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en Falsedad del testamento

La falsedad de testamento es un supuesto particular de nulidad por defecto de forma.


Puede darse en cualquiera de las dos formas testamentarias posibles, es decir, en los testamentos
ológrafos o por acto público.
a) Imitación y adulteración del testamento ológrafo
Un testamento ológrafo “debe ser íntegramente escrito con los caracteres propios del idioma en que
es otorgado, fechado y firmado por la mano misma del testador” (art. 2477 CCyCN).
Puede suceder que se presente un testamento falso, realizado mediante una imitación de la
escritura o de la firma del testador. En tal caso, el testamento es nulo por defecto de forma.
Ahora, si en el testamento escrito por el testador, aparecen agregados escritos por otras personas,
no invalidan el testamento, solo carecen de validez tales agregados. Pero si esas cláusulas escritas
por terceros fueron agregadas por orden o con consentimiento del testador, provocan la nulidad de
todo el testamento, en virtud del principio de no delegabilidad testamentaria (art 2477 ultima parte
CCyCN).b) Falsedad material o intelectual del testamento por acto público
El testamento por acto público goza de la presunción de autenticidad de los instrumentos públicos:
son realizados mediante escritura pública (art. 2479 CCyCN).
No obstante, puede adolecer de falsedad material, por ejemplo si el acto no ha pasado ante el
escribano que figura autorizándolo, o cuando su contenido ha sido adulterado.
También puede ocurrir que el escribano publico de fe de formalidades que no han sido cumplidas, o
de manifestaciones o fechas que no son las reales. En estos supuestos, habrá falsedad intelectual.
En ambos casos, el testamento es nulo. En el caso de la falsedad material, pasible de denuncia
penal por el delito de falsedad de instrumento público.c) Redargución de falsedad
Cuando se pretende atacar a un instrumento público, que goza de presunción de autenticidad, debe
recurrirse a la denominada redargución de falsedad.
El art. 296 del CCyCN dispone: “El instrumento publico hace plena fe: a. en cuanto a que se ha
realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial publico enuncia como cumplidos por él
o ante él hasta que sea declarado falso en juicio civil o criminal; b. en cuanto al contenido de las
declaraciones sobre convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de
hechos directamente relacionados con el objeto principal del acto instrumentado, hasta que se
produzca prueba en contrario”.
La norma distingue claramente dos vías: la acción civil y la acción penal o criminal.
La acción civil puede ser planteada por aquellos cuyos derechos sucesorios dependan de la
declaración de falsedad del testamento, así como los acreedores a través de la acción subrogatoria.
En cuanto a la legitimación pasiva, están comprendidos todos los que pretendan hacer valer el
testamento falso y, en su caso, deberá darse intervención al escribano otorgante en virtud de las
resp. que pueden serle atribuidas en la sentencia a dictarse. Entenderá en el asunto el juez
interviniente en el juicio sucesorio respectivo, y la sentencia que haga lugar a la redargución, tendrá
como principal consecuencia privar de efectos jurídicos al instrumento respectivo.
d) Responsabilidad por uso del testamento falso
Si el beneficiario, a pesar de conocer la falsificación del testamento, ejerce los derechos que surgen
de aquel, es responsable solidariamente por los daños que cause, una vez que la falsedad sea
acreditada y anulado por tanto el testamento, en los términos del art. 1751 del CCyCN.
4. Acción de nulidad del testamento y de las disposiciones testamentarias
La nulidad de un testamento o de alguna de sus disposiciones puede interponerse por vía de acción
o de excepción. En ambos casos, es competente el juez que interviene en el proceso sucesorio (art
2336 CCyCN)Requiere de un proceso de conocimiento, puesto que se ventilan demandan un amplio
debate yprueba. Es válido el ofrecimiento de todos los medios de prueba admisibles.
Se encuentra legitimado en forma activa todo aquel que tenga un interés concreto y pueda obtener
un beneficio a causa de la nulidad del testamento, salvo que hubiera ratificado o cumplido
espontáneamente sus disposiciones (art 2469 CCyCN). También los acreedores personales de los
interesados, en virtud de la acción subrogatoria y, si se tratase de una nulidad absoluta, tiene
legitimación activa el Ministerio Publico Fiscal.La sentencia que hace lugar a la nulidad priva al
testamento de todos sus efectos, o bien deja sinvalor a la clausula cuya nulidad se declare, siempre que
el testamento no haya sido ejecutado. Si
hubo ejecución total o parcial, deberán restituirse los bienes afectados por la declaración de nulidad
a quien deba recibirlos en virtud de la sentencia.
