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Afasia

Didáctica de la Lengua en Educación Especial

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Índice

1. Introducción ....................................................................................................................... 3
2. Nociones de anatomía cerebral ....................................................................................... 5
3. Definición de Afasia ......................................................................................................... 5
3.1 Definición General ........................................................................................................... 6
3.2. Tipos de Afasia ................................................................................................................ 6
3.2.1 Afasias Centrales ....................................................................................................... 6
3.2.2 Afasias Periféricas ................................................................................................... 12
4. Etiología ............................................................................................................................ 16
5. Evaluación del lenguaje en las Afasias ....................................................................... 19
6. Intervención ..................................................................................................................... 21
6.1. Formulación de objetivos ............................................................................................. 23
6.2 Recursos didácticos. ....................................................................................................... 23
6.3. Metodologías estandarizadas para la rehabilitación de la Afasia ......................... 25
6.4. Rehabilitación. ............................................................................................................... 26
6.4.1 Introducción ............................................................................................................. 26
6.4.2 Técnicas Genéricas de Intervención ...................................................................... 28
6.4.3 Técnicas Específicas de Intervención ............................................................. 36
6.5 Evaluación de la intervención ...................................................................................... 42
6.6 Pautas para la familia..................................................................................................... 44
7. Caso práctico .................................................................................................................... 45
8. Conclusiones .................................................................................................................... 45
9. Bibliografía ....................................................................................................................... 45

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1. Introducción
La comunicación representa la capacidad de transmisión de información. Los seres
humanos transmiten información de distinta naturaleza y a través de distintos
sistemas.

El lenguaje humano (verbal) como forma o conducta de la función simbólica o


semiótica ha sido definido de distintas maneras. Una definición completa es la que
aporta Lecours “El lenguaje es el resultado de una actividad nerviosa compleja que permita la
comunicación interindividual de estados psíquicos a través de la materialización de signos
multimodales que simbolizan estos estados de acuerdo con una convención propia de una
comunicación lingüística”.

Por tanto el lenguaje es una herramienta para la actividad intelectual, para la


comunicación de la información y, a la vez, un método de regular u organizar los
procesos mentales humanos. Creemos por ello que un defecto o daño en esta
capacidad, es una merma en el resto de las capacidades del sujeto desde la interacción
con el medio hasta del desarrollo intelectual adecuado.

En el caso de la afasia esto es más latente ya que, como veremos, dependiendo del
tipo de afasia., se ve influido uno u otro aspecto del lenguaje. Por ello podemos decir
que la afasia es un trastorno complejo, difícilmente definible partiendo de su etiología,
o de su clínica ya que presenta un conjunto de síntomas extremadamente complejos
que afectan a todos los aspectos del lenguaje y aparecen asociados a otros trastornos
evolutivos; es el caso de la afasia infantil congénita.

A pesar de ello de manera global, podemos dar una primera idea de afasia como
un trastorno del lenguaje que se caracteriza por la pérdida total o parcial de la
capacidad de comprender o utilizar el lenguaje ya formado, lo cual está dado por una
dificultad de carácter sensorial o motriz, que tiene como causa una alteración o lesión
orgánica a nivel cortical en las áreas correspondientes a los analizadores auditivo-
verbal y verbo- motriz. Está presente la afectación de los tres componentes del lenguaje
con la particularidad que se conservan algunos eslabones de este en su aspecto
expresivo en dependencia de la patología específica.

Los accidentes cerebro vasculares son la primera causa de una afasia.


Aproximadamente 30 % de las personas que sobreviven a un accidente cerebro
vascular presentan afasia. La alteración del lenguaje secundaria a una lesión cerebral
ha sido considerada como el principal determinante de la calidad de vida del
individuo. Lo cual ha sido determinante para que escogiéramos este tema para la
realización del trabajo en esta asignatura, ello también es debido a que En la actualidad
se asume que ante cualquier persona que presente alteraciones de la comunicación
después de un accidente cerebro vascular se debe:

 Evaluar en su discapacidad de lenguaje y de comunicación.

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 Ofrecer tratamiento apropiado, con supervisión de esos progresos, si se


identifican metas factibles y se demuestra un progreso continuado
 El equipo y sus familiares informarle de las técnicas de comunicación
específicas para atenuar o resolver sus dificultades de comunicación.

Por ello en este trabajo hemos querido recoger el tratamiento de esta patología,
desde los inicios médicos de la misma hasta la intervención sin olvidar que la familia
es un punto fundamental en la misma por que será necesaria su intervención y
colaboración.

Así mismo hemos pretendido recoger aquellos conocimientos y pautas necesarios


para el buen desempeño de nuestra vida profesional, pudiendo realizar con éxito la
intervención a un niño con esta casuística.

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2. Nociones de anatomía cerebral

Es uno de los centros nerviosos más importantes del organismo humano.

Se encuentra ubicado en la parte superior y anterior de la cavidad craneal y


aparece en todos los seres vertebrados.

El cerebro está dividido por una fisura longitudinal que permite distinguir entre
dos hemisferios cerebrales: el derecho y el izquierdo. A su vez, cada hemisferio
presenta otras fisuras, pero no tan profundas, que dividen la corteza cerebral en
distintos lóbulos

El cerebro es el órgano encargado de controlar y coordinar el movimiento corporal


y de procesar la información sensorial. Por otra parte, se encarga de regular las
funciones homeostáticas, como la presión sanguínea, la temperatura corporal y los
latidos del corazón.

En definitiva, el cerebro es el responsable del aprendizaje, la cognición, la memoria


y las emociones. Su funcionamiento se realiza a través de la interacción entre sus
distintas áreas, denominadas lóbulos:

3. Definición de Afasia

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3.1 Definición General


La afasia es la pérdida de capacidad de producir o comprender lenguaje, debido a
lesiones en áreas cerebrales especializadas en el control de la comprensión y expresión
del lenguaje, y deja a una persona incapacitada para comunicarse efectivamente con los
demás.

El término afasia, que fue creado en 1864 por el médico francés Armand
Trousseau (1801 - 1867), procede del vocablo griego ἀφασία: sin palabra.

Al estudiar las afasias no se puede olvidar nunca la realidad del “afásico”, como
paciente portador de una alteración del lenguaje. El afásico, como persona, tiene unas
reacciones afectivas ante su problema y, además se ubica en un entorno familiar y
social concreto. La distinción entre “tener una afasia” y “ser un afásico”, es esencial, en
especial cuando se realiza una aproximación terapéutica al problema.

3.2. Tipos de Afasia


De acuerdo con la APA, las afasias se subdividen en cuatro tipos centrales (de
Broca, De Wernicke, de conducción y global) y cuatro periféricos (sensorial trasncortical,
anómica, motora transcortical y trasncortical mixta).

Características clínicas y lingüísticas de los distintos tipos de afasia:

Tipo Lenguaje Parafasia Lectura


Espontáneo (errores Repetición Fluidez Comprensión Denominación comprensi
en el va en voz
habla) alta
Broca No fluente Anartria Alterado Alterado Intacto Alterado a veces Frecuenteme
Agramatismo Fonetica nte alterado
Wernicke Fluente Frecuente: Alterado Intacto Alterado Alterado a veces Alterado
Jerga fonémica verbal
Conducción Fluente Típica: Alterado Intacto Intacto Alterado a veces Frecuenteme
fonémica nte alterado
Global No fluente Estereotipia Alterado Alterado Alterado Alterado Alterado
Trasncortical No fluente. Infrecuente Intacto Alterado Alterado Alterado Frecuenteme
mixta Ecolalia nte alterado
Motora No fluente, Escasa Intacto Alterado Intacto Alterado Frecuenteme
Transcortical ecolalia nte alterado
Sensorial Fluente. Frecuente Intacto Intacto Alterado Alterado Alterado
Transcortical Jerga
semántica
(ecolalia)
Anómica Fluente. Infrecuente Intacto Intacto Intacto Alterado Alterado a
Circunloquio veces.

3.2.1 Afasias Centrales


 Afasia de Broca (motora)
Se produce por una lesión extensa que afecta a la región suprasilviana
prerrolándica frontolateral del hemisferio izquierdo y se extiende a la sustancia

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blanca periventricular, por debajo del área de Broca. Esta lesión se sitúa en el
territorio de la rama superior de la arteria cerebral media y, frecuentemente se
extiende hacia atrás afectando al lóbulo parietal. Es el segundo síndrome más
frecuente de la afasia crónica.
El principal rasgo de la afasia de Broca es la producción verbal no fluida, con
dificultades de articulación, empleo de frases cortas (normalmente limitadas a
una o dos palabras) y que se producen con esfuerzo, incapacidad para la
imitación y la repetición. Muestra una alteración del funcionamiento de los
niveles:
a. Fonológico: simplificación de la estructura fonética y elentecimiento en el
ensamblaje fonológico y la articulación, siendo habitual también la
presencia de apraxia en el habla.
b. Léxico: pérdida de fluidez y dificultades para encontrar palabras y
empleo de formas sobreaprendidas y estereotipias.
c. Sintáctico: agramatismo.

La presencia de los déficits agramáticos es bastantes específica de este síndrome


y constituyen un síntoma axial. El agramatismo severo lleva al llamado “estilo
telegráfico” con un exceso de palabras significativas y una falta de palabras
funcionales. Los sustantivos están mejor preservados, seguidos de los adjetivos
y verbos, los conectores gramaticales serían los que están más afectados. En los
casis leves, la producción de los pacientes se puede caracterizar por una
reducción en el uso de clausulas subordinadas o formas verbales complejas.

Una lesión limitada al área de Broca (circonvolución central inferior) no


produce afasia de Broca, sino una ligera disprosodia y agrafía, acompañadas, a
veces por la presencia de las pausas para encontrar palabras y una disartria
ligera.

El déficit de comprensión es leve, pero se ha mostrado que la mayoría de los


pacientes tiene problemas de comprensión similares a su sintomatología
expresiva, es decir, un deterioro importante para comprender las
construcciones gramaticales, en las que los indicios sintácticos son críticos.

La repetición está gravemente afectada y su ejecución es similar al lenguaje


espontáneo. La denominación está normalmente afectada. La lectura está
invariablemente alterada: la expresión está habitualmente condicionada por el
problema expresivo general del paciente.

En la forma clínica más típica de la afasia tipo de Broca, las lesiones se


presentan de forma aguda y dan lugar a la primera fase en la que el paciente
presenta un mutismo o simples vocalizaciones. La reducción masiva de la
expresión generalmente es excepcional. Normalmente puede evolucionar hacia
la estereotipia verbal. A medida que el cuadro clínico evoluciona, va
disminuyendo la reducción: el paciente empieza a decir palabras como su
nombre, el nombre de sus familiares, etc. Esta aparición de palabras aisladas se

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acompaña de un incremento paulatino de expresiones más o menos


automáticas, unidas al lenguaje emocional.

En ciertos casos con una evolución positiva se puede observar la persistencia


disociada (aislada) de alteraciones articulatorias que constituyen la llamada
anartria pura. En otros casos pueden predominar los trastornos de la escritura y
darse el cuadro de agrafía pura. En este último caso, y según las enseñanzas
clásicas existirán lesiones en el puede de la segunda circonvolución frontal.

En síntesis los síntomas que presentan los pacientes con este síndrome son los
siguientes:

- El paciente habla poco y tiene conciencia de sus errores.


- Tiene problemas para encontrar las palabras deseadas.
- Su articulación es deficiente.
- Realiza grandes esfuerzos para acompasar la lengua, la faringe y la laringe.
- Las palabras que emite están deformadas, y se han eliminado de su discurso
aquéllas más complicadas.
- La gramática es de una enorme simplicidad, sobre todo en lo referente a
elementos de enlace (preposiciones, conjunciones...).
- El estilo, en general, es del tipo telegráfico.
- La comprensión del lenguaje es casi normal.

Las alteraciones neurológicas asociadas que presentan son motoras en forma de


hemiplejia o hemiparexia derecha. Las alteraciones en la sensibilidad y de los
campos visuales son, al contrario de las alteraciones de la gestualidad en la
extremidad izquierda.

