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UNA REFORMA… ENTRE WASHINGTON Y LA REALIDAD LOCAL

Belén Pintor Munar

La Educación se ha sido históricamente un factor constitutivo de las sociedades, ya


que no sólo representa el esquema de formación humana y social, sino porque posibi
lita la estabilización de valores comunes a nivel político, social y cultural, e ins
erta la sociedad al circuito global del conocimiento y desarrollo humano.
Emprender reformas educativas en un país, atiende en gran parte, al compromiso que
el Estado, como garante de derechos de los ciudadanos, tiene frente a la presta
ción de servicios sociales como servicios públicos, la educación al ser una de los der
echos económicos, sociales y culturales, debe regirse por los principios democrático
s de igualdad, equidad y justicia.
Los Estados y los gobiernos se trazan rutas para avanzar en el tema de la educac
ión a nivel nacional, dando diferentes prioridades dependiendo de la perspectiva d
e lo social que cada gobierno plantee y dependiendo del universo de necesidades
que una sociedad padezca. Es a través de las políticas públicas como se le asignan a
algunas de estas necesidades, un lugar prioritario en la agenda pública y en los p
lanes de inversión nacional.
Las reformas educativas son una de las políticas públicas más sensibles, en términos del
desarrollo y la gobernabilidad de un país. En reiteradas ocasiones, los gobierno
s se trazan objetivos de política en este sector dirigidos a una ampliación de cober
tura y mejoramiento de la calidad. Pero, las reformas curriculares representan u
n replanteamiento del trasfondo del servicio, del horizonte de sentido que orien
ta la educación como servicio público e impacta los contenidos que previamente se ha
n considerado pertinentes y adecuados.
Es por esto, que nos compete centrarnos en los aspectos políticos y económicos de la
s reformas educativas y curriculares como fines de política pública, especialmente f
rente a la adopción de modelos de desarrollo que tienen prioridades distintas al b
eneficio social y el disfrute de los derechos por parte de los ciudadanos y ciud
adanas. En este sentido, nos preguntamos también, por los impactos de los proceso
s de globalización sobre las reformas curriculares, y finalmente nos preguntaremos
sobre la organización y la participación de actores en la movilización orientada a lo
s procesos de reforma educativa y curricular.
1. En la implementación de una reforma curricular ¿Qué efectos tienen los objetiv
os de política del modelo de desarrollo neoliberal adoptado en países de América Latin
a sobre los fines del modelo educativo y las reformas que se adelanten?
Generalmente, el tema de las reformas educativas y curriculares se aborda analiz
ando los currículos, observando la estructura de las temáticas y los contenidos de l
as asignaturas establecidas. Sin embargo, una reforma curricular implica llega
r al trasfondo pedagógico que permea una propuesta educativa de orden nacional dur
ante cierto lapso de tiempo. Pero ¿Sobre qué se planifica una reforma curricular? ¿Qué
antecede a la propuesta de reforma? ¿Qué explica su sentido?
De acuerdo con Laura Fumagalli, “las reformas curriculares en curso en los países de
la región explicitan entre sus propósitos de cambio el logro de una educación escolar
que contribuya a la cohesión social y a la inclusión de la diversidad cultural y so
cial” Es decir, se explican en función de un planteamiento para superar procesos so
ciales y políticos en conflicto que ha vivido país. Se explican también, ante la preo
cupación por la profundización de la debilidad y ausencia del Estado, especialmente
en los sectores sociales; y ante la falta evidente de modernización de la instituc
ionalidad educativa.
Sin embargo, es necesario enmarcar el análisis de los procesos de reforma educativ
a en el contexto socio-económico que se viven no sólo a nivel continental sino mundi
al. Es claro que en época de crisis económica, las prioridades de los gobiernos se
orientan a encontrar salidas rápidas ante la disminución de los indicadores de creci
miento de la economía nacional, y garantizar que la producción interna se mantenga e
n niveles aceptables, y mantenerse como un destino atractivo para la inversión ext
ranjera.
Es decir, las reformas educativas, como las demás políticas públicas del orden social,
tienen un alto grado de dependencia de las medidas que los gobiernos adopten en
función de implementar el modelo de desarrollo que en determinado momento se adop
te como propio. América Latina es una más de las regiones del mundo que ha adoptado
un modelo de desarrollo acorde con la mundialización del capital, dando preferenci
a al libre mercado, adoptando un proceso de ajuste y reducción del Estado, de acue
rdo con los postulados del Consenso de Washington.
Es decir, del argumento que se expresa como la falta de modernización del sector e
ducativo, frente a lo cual se requiere implementar una reforma educativa y curri
cular, en el caso Colombiano, tal como lo afirma Jairo Estrada, “durante los últimos
años se ha asistido a la consolidación del proyecto neoliberal – neo institucional pa
ra la educación pública” . Este proyecto precisa fines, objetivos y orientaciones pre
cisas en relación al ordenamiento de la economía nacional, el crecimiento, el PIB, e
l endeudamiento, los impuestos, etc. Y ante las políticas sociales, también brinda
orientaciones específicas, con criterios de reducción presupuestal, focalización hacía l
os más necesitados y la orientación hacía la demanda, las principales condiciones que
establece a la hora de diseñar e implementar una política pública.
El sector educativo, no es la excepción. Este es un proceso que se inicia en la déc
ada de los noventa, momento en el que la región vivió un proceso común de reformas y a
