

el año recién pasado con la puesta en marcha cional del Ejército, que ha considerado el
del nuevo programa curricular de la Escuela diseño de los nuevos planes de estudio
Militar, además de otras acciones que mencio- de la Escuela Militar, la Academia de Gue-
naré más adelante. rra y la Academia Politécnica; la
reformulación de la Escuela de Suboficia-
Muy unido a este gran proyecto educativo, les y la creación de la Escuela de los Ser-
durante estos años he puesto particular énfa- vicios y Educación Física del Ejército; el
sis en una reafirmación doctrinaria, a la cual reforzamiento de la doctrina institucio-
me referí en mi clase magistral de marzo del nal y de ciertas áreas formativas, tales
presente año. como el liderazgo, el derecho internacio-
nal de los conflictos armados y los dere-
A la fecha, las principales áreas en que se chos de las personas.
han materializado cambios trascendentes son:
• En cuanto a la adaptación organizacio-
• Formación y doctrina, en la cual desta- nal se destaca la reorganización de las
ca la reformulación del sistema educa- Unidades Logísticas, desarrollos de sis-
temas de gestión en niveles medios
e inferiores y la reestructuración de
la carrera militar.
• En lo referido a la proyección in-

ternacional del Ejército se ha im-
pulsado la activa participación en
misiones de paz, concurrencia a
cursos en el extranjero y la coor-
dinación de acciones e intercam-
bios con otras instituciones civi-
les y militares de diferentes paí-
ses y el fomento de las medidas
de confianza mutua.
• En cuanto a sustentabilidad se
destaca la ejecución de proyec-
tos de defensa adecuados a la
realidad nacional, pero con visión
de futuro, los que han estado ci-
mentados en una sólida concep-
ción presupuestaria. Ejemplo con-
creto de lo anterior han sido

las adquisiciones de material blin- ciación, se presentaron a su excelencia el Pre-

dado y mecanizado. sidente de la República los antecedentes del
proyecto del nuevo diseño de las fuerzas, del
• Finalmente cabe destacar los importan- cual tomó conocimiento e impartió algunas
tes avances logrados en cuanto el desa- orientaciones, las que fueron debidamente in-
rrollo de nuestras plataformas de apo- corporadas a éste.
yo. En ellos sobresale el nuevo sistema
de salud del Ejército, los avances en in- En este sentido deseo destacar que durante
fraestructura social y de viviendas parti- el presente año, y fruto de una adecuada ges-
culares para el personal, y el proyecto tión financiera y administrativa, se está dando
del nuevo hospital militar, entre otros. cumplimiento a la etapa final del pago de la
deuda contraída durante la década del setenta
Como se comprenderá, lo complejo de la ta- para la renovación de material de defensa para
rea modemizadora unido a la necesidad de ana- el Ejército. Esta obligación que se financiaba a
lizar con profundidad cada cambio, de desarro- través de la ley del cobre tuvo su origen en las
llar proyectos, estudiar financiamientos y tan- difíciles circunstancias que debió enfrentar
tas otras actividades que un proceso de este tipo nuestra Institución y el país en las crisis inter-
involucra, hizo que en los primeros años su con- nacionales de los años 1974 y 1978, esfuerzo
creción fuera lenta y no exenta de dificultades. que permitió superar difíciles momentos.
A pesar de ello ¡a la fecha todo ello se ha FUNDAMENTOS DEL NUEVO

logrado sin contratiempos, lo que ya es un éxi- DISEÑO DE LAS FUERZAS
to que debemos cautelar!
En efecto, lo central del proceso emprendi-
Corresponde ahora avanzar en lo relativo al do busca conseguir que la Institución aumente
otro gran pilar de la modernización, el referido notoriamente los niveles de eficiencia, hecho
a la estructura de las fuerzas, que contempla que pasa por la racionalización orgánica dé la
consolidar un nuevo diseño de ésta, tema que misma, privilegiando el principio de calidad
hoy nos convoca. sobre el de cantidad.
Esto también tomó tiempo, ya que era ne- Esta idea se comenzará a materializar a
cesario que el cambio en la estructura organi- partir de este momento, toda vez que de acuer-
zacional del Ejército, por tratarse de una refor- do a lo proyectado, al año 2002 la reducción
ma de importancia para todo el país, fuera de- de Unidades será de un 27%, y al año 2010
bidamente validado y finalmente aprobado por alcanzará al 46%. Por tanto el Ejército se redu-
las más altas autoridades del Estado. cirá en cuanto a la cantidad de sus Unidades,
pero nuestro objetivo es incrementar la poten-
Es así que, con fecha 7 de septiembre, y cía y capacidad operativa de las mismas, En
una vez finalizado el proceso interno de apre- suma, mantendremos las fuerzas mejor distri-

buida e integrada, con Unidades

más eficientes, en condiciones de
cumplir las misiones que la reali-
dad de hoy nos impone.
Complementariamente en esta
parte conviene señalar que lo obra-
do al respecto obedece a una con-
cepción propia, nacida de nuestra
particular realidad. Basada en ella
fiemos incorporando, por cierto, ex-
periencias similares de otros ejér-
citos más avanzados. En todo caso,
siempre privilegiamos la considera-
ción de nuestro entorno político-
estratégico y especial configuración
geográfica.
En lo especifico de la reorgani-
zación del Ejército y el nuevo dise-
ño de las fuerzas, diversas realida-
des, debidamente evaluadas, se
constituyeron como fundamentos
de su estructuración. to. No se trata de asumir una función policial,
sino contrarrestar amenazas que puedan poner
Cabe señalar, entre otras, la presencia de en riesgo la seguridad y bienestar de toda la
nuevos riesgos y formas de conflicto, como tam- comunidad nacional.
bién los nuevos desafíos, los imperativos ins-
titucionales y las tendencias sociales actuales. También hemos tenido presente la evolu-
ción del rol del Ejército, el que en la actualidad
Con relación a los riesgos para la función se orienta a la disuasión y a la cooperación en
defensa, hemos considerado la inestabilidad el ámbito internacional, como también a lo-
económica, política y social de la región y el grar un eficiente desempeño en caso de con-
surgimiento de las nuevas amenazas, como son flicto.
el narcotráfico, el lavado de dinero, el crimen
organizado y el terrorismo, entre otras. Lo an- Por otra parte, los nuevos desafíos que en-
terior obliga a contar con una fuerza militar de frentamos se refieren a la necesidad de desa-
característica esencialmente flexible, que per- rrollo permanente de las capacidades institu-
mita enfrentar estas nuevas formas de conflic- cionales para responder en forma oportuna y

eficiente a los requerimientos de la sociedad; a te sus funciones, sin estar sometidos a exigen-
la conveniencia de mantener un desarrollo co- cias de distinta naturaleza, con muy escasos
herente con el esfuerzo modernizador del Esta- medios, lo que no les permitía una realización
do, y fortalecer la integración a la comunidad plena en lo profesional.
nacional contribuyendo a la unidad e identi-
dad nacionales. Esto implica que nuestro pro- Quisiera detenerme en este punto, a fin de
ceso de desarrollo debe estar marcado por la revisar la situación histórica que presentaba el
optimización de la gestión en las diferentes Ejército antes de la implementación del nuevo
áreas del quehacer institucional, siendo cohe- diseño de las fuerzas.
rentes con la realidad del país.
Durante muchos años la Institución man-
Entre los imperativos que hoy enfrenta la tuvo casi sin modificaciones su despliegue de
función militar encontramos la necesidad de paz, situación que en su momento respondió a
resolver problemas de reducción de vida útil de las exigencias particulares que vivimos en dis-
una parte del material del Ejército. Asimismo, tintos períodos de nuestra historia. Ello permi-
la disminución de la capacidad operacional de tió encarar apropiadamente diferentes crisis,
ciertas Unidades y la necesidad de contar con especialmente en la década de los 70', cuando
Unidades completas, a fin de optimizar su esen dos oportunidades estuvimos próximos de
tado operacional y permitir que tanto Oficiales vernos comprometidos en un conflicto bélico.
como Suboficiales puedan cumplir normalmen- El tiempo ha pasado y dadas las circunstancias
8 M E M O R I A L DEL E J E R C I T O DE CHILE

actuales, donde destacan en los costos de man- nal que impone adecuar la forma cómo se en-
tención la necesidad de incorporar tecnología, frenta la función militar en la actualidad.
de brindar un mejor apoyo logístico y de bien-
estar, hizo evidente algunas dificultades y li- QUÉ BUSCA EL NUEVO DISEÑO
mitaciones. DE LAS FUERZAS
Estas derivaron en que nuestra organiza- Éste busca provocar un cambio estraté-
ción militar, año tras año, fuera reduciendo su gico integral en la Institución, concordante
eficiencia, ya que no era posible lograr los ob- con las exigencia futuras para la función mili-
jetivos en plenitud con adecuados modelos de tar, optimizando la gestión administrativa y
gestión y evaluación, haciéndose necesario in- logrando potenciar la acción y efectividad del
troducir una modificación integral a la estruc- Ejército.
tura de las fuerzas.
Específicamente lo que queremos lograr es:
Finalmente, el proceso también se funda-
menta en la consideración de las tendencias • Incrementar la capacidad de proyección
sociales actuales las que son parte de la rea- de las fuerzas.
lidad en que estamos inmersos, y por tanto no
podemos dejar de considerar. Éstas se caracte- • Aumentar su interoperatividad.
rizan por la crítica a la función defensa y el
surgimiento de una corriente contraria a lo • Reafirmar un modelo vocacional profesio-
militar. A ello se agrega la demanda de los ciu- nal.
dadanos por el cumplimiento oportuno y efi-
ciente de las misiones y tareas de los organis- • Acentuar la integración a la sociedad.
mos del Estado, y una inclinación hacia los
particularismos. • Consolidar aportes al espíritu republica-
no del país.
Estas tendencias imponen adecuarse a las
exigencias de la sociedad, sin perder lo esen- Las condiciones señaladas previamente son
cial de la profesión militar. Pero es un hecho las premisas básicas del nuevo diseño de las
que de no considerarlas la Institución militar, fuerzas. Ellas constituyen el eje central que orien-
en el tiempo, pierde el apoyo, el respeto y la ta el esfuerzo modernizador institucional, y que
adhesión que requiere de la sociedad a la que unen a éste las tradiciones y valores permanen-
sirve. tes del Ejército con los desafíos internacionales
actuales, cada vez más difíciles y complejos.
Hasta aquí y como ustedes han podido evi-
denciar, los fundamentos expuestos no obede- La capacidad de proyección de las fuer-
cen sólo a un afán de cambio. Existen hechos zas implica efectuar economía en el desplie-
concretos y una realidad nacional e internacio- gue territorial, en beneficio de completar Uni-
M E M O R I A L DEL EJERCITO DE CHILE 9


