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C M Y CM MY CY CMY K

G U Í A

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA OSTEOPOROSIS


DE PRÁCTICA
CLÍNICA
OSTEOPOROSIS

CON EL PATROCINIO DE GEIOS Grupo de Estudio e Investigación de la Osteoporosis


de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología
© GEIOS. Grupo de Estudio e Investigación de la Osteoporosis de
la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología

Todos los textos, imágenes y documentos presentes en esta publica-


ción son propiedad intelectual del Grupo de Estudio e Investigación de
la Osteoporosis de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y
Traumatología (GEIOS). Se autoriza a visualizar e imprimir estos mate-
riales, mientras sean respetadas las siguientes condiciones:
1. Los textos, imágenes y documentos sólo pueden ser utilizados con fi-
nes informativos. 2. Los textos, imágenes y documentos no pueden ser
utilizados para propósitos comerciales. 3. Cualquier copia de estos tex-
tos, imágenes y documentos, o de parte de los mismos, deberá incluir
esta advertencia de Derechos Reservados y el reconocimiento de la
autoría del GEIOS.

Enero 2010

Edita: Multimédica Proyectos, S.L.


Menéndez Pidal, 27. 28036 Madrid
edicion@multimedicaproyectos.com

ISBN: 978-84-692-9244-0
Depósito Legal: M-4138-2010
Impreso en España
Printed in Spain
a osteoporosis, la enfermedad

Presentación L metabólica ósea más frecuente,


subyace en la mayor parte de las
fracturas por fragilidad atendidas
en los servicios de Cirugía Ortopédica y
Traumatología, determinando en ellos un
gran consumo de recursos. Por ello, no
debe ser considerada una enfermedad ex-
clusiva de las especialidades médicas im-
plicadas en el tratamiento de las enferme-
dades óseo-metabólicas, sino una patología
que el cirujano ortopédico y traumatólogo
debe conocer, diagnosticar y tratar, pues la
sufre profesionalmente a la hora de enfren-
tarse a las fracturas osteoporóticas.

El problema clínico y social que comporta


esta enfermedad atrae la atención de pa-
cientes, médicos, asociaciones y organis-
mos oficiales. Todos ellos ansían encontrar
la mejor información sobre la osteoporosis,
su diagnóstico, y las medidas de preven-
ción y tratamiento de la misma, pero la ex-
cesiva cantidad de datos existentes sobre
ella, a veces de carácter divulgativo y en
ocasiones altamente específicos, que sólo
resultan útiles a profesionales expertos en
esta materia; la diferente percepción de la
enfermedad que tienen los profesionales
implicados en su diagnóstico y tratamiento,
y la variedad de fármacos propuestos para
el mismo, justifica, desde nuestro punto de
vista, la elaboración periódica de una Guía
de Práctica Clínica sobre la enfermedad,
rigurosa, clara, concisa, reproducible y
aplicable, a ser posible, de manera multi-
disciplinar.

Para ello, el Grupo de Estudio e Investiga-


ción de la Osteoporosis de la SECOT -
GEIOS- tanto en la guía editada hace ahora
cinco años, como en la que ahora presenta-
mos ha pretendido desarrollar una guía
claramente enfocada hacia el cirujano orto-
pédico y traumatólogo, en un intento de
acercar a estos profesionales al proceso de
toma de decisiones sobre las intervencio-
nes sanitarias más adecuadas en el aborda-
je clínico de la enfermedad, en un afán de
disminuir la variabilidad de la práctica clí-
nica y de favorecer la mejora de la calidad
asistencial a los pacientes con este tipo de
patología.

Esperamos, por tanto, que este trabajo se


convierta realmente en una Guía de Utili-
dad Práctica para todos vosotros.

Dr. D. Manuel Mesa Ramos


Coordinador GEIOS
Grupo de Estudio e Investigación de la Osteoporosis
de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Autores
CAPÍTULO 1
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE OSTEOPOROSIS Y DE LA CALIDAD ÓSEA.................... 18
Dr. Luis Javier Roca Ruiz
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla

CAPÍTULO 2
IMPORTANCIA DE LA OSTEOPOROSIS Y DE SUS IMPLICACIONES SOCIOSANITARIAS ... 26
Dr. Luis Javier Roca Ruiz
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla
Dr. José R. Caeiro Rey
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. A Coruña

CAPÍTULO 3
OSTEOPOROSIS. FACTORES DE RIESGO. ÍNDICES DE FRACTURA.
DENSITOMETRÍA ÓSEA ........................................................................................................... 40
Dra.Yolanda González Rubio
Médico Adjunto. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Fundación Jiménez Díaz-Capio. Madrid
Dr. Emilio Calvo Crespo
Jefe Asociado. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Fundación Jiménez Díaz-Capio. Madrid

CAPÍTULO 4
MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA OSTEOPOROSIS....................................................... 53
Dr. Enrique Gil Garay
Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario La Paz. Madrid
Dr. Manuel Mesa Ramos
Director de la Unidad de Aparato Locomotor
Área Sanitaria Norte de Córdoba. Pozoblanco, Córdoba

CAPÍTULO 5
MÉTODOS COMPLEMENTARIOS DE DIAGNÓSTICO DE LA OSTEOPOROSIS:
¿QUÉ NOS APORTAN LOS DIFERENTES MÉTODOS DE ESTUDIO POR LA IMAGEN? ...... 67
Dr. José R. Caeiro Rey
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. A Coruña

CAPÍTULO 6
APORTACIÓN DE LOS DATOS ANALÍTICOS DE LABORATORIO AL DIAGNÓSTICO
Y SEGUIMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS .............................................................................. 85
Prof. Dr. Fernando López Prats
Catedrático y Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Facultad de Medicina. Universidad Miguel Hernández.
Hospital General Universitario de Elche. Alicante

CAPÍTULO 7
PROPUESTAS NO FARMACOLÓGICAS PARA MEJORAR LA SALUD ÓSEA,
Y REDUCIR LA OSTEOPOROSIS Y LAS FRACTURAS OSTEOPORÓTICAS ........................... 89
Dr. Eduardo Vaquero Cervino
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital de Verín. Verín, Ourense
CAPÍTULO 8
EFECTIVIDAD CLÍNICA DE LOS FÁRMACOS PARA EL TRATAMIENTO
DE LA OSTEOPOROSIS EN SU PREVENCIÓN “SECUNDARIA” y “TERCIARIA” ................. 100
Prof. Dr. Pedro Carpintero Benítez
Jefe del Departamento de Especialidades Quirúrgicas
Facultad de Medicina de Córdoba. Córdoba

CAPÍTULO 9
CONSIDERACIONES DE SEGURIDAD DE LOS DIFERENTES FÁRMACOS
PARA LA OSTEOPOROSIS. FÁRMACOS DE EFECTO ADVERSO EN EL HUESO .................. 107
Dr. Alonso C. Moreno García
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario La Paz. Madrid

CAPÍTULO 10
LA OSTEOPOROSIS EN EL HOMBRE ...................................................................................... 117
Prof. Dr. Antonio Herrera Rodríguez
Catedrático de Cirugía Ortopédica y Traumatología y Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica
y Traumatología
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

CAPÍTULO 11
OSTEOPOROSIS EN GRUPOS POBLACIONALES ESPECIALES............................................. 127
Dr. Iñigo Etxebarría Foronda
Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Alto Deba. Mondragón, Gipuzkoa

CAPÍTULO 12
¿LA CONSOLIDACIÓN DE LAS FRACTURAS OSTEOPORÓTICAS ES REALMENTE
DIFERENTE?
ESTIMULACIÓN DE LA CONSOLIDACIÓN DE LAS FRACTURAS CON FÁRMACOS
PARA EL TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS ................................................................. 136
Dra. Marta Salom Taverner
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario La Fe. Valencia

Dr. Manuel Mesa Ramos


Director de la Unidad de Aparato Locomotor
Área Sanitaria Norte de Córdoba. Pozoblanco, Córdoba

CAPÍTULO 13
¿DURANTE CUÁNTO TIEMPO DEBE MANTENERSE EL TRATAMIENTO
ANTIOSTEOPORÓTICO Y CÓMO EVALUAR SU EFICACIA? ................................................ 144
Dr. Antonio Fernández Cebrián
Facultativo Especialista de Área. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Hospitalario de Ourense. Ourense

CAPÍTULO 14
¿CUÁLES SON LAS PAUTAS TERAPÉUTICAS A SEGUIR SEGÚN LA SITUACIÓN
CLÍNICA DEL PACIENTE OSTEOPORÓTICO? ...................................................................... 151
Dr. Manuel Mesa Ramos
Dr. José Ramón Caeiro Rey
Prof. Dr. Pedro Carpintero Benítez
Comité de Dirección del GEIOS
Índice
CAPÍTULO 1
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE OSTEOPOROSIS Y DE LA CALIDAD ÓSEA.................... 18
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS ............................................................................................... 18
2. OSTEOPOROSIS, DE LA CANTIDAD A LA CALIDAD ÓSEA ..................................................... 19
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 24

CAPÍTULO 2
IMPORTANCIA DE LA OSTEOPOROSIS Y DE SUS IMPLICACIONES SOCIOSANITARIAS. 26
1. IMPORTANCIA DE LA OSTEOPOROSIS Y DE LA FRACTURA OSTEOPORÓTICA .................... 26
1.1. Fractura de cadera .......................................................................................................... 27
1.2. Fractura vertebral ........................................................................................................... 28
1.3. Fractura de la extremidad proximal de húmero .............................................................. 30
1.4. Fractura de la extremidad distal del radio ...................................................................... 30
2. COSTE ECONÓMICO ............................................................................................................. 31
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 38

CAPÍTULO 3
OSTEOPOROSIS. FACTORES DE RIESGO. ÍNDICES DE FRACTURA.
DENSITOMETRÍA ÓSEA ........................................................................................................... 40
1. FACTORES DE RIESGO ........................................................................................................... 40
1.1. Factores de riesgo no modificables................................................................................. 40
1.2. Factores de riesgo modificables...................................................................................... 42
2. ESCALAS DE RIESGO ............................................................................................................. 44
2.1. Escalas de riesgo de osteoporosis .................................................................................. 44
2.2. Escalas de riesgo de fractura .......................................................................................... 46
3. DENSITOMETRÍA MINERAL ÓSEA .......................................................................................... 47
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 51

CAPÍTULO 4
MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA OSTEOPOROSIS ...................................................... 53
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 64

CAPÍTULO 5
MÉTODOS COMPLEMENTARIOS DE DIAGNÓSTICO DE LA OSTEOPOROSIS:
¿QUÉ NOS APORTAN LOS DIFERENTES MÉTODOS DE ESTUDIO POR LA IMAGEN? ...... 67
1. INTRODUCCIÓN..................................................................................................................... 67
2. EVALUACIÓN POR TÉCNICAS DE IMAGEN DE LA CALIDAD ÓSEA ...................................... 68
2.1. Métodos complementarios no invasivos de evaluación de la osteoporosis ..................... 69
2.1.1. Análisis macroestructural ...................................................................................... 70
2.1.1.1. Radiología Convencional.......................................................................... 70
2.1.1.2. Radiogrametría......................................................................................... 73
2.1.1.3. DEXA ........................................................................................................ 73
2.1.1.4. Tomografía Computerizada Cuantitativa Volumétrica............................... 74
2.1.2. Análisis microestructural ....................................................................................... 75
2.1.2.1. Radiografía Convencional Digitalizada..................................................... 75
2.1.2.2. Macrorradiografía Digitalizada (MRxD).................................................... 77
2.1.2.3. DEXA ........................................................................................................ 77
2.1.2.4. Q-CT de Alta Resolución .......................................................................... 78
2.1.2.5. RNM de Alta Resolución ........................................................................... 79
2.1.2.6. Ultrasonidos Cuantitativos ........................................................................ 81
2.1.2.7. Análisis por Elementos Finitos ................................................................. 81
2.2. Diagnóstico cualitativo de la osteoporosis ...................................................................... 82
3. RESUMEN ............................................................................................................................... 82
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 83
CAPÍTULO 6
APORTACIÓN DE LOS DATOS ANALÍTICOS DE LABORATORIO AL DIAGNÓSTICO
Y SEGUIMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS .............................................................................. 85
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 87

CAPÍTULO 7
PROPUESTAS NO FARMACOLÓGICAS PARA MEJORAR LA SALUD ÓSEA
Y REDUCIR LA OSTEOPOROSIS Y LAS FRACTURAS OSTEOPORÓTICAS ........................... 89
1. DIETA ..................................................................................................................................... 89
1.1. Calcio.............................................................................................................................. 90
1.2. Vitamina D ...................................................................................................................... 91
1.3. Proteínas ......................................................................................................................... 92
2. SUPRESIÓN DE TOXICOS........................................................................................................ 92
2.1. Tabaco ............................................................................................................................ 92
2.2. Alcohol ............................................................................................................................ 92
2.3. Cafeína............................................................................................................................ 92
3. EJERCICIO.............................................................................................................................. 94
4. PREVENCIÓN DE CAÍDAS ...................................................................................................... 94
4.1. Corrección de las alteraciones de la salud ..................................................................... 95
4.2. Vigilancia en la prescripción .......................................................................................... 95
4.3. Mejora de la seguridad ambiental y del entorno doméstico........................................... 96
5. CONCLUSIONES..................................................................................................................... 97
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 98

CAPÍTULO 8
EFECTIVIDAD CLÍNICA DE LOS FÁRMACOS PARA EL TRATAMIENTO
DE LA OSTEOPOROSIS EN SU PREVENCIÓN “SECUNDARIA” y “TERCIARIA” ................. 100
1. ANTIRRESORTIVOS................................................................................................................. 100
1.1. Terapia Hormonal Sustitutiva........................................................................................... 100
1.2. Calcitonina ...................................................................................................................... 101
1.3. Raloxifeno ....................................................................................................................... 101
1.4. Bisfosfonatos ................................................................................................................... 101
1.4.1. Alendronato........................................................................................................... 101
1.4.2. Risedronato ........................................................................................................... 102
1.4.3. Ibandronato ........................................................................................................... 102
1.4.4. Zoledronato ........................................................................................................... 103
2. OSTEOFORMADORES ............................................................................................................ 104
2.1. Hormona Paratiroidea ..................................................................................................... 104
2.1.1. Teriparatida (PTH 1-34) ......................................................................................... 104
2.1.2. PTH (1-84).............................................................................................................. 104
3. MIXTOS .................................................................................................................................. 104
3.1. Ranelato de Estroncio...................................................................................................... 104
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 105

CAPÍTULO 9
CONSIDERACIONES DE SEGURIDAD DE LOS DIFERENTES FÁRMACOS
PARA LA OSTEOPOROSIS. FÁRMACOS DE EFECTO ADVERSO EN EL HUESO .................. 107
1. CONSIDERACIONES DE SEGURIDAD DE LOS FÁRMACOS PARA LA OSTEOPOROSIS........... 107
1.1. Bisfosfonatos ................................................................................................................... 107
1.2. SERM (raloxifeno)............................................................................................................ 110
1.3. Calcitonina ...................................................................................................................... 110
1.4. PTH 1-84 y Teriparatide................................................................................................... 110
1.5. Ranelato de estroncio...................................................................................................... 110
2. FÁRMACOS DE EFECTO ADVERSO EN EL HUESO................................................................. 111
2.1. Glucocorticoides............................................................................................................. 111
2.2. Glitazonas........................................................................................................................ 112
2.3. Antidepresivos, neurolépticos y benzodiacepinas .......................................................... 112
2.4. Anticonvulsivantes .......................................................................................................... 112
2.5. Inhibidores de la bomba de protones ............................................................................. 112
2.6. L-tiroxina ......................................................................................................................... 112
2.7. Antiandrógenos............................................................................................................... 112
2.8. Inmunosupresores (ciclosporina, tacrolimus) .................................................................. 113
2.9. Estimulador de formación de colonias de granulocitos (G-CSF)..................................... 113
2.10. Antirretrovirales en VIH.................................................................................................. 113
2.11. Vitamina A y retinoides sintéticos .................................................................................. 113
2.12. Anticoagulantes.............................................................................................................. 113
2.12.1. Dicumarínicos ...................................................................................................... 113
2.12.2. Heparina .............................................................................................................. 114
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 114

CAPÍTULO 10
LA OSTEOPOROSIS EN EL HOMBRE ...................................................................................... 117
1. DESARROLLO E INVOLUCIÓN DEL ESQUELETO EN EL HOMBRE .......................................... 117
2. EXPECTATIVAS DE VIDA Y SITUACIÓN FUTURA .................................................................... 118
3. CAUSAS DE OSTEOPOROSIS EN EL HOMBRE ........................................................................ 119
3.1. Osteoporosis idiopática................................................................................................... 119
3.2. Osteoporosis secundaria................................................................................................. 119
3.2.1. Hipogonadismo ..................................................................................................... 119
3.2.2. Bajos niveles de vitamina D ................................................................................... 120
3.2.3. Ingesta insuficiente de calcio ................................................................................ 120
3.2.4. Influencia del tabaco ............................................................................................. 120
3.2.5. Alcohol .................................................................................................................. 120
3.2.6. Consumo excesivo de café .................................................................................... 120
3.2.7. Tratamientos hormonales ...................................................................................... 120
3.2.8. Otras causas .......................................................................................................... 121
4. DIAGNÓSTICO ....................................................................................................................... 121
5. RIESGO DE FRACTURA .......................................................................................................... 122
6. TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS EN EL HOMBRE ........................................................ 123
6.1. Tratamientos no farmacológicos ..................................................................................... 123
6.1.1. Corrección de hábitos tóxicos............................................................................... 123
6.1.2. Ejercicios............................................................................................................... 123
6.1.3. Protectores de cadera............................................................................................ 123
6.1.4. Programas de prevención de caídas...................................................................... 123
6.2. Tratamientos farmacológicos .......................................................................................... 124
6.2.1. Tratamiento con bisfosfonatos ............................................................................... 124
6.2.2. Tratamiento con anabolizantes .............................................................................. 124
6.2.3. Tratamiento con testosterona................................................................................. 124
7. REFLEXIÓN FINAL ................................................................................................................. 125
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 125

CAPÍTULO 11
OSTEOPOROSIS EN GRUPOS POBLACIONALES ESPECIALES............................................. 127
1. OSTEOPOROSIS PEDIÁTRICA................................................................................................. 127
1.1. Factores que regulan la masa ósea.................................................................................. 127
1.2. Clasificación de la osteoporosis en pediatría.................................................................. 128
1.2.1. Osteoporosis Juvenil Idiopática ............................................................................. 128
1.2.2. Osteogénesis imperfecta....................................................................................... 129
1.3. Medición de la masa ósea en niños................................................................................. 130
1.4. Tratamiento con bisfosfonatos en la edad pediátrica ...................................................... 131
1.5. Implicaciones para el Cirujano Ortopédico y Traumatólogo........................................... 131
2. OSTEOPOROSIS Y EMBARAZO ............................................................................................... 132
3. OSTEOPOROSIS Y ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ................................................................. 133
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 134
CAPÍTULO 12
¿LA CONSOLIDACIÓN DE LAS FRACTURAS OSTEOPORÓTICAS ES REALMENTE
DIFERENTE? ESTIMULACIÓN DE LA CONSOLIDACIÓN DE LAS FRACTURAS
CON FÁRMACOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS................................... 136
1. CONSOLIDACIÓN DE LAS FRACTURAS OSTEOPORÓTICAS.................................................. 136
2. ESTIMULACIÓN DE LA CONSOLIDACIÓN DE LAS FRACTURAS CON FÁRMACOS
PARA EL TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS.................................................................... 138
2.1 Fármacos antirresortivos ................................................................................................. 138
2.2 Fármacos osteoformadores ............................................................................................. 139
2.3 Fármacos de doble acción .............................................................................................. 140
BIBILIOGRAFÍA............................................................................................................................ 141

CAPÍTULO 13
¿DURANTE CUÁNTO TIEMPO DEBE MANTENERSE EL TRATAMIENTO
ANTIOSTEOPORÓTICO Y CÓMO EVALUAR SU EFICACIA? ................................................ 144
1. BISFOSFONATOS .................................................................................................................... 144
2. SERM ...................................................................................................................................... 148
3. ANÁLOGOS DE LA PTH .......................................................................................................... 148
4. RANELATO DE ESTRONCIO ................................................................................................... 148
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 149

CAPÍTULO 14
¿CUÁLES SON LAS PAUTAS TERAPÉUTICAS A SEGUIR SEGÚN LA SITUACIÓN
CLÍNICA DEL PACIENTE OSTEOPORÓTICO? ...................................................................... 151
1. TENER PRESENTE LA OSTEOPOROSIS ................................................................................... 151
2. PRESELECCIÓN DE PACIENTES ............................................................................................. 151
3. SELECCIÓN DE PACIENTES. DETERMINACIÓN DEL RIESGO DE OSTEOPOROSIS ................ 151
4. SELECCIÓN DE PACIENTES. DETERMINACIÓN DEL RIESGO DE FRACTURA ........................ 152
5. DETECTAR LA PRESENCIA DE FRACTURAS PREVIAS ............................................................ 153
6. ¿REALIZAR O NO DENSITOMETRÍA PARA ESTABLECER UN TRATAMIENTO? ........................ 153
7. DETERMINACIONES DE LABORATORIO ................................................................................ 154
8. INSTAURAR EL TRATAMIENTO ............................................................................................... 154
9. MONITORIZAR EL TRATAMIENTO .......................................................................................... 155
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................. 156
GUÍA
DE PRÁCTICA
CLÍNICA
OSTEOPOROSIS
CAPÍTULOS
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

CAPÍTULO 1
Evolución del concepto
de osteoporosis
y de la calidad ósea
Dr. Luis Javier Roca Ruiz
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla

1.ANTECEDENTES HISTÓRICOS tir del año 1941 cuando se comienza a de-


finir la osteoporosis como entidad propia,
La osteoporosis ha estado presente desde
en base a una definición anatomopatológi-
el principio de la Historia, si bien la pri-
ca, como trastorno en el que hay carencia
mera concepción patológica que conoce-
de tejido óseo si bien el que existe se en-
mos nos llega en el siglo XIX de manos de
cuentra totalmente calcificado. Esto la di-
patólogos alemanes. Éstos distinguen tres
ferencia de la osteomalacia (trastorno que
tipos de enfermedades óseas: osteomala-
implica retraso o ausencia de mineraliza-
cia, osteoporosis y osteítis fibrosa quística.
ción de matriz ósea), y abre un camino
En el siglo VI Paulus Aegineta describe para el estudio etiológico, diagnóstico y
una enfermedad ósea que es la que hoy terapéutico de esta patología.
día se conoce como osteoporosis. Más tar-
En el caso de la osteoporosis, el conoci-
de el italiano Marcus Donatus (1597) repi-
miento que tenemos de su naturaleza es
tió la descripción de osteoporosis, y de
sólo parcial, lo que explica que aún no
forma más perfecta Verney (1751) en su li-
dispongamos de una definición completa
bro “Traité des maladies des os”, indicó
de la misma y que, por tanto, resulte difí-
que la biconcavidad vertebral derivaba
cil el establecimiento de sus criterios
de la invasión del disco intervertebral en
diagnósticos.
el cuerpo de la vértebra; esto es lo que ac-
tualmente conocemos como nódulo de Casi todos los autores consultados coinci-
Schmorl, atribuyendo a la cifosis aumenta- den en definir la osteoporosis como “una
da y a la fragilidad ósea la causa de dicha disminución de la masa ósea por unidad
patología1. A principios del siglo actual no de volumen”. Lo que dificulta realmente
encontramos a la osteoporosis como enti- generalizar esta definición es evaluar lo
dad clínica, pasando por relacionarla con que se puede considerar como masa ósea
problemas de malabsorción, hiperparati- normal, ya que ésta varía fisiológicamen-
roidismo, obstrucción biliar, etc. Es a par- te según lo hace la edad, el sexo, la raza,

18
C A P Í T U L O 1

etc... Tomando la definición de Hernán- vo de alteración de la arquitectura ósea. A


dez López de 19882 se trataría de “una pesar de ello durante toda la década de
disminución de la cantidad de tejido óseo los 90 predominó el concepto cuantitativo,
por unidad de volumen, por debajo de los reforzado por la propuesta realizada en
límites correspondientes a la edad y sexo 1994 por un grupo de expertos de la OMS
del paciente, sin anormalidad en la mine- para establecer una clasificación de gran
ralización de la matriz ósea, en la que hay valor práctico, comparando la masa ósea
una mayor pérdida proporcional del teji- medida por densitometría (DMO) de una
do óseo trabecular que del cortical”. persona determinada con la media del
“pico de masa ósea” que se alcanza al fi-
El carácter diferencial de la osteoporosis
nal de la juventud (T-score)4. Con este sis-
radicaría en la rarefacción ósea, que con-
tema se establecen cuatro categorías
lleva, a nivel esponjoso, a una disminución
diagnósticas:
y adelgazamiento de las fibrillas que le
proporcionan una mayor transparencia • Normal: DMO entre + 1 y -1 DE del
radiológica al hueso. Esta pérdida de hue- promedio de población adulta joven.
so esponjoso sería la causa de fracturas a • Osteopenia: DMO entre -1 y -2,5 DE del
nivel vertebral, y la de hueso compacto la promedio de población adulta joven.
de fracturas de huesos largos. Así, pode-
• Osteoporosis: DMO menor de -2,5 DE
mos considerar la osteoporosis como una
del promedio de población adulta jo-
disminución de masa ósea hasta el punto
ven.
de poner al paciente en el riesgo de pa-
decer una fractura espontánea o tras un • Osteoporosis grave: DMO menor de
traumatismo mínimo. -2,5 DE del promedio de población
adulta joven y una o más fracturas de
tipo osteoporótico.
2. OSTEOPOROSIS, DE LA
CANTIDAD A LA CALIDAD Con este criterio debe hablarse de osteo-
ÓSEA porosis cuando la densidad ósea es infe-
El concepto tradicional que existía sobre rior a la media adulta joven en dos des-
la idea de osteoporosis es la de una dis- viaciones y media estándar (-2,5 DE).
minución de la masa ósea (menor de la
Esta propuesta se aceptó rápidamente de
mecánicamente apropiada), es decir, un
forma generalizada, teniendo la virtud de
aspecto de carácter cuantitativo.
definir los conceptos de osteopenia y de
Sin embargo, en 1993, una Conferencia de osteoporosis sin fractura, y permitiendo
Consenso la definió como una enferme- detectar a las personas en riesgo, lo que
dad ósea generalizada, caracterizada por posibilitaba la prevención y el tratamien-
una disminución de la masa ósea y un tras- to precoz. Esta idea se vio reforzada, ade-
torno de la microarquitectura del hueso, más, por el hecho de que la disminución
con el consiguiente aumento de fragilidad de la masa ósea es un determinante muy
y tendencia a las fracturas3. Esta definición importante del riesgo de fractura. Así, la
implica un concepto cuantitativo relacio- disminución de 1 DE de la DMO aproxi-
nado con la densidad ósea, y uno cualitati- madamente duplica el riesgo de sufrir

19
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

una fractura. Aun aceptando que esta de- existe osteoporosis. El concepto de osteo-
finición densitométrica de osteoporosis penia y su imposibilidad de identificación
es práctica, debe tenerse en cuenta que la clínica nos hace ver, una vez más, que es
intención original de la OMS era que se necesario modificar la definición de la os-
aplicara tan sólo para hacer una clasifica- teoporosis, y que precisamos de nuevas
ción desde un punto de vista epidemioló- formas de diagnóstico que integren aque-
gico, y no que se utilizara en la práctica llos factores que participan en la aparición
clínica, aunque así ocurriera posterior- de las fracturas osteoporóticas.
mente.
Por tanto, el criterio densitométrico aun-
Un inconveniente que ha generado esta que ha sido universalmente admitido evi-
clasificación de la OMS es el hecho de dentemente debe considerarse insuficien-
crear un subgrupo, que es el de la osteo- te, por no incluir aspectos cualitativos.
penia, concepto más académico que real,
Actualmente, la densidad de masa ósea
ya que es una situación teórica y concep-
(DMO) no es una prueba de rutina por lo
tualmente epidemiológica, en la que la
que es necesario que la decisión para
densidad mineral ósea no es ni normal ni
practicarla tome en cuenta la presencia
osteoporótica5. Así por ejemplo, en el es-
de otros riesgos de fractura, ya que la rea-
tudio OFELY, e1 48% de las fracturas reco-
lización indiscriminada de DMO puede
gidas en una población de 671 mujeres
originar más confusiones que beneficios.
postmenopáusicas se produjeron en mu-
La absorciometría con rayos X de doble
jeres con osteopenia, mientras que el
energía es el procedimiento de referen-
44% de estas fracturas se produjeron en
cia para las mediciones de DMO.
las que tenían criterios densitométricos
de osteoporosis6. No olvidemos que el No deja de ser una prueba complementa-
riesgo de fractura no viene determinado ria en el estudio de una enfermedad7. Y
sólo por la masa ósea; es evidente que creo que no debemos perder el sentido
otros factores predisponentes (edad, tra- clínico de la medicina; así, para llegar a un
tamientos, enfermedades previas, antece- diagnóstico es muy importante la anam-
dentes personales y familiares, etc.) pue- nesis (factores de riesgo) y la exploración
den tener la misma o mayor potencia en con las que tendremos un juicio clínico de
la incidencia de fractura sobre el sujeto sospecha, confirmándolo con aquellas
que los padece, sin necesidad de una pruebas complementarias que se estimen
masa ósea baja. oportunas.

Esto demuestra la especial gravedad que La experiencia acumulada ha demostrado


supondría aplicar en la práctica clínica es- que la masa ósea no es el único determi-
tricta y exclusivamente estos criterios den- nante del riesgo. De hecho, la relación en-
sitométricos para el diagnóstico y trata- tre masa ósea y fracturas es relativamente
miento de la osteoporosis, de manera que pobre. Se sabe que hay mucha superposi-
ante la presencia de una osteopenia po- ción en los valores de masa ósea cuando
dría ocurrir que se indicaran únicamente se comparan poblaciones (con y sin frac-
medidas preventivas al aceptar que no tura) sin que la cantidad de masa ósea

20
C A P Í T U L O 1

pueda predecir la presencia o no de la consenso auspiciado por el National Insti-


fractura. El antecedente de una fractura tutes of Health (NIH)11.
por fragilidad aumenta el riesgo de una
La osteoporosis se considera “un trastor-
nueva fractura, independientemente de la
no generalizado del esqueleto caracteri-
masa ósea, y pequeñas pérdidas en luga-
zado por una alteración de la resistencia
res estratégicos (rotura de trabéculas)
ósea que predispone a la persona a un
disminuyen mucho la resistencia y au-
mayor riesgo de fractura”.
mentan la propensión a las fracturas. Por
otro lado, numerosos ensayos clínicos con Como puede apreciarse, se sustituye la
fármacos antirresortivos han evidenciado baja masa ósea por alteración de la resis-
que no hay correlación entre el cambio tencia, añadiéndose a continuación que
que producen en la masa ósea y la dismi- “la resistencia del hueso refleja principal-
nución del riesgo de fracturas, mientras mente la integración de la cantidad y la
que, con la misma masa ósea8, una perso- calidad del mismo”12.
na de 70 años tiene mucho más riesgo de La reducción del concepto de osteoporo-
padecer una fractura osteoporótica que sis al de aumento de la fragilidad ósea es,
otra de 40 años9. probablemente, excesiva. Es poco proba-
Esto nos obliga a pensar que en la fragili- ble que esta definición llegue a desplazar
dad están implicados más factores que la a la previa, porque la disminución de la
masa ósea. En definitiva, nos obliga a con- resistencia ósea no es exclusiva de la os-
siderar la calidad ósea como concepto y teoporosis (la fragilidad ósea aumenta en
no como mera cualificación del hueso. procesos distintos de la osteoporosis)
pero, en cualquier caso, denota, una vez
A este respecto, merece la pena recordar más, el afán de incluir aspectos cuantitati-
que hay un fenómeno clínico que propor- vos y cualitativos en su definición, puesto
ciona información global del conjunto de que ambos intervienen en la fragilidad y
los aspectos cuantitativos y cualitativos y, supone un cambio de enfoque de la en-
en definitiva, del grado de fragilidad del fermedad hacia la fragilidad ósea.
hueso; se trata de la principal consecuen-
cia de la osteoporosis: la fractura. De las definiciones de osteoporosis co-
mentadas se deduce que su diagnóstico
De ahí que, junto al criterio densitométri- debería basarse en la detección de deter-
co de la OMS, se acepte también un crite- minadas modificaciones cuantitativas y
rio diagnóstico de carácter clínico: la cualitativas del hueso. Sin embargo, hoy
existencia de fractura osteoporótica. por hoy, no estamos en condiciones de es-
tudiar las características cualitativas en la
Todo lo anterior hace que se vaya perfi-
clínica diaria13. Únicamente podemos va-
lando cada vez más la idea de que la
lorar aspectos cuantitativos como, por
osteoporosis no es sólo un problema de
ejemplo, la densidad ósea mediante las
cantidad de hueso sino que la calidad del
técnicas densitométricas.
mismo también es muy importante10. Esto
lleva a una nueva definición de osteopo- Mientras que la cantidad ósea es perfec-
rosis en el año 2000, fruto de un nuevo tamente valorable y viene expresada en

21
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

gramos de mineral por área o volumen, y por otra parte, no miden completamente
en un individuo determinado viene deter- la calidad ósea; sólo se centran en las pro-
minada por el pico de masa ósea y por la piedades estructurales del hueso, llegán-
cantidad de pérdida ósea, no tenemos dose a considerar la microarquitectura
una única definición de lo que es la cali- ósea la clave de la calidad del hueso15. Sin
dad ósea, siendo la más aceptada la for- embargo, la calidad ósea es algo más y se
mulada por Bouxsein quien la define cimenta en las propiedades biomecáni-
como el conjunto de características y pro- cas de esas estructuras16.
piedades que determinan la capacidad
La profundización en el estudio de la cali-
de un hueso de resistir fracturas14.
dad ósea durante los próximos años nos
Así, intervienen distintas características traerá, sin duda, un mejor conocimiento
macroscópicas del hueso, tales como el del sustrato íntimo de la osteoporosis, lo
tamaño de la vértebra o la longitud del que repercutirá en una prevención y trata-
cuello del fémur, y otras microscópicas, miento más eficaces. A pesar de todo, en
como la microarquitectura, la actividad la actualidad no disponemos de un méto-
del remodelado, el recambio, la minerali- do válido para medir la calidad ósea tal y
zación secundaria, el estado de los enla- como formulara Chesnut17, al menos en la
ces de colágeno, la porosidad cortical, la clínica, si bien los avances tecnológicos
pérdida de conectividad trabecular y la nos están permitiendo una cuantificación
acumulación de microlesiones (es decir, bastante exacta de la calidad18,19 y estruc-
microfracturas) que se producen con la tura del hueso.
edad, entre otras.
La fractura ocurre cuando una fuerza in-
Algunas de estas características del hue- ductora de rotura, como un traumatismo,
so se miden con facilidad, como el tama- se aplica sobre un hueso osteoporótico y
ño vertebral o la longitud del cuello del sobrepasa su nivel de resistencia20.
fémur; también son bastante fiables los
Así, la osteoporosis es un factor significa-
nuevos marcadores bioquímicos para el
tivo de riesgo de fractura, si bien se debe
estudio del remodelado, y se comienza a
distinguir entre factores de riesgo que
profundizar en el conocimiento de la
afectan al metabolismo óseo y factores de
composición química del tejido óseo. Se
riesgo de fractura.
están desarrollando instrumentos para
estimar con precisión el grado de calidad Sin embargo, desde un punto de vista clíni-
del hueso, entre ellos la histomorfometría co, es poco práctica, porque, en ausencia
y la imagen tridimensional. La microtomo- de síntomas, dependemos de un método
grafía computarizada cuantitativa y la re- para su diagnóstico, y no disponemos de
sonancia magnética de alta resolución una única técnica que de forma precisa,
también permiten una valoración bastan- inocua y fácilmente aplicable lo establez-
te buena de la microarquitectura (porosi- ca. Esto contrasta con lo que se observa en
dad cortical, conectividad trabecular y otras enfermedades tan prevalentes como
microlesiones). Técnicas que aún no se la osteoporosis, como son la hipertensión
utilizan como métodos de rutina, y que, arterial, la hipercolesterolemia, la obesi-

22
C A P Í T U L O 1

dad o la diabetes mellitus por sólo poner menta, situación denominada de “alto re-
algunos ejemplos, en las cuales existe un cambio”9,23. Un balance negativo muy
criterio para establecer el diagnóstico de marcado puede tener también una gran
la enfermedad habitualmente numérico, trascendencia, incluso en ausencia de re-
único, objetivo, sencillo y reproducible. cambio alto.
En definitiva, masa ósea baja y alteración La osteoporosis se ha considerado que es
de la microarquitectura son dos caras de un proceso en sí mismo asintomático, que
una misma moneda, y se establecen si- sólo tiene importancia médica por predis-
multáneamente. El proceso que subyace a poner al desarrollo de fracturas. Esta pre-
ambos fenómenos -pérdida de masa ósea disposición es lo que conocemos como
y alteración de la microarquitectura- es fragilidad, que en consecuencia es, desde
una alteración de la remodelación ósea. el punto de vista clínico, el fenómeno cen-
Podría, por ello, posiblemente definirse la tral de la osteoporosis. No obstante creo
osteoporosis como una enfermedad de la que en determinadas ocasiones las mi-
remodelación ósea21. Más exactamente, crofracturas y la sobrecarga del resto de
podría considerarse fruto de una alta re- trabéculas íntegras serían responsables
modelación asociada a un incremento del de dolor local vertebral.
riesgo de fractura22. Como conclusión, una vez más la ley del
Sabemos que hay dos mecanismos por péndulo ha hecho que en los últimos años
los que las unidades de remodelación nos centremos de forma preponderante
(UR) dan lugar a pérdida de masa ósea. en el concepto de “Calidad ósea”, siendo
éste, bien mirado, un concepto impreciso,
El primero, más importante a largo plazo, ya que aunque desde el punto de vista
es la existencia de un balance negativo en conceptual es atractivo, desde el punto de
la UR, en virtud del cual las osteonas que vista práctico es difícil de medir, y por
sustituyen a las más antiguas tienen me- tanto de valorar y clasificar21,24,25. Y por
nor grosor. Se trata de una pérdida ósea otra parte, en él se ha pretendido incluir
definitiva. todo aquello que, siendo ajeno a la masa
El segundo, más importante a corto plazo, ósea, condiciona la fragilidad del hueso.
está vinculado al espacio en remodela-
Así entendido, resulta excesivamente am-
ción. Cada vez que una UR se activa, deter-
bicioso, ya que tendría que abarcar aspec-
mina la aparición de una cavidad ósea, que
tos difíciles de adscribir al concepto de
supone una pérdida transitoria de hueso
calidad (por ejemplo, las características
(en tanto vuelve a rellenarse). Esta pérdida
geométricas del cuello del fémur). En un
no es importante en términos de cantidad,
sentido más apropiado, debería guardar
pero lo es en términos de función, ya que
relación con las características del tejido
viene a constituir un punto de debilidad en
óseo: propiedades del colágeno, situación
la trabécula en que se establece.
de la mineralización del osteoide, acúmu-
Ambos mecanismos tienen mucha más re- lo de líneas de cementación (resultado del
percusión cuando el número de UR au- recambio óseo), presencia de lesiones de

23
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

fatiga; podría incluso abarcar también clásicamente definitorios de la osteoporo-


otros aspectos hoy apenas intuidos, como sis (baja masa ósea y trastorno de la mi-
la viabilidad de los osteocitos. Algunas ve- croarquitectura) son, sin duda, causa de
ces se incluye en el concepto de calidad la fragilidad. Si por producir fragilidad de-
microarquitectura, pero ya hemos visto su ben también considerarse elementos de
interdependencia con la masa ósea, el la osteoporosis los factores incluidos en el
concepto opuesto. Tal vez podría conside- concepto de calidad ósea, es difícil de de-
rarse el recambio óseo, que guarda una cidir. En rigor, para ello deberá compro-
relación con la fragilidad del hueso menos barse que, efectivamente, se dan con
vinculada de la masa ósea. En cualquier constancia en las situaciones que se consi-
caso, no se pretende ahora profundizar en deran de riesgo para el desarrollo de frac-
el estudio de la calidad ósea, sino plantear tura osteoporótica (edad, postmenopau-
si debe incluirse en el concepto de osteo- sia...), de la misma forma que lo hacen la
porosis. No creemos que hoy pueda con- masa ósea insuficiente y la alteración de la
testarse a esta pregunta. Los elementos microarquitectura.

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25
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

CAPÍTULO 2
Importancia
de la osteoporosis
y de sus implicaciones
sociosanitarias
Dr. Luis Javier Roca Ruiz
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla

Dr. José R. Caeiro Rey


Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Hospitalario Universitario
de Santiago de Compostela. A Coruña

1. IMPORTANCIA DE LA españolas mayores de 50 años, porcentaje


OSTEOPOROSIS Y DE LA que se eleva a un 52% en el caso de las
FRACTURA mayores de 70 años2. Se ha estimado que
OSTEOPORÓTICA una mujer de 50 años tiene un riesgo del
40% de sufrir una fractura en el resto de
La osteoporosis es una enfermedad con
su vida, y que en los varones este riesgo
prevalencia e incidencia elevadas, así
alcanza el 13%. Sin embargo, algunos au-
como con una morbilidad y mortalidad
tores consideran que estos datos están in-
que hacen sufrir al paciente, a la familia y
fravalorados, pues en distintos estudios
a la sociedad. La padecen en España epidemiológicos se observa que más del
aproximadamente tres millones de perso- 20% de los varones de más de 50 años tie-
nas, de las cuales 2,5 millones son muje- nen al menos una deformidad vertebral
res. Sin embargo, sólo el 18% de los pa- cuando se les realiza un radiografía lateral
cientes están diagnosticados1. En el de columna3 y el 47% padece osteopenia.
colectivo femenino, el 80% de las afecta- Además, una de cada 5 mujeres mayores
das no es consciente de los factores de de 50 años tiene, al menos, una fractura
riesgo antes de que se les diagnostique la vertebral (FrV) debida a la osteoporosis,
enfermedad y sólo el 10% de las mujeres lo que se asocia a un importante deterioro
con osteoporosis reciben tratamiento. Esta de la calidad de vida y a un incremento
enfermedad afecta al 35% de las mujeres del riesgo de sufrir otras fracturas.

