| ) | ATERAPRENDA A €L TAROT v L supreso Bu ROSArias especulaciones acerca del mismo. La més difundida se remonta al siglo XIV, época en la que fueron descubier- tas las eartas del Tarot Se dice que estas cartas comenzaron con s6lo 22 Areanos (Ilama- dos luego Mayores) y, fin de mantener oculto su verdadero sig~ nificado, luego se agregaron otras 56 cartas, llamadas Arcanos Menores. [En la misma linea de suposiciones, se afirma que dichas cartas fueron introducidas en Espafia por los moos y luego llevadas a “Italia, alrededor del afio 1380. tras versiones afirman que el origen se remonta a Egipto, ya que all fueron descubiertos jeroglificos que representaban a las figuras del Tarot. S { bien no se conoce el verdadero origen del Tarot, hay va- ‘Las cartas del Tarot se difundieron en varias culturas en todo el mundo, constituyendo un elemento importante dentro de las cciencias ocultas y manteniendo su vigencia durante siete siglos, peter de haber ria alana Beton aig Sa resurgimiento constante se debe a que 5 posible explicar, de una ‘humanidad y de sus condi A principios del siglo XX, los ingleses Edward Waite (creador de la baraja Tarot Rider-Waite) y Aleister Crowley (creador de Ja baraja Tarot de Thoth), fueron los principales impulsores de a popularizacién del Tarot. El Tarot es un método exacto de adivinacién y todas las pregun- tas que se formulen a las cartas hallardn su respuesta. El lector del Tarot tiene una gran responsabilidad al interpretar estas res- Puestas, ya que quien lo consulta siente que la informacién que recibe ¢s completamente fidedigna, - ‘También es cierto que existen muchos lectores no entrenados ‘que pueden causar datios graves al realizar interpretaciones errneas, por lo que un buen lector del Tarot deberd estudiar, practicar y comprobar los resultados con sus allegados antes de’ aplicar sus conocimientos con todo el mundo. En cuanto a los mazos, si bien existen diversas variantes, 1a ma- ‘yorfa de las cartas utilizan los mismos simbolos. Algunos lecto- res prefieren utilizar varios mazos, o combinarios, de acuerdo a lo que deseen averiguar 0 a cémo se sientan mas cémodos.. Entre los diferentes mazos, se encuentran el Egipcio, el Celta, el Maya, o el Crowley y se recomienda estudiar varios mazos pa- 1a {ener un espectro mas amplio en el campo de la adivinacién. El método que desarrollaremos en este libro es compatible con ‘varias barajas, entre las que podemos nombrar la Waite, la de las Brujas 0 la Marsellesa. Es posible que con otros mazos, combi- ‘nados, el lector pueda desarrollar una técnica propia y alli resi- ~ de una de las caracterfsticas apasionantes del Tarot: no hay dos Tectores iguales y cada uno deberd encontrar su estilo propio. Amero leer eLEMOE 5