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LA NULIDAD DEL MATRIMONIO

La nulidad es una forma de terminación del matrimonio. La ley contempla las


causas de nulidad y los supuestos en los que cesan las causas de la nulidad,
proveyendo seguridad jurídica a los integrantes de la pareja. Asimismo,
establece quienes pueden ser los actores para el caso de ejercitar la acción de la
nulidad cuando se presenten los supuestos reconocidos en la misma. El ejercicio
de la acción de la nulidad queda sujeto a las reglas establecidas en el código
civil.

1. Nulidad: conceptos generales

La nulidad consiste en la declaración general de ineficacia, que tiene como


consecuencia que una norma, un acto jurídico; o un acto jurisdiccional deje de
producir efectos jurídicos.

El objetivo de la declaración de la nulidad es el de proteger los intereses que


resultan vulnerados por una situación de inseguridad jurídica derivada de los
vicios presentes en la norma, el acto jurídico o jurisdiccional.

Previa la declaración de nulidad, la norma o actos jurídicos son nulos, es


necesaria una declaración expresa a través de una resolución, del órgano
jurisdiccional competente; sobre la nulidad del mismo.
Noción del matrimonio

El matrimonio es la unión voluntariamente concertada por un varón y


una mujer legalmente aptos para ella y formalizada con sujeción a las
disposiciones de este Código, a fin de hacer vida común.

El marido y la mujer tienen en el hogar autoridad, consideraciones, derechos,


deberes y responsabilidades iguales.

Diligencias para matrimonio civil

Quienes pretendan contraer matrimonio civil lo declararán oralmente o por


escrito al alcalde provincial o distrital del domicilio de cualquiera de ellos.

Acompañarán copia certificada de las partidas de nacimiento, la prueba del


domicilio y el certificado médico, expedido en fecha no anterior a treinta días,
que acredite que no están incursos en los impedimentos establecidos en el
Artículo 241, inciso 2 y 243 inciso 3, o si en el lugar no hubiere servicio médico
oficial y gratuito, la declaración jurada de no tener tal impedimento.

Acompañarán también en sus respectivos casos, la dispensa judicial de la


impubertad, el instrumento en que conste el asentimiento de los padres o
ascendientes o la licencia judicial supletoria, la dispensa del parentesco de
consanguinidad colateral en tercer grado, copia certificada de la partida de
defunción del cónyuge anterior o la sentencia de divorcio o de invalidación del
matrimonio anterior, el certificado consular de soltería o viudez, y todos los
demás documentos que fueren necesarios según las circunstancias.

Cada pretendiente presentará, además, a dos testigos mayores de edad que lo


conozcan por lo menos desde tres años antes, quienes depondrán, bajo
juramento, acerca de si existe o no algún impedimento. Los mismos testigos
pueden serlo de ambos pretendientes.

Cuando la declaración sea oral se extenderá un acta que será firmada por el
alcalde, los pretendientes, las personas que hubiesen prestado su
consentimiento y los testigos.
 Deberes de los padres

Los padres están obligados a proveer al sostenimiento, protección, educación y


formación de sus hijos menores según su situación y posibilidades.

Todos los hijos tienen iguales derechos.

 Promesa recíproca de matrimonio

La promesa recíproca de matrimonio no genera obligación legal de contraerlo,


ni de ajustarse a lo estipulado para el caso de incumplimiento de la misma.

 Efectos de la ruptura de promesa matrimonial

Si la promesa de matrimonio se formaliza indubitablemente entre personas


legalmente aptas para casarse y se deja de cumplir por culpa exclusiva de uno
de los promitentes, ocasionando con ello daños y perjuicios al otro o a terceros,
aquél estará obligado a indemnizarlos.

La acción debe de interponerse dentro del plazo de un año a partir de la ruptura


de la promesa.

Dentro del mismo plazo, cada uno de los prometidos puede revocar las
donaciones que haya hecho en favor del otro por razón del matrimonio
proyectado. Cuando no sea posible la restitución, se observa lo prescrito en el
artículo 1635

Acción de nulidad

La acción de nulidad debe ser interpuesta por el Ministerio Público y puede ser
intentada por cuantos tengan en ella un interés legítimo y actual. Si la nulidad es
manifiesta, el juez la declara de oficio. Sin embargo, disuelto el matrimonio, el
Ministerio Público no puede intentar ni proseguir la nulidad ni el juez declararla
de oficio.
Derecho canónico

La nulidad eclesiástica le corresponde declararla a los Tribunales Eclesiásticos.