dades y de integrar distintas Armas y Servi- Por otra parte, buscamos alcanzar una ma-
cios bajo un mismo mando táctico. En este yor interoperatividad que permita desarrollar
sentido el objetivo es lograr mantener Unida- operaciones conjuntas con las demás institu-
des completas desde la paz. Simultáneamen- ciones de las Fuerzas Armadas, con capacidad
te, incrementar la capacidad de disuasión y para actuar en situaciones de emergencia y
de acción militar si es del caso, donde es vi- catástrofes naturales, tanto en el plano nacio-
tal desarrollar una fuerza de despliegue rápi- nal como internacional. Asimismo, que la fuer-
do que pueda, con parte de sus medios, parti- za pueda interactuar eficientemente, con me-
cipar en Operaciones de Paz, bajo el auspicio dios de otros países, integrando fuerzas multi-
de Naciones Unidas. nacionales. Todas las condiciones anteriores
permiten agregar a la fuerza el valor de la
En suma, buscamos obtener una estructura multifuncionalidad.
de fuerza más funcional, flexible y modular, con
capacidad de disuasión y cooperación. Deseo Asimismo, buscamos consolidar un modelo
dejar muy en claro, en todo caso, que lo cen- vocacional profesional consistente en un sis-
tral es reforzar y optimizar la capacidad de di- tema mixto, en cuanto a la composición de sus
suasión. integrantes, basado en personal de planta pro-

fesional y proveniente del servicio militar, fo- cautela La institucionalidad vigente con visión
mentando La especia lización en beneficio de la de largo plazo. Ello se hace evidente en el per-
multifuncionalidad. Al respecto, interesa que manente interés del Ejército por participar en
en cada Unidad, tanto el Oficial como el Sub- Las diversas instancias destinadas a Lograr con-
oficial puedan dedicarse plenamente a su pro- sensos en temas de importancia nacional y en
fesión militar, desarrollando sus actividades en La definición de una política de defensa como
un ambiente que le entregue todas las condi- política de Estado, moderna y acorde a nuestra
ciones necesarias para cumplir su ciclo natural realidad. Finalmente considera el colaborar a
en la Institución. Este nuevo diseño de las fuer- salvaguardar la identidad histórico-cultural de
zas sin duda crea este ambiente profesional. La nación, cautelando sus valores y tradiciones.
De igual modo, los cambios emprendidos Estamos convencidos que la adecuada inte-
crearán las condiciones para una mayor y me- gración de Las premisas enunciadas logrará con-
jor integración a la sociedad, cooperando en solidar una estructura de fuerzas que nos llevará
La generación del bien público defensa para toda al año 2010 a contar con un instrumento militar
la comunidad nacional, lo que permitirá valo- moderno, móvil, flexible y muy bien equipado y
rar el aporte de las instituciones armadas al preparado para actuar frente a cualquier tipo de
país, tanto en tiempo de paz como de guerra. contingencia que se presente. Ello, además, per-
Todo ello con una doctrina institucional que mitirá alcanzar altos niveles de eficiencia en
confirma La premisa de servicio a toda La co- concordancia con La realidad del escenario na-
munidad a la cual se debe, sin distinciones. cional e internacional. Es por eso, que la tras-
cendencia de este esfuerzo y su condición de
El aporte al espíritu republicano se fun- cambio estratégico integral va más allá de mo-
damenta en un equilibrio entre la tradición y dificaciones parciales o focalizadas en ciertas
el cambio, La que desde la perspectiva de La partes de La organización. Constituye, por tanto,
función militar, se entiende como aquella que una nueva visión de lo que debemos Llegar a ser,

ASPECTOS CONCRETOS QUE SE • Optimización en el uso de los recursos

VISUALIZAN A CORTO Y humanos y materiales.
MEDIANO PLAZO
• Incremento de la moral y la cohesión del
Con el conjunto de cambios que se están personal.
implementando esperamos en el corto y me-
diano plazo alcanzar ciertos resultados concre- • Valoración de la función defensa en el país.
tos, los que podemos resumir en los siguientes
aspectos: Con respecto a la doctrina institucional,
cabe señalar que todo proceso de moderniza-
• Reafirmación de la doctrina institucional. ción que busca desarrollar las capacidades de
la organización, y especialmente en una de tipo
• Mejoramiento de los aspectos operativos. militar, canaliza en ella su proyecto y visión,
razón por la cual ésta adquiere un rol central.
• Mantención de la presencia territorial.
También por ello, nuestro proceso de mo-
• Optimización de los aspectos de instruc- dernización considera un fuerte impulso a la
ción y entrenamiento. doctrina de empleo, desde la perspectiva de la

instrucción y el entrenamiento integrado de que la Institución reduce su presencia en

Unidades de diferentes Armas y Servicios, hecho determinadas ciudades o localidades del
que se ve fortalecido por la computación de Las país, pero hay que tener en cuenta que si-
Unidades en cuanto a su personal y al material. multáneamente se refuerza en otros secto-
res del territorio, más importantes desde la
En los aspectos operativos se espera alcan- perspectiva del desarrollo y de la segundad
zar significativos avances en áreas tales como: del país.
• Capacidad de proyección de las fuerzas Del mismo modo, y teniendo presente las
desde la perspectiva de su empleo, ya que actuales facilidades de integración de Los sec-
se encontrará centralizada en núcleos de tores más aislados del territorio nacional, se
acuerdo a su zona jurisdiccional. ha previsto mantener la presencia institucio-
nal en aquellas zonas que faculten el cumpli-
• Potenciamiento de la capacidad de Las miento de su rol disuasivo.
fuerzas, asegurando el cumplimiento de
Las misiones contenidas en
La planificación de guerra.
• La capacidad de transporte
estratégico, pues las fuer-
zas estarán centralizadas en
determinadas zonas facili-
tando el acceso, traslado y
su segundad.
• El incremento en el poder
de disuasión e interopera-
tividad de las fuerzas.
• Cumplimiento con los

compromisos internaciona-
les de acuerdo a la política
exterior del país.
• Mantención de centros de
reservistas de buen nivel,
reducidos pero eficientes.
En lo relacionado a la pre-
sencia territorial ésta no se
modifica en el nuevo diseño, ya

Por otra parte, con relación a la Instruc- crea un especial nivel de relaciones entre todo
rión y el entrenamiento, esperamos optimizar el personal, permitiendo el traspaso de expe-
estos aspectos desde la perspectiva de la inte- riencias de sus Comandantes, fomentando el
gración de las distintas Armas y Servicios. Asi- liderazgo de los Oficiales y Clases más jóvenes,
mismo, facilitar la implementación de centros entregándoles a su vez mayores posibilidades
de instrucción y entrenamiento tácticos y téc- de proyección profesional y consolidación de
nicos con características acordes al escenario sus vocaciones.
ya las fuerzas en presencia.
Con este nuevo diseño de las fuerzas se es-
Un factor trascendente en todo proceso de pera un mejoramiento sustantivo de las condi-
modernización está relacionado con la ciones de vida y laborales del personal y su
optimización de los recursos, siendo una bue- grupo familiar, al centralizarse las instalacio-
na solución para mejorar el empleo de éstos, el
nes de apoyo y atención a éstos.
centralizar en diferentes núcleos el esfuerzo
que el Ejército realiza en las áreas de:
En definitiva, la evaluación de sa realidad
institucional anteriormente planteada definió el
• Apoyo administrativo.
imperativo de consolidar un nuevo diseño de las
fuerzas tomando como referencia la necesidad
• Apoyo logístico.
de incrementar su eficiencia, privilegiando ini-
cialmente la fusión de Unidades Tácticas en aque-
• Centralización y mejoramiento de insta-
llas zonas o guarniciones que demandan meno-
laciones de todo tipo.
res costos para materializar su integración, ya
que presentan mejores condiciones derivadas de
• Instrucción, entrenamiento y docencia.
su proximidad o la calidad de sus instalaciones.
• Reducción de gastos en servicios.
Asimismo, se consideró el cierre de regimien-
• Rotación del personal tos con cuarteles que no poseían buenas condi-
ciones de infraestructura o cuya reparación no
Con relación a la moral del personal, este era rentable. Por otra parte, se consideró el cie-
es un factor fundamental que permite generar rre de otros que no contaban con material ade-
el ambiente y predisposición para un desem- cuado a sus misiones operativas.
peño profesional como el que queremos. Se
estima que la motivación de los Oficiales y del Teniendo presente todos los aspectos deta-
Cuadro Permanente mejorará en la medida que llados se definió una nueva estructura de las
vayan integrándose a Unidades más comple- fuerzas las que consideran la creación de regi-
tas, con mayores recursos y posibilidades de mientos reforzados tipo brigada, o destacamen-
instrucción y entrenamiento integrado. to, y la mantención de otros tradicionales tipo
batallón, junto a la modificación de dependen-
A La vez, el que Unidades de diferentes Ar- cia de algunos organismos, altas reparticiones
mas y Servicios actúen juntas permanentemente o instalaciones de la estructura del Ejército.

