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VISTO:
El expediente 59/99, caratulado “Fernández
Combes, Elsa - Bravo, Alfredo c/ titular Juzg. Fed.
Santa Fe, Dr. Víctor Hermes Brusa” y su acumulado,
expediente 229/99, del que
RESULTA:
I. Expediente 59/99, caratulado “Fernández
Combes, Elsa - Bravo, Alfredo c/ titular Juzg. Fed.
Santa Fe, Dr. Víctor Hermes Brusa”.
Se iniciaron las actuaciones ante la H.
Cámara de Diputados de la Nación, el día 19 de marzo
de 1998, con el pedido de iniciación de juicio
político contra el Dr. Víctor Hermes Brusa, por la
causal de presunta comisión de delitos, suscripto por
los Diputados Nacionales Elsa Fernández de Combes y
Alfredo Bravo, actuaciones que tramitaron con el N°
900/98 del registro de la H. Cámara de Diputados.
En la presentación de fs. 2/6 agregada al
expediente 59/99 se relatan los hechos acaecidos el
sábado 8 de noviembre de 1997, en la Ciudad de Santa
Fe, más precisamente en la laguna Setúbal. Afirman
los denunciantes, que los coincidentes testimonios de
las personas que estaban presentes en el lugar y las
demás circunstancias del caso, sindican al referido
magistrado como el autor del delito de “lesiones
graves culposas” en perjuicio de Héctor Miguel
Pedernera, considerando, además, que podría haberse
configurado el delito de “abandono de persona” lo que
justifica la apertura del proceso de remoción por
entender que existen causas “suficientes como para
la Escuela de Salvamento de Santa Fe, oportunidad en
la que una embarcación blanca con rayas en los
costados -conducida por un hombre canoso y bronceado,
con el torso desnudo- habría avanzado a gran
velocidad en dirección a la zona demarcada con boyas
y que, pese a las señas que se le hicieron, no habría
disminuido la marcha, “pasando” por sobre un nadador
-Héctor Miguel Pedernera-, a quien le habría
producido un traumatismo severo de cráneo y shock por
pérdida de sangre (fs. 2). Agregan que el hombre
habría vuelto la mirada, tomando conocimiento de lo
ocurrido, decidiendo abandonar a la víctima.
Sostienen que los acontecimientos referidos se
produjeron ante la vista de un grupo de -por lo
menos- quince personas, cuyas versiones a la prensa y
a la prefectura local “coinciden en señalar como
autor del lamentable hecho al Dr. Víctor Brusa”.
Agregan que, si bien la causa había sido caratulada
como “lesiones graves culposas”, podría haberse
configurado también el delito de “abandono de
persona”, tipificado en el art. 106 del Código Penal
(fs. 4).
Consideran que el enjuiciamiento político
del magistrado procedería, además, por la causal
autónoma de “mal desempeño” (fs. 5). La potestad de
la Cámara Baja se ejercería de este modo, con el
objeto “de resguardar el debido decoro que la
institución judicial debe guardar, a fin de no
deteriorar la relación de los jueces con los
justiciables” (fs. 5).
En ese camino, destacan “el reconocimiento
categórico y expreso” efectuado por el Dr. Brusa, en
orden a que la embarcación que posee y en la que
navega desde hace años no se encuentra debidamente
matriculada, “lo que constituye una grave falta al
deber de conducta que el decoro y la investidura de
un magistrado no pueden dejar de observar” (fs. 5).
Recuerdan, a su vez, que el juez
cuestionado “ha sido denunciado por ser responsable
(por acción u omisión) de serias violaciones a los
Derechos Humanos durante la última dictadura militar”
Por último, describen “la situación que se
vive en la ciudad de Santa Fe, donde los medios
reflejan a diario la creciente preocupación de los
ciudadanos por el manto de sospecha que cubre al
actual Juez Federal”(fs. 6).
