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por Oscar López Junio de 2002

Las malas lenguas dicen que "los guitarristas nos pasamos medio
concierto afinando y el otro medio desafinados" y aunque el inventor de
esta frase no merezca ningún premio por parte del gremio guitarrístico ¿tiene
algo de razón?

Afinando el instrumento

Para bien o para mal, nuestro instrumento se


desafina continuamente. Los cambios de
temperatura, de humedad o los temidos
golpes pueden desajustar la tensión de las
cuerdas. Por esta razón debemos saber afinar
en todo momento desde que empezamos a
tocar la guitarra y así evitaremos malos
hábitos sonoros. El saber afinar bien y rápido
se adquiere. Es tan solo cuestión de observación, oído y práctica.

Si utilizamos para afinar el famoso "sistema de quintas" que explican


con detalle aquí sin la referencia del "la" de un piano o diapasón
conseguiremos reajustar la tensión de las cuerdas para que suenen bien. Esta
solución nos vale si vamos a tocar solos, pero debemos tener cuidado de no
tener la guitarra demasiado grave o demasiado aguda durante mucho tiempo,
pues las cuerdas fueron diseñadas para sonar más y mejor si las ajustamos a
partir del “LA” (440hz) de la quinta. En ocasiones es de bastante ayuda
echar mano de un afinador electrónico que nos ahorrará bastante tiempo,
sobre todo si tenemos que afinar varias guitarras de un tirón. A partir de aquí
todo son ventajas ya que en la actualidad casi todos los grupos, guitarristas y
orquestas han grabado a 440 hz y podrás tocar a la vez que suena la música de
fondo junto a tu guitarrista favorito siempre que reproduzcas desde un
formato digital. Las pletinas no nos sirven para esto ya que cada una varía un
poco la velocidad de reproducción y por lo tanto la afinación de la obra.

El temperamento y los armónicos

Otro sistema alternativo al afinador electrónico es "por armónicos".


Un armónico es un sonido que se produce alrededor de un otro fundamental
en una frecuencia equivalente a esta. ¿Recordáis la serie armónica que
estudiábamos en solfeo? Por ejemplo, si prestáis atención después del golpe
a una campana podréis escuchar con claridad los primeros armónicos
naturales y por el contrario, casi no podremos escuchar armónicos en el
sonido producido por una flauta. En la guitarra podemos hacerlos sonar de
forma artificial y usarlos para afinar nuestro instrumento. La ventaja de esto
es que al mover la clavija para afinar la cuerda estamos escuchando la
variación de altura del sonido de la cuerda.

Debemos ser muy cuidadosos si queremos afinar nuestra guitarra con


los 'armónicos naturales' de los trastes quinto y séptimo como referencia, pues
como nos explican en esta web americana cuyo titulo es "cómo afinar la
guitarra a la perfección" el intervalo que se produce entre la nota
fundamental y el sonido generado por el armónico del traste séptimo es una
'quinta pura' y como este es un intervalo 'no temperado' no es un sistema
valido para afinar la guitarra correctamente.

Me explico, la solución para una buena afinación de la guitarra es


aceptar y usar consecuentemente este sistema musical occidental al que
llamamos 'temperado' y que consiste en dividir en doce medios tonos a la
escala cromática. ¿O tú eres de los que todavía piensa que físicamente sol
sostenido y la bemol son lo mismo?

Utilizando esta interesante propuesta de afinación que nos propone en


la web anteriormente citada y que os transcribo a continuación,
conseguiremos tener (supuestamente) la guitarra afinada de forma profesional
y perfecta.

Los armónicos en los trastes 5 y 12 son los que vamos a utilizar como
referencias para afinar. Dan la nota fundamental o la octava.

· Para afinar la primera lo haremos coincidir el


sonido armónico de la sexta en el quinto traste.

· Para afinar la cuarta haremos coincidir el sonido al


pisar el segundo traste (nota mi) con el que da el
armónico de la sexta en el traste doce.

· Para afinar la segunda haremos coincidir el sonido


que da la nota re al pisar el tercer traste con el
armónico de la cuarta en el traste doce.

· Para afinar la tercera haremos coincidir la nota re


que sale al pisar el séptimo traste con el armónico de
la cuarta en el traste doce.

· Llegado a este punto podemos hacer un doble


chequeo para ver si vamos bien. La nota sol que sale al
tocar la primera cuerda en el tercer traste debería
sonar igual que el armónico de la tercera en el traste
doce. Si no deberías comenzar desde el principio. Si
aun así sigue sonando mal reajusta tu tercera (es la
que peor se afina). Una vez que las tienes afinadas en
este orden: primera, sexta, cuarta, segunda y tercera
puedes continuar con la quinta.