PALABRAS FINALES do que cada uno de los órganos del Ejército

cumpla con lo que Les es propio, y que el
Creemos que todas estas modificaciones conjunto de nuestro esfuerzo alcance los
tendrán un impacto relevante en diversas áreas objetivos trazados.
del quehacer institucional y de su entorno.
No obstante, se han adoptado las previsiones En suma, el proceso de modernización ex-
que permitirán enfrentar estos efectos, tales puesto nos permite enfrentar el devenir insti-
como redefinir la proyección de la carrera del tucional con una visión realista y acorde a las
Oficial de Estado Mayor e Ingeniero Militar circunstancias de un mundo dinámico y
Politécnico, así como también los sistemas de globalizado, posibilitándonos cumplir nuestro
evaluación y desempeño en La calificación del rol institucional con altos estándares de efi-
personal de la Institución. ciencia.
Por otra parte, este nuevo diseño de las Antes de terminar, deseo insistir en que
fuerzas constituye una solución prospectiva a éste no es un proceso más, sino que es una
las restricciones de financiamiento que per- solución integral de modernización cuyos efec-
manentemente está sufriendo la Institución. tos los podremos constatar en forma inmedia-
ta.
Debemos estar conscientes que es nece-
sario asumir este proceso como un imperativo Finalmente, para el Comandante en Jefe
institucional que proyectará al Ejército en la del Ejército que les habla ha constituido un
forma de una organización actualizada, inser- privilegio, y por cierto un alto honor, encabe-
ta en el proceso de modernización del Estado, zar este cambio estructural de modernización,
capaz de cumplir adecuadamente sus misio- el que pertenece a toda la Institución, y es-
nes constitucionales y Legales. pecialmente a aquellos más jóvenes, en quie-
nes descansará el futuro del Ejército en pocos
Por eso resulta casi innecesario decir que años más.
todos Los que aquí estamos somos parte im-
portante en lo obrado. Como Institución con- A sumarse a este esperanzador proyecto
formamos un cuerpo, que día a día se invito a todos mis camaradas de armas, con la
cohesiona con el valor, La lealtad y el temple certeza de que en la mancomunión de esfuer-
de quienes lo integran, y ello se muestra jus- zos y voluntades se estará cimentando la gran-
tamente frente a los grandes desafíos. Todos deza y porvenir de esta gloriosa Institución y
ustedes con el cumplimiento de su deber dia- por ende de la Patria.
rio, con su entrega profesional y con la con-
fianza en sus mandos, también han permiti- Muchas gracias.

LA MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO. (2006). Autor: GDD Javier Urbina Paredes
LA MODERNIZACIÓN Y
TRANSFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO
JAVIER URBINA PAREDES1
General de División
Resumen: El artículo ahonda acerca de los procesos de cambio que se desa-

rrollan al interior de los ejércitos. En este sentido, el autor se interna en la
modernización y transformación que se lleva a cabo en el Ejército de Chile y
precisa los diversos alcances entre ambos conceptos. A su vez, hace un repaso
histórico de lo que han sido estos procesos a lo largo de la historia institucional,
desde la época de la influencia francesa hasta nuestros días.
Palabras clave: Transformación, modernización, prusianización, cambio,
doctrina.
Abstract: This article investigates the change processes that develop within
armies. The author goes into the modernization and transformation taking
place in the Chilean Army and describes the differing scopes of both concepts.
He also reviews what these processes have been throughout the institution’s
history from the time of French influence to the present day.
Key words: Transformation, modernization, prussianization, change, doctrine.
Es muy frecuente en los procesos de cambio que desarrollan los ejércitos, se empleen térmi-
nos como “modernización” o “transformación”, sin apreciar que éstos ya tienen un significado
conceptual que facilita la comprensión de dichos procesos. El presente artículo pretende entregar
los elementos indispensables para comprender estos cambios que son dinámicos y que tienen su
complejidad, pero que no son exclusivos de los oficiales de Estado Mayor e Ingenieros Militares
que los trabajan, si no que pueden ser del alcance de cualquiera que desee conocer de manera
más precisa, su ejército.
UN PRIMER ANTECEDENTE: “LA PRUSIANIZACIÓN” DEL EJÉRCITO

DE CHILE
El Ejército, a lo largo de su historia, ha enfrentado diferentes procesos de cambio de acuerdo
a los imperativos de su misión, y a las circunstancias de cada época. Quizás, una de las más vi-
1 Oficial del Arma de Infantería, Especialista de Estado Mayor, Profesor de Academia en Historia Militar, Profesor de Academia en Logística,
Profesor Militar de Topografía, Magíster en Ciencias Políticas en la Pontificia Universidad Católica de Chile, curso Superior de Defensa
Continental. Actualmente se desempeña como asesor en el CESIM.

JAVIER URBINA PAREDES
sibles correspondió a lo que se denominó la “prusianización del Ejército”. En efecto, se trató de

un proceso radical en que después de los triunfos de la Guerra del Pacífico, se buscó consolidar y
asegurar un potencial bélico ya logrado, pero que difícilmente se podría mantener con las tácticas
y técnicas empleadas bajo la influencia de la doctrina francesa. Años antes, en la guerra franco-
prusiana, los prusianos demostraron en Europa su superioridad, generándose un nuevo referente
con el consiguiente prestigio militar.
En 1896 llega a Chile el entonces Capitán del Ejército alemán don Emilio Körner Henze quien,
con el grado de Teniente Coronel, da comienzo a un proceso de transformación del Ejército chile-
no, considerando el modelo del Ejército germano. Al poco tiempo llegan otros oficiales alemanes
contratados por la Institución y junto a oficiales chilenos fueron comandados a estudiar y efectuar
períodos prácticos en unidades del Ejército alemán, conformando lo que hoy llamaríamos una
“masa crítica”; ésta fue capaz de imponerse en los procesos de transformación llevados a cabo, a
pesar de la resistencia inicial de sectores de oficiales más conservadores, pero de gran prestigio
profesional, por su desempeño en la Guerra del Pacífico y en las campañas de la Revolución de
1891, donde Körner tomó partido por el bando triunfante.
El cambio producido por este proceso se centró en la formación de los cuadros de oficiales
y en la formación técnica de lo cuadros de suboficiales y clases del Ejército. Junto con ello, la
adquisición de nuevo material de guerra, que para la época constituía un adelanto notable de
tecnología a nivel nacional, implicó que la táctica (doctrina operacional) fuera adecuada a esas
nuevas unidades recientemente organizadas.
Este proceso no estuvo exento de críticas, pero finalmente se impuso de manera irremediable a
pesar de algunos detractores que con el correr del tiempo fueron paulatinamente desapareciendo.
Ello, en la medida que el Ejército chileno se prestigiaba tanto nacional como internacionalmente,
incluso, diversos países americanos pidieron, esta vez, misiones militares chilenas para llevar
adelante sus procesos de mejoramiento o modernización.
UN SEGUNDO ANTECEDENTE: “LA INFLUENCIA NORTEAMERICANA”

Y OTROS PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN
Después del término de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército de Chile, al igual que la
gran mayoría de los ejércitos en el mundo sacaron experiencias y lecciones de las operaciones
militares en todos los niveles de la conducción, para ser luego contrastadas con la realidad
nacional. Aquí se pudo concluir que el Ejército se encontraba más preparado para enfrentar
un conflicto tipo Primera Guerra Mundial, que lo que la Segunda Guerra demostró. El equipa-
miento era un factor clave, los viejos fusiles Mauser cal. 7mm., los cañones Krupp de 75mm,
la carencia de vehículos motorizados mostraban una realidad y una doctrina operacional que
debía ser puesta al día.

LA MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO
A lo anterior se debe agregar que la situación internacional y los nuevos conflictos a la vista,
que obligaron a EE.UU. a firmar una serie de pactos y alianzas regionales como lo fueron el TIAR y
el convenio de ayuda militar entre EE.UU. y Chile de abril de 1952, que trajeron una nueva forma
de guerra, esta vez irregular y de alto contenido político. El nuevo adversario en este escenario
de Guerra Fría fue la URSS y su influencia en movimientos políticos subversivos y el empleo de la
guerrilla, como su táctica más habitual en el continente americano. No obstante lo anterior, ni
EE.UU., como tampoco los países con problemas limítrofes pendientes abandonaron las doctrinas
propias de la guerra convencional.
Esto explica el nuevo equipamiento de las FF.AA. chilenas de las décadas del cincuenta y sesenta,
de acuerdo, entre otras cosas, con programas de adquisiciones y facilidades de EE.UU.
Este equipamiento militar trajo una modificación en la doctrina operacional, la que después
paulatinamente se va implementando con material adquirido en programas de adquisiciones
propios. De esta época se puede mencionar la llegada del nuevo fusil automático SIG (suizo) y
la motorización de unidades con material Land Rover, que se sumaron al material norteamericano
como el obús de artillería de 105mm; cañones sin retroceso de 120mm, entre otros. Destacable
de mencionar son las nuevas orgánicas de unidades, a nivel Batallón y Grupo, que conformaban
las “Agrupaciones de Combate” ligadas a las líneas de operaciones, asimismo, una nueva doctrina
operacional y creación de nuevas modalidades de combate, como lo fueron las unidades espe-
ciales, el combate nocturno, el desarrollo de unidades de montaña y también nuevos sistemas
de instrucción militar.
Si reunimos los principales elementos de este proceso, podremos observar que se encuentran
justamente aquellos que hoy constituyen el “paradigma” de la transformación del Ejército, cuales
son: la doctrina, las orgánicas y el equipamiento o nuevas tecnologías.
MODERNIZACIÓN - TRANSFORMACIÓN
Como se entiende la modernización
La modernización en un ejército, convengamos que es un proceso permanente de mejoramiento

integral, podrá estar dirigido, encauzado o planificado para alcanzar ciertas metas o niveles de
eficiencia, pero se destaca su carácter de permanente. La modernización, así entendida, va con los
tiempos, es decir con los adelantos, ahora ya no de la época, sino del momento que se vive.
La modernización, a estas alturas, es inevitable y las organizaciones y en especial un ejército,

deben darle cauce para que tenga un efecto deseado en la propia estructura, sino sus efectos se
pueden diluir y el nivel de gasto aumentar sin límites, por cuanto los adelantos van a una velocidad
y magnitud inconmensurables de la misma manera que las necesidades son crecientes, por ello que

