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Tratado de Derecho Penal

Parte General

D r . ¡ur. D r . iur. h . c . m u l t . H A N S - H E I N R I C H JESCHECK

Catedrático emento de Derecho Penal en la Universidad de Friburgo de Brisgovia


Director emérito del Instituto Max-Pianck de Derecho Penal extranjero e internacional
Magistrado jubilado del Tribunal Superior de Karlsruhe
Presidente de honor de la Asociación Internacional de Derecho Penal

D r . ¡ur. T H O M A S WEIGEND

Catedrático de Derecho Penal de ia Universidad de Colonia

5.^ edición, renovada y ampliada

Traducción
de

MIGUEL OLMEDO CARDENETE

Profesor Titular de Derecho Penal de la Universidad de Granada

GRANADA:, DICIEMBRE 2002


BIBLIOTECA GOMARES DE CIENCIA JURÍDICA
Director de publicaciones:
M I G U E L Á N G E L DEL A R C O T O R R E S

Prólogo a la 5-^ Edición

El r:ípido desarrollo del Derecho penal alemán en el ámbito legislativo, jurisprudencial y


doctrinal ha hecho necesaria inia completa reelaboración de esta obra después de que hace sicre
años apareciera la 4.^ edición del Iratado. Coautor de la presente edición es Thomas Weigend<\mcn,
además, se ha comprometido a continuarla en un futuro.
Tftulo original El objetivo de nuestro rrabajo en comrín e.s suministrar tanto a los especialistas como a los
estudiantes una visión general fidedigna acerca de la situación y el desarrollo histórico de la Par-
Jescheck, Hans-Heinrich, Weigend, Thomas te general del Derecho penal alemán, con inclusión de las consecuencias jurídicas del delito. Al
Lehrbuch des Strafrechts: AIL Teil/von Hans-Heinrich
igual que en anteriores ediciones, también nos hemos esforzado por situar a nuestro Detecho en
Jescheck, Weigend Thomas, 5. vollstandig neubearb. u. erw. •Aufl.-Berlín:
Duncker u. Humblot, 1996 el contexto global del Derecho penal en la comunidad inrernacional. De ahí que la orientación
ISBN 3-428-06410-O de la obra hacia el Derecho comparado se haya mantenido e, incluso, se haya visto reforzada en
distintos lugares de la misma. La vecindad y las estrechas relaciones de Bélgica con la Repriblica
Federal Alemana han conducido a su incorporación dentro del círculo de países que siempre son
tenidos en cuenta, a lo que hay que ariadir que la reforma proyecrada del Derecho penal la hace
especialmente interesante para el Derecho comparado. El Derecho penal de la Repiiblica Demo-
crática Alemana ya sólo es objeto de algtín comentario retrospectivo, debido a que ha perdido prác-
ticamente toda su importancia a causa del Tratado de Unificación y el desarrollo posterior de la
legislación penal en la Alemania unida.

En la introducción y en las dos primeras parres de la obra se han tenido en cuenta la legis-
lación, la jurisprudencia y la docttina de hasta principios de 1995, mientras que en la rercera parte
aquéllas se adentran hasta la mitad de dicho año. Con posterioridad a tales fechas sólo pudieron
ser recogidas en aspectos concretos. No ha sido nuestra intención abordar en su integridad la
abundantísima literatura y jurisprudencia existente. Esperamos, no obstante, que nuestra selec-
ción pueda servir de muestra representativa del ingente material de trabajo existenre.
Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a las muchas personas que nos han ayu-
dado en nuestro trabajo.
© Los aurores En Friburgo, el Prof Dr. JosefKürzinger, director de la biblioteca del Instituto Max Planck
Editorial Gomares, S.L. de Derecho penal extranjero e internacional, ha vuelto a colaborar en la continuación de las es-
Polígono Juncaril, parcela 208 tadísticas y en la provisión del material extranjero. El Sr. D. Estefan Engels, licenciado en Dere-
18220 Albolote (Granada) cho, ha revisado críticamente durante su elaboración el manuscrito perteneciente a la introduc-
Tel.: 958 46 53 82 • Fax: 958 46 53 83 ción y a las dos primeras parres de la obra. Las Sras. Ruth Biele, Kirsten Mnich, Úrsula Midler y
E-mail: coniarcs@comares.com Susamre Scbreiber, diplomadas en biblioteconomía, han suministrado conrinuamenre la lireratu-
http://%vww.comares.com ra que se ha precisado. La Sra. Elisabeth Wynhojf, estudiante de Derecho, ha revisado el índice
ISBN: 84-8444-641-7 • Depósito Legal: Gr. 2.023/2002 bibliográfico general.
Fotocomposición, impresión y encuademación: EDlTORiAl. COM.A.RES, S.L.
VIH Prólogo a la 5-^ edición

En Colonia, los asistentes y personal auxiliar Dr. PaulBurian, Ntcale Fdclnii^, jochcti Herbst,
¡•lorian Jessberger, Dr. Karl-Peter Julius, Sigrid Kunze, Anja Marx, Yasemtn Turhaii y Aiija Vullmer,
han preparado la reelaboración de la tercera parte de la obra. El Sr. D. Gerd JIoor, licenciado en
Derecho, ha actualizado algunas partes del índice analítico. La Sra. Michaela Sowadc también ha
contribuido notablemente en la elaboración del índice legislativo y en la transcripción de la to-
talidad del manuscfito original.
Un agradecimiento especial merece la Sra. írmela Jung, quien ha llevado a cabo eficazmen-
te la preparación del original para su impresión, la corrección del mismo y de las galeradas, así
Nota preliminar del traductor
como de la redacción global de la obra.
Además, contraemos una deuda de gratitud con el Pro£ Dr. h.c. Norbert Simón, gerente prin-
cipal de la editorial Duncker & Humblot, así como con sus colaboradores, sobre todo con el di- Constituye para luí un motivo de especial satisfacción poder presentar al lectot la traduc-
rector del departamento de producción el Sr. Dieter H. Kuchta, por su destacado apoyo en la edi- ción de la 5.^ edición de este Ttatado de Derecho Penal que, sin duda, ha sido de los que más ha
ción de esta obra. influido en la formación de los penalistas de lengua hispana duranre las dos liltimas décadas. Su
elaboración está sobtadamente justificada por las numerosas novedades que incorpora la liltima
Friburgo de Brisgovia y Colonia, septiembre de 1995 edición publicada en versión alemana y en la que ahora aparece también el Prof Thomas Weigend
como coautor de la misma. Desde luego que, ante todo, merece destacarse la actualización bi-
Hans-Heinrich Jescheck
bliográfica y jurisprudencial que se lleva a cabo a lo largo de toda la obra. Pero es que, además,
Thomas Weigend se tienen en cuenta muchos aspectos de patticular interés para el Derecho penal más contempo-
ráneo. En este sentido, y a título meramente ejemplificativo, destaca, en primer lugar, el análisis
de cuestiones tan relevantes como el incipiente "Derecho penal europeo" (vid. sufra § 18 Vil) o
la introducción de ctiterios "victimodogmáticos" en la interpretación del tipo (vid. supra § 25
V). En segundo lugar, se tienen en cuenta algunas tepercusiones para la Parte General derivadas
de la sentencia del Tribunal Constitucional alemán sobre el ahorro de 28.5.1993 (BVerGE, 88,
203), que declaró inconstitucional la solución del plazo introducida por la Ley de ayuda a las
embarazadas y a la familia de 27.7.1992 (BGBl. I p. 1398). No obstante, en este punto a lo
largo del texto también se ha advertido de la nueva regulación inttoducida por la Ley de reforma
de la ayuda a las embarazadas y a la familia de 21.8.1995 (BGBl. I p. 1050). En tetcer lugar,
también son dignas de mención las diversas referencias a la Ley para la Lucha contra el Tráfico
de Drogas y otras manifestaciones de la Ctiminalidad Organizada de 15.7.1992 (BGBl. I p. 1302)
que intioduce figuras rales como la del agente encubierto, la instalación de escuchas telefónicas y
cámaras secretas, la gtabación de diligencias de investigación o el mantenimiento del secreto de
la identidad de testigos en peligto. En la misma línea debe igualmente mencionarse la Ley para
la Lucha contra el DeUto de 28.10.1994 (BGBl. I p. 3186).

En materia de autoría y participación destaca el esttidio de la jurisprudencia del BGH favora-


ble a la reconducción por vía de la autoría mediata de supuestos en los que el ejecutor del delito
actúa dolosamente y de modo tesponsable: en este sentido hay que aludit a los criterios sostenidos
por dicho tribunal en el caso —así denominado— del "Rey de los Gatos" {"K/itzerjkonig-Fall") (BGH
35, 347 [351 ss.]) y a la condena de los miembros del Consejo Nacional de Defensa de la desapare-
cida República Democrática Alemana en relación con los homicidios dolosos cometidos por solda-
dos frente a los fugitivos que atravesaban la frontera de la Alemania del Este (BGH 40, 218 [236
ss.]). En la teotía del concurso de delitos sobresale el comentatio de la jurisprudencia dictada por el
Pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Federal resolviendo que, en todo caso, tespecto a
los delitos de estafa (§ 263) y de abuso sexual (§§ 173, 174, 176) no podrá seguir aplicándose la
jurisprudencia relativa al delito continuado (BGH-GS 40, 138). La BGH 40, 195 también ha re-
chazado la aplicación de dicha figura a la defraudación de impuestos.
índice

Abreviaturas XXIX

Introducción: Fundamentos generales

§ 1 La misión del Derecho penal 1


I. La protección de la sociedad 2
II. Función represiva y preventiva del Derecho penal 4
III. Protección de bienes jurídicos y de valores ético-sociales 7

§ 2 Conceptos básicos del Derecho penal 9


I. Derecho penal y poder punitivo 10
II. Delito, pena y medida de seguridad 14
III. Las sanciones no criminales 15

§ 3 Posición sistemática, estructura, reforma global del Derecho penal. Tratado de la


unificación alemana 16
I. El Derecho penal como Derecho público 17
II. Los tres ámbitos del Derecho penal 18
III. La Parte General y Especial del Código Penal 20
IV. La reforma global del Derecho penal alemán 20
V. El Derecho penal de acuerdo con el Tratado de la Unificación alemana . 22

§ 4 Principios de la Política criminal 22


I. El principio de culpabilidad 24
II. El principio del Estado de Derecho 28
III. El principio de humanidad 29

§ 5 El reflejo estadístico de la criminalidad y la aplicación del Derecho penal 30


I. Generalidades sobre la estadística criminal 31
II. El desarrollo de la criminalidad global (delitos graves y menos graves)
comprobada judicialmente durante el Imperio alemán y la República
Federal entre 1882 y 1991 33
III. El desarrollo de la criminalidad juvenil comprobada judicialmente en el
Imperio alemán y en la República Federal de Alemania entre 1882 y 1991
así como de la criminalidad de semiadultos entre 1954 y 1991 35
IV. Delitos conocidos y resueltos 37
XIV índic
índice XV

V. Aplicación de las penas y délas medidas de seguridad 38


VI. Presos y custodiados entre 1969 y 1991, en ambos casos a 31 de mar- § 11 La reforma del Derecho penal material alemán 103
zo, scgiin la clase y duración de la privación de libertad y la edad per- I. La reforma hasta la Primera Guerra Mundial 106
sonal 4[ II. La labor de reforma político-criminal de la Repiiblica de Weimar . . . 106
III. La refonria del Derecho penal bajo la época del nacional-socialismo y
§ 6 Las Ciencias Criminales 43 la reacción de las tuerzas de ocupación 107
1. La Ciencia del Derecho penal (Derecho penal material) y sus discipli- IV. La labor de reforma durante la Repiiblica Federal 107
nas cercanas 45
§ 12 Fuentes del Derecho penal federal fuera del StGB 114
!I. La Criminología y sus disciplinas cercanas 50 I. Derecho penal codificado y no codificado 115
II. Las leyes penales principales 116
Primera Parte: La Ley penal III. Las leyes penales accesorias 118
IV. El Derecho consuetudinario 119
Capítulo 1: Los elementos de la Ley penal
§ 7 El delito 54 § 13 La jerarquía de las fuentes del Derecho penal 120
I. El delito como injusto merecedor de pena 54 I. La relación entre el Derecho penal federal y el territorial 120
II. El carácter fragmentario y subsidiario del Derecho penal 56 II. La relación entre la ley y el reglamento en Derecho penal 123
III. Derecho penal del hecho y Derecho penal de autor 58
IV. La clasificación de las acciones punibles 59 § 14 El Derecho internacional penal 124
V. Delitos e infracciones administrativas 61 I. La relación entre el Derecho penal estatal y el Derecho inrernacional
penal (Volkesjtrafrecht) 126
§ 8 La pena (5g II. El desarrollo del Derecho internacional penal 127
I. Origen, jusrificación y naturaleza de la pena 69 III. Los presupuestos jurídicos del Derecho internacional penal 131
II. Las posibilidades de interpretación del senrido de la pena 71 IV. Los tipos penales del Derecho internacional penal 132
III. Teorías absolutas de la pena 75
IV. Teorías relativas de la pena 77 Capítulo 3: Ley penal y Estado de Derecho
V. Las teorías unitarias 81
VI. La condena condicional 85 § 15 La función garantista de la Ley penal 134
I. El significado de la técnica legislativa para la función garantista de la
§ 9 La inedida de seguridad 88 Ley penal 136
I. La doble vía del Derecho penal 89 II. El desarrollo histórico del principio de legalidad 140
III. La función garantista de la Ley penal en el Derecho vigente 142
II. Justificación y crisis de la doble vía 91
III. Presupuestos y duración de las medidas de seguridad 94 IV. Especial referencia a la prohibición de retroactividad 147

Capítulo 2: Las fuentes del Derecho penal § 16 El principio "in dubio pro reo" y la deterininación alternativa del hecho 153
I. Esencia y naturaleza jurídica del principio „in dubio pro reo" y su rela-
§ 10 Breve recorrido por la historia del Derecho penal aleinán hasta el Código imperial ción con la determinación alternativa del hecho 153
de 1871 9(5 II. El principio "in dubio pro reo" segiin el Derecho vigente 155
I. El período germánico 97 III. Desarrollo, alcance actual y valoración de la determinación alternativa
II. El período franco 98 del hecho 157
III. La Edad Media 98
IV. La recepción del Derecho romano-italiano 99 § 17 La interpretación de la Ley penal I6I
V. El Derecho común 100 I. Los argumentos de la lógica jurídica 162
VI. La Ilustración 101 II. Interpretación y subsunción 163
VIL La época de los Derechos penales particulares 102 III. Necesidad y libertad de la interpretación 164
VIII. El origen del Código pena! imperial de 1871 103 IV. Las clases de interpretación 165
XVI Indii Indi XVII

Capítulo 4: El ámbito de vigencia del Derecho penal alemán v i l . Sanciones contra personas jurídicas y asociaciones de personas 242
VIH. La actuación en nombre de orto (responsabilidad de órganos y repre-
§ 18 El ámbito de vigencia internacional 171 sentantes) 246
I. Concepto, límites e ideas fundamentales del Derecho penal internacional. 174
II. Los principios del Derecho penal internacional 178 Capítulo 2: El delito de comisión dolosa
III. El Derecho penal internacional del StGB 18,3
IV. El lugar de comisión del delito 190 Sección 1.''; La antijuricidad
V. El dolo en Derecho penal internacional 193
VI. Conceptos extrapenales del Derecho penal internacional 193 Subsección a): La antijuricidndy su relación con el tipo
VIL Excurso: Derecho penal europeo 195
§ 19 El ámbito de vigencia personal 200 § 24 Concepto y esencia de la antijuticidad 249
I. El concepto de ámbito de vigencia personal del Derecho penal alemán . 200 I. Antijuricidad formal y material 249
II. Inviolabilidad e inmunidad según el Derecho constitucional 201 II. La norma jurídica como norma de valoración y detetminación 252
I]I. Privilegios de Derecho internacional 202 III. El desvalor de acción y de resultado en el injusto 255

§ 20 El ámbito de vigencia interalemán 204 § 25 Antijuricidad y tipo 261


I. Concepto, vigencia y puntos de conexión del Derecho penal interlocal . 204 I. El tipo como tipo de injusto 261
II. El desarrollo del Derecho penal interlocal y su aplicación en la Repii- II. Tipos "abiertos" y elementos de valoración global 264
blica Federal antes de la integración de la RDA 206 III. La teoría de los elementos negativos del tipo . . . , 266
III. Las relaciones entre el Derecho penal de la República Federal y el De- IV. Tipo y adecuación social 268
recho penal todavía vigente de la desaparecida RDA 207 V. Tipo y principio "vicrimodogmático" 271

S e g u n d a Parte: El delito § 26 La estructura de los tipos penales 272


I. Bien jurídico y objeto material 274
Capítulo 1: Fundamentos generales II. Las clases de tipos penales 278
III. La formación de los grupos de tipos 287
§ 21 Sentido, método y estructura de la teoría general del delito 209 IV. Elementos descriptivos y normativos del tipo 289
I. El sentido de la teoría general del delito 209 V. Casos especialmente graves, menos graves y ejemplos reglados 290
II. El método de la teoría general del delito 211
III. La formación del concepto de delito 213 Subsección b): Los elementos del tipo de injusto

§ 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito 214 § 27 Los elementos objetivos del tipo 292
I. Las etapas previas a la moderna teoría del delito 215 I. La esencia de lo "objetivo" en el tipo 292
11. El concepto clásico de delito 217 II. Los elementos objetivos del tipo en patticular 294
III. El concepto neoclásico de delito 219
IV. La doctrina del Derecho penal en la Escuela de Kiel 223 § 28 Causalidad e imputación objetiva 295
V. El concepto de delito del fmalismo 224 I. Causalidad e imputación objetiva como fundamentos de la responsa-
VI. Su desarrollo más reciente 229 bilidad penal 296
II. La comprobación de la causalidad 298
§ 23 El concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella 232 III. Limitaciones de la imputación objetiva de acuerdo con la teoría tradicional. 304
I. Necesidad, función y requisitos del concepto de acción 233 IV. La nueva teoría de la imputación objetiva 307
II. Estructura y crítica del concepto causal de acción 235 V. Las teorías individualizadoras de la causalidad . . . . > 310
III. Estructura y crítica del concepto final de acción 236
IV. El concepto negativo de acción 238 § 29 Dolo y error de tipo 310
V. El concepto personal de acción 238 I. El requisito de la comisión dolosa del hecho 212
VI. El concepto social de acción 238 II. Origen, esencia y objeto del dolo 313
Indií XIX
XVIII índice

§35 La actuación en el ejercicio de facultades ptíblicas y otros casos cercanos 418


III. Las clases de dolo 318
1. La utilización de la coacción del Estado como causa de justificación . 419
IV. Finalidad y dolo 326
II. El mandato oficial y la orden militar como causas de justificación . . . 421
V. El error de tipo 327
III. El derecho de corrección 424
IV. La actuación "pro magistratu" 426
§ 30 Los elementos subjetivos del tipo 339
I. Naturaleza, descubrimiento y delimitación de los elementos subjetivos
§ 36 El riesgo permitido 429
del tipo 339
I. El riesgo permitido como principio estructural 430
II. Los elementos subjetivos del tipo en el Derecho vigente 342
II. Causas de justificación que poseen la estructura del riesgo permitido . 431
III. El tratamiento de los elementos subjetivos del tipo 344

Sección 2.^: La culpabilidad


Subsección c): La exclusión de la antijuricidad

Subsección a): Los fundamentos de la teoría de la culpabilidad


§ 31 Los fundamentos generales de la justificación de las acciones típicas 344
I. La relación entre la norma de prohibición y la proposición permisiva . 346
§ 37 Fundamentos antropológicos del concepto de culpabilidad 434
II. La sistemática de las causas de justificación 348
III. Origen y tipificación de las causas de justificación 350 I. Principio de culpabilidad y libre albedrío 437
IV. Los elementos subjetivos de justificación 352 II. La conciencia como fuente de conocimiento del Derecho y del injusto . 443
V. La suposición errónea de una causa de justificación 355 III. El modelo de la estructura estratificada de la personalidad 445
VI. Consecuencias derivadas de las causas de justificación 356
§ 38 Los fundamentos dogmáticos del concepto de culpabilidad 447
VIL Atenuación de la pena en las causas de justificación incompletas . . . . 358
I. Culpabilidad jurídica y moral 448
II. Las distintas etapas en el desarrollo de la teoría de la culpabilidad . . . 450
§ 32 La legírima defensa 359
III. Concepto formal y material de culpabilidad 453
I. Naturaleza jurídica de la legítima defensa 360
IV. Culpabilidad por el hecho individual y culpabilidad por el modo de vida . 453
II. La estructura del concepto de legítima defensa 362
III. Restricciones al derecho de defensa 369
§ 39 Delimitación, contenido y estructura del concepto de culpabilidad 455
IV. El auxilio necesario 374
I. Antijuricidad y culpabilidad 456
V. La legítima defensa y el Convenio Europeo de Derechos Humanos . . 374
II. El objeto del juicio de culpabilidad 457
VI, Exceso y legítima defensa putativa 375
III. La medida del juicio de culpabilidad 458
VIL Derecho extranjero 375
IV. Los elementos que integtan el juicio de culpabilidad (la culpabilidad
como fundamento de la pena) 460
§ 33 El estado de necesidad justificante 377
I. La distinción entre las clases de estado de necesidad 379
Subsección b): Los elementos de la culpabilidad
II. La defensa frente a cosas (estado de necesidad civil defensivo) 381
III. El estado de necesidad civil agresivo 383
§ 40 La capacidad de culpabilidad (imputabilidad) 462
IV. El estado de necesidad justificante (§ 34) 385
I. El concepto de la capacidad de culpabilidad 465
V. El conflicto de deberes de naturaleza justificante 392
II. Los grados de la capacidad de culpabilidad AdG
VI. La autorización oficial como causa de justificación 394
III. Incapacidad de culpabilidad motivada por trastornos mentales AG')
VIL Derecho extranjero 396
IV. La capacidad de culpabilidad disminuida 475
V. Derecho extranjero 477
§ 34 Consentimiento y consentimiento presunto del ofendido 398
VI. La actio libera in causa 478
I. La conformidad del afectado y su tratamiento en Derecho penal . . . . 399
VIL El tratamiento de la embriaguez en Derecho penal 482
II. El consentimiento como causa de justificación 404
III. El ámbito de eficacia del consentimiento justificante 405
§ 41 Conciencia de la antijuricidad y error de prohibición 483
IV. Los requisitos de la declaración del consentimiento 409
I. La conciencia de la antijuricidad como elemento de la culpabilidad . 485
V. El conocimiento del consentimiento por parte del autor 411
II. El error sobre la norma de prohibición (error de prohibición directo) . 490
VI. Derecho extranjero 412
VIL El consentimiento presunto 413
XX indi
índií XXI

III. El error sobre las causas de justificación (error de prohibición indirecto). 496
IV. El error de tipo permisivo 497 Sección 3.": Los grados del delito doloso
V. Derecho extranjero 502
§ 49 Concepto, tipo y punición de la tentativa 547
§ 42 El tipo de la culpabilidad y sus elementos 504 I. Panorámica de la historia dogmática de la tentativa 550
I. Naturaleza y fimción del tipo de culpabilidad 504 II. El fundamento de la punibilidad de la tentativa 551
II. Los elementos del tipo de culpabilidad 506 III. El tipo de la tentativa 553
111. Problemas relativos al error y la participación 509 IV. La delimitación entre tentativa y preparación 557
V. La penalidad de la tentativa 560
Subsección c): Las causas de exculpación VI. El castigo de los actos preparatorios 562
VIL Supuestos especiales de tentativa 563
§ 4 3 Los fundamentos de la exculpación de las acciones típicamente antijurídicas .... 511 VIII. El delito de emprendimiento 565
I. Exclusión de la antijuricidad y exculpación 511 IX. Derecho extranjero 566
II. Exclusión de la culpabilidad y exculpación 512
III. Aspectos fundamentales de las causas de exculpación 513 § 50 La tentativa inidónea y el delito putativo 568
I. La punibilidad de la tentativa inidónea 569
§ AA El estado de necesidad exculpante 515 II. La impunidad del delito putativo 572
I. La situación de necesidad 517 III. El error acerca de la idoneidad del sujeto 574
II. La acción necesaria 519
III. La restricción del estado de necesidad a través de la cláusula de § 51 El desistimiento de la tentativa 576
exigibilidad 521 I. El fundamento jurídico de la impunidad del desistimiento voluntario
IV. Atenuación de la pena en los supuestos de exigibilidad de la situación de la tentativa 578
de necesidad 524 II. La distinción entre tentativa inacabada y acabada 580
V. El error sobre el estado de necesidad 525 III. El desistimiento de la tentativa inacabada (§ 24 I 1 en su primera al-
VI. Derecho extranjero 526 ternativa) 584
IV. El desistimiento de la tentativa acabada (§ 24 I 1 en su segunda alter-
§ 45 El exceso en la legítima defensa 527 nativa) 586
I. Legítima defensa y exceso defensivo 527 V. El desistimiento del delito consumado, de los actos preparatorios autó-
II. Exceso en la legítima defensa por turbación, miedo o pánico 528 nomos y de los delitos de emprendimiento 588
VI. Efectos del desistimiento 589
§ 46 La actuación en virtud de obediencia debida 531
I. La actuación en cumplimiento de obediencia debida como causa de Sección 4.»: Presupuestos de la punibilidad fuera del injusto y de la culpabilidad
justificación y de exculpación 532
II. Los límites del efecto exculpante en una orden no vinculante 533 § 52 Las causas personales de exclusión y de supresión de la pena 593
III. Derecho extranjero 536 I. Naturaleza de las excepciones personales de la punibilidad 593
II. Clases de excepciones personales de la punibilidad 594
§ 47 Conflicto de deberes, inexigibilidad y actuación en conciencia como causas de ex- III. Tratamiento de las excepciones personales de la punibilidad 595
culpación supralegales 538
I. El conflicto de deberes como causa de exculpación supralegal 539 § 53 Las condiciones objetivas de punibilidad 596
II. La inexigibilidad como causa de exculpación supralegal 541 1. Concepto y función de las condiciones objetivas de punibilidad . . . . 597
III. El delito cometido por una decisión adoptada en conciencia 543 II. Las condiciones objetivas de punibilidad en particular 601
III. El tratamiento de las condiciones objetivas de punibilidad 602
§ 48 El error sobre las causas de exculpación 545
I. Naturaleza jurídica del error sobre las causas de exculpación 545
II. El tratamiento del error sobre los presupuestos de una causa de justifi-
cación 546
XXII índice Índice XXIII

Capitulo 3: Las formas especiales de manifestación de la acción punible VI. El dolo en los delitos de omisión 679
VIL La imprudencia en los delitos de omisión 681
Sección 1."; El delito de comisión imprudente VIH. La exigibilidad en los delitos de omisión 683

§ 54 Concepto y clases de imprudencia 603 § 60 Conciencia del injusto y error sobre el mandato, lentativa y participación en los
delitos de omisión 684
I. Concepto de imprudencia 605
I. Conciencia del injusto y etror .sobre el mandato 684
II. Clases y grados de imprudencia 611
11. La tentativa de omisión 686
III. Tratamiento de las combinaciones dolo-imprudencia 613
III. Omisión y participación 688
IV. Tentativa y participación en los delitos imprudentes 617
V. Derecho extranjero 619
Capítulo 4: Autoría y participación
§ 55 El tipo de injusto del delito imprudente 620
1. La infracción del deber objetivo de cuidado 622 § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y participación 690
II. Acaecimiento, causación y prcvisibilidad del resultado 627 I. La posición sistemática de la teoría de la autoría y la participación . . 692
II. El concepto unitario de autor y la distinción de las distintas fotmas de
§ 56 Causas de justificación en el delito imprudente 632 colaboración 694
I. La aplicabilidad de las causas de justificación a los delitos imprudentes . 633 III. Concepto restrictivo de autor y teoría objetiva de la participación . . . 697
II. Legítima defensa, estado de necesidad justificante y consentimiento del IV. Concepto extensivo de autor y teoría subjetiva de la participación . . 699
ofendido en los hechos imprudentes 634 V. La teoría del dominio del hecho 701
III. Problemas especiales del riesgo permitido y del comportamiento ade- VI. La intervención en el delito imprudente 704
cuado a la seguridad del tráfico 637 VIL La dependencia de la participación del hecho principal (acccsoriedad). 705
VIII. Derecho extranjero 711
§ 57 La culpabilidad en el delito imprudente 637
I. Capacidad de culpabilidad y conciencia del injusto 638 § 62 La autoría mediara 713
II. La reconocibilidad y el cumplimiento del deber objetivo de cuidado . 639 I. Naturaleza y delimitación de la autoría mediata 714
III. La previsibilidad subjetiva del resultado y del curso causal 641 II. Los grupos de casos de la autoría mediata 717
IV. La inexigibilidad del comportamiento adecuado a la norma 642 III. El tratamiento de los supuestos de error 722
IV. Tentativa y omisión en la autoría mediata 724
Sección 2.": El delito de omisión
§ 63 La coautoría 725
§ 58 Concepto, clases y problemática fundamental del delito omisivo 644 I. Concepto y delimitación de la coautoría 725
I. Rasgos esenciales de la historia dogmática del delito de omisión . . . . 646 II. La resolución delictiva común 730
II. La distinción entre el hacer positivo y la omisión 648 III. La ejecución conjunta del hecho 731
III. La distinción entre delitos de omisión propia e impropia 651 IV. Tentativa y omisión en la coautoría 733
IV. La función de garantía de la Ley penal en los delitos de omisión im- V. La penalidad de la coautoría 734
propia no regulados legalmente 654
V. La atenuación facultativa de la pena en los delitos de omisión impropia. 657 § 64 Inducción y complicidad 735
VI. Derecho extranjero 659 I. El fundamento de la pena en la participación 737
II. La inducción 739
§ 59 El tipo del delito de omisión 660 III. La complicidad 744
I. La concurrencia de la situación típica 662 IV. La concurrencia de varias formas de colaboración 750
II. La ausencia de la acción esperada y la capacidad individual de acción . 663 V. La participación necesatia 751
III. Resultado y causalidad en los delitos de omisión impropia 665
IV. La posición de garante en el delito de omisión impropia (primer crite- § 65 La inducción intentada a delitos graves y otros estadios iniciales de la colabotación
rio de equivalencia) 668 delictiva 753
V. La correspondencia con los elementos de la acción (segundo criterio I. Fundamentos generales 754
de equivalencia) 677 II. La inducción intentada (§ 30 I) 757
XXIV indi liidií XXV

III. Acuerdo, aceptación del ofrecimiento y declaración de estar dispuesto Capítulo 1: Penas y consecuencias accesorias
a cometer un delito grave 758
IV. El desistimiento de la tentativa de colaboración 760 § 72 La pena de prisión 814
V. La subsidiaricdad del § 30 761 I. La cadena perpetua 815
II. La prisión temporal 817
Capítulo 5: Unidad y pluralidad de hechos punibles III. La pena corta de prisión 817
IV. La ejecución de la pena de prisión 821
§ 66 Unidad de acción y pluralidad de acciones 762 V. Derecho extranjero 823
I. Origen y criterios de los conceptos de unidad de acción y pluralidad
de acciones 764 § 73 La pena de multa y la pena patrimonial 825
II. La unidad típica de acción en sentido estricto 766 I. La pena de multa en el sistema penal de sanciones 826
III. La unidad típica de acción en sentido amplio 767 II. El cálculo de la pena de multa según el sistema de días-multa 829
IV. Unidad de acción y pluralidad de acciones en los delitos imprudentes III. Ejecución de la pena de multa 834
y de omisión 768 IV. La pena patrimonial (§ 43a) 836
V. El delito continuado 769 V. La pena de multa en Derecho extranjero 840

§ 67 El concurso ideal 773 § 74 La prohibición de conducir 842


I. La naturaleza del concurso idea! 773
II. Formas de aparición del concurso ideal 775 § 75 Las consecuencias accesorias 845
III. Supuestos especiales del concurso ideal 777 I. Pérdida de la capacidad para desempeñar cargos púbhcos y del dere-
IV. El tratamiento del concurso ideal 779 cho de sufragio activo y pasivo (§§ 45-45b) 845
V. Derecho extranjero 781 II. La publicación de la sentencia (§§ 103 11, 165, 200) 849

§ 68 El concurso real 782 § 76 La confiscación de los beneficios y el comiso 850


I. Naturaleza del concurso real 782 I. Confiscación de los beneficios (§§ 73-73e) 851
II. El tratamiento del concurso real 783 II. El comiso 857
III. La formación de la pena global 785 III. Efectos de la confiscación de los beneficios y del comiso 862
IV. Procedimiento en la confiscación de los beneficios y el comiso 862
§ 69 Unidad de Ley 788
I. Naturaleza de la unidad de Ley 788 Capítulo 2: Medidas de corrección y aseguramiento
II. Los grupos de casos de la unidad de Ley 789
III. Tratamiento de la unidad de Ley 794 § 77 Medidas de seguridad que conllevan privación de libertad 863
I. Generalidades 865
Tercera Parte: Las consecuencias jurídicas del delito II. El internamiento en un hospital psiquiáttico (§ 63) 869
III. El internamiento en un centro de desintoxicación (§ 64) 873
§ 70 Tendencias y problemas de la Política criminal 796 IV. El internamiento en un centro de terapia social 876
I. Compen.sación por la culpabilidad y prevención como puntos de vista V. El internamiento bajo custodia de seguridad (§ 66) 876
directrices 798 VI. El sistema de vía tínica en la ejecución de las medidas de seguridad li-
II. Las sanciones en particular 802 gadas a la privación de libertad 882

§ 71 Excurso: La pena de muerte 809 § 78 Medidas de seguridad que no conllevan privación de libertad 884
I. La abolición de la pena de muerte en Alemania 809 I. La libertad vigilada (§§ 68-68g) 885
II. La pena de muerte en Derecho internacional y en el extranjero 811 II. La privación del permiso de conducir (§§ 69-69b) 890
III. La prohibición de conducir (§§ 70-70b) 894
XXVI íiulii XXVII

Capítulo 3: Suspensión condicional de la pena, § 86 La prescripción 981


amonestación con reserva de pena y remisión de la pena 1. La prescripción de la persecución penal (§§ 78-78c) 982
II. La prescripción de la ejecución penal (§§ 79-79b) 989
§ 79 Suspensión condicional de la pena de prisión 897
I. La suspensión condicional de la pena (§§ 36-56g) 898 Capítulo 6: La rehabilitación del condenado
11. La libertad condicional o suspensión a prueba del resto de la pena (§§
57-57b) 915 § 87 Las inscripciones en el Registro Central Federal y su cancelación 990
1. Evolución y reforma de la normativa rcgistral 990
§ 80 La amonestación con reserva de pena 921 II. Las inscripciones en el Registro 991
L Esencia y naturaleza jurídica de la amonestación 922 III. Información registral 991
II. El significado político-criminal de la amonestación 922 IV. La cancelación de las inscripciones 993
III. Requisitos de la amonestación 925
IV. Contenido y ejecución de la resolución 926 § 8 8 El indulto 994

§ 81 La remisión de la pena y la declaración de impunidad 927 índice bibliográfico general _ 997


I. La remisión de la pena segijn el § 60 929
II. La remisión de la pena en la conciliación entre autor y víctima 931 índice analítico 1011
III. La remisión de la pena en caso de injusto o culpabilidad reducida . . . 934

Capítulo 4: La individualización de la pena

§ 82 Fundamentos de la individualización de la pena 936


I. Individualización de la pena y aplicación del Derecho 938
11. Individualización de la pena y marco punitivo legal 939
III. La igualdad en la individualización de la pena . 943
IV. La individualización y los fines de la pena 944
V. El control de la individualización de la pena por los tribunales de casación . 950
VI. Derecho extranjero 951

§ 83 Circunstancias relevantes para la individualiz.ación de la pena 953


I. Significado general del § 46 II 954
II. El contenido de injusto y de culpabilidad del hecho 956
III. La personalidad del autor 959
IV. El comportamiento del autor posterior al hecho 963
V. Especialidades del proceso penal como causa de atenuación de la pena . 967
VI. Causas de atenuación de la pena previstas legalmente (§ 49) 969
VIL La prohibición de la doble valoración (§§ 46 III, 50) 971

§ 84 El abono a la pena de los perjuicios sufridos durante el proceso 973


I. El abono de la prisión preventiva 974
II. El abono de penas ya ejecutadas 976

Capítulo 5: Los requisitos procesales en el StGB

§ 85 Querella y autorización 976


I. La querella (§§ 77-77d) 977
II. La autorización y el requerimiento penal (§ 77e) 981
índice de abreviaturas

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Sexualdelikte Alternativ-Enrwurf eines Sttafgesetzbuches, BesondererTeil. Sexualdelikte.
Straftaten gegen Ehe, Familie und Personenstand usw., 1968 (Proyecto Al-
ternativo de Código Penal. Parte Especial. Delitos sexuales. Delitos contra
el honor, la familia y el estado civil de las personas, etc.).
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die Person, 1. Halbband 1970; 2. Halbband 1971. (Proyecto Alternativo
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AE-StVoll7.G Alternativ-Ennvurf eines Strafvollzugsgesetzes, 1973 (Proyecto Alternativo
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autor) Kommentar zum Grundgcsetz für die Bundesrepublik Dcutschland (Reihe
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Federal de Alemania) (Serie Comentarios Alternativos), Tomo 1, §§ 1-21,
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autor) Kommentar zur Strafprozcfíordnung (Reihe Alternativkommentate) (Co-
mentarios a la Ley de Enjuiciamiento Criminal) (Serie Comentarios Alter-
nativos), Tomo 1 (§§ 1-93), 1988; Tomo 2, Vol. 1 (§§ 94-212b), 1992,
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XXX índice de abicviarurns
Índice de abreviaturas XXXI

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Índice de abreviaturas XXXIII
XXXII índice de abreviaturas

Homenaje a los cien anos de existencia de las Jornadas Jurídicas Alemana.s)


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XXXIV Índice de abreviaturas Indico de abreviaruras XXXV

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XXXVI fndi.ice de
de al"
ahrcviaruras índice de alíreviaturas XXXVII

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(nombre del autor) : Karlsruher Kommenrar zur SttafprozeKordnung, i." ed., 1993. Tomo II, 2, Rechtsvergleichende Arbeiten, BesondererTeil, 1953.
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XXXVllI índice de abreviaturas
Indi' de ab
ahreviaturas XXXIX

•lomo VIII, 1-3, Rcform des Strafvoll/.ugsrcchis. Rcchisvergleicliendc


OGHS.St = Entscheidmigcn des Ósterrcicliischepi Obersten Gerichishofs in Strafsachen
Arbeiten, 1959/60.
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co en causas penales y.asuntos disciplinarios) (citadas por tomo, número y
MIchLR Michigan Law Revicvv (citada por tomo, año y p.ágina). página).
M.lRcgG Militatrcgierungsgcsctz (Ley de Gobierno jMilitat).
OHG = Ottene Handcisgcsellschaft (sociedad abierta o personalista)
Mitr i k v Mitteilungen der Internationalcn Kriniinalisiischen Vercinigung. Nene bolgc
OLG = Obcrlande.sgcricht (Tribunal Superior).
(citada por tomo, año y página).
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MPG Max-Pianck-Gesellschaft.
OVG : Oberverwahungsgerichr (Tribunal Superior Administrativo).
MRK (Europaische) K o n v e n t i o n zum .Schutze der M c n s c h e n r e c h t e u n d
OwiG -- Gesetz über Ordnungswidrigkeiten (Ley de infracciones administrativ.as) de
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25.3.1952 (BGBI. I pág. 177).
(BGBi. 1952 II págs. 686, 953-Sartorius II núm. 130).
OWiG : Gesetz über Ordnungswidrigkeiten (Ley de infracciones administtativas) en
MsclirKrini Monatssdirift Rir Kximinalbiologie und Strafreditsrcform (1904/1905 hasta 1936).
la redacción de 19.2.1987 (BGBI. I pág. 602-Schonfclder núm. 94).
Monatsschrift für Kriminalbiologie und Strafrechtsreform (1937 hasta 1944).
PatG : Parentgesetz (Ley de Patentes) en su redacción de 19.2.1980 (BGBI. I 1981
Monatsschrift für Kriminalbiologie und Strafrechtsreíorm (desde 1953 en
pág. 1).
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PStG - Pcrsonenstandgesetz (Ley del estado civil de las personas) en la redacción
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N del T Nota del Ttaductor.
sión Especial de "Derecho Penal" del Parlamento Federal en la 4.» Legisla-
N.H Nene Folge (Serie nueva).
tura) (citada por página).
Niederschriften (vid. Prorokolle V • Beratungen des Sonderausschusses "Strafrecht" des Deutschen Bundestages
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in der 5. "Wahlperiode, Bonn 1966-1969 (Recomendaciones de la Comi-
sobte las sesiones de la Gran Comisión para la reíorma del Derecho penal). Lo-
sión Especial de "Derecho Penal" del Pariamento Federal en la 5.» Legisla-
mos 1-lV, 1956-1958 Tomos XI-XIV, 1959-1960.
tura) (citada por página).
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Protokolle 7 Beratungen des Sonderausschusses des Deutschen Bundestages für die
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NK (nombre del autor) • Nomos Kommentar zum StGB (desde 1995).
ciones de la Comisión F'special del Pariamento Federal en la 7." Legislatu-
Nr. : Nummer (número).
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NStE - Nene Entscheidungssammlung für Straftccht (citada por parágrafo y nú-
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NStZ
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Protokollen des N.ationalrates XIII. GR) (con 30 anexos de las actas taqui- Rev int déf soc Revue intetnationale de défense sociale (citada por atio y página).
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osterr. O G H = Osterreichischer Oberster Gerichtshof (Tribunal Supremo austríaco). Rev int dr pén Revue internationalc de droir penal (citada por año y página).
OGH = Oberster Gerichtshof für die Bnt¡.sche Zone (Tribunal Superior para la zona Rev int pol crim Revue internationalc de pólice criminelle (citada por año y página) (edi-
británica); Entscheidungen des Obersten Gerichtshofes für die Britischc ción paralela en alemán: Internarionale kriminalpolizeiliche Revue).
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XL índice de nhrcviaruras índice de abreviaturas XLI

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RKG Entscheidungen des Reichkriegsgerichts und des Wehrmachtdienststrafhofs 4. Strafrechtsandetungsgesetz de 11.6.1957 (BGBl. I pág. 597).
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XLII Ind ICC de a!)rcv)aluras Índice de abreviaturas XLIII

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Scchstes Ge.setz zur Reform des Strafrechts de 26.1.1998 (BGBl. I pág. 164). teptoyecto; especialmente. Anteproyecto de Código Pena! alemán), 1909.
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20.8.1987 (BAnz. 1987 núm. 159). Vorgangc Vorg,ange (cirada por año y página).
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16.3.1976 (BGBl I pág. 581-Schonfeider núm. 91) [Ley penitenciaria]. 432-Sartorius I núm. 820).
StVRG Erstes Gesetz zur Reform des Strafverfahrensrcchts vom 9.12.1974 (BGBl. WDO Wehrdisziplinarordnung (Ordenanza militar disciplinar) en la redacción de
I pág. 3393) 4.9.1972 (BGBl. I pág. 1665).
StVZO Strafienverkehrs-Zulassungs-Ordnung (Ordenanza de admisión de vehícu- Erstes Gesetz zur Bekampftmg der Wirtschaftsktiminalitat (Primera Ley para
l.WiKG
los al tráfico) en la redacción de 28.9.1988 (BGBl. I pág. 1793-Schonfelder la Lucha contta la Criminalidad Económica) de 29.7.1976 (BGBl. ! pág.
núm. 35 b). 2034).
Supp. Supplement; Supplément. Zweites Gesetz zur Bekampfung der Wirtschaftsktiminalitat (Segunda Ley
2. WiKG
TagungS'bericlite Tagungsbcrichte der Stravollzugskominision (Informes sobre las sesiones de para la Lucha contra la Criminalidad Económica) de 15.5.1986 (BGBl. I
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1968-1971, con el número especial titulado "Primer borrador de trabajo Gesetz zur weiteren Vereinfachung des Wirtschaftsstrafrechts (Ley para la
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de una Ley Penitenciaria", 1971. mejor simplificación del Derecho penal económico) en la redacción de
TicrSchG Tierschutzgesetz en la redacción de 17.2.1993 (BGBl I pág. 254-Sartorius 3.6.1975 (BGBL I pág. 1313-Schónfelder núm. 88).
I núm. 873). wistra. Zeitschrift für Wirtschaft, Steuer und Strafrecht (citada por año y
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UrhG Gesetz über Urhcberrechr und verwandte Schutzrcchte (Urheberrechtsgestz) nominada también Constitución de la República de Weimar) (RGBl. I pág.
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leal) de 7.6.1909 (RGBl. pág. 499-Schonfelder núm. 73). NX^R Worterbuch des Vólkerrechts, 2.» Ed., editado por Líans-Jürgeu Schlochauer,
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dutch VoUzugsbeamte des Bundes (Ley sobre el uso inmediato de la fuerza W.v.S. Wetboekvan Strafrecht (Código penal needandés).
en el ejercicio del poder público a tiavés de funcionarios ejecutivos de la WZG Warenzeichengesetz (Ley de marcas) en su redacción de 2.1,1968 (BGBl. I
Federación) en su redacción de 10.3.1961 (BGBl. I pág. 165-Sartorius I pág, 29-Schonfelder núm. 72),
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XLIV indi • de al-ircviatLiras

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ZaoRV Zeirschrift für auslandischcs offcntliches Rechr und Volkcrrecht (citada por
tomo, ai'io y página).
ZBJV Zcitschrift des Bcrnischen Juristenvereins (citada por tomo, año y página).
ZDG Gesetz über den Zivildienst der Kriegdicnstverwcigerer (Zivildicnstgcsetz)
en su redacción de 28.9.1994 (BGBl. I pág. 2811-Sartorius I núni. 625)
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ZfL bzw. ZLW Zeirschrift für Luftrecht bzw. Zeirsclirift für Luftrecht u n d
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I n t r o d u c c i ó n : F u n d a m e n t o s generales
página, respectivamente).
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Normarivitat ais rechtsanthropologisches Grundphanomen, Fcstschrift fiir K. Engisch, 1969, pág. 125; Roxin,
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367; Rudolphi, Der Zweck sraatlichen Strafrechts, en: Schünemann (Ed.), Grundfragen des modernen
Strafrechtssysreins, 1984, pág. 69; Schild, Ende und Zukunft des Strafrechts, ARSP 1984, pág. 7 1 ;
Schmdhtiuser, Von den zwei Rechtsordnungen im staatlichen Gemeinwesen, 1964; el mismo, Vom Sinn der
Strafe, 2 . ' Ed. 1971; Schüler-Springorum, Die Richtiinien der Vereinten Narionen für die Pravention von
Jugendkriminalitar, ZStW 104 (1992) pág. 169; Schultz, Abschied vom Sttafrecht? ZStW 92 (1980) pág.
611; Stoll, Haftunsfolgen im Strafrechr, 1993; Stratenwerth, Zur Relevanz des Erfolgsunwertes im Strafrccht,
Fcstschrift für E Schaffstein, 1975, pág. 177; Tiedemann, Fortentwicklung des Strafrechts, Z S t W 86 (1974)
§ 1 La mi.sií'm del Ocrccho ÍVIK I. L.a protección de Li sociedad 3

¡lát;. 303; WijlíeK Ühcr das Vcrhalrnis des ratcr-CJpícr-ALisgleichs zLini Krimiiialrcchtssysteni, en: Kerncry bido pof el Ordenamiento jurídico (BVcrfGE 51, .324 [págs. 343 ss.]). Tan pronto como el De-
otros, Tarcr-OpFerAusglcich-auí dcm Wcg zur bundeswcitcü Anwciidung? Schrifrciircihc dcr Ociuschcii recho penal no pueda garantizar más la seguridad y el orden, existe el peligto de que los ciudada-
Bcwahrungsiiilie, 1994, pág. 41; Wt'igcnd, Sanktioneii ohnc 1-rcihcitsciuzug, GA 1992, pág. 345; Wclzel. nos se tomen la justicia por su mano y de que los fuertes se impongan a los débiles sin consideta-
Oberdcn subsramicllen Rcgriffdcs Sirafgesctzes, Fcstschrift für E. Kohlrausch, 1944, pág. lOl; Wiirtenhergcr, ción alguna.
Rcchrslriedc und .Srraírcchr, Fcstschritr für K. Pcters, 1974, pág. 209; e¡ mismo, Derschuldige Mcnsch vor
2. El podct punitivo del Estado ditigido a la ptotección de la convivencia de las petsonas
dcm Fortim dcr Rccht.sgcmcinschaft, Fcstschrift füt 11.-H. Jcscheck, Tomo I, 1985, pág. 37; Zielinski,
en la comunidad no puede sct ejctcido de cualcjiíier modo o sin consideración a su alcance. En
Handlungs-und EffolgsLinwcft ¡ni UiirechtsbcgtifF, 1973; Z/í/J Allgemcinc Gtundsatze des Strafgesctzbuchcs
und dcr Rcchtsprcchung, Giitachten für den Ostetr. Juristeiitag 1978, 1 979. vetdad, el Derecho penal debe contribuir a vencer el caos en el mundo y a poner coto a la arbi-
trariedad de las personas a ttavés de una limitación gtaduable de su libertad, peto únicamente
puede hacetlo de modo que sea compatible con el estado de la cultura de! pueblo y con los dere-
I. La protección de la sociedad chos de los individuos'. Bajo una concepción tal como la que concibe a la República Federal de
Alemania como un «régimen fundamental libre y democrático» (BVeiGE, 2,1 [12 ss.])'', el Dere-
1. La misión del Derecho penal es \3. protección de la convivencia en sociedad de las perso- cho penal sólo puede gatantizat la ptotección de la sociedad asegutando la paz pública de forma
nas. Con c! tiempo nadie puede set absolutamente independiente, sino que más bien todos los simultánea al tespeto de la libertad de acción de todos, luchando contra todo tipo de violencia
individuos estiín destinados, por la ptopia naturaleza de sus condiciones esenciales, al intetcam- antijutídica y amenazando con sanciones pata vtilnetaciones considerables del Derecho, de acuerdo
bio, a la colaboración y a la confianza recíproca. El Derecho penal tiene, por ello, un significado con el principio de justicia distributiva'. La protección de la paz pública significa la ruptuta
lundamental como ordenainiento pacificadot y protector de las relaciones sociales. Esta no es, con la supremacía del más fuerte y el posibilitamiento del libte desarrollo de la personalidad de
sin embargo, su naturaleza primaria. La convivencia de las personas se desarrolla primordialmente todos los ciudadanos (Art. 2 I GG), a ttavés de la conciencia de una seguridad general y el respe-
de acuerdo con reglas suministradas (normas) que configuran el orden social en su conjunto '. to de los detechos humanos. La segutidad general no es aquella situación en la que no existe
La validez de estas normas preexistentes es absolutamente independiente de su imposición extet- ningún delito, sino más bien aquella donde la ctiminalidad se mantiene en la frontera y se colo-
na, puesto que se basan en la aceptación genetal de su necesidad y son ptotegidas a través de ca bajo el conttol del Estado, puesto que los hechos punibles cometidos son adatados en un alto
sanciones inmanentes que reaccionan por sí mismas frente a los comportamientos que las porcentaje y perseguidos sin desconsideración hacia la persona (vid. infra § 5 IV). En sus esfuer-
transgreden (represión social mediata). Existe un sistema global de controles sociales cuyos titu- zos por garantizar la seguridad de todos, el Estado tiene que respetar simultáneamente los dere-
lares son diferentes instituciones o comunidades como la familia, el municipio, la escuela, la pa- chos fundamentales de la persona como fundamento del orden jurídico y social. Como la Cons-
tfoquia, el vecindario, las empresas, las asociaciones y los gremios. La tutela jurídico-penal es titución quiete garantizar la libertad de acción de las personas (BVerGE, 6, 32 [36 ss.]; según
tínicamente una parte de esc sistema y el conjunto de las sanciones pteventivas y represivas utili- jurisprudencia constante), el Derecho penal únicamente puede disponet limitaciones cuando ello
zadas son, hasta cierto punto, recíprocamente inteicambiables ^. sea inevitable para la protección de la sociedad. «La norma penal representa en cierta medida la
"ultima ratio" en el instrumental del legislador» (BVerGE, 39, 1 [47])''. El Derecho penal debe
Sin embargo, el orden social no puede asegurar por sí mismo la convivencia de las personas
crear, mediante el rechazo de la violencia y la arbittariedad, un espacio de juego dentro del cual
en la comunidad. Aquél debe ser completado, petfeccionado y reforzado por el Ordenamiento
se pueda decidir libremente y adoptat sus resoluciones según su propia discrecionalidad. Por ello,
jurídico. En especial, este liltimo debe gatantizar las obligaciones generales de todos como nor-
el Derecho penal no sólo limita, sino que también crea libertad. Aplicación de la justicia
mas vigentes del Derecho y hacer frente a sus infracciones. Titular del orden social preexistente
distributiva significa en Derecho penal que vulneraciones considerables del Derecho no pueden
es la sociedad, mientras que del Ordenamiento jurídico metódicamente creado es el Estado, cuya
ser bagatelizadas a través de atenuaciones arbitrarias ni tampoco dtamatizadas con excesiva dute-
misión de ptotección bajo las condiciones de vida de la sociedad plural resulta ser más impor-
za, sino que al autor se le impone, «según se merezca», una mengua de su libertad, patrimonio o
tante que nunca a la vista de la peligrosa existencia de la persona en el mundo moderno. El De-
prestigio, que haga reconocible de modo general el hecho antijurídico cometido y que impida su
recho penal asegura, en tiltima instancia, la inviolabilidad del Ordenamiento jurídico a través
legitimación por la conciencia de la comunidad''. No obstante, dado que la pena también tiene,
de la coacción estatal. En tealidad, también el Dctecho civil y el Derecho piiblico prevén la apli-
frente al infractor del Derecho, una función social, aquélla debe estar siempre pensada para su
cación de la coacción, pero para el Derecho penal la amenaza y aplicación de aquélla están en el
eficacia sobre la futura vida en sociedad del condenado (vid. § 46 I 2). Finalmente, en Derecho
ni'icleo central. Además, el Derecho penal se sirve del instrumento de poder más riguroso del
que dispone la coacción estatal: la pena pública. Cuando fracasan otras medidas y posibilidades,
el Derecho penal asegura en último término el cumplimiento forzoso de lo permitido y lo prohi-

' Vid., aquí y en adelante, Bockelmann, Einfüii'-ung, en especial págs. 38 ss. 53 ss. y 67 ss.
Para más detalles al respecto, Hesse, Grundzüge, núm. 128.
' M.E. Mayer, Rechtsnormcii und Kulturnormen, págs. 16 ss.; el mismo, Lehrbuch, págs. 37 y ss.; ' Vid. Henkel Rechtsphiiosophie, pág. 412; Eiigisch, Gereclitigkcit, págs. 174 ss.; Wiirtenberger, Pcters-
Fesrschrifr, págs. 209 ss.
Henkel, Rcchtsphilosophic, págs. 228 ss.; Noli, Engisch-Festschrift, pág. 129 (la normatividad como «hecho
antropológico fundamental»); Schmidhüuser, Von den zwei Rcchtsordnungen, pág. 12. ^ Áncel, Jescheck-Fcstschrift, Tomo II, págs. 785 ss.; Baumann, NoU-Gedachtnisschtift, pág. 35-
- Kaiser, Strategien, págs. 20 ss.; el mismo, Kriminologie, §§ 35, 36; Maurach/Zipf, Allg. 'I'cil I núm. ' Würtenherg, Jescheck-Fcstschrift, Tomo I, pág. 38 (de la imputación a la culpabilidad como «prin-
cipales constantes en la convivencia social»).
5 ss.; AK(Hassemer) Vorbem. págs. 295 ss., antes del § 1.
§ 1 La misión de! Derecho Peii;ii 11. Función represiva y ¡irevenriva del Dercciio penal

penal también debe ser t e n i d o en c u e n t a el interés del lesionado a través del hecho [nniible, puesto p r e n s i ó n d e t o d o s , q u e describan ineqin'vocamentc el c o n t e n i d o de desvalor d e la acción p r o h i -
que se p r o m u e v e la reparación del d a ñ o p o r el a u t o r (vid. § 4 6 a). bida, así c o m o a través d e circunstancias que agravan el h e c h o y la culpabilidad del a u t o r o r i e n -
3. l o s ataques dirigidos a la legitimación de la existencia del Derecho penal como un instrumento de tadas a la d e t e r m i n a c i ó n de la pena, q u e t a m b i é n sean c o m p r e n s i b l e s para el c o n d e n a d o y sean
[loder ro[)rcsivo que pretende la imposición del Ordenamiento jurídico, carecen de fundamento en una so- consideradas justas p o r la colectividad. D e esta m a n e r a el mensaje del D e r e c h o p e n a l alcanza a
ciedad regida por un Estado liberal de Derecho, pues sólo la pena posibilita la protección de la paz jurídica sus destinatarios y requiere, p o r supuesto, d e u n a información c o n s c i e n t e m e n t e responsable y
en libetrad ^. Por ello, el objetivo no debe ser la desaparición del Derecho ¡icnal, sino sólo su mejora a través real de los m e d i o s sobre la creación e i m p o s i c i ó n d e las n o r m a s j u t í d i c o - p c n a l e s . Peto t a m b i é n
de una reforma continuada que asegure la protección de la gcnetalidad a través de una prevención general c u a n d o interviene d e forma represiva, el D e r e c h o penal c u m p l e siempre una función preventiva
moderada, y que busque alcanzar la justicia para el autor presetvando el prmcipio de culpabilidad y, allí mediata en c u a n t o a la p r o t e c c i ó n de la sociedad: la p e n a justa es, en interés de la colectividad,
donde sea necesario, la ayuda social'. u n i n s t t u m e n t o irrenunciable para el m a n t e n i m i e n t o del orden social. J u n r o c o n la así llamada
p r e v e n c i ó n general/>o«ftVrt (BVerGE, 4 3 , 187 [256]) '^, juega la p r e v e n c i ó n general negativa que
consiste en la disuasión d e fututos autotes p o t el t e m o r q u e implica la p e n a (vid. infra § 8 II 3 a ) .
II. F u n c i ó n represiva y preventiva del D e r e c h o p e n a l
2. Pero más allá el D e r e c h o penal tiene t a m b i é n q u e c u m p l i t u n a f u n c i ó n preventiva in-
El D e r e c h o penal c u m p l e , p o r u n lado, la misión de p r o t e g e r a la sociedad m e d i a n t e el mediata. C a d a p e n a tiene q u e c o n t r i b u i r a que el c o n d e n a d o consolide n u e v a m e n t e su respeto al
castigo d e ttansgtesiones del D e r e c h o q u e ya h a n t e n i d o lugar; posee, p o r ello, u n a naturaleza D e r e c h o , y a q u e p o r su p r o p i a fuerza y c o n v e n c i m i e n t o se c o n d u z c a p o r el c a m i n o del O r d e n a -
represiva. Pero, p o r otro, c u i n p l e a s i m i s m o la m i s i ó n d e prevenir infracciones cuya c o m i s i ó n se m i e n t o . El recuerdo de la ejecución del m e n o s c a b o sufrido en la libei;rad, p a r r i m o n i o o prestigio,
t e m e en u n futuro; posee t a m b i é n , pues, u n a natutaleza preventiva. Sin e m b a r g o , la función re- d e b e servir al a u t o r c o m o advertencia para futuros h e c h o s punibles. A d e m á s , la p e n a privativa
presiva y preventiva del D e r e c h o penal n o s o n opuestas, sino q u e d e b e n ser e n t e n d i d a s d e m o d o d e libertad d e b e servir c u a n t o m e n o s para proteger t e m p o t a l m e n t e a la sociedad del d e l i n c u e n t e
u n i t a t i o : el D e r e c h o penal, a través d e la a m e n a z a , i m p o s i c i ó n y ejecución de penas justas, tiene peligroso (vid. § 2 , inciso s e g u n d o , StVoUzG). El efecto preventivo q u e la p e n a desarrolla sobre
c o m o f i n a l i d a d evitar la c o m i s i ó n d e futuras i n f r a c c i o n e s del D e r e c h o ( p r e v e n c i ó n m e - el reo m i s m o se d e n o m i n a "prevención especial" (vid. inf-a 8 II 3 b). J u n t o al efecto preventivo-
d i a n t e represión) '". especial, al q u e aspira la p e n a respecto a t o d o c o n d e n a d o , el D e r e c h o penal desarrolla funciones
1. El castigo m e d i a n t e u n a p e n a de u n a infracción del D e r e c h o ya acaecida, d e a c u e r d o especiales frente a d e t e r m i n a d o s g r u p o s de d e l i n c u e n t e s :
c o n el p r i n c i p i o d e justicia distributiva, llega siempre, p o r su p r o p i a naturaleza, d e m a s i a d o tar- a) A menudo las acciones punibles son cometidas por delincuentes jóvenes (criminalidad juvenil). La
de, pues la pena mira al p a s a d o y n o p u e d e i m p e d i r q u e suceda el injusto c o m e t i d o . Pero la comisión de hechos punibles leves es una manifestación normal en el desarrollo de personas jóvenes que supe-
fijnción represiva d e l D e r e c h o p e n a l es necesaria p a r a p o d e r c o n s e g u i r la p r o t e c c i ó n d e la s o - ran esta fase por sí mismos ''*. Más peligrosa es, sin embargo, la criminalidad precoz " . Pot criminales preco-
ciedad m e d i a n t e la p e n a d e u n m o d o j u s t o " . E n la aplicación d e u n a p e n a a d e c u a d a p o r la ces se enrienden los jóvenes (entre 14 y 17 años) y los semiadulios (entte 18 y 20 años) que ya en una edad
realización de u n a infracción del D e r e c h o , reside la c o n f i r m a c i ó n e v i d e n t e d e la inviolabilidad infantil o juvenil sufrieron manifestaciones de abandono (escolarización irregular, interrupción temprana de las
del O r d e n a m i e n t o jurídico. El p r o c e d i m i e n t o judicial expresa i n e q u í v o c a m e n t e , t a n t o para el clases, incapacidad para desarrollar una profesión fija, cambios de vida inestables, veloz sucesión de delitos),
que pueden ser sínromas precoces de una predisposición criminal. Numéricamente se calcula en un máximo del
a u t o r c o m o para la generalidad, q u e el D e r e c h o se i m p o n e , a u n q u e a veces con retraso, y q u e se
15 % de los jóvenes que delinquen, y se acepta que en totno a una cuarta parte de los criminales precoces vuelven
p u e d e c o n t a t c o n q u e t a m b i é n lo h a t á en u n futtiro. A ttavés del c u m p l i m i e n t o d e la función
a cometer hechos delictivos graves ya en una edad adulta. El número de delitos graves y menos graves por los que
represiva de u n a forma m o d e r a d a , p r o p o r c i o n a d a y a d e c u a d a a la c u l p a b i l i d a d , el D e r e c h o penal
han sido condenados jóvenes y semiadultos se ha ido incrementando progresivamente desde la mitad de los años
desarrolla aquella "fuerza c o n f i g u r a d o r a d e las c o s t u m b r e s '^" q u e c o n v e n c e al c o n j u n t o d e la cincuenta. El Dereclio penal juvenil previene para los casos de criminalidad leve la omisión de la persecución de
población d e la a u t o r i d a d del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o , a l c a n z a n d o d e esta forma el efecto pre- los hechos por parte del Fiscal (§ 45 JGG), el archivo del proceso por parte del Juez (§ 47 JGG), la adopción de
ventivo al q u e se d e n o m i n a «ptevención general» (vid. iiifi-a § 8 II 3 a ) . Este efecto del D e t e c h o medidas educativas (§ 9 JGG) y de internamiento (§ 13 II JGG), mientras que pata los supuestos de criminali-
penal se consigue m e d i a n t e la a p r o b a c i ó n d e disposiciones penales claras, accesibles a la c o m - dad grave se prevé la aplicación de una pena de prisión para menores (§§ 17 ss. JGG). El Dereclio rutelar de
jóvenes prevé, asimismo, medidas de protección y auxilio (por ejemplo, orientación y asistencia educativa, asisten-
cia personal a jomada completa, hogares infantiles, cuidado personalizado intensivo de carácter social y pedagógi-
co, vid. §§ 28-35 SGB VIII sobre tutela de menotes y jóvenes). No obstante, la pena de prisión para menores de
8 Vid. Kürzínger, Z S t W 86 (1974), págs. 211 ss.; Jescheck, SchwZStr 91 (1975), pág. 13 ss.;
duración indeterminada fue derogada por la 1. J G G A G de 30.8.1990 (BGBl I 1990 pág. 1853) "". Se debe ser
Bockelniann, Lange-Festschrift, págs. 1 ss; Schild, ARSP 1984, págs. 108 ss.
' Igualmente, Roxin, Allg. Teil, § 4 ntím. 4 3 ; Hassemer, Einführung, págs. 329 ss.
'" Armin Kaufmann, Strafrechtsdogmarik, pág. 264 ss; Lenckner, Strafe págs. 9 ss.; Roxin,
Grundlagenproblemc págs. 12 ss.; el mismo, Allg. Teil I § 3 núm. 36 ss.; Rudolphi, Der Zweck staatlichen '^ Jakobs, Allg. Teil 1/15 (prevención general positiva como "ejercicio de la confianza en la norma,
Strafrechts págs. 70 ss.; Schmidhauser, Vom Sinn der Strafe págs. 74 ss.; Wessels, Allg. Teil ruím. 6. fidelidad al Derecho y reconocimiento de la norma").
" Gallas, Beitrage, pág. 4; Stratenwerth, Allg. Teil núm. 28 ss. Armin Kaufmann, Strafrechtdogmatik Schajfestein/Beulke, Jugendstrafrccht pág. 5; con catácter general, Hellmer, Jugendktiminalitat
pág. 267, se remite aquí con razón a Kant, para quien la pena persigue tanto la "justicia" como máxima págs. 71 ss.
moral, como la "racionalidad" como cometido políticocriminal. '^ Frey, Der frühkriminelle Rückfallverbrecher, 1951; Miinkwitz, Die Prognose der Frühkriminalitát,
' ' H. Mayer, Strafrechtsrcform pág. 15; Roxin, Bockelmann-Festschrift pág. 306; MüllerIDietz, 1967; Schaffstein/Beulke, Jugendstrafrccht pág. 6; Hellmer, Der Gewohnheitsverbrecher pág. 63.
Jescheck-Festschfift Tomo II págs. 817 ss.; Schultz, ZStW 92 (1980) pág. 6 3 1 . "^ Acerca de sus antecedentes históticos Heinz, Info 1/1989 págs. 7 ss.
§ ] La misión del Derecho Penal
Ili. Protección de bienes jurídicos )' de valores ctico-socialcs

especialmente ciurcloso con las sanciones del Derecho juvenil que llevan asociadas la |irivac¡ón de liliertad, dado
infracciones administrativas, para procurar así luia mayor celeridad en su castigo medíame multas impuestas
que pueden tener efectos muy negativos sobre el condenado " .
por las autoridades policiales com[X'tenrcs, evitando así la tramiración de un procedimiento judicial (vid.
b) Una segunda función de carácter prevcntivo-especial destinada a evitar la comisión de delitos es la infra § 7 V 1). Esta forma de proceder ha servido para combatir la comisión masiva de delitos leves en
lucha contra la criminalidad de reincidencia '*. Hay que distinguir dos clases de reincidenres: los delin- materia de rráfico. lámbién dentro de las iníracciones administrativas sobre tráfico está prevista como san-
cuentes habituales con una firme y enraizada inclinación a la criminalidad, y los delincuentes tendcnciaics ción adiciona! la prohibición de conducir (§ 25 StVG). Puede imponerse, asimismo, la obligación de tomar
con repetidos antecedentes que aunque están determinados por el desarrollo de su personalidad aiin no lo parte en las clases sobre seguridad viai (§ St\^0).
están por su carrera delictiva. Para el segundo grupo, el § 48 en su antigua redacción preveía la supresión de
3 . El D e r e c h o penal m o d e r n o , para p o d e r prevenir eficazmente las distintas formas de m a -
la atenuación de la pena de prisión hasta los seis meses; pero esta previsión fue derogada por la 23. StAG de
nifestación de la criniinalidad, se sirve t a n t o de la pena dirigida al culpable c o m o d e la m e d i d a
13.4.1986 (BGBI I pág, 393) al no dar buen resultado. Importante sigue siendo, no obstante, el hecho de
que los antecedentes penales sean la causa más frecuente de agravación genérica de la pena. Preferente resul- d e seguridad destinada a c o m b a t i r la peligrosidad ("cíoble vía"). Las m e d i d a s d e s e g u n d a d n o
ta, además, el planteamiento de que la repetida desobediencia a la Ley debe ser castigada más gravemente s o n , sin e m b a r g o , extrañas a la esencia del D e r e c h o penal sino q u e p e r t e n e c e n al m i s m o d e for-
por motivos de justicia y de prevención general " ; por el contrario, desde una perspectiva pteventivo-espe- m a p l e n a m e n t e c o h e r e n t e : p r e s u p o n e n siempre la existencia de u n h e c h o a n t i j u r í d i c o (§111
cial las penas privativas de libertad de larga duración no pueden tener ningún efecto positivo. Para delin- m í m . 5), con carácter general no se aplican d e m o d o exclusivo sino c o n j u n t a m e n t e c o n u n a pena,
cuentes tendenciaics peligrosos, el § 66 establece una custodia de seguridad de duración indeterminada. No y n u n c a p u e d e n ser iinpuestas sino a ttavés d e una resolución judicial dictada en u n proceso
obstante, esta última es aplicada en contadas ocasiones puesto que los Tribunales consideran injusto alargar penal con todas las garantías. Los riesgos q u e conllevan las m e d i d a s d e seguridad residen en la
la pena privativa de libertad más allá del marco punitivo metecido (vid. infra § 5 V 2) ^'^. disolución del principio de culpabilidad, en la excesiva a m p l i t u d de sus presupuestos, en la aproxi-
c) El tercer grupo, en relación con el cual el Derecho penal también debe adoptar medidas preventivas m a c i ó n d e la ejecución de las medidas d e seguridad privativas de libertad a las p e n a s d e prisión,
especiales, son los criminales con deficiencias psíquicas^'. Bajo tales se comprenden los delincuentes que en la inseguridad d e los juicios de p r o n ó s t i c o y en la i n d e t e r m i n a c i ó n d e su d u r a c i ó n (vid. infra
poseen cnfetmedades mentales, o quienes ún padecer tales alteraciones se comporran como psicópatas, neuróticos § 9 II 2). En a t e n c i ó n a estos riesgos el C ó d i g o Penal, desde la reforma d e 1 9 7 5 , previene n u m e -
o personas que padecen anomalías motivacionales o distintos grados de deficiencia mental o demencia senil, y rosas mejoras (vid. ijifra § 7 7 V I ) , a u n q u e sin r e n u n c i a r t o t a l m e n t e a las m e d i d a s d e seguridad
que juegan un considerable papel en la criminogénesis, especialmente en la criminalidad reincidentc, en la privativas d e libertad.
preco?, y en la tardía. Para personas inculpables o que poseen una culpabilidad disminuida se establece el inter-
nainiento en un hospital psiquiátrico (§ 63), y para alcohólicos y adictos al consumo de drogas el internamien- 4. La reciente propuesta de ínttoducción de la repatación del daño como una sanción jurídico-penal
to en un establecimiento de desintoxicación (§ GA). Además, para el caso de delincuentes drogodependientes, aurónoma (la denominada "tercera vía") -^, no resulta por el contrario recomendable porque la indemniza-
que suponen un problema especialmente difícil de la política-criminal, la Ley sobre Tráfico de Estupefacientes ción de los daños es obligatoria de rodas formas como consecuencia jurídico-civil del hecho punible, y debe
posibilita que en lugat de la ejecución de penas de prisión no superiores en su límire máximo a dos años, se ser manrenida libre de elementos punitivos. La reparación del daño debe quedar limitada a sus legítimas
aplique un traramiento terapéutico y rehabilitador (§§ 35 36 BtMG). El ejercicio de la acusación pública pue- funciones como obligación (§§ 56 b II n ú m . l , 57 III, 59 a II núm. 1 StGB; 153 a I, inciso primero núm.
de ser retirado cuando el acusado esté sometido a terapia rehabilitadora (§ 37 BtMG). 1, II SrPO) y como causa de atenuación de la pena (vid., más detalladamente infra 81 II).

d) Uno de los problemas más difíciles del Derecho penal moderno es la lucha contra la criminalidad
que presentan los delitos imprudentes, cuya principal forma de manifestación son los delitos contra la III. P r o t e c c i ó n de b i e n e s j u r í d i c o s y d e valores é t i c o - s o c i a l e s
seguridad del tráfico -', aunque rambién cobra un importante significado en el m u n d o profesional (por ejem-
plo, en los accidentes en la construcción causados por imprudencia o en los errores médicos). Como sancio- 1. El D e r e c h o p e n a l t i e n e c o m o finalidad la p r o t e c c i ó n d e b i e n e s j u r í d i c o s - . Todas
nes especiales se encuentran la pena accesoria de prohibición de conducir (§ AA), como medidas de seguri-
dad la privación del permiso de conducir (§ 69) y la inhabilitación especial para el ejercicio de una profesión
u oficio (§ 70). Las anteriores faltas contra la seguridad del tráfico fueron convertidas en el año 1968 en -^ En este sentido, Roxin, Neue Wege pág. 370; el mismo, Allg. Tcil I § 3 núm. 63 ss.;Jung'ZSOW 99
(1987) págs. 533 .ss. En contra, con razón, Hir'sch, ZSrW 102 (1990) págs. 537 ss; Ddlling, J Z 1992, 492.
De acuerdo con el Proyecto Alternativo sobre reparación del daño de 1992 (§ 4), el Tribunal debe poder
'•' Sobre la efusión del proceso penal a través de medidas de entretenimiento, Heinz, ZRP 1990, prescindir del castigo en caso de que se produzca una reparación del daño satisfactoria aunque únicamente
págs. 7 ss. Con carácrer general sobre el reciente desarrollo del Derecho criminal juvenil, BjM (Ed.), en delitos de bagatela, lo que según ello sucedería cuando el autor sea ca,stigado con una pena no superior al
Grundfragen des Jugendkriminairechts, 1990; Heinz, JuS 1991, 896. En relación a la tutela de jóvenes año de prisión. AI respecro, Weigend, GA 1992 págs. 364 ss. En contra, acertadamente, Lampe, GA 1993,
Laiibenthal, Spendel-Festschrift [^ágs. 795 ss. Acerca de su desarrollo internacional, Schüler-Springornm, ZStW págs. 485 ss. La Ley de lucha contra el delito de 28.10.1994 (BGBI I pág. 3186) ha desatendido los incon-
104 (1992) págs. 169 ss. venientes planteados con la introducción del nuevo § AG a, que previene la posibilidad de prescindir de la
'^ Sobre esta cuestión vid. Mannheim, H W B K r i m Tomo IlL págs. 38 ss.; Kerner, Klcines pena cuando el auror haya reparado completamente o en su mayor parte el hecho cometido, o incluso cuan-
Kriminologisches Worterbuch pág. 4 3 2 ; / Meyer, Strafrechtiiche Aspekte des Rückfalls págs. 79 ss.; Kaiser, do sólo ha intentado setiamente su reparación, siempre que no hubiere sido condenado a una pena superior
Kriminologie, § 106. al año de prisión o a 360 días-multa. En contra de la asunción de la conciliación entie autor y víctima como
" En relación con las cuestiones vinculadas con la culpabilidad Erhard, Strafzumessung bei "tercera vía" en el sistema jurídico-penal de sanciones Walter, Uber das Verhaltnis des Tater-Opfer-Ausgieichs
Vorbestraften págs. 304 ss. zuní Kriminalrechrssystem pág. 6 3 . Sobte la relación entre la rcspon.sabilldad jurídico-civil y la penal, fun-
^'^ Con carácrer general en rorno al problema de la reincidencia'/^ipf,Grundsátze, pág. 84. damentalmente íro//, Haftungsfolgen págs. 55 ss.
' ' Giippinger, Kriminologie, págs. 179 ss. ''' Roxin Allg. Teil I § 2 núm. 1; Maurach/Zipf, AWp Teil 1 § 19 núm. 4; Otro Grundkurs, págs. 7 ss.;
' ' Vid. Kaiser, Kriminologie §§ 95 is..; el mismo, Verkehrsdelinquenz págs. 183 ss. AK(Hassemer) Vorbeni. págs. 255 ss. anres del § 1.
§ 1 La misión del Derecho Penal III. Prorccción de bienes jurídicos y de valores ético-sociales

las n o r m a s jurídico-penalcs están basadas en u n juicio d e valor positivo sobre bienes virales q u e El acento en la protección de bienes jurídicos como misión pretcrente del Derecho penal es una carac-
son imprescindibles para la convivencia d e las personas en la c o m u n i d a d y q u e , p o r ello, d e b e n terística de la concepción liberal dc\ Estado. Detrás de ello está el convencinriento de que la cualidad inter-
ser protegidos a través de la coacción estatal m e d i a n t e el recurso a la p e n a pública. Tales bienes na de la acción humana no puede ser sometida al enjuiciamiento del Derecho penal, pues únicamente pue-
den ser reconocidas las manifestaciones externas de la conciencia. E^n contra de esta concepción habla, en
vitales básicos s o n , p o r ejemplo, la vida de las personas, la i n t e g r i d a d corporal, la libertad perso-
cambio, la circunstancia de que, a la larga, la protección de bienes jurídicos sólo puede ser alcanzada si en
nal de acción y la a m b u l a t o r i a , la p r o p i e d a d , el p a t r i m o n i o , la seguridad del tráfico, la i n c o r r u p -
los ciudadanos se produce una actitud positiva hacia los bienes jurídicos. Por ello, la teoría ético-social del
tibiiidad d e los funcionarios piiblicos, el O r d e n a m i e n t o c o n s t i t u c i o n a l , la paz pública, la seguri- Derecho penal considera el castigo del "declive activo de los valores básicos del actuar jurídico" como fun-
dad exterior del E s t a d o , la i n t a n g i b i l l d a d de los ó r g a n o s estatales extranjeros y d e los e m b l e m a s ción primaria . La consecuencia última de esta visión sería, sencillamente, la graduación de las amenazas
nacionales, la seguridad de las m i n o r í a s nacionales, étnicas y culturales, q u e d e b e n ser preserva- penales de acuerdo con el grado de desvalor de acción, lo que conduciría a la punición generalizada de la
das d e su e x t e r m i n i o o t r a t a m i e n t o i n d i g n o , la paz i n t e r n a c i o n a l , etc. T a m b i é n hay bienes vitales tentativa y a la desconsideración del resultado en la con.sumación del hecho punible, en la tentativa acabada
q u e consisten exclusivamente en convicciones morales d e la sociedad p r o f u n d a m e n t e enraizadas, y en el delito imprudente. Pero éste no es ni el punto de vista del Derecho vigente ni la intención del
tal y c o m o sucede c o n el bien p r o t e g i d o p o t el p r e c e p t o penal q u e s a n c i o n a el m a l t r a t o de a n i - legislador para el fururo. La misión del Derecho penal no se acomoda sin contradicciones en una construc-
males ( § 1 7 T i e r S c h G ) . A través la a s u n c i ó n d e estos valores p o r el á m b i t o de p r o t e c c i ó n del ción monista, sino que únicamente puede ser explicada de forma plenamente coherente si h protección de
O r d e n a m i e n t o jurídico, aquéllos se c o n v i e r t e n en bienes jurídicos " . Todas las disposiciones p e - bienes jtiridicosy su incidencia sobre la voluntad de la acción de los destinatatios de la notma, son entendidas
como funciones valorativamente equivalentes, recíprocamente complementarias, así como condicionantes y
nales del D e r e c h o positivo a l e m á n tienen p o r objeto la p r o t e c c i ó n d e u n o o d e varios bienes
limitadoras^'.
jurídicos ^'^. El desi/alor de restdtado del h e c h o p u n i b l e reside en la lesión o en la c o n c r e t a puesta
en peligro del o b j e t o d e u n a acción o d e u n a t a q u e (por e j e m p l o , d e la vida de u n a persona, de la
seguridad vial de alguien q u e circula), q u e p r c r c n d e ser asegurado p o r la disposición penal c o m o
manifestación externa o titularidad del b i e n j u r í d i c o p r o t e g i d o .
§ 2 Conceptos básicos del Derecho penal
Amelung, Strafbarkeit von "Mauerschützen", ]uS 1993, 637; el mismo, Anmerkung zu B G H NStZ
La existencia de bienes jurídicos protegidos penalmente es variable. En el Derecho actual hay tanto
1994, 533, NStZ 1995, pág. 29; Ancel, La défense sociale nouvelle, 3." Ed. 1981 (traducción alemana de la
manifestaciones del proceso incriminador (por ejemplo, el blanqueo de capitales, § 261) como del fenó-
segunda Ed. «Die neue Sozialverteidigung» por Melzer, 1970);]. Arnold, Deutsche Einheit: Strafrechtliche
meno descriminalizador (por ejemplo, la desaparición de la punibílidad de comportamientos sexuales a
Übergangsprobleme, en: £jfr///Hé£'r (Edrs.),Strafrechrsenrwicklung in Europa, Tomo 4 . 1 , 1993, pág. 3 4 1 ;
través de la derogación del § 175 en el art. I, núm. 1, de la 29. StÁG de 31.5.1994) ^^. Además, la evalua-
/ . ArnoldIM.Kühl, Probleme der Strafbarkeit von "Mauerschützen", juS 1992, 9 9 1 ; Arroyo Zapatero, Juris-
ción cambiante de los bienes jurídicos se expresa también con el cambio de la práctica sancionadora ^*.
prudencia Constitucional en materia penal, Cuadernos de Política Criminal 1982, 385 ss.; 1984, 510 ss.;
2 . Las n o r m a s jurídico-penales n o p r o t e g e n a los bienes j u r í d i c o s s e n c i l l a m e n t e en su exis- Arzt, Der Ruf nach Recht und Ordnung, 1976; Barbero Santos, Die Strafrechtsreform der spanischen
tencia, sino ú n i c a m e n t e frente a a c c i o n e s h u m a n a s ^ ' . Por eso al D e r e c h o penal n o le interesan konstitutionellen Monarchie, Fesrschrift für H.-H. Jescheck, Tomo I!, 1985, pág. 893; Bassiouni, Draft Statute
catástrofes naturales inevitables, incluso a u n q u e éstas causen graves d a ñ o s . D e significado j u r í d i - International Criminal Tribunal, 1992; BüUinger/Lautmann (Edrs.), Vom Cuten, das noch stets das B5se
co-penal son ú n i c a m e n t e las consecuencias d e la v o l u n t a d h u m a n a q u e d e s a t i e n d e la p r e t e n s i ó n schafft (Essays zu Ehren von H. Jagcr), 1993; Bosch, Neues Strafrecht in Italien, J Z 1985, 476; Bricola,
Teoria genérale del reato, Novissimo Digesto Italiano XIX (1973) págs. 14 ss.; Btirgstaller, Das neue
d e v a l i d e z d e l b i e n j u r í d i c o , s o c a v a n d o así la base de confianza necesaria en la convivencia d e
osterreichische Strafrecht in der Bewahrung, ZStW 94 (1982) pág. 723; Cornils, Die Freiheirsstrafe und
las personas. El desvaler de acción del h e c h o p u n i b l e reside en la acción peligrosa o b j e t o del ata-
ihre Surrogate im schwedischen Recht, JR 1981, pág. 309; Dahm, Vslkerrechr, Tomo III, 1961; Dieblich,
que. El D e r e c h o penal materializa la p r o t e c c i ó n de bienes jurídicos, pues busca m a n t e n e r la c o n -
Der strafrechdiche Schutz der Rechtsgüter der Europaischen Gemeinschaften, Diss. Koln 1985; Ernst, Die
cordancia entre la v o l u n t a d d e los d e s t i n a t a r i o s de la n o r m a y las exigencias del O r d e n a m i e n t o Ausübung der Vereinsgewalt, Diss. Koln 1969; Flume, Die Vereinsstrafe, Fesrschrift für E. Boetticher, 1969,
jurídico. El delito se m u e s t r a así, s i m u l t á n e a m e n t e , c o m o la lesión del bien j u r í d i c o y la infrac- pág. 101; Frowein/Peukert, Europaische Menschenrechtskonvention, 1985; Canter Die Spruchpraxis der
ción del deber. Europaischen Kommission für Menschenrechte auf dem Gebiet des Strafvollzugs, 1974; Graefrath, Die
Verhandiungen der UN-Vólkerrechrskommission zur Schaffung eines Internationalen Strafgerichtshofs, ZStW
104 (1992) pág. 190; Haberle, Die Menschenwürde ais Grundlage der sraatlichen Gemeinschaft, en: Isenseel
Kirchhof{cá), Handbuch des Staatsrechrs, Tomo I, § 20, 1991; Heinz, Abscliied von der Erziehungsideologie
im Strafrecht, Recht der Jugend 1992, 123; v. Hentig Die Strafc, Tomo II, 2.» Ed. 1955; Herrmann,
^^ Acerca de la relación entre valor y bien jurídico vid. Hippel, Tomo I págs. 10 ss.; Armin Kaufniann, Menschenrechtsfeindliche und menschenrechtsfreundiiche Auslegung usw., NStZ 1993, 118; Hirsch, Die
Normcntheorie, págs. 69 ss.; Schmidhaiiser, Allg. Teil págs. 36 ss.; Lampe, Welzel-Festschrift págs. 151 ss.; Abgrenzung von Strafrechr und Zivilrecht, Fcstschtift für K. Engisch, 1969, pág. 304; Huber, Die
SK {Rudolphij Vorbem. págs. 3 ss. antes del § 1.
^* Si también meras infracciones morales son sometidas a pena, es una cuestión de la Política crimi-
nal a determinar por las convicciones ético-sociales más básicas, tal y como lo demuestra el Derecho penal
islámico contenido en el Corán. Al respecto, Roxin, Allg. leil I § 2 núm. 3. * Así, Welzel, Kohlrausch-Festschrift págs. 1 ss.; también Zielinski, Handlungs-und Erfolgunwert,
^'' Vid., con más detalle, Tiedemann, ZStW 86 (1974) págs. 310 ss.; Jescheck, MPG-Jahrbuch 1975 pág. 143.
págs. 55 ss. En este sentido se pronuncia la docttina mayoritaria; vid. MaiirachíZipf, A\\g, Teil I, § 17 núm. 1;
^^ Vid., con más detalle. Kaiser, ZStW 86 (1974) págs. 360 ss. B G H 2, 364 (368). Acerca de la dañosidad social como frontera de la incriminación Atnelung,
^' Vid., Welzel, Kohlrausch-Festschrift págs. 107 ss.; el mismo, Lehrbuch pág. 4; Bockelmann/Volk, Rechtsgüterschutz págs. 350 ss. Convincentemente, en contra del punto de vista extremo de Zielinski (vid.
Allg. Teil pág. 5'i; Maurach/Zipf Alie,. Teil 1 § 7 núm. 4. supra nota a pie núm. 30), Stratenwerth, Schaffstein-Fesrschrift págs. 177 ss.
§ 2 Conceptos básicos de! Derecho penal I. Oereciio penal y poder punitivo

Freiheitsstrate in England und Waics, \983; Jakohs, Vergangcnhcitsbewalticung durch Strafrecht? en: üailis/ con m o t i v o d e la ejecución d e mi h e c h o dclicrivo, t a m b i é n prevé la aplicación d e incdidas d e
Jakobs/Jeíse (Edrs.), Vergangenhcitsbewaltiguiig durch Reclit, 1992, 37; el mismo, Untaten des Siaaies-Unrecht
seguridad y corrección (pérdida de la ganancia, comrso, inurilización, etc., vid. § 1 I I n ú m . 8 ) .
ini Siaat, GA 1994, \;Já)¡, La poitique criniinellc en France, Rev int dr pcn 1982, pág. 903; /cícheck, Die
Vcranrworilichkeit dcr Staatsorgane nach Volkerstrafreclit, 1952; el mismo, Gegcnwartiger Stand und ].:\denaminaeión "Derechopenal" {"S{r,iiicc\n") que se anuda a la "pena" ("Strafe") [expresión alemana
Zuktuiltsaussiclitcn des Volkcrstrafrechts, Krinnerungsgabe für M. Griinhut, 1965, pág. 47; el mismo, Oic de la Alta Edad Media utilizada para "reprensión", "reprimenda"] como consecuencia jurídica del delito, se
Kriniinal]iolitik der deutschcn Sttafrechtsrefornigesetzc usw., Pestschrift für W. Gallas, 1973, pág. 27; el ha impuesto desde ptincipios del siglo XiX, h'enre a la antetior y usual expresión de "Derecho criminal" que
mismo, Das ncue deutsche Strafrecht ¡m intcrnationalen Zusammenhang, Jahrbuch der Max-Planck- recuerda al "crimen" como el orto contenido esencial del Derecho penal. En una etapa histórica anterior nos
Gcsellschaft 1975, S. 49; el mismo. Das neuc deutsche Strafrecht in der Bewahrung, Jahrbuch der Max- encontrábamos, asimismo, con la expresión "Derecho penal" ("pcinliches Recht"), deducida de la palabra
Planck-Gcsellschafi 1980, pág. 18; el mismo, Enrwicklung, gegcnwartiger Stand und Zukunftsaussichten "pena" ("Pein") procedente del latín "poena"; a su vez, ésta tiene su origen en la palabra griega "poinc" '. hl
des internarionalen Strafrechts, GA 1981, 4 9 ; el mismo, Die Freiheirsstrafe und ihre Surrogate in primer Ordenamiento jurídico-penal del Imperio alemán data de 1532 cuyo título getmano era "Ordena-
rcchtsvergleichender Darstellung, tn: Jeseheck (Ed.), Die Freiheit.sstrafe und ihre Surrogate im deutschen miento penal de Justicia del FImperador Catlos V" ("Peinliche Gerichtsordnung Kaiser KaHsV"), y su enun-
und auslándisclien Recht,Tomo 111, 1984, pág. 1939; elmismo, StrafrecliLsreform in Deutschiand, SchwZStr ciado latino el de "Constitutio Criminalis Carolina". En los idiomas francés e ingles son utilizadas, indistin-
100 (1983) pág. 1; el mismo, Die Schuld im Entwurf eines Strafgesetzbuchs für England und Wales usw., tamente y sin difetenciación alguna por su significado, las expresiones "droir penal", "droit ctiminel" y "penal
Festschrift für R. Schmitt, 1992, pág. 56; Kaiser, Entwicklungstendenzen des Strafrechts, pestschrift für R. law", "criminal law", respectivamente. La denominación italiana teza "diritto pénale" y la española "Dere-
Maurach, 1972, págs. 25 ss.: Kaiser¡Metzger-Pregizer (Edrs.), Betriebsjustiz, 1976; van Kalmthout/Tak, cho penal". Fin los idiomas eslavos se encuentra tanto la exptesión tirsa "Ugolownoje prawo" (Derecho cti-
Sanctions-Systcms in the Mcuiber-States of the Council of Eutope, Part I, 1988; Part II, 1992; Klose, «jus minal) como la polaca "Prawo karne" (Derecho penal).
puniendi" und Gtundgesetz, ZStW 86 (1974), pág. 33; Kreuzer, Jugendkriminalitat, Kleines Kriniinologisches
A pesar d e q u e la d e n o m i n a c i ó n " D e r e c h o penal" n o c u b r e e x a c t a m e n t e la totalidad del
Worterbuch, 3." Ed. 1993, pág. 182; KüferlWillms, Die Verfolgung ven Straftaten des SED-Regimes, ZRP
á m b i t o del D e r e c h o , en u n t i e m p o en el q u e j i m t o a la p e n a aparece t a m b i é n la m e d i d a de segu-
1992, 9 1 ; Lahti, Die Enrwicklung der Kriminalpolitik in Finnland, Festschrift für H . - H . Jeseheck, Tomo
ridad, la usual expresión resulta defendible para el D e r e c h o penal general porque la pena es i m -
II, 1985, pág. 8 7 1 ; I.ange, Wandlungen in den kriminologischen Grundlagen der Strafrechtsrcform, DJT-
puesra en u n p r i m e r p l a n o c o m o m e d i o de control social, mientras q u e la m e d i d a d e seguridad
Festschrift, Tomo I, 1960, pág. 345; Lecheler, Unrecht in Gesetzesform? 1994; Liebs, D a m n u m , damnarc
se dirige más a u n a f u n c i ó n c o m p l e m e n t a r i a . Por el c o n t r a r i o , la d e n o m i n a c i ó n "Derecho penal
und damnas, Zeitschrift der Savigny-Stiftung 85 (1968) pág. 173; Limbach, Vergangcnheitsbewaitigung usw.,
DtZ 1993, 66; ListllMüllerlSehmitz, (Edrs.), Fíandbuch des Kath. Kirchenrechts, 1983; Mejer-Cording. Die juveniP l i n i c a m e n t c se justifica si queda claro q u e se rrata sólo de u n a p a r t e del áiribito m u c h o
Vereinsstrafe, 1957; Norval Morris, The Future of Imprisoninent, 1974; Nuvolone, La legislazione pénale más a m p l i o del " D e r e c h o tutelar piveniV, en el q u e la i n t e r v e n c i ó n j u r í d i c o - p e n a l es t í n i c a m e n t e
italiana dal 1976 ad oggi, SchwZStr 102 (1985) pág. \; Pagliaro, Sullo schema di d'segno di legge delega per la "ultima ratio". El D e r e c h o penal juvenil se presenta en realidad c o m o u n á m b i t o especial del
un nuovo códice pénale. La Giusnzia Pénale 1993, pág. 170; Pahudde Mortanges, Zwischen Vergebung und D e r e c h o penal en el q u e , s i m u l r á n e a m e n t e , la pena es u n a excepción, frente a las m e d i d a s d e
Vergeltung, 1992; I'eters, Jugendstrafrecht, HWBKrim, Tomo I, 1966, pág. 455; Radbruch, Gesetzliches s e g u t i d a d d e asistencia, corrección y e d u c a c i ó n d e jóvenes impuestas p o r distintas instancias c o n
Untecht und übergeserzliches Recht, SJZ 1946, pág. XQ"); Rees, DieStrafgewalt der Kirche, \99i; Schittenbelm, m o t i v o d e la realización de u n hecho p u n i b l e , y d o n d e t í n i c a m e n t e se recurre a ella c u a n d o el
Strafe und Sanktionensystein im sowjetischen Sttafrecht, 1994; Schroeder, Die Rechtswidrigkcit der t r a t a m i e n t o tutelar n o es suficiente p o r la gravedad del h e c h o c o m e t i d o o p o r la trayectoria cri-
Flüchdingserschiefíungen usw., JR 1993, 45; Schultz, Vierzig Jahre schweizerisches Strafgesetzbuch, SchwZStr
m i n a l del a u t o r " .
99 (1982) pág. 1; Schutte, T h e European Market of 1993 usw., en EserlLagodny (Edrs.), Principies and
Procedures fot a NewTtansnational Criminal Law, 1992, pág. 387; Sieher (Ed.), Eutopaische Einigung und 2 . El D e r e c h o penal se basa en el p o d e r p u n i t i v o ("ius p u n i e n d i " ) del E s t a d o q u e es, p o r
eutopaisches Strafrecht, 1993; Spaniol, Zur Strafiechtsentwicklung in Frankreich, JZ 1985, pág. 618; Stoll, o t r o lado, u n a p a r t e del p o d e r coactivo del E s t a d o . La ctcación e i m p o s i c i ó n d e u n O r d e n a -
Schadensersatz und Strafe, Festschrift für M . Rheinstein, Tomo II, 1969, pág. 569; Tiedemann, Der m i e n t o j u r í d i c o p e r t e n e c e a las funciones elementales del E s t a d o , pues sin aquél la convivencia
AilgemeineTeil des europaischen supranationalen Strafrechts, Festschrift für H.-H. Jeseheck, Tomo II, 1985,
pág. 1411; elmismo, Reform des Sanktionenwesens auf dem Gebiet des Agrarmarktes der EWG, Festschrift
für G. Pfeiffer, 1988, pág. 101; ?/ mismo, Der Strafschutz der Finanzinteressen der EG, N J W 1990, 2226;
elmismo, Anmerkung zu EuGH E u Z W 1990, pág. 100; el mismo, Gemeinschaftsrecht und Strafrecht, N J W ' Vid. Z/íéí Zeitschrift der Savigny-Stiftung 85 (1968) pág. 198; A/í?!íracA/Z/^_/; Allg. Teil I § 1 núm.
2 [Como el lector podrá comprender, la usual y consolidada traducción de la expresión «Strafrecht» por
1993, pág. 23; Verhaegen, La revisión du Codc penal belge, SchwZStr 98 (1981) pág. 1; Weigend, Strafrecht «Derecho Penal», obliga a tener que utilizar también esta líltima denominación pata los tétminos «peinliches
durch internarionaleVeteinbarungen, Z S t W 105 (1993) pág. 774; Weitnauer, Vereinsstrafe, Vertragsstrafe Strafrecht», que son en realidad los que mejor y más litetalmente se compatibilizan con los vocablos caste-
und Betriebsstrafe, Festschrift für R. Reinhardt, 1972, pág. 179; Winkler, Zur Rechtsnatur der Geldbufie llanos de origen latino «Derecho penal». N del T].
im Wcttbewerbsrecht der EWG, 1971; E. Wolf, O r d n u n g der Kirche, 1961; Wí/ríraberger, Kriminalpolitik
^ Con más detalles al respecto, Peters, H W B Krim Tomo I págs. 455 ss; Würtemberger, Archiv 1971,
im sozialen Rechcsstaat, 1970; elmismo, Zur Rclorní des Jugendkriininalrechts, Archiv für Wissenschaft
págs. 81 ss. Para el mantenimiento y evolución cronológica del cambio en el pensamiento educativo en esta
imd Ptaxis in dersoz. Atbeit, 1971, pág. 8 1 .
materia vid. 5c¿a^íí/n/ií«í/fe Jugendstrafrecht, pág. 4 3 ; Heinz, Recht der Jugend 1992, págs. 123 ss.; vid.,
además, el material recopilado por Kreuzer, Kleines Kriniinologisches Worterbuch pág. 161; SchajjsteinlBetdke,
Jugendstrafrecht págs. 7 1 , 118.
I. D e r e c h o p e n a l y p o d e r p u n i t i v o ' Una exposición sobre este tema puede verse en Jiménez de Asúa, Tomo II págs. 11 ss.; vid., además,
Triffterer, Allg. Teil págs. 4 ss.; la postura de Klose, Z S t W 86 (1974) págs. 64 ss., de que puede ser funda-
I. El D e r e c h o p e n a l d e t e r m i n a q u é transgresiones c o n t r a el o r d e n social c o n s t i t u y e n deli-
mentado sobre la Constitución un Derecho que únicamente contenga medidas de segutidad, contradice el
ro, a m e n a z a n d o c o n la p e n a c o m o c o n s e c u e n c i a j u r í d i c a p o r la realización d e aquél. A d e m á s ,
tenor literal y el sentido del art. 74.1 G G . En contra también de Klose se pronuncia Roxin, Allg. Teil I § 2
núm. 1, nota a pie núm. 2.
12 § 2 Conceptos básicos de! Dcreclio penal I. Derecho penal )' [loder punitivo 13

h u m a n a no sería posible. El D e r e c h o penal es u n a p a r t e i m p r e s c i n d i b l e de t o d o O r d e n a m i e n t o 1952 II pág. 686) o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 19.12.1966 (BGBI 1973 II
jurídico, pues c u a n t o más profundiza el m o d e r n o Estado social en u n rol planiPicador, d i r e c t o r y pág. 1534), deben ser asumidas a ttavés de una transformación especial como Derecho estatal interno. Un
asistencial, c o n m a y o r fuerza subsiste \i protección de la convivencia d e las petsonas en la c o m u - poder punitivo supraestatal no ha sido creado ni a través del acuerdo londinense de los cuatro grandes sobre
la persecución y castigo de los principales criminales de guetra de 8.8.1945 ni, más tatde, con el desattollo
n i d a d c o m o u n a de sus funciones principales. Por ello, la coerción penal pertenece a las expe-
de los esfuerzos destinados a la consecución de un Tribunal Penal internacional''. El Tribunal Penal creado
fiencias más t e m p r a n a s de la H u m a n i d a d y el castigo d e los delitos era en todas las ctilturas u n a
por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el enjuiciamiento de los crímenes de guerra come-
de las más viejas funciones d e la c o m u n i d a d . La c o n c e p c i ó n p o p u l a r divisa, todavía hoy, al D e -
tidos en Yugoslavia, puede suponer un nuevo desarrollo, caso de que realmente pueda comenzar a funcionar
recho penal c o m o el Derecho por antonomasia a u n q u e , n a t u r a l m e n t e , es sólo u n a parte del c o n - (vid. infra § 14 II 4). Un significado limitado para el poder punitivo estatal posee el sistema de protección
j u n t o del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o j u n t o c o n otras m u c h o más ricas en extensión c o m o el D e r e - jurídica de la Convención Europea de Derechos Humanos de 4.11.1950 con sus sucesivos protocolos, a
c h o civil, c o n s t i t u c i o n a l , a d m i n i s t r a t i v o , del trabajo y social. A n t e r i o r m e n t e , el p o d e r p u n i t i v o través de los controles de las resoluciones de tribunales y otros actos soberanos de la Justicia'. Por el conrra-
del Estado era c o n c e b i d o d e u n m o d o ilimitado sobre la base de su soberanía. En la actualidad, rio la Unión Europea, cuyo Derecho posee validez y preferencia inmediata sobre el Derecho nacional de los
p o r el c o n t r a r i o , t o d o Estado d e b e s o p o r t a r l i m i t a c i o n e s de su a u t o n o m í a en el t e r r e n o j u r í d i - Estados miembros, posee sólo un estrecho y limitado poder administrativo-sancionador y carece de compe-
co-penal, t a n t o a través de n o r m a s jurídicas d e rango superior c o m o t a m b i é n p o r m e d i o d e u n tencia para imponer sanciones jurídico-penales (BGH 25, 190 [193 ss.]) (sobre el Derecho penal europeo
p o d e r jurisdiccional supraestatal (todavía h o y en sus c o m i e n z o s ) . vid. infra § 18 VII) ^. Pero el Derecho internacional no sólo puede limitar a los Estados en el ejercicio de su
poder punirivo, sino que también puede obligarlos a castigar determinados hechos, lo que puede suceder
Inviolable y extraído del ejercicio del poder estatal, existe "un cierto núcleo central del Derecho que, ranto mediante convenios como a través de la aplicación de sus teglas genetales (Derecho estatal prescrito
de acuerdo con la convicción general, no puede ser infringido por ninguna Ley ni por ninguna otra medida internacionalmente)''. Un ejemplo lo ofrece la introducción del § 316 c relativo al castigo de la piratería
del poder público" (BGH 2, 234 [237]; 39, 1 [16]). De acuerdo con ello, ni puede estar permitido o im- aérea, con motivo del Convenio de La Haya sobre la lucha contra el secuestto ilegal de naves aéreas de
puesto un injusto material de gran trascendencia (por ejemplo, los crímenes cometidos por el nacional- 16.12.1970 (BGBI 1972 II pág. 1505), así como la incorporación al poder punitivo alemán de la persecu-
socialismo con anterioridad a 1945), ni pueden estar sometidas a pena acciones (por ejemplo, la escucha de ción de "hechos que, con motivo de un Tratado suscrito por la República Federal Alemana con orros países,
emisoras extranjeras) que, dentro del marco de nuestro espacio cultural, se mantienen dentro de la libertad también deban ser perseguidos aún cuando sean cometidos en el extranjero" (§ 6 núm. 9).
tradicional (límites al poder punitivo esratal procedentes del respeto a los derechos humanos) '^ ' . Directa-
mente enlazadas con el poder coercitivo del Estado están también, de acuerdo con el art. 25 G G , las reglas 3 . T a m b i é n la C o n s t i t u c i ó n influye de mtiltiples formas sobre el D e r e c h o p e n a l ' " . En a q u e -
generales del Derecho internacional; tienen preferencia sobre las leyes (aunque no sobre la Constitución) y lla m i s m a se c o n t i e n e n n o r m a s i m p o r t a n t e s tales c o m o la desaparición de la p e n a de m u e r t e
generan obligaciones y derechos para todos de un modo inmediato. Bajo las mismas se comprenden aque- (art. 102 G G ) y el p r i n c i p i o de legalidad (art. 103 II G G ) . T a m b i é n a través d e la C o n s t i t u c i ó n
llas reglas del Derecho internacional que están reconocidas por la gran mayoría de los Estados —aunque no se d e t e r m i n a n los principios generales de la Política criminal (vid. infra § 4 ) . A d e m á s , de ella se
necesariamente deben estarlo por Alemania—, como por ejemplo el Derecho de guerra, de acuerdo con el
deriva a s i m i s m o la obligación del Estado d e p t o t e g e r bienes jurídicos de alto r a n g o a través d e
cual están prohibidos la toma de rehenes, el saqueo, el homicidio de los enemigos capturados, el trato inhu-
las n o r m a s penales. Y así, la solución del plazo para la i n t e r r u p c i ó n del e m b a r a z o i n i c i a l m e n t e
mano de presos de guerra, así como el traslado forzoso de la población a otros lugares; se reconoce, asimis-
prevista p o r el § 2 1 8 a II i n t r o d u c i d o p o r la 5. StAG d e 1 8 . 6 . 1 9 7 4 fue declarada contraria a la
mo, el derecho a un intérprete para el procedimiento oral cuando el acusado no domine suficientemente el
idioma en el que se desarrolla el juicio (BVerG, N J W 1988, 1462), así como el principio de especialidad en
el Derecho de exttadición (BGH 15, 125 [126]) (limitaciones de Derecho internacional -ú poder punitivo
estatal). Otras normas de Derecho internacional como, por ejemplo, las libertades contenidas en el Conve-
nio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de 4.11.1950 (BGBI. ' Jescheck, Vólkerstrafrecht págs. 283 ss.; el mismo, Grünhut-Erinnerungsgabe págs. 50 ss.; el mismo,
GA 1981, págs. 53 ss.; Bassiouni, Draft Statute International Criminal Tribunal, 1992; Graefrath, ZStW
100 (1992) págs. 190 ss. (Téngase en cuenta, no obstante, la entrada en vigor en el año 2002 del Estatuto
de Roma de la Cotte Penal Internacional de 17 de julio de 1998. N d e T ) .
Estipulaciones de Derecho internacional relativas a la dignidad de la persona pueden encontrarse ' Vid., con carácter general, Frowein/Peukert, Europáische Menschenrechtskonvention, atts. 19 ss., así
recopiladas en Haberle, Handbuch des .Staatrechts § 20 núm. 1. c o m o las c o n t r i b u c i o n e s alemanas y extranjeras sobre el rema, " D e r Einfluí? der Europaischen
5 Vid. BVerG, 1, 14 (18); BGH 1, 391 (399); 2, 173 (177); 2, 333 (334); 3, 357 (363); Radhruch, Menschenrechrskonvention aufdas Sttafrecht und Strafi/etfahrensrecht", ZStW 100 (1988) págs. 406 ss.; 601
SjZ 1946, 105; KohlrauschlLange, System. Vorbem. III 2 c. De acuerdo con ello, el § 27 II de la Constitu- ss. (KüM, Fuchs, Schroth, Riz, Trechset); acetca del Derecho penitenciario. Canter, Spruchpraxis págs. 67 ss.
ción de la RDA es nulo como causa de justificación, en tanto que admite el disparo peligroso para la vida de * J'Wí'míínn, Jescheck-FestschriftTomo II págs. 1410 ss.; elmismo, Pfeiffer-Festschrift págs. 101 ss.;
los fugitivos que intentan atravesar el muro (BG H 39, 1 [ 15 ss.]; 39, 168 [ 183 ss.]; 40, 241 [245 ss.]; BG H el mismo, N J W 1990, 2226 y N J W 1993, págs. 24 ss.; LK{\ 1.») (jescheck). Introducción núms. 105 ss.;
NStZ 1994, 533 con comentario ÁtAmelung, N S t Z 1995, 29; LG Bedin NJ 1992, 269; KG N J W 1991, Schutte, The european Market págs. 387 ss.; EuGH E u Z W 1990, 99 con comentario de Tiedemann; E u G H
2653 [2654]; igualmente, DreherlTróndle, Vorbem. 52 antes del § 3; Lechekr, Unrecht in Gesetzesform? N J W 1993, 47 con comentatio de Tiedemann. Vid., además, Dieblich, Der strafrechtiiche Schutz págs. 231
PÁG. 14; Roxin, Allg. Teil I § 5 núm. 52 b; Lackner, § 7 núm. 2; KüpperlWillms, ZRP 1992, 93; Limbach, ss.; Winkler, Die Rechtsnatur der Geldbul5e, 1971. Acerca de las posibilidades y límites de un verdadero
DtZ 1993, 66 (69). Críticos con la fundamentación del BGH, Schroeder, JR 1993, 45; Herrmann, NStZ Derecho penal europeo ZÁ'(11.') (Jescheck) Introducción núms. 98 ss.; Sieber (Ed.), Europáische Einigung
1993, 118; Amelung, JuS 1993, págs. 637 ss.; a favor de la impunidad, por el contrario, Grünwald, StV und Europaisches Srrafrcdit, 1993.
1991, 3 1 ; / ArnoldJM. Kühl,]\iS 1992, págs. 994 ss.\Jakobs, Vetgangenheitsbewaltigung pág. 37; el mismo, Sob re esra cuestión vid. Dahm, VolkerrechtTomo III págs. 285 ss.
GA 1994, 19. En contra de estas últimas opiniones, con razón, Schroeder, J Z 1992, págs. 991 ss. Una reco- Tiedemann, Verfa.ssungsrecht und Strafredit, 1991; LK(\ 1.^) (Jescheck), Introducción núnt. 9; en rela-
pilación de la bibliografía existente acerca de los disparos llevados a cabo por las tropas fronterizas de la ción con Italia vid. Bricola, Tcoria genérale del reato, Novissimo Digesto Italiano XIX (1973) págs. 14 ss.; en
desaparecida RDA puede encontrarse e n / Arnold, Deutsche Einheir, págs. 390 ss. telación con España vid. Arroyo Zapatero, Cuadernos de Política Ctiminal 1982, págs. 385 ss.; 1984, págs. 510 ss.
14 § 2 Conceptos liásicos del ncreclio |Knal Ul. Las sanciones no penales 15

sido abandonado el concepto de delito en beneficio de una fórnuila imprecisa como "inadaptación", "situa-
n o r m a f u n d a m e n t a l por el Tribunal C o n s t i t u c i o n a l ("preferencia d e la protección de la vida so-
ción de abandono" o "comportamiento desviado" '^, ni ha desaparecido completamente la pena para ser
bre el d e r e c h o de la mujer al libre desarrollo de su p e r s o n a l i d a d " ) , y exigió una p r o t e c c i ó n penal
ocupado su lugar por el concepto valorativamentc neutro de medida de seguridad, ni esta ijltinia ha perdido
sullciente para la vida en f o r m a c i ó n ( B V e r G E , 3 9 , 1 [65 ss.]) " . Por el c o n t r a r i o , a p a r t i r d e
tampoco su relación con la comisión de un delito. Por el contrario, se derecta un creciente escepticisino en
ahora la s e m e n c i a del Tribunal C o n s t i t u c i o n a l de 2 8 . 5 . 1 9 9 3 ( B V e r G E 8 8 , 2 0 3 ) se c o n f o r m a con
todo el mundo sobre el valor preventivo-espccial de la pena de prisión "* y, en consecuencia, en torno a los
el c i u n p l i m i e n t o de un d e b e r por p a r t e d e la mujer e m b a r a z a d a , c o n s i s t e n t e en la rece|)ción del
esfuerzos dirigidos a su sustitución pot sanciones que no lleven aparej,ada la pérdida de libertad. Además,
c o r r e s p o n d i e n t e a s e s o r a m i e m o , c o m o r l u r d a m e n t o p a t a la i m p u n i d a d d e aquélla en el s u p u e s t o como elemento común a todo el moviniieiuo internacional de reforma del Derecho penal, destaca la volun-
de u n a i n t e r r u p c i ó n del e m b a r a z o llevada a cabo p o r u n m é d i c o d e n t r o de las d o c e p r i m e r a s tad de dotar al sistema de consecuencias jurídicas del delito de un determinado sentido educacional acorde
semanas posteriores a la c o n c e p c i ó n , d e c l a r a n d o sin e m b a r g o ilegal el a b o r t o q u e se lleve a c a b o con un ideal humanitario. F,n la línea de este pensamiento se intenta adaptar la sanción a la personalidad
fuera de las indicaciones previstas en el § 2 1 8 a II y III. T a m b i é n hay límites al p o d e r p u n i t i v o del reo, ainpliar el traramiento del delincuente cuando está en libertad, apoyar la pena dotada de medidas
estatal q u e se derivan de las n o r m a s de la C o n s t i t u c i ó n ' - . Así s u c e d e c o n el p r i n c i p i o d e p r o p o r - de asistencia social, dirigir la ejecución de la pena del condenado hacia la rcsocialización, facilitar la reincor-
cionalidad (§ 62) s u m i n i s t r a d o al legislador a través d e la C o n s t i t u c i ó n (BVerGE, 3 4 2 [ 3 4 8 ss.]; poración a la sociedad del preso recién liberado, así como recordar a la sociedad su corresponsabilidad con
3 5 , 3 8 2 [ 4 0 ( ) , s s . ] ; 6 l , 126 f 134]). las personas que han delinquido ". El "malestar con el Derecho penal", detectable sobre todo en la literatu-
ra de las ciencias sociales, no ha aportado hasta el momento nada mejor '^.

II. D e l i t o , p e n a y m e d i d a de s e g u r i d a d
III. Las s a n c i o n e s n o c r i m i n a l e s ,
1. D e l i t o , p e n a y m e d i d a d e s e g u r i d a d son c o n c e p t o s básicos del m o d e r n o D e r e c h o p e n a l .
J u n t o c o n la p e n a estatal de naturaleza criminal existen ottas distintas clases d e sanciones.
El d e l i t o es el c o m p o r t a m i e n t o a n t i j u r í d i c o a m e n a z a d o c o n p e n a y d e t e r m i n a d o en sus caracte-
D e b e n m e n c i o n a r s e las s a n c i o n e s piiblicas n o c r i m i n a l e s q u e son m e d i o s coactivos dirigidos a
res p o r el t i p o d e una Ley penal, q u e el a u t o r ha realizado de m o d o c u l p a b l e ( c o n c e p t o t r i p a r t i t o
conseguir u n c o m p o r t a m i e n t o fututo ( p o t e j e m p l o , el m e d i o c o m p u l s i v o c o n t e n i d o en el § 8 8 8
del delito) '^. La p e n a es la respuesta a u n a c o n s i d e r a b l e infracción j u r í d i c a a través d e la i m p o -
I Z P O ) , m i e n t r a s q u e p o r el c o n t r a r i o la prevista p o t el § 8 9 0 Z P O es u n a v e r d a d e r a sanción
sición d e u n m a l a d e c u a d o a la g r a v e d a d del injusto y d e la c u l p a b i l i d a d del autor, q u e expresa
a d m i n i s t r a t i v a ; las sanciones p o r dcsacaro que, a u n q u e realidad se refieren a u n h e c h o c o m e t i d o ,
u n a d e s a p r o b a c i ó n pública del h e c h o y q u e , p o r ello, s u p o n e u n a c o n f i r m a c i ó n del D e r e c h o .
t i e n e n ú n i c a m e n t e el carácter de reprensión (vgr. las sanciones dirigidas al c o n t r o l del o r d e n p ú -
A d e m á s , la p e n a d e b e desarrollar para el a u t o r n d s m o u n efecto positivo, p u e s t o q u e aquélla
blico d u r a n t e la celebración del juicio del § 178 G V G ) ; sanciones c o n t r a testigos q u e n o c o m p a -
d e b e favorecer su socialización o, p o r lo m e n o s , n o d e b e obstaculizarla ( § 4 6 I 2 ) . La i m p o s i c i ó n
de la pena está reservada en exclusiva al Juez d e acuerdo con lo dispuesto en el art. 9 2 G G (BVerGE
2 2 , 4 9 [77 ss.]). La m e d i d a d e s e g u r i d a d sirve a la p r o t e c c i ó n d e la g e n e r a l i d a d y del a u t o r
m i s m o , c o n t r a r r e s t a n d o el peligro d e reincidencia d e t e r m i n a d o c o n m o t i v o de la c o m i s i ó n p o r l'emanazionedi un nuovo códice pénale" (\932)\ I'agliaro, LaGiustizia Pénale 1993, 170; A'!(;W¿)«Í', SchwZStr
aquél de u n h e c h o antijurídico. D i c h a p r o t e c c i ó n se p r e t e n d e c o n s e g u i r en p a r t e m e d i a n t e la 102 (1985) pág. 1 y Bosch,]7. 1985, 476; en torno a la reforma inglesa Hubcr, Die Freiheitssttafe in England
privación d e libertad dirigida al a s e g u r a m i e n t o (custodia de s e g u r i d a d ) o al t r a t a m i e n t o t e r a p é u - und Wales, 1983 y Jescheck, R. Schmitt-Festschrift págs. 56 ss.; en relación con la reforma española Barbero
tico ( i n t e r n a m i c n t o en u n e s t a b l e c i m i e n t o d e s i n t o x i c a d o r ) , en p a r t e a través d e la privación de Santos, jescheck-Festschrift Tomo !! pág. 893 y el Proyecto de Ley Orgánica de Código Penal de 1994 (el
d e t e r m i n a d o s derechos (privación del p e r m i s o d e c o n d u c i r ) y en p a r t e t a m b i é n p o r m e d i o d e texto puede encontrarse en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, V Legislatura, 26 de septiembre de
1994, núm. 77-1); sobre la reforma sueca Cornils, JR 1981, 309; en cuanro a la reforma finlandesa Lahti,
controles a m b u l a t o r i o s (libertad vigilada). El D e r e c h o v i g e n t e ha m a n t e n i d o el p r i n c i p i o d e la
Jescheck-Festschrift Tamo II pág. 8 7 1 ; .sobre la refornra de la desaparecida Unión Soviética Schittenhehn,
d o b l e vía, a u n q u e su p r i n c i p a l p r o b l e m a consiste en la relación e n t r e las penas privativas d e li-
Strafe und Sanktioncnsystem im sowjetischen Strafrecht págs. 620 ss.; acerca de la reforma brasileña el Pro-
bertad y las m e d i d a s de s e g u r i d a d del m i s m o carácter (vid. infra § 9 II 2 ) .
yecto de 1994 de la Parte Especial del Código penal. En su conjunto Jeschecí:, MPG-Jahtbuch 1975, pág.
49; LK(\ 1.") (Jescheck), Introducción núms. 108 ss. En cuanto al sistema de sanciones van Kalmthout/Tak,
2. Los fundamentos del Derecho penal, tal y como se describen en los conceptos de delito, pena y
Sancnons-Sysrems, Part I (1988), Part 11 (1992).
medida de seguridad, han permanecido en su esencia invariables a lo largo del movimiento de reforma del
Derecho penal que se ha impuesto con posterioridad a 1945 en un considerable número de países ''*. Ni ha '^ Acerca del concepto de "comportamiento desviado" en la Criminología Kaiser, Kriminologie § 40
núms. 2 ss.
"" Jescheck, Freiheitsstrafe págs. 1971 ss.; v. Hentig, Die Strafe Tomo II pág. 160; Narval Morris,
Imprisonmenr págs. 12 ss.
'' Mostrándose de acuerdo, con carácter general, Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 19 ss.
'- Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 9 ss. " En relación con todo lo señalado, Ancel, Défense sociale nouvellc, págs. 224 ss.; en la versión ale-
" Doctrina dominante; vid. Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 19 ss. mana, págs. 242 ss., 292 ss.
'^ Un riguroso y sustancioso análisis del tema puede encontrarse en "Zukunft des Sirafrechts", Kai-
" Básicamente al respecto, Lange, DJT-Festschrift Tomo I pág. 345. En relación con la reforma s.\e-
ser, Maurach-Festschrift págs. 25 ss. En contra de soluciones radicales, además,/«C/JÍY^, GalLis-Festschrift
smm, Jescheck, MPG-Jahrbuch 1980 págs. 18 ss.; elmismo, SchwZStr 100 (1983) pág. 1; LKiW:") ijescheck).
págs. 28 ss. En relación con la necesidad del Derecho penal vid., espeeialmenre, y4rzf, Der Ruf nach Recht
Introducción, núms. 58 s^.; en cuanto a la reforma austríaca, Burgstaller, TS<i<fJ 94 (1982) pág. 723; en
und O r d n u n g , 1976. Además, BVerGE 5 1 , 324 (343 ss.). Para una crítica del Derecho penal son especial-
relación con la reforma suiza Schultz, SchwZStr 99 (1982); en lo tocante a la reforma francesa que ha con-
mente significativas las aportaciones hechas en: B'óllingerILautmann (Edrs.), Vom Guten, das noch stets das
ducido al nuevo Código penal de 1994, ]éol, Rev int dr pén 1982, 903; en cuanro a la reforma belga Verhaegen
Bose schafft, 1993.
SchwZStr 98 (1981) pág. 1; sobre la reforma italiana, el proyecto "Schema di delega legislativa per
16 § 3 Posición sistemática, estructura, reforma global del Derecho penal I. El Derecho penal como f)erecho público 17

recen o q u e se niegan a declarar previstas en los § § 5 1 , 7 0 I, 7 7 S t P O ; las m u l t a s p o r la comisión Jugendstrafe und jugendstrafvollzug. Tomo 1.°, 1985; DünkeURosner, Die Enrwicklung des Sttafvollzugs in
de infracciones administrativas q u e p o r m o t i v o s político-criminales son extraídas del D e r e c h o der Bundesrcpuhlik Deutschland seit 1970, 2.-' Ed. 1982; Eser. Deutsche Flinheit: Übergangsprobleme im
penal (§ 1 O W i G ; vid. iiifra § 7 V 4 ) ; las m e d i d a s d e i n t e r n a m i e n t o del D e r e c h o penal juvenil .Srrafrecht, GA 1991, 241; Eincke, Das Verliaknis des Allgemelnen zum Besonderen Teil des Strafrechrs, 1975;
d e carácter disciplinario ( § § 13 ss. J G G ) ; las m e d i d a s disciplinarias c o n t r a funcionarios y solda- Günther, Srrafrcchtsdogmatik und Kriniinalpolitik ini vereinten Deutschland, ZStW 103 (1991) pág. 851;
Herrmann, Die SttafprozeRrcform vom 1 . 1 . 1975, JuS 1976, 413; Hirsch, Bilanz der Strafrechrsreform,
dos (§ 5 B D O , § § 18, 54 W D O ) q u e , a u n q u e p u e d e n tener el m i s m o s u p u e s t o d e h e c h o q u e el
Gedachtnisschrift für Hildc Kaufmann, 1986, pág. Mb; Jescheck, Rcchr.svergleichung ais Grundlage der
de u n a pena c r i m i n a l , sirven al m a n t e n i m i e n t o i n t e r n o de la a u t o r i d a d , obediencia y o r d e n del
Strafproz^Kreform, ZStW 86 (1974) pág. 761; el tiiismo, Strafrechrsreform in Deurschland, SchwZSrr 91 (1975)
oficio o servicio ptiblico (BVerGE 2 1 , 3 7 8 [ 3 8 3 ss.]) " ; las m e d i d a s disciplinarias en la cjccucicSn
pág. 1 y SchwZStt 100 (1983) pág. 1; Kaiser, Sttafvollzng im europ.a¡schen Vergleich, 1983; Katholnigg,
penal ( § § 102 ss. StVollzG); las s a n c i o n e s escolares (ejemplo, la h o r a d e retención en clase). J u n - Strafgerichtsverfassungstecht, 1990; Lenike, Einfuhrung zut Texrausgal>e «Srrafrecht nach dem Einigungsvertrag»,
to a ellas se e n c u e n t r a n las s a n c i o n e s privadas destinadas a la p r o t e c c i ó n e i m p o s i c i ó n de dere- 1991, pág. 1; Müller, Erfahtnngen und Gedanken zum deurschen Srrafrechr usw., ZStW 103 (1991) pág. 883;
chos privados ^^. D e b e n meticionarse a q u í la cláusula penal c o n t r a c t u a l ( § § 3 3 9 ss. B G B ) ^'''"', MüUer/Dietz, Probleme des moderueii Stralv'oUzugs, 1974; MülIer-DietzJKaiser/Kerner, F^inführung und Falle
el todavía r e c o n o c i d o a u n q u e l i m i t a d o d e r e c h o de corrección d e los p a d r e s (§ 1631 B G B ) , las zum Srrafvollzug, 1985; Neumann, Zur Rechtssysteniatik des Strafvollstteckungs und Strafvollzugsrechts, Diss.
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m e t i m i e n t o d e los m i e m b r o s a la p o t e s t a d disciplinaria de la asociación (vgr. la m u l t a privada 1980, pág. 155; í"/mismo, 15 Jahre Strafprozefireform usw., Festschrifr für G. Pfeiffer, 1988, pág. 155; Roxin,
p o r i n c u m p l i m i e n t o de u n p a c t o i n t e r n o , B G H Z 2 1 , 3 7 0 ) ^ ' . Las s a n c i o n e s i m p u e s t a s e n el Strafverfahrcnsrechr, 23.'" Ed. 1993; Schneiders, Die Regelungen über das marericlle Srrafrecht im
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marco empresarial son m e d i d a s d e carácter social y laboral de gran i m p o r t a n c i a práctica, apli-
1987; Schüler-Springonim, Sttafvollzug im Übetgang, 1969; el mismo, Strafvollzug und Sttafvollzugsgesetz,
cadas i n t e r n a m e n t e a la frecuente c r i m i n a l i d a d de bagatela en las empresas "-. A o t r o á m b i t o de
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d a d , sino q u e t a m b i é n d e b e p r o m o v e r la salvación del a l m a del i n t e r e s a d o ^^. Festschrifr für H.-J. Bruns, 1978, pág. 299; Stolleis, Strafrechr und Sozialrecht, Zeitscht. f Sozialreform 1979,
pág. 261; Tiedemann, Zum Verhaltnis von Allgemeinem zum Besonderen Teil des Strafrechts, Festschrifr für J.
Baumann, 1992, pág. 7; Walter, Stralvollzug, 1991; Weigend, Delikt.sopfer und Srrafverfaliren, 1988; elmismo,
§ 3 Posición sistemática, estructura, reforma global del Derecho penal. Absprachen in auslandischen Strafverfahren, 1990; Wetterich/Hamann, SrrafvoUstreckung, 5.' Ed. 1994; M.
Tratado de la unificación alemana W%/f Gerichrsverfassungsrecht aller Verfahrenszweige, 6." Ed. 1987.

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1985; Baumanny otros, Alternativ-Entwurf eines Strafi'oUzugsgeserzes, 1973; Bohm, StraíVollzug, 2.^ Ed. 1986;
Bringewat, SrrafvoUstreckung, 1993; Butlinger, Offentliches Recht und Privatrecht, 1968; Calliess/Müller-Dietz,
El Derecho penal es u n sector del Derecho público (ius publicum) ' . Titular del poder p u n i -
Strafi.'o!lzugsgesetz, 6." Ed. 1994; Donatsch, Veteinbatungen im Strafprozel?, SchwZ.Str 110 (1993) pág. 157;
tivo es tínicamente el Estado c o m o representante de la c o m u n i d a d jurídica. El ejercicio del poder p u -
Dünkel Strafvollzug aus der Sicht der Forschung, Zeitschr. f. Strafvollzug 1983, pág. 3; DünkellMeyer (Edrs.),
nidvo frente a los sometidos al mismo tiene lugar a través de órganos estatales especiales de carácter
penal (policía, fiscalía, tribunal, autoridad penitenciaria), de acuetdo con el principio de superioridad
" En relación con la compatibilidad de la doble sanción penal y disciplinaria Roxin, Allg. Teil I § 2 y subordinación. Los medios que son empleados en Derecho penal (penas, medidas d e seguridad,
niím. AG. medidas coactivas en el proceso penal, poder disciplinario en Derecho penitenciario) consisten en el
Acerca de la (rechazable) ampliación del pensamiento de la pena privada sobre la indemnización recurso a la coacción estatal. El fin primordial del Derecho penal es el m a n t e n i m i e n t o de la paz y
de daños y perjuicios del § 847 BGB Hirsch, Engisch-Festschrift págs. 304 ss. Acerca de la indemnización seguridad jurídica mediante la protección de los valotes básicos de la convivencia en la c o m u n i d a d .
de daños y perjuicios en el marco del Derecho penal vid. Stoll, Schadensersarz und Strafe, Rhcinsiein-
FcstschriftTomo II págs. 583 ss.; además, vid. supra § 1 II 4. La naturaleza jurídico-pública del Derecho penal no es cuestionada por la colaboración del ofendido en el
20 bis x¿,-|g¡,se en cuenta, no obstante, la nueva redacción sufrida por el párrafo segundo del § 1631 proceso penal (querella, § 77; acción privada, § 374 StPO; acción accesoria, § 395 SrPO; indemnización, §
BGB a través de la Ley para la Erradicación de la Violencia en la Educación de 2.11.2000 (BGBl 1 2000 p. 403 StPO, otras competencias, § 406 d SrPO)', pues el Derecho penal rambién debe velar por los intereses de
1479) (N del T). la víctima. Lo mismo debe decitse en torno a la aceptación del consentimiento de la víctima como causa de
-' Meyer-Cording, Vereinsstrafe págs. 10 ss.; Flume, Boetticher-Fcstschrifr pág. 101; Weitnauer, justificación (vid. infra § 5A), que se basa en que algunos bienes jurídicos protegidos penalmente pueden en-
Reinhardr-Festsclirift págs. 179 ss. En el deporte y, en especial, en el fútbol, la sanción corporativa es un conttatse bajo el poder de disposición de aquélla. Sin embargo, son difíciles de compatibiiizat con el carácrer
importante medio de control social necesitado de una urgente regulación legal. Vid. Ernst, Die Ausübung
der Vereinsgewalt, 1969.
^^ Vid. Kaiser/Metzger-Pregizer, Betticbjustizpágs. 173 ss.; eu especial, Vogler, pág. 379; acerca de la ' Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 27; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 2 núms. 1 ss.; Schultz,
incierta situación jurídica Scholz págs. 336 ss. Einfuhrung I pág. 36. Acerca de la estrecha relación entre el Derecho penal y el Derecho social, Stolleis,
^' Vid. ListUMüllerJSchmitz, Handbuch págs. 924 ss.; E. Wolf, O r d n u n g der Kirche págs. 275 ss. Zeirschr. F. Sozialreform 1979, pág. 261.
Sobre el Derecho penal del Codex luris Canonici y del Derecho de la Iglesia evangélica Pahiid de Mortanges, ^ Sobre los modernos problemas en la delimitación entre Detecho público y ptivado, Bidlinger,
Zwischen Vergcbung und Vergeltung, 1992; acerca del desarrollo y situación del Derecho penal de la iglesia Offentliches Rechr und Privattecht págs. 75 ss.
católica Rees, Die Sttafgewalt der Kirche, 1993. •' Con detalle sobte la cuestión, Weigend, Deliktsopfer und Strafverfahren págs. 167 ss.
§ 3 Po.sicióii sústemáríca, csrriictura, rclomia glob.il del Derecho penal 11. Lo.s tres ámbitos tic! Dcrcciio penal 19

jiirídico-público del Derecho penal los no infrccucnics cshicrzos que en la praxis se dirigen a la (ijacicHi por la cuestión relariva a la prescripción de la accitin penal (pata más detalle sobte la cuestión vid. la 2.-' Hd. de
anticipado de la pena dentro de ciertos límites, mediante un acuerdo (Absprache) entre el Tribunal y el 1 ¡scal esta obra, págs. l l O s s . ) .
por un lado, y el acusado y su defensor por otro (BVerG NStZ 1987, 419; BGH 36, 210; 37, 238) "*.
3. El D e r e c h o d e e j e c u c i ó n de penas abarca todas las disposiciones jutídicas y a d m i n i s -
trativas que corresponden a la inttoducción, c u m p l i m i e n t o y seguimiento de las m e d i d a s de ftierza
a d o p t a d a s , tales c o i n o las penas, medidas d e segtiridad y consecuencias a c c e s o r i a s ' . Está regula-
II. Los tres á m b i t o s d e l D e r e c h o p e n a l
d o en los § § 4 4 9 ss. S t P O , en los § § 82 ss. J G G (pata jóvenes y d e c o n f o r m i d a d c o n el § 110
El D e r e c h o penal descansa sobre tres pilares ^ Se divide en el D e r e c h o penal material, el J G G t a m b i é n para s e m i a d u l t o s , en la m e d i d a cu q u e el Juez haya aplicado el D e r e c h o penal
D e r e c h o procesal penal (con inclusión del D e r e c h o d e la organización judicial d e los Tribunales juvenil), en el R e g l a m e n t o de Ejecución Penal de 1 5 . 2 . 1 9 5 6 en la redacción d e 2 0 . 8 . 1 9 8 7 (BAnz.
penales) y el D e r e c h o de ejecución d e p e n a s . 1 9 8 7 niím. 159), en el § 4 2 S t G B (sobre facilidades en el pago de la p e n a de m u l t a ) , en la O r d e -
nanza de recaudación judicial d e 1 1 . 3 . 1 9 3 7 (RGBl I pág. 2 9 8 ) y en la O r d e n a n z a sobre exacción
1. El D e r e c h o p e n a l material regula los presupuestos d e la p u n i b i l i d a d y de la aplicabili-
y recaudación en la redacción d e 1 0 . 7 . 1 9 7 9 (para penas de m u l t a , entre otras) (BAnz. 1 9 7 9 n t i m .
dad de las m e d i d a s de seguridad en general; p o r e j e m p l o , m e d i a n t e el p r i n c i p i o d e legalidad (§
137). S i s t e m á t i c a m e n t e adscrito al D e t e c h o de ejecución d e penas y c o m o u n a p a r t e especial
1) y a través de la descripción de las formas especiales del delito (vctbigracia, el h u r t o del § 2 4 2 ) ,
diferenciada, el D e r e c h o p e n i t e n c i a r i o regula la forma y m o d o de ejecución de las penas priva-
seríala las penas a d m i t i d a s , reglas d e aplicación, m e d i d a s de seguridad y consecuencias acceso-
tivas d e libertad y d e las m e d i d a s de seguridad del m i s m o carácter en los e s t a b l e c i m i e n t o s p e n i -
rias, indica los rasgos esenciales d e la d e t e r m i n a c i ó n d e las consecuencias jurídicas d e un h e c h o y
tenciarios '". Está r e g u l a d o en la Ley Penitenciaria de 1 6 . 3 . 1 9 7 6 (BGBl I pág. 5 8 1 ) " . El inter-
fija las fronrcras del p o d e r p u n i t i v o estatal en territorio exttanjero. El D e r e c h o penal material se
n a t n i e n t o en e s t a b l e c i m i e n t o social-tctapéutico para d e t e r m i n a d o s d e l i n c u e n t e s i n i c i a l m e n t e
e n c u e n t r a r e g u l a d o en el C ó d i g o Penal ( S t G B ) , en otras leyes penales f u n d a m e n t a l e s (JGG,
previsto en el § 6 5 , a u n q u e n o llegó a entrar en vigor, fue n u e v a m e n t e d e r o g a d o c o m o m e d i d a y
W S t G ) , así c o m o en n u m e r o s a s leyes especiales (por ejemplo, B t M G , S t V G , W i S t G ) .
t r a n s f o r m a d o c o m o simple m o d a l i d a d de la ejecución d e la pena privariva d e libertad de acuer-
2. El D e r e c h o procesal p e n a l es el c o n j u n t o de aquellas disposiciones q u e son necesarias d o c o n el § 9 StVoUzG (Ges. de 2 0 . 1 2 . 1 9 8 4 , BGBl I pág. 1 6 5 4 ) . Respecto al D e r e c h o p e n i t e n -
para la i m p o s i c i ó n de la sanción p e n a l . A q u í p e r t e n e c e n t a n t o las n o r m a s relativas a la organiza- ciario para los jóvenes rigen los § § 90 ss. J G G , así c o m o la O r d e n a n z a de Ejecución del arresto
ción judicial de los tribunales penales ( p o r ejemplo, § § 2 4 - 5 7 , 7 3 - 7 4 c , 7 6 - 7 8 b G V G ) ' ' , c o m o para jóvenes en la redacción d e 3 0 . 1 1 . 1 9 7 6 (BGBl. I pág. 3 2 7 0 ) '^. U n a p a r t e t a m b i é n integran-
aquellas sobre el p r o c e d i m i e n t o en el q u e se investigan, se persiguen, t r a m i t a n y enjuician los te del D e r e c h o de ejecución d e penas es el D e r e c h o p e n a l registra!, q u e regula la inscripción y
hechos delictivos. El D e r e c h o procesa! p e n a l sirve a la realización del D e r e c h o penal material, cancelación d e c o n d e n a s firmes en el Registto C e n t r a l Federal, el Registro d e m e d i d a s e d u c a t i -
d e t c t m i n a las fronteras d e la c o m p e t e n c i a s jurisdiccionales de los ó r g a n o s de persecución penal y vas, el Registro C e n t r a l d e Tráfico, así c o m o el s u m i n i s t r o de la inforinación en ellos c o n t e n i d a .
se dirige, m e d i a n t e u n a resolución firme, a la restauración d e la paz jurídica p e r t u r b a d a ^ . El Las n o t m a s q u e regulan el f u n c i o n a m i e n t o del Registro C e n t r a l Federal y del Registro de m e d i -
D e r e c h o procesal penal está regulado en la Ley de organización de Tribunales ( G V G ) , en la O r - das e d u c a t i v a s , están c o n t e n i d a s en la Ley del Registro C e n t r a l Federal en la r e d a c c i ó n d e
denanza procesal penal ( S t P O ) , así c o m o en o t t a s m u c h a s leyes*. 2 1 . 9 . 1 9 8 4 ( B G B l . I pág. 1 2 2 9 ) , y las relativas al Registro C e n t r a l de Tráfico en los § § 2 8 ss.
S t V G y los § § 13 ss. S t V Z O (vid. infra § 8 7 I 2 ) . La asistencia e n la l i b e r t a d c o n d i c i o n a l ( § §
La sepatación entre el Derecho penal material y el Derecho procesal penal no ha sido siempre riguro-
56 d, 57 III) y la l i b e r t a d v i g i l a d a (§§ 6 8 ss.) d e b e r á n ser consideradas c o m o u n a parte del
samenre realizada por motivos históricos y materiales. Y así, la querella, la legitimación procesal y la recla-
mación penal, han sido reguladas usualmenre en el StGB (§§ 77 ss.) a causa de su relación con el delito D e r e c h o d e ejecución de penas '^.
correspondiente, a pesar de que se trata de presupuestos procesales; también por la finalidad pedagógica que
persiguen, la JGG contiene ranto el Derecho penal juvenil material como las normas especiales de organiza-
ción judicial y procedimiento. La subdivisión entre Derecho penal mateiial y el Derecho procesal penal ' Resumidamente sobre estas cuestiones, Wetterich/Hamann, Strafvollstreckung, 1994; además,
tiene un significado práctico, de un lado porque de acuerdo con la concepción mayoritaria para el lílrimo Bringewat, Srralvollstteckung, 1993, sobre §§ 449 ss. StPO.
no rige \z prohibición de la retroactividad, y de orto porque en la fundamentación del recurso de casación a '° Vid. sobte la cuestión. Kaiser, en; KaiserlKernerlSchóch, Sttafvollzug § 2 nilnis 1 ss.; Bohm,
causa de un error jurídico material basta su alegación genérica, micnttas que para los errores procedimenta- SttalVolIzug págs. 27 ss.; Walter, Sttaívollzug ntinis. 52 ss.; Neiimann, Rechtssystematik págs. 51 ss. Acetca
les deben alegarse los hechos concretos en los que se contiene el defecto (§§ 352, 344 II StPO). También de la telación entte el Derecho penal material y el Derecho penitenciatio, Callies/Müller-Dietz,
hay notmas jutídicas que poseen tanto un aspecto material como procesal, y cuyo tratamiento es dudoso en Sttafi'ollzugsgesetz, Einleitung, mims. 36 ss.
' ' Vid. al rcspecro Müller-DietzIKaiserIKerner, Einfühtung págs. 59 ss.; acetca de los ptoblemas prác-
ticos, SchwindlBlau, SttaR'ollzug in det i'raxis, 2.-' Ed., 1988. Acerca de la situación del Derecho Peniten-
Mosttando también su techazo, Schünemann, N J W 1989, págs. 1895 ss.; Donatsch, ScliwZStf 110 ciario en Aleinania DünkellRosner, Die Entwicklung des Sttafvollzugs, 2.^ Ed., 1982; sobte la situación in-
(1993) págs. 167 ss. Pata un estudio de Detecho comparado, con fuertes críticas, Weigend, Alisprachen in ternacional Kaiser, Sttafvollzug im europaischen Vergleich, 1983.
auslandischen Sttafverfahren, 1990. '^ En totno a la situación del Detecho penitenciario para jóvenes vid. DünkelJMeyer, Jttgcndstrafe
' Maurach/Zipf, M\'¡^. Teil 1 § 2 niím. 4; al respecto, patcialmente crítico .se muestta Kaiser, en: Kai- págs. 45 ss.
ser/Kerner/Schoch, Strafvollzug § 2 mims. 92 ss. '^ La asistencia en la liberrad condicional y los lugares donde tiene lugat la libettad vigilada están
^ Vid. M. Wolf, Getichtsverfassungsrechr pág. 2; Katiwnigg, Sttafgerichtsvetfassungsrecht, 1990. tegulados en el Derecho de los Lánder; vid. la información suministrada por Dreber/Tróndle, § 56 d mím. 2
'' Vid. Roxin, Strafverfahrensrecht págs. 13 ss. y nota pteliminar 6 a, anres del § 68. Acerca de la cuestión en su conjunto Stückel, Btuns-Festsehtift págs.
* Vid. el resumen realizado por Roxin, Srrafverfiíhrensrecht, págs. 13 ss. 303 ss.
20 § 3 Posición .s¡.stcm.ática, c.'itructura, reforma global del Derecho penal IV. La reforma global del Derecho pena! alemán 21

III. La Parte G e n e r a l y Especial d e l C ó d i g o Penal 1. La reforma del D e r e c h o penal material se ha llevado ya a efecto en u n a gran p a r t e .
C o n fecha 1.1.1975 ba e n t r a d o en vigot u n a nueva redacción del C ó d i g o Penal d e 1 8 7 1 (BGBI
1. La división del C ó d i g o Penal en u n a Parte G e n e r a l y otra Especial ''' se c o r r e s p o n d e c o n I pág. 1) '^. La Parte General fue c o m p l e t a m e n t e reformada m e d i a n t e la S e g u n d a Ley d e Refor-
una e x i g e n c i a d e la técnica legislativa. D e a c u e r d o con ello, u n a Parle General se e n c u e n t r a en m a del D e r e c h o Penal d e 4 . 7 . 1 9 6 9 (BGBI. I pág. 7 1 7 ) . Pero t a m b i é n la Parte Especial p r e s e n t a
todas las codificaciones penales e u r o p e a s ya desde la m i t a d del s. X V I I I , d á n d o s e p o r p r m i c r a u n considerable n u e v o aspecto (sobre la reforma de la Parte G e n e t a l y Especial vid. infm § 11 IV
vez en el C o d c x juris Bavarici criminalis d e W.X.A. v. Kreittmayr de 1751 y p o s t e r i o r m e n t e t a m - 2) '7. E n la redacción p r o m u l g a d a con fecha 1 0 . 3 . 1 9 8 7 (BGBI. 1 pág. 9 4 5 ) , el C ó d i g o Penal ha
bién en el A L R d e 1794. La Parte G e n e r a l c o n t e n i d a en el P r i m e r y S e g u n d o Libro del C ó d i g o sido n u e v a m e n t e p u b l i c a d o .
Penal francés d e 1 8 1 0 , ha t e n i d o u n significado especial c o m o m o d e l o para la codificación penal
2. La reforma procesal-penal '* ha sido introducida mediante la Ley de Reforma del Derecho Pro-
europea del s. XIX.
cesal Penal de 19.12.1964 (la denominada pequeña reforma del Derecho procesal penal) y, desde entonces,
2. La d i f e r e n c i a c i ó n de las m a t e r i a s q u e r e s p e c t i v a m e n t e d e b e n ser recogidas en la P a r t e se ha venido prolongando. Las más importantes fueton, por este oiden, la EGStGB de 2.3.1974 (BGBI. 1
G e n e t a l y la Especial del C ó d i g o Penal, se lleva a c a b o d e a c u e r d o c o n u n c r i t e r i o formal y pág. 469), la 1. StVRG de 9.12.1974 (BGBI. 1 pág. 3393) que sirvió sobre todo para la simplificación del
proceso penal, y la Ley complementaria de la 1. SrVRG de 20.12.1974 (BGBI. 1 pág. 1973). Una Ley de
o t r o material. F o r m a l m e n t e , a la P a r t e G e n e r a l p e r t e n e c e n todas aquellas r e g u l a c i o n e s q u e
25.7.1975 (BGBI. 1 pág. 1973) amplió el derecho a no declarar como testigo por secrero profesional a los
p u e d e n t e n e r significado p a r a el c o n j u n t o d e d i s p o s i c i o n e s d e la P a r t e Especial y q u e , p o r ello,
colaboradores de la prensa y la radiodifusión. Mediante una Ley de 18.8.1976 (BGBI. I pág. 2181) han sido
se e x t r a e n c o m o e l e m e n t o s c o m u n e s " , m i e n t r a s q u e la P a r t e E s p e c i a l a l b e r g a las f o r m a s
introducidas disposiciones sobre procediinienro acerca de la instrucción y apoyo a organizaciones terroristas
delictivas c o n c r e t a s así c o m o las d i s p o s i c i o n e s c o m p l e m e n t a r i a s q u e se refieren a aquéllas o a (§ 129 a). Novedades adicionales supuso la Ley de 14.4.1978 (BGBI, I pág. 497). La StVÁG de 5.10.1978
u n c o n j u n t o d e las m i s m a s . (BGBI. I pág. 1645), así como la StVAG de 27.1.1987 (BGBI. 1 pág. 475) sirvieron, igualmenre, sobre
Y así, la salvaguardia de intereses justificados (§ 193) está regulada en la Parte Especial a pesar de que todo para una simplificación del proceso penal. El Derecho procesal penal ha alcanzado en su desarrollo
se trata de una causa de justificación como la legítima defensa (§ 32) o el estado de necesidad justificante (§ actual un alto gtado de adecuación al Estado de Derecho, a lo que han contribuido especialmente la Ley de
34), puesto que aquella figura únicamente rige como causa de justificación para los delitos de injurias. La indemnización por medidas de persecución penal de 8.3.1971 (BGBI. 1 pág. 157) y la Ley de Protección de
conveniencia de la regulación del consentimiento (§ 226 a ) ' " " ' en la Parte Especial depende, de acuerdo las Víctimas de 18.12.1986 (BGBI. 1 pág. 2496). La Ley pata la Lucha contra el Tráfico de Drogas y otras
manifesraciones de la Criminalidad Organizada de 15.7.1992 (BGBI. I pág. 1302), conduce a las fronteras
con lo afirmado, de si esta disposición (correctamente) se refiere sólo a los delitos de lesiones corporales o si,
de un proceso penal adecuado al Estado de Derecho por los esfuerzos que dedica a hacer más eficaz la perse-
por el contrario, se le atribuye un significado general.
cución del crimen organizado (agenre encubierto, la instalación de escuchas telefónicas y cámaras secretas,
M a t e r i a l m e n t e , la Parte Especial c o n t i e n e las descripciones de los delitos y, c o n ello, d e las la grabación de diligencias de investigación, el mantenimiento del secreto de la identidad de testigos en
disposiciones constitutivas del f u n d a m e n t o del injusto j u r í d i c o - p e n a l , mientras q u e el injusto c o - peligro). Este desatrollo ha continuado con la Ley pata Lucha contra el Delito de 28.10.1994 (BGBI. I pág.
rrespondiente a las reglas de la Parte General (por ejemplo, causas d e justificación, tentativa, par- 3186), que ha introducido un procedimiento simplificado y muy eficaz (§§ 417-420 StPO) y que ha exten-
ticipación) tiene sólo u n a función c o m p l e m e n t a r i a d e los tipos, pero n u n c a u n significado fun- dido la regulación de los testigos principales a los delitos cometidos con el apoyo de una organización.
d a m e n t a d o r de u n injusto a u t ó n o m o .
3. Un significarivo avance en el camino de la reforma del Derecho penitenciario " , trajo consigo
3. La diferenciación entre Parte G e n e r a l y Especial tiene s i g n i f i c a d o p r á c t i c o , p u e s t o q u e la creación de una base legislativa unitaria con la Ley Penitenciaria de 16.3.1976 (BGBI. I pág. 581). Im-
la Ley m i s m a se adhiere a ella ( § § 12 III, 7 8 I V S r G B ; arts. 1, 2 y 4 E G S t G B ) y u n a p a r t e d e la portantes disposiciones entrarán en vigor, no obstante, con la aprobación de futuras leyes federales especia-
doctfina extiende la función de g a r a n t í a d e la Ley Penal ( p r o h i b i c i ó n de la c o s t u m b r e y d e la les (§ 198 111 StVollzG). La retribución salarial por el ttabajo ha mejorado, pero la remuneración por tarifas
no es todavía adecuada (§ 200 I StVollzG). La nueva otdenación del contenido esencial del registro penal
analogía) ú n i c a m e n t e a las descripciones delictivas d e la Patte Especial (vid. infm § 15 III 2 c).
y sus cancelaciones, ha tenido lugar en una dirección resocializadora a ttavés de la Ley del Registro Cen-
tral Federal de 21.9.1984 (BGBI. I pág. 1229).

rV. La reforma g l o b a l d e l D e r e c h o p e n a l a l e m á n

D e s d e la fundación d e la R e p ú b l i c a Federal en el a ñ o 1 9 4 9 está e n m a r c h a una reforma del


c o n j u n t o del D e r e c h o penal a l e m á n , de a c u e r d o c o n los principios del E s t a d o de D e r e c h o libe-
"• Acerca de este tema yiá. Jescheck, SchwZStr 91 (1975) págs. 1 ss.
ral, h u m a n o y s o c i a l " Vid. al inspeao, Jescheck, SchwZStr 100 (1983) págs. 1 ss.; Hirsch, Hilde Kaufmann-
Gedachtnisschrift págs. 134ss.
"* \\Á.Jescheck, Z S t W 8 6 (1974) págs. 761 ss.; Herrmann, JuS 1976, págs. 413 ss. Para el conjunto
de la reforma consúltese Riefi, Schafer-Festschrift págs. 155 ss.; el mismo, Pfeiffer-Festschtift págs. 155 ss.;
I"* Vid. sobre ello, fundamenralmente. Finche, Das Verhaltnis des Allgemeinen zum Bcsonderen Teil SchreiberlWassermann (Edts.), Gesamtreform des SttafVetfahrens, 1987.
des Strafrechts, 1975; también Naucke, Einführung págs. 182 ss. " Sobre la copiosa lireratura acerca de la situación y teforma del Derecho penitenciario: Schüler-
" Vid. Bki, Allg. Teil pág. 2. Sin embargo, Tiedemann, Baumann-Festschrift pág. 12, señala acerta- Springorum, StrafvoUzug im Übergang, 1969; el mismo, Bockelmann-Festschrift págs. 869 ss.; Baumann,
damente que las normas sobre vigencia e imputación conrenidas en la Parte General no son partes exttaídas E n t w u r f eines JugendstrafvoUzugsgeserzes, 1 9 8 5 ; Baumann y otros. A l t e r n a r i v - E n t w u r f eines
de los tipos delictivos de la Parte Especial, sino que poseen un significado autónomo. SrrafVollzugsgesetzes, 1973; Dünkel, Zeitscht. f StrafvoUzug 1983, pág. 3; DünkellMeyer, Jugendstrafe págs.
'5'''' La remisión debe entenderse realizada al actual § 228 (N del T) 3 ss.; Müller-Dietz, Probieme des modernen StrafvoUzugs, 1974.
22 § 4 Principios de la l\)lí(ica criminal § 4 Principios de la Política criminal 23

V. El D e r e c h o p e n a l d e a c u e r d o c o n el Tratado d e la U n i f i c a c i ó n a l e m a n a ' " nouvelle, 3." Ed. 1981; el mismo, Dircctions ei dirccrives de politique criminelle, Festschrift für H . - H .
Jcscheck, Tomo II, 1985, pág. 779; Hiihr, Die Srratbarkcit oluic Vcrscluilden (strict liabiilty) ini Strafrecht
1. C o n la incorporación de la R D A a la República Federal A l e m a n a , de conforniidad con lo
der USA, 1 9 7 4 ; Bruñí, Alte G r u n d i r a g c n und n e n e E n r w i c k l u n g s t e n d c n z e n im m o d e r n e n
dispuesto en el art. 23 G G , los nuevos Lünderác Brandenburg, M e c k i e n b u r g - V o r p o n n n c r n , Saclisen, Strafzumessungsrecht, Festschrift lür H. W'elzcl, 1974, pág. 739; el mismo, Strafzumc.'isungsrecht, 2.» Ed.
Sachscn-Anhalt y T h ü r i n g u c n han pasado a ser con fecha 3 . 1 0 . 1 9 9 0 y, segiin lo previsto en el art. 1974; el mismo, Anmerkung zu liGH 29, 319, JR 1 98 1, pág. 335; el mismo, Übet die Unterschrcitung der
1 1 del Tratado de Unificación de 3 1 . 8 . 1 9 9 0 (BGBl. 11 pág. 8 8 9 ) , Lander ác la República Federal Schuldrahmengrenze usvv., M D R 1987, pág. 177; Ihirkhnrdt, Ziu Mogliclikeit einer utilitaristischen
Alemana. A d e m á s , según lo indicado en el art. 1 11 del m i s m o texto, los veintitrés distritos de Ber- Rcchtfertigung des Schuldprinzips, en: Baumgiinner/£ser [liúrs.), Schuld und Veranrwortung, 1983, págs.
lín pasan a constituirse en el LandV>cAm. A s i m i s m o , de c o n f o r m i d a d con lo p r e c e p t u a d o en su art. 51 ss.; Cerezo Mir, Fortschritte ¡ii det Verwirklichung des Schuldptinzips usvv., SchwZStr 107 (1990) pág.
8, en la zona d e la antigua R D A desde 3 . 1 0 . 1 9 9 0 entra en v i g o r el D e r e c h o Federal y, con ello \: DSlling, Generalpravention durcli Strafrecht: Rcalitat oder Illusion? Z S t W 102 (1990) pág. 1; Dreher,
Über die gerechre Strafe, 1947; Eser, Rcsozialisierung in der Krise? Festschrift für K. Peters, 1974, pág. 505;
también, el D e r e c h o / ) Í « < J / F e d e r a l , en la m e d i d a en q u e en el T r a t a d o de Unificación y, concreta-
Gallas, Der dogmatische Teil des Alternativcnnvurfs, ZStW 80 (1968) pág. 1; Grasnick, Über Schuld, Strafe
mente, en su Anexo I, n i n g u n a otra cosa se señala. El D e r e c h o d e la desaparecida R D A y, con ello
und Sprache, 1987; Griffel, Praventioii und Schuldstrafe, Z S t W 98 (1986) pág. 2 8 ; Grünwald, Die
también el D e r e c h o penal (art. 7 4 I n ú m . 1 G G ) , q u e es objeto de u n a regulación federal unitaria, Sirafrechtsreform in der BRD und in der DDR, ZStW 82 (1970) pág. 250; Haberle, Die Menschcnwürde
ú n i c a m e n t e p e r m a n e c e en vigor c o m o D e r e c h o federal particular tal y c o m o indica el arr. 9 11, si se ais Grundiage der staatlichen Gewalt, en: Isensee/Kirchhof(íAíS-), Handbuch des Staatsrechts, Tomo I, 1991,
menciona en el Anexo II y en la m e d i d a en q u e sea c o m p a t i b l e con la C o n s t i t u c i ó n y el D e r e c h o § 20; Hanaek, Grenzen des Sexualstrafrechts, Verhandiungcn des 47. DJT 1968, l o m o II, pág. 1; Hassemer,
i n m e d i a t a m e n t e aplicable d e la C o m u n i d a d Europea. Strafrechtsdogmatik und Kriminalpolitik, 1974; el mismo, Konstanteii krimiríalpolitischerTheorie, Festschrift
für R. Lange, 1976, pág. 501; Henkel, Die «richtige» Strafe, 1969; Horstkotte, Die Vorschriften des 1. StrRG
2. Según el A n e x o I, C a p í t u l o III, A p a r t a d o C , Sección III n ú m . 1, del T r a t a d o de Unifi-
über die Srrafbemessung, J Z 1970, pág. 122; Huhcr, Über den Grundsatz der Verhaltnismaí?igkeit usw.,
cación, d e t e r m i n a d o s p r e c e p t o s d e l S t G B de la R e p ú b l i c a Federal n o s o n a p l i c a b l e s a la zona Zeitschrift f schweiz. Recht 96 (1977) pág. 1; J/iger, Strafgesetzgebung und Rcchtsgüterschutz bei den
de la anrigua R D A y, c o n c r e r a m e n t e , las disposiciones relativas a la estafa en la e m i g r a c i ó n (§ Sittlichkeitsdelikten, 1957; el mismo. Motive des neuen Strafrechts, en; Bundeskriminalaynt (Ed.),
144) ^' y al secuestro llevado a c a b o de c o n f o r m i d a d c o n el s e c u e s t r a d o (§ 2 3 6 ) ^^. Los restantes Strafrechtspflege und Strafrechtsreform, 1961, pág. (33; el mismo, Strafrechtspolitik und Wissenschaft, en:
casos han d e s a p a r e c i d o c o n la legislación federal posterior. Bauery otros (Edrs.), Sexualitat und Verbrcchen, 1963, pág. 175; Jareborg, Zur Reform des schwedischen
Strafzumessungsrechts, Z S t W 106 (1994) pág. \40; Jeseheck, Die kriminalpolitische Konzeption des
3 . La v i g e n c i a u l t e r i o r d e a l g u n o s p r e c e p t o s del S t G B de la anterior R D A de 1 9 6 8 , se
Alternativ-Enrwurfs, Z S t W 80 (1968) pág. 54; el mismo, Das Schuldprinzp ais Grundiage und Grcnze der
d e d u c e del A n e x o II, C a p í t u l o III, A p a r t a d o C , Sección I n ú m . 1. A q u í p e t t c n e c e n el § 8 4 acer- Strafbarkeit im deutschen und spanischen Recht, Libro Homenaje a Ignacio de Loyola, 1991, pág. 405; el
ca de i m p r c s c r i p t i b i l i d a d de los delitos c o n t r a la Paz, la H u m a n i d a d y los D e r e c h o s F i u m a n o s , mismo, Die Schuld im Enrwurf eines StGB für England und Wales, Festschrift für R. Schmirt, 1992, pág.
así c o m o d e los crímenes d e g u e r r a , y el § 2 3 8 relativo al m e n o s c a b o d e la i n d e p e n d e n c i a j u d i - 56; el mismo. Das Schuldprinzip ais Grundiage und Grenze der Strafbarkeit, en: Lahti/Nuotio (Edrs.),
cial. Las restantes reservas h a n d e s a p a r e c i d o c o n la p o s t e r i o r legislación federal. Strafrechtstheorie im Umbruch, 1992, pág. 318; Kadish, Forward: The Criminal Law and the Luck of the
Draw, JCrimL 1994, 679; Kaiser, Kriminalpolitik, Kleines Kriminologisches Wortcrbuch, i.^ Ed. 1993,
4 . Para los hechos c o m e t i d o s en la R D A con a n t e r i o r i d a d a la fecha de 3 . 1 0 . 1 9 8 9 ( h e c h o s
pág. 280; Kargl, Kririk des Schuldptinzips, 1982; Arthur Kaufmann, Das Schuldprinzip, 2.» Ed. 1976;
pagados) rige la renovada redacción del art. 3 1 5 E G S t G B y los nuevos arts. 3 1 5 a - 3 1 5 c E G S t G B . Dogmatische und kriminalpolirische Aspekte des Schuidgedankens im Strafrecht, JZ 1967, pág. 553; el mismo,
La perscguibilidad d e tales h e c h o s pasados se ha e x t e n d i d o m e d i a n t e las dos Leyes sobre pres- Schuld und Strafe, 2.» F2d. 1983; Kelina, Uber die Vorbereitung der neuen Strafgesetzgebung in der UdSSR,
cripción de 2 6 . 3 . 1 9 9 3 ( B G B l . I pág. 3 9 2 ) y d e 2 7 . 9 . 1 9 9 3 ( B G B l . I p á g . 1657) (vid. al respecto en: EserIKaiser (Edrs.), 5. Deutsch-sowjetisches Kolloquium, 1992, pág. 5; Klug, Rechtsphilosophische und
infra^ 15 IV 8 ) . rechtspolitische Probleme des Sexualstrafrechts, en: Bauer y otros (Edrs.), Sexualitat und Verbrechen, 1963,
pág. 27; Lackner, § 1 3 StGB-eine Fehlleistung des Gesetzgebers? Festschrift fürW. Gallas, 1973, pág. 117;
Lange, Der Rechtsstaat ais Zentralbegriff der neusten Strafrechrsenrwicklung, en: Berliner Kundgebung 1952
§ 4 Principios de la Política criminal des Deutschen Juristenrages, 1952, pág. 6 1 ; elmismo. Das I^atsel Kriminalitat, 1970; elmisnio, Strafen wir
wirklich denTater? Summa Criminológica, Tomo II, 1991, pág. 331; Lazerges, La politique criminelle, 1987;
Achenbach, Individueile Zurechnung, Veranrwortüchkcit, Schuld, en: Schünemann (Ed.), Grundfragen Levenson, Good Falth Defenses: Reshaping Strict Liability Crimes, Cornell l^w Review 78 (1993) pág. 4 0 1 ;
des modernen Strafreclitssystems, 1984, pág. 135; H.-J. Albrecht, Generalpravention, Weines Kriminologisches Loffler, Die Schuldformen des Strafrechts, Tomo I, 1895; Mezger, Niederschriften Tomo I pág. 33; Noli, Die
Worrerbuch, 3." Ed. 1993, pág. 157; Amelung, Rcchrsgüterschutz und Schurz der Gesellschaft, 1972; el ethische Begründung der Strafe, 1962; Peters, Grundprobleme der Kriminalpadagogik, 1960; el mismo, Die
mismo, Strafrechtswisseiischaft und Strafgcsetzgebung, Z.SrW 92 (1980) pág. 19; Ancel La défense sociale ethischen Votaussetzungen des Resozialisierungs-und Erziehungsvollzuges, Festschrift für E. Heinitz, 1972,
pág. 501; Piippe, Verführung ais Sonderopfer, NStZ 1986, pág. 404; Roxin, Pravention und Strafzumessung,
Festschrift für H.-J. Bruns, 1978, pág. 183; el mismo, Strafzumessung im Lichte der Strafzwccke, Festgabe
für H . Schultz, 1977, pág. 463; el mismo, Zur Probleinatik des Schuldstrafrechts, Z S t W 96 (1984) pág.
^° E n t o r n o a e s t e t c m a v i d . ¿ V r , G A 1 9 9 1 , 2 4 1 ; 5 f / ; K W í j ' m , j M D R 1990, WA% Günther, TSiW \0i 6 4 1 ; el mismo, Was bleibt von der Schuld im Strafrecht übrig? SchwZStr 104 (1987) pág. 356; Rudolphi,
(1991) pág. 851; Mülkr, ZStW 103 (1991) pág. 8 8 3 ; / . Arnold, Deutsche Einheit pág,s. 345 ss.; una recopi- Das virtuellc Unrechtsbewul?tsein, Schriftenreihe des Instituts für Konfliktforschung, Heft 7, 1982, pág. 1;
lación de los textos puede verse en: Beck'schc Texrausgaben "Strafreclir iiach dem Einigung.svertrag" con Sax, «Tatbestand» und Rechtsgut.svcrletzung, JZ 1976, pág. 9; Sehajfstein, Spielraumtheorie, Schuldbegriff
una introducción de Lemke, 1991. und Strafzumessung, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 99; Scheuner, Die neuere Entwickiung des
^' El lector deberá tener en cuenta que en la actualidad el § 144 StGB se encuentra ya derogado, (N Rechtsstaates in Deutschland, DJT-Festschrift, Toino II, 1960, pág. 229; Schmidhauser, Vom Sinn der Strafe,
del T). 2." Ed. 1971; elmismo, Über den axiologischen Schuldbegriff, Festschrift für H.-H. Jcscheck, Tomo 1, 1985,
^' Actualmente el § 236 ya sólo tipifica el tráfico de niños (N del 1).
24 § 4 Principios de la Política criminal I. El principio de culpabilidad 25

pág. 485; Schoch, Empirische Grundlagen der Generalpravention, Fcsrsclirifi für H.-H. jescheck. Tomo II, cu Ipabilidad {determinación de Lipena en el marco del limite superior de la culpabilidad). La csen-
1985, pág- 1081; Schonehorn, Grcnzen eincr generalpraventiven Rekonstruktion des srrafrechtliclien ia de la cidpabilidad no es visra, por ello, en un defecto del carácter adquirido por una mala y
cia
Scliuldprinzips, ZStW 92 (1980) pág. 682; Schreiher, Vor dem Ende des Scliuldstrafrcclits? en: Immenga culpable conducción de la vida ("culpabilidad por el modo de vida"), sino en que el autor en la
(Ed.), Rcchtswissenschaft tind Rechtscnrwickiung, 1980, pág. 281; el mismo, Das Schuldstrafrecht nach der situación concreta no se ha avenido a las exigencias del Derecho, a pesar de que ello habría sido
Strafrechtsreform, en: Laiiter/Schreiher (Edrs.), Rcchrsproblcme der Psychiatric, 2.^ Ed. 1981, pág. 29; Schüler posible ("culpabilidad por el hecho") \
Springorum, Kriminalpolitik für Mcnschcn, 1991; Schünemann, Dic Hunktioii des .Schuldprinzips im
Pravcntionsstrafrecht, en; Schünemann (Ed.), Grundfragen des moderncn Strafrechtssystems, 1984, pág. 153; 2. El principio de culpabilidad es entendido como un principio constitucional {nuW^Lpoena
el mismo, D¡e deutsclisprachige Strafrechtswissenschaft usw., GA 1986, pág. 293; Schwind y otros (Ed.), sine culpa)'*, siendo reconocido por la doctrina penal alemana casi sin excepción'. En coinci-
Praventive Kriminalpolirik, \')W;Sieverts, Kiiminalpoiirik, HWB Krim.Tomo II, 1977, pág. 1; Stratenwenh, dencia con los proyectos , e! § 46 1 I ha plasmado expresamcnrc el principio de culpabilidad en
Tatscliuid und Strafeumessung 1972; el mismo, Die Zukunft des strafrechtiichen Schuldprinzips, 1977; Streng, el StGB, si bien a través de una fórmula no demasiado inequívoca-de acuerdo con la cual la
Schuid, Vergeltung, Generalpravention, ZStW 92 (1980) pág. 637; Strien, Einflüsse des deutschen Strafrechts
culpabilidad es sólo la "base" para la determinación de la pena ^. El principio de culpabilidad
auf die jüngereStrafrcchtsreformbewcgung ¡n Spanien, 1992; Theune, Zum Strafzumessungsrecht, NStZ 1986,
sirve, de un lado, para la necesaria protección del autor frente a todo exceso en la intervención
153; Vassalli, Colpevolezza, en: Enciclopedia giuridica.Tomo VI, 1988, pág. 6, Wolter, Schuldinterlokut und
Strafzumessung, GA 1980, 81; Würtenherger, Vom Sinn des staatlichen Strafanspruchs, en: Das Rechtswesen, represiva del Estado^. Además, también procura que la pena quede limirada estrictamente a una
1971, pág. 67; el mismo, Kriminalpolitik im sozialen Rechtsstaat, 1970; Zipf, Kriminalpolitik, 2." Ed. 1980.