26
C A P Í T U L O 2

Las fracturas osteoporóticas constituyen criterios de riesgo al alta hospitalaria, ne-


un problema de salud de gran magnitud, cesitando de más cuidados con el consi-
dadas sus graves consecuencias sanita- guiente consumo de recursos de impor-
rias, económicas y asistenciales. Las me- tante consideración económica.
joras en la prevención y en la asistencia
sanitaria conllevan un aumento en las ex- Se ha puesto especial atención en deter-
pectativas de vida y, por lo tanto, un enve- minados procesos clínicos prevalentes
jecimiento de la población. El aumento de como la salud cardiovascular, los proce-
la población de riesgo producido en los sos oncológicos, los accidentes de tráfico
últimos treinta años y, consecuentemente, y actualmente la osteoporosis.
el aumento de fracturas osteoporóticas, La incidencia anual de fractura de cadera
concretadas en un número superior a lo en sujetos mayores de 50 años se estima-
esperado es ya, desde hace años, motivo ba en 132 a 265 casos por 100.000 habi-
de preocupación por el grave problema tantes, dependiendo de la localización
de financiación en la Sanidad Pública, geográfica. Con el estudio AFOE7 (Acta
pues deriva todo en un mayor requeri- de Fractura Osteoporótica en España)
miento de atención socio-sanitaria, y un
realizado por el GEIOS en 2003 se com-
incremento del consumo de recursos eco-
probó que la incidencia de las fracturas
nómicos.
osteoporóticas en España era mucho ma-
yor de la que se suponía, 720 casos anua-
1.1. Fractura de cadera les por cada 100.000 mayores de 60 años,
La fractura de cadera es una patología cifra superior a la publicada por Serra8
prevalente en los ancianos. Aproximada- que establece la incidencia de la fractura
mente el 85% de todas las fracturas de ca- de cadera en España en 517 casos anua-
dera se producen en personas de más de les por cada 100.000 mayores de 50 años.
65 años4. La mayor incidencia se produce en los
grupos de edad de más de 74 años, que
Según el informe suscrito por la Organi- es cuatro veces mayor que la incidencia
zación Mundial de la Salud The Global total (915,4 por 100.000). Esta aparente
Economic and Healthcare Burden of Mus- discrepancia como vemos está en rela-
culoskeletal Disease en el año 1990 tuvie- ción con la edad, a mayor edad mayor
ron lugar aproximadamente 1,7 millones prevalencia, por lo que estas cifras son
de fracturas de cadera relacionadas con equiparables a las de otros países como
la osteoporosis5. Para el año 2050 las esti- EE.UU. donde se estima que, la incidencia
maciones sitúan esta cifra en torno a los 6 en adultos mayores de 65 años, el número
millones6. Por tanto, su frecuencia va en de fracturas de cadera es de 818 por
aumento de forma paralela al incremento 100.000 habitantes9.
de las expectativas de vida de la pobla-
ción mayor de 65 años, creando un pro- La mortalidad varía entre alrededor de un
blema asociado al envejecimiento de la 4% en el hospital, 5% a los tres meses y
población, con un mayor número de co- un 36% al año10,11,12,13. Este alto porcenta-
morbilidades y una mayor calificación de je de mortalidad disminuye después del

27
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

primer año (aunque algunos autores pre- La fractura de cadera implica una ocupa-
sentan en el segundo año una mortalidad ción de entre un 20% a un 25% de las ca-
hasta de un 40%) y sigue siendo superior mas de los servicios de cirugía ortopédi-
al de la población general durante ocho ca y traumatología. Por ello, las fracturas
años. Pero, además, es importante resaltar por osteoporosis, mayoritariamente las
que sólo aproximadamente un 30%-40% fracturas de cadera, son responsables de
de los pacientes se recuperan tras la frac- más días de hospitalización en mujeres
tura a grados de autonomía y actividad si- mayores de 45 años que el cáncer de
milares a los de antes de la fractura, el mama, el infarto, la enfermedad pulmonar
30%-40% recuperan su independencia obstructiva crónica (EPOC), el ictus o la
para realizar las actividades básicas de la diabetes17.
vida diaria (vestido, aseo, utilizar el WC,
levantarse de la cama o de la silla y ali- 1.2. Fractura vertebral
mentación). Por el contrario, un 30% de
En la mayoría de los pacientes con osteo-
ellos quedan discapacitados, precisan de porosis la incidencia de nuevas fracturas
cuidadores y/o deben vivir en una resi- vertebrales a los 3-4 años es del 3 a 4%.
dencia14,15,16.
El dolor de espalda, la impotencia funcio-
Estos datos suelen ser la consecuencia, nal, con limitación de las actividades dia-
entre otras razones, del tipo de pacientes rias y afectación de la calidad de vida, son
que se fracturan la cadera: mayores (con las principales secuelas de la fractura ver-
una edad media superior a 80 años), con tebral21. Diferentes autores han recogido
varias enfermedades crónicas (insufi- esta limitación de las actividades de la
ciencia cardiaca, enfermedad pulmonar vida diaria, con alta prevalencia de pro-
obstructiva crónica, hipertensión arte- blemas comunes como dificultad para
rial, diabetes, etc.), con una prevalencia cargar algún peso (87%), andar (60%), la-
significativa de deterioro cognitivo o de- bores domésticas (70%), realizar la com-
mencia y con un estado físico previo a la pra (60%) y un 82% referían miedo a caer
fractura, en ocasiones no demasiado salu- y sufrir otra fractura. Menos común pero
dable. De todos ellos, la edad y la situa- igualmente importante es también la pér-
ción funcional previa están descritos dida de actividades sociales y de recreo,
como los principales factores pronósticos tales como viajar, la práctica de deportes
de recuperación funcional. Sin embargo, o bailar. Las pacientes con FrV refieren
la evolución puede verse influida por mayor número de días al año que deben
otros muchos factores sobre los que po- permanecer en cama por dolor, así como
demos actuar: tiempo de espera hasta la días con limitación de la actividad habi-
cirugía, aparición de complicaciones mé- tual y mayor riesgo de hospitalización22,23,
dicas o quirúrgicas en el post-operatorio, incluso tras el ajuste por los posibles fac-
intensidad de la rehabilitación, manejo tores de confusión (cardiopatía, EPOC,
interdisciplinario del paciente y continui- diabetes, etc.). Estas limitaciones se acen-
dad de los cuidados tras el alta hospitala- túan cuanto mayor es el número de vérte-
ria, etc. bras afectadas y de mayor severidad. Ya

28
C A P Í T U L O 2

nos hemos referido a la frecuente afecta- el primer año, y de las que sólo se diag-
ción respiratoria con un patrón restrictivo, nostican el 33%. Además, su análisis ha
por lo que hay que prestar especial aten- sido incompleto, dado que sólo aproxima-
ción en los cuadros de sobreinfección res- damente un tercio de las fracturas verte-
piratoria para evitar graves consecuen- brales son sintomáticas y un porcentaje re-
cias. Existe también por la alteración ducido, que se estima en un 10% de las
abdominal una sensación de saciedad fracturas sintomáticas, requiere hospitali-
precoz, incluso con pequeñas ingestas. zación. A pesar de estas consideraciones,
en la actualidad se dispone de datos que
El dolor no siempre se percibe. Las fractu- indican que los pacientes que desarrollan
ras vertebrales tienen el inconveniente una fractura vertebral tienen un discreto
de que muchas veces no duelen, aunque aumento de la mortalidad, cuando se los
el paciente las padezca. El problema de la compara con la población general, aunque
fractura vertebral es que la vértebra se influido por la comorbilidad. Así, tras una
hunde un poco y es difícil de diagnosti- fractura vertebral sintomática, la mortali-
car, algunas fracturas son asintomáticas o dad aumenta un 20%-34% a los cinco
se caracterizan por un dolor de espalda años18,19,20 y cuando se trata de una fractu-
que las personas pueden identificar como ra determinada por radiología, el riesgo
lumbalgia, dorsalgia o cualquier otra do- relativo (RR) de mortalidad en mujeres es
lencia. En ocasiones, los pacientes pre- de 1,9 (IC del 95%, 1,0-3,4) a los dos años.
sentan cifosis o cifoescoliosis, como con- El exceso de mortalidad es más marcado
secuencia de la fractura, y lo único que inmediatamente después de la fractura
nota el enfermo es que pierde estatura, si vertebral cuando requiere hospitalización.
bien la cifosis está relacionada con un ma-
yor dolor e inestabilidad24. La mortalidad aumentaba con el número
de fracturas vertebrales existentes.
A menudo presentan alteraciones del
sueño, ansiedad y depresión21,22. Este im- Este exceso de mortalidad refleja la co-
pacto emocional puede reducir aún más morbilidad y fragilidad que preceden a la
la calidad de vida. Por todo ello insistimos fractura en muchos casos, pues incluso las
en el papel de los clínicos que deben to- pacientes con osteoporosis sin fracturas
mar las medidas oportunas para identifi- presentan un incremento de la mortali-
car a los pacientes con riesgo de sufrir dad. Este exceso de morbimortalidad su-
FrV, para prevenir la progresión de la os- cede tanto en fracturas clínicas como ra-
teoporosis y limitar la incapacidad aso- diológicas. Las fracturas vertebrales se
ciada a las fracturas osteoporóticas. acompañan de una morbimortalidad
nada despreciable, incluso en muchos ca-
La mortalidad después de una fractura sos similar a la de cadera25. A diferencia
vertebral (FrV) ha sido minimizada y me- del exceso de mortalidad que se observa
nos analizada hasta hace poco tiempo. Si tras la fractura de cadera, que se acusa
no son bien tratadas mueren seis años an- más precozmente durante los primeros
tes, pierden calidad de vida y multiplican seis meses tras la fractura, en la fractura
por cinco el riesgo de nuevas fracturas en vertebral este exceso de mortalidad es

29
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

mucho más gradual, no tan acusado al se estima que la incidencia de estas frac-
principio pero sostenido. turas es de 0,55 + 0,06 casos nuevos al mes
por cada 1.000 habitantes mayores de 60
1.3. Fractura de la años, lo que supone una prevalencia me-
extremidad proximal dia anual de 661 casos por cada 100.000
de húmero habitantes mayores de esa edad, de los
Respecto a las fracturas de la extremidad que el 70,6% correspondería a mujeres7.
proximal del húmero ya en 1999 se seña- La FrEDR es, por tanto, una de las fracturas
laba una incidencia de esta fractura en más frecuentes en mujeres postmenopáu-
182 por 100.000 habitantes en mayores sicas mayores de 50 años, con un pico
de 60 años, resaltando que sólo el 10% bien definido entre los 60 y los 69
de ellas precisaban ingreso hospitalario años28,29. Se calcula que una mujer a par-
y el 90% restante eran tratadas ortopédi- tir de los 50 años tiene, durante los años
camente y en régimen ambulatorio, y de que le queden por vivir, un 16% de riesgo
ese 10% que lo necesitaba, el 60% reci- de presentar este tipo de fractura30.
bía síntesis a mínima; sólo el 22% se ope-
raba con reducción abierta y síntesis, y el La FrEDR presenta una clara y conocida
18% se solucionaban con prótesis. Des- relación con la DMO baja en una cuantía
pués del Informe AFOE la corrección al aproximada de 0,5 Z si la DMO se mide en
alta del número de fracturas en mayores la columna o la cadera, o de 1 Z si se mide
de 60 años es tremendamente más eleva- en el antebrazo, lo que equivale a una
da: 452/100.0007. odds ratio de fractura en torno a 2 por
cada disminución de 1 Z en la DMO. Esta
1.4. Fractura de la asociación, más significativa en pacientes
extremidad distal menores de 65 años que en pacientes ma-
del radio yores de esta edad, parece estar en rela-
ción con la pérdida de hueso trabecular
La fractura por fragilidad de la extremi-
que se produce inmediatamente después
dad distal del radio (FrEDR) está conside-
del inicio de la menopausia (fase de pér-
rada, conjuntamente con la fractura verte-
dida ósea rápida)31. Además de este fac-
bral y con la de cadera, una de las tres
tor intrínseco al hueso, se ha relacionado
fracturas características de la osteoporo-
el riesgo de padecer FrEDR con factores
sis postmenopáusica26.
genéticos32,33, con la menarquia tardía
Las FrEDR tienen una elevada casuística (después de los 15 años de edad)27 y con
calculándose que suponen una sexta par- el hecho de caminar regularmente (al au-
te de las fracturas atendidas en una con- mentar el riesgo relativo de caídas). Por
sulta de traumatología general. Se estima tanto, una menarquia precoz, una DMO
que a nivel europeo la incidencia media baja de cualquier localización pero sobre
de este tipo de fracturas puede rondar las todo de antebrazo y un riesgo aumentado
1,7/1.000 habitantes/año en varones y las de caídas, son los tres factores de riesgo
7,3/1.000 habitantes/año en mujeres27. A que parecen predisponer en mayor medi-
nivel español, y a partir del estudio AFOE, da a una FrEDR31.

30
C A P Í T U L O 2

La relación entre FrEDR y nueva fractura timado ya que no tiene en cuenta los trata-
por fragilidad en otra localización anató- mientos más allá del primer año desde la
mica ha sido analizada por diferentes au- fractura de cadera, período en el que se
tores34,35,36,37, calculándose que tras una continúa con tratamientos derivados de la
fractura de la extremidad distal del cúbito fractura. Para el año 2050, los costes de
y/o radio existe una Tasa de Incidencia esta enfermedad superarán los 132.000
Estandarizada de Fractura de otra locali- millones de euros5. Por otra parte, los pa-
zación (TISF) igual a 3,0. Este valor, en pa- cientes con esta enfermedad ocupan en la
cientes mayores de 65 años (rango 65-74) actualidad medio millón de camas al año
se incrementa, llegándose a alcanzar va- en los hospitales. Este número se doblará
lores de TISF de cadera (TISF-C) de 3,3 en los próximos 50 años1.
para mujeres y 6,0 para varones37.
En España, en 1995, el coste derivado de
Por ello, entendemos que la FrEDR ha de las fracturas osteoporóticas se estimó en
ser considerada como una verdadera “se- 18 millones de euros, y en la actualidad se
ñal de alarma”, un marcador capaz de sabe que es superior a los 25 millones45.
identificar precozmente a un subgrupo de
pacientes con osteoporosis postmenopáu- Los costes directos de la osteoporosis
sica de base y con un mayor riesgo de pa- dependen de los gastos médicos hospi-
decer nuevas fracturas por fragilidad, así talarios, ambulatorios y domiciliarios
como una entidad que precisa de la ins- fundamentalmente46,47 (Tabla 1), y los
tauración de intervenciones farmacológi- costes indirectos de las consecuencias
cas que reduzcan el riesgo de la aparición derivadas de la morbilidad y mortalidad
de nuevas fracturas osteoporóticas31,38. de las fracturas46,48 (Tabla 2). Bajo el
punto de vista económico, las fracturas
2. COSTE ECONÓMICO39,40,41,42,43 osteoporóticas representan un gasto cre-
ciente. Esta enfermedad ocasiona 10 bi-
Se calcula que la osteoporosis y la fractu-
llones de dólares de costes directos en
ra osteoporótica, tienen un coste estima-
Europa y supone un grave problema de
do del 8,8% del PIB, estimándose que sus
salud pública a nivel mundial. Los gastos
consecuencias (transporte, ayudas socia-
hospitalarios directos relacionados con
les, rehabilitación, etc.) podrán incremen-
la osteoporosis alcanzaron en el año 2000
tar el 20% de los gastos sufragados por la
los 4.800 millones de euros para la Unión
Sanidad Pública, lo que supondrá aproxi-
Europea. Este coste se calculó en 220 mi-
madamente 40 millones de euros adicio-
llones de euros para España en el mismo
nales44.
año. Los efectos de la osteoporosis sobre
Así, en la UE se calcula que el coste del la mortalidad y la morbilidad también
tratamiento de las fracturas osteoporóticas generan costes significativos, descritos
alcanza los 25.000 millones de euros, a los como costes indirectos. Estos costes son
que hay que añadir el cuidado de los pa- difíciles de evaluar y deben ser tomados
cientes al año siguiente a sufrir la fractura en cuenta cuando se discute el peso de la
de cadera, que podría ascender a 15.000 osteoporosis sobre el individuo y la so-
millones de euros. Este coste está infraes- ciedad. Se estima que los costes indirec-

31
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Tipo de fractura Muñeca Vértebras Cadera

Instalaciones 11,3 19,6 223,1

Hospital 1,1 1,9 21,5

Urgencias 1,4 2,5 28,3

Consultas hospital 2,6 4,5 51,8

Consultas ambulatorias 2,6 4,6 51,9

Medicamentos 0,2 0,4 4,7

Cuidados domiciliarios 3,4 5,9 67,2

Residencias 12,2 50,0 107,8

Total 35,0 89,5 1.556,5

Tabla 1. Costes directos de las fracturas osteoporóticas, en millones de dólares. (Modificado de Abizanda33
y Max34)

Cuidados Cuidado social


Tipo Consultas Fármacos Total
agudos y de larga duración

Cadera 4.808 7.152 164 0 12.124

Muñeca 368 0 100 0 468

Vértebras 96 0 321 62 479

Otras 1.200 0 138 0 1.338

Tabla 2. Costes directos e indirectos de las fracturas osteoporóticas, en millones de dólares.


(Modificado de Abizanda33 y Dolan35)

tos suponen en torno a un 20% de los bestimados. En el Reino Unido se estima-


costes directos. Sólo en Estados Unidos, ron los costes por paciente con fractura
si se suman los costes indirectos de la de cadera en el año 2000 en 37.119 euros.
pérdida de productividad y la mortali- Estos costes englobaban el cuidado en la
dad prematura derivada de las fracturas fase aguda de la fractura: los traslados en
que se producen a causa de esta enfer- ambulancias para aproximadamente el
medad, el gasto se sitúa entre los 4.500 y 50% de los pacientes, los costes de reha-
6.400 millones de dólares1. bilitación posterior a la fractura así como
Los costes globales asociados a la fractu- la asistencia sanitaria y otros costes en los
ra de cadera presentan grandes diferen- años posteriores a producirse la fractura.
cias entre los distintos países. Además, es En España, el GRD de procedimientos
muy difícil definir todos los costes a tener quirúrgicos que genera un mayor número
en cuenta tras una fractura de cadera y, de estancias totales anuales es el 818
por tanto, en muchas ocasiones, están su- (sustitución de cadera excepto por com-

32
C A P Í T U L O 2

plicaciones) con 3.000 días de estancias media hospitalaria mayor de estos pa-
hospitalarias registradas5. cientes y el coste medio mayor (16.200
dólares frente a los pacientes sin compli-
Los costes indirectos, como en todas las caciones con estancia media de cinco
patologías incapacitantes, tienen una im- días y costes de 10.280 dólares).
portancia muy relevante aunque muy po-
cas veces son tenidos en cuenta a la hora En Europa, en los Países Comunitarios,
de valorar las repercusiones de las pato- existe la misma preocupación. Los costes
logías. Tras una fractura de cadera gran directos asistenciales superaban los 4.800
parte de los pacientes quedarán grave- millones de euros con un incremento del
mente incapacitados perdiendo la auto- 33% sobre los costes de los años anterio-
nomía que poseían previamente a la frac- res en todos los países de la Comunidad
tura y requiriendo la presencia de un excepto para Grecia, Dinamarca y Holan-
cuidador que les ayude con las tareas co- da en lo que respecta a los análisis de los
tidianas. Las pérdidas de productividad costes conocidos entre los años 1966 al
de los familiares de un paciente con frac- año 2000, según datos de la Comisión Eu-
tura de cadera es, frecuentemente, un ropea. Asimismo, esta Comisión alerta de
coste que no es tenido en cuenta pero que la necesidad de aumentar el número de
supone un importante impacto para las camas precisas sólo para la atención de
economías de los familiares de un pacien- las fracturas de cadera y columna en la
te con fractura de cadera. Unión Europea, de 25 por 1.000 habitantes
necesarias en el año 2000 a 56 por 1.000
Es muy importante la llamada de atención habitantes que se precisarán en el 2040, lo
del trabajo de Khasraghi49 sobre el im- que incrementará los costes de forma muy
pacto económico de las “complicaciones considerable. Estas cifras van aumentando
médicas” en los pacientes geriátricos con de forma alarmante. De hecho, actualmen-
fractura de cadera, más aún si tenemos en te cada año se producen en Europa más
cuenta que cada vez recibiremos más pa- de 400.000 fracturas de cadera por esta
cientes, de mayor edad y con mayor nú- causa, y se calcula que en el año 2020 se
mero de comorbilidades que precisarán producirán hasta 650.000, debido al pro-
de más cuidados. gresivo envejecimiento de la población.
En este trabajo de revisión realizado en el En España, la preocupación por los costes
John Hopkins de Baltimore de pacientes económicos de este proceso es igual que
con fracturas de cadera entre 1995-2000, en el resto de los países de la Comunidad.
se señala que el 43% de los pacientes de-
sarrollan al menos una complicación El análisis de los costes es complejo y va-
postoperatoria relevante, siendo las más ría según las Comunidades Autónomas y
frecuentes el desequilibrio electrolítico la disponibilidad de unidades de apoyo
(11%), las infecciones del tracto urinario geriátrico-rehabilitador de corta estancia
(10%), las complicaciones respiratorias que disminuyen las estancias en las Uni-
(10%) y los trastornos cognitivos con de- dades de Cirugía Ortopédica, de mayor
lirio (9%). Además, se observa la estancia coste por proceso y día de estancia.

33
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Los costes presentan variaciones entre los cuenta los costes de las diversas fracturas
3.500 euros a los 5.000 dependiendo del osteoporóticas en Bélgica, Francia, Reino
grado de complejidad y del tipo de sínte- Unido, Italia, España y Polonia. Como
sis o prótesis utilizada, existiendo una di- ejemplo, el coste de las fracturas de cade-
ferencia significativa en los casos de utili- ra, que son las más invalidantes y las que
zación de prótesis bipolares en las presentan el mayor impacto socioeconó-
fracturas subcapitales sobre la utilización mico, varía de los 1.256 euros en Polonia a
de prótesis monobloque. Esta circunstan- los 9.996 euros en Francia. En España el
cia ha sido analizada por Sorbie50, seña- coste de cada fractura de cadera alcanza
lando un coste superior del 50% en la uti- los 9.936 euros, lo que nos sitúa como el
lización de bipolares. segundo país con mayores gastos deriva-
dos de este tipo de lesión. Actualizado a
Se debe señalar que el gasto en implantes
2009 y teniendo en cuenta que los pacien-
y materiales en la Comunidad Económica
tes que sobreviven necesitan ayuda social
Europea alcanza los 1.500 millones de eu-
y rehabilitación física, el coste que conlle-
ros con un incremento anual del 10-15%.
va de forma estimativa estaría entre 7.000
En España el gasto por habitante del pre-
y 11.000 euros por paciente. Los costes re-
supuesto de Sanidad, 8,8 del PIB, corres-
flejan un comportamiento muy variable
ponde a un poco más de 900 euros, de los
entre ellos dependiendo del grupo de pa-
cuales el 13,8% se consume en materiales.
cientes que se considere, los dados de
Utilizando valores de costes medios de tra-
alta a domicilio, los que mueren en el pri-
tamiento y gastos directos, se calcula el
mer año o los sometidos a cuidados de
coste anual de la atención hospitalaria de
larga duración. En el análisis detallado de
la fractura de cadera (desde el transporte
las fracturas se observa que el coste de
al hospital hasta la primera revisión) en
los cuidados agudos supone la mayor
nuestro país. El coste por paciente oscila
partida, así el mayor coste lo representan
entre 4.000 y 5.000 euros (precios del año
las estancias hospitalarias, con un 50%
2005), lo que representa que los costes
del coste total, y especialmente, el corres-
anuales se sitúan alrededor de 300 millo-
pondiente al cuidado social y de larga du-
nes de euros. Además, se ha de considerar
ración, en el caso de la fractura de cade-
que hay otros costes indirectos (estancias
ra. Teniendo en cuenta que al menos se
en residencias, cuidadores...) que aumen-
produce un incremento que supondrá un
tan considerablemente estas cifras.
20% de los gastos indirectos sufragados
En la reunión del V Congreso Europeo so- por la Sanidad Pública (transportes, ayu-
bre Aspectos Clínicos y Económicos de la das, rehabilitación, etc.), lo que supondrá
Osteoporosis y Osteoartritis5 el doctor unos 40 millones de euros adicionales. To-
Stephane Bouée, de CEMKA (Bourg La dos estos datos están referidos a la finan-
Reine, Francia), resaltó que los costes de ciación de los costes por el tratamiento de
dichas fracturas no están bien definidos, las fracturas de cadera, que es de la que
lo que conlleva, en muchas ocasiones, que conocemos más datos, pero otros proce-
se subestimen los gastos derivados de la sos clínicos que suponen una incidencia
osteoporosis. En el estudio se tuvieron en nada desdeñable y de gran importancia

34
C A P Í T U L O 2

económica deben ser estudiados. Por ese El gran coste social y sanitario que supo-
motivo, se están iniciando estudios epide- ne la enfermedad en España se podría re-
miológicos de otras fracturas osteoporóti- ducir a largo plazo si se consigue un diag-
cas como los que existen en las fracturas nóstico precoz. Aunque tampoco es
de cadera, como en la extremidad proxi- pequeño el coste de los estudios diagnós-
mal del húmero, columna vertebral y ex- ticos para seleccionar la población de
tremidad distal del radio. riesgo, así como los tratamientos ensaya-
dos dado la magnitud de la población
Respecto al coste que producen las frac-
susceptible de tratar; por lo que es im-
turas vertebrales, en EE.UU. suponen
prescindible ajustar los parámetros de
unos costes directos anuales de 700 millo-
coste-eficacia y coste-beneficio, para
nes de dólares en 1995, años anteriores al
adoptar políticas adecuadas basadas en
“boom” de las fijaciones instrumentales y
la evidencia.
reconstrucciones por vertebroplastia o ci-
foplastia. Hace seis años, en España se es- Una campaña de prevención de segundas
timaba el coste de las fracturas osteopo- fracturas osteoporóticas, por otra parte to-
róticas en 18 millones de euros y en la talmente justificada y de prevención pri-
actualidad podemos estimarlo en más de maria en las poblaciones de riesgo, al
25 millones. igual que la utilización de consejos dieté-
ticos, ejercicio, etc., como ocurre en cam-
Respecto al coste que supone la fractura
pañas cardiosaludables con la utilización
de la extremidad proximal del húmero,
de fármacos hipolipemiantes, ha supuesto
y teniendo en cuenta los ingresados que
otra factura por el consumo de fármacos
suponen e1 20% de las fracturas, ronda
para la prevención y tratamiento de la os-
entre 2.000 y 2.800 euros dependiendo
teoporosis.
del proceso quirúrgico efectuado.
En este sentido, el tratamiento global de
Podemos estimar que unas 8.000-9.000
la osteoporosis en este país supone un
fracturas son ingresadas y operadas con
coste de más de 601,01 millones de euros
diferente complejidad en España, con
al año, según la AEEM (Asociación Estu-
unos costes promedio de más de 35 millo-
dio Enfermedad Menopáusica). Si bien
nes de euros sólo para las fracturas ingre-
hay una variabilidad en los costes de los
sadas y otros costes de tratamiento ambu-
diferentes fármacos51 (Tabla 3) el gasto
latorio para las no ingresadas, de otros l0
farmacéutico se ha visto incrementado
millones de euros.
por el aumento en el número de prescrip-
El coste de las fracturas de la extremidad ciones. Según datos del Ministerio de Sa-
distal de radio permanece estable pues nidad y Consumo, durante el periodo
prácticamente la mayoría de estas fractu- 1966-2000, el consumo de fármacos para
ras en los ancianos se tratan ortopédica- el tratamiento de la osteoporosis se multi-
mente y de forma ambulatoria. Pero se plicó por 16, pasando de 0,14 dosis por
debe significar su alta incidencia 100.000 habitantes/día a 4,91 dosis por
661/100.000, con costes asistenciales 100.000 habitantes/día, lo que supone, se-
nada desdeñables. gún los datos aportados por Fármaco-

35
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Economía (Osteoporosis y evaluación sidencias, siendo este grupo de pacientes


económica, diciembre del 2005), un coste de muy difícil manejo.
total de 156,26 millones de euros para el El alta hospitalaria hacia residencias pú-
año 200044. blicas está condicionada por el número
En la actualidad, los hospitales en la me- limitado de plazas y la cronicidad de la
dicina pública no tienen de forma genera- estancia de los ancianos, lo que hace
lizada la capacidad derivativa del 100% muy difícil la movilidad y la rotación de
las camas.
de los pacientes ancianos fracturados, a
centros de rehabilitación. Sus costes se realizan desde la beneficen-
cia total o de la participación de acuerdo
Cierto número de pacientes, con capaci- al nivel de pensión.
dad de recuperación, son derivados a
centros de rehabilitación con estancias de Las residencias privadas tienen un coste
corta o media duración, no superior a las muy elevado, de difícil respuesta para el
seis semanas, para evitar el colapso de las anciano fracturado o sus familias.
camas y hacerlos operativos. Los pacien- La reinserción en el propio domicilio o en
tes no recuperables deben ser evacuados el familiar está condicionada por una se-
del hospital, bien a sus domicilios o a re- rie de factores. En el propio domicilio hay

Fármaco Posología Régimen C. Día C. Año

Raloxifeno Diaria 60 mg 1,23 448,95

Etidronato Diaria -2 sem- 400 mg 0,3 27,42

Diaria 10 mg 0,88 324,12

Semanal 70 mg 0,88 324,12


Alendronato
70 mg +
Semanal 1,02 372,3
5.600 UI vit D

Diaria 5 mg 1,38 503,7


Risedronato
Semanal 35 mg 1,39 507,4

Ibandronato Mensual 150 mg 1,16 423,4

Zoledronato Anual 5 mg 0,97 355,48

Ranelato de estroncio Diaria 2g 1,76 642,4

Teriparatida Diaria 20 mcg 14,04 5.124,6

Hormona paratiroidea humana recombinante Diaria 100 mcg 14,25 5.201,3

Tabla 3. Coste tratamiento de los medicamentos comercializados en España para la osteoporosis en mujeres
menopáusicas, a partir de los datos de la Subdirección de Prestaciones del Servicio Andaluz de Salud, obte-
nido de las fichas de evaluación de fármacos del CADIME y de la Subdirección de Prestaciones del Servicio
Andaluz de Salud, 2007-2008.

36
C A P Í T U L O 2

que tener en cuenta que e1 25% de ellos donde las viviendas son de superficie re-
viven solos; viudos, solteros, o con compa- ducida, por su alto precio, y donde es difí-
ñía inoperante, dada la edad extrema del cil reservar un espacio al anciano disca-
otro cónyuge, por lo que precisan de ayu- pacitado. Por el contrario, el paciente que
da externa. vive en las áreas rurales tiene una reinser-
ción más fácil y el problema es que un
En el domicilio familiar también existen
40% de los ancianos fracturados no alcan-
problemas de difícil solución. En la actua-
zan la capacidad suficiente para realizar
lidad, la fórmula familiar tradicional ha
las actividades de la vida diaria, y la con-
sufrido cambios sustanciales conforme ha
ido cambiando la sociedad. La participa- secuencia es que muchos de ellos tienen
ción en la producción de rentas para ase- problemas vitales que precisan de ayuda;
gurar una mejor calidad de vida, ha lanza- y por otro lado, les falta la disponibilidad
do a la mujer al mercado del trabajo de recursos, medios y tiempo de las fami-
abandonando el secular papel de ama de lias para prestar esa ayuda necesaria.
casa. Los hijos durante la jornada de tra- Es necesaria una doble participación, por
bajo quedan bajo la tutela de guarderías un lado la creación de equipos multidisci-
y los familiares colaboran en las tareas plinares de tratamiento, donde los ciruja-
domésticas hasta el momento de la fractu- nos ortopédicos, geriatras, rehabilitado-
ra. A partir de ese momento, y al alta hos- res, enfermeras y asistentas sociales,
pitalaria, surge el problema. trabajen en equipo para conseguir una
La solución para un determinado número reducción drástica de la mortalidad hos-
de familias es la contratación de un cuida- pitalaria, reducir el número de comorbili-
dor, cuyos costes superan los 750 euros dades y una mayor respuesta vital de los
mensuales, más 131 euros de cotización a pacientes al alta colocando a los pacien-
la Seguridad Social, situación inalcanza- tes en una mejor situación para enfrentar-
ble para muchos ancianos cuyas posibili- se a sus necesidades de supervivencia. Y
dades de renta no son suficientes, necesi- por otro lado la mayor implicación de las
tando la ayuda económica familiar. Esta familias, los agentes sociales y la política
situación se agrava en el área urbana, sanitaria.

37
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39
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

CAPÍTULO 3
Osteoporosis.
Factores de riesgo.
Índices de fractura.
Densitometría ósea
Dra.Yolanda González Rubio
Médico Adjunto.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Fundación Jiménez Díaz-Capio. Madrid

Dr. Emilio Calvo Crespo


Jefe Asociado.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Fundación Jiménez Díaz-Capio. Madrid

1. FACTORES DE RIESGO La clasificación más práctica de los facto-


La osteoporosis es una enfermedad de res de riesgo los divide en no modifica-
origen multifactorial. Distintos estudios bles y modificables (Tabla 1).
epidemiológicos han identificado un con-
junto de factores de riesgo para padecer 1.1. Factores de riesgo no
dicha enfermedad, pero en primer lugar modificables
debemos distinguir entre factores de Factores de riesgo de tipo genético, ya
riesgo para osteoporosis y factores de que cerca de un 46-62% de la masa ósea
riesgo para fractura por fragilidad. Estos es atribuible a factores genéticos, dichos
últimos parecen los más adecuados a te- factores que predicen la baja densidad
ner en cuenta para planificar posibles ac- ósea son: el sexo femenino, la edad avan-
ciones preventivas y/o terapéuticas. La zada y la raza blanca (la incidencia de os-
American National Osteoporosis Funda- teoporosis es menor en las personas de
tion (ANOF)1 considera un grupo de cinco raza negra africana y de nacionalidad ja-
factores de riesgo especialmente útiles a ponesa). Parte de los genes que regulan
la hora de aplicarlos en la clínica: la den- la osteoporosis son los que intervienen en
sitometría ósea (DMO), la historia perso- la regulación del receptor de vitamina D,
nal de fracturas, la historia familiar de los colágenos I y II, el factor de crecimien-
fracturas, la delgadez y el hábito tabáqui- to B1 y los receptores estrogénicos2.
co activo. De todos ellos es la historia per-
sonal de fracturas el más objetivable y el La edad es un factor de riesgo indepen-
de mayor importancia clínica. diente para desarrollar osteoporosis,

40
C A P Í T U L O 3

No modificables Modificables

Edad Delgadez (IMC <10 kg/m2)

Sexo (mujer) Actividad física escasa: sedentarismo

Genética Escasa ingestión de calcio

Menopausia Dieta hiperprotéica

Hipogonadismo Tabaco

Enfermedades: Abuso de alcohol y café

Endocrinológicas: Síndrome de Cushing,


Tratamientos médicos con:
hiperparatiroidismo primario, hipertiroidismo

Reumatológicas: artritis reumatoide Corticoides

Nutricionales: malnutrición, anorexia nerviosa Inmunosupresores

Digestivas: celiaquía, hepatopatías severas Anticoagulantes

Neoplásicas: mieloma múltiple Heparina

Tabla 1. Factores de riesgo para osteoporosis.

pero en el caso del sexo femenino está más riesgo de padecer otra fractura de
muy relacionado con la menopausia. En el estas localizaciones en menos de un año4.
caso del sexo masculino es más específi-
ca la edad como factor de riesgo inde- Los antecedentes de fractura por fragi-
pendiente, de tal manera que en los ma- lidad en familiares de primer grado
yores de 70 años tiende a equilibrarse la también suponen un riesgo aumentado
proporción mujeres/hombres de manera de osteoporosis, de tal manera que algu-
que en menores de 75 años padecen la nas guías recomiendan incluir entre las
enfermedad seis mujeres por cada hom- preguntas (a realizar en la anamnesis del
bre, y a partir de los 75 años sólo dos mu- paciente) no sólo sobre la historia familiar
jeres por cada hombre3. de osteoporosis sino también sobre la ci-
fosis y la historia de fracturas en mayores
Aunque la densidad ósea es el mejor pre- de 50 años2-6.
dictor individual de osteoporosis, distin-
tos estudios han demostrado que uno de Existen también factores de riesgo hor-
los mayores factores de riesgo para pade- monales como es el déficit estrogénico
cer una fractura osteoporótica es haber por menarquia tardía (posterior a los 15
padecido otra fractura por fragilidad. Los años) o menopausia precoz (anterior a los
adultos con historia previa de fractura 45 años) que constituye un factor de ries-
por fragilidad tienen un riesgo aumenta- go importante para la mujer. En el mundo
do al 50-100% de presentar otro tipo de occidental la edad media de la menopau-
fractura. Un varón con fractura de cadera sia es aproximadamente los 49 años y la
o vertebral tiene de cinco a seis veces esperanza media de vida supera los 80

41
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

años de manera que casi la mitad de la parte a la menor carga mecánica sobre el
vida de la mujer transcurre en etapa de hueso, que produce un menor efecto oste-
menopausia. La deprivación estrogénica oblástico, y por otra debido a que la caren-
supone una falta de freno a los osteoclas- cia de panículo adiposo implica menor
tos lo que ocasiona una pérdida acelerada depósito estrogénico y por tanto menor
y desproporcionada de hueso trabecular inhibición de la actividad osteoclástica1-5.
(por un alto remodelado óseo)7. Este he-
La inactividad física y el hábito sedenta-
cho junto al de que la mujer tiene su máxi-
rio aceleran la pérdida de masa ósea al
mo pico de masa ósea a los 25 años (lo
anular los estímulos que influyen en el
que supone que sea más precoz y además
crecimiento y en la remodelación ósea.
de menor cuantía que el del varón) justifi-
Una persona inmovilizada puede perder
ca que sea más frecuente la osteoporosis
hasta un 40% de su masa ósea en un año4.
en la mujer. El riesgo de padecer la enfer-
La actividad física en los ancianos ralenti-
medad es mayor cuanto más precoz es la
za aunque de forma discreta la pérdida de
menopausia y cuanto más brusca es la de-
masa ósea relacionada con la edad. Los
privación (menopausia quirúrgica)8.
ejercicios de resistencia y de gran impac-
Otro factor de riesgo que consideran algu- to son los más beneficiosos, también acti-
nos autores es el síndrome de fragilidad vidades aeróbicas de soporte de pesos
del anciano, éste síndrome es propio de al- ya que favorecen los mecanismos de car-
gunos ancianos e implica una disminución ga que sostienen la masa ósea.
de la capacidad para realizar acciones de
Con respecto a la ingesta de calcio ésta
la vida diaria, siendo su combinación más
es necesaria en la dieta para un metabo-
frecuente la inactividad junto con la pérdi-
lismo óseo normal. El calcio no se absorbe
da de peso9. También se ha asociado el
con facilidad en el intestino (en adultos no
deterioro multiorgánico en el declinar de
llega al 30% de lo ingerido). Además exis-
la actividad física que acarrea deterioro
ten sustancias en los vegetales (filatos,
musculoesquelético, cardiovascular, meta-
oxalatos) que inhiben la absorción de cal-
bólico e inmune. La fragilidad del anciano
cio a nivel intestinal, aunque por el contra-
se ha asociado con el aumento de interleu-
rio existen isoflavonoides en las legumi-
kina 6, proteína C reactiva, factor VIII y
nosas que mejoran la fijación de calcio al
dímero D, así como la disminución de he-
hueso. Con todos estos datos y una dieta
moglobina y hematocrito, estando la infla-
no restrictiva se precisarían unos 1.100
mación y la malnutrición directamente re-
mg/día para absorber 200 mg, aunque al-
lacionadas con la osteoporosis.
gunos estudios aumentan dicha cantidad
especialmente en mayores de 65 años a
1.2. Factores de riesgo 1.700 mg/día. El control de la absorción
modificables del calcio depende de la vitamina D, una
Las mujeres con bajo índice de masa menor exposición solar condiciona una
corporal (IMC) inferior a 19 kg/m2 o un menor capacidad de la piel para sintetizar
peso inferior a 58 kg tienen una menor provitamina D y una alteración de la hidro-
densidad mineral ósea, debido por una xilación en el hígado y el riñón, lo que

42
C A P Í T U L O 3

ocasionaría un aumento de la reabsorción siendo las causas más frecuentes el trata-


ósea (en los ancianos se aconseja suple- miento con corticosteroides, el hipogona-
mentar con 400-800 UI de vitamina D dia- dismo y el consumo excesivo de alcohol.
rias)6. Las dietas ricas en fosfatos (por su En la actualidad el tratamiento con depri-
interferencia en la absorción intestinal de vación androgénica en los casos de carci-
calcio y por el aumento de paratohormo- noma de próstata está elevando la preva-
na) aumentan el riesgo de osteoporosis. El lencia de osteoporosis en el varón de
alto consumo de sodio se acompaña de un edad avanzada. Entre las causas más fre-
aumento de la excreción renal de calcio. cuentes de osteoporosis secundaria en las
El consumo elevado de proteínas aumen- mujeres se encuentran el hipertiroidismo,
ta la excreción urinaria de calcio favore- la hipoestrogenemia y el tratamiento con
ciendo la aparición de osteoporosis. corticosteroides y anticonvulsivantes7.

