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Octavo Año Básico B
Colegio Alcántara de los Altos de Peñalolén
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Título original: ¡Palabra que vale! Antología de cuentos policiales
creados por estudiantes de Octavo Año Básico B
Ilustración de portada: Agnes Molina Oschner. Para el resto de
las ilustraciones, los autores de los relatos respectivos.
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Prólogo
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Índice
Prólogo 5
La respuesta (Michel Acuña Quilaqueo) 9
El perro Cholito (Javier Briso Garay) 11
Estudio en lázuli (Benjamín Cádiz P.) 13
La huella azul (Tomás Chacón G.) 15
El caso de los Andrew (Constanza Campos Barragán) 17
La historia de Hatsan (Polet Carreño Pacheco) 18
El perro de la familia (Benjamín Concha Alcaíno) 19
La historia de Madeleine (Baitiare Contreras Roa) 20
El misterioso caso del halcón dorado (Felipe Dering Ponce) 22
El buen asesino (Javiera Donoso Catricura) 25
El asesinato del profesor (Samuel Espinoza Mardones) 26
El caso 3001 (Ignacio Gálvez Rojas) 28
La caída del avión blanco (Nicolás Godoy Boca) 30
Oscuro (Ángel Jofré Segura) 32
El caso del millonario (Marcelo Martínez Álvarez) 33
La desaparición de Madelein McCain (Constanza michea Abarca) 34
Henrry Tomsand y el misterio de la niña perdida (Valentina Moena A.) 36
El caso de Jack el destripador (Agnes Molina Ochsner) 38
El asesinato de un buen estudiante (Valetina Parra Vera) 43
Siete almas por una obra (Catalina Ruiz Zumelzu) 44
Una víctima más (Alondra Uribe Bedoya) 46
La carta (Matías Veloso Ordóñez) 47
Breve noticia de los autores 48
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La respuesta
(Michel Acuña Quilaqueo)
Un cuerpo tendido en el suelo, nada nuevo, pero siempre es inquietante.
El forense revisaba el cadáver, tomaba fotos y escribía notas sobre el
crimen.
Me explicó que por la profundidad de los cortes, el asesino debía tener
experiencia médica y que la profundidad y fuerza de estos señalaban que era
zurdo. Aunque puedan parecer datos irrelevantes me ayudaran mucho en la
investigación estoy seguro.
Me dirigía a la comisaria, para conocer los datos de la víctima. El jefe del
establecimiento me conto todo lo que se sabía hasta el momento, no lo nombro
pero por la forma en la que hablaba de él, parecía que se conocían.
Se llamaba Marcel Rose, tenía 42 años, adinerado, casado. Por testigos
recientes se pudo saber que estaba metido en algún tipo de mafia extraña. Motivo
por el cual pudo haber sido asesinado.
Interrogue a su familia, aunque fue casi en vano ya que escaseaba de familia. Los
pocos que averigüe no me decían nada, nada me decía cuál fue la causa de su
muerte.
Fui a un bar, me senté en la barra y pedí un trago, tome varios hasta que el
camarero me llamo: “la respuesta está más cerca de lo que crees”. No entendía a
que se refería, por lo que me fui de aquel bar hasta mi casa. Un pequeño
departamento con un baño, una cocina y una habitación.
Me desvestí y me acosté, rápidamente el sueño se apodero de mí y me
dormí. Otra vez esa frase:” la respuesta está más cerca de lo que crees”, me
desperté, atónito, seguía sin entender que significaba esa respuesta y porque el
hombre me lo dijo.
Fui a la comisaria para hacer más investigaciones, revisar papeles,
antecedentes, cualquier cosa que podría ayudarme a descubrir la verdad, en este
punto, ya estaba desesperado. A la mitad de mi investigación me crucé con el jefe
de la comisaria, Ricardo Pérez. Me invito a tomar un café en su casa, para poder
relajarme y pensar mejor.
Mientras tomábamos el café, él me contaba algunas cosas de su día,
aunque no podía parar de repetirme a mí mismo todo lo que tenía recopilado hasta
ahora.
Así que lo vi, mi jefe sostenía su taza con la mano izquierda. Había
estudiado medicina durante 4 años, pero tuvo que dejarlo por problemas de
dinero, aunque siempre decía que le gustaría volver a retomarlo.
Lo planeó todo con cautela, buscó a un hombre con dinero, con poca familia
y metido en la mafia para que haya otros motivos por su muerte. Para poder
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recuperar sus estudios y, además, tener dinero extra. Eso significaba la frase que
me dijo aquel hombre:” la respuesta está más cerca de lo que crees”, y la
respuesta siempre estuvo enfrente mío.
Me levanté rápidamente de la silla donde estaba sentado, para intentar
arrestarlo y condenarlo por lo que había hecho. Pero no fui lo suficientemente
rápido, antes de que pudiera sacar las esposas de mis bolsillos, el sacó un arma y
me disparó.
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El perro Cholito
(Javier Briso Garay)
Un día el perro Cholito estaba comiendo unas galletas para perro, unos
minutos después se quedó dormido, al despertar no veía nada y sentía como si
estuviera temblando, pero se dio cuenta que estaba dentro de un saco de papas.
Lo habían secuestrado por su piel porque era un perro de raza muy fina.
Eduardo y Cecilia buscaron a Cholito por varias horas, era extraño porque
Cholito nunca se alejaba de su casa, ellos al darse cuenta de que Cholito no
aparecía llamaron al detective Javier Holmes.
Al llegar el detective en lo que primero se fijó fue en que habían huellas
que no eran de los dueños de la casa y que eran de unas zapatillas de fútbol
además que afuera de la casa habían huellas de llantas de una camioneta de
modelo 3, en ese momento el detective recordó que conocía a una persona
que odiaba a los perros, esa persona era uno de los vecinos, él lo conoció por
otro caso antiguo por violencia animal.
Luego, en la comisaria reportaron el caso y tomaron declaración a los
vecinos y a unos testigos que dijeron que habían visto una camioneta de modelo
3 en el centro de la ciudad con un perro de raza pastor alemán ladrando.
El detective Holmes se dio cuenta que el testigo se veía muy indeciso
pero muy amable, era uno de los vecinos de Cholito, se comportó con una muy
buena actitud, y luego se retiró a su trabajo, el detective no sabía que ese vecino
era el que reclamaba por los ladridos del perro. Holmes que había notado su
nerviosismo, lo siguió hasta la entrada de la comisaría, salió tras él y al doblar la
esquina lo vio subirse a una camioneta modelo 3 con el logo de la empresa donde
dijo que trabajaba.
