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¿Por qué Alfonsín decidió juzgar a las primeras tres cúpulas militares y no la de Bignone?

Cuál fue el compromiso entre ambos, la clave de su transición al poder.

Bignone

Reynaldo Benito Antonio Bignone (nacido en Morón, Argentina, el 21 de enero de 1928) es un ex


militar argentino que fue presidente (de facto)de Argentina entre el 1 de julio de 1982 y el 10 de
diciembre de 1983, dependiente de la última Junta militar de la dictadura autodenominadaProceso
de Reorganización Nacional. Fue el único presidente de facto del Proceso que no integró la junta
militar que tenía el mando supremo. El 10 de diciembre de 1983 le entregó el mando al Presidente
Raúl Ricardo Alfonsín, ganador de las elecciones democráticas realizadas dos meses antes. Bignone
estuvo a cargo de la transición hacia la democracia tras la derrota de su predecesor, Leopoldo
Galtieri, en la guerra de Malvinas. Es el último dictador de la historia argentina.

El 28 de abril de 1983, tras haberse fijado la fecha de las elecciones para octubre, Bignone dictó el
decreto 2726/83, ordenando la destrucción de la documentación existente sobre la detención, tortura
y asesinato de los desaparecidos, así como del Documento Final sobre la Lucha contra la
Subversión y el Terrorismo que dictamina la muerte de los desaparecidos. El 23 de septiembre
avanzaría en el proceso de eliminación de los antecedentes del gobierno dictando la ley 22.924,
llamada de Amnistía, "Autoamnistía" o de Pacificación Nacional para los miembros de las fuerzas
armadas sobre todos los actos cometidos en la guerra contra la subversión. El Congreso declararía
luego la nulidad de esta ley, pero la pérdida de los registros fue irreparable.

El 15 de diciembre de 1983 Alfonsín sancionó los decretos 157/83 y 158/83. Por el primero se
ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros; por el
segundo se ordenaba procesar a las tres juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar
del 24 de marzo de 1976 hasta la Guerra de las Malvinas. El mismo día creó la Comisión Nacional
sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), integrada por personalidades independientes como
Ernesto Sabato, Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide, entre otros, con la misión
de relevar, documentar y registrar casos y pruebas de violaciones de derechos humanos, para fundar
el juicio a las juntas militares.

Desde fines de 1982, una vez abierto el proceso de transición a la democracia bajo la presidencia
del general Reynaldo Bignone, Alfonsín se convirtió, primero en presidente de la Unión Cívica
Radical al imponerse el Movimiento de Renovación y Cambio en las elecciones internas partidarias.
Poco después fue nominado candidato a presidente de la Nación, cuando el otro precandidato
radical, Fernando de la Rúa, declinó su candidatura ante el amplio apoyo que estaba recibiendo
Alfonsín en todo el país. Como candidato a vicepresidente fue nominado Víctor H. Martínez.
Alfonsín era uno de los dos principales candidatos presidenciales, mientras que el otro era el
peronista Ítalo Lúder por el Partido Justicialista (PJ). Existía entonces un generalizado sentimiento
de que el peronismo sería un claro ganador, incluso entre los propios dirigentes radicales.13

Un momento clave de la campaña electoral fue la denuncia de un pacto entre la cúpula de las
fuerzas armadas y la dirigencia sindical para no juzgar los crímenes cometidos por estos, lo que
tuvo repercusión en el mundo.
La pericia de los dirigentes de la campaña de la UCR quedará de manifiesto con la denuncia del
denominado "Pacto militar-sindical", un supuesto acuerdo entre representantes de los sindicatos
(léase el centro neurálgico del partido peronista en ese momento) y los militares en vías de
abandonar la casa de gobierno. A través de la denuncia de ese arreglo político —que de acuerdo a
las encuestas fue considerado por el grueso de los electores como algo real y negativo para el
destino del país— Alfonsín logró identificar a su principal oponente con el pasado inmediato, con el
conflictivo periodo 1974-1976, y con la dictadura. Esa jugada política fue efectuada —según un
análisis realizado por Oscar Landi— en un momento en que los expertos coincidían en que la tasa
de los intencionados de voto por la UCR se había estabilizado en tanto crecía la del peronismo.

Heriberto Muraro15

a campaña de Alfonsín buscó sobre todo transmitir una imagen de paz, evitando cuidadosamente
todo conflicto, gestos de violencia en los actos o discursos agresivos. Para acentuar la importancia
de su mensaje democrático eligió para cerrar sus discursos en los actos el Preámbulo de la
Constitución Nacional. En cambio, el cierre de campaña del PJ se destacó por la quema de un ataúd
con las siglas de la UCR. Aunque a veces se atribuye a dicha acción la derrota del PJ (la primera en
elecciones libres), la mayoría de los analistas políticos consideran que Alfonsín habría triunfado de
todas formas.16 17

Las elecciones se realizaron el 30 de octubre de 1983 y Alfonsín triunfó obteniendo el 51,7% de los
votos frente al 40,1% del peronismo. Asumió en el cargo el 10 de diciembre, fecha en que tuvo
lugar una gran concentración popular en la Plaza de Mayo.

21 de enero del 99 ponen preso a Bignone


El último dictador argentino, Reynaldo Bignone (1982-83), de 82 años, ha sido condenado a 25 años de prisión, al ser
hallado culpable de secuestros y torturas a prisioneros políticos, entre otros delitos de lesa humanidad.

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