La Política criminal se ocupa de la pregunta acerca de cómo dirigir al Derecho penal para ^ Bruns, Strafzumessungsrecht págs. 538 ,ss.; LK{\ 1.*) {Hirsclj), nota preliminar 182 antes del § 32;
Arthur Kaufmann, Schuldprinzip págs. 187 ss.; Lenckner, Strafc págs. 40 ssl; Schmidhduser, Allg. Teil pág.
poder cumplir de la mejor forma posible su misión de proteger a la sociedad. La Política crimi- 373; Stratenwerth, Tatscliuid pág. 7.
nal conecta con las causas del delito, discute cómo deben ser redactadas correctamente las carac-
•< BVerGE 6, 389 (439); 9, 167 (169); 20, 323 (331); 25, 286; 28, 386 (391); 45, 187 (228); 50,
terísticas de los tipos penales para corresponderse con la realidad del delito, intenta determinar el 125 (133); 54, 100; BGH 2, 194 (200); 10, 259 (262 ss.); MaunzJDürig, Arr. 1 núm. 32; Schmidhduser,
modo en el que desarrollan sus efectos las sanciones aplicadas en Derecho penal, toma en consi- Allg. Teil págs. 108 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 138.
deración hasta qué límite el legislador puede extender el Derecho penal para no restringir más de ' Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 357 ss.; Blei, Allg. Teil págs. 175 ss.; BockelmannlVolk, Allg. Teil
lo absolutamente necesario el espacio de libertad del ciudadano, y prueba si el Derecho penal pág. 10; Bruns, Strafzumessungsrecht págs. 311 ss.; DreherlTrSndle, nota preliminar 28 antes del § 13; Hafi,
material esrá adecuadamente configurado para poder ser aplicado en el proceso penal'. Si tam- Allg. Teil pág. 118; Grasnick, Über Schuid págs. 54 ss.; Griffel, ZStW 98 (1986) págs. 28 ss.; LK{\\^)
bién la Política ctiminal, como cualquier ciencia, es libre en su investigación y está sometida (Jescheck), nota preliminar 71 antes del § 13; Arthur Kaufmann, Schuldprinzip págs. 116 ss.; Lackner, nota
únicamente a la verdad, entonces rigen ciertos límites para la consecución de los objetivos legis- preliminar 22 ss. antes del § 13; Maurach/Zipf Allg. Teil § 7 núms. 15 ss.; Roxin, TSx^ ^(> (1984) págs.
lativos propuestos por ella. No todo lo que parece adecuado al fin es también justo. Como 650 ss.; Rudolphi, UnrechtsbewuStsein págs. 1 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 365 ss.; el mismo, Jesclieck-
criterios de Justicia en la Política criminal se entienden sobre todo el principio de culpabilidad, Festschfift Tomo I págs. 488 ss.; SchUnkelSchriiderlLenckner, nota preliminar 103 ss. antes del § 13;
Schünemann, Die Funktion des Scliuldprinzips págs. 170 ss.; el mismo, GA 1986, págs. 293 ss.; Stratenwerth,
el principio del Estado de Derecho y el principio de humanidad.
Die Zukunfr des srrafrechtlichen Schuldprinzips págs. 42 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 136. Roxin, Allg. Teil I
§ 3 núms. 46 ss. y Schünemann, Die Funktion des Schuldprinzips pág. 189, consideran, por el contrario,
que la culpabilidad es sólo un límite pero no un fundamento de la pena, lo que debe ser rechazado pues
I. El principio de culpabilidad también su fijación, y no sólo la frontera superior de la pena, debe permanecer anudada a la culpabilidad,
pues el Juez, con la desatención del principio de culpabilidad perdería la orientación del sentido de la pena
\. El principio de culpabilidad significa que la pena estatal únicamente puede estar fun-
como censura ético-social. Discrepante en el senrido de una asunción social de la responsabilidad y4ir/7í'«¿í7f/j,
dada en la comprobación de que al autor le puede ser reprochado personalmente su hecho (vid. Individuelle Zurechnung págs. 150 ss.; en el sentido de una derivación de los requisitos de la prevención
infra § 37 I 1). Del principio de culpabilidad se deduce, de un lado, que la pena presupone general/(í¿o¿j, Allg. Teil 17/18 ss.; en el sentido de un «reflejo de las necesidades emocionales del procesa-
siempre la culpabilidad, de modo que quien actúa sin ella no puede ser castigado {exclusión de la do» Streng, ZStW 92 (1980) pág. 656; básicamente en desacuerdo Kargl, Kritik des Schuldptinzips, 1982.
responsabilidad por el resultado)'; y, de otro, que la pena no puede sobrepasar la medida de la En contta de la «funcionalización» del principio de culpabilidad Lackner núm. 25 antes del § 13; AK (Schild)
§§ 20, 21 núms. 70 ss, en especial núm. 75: La finalidad preventiva sólo justifica medidas de seguridad
estatales, mientras que la pena únicamente puede ser fundamentada desde la culpabilidad. En el marco de
' Acerca de la misión, esencia y delimitación de la Política criminal vid. Hassemer, Kriminalpolirik un Derecho penal de la prevención y en defensa de la autonomía del principio de culpabilidad Burkhardt,
pág. 142; el mismo, Lange-Festschrift págs. 508 ss.; Kaiser, Kriminologie § 119 núms. 5 ss.; el mismo, Kleines Rechtferrigung des Schuldprinzips págs. 51 ss. (con una fundamenración utilitarista); Schonehorn, ZStW 92
Kriminologisches Worterbuch pág. 280; SchülerlSpringorum, Kriminalpolirik für Menschen pág. 280; Zipf, (1980) págs. 687 ss.; Schreiher, Schuldstrafrecht pág. 35; el mismo, Vot dem Ende des Schuldstrafrechrs.-'
pág. 280; Roxin, SchwZStr 104 (1987) págs. 368 ss. (culpabilidad en el sentido de responsabilidad).
Kriminalpolitik págs. 3 ss.; Sieverts, HWB Krim Tomo II págs. 1 ss.; tazerges. La politique criminelle, 1987.
Sobre el significado de la Ciencia del Derecho pena! para la Política criminal del Estado Amelung, ZStW 92 '' E 1962, Exposición de Motivos pág. 96; AE, Exposición de Motivos pág. 29; vid. al respecro Gallas,
(1980) pág. 19. Una exposición sobre el tema puede encontrarse, además, en Schwind y orros (Edrs.), ZStW 80 (1968) págs. 1 ss.; Jescheck ZStW 80 (1968) págs. 58 ss.
Pravenrive Kriminalpolitik, 1980. ' Acerca de esta fórmula vid. Lackner, Gallas-Festschrift págs. 117 ss. Mezger, Niederschriften Tomo
^ Esre pensamiento se encuentra ya recogido en la Ley romana de las Doce Tablas (datada en torno I pág. 33 había propuesro en la Gran Comisión de Derecho penal una más precisa: "La pena debe corres-
al año 450 A.C.), siendo uno de los bienes más antiguos de la cultura europea; vid. Mommsen, Rómisches pondense de modo correcto con la culpabilidad del autor".
Strafrccht pág. 85. Acerca del Derecho griego vid. Lojfler, Schuldformen págs. 51 ss. ' Vid. Lange, Ratsel Kriminalitat págs. 97 ss.
26 § 4 Principios de la Política criminal
i. E! pnucijiio tic cul[5abilidad
27

censura pública de aquellas acciones q u e m e r e c e n u n juicio d e dcsvalor ético-social, con lo q u e ,


3 . M i e n t r a s q u e la función delimitadora del principúo de culpabilidad apenas suscita d u d a s
s i m u l t á n e a m e n t e , enfariza el c o m p r o m i s o del D e r e c h o penal c o m o u n " m i n i m u m ético" (Georg
serias, en c a m b i o sí rcstilia discutida la cuestión relativa a si y en q u é m e d i d a la p e n a p u e d e
¡ellinek). El T r i b u n a l S u p r e m o Federal, en u n a declaración p r o g r a m á t i c a , ha h e c h o del p r i n c i p i o
rebasar la m e d i d a de la c u l p a b i l i d a d por motivos prcvcntivo-c.specialcs (vid. infra § 8 2 IV 5
de culpabilidad u n a de las piezas básicas d e su j u r i s p r u d e n c i a : "La p e n a p r e s u p o n e c u l p a b i l i d a d .
b). Si la p e n a d e b e .ser contraprestación por la infracción culpable del D e r e c h o , p o r q u e sólo así
Esta iiltima significa r e p r o c h a b i l i d a d . C o n el juicio de dcsvalor de la culpabilidad al a m o r se le
p u e d e ser alcanzada con justicia la finalidad d e proteger a la sociedad ( B G H 2 4 , 4 0 [42]), cicbe
reprocha el no haber a c t u a d o c o n f o r m e a D e r e c h o , esto es, h a b e r s e d e c i d i d o p o r el injusto a
p e r m a n e c e r salvaguardada u n a adecuada p r o p o r c i ó n de ctilpabihdad y de p e n a q u e p r o h i b a d e s -
pesar de q u e habría p o d i d o n o haccrio ( B G H 2, 194 [ 2 0 0 ] ; 18, 8 7 [94]). Tairibién es expresa-
viaciones excesivas hacia abajo. Y así, p o r ejemplo, el asesinato de prisioneros en catnpos de c o n -
m e n t e extraída del p r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d la c o n s i g u i e n t e c o n s e c u e n c i a para el l í m i t e .superior
centración n o p o d r í a ser c o n t e s t a d o con una suspensión condicional de la p e n a privativa d e li-
de la pena: "La finalidad preventiva n o p u e d e c o n d u c i r a sobrepasar la pena justa" ( B G H 2 0 , b e r t a d , aiín c u a n d o el a u t o r viva desde hace m u c h o s ai'ios c o m p l e t a m e n t e r e i n s e r t a d o en la
264 [267]; B G H N J W 1987, 3015). sociedad y la H u m a n i d a d haya sido suficientemente instruida p o r el juicio i n e q u í v o c o de la H i s -
El principio de culpabilidad es, asimismo, mantenido de forma mayoritaria en el extranjero', cues- toria '". D e a h í q u e la j u r i s p r u d e n c i a exija la c o m p l e t a c o r r e s p o n d e n c i a e n t r e c u l p a b i l i d a d y
tión en la que la doctrina alemana no ha dejado de influir. Esta observación demuestra que aquí no se trata p e n a " , t a m b i é n en aquellos casos en los q u e esta ú l t i m a sea objeto de remfsión c o n d i c i o n a l o
únicamente de una cuestión teórica que pueda contestarse de un modo u otro, sino que resulta ser el único c u a n d o sea sustituida p o r o t r o ripo de sanción.
camino practicable de la Política criminal en todos los sistemas políticos en el que pueden set solucionados
los problemas prácticos de la Justicia penal, en concordancia con la concepción valorativa de la colectividad. Por el contrario, el AE ha rentmciado conscientemente a la función compensatoria de la pena. Oe
conformidad con el § 59 II AE la pena deberá determinarse atendiendo únicamente a criterios preventivos,
por lo que la culpabilidad por el hecho jugaría simplemente el papel de ser el límite superior de la pena '^.
Frente a ello existen, no obstante, objeciones que deben ser apoyadas sobre una pena que refleja la responsa-
' Vid. en relación a Austria § 4 osterr. StGB así como Kienapfel, Grundril? Z 13 ni'tm. 1 y Triffterer, bilidad del autor "como una realidad de nuestra conciencia social y moral", ya que sólo así el Derecho penal
Allg. Teil págs. 247 ss.; sobre Suiza Rehberg. Strafrecht I pág. 150; NoWTrechsel, Allg. Teil I pág, 122; permanece como Ordenamiento protector y garante de la reafirmación del Derecho '^. Aún así debe conce-
Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, Allg. Teil I § 2 núm. 25 y Schultz, Einführung I págs.179 ss.; en relación derse que faltan todavía datos empíricos que evidencien el efecto sobre la convicción jurídica de la colectivi-
con los Países Bajos Hazewinkel-Suringa/Renimelink, Inleiding págs. 166 ss. y van Bemmelenlvan Veen, O n s dad de penas más justas, esto es, más adecuadas a la culpabilid.ad, aunque la investigación criminológica ya
Strafrecht págs. 133 ss.; acerca de Francia Merk/Vitii, Traite I núm. 546 y StefanilLevasseur/Bouloc, Droit está avanzando inás en el ámbito de la prevención general positiva '''.
penal general núm. 2 1 1 ; sobre Bélgica Verhaegen, SchwZStr 98 (1981) págs. 4 ss.; en cuanto a Italia art. 27
I Verf; Bettiol/Pettoelb Mantovani, Diritto pénale págs. 420 ss.; Vassalli, Colpevolezza, Enciclopedia giuridica
Tomo VI págs. 6 ss. y Pagliaro, Principi págs. 335 ss.; en relación a Satóz Jareborg, ZStW 106 (1994) pág.
150 nota a pie núm. 10; sobre Espaiía Rodríguez DevesalSerrano Gómez, Derecho penal págs. 433 ss.; Cerezo
Mir, SchwZStr 107 (1990) pág. \; Jescheck, Libro-Homenaje a Ignacio de Loyola págs. 405 ss. y Strien,
EinfluB des deutschen Strafrechts págs. 45 ss.; acerca de Brasil Fragoso, Linóes págs. 211 ss. y da Costa jr, '" Briins, Strafzumessungsrecht pág. 323; el mismo, Welzel-F'estschrift págs. 746 ss.; Dreher, Gerechte
Comentarios Art. 59 Anm. 1; en torno a Inglaterra Glanville Williams, Criminal Law pág. 11 ss.; .sobre el Strafe págs. 127 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 233; LK (10.^) [G. Hirsch) nota preliminar 16 antes
Proyecto de Código penal para Inglaterra y Gales Jescheck, Schmitt-Festschrift págs. 56 ss. l á m b i é n en el del § A6; SK(Horn) § Ad núm. 13; Henkel Strafe pág. 47; Maurach/Zipf, íú\g. Teil I § 7 núm. 27; Schaffstein,
último proyecto de las nuevas «Bases de la Codificación penal de la URSS» de 1992 se encuentra ya el Gallas-Festschrift pág. 105. A favor de la admisión de que una pena adecuada a la culpabilidad del autor
principio de una responsabilidad personal y adecuada a la culpabilidad; al respecto Kelina, en: Fünftes deutsch- quede por debajo de ésta por motivos prevenrivo-especiales Dreher/Trondle, § AG núm. 12; Grünwald, ZStW
sowjetisches Kolloquium pág. I I ; vid. además Schittenhelm, Strafe und Sanktionensystem im sowjetischen 82 (1970) pág. 253; Horstkotte, J Z 1970, pág. 124; Lackner, § AG núm. 24; Roxin, Schuitz-Eestgabe págs.
Strafrecht págs. 643 ss. También el movimiento de Defensa Social se reconoce hoy día partidario del princi- 473 ss.; elmismo, Bruns-Festschrift pág. 184; Schünemann, GA 1986, 309; Wolter, GA 1980, 94.
pio de culpabilidad; vid. Ancel, La défense sociale nouvelle págs. 187 ss. y el mismo, Jescheck-Festschrift " RG 58, 106 (109); BGH 3, 179; 7, 86 (89); 20, 264 (266); 24, 132 (134); 29, 319 con comentario
Tomo II pág. 789. Como excepción, el Derecho francés conoce de «infracciones puramente materiales» de Bruns, JR 1981, 335; BGH 32, 60 (65); 34, 345 (349); BGH NStZ 1992, 489; N J W 1992, 3311. La
(«infractions purement materielles»); tal y como se refleja en el art. 121-3 Code penal 1994, el dolo o la renuncia al límite inferior de la culpabilidad en un caso de provocación policial del delito (BGH N J W 1986,
imprudencia únicamente están previstos para los delitos graves y menos graves pero no para simples infrac- 1764) debería quedar limitada a tales supuestos: vid. críticamente al respecto Bruns, M D R 1987, págs. 177ss.;
ciones que permanecen existiendo como meras «infractions materielles» (vid. Circulairc pág. 28). El Dere- coincidente Puppe, NStZ 1986, 404; Theitne, NStZ 1986, 156 ss. Vid. también BGH 32, 345 (354).
cho norreamericano exige, con carácter general, el dolo o la imprudencia aunque rambién conoce de casos '^ Pero con ello, la pena se convertiría, al igual que la medida de seguridad, en un medio puramente
de responsabilidad objetiva; vid. Bahr, Strañ:)arkeir ohne Verschulden (stricr liabiUty) im Strafrecht der USA, preventivo, sobre esto vid. Noli, Ethische Begründung pág. 19; Roxin, JuS 1966, págs. 384 ss. Sin embargo,
1974; LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 340 ss. A favor de una limitación de la responsabili- sólo la pena adecuada a la culpabilidad tViáenáSí, para cualquier persona, que con la aplicación judicial del
dad independiente de la culpabilidad se muestra Levenson, Cornell Law Review 78 (1993) pág. 4 0 1 . A favor Derecho penal se hace Justicia, lo que .sobre todo va a depender de la intensidad de la convicción jurídica en
de un principio de un Derecho penal orientado al principio de culpabilidad como «medio de expresión de la comunidad; vid. Schmidhauser, Sinn der Strafe pág. 79. En desacuerdo también con el A^Arthiir Kaufniann,
nuestras sensibilidades culturales y morales» («mediuin for expressing our cultural and moral sensibilities») J Z 1967, págs. 553 ss.
también Kadish, JCrimL 1994, pág. 702. Una propuesta de la Comisión E^uropea de 21.5.1990 sobre san- " Vid. Gallas, Z S t W 80 (1968) págs. 4 ss.; Jescheck, Z S t W 80 (1968) págs. 58 ss.; Stratenwerth,
ciones en el marco de la política agraria y pesquera común, quiere renunciar abiertamente al principio de Allg. Teil I núm. 50; Árthitr Kaufmann, Schuldprinzip pág. 273.
culpabilidad con la imposición de una regulación que promociona la aplicación de sanciones con indepen- '"* Vid. al respecto, H.-J, Albrecht, Kleines Kriminologisches Wórterbuch págs. 157 ss.; Sch'óch,
dencia de la existencia de criterios subjetivos (Diario Oficial de la C E 1990 n ú m . C 137 pág. 10). Jescheck-Festschrift Tomo II págs. 1081 ss.; AK (Hassemer) núnis 429 ss. antes del § 1; Ddlling, ¿Si^ 102
(1990) págs. 16 ss.
§ 4 Principios (ic ia Política crimina! III. E! [principio de humanidad 29
28

II. El principio del Estado de Derecho son indispensables para asegurar la convivencia de las personas en la comtmidad ^*'. De la digni-
dad de la persona se deduce, asimismo, la exclusión de penas crueles y humillantes, así como la
Criterio de la Política criminal es también el principio del Estado de Derecho que se prohibición del trato degradante de los presos en Derecho penitenciario (así lo reconocen expre-
erige en la Constitución como un principio director del conjunto de la actividad del Estado (art. samente el att. 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950, el art. 7 del Pacto In-
28 I GG) '^. Existe un concepto fotmal y otro material del Estado de Derecho '. ternacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 y los núms. 1 y ss. de las Reglas penitencia-
1. En un sentido formal destacan sobre todo aquellos elementos de este principio que de- rias europeas de la Recomendación R [87] 3 del Comité de Ministtos del Consejo de Eutopa de
ben garantizar la seguridad jurídica. Dado que el Derecho penal posibilita las más profundas 12.2.1987). Del derecho fundamental a la libertad general de actuación (att. 2 I GG) se sigue el
intromisiones que con carácter general conoce el Ordenamiento jutídico en la esfera de libertad reconocimienro del principio de culpabilidad (vid. ¡iipra § 4 1) como principio constitucional
del ciudadano, deben ser tomadas gatantías especiales en contra de su abuso. El principio de (BVerfGE 20, 323 [331]). Una consecuencia del aspecto matetial del principio del Estado de
primacía y reserva de ley '" se expresa, por ello, con mayor fuerza en Derecho penal que en cual- Derecho es, además, la vinculación objetiva del conjunto de la Política criminal^'. Y así, el
quier otio sector del Derecho vigente. Y así, señala el art. 103 II GG, que un hecho sólo puede merecimiento de pena de una acción no puede ser decidido conforme a prejuicios sentimentales
determinados por emociones, sino tínicamente por necesidades fundadas de la protección de la
ser castigado cuando su punibilidad estaba determinada legalmente antes de que aquel fuera co-
sociedad; igualmente, tampoco puede una resolución judicial dejarse llevar por juicios de valor
metido. Con ello, no sólo es exigida una ley como base de la punibilidad, sino que también es
personales o por el concreto ambiente social , sino sólo por los juicios de valor del legislador,
excluido el efecto retroactivo de la ley que fundamente o agrave la responsabilidad penal (para
por consideraciones objetivas y por conocimientos válidos de la generalidad (BGH 4, 24 [32]).
más detalle vid. infra § 15 IV). La vinculación en cuanto al contenido de un juez penal con la
De naturaleza matetial y de reconocido rango constitucional es también el principio de pro-
ley es en cualquier caso más estrecha que otra en la administración de justicia: es inadmisible la
porcionalidad del medio (prohibición de exceso) (BVerfGE 19, 343; 6 1 , 126 [134]) ^^, que el
aplicación de la ley penal en perjuicio del reo basado en un sentido de aquélla que no se encuen-
legislador ha asumido como presupuesto para el establecimiento de medidas de seguridad en la
tre inmediatamente abarcado por su contenido (la dcnomm^Ldi prohibicióyi de la analogía, vid.
ley penal (§ 62) (vid. supra § 2 1 3). Expresión del principio del Estado de Derecho es, finalmen-
infra § 15 II 4). En un sentido positivo, del art. 103 II GG es deducido el mandato de determi-
te, el principio de igualdad (att. 3 I GG) . Este supone el mismo tratamiento de todas las
nación (vid. infra § 15 III 3). La libre discrecionalidad del juez penal en la imposición de penas
personas ante el Derecho penal y exige, por ello, que por ejemplo pueda aplicarse la ejecución de
y medidas de seguridad debe ser restringida a través de una caracterización lo más exacta posible
la pena de trabajo en beneficio de la comunidad en lugat de la pena sustitutiva de prisión para el
de los ptesupuestos de la intromisión penal, de marcos penales relativamente estrechos, así como
condenado a pena de multa que caiece de medios económicos (art. 293 EGStGB). Además, el
con el fraccionamiento del marco penal en casos especialmente graves (por ejemplo, §§ 212 II, principio de igualdad prohibe la discriminación a los presos que recuperan la libertad. Al respec-
240 I) o de menor gravedad (vgr. §§ 249 II, 316 a I). Al mismo tiempo, se aseguta con ello al to advierte el § 3 III StVollzG que "La ejecución está dirigida a ayudar al preso a integrarse de
ciudadano la claridad y previsibilidad del Derecho '*, Además, en Derecho penal rige la comple- nuevo en la vida en libertad".
ta ^'reserva de jurisdicción" (arts. 92 y 104 II GG), lo que significa que aquellas resoluciones gra-
vosas para el ciudadano, especialmente aquellas que comportan privación de libertad, están re-
servadas a la competencia de las instancias judiciales para la protección de los interesados. También
III. El principio de humanidad
en Derecho penitenciario se vela por la completa protección del Derecho a través de los Tribuna-
les (§§ 109 ss. StVollzG; §§ 23 ss. EGGVG en relación con la ejecución de arrestos y penas para Fundamento de la Política criminal debe ser, finalmente, el principio de humanidad^'. De
jóvenes). acuerdo con él, la imposición y ejecución de las penas debe tenei en cuenta la personalidad del
2. En un sentido material ¿Í principio del Estado de Derecho indica cómo debe ser confi- acusado y, en su caso, del condenado, teniendo que hacer frente a la sanción de forma humana y
gurado internamente el Derecho penal para corresponderse en la mayor medida posible con la responsable para procurar devolverle a su vida en sociedad. Este principio posibilita la deroga-
figura ideal de un Estado justo (BGH 24, 173 [175]). En un primer plano se encuentra, además,
el respeto a la dignidad de la persona como norma básica del conjunto del sistema valorativo
de nuestta Constitución (art. 1 I GG) " . De ello se deriva para el Derecho penal, junto con la ^^ Es admitido en reiteradas ocasiones que junto con el concepto de bien jurídico, que enlaza con la
libertad genérica de acción (art. 2. I GG), su limitación a los ataques que por su naturaleza "dañosidad social" del hecho, debe constituir la frontera para el ataque represivo del Estado, vid. Jdger,
Rechtsgütcrschutz págs. 6 ss.; Hanack, Gurachten págs. 1 ss.; Manrach/Zipf, Mis,. Teil 1 § 13 núm. 9;Amelimg,
Rechtsgüterschutz págs. 314 ss.; Sax, JZ 1976, pág. 1!.
^' Al respecto, con más detalles, Kliig, Probleme des Sexualsttafrechts págs. 38 ss.; Jüger,
" Lange, Rechrsstaat págs. 64 ss.; con carácter general, Scheuner, DJT-FestschriftTomo II pág. 229; Strafrechtspolitik págs. 273 ss; el mismo, Motive págs. 63 ss.
Hesse, Grundzüge iiúms 183 ss.; BVcrfGE 6, 32 (41); 6, 53 (72); 7, 89 (92 ss.); 20, 323 (331). ^^ £K¿^!'íf¿, Einführung págs. 125 ss.
"^ Z//;/Kriminalpolitik pág. 31. •^' Vid. Huher, Zeitschrift f Schweiz. Recht 96 (1977) págs. 1 ss.
'^ Más detalladamente sobre la cuestión, Hesse, Grundzüge núms 508 ss. ^^ Sobre este punto Hesse, Grundzüge núms. 438 ss.
'* Pero acerca de la justificada "necesidad de indeterminación" de la ley penal vid. AK(Hassemer) § 1 ^' Sobre el particular Würtenberger, Kriminalpolitik págs. 4 ss., 149 ss.; el mismo, Strafanspruch pág.
75; Ancel, Défense sociale nouvelle págs. 33 ss.; Zipf, Kriminalpolitik págs. 48 ss.; con dudas AK(Hassemer),
núm. 18; Hassenier, Einführung págs. 254 ss.
nota preliminar 477 ss. antes del § 1.
" Haberle, Handbuch des Staatsrechts § 20.
30 § 5 líl reflejo estadístico de la ctiminaüdad v !a aplicación del Derecho pena! 1. Generalidades sobre la estadística criminal 31

fión de la pena de muerte {m. 102 GG, al respecto, BVcrfGE 18, 112 |1 17]) y de la eastracióti de Archiv 59 (1975) pág. 95; el mismo, Enrwicklung, Stand und Struktur der Strafzumessungspraxis, MSchrKrim
peligrosos delincueyítes sexuales \ siendo asiinisnio incompatible con aquellas penas dcsl lonrosas 1981, pág. l48; el mismo, Strafrcchtsrelorm und Sanktionsenrwickhuig, ZStW 94 (1982) pág. 632; el mis-
como \\ pena de presidio (Zuchthausstrafc) -^. El pensamiento de la resocializ/ieion del dclinctien- mo, Strafrechdiche Sozialkontrolle-Bestandigkeit ini WandeP BewH 1984, 13; el mismo, The Prohlenis of
te ha ocupado el lugat de tma exagerada tendencia represiva de! Derecho penal (vid. § 46 1 2 Im[irisonmcnt usw., en: Hood (Ed.), Crime and Criminal Policy in Huro[)e, 1988, pág. \85',-Hilger, Die
SlGB; §§ 2, 154 11 StVollzG). El principio de humanidad se ha convertido, sobre lodo, en el Eniwicklung der U-Haftzahlen von 19SI-19S7, NStZ 1989, 107; Kaiser, Jugcndkriminalitat, 3.' Ed.l982;
principio director del Derecho penitenciario-^'. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polí- ehvismo, Ist das Maí^nahmensystem im Ktiminaltecht noch zu retten? Festschrift für E Paliin, 1989, pág.
183; el mismo, Die Enrwicklung der Kriminalitat in Deutschland seit dem Zusammenbruch des reaien
ticos de 19.12.1966 contiene en el art. 10 I la disposición expresa de que el preso debe "ser tra-
Sozialismus, ZStW 106 (1994) pág. 469; Hilde Kaufmann, Steigt die Jugendkriminalitat wirklich? 1965;
tado humanamente y con respeto a la dignidad inherente a la persona". La conciencia de una Kerner, Verbrechenswirklichkeit und StraFverfolgung, 1973; el mismo, Kriminalstatistik, Kleines
corresponsabilidad de todos es, finalmente, decisiva para la construcción de medidas de asisten- Kriminologisches Wotterbuch, 3." Ed. 1993, pág. 294; Kühne/Miyazawa, Kriminalitat und
cia de las que hoy debe estar rodeado el tratamiento penitenciario en libertad y el rctortío del Kriminalitatsbekampfung in Japan, 1979; McClintocUAvison. Crime in England and Wales, 1968; Miyazawa,
preso liberado a la sociedad. Pero tampoco pueden desconocerse las dificultades aquí existentes. Kriminalitat und ihre Bekamptung in Japan, Festschrift fürTh. Würtenberger, 1977, pág. 299; el mismo,
El Derecho penal no puede equipararse sin inás al Derecho de la asistencia social. Sirve en un Informelle Sozialkonttolle in Japan, Festschrift für H.-H. Jcscheck, Tomo 11, 1985, pág. 1159; Popitz, Úber
primer plano a la justicia distributiva y debe hacer valer la responsabilidad del autor por la in- die Praventivwirkung des Nichtwissens, 1968; Repiiblik Osterreich, Sicherheitsbericht 1983, Tabellen und
fracción del Derecho, de modo que aquél experimente la respuesta de la comunidad jurídica al Graphiken; RieJ?, Entwickiung und Bedeutung der Einstellungen nach 153a StPO, ZRP 1983, pág. 93; el
hecho por el coinetido. Por ello no puede renunciarse a los perjuicios y al sufrimiento, sobre mismo, Zur weiteren Enrwicklung usw., ZRP 1985, pág. 212; Roxin, Zur Entwickiung der Kriminalpolitik
todo en el caso de la pena privativa de libertad. Sin embargo, dentro de esta liltima y a través de seit den Alternativ-Enrwürfcn, JA 1980, pág. 545; Sack, Dunkelfeld, Kleines Kriminologisches Worterbuch,
3." Ed. 1993, pág. 95*, Schoch, Ist Ktiminalitat normal? Krirninologische Gegenwartsfragen 12 (1976) pág.
los límites marcados por la naturaleza de su misión, todas las relaciones huinanas que juegan un
211; el mismo, Empfehlen sich Anderungen und Erganzungen bci den strafrechtiichen Sankrionen ohne
papel en Derecho penal deben estar inspiradas en el principio de humanidad. Freiheitsentzug? Gutachten C zum 59. DJT Hannover 1992; Schultz, L'évolution de la criminalité en Sui.sse
de 1929 á 1963, Rev se crim 1965, pág. 385; el mismo, Von der dreifachen Bedeutung der Dunkelzitter,
Festschrift für H. Henkel, 1974, pág. 239; el mismo, Besprechung von "Bundesamt für Statistik: Die
§ 5 El reflejo estadístico de la criminalidad y la aplicación del Derecho penal Strafurteile ¡n der Schweiz 1982, 1983, 1984", SchwZStr 103 (1986) págs. 122, 443, 444; Sellin, Crime
and Delinquency ¡n the United States, en: The Annals, Vol. 339, 1962, pág. 11; Statistisches Bundesamt,
Adler, Narions not Obsessed with Crime, 1983; H.-J. Aihrecht, Die Kriminalitatsentwicklung in der Rechispflege, Fachserie 10, Reihe 1 Ausgewiihlte Zahlen für die Rechtspflege; Reihe 4 Strafvollzug; US
Bundesrepublik Deutschland, BewH 1984, p.l; B. Blau, Die Kriininalitat in Deutschland wahrend des Department ofjustice, Crime in the United States, Year 1984, 1985.
zweiten Weltkriegs, ZStW 64 (1952) pág. 31; Bundeskriminalamt (Ed.), Polizeilichc Krimlnalstatistik, 1963
bis 1986; C/;aff2/)¿o«, The juvenilejustice System, 1992; Collmann, Internationale Kriminalstatistik, 1973;
Császár, Die Entwickiung der Krimnaiitat in Osterreich von 1953 bis 1964, 1967; Dormann,
Intetpol-Kriminalstatistlk: Kein wahrer Spiegel usw., Kriminalistik 38 (1984) pág. 414; Exner, Studien über I. Generalidades sobre la estadística criminal
die Strafzumessungspraxis der deutschen Gerichte, 1931;/. Frey, Die Kriminalitat in Zeiten des Wohlstandes,
Diss. Zürich 1968; Grajf, Die deutsche Kriminalstatistik, 1975; Heinz, Kriminalstatistik usw., en: BKA La criminalidad y la aplicación del Derecho penal tienen un significado decisivo para el
Vortragsreihe 23 (1977) pág, 93; el ruismo, Ent\v¡cklung, Aufgaben und Probleme der Kriminalstatistik, conjunto de la vida social de un pueblo. La criininalidad causa a los afectados por ella dailos
ZStW 84 (1972) pág. 806; el mismo. Das System der Strafrechtspflegestatistiken, Allgeineines Statistisches corporales, morales y materiales, y a la colectividad perdidas de distinta clase. Conduce a la des-
confianza, a la inseguridad y al temor Las penas y las iriedidas de seguridad inciden profunda-
mente en la vida particular del reo y gravan, como ocurre con las sanciones privativas de liber-
tad, los presupuestos ptiblicos. Los cuadros que seguidamente se expondrán deben dar tina imagen
de la frecuencia con la que en la Reptíblica Federal se denuncian y aclaran delitos, se dictan con-
denas, se imponen sanciones, y se recluyen personas en establecimientos penitenciarios. La deli-
mitación de los períodos temporales que se abarcan en esta exposición, va desde el ailo 1882 en
•^^ Aunque la castración voluntaria es admisible bajo rigurosos presupuestos; vid. BGH 19, 201, así
el que fue elaborada por primera vez la estadística ctiininal del Imperio ', hasta la publicación
como los §§ l,2KastrGde 15.8.1969 (BGBL I pág. 1143).
^'' La traducción por el término petia de presidio (Zuchthausstrafc), obedece a la anterior existencia del liltimo fascículo sobre "Administración de Justicia" del Servicio Federal de Estadística del
de establecimientos penitenciarios especiales muy rigurosos (Zuchtháuser) para delincuentes muy peligrosos año 1991 ". Los períodos comprendidos entre los aiíos 1936 a 1945 no han sido publicados \
condenados a penas de ptisión muy elevadas (N del T).
^* Más detalladamente Peters, Kriminalpadagogik págs. 55 ss. Es dudoso cómo debe ser configurada
internamente la resocialización en Derecho penal, pues el § 2 1 1 StVollzG sólo establece como objetivo del
tratamiento la vida del preso alejada de la comisión de delitos; sobre ello Peters, Heinitz-Fcstschrift págs.
507 ss., que niega una resocialización carente de un micleo inequívoco de costumbres, mientras que Eser, ' Las cifras hasta el año 1925 han sido tomadas del Anexo II del E 1927, "Die Enrwicklung der
Perets-Festschrift págs. 516 ss., sostiene como posible la existencia conjunta de distintas y relevantes moti- Kriminalitat im Deutschen Reich seit 1882" pág. 5.
vaciones sociales. CalUes/Müller-Dietz, StVollzG § 3 ntim. 28 enfatiían con razón la "subjetividad del preso" ^ Statistiches Bundesamt, Fachserie 10, Rechtspflege, Serie 1, 1991.
y la prohibición de "adoctrinarlo ideológicamente". ' Vid., no obstante, B. Blau, ZStW 64 (1952) págs. 31 ss.
§ 5 I'-l reflejo estadístico de la criminalidad y la aplicación del Derecho penal i I. Hl desarrollo de la criminalidad ¡global 33
32

Las estadísticas criminales se restablecieron nuevamente en el año 1950. La estadística criminal n . El desarrollo de la criminalidad global (delitos graves y menos graves) comprobada
policial fue introducida en la Repiíblica Federal en el año 1953 y alcanza hasta el momento has- judicialmente durante el Imperio alemán y la República Federal entre 1882 y 1991
ta el año 1993. Las cifras que se refieren a la zona de la anterior RDA no se encuentran en las
(de ellos condenados)
tablas que a continuación se expondrán. Para la comprensión de las estadísticas debe anticiparse lo
Año Condenados Ntimero Porcentajes Cifras de condenados
siguiente:
La estadística de la Administración de justicia se refiere a personas procesadas y condenadas. Es abarcida Territorio imperial
la totalidad de aquellas .sentencias judiciales firmes dictadas en causas penales, junto a esta estadística judi- 1882 315.849 82.292 26,0 996
cial existe la estadística criminal policial, conteniéndose en esta i'iltima los delitos por ella conocidos y 1885 325.122 93.841 28,9 1.006
resueltos, así como los sospechosos investigados por su implicación en aquéllos . Sin embargo, niiiguna de 1905 508.102 228.167 44,9 1.205
estas estadísticas refleja una imagen acabada del verdadero alcance de la criminalidad, pues también la esta- 1913 555.527 251.882 45,3 1.169
dística policial contiene tínicamente aquellos delitos de los que tuvo conocimiento la policía. Frente a estos 1923 823.902 178.545 21,6 1.693
hechos se encuentra una gran cifra negra ^, disrinta en cada uno de los diferentes delitos, que engloba a 1931 569.903 231.953 41,1 1.125
aquellos hechos que no han sido observados por nadie o que no han sido comunicados a la policía. La
Criminología se esfuerza en la investigación de la cifra negra mediante encuestas a los autores y víctimas del
1935 431.423 171.071 39,7 838
delito, así coino a través de sondeos. La estadística policial está más cerca del alcance global de la criminali- Territorio Federal
dad que la estadística de la Administración de Justicia, puesto que se lleva a cabo con la totalidad de los 1951 401.538 123.302 30,7 1.073
delitos conocidos por la policía. La estadística judicial, en cambio, registra sólo un ntimero mucho más 1955 530.655 175.352 33,0 1.331
pequerio de casos que han llegado a los tribunales, aunque por la fiabilidad de sus fuentes proporciona una 1957 564.026 208.927 37,0 1.398
imagen exacta del número de personas que han sido juzgadas y de las sanciones impuestas. Aunque si bien
1960 555.212 214.667 38,6 1.316
existe una diferencia cuantitativa considerable entre la criminalidad real y la registrada oficialmente, se acep-
ta que es posible hacer algunas conclusiones derivadas de su estructura cualitativa . Con las reservas expues- 1966 607.752 236.605 38,9 1.303
tas, la estadística criminal es una fuente de información, un instrumento de planificación y un criterio 1969 618.170 256.314 41,5 1.310
cuantificador de la eficacia, imprescindible para la Administración de justicia. Específicas afirmaciones y 1973 698.912 204.783 29,3 1.434
comparaciones posibilita la cifra de condenados (cifra de criminalidad). Su cómputo tiene lugar mediante 1974 699.198 215.265 30,8 1.419
la puesta en relación de la cifra global de condenados obtenida durante un airo por cada 100.000 personas 1976 699.339 242.898 34,7 1.411
mayores de edad penal de la población. De acuerdo con ello, pueden relacionarse rodos o tan sólo los con- 1978 739.044 272.538 36,9 1.473
denados a un delito determinado delito, con el conjunto de la población mayor de edad penal o de cual- 1980 732.481 279.838 38,2 1.433
quier otra edad determinada, de lo que resultan cifras generales y especiales de condenados. De modo corre- 1982 772.194 318.441 41,2 1.481
lativo, la estadística criminal policial suministra la denominada cifra de frecuencia.
1983 784.657 334.906 42,7 1.499
1985 719.924 325.755 42,2 1.371
1991 695.118 289.224 41,6 1.274

La curva de criminalidad anterior a la Primera Guerra Mundial muestra un ascenso ptogre-


sivo, especialmente en relación con los condenados que ya poseían antecedentes penales, desde
1882 hasta después del cambio de siglo, lo que refleja en un primer plano las dificultades de
adaptación de ainplios sectores de la población a las cambiantes condiciones de vida de la socie-
dad industrial. Posteriormente, la curva desciende levemente hasta la Primera Guerra Mundial.
No obsrante, la delincuencia de reincidencia contintió incrementándose. La criminalidad en los
Vid. acerca de la historia, significado y valoración de las estadísticas, Grajf, Die deutsche
tiempos de la Reptiblica de Weimar se mantuvo con firmeza bajo el signo de las fluctuaciones
Kriminalstatistik, 1975; Goppinger, Kriminologie págs. 158 ss.; Heinz, ZStW 84 (1972) págs. 806 ss.; el
económicas que convulsionaron Alemania durante esos pocos años. En el momento de mayor
mismo, Allgemeines Statistiches Archiv 59 (1975) págs. 95 ss.; el mismo, BKA-Votragsreihe 23 (1977) págs.
93 ss.; Kaiser, Kriminologie § 42 núms. 7 ss.; Kerner, Kleines Kriminologisches Wórterbuch págs. 294 ss.; inflación, en el año 1923, fue alcanzado en Alemania el mayor nivel de criminalidad jamás
AK (Hassemer), nota preliminar 71 ss. antes del § 1. registrado. Al mismo tiempo descendió fuertemente el ntimero de delincuentes reincidentes, pues
^ Sobre la cifra negra y su investigación Gbppinger, Kriminologie págs. 158 ss.; Kaiser, Kriminologie a consecuencia de la penuria generalizada aumentó torrencialmentc el mimero de delincuentes
§ 42 nijms. 25 ss.; Schoch, Kriminologische Gegenwartsfragen 12 (1976) págs. 211 ss.; Sack, Kleines primarios. Con el retorno a una armonía de las relaciones económicas, la criminalidad registrada
Kriminologisches Wórterbuch págs. 99 ss. Vid., además, Schultz, Henkel-Festschrift págs. 239 ss., así como volvió a descender paulatinamente, siendo esta tendencia apenas interrumpida por la crisis mun-
Popitz, Über die Práventivwirkung des Nichtswissens, 1968. dial de 1929 y su correlativa destrucción de puestos de trabajo. Bajo el dominio del nacional-
^ Vid. A^íTKíT, Verbrechenswirklichkeit págs. 170 ss.; manifestando sus áuÁ^ Kaiser, Kriminologie § social ismo, que trajo consigo una rigurosa luch a contra la crimma idad, la integración de todo el
42 núm. 28.
34 § 5 Hl reflejo estadístico de la criminalidad y la a[tlicación del Derecho penal 111. El desarrollo de la criminalidad juvenil 35

pueblo en organizaciones m i l i t a r m e n t e organizadas y e s t r e c h a m e n t e vigiladas, la i n c o r p o r a c i ó n III. El d e s a r r o l l o d e la c r i m i n a l i d a d juvenil c o m p r o b a d a j u d i c i a l m e n t e e n e l I m p e r i o


al ejercito d e jeWcnes p r o m o c i o n e s y la proliferación d e la justicia privada de nniclias organiza- a l e m á n y e n la R e p ú b l i c a Federal d e A l e m a n i a entre 1 8 8 2 y 1 9 9 1
ciones p o r delitos leves, tuvo lugar u n fuerte descenso d e la criitiinalidad q u e ni siquiera ha sido así c o m o la c r i m i n a l i d a d de s e m i a d u l t o s entre 1 9 5 4 y 1 9 9 1
o b s e r v a d o bajo el p o d e r d e o t r o s ó r d e n e s dictatoriales. E n el a ñ o 1 9 5 1 c o m i e n z a u n bajo descen-
so de la c r i m i n a l i d a d registrada j u d i c i a l m e n t e , a u n q u e fue d e b i d o a la Ley d e A n m i s t í a d e 1 9 4 9 . Jóvenes(de 14 a17 años)
En los a ñ o s siguientes las cifras fueron a u m e n t a n d o i n v a r i a b l e m e n t e hasta el a ñ o 1 9 5 7 , m o m e n - Cifras de Cifras de
Año Condenados Año C'ondenados
to en el q u e se alcanza u n nuevo p u n t o álgido q u e se acerca n u e v a m e n t e a las cifras d e los años condenados condenados
de inflación. La participación creciente de los nuevos factores d e la c r i m i n a l i d a d relativa a la 1882 30.719 568 1962 • 42.900 1.584
seguridad del tráfico se hace a q u í perceptible. A s i m i s m o , el s e g m e n t o c o r r e s p o n d i e n t e a la c r i m i - 1885 30.675 559 1966 44.689 1.422
nalidad de reincidencia asciende f u e r t e m e n t e acercándose n u e v a m e n t e a la frontera del 4 0 % . C o n 1900 48.657 745 1968 49.855 1.588
posterioridad a 1 9 5 7 las cifras d e c o n d e n a d o s m u e s t r a n , c o n p e q u e ñ a s oscilaciones, u n a suave 1910 51.315 668 1970 55.657 1.741
t e n d e n c i a regresiva. D e s d e 1 9 6 9 a u m e n t a el n ú m e r o de c o n d e n a d o s d e forma c o n t i n u a d a , 1923 86.040 1.082 1972 59.726 1.777
sobfcpasando p o r p r i m e r a vez en el a ñ o 1 9 7 3 el nivel m á x i m o de 1 9 5 7 y m a n t e n i é n d o s e desde 1931 22.844 561 1976 64.511 1.691
e n t o n c e s a p r o x i m a d a m e n t e en la m i s m a cota a u n q u e m o s t r a n d o en 1 9 9 1 u n ligero descenso. 19.33 15.985 553 1978 76.177 1.892
Por el c o n t r a r i o , la estadística policial advierte de u n a curva q u e crece c o n s t a n t e m e n t e (vid. 1936 14.339 359 1980 80.424 1.917
infm tabla I V ) : de 1.678.840 delitos de los q u e se t u v o c o n o c i m i e n t o en el a ñ o 1 9 6 3 (cifra de 1951 30.495 1.015 1982 , 87.476 2.086
frecuencia 2 9 1 4 ) , p a s a n d o p o r los 2 . 7 4 1 . 7 2 8 en el a ñ o 1 9 7 4 (cifra d e frecuencia 4 4 1 9 ) , hasta los 1954 29.219 842 1983 83.493 2.025
4 . 3 6 7 . 1 2 4 e n el a ñ o 1 9 8 6 (cifra d e frecuencia 7 1 5 4 ) . Los n ú m e r o s d e la estadística policial m u e s - 1956 37.183 1.015 1985 62.645 1.687
tran n u e v a m e n t e para el a ñ o 1 9 9 3 u n c o n s i d e r a b l e a u m e n t o (vid. infra I V ) : en la "vieja" Repii-
1991 32.282 1.278
blica Federal se tuvo c o n o c i m i e n t o d e la c o m i s i ó n de 5 . 3 4 7 . 7 8 0 delitos (cifra de frecuencia 8 0 3 2 ) ,
mientras q u e para el c o n j u n t o d e la R e p ú b l i c a Fedetal se alcanzan los 6 . 7 5 0 . 6 1 3 (cifra d e fre- Semiadultos (de 18 a 20 años)
cuencia 8 3 3 7 ) . La no c o r r e s p o n d e n c i a d e este i n c r e m e n t o de la c r i m i n a l i d a d c o n la cifra d e c o n - 1954 58.854 2.623 1980 98.845 3.323
d e n a d o s e, incluso, la evidencia d e u n ligero descenso en el a ñ o 1 9 9 1 , es c o n s e c u e n c i a , e n t r e 1964 67.666 3.108 1982 106.820 3.390
ottas cosas, de la a d e c u a c i ó n d e la praxis a los § § 1 5 3 , 153 a S t P O (vid. infra § 5 V 3 ) . N o 1974 86.695 3.426 1983 107.021 3.337
o b s t a n t e , se trata d e delitos d e cuya c o m i s i ó n t u v o c o n s t a n c i a la Fiscalía o el T r i b u n a l y q u e 1976 91.769 3.529 1985 90.667 2.826
h a b r í a n c o n d u c i d o a la c o n d e n a si el proceso n o h u b i e r a sido a r c h i v a d o c o n a n t e r i o r i d a d . 1978 98.374 3.562 1991 64.344 2.614
E n la z o n a d e la a n t i g u a R D A la c r i m i n a l i d a d h a sufrido u n a m p l i o y fuerte a u m e n t o d e
sus p r o p o r c i o n e s , q u e se d i r i g e hacia u n a e q u i p a r a c i ó n c o n la d e los viejos Ldnder federales *". El La c r i m i n a l i d a d juvenil comienza p o r ser p r o p o r c i o n a l m e n t e baja c o n a n t e r i o r i d a d al c a m -
lastre de la c r i m i n a l i d a d e n los nuevos Ldnder federales es todavía l e v e m e n t e inferior q u e en los bio de siglo, pero asciende f u e r t e m e n t e de m o d o patalelo a la delincuencia d e los a d u l t o s y baja
viejos. La fuerte subida está en relación c o n el c a m b i o veloz d e la sociedad, c o n el alto nivel de del m i s m o m o d o con p o s t e t i o r i d a d hasta la Primera G u e r r a M u n d i a l . La explicación p o d r í a resi-
d e s e m p l e o , c o n la libertad todavía d e s c o n o c i d a sobre t o d o p a r a la j u v e n t u d , así c o m o con la dir a q u í t a m b i é n en la i n i c i a l m e n t e difícil, a u n q u e p a u l a t i n a m e n t e mejor, a d a p t a c i ó n a las c o n -
c r i m i n a l i d a d organizada en la z o n a fronteriza del este y sur del país. El desarrollo p r o d u c i d o n o diciones d e vida d e la sociedad industrial. La cifra más alta ( a u n q u e a q u í n o s u m i n i s t r a d a ) del
ha s o r p r e n d i d o s i n o q u e se c o r r e s p o n d e c o n las expectativas previstas. a ñ o 1 9 1 9 alcanza o t r a vez casi al p u n t o álgido d e la época inflacionista c o m o efecto i n m e d i a t o d e
Sería tentador poner en relación el orden de importancia y el movimiento de la criminalidad de los
distintos países a ttavés de una estadística criminal comparada. Sin embargo, por ahora las dificultades téc-
nicas son insalvables y la falta de fuentes es demasiado grande. Instructivos son, mientras tanto, los infor-
mes acerca del desarrollo de la criminalidad en determinados países; muestran que, en esencia, aunque sin lidad; sobre Suiza: Schultz, Rev se crim 1965, pág. 385 y las recensiones anuales a Eidgenoss. Statist. Amt
tener en cuenta a Japón*, en el extranjero también está teniendo lugar un incremento generalizado de la "Die Strafurteile in der Schweiz" 1982-1984, SchwZStr 103 (1986) págs. 122, 4 4 3 , 4 4 4 ; / Frey, Die
criminalidad no muy diferente a la i m a g e n ' que muestran las experiencias alemanas, con lo que la Repúbli- Kriminalitat in Zeiten des Wohlstandes, 1968; en torno a Inglaterra: McClintock/Avison, Crime in England,
ca Federal de Alemania está situada en un nivel elevado '". págs. 16 ss.; sobre Estados Unidos: US Department ofjustice (Ed.), Crime in the United States, 1984, pág.
4 3 , donde se señala que desde 1980 hasta 1984 se ha producido un nuevo descenso de la cifra de condena-
^ Vid. Kaiser, ZStW 106 (1994) págs. 497 ss. dos que gira en torno a un 15 % en total. Un estudio comparativo de la criminalidad en los diez países que
* Miyazawa, Würtenberger-Festschrift págs. 299 ss.; f/máwo, Jescheck-FestschriftTomo II págs. 1159 poseen los índices más bajos de delincuencia lo ha emprendido Adler, Nations not Obsessed with Crime,
ss.; Kiihne/Miyazdwa, Kriminalitat und Kriminalitatsbekampfung in Japan, 1979. 1983, donde ante todo viene a cettar el paso a las tradicionales condiciones y factores económico-culturales.
' Vid., con caráctet general sobre la República Federal, Kaiser, Kriminologie § 42 ntims. 47ss.; / / . - / En relación con la problemática de una comparación internacional Collmann, Internationale Kriminalstatistik
Albrecht, BewH 1984, págs. 1 ss.; en relación a Austria: Császár, Kriminalitat in Ósterreich págs. 41 ss., así págs. 82 ss.; Dormann, Kriminalistik 38 (1984) págs. 414 ss.
como Sicherheitsbericht 1983, pág. 3, que desde 1975 evidencia un simétrico y suave ascenso de la crimiua- '" Vid. Kaiser, Kriminologie § 42 núms. 83, 92.
36 § 5 El reflejo estadístico de la criminalidad y la aplicación del Derecho penal IV. Deliros conocidos v aclarados 37

la guerra. La aprobación de la JGG de 1923 y la normalización de las condiciones de vida per- precozmente se comete el primer deliro. Un factor crimina! especialmente peligroso de las perso-
miten que la curva de la criminalidad descienda con fuerza. Bajo el nacional-socialismo la delin- nas jóvenes es el alio desempleo juvenil, puesto que contribuye a hacer evidente la inutilidad de
cuencia juvenil disminuye en una proporción aiin más acusada que en la de los adultos, lo que es su propio esfuerzo, lo que sobre todo podría evitatse con una buena formación profesional. Una
atribuible al movimiento organizativo y disciplinador de la juventud y a la justicia privada de lucha eficaz contra la criminalidad juvenil depende decisivamente del éxito de la reducción de
tales grupos. Con relación a los ai'ios anteriores, la criminalidad juvenil posteriot a la Segunda esa difícil carga para el desarrollo de las personas jóvenes.
Guerra Mundial muestra cifras llamativamente altas e invariablemente ascendentes. Ya en el año
1931 comienza con un tamaño tal que casi se corresponde con la cima de los tiempos de infla-
ción. Con una débil atenuación en el año 1954, las cifras se elevan progresivamente alcanzando rV. Delitos conocidos y aclarados
en 1962, con una cifra de condenados de 1584 jóvenes, un primer nivel máximo que es aproxi-
Año Delitos Cifra de Delitos Cuota de delitos
madamente un 50% superior al de la época inflacionista, a pesar de que entre tanto la JGG de
conocidos frecuencia aclarados aclarados
1953 fue nuevamente mejorada. En el año 1972 la cifra de condenados alcanza ya a 1777, en el
año 1979 la de 1887 y en el año 1983 la de 2025, lo que sin embargo significa por primera vez 1963 1.678.840 2914 932.307 55,5%
un descenso frente al año anterior. En el año 1991 la reducción de la cifra de condenados es 1965 1.789.319 3031 951.115 53,1%
especialmente grande; lo que no obstante nada dice a favor de que la delincuencia juvenil haya 1967 2.074.322 3465 1.082.009 52,2%
retrocedido realmente, pues la fuerte reducción de la cifra de condenados únicamente es atribuí- 1969 2.217.966 3645 1.136.417 51,2%
ble a la admisión de los casos en los que puede prescindirse de la acusación por parte del Fiscal 1970 2.413.586 3924 1.166.933 48,3%
(§ 47 JGG) o el Juez puede dictar el sobreseimiento del proceso (§ 47 JGG). La imagen de la 1973 2.559.974 4131 1.201.861 46,9%
delincuencia juvenil es, por ello, especialmente desfavorable pues, aunque se prescinda de los 1974 2.741.728 4419 1.250.970 45,6%
delitos contra la seguridad del tráfico, en general persiste una tendencia alcista. En comparación 1976 3.063.271 4980 1.404.889 45,9%
con el año 1882 existe hoy una criminalidad juvenil cuatro veces superior a la de entonces, mien- 1978 3.380.516 5514 1.509.120 44,6%
tras que la delincuencia de adultos no es esencialmente superior a la existente con anterioridad a 1980 3.815.774 6198 1.714.715 44,7%
la Primera Guerra Mundial. La cifra de criminalidad más alta de las distintas clases de edades 1982 4.29L975 6963 1.956.332 45,6%
corresponde a los semiadultos, cuya cifra de condenados en el año 1991 con 2614 bien dobla a 1983 4.345.107 7074 1.958.677 45,1%
la de los adultos, aunque desde 1985 aquélla ha comenzado a sufrir un ligero retroceso. Esre 1984 4.132.783 6755 1.931.022 46,7%
desarrollo se ha reforzado considerablemente en 1991, lo que sin embargo es igualmente atribui- 1986 4.367.124 7154 1.998.007 45,8%
ble, como en los jóvenes, al incremento de la aplicación de las posibilidades de archivo del pro- 1993* 5.347.780 8032 2.486.090 46,5%
cedimiento (§§ 45, 47 JGG) por el Juez de acuerdo con el § 109 H JGG. El ascenso de la delin- 1993" 6.750.613 8337 2.957.135 43,8%
cuencia juvenil y de la de los semiadultos, con alarmantes cifras procedentes del extranjero " , ha
La alta y creciente cifra de delitos conocidos está causada principalmente por el h u r t o "
desencadenado una preocupación creciente '^. Incluso aunque por el momento únicamente esté
que en 1993 constituyó, en su modalidad agravada un 37,7% y en su modalidad básica un 23,8%,
sucediendo un desplazamiento de la criminalidad de edades adultas a otras más jóvenes ' ^ lo
del volumen global de las infracciones cometidas, mientras que la proporción de delitos violen-
que no debería producir un incremento del volumen global de la delincuencia, debe resaltarse
tos (homicidio doloso, violación, robo) únicamente supuso el 1,1%. La estadística sobre investi-
un notable incremento de la criminalidad juvenil y de los semiadultos desde el año 1966, que
gación de los crímenes cometidos revela que la cuota de delitos aclarados entre los años 1963 y
desde luego no se expresa en la estadística de condenados a consecuencia del significativo refor-
1978 rerrocedc progresivamente, aunque desde entonces se ha producido una mejora si se pres-
zamiento de las posibilidades de archivo del proceso. A largo plazo existe también un peligro de
cinde de la cifra del año 1993 para el conjunto de la República Federal, pues resulta necesario
crecimiento del conjunto de la delincuencia por el trasvase de la criminalidad a edades más tem-
aclarar que la implantación de la policía en los nuevos Ldnder todavía no ha finaliz.ado. Por cier-
pranas, pues según la experiencia criminológica la probabilidad de reincidencia es mayor cuanto
to que la cuota de infracciones aclaradas difiere notablemente dependiendo del delito de que se
menof es la edad en la que tiene lugar la primera condena '^. La experiencia criminológica nos
trate; y así, en el año 1993 para el caso del homicidio y el asesinato alcanza un 84,7% (lo que ha
ha enseñado también que relativamente pocos jóvenes y semiadultos delincuentes se convierten
supuesto un retroceso considerable); en el supuesto de la violación un 68,8%, para el incendio
en "criminales profesionales", aunque esta posibilidad es cuantitativamente mayor cuanto más
doloso un 35,8% y para el caso del hurto agravado tan sólo un 12,2%, lo que supone el nivel
más bajo desde que comenzaron a elaborarse las estadísticas.

'' Champion, The juvenile Justice System págs. 53 y 58 ss.; Kaiser, Jugendkriminalitat págs. 80 ss.
'^ Kaiser, Jugendkriminalitat págs. 74 ss.; Schaffitein/Beulke, Jugendstrafrecht págs. 9 ss. * ("antigua" República Federal).
" Así, Hilde Kaufmann, Jugendkriminalitat pág. 34. En contra de su tesis se pronuncia Kaiser, ** (conjunto de la República Federal).
Jugendkriminalitat págs. 83 ss. Debe tenerse en cuenta que esta figura en el StGB no coincide exactamente con el hurto regulado
''' Kaiser, Kriminologie § 58 núm. 19, advierte de un desarrollo parecido en Francia, Gran Bretaña y en España, pues el concepto que acoge el texto alemán abarca también el robo con fuerza en las cosas del
texto punitivo español (N del T).
Austria.
38 § 3 El reflejo estadLsrico de la criniiiialidad y la aplicación del Derecho penal V. A|)licacióii de las penas y de las niedidas de seguridad 39

V. Aplicación de las penas y de las medidas de seguridad


Ai'io Pena de nuilta Prohibición de
1. Penas impuestas a causa de delitos graves y menos graves (pena tínica) conducir
(condenados según el Derecho penal común) 1967 345.065 10.404
1968 361.074 10.266
De ellos 1969 371.918 10.074
Condenados Presidio Presidio hasta 3 De ellos % 1970 464.118 10.587
Año en total (Zuchthaus) (desde 1970 De ellos meses, susp. 1973 504.335 1'2.317
prisión) cadena a partir de condic. 1974 494.266 16.743
perpetua 1970 hasta 1976 492.561 21.660
6 meses 1978 507.627 26.477
1967 558.384 3290 209.037 55 161.055 70.975 33,89 1980 494.114 32.20!
1968 572.629 3209 207.645 69 158.633 75.036 36,15 1982 505.917 37.468
1969 530.947 2557^'' 155.741 59 109.122 73.566 47,02 1983 516.892 38.702
1970 553.692 - 88.248 70 55.844 46.972 53,20 1985 488.414 36.928
1973 601.419 - 96.589 47 55.229 57.842 59,80 1991 521.291 32.191
1974 599.368 - 104.726 85 59.460 63.863 61,00
1976 592.154 - 98.233 71 59.058 61.801 62,91
La pena unitaria de prisión introducida en el ai'io 1969, junto con la limitación de las pe-
1978 614.252 - 105.506 52 64.548 67.889 64,35
nas cortas de prisión a través del § 47, ha supuesto una disminución de los condenados a pena
1980 599.832 - 104.850 54 63.839 68.878 65,69
de prisión desde el 3 7 % entre los años 1968 y 1989 al aproximadamente 17% de todos los
1982 622.434 - 115.726 70 68.385 75.182 64,97
condenados, así como el correlativo aumento de la pena de nmlta'^. Al mismo tiempo, la pro-
1983 636.105 - 118.638 68 69.094 77.391 65,23
porción de penas de prisión ejecutadas ha retrocedido del 24% al 7% de todos los condenados,
1985 600.798 - 111.876 86 64.557 74.147 66,28
gracias al aumento de la suspensión condicional de aquéllas del 3 3 % a más del 6 7 % de todas las
1991 622.390 - 100.766 56 58.157 68.407 67,90
penas de prisión. El retroceso de la pena de prisión se ha limitado, no obstante, a aquellas que
son de corta duración ya que las de media o larga duración han subido incluso ligeramente, lo
Año Arresto De ellos, con susp. que ha traído por consecuencia que en el año 1986 el ntimero de presos se acercara al nivel del
Condicional tiempo de la reforma de 1969 (vid. infra § 5 VI). Pero en el año 1991 el porcentaje ha disminui-
- do claramente otra vez. A pesar de la existencia del § 47, todavía son más de 50.000 las penas de
1970 626
prisión inferiores a seis meses, siendo éstas suspendidas condicionalmente en un 8 0 % de los ca-
1973 495 - sos *. El arresto penal como pena corta de prisión para soldados (previsto en la WStG) ha dismi-
1974 376 - nuido a la mitad y es suspendido condicionalmente en casi nueve de cada diez casos.
1976 1.360 1.095
1978 1.119 912 La cota de la pena de multa" asciende en un 64,5% de los casos hasta 30 días-multa, en
1980 868 743 un 30% entre 30 y 90 días-multa, en un 2,3% entre 91 y 180 días-multa y en un 0,2% de los
1982 791 662 supuestos entre 181 y 360 días-multa. Multas más altas son poco frecuentes, de modo que éstas
1983 575 435 apenas invaden el alcance de la pena de prisión de entre tres y seis meses, y nunca el que va de
1985 508 429 seis meses a un año a pesar de que están previstos hasta 360 días-multa. La proporción de arres-
1991 333 295

'^ Vid., en relación con lo que sigue, Heinz, MSchrKrim M (1981) págs. 148 ss.; el mismo, ZStW
94 (1982) págs. 632 ss.; elmismo, BewH 1984 págs. 17 ss., así como elmismo, The Problems of Imprisonmenr
págs. 196 ss.
" Según las propuestas del AE, que además Roxin, JA 1980, 549 recomienda seguir, se suprimiría
completamente la pena de prisión inferior a seis meses, lo que traería por consecuencia la desaparición de la
ejecución de aproximadamenre 10.000 penas de prisión, aunque todavía subsistirían alrededor de 40.000
casos de ejecución de penas cortas (arresto sustitutorio, revocación de la sustitución, abono de la prisión
"• Acerca del retroceso de la pena de presidio a partir del año 1882, Exner, Strafzusmessungspraxis preventiva); vid. Á«;>r, Kriminologie § 116núm. 16,Tabla41.
pág. 19. " Vid. Kaiser, Kriminologie § 116 núm. 40 Tabla 46.
40 § 5 Hl reflejo csradísrico de la criminalidad y !a aplicación del Ocrcclio penal VI. Presos v custodiados entre 1969 y 1991 41

tos sustitutorios ejecutados que en 1971 únicamente alcanz(S el 3,8%, ha ascendido aproximada- el sentido de la protección del tráfico viatio que representa la prohibición de conducir, que des-
mente hasta el 6% en el año 1990 principalmente por causa del incremento del desempleo, de de 1967 se ha impuesto en más del triple de ocasiones (vid. ÍH/JTO Tabla V 1). Considerable sig-
modo que por el momento casi 30.000 multas deben ser cumplidas con pena de arresto sustitu- nificado práctico tiene de igual modo el intcrnamicnto en un hospital psiquiáltico. Ha aumen-
torio de acuerdo con el § 43. La elusión de la ejecución de aquél a través del cumplimiento de tado con fucfza el ingreso en establecimientos de desintoxicación por parte de drogodependientes.
ttabajos en beneficio de la comunidad es en realidad posible en todos los Ldnder federales (art. Probablemente tendrá lugar un retroceso como consecuencia de la sentencia del Tribunal Cons-
293 EGStGB), aunque sin embargo es solicitada sólo en un porcentaje que oscila entre el 7,7 y titucional de 16.3.1994 (BGBl. 1 pág. 3012), que ha venido a exigir para el internamiento una
el 2 0 , 1 % de los casos, y tan sólo entre un 44,2 y 64,8%) de los supuestos en los que la ejecución concreta y suficiente probabilidad de éxito en el resultado del tratamiento. De la inhabilitación
tiene lugar esta se completa totalmente^". Un considerable, continuado y creciente significado para el ejercicio de una profesión se hace uso en escasas ocasiones. La custodia de seguridad ha
presenta la pena accesoria de prohibición de conducir (§ 44), pues en el año 1985 la proporción retrocedido hasta tal punto que apenas juega ya papel alguno como medida de seguridad frente a
de la privación del permiso de conducir (vid. infra Tabla V 2) continuaba siendo todavía casi delincuentes especialmente peligrosos (tespecto a la libertad vigilada vid. infra § 78 I 6)^'.
cinco veces superior. Una nueva posibilidad informal de sanción del mayor significado práctico, creada en el año
En la (anterior) circunscripción federal había a la fecha de 31.12.1991 un total de 2129 1974, es el archivo provisional del proceso penal a través del Fiscal o del Tribunal bajo una
funcionarios auxiliares de libertad vigilada, que tenían que supervisar la ejecución de 130.750 condición que en el 9 8 % de los casos consiste en el pago de una cantidad de dineto a una insti-
suspensiones condicionales, de modo que cada uno de ellos tocaba a 61 seguimientos. Del con- tución de interés social o al Estado (§ 153a StPO); como condiciones están previstas, además, la
junto de 41.880 vigilancias de la suspensión condicional que finalizaron en al año 1991, se sus- reparación del daño o contribuciones de interés general (vid. infra 8 VI 1). En el año 1985 el
pendieron definitivamente 30.210 mientras que 1 1.670 fueron revocadas. Así pues, los auxilia- número total de archivos condicionales (§ 153a StPO) podría haberse elevado a 208.000, mien-
res de libertad vigilada tuvieron éxito en un 72,13% mientras que la cuota de revocación alcanzó tras que la cifra total de condenados conforme al Derecho penal común ascendió a 719.924^^.
un 27,86%. Esto muestra un logro que debe ser tenido en cuenta, si se piensa que la cuota de La acumulación del trabajo debida al aumento de los delitos denunciados fue absorbida parcial-
reincidencia en presos liberados está entre un 60 y un 80%. mente por medio de esta vía^^. Como el procedimiento del § 153a StPO presupone la confor-
midad del acusado, aquí tiene lugar con carácter general un acuerdo (Absprache) entte el Fiscal y
el acusado o su defensor.
2. Personas sentenciadas a medidas de corrección y aseguramiento

Año Hospital Centro de Casa de Custodia de Inhabilitación Privación del VI. Presos y custodiados entre 1969 y 1991, en ambos casos a 31 de marzo, según la
psiquiátrico desintoxic. trabajo seguridad profesional permiso de clase y duración de la privación de libertad y la edad personal
conducir (ver cuadro siguiente)
1967 342 291 98 239 168 113.369
La cifra total de presos, desde el nivel máximo alcanzado con 49.533 en el año 1965, ha
1968 383 242 80 268 158 115.895
retrocedido considerablemente a consecuencia de la reducción de la pena de prisión, aunque desde
1969 346 196 33 219 146 118.714
el año 1971 ha venido nuevamente a crecer progresivamente, de modo que la cifta de salida ya
1970 306 172 - 110 90 136.832
casi fue alcanzada otra vez en el año 1984. Esto fue una consecuencia del aumento de la crimi-
1973 392 162 - 84 92 168.509
nalidad en su conjunto, del incremento en la duración de las penas a medio y largo plazo, así
1974 399 183 - 69 97 159.700
como del alto número de arrestos sustitutorios ejecutados. Desde 1986 viene teniendo lugar un
1976 410 404 - 60 82 172.195
nuevo descenso que, a fecha de 31.3.1991, alcanza el 17,3%. En una estadística compatada del
1978 377 483 - 35 59 191.921
Consejo de Europa se proporciona la cifra global de presos en la República Federal Alemana
1980 366 585 - 41 63 194.979 con fecha 1.9.1991 en 49.658 (cuota de presos por cada 100.000 habitantes, 78,8), de los que
1982 408 519 - 38 82 182.991 un 23,3% eran presos preventivos^'. La República Federal, pues, ocupa el puesto final del pri-
1983 420 521 - 27 93 191.137
1985 425 526 - 39 66 172.520
1991 474 724 - 38 75 180.242
^' Para Kaiser, Pallin-Festschrift pág. 203, las medidas de seguridad que conllevan privación de liber-
tad en Alemania, Austria y Suiza, alcanzan únicamente menos del 1% de todas las sanciones impuestas
Dentro de las medidas de corrección y aseguramiento domina la privación del permiso de
judicialmente de acuerdo con el Derecho penal común.
conducir. En el año 1954 fue impuesto en 11.025 casos y en 1991 en 180.242 supuestos, lo -^ Vid. Kaiser, Kriminologie § 115 núm. 35 Tabla 38. En relación con progresivo aumento desde
que significa que en 37 años su número se ha multiplicado por dieciséis. A ello debe añadirse, en 1977 RieJ?, ZRP 1983, pág. 93 y 1985, pág. 212.
^3 Heitiz, BewH 1984, 16, 26.
BuUetin d'information pénologique 2/92, lableau 1.
2° En este sentido, Schoch, Gutachten C para el 59." DJT 1992, p. C 86. ^^ Acerca del desarrollo de los presos preventivos, Hilger, NSiZ 1989, pág. 107.
§ 5 FJ reflejo estadístico de la criminalidad y la aplicación del Derecho pena § 6 Las Ciencias criminales 43

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nicr icrcío de los países que liuegran el Consejo de Europa. Para su comparación, la cuota de
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«o . presos alcanza en Francia el 83,9, en Gran Bretaña el 92,1, en Suecia el 55,0 y en los Países
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mediana (entre 25 y 40 años). En este grupo se evidencia con una nitidez especial el problema
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de la educación coactiva de adultos. A la ciíta total de 37.468 presos y custodiados en la anterior
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r- circunscripción federal a la fecha de 31.3.1991, deben ser además añadidos los presos preventi-
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casos en los que la duración de la prisión preventiva sobrepasa la duración de la pena o el proce-
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= > es alto: entre 1975 y 1980 condenados que habían estado en prisión preventiva fueron, por tér-
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I pág. 152). En el retroceso del miinero de personas sometidas a custodia de seguridad, se refleja
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el reparo de los Jueces a alargar la privación de libertad por medio de una medida de seguridad
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§ 6 Las Ciencias criminales
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Le droir penal comparé, tn: Jescheck/Kaiser (Edrs.), Die Vergleichung ais Merhode der Srrafrechrswissenschaft
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o und der Kriminologie, 1980, pág. 73; el mismo, Directions et directives de poiirique criminelle, Festschrift
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(1980) pág. 107; Burgstaller, Kriminalpolitik nach 100 Jahren IKV/AIDR Versuch einer Bestaudsaufnahnie,
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xr ro Engisch, Sinn und Tragvvcite juristlscher Systematik, Studium Genérale 1957, pág. 173; el mismo, Aufgaben
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der Strafrechtswissenschaft, Enzyklopadie der geisteswissenschaftlichen Arbeitsmethoden, Methoden der
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rN ^/-^ Rechrswissenschaft, Parte I, 1972, pág. 39; Feest, Kriniinalistik, Kleines Kriminologisches Wórterbuch, 3."
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Kaiser (Ed.), Die Vergleichung ais jMerhode der Strafrechtswissenschaft und der Kriminologie, 1980, pág.
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-a u^ m [ \ CTN t-- OJ co .—1 h-. 129; Gimbernat Ordeig, Hat die Srrafrechtsdogmatik eine Zukunft? ZStW 82 (1970) pág. 379; Gbppinger,
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Naucke, Fortschritre im Strafrecht durch die Sozialwissenschaften? 1983; Hauser, Die Rechrsvergleichung
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o r-. o cr> h - ^r^ r N r<l "-} xr 1959; Henrici, Die Begründung des Strafrechts in derneueren deutschen Rechtsphilosophie, 1961; Hirsch,
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xr xr xf- xr ro Gibt es cinc national unabhangige Strafrechtswissenschaft? Festschrift für G. Spendel, 1992, pág. 43; el mis-

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Heinz, ZStW 94 (1982) pág. 662.


44 § 6 Las Ciencias Criminales § 6 Las Ciencias criminales 45

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en: Hirsch/Weigend iíAts,.), Srrafrechr und Kriminalpolitik in Japan und Dcutschland, 1989, pág. 6 5 ; el das Opfer, Festschrift für H . - H . Jcscheck, Tomo II, 1985, pág. 1137; el mismo, Neue Wege der
mismo, Die Enrwickiung der Srrafrechrsdogmatik nach Wclzcl, Fesrschrifr der Rechrswissenschafrlichen Kriminologie aus dem Srrafrechr, Gedachrnisschrift für Hilde Kaufmann 1986, pág. 3 7 3 ; Sieverts,
Fakulrat Koln, 1988, pág. 399; Jescheck, Gcgensrand und neuesre Enrwickiung des internarionalen Srrafrechrs, Kriminalpolirik, H W B Krim, Tomo 11, 1977, pág. 1; Spief, Kriminalprognose, Kleines Kriminologisches
Fesrschrift für R. Maurach, 1972, pág. 579; el mismo, Rechrsverglcichung ais Grundlage der SrrafprozeKrcform, Worrerbuch, 3.^ Ed. 1993, pág. 286; Vogler. Die Tarigkeir des Europarars auf dem Gebier des Srrafrechrs,
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Jahrbuch der Max-Planck-Gesellschafr, 1975, pág. 49; el mismo, Die Bedeurung der Rechrsverglcichung für für R. Maurach, 1972, pág. 5 9 5 ; el mismo, Die srrafrechrlichen Konventionen des Europarars, Jura
die Srrafrechtsreform, Fesrschrifr für P. Bockelmann, 1978, pág. 133; el mismo, Grundlinien der 1992, pág. 586; Vojí, Anzeigemorivc, Verfahrenserwartungen und Bercirschafr von Geschadigten zur
inrernarionalen Srrafrechtsreformbewegung, Fesrschrifr für San Duck Hwang, 1979, pág. 417; el mismo, informellen Konflikrregelung, MSchrKrim 1989, pág. 34; Welzel, Die deursche Srrafrechrswissenschaft
Der EinfluG der I K V u n d der AIDP usw., ZSrW 92 (1980) pág. 997; el mismo, Grundfragen der Dogmarik derletzten 100 Jahre und die finale Handlungslehre, JuS 1966, pág. 4 2 1 ; £. Wó/;í Fragwürdigkeir und
und Kriminalpolirik, ZSrW 93 (1981) pág. 3; el mismo, Die Freiheirssrrafe bei Franzv. Liszr, Fesrschrift für N o t w e n d i g k e i t der Rechrswissenschafr, 1 9 5 3 ; el mismo, G t o g e R e c h t s d e n k e r der d e u t s c h e n
U. Klug, Tomo 11, 1983, pág. 257; el mismo, Móglichkeiren und Probleme eines Europaischen Srrafrechrs, Geistesgeschichte, 4.» Ed. 1963; Würtenberger (Ed.), Rechtsphilosophie und Rechtspraxis, 1971; Zipf,
Festschrift für ]hong-Won Kim, 1991, pág. 9A7;Jescheck/Kaiser (Edrs.), Die Vergleichung ais Methode der Kriminalpolirik, 2.» Ed. 1980; Zweigert, Rechrsvereinheidichung, WVR, Tomo III, 1962, pág. 74; Zweigertl
Srrafrechtswissenschaft und der Kriminologie, 1980; Jescheck/Lóffler (Edrs.), Quellen und Schriftrum des Kotz, Einführung in die Rechrsverglcichung, 2.=' Ed. 1984.
Srrafrechrs, Tomo I, 1972, Tomo II, 1980; Kaiser, Kriminalpolirik ohne kriminologische Grundlage?
Gedachrnisschrift für H. Schroder, 1978, pág. 4 8 1 ; el mismo, Srrafvollzug im europaischen Vergleich, 1983; Las C i e n c i a s c r i m i n a l e s se h a n esforzado e n la investigación, o r d e n a c i ó n sistemática y ex-
el mismo, Abolirionismus-Alternarive zum Srrafrechr? Fesrschrifr für K. Lackner, 1987, pág. 1027; el mismo, posición, d e aquel sector d e la vida d e t e r m i n a d o p o r la c r i m i n a l i d a d y su lucha. S o n Ciencias e n
(Ed.), Kriminologische Forschung in den 80er Jahren, 2 Tomos, 1988; el mismo, Viktimologie, Festschrift p a r t e n o r m a t i v a s y e n parte empfticas q u e se e n c u e n r r a n e n u n a situación d e i n t e r c a m b i o recí-
für H . Schüler-Springorum, 1993, pág. 3; Kgiser/KurylAlhrecht, Victims and Criminal Jusrice, 3 Tomos, p r o c o interdisciplinario. Las Ciencias ctiminales se clasifican en la C i e n c i a d e l D e r e c h o p e n a l ,
1991;^rm/n Kaufmann, Das Übernationale und Überposirive in der Srrafrechtswissenschaft, Gedachrnisschrift q u e tiene q u e ver c o n las disciplinas jurídicas del D e r e c h o penal, el D e r e c h o procesal penal y
für Zong Uk Tjong, 1985, pág. 100; Arthtcr Kaufmann, Rechtsphilosophie im Wandel, 1972; Arthur
c o n el D e r e c h o d e ejecución de penas (vid. supra § 3 II), y la C r i m i n o l o g í a c u y o o b j e t o son las
KaufmannlW.Hassemer (Edrs.), Einführung in Rechrsphilosophie und Rechtsrheorie der Gegenwart, 6." Ed.
causas del delito, la persona y a m b i e n t e del autor, la víctima del delito, la forma y m o d o d e los
1994; Kleinheyerl]. Schroder, Deursche jurisren aus fünf Jalirhunderren, 3.» Ed. 1989; Klug, junsúsáic Logik,
controles sociales del delito y la eficacia de las sanciones. A m b a s ciencias se c o m p l e m e n t a n c o n
3.» Ed. 1 9 6 6 ; Krauf, K r i m i n o l o g i e u n d Srrafrechr, en: G r i m m ( E d . ) , Rechrswissenschafr u n d
Nachbarwissenschafren, Tomo I, 1973, pág. 233; Kube/Starzer/Timm (Ed.). Kriminalisrik, 2 Tomos, 1993, disciplinas cercanas, cuyos m é t o d o s y c o n o c i m i e n t o s se aplican t a m b i é n para la s o l u c i ó n d e los
1994; Kürzinger, Die Kritik des Srrafrechrs aus der Sicht moderner kriminologischer Richrungen, ZSrW 86 p r o b l e m a s p r o p i o s . D e este m o d o , las Ciencias criminales están c i m e n t a d a s , d e u n a p a r t e , sobre
(1974) pág. 2 1 1 ; el mismo. Privare Strafanzeige und polizeiliche Reaktion, 1978; el mismo, Kriminologie, las Ciencias sociales, y d e otra, sobre las Ciencias naturales. La c o l a b o r a c i ó n d e las Ciencias cri-
1982; Lange, Das Ratsel Kriminalitat, 1970; el mismo, Die Enrwickiung der Kriminologie im Spiegel der minales a través d e u n creciente i n t e t c a m b i o d e interrogantes y resultados es u n a aspiración cien-
ZSrW, Z S r W 9 3 (1981) pág. \5l;elmismo, Neue Wege zu einer Gesamren Straftechrswissenschaft, Fesrschrift tífica d e g r a n significado. Sólo u n a esrrecha y organizada c o o p e r a c i ó n p e r m i t e esperar q u e el
für H . - H . jescheck,Tomo I, 1985, pág. 53; el mismo, Zur neuen Siruarion der Kriminologie, Fesrschrift für D e r e c h o penal y la C r i m i n o l o g í a , así c o m o sus ciencias cercanas, p u e d a n alcanzar a explicar los
D. Oehier, 1985, pág. 671; Langer, Srrafrechrsdogmarik ais Wissenschaft, GA 1990, 435; Leferenz, Rückkehr problemas actuales d e u n a sociedad diversa y m u y c a m b i a n t e . El D e r e c h o penal sin la C r i m i n o l o g í a
zur Gesamren Straftechrswissenschaft? ZSrW 9 3 (1981) pág. 199; el mismo, Die Kriminalprognose, en:
está ciego y ésta sin aquél carece de límites.
GoppingerlWitter (Ed.), H a n d b u c h der forensischen Psychiarrie, Tomo II, 1972, pág. 1347; v. Liszt,
Kriminalpolitische Aufgaben, ZSrW 9 (1889) pág. 452; López-Rey, A Guide to United Nations Criminal La unidad orgánica de las parres que superara la parcialidad de la especialización era ya el gran objeti-
Policy, 1985; Lüderssen/Sack (Ed.), Abweichendes Verhalten.Tomos I-IV, 1975-1980; los mismos, (Edrs.), vo de Franz v. Liszt, al que quiso caracterizar con la expresión programática del "conjunro de la Ciencia
Vom Nurzen und Nachreil der Sozialwissenschaften für das Srrafrechr, Tomos I, II, 1980; Luhmann, penal" '. No puede haber una unidad cienrífica en esre ámbiro, sencillamente a causa de la diversidad de
Legirimarion durch Verfahren, 2.» Ed. 1975; Maihofer, Gesamte Straftechrswissenschaft, Festschrift für H . objetivos y métodos, si bien es promovido un suminisrro recíproco de conocimientos y una colaboración
Henkel, 1974, pág. 75; Menne (Ed.), Psychoanalyse und Jusriz, 1982; Meyer-Cording, Kann der Jurisr hcure positiva".
noch Dogmariker sein? 1973; B. Mueller. Gerichriiche Medizin, H W B Kr¡m,Tomo I, 1966, pág. 274; G.O.W.
Mueller, In Search of a Philosophy of Criminal jusrice, Essays in Honour of Sh. Dando, 1983, pág. 111;
Opp, Abweichendes Verhalren u n d Gesellschaftsstruktur, 1974; Otto, Dogmarik ais Aufgabe der
Rechrswissenschafr, Inrernat. Jahrbuch f ¡nrerdi.sziplinare Forschung, Tomo II, 2, 1975, pág. 116; Peters,
Grundprobleme der Kriminalpadagogik, 1960; Pfeijfer/Scheerer, Kriminalsoziologie, 1979; Prokop/Gohler,
Forensische Medizin, 3." Ed. 1976; Radzinowicz, T h e roors of rhe Internarional Association of Criminal
Law and rheir significance, 1991; Revue internationale áe droitpenal 1982, Fascículos 3/4, La philosophie ' V. Liszt, ZStW 9 (1889) pág. 455. La revista fundada y dirigida por él en el año 1881 llamada
de la jusrice pénale et la politique criminelle contemporaines (con numerosas contribuciones); Roxin, Revisra de la Ciencia alemana del Derecho penal, hoy se denomina "Revista para el conjunro de la Ciencia
Kriminalpolirik und Strafrechtssysrem, 2.» Ed. 1973; el mismo, Die Wandlungen der Srrafrechrswissenschaft, penal" [Zeitschrifr für die gesamre Strafrechrswissenchaft (ZStW)].
Universiras 1980, pág. 23; Sack, Definirion von Kriminalitar ais polirisches Haudeln: der labeling approach, ^ Así, Goppinger, Kriminologie págs. 14 ss.; Kaiser, Kriminologie § 18 núms. 5 ss.; elmismo, Schroder-
KriminologischesJournal4 (1972) pág. 3; Schneider, Kriminalprognose, HWBKrim, Tomo IV, 1979, pág. Gedachrnisschrift págs. 481 ss.; Leferenz, ZStW 93 (1981) págs. 199 ss.; Krauj?, Kriminologie und Srrafrechr
273; Schóch, Versrehen, Erklaren, Besrrafen? en: Immenga (Ed.), Rechrswissenschafr und Rechrsenrwicklung págs. 233 ss.; Maihofer, Henkel-Festschrift págs. 83 ss.; Schiich, Rechrswissenschaft und Rechtsentwicklung
1980, pág. 305; Schultz, Srrafrechrsvergleichung ais Grundlagenforschung, en: Jescheck/Kaiser {Ed.), Die págs. 305 ss. Un "modelo integral de futuro" fundado en una crítica al Derecho positivo es proyecrado por
Baratía, ZSrW 92 (1980) págs. 107 ss, quien no obsrante se aparta de la actual Ciencia del Derecho penal.
46 § 6 Las Ciencias Criminales I. La Cicnti;i del Derecho penal (Derecho penal material) y sus disciplinas cercanas 47

I. La Ciencia del Derecho penal (Derecho penal material) y sus disciplinas cercanas pectivas contfibuciones por medio de discusiones que resulten comprensibles. La Dogmática pe-
nal es el edificio teórico levantado en el que todos están situados o en el que, por lo menos,
1. El núcleo duro de la Ciencia del Derecho penal es la Dogmática penal (Teoría del L)c- pueden oricntatse^. El mantenimiento de la unidad del sistema de Derecho penal ies una mi-
recito penal). Ésta parte de la ley penal como su base y límite, pone de relieve su contenido con- sión fundamental de la Ciencia del Derecho penal, a la vista del veloz desatrollo de la Dogn
ceprual y construye sus proposiciones jurídicas, ordena el material jurídico y trata de encontrar Kináti-
ca en ámbitos concretos y de los ataques externos contta el Derecho punitivo.
nuevos caminos en la formación de conceptos y en la sistemática. A través de la interpretación
del Derecho vigente con un examen crítico, comparativo y sistemático de la jurisprudencia, la 2. Junto a la Dogmática penal se sitúa, como una parte de la Ciencia del Derecho penal, la
Dogmática penal sirve como puente encte la ley y la praxis de una aplicación progrcsivamcnrc Política criminal *. Esta tiene que ver con la reforma del Derecho vigente. Parte de este último
renovadora del Derecho penal llevada a cabo por los Tribunales y, con ello, en gran medida a la y asume también, por ello, los resultados de la Dogmárica penal. Sin eiribargo, fundamenta sus
prerensiones futuras de mejora del Derecho positivo sobre los resultados empíricos de la Crimi-
seguridad jurídica y a la justicia ^.
nología. Con ello, la Política ctiminal constituye el puente entre la Dogmática penal y la Crimi-
2. Un sistema de Derecho penal no se deriva de unas pocas afirmaciones básicas (axiomas) nología. No sólo en Alemania'^, sino también en otras partes del mundo '", el gran movimiento
encaminadas a conseguir consecuencias finales más lógicas y sencillas, porque cada proposición internacional para la renovación del Derecho penal ha traído consigo un cambio radical en el
jurídica nueva, en la medida en que posee un contenido matetial propio, contiene una nueva pensamiento sobre la actual prevención del delito a través de la eliminación de conflictos socia-
decisión material que en verdad no puede contradecir a la proposición principal, pero que de la les, que se ha dirigido al afianzamiento de la conciencia jurídica del pueblo acerca de la necesi-
misma no puede ser deducida sin más . dad de recurrir a sanciones moderadas y humanitarias y a la inserción del delincuente en la so-
Ejemplo: El reconocimiento de la indicación medica como causa de justificación para la interrupción ciedad (en torno a los principios de la Política criminal vid. siipra § 4).
del embarazo (§ 218 a II) no es consecuencia de la protección del concebido como bien jurídico de la dis-
3. La Dogmática penal se sirve de la ayuda de otras disciplinas de la Ciencia jurídica que
posición penal del § 218, sino de la consideración contraria de que, conforme a la conciencia jurídica del
presente, a una mujer no le es exigible su vida a cambio de la del futuro hijo. Es sistemáticamente erróneo aportan sus propios interrogantes, métodos especiales y nuevos conocimientos:
equiparar la situación social de necesidad de la embarazada con el peligro para el cuerpo o la vida (vid., no a) La Historia del Derecho penal extiende hacia el pasado la mirada del dogmático y del
obstante, § 218 a II núm. 3 en la redacción de la 15. StÁG de 18.5.1976), pues ambos intereses menciona- usuario de la Política criminal " . Aquélla resucita las grandes épocas del desarrollo del Derecho
dos poseen una importancia diversa. y de las ideas que las inspiraron, investiga los cambios de la legislación, mantiene vivas las figuras
La Dogmática penal requiere para la elaboración conceptual y sistemática, no sólo la lógica de grandes juristas '^, de sus obras y escuelas, intenta aclarar las formas de manifestación del
\\\ú(i\C'i formal, pues ésta sólo sienta las leglas de cierre de la Ciencia jurídica ^, sino también una delito de años anteriores, describe las frecuentes y crueles penas que eran impuestas y, con todo
lógica material que tome como punto de partida los valotes ptotegidos y que de este modo ello, crea la infraestrucrura sobre la que se fundamenta la Ciencia que analiza el Derecho vigen-
avance en el establecimiento y fundamentación de nuevas proposiciones jurídicas''. La lógica te. Un complemento importante de la Dogmática penal es la Historia de la Dogmática: muestra
material contiene las razones derivadas del sistema valorativo que son necesarias para una deci- la formación y desenvolvimiento del pensamiento teórico con el trasfondo moral de su tiempo y
sión matetial, que por su conenido se muestra correcta o, como mínimo, dcfefendible bajo la rastrea el camino de instituciones jurídicas concretas (por ejemplo, el desarrollo de la imputa-
óptica de la justicia y la finalidad político-criminal. ción objetiva y subjetiva) a través de los siglos, conectando de este modo la labor jurídica de las
generaciones y suministrando argumentos para la interpretación y reforma del Derecho vigente.
Ejemplo; El robo agravado (§ 250) es, de acuerdo con la lógica formal, un caso especial del robo bási-
co (§ 249); en cambio, conforme a una cualificación material, consrituye una agtavación del hecho por la
peligrosidad de la modalidad comisiva o por la especial puesta en peligro de la víctima que justifica una
exasperación esencial de la amenaza penal. Una valoración de la Dogmática alemana de los últimos cien años suministra Welzel, JuS 1966 págs.
421 ss. Acerca de la esencia y valoración de la Dogmática vid., además, Otto, Internar. Jahrbuch 1975, págs.
La Dogmática penal no sólo tiene un significado teórico, sino también práctico. En la Ad- 116 ss.; Jescheck, ZStW 93 (1981) págs. 3 ss.; Hirsch, ZStW 93 (1981) pág. 831, 94 (1982) pág. 239; el
ministración de Justicia las distintas funciones y ptofesiones se encuentran representadas por per- mismo, Kolner-Festschrift pág. 399; elmismo, Die Enrw,'icklung pág. 65; Gimbernat Ordeig, ZStW 82 (1970)
sonas que poseen una formación diversa e intereses heterogéneos: jueces, fiscales, abogados, fun- págs. 379 ss. Acerca del debare dogmático desarrollado de una forma completamente distinta en Derecho
cionarios de policía, funcionarios de prisiones, psiquiatras, psicólogos, sociólogos, trabajadores civil vid. Meyer-Cording, Kann der jurist heure noch Dogmatiker sein? 1973.
sociales, agentes de pttieba o reporteros judiciales. Todos ellos necesitan de una forma conjunta ^ Profundizando en los conceptos básicos Zipf, Kriminalpolitik págs. 1 ss. Acerca de la integración
de pensamiento y atgumentación, de modo que puedan aportar al denominador común sus res- de la sistcmárica y la Política criminal, Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechtssystem págs. 10 ss.; esforzán-
dose en el deslinde entre ambas Hassemer, Strafrechtsdogmatik und Kriminalpolitik, 1974. Vid., asimismo,
Roxin, Allg. Teil I § 7 núms. 68 ss.
' Vid. Wekel, Maurach-Festschrift pág. 5; Hassemer, Strafrechtsdogmarik págs. 176 ss.; Ginihernat ' Roxin, Universitas 1980 págs. 23 ss.
Ordeig: ZStW 82 (1970) págs. 405 ss.; langer, GA 1990, págs. 435 ss. ' /l«f?/, Jescheck-Festschrift Tomo II págs. 779 ss.; Jescheck, Bockelmann-Festschrift págs. 133 ss.;
'' Engisch, Srudium Genérale 1957, pág. 173. En relación con el método interpretativo el mismo, el mismo, MPG-Jahrbuch 1975, pág. 49; elmismo, Hwang-Festschrift págs. 417 ss.
Methoden der Strafrechrswissenschaft págs. 46 ss. '' Vid. el resumen de la Historia del Derecho penal que se lleva a cabo infra § 10.
^ Klitg, Logik págs. 1 ss. '^ Vid. E. Wolf, GroGe Rechtsdenker, 1963; Kleinheyer/J. Schroder, Deutsche Juristen aus fünf
'^ Engisch, Studium Genetale 1959, pág. 76. Jahrhunderten, 1989.
48 § 6 I^as Ciencias Oiminaics I. La Ciencia del Derecho penal (Derecho penal material) y sus disciplinas cercanas 49

C o m o Histofia c o m p a r a d a d e la D o g m á t i c a viene a ser el p u e n t e q u e c o n d u c e al D e r e c h o penal p a r t e del i n t e t r o g a n t e d e c ó m o solucionan otros O r d e n a m i e n t o s jurídicos u n p r o b l e m a social


comparado. d e t e r m i n a d o , al q u e el p r o p i o O r d e n a m i e n t o jurídico i n t e n t a aproximarse c o n la regulación c o m -
parada. A n t e t o d o , la mayoría d e las veces define el p r o b l e m a desde el p r o p i o O r d e n a m i e n t o
b) La H i s t o r i a del D e r e c h o penal p o n e en conexión la D o g m á t i c a penal c o n la Filosofía
jurídico. P o s t e r i o r m e n t e , se esfuerza en aclarar la cuestión planteada desde el p u n t o de vista de
del D e r e c h o ' I La Filosofía del D e r e c h o se esfuerza en sentar los criterios sobre los cuales el
u n o o de vatios D e r e c h o s extranjeros. Tan sólo e n t o n c e s tiene lugat el verdadero trabajo c o m p a -
d o g m á t i c o p u e d e enjuiciar si las premisas del D e r e c h o positivo son c o m p a t i b l e s c o n los h e c h o s
rativo q u e aclara las coincidencias y diferencias d e las estructuras jurídicas, q u e investiga las ra-
reales del O r d e n social {naturaleza de las cosas) y con las ideas valorativas inspiradoras de la Etica
zones existentes para unas y otras y q u e , en fin, t a m b i é n t i e n e q u e realizar u n a v a l o r a c i ó n crítica
social [Derecho natural), así c o m o el m o d o en q u e deben ser i n t e r p r e t a d a s o, en su caso, la forma
de los resultados a los q u e c o n d u c e '^. El D e r e c h o c o m p a r a d o sirve p r i m o r d i a l m e n t e , c o m o cual-
en q u e d e b e n ser configuradas '''. C o n f o r m e a ello, la Filosofía del D e r e c h o tiene " q u e c o m p r o -
q u i e r otra ciencia, al c o n o c i m i e n t o general pero, al m i s m o t i e m p o , s u m i n i s t r a t a m b i é n sus c o n -
bar la verdadera obligatoriedad de la simple vigencia del D e r e c h o q u e se sucede h i s t ó r i c a m e n t e ,
tribuciones a importantes finalidades p r á c t i c a s . Y así, en u n p r i m e r p l a n o se e n c u e n t r a la
para conseguir así q u e n a d a rija f á c t i c a m e n t e si n o es t a m b i é n é t i c a m e n t e obligatorio" ' ' . La Fi-
legislación penal q u e en los grandes proyectos ya no p u e d e renunciar a trabajos preparatorios de
losofía del D e r e c h o libera a la D o g m á t i c a penal del d o m i n i o del positivismo, p e r m i t i e n d o e n -
D e r e c h o c o m p a r a d o , p u e s ú n i c a m e n t e a ttavés d e u n c o n o c i m i e n t o q u e a b a r q u e la n o r m a t i v a
contrar la síntesis necesaria en la q u e el D e r e c h o positivo, p o r definición siempre i n c o m p l e t o ,
vigente en el extranjero p u e d e poseerse el "stock d e soluciones" {Zkelmann) q u e se e n c u e n t r a a
c o n c u e r d e con la "idea del D e r e c h o c o r r e c t o " .
disposición d e d e t e r m i n a d a s funciones sociales (acerca d e los trabajos p r e p a r a t o r i o s d e D e r e c h o
Ejemplo: La pregunta de si el principio de culpabilidad viene a ser simplenienre el límite superior de la c o m p a r a d o d e la G r a n R e f o r m a del D e r e c h o penal vid. 2 . " Ed. págs. 8 0 ss.). A d e m á s , el D e r e -
determinación de la pena para impedir la arbitrariedad o si, más bien, refleja un principio constitutivo de la c h o c o m p a r a d o p u e d e c o n t r i b u i r a la interpretación del p r o p i o D e r e c h o c u a n d o éste se basa en
Ética jurídica para todo el Derecho penal, es sobre todo un problema filosófico-jurídico (vid. sufra § 4 I 3). el D e r e c h o extranjero o c u a n d o acusa la m i s m a p r o b l e m á t i c a " . A s i m i s m o , el D e r e c h o c o m p a -
T a m p o c o el estudioso d e la Política c r i m i n a l p u e d e prescindir de la a y u d a d e la Filosofía r a d o sirve para la p r e p a r a c i ó n d e la unificación j u r í d i c a ^ " así c o m o , sobre t o d o en el á m b i t o del
del D e r e c h o , pues ésta le m u e s t r a , en a t e n c i ó n al E s t a d o de D e r e c h o y d i g n i d a d d e la persona, C o n s e j o de E u r o p a y de las N a c i o n e s U n i d a s , para la organización e intensificación d e la colabo-
d ó n d e d e b e n residir los límites d e la eficacia en la lucha c o n t r a la c r i m i n a l i d a d . ración i n t e r n a c i o n a l d e los Estados en la A d m i n i s t r a c i ó n de J u s t i c i a ^ ' . F i n a l m e n t e , el D e r e c h o
c o m p a r a d o ha h e c h o surgir u n a rama d e la ciencia capaz d e u n i r a t o d o s los p u e b l o s , q u e une a
c) La H i s t o r i a y la Filosofía del D e r e c h o h a n dirigido t e m p r a n a m e n t e la m i r a d a , t a n t o del
m u c h o s e r u d i t o s y especialistas d e diferentes naciones y q u e , sobre t o d o , e n c u e n t t a expresión en
teófico c o m o d e l analista p o l í t i c o - c r i m i n a l , hacia el D e r e c h o c o m p a r a d o . Este ú l t i m o , n a c i d o
la intensa vida intelectual d e las sociedades internacionales de D e r e c h o penal ^^.
de la u n i d a d del p e n s a m i e n t o penal e u r o p e o en la época de la Ilustración (Feuerbach, Mittermaier),
ha j u g a d o u n i m p o r t a n t e papel en el siglo X I X en la nueva c o n f i g u r a c i ó n del D e r e c h o penal d) La influencia de las C i e n c i a s sociales (Sociología, Política social. E c o n o m í a social, Psi-
material bajo el m o d e l o del C ó d i g o penal francés d e 1 8 1 0 , en la a s u n c i ó n d e i n s t i t u c i o n e s fran- cología social, Filosofía social) sobre la D o g m á t i c a penal y la Política c r i m i n a l viene t e n i e n d o
cesas e inglesas para la reforma del proceso penal y c o m o guía d e la m o d e r n a Política criminal . lugar ya en el curso del m o v i m i e n t o de reforma de la s e g u n d a m i t a d del siglo X I X - ' . E n la ac-
Se ha c o n v e r t i d o h o y en día en el m é t o d o universal d e la investigación científica del D e r e c h o y tualidad, al D e r e c h o p e n a l las Ciencias sociales le p l a n t e a n sobre t o d o cuestiones críticas y pers-
ha a d q u i r i d o el rango d e disciplina especializada " . M e t o d o l ó g i c a m e n t e , el D e r e c h o c o m p a r a d o pectivas de futuro: se refieren a la legitimación de la p e n a c o m o mal v o l u n t a r i a m e n t e infligido a
catisa de u n a infracción del D e r e c h o en m e d i o de otras múltiples posibilidades, c u e s t i o n a n la
l e g i t i m i d a d del p r i n c i p i o d e culpabilidad a la vista d e la i n d e m o s t r a b i l i d a d d e la libertad de "po-
'5 Vid. el libro escrito en idioma alemán del erudito y creador del Código penal polaco de 1932, der actuar de o t r o m o d o " en el hecho concreto, p r o m u e v e n u n a nueva o r i e n t a c i ó n d e los fines
Makarewicz, Einführung in die Philosophie des Strafrechts, 1906; además, Henrici, Die Begründung des de la p e n a de la r e t r i b u c i ó n a la prevención general y especial, hacen énfasis en la c o r r e s p o n s a b i -
Strafrechts in der neueren deutschen Rechrsphilosophie, 1961. Acerca del significado de la Filosofía social
lidad de la sociedad c o n la c r i m i n a l i d a d y ven en la socialización del a u t o r el ú n i c o objetivo
para el Derecho penal, Naucke, en; Hassemer/Lüderssen/Naucke, Fortschritte im Strafrecht págs. 1 ss.; vid.,
defendible de la i n t e r v e n c i ó n represiva. E n la m e d i d a en q u e en verdad no se aspire a la subver-
asimismo, desde una perspectiva de Derecho comparado, Mueller, Dando-Festschrift págs. 111 ss., así como
sión del D e r e c h o positivo y del o r d e n social, así c o m o a la "abolición del D e r e c h o p e n a l " q u e
las contribuciones a! tema "La philosophie de la justice pénale", en; Rcv int dr pén 1982, ntim. 3 / 4.
''' Vid. Henkel, Rechtsphilosophie págs. 416 ss.; Wünenherger, Rechtsphilosophie und Rechtspraxis,
\97l;Engisch, Einführung págs. 182 ss.;Armin Á'ai//;>Mn«, Tjong-Gedachtnisschrift pág. 100; Bockelmann,
Einführung, págs. 21 ss.; Arthur Kaufmann, Rechtsphilosophie im Wandel págs. 219 ss.\ Arthiir Kaufinann/ '* Acerca de la independencia de la Ciencia del [)erecho penal de las codificaciones nacionales Hirsch,
W. Hassemer (Edrs.) Einführung in Rechtsphilosophie und Rechtstheoríe, 6.» Ed. 1994. Spendel-Festschrift pág. 4 3 .
" E. Wolf, Rechtswissenschaft pág. 13. //ffWífr, Jescheck-FestschriftTomo 11, págs. 1215 ss.
'^' Jescheck, Bockelmann-Festschrift págs. 133 ss. (en relación con el Derecho penal material); elmis- ™ Al respecro, Zweigert, W V R T o m o 111 pág. 74.
mo, ZSrW 86 (1974) págs. 761 ss. (acerca del Derecho procesal penal); Kaiser, StrafvoUzug im europaischen ^' Sobre la cuestión, Vogler, Maurach-Festschrift págs. 605 ss.; el mismo. Jura 1992, pág. 5S(-i; Jescheck,
Vergleich, 1983. Maurach-Fescschrift págs. 584 ss.; el mismo, Kim-Festschrift pág. 947; Lépez-Rey, A Cuide to United Nations
'•' Con carácter general: ZwigertlKótz, Einführung in die RechtsvergleichungTomo I, 1971; Groffeld, Criminal Policy, 1985.
Macht und Ohnmacht der Rechtsvergleichung, 1984. Sobre el Derecho penal: Jescheck, Entwicklung págs. " Con mis detalle en Jescheck, Entwicklung págs. 16 ss. Ademls, el mismo, ZStW 92 (1980) págs. 997
36 ss.; Schultz, Strafrechrsvergleichung págs. 7 ss.; Ancel, Le droit penal comparé págs. 73 ss.; Jescheck/Loffler, ss. (sobre IKV/AIDP); Radzinowkz, The roots of the AIDP, 1991; Burgrstaller, ZStW 102 (1990) pág. 637.
Quellcn und Schriftum Tomo 1 págs. 3 ss. (fuentes bibliográficas). " Jescheck, Klug-Festschrift Tomo 11 págs. 257 ss.
•^0 § 6 I.as Ciencias Cnniincilcs 11. La Criminología )' sus tiisciplin.as cercanas 51

c o n d u c e al reino de la utopía, sino a q u e tenga lugar u n a discusión ligada a la realidad (libre de Tras las equivocadas tendencias dirigidas a la eliminación del D e r e c h o penal d e la lucha
ideologías), el d i á l o g o con las Ciencias sociales es i m p r e s c i n d i b l e y d e gran utilidad para el D o g - c o n t r a el d e l i t o ^ ' , la a p o r t a c i ó n d e (actores s u p l e m e n t a r i o s [Kaiser, Goppinger, Leferenz, Schoch,
inárico y el analista político-criminal •'-''. e n t t e otros) constittiye h o y el p u e n t e hacia el p r i n c i p i o de culpabilidad y, c o n ello, orienta la
D o g m á t i c a penal hacia el p r i n c i p i o de responsabilidad: se hace valer la conciencia d e libertad d e
la persona c o m o h e c h o psicológico, se considera la responsabilidad del a u t o r c o m o u n o de los
II. La C r i m i n o l o g í a y sus d i s c i p l i n a s c e r c a n a s pilares d e la convivencia d e las personas y, sobre esta base, se t r a n s m i t e a la C i e n c i a del D e r e c h o
penal el marerial e m p í r i c o requerido por ella. Así considerada, la c o o p e r a c i ó n del penalista con
1. M i e n t r a s q u e la Ciencia del D e r e c h o penal y sus disciplinas cercanas m u e s t r a el c o m p o -
el c r i m i n ó l o g o es i m p r e s c i n d i b l e , pues la C r i m i n o l o g í a s u m i n i s t r a a aquél los c o n o c i m i e n t o s
nente normativo d e las Ciencias criminales, la C r i m i n o l o g í a ^ ^ es u n a ciencia empírica q u e tra-
extraídos d e la realidad q u e p u e d e n ser necesarios para la legislación y, de esta forma, las p r o p o -
baja con d;nos ficticos y q u e p o r ello se sirve de m é t o d o s de distintas ciencias naturales y socia-
siciones jurídicas q u e p u e d e n ser " m a t e t i a l m e n t e cottectas". Le da consejos prácticos para el q u e -
les, p o r lo q u e se la p u e d e c a r a c t e r i z a r c o m o u n a " r a m a científica i n t e r d i s c i p l i n a r " . La
hacer diario d e la A d m i n i s t r a c i ó n de Justicia penal y, en especial, ofrece al juicio d e p r o n ó s t i c o
C r i m i n o l o g í a se o c u p a , sin sujetarse al c o n c e p t o de delito en u n s e n t i d o j u t í d i c o , d e la p e r s o n a -
criminal " u n i i n p o r t a n t e tnedio de ayuda para reconocer el riesgo d e reincidencia, para evitar
lidad del infractor del D e r e c h o , d e su desarrollo, d e su forma d e ser física y psíquica y d e las
efectos indeseables de la privación de libertad, para configurar eficazmente la asistencia en la
posibilidades de influirle t e r a p é u t i c a m e n t e , d e las formas d e manifiestación del delito, sus cau-
suspensión c o n d i c i o n a l d e la p e n a y para p o d e r decidir todas las cuestiones relativas a la libera-
sas, su significado social y personal, así c o m o de la forma en la q u e desarrollan su efecto los
ción d e presos c o n el objetivo d e la reinserción. En la Historia del D e r e c h o penal c o n t e m p o r á -
medios de reacción criminales. O b j e t o d e la C r i m i n o l o g í a son, pues, t a m b i é n otras manifesta-
n e o hay q u e agradecer a la C r i m i n o l o g í a la a p o r t a c i ó n d e avances significativos. El D e r e c h o pe-
ciones negativamente valotadas en la sociedad c o m o asocialidad, alcoholismo, adicción a las drogas
nal juvenil, la limitación de la p e n a ptivativa de libertad, la nueva estructura de la p e n a d e multa,
y situaciones de d e s a m p a r o . D e a c u e r d o c o n el objeto de la investigación se d i s t i n g u e entre la
la s u s t i t u c i ó n y s u s p e n s i ó n c o n d i c i o n a l d e la pena, la asistencia en esta líltima, la a m o n e s t a c i ó n
Antropología criminal, q u e se divide en Biología criminal (investigación d e la c o n s t i t u c i ó n y Psi-
con reserva d e p e n a , las m e d i d a s d e corrección y a s e g u r a m i e n t o , así c o m o la reforma del D e r e -
quiatría criminal) y Psicología criminal, y la Sociología criminal~^. La C r i m i n o l o g í a p a r t i ó d e la
c h o p e n i t e n c i a r i o , se basan en reivindicaciones q u e se h a n d e b i d o al trabajo de investigación d e
descripción de las distintas formas d e manifestación del delito, d e d i c á n d o s e después especialmente
la C r i m i n o l o g í a . El D e r e c h o c o m p a r a d o h a c o n t t i b u i d o de m o d o esencial a estos avances, pues-
a la investigación d e sus causas (predisposición y e n t o r n o ) q u e d e s e m b o c ó en el tipo penal de
t o q u e h a h e c h o accesibles las regulaciones extranjeras. C o n ello, la C r i m i n o l o g í a c o m p a r a d a ha
autor. H o y en día, el delito es c o n c e b i d o sobre t o d o en el m a r c o d e su relación social ^^. La C r i -
c o m e n z a d o a p o n e r eir relación con los suyos propios, los resultados o b t e n i d o s en el extranjero
minología actual se ocupa, a d e m á s , d e los m é t o d o s d e s a n c i ó n y t r a t a m i e n t o c r i m i n a l , así c o m o
acerca de la investigación de la c r i m i n a l i d a d y de Lis sanciones ^^.
de su influencia sobre la persona c o n d e n a d a (prevención especial) ^'. A s i m i s m o , e n la actualidad
t a m b i é n lo hace sobre las instancias d e c o n t r o l social (policía, fiscalía, t r i b u n a l ) , sobre el papel 2 . T a m b i é n la C r i m i n o l o g í a esrá en conexión c o n disciplinas cercanas q u e en p a r t e q u e d a n
de la víctima en el origen del h e c h o p u n i b l e y en la solución d e conflictos (Victimología) ^"j s o - i n c l u s o absorbidas p o r u n c o n c e p t o a m p l i o d e la C r i m i n o l o g í a .
bre el comportaiTiiento de la p o b l a c i ó n en la d e n u n c i a ^', y s o b t e el efecto d e la A d m i n i s t r a c i ó n
de justicia penal en la conciencia jurídica d e la generalidad ( p r e v e n c i ó n general) . a) La C r i m i n a l í s t i c a (así llamada p o r su f u n d a d o r austríaco Hans GroJ^ es la técnica
científica dirigida a la aclaración del delito y a la investigación de sus autores (táctica criminal,
b ú s q u e d a d e pistas, t o m a d e huellas, m é t o d o s d e investigación q u í m i c o s , físicos y m i c r o s c ó p i -
cos, c o l a b o r a c i ó n de la prensa, la radio y la televisión en la investigación). Es utilizada especial-
m e n t e p o r la policía criminal (Oficina Federal de Investigación C r i m i n a l , Oficinas d e Investiga-
''' Sack, Kriminologisches Journal 1972, pág. 3; Opp, Abweichendes Vedialten und Gesellschaftsstruktur, c i ó n C r i m i n a l d e los Lander, academias de policía), a u n q u e t a m b i é n debería ser o b j e t o de la
1974; Luhmann, Legitimation durch Verfahrcn, 1975; l.üderssenlSack (Edrs.), Abweichendes Verhalten To- f o r m a c i ó n d e los jueces, fiscales y a b o g a d o s .
mos I-IV, 1975-1980; Hassemer, Einführung págs. 19 ss., 259 ss.; Hassemer/Lüderssat/Naucke, Fortschritte
b) La M e d i c i n a legal ^^ c o m p r u e b a los efectos de los ataques delictivos sobre el cuerpo
iin Strafrecht durch die Sozialwissen.schaften? 198,3; Sessar, Hilde Kaufmann-Gedachtnisschrift pág. 3 9 1 .
h u m a n o (investigación d e la m u e r t e , h o r a en q u e sucedió y sus causas, análisis m é d i c o de las
~^ La denominación fue utilizada por primera vez en el título de la obra fundamental del italiano R.
&r»/<?/o Criminologia, l."Ed. 1885.
•^^ Así, Gbppinger, Kriminologie págs. 133 ss.; Kaiser, Kriminologie § 1 núms. 15 ss.; Kürzinger, '^ Sobre esta cuestión Lange, Ratsel Kriminalitat págs. 264 ss.; el mismo, ZStW 93 (1981) págs. 151
Kriminologie pág. 11. Vid., además, Griinhiit, ZStW 72 (1960) pág. 267; KrauJ?, Kriminologie und Strafrecht ss.; f/m«7?io, Jescheck-Festschrift Tomo I págs. 53 ss.; el mismo, Ochler-Festschrift págs. 671 ss.; Kürzinger,
págs. 239 ss. ZStW 86 (1974) págs. 211 ss.; Kaiser, Lackner-Festschrift págs. 1027 ss.
-' Pfeiffer/Scheerer, Kriminalsoziologie, 1979. ^ A'«/ífr, Jescheck-FestschrifrTomo II págs. 1035 ss.
-* Goppinger, DerTater in seiiien sozialcn Bezügen, 1983. Goppinger, Angewandte Kriminologie, 1985; el mismo, Angewandte Kriminologie-International, 1988.
^' Vid. Sieverts, H W B KrimTomo II págs. 1 ss. 36 perracuti, Comparative Research in Criminology págs. 129 ss.
•'" Sessar, Jcscheck-Fesrschrift Tomo II págs. 1137 ss.; KaiserlKurylAlhrecht (Edrs.), Victims and Cri- ^' Al respecto, vid. Grofi/Geerds, Handbuch der Kriminalistik, 2 Tomos, 1977 y 1978; Feest, Kleines
minal Justice, 3 Tomos, 1991; Kaiser, Schüler-Springorum-Festschrift pág. 3. Kriminologisches Worterbuch págs. 236 ss.; KubelStorzerlTirnm, (FMrs.), Kriminalistik, 2 Tomos, 1993 y 1994.
^' Kürzinger, Privare Strafanz^ige und polizciliche Reaktion, 1978; Vofi, MSchrKrim 1989, pág. 34. ^' Miceller, HWBKrim Tomo 1 págs. 274 ss.; Eisen (Ed.) Handworterbuch der Rechtsmedizin, 3 To-
^- H.-]. Alhrecht, Kleines Kriminologisches Worterbuch págs. 157 ss. mos, V)!i; ProkopIGiihler, Forensische Medizin, 1976.
52 § 6 Las Ciencias Criminales

huellas, verificación de la comisión de abortos y delitos sexuales, toxicología forense) y colabora


en la aclaración de accidentes de tráfico, especialmente a través de la detección de alcohol en la
sans>rc. Misiones importantes que pertenecen al ámbito de la psiquiatría forense son, además,
el enjuiciamiento de la imputabilidad y de la dependencia de los delincuentes al consumo de
drogas y alcohol.

Primera Parte: La Ley penal

El Derecho penal alemán no se basa en el Derecho consuetudinario sino exclusivamente en


las leyes '. El texto del StGB comienza con el principio de legalidad (§1) que también está pre-
visto como garantía constitucional en el arr. 103 11 GG. De acuerdo con estos preceptos, un
hecho sólo puede ser castigado cuando su punibilidad estaba determinada legalmente antes de
que fuera cometido. La base de la Dogmática penal alemana es, por ello, la Ley penal. Todas las
afirmaciones, sin excepción alguna, que son realizadas de lege lata sobre proposiciones y concep-
tos jurídicos del Derecho penal deben derivarse de la Ley o, como mínimo, ser compatibles con
ella. También la práctica de la Administración de Justicia penal se desarrolla exclusivamente den-
tro del marco de las leyes. La exposición científica del Derecho penal alemán tiene que partir,
pues, de la Ley penal (nullapoena sine lege).

Capítulo 1: Los elementos de la Ley penal


La Ley penal está compuesta, como todas las proposiciones jurídicas que no se limitan a
contener una definición, por un supuesto de hecho (Tatbcstand) y una consecuencia jurídica
que concede derechos o impone deberes. En el supuesto de hecho es descrito un determinado
acontecimiento fáctico con sus características jurídicas más relevantes. Si se da cumplimiento al
supuesto de hecho debe imponerse la consecuencia jurídica.
Ejemplos: Si alguien de modo doloso o imprudente lesiona ¡legítimamente la vida, el cuerpo, la salud,
la libertad, la propiedad o cualquier otro derecho de otra persona, debe hacer frente a una indemnización
por daños y perjuicios (§ 823 I BGB). Quien mata a una persona dolosaraenre es castigado por un delito de
homicidio a una pena de prisión no inferior a 5 años (§ 212 I); si lo hace a título de imprudencia se le
impone una pena de prisión de hasta 5 años o una pena de multa (§ 222). Mientras que el homicidio
imprudente da lugar tanto a una consecuencia jurídica civil como penal, los daños materiales causados por
imprudencia sólo generan el deber de indemnización pero no la imposición de una pena (vid. § 303 en
relación con el § 15).

La especialidad de las proposiciones juridico-penales reside en que su supuesto de hecho tiene


por objeto la descripción de un delito y que las consecuencias jurídicas consisten en penas o
medidas de seguridad. Los conceptos penales básicos de delito, pena y medida de seguridad son
también, por tanto, parre de la Ley penal.

' Por el contrario, el Derecho penal inglés no está completamente contenido en las leyes; allí la puni-
bilidad puede deducirse también del Derecho creado por el Juez en virtud del Common law (vid. Shaw v.
Director of Public Prosecurions, [1962J Appeal Ca.scs 220).
§ 7 l-.l delito 1. \'.\ delito como injusto merecedor de pena 55
54

§ 7 El delito a) El delito no se dileiencia de la accuin iniractora del D e r e c h o civil y del D e r e c h o p ú b l i c o


de un m o d o cualitativo, sino q u e lan siilo lo hace cuantitativamente. La i n t e r v e n c i ó n del D e r e -
I. El d e l i t o c o m o i n j u s t o m e r e c e d o r d e p e n a c h o penal es p r o m o v i d a p o r u n a elevada necesidad de protección d e la colectividad p o r lo q u e , c u
lií'ling, Metliodik der Cesetzgcbíing, insbcs. dcr Strafgesctzgebung, 1922; Binding, Strafrcchtiiciic uiul c o r r e s p o n d e n c i a c o n ello, el delito debe e\ idenciar u n injusto y culpabilidad elevada: el d e l i t o
srrarpro/.cssuale Abhandlüngcit, Tomo I, 1915; Bruns, Dic BeFroiung des Strafrcchts voni zivilisiischcn Ociiken, es u n i n j u s t o m e r e c e d o r d e pena. Esta asc\cracióu es e n t e n d i d a d e l o r m a q u e la p e n a debe ser
1938; Gallas, Zur Struktur des strafrechdichen Unrcchtsbcgriffs, l-estschrift für P. Bockclmann, 1979, p;íg. el ú n i c o m e d i o para proteger stificicnteiucntc el orden d e la c o m u n i d a d frente a ataques d e esa
155; Grünhiit, Metliodische Grundlagen derheutigcn .Straftechtswisscnschaft, Festgabe für R. v. Frank, Tomo naturaleza (necesidad d e pena) (vid. supra § 1 I 2) •. La necesidad d e p e n a p r e s u p o n e , sin e m -
I, 1930, pág. 1; Günther, Die Gencsc eiucs Straftatbcstandes, JuS 1978, pág. 8; el mismo, Strafrechtswidrigkcii bargo, el m e r e c i m i e n t o d e pena. Para este ú l t i m o el valor del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o tiene i m -
uiid Strafrcclitsausscliluíí, 1983; Hassemer, Theorie und Soziologie des Vcrbrechens, 1973; el mismo, p o r t a n c i a a u n q u e n o es lo ú n i c o decisivo. Y así, el "valor del bien j u r í d i c o " n o p u e d e equipararse
Symbolischcs Strafrccht und Rcchtsgüterschutz, NStZ 1983, pág. 553; Hegler, Die Merkmale des Vcrbrechens, c o n el valor del d a ñ o matctial al q u e se dirige el autot, sino q u e se trata del significado q u e el
ZStW 36 (1915) pág. 19; Hillenkamp, Vorsatztat und Opferverhalten, 1981; His, Das Strafrccht des deutschcii interés ideal m e n o s c a b a d o posee pata la convivencia en la c o m u n i d a d .
Mittelalters, Parte 1, 1920; Leferenz, W ü h e l m Gallas "Gedankcn zuin Bcgriff des Verbrecheus" aus
kriminologischer Sicht, Festschrift füt W. Gallas, 1973, pág. 65; Müller-Dietz, Strafe und Staat, 1973; Otto, Ejemplos: El mero incumplimiento de un contrato permanece impune aún cuando la parre contratan-
Strafwürdigkeit und Strafbedürfrigkeit ais eigeustándigc Deliktskategorien? Gedáchtnisschrift für H. Schrodcr, te ocasiona daños millonarios, mientras que la pequeña estafa está amenazada con pena. Y ello porque, el
1978, pág. 5 3 ; Paliero/Travi, La sanzione amministrativa, 1988; Rossner, Strafrechtsreform durch partiellc interés en el cumplimiemo de k)s contratos ptiede ser protegido eficazmente con otros medios que no son
Entkriminalisierung, ZRP 1976, pág. 141; Sax, Grundsatze der Strafrcditspflege, en: Bettermann/Ntpperdeyí penales (ej. deber de indemnizar daños y perjuicios, cláusulas penales contractuales). En cambio, la confian-
Sclieuner (Edrs.), Die Grundrechte, Tomo III, 2, 1959, pág. 909; Vof, Symbolische Gesctzgebung, 1989; za en la corrección de las afirmaciones de hechos en el tráfico jurídico privado no puede protegerse única-
Zipf, Kriminalpolitik, 2.» Ed. 1980. mente con los medios del Derecho civil, de un lado por la irrenunciabilidad de su funcionamiento y, de
otro, por la clandestinidad del daño.
1. El delito es t o d o c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o al q u e el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o a m e n a z a
con u n a p e n a . Sin e m b a r g o , u n a ácñváóón formal áe esta naturaleza n o señala bajo q u e presu- b) Sólo u n o s c u a n t o s bienes jurídicos c o m o la vida o la integridad corporal son protegidos
puestos materiales debe i m p o n e r s e la pena, es decir, q u é formas del c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o c o n la amenaza penal frente a cualquier clase de a t a q u e a causa d e su especial y alto valor. Sin
p u e d e n ser a m e n a z a d o s p e n a l m e n t e . D a d o q u e la C o n s t i t u c i ó n (art. 2 I) garantiza la libettad e m b a r g o , c o n carácter general, tal y c o m o evidencia el e j e m p l o d e la estafa, para el m e r e c i m i e n -
general del c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o , las p e r m i s i o n e s y p r o h i b i c i o n e s penales t í n i c a m e n t e p u e - to d e pena al valor del bien jurítiico protegido d e b e añadirse la especial peligrosidad del a t a q u e
d e n ser i m p u e s t a s c u a n d o la p r o t e c c i ó n del D e r e c h o , a través d e la p e n a c o m o m á x i m a sanción q u e es el q u e d a lugar a u n a m a y o r necesidad d e p r o t e c c i ó n d e la c o m u n i d a d . E n el m o d o y
del E s t a d o , tesulta indispensable para asegurar la convivencia d e las personas e n la c o m u n i d a d forma d e a t a q u e al o b j e t o d e la acción reside el i n j u s t o d e a c c i ó n del h e c h o .
( c o n c e p t o material d e d e l i t o ) ^. L i m i t a c i o n e s adicionales se derivan del carácter d e p e n a esta- c) En algunos tipos penales debe añadirse un grado especial d e reprochabilidadde la actitud
tal. C o m o esta significa u n a d i s c o n f o r m i d a d pública c o n u n a infracción del Derecho y consiste en interna del autor, q u e se expresa a través del desprecio a valores f u n d a m e n t a l e s d e la convivencia
li i m p o s i c i ó n merecida d e u n mal (vid. supra § 2 II 1), d e ello se d e d u c e q u e el injusto y la social (desvalor d e la a c t i t u d interna). El autor sólo merece en estos casos u n a grave r e p r o b a -
ctdpabilidad d e b e n ser características esencialles del delito. A pesar d e ello, el injusto culpable n o ción moral p o r m e d i o d e la p e n a criminal, c u a n d o su h e c h o se basa en u n a convicción jurídica
resulta s i e m p r e castigado, algo q u e en realidad sucede c u a n d o n o se trata d e la p r o t e c c i ó n i n m e - en gran m e d i d a reprobable q u e se expresa a través del desprecio al bien j u r í d i c o afectado y a los
diata d e la colectividad, p o r lo q u e en tales casos el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o o b i e n recurre a otros intereses d e la víctima ^.
mtiltiples m e d i o s d e reacción o, s e n c i l l a m e n t e , t e n u n c i a p o r c o m p l e t o a reaccionar.
Ejemplos: Los daños materiales imprudentes son impunes, incluso aunque alcancen un alto valor y
Ejemplos: Quien de modo culpable no cumple un contrato o imprudentemente causa daños en una sean infligidos, como a veces sucede en el tráfico vial, de un modo temerario. Sin embargo, concurriendo
^uien •ocasio
cosa ajena, tiene (únicamente) que hacer frente a una indemnización (injusto jitrídico-cipit). Quien una infracción de tráfico gr.ave, desconsideración y una peligrosa transgresión de la .seguridad vial, para la
bador"
1 un riesgo considerable para bienes jurídicos protegidos policialmente, debe soportar como "perturbador' punibilidad del comportamiento basta una úca^lc puesta en peligro imprudente de una cosa ajena que posea
medidas policiales (injusto adniinistrarivo-policial). Quien como órgano estatal comete un delito interna un valor significativo (§ 31 5 c I núni. 2, III).
cional no se responsabiliza por lo general personalmente, sino que en su lugar el E.stado debe reparar el
D a d o q u e el m e r e c i m i e n t o de p e n a d e p e n d e d e tres variables (valor del bien j u r í d i c o , peli-
daño ocasionado (injusto internacional). Quien celebra una ceremonia religiosa entre personas que no se
grosidad del a t a q u e y reprochabilidad d e la actitud i n t e r n a del a u t o r ) , el á m b i t o d e lo p u n i b l e
han casado ante el Registro civil, comete una "infracción administrativa" (§ 67 PStG) sin que le pueda ser
varía d e u n o s O r d e n a m i e n t o s y d e unas épocas a otras. E n las O r d e n a n z a s policiales imperiales
impuesta una sanción pecuniaria (injusto sin sünción).

' Vid., cu relación con lo que sigue, Bmding, Abhandiungen Tomo I págs. 83 ss. ("un punto hasta ^ El merecimiento de pena no es, sin embatgo, una categoría propia del delito junto al tipo, injusto
ahora escasamente tratado"); Sax, Grundsatze págs. 923 ss.; Gallas, Beitrage págs. 6 ss.; Günther, JuS 1978, y culpabilidad, sino que únicamente señala la razón material de la punibilidad; al respecto, SchonkelSchrodcrl
págs. 12 ss.; //. Mayer, Lehrbuch págs. 50 ss.; Hegler, ZStW 36 (1915) págs. 27 ss.; Hassemer, Fhcorie und Lenckner, nota preliminar 13 anres del § 13; Otto, Schróder-Gedachtnisschtift pág. 6 8 .
Soziologie des Verbrecheus págs. 198 ss.; Müller-Dietz, Srrafe und Staat págs. 46 ss.; Schmidháuser, Aílg. ** Acerca del concepto de desvalor de acción como "unidad de las características objetivas y subjeti-
Teil págs. 28 ss.; SK(Rudolphi) nota preliminar 1 antes del § 1; Zipf, Kriminalpolitik págs. 106 ss. El texto vas" Gallas, Bockelmann-Festschrift págs. 156ss.
sigue a Galks, Beitrage págs. 6 ss., con el que Leferenz, Gallas-Festschrift págs. 76 ss., también está de acuerdo ' Destacando la especial gravedad de la pertutbación social, resumidamente, Günther, Strafrechtswidrigkeit
desde la perspectiva de la Criminología. pág. 238 y Hillenkamp, Vorsatztat págs. 174 ss.
11. VA carácter fragmentario y subsidiario del Derecho penal 57
56 § 7 El delito

1 9 7 2 , pág. 9; Scbuharth, Das Verhaltnis votí Strafrechtswissenschafi u n d G e s e r z g e b u n g im


del siglo X V I estaba castigada la simple relación sexual e x t r a m a t r i m o n i a l , n i i e m r a s c^iie el D e r e -
Wirtschaftsstrafrecht, ZStW 92 (1980) pág. 80; Schwinge, Teleologische Begriffsbildutig im Strafrecht, 1930;
c h o penal liberal en los delitos sexuales ú n i c a m e n t e interviene si son lesionados o puestos en
Tiedemann, Die Bekainpíung der Wirtschatrskriminalitat, JZ 1986, pág. 865; Voglcr, Mogliclikeitcn und
peligro especiales bienes jurídicos (ej. la libertad de a u t o d e t e r m i n a c i ó n sexual, p r o t e c c i ó n d e la Wege einet Entkritriinalisierutig, ZStW 90 (1978) pág. 132; A'. Walf, Der Sachbegriff itn Strafrecht, RG-
j u v e n t u d o el o r d e n piiblico). En Francia el incesto no está castigado m i e n t r a s q u e en A l e m a n i a Festgabe, Tomo V, 1929, pág. 44.
se sanciona c o n pena de prisión (§ 173). En el p r i m e r país la estafa exige m a n i o b r a s fraudulentas
1. El D e r e c h o penal posee, segiin u n a c o n o c i d a expresión de Bindmg, u n carácter frag-
(art. 3 1 3 - 1 C p 1 9 9 4 ) , mientras q u e d e a c u e r d o con el D e r e c h o a l e m á n basta el simple e n g a ñ o (§
m e n t a r i o '". Este trltimo n o c o n t i e n e u n sistema c o m p r e n s i v o de la protección d e bienes j u r í d i -
2 6 3 ) . A pesar d e los c a m b i o s históricos y d e todas las diferencias existentes e n t r e países, hay u n
cos, sino q u e la limita en cada caso de a c u e r d o c o n la elección del difícil crirerio del "mereci-
considerable n i i m e r o de delitos c o m o el h o m i c i d i o d o l o s o , el h u r t o , la violación o el i n c e n d i o
m i e n t o d e p e n a " (vid. supra § 7 1 1 a). Mientras q u e Binding reparó en esta a u t o l i m i t a c i ó n del
q u e son castigados siempre y en c u a l q u i e r lugar, d e b i d o a q u e la c o n c e p c i ó n valorativa y la nece-
legislador c o m o la "gran carencia de su obra", en la actualidad la limitación de la p u n i b i l i d a d a
sidad de p r o t e c c i ó n d e la colectividad no m u e s t r a diferencia alguna. La decisión legislativa a tra-
acciones q u e p o r su peligrosidad y reprochabilidad merecen y exigen i n e q u í v o c a m e n t e la r e p r o -
vés de la cual u n a acción d e t e r m i n a d a es p e n a d a , lleva consigo trascendentales consecuencias: la
bación d e la p e n a p ú b l i c a en interés de la p r o t e c c i ó n de la sociedad, aparece c o m o preferencia y
a m e n a z a penal i m p r e g n a la conciencia jurídica de la colectividad (vid., p o r ejemplo, las o r d e -
caracterísrica del E s t a d o liberal de D e r e c h o " (vid. supra § 1 I 2). El carácter f r a g m e n t a r i o del
nanzas de paz territorial de la E d a d Media c o m o límite a las c o n t i e n d a s entre sei'iores feudales o
D e r e c h o penal ha sido s u b r a y a d o fuertemente a través de la tendencia descriminalizadora '^. T a m -
a la venganza personal o d e sangre ), pero t a m b i é n perjudica c u a n d o las previsiones legales son
bién hay, sin e m b a r g o , u n m o v i m i e n t o q u e c a m i n a en u n a dirección contraria. E j e m p l o s de ello
impuestas o m a n t e n i d a s sin tener el respaldo d e la conciencia jurídica del p u e b l o y, p o r ello, en
son la Ley d e Protección d e E m b r i o n e s ( 1 9 9 0 ) , el D e r e c h o penal e t o n ó m i c o ( § § 2 6 3 a 2 6 4 a,
la práctica n o p u e d e n ser aplicadas ( c o m o m u c h a s disposiciones del tráfico viario). E n estos ca- 2 6 5 b, 2 6 6 a y b , 2 6 1 ) y el D e r e c h o penal m e d i o a m b i e n t a l ( § § 3 2 4 ss.) '^.
sos se habla t a m b i é n de "legislación simbólica" ^.
2. Binding^ t a m b i é n ha caracterizado al D e r e c h o penal en su cualidad d e D e r e c h o p r o -
2 . La m a g n i t u d de la a m e n a z a p e n a l d e p e n d e de los m i s m o s p u n t o s d e vista, sólo q u e
tector c o m o u n a "parte accesoria del D e r e c h o " . Esta palabra c o n t i e n e en realidad la indicación
aquí el valor del bien jurídico protegido destaca con u n a m a y o r fuerza c o m o escala d e g r a d u a c i ó n .
correcta p a r a la p l e n i t u d d e los bienes jurídicos q u e "se e n c u e n t r a n dispersos en t o d o s los á m b i -
Decisivo es t a m b i é n el alcance en el m e n o s c a b o del o b j e t o de la acción (lesión o puesta en peli-
tos del D e r e c h o " , a u n q u e c o n ella no p u e d e malinterprctarse la idea d e q u e el D e r e c h o penal tan
gro), la peligrosidad del m e d i o q u e el a u t o r ha e m p l e a d o y el g r a d o d e reprochabilidad de la
sólo vendría a asegurar s i m p l e m e n t e p o r m e d i o d e n o r m a s de p r o h i b i c i ó n u n O r d e n a m i e n t o j u -
actitud i n t e r n a del a u t o r (dolo o i m p r u d e n c i a , móviles del h e c h o ) ^.
rídico p r e v i a m e n t e s u m i n i s t r a d o . El D e r e c h o penal es, m á s bien, la forma h i s t ó r i c a m e n t e m á s
Ejemplos: El homicidio se castiga más gravemente que el daño material. La tentativa es, con carácter a n t i g u a d e manifestación del D e r e c h o , y todavía h o y regula extensos á m b i t o s c o m o la p r o t e c -
general, menos merecedora de pena que la consumación ya que la lesión del objeto de la acción no ha teni-
ción d e la vida, la libertad, el h o n o r o las costuinbres sexuales, d e u n a forina a u t ó n o m a y sin
do lugar, y porque en la tentativa inidónea ni siquiera podía tener lugar su puesta en peligro. Pero a pesar de
recurrir a los c o n c e p t o s y funciones de otros sectores del D e r e c h o .
ello, este "minus" puede ser compensado en el caso concreto con la peligrosidad de la forma comisiva o la
especial reprochabilidad de la actitud interna del autor (de ahí que, segtin el § 23 11, la atenuación sea facul- Y así, en Derecho civil la capacidad jurídica de la persona comienza con el nacimienro (§ 1 BGB),
tativa). El asesinato (§ 211), el homicidio (§ 212), el homicidio a petición (§ 216) o el infanticidio (§ mienrras que la prorección penal (§§ 222, 230) lo hace desde su comienzo (vid. § 217) ' ^ debido a que el
2 1 7 ) ' , cuyas penas están fuertemente gtaduadas, no se diferencian segtin el valor del bien jurídico protegi- niño durante el curso del nacimiento está especialmente indefenso. Por otro lado, sin embargo, el Derecho
do, sino por el grado de la peligrosidad del ataque y de la reprochabilidad de la actitud interna del autor. El penal debe asumir rambién conceptos jurídicos y un complejo de normas de otras parcelas del Derecho para
dolo y la imprudencia son ya claramente difcrenciables el uno del otro en la amenaza penal a causa de su poder cumplir con su función de prorección. Esto sucede especialmente en Derecho penal especial en el
distinto contenido de injusto y de culpabilidad (vid. § 212 y § 222). que a menudo las disposiciones penales son arriculadas como normas penales en blanco dependientes de la

II. El carácter f r a g m e n t a r i o y s u b s i d i a r i o d e l D e r e c h o p e n a l '" Binding, Lehrbuch Bes. Tcil págs. 20 ss.


" Vid. Maiwald, Maurach-Festschrift pág. 22. Más allá del carácter fragmentario va el principio de
H.-J. AlhrechtlHeinelMeinberg, Umweltsciiutz durch Strafrecht? ZStW 96 (1984) pág. 943; Engiích, subsidiariedad, a través del cual se pone énfasis no sólo en la facera liberal, sino rambién en la dimensión
Die Relativitat der RechtsbegriíFe, Deutsche L^ndesreferare zutii V. Internar. Kongrefí für Rechtsvergleichung, social del Estado de f)erecho; significa que el Derecho penal debe ser considerado, ante todo, como "ultima
1958, pág. 59; Arthur Kjiujmann, Subsidiaritatsprinzip und Strafrechr, Fcstschrifi: für H, Henkel, 1974, págs. ratio" del control social. Vid. al respecto Arthur Kanfmann, Henkel-Festschrift págs. 103 ss.; el mismo,
89 ss.; el mismo, Tendenzen im Rechtsdenken der Gegenwart, 1976; Küper, Die "Sache mit den Ticren", JZ Tendenzen págs. 39 ss.;jakobs, Allg. Teil 2/26 ss.
1993, pág. 435; Maiwald, Zum fragmentarischen Charakter des Strafrechts, Festschrift für R. Maurach, ' ' Vogler, Z S t W 90 (1978) págs. 132 ss.; Rossner, ZRP 1976, pág. 141 (en relación con el hurto de
comercios y la jurisdicción mercantil). Acerca de los límites constitucionales de la descriminalización vid.
BVerfGE39, 1 (44 ss.).
" Sobre el Derecho penal económico Tiedemann, JZ 1986, págs. 865 ss.; Schubarth, ZStW 92 (1980)
'" AI respecto His, Das Strafrecht des deutschcn Mittelalters, Parte 1 págs. 217 ss.
págs. 80 ss. Sobre el Derecho penal medioambiental H.-J. AlbrechtlHeinelMeinberg, ZStW 96 (1984) págs.
^ Vid. Hassemer, NStZ 1989, pág. 533; Vof, Simbolische Geserzgebung, 1989.
943 ss.
^ La totalidad de estas características es designada por Grünhut, Methodische Grundlagen págs.9 í
Binding, Handbuch págs. 9 ss.; vid. también Beling, Methodik págs. 29 ss.
on el coticepto de "contenido criminal".
'^ Vid. nota a pie núm. 9 (N del T).
' Debe tenerse en cuenta que este precepro se encuentra, en la actualidad, derogado (N del T ) .
58 § 7 KI delito l.n clasilicación de las acciones ¡mniblcs 59

regulación de un dercrminado ámbito material (vid., por ejemplo, § 21 GjS en relación con los §§ 3-6 h a b e r a d q u i r i d o u n a personalidad delictiva (aceica de la ctilpahilidad p o r el m o d o d e vida infra
CijS). Pero también el StGB asume parcialmente conceptos jurídicos del Derecho civil (vgr. "cónyuge" en el §,38 IV 1 y 2 ) .
§ 11 1 niim. 1 a) o "matrimonio" en el § 171] que, desde luego, no siempre poseen el mismo significa<lo
que allí "'. De este modo, el concepto de propiedad y su completo significado en Derecho civil (propiedad Tanto científica como legislativamente, nunca ha sido intentada la construcción de un Derecho penal
fiduciaria o en garantía y reserva de dominio) se ha introducido en los tipos penales de los delitos contra la de autor consecuente. Eraiiz r. l.iszt desarrolló ciertamente tma conocida teoría del tipo penal de atitor pero,
[iropiedad (§§ 242, 246, 249), mientras que el concepto jurídico de patriinonio en Derecho penal (por por motivos detivados del Kstado de Oercciio, también aíorrada al Derecho penal del hecho ("la Ley penal
ejemplo, §§ 263, 266) fije sustituido por el de carácter económico (BGH 2, 364 [365]). Otros conceptos es la Magna Chana del delincuente"). También la concepción sintomática del delito llegó a consecuencias
son definidos por la rama punitiva de modo autónomo, como por ejemplo el de "funcionario pi'iblico" (§ especiales para la determinación de la pena tan sólo aplicables en el marco del Derecho penal del hecho - ' .
Asimismo, en la investigación de esta problemática para ia preparación de la reforma del Derecho penal,
11 1 núm. 2), con lo que el concepto de "funciones de la Administración pitblica" ( § 1 1 1 niim. 2c) encierra
Bockelmann se atuvo al Derecho penal del hecho "-. Finalmente, el "tipo de autor normativo" de Dahm ^^
también la función estatal no soberana de asistencia vital ' ' (RGH 3 1 , 264 [268]).
pudo servir tanto para la interpretación restrictiva de los tipos excesivamente amplios del Derecho penal de
La d e p c n d e u c i a del Dcrcclio penal de otras ramas del Dcrcclio y su c o n c e p t u a l i z a c i ó n a la guerra, como también para los fines del Derecho penal de la actitud personal del autor.
partir d e ellas n o p u e d e ser válida, pues, c o m o regla general, sino q u e más bien d e p e n d e de las
2. El D e r e c h o penal alemán vigente es un D e r e c h o p e n a l del h e c h o , a u n q u e tiene en
respectivas circunstancias. E n t o d o caso, los c o n c e p t o s jun'dico-pcnalcs d e b e n estar dirigidos a la
c u e n t a la personalidad del atitor en el marco de la d e t e r m i n a c i ó n de la p e n a de los tipos delictivos
finalidad de p r o t e c c i ó n de la c o r r e s p o n d i e n t e p r o p o s i c i ó n j u r í d i c o - p e n a l '^.
q u e se configuran sieiriprc c o m o tipos de acción (así, el § 4 6 II m e n c i o n a diversas características
del a u t o r ) . En el D e r e c h o vigente ya n o existen verdaderos ejemplos q u e s u p o n g a n u n castigo
III. D e r e c h o p e n a l del h e c h o y D e r e c h o p e n a l d e autor del autor. U n indicio de estos supuestos p u e d e encontrarse todavía en los casos de profesionalidad
y h a b i t u a l i d a d (cj. § § 144, 2 4 3 I n ú m . 3 , 2 6 0 , 2 6 0 a, 2 9 2 III, 3 0 2 a II 2 n ú m . 2 ) . La peligrosi-
Bockelmann, Studien zumTaterstrafrecht, Parte 1, 1939, Parte II, 1940; «•/m«?no, W i e w ü r d e s i c h ein d a d del a u t o r es tratada, en la m e d i d a en q u e n o p u e d a ser abarcada p o r la p e n a , c o n m e d i d a s
konsequcntes Tarerstrafrecht auf ein neues Strafgesetzbuch aiiswirken? Materialien, Tomo I, 1954, pág. 29; d e corrección y a s e g u r a m i e n r o cuyo significado, n o o b s t a n t e , está liitiitado (vid. siípra § 5 V 2 ) .
Dahm, Der Tatertyp im Strafrecht, 1940; Engisch, Zur Idee der Taterschuld, Z S t W 6 1 (1942) pág. 166;
U n p u r o D e r e c h o penal d e a u t o r debería fracasar en la práctica pties, de u n lado, n i n g u n a finali-
Griinhut, Gefahriichkeit ais Schuldmoment, MSchrKrim 1926, Beihefr 1 -3 (Festschrift fiir G. Aschaffenburg)
d a d preventivo-especial p u e d e renunciar cu un Estado d e D e r e c h o a firmes tipos penales q u e
pág. 89; Kollmann, Die Stellung des Handiungsbegritfs im Strafrechtssystcm, 1908; Lange, Taterschuld und
describen h e c h o s cuya realización sirve para m e d i r la peligrosidad del autor; y, de o t r o , p o r q u e
Todesstrafe, ZStW 62 (1944) pág. 175; Mezger, Die Straftar ais Ganzes, ZStW 57 (1938) pág. 675; A/«//í'r-
EmmertlFriedrich, Die kriminalpolirischen Grundziige des neuen Strafrechts, J Z 1969, pág. 245; Tesar, Die n o cabe la m e n o r d u d a d e q u e los tipos penales t a m b i é n deben abatcar atípicas personalidades
symptomarische Bedcutung des verbrecherischen Verhaltens, 1904; £ Wolf, Vom Wesen des Taters, 1932; d e a u t o r •^'*.
el mismo, Tattypus und Tatertypus, ZAK 1936, pág. 358; Zimmerl, Der Aufbau des Strafrechrssystems, 1930.
Ejemplo: Para coinprobar lo afirmado no hace falta retroceder hasta los santos Crispinus y Crispinianus
1. El delito se m u e s t r a para el i n u n d o exterior c o m o u n hecho cometido. A q u é l es siempre, que, de acuerdo con una posteriormente malentendida tradición, habían robado cuero para confeccionar
sin e m b a r g o , la obra de u n a persona, del autor, y c o n ello u n suceso caractcrizador e n el futuro zapatos para los pobres, sino que únicamente debe recordarse la delincuencia ocasional en riempos de infla-
ción y de posguerra (vid. stipra § 5 II).
de su m a n e r a de ser y potencial delictivo. Para el legislador se p l a n t e a ia c u e s t i ó n d e si la p u n i b i -
lidad debe ser fijada segiin las características del h e c h o o si hay q u e extraerla de la descripción de
las formas de vida (tipos de autor) ''''. A m b a s posibilidades de la técnica legislativa s o n imaginables
IV. La clasificación d e las a c c i o n e s p u n i b l e s
en teoría. E n el sistema del D e r e c h o p e n a l d e l h e c h o la p e n a se a n u d a al h e c h o antijurídico;
pero lo decisivo para la p u n i b i l i d a d es, a n t e t o d o , el r e p r o c h e q u e se realiza al a u t o r a causa de la Engisch, Die neuere Rechtsprechung zur Trichoromie der Straftaten, SJZ 1948, 660; el mismo, Die
coiriisión de u n h e c h o d e t e r m i n a d o en sus caracteres esenciales ("culpabilidad p o r el h e c h o " ) . E n Idee der Konkretisierung ¡n Recht und Rcchtswissenschaft unserer Zeit, 2." Ed., 1968; Heinitz, Empfiehit
el sistema del D e r e c h o p e n a l d e autor, p o r el c o n t r a r i o , la p e n a se asocia de m o d o i n m e d i a t o a sich die Dreireilung der Straftaten auch für ein neues StGB? Materialen, Tomo 1, 1954, pág. 55; Imhof, Die
la peligrosidad del autor, p o r lo q u e para la justificación de la s a n c i ó n aquella d e b e ser a t t i b u i b l e Einteilung der strafbaren Eíandlungen, Materialen Tomo II, 1, 1955 pág. 1; Krümpelmann, Die
a la "culpabilidad p o r el m o d o de vida" -". A q u í lo decisivo es el r e p r o c h e d i r i g i d o al a u t o r p o r Bagatelldelikte, 1966; Mattes, Untersuchungen zur Lehre von den Ordnung.swidrigkeiten, Vol. 1.°, 1977;
5r¿rf/, Theorienstreit iiber die Dreiteilung der Straftaten, GA 1971, 236.

1. El C ó d i g o penal ha sustituido la tripartición c o n origen en el C ó d i g o penal francés d e


"^ Engisch, Relativitat pág. 69. En torno al dilcrentc concepto de "cosa" en Derecho civil y penal 1 8 1 0 (art. 1) en delitos graves, m e n o s graves y faltas (Übertretungen) ^^ p o r la b i p a r t i c i ó n c n t i e
Kiiper,]7^ 1993,435.
'^ Vid. Bruns, Belreiung des Strafrechts págs. 233 ss.
'^ 5<-/7!Í;/H^C, Teleologische Begriffsbildung pág. 22; E. Wolf, RG-Festgabe págs. 51 ss. ^' Tesar, Die symptomatische Bedcutung pág. 264; Kollmann, Llandiungsbcgriff págs. 210 ss.
" Zimmerl, Aufbau pág. 5; E. Wolf, ZAK 1936, págs. 359 ss.; Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 183 ss.; ^^ Bockelmann, Marerialen Tomo 1 págs. 30 ss.
BaumannlWeher, Allg. Teil págs. 103 ss. '•' Dahm, Tstertyp pi^. 2\.
-" A menudo es intentado un nexo de unión entre la peligrosidad y la culpabilidad: vid. Griinhut, ^"^ Bockelmann, Marerialen Tomo I, pág. 37.
MschrKrim 1926, suplemento 1-3 pág. 89; Mezger, ZStW 57 (1938) págs. 688 y ss.; Bockelmann, Studien ^^ Sobre su historia vid. Heinitz, Materialen Tomo 1 pág. 55; acerca del Derecho extranjero Imhof,
Teil 11 págs. 145 y ss.; Engisch, ZStW 61 (1942) págs. 170 y ss.; Lange, ZStW 62 (1994) pág. 203. Materialen Tomo II, 1, págs. 1 ss.
V. Delitos e infraecione.s administrativas 61
§ 7 Kl delito
60

Pero la clasificación t a m p o c o cambia c u a n d o el s u p u e s t o especialmente gtave se explica a


d e l i t o s graves {Verbrechen) y m e n o s graves (Vergehen) q u e es la definitiva ( B G H 2 8 , 9 3 ) . Las
través de ejemplos reglados y se acepta la ptesencia de u n o de ellos ( c o m o qinzás o c u r r e con el
faltas, c o m o tipos residuales del a n t e r i o r D e r e c h o penal policial , fueron d e r o g a d a s c o m o tales
a b u s o sexual de n i ñ o s de a c u e r d o con el § 176 III 2) ( B T - D r u c k s a c h e V / 4 0 9 4 pág. 4 ) . Lo m i s -
a través del art. 19 niim. 2 0 6 E G S t G B y convertidas en p a r t e en infracciones a d m i n i s t r a t i v a s . A
m o sucede, inclu.so, c u a n d o el ejemplo est;í c o n f i g i u a d o de tal m o d o q u e a n t e su apreciación
pesar d e la desaparición de la p e n a d e presidio c o m o u n a de las sanciones ttadicionales para los
d e b e ser a d m i t i d o u n caso especialmente grave, p o r q u e a q u í sólo se ttata de la aclatación, a u n -
delitos graves, fue m a n t e n i d a la b i p a r t i c i ó n de las acciones p u n i b l e s en delitos graves y m e n o s
q u e obligada, d e u n a cansa d e agtavación i n n o m i n a d a d e la pena ( B G H 2 0 , 184 y 3 2 2 9 3 [294]
graves (§ 12), a pesar de q u e t a m b i é n fue exigida de m o d o reiterado la r e n u n c i a a cualquier clase
en telación c o n el § 2 4 1 a IV) .
de distinción *^. La b i p a r t i c i ó n c o m p o r t a u n a clasificación de las acciones punibles según el al-
cance d e su gravedad y, c o n ello, del g r a d o d e m e r e c i m i e n t o de p e n a q u e expresan. C o m o crite- 4. T i e n e lugat u n c a m b i o en la atlificación c u a n d o el legislador ha creado u n nuevo t i p o
rio de clasificación la distinción posee significado para el D e r e c h o penal material ( § § 2 3 L 3 0 , modificado o a u t ó n o m o con o t r o límite m í n i m o de la p e n a (cualificados, privilegiados o delitos
4 5 I, 2 4 1 ) , para el D e r e c h o procesal penal ( § § 140 I n ú m . 2, 1 5 3 , 153 a, 4 0 7 S t P O ) y para la especiales).
c o m p e t e n c i a material de los Tribunales ( § § 2 5 , 74 G V G ) . Por el c o n t r a r i o , las infracciones ad- Ejemplos: Los tipos cualificados de las lesiones corporales (§§ 224-226) son delitos graves; el homici-
ministrativas (vid. infra § 7 V ) no son bajo n i n g ú n c o n c e p t o h e c h o s p u n i b l e s ( B G H 2 8 , 9 4 ) . dio a petición es, pot el contrario, un tipo privilegiado del homicidio menos grave. El hurto asimilado al
robo (§ 252, ráuberischer Diehstahl) al configurarse como un ripo autónomo es, ftente al hurto (§ 242), un
2. La inclusión de u n a disposición penal en la categoría de los delitos graves o m e n o s graves
delito grave.
se realiza según la m a g n i t u d de la p e n a principal. Las penas accesorias ( § 4 4 ) , las consecuencias
accesorias (§ 45) y las medidas de seguridad ( § 1 1 1 n ú m . 8) carecen de significado al respecto. Lo
decisivo no es la p e n a aplicada al caso específico (la d e n o m i n a d a consideración concreta) (KG D R Z
V. D e l i t o s e infracciones administrativas (Ordnurgswidrgjkeiten)
1947, 9 9 ) , sino la p e n a con la que la correspondiente forma de delito se e n c u e n t r a amenazada ( c o n -
sideración abstracta) ( B G H 2, 3 9 3 ) . La clasificación se lleva a cabo según el límite m í n i m o de la Bohnert, Die Enn\'icklung des Ordnungswidrigkeitenrcchts, Jura 1984, pág. 11; Coeppicus, Wider das
pena prevista: siendo esta última de u n a ñ o d e prisión o superior estaremos en presencia de u n OWiG, DRiZ 1982, pág. 366; elmismo, Einí Bilanz des OWiG 1968. DAR 1985, pág. 97; Cromer, OWiG-
delito grave [Verbrechen) (§ 12 I), mientras q u e si la p e n a m í n i m a señalada es inferior al a ñ o d e Reform auf dem Holzweg? DAR 1981, pág. 269; elmismo, Bereiligungan einer Zuwiderhandiung nach § 9
O W i G , N J W 1969, pág. 1928; elmismo, Nochmals: Zum Einheitstater ¡m Ordnungswidrigkeirenrecht,
prisión o se previene u n a m u l t a lo estaremos a n t e u n delito m e n o s grave {Vergehen) (§ 12 II).
N J W 1970, pág. 1114; elmismo, GrundbegrilTe des Rechts der Ordnungswidrigkeiten, 1971; Dreher, Pladoyer
3 . Las modificaciones del m a r c o penal previsto a través d e las disposiciones d e la Parte G e - für den Einheitstater im Ordnungswidrigkeitenrechr, N J W 1970, págs. 217 y 1116; el mismo, Der
neral (§ 4 9 I n t i m . 3 , II, al q u e el S t G B a m e n u d o se remite) o a través d e supuestos de m a y o r o E i n h e i t s t a t e r im O r d n u n g s w i d r i g k e i r e n r e c h t , N J W 1 9 7 1 , pág. 1 2 1 ; Figueiredo Dias, Vom
Verwahungsstrafrecht zum Nebenstrafrecht, Festschrift füt H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 79; Erank,
m e n o r gravedad, n o son c o n s i d e r a d o s a estos efectos ( § 1 2 III) ya q u e p u e d e n c o n d u c i r a resul-
Die Überspannung der staadichen Strafgewalt, ZStW 18 (1898) pág. 733; Gbhler, Das neue Gesetz über
tados d e m a s i a d o formalistas ^*.
Ordnung.swidrigkeiten, j Z 1968, pág. 583; elmismo, Die Reformvorschlage für das Bul?geldverfahren, DAR
Ejemplos: Si una pena de prisión, a causa de un robo cometido en grado de tentativa según los §§ 249, 1981, pág. 555; J.Goldschmidt, Das Verwahungsstrafrecht, 1902; el mismo, Deliktsobligationen des
23 II, 49 I núm. 3, se le señala una cuantía inferior al año, el hecho queda calificado igualmente como Verwalrungsrechts, Mitt IKV, Tomo 12 (1905) págs. 127 ss.; Günther, Das Recht der Ordnungswidrigkeiten
delito grave, del mismo modo que si ello ocurriera sobre la base de admitir los supuestos de menor gravedad usw., en: Norr (Ed.), 40 Jahre Bundesrepublik Deutschland, 1990, pág. 325; Hirsch, IJÍI Behandlung der
del § 249 II. Del mismo modo, permanece como un delito menos grave (BGH 2, 181) el caso especialmen- Bagatellkriminalitat usw. Z S t W 92 (1980) pág. 2 1 8 ; janiszewskilBuddendiek, Verwarnungs-und
te cualificado del maltrato de personas sujetas a custodia (§ 223 b II) ^', mientras que el supuesto de menor Buí?geldkatalog mit Punktsystem, 5." Ed. \')')5; jescheck. Das deutsche Wittschaftsstrafrecht, J Z 1959, pág.
gravedad del homicidio (§ 213) es considerado delito grave (BGH 8, 78 [80]) incluso ante la existencia de 457; elmismo, Grenzen der Rechtsgewahrung, DRiZ 1983, pág. 383; elmismo, Neue Strafrechtsdogmatik
la determinación obligatoria de la pena por obrar el autor por impulsos de ira^", todo ello a pesar de que und Kriminalpolitik, ZStW 98 (1986) pág. \; Kietiapfel, "Beteiligung" und "Teilnahme", N J W 1970, pág.
para el primer caso en el § 223 b lí se impone la pena mínima de un año de prisión^' y de que para el 1826; elmismo, Erscheinungsformen der Einheitstaterschaft, en: Müller-Dietz (Ed.), Strafrechrsdogmatik
segundo en el § 213 tan sólo se previene la de seis meses de prisión " ^". und Kriminalpolitik, 1971, pág. 2 1 ; Krümpelmann, Die BagarcUdelikte, 1966; Kiinz, Das sttafrechdiche
Bagatellprinzip, 1984; Lange, Der Sttafgesetzgeber und die Schuldlehre, J Z 1956, pág. 73; el mismo, Die
Magna Charra der anstandigen Leute, JZ 1956, pág. 519; elmismo, Nur eine Ordnungswidrigkeit? JZ 1957,
pág. 233; Mattes, Zur Problematik der Umwandiung der Verkehrsübertretungen in Ordnung.swidrigkc¡ten,
Vid acerca de esro Kriimplemann, Die Bagatelldelikte págs. 149 ss.; Mattes, Ordnungswidrigkeiten,
ZStW 82 (1970) pág. 25; elmismo, Untetsuchungen zur Lehre von den Ordnungswidrigkeiten, Vol 1 1977,
Vol. 1." págs. 94 ss. Vol. 2 1982 (terminado por Hertíi Mattes): Michels, Strafbare Haudlung und Zuwiderhandiung, 1963; Fallero,
^^ Vid. Stbckl, GA 1971, 242 con numerosa documentación. A favor de su conservación, con razón, Minima non curar praetor, 1985; Rehmann/Roth/Herrmann, Komnientat zum OWiG, 2." Ed. 1992; Rotherg,
SchíJnkelSchr'óderlEser, § 12 núm. 3. Ordnungswidrigkeitengesetz, 5." Ed. 1975; Eb. Schmidt, Probleme des Wirtschaftssttafrechts, SJZ 1948,
^^ A favor de la denominada consideración especializadora que se anuda a las distintas valoraciones 225; el mismo. Das neue westdeutsche Wirtschaftssttafrecht, 1950; el mismo. Das Gesetz zur Vereinfachung
del tipo, Engisch, SJZ 1948, 660; el mismo, Konkretisierung págs. 50 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. des Wirtschaftssttaftechts, SJZ 1949, 665; el mismo, Sttaftaten und Ordnungswidrigkeiten, Festschtift füt
l40;>/í'»¿í,Allg.Teil 6/106.
^' La remisión debe entenderse hecha actualmente al § 225 StGB (N del T ) .
^^ De una opinión diferente, Bockelmann, Bes. Teil pág. 15.
" Vid. nota a pie núm. 29 (N del T ) . '' DreherlTróndle, § 12 núm. 11.
31 bis Actualmente, dicho límite mínimo se sitúa en un año de prisión (N delT).
62 § 7 Kl delito V. Debtos e inltacciones administrativas 63

Adolf Arndt, 1969, pág. 415; Scljmitt, Ordnungswidrigkcircnrcchr, 1970; Schumimn, Zum Hinlicitsrátcrsysieni ahora en el § 1 1 1 O W i G , o la producción de ruido perturbador de la tranquilidad (§ 360 ntím. 11 en su
des § 14 O W i G , 1979; Tiedemann. Vcrwalrungsstrafrecht und Rechissiaat, Ó J Z 1972, pág. 285; el mismo, antigua redacción) previsto ahota en los §§ 117, 118 OWiG. También deteriuinados delitos menos graves
Kartellrcclu.sverstol?c und .Strafreclit, 1976; el mismo, Die"Bebufiung" von Unternchmcn nach dcni 2. Ciesetz pasaron entonces a convertirse en iniracciones administrativas, como por ejemplo la lesión del orden en un
zur Bekampfung dcr Wirrschafrskriminalitat, N J W 1988, pág. 1169; Welp, Der KinlieitstSter ini órgano legislarivo (§ 106 b en su aiitetiot tedacción) recogido ahora en el § 112 O W i G . Una importante
Ordnungwidrigkeitcnrecht, VOR 1972, pág. 299; Weher, Die Üherspannung dcr staailichcn BuRgcldgewalt, disposición acerca de la infracción del deber de vigilancia en establecimientos y empresas se contiene en el §
ZSrW 90 (1982) pág. 313; ¿". Wolf, Die Stellung dcr Verwaltungsdclikie im Strafrechtssysrcm, Fesrgabc lür 130 OWiG-^^
R. V. Frank,Tomo II, 1930, pág. 516. 2. A pesar de la introducción de l.is infracciones adminisrrarivas, en el caso concreto también puede
1. En el año 1 945, junto a los deliros graves, menos graves y faltas, fue inrrodticida una cuarta cate- ser realizado un injusto de bagatela''' con ocasión de la comisión de un deliro menos grave. En delitos
gofía de transgresiones que esrán castigadas con una sanción estatal teprcsiva: las infracciones administra- leves contra la propiedad o el patrimonio (por ejeiuplo, p;ira el caso de hurto de un paquete de cigarrillos en
tivas •'-'. Esras tiltimas recogen el antiguo Derecho penal administtativo en sentido amplio haciéndolo com- un autoservicio) se requiere la denuncia del ofendido como presupuesto para su perseguibilidad (vgr. §§
patible con las exigencias del Estado de Derecho. La distinción entre el Derecho penal criminal y el Derecho 248 a, 263 IV, 265 a III, 266 III). Pero sobre todo, el Derecho procesal penal proporciona la posibilidad de
penal policial o administrativo era ya conocida en el Derecho territorial cormin prusiano de 1794, aunque no per.secución del hecho en causas de bagatela (§ 153 StPO), y conoce además la retirada provisional de la
no fue asumida en el ,StGB de 1871. En lugar de ello fue creada en el texto punitivo la parte correspondien- acusación o el archivo cautelar del proceso a cambio del cumplimienro de algunas condiciones o instruccio-
te a las faltas (§§ 360-370 en su redacción antigua) que conteiu'a el Derecho penal criminal de bagatela. El nes, sobre la base de una resolución de la fiscalía o del Tribunal, respecrivamenrc, siempre que una u orro
pensamiento dirigido a extraer nuevamente del Derecho penal criminal los tipos de las faltas, por carecer esrén respaldadas por la conformidad del acusado (§ 153 a SrPO) (vid. siipra § 5 V 3).
estas de un verdatiero luerecimicnto de pena, se encuentra ya en todos los proyectos de Código penal desde
el año 1 9 1 ! . Debido a las necesidades propias de la época, desde la crisis del año 1931 se desarrolló un 3 . U n a infracción administrativa e.s una acción típica, antijurídica y r e p r o c h a b l e castigada
Derecho penal administrativo en el ámbito de la economía de unas dimensiones cada ve?, mayores, lo que con u n a sanción pecuniaria (Gelábujie) (§ 1 I O W i G ) . Sin e m b a r g o , esta definición formal n a d a
trajo consigo la aceptación de una ampliación de la impronta autoritaria del Estado '''. Para su disolución dice acerca d e en q u é casos el legislador puede y debe, o n o , a m e n a z a r con u n a m u l t a a d m i n i s -
fue aprobada la Ley penal económica de 1949 (GBl. de la administración de la zona económica comtín pág. trativa, c o n u n a p e n a criminal o no sancionar en a b s o l u t o , c o i n p o r t a m i e n t o s antijurídicos. La
193), a cuya configuración moderna y adecuación al Estado de Derecho ha contribuido considerablemente cuestión relativa a la d e f i n i c i ó n m a t e r i a l d e la i n f r a c c i ó n administrativa h a e n c o n t r a d o res-
la Ciencia del Derecho penal administrativo ^'. Su finalidad fue la de trasvasar a la Administración los deli- puestas diferentes.
tos de bagatela delimitados materialmente (§ 6 WiStG 1949) para evirar su sanción criminal y, al mismo
tiempo, descargar de trabajo a los Tribunales. Con la OWiG de 1952 fue creada la Ley especializada com- a) Se han aceptado divetsas form.is de diícrenciación cualitativa entre el delito y la infracción admi-
prensiva de todos los sectores, que ha hecho posible la separación definitiva de las infracciones administrati- nistrativa: la segunda afectaría sólo a intereses adminisrrativos, pero no a bienes jurídicos (Goldsehmidt,
vas del Derecho penal criminal '''. El niimero de leyes federales que contienen infracciones administranvas Maurach); no riene por consecuencia un daño individual o culrural, sino un daño social específico (£. Wolfi;
junto con o en lugar de las disposiciones penales crece permanentemente. El mismo desarrollo tiene lugar la infracción administrativa se agora en la luera desobediencia y no está sujeta a ningún juicio de desvalor
en el Derecho territorial de los Lander. La O W i G de 1968 ha traído consigo mejoras esenciales sobre todo ético (BGFI 11, 263 [264]). Pero, de otro lado, también fue defendido que entre el delito y la infracción
en relación con el procedimiento '''. El Derecho administrativo sancionador es considerado como una parte adminisrranva exisre una mera graduación ctiantitativa: la infracción administrativa revelaría un injusro in-
del Derecho penal en sentido amplio, de modo que la competencia para su legislación corresponde al Esta- ferior al delito (BVerfGE 8, 197 [207]; 22, 49 [78 ss.]). No obstante, ninguno de estos criterios es adecua-
do Federal tal y como se deduce del att. 74 niím. 1 G G (BVerfiGE 27, 18 [32 ,ss.]). El Tribunal Europeo de do para todas las infracciones administrativas que entretanto ha elaborado el legislador. Y es que como in-
Derechos Humanos ha declarado aplicable el art. 6 MRK, referido al procedimiento en causas penales, a los fracciones adminisrrarivas no sólo han sido incluidos casos de desobediencia administtativa, sino también
ptocesos judiciales en los que se ventilan infracciones administrativas (NJW 1985, pág. 1273, Caso Oztürk). numerosos deliros de peligro absrracro y, a decir verdad, aun cuando se rrara de disposiciones dirigidas a la
Tras la transformación de las infracciones de tráfico en infracciones adminisrrarivas en el año 1968 (vid. § protección de la vida y la salud (vid. § 49 StVO; § 69 a StVZO). Además, han sido acogidos tipos en los
49 StVO; § 69 StVZO), la completa desaparición de las faltas por el art. 19 n ú m . 206 de la EGSiGB ha que se sancionan conductas subrepricias enclavadas en el ámbito de la estafa y que, por ello, no evidencian
conducido a que fueran introducidas en la OWiG importantes disposiciones del anterior Título 29 del tex- una menor relevancia erica que el fraude de subvenciones previsto en el § 264 (vid., por ejeinplo, § 33 IV
to punitivo, como por ejemplo el suministro de nombre falso (§ 360 en su antigua redacción) recogido n ú m . 1 AWG).

b) Para la diferenciación debe partirse de los criterios de m e r e c i m i e n t o d e p e n a de un h e -


c h o (vid. supm § 7 1 1). La infracción administrativa coincide con el delito en q u e muestra u n
grado tan considerable d e p e l i g r o s i d a d del a t a q u e al bien jurídico p r o t e g i d o o al interés a d m i -
^^ Con detenimiento acerca de su historia KK OWiG (Bohnhen) Einlcitung núms. 4 ss. nistrativo, q u e sólo es a d e c u a d a una sanción represiva del Estado para la p r o t e c c i ó n del orden
^^ Eh. Schmidt, SJZ 1948, págs. 227 ss.; Bolmert, Jura 1984, págs. 15 ss.
p ú b l i c o , diferenciándose en este p u n t o del m e r o i n c u m p l i m i e n r o c o n t r a c t u a l v de la mera in-
'^ El mérito principal corresponde a Eh. Schmidt, vid. Wirtschaftstrafrecht págs. 21 ss. y SJZ 1949,
fracción administrativo-policial. Por otra parte, su g r a d o d e peligrosidad es, p o r regla general.
págs. 665 ss.; conrinuando con las obras de Frank, Z S t W 18 (1898), págs. 742 ss.; / Goldsehmidt,
Verwaitungsstrafrecht, 1902 y Deliktsobligationen, 1905 y E. Wolf, Frank-FestgabeTomo II, págs. 516 ss.
Acerca de los predecesores/afofc, Allg. Teil 3/3 ss.
^'' Detalladamenre en relación con la historia y Derecho comparado Manes, Unrersuchungcn zur Lehre "^ Una visión crítica de la OWiG la suministra Günther, Ordnungswidrigkeiten págs. 325 ss.
von den Ordnungswidrigkeiten, Vol. 1." 1977, en relación con el Derecho vigente Vol. 2.° 1982. •" En relación con su concepto vid. Krümpelmann, Bagatelldelikre págs. 62 ss. Acerca de las distintas
3^ Vid. con más deralle Gdhler, J Z 1968, págs. 583 ss.; el mismo, O W i G , Einleitung núms. 12 ss.; posibilidades pata su solución Hirsch, ZStW 92 (1980) págs. 236 ss. Proponiendo una disposición general
Rotberg, OWiG págs. 43 ss. En cuanto a la reforma vid. Gdhler, DAR 1981, págs. 333 ss.; crítico con la para supuesros de bagatela bajo la denominación de "deliro leve", Kiinz, Bagatellprinzip, pág. 339. Una vi-
misma Cramer, DAR 1981, págs. 269 ss.; Bohnen,]ua 1984, págs. 20 ss.; Coeppims, DAR 1985, pág. 97. sión de Derecho comparado es suministrada por Palien, Miniína non curar praeror págs. 405 ss.
§ 7 El delito V. Delitos e inír.iceioncs administrativaí 65
64

n o t a b l e m e n t e inferior ai del delito. T a m b i é n el alcance en el m e n o s c a b o del objeto de la acción d e m o d o q u e el interesado carece de antecedentes a estos efectos. Para infracciones a d m i n i s t r a t i -
t u t e l a d o es en la mayoría d e las ocasiones inferior. Lo q u e t a m b i é n diferencia con n i u c b o a la vas leves p u e d e ser i m p u e s t a u n a a m o n e s t a c i ó n y una reprensión pecuniaria d e e n t r e 5 y hasta
infracción a d m i n i s t r a t i v a del delito es la falta d e aquel alto g r a d o d e r e p r o c h a b i l i d a d d e la 7 5 D M ''^ (§ 5 6 O W i G ; catálogo de teprensiones pecuniarias en relación c o n el § 2 4 S t V G ) .
disposición del autor, cuya presencia justifica el grave juicio de desvalor ético-social q u e s u p o n e Por i m p a g o de la s a n c i ó n a d m i n i s t r a t i v a no se aplica el arresto s u s t i t u t o r i o c o m o o c u r r e con las

la pena criminal. E n la configuración de la s a n c i ó n pecuniaria de la infracción administrativa p e n a s d e m u l t a ( § 4 3 S t G B ) , s i n o q u e el T r i b u n a l p u e d e d e c r e t a r el arresto coactivo

ú n i c a m e n t e es reconocible u n " a l e c c i o n a m i e n t o " , u n a "orden a d m i n i s t r a t i v a agravada", inia "es- [Erzuiingtingshaft) q u e consiste en u n a m e d i d a coactiva y forzosa ( § § 9 6 ss. O W i G ) . Las m u l t a s
administrativas p u e d e n ser t a m b i é n impuestas conu^L personas jurídicas, entes sin p e r s o n a l i d a d y
pecial advertencia d e d e b e r " , p u e s t o q u e el h e c h o n o ha alcanzado la ftonteta del c o m p o r t a -
sociedades m e r c a n t i l e s personalistas (§ 3 0 O W i G ) . Para las infracciones a d m i n i s t r a t i v a s existe
miento socialmente insoportable . C o n ello, d e ningiín m o d o se ha a f i r m a d o q u e las n o r m a s
un procedimiento especial que es seguido por las a u t o r i d a d e s administrativas ( § § 3 5 ss. O W i G ) .
en c u a n t o a su p r o t e c c i ó n " n o c o n t i e n e n bien jurídico a l g u n o " . P r e c i s a m e n t e bajo el m o d e r n o
C o n t t a la resolución a d m i n i s t r a t i v a sancionadora acordada por la a u t o t i d a d g u b e r n a t i v a el i n t e -
Estado del bienestar n o p u e d e hablarse de q u e la actividad reglada d e la A d m i n i s t r a c i ó n o q u e la
resado p u e d e i n t e r p o n e r recurso ante el Tribunal de primera instancia (Amtsgericht) ( § § 6 7 ss.
seguridad del tráfico vial p u e d a n ser extraídos del círculo d e bienes j u r í d i c o s protegidos, o q u e
O W i G ) . F r e n t e a la r e s o l u c i ó n d e éste c a b e r e c u r s o d e q u e j a a n t e el T r i b u n a l Superior
los deberes del c i u d a d a n o frente a la A d m i n i s t r a c i ó n u otros de los usuarios del tráfico vial n o
(Oberlandesgericht). La sobrecarga de procesos d o n d e se ventilan infracciones administrativas es
sean verdaderos deberes j u r í d i c o s . T a m p o c o las infracciones a d m i n i s t r a t i v a s son "negligencias
e x t r e m a d a m e n t e alta ' ' .
carentes de c o n t e n i d o ético-social" ^ ' . Y es q u e c o m o se trata de u n a diferencia d e g r a d o y n o de
ima distinción esencial (BVerfGE 5 1 , 6 0 [74]), es explicable q u e el legislador, fuera de la z o n a 5. La e s t r u c t u r a d e la a c c i ó n transgresora en D e r e c h o a d m i n i s t r a t i v o s a n c i o n a d o r se
nuclear reservada al D e r e c h o penal, p u e d a decidir de a c u e r d o c o n p u n t o s de vista p r a g m á t i c o s a p r o x i m a e s t r e c h a m e n t e a la del c o n c e p t o de delito en D e r e c h o penal (vid. las múltiples c o i n c i -
en q u é p a r t e del D e r e c h o s a n c i o n a d o r hay q u e incluir u n a acción transgresora o si, s e n c i l l a m e n - dencias c o n el S t G B d e las disposiciones sobte los " F u n d a m e n t o s d e la sanción" en los § § 8 - 1 6
te, ésta d e b e q u e d a r sin s a n c i ó n represiva a l g u n a ' ' ^ . N o o b s t a n t e , a través de u n a visión m e r a - OWiG) . Esto fige t a m b i é n para la prohibición de la analogía derivada del § 3 O W i G (BVerfGE
m e n t e cuantitativa n o está excluida la aceptación de u n a r a m a jurídica a u t ó n o m a a la q u e n o 7 1 , 108 [ 1 1 4 ss.]); B G H 2 4 , 54 [62]), e incluso para la estructura de la a u t o r í a , i n d u c c i ó n y la
todas las reglas del D e r e c h o penal le resultan aplicables sin más. c o m p l i c i d a d , a pesar d e q u e el § 14 O W i G t o m a p o r base un c o n c e p t o u n i t a i i o de a u t o r ( B G H
4, La infracción a d m i n i s t r a t i v a está castigada, a diferencia del d e l i t o , con u n a sanción 3 1 , 309) . La p o s t u r a defendida p o r Lange , de q u e la actuación dolosa p r e s u p o n e siempre en

pecuniatia (GeldbuJ^e) de u n m í n i m o d e 5 D M a u n m á x i m o , c o n e x c e p c i ó n de otras regulacio- las infracciones administrativas u n a vulneración c o n s c i e n t e de la n o r m a , p e i m i t i r á su i n t t o d u c -

nes, d e 1 0 0 0 D M ^ ^ ' ^ ' ' (§ 17 1 O W i G ) " ^ ad e m á s n o se inscribe en el Registro C e n t r a l Federal ción en el sistema, caso p o r caso, a través de la teoría d e la d o b l e posición del d o l o (vid. infra §
2 4 111 5) •*'.