 Afasia de Wenicke (sensorial)


Se produce por lesiones en el tercio posterior de la circonvolución superior
(área de Wernicke), en el tercio de la rama inferior de la arteria cerebral media.
La afasia de Wernicke se caracteriza por la “parasintomatología”: prafasia
fonética y semántica,
neologismos o jergafasia y
paragramatismo (gramática
incorrecta, violaciones
sintácticas, elección de
conectores inadecuados,
inflexiones incorrectas, etc.)
La producción del habla es
normalmente fluida, con
pocos intentos para corregir
los errores cometidos. La dificultad para encontrar palabras es una
característica casi constante del trastorno, estando por lo general también
afectadas la lectura y la escritura.
Se han definido dos formas de este tipo de afasia en función de la localización
anatómica de la lesión. Una lesión en el lóbulo temporal produce una vertiente

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de sordera para palabras en la que la lectura está (en términos relativos)


menos afectada; los pacientes tienen gran dificultad en la comprensión de
palabras aisladas. Pero entienden más fácilmente palabras si se ayudan de un
contexto. Si la lesión se extiende posteriormente, se rompen las conexiones
visuales y el paciente presenta más dificultad para la comprensión del lenguaje
escrito y en un contexto, pero tiene relativamente menos dificultades para
comprender las palabras aisladas.
La afasia parafásica fluida es más frecuente en las dos primeras semanas de
aparición de la lesión (20%) pero es rara entre afásicos crónicos (3%). A la
mayoría de los pacientes evolucionan hacia una afasia anómica o residual
inespecífica. Este dato probablemente también indica un proceso de
reorganización y restablecimiento de la monitorización y el control de salida. La
edad media de los afásicos de Wernocke es mucho más alta que la de los
pacientes con afasia de Broca.
La repetición acostumbra a estar afectada en grado similar a la comprensión ya
las capacidades expresivas del paciente. El paciente que no comprende nada no
va a repetir nada, mientras que el paciente que comprende alguna palabra va a
repetir algo mejor. Algunos pacientes repiten las palabras en forma
interrogativa poniendo de manifiesto su dificultad en la comprensión.
En determinados casis, la comprensión verbal oral y escrita presenta una alteración
de la misma intensidad y la expresión logorreica y en forma de jerga. En estos
casos se habla de afasia de Wernicke masiva, y la topografía lesional es
habitualmente posterior parietal inferior. En otros casos se observa y una
mayor preservación de la comprensión escrita respecto a la comprensión oral.
En otros pacientes se observa la disociación inversa: predominio de las
alteraciones de la expresión y de la comprensión escrita respecto a la
comprensión oral. Podemos observar, del mismo modo la disociación inversa:
predominio de las alteraciones de la expresión y de la comprensión escrita
sobre las alteraciones orales. En los casos en que la disociación es muy marcada,
se puede asimilar el cuadro a la alexia-agrafia de Déjén. Por último, en los
casos en los que no hay logorrea (desde el principio o tras la mejoría), se pone
de relieve una falta de vocablos: aparecen pausas en las que el paciente busca la
palabra tras la que pueden aparecer parafasias o neologismos.
La denominación está siempre alterada y las ayudas que se ofrecen a los
pacientes son de escasa utilidad.
La lectura tanto en su verbalización como en su comprensión, está alterada en
general, pero varía en el grado de afectación.
La escritura también está afectada, pero la capacidad grafo motora
(automatismos, grafismos) está preservada. Las transformaciones de la escritura
pueden conducir a una jerga escrita.

Sintetizando, en la afasia de Wernicke los síntomas son los siguientes:

- El paciente habla mucho, como si estuviese alterado.

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- Las palabras que usa están transformadas, cambiadas de lugar y alteradas


en su fonética.
- El paciente no entiende lo que se le dice ni es consciente de sus errores.

Los pacientes que presentan una afasia tipo Wernicke no acostumbran a


presentar otros trastornos neurológicos evidentes. Como mucho, en las fases
agudas se puede observar una muy discreta paresia o una discreta alteración de
la sensibilidad (alteración de la discriminación de dos puntos, estereognosia,
etc.). Es más frecuente encontrar trastornos campimétricos, aunque éstos no son
constantes.

 Afasia de Conducción
Este tipo de trastorno fue postulado por Wernicke (1874). La presencia de
alteraciones de comprensión y el hecho de que muchas afasias de conducción
son la forma clínica a la que se llega tras la evolución de una afasia tipo
Wernicke hacen dudar de ala hustificación de separar estos dos tipos de afasias.
Se produce por una lesión que afecta a las vías de sustancia blanca (fascículo
arqueado, fascículo longitudinal superior) que conectan el área de Wernicke y
el área de Broca. Esta lesión se localiza generalmente generalmente en la región
supramarginal o en la región inferior del lóbulo parietal.
En este síndrome, la repetición está severamente alterada (especialmente con
palabras polisilábicas, oraciones compuestas, pronombres y conjunciones, y no
mejora con la imitación).
La comprensión está relativamente preservada, aunque puede son ser perfecta,
ya que pueden aparecer defectos en la comprensión de material complejo.
En relación al nivel de fluidez en el habla espontáneo y con el nivel casi normal
de la de la comprensión auditiva, puede estar estringida a serioes cortas de
palabras, pero con secuencia fonética y los problemas de denominación, con
conductas de aproximación, lo que hace que aparezcan más pausas y
vacilaciones.
La lectura en voz alta también presenta parafasias, pero en silencio o presenta
alteraciones. En la escritura aparecen con frecuencia omisiones, inversiones y
sustituciones de letras.
Podemos diferenciar dos tipos de pacientes:
- Aquellos con un déficit de repetición prominente debido a un
deterioro de la memoria fonológica a corto plazo.
- Aquellos con un deterioro de programación de salido fonológica
para palabras aisladas, junto con una monitorización
relativamente preservada dando lugar a intentos frecuentes en
corrección (conducta de aproximación) que puede ser lo más
prominente en repetición.

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Muchos afásicos de conducción muestran déficits en ambos niveles de


actuación. La afasia de conducción es frecuente en la etapa aguda y es rara en la
crónica. Cuando aparece en la fase aguda el pronóstico es bueno.
A modo de síntesis esta afasia presenta los siguientes síntomas:
- Expresión entrecortada, paros, dudas, correcciones.
- Casi exclusivamente parafasia fonética y verbal morfológica,
conductas de aproximación fonémica y ensayos progresivos.
- Gran número de trasformaciones de tipo morfológico y
sintáctico.
- Fallos en sintaxis por: emisión adición y desplazamiento.
Presentan una mayor alteración en palabras gramaticales.
- Comprensión: alterada moderadamente o normal.
- Repetición muy alterada, en ocasiones son incapaces de repetir.
Conductas de aproximación fonémica, abundantes parafasias
fonémicas, puede existir una buena repetición de palabras cortas.
- En la lectura presenta los mimos defectos que en la repetición.
- Presenta grafismo y automatismos, habitualmente, preservados.
Pero podemos encontrar un gran número de trasformaciones
paragráficas: disortrografías, paragrafías literales, verbales
morfológicas.
 Afasia Global:

La afasia de tipo global (o total) es la forma más grave de afasia. Es el resultado de


una destrucción masiva de las zonas del lenguaje del hemisferio izquierdo, que
engloba el área de Broca y la de Wernicke. También puede ser consecuencia de lesiones
subcorticales masivas que desconectan las áreas del lenguaje.

La expresión y la comprensión verbal están gravemente afectadas. La repetición es


nula. Con frecuencia el paciente presenta un mutismo o estereotipias. La prosodia
puede permanecer funcional o hacerse funcional con el tiempo. Puede haber
capacidades de lenguaje automático preservadas (contar, recitar los días de la semana,
etc.).

Dentro de las afasias de tipo global existe una variabilidad de formas clínicas,
tanto por la posibilidad de distintos grados de afectación de la comprensión verbal
como por la presencia de diversa semiología expresiva. Cuando la comprensión mejora
significativamente, pero no se llega a alcanzar los niveles propios de una afasia tipo
Broca, se usa el calificativo de afasia motora mixta. Las afasias globales pueden
evolucionar hacia una afasia de tipo Broca cuando la comprensión mejora
significativamente.

A nivel de lenguaje aparece en un primer momento un mutismo total, pasando


luego a cierta verbalización. Estas verbalizaciones suelen ser estereotipias verbales
repetitivas y pueden presentarse como sílabas sueltas (por ejemplo, el paciente puede
que diga únicamente "ta ta ta ta") a las que se dota de entonación e inflexión expresiva
o palabras o frases sencillas completas.

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La comprensión, aunque permanece siempre muy deficitaria, puede recuperarse


más que la expresión, evolucionando tras la recuperación (especialmente con
rehabilitación) a una afasia de Broca grave. Esta característica es la que aconseja que la
rehabilitación en este subtipo se dirija a una mejoría de la comprensión, pese a que en
muchos casos los familiares están más preocupados por la expresión.

Algunas de las alteraciones neurológicas asociadas son la hemiplejia derecha masiva y


los defectos sensitivos derechos son prácticamente constantes. En muchos casos se
observan defectos campimétricos. Es frecuente la apraxia ideomotora de la extremidad
no parética.

En general los pacientes con afasia de tipo global presentan lesiones hemisféricas
izquierdas amplias en el territorio de la zona del lenguaje (territorio anterior y
posterior de la irrigación de la arteria silviana). Ocasionalemnte se pueden dar afasias
tipo global sin hemiplejia en caso de lesiones de las zonas anteriores y posteriores del
lenguaje que respetan los sistemas motores de disposición central.

3.2.2 Afasias Periféricas


 Afasia sensorial transcortical:

Este tipo de afasia se caracterizan por una disociación entre una buena
capacidad en la repetición y un defecto claro en la comprensión de los
materiales que el paciente es capaz de repetir:

La expresión es fluente. Presenta un débito normal, prosodia como en la de


Wernicke, normalidad ártrica, fonémica y fonética. Parafasia verbal, y en
general jerga parafásica verbal sintagmática que evoluciona a:

- Reducción de la jerga
- Frases hechas
- Poca unidad léxica.
- Posibles circunloquios de frases inacabadas

Anomalía similar a la de Wernicke.

La comprensión está muy afectada:

- Alterada de entrada si etiología brusca


- Alteración tras evolución si etiología progresiva
- Frases simples mejor comprendidas que palabras aisladas
- Trastornos psicolingüístico de la comprensión.

La repetición relativamente perseverada. Uso de la ecolalia en ciertos pacientes.

La producción verbal generalmente es en forma de jerga semántica. La ecolalia


puede ser un fenómeno predominante.

La verbalización lectora puede presentar distintos grados de afectación, desde


una grave alteración hasta trastornos leves. La comprensión lectora está
gravemente afectada. La lectura es en forma de jerga.

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La afasia tipo sensorial transcortical presentan, en general, una evolución


favorable, con una mejoría en la comprensión y con la aparición de anomias y
circunloquios. En otros casos se puede presentar una afasia sensorial
transcortical como resultado de la evolución de una afasia tipo Wernicke.

El “transcorticalismo sensorial” (discofemia semántica, sordera para el


significado de las palabras) puede ser más o menos puro: en los casos más
puros, los pacientes presentan una lenguaje expresivo normal y pueden repetir
palabras y frases que son incapaces de comprender, en ciertos casos, el paciente
puede escribir palabras que es incapaz de comprender. La comprensión se
puede realizar a través del sistema visual. Leyendo la palabra que acaba de
escribir.

Los pacientes con afasia sensorial transcortical pueden presentar alteraciones


sensitivas en el hemicuerpo contralateral a la lesión y alteraciones de los
campos visuales.

 Afasia motora transcortical.

Este tipo de cuadro clínico fue descrito por Pick en 1905 con el nombre de
“adinamia del habla”; posteriormente, Kleist y Luria en 1972 lo clasificaron
como “afasia dinámica”; posteriormente Luria en 1980 considero que su afasia
dinámica era distinta de la afasia motora transcortical, ya que en ésta existirían
una mayor perseveración.

El cuadro clínico esta caracterizado por un lenguaje expresivo espontáneo muy


reducido (no fluente) con una repetición con rendimientos netamente mejores.
La expresión es esforzada, lenta, breve, con tendencia al mutismo,
espontaneidad centrada en el lenguaje, respuestas lacónicas, simplificación, con
tendencia a la ecolalia,

La comprensión está relativamente preservada, aunque no es perfecta y


presenta defectos centrados en los materiales complejos y secuenciales. Es
básica y normal, aunque con fallos en las tareas complejas.

La denominación está alterada, pero en general son útiles las ayudas


contextuales y fonémicas. Puede estar muy marcada por fenómenos
perseverativos. Es más o menos normal con fallos por la ausencia de respuestas
o retrasos.

Puede presentarse una reducción similar de la escritura, pero la lectura oral y la


comprensión lectora pueden estar disociadas, es decir, relativamente
preservadas. Este hecho se debería a la posibilidad de entrar al sistema de
producción verbal y al sistema semántico a través de los sistemas
occipitoparietales preservados.

En la escritura la falta de incitación más evidente que a nivel orales la


característica fundamental.

En la lectura los fallos que presentan pueden considerarse dentro de la


“normalidad”. Su comprensión es buena.

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Afasia

Un perfil clínico de afasia motora transcortical se puede observar a las 3-4


semanas de evolución de una afasia de tipo broca de etiología vascular.
También se puede observar en la evolución temprana de perfiles afasia de tipo
global. Si el cuadro evoluciona hacia la mejoría, se puede pasar hacia la afasia
anómica.

La recuperación de las afasias tipo motor transcortical es, en general, bastante


buena. Por este motivo se observan pocos casos en los servicios de
rehabilitación con pacientes crónicos. En ciertos casos existen cuadros
transcorticales motores más estables, generalmente en pacientes que
inicialmente presentaban una afasia tipo broca, cuya repetición mejora más que
el lenguaje espontáneo.

En los casos de afasia motora transcortical es frecuente le presencia de trastornos


motores derechos, desde una hemiplejia completa a distintos grados de
hemiparesia. En los casos en que la topografía lesional se sitúa en la cara medial
del hemisferio, afectando el área motora suplementaria, es frecuente una
paresia con claro predominio en la extremidad inferior. Los trastornos
sensitivos son infrecuentes, al igual que los campimétricos. Es frecuente la
apraxia unilateral izquierda.

 Afasia transcortical mixta.

