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SISTEMA CIRCULATORIO

El sistema circulatorio en los reptiles les brinda una capacidad para mantener un ritmo elevado en
cuanto a su metabolismo. Debido a que esta clase de animales está adaptada a ambientes terrestres,
llevando a cabo mayor actividad en su estilo de vida en comparación al de los anfibios. Cabe señalar
que el sistema comentado, es un sistema que varía en cuanto a estructura y funcionamiento
basándonos en los clados inferiores. Específicamente existen dos modelos de aparatos
cardiovasculares la cual, como ya se mencionó, difieren notablemente en estructura y funcionalidad.
Uno de los modelos aparece en los quelonios y los escamosos, mientras que el otro modelo es propio
de los cocodrilos. Para el caso de la iguana reconocida en la práctica esta presenta el primer modelo
mencionado, ya que esta pertenece al orden Squamata (escamosos) según Laurenti (1768). Por lo
tanto, se enfocará exclusivamente en la descripción de un tipo de sistema cardiovascular
perteneciente a la anatomía de los reptiles (1).

El corazón es la primera y más notable diferencia entre los escamosos junto a quelonios comparados
con los cocodrilos. En los iguánidos el corazón presenta cuatro cavidades, dos aurículas separadas por
donde ingresa la sangre dirigiéndose por medio de un orificio a manera de válvula ubicada en la parte
anterior del canal interventricular hacia los dos ventrículos que presentan tal canal en donde existe
una mezcla de sangres venosa y arterial. En los amniotas las aurículas se dividen en aurícula derecha
y aurícula izquierda, la aurícula derecha permite el paso de sangre proveniente del seno venoso
reducido en comparación de los anfibios pero cumple la misma función que es unir los vasos venosos
provenientes de las venas cavas y hepáticas, donde continúa su corriente para el ventrículo derecho
allegando al cavum venosum (compartimiento venoso), este pasa por una cresta muscular hacia el
cavum pulmonale (compartimiento pulmonar) es bombeado a la arteria pulmonar saliente del
ventrículo izquierdo, donde será regado al resto del cuerpo. Por otro lado, la aurícula izquierda
presenta un ingreso de sangre proveniente de la vena pulmonar que trae consigo sangre oxigenada,
continuando su paso por el cavum arteriosum (compartimiento arterial) conectándose con el cavum
venosum a través del canal o septo interventricular, estos ubicados en el ventrículo derecho, mientras
la sangre saliente se dirige hacia los arcos sistémicos derecho e izquierdo (2).

Acerca del desarrollo y destino de los arcos aórticos, en la iguana adulta la presencia de los arcos
aórticos es dada por los arcos III, VI y VI. El arco III forma la arteria carótida interna que, junto a las
prolongaciones de las aortas ventrales, las carótidas externas conforman este III arco aórtico. El bulbus
cordis (cono arterial) adquirido en el desarrollo embrionario desaparece al llegar a adulto y pasa a
formarse una salida del corazón por tres vasos arteriales. El vaso cuyo arco es más próximo es el tronco
pulmonar que se divide en arterias pulmonares formando el VI arco aórtico. Los arcos sistémicos
derivan del IV arco aórtico formándose dos arcos sistémicos, uno derecho y otro izquierdo. A estos
arcos se une una arteria subclavia a cada lado. El arco aórtico derecho (esta arteria es ventral) continua
el recorrido hacia el III arco, además en la parte dorsal los arcos IV y III existe una atrofia gradual de
los vasos arteriales llamado también conducto carotideo que no nada más que un enlace atrofiado
entre las carótidas y la continuación dorsal de los arcos sistémicos (arco IV) (2).

Para la anatomía del sistema venoso en la iguana, se trató de forma peculiar al sistema cardinal. Cuyo
nombre se debe a la vena cardinal común (precava, ontogénicamente inicial con el nombre de
conducto de Cuvier). Entonces se denoto que dos venas precavas y una postcava convergen en el seno
venoso. Las precavas reciben a las venas yugulares (yugular común o precardinal), subclavia y
vertebrales. La vena postcava originada por anastomosis intersubcardinal, se comunica con la vena
renal y la vena hepática, la vena renal está muy próxima a la vena porta renal la que se comunica a su
vez con cada vena abdominal ventral, la vena iliaca y la femoral. Las venas abdominales ventrales
concurren junto a la vena hepática en el hígado (3).
SISTEMA RESPIRATORIO

El sistema respiratorio en los iguánidos tiene como mecanismo una respiración aérea por ventilación
pulmonar, en su etapa no embrionaria. El ingreso del oxígeno es a través de un conducto nasal donde
existen unas glándulas denominadas ´´glándulas nasales de la sal´´, las mantienen la homeostasis en
cuanto al exceso de sodio en el plasma. Siento este mecanismo de equilibrio osmótico el que permite
la conservación del agua en el organismo. La ubicación de los pulmones es a nivel del tórax por lo cual
este está rodeado de costillas, comunicándose directamente con la tráquea. El hecho del ingreso de
oxígeno sigue el camino a través de la tráquea hasta los pulmones, que son sacos formados por una
cámara central a la que se distribuyen una serie de favéolos, que en conjunto tienen una apariencia
de panal (2).

Los favéolos además, incrementan la superficie respiratoria y el intercambio de gases entre los
capilares. Los pulmones se dividen en cámaras interconectadas donde llega el oxígeno desde la
tráquea, estas cámaras se ventilan por los movimientos respiratorios, mientras el intercambio entre
dichas cámaras y los favéolos es a través de difusión. La ventilación pulmonar esta dado por un
mecanismo de bomba de aspiración, esta bomba se encarga del ingreso-salida del aire y en él
participan distintas partes anatómicas. Estas estructuras comprenden entre huesos del tórax y
músculos intercostales, que según varía el movimiento de estos se produce la inhalación y exhalación.

Referencias

1. Storer T, Usinger R, Stebbins R, Nybakken. Zoología general. Sexta ed. Barcelona – España:
Ediciones Omega, S.A., 2010
2. Kardong K. Vertebrados anatomía comparada, función y evolución. Segunda ed. (ES). España:
Mc Graw-Hill Interamericana de España; 2007.
3. Pissanó A. Anatomía comparada de los vertebrados. Primera ed. Buenos Aires-Argentina:
Editorial Universitaria de Buenos Aires; 1967.

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