un plan modernizador es necesario, ya que más que crear o idear un determinado mejoramiento,
provee de un ordenamiento a base de programas, proyectos y presupuestos, de acuerdo con los
fines de la organización, en este caso, un ejército.
Ejemplo de lo inevitable de los procesos modernizadores, lo constituye el avance en la

computación, donde es posible que las necesidades iniciales requieran de un equipamiento
tecnológico ya superado por las disponibilidades del mercado y por consiguiente imposible de
no adquirir el nuevo producto de mayor tecnología, toda vez que las versiones anteriores ya
no existen.
El Ejército de Chile, a comienzos de la década del noventa, inicia lo que se llamó el proceso de
modernización, el que se inaugura con una planificación inicial que daba orientaciones generales
para determinados aspectos a modernizar. Pero no es hasta comienzo de 1998, que no se dispone el
primer esfuerzo serio y práctico, con la modernización del sistema educativo del Ejército. Esta vez
no se trata de un mejoramiento tecnológico, si no que de gestión en la educación, que enseguida
debía poner los medios materiales para servir a esos fines y por consiguiente, producir un mejo-
ramiento en toda el área educativa. También en esa época, se produce otro tipo de mejoramiento
estructural y corresponde a la racionalización de unidades del ejército.
La nueva estructura de las fuerzas, terminada en su mayor parte a fines del 2001, consistió
en lo básico, en contar con unidades completas, esto es más que nada a nivel de unidades de
combate y fundamentales independientes, que estuviesen lo más completas posible en personal,
equipamiento y en infraestructura. De esa forma, se produce automáticamente un mejoramiento
en los procesos de instrucción, entrenamiento, mantenimiento, administración y funcionamiento
general de las unidades y de la gestión superior del Ejército.
Posteriormente, en 2002, se inicia otro proceso de mayor vuelo que prácticamente deja a la
institución a las puertas de la transformación, esto es, la organización de las unidades operativas
como “sistemas operativos”, capaces de cumplir su misión especialmente en el campo de la di-
suasión (campo de batalla). Los sistemas operativos se conforman con los medios adecuados de
maniobra, apoyo, inteligencia y mando y control. Esta concepción resultaría vital para ordenar los
esfuerzos modernizadores, de acuerdo a la necesidad de completar los sistemas operativos, con
una idea clara de lo que el Ejército requiere y es posibles de lograr.
Como se entiende la transformación
El proceso de transformación de un ejército, a diferencia de la modernización, que es perma-

nente, es un proceso que ocurre cada cierto tiempo en un ejército y básicamente sucede cuando
existe un cambio de doctrina operacional, es decir, una nueva forma de emplear la fuerza en el
campo de batalla.

Los procesos de transformación en los ejércitos son por consiguiente globales, afectan a todo
el ejército, constituye un verdadero “paradigma”, esto es, una manera diferente de ver y explicar
el ejército. El paradigma contiene en forma coherente al ejército e interrelaciona la organización
con todas sus unidades, sus sistemas de armas, su forma de empleo (Doctrina) y los escenarios
donde estas unidades concebidas como “la fuerza” se podrán emplear.
LA TRANSFORMACIÓN DE LOS EJÉRCITOS

La nueva situación mundial y los procesos en otros ejércitos
En la actualidad es posible observar que los procesos de transformación se han sucedido con
mucha frecuencia en diferentes países, especialmente en los correspondientes a los más desarrollados.
Esto no es una moda de los tiempos o producto exclusivo de cambios tecnológicos evidentes, que
se pueden observar en todos lo campos del quehacer humano, sino que obedece principalmente a
una realidad de origen político y que tiene que ver con la situación mundial que se deriva después
del colapso de URSS y el consecuente término de la Guerra Fría.
Los ejércitos que se encontraban orientados al enfrentamiento entre bloques en guerra del
tipo convencional, guerrillas o nuclear, dieron paso a completas transformaciones, que los pusie-
ron en orden para enfrentar amenazas a la seguridad, paz o nuevos conflictos propios de una era

globalizada. Expresado de otra forma, se produjo un cambio fundamental, otro tipo de empleo
de la fuerza, donde es necesario otro tipo de unidades y otras tecnologías, adecuadas para esas
unidades con ese nuevo tipo de empleo.
La transformación en el Ejército de Chile
La transformación en el Ejército de Chile comienza una vez que producto de los procesos
modernizadores, ocurre lo que se podría llamar una verdadera racionalización y que consistió pri-
meramente en el disponer de unidades completas y la integración de éstas a su vez en los sistemas
operativos. Junto con lo anterior, se define el desarrollo tecnológico del Ejército, de acuerdo con los
parámetros modernizadores, pero que ya requerían del establecimiento de una doctrina operacional
clara para orientar dicho desarrollo tecnológico al empleo de la fuerza.
La transformación, entonces, ocurre cuando se conoce el nuevo paradigma, o al menos se tiene

claro que se debe alcanzar un paradigma determinado, que consiste en poner en orden sistémico
los elementos transformadores del ejército.
Para desarrollar este proceso, se debe conocer con precisión el punto de partida, cual es el
campo de batalla en el que se emplearán las fuerzas. Esta concepción del campo de batalla (aéreo
terrestre) constituye un referente esencial para determinar la doctrina operacional, pero no se debe
perder de vista que es esta última la que importa, la definición del campo de batalla es instrumental
para determinar la doctrina. El campo de batalla, así definido, es una realidad virtual y que se
orienta especialmente al empleo de las fuerzas en combate, por consiguiente, muestra todas las
posibilidades de empleo táctico de las diferentes unidades de las armas en el combate.
Planteadas las cosas de esa manera, cabría preguntarse por otros empleos de la fuerza en ac-
ciones que no son de combate y que los ejércitos deben considerar, esto es por ejemplo, misiones
de paz o de cooperación al desarrollo, etc. Esas otras misiones deben ser también consideradas,
pero en un segundo momento, por cuanto todo ejército debe resolver primero tener la capacidad
de empleo coercitivo de la fuerza y enseguida con las capacidades residuales hacer lo demás, aquí
se aplica aquello de “quien puede lo más puede lo menos”.
Considerando, entonces, que ya se cuenta con una doctrina concebida para el empleo de la
fuerza, surgen los otros componentes del proceso, que son la tecnología y la orgánica de las
unidades.
La tecnología consiste en el tipo de material y equipo que deben contar las unidades para ser
empleadas conforme a la doctrina. Aquí puede ser que al momento de producirse un cambio tecno-
lógico relevante en algún sistema de armas, que modifique la forma de empleo de una determinada
unidad, ésta debe necesariamente producir un cambio de doctrina operacional para esa unidad.

De allí, entonces, que es tan importante considerar las adquisiciones de sistemas de armas, que
puedan integrarse tecnológicamente entre ellos y producir un cambio global de la doctrina.
La organización de las unidades, es evidente entonces que se debe encontrar de acuerdo con
la doctrina y las posibilidades que nos otorga la tecnología, las tablas de organización y equipo
son la expresión concreta de la transformación que responde al nuevo paradigma de: campo de
batalla, tecnología y organización de las fuerzas.
Para darle un valor comprensivo a esta parte, podemos considerar como ejemplo lo sucedido
en otros ejércitos donde se ejecutaron procesos similares. Es el caso de los ejércitos europeos
que respondiendo a los cambios políticos, que hicieron desvanecer las amenazas propias del en-
frentamiento Este - Oeste, debieron orientarse al empleo en misiones propias de la cooperación
internacional, en misiones de paz.
El cambio del campo de batalla por uno diferente, resulta evidente, la doctrina, entonces,
cambia y la tecnología corresponde a nuevas capacidades de otro tipo de unidades, que se pueden
emplear en escenarios mundiales, donde se desarrollen conflictos que es necesario intervenir para
imponer o mantener la paz. Consecuentemente, la organización se cambió por unidades mas livianas
e integrando preferentemente fuerzas de proyección internacional. Todo ello se logra, entonces,
mediante procesos de transformación de los ejércitos orientándolos al nuevo paradigma.
Retroalimentación - Lecciones aprendidas
El empleo de las unidades en el campo de batalla, o expresado de otra forma, la doctrina,

es fundamental. El uso efectivo de la fuerza de acuerdo con la nueva modalidad doctrinaria es
justamente lo que orienta todos los cambios consiguientes en el Ejército. El esfuerzo institucional
comienza a ser dirigido a ello, de allí entonces que es necesario contar con procesos sistemáticos
de evaluación del empleo de la fuerza.
Esta evaluación debe lograrse, especialmente, del entrenamiento y empleo efectivo de unidades
y de allí obtener sistemáticamente, mediante una revisión después de la acción, lecciones apren-
didas que retroalimenten los aspectos doctrinarios, el uso de tecnologías y, además, lo referido a
la organización y equipamiento de unidades.
EL producto: capacidad operacional
Finalmente y lo más importante, ¿qué se obtiene con todo esto? Concretamente una determinada
capacidad operacional, una capacidad de empleo efectivo de la fuerza con determinado nivel de
eficiencia. Si al incorporar tecnología no obtenemos una mayor capacidad operacional, quiere decir
que esa tecnología no es necesaria. Si la doctrina o forma de empleo en combate de unidades no

responde a las amenazas posibles definidas en el campo de batalla, hay que revisar su orgánica
o su equipamiento, pero la doctrina establecida, debe proporcionar una capacidad operacional
determinada, que en definitiva corresponde, elevada al más alto nivel, a lo que puede un ejército
enfrentar disponiendo de los múltiples medios de sus diferentes unidades.
Modernización y transformación
Estos procesos, además, producen efectos en la Institución que son necesarios considerar,
como lo son la estructura orgánica superior funcional, nuevos procesos de gestión a todo nivel,
digitalización del Ejército y el cambio cultural asociado a estos pasos.
Como conclusión podemos expresar que son dos procesos diferentes, conceptualmente no
significan lo mismo, pero en la actualidad han sido complementarios y apuntan al progreso pla-
nificado del Ejército.
Para mantener la capacidad operacional, es posible llevar a cabo el proceso permanente

de modernización, para obtener un cambio radical o sustancial en la capacidad operacional,
es preciso llevar a cabo un proceso de transformación completo.