· Para afinar la cuerda quinta haremos coincidir el


armónico de esta cuerda en el traste doce con la nota
la de la tercera en el segundo traste.

Algunos guitarristas que tienen la suerte o la desgracia de tener un oído


sensible o 'absoluto' sufren mucho al afinar nuestro instrumento ya que por
su naturaleza rechazan el sistema fijo o temperado de la guitarra y buscan
los intervalos puros. Por ello, cuando terminan de afinar un acorde se
encuentran con que el siguiente suena a rayos. En ocasiones echan la culpa a
la mala construcción del mástil, pero nada mas lejos de la realidad.
Simplemente son victimas de su propio oído. Hace unos años escuche al
catedrático de guitarra José Luis Rodrigo comentar que padecía este
problema. A todos ellos este sistema de afinación y estas líneas les serán de
gran ayuda.

Afinando para el concierto

Es casi típico durante nuestro aprendizaje de la guitarra en conservatorios


escuchar audiciones de guitarristas desafinados porque no se le presta la
debida atención. Para subsanar este problema ten en cuenta las siguientes
consideraciones:

- Puede que la habitación donde hayas calentado y afinado tenga unas


condiciones distintas a la sala en la que tocas, así que siempre será mejor que
te tomes tu tiempo para comprobar los unísonos y acordes antes de empezar a
tocar y después de cada obra. Es mejor unos segundos de chequeo que
escuchar cómo se queda la cuarta (por ejemplo) desafinada durante una obra
preciosa cuyo resultado será tristemente mediocre.

- No seas vergonzoso en sacar un afinador electrónico en público. Existen


modelos diminutos que se pegan en la parte de atrás de la caja de resonancia
uotros más modernos que de enganchan al clavijero y que afinan por la
vibración del instrumento (ideales para afinar con ruido de fondo). Algunos
grandes intérpretes de nuestro tiempos lo hacen ¿Por qué no lo vas a hacer tú?
Eso sí, se todo lo rápido que puedas.

- Siempre, antes de empezar una obra asegúrate de que los acordes


principales de la misma, o los más raros, suenan adecuadamente.

- Si tocas junto a varias guitarras que una afine lo mejor posible y que las
demás después ajusten sus cuerdas una por una igual a la de la guitarra
afinada.
Acontinuación os comento lo que he escuchado a algunos guitarristas tras
la pregunta ¿cómo afinas antes de tocar en público?

-Afinar la guitarra con afinador electrónico y luego chequear unísonos y


acordes.

-Afinar por quitas de oído (como un violín) y probar los acordes más
importantes de la obra.

- Afinar los "mís" de primera, sexta, cuarta y tercera y a partir de ahí


chequear las demás cuerdas.

Las afinaciones en la historia y las afinaciones abiertas

Hacia el año 1600 después de Cristo ya encontramos la guitarra


barroca, de 5 cuerdas afinadas la-re-sol-si-mi, o sea igual que la guitarra
actual si le quitamos la sexta. La guitarra como hoy la conocemos se
desarrolla a lo largo del siglo pasado, y desde allí en adelante ha quedado
como afinación standard mi-la-re-sol-si-mi, de sexta a primera aunque se
utilizaron también otras afinaciones. Así, en nuestra guitarra clásica actual es
muy común emplear esta afinación mi-la-re-fa#-si-mi, que es la que usaban
los laúdes, para interpretar música barroca y renacentista. Ya en el siglo
pasado, Fernando Sor compuso la fantasía Opus 10 ( un tema con
variaciones ) afinando la guitarra fa-la-re-sol-si-mi, es decir subiendo un tono
la sexta.

Decimos que la tonalidad fundamental de la guitarra es mi


CUERDA 1 2 3 4 5 6
NOTA MI SI SOL RE LA MI

pues dos de sus cuerdas al aire tienen este nombre y al tocar una obra
pensada en esta tonalidad podremos aprovechar más la resonancia y potencia
de nuestro instrumento. De este modo será más fácil de interpretar una pieza
en esta tonalidad que por ejemplo otra en Fa# mayor que tendríamos que
utilizar multitud de posicionas más complicadas que incomodarían la
interpretación.