Al día siguiente el detective llegó temprano en la mañana porque
sospechaba del testigo que se llamaba Juan y le preguntó por él a Cecilia que se
encontraba en la casa Cecilia le conto que era el vecino que más reclamaba por
los ladridos del perro, con este antecedente el detective fue a la dirección de
Juan, era una casa grande y sucia por fuera con las ventanas rotas como si nadie
viviera ahí, la rodeo y se dio cuenta que podía entrar por el patio trasero, y entró,
pero lo descubrió otra persona que estaba en la casa y se tuvo que ir, pero
alcanzó a oír aullidos en el interior de la casa, le comentó esto al comisario el que
llegó en 5 minutos, en ese tiempo nadie salió de la casa, al ingresar los policías no
había nadie y buscaron por todas partes no encontraron nada al final se fueron
los policías y el detective seguía ahí pero volvió a ver gente, y se acercó con un
dron con cámara y se dio cuenta de que había una especie de bunker y ahí de
seguro tenían al perro Cholito, al informarle a los policías ellos entraron y además
de encontrar al perro encontraron muchas cosas robadas y el perro Cholito volvió
a la normalidad y los demás fueron arrestados.
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Eduardo y Cecilia quedaron contentos al encontrar a su querido perro
Cholito el cual estaba feliz de volver con su familia. Y el detective Javier Holmes
fue una vez más el héroe.
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Estudio en Lázuli
(Benjamín Cádiz Peña)
Jack
Alice
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…
Ya me iré al trabajo, ¡estoy muy emocionada!¡Podre publicitar la cura!
Realmente no me interesa el reconocimiento o el dinero, solo me gustaría saber
que hay miles, millones de personas, que ahora podrán vivir una vida pacífica, sin
tanto tratamiento, felices.
Al entrar al laboratorio, me encontré con una desagradable sorpresa, estaba
toda la solución desparramada por el piso. Todo nuestro trabajo, no sirvió.
-Pe-pero… todo…-Fui interrumpida por Jack cuando este entró al
laboratorio.
-¿Alice..? ¿Esta todo en orden? -se notaba su nerviosismo-
-Todo… n-no… -no me salían las palabras-
Habíamos pasado meses trabajando… y ahora, ¿todo se ha ido? ¿De qué
sirvió nuestro trabajo?
-¿Alice?¿que le ha pasado a la cura?
-Y-yo… -¡¿Cómo debería responder?! ¡Simplemente la encontré ahí!
No respondo. Es una situación muy complicada, ¿quién estuvo aquí
después de nosotros anoche?
-Jack… ¿por qué razón volviste al laboratorio anoche?
Jack
No supe responder a eso, ¿Ella sospecha de mi? Si es así… ¿No debería
demostrarle lo contrario? Soy su asistente… debería apoyarla, debería ayudarla…
-¡Podemos hacerla otra vez!-dije con entusiasmo-
-No… no haremos eso ahora… tendremos que investigar…
-¿Investigar que?
-¡El caso! -dijo entusiasmada-
-¿Con cuales pistas?
-¡Se nos presentan aquí! -mientras decía eso, sacó de una caja una pipa y
dos boinas.
-¿Sherlock? -Pregunté-
-Sherlock.
Vamos a investigar un caso al estilo Holmes, pero aún así, estoy algo
preocupado…
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-¡Primero vamos a empezar por la hora y sospechosos! Jack, ¿qué hacías a
las 8:04pm?
-Estaba en el laboratorio…
-¿Por qué motivo? [Pareciera que está jugando… ]
-Había olvidado mi teléfono…
-Pero Jack… Recuerdo que a las 8 con 2 minutos revisaste la hora en tu
teléfono…
Alice
Sé que es el… se que puedo hacerlo confesar… ¿pero como? No
encuentro manera. El siempre mostró un comportamiento raro desde que
comenzamos este proyecto.
-¿Y bien? -pregunte desagradable mente -sensei
- No hubo respuesta-
Jack… Se quiere eres tú, pero no encuentro la manera de que confieses…
-Con voz seca respondio-Me quedé haciendo horas extra. Tu siempre dejas
un desastre cuando terminas algo, y siempre yo debo ordenarlo.
En eso tiene razón, pero no creo posible que haya ordenado todo en menos
de 2 minutos
-¡No me mientas! Tu eres el que tiró la cura al piso! ¡Tu eres el único que
pudo haber hecho eso!
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La huella azul
(Tomás Chacón García)
Él sabe que siempre usted deja una llave de repuesto debajo de la alfombra
de la puerta de su oficina.
De nada.
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EL CASO DE LOS ANDREW
(Constanza Campos Barragán)
Todo comenzó un 8 de febrero en la casa de los
Andrew, iba de pasada a ver a Harry Andrew, le entregaría
unas herramientas que me había pedido. al entrar vi a
Josefa la esposa de Harry, era una mujer latina de pelo café
y rasgos delicados.
Josefina tenía una cara algo rara y Danielle los ojos llorosos y ojeras. Entre
a la habitación vi a Harry de color morado y con cortes. Él había sido estrangulado
y cortado en algunas partes del cuerpo. Al revisar su cara morada me di cuenta de
que había ocurrido hace pocas horas ya que seguía con marcas de manos, así
que alguien había entrado o… era una de las dos, Josefa o peor aún, Danielle.
Hice pasar a Josefa le pregunté qué había hecho ese día, ella un poco
nerviosa me miró y me explicó que cuando yo llegué, ella estaba preparando la
cena y solo vio entrar a su hija Danielle justo cuando me iba. le miró las manos
para ver si tenía algo de sangre o dolor en ellas, nada, no tenía absolutamente,
nada.
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La historia de Hatsan
(Polet Carreño Pacheco)
Había una vez una joven llamada Paulina, esta joven con tan solo 25 años
llevaba planeando un viaje a Marte.
Ella inmediatamente quedó flechada con él, no sabía que estaba sintiendo
por ese ser que para ella era inigualable.
-Soy Paulina.
Ella muy triste le dice que tiene que volver al planeta Tierra y no puede
esperar más, que el amor de ellos no podrá ser porque son totalmente diferentes.
Ella sin nada más que decir, se despide, se sube a la nave y no volvió a
saber nada de él, pero eso no significa que lo haya podido olvidar, vivió con el
dolor para toda su vida.