EL FINANCIAMIENTO DE LA FUERZAS ARMADAS: HISTORIA Y FUTURO. (2011). Autor: MAY. Fernando Lacalle Delgadillo
EL FINANCIAMIENTO DE LAS FUERZAS

ARMADAS: HISTORIA Y FUTURO
FERNANDO LACALLE DELGADILLO1
Mayor
Resumen: El presente artículo se sitúa en el análisis que actualmente afecta al

financiamiento de la Fuerzas Armadas. Se revisa la historia del proceso a objeto
de dar a conocer como se llegó a una estructura basada principalmente en dos
fuentes de recursos diferenciados y con propósitos específicos, como son el Pre-
supuesto de la Nación y la Ley Reservada del Cobre, que rige hoy en nuestro país.
Palabras Claves: Financiamiento, presupuesto plurianual, ley del cobre, estra-
tegia nacional de seguridad y defensa, capacidades estratégicas de la defensa,
gastos de operación y sostenimiento.
Abstract: The present article is based on an analysis of the current situation

of the financing of the Armed Forces. It revises the history of the process in
order to understand the present structure based on two differing sources of
funding with specific purposes: the Budget of the Nation and the Reserved
Copper Law, which are now in effect in our country.
Key words: Finance, multi-year budget, Copper Law, national security and
defence strategy, strategic defence capabilities, operating and maintenance
costs.
INTRODUCCIÓN
Durante el último tiempo se ha reabierto el debate acerca de cual debe ser la estructura y el
mecanismo de financiamiento de las Fuerzas Armadas en Chile, que permitan afrontar los desafíos
actuales y futuros, con la flexibilidad y eficiencia que requiere la administración moderna del Estado.
Para empezar, ¿cómo se financian las Fuerzas Armadas? La repuesta es; desde varias fuentes.
Ello es así porque los recursos provenientes de distintas leyes que permiten a las instituciones
de la defensa funcionar, se canalizan principalmente en dos: el aporte fiscal dispuesto en la ley
de presupuestos anual y la Ley Nº 13.196, más conocida como, "Ley reservada del cobre"; ambas
1 Oficial del Servicio de Intendencia, Ingeniero Politécnico Militar mención Administración de Recursos de Defensa y Profesor de Academia
en la asignatura de Política y Estrategia de Negocios, MBA Universidad de Lleida, España, Magíster en Gestión Estratégica de Negocios
IEDE. Posee la especialidad de Inteligencia. Actualmente se desempeña en la Academia Politécnica Militar.

FERNANDO LACALLE DELGADILLO
fuentes constituyen entre el 80% y el 90% del total de los ingresos para las operaciones y el
funcionamiento de las actividades principales de las Fuerzas Armadas, la diferencia proviene de
ingresos de operación, principalmente de venta de bienes y servicios al personal militar y a la
comunidad, y de un Fondo rotativo de abastecimiento (FORA).
Estos dos principales componentes del financiamiento de las instituciones de la defensa

difieren diametralmente el uno del otro, ya que, mientras el presupuesto anual obedece a una
proposición del Poder Ejecutivo, el que posteriormente es discutido en el Congreso Nacional; la
Ley del Cobre asigna recursos directamente al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, aun cuando
su ejecución debe ser autorizada por el Ministerio de Defensa Nacional, otorgando así una auto-
nomía al sector, además de brindarle capacidad de planificación de adquisiciones a largo plazo;
sin embargo este último mecanismo deja fuera de la discusión a la sociedad, ya que no requiere
la aprobación del Congreso.
Otro elemento que debemos diferenciar al hablar de financiamiento de las Fuerzas Armadas
es en qué consiste y a qué corresponde el funcionamiento normal de las instituciones, en qué
consiste y a qué corresponden los gastos de operación y soporte de las distintas ramas y final-
mente en qué consiste y a qué corresponden las iniciativas de adquisiciones de material bélico.
Hoy, estos elementos se entraman en una dinámica que lleva a distorsiones en sus procesos.
A modo de ejemplo podríamos citar el caso de un proyecto de adquisición de potencial bélico que
es financiado con recursos de la Ley del Cobre. En este caso la adquisición de los bienes principa-
les, los repuestos y soporte asociado no tiene inconvenientes para cumplir con los requisitos que
exige la normativa vigente, pero la capacitación del recurso humano no puede ser considerada ya
que ella no corresponde a pertrechos militares. Esta situación genera un problema ya que estas
actividades de capacitación deben ser consideradas con recursos para su ejecución en la Ley de
Presupuestos, que obedece a procedimientos y tiempos distintos en la concepción y utilización de
dichos recursos; esta situación de desajuste es solo una muestra de las innumerables dificultades
que se presentan en materias de adquisiciones.
Por último, cualquier sistema de financiamiento para las Fuerzas Armadas debe asegurar que
los proyectos de adquisiciones de capacidades militares tengan integrados los costos asociados
a la operación, soporte y mantenimiento durante todo el ciclo de vida, de lo contrario, lo que se
obtiene es un degradamiento paulatino en la capacidad que se adquirió.
EL SISTEMA PRESUPUESTARIO
El proceso de generación del presupuesto del sector público chileno tienen su origen en dos
cuerpos legales: la Constitución Política de 1980 y la Ley de Administración Financiera del Estado,
que corresponde al Decreto Ley Nº 1.263 de 1975.

El FINANCIAMIENTO DE LAS FUERZAS ARMADAS: HISTORIA Y FUTURO
La Constitución determina dos requisitos principales para asignar y entregar recursos a los
organismos del Estado a través de los presupuestos anuales. El primero de ellos establece que
es facultad exclusiva del Presidente de la República elaborar y presentar al Congreso aquellos
proyectos de ley que afecten a las finanzas públicas y, por otra, especifica que existirá una ley
orgánica para definir como debe ser la administración del Estado, llamada Ley Orgánica Consti-
tucional de Bases Generales de la Administración del Estado, que norma y regula la forma en que
se administra el aparato público.
La Constitución especifica que el Congreso no podrá modificar la estimación de ingresos que realice
el Ejecutivo y solamente estará habilitado para reducir gastos, en tanto ellos no estén predetermi-
nados en leyes de carácter permanente, como es el caso de las leyes orgánicas constitucionales.
Es en este marco donde aparece el presupuesto fiscal, que es un instrumento de planificación

financiera a corto plazo y que consiste en una estimación de ingresos y gastos anuales. El sistema
presupuestario chileno está basado en un ciclo de cuatro procesos que son: 1) la formulación
presupuestaria, 2) la aprobación y discusión, 3) la ejecución presupuestaria y 4) la evaluación
presupuestaria (ver figura Nº 1). La fortaleza de este modelo reside en el dinamismo y flexibilidad
de la asignación presupuestaria, pues se adecúa a las necesidades de los organismos del Estado y
cuenta con la participación de todos los sectores de la institucionalidad chilena. En contrapartida,
la principal debilidad es que no permite una planificación de largo plazo, ya que cada presupuesto
fiscal prescinde del concepto de continuidad de las actividades y en cada ciclo queda sujeto a la
determinación de necesidades nuevas en un escenario cambiante, pues es el Ministerio de Hacienda
el que fija el marco presupuestario para el año en siguiente, según los objetivos del gobierno en
ejercicio. Asímismo cada año corresponde que el Congreso Nacional discuta las asignaciones, lo
que vuelve aún más dependiente las necesidades de las fuerzas de las contingencias anuales de
la sociedad democrática.
Discusión
Aprobación
Formulación Ejecución
Evaluación
Figura Nº 1 "Ciclo Presupuestario" Fuente: Elaboración Propia.

En definitiva, el ciclo presupuestario tiene una duración anual, con término en el mes de
diciembre de cada año, con la característica que algunos de sus procesos fluyen en forma para-
lela, ya que mientras se realiza el proceso de formulación presupuestaria (ver figura Nº 2), que
comienza con los requerimientos de recursos para realizar las actividades que tienen todos y cada
uno de los organismos del sector público, y termina con la promulgación de la ley de presupuestos
anual para el año siguiente; se está realizando la ejecución presupuestaria de lo formulado el
año anterior. Simultáneamente, los organismos encargados del control y la evaluación, como el
Ministerio de Hacienda y la Contraloría General de la República, están haciendo lo propio con el
proceso de ejecución mediante informes mensuales que se emiten desde las distintas reparticiones
para su revisión.
Inicio de la formulación del presupuesto del año siguiente:

1 abril - 15 mayo
Evaluación del ejercicio anterior.
Mediados de mayo a 1ª Presupuesto exploratorio y programa financiero a tres años

semana de junio (trabajo interno de Dipres).
DIPRES informa marco presupuestario a las reparticiones públicas

1ª semana de julio
e instrucciones para formulación del presupuesto.
30 de julio Ministerios envían a Dipres su proyecto de presupuesto.
Análisis de Dipres del proyecto de presupuesto junto a comisiones

Agosto
técnicas e informes de reparticiones.
15 septiembre Proyecto de presupuesto concluido por Dipres.
30 septiembre Envío del proyecto de Ley de Presupuesto al Congreso.
30 noviembre Aprobación de la Ley de Presupuesto por el Congreso.
1 diciembre Aprobación de la Ley de Presupuesto por el Presidente de la

República.
Figura Nº 2 "Ciclo Presupuestario".

Fuente: Guillermo Patillo, paper "Asignación de Recursos a las Fuerzas Armadas en Chile".

En el modelo que se utiliza en la Ley de Presupuesto Anual, se incorporan todos los organismos
del sector público, en partidas que identifican los diferentes sectores, incluido defensa el que se
encuentra identificado en la partida Nº 11 "Ministerio de Defensa Nacional" (tabla Nº1).
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL (Partida 11)
Ejército de Chile
Organismos de Salud
Organismos de Industria Militar
Armada de Chile
Dirección General del Territorio Marítimo
Dirección de Sanidad
Fuerza Aérea de Chile
Organismos de Salud de la FACH
Carabineros de Chile
Subsecretaría de Carabineros
Hospital de Carabineros
Policía de Investigaciones de Chile
Subsecretaría de Investigaciones
Dirección General de Movilización Nacional
Instituto Geográfico Militar
Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile
Dirección General de Aeronáutica Civil
Servicio Aerofotogramétrico de la FACH
Subsecretaría para las Fuerzas Armadas
Subsecretaría de Defensa
Estado Mayor Conjunto
Tabla Nº 1 "Distribución Partida 11 Ministerio de Defensa Nacional".