Durante el proceso podrán dictarse medidas precautorias sobre los bienes.
Revocación del testamento
La declaración de voluntad que el testador materializa en el testamento tiene como destino regir para
después de su muerte. Hasta ese momento, los instituidos no adquieren derecho alguno, y el
testador puede modificar su voluntad, puesto que el testamento es un acto esencialmente revocable.
(art 2511 CCyCN).
La revocación de los testamentos puede provenir de una manifestación de voluntad expresa del
testador materializada en un nuevo testamento (art. 2512 CCyCN) o tácita, es cuando la ley dispone
ese efecto ante el acaecimiento de determinados hechos o actos del testador que demuestran la no
subsistencia de la voluntad plasmada en un testamento anterior, como sucede con la revocación por
matrimonio posterior (art. 2514 CCyCN), o por testamento posterior. (art 2513 CCyCN).
Sin embargo, la regulación de la revocación por testamento posterior en el CCyCN modifica el
sistema del derogado Código Civil
a) Revocación por testamento posterior
En su redacción original, el derogado Código Civil exigía la confirmación del testamento anterior por
uno posterior. Así, surgía del art 3828, en su versión original: “El testamento posterior anula el
anterior en todas sus partes, si no contiene confirmación del primero”.
Esta norma no fue pacíficamente aceptada, ya que generó importantes discusiones doctrinarias y
jurisprudenciales.
La ley 17711 modificó el mencionado art. 3828 del Código Civil original: “el testamento posterior
revoca el anterior, sólo en cuanto sea incompatible con las disposiciones de éste”. Su determinación
era una cuestión de interpretación en cada caso.
El CCyCN retoma el criterio del Código Civil originario y dispone: “el testamento posterior revoca al
anterior si no contiene su confirmación expresa, excepto que de las disposiciones del segundo
resulte la voluntad del testador de mantener las del primero en todo o en parte”. Se incorpora
entonces, la confirmación expresa del testador para que el testamento posterior no revoque al
anterior.
b) Cancelación o destrucción del testamento ológrafo
Se trata de otro supuesto de revocación que se deriva de la destrucción total o parcial de un
testamento ológrafo.
El primer párrafo del art 2515 del CCyCN establece:“el testamento ológrafo es revocado por su
cancelación o destrucción hecha por el testador o por orden suya. Cuando existen varios ejemplares
del testamento, éste queda revocado por la cancelación o destrucción de todos los originales, y
también cuando ha quedado algún ejemplar sin ser cancelado o destruido por error, dolo o violencia
sufridos por el testador”.
La destrucción del testamento recae sobre la materia en que ha sido redactado (romper el papel en
el cual fue escrito) y la cancelación se refiere a la invalidación de la escritura.
El segundo párrafo del art 2515 establece una presunción que admite prueba en contrario “si el
testamento se encuentra total o parcialmente destruido o cancelado en casa del testador, se
presumen que la destrucción o cancelación es obra suya, mientras no se pruebe lo contrario”.
Por lo tanto, si el testamento aparece destruido o cancelado en la casa del testador, quien pretenda
hacer funcionar el efecto revocatorio de la destrucción, nada tendrá que probar, porque se presume
que fue destruido por el testador. Pero si no se encuentra en casa del testador, deberá acreditar que
fue él o un tercero bajo sus órdenes, quien lo destruyó.
Por el contrario, quien pretenda mantener la validez del testamento que fue encontrado destruido en
la casa del testador, deberá desvirtuar la presunción legal de la segunda parte del art. 2515 del
CCyCN y demostrar que fue un tercero ajeno al testador quien lo destruyó.
El tercer párrafo del art. 2515 se establece: “las alteraciones que sean casuales o provenientes de
un extraño no afectan la eficacia del testamento con tal de que pueda identificarse la voluntad del
testador por el testamento mismo”.
Ello para evitar que cualquier tercero pueda provocar la revocación de un testamento al introducir
alguna alteración en el texto.
Por último el cuarto párrafo del art 2515 establece: “No se admite prueba alguna tendiente a
demostrar las disposiciones de un testamento destruido antes de la muerte del testador, aunque la
destrucción se haya debido a caso fortuito”.
Como el testamento es la declaración de última voluntad, si fue destruido antes de la muerte del
testado, aun por caso fortuito, no es admitida la prueba de las disposiciones que contenía. La misma
solución preveía el Codigo Civil derogado.
Ahora, si la destrucción se produce luego de fallecido el testador, no provoca su revocación, dado
que no fue su voluntad destruirlo. Queda la posibilidad de probar el contenido de sus disposiciones
una vez abierta la sucesión.