''" Vid. Tiedemann, O J Z 1972, pág. 290.; Gohler, nota preliminar núm. 5, antes del § 1 O W i G ; configuración de una pena global incluso los 7,2 millones D M (§ 54 II 2). El catálogo de multas adminis-
trativas de 4.7.1989 (BGBl. I pág. 1305) y el catálogo de reprensiones pecuniarias de la misma fecha (BAnz.
Rotherg, OWiG págs. 46 ss.
N Ú M . 134 a) deben asegurar una praxis conjunta unitatia de autoridades administrativas y de Ttibunales
'" Más detalladamente al respecto, Jescheck, JZ 1959, 4 6 1 .
en materia de infracciones administrativas de tráfico; sobre la cuestión vid. Gohler, § 17 OWiG núms. 27
La cuestión de una diferencia cualitativa entre el delito y la infracción administrativa ha quedado
ss. y anotación preliminar núm. 33 anres del § 56 con argumenros adicionales de la jurisprudencia;/¿«/SZÍ'U'S^Í/
expuesta como algo discutido, aunque en el texto se ha defendido de modo predominante la distinción cuanti-
Buddendiek, Verwarnungs-und BuGgeldkatalog, S.'' Ed. 1993.
tativa; vid. Banmann/Weher, Allg. Teil pág. 40; Gohler, anotación preliminar núm. 5, antes del § 1 O W i G ;
"ís bis Véase supra nota a pie núm. 42 bis (N de T).
Jakobs, Allg. Teil 3/8; Maurach/Zipf, M\g. Teil I § 1 núm. 35; RcbmannlRothlHerrmann, nota preliminar núm.
9 antes del § 1 O W i G ; Rotherg, O W i G Einführung B; Schmidhdtiser, Allg. Teil pág. 258; R. Schmitt, '*'' Sobte este aspecto Tiedemann, N J W 1988, pág. 1169.
Ordnungswidrigkeitenrecht pág. 14; Günther, Ordnungswidrigkeiten págs. 381 ss., 387 ss.; Roxin, Allg. Teil I "^ Vid. con un estudio cuantitativo/fscAfC;^, DRiZ 1983, págs. 385 ss. La propuesta de Coeppicus,
§ 2 núm. 4 1 ; Tiedemann, Kartc!lrechtsverstoí?e págs. 101 ss.; Welzel, Ixhrbudí pág. 16; Schultz, Einführung 1 DRiZ 1982, pág. 366, de volver a las faltas aumentaría considerablemente la carga de ttabajo de los Ttibu-
nales. En relación a la necesidad de una "solución defendible político-ctiminalmente" Hería Martes en Martes,
pág. 33; Weber, ZStW 92 (1980) págs. 317 ss.; especialmente consecuente Martes, ZStW 82 (1970) págs. 25 ss
Ordnung.swidrigkeiten, Vol. 2.° págs. 470 ss.
y 119 ss.; el misruo, Ordnungswidrigkeiten Vol. 1.° págs. 376 ss., Vol 2° págs. 87 ss. y 456 ss.(competencia del
juez). De otra opinión sobre todo últimamente, Eb. Schmidt, Arndt-Festschrih: pág. 434. Mantienen una pos- Vid. Gohler, nota preliminar núms. 10 ss. anres del § 1 OWiG; Rotberg, Ordnungswidrigkeirengesetz,
anotaciones al § 1. Acerca de la teoría general del Derecho administrativo sancionador en Italia Paliero/Travi,
tura intermedia Cramer, Grundbegrifife págs. 17 ss.; Michels, Zuwiderhandlung págs. 82 ss.; Schonke/Schroderl
La sanzione amministtativa, 1988.
Stree, anotación prelinúnar núm. 35 anres del § 38; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 43; Pigueiredo Días, Jcscheck-
Festschrift Tomo I págs. 84 ss.; KK OWiG (Bohnert) Eiuleitung núms. 108 ss. •*' Cff. la controversia entre Cramer, NJW 1969, pág. 1929; N j W 1970, pág. 1114; Dreher, N J W
1970, págs. 217, 1116; N J W 1971, pág. \1\; Kienapfel, N J W 1970, pág. 1826 y Einheitstátetschaft págs.
''-''« El art. 24 de la Ley sobre la Inttoducción del Euro de 13.12.2001 (BGBl 1 pág. 3574) ha adap-
32 ss.; Welp, VOR, 1972 págs. 299 ss. Una valoración global puede verse en Schuniann, Einheitstátetsystem
tado dichas cuantías a la nueva moneda europea (N de T).
págs. 70 ss.; KKOWiG (Rengier) § 14 núms. 3 ss.
''^ En algunas leyes especiales se previenen multas administrativas bastante más altas, y así, en la Ley
"" Vid. Lange, JZ 1956, págs. 7 3 , 519; f/ mismo, JZ 1957, pág. 233. En contta, Welzel, JZ 1956,
de Protección del Patrimonio Histórico de Rheiniand-Pfalzde 23.3.1978 se recoge una sanción de dos mi-
pág. 238; Gohler, J Z 1968, pág. 587.
llones de marcos y en el § 38 IV G W B y en O W i G §§ 30 II 1, 130 IV 1, de un millón de marcos. En
"' Wá.Jescheck, ZStW 98 (1986) págs. 12 ss. Gohler, § 11 OWiG núm. 21 soluciona el problema
general, las sanciones pecuniarias administrativas se mantienen en una relación adecuada con la pena de
clasificando al deber jurídico como característica del tipo en los casos dudosos.
multa que en la actualidad puede alcanzat como máximo la cuantía de 3,6 millones DM (§ 40 1, II), y en la
(,G § 8 L; § 8 La pena 67

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pág. 242; Frisch, Das Marburger Programm und die MaSregeIn usw-, ZStW 94 (1982) pág. 565; Georgakis, pénitence et la peine, 1985; Mezger, Strafzweck und Strafzumessungsregeln, Materialicn, Tomo I, 1954,
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De jure belli ac pacis (1625), Edición de Molhysen, 1919; Hanack, Das Legalirarsprinzip und dic 19. Jahrhundert, 1984; Müller-Dietz, Srraft>egriff und Strafechrspflegc, 1968; el mismo, Strafzwecke und
Strafrechtsreform, Fesrschrift für W. Gallas, 1973, pág. 339; Hassemer/Lüderssen/Naucke, Hauptprobleme Vollzugsziel, 1973; el mismo. Das Marburger Programm aus der Sicht des Strafvollzugs, Z S t W 94 (1982)
68 § 8 La pena I. Origen, ¡üsrincación y natur.de/.a de la pena 69

pág. 599; d mismo, Integrationspravention und Strafrecht, Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo II, 1985, 1920), 1989; Wilda, Das Strafrecht der Germanen, 1842; Würtenberger, Unbestimmte Verurteilung,
pág. 813; Nagler, Verstandigung der Strafrechtsschulen, GS 70 (1907) pág. 10; el mismo, Die Strafe, 1918; Materialien, Tomo I, 1954, pág. 89; '¿'pf, Kriminalpoiitik, 2.-' F~d. 1980; el mismo, Teilaussetzung bei
Naucke, Kant und die psychologische Zwangstheorie Feuerbachs, 1962; el mismo, Uber den RinfluR Kants Freiheits-und Geldstrafen, Fesrschrift für H . - H . Jescheck, Tomo 11, 1985, pág. 977; el mismo, L^ie
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Kroeschell (Ed.), Freiburger Fest-Kolloquium zum 75. Geburtstag von Hans Thieme, 1983, pág. 3; Nohl, I. O r i g e n , justificación y naturaleza de la p e n a
Vom Sinn der Strafe, Die Erzielmng Tomo 1 (1926) pág. 27; Noli, Die ethische Begründung der Strafe,
1962; el mismo, Schuid u n d Právenrion, Festschrift für H . Mayer, 1 9 6 6 , pág. 2 1 9 ; H.-J. Otto, 1. El o r i g e n d e la p e n a reside en la oscuridad d e creencias mágicas d o m i n a n t e s e n la a n t i -
Generalprávention und externe Verhaltenskontroile, 1982; Peters, Gedanken zur Kriminalstrafe, Stimmen g ü e d a d , en v i r t u d d e las cuales la venganz-a del ofendido y su clan frente al d e l i n c u e n t e y al suyo,
der Zeit 1956/57, pág. 12; el mismo, StrafprozeE, 4." Ed. 1985; Papst Pius XII., Botschaft an den VI.
se c o m b i n a b a c o n actos simbólicos dirigidos a la reconciliación c o n los Dioses enojados por la
Internationalen StrafrechtskongreS, ZStW 66 (1954) pág. 1,- Plagemann, USA, en: Jescheck (Ed.), Die
c o m i s i ó n del h e c h o ' . Pero la p e n a ptiblica aparece ya d o c u m e n t a d a e n el a n t i g u o D e r e c h o j u -
Freiheit.sstrafe und ihre Surrogate usw.. Tomo II, 1983, pág. 161 1; Plato, Protagoras, en: Sámtliche Werke,
d í o ^ , en los c o m i e n z o s d e R o m a ^ y con los g e r m a n o s '. A través de la C o n s t i t u t i o C r i m i n a l i s
Ausgabe Lamben Schneider, Tomo 1, o.J., pág. 55; Platzgiimmer, Strafe, Schuid und Personlichkeitsadaquanz,
Festschrift für F. Palün, 1989, pág. 322; W. Preiser, Das Recht zu strafcn, Festschrift für E. Mezger, 1954, C a r o l i n a ( 1 5 3 2 ) fue a s u m i d o en el D e r e c h o alemán el p e n s a m i e n t o de la p e n a jurídica c o m o
pág. 7 1 ; elmismo, Vergeltung und Sühne im altisraelitischen Strafrecht, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, u n a s a n c i ó n e n m a n o s del E s t a d o asociada a la idea d e justicia, p r o c e d e n t e d e la teoría penal del
pág. 7; Radhruch, Der Ursprung des Strafrechts aus dem Stande der Unfreien, en: Elegantiae Juris Criminalis, n o r t e d e Italia d e finales de la E d a d Media, y l o g r a n d o c o n ello el c o m i e n z o d e u n a m o d e r n a
2.' Ed. 1950, pág. 1; el mismo, Rechtsphilosophie, 4." Ed. 1950 (edición de E. Wolf); el mismo, Der A d m i n i s t r a c i ó n d e Justicia penal ^ A pesar de q u e de este m o d o la p e n a p e r t e n e c e a los m á s
Erziehungsgedanke im Strafwesen, en: Der Mensch im Recht, 1957, pág. 50; f/ mismo, Paul Johann Anselm i i n p o r t a n t e s m e d i o s d e p o d e r estatales desde los c o m i e n z o s de la c u l t u r a d e la H u m a n i d a d , la
Feuerbach, 2.* E d . l 9 5 7 (edición de E. Wolf); Radzinowicz, T h e Roots of the International Association of c u e s t i ó n relativa a su justificación, naturaleza y s e n t i d o , ha p e r m a n e c i d o c o m o u n o d e los p r o -
Criminal Law and their Significance, 1991; Ratschow, Vom Sinn der Strafe, en: Dombois (Ed.), Die weltliche blemas más d i s c u t i d o s d e la C i e n c i a del D e r e c h o . Esto está lelacionado c o n el h e c h o d e q u e la
Strafe in der evangelischen Theologie, 1959, pág. 98; RehfeMt, Die Entwicklung der Strafe, Festschrift für
c o a c c i ó n represiva del E s t a d o d e n i n g ú n m o d o se c o m p r e n d e p o r sí m i s m a , a diferencia d e lo
H. C. Nipperdcy, 1965, pág. 95; Reik, Gestandniszwang und Strafbedürfnis, 1925; Reiwald, Die Gesellschaft
q u e sucede c o n la defensa frente a alteraciones del o r d e n piiblico o la p r o t e c c i ó n militar de las
und ihre Verbrecher, 1948; Riej?, Zur weiteren Entwicklung der Einsteilungen nach § 153a StPO, ZRP
fronteras, s i n o q u e la controversia referida a la justificación, naturaleza y s e n t i d o d e la p e n a ha
1985, pág. 212; Roxin, Sinn und Grenzen staatlicher Strafe, JuS 1966, pág. 377; Rudolphi, Strafprozeí? im
Umbruch, ZRP 1976, pág. 165; SaleilUs, L'individualisation de la peine, 1898; Schaj]stein, Überlegungen c o n d u c i d o d e s d e s i e m p r e a las profundidades d e las d i s p u t a s ideológicas.
zur Diversión, Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo II, 1985, pág. 9 3 7 ; Schittenhelm, Strafe u n d
2. Para p o d e r posibilitar la c o m p r e n s i ó n del c o n c e p t o d e la p e n a se d e b e p a t t i r d e dos pre-
Sanktionensystem im sowjetischen Recht, 1994; Schmidhduser, Vom Sinn der Strafe, 2 . ' Ed. 1971; el mis-
s u p u e s t o s básicos. El p r i m e r o se refiere a su justificación, el s e g u n d o a su naturaleza,
mo, Freikaufverfahren mit Strafcharakter im StrafprozeS? J Z 1973, 529; Eb. Schmidt, Die Kriminalpoiitik
Preufiens unter Friedrich Wilhelm I. und Friedrich II., Diss. Gottingen 1914; el mismo, Z u r T h e o r i e des a) La j u s t i f i c a c i ó n d e la p e n a reside sólo en q u e es necesaria para la c o n s e r v a c i ó n del O r -
unbestimmten Strafurteils, SchwZStr45 (1931) pág. 200; elmismo, Strafzweck und Strafeumessung in einem d e n a m i e n t o j u r í d i c o c o m o c o n d i c i ó n básica para la convivencia de las personas en la c o m u n i -
künfrigen StGB, Materialien, Tomo I, 1954, pág. 9; el mismo, Vergeltung, Sühne und Spezialpravention, d a d . La coacción estatal renunciaría a sí m i s m a si no p u d i e r a i m p e d i r la afirmación abierta d e
Z S t W 6 7 (1955) pág. 177; elmismo, Franz von Liszt, en: Die groSen Deutschcn, Tomo V, 1957, pág. 407; infracciones jurídicas insoportables. Sin la pena el D e r e c h o dejaría d e ser u n O r d e n a m i e n t o co-
el mismo, Kriminalpolitische und strafrechtsdogmatische Probleme in der deutschen Strafrechtsreform, ZStW
activo para q u e d a r r e d u c i d o a n o r m a s p u r a m e n t e éticas. C o m o expresión del p o d e r estatal la
69 (1957) pág. 359; Schbch, Verstehen, Erklaren, Bestrafen? en: Immenga (Ed.), Rechtswissenschaft und
p e n a p e r t e n e c e a t o d a c o m u n i d a d fundada sobre n o r m a s jurídicas (justificación p o l í t i c o - e s t a t a l
Rechtsentwicklung, 1980, S. 305; el mismo, Empirische Grundlagcn der Generalprávention, Festschrift für
H.-H. Jescheck,Tomo II, 1985, pág. 1081; elmismo, Gutachten C z u m 59. D J T 1992; Schumann, Positive
Generalprávention, 1989; Seelmann, Hegels Straftheorie usw., JuS 1979, pág. 687; Seidl, Der Streit um den
Strafzweck zur Zeit der Weimarer Republik, 1974; Shelley, Criminal Law and Justice since Breshnev, en: ' V. Henitg, Die Strafe págs. 90 ss.; Radhruch, Dct Ursprung des Strafrechts págs. 4 ss.; Steinmetz,
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I!, 1977, pág. 1; Simson, Hugo Grotius und die Funktion der Strafe, Festschrift für G. BIau, 1985, pág. págs. 198 ss.; Achter, Geburt der Strafe págs. 10 .ss.; RehfeUt, Nipperdey-Fesrschrift págs. 95 ss. 109.
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classique. Archives de Philosophie du droit 1983, pág. 181; Volk, Der BegrifFder Strafe in der Rechtsprechung 104: "die straff nach gelegenheyt vnd ergernuE der übelthatt, aufi lieb der gerechtigkeit, vnd vmb gemeynes
des BVerfG, ZSrW 83 (1971) pág. 405; Walter, Wandlungen in der Reaktion auf Ktiminalitát, ZStW 95 nutz willen zur ordnen und zu machen" ("la pena configurada según la ocasión y escándalo del hecho mali-
(1983) pág. 32; Weigend, Strafzumessung durch den Staatsanwalt? KrimJ 1984, pág. 8; elmismo, Richtlinien cioso, por amor a la justicia, y para ordenar y materializar la voluntad del provecho común").
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pág. 579; Welzel, Naturalismus und Wertphilosophie in Strafrecht, 1935; Westphalen, Karl Binding (1841- 26; Lenckner, Strafe págs. 21 ss. Acerca de la relación interna entre Ordenamiento y sanción H. Barth, Idee
der Ordnung págs. 217 ss.
70 § 8 La pena 11. I.as posibilidades de interjircración ticl seiuido de la pena 71

de la p e n a ) . A d e m á s , la p e n a es necesaria para satisfacer la necesidad d e justicia de la c o n u i n i - intento por parte del Proyecto de 1 956 de sustituir la expresión "pena" por la alocución neutral de "conse-
dad. Sería i m p o s i b l e una convivencia pacífica de las personas, si el E s t a d o se limitara a la defensa cuencia jurídica" ' 1 También la Ley belga do i:)efensa Social de 1 964 prevé como medida el internamienio
frente a la c o m i s i ó n i n m i n e n t e de delitos y exigiera t a n t o al o f e n d i d o c o m o a la c o m i m i d a d tole- por tiempo indeterminado, pero el Código penal sigue con las penas de prisión fitmemente determina-
rar el delito c o m e t i d o y vivir c o n su a u t o r c o m o si n o h u b i e r a s u c e d i d o injusto a l g u n o . La justi- das ' I El Código penal de 1926 de la Repiiblica Soviética Rusa, que .sólo conoció medidas de protección
cia del l i n c h a m i e n t o y el r e t o r n o a la p e n a p r i v a d a ' ' serían, sin d u d a , consecuencias i n m e d i a t a s social sin el carácter de penas, lúe relevado por la l.ey unionista de la URSS sobre las "bases de la legislación
(justificación s o c i a l - p s i c o l ó g i c a de la p e n a ) . F i n a l m e n t e , la p e n a resulta t a m b i é n necesaria en penal" de 1958, cuyo art. 20 también atribuiría expresainente a la pena una función represiva "". También
en los EE.UU. existen tendencias que despl.izan a un Derecho penal de puro "tratamiento" por medio de
consideración a la persona m i s m a del autor. La necesidad d e liberarse de la culpabilidad a través
actos legislativos concretos en los que la intimidación y la retribución por la culpabilidad están situadas en
de la expiación es u n a experiencia f u n d a m e n t a l d e la p e r s o n a c o m o sujeto moral *. Procurar la
un primer plano ".
posibilidad de u n a expiación c o m o prestación moral a u t ó n o i n a es p o r ello u n a misión legítima
del E s t a d o , a ú n c u a n d o la mayoría de los d e l i n c u e n t e s rehusa el c a m i n o d e la conversión inter-
n a ' (justificación é t i c o - i n d i v i d u a l de la p e n a ) . II. Las p o s i b i l i d a d e s de interpretación d e l s e n t i d o d e la p e n a
El pronóstico de Radbruch de que el desarrollo "algún día conduciría a la desaparición del Derecho
penal" '° no se ha cumplido hasta el momento, y tampoco tiene ningún sentido esperar "algo mejor que el La p r e g u n t a acerca del s e n t i d o de la pena d e b e dividirse en los interrogantes relativos al de
Derecho penal" " , en tanto que falta el más mínimo indicio de adonde debe conducir ese camino. En un su justificación y su natutaleza. A q u í se trata de q u é y?;/ p u e d e y debe tener el acto d e castigar
Estado de Derecho liberal en el que son los ciudadanos los cotitulares del poder estatal, la coacción jurídica frente al c o n d e n a d o y a la colectividad.
será siempre en última instancia el único camino posible pues sólo ella vincula la violencia con el apelativo
1. Los dos p e n s a m i e n t o s f u n d a m e n t a l e s desde los q u e p u e d e ser desarrollado el sentido
de la persona como "ser racional" ' .
d e la pena son la retribución y h prevención "*. O la pena mira al pasado (al h e c h o coirictido) y
b) D e b e distinguirse entre justificación y naturaleza d e la pena. La p e n a es u n juicio d e busca c o n la i m p o s i c i ó n voluntaria del mal ligado a aquélla conseguir u n a c o m p e n s a c i ó n p o r la
valor p ú b l i c o d e carácter ético-social q u e se realiza al a u t o r p o r la comisión culpable d e u n a infracción jurídica sucedida ("malum passionis p r o p t e r m a l u m actionis" " ) , o la p e n a mita al
infracción jurídica '^. Así pues, la p e n a lleva consigo siempre u n acento negativo, posee t a m b i é n el futuro (al peligro d e c o m i s i ó n d e nuevos delitos p o r el a u t o r m i s m o o p o r otras personas) y bus-
caráctet de u n mal y en últiina instancia d e b e p o d e r servir para el bien del c o n d e n a d o . El mal ca influir sobre él y sobre la c o m u n i d a d con la finalidad de evitar la p e r p e t r a c i ó n d e deliros, con
inherente a la pena consiste en la i n t r o m i s i ó n voluntaria en la esfeta jurídica del reo (libertad, patri- lo q u e n o es perseguida la i n t r o m i s i ó n en la posición jurídica del reo y la p e n a evidencia tan sólo
m o n i o , t i e m p o libre, consideración social), ya q u e la desaprobación pública se expresa precisamen- u n "mal necesario" ( " n e m o p r u d e n s punir, q u i a p e c c a t u m est, sed n c peccetur") -". El p u n t o d e
te por la pena m e d i a n t e el perjuicio d e la posición jurídica del culpable. La negación de la c o n d i - enlace para la r e t r i b u c i ó n es la culpabilidad mientras q u e para la p r e v e n c i ó n es la peligrosidad
ción de mal q u e reviste la pena n o s u p o n d r í a otra cosa q u e la negación del c o n c e p t o penal m i s m o . existente en la persona del a u t o r así c o m o , en u n s e n t i d o a m p l i o , la predisposición existente en
El sermón de la montai'ia de pagar lo malo con lo b u e n o (Matías 5, 4 4 ) , ú n i c a m e n t e p u e d e ser t o d a p e r s o n a a la c o m i s i ó n de acciones punibles (prevención especial y general). F i n a l m e n t e , existe
c u m p l i d o mediatamente por la coacción estatal de m o d o que la pena sea aplicada sólo para el ase- la posibilidad de enlazar la retribución y la prevención. Aquí, la pena sitve para la p r e v e n c i ó n de
g u r a m i e n t o de las condiciones existenciales de las personas, posibilitando de este m o d o el bien. futuros delitos mediante la justa retribución de las infracciones jurídicas culpables realizadas en

Hasta ahora ningún Estado ha podido renunciar a la pena como causación voluntaria de un mal para
la preservación del Ordenamiento jurídico. El Código criminal sueco de 1962 ha retotnado a la pena, tras el
'"* Vid. Agge/Thornstedt, Das schwedische Strafrecht págs. 259 ss.
'-" HennaulVerhaegen, Droit penal general núm. 4 6 5 , 4 3 1 .
La lucha radical contra la pena como medio coactivo del poder estatal, tal y cotno fue conducida
' Vid. Arzt, Der Ruf nach Recht und Ordnung págs. 4 3 ss. por Gramática, Rev int déf soc 1947, 3 ó por Reiwald, Die Gesellschaft pág. 3 1 1 , pertenece al reino de la
* Bockelmann, Das Problem der Kriminalstrafe págs. 23 ss.; Arthiir Kaufmann, .Schuldprinzip pág. 274. utopía. En relación con la pena en la última fase del Derecho soviético v\á. Jescheck/Kaiser/Eser, (Edrs.) Zweites
' Baumann, JBl 1965 pág. 119; Grafberger, Osterr. Zeitschrift £ off. Recht 1956, pág. 283; vid. tam- deutsch-sowjetisches Kolloquium págs. 365 ss.; Shelley, Essays in honour of D. A. Loebcr págs. 188 ss.;
bién las antiguas citas de Platón en Schmidhduícr, Vom Sinn der Strafe págs. 22 ss.; además, W. Preiser, Schtttenhelm, Strafe und Sanktionensystem im sowjetischen Recht págs. 211 ss.
Mezger-Festschrift págs. 77 ss. Discrepante Roxin, JuS 1966, pág. 379; el mismo, Allg. Teil I § 3 núm. 10.
" Así, por ejemplo, en el § 1170 (a) del Código Penal de California. Resumidamente acerca del
'" Radbruch, Rcchtsphilosophie pág. 269. Sobre los ataques modernos al Derecho penal Jescheck, desarrollo en EE.UU. Weigend, Kolner Fesrschrift págs. 582 ss.
SchwZStr91 (1975) págs. 13 ss.
" Henkel, Strafe pág. 12 añade como tercera posibilidad la "reparación" que, sin embargo, la actual
" Radbruch, Der Erziehungsgedanke pág. 57. configuración de la pena no permite explicar. A pesar de ello, aquélla es prevista como causa de exclusión de
'^ En torno a la dimensión de los Derechos Humanos en la pena/wn^, Sanktionssysteme págs. 69 ss. la pena en el § 4 6 a, y de forma obligatoria en los §§ 56 b II núm. 1, 57 III, 59 a II núm. 1 StGB, 153 a I
'5 Grafíberger, Osterr. Zeitschrift f off Recht 1956, pág. 285; Armin Kaufmann, Strafrechtsdogmatik núm. 1 StPO, como circunstancia atenuante en §§ A6, 46 a II injine, así como en el trabajo en beneficio
pág. 265; Henkel, Strafe pág. 7; Noli, E^thische Begründung pág. 17; v. Hirsch/Jarehorg, Strafmal5 pág. 17. de la comunidad como forma de evitar el arresto sustitutorio (arr. 293 EGStGB). Críticamente sobre la
Por el contrario, sobre bases deterministas Kargl, Handlung págs. 211 ss., quien sin embargo reconoce una reparación del daño como .sanción penal autónoma supra § I II 4.
responsabilidad objetiva; ésta "se deduce de la capacidad humana para poder cambiar el sistema de relación
" Grotius, De jure belli, lib. I¡, cap. XX, § 1 , 1 . En relación a Grottus vid. Simson, Blau-Festscbrift
lógico-afectivo" (pág. 527). Pero es precisamente la no utilización de esa capacidad a donde se dirige el
págs. 655 ss.
reproche culpabilístico y sobre la que se justifica el juicio de dcsvalor ético de la pena.
*" Grotius, ibidem § 4, 1.
72 § 8 I.a pena 11. Las posibilidades do interpretación del sentido de la pena 73

el pasado (vid. supra § 1 II I ) . En palabras de Hugo Groíiiis podría decirse: " p r n d c n i c r p u n i r qui p o r su culpabilidad sino lo qtic necesita para su tesocialización '^. El h e c h o n o es el f u n d a m e n t o
punir, quia p e c c a r u m cst ñ e q u e peccetur". sino el m o t i v o d e la pena; d e m u e s t r a que la intervención del Estado es necesaria p o r q u e existen
s í n t o m a s d e u n a situación peligrosa. laEtibién la naturaleza y la m e d i d a de la p e n a viene deter-
2. La interpretación s u m i n i s t r a d a acerca del s e n t i d o de la p e n a pertenece al p e n s a m i e n t o
m i n a d a p o r su finalidad preventiva, no solo por el g t a d o del injusto y la culpabilidad.
retributivo. La retribución fue o r i g i n a r i a m e n t e p o r t a d o r a de e m o c i o n e s fuertes, una reacción
p u r a m e n t e negativa frente al h e c h o delictivo. Sin e m b a r g o , el c o n c e p t o d e retribución ha sufri- Ejemplo: Así, en Inglaterra la sección 2 (2) (b) del ('riminal Justicc Act de 1991 autoriza al Tribunal,
d o un c a m b i o inuy p r o f u n d o desde la Ilustración del siglo X V I I l . D e a c u e r d o c o n ello, para la para el caso de penas de prisión en delitos violentos y sexuales, a imponerlas por encima de la gravedad del
hecho en la medida en que ello sea necesatio para la protección de la colectividad frente a perjuicios adicio-
retribución la p e n a significa hoy en día la respuesta a u n injusto c u l p a b l e ("quia p e c c a t u m est")
nales que pueda causar el autor
y, p o r ello, d e b e ser equivalente a éste según el p r i n c i p i o de la justicia distributiva ^'. Así pues, la
retribución nada tiene q u e ver c o n la venganza, con bajos s e n t i m i e n t o s d e o d i o o c o n c a p r i c h o - El pensam.iento de la prevención, al igual q u e el de la retribución, parte d e tres presupuestos
sas agresiones represivas d e la sociedad , s i n o q u e es u n p r i n c i p i o d e m e d i d a {MaJ^prinzip) ^^. inmanentes. El p r i m e r o es la posibilidad de realizar tin p r o n ó s t i c o suficientemente seguro del c o m -
Segi'm el p e n s a m i e n t o retributivo el h e c h o c o m e t i d o d e t e r m i n a el m o t i v o y la m e d i d a de la pena. p o r t a m i e n t o h u m a n o futuro. El segundo consiste en q u e la p e n a p u e d a ser adecuada tan exacta-
m e n t e a la peligrosidad q u e , p o r lo menos, el resultado preventivo perseguido aparezca c o m o
El p e n s a m i e n t o de la retribución descansa sobre tres presupuestos inmanentes. El p r i m e r o c o n -
p r o b a b l e . Y el tetcero radica en q u e la tendencia a la c r i m i n a l i d a d p u e d a ser c o m b a t i d a eficaz-
siste en la necesidad de q u e p o r lo general el Estado p u e d a justificar su legitimidad para i m p o n e r
m e n t e , n o sólo en los jóvenes, sino t a m b i é n en los adultos, a través de los e l e m e n t o s disuasorios,
al culpable, p o r m e d i o de la pena, lo q u e se ha merecido; esto es sólo posible si es reconocida la
pedagógicos y d e a s e g u r a m i e n t o q u e a c o m p a ñ a n a la pena y, en especial, p o r m e d i o del trabajo
superioridad m o r a l de la c o m u n i d a d frente al d e l i n c u e n t e . El s e g u n d o p r e s u p u e s t o d e la retribu-
pedagógico-social q u e d e s e m p e i i a la ejecución de la pena.
ción consiste en q u e exista u n a c u l p a b i l i d a d q u e resulte graduable segiin su gravedad. Y en tercer
lugar, la r e t r i b u c i ó n p r e s u p o n e q u e es b á s i c a m e n t e posible a r m o n i z a r d e tal f o r m a el g r a d o d e A ello se a ñ a d e o t r o factor adicional en el q u e confluyen la r e t r i b u c i ó n y la p r e v e n c i ó n : a
culpabilidad y la extensión de la p e n a q u e el juicio de la colectividad al a u t o r se t e n g a p o r justo. saber, t a m b i é n la prevención exige para su justificación la certeza d e qtie el E s t a d o está legitima-
do p o r m e d i o d e la p e n a a a d a p t a r a los delincuentes peligrosos a los ideales s o c i a l m e n t e d o m i -
La expiación d e b e ser diferenciada d e la r e t r i b u c i ó n . Es u n t r i b u t o m o r a l p r o p i o del c o n d e -
nantes. D e esta forma, t a m b i é n se p r e s u p o n e q u e estos líltimos poseen u n valor m o r a l p o r lo q u e
n a d o que le c o n d u c e a a p r o b a r la necesidad d e la p e n a y a través del cual recupera su libertad
los p u n t o s de p a r t i d a de a m b o s sistemas coinciden en su p e n s a m i e n t o básico . La c o n c e p c i ó n
moral. La expiación no p u e d e ser c o m p e l i d a p o r la p e n a a u n q u e , p o r lo m e n o s , el Estado d e b e
m o r a l d e la m i s i ó n d e la A d m i n i s t r a c i ó n d e Justicia penal c o n s t i t u y e así el p u e n t e e n t r e la retri-
hacerla posible i n c l u y e n d o en aquélla la predisposición d e la sociedad a la reconciliación c o n el
b u c i ó n y la prevención.
a u t o r si éste acepta la p e n a .
El efecto preventivo de la p e n a p u e d e ser doble:
3 . El p e n s a m i e n t o de la p r e v e n c i ó n c o n d u c e a consecuencias c o m p l e t a m e n t e opuestas a
la idea de retribución. Si se c o n c i b e la p e n a c o m o u n m e d i o para evitar delitos ("ne peccetur"), a) Si el resultado de la prevención del delito d e b e tener lugar en el c o n j u n t o de los destina-
en el f o n d o el p r o b l e m a de la c u l p a b i l i d a d personal p u e d e q u e d a r sin resolver p u e s sólo d e p e n d e tarios d e la n o r m a se habla d e p r e v e n c i ó n general ^'. Esta última significa, d e u n lado, q u e a
de la peligrosidad del a u t o r y de la predisposición criminal latente en la colectividad. El Estado
previene la inclinación delictiva c o n penas q u e p o r su naturaleza y m a g n i t u d d e b e n posibilitar
u n a influencia enérgica sobre el c o n d e n a d o y la c o m u n i d a d . El a u t o r n o recibe lo q u e merece
^^ Vid. la conocida fórmula de Kohlrausch, Mitr IKVTomo 3 (1928) pág. 14; "En la cijspide de las
funciones de la pena debe situarse el conducir de nuevo al descarrilado por el camino correcto".
^'' Bockelmann, Schuld und Sühne pág. 2 1 .
^^ El predominio de la prevención general en la dotación del sentido de la pena es hoy doctrina do-
2' Bockelmann, HWB Soz W pág. 212. minante; v\á. Andenaes, Punishment págs. 34 ss. así como en Journal of Criminal Law 66 (1975) págs. 338
^^ Así sucedía con la antigua psicología profunda, vid. Reik, Gestandniszwang págs. 135 ss. ss.; Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 16 ss.; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 9; Burgstaller, Sinn und Zweck
"^ Asimismo, Armin Kaufinann, Strafrechrsdogmatik pág. XJ'^^Jarehorg, Essays págs. 10 ss, 119; Knigge, pág. 54; Dslling, "Líii^ 102 (1990) págs. 14 ss.; Enschedé/RüteríStolwijk, Beginselen págs. 12 ss.; Hoerster,
Hct irrationale págs. 18 ss. También Roxin, Allg. Teil I § 3 núm. 7 reconoce expresamente a la retribución GA 1970, 272; Jakohs, Allg. Teil 1/4 !,s.;Jescheck. SchwZStr 91 (1975) págs.18 ss.; Lenckncr, Strafe pág. 22;
tanto como un "principio de medida" como también en su "fuerza de impresión social-psicológica". Pero Kindhauser, GA 1989, 503 ss.; Moos, Pallin-Festschrift págs. 305 ss.; Müller-Dietz, Jescheck-Festschrift Tomo
precisamente alrí residen los "fines sociales" de la pena orientada al injusto y la culpabilidad que Roxin celia 11 págs. 817 ss.; Mir Puig, ZStW 102 (1990) págs. 920 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 52 ss.; el mismo,
de menos en la retribución. Por ello no se comprende que la teoría de la retribución "no sea hoy científica- Einführung págs. 49 ss.; Sieverts, H W B Krim Tomo II págs. 4 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 23 ss.;
mente sostenible" (núm. 8). La retribución tampoco promueve en modo alguno, tal y como parece aceptar Mantovani, Diritto pénale pág. 692; MerlelVitu, Traite mim. 608; Schidtz, Einführung 1 págs. 42 ss.; Schoch,
Roxin, que siempre se debería castigar sin consideración a la necesidad preventiva de la pena, sino sólo que Verstehen pág. 318; Hassemer/LüderssenlNaucke, Hauptprobleme der Generalpravention, 1979; Maiwald,
cuando se castiga el grado de injusto y de culpabilidad debe ser decisivo para la forma y alcance de la pena. Moderne Auffassungcn pág. 303; H.-]. Otto, Generalpravention págs. 279 ss. La "determinación de una
finalidad preventivo-genetal de carácter autónomo" es negada por Kohler, Strafrechtsbegründung pág. 40.
^'' Vid. al respecto Eb. Schmidt, Materialen Tomo I, pág. \\; el mismo, T.SCW 67 (1955) pág. 187:
Acerca de los resultados de la investigación empírica de la prevención general vid. Schoch, Jesdieck-Festschrift
"¥.\ Estado sólo puede aspirar con la imposición de sus penas a la expiación como acto de purificación mo-
Tomo II págs. 1008 ss.; Schumann, Positive Generalpravention págs. 51 ss.; Bonitz, Strafgesetze und
ral..."; Merle, La pénitence págs. 143 ss. Mostrándose escéptico Stratenwerth, Allg. Teil I n. 15; rechaza tal
Vcrhaltcnsstcuerung, 1991.
posibilidad Roxin, Allg. Teil ! § 3 ni'mi. 10.
74 § K La pena 111. Icoia'a.s absolutas de la pena 75

través del temor a la pena toda persona debe ser disuadida de la comisiém de acciones [luiubles bilidad se proyecta ranto sobre la colecti\idad como un^ifiuerza confiíguradora de Lis costumbres,
(prevención general negativa o prevención disuasorid). Más importante es, sin embargo, otro as- actuando también sobre el reo de un modo preventivo y pedagógico precisamente a cau.sa de su
pecto: a través de la amenaza penal contenida en la ley y la condena del culpable que muestra sentimiento de responsabilidad que lógicamente apela al principio de medida. Las finalidades
que el Estado cumple seriamente su advertencia, debe ser evirada la legitimacié)n del delito y preventivas qtie no pueden ser alcanzadas por medio de una pena justa quedan reservadas para
puesta de manifiesto aquella aversión moral contra el injusto que se presenta por sí misma y que, las medidas de seguridad. Las consecuencias dañosas derivadas de la ejecución de la pena con-
en gran medida, contribuye a que sea mantenida en sus líiinres la predisposicié)n a la cnnnnali- trarrestan la aplicación de la amonestación con reserva de pena (§ 59), la suspensión condicional
dad que existe y está latente en la colectividad {prevención general positiva o prevención-integra- de la pena (§ 56) y la oportuna concesión de la libertad condicional (§ 57). Los presupuestos
ción). Así pues, el Estado no sé)lo persigue cotí la pena la intimidación del presunto autor por inmanentes aquí presentes son los mismos que en la rcrribución, esto es, la legitimación moral
medio de la amenaza de un mal, sino que sobre todo se esfuerza en reforzar la conciencia jurídi- del Estado para la imposición de la pena, la existencia de una culpabilidad personal y la posibili-
ca de la colectividad a través de leyes penales justas y de su aplicación moderada e igualitaria'*^, dad de compensar esta última por medio de la pena. A ello se afiade, además, el convencimiento
así como en educar a las personas en una obediencia voluntaria al Derecho (vid. supra § 1 II 1). de que sólo la pena justa despliega un efiecto social-pedagógico sobre la colectividad, y de que sólo
En qué medida el Derecho penal consigue el efecro deseado es algo que empíricamente resulta ella es también concebida por el condenado como respuesta de una sociedad vinculada con él y
difícil de comprobar. No obstante, de ningún modo puede hablarse, tal y como los críticos afir- como apelación a su conciencia de lo justo y lo injustt).
man, de que todo delito cometido contradice el efecro preventivo-general del Derecho penal,
pues sin duda serían perpetrados muchos iriás delitos si en el ámbito penal no existiera ninguna Las distintas posibilidades de interpretación del sentido de la pena se denominan teorías
Administración de Justicia. de la pena.

b) Mientras que la prevención general aspira a la prevención del delito en la colectividad,


la prevención especial o individual se dirige al reo mismo ^'. El es quien, a través de la lección III. Teorías absolutas de la pena
que se le imparte con la imposición de la pena, debe ser educado para mantenerle alejado de
Las teorías absolutas de la pena centran el motivo jurídico y el sentido de la pena sólo en
infracciones futuras y para conseguir su adaptación a las reglas básicas de la convivencia en la
la rerribución, en cuya virtud debe hacerse justicia con el culpable por la comisión de su hecho.
comunidad. De resultar aplicable una pena privativa de libertad, su ejecución debe tener lugar
La pena queda liberada de cualquier consideración fmalística ("poena absoluta ab efíectu") y apa-
bajo el principio de la resocializacióyi (§ 2, inciso 1.°, StVollzG), mediante una educación esco-
rece sencillamente como la imposición querida de un mal dirigida a la compensación por la co-
lar, profesional y corporal del preso, el refoizainienro de su conciencia de responsabilidad y la
misión de una infracción jurídica culpable. Las bases ideológicas de las teorías absolutas residen
estimulación de la colaboración activa en el establecimiento penitenciario. Además, el tiempo de
en el reconocimiento del Estado como valedor de la justicia terrenal y esencia de los valores mo-
privación de libertad sirve también para el aseguramiento de la sociedad frente al delincuente
rales, en la creencia de la capacidad de aurodeterininación de la persona y en la limitación de la
peligroso (§ 2, inciso 2.°, StVollzG). En la actualidad, las posibilidades de una influencia educa-
misión del Estado a la protección de la liberrad individual. En las teorías absoluras de la pena
dora eficaz a través de la ejecución de la pena son enjuiciadas desde un importante escepticismo,
confluyen, pues, planteamientos idealistas, conservadores y liberales.
pues a pesar de los importantes esfuerzos dirigidos a intensificar la ejecución de la pena aquí y en
el extranjero (EE.UU., Escandinavia, Países Bajos), el porcentaje de reincidencia no ha sido ca- 1. Para Knnt (1724-1804) la Ley penal es un "imperativo categórico", esto es, un manda-
paz de reducirse de un modo esencial. La suspensión condicional de la condena que contenga to de la justicia libre de toda consideración final.
instrucciones precisas y ayudas sociales para el reo es manifiestamente lo mejor para la preven-
F.l linico sentido de la pena es la retribución de la culpabilidad: "La pena judicial...nunca puede ser
ción especial (vid. irifra § 8 VI). considerada como un medio para promover un bien distinto, ya sea para el delincuente mismo o para la
4. La retribución y la prevención no son antagonismos irreconciliables (vid. supra § 8 II 1 sociedad civil, sino que tínicamente debe serle impuesta por su infracción"^'. Para dejar completamente
claro que ni siquiera el pensamiento preventivo-general implícito en la pena puede jugar papel alguno, Kant
in fine). Una conexión entre ambos es posible de modo que la pena no sea querida por su pro-
suminisrra el famoso ejemplo de la isla como final de una comunidad: "Incluso si la sociedad civil con rodos
pia voluntad, sino que sea prevista y dictada sobre la base de su misión de protección de la socie- sus miembros decidiera por unanimidad su disolución (por ejemplo, que la población residente en una isla
dad de futuros delitos, pero que lo sea de tal modo que sirva para compensar la culpabilidad por decidiera dispersarse y diseminarse por rodo el mundo), el último asesino que se encontrara en prisión de-
el delito cometido, pues la pena busca alcanzar el resultado preventivo de una manera justa {teo- bería ser ajusticiado antes para que toda persona fuera consciente del valor de sus hechos..." •'-.
ría unitaria) ^''. Y así, la pena justa que viene a compensar la gravedad del injusro y de la culpa-

-* En la determinación de la pena existe una "considerable medida de desigualdad"; acerca de la in-


vestigación cinpírica Heinz, Straízuniessungspraxis pág. 134. Sobre la primacía de la prevención genera! po- "crisi" págs. 145 si-\ Platzgummer, Pallin-Festschrift pág. 322; Kindhdnser, GA 1989, págs. 502 ss.; Bertel,
sitiva sobre la negativa Zipfi Pallin-Fesrschrift págs. 485 ss. Pallin-Festschrift pág. 38.
~^ Al respecto, detalladamente, Roxin, Allg. Tcit 1 § 3 niíms. 11 ss. -' Kant, Dic Metaphysik der Sitien (1797) pág. 453.
^" Sobre la relación entre represión y prevención vid. Noli, H. Mayer-Fesrschrift pág. 220; Stratenwerth, -^ Kant, ¡bidem pág. 455; vid., en relación con ambas citas, H. Mayer, Engisch-Fesrsdirift págs. 64
Allg. Teil 1 nt'ims. 28 ss.; Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 55 ss.; Arthur Kaufmann, Schuldprinzip pág. 276; ss. Acerca de la vigorosa influencia de Kant vid., además, Naucke, Philosophie und Rechtswissenschaft págs.
Roxin, JuS 1966 págs. 377 ss.; Eusehi, Riv dir proc pcn 1983 págs. 914 ss., 131 5 ss.; el mismo. La pena in 36 ss., asi como Cattaneo, Dignitá umana págs. 189 ss.
76 § 8 U pena IV Teorías relativas de la jicna 77

2. Pero la cuestión es q u é sentido d e b e tener para la c o m u n i d a d esta severidad extrema, pro- de a y u d a , r e p e t i d a m e n t e m a l t r a t a d o y débil ante las tentaciones; en verdad se trata a la persona
pia de la Ley del Tallón ("ojo p o r ojo, diente p o r diente"), del c o n c e p t o k a n t i a n o de pena. Al res- j u s t a m e n t e , p e r o c o n u n a frialdad glacial. La verdad d u r a d e r a de las teorías absolutas consiste en
pecto Hegel ( 1 7 7 0 - 1 8 3 1 ) ha d a d o u n a respuesta q u e va más allá de Kant. Y así, f u n d a m e n t a la q u e sólo p u e d e aspirarse a la p r o t e c c i ó n de la sociedad p o r m e d i o de la p e n a , en la m e d i d a en
pena sobre el principio dialéctico según el cual el O r d e n a m i e n t o jurídico e x p o n e la "voluntad ge- q u e ello sea necesario y siempre de un modo justo.
neral", mientras q u e la "voluntad especial" del delincuente, expresada a través de la infracción del
Derecho, es negada p o r m e d i o de la p e n a y "anulada" por la superioridad moral de la c o m u n i d a d .
D e este m o d o , es restablecida la coincidencia de la v o l u n t a d general con la especial m e d i a n t e la rV. Teorías relativas de la p e n a
manifestación de la negación del delito, y m o s t r a d a la total ausencia de validez de éste ^^.
Las teorías relativas d e la p e n a a d o p t a n u n a posición a b s o l u t a m e n t e c o n t r a r i a a las a b s o -
"La lesión de esta voluntad que como tal existe, consiste en la anulación del delito, que de lo contra- lutas. D e a c u e r d o c o n aquéllas la pena n o está d e s t i n a d a a la realización d e la justicia sobre la
rio regiría, así como en el restablecimiento del Derecho" ^''. tierra, sino q u e sirve exclusivamente para la protección d e la sociedad. La p e n a n o es u n fin en sí
"¥1 quebranto que se infiere al delincuente, no es sólo justo en sí mismo, justa es, simultáneamente, m i s m o , sino qtte es tan sólo u n m e d i o cuya finalidad es evitar acciones p u n i b l e s futuras ("poena
su voluntad en sí misma existente, la existencia de su libertad, su detecho;...por lo que la pena se considera relata ad effectum"). Las bases ideológicas de las teorías relativas d e la p e n a son las teorías del
contenida en su propio derecho, honrándose con ello al delincuente como ser racional" ^^. E s t a d o h u m a n i t a r i o d e la Ilustración, el r e c o n o c i m i e n t o de la c o n c e p c i ó n d e t e r m i n i s t a de t o d o
c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o , la creencia t a m b i é n en la c a p a c i d a d educativa del a d u l t o a través d e
3 . Las teorías absolutas t a m b i é n fueron defendidas en la a n t i g u a Etica cristiana. Para ello
u n a a d e c u a d a influencia pedagógico-social, el rechazo d e c u a l q u i e r ititento metafísico de expli-
sirve de base, p o r u n a p a r t e , la c o n c e p c i ó n del o r d e n m u n d i a l c o m o creación d i v i n a (teoría d e
car el p r o b l e m a d e la vida social y la s u b e s t i m a c i ó n de la justicia c o m o necesidad básica de la
los dos reinos), y p o r otra, la c o r r e s p o n d e n c i a e n t r e la esencia d i v i n a y h u m a n a (teoría d e la
p e r s o n a . E n las teorías relativas de la p e n a confluyen, p u e s , d e r r o t e r o s ideológicos d e carácter
"analogía del e n t e " ) .
h u m a n i t a r i o , social, racional y utilitarista.
Esto es válido para una parte de la Teología protestante y para la vieja doctrina católica. "El sentido de
la pena reside" para Althaus^^ "en sí misma como manifestación de validez del orden eterno y frente al 1. La i d e a de la p r e v e n c i ó n c o m o f u n c i ó n de la p e n a n o está alejada d e la a n t i g u a filo-
infractor del Derecho". Para Trillhaas^^ el sentido de la pena "reside en la idea de expiación, sin considera- sofía o r i e n t a d a hacia el bienestar c o m ú n .
ción a los fines, orientada exclusivamente al bien mismo, y válida sólo para el autor ya que sólo mira hacia
Y así, el "sed ne peccetur" de Hugo Grotius se remonta a unas famosas palabras que Platón pone en
ésre". Clara es, sobre todo, la advertencia acerca de la teoría de la "analogía del ente" en un mensaje del Papa
boca de Protágoras: "Quien piensa en castigat de modo razonable, no lo hace por el injusto ya cometido...sino
Pío XII al IV Congreso Internacional de Derecho penal celebrado en Roma en el año 1953: "Mais le Juge
con la voluntad futura de que ni el autor mismo vuelva a cometer el injusto, ni tampoco los demás que ven
supréme, dans son jugemenr final, applique uniquement le principe de la rérribution. Celui-ci doit done
cómo aquél es castigado" ^'.
certes posséder une valeur quie n'est pas négligeable" .
El i m p u l s o para la s u p e r a c i ó n de degeneración en la q u e se e n c o n t r a b a la idea d e i n t i m i d a -
4 . C o m o crítica a las teorías absolutas d e b e aducirse q u e la realización de la m o r a l a b s o l u -
c i ó n en la praxis p e n a l c o m ú n d e los siglos XVII y X V I I I , lo d i o la teoría del E s t a d o d e l D e r e -
ta sobre la tierra n o es u n a m i s i ó n del E s t a d o , y q u e p o r sus fines y m e d i o s d e p o d e r t a m p o c o
c h o natural y l a I l u s t r a c i ó n c o n su lucha p o r u n a configuración racional y h u m a n a de las
p u e d e serlo. La m a y o r í a del injusto r e a l m e n t e c o m e t i d o q u e d a , segiin es c o n o c i d o , sin castigar.
c o n d i c i o n e s e n la Justicia p e n a l [Hugo Crotius, Samuel Pufendorf, Christian Thomasius, Kart
Para el p o d e r del E s t a d o , c o n la aplicación d e la p e n a t í n i c a m e n t e p u e d e tratarse d e m a n t e n e r la
Friedrich Hommel, Joseph v. Sonnenfels ) . En la l i t e r a t u r a francesa d e la I l u s t r a c i ó n fue ya
convivencia pacífica y segura d e las p e r s o n a s a través d e la coacción j u r í d i c a . P r e c i s a m e n t e p o r
Montesquieu q u i e n c o l o c ó la finalidad preventiva en la c u m b r e de las f u n c i o n e s de la pena y
ello, la pena n o es i m p u e s t a s i e m p r e y en t o d o caso d o n d e d e b e hacerse justicia, s i n o t í n i c a m e n t e
c o n d u j o a Voltaire a librar su valiente batalla c o n t r a las irregularidades de la Justicia penal del
c u a n d o ello es inevitable en interés d e la p r o t e c c i ó n de la sociedad. H a y q u e destacar, a d e m á s ,
A n t i g u o R é g i m e n , c o n la p r e t e n s i ó n de q u e la p e n a se a d e c u a r a a los p r i n c i p i o s d e h u m a n i d a d ,
q u e en las teorías absolutas de la p e n a n u n c a se reconoce a la p e r s o n a c o m o u n e n t e necesitado
p r o p o r c i o n a l i d a d y u t i l i d a d . La a p e r t u r a de la conciencia d e la H u m a n i d a d a los p r o b l e m a s de la
Política c r i m i n a l hay q u e agradecerla a la ya clásica o b r a del milanos Cesare Beccaria " D e i dclitti
e delle p e n e " ( 1 7 6 4 ) , en la q u e por p r i m e r a vez fue desarrollado u n p r o g r a m a c e r r a d o de refor-
^^ Vid. H. Mayer, Engisch-Fesrschrift pág. 77; Seelmann, JuS 1979, págs. 687 ss.
m a del D e r e c h o p e n a ! o r i e n t a d o a la p r e v e n c i ó n . E n I n g l a t e r r a / í r í - m y Bentham f u n d ó su Ética
^^ Hegel, Rechtsphilosophie § 99.
utilitarista sobre el "greatest h a p p i n e s s principie", d e d u c i e n d o de él u n a Política c r i m i n a l riguro-
' ' Hegel, Rechtsphilosophie § 100. A él se han adherido especialmente los maestros de la posterior
s a m e n t e lógica c o n s t r u i d a de m o d o racional ^ En A l e m a n i a fue Prusia q u i e n , bajo el reinado d e
Escuela Clásica del Derecho penal, vid. Binding, Abhandlungen Tomo 1 pág. 85; Beling, Die Vcrgeltungsidee
págs. 19 ss. Críticamente acerca del supuesto alejamiento de la realidad por Hegel, Flechtheini, Hegels
Srraftechtstheorie págs. 91 ss.; sobre su postura polírico-ideológica págs. 122 ss. -'' Plato, Protágoras pág. 76.
^^ Althaus, Die Todesstrafe pág. 2 1 . '"' Acerca de la teoría de la pena del viejo Derecho natural, especialmente en Tomás de Aquino, vid.
^' Trillhaas, Zur Theologie der Srrafe pág. 4 8 . 1 .a iglesia evangélica se muestra hoy estrictamente en Villey, Archives de philosphie du droit 28 (1983) págs. 181 ss.
contra de la retribución, vid. EKD-Denkschrift "Strafe" págs. 57 ss. 77 ss. En la línea de las teorías relativas '" Sobre Hommel y v. Sonnenfels Cattaneo, Strafrechtsphilosophie der deutschen Aufklarung pág. 25.
de la pena se encuentra la postura de Ratschow, Vom Sinn der Strafe pág. 110, dirigida a la concepción de la Su vida y obra son ampliamente expuestas en el material del Congreso Centro Nazionale "Cesare
pena en la Gran Comisión de Derecho penal. Beccaria and Modern Criminal Policy", 1990.
-* Mensaje del Papa/-"ÍKÍ JT//, Z S t W 66 (1954) pág. 14. ''^ Vid. Hepp, J. Benthams Grundsatze der Oiminalpolitik págs. 5 ss.
78 § 8 L; pena IV. Teorías relativas de la pen.i 79

Federico el Grande, a s u m i ó el papel d e guía d e la nueva configuración d e la Política c r i m i n a l . La Y así, p a r t i e n d o d e los interioganies propios d e la realidad de la c r i m i n a l i d a d , se dejó llevar p o r
nueva teoría de la prevención especial f u n d a d a por Stiibel'''' se abrió paso a través de Kleiii y ii los m é t o d o s de investigación cmpítico-causales d e las m o d c t n a s Ciencias d e la N a t u t a l e z a q u e
Grolman '^ en el D e r e c h o territotiai corniin d e 1794 '*'•'. en aquel t i e m p o e n c o n t r a r o n a c o m o d o en la C i e n c i a jurídica, c o i n p r o b ó las deficiencias del
e i u o n c e s D e r e c h o v i g e n t e según los resultados d e la estadística c t i m i n a l y c o n s i d e r ó a la Polí-
2. Las teorías de la pena de los siglos X V I I y X V I I I ya habían estado deterniinatlas por el
tica c r i m i n a l c o m o u n sector d e la Política social (Positivismo) . Su c o n c e p c i ó n p o l í t i c o - c r i -
p e n s a m i e n t o de la prevención, pero fue p o r p r i m e r a vez Paul]ohan Ansebn v. Feíierbacli ( 1 7 7 5 -
m i n a l l u n d a m e n t a l la f o t m u l ó en el c o n o c i d o P r o g t a m a d e M a r b u r g o "La idea del fin en D e -
1833), el más g r a n d e de los criminalistas alemanes d e la p r i m e r a iriirad del siglo XIX, q u i e n
r e c n o penal .
diferenció d e m o d o teórico y con gran claridad entre prevención especial y general. Él c o n d u j o a
la teoría de la p e n a de la Iltistración a su p u n t o álgido al vincular la p r e v e n c i ó n general c o n la Las afirmaciones esenciales rezan del siguiente modo: "La pena correcta, esto es, la justa, es la pena
ariienaza d e la p e n a , colocándola en el c e n t r o de gravedad de su sistema ^^. Feuerbach ya no c o - necesaria. La justicia en Derecho penal es la observancia del marco penal establecido, por medio de la idea
nectó con la teofía clásica de la utilidad d e Beccaria y Bentham, sino q u e i n t e n t ó t e n d e r u n p u e n t e del fin". La misión de la pena es, según lo afirmado, dar un «escarmiento» (Denkzettet) ai delincuente oca-
hacia la Etica k a n t i a n a ' . La amenaza penal debería p r o d u c i r la " p r e v e n c i ó n g e n e r a l a través siona! no necesitado de corrección para disuadirle de cometer más delitos, resociaiizar al delincuente habi-
tual cortegible a través de su educación durante la ejecución de la pena y neutralizar al incorregible some-
d e la c o a c c i ó n psicológica", m i e n t r a s q u e la imposición d e la p e n a s o l a m e n t e debería hacer evi-
tiéndole por tiempo indeterminado a la ...servidumbre» de la pena (Strafknechtschaft). Con esta concepción
d e n t e su seriedad.
se unían necesariamente Lis penas cortas de prisión, ped,agógicamente ineficaces pero dañinas para el reo, y
"La...preocupación del Estado...aspira a que quien posee inclinaciones inciviles (antijurídicas) le sea los esfuerzos por mejorar la ejecución de la pena. v. Liszt también era consciente, sin embargo, de los riesgos
impedido poder determinar.^ realmente conforme a ellas"'". "De este modo deben ser evitadas las infrac- para la seguridad jurídica de una Política criminal determinada por caracteres puramente preventivos: el
ciones jurídicas, ya que junto a la coacción física debe existir otra que preceda a la transgresión...y una coac- Derecho penal debía, por ello, permanecer como "la barrera infranqueable de la Política criminal" (la "Charra
ción de esta naturaleza sólo puede ser de naturaleza psicológica" '". La teoría de la pena de Feuerbach poseía Magna del delincuenre")''''. Una dogmática penal rigurosamente objetiva debía facilitar, asimismo, la co-
un indiscutible núcleo de verdad y practicabilidad enfrentándose, simultáneamente, a la forma de pensa- nexión entre la finalidad de la pena y el Estado de Derecho ' . En Alemania, la Moderna Escuela de Derecho
miento liberal de su tiempo. Y así, pudo superar con rapidez las aportaciones preventivo-especiales del abso- penal (sociológica) se concentró en torno al Programa político-criminal de Franz v. Liszt (Ernst Delaquis,
lutismo ilustrado, sobre todo porque éstas habían permanecido hasta entonces de modo ampliamente espe- EduardKohlrausch, Moritz Liepmann, Gustan Radbruch, Max Grünhut, EberhardSchmidt).
culativo, j u m o con el Código penal francés de 1810, la teoría de la pena de Feuerbach, que sirvió de base
4. S o b r e la base del positivismo, y casi al mistiro t i e m p o , surgieron t a m b i é n en otros paí-
para el StG B bávaro de 1813, fue decisiva para la legislación de todo el siglo.
ses e u r o p e o s m o v i m i e n t o s político-criminales q u e i n t e n t a r o n extrapolar al D e r e c h o penal las
3 . El d e s t i n o d e las teorías de la p e n a preventivo-especiales p r o c e d e n t e s de la época del D e - consecuencias derivadas de las convulsiones morales, e c o n ó m i c a s y sociales d e la s e g u n d a m i t a d
recho rerritorial c o m ú n p r u s i a n o q u e d ó d u r a n t e largo t i e m p o sellado hasta q u e , casi d o s c i e n t o s del siglo X I X ^''. Este desarrollo tuvo i m p o r t a n t e s consecuencias en Italia cuya influencia irradió
años después, Franz v. Z M Z Í ( 1 8 5 1 - 1 9 1 9 ) ^' fundara u n a nueva teoría preventivo-especial q u e ha e s p e c i a l m e n t e a S u d a m é r i c a ' ^ . En el país c i t a d o , el psiquiatra Cesare Lombroso (1835-1909) ^'
t e n i d o u n a g r a n influencia internacional c o m o i n o d e l o de p e n s a m i e n t o y ha o r i g i n a d o u n p r o - hizo pública su famosa tesis según la cual las causas del delito habría q u e buscarlas e n d e t e r m i n a -
f u n d o c a m b i o en la configuración del sistema d e sanciones del D e r e c h o p e n a l a l e m á n '^. v. Liszt das cualidades innatas de la persona ( " d e l i n q u e n t e n a t o " ) , m i e n t r a s q u e el jurista Enrico Ferri
situó de n u e v o al D e r e c h o penal en relación c o n u n a Política jurídica o r i e n t a d a d e a c u e r d o c o n ( 1 8 5 6 - 1 9 2 9 ) ' ' " , f u n d a d o r d e la "Scuola Positiva" e incansable guerrero de las reformas sociales
p u n t o s de vista racionales, en la q u e la "idea del fin" d e b í a ser la p o r t a d o r a del avance j u r í d i c o .

'-' Acerca de la visión del mundo por el positivismo vid. con inás detalle Welzel, Naturalismus und
'"''Vid., al respecto, Ahrendts, Christoph Cari Stübels Straftheorie págs. 14 ss. Wcrtphüosophie págs. 1 ss.; .además, Engisch, MSchrKrim 1934, pág. 35.
" Vid. Cattaneo, Karl Grolman págs. 278 ss. '•^ V. Liszt, Z S t W 3 (1883) pág. 1; además, el mismo, en: AufsatzeTomo 1 pág. 126. Al respecto vid.
'"^'Eh. Schmidt, Die Kriminalpolitik Preuí?cns págs. 42 ss. las contribuciones al Centenario del Programa de Marburgo de Naucke, Frisch y Müller-Dietz, ZStW 94
•*' Radhnich, P.J.A. Feuerbach págs. '^^ ss.; Cattaneo, Ansclm Feuerbach págs. 501 ss.; Kipper, Feuerbach (1982)págs. 525, 5 6 5 y 5 9 9 .
págs, 26 ss. ^' V. Liszt, Aufsatze Tomo II pág. 80.
Naucke, Kant und die psychologische Zwangstheorie págs. 43 ss. Acerca de la conexión entre la ^* Más detalladamente sobre la cuestión Georgakis, Geistesgcschichtliche Studien págs. 50 ss.
teoría de la coacción psicológica y el principio de legalidad en Feuerbach Naucke, ZStW 87 (1975) págs. '" Así, en Francia la "Ecolc pénitentiaire" [Lucas) y la "Société Genérale des Prisons" (1877) así como
880 ss. Sobre el desarrollo posterior de la teoría de la pena de Feuerbach Helga Miiller, Der Begriff der la entonces influyente teoría de SaleiUes, L'individualisation de la peine págs. 51 ss.; en Suecia Thyrén,
Generalpravcntion im 19. Jhdt., 1984. Prinzipien einer Strafgcsetzreform págs. 19 ss.; en España Dorado Montero, El derecho protector de los cri-
'" Feuerbach, Revisión Teil I pág. 4 3 . minales Tomo 1 págs. 281 ss. (acerca de é\ Jiménez de Asá a, 'Lomo 1 p.ígs. 872 ss.). Sobre la historia de la
"* Feuerbach, Lehrbuch 3.^ Ed. págs. 14 ss. pena de prisión en el s. Y£LJescheck, Die Freiheitsstrafc Tomo III p.igs. 1955 ss.
^' Una biografía de este gran criminalista alemán de la segunda mitad del siglo XIX fue realizada por ^•'^ Vid. sobre ello y acerca de la doctrina sudamericana actual más otientada hacia Alemania,/«c¿í'f¿,
Eh. Schmidt, en: Die grol?en Deutschen Tomo V pág. 407; vid., záemis, Jescheck, (Ed.) Franz v. Liszt zum Heiniíz-Festschrift págs. 717 ss.
Gedachtnis, 1969, así como el mismo, Klug-FestschriftTomo II págs. 257 ss. ''' En relación con la influencia posterior de Lombroso vid. di Tullio, La Scuola positiva 64 (1959)
' Vid. la ponderada exposición del punto de vista preventivo-especial que realiza Kohlrausch, Mitt pág. 495.
IKVTomo 3 págs. 5 ss. Sobre su pre.sentc Roxin Alig. Teil I § 3 núms. 11 ss. En torno a la problemática ''" La principal obra de Ferrics 1 nuovi orizzonti, 1881. Sobre él Graven, La Scuola positiva 58 (1953)
constitucional Kaiser, SchwJZ 1984, págs. 329 ss. pág. 394.
80 § 8 La pena W. L.\.s teorías unitarias 81

en Italia, situó el peso específico de los factores sociales en el origen del delito. De ambas aporta- del hecho inherente a la pena tcndtía tan poco sentido como la reprobación de una enfermedad.
ciones se dedujeron consecuencias prevcntivo-especialcs de rico y amplio alcance |iara la confi- Además, en casos fronterizos la prevención especial conduce a resultados que serían insoporta-
guración de la pena**'. Las conexiones internacionales de los partidarios de la Escuela moderna bles pata la conciencia jutídica de la colectividad'". Por una parte, el autot de un delito gtave
configuraron rápidamente una sólida estructura organizativa: en 1889 Frnnz v. Lisztíwnáá, con- que es descubierro años más tarde períectamente integrado socialmente como, por ejemplo, el
juntamente con el belga Adolphe Prins y el neerlandés G.A. van Hamel, la A.sociación Internacio- asesino de un campo de concentración integrado en un sistema criminal o el marido que para
nal Criminalística (IKV)''^, que hasta la Primera Guerra Mundial desarrolló una significativa salvar el honor de su mujer ha cometido falso testimonio, debetían quedar completamente im-
eficacia científica y propagandística en el sentido de una nueva Política criminal y cuya labor fiíe punes pties en ninguno de estos casos se requiere una resocialización; pero, por otra parte, un
continuada a partir de 1924 por la Asociación Internacional de Derecho penal ("Association delincuente reincidente a causa de un hecho leve peto sintomático de su inclinación criminal,
Internationale de Droit Penal") '*'. debería ser sometido a una medida de scgutidad ptofundamente terapéutica o de aseguramiento
que en ningiin caso se cotrespondería con la entidad del hecho cometido. Además, una pteven-
Actualmente, el Programa político-criminal de la Escuela Moderna es continuado sobre todo por la
Sociedad Internacional para la Defensa Social ("Société Iiuernationale de Dcfense Socialc") que fue fundada ción especial consecuente debctía conducit a medidas predclictuales, pues desde este punto de
en el año 1947 por el italiano Filippo Gramática. Su corriente más radical quiso sustituir al delito por la vista no se comprende por qué debe esperarse por parte del Estado a la comisión de un hecho
antisocialidad, la culpabilidad por la peligrosidad y la pena por la medida de seguridad ''. Sin embargo, hoy punible con anterioridad a su intetvención preventiva. Finalmente, nos encontramos con el gran
en día es decisiva la dirección de la sociedad impulsada por Aforf^Kcf/ (1902-1990) que reconoce el princi- interrogante de si en la ejecución de la pena puede ser practicada una educación eficaz en adul-
pio de culpabilidad y la responsabilidad de la persona, pero que quiere dotar a la Administración de Justicia tos o si, en la mayoría de los casos, no sería mejor para la resocialización del delincuente que el
penal de un espíritu profundamente humanitario, de modo que pueda ser alcanzada de la mejor forma posi- Estado renunciara al castigo y se limitara a la asistencia .social.
ble su fundón de restablecimiento del reo a la sociedad, en colaboración con las modernas Ciencias del ser
humano .
5. La crítica a las teorías relativas de la pena exige distinguir entre prevención general y V. Las teorías unitarias
especial. A \3 prevención general le falta la escala para la determinación de la magnitud de la pena
Las teorías unitarias intentan situatse entre las teotías absolutas y relativas, naturalmente
a imponer cuando no se la limita por medio del principio de culpabilidad, pues podría aceptarse
no a través de la simple suma de sus ideas básicas y conttadictorias, sino por medio de una re-
que una pena cuanto más rigurosa es, más efectos disuasorios despliega. En realidad, no es su
flexión práctica que permita a la pena desarrollar la totalidad de sus funciones en su aplicación
posible severidad sino la pena justa en su relación con el contenido de injusto del hecho y con la
real frente a la persona interesada y a la colectividad; lógicamente, ello depende de una conjuga-
culpabilidad del autor, la que puede influir sobre la conciencia jurídica de la colectividad con
ción ponderada de la totalidad de los fines de la pena (método dialéctico) ^'^. Además, en los
una "fuetza configutadora de las costumbres". La prevención general como un simple medio de
casos de inevitables "antinomias de los fines de la pena" debe darse preferencia en el caso concre-
intimidación causa más daño que beneficio.
to a uno u otro principio, con lo que la medida de la culpabilidad tiene que constituir siempre el
Por el contrario, a \ILprevención especiallc es objetable en primer lugar que la pena, conse- punto de orientación. Así pues, se atinan la prevención general y la retribución en la experiencia
cuentemente, debería ser sustituida pot medidas de seguridad tetapéuticas, pues si en la Admi- de que sólo una pena justa adecuada a la culpabilidad disuade y educa en un sentido social-
nisttación de Justicia penal sólo se tratara de la resocializar al delincuente, la desaprobación ética pedagógico; de esta forma la retribución nunca se entenderá como simple humillación del reo,
sino siempre como una posible intervención adecuada que debe reconciliar al autor con la socie-
dad a través de una compensación mesurada por su culpabilidad; de modo que toda pena debe,
en su configuración, actuar de modo resocializadot (§ AG 1 2) en la medida en que ello sea nece-
*' Las mismas encontraron su reflejo en el Anteproyecto de Código penal italiano de 1921, La Scuola sario y posible, pot lo que con tal finalidad también pueden ser llevadas a cabo rebajas en la
positiva, N.F. 1 (1921) pág. 1. extensión de una pena metecida y rigurosa para no dificultar al autor el camino de la reinserción
^~ En torno a la IKV y sus principales defensores vid. Erinuerungsheft de la Rev int dr pén 1951 y sin que, desde luego, la sanción pueda perder su relación con la culpabilidad como fundamen-
niíms. 2/3 en el 100. Geburtstag Franz v. Liszts, íÁcmis, Jescheck, ZStW 92 (1980) págs. 997 ss., así como
to (§ 46 I 1). Por el contrario, la pena adecuada a la culpabilidad ntinca puede ser sobrepasada
Bellmann, Die Internationale Kriminalistische Vereinigung, 1994. Críticamente, Radzinowicz, The Roots of
thelACL, 1991. por motivos preventivos de carácter general o especial. La teoría unitaria está caractetizada, se-
« Sobre la AIDP Cornil, ZStW 87 (1975) págs. 438 ss.; Jescheck, ZStW 92 (1980) págs. 1006 ss. gún ello, por un concepto de pena pluiidimensional que se orienta al pensamiento de la retribu-
Una visión de conjunto acerca de su influencia la proporciona Burgítaller, ZStW 102 (1990) pág. 637. ción aunque sin ceñirse sólo a ella (vid. infra § 82 IV 6).
'''' Gramática, Principi di difesa sociale 1961.
1. Las reorías unitatias han sutgido como rcsulrado de una larga lucha política y científica.
*^ Vid. el viejo "Programme Mínimum" de la Défense Sociale en: Bulletin de la Société Internationale
Fíente a las exigencias radicales de la Escuela Moderna se levantaron las fuerzas conservadoras de
de Défense Sociale 1935, núm. 1, en idioma alemán, ZStW 66 (1954) pág. 646. Acerca de la situación
actual de la Defensa Social como un movimiento moderno de la Política criminal sin planteamientos radi-
cales, y^wcí'/, La défense sociale nouvelle págs. 243 ss.; el mismo, Cahiers de défense sociale 1986 págs. 17 ss.;
Jescheck, Blau-Festschrift págs. 425 ss.; el mismo, Cahiers de dcfense sociale 1986, págs. 40 ss.; acerca de la
vida y obra de Marc Ancel, el mismo, ZStW 103 (1991) pág. 517. El nuevo desarrollo de la Defensa Social "^ Bockelmann, Schuid und Sühnc págs. 17 ss.; Bockelmann/Volk, Alig. Teil pág. 7.
es desconocido por Hassemer, Einführung pág. 28, 310 nota a pie núm. 85. ''' Nohl, Die Erziehung 1 (1926) págs. 29 s>s.; Roxin,]uS 1966, pág. 387.
<S2 § 8 I.a pena V. Las teorías uni 83

l;i doctrina penal alemana'^''' que se agruparon en lomo a la escuela clásica de Binding (l<S4l- 2. El concepto de pena de la teotía tinitaria coincide también con el del Derecho vigente.
1920)''', V. Birkmeyer y Kiihl. La disputa entre escuelas irajo consigo una amarga liosldiilad Impregnado por el espíritu liberal de la primera mitad del siglo XIX, el RStGB de 1871 enlazó
literaria hasta los tiempos de la Repi'tbiica de Wcimar'" y terminó sólo en 1933, cuando el h.sla- las ideas rctribucionistas de Kanty Hcgelcow la teoría de la prevención general de Feuerbach. "La
do tot;d¡tario con su rápida y autoritaria aplicación del Derecho penal privó de base alguna a prevención general a travt-s de una retribución justa" fue el pensamiento director cit el momento
ambas direcciones. Sin embargo, ya cu el punto álgido de la lucha de escuelas se buscaron iiuii- de su nacimiento. Con la introducción de medidas de aseguramiento y corrección en el año 1933
tos de acuerdo para poder satisfacer las necesidades prácticas de la Administración de Justicia el carácter retributivo de la pena siguió siendo subrayado, pues las peculiares necesidades preven-
penal ', siendo el primero en \\2Sic\\o Adolf Merkel con la relativi/.ación de sus aspectos contra- tivo-especiales de la Administtación de justicia penal que no podían ser cumplidas con aquélla si
rios V resaltando su comi'in denominador'". La "pena retributiva", se argumenta desde entonces, permanecía limitada a su función retributiva, serían satisfechas a partir de ahora por este cami-
no está suspendida libremente en el espacio de la filosofía especulativa sino que tiene que cum- no. También fue posibilitada y aplicada constantemente en la praxis una reducción del conteni-
plir una función social como una realidad de la vida del condenado y de la comunidad que, por do global de la culpabilidad por el hecho mediante la suspensión condicional de la pena, la li-
lo general, la justifica pteviamente. Preserva el Ordenamiento jurídico, satisface el sentir norma- bertad condicional y la pena de multa sustitutoria (§ 27 b en su anterior redacción). El Detecho
tivo de la colectividad y, con ello, asegura de la mejor fotma posible la protección de los bienes positivo actual se ha situado en el § 46 1 sobre la base de la teoría unitaria, puesto que en su
jurídic(!S. El autor recibe lo que el mismo puede experimentar como justo, es advertido y, en la inciso primero erige a la culpabilidad en el fiíndamento de la detetminación de la pena, mientras
medida de lo posible, también educado. La pena justa —y sólo ella— sirve así tanto para la que en el segundo exige la toma en considetación de los efectos previsibles de la pena para la
disuasión de la colectividad y la consolidación de su conciencia jurídica, corno para la intimida- vida futura del delincuente en la sociedad (vid. infra § 82 IV 4)''5. Sin embargo, la prevención
ción y educación del autor mismo. Asegura la protección del Ordenamiento jurídico por medio general no ha encontrado una mención expresa en la Ley penal, excepción hecha de los §§ 47 I,
de una posible intervención mesurada en la que la culpabilidad y magnitud de la pena se en- 56 i n , 59 I ntim. 3, en los qtie aparece el más angosto concepto de la "defensa del Ordenamien-
cuentran en una relación ponderada. El "fin de la pena" posee su legitimación en el objetivo to jtin'dico". Por ello, se habrá de concluir que el legislador ha presupuesto tácitamente la
dominante del moderno Derecho penal: la prevención del delito; pero esta meta sólo puede ser reafirmación del Derecho como finalidad autónoma de la pena y que para la prevención general,
alcanzada si se corresponde con las exigencias de la justicia. En la reforma del Derecho penal la tanto positiva como negativa, considera suficiente el efecto de una pena justa por su adecuación
consideración de los efectos de la pena sobre la vida futura del reo en la sociedad y la ¡dea de la a la culpabilidad (vid. infra § 82 IV 7 b). El Derecho vigente ha reforzado la tendencia preventi-
avuda social anudada a la pena, han pasado a estar en un primer plano (vid. §§ 47, 56 ss., 57,
59 ss., 68 ss. StGB; § 2 StVollzG) sin desterrar los otros fines de la pena (§ 46 1). En esta línea
camina hoy la doctrina dominante en Alemania ^^. También en el extranjero se defienden las
teorías de la unión con numerosos matices . LeukauflSteininger, § 32 núms. 5 y 9 y WK(Platzgummer) nota preliminar núm. 5 antes del § 18; en Suecia
Agge/Thornstedt, Das schwedische Strafrechr págs. 259 ss. y Jarehorg, Esszys pág. 119; en Suiza NolílTrechsel,
Allg. Teil I págs. 18 ss.; Schiiltz, Einführung I págs. 42 ss. y Forster, SchwZStr 101 (1984) págs. 261 ss.; en
'"^ Característico es, por ejemplo, el subtítulo de la obra discutida de v. Birkmeyer, "Was Isfit v. Liszt Italia, Pagliaro, Principi págs. 668 ss. y FiandacalMusco, Diritto pénale págs. 529 ss.; en Francia StefanilLevasseiirl
vom Strafrecht übrig? («¿Que queda de v. Liszt en Derecho penal?») que reza: "Eine Warnung vor der Bouloc, Droit penal general núm. 407; MerlelVitu, Traite n. 608; en Bélgica HennaiilVerhaegen, Droit penal
moderiien Richtung im Strafrecht" («Una advertencia ante la dirección moderna del Derecho penal»). general núm. 422; Tulkens/van de Kerchove, Iiitroduction págs. 319 ss.; en España, y4«fo'« Oneca, Derecho pe-
''' Existe una biografía elaborada por Westphalen, Kad Binding, 1989. nal Tomo 1 págs. 477 ss. y Cerezo Mir, Curso págs. 25 ss.; en los Países Bajos Pompe, Handboek pág. 7 y
'" Vid., más detalladamente, Seidl, Der Streit um den Strafzweck págs. 46 ss.; C. Bohnert, Zu Hazewinkel-Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 914 ss,; en Inglaterra Smith/Hogan, Criminal Law pp. 5 ss.; en
Strafthcorie und Staatsverstandnis im Schulenstreit, 1992. Brasil Fragoso, Lifóes págs. 3,34 ss. así como da Costa jr. Comentarios, art. 59 núms. 2 ss. Vid., además, las
'' Vid., por ejemplo, Nagler, GS 70 (1907) pág. 10; Liepmann, ZStW 28 (1908) pág. 1. deliberaciones del VI Congreso Internacional de Derecho penal celebrado en Roma en: Association Internationale
'- A. Merkel, Abhandlungcn Tomo I págs. 10 ss y Tomo II págs. 695 ss. de Droit Penal, VI Congrés Inrernational, 1957, págs. 226 ss. Permanecen rigurosamente sobre la base de la
' ' Vid. con anterioridad, v. Hippel, Tomo I págs. 487 ss.; Mezger, Materialien Tomo I p;íg. 2; en la retribución Bettiol/Pettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 797 ss. y Rodríguez DevesalSerrano Gómez, Dere-
actualidad, Baumannl Weber, Allg. Teil págs. 15 ss.; Brum, Strafzumessungsrecht págs. 196 ss.; Boekelmiinn, cho penal pág. 887, mientras que Mir Puig, Derecho penal págs. 66 ss. otorga preferencia a la prevención.
Ev. Staatslexikon pág. 2245; Dreher, Getechte Strafe págs. 127 ss.; Lenckner, Strafe pág. 18; LK(10.") (G. Defiende una teoría unitaria deducida del principio de culpabilidad (desert) y la intimidación (dcterrence) v.
Hirích) § 46 núms. 12 ss.; Arthur Kaufmann, Hilde Kaufmann-Gedachtnisschrift pág. 431; Lackner, § 46 Hirsch, Doing justice págs. 45 ss.; el mismo, Past or Future Crimes págs. 47 ss.
núm. 1; Maurach/Zipf kWg. Teil I § 7 núm. 28; H. Mayer, Lehrbuch pág. 33; Müller-Dietz, Strafbegriff '^ Entienden el § 46 I en el sentido de una teoría unitaria equilibrada, Baumann/Weber, Allg. Teil
págs. 111 ss.; Sehniidhiitiser, Allg. Teil págs. 52 ss.; SchónkelSchroderlStree, nota preliminar 11 ss. antes del § págs. 15 ss.; Blei, Allg. Teil págs. 424 ss; Bocltelmann/Volk, Allg. Teil págs. 8 ss.; Bruns, Strafzumessungsrecht
38; Stratemverth, Allg. Teil I núms. 28 ss. (haciendo énfasis en la prevención especial); Welzel, Lehrbuch págs. 311 ss.; DreherlFrondle, § 46 núm. 3; Müller-Dietz, Strafzwecke pág. 20; Lachner § 46 núm. 1; el
págs. 238 ss. A favor de una "teoría unitaria preventiva" en la que el principio de culpabilidad es sólo "me- mismo, Gallas-Festschrift págs. 123 ii.; Arthur Kaufmann, Wasserniann-Festschrift págs. 889 ss.; Lenckner,
dio delimitador de la intervención", Roxin, Allg. Teil I § 3 núms. 36 ss. El concepto funcional de culpabili- Strafe pág. 13; Maiwald, Moderne Entwicklungen pág. 300; MauracUZipf, Allg. Teil I § 6 núm. 42; Schonkel
dad Áejakobs, Allg. Teil 17/22 se orienta completamente hacia "las exigencias de la finalidad de la pena para Schriider/Stree, § 46 núms. 3 ss. ¥.n el sentido de una síntesis, también la "teoría dialéctica" de Roxin, JuS
una sociedad con una Constitución determinada", lo que también legitimaría la Política criminal de una 1966, págs. 377 ss. y Allg. Teil I § 3 núm. 53, así como la "teoría del valor situacional" "Stellenwerr-Theorie"
dictadura dirigida a la mera intimidación, si ésta estuviera amparada por la Constitución {positivistno extre- en SK(Horn) § 46 núms. 33 ss. Por el contrario, otros sitúan el centro de atención en la prevención espe-
mo) (vid. infra § 82 IV 2). cial dejando la rerribución por la culpabilidad en un plano secundario; vid. Calliess, Theorie der Strafe págs.
''^ A fiwor de la teoría unitaria en Aiisrria, Burgstaller, Sinn und Zweck pág. 55; Rittler, Tomo 1 pág. 3; 186 ss.; Horstkotte, JZ 1970, pág. 123; Stratenwerth, Tatschuld pág. 31.
84 § 8 La pena VI. La condena condicional 85

vo-cspecial m e d i a n t e la i n t r o d u c c i ó n d e u n a tínica pena de prisión (§ 3 8 ) y de la supresión d e la del d e l i n c u e n t e en estos casos podría c o n d u c i r a la aplicación de penas de prisión de duración
pena p o r la reparación del d a ñ o ( § 4 6 a), la limitación de las penas cortas privativas de libertad indeterminada q u e se alargaran hasta q u e se consiguiera u n resultado resocializador. Por este ca-
{§ 4 7 ) , la amplia configuración d e la s u s p e n s i ó n c o n d i c i o n a l d e la p e n a ( § § 5 6 - 5 6 g) y de la m i n o sería posible aspirar p o r m e d i o de la pena m i s m a a particulares objetivos preventivo-espe-
libertad c o n d i c i o n a l ( § § 5 7 , 5 7 a), así c o m o c o n la desaparición de las penas dirigidas a la lesión ciales, sin tener q u e recurrir al auxilio de la d o b l e vía. Esta teoría, d e f e n d i d a s i e m p r e sólo p o r
del h o n o r del c o n d e n a d o . A d e m á s , esrc desarrollo t a m b i é n se ha expresado en la a m o n e s t a c i ó n u n a m i n o r í a ^'', n o se ha i m p u e s t o — c o n r a z ó n — en A l e m a n i a pues c o n ella h a b r í a q u e r e n u n -
con reserva de pena (§§ 5 9 - 5 9 c), la t r a n s f o r m a c i ó n de la p e n a de m u l t a (§§ 4 0 ss.) y en la ciar al p r i n c i p i o d e culpabilidad c o m o f u n d a m e n t o y l í m i t e de la p e n a y, d e este m o d o , a u n a
c o n s t r u c c i ó n del sistema de m e d i d a s d e seguridad. El p e n s a m i e n t o básico del c o n j u n t o de esta p a r t e i m p r e s c i n d i b l e d e la seguridad j u r í d i c i . Precisamente a esta línea o b e d e c e la d e r o g a c i ó n de
regulación es u n equilibrio p o n d e r a d o e n t r e la r e t r i b u c i ó n de la c u l p a b i l i d a d , la p r e v e n c i ó n ge- la p e n a i n d e t e r m i n a d a para jóvenes (anterior § 19 J G G ) llevada a c a b o p o r la 1. J G G Á G de
neral y la prevención especial. 1 9 9 0 . E n el extranjero la p e n a de prisión i n d e t e r m i n a d a sólo se ha abierto c a m i n o excepcional-
mente . E n los E E . U U . la c o n d e n a i n d e t e t m i n a d a c h o c a con u n a crítica creciente, pues se ha
3 . A s i m i s m o , la j u r i s p r u d e n c i a d e l o s Tribunales a l e m a n e s sigue desde hace t i e m p o la
evidenciado t e r a p é u t i c a m e n t e c o m o u n fracaso y m e n o s c a b a de m o d o flagrante la necesidad d e
teoría u n i t a r i a ^ ' ' c, incluso en los países en los q u e cuya d o c t r i n a penal está v i n c u l a d a parcial-
seguridad jurídica d e los presos ^'.
m e n t e al a c e n t o d e la dirección preventivo-espccial de la Défensc social, la práctica ha p e r m a n e -
cido fiel a la teoría unitaria ^''.
"La gravedad y consecuencias del hecho, la personalidad del autor y su reinserción bajo la considera- V I . La c o n d e n a c o n d i c i o n a l
ción de los fmes de la pena, resultan decisivos para la clase y magnitud de la sanción" (BGH 20, 214 [216¡).
En la BGH 6, 125 (127), se enfatiza, junto con la retribución justa, la prevención general como un fin de la La c o n d e n a c o n d i c i o n a l es, j u n t o c o n la p e n a en s e n t i d o estricto y la m e d i d a d e seguridad
pena legítimo. El castigo "no sólo debe servir para la expiación, sino también para prevenir infracciones (vid. infra § 9), la tercera f u e n t e sobre la q u e se c o n s t r u y e la Política c r i m i n a l t n o d e r n a . Su
penales futuras" (BGH 20, 264 [266 ss.]). Especialmente significativo es el punto de vista en virtud del cual t r a t a m i e n t o científico llevado a cabo en conexión c o n la p e n a está i g u a l m e n t e justificado, pues
los fines de la pena únicamente pueden ser perseguidos en el marco de una escala penal limitada por la en la mayoría d e los casos se trata f o r m a l m e n t e d e u n a s u s t i t u c i ó n d e la ejecución d e u n a p e n a
culpabilidad. La pena tampoco puede "desprenderse hacia abajo en su contenido", "de su definición como de prisión.
una retribución justa por la culpabilidad" (BGH 24, 132 [134]). En especial, la imposición de una medida
de seguridad no puede conducir a que qtiede por debajo de la pena adecuada a la culpabilidad. "Pero la El objetivo d e la c o n d e n a c o n d i c i o n a l n o consiste en dejar sin reacción estatal la comisión
finalidad preventiva tampoco puede conducir a sobrepasar la pena justa" (BGH 20, 264 [267]). Importante d e u n injusto p o r razones d e prevención general y especial, sino dejar de e x p o n e d o a la ejecución
es, ademls, la afirmación de "que la pena no tiene por misión la retribución de la culpabilidad para dar d e la p e n a y, en la m e d i d a en q u e ello sea necesario, s u m i n i s t r a r l e a y u d a social. Este objetivo
cumplimiento a su propia voluntad, sino que sólo está justificada si, simultáneamente, se evidencia como p u e d e conseguirse d e p o r cuatro c a m i n o s distintos.
un medio necesario para dar cumplimiento a la función de protección de carácter preventivo del Derecho
penal" (BGH 24, 40 [42]). Vid., asimismo, BVeríGE 2 1 , 391 (404): La pena criminal "es —sin perjuicio 1. C o m o primera posibilidad aparece la retirada provisiorul del ejercicio de la acusación públi-
de su misión de intimidación y resocialización— retribución del injusto cometido"; BVeifGE 22, 132: "Toda ca p o r la comisión de u n delito m e n o s grave (§ 153a I S t P O ) d o n d e , a u n q u e en realidad se abre el
pena está determinada en su esencia por la retribución"; BVerfGE 39, 1 (57); "El efecto a distancia de la proceso penal, sin e m b a r g o éste es sobreseído provisionalmente con la a p r o b a c i ó n del Tribunal y
norma penal es igual de importante que la reacción visible en el caso concreto..."; vid. también BVerfGE del acusado (la a p r o b a c i ó n del Tribunal no se requiere p a r a delitos m e n o s graves de escasa i m p o r -
28, 268 (291); 32, 98 (109); 4 5 , 187 (253 ss.); 64, 261 (271)'«. tancia en los q u e n o se sube el límite m í n i m o de la pena, vgr. § 2 4 2 , a diferencia del § 2 4 4 ) . Simul-
t á n e a m e n t e , el Ministerio Fiscal concede al acusado distintas obligaciones o instrucciones en rela-
4 . F i n a l m e n t e , existe la posibilidad d e relegar la justa r e t t i b u c i ó n c o m o c e n t r o d e grave-
ción con la reparación del d a ñ o , el pago del i m p o r t e de u n a cantidad de d i n e r o (en beneficio de
d a d d e la teoría unitaria a favor d e la p r e v e n c i ó n especial, en aquellos casos en los q u e la a n t i -
n o m i a e n t r e los fines de la p e n a le o t o r g u e n preferencia a la m i s m a . U n a teoría d e la p e n a de esta
naturaleza sería justificable p o r la experiencia de q u e frente a d e t e r m i n a d o s g r u p o s d e d e l m c u e n - ^' Así, sobre todo por v. LisztlSchmidt, pág. 23; Eb. Schmidt, SchwZStr 45 (1931) pág. 200; el mis-
tes (jóvenes, semiadultos y relncidentes), la l i m i t a c i ó n de la s a n c i ó n penal a la c u l p a b i l i d a d p o r mo, ZStW 69 (1957) pág. 394, Peters, Si mmcn der Zeit 1956/57, \^', el mismo, Protokolle 4. \í^ahlperiode,
el h e c h o es p o l í t i c o - c r i m i n a l m e n t e c u e s t i o n a b l e , pues aquí se sitiia en u n p r i m e r p l a n o la necesi- 2 1 . Sitzung de 26.5.1964, pág. 385; Sieverts, NiederschriftenTomo III págs. 34 ss.; Würtenberger, Materialen
dad de u n a influencia relacionada con la p e r s o n a l i d a d del auror. La especial necesidad educativa l o m o I spág. 89. Anteriormente, también,/«cAfci', Niederschriften Tomo I pág. 6 1 .
El inrernamiento indeterminado conforme a la Ley belga de Defensa Social de 1964 está configu-
rado expresamente, no como pena, sino como medida de seguridad, vid. Cornil, SchwZStr 83 (1967) pág.
^^ Vid. la exposición de Brum, Strafzumessungsrecht págs. 230 ss. 7. Por el contrario, el Código penal griego de 1950 creado por Chorafas contiene la condena indeterminada
^'' Vid., en relación con Bélgica, Cass. v 30. 6. 1949, Pasicrisie 1949 Tomo I pág. 4 8 3 , así como para delincuentes habituales y profesionales (arts. 90-92); el Derecho inglés en la sección 28." de la Powers
Tulkenslvan de Kerchove, Introduction págs. 318 ss.; en Fanch,Ancel, Z S t W 7 2 (1960) págs. 309 ss. Vid., of Criminal Courts Act de 1973 la, en la práctica, igualmente indeterminada "extended sentence"; el Códi-
además, sobre Inglarerra Smith/Hogan, Criminal Law pág. 6 (retribución justa como punto central de la go penal portugués de 1982 en los arts. 83 ss. la pena de prisión indeterminada para delincuentes adictos al
Criminal justice Act 1991), así como Gltinville Williams, Textbook págs. 38 ss.; para los EE.UU. 18 U.S. alcohol y a las drogas. En Derecho norteamericano la condena indeterminada está en retroceso; vid. Plavemann,
Code § 3553 (a) (2) (retribución por la culpabilidad, intimidación, protección de la colectividad y rrata- Die Freiheitsstrafe in den USA págs. 1623 ss.; La Favellsrael, Criminal Procedure págs. 1088 ss. Para una
miento del autor como fines de la pena que poseen el mismo rango). visión ^ohú, jescheck, Freiheitstrafe págs. 2033 ss.
'** Sobre el concepto de pena mantenido por el BVerfG, vid. Volk, ZStW 83 (1971) págs. 405 ss. Fundamcnralmentc M o m j , The Enture oflmprisonment, 1974; von Hirsch, Doin<'Justice, 1976.
86 § 8 La pena VI. La contiena condicional 87

instituciones de utilidad colectiva o del erario público), el s u m i n i s t r o de otras prestaciones de inte- t e n i e n d o en cuenta el c o m p o r t a m i e n t o del c o n d e n a d o d u r a n t e el p e r í o d o de p r u e b a . YA probation
rés comtin o el c u m p l i m i e n t o de deberes de alimentos. C o m o c o m p e n s a c i ó n , estas prescripciones sólo existe en A l e m a n i a en forma de sustitución de la imposición de la p e n a en D e r e c h o penal
deben poseer el suficiente peso que les o t o r g u e la idoneidad para bacer desaparecer el interés piíbli- juvenil ( § § 2 7 ss. j G G ) . En el D e t e c h o de adultos, una de las fotutas alemanas d e c o n d e n a c o n -
co en la persecución penal; n o obstante, la gravedad de la culpabilidad n o p u e d e ser u n obstáculo. dicional cercana a \i probation es la a m o n e s t a c i ó n con reserva de p e n a ( § § 5S ss.) q u e , sin e m -
Si el acusado c u m p l e con lo o r d e n a d o d e n r r o del plazo m á x i m o d e seis inescs que le concede el bargo, rara vez es aplicada (vid. infra § 80 1 2). La ;mii¿\n\c<\ probation existe en D e r e c h o penal
Ministerio Fiscal (para deberes de a l i m e n t o s el plazo m á x i m o se eleva a u n a ñ o ) , el proceso penal belga, así c o m o en el C ó d i g o penal trances de 1994 (art. 132-58) '*''.
será .sobreseído definitivamente y el h e c h o n o podrá ser perseguido ya más ni c o m o delito m e n o s
3 . La tercera posibilidad de c o n d e n a condicional es la "s/irsis" del D e r e c h o penal franco-
grave ni t a m p o c o c o m o infracción administrativa ( O L G Frankfurt N J W 1 9 8 5 , pág. 1850). C o m -
belga ****. A q u í no sólo es c o m p r o b a d a la culpabilidad, sino q u e t a m b i é n se falla la p e n a a i m p o -
petencias similares posee el Tribunal tras el ejercicio de la acusación pública (§ 153a II S t P O ) . U n a
ner a u n q u e su ejecución es suspendida c o n d i c i o n a l i n e n t e . El .sentido d e la sursis reside sobre t o d o
f o r m a m á s a m p l i a d e r e t i r a d a d e la p e r s e c u c i ó n p e n a l h a s i d o i n t r o d u c i d a p a r a casos d e
en q u e c o n ella, p o r m o t i v o s preventi\o-espcciales, son evitados los dai'ios a n u d a d o s a la ejecu-
drogodcpendientcs c u a n d o el acusado se s o m e t e a tratamiento (§ 3 7 B t M G ) .
ción d e penas de prisión de corta y larga d u t a c i ó n (por ejemplo, pérdida del p u e s t o d e ttabajo,
El archivo provisional del proceso penal como importante medio de discriminalización ha sido introducido desintegración de la familia, desocialización a través de la prisión), m i e n t r a s q u e el efecto p r e -
a través de la EGStGB de.acuerdo con el modelo norteamericano ("diversión", "prc-trial probarion") ^~ y belga
vcntivo-general de la declaración de la culpabilidad y d e la pena (en c o n e x i ó n c o n las c o n d i c i o -
("cl.r,sscmcnt saris suite survcillé"), a pesar de que en muchos de estos casos no está prevista la a.sisrencia durante el
nes impuestas) q u e d a resguardado en s u h c i e n t e m e d i d a . La sursis es t a m b i é n aplicable a la p e n a
período de prueba*'. Deben hacerse valer las objeciones contra este procedimiento, sobre todo a causa del traspa-
de m u l t a , a u n q u e esta forma es desconocida p o r el D e r e c h o a l e m á n . La s u s t i t u c i ó n c o n d i c i o n a l
so de competencias sancionadoras al Ministerio Fiscal, aunque deben ser atribuidas al efecto deseado de evirar
d e la ejecución c o n vistas a la completa redención de la pena, caso d e superarse el p e r í o d o d e
procesos penales innecesarios con una reacción estatal simultánea frente al hecho sobre todo si, fuera de los su-
puestos de delitos menos graves de escasa importancia, el Minisrerio Fiscal está vinculado a la aprobación del p r u e b a , p r o p o r c i o n a la posibilidad especialmente eficaz p o r m e d i o d e advertencias y c o n d i c i o n e s
Tribunal'''. En el año 1989 fueron sobreseídos 250.000 procesos penales, de conformidad con el § 153 a SrPO, i d ó n e a s y, en especial, a través del n o m b r a m i e n t o de u n a y u d a n t e d u r a n t e el p e r í o d o de p r u e b a ,
de los que aproximadamente 178.000 lo fueron por e! Minisrerio Fiscal y el resto por el Tribunal ^'. d e inovilizar p l a n i f i c a d a m e n t e las fuerzas positivas del c o n d e n a d o para su p r o p i a resocialización.
Los tres m o t i v o s siguientes h a n sido los que, desde finales del siglo X I X , h a n c o n d u c i d o al t r i u n -
2. La ''probatiori^ , c o m o s e g u n d a posibilidad, surgió del D e r e c h o a n g l o - a m e r i c a n o y c o n -
fo d e la suspensión d e la p e n a a prticba en el m u n d o : el suficiente a s e g u r a m i e n t o d e la preven-
siste en u n a m e r a d e c l a r a c i ó n d e c u l p a b i l i d a d ( " c o n v i c t i o n " ) sin p r o n u n c i a m i e n t o de p e n a
ción general p o r m e d i o d e la declaración de la culpabilidad y de la p e n a (bajo c o n d i c i o n e s ) , la
("sentencc"), enlazada con la i m p o s i c i ó n de d e t e r m i n a d o s deberes y el s o m e t i m i e n t o del reo bajo
elusión de la ejecución de la p e n a de prisión (en especial, las de corta d u r a c i ó n ) y la apelación a
u n oficial de p r u e b a ("probation-officer"). Si el s o m e t i d o a p r u e b a ( " p r o b a t i o n e r " ) lo merece,
la p r o p i a v o l u n t a d del reo bajo u n a instrucción a d e c u a d a . En A l e m a n i a , la s u s p e n s i ó n de la
t o d o se limita a u n a declaración formal d e c u l p a b i l i d a d . En caso c o n t r a r i o , la p e n a es i m p u e s t a
p e n a a p r u e b a fue i n t r o d u c i d a p o r primera vez en el a ñ o 1 9 5 3 , y vinculada c o n la posibilidad de
i m p o n e r c o n d i c i o n e s y advertencias, así c o m o d e s o m e t e r al c o n d e n a d o bajo la supervisión d e
*^ Vid. Blau, GA 1976, págs. 45 ss.; P.-A. Alhrecht, Perspekriven u n d Grenzen polizeilicher u n a y u d a n t e d e p r u e b a . A través de la reforma del D e r e c h o penal fue intensificada la suspensión
Kriminalpravention págs. 18 ss. de la p e n a a p r u e b a c o m o s í m b o l o de la prevención especial y reforzado e! significado d e la asis-
*' F.l archivo del proceso de acuerdo con el § 153 a StPO ha encontrado por distintas razones una tencia d u r a n t e el p e r í o d o d e p r u e b a (§§ 56-56g) (vid. inf7-a § 7 9 I 1) ' " . La libertad c o n d i c i o n a l
crítica mayoriraria; vid. Baumann, Peters-Festschrift págs. 33 ss.; Backes, KritV 1986, pág. 315; Dencker, JZ (§ 57) se m u e s t r a c o t n o contrapieso de la suspensión de la p e n a a p r u e b a , a u n q u e en cualquier
1973, págs. 144 ss.; Hanack, Gallas-Festschrifr págs. 347 ss.; Rudolphi, ZRP 1976, pág. 168; Schmtdhíiuser, caso ha sido a s i m i s m o a m p l i a d a (vid. infra § 7 9 II). En D e r e c h o extranjero, c o m o p o r ejemplo
JZ 1973, págs. 529 ss.; Walter, ZStW 95 (1983) págs. 53 ss. Ctídco también con anterioridad Schaffitein, en Inglaterra, Países Bajos, Austria y Francia, existe, adeinás, la sttspensión d e u n a p a r t e d
Jcscheck-Festschfift Tomo II, págs. 940 ss. Acerca de la aplicación específicamente sectorial del § 153 a p e n a en el fallo m i s m o d e la sentencia " . U n a forma a m p l i a d a de la suspensión d e la pi e la
SrPO a los procesos penales por delitos económicos, KakerlMeinberg NStZ 1984, págs. 343 ss. Crítico tam- a p l a z a m i e n t o de la ejecución d e ésta en los supuestos de d r o g o d e p c n d i e n t e s (§ 3 5 B t M G ) '^. el
ena es
bién por el traro privilegiado a delincuentes con un gran nivel socio-económico Hertwig, Einstellung págs.
182 ss., 206 ss. Se ha comprobado la exisrencia de archivos del proceso con prcsraciones de naruraleza pecu-
niaria en casos donde exisrían dificultades probatorias (pena por simples sospechas), Hertwig, Einstellung Sobre otros países Jescheck, Freiheitsrrafc [lágs. 2099 ss.
págs. 186 ss., 190 ss. Acerca del problema de los acuerdos [Ahspracheri) en el proceso penal en Derecho
** Acerca de su hisroria, "Le Cenrenaire de la libération condirionnellc (1885-1985)", con aporracio-
comparado/acAírf, Arthur Kaufmann-Festschrift págs. 672 ss., 674 ss.
nes de Ancel, Fattah y Myrianí Ezratty, en: Archives de politiquc criminelle, núm. 8, 1985 págs. 47 ss. Sobre
^'^ En este sentido, Dreher, Welzel-Festschrift pág. 933; Jescheck, SchwZStr 91 (1975) pág. 20; Jung, el "sursis" en Bélgica HennaulVerhaegen, Droit penal general iiiíms. 528 ss.; Dupont/Verstraelen, Handboek
en: Roxin y otros, Einführung pág. 121; Herrmann, ZSrW 96 (1984) págs. 467 ss.; Zipf, Kriminalpolirik núms. 989 ss.
págs. 146 .ss. Propuestas para la mejora del proceso pueden encontrarse en Weigend, KrimJ 1984, pág. 3 1 . *' Sobre el Derecho comparado, Dünkel, BewH 1984, págs. 162 ss.; Dünkel/SpieJ?[Eáis), Alreriiativen
Una figura paralela en los Países Bajos consiste en la competencia para la transacción del Ministerio Fiscal; zur Freiheitsstrafe, 1983.
vid. Hazewinkel'Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 620 ss.
' " Acerca de la ampliación de las sanciones ambulatorias, Heinz, Jcscheck-Festschrift Tomo II págs.
' ' Statistisches Bundesamt, Rechtspflege, Reihe 2: Gerichte und Staatsanwaltschaften 1990, 1993, 955 .ss.
págs. 74, 80, 82, 94 (las cantidades se refieren sólo a los antiguos Ldnder federales). . S ^ Jescheck-Fcstschrift Tomo II págs. 977, propone la asunción por el Derecho alemán de una
^^ Hiiber, Die Freiheitsstrafe in England págs. 224 ss. El Criminal Justice Act de 1991 completa la suspensión parcial de la pena.
simple "probation order" por medio de distintas clases de "community order". '^ r r ¿ W / f , M D R 1982, pág. 1.
i. La doble vía del I^crccho penal 89
§ 9 La medida de seguridad
88

im strafrcditlichcn Rcchtsfolgcn.systcni Italicns, / ^ t W 102 (1990) pág. 415; Nagy, D.as Recht der strafrcchriidien
4. El c u a r t o y ú l t i m o c a m i n o d e la c o n d e n a c o n d i c i o n a l viene c o n s t i t u i d o por la suspensión MaEregehí in Uiigarn, ZStW 97 (1985) pág. 424; Noivakowski, Die Rechtsstaadichkeit der vorbeugenden
a prueba de medidas de corrección y aseguramiento. D e este m o d o se posibilita, de forma similar a MaSnahmen, I-esrschrift für H. v. Webcr, 1963, pág. 98; elmismo, Vom Schuld-zum MaBnahmcnrecht? en:
la pena de pri.sión, u n a ejecución a m b u l a n t e q u e da al reo las fuerzas necesarias para su inserción Kriminalbiol. Gcgcnwartsfragcn, fascículo 10, 1970, pág. \: elmismo, Die Mafinahmenkomponente imStGB,
en la c o m u n i d a d , sin p o n e r l o en c o n t a c t o c o n el m u n d o del e s t a b l e c i m i e n t o cerrado o sin m a n - Festschrift für Ch. Broda, 1976, pág. 193; Nuvolone, Misure di preveiizione e misure di sicurezza, en: Enciclo-
tenerlo en éste más del t i e m p o e s t r i c t a m e n t e necesario. La posibilidad d e suspensión a p r u e b a pedia del diritto. Tomo XXVI, 1976, pág. 63; Rehberg. Die Behandiung der Rückfalligen nach den revidiertcn
Art. 42 und 67 StrGB, SchwZStr 89 (1973) pág. 272; Eh. Schmidt, Strafrechtliche Vorbeugungsmittel im PrcuR.
existe para el i n t c r n a m i e n t o en hospital psiquiátrico o en e s t a b l e c i m i e n t o de desintoxicación (§
ALR von 1794, ZStW 86 (1974) pág. 621; R Schmitt, Was hat die Strafrechtsreform von der Zweispurigkeit
6 7 b ) . E j e c u t á n d o s e la p e n a d e prisión de c o n f o n n i d a d c o n el § 6 7 c o n a n t e r i o r i d a d a la m e d i d a
übriggelassen? Festschrifr fürTh. Würtenberger, 1977, pág. 277; Schoch, Rettet die sozialtherapeutische Anstalt
de seguridad, existe la posibilidad de la s u s p e n s i ó n a p r u e b a para todas las m e d i d a s d e seguridad ais MaSregell ZRP 1982, pág. 207; Schultz, Strafrechtiidie Bcwertung und kriminologische Prognose, SchwZStr
privativas d e libertad, incluida la c u s t o d i a de seguridad (§ 6 7 c 1) (vid. infra § 7 7 VI 2 c). 75 (1959) (Mélanges O . A. Germann) p.íg. 245; el niismo, Bericht und Vorentwutf zur Revisión des Allgemeincn
Teils des schweizcrischen StGB, 1987; Sclmnck, Die Zweiteilung der Flauprverhandlung (Strafkammer), 1982;
Serini, Das neue osterr. StGB, SchwZStr 90 (1974) pág. 1; Sieverts. W ü t d e sich die Einführung der
§ 9 Las m e d i d a s d e s e g u r i d a d unbestimmten Verurteilung empfehlcn? Materialicn, Tomo I, 1954, pág. 107; Stoofi, Vorenrwurf zu eincm
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Stand und Zukunftsperspektiven der Strafzumessungsdogmatik, Z S t W 99 (1987) pág. 349; el mismo, plir la m i s i ó n preventiva del D e r e c h o penal, pues a m e n u d o la d u r a c i ó n d e la p e n a n o alcanza a
Prognostisch fundierte Entscheidungen im Strafrecht, Recht und I'sydiiatrie 1992, pág. Wd; Frisch/Vogt (^n) garantizar el resultado preventivo; con frecuencia, tairibién será necesario u n t r a t a m i e n t o m e d i -
Prognoseentscheidungen in der srrafrechtlichen Praxis, 1994; Germann, Mafínamenrecht des schweiz. StGB, co, p e d a g ó g i c o o de asistencia social del infractor q u e p o r su clase no es factible en la ejecución
SchwZStr 73 (1958) pág. 44; Sh.y E. Glueck, Predicting Delinquency and Crime, 1959; Haddenhrock, o r d i n a r i a d e la p e n a . T a m b i é n esta última está excluida frente a d e l i n c u e n t e s inculpables. Por
Eorensische Psychiatrie und die Zweispurigkeit usw., N J W 1979, pág. 1255; Hall Williams, Zwanzig Jalire ello, la p e n a debe ser c o m p l c m e n r a d a con medidas q u e tienen exclusivamente la finalidad de p r e -
Strafrechtsreform in England und Wales, SchwZStr 84 (1968) pág. 1; Heinitz, Strafzumessung und venir la futura peligrosidad del a u t o r por el h e c h o y sus a n t e c e d e n t e s , a través de intervenciones
Personlichkcir, ZStW 63 (1951) pág. 57; el mismo, Die Individualisierung von Strafen und Mafinahmen, 1960;
curativas, asistenciales, así c o m o de a s e g u r a m i e n t o o eliminación d e aquélla. Por m e d i o de la
Hellmer, Der Gewohnheitsverbrccher und die Sicherungsverwahrung, 1961; Reinhard v. Hippel. Reform der
d o b l e vía se evita q u e la p e n a sea gravada con misiones preventivas q u e sólo p u e d e n ser c u m p l i -
Strafrechtsreform, 1976; v. Hirsch, Doing Justicc, 1976; Hofitee, TBR enTBS, 1987; Horstkotte, Die Vorschriften
das r e n u n c i a n d o al p r i n c i p i o de culpabilidad. S i m u l t á n e a i n e n t e , a d e m á s , se crea la posibilidad
des 1. StrRG über den Rückfall usw., ] Z 1970, pág. X')^; Jescheck, Der Einflufi des schweizcrischen Strafrechts
auf das deutsche, SchwZStr 73 (1958) pág. 184; el mismo, Strafen und Mafiregeln des Mustcrstrafgcsetzbuchs de llevar a c a b o el t r a t a m i e n t o preventivo del criminal peligroso c o n recursos m é d i c o s y p e d a g ó -
für Lateinamerika, Festschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 7\7; Jorge Barreiro, Las medidas de seguridad en el gico-socialcs q u e n o están a disposición de la ejecución ordinaria de la p e n a p o r tener q u e a d a p -
Derecho Español, 1976; Kaenel, Cari StooS und das zweispurige System der Strafrcchtsfolgen, SchwZStr 101 tarse ésta al gran n ú m e r o de casos corrientes. A s i m i s m o , p u e d e conseguirse u n a regulación legal
(1984) pág. 3; Kaiser, Neue Wege im Mafinahmenvolizug, ZStW 100 (1988) p.228; el mismo, Ist das m á s concreta de los p r e s u p u e s t o s , la ejecución y la t e r m i n a c i ó n d e las m e d i d a s y, c o n ello, mejor
Mafinahmensystem im Kriminalrccht noch zu retten? Festschrift für F. Pallin, 1989, págs. 183 ss.; el mismo, a d e c u a d a al Esrado d e D e r e c h o , al ser tratada de m o d o separado a la p e n a y su inescindible c o -
Befinden sich die kriminalrechtlichen MaSregeln in der Krise? 1990; Kaiser/Dünkel/Ortmann, Die nexión c o n la c u l p a b i l i d a d p o r el hecho. N o existe u n a n t a g o n i s m o insalvable entre la pena y la
sozialtherapeutische Anstalt-Endc einer Reform?, ZRP 1982, pág. 198; Hilde Kaufmann, Kriminologie III, m e d i d a ' . D e este m o d o , la p e n a también sirve para la prevención d e futuros delitos y la m e d i d a
1977; Kohlrausch, Sicherungshaft, ZStW 44 (1924) pág. 2 1 ; Leferenz, Zur Problematik der kriminologischen
tiene i g u a l m e n t e el carácter de u n mal que sirve para el reforzamiento de la vigencia d e la n o r -
Prognose, ZStW 68 (1956) pág. 233; el mismo, Die Kriminalprognose, en; Goppinger/Witter, Handbuch der
ma, inotivo p o r el cual es básicamenre posible u n i n t e r c a m b i o entre p e n a y m e d i d a en la ejecu-
forensischen Psychiatrie, Tomo II, 1972, pág. 1347; Lenckner, Strafe, Schuld und Schuldfaliigkeit, ebenda. Tomo
c i ó n (sistema vicarial) ^.
I, Parte A, 1972, pág. 3; Mannheim, Deutsclie Strafrechtsreform in englischer Sichr, 1960; elmismo, Rückfal!
und Prognose, HWBKrim, Tomo III, 1975, pág. 38; Mannheim/ Wilkens, Prediction Methods in Relation to
Borstal Training, 1955; Marquardt, Dogmatische und kriminalpolitische Aspekte des Vikariierens usw., 1972;
H. Mayen Die Bchandlung der Rczidivisten usw., ZStW 80 (1968) pág. 139; el mismo, Strafrechtsreform für
heute und morgen, 1962; E Meyer, Rückfallprognose bei unbestimmt vcrurteilten Jugendhchen, 1956; B. Miiller,
' LK(y 1.") (Hanack) nota preliminar nilms.lO ss. antes del § 6 1 ; Müller-Dietz, Grundfragen págs.
Anordnung und Aussetzung freiheitsentziehender MaRregeIn usw., 1981; Müller-Dietz, Grundfragen des
71 .ss.; Nowakowski, Vom Schuld-zum MaKnahmenrecht? págs. 1 ss.
strafrcchtliclien Sanktionensystems, \'•)7^^, Musco, La misura di sicurezza detentiva, 1978; elmismo, MaGregcln
- H-JAlbrecht, MSchrKrim 1981 págs. 322 iS.;Jakohs, Allg. Teil 1/55; Lackner, § 61 núm. 2.
90 § 9 La medida de .seguridad
II. lusrificación y crisis de la doble vía 91

La seductora y ftcil solución consistente en suprimir la antinomia entre retribución y prevención por
medio de la acumulación de la pena y la medida procede del Anteproyecto de Código penal sui/.o de (jirl delincuentes pehgrosos, lo que tambic'n viene a expresarse con la anteposición de la finalidad
.SVí?íj/V(1893)''. Éste se ha convertido en el modelo para una gtan parte de la legislaciíMi europea y .sud.unerica- correctiva de las medidas de seguridad en la riibrica del Títtdo sexto "Medidas de corrección y
na ^. En Alemania las medidas de seguridad se remontan ya al Derecho territorial común de los Estados prusianos ascgurarnicnro". Medidas de seguridad/)77r«///W5 de libertad'son el intcrnamicnto cu un hospital
de 1794 '. En Alemania, tras muchos esfuerzos del legislador, que desde hace ya tiempo había introducido un psiquiátrico, cu un cstablecimienio de dcsintoxicación y la custodia de seguridad (§ 61 núms. 1-
elaborado sistema de medidas de seguridad en los distintos proyectos, fueron introducidas las medidas de co- 3). El punto neurálgico de las medid;i.s de seguridad, de acuerdo con el concepto global del siste-
rrección y aseguramiento por medio de la Ley de delincuentes habituales de 24.11.1933 (RG Bl 1 p.ág. 995) '• ma sancionador, debería residir en el establecimiento terapéutico-social que estaba previsto para
Con ello, el Programa preventivo-especial de la Escuela Moderna no se ha cumplido por el camino de la pena, rcincidcnres pcligro.sos con graves anomalías de la personalidad, delincuentes sexuales peligrosos,
pero sí de otra forma que es defendible por su conformidad con el Estado de Dereciio. delincuenre.s tcndenciales menores de 27 años y para adecuados infractores inculpables o con
2. Con la reforma del Derecho penal se ha conservado la doble vía, aunque el sistema cxis- culpabilidad disminuida que ya hubieran estado intetnados en un hospital psiquiátrico (§ 65 en
rentc ha mejorado radicalmente^ y se dirige con mayor fuerza hacia la misión resocializadora de su aiucrior redacción). Pero la inrtoducción de establecimientos tcrapcutico-sociales ha traído
consigo dificultades incspctadas de natutaleza personal y financiera. Ello se demuestra también
con el hecho de que los problemas de orden interno y los métodos terapéuticos aplicables no
-' Stoof, SchwZStr ¿ík (1930) pág. 262; Kaenel, SchwZStr 101 (1984) págs. 3 ,ss. Acerca de su in-
están suficientemente ciatos en el nuevo tipo de establecimiento. De este modo, no entró cu
lluencia sobre la reforma del Derecho penal úzn\in, Jescheck, SchwZStt 73 (1958) págs. 189 ss.
vigor el iiuernamicnto en un centto tcrapcutico-social como medida de seguridad a disposición
•* Característico de ello es también Suiza que en los arts. 42 ss. StGB (1937) conoce un vasto sistema de
medidas de seguridad, vid. al respecto, Germann, SchwZStr 73 (1958) págs. AA ss. y Stmtenwerth, SchwZStr del Juez, sino sólo como una simple modalidad en la que podía ttansformarse la ejecución de la
82 (1966) págs. 337 ss., en relación con el Anteproyecto de Schultz vid. Kaiser, ZStW 100 (1988) págs. 288 pena de prisión, tal y como venía ocurriendo hasta ahora (Ley de 20.12.1984, BGBl. 1984 I
ss.; también el Código penal italiano (1930) con las medidas de seguridad de los arts. 199 ss. (hoy, por cierto, pág. 1654). La disposición decisiva contenida en el § 9 ScVollzG previene que el intetnamiento
rechazadas mayoritatiamente); sobre ello, Musco, La misuta di sicutezza detentiva, 1978; el mismo,"ZSxW102 en un establecimiento terapéutico-social presupone la conformidad del preso y del director del
(1990) pág. 415 y Nuvolcne, Enciclopedia del diritto Tomo XXVI, págs. 63 ss. El StGB austríaco también centro que asume la terapia voluntaria de los presos ^ (en relación con su ejecución, §§ 123-126
contiene ahora, a diferencia del Derecho anterior, medidas de seguridad (§§ 21-23); vid. Seríni, SchwZStt 90 StVollzG). Para la utilización ptáctica de las medidas de seguridad posee un significado funda-
(1974) págs. 6 ss. y Nowakawski, Bfoda-Festschtift págs. 193 ss. Asimismo, también el Código penal npo pata mental el reconocimiento expreso áú principio deproporcionaliclíid {§ 62) aunque, desde luego,
Sudamérica recomienda las medidas de seguridad; vid. Jescheck, Heinitz-Festschrift págs. 731 ss. Sobre las me- su presencia también puede deducirse de la vigencia de la prohibición de exceso para el Estado
didas en Derecho neerlandés EnschedélRüter/Stolwijk, Beginselen págs. 163 ss; Hofitee, TBR en TBS, 1987. En
de Derecho (BVcrfGE 16, 194 [202]; BGH 20, 232). Se asume la función de protección en el
totno a los centros de terapia psicológica en Dinamarca e Inglatetra Hilde Kaufmann, Kriminologie III págs.
ámbito de las medidas de segurid.ad que el principio de culpabilidad cumple de modo más in-
134 ss., 152 ss. Acerca del Código penal argentino de 1921 vid, Jiménez de Asiía, Tomo I págs. 1050 ss. En
Francia, por el contrario, la doble vía ha desaparecido y tampoco el Código penal de 1994 la prevé (vid. Desportesl tenso en telación con las penas. La interacción curre penas y medidas de seguridad viene a expre-
Le Gunehec, Présentation núm. 33). En relación con el Derecho penal polaco Buchata, ZStW 102 (1990) pág. sar que, por regla general, el Derecho vigente acoge el "sistema vicaria!" en la ejecución de las
394, sobre el sueco Victor, ibidem pág. 435. La "detención preventiva" ("preventive detention") inglesa fue su- penas de prisión y las medidas de seguridad privativas de libertad, cuando ordena que se abone
primida en 1967 a través de un alargamiento de la pena ("extended tetm of impiisonrnent"). También en los como pena la medida ejecutada (§ 67) (con exclusión de la custodia de seguridad pensada como
anteriores países socialistas eran por lo general desconocidas las medidas de seguridad que comportaian un una medida de simple protección sin un objetivo de contenido terapéutico) y, simultáneamente,
intetnamiento indeterminado, pues para la lucha contra la criminalidad reincidente aplicaban largas penas de prevé la suspensión de la ejecución de la pena testante una vez cumplida la mitad de su totalidad
prisión; vid. Zlataric', ZStW 82 (1970) págs. 222. Antes del cambio, Hungría constituía ya una excepción al (§ 67 V). Además, la Sala de Ejecución Penitenciaria (§§ 78 a, b GVG) puede ordenar la ejecu-
conocer diversas medidas de seguridad (también la custodia de seguridad); vid. Nagy, ZStW 97 (1985) págs. ción de cualquier otra medida de seguridad "si con ello se puede promover en mejor medida la
426 .ss. Sobre todo ello en Derecho español, Beristain, Medidas págs. 27 ss., 101 ss.; Jorge Barreiro, Las medi-
resocialización del autor" (§ 67 a). Finalmente, se ha creado la posibilidad de suspender a prueba
das de seguridad, 1976. Un resumen global puede verse na Jescheck, Freiheitsstrafe Tomo III págs. 2062 ss.
la ejecución de medidas de seguridad privativas de libettad (§§ 67 b y c), incluida la custodia de
5 Eb. Schmidt, ZStW 86 (1974) págs. 621 ss. seguridad. Las medidas de seguridad que no comportan privación He libertad (§ 61 núms. A-G)
^ La opinión mayoritaria está hoy en Alenrania a favor de la doble vía, aunque enfatizando no tanto son la libertad vigilada, la ptivación del permiso de conducir y la inhabilitación ptofesional.
la división teórica sino más bien el efecto recíproco entie pena y medida como lo realmente característico
del Detecho vigente; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 711; Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 8 ss.; Bruns,
Strafzumessungsrecht págs. 221 ss.; Haddenbrock, NJW 1979 págs. 1235 ss.; Kaiser, Pallin-Festschrift págs.
203 ss.; AK(Hassemer) nota preliminar núm. 405 antes del § 1; Lackner, § 61 n. 2; Lenckner, Stiafe págs. II. Justificación y crisis de la doble vía
24 ss.; LK{\\.'^) (LLanack) nota pteliminat núm. 11 antes del § 61; Schmidhüuser, Einführung págs. 223 ss.;
ScbonkelSchrbderlStree, nota pteliminat núms. 1 ss. antes del § 61; 2-ipf, Kriminalpolitik pág. 72. A favot de 1. La doble vía de penas y medidas de seguridad no es en principio objetable puesto que la
la teacción del Derecho penal pot una sola vía con la exclusión de las medidas de seguridad jurídico-crimi- retribución por la culpabilidad y la defensa frente a los peligros son cosas distintas, pero ambas
nales, //. Mayer, Strafrechtsreforní págs. 119 ss. Otta solución de vía única es la propuesta por EllscheidJ perrenecen a las funciones legítimas del Derecho penal (vid. supra § 1 II 2). Sin embargo, las
Hassemer, Strafe ohne Vorwurf, Civitas 1970, págs. 27 ss., aunque conttadice el principio de culpabilidad.
7 Vid. Horstkotte,]Z 1970 págs. l^Ass..; Jescheck, SchwZStr 91 (1975) págs. 40 ss.; £A:(11.») (Hanack)
nota preliminar núms. 40, 64, 66 antes del § 61; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 818; R. Schmitt, Würtenbctgei-
Festschfift págs. 277 ss. A favor de la "solución penitenciara" KaiserlDünkelJOrtmann, ZRP 1982 págs. 198 ss. A favor de la
"solución como medida de seguridad" SchSch y los "profesores alternativo,s", ZRP 1982, págs. 207 ss.
11. justificación )' crisis de la doble vía 93
92 § 9 La medida de seguridad

dia de seguridad, incluso antes de la agtavación d e sus presupuestos, ha sido s i e m p r e o i d c n a d a


medidas de seguridad requieren, al igual q u e las penas, u n a justificación: no sólo tienen q u e ser
en raras ocasiones (vid. supra § 5 V 2). En p r i m e r lugar, no p u e d e discutirse q u e las m e d i d a s
adecuadas a su fm sino q u e t a m b i é n d e b e n p o d e r ser sostenidas a la luz d e la j u s t i c i a ' . Por ello
privativas de libertad s u p t i m e n parcialmente la p t o t e c c i ó n q u e el p r i n c i p i o d e c u l p a b i l i d a d ga-
debe ser decisiva la idea de q u e la libertad q u e la C o n s t i t u c i ó n g a t a n t i z a a i o d o c i u d a d a n o es
rantiza al d e l i n c u e n t e c o n la d e t c t n ú n a c i ó n del límite superior de la pena, p u e s t o q u e aquéllas
"una libertad v i n c u l a d a a la c o m i u i i d a d " . Q u i e n no posee la capacidad d e desenvolverse en la
n o se dirigen al c u l p a b l e sino que se a n u d a n a la peligrosidad posibilitando así i n t r o m i s i o n e s en
sociedad sin p o n e r en grave peligro a otros d e b e toletar las l i m i t a c i o n e s necesarias de su libertad
la libertad q u e p u e d e n ser más graves, p o t lo q u e resultan más temidas q u e las p t o p i a s penas de
en interés de la seguridad d e t o d o s '". Y así, es e v i d e n t e q u e en casos d e a b u s o grave p u e d e ser
larga d u r a c i ó n . El p r i n c i p i o d e p r o p o r c i o n a l i d a d (§ 6 2 ) n o alcanza p o r sí sólo a ser u n c o n t t a p e -
p r o c e d e n t e la privación de derechos q u e asisten a cualquier persona (idea del merecimiento). Na-
so suficiente. A el d e b e n añaditse la posible interpretación limitativa de sus p r e s u p u e s t o s , su es-
die p u e d e , p o r e j e m p l o , exigir q u e r e r ejercer u n a profesión o c o n d u c i r u n a u t o m ó v i l si ha d e -
casa utilización en la praxis y el seguimiento intensivo del desarrollo del c o n d e n a d o en el estable-
m o s t r a d o c o n la c o m i s i ó n d e los c o r r e s p o n d i e n t e s delitos q u e carece d e los presupuestos m e n t a -
c i m i e n t o con la finalidad de preparar su .salida. La segunda dificultad consiste en q u e las m e d i d a s
les, técnicos o catacteriológicos necesarios p a r a ello. En las m e d i d a s d e seguridad asistenciales,
privativas de libertad q u e n o se ejecutan en u n c e n t r o hospitalario sino en u n e s t a b l e c i m i e n t o
así c o m o el i n t e r n a m i e n t o en u n hospital psiquiátrico o en u n c e n t r o d e desintoxicación, la j u s -
p e n i t e n c i a t i o (así, la custodia de seguridad d e a c u e r d o c o n los § § 129 ss. StVollzG), a causa d e
tificación i n t e t n a del c o n f i n a m i e n t o reside en la misión del Estado de q u e personas c o n defectos
las c o n d i c i o n e s igualitarias en las q u e se desarrolla la convivencia de las p e r s o n a s privadas de
corporales o psíquicos q u e sean c r i m i n a l m e n t e peligrosas, reciban u n t r a t a m i e n t o m é d i c o , psico- libertad, n o p u e d e n ser distinguidas i n e q u í v o c a m e n t e '^ ("fraude d e e t i q u e t a s " " ' ) . C o n t r a es-
terapéutico o d e m a n t e n i m i e n t o q u e m e j o t e , m i t i g u e o, p o r lo m e n o s , neutralice su situación tas objeciones a y u d a c o n s i d e t a b l e m e n t e el sistema de i n t e r c a m b i o entre p e n a y m e d i d a en la eje-
(idea del tratamiento terapéutico'). T a m b i é n en la libertad vigilada (§ 6 8 ) se e n c u e n t r a en u n pri- c u c i ó n c o n el a b o n o sobre la p e n a del t i e m p o c u m p l i d o d u r a n t e la m e d i d a de s e g u t i d a d (siste-
m e r p l a n o la idea de asistencia social (vid. infra §7811). m a vicaria]) y la posibilidad d e suspensión a p t u e b a t a m b i é n d e esta ú l t i m a . A m b a s fueton
Problemática es, p o r el contrario, la justificación de la custodia de seguridad pues a q u í se trata i n t r o d u c i d a s en el a ñ o 1 9 7 5 ( § § 6 7 , 6 7 b , 6 7 c), pero c o n exclusión de la aplicación del sistema
de medidas p u r a m e n t e inocuizadoras sobre delincuentes plenamente culpables motivadas p o t la p r o - vicarial a la c u s t o d i a d e seguridad ' ' .
tección de la c o m u n i d a d frente a delitos graves cuya comisión por parte d e aquéllos resulta previsi-
F i n a l m e n t e , nos e n c o n t r a m o s con la dificultad consistente en que el proceso penal a l e m á n
b l e " . Decisivo para el m a n t e n i m i e n t o d e la custodia de seguridad, por la que t a m b i é n el A E (§
n o está c o n f i g u r a d o c o m o u n p u t o p r o c e d i m i e n t o inquisitivo q u e tenga p o r finalidad la investi-
70) se ha d e c i d i d o , fue ú l t i m a m e n t e el c o n v e n c i m i e n t o de q u e no hay u n c a m i n o más h u m a n o
gación d e la p e r s o n a l i d a d . Aparece necesaria la a b u n d a n t e consulta de peritos en la m e d i d a en
para la protección absolutamente necesaria frente a la delincuencia habitual y profesional '^. El D e -
q u e tenga q u e ver c o n la i m p o s i c i ó n de u n a m e d i d a privativa de libertad y la i n t t o d u c c i ó n del
recho vigente se h a esforzado en limitar la custodia d e seguridad a delincuentes realmente peligro-
e x p e d i e n t e d e p e r s o n a l i d a d ("dossier de personnalite") q u e a c o m p a ñ a a los m u l t i t t e i n c i d e n t e s , y
sos, frente a los q u e la necesidad de seguridad d e la población es irrefutable ( B T - D r u c k s a c h e V /
q u e tiene p o r fmalidad tener siempre presente la t o t a l i d a d d e las consideraciones d e tipo social,
4 0 9 4 pág. 19: "última m e d i d a necesaria de la Política criminal") (vid. infra § 7 7 V 1)'-''.
p s i c o l ó g i c o , m é d i c o y d e e j e c u c i ó n q u e e s t é n r e f e r i d a s a sus c a p a c i d a d e s p s í q u i c a s y
2. A pesar d e que p u e d e e n c o n t r a r s e u n a c o m p l e t a f u n d a m e n t a c i ó n de las m e d i d a s d e se- caracteriológicas. A s i m i s m o , t a m b i é n debe tomarse en consideración la bipartición del proceso pe-
g u t i d a d , el sistema de la d o b l e vía, c u a n d o d e m e d i d a s privativas d e libertad se trata, tiene q u e nal en u n p r o c e d i m i e n t o de e n j u i c i a m i e n t o ("conviction") y de sanción ("sentence") '^.
luchar con dificultades ("crisis d e la d o b l e vía") q u e , e n t r e otras cosas, reflejan q u e la c u s t o -
3. Por el contrario, la vía única (sistema monista) no se ha impuesto en Alemania (excepción hecha
del Derecho penal juvenil) " como reacción jurídico-criminal (rechazándolo expresamente en atención al
' Vid. Beristain, Medidas págs. 92 ss.; Heinitz, Individualisierung págs. 22 ss.; Lencliner, Strafe págs.
26 ss.; LK(\\.^) (Hanack) nota preliminar núms. 40 ss. antes del § 61; Jescheck, Heinitz-Festschrift págs.
733 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 819 ss.
'^ La adaptación de la ejecución de la custodia de seguridad al ámbito penitenciatio no lesiona, sin
'" Stree, Deiiktsfolgen pág. 222.
embargo, el principio de igualdad de acuerdo con la BVerftíE 2, 118. Por el contrario, se muestra crítico
' ' A causa de este motivo están por principio en desacuerdo H. Mayer, Strafrechtsreform págs. 144
LK(\ 1,») (Hanack) nota pteliminat núm. 33 antes del § 6 1 .
ss.; 153 ss.; el mismo, ZStW 80 (1968) pág. 159; Hellmer, Der Gewohnheitsverbrecher págs. 24 ss. 196 ss.
"^ La conocida expresión piocede de Kohlrausch, ZStW AA (1924) pág. 3 3 . Formula objeciones a
' ' Vid. Niederschriften Tomo 3, págs. 159 ss,, 194 ss., 267 ss.; BT-Drucksachc V/4094 págs. 18.ss.
causa de los ptoblemas que no encuenttan una solución completa en el sistema de la doble vía, Naucke,
Vid. también Nowakowski, v. Weber-Festschrift págs. 103 ss. El intento de una fundamentación etica ha
Einführung pág. 120. Más positivo se muestta Müller-Dietz, Gtundfragen págs. 71 ss.
tenido una acertada contestación; vid. Z,A'(11.') (Hanack) nota preliminar núm. 31 antes del § 6 1 , § 66
'^ En contra de esta limitación, Mannheim, Deursche Strafrechtsreform pág. 28. La obligatoriedad
núms. 22 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 35;Jakohs, Allg. Teil 1/54.
del sistema vicarial para la custodia de delincuentes habituales .según el art. 42.5.° del StGB suizo ha dado
" En correspondencia con ello Frisch, ZStW 102 (1990) págs. 367, 369, fundamenta la justificación buen resultado; vid. Rehberg, SchwZStr 89 (1973) págs. 286 ss.; Schidtz, Einführung 11 pág. 157. Con ca-
de la medida de seguridad cuya duración excede de la de la pena, únicamente sobre la "obligación de protec- rácter general Marquardt, Dogmatische und ktiminalpolitische Aspekte des Vikatiierens, 1972.
ción del Estado", en la medida en que su observación a costa de la libertad del interesado evidencia la deci- '* Acerca de los resultados positivos del Proyecto de Góttingen sobre la problemática de la bipartición
sión a favor del "interés p t e p o n d e r a n t e " . De m o d o similar, a favor de las medidas de seguridad Dolling, Zweireilung págs. 240 ss. y Schunck, Zweiteilung págs. 250 ss.
"complementadoras de la pcm' Jakohs, Allg. Teil 1/56. " Sobre la aplicabilidad limitada de las medidas de seguridad en Derecho penal juvenil Schaffsíeinl
''' Por principio contrario a la transfetencia al Juez, penal del Derecho de las medidas de seguiidad Beulke, Jugendstrafrecht págs. 72 ss. (la custodia de seguridad, de acuerdo con el § 7 J G G , resulta inadmisi-
como una parte del "Derecho administrativo", Reinhard v. Hippeí, Reform págs. 35 ss. Detalladamente en ble al ser reemplazada por medidas de naturaleza educativa).
relación a l a crisis de la doble vía, LK(\ 1.») (Hanack) nota preliminar núms. 13 ss. antes del § 6 1 .
94 § 9 La medida de seguridad I I I . i-'resupuestos y duración de las medidas de segtiridad 95

principio de culpabilidad BT-Drucksache V/4Ü94 pág. 19), a pesar de que esta solución fue delendiila por ralcv-a discrecional. En determinados delitos graves contra la seguridad del tráfico se presume por la Ley la
múltiples partidarios ^". Kl balance en el extranjero no es del todo positivo sobre la base de las experiencias inaptitud para la conducción (§ 69 11). En esta regulación la necesidad de prorección de la colectividad está
allí experimentadas ' ' . Sin embatgo, en las legislaciones modernas la sanción única (pena o medida de segu- hietiemente situada en un primer plano, motivo por el cual la privación del permiso de conducir es bastante
ridad) es aplicada loial o parcialmente en diversos países como, por ejemplo, inglatetra " , Grecia '•, Sue- liecuente (vid. supra § 5 V 2). Por el conttatio, en la custodia de seguridad los presupuesros están fijados de
cia -'', béli'ica ''', EE.UU y en los ameriores países socialistas ' ' , entrando en juego motivaciones cotnpleta- modo rail riguroso (§ 66) a causa de la gravedad de la introtriisión y por su necesaria limitación a delincuentes
meiue diferenciadas de carácter político, ideológico y político-critninal. Tanibicti I-rancia se coníorma con lealmente peligtosos, que ello detetmina que esta medida .sea aplicada en muy raras ocasiones (vid. supra § 5 V
las penas (vid. siipni § 9 1 1 nota a pie núni. 4). 2). Son necesarios dos antecedentes gtaves, una permanencia larga en un establecimiento penitenciatio, un
hecho punible desencadenante grave y la inclinación a la comisión futura de hechos considerablemente graves.

2. E n todas las m e d i d a s de seguridad la posibilidad de p r o n ó s t i c o del c o m p o r t a m i e n t o


III. P r e s u p u e s t o s y d u r a c i ó n de las m e d i d a s d e s e g u r i d a d
f u t u i o juega u n rol decisivo, pues aquellas sólo se justifican c u a n d o existe u n a clara y fijtura
1. Los p r e s u p u e s t o s legales para decretar m e d i d a s de scgtiridad d e b e n estar configurados necesidad de seguridad frente al delincuente ~*. T a m b i é n d e p e n d e de la clase, n t i m e r o y sucesión
de tal m o d o qtic se c o r r e s p o n d a n t a n t o c o n su finalidad c o m o con el m o t i v o q u e las justifi- t e m p o t a l d e los a n t e c e d e n t e s , d e la personalidad del a u t o r y su desarrollo, así c o m o de las cir-
can --'. D e b e n describirse del m o d o más t a x a t i v a m e n t e posible para evitar abusos y e n c o n t r a r s e cunstancias d e la vida futura del delincuente en la sociedad. El p r o n ó s t i c o n o es sólo necesario,
tan cercanas a la realidad d e m o d o q u e sólo sean a b a r c a d o s casos r e a l m e n t e específicos. Se d i s - sino también/)(7«¿/(? a u n q u e d e n t r o de ciertos límites. T a m b i é n resulta i m p r e s c i n d i b l e en la d e -
t i n g u e n , respecrivainente, p o r la clase, n t i m e r o y gravedad d e los a n t e c e d e n t e s del d e l i n c u e n t e , la t e r m i n a c i ó n de la p e n a (vid., p o r ejemplo, § 4 6 I 2 y § 5 6 1).
clase y gravedad de los h e c h o s antijurídicos cuya c o m i s i ó n futura se prevé, así c o m o p o r las cua- En su determinación se uriliza el método intuitivo^', el estadísrico (sistema de puntos) ^° y el clíni-
lidades d e su personalidad. co ^'. El primero de ellos, que principalmente descansa sobre la experiencia de la vida y los conocimientos
humanos, es imprescindible en la prácrica diaria aunque resulta inexacto. El sistema de puntos suministra
De este modo, la privación del permiso de conducir (§ 69) únicamente ptesupone un delito que ha sido
en realidad valores esradísticos exactos, pero éstos no pueden ser transferidos automáticamente al caso con-
conretido con ocasión o en relación con la conducción de un autotrióvil o por la infracción de los deberes de
cteto. El método clínico, que tiene en cuenta la petsonalidad global del delincuente según la totalidad de los
un conductof. De tal hecho debe deducirse la propia inaptitud del autor para la conducción de vehículos. De
puntos de vista científicos, proporciona los mejores resultados pero resulta lento y costoso ^'.
acuetdo con el § 69 I 2, aquí está excluida una atención especial a la ptopotcionalidad (§ 62) para no hacer
depender importantes y decisivas medidas para la seguridad del tráfico de consideraciones adicionales de natu- 3 . M i e n t r a s q u e las penas de prisión enlazan c o n la culpabilidad pasada del a u t o r y p o r
ello están d e t e r m i n a d a s d e forma precisa, las m e d i d a s d e seguridad q u e c o n l l e v a n privación d e
libertad se sitiian sobre su peligrosidad futura, p o r lo q u e son de d u r a c i ó n i n d e t e r m i n a d a . La
™ Vid., por ejemplo, Heinitz, Z S t W 63 (1951) págs. 80 ss.; Frey, SchwZStr 88 (1951) pág. 295; i n d e t e r m i n a c i ó n en algunas medidas es absoluta y en otras relativa. D e d u r a c i ó n a b s o l u t a m e n -
Dreher, ZStW 65 (1953) págs. 489 ss.; Sieverts, Materialen Tomo I págs. 109 ss., en especial, pág. 117; Eh. te i n d e t e r m i n a d a es el i n t c r n a m i c n t o en u n hospital psiquiátrico (§ 63) y la c u s t o d i a de seguri-
Schmidt, Niederschriften Tomo I págs. 51 ss. d a d (§ 6G) c u a n d o ésta haya sido decretada a n t e r i o r m e n t e . Por el c o n t r a r i o , existen p l a z o s m á x i -
-' Vid. Mannheim, Deutsche Strafrechtsreform págs. 28 ss. Característica es la dura crítica dirigida a m o s para el i n t e r n a m i c n t o en u n centro de desintoxicación (2 años) y para el p r i m e r i n t e r n a m i c n t o
la condena indeterminada en los EE.UU.; vid. Hirsch, Doing Justice págs. 9 ss. en la c u s t o d i a d e seguridad ( 1 0 años) (§ 6 7 d I y 111) ' ^ ' ' " .
' ' El Cfimiual Justice Act de 1967 introdujo en su sección 67 la pena de seguridad frente a delin-
cuentes reincidentes peligrosos, vid. HallWilliatns, SchwZStr 84 (1968) págs. 17 ss. Últimamente, también 4 . La Sala d e Ejecución Penitenciaria p u e d e en cualquier m o m e n t o c o m p r o b a r ( § § 4 6 3
el "Borstal training" ha sido suprimido por el Criminal Justice Act de 1982 y sustituido por una nueva pena i n , 4 5 4 , 4 6 2 a I S t P O ) si ia c o n t i n u a c i ó n d e la m e d i d a privativa d e libertad p u e d e ser s u s p e n -
juvenil de duración determinada (youth custody), aprobándose nuevamente en su lugar por el Criminal d i d a a p r u e b a ( § § 6 7 d II, 6 7 e I I ) . C o n a n t e r i o r i d a d al transcurso d e d e t e r m i n a d o s plazos
Justice Act de 1988 Parte IX la "detention in a young offenders institution" que también está firmemente
detetrninada.
-•' El Código penal griego prevé en los arrs. 90-92 una pena relarivamente indetetminada para delin- ^'* Vid., más detalladamente, Schultz, SchwZStr 75 (1959) págs. 245 ss. Acerca de los rigurosos pre-
cuentes profesionales y habituales, vid. Mangakis, Das griechische Sttaftecht págs. 319 ss. supuesros de un pronósrico también defendible ftente al intetesado, Frisch, Prognoseentscheidungen ini
^'^ En Suecia, tras la supresión de las sanciones de duración indeterminada para presos jóvenes y el Strafrecht págs. 72 ss., 75 ss., 146 .ss.; el mismo, ZStW 102 (1990) págs. 370 ss. Sobte la necesaria "descrip-
intetnamiento (1980 y 1981, respectivamente), la pena de prisión firmemente dererminada es la única san- ción del contenido del riesgo" por la Ley en la praxis, con acierto, el mismo, Recht und Psychiatrie 1992,
ción a la que se anuda la privación de libertad (excepción hecha de .su transferencia a formas especiales de págs. 115 ss. Un resumen sobre los métodos y ámbito de aplicación del pronósrico puede verse en Frischl
tratamiento); vid. Víctor, ZStW 102 (1990) pág. 4 4 1 . Víi^í (Edrs.), Prognoseentscheidungen in der Praxis, 1994.
^5 Vid., más detalladamente. Cornil, SchwZStr 83 (1967) págs. 4 ss.; como excepción al posterior •' Leferenz, ZStW 68 (1956) pág. 237; el mismo, Ktiniinalptognose pág. 1353.
sistema de doble vía, de acuerdo con la Ley de Defensa Social de 1964, los delincuentes con culpabilidad MannheimlWilkens, Predicrion Methods págs. 137 ss.; Sh. y E. Glueck, Ptedicting Delincuency
disminuida pueden ser internados sin necesidad de un pronunciamiento penal pot tiempo indeterminado. págs. 127 ss.; Góppinger, Kriminologie págs. 338 ss.; F. Meyer, Rückfallprognose págs. 87 ss.
^'^ La mayoría de los ordenamientos socialistas, por motivos políricos e ideológicos, sólo conocen Goppinger, Kriminologie págs. 338 ss.; Leferenz, Kriminalprognose pág. 1366.
penas que sin embargo están inspiradas por una marcada dirección preventivo-especial; vid. las aportaciones " Un resumen acerca de la situación actual de la investigación del pronóstico puede encontrarse en
de Zlataric', Solnao, Maurach, Grünwdd, Z S t W 82 (1970) págs. 212 ss., 235, 241 ss., 272 ss. (en otro Eisenberg, Kriminologie § 2 1 .
sentido tan sólo sucede en Hungría; vid. § 9 I 1 nota a pie núm. 4). " El límite máximo de 10 años para el primer intetnamiento en custodia de seguridad ha sido
^^ Sobre ello, con mayor detalle, Exner, Sicherungsmittel págs. 59 ss. derogado por la SexualdelBeKG de 26.1.1998 (N del T).
% § 10 Breve recorrido por la historia del Derecho penal alemán I. F.l períotio germánico 97

esta c o m p r o b a c i ó n resulta obligatoria (§ 6 7 e I 2 ) . D e esta forma se c o n s i g u e que la ejecución de Paolo Ko.schakef, Tomo I, 1953, pág. 339; elmisvio, iníluencia de la literatura jurídica española en el derecho
m e d i d a s de seguridad privativas de libertad tenga lugar sólo p o r t i e m p o d e t e r m i n a d o , d u r a n t e el penal común alemán, 1953; el mismo, Die pcinliche Halsgerichtsordnung Kaiser Karls V., Zxitschrift der Savigny-
cual sean trazadas la necesidad d e seguridad d e la colectividad y las exigencias d e influencia Stiftung, Germ. Abt. 77 (1960) pág. 288; Welzel. Die NaturrechtslehreSamud Puíendorfs, 1958; W/i^j.^Das
Strafrecht der Germanen, 1842; £ Volf. Grotius, Pufendorf Thomasius, 1927; ('/ mismo, GroSe Recht,sdenker
rcsocializadora sobre el c o n d e n a d o .
der deutschen Gelsiesgeschichte, 4.'' Ed. 1963.

La c o n s t r u c c i ó n del recorrido histórico .se realiza c o n f o r m e a la división usual en la Historia


C a p í t u l o 2: Las fuentes del D e r e c h o p e n a l del D e r e c h o ; c o n f o r m e a la msitiia son diferenciables o c h o partes ' ^.

§ 10 Breve recorrido por la historia del D e r e c h o penal alemán hasta el C ó d i g o


penal imperial de 1 8 7 1 I. El p e r í o d o g e r m á n i c o
p. Amira, Die gemianischen Todesstrafen, 1922; v. Amira/Eckhardt, Germanisches Rcclit, Tomo I, 4."
C o m o todo D e r e c h o en el período germánico que alcanza hasta finales del m o v i m i e n t o migra-
Ed. 1960; Rader, Aufgaben, Metlioden und Grenzen einer historischen Kriminologie, SchwZStr 71 (1956)
pág. 17; Bauer/Schbsser (Edrs.), Ein Leben für Recht, Staat und Polirik. Festschrift für A. von Kreittmayr zu torio d e la población en el siglo V I ' , el Derecho penal era, en la medida en que existieta c o m o tal, u n
.seinem 200. Todestag, 1991; Boldt, J.S.F. von Bohmer und die gemeinred-itliche Strafrechtswis.scnschalt, 1936; Derecho consuetudinario. Las primeras fuentes jun'd¡c;is escritas aparecen en el Imperio franco. La
Brunnenmeister, Die Quellcn der Bambergensis, 1879; Brunner, Deutsche Rechtsgeschichte, Tomo I 2." Ed. posición jurídica de cada persona estaba determinada por su clasificación segiin su familia, estirpe y
1906, Tomo I! 2.» Ed. elaborada por C K Schwerin, 1928; Carien, Die Galeerenstrafe in der Schwciz, ZStW 88 tribu'*. Los crímenes ('Missetateif) conducían básicamente tan sólo a una reacción del ofendido y su
(1976) págs. 557 ss.; Centro Nazionaledi Prevenzione e Difesa Sacíale (Ed.), Cesare Beccaria and Modern Cri- clan, p r o m o v i e n d o el c u m p l i m i e n t o de una reparación ' o la hostilidad entre estirpes (reparación
minal Policy, 1990; Dahni, Das Strafrcchr Italicns im au,sgehenden Mittcialter, 1931; el mismo, Zur Rezeption privada del crimen). La contienda fue sustituida progresivamente, a causa de sus efectos devastadores
des romisch-iralienischen Rechts, 1960; Eckhardt, Sachsenspiegel, 3.» Ed. 1973; Engelmann, Die Schuldlehre sobre la c o m u n i d a d , ^ov pactos reparntorios (entrega de caballos, ganado, armas y, posteriormente,
der PüStgiossatoren, 1895; Gernhubcr, Die Landfriedensbewegung in Deurschland bis zum Mainzer también de dineto d e acuerdo con la gravedad del hecho y el rango del ofendido). Posiblemente, d e
Rcichslandfricden von 1235, 1952; Güterbock, Die Entstehung der Carolina, 1876; Hattenhauer, Europaische
forma temprana u n a parte del cumpliiniento de la reparación iría ya a parar a la colectividad c o m o
Rechtsgeschichte, 2.» Ed. 1994; v. Hippel, Beitrage zur Geschichte der Freiheitsstrafe, ZStW 18 (1898) págs.
dinero para la paz (fredus). ha pena pública parece haberse d a d o ya en el período g e r m a n o (tal y c o m o
419, 608; His, Das Strafrechr des deutschen Mittelalters, Parte I, 1920; el mismo, Geschichte des deutschen
Strafrechts bis zur Karolina, 1928, Nachdruck \3G7\ Jescheck, Die Freiheitsstrafe in rechtsvergleichender Tacitus informa en el capítulo XII de la "Germania") para las infracciones graves de deberes con la
Darstellung, en: Jescheck (Ed.), Die Freiheitsstrafe und ihre Surrogate im deutschen und auslandischen Recht, c o m u n i d a d (traición en tiempos de guerra, deserción, cobardía ante el enemigo, crímenes relativos al
Tomo III, 1984, pág. 1939; Kantorowicz, Albertus Gandinus und das Strafrecht der Scholastik, Tomo 2 1926; culto) ^. Su expansión gradual se vio favorecida contra los esclavos en el marco de la violencia domés-
Kipper, Johann Paul Anselm Feuerbach, 2.» Ed. 1989; Kneuhühler, Die Überwindung von Hexenwahn und tica. La forma e importancia del crimen fueron determinadas bisicamcnte a través del resultado exte-
HcxenprozeS, 1977; Kohler, Bilder aus der deutschen Rechtsgeschichte, 1988; Kohler/Scheel (Edis.), Constitutio rior ("el hecho mata al h o m b t e " ) , aunque ya t e m p r a n a m e n t e se ha distinguido con a^oida de caracte-
Criminalis Carolina, 1900; Koschorek (Ed.), Die Heidelberger Bilderhandschrift, 1970; Kroeschell, Die Sippe rísticis típicas entre la obra de la voluntad, obra de la casualidad y los casos valorados c o m o especialmente
im germanischen Recht, Zeitschrift der Savigny-Stiftung, Germ. Abt. 77 (1960) pág. 1; el mismo, Deutsche graves clasificados en las categorías históricas de "Neidings o Meinwerk" ^.
Rechtsgeschichte 1 (hasta 1250), 7.» Ed. 1985, 2 (1250-1650), A.' Ed. 1981, 3 (desde 1650) 1989; elmismo,
reseña de Rüping, GrundriS der Strafrechtsgeschichte, ZStW 95 (1983) pág. 145; Küper (Ed.), Cari Jo,seph
Antón Mittermaier, 1988; Kuttner, Kanonistische Schuldlehre usw., 1935; Miádendarjf, Historisdie Kriminologie, ' Eb. Schmidt, Einführung págs. 17 ss., aplica por el contrario una clasificación en sólo tres períodos
H W B Krim, Tomo complementario, 1979, pág. lA2;Moos, Der Verbrcchensbegriff in Osterreich im 18. und (época del pensamiento jurídico germano, época del pensamiento jutídico medieval y desarrollo de la Polí-
19. Jalirhundert, 1968; Nehlsen, Entstehung des offentlichen Strafrechts bei den germanischen Stámmen, en: tica criminal moderna), en contra de la cual existe la objeción de que las grandes divisiones abarcan lapsos
Kroeschell(U.), Freiburger Festkolloquium zum 75. Geburtstag von HansThieme, 1983, págs. 3 ss; Radhruch, de tiempo muy amplios en los que, además de la presencia de factores invariables, también el surgimiento
Paul Johann Anselm Feuerbach, 2." Ed. 1957 (editado por E. Wolf); RadbrucUGwinner, Geschichte des de otros nuevos ha determinado el desarrollo.
Verbrechens, 1951, Neudruck 1990; fóf/?, Bemerkungen zur Bedeutung des ALR usw., GA 1978, \'i'&\ Rüping, - Acerca de la Criminología histórica Miidenderff, H W B Krim Ergánzungsbd. Págs. 142 ss.; Radbriichl
Grundrifi der Strafrechtsgeschichte, 2.» Ed. 1991; el mismo, Geldstrafe und Bul?e, ZSrW 85 (1973) pág. 672; Gwimier, Geschichte des Verbrechens, 1990. Vid., también Hader, SchwZStr 71 (1956) págs. 17 ss. con
Schaffstein, Beitrage zur Strafrechtsentwicklung von der Carolina bis zu Carpzov, GS 101 (1932) S. 14; elmis- numerosas citas adicionales.
mo, Die europaische Strafrechtswissensdiaft im Zeitalter des Humanismus, 1954; Schild, Alte Gerichtsbarkeit, •' Sobre ello vid. v. Amira/Eckhardt, Germanisches Recht págs. 2 ss.; Brunner, Deutsche
1980; f é . Schmidt, Die Kriminalpolitik Preufiens unrer Friedrich Wilhelm 1. und Friedridí II., Tesis doctoral, Rechtsgeschichte Tomo I págs. 33 ss. Por el contrario, Wilda, Das Sttafrecht det Getmanen pá"s. 2 ss. in-
Gottingen 1914; elmismo, Die Carolina, Zeitschr. der Savigny-Stiftung, Germ. Abt. 53 (1933) pág. 1; el mis- cluye el período franco.
mo, InquisitionsprozeC und Rezeption, 1940; el mismo, Einführung in die Geschichte der deutschen '' Crítico con la teoría de la estirpe Kroeschell, Zeitschrift der .Savigny-Stiftung, Germ. Abt. 77 (1960)
Strafreduspflege, 3." Ed. 1965; Schubert, Die Quellen zum StGB von 1870/71, GA 1982, 191; SelkrtlRüping. págs. 1 ss. ("el mito de la estirpe").
Studien-und Quellenbuch zur Gesdiichte der deutschen Strafrechtspflege, Tomo 1: Von den Anfangen bis zur ^ Vid. más detelladamente Kroeschell, Deutsche Rechtsgeschichte 1, págs. 43 ss.
Aufklarung, 1989; Tomo 2: Von det Aufklatung bis zur doppclten Staatsgründung, 1994; Thieme, Das ' Vid. V. Amira, Die germanischen Todesstrafen págs. 23 ss.; Rüping, Grundrifi págs. 5 ss. Dudoso,
Gesctzbuch Friedrichs des GroKen, DJZ 1936, pág. 939; elmismo, Gesammelte Schriften,Tomos I y II, 1986; sin embargo, Kroeschell, ZSrW 95 (1983) pág. 147; discrepa Nehlsen, Die Entstehung des óffendichen
V. Weber, Benedict Carpzov, Festschrift für Ernst Rosenfeld, 1949, pág. 29; elmismo, Die Entwicklung des Straftechts págs. 3 ss. El texto de Tacitus en: Sellen/Rüping, Studien-und Quellenbuch págs. 53 ss.
gemeinen deutsdicn Strafrechts unter besonderer Berücksichtigung spanischer Einflüsse, Studi in memoria di ' Acerca de las condiciones de vida sobre las que se fundamentaba el Derecho germano Kübler, Bilder
págs. 35 ss.
98 § 10 Rrcvc recorrido por ]:i hisioria ttcl Derecho penal aleirián IV. 1.a recepcióü tlel Derecho romano-italiano 99

II. El período franco cia penal de la Edad Media. Penas corporales y conrra la vida de inusitada crueldad para críme-
nes graves, pena de azotes, estigmas grabados a fuego y picota para delitos leves, caracterizaron al
Esta etapa, que se suele cifrar entre la fundación del Imperio merovingio por (^lilodwig Derecho penal de aquel tiempo ' ' . El sistema de contiendas cobró un impulso poderoso dentro
(482-51!) hasta la división del tnismo en el Tratado de Verdún (843), se caractetizó por el surgi- de la nobleza, pero se resttingió paulatinamente, aunque con notables iiripedimentos, por medio
miento de un poder estatal materializado en el Rey, así como por la preferencia de fuentes ju- de leyes de paz territoriales que rtivieron su punto álgido en la Paz Territorial Eterna del año
rídicas escritas'^. El reinado se esforzó en hacer retroceder la arbitrariedad privada en la práctica 1495 ' ' . La seguridad pública lucra de l.i.s ciudades y lugares fortificados estaba amenazada per-
de Las contiendas y en configurar los pactos de reparación. El deber de concluir el pacto de repa- manentemente. Ftieron sobre todo las ciudades interesadas en el comercio y el transporte las que
ración hizo desaparecer paulatinamente el Derecho basado en las represalias. Surgieron sanciones se defendieron con extraordinaria agudeza del abuso del robo y de la piratería, introduciendo en
pecuniarias tuertes favorecidas por el comienzo de la economía monetaria. Junto a la pena priva- el proceso penal formas sumarias de procedimiento y recurriendo sin consideración alguna al
da del antiguo Derecho consuetudinario se introdujo \;\pena pública a través del Derecho regio y uso de la tortura. La producción jurídica del Imperio se mutiló después de haber deseinpeñado,
como herencia romana en sus comienzos, puesto que con la ampliación del poder estatal había hasta la Paz Territorial de Maguncia de 1235, un importante papel para un Derecho penal
que proteger también nuevos bienes jurídicos del Estado y de la colectividad (vgr. la fidelidad a enmarcado en el movimiento de paz territorial ' ' . Pero ya con anterioridad se había favorecido el
la corona, paz piíblica, religión cristiana, sistema monetario)''. Los derechos de la tribu fueron surgimiento de la pena pública a través de las Treguas divinas, coirio Ordenamientos cuyo cumpli-
recogidos en la redacción latina de las leges barbarorum (por primera vez en la Ley Sálica, en miento se aseguraba por medio de penas eclesiásticas y, progresivairiente, recurriendo también a la
torno al arlo 500) '". Contenían, sobre todo, las sanciones pecuniarias de mayor importancia para pena de muerte y castigos corporales para el quebrantamiento de la paz. Sin embargo, la potestad
los pactos de reparación (sistema de composición). Junto a los derechos de la tribu se introdttjo gra- punitiva residió en los poderes parricularcs que buscaban determinar el Derecho penal según sus
dualmente un Derecho reglairientario regio {capitulares) y junto al Tribunal de la tribu, el Tribunal intereses privativos, mediante tradiciones lugareñas y locales completadas y constituidas en su ma-
del Rey y el de los condes. La influencia del cristianismo se hizo patente, de un lado, en la promo- yor parte por estatutos de Derecho consuetudinario. Significativas manifestaciones de Derecho re-
ción de la pena pública por la infracción de intereses de la Iglesia y, de otro, en el reconocimiento gional de origen privado (el Espejo de Sajonia de Eike von Repgow entre 1220 y 1235 "*, el Espejo
del derecho de asilo en iglesias y conventos. La Iglesia se esforzó en el fortalecimiento del poder de Suabia de 1275 " ) asumieron en la práctica la misión de las leyes a través de su considerable
regio y en la imposición de la jurisdicción criminal a través del Tribunal del Rey y de los condes. reconocimiento, aunque sin poder detener el declive de la Administración de Justicia penal.
Los clérigos fueron los principales encargados de la administración del imperio.