Fuente Ley de Presupuestos año 2011.
Cada uno de los capítulos de la partida Ministerio de Defensa Nacional es un presupuesto en

sí mismo que debe cumplir con todos los trámites para su formulación, aprobación y posterior
ejecución y evaluación. Es así como a modo de ejemplo, el Ejército de Chile como institución
genera y administra todo el proceso de los siguientes capítulos:
• Ejército de Chile, en el que se encuentran la totalidad de los recursos para gastos en

personal y funcionamiento general de la institución.

• Organismos de Salud en el que se encuentra el presupuesto de ingresos y gastos de los

organismos de salud del Ejército de Chile como el Hospital Militar de Santiago, Hospital
Militar del Norte, centros clínicos militares, etc.
• Organismos de la Industria Militar el que contempla el presupuesto de ingresos y gastos

de organismos como el Comando de Industria Militar e Ingeniería (CIMI), el Instituto de
Investigaciones y Control (IDIC), etc.
Por lo tanto, podemos observar que el sistema presupuestario puede asignar más de un pre-
supuesto a una institución u organismo, lo que va a depender de las misiones o propósitos que
esta tenga.
El sistema presupuestario es la forma en que todos los Estados asignan los recursos financieros
y la defensa, por tratarse de un bien puro,2 debe ser financiada por este u otro método.
LOS RECURSOS DE LA LEY RESERVADA DEL COBRE

La Ley Reservada del Cobre dispone la forma en la que se generan los recursos de carácter
reservado y que son empleados por la Defensa Nacional para la adquisición de capacidades mili-
tares; esto es, el 10% de las ventas de la Corporación Nacional del Cobre (CODELCO), tanto de su
producto principal como los subproductos al extranjero, separados en tres tercios iguales. Consi-
derando también esta ley, las etapas a seguir para que sean empleados por las Fuerzas Armadas.
Entre otras cosas, regula el trámite administrativo para la utilización de dichos recursos,
señalando los organismos responsables de formular, autorizar y fiscalizar el correcto empleo de
los recursos. Asimismo, se especifica que los elementos adquiridos tanto en Chile como en el
extranjero deben ser pertrechos3 de guerra.
Esta ley tiene su origen en la Ley Nº 6.152 de 1938, que reguló y estableció normas sobre
arrendamiento de terrenos fiscales en Magallanes, específicamente en lo referente a la destinación
de los fondos provenientes de dichos arriendos para la adquisición de material de guerra.
Posteriormente, la Ley Nº 6.159 también de 1938, facultó al Presidente de la República para

contratar las adquisiciones de elementos para la Defensa Nacional y la Ley Nº 6.160 le fijó un
techo de 10 millones de dólares de la época en el mismo año.
2 Una definición que corresponde al sentido generalmente aceptado de bien público o bien público puro (James M. Buchanan]) es: un
bien que está disponible a todos y del cual el uso por una persona no substrae del uso por otros
3 Según www.definicion.org corresponde a: "m. pl. Municiones, armas, máquinas, etc., utilizadas para fortificación y defensa. Instrumentos
necesarios para cualquier operación".

En 1942 se dicta la Ley Nº 7.144, que crea el Consejo Superior de la Defensa Nacional (CON-
SUDENA), asignándole como misión el administrar, vigilar y controlar la inversión de los recursos
entregados por la leyes Nº 6.159 y Nº 6.160 referidas al financiamiento para la adquisición de
material destinado a la Defensa Nacional. De esta forma se entregó a este consejo la responsabi-
lidad de la asignación y determinación del empleo de los recursos para la adquisición de material
bélico, excluyendo de esta actividad al Congreso Nacional.
La Ley Nº 13.196 Reservada del cobre, fue promulgada en 1958 debido a que diversas dispo-
siciones de la Ley Nº 7.144, conocida como "ley de los cruceros",4 se volvieron impracticables
y dejaron de ser una herramienta eficaz para pagar las inversiones destinadas a incrementar el
potencial bélico de las Fuerzas Armadas.
En consecuencia ella establece que los ingresos que se generan tienen por objeto "que
el Consejo Superior de la Defensa Nacional cumpla con las finalidades de la Ley Nº 7.144".
Recordemos que la Ley Nº 7.144 es la que creó el Consejo Superior de la Defensa Nacional
(CONSUDENA), el que tenía entre sus funciones la de "Proponer las inversiones de los fondos
extraordinarios destinados por esta ley u otras posteriores para la Defensa Nacional. Los gastos
con cargo a estos fondos no podrán ser hechos sin la autorización del consejo, ni aún por me-
dio de decretos de insistencia". Por lo tanto, es este cuerpo legal el que en la actualidad se
encuentra derogado y que permitía en la práctica el funcionamiento de las adquisiciones que
se hacen con cargo a los recursos de la Ley del Cobre.
CÓMO LLEGAMOS A ESTE SISTEMA5

A inicios del siglo pasado, luego de terminada la Guerra del Pacífico, la política exterior chilena
había optado, alrededor de 1920, por la cooperación y respeto al derecho internacional como
elementos centrales del interés nacional. Por otra parte la incursión de las Fuerzas Armadas en
política entre 1924 y 1931 dejó una profunda huella entre la civilidad, que fue perdiendo confianza
en sus cuerpos armados.
Esta etapa de nuestra historia, alentada por los procesos que se sucedían en Europa, junto
al surgimiento de demandas sociales que se producían a nivel mundial y que iría a capitalizar
el comunismo hasta el último cuarto del siglo XX, como sostiene Emilio Meneses,6 deterioró la
relación cívico-militar. Así, se creó un enorme rechazo de políticos y diplomáticos chilenos, hasta
finalizada la década de 1960, ante la sola mención del posible empleo de la fuerza militar como
4 Esta ley fue conocida así, ya que en 1942 permitió a la Armada de Chile cambiar el origen de sus adquisiciones desde Europa a USA.
5 MENESES, Emilio. La Política de adquisición de armamentos en Chile: historia de una crisis anunciada. Editorial Universidad de Chile pp.
142-150.
6 Ibídem, p. 145.

instrumento convencional de la política del Estado. Apenas iniciado el gobierno de Pedro Aguirre
Cerda (1939-1941), se cancelaron todos los programas de adquisición de armamentos en curso,
argumentando que se requería de esos recursos para fines más útiles.
La llegada del Presidente Carlos Ibáñez del Campo al gobierno en 1952, terminó por crear un
clima negativo hacia el mundo militar entre los políticos chilenos. La idea de dar recursos a las
Fuerzas Armadas era difícil de imaginar por la elite política dominante, habiendo tantas priori-
dades que atender.
En el contexto militar, en enero de 1954 se produjeron los primeros incidentes fronterizos en el

Beagle. Hasta esa fecha había existido una calma relativa desde que se produjeron los incidentes
fronterizos de 1902. Esta y otras circunstancias van a representar una herencia que solo iba a
atenuarse, como sabemos, hacia fines del siglo XX.
Por otra parte, la crisis del islote Snipe y la súbita movilización militar a ambos lados de la
frontera, sirvió para mostrar el lastimoso estado de preparación y la carencia de equipamiento de
las Fuerzas Armadas chilenas para enfrentar una guerra limitada, con un vecino decidido a hacer
valer por la fuerza sus puntos de vista territoriales.
La crisis se prolongó de mayo a septiembre de 1958, incluyendo el período previo a la cam-

paña presidencial, e hizo tomar conciencia a políticos y militares de lo difícil de la situación. El
Presidente saliente general Carlos Ibáñez del Campo, envió al Congreso un proyecto de ley de
financiamiento de equipamiento militar, basado en un impuesto a la producción de cobre de la
gran minería. La gravedad de los incidentes aseguró un rápido despacho parlamentario, promul-
gándose definitivamente la Ley Nº 13.196.
En lo fundamental, la ley gravó con una tasa fija (15%) las utilidades de las compañías mineras
y creó un mecanismo relativamente estable con ingresos expresados en moneda dura (dólares
de Estados Unidos) y que era el medio de cambio con que Chile compraba equipo militar en el
extranjero. Los efectos de esta disposición legal fueron de diversa índole. El más directo fue
permitir a las Fuerzas Armadas contar con una fuente de recursos estable para adquirir el material
bélico necesario para enfrentar a vecinos más poderosos y en apariencia más agresivos. Pero
también le permitiría planificar sus futuros reemplazos, sin el constante proceso de negociación
con las autoridades políticas que de tanto en tanto daban muestras de poca comprensión hacia
las necesidades más esenciales de la Defensa Nacional.
La estructura entregada por la Ley del Cobre, que además tenía el carácter de reservada, en-
tregó un sistema autónomo y secreto sobre la adquisición de medios para la defensa, tarea que
quedó confiada a las Fuerzas Armadas y a un reducido número de civiles en los ministerios de
Defensa y Hacienda.