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El perro de la familia
(Benjamín Concha Alcaíno)
Juan era muy juguetón, le encantaba jugar con Peter todos los días cuando
éste llegaba del colegio. Los fines de semana toda la familia, incluido Peter, iban a
recorrer algún parque de la ciudad.
Juan era un perro que ladraba demasiado, según los vecinos, por lo que ya
habían reclamado a la familia que les molestaba que Juan ladrara día y noche,
sobre todos los fines de semana que eran días para descansar.
Un día lunes Peter volvió del colegio, como todos los días a jugar con Juan,
pero no estaba. Desesperados comenzaron a buscarlo por la casa, pero no
estaba. Salieron a las calles, preguntaron a los vecinos, pero estos lo negaron.
Pusieron letreros ofreciendo recompensa para poder encontrar a Juan. Pasaron
los días y no se sabía nada de Juan, por lo que la familia contrató un detective
privado para poder encontrarlo.
Juan volvió a su casa y pudo seguir jugando, como lo hacía todos los días
con su fiel amigo Peter.
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La historia de Madeleine
(Baitiare Contreras Roa)
—usted es la detective
—Sí, responde Sofía. La madre la hace
pasar, Sofía les hace unas preguntas a los
padres y hermanas.
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—Qué pasó, pregunta. Alexis quiere responder. Sofía interrumpe diciendo:
bueno quiero que me cuenten por qué empezó la pelea de su padres o su historia
desde donde empezaron los problemas.
Alexis responde:
— Es una historia larga pero en resumen yo tenía una ex novia que me hizo
la vida imposible y me amenazó y amenazó a mis padres y es donde mi hermana
empezó a estar triste, pero mi ex novia vive en el pasaje de abajo y puede hablar
con ella, pero creo que mi ex novia habló con Madeleine porque estaba hablando
con alguien que se parecía a ella y la tiró para atrás. Luego me dijo que no estaba
hablando con nadie.
—Gracias por decirme eso, pero qué estaría Madeleine hablando con su
ex novia. Alexis
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—Porque ella quería arruinar a mi familia, quería decirle a mi marido que
no lavaba la ropa y no le daba comida a nuestras hijas.
22
El Misterioso caso del halcón dorado
(Felipe Dering Ponce)
Luego de un tiempo voy a un café a pensar sobre lo que hago con más
calma, pero justo ese momento veo a dos hombres bien vestidos hablando sobre
una escultura de un halcón dorada que se situaba en Egipto y me pregunté a mí
mismo ¿porque no hacer el último viaje como busca tesoros ?
Fui de inmediato con mi hermano para contarle lo que quería hacer pero
necesitaba algo de dinero claro que no se lo tomo muy bien ya que era el que
tenia que pagar mis deudas y quería que buscara trabajo, se enfado y dijo que era
la ultima vez que me ayudaba con lo de ser busca tesoros y que me daba 4 meses
en caso de que volviera con las manos vacías tendría que trabajar para el aunque
las condiciones no eran las mejores acepte de igual forma.
Al pasar el tiempo nada ocurrió y creí que tal vez estaba algo paranoico y
que pudo ser casualidad, pasaron tres meses y busqué donde más creía que
podían haber pistas y lo único que encontré fue un papel con lo que parecían ser
unas coordenadas. Sin pensarlo dos veces fui directo a esas coordenadas donde
había una cueva, la cual no estaba en muy buen estado. Entré luego de superar
una serie de obstáculos y lo encontré, pero era una pieza esencial de la cueva sin
eso toda la cueva se venía abajo. lo saqué y rápidamente salí de ahí
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Saliendo victorioso de aquel lugar fui a casa de un amigo a celebrar,
después le avisé a mi hermano. Antes de eso dejé en una caja fuerte la escultura.
Cuando llegué a buscarla, había dos tipos intentando robarla. En el forcejeo a uno
de ellos se le escapó una bala impactando en mi pulmón izquierdo, lo único que
pude ver fue una cicatriz de serpiente en el brazo de uno de ellos por lo que mis
sospechas fueron directamente al “amigo” de mi hermano. Después de todo él fue
el que me trajo aquí ¿no?
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El buen asesino
(Javiera Donoso Catricura)
25
El asesinato del profesor
(Samuel Espinoza Mardones)
(Inspirado en un caso real)
Todo fue planeado fríamente, esa tarde, el profesor dejó a su pequeña hija
en casa de sus padres, y dijo que se juntaría con unos amigos. Mintió para no ser
juzgado por su familia al tener una cita con la mujer que tanto lo habría hecho
sufrir. Así emprendió el camino de vuelta a su casa, esperanzado tal vez en que
después de esa noche volvería a reconstruir su familia y su felicidad.
Llegó a su casa sin pensar que esa sería la última vez, Johanna llegó a la
hora acordada, sin embargo, ella no llegó sola, su pareja estaba con ella y ellos
llegaron totalmente decididos a terminar con su vida, y lo hicieron de la manera
más fría posible.
Esta fue una de las acciones que delató su actuar, ya que el torso del
profesor fue encontrado en el mar por turistas, además de ello, otras actitudes
delataron a estos dos asesinos, como por ejemplo los trámites que rápidamente
comenzó a hacer Johanna en el Conservador de Bienes Raíces de la V Región y
otras actitudes sospechosas e inusuales de una viuda en una situación tan horrible
26
como esta. Lo que afortunadamente llevó a la Policía de Investigaciones de Chile
a arrestar a los dos autores, luego de lo que confesaron cada terrible detalle de lo
que hicieron.
Esta vez, afortunadamente una familia chilena podrá contar con que nuestra
justicia otorgue la pena adecuada a estas personas que hicieron un daño
irreparable a su familia.
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El caso 3001
(Ignacio Gálvez Rojas)
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Justamente y como lo había pensado me los encontré escondiendo la
evidencia, les apunte con el arma y les dije que vinieran conmigo, los entregué a la
policía con su cómplice.
Y así es como resolví el caso del asesinato en el departamento 3001.
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La caída del avión blanco
(Nicolás Godoy Boca)
Era una muy tarde tranquila, yo como siempre caminando por la plaza con
mi simple libro de lectura Charlotte Holmes, había mucha diversión en el parque
como de costumbre, los niños estaban jugando con sus padres como una típica
tarde de un parque. En eso me fijé en el cielo y noté algo extraño, que llamó mi
atención no era el típico cielo azulado con nubes que siempre se ve, había mucho
humo en ese cielo que siempre estaba despejado y cuando veo a lo lejos me doy
cuenta que hay un avión cayendo en picada.