Existe un Tribunal de primera instancia por cada Diócesis (con un mínimo de una
Sala de tres jueces o con varias, dependiendo del volumen de asuntos de que
conozca), un Tribunal de apelación en las Archidiócesis y finalmente cabe
recurrir ante el Tribunal de la Rota Española, con sede en Madrid o a la Rota
Romana.

El proceso de nulidad canónica se inicia mediante demanda ( dubio) interpuesta


por abogado y procurador ante el Tribunal eclesiástico del domicilio de uno de
los contrayentes. Todos los que intervienen en el Tribunal deberían ser, al
menos, Licenciados en Derecho. El proceso es juzgado por tres jueces, uno de
los cuales actúa de ponente. Se desarrolla mediante procedimiento
contradictorio entre demandante (o demandantes, si la nulidad la solicitan
ambos cónyuges a la vez) y Defensor del Vínculo (Fiscal Eclesiástico). Del
proceso levanta acta el Notario-Actuario (equivalente al Secretario judicial).

Reforma del proceso canónico

Con fecha 8 de diciembre de 2015, el papa Francisco mediante el motu


proprio Mitis Iudex Dominus Iesus reformó el proceso canónico de declaración
de nulidad eliminando el requisito de las dos sentencias conformes para
obtenerla, de manera que, actualmente, con una única sentencia estimatoria, si
ésta no es recurrida por alguna de las partes o por el Defensor del Vínculo,
puede obtenerse la nulidad. También se han acortado determinados plazos,
evitando la dilación de los procesos de nulidad y permitiendo su tramitación y
fallo en torno a un año.
También, en este mismo documento, el papa ha insistido en que la autoridad en
este campo corresponde al Ordinario de cada Diócesis y que el tribunal
eclesiástico actúa con potestad vicaria por lo que, en los casos en que es
evidente la nulidad y las dos partes actúan conformes, puede pasarse el caso
directamente al Obispo quien, oído el parecer del defensor del Vínculo y con la
colaboración de un asesor jurídico, puede dictar sentencia directamente. Esto se
conoce como procedimiento breve ante el Obispo y no debiera tardar más de
un par de meses.

Al mismo tiempo, ha insistido en la gratuidad del proceso lo que se ha traducido


en la reducción o incluso la eliminación de las tasas judiciales en los tribunales
eclesiásticos.

Causas de nulidad

La nulidad tiene su origen en diversas causas, entre las que pueden mencionar
las siguientes:

1.- Del enfermo mental, aun cuando la enfermedad se manifieste después de


celebrado el acto o aquél tenga intervalos lúcidos. No obstante, cuando el
enfermo ha recobrado la plenitud de sus facultades, la acción corresponde
exclusivamente al cónyuge perjudicado y caduca si no se ejercita dentro del
plazo de un año a partir del día en que cesó la incapacidad.

2. Del sordomudo, del ciego sordo y del ciego mudo que no sepan expresar su
voluntad de manera indubitable.

Empero, si aprenden a expresarse sin lugar a duda, es de aplicación lo dispuesto


en el inciso 1.
3. Del casado. No obstante, si el primer cónyuge del bígamo ha muerto o si el
primer matrimonio ha sido invalidado o disuelto por divorcio, sólo el segundo
cónyuge del bígamo puede demandar la invalidación, siempre que hubiese
actuado de buena fe. La acción caduca si no se interpone dentro del plazo de un
año desde el día en que tuvo conocimiento del matrimonio anterior.

Tratándose del nuevo matrimonio contraído por el cónyuge de un desaparecido


sin que se hubiera declarado la muerte presunta de éste, sólo puede ser
impugnado, mientras dure el estado de ausencia, por el nuevo cónyuge y
siempre que hubiera procedido de buena fe.

En el caso del matrimonio contraído por el cónyuge de quien fue


declarado presuntamente muerto, es de aplicación el artículo 68.

4. De los consanguíneos o afines en línea recta.

5. De los consanguíneos en segundo y tercer grado de la línea colateral.

Sin embargo, tratándose del tercer grado, el matrimonio se convalida si se


obtiene dispensa judicial del parentesco.

6. De los afines en segundo grado de la línea colateral cuando el matrimonio


anterior se disolvió por divorcio y el ex-cónyuge vive.

