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hombre
Lou Whitworth
Introducción
Stu Weber, en su nuevo libro, Four Pillars of a Man's Heart: Bringing Strength into
Balance (Cuatro columnas del corazón de un hombre: cómo equilibrar la fuerza),{1}
dice que la masculinidad bíblica descansa sobre cuatro columnas. Las cuatro columnas
representan cuatro aspectos importantes de la vida de un hombre. Estos cuatro aspectos
de la masculinidad son: rey, guerrero, mentor y amigo. Weber cree que, cuando las
cuatro "columnas" están equilibradas, predominará la paz y la tranquilidad en nuestros
matrimonios, nuestras familias, nuestras iglesias, en la comunidad y en la nación. Estas
instituciones descansan sobre las columnas equilibradas de la hombría bíblica, y todas
se desploman cuando las columnas se salen de equilibrio. Los principales problemas
que enfrenta nuestra sociedad, por ejemplo, son el resultado de que muchos hombres
tienen una o más columnas fuera de equilibrio, inclinadas en un sentido u otro. Para
algunos hombres, las columnas se han caído.
¿Por qué está viniéndose abajo nuestra civilización alrededor de nosotros? Porque se
está librando una guerra. Forma parte de esta guerra lo "políticamente correcto" así
como la política sexual, pero va más allá de estas cosas. Es una guerra contra la imagen
de Dios. Escuche cómo Weber analiza el tema:
Recuerde que Dios creó al hombre varón y mujer, para que sean su imagen en el mundo.
Por lo tanto, no hay mejor forma de atacar a Dios y a su creación, o de destruir su
relación con la humanidad, que deformar la imagen de Dios. {4} "La eficacia de
Satanás en destruir la imagen de Dios a través de la alienación masculina-femenina, por
el medio que fuera, ha sido incalculablemente costoso para la raza humana".{5} Es aquí
donde se libra la batalla actual.
Las primeras columnas comenzaron a tambalearse mucho tiempo atrás. En el huerto del
Edén, Adán comenzó como un hombre de cuatro columnas. Pero desobedeció a Dios y
culpó a Eva. Entonces cayó la primera columna, y las restantes quedaron debilitadas o
en peligro. Por primera vez entraron la enemistad y la tensión en su relación con Eva.
Desde entonces siempre ha existido el potencial para la lucha entre los sexos. En años
recientes ha habido un esfuerzo concertado para desdibujar las diferencias entre los
géneros. Pero este desdibujamiento produce desintegración, desorientación, destrucción
y muerte. Ninguna sociedad que persiste en esto sobrevivirá. La respuesta está en volver
al manual de instrucciones: la Biblia.
El propósito del libro de Weber es señalar el camino para que los hombres lleguen a ser
lo que deberían ser bíblicamente, para que sus esposas e hijos puedan florecer en un
mundo frecuentemente hostil. Weber escribe:
"¿Qué tipo de hombre construye una civilización, una pequeña civilización, que lo
trasciende? ¿Qué clase de hombre tiene hombros lo suficientemente fuertes como para
construir encima? Un hombre de cuatro columnas:
Entre los requisitos mínimos del rey-pastor está el trabajar para lograr el sustento de su
familia. Él trabaja duro en lo que sea y persiste. El trabajo tal vez no sea atractivo o
emocionante, pero él sostiene la carga y sustenta al pequeño rebaño que Dios le ha
encomendado. Tal vez su esposa trabaje para un cheque de paga; hasta podría ganar más
que él pero, no importa lo que haga ella, la obligación y la carga de proveer es de él; él
tiene que encargarse de esto.