Generalmente nunca me preocupo por las cosas que pasan alrededor mío,
pero esta vez fue un caso diferente, sabía que si no hacía algo en ese minuto
podrían haber muchas vidas en peligro por lo cual alerté a toda la gente del
parque para que evacuara lo más rápido posible. Al día siguiente me fui a mi
oficina en la estación de policía (R.P.D = Raccon City Pólice Departament) me
informaron de un 10-14 (caída de avión) y juntos a mis compañeros del
departamento fuimos al lugar del accidente, pero primero pasamos por unas
rosquillas y un café porque sin ellos no puedo trabajar y concentrarme (Amo el
café por las mañanas).
Cuando llegamos al lugar del accidente había algo que llamó mi atención,
pero no sabía qué era exactamente, es como cuando te tomas un café cargado y
te deja con gusto amargo en la boca, sabía que algo no estaba bien, al revisar los
escombros del avión me di cuenta que la caída no fue por algún fallo ocurrido si no
que alguien manipuló y/o alteró el motor de la aeronave.
Era un caso peculiar porque iban familiares míos en ese avión, mi madre y
mi hermana, para sr más exacto. Yo, con mi corazón roto, inicié mi investigación
para encontrar al culpable de todo esto. Comencé buscando huellas o algún
indicio que me ayudara a encontrar al culpable que había producido los fallos en el
avión. Me dirigí al hangar donde fue preparada la nave y le hice muchas preguntas
a los funcionarios que había ahí, pero nadie sabía nada al respecto. Volví al lugar
del accidente e intenté encontrar huellas, estaba en eso cuando encontré las de
mis familiares y las de un sujeto llamado Peter Black, que trabajaba en el
aeropuerto. Lo fui a buscar.
Al encontrarlo le hice las típicas preguntas del tipo ¿Dónde estuviste
cuando sucedió el accidente?, ¿Le harías daño a una persona?
Él me reconoció d inmediato, porque yo era un detective muy famoso y me
llamó por mi nombre verdadero y me dijo:
- Alexander Braun, nunca vas a saber quién fue, es un profesional en esto
y veo que le tenía mucho odia a tu familia ya que por lo tanto…
Con esa pista ya tenía pruebas para encerrarlo pero aún faltaba un poco
más de evidencia tenía que encontrar al asesino de mi madre y hermana,
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transcurrido ese día me fui a mi casa donde encontré una nota que decía: “eres
muy hábil para el trabajo, pero en una colina cerca encontraras más evidencia”.
Al día siguiente fui a la colina cerca del parque y encontré armas en el suelo
y recordé que el avión tenía una bala en el motor derecho donde se le fue todo el
combustible y me puse a investigar y el avión había caído por falta de combustible
ya que el motor derecho del avión se había detenido pero aún me faltaba saber
quién era el asesino.
Volví a la estación y tome una taza de café y recordé que mi hermano le
tenía odio a mi hermana y a mi madre, el mismo que hacía poco había salido de la
cárcel por cometer un homicidio. Entonces me dirigí a su casa donde estaba la
puerta abierta, entré con mi arma, atento a cualquier situación peligrosa, estaba
decidido a jalar el gallito; a medida que iba caminando por el living de la casa mi
respiración cada vez se hacía más pesada, me costaba concentrarme, cada paso
que daba hacia que recordara mi infancia al llegar al final del pasillo me encontré
a mi hermano sentado en el sillón, sus únicas palabras fueron:
-Lo siento mucho, he tocado fondo, me arrepiento de lo sucedido…
En ese momento toma su arma, y se suicida enfrente de mis ojos. La vida
de una policía detective no es fácil, siempre la vida da giros inesperados, nunca
sabes lo que el destino te prepara, cuelgo mi chaqueta de policía en el perchero
para poder irme a casa y descansar para un nuevo día junto a mi café.
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Oscuro
(Ángel Jofré Segura)
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La desaparición de Madeleine McCan
(Constanza Michea Abarca)
Era un tranquilo
anochecer por las calles
de Londres, estoy en
camino a mi apartamento
luego de resolver un
agotador caso de
asesinato. Al llegar,
tratando de abrir la puerta,
escuché el sonido del
teléfono fijo, entré
apresuradamente y me
aproximé a este, al
contestar reconocí la voz de mi mejor amiga, Jenny:- ¡¿Megan?! ¿Por qué no
contestabas mis llamadas?- Noté por su voz que estaba muy afligida y yo,
preocupada, contesté: - No estaba en casa ¿Qué ocurre?- Jenny, casi al instante,
respondió:- Desapareció una niña en el hotel en el que estaba, ahora nos han
hecho salir, como había mucho alboroto decidí ir a una cafetería, pero sigo muy
asustada… todo fue tan rápido.- Tomó un respiro y prosiguió: - Estuve pensando,
ya que tú eres una de las mejores detectives privadas de Inglaterra, si podrías
venir a solucionar esto, ya que los policías parecían revisar todo a la rápida… oh,
ya debo cortar, piénsalo y me dices.- Antes de que pudiera decir alguna palabra,
ya había cortado.
Jenny, desde hace algunos días estaba vacacionando en Algarve, Portugal,
sin ningún problema, hasta que me contó sobre la desaparición, lo he pensado y
decidí que iré, tengo suficiente dinero para pagar un pasaje, mañana en la
mañana partiré al aeropuerto.
Cuando desperté, me preparé, le anuncie a Jenny y otros conocidos, y fui a
mi actual destino, el aeropuerto. Afortunadamente aún quedaban pasajes a
Portugal. Pasaron un par de horas y me encontré con Jenny, luego de una corta
conversación, me llevo con la pareja McCann, padres de la desaparecida niña.
Jenny anteriormente ya les había contado sobre mí, de modo que me
tenían confianza y me dieron el máximo de detalles posibles, ellos vinieron a
vacacionar en familia desde hace un par de días. Anoche, alrededor de las 19:00
horas, la señora McCann puso a la pequeña, llamada Madeleine y sus mellizos a
dormir. A continuación, los padres fueron a una cena con unos amigos de
Inglaterra en un restaurante muy cercano al hotel, del cual tenían una vista a la
habitación donde las niñas dormían. Cada uno se turnaba para ir a ver a los niños
cada cierto tiempo, y, cuando el padre de Madeleine, el señor McCann fue a ver
por última vez a revisar, se encontraban los mellizos, pero, Madeleine ya no
estaba. Inmediatamente notifico la situación y todos desesperadamente buscaron
a la niña en todas partes, hasta en un cercano bosque, puede ser una razón de
34
porque ambos, el señor y la señora McCann tenían rasguños en sus manos y el
pelo desordenado, al igual que sus amigos.