II. Expediente 3/98, del registro de la
Secretaría General de este Consejo, caratulado
“Taboada, Adriana y otros s/ aceleración Juicio
Político del Doctor Víctor Hermes Brusa”.
Contiene varias notas suscritas por
“hombres de la cultura y de la política y
representantes de organizaciones políticas,
sindicales y sociales de Santa Fe” en apoyo al pedido
de juicio político contra el Dr. Brusa. Allí
sostienen que el juez federal no sólo es sospechoso
de haber abandonado “en pleno río” a un joven
nadador, luego de embestirlo con la lancha que él
conducía (de la que no tenía la documentación en
regla), sino también que ha participado directamente
en violaciones a los derechos humanos, durante la
última dictadura militar (fs. 1); lo que fue
denunciado ante la Comisión Nacional sobre la
Desaparición de Personas (CONADEP), donde fue acusado
por su complicidad y participación en hechos
aberrantes contra detenidos políticos cuando se
desempeñaba como secretario del juzgado federal.
III. Expediente 1205/98, del registro de la
H. Cámara de Diputados de la Nación, caratulado “H.
Concejo Municipal de Santa Fe. Provincia de Santa Fe
remite copia de la declaración 416/98", en la que
solicita se active el trámite del juicio político
iniciado contra el señor Juez Federal N° 1 de esta
ciudad, doctor Víctor Hermes Brusa a los “fines de
que resuelva en forma urgente la situación de quien
resulta ser único magistrado federal de esta ciudad”
(fs. 3).
IV. Expediente 2512/98 de la H. Cámara de
Diputados de la Nación, caratulado "Fernández de
Combes y Bravo, A. - Ampliación de fundamentos del
proyecto de resolución sobre promoción del juicio
en los que se basa su pedido de promoción de juicio
político contra el juez Brusa, “agregando (el) mal
desempeño de su cargo (art. 53 C.N.)”, pero esta vez
en base a elementos colectados a partir del fallo
511/97 de la Cámara Federal de Apelaciones de
Rosario, que revoca una resolución dictada por el
magistrado cuestionado, en la que realizó una
regulación de honorarios -según la presentación-
“totalmente desproporcionada y carente de
fundamentos, en perjuicio del patrimonio de uno de
los organismos públicos no estatales de mayor
importancia en nuestro país como es el Instituto
Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados (INSSJP)”.
En la resolución revocada de fecha 23 de
septiembre de 1996 -continúan los presentantes-, el
magistrado denunciado reguló honorarios al Dr.
Haéffeli, apoderado de Sociedad Médica de Santa Fe,
por un total de $ 15.931.741.-, otorgándole a la
parte demandada un plazo de cinco días para
efectivizar el pago (auto regulatorio N° 255).
Los diputados Combes y Bravo señalan que -
según consta en los considerandos del fallo de
alzada- la resolución es contradictoria con otra
anterior sobre idéntico punto, dictada en el mismo
juicio, resultando de este modo violatoria de los
principios de congruencia y de cosa juzgada, con
lesión al derecho de propiedad de la demandada (fs.
3).
Remitiéndose a lo expuesto por los
camaristas, expresan que lo resuelto por el juez
Brusa “contradice el criterio que anteriormente
fijara el mismo Magistrado, pero en esta oportunidad
-además- no indica cuál sería la cuantía del mismo
(en referencia al monto total en litigio que sirve
como base para la regulación de honorarios). Y al
hacer mención del art. 7 de la ley arancelaria,
tampoco se indica qué porcentaje se aplicó de la
escala prevista entre el 11% y el 20%, con lo cual no
es posible conocer cómo arribó a tan elevado monto"
(fs. 3).
casi $16.000.000.- regulados por el juez Brusa, “por
lo que no puede considerarse que en este caso la
diferencia estuviera fundada en un mero error de
cálculo o en la diferente aplicación de criterios
jurídico-legales”.