IV. La recepción del Derecho romano-italiano


III. La Edad Media
Los cambios en el desarrollo del Derecho penal alemán ttivieron lugar con la recepción del
La Edad Media, que se extiende desde la división del Imperio hasta la decadencia del Dere- redescubrimiento, interpretación y rransfonriación del Derecho romano por la Ciencia del Dere-
cho penal en los siglos XIV-XY, trajo consigo, de una parte, contratiempos para el desarrollo cho italiana de la baja Edad Media (glosadotes 1100-1250, postglosadores 1250-1450), que como
del Derecho penal " pero también, de otro lado, el gran cambio dirigido al nacimiento del consecuencia de la acogida de los Derechos de las ciudades de Italia del norte y numerosas tradi-
Derecho penal'" (peinliches Strafrecht). Como consecuencia del debilitamiento del Imperio desde ciones lombardas no estaban muy alejadas de las tiecesidades político-jurídicas y del sentimienro
la lucha por la investidura (a partir del ano 1075), pero sobre todo desde el final de la dinastía jurídico de los alemanes '*, y que desde el siglo XIII fue llevado a la práctica en Alemania a
nobiliaria de los Hohenstaufen (1268), fueron atrofiándose velozmente las aportaciones del pe- través de la Administración de Justicia de la Iglesia. Los motivos de la recepción residieron en la
ríodo franco hacia una Administración de Justicia penal gobernada por el poder estatal central. decadencia del sistema jurídico alemán, basada en la creencia de que el Derecho romano, a causa
El poder punitivo se trasladó a los territorios que más se fortalecían, a las ciudades y a los seiío- de la posición del Sacro Imperio Romano como continuador del Derecho del antiguo Imperio,
ríos cuyo poder disminuía cada vez más, por lo que en lugar de la reparación por la comisión de sería el legítiirio "Derecho imperial"; en el alto tratamiento científico del material jurídico
crímenes a través de sanciones privadas se aplicaba cada vez en mayor medida la pena pública; por parre de los juristas italianos (ante todo, por Alhertus Gandinus, Tractatus de maleficiis,
de este modo, también la influencia del Derecho eclesiástico jugó un papel esencial. La disper-
sión del poder punitivo trajo coirio consecuencia una descentralización extraordinaria del Dere-
cho penal, pero tainbién la arbitrariedad y la dureza característica de la Administración de Justi-
'-' Schild, Aire Gerichrsbarkeit págs. 93 ss., 197 ss.
Vid. Gernhuber, Die l.andfriedensbcwegung bis zum Mainzer Reichslandfrieden von 1235, 1952.
'^ Sobre ello vid. Gernhuber, Landfriedensbewcgung págs. 224 ss.; Kdhler, Bilder págs. 130 ss.; nu-
* Vid. Brunner, Deutsclie Rechtsgeschichte Tomo II págs. 70.3 ss.; His, Geschichte des deutschen merosos rextos de la paz divina y territorial pueden ciiconrrarse en: Sellert/Rüping, Srudien-und Quellenbuch
Strafrechts bis zar Karolina págs. 57 ss.; Kdhler, Bilder págs. 56 s.*;. págs. 113 ss.
' Vid. Rüping, ZStW 85(1973) págs. 674 ss. Vid. Eckhardt, Sachsenspicgel, 1973; Kohler, Bilder págs. 125 ss.; Koschorek, Heidelbergcr
'^ Un resumen de ías fuentes puede verse en Riiping, GrundriR pág. 7. Bilderhandschrifr, 1970; Rüping, Grundril? págs. 13 ss. Sobre Eike von Repgow Thiertie, Gesammelte Schriften
" Vid. al respecto His, Das Strafrecht des deutschen MittelaltersToino I, 1920. Ionio 1 pág. 257.
'^ Kroeschdl, Deutsche Rechtsgeschichte 1 págs. 196 ss.; Hattenhauer, Europaische Rechtsgeschichte " Kohler, Bilder pág. 128.
págs. 317 ss. '''' Vid., .al respecro, Dahm, Das Strafrecht Italiens im ausgehenden Mittelalter, 1931.
100 § 10 Breve recorrido por la hisroria del Derecho penal alemán Vi. La lUisrraciíSn 101

1 2 9 8 " ) ; y en el siitgimiento de u n a generación de juristas c a n ó n i c o s y seculares q u e se f o r m a - sirvió de base para el D e r e c h o c o m ú n hasta el gran m o v i m i e n t o codificador acaecido en el c a m -
ron en las Facultades de D e r e c h o del n o r t e de Italia (Bolonia, Pavía, Padua) con a n t e r i o r i d a d , e b i o del siglo XVIII al X I X . Lo nuevo q u e resulta d i g n o d e atención en esta época es el surgi-
incluso t i e m p o después, en la fundación de las primeras universidades centroeuropeas (Praga 1 3 4 8 , m i e n t o de u n a C i e n c i a del D e r e c h o p e n a l alemana, sobre la base y en relación c o n la C i e n c i a
Cracovia 1 3 6 4 , Viena 1 3 6 5 , H e i d e l b c r g 1 3 8 6 y C o l o n i a 1388) ^''. La creación de la C á m a r a I m - jurídica c o m ú n europea. Su m o d e l o fueron las teorías de los jutistas italianos y españoles, e n t r e
perial de j u s t i c i a (1495) reforzó el afán de u n D e r e c h o imperial u n i t a r i o . Sobre la base d e un los c u a l e s / / / / « « Clarus ( 1 5 2 5 - 1 5 7 5 ) , Tiberhís Decianus ( 1 5 0 9 - 1 5 8 2 ) ^ ' ' y Didücus Covarrubias
C ó d i g o penal territorial, la C o n s t i t u t i o Criniinalis Bambergensis (1 507) ^', la grandiosa creación ( 1 5 1 7 - 1 5 7 7 ) ^ ' h a n t e n i d o u n a influencia especial en A l e m a n i a . .íKdemás, u n a fuente i m p o r t a n t e
del juez d e la C o r t e de Bamberg/o/)/Z«n Freiherrn von Schwarzenberg und Hohenlandsberg^^, fue d e la Ciencia del D e r e c h o penal e m e r g e n t e fue el D e r e c h o c a n ó n i c o , q u e estaba presente c o n la
redactada en i d i o m a a l e m á n la C o n s t i t u t i o C r i m i n a l i s C a r o l i n a bajo el t í t u l o g e r m a n o de j u r i s p r u d e n c i a d e los Tribunales eclesiásticos, la relativa a la confesión y la Teología moral. E n
"Keyser Karls des fünfften, u n d des heyligen R ó m i s c h e n Reichs peinlich G e r i c h t s o r d n u n g " , y especial, el p r i n c i p i o de culpabilidad del D e r e c h o c o m ú n se ha desarrollado t a n t o a partir del
aceptada en R e g e n s b u r g o en el a ñ o 1 5 3 2 p o r el P a r l a m e n t o Imperial ^•'. Fue " m a t e r i a l m e n t e , en D e r e c h o r o m a n o c o m o del c a n ó n i c o -^. Los configuradores más significativos de la Ciencia del
su esencia, obra d e Schwarzenberg" (Eherhardt Schmidí) y p e r m a n e c e " c o m o m u e s t r a extraordi- D e r e c h o penal a l e m a n a del siglo XVII fueron Benedict Carpzov ( 1 5 9 5 - 1 6 6 6 ) c o n su o b r a p r i n c i -
naria y p o d e r o s a d e la legislación a l e m a n a en la época d e la recepción del c a m b i o de la E d a d pal "Practica nova Imperialis Saxonica r e r u m c r i m i n a l i u m " ( 1 6 3 5 ) ^ ' , en el siglo X V I I I / . 5 . i ;
Media al N u e v o Régimen"(íi Hippet). La C a r o l i n a fue, anre t o d o , u n a O r d e n a n z a del proceso Bohn ( 1 7 0 4 - 1 7 7 2 ) c o n los " E l e m e n t a j u r i s p r u d e n t i a e c r i m i n a l i s " ( 1 7 3 2 ) 30 asi c o m o
penal q u e d e b i ó superar los i n c o n v e n i e n t e s d e la A d m i n i s t t a c i ó n de Justicia, a u n q u e t a m b i é n Christian Thomasius ( 1 6 5 5 - 1 7 2 8 ) q u e c o n su lucha en c o n t r a de la o p r e s i ó n teocrática, las su-
c o n t e n í a las principales disposiciones sobre los delitos y su castigo ^'^. C o m o Ley imperial c o n d u - persticiones y a b s u r d a s creencias en las b r u j a s ^ ' ha sido u n precursor d e la Ilustración . No
jo hacia el éxito a la c o n c e p c i ó n j u r í d i c o - p ú b l i c a d e la p e n a y o r i g i n ó el r e c o n o c i m i e n t o del D e - o b s t a n t e , el i m p u l s o d e la Ciencia, q u e ya alcanzó a c o n o c e r u n sistema teórico d e d u c t i v o ^^,
recho penal c o m o u n a institución jurídica q u e ya no d e p e n d i e r a d e la arbitrariedad del más fuer- v i n o a c o m p a ñ a d o d e u n a decadencia de La praxis del Derecho penal. La c r u e l d a d d e las penas cor-
te, sino q u e tenía q u e servir al bien c o m ú n y c o r r e s p o n d e r s e c o n las necesidades de justicia d e la porales y d e m u e r t e ^^, la absoluta i n c e r t i d u m b r e d e la p o e n a extraordinaria y las penas d e sospe-
colectividad (art. 104). En la C a r o l i n a ya son r e c o n o c i d o s i m p o r t a n t e s c o n c e p t o s básicos de la cha, a través de la i n t r o d u c c i ó n de la absolutio ab instantia (en lugat de la a b s o l u c i ó n ) y, en fin,
Parte General y t a m b i é n , a u n q u e p a r c i a l m e n t e , se f o r m u l a n c o n u n lenguaje vigoroso y expresi- la utilización sin escrúpulos del t o r m e n t o , c o n d u j o a u n t e m i d o régimen caracterizado p o r u n
vo aspectos tales c o m o el p r i n c i p i o d e culpabilidad, d e t e r m i n a d a s causas d e justificación, la t e n - P o d e r Judicial q u e poseía la más absoluta libertad para la arbitrariedad. E n la A l e m a n i a del siglo
tativa y la participación. La descripción de los tipos delictivos fue recogida c o n frecuencia en el X V I I la i n t r o d u c c i ó n d e la p e n a de prisión, q u e t o m ó c o m o m o d e l o el presidio de A m s t e r d a m
D e r e c h o nacional. En el D e r e c h o procesal al m e n o s fue e m p r e n d i d o u n i n t e n t o de reforma a ( 1 5 9 5 ) , c o n s r i t u y ó u n cierto c o n t r a p e s o frente a la dureza de la praxis j u r í d i c o - p e n a l a n u n c i á n -
través de la n u e v a o r d e n a c i ó n del proceso inquisitorial, especialmente p o r m e d i o d e la c o m p r o - dose así la llegada del c a m b i o i n m i n e n t e ^^.
bación d e los presupuestos de la t o r t u r a ^ ^

V I . La I l u s t r a c i ó n
V. El D e r e c h o c o m ú n
El lastre espiritual d e la E d a d M e d i a fue definitivamente sacudido p o r la Ilustración, q u e
A pesar de la cláusula d e salvedad c o n t e n i d a en el prefacio d e la C a r o l i n a en beneficio d e c o n la f u n d a c i ó n d e u n a Política criminal racional i n t r o d u j o la É p o c a m o d e r n a d e la A d m i n i s -
los poderes territoriales "antiguos, justos y d e uso c o n s e n t i d o " , el n u e v o D e r e c h o imperial se i m -
puso en la A d m i n i s t r a c i ó n de Justicia penal gracias a su cualidad s u p e r i o r en relación c o n los ^'' Vid. Schajjitein, Die europaische Strafrechtswissenschaft im Zeitalter des Humanismus págs. 38 ss.
Derechos particulares, y llegó a regir c o m o fuente jurídica subsidiaria en algunos territorios ale- ^^ Vid. Schaffitein, Die europaische Strafrechtswissenschaft im Zeitalter des Humanismus págs. 69
ss.; V. Weber, Studi in memoria di Paolo Koschakcr págs. 339 ss.
manes hasta el S t G B de 1870 de la Federación del N o r t e . Allí d o n d e surgieron las codificaciones
-^ Vid. Kuttner, Kanonistische Schuldlehre, 1935.
propias de los Estados territoriales, éstas t o m a r o n c o m o riguroso m o d e l o a la C a r o l i n a q u e , con
^' V. Weber, Rosenfeld-Festschrift págs. 29 ss.; Schaffitein, GS 101 (1932) págs. 14 ss.; Kroeschell,
ello, llegó a c o m p l e t a r s e con las O r d e n a n z a s imperiales de policía de 1 5 3 0 , 1548 y 1 5 7 7 c o n sus
Deutsche Rechtsgeschichre págs. 3 ss., 93 ss. Vid., además, v. Weber, Influencia págs. 6 ss. llamando la aten-
n u m e r o s a s disposiciones penales para la p r o t e c c i ó n del " b u e n o r d e n " ; d e este m o d o , la C a r o l i n a ción acerca de las crecientes citas españolas en Carpzov. Los textos de la Practica nova pueden encoiurarse
en: Sellen/Rüping, Studien-und Quellenbuch págs. 311 ss.
" Vid. Kantorowicz, Albertus Gandinus und das Strafrechr der Scholastik, Tomo II, 1926. Vid., ade- ' ° Vid. sobre ello Boldt, J o h a n n Samuel Friedrich v. Bohmer u n d die g e m e i n r e c h t l i c h e
más, Engelmann, Dic Schuldlehre der Postglossaroren, 1895. Strafrechtswissenschaft, 1936.
^^ Vid. Dahm, Zui Rezeption des rómisch-italienischen Rechts, 1960. ^' Knetihühler, Die Überwindung von Hexenwahn und HexenprozeS, 1977.
•^' Vid. Brunnenmeister, Die Quellen der Bambergensi.s, 1879. ^' Vid. Erik Wolf, Grotius, Pufcndorf, Thomasius págs. 97 ss.; el mismo, Grol?e Rechtsdenker págs.
-2 Vid. Erik Wolf, Grol?e Rechtsdenker págs. 102 ss. 371 ss.
^^ Vid. Güterbock, Die Enrstehung der Carolina, 1876; Eb. Schmidt, Zeitschrift der Savigny-Stiftung, '^ Vid. Schajjstein, Die allgemeinen Lehren págs. 26 ss.
Germ. Abt. 53 (1933) págs. 1 ss.; v. Weber, ibidem 77 (1960) págs. 288 ss.; Kohler/Scheel {^AÍS), Constirutio ^"^ Una modalidad especial de ellas fue la pena de galeras; sobre ello vid. Carien, Z S t W 88 (1976)
Criminalis Carolina, 1900. págs. 557 ss.
^'' y?«/)/«^, Grundrif? págs. 38 ss. ^^ Vid. V. Hippel, XSiW 18 (1898) págs. 429 ss., 608 ss. Textos de las ordenanzas de presidio de
^^ Vid. Eb. Schmidt, Inquisitionsprozefi und Rezeption, 1940; el mismo, Einführung págs. 125 ss. aquella época pueden encontrarse en: Sellen/Rüping, Studien-und Quellenbuch págs. 297 ss.
102 § 10 Breve recorrido por la hisrona tic! Oerecho penal alemán § 1 1 La reforma del Derecluí penal material aletnán 103

tracióii de Justicia. El pensamiento racional del Derecho natural condujo a la pregunta acerca para los Estados prusianos de 1851 que fue redactado en parte bajo la dirección de Savigiiy y
del sentido y finalidad del Derecho criminal, el ideal humanitario al triunfo de la pena de pri- recibió la influencia del Código penal francés de 1810 aunque sin asuinir su dureza preventivo-
sión (cuyas imperfecciones en la ejecución han sido siempre visibles ^''), la secularización del De- gcneral ' . La Ciencia del Derecho penal del siglo XIX, a la que en especial hay que agradecer
recho penal a la división entre el Derecho y la religión, y la vinculación entre el poder punitivo el manteniíriiento de la unidad del Derecho petial a pesar de su dispersión tetritorial, alcanzó
con la teoría del contrato del Estado al principio de legalidad. La Ilustración fue ptotagoni/.ada tina considerable amplitud y altura con Mitiermaier (1787-1867)'''', v. Wiichter (1797-1880),
por una literatura político-jurídica magnífica, cuyos principales representantes en Francia han Kiistlin (1813-1856), Hdlscbner (1817-1889), Luden (1810-1880), Derner (1818-1907) y v. Bar
sido Montesquieu ("Esprit des lois", 1748), Voltaire ("Ptix de la justicc et de l'humanité", 1777) (1836-1913). Sus teorías constituyeron la fase preparatoria de la Dogmática penal que futida-
y Rousseau ("Coiitrat social", 1762) aunque este último nació en Ginebra, en Inglaterra, Bentham menta el Detecho vigente (vid. infra § 22 I).
("Introduction to the principies of moráis and Icgislation", 1780), en Italia Beccaria ("Dei delitti
e delle pene", 1764) y en hustíajoseph v. Sonnenfels ("Über die Abschaffung derTortur", 1775).
En Alemania deben ser mencionados especialmente Samuel Piifendorf {1632-1694) con su teoría VIII. El origen del Código penal imperial de 1871
iusnaturahsta de la libertad y la imputación ^^, Christian Wolff(\7G9-\754) como el gran siste-
mático del Derecho natural y F.K. Hommel {1722-1781) como el precursor del principio de pro- El Código penal imperial alemán de 1871 no fue de nueva creación, sino que tan sólo ex-
porcionalidad entre el delito y la pena. El cierre y, simultáneamente, el punto álgido de la Ilus- tendió la validez del StGB de la Federación del Norte a los Estados surei'ios que habían ingresado
tración para el Derecho penal viene constituido por el más significativo de los criminalistas de la en dicha Federación por incdio de los Tratados del mes de noviembre de 1870. Pero también el
primera mitad del siglo XIX, PaulJohann Anselm v. Feuerbach (1775-1833), que fundó la Dog- StGB de la Federación del Norte fue, por su parte, tan sólo una reeláboración del StGB prusiano
mática jurídico-penal moderna por su claridad conccptualizadora y la construcción de un sisre- de 1851 cuyas raíces se remontan a la priinera mitad del siglo XIX''^ A pesar de que el RStGB
ma encerrado en sí mismo (Revisión 1799/1800); Lehrbuch 1801)^^. En la legislación destaca de 1871 se dirigió más hacia el pasado que hacia el fururo y de que la necesidad de su reforma
Prusia, que ya en el año 1740 bajo el reinado de Federico el Grande había abolido la tortura, con en atención al gran cambio de las relaciones sociales, hizo emerger el refinamiento de la Dogmá-
el Derecho territorial general (1794), cuya parte dedicada a las disposiciones penales (Parte II, tica y el surgimiento de la Criminología, fue continuamente renovado, completado y adaptado
Título XX) fue redactada por Suarez^'^y Klein^'^. En Baviera surgió el Codex juris criminalis por leyes de reforma , extendiendo su validez hasta el 31.12.1974, y sigue estando vigente to-
Bavarici (1751) creado por v. Kreittmayr y en Austria la Constitutio Criminalis Theresiana davía en la actualidad en ámbitos extensos de la Parte Especial si bien con profundas modifica-
(1768). Mientras que los tres códigos citados constituyeron el cierre de la época del Absolutismo ciones (en relación con el origen del Código penal imperial alemán vid., más detalladamente, la
ilustrado''", el Proyecto de Código penal de 1813 para el Reino de Baviera realizado por Feuerbach 2.^ Ed. pág. 74 de esta obra).
junto con el Código penal de 1810 fueron el modelo más importante de la codificación del siglo
XIX. El Derecho penal se sometió al dominio del principio de legalidad formulado por Feuerbach
(nullum crimen, nulla poena sinc lege). § 11 La reforma del Derecho penal material alemán

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104 § 11 La reforma del Derecho penal material alemán § 1 1 La icíorma de! Derecho penal material alemán 105

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pénale? Índice pénale 1992, pág. 15; Peters/Lang-Hínriehsen, Gruiidfragen der Sttaftechtstefotm, 1959; ejecución parece faltar p o r el m o m e n t o u n c o n c e p t o claro. N o o b s t a n t e , en u n p a s a d o reciente
Pillshury, Undetstanding Penal Reform, Journal of Ctiminal Law 80 (1989) pág. 726; Regge/Schubert (Edts.), algunas materias concretas h a n sido objeto u n a nueva regulación, en especial a través de la 1.
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S t V R G de 9 . 1 2 . 1 9 7 4 ( B G B l . I pág. 3 3 9 3 , 3 3 3 3 ) , la Ley q u e c o m p l e m e n t a a ésta d e 2 0 . 1 2 . 1 9 7 4
ReifnerlSonnen (Edrs.), Strafjustiz und Polizei im Dtitten Reich, 1984; Rief, Prolegomena zu einer
( B G B l . i pág. 3 6 8 6 ) , la S t V Á G d e 5 . 1 0 . 1 9 7 8 (BGBl. 1 pág. 1645) y la Ley d e p r o t e c c i ó n de his
Gesamtreform des StrafVerfahrensrechts, Festschfift für K. Scháfer, 1980, pág. 155; Postad, Les ttaits actuéis
de la politique criminelle en Norvcge, Archives de politique ctiminelle, Nr. 6, 1983, pág. 209; Roxin, Die víctimas en su redacción de 7 . 4 . 1 9 8 7 (BGBl. I pág. 1074) \ Modificaciones adicionales h a n traído
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GA 1984, pág. 297; elmismo, Bibliogtaphie zum Straftecht im Nationalsozialismus, 1985; Rüthers, Entartctes
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mismo, Bericht und Votentwurf zur Revisión des Allg. Teils des Schweiz. StGB, 1957; el mismo, O ú est la ' Al respecto, Th. Weigend, N J W 1987, pág. 1170, así como Kühne (Ed.), Opferrechte im
StrafprozeR, 1988.
106 § 11 La reforma de! Derecho j")enal material alemán IV. La labor de letornia durante la República Ledcral 107

i;lobal del proceso p e n a l ' ' . La reforma de todas estas materias d e m u e s t r a ya u n esfuerzo global in. La reforma del D e r e c h o penal d u r a n t e la é p o c a del n a c i o n a l - s o c i a l i s m o
del legislador q u e en el c o n t e x t o del D e r e c h o c o m p a r a d o devuelve al D e r e c h o penal a l e m á n , y la reacción de las fuerzas de o c u p a c i ó n
i n c l u y e n d o t a m b i é n al proceso penal, a la ejecución de la p e n a y al D e r e c h o d e c o n t r a v e n c i o n e s ,
1. De los profundos ataques del régiiiuij totalitario al Derecho penal ran sólo unos pocos han sido du-
el rango q u e a n t e r i o r m e n t e poseía.
raderos. La ley de delincuenrcs habituales de 1933 asumió de los anteriores proyectos las medidas de asegu-
ramiento y corrección, la arenuación facultativa en ca.sos de imputabiiidad disminuida ( § 5 1 II en su redac-
ción anterior) y la disposición penal en coiura de la embriaguez plena (§ 330 a, en su anrerior redacción).
I. La reforma hasta la Primera Guerra M u n d i a l
La Ordenanza de unificación del Derecho penal (StrafrechrsanglcichungVO) de 1943 inrrodujo la limita-
Durante la etapa del Imperio se introdujeron unas pocas novedades en el StGB motivadas por las cir- ción de la accesofiedad en la participación (§ 50 1, en su antigua redacción). La JGG de 1943 llevó a efecro
cunstancias Temporales de la época. La reforma global tuvo que ser preparada a través de un Proyecro (1909) una concepción moderna del Derecho criminal juvenil que, rodavía parcialmenre, fundamenta la vigente
en el que todavía eran dominantes las ideas de la Escuela clásica, al que los profesores Kahl, v. Lilienthal, v. J G G de 1953. Pot el conttario, el Proyecro de 1936 redacrado por la Comisión oficial de Derecho penal no
Liízty James Goldschmidt opusieron un Contraproyecto (191!) más avanzado. La primera Comisión de Dere- fue promulgado por el Gobierno del Imperio porque, enrreranto, las fuerzas radicales habían obtenido la
cho penal redactó el Proyecto de 1913 que, sin embargo y como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, mayoría (vid. más deralladamente, la 2.-' Ed. de esta obra, págs. 75 ss.) '"*. Los rrab:ijos dirigidos a la elabora-
no siguió adelante en el proceso legislativo (vid., más detelladamente, la 2." F.d. de esta obta págs. 75, 81). ción de un proyecto fueron continuados durante la guerra en el Ministerio de Justicia y, de hecho, fructifi-
caton en el aiio 1944 con otto proyecto de Código penal que debería eiurat en vigor en ei aiío 1945 '.

2. Por medio de la Ley del Consejo de Control núm. 11 del año 1946, \zi fuerzas de ocupación elimi-
II. La labor de reforma p o l í t i c o - c r i m i n a l d e la R e p ú b l i c a d e W e i m a r naron la adnnsibilidad de la analogía, la determinación altctnativa del hecho (§§ 2, 2b en su anterior redac-
ción), así como la medida consistente en ¡a castración de peligrosos delincuentes sexuales (§ 42 k en su
1. La r e n o v a c i ó n p o l í t i c a del I m p e r i o tras la d e r r o t a de la G u e r r a M u n d i a l , el esfuerzo
anterior redacción). Debido a la permanente profundización en la división de Alemania en la República
del G o b i e r n o en u n a mejora radical en el á m b i t o de la política social, la influencia creciente de
Federal y en la República Democrática, desde el año 1949 se petdió la unidad jurídica en el ámbito del
la Escuela M o d e r n a del D e r e c h o penal sobre la o p i n i ó n p ú b l i c a y la e n t r a d a en la política activa Derecho penal (vid. 2.=' Ed. de esta obra, § 9). Ésta fue recuperada en el año 1990.
de penalistas teóricos {Radbruch, Kahl), trajeron consigo la labor de reforma de la R e p ú b l i c a d e
W e i m a r q u e hasta la gran reforma c o n t e m p o r á n e a c o n s t i t u y ó la base del D e r e c h o penal a l e m á n .
La nueva configuración de la p e n a d e m u l t a , la creación de u n D e r e c h o penal juvenil especial, la rV. La l a b o r de reforma d u r a n t e la R e p ú b l i c a Federal
reforma penitenciaria y la i n t r o d u c c i ó n d e la cancelación d e los a n t e c e d e n t e s penales c o n vistas a
la rehabilitación del c o n d e n a d o , fueron las principales conquistas de la legislación d e aquella época. A n t e t o d o , la legislación d e la República Federal ha renovado progresivamenre la Parre G e -
El c o m p l e m e n t o d e la pena con las m e d i d a s d e seguridad fue ya p r e p a r a d o p o r los distintos p r o - neral del S t G B , e m p r e n d i e n d o así u n a reforma g l o b a l a través d e la 1. S t t R G de 2 5 . 6 . 1 9 6 9
yectos (vid., para más detalle la 2.^ E d . de esta obra, pág. 75) ^ (BGBl. I pág. 6 4 5 ) , la 2. StRG de 4 . 7 . 1 9 6 9 (BGBI. I pág. 7 1 7 ) y la E G S t G B de 2 . 3 . 1 9 7 4 (BGBL
I pág. 4 6 9 ) . La Parte Especial fue a s i m i s m o p r o f u n d a m e n t e t r a n s f o r m a d a p o r la citada Ley in-
2. Los trabajos de reforma g l o b a l del D e t e c h o penal c o n t i n u a r o n a ttavés de vatios proyec- t r o d u c t o r i a ( E G S t G B ) y n u m e r o s a s leyes d e reforma penal, a u n q u e el desarrollo en este á m b i t o
tos. El de 1919, q u e supuso u n a revisión de la redacción del Proyecto de 1 9 1 3 , trajo consigo avan- no está todavía c o n c l u i d o '".
ces esenciales en la dirección de la Escuela M o d e r n a , a u n q u e en este p u n t o fue a m p l i a m e n t e supe-
En el ámbito de la Parte General, la Constitución ya había abolido la pena de muerte (art. 102 GG) y
rado p o r el Proyecto de 1922 redactado p e r s o n a l m e n t e p o r Gustav Radbnich, por aquel entonces
elevado a derecho fundamental la determinación legal de los delitos y las penas (art. 103 11 GG) " . L a primera
Ministro de Justicia^. Los Proyectos oficiales d e 1925 y 1 9 2 7 significaron u n repliegue parcial a las
posturas básicas m á s tradicionales. El p r o m e t e d o r Proyecto d e 1 9 3 0 , redactado p o r la C o m i s i ó n de
^ LK(\ 1.») ijescheck) Introducción, núms. 50 ss., 70. Vid. los Proyectos elaborados enrre 1933 y 1936
Derecho penal del Parlamento Imperial {Reichstag) bajo la dirección de Wilhelm Kahls y que había
y los protocolos de la Comisión de Detecho penal 1933-34 con las bases de las deliberaciones en: Re^elSchuhen
adquirido ya el carácter de u n verdadero c o m p r o m i s o , fracasó p o r la disolución del Reichstag en el
(Edrs.), Qucllen, Abt. II, Tomo 1, pág. 1; 2, 1, 1988; Tomo 1, 2, 1990, págs. 617 ss. En relación con las
a ñ o 1932. Este revés supuso el propio h u n d i m i e n t o de la reforma del D e r e c h o penal de la Repúbli- intensas discusiones acetca del Derecho penal y su aplicación en la época nacional-socialisra: Marxen, Der Kampf
ca de W e i m a r (vid., en más detalle la 2.=" Ed. d e esta obra, págs. 81 ss.) ^. gegcn das libérale Strafrecht, 1975; Rüping, Grundtif? págs. 94 ss.; el mismo, JZ 1984, págs. 813 ss.; £•/ mismo,
GA 1984 págs. 297 ss.; el mismo, Bibliographie, 1985; Spendel, Rechtsbeugang durch Rechtsptechung, 1984;
f/m«mo, Jcscheck-FestschriftTomo 1 págs. 179 ss.; 7íT/?»ríí, Vorbeugungshaft im Diitten Reich, l^&S; Reifner/
'' En este sentido /?;>/?, Scháfer-Festschrift págs. 155 ss. Sonnen (Edrs.), Strafjustiz und Polizei im Dritten Reich, 1984; Gruschmann, Justiz im Dritten Reich, 1988;
' Los enfrentamientos intelectuales duranre estos pocos, aunque decisivos años para el destino de Rüthers, Eiuarreres Recht, 1989; Sricker, Recht und Rcchtslehre, 1992; vid., además, la discutida obra de
Alemania, se reflejaron rambién en las discusiones en torno a la reforma del Derecho penal; vid. Seidl, Der Messerschtnidt/Wüllner, Die Wehrmachtjustiz im Dienste des Nationalsozialismus, 1987.
Strcit um den Strafzweck, 1974. Una perspectiva histórica de la reforma penal la suministra LK{\ 1.^) ijescheck) Sobre ello Wehrle, Jusriz-Strafrecht págs. 661 ss.; acerca del Derecho penal duranre el nacional-so-
Introducción, núms. 48 ss.; Horstkolte, Anfange der Str.afrechtsreform págs. 332 ss. cialismo vid., además, Stolleis, Rechr im Unrecht págs. 29 ss., 221 ss., 233 ss.
' Acerca de la obra de Radbruch Wíissermann, Einleirung págs. 21 ss., en: Arthur Kaufmann (Ed.), Un resumen global puede encontrarse en Jescheck, SchwZStt 91 (1975) págs. 1 ss.; el mismo,
Gustav Radbruch. Gesamtausgabc, Tomo 9. Sobre el Proyecto de Radbnich de 1922, anotaciones propias, SchwZStr 100 (1983) págs. 1 ss,.; para una valoración de conjunto vid. Hirsch, Hilde-Kaufmann-
ibídem págs. 136 ss. Gedachtnisschrift págs. 157 ss. y Baumann, Die grof?e Reform págs. 293 ss.
'' LK(\ 1.") ijescheck) Introducción, núms. 66 ss. " Vid. MaunzIDürig, art. 102 núm. 4, art. 103 núm. 98.
108 § 1 1 La reforma de! Derecho penal material alemán IV. La labor de reforma durante la República Federal 109

Ley para la protección del tráfico vial de 19.12.1952 (BGBl. 1 pág. 832) creó como nueva medida de seguri- antetiores países socialistas '^ y al marco l a t i n o a m e r i c a n o "". En el á m b i t o d e influencia jurídica
dad \A privación del permiso de conducir (§ 42 m en su anterior redacción). La 3. StÁG de 4.3.1953 (BGBl. alemana, el S t G B austríaco de 2 3 . 1 . 1 9 7 4 ha sido r e d a c t a d o en c o n t a c t o recíproco c o n la C i e n c i a
1 pág. 753) dio el paso más importante hacia la modetnización del sistema de sanciones con la introducción y legislación penal a l e m a n a , e n t r a n d o en vigor el m i s m o día q u e lo hiciera la nueva redacción
de la suspensión condicional de la pena (§ 23 en su anterior redacción) y de la libertad condicional (§ 26 en su
a l e m a n a del a ñ o 1975 '^.
anterior redacción), vinculando asimismo a los delitos cualificados por el resultado (por ejemplo, §§ 224,
239 11, 111) al requisito de la imprudencia para salvaguardar el principio de culpabilidad (§ 56 en su anterior b) El curso y los resultados de la reforma a l e m a n a h a n estado d e t e r m i n a d o s p r i n c i p a l m e n -
redacción). La segunda Ley sobre protección del tráfico vial de 26.11.1964 (BGBl. 1 pág. 921) trajo consigo te p o r tres clases de influencias. D u r a n t e los años 1 9 5 4 - 1 9 5 9 la G r a n C o m i s i ó n d e D e r e c h o
la prohibición de conducir como pena accesoria en los delitos relativos al tráfico de vehículos a motor (§ 37 penal, después de diversas investigaciones d o g m á t i c a s y d e D e r e c h o c o m p a r a d o '^, redactó u n
en su anterior redacción), así como un endurecimiento de las disposiciones relativas a la privación del per- p r o y e c t o q u e tras algunas modificaciones en el á m b i t o d e los Lander dio c o m o resultado el Pro-
miso de conducir (§ 42 m II en su anterior redacción). yecto de 1962 q u e el G o b i e r n o Federal envió al P a r l a m e n t o " . La ventaja d e este texto residió
El desarrollo del Derecho penal juvenil fue continuado con la inttoducción en la J G G de 4.8.1953 sobre t o d o en la regulación exacta de los presupuestos d e la p u n i b i l i d a d en la Parte General y en
(BGBl. I pág. 751) de la categoría de los semiadultos hasta la finalización de los 21 años de edad (§ 105 la redacción precisa de los tipos de la Parte Especial. Por el contrario, el sistema de sanciones del
JGG). A través de la OWiG de 15.3.1952 (BGBl. I pág. 177) se inició la descriminalización del Derecho Pfoyecto, q u e apenas p u d o alejarse del viejo c o n c e p t o del D e r e c h o c o n c e b i d o d e u n m o d o repre-
penal de bagatela, prosiguiendo ésta por medio de la OWiG de 24.5.1968 (BGBl. I pág. 481) (vid. supra § 7 sivo y f u n d a m e n t a d o sobre la pena d e prisión, fue m u y p r o n t o b l a n c o d e las críticas ^''. El Pro-
V 1). La EGOWiG de la misma fecha (BGBl. I pág. 503) comportó la reforma de las disposiciones sobre el yecto Alternativo d e S t G B del a ñ o 1 9 6 6 ^ ' tuvo u n a gran influencia sobre la labor d e reforma;
comiso (§§ 40-42 en su redacción anterior). La reforma penitenciaria fije introducida con la adopción y ar- e l a b o r a d o c o m o iniciativa privada p o r parte d e catorce profesores d e D e r e c h o penal alemanes y
monización de una ordenación comiín para los distintos Lander dc\ servicio y la ejecución, que concluyó
suizos, significó el i n t e n t o d e a u n a r en u n solo p o r t a v o z las múltiples voces críticas q u e se levan-
con la Ley penitenciaria de 16.3.1976 (BGBl. I pág. 581).
t a r o n en c o n t r a del E 1 9 6 2 , a u n q u e materializadas en u n a p r o p u e s t a legal elaborada. E n 1968 el
2. El día 1 d e enero de 1 9 7 5 e n t r ó en vigor en A l e m a n i a u n a n u e v a r e d a c c i ó n d e l C ó - A E fue p r e s e n t a d o en el P a r l a m e n t o Federal p o r el G r u p o Pariamentario del F D P y d i s c u t i d o
d i g o p e n a l ( p r o m u l g a d o con fecha d e 2 . 1 . 1 9 7 5 , B G B l . 1 pág. 1). La Parte G e n e r a l fue c o m - j u n t o con el E 1 9 6 2 . El significado de este s e g u n d o proyecto residió sobre t o d o en sus conse-
p l e t a m e n t e transformada, c a m b i a n d o t a m b i é n el o r d e n y la n u m e r a c i ó n d e sus parágrafos. Asi- cuentes propuestas sobre la reforma de las penas y m e d i d a s de seguridad ^^. Para a u n a r a m b o s
m i s m o , la Parte Especial fue p r o f u n d a m e n t e renovada a u n q u e manteniéndo.se en su esencia la
actual o r d e n a c i ó n d e las materias y d e los m í m e r o s de los parágrafos, para n o dificultar innecesa-
r i a m e n t e el trabajo en la praxis. El 1 0 . 3 . 1 9 8 7 tiene lugar la p r o m u l g a c i ó n d e u n n u e v o texto Criminal Code for England and Wales, 1 %'); Jescheck, R. Schmitt-Festschrift pág. 56; respeao a los EE.UU Schwartz,
(BGBl. I pág. 9 4 5 ) q u e i n c o r p o r a las n u m e r o s a s reformas y c a m b i o s i n t r o d u c i d o s c o n p o s t e r i o - Encyclopedia Tomo II págs. 513 ss.; Pilhbury, Journal of Criminal Law 80 (1989) pág. 726. Acerca de la necesidad
ridad al ai'io 1 9 7 5 . de una amplia reforma del Derecho penal en Sudáfrica vid. Steyn, Radzinowicz-Fcstschtift págs. 527 ss.
" WÁ. Jescheck, Spendel-Festschrift pág. 849; 5/)orowf¿y ZStW 94 (1982) págs. 747 ss.yEwa Weigend,
a) La labor de renovación n o r m a t i v a a l e m a n a se p r o d u c e en el m a r c o de im gran m o v i - Z S t W 96 (1984) págs. 188 ss. (Polonia),/«r/jíY^, Baumanu-Festschrift pág. 543 (Checoslovaquia); Kriger,
m i e n t o internación:al dee refc reforma q u e t u v o lugar desde finales d e los años lenta . Éste Zweites deutsch-sowjetisches KoUoquium págs. 367 ss.; Schittenhelm, ZStW 101 (1989) pág. 675; los mis-
perseguía la t r a n s f o r m a c i ó n del D e r e c h o penal d e m o d o q u e p u d i e r a d a r mejor cabida al c a m b i o mos, Strafe und Sanktionensystem im sowjetischen Recht, 1994 (Unión Soviética); Eser/Kaiser/E.Weigend
de las relaciones sociales en la época de u n a sociedad pluralista, a la técnica y a la puesta en (Edrs.), Vom totalitaren zum rechtsstaatlichen Strafrecht, 1993 (países del este de Europa).
peligro d e la existencia h u m a n a c o n la d e s t r u c c i ó n del m e d i o a m b i e n t e ; del m i s m o m o d o , p e r - Vid., sobre ello, Jescheck, Heinitz-Fesrschrifr págs. 717 ss.; Bacigalupo, Strafrechrsreform págs. 115
ss.; Esbozo de Anteprojeto do Código Penal, Parte E.special, 1994 (Brasil).
m i t i ó a s u m i r los avances de la teoría y praxis del D e r e c h o penal y d e la C r i m i n o l o g í a . El m o v i -
" Vid., al respecto, Burgstaller, Strafrechrsreform págs. 39 ss.; sobre la cuesrión relativa a los resulta-
m i e n t o de reforma no sólo fue llevado a c a b o por los viejos países c o n t i n e n t a l e s del O c c i d e n t e
dos de la nueva normativa, el mismo, ZStW 94 (1982) págs. 723 ss.
e u r o p e o '^, sino q u e abarcó t a m b i é n al m u n d o del D e r e c h o a n g l o - a m e r i c a n o '^, al g r u p o d e los
'* Vid. Materialien zur Strafrechrsreform, Tomo 1: Gutachten der Strafrechtslehrer, 1954; Tomo 2:
Rechtsvergleichende Arbeiten, Parre I: AllgemeinerTeil, 1954; Parte II: BesondererTeil, 1955.
'^ Jescheck, MPG-Jahrbuch 1975, págs. 49 ss.; el mismo, Archives de politique cfiminelle núm. 7, " Las acras de las sesiones de la Gran Comisión de Derecho penal flieron publicadas en 14 romos (1956-
1984, págs. 23ss. 1960). Acerca del Proyecro de 1962 vid. la valoración global realizada por Jescheck, ZStW 75 (1963) págs. 1 ss.
'^ Vid. Pradel Le nouveau Code penal, 1994; Zieschang, Das Strafensystem in der Reform, 1992 - Vid., en especial, Peters, Grundfragen der Strafrechtsreform págs. 13 ss.; H. Mayer, Strafrechtsrefotm
(Francia); Marinucci, ZStW 94 (1982), págs. 349 ss.; Stile, Z S t W 96 (1984) págs. 172 .ss.; Pagliaro. Índice für hcute und morgen, 1962; Schultz, JZ 1966, págs. 113 ss.; además, en relación con la dogmática del E
pénale 1992, 15 (Italia); M/r P;«;^. Z S t W 93 (1981) págs. 1293 ss.; Proyecto de Ley Orgánica del Código 1962, Refiérate und Diskussionsbemerkungen át Árthur Kaufmann, Roxin, Welzel, Grünwald, Stratenwerth,
Penal de 1994 (Espaila); Restad, Archives de Politique criminelle núm. 6, 1983, págs. 209 ss. (Noruega); Noli, en las Jornadas de Profesores de Derecho Penal del aíío 1964 en Hamburgo, ZSrW 76 (1964) págs.
Thornstedt, Strafrechtsrefotm págs. (iG ss. (países escandinavos); Spinellis, ZStW 95 (1983) págs. 459 ss. 543 ss.; Kaiser, ZStW 78 (1966) págs. 100 ss.
(Grecia); Verhaegen, SchwZStr 98 (1981) págs. 1 ss.; Ministere de la Justice, Observations de la Commi.ssion Altctnativ-Entwurf eines Strafgesetzbuches, AllgemeinerTeil, 2." Ed. 1969, presentado por
pour la Revisión du Code Penal sur l'Avant-Projet de Code Penal de M . Roberr Legres, 1986 (Bélgica); Baumann, Brauneck, Hanack, Arthur Kaufmann, Klug, Lampe, Lenckner, Maihofer, Noli, Roxin, Schmitt,
Schultz, Bericht und Vorentwurf 1987 (Suiza); Moos, Wilburg-Festschfift págs. 253 ss. (Austtia); Hünerfeld, Schultz, Stratenwerth y Stree con la colaboración de Qiiensel.
JZ 1983, pág. 673 (Portugal);/«í-Aí-c^, Das niederladische StGB págs. 5 ss. Puede verse un resumen en " VM relación con su defensa y crítica vid. las ponencias de Gallas, Armin Kaufmann, Jescheck, Grünwald
Jescheck, EncyclopediaTomo II págs. 483 ss., así como en LK(\\.^) (Jescheck) núms. 108 ss. y las contribuciones a la discusión de las Jornadas de Profesores de Derecho penal de 1967 en Ivlünsrer,
''^ Vid. en relación con Inglaterra, Gliubrook, Encyclopedia Tomo II págs. 490 ss.; Thel/iw Commission, A ZStW 80 (1968) págs. 1 ss. Sobre el efecro del AE Schultz, Baumann-Festschrift^ págs. 431 ss.
lio § 11 La rcfonna del Derecho penal material alemán iV. La laiiür de rctorma durante la República Federal 111

|itoyccios no se requirió un tercer esfuerzo basado en opuiiones científicas o pumos de vista políii- la criminalidad organizada fuerotí introducidas las penas patrimoniales (§ 43 a) y la confiscación
co-criminalcs de escuela. La síntesis de los dos ptoyectos, en cuyo contenido dogmático se impuso (§ 73 d) ^^ El Derecho vigente se ha mantenido en el sistema de la doble vía (§ 61). Una medi-
el E 1962 y en el sistema de penas el AE, hay que agradecetla " a la Comisión especial del ParLimen- da de seguridad nueva, que sobre todo debe servir para delincuentes muhirreincidentes y para el
ío Federal para la reforma del Derecho penal {\^(:>GA'-)(>'-)) cuyo recorrido tuvo el apoyo de la sección aseguramiento y ayuda del reo, es la libertad vigilada (§§ 68 ss.). Prescindiendo de la custodia de
de Derecho penal del Ministetio de Justicia. El Parlamento Federal y el Minisretio se mosiniron seguridad, con carácter general la ejecución de la medida de seguridad es previa a la pena y su cum-
favorables a tur desarrollo progresista, aunque sin formulaciones radicales que caminaran en la di- plimiento es abonado a esta, existiendo la posibilidad de ser sustituido el cumplimiento del testo de
rección de la rciumcia al principio de culpabilidad, la abolición de la pena o la eliminación de la la sanción (§ 67). También está prevista la suspensión condicional de la ejecución de la medida
doble vía. El nuevo Derecho penal pudo ser asumido sin grandes dificultades por la Comisión es- de seguridad (§§ 67 b y c).
pecial y la praxis, e incluso por la población, porque la actitud de la opinión públict en totno a los c) La Parte Especial muestra, a pesar de que su reforma todavía no ha concluido, una ima-
fines y medios del Derecho penal se ha transformado profimdamente más allá de las ftonteras del gen completamente distinta^''. Ya en el año 1968 fue eliminado el Derecho penal político por su
nuuido científico. En realidad no se renunció a la idea de criminalidad y a la necesidad de su lucha, fijación demasiado estrecha a la tensa relación con la RDA, adaptándose de modo consciente a los
pero ésta sí se transformó a favor de una concepción más libre y humana "'. principios de un Estado de Derecho liberal. La 1. StrRG de 25.6.1969 (BGBl. I pág. 645) eliminó
c) Disposiciones características de la nueva Parte General, que sobre todo han servido la punibilidad del adulterio, las relaciones homosexuales entre varones adultos y el bestialismo, re-
para la delimitación y mayor determinación del Derecho penal, fueron el viraje del principio de formó las disposiciones sobre el hurto agravado (§§ 243, 244) e introdujo la protección penal de
personalidad y de territorialidad en Derecho penal internacional (§ 3), la definición del injusto los registros técnicos (§ 268). La 3. StrRG de 20.5.1970 (BGBl. I pág. 505) restringió esencial-
de los delitos de omisión impropia (§ 13), la contraposición del error de tipo y de prohibición mente los denominados delitos de manifestación, especialmente el delito de desótdenes públicos (§
(§§ 16, 17), el reconocimiento de la petturbación psíquica grave (casos extremos de psicopatía, 125). Posteriormente, sin embargo, la Ley de 18.7.1985 (BGBl. I pág. 1511) endureció el § 125
neurosis y anomalía del instinto) como causa de inculpabilidad (§ 20), la definición objetivo- por medio de la prohibición del "enmascaramiento" y del "armamento pasivo", configurando a ambos
individual de tentativa (§ 22), la restricción de la punibilidad de la tentativa ¡nidónea para casos comportamientos como infracción administrativa de la Ley de reuniones. Con los delitos moneta-
de incomprensión burda {"ausgrohem i/nverstand"), la delimitación objetivo-material de las for- rios la sección 8." fue redactada de modo distinto en relación con la falsificación de efectos timbrados
mas de codelincuencia (§§ 25-27) con la exigencia de un hecho principal doloso (§§ 26, 27), la (§ 148). El poderoso cambio de conceptos fundamentales y de las concepciones ideológicas en el
regulación del estado de necesidad "supralegal" (§ 34) y la introducción de una disposición rela- ámbito del honor, la familia y la moral sexual, se evidenció con las transformaciones emprendidas
tiva al error en el estado de necesidad exculpante (§ 35 II). por la 4. StrRG de 23.11.1973 (BGBl. I pág. 1275) en la sección 12.^ relativa a los delitos contra
la familia y en la sección 15^ acerca de los delitos sexuales ^^. Al respecto, la 29. StAG de 31.5.1994
d) Sin embargo, el punto neurálgico de la reforma de la Parte General no residió en los (BGBl. I pág. 1168) ha dado tin paso más: ha eliminado por completo la especial punibilidad de
presupuestos de la punibilidad sino en las penas y medidas de seguridad. La pena de prisión comportamientos homosexuales y ha derogado el § 175. A partir de ahora, por medio de un único
tínica (§ 38) vino a sustituir a las de presidio, prisión y arresto. La pena de prisión tiene como precepto (§ 182), los jóvenes de ambos sexos de 14 y 15 años están protegidos frente a acciones
límite mínimo un mes (§ 38 II), aunque tan sólo es admisible excepcionalinente por debajo de sexuales cuando el autor se sirve para ello de determinadas relaciones de dependencia ^^.
los seis meses (§ 47). La agravación obligatoria para casos de reincidencia fue derogada (§ 48 en
su redacción anrerior). La suspensión a prueba de la pena y la libertad condicional han sido am- La regulación definitiva sobre la interrupción del embarazo está todavía ausente. La solu-
pliadas considerablemente (§§ 56-57). La 23. StAG de 13.4.1986 ha mejorado aiin más esta ción del plazo prevista por la 5. StRG de 18.6.1974 (BGBl. I pág. 1297) fue declarada inconsti-
regulación. Con la 20. StAG de 8.12.1981 se introdujo para la cadeira perpetua, como conse- tucional por el Tribunal Constitucional Federal (BVerfGE 39, 1) ^'. En vista de ello, la 15 StAG
cuencia de una sentencia del Tribunal Constitucional Federal (BVerfGE 45, 187), la posibilidad de 18.5.1976 (BGBl. I pág. 1213) introdujo la solución de las indicaciones. Tras la adhesión de
de su suspensión tras quince años de cumplimiento (§ 57 a). En la pena de multa el legislador la anterior RDA coexistió junto a aquélla la solución del plazo, vigente hasta entonces en la zona
asumió el sistema de cuota diaria, con lo que para la determinación de la cuantía de ésta se parte oriental, aunque el art. 31 IV EV declaró como una "misión del legislador común" la creación
de la renta neta real o futura (§ 40). La pena de multa de hasta 180 días-multa puede ser susti- de una nueva regulación unitaria. La Ley de ayuda a las embarazadas y a la familia de 27.7.1992
tuida por la amonestación con reserva de pena en atención a circunstancias especiales (§ 59). (BGBl. I pág. 1398) ha previsto la solución del plazo con el deber de asesoramiento para el con-
Para evitar la ejecución de la prisión por impago de multa (§ 43) el condenado puede cumplir
con ttabajos en beneficio de la comunidad (art. 293 EGStGB). Para una lucha más eficaz contra
^^ Sobre ello Mohrenschlager, wistra 1992, págs. 283 ss., 285 ss.
-'' Lenckner, Dcr Besondere Tcil des StGB págs. 325 ss.
•'^ Las deliberaciones de la Comisión especial están publicadas en los expedientes del V. Wahlperiode •" En relación con el § 175 Jescheck, Homoscxualitat (rechtiich), en: Staatslcxikon der Gorres-
1.-130 Sesión, VI. Wahlperiode 1.-76 Sesión y del VIL Walilpcriode 1.-91 Sesión. En relación con el méto- Gesellschaft Tomo 3 págs. 3 ss.
do de trabajo vid. BT-Drucksache V/4094 págs. 1 ss. En el VIH. Wahlperiode no se constituyó ninguna ^^ Sobredio, Schroeder, NJW 1994, pág. 1501.
comisión especial. Por el contrario, el Tribunal Constitucional austríaco y el Consejo Constitucional francés no han
^-^ Vid., para más deaWesJescheck, SchwZStr 91 (1975) págs. 11 ss. Además, ZStW 86 (1974) págs. puesto reparos a las respectivas disposiciones del nuevo Derecho austríaco y francés, correlativas al § 218 a
,303 ss.; Kaiser, ZStW86 (1974) págs. 349 ss.; el mismo, Maurach-Festschrift págs. 25 ss.; c/m«mo, Tendcnzen alemán en su anterior redacción, al poseer estos países una situación jurídico-constitucional distinta (a! res-
págs. 29 ss.; Ph. Graven, ZStW 80 (1968) págs. 199 ss. pecto,/«C/ÍCC^, Jahrbuch der MPG 1975, pág. 56).
112 § 1 1 La reforma de! Derecho jieiial material alemán IV. La labor de reforma durante la República Federa! 113

junto del territorio federal. Sin embargo, el Tribunal Constitucional Federal, por medio de la contra el Delito de 28.10.1994 (BGBl. I pág. 3186) ha ampliado el tipo de la instigación al
.sentencia de 28.5.1993 (BVcrfGE 88, 203), ha declarado nulos los §§ 218 a I (.solución del pla- amotinamiento popular (§ 130), agravando asimismo las normas relativas a las lesiones corpora-
zo) y 219 (regulación del asesoramiento), siendo sustituidos por el § 219 ha.sta la entrada en les (§§ 223 .ss.).
vigor de una nueva regulación (BGBl. 1993 I pág. 820), de acuerdo con las prescripciones del § 31
La Sección 28." de la Parte Especial sobte los delitos contra el medio ambiente fue creada
11 BVerfGG. En realidad, a diferencia de la BVerlGE 39, 1, no se ha cuestionado la impiniidad de
por la 18. StÁG de 28.3.1980 (BGBl. I pág. 373), agrupando las disposiciones referidas a la
la interrupción del embarazo llevada a cabo por un medico dentro de las doce semanas |X)steriores
protección de las aguas y el aire, a la evacuación de residuos peligrosa para el medio ambiente,
a la concepción, pero se ha mantenido el carácter antijurídico del ataque. Las cau.sas de justifica-
así como a la protección frente a la contaminación sonora y radiaciones ionizanres que, en su
ción contenidas en el § 218 a 11 (indicación terapéutica) y III (indicación eugenésica) rigen todavía
mayoría, ya estaban contenidas en la legislación penal especial. Las nuevas normas castigan, asi-
como Derecho vigente tal y como reconoce la propia sentencia. Todavía no ha sido llevada a
mismo, comportamientos imprudentes y previenen diferentes agravaciones en caso de grave pe-
efecto una regulación legal a escala federal acerca de las cuestiones que quedan sin resolver^".
ligro para el medio ambiente (§ 330). De acuerdo con el § 330 d núm. 1, el concepto de las
Acontecimientos de actualidad condujeron hacia nuevas disposiciones sobre el secuestro aguas abarca también al mar y, de conformidad con ello, el § 5 núm. llextiende la potestad
dirigido a la extorsión (§ 239 a), la toma de rehenes (§ 239 b) y las agresiones al tráfico aereo punitiva alemana a hechos llevados a cabo sobre el zócalo continental alemán que consistan en la
(§ 316 c), a través de las 11. y 12. StÁG de 16.12.1971 (BGBl. I pág. 1977, 1979), así como polución de las aguas (§ 324), la eliminación de residuos peligrosa para el medio ambiente (§
a un endurecimiento de las disposiciones penales sobre terrorismo (§§ 126, 129 a) por medio 326), comportamientos gtavementc amenazadores del medio ambiente (§ 330) y su puesta en
de la 14. .StÁG de 22.4.1976 (BGBl. I pág. 1056) y la Ley de 19.12.1986 (BGBl. I pág. 2181). grave peligro por medio de la liberación de sustancias tóxicas (§ 330 a) ^'. La 3 1 . StÁG de
La Ley para la lucha contra el terrorismo de 19.12.1986 (BGBl. I pág. 2566/67) agravó el § 27.6.1994 (BGBl. I pág. 1440) ha introducido una disposición penal referida a la contamina-
129 a, renovó el § 130 a relativo a la instigación a la coinisión de hechos punibles e introdujo ción terrestre (§ 324 a), expandiendo y endureciendo, asimismo, el Derecho penal medioam-
el § 305 a) concerniente a la destrucción de importantes medios de trabajo. Por motivos de biental vigente.
mayor claridad jurídica, la 13. StAG de 13.6.1975 (BGBl. I pág. 1349) también ha procedido
a una nueva configuración de la regulación del § 142 relativo al alejamiento no permitido del De un considerable significado práctico son, además, la transformación de la Sección 19."
lugar del accidente. sobre encubrimiento y receptación, y la reordenación de la Sección 29." sobre delitos cometidos
por funcionarios ptiblicos a la que sirven de base las definiciones de funcionario ptiblico (BGHSt
Además, la primera Ley sobre la Lucha contra la Criminalidad Económica de 29.7.1976 31, 264 [267 ss.]), juez y personas obligadas especialmente al servicio público ( § 1 1 1 núms. 2-4).
(BGBl. I pág. 2034), con la introducción de las disposiciones penales relativas al fraude de sub-
f) La promoción del proceso descriminalizador del Derecho penal ^^ ha encontrado eco
venciones (§ 264) y la estafa de crédito (§ 265 a), abarcó por primera vez dos formas típicas de
tanto en la Parte Especial como también en el Derecho procesal penal. En relación con la prime-
la modetna delincuencia de cuello blanco ("White-collar-crime") a través de la creación de nue-
ra ha sido suprimida la anterior Sección 29." relativa a [asfaltas. En los supuestos de hurto y
vos tipos de peligro en los que el suministro de la información falsa es suficiente para la punibili-
apropiación indebida de cosas de escaso valor fue introducido, además, la necesidad de interpo-
dad y donde, incluso, el acaecimiento del daño patrimonial al que el dolo se dirige no necesita
ner querella penal (§ 248 a); este precepto también resulta aplicable a otros delitos patrimoniales
ser probado. Animismo, las insolvencias punibles fueron trasladadas de la Ordenanza concursal a
(por ejemplo, §§ 259 II, 263 IV, 265 a III, 266 III). Otros dos preceptos del Derecho procesal
la Sección 24." del Código penal (§§ 283-283 d), se adaptaron a las necesidades político-crimi-
penalv^n dirigidos también a la desctiminalización. Como excepción al deber de persecución de
nales de la lucha contra la bancarrota fraudulenta y se amoldaton mejor a las exigencias del prin-
oficio, la Fiscalía puede archivar el proceso sin necesidad de la aprobación del Tribunal en deliros
cipio de culpabilidad. Finalmente, en la Sección 25." fueron sustituidos los delitos de usura (§§
menos graves que posean una pena cuyo límite mínimo no sea el de prisión agravada, siempre
302 a-f en su redacción anterior) por una sola disposición penal contra la usura (§ 302 a) que,
que los daños y la culpabilidad del autor sean de escasa importancia y no exista ningún interés
además de la denominada usura arrendaticia y crediticia, incluye el aprovechamiento engañoso y
público en su persecución penal (§ 153 I 2 StPO). Asimismo, a través del § 153 a StPO tam-
usutero en otras prestaciones. La segunda Ley para la Lucha contra la Criminalidad Económica
bién ha sido introducida la posibilidad de retirar provisionalmente la acusación por parte de la
de 15.5.1986 (BGBl. 1 pág. 721) ha continuado este desarrollo. Se tienen en cuenta los cambios
Fiscalía bajo la imposición de condiciones e insttucciones, siempre que su disposición sea idónea
técnicos y económicos de las formas de operar en el ttáfico negocial, incluyéndose así normas
para hacer desaparecer el interés público en la persecución penal y no se oponga a ello la grave-
penales dirigidas a combarir la criminalidad informática, a proteger el tráfico de pagos que no se
dad de la culpabilidad del autor (vid. siipra § 8Vi 1). E\ Tribunal posee también facultades simi-
realizan en efecrivo y a la tutela de personas que buscan inversiones fiscalmente beneficiosas o de
lares (§§ 153 II, 153 a II StPO).
alto riesgo. Por medio de la OrgKG de 15.7.1992 también han sido introducidas disposiciones
penales adicionales destinadas a mejotar la lucha contra la criminalidad organizada: el hurto en 3. El nuevo Derecho penal creado desde la Reforma de 1969 ha superado hasta el momen-
cuadrilla (§ 244 a), las bandas dedicadas a la receptación (modificación del § 260) y las que lo to su período de prueba'^. No obstante, en un futuro inmediato le esperan misiones nuevas e
hacen profesionalmente (§ 260 a), así como el blanqueo de capitales {§ 261). La Ley de Lucha

" Sobre todo ello, //.-/. Alhrecht/Heine/Meinberg, ZSrW 96 (1984) págs. 943 ss.
^- Al icspeao, Achenbach, ]\iS 1980, págs. 82 ss., 86 ss.; Naucke, GA 1984, págs. 199 ss.
^^ No obstante, deberá ser tenida en cuenta la nueva regulación introducida por la Ley de reforma de ^^ Jescheck, MPG-Jahrbuch 1980 págs. 18 ss.; el mismo. Archives de politique criminelle núm. 8,
la .ayuda a las embarazadas y a la familia de 21.8.1995 (BGBl. 1 pág. 1050) (N delT). 1985, págs. 153 ss.; Hirsclj, Hilde-Kaufmann-Gedáchrnisschrifi págs. 133 ss.
]]4 § 12 Fuentes del Derecho pena! federal fuera del StGB í. Derecho ¡u'ual codific;KÍo )• no codiíicado 115

i m p o r t a n t e s . La más p r ó x i m a es la lucha eficaz c o n t r a la c r i m i n a l i d a d organizada. A ella le si- Wechsler, The Model Penal Code and ihe Codification of American Criminal Law, Essays ¡n Honour ofSir
gue la u r g e n t e a m p l i a c i ó n d e la p r o t e c c i ó n del m e d i o a m b i e n t e al clima, los mares, el b o s q u e y León Radzinowicz, 1974, pág. 419.
la c o n t e n c i ó n d e los residuos^ . D e u n significado actual i n m e d i a t o es t a m b i é n la i n t r o d u c c i ó n
d e u n p o d e r s a n c i o n a d o r d e la U n i ó n E u r o p e a a d e c u a d o al E s t a d o d e D e r e c h o (vid. hifra § 18
I. Derecho penal codificado y n o codificado
V i l 3) "^'. U n a futura misión adicional es el c o n t r o l d e la tecnología g e n é t i c a para la preservación
d e los factores hereditarios naturales d e la p e r s o n a ' . M i e n t r a s q u e la lucí la contra la la c n n uinali- 1. El S t G B es, al igual q u e el B G B , p r o d u c t o de la c o d i f i c a c i ó n ', es decir, la regulación
dad organizada y la d o t a c i ó n a los ó r g a n o s d e la U n i ó n E u r o p e a c o n las c o m p e t e n c i a s sanciona- unitaria d e t o d o u n á m b i t o del D e r e c h o en una obra legal s i s t e m á t i c a m e n t e o r d e n a d a ( C o d e x
doras adecuadas p u e d e conseguirse c o n los m e d i o s tradicionales del D e r e c h o penal y del a d m i - significa libro y, en particular, libro de leyes).
nistrativo-sancionador, se p r o p o n e n nuevos d e r r o t e r o s para la p r o t e c c i ó n d e los bienes jurídicos
En Alemania la codificación del Derecho penal comenzó tempranamente. El primer texto codificado
universales de la H u m a n i d a d q u e n o poseen n i n g u n a relación c o n c r e t a c o n los i n d i v i d u o s nece-
del Derecho penal impctial fue la Consritutio Criminalis Carolina de 1532 (vid. supra § 10 IV), A ella le
sitados d e p r o t e c c i ó n o sus c o m u n i d a d e s . D e este m o d o , Hassemer r e c o m i e n d a la i n t r o d u c c i ó n siguieron los grandes Códigos criminales de territorios importantes: en Baviera el Codex Juris Bavarici
d e u n " D e r e c h o intervencionista" q u e o c u p e su lugar e n t r e el D e r e c h o penal y el a d m i n i s t r a t i v o - Criminalis (1751), en Austria la Ley General .sobre los Delitos y su Castigo (1787) de José II y en Prusia el
.sancionador, y q u e d e b a d i s p o n e r d e "garantías m e n o s pretenciosas" q u e el D e r e c h o penal clási- Derecho Territorial General para los Estados Prusianos (1794) que en el Título 20 de la Parte II contenía
co ^^. Por el c o n t r a r i o , Stratenwerth q u i e r e c o n e c t a r la p r o t e c c i ó n penal frente a los grandes peli- una regulación cerrada sobre Derecho penal. Sobre el StGB bávaro de 1813 y el prusiano de 1851 vid. supra
gros futuros que amenazan a la H u m a n i d a d , a "normas generales d e c o m p o r t a m i e n t o " q u e carezcan §10VIyVII.
d e u n a relación c o n bienes jurídicos c o n c r e t o s , así c o m o t r a n s f o r m a r i n t e r n a m e n t e d e forma p r o -
El valor d e la codificación d e un á m b i t o del D e r e c h o reside en la colección, o r d e n a c i ó n
funda la tutela penal ^'^. N o o b s t a n t e parece q u e lo c o r r e c t o , t a m b i é n p a r a asegurar el f u t u r o d e
sistemárica, revisión crítica y exposición cerrada de la totalidad del material j u r í d i c o c o r r e s p o n -
la H u m a n i d a d , es n o avanzar p o r c a m i n o s inseguros s i n o i n t e n t a r p r i m e r o solucionarlos c o n los
p r o b a d o s m e d i o s del D e r e c h o penal c o n v e n c i o n a l . E n c u a l q u i e r caso, el a u t é n t i c o D e r e c h o
penal sólo es i m a g i n a b l e c o m o u n D e r e c h o penal individual. T a m b i é n en este m a r c o se desarro-
El Derecho penal continental europeo )' el latinoamericano está completamente codificado; vid. la
llará algo n u e v o . C o n c e b i b l e es, quizás, q u e en la c o n s t r u c c i ó n d e la U n i ó n E u r o p e a surja frente exposición que abarca el Derecho penal extranjero de la actualidad en Jiménez de Astia, Tomo I págs. 319 ss.
a empresas e c o n ó m i c a s '^^ u n D e r e c h o s a n c i o n a d o r l i m i t a d o b a s a d o en m u l t a s pecuniarias, q u e En Europa el texto codificado más nuevo es el Código penal francés de 1994 (Lois núm. 92-683 á 92-686
p o d r í a irradiar a aquellos E s t a d o s m i e m b r o s q u e hasta a h o r a h a n r e c h a z a d o u n a verdadera res- du 22 juillet 1992), que ha venido a ocupar el lugar del Código penal de 1810 [Naturalmente, por el año
p o n s a b i l i d a d j u n ' d i c o - p e n a l d e las asociaciones (vid. infra § 2 3 VII 1 n o t a s a pie m i m s . 3 9 y 4 2 ) . de edición de esta obra no se recoge el Código penal español de 1995 (N del T)]. Desde 1958 los anteriores
países socialistas habían introducido códigos penales completamente nuevos. Desde el cambio en el año
1989 se han esforzado en reformar sus ordenamientos penales para adaptarlos a los principios del Estado de
§ 12 Fuentes del Derecho penal federal fuera del StGB Derecho y de la Política criminal moderna (vid. supra § 11 IV 2 a nota a pie núm. 15). También en la zona
de influencia anglo-americana han surgido múltiples textos codificados de Derecho penal así como innume-
Dando, Das Legalitatsprinzip usw., Festschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 37; Franzen/Gast/Samson, rables leyes penales especiales que conviven junto con el Common Law. Con el Código penal Federal de
Steuerstrafrecht mit Steuerordnungswidrigkeiten, 3 . " Ed. 1985; Franzmann, Mainachtsstrciche vor Gericht, 1948, los EE.UU. han dado los primeros pasos hacia una codificación penal federal, aunque contiene tan
JZ 1956, pág. 2 4 1 ; Germann, Probleme und Methoden der Rechtsfindung, 1965; Honig, Entwurf eines sólo una Parte Geneial fragmenraria y todavía se echa de menos una ordenación sistemática de la Patte
StGB für die Vereinigten Staaten von Amerika (Model Penal Code), Z S t W 75 (1963) pág. (j'i; Jagiischl Especial; vid., con más detalle, Mueller, ZStW 69 (1957) págs. 309 ss. Más allá ha ido la demanda codificadora
Hentschel, Strafienverkehrsrechr, 33." Ed. 1995; Kohlmann, Steuerstraf-und Sreuerordnungswidrigkeitenrecht del American Law Institute que ha redactado un Código penal modelo (1962); vid., sobre el mismo, American
einschliel?l¡ch Verfahrensrecht, 4.* Ed. 1987 ss.; Krey, Blankettstrafgesetze, 1981; Larenz, Methodenlehre Law Institute, Model Penal Code and Commentaries (Official Draft and Revised Comments), 6 Tomos,
der Rechtswissenschaft, 6." Ed. 1991; Lenzen, Zustandigkeit für das Srrafrecht kraft Sachzusammenhangs, 1980, 1985; Wechsler, Radzinowicz-Festschrift págs. 419 ss. y Honig ZStW 75 (1963) págs. 63 ss. (una
JR 1980, pág. 133; Llewellyn, Prajudizienrecht und Rechtsprechung ¡n Amerika, 1932; M. Mantovani, Profili traducción del Código penal modelo puede encontrarse en Honig. Sanimlung au¡?erdeutscher StGB in
penalistici del diritto di sátira, Diritto dell'informazione 1992, pág. 295; Mueller, Das amerikanische deutscher Übersetzung, núm. 86, 1965). La generalidad de los Estados norteamericanos, en parte apoyados
Bundesstrafrecht, Z S t W 69 (1957) págs. 301 ss.; Noli, Satirische Ehrverletzungen, Basler Jurisrischc en el Código penal modelo, han aprobado sus textos penales codificados; vid. la exposición de LaFave/Scott,
Mitteilungen, Fascículo 1, 1959, pág. 9; Piegler, Volksbrauche vor Gericht, J Z 1955, pág. 7 2 1 ; Radbruch, Substantive Ctiminal Law I págs. 5 s?,. Los "Common Law crimes" están excluidos en el Derecho penal
Der Geist des englischen Rechts, 1946; Scheyhing, Volksbrauche und Rechtsordnung, JZ 1959, pág. 239; federal y en la mayoría de los Estados, aunque el "Common Law" juega todavía un papel considerable en la
interpretación del Detecho legislado, especialmente en la Patte General (vgl. LaFavelScott, Substantive Cri-
minal Law I págs. 88 ss.). Acerca del movimiento codificador en la Commonwealth vid. Grünhut, Das
engiische Strafrecht págs. 157 ss. En la actualidad Inglaterra posee un sistema jurídico-pcnal basado en el
^^ En relación con esto Ktihlen, Z S t W 105 (1993) págs. 6 9 7 ss.
C o m m o n Law" y leyes penales particulates, aunque prepara un texto codificado que ha alcanzado ya a
35 Sieber, ZStW 103 (1991) págs. 966 ss.; Weigend, Z S t W 105 (1993) págs. 798 ss.
convertirse en el Proyecro de la "Law Commission": Criminal Law "A Criminal Code for England and Wales",
3<^ Herzeg, Z S t W 105 (1993) págs. 727 ss.
Volúmenes 1 y 2, H M S O 1989. En Escocia todavía rige mayoritariamente el "Common Law" para la Parte
3^ Hassemer, ZRP 1992, pág. 383.
General y los tipos delictivos, pero allí rambién trabaja una comisión legislativa en la reforma y, a ser posi-
38 Stratenwerth, ZStW 105 (1993) págs. 693 ss.
ble, en la codificación del Derecho penal. Mostrándose escéptico con el plan codificador Glanville Williams,
3' Hirsch, Strafrecht ais Mittel zur Bekampfung neuer Kriminalitatsformen? págs. 9 ss.
Textbook nág. 18.
« Tiedeniann, N J W 1993, págs. 30 ss.
116 § 12 Fuentes del Derecho penal federal fuera del StCiB II. Las Ic\'es penales principales .17

diente. El Derecho penal debe estar codificado precisamente para procurar a cualquier persona co de los §§ 105 ss. J(jG también pata los seiniadultos, por lo que para la pertenencia a estas
una visión accesible y sencilla del lugar por donde transcurren los límites de la libertad indivi- edades lo decisivo es el nioinenio de la comisión del hecho y no el de la celebración del juicio
dual y, de este modo, saber qué comportamientos son considerados por el Estado como insopor- (acerca de la importancia numérica de la criminalidad juvenil vid. supra § 5 111). En la medida
tables para la paz jurídica de la colectividad al cnconttarse aquellos conminados con una pena. en que en la JGG no se disponga otra cosa (§ 10 StGB, § 2 JGG) tige desde luego el StGB. Ello
Es sólo la codificación del Derecho penal la que está en condiciones de suministrar una visión significa que lesultan aplicables el conjunto de la Parte Especial (excepción hecha de las
aproximada y correcta de la verdadera extensión del Derecho penal, dado que aquella nunca puede conminaciones penales) y las Secciones I.-', 2.-', 4." y 5.^ de la Parte General, esto es, práctica-
ser completa (vid. infra § 12 II y IIl). mente todo con excepción de las disposiciones de la Sección 3.^ relativas a las consecuencias ju-
Para el RStGB de 1871 la elección del material jurídico que tenía que ser abordado en la codificación fídicas del delito (vid. § 7 JGG). A las leyes penales principales pertenece, además, la Ley penal
vino determinado por el StGB de la Federación alemana del Norte. También para la nueva redacción del militar (WStG) en la redacción de 24.5.1974 (BGBl. I pág. 1213). Este cuerpo legal rige, de un
StGB de 1975 el ingrediente básico fue el Derecho tradicional. Pero con independencia de todos los mode- lado, para los hechos punibles que cometen los soldados del ejército federal y, por otro, para
los históricos, podría decirse que un Código penal debería comprender todas aquellas disposiciones que determinados delitos perpetrados por matidos militates incluso aunque éstos sean civiles; final-
pertenecen al núcleo central del Derecho penal. En la Parte General éstas vienen constituidas por las normas mente, también tesulta aplicable a casos de inducción y complicidad de civiles en delitos milita-
relativas al ámbito de vigencia del Derecho penal, las que fijan los presupuestos generales de la punibilidad y res (§ 1). La WStG contiene tanto disposiciones generales como también los tipos referidos a los
los preceptos relativos a las consecuencias jurídicas del delito en los que también pueden entrar los princi- delitos militares, por lo que el StGB tan sólo posee una vigencia subsidiatia (§ 3 I WStG) '. Una
pios básicos acerca de la ejecución de las penas de prisión y de las medidas de seguridad privativas de liber- Ley penal principal es también la Ley penal económica (WiStG) en su tedacción de i.GA^lA
tad. También en la Parte Especial existe un núcleo básico cuya delimitación ha variado en función de los
(BGBl. 1 pág. 1313). Contiene penas y sanciones pecuniarias dirigidas a la prorección de los
distintos Códigos penales y épocas.
preceptos que garantizan el abastecimiento y suministto de bienes y servicios (§§ 1, 2), así como
2. Un gran número de disposiciones penales se encuentran también fuera del StGB (Dere- disposiciones que contienen infracciones adniinistiativas en relación con la fijación de los pre-
cho penal federal no codificado) ^. Se tefieten en su mayoría a modalidades de conducta que cios (§§ 3-6). Denrro de las leyes penales principales se deberá tener en cuenta, asimismo, el
sólo pueden set cometidas pot grupos determinados de personas o en ámbitos concretos de la Derecho penal tributario regulado en los §§ 369-376 de la Ordenanza ttibutaiia (AO 1977) en
vida como, pot ejemplo, la infracción de disposiciones relativas al comercio exterior (§ 34 AWG) su tedacción de 16.3.1976 (BGBl. I pág. 613), mientras que las infracciones ttibutarias están
o la infracción de normas de Derecho extianjero (§ 92 AuslG). Sin embargo, esta parte del De- situadas en los §§ 377-384 de dicho texto'. Igualmente, a causa de su sobtesaliente significado
techo penal encuentra su unidad inteiior y su relación espiritual con el StGB, dado que sus dis- ptáctico ha sido ascendida a la categoría de ley penal principal la Ley de Tráfico Viario (StVG) en
posiciones de la Patte General rigen pata todo el Derecho federa! presente y futuro en tanto que su redacción de 19.12.1952 (BGBl I pág. 837) junto con la StVO en su redacción de 16.11.1970
la Ley no disponga otra cosa (art. 1 I EGStGB). (BGBl I pág. 1565) y la StVZO en la tedacción de 28.9.1988 (BGBl. I pág. 1793)^^. Mienttas
Una regulación especial de esta naturaleza está conrenida, por ejemplo, en los §§8-10 WiStG de 1954 que la StVG contiene tanto tipos penales (§§ 2 1 , 22) como disposiciones básicas sobre infraccio-
sobre la rerirada del sobreprecio, puesto que tienen preferencia sobre la confiscación de los §§ 73 ss. nes administtativas de ttáfico (§§ 23-27) y el importante límite del 0,8 por mil de alcohol (§ 24
a), la StVO (§ 49) y la StVZO (§ 69 a) completan por medio de numerosas infracciones admi-
nistrativas, a las que les corresponde el protagonismo más importante, la notma penal en blanco
II. Las leyes penales principales del § 24 StVG. De ahota en adelante, a la vista de la lelevancia del problema de la droga, también
h Ley sobre Tráfico de Sustancias Estupefacientes (BtMG) en la redacción dada desde 1.3.1994 (BGBl
La denominación "Derecho penal especial" (Nebenstrafrecht), que resulta aplicable a todas
I, pág. 359) debe ser tenida en cuenta como ley penal piincipal. Contiene disposiciones penales,
las disposiciones penales del Detecho federal que están fuera del StGB, no casa con el significado
especialmente las ditigidas contta la criminalidad más grave en este ámbito (§§ 29-31 a) (al respec-
de aquellas leyes que por la clase e importancia de su contenido pertenecen al núcleo central del
to, BVerfGE 90, 145), así como preceptos que contienen infiacciones administrativas (§ 32). En
Derecho criminal, y que sólo por motivos técnico-legales no pudieron ser recogidos en el StGB.
caso de delincuentes dtogodependientes pteviciic también la posibilidad de aplazat la ejecución de
Entte estas "leyes penales principales" ^ se encuentran el art. 102 de la Constitución que deto-
una pena de prisión no superior a dos años por un tratainiento de desintoxicación, y para el caso de
ga la pena de muette y el art. 103 II relativo a la detetminación legal del delito y la pena. El
un tiatamiento ya en marcha incluso la de prescindir de la persecución penal (§ 37) ("terapia en
significado de la acogida de estas disposiciones penales en la Constitución reside en que pata
lugar de pena").
ellas rige la prominente garantía del art. 79 GG ante una posible reforma constitucional. Como
una Ley especial dirigida al grupo de personas cuya edad es inferior a los 21 años la Ley penal
Juvenil {]GG) en su redacción de 11.12.1974 (BGBl. I pág. 3427), prevé consecuencias jurídi-
cas adecuadas a los delitos cometidos pot los jóvenes. La JGG rige para los jóvenes y, en el mar-
Acerca de la aplicación de la Parte General del StGB en el marco de la WStG vid. ScholzJLingens, §
3 WStG niims. 4 ss.
^ Una visión del mismo la suministra la recopilación de Erbs/Kohlhaas, Strafrechtliche Nebengesetze, ^ Sobre la historia y construcción de! Derecho penal y administrativo-sancionador tributario vid.
3 Tomos, 5." Ed., 1994 con Tomo de registro, GdhleríBudckndiek/Lenzen, Lexikon des Nebenstrafrechts, 2.» Franzen/Gast/Samson, Steucrstrafrccht, hitroducción, págs. 25 ss.; adeinás, Kohlmann, Steuerstrafrecht, 1987.
Ed., 1986 (actualizado con fascículos desechables a 1991). ^ Una visión comprensiva de todo ello la suministra el comentario de Jagusch/Heníschel,
^ Así, acettadamente, Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 8 núm. 27. Stra{?enverkehrsrecht, 1995.
118 § 12 Fuentes del Derecho penal federal fuera del StCiB IV. 1{1 Derecho consuetudinario 119

III. Las leyes penales accesorias rV. El Derecho consuetudinario

1. A causa de la inclinación del legislador de dotar a sectores más lejanos del Derecho con 1. El Derecho consuetudinario surge, al igual que el positivizado en la ley, de la con-
disposiciones penales, el Derecho penal especial ha crecido hasta niveles incalculables^. Por ello, vicción jtnídica del pueblo, aimque sin embargo no es creado a través de un acto normativo
la reducción del Derecho penal especial comprensivo de delitos de bagatela supuso una impor- formal '^. Deben darse dos presupuestos para la lormación del Derecho consuetudinario: una
tante misión de reforma que la EGStGB resolvió adaptándose a cada caso. Además, este cuerpo notma debe ser considerada como Derecho a causa de su reconocimiento general vigente {opinio
legal contiene en su art. 13 una cláusula general de acuerdo con la cual todos aquellos preceptos necessitfltis) y la voluntad de vigencia jurídica de la comunidad debe manifestarse externamen-
penales especiales que sólo prevean, única o conjuntamente, penas de multa o de prisión cuyo te a través de su práctica continuada. En Derecho penal el Derecho consuetudinario se origina
sobre todo a través de la práctica judicial '^, aunque también aquí a la práctica permanente
límite máximo no exceda de 6 meses, quedan degradadas a su consideración como infracciones
debe ai'iadirse el reconocimiento como aplicación del Derecho a través de la comunidad (BGH
administrativas conminadas sólo con sanción pecuniaria.
31, 7 [8] en relación con el telegrama como escrito de recurso). Por respeto al mandato de
2. En el Derecho penal especial (aunque no sólo en este) ^ se encuentran a menudo leyes determinación (vid. infra § 15 III 3) el legislador se esfuerza en trasladar al texto legal el De-
penales en blanco. Bajo las mismas se comprenden aquellas leyes que sólo contienen una conmi- recho consuetudinario.
nación penal, pero que en relación con su contenido prohibitivo se remiten a otras leyes o regla-
mentos e, incluso, a actos administrativos que de forma independiente han sido promulgadas o Ejemplos: el delito de omisión impropia (§ 13), el estado de necesidad justificante (§ 34) y el error de
prohibición están regulados en el StGB desde 1975.
dictados en otro tiempo por un órgano diferente (vid. la definición suministrada por el BGH 6, 30
[40 ss.]). De acuerdo con ello, debe distinguirse entre norma sancionadoray norma complementaria. 2. En el ámbito del Derecho penal el movimiento codificador del siglo XIX le ha ganado
El tipo de la ley penal en blanco se configura íntegramente por la norma complementaria (BGH en gran parte tetreno al Derecho consuetudinario. A la idea liberal de promover la plasmación
20, 177 [181])', debiendo ajustarse al mandato de determinación del art. 103 II GG (BVerfGE legal del Derecho penal se une la prohibición de la creación jurídica del Derecho a ttavés de
41, 314; 47, 109)'". normas consuetudinarias, puesto que éstas con la creación de nuevos preceptos penales o el en-
durecimiento de los ya existentes constituían un perjuicio para el ciudadano. La máxima del De-
Ejemplos: De acuerdo con el § 1 WiStG será castigado quien contravenga determinadas disposiciones
legales de aseguramiento y, de conformidad con el § 315 a I 2, a quien como conductor de ciertos vehículos recho civil de que "la Ley es cualquier norma jurídica" (art. 2 EGBGB) no rige pues el Derecho
infrinja las normas dirigidas a mantener la seguridad del tráfico ''. penal es más bien dominio de la "lex scripta". A pesar de todo, el Derecho consuetudinario tam-
bién tiene todavía un cierto significado. Su ámbito de aplicación es, por un lado, la interpreta-
Las leyes penales en blanco no resultan ser inadmisibles a pesar de que puedan remitirse
ción de las disposiciones de la Parte General dado que las teorías generales no pueden ser plas-
internamente a disposiciones todavía desconocidas de otros organismos. No obstante, si la nor-
madas íntegramente en la Ley; de este modo, las normas legales que son redactadas de forma
ma que complementa al precepto en blanco es un reglamento, de acuerdo con el art. 103 II GG
parcialmente incompleta son interpretables a la luz de la tradición y de su uso hasta el momen-
la autorización para la conminación penal debe estar expresada inequívocamente y, de este modo,
to . Por otro lado, el Derecho consuetudinario también puede desplegar su eficacia en la Parte
el contenido, finalidad y alcance de la autorización, descrita de modo tan exacto que el ciudada-
Especial, y en verdad, en beneficio del ciudadano, puesto que algunos tipos penales pueden per-
no pueda tomar los presupuestos de la punibilidad y la clase de pena de la ley misma; de lo
der su vigencia a raíz del Derecho consuetudinario (desuetiido) o bien resultar mitigados o limi-
contrario, el principio de la determinación "legal" del delito y la pena no sería respetado (BVerfGE
tados en su aplicación.
14, 174 [185 ss]; 14, 254 [257]; 23, 265 [269 ss.]; 75, 329 [342 ss.]). Según lo previsto en el
art. 104 I 1 GG, si la norma previene una pena de prisión sólo puede abandonarse al reglamento
la especificación del tipo penal (BVerfGE 14, 174 [187]; 75, 329 [342 ss.]) (vid. infra § 13 II 2
y 3). En relación con la prohibición de retroactividad vid. infra § 15 IV 5 nota a pie núni. 61; '- Acerca de la interpretación de un uso existente como "Derecho consuetudinario" vid. Larenz,
sobre el error vid. infra § 29 V 3. Methodenlehre pág. 357. Sobre los presupuestos especiales del Derecho consuetudinario en Derecho penal
Hassemer, Einführung págs. 264 ss.
" Mientras que las resoluciones judiciales de la Common Law anglo-americana son fuentes jurídicas
autónomas que poseen el mismo rango que el Derecho positivizado legalmente, en Eutopa continental sólo
adquieren una verdadera eficacia judicial cuando se han convertido en Derecho consuerudinario; al respecto
' La estadística de la Adininistración de Justicia para 1991 inuestra un total de 695.118 condenas, vid. Grünhtit, Das englische Strafrecht págs. 172 ss.; Radbruch, Geist des englischen Rechts págs. 43 ss.;
de las que 35.543 (5,11%) corresponden a hechos punibles sancionados por la Ley de Tráfico Viario y 83.294 Llwellyn, Prajudizienrecht und Rechtsprechung in Amerika, 1932; LaFave/Scott, Subsranrive Criminal Law
a otras leyes federales y territoriales (fuera del StGB y la StVG). I págs. Hí^ ss. Gerniann, Rechtsfindung págs. 371 ss. también atribuye un significado vinculante a las resolu-
8 Vid.,vgr., § § 3 1 5 a l n ú m . 2 ; 3 2 7 n . ciones de las instancias superiores en los países de Europa continental, y en cualquiet caso también en Sui-
za, a la vista del comportamiento de la praxis, aunque ello debe ser entendido no en el sentido de fuerza
' Sobre esta cuestión vid. Baunmnn/Weher, Allg. Tcil pág. 139; Manrach/Zipf fú\g. Teil I § 8 núm.
normativa sino en el de vigencia fáctica; vid. Larenz, Methodenlehre pág. 433. Favorable al reconocimiento
30; Schmidháuser, Allg. Teil pág. 116; Welzel, Lehrbuch pág. 168.
del Derecho judicial (incluso sin el rango de Derecho consuetudinario) se muestra, además, Stratenwerth,
'" Arfy, Blankettstrafgesetze págs. 176 ss.
Allg. Tcil I niim. 95; también en el mismo sentido, Dando, Heinitz-Festschrifi pág. 41.
" Mostrándose crítico por la indeterminación del ámbito de regulación tomado en cuenta como
norma complementaria Lenzen, JR 1980, pág. 136. '"* En este sentido, Schmidh'duser, Allg. Teil págs. 89 ss.; tín-hiéw Jakobs, Allg. Teil 4/46.
120 § 13 La jerarquía de las fuentes del Derecho penal I. La relación entre el Derecho penal federal y el rerritorial 121

Ejemplos: H derecho a castigar por parte del maestro se basaba en Derecho consuetudinario (BGH 11, El p r i n c i p i o c o n s t i t u c i o n a l según el cual "el D e r e c h o federal prevalece sobre el territorial"
241 [247]) aunque en ht actualidad ya ha dejado de existit; del mismo modo, el reconocimiento de usos está presente tanihicn cii el texto t u n d a m c n t a l (art. 31 G G ) . La c o m p e t e n c i a de la Federación en
populares '"^ liromas de carnaval '" y travesuras estudiantiles '^ son en cualquier caso, en cuanto al resultado, el á m b i t o de la legislación c o n c u r r e n t e al q u e tambic-n pertenece el D e r e c h o penal (art. 74 n ú m .
tradiciones populares que no resultan punibles. También la figura jurídica del delito continuado fue una
1 G G ) está, n o o b s t a n t e , vinculada a c t u a l m e n t e a u n a "cláusula de necesidad" (art. 7 2 II G G ) ;
creación del Derecho consuetudinario que ha sido prácticamente eliminada por la jurisptudencia más re-
sin e m b a r g o , esta circunstancia no ha s u p u e s t o un obstáculo para la legislación penal puesto q u e
cicntc (BGH-GS 40, 138) (vid. infra § 66 V 2). En la Parte Especial algunos tipos penales pueden perder
la Federación y los /.¿'w/cr coinciden en q u e el D e t e c h o penal debería ser, b á s i c a m e n t e . D e r e c h o
vigencia a través de su inaplicación permanente, siempre que ello se base en una convicción jurídica común
federal p o r lo q u e ú n i c a m e n t e circunstancias regionales especiales p u e d e n justificar su creación
{OGH 1, 63 [G(y\\ BGH 5, 12 [23]). Sin embargo, una situación pasajera de permisibilidad, sobre todo en
tiempos de necesidad, no crea Derecho consuetudinario alguno incluso cuando alguna disposición determi- p o r el D e r e c h o territorJai ya q u e de lo c o n t r a r i o sería infringido el p r i n c i p i o d e la igualdad de
nada no es aplicada desde hace años (RG 58, 6 [9]; O G H 1, 343 [353]; BGH 8, 360 [381]). El Derecho t o d o s a n t e la Ley ( B G H 4, 3 9 6 [402]) '. En el á m b i t o d e las materias reguladas u s u a l m e n t e en el
consuetudinario ha limitado tipos penales redacrados de forma muy amplia, tal y como ha sucedido con el S t G B el legislador federal p u e d e ctear disposiciones qtie, sin cstat incluidas en el catálogo d e sus
tipo de abuso de confianza del § 266 en los casos típicos de diligencia patrimonial y autonomía económica c o m p e t e n c i a s (arts. 7 3 - 7 5 G G ) , enlacen con ellas de forma liniítiofe (BVerfGE 2 3 , 113). Según
del obligado a guardar fidelidad (BGH 1, 186 [189]; 4, 167 [172]). La inaplicación del § 218 ha conducido el ate. 7 4 n ú m . 1 G G la c o m p e t e n c i a legislativa para el D e r e c h o penal abarca n o sólo a esta
a la desaparición de la prohibición del aborto de la convicción jurídica de un amplio sector de la población, rama en s e n t i d o estricto sino también al D e t c c h o a d m i n i s t r a t i v o s a n c i o n a d o r (BVerfGE 7, 2 9
perdiendo así esta disposición pena! su respaldo. [32ss.¡)2.
2. La relación entre el D e r e c h o penal federal y el territorial está regulada en los arts..l II
§ 13 La jerarquía de las fuentes del Derecho penal y 2-4 E G S t G B (en relación con las numerosas cuestiones pasadas vid. la 2 . " Ed. de esta obra págs.
90 ss.). Estas disposiciones presuponen el orden d e jeratquía de las fuentes del D e r e c h o penal tal y
Bopp, Die Entwicklung des Gesetzesbegriffs i.S. des Grundtechtes "Nulla poena, nullum. <crimen sine
c o m o está regulado en la C o n s t i t u c i ó n ; de ahí q u e tan sólo tengan el sentido de d e t e r m i n a r más
lege". Tesis doctoral, Freiburg 1966; Finger, Reichs-und Landesstrafrecht im Lichte der Rechtsprechung des
detalladamente el alcance de los arts. 72 II y 74 n ú m . 1 G G (BVetfGE 7, 2 9 [43 ss.]) ^.
RG, RG-Festgabe, Tomo V, 1929, pág. 9 3 ; Gohler/BuddendiekíLenzen, Lexikon des Nebenstrafrechts,
Registerband zu ErhsIKohlhaas, Strafrechd. Nebcngesetze, 2." Ed. 1986, Loseblartsammlung, Stand 1991; Kaabí a) D e a c u e r d o c o n el art. 1 II E G S t G B la Parte General del S t G B rige p a r a el D e r e c h o
Rosch, Bayetisches Landesstraf-und Verordnungsgesetz, 2.^ £d. 1967; Lenzen, Zustándigkeit für das Strafrecht territorial actual y futuro. D e este m o d o , p o r ejemplo, según el § 15 S t G B decae la p u n i b i l i d a d
kraft Sadizusammenhangs, JR 1980, pág. 133; Starck, DerGesetzesbegriffdes Grundgeserzes, 1970; VanAlstyne, d e la c o m i s i ó n i m p r u d e n t e del h e c h o en el c o n j u n t o del D e r e c h o territorial c u a n d o el c o m p o r -
Dual Sovereignty, Federalism and National Law, American Criminal Law Review 26 (1989) pág. 1740.
t a m i e n t o i m p r u d e n t e n o esté e x p t e s a m e n t e c o n m i n a d o c o n pena.

Singularmente deben ser admitidas excepciones por parte del Derecho federal. Y así, el art. 2 EGStGB
I. La relación entre el D e r e c h o p e n a l federal y el territorial contiene dos tesetvas para el Derecho territotial. En primer lugar este último puede, pata tipos penales con-
ctetos —pof tanto, no de una forma generalizada—, rechazar el ámbito de vigencia recogido en los §§ 3-7
1. La r e l a c i ó n entre el D e r e c h o p e n a l c o m ú n y el regional en A l e m a n i a h a variado re- StGB y, en segundo lugar, prever la impunidad bajo presupuestos especiales. Se nata de casos en los que
petidas veces a lo largo del curso d e la historia. puede existir la necesidad de una regulación especial (vid. el Proyecto de EGStGB, BT-Drucksache V n / 5 5 0
y su motivación en pág. 198). Asimismo, el art. 3 EGStGB obliga al Derecho terrirorial a hacer todo lo
Mientras que la C C C de 1532 admitió en su preámbulo a través de la "cláusula de salvaguarda" la
posible pot esforzarse en buscar la homogeneidad de los límites en la conminación de las consecuencias
preeminencia con carácter general del Derecho particular (vid. supra § 10 V), y en la época del Derecho
jurídicas del hecho (tal y como ya señalaba el § 5 de la EGSrGB pata la Federación del Norte de 1870). La
comiin el Derecho imperial se completó con numerosas normativas regionales recubriéndose también a Tra-
competencia de los Lander para aprobar una regulación diversa sobre los plazos de la ptescripción en las
vés la práctica judicial con una densa maraña de costumbres lugareñas, por el contrario el Estado federal se
leyes de prensa rerritoriales (vid., vgr., § 24 de la Ley tetritorial de prensa de Baden-Württembefg de
ha asegurado la primacía del Derecho imperial frente al territorial. Esto último rigió tanto durante el impe-
14.1.1964, GBi. pág. 11) ha permanecido subsistente, porque según el art. 75 núm. 2 GG la legislación
fio (art. 2 RV 1871) como también para la Repéiblica d e W e i m a t (art. 13 1 WRV). El Derecho penal tam-
bién tomó parte en la preponderancia del Derecho imperial pues perrenecía a las materias sobre las que el
Imperio quiso excluir de competencia legislativa a los Lander (art. 4 núm. 13 RV 1871; art. 7 núms. 2 y 3
' La prueba de la existencia de los ptesupuestos de la cláusula de necesidad es considetada como una
WRV). En telación con la época de ocupación aliada posterior a 1945 vid. la 2.» Ed. de esta obra pág. 89.
cuestión perteneciente a la disctecionalidad del legislador ptivada de una posible tevisión judicial posterior;
vid. BVerfGE 2, 213 (224); 4, 115 (127); 13, 2.W (233); 26, 328; 33, 229; 34, 39. Sobte ello vid. Maimz/
Dürig, art. 12 núm. 17 con objeciones al respecto en núms. 18 ss.
'^ Vid. Piegler, JZ 1955, pág. 721 (como Derecho consuetudinario); Eranzmann, JZ 1956, pág. 241 ' La división de las competencias legislativas entte la Fedetación y los Lander ha sido regulada de
(como adecuación social); Scheyhing, JZ 1959, pág. 241 (coitio autonomía privada). modo distinto en ottos Estados fedetales. El Detecho suizo sólo atribuye a los cantones un Derecho com-
"• Noli, Basler Juristische Mitteilungen 1959 págs. 9 ss. Sobte su sátira, además, M. Mantovani, Diritto plementatio cuyo objeto se limita a la regulación de las faltas y algunos ámbitos muy especiales (att. 335
dell'informazione 1992, pág. 295. schweiz. StGB); vid. Pfentnnger, Das schweizetische Sttaftecht págs. 195 ss. En los EE.UU., por el contra-
'^ Rechrsban s'Gravenhage, Nederlanse Jurisprudentie 1959 núm. 520 (aceptación de un error de rio, el peso principal reside en cada uno de los Estados; vid. ¡MFavelScott, Substantive Criminal Law 1 págs.
160 ss.; VanAlstyne, American Review 26 (1989) pág. 1740.
prohibición de un delito grave en el marco de una disputa estudiantil). Los excesos giaves cometidos en el
ámbito de las novatadas estudiantiles, tal y como sucede en Francia, son delito incluso aunque exista con- ^ Que las respectivas disposiciones de la Constitución son repetidas en la EGStGB tan sólo de acuet-
do con su .sentido fue algo ya enfaiizado pot Finger, RG-Festgabe pág. 98.
sentimiento del interesado más o menos forzado.
122 § 13 La jerarquía de las fuentes del Derecho penal II. I.a relación entre la ley y el reglamento en Derecho penal 123

sobre prensa pertenece a la legislación-marco de la Federación y las disposiciones penales en ella contenidas detetminado (pot ejemplo, pata la consttucción o la prensa), pueden elaborar las correspondientes disposi-
no la convierten en Derecho penal (BVerfGE 7, 29 [44]) •*. ciones penales o administrativo-.sancionadoras sobre la base de su competencia legislariva penal concurrente
b) Eii el á m b i t o de la Parte Especial el art. 4 I I - V E G S t G B d i s t i n g u e tres tipos d e d i s p o s i - según el att. 74 núm. 1 G G , siempte que el Estado fedetal no haya tegulado definitivamente de modo
positivo o negativo la materia correspondiente. Peto este último también puede elaborar leyes penales en
ciones d e D e r e c h o territorial.
blanco en ámbitos reservados a la legislación de los ¿¿«O'ÍT para las que la regulación territorial viene a servir
(1) De acuerdo con el art. 4 II el primer grupo abarca todas las disposiciones territoriales que prevean como normas complementatias (vid. supra § 12 III 2).
una pena o sanción pecuniaria que no se enumeren en el art. 4 III-V. Estos preceptos del Derecho territorial
petmanecen intactos en tanto que no se trate de una materia cuyo objeto esté regulado de modo tetminante c) Los arts. 2 8 8 - 2 9 2 E G S t G B c o n t i e n e n las disposiciones q u e rigen las relacioties e n t r e el
en el StGB. Como hasta ahota, el concepto de materia viene a caracterizar a un ámbito para el que el legis- D e r e c h o federal y el territorial. Los preceptos penales q u e i m p o n e n consecuencias jurídicas i n -
lador federal quiso suministrar una normativa definitiva (RG 42, 100; 56, 65; LG Bad Kreuznach N J W admisibles segitn el art. 3 E G S t G B dejarán d e ser aplicados (art. 2 8 9 ) ; lo m i s m o rige para las
1978, pág. 1 9 3 1 ) ' . Estando configurado de este modo un componente jurídico como materia, el Derecho n o r m a s q u e prevén penas o sanciones pecuniarias y q u e h a n sido objeto de u n a m a t e r i a regulada
penal tetritorial también está excluido como norma complementatia, interpretadora o reiterativa . En espe- d e m o d o definitivo p o r el D e r e c h o federal (art. 2 9 2 ) . El art. 2 9 0 regula la a d a p t a c i ó n d e las
cial, del silencio del Derecho federal puede derivarse que con la regulación de la materia correspondiente c o n m i n a c i o n e s c o n penas de m u l t a y el art. 291 excluye d e las disposiciones d e D e r e c h o territo-
deberían quedar impunes los supuestos no comprendidos en ella ("regulación tácita negativa"^). Hasta don- rial las relativas a la retirada d e la querella y la i m p o s i c i ó n d e penas de m u l t a al reo con la c o n -
de alcanza una materia regulada por el Derecho federal, resultan estar también excluidas las disposiciones formidad del o f e n d i d o .
territoriales que impongan sanciones pecuniatias (BVerfGE 3 1 , 141 [144]),
' Ejemplos: En Derecho territorial no podría ser castigado el adulterio ni con una pena ni con una san-
ción administtativa, puesto que al haber sido derogado segiín el § 172 se trata de una regulación negativa en II. La r e l a c i ó n entre la ley y el r e g l a m e n t o en D e r e c h o p e n a l
el marco de la "materia" de la Sección 12." Por el contrario, queda intacta la punibilidad por la infracción de
la Ordenanza de prensa de conformidad con el § 21 de la Ley territorial de prensa de Raden-Württemberg 1. D e a c u e r d o c o n lo establecido en el att. 103 II G G u n h e c h o sólo p u e d e ser castigado
de 14.1.1964 (GBl. pág. 11), dado que los preceptos de la Ley imperial sobre la prensa de 1874 ya no se c u a n d o su p u n i b i l i d a d estaba "legalmente" d e t e r m i n a d a antes d e q u e el h e c h o fuera c o m e t i d o .
encuentran vigentes. Las leyes, segiín este p r e c e p t o , n o sólo d e b e n ser e n t e n d i d a s en u n sentido formal, esto es, las q u e
(2) El art. 4 III EGStGB crea una regulación especial para las disposiciones penales y sancionadoras de h a n sido a p r o b a d a s p o r los ó r g a n o s llamados a legislar p o r la C o n s t i t u c i ó n m e d i a n t e u n p r o c e d i -
Derecho tributario de los LUnder, aunque viene a poner coto en este último ámbito a la dispetsión normativa m i e n t o formal, s i n o q u e c o m p r e n d e n t a m b i é n a los r e g l a m e n t o s (vid. ya c o n a n t e t i o r i d a d en
existente (vid. con más detalle el Proyecto de EGStGB, BT-Drucksache VII/550, Motivación págs. 200 ss.). relación c o n los r e g l a m e n t o s d e emergencia segijn el art. 4 8 II W R V RG 5 5 , 115 [ 1 1 6 ] ) ' " y a
los estatutos c o m u n a l e s ("kommunale Satzungen"). Por r e g l a m e n t o s se e n t i e n d e n aquellas p r o p o -
(3) El art. 4 EGStGB en sus apartados IV y V deja subsistentes las disposiciones penales y sanciona-
siciones jurídicas q u e n o son a p r o b a d a s p o r los ó r g a n o s c o m p e t e n t e s p a r a legislar ni t a m p o c o
doras contenidas en las leyes agrarias y forestales^ de los Lánder, por ser necesario el reconocimiento de una
p o r m e d i o del p r o c e d i m i e n t o legislativo f o r m a l m e n t e establecido, sino q u e lo h a n sido p o r otras
regulación autónoma y para evitar notables desviaciones del StGB. De esta forma, según el apartado IV
antes citado, quedan intactas las disposiciones del Detecho territorial dirigidas a la protección del campo y a u t o r i d a d e s a las q u e se le a t r i b u y e c o m p e t e n c i a reglamentaria sobre la base de u n a autorización
del bosque que exceptúan la punibilidad de casos poco significativos de hurto, receptación o encubtimiento legal (leyes en s e n t i d o material). Los r e g l a m e n t o s d e b e n ser d i s t i n g u i d o s d e las circulares admi-
(por ejemplo, la recolección sin autorización de fruta caída o la rebusca o espigueo de cosechas), o que nistrativas q u e n o c o n t i e n e n proposiciones jurídicas, sino q u e tan sólo regulan la actividad de los
prevén obstáculos a su perseguibilidad. De acuerdo con el apartado V, los Lander pueden elaborar una am- ó r g a n o s estatales c o n u n a eficacia p u r a m e n t e i n t e r n a ( p o r ejemplo, los criterios judiciales para el
plia regulación especial sobre allanamiento de morada, daños matetiales y falsedades documentales, pudien- proceso penal y el p r o c e d i m i e n t o para la i m p o s i c i ó n de m u l t a s coercitivas en la redacción vigen-
do dcgtadat tales tipos a meras infracciones administrativas en el ámbito de la protección agraria y forestal, te para t o d o el E s t a d o federal d e 1.10.1992).
así como declarar impunes, no perseguibles o configurarlos como delitos perseguibles sólo en virtud de que-
rella, aquellos supuestos que posean una escasa televancia. 2 . E n la d e t e r m i n a c i ó n d e u n a n o r m a d e a u t o r i z a c i ó n para disposiciones penales q u e se
a d e n t r a n p o r c a m i n o s reglamentarios se i m p o n e n exigencias m á s rigurosas q u e en la legislación.
(4) Finalmente, de la conexión de materias'' se deriva una competencia normativa penal que no se
C o n ello se m u e s t r a e! especia! valor de la reserva de ley en D e r e c h o penal " . "El legislador d e b e
encuentra explicitada en el art. 4 EGStGB. Siendo los l á W ^ r competentes para la regulación de un ámbito
expresar i n e q u í v o c a m e n t e la autorización para la c o n m i n a c i ó n p e n a l , así c o m o perfilar d e u n
m o d o tan exacto su c o n t e n i d o , finalidad y alcance, q u e los presupuestos d e la p u n i b i l i d a d y la
clase d e p e n a sean ya previsibles para el c i u d a d a n o p o r la propia autorización y n o p o r el regla-
m e n t o en el q u e se apoya" (BVerfGE 14, 174 [ 1 8 5 ss.]; 14, 2 5 4 [ 2 5 7 ] ) . Por el c o n t r a r i o , el mar-
"^ Con más detalle, SchdnkelSchrñderlEser, nota preliminar 55 antes del § 1.
co penal no necesita estar d e t e r m i n a d o en la n o r m a de autorización,
' Finger, RG-Festgabe pág. 105; Letizen, JR 1980, pág. 134.
** No obstante, las disposiciones de Derecho tettitorial que complementan una ley penal federal en 3 . A diferencia del art. 1 0 3 . I I . G G , y d e c o n f o r m i d a d c o n el art. 1 0 4 . 1 . l . G G , la libertad
blanco pueden remitirse a su conminación penal; vid. KadblRosch, Einführung núm. 22. d e la p e r s o n a sólo p u e d e ser restringida a través d e u n a ley^orOTíz/(federal o territorial), p u e s t o
^ Vid. Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 87 ss.; SchonkelSchroderlEser, nota preliminar núm. 40 antes del § 1.
* Vid. el resumen de las leyes agrarias y forestales de los Lánder contenido en Gohler/Buddendiek/
Lenzen, Lexikon des Nebenstrafrechts núm. 238. Vid. Starck, Geserzesbegriff págs. 35 ss.
' Vid., más detalladamente, SchonkelSchroderlEser, nota preliminar núms. 48 .ss. antes del § 1. " Con más detalle, Bopp, Geserzesbegtiff págs. 184 ss.
§ 14 El Derecho internacional penal § 14 El Derecho internacional penal 125
124

433; el mismo. Le difficile progrés du régnc de la justice et de la paix internationales par le dtoit, 1970;
q u e las i n t r o m i s i o n e s en ja libertad sólo d e b e n ser llevadas a c a b o sobre la base d e u n a p r o p o s i -
Grebing, 'Lut Frage det Schaffung cines Intetnationalen Strafgerichtshofs, GA 1976, 97; Greenspan, The
ción jurídica a d o p t a d a por el P a r l a m e n t o federal o las asambleas territoriales, y s i e m p r e a través
Modetn Law ofWarfare, 1959; Grewe, Nürnberg ais Rechrsfrage, 1947; el mismo, Rückblick auf Nürnberg,
del p t o c c d i m i c n t o prescrito para la elaboración de las leyes '^. Por esta razón, la reserva legal Festschfift für K. Doehring, 1989, pág. 229; Hahnenfeld, Die Herkunfr der in dem Nürnberger Urteil
para la pena d e prisión sólo se ve satisfecha p o r m e d i o d e u n a ley formal; r e g l a m e n t o s o estatutos angewandten allgemeinen Lehren des Straírcchrs, Tesis doctoral, Frankfurt 1959; HeinzeISchilling, Die
n o c o n s t i t u y e n u n a base jurídica suficiente para ello. D e t o d o s m o d o s , la j u r i s p r u d e n c i a ha a c e p - I^echfsprechung der Nürnberger Militártribunale, 1952; Herzog, Nuremberg: un échec frucrueux? 1975;
t a d o qi:e al titular de la potestad r e g l a m e n t a r i a se le p u e d e ceder "la especificación del tipo pe- Heydecker/Leeb, Der Nürnberger Prozefi, 1979; History of the United Nations Wat Crimes Commission
nal"; sólo d e b e n "estar d e t e r m i n a d o s en la ley formal los presupuestos en v i r t u d d e los cuales u n a usw., 1948; Hoffmann, Strafrechtliche Veranrworrung im Volketrecht, 1962; Hofmann, Zur Unterscheidung
injerencia d e esa índole es a d m i s i b l e , así c o m o la naturaleza de la i n t r o m i s i ó n q u e tiene lugar" von Vcrbrechen und Delikr im Bereich der Staatenveranrwortlichkeit, ZaoRV45 (1985) pág. 195; Hollweg,
( B G H Z 1 5 , 61 [64]). P r e s c i n d i e n d o de la descripción del c o n t e n i d o d e la p r o h i b i c i ó n , a q u í re- Das neue Internationale Ttibunal der U N O und der Jugoslawienkonflikt, JZ 1993, pág. 980; el mismo,
sulta t a m b i é n necesario, pues, la d e t e r m i n a c i ó n legal del m a r c o penal (BVerfGE 14, 174 [ 1 8 7 ] ) . Vom jugoslawientfibunal átí U N O zum allgemeinen Intetnationalen Sttafgerichtshof? SchwZStt 112 (1994)
pág. 2 5 1 ; Hosoya y ortos (Ed.), The Tokyo Wat Crimes Trial, 1986; Ipsen, Das "Tokyo Trial" im Liebre des
seinerzeit gekenden Vüikerrechts, Festschtifr für D. Oehlet, 1985, pág. 505; Jescheck, Kriegsverbrecherprozesse
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§ 14 El Derecho internacional penal Sraatsorgane nach Vólkerstrafrecht, 1952; el mismo, Z u m Oradour-ProzeíS, JZ 1953, pág. 156; el mismo,
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im Volketrecht, 1955; Graven, Les crimes contre l'humaniré, Recueil des Cours 76 (1950) Tomo I, pág. (1960) Tomo II, pág. 329; el mismo, Tokyo Ttial, Encyclopedia of Public International Law, Fascículo 4.°,
1982, pág. 242; el mismo, Crimes against Peace, ibídem. Tomo I, 1992, pág. 8 7 1 ; C /T Rüter y otros (Ed.),
Justiz und NS-Vcrbrechen, 22 Tomos, 1968-1981; Scelle, Manuel de droit international public, 1948;
Schindler, Crimes against the Law of Nations, Encyclopedia of Public International Law, Tomo I, 1992,
pág. 877; Schindler/Toman (Edrs.), The Laws of Armed Conflicts, 1973; Schroeder, Det Schutz des auí^eren

Matmz/Dürig, Art. 104 niims. 14 ss.


126 § 14 Kl Dcrccíio imcrnacionnl penal II. El desarrollo del Derecho internacional penal !27

l-ricdcns, J Z 1969, pág. 4 1 ; eí mismo, Dcr Schut/. von Sraat nnd Verfassung im Strafreclit, 1970,- 2. Pero incluso a u n q u e se demostrara q u e u n " D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l penal'"* de esta
Sclmiarzenherger, T h e l'roblem of an International Criminal Lavv, en: MuellcrlWne, International Crimina! naturaleza fuera u n a parte integrante de! D e r e c h o internacional vigente, de ello n o podría d e d u -
I.aw, 1965, pág- 3; Smith, The Road to Ntnemberg, 1981; Strehel, Dic strafrcchiliche Sicherung humanitaret cirse sin más su obligatoriedad inmediata pues, segiui el art. 2 5 G G , sólo las XC^M generales del
Abkommen, ZaoRV 15 (1953) pág. 3 1 ; Taylor, Nurcmbcrg and Vicinain, An Amctican Tragcdy, 1970;
D e r e c h o internacional f o r m a n parte del D e r e c h o federal c o n preferencia sobre sus leyes y d e s p Le-
lomuschiit, A System oí International Crimina! Prosccniion is laking Sliajic, Review o f t h e Internationa!
g a n d o inia obligatoriedad inmediata sobre los habitatites del Estado federal; en c a m b i o , los tra-
Comniission of Jurisis, míni. 50, 1993, pág. 56; Triepel, Volkerrechi und kaiide.sreclit, 1899; Trijfterer,
tados de D e r e c h o internacional deben ser i n c o r p o r a d o s p r e v i a m e n t e al D e r e c h o estatal p o r m e -
Dogmati.sche Untersuchungen zur Entwicklung des matcriellen Volkcrstrafreclit.s seit Nürnberg, ¡966; el
mismo, Volkerstrafreclu im Wandel? Festschrift für H . - H . Jcscheck, Tomo I!, 1985, pág. 1477; ei mismo, d i o d e actos de t r a n s f o r m a c i ó n especial (art. 39 II G G ) ^. C o n ello, pues, sólo le c o r r e s p o n d e r í a
Grundlagen usw. des internationalen Tribunals ziir Verfoigung dcr Humanitatsverbrcchen im ehemaligen u n a obligatoriedad i n m e d i a t a c u a n d o fuera r e c o n o c i d o p o r la mayoría d e los países al pertenecer
Jugosiawien, O J Z 1994, pág. 825; VerdroJ?, Die volkerrecht,swidrige Kriegsliandiung und der Strafanspruch así a las reglas generales, algo q u e p o r ahora está todavía bastante lejano. Pero aiin c u a n d o exis-
der Staaten, 1920; Verhaegai, \^ répression des crimes de guerre en droit belgc, Festschrift für H.-H. jescheck, tiera u n D e r e c h o internacional penal f u n d a m e n t a d o sobre las reglas generales del D e r e c h o inter-
Tomo 11, 1985, pág. 1441; v. Weher, Intetnationale Strafgerichtsbarkeit, ¡934; Wegner, Kriminelles Unrccht, nacional, aquel exigiría su transformación en u n a ley a d e c u a d a al m a n d a t o d e d e t e r m i n a c i ó n del
.Staatsunreclu und Volkerrecht, 1925; Wehherg, Die volkerrechriiche VeranD.vort!ichkcit von Individúen wegcn tipo penal y d e la sanción con el objeto de satisfacer las exigencias del art. 103 II G G .
Friedensbruchs, Fcstsclirifi für R. Laun, 1953, pág. 394; Weigend, Strafrecht durch Internationale
Vcreinbarungen usw.? ZStW 105 (¡993) pág. 774; Wengler, Volkerrecht, Tomos I y I!, 1964; Wilkilzki, Die
vdlkerrechrlichen Verbrechen und das staatüche Strafrecht, ZStW 99 (1987) pág. 455; el mismo, Die II. El desarrollo del D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l penal ^
Rcgionallsierung des internationalen Strafreclus, ZStW 105 (1993) pág. 821; Wise, War crimes and crimi-
na! law, en: Wise/Mueller, Studies in Comparativc Criminal Law, 1975, pág. 35; Woetzel, T h e Nurembcrg I. La idea de un Derecho penal perreneciente al Derecho internacional que se encuentre por encima
'Friáis in International Law, 1962; Zander, The Act of State Doctrine, A]!L 53 (1959) S. 826. de los Esrados se remonta a la teoría del Derecho natural de los siglos XVI y XVII (Francisco de Vitoria,
Francisco Suárezy Hugo Grocio). La época actual del Derecho internacional comienza tras la Primera Guerra
Vid., además, de Schutter, Bibliograpliy on Internationa! Criminal Law, 1972; Bassiouni, International
Mundial. El art. 227 del Tratado de Paz de Vetsalles situó bajo acusación al Emperador Guillermo II —por
Crimes: Digest/Indcx of International Instruments 1815-1985, Vols. 1, II, ¡986.
cierto, no sobre la base del Derecho internacional, sino de conformidad con "los más elevados principios de
la política internacional"—, y exigió en su art. 228 la entrega de los alemanes acusados de crímenes de
guerra^. En el período comprendido entre las dos guerras mundiales las asociaciones científico-jurídicas de
I. La relación entre el D e r e c h o p e n a l estatal
ámbito internacional se esforzaron por realizar un diseño teórico y una imposición prácrica del nuevo sector
y el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l p e n a l (Volkerstrafrecht) jurídico (Caloyanni, Donnedieu de Vabres, Pella, Polins, Saldaña, Sottile).

1. El D e r e c h o internacional clásico n o c o n o c i ó u n a r e s p o n s a b i l i d a d d e p e r s o n a s i n d i v i - 1. Tras la victoria de las fuerzas aliadas en la S e g u n d a G u e r r a M u n d i a l , éstas se p u s i e r o n


duales p o r el injusto c o m e t i d o . N o les garantizaba n i n g t i n d e r e c h o , a u n q u e t a m p o c o les i m p o - p r o n t o de a c u e r d o sobre la persecitción penal de la clase dirigente política, militar y e c o n ó m i c a
nía deber a l g u n o . La teoría de! D e r e c b o i n t e r n a c i o n a l sostenía c o m o algo " i n i m a g i n a b l e , q u e d e A l e m a n i a y sus aliados*. En el A c u e r d o d e L o n d r e s de 8 . 8 . 1 9 4 5 se a c o r d ó p o r las c u a t r o
u n a n o r m a de este sector jurídico fuera infringida p o r personas individuales. H a y delitos d e ! in- grandes potencias y 19 Estados más q u e se a d h i r i e r o n al m i s m o c o n p o s t e r i o r i d a d , el castigo d e
d i v i d u o pero n o c o n t r a el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l " ' . Sólo el D e r e c h o p e n a ! estatal era el q u e , a los principales responsables de los crímenes c o n t r a la paz, los crímenes d e guerra y c o n t r a la H u -
través de sus propias n o r m a s , podía proteger los principios de! D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l , d a d o q u e m a n i d a d ; sobre esta base, tuvo lugar el proceso c o n t r a los principales criminales d e guerra a n t e
aquél prevenía c o n c o n m i n a c i o n e s penales y t r a n s f o r m a b a los deberes jurídicos i m p u e s t o s a! Es-
rado en deberes del i n d i v i d u o s a n c i o n a d o s c r i m i n a l m e n t e (vid., p o r e j e m p l o , la p u n i b i l i d a d d e
las acciones c o n t r a los Estados extranjeros según los § § 102 ss., a d e m á s d e las disposiciones p e -
nales c o n t r a el genocidio del § 2 2 0 a) y los ataques c o n t r a el tráfico aéreo y m a r í t i m o del § 3 1 6 •* La expresión procede de Beling, Exterritotialitat pág. 4 ¡ , que sin embargo mantenía según la ante-
c). N o o b s t a n t e , desde el fina! de la P r i m e r a G u e r r a M u n d i a l esta i m a g e n ha c a m b i a d o . Bajo rior teoría dualista que sólo era posible frente a los Estados. Del mismo modo, todavía en sus comienzos,
ciertos límites, los individuos ya son c o n s i d e r a d o s c o m o sujetos de derechos y deberes p o r el Pella, La criminalité collective págs. 20 ss. El concepto fue asumido por MenzeUIpsen, Volkerrecht págs. 375
D e r e c h o internacional y, de a c u e r d o c o n ello, es imaginable q u e infracciones d e peso c o n t r a ss., mientras que Oehler, Internarionales Strafrecht pág. 606, lo rechazaba.
n o r m a s nucleares del D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l sean c o n s i d e r a d a s c o m o delitos internacionales q u e ^ Maunz/Dürig, Arr. 59 núms. 16 ss.; Schonke/Schrñder/Eser, nota preliminar núm. 23 antes del § ¡.
d e b e n ser castigadas de m o d o i n m e d i a t o p o r aquella rama del D e r e c h o ^. ^ Con detenimiento al respecto, v. Weher, Internationale Sttafgerichtsbarkeit págs. 7 ss.; Jescheck,
Volkerstrafrecht págs. 19 ss.; Lomhois, Droit penal International págs. 53 ss.; Oehler, Internarionales Strafrecht
págs. 605 ss.; Ferencz, Enforcing International Law Tomo I, 1983; Bassiouni, Rev inc dr pén 1975, págs. 4 ss.
' Triepel, Volkerrecht und Landesrecht pág. 329. ^ Finalmente, los procesos tuvieron lugar, de acuerdo con los aliados, ante el Ttibunal Imperial de
^ Vid., con mayor detenimiento, Dahm, Die Stellung des Menschen págs. 30 ss.; el mismo, Volkettecht conformidad con la Ley de 18.¡1.1919 (RGB!, pág. 2 ¡ 2 5 ) . Los juicios, que en el exrranjero levantaton
Tomo I pág. 417; Scelle, Manuel pág. 911,' Grassi, Die Rcchtsstellung págs. 297 ss.; Glaser, Droit internationa! duras críticas, están publicados en un libro blanco como Reichstagsdrucksache núm. 2584, I. Wahlperiode,
pág. 84; Sinha The Position ofthe Individual, en: Bassiouni/Nanda'Yomo I págs. 126 ss. 1920/2 ¡. Vid., en relación con la problemática de entonces, VerdroJ?, Die volketrechrswidrige Kriegshandlung
' Para más ácX2&t¡, Jescheck, Volkerstrafrecht págs. 206 ss.; Dahm, Problematik págs. ¡4 ss.; Hojfmann, págs. 84 ss.; Wegner, Kriminelles Unrecht págs. 28 ss.
Sttafrechtiiche Verantwortung págs. 30 ss.; Glaser, Introduction págs. 56 ss.; Graven, Le difficile progres * Vid., con más detalle, History o f t h e UN W t r Crimes Commision págs. 87 ss.; Smith, The Road
págs. 550 ss.; Trijfterer, Jescheck-Festschtift Tomo II pág. 1489. to Nurembcrg, ¡ 9 8 1 .
128 § 14 El Derecho internacional penal 11. \'^ desarrollo del I.^erecho intcrnai
penal 129

el Tribunal M i l i t a r I n t e r n a c i o n a l d e N u r e m b e r g ' . Se trataba d e u n T r i b u n a l d e o c u p a c i ó n S e g u n d a G u e r r a M u n d i a l apenas h a n sido inferiores en n ú m e r o y h o r r o r a los s u c e d i d o s e n t r e


interaliado y n o d e u n ó r g a n o c o n j u r i s d i c c i ó n penal i n t e r n a c i o n a l , p o r q u e el A c u e r d o d e L o n - 1 9 3 9 y 1 9 4 5 . Casi t o d o s estos hechos han q u e d a d o sin castigo o, en c u a l q u i e r caso, n o h a n sido
dres tenía tan sólo eficacia i n t e r p a r t c s y n o estaba vigente en A l e m a n i a (art. 3 4 del C o n v e n i o de s a n c i o n a d o s conforitie al " D e r e c h o internacional p e n a l " .
Vicna sobre el D e r e c h o de los T r a t a d o s de 2 3 . 5 . 1 9 6 9 B G B l . 1 9 8 5 II pág. 9 2 6 ) '". M i e n t r a s q u e
3. Prescindiendo del proceso celebrado contra los dirigentes políticos y militares japoneses aiue el
la p u n i b i l i d a d d e los crímenes d e g u e r r a se basaba en el a n t i g u o D e r e c h o c o n s u e t u d i n a r i o inter-
Tribunal militar de Tokio constituido por once países en el año 1946 y donde se plantearon los mismos
nacional " , los aliados i n t r o d u j e r o n de f o r m a novedosa y con efectos retroactivos la p u n i b i l i d a d problemas jurídicos que en Nuremberg , el proceso ante el I M T de esta líltitna ciudad ha petmanecido
de los delitos c o n t r a la H u m a n i d a d (en t a n t o q u e éstos n o c o i n c i d i e t a n con el D e r e c h o penal como el tínico procedimiento intetaliado. Pot el conttario, han tenido lugat numerosos procesos contra ciu-
estatal existente) y d e las agresiones bélicas '^, algo a lo q u e difícilmente t e n í a n d e t e c h o '^. Exis- dadanos alemanes tanto ante tribunales exttanjeros basados en el Derecho de otros países " , como también
tió, según ello, u n "acto t e v o l u c i o n a t i o " c o n el q u e se p o d r í a estat d e a c u e t d o a la vista d e la en Alemania sobre la base de la KRG ntiin. 10 de 20.12.1945 (Kontrollratsamtsblatt pág. 50) ante los tri-
situación e x t r a o r d i n a r i a a n t e la q u e se e n c o n t r a b a n los aliados en 1 9 4 5 , si las reglas generales del bunales de ocupación " . La KRG núm. 10 fue temporalmente también objeto de aplicación por parte de
D e r e c h o i n t e t n a c i o n a l p e n a l h u b i e r a n sido a s u m i d a s p o t el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l p o s t e r i o r a los tribunales alemanes, en la medida en que .se tratata de delitos contra la Humanidad cometidos por ale-
N u r e m b e r g , algo q u e p r e c i s a m e n t e hasta el m o m e n t o n o ha s u c e d i d o " . E n lugar d e ello, h a n manes en contra sus propios nacionales (vid., vgr., O G H 1, 4 ! 1; 2, 413). No obstante, desde el ai'io 1950 la
c o n t i n u a d o las intervenciones militares d e las g t a n d e s potencias y h a n t e n i d o lugar n u m e r o s a s Justicia alemana se rigió sólo por el l^erecho penal alemán para el enjuiciamiento de los delitos violentos
cometidos durante la época del nacional-socialismo '".
agresiones bélicas. Los c r í m e n e s d e guerra y c o n t r a la H u m a n i d a d q u e h a n sido c o m e t i d o s tras la
4 . Los m i e m b r o s d e las N a c i o n e s U n i d a s n o h a n h e c h o suyo el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l
penal aplicado en N u r e m b e r g y Tokio - ' .
' El proceso de 1.10.1946 está publicado en: Der Prozel? gcgcn die Hauptkriegsverbrechcr ver dem
Internationalen MilitargerichtshofTomo I, 1947, págs. 189 ss. Sobre el mismo, vid. Donnedieu de Vabres, En realidad, la Asamblea Genera! de las Naciones Unidas ha "confirmado" los principios de Nuremberg
Recucil des Cours 70 (1947) Tomo 1 págs. 489 ss.; Ehard. SJZ 1948, pág. 353; Gkser. SchwZStr 68 (1953) en dos resoluciones de 11.12.1946 y de 21.11.1947, pero ello no va mis allá de una mera declaración de lo
pág. 521; Jescheck, Nuremberg Triáis, Encyclopedia, Fascículo 4.°, 1982, págs. 50 ss.; Kranzhühler, Rückblick que enronces sucedió en justicia a los condenados y no significa la creación de un nuevo Derecho internacio-
págs. 11 ss.; Woetzel, The Nuremberg Triáis págs. 40 ss.; Rolíng, The Nuremberg and the Tokyo Triáis, en: nal obligatorio para rodos sus miembros algo para lo que, por otra parre, tampoco tendría competencia la
Bassiouni/Nanda Tomo I págs. 590 ss.; Herzog, Nuremberg págs. 81 ss.; Ptawski Droit international penal
págs. 72 ss.; Doehring, Beurteilung der Kriegsverbrecherprozesse págs. 75 ss.; Grewe, Doehring-Festschrifr "^ Vid. W/íÉ", War Crimes págs. 35 ss.; Grewe, Doehring-Fesrschrift pág. 2A\; Jescheck, GA 1981,
págs. 229 ss. Una recopilación de material sobre este tema se contiene en Heydecker/Leeb, Der Nürnberger pág, 57 ñora a pie núm. 26 sobre el castigo de los crímenes de guerra de My Lai en Vietnam que fueron
Pro7.eí5, 1979. perseguidos sobre la base del Derecho norteamericano, aunque finalmente su persecución no ha tenido efi-
'" Así, con razón, Schwarzenherger, International Criminal Law pág. 3 1 ; Dahm, Volkerrecht Tomo cacia de ningún tipo. Sobre ello, además, Taylor, Nuretnberg and Vietnam pág. 207. También nuestro con-
III pág. 290; Wengler, Volkerrecht Tomo I p.. 829 nota a pie niim. 3; Grewe, Doehring-Festschrifr pág. 249; rinente opone resistencia al castigo de los propios nacionales por de crímenes de guerra; vid., crícticamente
Ipsen, Oehler-Fesrschrift págs. 506 ss. (en relación con la "Special Proclamation" del General MacArthur de al respecro, Verhaegen, Jescheck-Fesrschrift Tomo II págs. 1441 ss.
19.1.1946, sobre l a q u e se basó la jurisdicción del "International Military Tribunal for the Far East"). '^ Para más detalles, Rijling, The Tokyo Trial in Retrospcct págs. 254 ss.; el mismo, Tokyo Trial,
" Vid. Grewe, Nürnberg ais Rechtsfrage págs. 17 ss.; Oehler, Internationales Sttafrecht págs. 621 ss.; Encyclopedia Fascículo A.", 1982, pág. 242; Ipsen, Oehler-Festschrifr págs. 505 ss. La totalidad de la docu-
Jescheck, War Crimes, Encyclopedia Fascículo 4.°, 1982, págs. 294. inentación del proceso de Tokio está publicada en Pritchard/Zaide (Edrs.), The Tokyo War Crimes Trial, 22
'"^ En la acttialidad la doctrina mayoritaria se muestra favorable a los crímenes conrta la paz, Wehberg, Tomos, 1951. Sobre sus cuestiones jurídicas y significado histórico, Hosoya y otros (Ed.), T h e Tokyo War
Laun-Festschfift pág. 394; C A. Pompe, Aggressive War pág. 175; Oehler, Intetnarionales Strafrecht pág. Crimes Trial, 1986.
616; Ipsen, Oehler-Festsclirift págs. 511 ss.; Grewe, Doehring-Festschrifr pág. 243; Blumenwitz, Krause- " Al respecro vid. Lummert, Die Strafverfahren gegen Deutsche págs. 29 ss.; Maunoir, La répression
Fcstschrift págs. 79 ss.; Roling, Encyclopedia Tomo I págs. 871 ss.; Dalmi/Delbriick/Wolfrum, Volkerrecht des crimes de guerrc págs. 153 ss,.; Jescheck, SJZ 1949, pág. 107; el mismo, JZ 1953, pág. 156; el mismo,
ToiTio I/l págs. 56 ss. Por el contarlo, Glaser, Droit international penal págs. 67 ss. comprende a la prohibi- Rauter Case, Encyclopedia Fascículo 4.", 1982, págs. 165 ss.; Roling, Recuell des Cours 100 (1960) Tomo
ción de las agresiones bélicas contenidas en el Pacto de Briand-Kellogg (1929) como una norma penal. Para II págs. 329 ss.
afronrar la prohibición de retroacrividad el Derecho inrernacional se conforma con el merecimiento de pena " Jescheck, Nuremberg Triáis, Encyclopedia Fascículo 4.°, 1982, págs. 54 ss.; Heinze/Schilling. Die
del hecho en el momento de su comisión; vid., vgr., Dahm, Volkerrecht Tomo III pág. 317; Glaser, Z S t W Rechrsprechung der Nürnberger Militartribunalc, 1952; v. Knierim, Nürnberg págs. 11 ss.
76 (1964) pág. 523; Lombois, Droit international penal pág. 52. No obstante, los modernos documentos de ^^ Una publicación completa hasta el año 1965 de los procesos celebrados ante tribunales aleirianes
Derecho internacional hablan enequívocainentc de punibilidad {vid. infra § 15 II 4). Sobre todo ello, vid. por deliros de homicidio comeridos durante el nacional-socialismo puede encontrarse en la colección "Justiz
Trijfterer, Dogmatische Unrersuchungen págs. 124 ss. und NS-Verbrechen", editado por C.F. Rüter y otros en 22 tomos entre los años 1968-1981.
'^ Kranzbühler, E. Kaufmann-Festgabe págs. 221 ss. ' ' La opinión de Greenspan, Law of Warfare pág. 428 de que los principios de Nuremberg se han
''' /«í-¿í'i-/í',Vblkefstrafrecht pág. 175. convertido en una sólida parte del Derecho inrernacional, no es confirmada ni por los tratados ni por la
'^ Con mayor detenimiento,/«(-¿ÍT/^, SchwZStr 72 (1957) págs. 220 ss.; el mismo, G r ü n h u t - praxis de los Esrados. También es equivocada la opinión de Clark, The influence of the Nuremberg Trial
Erinnerungsgabe págs.49 ss.; el mismo, GA 1981, págs. 54 ss. De forma equivocada, numerosas resoluciones pág. 263, según la cual aquí existiría "un grupo de reglas y principios firmemente establecidos".
de la Asamblea General de las Naciones Unidas son consideradas como recepción de los "principios de ^^ Vid. la exposición de las interpretaciones de ambas resoluciones en Jescheck, G r ü n h u t -
Nuremberg"; vid., por ejemplo, Bierzanek, Prosecution of International Crimes, en: Bassiouni/Nanda Tomo Erinnerungsgabe pág. 52 anotación núm. 37; además, Menzel/Ipsen, Volkerrechr págs. 382 ss.; Oehler,
I pág. 584. De otra opinión, Lombois, Droit international penal pág. 61 ss. En rorno a su desarrollo desde la Internationales Strafrecht pág. 607; Doehring, Beitráge zur Konfliktforschung pág. 8 1 ; Grewe, Doehring-
Segunda Guerra Mundial, Perencz, Enforcing International Law Tomo II, 1983. Fesrschrift pág. 236.
130 § 14 F,l Derecho internacional penal 111. Los presupuestos jurídicos del Derecho internacional penal 131

Asanililca General ^^. Y es que esta última nunca ha aceptado ni los principios jurídicos de Nurcmberg redacta- nombtados los miembros de dicho Tribunal y ios acusadores ^-. En el año 1994 ha sido publicado un infor-
dos por la International Law Commission ^' ni el proyectado "Dtaft Code ofOffences against the Peacc and me dirigido al Consejo de Seguridad (coit una información muy extensa) en el que se investigan los críme-
Securiiy ol Mankind"'^ elaborado también por aquella ni, en fin, el "Statute for an Iinernational Griniinal nes de guerra y genocidio comeiidos en la guerra de Yugoslavia; su elaboración ha corrido a cargo de una
('oun" redactado por una comisión internacional ^''. Rcsulra cuestionable, pues, la existencia de un Derecho comisión dirigida por Bassiouni.
iiuernacional penal que esré por encima de los Estados y que presuponga un gobierno mundial dotado de
medios de poder que no hayan creado los países más poderosos, en la medida en que éstos ejercen su propia
política como potencias mundiales. Un desarrollo en esta línea no tesulta sin embargo imposible^''. La Con- III. Los p r e s u p u e s t o s jurídicos d e l D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l p e n a l
vención de las Naciones Unidas de 27.11.1968 sentó el principio de la imprescriptibilidad de los crímenes de
guerra y contra la Humanidad attibuyéndole efecto retroactivo (vid. la 2.^ Ed. de esta obra, págs. 110 ss.) ^^. La pregunta sobre si existe un Derecho internacional penal que contenga algo más q u e obliga-
La acepiación de una definición de agresión por la XXIX Asamblea General celebrada el 14.12.1974^' ha ciones dirigidas a los Estados consistentes en aprobar disposiciones penales d e t e r m i n a d a s , resulta
supuesto una nueva oportunidad para la continuación de los trabajos de las Naciones Unidas en el "Draft d u d o s a a la luz del desarrollo cxpuestO''-\ D e seguirse las tesis del juicio d e N u r e m b e r g , para la
("ode oí Offenccs". aunque finalmente lia quedado sin eficacia alguna. existencia de u n verdadero D e r e c h o internacional penal deberían darse los siguientes presupuestos:
Una colección comprensiva de todos los Tratados de Derecho internacional, que además contiene una 1. El m i s m o D e r e c h o internacional debería c o n t e n e t vctdadcros tipos penales q u e vincula-
Parre General con normas penales, ha sido redactada por un grupo intetnacional de especialistas bajo la ran i n m e d i a t a m e n t e a las personas sin necesidad de recurrir al D e r e c h o estatal, d e tal forma q u e
dirección de Bassiouui bajo el rítulo "Draft International Criminal Code", con la inrención de promover los
la p u n i b i l i d a d d e sus transgresiones se d e t e r m i n a r a sin necesidad de la i n t e r v e n c i ó n del legislador
trabajos de las Naciones Unidas en la codificación del Derecho intetnacional^'. En el año 1981 se enco-
estaral ( p r i n c i p i o d e r e s p o n s a b i l i d a d p e n a l i n m e d i a t a del i n d i v i d u o s e g ú n el D e r e c h o i n -
mendó orta vez a la International Law Commission la misión de proceder a una nueva redacción del "Draft
Code ofOffences against the Peace and Securiry", cuyo informe fue publicado en 1 9 9 1 ' " . Además, Bassiouni ternacional) ^ . U n p r i n c i p i o de esta naturaleza sería c o m p a t i b l e c o n la situación a c t u a l del D e -
ha presentado en el año 1992 un nuevo "Dtaft Statute Intetnational Criminal Tribunal". Los graves críme- recho internacional. La c u e s t i ó n reside sólo en saber si v e r d a d e r a m e n t e h a e n c o n t r a d o u n reco-
nes de guerra y conrra la Humanidad que fueron cometidos durante la guerra de la anteriot Yugoslavia han n o c i m i e n t o generalizado (sobre ello vid. infra § 14 I V ) .
conducido en el año 1993, sobte la base de las tesoluciones del Consejo de Segutidad de las Naciones Uni-
2 . Pero, a d e m á s , c u a n d o u n c o m p o r t a m i e n t o fueta declatado p u n i b l e en D e r e c h o interna-
das, a la constitución de un Tribunal adhoc para el enjuiciamiento de los culpables^'. Entretanto, han sido
cional, el D e t e c h o estatal debería perder su eficacia pues d e lo c o n t r a r i o el i n d i v i d u o estaiía si-
t u a d o e n t r e dos fuegos. N i n g t i n Estado podría o r d e n a r ni p e r m i t i r acciones contrarias al D e r e -
-^ AJIL 44 (1950) Supágs. págs. 125 ss.; Mueller/Wise. págs. 279 ss. c h o internacional p e n a l , cualquiera que sea la p e r s o n a q u e las c o m e t a , y m u c h o m e n o s poseer
'•* AJIL 49 (1955) Supágs. págs. 17 ss.; Mueller/Wise, págs. 594 ss. eficacia justificante las ó r d e n e s conttatias al m e n c i o n a d o o r d e n j u r í d i c o ( p r i n c i p i o d e p r i m a c í a
- ' Report of the 1953 Commitree of Internarional Criminal jurisdiction, U N General Assembly, Ninth d e l D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l p e n a l sobre el D e r e c h o estatal). En teoría t a m b i é n este p t i n c i p i o
Session, Supágs. N U M . 12 (A/2645), 1954, págs. 23 ss. Vid., sobte ello, Grehing, GA 1976, págs. 97ss. No es susceptible de realizarse: las n o r m a s del D e r e c h o internacional penal sólo d e b e r í a n o b t e n e r su
obstante, en el año 1994 la Intetnational Law Commission ha elabotado el proyecto de un "Statute for an r e c o n o c i m i e n t o p o r la gran mayoría de los Estados, con lo q u e v e n d r í a n a convertirse en "nor-
Intetnational Criminal Tribunal". Al respecto, Crawford, AJIL 88 (1994) pág. 140. mas generales del D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l ' . Si esra solución ó p t i m a n o fuera posible, p o r lo m e -
^^ Acerca de la antetiot valoración global pesimista de la situación vid. el número especial de la Rev nos aquellos Estados q u e están intetesados en la creación d e u n D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l penal d e -
int dt pcn 1964, n ú m . 1/2 "Les ptojets des Nations Unics pout l'institution d'une justice pénale b e t í a n estar dispuestos a transformar aquellas n o r m a s en D e r e c h o estatal; d e este m o d o , c o m o
internarionale" con numerosas conrribuciones de expertos; además, Daiitrteourt, T h e Intetnational Crimi- D e r e c h o más reciente prevalecería frente a o t t o más a n t i g u o de signo c o n t a r l o . Por ahora, sin
nal Couri, en: Bassiouni/NandizTomo I págs. 636 ss.; Grewe, Doehring-Festschrift pág. 237; Jpsen, Oehlet-
e m b a r g o , la realidad es q u e n o ha sucedido ni u n a ni otra c o s a ^ ^
Festschtift pág. 51'); Jeícheck, Grünhut-Erinnerungsgabe pág. 47.
^' Müller, AJIL 65 (1971) págs. 476 ss.; en relación con el problema de la prescripción Glaser, Droit 3 . F i n a l m e n t e , debería q u e d a r excluida la posibilidad d e q u e frente a u n c o m p o r t a m i e n t o
International penal págs. 113 ss. c o n t r a r i o al D e r e c h o internacional penal c o m e t i d o p o r u n ó t g a n o estatal, en el caso d e su perse-
-* Bothe, Jahrb. f. Intetn. Recht 18 (1975) págs. 121 ss. (texto en págs. 142 ss.); Bromo,'Tht Definition
of Aggression in the United Nations, 1968; Ferencz, Defining International Aggression Tomo II págs. 14
^' Al respecto, Hollweg, ]7. 1993, pág. 980; sobre la creación de un Tribunal Penal Internacional
ss.; el mimio. Criminal Law, en: Bússiouni/Nandí] Tomo I págs. 23 ss.; Oehler, Encyclopedia Tomo I pág.
permanente, el mismo, SchwZStt 112 (1994) págs. 280 ss.
881; Jeseheck, GA 1981, págs. 54 ss.
" Vid. Sehuiarzenherger, Intetnational Ciiminal Law pág. 23: "pot ahota no existe una ley intetna-
^' El texto con comentarios puede verse en Bassiouni, Intetnational Criminal Law, 1980. Al respec-
cional penal reconocida por todas las naciones"; sobte esta cuestión vid., sidcmÁs, Jescheek, Maurach-Festschrift
to, Oehler, Klug-Festschfift Tomo II págs. 293 ss. y bajo el punto de vista de la ptotección jurídica interna-
págs. 588 ss.; Oehler, Intetnationales Sttafiecht págs. 607 ss.; Ryu/Silving, International Criminal Law, en:
cional de los derechos de la persona, Bassiouni, Jescheck-Festsclitift Tomo II págs. 1453 ss. El "Dtaft Code"
BassiounilNanda Tomo 1 págs. 23 ss.
fue completado a través del "Draft Statute of the Intetnational Criminal Tribunal" en Bassiouni, A Draft
^"^ Menzel/Ipsen, Volkerrecht pág. 383; Trijfterer, Jescheck-Festschtift Tomo II pág. 1499; Jeseheck,
págs. 213 ss. Sobre esto BassiounüBlakesley, Vanderbilt Journal 1992, 151 ss.
Intetnational Crimes, Encyclopedia Fascículo 8, 1986, pág. 332. La responsabilidad penal individual debe
'" Vid. Williams, The Draft Code ofOffences, en: Bassiouni (Ed.), Intetnational Criminal LawTomo
diferenciarse claramente de la que poseen los Esrados por la comisión de crímenes inrernacionales; vid.
I, 1986, págs. 109 ss.; Bassiouni (Ed.), Commentaries on the International Law Commission's 1991 Dtaft
Hofittann, Z a o R V 4 5 (1985) pág. 206.
Code of Crimes against the Peace and Sccutity of Mankind, 1993.
^' En telación con ello, vid. Tomuschat, The Review of the International Commission of jurists núm. " Acerca de la posibilidad de un Derecho internacional penal de ámbito legional, Weigend, ZStW
50, 1993, págs. 56 ss.; Partsch, Vereinte Nationen 1994, págs. 11 ss.; Trijfterer, O J Z 1994, págs. 825 ss. 105 (1993) págs. 774 ss. y Wilkitzki, ibídem págs. 821 ss.
!32 § 14 E\ Derecho internacional penal IV. ¡.os (ipos pemiles del Dcrcciu) iiucriKícioiial penal 133

cución penal a través de la jurisdicción internacional o extranjera, pudiera alegarse q u e se trataba 2. C r í m e n e s de guerra son tod;is las infracciones de gravedad lesivas del D e r e c h o interna-
d e tul acto d e soberanía estatal s o m e t i d o sólo a la jurisdicción del p r o p i o Lstado según el p r i n c i - cional de guerra, q u e son cometidas por m i e m b r o s de una potencia bélica c o n t t a los soldados,
pio de "par in p a r c m non haber j u r i s d i c t i o n c m " ( e x c l u s i ó n d e la "teoría de los a c t o s sobera- petsonas civiles o bienes materiales de u n Estado e n e m i g o , de un país vencido o de u n a zona
nos") •""'. En este p u n t o , el desarrollo p o s t e r i o r a 1945 h a a v a n z a d o lo m á s a m p l i a m e n t e posible. ocupada .
Ya existe u n a jurisdicción supracstatal q u e , de a c u e r d o c o n su cualificación jurídica, se e n c u e n t r a
En un primer plano debe pcnsar;íe en aquellas acciones bélicas contrarias a! Derecho internacional
p o r e n c i m a del p o d e r estatal. La c t c a c i ó n d e u n p o d e r s o b e r a n o i i u e r n a c i o n a l de esta naturaleza tales como el saqueo, homicidio o maltrato de prisioneros de guerra y la muerte o exfuilsión de la población
tiene p r e c i s a m e n t e el s e n t i d o d e s o m e t e r a los Estados bajo su jutisdicción d e n t r o d e cierros lí- civil ("limpieza étnica"). Sin embargo, los juicios de Nuremberg y la praxis estatal posterior a 1945 han
mites. Peto, en cualquier caso, t a m p o c o p u e d e oponerse más la teoría de los actos soberanos frente ampliado considerablemente el concepto de ctimen de guetra suministtado pot el Detecho intetnacional
a u n a jurisdicción estatal para el s u p u e s t o e n el q u e se c o m e t a n gtaves c r í m e n e s c o n t t a el D e t e - clásico''^. Pot ello, el ptoblenia jutídico reside en la actualidad en una delimitación precisa de los tipos. Los
c h o internacional. Esta c o n c e p c i ó n se c o r r e s p o n d e c o n viejos usos d e los c r í m e n e s d e guerra pero, avances en esta ditección los proporcionan las disposiciones sobte "inftactions gtaves" contenidos en la cuatta
incluso t a m b i é n p a r a ortos delitos, la práctica i n t e t n a c i o n a l desde 1 9 4 5 m u e s t t a u n a imagen tan Convención de Ginebra de 1949 (BGBl. 1954 II pág. 782), que señalan cuáles de las transgresiones de
unitaria q u e a q u í d e b e ser a c e p t a d a u n a n o r m a general del D e r e c h o internacional ^^. Derecho internacional tienen que ser castigadas pot el Derecho estatal como ctímenes de guetta"* . Dos
ptotocolos adicionales del año 1977 amplían las "inftactions graves" y tcfuetzan las obligaciones penales de
los Estados''^ Los convenios mencionados son complementados con la Convención pata la ptotección de
bienes culturales de 1954 (RGBl. 1967 II pág. 1233) que, asimismo, en su art. 28 impone deberes penales
IV. L o s t i p o s p e n a l e s d e l D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l p e n a l
para los Estados patte. Las convenciones de Ginebta han confiado la protección del Detecho intetnacional a
los legisladotes estatales pot motivos de necesidades ptácticas. En Alemania se ha terminado de elabotat un
En la m e d i d a en q u e p u e d a hablarse d e u n verdadero D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l penal (vid.
Ptoyecto de Ley ejecutiva en este punto como complemento a la Ley penal militar, aunque hasta ahota no
siipra § 14 III), las n o r m a s penales p u e d e n e x p o n e r s e d e la m a n o d e tres t i p o s principales descri-
ha sido enviada al Parlamento fedetal. Así pues, pot el momento sólo el Derecho penal común puede asu-
ros en el A c u e r d o d e L o n d r e s d e 1 9 4 5 ^^•
mir la protección del Derecho intetnacional de guetta.
1. Por c r í m e n e s c o n t r a la p a z se c o m p r e n d e n la preparación, d e s e n c a d e n a m i e n t o y ejecu-
3 . Los c r í m e n e s c o n t r a la H u m a n i d a d c o n s t i t u y e n inftacciones de g i a v e d a d c o n t r a las
ción d e i m a agresión bélica o d e u n a guerra bajo la infracción d e t t a t a d o s internacionales. Los
garantías m í n i m a s d e la d i g n i d a d h u m a n a (en especial c o n t t a la vida, integridad corporal y la
principales p r o b l e m a s residen a q u í en la definición del a t a q u e ' ' y en la d e l i m i t a c i ó n del círculo
l i b e r t a d ) , p o r motivos relacionados con la n a c i o n a l i d a d de la víctima o su p e r t e n e n c i a a u n gru-
de personas q u e p u e d e responsabilizarse.
p o social, c o m u n i d a d cultural, raza, religión, confesión o convicción política. Lo característico
Un tipo penal delictivo contra la paz de generalizado reconocimiento sería del máximo valor para las
d e estos delitos es q u e s o n llevados a cabo con el respaldo estatal .
exigencias de seguridad de los pueblos, aunque sin embargo todavía no existe. La Constitución declara con-
tratia a su propio texto la preparación de la declaración de un estado de guerra (art. 26 GG). Para la protec- En los ctímenes contra la Humanidad se trata, sobre todo, de poder perseguir penalmente a escala
ción de la paz el StGB contiene disposiciones penales contra la preparación de un ataque bélico (§ 80) o internacional los hechos violentos inducidos o encubiettos pot la autotidad estatal en contra de sus nacio-
su provocación (§ 80 a ) ' " . nales u otros habitantes de su ptopio país. La Convención intetnacional para la prevención y represión del
genocidio de 1948 (BGBl. 1955 II pág. 210) declara como delitos contta el Derecho intetnacional determi-
^ Al respecTO, vid., con numerosos ejemplos de la praxis de los Estados, Zander, AJIL 53 (1959) nados actos de agtesión contra gtupos nacionales, étnicos, taciales o teligiosos, peto en ctialquiet caso no
pág. 826. Sobre la expropiación por parte de Estados extranjeros vid. Fonteyne, Encyclopedia Tomo 1 págs. contiene disposiciones penales ptopias'*'. Con motivo de esta convención fue introducido en Alemania el
17 ss. tipo de genocidio (§ 220 a) . Postetiotmente, y de confoimidad con la KRG núm. 10, fueron inttoduci-
^' Vid. Dahm, Volkertecht Tomo III pág. 319; Wengkr, Volkerrecht Tomo II págs. 1461 ss. Con
leservas, Dahm/Delbrück/Wolfrum, VolkerrechrTomo I, 1 pág. 489. ''- Más detalladamente,/«c/jcrf, Wat Crimes, Encyclopedia Fascículo 4.°, 1982, págs. 294 ss.; Strehel.
•''' Acerca de los comienzos de una Dogmática de las teorías gcnetales del Detecho internacional pe- ZaoRV 15 (1953) págs. 31 ss.; Bierzanek, War Crimes, en: Bassiouni/Nanda Tomo 1 págs. 559 ss.; Oehler.
nal vid. Glaser, Infraction internationale págs. 11 ss.; Hahnenfeld, Hcrkunft der allgemeinen Lehten, 1959; Intetnationales Sttafrecht págs. 629 ss. Una colección de las correspondientes convenciones, ptoyectos de
Jescheck, Volketstrafrecht págs. 147 ss.; Trijfterer, Dogmatische Untersuchungen págs. 158 ss.; Glaser, Droit las mismas y resoluciones se contienen en la obra de Schindler/Toman, 1 he Laws of Atmed Conflicts, 1973.
international págs. 49 ss.; Vogler, Defense of Superior Orders, en: Bassiouni/Nanda Tomo I págs. 619 ss.; '" La definición ttadicional se encuentta todavía en Lauterpacht, British Yearbook ol Int. Law 1944,
Bassiouni, International Ctiminal Codc, General Part con comentarios págs. 141 ss.; Schindler, Crimes agaiast pág. 79.
the Law of Nations, Encyclopedia Tomo 1 págs. 875 ss.; Wilkitzki, ZStW 99 (1987) págs. 465 ss. '*'' Con más detalle al icspccm, Jescheck, Verbiechen nach Volkerrecht págs. 370 ss.; Dautricourt, Rev
" Vid. Bassiouni, Butler, Novogrod, Whitton, Dinstein, en: Bassiouni/Nanda Tomo I págs. 159 ss.; dr pén crim 35 (1954-55) págs. 739 ss.
Riiling, Cfimes against Peace, Encyclopedia Tomo I págs. 871 ss.; Ferencz, Aggtession, ibídeni págs. 58 ss.; En relación con ello vid. Bassiouni, Rutgers Camden Law joutnal 8 (1977) págs. 194 ss.; Krüger-
Oehler, Internationales Sttafrecht pág. 6\S; Jescheck, International Crimes, Énc)'clopediaTomo II págs. 1119 Sprengel, NZWehtt 1981, 121 ss.
ss.; además vid. supra § 14 II 4. '''^' Sobte esta cuestión vid. Graven, Rccucil des Cours 76 (1950) Tomo I págs. 433 ss,; Ferencz, Crimes
'"' Con carácter general vid. sobre ello, Schroeder, Schurz von Staat und Verfassung págs. 377 ss. En against Humanity, Encyclopedia Tomo I págs. 869 ss.
relación con la relación problemática del § 80 con el art. 103 II GG, ctíticamente Lackner, § 80 núm. 2; '*' C o n mayot detenimiento sobre esta cuestión, 7«f¿i'í-¿, ZStW 66 (1954) pág. 193; el mismo,
Schroeder, JZ 1969, págs. 47 ss.; positivamente Klug, Ftiedensvetrat págs. 164 ss. Genocide, Encyclopedia Tomo 11 pág. 541.
"" Sobre la LG Koln NStZ 1981, pág. 261 convincentemente Klug, Jescheck-Festschrift Tomo I págs. En telación con la petseguibilidad de los delitos cometidos en los Balcanes de acuetdo con el De-
583 ss. recho penal internacional alemán Roggemann, N J W 1994, pág. 1436.
134 § 15 La ftinción garantista de la Ley penal § 15 La función garantista tic la Ley penal 135

das en el Derecho penal alemán vigente disposiciones tales como los §§ 234 a, 241 a, 130, 131, lanibién hiihrmann, Die Bedeutung des "faktischcn Organs" usw., Festschrift für H. Trondle, 1989, pág. 139; Gerland,
sobtc crímenes contra la Humanidad. Asimismo, el Convenio internacional sobre la eliminación de loda Ati. 116. Nulla poena sine lege, en: Die Grmidrechte und Grundpflichtcn der Reichsverfassung, 1929, Tomo
forma de discriminación racial de 7.3.1966 (I5GB1. 1969 11 pág. 962) contiene obligaciones penales para los I, pág. 383; Germann. Zum sog. Analogieverbot nach schweiz. StGR, SchwZStr 61 (1946) (Fesrgabe für E.
Estados-". Haftcr) pág. 119; el mismo, Probleme und Methoden der Rechtsfindung, 2." Ed. 1967; Gomard, Auslegung
und Analogie bci der Anwendung dani.scher Wirtschartssttafge,sctze, ZStW 83 (1971) pág. 332; Grofi,
Rückwirkungsverbor und richrerliche Tarbcstandsauslcgung, Diss. Frciburg 1969; el mismo, Über das
Capítulo 3: Ley penal y Estado de Derecho "Rückwirkung.sverbor" in der srrafrechtlichen Rcchtsprcchung, GA 1971, pág. 13; Grunsky, Grenzcn der
Rückwirkung bei einer Ánderung der Rechtsptcchung, 1970; Grünwald, Bedeutung und Begründung des
D e a c u e r d o con el p r i n c i p i o d e reserva d e Ley q u e deriva del a n . 2 0 111 G G , todas las in- Sarzes "nulla poena sine lege", ZStW 76 (1964) pág. 1; el mismo, Die strafrechdiche Dewerrung in der D D R
tervenciones estatales gravosas para el c i u d a d a n o d e b e n estar f u n d a m e n t a d a s en u n a Ley formal. begangcner Handlungen, StV 1991, 31; el mismo, Zut Fragedes Ruhensder Verjahrung von DDR-Sttaftaten,
Esto rige sobre t o d o para el D e r e c h o penal. En éste, las garantías del E s t a d o d e D e r e c h o están StV 1992, pág. 333; Günther, Die Genesc eiiies Straftatbcstandes, JuS 1978, pág. 8; Hecker, Das Verbot
rückwirkender Sttafgesetze im amerikanischen Recht, 1971; Heimherger, Freiheit und Gebundenheit des
fucrtenientc intensificadas pues n a d a p u e d e a m e n a z a r de m o d o tan p e r m a n e n t e a la libertad in-
Richtets, 1928; Henkel, Strafrichter und Geserz im neuen Staat, 1934; Hopfel, Zu Sinn und Reichweite des
dividual c o m o la arbitrariedad de los poderes ptiblicos q u e se sirven d e los m e d i o s del p o d e r
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pimitivo. Las intervenciones penales alcanzan u n a m a y o r p r o f u n d i d a d en c u a n t o a sus efectos ')\\]akohs, Anmerkung zu BGH 40, 48, NStZ 1994, pág. iil; Jiménez de Asúa, Nullum crimen sine lege,
q u e cualesquiera otras " i n t r o m i s i o n e s e n la libertad y p r o p i e d a d " ; aquellas encierran u n a c e n t o Z S t W 63 (1951) pág. 166; Jung, Rückwirkungsverbot und Mal?regel, Festschrift für R. Wassermann, 1985,
especialmente gravoso sobre t o d o a través d e la d e s a p r o b a c i ó n ético-social q u e les es i n h e r e n t e . pág. 875; Arthur Kaufmann, Analogie und "Natur der Sache", 2." Ed. 1982; Kohlmann, Der Begriff des
Por ello, la Ley penal y su aplicación n o sólo d e b e n c u m p l i r c o n los principios jurídicos de ca- S t a a t s g e h e i m n i s s e s usw., 1 9 6 9 ; Krahl, Die R e c h t s p r e c h u n g des BVerfG u n d des B G H zuin
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' En relación con los presupuestos materiales de una legislación penal justa Günther, JuS 1978, págs. von § ! StGB, Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 223; H. B Sehneider, Richterrecht,
8ss.
136 § 15 ha funciófi garantista de la hey penal 1. F.l significado de la téeirica iegislariva para la función garanrista de la Ley penal 137

Geser/.csrecht und Verhissungsrecht, 1969; Schrciher, Rückwirkungsverbor bei einer Andcrung der ello, resulta preferible un vínculo con una Ley que ha sido decidida, escrita y publicada dcrno-
Rechrsprechung? JZ 1973, pág. 713; el mismo, Gcsctz und Richier, 1976; Schünemann. NuUa pocna sine cráticanientc, puesto que en ella la situación jurídica queda rcficjada para el ciudadano del modo
lcí;e? 1978; Schulz, Wahlfcststellung und Tatbestandsreduktion, JuS 1974, pág. 635; .SW, Unbestinunte und más claro y exacto posible, garantiza la estabilidad y asegura la unidad e igualdad de la aplica-
norniativeTatbestandsmerkmale und dcr Grundsarz nullum crimen sine Icgc, Diss. Münciien 1965; Simmal
ción del Derecho a través de una tedacción que va más allá del caso concreto.
Volk. DerSpion, dcr in dic Kahc kam, NJW 1991, pág. 871; i'omwí'r. DÍS mildestc Ck-setz i..S.d. § 2 Abs. 3
.StCR, 1979; Strafihurg. Rückwirkungsvcrbot und Ánderung der Rechrsprechung, Z.StW 82 (1970) pág. 948; 2. Para la eficacia de la fimción garantista de la Ley penal la técnica legislativa juega ini
Strec, DcliUtsfolgen und Crundgcserz, 1960; Tudemann, Tatbesrandsfunktionen ini Nebensiralrecht, 1969; papel esencial-^ Pero también bajo el dominio de la Ley la medida de la vinculación judicial
el mismo, Zeitliche Grenzen des Strafrechts, Festschrift für K. Peters, 1974, pág. 193; el mismo, DcrWcchsel puede ser distinta scgt'm que aquélla suponga una regulación cerrada (codificación) con la prohi-
von Srrafnormen und die Rechrsprechung des BGH, JZ 1975, pág. 692; el mismo, Vcrfassungsrecht und bición simultánea de la nueva cteación judici;il de normas perjudiciales para el reo (como sucede
.Srrafrccht, 1991; Trondle, Rückwirkungsverbor bei Rcchtsprechungswandel? Festschrift für E. Dreher, 1977, con el StGB), o que a la praxis le esté permitido colmar lagunas segtin su propio sentido jutídico
págs. 117 ss.; el mismo, Sitzblockaden und ihre Fernzielc usw., Festschrift für K. Rebmann, 1989, pág. 481; (como en el BGB ). Incluso en un sistema con una regulación legal cerrada donde rige la prohi-
Wiiiblinger, Dic Bcdeutung des Grundsatz.es "nullum crimen sine legc", Festgabe für den Schweiz.
bición de la analogía existen matizacioncs en la vinculación que dependen, respectivamente, del
]urisrcnverein, 1955, pág. 212; v. Weher, Zur Geschichte der Analogie im Srrafrccht, ZSrW 56 (1937) pág.
grado de concreción y abstracción de la redacción legal. Sin embargo, sería un error creer que
653; Wessels, Zur Problcmatik der Regelbeispiele für "schwere" und "besonders schwere" Falle, Festschrift
für R. Maurach, 1972, pág. 295. una Ley redactada casuísticamente garantizaría inmejorablemente la conformidad de la decisión
judicial con el sentido de la Ley, al poder vincular al Juez del modo más fuerte posible. Y ello
De acuerdo con lo establecido en el art. 1Ü3 II GG, que por su trascendente significado porque una redacción legal casuística que intente incorporar en detalle todos los presupuestos
para la seguridad jurídica aparece también en el § 1 como cabeza del StGB y ligc asimismo de posibles de la punibilidad, debe permanecer necesariamente incompleta. Además, da lugat al na-
modo correlativo para los tipos que incorporan sanciones pecuniarias administrativas (BVerPGE cimiento de lagunas qtie fuerzan al Juez al tratamiento materialmente desigualitario de proble-
71, 108 [114]) (vid. también el § 3 OWiG), un heclio sólo puede ser castigado si su punibilidad mas que poseen una identidad valorativa, en la medida en que se le impide la aplicación de la
estaba legalmente determinada antes de que aquel fuera cometido. Además, segtin el § 2 I, V, Ley más allá de su posible sentido literal (por medio de la analogía). Resulta por ello imprescin-
también la pena y sus consecuencias accesorias así como los presupuestos de la pérdida del bene- dible que los tipos penales empleen también conceptos comunes (por ejemplo, "injuria" en el §
ficio, el comiso o la inutilización de los efectos o instrumentos del delito, deben estar determina- 185, "cosa" en el § 242, "documento" en el § 267) que especifiquen las características típicas del
dos por la Ley vigente en el momento de la perpettación del hecho. Los presupuestos de la puni- comportamiento amenazado con pena. Cada vez con más frecuencia el legislador escoge un ca-
bilidad y las consecuencias jurídicas del hecho (prescindiendo de las medidas de seguridad; sobre mino intermedio al utilizar un concepto general (por ejemplo, "supuesto de especial gravedad"
ello vid. infi-a § 15 IV 3) deben, pues, haber estado determinadas por la Ley en el instante en el en el § 243), y acto seguido adata éste a ttavés de una lista con ejemplos reglados.
que el hecho se desarrolla. Estas ptoposiciones jutídicas fundamentales constituyen la función
garantista de la Ley penal que en la actualidad es reconocida de cuatro formas: el fundamento 3. Pero en la generalización de la redacción legal puede residir no sólo una ventaja para la
de la pena y .su agravación, además de no poder tener su origen en el Derecho consuetudinario o Justicia sino también tin peligro para la seguridad jurídica, especialmente cuando el legisladot
en la aplicación analógica de la Ley penal, tampoco puede poseer una eficacia retroactiva; ade- utiliza para ello cláusulas generales indetermitiadas (vgr., "para la defensa indispensable del Or-
más, las leyes penales deben estar redactadas de forma tan precisa que su contenido y límites denamiento jutídico" en el § 47, "acción gtoseta e inconveniente" del § 118 I OWiG) ^. A mc-
deben deducirse lo más exactamente posible del texto de la Ley (principio de legalidad). La exclu-
sión del Deiecho consuetudinatio y la prohibición de la analogía se dirigen al Juez inientras que
la prohibición de la retroactividad y de las notmas penales indeterminadas lo hacen al legisladon
por parte de R.v. Manley (1933) 1 KB pág. 529 ha suftido un techazo unánime. No obstante, segiin Smithl
Hogan, Criminal Law pág. 17, en Inglatetra sigue siendo fuente del Detecho penal "a decisión of a court"
además del "Act of Parliament". En los EE.UU, por el conttario, se rechaz^a con caráctet genetal la compe-
L El significado de la técnica legislativa para la función garantista de la Ley penal tencia de los Tribunales en la creación de nuevos tipos penales. En cambio, la ptegunta telativa a si conti-
núan rigiendo los "tipos" del viejo Common Law inglés es contestada de modo diferenciado; sobre ello vid.
1. La idea básica del principio de legalidad reside en que el castigo criminal no depende de LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 88 ss. La prohibición de retroactividad está contenida en la
la arbittariedad de los órganos de persecución penal ni tampoco de los Tribunales, sino que debe Constitución americana (art. I §§ 9, 10); al respecto vid. Hecker, Vetbot rückwirkcnder Strafgesetze págs.
estar fijado por el legislador legitimado democráticamente. De este modo, el principio de legali- 70 ss., 82 ss.; Schlüchter, Prajudizien págs. 71 ss.; LaFave/Scott, Substanrive Criminal Law I págs. 135 ss.
dad es una fuente de seguridad jurídica para los ciudadanos y consigue establecer un enlace entre Acerca del significado de la forma de la proposición jurídico-penal vid. Tiedemann, Tatbestandsfunktionen
los Tribunales y las decisiones del legislador. En sí misma, la arbitrariedad judicial también se págs. 74 ss.
evita en un sistema en el que, como sucede con el Common Law, la tesolución del caso concteto Sobre ello vid. el art. 1 II, III del schweiz. ZGB: "No pudiendo .ser deducido de la Ley precepro
viene suministrada por el Derecho consuetudinario y los precedentes judiciales ^. A pesar de alguno, el Juez debe recurrir al Derecho consuerudinario y, en defecto de éste, debe decidir regido por el
criterio que él impondría como legislador. Para ello deberá seguir a la docttina acteditada y a la ttadición".
' Para más detalles, C/a/f, Eb. Schmidt-Festschrift págs. 136 ss.; Lenckner, JuS 1968 págs. 252 ss. F'n
" De este modo, también en el Common Law hay una función garantista del Detecho penal; vid. relación con el avance de las cláusulas generales, Naucke, Übet Generalklausein págs. 4 ss.; a menudo con
Grünhut, Das englische Sttafrecht págs. 178 ss.; Radhruch, Atchives de philosophie du droit 1936/11 pág. mátgenes estrechos son también inevitables en Detecho penal (BVetfGE 4, 358; 11, 237). AK(Hassemer) §
89. La nueva creación de un delito basado en el sistema del Common Law similat al previsto por el § 145 d 1 núni. 18: "tecurso jusrificado a la vaguedad".
138 § 15 La función garantista de la Ley ¡icnal 1. El significado de la lécnica lcgislati\'a para la función garantista de la Ley penal 139

n u d o , la liistoria del D e r e c h o penal ha m o s t r a d o los peligros q u e se ciernen sobre la seguridad dos de interpretación en casos d u d o s o s , mientras q u e los e l e m e n t o s nonriativos t a m b i é n m u e s -
jtuídica con el e m p i c o d e este tipo d e cláusulas generales. tran aspectos centrales empíricos, lin la frontera d e a m b o s g r u p o s se e n c u e n t r a , p o r ejemplo, el
Fjemplos: Una "Ley" de la República soviética de Munich de 1919'' estipulaba: "Cualquier coniravcn- c o n c e p t o de "violencia" en el § 2 4 0 1 (BVcrfG S i V 1987, 15) " .
ción a los principios revolucionarios será castigada. La clase de pena está sujeta a la libre discrecionalidad del Ejemplos: "jMatar" es un conce|HO dcsctiptivo que, no obstante, puede convertirse en dudoso en los
|uc7." (vid. ZStW 40 [19191 pág. 311). El § 2 StGB de 1935 liizo del "sano sentimiento popular" en co- casos de eutanasia omisiva (BGH 32, 367 [380 ss.]). El "móvil abyecto" del asesinato ( § 2 1 1 1) es un ele-
nexión con el pensamiento básico de una Ley penal, el fundamento del castigo. Demasiado lejos va también mento normativo que, de acuetdo con una valoración h\c.\ general, puede ser captado como un componen-
el § 266 1 2 donde se previene como forma de comportamiento punible quien "en virtud de una relación de te situado en un nivel más bajo (BGlá 3, 132).
fidelidad que impone un deber, lesiona inteteses patfimoniales ajenos a salvaguardar". El § 240 relativo a las
coacciones es considetado por muchos como inconstitucional a causa de la indeterminación de la "cláusula C o n el e m p l e o d e cualidades típicas normativas el Icgisladot, incluso en D e r e c h o penal, ha
de reprochabilidad" conrenida en su apartado segundo^, si bien el Ttibunal Constitucional no ha puesto llegado a i n t r o d u c i r c o n c e p t o s j u r í d i c o s i n d e t e r m i n a d o s (por ejeinplo, " r e p r o c h a b i l i d a d " en
teparos a la constitucionalidad del precepto, aunque eso sí, al menos con un empare de votos (BVerfGE 73, el § 2 4 0 II; "transgresión d e las buenas c o s t u m b r e s " en c! § 2 2 6 a ' - ) . En estos casos fionterizos
206 [230 ss.]; 76, 211 [215.ss.j). de reserva de Ley en los q u e el legislador se remite a ctiterios imprecisos y exttajurídicos '^, la
exigencia de vinculación del Juez a la Ley sólo p u e d e ser salvaguardada si la valoración p u e d e ser
El legislador n o debería i n t e n t a r declinar sobre el Juez su responsabilidad en la d e l i m i t a c i ó n
realizada de conformidad con los conceptos axiológicos d e ia colectividad (vid., p o r ejemplo, la
del c o m p o r t a m i e n t o p u n i b l e m e d i a n t e el e m p l e o de c o n c e p t o s p o c o nítidos. Rcstilta decisivo
cuestión acerca de la i m p u n i d a d de los duelos estudiantiles B G H 4, 24 [32]) ''', y si el c o n t e n i d o
q u e el p r i m e r o d e ellos elabore c l a r a m e n t e el t i p o del c o m p o r t a m i e n t o p u n i b l e p o r m e d i o d e u n
de los c o n c e p t o s jurídicos i n d e t e r m i n a d o s , c o m o ocurre c o n el § 2 4 0 II, p u e d e n ser c o n c r e t a d o s
juego c o m b i n a d o de generalización y diferenciación ^.
p o r m e d i o d e la i n t e r p r e t a c i ó n .
4. Las cualidades o e l e m e n t o s d e s c r i p t i v o s del tipo (por e j e m p l o , "persona" en el § 2 1 2 ;
"persona m e n o r d e 14 años" en el § 176 I; " m a t a r " e n el § 2 1 2 ) posibilitan u n a v i n c u l a c i ó n 5. Ei p r i n c i p i o d e legalidad no sólo se refiere a los presupuestos de la p u n i b i l i d a d sino t a m -
relativamente estrecha del Juez a la Ley, p u e s t o q u e a q u í el s e n t i d o material se d e d u c e directa- bién a las consecuencias jurídicas que a m e n a z a n al a u t o r (BVerfGE 2 5 , 2 6 9 ; 4 5 , 3 6 3 ; B G H 18,
m e n t e de la observación, la experiencia de la vida o d e otros criterios exteriores ya fijados (vid. 136 [140]) ' ' . Sin e m b a r g o , a q u í la Ley prevé en parte u n espacio d e j u e g o e x t r e m a d a m e n t e
infra § 2 6 IV 1). Por el c o n t r a r i o , los e l e m e n t o s n o r m a t i v o s del tipo (vgr., "móviles abyectos" a m p l i o para la d e t e r m i n a c i ó n de la pena (por ejeiriplo, los § § 4 3 a, 2 1 2 en relación c o n el 2 1 3 y
en el § 2 1 1 II; "grave c o n t r a v e n c i ó n del tráfico o d e s c o n s i d e r a c i ó n " en el § 3 1 5 c I n t i m . 2) 2 5 3 I). A! m e n o s , los marcos penales aplicados h a n sido unificados en la reforma. C o m o p e n a
c o n c e d e n u n a g r a n libertad al j u e z , p u e s t o q u e t e q u i e r e n d e u n a valoración q u e c o m p l e t e su a b s o l u t a m e n t e d e t e r m i n a d a sólo está ia prisión perpetua del asesinato y del g e n o c i d i o ( § § 21 I I,
c o n t e n i d o y les p e r m i t a ser aplicados (vid. infra § 2 6 IV 2 ) ' . A q u í , la v i n c u l a c i ó n del Juez a la 2 2 0 a I ntrm. 1), a u n q u e para el caso del asesinato alevoso ha p e r d i d o su carácter a b s o l u t o ya
Ley consiste en q u e el legislador n o a d m i t e u n a valoración personalísima, sino q u e p a r t e de la q u e d e a c u e r d o con la B G H 3 0 , 105 resulta de aplicación el § 4 9 a p a r t a d o p r i m e r o , ntim. I . ° ,
existencia d e valores ético-sociales generales a los q u e el Juez se halla s o m e t i d o '". Sin e m b a r g o , c u a n d o c o n c u r r a n circunstancias extraordinarias q u e d i s m i n u y a n la c u l p a b i l i d a d del d e l i n c u e n -
n o existe u n c o n t r a s t e n í t i d o e n t t e a m b o s g r u p o s : t a m b i é n c o n c e p t o s descriptivos están necesita- te . E n algunos casos t a m b i é n se prevé de m o d o s i m u l t á n e o el castigo de la prisión p e r p e t u a
j u n t o c o n el d e la prisión t e m p o r a l (vgr., § § 8 0 , 2 3 9 a II '^, 2 5 1 ) . A s i m i s m o , son aplicados dis-
tintos tnarcos d e la pena de prisión temporal (por ejemplo, § § 1 8 5 , 187, 2 5 0 , 3 1 6 a). C o n fre-
cuencia la p e n a de m u l t a se prevé de forma alternativa a la de prisión (vgr., § 2 6 6 I). La a c u m u -
'^ Debe recordarse que en ese año Bavicra se organizó durante dos semanas como república soviética
lación de la p e n a d e tiiulta a la de ptisión p r e s u p o n e el á n i m o de e n r i q u e c i m i e n t o (§ 4 l ) . Sin
(N del T).
' A.SÍ, por ejemplo, H. Múyer, lj:hrbuch pág. 86; Stmtenwerth, Allg. Teil I núm. 357; de otra opinión
Lackner § 240 n ú m . 2.
^ Con mayor deralie sobre la configuración de los tipos en Detecho penal, Engisch, Die Idee det
Konkretisierung págs. 266 ss.; acerca de la regulación genérica y casuística Noli, J Z 1963 pág. 300; sobre el " Pfofundirando en la cuestión Krey, Gewaltbegtifí págs. 19 ss. E,l empleo de! elemento de la "vio-
sigmficado de la configuración de los ripos para la función garantiste Anhur Kíjufmann, Analogie pág. 52. lencia" en el § 240 a los bloqueos mediante sentada ha sido declarado inconstitucional por el BVerfG :
' Engisch, Einführung págs. 109 ss.; elmismo, Mezger-Fesrschrift pág. 136; no existen objeciones de rango través de la resolución de 10.1.1995 (NjW 1995, 1141).
constitucional; vid. BVerfGE 4, 352 (357 ss.). Además, Sed, Unbestimmte und normative Tatbestansnietkmale '^ De acuerdo con la 6. StrRG de 26.1.1998 (BGBl. 1 pág. 164) este último ejemplo debe entender-
pág. 133, así como sobre conceptos juiídico-penales ambigüos/lÁ'(7Í7Síí7?!cr}§ 1 núms. 35 ss. se referido al § 228 StGB (N del T ) .
'" En relación con el "Derecho judicial" vid. Meyer-Hayoz, Germann-Fesrschrifr pág. 135. Un verda- " En torno a los criterios relativos a los límites en la admisibilidad de elementos típicos indetermina-
dero Derecho judicial en Derecho penal alemán podría conrradecir el art. 103 11 G G . La necesidad de una dos Lemmel, Unbestimmte Strafliarkeitsvotausserzungen págs. 180 ss. Niega, con razón, la libre discrecionali-
compenettación del Derecho penal moderito con cláusulas normativas es enfatizada por Lcnckner, JuS 1968 dad judicial en la interpreración de conceptos jurídicos indeterminados Frisch, NJW 1973, págs. 1346 ss.
pág. 255. Acerca de los crirerios del Derecho judicial vid. rambién H.P. Schneider, Richterrecht págs. 37 ss.; ''' Schlüchter, NStZ 1984 págs. 303 ss.
Stmtenwerih, Alig. Teil I núms. 95 ss. Acertadamenre en contra de la politización de la Justicia a través del '^ Sobre ello vid. Stree, Deliktsfoigen und Grundgesetz págs. 78 ss.; Roxin, Allg. Tei! 1 § 5 núms. 77
Derecho judicial Riipp, N J W 1973 págs. 1770 ss. Este peligto existe en la doctrina jurisprudencial relativa a ss.; LK(\\.') (Gribhohm) § 1 núm. 24.
ios bloqueos mediante sentada, en la medida en que el objetivo mediato de los manifestantes se incluya en Con ello, el B G H viene a alejatse de modo objetable de la vinculación de la Ley. Al respecto vid.
la ptueba de la reprochabilidad según el § 240 II (BGH 34, 71 [77 ss.j). tai contra, acerradamente, (BGH Brims,]K 1981, págs. 362 ss.
33, 270 [275 ss.]); sobre ello, Tr'óndle, Rebmann-Festschrift págs. 499 ss. " La remisión debe entendetse realizada al vigente § 239a 111 (N del T ) .
KiO § 15 I.a función garantisra de ia Ley pen.d 11. Kl des LiriHíllo histc^ii .ihd.Kl

eml>aii;o, el m a r c o m i s m o de la p e n a de m u l t a resulta de u n a extensión apenas t o n i p a i i l d e i n n 3. C o n sti origen en el C ó d i g o penal trances de 1 81 O (art. 4 ) ' ^ , el RSiCiKile 1871 .IMIIIIKI
ini listado de D e r e c h o (a saber, de a c u e r d o c o n el § 4ü II 3 en conexi<')n con el § •'<{) I .' <isi il.i el p r i n c i p i o de legalidad (§ 2 I) ~'^' por medio del S t G B de ¡ 8 5 1 , pero sí'ilo el art. 1 1 6 W R V k-
entre 10 y 3.600.00Ü D M , p u d i c n d o alcanzar incluso los 7 . 2 0 0 . 0 0 0 [3M c u a n d o se .iplii.i l o i n o reconoció rango c o n s t i t u c i o n a l , a u n q u e la distinta (ormtilacií'ui del § 2 S t ( i B c o n d u j o a d u d a s
pena global scgtin el § 54 II 2) ' ^ " ' \ Para evitar la existencia de marcos penales ni.ideui.idos poi nefastas acerca del alcance de la garantía constitucional ~'. El nacional-socialismo elimint) el leiu.i
su aniplittid, en la pena de prisión se configuran g r a d u a c i o n e s valorativas q u e se bas.iii o bien m liberal "nulluní c r i m e n s m e lege" stistitiivéndolo por el giro autoritario de " n i n g ú n d e l i t o sin
la c o n c u r r e n c i a de cualidades típicas adicionales (por e j e m p l o , § 2 4 4 en relación con el § 2 4 2 ) , pena" (vid. § 2 en la redacción de la Lev de 2 8 . 6 . 1 9 3 5 ) '**• Las lucrzas de o c u p a c i ó n restauraron
o bien en la creación de supuestos e s p e c i a l m e n t e graves (vgr., § § 2 1 2 II, 2 6 3 II ' ) o de m e n o r el ¡irincipio de legalidad lo antes posible (MilRcgCi nttm. 1; KRProkI. ntim. 3; K R G ntiin. 11 d e
gravedad (por ejemplo, § § 177 II " , 2 4 9 II). Los casos especialmente graves p u e d e n ser aclara- 30.1.1 9 4 6 , Kontrollratsanitsblatt pág. 55). lo que sin einbargo no impidió q u e en el p r o p i o Acuer-
dos a través de listas con ejemplos reglados (vgr., § § 176 III, 2 4 3 ) . A q u í , la vinculación del Juez d o de Londres de 8 . 8 . 1 9 4 5 y en la KRG ntim. 10 de 2 0 . 1 2 . 1 9 4 5 se previeran disposiciones p e -
a la Ley es más flexible frente a los verdaderos e l e m e n t o s q u e cualifican el tipo, a u n q t i e resulta nales retroactivas (vid. supra § 14 112) ' ' .
ser más estrecha q u e en las causas i n n o m i n a d a s de agravación o a t e n u a c i ó n de la pena.