Otro deber importante del rey-pastor es brindar dirección a la familia. "Yo y mi casa
serviremos a Jehová".{7} Un rey-pastor señala el camino para su rebaño, seguidores y
familia. Para guiar o marcar el ritmo uno no necesita ser un maestro de toda habilidad o
campo del conocimiento. Por ejemplo, Lee Iacocca [nota del traductor: ex director de la
fábrica de automóviles Chrysler Corporation], no necesita ser un gran mecánico; pero
puede contratar a los mejores mecánicos. Lo que él hace mejor es fijar las políticas, dar
dirección a la compañía y asegurarse de que la infraestructura exista para hacer los
automóviles. De la misma forma, el hombre con corazón de rey no tiene que saberlo
todo, pero se espera que fije el tono, los límites, y señale el camino para su rebaño.
La figura del rey-pastor podría ser llamado también rey-siervo. Esto está basado en el
servicio de Cristo a sus discípulos.
Si la columna del rey no está en equilibrio, se inclina hacia un extremo o hacia el otro.
Se vuelve un tirano que usa su fuerza para obligar a las personas a obedecer sus
órdenes, o una persona claudicante que es débil, pasiva o ausente (sea en la realidad o
de hecho). El reino de un hombre así está lleno de desorden, caos, disfunción familiar u
opresión. Cuando la columna de rey está en equilibrio en la vida de un hombre, la
armonía y la tranquilidad son posibles en el hogar y en la comunidad.
Los modelos del autor para el guerrero son Cristo y David. Weber nos recuerda el pasaje
de Apocalipsis 19 en el cual Cristo, como un caballero que monta un caballo blanco,
conduce a los ejércitos del cielo a la batalla. David era un guerrero valiente y osado,
pero era también un hombre conforme al corazón de Dios
Si bien la preocupación que tienen muchos acerca del costado fuerte de la naturaleza de
un hombre (rey, guerrero) es comprensible en cierto grado, no puede eliminarse
simplemente deseándolo. Alguien dijo alguna vez que cuando la mayoría de los
hombres son blandos, unos pocos hombres duros gobernarán. La realidad es que el
guerrero está aquí para quedarse. Así que la respuesta no está en negar el hecho, sino en
canalizar la energía del guerrero hacia fines constructivos.
El guerrero en un hombre puede ser un gran recurso, pero si la columna del guerrero
está fuera de equilibrio, la situación puede volverse desastrosa. En consecuencia, el
guerrero debe estar bajo la autoridad de Dios, porque su energía necesita estar centrada,
y se le debe permitir al Espíritu Santo el pleno control sobre su mente, alma y cuerpo.
No existe tal cosa como un soldado o guerrero sin una línea de autoridad. Aun cuando
no haya órdenes específicas vigentes, cada soldado está bajo la autoridad de lo que se
denominan "órdenes generales", como "cubrir su puesto", "estar alerta", "permanecer en
el puesto hasta ser relevado", etc. De forma similar, todos los hombres cristianos están
bajo las órdenes generales del Señor de los Ejércitos. Debemos "pasar tiempo con el
Señor", "amar a nuestras esposas a toda costa", "criar a nuestros hijos para que
conozcan y honren a Dios" y "estar involucrados en la iglesia local". El guerrero de
Dios no es un mercenario; está bajo la autoridad de Dios. El guerrero de Dios
permanece de guardia. Por supuesto, toma el descanso y la recreación necesarios, pero
ante la primera señal de necesidad o peligro, se presenta a cumplir con su deber. Nunca
se vuelve pasivo ni descuidado durante su guardia. En servicio o de franco, está alerta a
cualquier amenaza para su rebaño.
La vida de un guerrero está llena de sacrificio; está llamado a sacrificarse por su esposa,
sus hijos, su iglesia, los espiritualmente perdidos y los débiles e impotentes. A veces
encuentra que es necesario sacrificar su popularidad diciendo y haciendo las cosas
difíciles que otros no quieren decir o hacer. Por otra parte, el guerrero piadoso tiene un
corazón de misericordia para con los débiles y los impotentes. El precio de ser un
guerrero es alto, pero las recompensas son elevadas.