V. Expediente 3720/98 del registro de la H.
Cámara de Diputados de la Nación, caratulado
“Fernández de Combes y Bravo - amplía fundamentos
del proyecto de su autoría sobre promover juicio
político al señor Juez Federal de Santa Fe, Dr.
Víctor Hermes Brusa”.
Los firmantes le imputan al magistrado el
haber participado en la represión ilegal durante la
última dictadura militar, tal como estaría descripto
en el libro “Nunca Más" (fs. 1).
Adjuntan copia de la escritura
protocolizada ante el Consulado General de España en
Buenos Aires, en la que consta que la Srta. Patricia
Indiana Isasa presentó un escrito ante el Juzgado
Central de Instrucción Nro. 5, de la Audiencia
Nacional de España, a cargo del Dr. Baltazar Garzón,
donde relata lo vivido durante las detenciones
ilegales que sufriera en Santa Fe. Allí da cuenta de
la participación del Dr. Brusa en interrogatorios
ilegales como secretario del entonces juez federal
Dr. Mántaras. Lo acusa también de haber infligido o
consentido torturas.
Los diputados mencionados acompañan,
además, una denuncia efectuada ante la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP)
por el Sr. Roberto Jorge Cepeda -con fecha 7 de
septiembre de 1984-, de la que surge que habría sido
secuestrado en Córdoba el 11 de mayo de 1977,
permaneciendo detenido en la Seccional 4ta. de la
Policía de la Provincia de Santa Fe, en donde habría
visto que el Dr. Brusa se encontraba “armado” (fs.
2).
Por todo lo dicho, le imputan al
magistrado, la participación activa en la obtención
de declaraciones ilegales en lugares clandestinos de
proyecto de resolución efectuado por los diputados
nacionales Oscar Allende, Pedro García, Alfredo Bravo
y Juan Pablo Cafiero, el 25 de junio de 1992,
solicitando que la Cámara de Diputados apruebe una
declaración de desagrado con motivo de la inclusión
del pliego de nombramiento del Dr. Brusa como juez
federal (del que acompañan copia).
VI. Expediente 5929/98 del registro de la
H. Cámara de Diputados de la Nación, caratulado
“Fernández de Combes - amplía fundamentos en la
promoción de juicio político al Juez Federal de Santa
Fe, Dr. Víctor Hermes Brusa”, de fecha 17 de
septiembre de 1998.
La denunciante señala allí que, como ya lo
explicitara, el citado magistrado ha incurrido en las
causal de “posible comisión de delitos ‘crímenes
comunes’, según la terminología del art. 53 C.N.) y
[no ha guardado] la conducta que corresponde a su
investidura (falta de decoro)” (fs. 1).
Acompaña fotocopias de crónicas
periodísticas publicadas por los principales medios
gráficos de la provincia de Santa Fe, para así
alertar a la Cámara acerca de “la gravedad
institucional que significa que [el Dr. Brusa] siga
actuando como magistrado de la Nación (...) cuando se
halla sospechado de la comisión de un delito de
acción pública” (fs. 1).
VII. Expediente 6810/98 del registro de la
H. Cámara de Diputados de la Nación, caratulado
“Fernández de Combes y Bravo A. - amplían los motivos
que fundan la promoción de juicio político al Juez
Federal de Santa Fe, Dr. Víctor Hermes Brusa”,
iniciado el 22 de octubre de 1998.
Los denunciantes acompañan copia de la
resolución dictada por el juez español Dr. Baltazar
Garzón, del día 16 de octubre de 1998, en la se
dispone tener por “querellado-imputado” a Víctor
Hermes Brusa por los “presuntos delitos de genocidio,
terrorismo y torturas” (fs. 1), en base a las
declaraciones testimoniales de Patricia Indiana Isasa
y Ana Claudia Oberlin.
humanidad” (fs. 2), así como el hecho de que “la
función jurisdiccional (...) implica para la
comunidad la garantía de (la) transparencia e
irreprochabilidad ética y legal del magistrado” (fs.