7. Del condenado por homicidio doloso de uno de los cónyuges con el


sobreviviente a que se refiere el artículo 242, inciso 6.

8. De quienes lo celebren con prescindencia de los trámites establecidos en los


artículos 248 a 268. No obstante, queda convalidado si los contrayentes han
actuado de buena fe y se subsana la omisión.

9. De los contrayentes que, actuando ambos de mala fe, lo celebren ante


funcionario incompetente, sin perjuicio de la responsabilidad administrativa, civil
o penal de éste. La acción no puede ser planteada por los cónyuges.
Causales de anulabilidad del matrimonio

Es anulable el matrimonio:

1. Del impúber. La pretensión puede ser ejercida por él luego de llegar a la


mayoría de edad, por sus ascendientes si no hubiesen prestado asentimiento
para el matrimonio y, a falta de éstos, por el consejo de familia. No puede
solicitarse la anulación después que el menor ha alcanzado mayoría de edad, ni
cuando la mujer ha concebido. Aunque se hubiera declarado la anulación, los
cónyuges mayores de edad pueden confirmar su matrimonio. La confirmación se
solicita al Juez de Paz Letrado del lugar del domicilio conyugal y se tramita
como proceso no contencioso. La resolución que aprueba la confirmación
produce efectos retroactivos.

2. De quien está impedido conforme el artículo 241, inciso 2. La acción sólo


puede ser intentada por el cónyuge del enfermo y caduca si no se interpone
dentro del plazo de un año desde el día en que tuvo conocimiento de la
dolencia o del vicio.

3. Del raptor con la raptada o a la inversa o el matrimonio realizado con


retención violenta. La acción corresponde exclusivamente a la parte agraviada y
sólo será admisible si se plantea dentro del plazo de un año de cesado el rapto
o la retención violenta.

4. De quien no se halla en pleno ejercicio de sus facultades mentales por una


causa pasajera. La acción sólo puede ser interpuesta por él, dentro de los dos
años de la celebración del casamiento y siempre que no haya hecho vida común
durante seis meses después de desaparecida la causa.
5. De quien lo contrae por error sobre la identidad física del otro contrayente o
por ignorar algún defecto sustancial del mismo que haga insoportable la vida
común. Se reputan defectos sustanciales: la vida deshonrosa, la homosexualidad,
la toxicomanía, la enfermedad grave de carácter crónico, la condena
por delito doloso a más de dos años de pena privativa de la libertad o el
ocultamiento de la esterilización o del divorcio. La acción puede ser ejercitada
sólo por el cónyuge perjudicado, dentro del plazo de dos años de celebrado.

6. De quien lo contrae bajo amenaza de un mal grave e inminente, capaz de


producir en el amenazado un estado de temor, sin el cual no lo hubiera
contraído. El juez apreciará las circunstancias, sobre todo si la amenaza hubiera
sido dirigida contra terceras personas. La acción corresponde al cónyuge
perjudicado y sólo puede ser interpuesta dentro del plazo de dos años de
celebrado. El simple temor reverencial no anula el matrimonio.

7. De quien adolece de impotencia absoluta al tiempo de celebrarlo. La acción


corresponde a ambos cónyuges y está expedita en tanto subsista la impotencia.
No procede la anulación si ninguno de los cónyuges puede realizar la cópula
sexual.

8. De quien, de buena fe, lo celebra ante funcionario incompetente, sin perjuicio


de la responsabilidad administrativa, civil o penal de dicho funcionario. La acción
corresponde únicamente al cónyuge o cónyuges de buena fe y debe
interponerse dentro de los seis meses siguientes a la celebración del matrimonio.

Carácter personal de las acciones de nulidad y anulabilidad

La acción a que se contraen los artículos 274, incisos 1, 2 y 3, y 277 no se


trasmite a los herederos, pero éstos pueden continuar la iniciada por el causante.

Intransmisibilidad de la acción de nulidad en los demás casos


La acción de nulidad que corresponde al cónyuge en los demás casos del
artículo 274 tampoco se trasmite a sus herederos, quienes pueden continuar la
iniciada por su causante. Sin embargo, esto no afecta el derecho de accionar
que dichos herederos tienen por sí mismos como legítimos interesados en la
nulidad.

Petición de invalidez por representación

La invalidez del matrimonio puede ser demandada por apoderado si está


facultado expresamente y por escritura pública, bajo sanción de nulidad.