Las personas con hábito tabáquico activo, Respecto a los distintos tratamientos que
fumadores de más de 20 cigarrillos/día pueden producir osteoporosis secundaria
tienen menor densidad ósea y mayor velo- el principal son los corticoesteroides1-7.
cidad de pérdida de masa ósea3. El tabaco Éstos pueden producir un riesgo entre un
aumenta la transformación hepática del 30-50% mayor de fractura por fragilidad
estradiol en sustancias no activas y dismi- al reducir en un 30% el reemplazo de
nuye la formación de estriol y estrona. hueso durante el remodelado, siendo la
causa de osteoporosis secundaria debida
El consumo de cafeína aumenta la elimi-
a fármacos más frecuente. El efecto de los
nación urinaria de calcio y su uso abusivo
corticoides es dosis dependiente por en-
favorece la osteoporosis3.
cima de 7,5 mg/día de prednisona, su-
El consumo crónico de alcohol tiene friendo una pérdida mayor durante los
efecto depresor sobre la proliferación de primeros seis meses de tratamiento y pro-
los osteoblastos e interfiere en la ab- duciendo principalmente afectación del
sorción intestinal de calcio, además de hueso trabecular.
asociarse a un proceso global de malnu-
Los anticonvulsivantes disminuyen los ni-
trición. Por el contrario un consumo mo-
veles de vitamina D, inactivan los esteroi-
derado de alcohol (200 ml semanales en
des, disminuyen la absorción intestinal de
mujeres y 400 ml semanales en hombres)
calcio e inactivan las células óseas favore-
se asocia con mayor osificación y reduc-
ciendo la aparición de osteoporosis.
ción del riesgo de fracturas de cuello de
fémur3. Otros fármacos que pueden producir os-
teoporosis son los anticoagulantes (hepa-
Existen gran cantidad de tratamientos y
rina, warfarina), tiroxina, metotrexate, ci-
enfermedades nutricionales, endocrino-
closporina…
metabólicas, tóxicas o genéticas que
producen osteoporosis y por tanto au- Como se indicaba anteriormente existen
mentan el riesgo de fractura por fragili- muchas enfermedades que pueden afec-
dad. La osteoporosis en el varón es secun- tar a la densidad mineral ósea producien-
daria (entre un 30-60% de los casos), do osteoporosis. Una de dichas enferme-

43
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

dades es el hipertiroidismo, en el que el menta de 2 a 2,5 veces por cada desvia-


ciclo de remodelado óseo está disminuido ción estándar que disminuye la DMO10. El
de unos 200 días a 85 por sobreestímulo diagnóstico y el tratamiento han de ir en-
de los osteoblastos y reacción desmedida caminados a la valoración del riesgo de
de los osteoclastos3. En el hiperparatiroi- fractura y no sólo a la medida aislada de
dismo también se produce un aumento de la DMO. El cribado por DMO no es facti-
reabsorción ósea. Los pacientes que han ble por la desfavorable relación coste-be-
sufrido un transplante tienen aumentado neficio. Sería importante valorar las cifras
su riesgo de osteoporosis tanto por el fra- de T-score obtenidas en la DMO, los mar-
caso orgánico anterior al transplante cadores de remodelado óseo, siempre
como por el tratamiento inmunosupresor que sea posible, los factores de riesgo in-
posterior a éste. Los cuadros intestinales dividuales de fractura y el riesgo indivi-
que ocasionan malabsorción intestinal dual que depende de la edad y la espe-
como la enfermedad inflamatoria intesti- ranza de vida11.
nal, celiaquía, gastrectomía e ileoctomía
Actualmente el factor aislado que mejor
son también causa de osteoporosis.
predice el desarrollo de fractura es la de-
terminación de DMO, pero otros factores
2. ESCALAS DE RIESGO como la edad o antecedentes personales
Dado que la osteoporosis es una enferme- y/o familiares de fractura pueden ser más
dad casi tan prevalente como la enferme- importantes que la medida de la masa
dad pulmonar obstructiva crónica o la ósea para predecir el riesgo de fractura.
diabetes mellitus y que tiene un impor- La ANOF1 ha seleccionado cinco factores
tante efecto sobre la calidad de vida por de riesgo para la fractura de cadera en
su elevada morbimortalidad (tan elevada mujeres postmenopaúsicas caucásicas: el
como la cardiopatía isquémica o la enfer- valor bajo de T-score en la DMO, la historia
medad cerebrovascular)6, se hace nece- personal de fractura a partir de 40 años, la
sario desarrollar instrumentos que nos historia de fractura de cadera o vertebral o
permitan identificar a la población de antebrazo en familiar de primer grado,
riesgo, puesto que existen técnicas diag- delgadez y consumo activo de tabaco.
nósticas, preventivas y terapéuticas extre-
madamente eficaces.
2.1. Escalas de riesgo
La relación entre valores de densitometría de osteoporosis
mineral ósea (DMO) y fractura no es dico- Existen escalas que valoran el riesgo de
tómica (presencia de fractura por debajo osteopenia-osteoporosis con una sensibili-
de un valor ó ausencia por encima de él) dad alta o media pero con una baja espe-
sino que es continua, de manera que a cificidad. Dentro de las escalas para la pre-
menor masa ósea mayor riesgo de fractu- dicción de baja DMO se encuentran la
ra, pero sin que pueda asegurarse que escala ORAI (Osteoporosis Risk Assess-
una persona con masa ósea alta no vaya a ment Instrument), la escala SCORE (Simple
fracturarse o que una con masa ósea baja Calculated Osteoporosis Risk Estimation),
haya de hacerlo. El riesgo de fractura au- la escala de la ANOF, la escala OSIRIS y el

44
C A P Í T U L O 3

proyecto ORACLE la escala OST-T (Osteo- nal sustitutiva y las fracturas previas de
porosis Self-Assessment Tool) (Tabla 2). bajo impacto, clasifica a los pacientes
en bajo riesgo (no precisan más evalua-
La escala ORAI utiliza 3 ítems (edad, pe-
ción actualmente), riesgo medio (preci-
so y uso de terapia hormonal sustitutiva)
san evaluación inmediatamente) o ries-
para valorar el riesgo de presencia de
go elevado (precisan tratamiento de
osteoporosis (lo que indicaría la realiza-
forma inmediata).
ción de una DMO para confirmar el diag-
nóstico) con una sensibilidad del 90% y El proyecto ORACLE combina los valo-
una especificidad del 45,1% y un valor res de la ultrasonografía apendicular
predictivo positivo (VPP) del 32,5%. con factores de riesgo clínicos.
La escala SCORE utiliza 6 ítems (raza, La escala OST-T herramienta orientada
presencia de artritis reumatoide, ante- inicialmente a la identificación de muje-
cedente de fracturas osteoporóticas, res asiáticas postmenopáusicas con un
edad, terapia hormonal sustitutiva y mayor riesgo de osteoporosis densito-
peso) con una sensibilidad del 90% y métrica ha sido validada tanto para mu-
una especificidad del 32% (VPP de jeres de otras razas (caucásica y negra)
64%), aunque es menos específico en la como para hombres. Se calcula a partir
población de mayor edad. del peso y la edad mediante la fórmula:
La escala de la NOF valora la edad ≥ 65 OST = [(peso corporal en kg) – (edad
años, IMC < 22 kg/m2, historia personal o en años)] x 0,2
familiar de fracturas osteoporóticas y ta-
Se trata de una herramienta con un alto
baquismo, presentando una sensibilidad
grado de sensibilidad. Brant12 compara
del 92% y una especificidad del 21%.
la fiabilidad diagnóstica del OST con la
La escala OSIRIS que valora la edad, el de otros cuestionarios que incluyen un
peso corporal, el uso de terapia hormo- mayor número de factores de riesgo

Escalas Punto de corte Factores de puntuación

Un punto por edad >65, IMC <22, historia personal, historia


ANOF ≥1
familiar, tabaquismo

+5 para no afroamericanos, +4 si artritis reumatoide, +4 por cada


SCORE ≥6 fractura (máximo de 12 puntos), +1er dígito de la edad *3, +1 si no
THS, - peso en libras/10 redondeado a número entero

ORAI ≥9 Edad ≥ 75 años: +15, 65-75: +9, 55-65: +5 peso <60 kg +9 no THS +2

ORACLE 0,27 QUS falange, edad, IMC, uso de THS, fractura a partir de 45 años

Edad en años -2 (quitar último dígito), peso en kg +2 (quitar último


OSIRIS ≥1
dígito), uso de THS +2, fractura de baja energía +2

OST-T Riesgo alto < -2 [peso (en kg)-Edad (en años)] x 0,2

Tabla 2. Escalas para la detección del riesgo de baja DMO.

45
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

(SCORE, ORAI, ABONE, SOFSURF, NOF, años y +3 puntos si > 80 años), la pérdida
Bajo peso corporal, Amsterdam Rheu- de altura (+1 punto si está entre 2-4 cm,
matologist Score y la modificación de +2 puntos si es superior a 4 cm) y el ha-
éste último) y, con un punto de corte de ber sido diagnosticada de osteoporosis
2, el OST presenta la mayor área bajo la (+1 punto). Al combinar estos ítems es-
curva ROC (AUC) mostrando así la ma- tando el punto de corte en 4 puntos se
yor exactitud global de los diferentes identifica al 60-65% de las mujeres con
cuestionarios estudiados, resultados fractura vertebral (con una especificidad
que coinciden con la de otros autores lo del 68-70%)15.
que le hace aseverar a Chan13 que el
El reanálisis de los datos del estudio SOF
OST tiene un elevado poder de predic-
ha dado lugar al índice FRACTURE, vali-
ción de mujeres postmenopáusicas con
dado tanto en caso de que se conozca la
riesgo de osteoporosis.
DMO como en el caso contrario. Sus varia-
En nuestro medio distintos grupos han bles son DMO expresado en T-score (+1
identificado como factores de riesgo para punto para valores entre -1 y -2, +2 puntos
tener una baja DMO (T-score < -1) a la entre -2 y -2,5, +3 puntos si es inferior a
edad mayor de 51 años, peso corporal in- -2,5), la existencia de fractura a partir de
ferior a 70 kg, años de vida fértil mayor de los 50 años (+1 punto), la existencia de
32 años y paridad superior a dos hijos. antecedente de fractura cadera materna
Presentando una sensibilidad del 62,7% y con más de 50 años (+1 punto), el peso in-
una especificidad del 70% (VPP 79,9% y ferior o igual a 57 kg (+1 punto), tabaquis-
valor predicativo negativo 56,3%), lo que mo (+1 punto), la necesidad de emplear
permitiría evitar un 35% de las DMO3. los brazos para levantarse de una silla (+1
Esto hace necesario utilizar otros instru- punto) y la edad (+1 punto entre 65 y 69
mentos que sean capaces de predecir de años, +2 puntos entre 70 y 74 años, +3
forma más específica la aparición de frac- puntos entre 75 y 79 años, +4 puntos entre
turas por fragilidad, para lo que se ha he- 80 y 84 años y +5 puntos en caso de ser
cho imprescindible el desarrollo de los superior o igual a 85 años). En esta escala
índices de riesgo de fractura14. el punto de corte está en ≥ 6 puntos y si
no se conocen los valores de DMO el pun-
to de corte es ≥ 4 puntos. El índice FRAC-
2.2. Escalas de riesgo de
fractura TURE ha sido ratificado en la población
del estudio EPIDOS identificando a la po-
El primer modelo de predicción de frac-
blación europea de mayor riesgo de frac-
tura se generó a partir de los datos del es-
tura de cadera, vertebral y no verte-
tudio FIT (Fracture Intervention Trial) y su
bral16,17.
aplicación permite predecir la aparición
de fractura vertebral no diagnosticada. En esta línea la Organización Mundial de
Los ítems que maneja son: antecedentes la Salud (OMS) encargó a Kanis la realiza-
de fractura vertebral (+6 puntos), fractura ción de una herramienta que permitiera
no vertebral (+1 punto), edad (+1 punto predecir el riesgo de fractura osteoporó-
entre 66-69 años, +2 puntos entre 70-79 tica en una amplia población. El nombre

46
C A P Í T U L O 3

de dicha herramienta es FRAX®, y es un diagnosticarse en base a datos clínicos.


modelo estadístico que es capaz de pre- Antes de que aparezca una fractura la
decir el riesgo de fractura en los próxi- complicación estriba en identificar la al-
mos 10 años, tras la introducción de una teración ósea que la caracteriza. Los valo-
serie de ítems. Actualmente es la herra- res de densidad mineral ósea siguen una
mienta más validada y admitida a nivel in- distribución continua, que dibuja una
ternacional. Los ítems que tiene en cuen- campana de Gauss, donde la media de los
ta son la edad (el modelo acepta edades valores densitométricos de las personas
entre 40 y 90 años), sexo (hombre o mu- que presentan fractura sólo es 0,5-1 des-
jer), peso y estatura (en kg y cm respecti- viaciones estándar (DE) inferior a la me-
vamente), fractura previa (hace referencia dia de las que no la presentan, de manera
a una fractura ocurrida en la vida adulta), que hay gran solapamiento de valores, lo
padres con fractura de cadera, fumador que justifica la distribución unimodal. No
diario, tratamiento con glucocorticoides existe una cifra concreta que separe de
orales (bien en el momento actual o ante- forma natural las dos poblaciones (fractu-
riormente un tratamiento de más de tres rados o no). La Organización Mundial de
meses con 5 mg de prednisona o equiva- la Salud (OMS) decidió acordar un valor
lente), osteoporosis secundaria (incluye de DMO respecto al cual se consideran
diabetes mellitus II, osteogénesis imper- enfermas las personas cuya cifra se en-
fecta en adultos, hipertiroidismo crónico cuentra por debajo y no enfermas si se
no tratado, hipogonadismo, menopausia encuentra por encima. Esto presenta el in-
precoz, inferior a 45 años, malnutrición conveniente de que al aumentar el riesgo
crónica o malabsorción y hepatopatía de fractura de forma proporcional al des-
crónica), consumo de alcohol (3 dosis o censo de DMO no podemos asegurar que
más por día) y finalmente DMO (se puede por debajo de un valor de corte el riesgo
introducir valor de T-score o Z-score, de- de fractura sea absoluto y por encima no
jando este campo en blanco para pacien- exista ningún riesgo.
tes sin DMO)15.
A la hora de medir la masa ósea existen
Cada población tiene un perfil de riesgo distintas opciones con distinto grado de
diferente, por lo que tanto los estudios de agresividad y precisión. Existen técnicas
variables predictivas de baja densidad invasivas como puede ser la biopsia ósea,
ósea como los de predicción de fracturas que es muy precisa en la localización en
osteoporóticas, deben realizarse o al me-
la que se realiza pero presenta el proble-
nos validarse en la población en la que se
ma de su gran agresividad. Dentro de las
vayan a aplicar.
técnicas no invasivas encontramos técni-
cas que utilizan radiaciones ionizantes y
3. DENSITOMETRÍA MINERAL no ionizantes, dentro de las no ionizantes
ÓSEA se encuentran la ultrasonografía cuantita-
La osteoporosis, antes del desarrollo de la tiva y resonancia magnética nuclear, y
fractura por fragilidad, es una enferme- dentro de las ionizantes se encuentran las
dad asintomática, por lo que no puede que utilizan rayos gamma, como la absor-

47
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

ciometría fotónica dual o simple (DPA o masa ósea normal para su edad; por este
DSA), y las que utilizan rayos X, como la motivo se estableció el segundo índice, T-
absorciometría radiológica dual (DXA), la score, que permite comparar el valor de
radiogrametría y la tomografía compute- masa ósea obtenida con el valor más alto
rizada cualitativa (TCC)1 (Tabla 3). obtenido a lo largo de la vida (pico de
masa ósea) expresado también en núme-
En general cuando se habla de densito- ro de DE por encima o por debajo.
metría mineral ósea nos estamos refirien-
do a la DXA que es la técnica que permi- Según los valores definidos por la OMS
te cuantificar la masa ósea con una gran para determinar la enfermedad, los pa-
precisión y exactitud siendo mínimamen- cientes presentan osteoporosis si sus va-
te lesiva. Existen dos valores en la DXA lores densitométricos están por debajo
que nos ayudan a hacer el diagnóstico, de -2,5 DE y osteopenia entre -1 y -2,5
son el Z-score que compara los valores DE, quedando la normalidad restringida
densitométricos obtenidos con los de re- a valores por encima de -1 DE. La OMS es-
tableció también el diagnóstico de osteo-
ferencia a su edad, sexo y lugar de medi-
porosis grave o establecida, mal llama-
ción determinando el número de DE que
da severa, para el caso en el que el
se aleja de la media tanto por encima (en
paciente presente ya al menos una fractu-
positivo) como por debajo (en negativo).
ra por fragilidad14.
Dado que lo que nos interesa es predecir
el riesgo de fractura y éste se incrementa Para el diagnóstico densitométrico de os-
de manera proporcional a la edad, una teoporosis debe determinarse la DMO
mujer de 70 años tiene más riesgo de lumbar de primera a cuarta vértebras (sal-
fractura que una de 40 años, ambas con la vo fractura y/o cambios degenerativos se-

Técnica Sitio de medida Ventajas Inconvenientes

Hueso periférico: Coste Falta de estandarización de las


CUS calcáneo, falange, No instalación fija, portátil medidas en los distintos
metatarso Tiempo de exploración <5min. aparatos

Cadera Lentitud
Diversos sitios de medida
DPA Columna Coste elevado
Baja radiación
Corporal total Cambios de fuente isotópica

Cadera Diversos sitios de medida Variabilidad in vivo


Columna Baja radiación Coste elevado
DXA
Antebrazo Rapidez Errores por calcificaciones
Corporal total Portátil (medición periférica) No portátil (medición axial)

Discrimina hueso cortical de


Cadera
trabecular Alta radiación
TCC Columna
Alta resolución Elevado coste
Corporal total
Determina densidad real

Tabla 3. Técnicas para la medición de la masa ósea.

48
C A P Í T U L O 3

veros) y femoral (cuello femoral y/o fémur sis no es la única enfermedad que afecta
total), utilizándose el valor más bajo para a la masa ósea, sino que la osteomalacia
realizar el diagnóstico. Respecto a la reali- también, por lo que el criterio densitomé-
zación de la DMO en una u otra localiza- trico sólo sería válido una vez descartada
ción depende del riesgo de fractura que dicha enfermedad22.
queramos prever; si queremos saber el
Estas limitaciones descritas son depen-
riesgo de fractura femoral estaría indicado
dientes de la técnica en sí, pero hay otros
hacer la DMO femoral, aunque ésta tam-
factores que dependen de la correcta
bién prevea el riesgo de fractura de otras
aplicación de dicha técnica, como son la
localizaciones. La localización lumbar se-
correcta colocación del paciente o la se-
ría la más adecuada en pacientes menores
lección adecuada de las áreas de interés.
de 65 años ya que es la fractura por fragi-
Por otra parte la precisión de la DXA, eva-
lidad más frecuente en ese grupo de edad,
luada como coeficiente de variación osci-
en pacientes mayores la mayor prevalen-
la entre el 1 y el 2% in vivo, por lo que es
cia de fractura de fémur y los trastornos ar-
imprescindible la realización de un pro-
trósicos hacen preferible la medición en
grama de control de calidad diario, para
extremidad proximal del fémur18,19. detectar alteraciones de la precisión3.
El diagnóstico por DMO presenta una se- Hay también gran número de limitacio-
rie de limitaciones. En primer lugar los nes dependientes del paciente como in-
criterios establecidos por la OMS se esta- terferencias producidas por alteraciones
blecieron en base a datos de mujeres anatómicas (artrosis, calcificaciones vas-
blancas postmenopáusicas, por lo tanto culares, clips quirúrgicos, alteraciones en
no serían aplicables a varones, mujeres la composición de los tejidos blandos y
premenopáusicas o mujeres de otras ra- cambios en el contenido graso de la mé-
zas20. En el caso del varón no existe en la dula ósea) que en ocasiones hacen plan-
actualidad acuerdo científico sobre si tearse la opción de realizar la DMO en
debe referir sus valores al pico de masa otra región anatómica o incluso realizar
ósea ya aceptada para las mujeres o refe- otra técnica23. En ocasiones los artefactos
rirse a su propio pico de masa ósea. Otra son temporales y con demorar la explora-
de las limitaciones que presenta la DMO ción es suficiente para evitar los proble-
es que no pueden utilizarse en los crite- mas diagnósticos (contraste barritado, pi-
rios diagnósticos de la OMS los valores rofosfato de tecnecio en hueso, etc.).
obtenidos en aparatos de densitometría Pueden existir también interferencias por
periféricos ni en ultrasonografía, ya que la composición de los tejidos blandos.
los valores de la OMS están obtenidos de Dado que los equipos de DXA obtienen
datos de densitometría axial. Además sus valores por diferenciación del hueso
los distintos equipos diagnósticos han con los tejidos blandos, el mejor resulta-
usado diferentes poblaciones de refe- do se obtiene entre un 10% y un 60% de
rencia, por lo que la media juvenil y la DE grasa corporal, si aumenta la grasa au-
de la misma persona varía de unos equi- mentan los valores obtenidos al aumentar
pos a otros21. Por otro lado, la osteoporo- el valor basal de referencia de tejidos

49
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

blandos adyacentes. También las calcifi- en tratamiento con fármacos asociados a


caciones en los tejidos blandos adyacen- baja masa ósea o pérdidas óseas, cual-
tes (nefrocalcinosis, calcificaciones mus- quier persona en la que se esté plantean-
culares, hematomas en evolución, etc.) do pautar tratamiento farmacológico para
que aumentan la densidad relativa del te- la osteoporosis, cualquier persona en tra-
jido blando y minusvaloran la del hueso. tamiento para la osteoporosis para moni-
Dentro de las distintas mediciones posi- torizar su efecto a largo plazo (entre 18-24
bles, a nivel de la columna lumbar se pro- meses)27,28. Respecto a la monitorización
duce un aumento de la masa ósea en sen- del tratamiento, es importante señalar
tido descendente con lo que en L4 que para considerar cambios entre dos
tendremos una densidad de masa ósea determinaciones de DMO éstos deben
mayor que en L1. Si a pesar de esto hay ser mayores que el mínimo cambio detec-
una gran variabilidad de una vértebra tado (MCD) por el equipo, que es el coe-
respecto de las aledañas, este hecho obli- ficiente de precisión multiplicado por
ga a descartarla en el diagnóstico y, por 2,77. El objetivo principal de dicha moni-
supuesto, a realizar un diagnóstico ade- torización es detectar las pérdidas de
cuado de las causas como metástasis masa ósea pese al tratamiento, porque si
blásticas, enfermedad de Paget, fractura hay una pérdida mayor que el MCD debe
vertebral o espondilosis severa local que reconsiderarse la reevaluación del trata-
causan valores elevados de masa ósea, miento y/o la causa. Para la monitoriza-
metástasis lítica, hemangioma o fractura ción se prefiere la DMO en columna lum-
que causan valores bajos16,24. bar ya que presenta más cambios a lo
largo del tiempo. Destacar que a pesar de
La realización de la DMO está siempre li- todos los cambios en la masa ósea, sólo
mitada a que el resultado pueda suponer justifican entre un 5% y un 20% de la re-
un cambio de actitud terapéutica, si no es ducción del riesgo de fractura en los en-
así no merece la pena malgastar los re- sayos clínicos realizados con antirresorti-
cursos25,26. No es operativo realizar una vo, estando este dato en consonancia con
DMO a toda la población como prueba de el mecanismo etiopatogénico de la enfer-
screening, es necesario limitar su uso medad en la cual no sólo interviene la
para que sea rentable y efectivo, haciendo cantidad de hueso sino también la calidad
un uso correcto de esta técnica para au- (propiedad que escapa a la medida de la
mentar la relación coste-beneficio. Las re- DMO)29,30.
comendaciones actuales sobre las indica-
ciones de realización de la DMO son: Como resumen comentar que la DMO es
mujeres de edad igual o superior a 65 un buen predictor del riesgo de fractura y
años, mujeres postmenopáusicas de me- permite monitorizar el tratamiento a largo
nos de 65 años con factores de riesgo, plazo, pero no es el único factor implicado
hombres de edad igual o superior a 70 en la resistencia ósea, existen otra serie
años, adultos con fractura por fragilidad, de factores de riesgo que han demostra-
adultos con enfermedades que asocian do poder predecir el riesgo de fractura
pérdidas óseas o baja masa ósea, adultos de forma independiente de la DMO

50
C A P Í T U L O 3

(edad, sexo, etc.) por lo que hay que te- pecto a los diagnósticos de hipercoleste-
nerlos muy en cuenta a la hora de evaluar rolemia o hipertensión arterial y su capa-
el riesgo de fractura y de plantear las es- cidad para predecir el infarto de miocar-
trategias terapéuticas y preventivas. dio o un accidente vascular cerebral,
respectivamente; tienen una capacidad
Interesa aclarar que, aunque la DMO se de predicción del mismo orden, por tanto,
supone que es, junto a la edad, la variable relativamente baja, pero constituyen las
de mayor utilidad en la predicción de herramientas diagnósticas que se utilizan
fracturas, en realidad, su capacidad para en dichas enfermedades).
ello es relativamente baja, con valores de
sensibilidad y especificidad que determi- Existen otro tipo de herramientas de
nan likelihood ratios para resultados posi- diagnóstico del riesgo de fractura, como
tivos en torno a 1,5-2. Por el contrario, el son los índices de fractura, que valoran el
criterio diagnóstico establecido por la riesgo individualizado de fractura por fra-
OMS tiene, por definición, una sensibili- gilidad dependiendo de distintos facto-
dad y una especificidad del 100% (todas res, de acuerdo con la situación de cada
las personas que están por debajo del paciente: sexo, edad, raza, antecedentes
punto de corte tienen la enfermedad y personales y familiares.
ninguna de las que está por encima la tie- Por lo tanto, para determinar el riesgo de
ne), pero ello es de poco interés, puesto fractura de un paciente, es necesario te-
que se trata de un criterio que no respon- ner en cuenta todos los factores tanto clí-
de a un hecho natural sino a un acuerdo y, nicos como densitométricos, que serán
en definitiva, a un artificio (ello, sin em- los que en definitiva nos indiquen la acti-
bargo, no debe sorprender ni hacernos tud terapéutica a seguir en cada caso de
desestimar la utilidad de la densitometría manera individualizada para conseguir
en el diagnóstico de la osteoporosis: otro disminuir el riesgo de aparición de di-
tanto ocurre con las mediciones del co- chas fracturas lo que redundará en la dis-
lesterol sérico y de la tensión arterial res- minución de la morbimortalidad.

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52
C A P Í T U L O 4

CAPÍTULO 4
Manifestaciones clínicas
de la osteoporosis
Dr. Enrique Gil Garay
Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica
y Traumatología
Hospital Universitario La Paz. Madrid

Dr. Manuel Mesa Ramos


Director de la Unidad de Aparato Locomotor
Área Sanitaria Norte de Córdoba.
Pozoblanco, Córdoba

Con el envejecimiento nuestro cuerpo ex- esta pérdida es aún mayor. En total, el en-
perimenta una serie de cambios que se vejecimiento puede ocasionar una pérdi-
entienden como fisiológicos o normales. da de estatura entre 2,5 y 7,5 cm.
Se produce una involución generalizada
Pero la osteoporosis es algo más que el
del organismo con atrofia celular de mús-
proceso involutivo normal de la vejez. Se
culos, órganos…y huesos, paralelamente
caracteriza por una pérdida de hueso en
a una disminución de la cantidad de agua
niveles que se aproximan o superan el
en el cuerpo. Este fenómeno, junto a la
umbral de resistencia -punto de fallo-
pérdida de minerales que experimentan predisponiendo a la persona a sufrir una
los huesos, causa una pérdida total de fractura de baja energía -fractura osteo-
hueso. El tronco se vuelve más corto a me- porótica-. Hasta que esto sucede se afir-
dida que los discos pierden líquido en ma que no hay evidencias de que la pér-
forma gradual, la postura se torna progre- dida de hueso por sí cause algún síntoma1
sivamente encorvada y las rodillas y ca- lo que dio lugar al concepto de enferme-
deras se pueden presentar más flexiona- dad silente y así se ha denominado du-
das. El cuello se puede inclinar, los rante años como “la enfermedad silencio-
hombros se pueden volver más estrechos, sa” o “el ladrón silencioso”.
en antepulsión, mientras que la pelvis se
puede volver más ancha. Pero ¿realmente es una enfermedad silen-
ciosa o es que no sabemos interpretar los
Todo ello condiciona una disminución signos que nos debieran de alertar de su
progresiva de la estatura. La pérdida pro- presencia? En la osteoporosis sucede
medio de estatura después de los 40 años igual que cuando un tejado se desploma,
de edad es de 1 centímetro por cada 10 éste no cae “de repente”, aunque así se
años de vida y después de los 70 años diga; seguro durante mucho tiempo se han

53
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

oído ruidos, crujidos o han aparecido formación del enlace de disulfuro, para la
grietas antes de su derrumbe, antes de integridad estructural. Pillay9 ha compro-
que se produzca la fractura osteoporótica. bado una relación significativa de una baja
Las manifestaciones clínicas de la osteo- densidad ósea con una fragilidad ungueal
porosis son imperceptibles durante años, que mejora su dureza tras realizar diversos
siendo en numerosas ocasiones la fractura tratamientos para la osteoporosis.
la primera manifestación clínica. Pero si
estudiamos detenidamente al paciente Los pacientes refieren una lenta y progre-
apreciaremos la existencia de otros sínto- siva pérdida de talla, que en los casos
mas, algunos de ellos que ni el enfermo es más graves alcanza los 15-20 cm. La ma-
consciente de que son indicadores de una yoría de los pacientes la achacan a la
enfermedad, atribuyéndolos a la vejez. edad y no son conscientes de ello aunque
se dan cuentan que no llegan a objetos
Así, Ortega2 estima que la pérdida ósea se que antes alcanzaban con facilidad, como
inicia en la mandíbula y paulatinamente las perchas del armario o los platos. Para
en cráneo, costillas, vértebras y huesos la valoración de esta merma se cuantifica
largos, lo que hace que numerosos auto- en cm la diferencia entre la medida actual
res estimen que la atrofia mandibular sea del cuerpo y la previa, extraída pregun-
consecuencia de la osteoporosis. No está tando cuál era a los 25 años10.
muy claro que exista una relación entre la
osteoporosis sistémica y la oral3, aunque Puesto que el colapso suele ser anterior y
autores como Jeffcoat4 defienden esta te- las vértebras que con mayor frecuencia
sis y Verheij establece una relación entre son afectadas corresponden a las regio-
el patrón trabecular del maxilar, la edad y nes torácica distal y lumbar, hay una
la presencia o no de osteoporosis5. Lo magnificación de la cifosis torácica y
cierto es que la osteoporosis del hueso al- la lordosis cervical y lumbar, cambios
veolar conduce a una pérdida de piezas que se identifican por la característica
dentarias6 que se ve agravada con la pre- “joroba de viuda”11 y por una reducción
sencia de patologías periodontales2, lo de la altura abdominal, que provoca que
que va a condicionar una mala ingesta y el contenido abdominal protruya dando
dificultar la preservación de una buena lugar a pliegues en la pared abdominal
calidad ósea por deficiencias alimenti- anterior y a una falsa sensación de alar-
cias3. Ello ha llevado a Espert7 a proponer gamiento de las extremidades superio-
la pérdida de sustancia alveolar dental res. Normalmente, los dedos de la mano
como una fácil y rápida fórmula para diag- llegan a medio muslo mientras que en os-
nosticar el comienzo de esta afección. teoporosis avanzadas alcanzan la parte
baja del muslo o la rodilla. Las pacientes
La piel se vuelve transparente8 y las suelen referir que parecen estar “más
uñas se tornan más frágiles con la osteo- gruesas”, con más prominencia del abdo-
porosis. Se ha visto que el hueso y las uñas men, aunque mantienen el peso.
están formados por proteínas estructural-
mente diferentes pero en ambos casos re- A medida que se colapsan más cuerpos
quieren la sulfatación de la proteína y la vertebrales, la talla corporal disminuye

54
C A P Í T U L O 4

-cada compresión vertebral puede repre- la conveniencia de completar el estudio


sentar 1 cm menos de altura-, la horizon- con técnicas de imagen.
talidad de la mirada se pierde y se ver-
Como nota curiosa reseñar que hay razas
ticalizan los arcos costales. De ahí que
donde este fenómeno no ocurre como es
algunas guías de osteoporosis estimen la
en las mujeres mayas que no pierden altu-
valoración de estos dos parámetros, la
ra, no desarrollan “la joroba de viuda” y no
pérdida de talla y el grado de cifosis, en
sufren fracturas. Se han analizado sus nive-
pacientes con riesgo de osteoporosis12.
les hormonales y su densidad ósea encon-
El aumento de la cifosis hace que la escá- trando que sus niveles de estrógenos no
pula se desplace hacia delante, a lo largo eran más altos que aquellos de las mujeres
de la pared torácica, lo que provoca una americanas blancas; en algunos casos eran
sobrecarga del músculo romboides. incluso más bajos. Las pruebas de densi-
dad mostraron que la pérdida de hueso
Otra consecuencia de este cambio postu- ocurrió en estas mujeres en la misma pro-
ral es un aumento de la presión abdomi- porción de sus coetáneas americanas.
nal que determina en la paciente una pér-
dida de apetito13, sensación de plenitud En otras ocasiones el cuerpo de la vérte-
tras pequeñas ingestas y la aparición de bra se comprime lateralmente, aparece
hernias de hiato, lo que condiciona altera- escoliosis, de gravedad variable según
ciones en la ingesta de alimentos; pero la cantidad de vértebras afectadas.
también ocasiona una disminución del Estas modificaciones raquídeas conllevan
volumen pulmonar total1 por la eleva- una modificación del eje de gravedad y
ción diafragmática. con él una variación de las zonas de carga
en las vértebras. Esto facilita, de un lado,
La presencia de fracturas lumbares se
la aparición de nuevas fracturas; y de otro
puede intuir al reducirse la distancia
lado, la concentración de cargas en las
entre el borde distal de la parrilla cos-
pequeñas articulaciones lo que provoca
tal y el antero proximal de la cresta
la aparición de un dolor de espalda cró-
ilíaca14-16 lo que se refleja en la aparición
nico pero localizado, que hemos de dife-
de marcados pliegues cutáneos subcosta-
renciar del que aparece en otras patolo-
les. Siminoski16 ha llamado recientemente
gías similares como la osteomalacia
la atención sobre este parámetro y ha tra-
-sordo y difuso- o la enfermedad de Paget
tado de correlacionar el espacio costo
-sordo y nocturno-. El dolor óseo genera-
pélvico con la presencia y número de
lizado es raro en la osteoporosis pero sí se
fracturas vertebrales llegando a la con-
identifica en aquellas zonas que soportan
clusión de que si un paciente con factores
cargas fruto de la menor resistencia ósea,
de riesgo de osteoporosis tiene una dis-
de ahí que sea comúnmente al estar de
tancia costo pélvica igual o superior a dos
pie, durante el esfuerzo físico y al flexio-
traveses de dedo se puede afirmar con un
nar el cuerpo.
alto grado de certeza de que no tiene
fracturas. Si la distancia es menor no con- La cifosis provoca en las articulaciones
firma que no existan fracturas pero indica costovertebrales una alteración biomecá-

55
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

nica de las mismas con un aumento de la es más propio de la fractura osteoporóti-


tensión capsular y una sobrecarga del ca. La intensidad y duración del dolor en
cartílago articular lo que genera dolor y la región torácica baja (T4-T8) varía según
de forma refleja un espasmo muscular pa- el número de colapsos vertebrales18.
raespinal.
Ryan18 encuentra que el dolor persistente
Pero también puede ser debido el dolor a en la región torácica y lumbar se da en el
una fatiga muscular; claro ejemplo de ello 62 y 63% de los casos, encontrando una
es el dolor cervical y cefálico que exis- correlación significativa con el grado de
te cuando la cifosis torácica es marcada y cifosis, número de colapsos vertebrales y
es consecuencia de la extensión forzada gravedad de los mismos, con una signifi-
en la que ha de permanecer el cuello cación de p<0,01. El dolor, fruto del co-
para evitar que el mentón descanse en el lapso vertebral, es vivo y se acompaña de
esternón y mantener de este modo una espasmo muscular pudiendo conducir a
inclinación neutra del cráneo. Esta posi- la paciente a precisar reposo en cama, al
ción favorece la constricción de la arteria menos un día al año en un 4% y más de
vertebral y, por tanto, el desencadena- siete días en un 13%19 de los casos. Con
miento de una posible caída. este reposo el paciente mejora pero tam-
bién lo hace con la sedestación (36%) o
En ocasiones existen pequeños incre- caminando (16%)20, en tanto que aumenta
mentos de la intensidad del dolor que con movimientos suaves como los cam-
pueden estar relacionados con microfrac- bios posturales en la cama o la maniobra
turas. Ante la aparición de un dolor agu- de Valsalva.
do y persistente en la región torácica o
lumbar de la espalda, nos ha de hacer El dolor se alivia transitoriamente, si bien
pensar en una fractura. Rico Lenza17 con- vuelve a recidivar bien por el trastorno
sideraba que la concurrencia de estos mecánico o por nueva fractura; en este su-
síntomas en una mujer de más de 45 años puesto, la mayoría de los pacientes no re-
aseguraba el diagnóstico de osteoporosis fieren dolor entre fractura y fractura. Pero
en el 90% de los casos. Este dolor es loca- hay numerosos casos en los que el dolor
lizado y de comienzo súbito, en ocasiones se torna persistente y, curiosamente, sin
tras sufrir un mínimo traumatismo, estor- tener relación con la pérdida de talla; así,
nudar, toser, realizar una flexión súbita…, Finsen21 encuentra esta permanencia en
aunque en numerosas ocasiones no se un 50% de los casos en pacientes que ha-
puede identificar una relación causa- bían sufrido una pérdida de altura menor
efecto. Se localiza, en orden de frecuen- de 2 cm, en tanto que tan sólo persistía en
cia, en las regiones torácica baja, lumbar el 20% de los casos en que había una pér-
alta, torácica media y lumbar baja. dida de más de 2 cm.

El dolor localizado proximalmente a T6 es Los episodios de dolor suelen remitir des-


sugerente de fracturas patológicas no os- pués de algunos días o de una semana; la
teoporóticas o malignas, en tanto que el mayoría de los pacientes son capaces de
dolor en la región tóracolumbar y lumbar deambular sin problemas y de asumir

56
C A P Í T U L O 4

nuevamente las actividades cotidianas al El dolor raquídeo, la verticalización de los


cabo de 4 a 6 semanas y rara vez persiste arcos costales y la menor elasticidad de la
después de los nueve meses. caja torácica por fibrosis y calcificación
progresiva de la misma, provoca que los
El dolor se irradia en cinturón a la cara an-
músculos respiratorios trabajen de forma
terior del abdomen, a través del flanco en
inadecuada con un gran consumo energé-
el 66% de los casos20 y puede acompa-
tico por su parte, más aún cuando éstos
ñarse de distensión abdominal e íleo tran-
presentan una atrofia relacionada con la
sitorio22,23, debido a la presencia de san-
edad, lo que entraña una dificultad respi-
grado retroperitoneal y de retención
ratoria que agrava la disminución del vo-
urinaria22,23. También es común que se
lumen pulmonar total existente. La fractura
acompañe de un cortejo sintomático
vertebral reduce significativamente la fun-
como la náusea (26%), el dolor abdominal
ción pulmonar25, causando una pérdida de
(20%), el dolor del pecho (30%), y el do-
un 9% de la capacidad vital forzada26, con
lor exacerbado por el esfuerzo (60%)20.
caída en el volumen espiratorio forzado
No cabe esperar la aparición de síntomas en un segundo (FEV1) y reducción del flu-
por compresión neurológica, este rasgo jo espiratorio máximo medio, lo que con-
permite diferenciarla de otros síndromes tribuye a limitar la actividad física.
dolorosos lumbares relativamente comu-
La concurrencia de estos síntomas hace
nes, sin embargo un 6%20 presentan dolor
que los pacientes sufran una pérdida de
irradiado a nalgas y miembros inferiores
agilidad1,27 y una disminución de la movi-
que aumenta al caminar. Esta irradiación
lidad en el plano sagital de la columna to-
dolorosa debe entenderse como un fenó-
rácica y lumbar14,27, lo que afecta su acti-
meno de dolor referido fruto general-
vidad diaria14,27 dificultándola de manera
mente de una estenosis vertebral.
muy importante en el 10%18 de los casos,
No obstante, un número reducido de pa- impidiendo gestos cotidianos como po-
cientes con fractura vertebral osteoporó- nerse los zapatos, hacer camas, cocinar,
tica han presentado una compresión de la limpiar la casa, ir a la compra, conducir o
médula espinal que cursa con paraplejia permanecer en decúbito supino, convir-
completa y disfunción vesico-rectal, para- tiéndose en la causa más común de inca-
paresia ambulatoria espástica incomple- pacidad durante sus vidas. La marcha es
ta, neuralgia femoral o ciática con déficit normal pero más lenta.
motor mayor o claudicación neurogénica
Pero si son importantes los síntomas orgá-
(de médula espinal o radicular), aunque
nicos tanto o más son sus consecuencias
son síntomas más propios de aplasta-
psíquicas. Los pacientes sienten una pér-
mientos vertebrales por metástasis o neo-
dida de bienestar con una percepción
plasias primarias.
exagerada de los problemas y del do-
En la mayoría de las ocasiones el debut lor28. Presentan alteración del sueño,
del cuadro neurológico es tardío, apare- síntoma común de la menopausia, preci-
ciendo entre los 10 días y el año y medio sando la mujer cambiar de cama y/o al-
después de la fractura24. mohada, pero también se da en la osteo-

57
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

porosis primaria14,18 y se ha descrito en que no nos extenderemos pues ya han


formas especiales como la osteogénesis sido objeto de estudio. Así indagaremos
imperfecta29. Cabría pensar que esta alte- sobre:
ración fuera por otro motivo pero se ha - Enfermedades o secuelas: trastornos
visto que desaparece con el tratamiento gastrointestinales, endocrinopatías,
con pamidronato; tienen dificultad para nefropatías, enfermedad de Parkin-
encontrar ropa adecuada18; etc., lo que son, arritmias cardiacas, dependencia
contribuye a que sufran depresión y, así, alcohólica, artrosis, fracturas previas...
más del 20% de los pacientes con osteo- Si se ha producido una fractura perifé-
porosis/osteopenia la padecen30. Cuando rica, es muy posible que se haya rea-
esto sucede, la percepción que tiene el lizado tratamiento quirúrgico, cuyas
paciente del dolor se afecta de manera características conviene precisar in-
adversa favoreciendo la cronicidad de la sistiendo en la capacidad funcional y
misma. la calidad de vida residual después
Los síntomas de las fracturas periféricas de la fractura.
son los propios de cualquier fractura en - Disfunciones: alteraciones de la mar-
esa misma localización sean o no osteo- cha y/o del control postural, pérdida
poróticas, salvo en el caso de las fracturas de reflejos, debilidad muscular, dis-
osteoporóticas pélvicas por estrés, más minución o pérdida de la visión, hipo-
propios de la osteomalacia que cursan tensión ortostática, estados confusio-
con un dolor progresivo y crónico hasta nales o demenciales, etc.
que se produce el fracaso óseo.
- Ingesta de fármacos: glucocorticoi-
Aunque esta es la sintomatología general des, hormonas tiroideas, anticonvul-
de la osteoporosis y de su complicación sivantes, fármacos antineoplásicos,
más frecuente, la fractura vertebral, a la sedantes, analgésicos, hipnóticos, la-
hora de abordar este problema de salud xantes, etc.
con el paciente hemos de recabar no sólo - Hábitos dietéticos: ingesta de cafeína,
los signos y síntomas que nos indiquen la teína, calcio, estroncio, vitamina D, etc.
presencia de una osteoporosis, sino tam-
bién otros datos que nos hagan pensar en - Hábitos de vida no saludables: taba-
que sea candidato con un alto grado de co, ingesta de alcohol, sedentarismo o
probabilidad de tener una fractura. El mé- no práctica de ejercicio físico. En este
dico ha de conseguir una visión global apartado es importante conocer los
del paciente. requerimientos mecánicos de su tra-
bajo habitual: se ha observado que
A la hora de historiar al paciente, en la trabajadores que soportan grandes
anamnesis, se ha de obtener informa- esfuerzos físicos presentan una preva-
ción en el apartado de antecedentes lencia mayor de fracturas vertebrales
personales de la presencia o no de los pese a tener valores de masa ósea su-
llamados factores de riesgo de padecer periores a aquellos con profesiones
la enfermedad y/o una fractura, en los sedentarias.