justes institucionales, y el hecho que marcó el inicio de la reforma educativa en
Colombia, fue “la relectura hecha por organismos de regulación supranacional como el
Banco Mundial sobre el papel de la educación en el proceso de globalización capital
ista” y de allí se derivó la formulación de las bases de los nuevos lineamientos de la p
olítica educativa tanto en lo referente a sus funciones como a los esquemas de fin
anciación.
En Colombia la Ley 60 de 1993, la Ley General de Educación Ley 115 de 1994 y el or
denamiento regulatorio de la profesión docente, Decreto 2277 de 1979 se inicia el
proceso de ajuste institucional en el sector educativo, con miras a consolidar e
l sector y redimensionar los fines de la educación como fines nacionales. Pero de
sde el punto de vista político – el económico ya atendía en gran parte a las orientacion
es de los organismos financieros multilaterales, cuyo ciclo se consolida con el
marco jurídico reciente, el Acto Legislativo 01 de 2001, la Ley 715 de 2001 y sus
decretos reglamentarios, y el “Estatuto de Profesionalización Docente”, el Decreto 127
8 de 2002.
Es así cómo, la interpretación de un proceso de reforma curricular debe tener un alcan
ce amplio, consciente de los procesos que a nivel macro tienen lugar, observando
y analizando las razones políticas y económicas que no se hacen evidentes, cuyos in
tereses definen con privilegio los rumbos que adoptan sectores de política tan imp
ortantes como el educativo. La privatización del Estado y de los servicios social
es es un elemento más, frente a las grandes dimensiones de las influencias que act
ores internacionales y multilaterales tienen ante el diseño de la política pública de
un país.
2. En relación a la movilización en función de avanzar en una reforma curricular ¿E
s más indicado dirigir el proceso desde el Estado y el gobierno, (top-down) o debe
privilegiar la participación de las comunidades educativas y de la sociedad civil
como protagonistas del proceso (bottom –up)?
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, vale la pena preguntarse ¿Cuáles son l
os actores que deben participar en un proceso de reforma educativa? ¿Cómo debe organ
izarse y dirigirse este proceso de ajuste institucional? ¿A qué se orienta la partic
ipación de múltiples actores en este proceso, especialmente de las comunidades educa
tivas y docentes?
Para Laura Fumagalli, “es necesario construir una nueva dinámica del cambio curricul
ar que combine adecuadamente la orientación para el cambio brindada desde las norm
as curriculares emanadas de los organismos del gobierno educativo, con los estímul
os y apoyos necesarios para desarrollar el potencial innovador de los equipos do
centes en las escuelas” La autora hace este planteamiento, expresando el sentido
que para ella debe contemplar un proceso de cambio curricular, con el fin de di
rigirse a consolidar un propósito de cohesión e inclusión social.
Pero teniendo en cuenta que las condiciones políticas y económicas conllevan a que l
as reformas políticas y los ajustes institucionales respondan a la confluencia de
intereses y posicionamientos que complejizan, dependiendo el número de actores que
participan directa e indirectamente, el proceso de reforma.
Según lo expresa Fumagalli, no sólo es necesario, sino deseable que el Estado tome
parte en el proceso de reforma educativa y curricular, dado que:
-Es necesario construir un sentido compartido de la educación que permita expresar
lo que se espera que aprendan todos los niños de un país de acuerdo a las particula
ridades y necesidades de las comunidades.
-Es necesario que el Estado, con criterios democráticos, vele por la construcción d
e ejes de cambio orientados al bien común que permitan producir un cambio curricul
ar justo socialmente que eliminen la inequidad.
-Es necesario que el Estado garantice la expresión de los múltiples sentidos de la e
ducación asociados con la diversidad cultural a través de la participación verdaderame
nte democrática de todos los actores educativos.
Sin duda, los gobiernos nacionales, regionales y locales son partícipes importante
s junto a las instituciones de orden técnico, que orientan y administran el secto
r educación tanto a nivel nacional como local. Y acompañado de este, la participac
ión social, especialmente de las comunidades educativas, las cuales poseen el cono
cimiento práctico de la orientación que debe tener la educación, así como de los proces
os y necesidades de aprendizaje de sus comunidades, este elemento es básico en el
diseño de los currículos.
Sin embargo, la función del Estado se cuestiona, dado que por una parte, como inst
itución representa los intereses de una nación y su funciones de cohesión social y cul
tural, y por otra, se encuentra inmerso en presiones de tipo económico que involuc
ran, necesariamente, intereses privados a razón de mercados nacionales e internaci
onales, es decir los procesos de acreditación y evaluación en términos de calidad y ef
iciencia, y la competencia mundial y regional que se está originando a raíz de los d
emandas globales, es así que preocupa que los intereses diferentes a los comunes e
stén siendo representados en las reformas que están teniendo lugar en países como Colo
mbia.
Tal como lo reflexiona Fumagalli, la presencia y participación de los docentes en
los procesos de construcción de las reformas curriculares es importante y necesari
a, y por lo tanto requiere pensar en estrategias para que se parta de un proces
o sistemático, democrático y cualificado, con el fin de garantizar la pertinencia de
las reformas. Es importante resaltar que estos procesos de reforma deben conte
mplar una fase de evaluación donde las prácticas y orientaciones pedagógicas atiendan
las necesidades y realidades que se viven en las aulas y que realmente los resul
tados atiendan la realidad de la educación en un país.