Dedique mi tiempo a interrogar a los amigos de los McCann, el personal del
hotel y el restaurante, y examinar la habitación. Pasada una hora, descubrí una
pequeña mancha de sangre en el piso debajo de la cama, por lo que retiré un
poco de esta para entregarla a un laboratorio de investigación. Seguí el rastro de
unos perros rastreadores por medio del olor de las sabanas de la niña, que me
llevaron a un lugar en el bosque, parecido a un campamento abandonado que
tenía juguetes y ropa destruida por doquier, con tales nuevas evidencias lograría
encontrar nuevas pistas en las que podría atinar con el responsable de la
desaparición.
Pasaron un par de días, y anuncié a los McCann que posiblemente ya tenía
al culpable. Nos reunimos en el comedor del hotel, los invité a tomar asiento, y
luego de mostrarles algo de evidencia, me paré e inmediatamente hice una seña a
unos policías para que se acercaran, y en voz alta dije: - El culpable es usted,
señor McCann.-
McCann, sorprendido, trató de negar mi acusación, pero los policías ya
estaban tomándolo de las muñecas para asegurar que no escape. Me volví a
sentar para darle mis explicaciones a la señora McCann, que se encontraba
totalmente anonadada: -Su esposo, ¿la golpea?- Ella, luego de mirarme con duda,
miro hacia abajo y levemente asintió, eso explicaba unos cuantos moretones, que
no parecían recientes, en sus brazos, la noche que me explicaron los sucesos.
Proseguí con mi explicación:- El, aquella noche había decidido vender a su hija en
una red de tráfico infantil, ya que, él fue el último en ir a ver a la niña, y se enterró
un clavo en la mano en la mesa de noche, que, sin darse cuenta, hizo que
sangrara y cayera una pequeña gota en el piso, de la cual yo investigué y con
certeza era de él. Entrego a la niña a un compañero que la llevó a un campamento
en el bosque, y afortunadamente he dado con el paradero de él y la niña, los
policías ya están en camino a su rescate.- La señora McCann dió un respiro, se
levantó y me agradeció, a continuación me dijo:- Yo sabía que mi esposo tenia
algunos problemas psicológicos, no quise reportarlo porque aun lo amaba, pero
nunca pensé que llegaría al punto de vender a nuestra propia hija.- La señora
McCann, con sus mellizos, fue a la estación de policía a esperar a Madeleine, yo,
al cabo de un día volví a Inglaterra con Jenny para así tomar mi descanso
pendiente.
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Hennry Tomsand y el misterio de la niña perdida
(Valentina Moena Almonacid)
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El caso de Jack el Destripador
(Agnes Molina Ochsner)
Mi nombre es Ambrose
Williams detective de la policía
en Londres, hoy a mis 67 años,
estos asesinatos todavía me
parecen inexplicables, este
caso empezó a mediados del
siglo XIX exactamente en el
“East End Londres” en donde
se encuentra una pequeña
parroquia llamada Whitechapel,
básicamente lo que pasaba en
esos tiempos había una
inmigración masiva de
personas provenientes de
Irlanda, Rusia y otros diferentes países y también provenientes de la propia
Inglaterra. Esto causó una sobrepoblación enorme en este pueblo y con ello las
consecuencias de un estilo de vida muy malo. Había muchos robos, violencia,
muchísima pobreza, mucha necesidad y hambre en las personas, no solo eso sino
también la gente empieza a desmoralizarse y decaer en sus valores, pues aparte
de robar, empiezan a cometer actos que para ese tiempo se consideraban
altamente pecaminosos por la religión, obviamente robar se convirtió en un pan de
cada día, la delincuencia se veía en cada rincón cada esquina, obviamente
muchísimas mujeres entraron al trabajo de la prostitución ya fuera por hambre o
por la misma necesidad económica que tenían.
Digamos que se normalizaron las relaciones sexuales a cambio de dinero,
no importaba que fuera muy poco dinero, las mujeres lo aceptarían igual por su
necesidad, además que en esta época también la mayoría de la población
comenzó a volverse alcohólica era algo normal en la mayoría de las personas
debido a los sucesos que estaban ocurriendo. Para el año 1888 ya esto había
aumentado tanto que se contaron alrededor de 1.200 prostitutas en las calles y
unos 62 burdeles por la zona; Es allí donde se abre la brecha a los llamados
“asesinatos de Whitechapel”. Varios crímeness que nos frustraron como detectives
de estos casos que quedaron registrados sin asesino. Todos ocurrieron alrededor
después de abril de 1888 y hasta febrero de 1891 en donde a lo largo de este
tiempo se cometieron 11 asesinatos a mujeres prostitutas que trabajaban en las
calles. Este periodo fue básicamente para mí los tres años más largos mi vida
como detective. Trabajé mucho para resolver un caso o al menos ponerle nombre
al autor de estos crímenes, pero casi no fue posible. Aquí es donde entra el
famoso Jack el Destripador ya que cinco de estos asesinatos se le atribuyeron a
él o tal vez cometió más pero por falta de pistas los demás no se les encontró
autor, básicamente estos cinco fueron los más llamativos por los cuales se le
catálogo como el peor asesino serial de todos los tiempos en aquel lugar.
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El primer asesinato, me acuerdo muy bien que me llamaron la madrugada
del 31 de agosto de 1888 porque un carretero había encontrado un cadáver en
medio de las calles-, al llegar a la escena ahí ya se encontraban el forense y uno
de mis superiores y le pregunté:
-¿Mi señor, que es lo que estamos viendo aquí? Con voz algo nerviosa
a lo que él respondió:
-Estamos viendo lo que parece ser una masacre, esta mujer presenta una
cortada de oreja a oreja en su cuello, varias puñaladas en su abdomen y varios
otros cortes en su cuerpo, todos del lado derecho en una sola dirección. Aún no
sabemos nada concreto sobre ella, pero el forense te tendrá las respuestas en la
tarde para que empieces a investigar el caso.