58
C A P Í T U L O 4

En el caso de las mujeres hemos de re- terminación genética en el nivel de masa


flejar la historia ginecológica (fecha de ósea máxima y en la aparición de la osteo-
la menarquia y de la menopausia, tiem- porosis32-34; por tanto, podríamos intuir
po de fertilidad, trastornos menstruales, que en un futuro se determinará mediante
número de embarazos, lactancia mater- análisis genético la predisposición de una
na o artificial. Lee31 demostró que existe persona a padecer esta enfermedad.
un riesgo relativo de osteoporosis verte-
bral incrementado en mujeres con una Pero hasta que ese momento llegue el
historia de síntomas premenstruales, diagnóstico ha de estar sustentado como
periodos irregulares -oligomenorrea- y un taburete en: la clínica, el estudio por la
con la persistencia y gravedad de tras- imagen y las determinaciones analíticas,
tornos vasomotores menopáusicos). si bien el método que nos confirmaría la
existencia de las alteraciones histológicas
En los hombres conviene preguntar propias de la enfermedad, tales como el
acerca de la actividad sexual puesto adelgazamiento, perforación, fractura y
que una elevada proporción de varones desaparición de las trabéculas óseas, se-
osteoporóticos presentan formas secun- ría la biopsia.
darias a hipogonadismo.
El conocimiento de los factores de riesgo
En aquellas osteoporosis secundarias
adquiere especial relevancia en los estu-
que afectan a los niños conviene cono-
dios poblacionales. Su análisis ha permiti-
cer el desarrollo físico y la actividad
do identificar cuáles de ellos tienen un
funcional desde el nacimiento, al igual
mayor peso específico en la génesis de la
que la historia gestacional de la madre.
enfermedad, permitiendo realizar con
Por último, y no menos importante, es pre- mayor precisión medidas preventivas o
ciso recabar información sobre si cuentan indicar la realización de pruebas comple-
con apoyo familiar y/o social y la existen- mentarias35-37. Sin embargo, Hawker38 es-
cia en su entorno de probables obstácu- tablece una relación significativa de la
los, alfombras, superficies deslizantes, es- concurrencia de un bajo peso corporal,
calones, etc., que contribuyen a ocasionar una menarquia tardía, a los 15 años o más,
caídas. Es preciso señalar que las caídas y una inactividad física en la adolescencia
provocan fracturas independientemente con una pérdida de masa ósea en mujeres
de que el paciente presente o no osteopo- jóvenes premenstruales.
rosis, pero una persona con osteoporosis
En relación al cuadro clínico se debe rea-
tiene un riesgo aún mayor de fractura si
lizar una cuidadosa evaluación del dolor,
también es propensa a las caídas.
determinar el momento de inicio, locali-
Entre los antecedentes familiares anota- zación del punto de origen, su irradiación
remos si la enfermedad o la fractura han y su relación con gestos, posturas, activi-
estado presentes en la familia, sobre todo dades, etc., identificando los factores que
en la madre. Esta correlación hereditaria lo mejoran o lo agravan. Su intensidad se
se intuía de modo observacional, pero debe objetivar mediante la escala analó-
cada vez más se está observando una de- gica del dolor o escalas verbales (Keele,

59
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Morrison y Dundee, Anderson y Mel- La movilidad de la columna vertebral está


zack,…) y convenientemente con tests es- limitada y si se intenta hacerlo se desen-
tandarizados de la medición del dolor cadena dolor.
(test de McGill Pain Questionary, test de
La identificación de la vértebra afectada
latineen, test de Nottingham, etc.).
se puede hacer por palpación y percu-
Seguiremos con una exploración física or- sión de las apófisis espinosas de las vér-
denada. La inspección estará encamina- tebras involucradas. En el año 1991 Stag-
da a detectar las deformidades expuestas naro40 propuso un método diagnóstico
previamente y a observar otros signos de basado precisamente en la percusión aus-
menor relevancia como la raza, constitu- cultatoria, incluso para osteoporosis asin-
ción, color de ojos y pelo así como en la tomática, que no se ha generalizado.
piel que suele ser fina, transparente, hipo- En la osteomalacia, la presión sobre la
pigmentada e inelástica, sobre todo en los caja torácica (costillas y esternón) puede
casos de osteoporosis senil y glucocorti- ser dolorosa.
coidea.
Estos síntomas se dan en personas que
Es característico de los pacientes osteo- tienen un morfotipo “especial”. Son muje-
poróticos la ausencia en las manos de los res delgadas, con un índice de masa cor-
nódulos de Heberden artrósicos. poral bajo [IMC = Peso (kg) / Talla (m2)]
en las que cuantificaremos la pérdida de
Conviene realizar también una inspec-
altura corporal en relación a la talla que
ción y palpación adecuada del tiroides y,
tenían con 25 años.
en las mujeres, de las mamas, además de
prestar una especial atención a los signos Esta determinación puede entrañar difi-
característicos de las enfermedades que cultad pues muchas pacientes no recuer-
pueden determinar la aparición de una dan o desconocen el dato de cuanto me-
osteoporosis secundaria (hipercortisolis- dían a esa edad. Es sabido que la
mo, hipertiroidismo, hipogonadismo, sig- distancia entre las puntas de los dedos
nos de hepatopatía crónica, etc.). de la manos con los brazos levantados
hacia los lados (envergadura de los bra-
La palpación de la espalda es dolorosa en zos) a la altura de los hombros, es prácti-
los casos de fractura vertebral y cuando camente igual a la estatura (en adultos
existe una contractura de la musculatura jóvenes) como demostró el arquitecto
paravertebral. En ella podemos identifi- romano Vitrubio, y cuyos trabajos estu-
car una serie de puntos dolorosos tales dió y desarrolló posteriormente Leonar-
como la inserción del músculo romboides do da Vinci en su búsqueda de la cuadra-
por efecto de la antepulsión escapular, tura del círculo. Esta relación se conoce
dolor que mejora indicándole al paciente con el nombre de envergadura relativa, y
que proyecte sus hombros hacia atrás, nos proporciona una herramienta útil
maniobra a la que se le ha conferido la para determinar la estatura que tenía con
significación de test exploratorio, y de la 25 años o “estatura real”, que sería la en-
espina ilíaca póstero-superior39. vergadura de los brazos, o la disminu-

60
C A P Í T U L O 4

ción de la altura al compararla con la es- hacia el frente en una línea imaginaria, pa-
tatura actual. ralela al plano de sustentación que uniría
el borde inferior de la órbita del lado de-
recho con el poro acústico externo del
mismo lado, formando un ángulo recto con
el eje longitudinal del cuerpo-.

Fig. 1. Imagen de la edición facsímil de Los X libros


de arquitectura de Vitrubio. Fig. 2. Plano de Frankfort. Línea que une el porion
con el punto orbitrario.

Por la importancia que entraña la pérdida


de talla, la medición de la talla ha de reali- Se ha de tener en cuenta que este pará-
zarse de manera precisa. Hay que ser exi- metro muestra diferencia según se deter-
gente en la técnica pues actitudes de rela- mine por la mañana o por la tarde a favor
jación o hipotonía o una malposición de la primera; esta variación es mínima
pueden inducir a error. El sujeto debe en personas de mediana edad pero au-
guardar la llamada posición de atención menta con los años, debido a que a lo lar-
antropométrica: estará de pie, con los talo- go del día los discos intervertebrales van
nes juntos y los pies formando un ángulo disminuyendo de altura, recuperándose
de 45º. Los talones, glúteos, espalda y re- con el descanso nocturno, aparte de la
gión occipital deben de estar en contacto mayor extensibilidad corporal en la ma-
con la superficie vertical del tallímetro. El ñana frente al habitual cansancio del atar-
registro se toma en una inspiración forza- decer. Esta pérdida se realiza fundamen-
da el sujeto y con una leve tracción del ex- talmente a expensas de la mitad superior
plorador desde la mandíbula, mantenien- del cuerpo (calota-pubis), que en condi-
do al paciente con la cabeza en el plano ciones normales debe ser igual, en decú-
de Frankfort -la cabeza y los ojos mirando bito, a la mitad inferior (pubis-talones) y a

61
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

la semienvergadura. También está in- mano derecha se aplica el compás, colo-


fluenciado por desalineaciones axiales o cándolo a 1 cm del lugar donde se toma el
fracturas previas de los miembros inferio- pliegue, perpendicular al sentido de éste
res, por lo que es recomendable en estos y en su base. La lectura se efectúa, aproxi-
casos realizar la medición con el sujeto madamente, a los dos segundos después
sentado (calota-isquion). de colocar el compás, cuando se enlente-
ce el descenso de la aguja. Los pliegues
Es más acentuada y de evolución más rá- cutáneos se medirán en lado derecho,
pida que la involución fisiológica debida dando el valor medio de tres mediciones,
al envejecimiento como consecuencia de pudiendo descartar las claramente erró-
la aparición de fracturas vertebrales, en neas. Las repeticiones no se harán plie-
muchos casos “asintomáticas”. La pérdida gue a pliegue, sino tras terminar todos los
de más de 3 cm de altura es un signo muy pliegues incluidos en el estudio, evitando
sensible de fractura vertebral. así comprimir la zona.
El grado de cifosis podemos valorarlo clí- En una reciente revisión sistemática42 se
nicamente midiendo la distancia existen- ha visto que aunque la pérdida de altura
te entre el occipucio y la pared, mante- es una herramienta del examen poten-
niendo la cabeza de la paciente en el cialmente útil, su generalización es incier-
plano de Frankfort. Ettinger41 propuso, ta debido a la menor calidad de los estu-
como método de medición de la misma, dios que la evaluaron. La diferencia entre
el uso de una regla semiflexible obtenien- el largo de brazos y la altura aumenta con
do un índice que era 100 veces la máxima los años, pero al evaluar la evidencia se
distancia horizontal dividida por la longi- concluyó que no predice la osteoporosis
tud vertical de la curva posterior, y que o fracturas vertebrales. Tampoco son apli-
estaba inversamente relacionado con la cables la cifosis, el grosor del pliegue cu-
densidad ósea. táneo ni la fuerza prensil, por inconsisten-
cia de resultados entre estudios o malas
Al margen de observar la aparición de
características operativas. En cambio, el
pliegues cutáneos abdominales y toráci-
bajo peso, la distancia pared-occipucio
cos, conviene realizar una medición del
> 0 cm y la distancia costilla-pelvis < 2
panículo adiposo con un plicómetro o
dedos sugieren la presencia de fractura
compás de pliegues cutáneos en diferen-
vertebral oculta (Tabla 1).
tes puntos o zonas de la superficie corpo-
ral. El pliegue cutáneo se toma con los de- Cuando las manifestaciones clínicas son
dos índice y pulgar de la mano izquierda, ostensibles, se debe completar el estudio
abriendo la pinza del plicómetro. Se eleva con un examen físico general que con-
una doble capa de piel y su tejido adipo- temple el estado mental, neurológico y
so subyacente en la zona señalada, efec- musculoesquelético haciendo reseña de
tuando una pequeña tracción hacia afuera la patología de los pies, la frecuencia del
para que se forme bien el pliegue y que- pulso y las cifras de presión arterial para
den ambos lados paralelos, y se mantiene detectar la existencia de una taquicardia
hasta que termine la medición. Con la o una hipertensión arterial.

62
C A P Í T U L O 4

CP+ CP-
Parámetro Valor Sensibilidad Especificidad
(IC95%) (IC95%)

Osteoporosis

<51 kg 22% 97% 7,3 (5,0-10,8) 0,8 (0,7-0,9)


Peso
<60 kg 82% 56% 1,93 (1,8-2,0) 0,3 (0,3-0,4)

Nº de dientes <20 27% 92% 3,4 (1,4-8,0) 0,8 (0,6-1,0)

Auto-reporte de
- 21% 97% 3,0 (2,2-4,1) 0,85 (0,8-0,9)
espalda encorvada

Fractura vertebral

Distancia pared-
>0 cm 60% 87% 4,6 (2,9-7,3) 0,5 (0,3-0,6)
occipucio

Distancia costilla <2


88% 46% 3,8 (2,9-5,1) 0,6 (0,5-0,7)
pelvis dedos

Tabla 1. Principales signos y síntomas para el diagnóstico de osteoporosis y fractura vertebral42.


(CP: coeficiente de probabilidad)

Para ello, son de especial relevancia los usan los cuestionarios genéricos (SF-12,
cuestionarios de calidad de vida rela- SF-36, Nottingham Health Profile -NHP-,
cionada con la salud (CVRS), si bien se Sickness Impact Profile -SIP-,…) se han

Instrumentos de CVRS desarrollados para pacientes con osteoporosis

Vía de Nº de ítems/ Fiabi- Sensi- Referencia


Instrumento Aplicación Validez
administración dimensiones lidad bilidad al cambio

Osteoporosis
Estudios Cook et al.44
Quality of Life Entrevistador 30/5 + + +
clínicos (1993)
Questionnaire

Osteoporosis
Functional Estudios Helmes et al.45
Autoadministrado 59/4 + + -
Disability clínicos (1995)
Questionnaire

Estudios Lips et al.46


QUALEFFO Autoadministrado 41/5 +/- +/- -
clínicos (1997)

Osteoporosis
Estudios Silverman et al.47
Assessment Autoadministrado 79/18 + +
clínicos (1997)
Questionnaire

Estudios
Autoadministrado Chandler et al.48
OPTQOL en la 33/5 + + -
por correo (1998)
comunidad

Tabla 2. Descripción comparativa de los instrumentos de CVRS específicos para la osteoporosis más usados.
(Modificado de Badia43)

63
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

introducido diferentes cuestionarios inmunitaria, alteración de la capacidad


que contemplan parámetros relevantes de respuesta de los receptores betaadre-
de la osteoporosis, la mayoría de ellos nérgicos, una disminución del índice de
orientados a la mujer postmenopáusica filtración glomerular, etc., cambios que
con fractura vertebral lumbar osteopo- determinan un incremento del riesgo y
rótica. (Tabla 2). dificultad anestésica.
Una vez establecida la fractura nos ha- Por último, señalar que las fracturas en
bremos de enfrentar a su abordaje tera- pelvis son comúnmente debidas a osteo-
péutico, especialmente al quirúrgico. Lle- malacia y las de costilla, vértebras o me-
gado este momento nos encontramos la tatarsianos pueden ser secundarias a un
mayor parte de las veces con pacientes tratamiento con glucocorticoides, mien-
seniles y que por su edad, y no por la os- tras que las fracturas osteoporóticas peri-
teoporosis, presentan los síntomas ya féricas están relacionadas con una caída
mencionados y junto a ellos una reduc- y sus manifestaciones clínicas son simila-
ción de la velocidad de conducción del res a las de otras fracturas de esa misma
impulso eléctrico, cambios en la función localización.

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G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

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66
C A P Í T U L O 5

CAPÍTULO 5
Métodos
complementarios
de diagnóstico
de la osteoporosis:
¿qué nos aportan los
diferentes métodos de
estudio por la imagen?
Dr. José R. Caeiro Rey
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Hospitalario Universitario de Santiago
de Compostela. A Coruña

1. INTRODUCCIÓN En la osteoporosis postmenopáusica el re-


modelado óseo se encuentra acelerado, lo
La actual definición de osteoporosis, que
que determina, por un lado, una disminu-
considera a la enfermedad como una alte-
ción de la DMO (osteoporosis como des-
ración sistémica caracterizada por una re-
censo de masa ósea) y, por otro, una alte-
sistencia ósea baja que predispone a un
ración en la calidad estructural y material
mayor riesgo de fracturas1, señala que la
del hueso (osteoporosis como osteopatía
resistencia del hueso depende básica-
fragilizante) (Fig. 1). Conjuntamente estas
mente de integración entre dos variables:
tres alteraciones, remodelado óseo acele-
la cantidad y la calidad ósea. Mientras
rado, osteopenia y osteopatía fragilizante,
que la cantidad depende directamente de
serían las responsables de la disminución
la densidad mineral ósea (DMO), la cali-
global de la resistencia ósea que se ob-
dad depende de variables tales como la
serva en esta enfermedad y, por consi-
composición química de los materiales
guiente, de la aparición de fracturas por
orgánicos e inorgánicos que componen
fragilidad en diferentes lugares del es-
su matriz y de cómo se produce la estruc-
queleto.
turación espacial de dichos materiales,
factores todos ellos dependientes en ma- Desde el punto de vista del diagnóstico
yor o menor manera del remodelado clínico, si bien el remodelado óseo y la
óseo2. DMO son fácilmente medibles mediante

67
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Fig. 1. Fisiopatología de la osteoporosis postmenopáusica.

análisis de los marcadores de formación y 2. EVALUACIÓN POR TÉCNICAS


de resorción ósea y de técnicas densito- DE IMAGEN DE LA CALIDAD
métricas convencionales no invasivas, el ÓSEA
problema fundamental de la calidad ósea Debido a que los métodos de evaluación
radica en cómo medirla, siendo preciso de la masa ósea no son capaces de anali-
utilizar diferentes técnicas diagnósticas zar en su totalidad las alteraciones arqui-
para evaluar cada uno de los factores que tecturales que ocurren en el hueso cortical
constituyen esta variable. y trabecular como consecuencia de la
En este capítulo analizaremos pormenori- edad, de la menopausia o de las enferme-
zadamente los métodos disponibles en la dades del metabolismo óseo, ni a que tam-
actualidad para el diagnóstico de la cali- poco son capaces de predecir completa-
dad ósea mediante técnicas de imagen, mente la aparición de fracturas por
intentando recalcar en cada uno de los fragilidad, ni de explicar los efectos tera-
apartados, la importancia biomecánica y péuticos de los fármacos antiosteoporóti-
la capacidad de predecir fracturas osteo- cos en su totalidad, han ido desarrollándo-
poróticas que tienen cada una de esas se progresivamente diferentes métodos
técnicas. complementarios no invasivos de evalua-
ción de la osteoporosis capaces de eva-
luar factores como el grosor cortical y el

68
C A P Í T U L O 5

momento de inercia de los huesos largos, gen que permiten cuantificar tanto varia-
el área de sección transversal de las vérte- bles cualitativas aisladas de la resistencia
bras, el número, porcentaje de adelgaza- ósea, como determinar, al menos en parte,
miento y pérdida de la conectividad tra- la resistencia total de una determinada re-
becular, etc., parámetros todos ellos gión de hueso3.
relacionados con la calidad ósea e involu-
crados en la resistencia total del hueso. Dependiendo de la resolución espacial
que estas técnicas puedan alcanzar, se-
2.1. Métodos rán más o menos capaces de analizar,
complementarios no desde el punto de vista cualitativo y bio-
invasivos de evaluación mecánico, los diferentes niveles jerárqui-
de la osteoporosis cos de la estructura ósea, razón por la
El término métodos complementarios no cuál estructuraremos el análisis de estos
invasivos de evaluación de la osteoporosis métodos de acuerdo con el nivel que ana-
engloba a una serie de técnicas de ima- lizan (Fig. 2).

Fig. 2. Resolución espacial de los métodos complementarios no invasivos de evaluación de la osteoporosis.

69
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

2.1.1. Análisis macroestructural del paciente (IMC, obesidad, etc.) o de la


De acuerdo con los principios de la inge- propia técnica radiológica (distancia
niería básica, ciertos parámetros geomé- foco-placa, kilovoltaje, revelado, etc.) 5.
tricos de los huesos están relacionados Desde el punto de vista estrictamente
con sus propiedades biomecánicas. Por cualitativo, a nivel de la columna vertebral
ello, numerosos autores han estudiado en es posible mediante RxC cuantificar la
diferentes regiones anatómicas y median- morfología de los cuerpos vertebrales
te diferentes técnicas de imagen, las ca- con y sin fractura, y graduar cuantitativa-
racterísticas morfológicas o macroestruc- mente a éstas últimas.
turales de los huesos.
Aunque clásicamente la medición de las
2.1.1.1. Radiología Convencional alturas vertebrales se realizaba emplean-
do reglas o calibradores, actualmente la
Fue durante años el método más emplea-
morfometría vertebral utiliza procedi-
do para el diagnóstico de la osteoporosis.
mientos de medición cuantitativa sobre
Aunque se la considera hoy en día poco
imagen radiográfica digitalizada, lo que
adecuada para el diagnóstico de la enfer-
permite no sólo una determinación más
medad, sigue siendo el mejor método
exacta de las alturas y las áreas de los
complementario para el diagnóstico de la
cuerpos vertebrales, sino una evaluación
fractura osteoporótica.
cuantitativa de sus deformidades.
Desde el punto de vista cuantitativo, la ra-
Cuando la morfometría vertebral cuantita-
diología convencional (RxC) sólo es capaz
tiva se realiza sobre imágenes radiográfi-
de detectar los signos radiológicos clási-
cas laterales de columna dorsal y lumbar,
cos de la osteopenia (aumento de la ra-
esta técnica se denomina Morfometría
diolucidez o radiotransparencia ósea)
Vertebral Radiográfica (X-ray Vertebral
cuando ya se ha producido una pérdida
Morphometry o MXR). La MXR identifica
de DMO superior al 30-35%. En la cortical
inicialmente seis puntos a nivel de los
de los huesos largos esta osteopenia se
cuerpos vertebrales, para determinar au-
caracteriza por un aumento de la resor-
tomáticamente a continuación las alturas
ción endostal, mientras que en los huesos
vertebrales anterior (hVA), central media
planos, donde el tejido óseo trabecular
o medio-vertebral (hVM) y posterior
predomina, se observa una disminución
(hVP), y el área del cuerpo vertebral. Los
del número y de la conectividad de las
parámetros más empleados para detectar
trabéculas, típicamente caracterizadas a
fracturas vertebrales a partir de estos pa-
nivel vertebral por una pérdida de la tra-
rámetros son el índice de acuñamiento
becularización horizontal (aumento apa-
(hVA/hVP), el índice de biconcavidad
rente de la estriación vertical vertebral) y
(hVM/hVP) y el índice de compresión
un resalte de los platillos y de los cuerpos
(hVA/A ± 1), donde ‘‘1’’ indica el cuerpo
vertebrales4. No obstante, todos estos sig-
vertebral anexo por arriba o por abajo.
nos radiológicos pueden ser simplemente
la consecuencia de un conjunto de varia- Se han propuesto diversos sistemas de
bles no controladas, dependientes bien clasificación para describir y graduar se-

70
C A P Í T U L O 5

micuantitativamente las fracturas verte- Más recientemente, McCloskey y Kanis9


brales, resultando útiles para facilitar el propusieron modificaciones a los crite-
diagnóstico de osteoporosis y para eva- rios del método de Eastell/Melton inclu-
luar la severidad o progresión de la en- yendo el uso de las alturas posteriores es-
fermedad. Los sistemas de clasificación peradas. De esta manera el Método de
semicuantitativos de las fracturas verte- McCloskey-Kanis exige que la altura ver-
brales más conocidos son los de Meu- tebral disminuida lo esté también al me-
nier6, Melton7, Eastell8, McCloskey-Kanis9 nos en -3 DE respecto a un valor de altura
y Genant-Wu10. posterior predefinida.
En el método de Meunier se evalúan los En el método de Genant y Wu10, la grave-
cuerpos vertebrales de T3 a L4, clasificán- dad de una fractura es evaluada por ins-
dose cada vértebra en relación a su forma. pección visual, determinándose el grado
El grado 1 se asigna a una vértebra normal de reducción de las alturas vertebrales y
sin deformidad; el grado 2 a una vértebra los cambios morfológicos secundarios de
bicóncava, y el grado 3 a una vértebra con la vértebra. Mediante este método se ana-
fractura de la placa, a una vértebra colapsa- lizan las vértebras torácicas y lumbares
da o a una vértebra en cuña. A partir de la desde D4 a L4 y se clasifican como nor-
evaluación de las deformidades vertebra- males (grado 0); deformidad ligera (gra-
les se puede calcular un Índice Vertebral do 1: 20-25% de reducción en la altura an-
Radiológico (IVR), valor que viene dado terior, media y/o posterior y un 10-20%
por la suma de los grados de deformidad de reducción en el área vertebral); defor-
de todas las vértebras o como el cociente midad moderada (grado 2: 25-40% de re-
de la suma de todas las deformidades ver-
ducción en la altura anterior, media y/o
tebrales entre el número de vértebras6.
posterior y un 10-20% de reducción en el
Melton y colaboradores propusieron una área vertebral); media y/o posterior y un
definición de fracturas vertebrales utili- 20-40% de reducción en el área verte-
zando un porcentaje de disminución en bral); y deformidad severa (grado 3: 40%
los índices anterior, medio o posterior de o más de reducción en la altura anterior,
las alturas de los cuerpos vertebrales media y/o posterior y el área vertebral).
comparado con los valores normales para Mediante este método se puede calcular
un cuerpo vertebral en particular7. Eastell igualmente un Índice de Fractura Verte-
modificó este método, definiendo a las bral (IFV), que viene expresado como la
fracturas vertebrales en base al grado de suma de todos los grados asignados a las
disminución de desviaciones estándar en vértebras dividido entre el número de
vez de porcentajes fijos, considerando vértebras evaluadas. Otro índice radioló-
deformidad de grado I cuando se produ- gico de valoración de las deformidades
cía una reducción en una de las alturas vertebrales frecuentemente utilizado, y
anterior, media o posterior mayor de -3 basado también en el uso de esta clasifi-
DE del valor medio, y fracturas graves o cación, es el Índice de Deformidad Espi-
de grado II a las que están a -4 ó más DE nal (IDE), método semicuantitativo que
de esta media8. otorga una puntuación a cada vértebra

71
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

(desde D4 a L4) de acuerdo con los gra- A nivel de la cadera, se ha utilizado la RxC
dos de deformidad de Genant, valorándo- para realizar el análisis morfológico de la
se el índice entre un mínimo de 0 y un má- extremidad proximal del fémur, utilizando
ximo de 39 puntos. para ello una serie de medidas angulares
y lineales de la pelvis y del cuello femo-
Si bien éstos y otros estudios clínicos y
ral, así como diferentes índices radiológi-
epidemiológicos han demostrado la utili-
cos macroestructurales (Fig. 3).
dad de la MXR para identificar fracturas
vertebrales, esta técnica no suele ser em- En este sentido Gluer y colaboradores,
pleada en la práctica clínica cotidiana de- analizando ciertas medidas morfológicas
bido, generalmente, al consumo de tiem- de la pelvis y del fémur proximal, demos-
po que supone, pudiendo no obstante traron que un grosor disminuido de la
llegar a utilizarse como complemento cortical del cuello femoral, un diámetro
diagnóstico de la osteoporosis si el recur- intertrocantérico elevado y un grosor
so está disponible o si programas infor- disminuido de la cortical de la diáfisis fe-
máticos de ayuda al diagnóstico facilita- moral se correlacionaban, de manera in-
ran la realización de esta tarea11. dependiente, con un mayor riesgo de

Fig. 3. Análisis morfológico radiográfico asistido por computador.


(Imágenes de Q-Bone® reproducidas con permiso de Trabeculae EBT S.L.)

72
C A P Í T U L O 5

fractura de cadera12. De igual manera, 2.1.1.3. DEXA


Gnudi y colaboradores demostraron que En el momento actual, la DEXA, además
el ángulo cérvico-diafisario del fémur de evaluar satisfactoriamente in vivo la
proximal se correlacionaba directamente DMO a nivel del esqueleto axial y perifé-
con un incremento del riesgo de fractura rico, es capaz de proporcionar datos
de cadera13. cuantitativos referentes a las característi-
cas macroestructurales del hueso.
2.1.1.2. Radiogrametría A nivel de la columna vertebral, y como
No es más que un análisis detallado de método alternativo a la MXR, se ha desa-
RxC de alta resolución, sobre las que se rrollado recientemente una técnica para
realizan mediciones geométricas del gro- la realización de morfometrías vertebra-
sor cortical y de otras dimensiones óseas. les sobre imágenes DEXA. Este método,
Las localizaciones anatómicas más fre- denominado Morfometría Vertebral por
cuentemente utilizadas para la realización Absorciometría (X-ray Absorptiometry
de esta técnica son: el segundo metacar- Vertebral Morphometry o MXA), puede
piano, el radio distal, el húmero, la claví- realizarse en equipos de densitometría
cula, el fémur proximal y la tibia14. Debe ósea con multidetector. Aun cuando la ca-
realizarse con una adecuada estandariza- lidad de las imágenes de MXA es clara-
ción de la técnica: película de grano fino mente inferior a la de la RxC, esta técnica
de alto contraste, distancia foco-placa de tiene ciertas ventajas sobre ella, sobre
1 m y magnificador de imagen capaz de todo la posibilidad de analizar toda la co-
medir 0,1 mm5. lumna vertebral en una sola imagen, la
eliminación de la magnificación no lineal
Mediante radiogrametría se han estable- inducida por los rayos-X y la substancial
cido diferentes índices corticales de los menor dosis de radiación recibida por el
metacarpianos (Morgan15, Dequecker16, paciente. Además la MXA parece ser más
Barnett-Nordin17, etc.) como método de efectiva que la MXR en la identificación
cuantificar la masa ósea en base al grosor de las deformidades vertebrales modera-
de la cortical de dichos huesos. das y severas, con una sensibilidad de
hasta el 81% para deformidades grado
La radiogrametría ha visto resurgir su uso
219. Estas ventajas hacen de la MXA una
y aumentar su precisión diagnóstica con el
técnica sencilla, eficiente, útil y rápida
advenimiento de los sistemas de análisis
para la identificación de deformidades
asistido por computador de la imagen ra-
vertebrales.
diográfica digitalizada. Por ello, para algu-
nos autores, y desde el punto de vista de A nivel del fémur proximal, se han evalua-
valoración de la masa ósea, podrían tener do mediante DEXA variables tales como la
en ciertos casos comparabilidad con la longitud del eje de la cadera, la longitud y
DEXA. Se ha sugerido así la posibilidad de la anchura del cuello femoral y el ángulo
que estas técnicas adquieran valor diag- cervicodiafisario, medidas que han de-
nóstico en la osteoporosis en aquellos ca- mostrado, en estudios caso-control efec-
sos en los que la DEXA no esté accesible18. tuados en poblaciones no españolas y es-

73
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

pañolas, estar relacionadas, independien- formidad por pandeo, siendo estas tres
temente de la edad y de la DMO, con el características predictivas de fractura de
riesgo de padecer una fractura de cadera. cadera23. Además, Faulkner y colabora-
dores evaluaron mediante HSA el FSI en
Basado en ciertos trabajos iniciales que 2.506 mujeres mayores de 50 años, de-
demostraban que en las curvas de absor- mostrando que si bien esta variable bio-
ción de los estudios de DMO con SPA de mecánica era significativamente menor
antebrazo existía información suficiente en pacientes con fractura de cadera in-
para calcular el MIST de dicha región cluso después de ser ajustada por la
anatómica, y en los refinamientos poste- DMO del cuello femoral, el FSI tenía un
riores de dicha técnica llevados a cabo menor valor predictivo de fractura que la
por el grupo de Beck, ha surgido el méto- propia DMO24. Por tanto, y de manera ge-
do de Análisis Estructural o de Resisten- neral, los parámetros de resistencia ósea
cia de la Cadera (Hip Structural or obtenibles por DEXA-HSA parecen ser
Strength Analysis o HSA)20, técnica que variables predictivas de fractura de ca-
permite simultáneamente una aproxima- dera, si bien no son mejores predictores
ción a la estructura y a la resistencia bio- del riesgo de la misma que la propia
mecánica de la extremidad proximal de DMO22.
fémur. Desde el punto de vista estructu-
ral, el HSA permite el cálculo de los diá- 2.1.1.4. Tomografía Computerizada
metros del cuello femoral, intertrocanté- Cuantitativa Volumétrica
rico y diafisario, y desde el punto de vista
La Tomografía Computerizada Cuantitati-
de resistencia, el cálculo de diferentes
va Volumétrica (Q-CT), y particularmen-
parámetros biomecánicos como el AST
te la Q-CT Volumétrica (Volumetric
de la superficie ósea mineralizada, el
Quantitative Computer Tomography o
MIST, la tasa de deformidad por pandeo
vQ-CT), con una resolución superior a las
(bucking ratio) y el FSI21,22. Mediante esta
500 µm, es la única técnica de imagen que
técnica Beck y colaboradores han podido
además de aportar datos sobre macroes-
demostrar una relación directa entre la
tructura de un hueso, permite de manera
DMO y los diámetros del cuello femoral,
precisa y específica diferenciar in vivo, y
intertrocantérico y diafisario medidos
no destructivamente, el hueso trabecular
por DEXA, así como la presencia de una
del cortical en cualquier localización del
reducción progresiva con la edad del
esqueleto, midiendo en 3D su verdadera
MIST en mujeres21,22. Por otra parte, dife-
densidad mineral volumétrica.
rentes autores han analizado mediante
DEXA-HSA las diferencias estructurales y Las imágenes tridimensionales de la Q-
biomecánicas existentes entre caderas CT permiten la estimación del grosor cor-
fracturadas y no fracturadas, demostran- tical a lo largo de toda la circunferencia
do que, de manera significativa, las pa- ósea en regiones como el cuello femoral,
cientes fracturadas presentaban, frente a la región intertrocantérica y la diáfisis fe-
las controles, un menor grosor cortical, moral22, por lo que el HSA puede ser
un menor MIST y una mayor tasa de de- igualmente realizado mediante esta técni-

74
C A P Í T U L O 5

ca de imagen. La precisión de la Q-CT tar dicha unidad estructural de manera


HSA resulta ligeramente superior a la de independiente, pudiendo únicamente
la DEXA-HSA22. aportar proyecciones en 2D de los patro-
nes arquitecturales trabeculares radio-
2.1.2. Análisis microestructural gráficos26.

Para analizar la microarquitectura del Diversos autores han demostrado la efica-


hueso trabecular es necesario utilizar téc- cia del análisis textural de este tipo de pa-
nicas de imagen de alta resolución que trones trabeculares radiográficos como
permitan evaluar directamente las carac- método de análisis estructural óseo. Exis-
terísticas del tejido trabecular, o bien ob- ten numerosos métodos de Análisis Tex-
tener una representación bi o tridimen- tural Radiográfico (Radiographic Textu-
sional del mismo. La RxC digitalizada, la re Analysis o RTA), pero básicamente se
macro-radiografía digitalizada (MRxD), la dividen en cuatro grandes grupos: los
DEXA, la TC de alta resolución (TC-AR) y métodos de aproximación estructural, los
la RNM de alta resolución (RNM-AR), son métodos estadísticos, los métodos basa-
técnicas diagnósticas capaces de evaluar dos en modelos y los métodos de trans-
de forma no invasiva la microestructura formación27.
trabecular. Aplicando sobre ellas una se-
rie de métodos de análisis de imagen, se Los Métodos de Aproximación Estructural
puede cuantificar en mayor o menor me- caracterizan la textura de una imagen a
dida la microarquitectura del hueso y/o partir de unidades primordiales bien de-
su patrón textural. Recientemente, parece finidas, denominadas primitives o texels.
haberse establecido que los ultrasonidos, Mediante reglas de ordenamiento espa-
además de cuantificar la DMO, son igual- cial jerarquizado de estas unidades se
mente capaces de evaluar en cierta medi- obtiene la caracterización topológica de
da la microestructura ósea. El análisis por la proyección del patrón trabecular. Se
elementos finitos (AEF), no siendo una han utilizado diferentes métodos de apro-
técnica de imagen propiamente dicha, ximación estructural sobre RxCD y sobre
permite desarrollar a partir de ellas, mo- TC-AR para conseguir, tanto in vivo como
delos computacionales de la estructura in vitro, la esqueletonización del patrón
del tejido óseo. trabecular y para definir el número de in-
tersecciones que esta estructura tiene
2.1.2.1. Radiografía Convencional con la interfaz hueso-cavidad medular,
Digitalizada variables a partir de las que se obtiene el
número, grosor y separación trabecular
La RxCD tiene una resolución espacial aparentes25,27.
superior a las 40 µm, obtenible sin dema-
siada dificultad a nivel del esqueleto pe- Los Métodos Estadísticos determinan la
riférico pero mucho más difícilmente a textura de una imagen de manera indirec-
nivel del axial25. Debido a que el diáme- ta, mediante el análisis estadístico de la
tro de la trabécula ósea oscila entre las distribución y la relación entre los dife-
50 y 200 µm, la RxC es incapaz de detec- rentes niveles de gris de dicha imagen.

75
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Los métodos de análisis de textura basa- características de textura de la misma, lo


dos en estadísticos de segundo orden, que facilita gráfica y matemáticamente
como el método de las matrices de co- describir sus propiedades. Ejemplos de
ocurrencia (que evalúa la probabilidad este método de análisis son las Transfor-
de tener un determinado par de niveles madas de Fourier, de Gabor y de señales
de grises separados entre sí por una de- ondulantes (wavelets). Las Transformadas
terminada distancia y en una determina- de Fourier, han sido utilizadas por dife-
da dirección), han demostrado ser capa- rentes autores como una técnica de re-
ces de evaluar la microestructura del presentación gráfica y de cuantificación
hueso trabecular sobre RxCD, MRxD y CT, matemática de la textura del hueso trabe-
con resultados comparables con los pará- cular, así como un método complementa-
metros morfológicos25. rio para el análisis de la orientación lon-
Los Métodos de Análisis Fractal (AF), méto- gitudinal y transversal de las trabéculas,
dos estadísticos que estudian la comple- y por tanto de la iso o anisotropía de la
jidad de una estructura a partir de la estructura ósea25,27.
invariabilidad del reparto de las distribu-
En general, los resultados del RTA óseo
ciones locales de texturas a diferentes ni-
son interesantes pero variables en cuanto
veles de ampliación, han sido ampliamen-
a la evidencia de sus conclusiones, proba-
te utilizados para la definición de la
blemente debido a la diversidad de técni-
rugosidad y complejidad de la estructura
cas de análisis y de sitios de exploración.
ósea. De manera general, la dimensión
El RTA sobre RxCD ofrece unos resultados
fractal del tejido óseo aumenta con el gra-
tanto más específicos y reproducibles
do de rugosidad de su patrón textural.
cuanto más exacta sea la estandarización
Ejemplos de algoritmos que permiten
de todo su proceso técnico.
este tipo de análisis son el box-counting, el
método de Fourier y el de movimiento Diferentes autores han demostrado que
Browniano. El AF asistido por computador los resultados obtenibles mediante AF se
de la trama ósea trabecular, bien sobre correlacionan de manera significativa con
RxCD, DEXA, TC-AR, RNM-AR, µ-CT, µ- ciertas variables histomorfométricas en
RNM, es una técnica moderna que viene 2D (Tb.Sp, Tb.Th y Tb.N), así como con
siendo empleada por diferentes autores ciertas propiedades biomecánicas del
para definir, in vivo e in vitro, la estructura hueso, resultando la combinación DMO-
y la orientación del hueso trabecular, así
dimensión fractal la que mejor correla-
como la relación que estas variables tie-
ción tiene con la resistencia a la compre-
nen con las propiedades físicas y biome-
sión26. Además, se ha demostrado que el
cánicas del hueso25,27 (Fig. 4).
AF vertebral y del calcáneo es capaz de
Los Métodos de Transformación permiten diferenciar entre grupos de pacientes con
la representación de una imagen en un y sin fractura vertebral osteoporótica, te-
determinado espacio. El sistema de coor- niendo el AF una capacidad discrimina-
denadas de ese espacio posee una es- dora entre grupos mayor incluso que la
tructura íntimamente relacionada con las propia DMO25,26.

76
C A P Í T U L O 5

Fig. 4. Análisis textural fractal sobre imagen RxC digitalizada.


(Imágenes de Q-Bone® reproducidas con permiso de Trabeculae EBT S.L.)