3. ¿Cómo los efectos del mundo globalizado en las sociedades en desarrollo, esp
ecialmente en el ámbito de la ciencia y la tecnología, conllevan a una orientación esp
ecífica de las reformas educativas?
La globalización y sus procesos se estiman como complejos, multidimensionales y de
alcance internacional. Los cambios recientes se han dado de manera tan acelera
da como en ninguna otra época, la tecnología y la ciencia han impactado no sólo las fo
rmas de vida cotidiana, sino también las expectativas de la vida a futuro, vivimos
en lo que Bauman denomina la modernidad liquida, en donde todo fluye con gran v
elocidad, lo que exige “flexibilidad”, no solo laboral, sino que demanda una flexibi
lización de todo lo que presente rigidez local para que lo global fluya sin obstác
ulos, esto en términos de tecnología significa una gran demanda por la innovación y la
transformación de los currículos y los docentes para que las sociedades se puedan i
nsertar en el escenario internacional.
Dado que “las sociedades humanas no han nunca experimentado un tan grande crecimie
nto del conocimiento científico y tecnológico al mismo tiempo que una tan gran dific
ultad en la implementación del mismo” es evidencia que los efectos de estas transfo
rmaciones, dan contexto y determinan las condiciones sobre la cuales las socieda
des avanzan, determinan en cierta medida las oportunidades de acceso y comunicac
ión que una persona disfruta en su vida, e incluso facilita o limita las condicion
es para el aprendizaje en el proceso educativo.
En consecuencia, la educación se ha visto revaluada en sus fines, métodos y medios.
Sin duda las estructuras institucionales del sector de la educación se ven desafi
adas a actualizar la organización de la educación, por innumerables innovaciones del
orden tecno-científico que diariamente presionan formas más sofisticadas de vida.
Para organismos como la UNESCO, la adopción de políticas educativas dirigidas a fort
alecer el uso de las llamadas TIC´s, permiten democratizar el acceso a la educación,
facilitando el acceso y permitiendo avanzar en programas de alfabetización y form
ación en nuevas tecnologías. Sin duda es un fin loable desde el punto de vista de l
a equidad en la garantía del derecho a la Educación. Pero, ¿existe realmente tal capa
cidad de Estado, en el continente Latinoamericano para superar las barreras inte
rnacionalmente arraigadas en la transferencia de tecnologías, en la investigación y
en la difusión científica?¿ Se puede considerar que la adopción de las TIC´s, en vez de de
mocratizar el acceso a las oportunidades educativas, estén provocando una ampliación
en la brecha y desigualdad entre aquellos sectores de la sociedad que tienen ac
ceso a estas tecnologías, de aquellos que no las tienen?
Sin duda hay mucho que debatir y muchos acuerdos que consolidar, ya que vemos qu
e la brecha entre las propuestas y las realidades existen, y lo preocupante es q
ue todavía existe una enorme diferencia entre quienes tienen acceso y hacen uso de
estas nuevas tecnologías, para superar las desigualdades y la pobreza, y los que
aun no tienen acceso a servicios educativos para satisfacer las necesidades básica
s de educación planteadas en Jomtien y Dakar, la cuestión es, en ultimas, ¿cómo el currícu
lo da solución a estos y demás problemas de las sociedades latinoamericanas y de la
sociedad Colombiana en general?.
Sin duda tenemos un gran reto por afrontar, y a pesar de las políticas expuestas e
n los planes decenales y en los planes sectoriales, se necesita mayor voluntad y
acción de toda la comunidad educativa para poder superar los retos y desafíos que l
a globalización nos plantea.
Braslavisky, Cecilia “Desafíos de las reformas curriculares frente al imperativo d
e la cohesión social”
Estrada Alvarez, Jairo “Organización mercantil y privatización de la educación. La ma
no dura de la ley. Educación y Cultura No. 61. Revista del Centro de Estudios e I
nvestigaciones Docentes, Bogotá, D. C. 2002.
Fumagalli, Laura Pág. 68
Braslavisky, Cecilia “Desafíos de las reformas curriculares frente al imperativo d
e la cohesión social”

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