2). Señalan que los santafesinos se encuentran hoy
“viviendo un gravísimo problema que pone en riesgo la
credibilidad y el prestigio del que debe gozar la
institución judicial federal”, al sufrir “con
vergüenza el horrible privilegio de encontrarnos
sometidos a la ‘sana crítica’ de quien es hoy por hoy
el único magistrado en toda Latinoamérica que se
encuentra gravemente imputado por delitos que la
Comunidad Internacional, y por supuesto nuestra
(N)ación, consideran como los más aberrantes, puesto
que las víctimas del genocidio, el terrorismo y la
tortura generalizada no son sólo las personas que los
sufren, sino toda la humanidad” (fs. 2). Concluyen
que “la seguridad jurídica, particularmente en el
Fuero Federal de Santa Fe, se encuentra en grave
riesgo, puesto que nadie puede someterse
pacíficamente a dicha jurisdicción cuando quien la
encabeza se halla con semejantes imputaciones
penales”, tal como “lo reflejan los principales
medios periodísticos locales” (fs. 3), de cuyos
artículos acompañaron copias.
VIII. El 31 de mayo de 1999, se presenta
ante la Comisión de Acusación de este Consejo, la
Diputada Nacional Elsa Combes “con la sola intención
de colaborar con la investigación iniciada” (fs. 36
del expediente principal 59/99 del registro de la
Secretaría General del Consejo), adjuntando copia del
fallo 1105/98, dictado por la Cámara Federal de
Apelaciones de Rosario el 18 de septiembre de 1998,
“por el que se resuelven los recursos de apelación
interpuestos por la demandada en el Expte. 63.063
(acumulado al expte. N° 63062)”, caratulado “Dr.
Haéffeli, Norberto s/Ejecución de Sentencia de Autos:
‘Soc. Médica de Santa Fe c/INSSPJ s/Ordinario
(485/88)’” (fs. 36).
La diputada manifiesta que “en esta
regulación de honorarios del Dr. Haéffeli en más del
50% de lo determinado por Brusa” (fs. 36 vta.), que
“relacionando este nuevo fallo con el anterior [que
ya denunciara] surgen (...) coincidencias entre la
causa, el juez actuante, y el letrado que se hubiera
beneficiado injustamente cobrando los honorarios
regulados en primera instancia” (fs. 36 vta.) y por
último que “esta vinculación (...) parece repetirse
en diversas ocasiones a lo largo del tiempo, por lo
que sería particularmente importante que la Comisión
de Acusación (...) investigue otros expedientes
radicados en los juzgados federales a cargo de Brusa,
en los que haya actuado o actúe el Dr. Haéffeli”,
pues de ser así, se podría “estar en presencia de una
compleja trama de relaciones que estarían actuando en
perjuicio de la administración de justicia” (fs. 36
vta.).
IX. También el Foro contra la Impunidad y
por la Justicia (integrado por organismos de derechos
humanos, organizaciones sindicales, sociales y
políticas de la ciudad de Santa Fe) se presentó ante
este Consejo, iniciándose así el expediente 229/99
(acumulado al principal 59/99, ambos del registro de
la Secretaría General del Consejo).
Luego de destacar la referencia que en el
libro “Nunca Más” se hace respecto del denunciado,
cita en el punto 3 de la presentación de fs. 344, dos
expedientes tramitados ante el Juzgado Federal N° 1,
de Santa Fe caratulados “Niemez, Rafael Julio c/
Estado Nacional s/ indemnización de daños y
perjuicios” y “Páez, Arnaldo Catalino s/ su
denuncia”, afirmando que en ambas causas se denuncia
al Dr. Brusa por “su participación en la dictadura
militar en su función de Secretario del Juzgado” (fs.