El cuadro se caracteriza por la preservación de la repetición en el contexto de


una grave afección de la expresión y la comprensión.

La repetición, por otro lado, tampoco es perfecta. De hecho, el


“transcorticalismo mixto” representa la suma de los “transcorticalismo” motor
sensorial y motor. La afasia tipo transcortical mixto constituye un síndrome en
el que el paciente realiza una expresión reducida a ecolalias y en el que puede
aparecer un fenómeno de “completamiento” de Stengel.

La repetición puede presentar el fenómeno de la corrección de estructuras


sintácticamente inadecuadas (frases como “la leche es blanco” son repetidas
como “la leche es blanca”).

En la denominación nos existe respuesta, aunque puede haber la posibilidad de


neologismos o parafasias semánticas.

Todas las actividades del lenguaje están afectadas en grado máximo.

El cuadro se acompaña frecuentemente de importantes defectos neurológicos:


hemiplejia, hemihipoestesia y defectos campimétricos.

Estas alteraciones varían considerablemente de un caso a otro. Ross en 1980


puso de manifiesto que, cuando un infarto de la arteria cerebral anterior
izquierda se extiende hacia atrás, invadiendo el precuneus y la cara interna del
lóbulo parietal, se presenta no una afasia motora transcortical, sino una afasia
transcortical mixta.

 Afasia anómica.

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La afasia anómica o afasia nominal, se caracteriza por un lenguaje expresivo


fluente, con normal articulación y estructura, en el que destaca una dificultad en
la evocación nominal.

Es un cuadro más complejo que el de la afasia de Wernique o sensorial


transcortical.

La expresión puede presentar circunloquios y palabras ómnibus. Débito


normal, prosodia y articulación.

Defectos nominales más o menos graves:

- Perífrasis imprecisas. Circunloquios (generalmente de uso)


- Frases inacabadas.
- Palabras mal elegidas.
- Fallo más evidentes si la palabra es menos frecuente.
- Latencias en la aparición de elementos lexicales “vacios”. Ausencia
de respuesta o de palabra
- Parafasia rara.
- Ayuda por esbozo oral: negativa.

La compresión está preservada, aunque en algunos pacientes más que en otros.


Es buena, aunque existe la posibilidad de encontrar dificultad en tareas
elaboradas.

Se ha de destacar que la manifestación anómica puede únicamente aparecer en


el lenguaje espontáneo, siendo normal o casi normal la denominación por
confrontación visual.

Muchos afásicos, al evolucionar y mejorar significativamente, pasan a tener la


característica de anómicos en las fases crónicas. Algunos casos proceden de una
afasia tipo Broca con mejoría en la fluencia, pero con trastornos ártricos y
anomias de tipo motor según la clasificación de Benson. Otros casos son el
resultado de la evolución de una afasia tipo Wernique y presentan discretos
trastornos en la comprensión y producción nominales parafásicas.

La anomia es un fenómeno general en las afasias. En ciertos trabajos se destaca


que los rendimientos en los Tests de denominación dependen más de la
gravedad que del tipo de afasia.

Los trastornos de la denominación, se pueden clasificar en:

- Fonéticos
- Fonémicos.
- Neologísticos.
- Verbo-semánticos.
- Anómicos.

Algunos pacientes con trastorno de la denominación, especialmente los


neologísticos, los verbos-semánticos y los anómicos, presentan mayores
defectos en la comprensión.

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Afasia

Es fundamental estudiar el tipo exacto de anomia y su contexto clínico, y tener


en cuenta que no se pueden generalizar las características clínicas de os
pacientes anómicos.

La dificultad en la evocación de las palabras ha sido efecto de diversos estudios


que pretenden definir una serie de rasgos clínicos especialmente de ciertas
anomias:

1- Frecuencia normal de las palabras.


2- Imaginibilidad
3- Familiaridad de las palabras.
4- El tipo gramatical y el campo semántico.
5- Localización del ítem en la fase y relaciones contextuales.

También se han puesto de manifiesto ciertas características clínicas de los


anómicos, como la presencia de defectos en la discriminación semántica y la
definición de los elementos léxicos.

En cuanto a la lectura y escritura podemos destacar que ambas son normales,


tanto en compresión como en expresión. Como excepción o problema destacar
sobre todo en la escritura la consecuencia principal del anomismo o dificultad
de la evocación nominal, los defectos en la escritura espontanea, así también
como la posible aparición de Disortografía.

Las alteraciones neurológicas asociadas dependen del tipo concreto de afasia


anómica. Si el cuadro es una forma clínica a la que ha evolucionado otra afasia,
las alteraciones neurológicas dependen del cuadro de base inicial. Si la anomia
es del tipo progresivo o por lesión parietal inferior izquierda, las alteraciones
neurológicas y neuropsicológicas serán las propias de esta topografía: apraxia
constructiva, agrafía, apraxia ideomotora, acalculia etc.

4. Etiología
La afasia es causada por un trauma o una infección cerebral, existen diversos tipos
de causas que provocan una lesión cerebral, de los tres tipos que enumeramos los más
frecuentes son los dos primeros:

a. Enfermedades cerebro vasculares: las afasias se han relacionado


tradicionalmente con las enfermedades cerebro vasculares, que producen
una lesión focalizada y unos síntomas específicos en función de la región
de la arteria cerebral afectada. Son trastornos en los que un área del
encéfalo se afecta de forma transitoria o permanente. Tiene dos variantes,
isquémicos y hemorrágicos. El cuadro clínico es variado y depende del
área encefálica afectada:

 Isquemia: disminución del aporte sanguíneo cerebral de forma


total o parcial. también se llama infarto cerebral, se debe a la
oclusión de alguna de las arterias que irrigan la masa encefálica,

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Afasia

generalmente por arteroesclerosis o bien por un émbolo (embolia


cerebral) que procede de otra localización, fundamentalmente el
corazón u otras arterias (como la bifurcación de la carótidas o del
arco aórtico). La isquemia de las células cerebrales puede venir
producida por los siguientes mecanismos y procesos:

1. De origen vascular: Estenosis de las arterias por


vasoconstricción reactiva a multitud de procesos
("vasoespasmo cerebral"). Con frecuencia se debe a una
disminución del gasto cardíaco o de la tensión arterial
produciendo una estenosis y su consecuente bajo flujo
cerebral.
2. De origen intravascular
a. Aterotrombótico : Se forma un coágulo en una de las
arterias que irrigan el cerebro, provocando la
isquemia. Este fenómeno se ve favorecido por la
presencia de placas de arterosclerosis en las arterias
cerebrales.
b. Embólico: El émbolo puede ser consecuencia de un
coágulo formado en una vena de otra parte del
cuerpo y que, tras desprenderse total o parcialmente,
viaja hacia el cerebro a través del torrente sanguíneo,
o bien otro material llegado al torrente circulatorio
por diferentes motivos: fracturas (embolismo graso),
tumores (embolismo metastásico), fármacos o incluso
una burbuja de aire. Al llegar a las pequeñas arterias
cerebrales el émbolo queda encayado cuando su
tamaño supera el calibre de las mismas, dando lugar
al fenómeno isquémico.
3. De origen extravascular
a. Estenosis por fenómenos compresivos sobre la pared
vascular: Abscesos, quistes, tumores, etc.

 Hemorragia: ruptura de un vaso sanguíneo que supone la presencia


de sangre, bien en el parénquima o en el interior de los ventrículos
cerebrales o, bien en el espacio subaracnoideo. Por una parte, priva
de riego al área cerebral dependiente de esa arteria, pero por otra
parte la sangre extravasada ejerce compresión sobre las estructuras
cerebrales, incluidos otros vasos sanguíneos, lo que aumenta el área
afectada. Ulteriormente, debido a las diferencias de presión
osmótica, el hematoma producido atrae líquido plasmático con lo
que aumenta nuevamente el efecto compresivo local. Es por este
mecanismo por lo que la valoración de la gravedad y el pronóstico
de una hemorragia cerebral se demora 24 a 48 horas hasta la total

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Afasia

definición el área afectada. Las causas más frecuentes de


hemorragia cerebral son la hipertensión arterial y los aneurismas
cerebrales.
b. Traumatismo craneoencefálico: son lesiones cerebrales cuya causa primaria es
externa, generalmente un golpe. Esta lesión puede conllevar un estado de
conciencia disminuido o alterado y suele producir un deterioro del
funcionamiento físico, de las capacidades cognitivas, del estado emocional
y de la situación social y laboral posterior. Como consecuencia del golpe se
producen una serie de lesiones intracraneales y extra craneales que
podemos clasificar como primarias (aquellas que se producen en el
momento del impacto y son irreversibles) y secundarias (susceptibles de
tratamiento como son los hematomas intracraneales, los derrames
cerebrales, las infecciones,…).
c. Infecciones: es el término clínico para la colonización de un organismo
huésped por especies exteriores. En la utilización clínica del término
infección, el organismo colonizador es perjudicial para el funcionamiento
normal y supervivencia del huésped, por lo que se califica al
microorganismo como patógeno. Estos organismos pueden producir
lesiones cerebrales.

Podemos diferenciar, dependiendo del momento de aparición:

- Afasia adquirida: caracterizada por la pérdida de un lenguaje previamente


asimilado como consecuencia de la aparición de una lesión cerebral.

- Afasia congénita: referida a la ausencia o casi ausencia del desarrollo del


lenguaje oral en un niño que presenta las siguientes características:

 Su capacidad intelectual suficiente para la adquisición de un primer


lenguaje (en general la afasia congénita va asociada con deficiencia
mental, pero esta no se considera importante como para justificar la
ausencia del lenguaje).
 Su audición es normal.
 Su motricidad es suficiente para producir el habla.
 Manifiesta conductas comunicativas espontáneas.

Como se puede observar se trata de una definición por exclusión, formulada pro
Benton (19964), que refleja la ausencia de un modelo teórico universalmente aceptado
para la etiología de este cuadro.

Si afecta más a la expresión que a la comprensión (es excepcional que ésta sea
normal, pero puede estar bastante mejor) se hablara de afasia expresiva o motriz
(audiomudez en algunos manuales); si afecta tanto a la comprensión como a la
expresión. Nos encontramos con un caso, poco frecuente, de afasia global o mixta
(algunos autores denominan a este cuadro sordera verbal).

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Afasia

El pronóstico es en general pesimista, pero en varios casos, la aplicación de un


programa intensivo y largo ha conseguido dotar a estos niños de un lenguaje
rudimentario peor funcional. Hay que tener en cuenta que los síntomas no lingüísticos
son importantes (problemas de atención, alargamiento del problema de latencia de
respuesta a los estímulos, dificultades de percepción, de discriminación, de
memoria…) y que se suelen presentar conjuntamente a un cuadro global ya
problemático, como la deficiencia mental.

El niño afásico congénito es un candidato idóneo a la utilización de sistemas


alternativos y/o aumentativos de la comunicación.

No debe olvidarse que se la Afasia se trata de un trastorno evolutivo: las


capacidades de comprensión del propio niño y las reacciones del entorno a las
dificultades de comunicación pueden configurar “formas externas” muy diversas de la
disfasia congénita, a nivel interpretativo, Einsenson (1972) deriva las dificultades de los
niños disfásicos de un déficit en la percepción y la discriminación de los fonemas en
un contexto lingüístico; de una dificultad del tratamiento temporal de la información
(sobre todo si esta les llega por vía auditiva), tanto para determinar el orden de
presentación como para la memoria inmediata de acontecimientos encadenados, y de
una dificultad en el sistema de almacenamiento y memorización de los signos verbales.

Esquema Metacognitivo

Esta hipótesis de un trastorno a nivel de procesamiento de la información “de


entrada”, como responsable de los síntomas tanto receptivos como expresivos, es la
que ha recibido mayor apoyo experimental en las dos últimas décadas.

Según el grado de perturbación de cada uno de estos aspectos, la disfasia


presentará formas diversas para una revisión del tema y de las perspectivas de
intervención.

Las secuelas en el lenguaje escrito y a nivel escolar suelen ser importantes pero si
el niño dispone de una buena inteligencia y recibe el apoyo intensivo y precozmente, el
lenguaje escrito puede incluso representar un apoyo fundamental en el desarrollo de
habilidades lingüísticas orales: en este caso, evidentemente, tanto los objetivos como la
metodología de aprendizaje de la lectura difieren bastante de los métodos tradicionales
de la enseñanza de la lectura en la escuela.

5. Evaluación del lenguaje en las Afasias


Entendemos por evaluación la exploración y el análisis de los niveles del
rendimiento de las áreas del desarrollo, obtenidos por medio de instrumentos
adecuados y realizados por el profesional especializado. Para evaluar el área del
lenguaje oral y las demás áreas implicadas en el desarrollo global del niño, debemos
conocer las bases teóricas de los niveles, elementos y aspectos que queremos evaluar.

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Afasia

El estudio teórico de la construcción del lenguaje oral (ver esquema en etiología)


y la selección de procedimientos estandarizados y elaborados nos permite suministrar
la suficiente información para llegar al diagnóstico del lenguaje oral.