Al ser un novato en esto me daba algo de miedo saber qué podíamos
encontrar de este ser, no nos imaginamos que estas características en particular
serían el modus operandi del llamado Jack el Destripador. Después de esto, me
dirigí directamente a la estación de policía para analizar lo que había ocurrido, me
di cuenta que este asesino lo único que había dejado en la escena era el cadáver
de la víctima, sin huellas, sin pistas, nada de nada. llegada la tarde, me llegaron
los resultados del forense en donde se descubrió que su nombre era Mary Ann
Nichols mujer prostituta de estas calles, los cortes que ésta presentaba en su
cuerpo parecían realizados por alguien que conocía bastante la medicina, varios
de los testigos interrogados dijeron que la habían visto caminando por las calles y
entrar a un hotel en estado de embriaguez, cuenta el último testigo que habló con
ella que le dijo que no tenía dinero para alquilar una cama y que la única manera
de conseguirlo era trabajando esa noche en la calles buscando un hombre para
satisfacerlo y que le pagara, todo esto horas antes de encontrarla muerta.
Aproximadamente a las 12 de la madrugada fue la última vez que se le vio con
vida, pero nadie me dijo o menciono la persona u hombre con el cual estuvo por
última vez, para nosotros eso era lo más importante.
Así es como empezaron incontables noches sin dormir, pensando si
alguna otra mujer estaría en la mira de este asesino, si solo mataría a mujeres o
lastimaría a alguien más y rogándole a Dios que no ocurriera otro asesinato.
Lo que no quería que sucediera sucedió, días después, el 8 de septiembre
de ese mismo año, encontramos otro cadáver, también mujer, con las mismas
características de la víctima anterior. Tenía su garganta cortada de derecha a
izquierda, su vientre había sido apuñalado y de alguna manera le habían logrado
extirpar el útero. Su nombre era Annie Chapman también prostituta de estas
calles, me di cuenta que las características se repetían, había un patrón en los
crímenes. Después de la publicación de la noticia de otro asesinato varias
personas llegaron diciendo que habían visto a esta mujer con un hombre de ropa
muy harapienta, otros, por el contrario, decían que esto no era cierto, que la última
persona con la que estaba esta mujer era con un hombre muy elegante, con capa,
sombrero y con apariencia gentil. Es allí cuando empezamos a preguntarnos quién
era este hombre y empecé a buscarle nombre para ma él y le puse el “Mandil de
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Cuero”, se lo puse por la apariencia tenía la ropa que me habían descrito que
usaba este hombre y también porque empecé a sospechar de un señor que
lustraba los zapatos en esos alrededores porque varias mujeres prostitutas decían
que él las acechaba y las trataba bastante mal, este hombre se enteró de mis
sospechas y la del resto de la policía ,se volvió completamente loco porque las
personas se pusieron contra él y decían que en cualquier momento lo matarían así
que este hombre decidió recluirse en su habitación y no salir por un buen tiempo.
Sin embargo, cuando fuimos a apresarlo, fue procesado y se le realizó un
interrogatorio, pero se salvó de la condena porque un compañero declaró que este
hombre no tenía nada que ver, pues la noche que Mary había muerto el zapatero
estaba con él y lo liberamos inmediatamente.
En aquel momento ya no tenía más sospechosos en la lista, igual
pienso que tal vez el asesino sea médico debido a que los cortes que hace en sus
víctimas son muy exactos, probablemente sabía bastante de medicina. En el
pueblo empieza a haber un clima en donde todos están tensos y sospechan de
todo el mundo e incluso de los más cercanos.
En la Policía empezamos con una investigación más exhaustiva, pues por
aquellos días hubo dos asesinatos y antes hubo otros que no tenían el sello de
Jack el Destripador. Es así como empezó la llegada masiva de cartas de gente
preocupada y de supuestos asesinos, entre ellas una que llamó bastante mi
atención que la catalogamos como la primera carta con la letra de este asesino
que decía lo siguiente:
Querido jefe:
Constantemente oigo que la policía me ha atrapado, pero no me echaran
mano todavía. Me he reído cuando parecen tan listos y dicen que están tras la
pista correcta. Ese chiste sobre “Mandil de Cuero” me hizo partir de risa. Odio a
las putas y no dejaré de destriparlas hasta que me harte. El último fue un trabajo
grandioso. No le di tiempo a la dama ni de chillar. ¿Cómo me atraparan ahora? Me
encanta mi trabajo y quiero empezar de nuevo si tengo la oportunidad. Pronto
oirán hablar de mí y de mis divertidos jueguecitos. Guardé algo de sangre en una
botella de cerveza de jengibre para escribir, pero se puso tan espesa como la cola
y no la pude usar. La tinta roja servirá igual, espero, ja, ja. En el próximo trabajo le
cortaré las orejas a la dama y se la enviaré a la policía para divertirme. Guarden
esta carta en secreto hasta que haya hecho un poco más de trabajo y después
publíquenla sin rodeos. Mi cuchillo es tan bonito y afilado que quisiera ponerme a
trabajar ahora mismo si tengo la ocasión.
Buena suerte
Suyo afectísimo, Jack el Destripado
PD No se moleste si le doy mi nombre profesional. No estaba bastante bien
para enviar esto antes de quitarme toda la tinta roja de mis manos. Maldita sea.
No ha habido suerte todavía, ahora dicen que soy médico, ja, ja
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Después de esta carta empezamos a conocer al autor de los crímenes
como Jack el Destripador, ya tenía nombre, pero aun su rostro seguía siendo un
incógnito. Luego del recibimiento de esta carta todo el pueblo y toda la policía le
puso muchísima atención al famosísimo asesino, eso era lo que él esperaba. El 30
de septiembre de 1888 encontraron a la tercera víctima de este asesino, esta
mujer solo tenía el corte básico en la garganta, porque al parecer mientras la
atacaba, iba pasando un joven e interrumpió la escena, lo cual no permitió el
supuesto corte de orejas que nos había prometido el criminal, pero al parecer esto
no contentó mucho a este hombre por lo que esa misma noche nos llamaron a una
segunda escena del crimen. Esta mujer también tenía la garganta cortada, estaba
mutilada de su abdomen y rostro, le habían sacado los intestinos y se los habían
colgado en los hombros, le cortaron parte de sus senos y le faltaba parte de su
oreja, también tenía en su mano izquierda un paquete de mentas para el aliento, lo
que hizo que nos sorprendiéramos porque quería decir que ella ni siquiera se
había podido defender de su atacante.