344); en el punto 4 se señala que “(d)urante el año
1998, desde el Foro (...) se tomaron distintas
declaraciones testimoniales de personas que habían
sido detenidas durante los años 1976 y siguientes”
(fs. 344 vta.), las que habrían sido remitidas el 15
de octubre de 1998 al juez Baltazar Garzón, a través
de la sede del Consulado de España en la ciudad de
“en atención a los argumentos vertidos por el
Consejero informante y de conformidad con lo
dispuesto por el articulo 6, apartado c del
Reglamento de la Comisión de Acusación, se resolvió
admitir la denuncia, debiendo disponerse las
correspondientes medidas preliminares, las que serán
oportunamente propuestas”.
En ese camino, se ordenaron una serie de
medidas probatorias que serán consideradas a
continuación, al tratar las imputaciones realizadas
contra el Dr. Víctor Hermes Brusa. XI. En primer
lugar ha de considerarse lo resuelto en la causa
432/98, “Pedernera, Héctor Miguel s/sus Lesiones", en
trámite ante el Juzgado Correccional de la 7ma.
Nominación de Santa Fe, a cargo del Dr. Raúl
Candioti, que en copia certificada obra en
secretaría.
El día 3 de junio de 1999, el juez actuante
resolvió: “1. De conformidad con las previsiones de
los artículos 53 y 115 de la Constitución de la
Nación Argentina, disponer el envío de los
antecedentes de todo lo actuado en esta causa, por
hechos acaecidos el día 8 de noviembre de 1997, en
los que resultó gravemente lesionado Héctor Miguel
Pedernera, encuadrados ‘prima facie’ como Lesiones
Culposas (art. 94 del Código Penal), remitiéndose al
Honorable Consejo de la Magistratura de la Nación, a
fin de que resuelva sobre la inmunidad del Sr. Juez
Federal Nro. 1 de Santa Fe, Dr. Víctor Hermes Brusa,
para que se pueda concordar en consecuencia con las
previsiones procesales de la Provincia de Santa Fe
(Arts. 313 y 314 del Código Procesal Penal) [...] 2.
Asimismo continuará el trámite de la causa según su
estado, a las cuales se le agregarán el producido y/o
resultado de diligencias ya ordenadas, de todo lo
cual se hará llegar inmediatamente después, copias
obtenidas de manera similar, al citado Consejo de la
Magistratura” (resolución agregada a fs. 76 vta. del
expediente 59/99).
XII. En segundo lugar nos referiremos al
Combes por los delitos de abandono de persona y
lesiones culposas, con motivo del accidente de
navegación en la laguna Setúbal de la ciudad de Santa
Fe, que la “simple sospecha” en la que se funda la
presentación no es suficiente para enjuiciar a un
magistrado respecto de un hecho que investiga con
amplitud un órgano de la jurisdicción. Los hechos o
presunciones a los que refieren -continúa- fueron
declarados nulos y el relato contiene varios errores
graves, ya que, por ejemplo “la lancha no se
desplazaba por un predio demarcado con boyado
reglamentario” (fs. 617). Afirma que había una zona
de tránsito de aproximadamente 800 embarcaciones y
“los organizadores del evento no tomaron la
precaución de demarcar el área, ni tampoco las más
elementales prevenciones para darle seguridad a los
nadadores” (fs. 617). Que por ese motivo -agrega- el
titular del Juzgado Correccional de la 7a. Nominación
de Santa Fe dictó el procesamiento del director de la
prueba de natación por imprudencia y negligencia en
la organización de la competencia. Asimismo, niega la
presencia de 15 personas, cuyas versiones a la prensa
y en sede de la prefectura, habrían coincidido en
señalarlo como autor del hecho. Considera que “los
testimonios recogidos son contradictorios entre sí y
carecen de credibilidad como para que de ellos pueda
obtenerse una base mínima requerida para fundar un
mérito preliminar (...) y que fuera presupuesto para
la indagatoria” (fs. 617). Señala nuevamente que esas
actuaciones se declararon nulas. Afirma que es “falso
y constituye una aseveración caprichosa” decir que él
fingió no saber que se trataba de un accidente.