Para evaluar todo esto existen grandes baterías de pruebas, como son:
 TEST DE BOSTON para el diagnóstico de la afasia
 BATERÍA DE WESTERN PARA AFASIA (BAW)
 TEST PARA EL EXAMEN DE LA AFASIA, de Ducarne de Ribaucourt (TEA)
 ÍNDICE DE PORCH DE LAS CAPACIDADES COMUNICATIVAS
 ESCALA DE EJECUCIÓN DEL LENGUAJE EN LA AFASIA
 TEST DE EXPLORACIÓN DE LOS PROCESOS LINGÜÍSTICOS EN AFASIA
 TEST DE BARCELONA, programa integrado de exploración neurológica
 Pruebas de screening y despistaje que suelen ser bases y aplicadas por personal
poco entrenado y que dan información limitada. Objetivan la existencia de
afasia, sin aportar más características de la misma.
 TEST DE FRENCHAY (un ejemplo de lo anteriormente dicho)
 Pruebas de comunicación funcional, habilidades del paciente para
comunicarse...
 TEST DE LAS CAPACIDADES COMUNICATIVAS EN LA VIDA,
DISCRIMINACIÓN E ÍNDICE
 DE LA EFECTIVIDAD COMUNICATIVA (CETI y CADL) (también éstas son
ejemplos de lo anterior)

Aunque habrá de que adaptarse a cada caso singular, hay no obstante toda una
serie de pasos a dar en el diagnóstico, entre los que sobresale siempre la observación
directa por parte del experto en la producción lingüística del sujeto en cuestión.

 La evaluación propiamente dicha comprende:


- Anamnesis:
a. Datos personales
b. Historia del sujeto, su desarrollo, su personalidad, sus
enfermedades, trayectoria escolar, etc.
c. Antecedentes familiares y actitudes de los padres ante el
problema.
- Examen médico, neurológico y auditivo, sobre todo para descartar
causas y patologías ligadas a la personalidad o a otros aspectos a
tenor de lo descrito al referirnos a estos trastornos.
- Evaluación sistemática de la articulación y del habla en general.
- Observación y evaluación de la motricidad buco facial y de la
conducta respiratoria.
- Examen de la percepción temporal y del ritmo.
- Examen de la percepción y discriminación de sonidos, fonemas y
palabras.
- Examen de memoria verbal inmediata.
- Pruebas estandarizadas para determinar el nivel lingüístico.
- Pruebas complementarias, si se juzga necesario de carácter auditivo,
neurológico, etc. Inteligencia general del sujeto, conducta general del

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Afasia

niño, procesos de producción del habla, atención, percepción,


psicomotricidad, lateralidad y esquema corporal.
 Evaluación sistemática del habla se hace con los siguientes ejercicios:
- Contar.
- Muestras de habla.
- Muestras de lectura.
- Repetir sonidos, sílabas, palabras, frases, que se proponen al sujeto.
- Conversación a partir de láminas.
- Conversación espontánea con el sujeto.
- Repetición de dígitos y de ritmos.
- Ejercicios de discriminación de fonemas o palabras parecidas.

Por ello vamos a llevar a cabo una evaluación por módulos o sistemas, tras la
presentación de los mismos haremos un breve comentario sobre su significación y
sentido diagnóstico añadiendo, cuando sea posible, la información referida a las
hipótesis sobre el funcionamiento del modulo analizado, requerimientos que podrían
necesitarse de forma más o menos completa.

 Comunicación:
Este módulo evalúa la interacción del sujeto con el entorno poniendo de relieve la
capacidad del paciente para realizar comunicación efectiva o comunicación
funcional en cuanto capacidad de modificación de dicho entorno a través del
lenguaje.
Con el término de comunicación funcional nos referimos al dominio del lenguaje
como técnica instrumental. En este sentido el lenguaje es funcional cuando es
medio de comunicación, de aprendizaje, de transmisión de información, etc. Para
que dicha comunicación sea efectiva suponemos como necesaria la comprensión
auditiva que facilite el procesamiento del oído y la expresión oral o escrita
(igualmente podría ser signada), como modo explícito de vehiculizar los
contenidos comunicativos.
El nivel de comunicación así como la forma de realizarse esta nos acerca,
inicialmente al tipo semiológico de afasias fluidas o al de las no fluidas.
Inicialmente se habrá de recurrir a preguntas que requieran respuestas lacónicas
de tipo si o no, o bien a preguntas en las que se le presenten al sujeto múltiples
elecciones como posibles respuestas, sólo, decimos en aquellos supuestos de
graves dificultades de comunicación, casos en los que esta sea la única vía posible
dicha comunicación.

6. Intervención
La terapia en la afasia, para ser eficaz, precisa de una rigurosa investigación sobre
los procesos cerebrales o procesos neurolingüísticos. El objetivo rehabilitador se basaría
en preescribir formas de actuación, razonablemente seguras, que permitan potenciar
una o determinadas funciones cognitivo-lingüísticas.

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Afasia

Descubrir el tipo de mecanismos neuropsicológicos que, en cada sujeto, permitan


activas funciones neurolingüísticas va ser, por tanto, un objetivo rigurosamente
inexcusable. Este descubrimiento con posterioridad se verá reflejado en el diseño de
técnicas y metodologías de tratamiento.

A pesar de todo, el cuadro afásico dependa en exclusividad de una u otra


actuación o técnica terapéutica. En algunos casos, la lesión neurológica y el
compromiso de algunas redes neuronales es tal que, con igual sentido de la mesura,
será difícil prever mejoras significativas. Si a ello añadimos que, en ocasiones el propio
envejecimiento cerebral contribuye al agravamiento del cuadro afásico, es obvio que no
toda la responsabilidad en la rehabilitación puede recaer en el terapeuta.

El problema subyacente de los aprendizajes y reaprendizajes radica basicamene en


el hecho de que la plasticidad cerebral es limitada, principalmente por dos razones, en
primer lugar, porque en la actualidad no es posible crear o recrear las redes neuronales
destruidas y menos aún su funcionalidad; en segundo lugar porque las redes
insistentes no dañadas e incluso las nuevas vías creadas si acaso se forjan no poseen no
pueden ser dotadas de la alta especificidad que tenían asignadas las redes primigenias.

Desde el punto de vista psicolingüístico, y en lo que hace referencia al


procesamiento verbal, dos son los grandes sistemas funcionales que permiten procesar
dicha información: el sistema auditivo y el sistema visual.

De manera general, dependiendo de la gravedad del trastorno o alteración que


presenta el paciente se emplean distintas modalidades de intervención:

 En la facilitación se emplean claves que permiten la recuperación y la


rehabilitación de la información. Parte de la concepción de que la
rehabilitación implica reactivar la función que se encuentra inactiva. Por
ejemplo el procedimiento de Schuell se basa en el proceso del lenguaje desde
una respuesta voluntaria y adecuada.
 Otra modalidad sería el reaprendizaje de las habilidades perdidas por el
paciente, Las habilidades perdidas pueden ser enseñadas directamente o
mediante algún tipo de ayuda.
 La reorganización o sustitución se emplea cuando la capacidad de aprendizaje
del está muy limitada. Implica generalmente hacer uso de los procesos que
mantiene intactos. Dentro de este grupo de estrategias de sustitución la
técnica más empleada es el tratamiento conductual basado en el
condicionamiento operante. Éste se basa en dos principios, el refuerzo y en la
progresiva adquisición de conductas (logros). Dentro de este grupo de
estrategias destaca la aproximación denomina la reorganización funcional
(Luria) en la que se plantea que para reorganizar la función que ha sido
dañada es preciso delimitar que aspectos de la función han quedado intactos.
 La adaptación o comprensión supone la sustitución de una habilidad perdida
por otra que posibilite la comunicación. Este tipo de intervención no se
utiliza especialmente en relación con el lenguaje.

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Afasia

6.1. Formulación de objetivos


http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-logo/afasias_1.pdf

Los objetivos del tratamiento de la afasia son:


- Reintegrar o remediar la habilidad del paciente afásico para el habla, la
comprensión, la lectura y la escritura.
- Ayudar al paciente a desarrollar estrategias que compensen o minimicen los
problemas del lenguaje
- Localizar los problemas psicológicos asociados que comprometen la calidad de
vida de la persona afásica y de sus familiares
- Ayudar a la familia y a los allegados a involucrarse en la comunicación con el
paciente
La rehabilitación del lenguaje del afásico debe comenzar lo antes posible. La
fundamentación de este criterio se encuentra en la necesidad de no dar tiempo a que se
formen o condicionen reflejos patológicos que frenarían en gran medida el proceso de
rehabilitación.
El pronóstico de la rehabilitación de los pacientes afásicos depende de los factores
endógenos de la lesión (tipo, tamaño, localización, etiología) y los del paciente (edad,
sexo, nivel cultural, social, familiar, ocupación) y de los exógenos, que dependen del
tratamiento como tal, el método asumido y la cooperación del paciente y familiares.
El objetivo terapéutico radica en posibilitar la eficacia de diversos sistemas
funcionales para la reconexión, reensablaje y re información de contenidos y
habilidades premorbidas, bien sea utilizando aferencias y eferencias conservadas, bien
entrenado directamente el eslabón perdido.

En este sentido el tratamiento consiste en crear un medio de reactivar una


facultad, utilizando un canal aún no afectado.

6.2 Recursos didácticos.


El material de tratamiento para sujetos afásicos, al igual que ocurre con el material
para otros sujetos o patologías es un elemento necesario dentro del proceso didáctico; y
sin embargo, en el rango de prioridades, este eslabón puede crearse o suplirse con
relativa facilidad.

El material es una de las herramientas que con mayor intensidad se reclama para
programar la terapia; si bien, su importancia ha de reducirse a la que corresponde a las
instrumentos de ejercitación de hecho un mismo material puede ser utilizado para
diferentes y múltiples tareas y por tanto para trastornos lingüísticos distintos. El único
requerimiento para su preciso uso se basaría en que el terapeuta planificase
entrenamientos convenientemente adaptados. No existe un material óptimo para el
trabajo con el sujeto afásico, el material será pues versátil en función de los objetivos
que proyecte cada terapeuta.

El convencimiento de que la filosofía con la que se enfoca la intervención es lo que


hace elegir uno u otro material. Este ha de encuadrarse dentro del conjunto global del
programa terapéutico y ha de pasar a un segundo plano respecto al diseño de los

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Afasia

ejercicios terapéuticos. Será pues, la planificación la delimitación razonada de los


objetivos y la secuenciación de los mimos, la guía más importante de la intervención
lingüística a la que se añadiría en un plano secundario el material.

Uno de los cuidados que ha de tener en cuenta a la hora de seleccionar el material


para el sujeto afásico es el de no utilizar un material que pueda generar sentimientos de
esta siendo tratado como cualquier niño que cubra la etapa de infantil.

El sujeto afásico que pierde el lenguaje no puede ser tratado desde ningún punto
de vista, como un niño con pobre lenguaje o en etapa de adquisición, a pesar de en que
algunas partes del recorrido rehabilitador se programe contenidos u objetivos
semejantes.

No sólo será preciso atender al material a utilizar sino también habría que prestar
atención a la ejercitación concreta que puede hacerse con el mismo.

La selección del material ha de hacerse, en razón de los objetivos si bien, por lo


general, todo el material se orienta básicamente hacia las siguientes actividades:

- Restablecimiento de la comunicación oral, escrita o signada.


- Restablecimiento de la comprensión, en sus modalidades auditiva y lectora.
- Restablecimiento de la expresión en sus vertientes oral y escrita.

El material para estos ejercicios puede ser un material de tipo lápiz y papel y
material gráfico, no siempre específico, como por ejemplo múltiples imágenes, palabras
escritas, frases etc., material que también en determinados casos puede hallarse en su
versión de aplicaciones informáticas permitiendo ejercitar múltiples asociaciones entre
imagen, auditiva, texto e imágenes visuales. Esta asociación múltiple habrá de
afrontarse en algunas ocasiones, incluso con anterioridad al entrenamiento con sílabas
y sonidos de la palabra.

En la actualidad el ordenador permite una gran versatilidad, a este fin. No


solamente es una herramienta que tolera entrenamientos, ejercicios y actividades, sino
que también puede ser una herramienta eficaz de comunicación alternativa o
comunicativa.

A través de los programas informáticos el ordenador podría oralizar (mediante


síntesis de voz o de voz digitalizada) y el sujeto podría recibir información verbal vía
auditiva y visual, manejándose con palabras, frases, texto, imágenes, etc. Con
aplicaciones informáticas aplicadas al sujeto le sería posible entrenar objetivos de
repetición lectura velocidad regulada, lectura con apoyo en texto previamente leidos
por el ordenador, escritura, etc.

Estos programas, tal y como ocurre con algunas aplicaciones, incluso concederían
al paciente cierta autonomía con el objetivo de realizar actividades pre-programadas
por el terapeuta.

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Afasia

Consideramos que más que el material resaltaríamos la presencia insustituible del


terapeuta quien, con un material en muchas ocasiones básico, ha de saber programar
de forma ajustada actividades y ejercicios, comprensivos y expresivos, en su
modalidad visual, auditiva, oral y lecto-escrita.