II. El desarrollo h i s t ó r i c o del p r i n c i p i o de l e g a l i d a d ^' Continuando con el sistema previsto hasta ahora, el Código penal france-s de 1994 signe exigiendo
en su art. 111-2 una Ley Formal para "crímenes }' "delires" y se conforma para las "contravenciones" con un
1. FJ principio de legalidad ^^ es atribuido por muchos a la Magna Charra Libertarum del rey inglc'S
simple "reglamento" (vid. Stefani/Levasseur/Boiiloc, Droit penal general ntíms>. 1 23 ss.; Miiiiuhetic ia liiMnr,
Juan sin Tierra de 1215, en cuyo art. 39 se aseguraba que las sanciones frenre a las personas libres sólo
Circulaire pág. 10).
dchí.in ser admitidas "per légale iudicium parium suorum vel per lege.na terrae". Sin embargo, es más proba-
En relación con ia postura de Feuerbacli, Bohnert, V.]A. FetKTbadi und dei beMiiiiniilKÍisiMiiiid'..ii/, l'JH,'.
Me ([lie con ello no se cjiíisiera expresar una garaiuía jurídica material sino, más bien, una de naturaleza
^^ Segtin Gerland, art. 116 pág. 373, la prohibición de reiroactivid.id p.ii.i Lis nui lu.i', que .leieiini
pinies.il •''. ! ,1 t :< X ; habla en e! eneabezamiento del artículo 105 "von unbenaíuiten peinlichen fellen vnnd
nan una agravación de la pena no tenía que haber alcanzado rango eonstiiiu loii.il; liMi.iliiicnir, / i,iiil.\ <i .'
sii.ilrn ", .idiniíieiido p.iia ello una aplicación analógica tras la deliberación de los Jueces y sentenciadores.
anoración núm. 1 y, también en cuanto al rcsLilrado, RG 56, 318; en se ni ido i oiin.ii m, , on i .i/,,ii, r / o -f/
h i lo-, '.iijir, X\'ll V XVlll •'' Id-, Tribunales, bajo la inñuencia de la teoría del Derecho natural y del pensa-
Schmidt, pág. 108 ñora a pie ntim. 3. Fl nacional-socialismo se apro\'eeli() de esi.i umnoveiM.i r miio. iii|(i. .i
niirrno K loi niiM.i ÍICI diTci pcii.il oHciaJ, ju/gaion basándose sencillamente en su libre arbitrio judicial lo
través de la "lex van der Lubbc" de 29.3.1933 (RC.iBI. 1 151), la pena de mínale i oii rlix lus u n u.i, ii\,r,
,|iic, II.mil .ihiieiiu-, llevi'i .1 lili.I iiiseguridati jurídica insostenible que condujo a que en el período de la lius-
para el incendio intencional (incendio del Parlamento inqieriai); vid. la reíeieiu i.i .il "eM.nio de l.i ,ir., MMUII
II h iiiii sr drni.iiid.ii.i c on uigeiui.i la l.ey escrita (vid. si.pra § 10 V) •'•'.
cienrífica" sobre el rema en Pfnndtner/Neuben, Das deiusehe ReÍL¡isreelu II i 1 pág. .'. II K( i, en l,i srineii
.'. I .1 base liislórica del p r i n c i p i o d e l e g a l i d a d reside en la teoría del contrato social de la cia que enjuició el incendio del í'ariaruento imperial de 13.12.1 9.V^, decían) ,i)iisi.td,i .i l)eu\ lio l.t iiiiio
llic-lriKion (vid. supra § 10 V I ) ' ' ' . Sus raíces se c i m e n t a n sobre la idea de u n a razón c o m i i n a ducción de la pena de muerre con efectos retroactivos (los liindanienios jiirídic os de c-s.i resoliu iiin puede n
iiij.is l,rs peisonas (|iie ha e n c o n t r a d o su expresión decisiva en la Ley y q u e excltiye a ia arbitra- encontrarse en /,A'(1 i.^) [Gribbhom] § 1 núm. 22). De iodos modos, en viniid del ari. 2 de l.i l.i-y de-
Delegación de 1 933, el Gobierno podía aparrarse de la Constiiiición. I'.n un diciainen [iresentado .i ia G.iii-
iieil.id esiat.il c o m o tina " p e r t u r b a c i ó n " irracional, sobre el p o s t u l a d o del r e c o n o c i m i e n t o para
cillería imperial, Oetker, Nagler y v. Weber \z advirtieron en su riem[K) sobre la inrrodncción con carácter
loda persona de deiechos y libertades naturales d e carácter inviolable, sobre la l i m i t a c i ó n de la
retroactivo de normas que determinaban la agr.avación de la pena; vid. ürelier, ZSrW 82 (1970) págs. 851
luisií'in del E s t a d o a la p r o t e c c i ó n jurídica y sobre la exigencia d e s e g u r i d a d y certeza del D e r e -
ss. Una recopilación de las Leyes penales del III Reich que tuvieron efecro rerroactivo se encuentra en
cho a favor de u n a burguesía cada vez m á s influyente (sobre la historia y origen del p r i n c i p i o de Pfnndtner/Neuben, Das deut.sche Reichsrechr II c 6 págs. 189 y 252. Vid., además, Naucke, Coing-Fcsrschrift
legalidad vid., para más detalles, la 2.* E d . d e esta o b r a pág. 104). 'Lomo I págs. 225 ss.
^'^ Acerca de sus relaciones con la historia del pensamiento Fnink, Nachtrag pág. 186; Henkel,
Srrafrichrer und Gesetz págs. 11 ss. Con anterioridad, ya era parridario de un debiliramienro de la prohibi-
ción de la analogía Exner, Gerechtigkeit und Richteramr págs. 51 ss. Fái contra, acertadamenre, Heimber^er,
Freiheit und Gebundenheit pág. 18. Fd RG hizo un uso precavido de la abolición del mandato de prohibi-
17 bis Xénganse en cuenta las modificaciones operadas por la Ley sobre la Introducción del Euro de ción de la analogía (vid., por ejemplo, RG 70, 175; 70, 315; 70, 369; 71, 306; 72, 146; 75, 61); al respecto
13.12.2001 (BGBl. I pág. 3574) que adapta las cuantías de la multa a la nueva moneda europea (N d e l ) . vid. AK (Hassemer) § 1 núm. 12. La reacción internacional a la abolición en .Memania del principio de
" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 263 III (N del '1). legalidad fue vehemente. Como la Ciudad Libre de Danzig quiso seguir esre ejemplo, un dictamen del IVi-
" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 177 V (N del 1). bunal Permanente Internacional declaró al principio de legalidad como una parte irreiuinciable del F7síado
^° Sobre su historia dogmática Krey, Keine Srrafe ohne Gesetz, 1983; Schreiher, Geserz págs. 67 .ss. 83 ss. de Derecho (Resoluciones del Tribunal Permanente Internacional, Lomo 12 119371 pág. 55). Las asociacio-
' ' Así, Bohne, Lehmann-Festschrift págs. 80 ss.; Krey, Keine Strafe ohne Cie.set/, págs. 43 ss. nes internacionales de Ciencias jurídicas se adhirieron a csra ¡losrnra; vid. Association inuTriiarioiíaie de
^' Más detalladamente v. Weher, ZStW 56 (1937) págs. 660 ss. droii penal, IV Congrés international de droir penal, 1 939, págs. 40 ss., 93 ss., 44 1 ss.; Voeux el résolinions
^^ Acerca de esre tema Schajjitein, Die allgenieiiren Lehren págs. 39 ss. Sobre el concepto legal de !a dii !1 (Congrés international de droit comparé, 1938. Se pronunció a lavor dc' l.i rcainiu i.i dc-l principio iiiilla
teoría del Derecho natural y la separación entre delito y pecado vid. Htiriaii, Naturreciirslebre págs. 43 ss., poena Dijhni, Deutsche Landesreferate págs. 514 ss. Se esfuerza en una valor.u ii'ni eoiuHi.i de los pros v los
83 ss., 113 ss. colinas W Mittermaier, SchwZStr 63 (1948) pág. 403. Fn prohindidad sobre ello con iiiinphd.is lelruau ias
^'' Vid. V. Hippel, Tomo 1 págs. 258 ss.; Waihiíiiger, Juristeiivereins- Lesigabe pág. 22 1; Stralenweríl), iiüping, ()ehlcr-Fest,schrift págs. 27 ss.; Naucke, NS-Reeht in historischer l'eis|ieku\c' páív 7 I.
Allg. Teil 1 ntim. 7 3 ; Schreiber, Gesetz págs. 33 ss. ''' /.A'(l E») {Grihbohm) § 1 núm. 9 1 .
142 § 15 La función garantista de la Ley penal 111. La funciíSn garaiuisra do l.i Lc)' penal en el Derecho vigente 143

4. La Rcpiiblica Federal ha otorgado al principio de legalidad cu el ari. 103 11 C G el ran- 1. El principio de legalidad comporta, en primer lugar, la exclusión del Derecho consue-
go de derecho fundamentaP". Además, dicho principio ha encontrado tin reconocimiento tudinario. Esto significa que nadie puede ser castigado o condenado con una pena tnás grave
internacionaí a través de diferentes tratados internacionales. De acuerdo con el ari. 7 1 1 del que la Icgalmcntc prevista, apelando sólo al Derecho consuetudinario ("nullum crimen sine lege
Convenio Europeo de Derechos Humanos de 4.11.1950 (BGBl. 1952 ]1 pág. 686), nadie puede scriptíi") (vid. supra § 12 IV 2). Con ello, la reserva de Ley en Derecho penal está formalizada
ser condenado por una acción u omisión que en el momento de cometerse no era punible de tnás fucftcmentc que en todos los demás sectores jurídicos. El Derecho consuetudinario, que en
acuerdo con el Derecho interno o el internacional; asimismo, de conformidad con el art. 7 I 2 otros ámbitos del Ordenamiento jurídico está reconocido, ptiede, sin embargo, desplegar sus efectos
del mismo texto, está excluida la agravación punitiva con efectos retroactivos^'. La misma ga- sobre el Derecho penal cuando éste se remite a aquél.
rantía se encuentra en el art. 99 de¡ Acuerdo de Ginebra sobre el tratamiento de los prisioneros
Ejemplo: El concepto de "animales de caza" en el § 292 se determinaba, hasta la introducción el § 2
de guerra de 12.8.1949 (BGBl. 1954 II pág. 838) y, análogamente, tainbicn en el art. 65 del RJG de 1934, según el Derecho Territorial v con ello, parcialmente, de acuerdo con el Derecho consuetudi-
Acuerdo de Ginebra de 12.8.1949 para la protección de las personas civiles en tiempos de guerra nario (RG 46, 108 [111]).
(BGBl. 1954 ¡1 pág. 917). La Rcpiibiica Federa! ha ratificado estos ttatados, declarándose tam-
bién así partidaria de la vigencia internacional del principio de legalidad. Finalmente, una con- Por el contrario, resulta admisible el Derecho consuetudinario que es beneficioso para el
firmación de su reconocimiento mundial viene suministrada por su previsión en el art. 11 11 de autor, como por ejemplo ocurre a ttavés de la cteación de nuevas cau.sas de justificación ^^. Y así,
la Declaración Universal de los Derechos de la Persona de la Asamblea General de las Naciones con anterioridad el derecho de corrección del maestro era reconocido por el Derecho consuetu-
Unidas de 10.12.1948 y en el art. 15 I del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de dinario (vid. infra § 35 III 1).
19.12.1966 (BGB!. 1973 II pág. 1534). En la actualidad, el principio de legalidad tatnbién se En el ámbito de las "teorías generales" (vgr., delimitación entre dolo e imprudencia, actio
corresponde con el conjunto de la convicción científica del mundo especializado . libera in causa, delitos de omisión impropia) los critetios decisivos han sido fijados en múltiples
ocasiones, no a través la Ley, sino pot medio de la teoría y la jurisprudencia. Además, aquí se
trata de la labor interpretativa que puede ser reconocida a través del Derecho consuetudinario
IIÍ, La función garantista de la Ley penal en el Derecho vigente (vid. supra § 12 IV 2) " . Derecho consuetudinario es, por ejemplo, el Derecho penal interregio-
nal (vid. infra § 20 I 2).
De acuerdo con el art. 103 I! GG y el § 1 StGB la punibilidad debe estar Ugalmente deter-
minada antes de que el hecho fuera cometido. Estos preceptos sirven de base para el concepto 2. La segunda consecuencia que se deriva del principio de legalidad se refiere a la interpre-
material át Ley, atinque el significado práctico del reglamento en Derecho pena! ha sido limita- tación de las disposiciones penales.
do considerablemente por ei BVerfG (vid. supra § 13 II 2). Segiín el art. 104 I GG tínicamente a) De conformidad con el art. 103 11 GG y el § 1 StGB está prohibida la analogía como
puede ser tenida en cuenta una hcy formal como base para la, pena de prisión. Del art. 103 II GG medio de nueva creación y extensión de preceptos penales, así como de agravación de penas ""^ y
se deducen cuatro consecuencias (BVerfGE 2 5 , 285; 26, 31 [42]) -'^: medidas de seguridad (BVerfGE 71, 108 [114 ss.]; BGH 18, 136 [140]) ("nullum crimen sine
lege stricta") ^^. Por ello, también el aplicador jurídico en Derecho penal está ligado más estre-
chamente a la proposición legal que en otros ámbitos del Derecho. El motivo interno de la pro-
^^ Vid., en relación con el presente, Schreiher, Gesetz págs. 201 ss. Acerca del significado político del hibición de la analogía reside igualmente en que el enjuiciamiento del merecimiento de pena de
principio de legalidad Magankis, ZStW 8¡ (1969) págs. 997 ss. una transgresión debe permanecer reservado al legislador. De este inodo, cuando se suscita la
^' Ei art. 7 II (que contiene la denominada "cláusula de Nuremberg"), que no fue ratificado acerta- pregunta relativa al castigo de un comportamiento, debe conseguirse contestar desde la distancia
damente por la República Federal por respeto al art. 103 11 GG, exige en verdad unz punibilidadeúsKint
en el momento de comisión del hecho, aimque a través de la alusión a "los principios generales reconocidos
por los pueblos civilizados" viene a aceptar al Derecho consuetudinario como fuente del Derecho fundamen-
tadota de la responsabilidad penal, lo que atenta contra e! art. 103 11 GG (vid. infra § 15 11! 1). ^' Vid. Eser/Burkhardt, Strafrecht 1 núm. 2 A núm. 8; sobre la consolidación de! Derecho judicial
'^ W\á. Jiménez de Asiia, ZStW 63 (1951) págs. ¡84 ss.; vid., además, la información bibliográfica su- como Derecho consuetudinario Bringewat, ZStW ÜA (1972) págs. 592 ss.
ministrada en Schonke/Schróder/Eser, § 1. Conforme a ello, la Unión Soviética volvió al reconocimiento del ' ' Este camino intermedio evita una vinculación rigurosa de la jurisprudencia. Con carácter general,
principio de legalidad por medio del art. 6 de los Principios de Derecho penal de 1958, habiéndose adherido a en contra del Derecho consuetudinario en las teorías generales que no gozan de una regulación legal, Roxin,
este planteamiento todos los países socialistas, con excepción de algunos pocos de ellos. Significativo es, sobre Ailg. Teil 1 § 5 núms. 47 ss. La opinión contraria, según la cual, las teorías generales estarían dominadas en
todo, el § 1 StGB danés en su redacción de 1966 que Hurwitz, Kriminalrer págs. 139 ss. interpreta restrictiva- gran medida por el Derecho consuetudinario, es defendida por Maurach/Zipf, h\\%. Teil I § 8 núm. 41; LK
mente, mientras que Marcus, Das Strafrecht Danemarks pág. 85, se muestra crítico de la mano de algunos (11."") (Gribhohm) § I núm. 71. En el sentido del texto principal SK(liudolphi) § 1 núm. 21; Stratenwerth,
ejemplos suministrados por la praxis. Un punto de vista de gran trascendencia en esta cuestión defiende el Allg. Teil I núm. 94.
needandés Rbling, Tijdsclitift voor Strafrecht 1938, pág. 1. En relación con el Derecho escandinavo y su juris- La tesis que ocasionalmente se defendió con anterioridad consi.stente en que la garantía constitu-
prudencia Gomard, ZStW 83 (1971) págs. 332 ss. Acerca de la prohibición de la analogía de acuerdo con el cional no abatcaba a las consecuencias penales, está en ia actualidad abandonada; vid. BGH 3, 259 (262),
art. 1 del nuevo Código penal brasileño, Fragoso, Linóes págs. 87 ss.; da Costa jr.. Comentarios, art. 1 anota- así como Manz/Dürig, art. 103 H núm. 231; SchónkelSchroderlEser, § 1 núm. 28.
ción (págs. 2 ss.); de Brito Aives, Archives de politique criminelle núm. 10 pág. 138. El Código penal francés de 1994 dispone expresamente en su art. 111-4 que "La loi pénale est
'^ En relación con lo que se expone a continuación Schmitt, Jescheck-Festschrift Tomo I págs. 223 d'interpretation stricte", con lo que no sólo afecta a la ptohibición de la analogía, sino también a la inter-
ss.: Schünemann, NuUa poena sine lege? págs. 17 ss. pretación extensiva (vid. Pradel, Le nouveau Code penal pág. 26).
144 § 15 1.a ÍLinción garanlisra de la Ley penal III. La función garanrisra de la Le}' penal en el Derecho vigente 145

V objetividad q u e la legislación crea y no desde la indignación del m o m e n t o ''^ (fundaitientación sido menoscabadas (BGH 29, 129; con una tesis coincidente se resolvió el caso del "pintor con spray de
Zurich" BVerfG N J W 1984, pág. 1293). Id abuso de una tatjeta de crédito pata el pago de bienes o presta-
políticO'Critninal dc\ p r i n c i p i o de legalidad). El c o n c e p t o de la p r o h i b i c i ó n de la analogía, tal y
ciones de setvicios no es ni estafa consumada ni infidelidad patr¡moni.ai (BGH 33, 244 [247 ss.]), por lo
c o m o es utilizado g e n e r a l m e n t e en el uso científico del lenguaje, significa la exclusión d e u n a
que la laguna surgida fue subsanada en el año 1986 a través del nuevo § 266 b. Por otro lado, en muchos
aplicación del D e r e c h o q u e va más allá del s e n t i d o de u n a n o r m a penal i n d a g a d o a través de su
casos la jurisprudencia ha ensanchado tanto los límites en la interpretación del sentido de la norma que
interpretación (vid. irifm § 17 I 4). Pero la d e n o m i n a c i ó n " p r o h i b i c i ó n d e la analogía" no alcan- apenas existe una pequeña diferencia material frente a la analogía. Así sucede cuando el elemento "vehículo
za en el f o n d o al nticleo de la c u e s t i ó n " , p u e s t o q u e la analogía n o es otra cosa qtie un usual con enganche animal" (§ 3 1 núm. 6 de la Ley prusiana sobre hurto forestal) se realiza también con la utili-
p r o c e d i m i e n t o d e d u c t i v o d e la lógica j u t í d i c a q u e en t o d o el D e r e c h o y, p o r lo t a n t o , t a m b i é n zación de vehículos a motor (BGH 10, 375). Más lejos todavía va la afirmación de la concurrencia del áni-
en D e r e c h o p e n a l , no sólo es utilizada "in b o n a m p a r t e m " . Sin e m b a r g o , no existen reparos a la mo de apropiación cuando alguien toma un libro de unos grandes almacenes, con la única intención de
utilización de esta expresión c u a n d o respecto de ella q u e d a claro q u e c o n la prohibición de la leedo y devolvedo lo antes posible (OLG Celle N J W 1967, pág. 1921) *''.
analogía se hace referencia a aquella q u e tiene por finalidad la creación de nuevo Derecho ' .
c) En la configuración d e la prohibición de la analogía, la función garanrista d e la Ley p e -
Ejemplos de analogía como procedimiento deductivo previsto Icgalmente; el § 224 I nilm. 2 compren- nal c o m p r e n d e a t o d o s los e l e m e n t o s del p r e c e p t o penal q u e d e t e r i n i n a n el contenido del merecí-
de también a "otros instrumentos peligrosos", §§ 315 1 mím. 4 y 315 b 1 núm. 3 se refieren también a "una miento de pena y la consecuencia jurídica, esto es, los e l e m e n t o s del tipo de injusto y d e la culpa-
intervención similar, igualmente peligrosa" '. bilidad, las causas personales de exclusión y supresión de la pena, las c o n d i c i o n e s objetivas d e
b) Si de la interpretación del s e n t i d o d e la n o r m a resulta u n a l a g u n a q u e desde u n princi- p u n i b i l i d a d y todas las d e m á s sanciones ( i n c l u y e n d o las m e d i d a s d e seguridad y las c o n s e c u e n -
pio es a t r i b u i b l e a la Ley (laguna primaria) o, p o s t e r i o r m e n t e , a través d e u n c a m b i o en las cit- cias accesorias, B G H 18, 136 f l 4 0 ] ) ; q u e d a n excluidos, n o o b s t a n t e , los presupuestos procesales
cunstancias (laguna secundaria), el j u e z penal d e b e absolver c e d i e n d o el paso al legislador; p o r el ( c o m o p o r e j e m p l o , la necesidad d e i n t e r p o n e r querella) '*'*. T a m b i é n las disposiciones d e la P a r t e
contrario, en tales casos el p r o p i o juez civil crea la n o r m a jurídica aplicable . G e n c t a l v i n c u l a n al juez en la m e d i d a en q u e c o m p r e n d e n u n a regulación c u y o c o n t e n i d o i n i n e -
d i a t o va referido al m e r e c i m i e n t o de pena de u n a n o r m a , de m o d o q u e n o p u e d e desviarse d e
Ejemplos: Y así, el RG no ha castigado como hurto la sustracción de energía eléctrica ajena, puesto que
aquéllas en perjuicio del a c u s a d o ^ . Por el c o n t r a r i o , en la m e d i d a en q u e las teorías generales
la corriente carece de la capacidad patrimonial para ser considerada como "cosa", tal y como presupone el §
son D e r e c h o c o n s u e t u d i n a r i o (vid. supra § 12 I V 2), ellas t a m p o c o p u e d e n p a r t i c i p a r en la fun-
242 (RG 32, 165; en sentido contrario se pronuncia el Tribunal de Casación francés, Sirey 1913, Tomo I
pág. 337). Por este motivo tuvo que ser promulgada una Ley especial relativa al castigo de la sustracción de c i ó n garantista del art. 1 0 3 II G G ; n o o b s t a n t e , sí poseen u n a vinculación n o r m a t i v a .
energía eléctrica de 9.4.1900 (RGBl 1 pág. 288) (en la actualidad prevista en el § 248 c). La utilización Ejemplos: un adolescente de trece años no puede ser tratado como un joven por analogía al § 105
abusiva de teléfonos públicos con monedas alteradas no pudo calificarse ni como estafa (§ 263) ni como J G G ; la punibilidad de un delito de omisión impropia (§ 13) no puede ser extendida a casos en los que el
sustracción de energía eléctrica (Ley de 9.4.1900) ni, por liltimo, como falsificación de moneda (§ 146) deber de garante se fundamenta moralmente. Sin embargo, un Derecho consuetudinario reconocido es la
(RG 68, 65). Por ello, en 1935 fue creado el § 265 a) relativo al abuso de dispositivos automáticos. La reoría de la actio libeta in causa como extensión del § 20 (vid. infra § 40 VI 1),
reinterpretación de la prohibición de fuga del § 142 (en su redacción anterior) como una obligación de dar
aviso (BGH 5, 129) ha sido declarada por la B G H 11, 117, como una infracción "del principio básico d) Por el c o n t r a r i o , la analogía "in bonam partem" sí resulta admisible. Se t o m a en c o n s i d e -
contenido en el § 2 StGB"; no obstante, el nuevo § 142 II! ha vuelto a introducir un deber semejante. La ración, p o r ejemplo, en las causas de a t e n u a c i ó n , supresión y exclusión de la p e n a , así c o m o eti
extensión del § 246 a todosXoi casos de apropiación antijurídica ha sido rechazada por la BGH 2, 317 (319) los casos d e r e n u n c i a a la m i s m a .
por considerada incompatible con su claro tenor literal. Asimismo, el pegar un buzón de reparro de correos
Ejemplos: Aplicación de las disposiciones sobre el desistimiento (§§ 31, 83 a, 316 a II '*'') a los delitos de
no fue considerado como daño material conforme el § 303, siempre que su esrructura o utilidad no hayan
omisión impropia (vid. infra § 51 V 3); aplicación de la posibilidad de remisión de la pena (vgr., § 233 ''") en

•'^ Así, igualmente, Grünwald, Z S t W 7 6 (1964) págs. 13 ss.


^' En este sentido, especialmente, Sax, Analogieverbot págs. 97 ss.; Waiblinger, Jurisrenvereins-Festgabe •' Crítico con la interpretación siempre extensiva, Í,A'(10.'') (Trondle) § 1 núm. 33. Por otro lado,
págs. 254 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 99. Por otra parte, la analogía tampoco es siempte "interpreta- también existen ejemplos respetuosos con el mandato de interpretación testtictiva tales como el caso Fanny-
ción", tal y como Sax, Analogieverbot págs. 130 ss. parece aceptar. Sobre todo ello Hopfel, JBl 1979, págs. 580 Hill B G H 23, 40, así como el resuelto por la B G H 14, 116 (inaplicabilidad del § 142 en su redacción
ss. A causa de la equivocidad de la expresión/«itofe, Allg. léil 4/33 habla de "prohibición de generalización". antetior a la circulación de agua). En relación con la intetptetación de casos fronterizos y dudosos LK(\ 1.")
''" Al respecto, H. Mayer, SJZ 1947, pág. 17; SchdnkelScbroderlEser, § 1 núms 32 ss.; Krey, Studien {Grihbohm) § 1 núms. 85 ss.
pág. 214; LK{\\^) (Grihbohm) § 1 núms. 73, 87. Vid. LK{\Í).') (Trondle) § 1 núm. 37, quien advierte que las disposiciones ptocesales de carácter
•*' Más detenidamente sobre la analogía como medio de interpretación admitido Gerniann, SchwZStr excepcional (vgr., § 232 I, B G H 7, 256) no pueden ser aplicadas analógicamente; sobre ello H.Ch. Maier,
61 (1946) págs. 137 ss.; Engisch, Methoden págs. 65 ss.; LK(\\.'') (Grihhom) § 1 núm. 85 con numerosos Dic Garantiefunktion págs. 49 ss. Recomienda precaución en la aplicación analógica del Derecho procesal
ejemplos. Que la distinción entre interpretación y analogía es escurridiza se demuestra en los ejemplos de Schonke/Scbroder/Eser, § 1 núm. 34.
Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 111. Sobre ello, además, Euhrmann, Trondle-Festschrift págs. 145 ss. exponiendo ' Fin este sentido se pronuncia la tesis mayoritaria, vid. Scbiinke/Scbroder/Eser, § 1 núm. 26; Baumann,
en la nota a pie núm. 45 sentencia.s del BGfi que observan rigurosamente la prohibición de la analogía. Jescheck-Festschrift Tomo 1 pág. 112; Kratzsch, G A 1971, págs. 68 ss.; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 10 núm.
''^ Vid. Larenz, Mcthodenlehre págs. 381 ss. Sobre la creación jutídica complementadota Germann, 21. De otra opinión EKiyü:'') (Trdndle) § 1 núm. 38; 5c/)m/K, Jescheck-Festschrift Tomo 1 págs. 231 ss.
Rechtsfindung págs. 135 ss.; Baiimann, Jescheck-Festschrift Tomo 1 págs. 105 ss. Acerca del concepto de '' De acuerdo con la redacción vigenre, el § 316 a 11 StGB ya no hace referencia a la figura del
laguna jurídica Engisch, Sauer-Festschrift pág. 90; el mismo, Einführung págs. 138 ss.; Batimann/Weber, Allg. desistimiento (N d e l T ) .
'léil pág. 158; Canaris, Lücken im Gesetz pág. 198. ' El § 233 StGB se encuentta actualmente derogado (N del T).
146 § 15 I-a función garantista de la Ley penal
IV, l'^special referencia a la prohibición de retroactividad 147

la comisión del hecho bajo los efectos de una cnibtiaguez plena (§ 323 a); aplicación del § 17, inciso segun-
IV. Especial referencia a la prohibición de retroactividad
do, como una causa supralcgal de disminución de la culpabilidad (LG Hamburg NJW 1976, pág. 1756) ""*.
3. En un sentitlo positivo la función garantista significa el establecimiento de importantes I. Deducida inequívocamente del texto del att. 103 II GG en conexión con los apartados
exigencias en la determinación de la Ley penal (nullum crimen sinc lege certa) . Los tipos pena- I y V del § 2 StGB y referida tanto a la pena como a las consecuencias accesorias, la prohibi-
les deben poseer una redacción lo más exacta posible que evite la remisión a conceptos extensivos, ción de retroactividad constituye la cuatta consecuencia del principio de legalidad ("nullum
amenazar con consecuencias jurídicas inequívocas y contener tan sólo marcos penales de enverga- crimen sine \e:gc praevia"). También en este aspecto el principio de Estado de Derecho va más
dura limitada. La razón del mandato de determinación reside, de un lado, en que la reserva de Ley lejos que en otros sectores del Derecho pues cl art. 103 II GG se limita a las leyes penales. Por lo
sólo puede desarrollar plenamente su eficacia cuando la voluntad jurídica de la representación po- demás, no hay una prohibición general de retroactividad desfavorable para el ciudadano 5^. La
pular ha encontrado en el texto una expresión tan clara, que queda excluida la posibilidad de una prohibición del efecto retroactivo de las leyes penales supone que una acción que en cl momento
resolución subjetiva y arbitraria por parte del juez (BVerfGE 47, 109 [120]). Las resoluciones pe- de su comisión era impune, no puede ser declarada posteriormente punible; implica, asimismo,
nales deben ser verificables sobre la base de la Ley. También en este punto las demandas del Estado la exclusión de que pueda ser castigada postcrioririente con una pena más grave caso de que ya
de Dctccho en el ámbito punitivo resultan más rigurosas que en otros sectores (vid., por ejemplo, fuera punible. La prohibición de retroactividad se extiende, además, a otras medidas posteriores
el amplio significado del § 242 BGB para cl Derecho civil). Además, el mandato de determinación que puedan empeorar la posición jurídica del autor (vid. infra § 15 IV 4). A diferencia de las
debe asegurar que cualquier persona pueda prever qué comportamiento está prohibido y amenaza- otras tres consecuencias derivadas del principio de legalidad, el motivo de esta prohibición no
do con pena (BVerfGE 48, 48 [56]; 73, 206 [234 ss.j). Para la praxis es todavía más importante reside en la legitimación democrática de las leyes penales, puesto que precisamente a través de
que la prohibición de !a analogía: "El verdadero peligro que amenaza al principio nulla poena sine aquélla se limita la libertad de decisión del legislador. Tampoco el principio de culpabilidad per-
lege no procede de la analogía, sino de las leyes penales indeterminadas" '". mite extraer su fundamento '^, puesto que el punto de conexión del reproche culpabilístico no
es la Ley sino el contenido de injusto material del hecho que también puede existir cuando éste
Ejemplos: Un alto grado de indeterminación, que desde luego puede reducirse por vía interpretativa,
todavía no está amenazado con pena. Decisiva es, más bien, la idea de seguridad jurídica. En
muestra todavía la cláusula de reprochabilidad del § 240 11 (vid. supra § 15 I 3). Demasiado indeterminado
realidad, hoy la Ley penal no es entendida en el sentido de una "Magna Charta del delincuente"
es el concepto de "himno de la República Federal de Alemania" en el § 90 a 1 núm. 2 en relación con las
tres estrofas de la canción alemana (BVerfGE 81, 298). El consentimiento en las lesiones corporales viene a (v. Liszt) que debiera garantizar la impunidad al autor del mal si éste supiera cómo zafarse de las
ser limitado de forma indeterminada con el recurso a las buenas costumbres (§ 226a " ) . En relación con el redes de la Ley, pero a la vista del juicio de desvalor especialmente oneroso y de las graves conse-
concepto de una "cantidad que no sea pequeña" en el § 30 I niím. 4 BtMG vid. las BGH 32, 162; 33, 8; cuencias jurídicas que están anudadas a la condena por un delito, se infringiría el mandato de
sobre el concepto de "violencia" en el § 240 1 vid. la postura del BVerfG en su resolución de 10.1.1995 una Justicia más simple si a un comportamiento ya desarrollado se le quisiera imponer posterior-
(NJW 1995, pág. 1141). El desorden piíblico (anterior § 360 núm. 11, ahora inexistente) fue objeto de una mente una pena. Además, con frecuencia las leyes ad hoc de carácter retroactivo se mostrarían
mejor concreción en el § 118 OWiG. Acerca del delito de omisión impropia (§ 13) vid. infra § 58 IV 4. excesivamente duras en un enjuiciamiento posterior más distanciado en el tiempo'^. A ello se
añade la idea de que el mandato normativo sólo puede motivar al autor si ya está vigente en cl
momento de perpetración del hecho.

2. Como cuestión previa a la aplicación de la prohibición de retroactividad es necesario


analizar la vigencia de las leyes y el momento de comisión del delito.

•*' Ejemplos adicionales pueden encontrarse en LK{\ 1.») {Trondle) § 1 núm. 39. a) El comienzo y el término de vigencia de las leyes penales se determina conforme a las reglas genera-
"*' Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 117 ss.; Duhs, Schweiz. Juristentag 1974, págs. 223 ss.; Lange les. Para el primero rige el art. 82 II GG. Su pérdida de vigencia sucede a través de la creación de Derecho
Rechtsstaat pág. 72; H. Muyen Materialien Tomo 1 pág. 273; Wessels, Allg. Teil núm. 47; Tiedemann, nuevo que o bien deroga expresamente al anterior o bien regula la misma materia que éste ("lex posterior
Tatbestandsfunktionen págs. 172 ss.; Geerds, Engisch-Festschrift págs. 409 ss., 421 ss.; SchbnkelSchroderl derogat legi priori"). Además, también puede ocurrir pot la oposición del Derecho consuetudinario
Eser, § 1 núm. 17; LK(\ 1.») (Grihbohm) § 1 núms. 45 ss.; Nowakowski, ÓJZ 1965, pág. 283 exige, con ("desuetudo"), por prevenir la propia Ley el cese de su vigencia (por ejemplo, § 105 WiStG 1949) o, final-
razón, una "dererminabilidad probatoria" de los elementos. Sobre la historia, vid. Kohlmann, Staatsgeheimnis mente, por la pérdida de su objeto (vgr., las disposiciones relativas a las injurias al Rey tras el establecimien-
págs. 178 ss. El significado del mandato de detetminación es enfatizado por distintas resoluciones del BVerfGE to de la tepública).
25, 269 (285); 26, 42; 37, 207; 57, 250 (262); 81, 298; mientras que, por el contrario, la BVerfGE 4, 352 b) El tiempo de comisión del delito se detetmina scgiín el momento de la acción, esto es,
(358) y la 14, 245 (253) plantean exigencias relativamente menotes. En relación con el significado práctico, cuando se pone en marcha la voluntad y no cuando acaece el resultado (BGH H , 119 [121]);
meramente delimirador, del mandato de determinación Tiedemann, Verfassungsrecht págs. AA ss. Una expo-
sición crítica de la jutisprudencia del BVerG y del BGH se encuentra en Krahl, Bestimmtheitsgrundsatz
págs. 338 ss. En relación con los EE.UU. viá.J.Hall, General Principies pág. 45; LaEave/Scott, Substantive " Vid. MaunzJDürig, art. 103 II núm. 238.
Criminal Law 1 págs. 126 ss. (doctrina "void-for-vagueness"). Apreciaciones críticas sobre el Derecho suizo '^ Vinculan esta prohibición al principio de culpabilidad Sax, en: Bettermann/Nipperdey/Scheuner,
en Trechsel, StGB, § 1 núm. 20. (Edrs.), Tomo 111/2 pág. 999; Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 12 núm. 2.
''' En este sentido, Grünwald, ZStW 76 (1964) pág. 17 con la acertada teferencia a los tipos del robo
5° Welzd, Lehrbuch pág. 23. Bajo este punto de vista exptesa objeciones en contra de los ejemplos
reglados Maiwald, Gallas-Festschrift págs. 151 ss. dirigido a la extorsión (§ 239 a) y del ataque a los conductores de vehículos con la finalidad de robat (§316
a) que, con ocasión de sucesos concretos, fueron respccrivamenre introducidos en los años 1936 y 1938
" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 228 (N del T).
aplicando retroactivamente la pena de muerte; igualmente, Roxin, Allg. Teil 1 § 5 núm. 51.
148 § 15 La función garantista do ia Ley ¡icnal IV. Esjiecial rclcrencia a la prohibición de rerroacrividad 149

en el caso d e la o m i s i ó n viene c o n f i g u r a d o p o r el m o m e n t o en el q u e el a u t o r tendría q u e h a b e r q u e d a n exchfidas las m e d i d a s de seguridad en t a n t o q u e la Ley no d e t e r m i n e otra cosa (vid.
a c t u a d o ( § 8 ) . Esto rige t a m b i é n p a r a la participación en u n d e l i t o ajeno. En la i n d u c c i ó n y la sobre la cuestión B T - D r u c k s a c h e V / 4 0 9 5 pág. 4 ) , p u e s t o q u e de c o n f o r m i d a d c o n la c o n c e p c i ó n
c o m p l i c i d a d sólo es decisiva la acción del partícipe. E n la autoría m e d i a t a d e p e n d e del m o i t i c n t o del legislador lo q u e resulta a d e c u a d o a los fines tiene qtic operar i n m e d i a t a i n e n t e , p o r lo q u e ,
en el q u e se c o m i e n z a a actuar sobre el i n s t r u m e n t o . Y en la c o a u t o r í a el h e c h o c o m i e n z a c o n la p o r ejemplo, la i n t r o d u c c i ó n d e la privación del p e n n i s o d e c o n d u c i r en el aiáo 1 9 5 2 p u d o ser
primera c o n t r i b u c i ó n típica en el m a r c o de u n a resolución delictiva c o n j u n t a . aplicada a delitos c o n t r a la seguridad del tráfico ya c o m e t i d o s a n t e r i o r m e n t e ( B G H 5, 168 [ 1 7 3
ss.]); i g u a l m e n t e , B G H 2 4 , 103 [105] en t o r n o a la vigilancia policial). N o o b s t a n t e , los arts.
Hjemplo: La injuria cometida por medio de una anotación en un expediente oficial está cometida en ci
3 0 3 y 3 0 5 E G S t G B seiáalan algo distinto para la libertad vigilada (§ 6 8 ) y la inhabilitación p r o -
instante en que se elabora el acra, no en el momento en el que e! tercero tiene conocimiento de aquélla (RCi
fesional (§ 70) 56.
57, 193il95,ss.]).
El delito continuado — u n c o n c e p t o q u e , en esencia, la B G H - G S 4 0 , 138 ha a b a n d o n a d o 4. Según el D e r e c h o vigente la p r o h i b i c i ó n de rctroactividad n o rige para las d i s p o s i c i o -
(vid. iiifra ^ GGV 2 2 ) — es j u r í d i c a m e n t e una sola acción, d e a h í q u e resulte decisivo t a n t o el n e s p r o c e s a l e s y p o r este t n o t i v o t a m p o c o es aplicada a los presupuestos del p r o c e s o , d e m o d o
m o m e n t o d e c o m i s i ó n del p r i m e r o c o m o el del liltimo acto parcial ( R G 5 6 , 54 [56]). Si a través q u e , p o r ejemplo, la d e r o g a c i ó n de la exigencia de querella c o m o requisito de perseguibilidad
de una modificación legal u n c o m p o r t a m i e n t o pasa a ser p u n i b l e p o r p r i m e r a vez, sólo se t o m a n convierte r e t r o a c t i v a m e n t e al h e c h o en tin delito piíblico (RG 7 7 , 106 [107]). A ello p u e d e n
en consideración c o m o delito c o n t i n u a d o los actos parciales c o m e t i d o s con posterioridad 3. la re- o p o n e r s e objeciones pues en los delitos perseguibles a instancia de p a r t e el legislador deposita en
forma, pues a n t e r i o r m e n t e n o existía "delito" a l g u n o ( R G 6 2 , 1 [3]). E n los delitos permanentes el o f e n d i d o la necesidad d e p e n a ; d e a h í q u e , en cualquier caso, u n h e c h o n o debería p o d e r ser
(vid. infra § 6 6 II 3) d e p e n d e de si la situación antijurídica creada p o r el a u t o r alcanza al p e r í o - d e c l a r a d o c o m o delito piiblico c o n caráctet retroactivo c u a n d o ya ha expirado el plazo para la
d o de vigencia d e la nueva Ley (§ 2 II). T a n t o para u n a c o m o p a r a otra clase d e infracciones el interposición d e la querella. Especialmente significativa es la cuestión d e si resulta adtnisible la
m o m e n t o de c o m i s i ó n del h e c h o viene, pues, d e t e r m i n a d o p o r la t o t a l i d a d del espacio t e m p o r a l i n t r o d u c c i ó n , con carácter retroactivo, d e u n a l a r g a m i e n t o del plazo d e prescripción (§ 78) o d e
hasta la consumación del delito (sobre ello vid. infra § 4 9 III 3 ) . la imprescriptibilidad d e u n delito -'''.

Acerca de la Ley sobre el cómputo de la prescripción penal de 13.4.1965 (BGBl. 1 pág. 315) vid. infra
3 . Al igual q u e c o n la analogía, la p r o h i b i c i ó n d e rctroactividad c o m p r e n d e t o d o s los ele-
§ 15 IV 5. En relación con la discusión relativa a la modificación retroactiva del § 67 en su redacción ante-
m e n t o s referidos al c o n t e n i d o d e m e r e c i m i e n t o de p e n a del h e c h o , i n c l u y e n d o las c o n d i c i o -
rior (actual § 78 111) a través de la 9. StÁG de 4.8.1969 (BGBl. 1 pág. 1065) y la Convención de las Nacio-
nes objetivas de p u n i b i l i d a d así c o m o la p e n a y sus c o n s e c u e n c i a s accesorias (apartados I y V
nes Unidas sobre no aplicación de las disposiciones sobre prescripción a los crímenes de guerra y contra la
del § 2 ) ' . T a m b i é n u n a modificación "in m a l a m p a r t c m " de la s i t u a c i ó n jurídica en el á m b i t o Humanidad de 26.11.1968 vid. la 2." Ed. de esta obra págs. 110 ss. El § 84 StGB/DDR concerniente a la
de la Parte G e n e r a l cae d e n t r o d e la p r o h i b i c i ó n de rctroactividad. Sin e m b a r g o , segtin el § 2 VI exclusión de la prescripción para delitos contra la paz, la Humanidad, los Derechos Humanos y crímenes de
guerra, ha mantenido su vigencia en la zona de la antigua RDA tras el Tratado de Unificación Alemana.

^^ Q u e el art. 103 II GQ comprende también a las consecuencias jurídicas es en la actualidad 5. La p r o h i b i c i ó n d e rctroactividad es u n a n o r m a ácprotección p a r a el autor. P o r ello, si en
opinión mayoritaria; vid. Sch'ónkelSchroderlEser, § 2 núms. 4 ss.; BGH 3, 259 (262). También el Código el moiTiento en el q u e se enjuicia el delito rige u n a Ley m á s favorable q u e c u a n d o éste fue c o -
penal francés de 1994 contiene expresamente la prohibición de rctroactividad para normas que agravan la m e t i d o , debe aplicarse aquélla para beneficiar al d e l i n c u e n t e del c a m b i o en la c o n c e p c i ó n del
pena en el art. 112-1, II, 111. Pero la prohibición de rctroactividad rige sólo para las modificaciones lega-
les y no para la jurisprudencia dado que el juez no es legislador, sino que tiene que interpretar las leyes
según el sentido que se les ha suministrado (BVerfGE 18, 224 [240]; BVerfG N j W 1990, pág. 3140;
BGH 2 1 , 157; B G H VRS 32, pág. 229; OLG Karlsruhe N J W 1967, pág. 2167; OLG Celle Nds. Rpfl. ^^ El fundamento de ello es atribuido en parte al efecto penal similar de estas intromisiones (así, BT-
1968, pág. 90; OLG Frankfurt N J W 1969, pág. 1634). En el mismo sentido del texto, BockelmannlVolk, Drucks. 7/550 pág. 458), y en parte también a la ausencia de una finalidad primaria terapéutica de las
Allg. Teil pág. 2 1 ; Dannecker, Intertemporales Strafrecht pág. 590; Jakohs, Allg. Teil 4 / 8 1 ; Lenimel, referidas medidas de seguridad (en este sentido, Schmidhauser, Allg. léil pág. 97). No puede ser admitido
Unbestimmte Strafl^atkeitsvoraussetzungen págs. 168 ss.; LK(\\^) (Trondle) § 2 núms. 16 ss.; Roxin, que el § 2 IV en su anterior redacción, que con carácter general excluyó la prohibición de rctroactividad
Allg. Teil § 5 n ú m . 59; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 110; Wessels, Allg. Teil n ú m . 5 1 ; Trondle, para las medidas de .seguridad, atentara contra el art. 103 II GG tal y como Diefenbach, Verfassungsrechtiiche
Dreher-Fcstschrlft pág. 136. De otra opinión Baiimiinn/Weher, Allg. Teil pág. 124; Maurach/Zipf, Allg. Problematik págs. 113 ss. sostenía; vid. BGH 24, 103 (106); LK{\\.^) (Trondle) § 2 núm. 54; Schonkel
Teil 1 § 12 núm. 8; Naiickc, N J W 1968, págs. 2311 ss.; Grunsky, Grenien der Rückwirkung pág. 19 (en SchroderlEser, § 2 núm. 42; Dannecker, Intertemporales Strafrecht pág. 309. A pesar de ello, es preferible el
casos de revisión judicial o resoluciones jurisdiccionales constitucionales); Strafiburg, Z S t W 82 (1970) § 1 1 osterr. StGB que, con carácter general, extiende la prohibición de retroacdvidad a las medidas de
págs. 964 ss. (en sentencias a las que se les atribuye el significado práctico de una modificación legal); seguridad (al respecto vid. I.eukauflSteininger, § 1 núm. 28). Mostrándose crítico también SK(Rudolphi,) §
Stratenwerth, Scliweiz. Strafrecht, Allg. Teil I pág. 87; Grof, Rückwirkungsverbot págs. 125 ss.; el mismo, 2 núm. \S;Jung, Wassermann-Festschrift págs. 884 ss.
GA 1971, págs. 18 ss.; Neumann, Z S t W 103 (1991) págs. 331 ss.; Sch'ónkelSchroderlEser,^ 2 n ú m . 9 ^ La jurisprudencia no aplica la prohibición de rctroactividad a los plazjjs de prescripción, vid. BVerfGE
(pata la jurisprudencia fijada en fórmulas); Miiller-Dietz, Maurach-Festschrift pág. 4 7 (para la jurispru- 25, 295; RG 76, 159 (161); BGH 2, 300 (306); 4, 379 (384). Por el contrario, un acortamiento del plazo de
dencia constante de los órganos judiciales superiores); Kohlmann, Sraatsgeheimnis págs. 289 ss. (intro- prescripción repercute sobte el § 2 III (BGH 2 1 , 367 [370]). Una exposición de las leyes que amplían la pres-
ducción de ia cláusula "a partir de ahora"); Schreiber, JZ 1973, pág. 717 ("en caso de desviación de una cripción para hechos que todavía no han prescrito se encuentra en ZÁ"(11.") {Gribhohm) § 1 núm. 90. Favora-
jurisprudencia coherente de los tribunales superiores"). En el supuesto en el que se rechaza la prohibición ble a una exrensión análoga a los obstáculos procesales Schmitt, Jescheck-Fesrschrifr Tomo I pág. 2 3 1 ; partida-
de rctroactividad para la jurisprudencia, la confianza del ciudadano es todavía protegida por medio del rio de la aplicación de la prohibición de retroactividad a las disposiciones sobre prescripción sin consideración
error de prohibición (§ 17) (al respecto, Árndt, Probleme págs. 40 ss.). a su oirácter procesal o jun'dico-matcrial H. Ch. Maier, Die Garantiefunktion [)ág. 65.
150 § 15 La función garanrisra de la Ley j^cnal IV. I'.spccial refercnci.! a la prohibiciíHi de rcfroactividad 151

legislador (§ 2 III) ^*. El p r i n c i p i o d e rctroactividad d e la Ley más beneficiosa rige, anre i o d o , ción de los delitos castigados con ptesidio perpetuo hasta el 31.12.1949 modificó en perjuicio del reo el § 5
c u a n d o la p u n i b i l i d a d del h e c h o es d e r o g a d a p o s i c r i o r m e n t e (¡absolucicSn!) ^'. La cuesricín rclari- I de la Ley penal intermedia de 30.5.1956 (BGBI. ! pág. 437), según el cual, los plazos prescriptivos debían
va a cuál d e las dos leyes es la m á s favorable se resuelve según la Ley q u e en el caso c o n c r e r o expirar en el momento en el que lo hubieran hecho sin tener en cuenra las medidas impeditivas introduci-
i m p o n e u n a sanción más leve ( p u n t o d e vista concreto) ( B G H 2 0 , 2 2 | 2 5 ] ; 2 0 , 7 4 [75]; B G H das por las fuerzas de ocupación''-'. No obstante, la BVcrfGE 25, 269 (286 ss.) no ha cuestionado la Ley
N S t Z 1 9 8 3 , pág. 2 6 8 ) . sobre el cómputo de la prescripción con el argumento de que el arr. 103 II GG es inaplicable a la prescrip-
ción como msiirución del Derecho procesal.
Ejemplos: El § 361 luim. 6 c (prostiuición proliibida) ha sido derogado por la 4. SrÁG y ha sido irans-
formado parte de él en una infracción administrativa (§ 120 OWiG) y otra parte en un .severo precepto 6. U n a excepción en la aplicación retroactiva de la Ley penal más favorable viene s u m i n i s -
penal (§ 184 a) (en caso de infracción "perseverante"). El § 361 niini. 6 c vigente en su pnomento era apli- trada para el c;iso en cl q u e la n o r m a previa es u n a Ley temporal. Esta tíltirna resulta t a m b i é n
cable, pues, cuando existía una transgresión persistente puesto que de lo contrario lo sería el § 120 OWiG aplicable a los delitos c o m e t i d o s bajo su vigencia a u n q u e ya no se e n c u e n t r e en vigor (§ 2 I V ) ; la
(OLG Hamm M D R 1974, pág. 572). El § 266 b es, frente al § 263, la norma penal más favorable (BGH razón d e ello reside en q u e la abrogación de la Ley t e m p o r a l sólo está m o t i v a d a p o r la extinción
JZ 1987, pág. 208). La modificación de las causas que cualifican el robo agravado (§ 250) no significan d e la causa q u e la o r i g i n ó p e r o n o p o r u n c a m b i o en la c o n c e p c i ó n jurídica del legislador. D e lo
atenuación alguna segiin la BGH 26, 167 [172 ss.], en la medida en que supone "una continuidad del tipo c o n t r a r i o , a d e m á s , tan p r o n t o c o m o la vigencia d e la Ley t e m p o r a l fuera a p r o x i m á n d o s e a su fin
de injusto" (vid., también, BayObLG J Z 1976, pág. 249). Sin embargo, la eliminación del robo en la vía dejaría d e poseer a u t o r i d a d alguna. Las leyes temporales son aquellas cuya vigencia está ajustada
pública como elemento cualificador (§ 250 1 núm. 3 en su tedacción anterior) y la introducción del uso de
a u n calendario o limitada en el t i e m p o de cualquier otra forma, bien c o n el p r o p ó s i t o de q u e r c t
un "arma simulada" como cualificación aurónoma (§ 250 I núm. 2 ' " ) , han cambiado esencialmente la si-
servir c o m o regulación transitoria para circunstancias especiales de carácter t e m p o t a l , o bien p o r q u e
tuación jurídica (vid. al respecto, en un sentido diverso, BGH-GS 26, 167); por ello, el autor únicamente
de lo c o n t r a r i o decae la necesidad de pena p o r razones de índole material ( B G H 18, 12 [14];
tendría que haber podido ser condenado en la BGH JZ 1975, 702 por el § 249, puesto que el § 250 I núm.
O L G Karls r u h e N J W 1 9 6 8 , pág. 1 5 8 1 ) ' ' ^ . La E G S t G B ha vuelto a r e n u n c i a r a la limitación
3 estaba derogado y el § 250 i núm. 2 rodavía no estaba vigente'''. En relación con los problemas que
resulran de la nueva redacción del § 142, en parte más beneficioso y en patte más gravoso, en conexión con prevista p o r la 2. S t r R G , segi'm la cual sólo serían admisibles las leyes t e m p o r a l e s formales (esto
el § 2 III, vid. BayObLG J Z 1976, pág. 249. es, las ajustadas a u n plazo concreto de calendario) (vid. B T - D r u c k s a c h e V I I / 5 5 0 pág. 2 0 6 ) '^^.

T a m b i é n es aplicable la Ley más favorable, tal y c o m o resulta i n e q u í v o c a m e n t e del § 2 III, Ejemplos: La V O de 27.8.1939 (RGBl. 1 pág. 1498) fue una Ley temporal porque únicamente quiso
q u e h u b i e r a estado vigente entre la c o m i s i ó n y el e n j u i c i a m i e n t o del delito (Ley p e n a l i n t e r m e - regular provisionalmenre la transición de una economía en tiempos de paz al petíodo de guerra (RG 74,
dia) ''-. La d e s a t e n c i ó n d e la Ley penal i n t e r m e d i a m á s favorable o d e u n a descriminalización 301). Las disposiciones sobre precios inflacionistas para tiempos de necesidad son leyes temporales (BGH
N J W 1952, pág. 72), pero no las limiraciones de velocidad pues estas úlnmas no pierden por sí mismas su
p r o d u c i d a d u r a n t e ese lapso de t i e m p o , infringiría el m a n d a t o d e aplicación de la Ley más b e n e -
objeto (BGH 6, 30 [39]). Las disposiciones triburarias relarivas a las donaciones a los partidos políticos
ficiosa bajo la cual p u e d e ser s u b s u m i d o el c o m p o r t a m i e n t o del a u t o r ( B G H N S t Z 1 9 9 2 , pág.
dictadas para dererminados períodos remporales, manrienen su aplicación aún cuando aquéllas puedan ser
5 3 5 ; d e otra o p i n i ó n , BVerfG N J W 1 9 9 0 , pág. 1 1 0 3 ) . deducibles fiscalmente con postetiotidad en una cuantía considetable (BGH 34, 272 [282 ss.]). Una Ley
Ejemplo: La Ley sobre el cómputo de los plazos de ptcsctipción penales de 13.4.1965 (BGBI. I pág. temporal puede convertirse en otra permanente "cuando las circunsrancias especiales se mantienen duranre
315) era incompatible con el arr. 103 II GG, puesto que la disposición que había suspendido la prescrip- rgo tiempo
7. D e c o n f o r m i d a d con cl § 2 V la c o n f i s c a c i ó n d e l o s b e n e f i c i o s ( § § 7 3 ss.), el c o m i s o
5* Desde luego que en la actualidad ya no se exige una concepción jurídica "purificada" de la Ley ( § § 7 4 ss.) y la i n u t i l i z a c i ó n de efectos e i n s t r u m e n t o s d e l d e l i t o (§ 7 4 d), están sujetos a la
más favorable tal y como anteriormente presuponían las RG 13, 249; 58, 44 (vid. BGH 6, 30 [33]: 20,177 p r o h i b i c i ó n de retroactividad en consideración a su carácter p a r c i a l m e n t e p u n i t i v o .
[181 ss.]). En desacuerdo con la fundamentación de la Ley más favorable Tiedemann, Peters-Festschrift págs. 8. El § 2 t a m b i é n tiene significado jurídico-penal para el t r a t a m i e n t o d e l o s h e c h o s c o -
194 ss. Tiedemann págs. 202 ss. llama con acierto la atención sobre el hecho de que la Ley más favorable
m e t i d o s e n la R D A .
sólo debe aplicarse retroactivamente cuando el nuevo tipo penal coincide, en cuanto al bien jurídico prote-
gido y a la dirección del ataque, con el Detecho vigente en el momento de la comisión del hecho. A favor a) En relación con los hechos comeridos en la zona de la RDA con antetiotidad a la eficacia de la
de la rctroactividad de las leyes ttibutarias más beneficiosas Kunert, Neue Zeitschr. f Steuerrechr 1982, págs. integración, esto es, previos a la fecha de 3.10.1990 (art. 1 I EV), tesulta aplicable el § 2 con algunas modi-
276 ss.; Tiedemann. N J W 1986, pág. 2475; Rüping, NStZ 1984, págs. 450 ss. En contra, BGH 34, 272 ficaciones según lo previsto en el att. 315 EGStGB. Básicamente, el Derecho penal de la República Federal
(283) (vid. infra § 15 IV 6). En telación con el mandato de la Ley más beneficiosa como derivación del es decisivo; el Derecho penal de la RDA sólo será pues aplicable cuando aquél conrenga alguna agravación
principio de Esrado de Derecho Dannecker, Inremporales Srrafrecht págs. 403 ss. no conrenida en éste (BGH 39, 317 [319])'''. La modificación más importante se deriva del arr. 315 IV
" Debe aceptatse pues la Ley favorable cuando una disposición penal es sustituida por otra que tan
sólo impone una sanción pecuniaria (BGH 12, 148 [153]; OLG Karlsruhe M D R 1974, pág. 858). En las "^ Igualmente, Grünwald, MDR 1965, págs. 522 ss. Vid., también, Willms, JZ 1969, pág. 60.
leyes penales en blanco la mejora en el ttatamicnto pude derivarse de la norma complementadora (BGH '''' Sobre ello Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 80.
20, 177 [181]; en contra, BGH 7, 294; vid., también, BayObLG JZ 1974, pág. 392). Sobre rodo ello Sommer, Mostrándose crítico por la indeterminación en la descripción del momento en el que pierden su
Das "mildesre Gesetz" págs. 7A ss. vigencia, Tiedemann, Peters-Festschrift págs. 198 ss.;Jakohs, Allg. Teil 4/65; AK(Hassemer) § 2 núms. 4 8 ,
'>" En la actualidad, esta referencia debe entenderse realizada al § 250 1 1 b) StGB (N del T). 53; Rüping, NStZ 1984, pág. 4 5 1 .
'•' En el mismo sentido, Tiedemann,]Z 1975, págs. 692 ss.; Mohrbutter, Z S t W 88 (1976) págs. 945 '''' H. Mayer, Lehrbuch pág. 99 nota a pie núm. 15. Ejemplos adicionales de leyes temporales pueden
ss.; Roxin, Allg. Teil I § 5 núin. 62; Dannecker, Intettemporales Srrafrecht págs. 502 ss. verse en SchbnkelSchroderlEser, § 2 núm. 37.
*^ Vid. Schonke/Schrñder/Eser, § 2 núm. 29; Maurach/Zipf, kWg. Teil 1 § 12 núm. 17. " Dannecker, Das intertempotale Strafrecht pág. 238.
152 § 15 La función garantista de la Ley penal 1. b^scncia y naturaleza ¡utídica del principio "in dubio pro reo" 153

EGStGB. De confotmidad con este precepto el Derecho penal de la Repilblica Federal resulta aplicable sin § 1 6 El p r i n c i p i o "in d u b i o pro reo" y la d e t e r m i n a c i ó n alternativa d e l h e c h o
la limitación contenida en el § 2, si aquél ya regía para el mismo por el lugar de la comisión del liecho (§ 9)
o de acuerdo con el Derecho penal internacional -así, segiln el principio real o de protección (§ 5 niíms. Bringewat, Fortsetzungstat und "in dubio pto reo", juS 1970, pág. 329; Deubner, Die Grenzen der
l,2,3h,4,5b,6), el principio de justicia mundial {§ 6) o el principio pasivo de personalidad (§ 7 I) (BGH Wahlfeststellung, JuS 1962, pág. 21; L^relux Im Irrgarren der Wahlfeststellung, M D R 1970, pág. 369;
37, 305; 39, 260; con otra postura BVcrfG N J W 1995, pág. 1811 [1813]) '''* ' ' . Por el contrario, la Admi- Endruweit, Die Wahlfeststellung usw., 1973; Frisch, Z u m Wesen des Grundsatzes "in dubio pro reo",
nistración de Justicia penal supletoria (§ 7 11) no puede apreciarse aquí, puesto que para los hechos acaeci- Festschrift für H. Henkel, 1974, pág. 275; Grñnimt. Altctnative Tatsachenfeststellung im Strafprozeí?,
dos en la RDA la regulación del art. 315 y su remisión al § 2 es considerada como lex especialis'". Asimis- MSchrKrim 1934, pág. 327; Günther. Wahlteststellung zwischen Betrugund Unterschlagung? J Z 1976, 665;
mo, en los delitos de bagatela, pata los que no existe en el Derecho de la República Federal sanción alguna, el mismo, Verurteilungen im StrafprozeK trotz subsumtionsrelevanter Tatsachenzweifel, 1976; Hahn, Die
se prescinde de la pena (art. 315 1, inciso ptimero, EGStGB). Además, tampoco pueden ser decretadas ni la gesamten Materialien zur StPO, 1. Abt., 2.-' Ed. 1885; Hardwig, Studien zum Vollrauschtatbestand, Festschrift
custodia de seguridad (§ 66) ni la libertad vigilada (§ 68 I) (art. 315 1, inciso segundo, EGStGB). La pena für Eb. Schmidt, 1961, pág. 459; Heinitz, Die Grenzen der zulássigen Wahlfeststellung im Strafprozefi, J Z
de multa es aplicada de acuerdo con los §§ 40-42 StGB aunque con una restricción referida a su límite 1952, p. LOO; el mismo, Zum Verhaltnis det Wahlfeststellung zum Satz "in dubio pro reo", JR 1957, pág.
m.áximo (att. 315 II EGStGB). Para la prescripción de los hechos cometidos en la RDA que, según su De- 126; Eike v. Hippel, Z u m Problem der Wahlfeststellung, N J W 1963, pág. 1533; Holtappels, Die
recho, no hayan sido sancionados ante la ausencia de su persecución por motivos políticos o cualesquiera Entwicklungsgeschichte des Grundsarzes "in dubio pro reo", 1965; Hruschka, Z u m Problem der
orros incompatibles con los principios de un Ordenamiento libre sometido al Estado de Derecho, la Ley de Wahlfeststellungen, M D R 1967, pág. 265; el mismo, Zur Logik und Dogmatik von Verurteilungen aufgrund
ptescripción de 26.3.1993 (BGBI. 1 pág. 392) dispone que el período temporal comprendido entre 11 de mehrdeutiger Beweisergebnisse, JZ 1970, pág. 637; el mismo, Anmerkung zu B G H 25, 182, N J W 1973,
octubre de 1949 hasta 2 de octubre de 1990 permanece fuera de su cálculo. Durante el mismo la presctip- pág. 1804; el mismo, Alternativfeststcllung zwischen Anstiftung und sog. psychischer Beihilfe, JR 1983, pág.
ción queda, pues, suspendida. La segunda Ley de prescripción de 27.9.1993 (BGBI. I pág. 1657) dispone 177; Jakohs, Probleme der Wahlfeststellung, GA 1971, pág. 257; Küper, Probleme der Postpendenzfeststellung
también que la prescripción de los delitos que han sido cometidos en la zona de la antigua RDA con ante- im Strafverfahren, Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 65; el mismo, Probleme der Hehlerei bei ungewisser
riofidad al 31.12.1992 finaliza, lo más pronto, con la expiración de las fechas de 31.12.1995 y de 31.12.1997. Vortatbeteiligung, 1989; Mannheim, TMX wahldeutigen Tatsachenfeststellung, ZStW 44 (1924) pág. 440;
Un delito cometido en el momento de la integración que según el Derecho de la RDA no haya prescrito Montenbruck, Wahlfeststellung und Wertrypus, 1976; elmismo, In dubio pro reo, 1985; Mylonopoulos, Das
todavía, puede ser perseguido aún, incluso aunque de conformidad con el Derecho de la República Federal Verhaltnis von Votsatz und Fahrlassigkcit und der Grundsatz in dubio pro reo, Z S t W 99 (1987) pág. 685;
ya hubiera prescrito con anterioridad a la integración de la RDA (BGFi 40, 48 [57] con comentario discre- Nowakowski, Verkappte Wahlfeststellungen, JBl 1958, pág. 380; Nüse, Das Pioblem der Zulassigkeit von
pante átjakobs, NStZ 1994, pág. 330) (vid., con más detalle, infra § 86 1 6). Alternativ-Schuldfeststellungen im StrafprozeS, Strafr. Abh. Heft 324, 1933; elmismo, Die Zulassigkeit von
wahlweisen Feststellungen, GA 1953, pág. 33; Otto, "\n dubio pro reo" und Wahlfeststellung, Festschrift
b) Según la regla contenida en el § 2 resulta aplicable la Ley más beneficiosa que debe ser averiguada für K. Peters, 1974, pág. 373; Peters, StrafprozeS, 4.= Ed. 1985; Rohmel, Die Wahlfeststellung, JA 1975,
desde un punto de vista concreto, entre el Derecho penal de la RDA vigente en el momento de comisión pág. 9 5 ; Roxin, Straíverfahrensrecht, 2 3 . ' Ed. 1993; Sax, Wahlfeststellung bei Wahldeutigkeit mehrerer
del hecho (con las atenuaciones que probablemente tuvieran lugar) y el Derecho penal de la República Fe- Tatsachen, JZ 1965, pág. 745; el mismo, Zur Anwendung des Satzes "in dubio pro reo", Festschrift für U.
deral que también lo estuviera en ese instante (BGH 37, 329; 38, 18). Los delitos contra el Estado y el Stock, 1966, pág. 143; Schaffitein, Die neuen Voraussetzungen der Wahlfeststellung im StrafVerfahren, N J W
Orden constitucional de la RDA quedan impunes puesto que estos bienes jurídicos no pueden ser abarcados 1952, pág. 725; Eb. Schmidt, Lehrkommentar zut StPO, Tomo suplementario. Parte II, 1967; el mismo,
por el Derecho penal de la República Federal, de modo que este Derecho se separa como escala comparativa Anmerkung zu B G H 18, 274, J Z 1963, pág. 606; Schmoller, AItcrnative Tatsachenaufklarung im Sttafrecht,
en la averiguación de la Ley más favorable. Los hechos punibles contra bienes jurídicos de la colectividad 1986; Schonke, Wahlfeststellungen im Strafprozeí?, D R Z 1947, pág. 4 8 ; Schroder, Anmerkung zu BGH 22,
están también protegidos por las respectivas disposiciones penales del Derecho de la República Federal, de 154, J Z 1968, pág. 572; el mismo, Anmerkung zu B G H 2 3 , 360, J Z 1971, pág. 141; C. Schroder,
modo que según el § 2 III aquí tiene que tenet lugar la comparación (en relación con el falseamiento electo- Wahlfeststellung und Anklageprinzip, N J W 1985, pág. 780; Stree, In dubio pro reo, 1962; el mismo
tai de las elecciones comunales celebradas en Dresden el 7.5.1989 vid. B G H 3 9 , 54) ^'. Acerca del proble- Anmerkung zu BGH 25, 285, JZ 1974, pág. 240; v. Tippelskirch, Über alternative Fragen und tatsáchliche
ma especial del castigo a los guardianes del muro (vid. supra § 2 I 2 nota a pie núm. 5). Feststellungen im Strafverfahren, GA 15 (1867) págs. 4 4 9 , 505; Trondle, Z u r B e g r ü n d u n g der
Wahlfeststellung, JR 1974, pág. 133; Volk, In dubio pro teo und Alibibeweis, JuS 1975, pág. 2 5 ; Waiblinger,
Der rechtliche Charakter und die Bedeutung der Schulderklarung im Strafprozeí?, Festschrift für H. F.
Pfenninger, 1956, pág. 157; Weber, Zur Frage der Zulassigkeit von Wahlfeststellungen im Strafrecht, Diss.
Freiburg 1950; Wolter, Altctnative und eindeutige Verurteilung auf mehrdeutiger Tatsachengrundlage im
Srrafrecht, 1972; el mismo, Veturteilung aus nichttatbestandsmafiiget Nachtat? GA 1974, pág. 161; elmis-
mo, Gfundfalle zu "in dubio pro reo" und Wahlfeststellung, JuS 1983, págs. 363, 602, 769; 1984, 37, 530,
'* Sobre esta cuestión Dannecker, Das intertemporale Strafrecht pág. 238; Lüderssen, StV 1991, pág. 606; el mismo, Wahlfeststellung und in dubio pto reo, 1987; 'Zeiler, Verurteilung auf Grund wahldeutiget
483. De otra opinión Samson, N J W 1991, pág. 340. Tatsachenfest.stellung, ZStW 40 (1919) pág. 168; 42 (1921) pág. 665; 4 3 (1922) pág. 596; 64 (1952) pág.
^'' En contra de la BGH 37, 305 (315), donde fue considerada constitucional la aplicación del § 99 156; 72 (1960) pág. 4.
en conexión con el § 5 núm. 4 a agentes que sólo habían actuado en la zona de la RDA, la BVerfG N J W
1995, 1811 (1813) ha deducido un obstáculo procesal del principio constitucional de proporcionalidad (vid.
infra § 18 III 3 infine). En el mismo sentido del BGH, LK(\\.') (Gribbohni) § 2 núms. 60 a, 70; LK
(11.*) (Lauflmtte) nota preliminar núms. 39 ss. antes del § 80; Dreher/Trondle, § 99 núm. 1 a; Lackner, § 2 I. E s e n c i a y n a t u r a l e z a jurídica del p r i n c i p i o "in d u b i o pro reo" y s u r e l a c i ó n
núm. 23. Vid., además, MaunzJDürig, art. 103 11 núm. 256. En relación con el problema de una amnistía c o n la d e t e r m i n a c i ó n alternativa d e l h e c h o
Simma/Volk N J W 1991, pág. 8 7 1 .
1. El p r i n c i p i o " i n d u b i o pro reo" y la d e t e r m i n a c i ó n alternativa del h e c h o sirven para la
' " Así, Grünwald, StV 1991, pág. 35; Lackner, § 2 núm. 12.
s u p e r a c i ó n d e las d u d a s e n la a p l i c a c i ó n del D e r e c h o q u e se derivan tras la c o n c l u s i ó n de la
' ' Sobfc ello Lackner, § 2 núm. 13; Dreher/Trondle, nota preliminar n ú m . 50 antes del § 3.
154 § 16 Hí principio "in dubio pro reo" y la determinación akcrnaliva del lieclio II. 1^1 jirincijiio "in dtibio pro reo" según el Derecho vigente 155

valoración probatoria, allí donde no pueden ser comprobados hechos que resultan de considera- clones injustificadas en supuestos de estas caracrerísticas, es admitida —bajo ciertos requisitos—
ble ttasccndcncia para la completa convicción del Trihinial '. Toda condena a una pena presupo- la condena basada en los hechos alternativos de acuerdo con la notma que sea más favorable
ne la existencia de certeza sobre la concurrencia de todos ios presupuestos materiales (positivos y (determinación alternativa del hecho). Por tanto, esta líltima es tina excepción necesaria al prin-
negativos) relativos al promuiciamiento sobre la culpabilidad y la pena, dado que el § 267 I StPO cipio "in dubio pro reo" anclada en motivos político-criminales que en verdad rige para aquellos
exige la comprobación de una acción determinada a la que restiltan aplicables los elementos de casos en los que las distintas posibilidades están situadas en una relación de alternatividad y no
un precepto penal determinado. Si, tras el agotamiento de todos los medios de prueba admisibles en una relación gradual del más o menos (BGH 22, 154 [156] con comentario coincidente de
V disponibles a los que hay que recurrir de acuerdo con el deber de esclarecimiento (§ 244 II Schrúder, JZ 1968, pág. 572; 25, 182 [183] con comentario de Hruschka, N J W 1973, pág. 1804;
StPO), la relación de hechos no clarifica la convicción del Tribunal, el proceso penal no puede 32, 48 [56 ss.]) . Un caso especial de la determinación alternativa viene constituido por la "pura
quedar en suspenso sino que por motivos de seguridad jurídica debe ser concluido dentro de un alternatividad de los hechos": en verdad, aquí queda claro cuál es la norma penal aplicable pero
plazo adecuado (vid. art. 6 1 1 MRK). De ello se deriva la necesidad de que, a la vista de los no la acción a través de la cual el autor ha infringido aquélla (vid. infra § 16 III 2 c).
hechos de trascendencia decisiva, también en el caso de un "non liquei" se alcance una resolu-
Ejemplos: Exisren dos declaraciones contradictorias de un testigo en dos instancias distintas por lo que
ción sobre el fondo de la cuestión. Y es que aquellas circunstancias que no han sido completa-
una debe ser falsa aunque no se sepa cuál de ellas lo es (BGH 2, 351). En caso de contagio del virus del sida
mente probadas no pueden perjudicar al acusado, así que en caso de duda acerca de la existencia
por otra persona cuando no puede ser comprobado cuál de los dos eonractos sexuales ha conducido a su
de un hecho trascendental ésta debe ser tomada como base para la posibilidad de adoptar de una transmisión (BGH 36, 262 [269]). Muchos móviles abyectos del homicidio doloso se consideran de modo
decisión favorable al acusado (in dubio pro reo)". Este principio está reconocido a través del alternativo (BGHR § 153 StGB antes del § 1/Walilfeststeliung, Tatsachenalternarivitat 3).
Derecho consuetudinario .
2. Tanto el principio "in dubio pro reo" como también el problema de la determinación
Ejemplos: No quedando claro en un proceso si el acusado, que quiso llevar a cabo violentamenre accio- alrernadva del hecho pertenecen en un primer plano al Derecho procesal', puesto que se trata
nes de naturaleza sexual (§§ 178, 22)'*, tenía la intención de ir más allá y forzar a la vícrima al manteni-
de decidir qué grado de evidencia de los hechos debe darse en el proceso para poder imponer
iriicfuo del coito (§§ 177, 22) ^, sólo puede ser castigado por ima agresión sexual en grado de tentativa
una condena. Sin embargo, el problema tiene también un aspecto material; si la determinación
(bGH 11, 100 1102]).
alternativa entre diversos tipos penales se admite como excepción al principio "in dubio pro reo"
Sin embargo, existen supuestos en los que a la convicción del juez le consta que el acusado, esto es algo que se determina por la relación jurídico-matcrial existente entre aquéllos. Además,
caso de no haber cometido el delito que se le reprocha y cu virtud de ello poder ser absuelto por "in dubio pro reo" y determinación alternativa son consideradas como el reverso de la función
el principio "in dubio pro reo", debió haber cometido necesariamente otro hecho cuya compro- de garantía iriaterial de la Ley penal: mientras que el principio de legalidad protege a toda perso-
bación, no obstante, tínicamente puede ser realizada alternativamente. La ctiestión es, por tanto, na de ser castigada por una conducta cuya punibilidad y sanción no estaba determinada legal-
si puede ser condenado sobre la base de esos otros hechos. mente, el principio "in dubio pro reo" suministra su complemento necesario a través de la pro-
Ejemplo: El acusado había enconrrado una joya que le había sido robada a su propietario. Habiendo posición "no hay pena únprueba del hecho y de la culpabilidad" *. La determinación alternativa
sido acusado por un delito de hurto alegó que compró aquélla a un desconocido; sin embargo, de las cir- del hecho vuelve a modificar esta proposición en la medida en que en determinados casos per-
cunstancias de la compra se derivaba la realización del tipo de receptación, no siendo posible proceder a una mite la condena sobre la base de la comprobación de hechos alternativos.
aclaración adicional del relato de los hechos. Por ello, el acusado o ha cometido un hurto (§ 242) o una
receptación (§ 259) (RG 68, 257 [258]).
De haber sido aplicado en este caso el principio "in dubio pro reo" el acusado no podría II. El principio "in dubio pro reo" segiin el Derecho vigente
haber sido condenado ni por burro ni por receptación, sino que habría quedado absuelto al no L Derivándose de la práctica de la prueba en una causa penal la eventualidad de valorar
poder evidenciarse inequívocamente ninguna de las dos posibilidades. Sin einbargo, una aprecia- distintas posibilidades que se encuentran entre sí en una relación gradual de más o menos,
ción separada de esta naturaleza no sería satisfactoria pues, en cualquier caso, ha resultado acre- entonces entra en juego el principio "in dubio pro reo" cuando en relación con el acusado ha
ditado que el acusado debió haber cometido uno de los dos delitos. Por ello, para evitar absolu-

Vid. Dreher/Tróndle, § 1 núnis. 13, 14; Lackner, § 1 ntím. 11; LK{\\:'j (Gribbohví) § 1 mím.
' Por el contrario, la cuestión jurídica debe ser resuelta de forma inequívoca también en caso de duda 137; Heinitz, JR 1957, pág. 126; SchónkelSchroderlEser, § 1 n. 58; Wolter, Alternative und eiiideutigc
acerca de la interpretación de la Ley ("iura novit curia"); vid. Grünhut, MSchrKrim 1934, pág. 333; BGH Verurteilung págs. 24 ss.; SK(Riidolphi) apéndice al § 55 niim. 15.
14, 68 (73). Sobre el tequisito de la imposibilidad de comprobaciones inequívocas BGH 12, 386 (388); 21, ^ Sobre el principio in dubio pro reo: Stree, In dubio pro reo, págs. 7 ss.; Roxin, Strafi'erfihrensrecht
152; BGH NJW 1974, 804 (805). págs. 84 ss.; acerca de la determinación alternativa: Peters, Strafprozeíi págs. 291 ss. Heinitz, JZ 1952, pág.
' KleinknechtlMeyer-Gojiner, § 261 StPO núm. 26. loo. Pambién la Gran Comisión de Derecho penal quiso reservar el tema de la determinación alternativa
^ Una visión detallada acerca de la jurisprudencia reciente la suministra Wolter, Wahlfeststellung, 1987. como una cuesrión procesal de la SrPO; vid. Niederschriften Tomo V pág. 285 nota a pie núm. 5. Defen-
•* La referencia al § 178 debe entenderse realizada al § 177 SrGB, puesto que actualmente el primero diendo, por el contrario, el carácter material del principio in dubio pro reo KleinknecbtlMeyer-Gofner, §
de ellos regula la agresión sexual y la violación con resultado de muerte (N del T). 261 StPO núm. 26, y para la dererminación alternativa H. Mayer, Lehrbuch pág. 417 y Nüse, GA 1953,
-' La referencia al § 177 también debe entenderse realizada en la acrualidad al § 177 11 niim. 1 StGB; pág. 41.
vid. la nota anterior (N del T). * Así, Stree, In dubio pro reo pág. 18; /./^(l 1.») (Gribbohm) § 1 núm. 137.
156 § 16 El principio "in diibio pro reo" y la determinación alternativa del iiccho 111. Desarrollo, alcance actual v valoración de la determinación alternativa del iiecho 157

q u e d a d o p r o b a d a una posibilidad más beneficiosa q u e otra q u e resulta ser incierta (BVcrfG M D R pro reo"). T a m b i é n el h o m i c i d i o y su tentativa así c o m o el asesinato y la suya se e n c u e n t r a n u n o
1 9 7 5 , pág. 4 6 8 ) ' . Este p r i n c i p i o n o sólo c o n t i e n e el equivalente procesal a la reserva de Ley con o t r o bajo la relación d e más o m e n o s ( B G H StV 1989, pág. 4 8 ) . Los casos en los q u e la
jurídico-matcrial, sino q u e t a m b i é n hace realidad la p r e s u n c i ó n d e inocencia (art. ó 1! M R K ) p u n i b i l i d a d de un delito c o n e x o más lc\c, p o r ejemplo la apropiación i n d e b i d a , d e p e n d e d e si el
q u e excluye q u e el a u t o r p u e d a ser castigado p o r el delito más grave en t a n t o q u e todavía existan a u t o r h a c o m e t i d o con anterioridad un h e c h o previo más grave q u e , sin e m b a r g o , n o h a sido
d u d a s sobre su culpabilidad '". El á m b i t o d e aplicación del p r i n c i p i o "in d u b i o p r o reo" se ex- p r o b a d o , vgr. u n r o b o , d e b e n resolverse en t o d o caso según el p r i n c i p i o "in d u b i o p r o reo"
tiende a la totalidad d e los presupuestos del p r o n u n c i a m i e n t o acerca de la culpabilidad y la pena ' ' m e d i a n t e la aplicación d e la disposición más favorable (todavía, en u n s e n t i d o diverso, B G H 2 5 ,
y, p o r t a n t o , t a m b i é n a las causas d e supresión de la p e n a c o m o p o r e j e m p l o el § 24 ( § 4 6 en su 182 [185] d o n d e tras la transformación de u n r o b o en u n h u r t o se llevó a c a b o u n a deteritiina-
redacción anterior) ( B G H 10, 129 f l 3 1 ] ) , a la c o m p e n s a c i ó n del § 199 ( B G H 10, 3 7 3 [374]) y ción alternativa c o n la a p r o p i a c i ó n indebida; en la actualidad, sin e m b a r g o , B G H 3 5 , 8 6 [88
a las causas d e exclusión de la p e n a ( B a y O b L G N J W 1 9 6 1 , pág. 1 2 2 2 sobre el § 2 4 7 II en su ss.]; B G H N J W 1 9 8 9 , pág. 1867) ' ' . Por el c o n t r a r i o , la p r u e b a d e la coartada se s o m e t e a las
redacción anterior). En la actualidad, la o p i n i ó n mayoritaria y la j u r i s p r u d e n c i a extienden el p r i n - reglas generales sobre la valoración de la p r u e b a y no a i s l a d a m e n t e al p r i n c i p i o "in d u b i o p r o
cipio "in d u b i o p r o reo" incluso a los p r e s u p u e s t o s procesales '^ ( B G H 18, 2 7 4 para el caso en reo" ( B G H 2 5 , 2 8 5 , 2 8 7 con c o m e n t a r i o aclaratorio de Stree, J Z 1 9 7 4 , págs. 2 9 9 ss. y Volk, JuS
q u e no q u e d a clara la prescripción; B G H N S t Z 1 9 8 4 , pág. 9 2 0 en u n s u p u e s t o de d u d a sobre la 1 9 7 5 , pág.s. 2 7 s s . )
capacidad d e negociación del acusado; B a y O b L G N J W 1 9 6 8 , pág. 2 1 1 8 en u n caso de d u d a
sobre la utilización d e la acusación p e n a l ) .
III. D e s a r r o l l o , a l c a n c e actual y v a l o r a c i ó n d e la d e t e r m i n a c i ó n alternativa d e l h e c h o
2. A n t e r i o r m e n t e , la j u r i s p r u d e n c i a l i m i t ó el p r i n c i p i o "in d u b i o p r o reo" a relaciones gra-
d u a d a s l ó g i c a m e n t e en las q u e la situación beneficiosa p a r a el a u t o r está c o n t e n i d a c o n c e p t u a l - 1. El problema de la determinación alternativa surgió por primera vez a mediados del siglo XIX cuan-
m e n t e en la m á s perjudicial, c o m o s u c e d e , p o r e j e m p l o , en la relación e n t r e tipo básico y cualifi- do en Alemania, siguiendo el ejemplo francés, fueron introducidos los tribunales del jurado. El Tribunal de
cado. Sin e m b a r g o , esta limitación innecesaria sólo c o n d u c e a soluciones evasivas q u e son evitadas Casación francés había adoptado una posición muy restrictiva en relación al decisivo punto de si las pregun-
c u a n d o la p r o p o s i c i ó n "in d u b i o p r o reo" es e x t e n d i d a a g r a d u a c i o n e s valorativas *^. D e a c u e r d o tas dirigidas a los jurados podían ser planteadas de modo alternativo o si debían ser formuladas inequívoca-
c o n ello el p r i n c i p i o se reconoce t a m b i é n p a r a la relación e n t r e d o l o e i m p r u d e n c i a (en c o n t r a , mente ^^. El Tribunal Supremo prusiano también se adhirió a la tesis mencionada . Conscientemente la
StPO de 1877 dejó abierto el problema de la determinación alternativa ^''. Originariamente el RG limitó su
B G H 4, 3 4 0 [343]) q u e o p t a p o r la d e t e r m i n a c i ó n alternativa; B G H 1 7 , 2 1 0 q u e lo hace p o r la
admisibilidad a las acciones ejecutivas valorativainente equivalentes dentro de una misma clase de delito
aplicación del § 2 3 0 c o m o "tipo d e recogida" , c o n acierto, en la actualidad, B G H 3 2 , 4 8 [57]).
(RG 11, 103; 22, 216; 23, 48; una recopilación de la jurisprudencia se encuentra en J W 1934, pág. 296).
Lo m i s m o rige para la relación e n t r e a u t o r í a e i n d u c c i ó n (en c o n t r a , B G H 1, 127 [ 1 2 8 ] , así
Con posterioridad se destacó por una tendencia más extensiva (RG 55,44; 55, 228: determinación alterna-
c o m o la O L G D u s s e l d o r f N J W 1 9 7 6 , p á g . 5 7 9 q u e prefiere la d e t e r m i n a c i ó n alternativa), p a r a tiva entre hurto con escalamiento o fractura y hurto con llaves falsas). Por el contrario, la determinación
la relación entre autoría y c o m p l i c i d a d ( B G H 2 3 , 2 0 3 [207]) y e n t r e i n d u c c i ó n y c o m p l i c i d a d alternativa ya fue rechazada en el caso de mayor importancia práctica, a saber, entre el hurto y la receptación
psíquica ( B G H 3 1 , 136 [138] " ; a m b a s sentencias escogen la aplicación del p r i n c i p i o "in d u b i o (RG 53, 2 3 1 ; 56, 61). Con anterioridad una sentencia del pleno de la Sala de lo Penal del año 1934, que .al
mismo tiempo fue la última en la historia del propio RG, admitió la alternatividad en la comptobación de
los hechos puesto que "el sentimiento jurídico asigna al hecho del receptador la misma desaprobación moral
' Igualmente, BanmannfWeher, Allg. Teil págs. 164 ss.; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 10 núm. 32; LK
que al del ladrón" (RG 68, 257 [262]). La exigencia político-criminal y la experiencia de que los rribunaics
(11:') (Grihhohm) § 1 núm. 117; Blei, Allg. Teil págs. 36 ss.; SchonkelSchróderlEser, § 1 núms. 94 ss.; Schmoller,
de instancia no absuelven en casos que admiten diversas interpretaciones, sino que buscan alcanzar una coiu-
Alternative Tatsachenaufldárung págs. 157 ss.
probación inequívoca inás o menos forzada, dieron el impulso definitivo ' ' . De esta forma quedaba comple-
'" Sobre su historia Holtappels, In dubio pro reo págs. 52 ss.; Sax, Stock-Festschrift págs. 146 ss.
Sobre la esencia del principio in dubio pro reo como regla de aplicación jurídica Frisch, Henkel-Festschrift
págs. 281 ss.\ Montenbruck, In dubio pro reo págs. 33 ss. "' Hruschka, JZ 1970 pág. 641 y NJW 1971, pág. 1392 habla aquí de "casos de posrpendencia", una
" ¥,r\ relación con el tratamiento de las medidas de seguridad vid. Stree, In dubio pro reo págs. 92 ss. expresión que ha acabado por imponerse. Vid., asimismo, SK (Rtidolphi) apéndice al § 55 núms. 24 ss.; Küper,
Donde hay que adoptar decisiones basadas en pronósticos no puede operar el principio in dubio pro reo, Lange-Fcsrsclirift págs. 93 ss.; Günther,]7. 1976, pág,s. 668 ss.; LK(\ 1.^) (Grihhohm) § 1 núms. 121 ss.
dado que entonces se trata de elaborar juicios de probabilidad. " Coincidente, LK(\ 1.») (Grihhohm) § 1 núm. 123; Wolter, Wahlfest.stellung pág. 42; SK(Rudolphi)
' ' En este sentido, Peters, Strafprozefi pág. 289; Eh. Schmidt, J Z 1963 págs. 606 ss.; Stree, In dubio apéndice al § 55 núm. 25; Küper, Problemc der Hchlerei bei ungewisscr Vorratbeteiligung, 1989. Vid., ade-
pro reo pág. 53 con una exposición en profundidad; BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 165; Roxin, más, Wolter, GA 1974, págs. 161 ss. en relación con los casos BGH LÍRiZ 1972, pág. 30; OLG Hamm
StraR'crfahrensrecht págs. 86 ss. Una visión sobre el conjunto de grupos de casos incluida la determinación JMinRI. Nordrhein-Westfaien 1955, pág. 236; BGH 23, 360 y OLG Hamm JMinBi. Nordrhein-Westfalen
alternativa lo proporciona Wolter, ]aS 1984, pág. 38. 1967, pág. 138.
" Baumannl'Weber, Allg. Teil págs. 170 ss.; DreherlTrondle, § 1 niims. 13 ss. con jurisprudencia en '* Vid., con más detalle, Weher, Wahlfeststellungen págs. 4 ss. también con referencias a la litetainra
núm. 14; Dreher, M D R 1970, pág. 370; Hrwxhka, JZ 1970, pág. 642; Nowakowski, JBl 1958, pág. 380; Irancesa.
LK{\\.') (Grihhohm) § 1 núm. 117 con jurisprudencia en núm. 118; Otto, Peters-Fcstschrift pág. 377; ''^ La jurisprudencia aparece anotada en í^. Tippehkirch,QiK 15 (1867) págs. 454 y 505 ss.
Schmidhauser, Allg. Teil pág. 451 nota a pie núm. 85; SchonkelSchroderlEser, § 1 núms. 91 ss.; SK (Rtidolphi) ^^ Según Hahn, Materialen pág. 233 los motivos de ello se encuentran en el, todavía entonces, inde-
apéndice al § 55 núms. 55 ss. ciso estado de la discusión en la Ciencia.
'"* C o m o en el texto principal, aunque con una fundamentación autónoma Mylonopoulos, ZStW 99 ^' A ello ha hecho una especial referencia de modo persistente Zf/'/cr, Z S t W 4 0 (1919) pág. 168; 42
(1987) págs. 709 ss. (1921) pág. 665; 4^ (1922) pág. 596. Este autor promovió, asimismo, la admisibilidad ilimitada de la de-
'^ En contra, Hruschka, ]R 1983, págs. 177 ss. terminación alternativa en la reforma del Derecho penal, vid. Zeiler, ZStW 72 (1960) pág. 5.
158 § 16 l'd principio "iii dubio pro reo" )' la (ictcrniinación alternativa del hcelio III. Desarrollo, alcance actual "\- \aloración de la determinación alrcrnativa del hecho 159

ramente abierto el camino hacia la aceptación de la determinación alternativa. La Ley de 28.6.1935 (Rtilil. actual residen en la c o m p a r a c i ó n ético-jutídica y psicológica de a m b o s tipos, así c o m o en el re-
1 pág. 839) la introdujo sin limitación alguna (§ 2b) a lo que ya se había anticipado en cuanio al resultado quisito d e la exclusión d e ctialquier otia tercera posibilidad fáctica ^^ N o o b s t a n t e , la doctrina se
la RG 69, 369. Con ello se posibilitaron alternativas más alejadas tales como las existentes entre el aborto
ha a d h c f i d o m a y o r i t a r i a m c n t c a la línea marcada p o r la p r á c t i c a ' ' ' . Sólo u n a m i n o r í a aconseja el
intent.ado y la estafa consumada (RG 69, 369; 7 1 , 44), la embriaguez plena y el hecho cometido en estado
r e t o r n o a la j u r i s p r u d e n c i a a n t e r i o t a 1934 ' ' . En u n a dirección o p u e s t a t a m b i é n se p r o m u e v e en
de embriague?, (RG 70, 42), complicidad en el asesinato y omisión del deber de denunciar delitos (RG 73,
parte una a d m i s i ó n ilimitada o, al menos, más amplia d e la d e t e r m i n a c i ó n alternativa"*'. Por el
57). Tras la supresión del § 2b a través de la KRG ntíni. 11 en el año 1946 la jiir¡s[it!Kleiicia tetornt) ntieva-
mente a la posición intermedia del RG del año 1934 (OLG Cclle y Priburgo D R Z 1947, págs. 64 y 65; c o m r a r i o , p o r motivos derivados del Estado de D e r e c h o , en el extranjero sólo se sostiene su d e -
O G H 2, 89; BGH 1, 127 [1281; en jurisprudencia constante), aunque con el tiem|5o los casos en los que se fensa d e n t r o de u n o s límites m u y estrechos .
admite la determinación alternativa se van antpliando cada vez más ^'. c) U n a c o n d e n a es admisible sin más c u a n d o se verifica con s e g u t i d a d q u e el a u t o r ha c o -
2. La j u r i s p r u d e n c i a y la d o c t r i n a d o m i n a n t e a d m i t e n h o y la d e t e r m i n a c i ó n alternativa m e t i d o u n delito a través d e u n a de las dos acciones y a m b a s son típica y j u t í d i c a m c n t e equiva-
del h e c h o bajo ios siguientes requisitos: lentes (alternatividadfáctica pura) '".

a) P r o c c s a l m c n t e d e b e n c u m p l i r s e diversas c o n d i c i o n e s previas. E n p r i m e r lugar se exige Ejemplo: Ett la acción principal no queda claro cuál de las dos afirmaciones emitidas bajo juramento y
que, c o m o consecuencia del d e b e r judicial d e esclarecimiento (§ 2 4 4 II S t P O ) , h a y a n sido agota- conttadictofias entte sí es la falsa (BGH 2, 351 [352]) o, de modo similar, cuál de los comportamientos
equivocados del conductor ha ocasionado el accidente (OLG Netistadt VRS 2 3 , 447).
líüi p t c v i a m c n t e t o d o s los medios de prueba p e r m i t i d o s ( B G H 12, 3 8 6 [ 3 8 8 ] ; 2 1 , 1 5 2 ) . A d e m á s ,
tratándose d e delitos p r o c e s a l m e n t e a u t ó n o m o s , los h e c h o s incluidos en la d e t e r m i n a c i t í n alter-
nativa d e b e n ser f o r m u l a d o s en la acusación o ser i n t r o d u c i d o s en el proceso a través de u n a ^^ De este modo, no son admisibles detetminaciones alternativas entre el aborto y la estafa (BGH
querella c o m p l e m e n t a r i a ( § 2 6 6 S t P O ) ( B G H 3 2 , 146; c o i n c i d e n t e C. Schroder, N J W 1985, Dallinger MDR 1958, pág. 739), la embriaguez plena y el hecho comendo en est,ado de embriaguez (BGH
págs. 7 8 0 .ss.) . A s i m i s m o , d e b e existir la certeza d e q u e el a c u s a d o únicamente haya p o d i d o 9, 390 [392]), el cohecho y la estafa (BGH 15, 88 [100]), el robo agravado y la recepración (BGH 2 1 ,
152), el hurto y la extorsión (BGH DRiZ 1972, pág. 31), el hurto y la estafa (OLG Kadsruhe, Die Jtrstiz
actuar de u n a u o t t a forma ( B G H 12, 3 8 6 [ 3 8 8 ] ) . C u a l q u i e r a d e las posibilidades de configura-
1973, pág. 57), la traición a la patria y el engaño traidor (BGH 20, 100), el hurro con fractura y la compli-
ción alternativa del s u p u e s t o d e h e c h o a las q u e se recurre d e b e r í a n , ett el caso d e q u e fuera posi-
cidad en la estafa de seguro (GA 1985, pág. 132); supuestos todos ellos que en comparación con las resolu-
ble u n a c o m p r o b a c i ó n inequívoca, c o n d u c i r c o n seguridad a la c o n d e n a .
ciones indicadas en la nota a pie antetior no siempre clarifican la cuestión. Pueden enconttatse ejemplos
b) A ello se a ñ a d e u n p r e s u p u e s t o material d e la d e t e r m i n a c i ó n alternativa. Los reproches adicionales en £^^(11.") (Gribbohm) § 1 ntim. 116; Scbonke/Schroder/Eser, § 1 ntim. 111.
dirigidos a los h e c h o s alternativos d e b e n ser " é t i c o - j u r í d i c a y p s i c o l ó g i c a m e n t e c o m p a r a b l e s " ^^ Vid. KohlraiischlLange, § 2 apéndice "Wahlfeststellung" anotación niitn. 3, Schonke/Schroder/Eser,
( B G H 9, 3 9 0 [ 3 9 3 ] ; 2 5 , 1 8 4 ; 3 0 , 7 8 ) '^. Los m o t i v o s para la i n s e g u r i d a d d e la j u r i s p r u d e n c i a § 1 ntim. 106; Blei, Allg. Teil pág. 38; Baiimann/Weber, Allg. Teil pág. 167; /,Á'(11.=) (Gribbohm) § 1 ntim.
108; Schaffstein, N J W 1952, pág. 729. Se muestran críticos, sin embargo, MaurachIZipf, Allg. Teil I § 10
núm. 28; Schmidh'iuser, Allg. Teil pág. 113. Un buen resumen lo proporciona Rohmel, JA 1975, págs. 95 ss.
^^ Por ello expresan fuertes objeciones Eh. Schmidt, § 244 StPO niims. 17 ss. y Peten, Sttafprozeí? Básicamente más estricto que la docrrina dominante alemana Schmoller, Altetnative Tatsachenaufklárung
págs. 291 ss. Un resumen acerca de la jurisprudencia eittre los ailos 1934 a 1986 puede enconttarse en págs. 115 ss. en adhesión a ia docttina austtíaca que exige que las alternativas deban poseer una "equivalen-
Wolter, Wahlfcststellung págs. 174 ss. cía jurídica completa" según su sentido social.
- ' Vid. Schbnke/Schroder/Eser, § 1 núm. 103; LK(\ 1.") (Gribbolmi) § 1 mims. 134 ss. ^^ Así, H. Mayer, Lehtbuch pág. 417; el mismo, Gtundrií? pág. 192; Heinitz, J Z 1952, pág. 102; Eb.
" I,a equivalencia valorativa de las alternativas incluidas dentro del mismo tipo penal (pot ejemplo, Schmidt, § 244 StPO núm. 18; Waihhnger, Pfcnninger-Festschrift pág. 164; Endruweit, Wahlfeststellung
móviles abyectos o intención de favorecer la coinisión de otro delito) debe ser afirmada sin ningún género de págs. 293 ss.
dudas (BGH 22, 12 [14]). Sin embargo, la jurisprudencia va mucho más allá y admite la determinación alter- ^* Se muestran partidarios de una admisión generalizada v. Hippel, Totno II pág. 44; Zeiler, ZStW
nativa entre el hurto y la receptación (BGH 1, 304; 15, 63), la apropiación indebida y la receptación (BGH 72 (1960) pág. 20; A'áíí', Alternativ-Schuldfeststellungen pág. 6 3 ; elmismo, GA 1953, pág. 4 1 ; Mannheim,
16, 184), el robo y la exrorsión (BGH 5, 280), la estafa y la infidelidad pattimonial (OLG Hamm M Ü R Z S t W 4 4 (1924) pág. 442; Eike v. Hippel, N J W 1963, pág. 1534. Favorables a su admisibilidad en caso de
1974, pág. 682), en el perjurio y en la manifestación falsa en lugar del juramento (OLG H a m m GA 1974, "identidad del núcleo del injusto" Dreher/Trbndle, § 1 núm. 17 a; Sax, J Z 1965, pág. 748; Deubner, JuS
pág. 84), ,así como con el hutto con astucia y la estafa (OLG Katlsruhe N J W 1976, pág. 902). Lo mismo rige, 1962, pág. 23; Hardwig, Eb. Schmidt-Festschtift pág. 484 nota a pie núm. 28; Jakobs, GA 1971, pág. 270;
incluso, cuando uno de ambos tipos penales ha sido cometido a través de una inodalidad agravada: el hurto y ¿Ar(10.») (Trondle) § 1 núm. 104; Trondle, JR 1974, pág. 135; Otto, Peters-Fest.schrift págs. 390 ss.; lackner,
la receptación profesional (BGH 11, 26), el hurto cualificado por reincidencia y la receptación (BGH 15, 63 § 1 núm. 19; Wolter, Alternative und eindeutige Veiurreilung pág. 2 8 1 ; SK (Rudolphi) apéndice al § 55
[66]), el hurto y la malversación de caudales ptáblicos (BayObLG N J W 1958, pág. 560), las afirmaciones falsas n ú m . 42 así como núms. 38 ss. (con la referencia acertada al desvalor de acción). De modo similar,
sin juramento y el perjurio (BGH 13, 70), así como el hurto agtavado y el encubrimiento material (BGH 23, Montenhruck Wahlfeststellung pág. 384 se posiciona en torno al "tipo valorativo" común donde podtían .ser
360 con el comentario, coincidente en cuanto al resulrado, de Schroder, JZ 1971, pág. 141; desviándose de su integradas las acciones tomadas en consideración. Para casos en los que falte una difetencia gradual en el
fundamenración desde otro punto de vista Hnischlia, N J W 1971, págs. 1392 ss.). El robo es degradado al desvalor de los tipos penales a tener en cuenta, hay quien recurre a ini tercer delito configutado como "tipo
hurro (BGH 25, 182 [185] con comenrario discrepanre de Hruschka, N J W 1973, pág. 1804; coincidentc, sin trotical", vid. Günther, Verurteilungen ttotzTatsachenzweifel págs. 262 ss.
embargo, SK[Rudolphí\ apéndice al § 55 niim. 44; Schulz, JuS 1974, pág. 640). La determinación alternativa
' ' Vid. Jjiler, Z S t W 6 4 (1952) págs. 158 ss.; Schonke, D R Z 1947, pág. 48; Weber, Wahlfeststellungcn
también es posible enttc más de dos hechos (BGH 15, 63). Caso de que uno de los tipos penales escogidos
p<ágs. 17 .ss.; en relación con Atisttia vid. Nowakowski, JBI 1958, págs. 380 ss.; Schmoller, supra nota a pie
concurra en unidad de hecho con orro delito, éste debe quedar fuera de consideración puesto que no consta si
núm. 26.
existe realmente el tipo respectivo (BGH 15, 266). Sobte la concteción de la cláusula general a través de "pun-
^^ Liste supuesto es denotnitiado como "determinación alternativa homogénea", vid. LA'ÍIO.") {Trondle)
tos de conexión tipificados legalmente" Wolter, Walilfeststellung págs. 117 ss.
§ 1 tiúms. 68 ss.
160 § 16 El principio "in dubio pro reo" y la determinación alternativa del hecho § 17 La interpretación de ia Ley penal 161

d) Para el supuesto de que sea admisible la determinación alternativa deberá aplicarse la § 17 La interpretación de la Ley penal
Ley más favorable que también aquí habrá de ser indagada de acuerdo con un piwto de vista
Baumann, Die natütliche Wortbedeutuiig ais Auslegungsgrcnzc im Strafrccht, MDR 1958, pág. 394;
concreto (vid. supra § 15 IV 5). En el fallo de la sentencia tan sólo deberá ser aplicada la norma
Hender, Zur Meihode dcr Reclusfindung bei der Auslcgung uiid Fortbildung gesctzten Rechts, jZ 1957,
más beneficiosa, para evitar así el perjuicio para el condenado ante la sospecha de un delito más pág. 593; Betti, Zur Grundlcgung ciner allgcmcinen Auslcgung,slehre, Fcstschrift für E. Rabel, Tomo II,
grave-'". De este modo, la apreciación de la determinación alternativa sólo se deriva de los fun- 1 954, pág. 79; ;•/ mismo, Allgemeine Auslegungslehre ais Methodik der Geistcswissenschaften, 1967; Blei,
damentos de la sentencia. Las penas y consecuencias accesorias, así como las medidas de segun- Strafschutzbcdürfnis und Auslcgung, Festschrift für H. Henkel, 1974, pág. 109; Bockelmann, Richter und
dad, únicamenre pueden ser aplicadas cuando resultan admisibles en ambos tipos penales (RG Gesetz, Festschrift für R. Smend, 1952, pág. 23; Brandenhiirg, Die teleologische Reduktion, 1983; Burckhardt,
68, 258 [263]). El efecto de cosa juzgada de ia determinación alternativa abatca a la totalidad de Methode und System des Rechts, 1936; Bydlinski, Juristische Mcthodenlehre und Rechtsbegriff 1982; Clerc,
los delitos integrados en ella; los límites de aquélla se deducen del concepto de "hecho" en el Les travaux préparatoircs et l'interprétation de la loi pénale, SchwZStr 64 (1949) pág. 1; Dando, Das
sentido del § 264 StPO (BGH 32, 146 [150 ss.]). Legalitatsprinzip und die Rolle der Rechtsprechung, Festschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 37; Eckardt, Die
verfassungskonforme Gesctzesauslcgung, 1964; Engisch, Die Relativitat der Rechtsbegriffe, Deutsche
3. La valoración de la situación jurídica actual resulta complicada potque el problema de Landesrcferate zum V. Internar. Kongrcfi für Rechtsverglcichung, 1958, pág. 59; el mismo, Logische Studien
la determinación alternativa del hecho está situado en el dilema entre seguridad jurídica y Jus- zuf Gesetzesanwendung, 2.' Ed. 1960; el mismo, Methoden der Sttafrechtswissenschaft, en: Enzyclopadie
ticia. Por esta razón, roda solución intermedia, tal y como suele suceder siempre, sufre las obje- dcr geisteswiss. Arbeitsmethoden, Fascículo núm. U, 1972, pág. 39; Foregger, Die Problematik der
ciones de ambos exttemos. Quien aspira a la completa realización de la Justicia por lo general no ausdehnenden Interprctation usw., OJZ 1960, pág. 290; Geerds, 7.\ii Problematik der strafrechtlichen
puede admitir ninguna comprobación alternativa de los hechos, en la medida en que la incerti- Deliktstypcn, Festschrift für K. Engisch, 1969, pág. 406; Germann, Methodische Grundfragen, 1946; el
dumbre no se refiere a un punto inesencial de la culpabilidad o la pena. Por el contrario, quien mismo, Probleme und Methoden der Rechtsfindung, 2." Ed. 1907; el mismo, Grundlagen der
Rechtswissenschaft, 2.» Ed. 1968; G'óssel, Srrafrechtsgcwinnung ais dialektischer Prozefi, Festschrift für K.
en todos los casos quiere conducir a la Justicia hacia la victoria debe admitir la operatividad de
Peters, 1974, pág. 41; Grünhut, Methodische Grundlagen der heutigen Strafrechtswissenschaft, Festgabe
una determinación alternativa ilimitada. Lo último, sin embargo, podría significar la renuncia a
für R. V. Frank, Tomo I, 1930, pág. 1; Hassemer, Tatbestand und Typus, 1968; Jahr, Redaktionsversehen,
una pieza imprescindible de la seguridad jurídica. Por ello, en la práctica sólo puede tratarse del Festschrift für Arthur Kaufmann, 1993, pág. 141; Jiménez de Astia, NuUum crimen, nulla poena sine lege,
grado de flexibilidad admisible en torno a la prohibición de la determinación alternativa, pues ZStW 63 (1951) pág. 166; Arthur Kaufmann, Analogie und "Natur der Sache", 2.» Ed. 1982; el mismo,
en el proceso penal la seguridad jurídica debe poseer siempre la primacía. Durch Naturrecht und Rechtspositivismus zur juristischen Hcrmeneutik, JZ 1975, pág. 337; Kelkr, Straftecht,
1984; Klug, Juristische Logik, 4.» Ed. 1982; Krey, Studien zum Gcsctzesvorbehalt im Straftecht, 1977; Kunst.
La solución reside, ante todo, en que se amplíe el ámbito dei principio "in dubio pro reo" Interpretationsmethoden im Straftecht, JBI 1971, pág. 329; el mismo, Rechtsquellen und Rechtsanwendung,
a través de la introducción de relaciones valorativas graduables a costa de la determinación alter- Verhandiungen des 5. osterr. Juristentags, Tomo II, 1973, pág. 9; Kunz. Das strafrechtliche Bagatellprinzip,
nativa del hecho, y en que también tenga lugar una condena inequívoca a causa del hecho poste- 1984; Lackner, Zu den Grenzen der richterlichen Befugnis, mangelhafte Strafgesetze zu berichtigen, Festschrift
rior en los supuestos de postpendencia. En los restantes casos de auténtica alternatividad en los der Jur. Fakultat Heidelberg, 1986, pág. 39; Larenz, Mcthodenlehre der Rechtswissenschaft, 6.» Ed. 1991;
que ninguno de los delitos a considerar puede ser determinado y, a pesar de ello, conste que uno Liver, Der Wille des Gesetzes, 1954; Loos, Bemerkungen zur "histotischen" Auslegung, Festschrift für R.
de ambos debió ser comerido, se debería, para evirar absoluciones injustificadas y hacer recono- Wassermann, 1985, pág. 123; Mennicken. Das Ziel der Gesetzesauslegung, 1970; Naucke, Der Nutzen der
cible la verdadera fundamentación de la sentencia, renunciar al criterio de la "comparación éti- subjektiven Auslegung, Festschrift fúr K. Engisch, 1969, pág. 274; Neumann, Juristische Argumentationslehre,
co-jurídica y psicológica" (en realidad ya abandonado hace tiempo) y, en lugar del mismo, basar- 1987; Ostendorf, Das Geringfügigkeitsprinzip ais strafrechtliche Auslegungsregel, GA 1982 pág. 333; Roxin,
se en el de la identidad del núcleo del injusto, con el que no sólo se destaca el bien jurídico sino Kriminalpolitik und Strafrcchtssystem, 2.» Ed. 1973; el mismo, Ein "neues Bild" des Strafrechtssystems, ZSrW
83 (1971) pág, 369; Schmidhduser, Strafgesetzliche Bestimmtheit: eine rechtsstaatliche Utopie,
también la dirección del ataque ^^. La seguridad jurídica en el ámbito procesal c% decisiva para la
Gedachtnisschrift für W Martens, 1987, pág. 231; R. Schmttt, Anmerkung zu BGH 4 StR 516/67, JZ 1968,
protección del acusado ^^. A ella pertenece, en especial, la obligación de que las alternativas sean pág. 307; Schroth, Theorie und Praxis subjektiver Auslcgung im Straftecht, 1983; Schwalm, Der objektivierre
formuladas en la acusación y en el auro de procesamiento (§§ 264, 266 StPO) (BGH 32, 146) y Wille des Gesctzgebers, Festschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 47; Schwinge, Teleologische Begriffsbiidung
que, en su caso, el acusado sea advertido de la posibilidad de una condena alternativa (§ 265 im Straftecht, 1930; Stratenwerth, Zum Streit der Auslegungstheorien, Festschrift für O. A. Germann, 1969,
StPO). Asimismo, los puntos de referencia para una prueba consistente de los hechos no pueden pág. 257; Stree, Die Ersatzhehierei ais Auslegungsprobicm, JuS 1961, pág. 50; Trousse, Droit penal, Tomo I,
ser menoscabados con vistas a una determinación alternativa que en sí misma resulta admisible. en: \j:¡ Novelles, 1956; Waihlinger Die Bedeutung des Grundsatzes "nullum ctimen sinc lege" ZBJV 91 bis
Y, finalmenre, debe estar excluida con seguridad la posibilidad de que el relato fáctico de los (1955) pág. 228; Zippelius, Juristisdie Mcthodenlehre, 6." Ed. 1994.
hechos queda fuera de las alternativas en juego.
El contenido material de la Ley penal es transformado por medio de la interpretación en
la praxis de la aplicación del Derecho. Una interpretación fiel a la Ley debe garantizar que las
resoluciones judiciales queden subordinadas a la voluntad colectiva expresada a través de la re-
presentación popular'. La seguridad y la igualdad jurídica exigen la vinculación del Juez a las

3' Naturalmente, en la praxis rambién es utilizada la redacción alternativa de la parte dispositiva de


la sentencia. Sobre ello Schonke¡Schroder/Eser, § 1 núm. 113.
'- Vid. la información bibliográfica de la nota a pie núm. 28. El Derecho se va perfeccionando a través de ia interpretación; vid. Hassemer, Tatbestand págs. 98
35 Vid. 7r¿W/f,]R 1974, pág. 135. ss. Por ello, en última instancia, ia seguridad jurídica depende de la fidelidad del Juez a la Ley; vid. Dando,
162 § 17 La inrcrpíxTación de l.i \,cv |H'it.il I IliCI p i f l . U 11)11 )' Mil

ilisposioioiics cuyo c o n t e n i d o sea objclívamcnrc reconocible de a n u i d o i mi I r, iii'J.i'. ili iiii. ipi. i.i para hipótesis de incomprensión grave (§ 23 111) peiniiic MI cviiiulhl.i 1 l.i i.iii.iiiv.1 HU-.II l'im didü .|ii.
hasta el momeiuo esta til tima ha pertn,ineei(.b) iiii pune )' no se phi\ci m p n i . II1 ij'i u it inii ,(lf',un 1, • I .i\y\\
ciíHi aceptadas y, por ende, que p u e d a n ser aplicadas del m i s m o inoilu .i MipiMMn', ,IIIJLÍI';I-. I I
mentó reproducido carece de eficaci.t y es siipei.ido por uno iin|iii MUIHI ,1 IIIMIIIHII I I "arKuiiirniiiiii .1
"reino del luez" no consiste, pues, en la concesión de la mayor liheriad posililr .inn- l.i I c \ '.111.! . n l.i
fortiori" significa q u e d e la validez de una pmposieión jiiiídii .1 p.11.1 un ; .r.^i d^ iiniiiM.i.in pm di se 1 iLdu. nl.i
obediencia a ella . La misión del Juez en la intcrprctaciiíii consiste en (.oiiipinidi 1 di iil l o m u el
su efectividad para otro en el que los motis'os se preseiit.in de HIIMID MI r, pilm.iii.i" 1 ii rsir inndit, dr l.i
sentido de la Ley con vistas al caso concreto a resolver, del mismo m o d o en ipir Ki lii. K M ¡ 11 il.|iiiri
impunidad de la complicidad al suicidio se concluye 1.111 ib na 1 l.i Ai- I i imi 1 ,11 i .nr, u n piiidr Irl
otro j n e / q n e tuviera q u e decidir sobre el m i s m o caso. Por tatito, la esencia de Li i n a i p u 1 1, UMI se mismo (BGH 24, 342 1344]). Finahnenie, con el "argunicMitini .id .iLsuiiliiin" rs d n In.id 1 .iiunr.i 1111.1
delerinma a través de \¿ fidelid/ida la Ley y la posibilidati de una verijicaaóii olijcnvii posniíiu suposición determinada, pues de lo coiur;irio deberí.i sei .idniíiul.i lui.i qiir l),i]i) niiiruii.i 1 in iiiisi.iiu 1.1 pue
de .ser correcta. Y así, según la tesis matuenida por la lU 11 I ,S. 1(1.' (10 i). I.i liiiiii.n ii'ui drl 1 m u r p i o di'
violencia en el delito de alta traición (§§ 81, 82) a la fiíer/.i (oipni.il "iiiuiili/.i i oiiiplri.iiiiciur rl SIJMUIÍI ,U1O
I . L o s a r g u m e n t o s d e la l ó g i c a j u r í d i c a práctico de la disposición", de lo que se detiuce t]ue no depende de ello sino de l.i pios'm .u ¡iiii de iiii.t
situación de violencia. Pueden verse ejein[)los adieiotrtles en Lis lU ¡ I 1 .'.', 28') (295); 23, MJ {^^^ la fmr).
Fai la interpretación el jurista se sirve d e p r o c e d i m i e n t o s a r g u m e n t a t i v o s ' especialis t u y a
estrucliiía y valor declarativo debe ser t r a t a d o c o n carácter previo;
1. Id argumento analógico ("argumentum a simile") que, básicamente, t.iinbicn oeup.i MI lej'j'ii- II. Interpretación y subsunción
nio puesto en Derecho penal (vid. supra § 15 O 2 a y b) significa que una proposición jurídica, cuya aplica-
bilidad a un grupo de casos está asegurada, puede ser aplicada a otro supuesto si éste coincide en sus relacio- 1. En Dercclio penal la aplicación de la Ley significa (para el s u p u e s t o de tina c o n d e n a ) el
nes esenciales con el primer grupo mencionado. De este modo, la superación de la velocidad máxima permitida p r o n u n c i a m i e n t o de u n a pena para un h e c h o , basado en las leyes en las q u e se e n c u e n t r a n n
por la distancia de frenado para una conducción en condiciones de visibilidad ante la presencia de niebla en c o m p o r t a m i e n t o descrito a través de e l e m e n t o s abstractos (el tipo penal) q u e está c o n m i n a d o
el ferrocarril berlinés de cercanías, fue considerada como una "infracción similar" ( § 3 1 5 1 en su redacción con la p e n a c o m o c o n s e c u e n c i a jurídica.
anterior) a la señalización errónea, puesto que la seguridad ferroviaria, que se garantiza a través de una setla-
Ejemplo: Cuando alguien sustrae a otro una cosa mueble ajena con la intención de apropiársela
lización correcta, dependía bajo estas condiciones del respeto al límite máximo de velocidad (BGH 8, 8 [12
ilícitamente, segtin el § 242 debe ser castigado por un hurto con pena de prisión o multa.
ss.]). El a r g u m e n t o a contrario ("argumentum e contrario") significa que ante la inexistencia de deter-
minados presupuestos puede concluirse que tampoco pueden entrar en juego las consecuencias jurídicas El t i p o delictivo es la premisa mayor, el h e c h o material la m e n o r y la p e n a la c o n c l u s i ó n .
previstas para el caso en que concurran aquéllos. De esta forma, de la limitación del privilegiante § 217 ' a La aplicación d e la Ley al caso concreto significa, pues, q u e la premisa m a y o r abstracta es puesta
las madres solteras se deduce que el homicidio de un hijo matrimonial durante o inmediatamente posterior en relación con la inferior q u e se extrae de la vida m i s m a (por ejemplo, "A ha s u s t r a í d o a B u n a
al nacimiento, no entra dentro de la órbita del § 217. Sin embargo, esta clase de argumento sólo es determi- cosa m u e b l e ajena con la i n t e n c i ó n de apropiársela"). D e ello se d e d u c e c o m o c o n c l u s i ó n la sen-
nante cuando los presupuestos especiales no sólo constituyen una condición suficiente sino, además, necesa-
tencia judicial; A es castigado p o r un h u r t o c o n la pena d e prisión o m u l t a . En realidad, esto
ria de la consecuencia jurídica. Los argumentos por analogía y a contrario no son sencillamente canjeables
suena bastante sencillo pero la verdadera c o n t r i b u c i ó n del p e n s a n i i e n t o j u r í d i c o no reside en la
eiHíe sí, sino que más bien son independientes uno del otro. El primero de ellos presupone, sencillamente,
a p o r t a c i ó n de esta d e d u c c i ó n k'igica (silogismo), sino en l;i obtención de la premisa nieiior^. Se
(|iie el raso no regulado coincide en sus relaciones esenciales con el que lo está. Presupuesto del segundo es,
por el c<"intrar¡o, que los elementos típicos constituyen una condición necesaria de la consecuencia jurídica, trata de p o n e r de relieve los factores j u r í d i c a m e n t e relevantes procedentes del ;ibttndatiie m a l e -
i\c modo c]iic, por ejemplo, el privilegio sólo riene sentido para el caso de una madre soltera ''. rial fáctico d e u n caso y d e s u b s u m i r los e l e m e n t o s coiiceptmiles de l;i pietnis.i m;iv(u ;i iravés d e
la aceptación de u n a i d e n t i d a d q u e sea al m e n o s [larciiil'^- He este moilo, en el ejetiiplo .intes
1. Con el "argumentum a maiore ad m i n u s " la validez de una pro[iosic¡í)n jurídica aplicable a un m e n c i o n a d o , debe ser aceptada la existencia de la iniencii'ui de .ipiopi.u léui i ii.ttnlo ;ilíMiieti sus-
iMiipo (le supuestos que se integran bajo un determinado concepto superior, se traslada a otros casos que pue- trae u n vehículo d e m o t o r ajeno con el m e t o propíísito de tis.nln, p e m pnstei un inente quiete
dcii esi.ir igualmente subordinados a ese concepto superior Y así, la supresión de la |)ena en la tentativa inidónea
a b a n d o n a r l o en cualquier sitio ( B G H 2 2 , 4 6 ) . Esta activid.id del iniist;t se denniniii.i " s u b s i i u -
c i ó n " . Esta riene lugar en la praxis del siguiente m o d o ; eirindn c\ |uez se ilis|Miiie .1 eniuu ¡,ir
I lciiiitz-i"'estschríft pág. 4 1 . La vinculación del Juez a la Ley es entendida con acierto como una seilal de la h e c h o s nuevos los coiripara c o n otros que le son c o n o c i d o s v que i o n .iniet mi ni.id \A lint sido
'\\\\\m.\']Víú&ci' ,\\Á. AK (Hassemer) % 1 núm. 1,33. s u b s u i n i d o s en los c o r r e s p o n d i e n t e s preceptos legales '". I'ot ello, el pniceso d e p e n d e de que el
- Vid. Germann, Methodischc Grundfragen págs. 1 11 .ss. n u e v o caso a enjuiciar coincida con el anterior en sus rebn KUUS pn ídu .is esein i.des.
^ ñockelmann, Smend-Festschrift págs. 29 ss. Por el coiitraiio, SduiíirlIniuuT, Allg, Teil p.ig. 1 1 2 eoin-
[irende el límite entre interpretación y analogía de modo puramente subietivo (vid., además, su distinción
enrre el tipo literal y el tipo de interpretación págs. 23 ss.). O í t i c o al res|ieuo liaxai. Z.StW ,S3 (1971) págs. ^ Al respecto vid. Larenz, iMethodcnleliie p.ágs. 273 ss.
.^76 ss. y Engisch, Methoden pág. 62. Arthur Kaufviann, AirilotMC p.ígs. 4 ss. entiende taiiibu'ii .1 l.i iiuerpre- ** Vid. Gósscl, Peters-Fcstschrift págs. 55 ss.
tación como una "actuación configuradora". En relación con la estructura lógica de ia stibsiiiu iiin \ul. i'nyiu/'. i IMOSI lie l.liell p.lc.s l'l vs .
'' Con mayor detenimietuo sobre el tema Klit^, Iiiiistist he LOÍMIÍ [i.ir.s. Hl'' ss.; Ncinnaan, junstisehe Larenz, Methodenlchre págs. 271 ss. Acetca de la relaeiiin entre ¡nteipu i.u nui \ snbsi uil /ifl>rliui.
Argumentaíionslehre págs. 34 ss. Acerca de la conelusi^in ;iii,il()¡^¡i .1, espeei.ihiieiiic, Aiílmr htnijinaaa, Analogie Juristische Methodenlehre págs. 91 ss.
págs. 4 .ss.; Larenz, Methodenlchre págs. 381 ss. '" L'ngisch, E~inlührung pág. 213. Crítico al respecto liydliníki, |iiiisiisi he Mei lelilí hie|i.lc,, V)/
'' En la actualidad el § 217 StGB (infanticidio) si- eiietienti.i ya deroj-.ulo (N drl 1 ). En los países que poseen un Derecho penal codificado el significado preeniiiieiiie de . pici i d ^ n l e ^ p l d i
^ En este sentido ¿(ír^/zz, Methodenlchre págs. 390 ss.; Kliiy. |iiiistis< he l.or.ik [i.íi'.s. l4Sss. cíales reside también en la comparación de casos con la finalidatl de re.iliz.ii l.i Milisiiiu
164 § 17 La interpretación ác la Ley (icnal IV. L as clases de infctpretacion 165

2. La i n t e r p r e t a c i ó n es u n p r e s u p u e s t o d e la s u b s u n c i ó n . La p r i m e r a tiene u n a d o b l e garantista d e la Ley penal. Y esto sucede, p r e c i s a m e n t e , p o r m e d i o de la aplicación de reglas de


misión. C o n a n t e r i o r i d a d a la s u b s u n c i ó n d e b e , en p r i m e r lugar, dejar claro el sentido de La pre- interpretación reconocielas d e las que hasta cierto p u n t o se deriva u n a vinculación objetiva del
misa mayor aplicable. Esto sucede a través d e la especial c o m p r e n s i ó n d e su significado sobre la Juez (vid. injra § 17 I V ) .
base d e las singularidades del caso c o n c r e t o y del m a y o r a c e r c a m i e n t o posible d e aquélla a los
2. Si n o se p u e d e n p r o b a r hechos esenciales q u e afectan a la culpabilidad del a c u s a d o inter-
hechos. E n s e g u n d o lugar, t a m b i é n antes d e la s u b s u n c i ó n , se p r o c e d e a discernir la trascendencia
viene el p r i n c i p i o "in d u b l o p r o reo" (vid. siipra § 16 II 1). Por el c o n t r a r i o , para las cuestiones
jurídica d e los c o r r e s p o n d i e n t e s precedentes c o n los q u e d e b e ser e q u i p a r a d o el n u e v o caso. Este
jurídicas n o existe una tcgla d e interpretación q u e d e algún m o d o obligara al Juez a elegir d e
proceso se desarrolla p o r m e d i o d e u n a generalización d e los e n u n c i a d o s concretos c o n t e n i d o s en
entre varias posibilidades interpretativas de la Ley, la q u e más beneficiara al a c u s a d o ("in d u b i o
aquéllos, c o n la finalidad d e aclarar cuáles h a n sido los principios inspiradores d e d i c h o s prece-
mitius"; "in d u b i o p r o libértate") ( B G H 6, 131 [133]) '^. E n caso d e d u d a sobre la i n t e r p r e t a -
dentes. La i n t e r p r e t a c i ó n c o n t i e n e , pues, dos operaciones intelectuales opuestas en las q u e la m i -
ción d e las n o r m a s jurídicas el Tribunal no tiene q u e escoger la q u e resulte más beneficiosa para
rada se dirige p e r m a n e n t e m e n t e "de u n lado a otro"; a la Ley y p r e c e d e n t e p o r u n a p a r t e y los
el acusado s i n o sólo la m á s correcta. T a m b i é n se p u e d e t o m a r p o r base u n a c o m p r e n s i ó n amplia
hechos p o r otra (Engisch).
d e los e l e m e n t o s del tipo p e r o se debe, no o b s t a n t e , observar la p r o h i b i c i ó n d e la analogía (vid.
Ejemplo: Con la intención de apropiárselo, alguien coge un in.strumento ajeno de labranza que el pro- supra^ 15 III 2 ) .
pietario usualinente dejaba en el campo de cultivo. Para decidir si esro es un hurro, ante todo es aptoxima-
do el elemento "susriacr" del § 242 a través de la interposición de dos proposiciones especiales de la confi- Ejemplos: Los signos probatorios (vgt., ciertes precintados, placas de identificación, números de basti-
guración del caso concreto: "sustraer" significa "ruptura de la posesión ajena por medio de la creación de dor de un vehículo a motor) son considerados como documento en el sentido del § 267 (RG 50, 191;
una nueva" y "posesión" significa "posibilidad de dominio fáctico". De esta forma se plantea la cuestión de BGH 9, 235 [238]). El "escalamiento" en el sentido del § 243 núm. 1 puede consistir también en una
si el granjero ha tenido la posibilidad real de dominio sobre los aperos de cultivo. Para poder fundamentar "entrada deslizándose por el suelo" (BGH 14, 198). El ácido clorhídrico diluido es un "arma" en el sentido
esto es necesario remitirse a la RG 50, 184. En esta resolución ya se decidió que los animales domésticos del § 250 I núm. 1 y el § 223 a (en su redacción anterior) (BGH 1, 1).
que deambulean libremente se encuentran en posesión del propietario. El punto de vista más generalizado
es, por tanto, que la cuestión no depende de la permanente disponibilidad real de la cosa, sino sólo de si
ésta se encuentra en una relación espacial con el propietario que está condicionada por la finalidad econó- IV. Las clases d e i n t e r p r e t a c i ó n
mica y que en todo momento puede ser transformada en un poder de disposición pleno; asimismo, depen-
1. E n la Ciencia jurídica la interpretación significa c o m p r e n d e r y hacer c o m p r e n s i b l e el
de de si la aceptación del podet de dominio se corresponde con la concepción natural de la vida (vid. tam-
bién la B G H J Z 1968, pág. 307 con comentario de R. Schmitt). s e n t i d o j u r í d i c o de u n texto. T r a d i c i o n a l m e n t e se vienen d i s t i n g u i e n d o cuatro m é t o d o s de i n -
terpretación: gramatical, sistemático, histórico y teleológico ( B G H 2 9 , 2 0 4 [206]) '^. Esra divi-
sión se refiere en u n p r i m e r p l a n o a la interpretación d e las leyes p e r o t a m b i é n p u e d e ser utiliza-
III. N e c e s i d a d y l i b e r t a d d e la i n t e r p r e t a c i ó n d a para la exégesis d e precedentes judiciales.

a) La i n t e r p r e t a c i ó n gramatical s u p o n e el i n t e n t o d e alcanzar el significado d e la Ley par-


1. T o d a n o r m a j u r í d i c a requiere i n t e r p r e t a c i ó n " . E s t o es válido t a m b i é n para el su-
t i e n d o del sentido del lenguaje. A q u í la dificultad reside, sobre todo, en tener q u e aclarar la cuestión
p u e s t o d e u n " t e n o r literal claro" p u e s t o q u e el s e n t i d o j u r í d i c o d e u n a disposición legal p u e d e
previa de si lo decisivo d e b e ser la Acepción jurídica o el uso común del lenguaje y cuál es el q u e
ser d i s t i n t o a a q u e l q u e se deriva d e la c o m p r e n s i ó n n a t u r a l d e u n t e n o r literal a p a r e n t e m e n t e
c o r r e s p o n d e a cada u n o de ellos.
diáfano.
Ejemplos: Los giros postales fueton considerados como "cartas" en el sentido del § 354 en su tedacción
Ejemplo: De acuerdo con el § 249 se considera robo la sustracción de una cosa "con violencia contra una
anterior (RG 1, 114 [115]) puesto que se trata de una comunicación del remitente al destinatario, mientras
persona". Pero violencia no es sólo la aplicación de fuerza corporal (senrido literal inmediato) sino tam.bién
que la B G H 1, 158 (163) invocaba el uso "natutal" del lenguaje para la intetpretación del concepto de
narcotizar ("sin recurrir a la fuerza") a la víctima con medios químicos (sentido jurídico) (BGH 1, 145).
"edificio", "depósito" y "espacio cetrado" en el § 243 I núm. 2 en su redacción anterior (actual § 243 núm.
En tiempos pasados se intentó ingenuamente vincular al Juez a la letra de la Ley. En este sentido, pot 1 y 2) (vid. también BGH 10, 46 [50]; 22, 335 [336 ss.]).
ejemplo, el pteámbulo del Cotpus juris Fridericiani de 1749/51 y el Comentario oficial al StGI5 bávaro de
1813 contenían prohibiciones al comentatio de las normas legales. De Montesquíeu procede la conocida frase:
"Les juges ne sont que la bouclie qui prononce les paroles de la loi" ("De l'Esprit des Lois [1784], Libro ÍX, '^ En este sentido se decanta la opinión mayotitaria; vid. RG 62, 369 (372 ss.); BGH 14, 68 (73);
Cap. VI). La pretensión de obediencia del Estado absoluto condujo así al mismo tesultado que el miedo de la OLG Celle N J W 1968, pág. 2119; BaumannfWeher, Allg. Teil págs. 153 ss.; ¿A'(10.») (Trdndle) § 1 núm.
ciudadanía libte a la atbitrariedad judicial: a una rigurosa vinculación del Juez al tenor literal de la Ley. 52; Maurach/Zipf, fú\e,. Teil I § 9 núm. 7; Schonke/Schrbder/Eser, § 1 núm. 53.
'^ Más detalladamente sobte el tema Engisch, Einführung págs. 71 ss.; el mismo, Methoden págs. 53
Prohibir la interpretación significó n a d a m e n o s q u e q u e r e r i m p e d i r a la realidad la creación
ss.; Zippelius, Juristische Methodenlehre págs. 39 ss.; ÁK(Hassemerj § 1 núms. 305 ss. En Bcii^ica Hennatil
d e casos c o n relevancia jurídica en los q u e el legislador n o había p e n s a d o , o r d e n a n d o a s i m i s m o Verhaegen, Droit penal general núms. 97 ss.; Dupont/Verstraeten, Handboek núm. 148 (en contta de la in-
al Juez el olvido d e los precedentes judiciales q u e él m i s m o había s e n t a d o . Por ello, la c u e s t i ó n terpretación restrictiva por principio); en Franch Jeandidier, Droit penal general núm. 126 (hacia la
t í n i c a m e n t e p u e d e residir en el m o d o de asegurar q u e la i n t e r p r e t a c i ó n n o socava la función "inrerprétation stricte"); en España Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 190 ss. (como en
el texto); en Italia BettioUPettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 146 ss.; en Austtia Kunst, Rechtsquellen
págs. 32 ss.; en los Países Bajos Hazwinkel-SiiringalRemmelink, Inleiding págs. 71 ss. Sobre la "stricr
Larenz, Methodenlehte págs. 312 ss. construction of Criminal Statutes" en los EE.UU. LaEavelScott, Substantive Criminal Law I págs. 108 .ss.
166 § 17 La interpretación de !a Ley ¡)enal IV. l.as clases de interpretación 167

En un primer plano restika decisiva la terminología jurídica en tanto que la misma exista. Al cometida a través de una reclamación ilegal; BGH 5, 267: concepto del objeto del § 264 a en su
respecto, sin embargo, debe siempre tenetse presente que las expresiones jurídicas especializadas pue- redacción anterior; BGH 24, 222 [227]: concepto de propiedad en Derecho penal). Y es que la
den significar cosas distintas segiin la telación en la que se encuentren (vid., por ejemplo, BGH 10, progresión metódica que parte del tenor litetal (BGH 3, 259 [262]; 14, 116 [118]) y avanza
194 ¡196]: "piiblico"; BGH 11, 119 [121]: "tiempo de comisión del delito"). El significado de ima sobre la relación sisremática (BGH 7, 37 |391) y el origen histórico (BGH 7, 165 [169[) hacia la
palabra puede estar determinado a través de definiciones legales (vid. § 11). El tenor literal también comprensión de la finalidad (BGH 9, 84 |S7[) está internamente bien fundamentada, porque de
puede subir alguna corrección por la claridad de su sentido (BGH 29, 310 [314]). El método gra- este modo son recorridos paso a paso las distnitas (ases de la argumentación. Por ello la jurispru-
matical encuentra su complemento con el sistemático. Mediante el método sistemático el sentido dencia procede generalmente de este modo (vid. vgr. RG 62, 369 [373]; BGH 5, 263 [266]; 23,
de la Ley es deducido de la posición en la que se sitúa la norma a interpretar en relación con el 313 [314 ss.]; 24, 40 [41 ss.]).
conjunto del sistema. Y así, el § 315 b abarca a intromisiones en el tráfico viario de origen extraño a
éste y el § 315 c el comportamiento incorrecto en aquel (fiGH 18, 279 [282]); del mismo modo, En la interpretación del sentido de la Ley el Juez debe siempre tener presente las decisiones
la interpretación restrictiva del § 181 se fundamenta a través de su comparación con las modalida- valorativas contenidas en la Constitución (interpretación conforme a la Constitución). En
des comisivas sancionadas penalmente por la Ley (BGH 27, 27 [29]). Naturalmente, el valor des- realidad, aquél no puede cambiar por sí mismo el sentido del precepto (BVerfGE 17, 155 [163
criptivo de ambos procedimientos depende esencialmente de la exactitud jurídica de la redacción ss.]; 45, 187 [259 ss.]; BGH 30, 105 [118]; 40, 371 [373]), pero dentro de ese marco debe
del tenor de la norma y de la ubicación sistemática de la disposición legal a interpretar. De acuerdo intentat mantener la armonía con las normas constitucionales . Si, de acuerdo con la opinión
con ambos crirerios, la reforma del StGB ha mejorado sustancialmente el texto. del Tribunal, ello no resultara posible debe, según el art. 100 I GG, suspender el procedimiento
y plantear la cuestión al Tribunal Constitucional.
b) Para la exégesis del sentido de la Ley la interpretación histórica recurre al contexto his-
tórico general en el que se sitúa aquélla, así como a su singular origen histórico sobre el que los 2. Aunque a menudo tanto el método de interpretación histórico como el teleológico con-
materiales legales (proyectos, exposiciones de motivos, actas de las comisiones y del parlamento) ducen al inismo resultado, sin embargo ocasionalmente sucede que la voluntad del legislador
suministran información (BGH 27, 45 [48]; 29, 85 [87 ss.]; 29, 300 [303 ss.]). La interpreta- histórico no coincide con el sentido del precepto al querer aplicarse la disposición bajo circuns-
ción histórica conduce a la cuestión de qué es lo que se quiso con la Ley y, por tanto, simultá- tancias propias de una época posterior. En esros casos destaca la vieja discusión metodológica
neamente, a la interpretación teleológica. El método teleológico se esfuerza en poner de relieve acerca de cuál debe poseer la primacía, si la voluntad del legislador (teoría subjetiva) o la obje-
los fines y valores que guiaron a la Ley, con la finalidad de poder deducir inmediatamente de los tiva "voluntad de la Ley" (teoría objetiva) '^. Un importante significado práctico tiene al res-
mismos el significado que la disposición lleva consigo. Por ello es importante no sólo preguntar- pecto la divergencia de opiniones acerca de si el defecto de un texto legal puede ser corregido
se acerca de los bienes jurídicos en cuya protección el legislador ha reparado, sino también tener por vía interpretativa. Si lo que se quiere es liberarse de una decisión del legislador hisrórico que
en consideración los desvalores ético-sociales de acción que han influido decisivamente en la apro- se considera ya superada, por vía de la interpretación ello sólo puede sucedet sobre la base de la
bación de la norma (vid. supra § 1 III 2). teoría objetiva; en cambio, la teoría subjetiva permanece vinculada a la voluntad (probablemente
equivocada) del legislador histórico. También la integración de lagunas legales es más fácilmente
Ejemplos: Para el tipo del cohecho (§ 332) lo esencial "no es el falseamiento de la voluntad del Estado realizable desde el punto de vista de la teoría objetiva, puesto que se puede partir de las valora-
sino la conclusión del pacto injusto" (BGH 15, 88 [97]). La finalidad de protección del § 174 a II presupo- ciones actuales determinantes y no deben ser reconstruidas las reflexiones de un pasado quizás ya
ne que el "ocupante" del establecimiento oficial también pernocte en el mismo (BGH 29, 16 [17]). En
lejano '*. Debido precisamente a estas ventajas la teoría objetiva se ha convertido en la opción
relación con la interpretación restrictiva del tipo relativo a la pornografía (§ 184) debe tenerse en cuenta
paulatinamente dominante " . Pero, por otra parte, también le son propios los inconvenientes de
que la "Ley penal no tiene como misión imponer al ciudadano adulto una moral determinada en el ámbito
sexual, sino que aquélla consiste en proteger a! orden social colectivo de perturbaciones y molestias graves"
(BGH 23, 40 [43 ss.]).
El procedimiento interpretativo apatece cotonado por el método teleológico ' ' porque sólo "^ Engisch, Methoden págs. 52 ss. así como las referencias contenidas en Engisch, Einführung pág.
él contribuye inmediatamente al verdadero objetivo de toda interpretación, esto es, poner de re- 238 nota a pie núm. 82b; vid., especialameme, BGH 19, 325 (330) y, de otro lado, BGH 22, 146 (153);
además, Eckardt, Verfassungskonforme Gesetzesauslegung págs. 37 ss.; Schiinke/Schroder/Eser, nota prelimi-
lieve los puntos de vista finalísticos y valorativos a partir de los cuales se desarrolla en última
nar núms. 30 ss. antes del § 1; AK(Hasíemer) § 1 núm. 110; Aíí7i/ra£-¿//?//i/'Allg. Teil 1 § 9 núm. 25.
instancia el sentido legal decisivo. En el fondo, los otros métodos constituyen sólo derroteros
'^ Más detalladamente sobre la discusión teórica Engisch, Einführung págs. 88 ss.; Liver, Der Wille
especiales que permiten acercarse al sentido de la norma (vid., por ejemplo, BGH 2, 365: estafa
des Gesetzes págs. 10 ss.; Schonke/Schróder/Eser, § 1 núms. 41 ss.; Schroth, Theorie und Praxis subjcktiver
Auslegung págs. 76 ss.; Stratenwerth, Germann-Festschrift págs. 257 ss. Vid., además, BVerfGE 10, 129 ss.
'* Para más detalles Bender, JZ 1957, pág. 599.
'"* Téngase en cuenta la redacción vigente del precepto mencionado que ya no alude expresamente al " Defienden la teoría objetiva a título de ejemplo, Binding, Handbuch pág. 456; Grünhut, Frank-
"ocupante" í^'Insasse") sino a la "persona hospitalizada" i^eine Person, die in einer Einrkhtungfür Kranke od^r Fcstgabe Tomo I pág. 6; Schwinge, Teleologische Begriffsbldung págs. 47 ss.; Mezger, Lehrbucli pág. 81;
hilfsbedürftigeMemchen stationdr aufgenommen") (N delT). Maurach/Zipf, h\\g. Teil I § 9 núm. 22; Welzel, Lehrbuch pág. 22; Zippelius, Juristisdie Methodciilehre págs.
" Schwinge, Teleologische Begriffsbildung págs. 21 ss.; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 9 núm. 21; LK 19 ss. En Suiza, para la justificación de la teoría objetiva, se afirma que que el legislador no es el parlamento
(10.») (Trondlc) § 1 núm. 46; Kunst, Rechtsquellen pág. 38; Blei, Henkel-Festschrift págs. 109 ss. con ejem- sino el pueblo, vid. Germann, Methodische Grundfragen págs. 16 y 115. También favorables a la teoría
plos. Pueden encoiurarse también ejemplos reteridos al método interpretativo histórico en Loos, Wassermann- objetiva Betti, Rabel-Festschriftlomo II pág. 129. Acerca del sentido de lo "objetivo" vid. Schwiilm, Heinitz-
Festschfift págs. 123 ss. Festschrift págs. 51 ss. Por el contrario, mostrándose partidarios de la teoría subjetiva, Engisch, Einführung
168 § 17 La interpretación de la Ley penal IV. Las clases de interpretación 169

la inestabilidad y del subjetivismo e n c u b i e r t o p u e s t o q u e el intérprcre, q u e cree estar a v e r i g u a n - ello se a d u c e q u e el D e r e c h o penal está i n t e g r a d o p o r n o r m a s jurídicas gravosas ("odiosa s u n t
d o la " v o l u n t a d d e la Ley", s u c u m b e d e m a s i a d o fácilmente a la t e n t a c i ó n expresada p o r las d i - restringenda") y q u e posee asimismo u n carácter excepcional ("singulatia n o n s u n t extendenda";
vertidas palabras d e Goethe: "en la i n t e r p r e t a c i ó n sed vivos y despiertos, y si no e n c o n t r á i s n a d a vid. B G H 17, 6 9 [74]). C o n t r a r i a m e n t e a esta tesis, en A l e m a n i a a c t u a l m e n t e es defendida d e
i n t r o d u c i d algo debajo" ( Z a h m e X e n i e n ) . D e a h í q u e d e b a ser i n t e n t a d a una síntesis e n t r e la forma mayoritaria la interprcración extensiva de n o r m a s penales ^^. E q u i v o c a d a sería, en cual-
teoría objetiva y subjetiva para, d e este m o d o , lograr e n c o n t r a r ^ " , a u n q u e sólo sea indiciariamente, q u i e r caso, la aceptación de q u e la interpretación en D e r e c h o penal tuviera q u e dirigirse de (or-
la v o l u n t a d expresada p o r el legislador h i s t ó r i c o ("teoría indiciaria" ^') a la q u e el significado ina p u r a m e n t e c x t e t n a d e a c u e r d o con el s e n t i d o natural d e las palabras, pues t a m p o c o u n a v i n -
decisivo busca p e r m a n e c e r fiel, s i e m p r e q u e p o r imperativos de la Justicia, el desarrollo d e las culación rigurosa al t e n o r literal p e r m i t e garantizar la seguridad jurídica^*. Lo decisivo es q u e el
circunstancias o, sencillamente, el espíritu del m o m e n t o , no hagan aparecer c o m o algo ya s u p e - aplicador de la Ley se esfuerce en indagar el scnrido razonable de aquella. " E n realidad, bajo este
rado a la decisión del pasado (vid., p o r e j e m p l o , la B G H 2, 1 9 4 [ 2 0 4 ] sobre la necesidad del p u n t o d e vista n o hay u n a interpretación extensiva sino tan sólo u n a i n t e r p r e t a c i ó n correera" - ' .
c a m b i o en el t r a t a m i e n t o del error d e p r o h i b i c i ó n de a c u e r d o c o n el p r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d ;
Por el c o n t r a r i o , si se sobrepasan los límites del s e n t i d o de la Ley ya no e s t a m o s en ptesen-
B G H 1, 1 acerca del c o n c e p t o de a r m a y la B G H 2 3 , 4 0 [42 ss.] relativo a la o b s c e n i d a d de u n
cia d e u n a i n t e t p r e t a c i ó n , sino a n t e u n a analogía que, c o m o actividad creativa del D e r e c h o , está
escrito). A d e m á s , la actualidad t e m p o r a l t a m b i é n juega su rol: las leyes nuevas serán i n t e r p r e t a -
p r o h i b i d a en D e r e c h o penal si se ejercita en perjuicio del acusado (vid. supra § 15 III 2 ) .
das p r i m o r d i a l m c n t e sobre la base del material n o r m a t i v o utilizado en su elaboración, m i e n t r a s
q u e e n las m á s antiguas el significado objetivo e l a b o r a d o a través d e su aplicación j u r í d i c a se Ejemplos: La aplicación del § 202 sobre la infracción del secreto postal a la escucha ilegal de una con-
e n c u e n t r a más en u n p r i m e r p l a n o (BVerfGE 3 4 , 2 8 8 ss.) ^^. T a m b i é n en la j u r i s p r u d e n c i a se versación, consrituiría una innovación jurídica tan inadmisible como la extensión del § 142 (referido al ale-
tiende con frecuencia a u n a síntesis e n t r e la teoría subjetiva y la objetiva ^^. jamiento del lugar del accidente en la circulación vial) al supuesto de un accidente en una vía de navegación
(BGH 14, 116). En relación con la aplicación del elemento "vehículo con enganche animal" a un vehículo a
3 . D e la estructura de las p r o p o s i c i o n e s j u r í d i c o - p e n a l e s t a m b i é n se derivan p u n t o s d e motor (BGH 10, 375) vid. infra § 17 IV 5 infine.
apoyo para la interpretación. El D e r e c h o penal a m b i c i o n a p r e f e r e n t e m e n t e \3L protección de bie-
5. La dirima pregunta a plantear en este contexto retorna al p u n r o de parrida de la cuestión:
nes jurídicos. Por ello, en la c u e s t i ó n relativa a la finalidad d e la Ley, resulta d e gran significado la
¿ Q u é significado tiene el tenor literal ác la Ley para la interpretación? Q u e el m i s m o es el primero a
c o m p r e n s i ó n del bien jurídico t u t e l a d o y del á m b i t o d e p r o t e c c i ó n de la disposición penal i m -
someter a p r u e b a n o lo discute nadie que conozca la praxis ( B G H 3 , 2 5 9 [262]: " T o d a interpreta-
plicada (vid. B G H 2, 3 6 2 [363] sobre el e n c u b r i m i e n t o ) ^^ y, j u n t o a ello, el desvalor d e acción
ción comienza con las palabras"). La d u d a es sólo si el sentido literal constituye t a m b i é n hjrontera
q u e el legislador h a t e n i d o presente c o n la a p r o b a c i ó n d e la n o r m a p u n i t i v a ( B G H 6, 4 0 [52] en
de la interpretación o si al Juez le está p e r m i t i d o prescindir d e aquél c u a n d o el "verdadero sentido
relación c o n el § 180 en su redacción a n t e r i o r ) . F i n a l m e n t e , d e las conminaciones penales t a m -
d e la Ley" parece ir más allá del m i s m o , o con orras palabras, si resulta admisible en D e r e c h o penal
b i é n se d e d u c e n i m p o r t a n t e s indicaciones p a r a la interpret: ( B G H 7, 134 [138] s o b t e la
la interprcración q u e n o está apoyada en el sentido literal externo de la n o r m a . Esto líltimo es acep-
relación entre h u r t o y receptación; vid., a d e m á s , B G H 2 2 , 1 1 4 [117] en t o r n o al § 3 1 6 a ; B G H tado con ffccuencia en Suiza en atención al carácrer Trilingüe del texto del S t G B para, d e este m o d o ,
2 2 , 178 [179] sobre el § 2 3 6 en su redacción a n t e r i o r ) . evitar u n e n t u m e c i m i e n t o de la jurisprudencia en rorno al formalismo literal^". Sin e m b a r g o , en
4. A veces se m a n t i e n e la visión de q u e en el D e r e c h o penal resulra inadmisible la inter-
p r e t a c i ó n e x t e n s i v a y q u e , p o r el c o n t r a r i o , resulta forzosa la d e naturaleza restrictiva . Para
también en el extranjero la doctrina mayoritaria está a favor de la ínterpreración extensiva; vid., por ejem-
plo, Germann, Rechtsfindung págs. 104 ss.; Trousse, Droit penal págs. 140 ss.; Dupont/Verstraeten, Handboek
págs. 94 ss.; H. Mayer, Lehrbuch pág. 84; Naiicke, Engisch-Fcstschrifr pág. 280; el mismo, Einführung págs. núm. 155; BettioUPettoello Mantovani, Diritto pénale pág. 152; Mantovani Diritto pénale pág. di', Jiménez
87 ss. La jurisprudencia utiliza ambos métodos, compárense las BGH 6, 147 (149) y l 4 , l l 6 ( 1 1 9 .ss.) con de Asúa, ZStW 63 (1951) págs. 181 ss.; Merte/Vitu, Traite I núm. 177 (como uso en la prácrica); Schtdtz,
la BGH 10, 157 (119 ss.) o la 24, 29 (30 ss.). Einführung I pág. 93; NoWTrechsel Allg. Teil I pág. 40; Kunst, Rechtsquellen págs. A6 ss., rodos ellos con
^^ Así Schwinge, Teleologische Begriffsbildinig pág. 55; Raxin, Allg. Teil I § 5 niim. i2;Jakol>s, AUg. jurisprudencia. Más precavidos se muestran Hazeuiinkel-Suringa/Renimelink, Inleiding pág. 76; Rodríguez
Teil 4 / 2 1 ; Wesseh, Allg. Teil niim. 57; Schonke/Schroder/Eser, § 1 núm. 44; Kliig, Juristische Logik pág. 153; Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal pág. 193. El Código penal francés de 1994 contiene en el art. 111 —
Larenz, Methodenlehre pág. 318; Mennicken, Gesetzesatislcgting págs. 75 ss.; SK (Rudolphi) § 1 niíms. 32 4 la siguiente regla: "La loi pénale est d'interprétation stricte". De acuerdo con Pradel Le nouveau Code
ss.; Krey, Studien pág. 187. penal pág. 26 con ello está excluida una "imerprétation extensivo". En relación con la "strict construction"
•^' Según lo afirmado los errores en la motivación no deben tomarse en cuenta cuando la verdadera volun- en los EE.UU. LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 108 ss.
tad del legisladorno ha encontrado expresión legal alguna (vid. BGH 1,74 [76]; 8, 294 [298]; 11,52[53]). ^^ Vid. Engisch, Methoden págs. 63 ss.; Grünhut, Frank-FesrgabeTomo I pág. 28; Schonke/Schroder/
^"^ Acerca de las experiencias derivadas de la aplicación del StGB suizo de 1937 vid. Clerc, SchwZStr Eser § 1 núms. 51 ss.; Maitrach/Zipf, Allg. Teil I § 9 núm. 7; Welzel, Lehrbuch pág. 22. De otra opinión
GA (1949) págs. 1 ss. Geerds, Engisch-Fesrschrift pág. 420.
" BVerfGE 1,312; BGH 2, 99 (103 ss.); 10, 157 (159 ss.); 11, 304 (314); 24. 40. ^* Vid. la célebre afirmación del jurista romano Celsus del tiempo del Emperador Adriano (117-1 18
•^^ En diferentes ocasiones se sostiene la tesis de que los menoscabos completamente insignificantes d.C) "Scite leges non hoc esr verba earum tenere, sed vim ac potestaem" (Dig. 1, 3, 17).
del bien jurídico protegido ya no integran materialmente el tipo de una norma penal; así O L G Hanim ^' Así, Gfrmflwn, Methodische Grundfragen pág. 121.
NJW 1980, pág. 2537; Ostendorf, GA 1982, pág. 33; Kunz, Bagatellprinzip págs. 187 ss. ^^ F^specialmente en este sentido Germann, Methodische Grundfragen págs. 104 ss.; el mismo,
^' Vid. Germann, Methodische Grundfragen págs. 78 ss.; Schonke/Schroder/Eser, § 1 núms. 48 ss. Grundiagen pág. 79; Waihlinger, ZBjV 91 bis (1955) pág. 228; Pompe, Handboek pág. 5i; Jiménez de Asúa,
^'' En este sentido se decanta todavía el acuerdo mayoritario del IV Congrés International de Droit Z S t W 6 3 (1951) págs. 181 ss.; Schultz, Einführung I pág. 93; Stratenwerth, Schweiz. Stratrecht, Allg. Feil I
Penal 1937, Actes du Congrés p 110. Vid. en profundidad Engisch, Einführung págs. 100 ss. Actualmente, pág. 83; Noll/Trechsel A l g . Teil I págs. 40 ss. Vid.también las BGE 95 (1969) IV 73; 98 (1972) Ib 403.
170 § 17 La interpretación de ia Ley penal § 18 El ámbito de vii-encia internacional 171

contra de una libertad de este tipo surgen considerables objeciones " . El sentido de la Ley i'niica- •sciuido de la interpretación detenida de un concepto) (BGhl 1 1, 199 [203]; 22, 190; BGH NJW
nicntc pticdc expresarse por inedio de las palabras. Estas son el material básico de la intcrpiciacitín 1993, p;íg. 1145).
)', [)or ello, el "sentido literal posible" debe ser considerado en cualquier aiso el límite externo de Ejemplos: La recejición de un billcre de banco que el ladrón ha susrituido por otro robado podría ser
aquélla (BVerfGE 47, 109 [120]; 64, 389 [393]; 71, 108 [114 ,ss.]; 73, 206 [235]; BVerfG NJW incluida bajo el rcnor literal del § 259. Una inieqirctación acertada supone, sin embargo, defender que la
1995, p;¡g. 1 141; BGH 4, 144 1148]; 26, 95 196]; 37, 226 [230] ^-. Lo que se encuentra más allá de "rece[)tac¡ón por sustitución" no cae dentro del ámbito del § 259 (BGH 9, 137 [139]) ^^. Un ejemplo adi-
esta frontera es creación jurídica complementadora que metodológiaiiTicntc no puede seguir llamán- cional lo suministra la BGH 39, 36 (43).
dose interpretación. El criterio del sentido literal posible es imprescindible por motivos derivados del
Sólo hay que prescindir pues del sentido liteial cuando existe un error en la redacción del
Estado de Derecho, puesto que ofrece el tínico elemento objetivo verificable que permite reconocer
texto de la Ley (error de redacción) ^'. En la rectificación de errores de redacción puede tratar-
con segtiridad dónde comienza la responsabilidad del Juez por su propia creación del Derecho.
se, por una parte, de supuestos en los que el legislador ha dado una expresión demasiado estre-
Ejemplos: De acuerdo con lo seiialado, fracasa el castigo como allanamiento de morada (§ 123) de la cha a su voluntad reconocible, pasando así por alto un grupo de casos ("lex minus dixit quam
llamada telefónica nocturna que causa molestias por el senndo literal posible del elemento "intrusión"; asi- voltiit") (BGH I, 47 [49 ss.]; 6, 394 [396]). Por otra, también es iinaginablc que el tenor literal
mismo lo hace el castigo del golpe de una persona contra una pared como lesión corporal peligrosa (§ 223 de la Ley no coincida con la voluntad del legislador porque los hechos regulados hayan seguido
a ^-') por el sentido literal posible de "instrumento" (BGH 22, 235). Si en una Ley penal el lugar de comi-
evolucionando hacia nuevas circunstancias que superan a aquéllos (BGH 10, 375 sobre la apli-
sión del delito es caracterizado a través del elemento "estación", bajo el misino no podría ser entendido
cación del elemento "vehículo con enganche animal" a vehículos dp motor; vid., además, RG
también un aeropuerto (el ejemplo procede de Blei, Allg. Teil pág. 32). La renuncia al elemento de la pose-
sión en el § 246 constituiría una extensión inadmisible de la apropiación indebida. Por el contrario, la con- 39, 183; 47, 404 [407]). Quien admite la rectificación de "errores de redacción secundarios" de
cepción del ácido clorhídrico como "arma" se mantiene en el rnarco del § 223 a ^^ (BGH 1, 1 [3]). esta naturaleza, sencillamente se aproxima a la opinión aquí rechazada que por lo general no
quiere hacer valer al texto de la Ley como límite interpretativo. No obstante, existe una diferen-
El hecho de que en Derecho penal el sentido literal constituya el límite entre la interpreta- cia esencial en la medida en que, de todas formas, debe ser demostrable un cambio de las cir-
citSn admisible y la analogía prohibida, no significa que la primera pueda desplazarse hasta la cunstancias externas como fundamento para la recrificación del tenor literal antes de que la in-
frontera del tenor literal. Repetidas veces la formulación de un tipo penal va más allá del ámbito terpretación pueda dar ese tiltimo paso ^^.
de aplicación querido por el legislador. En tales casos es misión del intérprete proporcionarle
efectividad a la "voluntad de la Ley" por medio de una reducción teleológica ^' (adecuada al
Capítulo 4: El ámbito de vigencia del Derecho penal alemán
' ' En este sentido se pronuncia la concepción dominante en Alemania; vid. BVerfGE 47, 124; BVerfG El complejo global del ámbito de vigencia del Derecho penal alemán se divide en tres circuks
NJW 1982, pág. 1512; BGH 3, 300 (303); Engiseh. Einführung pág. 104; el mismo, Methoden págs. 62 ss.; de problemas: el primero de ellos se refiere a la cuestión de si unos hechos que evidencian relaciones
Schbnke/Schroder/Eíer, § 1 núm. 37; SK(Rudolphi) § 1 niim. 29; Baumann, MDR 1958, pág. 394; Baumannl con un Ordenamiento jurídico extranjero están o no sometidos al poder punitivo alemán; a esta
Weber, Allg. Teil pág. 157 (favorables a una limitación al significado literal "natural"); Roxin, Allg. Teil I § 5 parte se la denomina el "Derecho penal internacionar (vid. infra § 18). En segundo lugar, nos en-
núm. 30; MaurachIZipf, tú\<¿. Teil I § 9 niim. 22; LK{\\.'-) (Gribbohm) § 1 niim. &A; Keller, Strafrecht pág.
contramos con privilegios de determinados grupos de personas que están sustraídas al poder puni-
18; Larenz, Methodenlehre pág. 324; Krey, Studien págs. 146 ss.; Hender, JZ 1957, pág. 599; Welzel, Lehrbuch
tivo estatal por motivos derivados de la Constitución o del Derecho internacional; en estos supues-
páí;. 22; Hassemer, Tatbestand pág. 164; Wessels, Allg. Teil niím. 57; Zippelius, Juristische Methodenlehre
pág. 43- Mostrándose escéptico acerca del valor de estQ límite Schmidhduser, Allg. Teil pág. 112 nota a pie tos puede hablarse del "ámbito de vigenciapersonar del Derecho penal (vid. infra § 19). Finalmente,
luím. 25; el mismo, Studienbuch pág. 43; el mismo, Martens-Gedachtnisschrift págs. 234 ss. (sólo "determi- surge el problema de qué Derecho penal es aplicable cuando en diversas partes del mismo átnbito
nación relariva de la Ley penal" pág. 244); asiinisino, BGH 40, 272 (279). Por el contrario, en los Derechos jurídico rigen distintas leyes penales a tener en cuenta en el enjuiciamiento de un hecho; este círcu-
románicos se realiza un énfasis más fuerte del límite que representa el tenor literal; vid. el Código penal lo de problemas se denomina "Derecho penal interlocar (vid. infra § 20).
francés de 1994 con el mandato de "interprétation stricte" previsto en el art. 111-4; BettioUPettoello Mantovani,
Diritto pénale págs. 152 ss.; MerlelVini, Traite I niim. 173 (que, sin embargo, admite que se sobrepase el
límite del tenor literal en casos de "raison grave"); Rodríguez DevesíilSerrano Gómez, Derecho penal pág. 192 § 18 El ámbito de vigencia internacional
(límite del tenor literal como "ámbito máximo posible"). Del mismo modo, también en Austria; vid. Foregger,
OJZ 1960, pág. 291; Kunst, JBl 1971, pág. 332; el mismo, Verh. d. 5. osterr. Jurisrentags, 1973, Tomo II Actes du VIH Congres International de Droit Penal, Lisbonne 1961, 1965; Actes du IX Congrés
pág. 29; en los Países Bajos Hazewinkel-Suringa/Retnmelink, Inleiding pág. 62 (reconocimiento del "sentido Internarional de Droit Penal, La Haye 1964, 1968; Arendt, Die Anvvendung des Weltrechtsprinzips auf
literal posible" como límite externo de la interpretación). unbcfugten Betaubungsmittelvertrieb, Zcitschr. f Zolle und Verbrauchssteucrn 1979, pág. 268; Bauer, Die
^- Vid., especialmente, la BGH 10, 157 (160): "La Ley no es Ierra muerta, sino un espíritu vivo que
se desarrolla, que progresa con las circunsrancias de la vida y quiere continuar su vigencia adaptándose com-
pletamente a ellas, en tanto que ello no haga saltar la forma en la que se ha plasmado''. Sobre ello vid. Krahl, ^'' Vid. Stree, JuS 1961, pág. 50. Sobre el estado de ia discusión Schdnke/Schroder/Ber, § 259 mim. 14.
Bestimmtheirsgrundsatz págs. 220 ss. ^' Sobre la jtistificación de la roma en consideración en la actividad interpretativa de los errores de
^^ En la actualidad, la referencia a este precepto debe entenderse realizada al § 224 I 2 SrGB (N del 1). redacción y el recurso a la voluntad del legislador v\A.¡ahr, Arthur Kaufmann-Festschrift págs. 154 ss.
^'' Véase la nota antetior (N del T). ' Se muestra sin embargo favorable al mantenimiento nguroso del límite que constituye el tenor
^^ Sobredio Brandenbiirg, Die teleologische Reduktion, 1983; Larenz, Methodenlehre págs. 391 ss. litetal Lackner, Heidelberger Festschrift pág. 58.
172 § 18 El ámbito de vigcnci;i inreriiacional § 18 El ámbiro de vigencia internacional 173

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174 § 18 Ki áml">ito de vigencia internacionaí I. Goiiccjno, Ifiniíes e idc.is hindanientales del Derecho penal internacional 175

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Ivstschrift fiir H . - H . Jcscheck Tomo II, 1985, |)ág. 1411; el mismo, Der Strafschutz der l-inaii/.intcressen u n p r o b l e m a previo a esta cuestión conao es la extensión del p o d e t p u n i t i v o estatal cuya existen-
der EG, 1990, p.. 2226; el mismo, Europaischcs Gcniein.schaftsrecht und Stralrccht, N J W 1993, |)ág- 23; cia t a m b i é n p u e d e cxptesatse a iravés de la remisión a o t r o D e r e c h o ^ . Ya en u n s e g u n d o p l a n o el
Imvers. l.c droir |)cnal international ct sa mise en ocuvre en tcmps de paix ct en tenips de gucrre, Ibino I, D e r e c h o penal internacional sitve a la aplicación del D e r e c h o p e n a l n a c i o n a l . En A l e m a n i a ,
1920; Uhlig/Schomhurg/¡Mgodny, IRG, 2." Ed. 1992; Vogler, Die Tatigkeit des Huroparats a u l d e n i Gebicr
este liltimo p a r t e del p r e s u p u e s t o de que las a u t o r i d a d e s de justicia alemanas aplican exclusiva-
des Strafrcclits, Z S t W 7 9 (1967) pág. 371; el mismo, Die Europaischcn Übercinkommen über die Auslieferung
mente D e t e c h o penal a l e m á n . Pero en d e t e r m i n a d o s casos t a m b i é n p o d r í a o r d e n a r s e la aplica-
und die sonstigc Rcchtshilfe in Strafsachcn, Z S t W 80 (1968) pág. 480; el mismo, Gekungsanspruch und
ción de D e r e c h o penal exrranjcro por lo que enronces, al igual q u e en D e r e c h o p r i v a d o interna-
Gelrungsbereich der Strafgesetze, Geburtstagsgabe für H. Grützner, 1970, pág. 149; el mismo,
EiiD,vicklungstendcii/.cn im internadonalen Strafrecht, Festschrift für R. Mauracli, 1972, pág. 595; el mis- cional, existiría u n Derecho de colisión.
mo, Immunitat, Extcrritorialitat und Asylrecht im intcrnationalcn Strafrecht, Z S t W 92 (1980) pág. 1021; La aplicación del Derecho penal extranjero por los jueces nacionales, tal y como ocurría anreriormente
el mismo, Zur Rechtshilfe durcli Vollstreckung auslandischcr Srrafurteile, Festschrift für H.-H. Jcscheck, Tomo en el Derecho penal alemán (vid. § 4 II en su redacción de 1934) para hechos cometidos fuera del país por
II, 1985, pág. 1379; el mismo, Strafprozessuale Wirkungcn vólkerrechtswidriger Entführungen usw., Festschrift extranjeros nacionalizados con posterioridad (los denominados nuevos ciudadanos), tiene la ventaja de que
für D. Oehier, 1985, pág. 379; el mismo, Die strafrechtlichen Konvcntionen des Europarats, Jura 1992, para estos hechos entra en acción el Ordenamiento jurídico que se encuentta más cercano a ellos''. De acuerdo
pág. 586; Vogler/Wilkitzki, Gesetz über die Internationale Rechtshilfe in Strafsachcn (IRG). Gomentario en con el Detecho vigente, la toma en consideración de las normas punitivas extranjeras sólo es posible en el
los fascículos posteriores a 1992; Vogts, Mínimum Standard, Encyclopedia of Public International Law, fas- marco de la determinación de la pena. Además, se puede renunciar a la persecución de un delito cometido
cículo 8.°, 1985, pág. 382; v.Weber, Der Schutz fremdlándischet staadidicr Interessen im Strafrecht, Festgabe en otro país y sometido al poder punitivo alemán cuando su castigo se muestta aquí innecesatio (§ 153 c I
für R.v.Frank,Tomo 11, 1930, pág. 269; elmismo. Das passivc Personalitatsprinzip, Deutsche Landcsreferate núm. 1 StPO). No obstante, en el enjuiciamiento conforme al Derecho penal nacional de hechos cometi-
zum III. Internar. Kongrel? f Rechtsvergleichung, 1950, pág. 894; elmismo, Internationales Luftstrafrecht, dos en el exterior también pueden jugar un cierto papel las proposiciones jutídicas exttanjeras, siempre que
Festschrift für T h . Rittier, 1957, pág. 111; Wegner, Über den Geltungsbereich des staatlichen Strafrcchts, no pertenezcan a la m.atetia del "Derecho penal" 7 Se rrata sobre todo de casos en los que el autor ha actua-
Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 98; Wengler, Volkerrecht, Tomo II, 1964; el mismo, do dentro del país y el resultado acaece fuera del mismo (delitos nacionales cometidos a distancia), así como
Vólkerrechtliche Schranken des Anwendungsbereichs von Strafgesetzen, J Z 1977, pág. 257; van den Wijngaert, de aquellos ottos en los que desde territorio alemán se parricipa en un hecho principal ajeno cometido en el
L' "espace judiciaireeuropccn" usw., Revdr pén crim 61 (1981) págs. 511 ss.; Wille, Die Verfolgung sttafbarer extranjero, pero también de casos en los que los hechos son «puramente» extranjeros. En ambos grupos de
Handlungen an Bord von Schiffcn und Luftfahrzeugen, 1974; Witzsch, Deutsche Strafgerichtsbarkeit über casos, de acuerdo con los apartados I y II del § 9, hay que aplicar el Derecho penal nacional incluso aunque
die Mitglieder der US-Streitkráfte, 1970; WolfnimlKlemm, Antárctica, Encyclopediaof International Public el propio Derecho exttanjero considere que el hecho es impune, justificado o disculpable (vid. infra § 18 IV
Law, Tomo I, 1992, pág. 173; Zieher, Das sog. Internationale Strafrecht nach der Reform, 1977; Zlataric, 2b, 3). Asimismo, para la participación desde territotio alemán en un delito perpetrado fuera del mismo
Erwagungen zum Abkommen über strafliare Handlungen an Bord von Luftfahrzeugen, Gebuitstagsgabe puede prescindirse de su persecución penal de conformidad con el § 153 c I núm. 1 StPO. Esta disposición
für H. Grützner, 1970, pág. 160. debería ser aplicada analógicamente a los delitos nacionales cometidos a distancia'^. Por lo demás, en el

Vid., a d e m á s , de Schutter, B i b l i o g r a p h y of I n t e r n a t i o n a l C r i m i n a l Law, 1 9 7 2 .