Agrega que judicialmente jamás se consideró la
probabilidad de imputarle el delito de abandono de
persona. En síntesis, señala que “el contenido de los
fundamentos del proyecto remitido por los diputados
Bravo y Combes no está basado en datos objetivos y
eventualmente ha perdido actualidad, a punto tal que
nada de lo que allí se dice (...) se corresponde con
la realidad”(fs. 618).
2. Con relación a la causal de “mal desempeño en
abogado Norberto Haéffeli, señala que es incorrecto
sostener que dicha regulación carecía de fundamentos.
Agrega que no hubo contradicción con una decisión
anterior sobre el mismo punto. Explica que la
sentencia que resolvió la cuestión sustancial fue
dictada por el titular a cargo del Juzgado Federal N°
2, Dr. Raúl Dalla Fontana y que con motivo de la
renuncia de éste, le correspondió regular los
honorarios del abogado Haéffeli. Para fijarlos tomó
en cuenta el importe indicado por el apoderado de la
condenada al pago de las costas, esto es la suma de
$1.435.292, la que multiplicó por la cantidad de
prestaciones incumplidas (100 meses y fracción) y que
a ello ($ 144.834.090) le aplicó el mínimo
arancelario de 11% lo que arrojó la suma de $
15.931.741.-
Agrega que la Cámara Federal de Apelaciones
de Rosario al reducir los honorarios del Dr. Haéffeli
a $ 800.000 “tampoco instrumentó el razonamiento ni
el cálculo que hizo para fijar aquella cantidad” (fs.
618). Sostiene el magistrado denunciado que la
decisión dependía de un criterio de apreciación y
que, por lo tanto, “el pronunciamiento revocado no
puede calificarse como producto de mal desempeño del
cargo” (fs. 618), por tratarse de una valoración
justificable y de una corrección excepcional por
parte de la alzada, si se tiene en cuenta la cantidad
de resoluciones que dicta anualmente (adjunta seis
certificaciones de las distintas secretarías).
Señala que la decisión de la Cámara Federal
de Apelaciones de Rosario fue recurrida ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y que el expediente
se encuentra allí radicado. Agrega que si la
diferencia entre la resolución por él dictada y la de
la alzada hubiera configurado la causal de “mal
desempeño del cargo”, la Cámara no hubiera omitido
una consideración al respecto (fs. 619).
3. En cuanto a las declaraciones contra él
formuladas por los denunciantes Schulman, Isasa,
Pacheco, Cepeda, Perassolo, Cámara y Maulín señala
Además este último le asigna la función de secretario
del juzgado federal, a cargo del Dr. Fernando
Mántaras, mientras que en 1977 se desempeñaba como
empleado del juzgado, habiendo sido nombrado
secretario recién el 27 de abril de 1978 (fs. 620).
Agrega que “en los años críticos” el secretario era
Víctor Monti (actual fiscal de cámaras del Ministerio
Público de la Nación).
Niega haber estado en la Seccional 4ta. de
Policía en los procedimientos que se le endilgan y
haber estado con Schulman (fs. 620). Aclara que este
último nunca estuvo a disposición del juzgado federal
y que la inexistencia de proceso judicial en su
contra elimina toda posibilidad de intervención de
las autoridades judiciales.
Destaca que el H. Senado de la Nación
prestó acuerdo a la propuesta suscrita por el
Presidente Menem y el Ministro de Justicia León
Arslanián para su nombramiento como juez federal. En
esa oportunidad se meritaron los mismos hechos
contenidos en las denuncias realizadas por Schulman y
otras personas -todas de semejante naturaleza y
finalidad-. Concluye, que por tal motivo, todo
cuestionamiento basado en los mismos sucesos resulta
irrevisable, aún por el Consejo de la Magistratura.