6.3. Metodologías estandarizadas para la rehabilitación de la Afasia


 MIT (Melodic Intonation Terapy):

Método desarrollado por Albert, Spark y Hel (1973), basado en el apoyo que
constituye la melodía, permitiendo que emerja la expresión oral en casos en que
han fracasado los enfoques tradicionales. Está indicado en pacientes, sin
expresión oral espontánea,. Con repetición defectuosa y cierta preservación de
la comprensión. La expresión conseguida suele ser agramática, por lo que los
autores recomiendan pasar a otro método tras tres meses de tratamiento
exclusivo con el MIT.

 Empleo de métodos audiovisuales:


Su ventaja radica en que emplean unas aferencias que la mayoría de afásicos
conservan indemnes o menos afectadas que la comprensión verbal. Además
permiten reproducir indefinidamente y de forma idéntica la situación estímulo,
facilitando los aprendizajes. Logran procesos individuales espectaculares, y en
los grupos suelen activar la dinámica y facilitar la integración entre los
pacientes. No son útiles si existe incapacidad para repetir o falta de imitación
voluntaria. No pueden sustituir la relación interpersonal con el reeducador. Son
fundamentalmente métodos auxiliares que permiten la ejercitación del afásico
en tareas supervisadas posteriormente en el ámbito de la reeducación.
 Rehabilitación en grupo:
Recomendada por Schuell, ya que posibilita la interacción del afásico con otros
pacientes. Le obliga a adaptarse, valorando sus problemas y animándose con el
avance de los demás y con el suyo propio. El trabajo ha de hacerse en un plano
general. Hay que evitar establecer comparaciones entre las ejecuciones de los
pacientes para que no aparezcan los sentimientos de fracaso.
La rehabilitación en grupo no debe sustituir, sino complementar, la terapia
individual, que es imprescindible para la recuperación rápida y positiva de las
facultades verbales.
 Enseñanza programada:
Se basa en los principios de condicionamiento operante tan como fueron
definidos por Sinner. EL material se divide en pequeñas unidades organizadas
jerárquicamente, de modo que las primeras sustenten a las posteriores. El sujeto
responde a preguntas sobre lo previamente aprendido; el éxito de la respuesta
actúa como refuerzo positivo, mientras que el fracaso supone retroceder a
estadios previos. Requiere una constante investigación, analizando conductas
terminales y los pasos necesarios para alcanzarlas a partir del nivel actual.
 Uso de códigos alternativos:

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Afasia

Se ha empleado en forma experimental el uso de códigos arbitrarios en caos


severos de afasia que no respondían a terapias verbales. Como por ejemplo el
sistema Bliss.
 Corriente neurolongüística:
En la que presenta más implicaciones teóricas, ya que las pautas de tratamiento
se asientan en concepciones estructuradas sobre la organización cerebral el
lenguaje. Las aportaciones de la escuela soviética, encabezada por Luria, buscan
en la clínica correlatos de los conceptos lingüísticos más sugerentes.
Esta corriente permite realizar una descripción afinada de la evolución
temporal de os trastornos y definir la jerarquía de las funciones a rehabilitar,
aunque aún se requieren trabajos metodológicamente sólidos que confirmen
muchas de sus aportaciones.
 Rehabilitación cognitiva:
El axioma principal de la aproximación cognitiva es la noción de que existen
una serie de estadios diferenciados para cualquier función lingüística. Se
admite una sucesión de niveles de análisis o de tratamiento de la información
que comprenden numerosos estadios radicalmente diferentes, susceptibles de
constituir una fuente de errores. Según la aproximación cognitiva, el tipo de
errores aporta una información global, que hay que analizar u confrontar, sobre
los posibles niveles de alteración.
Las rehabilitaciones cognitivas tienen muy en cuenta las características
específicas de cada paciente, y organizan un tratamiento reeducador que puede
considerarse “a medida”.

6.4. Rehabilitación.

6.4.1 Introducción
El particular modo de proceder radica tan sólo, y esta es en parte la gran diferencia
metodológica, en el estudio o establecimiento teórico de hipótesis sobre los procesos
que darán lugar a aprendizajes o reaprendizajes, esto es, en el estudio de los procesos
que llevan a aparejada la restauración de la comunicación y del lenguaje.

Una atención directa hacia ellos, al margen del pronóstico les permite entrenar y
ejercitarse en la propia comunicación y lo que es más importante les hace comprender
que aún pertenecen, como miembros de primer orden a la comunidad, entorno social,
familiar y cultural que le será propio. En otras palabras, tan solo el hecho de prestar
una atención directa al sujeto gravemente incomunicado humaniza la relación
terapéutica. A ello habría que añadir que mientras se realiza la terapia se está
ejercitando, en mayor o menor grado la comunicación.

Por la propia dinámica del tratamiento, al menos mientras dura la sesión


terapéutica, el paciente se va a ver impulsado a interaccionar y a comunicarse con el
terapeuta. Pag 213

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Afasia

El enfoque terapéutico en sujetos afásicos, por su propia filosofía y por basarse en


la activación de redes o sistemas lingüísticos comprometidos puede ser aplicado a otro
tipo de trastornos o retrasos del lenguaje.

Este enfoque se haya orientado hacia la detección de estrategias, mecanismos y


vías para potenciar, guiar y facilitar una progresión permanente en la resolución de
tareas. Enfoque que, por una parte, permite plantearse el acceso a tareas no realizadas
desde otras relacionadas o relacionables y por otra faculta para aislar los eslabones
alterados en una determinada tarea. Esta filosofía de intervención desde el punto de
vista exclusivamente teórico, nos paree adecuada pues:

“La enseñanza rehabilitadora se organiza sobre la base de crear nuevos sistemas funcionales
asentados en las aferencias intactas” Tsvetkola (1977).

“A partir de la teoría de los sistemas funcionales complejos (en la versión superponible de


la neuropsicología cognitiva), se establece que la función neuropsicología se fundamenta en el
trabajo de distintos eslabones (módulos o componentes), que trabajan integradamente en un
resultado final” Luria (1973).

La rehabilitación en la afasia se basaría así en la utilización de distintos módulos o


sistemas funcionales que trabajando aunadamente, facilitan la normalización de un
sistema funcional alterado, estos entrenamientos tienen por objetivo ir elevando los
umbrales de rendimiento hasta permitir entrenamientos directos con el modulo o
sistema directamente a recuperar.

Este prototipo de interacción modular pone de relieve la importancia terapéutica


del apoyo en sistemas intactos, criterio este que a su vez, viene avalado por
investigaciones clásicas.

El restablecimiento de una determinada función se sustentaría pues en un


conjunto de actividades mutuamente interconectadas.

En otras palabras, la múltiple estimulación de los sistemas funcionales básicos,


auditivos y visuales, a través de imágenes, palabras escritas, campo semántico,
contexto, cierre gramatical, lectura, labio-lectura, esbozo oral y repetición, van a ser
pautas de apoyo permanentes en la adquisición de procesos comprensivos-expresivos.

Esta metodología de intervención requiere un análisis detenido de los módulos o


sistemas, ya que el éxito que se alcanza de una misma tarea puede ser distinto
dependiendo de cuál sea el estímulo usado en la misma.

Partiendo de esta perspectiva metodológica de interaccionar módulos o sistemas,


es fácil suponer que en sujetos afásicos utilizaremos estrategias de tratamiento
múltiples, máxime si tenemos en cuenta que dirigiremos la atención hacia los distintos
sistemas funcionales alterados, y los afrontaremos en una tarea que abordará objetivos
de manera simultánea o sucesiva y/o alternativa.

Página 27
Afasia

Esta intervención no se llevará a cabo de una manera rígida, ni presentará una


secuenciación de objetivos que pretendan ser inalterables e inflexibles. Entendemos
que esta necesaria ductilidad de actuación es ajustada a la versatilidad propia de estos
pacientes, así como a la labilidad con que se efectúan los aprendizajes.

En resumen la intervención en la afasia ha de ser permeable, siempre ajustable y


en muchas ocasiones, con frecuentes cambios de actividad, siendo deseable en todo
momento que tanto al inicio de la sesión rehabilitadora cuanto al final de la misma, las
tareas realizadas sean altamente gratificantes y motivantes para el sujeto.

En el caso de la afasia, aún cuando hagamos referencia a técnicas genéricas de


tratamiento, no consideramos oportuno hablar de moldeos estándar y en menor
medida, definitivos para todo tipo de intervención, pero si nombraremos algunos
programas que pueden estandarizados para el tratamiento de la afasia, ya que pueden
resultar de ayudas a la hora de enfocar la intervención y conseguir materiales
adecuados para la misma. Apostamos más bien por modelos de actuación múltiple que
abarquen los diversos módulos o sistemas neurolingüísticos comprometidos.

6.4.2 Técnicas Genéricas de Intervención


No existe un tratamiento estándar que pueda aceptarse como diseño válido para
todo cuadro afásico. Cada sujeto presentará características diferentes, dificultades,
estrategias, procesos y logros igualmente distintos.

A pesar de este inicial punto de partida, sí es posible esbozar algunas directrices de


corte genérico orientadas hacia la recuperación de los procesos básicos en la afasia, al
margen de que posteriormente haya que descubrir para cada sujeto concreto las vías
precisas que hagan posible la codificación y decodificación lingüística.

Se podría incluir algo de las páginas 247-261

Vamos a presentar distintas técnicas de intervención en afasia. Estas orientaciones


se dirigirán a sujetos que no iniciaron el habla, en menor medida el lenguaje, y hacia
quienes poseen dificultades graves en su adquisición, tal sería el caso de los sujetos
difásicos.

Considerando que muchos trastornos de lenguaje llevan a aparejados trastornos


de habla, hemos optado por desglosar estas orientaciones incluso hacia los niveles más
superficiales como serían el ámbito fonético y fonológico.

Ninguna de las técnicas que aquí nombramos pueden ser utilizadas en


exclusividad, sino que deberá ser el terapeuta el que vaya adaptando los programas a
las necesidades del niño afásico. Así mismo, estas técnicas aplicar en el tratamiento de
la afasia y por extensión a los trastornos difásicos y a los retrasos severos del lenguaje,
se orientan hacia la aferentización de los sistemas funcionales indemnes a fin de lograr
procesos eferenciales, es decir, persiguen generar estrategias en la codificación y
decodificación lingüística, afrontando tanto los problemas perceptivo-integrativo-
auditivos (agnosia auditiva), cuanto los estrictamente expresivos. En cualquier caso, no

Página 28
Afasia

estamos ante grandes remedios de intervención, sino, más bien ante puntuales apoyos
y principios terapéuticos de probada utilidad. Entre estos principios y técnicas
subrayamos los siguientes:

1. La atención, la percepción y la memoria a corto plazo van a ser escalones


iniciales y esenciales en los que se sustenta todo el proceso de aprendizaje.
Sobre estas bases es posible realizar aprendizajes formales.
2. Aún cuando los contextos formales puedan resultar laboriosos para el
sujeto e incluso menos estimulantes no por ello van a ser menos operativos.
Cuando se precisa reaprendizajes formales o entrenamientos en los
sistemas neuronales disfuncionales, los entrenamientos reiterativos le
permiten al sujeto, en mayor medida que los esporádicos, elaborar y
adquirir estrategias ejercitando procesos de aprendizaje, es decir, el sujeto
aprende a aprender.
3. Todos los sujetos afásicos, con problemas comprensivos, entiende mejor
cuando se les habla de forma lenta y directamente. En ocasiones
demandarán que les sean repetidos los enunciados. Una primera
orientación se basaría, por tanto, en hablar sin excesiva rapidez o velocidad
y con clara acentuación. Al dirigirse al sujeto afásico puede facilitarse la
comprensión si las frases son igualmente breves, sencillas, con estilo directo
y con vocabulario usual.
4. La repetición es una técnica que permite entrenar y mejorar el lenguaje oral,
si bien puede hallarse seriamente comprometida y precisar apoyo en la
lectura y ene la lectura labial o labio-lectura. La repetición puede facilitarse
permitiendo al sujeto cierto encabalgamiento, o lo que es lo mismo, una
repetición con marcado carácter ecoico.
5. El uso de una mayor intensidad e algunas palabras o en sílabas o de
fonemas concretos de la palabra, a fin de marcar determinados segmentos
sonoros, propicia una más alta activación de la atención y un rendimiento
superior en tareas repetitivas.
6. La lectura labial, entendida ésta como visualización del modo preciso de
realizar fonemas, o como imitación orofacial, es con frecuencia un apoyo
requerido por el niño. Con demasiada frecuencia este apoyo es inicialmente
imprescindible tanto para la repetición cuanto para la escritura al dictado.
7. Alargar un fonema proporciona al sujeto afásico una mejora en la
capacidad perceptiva, de análisis y de reconocimiento fonético. Así mismo,
se facilita la lectura labial de un fonema.
8. La lectura en voz alta, incrementa igualmente la producción y mejora en el
habla oral. La lectura es un recurso de primer orden para generar
asociaciones entre el procesamiento auditivo y la expresión oral. Además,
contribuye a superar la agnosia auditiva e a reiniciar la producción oral.
La lectura puede utilizarse igualmente para la mejora de los procesos de
estructuración morfosintáctica. De modo semejante al cómo las viñetas cpn
secuencias temporales incentivan la trabazón de las palabras e incluso el

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Afasia

discurso, la lectura permitiría actividades del tipo repetición, resumen


genérico, redacción, reformulación y parafraseo, técnicas éstas que podrían
aplicarse bien al texto en su conjunto, bien a los distintos párrafos del
mismo.
9. La escritura, sobre todo como escritura al dictado, permite verificar el
índice de agnosia auditiva y afianzar las asociaciones fonema-grafema y
grafema-fonema.
10.Es gesto natural y el dibujo a menudo son recursos de utilidad
comunicativa, si bien sus resultados, por limitados, suelen ser discretos.
Estas dos técnicas, aun cumpliendo una importante misión comunicativa,
por lo general no propician mejoras significativas en la actividad verbal
oral o escrita, ya que se trata de códigos no verbales. A pesar de todo,
algunos gestos, pueden favorecer a la asociación, la moralización de
determinados fonemas e incluso a la superación de simplificaciones
silábicas.

