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Muy queridos Hermanos y Hermanas,

Cuando con el Grupo San Pablo de la localidad de Merlo y el


Equipo de Pastoral Social de la Diócesis fuimos pensando que sería
bueno hacer un rezo especial, una súplica profunda y particular en pro
de la aparición de este joven Santiago, quisimos como Diócesis, que
camina y peregrina en estos partidos bonaerenses de Merlo y de
Moreno, precisamente poner la fuerza en lo que más pesa: la Oración.
Y que es lo nuestro, y que es lo propio de este lugar. Venimos a rezar.

Por eso, junto a los Feligreses de la Misa cotidiana, junto a otros


Hermanos y Hermanas de distintas Comunidades de nuestra Diócesis
hoy nos visitan numerosas personas, algunas muy conocidas y otras
anónimas ¡Bienvenidos todos ellos! ¡Recibámoslos con un aplauso!

Estamos convencidos los Cristianos que expresamos una cordial


pertenencia a la Iglesia, que en todo momento, con sus luces y sus
sombras, la Iglesia buscó a todos, a todos y tantos que se pierden por
las equivocaciones y lo que llamamos el pecado, pero también, en la
falta de respeto a la dignidad humana, a todos aquellos que nos
extravía el mal. Por eso hoy también, como en otras épocas, buscando
desaparecidos, como Iglesia estamos queriendo que aparezca este
joven, por quien estamos reunidos y en Oración.

Ante la falta de información acerca del paradero de este joven


Maldonado, a quien se lo busca hace un mes, queremos expresar
cuatro cosas:

1. Que la desaparición de personas, cualesquiera sean las


circunstancias, son hechos intrínsecamente graves que
hieren la dignidad de las personas y golpean a toda la
sociedad. Los argentinos hemos pagado costos muy altos
en defensa de la Vida, la legalidad y la plena vigencia de
las instituciones. No podemos quedar indiferentes ante
situaciones que podrían significar un retroceso en esta
materia.

2. Que debe deslindarse cualquier juicio de valor sobre las


actividades que Santiago desarrollaba en el sur, del hecho
concreto de su desaparición. Tampoco pueden admitirse
manipulaciones informativas que tiendan a subestimar lo
sucedido o a utilizarlo políticamente. La resolución de este
caso es independiente del repudio que merecen todas las
formas de violencia.

3. Que la defensa de la Vida humana debe convocar a todos,


tanto al oficialismo como a la oposición y nadie debe
retacear colaboración, siendo los poderes del Estado los
que tienen el deber de proteger a todos los ciudadanos y
la responsabilidad de actuar inmediatamente y con todos
los medios legales disponibles para esclarecer los hechos
ocurridos.

4. Que nuestra Democracia será cada día más madura y los


lazos sociales se fortalecerán, en la medida que
defendamos, sin concesiones, la Vida, los Derechos y la
igualdad ante la Ley.

Estos cuatro puntos no son míos, sino que son de la Comisión


Nacional Justicia y Paz que depende de la Pastoral Social de la
Conferencia Episcopal Argentina y que fueran publicados en un
mensaje a todo el Pueblo de Dios el 15 de agosto pasado y que
tuvieron muy poca difusión. Por eso, en esta Misa, queremos también
explicitar esta opinión, este mensaje.

Al cumplirse un mes de la desaparición del joven Santiago,


como Comunidad, estamos expresando nuestra Oración para que
Santiago aparezca con Vida.

Y este momento me da pie para compartir con todos ustedes, en


esta tarde de Oración, celebrando la Santa Misa, que podamos rezar
por los Pueblos Originarios, ese más de un millón doscientos mil
argentinos que pueblan los distintos lugares de nuestro país y que
conforman las dieciséis etnias que están en la Argentina.

Al respecto, les recuerdo lo dicho por el Papa Francisco en la


Exhortación Apostólica “La Alegría del Evangelio”:

“Es indispensable prestar atención a las Comunidades


Aborígenes con sus tradiciones culturales.
Los indígenas no son una simple minoría entre otras, sino que
deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora
de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios.

En diversas partes del mundo, los Indígenas son objeto de


presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para
proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la
degradación de la Naturaleza y su Cultura.”

Esto que el Papa Francisco nos dice, y que es Magisterio Social


de la Iglesia, se viene expresando hace ya muchas décadas
precisamente a través de la enseñanza social, nos lleva también a que
en esta ocasión nuestra Oración, en la que pedimos prioritariamente
que aparezca Santiago, se extienda también a todas las necesidades
espirituales y materiales, a todos los ideales y sueños, tan lícitos todos
ellos, de los Pueblos Originarios en la República Argentina.

Recordemos que nuestra organización constitucional, tanto a


nivel nacional como a nivel de las provincias, prevé una especial
atención a estos Pueblos de Hermanos y Hermanas que ya habitaban
este bendito suelo en los momentos en que llegó el gran cambio que
supo ser el advenimiento de Comunidades de otro continente.

Por eso, ¡qué bueno es recordar, y rezar hoy!, para que en


nuestras provincias, donde hay Pueblos Originarios, se organice de tal
manera la Cosa Pública para que puedan sentirse Pueblos diferentes
dentro de la Nación Argentina. Esto significa que podamos respetar su
Cultura y su forma de Vida, que podamos tener en cuenta su relación
espiritual con la Tierra, a la cual nos enseñan que hay que devolverle y
darle y no quitarle y quitarle.

También que podamos tener en cuenta su medicina, que es


también un modelo frente a un negocio sin fronteras que hay en el
mundo.

Y también el buen ejemplo de su Espiritualidad, que hasta a los


mismos católicos cristianos nos enseñan su relación con lo
trascendente de una manera tan profunda y contundente.

Por eso que la Oración por estos Hermanos y Hermanas,


signifique que ahora podamos decirle a nuestra Mamá, como ellos le
dicen a la Pacha Mama, y también a la Mujer de la Historia donde
estamos anclando también este rostro materno de Dios, a Nuestra
Madre, por la aparición de Santiago y por los Pueblos Originarios en la
Argentina… “Dios te salve María, llena eres de gracia…”

Y que este histórico Templo de Merlo que cumple el 24 de


setiembre sus 150 años, Templo Mayor de este Partido y sus
Localidades, le decimos: “Nuestra Señora de la Merced, ruega por
nosotros… Madre de los cautivos, ruega por nosotros… Virgen de los
desamparados, ruega por nosotros.”

¡AVE MARÍA PURÍSIMA!

Y ahora, Hermanos, sabiendo que el Señor nos está


escuchando, pongamos en común las intenciones que el Equipo de
Pastoral Social de esta Diócesis ha preparado para esta Santa Misa:

 Te pedimos para que fortalezcas al Papa Francisco, por


quien especialmente rezamos, haciendo nuestra su
intención y pedido de Paz en el mundo.
 Rezamos por nuestra Iglesia Diocesana de Merlo-Moreno,
para que podamos ser promotores y partícipes en la
construcción de una Sociedad en la que se respete la Vida
Digna de cada uno de nuestros Hermanos y Hermanas.
 Te pedimos por los jóvenes, para que puedan descubrir la
vocación que Vos les regalás y disfruten con ella del
servicio a los Hermanos.
 Te rogamos por la aparición con Vida de Santiago
Maldonado, y por su Familia. Que nuestra Oración llegue a
ellos para que encuentren la fortaleza necesaria en este
momento.

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