^ Así, sobre todo, Sehultz, GA 1966, pág. 194; de acuerdo Eser, jescheck-Festschrift Tomo II pág.
I. C o n c e p t o , l í m i t e s e i d e a s f u n d a m e n t a l e s d e l D e r e c h o p e n a l i n t e r n a c i o n a l
1358; £.^(10.") (Trondle) nota preliminar núm. 2 antes del § 3; MaurachJZipf, Allg. Teil I § 11 núm. 2;
I. El D e r e c h o penal i n t e r n a c i o n a l regula la c u e s t i ó n de si están i g u a l m e n t e s o m e t i d o s al Vogler, Maurach-Festschrift pág. 602; SchonkelSchróderlEser, nota preliminar núm. 1 antes de los § § 3 — 7.
Dubitanvo/iZ^ofc, Allg. Teil 5/11- Con frecuencia, tan sólo se menciona el segundo punto de vista; a.sí, por
p o d e r p u n i t i v o p r o p i o (vid. supm § 2 I 2) aquellos h e c h o s q u e evidencian u n i m p a c t o i n t e r n a -
ejemplo, en Blei, Allg. Teil págs. 4 2 .ss.; Oehier, Internationales Srrafrecht págs. 123 ss.; SK(Samson) nota
cional en a t e n c i ó n a la n a c i o n a l i d a d del autor, a la del o f e n d i d o o p o r el país extranjero en q u e
pteliminar núm. 1 anres del § 3; AK(Hassemer) nota preliminat núm. 1 antes del § 1. Defienden un con-
aquéllos se c o m e t e n . P o d e r p u n i t i v o p r o p i o significa legitimidad p e n a l en el s e n t i d o d e q u e el cepto amplio de Derecho penal internacional/«c/ífc^, Maurach-Festschrift págs. 579 ss. y Gardocki, ZStW
Estado tiene c o m p e t e n c i a para i n t e r v e n i r p e n a l m e n t e , en relación c o n u n a acción d e t e r m i n a d a , 98 (1986) págs. 703 ss.
tanto ftente al a u t o t c o m o frente a otros E s t a d o s ' . En o t r o caso, el E s t a d o n o es c o m p e t e n t e Vid. sobre ello las negociaciones de la IV. Sekrion des VIII Congrés international de droit penal,
para incoar u n proceso penal c o n t r a el a c u s a d o p u e s t o q u e desde u n p r i m e r m o m e n t o su O r d e - Lisbonne 1961, Actes du Congrés págs. 511 ss. así como la resolución del mismo en ZStW 74 (1962) págs.
n a m i e n t o j u t í d i c o n o e n t r a en c o n s i d e r a c i ó n ~. Solo si el p o d e r p u n i t i v o del p r o p i o E s t a d o c o m - 195 ss., en la que se aconseja la aplicación del Dereccho penal extranjero a las acciones punibles cometidas
prueba la existencia d e d e t e r m i n a d o s h e c h o s , p o d r á seguir i n d a g a n d o si para ellos resulta aplica- fuera de los países nacionales. Con detenimiento sobre ello, Staubach, Anwendung auslandischen Sttafrechts
ble el Derecho penal material propio o si, para el caso d e q u e se trate, el D e r e c h o p r o p i o se r e m i t e págs. 196 ss.; además, Eser, Jescheck-Festschrift Tomo II pág. 1376. Rechaza esta opción Oehier, Gtützner-
al D e r e c h o penal de o r t o E s t a d o lo q u e , a u n q u e en raras ocasiones, t a m b i é n p u e d e suceder (vid. Geburtstagsgabe págs. 124 ss. La aplicación del Detecho penal extranjero fue facilitada a través del Protoco-
arr. 6 1 2 schweiz. S t G B ) . M á s e x a c t a m e n t e , en las reglas del D e r e c h o p e n a l i n r e r n a c i o n a l n o se lo adicional de 15.3.1978 del Convenio Europeo sobre información de Derecho extranjero (BGBl. 1987 II
S. 58), con la obligación por parte de los Listados de comunicar información sobre su Derecho penal, proce-
sal penal, organización judicial. Derecho de ejecución y Derecho penitenciario.
Nowakowski.yZ. 1971, págs. 633 .ss. Sobre la dependencia de la punibilidad de una cuestión previa
'
Para más detalles Binding, Handbuch pág. 374; Sehultz, Ausheferungsrecht pág. 'iA; Jcscheck, W V R a enjuiciar según el Derecho civil extranjero vid. RG 27, 135.
Tomo III pág. 396; Schroeder, GA 1968, pág. 354. KleinknechtlMeyer-Gofner, § 153c StPO núm. 3 limita no obstante el precepto a los casos en los
^ Vid. Mendclssohn Bartholdy, VDA Tomo VI pág. 86 nota a pie niim. 1. que tanto la actividad como el resultado tienen lugar en el extranjero.
176 § 18 El áinbito de vigencia internacional I. Conccjilo, líinitcs o ideas íundamcnralcs del Derecho penal internacional 177

supuesto de ausencia de ripicidad del hecho en el extranjero hay que recurrir de aquí en adelante al razona- en vigor del Trarado, estaban excluidas según el Derecho de la ocupación (BGH 2 1 , 29 [33]). La regulación
mienro jurídico que inspiraba al § 3 11 en su redacción anterior, a cuyo renor, decae la punibilidad "cuando del aspecto jurisdiccional en el art. VI! del Estatuto de las Tropas de la OTAN de 19.6.1951 (BGBl. 1961
el hecho no es constitutivo de ningún injusto merecedor de pena a causa de las circunstancias especiales del II pág. 1190) '"*, deja intacto el poder punitivo material de los Estados signatarios tal y como se deduce de
lugar de comisión" •" (vid. la 2.» Ed. de esta obra págs. 135 ss.). Por tilrimo, para en casos el Derecho extran- la posibilidad de renuncia a su competencia jurisdiccional en beneficio de una de las parres " . En el art. 19
jero es renido en cuenta para la interpreración de muchos elementos típicos (por ejemplo, "niño', 'cosa del Acuerdo adicional de 3.8.1959 (BGBl. 1961 II pág. 1218) la República Federal ha consentido una am-
ajena", "pariente"), para la determinación del deber de garante en los delitos de omisión imptopia, así como plia limitación de su jurisdicción penal en relación con las tropas asentadas en su territorio pero, de confor-
para las causas de justificación y de exculpación (dudosa se muestra la OLG Koln, M D R 1973, pág. 688) . midad con el apartado tercero del precepto recién citado en conexión con el art. 3 de la Ley de 18.8.1961
(BGBl. 11 pág. 1183), para el caso concreto la Fiscalía alemana posee aquí rambién la posibilidad de revocar
2 . La decisión acerca de los límites del p o d e r p u n i t i v o n a c i o n a l c o m p e t e a cada Estado
la renuncia general de la República Federal, pudicndo de este modo llevar a cabo el proceso sobre la ba.se de
soberano (competencia de los Estados sobre su propia competencia) . En esta delimitación su poder punitivo subsistente (BGH 30, 377). Vid., además, infra § 19 III le.
el E s t a d o debe observar las p e r t i n e n t e s reglas del D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l , pues éste confía a los
Estados d e m o d o a m p l i a m e n t e discrecional ("potivoir d i s c r é t i o n n a i r e " ) la c o n f i g u r a c i ó n c o n c r e - 4 . La cuestión relativa al á m b i t o d e efectividad internacional del p o d e r p u n i t i v o d e b e dife-
ta del D e r e c h o penal i n t e r n a c i o n a l . Sin e m b a r g o , n i n g i i n E s t a d o debería atribuirse u n p o d e r p u - renciarse c l a r a m e n t e del p r i n c i p i o de D e r e c h o internacional, segiín el cual, n i n g ú n E s t a d o p u e d e
nitivo para h e c h o s que no evidencien relación alguna c o n los legítimos intereses d e su A d m i n i s - desarrollar actos d e s o b e r a n í a en territorio extranjero, a no ser q u e e x c e p c i o n a l m e n t c ( p o r
tración d e Justicia; a ello se o p o n d r í a la prohibición de abuso del Derecho p r o c e d e n t e del D e r e c h o ejemplo, c o m o fuerza d e o c u p a c i ó n según el art. 4 3 H a a g e r L K O o en base a la c o n f o r m i d a d del
internacional general '". El D e r e c h o penal internacional p e r t e n e c e al D e r e c h o estatal j n o al in- E s t a d o afectado) se e n c u e n t r e a u t o r i z a d o para ello "'. El D e r e c h o penal i n t e r n a c i o n a l n o c o n c e -
ternacional, a pesar de q u e en él se c o n t i e n e n n o r m a s para la aplicación del p o d e r p u n i t i v o p r o - d e a n i n g ú n ó r g a n o estatal la c o m p e t e n c i a para intervenir a c t i v a m e n t e en u n territorio s o b e r a n o
pio a extranjeros y a hechos c o m e t i d o s fuera del país, así c o m o aquellas q u e se dirigen a la p r o - estatal q u e es ajeno. Por el c o n t r a r i o , los efectos derivados del ejercicio legítimo del p o d e r p u n i t i -
tección penal d e bienes jurídicos d e otros Estados " . vo i n t e r n o sobre los extranjeros y los hechos c o m e t i d o s en el exterior, d e b e n ser tolerados p o r
cada Estado '^.
3 . D i s t i n t a del p r o b l e m a sobre los límires del p o d e r p u n i t i v o estatal es la cuestión relativa a
si t a m b i é n la s o b e r a n í a d e la j u r i s d i c c i ó n p e n a l i n t e r n a rige frente a d e t e r m i n a d a s categorías Ejemplo: En el caso Eichmann (1960), con independencia de la existencia del poder punirivo de Is-
rael, fue ilegal su detención al pracricarse por funcionarios del servicio secrero israelí en Territorio argentino;
de extranjeros, o d e nacionales en cierta clase d e delitos c o n t r a s c e n d e n c i a i n t e r n a c i o n a l -. La
de allí que, aunque simbólica, Israel quedara obligada a dar satisfacción a Argentina. La condena posterior
p r i m e r a p r e g u n t a pertenece al D e r e c h o penal material internacional y la segunda al D e r e c h o p r o -
de Eichmann en jerusalén fue justificada a través de una disposición especial del Derecho penal inrernacio-
cesal i n t e r n a c i o n a l . Por regla genera! el p o d e r p u n i t i v o y la j u r i s d i c c i ó n penal c o i n c i d e n , p u e s t o
nal israelí '*.
q u e cada E s t a d o aspira a hacer realidad el p r i m e r o a través d e sus p r o p i o s tribunales a u n q u e sólo
sea p o r q u e es responsable i n t e r n a c i o n a l m e n t e del o r d e n p ú b l i c o en el á m b i t o d e su soberanía. 5. Las reglas del D e r e c h o penal internacional se reducen a diversas i d e a s f u n d a m e n t a l e s :
Pero existen excepciones a esta regla en la m e d i d a en q u e los E s t a d o s , a través d e t r a t a d o s inter- el m a n t e n i m i e n t o del o r d e n p ú b l i c o estatal interior " , la vinculación d e los p r o p i o s nacionales
nacionales, hayan c o n v e n i d o u n a l i m i t a c i ó n de su jurisdicción penal p e r o m a n t e n i e n d o p o r p r i n - en el extranjero a su D e r e c h o d e origen -", la protección del c u a d r o d e bienes jurídicos n a c i o n a -
cipio su p o d e r p u n i t i v o material '^. les " ' , la solidaridad en la lucha contra el delito c o m o m i s i ó n cultural c o m ú n a t o d a la H u m a n i -
d a d ~^, la ausencia d e lagunas en el p o d e r p u n i t i v o estatal d e n t r o y fuera d e las fronteras nacio-
Ejemplos: Segiin el art. 3 11 del Tratado sobre la regulación de cuestiones surgidas en la guerra y la
ocupación de 26.5.1952 (Tratado para la transmisión de poderes) (BGBl. 1955 II pág. 405), decae la sobe-
ranía de la jurisdicción penal alemana en relación con todas las acciones que, en el momento de la entrada Al respecro, /ÍKí?z^Truppensratioiúerung págs. 23 ss.
" Igualmente, Oehler, Internationales Strafrechr pág. 409; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 11 núm. 44;
Rüping, Kleinknecht-Fesrschrifr pág. 406; DreherlTr'óndle, nota preliminar núm. 22 antes del § 3; de otra
" En este sentido, acertadamente, SK (Samson) § 9 mim. 20. opinión (exención jurídico-material) Schonke/SchroderJEser, nota preliminar núm. 42 anres de los §§ 3-7.
* Vid., con profundidad al respecto, Cornils, Die Fremdrechtsanwendung im Strafrecht usw., 1978. Vid., para más detalles, Dahm, Vólkerrecht Tomo 1 págs. 250 ss.
' V. Martitz, Rechtshilfe Tomo 1 pág. 4 3 ; Binding, Handbuch pág. 372; Hegler, Prinzipien págs. 44 '•' Vid., más detenidamente, Dahm, Volkerrechr Tomo 1 págs. 256 ss. Por ello, carecen de justifica-
ss.; Donnedieu de Vabres, Principes pág. 3; Oehler, Inrernationales Strafrecht pág. 127 (mostrándose crítico). ción las críticas holandesas a la aplicación del principio de justicia universal (§ 6 núm. 5) a la venta de
'" La postura de Mendelssohn Bartholdy V D A Tomo VI pág. 164, de que en este ámbito el Derecho sustancias estupefacientes realizada por un holandés a un alemán en rerrirorio holandés (BGH 27, 30).
internacional carece de competencias está ya superada. Y así, Wegner, Frank-Festgabe Tomo I pág. 102, ya '* Vid., más en detalle, Silving, AJIL 55 (1961) págs. 311 ss.; Bauer, Entführung págs. 180 s. Con
diferencia con acierro en todas las cuestiones del Derecho penal internacional "un aspecto jurídico-estatal carécter general sobre los casos de secuestro Vogler, Oehier-Festschrift págs. 379 ss.
(penal) y otro jurídico-internacional". En el mismo sentido del texto Schroeder, N J W 1969, pág. 8 1 ; Oehler, " Oehler, Internationales Strafrechr págs. 130 ss.; ZA'(10.") (Trondle) nota preliminar núm. 3 antes
Grützner-Geburtstagsgabc págs. 110 ss.,' el mismo, Inrernationales Strafrecht págs. 123 ss. del § 3; AK(Hassemer) nota preliminar núm. 5 antes del § 3.
" Sobre la cuestión vid. Makarov, Kern-Fesrschrift pág. 257. ^^ Con el ejemplo derivado del nacional-socialismo se demuesrra cómo esta idea puede conducir ram-
'^ A favor de la separación entre "soberanía del Derecho penal" y "soberanía jurisdiccional" (Schultz) bién a la polirización del Derecho penal internacional, vid. Granitza, Dogmengeschichre págs. 133 ss.
por ejemplo, v. Martitz, Rechtshilfe Tomo 1 pág. 427; Mendelssohn Bartholdy, VDA Tomo VI pág. 106; ^' Esta idea se encuentra ya en un primer plano en Binding, Handbuch pág. 3 9 1 ; Travers, Droir penal
Hegler, Prinzipien págs. 3 ss.; Sehultz, Auslieferungsrecht pág. 36; el mismo, SchwjZ 1964, pág. 83; Zlataric, inrernarional Tomo I pág. 11; MaurachIZipf, túXo^. Teil 1 § 11 núm. 5.
Grürzner-Geburtstagsgabe pág. 164; Feller, Jurisdiction págs. 9 ss. ^ Sobre rodo en la dirección apuntada, Kohler, Internationales Strafrecht pág. 2; Donnedieu de Vabres,
'3 Witzsch, Deutsche Strafgcrichtsbarkeit über die Mitglieder der US-Streirkrafte, 1970. Principes pág. 7; Oehler, Grürzner-Geburtstagsgabe pág. \\5;elmismo, Internarionalcs Srraf 1 rechr págs. 137 .ss.
178 § 18 Hl ámbito de vigencia internacional II. Los principios del Derecho penal internacional 179

nales y la m a y o r Jii.sticia po.sible en el t r a t a m i e n t o del caso c o n c r e t o . Es u n a ciiesiitin d e los Esta- m i í a c i ó n territorial se c o r r e s p o n d e con los principios d e soberanía territorial, i n d e p e n d e n c i a e
dos la m e d i d a en qtic q u i e r a n p o n e r el a c e n t o en cada inio de los s u p u e s t o s , a u n q u e no |nieden igualdad de los Estados soberanos ' ' . T a m b i é n la Justicia del caso c o n c r e t o y el p r i n c i p i o de c c o -
proceder de m o d o c o m p l e t a m e n t e a u t o c r á t i c o al tener q u e respetar los intereses de oíros países nonu'a procesal h a b l a n p o r lo general a favor del [jrincipio d e territorialidad, p u e s t o q u e la p r á c -
en el m a n t e n i m i e n t o d e su O r d e n a m i e n t o jurídico y en la proteccitín de strs n a c i o n a l e s ^ . Por tica de las pruebas en el lugar del h e c h o p r o m e t e resultados fiables. Por estas razones t a m b i é n se
ello, la ¡dea d e u n a c o n v e n c i ó n sobre D e r e c h o penal iniernacional está cercana y ocujia desde e n c u e n t r a c o m p l e t a m e n t e reconocido en D e r e c h o internacional y la mayoría d e los Estados par-
hace t i e m p o al C o n s e j o de E u r o p a ^ ' . El resultado provisional en este p u n t o es la " C o n v e n i i o n ten del m i s m o en la regulación de su D e r e c h o penal i n i c r n a c i o n a E ' " . La Rcpijblica Federal d e
o n t h c T r a n s f e r of Proceedings in C r i m i n a l M a t t e r s " de 15.5.1 9 7 2 ( E u r o p e a n Treaty Series m'nn. A l e m a n i a ha r e t o r n a d o al principio de rerritorialidad con el § 3 a través de la redacción o p e r a d a
73) que, en lugar d e u n a fijación rígida de prioridades, e x p o n e u n sistema flexible de deberes en el a ñ o 1975 (vid. infra § 18 111 1).
para la a c e p t a c i ó n de la persecución penal ^', así c o m o el A c u e r d o e u r o p e o sobre validez i n t e r n a - Sin embargo, el principio de tcrrirorialidad no debe ser entendido en un sentido exchiyente. La con-
cional de sentencias penales de 2 8 . 5 . 1 9 7 0 ( E u r o p e a n Treaty Series ni'im. 7 0 ) . Los § § 4 8 ss. I R G cepción impuesta por los FT,.UU. en el caso "Cutting" ^' contta Méjico y que, incluso ocasionalmente, ha
posibilitan ya la c o o p e r a c i ó n jurídica prevista en éste y otros acuerdos a través d e la ejecución de sido aceptada por Gran Bretaña, de que los F^st.idos, ptescindiendo de excepciones rigurosamente delimita-
sentencias penales extranjeras . das, no podrían extender su poder punitivo a acciones que han sido cometidas fuera de su territorio sobera-
no por razones de Derecho intetnacional, resulta sencillamente insostenible^-.

2. C e r c a n o al d e tctritorialidad se e n c u e n t r a el p r i n c i p i o del p a b e l l ó n (teoría del "territoire


II. L o s p r i n c i p i o s d e l D e r e c h o p e n a l i n t e r n a c i o n a l
flottant"). Segiín este p r i n c i p i o el Estado, cuyo pabellón es e n a r b o l a d o l e g í t i m a m e n t e p o r tm
Para el ejercicio del p o d e r p u n i t i v o p o r parte de u n E s t a d o c o n vistas a los casos q u e poseen b u q u e de mar, barco fluvial ^^ o bajo el cual está registrada u n a aeronave, p u e d e s o m e t e r a su
u n a relación i n t e r n a c i o n a l , d e b e existir s i e m p r e u n 'apunto de conexión razonable^ q u e vincule a p o d e r p u n i t i v o las acciones c o m e t i d a s a b o r d o del b a r c o o de la aeronave ^^, a u n c u a n d o el
los hechos con las funciones d e o r d e n a c i ó n del p r o p i o p o d e r p u n i t i v o . A estos p u n t o s d e c o -
nexión se les d e n o m i n a t r a d i c i o n a l m e n t e c o m o "principios del D e r e c h o penal internacional" .
En la exposición individtializada d e los m i s m o s q u e llevaremos a c a b o a c o n t i n u a c i ó n , d e b e te-
nerse siempre presente q u e el D e r e c h o penal i n t e r n a c i o n a l de los Estados n o se basa sólo en u n o - ' Así, especialmente, Germann, SchwZStr 69 (1954) pág. 240; Langemeijer, Recueil d'études
de estos p u n t o s d e c o n e x i ó n sino en u n a combinación de varios de ellos. vanBemmelen págs. 22 ss.; Oehler, VIII. Int. Kongtel? für Rcchtsvergleichung págs. 50 ss.; el mismo,
Intetnarionales Strafrecht págs. 155 ss.
1. Segtin el p r i n c i p i o de t e r r i t o r i a l i d a d u n Estado p u e d e s o m e t e r a su p o d e r p u n i t i v o ^^ Vid. Oehler, Engisch-Fcstschrift págs. 289 ss. acerca de Francia (asimismo, Code penal 1994 Art.
todas las acciones que son c o m e t i d a s en su p r o p i o territorio n a c i o n a l , a ú n c u a n d o el a u t o r de las 113-2); el mismo, Intetnationales Strattecht págs. 161 ss. (en relación con el círculo jurídico anglo-america-
mismas sea extranjero (en relación c o n el lugar de comisión del delito vid. infra § 18 I V ) . Este no); Langemeijer, Recuell d'études van Bemmelen págs. 18 ss.; Bettiol/Pettoello Mantovani, Dirirro pénale
principio es el p u n t o d e c o n e x i ó n f u n d a m e n t a l del D e r e c h o penal i n t e r n a c i o n a l p o r q u e la deli- págs. 174 ss.; Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal pág. 221; Dupont/Verstraeten, Handboek núms.
197 ss. Acerca del Derecho austríaco en profundidad, Liebscher, JBl 1974, págs. 393 ss.; WK (Liebscher)
nota preliminar núm. 24 antes del § 2.
^^ Vid. Drost, Niemeyers Zeitschrift 43 (1930-31) pág. 131; Dahm, Vólkerrecht Tomo 1 pág. 260; v. " Sobre esta cuestión vid. /. v. Münch, W'VR Tomo 1 pág. 305; Rofwog, Veieinbatkeit mit dcm
Manitz, Rcchtshilfe pág. 47. Vólkerrecht págs. 71 ss.
-** Un importante trabajo preparatorio fue elaborado por Harvard Research in International Law '^ En la actualidad los Estados anglo-amcricanos se limitan todavía, aunque prescindiendo de algu-
"Jurisdiction with Respect to Crime", AJIL 29 (1935) Supágs. Part. 11 págs. 435 ss.; vid., además, Hegler, nas excepciones, al castigo de los delitos que se cometen en sus territorios nacionales, sobte ello vid. Oehler,
Fragen des internarionalen Strafrechts, E 1927 Anexo 1 págs. 5 ss. Una regulación convencional del De- Internationales Strafrecht págs. 161 ss.; George, Michl.R 64 (1965-66) págs. 617 ss.; el mismo, Encyclopedia
recho penal internacional para los Estados sudamericanos estaba ya contenida en el Código de Bustamante of Ctimc an Justice Tomo 3 págs. 922 ss.; LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 169 ss. F^n rela-
de 1928, AJIL 29 (1935) Supágs. pág. 642 y el Tratado de Montevideo de 1940, AJIL 37/38 (1943/44) ción con las nuevas ampliaciones del poder pimitivo de los EE.UU. a través de la legislación fedetal vid.
Supp. pág. 122. Acerca de la cooperación de los Estados del Benelux vid. de Schutter, Netherlands HeymannlGershengorn, Putsuing Justice págs. 101 ss. Esta distinción en la concepción fundamental del De-
International Law Review 1967, págs. 397 ss.; Duk, Recuell d'études van Bemmelen págs. 137 ss. Sobre techo penal intetnacional condujo a una consecuencia significativa pata el Derecho de exrradición: los paí-
ortos tratados internacionales dirigidos a la regulación del podet punitivo v'iá. Jescheck, Maurach-Festschrifr ses continentales podían aceptat el principio de no entrega de los propios nacionales (por ejemplo, art. 16
págs. 582 ss. II GG) puesto que sus hechos se encontraban, básicamente, incluidos en su podet punitivo, mientras que
-'' Vid. Hulíinan, Recuell d'études van Bemmelen págs. 128 ss.; Vogler, Maurach-Festschrifr págs. por el contrario los países anglo-americanos debían proceder a la extradición de sus ciudadanos puesto que
609 ss. de no ser así sus hechos cometidos en el exttanjero quedaban impunes; vid. Shearer, Extradition págs. 94
' ' Al respecto, Oehler, ZStW 96 (1984) págs. 578 ss.; Vogler, Jescheck-Festschiift Tomo II págs. 1379 ss.; Oehler, Intetnationales Strafechr págs. 175 ss.
ss.; UhíiglSchomburglLagodny, IRG, antes del § 48 niims. 1 ss.; VoglerlWilkitzkt, IRG, antes del § 48 (Vogler). Es indiferenre si se rrara de un barco estatal, privado, de guerra, mercante o de un yare.
- ' As!, Nowakowski Osterr. Zeitschrift für offentl. Recht 6 (1955) pág. 20; Oehler, Internationales Vid., para más deralles, Wille, Die Verfolgung págs. 51 ss.
Strafrecht págs. 123 ss.; Jakohs, Allg. Teil 5/5; vid. también Schultz, Schweiz. Jahrb. f int. Recht XIX (1962) " En relación con el Derecho penal de la navegación aérea v'iá. Jescheck, Deutsche Beitrage págs. 195
págs. 11 ss.; el mismo, Ttondle-Festschrift págs. 895 ss. Sobre los mecanismos que resuelven la colisión de ss.; A.Meyer, ZfL 1958, págs. 87 ss.; Schnorr v. Carolsfeld, Srrattatcn in Flugzeugen págs. 15 ss.; v. Weber,
Derechos en el Derecho internacional vid. Li, Prinzipien págs. 225 ss. Ritder-Festschrift págs. 111 ss.; Oehler, Internationales Strafrecht págs. 340 ss.; Wille, Die Verfolgung págs.
^'* Vid. Oehler, Internarionales Srrafrecht págs. 130 ss.; Feller, Jurisdiction págs. 17 ss. 154,ss.
180 § 18 El ámbito de vigencia internacional II. Los principios del Derecho penal internacional 181

licclio ha sido c o m e t i d o p o r u n extranjero o esté atravesando o s o b r e v o l a n d o territorio no nacio- vigente desde 1940 hasta 1 9 7 4 c o m o p t i n c i p i o s u p t e m o del D e r e c h o penal internacional. E n la
nal o alta mar. D a d o q u e , legalmente, t o d o b a r c o sólo p u e d e e n a r b o l a r un pabellón nacional {§ actualidad sólo está ptevisto en algunos o s o s y de forma restringida (§ 5 n ú m s . 3 a, 5 b, 8, 9, 12).
11 de la Ley sobre D e r e c h o del Pabellón d e 8 . 2 . 1 9 5 1 , B G B l . I pág. 7 9 ) y q u e a s i m i s m o u n a Este ctitcrio limitado p u e d e ser inaplicable "cuando el h e c h o , a causa de las circunstancias especia-
aeronave, según el A c u e r d o de C h i c a g o de 1944 ( B G B l . 1 9 5 6 11 pág. 4 1 1 ) , sólo p u e d e estar les en el lugat de comisión del delito, no constituye u n injusto merecedor de pena" ( § 3 en su
registrada p o r un país, el p r i n c i p i o del p a b e l l ó n c o n d u c e s i e m p r e al claro resultado de q u e el país redacción a n t e t i o t ) , puesto q u e esta regla sigue siendo una necesidad derivada d e la Justicia.
de origen posee el p o d e r p u n i t i v o , sea d o n d e sea el lugar en q u e p u e d a haberse e n c o n t r a d o el
Una vatiante del p r i n c i p i o de personalidad viene s u m i n i s t r a d a p o r el p r i n c i p i o d e l d o m i -
barco o la aeronave en el m o m e n t o del h e c h o . Los barcos q u e n o están a u t o r i z a d o s para e n a r b o -
cilio. D e a c u e r d o con este, el domicilio del exttanjero en territorio nacional es u n criterio sufi-
lar el p a b e l l ó n federal así c o m o las aeronaves q u e t a m p o c o lo están p a r a utilizar la e n s e ñ a nacio-
ciente pata f u n d a m e n t a r la intervención del p o d e r p u n i t i v o estatal sobre a q u é l ' " . T a m b i é n este
nal, son consideradas c o m o instituciones extranjeras en la m e d i d a en q u e no se e n c u e n t r e n en
p r i n c i p i o está libre d e objeciones p o r p a r t e del D e r e c h o internacional.
territorio n a c i o n a l . El p r i n c i p i o del p a b e l l ó n está r e c o n o c i d o p o r el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l d a d o
q u e los acuerdos sobre seguridad aérea ^^ d e t e r m i n a n q u e p r i m o r d i a l m e n t e el E s t a d o de origen 4. El p r i n c i p i o de p r o t e c c i ó n significa q u e el E s t a d o p u e d e s o m e t e r a su p o d e r p u n i t i v o
p u e d e ser h e c h o responsable p o r la seguridad a b o r d o de sus barcos y aeronaves ( B G H N S r Z los delitos c o m e t i d o s en el extranjero c u a n d o a través de los m i s m o s son puestos en peligro o
1 9 9 1 , pág. 5 2 5 [526]). lesionados bienes jurídicos nacionales. Tratándose a d e m á s de la p r o t e c c i ó n d e bienes jurídicos
del p t o p i o Estado (vgr., traición o alta traición, delitos c o n t r a la defensa nacional o c o n t r a el
De conformidad con el Acuerdo aprobado en Tokio, .sobre acciones delictivas y otros hechos cometidos a
bordo de aeronaves de 14.9.1963 (BGBl. 1969 II pág. 122) 3^, los países signatarios están también obligados a o r d e n público), el p r i n c i p i o se justifica sin más p o r el h e c h o de q u e el a u t o r m i s m o , c o n la direc-
imponer su poder punitivo como Estados de inscripción (art. 311). Sin embargo, el poder punitivo concurren- ción de su a t a q u e , h a d a d o lugar a su relación c o n el p o d e r p u n i t i v o del E s t a d o c o t r e s p o n d i e n t e
te de otros Estados (por ejemplo, de acuerdo con el principio de territorialidad) coexiste junto con el derivado ( p r i n c i p i o d e p r o t e c c i ó n d e l E s t a d o ) ' ' - . A ello se a ñ a d e q u e la m a y o t í a d e las veces los Estados
del principio del pabellón (art. 3 III). La misma situación jurídica se deriva del art. 4 del Convenio para la extranjeros y sus intereses n o son protegidos a través del D e r e c h o p e n a l d e los d e m á s países, d e
lucha contra el apodcramiento ilícito de aetonaves de 16.12,1970 (BGBl. 1972 II pág. 1506) ^*. m o d o que el ú n i c o m e d i o p a r a asegurar la protección c o n t r a ataques realizados p o r c i u d a d a n o s
n o nacionales en el extranjero es la i n t e t v c n c i ó n del p r o p i o p o d e r p u n i t i v o (vid. infra § 18 III
3 . Según el p r i n c i p i o activo d e p e r s o n a l i d a d u n E s t a d o p u e d e s o m e t e r a su p o d e r p u n i -
3 ) . Pero t a m b i é n , t r a t á n d o s e d e la tutela d e bienes j u r í d i c o s individuales d e los p r o p i o s n a c i o n a -
tivo los delitos c o m e t i d o s p o r sus propios nacionales a ú n c u a n d o éstos sean c o m e t i d o s en el ex-
les ( p r i n c i p i o d e p r o t e c c i ó n i n d i v i d u a l o p r i n c i p i o p a s i v o de p e r s o n a l i d a d ) , el D e r e c h o i n -
tranjero. H i s t ó r i c a m e n t e , este p r i n c i p i o es el p u n t o d e c o n e x i ó n más reciente del D e r e c h o penal
t e t n a c i o n a l n o p r o h i b e a los Estados a m p l i a r su p o d e r p u n i t i v o a los h e c h o s c o m e t i d o s p o r los
internacional d a d o que, según la c o n c e p c i ó n jurídica antigua, el e s t a t u t o j u r í d i c o d e la persona
extranjeros fuera de sus fronteras ^^ '^^.
estaba d e t e r m i n a d o p o r su p e r t e n e n c i a a u n a genealogía c o n c r e t a a la q u e q u e d a b a v i n c u l a d a
p e r m a n e n t e m e n t e ("leges ossibus i n h a e r e n t " ) ^ ' . El p r i n c i p i o d e p e r s o n a l i d a d enfatiza la vincula- El p r i n c i p i o de p r o t e c c i ó n individual requiere u n a limitación más intensa q u e el p r i n c i p i o
ción del i n d i v i d u o c o n su país, p o r lo q u e a u n q u e casa bien c o n la idea del Estado a u t o r i t a r i o n o activo de p e r s o n a l i d a d p o r m e d i o de la p r o h i b i c i ó n del a b u s o de D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l , p u e s t o
está n e c e s a r i a m e n t e v i n c u l a d o a ella. E n realidad, a c t u a l m e n t e es la idea d e la solidaridad inter- q u e el destinatario d e la n o r m a n o es a q u í u n nacional s i n o u n extranjero q u e se e n c u e n t r a fuera
nacional la q u e sirve de base a este p t i n c i p i o : el país del q u e el a u t o r p r o c e d e n o p u e d e p e r m i t i r del país y q u e , p o r regla general, pertenecerá al E s t a d o d o n d e se p e i p e t r a el h e c h o . Por este m o -
q u e éste c o m e t a delitos en el extranjero y p u e d a q u e d a r sin castigo p o r ello. A decir verdad el tivo, en la aplicación d e este p r i n c i p i o se p r o h i b e p o r el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l el a b u s o d e D e r e -
principio d e p e r s o n a l i d a d o p e r a raras veces en el D e r e c h o penal i n t e r n a c i o n a l d e los Estados si lo c h o c u a n d o la acción c o m e t i d a fuera i m p u n e según la n o r m a t i v a del lugar d o n d e se lleva a c a b o
c o m p a r a m o s c o n el de territotialidad, a u n q u e t a m p o c o se le p u e d e n o p o n e r reparos desde el p u n t o (requisito d e la n o r m a i d é n t i c a ) '*^.
de vista del D e r e c h o internacional '^''. ( E n relación c o n el p r o b l e m a d e la " n o r m a idéntica" vid. la
2.» Ed. d e esta o b r a págs. 132 ss.) E n A l e m a n i a el p r i n c i p i o activo d e p e r s o n a l i d a d ha estado

' Más detenidamente, Kielwein, Rittier-Festschrift págs. 97 ss.


^•^ Vid. Schuttz, Ausüeferungsrecht pág. 37; Oehler, Internationales Sttafrecht págs. 367 ss.
^^' Sobte ello Lenzen, JR 1983, pág. 182 nota a pie núm. 12. ^^ Vid. Rofiwog, Verenbarkeit mit dem Volkertecht pág. 82; Dahm, Volderrecht Tomo 1 pág. 259;
' ' El texto puede encontrarse en A. Meyer, Internationale Luftfalirtabkommen Tomo V, 1964, pág. Dahm/Delhrück/Wofntm,'ViAkexie:d\tTomo I, 1 pág. 322; U^«^/fr, Volkertecht págs. 941 ss. Limitadamente,
372. En profundidad sobre el tema Schmidt-Rdntsch, ibidem págs. 343 ss.; además, 'Zlataric, Grützner- Oehler, Internationales Sttafrecht págs. 421 ss., disiente Henrich, Das passivc Personalitatsprinzip págs. 139
Geburtstagsgabe págs. 160 ss. ss.,207ss.
3* El texto puede encontrarse en Schmidt-Rdntsch, ZLW 20 (1971) págs. 6 3 ss. '*'' Sobre el caso "Lotus", en el que la Corte Internacional Permanente ha dejado abictta la aplicabili-
^' Más detalladamente, Kohler, Internationales Strafrecht págs. 25 ss.; Enschedé, Recucil d'études van dad del principio pasivo de personalidad, vid. Herndl, Encyclopedia of Public Intetnationai Law, fascículo
Remmelen págs. 41 ss. núm. 2, 1981, pág. 173.
•*" Oehler, Mezger-Festschrift págs. pág. 96; el mismo, Internationales Strafrecht págs. 443 ss.; Falck, ''^ Así, Rofwog, Vereinbarkeir mit dem Volkerrecht pág. 184; Drost, Niemeyers Zeitschrift 4 3 (1930-
Straffratt págs. 167 ss. (donde puede vetse un resumen del Derecho comparado); Schroder, JZ 1968, pág. 31) pág. \3ñ; Jennings, Brirish Yearbook of Inrernational Law 33 (1957) pág. 153; v. Weher, Das passive
341; referencias adicionales en Rofwog, Vereinbarkeit mit dem Volkertecht pág. 66. El desarrollo de los Personalitatsprinzip pág. 900; Oehler, Grützner-Geburrsragsgabe pág. 119; Heinrich, Das passive
tratados internacionales muestta en los últimos tiempos una tendencia al fortalecimiento del principio de Personalitatsprinzip págs. 106 ss. Formulando objeciones, sin embargo, Schroeder, N J W 1969, pág. 83;
territorialidad en conexión con el de justicia supletoria; vid. Oehler, Carstens-Festschrift pág. 448. limitadamente tímh\én Jakobs, Allg. Teil 5/8 (sólo pata equilibtar discriminaciones).
182 § 18 El ámbito de vigencia ¡lucriiacioiial ¡1¡. V\ Derecho penal internacional del StGB 183

5. El p r i n c i p i o del D e r e c h o m u n d i a l ( p r i n c i p i o d e u n i v e r s a l i d a d ) a u t o r i z a a cada l-,s- 3 0 . 1 1 . 1 9 6 4 ( E u r o p e a n Treary Seties n ú m . 52) y el telativo a la transferencia d e ptocesos penales
t a d o , c u a n d o es e n t e n d i d o en u n s e n t i d o a m p l i o , a i n t e r v e n i r c o n su p o d e r p u n i t i v o sin c o n s i - de 1 5 . 5 . 1 9 7 2 ( E u r o p e a n Treaty Series n ú m . 7 3 ) , previenen un reparto flexible del p o d e r p u n i t i -
d e r a c i ó n al l u g a r del h e c h o ni a la n a c i o n a l i d a d del autor. N o o b s t a n t e , c o n c e b i d o d e lornia vo v i n c u l a d o a la asunción de la persecución penal '*'''.
tan i l i m i t a d a , este p r i n c i p i o es " c i e n t í f i c a m e n t e i n s o s t e n i b l e e i n a p l i c a b l e en la ptáciica" ' ' , 8. De los principios del Derecho penal internacional que fundamentan la aplicación del poder puniti-
p o r q u e d e lo c o n t r a r i o el p o d e r p u n i t i v o d e los E s t a d o s setía p o t lo general i l i m i t a d o . El p r i n - vo propio, deben difetenciarse el principio de bonificación y el de liquidación. En estos últimos se trata de la
cipio del D e r e c h o m u n d i a l posee u n a justificación i n t e r n a y es a c e p t a d o p o r el D e r e c h o i n i e i - fotma y modo en que se tienen en cuenta los actos de la Justicia extranjera, para aquellos casos en los que el
n a c i o n a l c u a n d o el h e c h o se dirige c o n t r a bienes de la c u l t u r a s u p r a n a c i o n a l en cuya p r o t e c - poder punitivo propio encuentra aplicación a unos hechos con trascendencia internacional. Ambos princi-
ción existe u n interés i n t e r n a c i o n a l ( p o r e j e m p l o , p r o h i b i c i ó n del tráfico d e drogas , comercio pios se refieren al efecro internacional, más o menos extendido, de las semencias penales exrranjeras '". Por
de esclavos, trata d e b l a n c a s , d i s t r i b u c i ó n d e p u b l i c a c i o n e s p o r n o g r á f i c a s , l u c h a c o n t r a la fal- motivos de economía procesal las penas impuestas en el extranjero que han sido total o parcialmente cum-
plidas, son computadas cuando en Alemania recae nuevamente condena por los mismos hechos (§ 51 III)
sificación d e m o n e d a , p r o t e c c i ó n d e cables m a r í t i m o s , represión d e la piratería aerea, d e la
(BGH 27, 287). Pero el principio de liquidación va todavía luás lejos. Éste significa que la persecución
t o m a d e r e h e n e s , de la t o r t u r a y del t e t r o r i s m o , delitos c o n t r a el m e d i o a m b i e n t e , c r í m e n e s d e
misma de un delito está excluida en el territorio nacional cuando por resolución firme los Tribunales de un
guerra y c o n t r a la H u m a n i d a d ) . Sólo en s u p u e s t o s d e esta n a t u r a l e z a e s t á n p r e s e n t e s las ideas Estado extranjero han absuelto a alguien por aquél o cuando, también pot resolución firme, lo han conde-
de " s o l i d a r i d a d del m u n d o cultural frente al d e l i t o " y de la " l u c h a c o n t t a la peligrosa d e l i n - nado por el tnismo pero el autor ya ha cumplido la pena, ésta ha prescrito o ha sido remirida (el § 153 c I
c u e n c i a i n t e r n a c i o n a l " , en las q u e p o r regla general descansa la f u n d a m e n t a c i ó n del p r i n c i p i o núm. 3 StPO posibilita en estos casos la no persecución de hechos cometidos en el extranjero). En la mayo-
del D e r e c h o m u n d i a l . A m e n u d o este p r i n c i p i o e n c u e n t r a reflejo en c o n v e n c i o n e s i n t e r n a c i o - ría de los casos son equiparados los supuesros en los que por el mismo delito en el exrranjero rienc lugar una
nales en las q u e los E s t a d o s se h a n c o m p r o m e t i d o a u n a defensa d e los intereses c u l t u r a l e s amnistía, cuando en aquél ha prescrito la posibilidad de perseguir penalmente los hechos o, finalmenre,
c o m u n e s p o r vía del D e r e c h o p e n a l , a u n q u e su aplicación se e n c u e n t r a más b i e n en cierto cuando de acuerdo con la normativa exterior concurre la ausencia de querella penal como requisito necesa-
rio de procedibilidad.
retroceso (vid. infra § 18 III 4 n o t a a pie n i í m . 5 8 ) .

6. M i e n t r a s que los principios del D e r e c h o penal internacional t t a t a d o s hasta ahora c o n s t i -


tuyen p u n t o s d e conexión a u t ó n o m o s para el p o d e r p u n i t i v o del E s t a d o , el p r i n c i p i o d e justi-
III. El D e r e c h o p e n a l i n t e r n a c i o n a l del S t G B
cia s u p l e t o r i a sirve sencillamente d e c o m p l e m e n t o subsidiario al p o d e r p u n i t i v o d e otros países.
Este p r i n c i p i o interviene c u a n d o el p o d e r p u n i t i v o extranjero c o m p e t e n t e n o p u e d e actuar sobre El D e r e c h o penal internacional del S t G B ha sufrido u n a t r a n s f o r m a c i ó n esencial a través d e
la base del p r i n c i p i o de territorialidad, p o r q u e el a c u s a d o h a sido d e t e n i d o en o t r o país y n o la reforma d e 1975 " . El D e r e c h o vigente parce del p r i n c i p i o de territorialidad, enlaza a éste c o n
p u e d e ser e x t r a d i t a d o al extranjero p o r m o t i v o s fácticos o jurídicos. E n realidad, el Juez nacional la teoría d e la u b i c u i d a d (§ 9) y c o m p l e t a esta regulación p o r m e d i o d e otros p u n t o s de c o -
actúa "en lugar" del extranjero pero, a pesar d e ello, ejercita el p o d e r p u n i t i v o del p r o p i o E s t a d o nexión.
c u a n d o , p o r ejemplo, un refugiado político ha c o m e t i d o u n delito c o m ú n en el país d e p r o c e -
1. M i e n t r a s q u e la n o r m a t i v a anterior (sobre la m i s m a vid. la 2.^ E d . de esta obra), q u e
dencia y es c o n d e n a d o p o r ello en el t e r r i t o r i o d o n d e se e n c u e n t r a . El p r i n c i p i o d e justicia
arrancaba en el a ñ o 1 9 4 0 , d i s e ñ ó c o m o p u n t o d e p a r t i d a el p t i n c i p i o activo d e personalidad, el
supletoria c o l m a las inevitables lagunas en el D e t e c h o penal i n t e r n a c i o n a l , a s e g u r a n d o así q u e
D e t e c h o vigente ha vuelto a t o m a r c o m o base al p r i n c i p i o de territorialidad (§ 3). C o n ello, el
n i n g ú n d e l i n c u e n t e h u i d o q u e d a i m p u n e en el Estado d o n d e se refugia p o r faltar un p u n t o d e
legislador se ha liberado d e la sobrevaloración del d e b e r d e lealtad del c i u d a d a n o q u e pernrauece
conexión con el p o d e r p u n i t i v o ("aut d e d e r e a u t p u n i r é " ^^). D e a c u e r d o c o n su s e n t i d o , el p r m -
en el extranjero c o n su país d e origen y, p o r regla general, h a l i m i t a d o c o r r e l a t i v a m e n t e su p o d e r
cipio d e jusricia supletoria requiere la existencia de u n a n o r m a i d é n t i c a en el lugar d e c o m i s i ó n
p u n i t i v o , d e c o n f o r m i d a d c o n la delimitación espacial de la función de o r d e n a c i ó n d e los Esta-
del h e c h o . Por ú l t i m o , su aplicación es descartada c u a n d o el E s t a d o d o n d e fue p e r p e t r a d o el
d o s , a los h e c h o s q u e son c o m e t i d o s p o r c i u d a d a n o s p r o p i o s o p o r extranjeros en el territorio
delito ya ha archivado d e f i n i t i v a m e n t e la causa (vgr., p o r haberse d i c t a d o u n a c o n d e n a o absolu-
nacional; c o m o c o n s e c u e n c i a d e ello se e n t i e n d e , a s i m i s m o , q u e los i n d i v i d u o s del p t o p i o Esta-
ción, c o n d e n a c o n d i c i o n a l o i n d u l t o ) (el d e n o m i n a d o / ) W « a / ) / o de liquidación).
d o q u e se e n c u e n t r a n en el extranjero d e b e n ser b á s i c a m e n t e libres y regirse c o n f o r m e al D e r e -
7. U n n u e v o principio, el de la d i v i s i ó n d e c o m p e t e n c i a , ha sido d e s a t r o l l a d o p o r el C o n -
sejo de E u r o p a para la a r m o n i z a c i ó n de la A d m i n i s t r a c i ó n de Justicia penal i n t e r n a c i o n a l . D e
este m o d o , los C o n v e n i o s sobre el castigo d e los delitos c o n t r a la s e g u r i d a d del tráfico d e "^ ¿A'(10.») (Tróndle) ñora preliminar núm. 15 antes del § 3; AK(Lemke) nota preliminar núiu. 12
anres del § 3.
^° Vid. sobre eWo Jescheck, ZStW 76 (1964) págs. 172 ss.; el mismo, v. Weber-Festschrifr págs. 327
ss.; Oehler, Inrernationales Strafrechr págs. 587 ss.; v. Hammerstein, Wirkung auslandischer Srrafurteile págs.
'''' Ya en este sentido, v. Liszt/Schmidt, pág. 123. 310 ss.; IX Congrés International de Droit Penal, Actes págs. 323 ss., 430 ss., 485 ss. Véase el Convenio
'*' Vid. B G H 27, 30: la aplicación del principio del Derecho mundial a la distribución ilegal de sus- elaborado por el Consejo de Europa sobre la validez inrernacional de .seiuencias penales de 28.5.1970
tancias estupefacientes (§ 6 núm. 5) no contradice al Derecho internacional. Vid. Oehler, Carsreiis-Festschrifr (European Treaty Series núm. 701; vid. Grützner, N J W 1969, págs. 345 ss., así como supra § 18 I 5.
pág. 444. " Acerca de su evolución histórica vid. Granitza, Dogmengeschichte págs. 26 ss.; en relación con el
''^ Así, la conocida fórmula de Hugo Grotius, De jure belli ac pacis, 1625, lib. II, capág. 2 1 , IV 1 y 3. Derecho proyectado vid. Eder, Entwicldung págs. 72 ss., 151 ss.; Gallas, ZStW 80 (1968) pág. 12 ss.; sobre
.Sobre ello Oehler, Internationales Strafreclu págs. 497 ss. Pueden encontrarse ejemplos procedentes del De- su reforma en gtnffcA Jescheck, IRuD 1956, págs. 75 ss.; £ÍÍT, Jescheck-Fesrschrift Tomo II págs. 1362 .ss.;
recho internacional en Oehler, Carstens-Festschrift págs. 444 ss. Schultz, GA 1966, págs. 195 ss.
184 § 18 Eí ámbito de vigencia internaciona in. El Derecho jienal inrcrnacional de! StGB 185

cho del Estado donde se desarrolla su estancia. Sin duda que el principio de territorialidad ha man sólo rige cuando el auror es alemán y, además, sus medios de subsistencia '''^ se encuentran
extendido ampliamente su alcance a través de la regulación del lugar de comisicSn del delito se- en el ámbito de vigencia espacial del citado Derecho (§ 5 núms. 3 a y 5 b) (sobre el concepto del
gún la teoría de la ubicuidad (§ 9) (vid. infra § 18 IV 2). Si el resultado acaece en el extranjero ámbito de vigencia espacial vid. injra § 18 VI 3). De este modo, debe tomarse en consideración
como consecuencia de un hecho cometido en territorio nacional o, desde este liltimo, alguien que los deberes de fidelidad y observancia que sirven de base a estos tipos penales únicamente
toma parte en el hecho ejecutado por otro fuera del país, puede ser necesario tener en cuenta el pueden ser exigidos a ciudadanos alemanes que poseen una relación personal con el territorio
Derecho del Estado extranjero implicado siempre que ello beneficie al autor del delito (vid. infra federal 5^. También el § 5 núm. 9 (interrupción del embarazo) exige esta destacada relación per-
§ 18 1 1) (BayObLG JZ 1972, pág. 563). Además, para los hechos cometidos en el extranjero y sonal con la República Federal de Alemania. Aquí no es necesaria la punibilidad en el lugar del
la participación desde territorio nacional en el delito cometido por otro fuera del mismo, el § hecho de modo que la disposición abarca sobre todo a los casos en los que se comete fraude de
153 c I núm. 1 StPO suministra la posibilidad de prescindir de la persecución penal. Lo mismo ley. El principio de protección individual (principio pasivo de personalidad) sirve de base al §
rige según lo previsto en el § 153 c l núm. 2 StPO para un delito cometido por un extranjero en 5 núm. 6 (secuestro con desplazamiento fuera del territorio nacional o provocación de conduc-
territorio nacional pero a bordo de un barco o aeronave extranjera (por ejemplo, cuando el barco tas de persecución política peligrosas para la salud o la vida, cometidos en uno y otro caso contra
se encuentra atracado en un puerto alemán o la aeronave sobrevuela territorio soberano alemán). alemanes con domicilio o residencia habitual en Alemania), al § 5 núm. 7 (revelación de secretos
2. El principio del pabellón (§ 4), análogo al de territorialidad, prescribe la validez del comerciales o de empresa respecto de sociedades e industrias que se encuentren en el ámbito de
vigencia espacial del StGB, así como las que estén en el extranjero pero mantengan relaciones de
Derecho penal para hechos que son cometidos por alemanes o extranjeros a bordo de barcos o
consorcio con otras asentadas en el territorio nacional) y al § 5 núm. 8 a (dererminados delitos
aeronaves alemanas, cuando unos u otros se encuentran atravesando o sobrevolando tanto el es-
sexuales, siempre que el autor y el ofendido sean alemanes en el iriomento de comisión del he-
pacio soberano extraño como el alta mar. A través de la regulación contenida en el § 4 los he-
cho y tengan sus medios de subsistencia en el ámbito de vigencia espacial del StGB). La disposi-
chos cometidos en tales barcos o aeronaves se equiparan en su tratamiento punitivo a los perpe-
ción citada en último lugar sitúa también al principio activo de personalidad (intensificado) al
trados dentro del país.
mismo nivel que al de protección individual alcanzando, de este modo, a todos los hechos que se
Los barcos alemanes son aquellos que, de acuerdo con la Ley sobre Derecho del Pabellón de cometan en fraude de ley. De acuerdo con el § 5 núm. 8 b el principio activo de personalidad
8.2.1951, (BGBl. I pág. 79), están autorizados para enarbolar el pabellón federal; asimismo, las rige para delitos del § 176 (abuso sexual de niños). No es necesaria la punibilidad en el lugar del
aeronaves alemanas son aquellas que, según lo preceptuado en los §§ 2 V y 3 de la Ley sobre el hecho (¡turismo sexual!). El precepto anteriormente mencionado relativo a la vigencia del Dere-
Tráfico Aéreo en su redacción de 4.1.1981 (BGBl. I pág. 61), están autorizadas para portar la cho penal alemán para casos de secuestro y provocación de la persecución política (§ 5 núm. 6)
enseña nacional de la República Federal '^. implica también al principio de protección del Estado, puesto que el aseguramiento de los dere-
3. Del § 5 se extraen diferentes puntos de conexión para la protección de bienes jurídicos chos de la persona frente a las formas más graves de sometimiento a las medidas de persecución
nacionales frente a hechos cometidos en el extranjero, sin que ello dependa de su punibilidad en propias de poderes donde rige la violencia y la arbitrariedad, pertenece a las aspiraciones de la
el lugar de comisión del delito (BGH 30, 1 [3]). El § 5 núms. 1, 2, 3b, 4 y 5 a, (preparación de República Federal de Alemania como Estado de Derecho liberal que es. Lo mismo pude decirse
un ataque bélico, delitos políticos, delitos contra la defensa nacional), el § 5 núm. 10 (delitos en cuanto a la revelación de secretos comerciales y de empresa (§ 5 núm. 7), puesto que ttas este
contra la Administración de Justicia) y el § 5 núms. 11-14 (delitos contra el medio ambiente en precepto se encuentra también la idea de protección de la economía popular alemana.
el ámbito del zócalo continental alemán, contra la Administración Pública y los delitos cometi-
De acuerdo con el art. 315 IV EGStGB el Derecho penal de la República Federal es aplica-
dos contra funcionarios públicos o soldados alemanes), se basan en el principio de protección
ble sin límite alguno a los hechos cometidos en la antigua RDA cuando, de acuerdo con las
del Estado ^^. Otros supuestos del § 5 lo hacen sobre el principio activo de personalidad; y
disposiciones del Derecho penal internacional, las normas punitivas alemanas fueran ya aplica-
así, de conformidad con lo estipulado en el § 5 núm. 12, el Derecho penal alemán rige para
bles a tales hechos con anterioridad a al eficacia de la integración (según lo preceptuado por el
hechos que cometa un funcionario público alemán durante su estancia oficial o en relación con
art. 1 EV de 3.10.1990). Así pues, se tienen sobre todo en consideración los casos del principio
su servicio oficial en el extranjero (de modo similar para los soldados, § 1 a I núm. 1 y 11 WStG).
de protección y del principio pasivo de personalidad. De este modo, las actividades sectetas con-
En algunas disposiciones penales sobre la puesta en peligro del Estado de Derecho democrático
tra la República Fedetal de los miembros del Ministerio para la Seguridad del Estado que tuvo
(§§ 89, 90 a I y 90 b), así como en algunos delitos contra la defensa nacional (§§ 109 a, 109 d y
lugar exclusivamente en la zona de la desapatecida RDA, permanecen como comportamientos
109 h), está prevista una restricción adicional en relación con la autoría: el Derecho penal ale-
punibles de conformidad con el § 99 en conexión con el § 5 núm. 4 (BGH 37, 305; en sentido
opuesto BVerfGNJW 1995, 1811 [1813]) {v\A.supra% I 5 IV 8 nota a pie núm. 69).

''- Más detalladamente en Dreher/Trondle, § 4 núm. 2; Clark, Journal of Maritime Law and Commerce
11 (1980) págs. 219 ss. '"* En torno al concepto de medios de subsistencia vid. DreherlTrbndle, § 5 núm. 3; Lackner, § 5
^' Al respecto, desde una perspectiva de Derecho comparado, Oehler, Internationales Strafrecht págs. núm. 2; SK(Samson) § 5 núms. 8 ss.; vid., además, BGH 10, 46 (50). Tampoco se oponen a este concepto
384 ss.; Zieher, Das Internationale Strafrecht nach dcr Reform págs. 103 ss. En relación con el § 5 núm. 11 las largas estancias en el extranjero de diplomáticos, personas de negocios e investigadores.
vid. Klages, Meercsumweltschutz und Stratrecht, 1989. ' ' Vid. Langmck, Der besondere Anwendungsbereich págs. 93 ss.; SchonkelSchroderlEser, § 5 núm. 9.
186 § 1 8 El ámbito de vigencia internacional
111. Id Derecho penal internacional del StCli 187

4 . C o n t e n i d o en el § 6, el p r i n c i p i o d e l D e r e c h o m u n d i a l a t a ñ e a los hcciios c o m e t i d o s
c o m o infracción a d m i n i s t i a t i v a ) , sino también las causas de justificación y de exculpación del
en el extranjero q u e a t e n t a n c o n t r a bienes jurídicos protegidos i n t e r n a c i o n a l n i c n i e '''•'. La vigen-
D e r e c h o n o nacional en t a n t o qtic éstas tío estéti en c o n t r a d i c c i ó n con los principios jurídicos
cia del D e r e c h o penal a l e m á n en estos casos se desarrolla sin limiración alguna al ser irrelevante
g e n e r a l m e n t e reconocidos (en relación con el castigo d e los "guardianes del m u r o " vid. siipra § 2
la nacionalidad del a u t o r o del o f e n d i d o , así c o m o con i n d e p e n d e n c i a de si el h e c h o es o no
I 2 nota a pie n ú m . 5) ^'". El principio de justicia stiplctoria rige t a m b i é n para h e c h o s c o m e t i d o s
p u n i b l e en el lugar de su c o m i s i ó n , p u e s t o q u e a q u í se trata de la p r o t e c c i ó n de intereses c o t n u -
fuera del país p o r alemanes, persotias q u e h u b i e r a n p o s e í d o la nacionalidad a l e m a n a y nuevos
nes a todos los Estados ( B G H 2 7 , 3 0 s o b r e tráfico de drogas ^^). Los n ú m e r o s 1 a 7 del § 6
c i u d a d a n o s alemanes, sictripre bajo el presupuesto de q u e el h e c h o esté t a m b i é n castigado en el
c o r r e s p o n d e n a deberes penales especiales derivados d e acuerdos internacionales "*. La regulación
lugar d o n d e fue p e r p e t r a d o (aquí t a m p o c o resulta suficiente q u e el c o m p o r t a m i e n t o sólo esté
se c o m p l e t a c o n u n a cláusula general recogida en el n i i m e r o 9 del p r e c e p t o citado '''' q u e posibi-
previsto coirio s i m p l e infracción adtninistrativa, B G H 2 7 , 5 f8 ss.], O L G Karlsruhe N S t Z 1 9 8 5 ,
lita el ejercicio del p o d e r p u n i t i v o d e a c u e r d o c o n el p r i n c i p i o d e la división d e c o m p e t e n c i a s
p%317)".
(vid. supra § 18 II 7) c u a n d o e n t r e n en vigor en A l e m a n i a los a c u e r d o s c o r r e s p o n d i e n t e s del
C o n s e j o d e E u r o p a . El § 6 n i í m . 8, q u e sitúa al fraude de s u b v e n c i o n e s (§ 2 6 4 ) bajo el p r i n c i p i o La extensión del poder punitivo alcmáti a personas de nacionalidad alemana y a los recién nacionaliza-
del D e r e c h o m u n d i a l , quiere p r o t e g e r el f o m e n t o e c o n ó m i c o a través d e las subvenciones de la dos como rales se deriva de la prohibicióti de extradicióti de los propios ciudadanos contenida en el art. 16
U E frente a m a q u i n a c i o n e s fraudulentas, m o t i v o p o r el q u e ya representa un "principio del D e - II 1 GG. Por cierto que bajo el putito de vista del att. 103 II G G la fundamentación a posteriori del poder
r e c h o e u r o p e o " del futuro. punitivo nacional frenre a cjiíien acaba de adquirir la nacionalidad alematia resulta objetable, puesto que el
Derecho pettal alemán no tegía para él en el tnomento del hecho sino que es sólo la adquisición de tal
5. La disposición c o n t e n i d a en el § 7, q u e e x t i e n d e el p o d e r p u n i t i v o a l e m á n a los h e c h o s nacionalidad la que lo hace aplicable. De todos modos, no existe por ella una infracción del principio de
c o m e t i d o s en el extranjero, descansa i g u a l m e n t e sobre distintos p u n t o s d e c o n e x i ó n . A d e c u a d o legalidad porque en el momento de comisión del hecho con.staba tanto la Ley de acuerdo con la cual había
al p r i n c i p i o de justicia s u p l e t o r i a (en c o n e x i ó n c o n el de p r o t e c c i ó n i n d i v i d u a l ) , el § 7 I en su que enjuiciar el mismo coino la pena que le resultaba aplicable, caso de que con posterioridad el autot .se
convirtiera en ciudadano aletnán (BGH 20, 22 [23]). No obstante, se exige acertadamente que en este su-
p r i m e r inciso prevé la i n t e r v e n c i ó n del p o d e r p u n i t i v o a l e m á n para h e c h o s c o m e t i d o s en el ex-
puesto el sujeto no pueda ser castigado con una petia tnás grave que la que le hubiera correspondido segiíti
tranjero c o n t r a u n a l e m á n (debe ser o f e n d i d o , en el s e n t i d o del § 7 7 ) , en t a n t o q u e el h e c h o se
el Derecho extranjero en cuestión (BGH NJW 1994, 140 [ l 4 l ] ) ' I
e n c u e n t r e i n c r i m i n a d o en el lugar d o n d e se c o m e t i ó ( O L G Karisruhc, D i e Justiz 1 9 8 0 , pág. 4 7 8 ) .
En el examen de la n o r m a t i v a extranjera n o sólo t i e n e n q u e extraerse los tipos penales p e r t i n e n - La idea d e la justicia suplctotia sirve de base de u n m o d o e s p e c i a l m e n t e claro en el caso del
tes q u e , p o r lo d e m á s , p u e d e n ser c o m p r e n d i d o s desde u n p u n t o de vista j u r í d i c o d i s t i n t o al del § 7 n n ú m . 2 . D e c o n f o r m i d a d con esta disposición rige el D e r e c h o penal a l e m á n frenre al a u -
D e r e c h o penal a l e m á n (según la B G H 2 7 , 5 no es suficiente q u e los h e c h o s estén tipificados tor extranjero q u e , h a b i e n d o p e r p e t r a d o u n h e c h o tipificado c o m o delito fuera de A l e m a n i a , se
e n c u e n t r a en la a c t u a l i d a d d e n t r o del rerritotio nacional y n o es e x t r a d i t a d o a pesar de q u e su
extradición, p o r la clase d e h e c h o c o m e t i d o ( § § 3 II, 6 y 7 I R G ) ''^, fuera en sí m i s m a admisible.
La Ley m e n c i o n a c o m o posibles motivos pata su n o entrega la inexistencia d e u n a solicitud d e
extradición p o r p a r t e del país extranjero, el techazo de la m i s m a p o r la a u t o r i d a d a l e m a n a c o m -
'* Zieher, Das Internationale Srrafrecht nacli der Reform págs. 142 ss.; Oehler, Internacionales Strafrecht
págs. 519 ss. p e t e n t e y la inejecutabilidad material de la extradición ( p o r ejemplo, p o r q u e a pesar d e h a b e r
5' Sobre ello vid. Wengler, JZ 1977, págs. 257 ss.; Knaiith, N J W 1979, pág. 1084; Arendt, Zeitschr. £ solicitado la e x t r a d i c i ó n el país que la planteó n o se hace responsable de la entrega). D e c o n c u -
Zollc und Verbrauchssteuern 1979, págs. 268 ss. La BGH 34, 334 (338 ss.) exige para la aplicación del princi- rrir a l g u n o de esros motivos, debe dictarse u n a sentencia o resolución p o r parre del ó r g a n o ale-
pio del Derecho mundial al tráfico de drogas cometido por un extranjero fuera de Alemania la implicación de
los/iTO/i/oí intereses de protección jurídica; al respecto vid. Rüter/Vogler,]K 1988, págs. 136 y 139.
'^ Vid. el art. 3 del Convenio internacional para la lucha contra la trata de blancas de 4.5.1910 (RGBl.
1913 pág. 31); arts. 2 y 3 de la Convención internacional para la represión del tráfico de mujeres y de nit'ios
En este sentido, con razón, SchonkeíSchroder/Eser, § 7 núm. 9. No resulta convincente la tesis de
de 30.9.1921 (RGBl. 1924 II pág. 181); art. 9 del Acuerdo internacional para la lucha contra la falsificación
Henrich, Das passive personalitátsprinzip págs. 215 ss. sobre el carácter superfino y dat'tino del § 7 1.
de moneda de 20.4.1929 (RGBl. 1933 II pág. 913); art. 5 del Acuerdo internacional sobre el opio (RGBl.
'"' El § 7 II núm. 1 no resulta aplicable a los hechos cotnetidos en la anterior RDA, puesto que el
1929 11 pág. 409); Acuerdo para la limiración de la producción y 1? ¡egulación de la distribución de sustan-
att. 315 I EGStGB en conexión con el § 2 contiene una regulación especial (vid. supra § 15 IV 8); en este
cias estupefacientes de 13.7.1931 (RGBl. 1933 II pág. 321); art. !1 Convención internacional para la lucha
sentido, con razón, Lackner, § 2 niím. 12; Scholten, 7,RP 1992, pág. 476.
contra la difusión y distribución de material pornográfico de 12.9.1923 (RGBl. 1925 II pág. 288); art. 4 II
^^ Así, Oehler, Interantionales Strafrecht pág. 494; Schonke/Schroder/Eser, § 7 luim. 2 1 ; Eser, Jescheck-
de la Convención para la lucha contra el apoderamiento ilícito de aeronaves de 16.12.1970 (BGBl. 1972 II
Festschrift Tomo II pág. 1376.
pág. 1506; al respecto, Schnúdt-Rantscb, ZLW 20 [1971] págs. 63 ss.). Acerca de las distintas convenciones
Glaser, Droit internarional págs. 120 ss.; Oehler, Das dcutschc Sttafrecht und die Piraten.sender, 1970, así Según el § 3 II IRG están excluidos los delitos que de acuerdo con el Derecho aletnán se eticuen-
como Schonke/Schroder/Eser, § 6 ntitii. 11. tren castigados con una pena de prisión infetiot a un at'io (vgf., § 106 a) (sobte esta cuestión vid. Vogler/
Wilkitzki, § 3 IRG núms. 22-24); el § 6 IRG excluye, asimismo, los delitos políticos y casos en los que
" En la actualidad el § 6 nijtn. 9 se refiere, por ejemplo, al Convenio internacional para la lucha
exista peligfo de una persecución inadmisible (al respecto vid. Vogler/Wilkitzki, § 6 IRG núms. 40 ss. [Vogler];
contra el terrorismo de 27.1.1977 (BGBl. 1978 II pág. 321), al Convenio internacional contra la toma de
Uhlig/Schomburg/Lagodny, § 6 IRG núms. 19 ss.); por último, el § 7 IRG excluye también los delitos inili-
rehenes de 18.12.1979 (BGBl. 1980 II pág. 1361), a la Convención diplomática de 14.12.1973 (BGBl. tares (vid. Vogler/Wilkitzki, § 7 IRG núms. 5 ss. [Vogler]: Uhlig/Schomburg/Lagodny, § 7 IRG núnrs. 4 ss.).
1976 II pág. 1745) y al Convenio internacional para la prevención de la tortura de 26.11.1987 (BGBl. En torno a la práctica de la extradición por los tribunales alemanes de confornúdad con la Convención
1989 II pág. 946). europea sobre extradición/fícAíT/^, Mélanges Levasseur págs. 334 ss.
188 §18 El ámbito de vigencia internacional i n . El Derecho penal internacional del StCB 189

mái\ competente para ello (BGH 18, 283 [287 ss.]; BGH NStZ 1991, pág. 525; BayObLG GA 8. Un tema distinto es la introducción de bienes jurídicos extranjeros en el ámbito de
1958, pág. 244). Tal y como evidencia la intervención primaria de la extradición, también supo- tutela de los tipos penales alemanes. Esta es una cuestión que pertenece al área de protección de
ne en cierta medida un ejetcicio de la justicia supletotia para el país que podría solicitar la extra- los tipos penales corrcspondienrcs. En muchos de ios tipos el tenor litetal de los mismos ya evi-
dición, el segundo caso previsto en el § 7 II donde el poder punitivo alemán es extendido al dencia que, como el Derecho penal político (§§ 80 ss.), sólo pueden estat determinados para la
hecho realizado por un extranjero cuando el lugar donde se desarrolló no estaba sometido a nin- protección de intereses nacionales. En otros, por cl contrario, resulta manifiesto que sólo se ha
gún poder punitivo. Por el contrario, el otro supuesto en el que dicho poder tampoco existe en pensado en los extranjeros (por ejemplo, §§ 102-104, 184 I núm. 9). En la mayoría de las oca-
el lugar donde se lleva a cabo el hecho pero éste se dirige contra un ciudadano alemán (§ 7 I en siones, sin embargo, la respucsra viene por vía interpretativa. Para ello debe atenderse a las si-
su segunda alternativa), debe clasificarse dentro del principio de protección individual puesto guientes líneas generales "^^r Bienes jurídicos individuales como el cuerpo, vida, libertad, honor,
que aquí el propio Estado garantiza de modo primario la protección penal al no ceder a otro país intimidad, derechos familiares y patrimonio, son protegidos en igual medida en todos los Orde-
la prioridad en su enjuiciamiento. namientos penales con independencia de si su titular es un nacional o un extranjero; éste es el
reconocido principio del "minimum standard of justicc"'''^. Las disposiciones penales relativas a
El supuesto en el que el lugar del hecho no está sometido a ningún poder punitivo se da en o sobre
alta rnar, el Polo norte, el territorio antartico y en el espacio sideral (vid. /«/ra § 18 VI 2). la prorección de la seguridad vial que rambién o, exclusivamente, se refieren a bienes jurídicos
individuales (vgr., § § 3 1 5 ss., 142), protegen asimismo a los extranjeros (BGH 2 1 , 277 [280
La distinción entre los casos someridos al principio de justicia supletoria y al de protección ss.]; OLG Karisruhe NJW 1985, pág. 2905 en relación con e! § 316). Tratándose de bienes jurí-
individual posee un significado práctico, dado que mientras para los sujetos al primero rigen dicos del Estado, los intereses de países extranjeros también se garantizan en muchos casos a tra-
también presupuestos procesales (por ejemplo, el requisito de la interposición de querella penal) vés de la protección penal; así sucede, por ejemplo, con la falsificación de moneda o de efectos
y obstáculos procedimentales (vgr., una amnistía) del lugar de comisión del hecho, en cambio timbrados (§ 152) cuya prorección tiene su origen en el art. 5 del Acuerdo internacional para la
para los del segundo no, por tratarse aquí de la protección de ciudadanos alemanes y no de la lucha contra la falsificación de inoneda de 1929 (RGBl. 1933 II pág. 913) (BGH 32, 68 [75
observancia del Ordenamiento jurídico extranjero . ss.]; disiente Schlüchter, Oehler-Festschrift págs. 319 ss.). Por regla general, sin embargo, la pro-
6. Algún precepto penal como el § 91 regula su propio ámbito de aplicación internacio- tección de bienes jurídicos se limita a los que poseen un carácter nacional (BGH 22, 282 [185]) '•',
nal a causa de que, por la especialidad de la materia, las reglas generales relativas al Derecho especialmente cuando se trata de delitos contra la Administración y funcionarios públicos (OLG
penal internacional no son tenidas en cuenta: esta disposición excluye a los §§ 84, 85 y 87 del Hamm JZ 1960, pág. 576; OLG HamburgJR 1964, pág. 350). No obstante, la jurisprudencia
alcance de la teoría de la ubicuidad (§ 9) ''^• ha atravesado este límite cuando a través del hecho tainbién se ven afectados intereses alemanes
(RG 3, 70 [72]; 8, 53 [55]; 68, 300 [301 ss.]; BGH LM § 3 núm. 2; BGH GA 1955, pág. 178;
7. E! principio "ne bis in idem" (art. 103 III GG) sólo prohibe el tratamiento repetido
BGH 8, 349 [356]). Con carácter general puede decirse que los intereses de los Estados extran-
del mismo asunto por parte de los tribunales de la República Federal de Alemania (BVerfGE 75,
jeros deberían ser protegidos en nuestro país de un modo mejor a como lo son ahora ^''. En este
1 [5 ss.]). Por el contrario, la celebración de un juicio extranjero no se opone a un proceso penal
sentido, la 4. StAG de 11.6.1957 (BGBl. I pág. 597) extiende el ámbito de protección de nume-
alemán por el mismo hecho (BVerfGE 12, 62; BGH 6,176, [177]; 34, 334 [340]). A través de la
rosas disposiciones penales a los países miembros de la OTAN y a las tropas que ésta tiene esta-
nueva condena no se comete ninguna ilegalidad puesto que el § 51 III dispone que, a los efectos
cionadas en Alemania (art. 7). Al Detecho penal estatal también le compete la tutela penal de las
de la pena a imponer en territorio nacional, debe ser abonada la pena (o cualquier otra privación
de libertad) que por los mismos hechos fuera impuesta y ejecutada (prisión o multa) en el ex-
tranjero (principio del abono) (vid, supra § 18 II 8). La escala para llevar a cabo el abono la
determina el propio Tribunal de modo discrecional ( § 5 1 IV 2). Además, según dispone el § 153
c I núm. 3 StPO, puede prescindirse de la persecución penal si tras el abono la pena por cumplir
carece de importancia. Por el conrrario, el principio de liquidación, que rigió hasta el año 1940 '^^ Vid. V. Weher, Frank-Festgabe Tomo II págs. 276 ss.; Lüttger, Jescheck-Festschrift Tomo I págs.
según el § 5 en su redacción anterior, no ha tenido reflejo. Tanto en la Convención europea 121 ss.; Oehler,]R 1980, págs. 485 ss.; elrynmw, Internationales Strafrccht págs. 480 %s.\ SchbnkelSchroderl
Eser, nota preliminar núms. 13 y ss. antes de los §§ 3-7. Una incursión individualizada en los tipos del
sobre la validez de las sentencias penales (vid. supra § 18 15) como en el art. 54 del II Acuerdo
Derecho penal alemán puede verse en Reschke, Schutz auslandischer Rechtsgüter págs. 127 ss.; Jakohs, Alig.
de Schengen de 19.6.1990 (BGBl. 1993 II pág. 1013) está previsto un "ne bis in idem europeo".
Teil 5/2 ss. Enfatiza acertadamente que se trata de una cuestión interpretativa Schultz, v. Weber-Festschriít
Tampoco el Tribunal Europeo está considerado como un órgano judicial extranjero (BGH 24, pág. 308. Vid., además, Schroder, JZ 1968, págs. 244 ss. Vid., asimismo, los numerosos ejemplos en LK
54[57ss.])'^'^. (10.») (Trondle) nota preliminar núms. 25 ss. antes del § 3.
''^ Vogts, Encyciopedia, fascículo núm. 8, 1985, págs. 382 ss.
'-' Una excepción digna de ser comentada la constituyó el § 102 en su redacción anterior acerca de
las acciones constitutivas de alta traición contra Estados extranjeros; sobre ello vid. Jescheck, Rittler-Festschrift
^ A favor de tener en cuenta una amnistía dictada en el extranjero en el supuesto del § 7 11 núm. 2 págs. 283 ss. No obstante, fue negada la aplicabilidad del § 170 b al deber legal de prestación de alimentos
OLG Dusseldorf MDR 1992, pág. 1161, así como detalladamente Eser, JZ 1993, págs. 875 ss. de un extranjero que vivía en Alemania frente al ofendido que vivía en el extranjero y carecía de la naciona-
•"^ Sobre esta cuestión vid. Langrock, Der besondere Anwendungsbereich págs. 146 ss. lidad alemana (BGH 29, 85). En Jakohs, Allg. Teil 5/2 nota a pie núm. 10 pueden verse referencias para
^'' Acerca de la internacionalización del principio "ne bis in idem" 7»"^, Schüler-Springorum-PestschriÍT una mejor protección de los legitimados a la reclamación.
Tomo I págs. 121 ss. '° Vid., más detalladamente, Reschke, Schutz auslandischer Rechtsgüter págs. 175 ss.
190 § 18 El ámbito de vigencia internacional
IV. lugar de comisión del delito 191

ornanizacioncs supra e interestatalcs, en la m e d i d a en q u e éstas carezcan de u n p o d e r p u n i t i v o


a) Por lo q u e se refiere a la acción c o m o p u n t o de conexión, en los delitos d e p u r a actividad
p r o p i o (vgr., § 2 6 4 VI en c o n e x i ó n con el § 6 niini. 8) '".
el lugar de coinisión se d e t e r m i n a exclusivamente a través de la acción típica ( B G F l 2 0 , 4 5 [52]); a
La c o l a b o r a c i ó n de los Estados e u r o p e o s en el t e r r e n o de la lucha i n t c t n a c i o n a l c o n t r a el tales efectos es suficiente con q u e tan sólo una parte d e ésta haya sido c o m e t i d a en territorio nacio-
delito ha m e j o r a d o en los i'iltimos ai'ios a través de la iniciativa del C o n s e j o de E t n o p a , a u n q u e nal (RG 3 9 , 2 3 8 [263]). T a m b i é n en los delitos de resultado basta con q u e la acción típica sea
con frecuencia todavía se echa en falta la aplicación d e nuevos tratados ^^. llevada a cabo d e n t r o del país a u n q u e aquél acaezca fuera del m i s m o (BGLl N J W 1 9 7 5 , pág. 1610).

D e a c u e r d o c o n el § 9 II 1 ios actos preparatorios p u e d e n ser t e n i d o s en c u e n t a para f u n d a -


rV. El lugar d e c o m i s i ó n del d e l i t o m e n t a r el lugar del h e c h o c u a n d o gozan de a u t o n o m í a en su i n c r i m i n a c i ó n ( B G H 3 4 , 106) o
c u a n d o s u p o n e n la c o n t r i b u c i ó n al h e c h o p o r p a r t e d e u n c o a u t o r ( B G H 3 9 , 8 8 [90]). E n los
El lugar de c o m i s i ó n del d e l i t o resulta decisivo p a r a la c u e s t i ó n relativa a si el p o d e r p u n i t i - delitos de omisión propia el lugar del delito es aquel en el q u e el a u t o r d e b e r í a h a b e r a c t u a d o
vo de u n E s t a d o d e t e r m i n a d o p u e d e ser f u n d a m e n t a d o en el p r i n c i p i o de territorialidad (vid. (schwciz. B G E 9 7 [ 1 9 7 1 ] I V 2 0 5 [210]). Para rff/Zfoí ¿Zf y/zrz'oí/ZCÍOÍ basta c u a l q u i e r a d e ellos. Por
siipra § 18 11 1) o si, por el c o n t r a r i o , d e b e n ser b u s c a d o s o t r o s p u n t o s d e c o n e x i ó n . el c o n t r a r i o , en los casos d e hechos posteriores copenados s o n sólo éstos y n o el h e c h o previo el q u e

I. La p r e g u n t a relativa a q u é e l e m e n t o d e t e r m i n a b a el lugar d e c o m i s i ó n del delito fue o b - se e n c u e n t r a s o m e t i d o al p o d e r p u n i t i v o nacional ^^. E n el e n c u b r i m i e n t o m a t e r i a l (§ 2 5 7 ) , en el


personal (§ 2 5 8 ) y en la receptación (§ 2 5 9 ) d e p e n d e d e la acción típica y n o del h e c h o p r e v i o
jeto de u n a larga d i s p u t a t e ó r i c a ^ . La teoría de la actividad'^ p a r t í a del higar en el q u e el a u t o r
(RG 4 3 , 8 4 [85]). Los delitos de peligro abstracto son infracciones d e p u r a a c t i v i d a d p o r lo q u e lo
había a c t u a d o o, t r a t á n d o s e d e u n a o m i s i ó n , debería h a b e r l o h e c h o . Por el c o n t t a r i o , la teoría del
decisivo es el lugar de la a c c i ó n , a ú n c u a n d o el peligro q u e el legislador se p r o p o n e evitar m e -
resultado c o n e c t a b a con el lugar d o n d e había acaecido el resultado t í p i c o ^^. Peto se ha c o n v e r t i -
d i a n t e el p r e c e p t o penal se desarrolle en otro l u g a r ' ' . D i s c u t i d o es el caso d e los delitos de tránsi-
d o en d o m i n a n t e la teoría de la ubicuidad^ . Esta lilti t i m a c o n s iide
d e r a c o m o lugar del h e c h o t a n t o
to o paso en los q u e tan sólo u n a p a r t e de la c a d e n a causal se lleva a c a b o d e n t r o del país, m i e n -
aquél d o n d e se desarrolla la acción c o m o t a m b i é n a q u e l o t r o en el q u e deviene el r e s u l t a d o . D e
tras q u e la acción y el r e s u l t a d o se desenvuelven en el extranjero (por e j e m p l o , el e n v í o a través
este m o d o se hace u n a Uainada a la e q u i p a r a c i ó n valorativa e n t r e u n a y o t r o para el c o n t e n i d o
d e A l e m a n i a de u n p a q u e t e c o n b o m b o n e s e n v e n e n a d o s d e s d e Suiza hasta D i n a m a r c a , lugar este
criminal del h e c h o y a la ausencia de lagunas en la aplicación del p r i n c i p i o de territorialidad.
ú l t i m o d o n d e la v í c t i m a m u e r e e n v e n e n a d a ) . Esta clase d e delitos tiene q u e ser a b a r c a d a p o r el
2. La base del § 9 es la t e o r í a d e la u b i c u i d a d ' ' ' ' . S e g ú n e s t i p u l a el a p a r t a d o p r i m e r o d e p o d e r p u n i t i v o n a c i o n a l en la m e d i d a en q u e el h e c h o h a afectado al b i e n j u r í d i c o p r o t e g i d o
este p r e c e p t o , el delito se e n t i e n d e c o m e t i d o t a n t o en c u a l q u i e r lugar en el q u e el a u t o r ha a c t u a - d e n t r o d e las fronteras del país, así q u e p o r m o t i v o s de prevención general n o p u e d e r e n u n c i a r s e
d o o, en caso d e o m i s i ó n , debería h a b e r l o h e c h o , c o m o en aquel o t r o d o n d e sobrevenga el resul- a su e n j u i c i a m i e n t o en A l e m a n i a *". Los delitos d e c o n t r a b a n d o realizados en los trenes q u e a t r a -
tado típico o, según la r e p r e s e n t a c i ó n del autor, d e b i ó a c o n t e c e r éste. viesan las fronteras están s o m e t i d o s al p o d e r p u n i t i v o a l e m á n hasta d o n d e alcanza la c o m p e t e n -
cia d e los f u n c i o n a r i o s p ú b l i c o s nacionales en los c o n t r o l e s a d u a n e r o s , i n c l u s o a u n q u e tales in-
''' El art. 194 delTratado de la Euratom (BGBl. 1957 II pág. 1014), el art. 27 del Estatuto delTribunal fracciones sean c o m e t i d a s en el extranjero ( O L G O l d e n b u r g M D R 1 9 7 4 , p á g . 3 2 9 ) .
del Mercado Común Europeo (BGBl, 1957 II pág. 1166) y el art. 28 del Estatuto delTribunal de la Comuni-
dad Atómica Europea (BGBl. 1957 II pág. 1194) contienen disposiciones penales propias de las Comunidades b) El r e s u l t a d o típico c o m o p u n t o de c o n e x i ó n t i e n e trascendencia s o b r e r o d o en los casos
Europeas. Sobre todo ello \\á. Johannes, Europarecht 1968, págs. 63 ss., sobre la aplicación del Derecho nacio- en los q u e la acción y el resultado acaecen p o r separado (delitos cometidos a distancia) ^'.
nal especialmente en págs. 110 ss.; el mismo, Z S t W 8 3 (1971) págs. 555 ss.; Pahsch, Schutzder überstaatlichen
También tiene que ser considerado como resultado típico aquel con el que se consigue la terminación
Hoheitsgewait págs. 111 ss.\ Jescheck, Lo stato attuale págs. 339 ss.; el mismo, Maurach-Festschrift págs. 592
del delito (vgn, el ocasionamiento del perjuicio patrimonial en la estafa), mientras que por motivos políti-
ss.; Oehler, Jescheck-Festschrift Tomo II págs. 1399 ss.; Tiedemann, Jescheck-Festschrift Tomo II págs. 1411
co-criminales el momento de la consumación se anticipa al residir en éste un punto nuclear del contenido
ss.; el mismo, N J W 1990, píg. 2226; el mismo, N J W 1993, pág. 23; van den Wijngaert, Rev dr pén crim 61
de injusto del hecho (RG 57, 144 [146]; OLG Stuttgart, Dic Justiz 1974, pág. 131) (vid. infra § A<) III
(1981) págs. 511 ss. Con carácter general en torno al Derecho penal europeo infra% 18 Vil.
3) ^^. También deben ser incluidas aquellas consecuencias del hecho que discurren en el espacio temporal
^2 Profundizando en la cuestión Vogler, ZSrW 79 (1967) págs. 371 ss.; el misino, Z S t W 80 (1968)
págs. 480 ss.; el mismo. Jura 1 992, pág. 586, así como Jescheck, En hommage á Jean Constant págs. 119 ss.
Una colección de los textos de los tratados del Consejo de Europa, así como de los Estados signatarios y sus
'* Vid. Schnorr v. Carolsfeld, Heinitz-Festschrift págs. 770 ss.
reservas, puede encontrarse en Müller-Rappard/Bassiouni, (Edrs.), Eiuopean Inter-State Co-operation in Cri-
' ' En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid., por ejeinplo, SchonkelSchrbderlEser, § 9
minal Matters, 1991.
núm. 6; LK{\0^) {Trbndle) § 9 núm. 4; de otra opinión, Oehler, Internationales Strafrccht pág. 214; Martin,
'^-' Vid. Bergmann, Der Begehungsott págs. 26 ss.; Oehler, Internationales Strafrccht págs. 206 ss.
Die Strafbarkeit grenzüberschreitender Umweltbeeintráchtigungen pág. 121.
Así, por ejemplo, Frank, § 3 comentario IV 3; Gerland, Reichsstrafreclit págs. 95 ss.
*" Vid. Bergmann, Begehungsott págs. 49 ss.; Maurach/Zipf, Allg, Teil I § 11 núm. 16; SK (Samson)
'^ En este sentido v. Liszt, Lehrbuch 10." Ed. pág. 1 \(y, Jiménez de Asúa, Tratado Tomo 11 pág. 826.
§ 9 núm. 9; Oehler, Intetnationales Sttafrecht pág. 218; ¿A'(10.») (Trondle) § 9 núms. 5 y 12; Sch'ónkel
' ' Así, Binding, Handbuch Tomo I pág. 416; t^egkr, Prinzipien págs. 47 ss.; v. Liszt/Schmidt, pág.
Sehroder/Eser, § 9 núm. 6.
159; Feller, Jurisdiction págs. 20 ss.
*' Para estos casos, aunque dentro de unos márgenes estrechos, el § 153 c II StPO abre la posibilidad
^^ Esta teoría fue aplicada por la jurisprudencia constante del Tribunal Supremo Imperial (RG 11,
de prescindir de la persecución penal.
20 [22]; 67, 130 [138]; 74, 56 [59]) y sirvió de base al Tribunal Permanente Internacional en la sentencia
^^ En contra se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Lackner, § 9 núm. 2; Maurach/Zipf, M\e,. Teil
que resolvió el caso "Lotus" (vid. supra § 18 II 4 nota a pie núm. AA). En cambio, para el tiempo de comi-
I § 11 núm. 16; SchónkelSchróderlEser, § 9 núm. 6. Acerca de la terminación del delito \\á. jescheck, Welzel-
sión del delito según el § 8 rige la teoría de la actividad (vid. supra § 15 IV 2 b).
Festschrift págs. 685 ss.
192 § 1 8 El ámbito de vigencia internacional VI. Conceptos cxtrapenales del Derecho penal internacional 193

existente entre la consumación y la terminación, como sucede por ejemplo con la continuación del resulta- j u r i s p r u d e n c i a l (RG 9, 10 | I 3 ] ; R G J\V 1 9 3 6 , pág. 2 6 3 5 ; B G H 4, 3 3 3 [ 3 3 5 ] ) ^ ^ . D e todas for-
do en el delito permanente. Incluso una condición objetiva de/¡unihilidad consúiuyc un resultado típico en el m a s , el h e c h o p r i n c i p a l d e b e dirigirse c o n t t a u n bien j u t í d i c o qtie esté p r o t e g i d o p o r la corres-
sentido del § 9 I cuando aquella ha sido causada mediante la acción típica y codetermina el injusto del p o n d i e n t e disposición penal del D e r e c h o a l e m á n , incluso a u n q u e el m i s m o sea extranjero (vid.
hecho; así sucede con una infracción cometida bajo los efectos de una intoxicación etílica donde el estado siipra § 18 111 8), de m o d o q u e , por ejemplo, la c o m p l i c i d a d prestada en A l e m a n i a a u n a inftac-
de embtiaguez plena ha sido adquirido en el extranjero (§ 323 a ) * ' . En los delitos de peligro concreto el ción de las disposiciones a d u a n c t a s c o m e t i d a en el extranjero no resulta p u n i b l e ( R G 14, 124
resultado viene determinado por el advenimiento mismo del riesgo concreto (BayObl.G N j W 1957, pág. [ 1 2 8 ss.]). T a m b i é n d e b e enjtiiciatse c o m o u n delito s o m e t i d o al D e r e c h o a l e m á n la tentativa de
1327). El castigo en territorio nacional de los delitos de peligro abstracto por el ocasionamiento de este tipo
p a r t i c i p a c i ó n ( § 30) en la q u e la ejecución del h e c h o principal se proyecta en el extranjero ( R G
de riesgo no se opone al Derecho internacional, incluso cuando el hecho está permitido en el lugar donde se
3 7 , 4 5 [47]).
perpetra la acción . En los delitos de omisión impropia el resultado viene determinado por el acaecimiento
de la lesión o de la puesta en peligro que el autor debería haber impedido sobre la base de su deber de 4 . Los supuestos d e c o l a b o r a c i ó n al delito se h a n d e tesolver t a m b i é n d e a c u e t d o c o n la
garante. (OLG Kbln N J W 1968, pág. 954). La tentativa se entiende cometida en territorio nacional aunque teoría d e la u b i c u i d a d q u e sirve d e base al § 9. Y así, para la c o a u t o r í a basta c o n q u e u n o d e los
el autor haya actuado en el extranjero, siempre que el resultado hubiera de producirse dentro del país (BGH intervinientes haya realizado su a p o r t a c i ó n al h e c h o desde tetritorio nacional (RG 5 7 , 144 [145
4, 333 [335]) y viceversa (RG 30, 98; 4 1 , 35 [47]; 49, 437 [439]; RG HRR 1939 núm. 397). ss.]), lo q u e p o r cierto d e b e ser suficiente pata fijndamentar aquella ( B G H J R 1 9 9 3 , 2 9 1 : basta
Ejemplús: Los autores querían introducir café de conttabando en terreno federal procedente de Luxcm- c o n q u e el del a c u e r d o haya t e n i d o lugar d e n t r o del país) *^. En la autoría mediata el lugar de
burgo, aunque abandonaron los sacos en los que lo llevaban al ser descubiertos. El resultado, esto es, la c o m i s i ó n del delito es t a n t o aquel en el que el h o m b r e d e atrás actúa s o b t e su i n s t r u m e n t o c o m o
disminución de los tecursos aduaneros, debió suceder en tetritorio nacional (BGH 4, 333 [335]). El esta- allí d o n d e éste actúa, así c o m o , finalmente, el sitio d o n d e acaece o d e b í a acaecer el resultado
blecimiento y funcionamiento de emisotas piraras que funcionan en alta mar y cuyas señales son recibidas (RG 10, 4 2 0 [ 4 2 2 ss.]; 13, 3 3 7 [339]; 3 9 , 2 5 8 [ 2 6 3 ] ; 6 7 , 130 [138]) **'.
en Alemania, caen dentro del poder punitivo alemán de acuerdo con el § 9 I ya que segtín el art. 2 de la Ley
para la prevención de emisiones radiofónicas (etc.) (BGBl. 1969 11 pág. 1939) el resultado está constituido
por la recepción y, en su caso, perturbación del funcionamicnro de las emisiones que tienen lugar en Alema- V. El d o l o e n D e r e c h o p e n a l i n t e r n a c i o n a l
nia *'. El disparo mortal de un guardián del muro sobre la frontera de la Reptiblica Federal fundamenta el
poder punitivo de ésta (BGH 40, 48 [51]). La regulación del á m b i r o de vigencia del D e r e c h o penal nacional n o p e r t e n e c e a los ele-
3 . La regulación del lugar d e c o m i s i ó n del delito c o n t e n i d a en el § 9 II y relativa a la par- m e n t o s del t i p o legal, sino q u e c o r r e s p o n d e a la d e l i m i t a c i ó n de la c o m p e t e n c i a p e n a l estatal
t i c i p a c i ó n se a d e c ú a al s e n t i d o d e la aplicación de la teotía d e la u b i c u i d a d , p u e s t o q u e el h e c h o sobre las acciones c o n trascendencia inrcrnacional. S e g ú n esto las disposiciones del D e t e c h o p e -
ptincipal p u e d e ser e n t e n d i d o c o m o el "resultado" d e la acción del p a r t í c i p e . D e a c u e r d o c o n nal internacional n o s o n c o n d i c i o n e s objetivas d e p u n i b i l i d a d vinculadas al t i p o , p o r lo q u e el
ello, la i n d u c c i ó n y la c o m p l i c i d a d son c o m e t i d a s t a n t o en aquel l u g a i en el q u e el i n d u c t o i a u t o r n o necesita h a b e r a b a r c a d o con su dolo la aplicabilidad de u n O r d e n a m i e n t o penal deter-
influye sobre el a u t o r (RG 2 5 , 4 2 4 [ 4 2 6 ss.]) o d o n d e el c ó m p l i c e le apoya ( B G H 4 , 3 3 3 [ 3 3 5 ] ) , m i n a d o ( B G H 2 7 , 3 0 [34]) ' " . Si aquél se equivoca acerca del c o n t e n i d o d e injusto del h e c h o es
c o m o allí d o n d e se p e r p e t r a el h e c h o principal, p o r lo q u e a q u í resultan n u e v a m e n t e d e aplica- p r o t e g i d o a través d e la e n t r a d a en j u e g o del e r r o r d e p r o h i b i c i ó n .
ción las posibilidades q u e en telación c o n el lugar del h e c h o p t i n c i p a l están previstas en el § 9 I
(lugar d e la acción, de la o m i s i ó n , del a c a e c i m i e n t o del t e s u l t a d o o d o n d e estuviera previsto q u e
V I . C o n c e p t o s cxtrapenales d e l D e r e c h o p e n a l i n t e r n a c i o n a l
éste sucediera) ( B G H 2 0 , 8 9 [90]) ^'^. Refiriéndose la p a r t i c i p a c i ó n a u n h e c h o p u n i b l e segtin el
D e r e c h o a l e m á n pero i m p u n e s e g ú n la n o r m a t i v a extranjera del lugar d e c o m i s i ó n , el c o n j u n t o 1. El c o n c e p t o d e territorio n a c i o n a l se d e t e r m i n a c o n f o r m e a la c o n c e p c i ó n i n t e r n a c i o -
del suceso es enjuiciado a pesat d e t o d o segiin el D e r e c h o n a c i o n a l d e b i d o al carácter p u n i b l e d e nal y jurídico-estatal.
la participación. Esta regulación c o n t e n i d a en el § 9 II viene a a s u m i t la actual teoría y ptáctica

^'' Vid. Bergmann, Der Begehungsort págs. 45 ss.; Jescheck, ¡RuD 1956, pág. 94; Schróder, ZStW 61
*^ Igualmente, LK{\0.') (Tróndle) § 9 niim. 6; Oehler, Internationales Strafrecht págs. 215 ss.; Schónke/ (1942) págs. 95 ss. Una crítica a esta solución puede verse en Oehler, Internationales Strafrecht págs. 269 ss.
Schróder/Eser, § 9 niim. 7; vid. igualmente en relación con el concurso de delitos las RG 16, 188 (190); 4 3 , y Jung, J Z 1979, págs. 325 ss.
84 ss. En contra, Kohlrausch/Lange, System, nota preliminar VI A. ^^ Vid. DreherlTrondle, § 9 niim. 2; Lackner, § 9 núm. 2; Z.A'(10.^) {Tróndle) § 9 núm. 15; Schónke/
*•* A-SÍ, Martin, Strafbarkeit grenzüberschreitender Umwehbeeintrachtigungen pág. 151. Schroder/Eser, § 9 núm. 4. Por el contrario, Oehler, Inrernationales Strafrecht pág. 270, estima injustamente
'5 Vid. Oehler, Piratensender págs. 15 ss. El Tribunal Supremo de los Países Bajos adoptó una tesis que el coautor que actúa exclusivamente en el extranjero no está sometido al poder punitivo alemán.
diversa en su sentencia de 24.1.1984 (Ned Jurisprudenrie 1984, pág. 538) en el caso de la emisora pirata *' Vid. Bergmann, Der Begehungsort págs. 73 ss.; SchónkelSchróderlEser, § 9 núm. 4.
"Compañía Naviera Panlieve S.A." que enarbolaba pabellón panameño. ' " Así DreherlTrondle, nota preliminar núm. 60 antes del § 3; Lackner, § 9 núm. 1; Nowakoivski,]?i\
** Vid. Bergmann, Der Begehungsort págs. 43 ss.; DreherlTrondle, § 9 mim. 5; LKilO.') {Tróndle) § 1972, pág. 21 nota a pie núm. 16; Schónke/SchrbderlEser, nota preliminar núm. 91 antes de los §§ 3-7.
9 ntim. 8; Schróder, ZStW 61 (1942) pág. 129. Ctíticos con la extensión del poder punitivo en este punto Diferenciando según los supuestos Oehler, Internationales Strafrecht pág. 'i'¡>2;Jakohs, Allg. Teil 5/12 ss. Por
se muestran Oehler, Internationales Strafrecht págs. 267 ss. y Jiing, JZ 1979, págs. 325 ss. el contrario, exige el dolo con carácter general Germann, SchwZStr 69 (1954) pág. 243.
194 § 18 El ámbito tic vigencia internacional
VJI. F.xcurso: Derecho pena! europeo 195

En la situación jurídica a n t e r i o r a la integración de la R D A (art. 1 EV) el territorio n a c i o -


contradi) su c o n f i r m a c i ó n definitiva a ttavés del art. 1 del 7>atado sobre la d e l i m i t a c i ó n definiti-
nal estaba constittrido sólo p o r la superficie p e r t e n e c i e n t e al Estado sobre la q u e éste ejerce su
va de Alemania d e 1 2 . 9 . 1 9 9 0 (BGBl. II pág, 1318) ("Tratado dos más cuatro").
p o d e r s o b e r a n o ( B G H 3Ü, 1; 3 2 , 2 9 3 [ 2 9 7 ] ) . Tras la firma en el a ñ o 1 9 7 0 d e los A c u e r d o s del
este con la U n i ó n Soviética y Polonia (vid. la 4." Ed. d e esta obra pág. 163), así c o m o con la 2. Todas los áiribitos qtie no son t e t r i t o n o nacional lo .son extranjero en el sentido del D e r e -
sanción en el a ñ o 1 9 7 2 del T r a t a d o básico c o n la desaparecida R D A (vid. i b í d e m pág. 1 7 1 ) , este c h o penal internacional. D e csre m o d o , el territorio extranjero no sólo está c o n s t i t u i d o p o r las zo-
c o n c e p t o y í / n a o « í z / l i m i t a d o al ejercicio material del p o d e r p u n i t i v o se c o n v i r t i ó en d o m i n a n t e nas sol)eranas de los otros Estados sino también por aquellos espacios q u e n o están sometidos a
d e b i d o a q u e tenía q u e conseguirse u n a aplicación a d e c u a d a d e las reglas del D e r e c h o penal in- n i n g ú n p o d e r p u n i t i v o c o m o el alta m a r ' ' \ la Antártida '-"", el Polo N o r t e y el espacio sideral '''.
ternacional. D e s d e la integración de la R D A a la Rcptíblica Federal d e A l e m a n i a este c o n c e p t o 3 . El c o n c e p t o de " á m b i t o de v i g e n c i a espacial de esta Ley" q u e es utilizado a m e n u d o
vuelve a configurarse sin limitaciones. N o o b s t a n t e , el a n t e r i o r c o n c e p t o fiíncional de territorio p o r el S t G B ' * , c o m p r e n d í a al territorio federal y a Berlín O e s t e con a n t e r i o r i d a d a la integra-
nacional sigue s i e n d o todavía relevante para el t r a t a m i e n t o de los h e c h o s anteriores c o m e t i d o s en ción de la R D A (arr. 1 E V ) . En la actualidad ya se c o r r e s p o n d e c o n el c o n c e p t o d e territorio
la R D A (vid. ra/-ra § 15 IV 8 ) . nacional (vid. siipm § 18 IV I ) .
Al territorio nacional pertenecen también las aguas interiores (internal waters), el mar territorial (te- 4 . La n a c i o n a l i d a d a l e m a n a se d e t e r m i n a de a c u e r d o con la Ley sobre la C i u d a d a n í a del
irirorial sea) '^', el espacio aéreo existenre sobre el terreno estatal hasta el límite del espacio sideral (al respec- I m p e r i o y del E s t a d o de 2 2 . 7 . 1 9 I 3 (RGB!, pág. 5 8 3 ) , así c o m o p o r el arr. 116 I G G . Extranjero
to vid. irifra § 18 VI 2 nota a pie núm. 97) y la rierra subterránea que hay debajo de dicho terreno. Los
e n el s e n t i d o del D e r e c h o penal internacional es toda p e r s o n a que carece d e la n a c i o n a l i d a d ale-
edificios residenciales y de servicios de las delegaciones diplomáticas extranjeras gozan en realidad de privi-
m a n a y, p o r t a n t o , t a m b i é n los apatridas (§ 1 d e la Ley d e Extranjería d e 2 8 . 4 . 1 9 6 5 , B G B l . I
Icnios frente al poder punitivo del país anfitrión, pero pertenecen al territorio nacional (RG 57, 368 [369
ss.j) '-. Para aguas y puentes fronrerizos el límite del territorio nacional discurre por el medio de aquéllos pág. 3 5 3 ) . D e c o n f o r m i d a d c o n los Tratados suscritos en el a ñ o 1 9 7 0 con P o l o n i a y la U n i ó n
(RG 9, 370 [374 y 378]). Lo mismo rige para los lagos inreriores (RG 57, 3 6 8 [369 ss.j; OLG Koln, N J W Soviética, t a m b i é n son extranjeros los h a b i t a n t e s d e origen a l e m á n d e los territorios cedidos del
19S2, pág. 2740). El zócalo continental no es territorio nacional, aunque sobre la base de la Convcntioii on este en t a n t o q u e éstos n o poseyeran ya j u r í d i c a m e n t e la nacionalidad a l e m a n a a la fecha d e
ihe Continental Shelf de 29.4.1958 el Estado territorial ejerce allí ciertos derechos soberanos con la finali- 8 . 5 . 1 9 4 5 . N o o b s t a n t e , p u e d e n adquirirla según estipula el art. 116 I G G a través d e su acogida
dad de investigar y explotar sus recursos naturales. Por ello, según el § 9 de la Ley de 24.7.1964 (BGBl. 1 p o r la R e p ú b l i c a Federal (vid. t a m b i é n la B G H 1 1 , 6 3 ) .
pág. 497) rige ei Derecho penal alemán para los delitos que atcnten contra el § 7 de este cuerpo legal '^.
Sobre la condición de alemán en el .sentido del hasta ahora concepto funcional de territorio nacional
Vid., asimismo, el § 5 núm. 11 (sobre el mismo vid. íupm § 18 III 3) '''.
que todavía posee relevancia para el tratamiento de los hechos anteriores comeridos en la RDA vid. la 4.»
Los a n t i g u o s territorios a l e m a n e s d e la z o n a del este son territorio extranjero de a c u e r d o ed. de esta obra pág. 172.
c o n el D e r e c h o estatal e i n t e r n a c i o n a l . S u cesión fue llevada a c a b o c o n a través del t r a t a d o sus-
crito con la U n i ó n Soviética el 1 2 . 8 . 1 9 7 0 ( B G B l . 1 9 7 2 II pág. 3 5 3 ) y c o n Polonia el 7 . 1 2 . 1 9 7 0
(BGBL 1 9 7 2 II pág. 3 6 1 ) (vid. la 4.=" ed. d e esta o b r a pág. 1 6 3 ) . E s t a situación j u r í d i c a h a e n - V I L Excurso: D e r e c h o p e n a l e u r o p e o

Bieber, Dic Abkommen von Schengen über den Abbau der Grenzkonrrollen, N J W 1994, pág. 294;
Conimission of the Eiiropean Commiinities (Ed.), The Legal Protection of the Financial Inrerests of thc
C o m m u n i t y , 1993; Dannecker, Strafrecht der Europaischen Gemeinschaft, en: EserIHuber (Edrs.)
Strafrechtsentwickiung in Europa, Tomo Al"!), 1995, pág. 1965; Dannecker/Fischer-Frítsch, Das EG-Karrcllrecht
*^' El ejercicio del poder estatal en el mar territorial (sobre su concepto vid. Oehler, Internationales in der Buí?geldprax¡s, 1989; Grasso, Comunitá europee e diritto pénale, 1989; Jescheck, Die Strafgewalt
Strafrecht págs. 293 is^ está sometido a ciertas limitaciones que pertenecen sobre todo al derecho de paso übernationaler Gemeinschaften, Z S t W 65 (1953) pág. 496; el misma, European Criminal Law in
pacífico de los barcos de otros Estados; vid. el art. 1 del Convenio sobre el Mar Territorial y de la Zona Developmenr, Fesrschrift für Robert Ric, 1975, pág. 25; el mismo, Moglichkeiren und Probleme cines
Limítrofe de 29.4.1958, Recueil des Traites 516 (1964) núm. 7477. Sobre ello má. F. Münch, W V R T o m o
II págs. 388 ss. La extensión del mar Territorial es una de las grandes cuestiones objeto de discusión en el
Derecho del mar. La Convención sobre el Derecho del Mar de 10.12.1982 sitúa a aquélla en doce millas
Acerca del principio de libertad marítima vid. el art. 2 núm. 1 del Convenio sobre Aira Mar de
marítimas (art. 3). A partir del 26.3.1985 la República Federal de Alemania ha adelantado sus aguas rerrito-
29.4.1958 (BGBl. 1972 II pág. 1091).
riales en la Bahía alemana hasta la isla de Hclgoland delimitando así una especie de "caja", aunque sin asu-
""' Vid. el Trarado sobre la Anrártida de 1.12.1959 (Recueil des Traites 402 [1961] núm. 5778 pág.
mir con carácter general una ampliación de sus aguas tcrriroriales limitadas a las tres millas marinas (Procla-
73); con derenimienro, además, WolfrtimJKlemm, Antárctica, Encyclopedia Tomo I pág. 173.
mación de 12.11.1984 BGBl. 1 pág. 1366). Sobre todo ello vid. en detalle Gündling, Erganzbares Lexikon
El espacio sideral es una zona carente de soberanía donde no exisre posibilidad de apropiación;
des Rechts 4/640; Kokott/Gündling, Za5RV 54 (1985) págs. 675 ss.
vid. el art. II del Tratado de 27.1.1967 (BGBl. 1969 II pág. 1969). Según el arr. VIII del Tratado, para las
'^ En relación con esta cuestión vid. Vogler, ZStW 92 (1980) págs. 1040 ss. aeronaves espaciales rige el Derecho del Estado al que perrenezca el pabellón; fuera de la aeronave la tripula-
'^ Vid., para más deralles, Frowein, ZaoRV 25 (1965) págs. 1 ss.; Oehler, Internationales Strafrecht ción está sometida al principio activo de personalidad. El límite del espacio sideral está situado por encima
págs. 305 ss.; Rozakis, Continental Shelf Encyclopedia Tomo I pág. 783; Klages, Meeresumweitschutz und de los 80 km sobre la superficie de la tierra, vid. A. Meyer, Karanikas-Festschrift pág. 222; Dausses, N J W
Strafrecht págs. 36 ss. Acerca de los puestos aduaneros y los espacios incluidos y excluidos en ellos Schonkel 1973, pág. 176.
SchmderlEser, nota preliminar núm. 31 a antes de los §§ 3-7.
Vid. la recopilación realizada en SchonkelSchroderlEser, ñora preliminar núm. 32 §§ 3-7. Profun-
''' En relación con las plaraformas perrolíferas y orras insralaciones artificiales sobre el mar Münch, dizando en ello Langrock, Der besondere Anwendungsbcreich págs. 39 ss. Críticamente, Schroeder, GA 1968,
Artificial Islands, Encyclopedia Tomo I pág. 268. págs. 353 ss.; Schroth, N J W 1981, págs. 500 ss.
196 § 18 El ámbito de vigencia inrcrnacional Vil. Excurso; Dereciio penal europeo 197

curopaischcn Srrafrechts, Fcstschrift für Jhong-Won Kim, 1991, pág. ^A7\Johannes, Zur Angleichung de.s a) Para el Derecho penal material es importante sobre todo el art. 3 de la Convención
Straf-und Strafprozefirechts in der EWG, ZStW 83 (1971) pág. 540; Kühl, Dcr Einllufi der MRK usw., Europea sobre los Derechos de la Persona que prohibe la tortura así como las penas inhuma-
ZStW 100 (1988) págs. 406, 601; Mezzetti, La rurcla pénale degli ¡ntercssi fmanziari dcH'Unione Europea, nas y degradantes. Además, en el Protocolo Adicional ntiru. 6 de 28.4.1983 (BGBl. 1988 II pág.
1994; Müller-RappardlBassíouni (Edrs.), European Inter-State Cooperarion in Criminal Matiers, 2." Ed. To-
662) se declara lo siguiente: "Queda abolida la pena de muettc". Digno de mención es también
mos I, 11, 1991; Schutte, The European Marker of 1993: a tesr for a regional model of supranarional crimi-
nal justicc or of ¡nterregional cooperarion, en: Eser/Lagodny (Edrs.), Principies and Proccdurcs for a New el art. 7 que determina con carácter internacional el principio de legalidad. Es importante para
Transnational Criminal Law, 1992, pág. 387; Siehcr, Europaischc Einigung und Europaisclies Strafrcchr, la protección efectiva de los derechos de la persona que la Convención haya creado una Comi-
ZStW 103 (1991) pág. 957; Tiedemann, Dcr Allgemeinc Teil des europaischen supranationalen Strafrecht.s, sión y un Tribunal sobre aquéllos, pudiendo conocer la primera de deiuandas promovidas indivi-
Festschrift für H.-H. Jescheck, Tomo II, 1985, pág. 1411; el mismo, Der Schutz der Finanzinteressen dcr dualmente (art. 25). Además, ambos órganos han dictado un considerable núinero de resolucio-
Europaischen Gemeinschaft, NJW 1990, pág. 2226; el mismo, Anmerkungzu EuGH vom 21.9.1989, EuZW nes relacionadas con el Derecho penal y el Derecho procesal penal de los Estados miembros, y
1990, pág. 100; el mismo, Anmerkung zu EuGH vom 27.10.1992, NJW 1993, pág. 49; el mismo, en no pocas ocasiones han comprobado la vulneración de las garantías jurídicas contenidas en la
Europáisches Gemeinschaftsrechr und Strafrecht, NJW 1993, pág. 23; el mismo, Reform des EG- MRK"".
Sanktionswesens, Festschrift für G. Pfeiffer, 1988, pág. 114; Vogel, Die Kompetenz det EG zur Einführung
supranationaler Sanktionen, en: Dannecker (Ed.), Die Bekampfung des Subventionsbetrugs im EGBereich, b) En el marco del Consejo de Eutopa han sido creados dieciocho convenios y protoco-
1993, pág. 170; Vogler, ZurTatigkeit des Europarats auf dem Gebiet des Strafrechts, ZStW 79 (1967) pág. los que afectan al Derecho penal y al Derecho procesal penal "^^. De todos modos en su mayoría
371; f/ mismo, Die strafrechtlichen Konventionen des Europarats, Juta 1992, pág. 586; Weigend, Sttafrecht han sido ratificados sólo por una pequeila parte de los Estados miembros. De ellos, los más iiu-
durch internationale Vereinbarungen usw., ZStW 105 (1993) S. 774. portantes son el Convenio Europeo sobre Extradición de 13.12.1957 (BGBl. 1964 11 pág. 1371)
y el Convenio Europeo de Cooperación Jurídica en Procesos Penales de 20.4.1959 (BGBl. 1964
1. No existe un Derecho penal europeo en sentido estricto sino tan sólo aportaciones al
II pág. 1386) que rigen para casi todos los Estados miembros. Deben mencionarse también la
mismo que, no obstante, tienen una gran importancia tras la entrada en vigor del mercado tíni-
Convención Europea para el Castigo de las Infracciones en materia de Circulación Vial de 1964,
co interior el 1.1.1993 y el establecimiento de la Unión Europea (UE) sobre la base del Tratado
la Convención Europea para la Validez Internacional de Sentencias Penales de 1970, la Conven-
en la que se constituye la misma (Tratado de Maastricht) de 7.2.1992 (BGBl. II pág. 1253). Los
ción Europea para el Traspaso de Procesos Penales de 1972 y la Convención Europea sobre el
comienzos de un Derecho penal europeo descansan, de un lado, en la actividad del Consejo de
Traslado de Personas Condenadas de 1983 (BGBl. 1991 II pág. 1006). Sólo la última de las
Europa en Estrasburgo y, de otro, en los esfuerzos de las Comunidades Europeas (que de acuer-
convenciones mencionadas ha sido ratificada por la Repiíblica Federal de Alemania. Su vigencia
do con el art. A II del Tratado de Maastricht son la base de la UE) para proteger sus intereses,
hace posible el traslado de una persona condenada a una pena de prisión a otro país signatario al
sobre todo de naturaleza financiera, frente a actitudes lesivas de los mismos. El Consejo de Euro-
que el condenado pertenece, para llevar a cabo en este tiltimo la ejecución de aquélla y sin nece-
pa, creado en el ai1o 1949, tiene el carácter de una alianza de Derecho internacional entre Esta-
sidad de seguir un procedimiento fonual de extradición. Un Protocolo adicional importante para
dos soberanos. Por este motivo no puede dictar normas jurídicas que posean una eficacia inme-
la cooperación europea —especialmente en relación con la doble punibilidad en Derecho penal
diata sobre los Estados miembros, sino tan sólo preparar tratados que requieren la ratificación de
internacional— del año 1978 (BGBl. 1987 II pág. 59), prevé que los Estados intervinientes se
aquéllos. Por el contrario, la UE es una integración de Estados que han cedido determinados
informen recíprocamente a través de consultas sobre su Derecho material y procesal así como
derechos soberanos a la Comunidad (art. 23 I GG). De ahí que el Consejo Europeo y la Comi-
sobre su organización judicial en materia de Administración de justicia penal y el Derecho rela-
sión de la UE (como continuación de la actividad de los órganos correspondientes de la CE)
tivo a la ejecución de penas.
pueden crear un Derecho comunitario propio en materia de competencias transferidas a la Co-
munidad, que también incluya la protección de bienes jurídicos e intereses financieros de la UE. 3. La producción jurídica de la UE en el terreno penal y adiriinistrativo-sancionador está
El Derecho penal europeo es, pues, una materia singular que contiene tanto Derecho conven- destinado a la protección de bienes jurídicos e intereses financieros de la UE, a través de su tras-
cional internacional como también Derecho comunitario europeo y, además. Derecho nacional vase al Derecho nacional penal, contravencional o administrativo de los Estados miembros, o
referido a Europa y principios penales comunes a los Estados europeos. mediante la creación de un Derecho administrativo-sancionador propio de la UE "'^. Por el con-
trario, la UE no posee un poder punitivo propio, al igual que tampoco lo tuvieron las Comuni-
2. En el ámbito de! Consejo de Europa' aportaciones a un Derecho penal europeo
dades Europeas. Así pues, no puede dictar ni verdaderas disposiciones penales ni tampoco crear
vienen determinadas por la Convención Europea para la protección de los Derechos de la Perso-
órganos que impongan penas criminales'" .
na y las Libertades Fundamentales de 4.11.1930 con sus protocolos adicionales, así como los
tratados elaborados en el marco del Consejo acerca de la cooperación recíproca de los Estados en
la Administración de Justicia penal.
"" En profundidad al respecto Kühl, ZStW 100 (1988) págs. 406 ss., 601 ss.
'"' Contenidos en la colección Müller-RappardJBassiouni, European Imer-State Cooperarion in Cri-
minal Matters (1991).
'"5 Sobre la tWo Jescheck, Kim-Festschrift págs. 958 ss.; Sieher, ZStW 103 (1991) pág. 957; liedemann,
" Sobre eWoJescheek, Rie-Festschrift págs. 25 ss.; Grasso, Comunita europee pág. 22. NJW 1993, pág. 23; Weigend, ZStW 105 (1993) págs. 778 ss.; Dannecker, Strafrecht der"^EG págs. 1998 ss.
""' Sobre la actividad del Consejo de Europa en el ámbito del Derecho penal Vogler, ZStW 79 (1967) '"'' Acerca de la anterior situación jurídica que en esrc punto ha permanecido invariable,/o¿aKn«,
pág. 371; el mismo. Jura 1992, pág. 586. ZSrW 83 (1971) págs. 539 .ss.; Dannecker, Strafrecht der EG pág. 1990.
198 § 18 El ámbito de vigencia internacional Vil. E.xciHso: Oereciio penal europeo 199

a) Los Estados miembros de la UE pueden, en primer lugar, proteger innicdiaiamcnic lau- sólo en el art. 87 en conexión con ios arts. 85 y 86, todos ellos del Tratado CEE (infracciones
to bienes jmídicos propios como pertenecientes a la UE a través de su propio Derecho nacio- contra la prohibición de cárteles). Sobre la base de esta disposición se ha promulgado el Regla-
nal ya sea penal o cualquier otro Derecho sancionador '. Ejemplos de ello en Derecho mento ntlm. 17 del Consejo de la CEE en cuyo arr. 15 attibuye a la Comisión la competencia
alemán son las disposiciones penales contra el fraude de subvenciones (§ 264 Vi) que también para imponer a los Estados, empresas c, incluso, a los particulares, sanciones pecuniarias para
comprende el supuesto en el que se trata de una subvención perteneciente al Derecho de la UE, determinadas violaciones de la libre competencia. Tales decisiones no son, tal y como expresa-
así como los §§ 67, 69 a) de la Ley sobre el Vino en su redacción de 27.8.1982 (BGBl. I pág. mente subraya el art. 15 IV del Reglamento mini. 17, de naturaleza jurídico-penal. Ha habido
1196), que también se introducen en la protección penal con las disposiciones de la UE mencio- repetidas condenas por parte de la Comisión como, por ejemplo, la recaída sobre el cártel "Chinin"
nadas en los Anexos 1 y 11 de esta Ley. Especialmente importantes son, además, los §§ 56 ss. de de ámbito intetnacional a través de una decisión del año 1969 '"^ que ha sido confirmada por el
la Ley sobre Alimentos y Objetos de Constmio, modificada por la Ley de 25.11.1994 (BGBl. 1 Tribunal Europeo de justicia . Además, un poder sancionador propio de la CE en materia agraria
pág. 3538), que en este ámbito sitiian a las infi-acciones contra el Derecho de la UE bajo amena- y de pesca ha sido fundamentado, por lo demás de forma seguramente ilegal, sobre los arts. 40
za penal o administrativa cuando, de acuerdo con el § 60 de esta Ley, un reglamento se remite a 111, 43 II y 172 EGV "^'. En este ámbito han sido aplicadas, asimismo, sanciones administrati-
tales disposiciones penales o administrativas. vas frente a beneficiarios de ayudas financieras que han suministrado datos falsos para su obten-
ción (por ejemplo, disminución de las ayudas, obligación de devolverlas con recargo, exclusión
b) Los órganos de la UE pueden, por medio de reglamentos y directivas, obligar a los de las mismas) "". Como de todo ello puede deducirse que la UE reforzará en un futuro la im-
Estados miembros a prohibir y sancionar a través de su Derecho nacional aquellas acciones que posición de sanciones propias, se plantea la labor de desarrollar las reglas comunes de la Parte
atcnten contra la ordenación del mercado de la Comunidad, a cuyos efectos entran en conside- General (principio de legalidad " ' , de culpabilidad, error, causas dé jusrificación y de exculpa-
ración penas, sanciones pecuniarias impuestas por el Derecho contravencional, así como tam- ción, autofía y participación, responsabilidad de las empresas) procedentes de los Ordenamicn-
bién sanciones administrativas (multas coercitivas) (por ejemplo, los arts. 13 y 14 de la Directiva ros penales de los Estados miembros, sobre las que puedan apoyarse los órganos de la UE en el
niím. 592/89 de 13.11.1989 relativa a operaciones comerciales abusivas). De acuerdo con el prin-
cipio de fidelidad comunitaria (art. 5 EGV), los Estados miembros están obligados a decretar e ejercicio de su activiidad ; anador

imponer sanciones eficaces y proporcionadas para infracciones contrarias a los intereses de la UE e) Un poder punitivo criminal o adininistrativo-sancionador más amplio de la UE que, en
(EuGH NJW 1990, pág. 2245) "". También deben organizar su Derecho nacional penal, con- sí misino, sería deseable político-criminalmente, tínicamente podría ser creado a través de una
travencional y administrativo, de tal modo que persigan las infracciones de! Derecho comunita- ampliación del Tratado de la CE. Medidas declarativas o ejecutivas que tan sólo poseen una
rio sin consideración a si el autor es nacional o extranjero y con independencia del lugar de co- naturaleza jurídico-administrativa tales como obligaciones pecuniarias de devolución, exigibilidad
misión del hecho. De ahí que como en Alemania las sanciones pecuniarias están previstas de de inteteses y recargos, ya pertenecen a la competencia de la UE. Por el contrario, la introduc-
acuerdo con el régimen jurídico establecido por la OWiG, el principio de territorialidad vigente ción de sanciones represivas que vayan más lejos, requiere la legitimación democrática a través
para las mismas (§ 5 OWiG) tiene que ser ampliado. de la ratificación de un tratado complementario por parte de los Estados miembtos "^. La nueva
regulación debería limitarse a la protección de los bienes jurídicos de la UE, respetando el prin-
c) Además, las norinas jurídicas de la UE pueden remitirse a los tipos penales nacionales cipio de determinación, culpabilidad y el de proporcionalidad entre el hecho y la reacción para
extendiéndose así de modo inmediato la protección a los bienes jurídicos afectados por la remi- las sanciones.
sión. Este tipo de remisiones al Derecho penal de los Estados miembros se contienen, por ejem-
plo, en el art. 27 del Estatuto del Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica Europea del f) Tampoco el Tratado de Maastricht contiene una ampliación de las competencias en la
año 1957 (perjurio cometido por un testigo o perito) y el art. 194 11 del Tratado constitutivo de imposición de sanciones represivas. Como "asuntos de interés común" son mencionados en el
la Comunidad Atómica Europea de 1957 (infracción de disposiciones relativas a secretos). art. Kl los siguientes: la lucha contra comportamientos fraudulentos a escala internacional (mim.
5), la cooperación judicial en asuntos penales (núm. 7), la cooperación en materia aduanera (mim.
d) Si bien la UE no posee un poder punitivo criminal propio, sí dispone en cambio, aun-
que dentro de estrechos márgenes, de un poder sancionador pecuniario propio. Este se contie-
ne en diversas disposiciones del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y el '"' Decisión de la Comisión de fecha 16.7.1969, Boletín Oficial de la Comunidad Europea 1969
Acero de 1951 """. En el Tratado fundacional de la Comunidad Económica Europea (EWG) de L 192/5.
1957 esta atribución fue restringida de forma mucho más estrecha, lo que evidencia que los Es- '"** EuGH, EuR 1971, pág. 41.
tados miembros no son especialmente proclives a traspasar competencias sancionadoras a las au- '"'' EuGH NJW 1993, pág. 47 con comentario de Tiedemann, así como Tiedemann, Pfciffer-Festschrift
toridades europeas. Una autorización para la imposición de sanciones pecuniarias se contiene págs. 114 ss. En contra, con razón, Sieher, ZStW 103 (1991) pág. 972; Vo¡el, Dic Kompetenz der EG págs.
180 ss.
Vid. Heine, Community Penakies usw, en: Commission of the European Conimunities, Tlie Le-
'"''" Sobre la legislación correspondiente de distintos Estados miembros Mezzettt, La tutela págs. 19 ss. gal Protcction pág. 21; Grasso,h New Approach to Community Adminisirative Penahies, ibídeni pág. 31.
'"' Al respecto Tiedemann, NJW 1990, pág. 2226; mostrándose crítico sobre la cuestión Schiitte, ' ' ' Sobre la prohibición de la analogía Dannecker/Fischer-Fritsch, Das EG-Kartellrecht págs. 345 ss.
The European Market págs. 395 ss. " ' Ai respecto 7'WfOTi?«n, Jescheclí-FestschriftTomo 11 págs. 1411 ss.
""* En relación con este tenvijescheck, ZStW 65 (1953) pág. 502. Extensamente sobre la competencia "-' Así, Oí'A/fr, Jescheck-FestschriftTomo II págs. 1407 ss.; Sieber, ZStW 103 (1991) págs. 969 ss.;
sancionadora de carácter pecuniario de la Comunidad Europea Datiriecier, Stralrcdir der EG págs. 2047 ss. Vugel, Die Kompetenz der EG pág. 184.
200 § 19 Hl áml>K() de vigencia persona! 11. Invinlnliilidad c iiiniimidad .según e! Derecho constitucional 201

8), la cooperación policial en la prevención del terrorismo, del tráfico ilegal de drogas y otras de forma permanente o temporal de acuerdo con el Derecho constitucional e internacional, a
forma.s graves de delincuencia internacional...en conexión con la organización, a nivel de la Unión, pesar de que los hechos a enjuiciar considerados en sí mismos estén sometidos a dicho poder
de un sistema de intercambio de informaciones en el marco de una Oficina Europea de Policía punitivo. Estos casos están configurados en Derecho alemán como causas personales de exclu-
(Europol) (ntim. 9) " ' . Para ello, de acuerdo con el art. K3 I, los Estados miembtos deberán sión de la pena (vid. infra § 52 11 1). En el tema del ámbito de vigencia petsonal hay que distin-
llevar a cabo «una cooperación entre sus instituciones administrativas competentes». Segi'm el guif si la exclusión de la sobetanía alemana se refiere al poder punitivo o a la jurisdicción penal.
art. K3 II b el Consejo puede adoptar medidas conjuntas en la medida en que los objetivos de la En el primer supuesto se trata de un ptoblema del Derecho material y en el segundo de una
Unión puedan alcanzarse más fácilmente por medio de una acción comtín. En relación con el cuestión de Derecho procesal penal.
marco de la colaboración jurídica y oficial, estas disposiciones del Tratado de Maastricht no van
más allá. El propio art. 209a introducido en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea
por el Tratado de Maastricht, afirma sencillamente que los Estados miembros, para luchar con- II. Inviolabilidad e inmunidad según el Derecho constitucional
tra el fraude que afecte a los intereses financietos de la Comunidad, adoptarán las mismas inedi-
das que las que ellos mismos determinen para la protección de los intereses financieros que les 1. El emperador alemán y los príncipes de la confederación estaban susttaídos hasta el año
son propios " ' . De este modo, la UE no recibe un poder sancionador propio. 1918, en parte por el Derecho constitucional y en parte también por el Derecho consuetudina-
rio, al poder punitivo alemán '. La proposición "princeps legibus solurus esr" (Dig. 1, 3, 31) no
alcanzaba, sin embargo, al núcleo de la cuestión puesto que también el monarca debía obedien-
§ 19 El á m b i t o de vigencia personal cia a las leyes pero no estaba sometido a la coacción penal. Por el co^itrario, el Presidente federal
está sujeto al poder punitivo alemán y sólo disfruta de la misma inmunidad que los diputados
Ahrens, Inimunitat von Abgeordneren, 1970; Beling, Die srrafrechtiiche Behandlung der Exterritorialitat, del Parlamento Federal (art. 60 IV en conexión con el art. AG II-IV GG).
1896; Bloy, Die dogmatische Bedeutung der Strafausschlieí?ungs-und Srrafaufhebungsgründe, 1976;
Bockelmann, Die Unverfolgbarkeit der .Abgeordneren nach deutschem Immunitatsrecht, 1951; Dahm, 2. En relación con los diputados es necesario distinguir enrre inviolabilidad e inmunidad.
Volkerrechtiiche Grenzen der inlandischen Gerichtsbarkeir, Festschrift für A. Nikisch, 1958, pág. 153; Grata, Scgiín el § 36 a los miembros del Parlamento Federal {Bundestag}, de la Asamblea Federal
Immunitatsschutz für Regierungsmitglieder? NJW 1991, pág. 1717; Heydlauf, Die Praxis des Bundestagcs (Biindesversammlung) (art. 54 GG) o de los órganos legislativos de los Ldnder (parlamentos re-
¡n Immunitatsangelegenheiten, Dúss. Freiburg \^lA\]akobs, Anmerkung zu OLG Dusseldorf, NStZ 1987, gionales y asambleas ciudadanas de ciudades libres), fuera de sus propias cámaras, en ningún
pág. Kl; Jekewitz, Freiheitsentzug und Abgeordnetenmandat, GA 1981, pág. 433; Hilde Kaufmann, inomento les puede ser exigida responsabilidad a causa de los votos y expresiones manifestadas
Srrafanspruch, Strafklagrechr, 1968; Oehler, Anmerkung zu BGH 28, 96, JR 1980, pág. 126; el mismo,
en los órganos colegiados mencionados o en sus comisiones (inviolabilidad). De este modo se
Souveranitar der Staaten und kriminalpolitische Tendenzen, en: Bundeskriminalamt (Ed.), Internationale
Verbrechensbekámpfung, 1985, pág. 117; Ranft, Staatsanwaltliche Ermittlungstatigkeit und Immunitát der expresa la exclusión permanente de su responsabilidad penal ^. Las afirmaciones realizadas en los
parlamentarischen Abgeordneren, ZRP 1981, pág. 271; Rinck, Die Indemnitat der Abgeordneren im grupos parlamentarios y sus comités de trabajo se equiparan a estos efectos en tanto que se en-
Bundesstaat des Bonner Grundgesetzes, JZ 1961, pág. 248; Rüping, Die volkerrechdiche Immunitát im cuentren relacionadas con la actividad parlamentatia de los diputados ^; no sucede lo mismo, sin
Strafverfahren, Festschrift fiirTh. Kleinknecht, 1985, pág. 397; Rumpf, Das Recht derTruppenstationierung embargo, en relación con las opiíriones manifestadas durante los mítines electorales (LG Koblenz
in der Bundesrepublik, 1969; Schmoller, Anmerkung zu ósterr. OGH, JBl 1989, pág. 245; Schwenk, Die N J W 1961, pág. 125) y en las conferencias de prensa (osterr. O G H JBl 1989, págs. 245 ss. con
strafprozessualen Bestimmungen des NATO-Truppensratus usw., NJW 1963, pág. 1425; Verosta, comentario de Schmoller). Para dipurados que simultáneamente ostentan la condición de minis-
Exterritorialitat, WVR, Tomo I, pág. 499; Vogler, Immunitát, Exterritorialitat und Asylrecht im internationalen tros, la solución depende de si se han pronunciado como mieinbros del Gobierno o como repre-
Strafrecht, ZStW 92 (1980) pág. 1021; Wengler, Volkerrecht, Tomo 11, 1964; Witzsch, Deutsche sentantes del partido político''. La exclusión de responsabilidad no rige en cambio para injurias
Strafgerichsbarkeit über die Mitglieder der US-Straeitskrafte, 1970. difamatorias (§§ 90 III, 103, 187, 187 a II, 189); en esta medida, pues, los diputados pueden
ser perseguidos penalmente. La razón interna del privilegio radica en la protección del discurso
parlamentario y en la libertad de voto; por ello, el diputado no puede renunciar a su inviolabili-
I. El concepto de ámbito de vigencia personal del Derecho penal alemán dad ' . La inviolabilidad constituye, en tanto que resulte aplicable el Derecho penal, una cai¿sa
Las disposiciones sobre el ámbito de vigencia internacional áe.\ Derecho penal alemán regu-
lan la cuestión relativa a si también cae bajo la órbita del poder punitivo germano un hecho
cuyo autor es extranjero, cuando es cometido fuera del país o cuando muestra cualquier otro
^ Con más detalle Binding, Handbuch págs. 667 ss.
ripo de conexión internacional. Por el contrario, en el ámbito de vigencia personal se trata de que
^ La cuestión referente a otro tipo de responsabilidad (civil o disciplinaria) se determina conforme al
determinadas categorías de personas pueden quedar sustraídas del poder punitivo alemán
art. A(^ I GG y las constituciones de los Ldnder.
^ Así, coincidiendo con el art. 37 de la Constitución de Baden-Württemberg MaunzIDürig, art. 46
mim. 16 y LKiXÜJ') (Trondlé) § 36 núm. 9; de otra opinión, Schónke/Schroder/Eser, § 36 núm. 4.
"'* En torno al significado del Acuerdo de Schengen de 14.6.1985 (BAnz. NÚM. 217 s de 23.11.1990) ** MaunzIDürig, art. 46 núm. 8 en conexión con el art. 43 núm. 25. Para Graul, NJW 1991, pág.
para la cooperación fronteriza policial, Bieber, NJW 1994, pág. 294. 1791, los miembros del Gobierno también se expresan por regla general como diputados, lo que quizá re-
"^ Sobre esto vid. de Moor, Maastricht: The Third Pillar usw., en: Commission of rhe European sulta adecuado a una democtacia parlamentaria.
Communities, The Legal Protección págs. 262 ss.
5 Rinck,]Zl96\,píg.25l.
202 § 19 El ámbito de vigencia personal III. Pn\'íle^u)S cic Derecho internacional 203

personal de exclusión de la pena (vid. infra § 5 2 II 1 ) ' ' . Eilo trae p o r c o n s e c u e n c i a la p i i n i h i l i d a d d i s p u e s t o en el C o n v e n i o d e Vicna sobte telaciones d i p l o m á t i c a s de 1 8 . 4 . 1 9 6 1 ( B G B l . 1964 11
d e q u i e n colabora al h e c h o sin poseer la c o n d i c i ó n d e d i p u t a d o . pág. 9 5 7 ) . Lo m i s m o rige de acuerdo con el § 19 C V C para los m i e m b r o s d e las r e p r e s e n t a c i o -
n e s c o n s u l a r e s , incluidos los cónsules h o n o r a r i o s , d e c o n f o r m i d a d con el C o n v e n i o d e V i e n a
Por ci contrario, la inmunidad&c los diputados federales (att. AG Il-IV GG) es un impedimentoproce-
sobre relaciones consulares d e 2 4 . 4 . 1 9 6 3 ( B C B l . 1969 H pág. 1585) '". Los m i e m b r o s de las
W ( e n relación con el procedimiento vid. luíms. 191-192 a RÚStRV) ^. Para los parlamentarios de los Londi^r
misiones d i p l o m á t i c a s y las personas asnniladas a ellos disfrutan, p o r m a n d a t o de los arts. 31 ss.
rií;en disposiciones similares, aunque en parte también diversas, de acuerdo con el Derecho territorial co-
rrespondienre; estas líltimas normas vinculan también, según dispone el § 152 a StPO, a los ótganos de la d e la C o n v e n c i ó n citada en p r i m e r lugar, d e u n a e x e n c i ó n c o m p l e t a d e la jurisdicción penal del
Federación a los de los restantes Lünder (por ejemplo, art. 38 de la Constitución de Baden-Württemberg) ^. país anfitrión; p o r el c o n t r a r i o , según estipula el art. 4 3 del C o n v e n i o d e 1 9 6 3 , los m i e m b r o s d e
La inmunidad de los diputados es un privilegio parlamentario; de ahí que la posibilidad de persecución en las representaciones consulares sólo lo están p o r las acciones c o m e t i d a s en el c u m p l i m i e n t o d e
contra de aquéllos renazca con la terminación de su mandato. sus misiones consulares ( B a y O b L G N J W 1 9 7 4 , pág. 4 3 1 ) .