6) Revocación de los legados
El testador también puede revocar un legado efectuado en un testamento.
Dicha revocación puede ser de manera expresa a través de un testamento posterior, pero también
está prevista la manifestación tácita del testador.
a) Revocación de legados por manifestación tacita del testador
Los casos de revocación tácita de los legados están previstas en el art. 2516 del CCyCN y se
producen por:1. Por transmisión de la cosa legada: Si el testador enajena la cosa legada, es claro que
pretende dejar sin efecto el legado. Art. 2516 CCyCN: “La transmisión de la cosa legada revoca el
legado, aunque el acto no sea válido por defecto de forma o la cosa vuelva al dominio del testador”.
El art. se refiere a los legados de cosa cierta y determinada en los cuales el objeto se encuentra
perfectamente individualizado y su transmisión evidencia la voluntad de revocación del testador.
Pero no provoca la revocación de la transmisión si se trata de legados de género, de cantidades de
cosas o de sumas de dinero.La “transmisión de la cosa legada” que produce la revocación del legado comprende
todos l os actospor los cuales el testador transfiera la propiedad de la cosa legada a un tercero, se trate de un acto a
titulo oneroso, como la venta, o a titulo a gratuito, como la donación. Dicho efecto no tiene lugar
cuando el donatario sea la misma persona que la instituida como legataria, porque ello no hace más
que reafirmar la voluntad del testador, razón por la cual el legado subsiste en caso de que la
donación quede sin efecto por cualquier causa.Incluso, si la transmisión no llega a concretarse, la promesa bilateral
de compraventa, real osimulada, produce este efecto revocatorio.
También una enajenación forzada, sea por subasta dispuesta judicialmente o por expropiación,
provoca la revocación; pero, en este caso, recupera su vigencia si la cosa vuelve a ser propiedad del
testador, porque no fue una transmisión voluntaria.Respecto de la nulidad del acto de enajenación, durante la
vigencia del derogado Código Civil sedistinguía según el motivo de la nulidad: si era por defecto de forma o por
afectación deldiscernimiento del testador, porque lo importante era establecer si tuvo intención de dejar sin efecto
su disposición de última voluntad. Sin embargo, el art. 2516 deriva la revocación tanto por la nulidad
por defecto de forma o, en forma genérica, “la cosa vuelva al dominio del testador”, es decir, sin
distinguir la causa de nulidad.Cuando la enajenación de la cosa legada es parcial, en doctrina se sostiene que hay
revocación enla medida en que la cosa ha sido vendida, pero el legado subsiste respecto de la parte que queda en
poder del testador.2. Transformación de la cosa legada debida a un hecho del testador
Si bien la transformación de la cosa legada produce la revocación del legado, es necesario
determinar si la transformación fue por el testador o como consecuencia de un hecho ajeno a su
voluntad, como por ejemplo, por caso fortuito o por el hecho de un tercero. Solo cuando la
transformación sea a causa de la voluntad del testador se considera revocado el legado.
3. Por constitución de gravamenPor el contrario, la constitución de gravámenes sobre la cosa legada no produce la
revocación dellegado.El mismo criterio sostenía el Código de Vélez explicaba en la nota del art 3839 que la
hipoteca” noes sino una enajenación impropia, que no hace salir la cosa del dominio del testador”, y de allí que
no tiene efectos revocatorios con relación al legado.
b) Revocación del legado por causas imputables al legatario
1. Ingratitud
Los legados también pueden ser revocados por ingratitud del legatario, que “después de haber
entrado en el goce de los bienes legados, injuria gravemente la memoria del causante”.
A diferencia del Código Civil que enumeraba todas las causales de ingratitud, se optó por una
formula genérica, que comprende todos aquellos casos que puedan qued ar comprendidos en el
concepto de injuria grave.Se establece el plazo de prescripción de dos años para “el pedido de revocación de la
donaciónpor ingratitud o del legado por indignidad” (art. 2562 CCyCN).
2. Inejecución de cargos
La otra conducta del legatario sancionada con la revocación del legado es el incumplimiento de
los cargos dispuesta en el inc b del art. 2520 del CCyCN: “Los legados pueden ser revocados, a
instancia de los interesados: …b) por incumplimiento de los cargos impuestos por el testador si son
la causa final de la disposición. En este caso, los herederos quedan obligados al cumplimiento de los
cargos.Obviamente, si el cargo impuesto al legatario ha sido la “causa fin” del legado, es decir, el motivo
determinante para que el testador efectuara la liberalidad a favor del beneficiario, la falta de
cumplimiento por parte del legatario produce su revocación.
