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LA MOTIVACIÓN

Existen dos clases de motivación: la intrínseca y la extrínseca.

 Motivación intrínseca: Es la energía que sentimos al realizar algo por el puro placer de hacerlo.
 Motivación extrínseca: Es la relacionada con la consecución de recompensas externas.

Los seres humanos damos gran importancia a controlar y dirigir nuestra propia conducta, por lo que
sentimos la necesidad de ser nosotros mismos los que decidimos sobre ella. Nos satisface ver las
consecuencias de nuestra conducta en los resultados. En un párrafo de “El misterio de la voluntad
perdida” de J. A. Marina recoge lo que supone llevar el control de la tarea:

“El que escoge por sí mismo su plan, emplea todas sus facultades: debe emplear la observación para
ver, el razonamiento y el juicio para prever, la actividad para reunir los materiales de la decisión, el
discernimiento para decidir y cuando ha decidido, la firmeza y el autodominio para sostener su
deliberada decisión.”

Está comúnmente aceptado que cuanto más control sienta la persona sobre su acción la motivación
será mayor. Cuanto más individualmente se sienta comprometido con la actividad por libre elección
y control personal, más intrínsecamente motivado estará. En contra, bajo condiciones externas de
presión, coacciones o controles, la sensación de autodeterminación disminuirá, disminuyendo a la vez
la motivación interna. A mayor motivación interna mayor autodeterminación y a menor
autodeterminación más extrínseca será la motivación.

Además de la sensación de control, dos factores tienen una especial relevancia a la hora de atribuir
la causa del éxito o del fracaso.

 Internalidad / externalidad. En función de que pensemos que la causa del resultado esté en
nosotros o fuera de nosotros.
 Estabilidad / inestabilidad de la causa. Que ésta sea duradera o efímera.

La importancia de este tema radica en que cada persona tiene un “estilo atribucional” más o menos
fijo. Hay estilos inflexibles que dan como resultados una motivación baja. Si yo con frecuencia, o
invariablemente, doy una explicación de mis fracasos interna y estable (dependen de mí y será
siempre así) y una explicación de mis éxitos externa e inestable (gracias a algo externo y efímero) mis
expectativas de éxito y mi motivación frente a tareas similares serán bajas y me llevaran a no
emprender acciones.

Las atribuciones que hacemos de las cosas que nos pasan a nosotros y a los demás están influidas por
la situación, por nuestra educación, nuestra cultura y sociedad, nuestros prejuicios, inseguridades,
miedos. Podemos cometer errores, y de hecho los cometemos, a la hora de atribuir la causa de
nuestros éxitos y nuestros fracasos y los éxitos y fracasos de los demás. Pueden suponer una excusa
salvadora o puede cargarnos de responsabilidad. Es importante analizar nuestro modo de atribución
y el de las personas que trabajan con nosotros, pues su repercusión en la motivación es notable.

Dos Ideas:
 Uno de los factores más importantes de motivación es la sensación de control sobre la tarea.
Saber cómo estamos haciendo las cosas influye directamente en la motivación y, por tanto,
en la fuerza y empuje para reanudar la tarea.
 Si deseamos motivar a nuestros equipos debemos poner énfasis en sus logros, reconocimiento,
trabajo, responsabilidad y crecimiento. Éstas son las características que realmente motivan y
satisfacen a las personas.

Factores motivacionales

Existen dos factores claramente diferenciados que explican la motivación:

 Factores motivadores: Son los que determinan el mayor o menor grado de satisfacción en el
trabajo. Están relacionados con el contenido del trabajo. Tienen que ver con un trabajo
estimulante, un sentimiento de autorrealización, la certeza de contribuir en la realización de
algo de valor, el reconocimiento de una labor bien hecha, la oportunidad de llevar a cabo
tareas interesantes, el control de esa tarea.

 Factores de higiene: Están relacionados con el contexto de trabajo. Hacen referencia al


tratamiento que recibimos en nuestro trabajo. Tienen que ver con el sueldo, las condiciones
del entorno físico en que se realice el trabajo, la convivencia con los compañeros de trabajo,
etc.

No es fácil estimular los factores motivadores ni tampoco lograr que los factores higiénicos se
cumplan. Recordemos que si no se dan ciertas condiciones básicas relacionadas con el salario y el
entorno laboral, será difícil que la persona encuentre factores motivadores que le impulsen hacia
actitudes positivas y a sentir satisfacción con su trabajo. Por tanto tenemos que ser justos y equitativos
en la remuneración de las personas. Ofrecerles un lugar de trabajo adecuado, dotarles de
herramientas para lograr el empeño, ser sensibles con los privilegios de antigüedad, con los títulos de
puestos, permitir una convivencia sana y agradable, respetar los horarios.

Si no se resuelven bien todos estos factores, será difícil que una persona logre auténtica satisfacción
en su trabajo. También ocurre al revés. Aunque estas condiciones se cumplan sobradamente, es
imprescindible para una motivación eficaz que la persona se sienta útil en su cometido, se auto
realice, se le atribuyan responsabilidades, disponga de control sobre la tarea y el logro.

Si deseamos motivar a nuestros equipos debemos poner énfasis en sus logros, reconocimiento,
trabajo, responsabilidad y crecimiento. Éstas son las características que realmente motivan y
satisfacen a las personas.
Cinco puntos clave para la motivación

1. La confianza se debe cuidar en todos los niveles de la organización, líder, compañeros y uno
mismo. Cualquier fisura en alguno de estos niveles afecta a nuestra motivación y como
consecuencia afecta también a nuestro rendimiento y a nuestra satisfacción.

2. El compromiso siempre nace de un reto. Si el equipo, si cada miembro ve su tarea como un


reto profesional, se comprometerá mucho más.

3. Las causas más frecuentes de desmotivación proceden de un contexto laboral poco


apacible, una retribución económica injusta y tareas que no satisfacen las necesidades de
autorrealización.

4. Uno de los factores más importantes de motivación es la sensación de control sobre la tarea.
Saber cómo se están haciendo las cosas influye directamente en la motivación y, por tanto,
en la fuerza y empuje para llevarlas a cabo. Esto tiene relación directa con el empeño en la
calidad del trabajo de cada uno de los profesionales.

5. Las personas suelen responder a las expectativas que nos hacemos de ellas. Si nosotros
consideramos que las personas con las que trabajamos son excelentes y responsables y se lo
hacemos saber, seguramente responderán a lo que esperamos de ellas.

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