Las afinaciones abiertas consisten en cambiar una o varias cuerdas


para obtener una sonoridad distinta con la guitarra. Para poner la guitarra en
re, recurso utilizadísimo en el mundo de la guitarra clásica, solo tendremos
que bajar un tono la sexta cuerda. Por ejemplo en la transcripción de
Alfonso Borghese de "Sevilla" de Albéniz la sexta es en "re" y la quinta en "sol"
obteniendo así el acorde de sol mayor.
CUERDA 1 2 3 4 5 6

RE
NOTA (o SI SOL RE SOL Re
mí)

Leo Brouwer ha compuesto gran cantidad de obras en las que utiliza


una afinación de las cuerdas "poco habitual". Llama en gran medida la
atención la obra de el compositor Carlo Domeniconi "Koyumbaba", donde para
intentar imitar el carácter de las melodías Turcas y parecerse en momentos
al sonido de la balada de un rebaño de ovejas buscó esta curiosa afinación.

CUERDA 1 2 3 4 5 6

NOTA fa re la re la RE

El uso de afinaciones alternativas o abiertas abre las puertas a muchas


sonoridades diferentes. Sin exagerar, podríamos decir que, cuando cambiamos de
afinación, la guitarra se transforma en otro instrumento: las cuerdas al aire tienen
distinta relación interválica, los armónicos naturales son otros, la vibración simpática de
las cuerdas es otra, etc.

Algunas afinaciones abiertas o alternativas:

re-la-re-sol-si-re (6) en re, o como la puedeis encontrar en publicaciones


inglesas y yanquis "dropped D". Como he comentado anteriormente es casi una
afinación standard para los guitarristas clásicos, muy utilizada también por
guitarristas del heavy. Para lograr esta afinación basta bajar la (6) un tono.
Afinar comparando el armónico del traste 12 con la (4) al aire, y/o el
armónico del traste 7 con el del traste 12 de la cuerda (5).

mi-la-re-fa#-si-mi Como dijimos antes, la afinación "laudística" apra


interpretar música barroca o renacentista. Deberás bajar un semitono la (3),
afinar comparando con la (4) en el traste 4. Si combinamos esta afinación con
la anterior, se logra una afinación muy interesante: re-la-re-fa#-si-mi.

re-sol-re-sol-si-re Afinación abierta en Sol, en inglés "open G". Muy utilizada


en blues, ideal para tocar con slide. Bajar las cuerdas (6), (4) y (1) un tono.
Afinar es fácil: las cuerdas (6), (4) y (1) nos dan la misma nota (D) octavada, y
la (5) nos da la octava grave de la (3).
re-la-re-fa#-la-re Afinación en re, "open D". Otra del blues, aunque con una
sonoridad bien diferente. Bajar las cuerdas (6) y (1) un tono, y la (3) un
semitono.

re-la-re-sol-la-re Una de las afinaciones predilectas de aquellos guitarristas


dedicados a la música de origen céltico.

Usando cejillas artificiales

De forma alternativa, si no queremos variar la la altura de las cuerdas


pero si cambiar la afinación basta con poner una cejilla artificial (o
capotraste) en el primer traste y obtendremos la guitarra en Fa y para ponerla
en Sol debemos ponerla en el tercero. Esto lo hacemos para subir la altura de
la guitarra y obtener así una sonoridad diferente. Algunos guitarristas
interpretan música antigua (aparte de poniendo la tercera cuerda en fa
sostenido) poniendo la cejilla en el tercer traste pues vihuelas y laúdes
estaban afinados en sol. Este es un error común pues la afinación actual a
440 hz es una convención del siglo XX. Para tocar música antigua con la cejilla
en el tercer traste con el propósito de emular la afinación en sol nos basamos
en una idea que no es del todo correcta ya que en el barroco por ejemplo se
podía afinar desde 415 hz más o menos hasta 384 hz, lo que supone medio
tono o más por debajo del actual 440 hz. Con lo que lo "históricamente
correcto" sería poner la cejilla en el dos.

A partir de este punto entramos en la polémica de los que opinan que


es mejor aprovechar la sonoridad de la guitarra tocando esas obras en mi (sin
cejilla) que suenan con más cuerpo y resonancia, y los que piensan que es
mejor tocarlas con cejilla con las digitaciones son más fáciles (los trastes
están más cerca unos de otros) y la interpretación es más histórica. Para
gustos se hicieron los colores ¿No?

Algunas obras del compositor y guitarrista Jorge Cardoso están


compuestas para ser interpretadas con cejilla en los trastes uno dos o tres, de
este modo la partitura tendrá dos pentagramas,

uno en el que estarían las notas reales en la tonalidad


original que pensó el compositor, y otro pentagrama
debajo (lógicamente en otra tonalidad) que facilita la
lectura de la música al guitarrista. De este modo
tomaríamos la cejilla como posición primera esté en el
traste que esté. Vemos sobre estas líneas un ejemplo de la obra "pasillo
ecuatoriano".