2.1.2.2. Macrorradiografía rrelacionan con su resistencia a la com-


Digitalizada (MRxD) presión (r=0,64), ascendiendo el valor de
La MRxD ha sido también utilizada por di- la correlación a 0,8618 si se combinaban
versos autores como técnica de imagen variables texturales fractales y DMO28.
para el análisis no invasivo de la textura
ósea, demostrándose que en este tipo de 2.1.2.3. DEXA
imágenes también existe cierta correla- Todavía son pocos los autores que han in-
ción entre la dimensión fractal y la DMO. tentado utilizar las imágenes DEXA como
En un análisis in vitro sobre M-RxD se de- método de evaluación de la microarqui-
mostró igualmente que las características tectura ósea.
texturales fractales de las vértebras se co-

77
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Wilkie y colaboradores realizaron un AF Resolution Q-CT o HR Q-CT). Los escá-


basado en Fourier de una serie de imáge- neres de uso clínico con resolución de
nes de densitómetro periférico de calcá- 200 a 400 µm y con capacidad de analizar
neo, comparando estos resultados con los cortes de hasta 1 mm de espesor, si bien
obtenidos del RTA de RxCD de ese mismo no pueden determinar de forma indivi-
hueso. Los autores demuestran la existen- dual la estructura de una trabécula, sí per-
cia de una alta correlación entre ambas miten obtener in vitro e in vivo una imagen
técnicas de evaluación, independiente- en 2D muy similar a la estructura global
mente del algoritmo matemático emplea- de la red trabecular, pudiéndose determi-
do para el análisis textural29. nar en ella sus características microes-
tructurales (superficie trabecular, número
Recientemente, Caeiro y colaboradores
de entrecruzamientos trabeculares, índi-
han evaluado las posibilidades de la
ce de fragmentación trabecular, etc.) u
DEXA como método de evaluación de la
microestructura trabecular ósea de la ca- obtener una cuantificación global de la
dera. En su estudio, si bien las variables misma mediante RTA y AF31. Las caracte-
morfológicas y biomecánicas obtenidas rísticas estructurales evaluadas mediante
mediante esta técnica de imagen propor- Q-CT AR han demostrado in vitro cierto
cionaban una información complementa- grado de correlación con la DMO y con
ria y discriminadora entre grupos con las propiedades biomecánicas del hueso,
DMO normal, osteopénico y osteoporóti- de manera que en la evaluación de la re-
co, el AF uni o multidireccional aportaba sistencia vertebral el RTA de estas imáge-
escasa información adicional de manera nes es comparable o incluso superior a la
aislada. Sin embargo, cuando a las varia- DMO volumétrica25,26,31.
bles texturales fractales se les asociaban Si bien el RTA de las imágenes de Q-CT
variables lumínicas obtenidas de la pro- AR no discrimina tan bien como la DMO
pia imagen de la DEXA (índices óptico- entre pacientes con o sin fractura osteo-
fractales) se obtenía una mayor capaci- porótica, la combinación de parámetros
dad discriminadora entre grupos de estructurales y DMO sí ha demostrado te-
pacientes osteoporóticos y no osteoporó- ner mayor capacidad discriminativa entre
ticos30. grupos que las referidas variables de for-
El principal beneficio de utilizar este tipo ma aislada31,32.
de imágenes para un RTA sería el poder
Las limitaciones fundamentales de la Q-
obtener simultáneamente una medida de
CT AR radican en la necesidad de esta-
la DMO, y una aproximación cuantitativa a
blecer una umbralización previa de la
la microestructura ósea.
imagen para conseguir un correcto análi-
sis estructural, y en la alta exposición a las
2.1.2.4. Q-CT de Alta Resolución
radiaciones ionizantes que conlleva32.
Una de las herramientas no invasivas más
prometedoras en la actualidad para la La Q-CT de Alta Resolución Periférica (Q-
evaluación estructural ósea in vivo es la Q- CTp AR, High Resolution peripheral Q-CT
CT de Alta resolución (Q-CT AR, High o HR-pQCT), una nueva generación de Q-

78
C A P Í T U L O 5

CTAR de mayor resolución espacial (82 reproducibilidad muy satisfactoria. Por


µm isotrópicas), permite diferenciar in ello, la biopsia virtual ósea (BVO) por µ-
vivo entre tejido óseo cortical y trabecu- CTp viene siendo utilizada a lo largo de
lar, con capacidad suficiente como para estos últimos años como método no inva-
identificar trabéculas aisladas en regio- sivo de análisis estructural del hueso tra-
nes óseas periféricas como el radio distal becular, tanto con fines diagnósticos
y la tibia22,31. Los parámetros estructura- como terapéuticos, así como base para la
les 3D obtenibles mediante esta técnica, elaboración de micro modelos de AEF32.
están altamente relacionados con los pa- La gran limitación de los µ-CTp se en-
rámetros estructurales obtenibles por mi- cuentra, al margen de su coste, en los pro-
crotomografía computerizada (µ-CT). Me- blemas de desenfoque de la imagen, en
diante Q-CTp AR se ha podido demostrar su relativamente baja velocidad de análi-
que las mujeres postmenopáusicas pre- sis y en la alta exposición a la radiación
sentan, en comparación con las premeno- ionizante a la que se somete al paciente
páusicas, menores densidades corticales (Fig. 5).
y trabeculares, así como un menor núme-
ro trabecular (Tb.N), un menor grosor tra- 2.1.2.5. RNM de Alta Resolución
becular (Tb.Th) y una mayor separación
trabecular (Tb.Sp). De igual manera, Sor- La RNM de Alta Resolución (RNM-AR,
nay-Rendu y colaboradores demostraron High Resolution MRI o HR-MRI) que uti-
que las mujeres con fracturas vertebrales, liza potentes campos magnéticos y se-
en comparación con los casos control pa- cuencias de pulso electromagnéticos
reados por edad, presentaban un grosor para generar imágenes 3D, se ha ido
cortical, una relación volumen total/volu- constituyendo en estos últimos años como
men trabecular (BV/TV) y un Tb.N signifi- uno de los métodos no ionizantes de aná-
cativamente menor, así como una Tb.SP lisis no invasivo y no destructivo in vivo de
significativamente mayor, incluso para el la arquitectura ósea. En la actualidad, aun-
caso de estas dos últimas variables des- que mediante aparatos de alto campo (1,5
pués de haber sido ajustadas por la Teslas) se puedan alcanzar in vivo resolu-
DMO33. Por tanto, la Q-CTp AR al propor- ciones superiores a las 150 x 150 x 500
cionar simultáneamente una DMO volu- µm3, con un grosor de corte de 250 µm,
métrica y parámetros arquitecturales estos parámetros no son suficientes para
óseos, pudiera ser en un futuro una de las determinar la estructura de una trabécula
técnicas más prometedoras de diagnósti- de forma aislada22. De hecho, en las imá-
co cualitativo de la osteoporosis22,31. genes de RNM-AR el hueso trabecular
aparece como una fina red sin señal den-
La Microtomografía Computerizada Perifé- tro de una médula ósea adiposa de relati-
rica (Peripheral µ-CT o µ-CTp) con una re- va hiperseñal31. Esta red trabecular apa-
solución de 170 x 170 x 480 µm3 y un op- rente, densa en el individuo sano y poco
timizado software de análisis en 3D, densa en el paciente osteoporótico, se
permite efectuar no invasivamente el puede evaluar mediante AF o bien a me-
equivalente a una biopsia ósea con una diante un Análisis Tridimensional Lineal

79
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Fig. 5. Biopsia ósea por µ-CT.


(Imágenes reproducidas con permiso de Trabeculae EBT S.L.)

Gráfico que permite caracterizar el pa- nizantes, siendo sus desventajas más des-
trón estructural del hueso trabecular en tacables su alto coste y el tiempo relativa-
las imágenes de RNM-AR32. mente largo de exploración (> 10-20 min).
Los parámetros arquitecturales obteni- La MicroResonancia Nuclear Magnética
bles mediante RNM-AR se correlacionan (µ-RNM o µ-MRI) utiliza sofisticados al-
de manera significativa con los paráme- goritmos computacionales para extraer
tros topológicos (r2 = 0,85) y estructurales matemáticamente de las imágenes de
(r2 = 0,57-0,64) del hueso obtenibles por RNM-AR un VOI, y para definir en 3D las
µ-CT, así como con la resistencia total del estructuras óseas contenidas en él (cur-
fémur proximal in vitro (r = 0,69; p < 0,01) vas, superficies y uniones), lo que permi-
(Link et al., 2003). Diversos estudios han te realizar no sólo un análisis topológico-
demostrado también la capacidad de los microarquitectural de la región a estudio,
parámetros estructurales obtenibles por sino aproximarse también a la orientación
RNM-AR para diferenciar in vivo entre pa- espacial y a la anisotropía de la misma.
cientes fracturados y no fracturados32. La Esta metodología, conocida generalmen-
ventaja más importante que esta tecnolo- te como biopsia virtual ósea por µ-RNM,
gía aporta a los estudios in vivo es, obvia- es utilizable in vivo a nivel del radio distal,
mente, la no utilización de radiaciones io- tibia distal y calcáneo22,26. Esta técnica

80
C A P Í T U L O 5

está demostrando ser muy prometedora teriales del hueso. No obstante, cuando se
desde el punto de vista de la evaluación trata de aparatos comerciales, los Q-US
de la calidad estructural, sobre todo en lo parecen aportar exclusivamente una esti-
referente a diferenciar tipologías arqui- mación de la DMO.
tecturales óseas (estructura trabecular
El Escaneado Confocal y Diagnóstico
con preponderancia de placas o de tu-
Acústico (SCAD) es un método no invasi-
bos) en pacientes con DMO prácticamen-
vo de ultrasonidos de alta resolución que
te idéntica, como método para diferenciar determina la estructura del hueso y rela-
entre poblaciones osteoporóticas fractu- ciona parámetros específicos ultrasónicos
radas y no fracturadas, y como método de con la DMO, las propiedades biomecáni-
seguimiento clínico del efecto que ciertas cas (rigidez, elasticidad, etc.) y la resis-
patologías o medicamentos tienen sobre tencia ósea. Se están realizando mediante
la estructura ósea. esta técnica estudios comparativos in vitro
con histomorfometría ósea y µ-CT, e in
2.1.2.6. Ultrasonidos Cuantitativos vivo, estudios comparativos frente a DEXA
Los Ultrasonidos Cuantitativos (Q-US), al en cadera, y mapeos de la superficie tra-
becular del calcáneo34.
evaluar la atenuación de las diferentes
longitudes de onda y su velocidad de
transmisión a través de los tejidos blan- 2.1.2.7. Análisis por Elementos
Finitos
dos y óseos, permiten obtener paráme-
tros que parecen relacionarse no sólo con El Análisis por Elementos Finitos (AEF)
la densidad mineral sino también con las se basa en la descomposición de una es-
características estructurales y biomecáni- tructura compleja, de comportamiento
cas del hueso. En concreto, la atenuación biomecánico desconocido, en una serie
ultrasónica de banda ancha (Broadband de subestructuras geométricamente sim-
Ultrasound Attenuation, BUA: dB/mHz) pa- plificadas denominadas elementos finitos
rece relacionarse con la densidad mineral (EF). El comportamiento individual de
y la estructura del tejido óseo (cantidad cada una de estas subestructuras, deno-
de hueso en la vía del ultrasonido y com- minadas ladrillos, se determina mediante
plejidad de la estructura del tejido trabe- ecuaciones matemáticas que evalúan las
cular -conectividad y anisotropía-), y la cargas o las tensiones que éstas reciben.
velocidad del sonido (Speed of Sound, A partir del análisis individual de cada
SOS: m/s), sin embargo, con ciertos pará- uno de estos elementos, se obtiene un
metros específicos de la calidad biome- modelo computacional global de la es-
tructura analizada que permite, por un
cánica del hueso (inversamente propor-
lado, determinar su resistencia global y,
cional a la densidad del tejido óseo y
por otro, ser cargado matemáticamente
directamente proporcional al módulo de
para determinar la forma, el tipo y la loca-
elasticidad -módulo de Young- del mis-
lización del fracaso biomecánico22.
mo). Existen, además, ciertas evidencias
de que los Q-US pueden aportar informa- Se han desarrollado modelos vertebrales
ción relacionada con las propiedades ma- y femorales de EF a partir de cortes 3D

81
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

de Q-CT AR y de RNM-AR. Los modelos definición actual de la enfermedad, tal y


obtenidos mediante estos análisis son como hemos indicado en la introducción
muy exactos, incluso cuando se emplean de este capítulo, nos proporciona una
resoluciones de escaneado bajas. Se ha aproximación más mecanicista a la fisio-
demostrado que existe una buena corre- patología de la enfermedad. En este sen-
lación entre el comportamiento biomecá- tido, los nuevos sistemas de evaluación de
nico, y la resistencia ósea total predicha la calidad ósea, que permiten tanto el
por el AEF y los determinados experi- análisis in vitro como in vivo de la estruc-
mentalmente en especímenes vertebra- tura, la composición y la mineralización
les y femorales de cadáver, de manera del hueso, proporcionan una información
que el AEF demuestra incluso mayor ca- complementaria muy útil sobre la natura-
pacidad que la propia DMO volumétrica leza de los cambios fisiopatológicos que
y que el AST obtenible por Q-CT AR para se producen en la osteoporosis. Pero a pe-
predecir la resistencia a la compresión de sar de este importante avance todavía
un cuerpo vertebral. Si bien estas corre- queda por resolver si esta información su-
laciones resultan muy interesantes para la pone o no ventajas desde el punto de vis-
evaluación in vitro de la resistencia total ta clínico frente a la densitometría con-
de un hueso, el cálculo mediante AEF de vencional por DEXA, y si realmente es
la resistencia ósea in vivo tal vez no logre necesario aportar o no, conjuntamente
conseguir unas correlaciones tan altas, con la DMO, datos sobre parámetros ar-
posiblemente debido a las complejas in- quitecturales y/o de composición que su-
teracciones entre hueso, músculo y vecto- pongan una evaluación más específica de
res de carga22. la bondad cualitativa y biomecánica de la
Diferentes modelos de AEF han demos- reserva ósea en situaciones clínicas como
trado igualmente gran capacidad para la osteoporosis.
discriminar entre personas con y sin
osteoporosis, y para determinar la efica- 3. RESUMEN
cia terapéutica en términos de resistencia Aunque la definición actual de osteoporo-
ósea de fármacos antirresortivos y anabó-
sis señala la importancia que las variables
licos. A pesar de ello, todavía hoy en día
cualitativas tienen sobre la resistencia
el AEF no ha conseguido poder ser apli-
ósea, desde el punto de vista práctico la
cado de manera general en la práctica clí-
enfermedad se sigue diagnosticando clí-
nica, debido, sobre todo, a la necesidad
nicamente en base a las variaciones de la
de aumentar la precisión de los modelos
DMO. Las limitaciones de este abordaje
y a los muy altos requerimientos compu-
conceptual, largamente cuestionado, hace
tacionales que estas técnicas requieren.
necesaria la redefinición de la enferme-
dad en términos que incluyan las alte-
2.2. Diagnóstico cualitativo raciones arquitecturales, materiales y
de osteoporosis biomecánicas que se producen en la oste-
En contraposición al concepto densitomé- oporosis. Si bien todavía ninguna de las
trico clásico de osteoporosis de la OMS la aproximaciones cualitativas ha demostra-

82
C A P Í T U L O 5

do ser superior a la determinación de la Por tanto, tal vez en un futuro relativamen-


DMO por DEXA como variable predictora te cercano esta tendencia eminentemente
de fractura osteoporótica22, las nuevas descriptiva y en cierta manera esquiva de
tecnologías para el estudio de la estructu- la calidad ósea, evolucione hacia axiomas
ra ósea y de la composición de la matriz, mucho más mecanicistas, que intenten no
combinadas con las evaluaciones biome- sólo identificar a aquellas variables más
cánicas obtenibles a partir de ellas, están íntimamente relacionadas con la resisten-
haciendo avanzar considerablemente la cia ósea, sino definir cuál es, in vivo, la re-
percepción que tenemos del daño óseo y sistencia total del hueso a la fractura, tér-
de sus efectos a largo plazo. A pesar de mino que para algunos autores es el que
ello, y posiblemente debido a la ingente realmente define, desde un punto de vis-
cantidad de variables obtenibles y eva- ta clínico, la bondad cualitativa del tejido
luables a partir de estas técnicas, resulta óseo. En este contexto, las nuevas técnicas
por ahora difícil determinar qué paráme- de imagen en 3D, que permiten la evalua-
tros deberían ser incluidos en la defini- ción simultánea tanto de la macro como
ción cualitativa de la osteoporosis y cuá- de la microestructura ósea, parecen ser
les no, si bien la tendencia actual aboga una interesante y prometedora opción
por tener en cuenta exclusivamente a que nos ayudará a resolver en un futuro
aquellas variables con significación sobre cercano el problema de la determinación
la resistencia ósea35. de la fragilidad ósea.

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84
C A P Í T U L O 6

CAPÍTULO 6
Aportación de los datos
analíticos de laboratorio
al diagnóstico
y seguimiento
de la osteoporosis
Prof. Dr. Fernando López Prats
Catedrático y Jefe de Servicio de Cirugía
Ortopédica y Traumatología
Facultad de Medicina.
Universidad Miguel Hernández.
Hospital General Universitario de Elche. Alicante

En la práctica asistencial actual, al labora- está en relación directa con la tasa total
torio se le ha dado menos importancia del recambio. Estos MRO, conforme al mo-
que a las técnicas de imagen y densito- mento en que son producidos, se dividen
métricas; y sin embargo es útil en la eva- en: de formación y de resorción1,2,3,4.
luación de los pacientes osteoporóticos.
Entre los marcadores que nos informan
El laboratorio aporta dos tipos de prue-
sobre la formación del hueso están:
bas: convencionales y específicas. Con
las convencionales (hemograma, VSG, • La enzima de la membrana de los os-
creatinina, iones, proteinograma, hormo- teoblastos: la Fosfatasa Alcalina Total
nas tiroideas, paratiroidea y gonadales, (FAT) y Ósea (FAO).
vitamina D, etc.) se puede hacer el diag- • La sintetizada por los osteoblastos: la
nóstico etiológico y diferencial de la en- Osteocalcina (BGP) y la Osteocalcina
fermedad osteoporótica, y conocer el es- no totalmente carboxilada.
tado nutricional del paciente. Con las • Los equivalentes al colágeno deposi-
específicas se estudia la tasa del recam- tado en la matriz ósea: los Péptidos
bio óseo mediante la evaluación de los Procolágeno I Carboxilo-terminal
denominados marcadores del recambio (PICP) y Amino-terminal (PINP).
óseo (MRO)1,2,3,4.
Entre los marcadores que nos informan
Los MRO nos aportan datos sobre la for-
sobre de la resorción del hueso están:
mación y resorción del hueso, ya que la
concentración en sangre de las enzimas y • El calcio urinario (CaUr).
péptidos producidos en el recambio óseo, • La Hidroxiprolina (HIP).

85
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

• Los Telopéptidos Carboxiterminal riables extraóseas (función renal, aporte


(CTX) y Aminoterminal (NTX) del co- alimentario) y hay que corregirlo con el
lágeno tipo I. índice calcio/creatinina en la primera
• La Fosfatasa Ácida Tartrato Resistente orina de la mañana tras el ayuno noctur-
presente en los osteoclastos (FATR). no. La HIP es inespecífica porque proce-
de de varios tipos de colágeno endóge-
• La Piridinolina (Pir) y la Deoxipiridi-
nos y de la dieta. Los puentes de Pir y
nolina (Dpir), son puentes inter e in-
Dpir, son muy específicos de la resorción
tramoleculares de piridinolina.
ósea. El NTX contiene mayor número de
• La Sialoproteína ósea. Pir y tiene gran sensibilidad y valor pre-
• Los Glucósidos de hidroxilisina. dictivo 1,2,7,8,9,10,11.
• Los alfa y beta CrossLaps (α-CTX y β-
Entre las desventajas de los MRO hay que
CTX).
destacar su variabilidad analítica y bioló-
Los marcadores de formación son pro- gica. Poco a poco se van mejorando los
ductos derivados de la actividad osteo- problemas técnicos, y por tanto la repro-
blástica. A subrayar: la fosfatasa alcalina ducibilidad. Dentro de las numerosas va-
(FAT y FAO), la osteocalcina y los pépti- riables biológicas hay que destacar las
dos procolágeno I carboxilo-terminal debidas a los ritmos circadianos y esta-
(PICP) y amino-terminal (PINP). La FAT, cionales, las relacionadas con el estilo de
por su triple origen (renal, hepático y vida, con la nutrición, con los fármacos,
óseo), es poco específica para el estudio con algunas condiciones fisiológicas
de la osteoporosis. La FAO es útil en los (edad, ciclo menstrual…), con la presen-
pacientes con insuficiencia renal al no eli- cia de fracturas y con la función renal. La
minarse por la orina. Los niveles de osteo- variabilidad biológica es mayor con los
calcina reflejan el recambio con suficien- marcadores de resorción 1,3.
te confianza, si bien su eliminación
urinaria hace que se acumule en los pa- En la clínica asistencial, entre las situacio-
cientes con insuficiencia renal2. El PICP nes que se nos plantean, destacarían dos:
tiene escasa sensibilidad con la osteopo- una de predicción del riesgo (de pérdida
rosis, mientras que el PINP la tiene muy ósea y de fractura) y otra de valoración te-
elevada y presenta un mejor rendimiento rapéutica del tratamiento llevado a cabo.
en precisión y sensibilidad al cambio 1,5,6.
Con respecto al papel de los MRO en la
Los marcadores de resorción están origi- predicción del riesgo, podemos decir que
nados en el osteoclasto (FATR) y los ge- ante una densidad mineral ósea baja
nerados durante el proceso de resorción, (DMO) o/y una elevación de los MRO está
bien en la degradación de la matriz mi- indicada una estrategia preventiva. En la
neral (CaUr), bien por degradación del actualidad no hay evidencia que haya de-
colágeno (HIP, Pir-Dpir, NTX y CTX). La mostrado el valor de uno ó más MRO, so-
FATR adolece de falta de especificidad y los o en combinación con otros factores,
tiene una gran inestabilidad en muestras como un valor clínico para la predicción
congeladas. La CaUr está influida por va- del riesgo de fractura en un paciente de

86
C A P Í T U L O 6

manera individual. La complementarie- al menos el 50% de su valor basal antes


dad entre la DMO y los MRO apoyaría una del comienzo del tratamiento2,5,15,16,18,19.
estrategia preventiva2,5,12,13,14,15,16,17. Hoy por hoy, aunque las modificaciones
de la DMO y de los MRO proporcionan
El papel actual de los MRO en la valora- una idea del efecto de los fármacos em-
ción de la efectividad del tratamiento que pleados para el tratamiento de la osteo-
se ha instaurado, no ha pasado simple- porosis, no es aceptable que un valor
mente de ser variables con interés clínico puntual de los MRO pueda ser empleado
ocasional y no extrapolables a la situación para clasificar a un individuo como afecto
clínica diaria. En general, los fármacos de una enfermedad ósea ni establecer la
antirresortivos disminuyen los MRO y los situación de su remodelado óseo. La efi-
osteoformadores los aumentan como ex- cacia clínica de los mismos se valora a
presión de un incremento del recambio. través de la reducción que determinan en
La administración de antirresortivos se la incidencia de fracturas mediante ensa-
acompaña de una detención de la pérdi- yos clínicos 1,2,5,15,16,17,20,21. También se ha
da ósea y de un incremento de la DMO. observado que la determinación periódi-
Estos cambios no se ven antes de los dos ca de los MRO en el seguimiento del tra-
años; sin embargo, el tratamiento se tamiento, puede ayudar en algunos pa-
acompaña de una disminución de los cientes a incrementar su adherencia al
MRO a las pocas semanas, lo que permite tratamiento22,23.
detectar fracasos terapéuticos mucho an-
tes de que se observen los cambios en la En el momento actual no hay un acuerdo,
DMO12. Al año de tratamiento se ha obser- con suficiente nivel de evidencia, sobre
vado la existencia de una relación directa cuál es el mejor MRO, ni cuál es la estrate-
entre la disminución de los MRO y la re- gia más adecuada para su uso. Tampoco
ducción del riesgo de fracturas no verte- la hay para recomendar el uso rutinario
brales. Destaca por su precisión y sensi- de dichos marcadores en el control y se-
bilidad al cambio el PINP, así como la guimiento del tratamiento de la osteopo-
disminución de los niveles de NTX y CTX rosis2,5,19,21.

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G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

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88
C A P Í T U L O 7

CAPÍTULO 7
Propuestas
no farmacológicas
para mejorar la salud
ósea, y reducir
la osteoporosis y las
fracturas osteoporóticas
Dr. Eduardo Vaquero Cervino
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital de Verín. Verín, Ourense

Las propuestas no farmacológicas para


Recomendaciones universales
mejorar la salud ósea, reducir la osteo-
para la prevención
porosis y las fracturas por fragilidad de- de la osteoporosis
ben ser recomendadas y divulgadas a
toda la población, desde los más jóvenes Dieta equilibrada Ejercicio físico
Supresión de tóxicos Prevención de caídas
a los más ancianos, independientemente
de sus factores de riesgo de osteoporo- Tabla 1.
sis. La mejor estrategia en el tratamiento
de la osteoporosis es la prevención,
1. DIETA
siendo los principales objetivos: prime-
ro, lograr un adecuado pico de masa Una alimentación equilibrada en calorías
ósea en las primeras décadas de la vida; y nutrientes es fundamental para el desa-
segundo, minimizar las pérdidas de la rrollo del los tejidos, incluyendo el tejido
misma durante el resto de la vida me- óseo. La dieta saludable incluye, entre
diante la adopción de hábitos de vida otros, cantidades adecuadas de calcio, vi-
saludables para los huesos; y tercero, tamina D y proteínas. Los dos primeros
evitar las caídas. nutrientes tienen acciones independien-
tes pero sus efectos sobre la salud ósea
Las recomendaciones universales para la son complementarios, por ello deben de
prevención de la osteoporosis son las in- ser manejados en combinación. Debido a
dicadas en la Tabla 1 y se desarrollan a la frecuencia con la que se observan nive-
continuación. les bajos de calcio y vitamina D en la po-

89
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

blación general de los países industriali- sorción y una menor concentración de cal-
zados, en especial en los pacientes de cio en suero que estimulará la secreción
mayor edad, y también debido al abando- de paratohormona (PTH), y ésta activará la
no de la adherencia al tratamiento de los resorción ósea para obtener calcio del de-
suplementos, las autoridades sanitarias pósito mineral óseo, lo que producirá una
deberían considerar una estrategia para disminución de la densidad mineral ósea
el enriquecimiento de ciertos alimentos (DMO) y una mayor fragilidad ósea.
con estos dos nutrientes, ya que sería una
Las presentaciones farmacológicas de
medida de relativo bajo coste y con gran-
carbonato cálcico precisan un pH ácido
des beneficios a largo plazo1.
para su correcta absorción, por lo que de-
Diversos metaanálisis han demostrado que ben de ser administradas junto con los
la administración de calcio y vitamina D re- alimentos, mientras que la absorción de
ducen el riesgo de fractura. Este efecto se las sales de citrato de calcio se realiza con
ve aumentado cuando se administra junto independencia de la acidez gástrica y
con los distintos fármacos osteoactivos pueden ser ingeridas en cualquier mo-
para el tratamiento de la osteoporosis2,3. mento del día. Con el envejecimiento se
produce una disminución de la eficiencia
1.1. Calcio en la absorción del calcio, posiblemente
debido a una aclorhidria, a una disminu-
El calcio se absorbe en duodeno y yeyuno, ción de los receptores intestinales de la
por medio de transporte activo regulado vitamina D y/o por resistencia de los mis-
por la vitamina D y mediante transporte mos a la acción de la vitamina D. Un re-
pasivo dependiente de gradiente. Las re- ciente y exhaustivo metaanálisis ha de-
comendaciones de ingesta diaria de calcio mostrado que los suplementos de calcio
son variables a lo largo de la vida (Tabla 2) de, al menos, 1.200 mg/día, solos o en
y buscan obtener un balance equilibrado combinación con 800 UI/día de vitamina
de este mineral. Ante un déficit en su in- D, son eficaces en el tratamiento preventi-
gesta se provoca una disminución de la ab- vo de las fracturas osteoporóticas. La re-
ducción de riesgo de fractura fue mayor
en los individuos ancianos internados,
Recomendaciones de ingesta
de calcio (mg/día) para cada con bajo peso y los que tenían una inges-
grupo de edad ta de calcio inicial baja. El tratamiento fue
Grupo de edad Calcio (mg/día)
menos eficaz cuando el cumplimiento era
malo2. Sin embargo, otro metaanálisis
3 - 8 años 800 mg/día cuestiona la efectividad de la administra-
9 - 17 años 1.300 mg/día ción de calcio sin vitamina D para la pre-
vención de la fractura de cadera4.
Adultos 1.000 mg/día

Ancianos 1.400 mg/día La ingesta de cantidades superiores a las


recomendadas podría ocasionar en algu-
Gestantes y lactantes >1.300 mg/día
nos individuos litiasis renal y agravamien-
Tabla 2. to de enfermedades cardiovasculares5.

90
C A P Í T U L O 7

1.2.Vitamina D suplementación de 800 UI/día para al-


canzar una concentración ideal de 25-hi-
La vitamina D tiene un papel muy impor-
droxivitamina D en suero de 30 ng/ml o
tante en la homeostasis del calcio, por otra
en su defecto superar el nivel mínimo de
parte, mejora el tono y la función muscular
20 ng/ml6,7,8.
disminuyendo el número de caídas.
El perfil de seguridad de la vitamina D es
Esta vitamina se obtiene a través de dos
bastante alto, se necesitaría ingerir canti-
vías, la principal es mediante la síntesis
dades muy superiores a 2.000 ó 10.000
cutánea endógena con la exposición a los
UI/día de forma continuada para llegar a
rayos ultravioletas B, y la otra a partir de
niveles peligrosos5,7,9.
los alimentos de la dieta, mediante su ab-
sorción en el intestino delgado en pre- Por otra parte, los niveles adecuados de
sencia de los ácidos biliares. Sin embar- vitamina D parecen influir en una mejora
go, en muchos casos, la concentración del tono muscular y de la función de las
plasmática de vitamina D puede ser insu- extremidades inferiores. En un metaanáli-
ficiente. Se estima que la mitad de la po- sis se observó una disminución del riesgo
blación mundial tiene niveles séricos in- de caídas en un 20%, siendo más eviden-
suficientes, considerados como tales te en aquellos ensayos en los que se utili-
valores inferiores a 20 ng/ml de 25-hidro- zaron dosis de 800 UI/día. No está bien
xivitamina D, que es el metabolito indica- establecido el mecanismo mediante el
tivo del estatus corporal de vitamina D. cual la vitamina D influye en la mejora del
Esta situación se da incluso en países tan rendimiento muscular, pero posiblemente
soleados como España. Esto es aún más esté relacionado con los receptores de vi-
acusado en determinadas zonas geográ- tamina D presentes en la membrana de
fica o épocas del año donde la exposi- los miocitos10,11,12.
ción es más limitada, así como en sujetos
en quienes la síntesis cutánea de la mis- Por último, apuntar que la vitamina D de-
ma está disminuída o en circunstancias sempeña un papel importante como inmu-
en las que hay un deterioro de la absor- nomodulador, protegiendo frente a ciertas
ción intestinal o una deficiencia dietética, patologías infecciosas y enfermedades de
recordando que su presencia en los ali- base autoinmune como la artritis reuma-
mentos es escasa (pescados azules, acei- toide, la esclerosis múltiple y otras. Por
te de pescado, hígado, yema de huevo), otra parte, debido a su acción antiprolife-
por lo que dicho déficit se ha documenta- rativa, niveles adecuados de la misma pa-
do en distintos estudios realizados en el recen relacionarse con un efecto protector
mundo entero con independencia de la frente al cáncer de colon, próstata, mama,
edad, estado de salud o de la latitud y es o linfoma no Hodgkin, y también parece
especialmente frecuente en poblaciones aumentar la secreción de insulina y la sen-
de riesgo, como mujeres postmenopáusi- sibilidad a la misma, lo que se traduce en
cas y ancianos, principalmente si viven un mejor control de la diabetes. Todos es-
en asilos o se encuentran encamados. Por tos efectos en su conjunto pueden contri-
ello, en estas personas estaría indicado la buir a reducir la mortalidad7,8,10.

91
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

1.3. Proteínas ña el tabaco, a nivel óseo parece dismi-


nuir la absorción del calcio y acelera la
Las proteínas son un nutriente esencial
excreción urinaria del mismo, producien-
para la salud ósea, por lo que un aporte
do efectos deletéreos sobre el hueso. Se
suficiente de éstas es necesario para el
ha demostrado que disminuye la DMO en
correcto funcionamiento del sistema mús-
mujeres postmenopáusicas y aumenta el
culo-esquelético. Diversos estudios en los
riesgo de fractura, por lo que debe reco-
últimos años avalan los efectos beneficios
mendarse el abandono de este hábito no-
de las proteínas incrementando la DMO y
civo5,10,17,18. Además, se ha demostrado
reduciendo la incidencia de fracturas, re-
que las personas que abandonan el hábi-
batiendo otras teorías y estudios in vitro
to de fumar aumentan su DMO en cadera
que postulaban lo contrario. La falta de un
respecto a aquellas que siguen fumando,
correcto aporte proteico causa un dete-
haciéndose patente durante el primer
rioro en la masa ósea, microarquitectura y
año, lo que puede suponer un aliciente
resistencia del esqueleto, favoreciendo la
más para su abandono19.
progresión de la osteoporosis. No hay evi-
dencia de que las proteínas de origen
animal o vegetal sean superiores unas 2.2. Alcohol
respecto a otras en relación al metabolis- El alcoholismo constituye una causa fre-
mo del calcio, prevención de pérdida de cuente de osteoporosis. En estos sujetos
masa ósea y disminución de fracturas por se ha observado en algunas ocasiones
fragilidad13,14. una mejoría de la DMO sólo con la supre-
sión del alcohol. El paciente alcohólico
Se ha demostrado que una gran parte de
con osteoporosis debe de dejar de beber
pacientes que sufren una fractura de ca-
de forma absoluta para tratarla, mientras
dera por fragilidad tienen niveles bajos
que en el resto de la población se reco-
de proteínas en plasma, y el aporte apro-
mienda moderar el consumo de alcohol.
piado de suplementos proteicos en estos
Hasta 3 copas de vino/día parece no tener
pacientes disminuye la morbilidad aso-
efectos adversos para el metabolismo
ciada a la fractura. Además, la obtención
óseo, incluso puede ejercer un efecto pro-
de unos niveles adecuados de proteínas
tector frente a la fractura de cadera, pero
mejora el curso clínico y disminuye signi-
un consumo excesivo, además de ser per-
ficativamente la tasa de complicaciones
judicial para la salud ósea, predispone a
como la aparición de úlceras de decúbito,
un riesgo aumentado de sufrir caí-
anemia, infecciones respiratorias y urina-
das5,10,18,20,21, no se deben superar los 40
rias, así como un acortamiento de la es-
gramos/día (Tabla 3).
tancia hospitalaria13,15,16.

2. SUPRESIÓN DE TÓXICOS 2.3. Cafeína


La cafeína tiene un efecto diurético que fa-
2.1.Tabaco vorece la eliminación de calcio y también
Aparte de los conocidos efectos perjudi- puede interferir en su absorción, por ello
ciales para la salud en general que entra- se debe de evitar su consumo abusivo, en-

92
C A P Í T U L O 7

Gramos de
Graduación Medida de la
BEBIDA Ración alcohol por
alcohólica (100g) ración (ml)
ración

Cerveza sin alcohol 1,0 caña 200 1,6

Cerveza rubia 4,0 caña 200 6,4

Cerveza negra 8,0 pinta 556 35,6

Sidra dulce 2,1 caña 200 3,4

Sidra natural 3,7 caña 200 5,9

Sangría 9,5 vaso 200 15,2

Cava o champán 11,0 copa 100 8,8

Vino tinto 13,0 copa 100 10,4

Vino blanco 12,0 copa 100 9,6

Vino dulce 14,5 copa 100 11,6

Vermut dulce 18,2 copa 100 14,6

Vermut seco 14,5 copa 100 11,6

Bitter con alcohol 15,2 vaso 200 24,3

Licor de frutas 20,0 copa 60 9,6

Ginebra 38,0 copa 60 18,2

Anís seco 40,0 copa 60 19,2

Brandy 40,0 copa 60 19,2

Ron 40,0 copa 60 19,2

Vodka 40,0 copa 60 19,2

Whisky 40,0 copa 60 19,2

Tequila 45,0 copa 60 21,6

Tabla 3. Adaptación de las tablas de composición de alimentos del Centre d´Ensenyament Superior de Nu-
trició i Dietética de la Universidad de Barcelona.

tendiéndose éste por encima de cuatro ta- Algunos autores minimizan el efecto ad-
zas o vasos diarios de bebidas ricas en ca- verso directo sobre el metabolismo del
feína (café, bebidas de colas y energéti- calcio de las bebidas con cafeína, y expli-
cas). Su abuso parece tener consecuencias can su acción de una manera indirecta de-
nocivas para el hueso, por lo que al igual bido a que estas bebidas desplazan de la
que el alcohol, se debe de proponer un dieta a bebidas tradicionales ricas en cal-
consumo moderado de las mismas20-23. cio como la leche, disminuyendo la ade-

93
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

cuada ingesta de calcio favoreciendo así mentar la fuerza muscular en un 200%-,


la fragilidad ósea24. disminuye el número de caídas principal-
mente en ancianos no institucionalizados
3. EJERCICIO y parece disminuir el riesgo de fractura
Se debe recomendar la realización de de cadera26.
ejercicio físico regular apropiado para Los largos periodos de inmovilización son
cada edad ya que tiene efectos beneficio- una causa muy importante de pérdida de
sos para la salud en general: incrementa DMO. Hay autores que indican que se
la fuerza muscular, disminuye el número puede perder la misma cantidad de hue-
de caídas, reduce la incidencia de depre- so en unas pocas semanas de inmoviliza-
sión, mejora el dolor artrósico, aumenta la ción que durante todo un año en condicio-
longevidad y reduce el riesgo de diabe- nes de vida normales, por lo que se
tes y de enfermedad coronaria. deben evitar situaciones de encamamien-
Respecto a sus acciones en el esqueleto, to prolongado. La rehabilitación y el ejer-
en jóvenes ayuda a adquirir el pico máxi- cicio suave, como caminar, son de suma
mo de masa ósea genéticamente determi- importancia en individuos que han sufri-
nado. En mujeres postmenopáusicas y an- do una fractura por fragilidad, en especial
cianos el ejercicio aeróbico con carga de las fracturas de cadera21.
peso previene la pérdida de masa ósea,
incluso se ha descrito que puede aumen- 4. PREVENCIÓN DE CAÍDAS
tar modestamente la DMO. Estos efectos Las caídas son la causa más frecuente de
beneficiosos se disipan si se deja de ha- lesiones en el anciano. Son responsables
cer ejercicio. Además, el ejercicio tiene directa o indirectamente de 40.000 muer-
efectos positivos ya mencionados sobre la tes de personas ancianas en la Unión Eu-
función neuromuscular, mejorando la ropea. Dentro de este grupo de edad, las
coordinación, el equilibrio y la fuerza, con personas mayores de 80 años tienen una
lo que disminuye el riesgo de caídas. En mortalidad seis veces mayor que las de
la población anciana se deben de evitar 65-79 años, porque no sólo tienen más
los ejercicios de alto impacto y flexión de probabilidades de caerse sino que tam-
tronco, ya que en algunos casos estos bién son más vulnerables. Además, los
ejercicios podrían provocar fracturas ver- ancianos que sufren una caída tienen un
tebrales siendo más recomendables los riesgo de dos a tres veces mayor de caer-
ejercicios aeróbicos de intensidad leve o se de nuevo en ese mismo año. Se estima
moderada como caminar, carrera suave, que el 6% de las caídas terminan en frac-
tai-chi, baile, tenis. Los hábitos de ejerci- turas14,27.
cio deben de ser constantes y realizarse
Debido a que la práctica totalidad de las
al menos tres veces por semana5,21,25.
fracturas de cadera, radio distal y húmero
Un metaanálisis del 2008 indica que la proximal, y una gran parte de las fracturas
práctica de ejercicio físico aumenta la vertebrales, se producen tras caídas, y
fuerza, la coordinación y el equilibrio que éstas tienen un origen multifactorial,
muscular -en octogenarios puede au- es de suma importancia evaluar indivi-

94
C A P Í T U L O 7

dualmente los factores de riesgo de sufrir Respecto a los problemas osteomuscula-


una caída que tiene cada paciente e in- res se recomienda:
tentar corregir aquellos que son modifi- - Valorar el patrón de marcha, la nece-
cables. En la tabla 4 se describen los fac- sidad de ayudas para la deambula-
tores de riesgo de caídas; de ellos los más ción y su correcta utilización así como
relevantes son: la historia previa de caí- un programa específico de ejercicio.
das, la debilidad muscular, la dificultad - Evaluar el correcto estado de los za-
para la marcha normal y los déficits visua- patos recomendando el uso de calza-
les. Las actuaciones propuestas son5,10,27: do cerrado y suela baja de goma o an-
tideslizante.
4.1. Corrección de las - Valorar el aspecto de los pies y las
alteraciones de la salud articulaciones de carga, ya que la
Las alteraciones de la visión, del equili- presencia de hallux-valgus severos,
brio y de la marcha han de ser corregi- coxartrosis, gonartrosis y otras defor-
das, así como los problemas osteomuscu- midades en los miembros inferiores
lares, neurológicos y cardiovasculares. y raquis pueden favorecer las caí-
das5,27,28,29.
En caso de hipotensión postural se debe
recomendar al paciente que se levante 4.2.Vigilancia en la
con cuidado después de estar sentado o prescripción
tumbado, y que permanezca sentado en Tanto los médicos de atención primaria
el borde de la cama o de la silla hasta es- como los especialistas deben de raciona-
tar seguro de no marearse. lizar el uso de fármacos hipotensores, hi-

Factores de riesgo de caídas5

Factores ambientales Factores médicos


Pobre iluminación Edad
Obstáculos en el domicilio Arritmias
Alfombras Sexo femenino
Falta de asideros en los baños Déficits de visión y uso de bifocales
Suelos resbaladizos y mojados Incontinencia urinaria
Caídas previas
Factores neuromusculares
Hipotensión ortostática
Pobre equilibrio neuromuscular
Problemas de movilidad
Debilidad muscular
Medicación que disminuye el estado de
Cifosis
consciencia (narcóticos, anticonvulsivantes,
Disminución de la propiocepción psicótropos)
Factores psicológicos Insuficiencia de vitamina D
Miedo a las caídas Niveles séricos de (25(OH)D) < 30 ng/ml
Depresión (75 nmol/L)
Disminución de agudeza mental y cognitiva Malnutrición y deshidratación
Ansiedad y agitación

Tabla 4.