El matrimonio presenta caracteres especiales con respecto a los demás actos


jurídicos, pues no solo genera consecuencias patrimoniales, sino también
relaciones de orden familiar. Es en razón de su especialidad que la invalidez del
matrimonio no es igual a la de cualquier acto. El Código Civil refleja esta
especialidad al prever reglas especiales en donde la distinción entre nulidad y
anulabilidad no se condice con la de los actos en general, ya que se busca
favorecer su celebración.

¿Cuál es la diferencia entre nulidad y anulabilidad del matrimonio?

Los efectos jurídicos de la nulidad y de la anulabilidad del matrimonio, son


distintos pues la nulidad absoluta significa la existencia de un vicio que afecta la
validez del acto mismo del matrimonio, mientras la anulabilidad reconoce la
existencia de un vicio que no afecta las condiciones esenciales del acto mismo y
por ende puede ser subsanable.

¿La nulidad del matrimonio puede declararse de oficio?

Conforme al artículo 275 del Código Civil, cuando la nulidad del matrimonio es
manifiesta, el juez podrá declararla de oficio. Es decir, cuando la nulidad fluya de
las constancias de la causa. Por consiguiente, no se requiere actuación de
prueba especial, teniendo en cuenta que no se trata de una acción orientada a
hacer anular el matrimonio, porque este ya es nulo de por sí, sino a establecer
dicha nulidad y a declararla.

¿La acción de nulidad del matrimonio se transmite a los herederos?


La demanda de nulidad de matrimonio es una acción personalísima, que
inclusive no es transmisible a los herederos, salvo que el causante haya iniciado
la acción. Por consiguiente, resulta evidente de que el demandante carece de
legitimidad para obrar, más aún si se tiene en cuenta que desde la data en que
el demandante tomó conocimiento del matrimonio cuya nulidad acciona, ha
transcurrido con exceso el plazo de un año.

¿Cualquiera puede interponer la nulidad por falta de formalidades?

En el caso de la acción de nulidad por falta de formalidades en la celebración del


matrimonio, esta puede ser interpuesta por cualquiera que tenga interés
legítimo y actual, no requiriéndose que la nulidad sea interpuesta
necesariamente por uno de los cónyuges.

¿El hermano del cónyuge puede pedir la nulidad del matrimonio?

La demanda de nulidad de matrimonio es una acción personalísima, por


consiguiente el demandante hermano del cónyuge fallecido carece de
legitimidad para obrar, más aún si se tiene en cuenta que desde la data en que
el demandante tomó conocimiento del matrimonio cuya nulidad acciona, ha
transcurrido más de un año y por tanto, ha operado el plazo de caducidad fijado
por la propia ley.

Casuística

Existen ciertas particularidades para la invalidez del matrimonio tales como lo


previsto en el artículo 284 del Código Civil, sobre los efectos que produce el
matrimonio invalidado respecto de los cónyuges e hijos si se contrajo de buena
fe. Además, tratándose de casos de bigamia también cuenta la buena fe del
segundo cónyuge para la invalidación.

¿Se requiere pronunciamiento sobre buena o mala fe del cónyuge?


Al resolverse en la sentencia la nulidad del matrimonio, necesariamente se tiene
que señalar los efectos civiles de dicho matrimonio inválido, es decir, si había
sido contraído por la demandada de buena o mala fe.

¿Se puede pedir la nulidad del segundo matrimonio y alimentos en un solo


proceso?

Si la nulidad del segundo matrimonio la peticiona la cónyuge, no corresponde,


en este proceso, señalar el régimen de patria potestad ni alimentos a favor del
hijo menor de edad nacido en las primeras nupcias, pues, tales derechos deben
hacer valer vía acción, en un proceso distinto.

¿Es posible convalidar el segundo matrimonio del bígamo?

La disolución del vínculo del primer matrimonio del bígamo convierte la causal
de nulidad en una de anulabilidad, pues es posible convalidar el segundo
matrimonio.

El matrimonio presenta caracteres especiales con respecto a los demás actos


jurídicos, pues no solo genera consecuencias patrimoniales, sino también
relaciones de orden familiar. Es en razón de su especialidad que la invalidez del
matrimonio no es igual a la de cualquier acto. El Código Civil refleja esta
especialidad al prever reglas especiales en donde la distinción entre nulidad y
anulabilidad no se condice con la de los actos en general, ya que se busca
favorecer su celebración.

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