En la medida en que, bien no se hacen presentes graves trastornos de lenguaje, o


bien porque en su caso se van superando, van quedando en evidencia trastornos de
habla, trastornos de menor entidad. También el sujeto difásico, o el sujeto que presenta
dificultades en los procesos de adquisición del lenguaje, han de enfrentarse igualmente
al habla como forma de producción de términos verbales. Para estos sujetos habría que
priorizar en primer lugar la aparición de habla para ir integrando a la par la
inteligibilidad, la adquisición del campo léxico y semántico de las propias estructuras
de la lengua como forma de vehiculizar el pensamiento.

El inicio del habla y del lenguaje entendidos ambos como primeros pasos en los
ejercicios de los códigos lingüísticos se verá favorecido por entrenamientos tendentes
tanto a la adquisición de la palabra cuanto por el entrenamiento en las primeras
estructuras morfosintácticas. En esta línea apuntamos que la palabra con el artículo
determinado y nombre constituirá un primer momento que, de inmediato, pasaría a ser
complementado con las formas verbales básicas, formas descriptivas de tercera
persona del singular y plural del presente de indicativo, a las que se añadirían el resto.

Cuando se inicia el fraseo la comprensión de partículas interrogativas, en sujetos


con graves trastornos del lenguaje, pueden suponerles una especial dificultad.
Notemos que la comprensión de los interrogativos, verificada a través de la expresión
oral, requiere respuestas verbales en las que se conjuga el empleo de nexos,
preposiciones, artículos, etc.

Respecto a las dificultades de acceso a los fonemas en el sujeto afásico, se hallan


en gran medida, ligadas a procesos agnósticos, afáxicos y dispráxicos, no estando
alterado el sistema motor responsable de la ejecución de los mismos.

En cualquier caso, cuando es el trastorno del habla el que en mayor medida,


condiciona una eficaz comunicación habría que prestar atención a esta dificultad. A
este fin apuntamos los siguientes criterios:

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Afasia

1. Dado que el habla no es una conducta que pueda manipularse


físicamente convendrá, sobre todo cuando no existan necesidades
comunicativas o bien cuando estás sean escasas, aumentar dichas
necesidades. Un procedimiento al que con frecuencia se recurre es el de
motivar mediante estímulos. Esta forma de proceder contribuye a un
incremento del vocabulario, máxime si se procede con términos lexicales
frecuentes y de referencia concreta y, a poder ser, con significado
emocional y afectivo. En algunos casos, sobre todo con los adultos no
fluidos, la utilización de términos lexicales pertenecientes a clases
formales o categorías abstractas permitirán una mejor comunicación, no
obstante el uso de dichos términos de referencia concreta. Así, el
término abstracto “comida”, se prestaría a un mayor juego comunicativo
que el término concreto “guisantes”.
La secuencia que presenta el sujeto afásico en la adquisición del campo
léxico, no necesariamente mantendrá semejanza con el proceso que
sigue el sujeto normal, el sujeto con retardo severo de lenguaje o el
sujeto difásico.
En los cuadros afásicos y difásicos, agramaticales y no fluidos, suele
haber un predominio de nombres, funcionando a modo de palabra o
palabras frase, y una mayor, dificultad, si acaso no, ausencia de nexos y
de formas verbales.
2. Una primera orientación, aplicada a casos de restricción léxica, si bien
estrictamente orientada a niños, consistirá en no satisfacer sus
demandas si acaso no muestra intención de comunicación oral, es decir,
si no existe una mediación oral o en su caso un esfuerzo imitativo. En
cualquier caso conviene que este esfuerzo imitativo no se traduzca en
una mera repetición desconectada del significado.
La desconexión entre la repetición y el campo de significado puede
apreciarse cuando en tareas de etiquetado empleamos referentes
verbales que en nada tienen que ver con la imagen a la que se hace
referencia, El sujeto en estos casos, bien por agnosia auditiva, bien por
inercia, haría repeticiones del tipo ecoico carentes de relevancia
cognitiva. Estas repeticiones, de corte ecolálico, podrían a su vez ser la
expresión fehaciente de cierta pasividad ante el lenguaje.
Referimos que esta orientación de producción léxica es especialmente
eficaz para niños, presumiendo así que el sujeto afásico no se halla en un
cuadro depresivo renunciando a los intentos comunicativos.
3. Se reforzará, siempre y de inmediato, cualquier intento o esfuerzo
imitativo oral, satisfaciendo si procede, la petición del sujeto, y en todo
caso, elogiando la conducta verbal oral.
4. Cuando en el caso de los niños, haya resistencia intensa a la expresión
oral o a la imitación oral, puede resultar oportuno interpretar ligeras
variaciones sonoras como expresión oral del sujeto. En otras ocasiones
pudiera ser de interés facilitar la producción oral manipulando

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Afasia

discretamente los labios del sujeto a fin de que se produzca o modifique


una emisión sonora.
5. Cuando se trata de corregir y trastornos de habla, se concedería una
prioridad o atención especial a los trastornos fonológicos sobre los
fonéticos. El intento de instaurar una precisa articulación al margen de
la memoria auditiva inmediata, memoria fonológica, pude conducir a
una repetición correcta en silabeo, pero nunca generalizable a palabras o
frases.
6. En el supuesto de procesos de simplificación, en las tareas repetitivas,
habríamos de priorizar la frase sobre la palabra, la palabra sobre la
sílaba y la sílaba sobre el fonema, e decir, importaría en todo momento
la integridad de la cadena sobre los aspectos estrictamente
articulatorios.

Este enfoque en las tareas repetitivas se traduciría en una repetición en la que ante
todo, se busquen la integridad de la frase; si bien, en modo alguno ha de excluir pautas
de actuación fonética. El entrenamiento en frases no tiene por qué mermar ni obviar el
entrenamiento articulatorio; no obstante, cuando el sujeto precise esfuerzos cognitivos
para memorizar la frase no siempre será factible centrar la atención en la mejora de la
articulación.

La repetición es una actividad indispensable en la corrección fonológica. Para


entrenar esta actividad también se requerirá cierta prioridad entre criterios:

1. En tareas de repetición, inicialmente, se buscaría superar las


simplificaciones sintácticas, es decir, importaría que en la repetición
apareciesen al completo todas las palabras que componen la frase, con
especial incidencia en los nexos. El sujeto repetiría todas las palabras de
la frase en el mismo orden en que fueron escuchadas.
2. Cuando las palabras, como elementos constituidos de la frase aparecen
en la repetición, la atención imitativa se dirigiría fundamentalmente
hacia el silabeo. EL objetivo se centraría entonces en superar las
simplificaciones silábicas, ya que no es posible modificar un trastorno
fonético en omisión. Se buscaría que el sujeto marcara todas las sílabas
que componen la palabra manteniendo la secuencia correcta de las
mismas.
3. Por último, cuando el silabeo se hace presente el centro de interés
pasaría ser la nitidez o precisión fonética-fonológica. Se trataría de
alcanzar el proceso de consonantización y de corrección de
pseudodislalias lo que permite por una parte cierta clarificación o
mejora del habla y, por otra, el aislamiento de los fonemas dislálicos,
disglósicos, disártricos o dispráxicos.
4. Con vistas a la actuación fonética, habitualmente, no se habrá de corregir
más de un sonido por palabra y más de una palabra por frase. Tampoco
se ha de reducir esta corrección a un único fonema, si acaso hubiese

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Afasia

muchos, y se ha de perseguir, inicialmente, la corrección de los más


fáciles.
5. Sólo puntualmente, será preciso insistir de forma reiterativa en el mismo
fonema. En cualquier caso estaríamos ante un fonema en vías de
adquisición o de afianzamiento, no siendo, por tanto, esta una directriz
que puede aplicarse a los fonemas que más distan de ser adquiridos por
el sujeto. A este respecto conviene observar que la visualización de la
propia articulación en el espejo no siempre genera información
pudiendo ser, en ocasiones, incluso motivo de distorsión.
6. En todo momento será preferible el alargamiento de las vocales en las
sílabas al ritmo o los cortes silábicos, siendo aconsejable mantener la
estructura de acentuación propia de la palabra a fin de evitar cambios en
la sílaba tónica.

Respecto al ámbito fonético-fonemático, hemos de decir que una de sus


características es la estabilidad que se verá permanente reforzada con el ejercicio y el
consentimiento permisivo del entorno. Es sabido que tiene mejor pronóstico quien
muestra conciencia y disgusto por el defecto, o lo que es lo mismo intención por
corregirlo, que quien no es consciente o no presenta deseos de corrección. En este
sentido la discriminación auditiva (en caso de no existir habrá de ser ejercitada) es
imprescindible para que el niño se haga consciente de sus errores. A este efecto, el niño
pequeño no es consciente del defecto ni mostrará, por tanto, intención para corregirlo.
La conciencia aumenta con la edad, e igualmente la intencionalidad; si bien, también
con la edad, y en la medida en que el sujeto es más consciente, tienen den a
incrementarse la inhibición y la hipofonoación como ocultamiento o enmascaramiento
de los trastornos del habla. Por ello son de especial interés los siguientes criterios:

1. El entrenamiento fonético se centraría, en primer lugar, en el


afianzamiento de los fonemas en proceso de integración, matizando,
instaurando y generalizando el uso de aquellos fonemas que el sujeto es
capaz de emitir. Se trataría de entrenar, aprende a producir y corregir
inicialmente, aquellos fonemas que presentan menores dificultades para
el sujeto, priorizando, si es posible, los de más alta frecuencia en su
lengua oral con el objeto de mejorar la capacidad comunicativa en su
vertiente productivo oral. Se valoraría, en consecuencia, cualquier
esfuerzo imitativo del sujeto, es decir, cualquier modificación de
habilidades previamente poseídas, al margen de su acercamiento o no a
la meta ortofónica.
2. En etapas posteriores se procederá a actuar con aquellos fonemas que
requieren un preciso entrenamiento o corrección fonemática.
3. Requerir directamente el fonema correcto parece coherente y eficaz en
casos de pseudodislalias o de fonemas en vías de adquisición pero no en
las dislalias, disglosias no disartrias. Un apostura consecuentemente con
este criterio será la de prestar un especial cuidado para no genera
culpabilidades no angustias a quien no domina los mecanismos

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Afasia

necesarios para superar los trastornos fonológicos y articulatorios. Si


bien, por otra parte, se ha de procurar activar la tensión necesaria para
pasara de la zona de desarrollo real a la zona de desarrollo próximo
(Vygotsky).
4. Aún cuando se trate de fonemas de difícil aprendizaje se iniciaría,
igualmente, por los más fáciles, a fin de que el sujeto entrene estrategias
de procesamiento y de discriminación. Estrategias éstas que, en su
momento, le permitan abordar con mayor agilidad cognitiva los
fonemas más difíciles.
5. Adquirido un determinado fonema, el proceso de integración en el habla
es, por ejemplificarlo de algún modo, inverso al seguido en la corrección
de los trastornos de habla. La corrección fonética se llevaría a cabo
actuando desde el fonema hacia la sílaba, de ésta a la palabra y por
último a la frase, es decir en primer lugar se aprenderían a realizar los
rasgos del fonema hasta conseguir una ejecución aceptable del mismo.
En segundo lugar se integraría el fonema en el silabeo, preferentemente
en inversas sobre directas. Posteriormente se pasaría a la integración de
sílabas en palabras y de la palabra al contexto de a la frase y, por último,
la corrección fonética se realizaría finalmente en contexto procurando la
generalización del fonema aprendido al habla habitual.

Para la adquisición de un fonema, se deben seguir las siguientes sindicaciones:

1. En primer lugar, y con anterioridad a entrenamientos de tipo corrector,


será necesario analizar cómo realiza el sujeto el fonema pedido a fin de
delimitar los rasgos pertinentes y los no pertinentes, o lo que es lo
mismo delimitando tanto los rasgos que es preciso enseñar, cuanto los
que es preciso inhibir.
2. A la hora de aprender a realizar un determinado fonema, siempre que
sea posible conviene partir de modelos fonéticos próximos, es decir, de
modelos que integren el máximo posible de rasgos comunes con el
fonema buscado.
3. Como punto de arranque para el aprendizaje de nuevos fonemas
podemos partir de un fonema para modificarlo o bien del punto de
articulación que corresponde al fonema a entrenar.
4. A la hora de enseñar los fonemas podemos recurrir, pues, a una doble
metodología o doble proceso:
i. Proceso sumativo o acumulativo: consiste en partir de un rasgo e ir
añadiendo otros rasgos pertinentes al fonema, tal sería por
ejemplo el hecho de partir de la posición bilabial para añadir
fricación y sonoridad a partir de partir de la posición bilabial
para añadir fricación y sonoridad a fin de conformar el alófono
bilabial.