Weber cree enfáticamente que hay un mentor en el corazón de cada hombre; es decir,
que el potencial para mentorear es inherente a nosotros. Muchos hombres, sin embargo,
se sienten nerviosos en cuanto a esto y consideran que no están calificados para hacerlo.
Pero, en realidad, todos estamos involucrados en el mentoreo ya, de una forma u otra,
sea que nos demos cuenta o no.
Debería ser un aliento comprender que Dios puede usar tanto las experiencias buenas
como las malas de nuestra vida para ayudar a otros. Y todos tenemos una medida de
sabiduría y experiencia que compartir. Sin embargo, solo porque seamos capaces de
mentorear en algún nivel tal como somos, no deberíamos llegar a la conclusión de que
no podemos o no debemos mejorar como mentores. Una de las principales formas de
mejorar como mentores es crecer en nuestro conocimiento de la Biblia. Cuando las
experiencias de nuestra vida son filtradas a través de un profundo conocimiento de la
Biblia y una vida vivida para Cristo, entonces nuestro potencial de mentores crece
muchísimo. La consecuencia de vastas redes de hombres que mentorean a otros, que a
su vez mentorean a otros, puede cambiar el mundo.
Finalmente consideraremos el papel del hombre como amigo de otros hombres. Esta es
la cuarta columna.
"Por primera vez que tenga memoria, lloré incontrolablemente . . . ¿Yo? ¿Llorando
frente a la gente? Stu Weber, capitán del equipo de fútbol. El comando aéreo. El Boina
Verde. El hombre. ¿Lloriqueando como un niño? Sí, había llorado antes en algún punto
de mi vida . . . Pero esto era diferente. Nuevo. No había vergüenza, y había mucha
conexión".{8}
Sigue diciendo:
"Y tengo que admitir otra cosa . . . Las emociones son un gran regalo de Dios. Y, luego
de una vida de reprimirlas por motivos atléticos, militares y 'masculinos', me encantan".
{9}
Se opone a lo que él llama emocionalismo, pero pide que los hombres aprendan a
expresar y disfrutar de las verdaderas emociones. Como un soldado mayor, que ya no
tenía nada que probar, finalmente pudo enfrentar su humanidad y aceptar las emociones
sinceras y limpias que siempre había sofocado. Si lo hacemos, nuestra capacidad de
conectarnos como un verdadero amigo será mejorada grandemente.
Los hombres necesitan amigos, pero muchos hombres estadounidenses solo tienen
conocidos, y ningún amigo cercano. Afortunadamente, ya hay un Amigo que está allá
afuera buscándonos, el Amigo Último, Jesucristo. Por lo tanto, ninguna discusión de
amistad estaría completa sin mencionarlo a Él. Nuestro Amigo Último ha estado
tratando de conectarse con nosotros, porque quiere una relación con nosotros. Hasta el
mejor amigo humano podrá desilusionarnos y decepcionarnos pero, una vez que se
conecta con nosotros, el Señor nunca nos dejará ni nos abandonará.
Usted tiene, mi amigo, bien dentro de usted, el poder para conectarse. Hay en el pecho
de cada hombre un amigo, un amigo que puede conectarse emocionalmente. Encuentre
el suyo. Desencadénelo. Y encuentre una vida en un nivel más rico del que jamás sonó
que sería posible.{10}
Notas
1. Stu Weber, Four Pillars of A Man's Heart: Bringing Strength into Balance (Sisters,
Ore.:Multnomah, 1997), 13. Volver
2. 2. Ibid., 13. Volver
3. 3. Ibid., 39. Volver
4. 4. Ibid., (Halverson, cited in Four Pillars, p. 39) Volver
5. 5. Ibid, Halverson, 40. Volver
6. 6. Weber, 13 Volver
7. 7. Josué 24:15 Volver
8. 8. Weber, 229. Volver
9. 9. Ibid. Volver
10. 10. Ibid., 237. Volver