La guitarra en "la bemol" ¿ dentro de nuestra época?


Y si no afino a 440 hz y la bajo medio tono ¿Qué sucede? Aparte de tener
la guitarra un poca más blanda y de la aparición de algunos cerceos, estaría
chocando contra la forma de afinar de nuestros días ¿no?

Después de leer este artículo de Eduardo Thenón titulado "la identidad de


la guitarra" en la Página web "guitarreando" de mi amigo Héctor, he
descubierto que había otra interesante posibilidad que deberíamos tener en
cuenta. En este artículo defienden la tesis de que la guitarra Torres, formato
de construcción armónica a partir del cual hoy en día aun se continúan
haciendo las guitarras, se creó con una concepción de resonancia basada el
el 'La bemol'. Así que nos encontraríamos con que paradójicamente
estaríamos forzando nuestros instrumentos medio tono más de lo que según
su construcción fueron diseñados. Esta chocante y contradictoria teoría está
basado en un estudio que puedes leer en el enlace que he puesto una líneas
más arriba.

Afinaciones históricas

En el renacimiento los laudistas solían afinar la primera cuerda tanto como


se podía, y a partir de ahí, afinaban todas las demás.

La guitarra romántica tiene la afinación actual, pero un cuarto o dos de


tono por debajo del actual

El tipo de laúd comúnmente usado en el siglo XVIII en Alemania es muy


diferente del clásico laúd renacentista formado por 6 órdenes de cuerdas
dobles excepto la primera que era simple. Con respecto a su afinación, no se
hacía siempre de la misma manera pues no podía variar dependiendo del
tamaño del instrumento y de la calidad de las cuerdas disponibles.
Los intervalos existentes entre las cuerdas permanecieron estable, y eran: una
cuarta, cuarta, tercera mayor, cuarta, cuarta siendo una de las afinaciones
más comunes era la siguiente en sol:

CUERDA 1 2 3 4 5 6
NOTA sol re-re la-la Fa-fa Do-do Sol-sol

pero sabemos de otras, por ejemplo en Re, Mi y La, también usadas.


Después hubo en este instrumento varias modificaciones importantes, primero
en la adicción de cuerdas en el registro grave para dotar de un rango más
amplio y una sonoridad más poderosa y, después, de diferentes afinaciones
para las cuerdas individuales.
Este se estableció hacia mediados del siglo XVII no sufriendo cambios hasta su
desaparición de la escena musical.

El laúd barroco tenía trece cuerdas, de los cuales la primera y la segunda


eran sencillas, y las otros dobles. De esos trece, once usualmente se
encontraban dentro del mástil mientras los otros dos se encontraban fuera
paralelamente al mástil y se fijaban al una pequeña extensión del puente (en
la cabeza) denominada "attiorbatura"

la afinación de este laud atiorbado, era:

CUERDA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
fa La-la
NOTA (5ª línea del re la-la fa-fa re-re (A partir de este, Sol-sol Fa-fa Mi-mi Re-re Do-do Si-si La-la
pentagrama) octavados)

Sólo los bordones fueron a veces sujetos cambios en la "scordatura" para


facilitar la interpretación en cambios de tonalidad, indicándose siempre este
principio de la composición con la palabra "accordo".

La vihuela se afinaba igual que la guitarra pero con órdenes dobles y la


tercera en Fa sostenido.

Experimentando con la afinación

Como podéis ver en este pequeño estudio sobre las afinaciones en España
no siempre ha existido el sistema temperado en la nuestra música. Dante
Roseti es un compositor, profesor y guitarrista que desde hace ya años
investiga sobre la teoría de la afinación con la escala "armónica" en vez de la
temperada en la guitarra. Hablamos de una música que se sale de los tonos y
semitonos que conocemos y que nos sonará un tanto extraña e inquietante. Él
mismo explica en su web cómo quitó los trastes a su guitarra, rellenó y pulió
el mástil para después volver a poner las cuerdas (¿acaso lo violines no hacen
lo mismo?) Obtuvo la guitarra que ves aquí:

Los colores son la referencia para buscar las notas. Si quieres escuchar cómo
suena una pieza en esta guitarra descárgalo aquí su obra "estatua de Alicia"
y descubre descubre las nueva posibilidades de la guitarra. Más información y
la teoría de su método en la web (pincha en el nombre arriba) del autor. Un
pena que esté en inglés :-(
por Oscar López Junio de 2002

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