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a) Período “espiritual”.
b) Período “institucionalista” (cuyo momento determinante se da con el Edicto de Milán
en 313 bajo Constantino).
Esta periodización se corresponde con la que se puede establecer tomando en cuenta la relación
entre Roma y el cristianismo, coincidiendo el período espiritual con la época de las
persecuciones y el período institucionalista con la de la tolerancia y el fin de las mismas. Además,
también se puede establecer un paralelo con respecto a los dos grandes períodos
historiográficos de los inicios del cristianismo: a) Hasta el 313 es el período de los apologetas,
que predican la defensa del cristianismo de los ataques de los intelectuales romanos. b) Desde
el 313 ya no hay de qué defenderse, por lo que es un período de activa producción teológica y
de reflexión sobre el dogma cristiano (acá surgen con fuerza las disidencias).
Es en este contexto de disputas que surgieron las primeras autoridades, los apóstoles, testigos
de Cristo resucitado, inspirados a asumir un liderazgo en las comunidades. Los apóstoles tenían
un origen carismático y experiencial, no son delegados de las comunidades ni sus
representantes, sino personas que afirmaban haber tenido un encuentro con Cristo resucitado,
del que derivaban su autoridad. Lógicamente las comunidades cristianas copiaron las
estructuras y funciones de las sociedades de las que provenían: judías y helenistas, y asumieron
de ellas los títulos para sus dirigentes y las funciones y tareas que éstos ejercieron. Por un lado,
estaban las comunidades de origen hebreo, como la iglesia de Jerusalén. En ellas había un
gobierno colegial de ministros a los que se llamaba «presbíteros»; eran representantes de las
familias principales, encargados de las comunidades y miembros importantes en las sinagogas.
Junto a estas comunidades estaban las iglesias de mayoría gentil o pagana, gobernadas por un
colegio de obispos y diáconos, términos ambos usuales en la sociedad romana. Una de las claves
del éxito cristiano en la sociedad romana está en su excelente organización, inspirada en la
estructura administrativa del Imperio.