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Afasia

ii. Proceso decreciente o disgregativo: basado en eliminar de un


determinado fonema algunos rasgos pertinentes, a fin de
tomarlo como base para construir otros distintos.

Algunas de las ayudas más eficaces en este empeño son de nuevo: la


visualización articulatoria en el terapeuta o lectura labial, la lectura, la
alargación de fonemas, marcar de manera exagerada la intensidad en la
sílaba que tiende a ser simplificada. Puntualmente puede recurrirse al
espejo o a otras ayudas a fin de que el sujeto se conciencie un
determinado posicionamiento o punto de articulación.

Si se utilizan ayudas externas para ensayar el punto de articulación


podría ocurrir que el sujeto realizase movimientos linguales de evitación
o de oposición. Estos comportamientos de evitación o rechazo podrían
rentabilizarse para la generación de otros fonemas.

Advirtamos que, en general, el fonema dislálico suele presentar cierta


similitud o cercanía de rasgos con el fonema correcto, hecho éste que
justificaría su frecuente suplantación. Consecuentemente, en muchos
casos, no será aconsejable partir de fonemas o realizaciones fonéticas
que contengan los rasgos que podemos eliminar.

En otras ocasiones puede ser conveniente, para evitar contaminaciones y


perseveraciones, no intentar corregir el fonema dislálico, sino tratar de
enseñarlo de nuevo, siendo incluso aconsejables que ni tan siquiera le
indiquemos al sujeto el fonema perseguido, tratando así de evitar la
presencia de automatismos, ya instaurados, que no siempre pueden ser
inhibidos. Esto, no obstante, no impide que tanteemos directamente el
fonema objeto de la intervención proporcionándole al sujeto los rasgos
que pretendemos implantar o modificar.

5. En el proceso de adquisición fonemática, y hasta tanto sea admitido


como válido un determinado sonido, los dos pasos más importantes del
proceso radicarían en la desestabilización del “fonema” dislálico,
disglósico o disártrico y en la estabilización transitoria del nuevo patrón
fonético, patrón que suplantando al “fonema” mal emitido se hallaría
más próximo al fonema buscado. Este nuevo patrón ha de tener
connotaciones, igualmente, de transitoriedad, hasta tanto sea aceptado
como patrón fonético o fonemático definido.
6. Si acaso la realización ortofónica de un fonema no fuera razonablemente
posible tenderíamos hacia la aproximación sonora de mejor calidad o lo
que es lo mismo hacia el patrón patológico óptimo, entiendo por tal la
aproximación sonora más semejante al fonema que tratamos de
instaurar.

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Afasia

6.4.3 Técnicas Específicas de Intervención


Para la rehabilitación de la afasia, habrá que diseñar expresamente ejercicios que
afronten básicamente:

- El establecimiento del repertorio fonético de los sonidos de las palabras


asociando cada sonido a una grafía concreta.
- Restablecimiento de la comprensión y expresión. Que entendidas como
actividad des de reconocimiento y lectura han de entrenarse en su vertimiento
oral y escrita y en referencia :
1. Sonidos
2. Sílabas
3. Palabras
4. Frases

Todo cuadro afásico pasaría pues por habilitar, como último eslabón la expresión
oral, ausente en las formas expresivas, incluyendo la afasia global y alterada en las
formas comprensivas.

Dado que al expresión orla coherente y ajustada requiere a sui vez competencias
en comprensión y repetición, un entrenamiento en la afasia pasaría, en múltiples casos,
por la realización de actividades de señalamiento, repetición y por último de
denominación. Esta última, como entrenamiento expreso ligado a la memorización y
evocación.

Estas tres actividades básicas de señalamiento, repetición y denominación


constituyen un complejo ejercicio neuropsicológico que integra los ámbitos
decodificativos y codificativos o, lo que es lo mismo, compresivos y expresivos.

En la afasia comprensiva el objetivo primordial irá encaminado hacia la


comprensión que en parte se verá bloqueada por la fluidez incontrolada. Esta
reducción de la fluidez pasa a su vez por una emisión oral ajustada, proceso que se ve
favorecido mediante el ejercicio lector. En aquellos casos en los que no exista fluidez la
comprensión seguirá un proceso semejante, si bien será preciso generar a la par
estrategias que permitan la emisión oral voluntaria.

En la afasia expresiva el objetivo principal se hallará ligado a la expresión oral que


requiere un hallazgo preciso de las palabras y en su caso de las estructuras lingüísticas
pertinentes. La lectura oral, el resume oral y la escritura serían así pasos intermedios en
el acceso a una oralización consciente, voluntaria, y controlada.

Tomando en consideración la repetición y la comprensión como pautas base para


diferenciar los cuadros afásicos podríamos, a tenor de estas pautas, formular directrices
para quienes comprenden y repiten, comprenden y no repiten, no comprenden y repiten y no
comprenden y no repiten, abarcando así los distintos modelos clínicos de Afasia.

 Sujetos que comprenden y repiten (Afasia motora transcortical)

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Afasia

La comunicación verbal, aún con dificultades, se halla preservada, por lo


que el tratamiento se orientará hacia la recuperación de la expresión y de la
propia evocación y denominación. La evocación de la palabra puede no
darse a pesar de que se realice una incitación multisensorial,
multiestimular o multilingüística. El sujeto, ocasiones, podría acceder a
alguna letra de la palabra, pero no a toda la palabra escrita, en otros casos
incluso podría en aceptar como válidos términos que presentan similitud
fonética y o semántica.
En cualquier caso, de nuevo la acción lectoescritora y oral constituye junto
con la información semántica, contextual, morfosintáctica y a la propia
información visual, una vía de refuerzo importante para la forja de huellas
estables de material verbal.
En el caso de la afasia motora, transcortical, se enfrentaría la formulación y
organización sintáctica de la frases y los enunciados.
El cuadro motor transcortical presenta problemas ligados a la organización
y construcción morfosintáctica. Algunas ayudas a este fin son aquellas que
presentan los interrogativos a modo de pauta, al objeto de que le sujeto
ajuste la expresión oral o escrita al modelo. Este entrenamiento sería
semejante (mediante organigramas u organifrases) se utiliza en sujetos
sordos a fin de generar estructuras sintácticas.
Junto a estas técnicas, dado que, a modo de regleta-guía, se presentan los
interrogativos con el fin de que el sujeto vaya construyendo la frase, un
requerimiento inicial será la comprensión de las propias formulaciones
interrogativas. Esta comprensión entrenada en contexto de frase constituye
un primer paso para la predicación verbal. En la progresión del aprendizaje
un entrenamiento igualmente inicial habrá de dirigirse hacia la integración
de las formas verbales, como primer ejercicio del modo predicativo, de ahí
que con frecuencia se recurra a ejercicios tipo en los que, a un sujeto se le
atribuyen distintas acciones.
En etapas posteriores se orientará la atención hacia formulación de frases
más complejas integrando las formas preposicionales, los adverbios,
partículas y anexos y en último lugar, se pasaría a tareas de reformulación
proporcionándole al sujeto, si es preciso, pautas de organización sintáctica.
 Sujetos que comprenden y no repiten (Afasia expresivas: Broca y
conducción)
Ante un trastorno del tipo Broca se buscaría crear a través de la repetición y
sustentándose en actividades de lectoescritura, archivos de palabras,
archivos en formato fonético-fonólogico. En algunos cuadros puede
hallarse conservada la versión escrita de la palabra, aún estando
completamente ausente la versión oral.
Cuando no exista la versión fonética fonológica de la palabra será preciso
crearla acudiendo a técnicas y estrategias que permitan entrenar la función
oral.

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Afasia

Nos atreveríamos a decir que en afásico de Broca, en cierta medida, existe


la palabra porque existe la fonética, o en la formulación negativa, no existe
la palabra porque no se preserva la versión fonética de la misma.
El acceso a la forma oral de las palabras es tan dificultoso que en muchos
casos es inviable un resurgir espontáneo de la oralización. Esto no obstante,
la palabra oída activaría directamente el campo de los significados, al
margen de la fonética y fonología de la propia palabra.

En una referencia más concreta al procesamiento de sonidos del lenguaje,


el sujeto afásico podría requerir un mayor tiempo para procesar los sonidos
de habla.
En este sentido, la escritura al dictado o la repetición de sílabas pueden no
darse ya que el tiempo perceptivo es muy reducido. El sujeto no podría
analizar y descomponer lo percibido en tiempo breve. Acorde con esta
dificultad, una de las estrategias a la que, casi de forma natural e intuitiva,
acude el terapeuta es a la elongación de los sonidos, técnica ésta que se
integra dentro de la llamada terapia melódica.
La adquisición de la repetición se vislumbra así como el objetivo básico en
la afasia de broca; sin embargo, esta a su vez se halla asociada a la lectura
labial y a la lectoescritura. La lectura labial, entendida como excipiente
esbozo de la realización oral, es el primer pilar o fundamento básico en la
tarea imitativa. La frecuente agnosia fonémica puede ser, así, superada
mediante estrategias de lectura labial.
La repetición o escritura al dictado (de palabras desconocidas y de
psesudopalabras) sin precisar del apoyo labio lector supone un progreso
importante en la rehabilitación. Estas actividades reflejarían la inexistencia
de agnosia auditiva o lo que es lo mismo el restablecimiento de todo un
proceso de reconocimiento auditivo y análisis fonético.
Los paralelismos con el sujeto sordo en la adquisición fonético fonológica,
mediante la labio lectura, son en gran parte comunes; si bien, en el sujeto
afásico se añaden trastornos apraxicos y agnósicos ligados a la posición de
los órganos articulatorios para realizar un sonido o en su caso a la
conciencia propioceptiva del posicionamiento de órganos articulatorios,
puesto en juego cuando se realiza un determinado sonido.
En los cuadros residuales ocupando el trastorno del lenguaje es menor, los
objetivos se basan en recuperar el discurso gramatical incitado
directamente mediante el propio lenguaje verbal a través de tareas de
formulación y reformulación lingüística. Las frases yuxtapuestas y las
coordinadas copulativas son inicialmente más fáciles y, consecuentemente,
las primeras a ejercitar.
Especial dificultad en la ejecución del discurso gramaticalmente
organizado la presentan el empleo de verbos, nexos, marcadores
morfemáticos y palabras función. Al igual que ocurre en muchos sujetos
disfásicos el empleo del artículo, las formas verbales del presente de

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Afasia

indicativo y la conjunción de la preposición con los artículos (en él…, en


la…, a la…, al…; con él…; con la…) por citar tan sólo algunos ejemplos,
revisten una especial y persistente dificultad.
Cuando la lectura oral es posible, puede en su caso, favorecerse la
adquisición de términos verbales mediante esta actividad, si bien, como
contrapartida podría frenarse la comprensión. Lo contrario de lo que por lo
general ocurriría en los cuadros comprensivos en los que la oralización
ayudaría a centrar el esfuerzo comprensivo. Los sujetos con afasia de broca,
al tener que articular en voz alta abrían de realizar un esfuerzo ingente en
la búsqueda de los precisos patrones articulatorios, hacho que impediría un
mayor centramiento de las tareas comprensivas. Como contrapartida, la
lectura silente propiciaría una mejor comprensión.
En ambos cuadros expresivos (afasia de Boca y de conducción) se trataría
de restablecer los procesos de almacenamiento y de recuperación de al
información habilitado como punto de partida la repetición. A su vez la
repetición sólo suele ser viable a través de reaprendizaje de la lectura, lecto
escritura. La lectura no sólo constituiría una técnica de gran efectividad
para hacer viable la repetición sino que, también dota de mayor estabilidad
da las palabras, siendo esta, por otra parte, una permanente meta en el
sujeto afásico expresivo para quien el archivo o la huella de la palabra
prontamente se borra. En la afasia de conducción los archivos de la
palabras se hallan más disponibles que en al afasia de Broca; sin embargo,
precisan ser más matizados que en aquella. Un objetivo prioritario en el
cuadro de la afasia de conducción consistiría en reducir la fluidez y en
controlar el acceso seguro a la palabra por vía segmentaria, inicialmente
mediante el silabeo; no obstante, este entrenamiento presenta serias
dificultades en su inicial ejercitación. Con frecuencia, la repetición de
palabras ha de hacerse sílaba a sílaba sin que el paciente advierta
previamente la palabra a repetir a fin de que no anticipe, persevere y
contamine.
Si en la afasia de Broca se produce un bloqueo a la hora de oralizar en la
afasia de conducción será preciso controlar la fluidez en el habla, en la
lectura, y en la escritura, fluidez que presenta en modo de perseveración y
como acceso global no segmentario.
La producción oral se apoya en este caso, en la comprensión para frenar el
persistente empeño en el acceso global a la lectura y a la propia expresión
oral. La palabra leída puede no ser comprendida si acaso el acceso global se
realiza con perseveración o de forma inapropiada. En este tipo de afasia la
lectura de palabras presentaría unos rendimientos muy superiores a la
lectura de pseudopalabras o palabras poco usuales.
Las pseusopalabras, al no poder ser deletreadas o silabeadas, pasarían a
ejecutarse mediante un intento infructuoso de acceso lector globalizado. La
repetición y la oralización controlada son así vías que proporcionan una
acceso comprensivo seguro.