3 . Seí^tin el § 3 7 los i n f o r m e s a u t é n t i c o s (ya sean de tipo piiblico o privado) relativos a b) El § 2 0 G V G d i s p o n e q u e el privilegio rige t a m b i é n para otras p e r s o n a s q u e se e n -
la.s sesiones del P a r l a m e n t o Federal o de u n ó r g a n o legislativo d e u n Land o de sus c o m i s i o n e s , c u e n t r e n sustraídas a la jurisdicción alemana, d e a c u e r d o con las reglas generales del D e r e c h o
están ¡igualmente libres d e responsabilidad penal ' . La naturaleza j u r í d i c a d e esta clase d e inviola- i n t e r n a c i o n a l , los c o n v e n i o s internacionales q u e A l e m a n i a suscriba o cualesquiera otras n o r m a s
bilidad es discutida. D e a c u e r d o c o n u n sector de o p i n i ó n debe tratarse d e u n a causa de justifica- aplicables . A esta categoría p e r t e n e c e n los jefes de E s t a d o extranjeros (en sus \isitas están t a m -
ción '". Sin e m b a r g o , n o existe ningiín m o t i v o para clasificar la d i s p e n s a d e los informes parla- bién incluidos los familiares q u e les acompar'ian y su s é q u i t o ) , d i p l o m á t i c o s en tránsito que están
m e n t a r i o s p o r cnciiTia d e la i n m u n i d a d m i s m a d e los d i p u t a d o s . Lo correcto es, p u e s , a c e p t a r acreditados en o t r o s E s t a d o s , representantes d e países extranjeros en'conferencias políticas inter-
q u e estarnos a n t e u n a causa de exclusión de la pena q u e desde luego n o es personal, esto es, n o se nacionales, representantes d e los Estados en organizaciones internacionales, funcionarios de alto
limita a los p o n e n t e s sino q u e despliega efectos objetivos ( n o existe p a r t i c i p a c i ó n p u n i b l e ) . r a n g o d e las inismas, m i e m b r o s de los c o n t i n g e n t e s militares exrranjeros (con autorización del
G o b i e r n o p a r a la esrancia t e m p o r a l en territotio n a c i o n a l ) , las tripulaciones d e barcos d e g u e r r a
y aviones inilitares extranjeros en la m e d i d a en q u e se e n c u e n t r e n a b o r d o d e los m i s m o s o en
III. P r i v i l e g i o s d e D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l tierra en recintos cerrados, así c o m o embajadores acreditados especialmente ( B G H 3 2 , 2 7 5 [ 2 8 7
ss.]; O L G D u s s e l d o r f N S t Z 1 9 8 7 , pág. 8 7 c o n c o m e n t a r i o áejakobs).
I. Se e n c u e n t r a n sustraídas a la j u r i s d i c c i ó n a l e m a n a aquellas p e r s o n a s q u e gozan del p r i -
vilegio d e la extraterritorialidad. c) También las tropas extranjeras asenradas en Alemania están básicamente sustraídas a la jurisdic-
ción penal alemana. En realidad, a tenor de lo dispuesro en el arr. VIH del Estatuto de las Tropas de la
a) Segtin lo previsto en el art. 18 G V G aquéllas s o n , en p r i m e r lugar, los m i e m b r o s d e las
O T A N de 19.6.1951 (BGBl. 1961 II págs. 1183, 1190), la jurisdicción se encuenrra repartida entre el país
m i s i o n e s d i p l o m á t i c a s afincadas en t e r r i t o r i o d e la Repiiblica Federal d e A l e m a n i a , los m i e m - que las envía y el que las recibe, y le correspondería a la República Federal la preferencia en el ejercicio de tal
bros d e su fainilia, así c o m o los n o nacionales q u e i n t e g r a n su servicio d o m e s t i c o a t e n o r d e l o jurisdicción conforme al art. VII apartado 3b de dicho texto. N o obsranre lo antetior, en virtud del arr. 19
del Acuerdo Adicional del Estatuto de las Tropas de la OTAN de 3.8.1959 (BGBl. 1961 II págs. 1183,
1218), la República Federal ha renunciado con carácter^^nfra/a este privilegio a petición de los países re-
mitentes (vid. también supra § 1 8 1 3 ) ' ' ' . Un soldado que ya no pertenezca a las tropas mencionadas, puede
ser perseguido penalmenre por las auroridades alemanas por un hecho cometido duranre el riempo de su
'' En este sentido se pronuncia la docttina mayoritaria; vid. MaunzIDürig, arr. Ad n ú m . 22; Schonkel estancia como militar de tales contingentes, siempre que regrese como persona particular (BGH 2 8 , 96 con
Schroder/Eser, § 36 núm. 1; Hilde Kaiifmann, Strafanspruch pág. 156. Ignalinente, StaatsG H Bremen M D R comenrario de Oehler,}R 1980, pág. 126).
1968, pág. 24. En czmh\o,Jakobs, Allg. Teil 10/15 ve en la inviolabilidad una "condición referida a roles
sociales que excluyen el injusto o la tipicidad penal", lo que conduce a la impunidad del partícipe que, por
ejemplo, actúa como "escritor fantasma" del diputado.
'' Esta postura constituye doctrina dominante; vid. Boclieímann, Die Unverfolgbarkeit pág. 28; Schonkel
Schroder/Eser, § 36 núm. 2; SK(Samson) § 30 núm. 5; asumen una visión diferenciadora Hilde Kaufmann,
.Strafanspruch págs. 1 56 ss.; Bloy, Dogmatische Bedeutung págs. 81 ss. Vid., además, Heydlauf, Die Praxis
des bundestages in Immunitatsangclegenheiten, 1974; Ranft, ZRP 1981, págs. 271 ss.; Jekewitz, GA 1981,
págs. 433 ss. '^ Vid. al respecro la Circular del Ministro Federal de Interior de 14.3.1975 sobre "Diplomáticos y
* Sobre ello DreherlTrondle, § 36 núm. 2 con referencias adicionales. ottas personas aforadas", reproducida por KleinknechtlMeyer-GoJiner, § 18 GVG núms. 11 ss.; además, Vogler,
' Se derivan asimismo otras con.secuencias adicionales según el art. 42 III GG y de las constituciones Z S t W 9 2 (1980) págs. 1029 ss.
regionales. " Acerca de este tema vid. Verosta, WVR Tomo I págs. 499 ss.; LoweIRosemberg (Schafer) § 18 GVG
'" Así, OLG Braunschweig N J W 1953, pág. 516 (517); DreherlTrondle, § 37 núm. \;Jakohs, Allg. núm. 5; en relación con "cualesquiera orras normas aplicables" vid. KleinknechtlMeyer-Go^ner, § 20 GVG
Teil 16/30; MaunzJDürig, arr. 4 2 núm. 36; MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Teil I § 26 núra. 3; Kohlrauschl núm. 4.
tange, § 12 comentario III; Roxin, Allg. Teil I § 23 núm. 14; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 315; SK (Samson) ''' Más Aex2!\AAim(t\\\.<¿ KleinknechtlMeyer-Gofner, § 18 GVG núm. 8; ft<my)/Truppenstationiefung
§ 37 núm. 3. págs. 17 ss.; Schwenk, N J W 1963, págs. 1425 ss.; Witzsch, Deutsche Sttafgerichtsbarkeir über die Mitglieder
" Así, BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 74; Lackner, § 37 n ú m . 1; SchdnkelSchrSderlLenckner, § 37 der US-Stteitkrafre, 1970. Acerca de la regulación insatisfactoria de los familiares que acompaiian a los sol-
núm. 1. dados americanos vid. Oehler, Internationale Verbrechensbekampfung pág. 120.
204 § 20 E! ámbito de vigencia intcraicrnán i. Goncej^ilo, vigencia y puntos de conexión de! Dcreclio penal interloca! 205

2. La prerrogativa de extraterritorialidad de la que gozan las personas referidas ha sido in- ta al lugat del domicilio del autor o al sitio donde se encuentta emplazado el tribunal competen-
terpretada por algunos autores como una excepción jurídico-material en el sentido de una causa te pata su enjuiciamiento. A diferencia, pues, del Detecho penal internacional, el Derecho penal
personal de exclusión de la p e n a ' ^ Pero es preferible la tesis jurídico-procesal puesto que interlocal es un verdadero Derecho de colisión: detetmina la Ley particular vigente (perteneciente
sólo ella se corresponde con el tenor literal de los §§ 18-20 GVG y explica más satisfactoriamen- al Derecho federal o al territorial) cuando el procedimiento penal muestra puntos de conexión
te el renacimiento del poder punitivo por parte del Estado destinatario a través de la renuncia a en relación con varios ordenamientos dentro del mismo territorio soberano '.
la preferencia en la jurisdicción por parte del Estado remitente. La dumcióji de la exención es
2. El Derecho penal intetlocal no se encuentra regulado legalmente sino que tige como
distinta en cada una de las categorías de personas que disfrutan del privilegio de la extraterrito-
Derecho consuetudinario en virtud de su uso por los tribunales durante más de cien años^ y
rialidad. En algunas subsiste sólo en tanto que también lo haga el estatuto que sirve de funda-
de su reconocimiento generalizado por la literatuta^. Antetiormente surgieron asimismo dudas
mento para el privilegio, mientras que en otras perdura hasta que el Estado legitimado renuncia
acerca de una cuestión ptáctica de la mayor importancia, como era el hecho de si los principios
a la exclusión. Para las acciones cometidas en el ejercicio de actividades oficiales la inmunidad
del Derecho penal interlocal serían también aplicables por parte de los tribunales de la Repiibli-
permanece incluso con posterioridad a la terminación del estatuto que sirve de base al privilegio
ca Federal a los hechos que fueron cometidos en la zona de la RDA o si, pot el conttario, lo
(art. 39 de la Convención de Viena sobre Derecho Diplomático y art. 53 de la Convención de
serían el Derecho penal intetnacional ante la ausencia de un poder punitivo comtin a las dos
Viena sobre Detecho Considar), lo que sin embargo no sucede en caso de perpetración de deli-
Alemanias. Tras la integración de la desaparecida RDA a la República Federal son aplicables los
tos comunes (OLG Dusseldorf NStZ 1987, pág. 87).
principios del Derecho penal interlocal a la vista de las reservas jurídico-penales formuladas por
ambas partes (vid. infra § 20 III).
§ 2 0 El ámbito de vigencia interalemán 3. El punto de conexión decisivo del Derecho penal intetlocal es el principio del lugar de
comisión del hecho (RG 74, 219 [220]; 75, 104 [107]; BGH 7, 53 [55]; BGH NJW 1960,
V. Bar, Das internationale Privar und Strafrecht, 1869; Bockenfórde, Die Rechtsauffassung im
pág. 305), con lo que el lugar del delito se determina de acuerdo con las reglas del § 9 (vid. supra
kommunistischen Staat, 1967; Eser, Deutsche Einheit: Übergangsprobleme ¡m Strafrecht, ZStW 103 (1991)
pág. 851; Kohler, Internationales Strafrecht, 1917; Krey, Zum imierdeutschen Strafanwendungsrecht, Diss. § 18 IV) y aplicando la normativa más rigurosa para el caso de que concurran varios sitios en los
Bodiuní 1969; Mattil, Zur Problematik des internationalen Strafrechts, GA 1958, pág. 142; Müller, Erfahrungen que se perpetió la infracción. Este principio señala que una acción es enjuiciada segtin el Dere-
und Gedanken zum deutschen Strafrecht aus der Sicht der neuen Bundeslander, ZStW 103 (1991) pág. 883; cho penal vigente en el lugar de su comisión, pudiendo ser incluso un Derecho extraño para el
Nowakowski, Anwendung des inlandisdien Strafrechts und auSerstrafrechtliche Rechtssatze, JZ 1971, pág. 635; tribunal competente. Rigiendo en aquél un Derecho distinto al lugar del domicilio del autor es
Oehkr, Internationales Strafrechr, 2.» ed., 1983; Rittler, Zur Abgrenzung der Geltungsgebiete des gemein- aplicable este liltimo en la medida en que resulte más riguroso, puesto que en este caso no parece
deutschen und partikular-osterreichischen Strafrechts, ZStW 62 (1944) pág. 65; Rumpf, Die deutsche infundado hacer responder al delincuente de acuerdo con el Derecho de su lugar de procedencia
Staatsangehorigkeit nach dem Grundvertrag, ZRP 1974, pág. 201; Schneider, Die Regelungen über das materielle (principio del domicilio). Además, ello sólo rige cuando el domicilio del autor aparece ligado
Strafrecht im Einigungsvertrag, MDR 1990, pág. 1049; SchrSder, Der Gelrungsbereich derTeilstrafrechte im al Derecho territorial tal y como admite el art. 2 núrti. 1 EGStGB'*.
Deutschen Reich, DR 1942, pág. 115; v. Weber, Das interlokale Strafrecht, DStr 1940, pág. 182; el mismo,
Interlokales Strafrecht, Festschrift ftir E. Kohlrausch, 1944, pág. 120. Ejemplos: En el año 1949 una mujer había cometido varios abortos en Thüringen y fue enjuiciada por
ello ene! año 1952 en Dortmund. Aquí resultó aplicable la Ley territorial vigente en Thüringen de 18.12.1947
en la que la pena de presidio sólo podía ser impuesta cuando concurría la profesionalidad (BGH NJW 1952,
I. Concepto, vigencia y puntos de conexión del Derecho penal interlocal pág. 1146). A un homicidio cometido en la RDA se le aplicó asimismo el Derecho del lugar por ser más
severo (BGH GA 1961, pág. 24). Quien poseyendo domicilio en Baviera e infringiendo el Derecho allí
1. Mientras que el Derecho penal internacional delimita la extensión del poder punitivo vigente vende cerveza de fabricación bávara en Hessen, será castigado de acuetdo con el Derecho hávaro si
del propio Estado en relación con los demás países, el Derecho penal interlocal regula la cues- éste abarca al hecho cometido en Hessen.
tión de la Ley penal aplicable cuando en diferentes territotios del mismo Estado en los que es
ejercido el mismo poder punitivo, rigen leyes penales diversas que concurren al enjuiciamiento Schdnke/Schroder/Eser, nota preliminar núm. 47 antes de ¡os §§ 3-7; disiente de modo 'pztc\3\ Jakobs,
del hecho. Este es el caso en el que, por ejemplo, en el lugar del delito tige una Ley penal distin- Allg. Teil 5/27.
" La primera sentencia sobre esta materia fue la del Tribunal Supremo prusiano GA 1868, pág. 141.
Vid., además, RG 74, 219 (220); BGH 7, 54 (55); BGH NJW 1960, pág. 305.
" Así, V. Hippel, Tomo II pág. 82; v. Liszt/Sclmiidt, pág. 137; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 11 ntim. ^ Vid. Kohler, internationales Strafrecht pág. 223; v. Weber, DStr 1940, pág. 182; Schróder, DR 1942,
43; Schonke/Schroder/Eser, nota preliminar niim. 42, antes de los §§ 3-7; Welzel, l^hrbuch pág. 59; AK(Lemke) pág. 1115; Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 81 ss.; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 11 núm. 48; Kohlrausch/
nota preliminar niím. 39 antes del § 3; Bloy, Die dogmatísche Bedcutung págs. 50 ss. con referencias adi- Lange, nota preliminar III antes de los §§ 3-7; Schonke/Schroder/Eser, nota preliminar núm. 51 ames de los
cionales. §§ 3-7; SK(Samson) § 3 núms. 15 ss.
"^ En este sentido se pronuncia la jurisprudencia: RG 52, 167; BGH 14, 137 (139); 21, 29; 28, 96 Así, Schonke/Schróder/Eser, nota preliminar núm. 54 antes de los §§ 3-7; Kohlniusch/Lange, nota
(98); 32, 275 (276); 33, 97. Vid., además, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 70; Beling, Exterrirorialitat pág. preliminat III B 3 antes del § 3. No obstante, la doctrina mayoritaria se muestta contraria a la aplicación
117; Binding, Haudbuch pág. 686; Dahm, Nikisch-Fest.schrift pág. \(,8;Jal;obs, Allg. Teil 10/13; ¿A'(10.^) del Derecho vigente en el domicilio del autor; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 81 ss.; Blei, Allg. Teil
(Trondle) nota preliminar núm. 74 antes del § 3; LbwelRosenberg (Schafer) § 18 GVG núm. 6; Rüping, pág. 49; Wessek, Allg. Teil núm. 7G;Jakobs, Allg. Teil 5/27; ¿A'(10.'') (Trondle) nota preliminar 91 antes del
Kleinknccht-Festschrift pág. 406; Wengler, Volkerrecht Tomo II pág. 955. § 3; SK (Samson) § 3 núm. 17.
206 § 20 Kl ánibiro de vigencia inreralemán 11!. Las relaciones entre el Dereciio penal tic la Repiíblica Federal y el Derecho penal 207

Los principios del lugar de comisión del hecho y del domicilio son completados con el prin- aún cuando aquél no resulte punible según la normativa vigente en el lugar donde tenga su sede el tribunal
cipio de la lex fori. El Derecho vigente en el partido judicial donde tiene su sede el tribunal correspondiente (BGH 11, 365 [366]).
competente es aplicado a delitos en los que, de acuerdo con el Derecho penal internacional de Pero también sucede lo mismo para el Derecho territorial puro, pues éste descansa sobre
los §§ 5 y 6, sea aplicable el Derecho propio sin consideración al del lugar de perpetración de la la autorización del legislador federal conrcnida en el arr. 74 niíin. I GG y en los arts. 2, 3, y 4
infracción, así como cuando este tiltimo contradice principios indispensables de la lex fori (limi- Il-V EGSiGB (vid. supni § 13 1 2) '».
tación a través del ordre public).
Ejemplos: Un anterior habitante de la Repilblica Federal fue castigado a causa de un hecho cometido
en Berlín-Este en virtud del § i00 d II en su redacción anterior (traición a la patria), a pesar de que en el III. Las relaciones entre el Derecho penal de la Repiíblica Federal y el Derecho penal
lugar del hecho la seguridad del Estado de la Repiiblica Federal no estaba protegida en ese momento (BGH todavía vigente de la desaparecida RDA
10, 163). Un asesinato comerido en la RDA fue enjuiciado en la República Federal de acuerdo con la redac-
ción del § 211 vigente en la primera de ellas (incorrectamente OGH 2, 337 [339]); no obstante, la pena de 1. De acuerdo con el art. 315 1 EGStGB en conexión con el § 2 III, para el tratamiento
muerte entonces imperante en el lugar del delito fue sustituida por la de presidio perpetuo que regía para el penal de los hechos cometidos anteriormente en la RDA, esto es, los delitos perpetrados con
.asesinato en la RFA, porque la derogación de la pena de muerte por el art. 102 GG pertenece al ordre public anterioridad a la entrada en vigor de la integración el 3.10.1990, resulta aplicable la Ley
de la Repiíblica Fedctal (BGH GA 1961, pág. 25). más favorable cuya averiguación discurre entre el Derecho penal de la RDA vigente en el mo-
mento de la comisión del hecho y el Derecho penal de la República Federal que en virtud del
Pero en los casos en los que se recurre al "ordre public" en el fondo ya se han franqueado
art. 8 EV entra en vigor en el territorio del este con la efectividad de la integración (vid. supra §
los límites del Derecho penal interlocal, porque este illtiino parte de la aceptación de que en los
15 IV 8). Acerca de la situación jurídica anterior a la celebración del Tratado de Unificación vid.
distintos ámbitos se ejerce el mismo poder punitivo, de que se quieren proteger recíprocamente
la 4.* ed. de esta obra págs. 170 ss.
y de que poseen las mismas concepciones jurídicas básicas'.
2. Para los hechos cometidos en el territorio de la antigua RDA tras su adhesión rige con
carácter general el Derecho penal de la República Federal que en aquel ámbito geográfico entró
II. El desarrollo del Derecho penal interlocal y su aplicación en la República Federal en vigor el 3.10.1990. No obstante, algunas disposiciones del Derecho penal de la RDA han
antes de la integración de la RDA permanecido allí vigentes como Derecho federal particular (art. 9 II EV en conexión con el
Anexo II, Cap. III C, Sección I núms. I, 2, 4, 5 y Sección II) " . De otra parte, ciertas disposi-
1. La historia del Derecho penal interlocal ^ comenzó cuando tras la ampliación de Prusia en 1866
estuvieron vigentes de modo simultáneo distintos ordenamientos penales, a pesar de que el Estado consti- ciones del Derecho penal de la República Federal no son aplicables al territorio adherido (art. 8
tuía una sola unidad. Por el contrario, hasta el año 1918 en la Federación del Norte y en el Imperio Alemán EV en conexión con el Anexo I, Cap. III C, Sección I núms. I, 2 y Sección lil núm. 1) '^. De
ya fue aplicado el Derecho penal internacional a las relaciones entre los distintos Estados federales, puesto este modo, en la Alemania unida existen dos territorios jurídicos diferenciados con un Derecho
que entre las partes integrantes había subsistido un fuerte nacionalismo ^. Lo mismo sucedió, incluso, en la Federal particular en los que se dan especialidades muy delimitadas; uno abarca el territorio ad-
Repiíblica de Weimar a pesar de que ésta estaba fuertemente impregnada por la tendencia hacia la unidad herido y el otro los anteriores Ldndery Berlín Oeste. Para la aplicación del Derecho Federal par-
del Estado *. Con la incorporación de Austria en 1938 al Imperio Alemán y la subsistencia, a pesar de ello, ticular rigen los principios del Derecho penal interlocal de acuerdo con el Derecho consuetu-
del StGB austríaco, se emplearon nuevamente ios principios del Derecho penal interlocal dado que se trata- dinario vigente hasta el momento '^.
ba de un "Derecho imperial con delimitación loca!"''.
3. Según tales principios, ante la diversidad del Derecho aplicable en el lugar del delito y el
2. Asimismo, en la actualidad el Derecho penal interlocal debe ser decisivo en la Repiíblica partido judicial hay que aplicar por regla general el Derecho del lugar de comisión de la in-
Federal cuando se trate de Derecho federal parcial que, de acuerdo con el art. 125 GG, sigue
rigiendo como Derecho federal en zonas de la Repiíblica, ya que aquí se observa por parte de los
L'dnder <A poder punitivo unitario de la Federación (BGH 4, 396 [,399]). Así, KohlrauschlLange, nota preliminar lila antes del § 3; SchdnkeíSchrddcrlEser, nota preliminar^
núm. 48 antes de los §§ 3-7; en contra /.Á'ÍIO.") (Trondle) nota preliminar núm. 91 antes del § 3; H.
Ejemplo: Las disposiciones de la Ley del impuesto sobre la cerveza, que en Baviera están configuradas Mayer, Lehrbuch pág. 91.
de un modo distinto al resto del territorio federal, deben ser aplicadas a un hecho comerido en dicho Land
" Tales disposiciones sólo afectan a la exclusión de la prescripción para los delitos contra la paz, la
Humanidad, los derechos de la persona y los delitos de guerra (§ 84 StGB-DDR) (vid. supra § 3 V 3). El
resto de las reservas han sido eliminadas por la posterior legislación federal. En lugar de las actuales
conminaciones penales para los tipos penales de la RDA que siguen estando vigentes rigen las penas de
prisión y multa de acuerdo con los §§ 38 ss. StGB (art. 315c EGStGB).
"> Vid. Mattd, GA 1958, págs. 148 ss. '^ No son aplicables el § 144 que regula la estafa en la emigración (§ 144) y el secuestro llevado a
'' Para más detalles vid. v. Weher, Kohlrausch-Festschrift págs. 120 ss.; D. Schultz,]R 1968, págs. 42 ss. cabo de conformidad con el secuestrado (§ 236) |Actualmente, el primer precepto mencionado se encuen-
^ Vid. V. Bar, Internat. Privat-u. Strafrecht págs. 70 ss.; RG 1, 219 (222); 32, 57 (59). Vid. también tra ya derogado y el segundo únicamente tipifica el tráfico de niños (N del T)].
la RG 50, 20 (22) relativa al ámbito de protección del Derecho regional. '^ Así, DreherlTrondle, nota preliininar núm. 33 antes del § 3; Lackner, § 3 núm. 7; SchonkelScbroderl
^ V. Hippel, Tomo II pág. 73; Erank, § 5 anotación V 2. Eser, nota preliminar núm. 74 antes de los §§ 3-7; Schneider, MOR 1990, pág. 1049; A'íaurach/7Jpf AWg.
' Vid. Rittler, ZStW 62 (1944) pág. 65 nota a pie niím. 1, Teil I § 11 núm. 3; Günther, ZSrW 103 (1991) pág. 866; Müller, ZStW 103 (1991) págs. 900 ss.
208 § 20 Hí ámbito de vigencia inreralemán

fracción '''. En las disposiciones relativas a la custodia de seguridad (§ 66) que no fueron hechas
extensivas a los nuevos Lander As la Federación, el art. la EGStGB contiene una regulación es-
pecial que determina la aplicación de tales normas cuando el hecho desencadenante fue cometi-
do en el territorio de la antigua República Federal (ntim. 1) o si el autor tiene su residencia efec-
tiva en este i'iltimo ámbito geográfico (niim. 2). Si, de acuerdo con las normas del Derecho penal
internacional, un hecho cometido en el territorio de la desaparecida RDA se encuentra incriminado
en la Reptiblica Federal Alemana con independencia del Derecho vigente en el lugar de comi-
sión del delito —estos son los supuestos de los §§ 5 y 6—, el hecho sigue siendo igualmente
punible según las normas vigentes en la República Federal (art. 315 IV EGStGB), puesto que Segunda Parte: El delito
ello también sucedería si el autor hubiera cometido el delito en el extranjero en lugar de en la
RDA (BGH 37, 305; 39, 260).
Capítulo 1: Fundamentos generales
§ 21 Sentido, método y estructura de la teoría general del delito
Engisch, Die Eínheit der Rcchtsotdnung, 1935; el mismo, Logische Übetlegungen zur
Verbrechensdefmirion, Festschrift für H. Welzel, i 974, pág. 343; el mismo, Sinn und Tragweitc juristischer
Systematik, Studium Genérale 1957, pág. 173; Fletcher, Rethinking Criminal Law, 1978; el mismo. Crimi-
nal Theory as an International Discipline, en: Eser/Fletcher (Ed.), Rechrfertigung und Entschuldigung, Tomo
II, 1988, págs. 1595 ss.;/. Hall, Perennial Problems of Criminal Law, Festschrift für R. Lange, 1976, pág.
9; Hassemer, Rechtstheorie, Methodenlehre und Rechtsreform, en: Arthtir Kaufinann (Ed.), Rechtstheorie,
1971 pág. 27; Honig, Strafrechdiche Allgemeinbegriffe ais Mittler kriminalpolitischer Ziele, Festschrift für
K. Larenz, 1973, pág. 245; Hnischka, Das Strafrecht neu durchdenken! GA 1981, pág. 237; elmismo, Kann
und sollte die Strafrechrswis.senschaft sysrematisch sein? JZ 1985, pág. 1; Hünerfeld, Zum Stand der deutsclien
Verbrechenslehre usw., ZStW 93 (1981) pág. ^73; Jescheck, Neue Strafrechtsdogmatik und Kriminalpolitik
in rechtsvetgleichender Sicht, ZStW 98 (1986) pág. 1; Küper, Grundsatzfragen der Differenzierung zwischen
Rechrfertigung und Entschuldigung, JuS 1987, pág. 81; Küpper, Grenzen der normativen Sttafrechtsdogmatik,
1990; Loos, Gtenzen der Umsetzung der Strafrechtsdogmatik in der Praxis, en: Immenga (Ed.),
Rechtswissenschaft und Rechtsenrwicklung, 1980, pág. 261; Naucke, Grundiinien einer rechtsstaatlich-
praktischen allgemeinen Straftatlehre, 1979; Marinucci, Farro e scriminanti, en: MarimiccilDolcini (Edrs.),
Dirirro pénale in trasformazione, 1985, pág. 177; Radbruch, Der Geist des englischen Rechts, 4." Ed. 1958;
elmismo, Zur Systematik der Verbrechenslehre, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 158; Riz, Zum
derzeitigen Stand der Verbrechenslehre in Italien usw., ZStW 93 (1981) pág. 1005; Rcdig, Z\IT Probiematik
des Verbtechensaufbaus, Festschrift ftir R. l^nge 1976, pág. 39; Roxin, Kriminalpolirik und Strafrechtssysrem,
2.* Ed. 1973; Schild, Die Merkmale der Straftat und ihres Begriffs, 1979; Schmidhauser, Zur Systematik der
Verbrechenslehre, Gedáchtnis.schrift für G. Radbruch, 1968, págs. 268 ss.; Schünemanti, Einführung in das
sttafrechrliche Systcmdenken, en: elmismo, (Ed.), Grundfragen des modernen Strafrechtssystems, 1984, pág.
1; SchwingelZimmerl, Wesensschau und Konkreres Ordnungsdenken im Strafrechr, 1937; Vassalli, II fatto
negli elementi del rearo, Srudi in memoria di G. Dclitala, Tomo III, 1984, pág. 1642; Viehweg, Topik und
Jurisprudenz, 5." Ed. 1974; Welzel, Die deutsche srrafrechtliche Dogmatik der letzren 100 Jahre und dic
finale Handlungslehre, JuS 1966, pág. 421; elmismo, Zur Dogmarik im Srrafrecht, Festschrifr fiir R. Maurach,
1972, pág. 3; Zimmerl, Aufbau des Srrafrechtssystems, 1930.

I, El sentido de la teoría general del delito

1. La teoría del delito se ocupa de presupuestos jurídicos generales de la punibilidad


de una acción. Con ello se alude no sólo a los delitos en el sentido del § 12 I sino a todns las
acciones punibles (vid. supra § 7 I 1). Cuando se habla de los presupuestos de la punibilidad la
''' Al respecto vid. DreherlTwndk, nota preliminar núm. 35 antes del § 3; SchonkelSchrSderlFser, nota mirada se dirige en primer lugar a la Parte Especial, donde están regulados los tipos penales con-
preliminar núm. 55 antes de los §§ 3-7; Günther, ZStW 103 (1991) pág. 865; Lackner, § 3 núm. 7.
210 § 21 Scntitio, iiictodü Y estriicti¡r;i ¿c i;i rcorí.i genera! dci dcliío II. El méroílo de la teoría genera! del deliro 211

c a n o s cotnii el asesinato, el robo, la puesta en peligro del tráfico vial, el i n c e n d i o o la traición al un m o d o d e m a s i a d o abstracto; este riesgo consiste en q u e el juez se a b a n d o n e a la a u t o m a t i z a c i ó n
Estado. Sin e m b a r g o , la teoría del delito n o se ocupa de los cleiTienios de los tipos delictivos d e los c o n c e p t o s teóricos p a s a n d o p o r alto así las especialidades del caso c o n c r e t o '. La solución
concretos sino d e aquellos aspectos del c o n c e p t o del delito q u e son comunes a lodos los hechos d e la cuestión de hecho ha de ser siempre decisiva, i n i c n t t a s q u e las exigencias de la sistemática
punibles. Se trata d e las categoti'as d e la tipicidad, la aiuijuricidad y la ctilpabilidad q u e , a su vez, d e b e n set tenidas en c u e n t a a ttavés de u n desarrollo adicional en aquellos s u p u e s t o s en los q u e
se desglosan en n u m e r o s o s s u b c o n c c p t o s c o m o los elcmeiuos objetivos y subjetivos de la tipicidad, la resolución del caso no .se a d a p t a al sistema. Es necesario "abordar de tal m o d o las decisiones
requisitos objetivos y subjetivos de las causas d e justificación, así c o m o los elementos positivos y valorativas político-criminales en el sistema del D e r e c h o penal, q u e su m o d u l a c i ó n legal, su cla-
negativos d e la culpabilidad. La teoría general del delito se ocupa .sobre t o d o de la cuestión d e bajo ridad y prcvisibilidad, su f u n c i o n a m i e n t o c o h e r e n t e y sus repercusiones d e t a l l a d a s " ^ , se m a n i -
q u e condiciones p u e d e ser imputado u n hcclio al a u t o t en el nivel delictivo correspondiente. fiesten en cualquier configuración imaginable del caso. Las nuevas cuestiones q u e vayan surgien-
2 . La teoría del delito, c o n f o r m a d a c o m o un i n t e n t o d e c o m p r e n d e r la a c c i ó n p u n i b l e d o (por e j e m p l o , la a n t i j u r i c i d a d pero i m p u n i d a d d e la i n t e r r u p c i ó n del e m b a r a z o n o sujeta a las
c o m o u n t o d o m e d i a n t e la elaboración teórica de los e l c m e m o s generales, requiere d e un^justi- indicaciones legales q u e , d e a c u e r d o c o n la BVerfGE 8 8 , 2 0 3 [ 2 7 3 ] , d e b e n ser "atípicas") d e b e n
fic/ición p u e s t o q u e p o d t í a ser m á s c o n v e n i e n t e pasar a o c u p a r s e i n m e d i a t a m e n t e d e los d i s t i n t o s ser clasificadas e n el sistema o resueltas a través del c o m p l e m e n t o d e éste.
tipos d e delito y d e los e l e m e n t o s q u e los integran. Sin e m b a r g o , los p r e s u p u e s t o s d e la p u n i b i l i - Ejemplos de la aplicación formalista de las proposiciones teóricas los ofrece la jurisprudencia relativa a
dad n o se a g o t a n en los e l e m e n t o s d e los tipos penales c o n c r e t o s . Los factores esenciales del c o n - la imprudencia, el error de prohibición, el delito de omisión impropia y la distinción entre autoría y partici-
c e p t o de delito n o están c o n t e n i d o s en las infracciones descritas en la Parte Especial sino q u e se pación, debido a que en estos casos la concreción de los conceptos generales todavía ha avanzado poco.
e n c u e n t r a n antepuestos A ellas.
A la D o g m á t i c a penal le es i n h e r e n t e u n a n o t a b l e estabilidad q u e se h a visto reforzada p o r
Ejemplo: En el conocido caso "Mignonette" un tribunal ingles tuvo que enjuiciar el supuesto de dos el influjo persistente d e la j u r i s p r u d e n c i a . En el sistema d e la teoría general del delito los c a m -
marineros náufragos que, tras largas privaciones, mataron en su necesidad a un compañero de infortunio bios se p r o d u c e n l e n t a m e n t e . N o o b s t a n t e , éstos h a n t e n i d o lugar j u s t o d e s d e la finalización de
moribundo de cuyo cuerpo se alimentaron hasta su rescate. La pena de muerte, que posteriormente fue los trabajos sobre el Proyecto d e 1962 y han h e c h o variar t a m b i é n a la j u r i s p r u d e n c i a (vid. infra
conmutada a título de gracia por una de prisión de seis meses, se basó en el rechazo de la situación de
§22VyVI).
necesidad por parte del tribunal. Ello se debió, probablemente, a la creencia de que el reconocimiento de la
situación de necesidad habría jusrificado, y no sólo disculpado - d e acuerdo con el § .35 del StGB alemán-,
la acción de los marineros (The Queen v. Dudlcy and Stephens, Queens Bench División 14 [1884-84] págs.
II. El m é t o d o d e la teoría general d e l d e l i t o
273 ss., en especial, págs. 286 ss.) '.

Sin el dcsglosainicnto del c o n c e p t o d e delito e n tipicidad, a n t i j u r i c i d a d y c u l p a b i l i d a d , así 1. La teoría general del delito d e b e d e d u c i t s e d e la Ley o, al m e n o s , ser c o m p a t i b l e con
c o m o en las diferenciaciones adicionales ligadas a estos e l e m e n t o s tal y c o m o s u c e d e c o n la dis- ella. C o n a n t e r i o r i d a d , los e l e m e n t o s integrantes d e la e s t r u c t u r a del delito fueron inferidos tan
tinción e n t r e e s t a d o de necesidad justificante y e x c u l p a n t e ' , la s o l u c i ó n del caso e x p u e s t o sería sólo f r a g m e n t a r i a m e n t e d e la Parte General del R S t G B d e 1871 (vid. la 2 . " ed. d e esta obra págs.
inscguta y d e p e n d i e n t e de consideraciones s c i u i m e n t a l e s . Los e l e m e n t o s generales del h e c h o p u - 150 ss.). Por el c o n t r a r i o , en la redacción de la Parte G e n e r a l i n t r o d u c i d a en el a ñ o 1975 se
nible q u e son tratados p o r la teoría del delito, posibilitan p o r el c o n t r a r i o u n a jurisprudencia p u e d e reconocer m u c h o m á s c l a r a m e n t e el a r m a z ó n del c o n c e p t o de delito sobre el q u e se basa ^.
racional, objetivamente fundada e igualitaria, c o n t r i b u y e n d o así e s e n c i a l m e n t e a garantizar la se- Y así, d e los e l e m e n t o s " h e c h o " (vgr., § § 16 1 y IL 17, 1 8 , 1 9 , y 2 0 ) , " h e c h o a n t i j u r í d i c o " ( § § 11
guridad jurídica- . T a m p o c o p u e d e desconocerse A peligro de u n a D o g m á t i c a penal f o r m u l a d a de n ú m . 5, 2 6 y 2 7 ) y "delito" ( § § 2 2 y AA) en conexión con las descripciones delictivas d e la Parte
Especial, se d e d u c e q u e el o b j e t o d e la regulación penal es el h e c h o c o n c r e t o y n o la fotma d e
vida parasitaria o asocial del a u t o r (cfr t a m b i é n la redacción anterior del § 181 a c o n la actual-

' Vid. Radhruch, Der Geist des englischen Rechts págs. 69 ss.; vid., además, Welzel,]uS 1966, pág. 421.
- Vid. los grupos de casos del estado de necesidad expuestos en Hrmcbka, Sttaftecht págs. G?> ss. y Rerhinking Criminal Law págs. 393 ss. („thc study of issues that cut across all offenscs"); en torno a la
277 ss.; además, Küper,]v& 1987, págs. 81 ss. discusión con la teoría del deliro continental europea, el mismo. Criminal Theory págs. 1597 ss., en espe-
^ Este reconocimiento constituye la base común de la Ciencia penal europea continental y de su área cial, págs. 1613 ss. Sobre ello vid. Hruschka, GA 1981, págs. 244 ss. En el mismo sentido sobre el Derecho
de influencia; vid. Engisch, Studium Genérale 1957, págs. 173 ss.; Schmidhiiuser, Radbruch-Gedachtnisschrift penal inglés Glanville Williams, Criminal Law p. V (,.all [crimes] are governed by certain general principies
págs. 268 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 1; el mismo, Maurach-Festschrift pág. 5; Triffterer, Allg. Teil pág. 54; ... described oit the Continent as the general part of the law").
Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht Allg. Teil I págs. 111 ss.; Schdd, Merkmale págs. 104 ss.; EiandacalMusco, Vid. el ejemplo de la "niuiíeca atticulada" y la advertencia ante la posible creación de una "filosofía
Diritto pénale págs. 138 ss.; MerlelVitu, Ttaité núms. 358, 404, 546; Mir Puig, Derecho penal págs. 121 de las fúbricas de los capítulos" en H. Mayer, Lehrbuch pág. 102. No obstante, la renuncia a la formulación
ss.; HennaulVerhaegen, Droit penal general núms. 155, 201, 283; tlazewinkel-SuringalRemmelink, Inleiding de conceptos generales conduciría a una abdicación de la Ciencia penal; vid. Schwinge/Zimmerl Wesensschau
jiágs. 124 ss.; Fragoso, Lifoes págs. 143 ss. Acerca de la exposición sobre el "tripartismo" en Italia Vassalli, págs. 28 ss.
Delitala-GedáchtnisschriftTomo III págs. 1647 ss. Últimamente también en Derecho penal norteametica- Así, Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechtssystem pág. 10. Lleudo más allá en las exigenci<as al sis-
no se está construyendo una Dogmática de la Parte General; vid. los "Principies" y "Doctrines" e n / Hall, tema del delito Hruschka, J Z 1984 págs. 1 ss.
General Principies págs. 27 ss. y 360 ss.; el mismo, Lange-Festschritt págs. 2 3 ss. así como las "General
Vid. Hassemer, Rechtstheotie pág. 32.
Provisions" en el Penal Law des Staates New York vom 1.9.1967 y en el Model Penal Code de 4.5.1962
' Vid. Schmidhduser, Allg. leil pág. 141. Sobre las consecuencias que se derivan de la elección de los
(traducido por Honig). En una relación estrecha con la doctrina alemana se encuentra además Fletcher,
elementos básicos de la estructuta del delito vid. Zimmerl, Aufl)au des Strafrechtssysteins págs. 4 ss.
212 § 21 Sentido, método y estructura de ia teoría genera! del dclití: III. La fonii.ición del concepto de delito 213

mente vigente). De ello se deriva que la teoría del delito csti fundamentada sobre la acción y no 3. Finalmente, el concepto de delito debe ser compatible con las condiciones de la perse-
sobre la personalidad del autor (vid. supra § 7 III 2). Tal y como indica el § 13 también la omi- cución penal en un procedimiento tonnalizado '". Para ello, tal concepto debe ser tan claro y
sión debe estar incluida en el concepto de acción. La definición de "hecho antijurídico" del § 11 sencillo que pueda ser tratado de un modo igualitario y seguro cu el proceder rutinario de la
ntim. 5 trae por con.sccuencia, además, que actila antijurídicamente quien realiza el tipo de una policía, la fiscalía y los tribunales que operan con un período limitado de tiempo y con escaso
Ley penal. De otro lado, las disposiciones sobre legítima defensa (§ 32) y del estado de necesidad personal. Adeiriás, los elementos del concepto de delito deben ser comprobables en el proceso
justificante (§ 34) evidencian que la antijuricidad de la acción típica puede estar excluida por penal y acreditables a través de los medios probatorios admisibles. Por ello, los ingredientes sub-
causas de justificación. La antijuricidad debe configurarse segtin ello coino un segundo elemen- jetivos únicamente pueden ser aplicados si se encuentran tan estrechamente vinculados a factoies
to básico del concepto de delito. De los preceptos relativos al error de prohibición invencible (§ objetivos como para que puedan ser indagados con fiabilidad. Esta es la razón por la que los
17, primer inciso) y de la inculpabilidad tanto del menor {§ 19) como de quien padece altera- elementos norinativos deben poseer un niícleo esencial de carácter descriptivo. Por último, el con-
ciones psíquicas (§ 20), así como de la declaración legal de que la culpabilidad es el "funda- cepto de delito debe también ser aplicable sin más en el procedimiento abreviado (§§ 407 ss.
mento" de la determinación de la pena (§ 46 I 1), se infiere la exigencia de la culpabilidad StPO) que ha sido empleado por los tribunales en más de la mitad de los casos que resolvieron.
como elemento legal del concepto de delito (vid. también supra § 4 I). Finalmente, del princi-
pio de legalidad (§ 1), de la definición de hecho antijurídico (§ 11 núm. 5), de la disposición
sobre el error de prohibición del § 16 I 1 y de la definición conceptual de la tentativa (§ 22), III. La formación del concepto de delito
resulta que los eleirientos de todas las formas delictivas deben estar determinadas en el corres-
pondiente tipo legal. 1. Los elementos del concepto general de delito no permanecen desconectados entre sí (or-
denación tópica) " , sino que mantienen una relación interna conformada según las leyes lógi-
2. El concepto de delito debe, además, coincidir con \Í finalidad y los medios del Derecho cas de la anteposición y la subordinación, así como por las de la regla general y la excepción
penal^. La finalidad del Derecho penal es la protección de la convivencia de las personas en la (ordenación sistemática). No obstante, debido a que continuamente surgen cuestiones nuevas
comunidad frente a transgresiones jurídicas de notable gravedad (vid. supra § 1 I 1). El medio y los viejos problemas, con el tiempo, adquieren contornos distintos, la misión dirigida a la for-
del Derecho penal es, principalmente, la pena. Ésta consiste en la amenaza e imposición de un
mación del sistema no finaliiza nunca
mal merecido conforme a la gravedad del injusto y de la culpabilidad, con la finalidad de preser-
Ejemplos: Las condiciones objetivas de la punibilidad no pueden permanecer fuera del concepto de
var el Ordenamiento jurídico a través de una sanción entendida como una reprensión ético-so-
delito porque de lo contrario no podrían ser situadas en ningún lugar (necesidad de integración). La antiju-
cial (vid. supra § 8 I 2b). De ello se deduce, por una parte, que quien actiia con arreglo a Dere-
ricidad no puede ser concebida como una categoría puramente externa puesto que se ha demostrado la exis-
cho no puede ser castigado. La antijuricidad debe también, pues, ser un elemento del concepto tencia de elementos subjetivos que forman parte de la misma (necesidad de coherencia). La imptudencia no
de delito que opera bajo el punto de vista del fin del Derecho penal. En la antijuricidad reside el puede ser calificada como una simple forma de culpabilidad ya que se ha reconocido que su núcleo objetivo
juicio de desvalor del Ordenainiento jurídico sobre el hecho. De la circunstancia de que el autor consiste en la infracción "del cuidado exigible en el tráfico" (necesidad de diferenciación).
debe también "merecer" individualmente la pena se infiere, además, la exigencia de la culpabili-
2. La integración de los elementos de la acción punible en un sistema da lugar a la defini-
dad. En el reproche culpabilístico reside el juicio de desvalor que el Ordenamiento jurídico rea-
ción clásica de delito (que en Alemania ha permanecido incontestada en su esencia '^) como ac-
liza sobre el autor. Antijuricidad y culpabilidad son, por tanto, los dos elementos materiales fun-
damentales que integran el concepto de delito. A ello se añade asiinismo un elemento de carácter
formal: el injusto inerecedor de pena debe estar determinado en un Estado de Derecho (vid. supra
§ 1 5 III 3). De la incardinación del Derecho penal en el Estado de Derecho se deduce el requisi-
to de la tipicidad del injusto merecedor de pena. Finalmente, el Derecho penal no sólo debe favor del sistema tripartito Mariniicci, Diritto pénale in trasformazione págs. 177 ss.), se remonta a Descar-
limitar la libertad sino también crearla (vid. supra § 1 I 2). Por ello, las ideas y los planes de una tes y por ello ha sido mantenida quizás hasta el presente. De la distinción entre causas de justificación y de
persona, así como su carácter y su forma de vida, no pueden ser objeto de sanción penal; tínica- exculpación de los arts. 122-1 a 122-7 del Code penal de 1994, se deriva una partición moderna de los
mente sus hechos pueden serlo (vid. supra § 7 III 2). De ello se concluye que el injusto y la elementos fundamentales del concepto de delito como la reconocida en Alemania (sobre ello Pradel, Le
culpabilidad sólo pueden ir referidos a acciones humanas y, desde luego, también a las omisio- nouveau Code penal pág. 65). En relación con la teoría del deliro francesa vid. también Hünerfeld, ZStW
nes (§ 1 3 ) ' . 93 (1981) págs. 993 ss. Sobre todo ello vid., Aáemiajeschecli, ZStW 98 (1986) págs. 5 ss.
'" Por ello Naiicke, Grundlinien págs. 39 ss. esboza un concepto de delito que posibilita la prueba
del hecho punible. Al respecto vid. también Loos, Gtenzen págs. 261 ss.
Sobre el procedimiento tópico como estilo de pensamiento previo al sistemático, Viehweg, Topik
* Acerca de la sistemática teleológict de la teoría del delito ya Radbruch, Frank-Festschrift Tomo I págs. und Jufi.sprudenz págs. 31 ss. En totno a la necesidad de la formación del sistema Roxin, Allg. Teil 1 § 7
158 ss. Sobre la unidad sistemátici entre Política criminal y teoría del delito, en especial, Roxin, Kriminalpolitik núm. 2.
und Strafrechrssystem pág. 11. Sobre ello vid. también Honig, larenz-Festschrifi: págs. 245 ss. ' ' La aspiración de Hruschlta, JZ 1984, pág. 3, de que la sisremática penal debería emular la rigurosi-
' El anterior y estricto rechazo de la doctrina francesa a la teoría alemana del delito comienza a retro- dad lógica de la geometría euclídea, podría ser alcanzada a lo sumo en el aspecto formal de los conceptos
ceder con un interés real; vid. MerlelVitu, 'Frairé I mím. 357 nota a pie núm. 1. La antigua división bipartita básicos. En el mismo sentido del texto, Schünemann, Einführung págs. 3 ss.
del concepto de delito en un "élément matériel" y "élément moral", que también se encuentra en la parte ' Una organización bipartita del delito concebida de modo diverso al de la doctrina francesa y en
de la doctrina iraliana que se apoya en Carrara (vid. Riz, lüx^ 'i'i [1981] págs. 1006 ss; por el contrario, a parte al de la italiana ha sido propuesta por Ródig, Lange-Festschrifr págs. 56 ss.
214 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito 1. Las etapas previas a la moderna teoría del deli 215

c i ó n t í p i c a , antijurídica y c u l p a b l e , q u e goza t a m b i é n del refrendo j u r i s p r u d e n c i a l ( R G 6 1 , la época precedente, b u s c a n d o mejorar y superar esta última a través de la reforma del edificio
2 4 2 [ 2 4 7 ] ; 6 6 , 3 9 7 [ 3 9 8 ] ; B G H 1, 131 [132]) ' I Esta definición n o significa u n a d e s c o m p o s i - teórico. C o m o n i n g u n a de estas teorías desplazó c o m p l e t a m e n t e a las otras, todavía hoy convi-
ción del h e c h o q u e s i e m p r e d e b e ser c o m p r e n d i d o c o m o u n t o d o , s i n o ú n i c a m e n t e su e x a m e n ven ideas procedentes d e esta.s tres concepciones. Por este motivo, la claridad sólo se alcanza c u a n d o
bajo aspectos distintos. C o n la c o n c e p c i ó n del delito c o m o u n a acción típica, antijurídica y cul- las corrientes doctrinales c o n t e m p o r á n e a s son clasificadas por sus vínculos h i s t ó r i c o - d o g m á t i c o s .
pable, se logran alcanzar los c o n c e p t o s b á s i c o s cuya d e l i m i t a c i ó n es cada vez m á s concreta p o r
m e d i o de los sucesivos p r o n u n c i a m i e n t o s jurídicos.
I. Las etapas previas a la m o d e r n a teoría del d e l i t o
Ejemplos: Así, la ubicación del dolo en el tipo provoca que también el error de tipo deba ser d¡.scutido
eti e.se lugar. Del mismo modo, el objeto de la antijuricidad viene configutado por los elementos objetivos y Admihach, Hisrorischc und dogmarische Grundiagen der strafrechtssystematischen Schuldlehre, 1974;
subjetivos de las causas de justificación. En cambio, la conciencia de la antijuricidad fotma patte de la cul- Barana, Über Iherings Bedcutung für dieSirafrechtswissenschaft, en: Wieacker/Wollschliiger {Eáís.), Iherings
pabilidad pof lo que también el error de prohibición debe ser un problema de ésta. Por su parre, los movi- Erbe, 1970, pág. 17; Berner, Lehrbuch des deut.schen Sttafrechts, 1857; Cattaneo, Illuminismo e legislazione
mientos reflejos se desgajan del concepto de acción en la medida en que éstos no son dominables por la pénale, 1993; Dornseifer, Rechtstheotic und Strafrechtsdogmatik Adolf Metkels, 1979; Gallas, Z u m
volunrad; de ahí que desde un principio no sean tenidos en consideración a los efectos de la imputación gegenwáftigen Stand der Lehre vom Vcrbrechen, ZStW 67 (1955) pág. 1; Hall, Die Lehre vom corpus delicti,
jurídico-penal. 1933; V. Ihering, Das Schuldmoment im romischen Privatrecht, \?,G7; Jescheck, Wilhelm Gallas in seiner
Bedeutung fíir die Strafrechtsdogmatik und Kriminalpolitik, en: Küper (Ed.), In memotiam Wilhelm Gallas
E n la estructura de la teoría del delito d e b e ser b á s i c a m e n t e preservada la " h o m o g e n e i d a d (1903-1989), 1991, pág. 7; Armin Kaufniann. Lebendiges und Totes in Bindings Notmentheorie, 1954;
e n la p e r s p e c t i v a valorativa" '^, de m o d o q u e el sistema aparezca libre d e c o n t r a d i c c i o n e s . Pero Luden, Abhandlungen aus dem gemeinen teutschen Strafrechre, Tomo II; Über den Tatbestand des
la pureza d e la sistemática n o requiere llevar hasta sus tiltimas consecuencias cada u n a d e las Verbrcchens, 1840; Marxen, Die rechtsphilosophische Begtündung det Straftatlehre im Nationalsozialismus,
afirmaciones. M á s bien d e b e reconocerse la existencia de excepciones c u a n d o éstas p u e d a n f u n d a - ARSP Beiheft núm. 18, 1983, pág. 55; A. Merkel. Kriminalistische Abhandlungen, Tomo I, 1867; el mis-
m e n t a r s e de m o d o c o n v i n c e n t e para n o forzar la lógica interna del sistema. mo, Lchtbuch des deutschen Sttafrechts, 1889; Radbruch, Drei Strafrechtslehrbücher des 19. Jahrhunderts,
Fesrschrift für E. Rosenfeld, 1949, pág. 7; Schaffstein, Die europaische Strafrechtswissenschafr im Zeitalter
Ejetnplos: De este modo, con anterioridad a la introducción del § 56 en su redacción anterior, la des-
des Humanismus, 1954; Schünemann, Einführung in das strafrechdiche Systemdenken, en: el mismo, (Ed.),
proporción en el castigo de los delitos cualificados pot el resultado no era compatible con la exigencia de
Grundfiagen des modernen Strafrechtssystems, 1984, S. \; Schweikert, Die Wandlungen derTatbestandslehre
culpabilidad, como tampoco resulta serlo todavía hoy el rratamiento putamente objetivo que la praxis da a
seir Beling, 1957; Stübel, Über den Tatbestand det Verbrechen, 1805; Welzel, Die deutsche strafrechtiiche
la imprudencia en los delitos contra la seguridad vial. Por el contratio, la exclusión del estado de necesidad
Dogmatik der letzten 100 Jahre und die finale Handlungslehre, JuS 1966, pág. 4 2 1 ; Erík Wolf, Grol?e
exculpante de personas que pertenecen a determinados colectivos profesionales (§ 35 I 2) no constituye una
Rechtsdenker der deutschen Geistesgeschichte, 4.» Ed. 1963.
contradicción sino una excepción fundamentada en las más elevadas exigencias de obediencia a la norma.
La teoría del delito del D e r e c h o c o m ú n ya conocía los c o n c e p t o s básicos d e la D o g m á t i c a
p e n a l , especialmente en lo q u e se refiere a la d i s t i n c i ó n e n t r e i i n p u t a c i ó n objetiva y subjetiva
§ 2 2 Las etapas d e l desarrollo de la m o d e r n a teoría del delito
(uTiputatio facti e i m p u t a t i o inris). Aquélla se a p o y ó sobre las a p o r t a c i o n e s d e los g r a n d e s juris-
A p r i m e r a vista, la i m a g e n d e la actual D o g m á t i c a penal a l e m a n a aparece d e s c o n c e r t a n t e tas de la época del H u m a n i s m o (Tiberius Decianus, Tractarns criminalis, 1 9 5 0 ; Petrus Theodoriais,
d e b i d o a su p o l i m o r f i s m o . N o o b s t a n t e , esta visión se alivia si se sigue a grandes rasgos el desa- C o l l e g i u m crimínale, 1 6 1 8 ) ^ y la Ilustración {Samuel Pufendorf, Elementorum Jurisprudentiae
rrollo d e la teoría del delito d u r a n t e m á s d e cien a ñ o s . U n a m i r a d a retrospectiva a la historia d e Universalis libri d ú o , 1 6 6 0 ; Chnstian Wolff, Philosphia Practica Universalis, 1 7 3 8 ; K. R Hommel,
la D o g m á t i c a m u e s t r a q u e , en esencia, h a y q u e distinguir tres etapas e n el d e s a r r o l l o d e la P h i l o s o p h i s c h e G e d a n k e n ü b e r das K r i m i n a l r e c h t , 1784) I El m o d e r n o c o n c e p t o c u a t r i p a r t i t o
m o d e r n a teoría del d e l i t o : el c o n c e p t o clásico d e d e l i t o , el n e o c l á s i c o y el e l a b o r a d o p o r el d e delito c o n f i g u r a d o c o m o u n a acción típica, antijurídica y culpable, se h a gestado sobre esta
finalismo ' . C a d a u n o d e estos sistemas se explica p o r sus raíces espirituales y p o r su relación c o n base d e s d e hace m á s d e cien años a lo largo d e varias etapas en las q u e se h a n ido p r o d u c i e n d o
las a p o r t a c i o n e s d e diferentes dogmáticos'^.

Ya en la primera mitad del siglo XIX Stübel, que era ptofesor en Wittenberg, distinguió entte el injus-
to y la uTiputación del hecho ' . La obia de luden, profesor en Heidelberg, se encuentra impregnada por el
'"' Se trata, además, de relaciones "esenciales" en el sentido de una definición real, vid. Engísch, Welzel-
Festschrift pág. 354. A menudo, en el extranjeto todavía se encuentran conceptos bipattitos de delito que
sólo distinguen entre un elemento objetivo y otio subjetivo, vid. Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho
penal págs. 330 ss.; vid., asimismo, las notas a pie núms. 3 y 9.
'^ Con más detalle sobre el tema Engisch, Einheit der Rechtsordnung págs. 26 ss. Promoviendo una En relación con estos autores vid. Schaffstein, Die europaische Strafrechtswissenschaft págs. 38 ss.,
relación exacra entte la vinculación material y la valoración normativa en los conceptos básicos del sistema 59 ss
penal, Küpper, Grenzen págs. 196 ss. ^ Acerca del pensamiento penal de Pufendorf vid. Erík Wolf, Grofie Rechtsdenker págs. 345 ,ss. y Eh.
' Sobre ello Gallas, ZStW 67 (1955) págs. 2 ss.; Haft, Allg. Teil págs. 19 ss.; Marxen, ARSP fascículo Schmidt, Einführung págs. 169 ss.; sobre Hommel vid. Cattaneo, Illuminismo págs. 77 ss.
suplementario n ú m . 18, 1983, págs. 61 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 7 niíms. 11 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil '' Sobre ello vid. Welzel,]iiS, 1966, pág. 421;/W^rafA, Rosenfeld-Festschrift págs. \5 ss.; Schmidhauser,
págs. 161 ss.; Schünemann, Einführung págs. 18 ss.; Welzel, juS 1966, págs. 421 ss. Acerca del significado Allg. Teil págs.161 ss.; Hafi, Allg. Teil págs. 17 ss.; Schünemann, Einführung págs. 18 ss.; Rodríguez Devesal
de la figura de Gallas para la síntesis entre el finalismo y una Dogmática detetminada normativamente vid. Serrano Gómez, Derecho penal págs. 331 ss.
Jescheck, Wilhelm Gallas págs. 13 ss. ^ Stübel, Über den Tatbestand der Vetbrechen, §§ 1 y 2.
216 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito
11. El concepto clásico de delito 217

concepto tfipartito de delito (acción, antijuricidad y culpabilidad) ' , que luego asumirían y dcsattollarían v.
II. El c o n c e p t o clásico d e d e l i t o
Ijszty Beling. Sin embargo, de acuerdo con la doctrina dominante de la época, los conceptos de antijutici-
dad y culijabilidad permanecían indiferenciados puesto que se fundían en el concepto supctiot de imputa- Burgstaller, ZurTatersdiañsregclung ¡ni neuen StGB, ORiZ 1975, pág. 13; v. Buri, Über Causalit,it und
ción ptocedentc de la teotía de Pufendorf, y su única misión fue, simplemente, comprender al delito como deren Vcrantwortung, 1873; Cbfi, Grenzen des Tatbestandes, Strafr. Abh. Heft 323, 1933; Delitala, II fatto
una obra humana y deslindado del mero azar''. nclla teoria genérale del reato, 1930;/«C/'Í-C/', Die Entwicklung des Verbrechensbcgriffs in Deutschland seit
Fue Rtidolfv. ¡hcríng d p r i m e r o q u e ya en el a ñ o 1 8 6 7 desarrolló para el D e r e c h o civil el beling imVetgleichmitderosterreichischen Ixhre, ZStW 73 (1961) pág. \1^; el mismo, Fticdrich Nowakowski
ais Strafrechtsdogmatiker und Kriminalpolitiker, ZStW 103 (1991) pág.')')% Jiménez di Asúa, La teotía jurí-
c o n c e p r o d e antijuricidad objetiva al d e m o s t r a r q u e la culpabilidad no jugaba papel a l g u n o en
dica del delito, 1931; Kienapfel Zur gegenwariigen Situation det Strafrechtsdogmank in Óstetreich, JZ 1972,
ciertas infracciones de las q u e se derivan consecuencias jurídicas ^. Pero fueron Franz v. Liszt y
pág. 569; M. £ Mayer. Die schuldhafte Handlung und ihre Aften, 1901; Moos, Der Verbrechen.sbegrifF in
Beling^'^ quienes d o t a r o n de u t i l i d a d al c o n c e p t o de la antijuricidad objetiva para el D e r e c h o
Ostetteich im 18. und 19. Jahthundert, 1968; el mismo, Die finale Handlungsiehre, Sttafr. Probleme2, 1974,
penal y lo a s u m i e r o n en la c o n s t r u c c i ó n del delito r e n u n c i a n d o a la vieja teoría d e la i m p u t a - pág. 5; Nowakowski, Probleme der Strafrechtsdogmatik, JBi 1972, pág. 19; Platzgummer, Die "Allgemeinen
ción. En realidad, Binding no se d i o c u e n t a del significado sistemático d e este paso ' ' p e t o p o r Bestimmungen" des Strafgesetzentv/urfcs usw., JBI 1971, pág. 236; Radbnich. Über den Schuldbegriff ZStW
m e d i o d e su teoría de las normas '^ separó el c o n c e p t o de a n t i j u r i c i d a d del D e r e c h o penal y le 24 (1904) pág. 333; Arturo Rocco, 11 ptoblema e il método de la scienza del dititto pénale (1910), en: Opere
otofgó u n significado a u t ó n o m o : la acción p u n i b l e no infringe en realidad la Ley penal q u e tan Giuridiche, Tomo III, 1933, pág. 2 6 3 ; / / . Steininger, Die moderne Strafrechtsdogmank usw., O J Z 1981, ^Áo.
sólo i m p o n e la sanción, sino q u e lesiona el m a n d a t o y la p r o h i b i c i ó n del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o 365; Welzel, Naturalismus und ^X'crtphilo,sophie im Strafrecht, 1935-
(las n o r m a s ) q u e c o n c e p t u a l m e n t e p r e c e d e n a la p t i m e r a ; es p o r ello q u e t o d a la teotía del injus-
I. El c o n c e p t o clásico del positivismo, q u e desde el c a m b i o de siglo fue d e f e n d i d o p o t la
to debe ser c o m p r e n d i d a a u t ó n o m a m e n t e a p a r t i t del c o n t e n i d o d e esas n o r m a s . Los c o m i e n z o s
d o c t r i n a d o m i n a n t e en A l e m a n i a , se catacterizó p o r poseer u n a estructura s e n c i l l a y clara, así
de u n concepto de ctdpahilidad ÚWQÁZI se r e m o n t a n a A. Merkel C[\ic, a u n q u e en realidad se a p o -
c o m o p o r tener ventajas didácticas. La base d e este sistema fue el concepto de acción q u e para
yó sobre la n u e v a teoría d e la i m p u t a c i ó n '^, unificó p o t p r i m e r a vez el d o l o y la i m p r u d e n c i a
Beling y v. Liszt todavía era c o n c e b i d o de m o d o c o m p l e t a m e n t e naturalístico c o m o m o v i m i e n t o
bajo el c o n c e p t o superior de la d e t e r m i n a c i ó n volitiva contraria a d e b e r . H a sido Berner (\\iitn
corporal (acción en s e n t i d o estricto) y modificación del m u n d o exterior, a m b a s u n i d a s p o r el
c o n d u j o al concepto de acción a o c u p a r su lugar c o m o u n a n o c i ó n básica en la c o n s t t u c c i ó n del
v í n c u l o de la causalidad q u e , según la teoría de la equivalencia '^, parecía excluir t o d a d i s t i n c i ó n
delito y fíente "al m i s m o , t o d o lo d e m á s q u e se afirma sobre el d e l i t o " s o n ú n i c a m e n t e "ptedica-
material en el o c a s i o n a m i e n t o del tipo. La debilidad d e esta c o n c e p c i ó n a d h e r i d a a lo externo se
dos" ' ^ Sólo en ú l t i m o lugar fue c o n c e b i d o t e ó r i c a m e n t e el e l e m e n t o d e la tipicidadác la acción
hizo evidente con la o m i s i ó n , pues en D e t e c h o penal t a m b i é n debe ser incluida en el c o n c e p t o
p u n i b l e . D e a c u e i d o c o n Beling el t i p o es la síntesis de los e l e m e n t o s d e los q u e se deriva q u é
d e acción al igual q u e el hacer positivo, y ello a pesar de q u e e v i d e n t e m e n t e n o c o n s t i t u y e u n
delito es t r a t a d o típicamente: "La tipicidad o a d e c u a c i ó n al t i p o c o m o c u a l i d a d d e la acción se
m o v i m i e n t o corporal sino precisainente lo c o n t t a r i o a éste. En este p u n t o ha sido v. Liszt el p r i -
c o n v i e t t e así en u n e l e m e n t o c o n c e p t u a l del delito" "". D e este m o d o , el tipo alcanzó u n a p o s i -
m e r o q u e ha c o n c e b i d o la esencia de la o m i s i ó n , n o c o m o u n a m o d a l i d a d de m o v i m i e n t o c o r p o -
ción d o m i n a n t e en la e s t r u c t u t a del delito c o m o p u n t o d e referencia p a r a el juicio d e antijurici-
ral, sino c s p i r i t u a l m e n t e en el s e n t i d o social del a c o n t e c i m i e n t o , a saber, c o m o u n a acción deter-
d a d y culpabilidad, llegándose a configurar c o i n o el s o p o r t e m á s i m p o r t a n t e d e la función d e
m i n a d a q u e el O r d e n a m i e n t o espera " . C o n ello, sin e m b a r g o , ya h a b í a n sido a b a n d o n a d o s los
garantía d e la Ley penal. Y así, a principios d e este siglo Beling f o t m u l a b a el concepto de delito
f u n d a m e n t o s naturalísticos del c o n c e p t o de acción.
completamente desarrollado en los siguientes t é r m i n o s : "El delito es la acción típica, antijurídica y
culpable s o m e t i d a a u n a c o n m i n a c i ó n penal a d e c u a d a y sujeta a las c o n d i c i o n e s d e ésta' A f i r m a d a la existencia d e u n a acción, el paso siguiente q u e debía ser verificado es si t a m -
bién c o n c u r r í a n sus predicados de tipicidad, a n t i j u r i c i d a d y culpabilidad. Para ello se d i s t i n g u i ó
r i g u r o s a m e n t e entre los a s p e c t o s objetivos y subjetivos del delito. El lado objetivo e n c o n t t a b a
^ Luden, Abhandiungen Tomo II, pág. 110. Al respecto vid. Hall, Cotpus delicn págs. 150 ss.
su expresión en los e l e m e n t o s d e la tipicidad y la antijuricidad mientras q u e el subjetivo lo hacía
' Catacterística es en esta matetia es la exposición de A. Merkel, Lehtbuch págs. 65 ss.
en el de la culpabilidad. D e a c u e t d o con ello la tipicidad fue c o m p r e n d i d a c o m o u n a descripción
* V. Ihering, Das Schuldmoment im romischen Privatrecht págs. 4 ss.; acerca de ello vid. Baratta,
líierings Bcdeutung págs. 18 ss. p u r a m e n t e extetna del h e c h o d e la acción sin predicado valorativo alguno (por e j e m p l o , la m u e r t e
' V. Liszt, Lehtbuch, 2." Ed. pág. 94. de u n a p e r s o n a en la q u e el examen de la antijuricidad p u e d e m o s t r a r q u e ésta c o n s t i t u y e u n a
'" Beling, Grundzüge, 2." Ed. pág. 29. acción de guerra y resulra así justificada) -". La valoración jurídica de este suceso d e b í a tener
" Vid. Binding, Normen Tomo I pág. 244: "Lo que se denomina injusto objedvo es puro azar". lugar en el c a i n p o d e la antijuricidad y siempre desde u n p u n r o s de vista p u r a m e n t e objetivos.
'- Vid. Binding, N o r m e n Tomo I págs. 4-7, 82, 96, 152 ss.; al respecto Armin Kaufmann, La relación entre la tipicidad y la antijuticidad se situaba e n q u e la p r i m e r a venía a ser u n " i n d i -
Normentheoric págs. 3 ss., 36 ss. cio" de la existencia de la a n t i j u r i c i d a d ^ ' .
" A. Merkel, Abhandiungen Tomo 1 pág. 44.
''' A. Merkel, Lehrbuch págs. 66 ss.; sobre ello vid. Achenhach, Schuldlehre págs. 44 ss., así como
Dornseifer, Rechtheofie págs. 92 ss.
'^ Berner, Ixhtbuch pág. 108. Su fundador fue v. Buri, Über Causalirat págs. 2 ss.
"^ Beling, Die Lehíe vom Vcrbrechen págs. 23 ss.; en torno a ello vid. Schweikert, Wandlungen det " V. Liszt, Lehrbuch, 4.» ed. pág. 141.
Tatbestandslehre págs. 14 ss. Acerca de la teoría del "corpus delicti" como etapa previa de la teoría del tipo. Beling, Die Lehre vom Verbrechen págs. 178 ss.
Hall, Cotpus delicti págs. 10 ss.
Acerca del significado del ripo como "indicio de la antijuricidad" vid. Claf, Gn L des Tatbestandes
'^ Beling, Die Lehre vom Vcrbrechen pág. 7. págs. 39 ss.
218 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del tlelito III. El concepto neoclásico de delito 219

Por el c o n t r a r i o , el concepto de culpabilidad Ác la estructura clásica del delito reunía a t o d o s III. El c o n c e p t o n e o c l á s i c o de d e l i t o


los procesos espirituales y morales q u e o c u t r í a n en el interior del a u t o r en la c o m i s i ó n del h e c h o .
Barattii, Relativisnnis und Nattirtecht im Denken Gusrav Radbruchs, ARSP 1959, pág. 505; el mis-
A s i m i s m o , la i m p u t a b i l i d a d fue c o n c e b i d a c o m o " p r e s u p u e s t o d e la c u l p a b i l i d a d " , el d o l o y la
mo. Positivismo giufidico c .sciciiza del diritto jicnalc, 1966; el mismo, Über Ihcrings Bcdeutung für die
i m p r u d e n c i a e n t e n d i d a s c o m o "formas o clases de c u l p a b i l i d a d " y el estado de necesidad clasifi-
Strafrcchtswissenschaft, e/i: Wieacker/Wollschlager (V.áxs.), Iherings Erbc, 1970, pág. 17; Delitda, II fatto
cado c o m o "causa d e exclusión de la c u l p a b i l i d a d " ' ' . La conciencia d e la anrijiiricidad fue c o n - nella teoría genérale del reato, 1930; Grafzu Dohim. Die Rcchtswidrigkeit ais allgcnieingültiges Mcrkmal
siderada p o r algunos c o m o un e l e m e n t o d e la culpabilidad - ' y d e c i d i d a m e n t e rechazada por otros im Tatbestande strafliarer Handlungen, 1905; / / . A. fischer. Die Recht.swidrigkcit mit besonderer
c o m o t a l ' ' ' . Faltaba sin e m b a r g o u n c o n c e p t o de culpabilidad d e t e r m i n a d o i n r e r n a i n e n t c , p o r lo Berücksiclitigung des Privatreclits, 1911; Fmnk. Über den Aufbau des Schuldbegriffs, 1907; Gallas, Die Krisc
q u e n o q u e d ó claro c ó m o debían ser e s a m b l a d o s los distintos factores individuales para c o n s t i - des Sttafrechts und ihte Übcrwindung im Staatsgcdanken, ZStW 53 (1934) pág. 1 I; Goldschmidt, Dcr
tuir u n a u n i d a d d e s e n t i d o . P r o v i s i o n a h n e n t e se recogieron de forma e n u m e r a t i v a bajo el epígra- Notstand, ein Schuldproblem, Óstcrr. Zeitschrift £ Strafrccht4 (1913) págs. 129, 224; elmismo, Normativer
fe d e "lo subjetivo" (conceptopsicológico de cidpabilidad) . Schuidbegriff, Festgabe für R. v. Prank, Tomo I, 1930, pág. 4 2 8 ; Grünhut, Begriffsbildung u n d
R e c h t s a n w e n d u n g im Strafrccht, 1926; el mismo, M e t h o d i s c h e G r u n d l a g e n der h e u t i g e n
2. El c o n c e p t o clásico de d e l i t o p r o c e d í a del estilo d e p e n s a m i e n t o del p o s i t i v i s m o c i e n - Strafrechtswissenschaít, Festgabe für R. v Frank, Tomo I, 1930, pág. 1; Hegler, Die Merkmale des Vcrbrechens,
tífico "''. Bajo el m i s m o se c o m p r e n d e u n a visión r i g u r o s a m e n t e l i m i t a d a al D e r e c h o y su in- Z S t W 3 6 (1915) págs. 19 y 184; elmismo, Subjcktive Rcchtswidrigkcitsmomente im Ralimen des allgemeinen
t e r p r e t a c i ó n q u e b u s c a b a a p r e h e n d e r t o d o s los p r o b l e m a s del D e r e c h o c o n a r g u m e n t o s siste- Verbrechcnsbegriffs, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 2 5 1 ; Henkel, Der Notstand nach
m á t i c o - c o n c e p t u a l e s , d e j a n d o fuera d e la D o g m á t i c a j u r í d i c a las v a l o r a c i o n e s filosóficas, los gegenvvartigem und zukünftigem Recht, 1932; Ihering. Der Zweck im Recht, Tomo I, 3." Ed. 1893; G.
c o n o c i m i e n t o s psicológicos y los d a t o s sociológicos. D e este m o d o se o r i g i n ó u n a i m a g e n ^ o r - Jellinek, Die sozialethische Bedcutung von Recht, Unrecht und Strafe, 2.' Ed. 1908; Jescheclí. Neue
Strafrechtsdogmatik und Kriminalpolitik usw., ZStW 98 (1986) pág. 1; Kern, Grade der Rcchtswidrigkeit,
mal V exterior d e las c u a l i d a d e s del c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o q u e t e n í a n q u e ser i n c o r p o r a d a s
ZStW 64 (1952) pág. 255; Larenz, Methodeniehre der Rechtswissenschaft, 6.» Ed. 1991; Marcetus, Der
en la e s t r u c t u r a del c o n c e p t o d e d e l i t o . Se d i s t i n g u i ó , p u e s , e n t r e la a c c i ó n e n t e n d i d a d e m o d o
Gcdanke dcr Zumutbarkeit, 1928; Marxen. Der Kampf gegen das libérale Strafrecht, 1975; M. E. Mayer.
n a t u r a l í s t i c o , el t i p o c o m p r e n d i d o d e f o r m a o b j e r i v o - d e s c r i p t i v a , la esfera d e la a n t i j u r i c i d a d
Rechtsnormen und Kulturnormen, 1903; Mezger, Die subjektiven Unrechtselcmente, GS 89 (1924) pág,
c o n f o r m a d a c o n u n perfil o b j e t i v o - n o r m a t i v o y u n a c u l p a b i l i d a d d e n a t u r a l e z a s u b j e t i v o - d e s - 207; el mismo, Vom Sinn der strafrechtlichcn Tatbestande, Festschrift für L. Traeger, 1926, pág. 187; Mittasch,
criptiva. En í n t i m a c o n e x i ó n c o n el carácter o b j e t i v o - f o r m a l d e este c o n c e p t o d e d e l i t o se e n - Die Atiswirkungen des wertbeziehenden Denkens in der Strafrechtssystematik, 1939; Radhmch, Der
c o n t r a b a la idea del Estado de Derecho q u e , e x p r e s a d a a través d e sus a s p i r a c i o n e s a la s e g u r i - Handlungsbegriff in seiner Bedeutung für das Strafrechtssy.stem, 1904; el mismo, Zur Systematik der
d a d y previsibilidad j u r í d i c a , d e b í a llevarse a la p r á c t i c a p o t m e d i o d e la v i n c u l a c i ó n del j u e z a Verbrechensiehre, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 158; elmismo, Rechtsphiiosophie, 3.» Ed.
u n sistema c o n c e p t u a l sencillo y verificable {pensamiento de la Magna Carta). C o n s t i t u y ó el 1932; Sauer, Zur Grundlegung des Rechts, ZStW 36 (1915) pág. 449; Schajfstein, Zur Problematik der
c o n t r a p e s o a las p r o p u e s t a s p r e v e n t i v o - e s p e c i a l e s d e la Escuela M o d e r n a q u e , al igual q u e la teleologischcn Begriffsbildung im Strafrecht, 1935; SchmidhHuser, Zur Systematik der Verbrechensiehre,
teoría clásica del D e r e c h o p e n a l , fue e n c a b e z a d a p o r Franz v. Liszt. Así p u e s , el sistema clásico Gedachtnisschrift für G. Radbruch, 1968, pág. 268; Schumacher, Um das Wesen der Strafrechtsschuld, 1927;
Schwinge, Tcleologische Begriffsbildung im Strafrecht, 1930; Seuffert, Die Reform des StGB, 1902; Sieverts,
del D e r e c h o penal fue u n p r o d u c t o c a r a c t e r i z a d o p o r su p a r t i c u l a r b i p o l a r i d a d : d e u n l a d o , a
Beitrage zur Lehre von den subjektiven Unrechtselemcnten im Strafrecht, 1934; Spendel Gegen den
través del o b j e t i v i s m o y del fortnalisino d e los p r e s u p u e s t o s de la p e n a , d e b í a g a r a n t i z a r las
"Verteidigungswillen" ais Nonvehrerfordemis, Festschrift für R Bockclmann, 1979, pág. 245; Streng, Der
mayores cotas d e s e g u r i d a d j u r í d i c a y, p o r o t r o , m e d i a n r e u n sistema s a n c i o n a d o r o r i e n t a d o al
Beitrag der Kriminologie zur Entstchung und Rechtfcrtigung staatlichen Unrcchts im "Dritten Reich",
d e l i n c u e n t e , alcanzar la m á x i m a f u n c i o n a l i d a d ^^. MSchrKrim 1993, pág. 141; Thierfelder. Normativ und Wett in der Strafrechrswissenschaft ansererTage,
1934; Tjong, Der Wcg des rechtsphilosophischcn Relarivismus bei Gusrav Radbruch, 1967; "Welzel,
Naruralismus und Wcrrphilo.sophie im Srrafrecht, 1935; E. Wí»^ Strafrechtiiche Schuldlchre, 1928; elmis-
2^ Vid. V. Liszt, Lehrbuch, 1." Ed. págs. 105 ss.; Radbruch, ZStW 24 (1904) págs. 344 ss.; vid., ade- mo, Umbruch oder Entwicklung in Gusiav Radbruchs Rechtsphilosopliie? ARSP 1959, pág. 4 8 1 ; Zimmerl,
más, M.E. Mayer, Die schuldhafte Handlung pág. 139. Zur Lehre vom Tarbcstand, Sttafr. Abh. Hefi 238, 1928.
^' Así, Beling, Die Lehtc vom Verbrechen págs. ! 80 ss.
-'' En este sentido, v. Liszt, Lehrbuch, 1." Ed. pág. 109. 1. La e s t r u c t u r a del c o n c e p t o d e delito configurada d e a c u e r d o con el sistema d e v. Liszt y
^^ Acerca de las teorías de Lofflen Radhmch, Kohlraiisch y otros vid. Achenbach, Schuldlchre págs. 62 ss. ;fue p r o n t o s o m e t i d a a u n p r o f u n d o proceso d e t r a n s f o r m a c i ó n . La siguiente etapa d e d e -
-'' Más detalladamente .sobre ello Welzel, Naturalismus und Wertphiiosophie págs. 22 ss. En Italia sarrollo p u e d e d e n o m i n a r s e c o m o la del c o n c e p t o "neoclásico" de delito, p o r q u e n o se trató t a n -
fue significativo para el positivismo científico la aportación de Arturo Rocco, Opere Giuridiche pág. 263, t o d e u n a l e j a m i e n t o esencial del a n t e r i o r sistema c u a n t o d e u n a reforma i n m a n e n t e del m i s m o
especialmente en págs. 295 ss., que impregnó la Dogmática de aquel país hasta los años treinta y en el que q u e , eso sí, fue d e gran alcance. En lugar de la lógica formal de u n p e n s a m i e n t o j u r í d i c o limira-
tainbién se reconocen influencias alemanas.
d o a sí m i s m o j u g ó a p a r r i r d e e n t o n c e s la aspiración d e e s t r u c t u r a r el c o n c e p t o d e d e l i t o segiin
^•' El concepto clásico de delito fue anteriormente dominante en Austria por medio de Kadeeka y
Rittler, vid. sobre cWoJescheck, ZStW 73 (1961) págs. 186 ,ss. y sobre la historia de la Dogmática Moos, Der
Vcrbrechensbegriff in Ostetreich im 18. und 19. Jahrhundcrr, 1968. En Suiza fue defendido por Hafter,
Ailg. Teil págs. 69 ss., y pág. 96. Entretanto, ha tenido lugar una reorientación de la doctrina austríaca; vid. Z S t W 103 (1991) págs. 1003 ss. Actualmente defienden en Suiza un concepto personal del injusto
Nowakowski, JBI 1972, pág. 22; el mismo, WK, nota preliminar niim. 13 al § 2; nota preliminar núms. 1 ss. Stratenwerth, Germann, Noli, Trechsel Hauset y Rehherg, mientras que Schultz, Einführung I pág. 145 se ha
a los §§ 3-5; Triffierer, Allg. Teil págs. 90 ss.; Moos, Strafrechtl. Problcme págs. 28 ss.; l'tatzgummer, JBI mantenido sobre una concepción rigurosamente objetiva de aquél. En España el cambio sobrevino con el
1971, pág. 238; KienapfeL JZ 1972, págs. 569 ss.; Burgstaller, O R i Z 1975, pág. 15; H. Steininger, O J Z discurso académico en Madrid Ae Jiménez de Asúa "La teoría jurídica del delito", 1931; lo mismo sucedió
1981, pág. 367. Sobre el cambio hacia la teoría del injusto personal a través de Nowakowski vid. Jescheck, en Italia casi al mismo tiempo con la obra de Delitala 'II fatto nella tcoria genérale del reato", 1930.
220 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito III. El concepto neoclásico de delito 221

los fines q u e persigue el D e r e c h o penal y los juicios d e valor q u e le sirven d e base ( t e o r í a h u m a n o " ^^ q u e p r o v o c a u n efecto en el m u n d o e x t e r i o r (concepto causal de acción). Por o t r o
t e l e o l ó g í c a d e l d e l i t o ) ^^. La forma d e p e n s a m i e n t o d e aquella época estuvo d e t e r m i n a d a esen- l a d o , se a c e p t ó q u e e n realidad p o d í a p r e s c i n d i r s c del c o n c e p t o d e a c c i ó n en la e s t r u c t u r a del
c i a l m e n t e p o r la teoría n e o k a n t i a n a del c o n o c i m i e n t o (Stammler, Rkkert, Lask) q u e , j u n t o d e l i t o d a n d o c o m i e n z o i n m e d i a t a m e n t e a ésta c o n la t i p i c i d a d ^''. La t r a n s i c i ó n a u n a e t a p a d e
con los m é t o d o s científico-naturales de la observación y la d e s c r i p c i ó n , había s e n t a d o u n m é t o - desarrollo p o s t e r i o r v i n o ya c o n s t i t u i d a p o r la f o n r i u l a c i ó n ocasional del concepto social de ac-
d o científico-espiritual g e n u i n o en los procesos del e n t e n d i m i e n t o y la valoración . Ello trajo ción realizada p o r Eb. Schmidt: desde este p u n t o d e vista la a c c i ó n fue c o m p r e n d i d a c o m o " u n
consigo el i m p u l s o t e n d e n t e a divisar la esencia del D e r e c h o p e n a l en el a l i n e a m i e n t o de sus f e n ó m e n o social c u y o efecto va d i r i g i d o a la realidad social" '''.
fines, palores e ideas, cuyo c o n t e n i d o q u i s o t a m b i é n dejar a m p l i a m e n t e abierto a causa d e la c a - , b) U n m a y o r alcance tuvieron los c a m b i o s en el á m b i t o d e la tipicidad. La c o n c e p c i ó n d c s -
racterística r e n u n c i a del n e o k a n d s m o a u n a d e t e r m i n a c i ó n v i n c u l a d a a criterios valorativos m a - cripriva y carente d e valoración del tipo se vio cstreinecida p o r el d e s c u b r i m i e n t o de e l e m e n t o s
teriales, m o t i v o p o r el cual se hizo a s i m i s m o p r o p e n s o a u n a ideología autoritaria ^ . C o n la teo- normativos q u e sólo a través del c o n t e n i d o valorativo q u e les atribuye el j u e z gozan d e u n s e n t i d o
ría neoclásica d e l d e l i t o la C i e n c i a p e n a l a l e m a n a a l c a n z ó el p u n t o á l g i d o d e s u c a p a c i d a d c o n capacidad d e ser a p l i c a d o (vgr., "ultraje" del § 1 6 8 ; " d o c u m e n t o " § 2 6 7 ; "móviles abyectos"
c o n t r i b u t i v a y de vigencia i n t e r n a c i o n a l , p r o y e c t á n d o s e así hacia lugares c o m o Italia, España, del § 2 1 1 II; "ejecución forzosa" del § 288) '**. A s i m i s m o , a través del d e s c u b r i m i e n t o de ele-
Polonia, Portugal, Crecia y L a t i n o a m é r i c a . m e n t o s subjetivos del tipo, se hizo inviablc la idea d e u n tipo p u r a m e n t e objetivo d e t e r m i n a d o
2. La nueva D o g m á t i c a i n t r o d u j o p o c o a p o c o a t o d o s los e l e m e n t o s del c o n c e p t o clásico sólo p o r factores del m u n d o exterior ^'.
de delito en u n p r o c e s o d e t r a n s f o r m a c i ó n ^ ' . Ejemplo: Si un estudiante en un seminario jurídico se lleva un libro para usarlo por la noche y devol-
veHo al día siguiente, falta la intención de apropiación y, de este modo, el propio tipo de hurto (§ 242). La
a) La reelaboración se inició c o n el concepto de acción q u e p o r sus e l e m e n t o s naturalísticos
aceptación de un concepto de hurto puramente objetivo abstraído de la intención de apropiación carece de
p o d í a a d a p t a r s e en u n a m e n o r m e d i d a a u n sistema penal valorativo.
sentido ya que el injusto típico de aquél lo comete sólo quien quiere menoscabar de modo permanente la
Ejemplos: I^a insuficiencia de este concepto de acción se evidenció especialmente en la injuria. Aquí se propiedad ajena y no quien sólo se propone una desposesión temporal. Por este motivo el ánimo de apro-
trata del sentido de una exteriorización que expresa un menosprecio y del menoscabo a la pretensión de piación pertenece al tipo del hurro y no sólo a la culpabilidad.
consideración del interesado, pero no de manifestaciones que intervienen fisiológica o físicamente. Asimis-
c) Al igual q u e la c o n c e p c i ó n del tipo t a m b i é n la teoría d e la antijuricidadíuíúó u n a trans-
mo, no pudo quedar la menor duda de que en la omisión no existía movimiento corporal alguno, fracasan-
do también en los delitos de omisión impropia cometidos por imprudencia inconsciente el intento de res- formación p r o f u n d a . Si hasra este m o m e n t o y p o r la influencia d e Binding la anrijuricidad era
catar la aprehensión de la realidad de la inactividad mediante la aceptación de una "inmovilización de los e n t e n d i d a c o m o q u e b r a n t a m i e n t o formal de u n a n o r i n a jurídica, a h o r a se d e d u j o d e la finalidad
nervios motores" (Beling). específica d e las d i s p o s i c i o n e s penales q u e el injusto material d e b e ser c o m p r e n d i d o c o m o
dañosidadsocial'^'^. El p u n t o d e vista matetial a b r i ó la posibilidad d e g r a d u a r el injusto según la
Se b u s c ó s o l u c i o n a r d e d i s t i n t a s m a n e r a s las dificultades de la teoría d e la a c c i ó n . D e u n
gravedad d e la infracción del i n t e r é s ^ ' . Si en la realidad no c o n c u r r e lesión alguna d e aquél, el
lado, se d e b i l i t ó la n o c i ó n d e a c c i ó n a través de la i n t r o d u c c i ó n del concepto de comportamien-
h e c h o t a m p o c o p u e d e ser antijurídico. D e este m o d o , c o n ayuda d e la teoría material d e la a n r i -
to q u e fue e n t e n d i d o c o m o m a t e r i a l i z a c i ó n e n el m u n d o e x t e r i o r d e la eficacia d e la c o n d u c t a
juricidad, se logran desarrollar nuevas causas d e justificación q u e van más allá d e aquellos casos
h u m a n a . D e a c u e r d o c o n ello la a c c i ó n d e b í a ser " c o m p o r t a m i e n t o d e la v o l u n t a d " ^^, "reali-
q u e poseen u n r e c o n o c i m i e n t o legal; así ocurre, p o r ejemplo, con el estado d e necesidad suptalcgal
zación d e la v o l u n t a d " ^^, " c o m p o r t a m i e n t o a r b i t r a r i o " ^"^ o, s e n c i l l a m e n t e , " c o m p o r t a m i e n t o
basado en la consideración d e la utilidad social q u e existe c u a n d o en u n a situación sin salida se

^* Así, especialmente, Grünhut, Begriffsbildung págs. 15 ss.; el mismo, Frank-Festgabe Tomo I págs. '^ Afczfifr, ModerneWegc pág. 12.
19 ss.; E. Wolf, Schuldlehre pág. 80; Schwinge, Teleologische Begriffsbildung págs. 33 ss.; Schajfstein, Zur ' ° Así, liadhruch, Frank-Festgabe Tomo I pág. 162. La imposibilidad de un supraconcepto comprensi-
Problematik págs. 14 ss.; Mittasch, Die Au.swirkungen des werrbeziehenden Denkens págs. 236 ss. vo de la acción y la omisión ya fue tempranamente afirmado por Radbruch, Der Handlungsbegriff pág. 143.
^' Con mayor detenimiento en torno a estas relaciones E. Wolf, Schuldlehre págs. 73 ss.; Larenz, '^ Así, Liszt/Schmidt, pág. 153 en su nota a pie.
Methodenlehre págs. 92 ss.; Welzel, Naturalismus und Wertphilosophie págs. 41 .ss.; Baratta, Positivismo 5* M. E. Mayer, Lehrbuch págs. 182 ss.; Mezger, Traegcr-Festschrift págs, 216 ss.; Grünhut,
págs. 97 ss. Begriffsbildung págs. 5 ss.; Hegler, Frank-Festgabe Tomo I págs. 274 ss.
•'" Y así, Mittasch, Wertbcziehendes Denken pág. 25, atribuyó el valor más alto a la "idea del Esta- 3' H. A. Fischer, Die Rechtswidrigkeit pág. 138; Hegkr, ZStW 36 (1915) págs. 31 ss.; el mismo, Frank-
do", mientras que Radbruch, Rechtsphilosophie págs. 9 ss. defendió todavía entonces una teoría valorativa Fesrgabe Tomo I págs. 251 ss.; Sauer, ZStW 36 (1915) pág. 467; el mismo, Grundlagen pág. 344; Mezger,
de carácter relativo. Sobre esta cuestión vid. Ijong, Relativismus pág. 55. Característica es la conclusión GS 89 (1924) pág. 207; f/mám», Traeger-Festschrift págs. 195 ss. Resumidamente sobre ello 5/í'í'i'rft, Beitrage,
extraída por Thierfelder, Normativ und Wert pág. 121, para quien el valor fundamental y material del Dere- 1934.
cho sería el pueblo concebido "como una coinunidad con una especial base biológica". Por el contrario. •*" Gra zu Dohna, Rechtswidrigkeit pág. 27; Hegler, Z S t W 36 (1915) págs. 27 ss.; M. E. Mayer,
Gallas, ZStW 53 (1934) pág. 22, nota a pie núm. 34, sostuvo que "el respeto al Detecho no es imaginable Rechtsnotmen pág. 88; Mezger, Traeger-Festschrift págs. 198 ss.; /;. Liszt/Schmidt, pág. 176; Zimmerl, 'ZMÍ
sin una autolimitación del Estado". Lehre vom Tatbestand págs. 70 ss. Acerca de las raíces del punto de vista ético-social en Ihering, Det Zweck
im Reclit (vid., por ejemplo, Tomo I, 3 . " F.d. págs. 490 ss.) y G. Jellinek, Die sozialethische Bedeutung
^' Acerca de la participación de Radbtuch vid. Schmidhduser, Radbruch-Gedachtnisschrift págs. 271 ss.
(págs. 106 ss.); vgl. Baratta, Iherings Bedeutung págs. 19 ss.
'^ V. Hippel, Tomo II pág. 130.
35 M. E. Mayer, Lehrbuch pág. 109. ' Kern, ZStW 64 (1952) págs. 276 ss., con cuyo rrabajo sobre ios "Grados de la antijuricidad" („Gradc
5'' /í/íí/fr. Tomo I pág. 5. der Rechtswidrigkeit") contactan muchas investigaciones posteriores.
222 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito IV. La doctrin.i del Derecho ¡lenal en la Escuela de Kiel 223

salvaguarda u n bien jurídico de m a y o r valor a costa de u n o de m e n o r e n t i d a d (RG 6 1 , 2 4 2 | 2 5 4 | ) . d o m i n a en el extranjero en una parte de la doctrina penal '*''. Los p u n t o s débiles d e este sistema,
Bastante significativo fue, a d e m á s , el c a m b i o en la c o n c e p c i ó n de la relación e n t r e el lipo y la tal y c o m o surgieron en los años veinte, residieron políticamente en el a c e n t o de la neutralidad
antijuricidad q u e q u e d ó abierta tras el r e c o n o c i m i e n t o d e e l e m e n t o s n o r m a t i v o s del tipo y la frente a los valores fundamentales del D e r e c h o penal, perjudicando así t a n t o a la posición d e la
c o m p r e n s i ó n material del injusto. A h o r a el tipo ya n o aparecía c o m o la descripción de un suceso Ciencia en la creciente discusión con la ideología del Estado totalitario c o m o a los problemas .socia-
externo c a r e n t e d e valoración, sino c o m o u n ingenioso recurso del legislador para recoger en el les del período industrial; del mismo m o d o , ha favorecido el d e s m o r o n a i n i e n t o de la D o g m á t i c a y
tipo delictivo los e l e m e n t o s característicos del c o n t e n i d o de injusto d e u n h e c h o . C o n ello, el la Política criminal . Por el contrario, las objeciones teóricas pasan a u n plano accesorio. Éstas se
tipo se c o n v i r t i ó en tipo de injusto en el s e n t i d o de síntesis de los m o m e n t o s típicos de la antiju- referían a diversas contradicciones y lagunas q u e exigieron con posterioridad transformaciones c
ricidad de la c o r r e s p o n d i e n t e figura d e delito . C o m o consecuencia de su nticva función, esto integraciones. Y así, el c o n c e p t o de acción que había sido degradado a u n a fórmula sin conrenido
es, la tipificación del injusto m e r e c e d o r d e p e n a , el tipo ya no posee el m i s m o rango q u e la a n t i - necesitó de una nueva concepción para poder devolverle su posición c o m o c o n c e p t o básico del sis-
juricidad c o m o sucedía en el sistema clásico, sino q u e a h o r a tan sólo c u m p l e el cometido formal tema. Por su parte, la visión del dolo c o m o forma de culpabilidad se hizo insostenible tras el dcscu-
de describir los límites del c o m p o r t a m i e n t o p u n i b l e , p o r lo que los e l e m e n t o s materiales del deli- brimienro de elementos subjetivos del injusto y la victoria del c o n c e p t o n o r m a t i v o de culpabilidad.
to vienen a ser sólo la antijuricidad y la c u l p a b i l i d a d . Requirió u n m é t o d o convincente para el t r a t a m i e n t o del error sobre la antijuricidad después de
q u e Frank hubiera d e d u c i d o el c o n t e n i d o ctilpabilístico del etror d e prohibición vencible del con-
d) La c o n c e p c i ó n teleológica del delito t a i n b i é n s u p u s o c a m b i o s en la teoría de la culpabili-
c e p t o n o r m a t i v o d e culpabilidad ' ' . Finalmente, tras ser reconocido el perfil culpabilístico del h e -
dad. En este p u n t o , el d e s c u b r i m i e n t o f u n d a m e n t a l es d e agradecer a Frank. Este a u t o r divisó la
c h o i m p r u d e n t e , d e b i ó rambicn ser d e t e r m i n a d o a u t ó n o m a m e n t e su especial c o n t e n i d o de injusto.
culpabilidad en la f o r m a c i ó n d e la v o l u n t a d contraria a deber q u e le p u e d e ser reprochable al
Las necesarias modificaciones en la estructura del delito las e m p r e n d i ó la sistemática proccdenre
autor; " U n c o m p o r t a m i e n t o p r o h i b i d o es i m p u t a b l e a la culpabilidad d e alguien c u a n d o p u e d e
del fmalismo (vid. infra § 2 2 V ) .
serle reprochable h a b e r o p t a d o p o r el" (concepto normativo de culpahilidüd) . A partir de este
m o m e n t o las cuestiones q u e la n o c i ó n psicológica d e la c u l p a b i l i d a d h a b í a dejado abiertas resul-
t a b a n fáciles d e c o n t e s t a r : A p e s a r d e la e x i s t e n c i a d e u n h e c h o d o l o s o decae el r e p r o c h e
culpabilístico en casos de i n i m p u t a b i l i d a d , d a d o q u e al enferirio m e n t a l n o le p u e d e ser exigible IV. La d o c t r i n a del D e r e c h o p e n a l e n la E s c u e l a de K i e l
u n a formación d e su v o l u n t a d q u e se c o r r e s p o n d a c o n el D e r e c h o . D e igual forma, pese a la Dahm, Der Mcthodenstreit in der heutigeii Strafrechtswissenschaft, ZStW 57 (1938) pág. 225; el mis-
c o n c u r r e n c i a d e i m p u t a b i l i d a d y d o l o hay q u e negar d i c h o r e p r o c h e en el supuesro de estado de mo, DerTatertyp im Strafrecht, Festschrift für H. Siber, Toino I, 1941, pág. 183.; Dahm/Schaffstein, Libe-
necesidad (por e j e m p l o , en el caso " M i g n o n t t e " , vid. supra § 21 I 2 ) , p o r q u e el O r d e n a m i e n r o rales oder autoritares Strafrecht? 1933; Eckert, Was war die Kieler Schule? en: Sacker (Ed.), Recht und
jurídico n o p r o m u e v e el h e r o í s m o e n caso d e peligro para la vida q u e n o p u e d e ser evitado de Rechtslehre im Nationalsozialismus, 1992, pág. 37; Marxen, Die rechtsphilosophische Begründung der
otra forma . E n la i m p r u d e n c i a el r e p r o c h e culpabilístico no se dirige c o n t r a lo negativo de la Straftatlehrc im Nationalsozialismus, ARSP, número complementario núm. 18, 1983, pág. 55; Mezger,
"ausencia d e representación del resultado", sino frente a la d e s a t e n c i ó n m o s t r a d a p o r el a u t o r en Wescnsschau und konkreres Ordnungsdenken im Strafrecht, Zeitsch. Akad. f deutsches Recht 1937, pág.
el c u m p l i m i e n t o d e su d e b e r de c u i d a d o " "^^ 417; Schajfstein, Nationalsozialisrisches Strafrecht, ZStW 53 (1934) pág. 603; elmismo, Rechtswidrigkeit
und Schuld ¡m Aufbau des neuen Strafrechtssystems, ZStW 57 (1938) pág. 295; Schwinge/Zimtnerl,
3 . El sistema valorativo de la teoría neoclásica del delito, t^racterizado p o r la disolución del Wesensschau und konkreres Ordnungsdenken im Strafrecht, 1937.
concepto de acción, la nueva orientación de la función del tipo y la reorganización d e la antijurici-
dad y la culpabilidad, es defendido todavía h o y en Alemania p o r algunos pocos autores ' pero

''^ Sauer, Grundlagen pág. 307 y págs. 339 ss.; Mezger, Lehrbuch págs. 182 ss.; Zimmerl, Zur Lehre '*'' En relación con Austria vid., con anterioridad, Nowakowski, Grundril? págs. 39 ss. (de modo di-
vom Tatbestand pág. 64. verso, sin embargo, desde JBl 1972, pág. 22, donde introduce el cambio hacia una recría del injusto perso-
"" Frank, Auíbau des Schuldbegriffs pág. 11. Al desarrollo de la teoría normativa de la culpabilidad dedicó nalista; en la actualidad vid. el mismo, WK nota preliminar niim. 9 antes del § 3); en Suiza Schwander, Das
especialmente su obra Goldschmidt, Osterr. Z. £ Strafr. 4 (1913) págs. 129 ss., 224 ss.; elmismo, Frank-Festgabe schweiz. StGB págs. 66 ss. y Schidtz, Einführung I págs. 139 ss.; en Italia, BettollPettoello Mantovani, Diritto
Tomo I págs. 431 ss. Vid., además, Schumacher, Strafreditsschuld págs. 1 ss. Acerca de la individualización cxtre- pénale págs. 323 ss., 501 ss.; en España, Rodríguez DevesalSerrano Gómez, Derecho penal págs. 456 ss.; en
ina del juicio de culpabilidad en Freitdenthaly Goldschmidt vid. Achenbach, Schuldlehre págs. 143 ss. los Países Bajos Pompe, Handboek págs. 39 ss.; en Bélgica, DupontlVerstraeten, Handboek págs. 183 ss. Por
'*'* Goldschmidt (vid. stipra nota a pie niím. 43) págs. 162 ss.; Henkcl, Der Notstand págs. 16 ss.; el contrario, la doctrina francesa defiende como antes la distinción entre "élément matériel" (imputación
Marcetus, Zumutbarkeit pág. 68. objetiva) y "élément moral" (imputación subjetiva) que se remonta a Rossi y Ortolan; vid. Merle/Vitu, Traite
''^ Seuffert, Die Reform des StGB pág. 45. I núms. 450 ss., 546 ss.; Stefanil LevasseurlBouloc, Droit penal general núms. 170 ss., 211 ss. Al respecto,
'*' Por ejemplo, KohlrauschlLange, Syst. Notas preliminares II-IV; BaumannfWeher, Allg. Teil pág. 175, Jescheck, ZStW 98 (1986) págs. 7 ss. Al igual que en la doctrina francesa, en Bélgica Tulkeiis/van de Kerchove,
387 ss.; Spendel, Bockelmann-Festschrift pág. 252. Una posición especial mantiene H. Mayer, Lehrbuch Introducrion págs. 218 ss., 236 ss.
pág. 103 y Grundril5 pág. 60 con su teoría de la unión dialéctica del injusto y la culpabilidad que conecta '"* Sobre la cuestión del relativismo en Radbruch vid. E. Wolf, hVSV 1959, págs. 397ss. y Baratía,
con Hegely Bindingyhsi influido sobre Schmidhduser. Las obras que anteriormente defendían un concepto ibídem págs. 507 ss. así coino Fjong, Relativismus págs. 53 ss. Acerca de las corrientes políticas en la Cien-
neoclásico de delito se han converrido entretanto a la estructura finalista; vid. Blei AlJg. Teil pág. 6 1 ; DreherJ cia penal que sirvieron de preparativo para el airo 1933 Marxen, Kampf págs. 76 ss.; en el ámbito de la
Fróndle, nota preliminar ntim. 9 antes del § 13; Preisendanz, nota preliminar B V 3; SchdnkelSchroderlLenckner, Criminología 5frí"n^, MSchrKrim 1993, 141 págs. ss.
nota preliminar niíms. 52 ss antes del § 13.
'" Frank, Aultau des Schuldbegriffs pág. 2 1 . Vid. íácmis, Acbenhach, Scinildlehre págs. 171 ss.
224 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito V. \'\ concepto de delito del finalismo 225

Fñiiidamcnralmeiite p o r m o t i v o s políticos, la E s c u e l a de Kiel ^" surgió cu ios ai'ios treinta Atgumentationsmustet, ZStW 99 (1987) p:íg. 567; Nowakowski. Die Enrwickiung det Strafrechtsiehte in
c o m o pionera del nacional-socialismo en la d o c t r i n a penal y c o m o p o l o o p u e s t o a la p o s t u r a Deutschland nach 1945, JBI 1954, l'.ígs- 134 y 159; el mismo, Zu Welzels Lehre von det Fahtlassigkeit, J Z
1958, págs. 335 y 388; Otta, Übet den Zus:inmicnhang von Schuld und menschlicher Würde, GA 1981,
esencialmente liberal de la época d e Weimar. La perspectiva unificadora q u e q u i s o s u p e r a r la
pág. 4 8 1 ; Piotet, La docttine dite finaliste de l'inlraciion, SchwZStt 71 (1956) pág. 385; Roxin, Ein "nenes
"¡dea divisora" del sistema n e o k a n t i a n o ^', la l u c h a c o n t r a la a m p l i a c i ó n d e las causas d e excul-
Bild" des Sttafrechtssystems, ZStW 83 (1971) pág. 369; el mismo, Über den Rückttitt vom unbeendeten
pación c o m o " d e b i l i t a m i e n t o estructural del D e r e c h o penal", la teoría del tipo de a u t o r q u e p o - Vetsuch, Festschft für E. Heinitz, 1972, pág. 251; e¡ yiiismo, Kriminalpolitik und Sttaftechtssystem, 2.^ Ed.
sibilitó la m a n i p u l a c i ó n de la Parte Especial p o r p l a n t e a m i e n t o s políticos y q u e supu.so u n a agra- 1973; el mismo, "Schuld" und "Vetannvortlichkeii" ais sttaftechdiche Systemkategorien, Festschtift für H.
vación cada vez m a y o r de la dureza de las sanciones, h a n desaparecido sin inás c o n el sistema Henkel, 1974, págs. 171 ss.; el mismo, Über den Norwehtexzel?, Festschrift für F. Schaffstein, 1975, pág.
político del q u e surgieron. 105; el mismo, Zur jüngsten Diskussion über Schuld, Ptavention und Vetantwortlichkeit im Strafrecht,
Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 279; el mismo, Was bleibt von det Schuld im Strafrecht übtig?
SchwZStt 104 (1987) pág. 356; Santamaría. Ptospettive del concertó finalistico di azione, 1955; Schmidhauser,
V. El c o n c e p t o de d e l i t o del finalismo Was ist aus der finalen Handlugeslehre eworden? J Z 1986, pág. 109; Schonehorn, Grenzen einer
genetalpraventiven Rekonsttuktion des Schuldptinzips ZStW 92 (1980) pág. 682; Schreiber, Rechtiiche
Acbenbach, Iiidividuelle Zurechnung, Verannvortlichkeit, Schuld, en: Schünemann (Ed.), Grundfragen Vetanrwo.'-tlichkeit und Schuld, en: K. Thoma (Ed.), Schuld: Zusammenhangc und Hintetgtünde, 1962,
des modetnen Strafrechtssystems, 1984, pág. 135; P.-A. Albrecht, Unsicherheitszonen des Schuldstrafrechts, pág. 6 1 ; Schünemann, Neue Hoti/oiue det Fahtiássigkeitsdogmatik, Festschrift F Schaffstein, 1975, pág.
GA 1983, pág. 193; Bassenge, Ethik der Strate, 1934; Bock, Ideen und Chiináreri im Strafrecht, ZStW 103 159; el mismo, Die Funktion des Schuldptinzips im Praventionssttafrecht, en: el mismo, (Ed.), Grundfragen
(1991) pág. 636; Burkhardt, Das Zweckmoment im Schuldbegriff, GA 1976, pág. 3 2 1 ; Cerezo Mir, Die des modernen Sttafrechtssystems, 1984, pág. 153; el mismo, Sttaftechtssystem und Ktiminalpolitik, Festschrift
Auseiiiandersetzung um die finale Handlungslehre in der spanischen Strafrechtswissenschaft, ZStW 84 (1972) für R. Schmitt, 1992, pág. 117; Stratenwerth, Die Bedeutung der finalen Handlungslehre füt das
pág. 1033; Córdoba Roda, Z u m Verbrechensbcgriff im spanischen Strafrecht, Festschrift für R. Maurach, schweizerische Strafrecht, SchwZStr 81 (1965) pág. 179; el mismo, Die Zukunft des strafrechtiichen
1972, pág. 629; Dannert, Die finale Handlungslehre Weizeis im Spiegel der italienischen Straftechtsdogmatik, Schuldptinzips, 1977; el mismo, Litetaturbericht, ZStW 91 (1979) pág. 902; Streng, Schuld, Vetgeltung,
1963; Dreher, Besprechung von Roxin "Kriminalpolitik und Strafrechtssystem", GA 1971, pág. 217; Engisch, Generaiptavention, ZStW 92 (1980) pág. 637; Suárez Montes, Weiteientwicklung det finalen Handlungslehte,
Untersuchungeii über Vorsatz und Eahrlassigkeit im Strafrecht, 1930; Exner, Das Wesen der Fahrlissigkeit, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 379; Trifferer, Die Theorie der objektiven Zurechnung in der
1910; Frommel, Welzels finale Handlungslehre usw., en: Reifner/Sonnen (Edrs.), Strafjustiz und Polizei im ostetreichischen Rechtsprechung, Festschtift für U. Klug, Tomo 11, 1983, pág. 419; v. Weber, Gfundfil5 des
Dritten Reich, 1984, pág. 86; Gallas, 7.\ix Srruktur des strafrechtiichen Unrechtsbegriffs, Festschrift für R tschechoslowakischen Straftechts, 1929; elmismo, Zuin Aufbau des Sttafreclitssystems, 1935; Welzel Strafrecht
Bockelmann, 1979, pág. 155; Germann, Vorsatzprobleme usw., SchwZStr 77 (1961) pág. 345; Hirsch, Der und Philosophie, Kolnet Universitatszeitung 12 (1930) núm. 9 pág. 5; elmismo, Kausalitat und Handlung,
Streit um Handlungs— und Unrechtslehre usw., Z S t W 93 (1981) pág. 831 y Z S i W 94 (1982) pág. 239; el ZStW 51 (1931) pág. 703; el mismo, Studien zum System des Straftechts, ZStW 58 (1939) pág. 4 9 1 ; el
mismo, Das Schuldprinzip und seine Funktion im Strafrecht, ZStW 106 (1994) pág. 746; el mismo, Die mismo, Übet die ethischen Grundiagen der sozialen Ordnung, SJZ 1947, pág. 409; elmismo, Det Itrtum
Entwicklung der Straftechtsdogmatik nadi Welzel, Festschrift der Rechtswissenschaftlichen Fakultat zut 600- über die Rechtswidrigkeit des Handeins, SJZ 1948, pág. 368; el mismo, Vom itrenden Gewissen, 1949; el
Jahr-Feier der Universitat zu Koln, 1989, pág. 399; el mismo, Die Entwicklung der Strafrechtsdogmatik in mismo, Um die finale Handlungslehre, 1949; elmismo, Aktuelle Strafteditsptobleme im Ralmien det finalen
der Bundesrepublik Deutschland in gtundsátzlicher Sicht, en: Hirsch/Weigend (Edts.), Strafrecht und Handlungslehte, 1953; elmismo, Natuttecht und Rechtspositivismus, Festsdirift füt H. Niedermeyet, 1953,
Kriminalpolitik in Japan und Deutschland, 1989, pág. G'i;Jakobs, Studien zum fahrlássigen Erfolgsdelikt, pág. 279; el mismo, Wie würde sich die finalistische Lehre auf den Allgemeinen Teil eines neuen StGB
1972; el mismo, Schuld und Ptavention, 1976; el mismo. Das Schuldprinzip, 1993; Jescheci, Grundfragen auswifken? Matetiahen, Tomo I, 1954, pág. 45; el mismo, Gesetz und Gewissen, DJT-Festschtift, Tomo I,
der Dogmatik und Kriminalpolitik im Spiegel der ZStW, Z S t W 93 (1981) pág. 3; el mismo, Neue 1960, pág. 383; elmismo, Naturrecht und materiale Gerechtigkeit, 4." Ed. 1962; el mismo, Fahtlá.ssigkeit
Strafrechtsdogmatik und Ktiminalpolitik in rechtsvergleichender Sicht, ZStW 98 (1986) pág. 1; Armin und Vetkehtsdelikte, 1961; elmismo, Vom Bleibenden und vom Vetgánglichen det Sttafrechtswissenschaft,
Kaufmann, Die Dogmatik det Untetlassungsdelikte, 1959; el mismo, Zum Stande der Lehre vom personalen Efinnetungsgabe für M. Grünhut, 1965, pág. 173; elmismo, Die deutsche strafrechtliche Dogmatik der
Uniecht, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. i9i;Arthur Kaufmann (Ed.), Die ontologische Begtündung letzten 100 Jahre und die finale Handlungslehte, JuS 1966, pág. 4 2 1 ; elmismo, Zut Dogmatik im Sttaftecht,
des Rechts, 1965; el mismo, Schuld und Ptavention, Festschtift für R. Wassermanzt, 1985, pág. 889; el Festschrift füt R. Mautach, 1972, pág. 3; E. Wolf Krisis und Neubau der Sttafrechtsreform, 1933;
mismo, Unzeitgemal?e Betrachtungen zum Schuldgrundsatz, Juta 1986, pág. 225; Félix Kaufmann, Die Würtenherger, Der schuldige Mensch vor dem Forum der Rechtsgemeinschaft, Festschtift füt H.-H. Jescheck,
philosophischen Grundproblcme der Lehre von der Sttafrechtschuld, 1929; Kim Zur Fragwürdigkeir und Tomo 1,1985, pág. 37; Zielinski, Handlungs-und F>folgsunwert im Untechtsbegrifif, 1973.
N o t w e n d i g k e i t des s t r a f t e c h t l i c h e n S c h u l d p t i n z i p s , 1 9 8 7 ; Küpper, G t e n z e n der n o r m a t i v e n
Strafteclitsdogmatik, 1990; Maiwald, Gedanken zu einem sozialen Schuldhegtiff Festschtift für K. Lackner,
1. El c o n c e p t o d e delito del finalismo, que desde comienzos de los ai'ios treinta ha sido
1987, pág. 149; Moos, Die finale Handlungslehre, Strafrechtliche Probleme der Gegenwart, Tomo 2, 1974,
e l a b o r a d o sobre t o d o p o r Hans Welzel tn diversas etapas, se desvía en su p r e s u p u e s t o m e t o d o l ó -
pág. 5; Niese, Vorsatz, Finalitat und Fahtlassigkeit, 1951; Neumann, Neue Entwicklungen im Bereich der
gico del p e n s a m i e n t o abstracto y del relativismo valotarivo característico d e la é p o c a anterior.
Welzel (\\xho c o n v e r t i r n u e v a m e n t e la esencia real de la a c c i ó n h u m a n a en el c o n c e p t o central
d e la teoría del delito (planteamiento ontológico) . Este a u t o t s u m i n i s t r ó los c o n o c i m i e n t o s para
p r o c e d e r en lo sucesivo a u n a extensa correccKJn de las a m b i g ü e d a d e s y c o n t r a d i c c i o n e s e m e r -
^^ DahmlSchafftein, Liberales oder autotitiires Strafrechr págs. 29 ss.; Schaffstein, IStX^ 53 (1934)
págs. 603 ss.; el mismo, ZStW 57 (1938) págs. 295 ss.; Dahm, ZStW 57 (1938) págs. 225 ss.; el mismo,
Sibet-Festschrift págs. 183 ss. Sobre ello Marxen, ARSP, número coinplementatio núm. 18, 1983, págs. 55
ss. así como Eckert, Was war die Kielet Schule? págs. 37 ss.
^' En contra de la perspectiva unificadota SchwingelZimmerl, Wesensschau und konktctes '^ Al respecto vid. Arthur Kaufmann, Die ontologische Begtündung des Rechts, 1965; Moos,
Ordnungsdenken im Sttafrechf, 1937; Mezger, Zcitscht. Akad. f deutsches Recht 1937, págs. 417 ss. Strafrechtliche Probleme págs. 11 ss.; Hirsch, ZStW 93 (1981) págs. 836 ss. •
226 § 22 La.s etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito V. Ll concepto de delito del finalismo 227

gentes del sistema dominante y posibilitó, asimismo, que se colmaran progresivamente las lagu- ción se ejecuta con la anticipación espiritual cfel objetivo, la elección de los medios de acción
nas existentes en aquel . Con ello, en la práctica fueron extraídas consecuencias que ya había necesarios y la realización de la acción en el mundo real.
aptintado el concepto de delito existente y que en su momento no habrían sido complctamcuic
La teoría de la acción final ha tetiido sus precursores en v. Weher^^, E. Wolf^ y Grafzu Dohna^''',
teconocidas por la vieja Dogmática. Esencialmente se pueden obtener los mismos resultados si
autique en ellos todavía se trata de afirmaciones de las que no han sido extraídas la totalidad de las cotise-
no se toma por base la teoría de la acción finaly se adopta la teoría del injusto con tma orieiuación
cuencias dogmáticas para la translormación del sistema de Derecho penal.
"personalista" tal y como mayoritariamenre sucede en la actualidad. Por ello, no existe motivo
alguno para una "lucha de escuelas" entre finalistas y partidarios de la antigua sistemática '''. Puede 3. En el nuevo sistema del delito la finalidad de la acción típica fue equiparada al dolo'"'^.
ser completamente reconocido el significado memorable de la teoría del delito de Welzel ún te- De la estructura final de la acción se deduce la consecuencia de que el dolo, junto con otros
ner que estructurar el nuevo sistetna sobre la base exclusiva del concepto final de acción. Los elementos subjetivos del injusto, debe pertenecer al tipo, pticsto que la función de este tiltimo
avances dogmáticos decisivos también pueden ser fundamentados convincentemente desde una consiste en catacterizar la acción en todos sus elementos esenciales para la punibilidad.
visión tradicional en la medida en que el pensamiento sistemático allí formado sea desarrollado De ello resultaron tres modificaciones fiíndamentales en la estructura de la teoría del
de modo consecuente hasta el final. La diferencia reside en la fundamentación ontológica o, en delito'"^.
su caso, normativa, de la estructura del concepto de delito.
a) En primer lugar, ahora la conciencia de ¡a antijuricidad ácbsó escindirse del dolo (pues aquélla es
El pensamiento finalista estuvo determinado por el cambio de la separación radical entre la una pura realización de la volunrad), y convertirse así en el factor central de la culpabilidad; y es que el
realidad y el Derecho propia de los neokantianos, por la realidad del ser social '5. Por ello se reproche por la defectuosa formación de la voluntad se dirige al autor sobre todo cuando éste ha resuelto
esforzó en elaborar las "estructuras lógico-materiales" preexistentes a toda configuración jurídica cometer el hecho con conocimiento de su antijuricidad.
fo
y a conformar el Derecho penal segiin la "naturaleza de las cosas" . De este modo, la teoría de b) En correspondencia con ello, además, los casos de error debieron ser diferenciados de modo dis-
la estructura final de la acción humana se basa inmediatamente sobre los conocimientos de la tinto a como lo hacía el esquema tradicional (error de hecho y error de Derecho)'''. De acuerdo con la
nueva psicología sobre la traslación al mundo exterior de los actos psíquicos 5''. También en el nueva teoría existe, de un lado, el error de tipo que excluye el dolo y, con ello, la propia punibilidad porque
conocimiento valorativo la nueva teoría invocaba a lo preexistente para la existencia humana: "el sin dolo no se realiza el tipo; y de otra parte, el error de prohibición que niega la conciencia de la antijurici-
dad. De ello se dedujo como probletiia adicional ia cuestión del tratamiento del error de prohibición, para
deber incondicional, el sujeto responsable, la ordenación del actuar ético-social y la concordan-
lo que U^/zf/introdujo los cfiterios de vencibilidad e invencibilidad^''. Sólo en el caso de error de prohibi-
cia de los Ordenamientos ético-sociales" ^*. El impulso hacia una verdadera fundamentación
ción invencible debía decaer completamente el reproche culpabilísrico, pues de lo contrario éste seguiría
ético-social del Derecho penal también estuvo vinculado a la superación del neutralismo valo- existiendo aunque de modo atenuado. La así denominada teoría estricta de la culpabilidad x-Amh\én debió
rativo, lo que vino a expresarse en la concepción personal de la antijuricidad ' ' , en el postulado regir para el error sobre los presupuestos objetivos de una causa de justificación (por ejemplo, para la legíri-
de la responsabilidad de la persona por sus decisiones voluntarias objetivamente correctas ^^ y en ma defensa putativa)'".
el redescubrimiento de la idea de compensación como sentido ético de la pena*"'.
c) Finalmente, trajo por consecuencia que Wparticipación (inducción y complicidad) sólo pueda exis-
2. Desde el principio la nueva teoría hizo del concepto de acción comprendido de modo tir en el caso de que el hecho principal sea doloso porque la ausencia de dolo ya determina la exclusión del
finalista la base de la estructura del delito . De acuerdo con aquél, el actuar humano pertenece tipo del hecho principal ^'.
a una categoría del ser completamente distinta a aquélla en la que se integra cualquier suceso Con el traslado del dolo se alcanzó al fin una subjetivización de la antijuricidad que además
causal en la naturaleza. Dicha actuación es "ejercicio final/stico de la actividad". Con auxilio de condujo a un cambio en el concepto material del injusto. A partir de este momento los elemen-
su conocimiento causal la persona puede dominar el suceso dentro de ciertos límites y, de este
tos subjetivos del tipo fueron agrupados junto con el dolo bajo el concepto superior de "elemen-
modo, dirigir su comportamiento a la completa consecución del fin. La dirección final de la ac-
tos personales del injusto", y el "desvalor de acción" confrontado al "desvalor de resultado" (vid.

» Vid. Welzel, ]uS 1966, pág. 423.


'''' Nowakowski, ]7. 1958, pág. 336; elmismo, JBl 1954, págs. 159 ss. '^ E. Wolf, Krisis und Neubau pág. 39.
'^ Welzel, Naturallsmus und Wertphilosophie pág. 49; el mismo, Kolner Universitarszeitung 1930, ^^ V. Weber, Tschechoslowakisches Strafrecht pág. 16; el mismo, Aufbau págs. 8 ss.
págs. 5 ss.; la conexión del finalismo con la imagen del mundo político de la época en la que se originó, que 64
E. Wolf, Krisis und Neubau pág. 39.
ha sido destacada por Frommel, en: Strafjustiz und Polizei im Dritten Rcich págs. 90 ss., no ha influido 65 Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 28.

como ral en la doctrina. ' ' Hirsch, ZStW 93 (1981) pág. 837. En esta equiparación Schtnidhauser, Allg. Teil pág. 173 divisa el
"• Welzel, Niedermeyer-Fcstschrift pág. 290. error fundamental del planteamiento que él mismo busca superar a través del desdoblamiento del dolo (págs.
5' Welzel, Das nene Bild p. IX. 203 .ss.).
'* Welzel, Naturrecht und materiale Gerechrigkcit pág. 240. Vid., también ya en Welzel, TS'i^ 51 67 Vid., con mayor detenimiento, Welzel, Materialen Tomo I págs. 45 ss.
(1931) pág. 715. 68 U^/W, Aktuelle Strafrechtsprobleme págs. 10 ss.
" Welzel, Lehrbuch págs. 58 ss.; Hirsch, ZSrW 93(1981) págs. 833 ss. 69 Welzel, SJZ 1948, pág. 368; el mismo, Voin irrenden Gewissen págs. 6 ss.
'° Welzel, SJZ 1947, págs. 409 ss.; vid., además, el mismo, DJT-Festschrift Tomo I pág. 387. 70 Welzel, Das nene Bild págs. 70 ss. •
*' Vid. Bassenge, Ethik der Strafe págs. 22 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 231. Welzel ZStW 58 (1939), págs. 537 ss.
228 § 22 I.:is etapas del desarrollo de la moderna teoría del delito VI. Su desarrollo más reciente 229

t a m b i é n supm § 7 I l a ) ' " . La d o b l e c o n t e m p l a c i ó n de la antijuricidad, bajo los aspectos d e la mación de la teoría del delito operada por el fir Además, t a m p o c o puede subestimarse la
v o l u n t a d de acción antijurídica y d e la infracción del o b j e t o , n i o s t t ó q u e el injusto n o se agotaba influencia q u e el finalismo ha ejercido sobre la jurisprudencia y la legislación:
en la causalidad del resultado s o c i a l m e n t e dai'iino sino q u e debía ser visto en u n a "deficiencia
Las etapas más importantes en el desarrollo de la jurisprudencia fueron la decisión del Pleno de la Sala
s o c i a l m c n t e considerable" d e la persona, c o n c e p t o éste en el q u e están fusionadas la v o l u n t a d de
de lo Penal del BGH acerca de la teoría de la culpabilidad y el tratamiento del error de prohibición (BGH
acción del d e l i n c u e n t e y el resultado delictivo. 2, 194 [196 ss.]), la sentencia de la Sala 5." sobre la posición del dolo en el tipo de injusto (BGH 4, 76
4 . T a m b i é n la esencia de la i m p r u d e n c i a , cuyos diversos e l e m e n t o s integrantes habían per- [78]), sobre la distinción entre error de tipo y error de prohibición (BGH 4, 347 [352]) y sobre el conteni-
m a n e c i d o escondidos tras la d e n o m i n a c i ó n global d e "forma de c u l p a b i l i d a d " , p u d o ser clarifica- do esencial de la autoría (BGH 8, 393 [396]), la sentencia de la Sala 2." relativa a la exigencia del carácter
doloso del hecho principal (BGH 9, 370 [375]) y la decisión del Pleno de la Sala de lo Civil sobre la deter-
da a partir d e a h o r a ^^. C o m o infracción del c u i d a d o exigible en el tráfico, la i m p r u d e n c i a es u n
minación del injusto de la acción por la infracción del deber de cuidado en los delitos imprudentes (BGHZ
e l e m e n t o del t i p o y c o m o r e p r o c h a b i l i d a d p e r s o n a l p o r la ausencia d e c u i d a d o es u n e l e m e n t o
24, 21). En la reforma del Derecho penal la nueva Parte General asumió la distinción entre error de tipo y
de la culpabilidad (vid. infra § 54 I 3 ) . C o n ello fue ejecutada, s i m u l t á n e a m e n t e , la separación
error de prohibición (§§ 16, 17), el rratamiento del error de prohibición de acuerdo con los postulados de
con carácter general del d o l o y la i m p r u d e n c i a q u e ya n o aparecen c o m o formas d e c u l p a b i l i d a d
la teoría de la culpabilidad (§ 17) y la exigencia de dolo en el hecho principal para las hipótesis de participa-
sino c o m o e l e m e n t o s del injusto típico. ción (§§ 26, 27).
Tampoco esta teoría era nueva. El planteamiento que sitúa la infracción del deber objetivo de cuidado
junto al resultado como integrantes de la antijuricidad de la acción imprudente se encuentra ya en las
monografías clásicas sobre la imprudencia ' ; no obstante, a partir de este momento se dirigió hacia el desa- V I . Su desarrollo más reciente
rrollo de una nueva Dogmádca de la imprudencia. (véase la bibliografía del a p a r t a d o V)
5. El c o n c e p t o d e delito del finalismo fue u l t i m a d o p o r Armin Kaiifmann ^^ a través d e la
¿Cuáles serán los c a m i n o s p o r los q u e avanzará la t e o r í a general d e l d e l i t o d e l futuro t
f u n d a m e n t a c i ó n d e u n a nueva teoría del d e l i t o o m i s i v o q u e , desde este m o m e n t o , fue e n t e n d i -
H a y q u e c o n t a r con q u e seguirá i m p o n i é n d o s e el sistema q u e sirvió d e base al c o n c e p t o finalista
d o j u n t o c o n los delitos de c o m i s i ó n dolosos e i m p r u d e n t e s c o m o tercera forma d e manifesta-
de delito p o r resultar c o n v i n c e n t e con i n d e p e n d e n c i a d e q u e ,se sustente o n o la teoría final de la
c i ó n del h e c h o p u n i b l e q u e poseía u n a e s t r u c t u r a a u t ó n o m a d e sus e l e m e n t o s . La o m i s i ó n (vid.
acción. E n esta d i r e c c i ó n c a m i n a n casi todas las nuevas exposiciones teóricas y c o m e n t a r i o s . La
infra § § 5 8 - 6 0 ) es para los finalistas u n a f o r m a especial del delito q u e ni siquiera es abarcada p o r
nueva configuración del c o n c e p t o de delito t a m b i é n va prevaleciendo progresivamente en los países
el c o n c e p t o final d e acción, y q u e sólo a través de la conversión del p e n s a m i e n t o sistemático
extranjeros ligados a la D o g m á t i c a alemana. Más allá del c a m b i o d e sistema q u e siguió al finalismo
desarrollado para el delito de c o m i s i ó n p u e d e ser e n t e n d i d a en t o d o s sus aspectos.
t a m b i é n d e b e n m e n c i o n a r s e nuevas aportaciones dirigidas a u n a a m p l i a c i ó n adicional d e la t e o -
6. En Alemania el concepto de acción final sólo se ha impuesto en u n a parte de la Ciencia del ría del delito:
Derecho penal '"^. Sin embargo, las consecuencias del finalismo para la transformación del concep-
1. El finalismo en s e n t i d o estricto de Welzel a c o n t i n u a d o fielmente p o r Hirsch en la es-
to de delito también son frecuentemente reconocidas c o m o u n acierto p o r quienes se encuentran fue-
t r u c t u r a d e la teoría del delito ^^ Por el c o n t t a r i o , otros de sus discíptdos h a n c o n t i n u a d o el
ra del círculo de los partidarios del concepto final d e acción y vienen a fundamentarlo a u t ó n o m a m e n t e
desarrollo d e su p e n s a m i e n t o esencial finalista hasta posiciones extremas inaceptables. Y así, para
a partir del concepto de injusto personal ''^. E n el extranjero el concepto final de acción ha encontra-
do u n rechazo mayoritario , pero también allí existen autores que consideran u n avance la transfor-

Strafrechtsdogmatik in Deutschland und Portugal págs. 207 ss. En Suiza Fiotet, SchwZStr 71 (1956) págs.
^2 Welzel, Z S t W 5 8 ( 1 9 3 9 ) págs. 523 ss. 409 ss. sostiene parcialmente la teoría de la acción final; Stratenwerth, SchwZStr 81 (1965) págs. 179 ss. y
•"^ Welzel, Fahrlassigkeit und Verkehrsdelikte págs. 11 ss.; vid., también, Niese, Finalitat págs. 53 ss. en Schweiz. Strafrechr Allg. Teil 1 págs. 107 ss. la defiende; Schultz, Einführung 1 págs. 119 ss. y Graven,
'"* Exner, Fahrlassigkeit pág. 193; Engisch, Untersuchungen págs. 278, 343 ss. L'infraction págs. 57 ss. la rechazan. En los Países Bajos Hazewinkel-SuringalRemmelink, Inleiding págs,
'^ Armin Kaufrtiann, Unterlassungsdelikre págs. 92 ss., 239 ss. 161 ss. se prununcian en contra de ella. En España, por el contrario, la mantienen Córdoba Roda, Maurach-
~ Sobre sus partidarios vid., con más detalle, Hirsch, Die Entwickiung der Strafrechtsdogmatik pág. Festschrift págs. 629 ss.; Cerezo Mir, ZStW 84 (1972) págs. 1033 ss. y Suárez Montes, Welzel-Festschrift
66 nota a pie niim. 4; además, Küpper, Grenzen págs. 44 ss. págs. 379 ss.; en Italia Santamaría, Prospettive, 1955. Se encuentra superada la detallada crítica áe Jiménez
^' Vid., siguiéndolo en este sentido Gallas, Beitrage págs. 32 ss.; el mismo, Bockelmann-Festschrift de Asúa, Tomo 111 págs. 359 ss.
págs. 155 ss.; además, Blei, Allg. Teil págs. 112 ss. y 206; Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 48 ss.; Dreherl ^' Así en Austria WK (Nowakowski) nota preliminar núm. 9 antes de los § § 3 — 5; Triffierer, Allg.
Trondle, nota preliminar núms 4 y 9 antes del § 13; Haft, Allg. Teil págs. 66 ss.; Jakohs, Allg. Teil 6/32; Teil págs. 90 ss.; referencias adicionales en el mismo, Klug-Festschrift Tomo I! pág. 434 nota a pie núm. 66;
Jescheck, ZStW 93 (1981) págs. 17 ss.; el mismo, ZStW 98 (1986) págs. 9 ss.; Lacliner, nota preliminar en Suiza Germann, Verbrechen pág. 29; el mismo, SchwZStr 77 (1961) pág. 345; NolUTrechsel, Allg. Teil 1
núms. 7 y 15 antes de los §§ 13, 15 núms. 36 y 49; Roxin, Strafrechtiiche Grundlagcnprobleme págs. 89 págs. 83 ss.; Rehberg, Strafrechr págs. 54 ss.; en Í,spíñ3, Mir Pitig, Derecho penal págs. 126, 255; Bacigalupo,
ss.; Schonke/Sehroder/Lenekner, nota preliminar núms. 54 ss. antes de los §§ 13 ss.; SK(Rudolphi) nota pre- Manual pág. 7 3 con referencias adicionales; en Brasil Fragoso, Liijócs p.l 55.
liminar núms. 18 y 36 antes del § 1, nota preliminar núm. 5 antes del § 32; Wessels, Allg. Teil núms. 92 ss., *'" Vid. Wf'/zf/, Grünhut-Erinnerungsgabe págs. 173ss.
núms. 139 ss.
**' Hirsch, Z S t W 93 (1981) pág. 831, ZStW 94 (1982) pág. 239; además, Küpper, Grenzen págs.
''* En Austria vid. la detenida crítica de Nowakowski JZ 1958, págs. 335 ss.y 388 ss. Sobre el eco 144 ss. Acerca del desarrollo de la teoría final de la acción en otros autores vid. Schmidlmiiser, YL 1986,
negativo de esta teoría en Italia vid. Dannert, Die finale Handlungslchrc págs. 2 ss.; en Portugal Hünerfeld, págs. 111 ss. *
230 § 22 Las etapas del desarrollo de la moderna teoría del deliro VI. .Su dosaiTol
uTollo mas recieiue 231

Armin Kaufmann '^^ y Zielinski'^^ en el c o n c e p t o d e injusto personal sólo sería decisivo el desvalor categofía d e la necesidad prevcntivo-general de la pena, i n t e g t a n d o a m b a s bajo u n nuevo c o n -
d e acción, m i e n t r a s q u e el resultado, la verdadera infracción jurídica, l i n i c a m e n t e entra en c o n - c e p t o d e "responsabilidad" (concepto fuuciatialde culpabilidad)''''^. D e l m i s m o m o d o , la c u l p a b i -
sideración c o m o una condición objetiva de p u n i b i l i d a d . D e este m o d o , el c o n t e n i d o de injusto del lidad ya deja d e ser vista c o m o u n e l e m e n t o f u n d a m e n t a d o r de la p e n a para pasar a ser sólo el
hecho ptmiblc doloso se reduciría notablemente. Asimismo, en los delitos imprudentes Stmtenwerth l í m i t e superior de la d e t e r m i n a c i ó n de la pena, p o r debajo del cual sólo d e b e actuarse con p u n -
\< Jakobs'^'' quieren hacer d e p e n d e r la propia tipicidad de la acción de la capacidad individual del tos d e vista de la prevención general o especial ( i g u a l m e n t e , § 59 11 AE) '^. E n c o n t r a de la limi-
a u t o r en el c u m p l i m i e n t o de la necesatia previsión y deber d e c u i d a d o . C o n ello, sin eitibargo, tación de la d e t e t m i n a c i ó n d e la pena a considetaciones de corte preventiva habla, s o b t e t o d o , el
desaparecería en este á m b i t o cualquier disrinción entre el injusto y la culpabilidad. h e c h o de q u e con ello se pierde el p u n t o de conexión con la cualidad moral d e la acción h u m a n a
y, s i m u l t á n e a m e n t e , el e l e m e n t o sustentador de la prevención general p o s i t i v a ' ' ; t a m b i é n lo hace
2. Schmidhiiuíer ha desarrollado c o m o síntesis u n sistema a u t ó n o m o a través del cual se
la circunstancia d e q u e la prevención general c o m o m e d i d a necesaria de la p e n a n o a d n ú t e en
i n t e n t a n s u p e r a r los " a n t a g o n i s m o s existentes entre la teotía clásica y la c o n c e p c i ó n final d e la
a b s o l u t o u n a averiguación racional.
acción" *''. Se trata d e u n a sistemática teleológica d e los e l e m e n t o s del delito en la q u e la relación
e n t r e el delito y la p e n a se e n c u e n t r a en u n p r i m e r p l a n o (pág. 140). El fin d e la p e n a es visto 4. Sin e m b a r g o , esta línea intermedia q u e acoge Roxin de configurar al p r i n c i p i o de culpa-
sólo en la prevención general (págs. 52 ss.). Para la interpretación del D e r e c h o penal Schmidhdiiser bilidad c o m o l í m i t e superior en la d e t e r m i n a c i ó n d e la p e n a j u n t o c o n el juicio de necesidad d e
se asegura u n a amplia libertad p o r m e d i o d e la distinción entre el t e n o r literal y la i n t e r p r e t a c i ó n la m i s m a basada en critetios preventivo-gencrales, t a m b i é n ha sido sobrepasada p o r nuevas inrer-
del tipo (págs. 2 3 ss.), llegando a r e n u n c i a r a su posible s e n t i d o literal c o m o límite a d m i s i b l e prctaciones del c o n c e p t o de culpabilidad. En este í,tnúáo fakobs ya n o e n t i e n d e a la c u l p a b i l i d a d
(pág. 112). Característico es el d e s d o b l a m i e n t o del c o n c e p t o d e d o l o c u y o e l e m e n t o intelectual c o m o u n a categoría a u t ó n o m a sobre la q u e descansa la valoración individual sobre la posibilidad
se sitúa en la culpabilidad j u n t o con la conciencia del injusto, m i e n t r a s q u e la v o l u n t a d e n t e n d i - del autof de a c t u a r de orro m o d o , sino s i m p l e m e n t e c o m o función d e la c o r r e s p o n d i e n t e necesi-
da en s e n t i d o estricto c o m o " i n t e n c i ó n " la a c o m o d a en el injusto (págs. 178 ss.). La cuestión del d a d d e p e n a q u e d e m a n d a la s o c i e d a d ' ^ . Acbenbach'^^ se adhiere a la r e n u n c i a a la c u l p a b i l i d a d
libre albedrío p e r m a n e c e abierta a pesar d e q u e necesira v e r d a d e r a m e n t e u n a respuesta, p u e s t o sobre la f u n d a m e n r a c i ó n d e q u e n o se necesita la c u l p a b i l i d a d para p o n e r c o t o a las d e s m e s u r a -
q u e para la f u n d a m c n t a c i ó n de la c u l p a b i l i d a d apenas p u e d e bastar c o n " c o m p r o b a r la transgre- das exigencias preventivo-generales, pues la justicia de la sanción ya estaría asegurada suficiente-
sión valorativa e s p i r i t u a r ' ( p á g . 3 6 9 ) . m e n t e m e d i a n t e el "límite i n m a n e n t e de una p r e v e n c i ó n general bien e n t e n d i d a en el s e n t i d o d e
u n a o t i e n t a c i ó n n o t m a t i v a " (prevención general integradora""'). La s u s t i t u c i ó n d e la culpabili-
3 . T a m b i é n la p r o p u e s t a de Roxin *^ p a r t e del p l a n t e a m i e n t o sistemático básico d e q u e los
d a d pof la p r e v e n c i ó n general resulta, no o b s t a n t e , de t o d o p u n t o r e c h a z a b l e ' ^ p o r q u e con ello
e l e m e n t o s del c o n c e p t o d e delito d e b e n ser a r m o n i z a d o s c o n los fines político-criminales (pág.
10) *^. Y así, el tipo es c o n t r a p u e s t o al " l e i t m o t i v " del m a n d a t o d e d e t e r m i n a c i ó n de la Ley (pág.
15). E n las causas de justificación se trata d e buscar soluciones a los conflictos d e a c u e r d o c o n " Roxin, Henkel-Festschrift págs. 181 ss. Acerca de la traslación de este pensamiento director al sis-
"un n ú m e r o l i m i t a d o de principios d e o r d e n a c i ó n m a t e r i a l " (pág. 2 6 ) . La c u l p a b i l i d a d es " i m - tema del Derecho penal, Roxin, Allg. Teil I § 7 núms. 50 ss. De acuerdo con él, Schünemann, Funktion pág.
p r e g n a d a p o l í t i c o - c r i m i n a l m e n t e c o n la teoría d e los fines d e la p e n a " (pág. 3 3 ) . E n especial, 169. En contra, Lackner, nota preliminar mim. 25 antes del § 13; Scbóneborn, Z S t W 92 (1980) pág. 688;
las causas de exclusión d e la c u l p a b i l i d a d n o sólo descansan s o b r e aspectos d e la inexigibilidad, Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 117 antes del § 13; AK(Scbild) §§ 20, 21 núm. 7 1 ; Hirsch,
sino t a m b i é n en q u e en estos casos la p e n a n o aparece justificada p o r razones d e p r e v e n c i ó n ge- ZStW 106 (1994) págs. 755 ss.; LK{\\.o-)(Jescheck) nota preliminar núms. 23 ss. antes del § 13.
neral o especial '•"'. Por ello, Roxin q u i e r e c o m p l e t a r la a c t u a l exigencia d e c u l p a b i l i d a d c o n la '^ Roxin, Arthur Kaufmann-Festschrift págs. 521 ss.; elmismo, Allg. Teil I § 3 núms 46 ss.
'-' En contra de la retirada del principio de culpabilidad en la delimitación del marco punitivo, Arthur
Kaufinann, Jura 1986, pág. 230; SchonkelSchroderlStree, § 46 núm. 9a; Hirsch, ZStW 106 (1994) págs. 755 ss.
'' Jakobs, Schuld und Pravention págs. 31 ss. ("La culpabilidad como derivado de la prevención ge-
*^ Armin Kaufmann, Welzel-Festschrifr págs. 410 ss. neral"); el mismo, AJlg. Teil 17/21 (los límites de la atribución de culpabilidad tienen que "estipularse"); el
*^ Zielinski, Handlungs-und Erfolgsunwert págs. 143, 172 ss., 208 ss. Ctíticamente, Gallas, mismo. Das Schuldprinzip pág. 25 (la culpabilidad como "déficit en la motivación de la fidelidad al Dere-
Bockelmann-Fcstschrift págs. 161 ss.; Hirsch, Kolner Festschrift págs. 409 ss. cho"); de modo similar, Streng, ZStW 92 (1980) págs. 637 ss.
*'' Stmtenwerth, Allg. Teil I núms. 1097 ss. '^ Achenbach, Individuelle Zurechnung págs. 135 ss., 150; Streng, ZStW 92 (1980) págs. 664 ss.; el
**' Jakohs, Studien págs. 48 ss., 55 ss.; el mismo, Allg. Teil 9/8 ss. Para una revisión crítica Schünemann, mismo, ZStW 101 (1989) págs. 283 .ss.
Schaffstein-Festschrifi: págs. 161 ss.; Hirsch, Kolner Festschrift pág. 410. ' Fundamental al respecto Roxin, Bockelmann-Festschrifr págs. 304 ss.
^^ Schmidhiiiiser, Allg. Teil p. IV; el mismo, Srudienbuch págs. 58 ss. Vid. la recensión crírica a la 1.* ' ' Igualmente, Otto, GA 1981, págs. 481 ss.; P.-A. Albrecht, GA 1983, págs. 195 s^.; Arthur Kaufmann,
ed. del Manual que realiza Roxin, TS'iSfl 83 (1971) págs. 369 ss. Wassermann-Festschrift págs. 892 ss.; elmismo. Jura 1986, págs. 229 ss.; EserlBurkhardt, Strafrecht I núm.
**' Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechtssysrem, 2.^ F^d. 1973. 14 A 6; Bock, ZStW 103 (1991) págs. 647 ss., 654 ss.; Lackner, nota preliminar núm. 25 antes del § 13;
^^ A la crírica de Dreher, GA 1971, pág. 217 consistente en que fija demasiado rígidamente los pun- Maurach/Zipf AWg. Teil I § 30 núm. 49; Roxm, SchwZStr 104 (1987) pág. 365; Burkhardt, GA 1976, págs.
tos de referencia político-criminales, Roxin ha opuesto el argumento de que sólo se trata de los "fines princi- 335 ss.; Schbneborn, Z S t W 92 (1980) págs. 682 ss.; Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 117
pales" (pág. 50). anres de los §§ 13 ss.; Stratenwerth, Schuldprinzip págs. 28 ss.; elmismo, ZStW 91 (1979) págs. 919 ss.;
^' La misma idea básica se encuentta ya también en Félix Kaufmann, Grundprobleme págs. 61 ss. Würtenberger, Jescheck-Festschrift Tomo I págs. 37 ss.; Schünemann, Funktion págs. 174 ss.; el mismo, R.
' " Roxin, Henkel-Fcstschrift págs. 171 .ss. (estado de necesidad); el mismo, Schaffstein-Festschrift págs. Schmitt-Festschrift pág. 135; Schreiher, Rechdiche Veranrwortlichkeit pág. 66; Maiwald, Lackner-Festschrift
116 ss. (exceso en la legítima defensa); elmismo, Heinitz-Festschrift págs. 273 ss. (desistimiento en la tenta- págs. 161 .ss.; Kim, Schuldprinzip pág. 88; Hirsch, Kolner Festschrift págs.418 ss.; elmismo, ZStW 106
tiva); el mismo, Bockelmann-Festschrifr págs. 289 ss. (error de prohibición). (1994) págs. 752 ss.; Küpper. Grenzen págs. 157 ss.; Kühl, Allg.Teil §10 núms 2 ss.
232 § 23 Hl concepto jicnal de acción y ías cuestiones relacionadas con ella I. Nccesiil.iJ, función v requisitos del concejito de acción 233

se renunciaría a la orientación del Dereciio penal hacia la responsabilidad personal del a u t o r p o r Gliickner, Cogitationis poenaní nenio paritur, 1989; Giissel, Wertungsprobleme des Begriffs der finalen
su h e c h o , p e r j u d i c a n d o así la justicia individual. La desaparición del p r i n c i p i o de culpabilidad Handiung usw., 1966; Hall, l'alirlSssigkcit ini Vorsarz, 1959; Henkel, Der Mensch im Recht, Studium
c o n d u c e a u n a estrategia i n t i n i i d a t o r i a sin distinción de n i n g ú n t i p o , tal y c o m o evidencia la Genetalc 1960, pág. 229; Herzherg, Die Unterl.issung im Strafrecht und das Garantenprinzip, 1972; el mis-
aplicación de la "strict liabiliry" en D e t e c h o penal a n g l o - a m e r i c a n o ' ' ^ o en Francia la de los "délits mo. Das Wollcn beini Vorsatzdeliki usw., JZ 1988, págs. 573, 635; Hirscb, Der Streit um Handlungs—
p u r e m e n t matériels" en los delitos i m p r u d e n t e s ' ' " . La culpabilidad y la p t e v e n c i ó n general se und Unrechtslehre usw., ZStW 93 (19SI) pág. 8 3 1 , ZStW 94 (1982) pág. li<); Hruschka, Strukturen der
e n c u e n t r a n en niveles distintos. En la p t i m e r a se t t a t a d e la c u e s t i ó n d e si, y en q u é g t a d o , el Zurcchnung, \^1(Í; jakobs, Vermeidbarcs Verhalten und Strafrechtssystcm, Festschtift für H. Welzel, 1974,
pág. 307; el mismo, Dcr strafrecluliche Handiungsbegriff, \992; jescheck, Der strafrcchtiiche Handiungsbegriff
h e c h o p u e d e ser p e r s o n a l m e n t e r e p r o c h a d o al autor, mientras q u e en la s e g u n d a se trata d e si, y
in dogmengeschichriichcr Enuvickluiig, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 139; Armin Kaufmann, Die
en q u e m e d i d a , resulta necesaria u n a sanción c o n t t a el a u t o r p o r el h e c h o culpable para preser-
Dogmatik der Umedassungsdelikte, 1959.; el mismo, Zum Stand dcr Lehre vom personalen Unrecht,
var la fidelidad al D e r e c h o p o r parre d e la colectividad, lo q u e t í n i c a m e n t e p u e d e alcanzarse a
Festschtift für H. Welzel, 1974, pág. 393; el mismo, Die Funktion des Handiungsbcgriffs im Strafrecht, en:
través de u n a p e n a "merecida" ""'. Strafrechrsdogmatik zwischen Sein und Wert, 1982, pág. 2\; ArthurKaufhtann, Schuid und Strafe, 1966; el
mismo, Die ontologische Struktut der Handiung, Festschtift für H. Mayer, 1966, pág. 79; el mismo, Die
5. D e lo q u e sobre t o d o se carece en la D o g m á t i c a actual es d e la elaboración diferenciada
finale Handlungslehre und die Fahdassigkeit, JuS 1967, pág. 145; Kindhauser, intentionale Handiung, 1980;
de los e l e m e n t o s del m o d e r n o c o n c e p t o de delito en aquellos p u n t o s en los q u e p o r el m o m e n t o
el mismo, Kausalanalyse und Handlungszuschreibung, GA 1982, pág. 477; Klug, Der Handiungsbegriff des
todavía se trabaja c o n discutibles cláusulas generales, a saber, en los delitos de peligro c o n c r e t o ,
Finalismus ais methodologisches Probiem, Festschrift für C. A. Emge, 1960, pág. 33; Krümpelmann,
en la d e l i m i t a c i ó n e n t r e d o l o eventual e i m p r u d e n c i a consciente, en los ctiterios para d e t e r m i n a r Motivation und Handiung im Affekt, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 327; Küpper, Grenzen der
la vencibilidad del error de p r o h i b i c i ó n , en las reglas d e la infracción del d e b e r d e c u i d a d o y d e normativierenden Sttafrechtsdogmatik, 1990; Maihofer, Der Handiungsbegriff ¡m Verbrechenssystem, 1953;
la i m p u t a c i ó n personal en el m a r c o d e la i m p r u d e n c i a , en los deberes d e g a r a n t e y la cláusula d e el mismo, Der soziale Handlungsbegtiff Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 156; Maiwald, Abschied
e q u i p a r a c i ó n e n el á m b i t o d e los delitos d e o m i s i ó n i m p r o p i a , así c o m o en la d e l i m i t a c i ó n entre vom srrafrechtiichen Handlungsbegtiff? ZStW 86 (1974) pág. 626; el mismo, Grundiagenprobleme der
autoría y p a r t i c i p a c i ó n . M u c h o de lo q u e a q u í se verá c o n detalle será objeto d e u n a refutación Unterlassungsdelikte, JuS 1 9 8 1 , pág. 4 7 3 ; Marinucci, II reato come "azione", 1 9 7 1 ; H. Mayer,
posterior. N o existe n i n g u n a teoría del delito q u e p u e d a ser m á s q u e u n proyecto rransitotio o Vorbemerkungen zur Lehre vom Handiungsbegriff, Festschrift für H. v. Weber, 1963, pág. 137; Michaelowa,
efímeto. A pesar de ello p u e d e decirse q u e la sistemática m o d e r n a p r o c e d e n t e del finalismo ha Der Begriff der sttafrechtswidrigen Handiung, 1968; Moos, Die finale Handlungslehre, Strafrechtlichc
Probleme 2 (1974) pág. 5; Niese, Finaiitat, Vorsatz und Fahtlasskeit, 1951; Noli, Der strafrechtlichc
alcanzado u n alto grado en su fuerza de convicción. Es m e n o r el peligro d e q u e se Trastorne p o r
Handiungsbegriff Ktiminologische Schriftenteihe, Tomo núm. 54, 1971, pág. 2 1 ; Nowakowski, Probleme
nuevas ideas sistemáticas p r o c e d e n t e s del exterior, a q u e ella m i s m a se destruya p o r la falta de
der Sttafrechtsdogmatik, JBI 1972, pág. 19; Oner, Funktionen des Handiungsbcgriffs im Verbrechensaufhau?
c o n t a c t o c o n la praxis.
1973; Radbruch, Der Handiungsbegriff in seiner Bedeurung für das Strafrechtssystcm, 1904; Roxin, Zur
Kritik der finalen Handlungslehte, ZStW 74 (1962) pág. 515; el mismo, Rechtsidee und Rechtsstoff usw.,
Gedachtnisschfift für G. Radbruch, 1968, pág. 260; Schewe, Reflexbewegung, Handiung, Vorsatz, 1972;
§ 23 El c o n c e p t o p e n a l d e a c c i ó n y las c u e s t i o n e s r e l a c i o n a d a s c o n ella Schmidháuser, Willkürlichkeit und Finaiitat ais Untechtsmerkmale im Sttafrechtssystem, ZStW (>G (1954)
pág. 27; el mismo, Was ist aus der finalen Handlungslehre geworden? JZ 1986, pág. 109; el mismo, Begehung,
Androulakis, Menschliches Verhalren ais zentraler Bezugspunkr rechtlicher und insbesondere
Handiung und Unterlassung im Strafrecht, Gedachtnisschfift füf Armin Kaufmann, 1989, pág. 131; Eb.
srrafrechtlicher Normierung, Festschrift für j . Zepos, Tomo I, 1973 (impresión especial); Baumann, Hat
Schmidt, Der Atzt im Straftecht, 1939; el mismo, Soziale Handlungslehre, Festschrift für K. Engisch, 1969,
oder hattc der Handiungsbegriff eine Funktion? Gedachtnisschrift für Armin Kaufmann, 1989, pág. 181;
pág. 338; R. Schmitt, Ordnungswidrigkeitentecht, 1970; Spiegel, Die sttafrechdiche Verannvortlichkeit des
Bebrendt, Die Unterlassung im Strafrecht, 1979; el mismo. Das Prinzip der Vermeidbarkeit im Strafrecht,
Kraftfahrers für Fehlreaktionen, DAR 1968, pág. 2 8 3 ; Stratenwerth, Die Bedeutung der finalen
Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 303; Bloy, Finaler und sozialer Handiungsbegriff, ZStW
Handlungslehre für das schweizerische Strafrecht, SchwZStt 81 (1965) pág. 179; el mismo, Unbewul^te
90 (1978) pág. 609; Brammsen, Inhalt und Elemente des Eventualvorsarzes usw., J Z 1989, pág. 7 1 ; K Buhnojf,
Finaiitat? Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 289; Struensee, Der subjektive Tatbestand des fahtlassigen
Die Entwicklung des strafrechtlichen Handiungsbcgriffs ven Feuerbach bis Liszt unter besonderer
Delikts, JZ 1987, pág. 53; v. Weber, Bemerkungen zur Lehre vom Handiungsbegriff Festschrift für K. Engisch,
Berücksichtigung der Hegelschule, 1966; Btisch, Moderne Wandiungen der Verbrechenslehre, 1949; Engisch,
1969, pág. 328; Weidemann, Die finale Handlungslehre und das fiíhrlassige Delikt, GA 1984 pág. 408; Welzel,
Der finale Handiungsbegriff Festschrift für E. Kohlrausch, 1944, pág. \A\;el mismo, Besprechung von A.
Ein unausrottbates Mif?verstandnis? Zur Interpretation det finalen Handlungslehte, N J W 1968, pág. 425;
Kaufmann, "Die Dogmatik der Unterlassungsdelikte", J Z 1962, pág. 189; el mismo, Vom Weltbild des
el mismo, Zur Dogmatik im Strafrecht, Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 3; ErnstWolf Die Lehtevon
Juristen, 2.» Ed. 1965; el mismo, Tun und Untetlasscn, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 163; el mismo,
der Handiung, AcP 170 (1970) p.. 181; E. A. Wolf Der Handiungsbegriff in dcr Lehre vom Verhrechen,
Logische Übericgungen zur Vcrbrechensdefmition, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 343; Pranzheim,
1964; el mismo. Das Problcm der Handiung im Strafrecht, Gedachtnisschrift für G. Radbruch, 1968, pág.
Sind falsche Reflexe der Kraftfahrer strafbar? N J W 1965, pág. 2000; Gehlen, Der Mensch, 13.» Ed. 1986;
291; Wolter, Sttafwütdigkeit und SttalLedürftigkeit usw., 140 Jahre GA, 1993, pág. 269.