Nos empezamos a preocupar porque esta última víctima no tenía parte de
su oreja lo cual significaba que el asesino la mandaría por correo, y así fue, días
después recibimos una nueva carta de lo quien parecía de nuestro conocido
criminal, que decía:
No bromeaba querido jefe cuando le di el soplo. Mañana tendrá noticias del
“Bueno de Jack”. Esta vez, un doble acontecimiento; la primera chilló un poco y no
pude rematarla, no me dio tiempo de quitarle la oreja para la policía, gracias por
retener mi última carta hasta que volví al trabajo.
Jack el Destripador
Esa noche tenía tal miedo de salir de la estación, de dormir y soñar con ese
terrible hombre que ni siquiera puede pegar un ojo y cuando puede me venía una
imagen de un hombre malvado y me pedía que matara a todos y que solo
importaba yo, desperté bañado en sudor muy asustado y no pude seguir
durmiendo, me estaba volviendo loco. A la mañana como la carta del día anterior
lo prometía llegó otra y decía:
Desde el infierno
Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y
que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica.
Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un
poco. Firmado, Atrápame si puede señor lusk.
Jack el Destripador
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De verdad no lograba entender el odio de este hombre hacia las
prostitutas, tal vez era por el trabajo de acostarse con cualquiera. La última víctima
que se le atribuyo a él ocurrió cuando eran aproximadamente las 14:15 de la
tarde. Un joven llamado Thomas Lochert, llama diciendo que en unas de las
habitaciones que él alquilaba se encontraba el cadáver de una mujer.
inmediatamente me dirigí a allí. Cuando llegué no podía creer lo que estaba
viendo, esta mujer se encontraba sin rostro, pues se lo habían quitado, tenía
cortes en sus piernas muy profundos, tanto que se lograba ver los huesos, sus
órganos habían sido sacados del cuerpo y puestos en una mesa de noche. Sus
partes íntimas habían sido cortadas y llevadas de la escena entre otras cosas
horribles que presentaba este cadáver. La única, por decirlo así, que fue testigo,
fue su vecina; ella declaró que de madrugada vio como una especie de destello
proveniente de la habitación de la víctima, ella simplemente aseguró su puerta y
se fue a dormir como hasta las cuatro de la mañana , a esa hora se despertó
porque su gato se puso a caminar encima de ella lo que la despertó y apenas el
gato la despertó ella oyó un fuerte grito y para sí misma pensó que estaban
asesinando a alguien, sin embargo no le prestó mucha atención y regresó a
dormir.
Los resultados de la autopsia señalaron que ella llevaba muerta
aproximadamente 10 horas, es decir, que cuando su vecina escuchó ese grito fue
el momento exacto de la muerte de esta mujer. Este caso en particular nos llevó a
no decir o comentar más nada de Jack el Destripador, para no preocupar más a la
gente, por nuestro lado seguíamos buscando a la persona detrás de este enigma.
Para nosotros los principales sospechosos eran los médicos, carniceros y los
cirujanos, interrogamos a más de dos mil personas, ochocientos de ellas
parecieron ser el asesino y 36 fueron detenidas, pero seguían ocurriendo estos
crímenes y nunca se pudo atrapar a este criminal.
Al final llegamos a la conclusión, con ayuda de una persona que afirmó
conocer la identidad de Jack el Destripador. Era un emigrante llamado Aroms
Carsminsky, el joven confirmó que encontró uno de los chalecos de las víctimas y
con ayuda de un forense realizó pruebas de ADN la cual consiguió de la víctima y
de este hombre, después de esto nunca más se volvió a saber de este asesino,
algunos dicen que se fue de Londres o que enfermó y murió, pero nada es
concreto y verdad ¿cierto? Lastimosamente después de esto me diagnosticaron
con esquizofrenia, tenía un hombre en el interior de mi ser que me decía que
hiciera cosas malas, a veces despertaba en partes que no conocía que no estaban
ni cerca de mi casa. Las veces que no iba al trabajo decía que me había quedado
revisando casos sin resolver, pero no era así, nunca sospecharon de mí. Creí que
no era muy importante que dijera que yo era un emigrante de Irlanda y que era
cirujano, aparte de detective.
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El asesinato de un buen estudiante
(Valentina Parra Vera)
El lunes 13 de Agosto fue
descubierto el cuerpo de Manuel
Hernández en su habitación, su madre
fue la que llamó a la policía, quien llegó
aproximadamente 20 minutos después
de la llamada. El cuerpo de Manuel fue
encontrado en su cama, con un cuchillo
enterrado en su abdomen, por lo cual
se presumió que se trataba de un
asesinato. El investigador asignado al
caso fue Aarón Díaz, el cuál tras llegar
a la escena del crimen descubrió
marcas de ahorcamiento en el cuello de la víctima, después de investigar el
cadáver el investigador se dispuso a hablar con la madre de la víctima. Tras una
hora de indagación, el investigador descubrió que Manuel no se llevaba muy bien
con sus compañeros, quienes lo ignoraban y se burlaban de él, la mujer dijo que
creía que esto sucedía por la envidia causada por el buen desempeño del
estudiante.
Al día siguiente el investigador fue nuevamente a hablar con la madre de la
victima para ver si conseguía nueva información, lo cual sucedió, descubriendo
que unos días antes del asesinato la madre se había enterado que los abusos por
parte de los compañeros de Manuel habían empeorado, ya que lo habían
comenzado a golpear y amenazar de muerte, su madre dijo que el día del
asesinato fue el día en que ella fue a hablar de la situación con las autoridades
del colegio, por lo cual llegó más tarde a su casa, el investigador notó tras estas
entrevistas un gran resentimiento y odio por parte de la madre contra los
compañeros del estudiante y como ella siempre trataba de convencerlo de que el
asesino de su hijo fue uno de sus compañeros.
Tras la autopsia del cuerpo de Manuel se descubrió que la herida con el
cuchillo fue hecha después de la muerte, y el investigador descubrió en la
habitación del joven una cuerda muy escondida en el closet de Manuel.
El investigador se entrevistó con la madre del estudiante, y le expuso sobre
los descubrimientos y que este era un caso de suicidio, a lo que la madre
respondió de manera agresiva diciendo que solo los compañeros del joven
pudieron haberlo matado y que su hijo nunca cometería suicidio, tras unas horas
de tratar de calmar a la madre, ésta confesó que ella manipuló la escena del
crimen para incriminar a los compañeros de su hijo guiada por la rabia y el rencor
hacia ellos por el daño causado.