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Afasia

Dado que el material lingüístico complejo presenta mayores dificultades, el


texto escrito permitiría ejercer cierto control sobre el acceso completo al
mensaje verbal. La lectura se convierte así en un medio para el dominio de
múltiples palabras, que de otra forma serían inasequibles. La estabilidad de
las huellas de las palabras es igualmente baja, el sujeto recuperará pro
tanteo y por aproximaciones fonético-fonológicas globalizadas y en
muchas ocasiones, ha de abandonar infructuosamente la búsqueda de al
palabra.
 Sujetos que no comprenden y repiten: Afasias sensoriales trasncortical y
trascortical mixta.
El objetivo inicial en ambos cuadros se traduce en el restablecimiento de la
comprensión, asignando contenido comunicativo a lo repetido.
En cualquier caso en la afasia sensorial trasncortical el objetico
comprensivo vendría precedido de una reducción de la fluidez logorreica.
En la Afasia transcortical mixta, afasia en la que se combinan los cuadros
de Wernicke y Broca, se añadiría el hecho de no presentar como conducta
patológica el exceso de fluidez verbal y en cambio, sí la inhibición.
Para ambos cuadros afásicos la comprensión y l apropia expresión se
hallarían ligadas a la comprensión lectora, si bien ésta se halla igualmente
condicionada por la adquisición y automatización de los micro procesos
lectores. En ambos casos ausentes.
 Sujetos que no comprenden y no repiten: Afasias de Wernicke y afasia
global.
El objetivo de la afasia de Wernicke, se situará en una doble perspectiva,
restblcer la comprensión auditiva a través de la repetición y controlar y
reducir la fluidez verbal.
La repetición no puede ejercitarse por la vía auditiva debido a la agnosia
auditiva o agnosisa verbal, en este caso procedería igualmente buscar el
apoyo comprensivo a través de la lectura.
El acceso a la palabra tampoco se hallaría siempre presente por lo que la
propia lectura será vía que propicie el acercamiento al término oral y a la
repetición.
En su momento, la lectura junto con la repetición forjaría las primeras vías
de comprensión en tareas de señalamiento de imágenes. Este primer
señalamiento puede apoyarse con la palabra escrita. Tengamos en cuenta
que, por lo general, en los cuadros afásicos, lo que igualmente ocurre en la
afasia de Wernicke, suele presentarse cierta lectura in facies, lectura que
facilita, de forma incipiente y siempre por encima de la comprensión
auditiva, la acción de reconocer o señalar. El apoyo en este tipo de lectura,
exigiendo a su vez un cierto retorno hacia el silabeo, contribuye a su vez a
al restricción de la fluidez oral.
En la afasia global o total, sujetos que no son fluentes, inicialmente se
ejercitaría una incipiente comprensión asociativa, buscando a la par la
creación de engramas motores que permitan generar y, posteriormente,

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Afasia

acceder a las palabras. La vía lectora sigue siendo igualmente una técnica
eficaz.
En estos cuadros, en los que el compromiso comprensivo-expresivo es
mayor se buscaría abrir una vía comprensiva que permita cierto grado de
apendizaje. A este fin, los primeros entrenamientos se realizan con
estimulación multiaferencial de tipo verbal, sea por ejemplo la utilización
de imágenes acompañadas de su respectiva palabra escrita, imágenes que
son contextualizadas pro campos semánticos si hubiera lugar. Junto a esta
estimulación multiaferencial se procurará que el sujeto realice intentos
imitativos con apoyo en la lectura labial y, si acaso el grado de repetición
fuera al menos incipiente, puede apoyarse esta tarea con la copia diferida
con entrenamiento en la memoria inmediata de los términos verbales.
Para ilustrar este entrenamiento con múltiple estimulación acudimos a una
actividad: se presentan ante el sujeto entre tres y cinco imágenes, asociadas
con la palabra escrita correspondiente. El terapeuta presenta la primera
imagen y la nombra. El paciente, si es posible repite o al menos intenta
cierto eco o repetición apoyándose en los patrones articulatorios del
terapeuta, el terapeuta señala la imagen y la palabra escrita, la define, la
contextualiza, la estimula desde el ámbito de los significados y de nuevo la
nombra. De manera casi inmediata el sujeto intenta repetición tras el
terapeuta, si bien, ya tan sólo con el apoyo en la imagen y en la
correspondiente grafía, posteriormente si acaso procede la copia.
Como es de suponer, y no todos los cuadros afásicos requieren
entrenamiento de tan bajo nivel. En cualquier caso, dado que estamos ante
trastornos comprensivos, conviene tener presente que sólo cuando el sujeto
sea capaz de procesar auditivamente las palabras logrará crear huellas
fonético fonológicas de las mismas, al margen de que este proceso no
pueda quedar reducido tan sólo a la tarea imitativa.
En algunos cuadros afásicos puede estimularse la expresión oral incitando
(ante la imagen asociada a su grafía) con la primera sílaba de la palabra: no
obstante, no siempre la respuesta oral, cuando esta se produce, puede ser
ajustada.
En no pocos pacientes hemos podido verificar que la palabra a evocar
cuando se le proporcionaba la primera sílaba dependía, básicamente, de la
prosodia o acentuación que se imprimiera a dicha sílaba. Es decir, la
palabra a evocar aparece en la medida en que el terapeuta proporcionaba la
primera sílaba correctamente acentuada. Si, por el contrario, el terapeuta
variaba la acentuación, el sujeto oralizaba otra palabra que en nada tenía
que ver con la imagen y palabra escrita presentes. Dada la impresión de
que el procesamiento de la primera sílaba desencadenaba un arrastre
prosódico motivando palabras diferentes en función del acento.
Ante la una imagen apareada con su correspondiente palabra escrita e
incitando la evocación de la palabra mediante la sílaba inicial, algunos

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Afasia

afásicos de Wernicke o globales presentan las conductas que


ejemplificamos a continuación:
Ante la imagen de un cocinero estimulando con la sílaba có, evocan el
coche; en presencia de la imagen de un policía, al proporcionarle la sílaba
po no evoca la palabra polilla. Esto nos inicia que hacen una evocación de
las palabras en función de la prosodia de la sílaba inicial. Da la impresión
de que la recepción o procesamiento perceptivo de la primera sílaba de la
palabra realiza un tiraje de palabras ligado a la prosodia activando
términos diferentes en función del acento.
Un primer entrenamiento rehabilitador en este caso podría consistir en
rodear o señalar con un círculo la primera sílaba, uniéndose a este estímulo
la imagen, la grafía, la información contextual, morfosintáctica y semántica
apropiada, u otros estímulos de tipo signado o táctil.
Así pues, cuando la audición periférica se halla conservada y no hay
agnosia auditiva las representaciones de las palabras corren a cargo de los
sistemas audio-orales y que, por el contrario, cuando hay agnosia auditiva
o verbal y se hallan lesionadas las áreas de almacenamiento de las
representaciones auditivas, la forja de nuevas palabras correrían a cargo de
la vía lectora, como única vía de entrada verbal, siendo la lectura
convencional sobre caracteres gráficos preferentes incluso sobre la
labiolectura en razón de su carácter atemporal.
Este mismo hecho nos pone a su vez de relieve que, cuando el sujeto
afásico es capaz de procesar la información verbal auditiva repitiendo,
leyendo en voz alta y escribiendo al dictado, se encuentra con condiciones
altamente favorables para “aprender oyendo”.

6.4.4 Programas estandarizados para la rehabilitación de la Afasia

6.5 Evaluación de la intervención


La evaluación del tratamiento tiene por objeto conocer el nuevo perfil del
individuo y sopesar la validez de los distintos tratamientos, métodos y técnicas.

Realmente un tratamiento se debe considerar como eficaz en la medida en que el


paciente es capaz de incrementar sus capacidades de comunicación en la vida diaria.
Por más que un paciente puede avanzar en ejercicios de laboratorio la efectividad de la
terapia se debe plantear en su situación como persona en un medio determinado.

Los diseños estadísticos de de investigación sobre los tratamientos permitirán en


su caso objetivizar y ponderar la validez adecuación y efectividad de los métodos y

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Afasia

técnicas empleadas. Esta evaluación ha de ser objetiva a fin de deslindar, en la medida


de lo posible, cuantas variables incidan en el tratamiento, determinando el peso
específico que a cada una de ellas le corresponda.

Hemos de tener en cuenta básicamente dos variables: la variable independiente


(variable referida al método de tratamiento) y la variable dependiente, en este caso la
modificación de determinadas conductas: comunicativas, lingüísticas, etc.

Los estudios sobre la efectividad del tratamiento de las afasias deben diferenciar
tres situaciones:

- Mejoría acaecida sin ningún tipo de intervención.


- Mejoría condicionada por aspectos inespecíficos: interés, apoyo psicológico,
estímulo farmacológico inespecífico, etc.
- Mejoría como consecuencia específica del tratamiento.

Por tanto, la evolución positiva, aún siendo evidente, no necesariamente ha de ser


consecuencia del tratamiento impartido ya que son muchas las variables que pueden
condicionar esta progresión. En el sujeto afásico podemos referir algunas altamente
relevantes en razón de que pueden mediatizar significativamente el tratamiento:

- La progresión clínica del cuadro vascular y neurológico.


- El periodo de recuperación espontánea.
- El estado afectivo y emocional del paciente.
- El grado de implicación y las expectativas del paciente.
- La intensidad del tratamiento.

Si el objetivo es la evaluación de distintos tratamientos será preciso ponderar la


eficacia de los mismos, por lo que, a este fin, es conveniente que sean aplicados
alternativamente.

- Cuando se evalúa un tratamiento, tratando de eliminar el componente de


mejoría espontánea, o lo que es lo mismo la evolución del sujeto sin
tratamiento, se recurre a una evaluación de partida o trazado de línea base.
Posteriormente se aplica el tratamiento y de nuevo se realiza una línea base.
- En ocasiones, puede ser preciso investigar con modelos de retirada de
tratamiento. En este caso se recurre a modelos de bases múltiples. Se traza la
línea base ye n fechas posteriores se vuelve e a evaluar para determinar si hubo
o no progreso. Se aplicaría un tratamiento par a estudiar su efecto y, finalmente,
se retiraría a fin de confirmar la ausencia de progresión en ausencia del
tratamiento.
- Cuando se evalúa la eficacia de distintos tratamientos para determinar qué
tratamiento o tratamientos producen las mejoras más importantes, inicialmente
se trata la línea base y se aplica un primer tratamiento, posteriormente vuelve a
realizarse una evacuación para sopesar la progresión y se continúa con el resto
de los tratamientos aplicando y evaluando los mismos.

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Afasia

- Cuando se trata de evaluar la eficacia de los tratamientos comparando


programas entre sí y sopesándolos con, mayor rigor se procede con modelos
alternativos eliminando al variable orden del tratamiento. Tras una evaluación
inicial trazando la línea base se aplica el primer tratamiento, posteriormente se
procede de nuevo a evaluar y a continuación se aplica el segundo tratamiento.
Finalizado el segundo tratamiento se realiza una nueva evaluación, con otro
segundo sujeto se procede con la misma metodología.

Para poder realizar la evaluación de tratamiento concreto que hemos llevado a


cabo con el sujeto afásico es fundamental hacer una evaluación inicial, con la que poder
comparar, posteriormente los resultados mediante la técnica de pre-test- post- test.
Comprobando que realmente la situación de partida a mejorado.

Por otro lado se llevará a cabo un proceso de evaluación continua, en el que se va


siguiendo mediante una gráfica la progresión o no de los avances de la persona
tratada. Así mismo hemos de ser consciente de la estabilidad de los efectos del
tratamiento, que se puede demostrar mediante exploraciones de control sucesivas tras
el periodo de la terapia. Sin estas exploraciones de control no se debería dar por
zanjado el estudio del efecto de la terapia en un paciente determinado.

6.6 Pautas para la familia.

La familia puede hacer las siguientes cosas para colaborar con el tratamiento del
paciente:

 Simplificar el lenguaje a través del uso de oraciones cortas y sin complicaciones.


 Repetir el contenido de las palabras o señalar palabras claves para aclarar el
significado de la oración, según sea necesario.
 Mantener un tipo de conversación natural y apropiada para un adulto.
 Minimizar al máximo las distracciones, como por ejemplo el ruido de una radio,
siempre que sea posible.
 Incluir a la persona con afasia en las conversaciones.
 Preguntar y valorar la opinión de la persona con afasia, especialmente con
respecto a los asuntos familiares.
 Estimular cualquier tipo de comunicación, ya sea hablada, gestual, señalando o
dibujando.
 Evitar corregir el habla del individuo.
 Permitirle a la persona con afasia todo el tiempo que necesite para conversar.
 Ayudar al individuo a participar en actividades fuera del hogar. Busque grupos
de apoyo como las comunidades de personas que han sufrido un accidente
cerebrovascular.
 Prestar más atención a todos los elementos comunicativos de naturaleza no
verbal que el paciente pueda transmitirnos.

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7. Caso práctico
8. Conclusiones
9. Bibliografía

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