Pero si el cargo no ha sido la causa final de la disposición, el legado tendrá plenos efectos, y
quien fue beneficiado con el cargo deberá reclamar su cumplimiento al legatario, pero el legado no
se revoca.
Pueden accionar contra el legatario que no ha cumplido los herederos, el albacea o el Estado en
caso de que le corresponda recibir los bienes como consecuencia de la revocación.
.Caducidad de las disposiciones testamentarias.
A diferencia de la revocación, la caducidad de las disposiciones testamentarias (sean de
institución de herederos o legados) se produce por causas ajenas a la voluntad del testador, y a
las
que la ley les atribuye la consecuencia de dejar sin efecto la disposición testamentaria.
a. Premuerte del beneficiario
Es principio de la sucesión mortis causa que el beneficiario de la transmisión debe sobrevivir al
causante, ya que es su sucesor.
En este sentido, el art. 2518 del CCyCN dispone: “La institución de heredero o legatario caduca
cuando el instituido muere antes que el testador o antes del cumplimiento de la condición de la
que depende la adquisición de la herencia”.
Conforme lo dicho, la premoriencia del beneficiario produce la caducidad de la institución de
heredero o legatario, el mismo efecto tiene lugar cuando se ha subordinado el legado a una
condición suspensiva o a un término incierto, y se produce el fallecimiento del legatario antes
del
cumplimiento de la condición o vencimiento del término.
b. Perecimiento y transformación de la cosa
Esta causa de caducidades es aplicable solo respecto de los legados de cosa cierta y
determinada.
Esta distinción se justifica en que hasta la apertura de la sucesión o el cumplimiento de la
condición suspensiva, el legatario no podía reclamar la entrega de la cosa ya que aun no se
había perfeccionado su calidad de legatario. Si perece la cosa, caduca el legado. Pero luego de
la apertura o el cumplimiento de la condición ya es legatario y acreedor de la cosa, por ende
perece solo por caso fortuito. Esta solución se relaciona con el art 2517 del CCyCN que
establece la responsabilidad del heredero por cuya culpa o hecho la cosa se ha perdido o
deteriorado.
Si la cosa legada perece parcialmente, el legado subsiste por la parte que se conserva.
Por su parte, la transformación de la cosa legada que tenga origen en una causa ajena a la
voluntad del testador; antes de su muerte o del cumplimiento de la condición suspensiva,
produce
la caducidad del legado.
c. Efectos de la caducidad
Cuando se produce la caducidad del legado, esta aprovecha a los que estaban obligados al
pago, o a quienes hubiese de perjudicar su ejecución.
Si se trata del caso de caducidad por premoriencia del beneficiario y el causante instituyó
colegatarios sobre una misma cosa con derecho a acrecer, beneficia al colegatario:
Cuando el testador instituye a varios herederos en una misma cuota, o atribuye un bien
conjuntamente a varios legatarios, cada beneficiario aprovecha proporcionalmente de la parte
perteneciente al heredero o legatario cuyo derecho se frustra o caduca. Los favorecidos por el
acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones y cargas que pesaban sobre la parte acrecida,
excepto que sean de carácter personal. El derecho de acrecer se transmite a los herederos (art
2489).
El testador puede subrogar al instituído para el supuesto de que este no quiera o no pueda
aceptar la herencia o legado. La sustitución establecida para uno de esos casos vale para el otro.
El heredero o legatario sustituto queda sujeto a las mismas cargas y condiciones impuestas al
sustituido si no aparece claramente que el testador quiso limitarlas al llamado en primer
término.
Conjuncion re et verbis cuando herederos o legatarios son llamados
conjuntamentre a una misma cosa en el todo de ella. Es necesario la
conexión de sujetos yla unidad ejemplo dejo a cholo y a chola mi boliche
llamado marnos, no habrá acrecimiento si dijera , dejo a cholo la mitad y
la otra mitad a chola
Conjunción re tamtum: cuando por clausulas distintas se da el mismo
objeto a varios legatarios : ejemplo lego mi pub el oso a chicho y en otra
clausula distinta lego mi pub el oso a chicha
Conjunción verbis tamtum en esta no hay acrecimiento en esta el
testador ha legadoo una cosa por la misma clausula testamentaria pero
asignando partes
Naturaleza : para algunos autores es un derecho subjetivo de adquision
y para otros una simple postestad implícita en el llamamiento para la
expansión objetiva de la propia cuota

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