Señala que el relato de Isasa también es
falso, ya que ésta no registra causa judicial alguna,
razón por la cual no se explica por qué motivo habría
de entrevistarla un empleado del juzgado federal,
haciéndose pasar por psicólogo. Agrega que la
nombrada Isasa tiene el deliberado propósito de
involucrarlo indebidamente en actividades ilícitas,
que su relato carece de veracidad y resulta
indemostrable.
Considera que las declaraciones de Pacheco,
Cepeda, Perassolo, Cámara y Maulín resultan
ofensivas, con componentes contradictorios y
expresiones genéricas, indeterminadas y confusas,
cuyo único propósito es crear falsamente una imagen
negativa de su persona.
Manifiesta que “ellos hicieron oír sus
implica que fueron desestimadas todas las objeciones
y acusaciones personales que se me expusieron, en
términos iguales o semejantes, ante, esta comisión”
(fs. 625).
“Esto [concluye] significa en síntesis, que
la subjetiva imputación de hechos presuntamente
calificables como delitos comunes y en su totalidad
prescriptos y jurídicamente insusceptibles de ser
objeto de proceso judicial, no pueden ser motivo de
conocimiento por parte del Honorable Consejo de la
Magistratura, porque lo contrario no solo implica una
violación a derechos y garantías constitucionales
sino, además, una ilegítima revisión de un acto
complejo de nombramiento, no sometible a reexamen”
(fs. 625).
A preguntas formuladas por el presidente de
la Comisión respecto de su trayectoria en la justicia
federal contestó: “jamás tuve un solo apercibimiento,
un solo llamado de atención. Jamás se me cuestionó
absolutamente nada en estos casi 30 años de servicio;
ni dentro ni fuera del tribunal” (fs. 636).
CONSIDERANDO:
Por ello,
SE RESUELVE:
1°) Abrir el proceso de remoción del señor
juez titular del Juzgado Federal N° 1 de la ciudad de
Santa Fe, Dr. Víctor Hermes Brusa en los términos de
los artículos 114, inc. 5, de la Constitución
Nacional y 7°, inciso 7° de la ley 24937 (T.O. por
decreto 816/99).
2°) Acusar al Dr. Víctor Hermes Brusa por
la causal de mal desempeño en el cargo, en relación a
su conducta, respecto del delito que investiga el
señor titular del Juzgado Correccional de la 7ma.
Nominación de Santa Fe, en mérito a lo expuesto en el
considerando 1°), así como por los hechos relatados
en el considerando 3°).
3°) Suspender al magistrado denunciado, en
los términos de los artículos 114, inc. 5, de la
Constitución Nacional y 7°, inciso 7° de la ley 24937
(T.O. por decreto 816/99).
4°) Desestimar las acusaciones por mal
desempeño en el ejercicio de su cargo, con motivo de
la actuación presuntamente irregular del magistrado
en la regulación de honorarios profesionales y de la
presunta comisión de delitos con anterioridad a su
designación como juez federal, en mérito a los
considerandos 2°) y 3°), sin perjuicio de considerar
que ellos implican el aumento del descrédito que
afecta al referido magistrado en la sociedad en la
que desenvuelve su actividad.
5°) Designar a los Dres. Miguel Angel
Pichetto y/o Melchor R. Cruchaga, como representantes
del Consejo de la Magistratura ante el Jurado de
Enjuiciamiento (artículo 26 de la ley 24937 [T.O. por
decreto 816/99]), con amplios poderes para actuar en
representación de este Consejo, constituyendo
domicilio a los efectos de este procedimiento, en la
calle Libertad 731, 2º piso de esta Ciudad. Requerir
Regístrese y comuníquese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
ANEXO
OFRECIMIENTO DE PRUEBA
A) DOCUMENTAL
B) INFORMATIVA
C) TESTIMONIAL