95
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

poglucemiantes o que alteren el nivel de - Por último, reseñar que el uso de pro-
consciencia (narcóticos, anticonvulsivan- tectores de cadera como atenuadores
tes, psicotropos…) suspendiendo aque- del impacto de la caída es una medi-
llos que no sean estrictamente necesa- da controvertida. Existen guías que
rios5,27,28,29. proponen su uso en pacientes ancia-
nos institucionalizados con elevado
4.3. Mejora de la seguridad riesgo de caída y en aquellos que han
ambiental y del entorno sufrido una fractura de cadera5; sin
doméstico embargo, otras revisiones indican una
Existen numerosas actuaciones en este baja adherencia al tratamiento, difi-
ámbito como: cultades para su colocación o falta de
- Obtener una correcta iluminación de confort y ponen en duda la eficacia de
las estancias, evitando luces que des- su uso en residencias de ancianos30.
lumbren mediante el uso de pantallas Un reciente estudio aleatorizado so-
en las lámparas y cortinas ligeras. bre el uso de protectores de cadera,
con una tasa de adherencia al trata-
- Colocar cinta antideslizante de un co-
miento del 74%, no observó diferen-
lor que contraste en los escalones, re-
cias estadísticamente significativas31.
parando aquellos peldaños que estén
dañados. La Red Europea para la Seguridad de los
- Instalación de barandillas en escale- Ancianos ha propuesto un screening para
ras, pasillos y asideros en las duchas. detectar a los ancianos con alto riesgo de
caídas mediante un sencillo cuestionario
- Instalación de duchas sin bordillos ni
de seis preguntas que podría ser realiza-
obstáculos en su acceso, con suelo an-
do por un familiar, el cuidador, personal
tideslizante y con la posibilidad de
de enfermería o el propio médico en la
colocar una banqueta.
consulta (Tabla 5). Cuantas más respues-
- Utilización de ayudas adecuadas para tas sean positivas mayor es el riesgo de
la deambulación. padecer una caída. Si tres o más de las
- Eliminación de pisos húmedos y des- respuestas son positivas entonces la per-
lizantes. sona entrevistada tiene un riesgo relativa-
- Eliminación de obstáculos en el suelo mente alto de sufrir caídas, por lo que se
y escaleras como son: cables, alfom- deberían extremar las precauciones e in-
bras, baldosas sueltas, objetos de de- tentar corregir los factores de riesgo ob-
coración, libros, papeles, juguetes... servados27,32.
- Colocar los artículos que se utilizan En Reino Unido se está desarrollando un
de forma cotidiana en armarios a los interesante programa para mejorar la
que se pueda llegar con facilidad sin prevención de caídas y fracturas por fra-
usar una escalerilla ni agachándose. gilidad en las que se plantea un “Servicio
- Mantener siempre cerradas las puer- de enlace con los pacientes con fractu-
tas de armarios y cajones para no tro- ras”. Está compuesto por personal de en-
pezar con ellos5,21,27, 28,29. fermería especializada, bajo la coordina-

96
C A P Í T U L O 7

Preguntas para la detección de los ancianos con alto riesgo de caídas28,34

¿Se ha caído alguna vez en el último año?

¿Toma más de cuatro medicamentos al día?

¿Está diagnosticado de infarto cerebral o de enfermedad de Parkinson?

¿Tiene problemas con el equilibrio?

¿Deja de andar cuando habla?

¿Es incapaz de levantarse de una silla cuya altura está a nivel de las rodillas sin utilizar los brazos?

Tabla 5.

ción de uno o varios médicos que identi- próximos años la osteoporosis irá en au-
fican a aquellos pacientes que han sufri- mento, sería ideal disponer de una con-
do una fractura (pacientes ingresados o sulta específica o monográfica, en los
atendidos en urgencias), los localizan y hospitales o en los centros de salud, para
establecen contacto con ellos evaluando valorar medidas preventivas de la mis-
el riesgo de nuevas caídas y fracturas y ma, revisar los medicamentos, recomen-
proponen una actuación global indivi- dar las medidas dietéticas, favorecer há-
dualizada para la prevención de caídas y bitos saludables para los huesos y para
un tratamiento farmacológico para la os- prevenir nuevas caídas mediante un
teoporosis. En los casos que estiman ne- abordaje multidisciplinar, contando con
cesario se remite al paciente a una con- una buena comunicación y colaboración
sulta especializada. Además, mantienen entre las distintas especialidades impli-
contacto con el médico de atención pri- cadas (traumatología, rehabilitación, ge-
maria para comprobar que el tratamiento riatría, medicina interna, atención prima-
de prevención secundaria se lleva a cabo ria, trabajadores sociales, enfermería).
de manera satisfactoria. Este sistema de También sería muy interesante la elabo-
trabajo parece ser más efectivo que el ración de campañas de concienciación
tradicional y descarga de trabajo al ciru- para difundir las recomendaciones uni-
jano ortopédico28,33. versales para la prevención de la osteo-
porosis (Tabla 1), tanto a nivel local
5. CONCLUSIONES como nacional, implicando a las distintas
Según se desprende de todo lo anterior- autoridades, agentes sociales y socieda-
mente comentado, y debido a que en los des científicas28,33,34.

97
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

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99
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

CAPÍTULO 8
Efectividad clínica
de los fármacos
para el tratamiento
de la osteoporosis en su
prevención “secundaria”
y “terciaria”
Prof. Dr. Pedro Carpintero Benítez
Jefe del Departamento de Especialidades
Quirúrgicas
Facultad de Medicina de Córdoba. Córdoba

Aunque la prevención secundaria y ter- Los fármacos que se usan actualmente


ciaria de la osteoporosis incluye una gran para la prevención y tratamiento de la os-
variedad de actuaciones, en estos capítu- teoporosis pueden dividirse en tres gru-
los sólo se va a analizar la efectividad de pos:
la actuación con fármacos. A) Antirresortivos (calcitoninas, bisfos-
Se conoce como prevención secundaria fonatos, terapia hormonal sustituti-
de la osteoporosis aquella que hacemos va, y moduladores selectivos de los
en el adulto para modificar los factores receptores estrogénicos -SERM-)
que aceleran la pérdida fisiológica de la B) Osteoformadores (hormona parati-
masa ósea. El objetivo de la prevención roidea)
terciaria es la reducción del riesgo de las
C) Mixtos (ranelato de estroncio)
complicaciones propias de la enferme-
dad que, en el caso de la osteoporosis,
son las fracturas por fragilidad. 1. ANTIRRESORTIVOS

Uno de los elementos que define a la os-


1.1. Terapia Hormonal Susti-
tutiva: aunque este tratamiento ha de-
teoporosis es la disminución de la den-
mostrado efectividad tanto en la preven-
sidad mineral ósea. Por ello, un factor ción secundaria como en la terciaria, no lo
importante dentro de la prevención se- trataremos en esta guía debido a que con-
cundaria es la disminución de esta pérdi- sideramos que es más propio de la espe-
da o, mejor aún, el aumento de esta densi- cialidad de ginecología y no de la cirugía
dad. ortopédica y traumatología.

100
C A P Í T U L O 8

1.2. Calcitonina: la Calcitonina sin- (2,8% en columna vertebral y 2,6% en ca-


tética de salmón se ha usado para el trata- dera total a los cinco años).
miento de la osteoporosis desde el año
1974 por vía parenteral. Desde 1987 se ha También se observó en el grupo tratado
usado en forma de spray nasal a dosis de con 60 mg, una reducción de fracturas
200 UI al día. En el estudio PROOF (Pre- vertebrales sintomáticas del 68% en el
vent Recurrence of Osteoporotic Fractu- primer año, y un 50% y 30% de reducción
res)1 se estudió, a doble ciego y con gru- de nuevas fracturas vertebrales en los
po de control placebo, su eficacia a cinco grupos de pacientes sin fractura vertebral
años, su acción sobre la DMO, y su efecto previa, y en aquellas que ya habían pade-
frente a las fracturas vertebrales, a dosis cido alguna, respectivamente.
de 100, 200 y 400 UI. El grupo de estudio
tenía una edad media de 70 años y alre-
dedor de dos fracturas vertebrales. Los 1.4. Bisfosfonatos
tres grupos tratados con calcitonina pre- 1.4.1. Alendronato: en el “Fracture In-
sentaron al final del estudio unas diferen- tervention Trial” (FIT), se estudiaron mu-
cias estadísticamente significativas de la jeres postmenopáusicas entre 54 y 81
DMO respecto al grupo control. Sólo el años de edad, a doble ciego y con un gru-
grupo tratado con 200 UI, presentó una di- po placebo. El primer estudio FIT (FIT-1)4
ferencia significativa en cuanto a la reduc- duró tres años, y se estudiaron mujeres
ción del número de fracturas vertebrales postmenopáusicas con fracturas vertebra-
desde el tercer año, y se mantuvo el cuar- les. El segundo estudio (FIT-2)5 duró cua-
to y quinto año, no así los grupos tratados tro, y se estudiaron mujeres con baja
con 100 UI y 400 UI, aunque este último se DMO, pero sin fracturas vertebrales. En
aproximaba a la significación. También ambos estudios se comprobó un aumento
resultó significativa la reducción de nue- significativo de la DMO en el grupo trata-
vas fracturas vertebrales en el subgrupo do con alendronato (p<0,001) en cadera
que partía con fracturas vertebrales múlti- total, cuello femoral y columna. Después
ples. En este grupo también aparecieron de tres años de tratamiento, en el estudio
menos fracturas de cadera, aunque debi- FIT-1 se encontró una disminución del
do al diseño de este estudio no es posible 47% de aparición de fracturas vertebra-
extraer conclusiones definitivas. les en el grupo tratado con alendronato
(p<0,001), así como en la aparición de
1.3. Raloxifeno: es un modulador fracturas de cadera (p=0,047). En el estu-
selectivo de los receptores estrogénicos dio FIT-2 la reducción de fracturas verte-
(SERM). Ha demostrado su acción sobre la brales fue del 44% (p=0,002), aunque la
DMO en varios ensayos clínicos doble reducción de las fracturas de cadera no
ciego, aleatorizados y con grupos de pa- fue estadísticamente significativa.
cientes con placebo (Calcio y vitamina
D)2,3. Se trataba de mujeres con densidad Posteriormente, se realizó una extensión
ósea normal o con osteopenia (T-score del estudio durante cinco años más
entre -2,5 y +2) a las que se les adminis- (FLEX)6, en el que se estudiaron a 1.099
traron diferentes dosis de raloxifeno (30, mujeres provenientes del estudio FIT que
60 y 150 mg/día), y se comprobó que la habían recibido tratamiento con alendro-
DMO aumentó de forma significativa nato durante cinco años como media, y

101
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

fueron aleatorizadas en tres grupos que estudio. La media de la DMO en columna


recibieron 5 mg de alendronato/día, ó 10 vertebral era de T-score -2,4 en los tres
mg de alendronato día, o placebo. Al cabo grupos de tratamiento. La DMO aumentó
de cinco años, hubo una diferencia signi- significativamente a los tres años de tra-
ficativa de la DMO en los grupos tratados tamiento (p<0.05) en el grupo tratado
con alendronato (p<0,001) en la cadera con 5 mg de risedronato (5,4% en colum-
na lumbar, 1,6% en el cuello femoral y
total, cuello femoral y trocánter, así como
3,3% en la zona trocantérica. En un sub-
una diferencia significativa del riesgo de
grupo de mujeres mayores con una DMO
padecer una fractura vertebral clínica en que oscilaba entre los -2,7 y -2,8 (T-sco-
el grupo tratado con alendronato (2,4% re), a los tres años de tratamiento la ga-
frente a 5,3% del grupo placebo), aunque nancia fue de 5,9% en el raquis, y de un
no hubo diferencias estadísticamente sig- 6,4% en el trocánter mayor (p<0,001).
nificativas respecto a las fracturas no ver- Cuando el estudio se extendió en el tiem-
tebrales. po durante 2 y 4 años más, el efecto sobre
la DMO se mantuvo durante los siete
También se realizó un estudio multinacio- años. Se realizaron dos estudios de no in-
nal y a doble ciego de no inferioridad en- ferioridad con risedronato semanal (35 y
tre alendronato 10 mg/día y alendronato 50 mg)9,10 y mensual (150 mg)11. En nin-
70 mg/semana, sin encontrarse diferen- guno de estos estudios se encontraron di-
cias significativas en la DMO. ferencias significativas en la DMO entre
los grupos estudiados. Se encontró tam-
1.4.2. Risedronato: el efecto del rise- bién una disminución de aparición de
dronato sobre la DMO ha sido estudiado nuevas fracturas vertebrales del 61% en
en dos estudios pivotales (Vertebral Effi- el primer año, y del 41% a los tres años
cacy with Risedronate Therapy. VERT), de tratamiento. En el estudio HIP (Hip In-
uno de ellos realizado en Norteamérica, tervention Program) se estudiaron muje-
VERT-NA7, y otro multinacional en Europa res de edad avanzada que recibieron 2,5
y Australia, VERT-MN8; en ambos se estu- mg, 5 mg de risedronato o placebo12. En
diaron mujeres menores de 85 años, post- el grupo de mujeres entre los 70 y 79
menopáusicas al menos cinco años antes, años, con baja DMO se produjo una re-
y con al menos una fractura vertebral y ducción del riesgo de fractura de cadera
DMO baja en la columna vertebral: am- del 40%, y en las que tenían alguna frac-
bos estudios fueron a doble ciego, multi- tura vertebral prevalente la reducción fue
céntricos y con un grupo placebo. Las pa- del 60%. Globalmente se demostró una
cientes fueron aleatorizadas en tres reducción del riesgo de fractura de cade-
grupos: el primero recibió risedronato ra del 30% después de tres años de trata-
2,5 mg diarios, el segundo recibió 5 mg miento con risedronato.
de risedronato diarios, y el grupo place-
bo. El grupo de 2,5 mg no terminó el es- 1.4.3. Ibandronato: se realizó un estu-
tudio ya que se comprobó una eficacia dio con ibandronato oral (Osteoporosis
menor que en el grupo de 5 mg. Todas las Vertebral Fracture Trial in North America
pacientes recibieron 1.000 mg de calcio and Europe. BONE), multicéntrico a doble
al día, y vitamina D, si los niveles sanguí- ciego y con grupo placebo con dos tipos
neos se encontraban bajos al inicio del de dosis (2,5 mg/día y 12 mg en días al-

102
C A P Í T U L O 8

ternos con 12 dosis cada tres meses)13. La rior16, sí se demostró la disminución del
población estudiada eran mujeres con riesgo de fracturas no vertebrales con las
una media de 69 años y con, al menos, cin- pautas de 150 mg vía oral mensuales y 3
co años después de la menopausia, con 1 mg iv trimestrales.
a 4 fracturas vertebrales, y con un T-score
vertebral de –2 a –5. Todas las participan-
1.4.4. Zoledronato: el estudio pivotal
tes recibieron 500 mg diarios de calcio y
(Health Outcomes and Reduced Inciden-
400 UI de vitamina D. Después de 3 años,
ce with Zoledronic Acid One Yearly. HO-
la DMO espinal aumentó un 6,5% en el
RIZON) consistió en un estudio a doble
grupo de ibandronato diario, y el incre-
mento de la DMO en cadera fue de 3,4%. ciego, con grupo control y multicéntrico,
en pacientes con una media de 73 años,
Después de 3 años, el grupo tratado con con una T-score igual o menor de -2,5 en
la pauta diaria presentó una disminución cuello femoral o con 2 ó más fracturas
del riesgo relativo del 58% para la apari- vertebrales y una T-score igual o superior
ción de una fractura vertebral el primer a -1,5. Se administraron 5 mg de ácido zo-
año, del 61% el segundo año y del 62% el ledrónico durante 15 minutos una vez al
año. Todos los pacientes recibieron, ade-
tercer año. Las pacientes tratadas de for-
más, 1.000-1.500 mg de calcio diarios y
ma intermitente presentaron una disminu-
400-800 UI de vitamina D. A los tres años
ción del riesgo relativo del 50% para pa-
se encontró una diferencia significativa
decer una fractura vertebral, y no hubo en la DMO favorable al grupo tratado con
diferencias significativas con las que to- ácido zoledrónico (p<0.001) en cadera
maban el ibandronato diario. En este es- total, cuello femoral y raquis (6%, 7% y
tudio no se demostraron diferencias esta- 5,1% respectivamente). (17) El grupo tra-
dísticamente significativas en cuanto a la tado con ácido zoledrónico presentó una
aparición de fracturas no vertebrales. disminución del 70% en la aparición de
Posteriormente se realizó un estudio de fracturas vertebrales radiológicas y una
no inferioridad (Monthly Oral Ibandrona- disminución del 41% del riesgo de apari-
te in Ladies MOBILE), y se comprobó que ción de fracturas de cadera17. En el estu-
el ibandronato oral a dosis de 150 mg dio Horizon-RFT (Health Outcome and
mensuales incrementaba de forma signi- Reduced Incidence with Zoledronic Acid
ficativa (p<0,05) la DMO del raquis y total One Yearly Recurrent Fracture Trial) se
de cadera, cuando se comparó con la do- hizo un seguimiento durante 1,9 años a
2.127 pacientes con fractura de cadera
sis diaria de 2,5 mg14. También se realizó
recientes y se comprobó una disminu-
un estudio de no inferioridad (Dosing In-
ción del riesgo de sufrir nuevas fracturas
travenous Administration. DIVA) compa-
clínicas en un 35%; aunque no se demos-
rando la administración por vía endove- tró la disminución estadísticamente sig-
nosa, de 2 mg cada dos meses ó de 3 mg nificativa del riesgo de padecer una nue-
cada tres meses con ibandronato oral 2,5 va fractura de cadera sí se observó una
mg, encontrando un aumento de la DMO disminución del riesgo del 30%. Se ha
(p<0.001) en los grupos tratados con comprobado una disminución de los fa-
alendronato endovenoso frente al grupo llecimientos en los pacientes tratados
tratado por vía oral15. En un estudio poste- con ácido zoledrónico (28%)18.

103
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

2. OSTEOFORMADORES bieron un suplemento de calcio y vitami-


na D). La DMO aumentó un 6,9% en la co-
2.1. Hormona paratifoidea: la lumna lumbar, 2,1% en la cadera, y lo mis-
administración de forma intermitente de
mo que ocurrió con la teriparatida, se
los análogos de la hormona paratiroidea
observó una disminución de la densidad
proporcionan un efecto anabólico en el
mineral ósea en el tercio distal del ante-
tejido óseo. Hoy día se usan dos molécu-
brazo. La reducción de nuevas fracturas
las recombinantes humanas: la PTH (1-34)
vertebrales en pacientes con una fractura
Teriparatida y la PTH (1-84).
previa fue del 53%, y del 68% en pacien-
tes sin fractura previa, sin que se obtuvie-
2.1.1. Teriparatida (PTH 1-34): en un
ran datos significativos en cuanto a la re-
estudio multicéntrico, a doble ciego, alea-
ducción del riesgo de fracturas no
torizado y controlado con placebo (Frac-
vertebrales.
ture Prevention Trial)19, se estudió el efec-
to de dos diferentes dosis de Teriparatida
(20 y 40 microgramos) durante 21 meses, 3. MIXTOS
en mujeres postmenopáusicas de, al me-
nos, cinco años y con más de una fractura 3.1. Ranelato de Estroncio:
vertebral. La DMO en columna lumbar se aunque no se conoce bien su mecanismo
incrementó un 9,7% en el grupo tratado de acción, se ha comprobado que provo-
con 20 microgramos y un 13,7% en el gru- ca un balance positivo de la formación
po de 40 microgramos; la del cuello femo- ósea, a través de un doble mecanismo
ral en un 2,1% y 3,6% respectivamente; la (estímulo de la formación y disminución
de cadera total en un 2,6 y 3,6% pero se de la resorción)21. Su acción sobre la den-
encontró que había disminuido la densi- sidad mineral ósea se demostró en los
dad mineral ósea del radio distal (-2,1% y estudios PREVOS (Prevention of Early
-3,2%). La reducción del riesgo relativo Postmenopausal Bone Loss by Strontium
de fractura vertebral fue del 65% y del Ranelate) y STRATOS (STrontium RAne-
69% para las dosis de 20 y 40 microgra- late Treatment of Osteoporosis)22. En el
mos, y la reducción del riesgo relativo primero se estudiaron mujeres postme-
para las fracturas no vertebrales fue del nopáusicas no osteoporóticas (T-score
35% y del 40% para ambas dosis. Se reco- entre -1,3 y -1,5), sin antecedentes de
mendó la dosis de 20 microgramos, al en- fractura por fragilidad, a las que se les
contrarse un número menor de efectos administró diferentes dosis de ranelato
adversos, y una eficacia parecida. de estroncio (125 mg, 500 mg ó 1 gr). En
el grupo que recibió 1 gr de ranelato de
2.1.2. PTH (1-84): en su estudio pivotal estroncio se demostró un incremento de
TOP20 realizado de forma aleatoria, doble la DMO lumbar de un 5,5%, frente a la
ciego, con grupo controlado con placebo, pérdida de un 0,75% del grupo placebo.
multicéntrico y multinacional, se estudia- El segundo se realizó en mujeres con os-
ron 2.532 mujeres postmenopáusicas con teoporosis postmenopáusica (con, al me-
una edad media de 64,5 años, con una nos una fractura vertebral y T-score lum-
DMO lumbar de -3 a -2 desviaciones es- bar < -2,4) a las que se administró 50 mg,
tándar. Se comparó un grupo tratado con 1 gr ó 2 gr por día. En el grupo que reci-
100 microgramos de PTH 1-84 frente a bió 2 gr también se observó un incre-
otro grupo placebo (ambos grupos reci- mento significativo (7,3%, p<0,001).

104
C A P Í T U L O 8

Su acción sobre la aparición de fracturas cadera descendió un 43% y el de fractura


se estudió en dos ensayos clínicos, el estu- vertebral un 24% en el grupo tratado con
dio SOTI (Spinal Osteoporosis Therapeutic ranelato de estroncio25.
Intervention)23, en el que se investigó su
acción sobre las fracturas vertebrales, y el En sendos análisis a posteriori realizados
estudio TROPOS (Treatment of Peripheral en subgrupos de los estudios SOTI y
Osteoporosis)24, en el que se estudiaron TROPOS se ha visto su eficacia en casos
las fracturas periféricas; ambos estudios de pacientes con osteopenia, en pacien-
fueron aleatorizados a doble ciego, y con- tes osteoporóticas mayores de 74 años el
trolados con placebo. Se pudo comprobar ranelato de estroncio redujo el riesgo de
que un 41% disminuía el riesgo de frac- fractura de cadera en un 36%, con rela-
turas vertebrales a los tres años (p=0,001), ción al placebo, tras tres años de trata-
y el 16% (p=0,04) de las fracturas no ver- miento y también ha constatado su efec-
tebrales, respectivamente. En un reciente tividad en la prevención de fracturas
estudio tras cinco años de tratamiento vertebrales en mujeres osteoporóticas
frente a placebo el riesgo de fractura de mayores de 80 años26.

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106
C A P Í T U L O 9

CAPÍTULO 9
Consideraciones
de seguridad de los
diferentes fármacos
para la osteoporosis.
Fármacos de efecto
adverso en el hueso
Dr. Alonso C. Moreno García
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario La Paz. Madrid

En el abordaje del paciente con osteopo- la mucosa digestiva es el efecto adverso


rosis, y en lo que a los tratamientos médi- más estudiado y conocido. La existencia
cos se refiere, debemos considerar el de problemas gastrointestinales fue des-
perfil de seguridad y los posibles efectos crita ya con el uso de los primeros fárma-
secundarios asociados al uso de estos fár- cos de este grupo, y posteriormente lla-
macos. Por otra parte, tendremos que con- mó la atención la publicación de casos
siderar ante un paciente determinado los con esofagitis grave en pacientes trata-
posibles efectos deletéreos de los trata- dos con pamidronato1. Estudios endoscó-
mientos concomitantes sobre el metabo- picos han demostrado la existencia de al-
lismo óseo. En este capítulo abordaremos teraciones en la mucosa gastrointestinal
estos dos problemas con la intención de de pacientes tratados con bisfosfonatos,
facilitar el manejo del paciente osteopo- pero el significado clínico de estos ha-
rótico en nuestras consultas de cirugía or- llazgos parece incierto2. Estudios aleato-
topédica y traumatología. rizados y controlados frente a placebo no
han demostrado una mayor incidencia de
1. CONSIDERACIONES DE acontecimientos gastrointestinales gra-
SEGURIDAD DE LOS ves en pacientes con este tipo de trata-
FÁRMACOS PARA LA
miento3,4. De cualquier forma se conside-
OSTEOPOROSIS
ra importante a la hora de prevenir esta
1.1. Bisfosfonatos posible toxicidad cumplir las instruccio-
Problemas gastrointestinales: la posi- nes de administración, y evitar su uso en
ble toxicidad de los bisfosfonatos sobre pacientes con patología gastroesofágica

107
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

grave. En este sentido ha llamado recien- Sí es importante señalar que se ha demos-


temente la atención de la comunidad trado una correlación entre el desarrollo
científica la notificación de algunos casos de osteonecrosis maxilar y la realización
de carcinoma esofágico en pacientes tra- previa de intervenciones dentarias. Por
tados con bisfosfonatos, presentando és- ello, ciertos autores recomiendan suspen-
tos en la mayoría de los casos una enfer- der los bisfosfonatos antes de una inter-
medad de Barret previa. No existen en la vención de estas características y, aunque
actualidad estudios que relacionen el uso no está demostrado que la interrupción
de los bisfosfonatos con la neoplasia, del tratamiento con bisfosfonatos antes y
pero sí se incide nuevamente en la posi- después de las intervenciones odontoló-
ble repercusión de este tipo de fármacos gicas tenga algún efecto para prevenir la
sobre la mucosa digestiva5,6. osteonecrosis, ya que los bisfosfonatos se
acumulan en el hueso permaneciendo en
Otro problema distinto, pero de mayor
él durante tiempo prolongado. De cual-
trascendencia en la práctica clínica, es la
quier forma, extremar la higiene dental
intolerancia gástrica a este grupo de fár-
en pacientes en tratamiento con bisfosfo-
macos, presentando los pacientes en no
natos de cara a reducir al máximo este
pocas ocasiones molestias digestivas
riesgo10.
poco precisas. En estos casos se reco-
mienda cambiar a otro bisfosfonato o in- Recientemente se ha introducido en nues-
cluso su reutilización tras un periodo de tra práctica el ácido zoledrónico con ad-
descanso7. La posibilidad de la utilización ministración intravenosa y en una dosis
de presentaciones intravenosas también anual, con la consiguiente preocupación
puede aportar una alternativa. por la posible aparición de osteonecrosis.
Black et al., en un amplio estudio pros-
Osteonecrosis: las primeras publicacio-
pectivo, aleatorizado, controlado y doble
nes de la aparición de osteonecrosis ma-
ciego, no encontraron diferencias signifi-
xilar tras la administración de un bisfosfo-
cativas frente a placebo, describiéndose
nato aparecen en 2003. Inicialmente
un caso en cada brazo del estudio11.
descritas con la administración intraveno-
sa, también se ha presentado esta compli- A este respecto la Agencia Española de
cación con la administración oral8,9. Sin Medicamentos y Productos Sanitarios
embargo, mientras la incidencia tras la (AEMPS) ha promulgado una serie de re-
administración intravenosa es del 1% al comendaciones para evitar este efecto
10%, con la administración oral la apari- adverso12.
ción de esta complicación es poco fre-
cuente, y aunque las publicaciones pre- Antes de comenzar el tratamiento: los
sentan diferentes incidencias, podemos pacientes deben:
aceptar una incidencia en menor a 1 caso - Tener un buen estado de salud buco-
por cada 1.000 pacientes12 tratados al dental, por lo que tienen que ser exa-
año. Además de la afectación maxilar, se minados por su médico o dentista y
han descrito casos aislados de aparición recibir el tratamiento dental necesa-
de osteonecrosis en otras localizaciones. rio.

108
C A P Í T U L O 9

- Conocer las medidas generales de hi- natos. El dolor puede llegar a ser incapaci-
giene bucodental y llevarlas a cabo tante y según estudios más recientes pue-
durante todo el tratamiento de afectar al 20% de los pacientes en
tratamiento con dosis semanales. La sus-
Mientras se está en tratamiento:
pensión del tratamiento conlleva la mejo-
- Deberían pasar revisiones regulares ría de estos síntomas en la mayoría de los
por un dentista y acudir a consulta pacientes16.
odontológica tan pronto como presen-
ten problemas dentales. Oftalmopatía: se ha descrito la aparición
de alteraciones inflamatorias oculares en
- Ante cualquier intervención dental
pacientes tratados con bisfosfonatos: con-
deben comunicar al dentista que es-
juntivits, uveítis, epiescleritis, escleritis y
tán recibiendo bisfosfonatos. Se reco-
enfermedad inflamatoria orbitaria. Aun-
mienda que cuando sean necesarias
que no existe un estudio epidemiológico
intervenciones dentales, éstas debe-
que nos permita conocer su incidencia, sí
rán ser tan conservadoras como sea
son numerosos los casos descritos en la li-
posible (mantenimiento de la pieza).
teratura, con una especial relación con la
Fibrilación auricular: el estudio publica- administración intravenosa. Es, por tanto,
do por Black et al. con Ácido Zoledrónico importante considerar esta posible com-
llamó la atención sobre la posible relación plicación y remitir a nuestros pacientes al
del uso de bisfosfonatos y la aparición de oftalmólogo si presentan clínica ocular, ad-
fibrilación auricular11. En este estudio la virtiendo de la posible relación con este
tasa de fibrilación auricular grave en el grupo de fármacos. El tratamiento pasa
grupo tratado era del 1,3%, frente al 0,5% por la suspensión del tratamiento y la ad-
del placebo (p<0,001). Este hecho hizo ministración de corticoides, con una buena
que se revisasen otros estudios con bisfos- respuesta en la mayoría de los casos. Es
fonatos buscando específicamente la apa- importante asímismo considerar contrain-
rición de esta complicación. Algunos auto- dicada la administración de bisfosfonatos
res sí describen una posible relación en intravenosos en pacientes con anteceden-
estudios con alendronato. Estudios epide- tes de enfermedad inflamatoria ocular17,18.
miológicos amplios realizados con este
objetivo han producido resultados contra- Supresión remodelado óseo: la inhibición
dictorios13,14. Sí parece razonable en el de la actividad osteclástica secundaria a la
momento actual no utilizar este grupo de administración de bisfosfonatos puede
fármacos en aquellas pacientes con un producir una inhibición excesiva del remo-
riesgo basal de fibrilación auricular (coro- delado óseo con el consiguiente efecto de-
letéreo sobre la microarquitectura. El me-
nariopatía, diabetes o insuficiencia cardia-
canismo por el cual se produce esta
ca) y en las que el riesgo de fractura no
inhibición está todavía en discusión, ha-
sea elevado15.
biéndose aportado recientemente nuevos
Mialgias: en 2005 se publica el primer es- datos histológicos como son un aumento,
tudio que relaciona la aparición de dolor en principio paradójico, en el número y ta-
musculoesquelético y la toma de bisfosfo- maño de los osteclastos en pacientes en

109
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

tratamiento con bisfosfonatos19. En lo que enrojecimiento facial, cefalea, diarrea y


respecta a la microarquitectura ósea, en un dolor abdominal.
estudio en un modelo animal se observó
que la administración de dosis altas de bis- 1.4. PTH 1-84 y Teriparatide
fosfonatos producía una acumulación de
Osteosarcoma: el desarrollo de osteosar-
microlesiones óseas que mermaban la re-
coma en animales de experimentación ha
sistencia mecánica del hueso20. Posterior-
sido descrita tanto con la utilización de
mente se han publicado casos de fracturas
PTH 1-84 como teriparatide24,25. Hasta la
no traumáticas en pacientes en tratamiento
actualidad sólo se ha descrito un caso de
con bisfosfonatos, relacionándose estas
osteosarcoma en un paciente en tratamien-
fracturas, típicamente en diáfisis femoral,
to con teriparatide, no habiéndose encon-
con una supresión del remodelado óseo21.
trado relación alguna entre esta complica-
El significado real de esta complicación es
ción y la administración de PTH en los
escaso, no habiéndose observado en los
estudios prospectivos y aleatorizados un estudios realizados26. De cualquier forma
claro aumento de la incidencia de este tipo no debemos utilizar este fármaco en pa-
de complicaciones frente a los grupos con- cientes con antecedente de neoplasia, en-
trol. De cualquier forma, debemos conocer fermedad de Paget, en niños y en pacien-
esta posibilidad, y considerarla especial- tes que han sido tratados con radioterapia.
mente en pacientes con largos periodos Hipercalcemia: la elevación de los nive-
de tratamiento. les séricos de calcio aparece en el 1-3%
de los pacientes en tratamiento con
1.2. SERM (raloxifeno) PTH27. Esta complicación suele ser transi-
Fenómenos tromboembólicos: se ha toria y sin repercusión clínica. Es reco-
descrito un incremento de hasta tres ve- mendable realizar una analítica al mes de
ces en la aparición de fenómenos trom- iniciar el tratamiento, y en aquellos casos
boembólicos en mujeres en tratamiento en los que existe una hipercalcemia mar-
con raloxifeno22. cada o clínicamente relevante debemos
Accidentes cerebrovasculares: algunos considerar reducir las dosis de calcio y
autores han señalado la posibilidad de la vitamina D, o pasar a una administración a
aparición de accidentes cerebrovascula- días alternos de la PTH. En pacientes con
res como complicación en pacientes en hipercalcemia basal estaría contraindica-
tratamiento con raloxifeno. Este es un do este tratamiento.
tema aún en discusión, existiendo traba-
Hiperuricemia: se han descrito casos de
jos contradictorios al respecto23.
hiperuricemia en pacientes tratados con
1.3. Calcitonina PTH, sin embargo no se ha correlacionado
este hallazgo con el desarrollo de gota.
Los efectos secundarios de la calcitonina
son leves y suelen aparecer al inicio del
tratamiento, disminuyendo su intensidad
1.5. Ranelato de estroncio
o incluso desapareciendo posteriormen- Alteraciones digestivas: al inicio de la
te. Destacamos la aparición de náuseas, toma de la medicación existe un discreto

110
C A P Í T U L O 9

aumento, comparado con placebo, de la 2. FÁRMACOS DE EFECTO


aparición de náuseas y diarrea, no signifi- ADVERSO EN EL HUESO
cativo. 2.1. Glucocorticoides: este gru-
Alteraciones analíticas: se ha descrito po de fármacos es utilizado para el trata-
miento de un gran número de patologías,
un aumento transitorio de la CPK en algu-
y estudios epidemiológicos señalan que
nos pacientes en tratamiento con ranelato
el 1% de la población adulta está en trata-
de estroncio. En ningún caso se acompañó miento con glucocorticoides. Es bien co-
de clínica muscular. También se ha encon- nocida la reducción de la densidad mine-
trado una disminución de los niveles de ral ósea en pacientes en tratamiento con
PTH y calcio, junto a un aumento del fósfo- esteroides. Esta pérdida se produce espe-
ro sanguíneo, sin trascendencia clínica. cialmente durante el primer año de tra-
tamiento, a expensas fundamentalmente
Fenómenos tromboembólicos: si bien los del hueso trabecular, y relacionado con la
dos estudios controlados y aleatorizados dosis acumulada del fármaco31. La admi-
realizados con este fármaco no presenta- nistración por vía inhalatoria parece tener
ban diferencias estadísticas en relación a un menor efecto deletéreo sobre la densi-
fenómenos tromboembólicos, la valora- dad mineral ósea, aunque este extremo
ción conjunta de ambos estudios sí presen- está en discusión. También se ha encon-
tó un discreto aumento de la incidencia de trado un claro aumento del riesgo de su-
frir fractura en pacientes en tratamiento
esta complicación en los pacientes trata-
esteroideo. Un amplio estudio sobre 2.891
dos. Estudios epidemiológicos posteriores
pacientes señala un aumento del riesgo
no han confirmado este extremo, y recien- relativo de sufrir cualquier tipo de fractu-
temente un estudio valorando la seguridad ra de 1,91 (cadera 2,01, vértebra 2,86, mu-
del tratamiento no ha encontrado asocia- ñeca 1,13)32. El mecanismo por el cual los
ción con efectos secundarios graves28. glucocorticoides afectan el metabolismo
óseo es múltiple, teniendo especial rele-
Síndromes de hipersensibilidad: se han vancia la activación de la apoptosis del
detectado casos de síndromes de hiper- osteoblasto, la alteración sobre las hor-
sensibilidad que pueden llegar a ser gra- monas sexuales y la inhibición de la os-
ves, incluyendo un Syndrome of Drug Rush teoprotegerina junto a la activación del
with Eosinophilia and Sistemic Symptoms RANKL. Por otra parte, la miopatía induci-
(DRESS) (<1 por cada 10.000 casos). Se ha da por el tratamiento glucocorticoideo
de indicar a los pacientes que interrumpan puede favorecer las caídas y por tanto la
el tratamiento en el caso de que aparezca aparición de fracturas. En nuestra prácti-
una erupción cutánea y se consulte inme- ca clínica, y ante un paciente en trata-
miento con corticoides, debemos consi-
diatamente al médico. No tienen conse-
derar la dosis, el tiempo y la patología
cuencias si se interrumpe el tratamiento y
que justifica el tratamiento. Asímismo es
no lo reinician; en caso contrario, las con- importante valorar los factores de riesgo
secuencias pueden ser muy graves, inclu- para osteoporosis y tratar los modifica-
so la muerte29. En los casos graves la rehi- bles. La utilización de bisfosfonatos (alen-
dratación y el tratamiento corticoideo dronato y risedronato) ha demostrado su
sistémico ofrecen buenos resultados30. eficacia en la reducción de la pérdida de

111
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

masa ósea, y en la prevención de fracturas perjudicial de los IBP sobre el riesgo de


en pacientes en tratamiento con gluco- fractura no vertebral es mayor que la
corticoides33. No debemos olvidar en es- magnitud del efecto protector de los bis-
tos casos la importancia de un adecuado fosfonatos y otros fármacos para la osteo-
aporte de calcio y vitamina D. porosis41. El mecanismo por el que se al-
tera el metabolismo óseo parece estar en
2.2. Glitazonas: son antidiabéticos relación con alteraciones en la absorción
orales derivados de las Tiazolinedionas intestinal del calcio secundaria a la alcali-
siendo la más extendida y estudiada la ro- nización del medio intraluminal42.
siglitazona. Disminuyen el número y acti-
vidad de los osteoblastos principalmente 2.6. L-Tiroxina: provoca un hiperti-
por una menor diferenciación osteoblásti- roidismo subclínico que conduce a un au-
ca, y aumentan la adiposidad medular. mento del remodelado con predominio
Disminuirían de este modo la formación de la fase resortiva y una disminución de
ósea a corto plazo, sin impactar en la re- la mineralización matriz, produciendo una
sorción ósea, llevando así a una pérdida disminución de la DMO cortical desde el
del contenido mineral óseo que alcanzaría inicio del tratamiento y trabecular des-
en algunos casos hasta un 12% y duplica- pués de la menopausia.
rían el riesgo de fractura osteoporótica,
fundamentalmente periférica34,35,36,37. Este efecto es dosis dependiente, 171µg/
día durante 10 años provoca una reducción
2.3. Antidepresivos, neurolép- de la DMO de un 9% frente a control, por
ticos y benzodiacepinas: estos lo que se recomienda realizar una den-
fármacos se han relacionado con el desa- sitometría por encima de los ocho años de
rrollo de osteoporosis. El mecanismo pato- tratamiento.
génico se basa en el aumento de los nive-
les plasmáticos de prolactina secundarios También se ha comprobado que mantener
a la administración de estos fármacos38. los niveles de TSH próximos a la normali-
dad disminuye el riesgo de osteoporosis
2.4. Anticonvulsivantes: el em- en pacientes tratadas con L-Tiroxina43.
pleo de anticonvulsivantes favorece la apa-
rición de baja densidad mineral ósea y 2.7. Antiandrógenos: el hipogo-
fracturas; de un lado, aceleran el metabolis- nadismo secundario es una causa bien
mo de la vitamina D y, de otro lado, aumen- conocida de osteoporosis en el hombre.
tan la excreción renal de calcio39. Se reco- Este hecho se produce tras el tratamiento
mienda en estos pacientes la utilización de con corticosteroides, opioides y más es-
suplementos de calcio y vitamina D40. pecíficamente con los tratamientos de
deprivación androgénica para el cáncer
2.5. Inhibidores de la bomba de próstata44. La osteoporosis, como efec-
de protones: diversos estudios han to secundario de los tratamientos hormo-
demostrado la relación entre fractura por nales del cáncer de próstata, se ha con-
fragilidad ósea y tratamiento con inhibi- vertido en una preocupación para el
dores de la bomba de protones, incluso urólogo, y en sus protocolos se incluye en
en pacientes en tratamiento con bisfosfo- la actualidad la suplementación con cal-
natos, y es que la magnitud del efecto cio y vitamina D para este tipo de pacien-

112
C A P Í T U L O 9

tes, la realización de una densitometría y alteraciones histomorfométricas atri-


ósea basal y durante el seguimiento, y la buibles al tratamiento. La utilización de
indicación de bisfosfonatos en los casos bisfosfonatos ha demostrado ser eficaz en
de criterios densitométricos de osteopo- estos pacientes48. En modelos animales
rosis. Un estudio reciente ha demostrado se ha observado una alteración de la re-
que los pacientes en tratamiento con ago- sistencia mecánica ósea tras G-CSF49.
nista de la hormona secretora de gonado-
tropina (GnRH) para el tratamiento de 2.10. Antirretrovirales en VIH:
cáncer de próstata no sólo pueden pre- está descrito un aumento de incidencia
sentar osteoporosis, sino que sufren una de osteoporosis en pacientes infectados
mayor incidencia de fracturas de perfil por el VIH. La causa de esta alteración pa-
osteoporótico45. rece estar relacionada tanto con la propia
infección como con efectos deletéreos de
2.8. Inmunosupresores (ci- los retrovirales sobre el metabolismo
closporina, tacrolimus): una óseo50. La utilización de bisfosfonatos ha
complicación frecuente e importante de demostrado ser eficaz en estos pacientes.
los pacientes trasplantados es la osteopo- En esta línea, un reciente trabajo valora
rosis y fracturas osteoporóticas. En la pa- positivamente la administración de ácido
togenia de esta complicación los trata- zoledrónico intravenoso para el trata-
mientos inmunosupresores parecen jugar miento de la osteoporosis en pacientes in-
un papel importante. El mecanismo por el fectados por el VIH51.
cual estos agentes inmunosupresores al-
teran el hueso no está aclarado existiendo 2.11. Vitamina A y retinoides
en la actualidad estudios contradictorios. sintéticos: la dosis óptima de vitami-
Sí parece claro que el efecto de estos fár- na A es de 2.000-2.800 UI/día. A dosis ele-
macos sobre el osteoblasto y los linfocitos vadas se produce un descenso de la DMO
T están en la base de su posible contribu- de hasta el 14% y un aumento del riesgo
ción al desarrollo de osteoporosis y sus relativo de fractura de cadera.
complicaciones46,47. La introducción de El ácido retinóico aumenta la formación y
fármacos antirresortivos en este grupo de actividad de los osteoclastos lo que lleva a
pacientes ha proporcionado buenos re- un aumento de la resorción ósea; también
sultados, habiéndose demostrado una
se le ha relacionado con la aparición de hi-
disminución en la incidencia de fracturas
perostosis en diferentes localizaciones43.
osteoporóticas.