De ahí en adelante, la compra de sistemas de armas dejó de ser un aspecto de la política

pública y quedó fuera del debate parlamentario.
En 1964 asume el gobierno el Presidente Eduardo Frei Montalva, con una política exterior
marcada por la cooperación vecinal. En este contexto, el financiamiento de las Fuerzas Armadas
resultaba complejo ya que los planes de gasto de la nueva administración estaban orientados hacia
metas redistributivas como la Promoción Popular y la Reforma Agraria. Así, había dos importan-
tes razones para mantener una defensa nacional al mínimo: era poco deseable un poder militar
demasiado notorio para una política exterior de acercamiento a los países de la región, lo que
iba a demandar por otra parte el empleo de recursos que resultaban prioritarios en otras áreas.
Después de 1973 se produjeron importantes cambios en la Ley Reservada del Cobre. De ellas
hubo dos modificaciones relevantes, la primera realizada en 1973 y la segunda en 1985, que dieron
origen a una nueva ley. En este último caso, se cambió el gravamen de un 15% a un 10% de las
exportaciones de Codelco, incluyendo metales diferentes al cobre y se colocó un piso anual de
US$ 180 millones indexado por el IPM7 de Estados Unidos.
Un elemento importante fue la resolución adoptada por el Poder Ejecutivo en 1976, que autorizó
a las instituciones de la defensa a endeudarse con cargo a futuros ingresos, pero no les permitió
extraer recursos sin obligaciones.8 A contar de ese año, las deudas de las Fuerzas Armadas fueron
pagadas en su totalidad, en claro contraste con la deuda bancaria privada que fue cancelada con
recursos del Estado.
Las lecciones que dejaron las crisis fronterizas de 1974-1975 con Perú y de 1978 con Argentina
fueron ejemplares en cuanto a la necesidad de recursos para la defensa. Una de ellas demostraba
que era imposible improvisar en materia de adquisiciones, ya que la complejidad de los modernos
sistemas de armas hace muy difícil realizar adquisiciones masivas en períodos reducidos de tiempo.
Por otra parte, el embargo de armas que sufrió Chile durante el gobierno militar del general Au-
gusto Pinochet Ugarte, por parte de las potencias occidentales, si bien coyuntural y discontinuo,
también probó ser aleccionador. No bastaba tener el dinero para adquirir, era necesario encontrar
vendedores dispuestos a proveer de los sistemas de armas.
La estabilidad legal, unida a las prerrogativas constitucionales de las Fuerzas Armadas dieron
un amplio margen de autonomía a las instituciones durante la década de 1990. Tampoco hubo
mayor voluntad de cambiar la normativa en los primeros años del gobierno de la Concertación.9
Además, el equipo de asesores civiles del Ministerio de Defensa señaló que al tratar de modificar
7 Índice de Precios al por Mayor

8 Todos los recursos entregados en dicha oportunidad tuvieron la obligación de ser devuelto con cargo a futuros ingresos.
9 Op. cit., MENESES p. 149.

el sistema lo más probable era que ello demandaría fijar un mecanismo basado en ciertos criterios
de amenazas potenciales y de reemplazo del material existente. La lógica de un raciocinio de este
tipo arrojaba como resultado probable que el gasto debería aumentarse, precisamente lo contrario
de lo que postulaban los sectores más radicalizados de la coalición gobernante. La continuidad
parecía lo más aconsejable.
EL FINANCIAMIENTO DE LA DEFENSA EN OTROS PAÍSES10

Cada Estado ha determinado distintos modelos para financiar la defensa, en este contexto
hacer un breve estudio respecto a cuales son los elementos comunes y que han permitido a las
naciones más desarrolladas asegurar los recursos para satisfacer las capacidades particulares de
cada realidad nos permite encontrar un escenario de "mejores prácticas" en este ámbito.
En el caso de Estados Unidos de América, el secretario de Defensa presenta anualmente al Con-

greso el programa de defensa conocido como Programa de Defensa de Años Futuros (Future Years
Defense Program, FYDP). Este se utiliza para hacer las estimaciones de gastos y para proponer las
asignaciones en el presupuesto anual. De esta forma la sociedad estadounidense cuenta con una
herramienta que permite visualizar las necesidades de financiamiento futuro con un horizonte de
cinco años. Paralelamente, el Departamento de Defensa formula y ejecuta el presupuesto anual.
Con este sistema se operacionalizan los presupuestos desde una visión de mediano plazo a
una de corto plazo.
Para el presupuesto anual es el secretario de Defensa quien establece las directrices y prio-
ridades para el sector de defensa, permitiendo el balance entre la asignación de recursos y las
restricciones fiscales.
Para el Reino Unido la planificación financiera de la defensa se realiza a base de dos planes
de costos. De esta manera, los costos asociados a equipamiento son estimados con un horizonte
de diez años en un Plan de Equipamiento (Equipment Plan, EP) y los costos de operación son
previstos por cuatro años en un Plan de Corto Plazo (Short Term Plan, STP). Cada año, los planes
del año anterior son actualizados y revisados, con el objeto de introducir los ajustes derivados de
cambios en la política, recursos u otras circunstancias.
Además, los organismos de defensa son los encargados de visualizar los futuros requerimientos
de capacidades, pero no tienen la obligación ni la facultad para asumir las soluciones a dichas
10 GAETE, Héctor (2007). Análisis comparativo de sistemas adquisiciones de defensa. Documento de Trabajo Nº 22. Pontificia Universidad
Católica. Instituto de Ciencias Políticas. Área de estudios de defensa. pp. 104-106.

capacidades. El resultado es un proceso de largo plazo, el que establece objetivos, conjuga polí-
ticas, fijan metas y recursos.
Por su parte Francia promulga una Ley de Programación Militar cada cinco años, la que está
basada en la política de defensa y en el modelo de las Fuerzas Armadas, que establece dotaciones
de personal y recursos para equipamiento. Anualmente, una Ley de Presupuesto de defensa respeta
lo dispuesto en la programación militar vigente y va consolidando los objetivos establecidos en la
programación militar de mediano y largo plazo, tomando en consideración los ajustes necesarios
debidos a los cambios en la situación nacional o internacional, avances tecnológicos u operaciones
emprendidas en el exterior.
Por último, en Alemania se utilizan supuestos financieros derivados de las directrices de política
de defensa, con un horizonte de quince años, utilizando el presupuesto anual para la adjudicación
de contratos de las Fuerzas Armadas alemanas.
De los cuatro casos analizados aquí, podemos encontrar como factor común que todos tienen
una planificación de mediano o largo plazo inspirada en las políticas de defensa y la configuración
de sus Fuerzas Armadas, pero con una ejecución anual a través de sus presupuestos. Lo que se
desea destacar es que estos presupuestos respetan la planificación financiera de mediano o largo
plazo, lo que permite tener planes de desarrollo sustentables en el tiempo.
HACIA DÓNDE VAMOS

Hoy, nuestro país se encuentra en un momento de definición con respecto a la estructura de
financiamiento de la defensa, ya que han sucedido dos hechos importantes que muestran una clara
intención política de modificar el sistema que actualmente se encuentra en aplicación. El primero
es la derogación de la Ley Nº 7.144 en el mes de febrero de 2011,11 que suprime el CONSUDENA
y por lo tanto elimina el mecanismo para ejecutar nuevos proyectos con cargo a los recursos de
la Ley del Cobre.
El segundo hecho, es el inicio del trámite de un proyecto de ley de financiamiento de las

Fuerzas Armadas en el mes de mayo de 2011, que introduciría cambios significativos en el sistema
que rige actualmente. Algunos de estos cambios son los siguientes12:
• Este nuevo sistema considera que las capacidades estratégicas de la defensa deben ser
financiadas en sintonía con una "Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa", que involu-
11 Diario Oficial de la Republica de Chile de fecha 11 de marzo de 2011.

12 Mensaje Nº 053-359 del Presidente de la República a la Cámara de Diputados de fecha 16 de mayo de 2011.

cre al gobierno, Fuerzas Armadas y el Congreso Nacional, con una proyección temporal de
doce años, y que será revisada y actualizada en el primer año de cada gobierno entrante o
cada vez que el contexto internacional lo justifique. Un elemento importante es que esta
estrategia debe contener la definición de las capacidades que permitan operacionalizarla.
Esta planificación es la que luego se concretaría en presupuestos de cuatro años.
• Introduce asimismo dos conceptos, a saber, las actividades generales de las Fuerzas Arma-
das y las capacidades estratégicas de la defensa. Por su parte el concepto de capacidades
estratégicas de la defensa se subdivide en:
1. Necesidades de inversión y desarrollo en material bélico e infraestructura asociada, y
2. Gastos de operación y sostenimiento del material bélico e infraestructura asociada.
Esto representa un avance sustancial ya que permite asociar a los proyectos de inversión
en equipamiento bélico los gastos de operación y mantenimiento a lo largo de todo su
ciclo de vida, disminuyendo el déficit estructural13 que tienen en la actualidad las Fuerzas
Armadas. Además integra en una sola plataforma de planificación financiera todas las
necesidades de recursos que tiene la defensa.
• El cambio desde dos fuentes de financiamiento principales, esto es los recursos de la Ley
de Cobre y el presupuesto de la nación, por recursos que provengan por la vía exclusiva
del presupuesto anual.
• La asignación de recursos deberá contar con discusión parlamentaria, incluyendo así en

el debate a la sociedad en su conjunto, con la salvedad de que tendrá un mecanismo
diferente al que rige a todos las demás áreas del sector público ya que distingue entre el
financiamiento de las actividades generales y el financiamiento de capacidades estratégicas.
Para las primeras, mantiene el financiamiento anual en el Presupuesto de la Nación que
hoy existe. Para las segundas, introduce un sistema de financiamiento compuesto de un
presupuesto con un horizonte de cuatro años y de un Fondo de Contingencia Estratégico.
Es decir, siempre se discutirá, aprobará o modificará el cuarto año hacia el futuro, pero
esta discusión mantendrá su carácter anual (ver figura Nº 3).
13 Se entiende como déficit estructural aquellos recursos que son necesarios para operación y mantenimiento de las instituciones y no
han sido entregados en el presupuesto anual.