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Siete almas por una obra
(Catalina Ruiz Zumelzu)
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- ¡Ya sé! – Exclamé levantándome del sofá. – La ferretería abandonada. Es
el único lugar de aquí al que no va nadie; debe ser ahí. – Pensé en voz alta. –
Pero es muy tarde para ir hoy, además debo idear un plan para sacarlas.
Fui a acostarme. A pesar de que quería hacer esto sola, no podría.
Necesitaría a la policía… Son unos incompetentes. Yo en unos días ya tenía la
información que ellos no pudieron obtener en tres meses; ya tenía el lugar y al
culpable, mejor dicho, culpable y cómplice.
Ya de día, llevé a la policía al lugar y encontramos, mejor dicho, encontré,
un gran contenedor de metal en el cual estaban todas las mujeres (incluyendo a
Liz) atadas y muy débiles. El culpable quiso escapar, pero no llegó muy lejos. Le
quitaron la máscara y, como suponía, era el novio de Liz.
- ¡Alto! – Grité haciendo que los policías se detuvieran. – É-él no es el ú-
único culpa-ble. – Dije casi rompiendo en llanto. – Liz… Tú eres cómplice. – Dije
mirándola.
- ¿De qué hablas? – Me dijo enojada y sorprendida.
- ¿Creíste que no me daría cuenta? – Dije ya derramando unas lágrimas. –
Sabes perfectamente que a mí nadie me puede engañar y que no confío en nadie.
– En algo mentí. En ella si confiaba hasta hace unos meses. – Anteayer te vi salir
con la hija de la vecina y cuando volviste, te vi sola y tu cara no mostraba
preocupación y cuando no volviste ayer, sabía que querías que yo fuera la última
mujer… Eres muy tonta. ¿Cómo pudiste estar con alguien que no te amaba, que
está loco y más encima lo ayudas? – Dije entre lágrimas… La verdad no quería
creer esto. Cuando no la vi llegar con la hija de la vecina quería creer que no
significaba nada, pero algo en mí no me lo permitía… Y ayer al no verla volver
confirmé mis sospechas. – Llévensela. – Dije a los policías que estaban igual de
sorprendidos que Liz.
Al idiota le dieron veinte años de cárcel, y mi suposición era cierta. Él
estaba obsesionado con la maldita obra. En cuanto a Liz… le dieron diez años de
cárcel y yo, Leslie Parker, decidí volver a Corea a cumplir mi nuevo sueño, ser
detective y me prometí no volver a confiar tanto en alguien… Así no seré yo la
lastimada.
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Una víctima más
(Alondra Uribe Bedoya)
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La carta
(Matías Veloso Ordóñez)
Era una noche como cualquiera otra, eran las tres de la mañana, hacía frío
y el silencio de la ciudad dormida fue repentinamente roto por las sirenas de la
policía que se dirigían velozmente al museo de la ciudad; ¡una desgracia había
sucedido! La carta de la independencia había sido robada.
El primero en llegar fue el comisario, Pedro Delgado, un hombre grande,
moreno y con mucha experiencia, sería él, quien se encargaría de resolver lo
acontecido.
Al llegar al museo, el comisario se encontró con el guardia, un hombre
delgado, de mediana estatura, llamado Guillermo.
El comisario le preguntó: -¿qué sucedió?, a lo que él respondió:
-Estaba haciendo mi ronda en el museo, al llegar al mostrador donde se
encontraba la Carta de la Independencia, noté que tenía mi zapato desabrochado,
entonces me agaché, me anudé los cordones y al levantarme, ¡ya no estaba!; el
comisario preguntó:
-¿Quién más tiene acceso a este lugar después del cierre? Y Guillermo
contestó:
-La señora Fresia, ella hace el aseo.
El comisario bajó la mirada al suelo del mostrador y notó unas migas de
pan, al mirar con más detalle observó que el pasador que cerraba el mostrador
estaba levemente levantado, permitiendo que al menos sus dedos pudiesen
deslizarse por debajo. Al pasar la mano notó que había una sustancia húmeda,
algo jabonosa. Estaba en eso cuando llegó la señora Fresia y el comisario le
preguntó:
-¿Qué me puede contar usted?
Ella dijo que, como siempre, había limpiado el mostrador, pero que al
terminar, su chaleco se había enganchado del pasador, que tiró para soltarse, que
miró y no notó nada raro y siguió haciendo su trabajo.
Entonces el comisario, logró ver unas pequeñas marcas dentro del
mostrador, al mirar con su lupa pudo ver que estas continuaban por el suelo y que
se dirigían hacia un pequeño orificio en una esquina del suelo junto a la pared.
En ese momento el comisario giró y le preguntó a Guillermo- ¿usted estaba
comiendo mientras hacia su ronda? Y él avergonzado respondió que sí, unas
galletas, que apoyó en el mostrador cuando se agachó y que también
desaparecieron. Fue ahí que el comisario se dio cuenta de lo sucedido, un
pequeño ratoncito, al sacar las galletas, había pasado en su rápido escape a llevar
la carta, la cual, el comisario encontró al agacharse y meter la mano debajo del
mostrador.
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Breve noticia sobre los autores
BENJAMÍN CONCHA ALCAÍNO. Santiago, 2005. Sus padres son Jocelyn Alcaíno
y Luis Concha. Tiene un hermano de nueve años llamado Renato Alonso. Vive
actualmente en Santiago, pero en el año 2014 se radicó en la ciudad de Iquique,
por el trabajo de su papá, aunque estuvieron allá solo un año y medio. Desde
2016 estudia en el Colegio Alcántara de los Altos de Peñalolén.
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JAVIERA DONOSO CATRICURA Santiago, 2004. Le gusta jugar hockey y aún
no tiene decidido qué quiere ser cuando adulta.
VALENTINA PARRA VERA. Peñalolén, 2005. Le gusta dibujar, leer manga, ver
animé y jugar videojuegos. El año 2017 publicó un “libro” digital en Wattpad que
consistía en mostrar sus dibujos, perro lo borró después de un tiempo porque ya
no usaba la aplicación. En el futuro le gustaría estudiar las carreras de Psicología
o Artes.
ALONDRA URIBE BEDOYA, Providencia, 2005. Es alumna del 8ºB del Colegio
Alcántara de los Altos de Peñalolén, le gustan las matemáticas y le gustaría
estudiar Medicina. Es la primera vez que publica un cuento policial.
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