2.9. Estimulador de forma- 2.12. Anticoagulantes


ción de colonias de granulo- 2.12.1. Dicumarínicos: es conocido
citos (G-CSF): la neutropenia es una que la vitamina K es necesaria para la car-
grave condición que compromete la vida boxilación de la osteocalcina, y por tanto
de aquellos que la padecen. La introduc- su inhibición por fármacos dicumarínicos
ción del G-CSF ha supuesto un importan- tendría un efecto perjudicial sobre el me-
te aumento en la expectativa de vida de tabolismo óseo. Estudios retrospectivos
estos pacientes. No obstante se ha descri- sugieren que el tratamiento crónico con
to el desarrollo en estos pacientes de una dicumarínicos podría tener como efecto
disminución de la densidad mineral ósea adverso una disminución de la densidad

113
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

mineral ósea, e incluso un aumento del teoclástica y reducción de la osteoblásti-


riesgo de fractura52. El desarrollo de fár- ca, depleción de mastocitos, inhibición de
macos anticoagulantes no inhibidores de la calcificación por su alta afinidad con los
la vitamina K obvia esta complicación. iones de calcio, y un hiperparatiroidismo
secundario a las alteraciones menciona-
2.12.2. Heparina: el desarrollo de os-
das. Las heparinas de bajo peso molecular
teoporosis es el efecto adverso más co-
mún en pacientes tratados crónicamente no comparten este efecto adverso, ha-
con heparina no fraccionada53. El meca- biéndose publicado estudios de su utiliza-
nismo fisiopatológico no es totalmente co- ción en mujeres embarazadas en los que
nocido aunque se han sugerido diversas no se han observado alteraciones en la
posibilidades: aumento de la actividad os- densidad mineral ósea54.

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116
C A P Í T U L O 1 0

CAPÍTULO 10
La osteoporosis
en el hombre
Prof. Dr. Antonio Herrera Rodríguez
Catedrático de Cirugía Ortopédica y
Traumatología y Jefe del Servicio de Cirugía
Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

Si la osteoporosis, como problema impor- inmediatas sobre su metabolismo óseo. La


tante y serio del esqueleto, es infradiag- incidencia de osteoporosis en el hombre,
nosticada e infratratada en la mujer, la si- podríamos decir que alcanza un porcenta-
tuación en el hombre es todavía peor, ya je de un tercio sobre la incidencia femeni-
que se ha considerado que la osteoporo- na. Estudios realizados en Suecia03, com-
sis es una patología del sexo femenino y
parando hombres y mujeres, basado en
que el hombre está libre de este proble-
ma. Este concepto está muy extendido en- las determinaciones de DEXA en cuello
tre los profesionales médicos por lo que, femoral, han encontrado que la mayor in-
en términos generales, no se presta aten- cidencia se produce en el hombre entre
ción y no se diagnostica la osteoporosis los 70 y 85 años, y que alcanza al 34,7% de
en el hombre. Sin embargo, si observamos los hombres comprendidos en esas eda-
las estadísticas, por ejemplo de fracturas des. Pero el 47% de los hombres mayores
de cadera osteoporóticas en España01, un de 50 años padece osteopenia, según los
26% son hombres. mismos autores. Si valoramos un segmen-
La mujer pierde masa ósea muy rápida- to mayor de edad, por ejemplo los hom-
mente entre los 50-60 años por la depriva- bres entre 50 y 80 años, la incidencia glo-
ción estrogénica02. En el sexo masculino, bal es del 6,3% de la población, mientras
aunque con menor incidencia y en eda- que en la mujer, la población comprendi-
des más tardías, se produce también una da en ese segmento de edad, afecta de
pérdida de masa ósea y el varón puede osteoporosis, alcanza el 21,2%.
sufrir la osteoporosis y debemos diagnos-
ticarla y tratarla. 1. DESARROLLO
E INVOLUCIÓN DEL
La menor incidencia en el hombre se pro-
ESQUELETO EN EL HOMBRE
duce, fundamentalmente por dos motivos:
el hombre alcanza una mayor densidad El hombre va acumulando masa ósea du-
ósea y no sufre la drástica deprivación es- rante la infancia gradualmente, pero en la
trogénica que se produce en la mujer en adolescencia este incremento se acelera
la menopausia y que tiene consecuencias de forma exponencial. Si nos referimos al

117
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

hueso trabecular su densidad es similar Estas diferencias entre ambos sexos, en lo


en ambos sexos, sin embargo el hombre referente a la involución fisiológica del
desarrolla mayor espesor del hueso corti- esqueleto, es un factor que contribuye a
cal y un hueso de mayor tamaño, compa- que el sexo masculino tenga menos frac-
rativamente con la mujer, aunque realice- turas por fragilidad, por poseer huesos
mos los ajustes de talla04. Este mayor más resistentes.
grosor del hueso cortical significa en el
hombre una importante ventaja biomecá- 2. EXPECTATIVAS DE VIDA Y
nica ya que sus huesos son menos frágiles SITUACIÓN FUTURA
y más resistentes por lo que tiene una me- A finales de la pasada centuria la expec-
nor facilidad de sufrir una fractura por fra- tativa de vida media en España era de
gilidad. En el sexo masculino esta ventaja 79,92 años, con diferencias importantes
se deriva de la acción de los andrógenos según el sexo. La expectativa media en el
sobre el hueso, fundamentalmente. hombre era de 76,6 años, mientras que en
la mujer era de 83,45 años06-07.
También se ha señalado que la mayor car-
ga que puede recibir el hueso, por la ac- Cinco años más tarde, en el 2005, según
ción muscular y por la diferencia de talla, los datos del INE, la expectativa de vida
con respecto a la mujer, puede tener un media, sube a 80,2 años. En el hombre
efecto positivo. sube 4 décimas, hasta los 77 años y en la
mujer la subida es menor, hasta los 83,5
El paso de los años produce no sólo en la años. Estas diferencias de expectativas de
mujer, también en el hombre, una involu- vida, junto con la aparición más tardía de
ción del esqueleto con evidente pérdida la osteoporosis en el varón, explican las
de masa ósea. Sin embargo hay diferen- diferencias porcentuales en el número de
cias evidentes entre ambos sexos. Si nos fracturas entre ambos sexos.
referimos a la pérdida de hueso trabecu- Con respecto al futuro, las proyecciones
lar es similar en ambos sexos, aunque en son francamente sombrías. Recientes es-
el hombre se plantea más tardíamente tudios de la Comunidad Europea de-
que en la mujer. También en el hombre muestran que las expectativas de vida au-
existe una reabsorción endóstica que dis- mentan en los países de la Comunidad, y
minuye el grosor cortical, ahora bien, ésta que cada año debido, fundamentalmente,
se compensa, en parte, por una formación a una mejor asistencia sanitaria, es mayor
periférica de hueso cortical producida el porcentaje de población mayor de 65
por el periostio05. Esta formación ósea de años de edad. En el caso de nuestro país,
hueso cortical, de origen perióstico, com- las proyecciones indican que en el año
pensa, en parte, la reabsorción endóstica 2050, el 36% de la población española
y tiene como consecuencia evidente la tendrá más de 65 años de edad; lo que
existencia de hueso con un mayor grosor nos muestra un panorama sombrío en la
cortical, en definitiva más fuertes y con incidencia de osteoporosis y de fracturas
una menor fragilidad y más resistentes a osteoporóticas, tanto en la mujer como en
sufrir una fractura. el hombre.

118
C A P Í T U L O 1 0

3. CAUSAS DE OSTEOPOROSIS aproximadamente el 40% de los casos de


EN EL HOMBRE osteoporosis en el hombre pueden ser
La etiología de la osteoporosis en el hom- considerados como osteoporosis prima-
bre puede tener causas diversas. Entre un ria o idiopática03.
50 y un 65% de los hombres que sufren
osteoporosis, ésta es secundaria a patolo- 3.2. Osteoporosis secundaria
gías generales diversas o se asocia con la Las causas más frecuentes de osteoporo-
toma de ciertos medicamentos o hábitos sis secundaria son:
tóxicos03-09 (Tabla 1).
3.2.1. Hipogonadismo
Tipos de Osteoporosis del varón Es una de las causas más frecuentes de
Osteoporosis primaria o idiopática
osteoporosis en el varón. En un estudio
Osteoporosis secundaria: realizado en una residencia de ancianos,
Hipogonadismo entre los residentes que habían sufrido
Déficit de vitamina D fractura de cadera, el 66% presentaban
Ingesta insuficiente de calcio bajos niveles hormonales11.
Tabaquismo
Consumo de alcohol Otros autores12 relacionan claramente ni-
Consumo excesivo de café veles bajos de testosterona y estradiol con
Tratamientos hormonales un claro incremento del riesgo de fractura.
Otras causas
Pero, además, estos bajos niveles hormo-
Tabla 1. Causas de osteoporosis primaria y secunda- nales contribuyen a complicar el proble-
ria del varón. ma, por la influencia que tienen los andró-
genos sobre la musculatura del varón al
disminuir el grosor de las masas muscula-
3.1. Osteoporosis idiopática res y, consecuentemente, la pérdida por
El sexo masculino puede presentar osteo- parte del varón de mecanismos de defen-
porosis de etiología no conocida, a cual- sa para las caídas, que es un factor de ries-
quier edad, pero su incidencia es mayor go fundamental en la producción de las
en individuos jóvenes. Sabemos que la fracturas. Hoy día se da más importancia, y
existencia de una densidad mineral ósea se asocia que en el hombre, bajos niveles
baja y el riesgo de fracturas son hereda- de estradiol suponen un incremento del
bles. Actualmente este tipo de osteoporo- riesgo de fracturas13. Quizás este fenóme-
sis se atribuye a factores genéticos deri- no está en relación con una deficiente fun-
vados de polimorfismos en los genes. Los ción de la aromatasa, que no transforma la
más conocidos actualmente son los poli- testosterona en estradiol, que tiene un
morfismos en el promotor del gen del co- efecto positivo sobre el metabolismo
lágeno (COLIA 1 y COLIA 2), los del re- óseo14. Se han descrito casos es los que
ceptor de la Vit D y los del receptor LRP 5. este problema está producido por muta-
Todos ellos pueden influir en la existencia ciones del estrógeno-receptor o de la en-
de una DMO baja en los pacientes que su- zima aromatasa; en ellos se produce una
fren estas alteraciones10. Se estima que grave osteoporosis en el hombre15.

119
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

3.2.2. Bajos niveles de vitamina D 3.2.4. Influencia del tabaco


La existencia de bajos niveles de vitamina Dentro de los hábitos tóxicos que influyen
D en hombres con más de 65 años de en la producción de la osteoporosis, el há-
edad es muy frecuente. Se considera que bito de fumar ocupa un papel importante.
el 15% de los hombres que padecen Aunque en España se han realizado múlti-
osteoporosis tienen como etiología este ples campañas antitabaco, y se siguen
déficit de Vit D16. Numerosos trabajos han realizando, en la población mayor de 65
corroborado esta afirmación, encontran- años es un hábito muy arraigado. Debe te-
do en la población mayor de 65 años, ni- nerse en cuenta que, además, nos encon-
veles de 25 hidroxivitamina D, inferiores a tramos con individuos que tienen arraiga-
25 ng/ml, cuando lo normal es tener cifras do este hábito desde su adolescencia en
superiores a 35 ng/ml. Esto tiene una in- la mayoría de los casos, por lo que el
fluencia fundamental en el metabolismo efecto nocivo lleva años incidiendo sobre
óseo, por un lado produce una disminu- el metabolismo óseo.
ción de la absorción de calcio en el intes-
tino lo que reduce la concentración en 3.2.5. Alcohol
suero de calcio ionizado. Esto condiciona Este es otro de los hábitos tóxicos bastan-
que los sensores de calcio en las parati- te arraigado en la población española con
roides incrementen la producción de pa- un alto porcentaje de personas que son
ratohormona, que produce en el hueso bebedores habituales, lo que conlleva a
una estimulación de los osteoclastos y importantes efectos nocivos, no sólo so-
una liberación del calcio óseo. Igualmen- bre el metabolismo óseo, sino sobre todo
te, la PTH produce un incremento de reab- el sistema metabólico.
sorción renal de calcio y un aumento de la
excreción de fósforo. 3.2.6. Consumo excesivo de café
Toda esta alteración metabólica que de- También el consumo excesivo de café es
sencadena el déficit de vitamina D produ- nocivo para el individuo y para el meta-
ce en el hueso un importante aumento de bolismo óseo. Es bastante frecuente que
la reabsorción ósea y una consecuente exista un elevado número de población
disminución de la densidad mineral ósea. masculina, en la que se asocian los tres
hábitos tóxicos: alcohol, tabaco y café.
3.2.3. Ingesta insuficiente
de calcio 3.2.7. Tratamientos hormonales
Es muy usual que la población mayor de Dentro de los posibles tratamientos hor-
65 años de edad tenga una ingesta diaria monales hay uno específico del hombre:
de calcio claramente insuficiente lo que es se trata de los pacientes diagnosticados
causa de una DMO baja, si además, como de cáncer de próstata que están someti-
es habitual, se asocia con niveles bajos de dos a tratamiento hormonal de depriva-
vitamina D, la importancia del problema ción estrogénica. En un trabajo reciente,
es aún mayor y las consecuencias para el Adler17, realizando estudios con DEXA
metabolismo óseo muy evidentes. para medir la DMO en cuello femoral y

120
C A P Í T U L O 1 0

columna, encontró que el 33% de estos varón, sino que todas las patologías o me-
pacientes, según los datos de la DEXA, es- dicaciones que pueden alterar el metabo-
taban afectos de osteoporosis. Aplicando lismo óseo y, por tanto, producir una oste-
el nuevo algoritmo de predicción de frac- oporosis secundaria, pueden afectar
tura FRAX®, comprobó que aplicando los indistintamente, a ambos sexos.
datos obtenidos de cuello femoral, el 17%
de los pacientes precisan tratamiento, 4. DIAGNÓSTICO
pero si se excluían los datos del cuello fe-
La pregunta clave es: ¿cómo establece-
moral era necesario implantar tratamien-
mos el diagnóstico en el hombre, sin ante-
to en el 54% de los casos.
cedente de fractura previa y, sin causas
De estos datos, podemos deducir que los etiológicas evidentes de osteoporosis se-
pacientes en tratamiento hormonal por cundaria? Algunas guías clínicas aconse-
padecer cáncer de próstata presentan un jan realizar una densitometría, en edades
alto riesgo de padecer una osteoporosis. en el hombre que oscilan entre los 65-70
El mayor riesgo se da en los pacientes años. En un reciente trabajo de Schous-
con varios años de tratamiento con la de- boe18, se analiza el coste-efectividad de
privación androgénica. un estudio con DEXA, seguido de trata-
miento con bisfosfonatos durante cinco
3.2.8. Otras causas años, en hombres con 65 años o más, que
Otras causas que influyen en la produc- tienen antecedentes de fractura y, el cos-
ción de una osteoporosis secundaria en el te-efectividad de realizar estudios con
varón son: DEXA en la población masculina con eda-
des comprendidas entre 80-85 años, con o
1. Tratamiento con antiepilépticos.
sin antecedente de fractura previa. Los
2. Tratamientos con corticoides pro- autores concluyen, tras estudiar una base
longados. de población muy amplia, que hay un evi-
3. Pacientes con artritis reumatoide o dente coste-efectividad en realizar este
espondilitis anquilosante. escrutinio en pacientes a partir de los 70
4. Hiperparatiroidismo primario. años siempre que el tratamiento con bis-
fosfonatos tenga un coste inferior a 500$
5. Enfermedades renales o hepáticas.
por año.
6. Síndromes de mal absorción.
Parece evidente que los antecedentes clí-
7. Pacientes transplantados o en trata-
nicos del paciente deben ser bien valora-
miento con inmunodepresores.
dos, previamente a tomar la decisión de
8. Tirotoxicosis. una densitometría en hombres mayores.
9. Diabetes mellitus. El antecedente de fractura previa es el in-
10. Hipercalciuria. dicador más importante para indicar el
estudio del paciente y que en estos casos
11. Pacientes con V.I.H.
debe practicarse una densitometría. Tam-
En términos generales, podemos decir bién podríamos afirmar, que la población
que no hay una patología específica del masculina a partir de los 70 años es una

121
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

población de riesgo para padecer una os- similar en el hombre y en la mujer23.


teoporosis, y que este riesgo se acentúa Igualmente en el Estudio EVOS, para frac-
en los casos con antecedentes que consti- tura vertebral, se confirmó que el riesgo
tuyen riesgo de provocar alteraciones en de fractura es similar en el hombre y en la
el metabolismo óseo. mujer20.
En los pacientes con desviaciones están- Otros trabajos publicados indican que
dar de la DMO, de dos DS o más, deben tras sufrir una primera fractura osteopo-
practicarse una serie de pruebas de la- rótica en columna vertebral, el riesgo de
boratorio15. Rutinariamente se determi- sufrir nuevas fracturas de columna es si-
nan los niveles de calcio y creatinina en milar en el hombre y en la mujer24. La im-
sangre. Según el tipo de paciente, debe portancia de una primera fractura por fra-
realizarse determinación de proteínas gilidad, como factor predictor de nuevas
mediante proteinograma, así como deter- fracturas, es señalada por Johnell25 que
minación de la albúmina de Bence-Jones. indica que este primer episodio de frac-
Igualmente, en este paciente deberían tura significa un riesgo importante y simi-
determinarse los niveles de testosterona lar, tanto en el hombre como en la mujer,
y de Vitamina D. En los casos sospecho- de sufrir nuevas fracturas.
sos, debe investigarse los anticuerpos
anti V.I.H. Independientemente de estos La valoración del riesgo de fractura, no
exámenes que podríamos llamar genera- puede estar unida exclusivamente a las
les, deberíamos estudiar los marcadores desviaciones en los valores de la DMO,
del metabolismo óseo. medidas por densitometría, como hemos
podido comprobar a lo largo de nuestra
5. RIESGO DE FRACTURA práctica clínica. Pacientes con osteopenia
Diversos autores19-22 han estudiado la re- pueden sufrir fracturas de cadera con
lación entre DMO en base a los datos ob- más facilidad que otros en los que existe
tenidos por densitometría. No existe una clara osteoporosis. En el caso del
acuerdo en cómo relacionar las desvia- hombre, hay autores15 que consideran
ciones estándar de la DMO con el riesgo que el hombre sufre con mayor facilidad
de fractura; tampoco en que el riesgo de fracturas en la cadera, en relación con la
fractura, en relaciones con las alteracio- mujer, aun con idénticas desviaciones de
nes de la DMO, sea similar en el hombre y la DMO.
en la mujer. Kanis 2 y otros autores hacen
Es evidente que la producción de la frac-
una afirmación evidente, aun con cifras si-
tura por fragilidad, se facilita con huesos
milares de desviación estándar de la
con una menor resistencia, o sea, con una
DMO, el riesgo de fractura no es igual en
clara osteopenia u osteoporosis y, en este
un hombre de 50 años que en un anciano
aspecto, sí que existe una clara relación
de 80 años.
entre las desviaciones estándar de la
Sin embargo en el Estudio Rótterdam, se DMO y el riesgo de fractura. Pero para
concluye que con similares valores de que ocurra la fractura tiene que existir
DMO, el riesgo de fractura de cadera es una caída. En la frecuencia e intensidad

122
C A P Í T U L O 1 0

de las caídas existen factores diversos, 6.1.2. Ejercicios


unos propios del paciente: alteraciones Muchos de los pacientes mayores de 65
sensoriales, patologías del aparato loco- años, con osteoporosis, llevan una vida
motor, patología general del paciente, es- muy sedentaria lo que tiene una repercu-
tado mental, medicaciones… sión negativa sobre el metabolismo óseo
Y no debemos olvidar los problemas del y sobre su sistema muscular. Debe pro-
entorno del paciente que pueden ser un gramarse al paciente un programa de
factor facilitador de las caídas, o su situa- ejercicios adecuado a su edad.
ción social o familiar. Aunque el paciente no pueda realizar
Por ello, hay factores que pudiéramos lla- ejercicios de carga, que son los más be-
mar generales: disminución de la DMO o neficiosos para mejorar la calidad ósea,
antecedentes de fracturas, que pueden simplemente el caminar mejora la coordi-
ser mensurables en cualquier paciente nación muscular y desarrolla la muscula-
para determinar su riesgo de fractura; tura de las extremidades inferiores, lo
pero hay una serie de factores persona- que disminuye el riesgo de caídas.
les, con una gran variabilidad individual
en cada paciente, que deben ser valora- 6.1.3. Protectores de cadera
dos como factores de riesgo de fractura. Han demostrado ser eficaces para neutra-
lizar las fuerzas que se ejercen sobre la
6.TRATAMIENTO DE LA cadera en una caída. Pueden minimizar
OSTEOPOROSIS EN EL estas fuerzas en un 50% lo que disminuye
HOMBRE claramente las fuerzas ejercidas sobre el
En términos generales, podemos decir hueso y disminuye el riesgo de fractura.
que el tratamiento de la osteoporosis en Su indicación principal es en pacientes
el hombre es similar al que indicamos en institucionalizados.
la mujer.
6.1.4. Programas de prevención de
caídas
6.1.Tratamientos no
farmacológicos En estos programas hay que actuar sobre
el individuo y sobre su entorno. En el pa-
6.1.1. Corrección de hábitos ciente hay que prestar atención a varios
tóxicos aspectos:
Uno de los puntos fundamentales es el co- a) Corregir el déficit sensorial.
rregir los hábitos tóxicos, consumo exce-
b) Tratar las patologías generales que
sivo de alcohol, tabaco o café, que son no-
puedan afectar a su estado de con-
civos para el hombre adulto, desde el
ciencia.
punto de vista general y también tiene
una influencia nociva en el metabolismo c) Ajustar las medicaciones: psicotro-
óseo. Por ello, debe insistirse en progra- pos, hipotensores, antidiabéticos, va-
mas de deshabituación alcohólica o tabá- sodilatadores...
quica. d) Tratar los problemas de aparato lo-

123
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

comotor que afecten a la capacidad de efectividad publicadas con otros bis-


de marcha del individuo. fosfonatos.
e) Realizar ejercicios de marcha y coor-
dinación. 6.2.2. Tratamiento con
anabolizantes
En el entorno: hacer un análisis del mismo
Los tratamientos anabolizantes, con deri-
y corregir todos los obstáculos que difi-
vados de la hormona paratiroidea, han
culten la deambulación del paciente o fa-
demostrado su eficacia en el tratamiento
ciliten su caída.
de la osteoporosis del varón. Pacientes
sometidos a tratamiento, con dosis de 20
6.2.Tratamientos microgramos diarios, por vía subcutánea,
farmacológicos han conseguido elevar la DMO, tanto en
Como indicación general, se recomienda cuello de fémur como en columna verte-
administrar 1.200 mg de calcio diarios y bral. Esta eficacia se ha demostrado tanto
1.000 UI de Vit D. en pacientes con hipogonadismo como
sin hipogonadismo28. La evidencia ha de-
6.2.1. Tratamiento con mostrado que la teriparatide puede dis-
bisfosfonatos minuir el número de fracturas vertebra-
Los bisfosfonatos pueden emplearse en el les, pero no se ha comprobado que tenga
tratamiento de la osteoporosis del varón. efectos positivos sobre la disminución del
Sin embargo, los trabajos publicados so- número o riesgo de fractura en otras loca-
bre su eficacia en el tratamiento de la os- lizaciones anatómicas29.
teoporosis del varón son muy pocos en El problema de los tratamientos con de-
relación con los numerosos trabajos publi- rivados de la paratohormona son sus po-
cados sobre su uso y eficacia en la mujer. sibles efectos secundarios, no bien estu-
Se ha confirmado que el alendronato me- diados hasta ahora. Por tanto, estos
jora la densidad mineral ósea tras dos tratamientos anabolizantes deben mante-
años de tratamiento, tanto en columna nerse un máximo de dos años. Tras la su-
vertebral como en cuello femoral. Existe presión del tratamiento anabolizante, una
evidencia de que es capaz de disminuir el buena opción, es continuar el tratamiento
número de fracturas vertebrales, pero no con bisfosfonatos.
se ha estudiado si disminuye el número
de fracturas de cadera 26. 6.2.3. Tratamiento con testosterona
Los tratamientos con testosterona no es-
Con respecto al risedronato se ha confir-
tán recomendados, normalmente, en las
mado que incrementa la DMO, tanto en
Guías clínicas más conocidas como trata-
columna como en cadera, y que es capaz
miento de la osteoporosis en el varón. Los
de disminuir el número de fracturas de
efectos secundarios que puede producir
cadera27.
en el hombre la testosterona, son múlti-
Los estudios con el acido zoledrónico no ples: policitemia, apnea del sueño, au-
son concluyentes. No existen evidencias mento de tamaño de la próstata o, lo que

124
C A P Í T U L O 1 0

es más grave, cáncer de próstata. Por to- 7. REFLEXIÓN FINAL


dos estos problemas, no es un tratamiento Es evidente que la osteoporosis en el
usual. hombre existe, como patología del es-
Sin embargo, es evidente, que la testoste- queleto, que su incidencia es menor que
rona, como ya se comprobó en 198930, es en la mujer y que, en términos generales,
capaz de incrementar claramente, la cali- se presenta en edades más tardías. Lo
dad y cantidad ósea en pacientes jóvenes fundamental es identificar a las poblacio-
con hipogonadismo. nes de riesgo y diagnosticarlas y tratar-
las, porque como podemos deducir de la
Trabajos posteriores31-32 han comproba- lectura de estas líneas, el riesgo de frac-
do los efectos positivos de la testosterona tura es importante en estos pacientes, y
en pacientes mayores osteoporóticos, las consecuencias de las fracturas osteo-
para incrementar la DMO y la calidad poróticas, en cuanto a morbilidad y mor-
ósea. A pesar de ello, sigue sin ser un tra- talidad, son sobradamente conocidas por
tamiento de elección en el varón, por los los especialistas de cirugía ortopédica y
posibles efectos secundarios. traumatología.

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126
C A P Í T U L O 1 1

CAPÍTULO 11
Osteoporosis en
grupos poblacionales
especiales
Dr. Iñigo Etxebarría Foronda
Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica
y Traumatología
Hospital Alto Deba. Mondragón, Gipuzkoa

1. OSTEOPOROSIS En cuanto a los factores genéticos, aunque


PEDIÁTRICA pueda haber casos en los que exista una
La osteoporosis en niños y adolescentes determinada alteración citogenética o
es una entidad poco frecuente y la mayo- mutación de un solo gen que condicione
ría de los casos son secundarios a algún la osteoporosis, en general se considera
proceso sistémico. No obstante, las altera- que las alteraciones en la masa ósea son
ciones en la masa ósea en edad pediátri- fruto de una regulación multigénica resul-
ca tienen una especial importancia, ya tante de las interacciones entre los efec-
que por un lado, su manejo difiere en par- tos producidos por los múltiples alelos
te del de los pacientes adultos y por otro, polimórficos y los factores endógenos y
una deficiente adquisición del pico de exógenos2.
masa ósea en esta fase de crecimiento Los factores nutricionales son fundamen-
puede condicionar problemas de fragili- tales para el correcto desarrollo del hue-
dad ósea en etapas posteriores de la vida. so, ya que van a aportar el sustento nece-
sario para una correcta maduración y
1.1. Factores que regulan la mineralización del mismo.
masa ósea
Las hormonas van a regular todo el proce-
Durante la infancia y la adolescencia hay
so de formación ósea. Las más importan-
una serie de factores que van a regular el
tes son la paratohormona (PTH), la hormo-
proceso de maduración del hueso. Es una
na del crecimiento (GH) y los factores de
etapa fundamental en el desarrollo del te-
crecimiento o IGFs, la vitamina u hormona
jido óseo y cuyo objetivo principal es la
D, la calcitonina, las hormonas sexuales,
consecución de un adecuado pico de
las tiroideas y los corticoides.
masa ósea alrededor de la tercera década
de la vida. Estos factores los podemos di- Por último, el estilo de vida tiene una rela-
vidir en genéticos, nutricionales, hormo- ción directa con la adquisición de masa
nales y de estilo de vida1. ósea, de tal manera que el ejercicio físico

127
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

contra gravedad va a favorecer el aumen- clínica, exploración y estudios comple-


to de la misma, sobre todo en la pubertad, mentarios para establecer el diagnóstico.
cuando el crecimiento es más intenso3. Las principales causas de osteoporosis
Del mismo modo, la inmovilidad y deter- en esta etapa de la vida se exponen en la
minados hábitos tóxicos influyen negati- Tabla 14.
vamente en este objetivo.
Cualquier alteración en uno o varios de 1.2.1. Osteoporosis Juvenil
estos factores que se relacionan entre sí Idiopática
puede provocar situaciones de osteope- Es un proceso poco frecuente, con una in-
nia u osteoporosis en la edad pediátrica. cidencia estimada de 1 caso por 100.0005.
Se suele presentar en niños de ambos se-
1.2. Clasificación de la xos en edad prepuberal, previamente sa-
osteoporosis en pediatría nos y sin antecedentes familiares de
La mayoría de los casos los podemos con- enfermedad ósea. Clínicamente se mani-
siderar como secundarios a otros proce- fiesta por dolor óseo difuso, principal-
sos. La osteoporosis primaria es rara y es mente en la espalda, caderas y pies, con
necesario realizar una correcta historia dificultad añadida para la deambulación.

Osteoporosis Primaria

Osteoporosis juvenil idiopática Síndrome de Marfan


Osteogénesis imperfecta (OI) Osteoporosis pseudoglioma síndrome
Síndrome de Ehler Danlos Homocistinuria
Síndrome de Bruck
Osteoporosis Secundaria

Enfermedades neuromusculares Procesos crónicos


Parálisis cerebral Leucemia
Distrofia muscular de Duchenne Fibrosis quística
Inmovilización prolongada Malabsorción intestinal
Enfermedades endocrinas Talasemia
Hipogonadismo Cirrosis biliar primaria
Síndrome de Turner Nefropatías
Déficit de hormona del crecimiento Anorexia nerviosa
Hipertiroidismo Trasplantes
Diabetes juvenil Infección por VIH
Hiperprolactinemia Yatrogenia
Síndrome de Cushing Corticoides
Trastornos metabólicos congénitos Metotrexate
Intolerancia protéica Ciclosporina
Galactosemia Heparina
Enfermedad de Gaucher Fármacos anticonvulsivantes
Radioterapia

Tabla 1. Causas de osteoporosis primaria y secundaria en edad pediátrica.

128
C A P Í T U L O 1 1

Las fracturas, que suelen producirse tras proceso poco frecuente y autolimitado en
mínimos traumatismos, clásicamente se el tiempo.
localizan en las vértebras y en los huesos
largos, sobre todo en zonas metafisarias6. 1.2.2. Osteogénesis imperfecta
La patogenia es confusa, apreciándose Trastorno hereditario derivado de una al-
una disminución del número y espesor de teración en la formación del colágeno
las trabéculas en el hueso esponjoso, en tipo I, principal componente orgánico de
probable relación con una incapacidad la matriz extracelular, aunque también
de los osteoblastos para adaptar la morfo- presente en otras localizaciones como
logía del hueso a los requerimientos piel, tendones, fascias, córnea, escleras,
mecánicos del mismo durante el creci- dentina y vasos sanguíneos, por lo que su
miento. No se ha encontrado tampoco una carencia puede originar alteraciones del
relación clara con defectos genéticos, crecimiento a varios niveles9. Clásica-
aunque hay casos descritos con mutacio- mente existen 4 tipos de OI10:
nes heterocigóticas en el gen LRP5, cuyas
alteraciones parecen también relaciona- Tipo I. Es la forma más frecuente y más
das con el desarrollo de una menor masa leve de la enfermedad. Se caracteriza por
ósea en columna y cadera, con el consi- fracturas recurrentes durante la infancia
guiente mayor riesgo de fractura7. El que suelen disminuir alrededor de la ado-
diagnóstico es difícil, ya que no hay una lescencia y que no suelen dejar deformi-
sintomatología específica. Deben estu- dades. Asocia escleras azules, sordera
diarse, antes de establecer el diagnóstico, parcial y posible alteración en la dentino-
otras causas de osteoporosis secundaria, génesis.
así como el despistaje de la osteogénesis Tipo II. Es la forma más grave. General-
imperfecta. La resolución espontánea de mente mortal en período perinatal, aun-
la enfermedad es la regla, habitualmente que pueden sobrevivir algunos meses e
en un período variable de 3 a 5 años, que incluso llegar al año de edad. Las fractu-
suele coincidir con la llegada del período ras son múltiples e incluso presentes ya
puberal. En este momento cesan las intraútero. Suelen fallecer por causas pul-
fracturas y la mayoría de los pacientes monares.
recuperan el estado funcional previo. No
Tipo III. Presenta fracturas desde el naci-
obstante, en algunos casos de mayor afec-
miento y primera infancia que van a con-
tación, pueden quedar secuelas per-
dicionar severas deformidades. Presentan
manentes en forma de cifoescoliosis
estatura final muy baja y son frecuentes la
marcadas, alteraciones respiratorias se-
sordera parcial y la dentinogénesis imper-
cundarias al colapso de la caja costal y
fecta. Las escleras son inicialmente azules,
deformidades óseas incapacitantes8. El
aunque suelen aclarar con el avance de la
tratamiento estará enfocado a un correcto
edad.
manejo de las fracturas, con la menor in-
movilización posible de las mismas, sin Tipo IV. Es una forma intermedia entre los
que se recomiende en principio una pau- tipos I y tipo III, en cuanto a la frecuencia
ta farmacológica concreta, ya que es un y gravedad de las fracturas.

129
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Se describen otros tres tipos de osteogé- óseo que hay en un determinado volu-
nesis imperfecta, del V al VII, que aunque men, sino que va a estimar el contenido
son continuación en la clasificación de Si- mineral óseo de una determinada área de
llence, sus características se basan más exposición, en gr/cm2, y que puede resul-
en criterios histológicos que clínicos11, tar engañoso en pacientes con el esquele-
sin encontrarse en ellos alteraciones en to en crecimiento, infravalorando la densi-
los genes que codifican el colágeno tipo I. dad mineral ósea cuando el hueso es
pequeño y sobrevalorándola cuando es
El diagnóstico de la enfermedad es fun-
de mayor tamaño13.
damentalmente clínico. El tratamiento es-
tará enfocado esencialmente a la resolu- También hay que tener en cuenta que
ción de las fracturas que se puedan esta técnica discrimina mal la diferencia
producir, bien desde un prisma ortopédi- entre hueso cortical y trabecular, con lo
co o bien de forma quirúrgica, sustenta- que zonas de exploración que son de una
das por una adecuada fisioterapia y reha- gran importancia en el adulto como son el
bilitación. En las formas clínicamente más cuello femoral y la muñeca, pierden inte-
manifiestas se puede instaurar terapia rés en la edad pediátrica debido a su
con bisfosfonatos12, que pueden aliviar el gran proporción de hueso cortical. Ade-
dolor, reducir la incidencia de fracturas y más, la presencia de placas epifisarias
mejorar la movilidad, autonomía y calidad durante el crecimiento, que son muy acti-
de vida. El pamidronato intravenoso es el vas metabólicamente y con un alto conte-
más empleado, aunque todavía quedan nido mineral, pueden dificultar la medi-
interrogantes por resolver como la dosis a ción, ya que pueden variar dependiendo
emplear, momento de comienzo y finali- de su estado de maduración14. Por estos
zación del tratamiento, y la posible utili- motivos, las regiones de interés recomen-
dad de otros bisfosfonatos por vía oral dadas para estas edades son la columna
como alendronato y el risedronato. lumbar y el estudio de cuerpo entero.

1.3. Medición de la masa Además, en la interpretación de la densi-


ósea en niños tometría, no se debe tener en cuenta el T-
Al igual que en el adulto, existen diversos score, ya que este valor refleja la compa-
métodos para medir la masa ósea en ni- ración de la densidad ósea en referencia
ños y adolescentes, siendo la absorcio- al pico máximo obtenido en la población
metría radiológica de doble energía o joven. Obviamente, en los niños todavía
DEXA la más utilizada. No obstante, su uti- no se ha alcanzado ese pico máximo, por
lización en este rango de edad conlleva lo que deberemos utilizar el Z-score15.
una serie de condicionantes a tener en
Desde el punto de vista densitométrico no
cuenta.
existen como en el adulto unos valores a
En primer lugar, el principal problema de partir de los cuales se diagnostica la
esta técnica en este tipo de hueso es que osteoporosis o la osteopenia. Se prefiere
no va a medir la densidad mineral “verda- el término “baja masa ósea para la edad
dera”, que sería el contenido mineral cronológica”16, dejando el concepto de

130
C A P Í T U L O 1 1

osteoporosis para aquellos pacientes con utilización en pacientes que exclusiva-


una densitometría patológica, pero que mente presenten una disminución de la
asocien una historia de fracturas clínica- masa ósea sin presencia de fractura en
mente significativas. Los valores que se principio no serían candidatos al trata-
establecen actualmente para considerar miento19, aunque hay que individualizar
una masa ósea baja son aquellos en los el mismo, sopesando los beneficios que
que el Z-score sea igual o menor a -2. Te- puede aportar, en forma de incremento
niendo en cuenta estos valores, designa- de masa ósea y reducción de fracturas y
dos arbitrariamente, pueden quedar ca- de deformidades óseas, frente a los posi-
sos entre -1 y -2 que realmente requieran bles efectos adversos que puede origi-
una atención e incluso un tratamiento para nar, algunos todavía sin aclarar. Están des-
evitar que se llegue a la edad adulta con critas reacciones agudas en forma de
un déficit de masa ósea. Podría darse un fiebre, malestar, náuseas, diarrea y dolor
debate de forma paralela a la edad adulta, musculoesquelético al inicio del trata-
en los que muchos pacientes con valores miento que generalmente son pasajeras y
densitométricos en rangos osteopénicos en pocos días desaparecen, hipocalce-
están en riesgo de sufrir fracturas y deben mias, hipofosfatemias e hipomagnese-
tener tratamiento. Es por ello que la densi- mias generalmente asintomáticas, altera-
tometría debe ser una ayuda diagnóstica ciones esofágicas y ulceraciones orales, y
que no debe dejar de lado el aspecto clí- posibilidad teórica de teratogenia, ya que
nico, y más aún en la edad pediátrica, en la por un lado estos fármacos atraviesan la
que existe una gran dificultad para ajustar placenta y por otro, su vida media en el
los hallazgos densitométricos a una serie hueso es elevada, manteniéndose su libe-
de condicionantes del hueso infantil, cam- ración durante años posteriores a la su-
biante y de especial complejidad. presión de la ingesta. Además, hay que te-
ner en cuenta que alteran el remodelado
1.4.Tratamiento con óseo, pudiéndose producir osteopetrosis
bisfosfonatos en la edad yatrógena, fracturas patológicas y altera-
pediátrica ciones en la formación del callo óseo19.
Pese a que los bisfosfonatos se están utili- Hasta el momento no hay casos descritos
zando para el tratamiento de ciertas en- de osteonecrosis de mandíbula secunda-
fermedades metabólicas óseas en edades rias al tratamiento en estas edades20.
pediátricas, todavía no han quedado sufi-
cientemente establecidos algunos aspec- 1.5. Implicaciones para el
tos importantes del mismo, como son el Cirujano Ortopédico y
tipo de fármaco a emplear, la dosis ópti- Traumatólogo
ma y duración en el tiempo17. Sí parece En primer lugar es importante mentali-
existir cierto consenso en cuanto a la indi- zarnos de que una osteoporosis en la
cación, limitando su uso a pacientes con edad adulta puede tener su origen en la
fracturas recurrentes en extremidades o edad pediátrica. Es importante detectar
colapsos vertebrales sintomáticos que ciertos procesos que impliquen una de-
asocien baja masa ósea para su edad18. La fectuosa ganancia del pico de masa ósea

131
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

en estas edades. Como se ha comentado en la producción de calcitonina, que va a


anteriormente, la mayoría de las altera- prevenir la resorción ósea21. Cuando es-
ciones de la masa ósea en niños son se- tos mecanismos de compensación no son
cundarias a determinados trastornos sis- suficientes, y no existe una suplementa-
témicos, y éstos pueden manifestarse ción adecuada en la dieta, se puede pro-
clínicamente en forma de fracturas, defor- ducir un balance negativo de calcio que
midades o alteraciones radiológicas que puede condicionar una alteración en la
pueden ser detectadas en nuestras con- estructura ósea. El tiempo de amenorrea
sultas. Es obvio que el manejo de muchos posterior al embarazo y la duración de la
de ellos puede escaparse a los cometidos lactancia, en el que hay un aumento de la
de nuestra especialidad, pero es impor- secreción de prolactina, pueden condi-
tante descubrir que “algo no va bien” en cionar, además, un estado hipoestrogéni-
el crecimiento óseo del niño. Por otro co que incremente la pérdida de masa
lado, muchas de las fracturas que se pro- ósea. Se ha sugerido también que puede
ducen en el contexto de una fragilidad existir un cierto componente genético
ósea manifiesta que asocie masa ósea que predisponga a este tipo de alteracio-
baja, van a requerir un tratamiento “inten- nes22. Si a esto añadimos que pueden
sivo”, con una osteosíntesis estable y con existir de base una serie de factores de
el menor tiempo de inmovilización posi- riesgo conocidos de osteoporosis como
ble, todo ello valorado desde un prisma son enfermedades endocrinas, hábitos tó-
multidisciplinar en el que intervienen pe- xicos o ciertos medicamentos, podemos
diatras, endocrinólogos y expertos en deducir que el embarazo y la lactancia
metabolismo óseo. pueden empeorar la masa ósea baja ya
existente.