Formulación
año "t+6"
Formulación
año "t+5"
Año Año Año Año Año Año Año

"t" "t+1" "t+2" "t+3" "t+4" "t+5" "t+6"
Inicio Formulación
"t+1"+"t+2"+"t+3"+"t+4"
para los próximos
cuatro años.
Figura Nº 3 "Línea de tiempo de la formulación presupuestaria propuesta".
Fuente: Elaboración propia.
Este modelo representa un cambio significativo en el sistema presupuestario chileno, ya que

no existe ningún sector que tenga esta modalidad de financiamiento y que tiene la virtud de
incorporar el concepto de plurianualidad, que mantenga la visión de mediano plazo, y la diná-
mica de la discusión anual en el Congreso Nacional. De esta manera y solo la primera vez en que
comience a regir este sistema se formularán los presupuestos para los siguientes cuatro años,
posteriormente al año siguiente se formulará, discutirá y aprobará solo el cuarto año hacia delante;
así sucesivamente, siempre existirá un horizonte de cuatro años permitiendo tener una visibilidad
de mediano plazo para el financiamiento de la defensa.
Con estos dos impulsos el modelo de financiamiento de las Fuerzas Armadas recoge elementos
de los sistemas aplicados en las naciones más desarrolladas del mundo, lo que le permitiría contar
con presupuestos plurianuales basados en la gestión presupuestaria.
Una de las fortalezas de la economía chilena es la calidad de su política fiscal, que sienta las
bases para hacer modificaciones en esta dirección, por el hecho que cuenta con una estabilidad
conocida y asegura un funcionamiento óptimo en un modelo de este tipo.
La reforma del mecanismo de financiamiento va en la dirección de la transparencia y el control.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) realizado el año
2004, advirtió que los méritos de nuestro sistema presupuestario se veían parcialmente opacados
por las características del mecanismo de financiamiento del equipamiento militar, calificándolo
como "altamente inapropiado desde el punto de vista presupuestario".
En consecuencia, las modificaciones a que se ha hecho alusión anteriormente, parecen moverse

en la dirección de la transparencia en el gasto, mejorando la gestión entre el corto, mediano y

largo plazo, sin modificar la estructura de la defensa, pero permitiendo que la información fluya
en todas las direcciones y en todos los niveles de la conducción.
CONCLUSIONES
Es innegable que Chile debe avanzar hacia una estructura y una modalidad de financiamiento de
la defensa que esté acorde con una administración moderna y eficiente de los recursos del Estado,
asegurando la estabilidad del sector y cautelando asimismo la visión de largo plazo, necesaria
para satisfacer los requerimientos de la política de defensa.
La incorporación de la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa permitirá tener una línea base
que fije el desarrollo de las instituciones de la defensa más allá de las consideraciones particulares
de cada una de las ramas por separado. Además, la incorporación de presupuestos plurianuales
aleja a las Fuerzas Armadas del debate contingente, lo que posibilita líneas de desarrollo claras
y bien establecidas.
Con un modelo de este tipo, Chile se acerca a los sistemas empleados por los países más de-
sarrollados, que articulan e integran los requerimientos de la defensa con las demandas sociales
en seguridad.
Considerar la operación y sostenimiento del material bélico y su infraestructura asociada como

una partida separada, involucra planificar y ejecutar a cabalidad cada una de las actividades que
las Fuerzas Armadas realicen para lograr algún tipo de capacidad operacional en beneficio de la
Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa, lo que permitirá asegurar que cada vez que se incor-
poren nuevas capacidades, ellas contemplen los gastos a lo largo de todo su ciclo de vida y exigirá
igualmente que las instituciones sean capaces de conocer, planificar y proyectar los gastos por estos
conceptos. Ninguna de estas actividades es trivial y cada una de ellas requerirá de recurso humano
especializado y que permanentemente esté a la altura de estas nuevas e inminentes demandas.


NORMAS EDITORIALES
La elaboración de la revista Memorial del Ejército es responsabilidad del Centro de Estudios e
Investigaciones Militares del Ejército de Chile (CESIM). Su publicación es semestral y es distribui-
da gratuitamente a entidades académicas, centros de estudios nacionales y extranjeros, Fuerzas
Armadas y de Orden y Seguridad, e investigadores, entre otros.
El contenido de cada una de las ediciones estará basado en una temática específica, en la que
se centrarán los primeros artículos. Posteriormente, en una segunda parte se abordarán tópicos de
diversa naturaleza, monografías y ensayos, en el marco de la línea editorial previamente estable-
cida y difundida en la página web del CESIM, en el link “publicaciones”. Para ello, los que quieran
colaborar pueden remitir sus escritos a memorialdelejercito.cesim@ejercito.cl, o bien, intranet
institucional A1005, cumpliendo con las siguientes normas:
Artículos: Estos deben tener una extensión máxima de 9.000 palabras aproximadamente, es-
critas en letra Arial 12 a doble espacio, e inéditos. Si el trabajo es el resultado de una ponencia
o producto de alguna investigación, deberá puntualizarse mediante un asterisco, colocado al final
del título y que remita a una primera nota a pie de página. En caso de utilizarse cuadros, gráficos
o mapas, deberá explicitarse su fuente.
Todos los artículos deben contener un breve currículum del autor (grados académicos, perte-
nencia a alguna institución, e-mail) en nota a pie de página. Además, el artículo debe contener
un resumen de no más de 100 palabras y su traducción (abstract), así como señalar cinco palabras
clave, en español e inglés, que representen la temática que aborda el escrito.
En relación a las referencias bibliográficas, deberán ser enumeradas consecutivamente y estar

a pie de página, de acuerdo al International Standard Organization (ISO). En función del presente
manual de referencias, el orden para citar es el siguiente: autor-fecha-texto-página.
Ejemplo de libro: WILHELMY, Manfred (1988). Política Internacional: Enfoques y Realidades.

Buenos Aires, Argentina, Grupo Editor Latinoamericano, p. 45.
Ejemplo de artículo: ABELLÁN, Joaquín (1991). “Historia de los conceptos e historia social”,
en CASTILLO, S. La historia social de España. Ed. Siglo XXI de España, p. 48.
En caso de que los escritos no correspondan a un artículo o un libro, se debe especificar la

fuente de referencia.
La Bibliografía completa deberá ser proporcionada al final del trabajo, en orden alfabético de
los apellidos de los autores.
Ejemplo de libro: WILHELMY, Manfred (1988). Política Internacional: Enfoques y Realidades.

Buenos Aires, Argentina, Grupo Editor Latinoamericano.

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Nº
480
- LA PROFESIÓN MILITAR EN EL SIGLO XXI TRADICIÓN Y NUEVOS DESAFÍOS

- ISIS: PARADIGMA DE LA SEGURIDAD INTERNACIONAL
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- HISTORIA MILITAR Y PENSAMIENTO ESTRATÉGICO PA R
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CESIM JULIO - 2015 Nº 494 - 20 L E
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1906-2016
110 AÑOS DE PENSAMIENTO MILITAR A TRAVÉS DEL MEMORIAL
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES MILITARES
CESIM JULIO - 2016 Nº 496

2016 1

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F UNDADO E L 15 DE J UL I O DE 190 6

MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE - EDICIÓN Nº 496 - JULIO - 2016

MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE - EDICIÓN Nº 494 - JULIO - 2015

- LA PROFESIÓN MILITAR EN EL SIGLO XXI TRADICIÓN Y NUEVOS DESAFÍOS

IMPRESO EN LOS TALLERES DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR

Centro de Estudios e Investigaciones Militares

Nº 496 - JULIO 2016

PERÍODO DESDE 1906 A 1920

DIRECTIVA PARA LA PUBLICACIÓN DEL “MEMORIAL” DEL ESTADO MAYOR. (1906)

CONFERENCIAS DEL GENERAL VIAL GUZMÁN. POLÍTICA MILITAR. (1910)

POLÍTICA MILITAR II. EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. (1910)

POLÍTICA MILITAR III. RECLUTAMIENTO DE LOS OFICIALES, SU INSTRUCCIÓN Y EMULUMENTOS. (1910)

PERÍODO DESDE 1921 A 1950

EL OFICIAL COMO INSTRUCTOR Y EDUCADOR DE RECLUTAS. (1924)

EL EJÉRCITO ESCUELA DE CIVISMO E INSTITUCIÓN DE EQUILIBRIO SOCIAL. (1940)

COOPERACIÓN MILITAR INTERAMERICANA PARA LA DEFENSA DEL CONTINENTE. (1946)

PERÍODO DESDE 1951 A 1990

GÉNESIS DE LA FUNCIÓN MILITAR. (1957)

MISIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS Y SU PARTICIPACIÓN EN EL DESENVOLVIMIENTO NORMAL DE NUESTRA VIDA

REFLEXIONES SOBRE LA REGIONALIZACIÓN. (1975)

PERÍODO DESDE 1991 A 2015

POLÍTICA DE DEFENSA, UN ENFOQUE NACIONAL. (1991)

CATASTRO NACIONAL DE FRONTERAS INTERIORES DE CHILE. (1994)

LA MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO. (2006)

EL FINANCIAMIENTO DE LA FUERZAS ARMADAS: HISTORIA Y FUTURO. (2011)

En sus inicios, su elaboración fue responsabilidad de la Sección Central del Estado

En efecto, en sus inicios el Memorial se orientó a desarrollar temas relacionados con la

Desde un punto de vista histórico, la larga existencia de este Memorial y la consistencia

RICARDO MARTINEZ MENANTEAU

8 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

En la presente edición, y con motivo de este importante aniversario, se ha querido destacar

Para dar un ordenamiento a este trabajo de compilación, se ha subdividido la edición en

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Finalmente, instamos a nuestros lectores a participar con su valioso aporte y experiencia

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Posteriormente, vienen los acontecimientos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial

Como consecuencia de lo anterior, cuatro imperios dejaron de existir y se fundó la Sociedad

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ESTADO MAYOR JENERAL

DEP. CENTRAL N.° 361

Santiago, 2 de Mayo de 1906.

DIRECTIVA PARA LA PUBLICACION

"MEMORIAL" del Estado Mayor

1.° El MEMORIAL tiene por objeto mantener el Ejército

MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE 19

No puedo tratar las materias que más interesan al patriotismo

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las diversas naciones que pueblan el inundo civilizado y del estudio

22 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

el trabajo de sus manos ó que aumentara los productos; no conocía

MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE 23

poderoso motor del progreso de la humanidad, es innecesario dete-

24 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

mo culto y amable en sus maneras, que se llamaba Eduardo VII, con

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Es verdad, este es un recurso que se aconseja á los pequeños

26 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

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tienen un origen muy distinto del indicado y me consta porque he

28 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE

les ó sociales; me refiero á los conflictos que se originan de la inmi-

MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE 29

30 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE