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Bibliografía

Atilio Anibal Alterini


Contratos-civiles-de consumo
Teoría General
Abeledot perro, buenos aires, Argentina
1ª Ed, 1ª Reimpresión 1999

Tratado de derecho del consumidor en el Perú


Julio Baltazar Durand Carrión
Universidad de San Martin de Porres
Fondo Editorial
Edición Nº 1, Lima 2007

Defensa del consumidor


Compendio Normativo
Versión digital actualizada a septiembre de 2016
2ª Ed. Septiembre de 2016
Editorial Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación,

Defensa del consumidor en la contratación de bienes y servicios informáticos


Universidad Fasta Ediciones, 2013
1a ed. Mar del Plata, Argentina. Abril 2013
2010- 2016 Bicentenario de la Patria

Universidad de san Carlos de Guatemala, facultad de ciencias jurídicas y sociales


Las cláusulas abusivas en los contratos de adhesión y sus implicaciones por no existir una
legislación adecuada.
Eduardo Retana Tecún
Guatemala, octubre 2008
GRADO ACADEMICO LICENCIADO EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

DERECHO Y CONSUMOv inter)


Aspectos penales, civiles y administrativos
Lorenzo Cueva
Editorial DYKINSON, S.L. Meléndez Valdés, 61 - 28015 Madrid, 2013

Luis Plata, Formalización y documentación de los contratos como límite a la autonomía privada.
Un estudio desde los contratos de consumo y la Ley 1480 de 2011 de Colombia, (Opinión Jurídica-
Universidad de Medellín, septiembre 2014),
El hombre en la actualidad siempre ha ejercido actos de comercio de forma
masiva o individualizada, es así que si nos trasladamos en la época en donde
comenzaron a reconocerse dichos actos, las personas han sido consumidores
desde siempre; sin que en ese tiempo se le denominara así, puesto que solo se
conocía que las personas compraban y vendían, pero no tenían conocimiento de
la palabra consumidor; en sus inicios, el consumo se presentó como parte de una
sociedad de subsistencia, en donde se procuraba la satisfacción de las
necesidades vitales, de manera que no existía en ese entonces una distinción
entre producción y consumo. Así, el hombre se dedicó a explotar los bienes que la
naturaleza le obsequiaba para luego consumir los frutos obtenidos, de esta
manera empezó con el cultivo de alimentos, luego la crianza de animales, la
manufactura y la producción industrial, por esa razón, se considera que las
relaciones comerciales entre ciudadanos y personas que vendían bienes han
existido desde tiempos donde el hombre tenía que subsistir de la naturaleza.

Si buscamos un ejemplo de que tan antiguo es el nacimiento del derecho de


consumo, nos debemos remontar hace unos 3500 años en el pueblo de Los Hititas
de Anatolia, que ahora días es Turquía, en ese tiempo se tenía un código relativo
a velar por el consumidor “El código dice: No debes envenenar la gordura de tu
vecino, significando que la comida debe ser sana y segura, y añade: No debes
embrujar la gordura de tu vecino, indicando que no se debe timar o engañar […].
Hay registros de que a los panaderos que en la edad media engañaban al
consumidor, se les metía en jaulas y se les sumergía en agua hasta casi
ahogarse. En todas las civilizaciones, en todos los tiempos, hemos visto mujeres,
amas de casa que salen a la calle demandando precios justos para los alimentos o
simplemente la disponibilidad de éstos”1

En el siglo XVIII, durante la Revolución Industrial, comenzó la producción masiva


de bienes y, a su vez, se desarrolló la idea de mercado. Como consecuencia de

1
Lomelí, A., (1985). “Las necesidades de sensibilización, información y formación de recursos humanos en
América Latina” en Revista La voz del consumidor [En Línea] Organización Internacional de Uniones de
Consumidores (IOCU). Disponible en: http://www.bvsde.ops-oms.org/bvsacd/eco/000847/0847-
06.pdf
este fenómeno, las relaciones entre los consumidores y los proveedores se fueron
despersonalizando. En ese momento, se comenzó a hablar de una protección al
consumidor practicada de forma indirecta.2

Cuando surge la empresa o el inicio del comercio en la época liberal se convierte


en el actor económico más importante y es que trajo consigo el aumento
incontenible del tráfico comercial, y la necesaria creación de nuevos mecanismos
jurídicos que hicieran posible la rápida interrelación de la empresa con el resto de
la comunidad receptora de sus productos, es así que de esta relación empresa-
comunidad denominado en ese momento tras el auge del Estado liberal surgen
dos temas importante, el primero de ellos es el nacimiento de los mecanismos
jurídicos que facilitan tal relación, es decir, el contrato por adhesión y todas las
otras formas de contratación en masa3, y en segundo lugar surge un nuevo tipo de
actor económico, el individuo dentro de la sociedad, que pretende satisfacer sus
necesidades a través de su relación con la empresa, que consume los productos o
bienes que se ofrecen en el mercado. Este individuo debido a esta característica
será conocido como “El Consumidor4”, dándole así esta calidad a aquellos
ciudadanos partes de una relación comercial, con el fin último de satisfacer sus
necesidades más básicas o inmediatas.

A partir de estas formas nuevas de contratación surgen las prácticas abusivas por
parte del proveedor y se da el nacimiento de organizaciones garantes del
consumidor y desde mitad del siglo XX se manifestaron los primeros movimientos
de los consumidores (consumerism), que reclamaron nuevas relaciones sobre
cuestiones específicas, particularmente en los Estados Unidos de América5.

Por la lucha de la conquista de los derechos de los consumidores se da lo que


Ovella Favelo denomina tres movimientos, el primer movimiento lo podemos

2
Bibiana Clara, Defensa del consumidor en la contratación de bienes y servicios informáticos, 1a
ed. (Mar de plata, Universidad Fasta Ediciones, 2013), 38
3
Julio Durad, Tratado de derecho del consumidor en el Perú,1ª Ed. (Universidad de San Martin de
Porres-Lima, Fondo Editorial, 2007), 36
4
Ibíd.
5
José Ovella Favela, Derechos del Consumidor (México, Universidad Autónoma de México, 2000), 3
ubicar por los años 1910, es decir, por el primer decenio del siglo XX y este se da
“…por los aumentos de precios, los escritos polémicos de Upton Sinclair6 y los
escándalos relativos a las sustancias farmacéuticas. Este movimiento culminó con
la aprobación de la Ley sobre Genuinidad de las Sustancias Alimenticias y
Farmacéuticas de 1996; de la Ley Obre Inspecciones de Carne del mismo año, y
con la creación, en 1914, de la comisión Federal para el Comercio”7

Para 1930 donde se da la gran depresión económica se da el segundo


movimiento o protesta por medio de la que los consumidores buscaban
reivindicación de sus derechos, dicha protesta “…fue motivada por un
desmesurado incremento de los precios al consumidor en plena depresión
económica, el escándalo de la sulfanilamida y la huelga de las amas de casa de
Detroit. La propuesta culmino con las reformas para fortalecer la Ley sobre la
Genuinidad de las Sustancias Alimenticias y Farmacéuticas y con la Ampliación de
los poderes normativos de la comisión Federal para el Comercio, para combatir las
actividades y las prácticas ilícitas o fraudulentas…”8

Un evento muy importante para el nacimiento de los derechos de los


consumidores fueron las palabras de presidente de Estados Unidos de América J.
F. KENNEDY, “…subrayo ante el Congreso norteamericano, que el consumidor
tenía unos derechos básicos: Derecho a la seguridad a ser informado, derecho a
elegir, y derecho a ser atendido”.9

6
Novelista y dramaturgo estadounidense de la Escuela Realista de Chicago junto a T. Dreisser, M. Fuller y
otros, que llevó la crítica social y los ideales de la lucha política a la ficción testimonial, en novelas como La
jungla (1906), en dicha novela expone la procesamiento de carnes en los mataderos, lo que alerto al
presidente Theodore Roosevelt y ordena una investigación que arrojo que las condiciones eran muy malas,
lo que hacen que se creen nuevas leyes respecto a los alimentos y acciones para la protección de los
consumidores
7
Ibid.,4
8
Ibim.
9
Carlos Bando Casado, Planteamientos básicos sobre la defensa del consumidor, (Argentina, Alveroni
Ediciones 1997), 33
En los años sesenta se da el tercer movimiento que según el autor se dio o se
produjo por las prácticas de los comerciantes y por los intereses a largo plazo de
los consumidores.
En el año 1945, con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, se
comenzaron a producir una serie de modificaciones en la formulación de la
oferta y se empezó a hablar de contratos de adhesión que conllevaron algunas
cláusulas “abusivas”. En ese momento, se comenzó a hablar de los derechos a la
protección y a la seguridad, a ser informado y a la libre elección, entre otros. En
este proceso, la protección al consumidor empezó a practicarse en forma
directa.

Algunos sostienen que la defensa al consumidor indirectamente nació con el


Tratado de Roma, suscripto en 1957 y destinado a crear el Mercado Común
Europeo10.

10
Ibid.
En el derecho romano, donde no había más que contratos formales, se produjo
el máximo desarrollo del formalismo en los negocios jurídicos; por ello, era
necesario realizar unos determinados actos solemnes o rituales, de tal suerte que
solo a todos aquellos solemnes y rituales actos que generan una obligación se
les podía llamar contrato; si no se cumplía con la formalidad, el contrato, nada
más no existía.11

A través de una lenta evolución en la que influyeron decisivamente el derecho de


gentes y el derecho pretoriano, los negocios jurídicos romanos van
transformándose de negocios formales y abstractos en negocios no formales y
causales; en efecto, se permitió que en determinados casos concretos, el hecho
de la entrega de una cosa generaba para el que la había recibido la obligación
de restituir dicha cosa

Es así que en España después de la segunda guerra mundial el desarrollo


económico que impulsa el consumo desaforado en la sociedad capitalista como
medio de crecimiento económico, siendo el mercado el que ahora determina –
mediante la introducción de medios como la publicidad, la incorporación de
nuevas técnicas de ventas más agresivas o la oferta de nuevas formas de
financiación- qué y cómo se consume, avocando a la sociedad a una práctica
consumerista que se convierte en la principal base del crecimiento económico
motivará el cambio. Indispensablemente nos lleva a una de las características de

11
Luis Plata, Formalización y documentación de los contratos como límite a la autonomía privada. Un estudio
desde los contratos de consumo y la Ley 1480 de 2011 de Colombia, (Opinión Jurídica-Universidad de
Medellín, septiembre 2014), 110.
la nueva contratación en materia de consumidores y usuarios que vendrá dada
por el desequilibrio imperante entre las partes contratantes. El consumo en masa,
característico de la sociedad de mediados del pasado siglo, llevó a la
introducción de prácticas comerciales que determinaron una posición
predominante en el mercado del empresario frente al ciudadano-consumidor,
llevando incluso a condicionar y dirigir la producción industrial a la demanda12

Para conocimiento del grado de aceptación de estos contratos por


adhesión del consumidor en el mundo, es necesario remontarse a la “era
industrial de posguerra, que en los países latinoamericanos nacía la
confrontada de las normas previstas por la codificación civil de Vélez Sarsfield,
así como respecto del Código Civil Español, en los que aún no existían ni se
imaginaban los principios de buena fe contractual, de lesión subjetiva, o de
derechos abusivos. Existía por entonces una fuerte industria fabril en pleno
desarrollo, a iniciativa de la actividad comercial de los fabricantes y empresarios
de Europa y EE.UU., embarcados en las poderosas producciones seriadas y
masivas, resultantes de la reciente finalización de la segunda guerra
mundial. En efecto, se brindó la posibilidad de poder continuar la producción,
sin requerir mayor mano de obra o nuevos edificios, gracias al regreso de los
soldados y a los espacios fabriles en ese entonces desocupados.

12
Lorenzo Cueva, Derecho y consumo : aspectos penales, civiles y administrativo (Madrid: Dykinson, 2013),
24

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