2. OSTEOPOROSIS Clínicamente se manifiesta por dolor en


Y EMBARAZO espalda y caderas con posibilidad de
presencia de fracturas por fragilidad, ge-
La osteoporosis asociada al embarazo es
neralmente a nivel vertebral. El diagnósti-
una entidad poco frecuente que suele ma-
co es fundamentalmente clínico, apoyado
nifestarse durante el último trimestre de
por medición de masa ósea tras el parto.
la gestación o en el período de lactancia.
La resolución espontánea del cuadro tras
El sustrato patogénico fundamental es el
la estabilización hormonal es la regla. En
aumento neto de las necesidades de cal-
ocasiones puede ser necesario instaurar
cio en estas etapas, que es necesario para
tratamiento con fármacos antirresortivos,
la correcta mineralización del hueso fetal
pero teniendo en cuenta que son pacien-
por un lado, y para consolidar la reserva
tes jóvenes y fértiles, y que estos fárma-
ósea en vistas a la demanda cálcica en la
cos se mantienen en el hueso durante
lactancia por otro. Estas necesidades se
tiempo y atraviesan la placenta, con su
compensan fisiológicamente con un au-
potencial efecto teratogénico.
mento de la secreción de 1,25 (OH)2D,
que va a promover una mayor absorción Por otro lado, en el embarazo también
intestinal de calcio, y con un incremento puede presentarse la llamada osteoporo-

132
C A P Í T U L O 1 1

sis transitoria de cadera, que es un proce- sión además de que aumentarán los próxi-
so que se produce habitualmente en el mos años al incrementarse la expectativa
tercer trimestre de la gestación, autolimi- de vida24,25. Es conocido también que me-
tado en el tiempo, y que generalmente nos de la mitad de los pacientes que su-
afecta a una única cadera, aunque hay ca- fren una fractura de cadera recuperan el
sos descritos de afectación bilateral23. estado funcional previo26, cuestión que se
Cursa con dolor agudo a nivel inguinal sin acentúa en los pacientes con demencia,
historia de traumatismo, con limitación en los que la morbimortalidad es mayor.
para el apoyo y la deambulación. El diag-
El origen de este mayor riesgo de fractu-
nóstico se confirma mediante estudio RM
ra es multifactorial. La inactividad es un
y no requiere tratamiento, ya que la reso-
factor de riesgo importante para desarro-
lución de los síntomas se produce a los 3-
llar osteoporosis, ya que el hueso necesi-
6 meses aproximadamente. Es raro que se
ta la tensión muscular para mantener su
produzcan fracturas, y éstas generalmen-
resistencia y continuar con el normal pro-
te son secundarias a algún tipo de trau-
ceso de remodelado. Si además existen
matismo. Es por ello que en estas pacien-
carencias nutricionales y pérdida de peso
tes puede ser conveniente la descarga de
-y por lo tanto del índice de masa corpo-
la articulación y la prevención de even-
ral-, la debilidad muscular será mayor y
tuales caídas que puedan precipitarlas.
su función motora empeorará. Estos pa-
cientes, sobre todo si están institucionali-
3. OSTEOPOROSIS zados, tienen una alta prevalencia de défi-
Y ENFERMEDAD DE cit de vitamina D27, que influye de manera
ALZHEIMER
negativa en lo anteriormente comentado.
El Alzheimer es una devastadora enfer- Además, todos estos condicionantes van a
medad neurodegenerativa caracterizada provocar que el paciente tenga un mayor
por una progresiva pérdida de memoria y riesgo de caídas, con lo que se puede de-
de las funciones cognitivas. De forma pa- sencadenar la aparición de la fractura.
ralela a la aparición de este tipo de alte- Añadiendo a esto que son pacientes habi-
raciones, los pacientes van perdiendo tualmente de edad avanzada y que aso-
independencia motriz y precisando pau- cian otras enfermedades y tratamientos
latinamente ayudas para la deambula- que pueden mermar su estado físico y
ción, estableciéndose de una manera ma- óseo, podemos considerar a este tipo de
nifiesta una disminución de la actividad pacientes como de alto riesgo de desa-
física. Además, en muchas ocasiones, son rrollar fracturas de perfil osteoporótico.
pacientes institucionalizados, con los con-
El problema puede venir en el enfoque te-
dicionantes que ello conlleva.
rapéutico. Con lo que respecta a la actitud
Es conocida la mayor incidencia de fractu- del traumatólogo cuando ya ha aparecido
ras de cadera en este grupo poblacional y la fractura está clara, por lo menos desde
las consecuencias que de ello se derivan un punto de vista teórico: solución de la
para el propio paciente, sus cuidadores y misma y prevención de aparición de nue-
para el sistema sanitario, con una previ- vas fracturas instaurando el tratamiento

133
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

más acorde a las características del pa- al aire libre e intentar evitar las caídas. Y
ciente. Pero en ocasiones éste llega tan de- sobre todo conocer el riesgo que tiene el
teriorado que incluso puede ser plantea- paciente. En los casos en los que se detec-
ble si merece la pena tanto esfuerzo te un mayor riesgo de osteoporosis se
terapéutico. Es por ello que el objetivo fun- puede instaurar tratamiento con suple-
damental es la prevención, y aquí geriatras mentos de calcio y vitamina D e incluso
y médicos de familia tienen un papel con bisfosfonatos28, que han demostrado
esencial. Hay que evitar la desnutrición, reducir el riesgo de fractura en este tipo
promover la actividad física a ser posible de pacientes.

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135
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

CAPÍTULO 12
¿La consolidación de las
fracturas osteoporóticas
es realmente diferente?
Estimulación de
la consolidación de las
fracturas con fármacos
para el tratamiento
de la osteoporosis
Dra. Marta Salom Taverner
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario La Fe. Valencia

Dr. Manuel Mesa Ramos


Director de la Unidad de Aparato Locomotor
Área Sanitaria Norte de Córdoba.
Pozoblanco, Córdoba

1. CONSOLIDACIÓN 23% de reducción de la densidad mineral


DE LAS FRACTURAS ósea en la consolidación de fracturas en
OSTEOPORÓTICAS fémures de ratas ovariectomizadas. Los
análisis histomorfológicos revelaron un
Sabemos, y podemos observarlo en nues-
retraso en la formación del callo y desa-
tra práctica clínica, que la osteoporosis
rrollo pobre de hueso maduro. Además,
postmenopáusica y la edad avanzada in-
también se realizaron pruebas mecánicas
fluyen en la consolidación ósea.Varios es-
que demostraron la menor resistencia del
tudios experimentales en animales indi- callo óseo2. La osteoporosis en ratones in-
can que en la osteoporosis parece haber ducida mediante ovariectomía afecta a las
una disminución de la capacidad de con- propiedades mecánicas del callo de frac-
solidación de las fracturas óseas1. tura, conduciendo a una disminución de la
consolidación ósea3.
Los trabajos experimentales de Nam-
kung-Matthai muestran un 40% de reduc- El retraso en la consolidación ósea tam-
ción en el área del callo de fractura y un bién se ha estudiado en el modelo de ove-

136
C A P Í T U L O 1 2

jas ovariectomizadas4. En este estudio se con clavos intramedulares, observándose


encontraron diferencias significativas en- que en pacientes osteoporóticos mayores
tre los animales osteoporóticos y los nor- de 65 años el tiempo necesario para la
males en cuanto al área del callo, pero no consolidación fue mayor (19 semanas)
en la densidad del mismo en las primeras con respecto a un grupo control de pa-
etapas de la consolidación ósea en osteo- cientes jóvenes, entre 18 y 40 años, no os-
tomías del tercio medio de diáfisis tibia- teoporóticos (16 semanas)6.
les. Al final del estudio se encontró lo
opuesto, las diferencias en la densidad del Además, la osteoporosis tiene una in-
callo fueron significativas, pero no el área, fluencia negativa en la fijación de im-
indicando que la osteoporosis afecta a la plantes en el hueso osteoporótico, produ-
formación del callo en las primeras etapas ciéndose un aumento de fallos en las
de la consolidación ósea, y a la mineraliza- osteosíntesis. En la osteoporosis las pro-
ción del callo en las últimas etapas de la piedades mecánicas se ven alteradas, la
consolidación. También se encontró una geometría de la fractura y los movimien-
diferencia significativa (33%) entre la tibia tos interfragmentarios se ven afectados
osteotomizada y la contralateral intacta en por la calidad ósea. Aún asumiendo que
los animales osteoporóticos, pero no se en el momento de la intervención quirúr-
hallaron diferencias en las ovejas norma- gica la alineación y la reducción de la
les. Por lo tanto, este estudio demuestra un fractura sean óptimas, las alteraciones de
retraso de la consolidación ósea en las ti- esta fijación óptima pueden resultar en
bias de las ovejas osteoporóticas con res- un retraso de la consolidación7.
pecto a la formación del callo, mineraliza-
ción y propiedades mecánicas. Por lo tanto, a la hora de la consolidación
de una fractura en un paciente osteoporó-
Aunque estos estudios han demostrado tico deberemos considerar distintos fac-
una consolidación ósea alterada en ani- tores que pueden modificar este proceso.
males osteoporóticos, existen pocos tra- Así, tendremos por un lado los factores
bajos clínicos que estudien este tema. Ro- biológicos que presumiblemente estarán
dríguez et al. demuestran que las células alterados en personas mayores y osteo-
madre de la médula ósea de los pacientes poróticas, factores mecánicos ya que en
osteoporóticos no tienen unos patrones este tipo de pacientes las fracturas pre-
normales de proliferación y diferencia- sentan un patrón característico y como ya
ción in vitro y reaccionan de forma distin- hemos comentado la fijación de este tipo
ta en respuesta a los factores de creci- de fracturas es difícil por las característi-
miento5.
cas del hueso y, por último, factores exter-
Es difícil encontrar trabajos que demues- nos que pueden modificar la consolida-
tren que la osteoporosis retrasa la conso- ción, entre ellos los fármacos. Este tipo de
lidación de fracturas en humanos. Recien- pacientes suelen precisar de varios fár-
temente ha aparecido un trabajo en la macos para controlar sus patologías cró-
literatura que estudia el tiempo de conso- nicas y estos pueden afectar al proceso
lidación de fracturas femorales tratadas de consolidación de las fracturas.

137
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

2. ESTIMULACIÓN las fracturas podemos tener la duda de si


DE LA CONSOLIDACIÓN ésta se va a ver alterada.
DE LAS FRACTURAS
CON FÁRMACOS La influencia de los bisfosfonatos en la
PARA EL TRATAMIENTO consolidación de las fracturas ha sido es-
DE LA OSTEOPOROSIS tudiada de forma experimental en distin-
tos trabajos. Los resultados de estos estu-
Existe la posibilidad de tratar la osteopo-
dios experimentales son heterogéneos, lo
rosis con fármacos que presumiblemente,
que es normal teniendo en cuenta los di-
además, nos ayudarán a estimular la con-
ferentes animales, bisfosfonatos, dosis y
solidación de las fracturas. Existen dos
modelos de fractura usados.
grandes grupos dentro de los fármacos
utilizados para el tratamiento de la osteo- La mayoría de los estudios se han realiza-
porosis: los antirresortivos o catabólicos y dos en ratas estudiando el comporta-
los osteoformadores o anabólicos. Estos miento de distintos bisfosfonatos, princi-
dos grupos de fármacos influyen de for- palmente aquellos utilizados en la
ma distinta en la consolidación de las enfermedad de Paget y en la hipercalce-
fracturas por lo que los estudiaremos por mia maligna. Li et al. publican varios traba-
separado. jos sobre el efecto del icandronato en la
consolidación de las fracturas en ratas9;
2.1. Fármacos antirreabsor- Nyman10, Tarvainen11), Koivukangas12 y
tivos: dentro de este grupo los bisfosfo- Madsen13 estudian el comportamiento del
natos son los fármacos más utilizados. clodronato utilizando también la rata como
Sus principales propiedades farmacoló- animal de experimentación. Cao et al.14
gicas son que se incorporan al esqueleto, comparan el efecto del raloxifeno, estró-
uniéndose fuertemente a los cristales de genos y alendronato en la consolidación
hidroxiapatita, suprimen la reabsorción ósea en ratas ovariectomizadas. Lenehan
ósea mediada por los osteoclastos, son re- et al.15 utilizan perros para estudiar el
tenidos durante mucho tiempo en el es- efecto del EHDP en la consolidación ósea.
queleto y son eliminados por la orina sin Chastagnier16 estudia el efecto del tiludro-
metabolizar8. nato y del etidronato, Bauss et al.17 el del
ibandronato y Peter et al. estudian el com-
Como estos fármacos suprimen la reab- portamiento del alendronato en perros18.
sorción ósea mediada por osteoclastos y Por último, Goodship et al. estudian el
son retenidos durante mucho tiempo en efecto del pamidronato en ovejas19.
el esqueleto, y como sabemos que en la
osteoporosis existe un riesgo aumentado Hay estudios clínicos en pacientes pediá-
de padecer fracturas, no será infrecuente tricos afectos de osteogénesis imperfecta
encontrarnos pacientes con fracturas os- en tratamiento con bisfosfonatos intrave-
teoporóticas en tratamiento con bisfosfo- nosos, en los que parece que éstos no
natos. Como los bisfosfonatos actúan in- influyen en la consolidación ósea20. Tam-
hibiendo la reabsorción y ésta es una bién existen series publicadas de estu-
fase fundamental de la consolidación de dios en mujeres que sufrieron una fractu-

138
C A P Í T U L O 1 2

ra de Colles y fueron tratadas de forma nistra a la semana y un 50% a las dos se-
ortopédica con reducción bajo anestesia manas de la fractura, en comparación con
local e inmovilización con férula antebra- el grupo control24,25.
quial. Para ello miden la densidad mine-
ral ósea del callo, observando un aumen- 2.2. Fármacos osteoforma-
to de la mineralización del callo en el dores: dentro de este grupo tenemos la
grupo tratado con clodronato. No obser- hormona paratiroidea y sus análogos.
varon ningún caso de pseudoartrosis21. Este grupo de fármacos tiene un potente
En otros trabajos donde se estudia el efecto anabolizante sobre el hueso al au-
efecto de los bisfosfonatos sobre la pérdi- mentar el número y la actividad de los os-
da ósea tras la inmovilización para el tra- teoblastos, produciendo un aumento de la
tamiento de determinadas fracturas, los formación neta del hueso. Desde el punto
bisfosfonatos administrados inmediata- de vista de resistencia generan aumentos
mente producida la fractura no provoca- cuantitativos de la DMO y, desde el punto
ron un aumento de retrasos de la consoli- de vista cualitativo, reactivan el proceso
dación ósea22. de modelado del hueso. La activación de
este mecanismo de adaptación de la es-
Últimamente han aparecido en la literatu-
tructura ósea consigue, por un lado, incre-
ra trabajos experimentales sobre el efecto
mentar el grosor y la conectividad de las
del zolendronato sobre la consolidación
trabéculas (regenerando así la microes-
ósea. El zolendronato es el bisfosfonato
tructura trabecular dañada) y, por otro,
más potente del mercado administrándo-
aumentar el área de sección transversal
se vía intravenosa y de forma anual en su
del hueso por aposición perióstica, pro-
indicación para el tratamiento de la osteo-
cesos ambos que mejoran la eficacia bio-
porosis. Almeida et al. publican un trabajo
mecánica del mismo26-28. Este mecanismo
en conejos en los que realizan una osteo-
de acción hace que la hormona paratiroi-
tomía del cúbito y mediante estudios
dea y sus análogos puedan presentar, a
morfológicos demuestran que el zolen-
priori, una influencia favorecedora sobre
dronato consigue un aumento del volu-
el proceso de curación de las fracturas.
men óseo trabecular durante la consolida-
ción ósea23. Amanat et al. estudian el Aunque todavía no existen datos clínicos
efecto del zolendronato administrado en en pacientes que avalen el potencial uso
distintos periodos tras una fractura en ra- de la 1-34 PTH en la curación de las frac-
tas y observan que la administración intra- turas, sí existen varios estudios de experi-
venosa de zolendronato, independiente- mentación animal que parecen demostrar
mente del tiempo en que se administra, el efecto favorecedor de los fármacos
produce un aumento del volumen, de la análogos de la PTH sobre el proceso de
densidad mineral ósea y de la resistencia consolidación. En este sentido, y de ma-
mecánica del callo de fractura. La resisten- nera general, las inyecciones subcutáneas
cia del callo aumenta un 30% cuando el diarias de análogos de la PTH incremen-
zolendronato se administra en el momen- tan en ratas la formación del callo (área,
to de la fractura, un 44% cuando se admi- volumen, contenido mineral, densidad

139
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

mineral y resistencia ósea), la velocidad bién mayor en el grupo de artrodesis tra-


del proceso de consolidación y la resis- tado con este fármaco que en los contro-
tencia mecánica final del mismo29-35. les. Estos hallazgos permiten concluir a los
autores que la administración intermitente
Estos efectos de la PTH sobre el proceso
de 1-34 PTH podría resultar útil como tra-
de curación de las fracturas parecen estar
tamiento adyuvante no sólo en la cirugía
relacionados con la estimulación tempra-
de la artrodesis vertebral sino en todas
na de la proliferación y diferenciación de
aquellas otras cirugías de reconstrucción
células osteoprogenitoras subperiósticas,
esquelética en las que pudiera ser necesa-
con el incremento de proteínas de la ma-
ria la utilización de injertos óseos37.
triz ósea (colágeno tipo I-COLIA 1, osteo-
nectina, osteocalcina) y con la estimula- Los resultados obtenidos de la experi-
ción de la osteoclastogénesis durante la mentación animal han abierto el camino
fase de remodelación del callo33,34. Re- para la investigación clínica de los efectos
cientemente, Manabe et al. han demostra- que la administración subcutánea de do-
do en animales grandes con sistema ha- sis bajas de teriparatide tiene en el pro-
versiano de remodelación intracortical ceso de consolidación de las fracturas en
similar al humano (monos cinomolgus) la humanos38. Así, en este momento, está en
capacidad de la 1-34 PTH para acelerar el marcha un ensayo clínico en fase II es-
proceso de reparación de las fracturas, es- tructurado para demostrar tanto la efica-
pecialmente la remodelación del callo, y cia como la posible indicación de esta
para restaurar la forma geométrica y las molécula en el proceso de curación de la
propiedades mecánicas de fémures osteo- fractura distal de radio, lo que sin lugar a
tomizados. En su trabajo los autores de- dudas abrirá en un futuro no muy lejano
muestran que tanto dosis bajas como altas las puertas a una nueva forma de empleo
de análogos de la PTH subcutáneos son de este medicamento.
capaces de contraer y acelerar la madu-
ración del callo en este tipo de fémures, En este mismo sentido, y desde una pers-
aumentando su densidad mineral y restau- pectiva absolutamente práctica, muy re-
rando las propiedades materiales intrín- cientemente, Puzas et al. han publicado,
secas del mismo36. en un artículo en el que se analiza la im-
portancia y la manera de acelerar la cura-
También recientemente, Abe et al. han de- ción de la fracturas, el caso clínico de una
mostrado en un modelo de artrodesis de fractura de pelvis tratada con teriparati-
columna en ratas que la administración in- de, en el que se demuestra mediante to-
termitente de análogos de la PTH acelera mografía computerizada seriada un au-
el proceso de integración del injerto, redu- mento del 20% en el volumen del callo
ciendo el tiempo necesario para la conso- óseo en tan sólo cinco semanas de trata-
lidación de la artrodesis y proporcionando miento con esta molécula39.
una mayor y más densa masa estructural
de fusión. Desde el punto de vista histoló- 2.3. Fármacos de doble ac-
gico, la tasa de aposición mineral y la su- ción: el único fármaco de este grupo es
perficie mineralizada del hueso era tam- el ranelato de estroncio.

140
C A P Í T U L O 1 2

No existen trabajos realizados en huma- manas con una reorganización laminar a las
nos que analicen la influencia del ranela- ocho semanas. Esta mejora microestructu-
to de estroncio en la consolidación de las ral de los callos permitía un incremento
fracturas, los únicos trabajos publicados significativo de la carga máxima soportada,
se han realizado con ratas. Cebesoy40 fue más del triple de la del grupo control.
el primero en estudiar este efecto en ratas
Esta bondad del callo óseo ha sido tam-
no ovariectomizadas administrándole 450
bién encontrada por Haberman42, tras
mg/kg/día de estroncio durante 2, 3 y 4
comparar el efecto del ranelato de estron-
semanas. No encontró diferencias radio-
cio y de la PTH 1-34 en el callo óseo en ra-
lógicas ni histológicas significativas en la
tas ovariectomizadas tratadas con 600
formación del callo óseo, siendo la cali-
mg/kg/día. Con ambos fármacos se pro-
dad del hueso formado normal.
duce un incremento del volumen de hue-
Li41 desarrolló un estudio similar, en este so neoformado siendo la resistencia de
caso, en ratas ovariectomizadas a las que le los callos del grupo tratado con ranelato
administró 625 mg/kg/día durante 4 y 8 se- de estroncio superior a la del grupo trata-
manas. Los resultados probaron un incre- do con PTH 1-34. Concluye el autor en que
mento significativo del volumen total de esta mayor resistencia podría ser atribui-
hueso neoformado y de la DMO, una mayor da a una mejor calidad del hueso formado
y más madura osteogénesis a las cuatro se- en el callo.

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143
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

CAPÍTULO 13
¿Durante cuánto tiempo
debe mantenerse
el tratamiento
antiosteoporótico
y cómo evaluar
su eficacia?
Dr. Antonio Fernández Cebrián
Facultativo Especialista de Área.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Hospitalario de Ourense. Ourense

El progresivo envejecimiento de la pobla- eficacia de los bisfosfonatos en el incre-


ción hace que la osteoporosis y sus conse- mento de la DMO y la disminución del
cuencias se conviertan en un importante riesgo de fractura. Los bisfosfonatos redu-
problema de salud. La ACP (American Co- cen la resorción y la formación ósea. El
llage of Phisicians) recomienda que los clí- tratamiento con estos potentes fármacos
nicos escojan entre las diversas opciones antirresortivos se realiza habitualmente
de tratamiento farmacológico en hombres de forma indefinida. A pesar de los clási-
y mujeres con osteoporosis, basándose en cos problemas gastrointestinales asocia-
el análisis del riesgo de fracturas y los be- dos con el uso de bisfosfonatos, el perfil
neficios terapéuticos individuales1. de seguridad de los nuevos bisfosfonatos
orales se asemeja al del placebo.
Existen diversos fármacos que han de-
mostrado su utilidad en el tratamiento de Se ha definido el efecto beneficioso del
la osteoporosis, sin embargo la duración tratamiento con bisfosfonatos durante
adecuada del tratamiento todavía debe prolongados periodos de tiempo. Black et
ser establecida. al, en el estudio FLEX, una prolongación
del Fracture Interventional Trial2, compa-
ran el uso de alendronato durante cinco
1. BISFOSFONATOS
años continuando en un grupo de pacien-
Probablemente los bisfosfonatos son los tes el tratamiento durante 10 años, y con-
fármacos más utilizados, actualmente, en cluyen que a pesar del descenso progre-
el tratamiento de la osteoporosis. Diver- sivo de la DMO y del aumento de los
sos estudios clínicos han demostrado la marcadores bioquímicos, en los pacientes

144
C A P Í T U L O 1 3

que suspenden el alendronato a los cinco concluye que los clínicos que usan bisfos-
años, no existe un mayor riesgo de fractu- fonatos a largo plazo en el tratamiento de
ra, salvo de fractura vertebral clínica, la osteoporosis, deben prestar atención y
comparado con los pacientes que conti- monitorizar la posible supresión excesiva
núan el tratamiento hasta los diez años. de la resorción y formación ósea7.
Estos resultados sugieren que para la ma-
yoría de las mujeres, la suspensión del Estudios en animales sugieren que los
alendronato a los cinco años no parece in- bisfosfonatos pueden aumentar la fre-
crementar el riesgo de fractura de forma cuencia de “microcracks” dosis-depen-
significativa3. Datos similares se han obte- diente, causada por una excesiva supre-
nido con risedronato en el estudio VERT4. sión del recambio óseo. En un estudio
publicado en el año 2007 en el “Journal of
A pesar de que inicialmente se creía que bone mineral research”, Chapurlat y cola-
los bisfosfonatos se depositaban prefe- boradores, de la universidad de Lyon, es-
rentemente bajo las zonas de resorción tudian la incidencia de “microcracks” en
de los osteoclastos, actualmente hay sufi- 50 mujeres postmenopáusicas que han re-
ciente evidencia de que los bisfosfonatos cibido bisfosfonatos durante al menos
realmente se depositan en el hueso de tres años, y encuentran una baja inciden-
forma mucho más amplia, en la superficie cia de “microcracks” a pesar de la marca-
ósea de zonas activas e inactivas5. Esta da reducción del “turn-over”8.
presencia de bisfosfonatos en zonas de la
superficie ósea inactiva crea una especie A pesar de la creciente preocupación que
de reservorio, de manera que cuando ha surgido en la comunidad científica por
esas zonas óseas se activen pueden afec- la excesiva disminución del “turn-over”
tar futuras generaciones de osteoclastos sólo existen publicaciones aisladas de
con potencial efecto antirresortivo. A me- fracturas por fatiga9,10 o de retardo de
dida que se forma nuevo hueso, los bisfos- consolidación ósea11. La mayor parte de
fonatos depositados previamente se en- los datos disponibles en estos momentos
tierran en el hueso pero potencialmente parecen indicar que, a pesar de la supre-
estarán disponibles años después cuando sión del recambio óseo y la disminución
esas zonas se reabsorban6. La persisten- de la capacidad de reparación del hueso
cia de la protección anti-fractura tras la y su excesiva mineralización, no existen
supresión de la medicación varía con los datos clínicos que alarmen por el uso pro-
diversos bisfosfonatos, y se necesitan más longado de estos potentes antirresortivos.
estudios para poder incorporar este pun- Sin embargo, es un factor que se debe te-
to en la toma de decisiones terapéuticas. ner en cuenta cuando se empleen en lar-
gos períodos de tiempo. Desde luego, los
Aunque generalmente el tratamiento con efectos a largo plazo de los bisfosfonatos
bisfosfonatos es seguro y efectivo han en la fisiología del hueso y en la repara-
surgido evidencias de que una excesiva ción ósea requieren más estudios.
disminución del “turn-over” (recambio)
óseo puede alterar las propiedades bio- Otro aspecto controvertido es el segui-
mecánicas del hueso. Un estudio reciente miento y control del tratamiento, la moni-

145
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

torización del mismo. En los últimos años ble utilizar, de forma individualizada, los
la mayor parte de los estudios establecen cambios en los marcadores como predic-
como monitorización del tratamiento los tores de incremento de masa ósea.
cambios en la DMO y en los marcadores
óseos, que sin embargo no garantizan una Con la evidencia científica actual no exis-
eficacia contra la fractura. Dicho de otra ten datos que avalen el uso de los marca-
manera, la aparición o no de una fractura dores de remodelado en la toma de deci-
establece la eficacia del tratamiento. siones del tratamiento más adecuado. No
obstante los marcadores de remodelado
Diversos estudios de eficacia de trata- son una buena herramienta para monito-
miento han demostrado la relación entre rizar el tratamiento antes de que aparez-
la disminución de los marcadores óseos y can cambios en la DMO15. Se recomienda
la reducción del riesgo de fractura. Ade- un control analítico de los marcadores
más, cuanto mayor es la reducción de los óseos a los 3 meses (Fig.1).
marcadores mayor es la reducción de
fracturas, vertebrales y no vertebra- Posiblemente se necesitan más estudios
les12,13. En concreto, en el Fracture Inter- para el uso de los marcadores en la toma
ventional Trial se usaron como marcado- de decisiones en la práctica clínica dia-
res de remodelado óseo la fosfatasa ria, aunque todo parece indicar que son
alcalina ósea, el telopéptido del colágeno buenos predictores de la eficacia del tra-
tipo I C-terminal (S-CTX) y el propéptido tamiento con bisfosfonatos, especialmen-
del colágeno tipo I N-terminal (P1NP). Se te de los pacientes con mala respuesta te-
observó que los cambios en los tres mar- rapéutica.
cadores de remodelado óseo (tras un
Analicemos ahora la relación de la DMO y
año) y la incidencia de fractura vertebral
el riesgo de fractura. Los modelos anima-
es estadísticamente significativa. Sin em-
les predicen que la eficacia antifractura de
bargo, aunque los cambios (tras un año)
los fármacos antirresortivos reside en los
en la fosfatasa alcalina ósea tenían una re-
incrementos mantenidos en la DMO. El in-
lación estadísticamente significativa con
cremento de la DMO durante el tratamien-
la incidencia de fracturas de cadera y no
to con antirresortivos está directamente
vertebrales, no ocurría lo mismo con la S-
relacionada con la reducción del riesgo de
CTX y el P1NP. Otros estudios han exami-
fractura vertebral en humanos. Sin embar-
nado la relación de otros marcadores
go, la reducción del riesgo de fractura es
como la osteocalcina con la incidencia de
mayor del esperado para el incremento de
fracturas vertebrales14. Sin embargo no se
la masa ósea16. En el Fracture Interventio-
considera que la osteocalcina sea un
nal Trial también se encontró una relación
buen marcador en la práctica clínica por
entre los incrementos de la DMO y la re-
su gran fragilidad.
ducción del riesgo de fractura, asimismo,
Existe una clara correlación, estadística- se apreció que los cambios en la DMO en
mente significativa, entre el incremento la columna no estaban relacionados con el
de la DMO y los marcadores bioquímicos riesgo de fracturas de cadera y no verte-
de remodelado, sin embargo no es posi- brales aunque los cambios en la DMO en

146
C A P Í T U L O 1 3

Fig. 1. Algoritmo de monitorización terapéutica según los valores analíticos a los 3 meses.

la cadera estaban en íntima relación con el • Tratamiento durante 10 años: es seguro


riesgo de fractura vertebral. La DMO se y efectivo.
considera uno de los pilares en la toma de • Realizar un tratamiento estándar duran-
decisiones para iniciar un tratamiento anti- te 5 años y reducir la dosis a la mitad
rresortivo, sin embargo existen pacientes durante otros 5 años (especialmente
con un T-score <-2,5 que sufren una fractu- para el caso del alendronato como lo
ra. El uso de la DMO como monitorización demuestra el Fracture Interventional
del tratamiento tiene un importante incon- Trial) (se precisan más estudios que
veniente que es la lentitud de los incre- avalen esta opción en el caso de otros
mentos tras el inicio del tratamiento (2-5% bisfosfonatos).
por año). Es necesario un tratamiento mí-
• Uso intermitente de bisfosfonatos de
nimo de un año para observar cambios
manera que se consiga mantener los
significativos en la DMO, incluso la ausen-
marcadores de remodelado óseo 1,5
cia de mejora en la DMO no implica un fra-
desviaciones estándar por debajo de
caso terapéutico.
los valores premenopáusicos17.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos • Tratamiento durante 10 años y después
expuesto hasta este momento se pueden considerar la reducción de la dosis en
considerar varias estrategias de trata- relación con los marcadores de remo-
miento6: delado y la DMO.

147
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

2. SERM puede considerar su uso más prolongado


Los SERM son moduladores selectivos de si se tiene en cuenta el efecto protector
los receptores estrogénicos cuyo princi- del raloxifeno en determinados tipos de
pal representante en estos momentos es cáncer de mama22.
el raloxifeno. El raloxifeno mejora la den-
sidad mineral ósea, el remodelado óseo y, 3. ANÁLOGOS DE LA PTH
por supuesto, reduce el riesgo de fractu- La duración del tratamiento actualmente
ra. El estudio MORE18 (Multiple Outcomes aprobada para los análogos de la PTH es
of Raloxifene Evaluation), estudio clínico de 24 meses. Ambas moléculas han de-
randomizado a tres años, demostró que el mostrado mejorías en los marcadores de
raloxifeno es efectivo en la prevención de remodelado óseo y DMO.
pérdida de masa ósea postmenopáusica.
De hecho la DMO mejoró tras tres años de 4. RANELATO DE ESTRONCIO
tratamiento, así como se produjo una dis-
El ranelato de estroncio es un fármaco de
minución de los niveles de osteocalcina y
reciente aparición para el tratamiento de
de NTX. La prolongación del estudio
la osteoporosis postmenopáusica. Se sabe
MORE durante un año más no reveló cam-
que produce un incremento de la DMO en
bios estadísticamente significativos en la
todos los niveles estudiados23. Los cam-
DMO con respecto a tres años de trata-
bios producidos en los marcadores de re-
miento. La mayor parte de los estudios
modelado óseo son más modestos que los
con raloxifeno durante más de cuatro
que se observan en otros fármacos anti-
años se efectuaron para evaluar la reduc-
rresortivos más potentes, por lo que su
ción del riesgo del cáncer de mama y
efecto antifractura puede estar mediado
apenas recoge datos de riesgo de fractu-
por un mecanismo diferente24. La eficacia
ras19. La suspensión del tratamiento con
antifractura del ranelato ha sido probada a
raloxifeno tras cinco años de uso conti-
3 y 5 años de tratamiento, y también exis-
nuado produce un descenso rápido de la
ten datos del tratamiento a largo plazo du-
DMO al año del abandono del mismo, tan-
rante ocho años. En un estudio abierto de
to a nivel de la columna lumbar como en
tres años de extensión, en las pacientes
el fémur20. Tampoco podemos relacionar
que habían participado en los estudios
los cambios en los marcadores de recam-
aleatorizados doble ciego SOTI y TROPOS
bio óseo con los cambios en la DMO y,
hasta los cinco años, se observa que el tra-
además, no se pueden utilizar como pre-
tamiento con ranelato de estroncio 2
dictores del riesgo de fractura ni del efec-
gr/día incrementaba la DMO en todas las
to del raloxifeno en el hueso21.
localizaciones estudiadas y también apor-
Diversos autores concluyen que no exis- ta algunas evidencias de que la eficacia
ten datos disponibles que avalen el uso antifractura se mantiene a los ocho años,
de raloxifeno en la prevención de fractu- siendo el perfil de seguridad similar al
ras durante más de cuatro años, y que se observado en los estudios a 3 y 5 años25.

148
C A P Í T U L O 1 3

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149
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

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150
C A P Í T U L O 1 4

CAPÍTULO 14
¿Cuáles son las pautas
terapéuticas a seguir
según la situación
clínica del paciente
osteoporótico?
Dr. Manuel Mesa Ramos

Dr. José Ramón Caeiro Rey

Prof. Dr. Pedro Carpintero Benítez


Comité de Dirección del GEIOS

Hasta llegar a la prescripción de un trata- tomar medidas terapéuticas sobre el de-


miento a un paciente osteoporótico segui- terioro estructural del hueso.
mos habitualmente un proceso de selec-
ción más o menos complejo que ha de 2. PRESELECCIÓN DE
pasar por los siguientes puntos: PACIENTES
Una anamnesis exhaustiva en la que se
1.TENER PRESENTE LA contemple la historia ginecológica en el
OSTEOPOROSIS caso de las mujeres y una exploración ri-
Está claro que “lo que no se piensa no se gurosa nos orientará, cuando no nos dará
diagnostica” y un gran número de pacien- el diagnóstico definitivo de osteoporosis.
tes afectos de osteoporosis no son diag-
nosticados al no considerar la posibilidad 3. SELECCIÓN DE PACIENTES.
de que esta enfermedad esté presente. DETERMINACIÓN DEL
Considerada como una enfermedad de la RIESGO DE OSTEOPOROSIS
mujer postmenopáusica y mayor, cada Diferentes escalas de estimación del ries-
vez son más los casos de niños, mujeres go de osteoporosis se han publicado. Tal
jóvenes, varones, etc. Es preciso tener en vez la más simple y eficaz es la escala OST-
cuenta que la modificación histopatológi- T. Orientada inicialmente a la identifica-
ca que caracteriza a la osteoporosis está ción de mujeres asiáticas postmenopáusi-
subyacente en otras enfermedades y, en cas con un mayor riesgo de osteoporosis
su caso, amén de tratar éstas es preciso densitomética1 ha sido validada tanto para

151
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

mujeres de otras razas (caucásica y negra) 4. SELECCIÓN DE PACIENTES.


como para hombres. Se calcula a partir del DETERMINACIÓN DEL
peso y la edad mediante la fórmula: RIESGO DE FRACTURA
OST = [(peso corporal en Kg) – (edad Podemos estimar este riesgo a cinco años
en años)] x 0,2 vista con la escala Index Fracture o a diez
años con el FRAX® 3 (Fig. 2).
Se trata de una herramienta con un alto
Los algoritmos del FRAX® se basan en una
grado de sensibilidad cuya fiabilidad
serie de meta-análisis que identifican los
diagnóstica es superior a la de otros cues-
factores de riesgo clínicos que se asocian
tionarios que incluyen un mayor número
con un mayor riesgo de fractura indepen-
de factores de riesgo (SCORE, ORAI,
dientemente de la edad y la DMO en el
ABONE, SOFSURF, NOF, Bajo peso corpo-
cuello de fémur. Los factores de riesgo
ral, Amsterdam Rheumatologist Score y la
que tiene en cuenta son: bajo índice de
modificación de éste último).
masa corporal (IMC, en parte depende de
También facilita información sobre la la DMO), una fractura por fragilidad pre-
conveniencia, o no, de cuantificar la masa via, una historia de fractura de cadera en
ósea mediante DXA, e incluso de iniciar los padres, la toma de glucocorticoides
un tratamiento antiosteoporótico sin ne- durante un largo plazo de tiempo (≥ 3 me-
cesidad de realizar dicha prueba, sobre ses), la artritis reumatoide, el tabaquismo
todo en aquellas poblaciones con difícil y un consumo elevado de alcohol (≥ 3 uni-
acceso a la densitometría2 (Fig. 1). dades / día).

Fig. 1. Estrategia de tratamiento en función del valor del cuestionario OST comparada con la estrategia basa-
da en el valor de la masa ósea17.

152
C A P Í T U L O 1 4

Fig. 2. Herramienta de cálculo FRAX® (http://www.shef.ac.uk/FRAX/). Factores de riesgo.

Es preciso puntualizar que el FRAX® se ha 5. DETECTAR LA PRESENCIA


diseñado para determinar el riesgo de DE FRACTURAS PREVIAS
fractura osteoporótica en los diez años si- Información que se recabará en la anam-
guientes a su determinación, y que no nesis, si bien se debe completar el estu-
cambia el concepto ni la definición de la dio con la realización de sendas radio-
osteoporosis ni reemplaza al juicio clíni- grafías de raquis torácico y lumbar en
co. Pero se ha probado su utilidad para in- proyecciones lateral y anteroposterior.
dicar la necesidad o no de realizar una
densitometría o instaurar un tratamiento 6. ¿REALIZAR O NO
(Fig. 3). DENSITOMETRÍA PARA
El tratamiento en pacientes estadouni- ESTABLECER UN
denses con un 3% de riesgo de fractura TRATAMIENTO?
de cadera a diez años vista, empleando la El establecimiento del valor densitomé-
DMO, fue rentable04 independientemente trico antes de la prescripción de un trata-
de los factores de riesgo contemplados05; miento estaría reducido a aquellos casos
mientras que en el Reino Unido se estimó en los que exista un riesgo medio de os-
que el tratamiento de la osteoporosis es- teoporosis o el riesgo de fractura deter-
taba indicado a cualquier edad en pa- minado sin DMO esté próximo al punto
cientes con un riesgo de fractura osteopo- de corte.
rótica importante mayor del 7%06.

153
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

Fig. 3. Umbral de evaluación para medición de DMO (izquierda) y umbral de tratamiento (derecha).

7. DETERMINACIONES no debe ser un concepto rígido sino


DE LABORATORIO que debe venir dado por los valores
Las determinaciones de laboratorio nos de riesgo obtenidos, por la presen-
permiten identificar si la osteoporosis es cia o no de fracturas, de su número y
primaria o secundaria a alguna otra en- localización, y edad y género del
fermedad. Pero también hemos de pres- paciente.
tar atención a la información que nos re- b) Datos de laboratorio atendiendo
portan sobre el estado nutricional y la fundamentalmente a los valores del
función renal del paciente. calcio en sangre y en orina de 24
horas, de la bioquímica del remode-
La determinación de marcadores óseos y
lamiento óseo, de la PTH y de la vi-
de vitamina D no es esencial a la hora de
tamina D (Fig. 4).
instaurar un tratamiento pero contribuyen
a dar información a la hora de realizar una c) Opcionalmente el valor densitomé-
prescripción y al seguimiento del proce- trico.
so terapéutico. d) La eficacia antifractura de los fárma-
cos disponibles para el tratamiento
8. INSTAURAR de la osteoporosis (Fig. 5).
EL TRATAMIENTO
e) La terapia con fármacos antirresor-
Para instaurar el tratamiento de forma tivos u osteoformadores debe ir
adecuada deberíamos de tener presente: acompañada de la prescripción de
a) Gravedad de la osteoporosis: éste calcio y vitamina D.

154
C A P Í T U L O 1 4

Fig. 4. Algoritmo de tratamiento según los valores analíticos (Basado en el algoritmo de Delezé07).

Efecto antifractura vertebral Efecto antifractura de cadera

Osteoporosis Osteoporosis
Osteoporosis Osteoporosis
establecida1 establecida1
Terapia hormonal
+ + + +
sustitutiva
Raloxifeno + + - -

Alendronato + + - +2

Risedronato + + - +2

Ibandronato - + - +3

Zoledronato + + - - (+) 4

Teriparatide y PTH 1-84 - + - +

Ranelato de estroncio + + +2 +2
1. Osteoporosis con fractura vertebral previa
2. Incluyendo la cadera + Fármaco eficaz - No hay evidencias de eficacia
3. Análisis post-hoc
4. Pacientes con y sin fractura vertebral prevalente
Fig. 5. Eficacia antifractura de los fármacos disponibles para el tratamiento de la osteoporosis. (Modificado
de Kanis08)

f) Antes de indicar un tratamiento far- 9. MONITORIZAR


macológico hay que: EL TRATAMIENTO
- Insistir en la prevención. La eficacia del tratamiento se puede cons-
- Fomentar hábitos saludables. tatar mediante:

155
G U Í A D E P R Á C T I C A C L Í N I C A O S T E O P O R O S I S

a) Control analítico de los marcadores c) Determinación del valor densitomé-


óseos a los tres meses (Fig. 6). trico a los tres años de iniciar el tra-
b) Control radiográfico a los 12 meses tamiento.
para comprobar si han aparecido
nuevas fracturas.

Fig. 6. Algoritmo de monitorización terapéutica según los valores analíticos a los 3 meses.

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156
GEIOS Grupo de Estudio e Investigación de la Osteoporosis
de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología
El contenido científico de esta publicación es responsabilidad
exclusiva de los autores. Antes de utilizar los medicamentos
reflejados en la presente obra, consulte la ficha técnica aprobada.
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de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología

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