'* LaFavelScott, Subsrantive Criminal Law I págs. 340 ss., 348 ss. I. N e c e s i d a d , f u n c i ó n y requisitos del c o n c e p t o d e a c c i ó n
" jescheck, ZStW 98 (1986) pág. 15. El art. 121-3 del Código penal de 1994 limita ahora las
"infractions matérielles" a las faltas (al respecto, Pradel, Le nouveau Code penal núms 48 ss.). 1. La doctfina penal se esfuerza desde hace t i e m p o en l e s p o n d e r a la p r e g u n t a d e qué ha
'"^ Al final de su defensa del concepto funcional de culpabilidad Neumann, ZStW 99 (1987) pág. d e e n r e n d c r s c p o r a c c i ó n ( c o m o p u n t o de p a r t i d a de rodas las discusiones posteriores sobre los
592, se hace a sí mismo la decisiva objeción de que la idoneidad en el fin de la pena es una función de su e l e m e n t o s del delito). En tcalidad m u c h o s autores c o n s i d e r a n este esfuerzo i n f r u c r u o s o p o r q u e si
adecuación a la culpabilidad, pero no a la inversa. se p u d i e r a e n c o n t r a r u n a definición de este tipo sería tan genética q u e carecetía de valor sistema-
234 § 23 Hl concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella II. l'.struclura \' crítica del concepto causa! de acción 235

tico a l g u n o ' . N o o b s t a n t e , el c o n c e p t o d e acción c o m o p t i n t o d e referencia para los p r e d i c a d o s Fjeniplo: El movimiemo involuntario tle im noctámbulo por el que destroza un jarrón ajeno de gran
de la t i | ' i c i d a d , antijtiricidad y de la culpabilidad, aparece c o m o algo irrenunciablc aiín c t i a n d o valor no puede dar lugar bajo ninguna circinistancia a la fundamentación de su puiúbilidad; de allí que
la "suerte d e la D o g m á t i c a penal" se juega s o l a m e n t e en esos niveles posteriores d e la investiga- tampoco pueda scx una acción en sentido jntídico-penal. Por otta parte, sería ir dertiasiado lejos el negar la
ción d e im c o m p o r t a m i e n t o . A d e m á s , el legislador utiliza en las disposiciones sobre D e r e c b o condición de acción en todo tipo tle infracción jinítlica que se lleva a cabo de un modo inconsciente, ya que
de este modo la ptoblemática del coniportamienio imprudente (que es una cuestión de la tipicidad y la
penal internacional ( § § 3-7) un c o n c e p t o d e " h e c h o " i n d e p e n d i e n t e del tipo, d e m o d o q u e en
cidpabilidad) se sitúa en un nivel tlemasiado "'bajo" y, con ello, se sobrecargaría el conce[ito de acción.
este nivel previo a la tipicidad d e b e ser c o m p r o b a d a la existencia de u n " h e c h o " q u e p e r m i t a la
entrada en consideración del p o d e r p u n i t i v o alemán (vid. snpra § 18 I 1). Pero prescindiendo de
este argtmiento sistemático existe t a m b i é n u n intetés teórico en la caracterización positiva d e u n c o m -
II. Estructura y crítica d e l c o n c e p t o causal d e a c c i ó n
p o r t a m i e n t o h u m a n o con trascendencia jurídico-penal, puesto q u e de ello se deriva el límite exte-
rior d e la i m p u t a c i ó n de u n h e c h o c o m o "obra del ser h u m a n o " '. F i n a l m e n t e , el c o n c e p t o d e ac- 1. D e a c u e r d o con el c o n c e p t o s u m i n i s t r a d o p o r la C i e n c i a penal a l e m a n a y extranjera, la
ción posee t a m b i é n u n significado práctico ya que con u n a fornmlación adecuada asegura q u e t o d o acción es un comportamiento humano dominado por la voluntad (voluntario) que produce una
lo que carece Ae importancia para el enjuiciamiento penal q u e d e excluido desde el principio . d e t e r m i n a d a consecuencia en el m u n d o exterior, p o r lo q u e dicha con.secuencia p u e d e consistir
o bien eu un simple m o v i m i e n t o corporal (delitos d e actividad) o bien en u n o q u e vaya a c o m p a -
2. Al concepto de acción le deben bastar distintos requisitos para poder cumplir adecuadamente con
rlado de u n resultado en el m u n d o exterior (delitos de resultado) ( c o n c e p t o causal d e a c c i ó n )
su función en la estructura de conjunto de la teoría del delito ^. Ante todo, debe ser aplicable a todas las
Formas de! actuar humano que pueden tener relevancia para el Derecho penal —tanto al comportamiento (vid. supra § 2 2 III 2 a ) ' ' . Este c o n c e p t o d e acción se d e n o m i n a "causal" p o r q u e la v o l u n t a d
doloso como al imprudente, así como al activo y al omisivo— (función de clasificación). El concepto de t í n i c a m e n t e es c o n c e b i d a en su función d e t e r m i n a n t e del resultado, p e r o no c o m o fuerza direc-
acción debe, además, poseer el suficiente contenido material como para que los conceptos jurídico-penales tora del c u r s o del a c o n t e c i m i e n t o .
del sistema (tipicidad, antijuricidad y culpabilidad), puedan ser conectados con el primero como especifica-
Ejemplo: En un disparo mortal únicamente se comprueba bajo el punto de vista de la acción que el
ciones anexas (fimción definitoria). Por último, debe excluir aquellos comportamienros que bajo ningún punto
comportamiento "estaba sustentado pot la voluntad" y que ha causado el tesultado de muerte. Por el con-
de vista aparezcan como punibles (fimción delimitadom), sin necesidad de tener que anticipar los elementos
trario, la circunstancia de si la voluntad iba ditigida a dicho resultado sólo es indagada en la culpabilidad.
específicos del delito.
2. El e x a m e n crítico del c o n c e p t o causal d e acción m u e s t r a q u e la c o n s i d e r a c i ó n d e todas
las m o d a l i d a d e s del c o m p o r t a m i e n t o v o l u n t a r i o c o m o simples procesos causales, n o c o m p r e n d e
la esencia d e la i n t e n c i ó n q u e g u í a a las acciones y q u e es lo q u e d i s t i n g u e al c o n t i n g e n t e p r i n c i -
' Esta tesis, ya defendida anteriormente (vid. supra § 22 III 2 a), vuelve a recobrar hoy fuerza situán-
pal del delito. S e g u r a m e n t e q u e no siempre la v o l u n t a d " c o m o acción" diferencia a la acción
do.se en un primer plano a la vista de la improductividad del concepto de acción; vgl. Gallas, Beitrage págs.
h u m a n a d e los meros a c o n t e c i m i e n t o s d e la naturaleza, p e r o lo específicamente h u m a n o en la
30 ss.; V. Buhnoff, Handlungsbegriff págs. 149 ss.; Bockelmann/Volk, Ailg. Teil págs. 41 ss.; Klug, Emge-
Festschrift págs. 33 ss.; Brammsen, JZ 1989, pág. 76; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 177 ss.; Noli, Der acción no consiste en la causalidad de la v o l u n t a d , pues t a m b i é n las ftierzas d e la naturaleza d e -
sttaffechtiiche Handlungsbegtiff pág. 11; Otto, Grundkurs pág. 63; Lackner, nota preliminar núm. 7 antes sarrollan efectos causales, sino en la "finalidad" c o n f o r m a d o r a del curso causal objetivo, algo para
del § 13; Fiandaca/Musco, Diritto pénale págs. 94 ss.; Marinucci, II reato págs. 203 ss.; Otter, Handlungsbegriff lo q u e t í n i c a m e n t e la p e r s o n a está capacitada^. Ademá.s, en sí m i s m o el c o n c e p t o causal de ac-
pág. 199; Schónke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 37 antes del § 13; Eser/Burkhardt, Strafrecht 1 ción n o p e r m i t e acoger la o m i s i ó n ' . La cualidad d e la o m i s i ó n consiste p r e c i s a m e n t e en q u e
núm. 3 A núm. 74. Con la fórmula Aejakohs, Allg. Teil 6/32: "evitabilidad de una diferencia en el resulta- falta el i m p u l s o e s p e r a d o d e la v o l u n t a d y p o r ello no es p u e s t o e n m a r c h a u n p r o c e s o causal
do", se abandona un concepto de acción previo al tipo. El concepto de acción que ha continuado desarro- d e t e r m i n a d o . F i n a l m e n t e , este c o n c e p t o c o n d u c e a u n regreso "ad i n f i n i t u m " p o r q u e , al m e n o s
llando/a/í'O^s, Handfungsbegriff pág. 44, va más allá de una transcripción general del concepto de delito. t e ó r i c a m e n t e , t a m b i é n son acciones los a c o n t e c i m i e n t o s lejanos q u e en m o d o a l g u n o se e n c u e n -
En los manuales extranjeros rara vez se discute el concepto de acción; el concocido Tratado francés de Merlel
tran r a z o n a b l e m e n t e relacionados con el h e c h o (por e j e m p l o , el n a c i m i e n t o del asesino c o m o
Vitu, Traite I antes del núm. 454 exige sólo "un comportemcnt humain". Una excepción constituyen las
p r e s u p u e s t o necesario del a s e s i n a t o ) ' . En parte se ha i n t e n t a d o salvar estas dificultades p o r m e -
extensas exposiciones del concepto de acción que rcil'izz fimenez de Asúa, Tomo III págs. 328 ss.; Glanville
Williams, Criminal Law págs. I .ss.; LaFave/Scott, .Substantive Criminal Law I págs. 272 ss.; Rodríguez Devesal
Serrano Gómez, Derecho penal págs. 361 ss.; BettiollPettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 273 ss.;
Hazewinkel'SuringalRemmelink, Inleiding pág. 146; Triffterer, Allg. Teil págs. 106 ss.
^ Así, Schónke/SchróderlLenckner, nota preliminar núm. 37 antes del § 13. ' Así, Beling, Lehre vom Vcrbrechen págs. 9 y 17; K Liszt, Lehrbudí 21.»/22." Ed. pág. 116; Baumann/
•' En estcsenrido, Roxin, Radbruch-Gedachtnisschrifr pág. 262; Noli, Handlungsbegriff págs. 28 ss.; Weher, Allg. Teil pág. 193; LK (9.") (Heimann-Trosien) Introducción núm. 3 1 ; Spiegel, DAR 1968, pág.
SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 18 antes del § 1. 283; Naucke, Einführung pág. 264; Mezger, Lehrbuch págs. 91 ss.; KohlrauschlLange, Syst. nota pteliminar
* Destacan el significado del concepto de acción Androulakis, Zepos-Fcsrschrift pág. 13; i^loy, ZStW II B; Bettiol/I'ettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 280 ss.; Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho
90 (1978) pág. 632; DreherlTrbndle, nota preliminar núms. 3 ss. antes del § 13; Hirsch, Z S t W 93 (1981) penal págs. 369 ss.; Pompe, Handboek pág. 88 (acerca de anteriores autores neerlandeses). También de modo
págs. 843 .ss.; Arthur Kaufmann, H. Mayer-Fesischrift pág. 8 1 ; Armin Kaufinann, Handlungsbegtiff pág. similar, B G H 3 , 2 8 7 ( 2 8 9 ) .
'il; Maiwald, Z S t W 86 (1974) pág. MI; MaurachlZipfi k\\'¿:\ú\ I § 16 núm. 1; Stratenwerth, NiXplaX 1 ^ Así, con razón, Schmidhauser, ZStW 66 (1954) págs. 28 ss.
núm. 142; Wessels, Allg. Teil n ú m . 86; Welzel behrbuch págs. 31 ss.; Baumann, Armin-Kaufmann- ^ Acerradamente en este sentido, E. A. Wolf, Handlungsbegriff págs. 10 ss.; Pompe, Handboek pág.
Gedachtni.sschtift págs. 186 ss.; Wolter 140 Jahre CA pág. 2 8 3 . 88; Maurach/ZipfiM\g. Teil I § 16 n ú m . 35. ,
' Para más detalles vid. Maihofir, Handlungsbegriff págs. 6 ss. Así, con acierto, //. Mayer^ v. Weber-Festschrifr págs. 146 ss.
236 § 23 El concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella III. hsrriictura v crítica del concepto final de acción 237

dio de la i n t r o d u c c i ó n del c o n c e p t o d e " c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o " '", a u n q u e en verdad t a m p o - tes de la capa profunda de la personalidad, sin embargo la ejecución de la acción misma está regida finalmente
co se g a n ó m u c h o con ello. (vid. el caso de la BGH 11, 20) ' ^ Por lo expuesto l.is críticas son, pues, infundadas.

b) Peto el c o n c e p t o final de acción t a m p o c o p u e d e c u m p l i r la misión d e u n c o n c e p t o su-


perior q u e e n g l o b e todas las formas de c o m p o r t a m i e n t o p e n a l m e n t e relevantes "'. La dirección
III. Estructura y crítica del c o n c e p t o final de a c c i ó n
del proceso causal a ttavcs d e impulsos d e la volunt;td catacterística del c u r s o d e la acción final
1. Según esta teoría la acción h u m a n a no es u n simple devenir causal c o n d u c i d o p o r la se e n c u e n t r a ausente en la omisión, con i n d e p e n d e n c i a d e lo intensa q u e sea la colaboración e m o -
v o l u n t a d , sino la actividad d i r i g i d a a u n fin (vid. supra § 2 2 V 2). La finalidad descansa en la cional del "autor" en el a c o n t e c i m i e n t o q u e tiene lugar a n t e él '''. Pero más allá, t a m p o c o la ac-
capacidad d e la persona para prever d e n t r o d e ciertos límites las consecuencias d e su i n t e r v e n - ción imprudente p u e d e ser clasificada sin fricciones en el c o n c e p t o final d e acción '^. S e g u t a m e n -
ción causal, así c o m o para dirigir el curso del a c o n t e c i m i e n t o hacia el objetivo p r o p u e s t o confor- te la i m p r u d e n c i a consiste en su m a y o r parte, c o m o ya a d v i t t i e t o n los finalistas, en u n a ejecución
m e a u n plan y a través del recurso a sus p r o p i o s m e d i o s . Por este m o t i v o , el e v e n t o causal g o b e r - descuidada d e u n a acción final, pero el d e s c u i d o en la ejecución n o es p r e c i s a m e n t e u n m o m e n -
n a d o p o r la v o l u n t a d es la "espina dorsal d e la acción final", el "factor directivo q u e c o n f o r m a el t o d e su finalidad " . La inobservancia del d e b e r d e c u i d a d o , e x c l u s i v a m e n t e relevante para el
suceso causal externo". La dirección final d e la acción se ejecuta en tres etapas: c o m i e n z a c o n la e n j u i c i a m i e n t o pena!, se e n c u e n t r a en cierta medidayw/ító a la finalidad d e la acción; sin e m b a r -
fijación m e n t a l del objetivo, a ello le sigue la elección de los m e d i o s d e acción necesarios p a r a go, el juicio sobre la negligencia se lleva a c a b o sólo en relación c o n u n resultado evitable q u e en
alcanzar aquél y fmaliza c o n la realización d e la v o l u n t a d d e la acción en el m u n d o real . el h e c h o i m p r u d e n t e se e n c u e n t t a ptecisamentcyííé'ra de la relación final. T a m p o c o c a m b i a n a d a
el h e c h o d e q u e el c o n t e n i d o de la v o l u n t a d p u e d a ser d e t e r m i n a n t e d e la m e d i d a en la inobser-
Ejemplo: En un disparo mortal el autor elige primero su víctima, escoge el arma, apunta a la víctima y,
vancia del d e b e r d e c u i d a d o , algo q u e se d e m u e s t r a especialmente en los delitos cualificados p o r
finalmente, realiza su voluntad homicida al disparar.
el r e s u l t a d o (vid., p o r e j e m p l o , § § 18 y 2 2 6 ^*'). E n éstos, al igual q u e c o n ftecuencia sucede en
2. T a m b i é n h a n sido formuladas o b j e c i o n e s e n c o n t r a del c o n c e p t o final d e acción, a u n - las acciones i m p r u d e n t e s , la falta del deber de c u i d a d o n o reside en a b s o l u t o en q u e es "dirigida
q u e con total i n d e p e n d e n c i a d e q u e d e éste p u e d a n ser extraídas las amplias consecuencias q u e d e s c u i d a d a m e n t e " , sino en q u e aquéllas no suceden de ningiin m o d o . E n estos casos, difícilmen-
pata el sistema en la elaboración c o n c e p t u a l del delito se h a n d e d u c i d o d e aquella c o n c e p c i ó n . te p u e d e afirmarse q u e la "forma y m o d o " d e la ejecución d e la acción haya s i d o p o c o diligente.
a) El concepto final de acción suministra una descripción acertada de las acciones conscientes de la vo-
Ejemplos: La enfermera que negligentemente pone una inyección equivocada a su paciente "conduce"
luntad anticipadas mentalmente. Sin embargo, también conocemos sucesos que a primera vista no se corres-
su comportamiento de modo descuidado. Por el contrario, si el caso consiste en que el paciente, por su
ponden con la imagen de la acción final. No obstante, cabe clasificados también dentro del concepto de finali-
situación, no puede recibir inyección de ningún tipo, no puede decirse que la enfermera, que a pesar de ello
dad porque la dirección final, aunque no exista conscientemente, puede entrar a jugar en cualquier momento.
le pone la inyección, haya procedido con la infracción de su deber de cuidado en la forma y modo de ejecu-
Esto rige, de un lado, para las acciones automatizadas (vgr., andar, escribir, conducir un vehículo) " , porque en
ción de la acción; la deficiencia reside aquí más bien en que aquélla ha actuado.
ellas el evento que exteriormente aparece como un acontecimiento mecanizado (aunque inícialmente aprendi-
do) descansa en una dirección inconsciente que, en cualquier momento y por actos de la voluntad, puede
convertirse nuevamente en consciente. De otto, es válido también para las acciones lúdico-creativas' , pues en
éstas las asociaciones de sentimientos asumen la función de la anticipación mental en la representación del
objetivo que, igualmente, pueden ser empujadas hacia la plena consciencia. También rige, finalmente, para las '^ Vid. la cfítica de Henkel, Studium Genérale 1960, págs. 237 ss. Destacan con acierto la cualidad de
acciones pasionales en las que aunque en verdad irrumpen de modo inmediato las fuerzas impulsoras proceden- la acción del hecho pasional Krümpelmann, Welzel-Fcstschrift págs. 334 ss.; Schewe, Reflexbewegung pág. 131.
" Esto fue también admitido por Welzel, Lehrbuch págs. 31 ss. y 129 ss., así como por Stratenwerth,
I Allg. Teil I núm. 157. Igualmente, Armin Kaufmann, Welzel-Festschift, págs. 3 9 3 y ss. Por el contrario,
hace énfasis en la necesidad de un concepto amplio de acción que también deba incluir el comportamiento
'" En esta dirección Graf zu Dohna, Verbrechenslehre pág. 14; Mezger, Moderne Wege pág. 12; espontáneo y reflejo v. Weher, Engisch-Festschrift pág. 337.
Nowakowski,Yi\ X^ll, pág. 2 1 . '•' Sobre la falta de la "finalidad actual" en la omisión Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte págs.
" Vid. con más detalle Welzel, Das neue Bild págs. 1 ss.; el mismo, Lehrbuch págs. 33 ss.; Hirsch, 66 ss. Asimismo, Welzel, Lehrbuch pág. 200. La conexión entre la acción y la omisión en el concepto de
ZStW 93 (1981) pág. 838 con referencias adicionales; Stratenwerth, SchwZStr 81 (1965) págs.183 ss.; el "capacidad de acción" elaborado ^ot Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte pág. 83, no resulta suficiente
mismo, Allg. Teil 1 núms. 147 ss.; Busch, Moderne Wandlungen págs. 7 ss.; Kiipper, Grenzen págs. 44 ss. porque dicha capacidad de acción es un presupuesto de la acción pero no viene a ser la acción misma. Cuando
Acerca del desarrollo posterior de la teoría final de la acción Schmidhiiuser, JZ 1986, págs. 109 ss.; él mismo Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 157 se sitúa sobre la finalidad de la acción esperada, no se expresa nada
alcanza en cuanto al resultado "conceptos sencillos" ("acción" es un hacer querido, "omisión" es no actuar acerca de la omisión.
donde debería haberse hecho) que no contienen definición alguna; vid. Schmidhiiuser, Armin Kaufmann-
'* Al respecto, Q¡,\^tc\Ava^nit, Arthur Kaufmann, Schuld und Sttafe pág. 42; el mismo, JuS 1967, págs.
Gedachtnisschrift pág. 157.
145 ss.; H. Mayer, Grundrií? pág. 49; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 46; Roxin, Allg. Teil I § 8 núms. 19
'^ Sobre tales críticas Roxiti, Allg. Teil I § 8 núms. 18 ss.; el mismo, ZStW 74 (1962) págs. 515 ss.; ss. Por el contrario, nuevamente, Niese, Finaiitat págs. 40 ss.; Welzel, N J W 1968, págs. 425 ss.; Stratenwerth,
Maurach/Zipf, MilpleW I § 16 núms. 4 3 ss.; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núms. 31 ss. antes Allg. Teil I núms. 160 ss.; Weidemann, GA 1984, págs. 408 ss.; Struensee, J Z 1987, págs. 57 ss.
d e l § 13. " Tampoco la sustitución por Welzel, Maurach-Festschrift pág. 7, del concepto de "finalidad" por el
'^ Vid. 5fraffn«;frfA Welzel-Festschrift págs. 289 ss.; LK (11.") ijescheck) nota preliminar núm. 41 de "conducción" (de origen cibernético) cambia nada al respecto puesto que en la imprtidencia se trata sólo
antes del § 13; mostrando sus dudas SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 31 antes del § 13. de um posible conducción.
'"* Vid. la crítica al concepto final de acción que tealiza Hall, Fahrlassigkeit pág. 15. ^^ Téngase en cuenta la nueva redacción sufrida por el § 226 StGB (N cel T ) .
238 § 23 El concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella VI. El concepto social de acción 239

rV. El concepto negativo de acción ambas manifestaciones del comportamiento ~''; por el contrario, también se admite parcialmente
Con lina dcscripciini negativa se intenta siiigtilarizar el concepto de acciiMí del sticcso pe- que la omisión evidencia un "modus" de la eficacia del comportamiento humano que es asimila-
nalmente relevante como "no evitar lo cvirable"-', divisando así tatnbicn un concepto stiperior ble al actuar positivo^''. Ambos planteamientos han de rechazarse. Las formas en las que tiene
conipieiisivo del hacer positivo y la omisión al poder ser entendida esta última como el no evitar lugar el enfrentamicnto del ser humano con su entorno (finalidad en el hacer positivo y la posi-
la inactividad frente a una acción esperada. De este modo, la cvitabilidad de lo qnc no se evita se bilidad de ditigir en la omisión) no pueden ser unificadas en un nivel ontokSgico, dado que la
fundamenta sobre la capacidad de "conrradirigir" ^^. Sin embargo, lo que por ser inevitable no omisión no es final en sí misma por estar ausente de ella la expectativa de la puesta en marcha de
depara ninguna responsabilidad penal no suministra ventaja ilustrativa alguna por su obviedad. la finalidad. Sin embargo, el hacer positivo y la omisión pueden integrarse en un concepto de
Por el contrario, la cvitabilidad de un resultado penalmente relevante no es una cuestión de la acción unitatio cuando se alcanza a encontrar un punto de vista superior de carácter valorativo
acción, sino de la imputación del acontecimiento posterior a la acción del autor •^^. que aune en el ámbito normartvo los elementos que, por su esencia material, resultan incoinpati-
bles ^''. Esta síntesis debe set buscada en la relación del comportamiento humano con su entorno.
Este es el sentido del concepto de acción social. De acuerdo con ello la acción es un compor-
V. El concepto personal de acción tamiento humano con trascendencia social (vid. supra § 22 III 2 a) - . Aquí el "comporta-
miento' significa toda respuesta de la persona a la exigencia de una situación reconocida o por lo
De acuerdo con este concepto la acción es toda exteriorizacion de la personalidad que "per- menos reconocible, a través de la realización de una posibilidad de reacción que se le presenta en
mite ser atribuida a una persona como centro de acción moral y espiritual"^''. Por una parte, el dicha situación ' ' . El comportamiento puede consistir en el ejercicio de la acrividad final (finali-
concepto personal de acción enlaza exclusivamente con la personalidad como individualidad y, dad). Pero también puede limitarse a la causación de consecuencias inintencionadas en la medi-
con ello, conecta de forma demasiado profunda con acontecimientos que de ningiín modo po- da en que el acontecimiento puede ser dirigido con la intervención de la finalidad (impruden-
seen relevancia .social. Pero, por otra parte, es demasiado estrecho para el Derecho penal porque cia). Por último, puede expresarse a través de la inactividad frente a una determinada (aunque
la omisión, como actuación objetivamente imperativa, apenas puede ser entendida como "expre- no es necesario que esté jurídicamente fundamentada) expectativa de acción, con lo cual tam-
sión" de la personalidad en los casos de desconocimiento de la situación de peligro, a pesar de lo
cual puede ser un comportamiento punible (como hecho omisivo imprudente).
'5 Así, Radbruch, Handlungsbegriff págs. 131 ss.; Gallas, Beitrage págs. 25 ss.; Armin Kaufnami,
Untedassungsdelikte págs. 66 ii.; Wekel, Lehrbuch pág. 200; v. Buhnolff, Handlungsbegriff págs. 149 ss.;
VI. El concepto social de acción
Roxin, ZStW 74 (1962) págs. 547 ss. Acerca de la posibilidad lógica de un concepto superior para la acción
y la omisión vid., no obstante, Engisch, Welzel-Festschrift págs. 364 ss. Referencias adicionales en Engisch,
I. La categoría básica esencial del comportamiento aaipo humano es h finalidad, pues es
Gallas-Festschrift pág. 163 nota a pie núm. 1.
la capacidad para dirigir cursos causales la que caracteriza a la posición del ser humano en la
' ' Así, BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 191; G'óssel, Weriungsprobleme pág. 112; Maihofer,
naturaleza. A ello se ai'iadc una segunda categoría, la omisión, que no sólo tiene relevancia para el
Handlungsbegriff pág. 14; Mezger, Lehrbuch pág. 132; £ A. Wolff, Handlungsbegriff pág. 32.
Derecho civil (piénsese en la trascendencia del "silencio en el tráfico jurídico") sino también para ^' Hazewinkel-SuringalRemmelink, Inleiding pág. 164: el hacer activo y la omisión se equiparan "¡n
el Derecho penal. Una omisión existe cuando, de conformidad con las normas del Derecho o la de sociale orde en in de normatieve orde".
Moral, así como según las reglas de la costumbre o la experiencia, era de esperar un hacer activo "^ El concepto social de acción se defiende de muy distintas maneras; vid. v. Liszt/Schmidt, Tomo I,
que no tiene lugar a pesar de que éste hubiera sido posible a través de la puesra en marcha de la 26." Ed. pág. 153; Eb. Schmidt, Der Atzt im Strafrecht pág. 75, en especial en nota a pie núm. 29; el mismo,
finalidad. En atención a la posibilidad de que el suceso sea dirigido, la omisión es igualmente Engisch-Fcstschrift págs. 339 ss; Engisch, Kohlrausch-Fcstschrift pág. 161; el mismo, Weltbild pág. 38;
una categoría esencial a la que, sin embargo, se ai'iade un juicio normativo por la expectativa de Maihofer, Eb. Schmidt-Festschrift págs. 170 ss.; Preisendanz, ñora preliminar B III 1; 'Wessels. Allg. Teil núm.
comportamiento. Si, por lo demás, el concepto de acción puede comprender tanto al hacer como 93; E. A. Wolff, Handlungsbegriff págs. 29 ss.; el mismo, Radbruch-Gedachtnisschrift pág. 299. Sobre todo
a la omisión, es algo que se discute. En patte se sostiene la idea de que, a causa de la difetencia ello vid., además,/«c/jfc^, Eb. Schmidt-Festschrift págs. 150 ss. así como en ptofundidad Bloy, ZStW 90
estructural entre el hacer positivo y la omisión, no es factible elaborar una unidad superior para (1978) págs. 611 ss., especialmente pág. 647. Cercanos también a la concepción aquí sustentada H. Mayer,
Grundril? pág. 75; Maurach/Zipf Allg. Teil I § 16 núm. 73; WK (Noivakowski) nota preliminar 13 antes del
§ 2; Würtenberger, Situation pág. 54; Arthur Kaufmann, H. iMayer-Festschrift págs. 96 ss. Con dudas Eserl
Burkbardt, Strafrecht I núm. 3 A núms. 63 ss. El concepto de acción social se corresponde con lo que Welzel,
Lehrbuch pág. 31 caracterizó como "ámbito jutídico-penal de actuación normativa". De ahí que también
^' Así, Herzberg, Die Unterlassung pág. 177; el mismo, JZ 1988, págs. 576 ss.; Behrendt, Die .sea defendido por Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 151, porque este concepto no contradice a la teoría final
Unterlassung págs. 130 ss. de la acción en su ámbito legítimo. La teoría de la acción de Ernst Wolf, AcP 170 (1970) págs. 205 ss. se
' ' fif/irraí/f, Jescheck-Festschrift Torno I pág. 304. limita a una descripción de las formas de comportamiento imaginables, pero sin decir sobre qué se funda-
^' En profundidad, pronunciándose en contra de un concepto negativo de acción Roxin, Allg. Teil I menta el jucio de imputación. Sobre este último como base de la "aplicación reglada" Hnischka, Zurechnung
§ 8 niíms. 34 ss.; además, Brammsen, JZ 1989, págs. 72 ss.-Jakohs, AJlg. Teil 6/33; SchónkelSchroderlLenckner, pág. 13; sobre la base de la "posibilidad decisoria" Kindhauser, Inrentionaie Handlung p.ágs. 202 ss.
nota preliminar núm. 36 § 13; Engisch, Gallas-Festschrift págs. 193 ss.; Wessels, Allg, Teil núm. 87. ^'' Igualmente, E. A. Wolff, Handlungsbegriff pág. 17; Wessels, Allg. Teil núm. 93; Maiwald, JuS 1981,
^"^ Así Roxin, Allg. Teil I § 8 núms. 42 ss.; de modo similar, SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 18 pág. 476 (acerca de la omisión). De modo similar, Gehlen. Der Mensch pág. 32: "Denominamos acciones a
antes del § 1; Arthur Kaufmann, H. Mayer-Festschrifr pág. 101. los actos que expresan su posición hacia el exterior".
240 § 23 El concepto penal de acción y las cucsríoncs relacionadas con ella VI. hi conccpro social de acción 241

estado de inconsciencia por un ataque de epilepsia que no se había manifestado anteriormente (OI.G
bien a q u í se p r e s u p o n e la c o n c u r r e n c i a con carácter general de la posibilidad de dirección ( o m i -
Schleswig VRS 64, pág. 429). Alguien que situado en el botde de una piscina es empujado y golpea a un
sión) ^''. El requisito del c o m p o r t a m i e n t o ''humano^ indica q u e para a c t u a r en s e n t i d o j u r í d i c o -
nadadot al caer a ella.
penai sólo se t i e n e n en c u e n t a m o d o s de c o m p o r t a m i e n t o d e personas individuales, p e r o n o ac-
tos de agrupaciones de personas. U n a c o n d u c t a tiene "trascendencia saciar exclusivamente c u a n d o b) La cualidad de acción se niega t a m b i é n en aquel caso en el q u e alguien p e r m a n e c e inac-
se refiere a la relación del i n d i v i d u o con su e n t o r n o y afecta al m i s m o a través de sus efectos-^'. tivo frente a u n a expectativa de acción por faltatle la capacidad de acción, s i e m p r e q u e cualquier
Para ello es necesario q u e el c o m p o r t a m i e n t o se manifieste e x t e r i o r m c n t c , p o r lo q u e en la o m i - o t r o en su situación t a m p o c o la hubiera p o d i d o tener.
sión es suficiente con la ausencia de efectos q u e habría t e n i d o el hacer sujeto a expectativa y Ejemplos: Si e! tínico finicionario de vigilancia nocturna es reducido y encerrado en una celda por
dirección (por e j e m p l o , la ausencia d e u n a posible prestación d e auxilio en u n accidente) ^^. unos presos de modo que no pueda evitar su huida, decae la posibilidad de aplicar el § 120 II al poder
negarse aquí la capacidad de acción. Asimismo, no existe delito de allanamiento por la permanencia ilegíti-
El concepto social de acción engloba con ello todas las modalidades de conducta que se tienen en
cuenta para el enjuiciamiento penal. Además, encierra los contornos de una definición que no sólo describe ma segiín el § 123 I (en su segunda altetnativa) cuando el viajero que es invitado a abandonar el ttanvía no
alistractamente la acción sino que también lo hace en su esencia material de una forma concreta; de este lo hace dutante el trayecto en marcha (RG 75, 355 [358]).
modo, pueden ser mejor determinados, sin necesidad de anticipados, los elementos generales del delito La o m i s i ó n sólo p u e d e ser e n t e n d i d a c o n i o tcalización de la posibilidad d e reacción que se
(tipicidad, antijuricidad y culpabilidad). Finalmente, excluye aquel tipo de comportamientos que no pueden le presenta a la p e r s o n a de a c u e r d o con su naruraleza, si p u e d e ser afirmada c o n carácter general
tener significado alguno desde una perspectiva penal.
la capacidad para e m p r e n d e r la acción esperada m e d i a n t e la puesta en acción de la finalidad. Por
2. Del c o n c e p t o social de acción se d e d u c e n e g a t i v a m e n t e el c í r c u l o de m o d a l i d a d e s d e este m o t i v o , la c a p a c i d a d general de a c c i ó n pertenece ya al c o n c e p t o d e o m i s i ó n en el s e n t i d o
c o n d u c t a q u e desde u n p r i n c i p i o n o son tenidas en c u e n t a p a r a la i m p u t a c i ó n penal. Esta fun- d e u n " c o m p o r t a m i e n t o " con trascendencia social. Sin e m b a r g o , el e x a m e n de la capacidad d e
ción negativa es t a m b i é n reconocida p o r q u i e n e s se o p o n e n a u n c o n c e p t o general d e acción ^^. acción no p u e d e situarse .sobre las cualidades personales del i n d i v i d u o en el caso c o n c r e t o , pues a
través del c o n c e p t o d e acción d e b e ser d e l i m i t a d o aquel á t n b i t o de la c o n d u c t a h u m a n a que^^f-
a) C o m o la acción evidencia la realización de u n a posibilidad d e reacción q u e se le presen-
neralmente se plantea en la i m p u t a c i ó n penal, d e ahí q u e a la definición d e la o m i s i ó n le d e b a
ta a la persona, el requisito m í n i m o del c o n c e p t o de acción debe ser visto al m e n o s en la c o o p e -
servir de base la capacidad general de acción. D e a c u e r d o con ello, p u e d e hablarse e n t o n c e s d e
ración potencial d e sus fuerzas psíquicas y mentales ^^. Segtin ello, n o c o n s t i t u y e n acción los re-
u n a o m i s i ó n en el s e n t i d o del c o n c e p t o de acción, c u a n d o p u e d a afirmarse q u e otra persona, si-
flejos c o r p o r a l e s p u r a m e n t e s o m á t i c o s en los q u e el m o v i m i e n t o o la ausencia del m i s m o se
t u a d a en el lugar del "autor" a q u i e n hay q u e imaginar en p l e n a posesión d e los c o n o c i m i e n t o s y
desencadena de m o d o i n m e d i a t o a través del c o r r e s p o n d i e n t e e s t í m u l o del sistetna nervioso, al
capacidades requeridos en la correspondiente situación, habría estado en condiciones de e m p r e n d e r
igual q u e sucede c o n los m o v i m i e n t o s corporales en situación d e i n c o n s c i e n c i a o, finalmente,
la acción esperada .
con los efectos q u e se derivan de la fuerza irresistible (vis absoluta).
Ejemplos: Los habitantes de Berlín no han omitido el salvamento de un esquiador acuático que se
Ejemplos: Alguien resulta sobresaltado por la descarga de una corriente eléctrica y de este modo
ahoga en un campeonato celebrado en el "Lago de Constanza" a pesar de que han sido testigos del infortu-
lesiona a otra persona^'. El conductor de un vehículo que causa un accidente como consecuencia de su
nio por televisión. No obstante, sí lo hace el nadador que encontrándose en la orilla omite el rescate aún
* cuando la prestación del auxilio estuviera por encima de sus propias fuerzas. En cambio, hay que negar la
omisión por parte de los amigos del que se alioga si a la vista del suceso pierden la conciencia.
-'" Sobre la justificación de la existencia de un concepto de omisión prejurídico de esta naturaleza
Y\á.Engisch,]Z 1962, pág. 190. c) T a m p o c o son acciones en el s e n t i d o del D e r e c h o penal las intiltiples actividades q u e se
" Vid. V. Weber, Engisch-Festschrift pág. 3 3 1 . Coníotmf^ Jakobs, Handlungsbegriff pág. 28. desarrollan p o r parte d e las a g r u p a c i o n e s de p e r s o n a s (vid. infra § 2 3 V I I ) .
^^ Vid. Jakobs, Welzel-Festschrift: págs. 318 ss.
^^ Vid. SchSnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núms. 37 ss. antes del § 13. Pot el contrario, d) F i n a l m e n t e , el requisito de u n a manifestación externa del c o m p o r t a m i e n t o cxclttyc del
Michaelowa, Begriff pág. 82, entiende por acción "cualquier modo de existencia humana", rechazando con c o n c e p t o d e acción t o d o s aquellos sucesos q u e tienen lugar exclusivamente en el interior de la
ello la limitación impuesta en el texto; en cambio, Marinucci, II reato pág. 203, se decanta también por una persona (por ejemplo, ideas y s e n t i m i e n t o s ) . Esto es t a m b i é n válido incluso para el caso de q u e
delimitación negativa basada completamente en los tipos delictivos. Igualmente, Otter, Handlungsbegriff tales procesos p u e d a n ser detectados a través d e m é t o d o s psicológicos ("cogitationis p o e n a m n e n i o
págs. 179 ss. y Armin Kaufinann, Welzel-Festschrift pág. 394. Suministra con acierto una visión estrecha del patituf", D i g . 4 8 , 19, 1 8 ) - " .
concepto de "no acción" Schewe, Reflexbewegung pág. 75; acerca del concepto de movimiento reflejo el
mismo, ibídem págs. 55 ss.; Stratenwerth, Welzel-Festschrift págs. 297 ss.
5'' En el mismo sentido habla Kindhauser, GA 1982, pág. 495 de la "posibilidad de control" como
característica de la acción. •'' Vid. Maihofer, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 177. Por el contrario, la mayoría de las veces se tiene
'^ Por el contrario, no constituye reflejo corporal alguno la reacción equivocada del conductor de un en cuenta la capacidad individual paa el concepto de omisión; vid. Schónke/Schroder/Stree, nota pteiiminar
vehículo que surge repentinamente como consecuencia de una situación de peligto, pues esta circunstancia niims. 142 ss. antes del § 13; Maurach/Gossel/Zipf, AWg. Teil I § 46 núm. 49; SK(Riidolpbi) nota ptehminat
es dominable si se posee la experiencia suficiente; vid. .sobre ello OLG Frankfurt VRS 28, 364 y Franzheim, núm. 2 antes del § 13; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1031; Nowakowski, JB! 1972, págs. 21 ss. y WK
N J W 1965, pág. 2000. Igualmente debe afirmarse la existencia de una acción cuando el conductor del vehí- (Nowakowski) nota preliminar niim. 15 antes del § 2.
culo realiza una maniobra inconrrolada de desviación, al chocar un insecro contra su ojo y provocar de csre ^' Maiwald, ZStW 86 (1974) pág. 642, apoya especialmente en este punto la necesidad de que sea
modo un accidente; vid. OLG H a m m J Z 1974, pág. 716. Sin embargo, Spiegel, DAR 1968, pág. 290 reco- concebido un concepto penal de acción. Sobre el significado del pasaje del Diges-o pata la teoría de la ten-
noce la posibilidad de una "rotal incapacidad de acción". tativa de los glosadores vid. Glóckner, Cogitationis poenam nenio patitur, 1989.
242 § 23 íi] concejero penal de acción y las cuestiones rclacittnadas con ella
V i l . Sanciones contra ¡ictsonns jtuídicas y asociaciones de personas 243

3 . La función del c o n c e p t o de acción se agota en caracterirar y d e l i m i t a r sustanáalmente el strafrechtlichen Verantwortlichkeir der juristischen Personen, Fcstgabe für M. Gutzwíller, 1959, pág. 603;
línibito q u e g e n e r a l m e n t e se cuestiona para la i m p u t a c i ó n penal ^'^. A h í reside t a m b i é n su v a l o r Seiler, Strafrechtliche Mal^nahmcn ais Unrechtsfolgen gegen Personenverbande, 1967; Sieber, Europáische
s i s t e m á t i c o . Por el c o n t r a r i o , del c o n c e p t o d e acción social n o p u e d e n ser d e d u c i d a s c o n s e c u e n - Einigung u n d Europaisehes Straltecht, Z S t W 103 (1991) pág. 9 5 7 ; Stratenwerth, Strafrechtliche
cias para la e s t r u c t u r a d e los c o n c e p t o s de la aiuijuricidad y c u l p a b i l i d a d . El m a r c o d e a m b o s Unternehmenshaffung? Eestschrift für R. Schmitt, 1992, pág. 295; Tiedemann, Die "Bebuííung" von
e l e m e n t o s materiales d e la estructura del d e l i t o es en realidad trazado p o r el c o n c e p t o d e acción Unternehnien nach dem 2. WiKG, Nj\X' 19SS, pág. 1169; el mismo, Strafbarkeit und BuRgeldhaftung von
en su s e n t i d o iriás a m p l i o , pero su desarrollo esencialx consigue de a c u e r d o con criterios especí- jtitistischen Personen imd ihren Org;tnen, en: EscrlThormundsson (Edrs.), Oíd Ways and New Necds in Cri-
ficamente jurídico-pcnales. minal Legislation, 1989, pág. 157; el mismo, Europaisehes Gcmcinschaftsrecht und Strafrecht, N J W 1993,
p.. 23; el mismo, Der Aligemeine leí! des europáischen stiptanationalen Strafrechts, Eestschrift für H . - H .
Jescheck, Tomo II, 1985, pág. 1411; elmismo, Relorm des Sanktionswesensauf dem Gebiet des Agrarmarkts
VIL Sanciones contra personas jurídicas y asociaciones de personas der EWG, Eestschrift für G. Pfeiffer, 1988, pág. 114; Torringa, Strafcaarheid van rechtspersonen, 1984;
Volk, TAIT Bestrafung von Unternehmcn, JZ 1993, pág. 429; i'. Weber, Über die Strafbarkeit juristischcr
Achenhach, Diskrepanzen im Recht der ahndenden Sanktionen gegen Unternchmen, Fcstschrift für Personen, GA 1954, pág. 237.
W. Strce und J. Wessels, 1993, pág. 545; Ackermann, Die Strafbarkeit juristischcr Personen usw., 1984;
1. El D e r e c h o a l e m á n vigente no c o n o c e d e n i n g u n a p u n i b i l i d a d d e p e r s o n a s jurídicas
Brender, Die Neuregelung der Verbandstaterschaft im Ordnungswidrigkeitenrecht, 1989; Brickey, Corporate
and Wliite Collar Crimes, 1990; Busch, Grundfragen der strafrechtlichen Vcrannvorriiciikcit der Vcrbande, y asociaciones de personas.
1933; Cohén, Corporate Crime and Punishmenr, American Criminal Law Review 26 (1989) pág. 605; Sin embatgo, la Historia del Derecho oírece en esta cuestión una imagen muy c a m b i a n t e " . Mientras
Dannecker, Die Verhangung von Geldbullcn gegen Unrcrnchmcn, MSchrKrim 1991, pág. 268; el mismo, que en Derecho Romano, aunque con limitaciones, ha regido el principio "societas delinqucre non potest",
Strafrecht der EG, en: Eser/Huher (Edrs.), Strafrechtsennvicklung in Europa, Tomo 4 / 3 , 1995, pág. 1965; la punibilidad de agrupaciones de personas era bien conocida para el Derecho germano, el italiano-medieval
Dannecker/Fischer-Fritsch, Das E G - K a r t e l l r e c h t in der Bufigeldpraxis, 1 9 8 9 ; Ehrhardt y el comiin. Sólo en el curso del siglo XVllI al XIX se produjo el cambio en virtud del cual sólo los indivi-
Unternehmensdelinqucnz und Unternehmensstrafe, 1994; Engisch, Empfiehlt es sich, die Strafbarkeit der duos estaban sometidos al Derecho penal . Para ello fueron decisivos argumentos dogmáticos y político-
juristischen Person ge.setzlich vorzusehen? Verhandlungcn des 40. DJT, l o m o II, 1953, p. E 7; Foerschler, criminales de mucha mayor importancia que la discusión acerca de la "naturaleza" de la persona jurídica
Corporate Criminal Intenr, California Law Review 78 (1990) pág. 1287; Gohler Das neuc Gesetz über (teoría de la ficción o teoría de la realidad) '*'.
Ordnungswidrigkciten, JZ 1968, págs. 583 y 613; el mismo, DicstrafrecliriicleVerantwordichkcit juristischcr
Personen, ZStW Beiheft Budapest 1978, pág. 100; Hartung, Empfiehlt es sich, die Strafbarkeit der juristischen Las personas jurídicas y las asociaciones de personas sólo tienen c a p a c i d a d d e actuar p o r
Person ge.setzlich vorzu.sehcn? Verhandungen des 40. DJT, Tomo 11, 1953, p. E^ 43; Heinitz, Empfiehlt es m e d i o de sus ó r g a n o s por lo q u e no p u e d e n ser castigadas por sí m i s m a s . A d e m á s , frente a ellas
sich, die Strafbarkeit der juristischen Person gesetzlich vorzusehen? Verhandlungcn des 40. DJT, Tomo I, la d e s a p r o b a c i ó n ético-social q u e reside en la p e n a no posee n i n g ú n s e n r i d o , p o r q u e u n r e p r o c h e
1953, pág. 67; el mismo, Der Ausbau des Strafensystems, ZStW 65 (1953) pág. 26; Hirsch, Die Frage der culpabilístico sólo p u e d e alzarse freiire a personas individuales responsables y n o frente a iriiein-
Straffahigkeit von Personenverbánden, 1993; Huss, Die Strafbarkeit der juristischen Personen, ZStW 90 bros n o i n t e r v i n i e n t e s o frente a una masa p a t r i m o n i a l . La p u n i b i l i d a d d e colectivos d e personas
(1978) pág. 237; Jescheck, Die strafrechtliche Vcranuvortlichkeit der Personenverbande, Z S t W 65 (1953) es i n c o m p a t i b l e c o n la esrructura teórica del D e r e c h o p e n a l a l e m á n , e s p e c i a l m e n t e c o n los c o n -
pág. 210; elmismo, Die Bchandlung der Personenverbande im Strafrecht, SchwZStr 70 (1955) pág. 243; el
ceptos de a c c i ó n y d e culpabilidad. Para la i m p u t a c i ó n penal de c o m p o r t a m i e n t o s corporativos
mismo, Das niederlandische StGB im internationalen Zusammenhang, en: van Dijky otros (Edrs.), Crimi-
d e b e r í a n ser i n r r o d u c i d a s "otras reglas y caregorías" . Pero este paso n o resulta necesario. El
nal Law in Action, 1986, pág. 5; Lampe, Systemunrecht und Unrechtssysteme, ZStW 106 (1994) pág. 683;
Lange, Zur Strafbarkeit von Pcrsonenverb,ánden, J Z 1952, pág. 2 6 1 ; Lang-Hinrichsen, "Verbandsunrecht".
Zugleich ein Beitrag zur Lehre von den Ordnungswidrigkciten, Festschrifi: für H. Mayer, 1966, pág. 49;
Müller-Giigenberger (Ed.), Wirtschaftsstrafrecht, 2.^ Ed. 1992; Otto, Die Strafbarkeit von Unternchmen und ' ' Al respecro, vid. R. Schmitt, Maí?nahmen gegen Verbande págs. 16 ss.; Heinitz, Verhandlungcn
Verbanden, 1993; Pohl-Sichtermann, Geldbuf?e gegen Verbande, 1974; Riebenfeld, Die strafrechtliche Tomo I págs. 67 ss.
Verantwordichkeit von Verbanden, Jahrbuch der Basler Jurisrenfakultat 1934, pág. 232; Rogall, Dogmatische '"' En este sentido se pronuncia la docttina dominante, vid. Engisch, Verhandlungcn Tomo 11 págs. E
und kriminalpolitische Probleme der Aufsichtspflichtverletzung, ZStW 98 (1986) pág. 573; Rotberg, Eür 7 ss.; Hartung, ibídem págs. E 43 ss.; Heinitz, Z S t W 6 5 (1953) pág. 5\; Jescheck, SchwZStr 70 (1955) pág.
Strafe gegen Verbande, f)JT-Fcstschrift, Tomo II, 1960, pág. 193; Schajfmeister, Das niederlandische 243; Lange, JZ 1952, pág. 2 6 1 ; R. Schmitt, Maí5nahmen gegen Verbande págs. 178 ss., especialmente en
Wirtschaftsstrafgesetz, ZStW 85 (1973) pág. 782; R. Schmitt, Strafrechtliche Mafinalimen gegen Verbande, pág. 199; Maurach/Zipf, Allg. Teil ¡ § 1 5 núm. 8; Roxin, Allg. Teil I § 8 núms. 55 ss.; Müller-Gugenberger,
1958; Schünemann, Unternchmenskriminalitát und Strafrecht, 1979; el mismo, Die Bedeutung der Wirtschaftsstrafrecht § 19 núms. 41 ss.; Schmidháuser, Allg. Teil págs. 195 ss. Igualmente, desde la RG 16,
"Besonderen personlichen Merkmale" fiar die strafrechtliche Teilnehmer— und Vertreterhaftung, Jura 1980, 121 (123) existe jurisprudencia constante; vid. también la BGH 3 , 130 (132). Refiriéndose exclusivamente
págs. 3 5 4 y 5 6 8 ; el mismo, S t r a f r e c h t s d o g m a t i s c h e u n d k r i m i n a l p o l i t i s c h e G r u n d f r a g e n der al derecho de ocupación BGH 5, 28 (32) con comentatio crítico de Bruns, JZ 1954, pág. 251 y Heinitz, JR
Unternehmenskriminalitat, wistra 1982, pág. 4 1 ; SclnmemannlSuárez González (Edrs.), Madrid-Symposium 1954, pág. 67. A favor de la penas para colectivos M. E. Mayer, Lehrbuch págs. 96 ss.; ii. LisztlSchmidt, pág.
für K. Tiedcmann, 1994; Schwander, Der F.influfi der Fiktions-und Realitátstheorie auf die Lehre von der 156; Busch, Grundfragen págs. 89 ss.; v. Weber, GA 1954, pág. 237; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 196;
Jakohs, Allg. Teil 614A ss.; Ehrhardt, Unternehmcnsdelinquenz págs. 25 ss.; Ackermann, Strafbarkeit juristisehet
Personen págs. 236 ss.; Rotberg, DJT-Eestschrift Tomo I! págs. 194 ss.; Hirsch, Per.sonenverbánde págs. 21
ss.; Stratenwerth, R. Schmirt-Festschrift pág. 307; AK(Marxen) § 14 núm. 11; Lampe, ZStW 106 (1994)
^* Se trata, por tanto, de algo más que una simple "regulación del uso del lenguaje" como piensa págs. 722 ss.
Klug, Emge-Festschrift pág. 40. Y es que las categorías de la finalidad, de la posibilid,ad de dirección, de la
"" Sobre ello vid. Schwander, Gutzwiller-Festgabc págs. 608 ss.
expectativa y del efecto sobre el entorno, dan a conocer mucho mejor lo que quiere significarse con el con-
''^ Así, Volk, JZ 1993, pág. 435; de modo similar, Hirsch, Personenverbande págs. 23 ss.; Stratenwerth,
cepto de acción.
R. Sehmitt-Eestschrift págs. 297 ss.; Otto, Strafbarkeit von UiuernehiTien pág. 22.
244 § 23 El concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella VIL Sanciones contra personas jurídicas y asociaciones
es dde personas 245

Ici^ítimo objetivo político-criminal de que los entes colectivos con patrimonios jurídicamente au- adininistrativo-.sancionador, o cuando se prescinda de la pena (procedimiento autónomo en la
tónomos pierdan los beneficios obtenidos a través de los delitos cometidos por sus órganos, debe imposición de una sanción administrativa pecuniaria) '*'; el régimen seiíalado no rige cuan-
y puede ser alcanzado de un modo distinto al de la pena (comiso, perdida de la ganancia y reti- do el delito o la infracción administrativa no pueden ser perseguidos por motivos jurídicos (§ 30
rada del sobreprecio). Por el contrario, el problema global es tratado en el Derecho extranjero de IV OWiG). La misión de esta multa administrativa, a través de la sanción que afecta a la propia
un modo más pragmático que en el alemán, por lo que en el primero la pena destinada a entes entidad colectiva, debe ser la de hacer frente de un tnodo eficaz a los hechos punibles e infrac-
colectivos está prevista con frecuencia por parecer apropiada '. ciones adminisnativas que han sido cometidos "en interés" de la corporación, así como gravar
los beneficios que su comisión pudo suponer para ésta (vid. §§ 30 III, 17 IV OWiG).
2. Cuando también el Derecho alemán rechaza la pena criminal frente a personas jurídicas
lo hace porque desde tiempo atrás existen sanciones administrativas contra entes colectivos . 3. Sin embargo, la sanción pecuniaria administrativa contra entes colectivos como sanción autónoma
De un significado especialmente práctico es la posibilidad, de conformidad con el § 30 OWiG, derivada de la imputación a un órgano de un delito o infracción administrativa, y sometida a una "culpabi-
de iinponer una sanción pecuniaria a dichas entidades (¡de hasta un millón de DM!) cuando lidad por la organización", está tan poco justificada como la pena misma, porque también aquélla presupo-
ne una culpabilidad personal y expresa un juicio de desvalor'"'. Y así, la multa administrativa sólo resulta
alguien, como órgano legítimo de representación de una persona jurídica o como miembro del
defendible frente a personas naturales, pues su imposición no puede ser fácilmente añadida a la pena indivi-
mismo (por ejemplo, como gerente de una GmbH), como director de una asociación sin capaci-
dual o sustituir ésta, si es que no se quiere quedar expuesto al reproche por un "fraude de etiquetas". La
dad jurídica o como miembro de su dirección, como socio que ostenta la representación legítima absofción del beneficio está asegurada por la articulación de una cláusula de tepresentación en el § 73 \\\ y
de una sociedad mercantil personalista (vgr., de una O H G ) , como apoderado general o singular, por la disposición especial para los órganos en el § 75 StGB y los §§ 29 y 29 a OWiG respecto al comiso y
o como procurador que ocupa una posición directiva de un ente de esta naturaleza, haya come- la pérdida de las ganancias (vid. infra § 76 1 2b, II 3c). Si las multas penales o administrativas impuestas a
tido un delito o una infracción administrativa mediante la lesión de los deberes de la entidad o los órganos de la corporación y fijadas de acuerdo con sus circunstancias patrimoniales no poseen fuerza
habiendo o debiendo haber conseguido un enriquecimiento de ésta. Especialmente, de acuerdo intimidatoria suficienre, entonces debetían ser impuestas penas de prisión para combatir adecuadamente la
con el § 130 OWiG, también entra en juego la infracción del deber de vigilancia como funda- criminalidad asociativa''^. La propia cuestión relativa a los criterios según los cuales debe ser determinada la
mento de la sanción pecuniaria al ente colectivo (BGH NStZ 1986, pág. 79). Ésta es también cuantía de la multa administranva contra la enridad, difícilmente encontrará una respuesta satisfactoria ''*.
admisible aunque a causa del hecho no se haya iniciado o se haya archivado un proceso penal o Especialmente dudosa es la fijación autónoma de la multa administrativa de acuerdo con el § 30 IV OWiG
(vid. al respecto el caso resuelto por la OLG Hamm JR 1971, pág. 383 con comentario de Gohler), así
como la acumulación de la sanción al ente colectivo y el castigo individual del órgano cuando éste ha cola-
borado financieramente con aquél. Inobjetables resulran, por el contrario, la responsabilidad del órgano y
del representante (vid. infra § 23 VIII) y el tipo que previene una multa administrativa por la infracción del
''^ En el extranjero existen verdaderas penas dirigidas a colectivos, sobre todo en Inglaterra y en los
deber de vigilancia en servicios y empresas (§ 130 OWiG)'".
EE.UU, mientras que otros países se limitan en su mayoría a los delitos contra la Administración Pública;
vid. LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 360 ss.; Cohén, American Criminal Law Review 1989, 4. También en Derecho económico europeo existe un poder económico-sancinador de
pág. 605; Brickley, Corporate and White Collar Crimes, 1990; Foerschler, California Law Review 1990, pág.
la Unión Europea que se dirige inmediatamente contra las empresas sin consideración a su for-
1287; Volk, JZ 1993, pág. 431 nota a pie núm. 14; Huss, ZStW 90 (1978) págs. 237 ss. (en relación con
Luxemburgo, Francia y HéXpcz); Jescheck, ZStW65 (1953) pág. 210. En el Código penal francés de 1994, ma jurídica, con lo que a éstas no sólo se les hace responsables por las acciones de sus órganos
en su art. 121-2 ha sido introducida la punibilidad de las personas jurídicas; sobre ello vid. Desportes/Le sino también por las de todas las personas a su cargo '". Esta competencia sancionadora descan-
Gunehec, Présentation míms. 28 ss. („innovation essentielle du nouveau code"); Pradel, Le nouveau Code
penal págs. 101 ss. („nouveauté principale"). En relación con la introducción de la pena para entes colecti- ''^ Así, 7/><a'í'm/7n«, NJW 1988, págs. 1171 ss.; AÍK//fr-G!í^('«¿<'r^í'r, Wirtschaftsstrafrecht, § 19núm.
vos en los Países Bajos Hazewinkel-SuringalRemmelink, Inleiding págs. 135 ss.;Jescheck, Das niederlandische 46, quien muestra un acuerdo cauteloso con este desarrollo en § 19 núms. 53 ss.; AK(Marxen) § 14 núm.
StGB págs. 15 ss.; Torringa, Strafbaarheid van rechtspersonen, 1984; Schaffmeister, ZStW 85 (1973) págs. 13; Brender, Verbandstaterschaft pág. 130.
801 ss. Bélgica sólo conoce una responsabilidad penal de los órganos; vgl. DupontlVerstraeten, Handboek '"' Igualmente, R. Schmitt, Ordnungswidrigkeirenrecht pág. 28; MaurachIZipf, AWg. Teil I § 15 núm.
núms. 295 y 408. En Suiza RiehenfeU, Basler Jahrbuch 1934, pág. 234 ya recomendó la pena contra las 5. Crítico también Tiedernann, Wirtschaftsstrafrecht págs. 146 ss. y 204; asimismo, en profundidad, Pohl-
comunidades (a diferencia de las sociedades); el anteproyecto suizo de Schultz de 1985 la rechazó. Una co- Sichtermann, GeldbuíSe págs. 45 ss. Gohler, nota preliminar núm. 12 antes del § 29a OWiG quiere aplicar
misión de expertos del Consejo de Europa recomendó su introducción (Council of Europe. European de modo correlativo el § 31 BGB. Schünemann, Unternehmenskriminalitát págs. 232 ss. y wistra 1982,
Commirtee on Crime Problems, PC-R-CI 187] 5 de 18.12.1987). Sobre el Derecho extranjero vid., ade- págs. 49 ss., defiende la admisión de las multas administrativas a los entes colectivos únicamente como
más, Delmas'Marty (Francia), Doelder (Países Bajos), Greve (Dinamarca), Rostad (Noruega), Zugaldía Espi- "medidas jurídico-penales para situaciones de necesidad", que sólo resulten aplicables cuando no pueda com-
nar (España) en: SchünemannISuárez González (Edrs.), Madrid-Symposium, 1994, págs. 305 ss. probarse quién ha sido el autor del hecho.
'*' La praxis ya había impuesto sanciones administrativas frente a personas jurídicas y asociaciones ^ Igualmente, Roxin Allg. Teil I § 8 núm. 56; Lang-Hinrichsen, H. Mayer-Festschrift págs. 64 ss.;
de personas de acuerdo con el § 17 VO sobre el Abuso de Posición Económica de Poder de 1923 (RGBl. Seiler, Personenverbande págs. 211 ss., 241 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 196 nota a pie núm. 2.
I pág. 1067). En el Derecho regulador de los precios y el consumo de la Segunda Guerra Mundial se '*" Sobre ello vid. Gohler, § 30 OWiG núm. 36; KKOWiG (Cramer) § 30 núms. 123 ss.
habían previsto expresamente sanciones administrativas contra colectivos. Sobre su historia vid. Tiedernann, •" Al respecto vid. Rogall, ZStW 98 (1986) págs. 573 ss. (de acuerdo en cuanto al resultado, vid.
Strafl^arkeit und Bufigeldhaftung págs. 158 ss.; Gohler, nota pteliminar mim. 3 antes del § 29a OWiG; págs. 620 ss.); Schünemann, wistra 1982, págs. 47ss. (en desacuerdo). Sobre la inadecuada regulación de las
enrelación con la OWiG vigente vid. el mismo, ]Z 1968, págs. 590 ss. y Deutsche Landesreferate págs. sanciones conrra las empresas en el StGB y OWiG Achenbach, Stree-Wessels-Festschrift págs. 545 ss.
106 ss. Sobre su evolución más moderna de acuerdo con la 2. WiKG el mismo, nota preliminar núm. 14 '" Tiedemann, NJW 1993, pág. 30; DanneckerlFischer-Fritsch, EG-Karrellrecht págs. 345 ss.; Dannecker,
antes del § 29a OWiG. Strafrechr der EG págs. 2054 ss.
246 § 23 El concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella V l í l . La actuación en lumihrc de otro 247

sa. de un lado, cu el T r a t a d o fundacional d e la C o n i i i n i d a d E u r o p e a para el C a r b ó n y el Acero m'an elementos person.ales especiales. Y así. el director de una uiina fue castigado como "industfial" por la
del a ñ o 1951 ^' y, de o t r o , en el are. 8 7 del T r a t a d o fundacional d e la C o i t u u i i d a d E c o n ó m i c a iníracción de las disposiciones destinad.is a la protección juvenil de acuerdo con el § 151 12 GewO (posre-
riormcnte derogado) (RG 33, 261 |26')]), y el gerente de una sociedad con responsabilidad limitada fue
E u r o p e a del arlo 1957, d e s t i n a d o a la p r o t e c c i ó n de la c o m p e t e n c i a 5 . A d e m á s , del art. 4 0 111,
considerado como "comisionista" en el .semido del § 95 1 mím. 2 B()rsC (BCÍH 11, 102 [105]). Una regula-
172 del T i a t a d o , se d e d u c e una amplia c o m p e t e n c i a d e la U n i ó n E u r o p e a para la i m p o s i c i ó n d e
ción posuiva de la responsabilidad de los órganos y representames se contenía hasta ahora en el § 244 KO
sanciones pecuniarias a las empresas en el á m b i t o agrario y p e s q u e r o (vid. supra § 18 V i l .3d) ^ .
en su antcfior redación y en el § 151 1 I GcwO. también en su amcríot redacción (BGH 8, 139; 9, 67) " .

2. El § 14 (así c o m o el § 9 O W i G ) i m p i d e fraudes de este tipo al regular las c o n d i c i o n e s


VIII. La a c t u a c i ó n e n n o m b r e de o t r o ( r e s p o n s a b i l i d a d d e ó r g a n o s y representantes) p o r las q u e a un a u t o r le son iiuputadas las caractetísticas personales d e o t r o '''. El p r e c e p t o d i s -
t i n g u e dos g r u p o s d e autores: el representante y los e n c a r g a d o s . El a p a r t a d o p r i m e r o d e esta
Blauth, 'Idandcln für einen anderen" nach geltendem und kommendem .Strafrecht, 1968; Bruns,
disposición penal extiende la aplicación de todas las n o r m a s penales en las q u e la p u n i b i l i d a d
KóiHicn Organe juristisclier Personen, die ¡m Interesse ihrer Korperschaften Rechtsgiiter Dritter verletztcn,
aparezca f u n d a m e n t a d a p o r la presencia de e l e m e n t o s personales especiales, a los ó r g a n o s d e re-
bestraft wcrden? Strafr. Abh. Heft 295, 1931; f/ mismo, Über Organ-und Vertreterhaftung ¡m Sttafrecht, JZ
1954. pág. 12; el mismo, Faktische Betrachtungswcise und Organhaftung, J Z 1958, pág. 4 6 1 ; el mismo, presentación legítima d e u n a persona jurídica ( p o r ejemplo, la j u n t a directiva de u n a asociación
Grundprobleme der strafreclitlichen Organ-und Vertreterhaftung, GA 1982, p>ág. !; el mismo, Die sog. inscrita), a los m i e t n b r o s de tales órganos (vgi., al m i e m b r o del consejo d e a d m i n i s t r a c i ó n d e
"tatsachliche" Betrachtungsweise im Strafrecht, JR 1984, pág. 133; Gallas, Der dogmatische Teil des u n a sociedad a n ó n i m a ) , a los socios q u e ostentan la representación legítima de u n a sociedad m e r -
Aliernativcntwurfs, ZStW 80 (1968) pág. 1; Gracia Martin, El actuar en lugar de otro en derecho penal, cantil personalista ( p o r e j e m p l o , el socio p e r s o n a l m e n t e responsable^ d e u n a sociedad c o m a n d i t a -
1985; Marxen, Die strafrechdiche Organ-und Vertreterhaftung usw., JZ 1988, pág. 286; Müller-Cugenherger ria) y a los representantes legales de o t r o (vgr., los padres o el síndico d e u n a q u i e b r a ) , siempre
(Ed.), Wirtschaftsstrafrecht, 2.* Ed. 1992; Rimmelspacher, .Strafrechtliche O r g a n - , Vertreter-und q u e acttien en v i r t u d d e su ctialidad c o r r e s p o n d i e n t e y los e l e m e n t o s personales especiales n o
Venvalterhaftung usw., JZ 1967, págs. 472 y 700; R.. Schmitt, Die strafrechtliche Organ-und Vertreterhaftung, c o n c u r r a n en ellos y sí en la e n t i d a d o persona a q u i e n representan (vid. el caso del a l z a m i e n t o
JZ 1967, pág. 698; 1968, pág. 123; Schünemann, Unrernehmenskriminalitat und Strafrecht, 1979; elmis-
d e bienes c o m e t i d o p o r el g e r e n t e de u n a sociedad de responsabilidad l i m i t a d a ) . Frente a su
mo, Strafrechtsdogmatische und kriminalpolitische Grundfragen der Unrernehmenskriminalitat, wistta 1982,
literalidad, p o r "elementos personales especiales" sólo p u e d e n ser e n t e n d i d o s aquellos e l e m e n t o s
pág. 4 1 ; Tiedemann, Literaturbeticht Nebenstrafrecht, ZStW 83 (1971) pág. 792; Wiesener, Die strafrechdiche
referidos al a u t o r q u e d e l i m i t a n al círculo de sujetos activos en virtud de su/¡melón socialy de la
Veranrwordichkeit von Vertretern und Organen, 1971.
responsabilidad q u e e m a n a d e ésta (por ejemplo, la c o n d i c i ó n d e d e u d o r , e m p r e s a r i o , personas
1. N o son pocas las disposiciones penales q u e , p o r su redacción, sólo se p l a n t e a n e n rela- vinculadas p o r u n d e b e r de fidelidad, organizadores de juegos de azar). Por el c o n t r a r i o , el § 14
ción c o n los a u t o r e s y m u e s t r a n d e t e r m i n a d o s e l e m e n t o s p e r s o n a l e s . Aquéllas se e n c u e n t r a n n o se refiere a los "eleinentos d e alto c o n t e n i d o p e r s o n a l " en el s e n t i d o del § 2 8 (vid. infra § 6 1
sobre t o d o en D e r e c h o penal especial pues en ciertos sectores el legislador a m e n u d o d e b e i m p o - V I I 4 a), p o r q u e p r e c i s a m e n t e éstos no p u e d e n perjudicar al r e p r e s e n t a n t e si n o c o n c u r r e n en
nct n o r m a s sancionadoras de carácter penal q u e , p o r su naturaleza, p u e d e n afectar sólo a q u i e n e s él ^^. El a u t o r d e b e h a b e r a c t u a d o en su cualidad d e ó r g a n o o r e p r e s e n t a n t e .
p e r t e n e c e n a u n d e t e r m i n a d o círculo d e p e r s o n a s ( p o r ejemplo, e m p l e a d o r e s , fabricantes, e m -
presarios). Pero t a m b i é n el D e r e c h o penal c o m t í n c o n o c e s u p u e s t o s d e este tipo (vgr., § § 2 6 6 ,
2 8 3 ss., 2 8 4 , 2 8 6 , 2 8 8 , 2 9 0 , 3 2 3 ) '''. E n estos casos existe el peligro d e q u e se i n t e n t e n evitar las " Hasta la actual situación jurídica y sobre su reforma vid. Brujís, Organe juristischet Personen págs.
consecuencias derivadas d e la a m e n a z a p e n a l , si la persona cualificada p o r el tipo c o m o a u t o r n o 84 ss.; el mismo, ]Z 1954, págs. 12 ss.; además, Niederschriften Tomo IV págs. 312 ss. Sobre su evolución
actúa p o r sí m i s m o sino a través d e o t r o . hismncz AK(Marxen) § 14 ntím. 6. Profundizando en esta cuestión y en relación con el nuevo arr. 15 bis
del Código penal español, Gracia Martin, El acruar en lugar de otro, 1985 (lógicamente, esta úhima refe-
Ejemplos: Quien como gerente de una sociedad con responsabilidad limitada sobre la que pesa un pro- rencia debe entenderse realizada al art. 31 del Código penal español de 1995, N del T).
cedimiento ejecutivo frustraba éste mediante el alzamiento patrimonial de los bienes de la sociedad, no po- "• De acuerdo Gallas, Z S t W 80 (1968) págs. 20 ss. Sin embargo, el precepto .se discute técnica y
día ser castigado anteriormente por el § 288 por no ser el sino la sociedad misma quien ostentaba la condi- político-criminalmente; vid. Las referencias incluidas en Schiinke/Schroder/Lenckner, § 14 ntím. 3; ÁK(Marxen)
ción de deudor (RG 16, 21 [24]; 60, 234). Por el contrario, en Derecho penal especial la jurisprudencia § 14 núms. 8 ss. Acerca del peligro de la delegación de deberes por parte de la ciípula de la entidad colectiva
también ha procedido en patte a interpretar ampliamente y por sí misma algunos tipos penales que contc- a los representantes Marxen, JZ 1988, p.igs. 290 ss. Sobtc la cuestión relativa a la solución del problema en
la Parte Especial vid. la discusión entre Rimmelspacher, J Z 1967, págs. 472 ss., JZ 1967, 700 ss. y R. Schmitt,
J Z 1967, págs. 698 ss., J Z 1968, págs. 123 ss. Considerando la responsabilidad de los órganos y represen-
^' Con m.ás detenimiento sobre esta cucsuón, Jescheck, ZStW 65 (1953) págs. 502 ss. tantes como un problema de la interpretación de los tipos Wiesener, Die strafrechdiche Verantwordichkeit
^^ Para Dannecker, MSchrKrim 1991, pág. 289 las multas que impone la Comisión Europea frente a las págs. 185 ss.; pot ello este autor viene a considerar, por una parte, que el § 14 tesulta superfluo pero, por
empresas por infracciones de la competencia poseen "claramente un carácter jurídico-penal", lo que sin embargo otra, rambién lo califica de demasiado restringuido. Profundizando en el § 14 Schmid, en: Miilkr-Gugenberger
resulta sumamente discutible por el hecho de que aquel ótgano no posee competencia jurídico-penal alguna. (Ed.), § 25 núms. 20 ss.
^' Tiedemann, Pfeiffer-Fcstschtift págs. 114 ss. En contra, con razón, Sieber, ZStW 103 (1991) p.ág. '^ En este senado, sobre todo, Blauth, Handcln füi einen anderen págs. 52 ss., 92 ss., 109 ss. y
972. En una adaptación al Detecho de la CE, Ono, Straftjarkeir von Unternehmen págs. 29 ss., quiere fun- Gallas, Z S t W 80 (1968) págs. 21 ss. La doctrina dominante se ha adhetido a esta tesis; vid. DreherlTróndle,
damentar la responsabilidad administtativa de las empresas, de acuerdo con la tegulación alemana conteni- § 14 n ú m . 2; Lackner, § 14 núm. 9; R. Schmitt, ]Z 1968, págs. 124 ss.; SK (Samson) § 14 núms. 9 ss.;
da en la O W i G , sobre la "culpa por la organización que resulta imputable a la empresa o ente colectivo". Tiedemann, Z S t W 83 (1971) pág. 807; AK (Marxen) § 14 núm. 24. Profundizando en las consecuencias de
'"* En la actualidad, las referenc¡.as del texto original a los §§ 286 y 323 StGB deben entender.se reali- la distinción entre elementos personales especiales beneficiosos según el § 28 11 y \a; perjudiciales áa acuerdo
zadas, respectivamente, a los §§ 287 y 319 (N del T ) . con el § 14, SchñnkdSchr'óderlLenckner, § 14 núms. 8 ss. (..clásico ejemplo de la relarividad de los conceptos
248 § 23 ítl concepto penal de acción y las cuestiones relacionadas con ella 1. Antijuricidad Fornial y material 249

3 . Del m i s m o m o d o , el § 14 II e x t i e n d e la aplicación d e los tipos penales a los e n c a r g a d o s en los e l e m e n t o s de la c u l p a b i l i d a d . Su desglo.se, pues, d e b e ser llevado a c a b o en tres partes. El
d e e s t a b l e c i m i e n t o s , e m p r e s a s y A d m i n i s t r a c i o n e s p ú b l i c a s (§ 14 II 3) a los q u e se les ha capírulo q u e se desarrolla a c o n t i n u a c i ó n se o c u p a del t i p o , la antijuricidad y la c u l p a b i l i d a d en
c o n f i a d o total o p a i c i a l m c n t e su d i t c c c i ó n ( a p o d e r a d o s generales o directores de filiales), o a los los d e l i t o s d e c o m i s i ó n d o l o s a c o m o c a s o m o d e l o d e la a c c i ó n p u n i b l e . Las especialidades
q u e t e n g a n q u e c u m p l i r bajo su r e s p o n s a b i l i d a d deberes oficiales q u e c o r r e s p o n d a n al d i r e c t o r q u e rigen en el delito d e c o m i s i ó n i m p r u d e n t e y para el delito de o m i s i ó n d o l o s o o i m p r u d e n t e
(vgt., el director de u n p a r q u e m u n i c i p a l de vehículos). El m o t i v o d e esta dilatación d e los tipos serán expuestas en el c a p í t u l o tercero sobre el t r a s f o n d o del delito d e c o m i s i ó n dolosa.
a ttavcs d e una cláusula general, q u e n o resulta objetable desde el p u n t o d e vista del m a n d a t o d e
d e t e r m i n a c i ó n (vid. supm § 15 III 3 ) , reside en q u e la m o d e r n a división del trabajo en la e c o n o -
mía y en la A d m i n i s t t a c i ó n obliga f r e c u e n t e m e n t e al t i t u l a t del e s t a b l e c i m i e n t o o al d i t c c t o t d e S e c c i ó n 1.": L a a n t i j u r i c i d a d
u n o r g a n i s m o a d m i n i s t r a t i v o a delegat la t e s p o n s a b i l i d a d en el c u m p l i m i e n t o d e deberes s a n c i o -
n a d o s p e n a h n e n t e , p o r lo q u e en tales casos t a m b i é n el r e p r e s e n t a n t e d e b e ser h e c h o responsa- La solución d e u n caso penal cotiiienza c o n la s u b s u n c i ó n d e los h e c h o s en los e l e m e n t o s

ble. Por el c o n t r a r i o , n o sería r e c o m e n d a b l e la extensión del § 14 a todos los s u p u e s t o s d e a c t u a - del t i p o c o n t e n i d o en la disposición penal c o r r e s p o n d i e n t e . En c o n e x i ó n c o n ello e x a m i n a r e m o s

c i ó n en n o m b r e d e o t r o ya q u e esto c o n d u c i r í a a u n a e x p a n s i ó n i l i m i t a d a d e los t i p o s d e si la a n t i j u r i c i d a d d e la acción típica está excluida p o r la c o n c u r r e n c i a de u n a causa d e justifica-

imptevisiblcs consecuencias^*. N a t u r a l m e n t e , el § 14 III se c o n f o r m a c o n relaciones de repre- ción. Pero u n a c o i u p r o b a c i ó n / J O Í / Í / W de la antijuricidad del h e c h o en a b s o l u t o riene lugar en la

sentación o m a n d a t o de caráctet fáctico. praxis. Ello se explica p o r q u e la verificación de si u n a c o n d u c t a c u m p l e c o n u n d e t e r m i n a d o t i p o


p e n a l se l i m i t a a la c u e s t i ó n d e la antijuricidad: d a d o q u e los tipos describen el i n j u s t o típico,
Para los gerentes "de hecho" de una sociedad de responsabilidad limitada rigen de modo inmediato las c u a n d o el a u t o r ha realizado u n tipo penal sólo d e p e n d e de si este h a a c t u a d o en u n a situación
obligaciones establecidas de acuerdo con los §§ 64 y 84 de la G m b H G e s . ; aquí no puede recurrirse al § 14 excepcional en la q u e n o n r i a l m e n t e está p e r m i t i d a la realización del injusto. Sin e m b a t g o , la teo-
(BGH 3 1 , 118 [122 ss.]). Desde luego que en todos los casos en los que el actuante ya es destinatario de la
ría del Derecho penal t a m b i é n d e b e d a r respuesta a la c u e s t i ó n d e q u e es lo q u e significa la
norma, no puede ser aplicado el § 14 con sus presupuestos adicionales " .
a n t i j u r i c i d a d c o m o tal y c ó m o se d e t e r m i n a su relación c o n el t i p o (Subsección a). Sólo e n t o n -
4. La r e s p o n s a b i l i d a d p e n a l o a d m i n i s t r a t i v a ( § 1 3 0 O W Í G ) d e l r e p r e s e n t a d o , d e l ces p r o c e d e discutir sobre el t i p o c o m o esencia d e los e l e m e n t o s del injusto q u e caracterizan al
titular d e la e m p r e s a o d e l d i r e c t o r del o r g a n i s m o a d m i n i s t r a t i v o sigue s u b s i s t i e n d o . Esto t i p o delictivo (Subsección b). Para t e r m i n a r se a b o r d a r á n las causas d e j u s t i f i c a c i ó n d e las ac-
tiene u n significado p r á c t i c o sobre t o d o p a r a el caso en el q u e a l g u n o d e ellos, frente a la a c t u a - ciones típicas (subsección c).
ción infractora del deber p o r p a r t e del r e p r e s e n t a n t e o m a n d a t a r i o cuya existencia c o n o c í a o d e -
bía h a b e r c o n o c i d o , haya llevado a c a b o u n a o m i s i ó n p u n i b l e p o r ser g a r a n t e del ejercicio regu-
lar d e su actividad. Subsección a): La a n t i j u r i c i d a d y su relación c o n el tipo

§ 24 C o n c e p t o y esencia de la antijuricidad
Capítulo 2: El delito de comisión dolosa
I. A n t i j u r i c i d a d formal y material

El D e r e c h o penal c o n o c e tres formas básicas de acción punible: el d e l i t o d e c o m i s i ó n dolosa, Bockelmann, Strafrecht des Arztes, 1968; Grafzu Dohna, Die Rechtswidrigkeit ais allgemeines Merkmal
im Tatbestande srrafbarer Handiungen, 1905; Engisch, Der Unrcchtstatbestand im Strafrecht, DJT-Festschrift,
el delito de c o m i s i ó n i m p r u d e n t e y el delito d e o m i s i ó n (doloso o i m p r u d e n t e ) . M i e n t i a s q u e el
Tomo I, 1960, pág. 4 0 1 ; Günther, Strafrechtswidrigkeit und StrafunrechtsausschluS, 1983; Heinitz, Das
c o n c e p t o d e acción c o m p t e n d e a todas las m o d a l i d a d e s d e c o m p o t t a m i e n t o p e n a l m e n t e relevan-
Pfobiem der materiellen Rechtswidrigkeit, Sttafr. Abh. Heft 211, 1926; elmismo, Zur EnrwickIung der Lehre
tes (vid. sufra § 2 3 V I 1), los tres g r u p o s se diferencian c o n s i d e r a b l e m e n t e en el t i p o d e injusto y
von der materiellen Rechtswidrigkeit, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 266; F. v. Hippel, Rechtstheorie
und Rechtsdoginatik, 1964; Armin Kaufinann, Rechtspflichtbegtündung und Tatbestandseinschrankung,
Festschrift für U. Klug,Tomo II, 1983, pág. 277; Kern, Grade der Rechtswidrigkeit, Z S t W 6 4 (1952) pág.
255; Kohlrausch, Irrtum und Schuldbegriff im Strafrecht, 1903; Nagler, Der Begriff der Rechtswidrigkeit,
jurídicos "); i A'(10.») (Roxin) §14 núms. 15 ss.; LK (XX.") (Schünemann) § 14 niiin. 9. Demasiado Festgabe für R. v Frank, Tomo 1, 1930, pág. 339; Noli, Übergcsetzliche Rechtfertigungsgründe, im besonderen
restringidamente ve Schünemann, Jura 1980, pág. 577, Unternehmenskriminalitat págs. 137 ss. y wistra die Einwilligung des Verletzten, 1955; Nowakowski Problemc der Strafrechtsdogmatik, JBl 1972, pág. 19;
1982, 46 ss. en la responsabilidad del representante un "caso ordinario de asunción de la posición de garan- Otto, Personales Unrecht, Schuid und Strafe, ZStW 87 (1975) pág. 539; Platzgummer, Die "Atlgemeinen
te". Presumiblemente en el Derecho administrativo no debe surgir este problema; vid. Gohler, § 9 O W i G Bestimmungen" des StGB im Licht der neueren Strafrechtsdogmatik, JBl 1 9 7 1 , pág. 2 3 6 ; Roxin,
núm. 6; KK OWiG (Cramer) § 9 núm. 13. Verwerflichkeit und Sittenwidrigkeit ais unrechtsbegründende Merkmale im Strafrecht, JuS 1964, pág. 373;
^* Por el contrario, defienden una extensión general en los casos de representación voluntaria Brtins, Würtenherger, Vom Rechtsstaatsgedanken in der Lehre der strafrechtlichen Rechtswidrigkeit, Festschrift für
j Z 1958, pág. 464; R. Schmin, JZ 1968, pág. 124; Tiedemann, Wirtschaftsstrafrecht pág. 2 0 3 . También r h . Rittier, 1957, pág. 125; Zipf, Probleme eines Straftatbestandes der eigenmachtigen Heilbehandlung,
Wiesener, Die strafrechtliche Veranrwortiichkeit págs. 185 ss. reprende la limitación del § 14 II a los casos Festschrift für E Bockelmann, 1979, pág. 577.
de representación voluntaria en el marco de una empresa, etc., y propone la "asunción de una posición de
deberes" (págs. 189 ss.). 1. La antijuricidad significa " c o n t r a d i c c i ó n c o n el D e r e c h o " '. Ello debe e n t e n d e r s e del si-
5' Bruns, GA 1982, págs. 22 ss.; elmismo, JR 1984, págs. 133 ss.
'''' iA'(10.'') {Roxiri) § 14 ntim. 43 con referencia.s adicionales; LK{\ 1.") {Schünemann) § 14 nilm. 65. Así, Nagler, Frank-FestgabeTomo 1 pág. 343. Vid., además, Dreher/Trondle, nota preliminar niím.
250 § 24 C o n c e p t o y esencia de la antijuricidad I. Andjuiicidad formal \' material 251

guiciitc m o d o : Para la protección de la convivencia d e la persona en la c o m u n i d a d el legislador hay q u e e n t e n d e r l a en tm s e n t i d o natmalístico c o m o perjuicio d e u n d e t e r m i n a d o objeto d e la
establece n o r m a s d e c o m p o r t a m i e n t o vinculantes q u e se d e n o t n i n a n n o r m a s jurídicas, lisras tílti- acción (por ejemplo, c o m o la m u e r t e de ima persona o deterioro de u n a cosa), sino c o m o la
mas o prescriben un hacer positivo q u e afecta a valores dignos d e p r o m o c i ó n (por ejemplo, la pres- transgresión del valor ideal qtie debe ser p r o t e g i d o a rravés d e la n o r m a jurídica (lesión del bien
tación de auxilio en caso de accidente, § 3 2 3 c) o prohiben im c o m p o r t a m i e n t o lesivo de alguno jurídico protegido). D e a h í q u e la caracterización del h e c h o p t m i b l e c o m o " c o m p o r t a m i e n t o so-
de aquéllos (vgr., la m u e r t e dolosa d e una persona, § 2 1 2 ) ; las n o r m a s jurídicas consisten, pues, en cialmente dañoso" se justifique por el d a ñ o a la c o m t m i d a d q u e teside en la lesión del bien
m a n d a t o s o en prohibiciones^. D e acuerdo con ello, la esencia de la antijuricidad .se divisa en q u e jurídico protegido**.
u n a c o n d u c t a infringe u n deber de acción u oniúsión c o n t e n i d o en u n a n o r m a jurídica. Este aspec-
3 . La c o n c e p c i ó n material de la aniijuticidad tiene un s i g n i f i c a d o p r á c t i c o c o n s i d e t a b l c
to es d e n o m i n a d o antijuricidad formal pues sólo es tenida en c u e n t a la contradicción d e la acción
(vid. siipra § 2 2 III 2c).
con el m a n d a t o n o r m a t i v o . Sin e m b a r g o , t a m b i é n la antijuricidad "formalizada" d e este m o d o p o -
see u n nt'tcleo material pues a través d e cada infracción de u n a n o r m a es menoscabada la base d e a) La antijuricidad material es, de im l a d o , el p u n t o d e o r i e n t a c i ó n del legislador en la ela-
confianza q u e sirve d e s o p o r t e al O r d e n a m i e n t o d e la c o m u n i d a d ' . boración de los tipos p e n a l e s ' y el pcn.samiento director de los ó r g a n o s de persecución c u a n d o
buscan la disposición penal aplicable en el caso c o n c r e t o . El p u n t o de vista de la a n t i j u t i c i d a d
Con frecuencia el significado el concepto del injusto es asimilado al de la antijuricidad. No obstante,
material p e r m i t e , a d e m á s , g r a d u a r el injusto d e a c u e r d o c o n su gravedad para o b t e n e r su corres-
deben diferenciarse ambas nociones. La antijuricidad es la contradicción de la acción con una norma jurídi-
p o n d i e n t e expresión en la d e t e r m i n a c i ó n d e la pena '". La perspectiva material posibilita, asimis-
ca. El injusto es la acción misma que se valora como antijurídica''.
m o , la i n t e r p r e t a c i ó n d e los tipos de a c u e r d o c o n los fines y valore? q u e les sirven d e base.
2. Pero la antijuricidad n o se agota en la relación entre la acción y la n o r m a sino q u e t a m -
Ejemplos: En otros tiempos, y desde una visión puramente formal, pudo sct admitida una malversa-
bién posee u n significado sustancial {anú'¡uricidad material) ^ U n a acción es antijurídica en u n
ción de caudales públicos de acuerdo con el § 350 en su redacción anterior, para el supuesto en el que un
s e n t i d o material c u a n d o se a t i e n d e al m e n o s c a b o del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o p o r la n o r m a c o -
funcionario público desviaba para fines privados el dinero confiado al servicio público, en la medida en que
rrespondiente*'. El aspecto material de la antijuricidad p a r t e d e los m o t i v o s p o r los cuales el le-
una disposición oficial no le "permitiera un procedimiento de esta naturaleza con su dinero de caja" (RG 5,
gislador h a s o m e t i d o a p e n a u n c o m p o r t a m i e n t o d e t e r m i n a d o , e i n d a g a si ese h e c h o c o n c r e t o es 304 [306]; 2 1 , 364 [366]). Igualmente formal es todavía hoy el tratamiento de la intervención médica cura-
c o m p r e n d i d o p o r el legislador d e s d e tales consideraciones. A d e m á s , la expresión "infracción" no tiva. Según la jurisprudencia se considera como una lesión corporal que sólo puede ser justificada a través
del consentimiento (RG 25, 375; BGH 11, 111). Sin embargo, desde una perspecriva material de las dispo-
siciones relativas a las lesiones se deriva que la intervención médica exitosa ni siquiera realiza los §§ 223 ss.,
porque aunque en verdad se menoscaba momentáneamente la integridad corporal no se la perjudica en cuanto
24 antes del § 13; Lackner, nota preliminar núm. 16 antes del § 13; LK (11.") (Hirsch), nota preliminar al resultado al set ésta restablecida. Pero aún cuando el tratamiento fracasa y, de este modo, aumenta o se
núm. 6 antes del § 32; Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 48 antes del § 13. Configura un agrava el sufrimiento, existe para la doctrina mayoritaria una intervención practicada de acuerdo con las
concepto especial de «antijuricidad penal» Günther, Strafrechtswidrigkeit pág. 247; sin embargo, su concep- reglas profesionales de actuación y no una lesión corporal al quedar excluido el injusto de la acción por la
ción de la misma no es otra que la de la tipicidad penal. intención curativa del médico. El ttatamiento de la intervención médica practicada sin el consentimiento
^ Vid. básicamente al respecto Binding, Normen Tomo i págs. 108 ss. Binding concibió en su del paciente no debe ser tratada como una lesión corporal sino como un traramiento curativo arbitrario
Handbuch pág. 155, a las normas como "puros imperativos" y, con ello, al Derecho penal como tm mero (vid. § 162 E 1962; § l l O o s t e r r S t G B ) " .
Derecho sancionador. Lo correcto es, sin embargo, concebir a la norma^' a la sanción como una unidad
típica para cada sector del Derecho (también para el Derecho civil y el administrativo), porque existe una b) U n a c o n s e c u e n c i a i m p o r t a n t e d e la c o n s i d e t a c i ó n material d e ht a n t i j u r i c i d a d es t a m -
recíproca relación correlativa entre ambas partes de una disposición. bién la posibilidad d e aceptar la justificación d e la c o n d u c t a , a u n q u e la Ley no c o n t e n g a n i n g u -
3 Vid. sobre ello Otto, ZStW 87 (1975) pág. 562. na causa aplicable para ello, si resulta q u e los fines q u e el legislador quería alcanzar c o n la pres-
"* Para más detalles vid. Welzel, Lehrbuch pág. 52; LK(11.") (Hirsch) nota preliminar núm. 11 antes cripción d e la dispcwición penal deben ceder en el caso concreto frente a intereses de m a y o r rango.
del § 32; Roxin, Allg. Teil I § 14 núm. 3. El concepto de injusto también es entendido en el sentido de la
antijuricidad material; 3S\ Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 50 antes del § 13; SK(Samson)
nota preliminar núm. 2 antes del § 32; Engisch, DJT-Eestschrifr pág. 402.
' Esta distinción es realizada por muchos autores de un modo diverso al expresado en el texto. La ' Así, V. Liszt/Schmidt, pág. 176.
antijuricidad formal es asimilada con el cumplimiento del tipo mientras que se denomina antijuricidad ma- De acuerdo con lo afirmado, Kohlrausch, Irrtum und Schuldbegriff pág. 35; Graf zu Dolma,
terial a la acción típica que no aparece cubierra por una causa de justificación; así, Baumann/Weher, Allg. Rechtswidrigkeit págs. 38 ss.; Mezger, Lehrbuch págs. 197 ss.; Heinitz, Eb. Schmidr Fesrschrift págs. 266
Teil pág. 256. En parte, la distinción también es considerada superflua; vid. Dreher/Trondle, nota preliminar ss.; Noli, Ubergesetzliche Rechtfertigungsgründe págs. 17ss.; Sauer, Allg. Strafrechtslehre págs. 53 ss.;
núm. 24 antes del § 13; LK(11.") (Hirsch) nota preliminar núms. 13 ss. antes del § 32; Schónke/Schrñder/ Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, A l g . Teil 1 § 8 núm. 15 (incluso en contta de la distinción misma); WK
Lenckner, nota preliminar núm. 50 antes del § 13; Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 87 ss.; Schultz, Einführung (Nowakowski) nota preliminar n ú m . 13 antes del § 3; Antón Oneca, Derecho penal pág. 180; Rodríguez
1 pág. 146. Rechazando también ésta Bettiol/Pettoello Mantovani, Dirirto pénale pág. 344. Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 423 ss. Por el contrario, el "élément matériel» de la doctrina
' Fue pionero en la distinción entre antijuricidad formal y material v. IJszt, Lehrbuch 12./13. Ed., francesa es sencillamente la acción típica; vid. Stefani/Levasseur/Bouloc, Droit penal génétal n ú m . 170.
1903, págs. 140 ss. Profundizando en la historia doginática Hcinitz, Problcm der materiellcn Recht.s\vidrigkeit Vid. Roxin, JuS 1964, pág. 365 en relación con el § 240.
págs. 4 ss. Sobre los criterios para una distinción matetial entre lo justo y lo injusto f. v. Hippel, Rcchtstheorie '° Vid. Kern, Z S t W 64 (1952) págs. 262 ss.
und Rechtsdogmatik págs. 271 ss. En el .sentido del texto también Maurach/Zipf, !Ú\2,. Teil 1 § 24 núm. 20; '' Más detalladamente sobre la cuestión objeto de discusión Bockelmann*S\.i3ÍKáii des Arztes págs.
Roxin, Allg. Teil I § 14 núms. 4 .ss. 62 ss.; Zipf, Bockelmann-Festschrift págs. 577 ss. e infra § 34 III 3 a.
252 § 24 C o n c e p t o y esencia de la antijuricidad II. La nojma jurídica como norma de valoración y determinación 253

Ejemplos: Originariamente la aplicación de las causas de justificación se hacía depender de su recono- 1966; Nagler, Der heurige Stand der Lchre von der Rechtswidrigkeit, Festschrift für K. Binding, Tomo II,
cimienro formal en la Ley (RG 6, 61 [63]). Y así, la jusrificación de la infracción del secreto médico con la 1911, pág. 273; Nowakowski, Zur Lchre von der Rechtswidrigkeit, ZStW 63 (1951) pág. 287; el mismo,
finalidad de revelar la existencia una enfermedad contagiosa, se apoyaba en una disposición de la Ordenanza ProblemederStrafrechtsdogmatik, JBI 1972,pág. \9;Salm, Das versuchte Verbrechcn, 1957; Schmidhauser,
de los Tribunales de Honor de los médicos que les obligaba al "cumplimiento de su ptofcsión de acuerdo Fotm und Gehalt der Strafgesetze, 1988; el mismo, Illusionen in d e t N o r m e n t h e o t i e u n d das
con su conciencia" (RG 38, 62 [64]). Por el contrario, la visión material de la antijuricidad condujo tem- Adressarenprobiem im Strafrecht, JZ 1989, págs. 419 ss.; Seiler, Die Bedeutung des Handlungsunwertes im
pranamente al reconocimiento de la idea de la adecuación social en el marco del tipo (vid. infra § 25 IV) Verkehrsstrafrecht, Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 75; Stratenwerth, Handiungs-und Etfolgsuntecht
cuando, por ejemplo, un servicio religioso era alrerado por el ruido normal de una industria autorizada (RG im Strafrecht, SchwZStr 719 (1963) pág. 233; Thon, Rechtsnorm und subjektives Recht, 1878; Welzel,
37, 150 [151]). El punto final de este desarrollo fue el asentamiento del principio de ponderación de bienes Naturalismus und Wertphilosophie im Strafrecht, 1935; Wolter, Objektive und personale Zurechnung usw.,
y deberes como causa de justificación supralegal (RG 6 1 , 242 [254]), que en el afio 1975 ha sido asumido 1981; Zippelius, Der Aufbau der modernen Unrechtslehre, 1953.
por la Ixy como estado de necesidad justificante (§ 34). Desde que el legislador ha plasmado la idea de la
antijuricidad marerial en el § 34, se plantea la cuestión de si también procede una justificación por la preva- 1. La c o n c e p c i ó n q u e se posea acerca d e la esencia d e la antijuricidad resulta decisiva para
lencia de intereses de mayor rango aunque no se cumplan completamente los presupuestos de esa disposi- u n a t o m a de p o s t u r a en relación con la cuestión d e si las proposiciones jurídicas son n o r m a s d e
ción si, por ejemplo, sólo concurre una "situación de necesidad similar" '^. De permitir esto se corre el v a l o r a c i ó n , d e d e t e r m i n a c i ó n o si son a m b a s . Para u n sector d e la d o c t r i n a la n o r m a jurídica,
riesgo de que los límites de la justificación segiin el § 34 queden diluidos por vagas consideraciones de de a c u e r d o c o n la cual se m i d e la antijuricidad de la acción, es sólo n o r m a d e valoración '^. D e
equidad. Pero como un castigo pierde su sentido cuando el comportamiento del autor no es materialmente a c u e r d o c o n ello el legislador reglamenta la convivencia d e las personas a través d e la c o m p r o b a -
antijurídico, también debería quedar abierta la posib¡lida.d de una justificación supralegal. c i ó n , c o n t e n i d a en las n o r m a s jurídicas, d e cuáles son las situaciones y a c o n t e c i m i e n t o s q u e se
c o r r e s p o n d e n c o n la o r d e n a c i ó n de la c o m u n i d a d p o r él i m a g i n a d ^ y cuáles, p o r el c o n t r a r i o , se
D e t o d o s m o d o s , d e b e observarse q u e u n a justificación q u e sea fiíndamentada sólo .sobre
o p o n e n a la m i s m a . Y así, a n t e t o d o , el D e r e c h o n o es o t r a cosa q u e u n a s u m a ác juicios de valor
consideraciones de tipo material p u e d e p o n e r en peligro la seguridad jurídica . Simples cláusu-
c o n cuyo auxilio se d i s t i n g u e entre u n c o m p o r t a m i e n t o q u e es c o n f o r m e y o t r o q u e es c o n t r a r i o
las generales c o m o : u n a acción es c o n f o r m e a D e r e c h o si c o n s t i t u y e u n " m e d i o j u s t o para u n fin
a D e r e c h o . Todas las n o r m a s jurídicas son n o r m a s objetivas de valoración q u e posibilitan el e n -
justo" '^ o u n c o m p o r t a m i e n t o es a n t i j u r í d i c o si " p o r su t e n d e n c i a es más d a ñ i n o q u e útil al
j u i c i a m i e n t o de la a c t u a c i ó n de u n a persona desde el p u n t o d e vista del O r d e n a m i e n t o d e la
Estado y sus m i e m b r o s " " , n o d e b e r í a n p o r ello ser n u n c a utilizadas para la solución del caso
c o m u n i d a d . El D e r e c h o n o c o n t i e n e u n i m p e r a t i v o d i r i g i d o al i n d i v i d u o . M á s b i e n , y de acuer-
c o n c r e t o pues necesitan d e su c o n c r e c i ó n a través d e la exposición d e los m o t i v o s p o r los q u e
d o c o n esta teoría, estatuye u n "deber ser i m p e r s o n a l " (Mezger) q u e se limita a señalar situacio-
u n a acción típica, e x c e p c i o n a l m e n t e , aparece justificada (vid. infra § 3 1 III 3) ' .
nes y a c o n t e c i m i e n t o s c o m o "deseables" o "indeseables". D e c o n f o r m i d a d c o n esto el "deber ser"
"no es otra cosa q u e la aplicabilidad d e la p r o p o s i c i ó n jurídica a la realidad existente" '*. C o n
II. La n o r m a j u r í d i c a c o m o n o r m a d e v a l o r a c i ó n y d e t e r m i n a c i ó n ello, t a m b i é n el h e c h o c o m e t i d o p o r u n e n f e r m o m e n t a l aparece sin más c o m o a n t i j u r í d i c o p u e s ,
sobre la base de la n o r m a jurídica c o r r e s p o n d i e n t e , se valora c o m o la lesión d e l b i e n j u r í d i c o
Bierling, Juristische Prinziplenlehre, Tomo 1, 1894; v. Caemmerer, Wandiungen des Deliktsrechts, DJT- p r o t e g i d o a u n q u e el a u t o r n o p u e d a ser h e c h o responsable. Por el c o n t r a r i o , c o m o n o r m a de
Festschrift, Tomo II, 1960, pág. 49; Graf zu Dohna. Die Rechtswidrigkeit ais allgemeines Merkmal im d e t e r m i n a c i ó n el D e r e c h o sólo debe aparecer en el á m b i t o d e la culpabilidad'^''. Sólo a q u í se cues-
Tatbestande strafbarer Handlungen, 1905; EhertlKühl, Das Unrecht der vorsatziichen Straftat, Jura 1981,
t i o n a si, y en q u é m e d i d a , la persona p u d o r e a l m e n t e dejatse guiar p o r los juicios d e valor c o n t e -
pág. 225; Engisch, Auf der Suche nach der Gerechtigkeit, 1971; Enschedé/Rüter/Stolwijk, Beginselen van
nidos en las proposiciones jurídicas. Segiín ello, éstas serían sólo n o r m a s d e d e t e r m i n a c i ó n en u n
strafrecht, 6.» Ed. 1987; Gallas, Zur Sttuktur des strafrechtlichen Unrechtsbegriffs, Festschrift für P
s e n t i d o m e d i a t o pues la antijuricidad sólo atendería a su función d e valoración.
Bockelmann, 1979, pág. 155; Germann, Übcr den Grund der Srraftarkeit des Vetsuchs, 1914; Goldschmidt,
Der Notstand, ein Schuldproblem, Óstett. Zeitschtift für Sttafrecht 4 (1913) págs. 129 y 224; el mismo,
2. Es preferible sin e m b a r g o la o p i n i ó n o p u e s t a . D e acuerdo c o n la m i s m a el O r d e n a m i e n -
Normativer Schuldbegriff, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 428; Hardwig, Die Zurechnung,
to p u n i t i v o consiste en declaraciones de v o l u n t a d del legisladot q u e p r o m u e v e n u n c o m p o r t a -
1957; Husserl, Recht und Welt, 1964; G. Jellinek, Die sozialethische Bedeutung von Recht, Unrecht und
m i e n t o d e t e r m i n a d o del destinatario d e la n o r m a . Sus n o r m a s se conciben asi c o m o proposiciones
Strafe, 2.^ Ed. 1908; Armin Kaufinann, Lebendiges und Totes in Bindings Normentheotie, 1954; Kelsen,
H a u p t p t o b l e m e der Staatsrechtslehre, 2.» Ed. 1924; Krauf, Die Z u r e c h n u n g des Erfoigcs im de deber dirigidas a t o d o s los i n d i v i d u o s . E n las p r o p o s i c i o n e s j u r í d i c a s se s e ñ a l a n deberes p ú -
Unrechrstatbestand, Diss. Gottingcn 1963; el mismo, Erfolgsunwerr und Handiungsunwert im Unrecht,
ZStW 76 (1964) pág. 19; Krüger Der Adressat des Rechtsgesctzes, 1969; l.arenz, Det Rechtssatz ais
Bestimmungssatz, Festschrift für K. Engisch, 1969, pág. \5^; Mezger, Die subjektiven Untechtselemente,
GS 89 (1924) pág. 207; Münzberg, Vethalten und Erfolg ais Grundlagen der Rechtswidrigkeit und Haftung " Vid. sobte ello el resumen histórico-dogmático contenido en Mezger, GS 89 (1924) págs. 208 ss.
En este sentido, Nagler, Binding-FestschriftTomo II págs. 273 ss.; Mezger, Lehrbuch pág. 164; Baumannl
líí-^fr, Allg. Teil pág. 259; ¿ocWmí?»», Einführung págs. 24 ss.; Nowakowski, ZStW 63 (1951) pág. 288; v.
Liszt/Schmidt, pig. 174.
'^ Vid. Günther, Strafrechtswidrigkeit págs. 324 ss. Al respecto, Armin Kaufinann, Klug-Festschrift " Así, en adhesión a Kelsen, Hauptprobleme págs. 348 ss.; más avanzadamente Nowakowski, Z S t W
Tomo II págs. 291 ss. 63 (1951) pág. 3 9 1 .
'^ Vid. LK{\\y) (Hirsch) nota preliminat niím. 34 antes del § 32. " Así, especialmente, Goldschmidt, Ostett. Zeitschtift füt Strafrecht 4 (1913) págs. 145, 224 .ss. así
''^ Así, Grafzu Dohna, Rechtswidrigkeit pág. 48. como en Ftank-Fcstgabe Tomo I págs. 433 ss., que junto a la notma jurídica acepta la ptesencia de una
'5 Así, Sauer, Gtundlagen pág. 3 9 1 . 'notma de deber". Vid., además, Mezger, Lehrbuch pág. 166; BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 259; Bockelmann,
"" Al respecto, Würtenherger, Rittlet-Festschtift págs. 132 ss. Einführung pág. 25; Maurach/ZipfiM\^. Teil I § 24 núm. 16.
254 § 24 Concepto y esencia de la aruijuncidad III. El dcsvalor de acción y de resultado en el injusto 255

blicos ai tratarse de disposiciones penales; deben entenderse, pues, cotno "imperativos"*" tal y protección de determinados bienes jurídicos; pero el peligro para el bien jurídico es por regla
como raiiibicn lo hace la comunidad. La misión del Derecho es "instruir a la persona en un general tanto más alto cuanto más intensa restilta la voluntad del autor dirigida contra la prohi-
qiieicr de contenido correcto"^', antes de que sea cometida una acción que podría ser valorada bición de lesionar aquél que .se contiene en la norma ^'*.
como antijurídica. Y dado que el Derecho debe actuar en la comunidad, su función como nor-
No obstante, para la antijuricidad de una acción yio sólo es decisiva la voluntad que la presi-
ma de determinación posee una significación preferente. Pero simultáneamente el Derecho tie-
de, sino también aquello que ésta ha origin;ido; y es que para la importancia del injusto se dife-
ne tambitMi la misión de enjuiciar con posterioridad el comportamiento del autor, lo que condu-
rencia el modo en el que se manifiesta la voluntad hostil al Derecho y, especialmente, si ha lesio-
ce a que sea también norma de valoración. Segi'm ello las proposiciones jurídicas tienen un
nado o no el objeto de la acción protegido por la disposición penal (sobre ello, vid. infia § 24 III
doble carácter: como imperativo son normas de determinación y como escala para el enjuicia-
1 y 2). Por esta razón la norma jurídica no es sólo norma de valoración en atención al dcsvalor
miento jurídico de la conducta son normas de valoración "". de acción, sino también en relación con el desvalor de resultado ^'.
Los imperativos de las tiormas se destinan a todas las personas a las que resultan aplicables
por su contenido interno. Por este motivo no se lleva a cabo una distinción basada en la edad,
salud psíquica y extensión de conocimientos de los destinatarios de la normas. También los ni- III. El desvaJor de acción y de resultado en el injusto
ños, los jóvenes y los enfermos mentales están sometidos a las normas jurídicas que respectiva-
Cerezo Mir, Zur Doppelstellung des Vorsatzes usw., ZStW 93 (1981) pág. 1017; Degener, Zu den
mente les afectan, y la experiencia demuestra que por regla general también se determinan mate- Bedeutungen des Erfolges im Strafrecht, ZStW 103 (1991) pág. 356; Diez Ripollés, Los elementos subjeti-
rialmente por las normas jurídicas. Sólo por este motivo pueden formar parte de la vida en vos del injusto, 1990; Dornseifer, Unrechtsqualifizierung durch den Erfolg —ein Relikt der Verdachtssttafe?
comunidad dentro de los límites naturales iTiarcados por su edad o situación psíquico-espiritual. Gedachtnisschrift für Armin Kaufmann, 1989, pág. 427; Engisch, Bemerkungen zuTheodor Ritders Kritik
Esto comporta la importante consecuencia/'raVftVá' de que las medidas educativas y de seguridad der Lehre von den subjektiven Tatbestands-und Unrechtselementen, Festschrift fürTh. Rittier, 1957, pág.
del juez frente a enfermos mentales, jóvenes y niilos, no son simples disposiciones de policía des- 165; el mismo, Der Unrechtstatbestand im Strafrecht, DJTFestschrift, Tomo 1, 1960, pág. 401; Figueiredo
tinadas a luchar contra una perturbación del orden público que tiene su origen en una situación Dias, Schuid und Personlichkeit, ZStW 95 (1983) pág. 220; Fukuda, Vorsarz und Fahriassigkeit ais
peligrosa, sino que son verdaderas sanciones que se conectan a un hecho antijurídico. La conse- Unrechtselemente, ZStW 71 (1959) pág. 38; Gallas, Zur Struktur des Unrechtsbegriffs, Festschrift für R
cuencia teórica de la tesis de los impetativos es que la voluntad de la acción debe ser entendida Bockelmann, 1979, pág. 155; Hirsch, DerStreit um Handlungs-und Unrechrslehre, ZStW 93 (1981) pág.
como el núcleo principal de la antijuricidad de un hecho, al ser la Z'O/?/?WÍZ¿/humana contraria 831; 94 (1982) pág. 239; el mismo, Die Enrwicklung der Strafrechtsdogmauk nach Welzel, Festschrift der
Rechtswiss. Fakultat zur 600-Jahr-Feier der Universitat Koln, 1989, pág. 399; Horn, Konkrete
al precepto jurídico la que infringe el mandato o prohibición iinpuesta por la n o r m a " . Esta
Gefahrdungsdelikte, 1973; Hünerfeld, Zum Stand der dcutschen Verbrechenslehre usw., ZStW 93 (1981)
concepción coincide con el fin de protección de la norma penal. Los tipos penales sirven a la pág. 979;Jakobs, Studien zum fahdassigen Erfolgsdelikt, \'^11; Jescheck, Aufbau und Stellung des bedingten
Vorsatzjjs im Verbrechensbegrift, Festschrift für E. Wolf 1962, pág. 473; el mismo, Neue Strafrechtsdogmatik
und Kriminalpolitik, ZStW98 (1986) p,ág. \;Kadeeka, Gesammelte Aufsatze, 1959; Artnin Kau/tfiann, Zum
Stande der Lehre vom personalen Unrecht, Festschrift für H. Welzel, 1964, pág. 393; Kienapfel, Zur
^^ Los fundadores de la teoría imperativista ílieron Thon, Rechtsnorm und subjektives Recht pág. 8 gegenwartigen Situation der Strafrechtsdogmatik in Osterreich, JZ 1972, pág. 569; Kohler, Die bewul?te
y Bierling, Juristische Prinzipienlehre Tomo I págs. 26 ss. Actualmente caminan en esta dirección Engisch, Fahriassigkeit, 1982; Kratzsch, Verhakenssteuerung und Organisation im Strafrecht, 1985; Kraiifi,
Einführung, págs. 22ff.; el mismo, Gerechtigkeit págs. 29 ss. con las referencias allí contenidas; Ehert/Kühl, Erfolgsunwert und Handiungsunwert im Unrecht, ZStW 76 (1964) pág. 19; Krümpelmann, Die
Jura 1981, pág. 232; Kühl, Allg. Teil § 3 núm. 5; Münzberg, Verhalten und Erfolg págs. 53 ss.; H. Mayer, Bagatelldelikte, 1966; el mismo, Vorsatz und Motivation, ZStW 87 (1975) pág. 888; E.-J. Lampe, Das
Lehrbuch pág. 103; Gallas, Beitrage págs. 49 ss.; el mismo, Bockelmann-Festschrift págs. 156 ss.; Armin personale Unrecht, 1967; H. Lampe, líber den personalen Unrechtsbegriff ini Strafrecht, Diss. Góttingen
Kaufmann, Normentheorie págs. 123 ss.; Stratenwerth, SchwZStr 79 (1963) págs. 247 ss.; Welzel, Naturalismus 1954; Lüderssen, Die strafrechtsgestaltende Kraft des Beweisrechts, ZStW 85 (1973) pág, 288; el mismo,
und Wertphilosophie pág. &'i;Kraiifi, ZStW76 (1964) pág. 34; Krüger, Der Adressar págs. 54, 77ss.;Schónke/ Erfoigszurechnung und "Kriminalisierung", Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 181; Maihofer, Der
Schroder/Lenckner, nota preliminar ntim. 49 antes del § 13; Seiler, Maurach-Festschrift pág. 81; Wolter, Unrechtsvorwurf Festschrift fürTh. Ritder, 1957, pág. 141; Mazzacuva, II disvalore di evento nell'illecito
Zurechnung págs. 25 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 10 núm. 93; Zippelius, Aufbau pág. 7; indeciso WK pénale, 1983; Mezger, Die subjektiven Unrechrselemente, GS 89 (1924) pág. 207; Moos. Die finale
(Nowakowski) nota preliminar núm. 17 antes del § 3. En el Derecho civil vid. v. Caemmerer, DJTFestschrift Flandiungslehre, Strafrechd. Probleme 2, pág. 5; el mismo, Zum Stand der ósterreichischen Strafrechtslehre,
Tomo II págs. 127 ss.; Husserl, Recht und Welt pág. 118; Larenz, EngischTestschrift pág. 157. ZStW 93 (1981) pág. \(i23; Mylonopoulos, Über das Verhaltnis von Handlungs-und Erfolgsunwert, 1981;
NoU, Ubcrgesetzliche Rechtfertigungsgründe, im besonderen die Einwilligung des Verletzten, 1955; Oehler,
^' GrafzuDohna, Rechtswidrigkeit pág. 150. De forma similar Germann, Versuch pág. 129; G.Jellinelí, Das objektive Zweckmoment in der rechtswidrigcn Handlung, 1959; Otto, Personales Unrecht, Schuid und
Die sozialethische Bedeutung pág. 60. Según van Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht pág. 61 para las nor- Strafe, ZStW 87 (1975) pág. 539; Pacffgen, Der Vcrrat in der irrigen Annahme eines illcgalen Geheimnisses,
mas del Derecho penal rige la siguiente máxima: "De hele strafbepaling richt sich tot de burger". De modo
diverso en relación con el problema del destinatario (sólo los órganos estatales serían los destinatarios de las
normas) Schmidhauser, Form und Gehalt der Strafgeserze, 1988; el mismo, JZ 1989, págs. 419 ss.
'^ Así, Gallas, Bockelmann-Festschrift pág. 158; BockeímannlVolk, Allg. Teil págs. 34 ss.; WK ^'' Así, Nowakowski, JBl 1972, pág. 22; WK (Nowakowski) nota preliminar núm. lÜ anrcs del § 3.
(Nowakowski) nota preliminar núm. 17 antes del § 3. Comprenden también a la notma como juicio de Salm, Das versuchtc Verbrechen págs. 31, 34 y 79, califica a esta telación de "peligro de la voluntad".
valor y regla de comportamiento Enschedé/Rüter/Stolwijk, Bcginselen págs. 3 ss. ' Así, Armin Kaufmann, Normentheorie pág. 76; vid. también Stratenwerth, SchwZStr 79 (1963)
^' Vid. Kraufi, Die Zurechnung des Erfolges im Uarechtstatbestand págs. 32 ss.; Hardwig, Zurechnung pág. 248. En contra, Münzberg, Verhalten und Erfolg págs. 67 ss., para quien en Derecho penal el resultado
pág. 142; sobre rodo Schmidbüuser, Allg. Teil pág. 181. no es un elemento independiente de la antijuticidad.
256 § 24 C o n c e p t o y esencia de la antijuricidad 111. El desvalor de acción y de restdtado en el injusto 257

1979; Rnxin, Rcchrsidcc und Rcchtsstoff in dcr Systemarik unsercs Strafreclus, Gedaclunisschrift tur G. postura subjetiva de carácter monista resulta rechazable-'. F^l injusto no sólo consiste en la rebelión contra
Radiuuch, 1968, pág. 260; Rudolphi, Inhalt und Fuiíktion des Handlungsuiiwcrrs im Rahmcii dcr personaleii el inandato normativo, sino que también reside en la producción del dai'io social que el ofendido y la comu-
Unrechtslehre, Festschrift für R. Mauracli, 1972, pág. 5 1 ; Schaffitein, Handluiigsunwert, Hrfolgsunwerr und nidad sufren a través del hecho, y que debe ser evitado a través de la prescripción de la norma. Pero también
Rcchtfertigung bel den Fahrlassigkeitsdeiikten, Festschrift für H. Wclzx-I, 1974, pág. 557; d mismo. Putativo político-criminalmcnte la segregación del ámbito del injusto del dcsvalor de resultado conduciría a resulta-
Rcchtfertigungsgründe usw., M D R 1951, pág. 196; Schóne, Falirlassigkeit, Tatbestand und Strafgescti, dos insatisfactorios. De este modo, en el hecho doloso deberían ser asimilados la tentativa acabada y su
Gedaclunisschrift für H. Kaufmann, 1986, pág. 649; Schiinehorn, Zum "Erfolgsunwcrt" usw., GA 1981, consumación y en el delito iinprudente debería estar penalizado todo comportamiento contrario a! deber de
pág. 70; Schüler-Springorum, Der natürüche Vorsatz, MSchrKrini 1973, pág. 3 6 3 ; Schünemann, Die cuidado.
deiitschsprachige Strafrechtswissenschaft usw., GA 1985, pág. 3 4 1 ; Schultz, Literaturanzeigcn, SchwZStr 87
3 . U n a m i r a d a a los tipos penales más comunes m u e s t r a que el c o n t e n i d o d e injusto d e n u -
(1971) pág. 8 1 ; Silva Sánchez, Aberratio icrus und objektive Zurechnung, ZStW 101 (1989) pág. 352; Spenckl,
merosos tipos d e delito está d e t e r m i n a d o t a m b i é n p o r la forma y m o d o d e c o m i s i ó n del h e c h o
Gegen den Verteidigungswillen usw., Festschrift für R Bockelmann, 1979, pág. 245; Stratenwerth, Handlungs-
y no sólo p o r la lesión o puesta en peligro del objeto de protección; p r e c i s a m e n t e en ello reside el
und Erfolgsunwcrt im Strafrecht, SchwZStr 79 (1963) pág. 233; el mismo, Zur Relcvanz des F:rfolgsunwertes
im Strafrecht, Festschrift für F Schaffstein, 1975, págs. 177 ss.; Suárez Montes, Weitercntwickiung der fínalen verdadero m e r e c i m i e n t o d e pena de la c o t r e s p o n d i e n t e m o d a l i d a d delictiva.
Unreclitslehre, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 379; Wolter, Objektive und personalc Zurechnung tisw., Ejemplos: El patrimonio no es protegido en Derecho penal frente a cualquier menoscabo imaginable
1981; Ziegert, Vorsatz, Schuld und Vorverschulden, 1987; Zielinski, Handlungs-und Erfolgsunwcrt im del mismo, sino sólo ante determinadas formas de agresión que resulten especialmente peligrosas. El perjuicio
Unrechtsbegriff, 1973. patrimonial llevado a cabo mediante engaño es estafa (§ 263), por medio de la violencia, extorsión (§ 253),
mediante abuso de confianza, apropiación indebida (§ 266) y por medio del aprovechamiento, usura (§
1. Al c o n c e p t o de delito d e la D o g m á t i c a clásica le sirvió de base la d i s t i n c i ó n h e c h a e n t r e
302 a). La puesta en peligro del tráfico vial (§ 315 c 1 núm. 2) exige, además del riesgo para la vida y el
u n a visión p u r a m e n t e objetiva del injusto y u n a culpabilidad n e t a m e n t e subjetiva. En el á m b i t o
cuerpo o para valores patrimoniales de importancia, la contravención de determinadas reglas de circulación de
de la antijuricidad tánicamente fue valorada la situación causada p o r el h e c h o (vid. supra § 2 2 II
especial importancia llevada cabo de un modo grave y desconsiderado. La forma y modo de comisión como
1) -''. Por el c o n t r a r i o , la nueva teoría del delito p a r t e del p l a n t e a m i e n t o d e q u e la a n t i j u r i c i d a d elementos que caracterizan al hecho punible serían incomprensibles si la norma prohibitiva sólo pensara en
del h e c h o n o se agota en la d e s a p r o b a c i ó n del resultado delictivo, s i n o q u e t a m b i é n d e b e ser el desvalor de resultado.
incluida en el juicio de desvalor h forma y el modo en que se origina la s i t u a c i ó n j u r í d i c a m e n t e
desaprobada (vid. supra § 7 I I b ) . D e ello se deriva para la D o g m á t i c a c o n t e m p o r á n e a la d i s t i n - El desvalor de resultado del hecho reside en la lesión o puesta en peligro del objeto de protec-
ción en el injusto entre el d e s v a l o r d e a c c i ó n y el d e s v a l o r d e r e s u l t a d o . ción de la acción, mientras q u e el desvalor de acción lo hace en la forma y m o d o de su comisión. El
desvalor d e acción consiste t a n t o en las modalidades externas del c o m p o r t a m i e n t o del autor c o m o
2. En parte, y sobre la base de una teoría del injusto entendida de un modo puramente final, se llega en las circunstancias q u e concurren en su persona. D e a h í q u e se distinga entre el desvalor de acción
incluso a defender el punto de vista extremo de que sólo la voluntad de la acción fundamenta el injusto y
referido al hecho y al autor (personal). C o n la asunción p o r el tipo penal del desvalor At la acción y
que el desvalor de resultado no posee significado alguno para aquél; este liltimo sólo habría sido asumi-
del resultado u n o y o t r o se convierten en injusto d e la acción y del resultado.
do por el legislador en las disposiciones penales porque no existe ninguna necesidad de pena sin una mani-
festación exterior del desprecio a la prohibición. Por tanto, segiln esta concepción el acaecimiento del resul- 4 . El e n t e n d i m i e n t o de q u e d e n t r o del injusto d e acción los e l e m e n t o s p e r s o n a l e s juegan
tado es sólo una condición objetiva de punibilidad (vid., también, infra § 55 II 1 a) ^'. Sin embargo, esta u n papel esencial, se ha i m p u e s t o a m p l i a m e n t e en la nueva D o g m á t i c a (teoría del m]usio perso-
tiat) ^''. La cuestión sólo gira, todavía h o y sobre ^ « / e l e m e n t o s personales d e b e n ser considerados

^'^ Especialmente claro en este sentido fue Mezger, GS 89 (1924) págs. 245 ss.; "el injusto es ... la ^' En el mismo sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Gallas, Bockelmann-Fesrschrift
modificación o la producción, respectivamente, de una situación jurídicamenre aprobada o desaprobada, 1 págs. 161 ss.;Jakobs, Studien págs. 120 ss.; Hirsch, ZStW 94 (1982) págs. 240 ss.; el mismo, Kolner Festschrift
pero no la acción causante de una situación jurídicamente desaprobada". págs. Am f^s.; Degener. ZStW 103 (1991) págs. 357 ss.; ¿A'(l 1.") {jescheck) nota preliminar núm. 44 antes
^' Una exposición crítica de la historia de la Dogmática la suministran Kraiif, ZStW 76 (1964) págs. del § 13; Mylonopoulos. Handlungs und Erfolgsunwcrt págs. 67 ss.; Paeffgen. Verrat in der irrigen Annahme
20 ss. y E-]. Lampe, Das personale Unrecht págs. 13 ss. En relación con la actual situación de la doctrina eines illegalen Sraatsgeheimnisses págs. 110 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 10 n ú m s . 96 ss.; Kratzsch,
Stratenwerth, SchwZStr 79 (1963) págs. 237 ss.; Kraufi, ZStW 76 (1964) págs. 38 ss.; Krümpelmann, Verhaltenssreuerung págs. 94 ss.; Schóneborn, GA 1981, págs. 73 ss.; Wolter, Objektive und personale
Bagatelldelikte págs. 62 ss.; Rudolphi, Maurach-Festschrift págs. 51 ss.; Hirsch, ZStW 93 (1981) págs. 838 Zurechnung pág. 25; Krauf, ZStW 76 (1964) págs. 61 ss.; SchijnkelSchróderlLenckner nota preliminar núm.
ss.; Lackner, nota preliminar niím. 20 antes del § 13; Roxin, Allg. Teil I § 10 niim. 93; Mattrach/Zipf, M\2,. 59 antes del § 13; Stratenwerth, Schaffstein-Festschrift págs. 182 ss.; MaurachIZipf SWe^.ftA 1 § 17 núm.
Teil I § 17 núms. 1 ss.; SchSnkelSchróderlLenckner, nota preliminar mims. 54 ss. antes del § 13. 5; Mazzacuva, II disvalore di evento págs. 60 ss.
^* 7\.sí, sobre todo, Zielinski, Handlungs-und Erfolgsunwerr págs. 128 ss., 205 ss. Igualmente, y de ^^ Sobre la historia de la teoría del injusto personal vid. H. Lampe. Unrechtsbegriff págs. 25 ,ss. Más
modo especial tainbién para el hecho doloso, Horn, Konkrete Gefahrdungsdelikte págs. 78 ss.; Lüderssen, detalladamente sobre la doctrina actual Gallas, Bockelmann-Festschrift págs. 155 ss.; Maurach/Zipf A\\^.
ZStW 85 (1973) pág. 292; el mismo, Bockelmann-Festschrift págs. 186 ss.; Silva Sánchez, ZStW 101 (1989) Teil 1 § 17 núm. 1; Lackner, nota preliminar núm. 20 antes del § 13; ILirsch, ZStW 93 (1981) págs. 843
pág. 370; Schóne, W. Kaufmann-Gedachtnisschrift pág. 654; Dornseifer, Armin-Kaufmann-Gedachtnisschrift ss.; Stratenwerth, SchwZStr 79 (1963) págs. 237 ss.: Rudolphi, Maurach-Festschirift págs. 51 ss.; Otto, Z S t W
págs. 427 ss.; Suárez Montes, Welzel-Festschrifr pág. 389; de otra opinión, sin embargo, Otto, ZStW 87 87 (1975) págs. 539 ss.; SchónkelSchróderlLenckner nota pteliminar núm. 52 antes del § 13; Wolter, Objektive
(1975) págs. 566 ss.; el mismo, Grundkurs pág. 138; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 17 núm. 4. En relación und personale Zurechnung, 1981. La posición opuesta es defendida sobre todo por Oehler, Das objektive
con el hecho imprudente Welzel, Lehrbuch págs. 135 ss.; Armin Kaufmann. Welzel-Festschrift págs. 40 ss.; Zweckmoment págs. 62 ss. En Suiza defienden una teoría personal del injusto Germann, Das Verbrechen
Schaffstein. Welzel-Festschrift págs. 559 ss. (vid. infia § 54 I 4 nota a pie núm. 18). págs. 119 ss. y Noli, Übergesetzliche Rcchtfertigungsgründe págs. 29 ss., en España, Cerezo Mir, Curso págs.
238 § 24 Concepto y esencia de la aniijuricidad iil. F.i elcs\'.il()r de accitWi y de tcsidtado en el injusto 259

como parte integrante del ¡nju.sto de acción y cómo .se determina la rclnción de jeranjuia dentro de la persona, que ésta no suponga mi peligto pata los bienes jutídicos que resultan imprescindi-
del tipo penal entre el inju.sto de la acción y el de resultado. bles para la comunidad (vid. siipra § 24 11 2). De ello resulta lo siguiente: Lo prohibido es un
proceder de Li voluntad que aspira al resultado delictivo, pero también lo es aquel otro que tiene
a) Por una parte, en el injusto de acción figuran lo.s elementos objetivos de la autor/a.
lugar en la conciencia y que está vinculado posible o necesariamente con el resultado del delito ^''.
Por regla general los tipos delictivos están fotmulado.s de tal modo que pueden ser realizados por
Con ello se deduce del contenido de la norma que, además de los elementos subjetivos del injus-
cualquiera. Existen sin embargo dispo,s¡ciones penales en las que la autoría se caracteriza por ele-
to en sentido estricto, también la voluntad misma de realización del tipo es una parte intcgtante
mentos objetivos que describen una determinada posición de deber al limitatla a un reducido
del injusto de la acción. El objeto de la valoración del juicio de antijuricidad es tanto el momen-
cífculo de personas (por ejemplo, la prevaricación del § 3,36 " ) , o en las que dctetmiiíada.s per-
to exterior como el interior del hecho. Sin embargo, con la inclusión de los elementos subjetivos
sonas, por la infracción de un deber vinculado con el hecho, son castigadas más gravemente que
de la acción típica, el injusto no pierde su carácter objetivo pues para el juicio de antijuricidad es
otras (vgr, la modalidad de apropiación indebida contenida en el § 246 I, segundo inciso )
suficiente con que el autor desprecie conscientemente las exigencias generales que la norma jurí-
(vid., más detalladamente, infra § 26 II 6).
dica impone a cualquiera. Según ello, el injusto personal es el "injusto objetivo de un sujeto" ' ' .
b) También se reconoce como elemento integrante del injusto personal de acción los ele- El dolo de la voluntad de acción que .se dirige inmediatamente en contra del mandato de la
mentos subjetivos del injusto. Su misión es caracterizar más detenidamente la voluntad de la norma es el núcleo central del injusto personal de acción ^^.
acción que se dirige a la lesión del bien jurídico y, de este modo, conferir a la descripción externa
Prescindiendo de la consciente puesta en peligro de bienes jurídicos, la norma, tal y como
contenida en el tipo de delito el correspondiente acento de desvalor interno (vid. supra § 22 III
2 e mfm § 30) ^^. después se evidenciará, también prohibe el comportamiento que infringe inconscientemente el de-
ber de cuidado necesario en el tráfico para evitar el resultado delictivo. Estamos en presencia enton-
c) El punto en el que las tendencias se dividen es el relativo a la cuestión de si también el ces del injusto personal de acción de los delitos imprudentes (vid. infra § 55 I 1).
dolo es una parte integrante del injusto de la acción o si sólo puede ser considerado como
d) Este resultado viene corroborado por la configuración del Derecho positivo: Y así, la
un elemento de la culpabilidad^'. Para la teoría de la acción final la pertenencia del dolo al in-
descripción de la acción de muchos tipos dolosos (por ejemplo, "engaííar" en el § 263, "ayudar a
justo típico de la acción se deduce por sí misma, puesto que si la acción por su naturaleza sólo
vender" en el § 259, "perseguir la pieza de caza" en el § 292, "sustraer" en el § 242, "apropiarse"
puede ser entendida como acción final, entonces el tipo al describir la acción prohibida debe
en el § 246) evidencia que no se puede prescindir de las ideas e intenciones del autor sin que el
comprender a todos los momentos finales y, con ello, también al dolo (vid. íupra § 22 V 3).
hecho pierda su verdadero sentido como injusto merecedor de pena (aplicación de palabras
También la teoría social de la acción debe reconocer este argumento ontológico pues en el hacer
que describen actividades finales).
positivo aquélla se sitúa asimismo sobre la fmalidad como categoría básica. Sin embargo, los ele-
mentos del injusto pueden ser desarrollados a partir de la esencia misma de la antijuricidad . Ejemplos: El funcionario público que, pese a ingresar efectivamente en caja el dinero, retiene los com-
Para ello se parte de que la norma penal tiene por objetivo determinar de tal modo la voluntad probantes, se apropia de éste si se "valoran las relaciones internas del curso del suceso" (BGH 24, 115 1120]).
En la sustracción de un vehículo a motor la delimitación entre el § 242 y el § 248b se detetmina por la
existencia de una intención de apropiación o de simple uso.

360 ss. Reconocen elementos subjetivos de la antijurididad dentro de unos márgenes estrechos Hazewinkel- ^^ Sobre ello, básicamente, Gallas, Beitrage pág. 54. Asimismo, Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 53
SuringalRemnielink, Inieiding pág. 240; Rodríguez DevesaíSermno Gómez, Derecho penal págs. 408 ss.; Diez ss.; Maitrach/Zipf, Allg. Teil I § 22 núm. 1; Ehert/Kühl, Jura 1981, pág. 233; Kühl, Allg. Teil § 3 núm. 5; §
Ripollés, Elementos subjetivos, 1990. Con anterioridad la doctrina austríaca limitaba rigurosamente la anti- 5 núm. 5; tt^/zf/Lehrbuch págs. 64 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núms. 242 ss; SchonkelSchroderlLenckner,
juricidad a la lesión del bien jurídico protegido; vid. Kadeélia, Gesammelte Aufsatze pág. 19 y Nowakowski nota preliminar núm. 54 antes del § 13; Wessels, Allg. Teil núms. 136 ss. Por el contrrario, Schmidhauser,
Grundzüge pág. 52. Entre ambas posiciones se encuentra Maihofer, Rittler-Festschrift págs. 156 ss. que, Allg. Teil pág. 201, considera al injusto como "comportamiento de la voluntad", mientras que su "carácter
aunque reconoce el lado personal del injusto, lo restringe ai sentido objetivo del suceso. El cambio decisivo doloso" ("Vorsátzlichkeit") como noción diferente permanece como un puro elemento de la culpabilidad
en la traslación del dolo lo ha llevado a cabo Noivaliowski, JBI 1972, págs. 22 ss.; vid. también WK (pág. 203).
(Nowaliowski) nota preliminar ni'im. 30 antes del § 3. Coincidiendo con él Platzgummer, JBI 1971, pág. ^' Así, E.-J. Lampe, Das personale Unrecht pág. 208.
238; Moos, Strafrechtl. Probleme págs. 28 ss.; Trijfterer, Allg. Teil págs. 51 ss. Desviándose en este punto '** Fai este sentido se pronuncia actualmente la doctrina dominante; vid., además de los autores citados
Kienapfel JZ 1972, págs. 575 ss. en la nota a pie núm. 36, Blei, Allg. Teil pág. 97; Dreherl'Lrondle, nota preliminar núm. 26 antes del § 13; Eserl
^' La prevaricación se regula actualmente en el § 339 StGB (N del T). Burkbardt, Strafrecht I núm. 3 A núm. 100; Hirsch, ZStW 93 (1981) pág. 837; LK{\ 1.=) (Hmch) nota pteli-
'- Téngase en cuenta ia actual redacción del § 246 StGB (N del T). minat núm. 184 antes del § 32; Armin Kaufinann, Welzei-Festschrift pág. 391; Krauf, ZSiW 76 (1964) pág.
^^ Frente a la crítica formulada por Rittler Tomo I págs. 121 ss., a los elementos subjetivos del injus- 56; Krümpelmanii, ZStW 87 (1975) pág. 890; Lackner, nota pieliminar núm. 20 antes del § 13; Otto, Grundkurs
to vid. Engtsch, Rittler-Festschrift págs. 170 ss. Destacando en la doctrina alemana por su rechazo a los págs. 83 ss.; Preisendanz, nota prelinar B V 3; Roxin, Radbruch-Gedachtnisschrift pág. 266; el mismo, Allg. 'Feil
elementos subjetivos del injusto, Oehler, Das objektive Zweckmoment págs. 131 ss. Profundizando en la 1 § 10 núms. 62 .ss.; Rudolphi, Maurach-Festschrift págs. 51 ss.; Schaffitein, MDR 1951, pág. \9G;Jakohs, Allg.
fundamentación de la doctrina dominante BaimtannlWeber, Allg. Teil págs. 281 ss. Teil 8/1; SK(Samson) nota preliminar núm. 5 antes del § 32; Zielinski, Handlungs-und Erfolgsunwert págs.
^'' Para más detalles v\á. Jesclieck, E. Wolf-Festschrift págs. 475 .ss.; Fuíiuda, ZStW 71 (1959) págs. 79 ss. La posición contraria, todavía dominante en el extranjero, es sustentada en Alemania por Baumannl
42 ss.; Rudolphi, Maurach-Festschrift pág. 65. Weber, Allg. Teil pág. 389; Spendel, Bockelmann-Festschrift pág. 252; Engisch, DJT-Festschrift págs. 426 ss.;
" Vid. especialmente al respecto (mosttando su rechazo) Hirsch, ZStW 93 (1981) págs. 844 ss. KohlrauschlLange, § 59 comentario II 1; Naiicke, Einführung pág. 271.
260 § 24 C^onccpto y esencia do la antijuricidad 1. Hl ript) conio tipo de injusto 261

La posición del dolo en el injusto de la acción es especialmente clara en la tentativa (§ 22). porta iguales consecuencias pata todos. Sólo en el juicio de culpabilidad son tenidas en cuenta la
La tentativa también determina un injusto cuando el autor ha comicnzado a trasladar a los he- clase y modo de fotmación de la voluntad, así como las posibilidades del autor en atención al
chos su voluntad de realizar un tipo penal, sin que hubiese podido acaecer el resultado delictivo mandato notmativo. El catáctet objetivo de la antijuticidad no supone, sin embargo, que el in-
de acuerdo con la situación objetiva (tentativa inidónea). justo pueda extenderse sólo a elementos del mundo extetno. Más bien se trata de entender el
Ejemplo: Cuando el aiiror suministra a la víctima una pequeña cantidad de "Luminal" que no podía concepto de lo "objetivo" en el sentido de "validez general": la antijuticidad es una magnitud
ocasionar la muerte por el proyccrada, el hecho es punible como homicidio intentado (a pesar de la ausencia objetiva pues el mandato de la norma rige sin la toma en consideración de la persona y, por ello,
de peligrosidad) según los §§ 212, 22, y 23, a causa de la voluntad dirigida en conrra de la prohibición del la infracción del Derecho es detctminada conforme a reglas generales sin atender a la capacidad
homicidio (BGH 11,324). de culpabilidad ni al valor o desvalor de la motivación del autor. Por medio de la integración de
la voluntad de la acción no se renuncia al caráctet objetivo de la antijuricidad. El desvalor perso-
Finalmente, los casos en los que el Icgisladot atribuye sanciones penales a la comisión
nal de la acción comprende todos aquellos factores que afectan a la dirección de la voluntad de la
dolosa pero inculpable del hecho (§§ 63, 64, 69, 70) demuestran que el dolo, como factot
acción típica lesiva del bien jutídico ptotegido ' . El objeto del juicio de culpabilidad es, por el
directivo del hecho, ya no puede ser parte integtante de la culpabilidad; en estos supuestos, la
conttatio, la fotma y modo de [¿formación de la voluntad que conduce al hecho y en la que el
ptcsctipción de las medidas de seguridad presupone que en el autot inculpable que actúa ha sido
mayor o menor desvalor es codeterminado a través de su resultado en el dolo o en la impruden-
comptobado el dolo de cometer un hecho detetminado ^'.
cia como formas de culpabilidad . En el examen de la antijuricidad del hecho se pregunta: ¿Qué
Ejemplo: Si alguien absolutamente ebrio abre equivocadamente la puerta de una vivienda que no es la quiso el autor y qué ha hecho?; en el de la culpabilidad se plantea el siguiente interrogante: ¿En
suya (§ 323 a), de su dolo depende la apreciación de una tentativa de allanamiento de domicilio, de robo o qué medida se le puede reprochar al autor el injusto cometido? (vid. infra § 39 I 1).
de violación, o si sencillamente ha etrador de planta.
b) Del mismo modo tampoco se ptoducc una confusión entre las reglas del Derecho y la
5. Pero el dolo no es sólo incardinable en el tipo de injusto sino que posee una doble posi-
Etica individual. Incluso cuando se concibe la voluntad de la acción como una parte integrante
ción . Como factor directivo del comportamiento es el núcleo centtal del injusto típico de la
del injusto, la prescripción normativa permanece siempre como un mandato jurídico y, con
acción, y como resultado final del proceso de formación de la volunrad que pertenece a la culpa-
ello, la transgresión sigue siendo un injusto que no se agrava ni atenúa atendiendo a criterios
bilidad es también un elemento integrante de ésta (vid. infra § 39 IV 4). Dado que en la culpa-
ético-individuales. Como escala pata la valoración de la formación de la voluntad la Ética se
bilidad se refleja la clase y gravedad de! injusto cometido, también para el tipo y alcance del
limita al ámbito de la culpabilidad, pero apateciendo siempre aquí en su manifestación como
reproche culpabilístico se distingue si el autot ha ejecutado el hecho dolosamente o si tan sólo ha
Etica social y nunca como moral individual, pues el Derecho impone sus exigencias a las perso-
faltado el debet de cuidado exigible pata evitar la lesión del bien jurídico'". Al igual que el dolo,
nas tan sólo en atención al bien común y sólo demanda, si bien de modo permanente, aquello
también la imprudencia determina tanto el injusto del hecho como la culpabilidad del autot
que puede ser esperado del ciudadano de acuerdo con su posición en la sociedad. La ética indivi-
(vid. infra § 54 I 3).
dual no juega papel alguno ni en la niteva ni en la versión clásica de la teoría del injusto.
6. Con la inttoducción del dolo en el injusto de la acción no son mezcladas la antijurici-
dad y la culpabilidad y tampoco se difuminan los límites entre la Mora! y el Derecho, tal y como
sostienen los críticos . § 25 Antijuricidad y tipo
a) También según la concepción personal del injusto la antijuricidad mantiene su dimen- Por motivos de seguridad jurídica, en Derecho alemán las formas de comportamiento
sión objetiva, pues el Derecho impone a cualqtúeta las mismas exigencias y su infracción com- antijufídico merecedoras de pena se encuentran recogidas en las descripciones especiales de los
delitos a las que se denominan tipos. De acuerdo con el art. 103 II GG un comportamiento
antijurídico sólo puede ser castigado con el tequisito de que se desctiba y conmine con pena en
' ' Vid. Schüler-Springorum, MSchrKrim 1973, PÁG. 365. un tipo legal. A pesar de que este principio no está sometido a discusión alguna, sin embargo la
'"' Esta posición va afianzándose cada vez más; vid. Gallas, Beirrage pág. 56; el mismo, Bockelmann- relación entre el tipo y la antijuricidad requiere una aclaración más detallada.
Festschrift pág. 170; Haft, Allg. Teil pág. 133; Blei, Allg. Teil pág. 206; Scíiünemann, GA 1985, págs. 361
ss.; Cramer, Grundbegriffe págs. 51 ss.; DreherlTr'óndle, nota preliminar núm. 28a antes del § 13; Kohler,
Bcwul?tc Fahrlassigkeit pág. 332; Lackner, § 15 n .° 34; E.-J. Lampe, Das personale Unrecht pág. 234; Roxin, I. El tipo como tipo de injusto
Radbruch-Gedachtnisschrift pág. 266; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 120 antes del § 13;
SK(Rudolphi) § 16 núm. 3; Wessels, Allg. Teil núm. 142; Wolter, Zurechnung pág. 152. Igualmente en Aus- Beling, Dic Lchre vom Tatbestand, 1930; H. Bruns, Kritik der Lehre vom Tatbestand, 1932; Burlan,
tria WK(Nowakowski) nota preliminar núm. 11 antes del § 13; Moos, ZStW 93 (198 1) págs. 1031 ss.; en Der Einfluí? det deurschen Naturrechtslehre auf die Entwickiung der Tatbesrandsdefinition, 1970; ClaJÍ,
Portugal Eigueiredo Dias, ZStW 95 (1983) pág. 246. Además, desde una perspectiva de Derecho compara-
do, HünerfeM, ZStW93 (1981) págs. 1000 ss. Disienten ¡Vlanracl,/Zipf, A.Wp'XciX I § 22 núm. 6. Mostrán-
dose conciliadores ffirícA, ZStW 94 (1982) págs. 257 ss.; Cerezo Mi r, ZStW 93 (1981) pág. \m^•, Ziegen,
Vorsatz págs. 162 ,ss. ^^ En torno a la distinción entte elementos subjetivos del tipo y de la culpabilidad Roxin, Allg. Teil 1
''I Jescheck, ZStW 98 (1986) págs. 11 ss. 10 núms. 70 ss.
''^ Vid., sobre todo, Würtenherger, Situarion págs. 55 ss.; además, Sclndtz, Einführung 1 págs. 215 ss. '''* Vid..í:ram;)í-/ma««, ZSrW87(1975)pág. 897.
262 § 25 Anrijuricidad y tipo I. El tipo como tipo de injusto 26,3

Gren/xn dcsTadicstandcs, Strafr. Abh. Heft 3 2 3 , 1933; Engisch, ü i e iiormativen Tatlícstandsmfrkmale im


que f u n d a m e n t a n una d e t e r m i n a d a clase de delito es llevada a cabo por el legislador o p o r el juez,
Srrafrcchr, Hcstsclirift für E, Mezgcr, 1934, pág. 127; el mismo, Die Idee der Konkrctisicrung in Rccht und
ésta es una cuestión que afecta al m a n d a t o constitucional de determinación (vid. supra § 15 111 .3)
Rcchtswisscnschaír unscrcr Zeir, 2.^ Ed. 1968; Güiither, Srrafrcclitswidrigkcit und Strafunrcclitsausschluí^,
y no al p r o b l e m a de la pertenencia al tipo de tales elementos.
1983; Hassemer, Tatbcstand und Typus, 1964; Jescheck, Dic Entwicklung des Verbrocliensbcgriffs in
Dcutscliland seir Bcling ini Vcrgleich mit der osrerrcichisclicn Lelire, ZSrW 73 (1961), pág. 179; Lareiiz, Ejemplos: La regulación relativa a las coacciones (§ 240 II) que se basa en la reprochabilidad de la
iVtctliodenlchrc der Rechtswissenschafr, 6." Ed. 1 9 9 1 ; Mezgcr, W a n d l u n g e n der strafrechrliclicn relación medio a fin contiene, ftente a su teiiot literal, un complemento del tipo y no un elemento adicio-
Tadiestandslclire, N J W 1953, pág. 2; Roxin, Litcraturbcriciu, ZSrW 82 (1970) pág. 675; Sax. Zur reclulichen nal de la antijuficidad (de otta opinión, BGH 2, 194 [196]; BayObLG N J W 1963, pág. 824; OLG
Problematik der Sterbcliilfe usw., J Z 1975, pág. 137; e¡ mismo, "Tatbestand" und Reclusgnrsverlctzung, JZ Btaunschweig N J W 1976, pág. 62)''. En torno a la reprochabilidad de las ".sentadas obstaculizadotas" vid.
1976, págs. 9, 80 y 429; Schmidhiiuser, Der Unrechtstatbesrand, Festschrift für K. Engiscli, 1969, pág. 433; BVetfG JR 1991, pág. 13; BGH 35, 270; OLG Stuttgart NStZ 1991, pág. 333. También son elementos del
Schweiken, Die Wandlungen derTarbestandslehre seit Beiing, 1957; E. Wolf, Der Sachbcgriff im Strafrecht, tipo las circunstancias bajo las cuales se enjuicia en la usura si la prestación y la conttaprestacióu se encuen-
RG-Eestgabe, TomoV, 1929, pág, 44. tran en una "evidente desproporción" (§ 302 a) '. Lo mismo sucede en cuanto a la posición de garante en el
delito de omisión impropia previsto en el § 13 (BGH 16, 155 [158]).
1. De acuerdo con la teoría del tipo original, creada por Beling\ el sentido del tipo penal se agota en
la descripción de la imagen exterior de una acción cualquiera. Según esta concepción, el tipo todavía no En m u c h o s tipos penales el injusto típico sólo es realizado c u a n d o al c o m p o r t a m i e n t o des-
dice nada acerca de la anrijuricidad sino que, más bien, se trata sólo del objeto de un juicio de valor jurídico crito del autof se le a ñ a d e u n e l e m e n t o negativo, tal y c o m o sucede c o n la falta d e a u t o t i z a c i ó n
formulado conceptualmente que debe set extraído de las normas jurídicas en su conjunro (vid. snpra § 22 11 oficial para el establecimiento de juegos de azar (§ 284) . Estos tipos deben distinguirse de aquellos
1). Fue ya la teoría teleológica del tipo (Hegler, Sauer, Mezger, E. Wolf) la que abandonó el punto de vista
otros en los q u e el c o m p o r t a m i e n t o descrito es ya p o r sí m i s m o tan peligroso q u e d e b e ser consi-
meramente formal de Beiing y la que dejó de vet en las descripciones delictivas un reflejo de los hechos libre
d e r a d o c o m o injusto típico, pero en los q u e la a p r o b a c i ó n de u ñ a a u t o r i d a d p u e d e crear u n a
de valoración jurídica, para concebirlas como la imagen de los elementos del tipo de una determinada mo-
causa de justificación. Y así, p o r ejemplo, en el § 3 2 4 el e l e m e n t o "sin autorización" n o p e r t e n e -
dalidad delictiva (vid. siípra § 22 III 2 b y c) •'-. El tipo se convittió así en "materia de prohibición de las
disposiciones penales", es decir, en una "descripción del objeto del comportamiento prohibido" . Desde ce al tipo sino q u e , s e n c i l l a m e n t e , adviette d e la posibilidad d e u n a justificación d e la c o n t a m i -
luego que con la comprobación de la tipicidad el juicio sobre la anrijuricidad no está pronunciado definiti- nación del m e d i o acuático a ttavés de su a p r o b a c i ó n p o r parte d e la a u t o r i d a d ' . D a d o q u e el
vamente, pues cabe todavía la posibilidad de que concurran causas de justificación que beneficien al autor . tipo describe p r e c i s a m e n t e el injusto típico '", aquel q u e realiza el t i p o lesiona, s i m u l t á n e a m e n t e ,
el c o r r e s p o n d i e n t e b i e n j u r í d i c o protegido; d e a h í q u e n o se necesite u n a c o m p r o b a c i ó n especial
2. D e c o n f o r m i d a d con la actual situación d e la teoría del delito hay q u e aceptar q u e en el
de la lesión del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o " .
tipo deben encontrar acogida t o d o s aquellos elementos que f u n d a m e n t a n el c o n t e n i d o material
d e injusto del hecho p u n i b l e . El tipo d e b e p r o p o r c i o n a r claridad acerca de cuál es el bien jurídico
en el q u e el legislador ha pensado c o m o sentido de la n o r m a penal, q u é objetos d e la acción c n t t a n
en consideración (sobre a m b a s cuestiones vid. infra § 2 6 I), en q u é consiste la acción u omisión
prohibida, si u n a u otra d e b e n h a b e r causado u n a lesión o sólo u n peligro c o n c r e t o para el bien
jurídico y, finalmente, si es exigido el d o l o o basta c o n la i m p t u d c n c i a ( § 15) ^. La materia objeto 5 Así, RG 63, 215 [218]; BGH 16, 155 [158] y la doctrina dominante.; vid. Gallas, Beitráge págs.
de prohibición debería agotarse en la circunscripción del tipo, pues c o n el m i s m o el legislador ha 32 ss.; BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 257; Lackner, nota preliminar núm. 15 antes del § M; Jakohs, Allg.
suministrado la totalidad d e los e l e m e n t o s q u e reúne el c o n t e n i d o d e injusto típico d e la correspon- Teil 6/31 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 37; Engisch, Mezger-Festschrift pág. 132; Maurach/Zipf, Allg.
diente figura de delito. N o resulta decisivo si, y en q u é medida, el legislador ha logrado abarcar por Teil I § 24 núms. 1 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 10 núm. 23; SK (Rudolphi) nota pteliminar núms. 34 y 37
c o m p l e t o y describir d e forma concreta los elementos de la n o r m a d e p r o h i b i c i ó n . A ú n c u a n d o la antes del § 1; Schmidhiiuser, Engisch-Festschtift pág. 4 4 1 ; Schdnke/SchrbdeHLenckner, nota preliminar núm.
45 antes del 13; Wessels, Allg. Teil núm. 119; Rehberg, Strafrecht I p.66; FiandacalMusco, Diritto pénale pág.
Ley misma señala sólo u n a parte d e esos elementos y a b a n d o n a al juez su fotmtilación p o r la vía del
164; Cerezo Mir, Curso págs. 323 ss.; WK(Nowakowski) nota preliminar núm. 51 antes del § 3; Schidtz,
complemento del tipo, c o m o es el caso d e los delitos i m p r u d e n t e s y de los d e o m i s i ó n impropia, las
Einführung I pág. 119.
piezas q u e faltan siguen siendo parte integrante del t i p o . Si la individualización de los elementos
^ En el sentido del texto, Schonke/Schróder/Eser, § 240 núm. 16; Roxin, Allg. Teil I § 10 núm. 44;
LK(1L") (Hirsch) nota preliminar núm. 21 antes del § 32. En contra Günther, Strafrechtswidtigkeit págs.
322 ss. quien considera al § 240 II como una "causa de exclusión del injusto penal".
' El delito de usura se encuentta actualmente regulado en el § 291 StGB (N del T ) .
' Vid. Beiing, Vetbrechenslehte págs. 3, 23 ss. y 110; f/ mismo, Lehre vom Tatbestand págs. 12 ss. * Dreher/Trbndle, § 284 núm. 15; Sch'ónkelSchroderlEser, § 284 núm. 18. Véase también el § 236
^ Acetca de esta evolución H. Briins, Kritik págs. 14 ss.; Jescheck, ZStW 73 (1961) págs. 181 ss.; (secuestfo "sin el consentimiento de los padres") [Téngase en cuenta la nueva tedacción del § 236 que ha
Schweikert, Wandlungen det Tatbestandslehre págs. 14 ss. En relación con los presupuestos dogmáticos de pasado a tegular el "tráfico de niños" (N d e l T ) ] . Por lo demás aquí no estamos en presencia de los denomi-
un Detecho penal estructurado conforme a los tipos en la ptimera mitad del siglo XVIII Burian, nados elementos negativos del tipo; sobtc ellos vid. infra § 25 III.
Naturrechrslehre págs. 113 ss. ' Schbnke/Schrdder/Cramer, antes del § 324 núm. 14.
' Welzel, Lehrbuch pág. 49. '" Sobre el concepro de ripo ("Typus") y su posición intetmedia entre la noción jurídica y la vida
De ahí que no sea fundada la crítica de CUJs, Gtcnzen des Tatbestandes pág. 147, consistente en real, Engisch, Konkrerisierung págs. 228, 231; Hassemer, Tatbestand págs. 109 ss.; Larenz, Methodenlehre
que con la "teotía de la tipificación del injusto" el tipo ha dejado de ser un "elemento autónomo en la .serie págs. 460 ss.
de presupuestos generales del delito". Acetca de la autonomía de la tundamentación del injusto vid., sobre " De otra opinión 5<7x, JZ 1973,pág. \AA;]7. 1976, págs. 9, 80 y 429, queexige adicionalmeme la
todo, Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 193 y 282 ss. "ptoducción de una lesión del bien jutídico merecedota de pena".
264 § 25 Antijuricidad y tipo II. I ipos "abiertos y elementos de valoración global 265

3. El concepto de "tipo" es utilizado en el lenguaje jufi'dico con un significado diverso '^. En este texto d e p r o h i b i c i ó n es d i s t i n t o en cada disposición penal. Los e l e m e n t o s coiriplcmentarios q u e el j u e z
es entendido, como ya se expuso, como la descripción legal del injusto típico, como "tipo de injusto" (en consigue procedentes d e juicios de v.ilor general y de las relaciones c o n ortos c o m p o n e n t e s c o n s -
relación con el tipo de la culpabilidad infra § 42 I). En otro sentido el concepto señala (más rcstringidamente) tituyen, p o r o t r o lado, parles intcgranies del tipo para los q u e , p r e s c i n d i e n d o del m é t o d o p o r el
la suma de elementos que toman parte en la función garantista de la l^y penal en el sentido del art. 103 II G G
q u e son o b t e n i d o s , no rigen especialidades (vid. supra § 25 I 2).
("tipo de garantía"; vid. supra § 15 111)- En la Teoría general del Derecho la expresión "tipo" alude a la totalidad
de los presupuestos para el acaecimiento de una consecuencia jurídica " . Kieniplos: La cucsrión a resolver según el Derecho público relativa a la falta de autorización pata llevar
uniforme consriruye un elemento del tipo de acuetdo con el § 132 a núm. 4. El autor, por tanto, no debe
pcftenccer al círculo de personas a las que les está conferida dicha autotización, circunstancia ésta que debe
II. T i p o s "abiertos" y e l e m e n t o s d e v a l o r a c i ó n g l o b a l ser conocida para actuat dolosamente. Sin embargo, el juicio sobre la antijuricidad no esrá todavía cerrado
pues el llevar un uniforme sin autorización puede estat justificado excepcionalmente. Y así, es válida como
Engiích. Die normativen Tatbestandsmerkmale im Strafrecht, Festschrift für E. Mezger, 1954, pág. ardid de guerra la utilización de uniformes enemigos durante el desarrollo de una operación de comando.
127; Hirsch, Die Lehre von den negativen Tatbestandsmerkmalen, 1960; el mismo, Soziale Adaquanz und En el § 240 la regulación recogida en su apartado segundo sobte la relación medio a fin perrenece igualmen-
Unrechtslehre, Z S t W 7 4 (1962) pág. 78; Armin Kaufmann, Lebendiges und Totes in Bindings Normentheorie, te al tipo y no constituye ün elemento especia! de la antijuticidad necesitado de una comprobación positiva
1954; el mkmo, Rechtspflichtbegründung und Tatbestandseinschtankung, Festschrift für U. Klug, Tomo II, (vid. supra § 25 I 2). Esto tiene imporrancia sobre rodo para la solución de las cuestiones tefeiidas al error.
1983, pág. 277; Kunen, Die normativen Mcrkmale der strafrechdichenTatbestande, 1958, Noli, Strafrecht Si la víctima amenaza a su ladrón con denunciado si éste no contribuye con un donativo a la Ctuz Roja,
im Übergang, GA 1970, pág. 176; Roxin, Offene Tatbestánde und Rechtspflichtmerkmale, 2.» Ed. 1970; el dicha amenaza no es típica en el sentido del § 240 II (BayObLG MDR, 1957, pág. 309). El error sobre la
mismo, Literaturbericht, ZStW 82 (1970) pág. 675; el mismo, Kriniinalpolitik und Strafrechtssystematik, autotía de la persona amenazada con la denuncia sería un error de ripo (BGH LM § 240 núm. 3) "^.
1.' Ed. 1973; Spriesterbach, Neue Kritik der Lehre vom Tatbestand, Diss. Bonn 1960; Vianden-Crüter (Hilde
Kaufmann), Der Irrtum über Voraussetzungen, die für § 240 II StGB beachdich sind, GA 1954, pág. 359. 2. La investigación desarrollada p o r la teoría d e los tipos a b i e i t o s h a c o n d u c i d o , n o o b s -
t a n t e , a u n i m p o r t a n t e d e s c u b r i m i e n t o . Existen " e l e m e n t o s de v a l o r a c i ó n g l o b a l " '^ a los q u e ,
1. La teoría d e los tipos "abiertos" sostiene q u e e n D e r e c h o p e n a l existen t i p o s d e los q u e
p o r e j e m p l o , p e r t e n e c e la "reprochabilidad" de la utilización del violencia del § 2 4 0 II. La clasi-
n o p u e d e n deducirse c o m p l e t a m e n t e , sino tan sólo en p a i t e , los e l e m e n t o s del injusto del delito
ficación de tales e l e m e n t o s es difícil puesto q u e c o m o c o m p o n e n t e s del t i p o son f u e r t e m e n t e
c o r r e s p o n d i e n t e . La integración d e los q u e se e n c u e n t r a n ausentes d e b e ser llevada a c a b o p o r
c o m p l e t a d o s con u n a valoración jurídica pero, de o t r o lado, al tipo ( § 2 4 0 I) le faltan sus c o n -
m e d i o de c o m p o n e n t e s positivos de la antijuricidad q u e se e n c u e n t r a n fuera del tipo . Los ti-
t o r n o s c o m o tipo de injusto sin la valoración global negativa de la "reprochabilidad". La solución
p o s abiertos s o n definidos c o m o aquellas disposiciones penales "en las q u e falta u n a i m a g e n rec-
sólo p u e d e residir en q u e las circunstancias fácticas q u e h a c e n aparecer a! c o m p o r t a m i e n t o del
tora de carácter objetivo para c o m p l e t a r el tipo", d e m o d o q u e en la práctica n o p u e d e tener
a u t o r c o m o reprochable pcrtenezxan al tipo, pero q u e su valoración c o m o m e d i d a d e su crecida
lugar d e la m a n o del texto legal u n a diferenciación entre el c o m p o r t a m i e n t o p r o h i b i d o y el per-
r e p r o b a b i l i d a d se e m p r e n d a fase de la anrijuricidad . D e este m o d o t a m b i é n se soh:
m i t i d o (vid., p o r ejemplo, § § 2 4 0 II, 2 5 3 11, 132 a). Sin e m b a r g o , la teoría d e l o s t i p o s abier-
n a n a d e c u a d a m e n t e las cuestiones surgidas en t o r n o al error.
t o s d e b e ser rechazada '^, pues si el t i p o es e n t e n d i d o c o m o tipo d e injusto sólo p u e d e ser c o n -
cebido d e u n m o d o "cerrado", p o r q u e d e lo c o n t r a r i o le faltaría p r e c i s a m e n t e su cualidad d e Ejemplo: Un acreedor fuerza al deudor de un préstamo, mediante la amenaza de una denuncia por
esrafa, a la devolución del crédito. Si el acreedor piensa erróneamente que el deudor realmente le había
tipo. Esto significa q u e el tipo debe c o n t e n e r sin excepción la totalidad d e los e l e m e n t o s d e t e r m i -
engañado en la contratación del préstamo, entonces actúa bajo un error de tipo debido a que no ha recono-
nantes d e injusto de u n a m o d a l i d a d delictiva y q u e la cuestión relativa a la antijuricidad sólo
cido correctamente ios presupuestos objetivos del juicio de teprochabilidad. Por el conrrario, si sabía que la
p u e d e ser d e t e r m i n a d a en u n s e n t i d o negativo, esto es, en el s e n t i d o d e su exclusión p o r la inter-
acusación por estafa no estaba justificada pero actuaba bajo la creencia de que tales "trucos" (scil. la amenaza
v e n c i ó n d e causas de justificación. D e t o d o s m o d o s , el g r a d o d e precisión de la materia o b j e t o de denuncia) no serían reprochables en el negocio crediticio, entonces existe un error de prohibición (§ 17).

3 . D i s c u t i d o es el t r a t a m i e n t o de las causas de justificación en los tipos c o n e l e m e n t o s d e


valoración global. U n sector d e o p i n i ó n quiere incluir a q u í las causas de justificación en el m a r -
'^ Sobre las distintas posibilidades Engisch, Mezger-Festschrifr págs. 129 ss.; LK(11.") (Jescheck) nota co del tipo para el e x a m e n d e la reprochabilidad " . Lo correero es, sin e m b a r g o , investigar la
preliminar núm. 45 antes del § 13; Schónke/Schroder/I.enckner, nota preliminar núm. 44 antes del § 13.
'-' Al respecto vid. Mezger, N J W 1953, pág. 2. Con frecuencia también en Derecho penal se designa
de modo inexacto como "tipo" al conjunto de la disposición penal, a pesar de que la mayoría de los precep-
tos penales que no pertenecen al tipo de injusto.
'•* Así, especialmente, Welzel, Lehrbuch págs. 82 ss.; Armin Kaiifinann, Normentheorie págs. 101, "" Así, LK (11.") (Hirsch) nota preliminar núms. 21 ss. antes del § 32; Schonke/Schroder/Eser, § 240
257 ss.; Kunert, Die normariven Tatbestandsmerkmale pág. 93 nota a pie núm. 1; Spriesterbach, Neue Kritik núm. 35; vid., con más detalle, Vianden-Grüter, GA 1954, pág. 359.
págs. 117 ss. '" Vid. Roxin, Offene Tatbestánde págs. 132 ss.; el mismo, ZStW 82 (1970) págs. 682 ss.; Engisch,
'^ Así, en el mismo sentido, Roxin, Offene Tatbestánde págs. 53 ss.; el mismo, M\g. Teil I § 10 núms. Mezget-Festschrift págs. 157 ss.; Schónke/Schroder/Lenckncr, nota preliminar núm. 66 antes del § 13; SK
43 ss.y la doctrina dominante; vid. las referencias conrenidas en Roxin, Offene Tatbestánde págs. 15 ss. (Samson) nota pteliminar n ú m . 18 antes del § 32; B G H 3 , 400 (402). En contra de este concepto
Vid., además, Gallas, Beitráge págs. 39 ss.;Jakohs, Allg. Teil 6/61-63; LK (¡1.') (Hirsch) nota preliminar Schmidhüuser, Allg. Teil pág. 288.
núm. 21 anres del § 32; MmirachlZipf, h\\. Teil 1 § 24 núm. 8; Noli, GA 1970, pág. 180; Schmidhduser, '^ Asimismo, en cuanto al resultado, Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 66 anres del
Allg. Teil págs. 286 ss.; Stratenwerth, 7\llg. Teil I núm. 355; Schónke/Schroder/Lenckner, ñora preliminar núms. § 13; Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 45 ss.
66 ss. antes del vor § 13; SK(Samson) nota preliminar núm. 17 antes del § 32. " Así Roxin, Allg. Teil I § 10 núm. 45 nota a pie núm. 84.
266 § 25 AntiJLiricidad y tipo 111." La teoría de los elcmcnro.s negativos del ripo 267

rcprochabilidad en el tipo sólo d e u n m o d o abstracto y, p o r el c o n t r a r i o , considerar la eventual co c o m o conttavención de la n o r m a , sino que incluye ya c\ juicio de desvalor definitivo acetca del
justificación en el á m b i t o d e la antijuricidad^*^. h e c h o conctcto. Por otra, además, presupone que el legislador con la imposición del m a n d a t o n o r -
mativo también ha t e n i d o en cuenia sus excepciones, de m o d o q u e la prohibición está limitada
desde un principio a través de las causas de exclusión del injusto. Asimismo, se acepta q u e la distin-
III. La teoría d e l o s e l e m e n t o s n e g a t i v o s del t i p o ción entre los elementos del tipo y las causas de justificación no descansa en un contraste objetivo
sino que estaría c o n d i c i o n a d a p o r teqmsitos estilísticos desctiptivos, p o r lo q u e los elementos del
Drelier, I)er Irrtum übcr Reclitferrigungsgründe, Festsclirift tur E. Heinitz, 1972, p,ig. 207; Engisch,
Der Unrcchtstatbcstand im Strafrecht, D]T-Festschrift, Tomo I, 1960, pág. 4 0 1 ; Gallas, Zur Struktur des tipo p o d t í a n set considerados en t o d o m o m e n t o c o m o causas de jtistificación y viceversa. En c u a n -
srrafrechtiichen Unrechtsbegriffs, Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 155; Hirsch, Die Lehrevon den to al resultado ptáctico esta teoría sir\'e para resolver u n mmncd.áo problema del error . si las cau-
ncgativen Tatbestandsmerkmalen, 1960; Armin Kaufniann, Tatbestandseinschrankung und Reclitfertigung, sas de justificación son incluidas en el tipo c o m o elementos negativos, el error sobre sus presupues-
JZ 1955, pág. 37; el mismo, Lebendiges und Totes ¡n Bindings Notmentheoric, \9')A; Arthur Kaufinann, tos objetivos es tratado sin más c o m o etror de tipo (vid. infra § 41 IV 1 a).
Die Lehtc von den negativen Tatbestandsmerkmalen, J Z 1954, pág. 6 5 3 ; el mismo, Tatbestand,
Ejemplo: Cuando se tepclía un supuesto ataque la jutisptudencia aplicaba automáticamente el § 59 I
Rcchtfertigungsgrund und Irrtum, J Z 1956, págs. 353 y 393; tange, Itrtumsftagen bei der arztlichcn
Schwangcfschaftsunterbrechung, JZ 1953, pág. 9; tang-Hinrichsen, Die itttümliche Annahme eines en su tedacción anterior (actual § 16 I 1). negando con ello la puuibilidad del hecho como lesión corporal
Rechtfertigungsgrundes in der Rechtsptechung des BGH, J Z 1953, pág. 362; Naka, Die Appcllfunktion intencionada "a causa de la ausencia de dolo" (RG 2 1 , 189 [199]; 54, 196 [199]).
des Tatbestandsvot.satzes, J Z 1961, pág. 210; Paejfgen, Anmetkungen zum Erlaubnistatbestandsirrtum, 2 . Sin e m b a r g o , la teoría d e los e l e m e n t o s negativos del tipo d e b e set r e c h a z a d a ' ^
Gedachtnissclitift füf Atmin Kaufmann, 1989, pág. 399; Rbding, Zur Problematik des Verbrecheusaufbaus,
Festschfift luf R. Lange, 1976, pág. 39; Schaffstein, Putative Rechtfcrtigungsgiünde und fmalc Handlungslehrc, a) C i e r t a m e n t e , existen n o t m a s en las q u e a través d e la decisión previa d e conflictos
M D R 1951, pág. 196; Schünemann, Die deutschspracluge Sttafrechtswissenschaft nach der Strafrechtsreform valorativos están limitadas desde u n p r i m e r m o m e n t o , de m o d o q u e ya en el nivel d e la tipicidad
usw., GA 1985, pág. 3 4 ! ; v. Weher, Negative Tatbestandsmerkrnale, Festschrift für E. Mezger, 1954, pág. d e t e r m i n a d o s hechos caen fuera del á m b i t o de la n o r i n a . Piénsese, p o r e j e m p l o , en las disposi-
183; Wolter, Objektive und personale Zurechnung usw., 1981. ciones q u e c o n carácter general dejan fuera d e la esfera d e p r o h i b i c i ó n a g r u p o s c o n c r e t o s d e
personas o tartibicn a d e t e r m i n a d a s acciones .
1. Si la teoría de los tipos abiertos a p o r t a al tipo d e m a s i a d o p o c o , en la m e d i d a en q u e éste
sea e n t e n d i d o c o m o p o r t a d o r del c o n t e n i d o d e injusto típico de la figura de delito c o r r e s p o n - Ejemplos: La embarazada no será castigada por tentativa de abotto de acuetdo con el § 218 IV 2. La
ptohibición del favorecimiento de acciones sexuales de menores de edad petmitiendo o procutando la opor-
d i e n t e , p o r el c o n t r a r i o la teoría d e los e l e m e n t o s negativos le da d e m a s i a d o . D e a c u e r d o c o n
tunidad para ello (§ 180 I 1 núm. 2), no rige con carácter general para quienes son titúlales de la patria
esta liltima el t i p o n o sólo d e b e extenderse a los e l e m e n t o s típicos de la infi-acción sino t a m b i é n
potestad (§ 180 I 2). La prohibición de la difusión de mateiial de ptopaganda de organizaciones contrarias
a todas las c i r c u n s t a n c i a s referidas a la a n t i j u r i c i d a d . D e este m o d o , los p r e s u p u e s t o s de a la Constitución no tige en el mateo de la información ciudadana (§ 86 III).
las causas de justificación son e n t e n d i d o s a q u í c o m o e l e m e n t o s negativos del tipo. Aquéllas son
incluidas en el tipo p o r el h e c h o de q u e sólo su ausencia posibilita el juicio definitivo sobre la O t r a cosa sucede, sin e m b a r g o , c o n las causas de justificación. Estas n o descansan sobre
antijuricidad del h e c h o . D e este m o d o , los e l e m e n t o s del tipo y los p r e s u p u e s t o s d e las causas d e excepciones generales d e la n o r m a , sino q u e para la solución de situaciones sociales conflictivas
justificación son reunidos en u n tipo global y vienen a situarse s i s t e m á t i c a m e n t e en el m i s m o ita^xúeicn ponderaciones de tipo valorativo en el caso concreto, sobre cuya base el interés e n la c o n -
nivel (vid. supm § 25 I 3). servación sin m e n o s c a b o a l g u n o del bien jurídico p r o t e g i d o debe ceder, bajo ciertas c i r c u n s t a n -
cias, frente a o t r o i g u a l m e n t e r e c o n o c i d o p o r el O r d e n a m i e n t o jurídico. Estas p o n d e r a c i o n e s ,
Ejemplo: Segtín lo afirmado la norma del § 212 (con la inclusión de la legítima defensa) tezaría: Será n a d a sencillas, q u e se realizan d e n t t o de los límites de la necesidad y proporcionalidad, no contie-
casngado con pena el homicidio doloso de una persona, excepción hecha del caso de defensa necesatia fren-
te a un ataque antijurídico actual.

La teoría d e los elementos negativos descansa, d e u n a parte, sobre el presupuesto de q u e el


tipo no contiene s i m p l e m e n t e la valoración abstracta de u n a acción perjudicial para el bien jurídi- -- Sobte esto vid., en especial, tang-Hinrichsen, JZ 1953, págs. 362 ss.; Arthur Kaufinann, JZ 1954,
págs. 653 ss.; Armin Kaufinann, JZ 1955, págs. 37 ss.; Paeffgen, Atmin Kaufrnann-Gedachtnisschtift págs.
399 ss.
-" Vid. Hirsch, ZSrW 74 (1962) págs. 119 ss.; el mismo, Negative Tatbestandsmerkrnale págs. 291 --' Asimismo, BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 278; BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 40 ss.; Eserl
ss.;LK fl].") (Hirsch) nota preliminar núm. 21 antes del § 32; Armin Kaufmann, Klug-Festschrift Tomo II Burkhardt, Sttafiecht I n ú m . 3 A núm. 109; Roxin, Allg. Teil 1 § 10 n ú m . 19; Hirsch, Negative
pág. 1?,5; Jakohs, Allg. Teil 6/62; también en esta ditección BGH 5, 245 (246 ss.). En contta, Roxin, ZStW Tatbestandsmetkmale pág. 347; tK (11.") (Hirsch) nota pteliminat n ú m . 8 antes del § 32; Gallas,
82 (1970) pág. 6 8 3 ; Schonke/Schroder/tenckner, nota preliminar núm. 66 anres del § 13. Sobre ello vid. Bockeimann-Festschfift pág. \G9; Jakobs, Allg. Teil 6/54 ss.; tackner, nota preliminar núm. 17 antes del §
también Roxin, Kriminalpolltik pág. 25 nota a pie niim. 56. 13; Armin Kaufmann, ]Z 1955, pág. 37; v. tiszt/Schmidt, pág. 185; Maurach/Zipf, fú\g. Tei! I § 24 núm. 2;
^' Así, Merkel, I^ehrbuch pág. 82; Erank, nota pteliminar núm. 3 antes del § 51; Engisch, DJT- Paejfgen, Armin Kaufrnann-Gedachtnisschtift pág. 408; Dreher, Heinitz-Festschtift págs. 217 ss.; Welzel,
Festschfift pág. 406; Arthur Kaufmann, ]X 1954, pág. 653; el mismo, J Z 1956, págs. 353 y 393; tange, JZ Lehfbuch págs. 80 ss.; Noli, GA 1970, pág. 180; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 285; ScbonkelSchrbderltenckner,
1953, págs. 9ff; LK(8.^) (MezgerJ Einleitung III pág. 3; Roding, Langc-Festschrifr pág. 48; Schünemann. nota pteliminat núm. 18 antes del § 13; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 179 ss.; Wessels, Allg. Teil núms.
GA 1985, págs. 347f£; Schaffstein, M D R 1951, pág. 199; SK (Samson) nota preliminar núm. 9 antes del § 124 ss.; Wolter, Zurechnung págs. 144 ss. En la actualidad, la teoría de los elementos negativos del tipo se
32; v. Weber, Mezget-Festschrift págs. 183 ss. Una miiuiciosa exposición de su histotia dogmática se en- encuentra en una situación de tettoceso.
cuentta en Hirsch. Negative Tatbestandsmerkmalc págs. 21 ss. ~ Vid., Armin Kaufmann, Notmentheotie págs. 250 ss.
268 § 25 AntiJLiricidad y tipo IV. Tipo V adecuación social 269

nen u n a restricción general de la p r o h i b i c i ó n c o m ú n sino qtie c o n su c o n t e n i d o valorativo y de Die soziale Adaquanz der Verwendung von NS-Kcnnzeichen, NJW 1969, pág. 1155; Hirsch, Soziale Adaquanz
u n m o d o i n d e p e n d i e n t e h a c e n retroceder a la n o t m a de p r o h i b i c i ó n . D e a h í q u e d e b a n d i s t i n - und Unrechtslehrc, ZStW 74 (1962) pág. 78; Kieriap/el. Korpcdiche Züchtigung und soziale Adaquanz im
guifse de los e l e m e n t o s del t i p o . Ei p r o b l e m a de la c o n c u r r e n c i a i n h e r e n t e a la relación e n t r e el Strafrecht, 1961; Klug, Sozialkongruenz und SozialadSquanz im Strafi^echtssystem, Festschtift für Eb. Schmidt,
tipo y las causas d e justificación n o p u e d e a r m o n i z a r s e artificialmente a c o g i e n d o a estas últimas 1961, pág. 249; Küpper, Strafvereitelung und "sozialadaquaic" Handlungen, GA 1987, pág. 385; Ostendorf,
Das Geringfügigkeitsprinzip ais strafrechtliche Auslegungsregcl, GA 1982, pág. 333; Peters, Sozialadaquanz
en los tipos c o n u n designio negativo.
und Legaliíaisprinzip, Fcstschrift füt H. NX'elzel, 1974, págs. 415 ss.; Roeder, Die Einhaltung des
Ejemplo: La ejecución de una pena de prisión realiza el tipo de la detención (§ 239) pero se encuentra sozialadáquaten Risikos, 1969; Roxin, Bemerkungen zur sozialen Adaquanz im Strafrecht, Festschtift füt U.
justificada por la sentencia firme. Esto se hace especialmente evidente cuando el juez debe resolver sobre la Klug, Tomo II, 1983, pág. 303, Schujfstein, Soziale Adaquanz und Tatbestandslehre, Z S t W 72 (1960) pág.
suspensión condicional de la ejecución de la pena de prisión sobre la base de consideraciones valorativas 3 6 9 ; Welzel, Studien zum System des Sirafrechts, Z S t W 58 (1939) pág. 4 9 1 ; Würtenberger. Vom
independientes (§ 56). Rechtsstaatsgedanken in der Lehre der straftechtlichen Rechtswidrigkeit, Festschtift für Th. Rittlet, 1957,
b) Por ello, tampoco es c o r r e c t o q u e p u d i e r a n resultar fácilmente i n t e r c a m b i a b l e s e l e m e n - pág. 125; Zipf, Rechtskonformes und sozialadaquates Vcrhalten im Strafrecht, ZStW 82 (1970) pág. 633; el
mismo, Einwilligung und Risikoübernahme im Strafrecht, 1970.
tos d e signo c o n t r a t i o c o m o los del tipo y los de las causas d e justificación. Las diferencias, p o r
el c o n t r a t i o , están materialmente condicionadas. La acción atípica n o es m e r e c e d o r a de p e n a p o r 1. La teoría de la adecuación social afirma q u e el desarrollo de acciones practicadas c o n el
faltar en ella u n a relevancia j u n ' d i c o - p e n a l , m i e n t r a s q u e la q u e realiza el tipo y está justificada o p o r t u n o deber de cuidado y q u e están c o m p l e t a m e n t e tadicadas d e n t r o del marco d e la ordena-
carece d e m e r e c i m i e n t o de p e n a d e b i d o a q u e el h e c h o , a pesar del m e n o s c a b o del bien j u r í d i c o c i ó n de la vida c o m u n i t a r i a q u e se ha configurado históricamente, n o realizan tipo delictivo al-
p r o t e g i d o , n o manifiesta e x c e p c i o n a l m e n t e u n injusto inaterial. S o b r e esta diferencia valorativa g u n o a ú n c u a n d o sean peligrosas para bienes jurídicos p e n a l m e n t e protegidos (por ejemplo, el fun-
descansa la "función de llamada" d e l t i p o , d e g r a n significación p a r a la p r e v e n c i ó n general . c i o n a m i e n t o d e u n rcactot nuclear, el ejercicio d e p o r r i v o del fútbol, l a participación en el tráfico
viario, la producción de armas y de materiales explosivos, el funcionamiento de transportes fetio-
Ejemplos: Quien mata dolosamente a su perro que padece una enfermedad no infringe ninguna norma
de prohibición (al respecto vid. § 17TierSchG). Quien, por el conrrario, mata dolosamente a un petro viarios, aéreos o navales, así c o m o de funiculares y telesillas). La materia de prohibición d e los tipos
ajeno ha infringido el mandato normativo contenido en el § 303 y, por tal motivo, necesita de una causa de penales sólo está referida a acciones "que q u e d a n considerablemenre fuera de la o r d e n a c i ó n d e la
justificación pata quedar impune vgr., § 228 BGB. Quien mata a un corzo que le ataca infringe un derecho vida social históricamente conformada" "*. Se limitan a esta función p o r q u e el legislador ni p u e d e
de caza ajeno (§ 292) que resulta permitido por el § 228 BGB. Sin embargo, el seguimiento de la pieza n i t a m p o c o quiere prohibir u n c o m p o r t a m i e n t o a d e c u a d o s o c i a l m e n t e ^ ' . Incluso c u a n d o tiene lu-
(persecución de un venado herido por disparo en terreno de caza ajeno) descansa sobre una justificación gar u n resultado típico manifestado en el m e n o s c a b o del objeto protegido de la acción y el a u t o r ha
restringida de la caza y, por ello, ya no constituye una infracción típica del detecho de caza de otro. previsto y tolerado la posibilidad de su acaecimiento, no será p u n i b l e en la m e d i d a en q u e haya
3 . A u n q u e p o r las razones expuestas n o p r o c e d e acoger la teoría d e los e l e m e n t o s negativos e m p l e a d o el necesario deber de cuidado; ello se debe a q u e el O r d e n a m i e n t o jurídico no exige más
del t i p o , t a m p o c o existe d u d a a l g u n a sobre la existencia de v e r d a d e r o s e l e m e n t o s del t i p o q u e q u e u n c o m p o r t a m i e n t o cuidadoso en empresas q u e , a u n q u e peligrosas, son conformes a los usos
son c o n c e b i d o s d e m o d o n e g a t i v o . generales. La idea de adecuación social c o m p r e n d e t a m b i é n aquellos casos d e p r o d u c c i ó n dolosa
del resultado en los que el a u t o r ha c u m p l i d o con el deber d e cuidado q u e le era exigible.
Ejemplos: Quien "sin un motivo razonable" mata a un animal vertebrado es castigado de acuerdo con
el § 17 núm. 1 TierSchG. El rapto de menores de edad exige que el hecho tenga lugar "sin el consentimien- Ejemplos: El marido que abandona a su familia se mantiene todavía en el marco de una actuación
to de sus padres" (§ 236) ^'. adecuada socialmente aunque sepa que con ello provoca el peligro de suicidio de su esposa (BGH 7, 268
[271]). El hostelero que ha servido alcohol a un conductor sólo ha de impedir que prosiga su viaje si la
E n estos casos, a pesar d e la r e d a c c i ó n negativa del e l e m e n t o c o r r e s p o n d i e n t e , se trata de
embriaguez del cliente ha alcanzado tal grado que éste ya no puede actuar responsablemente (BGH 19, 152
u n a d e s c t i p c i ó n positiva del c o n t e n i d o d e la n o r m a de p r o h i b i c i ó n . La m u e r t e irracional de u n [155]). El material de propaganda inconstitucional de un partido ¡legal puede, de acuerdo con el § 86 III,
a n i m a l v e r t e b r a d o es p u n i b l e a causa d e la e v i d e n t e relación d e la p e r s o n a c o n los animales m á s ser distribuido con "fines científicos o attísticos" (BGH 23, 226 [228]). La huelga y el cierre patronal son
evolucionados en el c o n t e x t o cultural actual. medios adecuados socialmente en la lucha labotal (BAG 1, 300). El suministro de alojamiento, cuidado
médico y venta de alimentos pata un delincuente huido, no constituyen encubrimiento personal (§ 258) '".
Si, como consecuencia de la producción de gas para el alumbrado u otros productos químicos venenosos, en
rV. T i p o y a d e c u a c i ó n social grandes construcciones como presas, rascacielos y túneles, en el funcionamiento de industrias peligrosas como
minas o cantetas, así como en el tráfico viario, ferroviario, naval y aéreo, suceden accidentes acostumbrados
Dólling, Die Behandiung der Korpervetletzung im Spott, ZStW 96 (1984) pág. 36; Fiore, L'azione con resultado de lesiones o muerte, sólo surge la responsabilidad penal del empresario en caso de que con-
socialmente adeguata nel diritto pénale, 1966; Gregori, Adeguatezza sociale e teoria del reato, 1969; Greiser, curra una infracción del deber objetivo de cuidado exigible. Lo mismo rige para lesiones que suelen suceder
en muchas clases de deporte como el boxeo, rugby, hockey sobre hielo o fútbol, siempre que se observen
cuidadosamente las reglas de juego. Pequeños engai'íos, usuales en el tráfico negocial, como quizás ocurre
^' Vid. Naka, JZ 1961, pág. 210; Welzel, Lehrbuch pág. 68; Schonke/Schriider/Lenckner, nota preliminar
mim. 18 antes del § 32. Este argumento es válido, frente a la postura de SK (Samson) nota preliminar núm. 11
antes del § 32, a pesar de que a la comprobación del tipo no está conectada ninguna consecuencia jurídica.
^^ V. Weher, Mezger-Festschrift págs. 184 ss. ^" Así, Welzel, Lehrbuch pág. 55.
^^ Téngase en cuenta la nueva redacción del § 236 StGB que incrimina el "tráfico de niños". Vid., ^^ Vid. Schajfstem, ZStW 72 (1960)
asimismo, el vigente § 235 (N del T). •'" A'K/-jB<'r,GA 1987, págs. 401 ss.
270 § 25 Antijiiricidad y ti|)o V. Tipo y princijiio "vicrimodogmático" 271

con la oculiació/i del interés como aficionado en el objeto de una compra, pertenecen igiialmenle a esta específico pata Las buenas costumbres y el patrimoiúo. Vestir uniformes durante representaciones teattales o
desfiles no supone una ttan.ígresión del § 132 a 1 núm. 4 porque con ellos no se causa la impresión de que a
la persona en cuestión le corresponde llevar el uniforme. Demasiado lejos fue, no obstante, la O L G Hamín
En el establecimiento d e los tipos penales el legislador ha cxchiido lácitaiiiciirc todas estas
N J W 1980, pág. 2537, que no consideró como delito de quebtantamiento de embatgo (§ 136 1) a causa de
m o d a l i d a d e s d e c o m p o r t a m i e n t o del á m b i t o d e la eficacia del m a n d a t o n o r m a t i v o , d e fotnia q u e
su insignificancia, el traslado de bienes trabados pot el mismo a otto lugat pata que pudietan set embatga-
el a c a e c i m i e n t o del resultado típico n o le es i m p u t a d o al a t u o r en caso d e c]tie, c o n i n d e p e n d e n -
dos por otro acreedor.
cia d e su a c t i t u d interior, observe el d e b e r objetivo d e c u i d a d o q u e le es exigible [reducción
teleológica del tipo) -'^ A pesar d e t o d o , la i n d e t e r m i n a c i ó n d e la adccuacitín social va d e m a s i a d o 3 . Sólo p u e d e hablarse d e la exchisión d e la tipicidad d e u n a acción p o r motivos derivados d e
lejos c u a n d o , en d e p o r t e s susceptibles d e catisar dai'ios corporales, n o son consideradas lesiones su adecuación social c u a n d o falta cl c o n t e n i d o d e injusto típico. Existen t a m b i é n algunas manifes-
típicas aquellas acciones contrarias a la r c g l a i n e n t a c i ó n aplicable ya sean s i m p l e m e n t e i m p r u d e n - taciones q u e poseen cierta similitud con la adecuación social pero q u e n o p u e d e n ser confundidas
tes o, incluso, dolosas '^. c o n ésta. Se trata d e los casos d e c o l i s i ó n d e intereses q u e deben solucionarse d e forma q u e el
bien jurídico p r o t e g i d o d e b e ceder ante o t r o valor social, "pues toda vida social consiste e n el uso y
2. Sin e m b a r g o , t a m b i é n se recurre i n n e c e s a r i a m e n t e a la idea d e a d e c u a c i ó n social para la
c o n s u m o d e bienes jurídicos y p o r q u e , en líltima instancia, toda vida consiste al iriismo t i e m p o en
restricción d e los tipos, c u a n d o las propias y usuales reglas d e i n t e r p r e t a c i ó n c o n d u c e n ya a u n a
el c o n s u m o d e la vida misma" ^'. En estos supuestos resultan aplicables causas d e justificación ( p o r
correcta d e l i m i t a c i ó n d e los m i s m o s ^ ' . E n estos casos es preferible la aplicación d e las reglas d e
ejemplo, estado d e necesidad justificante, auxilio necesario, autorización oficial, c o n s e n t i m i e n t o e n
i n t e r p r e t a c i ó n conocidas pues d e este m o d o se c o n s i g u e n resultados o b j e t i v a m e n t e vcrificables
lesiones corporales producidas en campos d e juego a través d e i m p r u d e n c i a leve c o n infracción d e l
(vid. siipra § 17 I V ) , m i e n t r a s q u e la a d e c u a c i ó n social p e r m a n e c e s i e m p r e c o m o p r i n c i p i o rela-
reglamento, c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o , inten'eitciones basadas en las facultades del cargo) q u e se
t i v a m e n t e inseguro q u e , p o r este m o d v o , d e b e q u e d a r siempre en íiltimo lugar 3'*.
rigen p o r su propia regulación jurídica (vid. infra § § 3 3 IV, 3 3 V I , 3 4 V I I , 3 5 ) .
Ejemplos: Las resrricciones a la libertad del tráfico inodetno no entran dentto del § 239 al no tener
lugat en contra de la voluntad del interesado. Los alegatos satíricos en tiempo de carnavales no son manifes-
taciones de desprecio que se deban tomar en serio. El usual regalo de Navidad a los cartetos no constituye la V. T i p o y p r i n c i p i o " v i c t i m o d o g m á t i c o "
aceptación de una ventaja en el sentido del § 331 pues de este modo no se afecta a la incorruptibilidad de
las acciones de los funcionatios pilblicos como bien jurídico protegido (vid., no obstante, el caso expuesto Amelung, Irrtum u n d Zweifel des Getauschten beim Betrug, GA 1977, pág. 1; R. Hassemer,
en Peters, Welzcl-Fest.schrift pág. 426 nota a pie núm. 39). Las injutias a terceros en afirmaciones realizadas Schurzbedürfrigkeit des Opfers und Strafrechtsdogmatik, 1 9 8 1 ; W. Hassemer, Rücksichten auf das
dentro de un estrecho círculo familiar no contienen un menoscabo de la reputación del interesado (§§ 185, Verbrechensopfer, Festschrift für U . Klug, Tomo II, 1 9 8 3 , pág. 2 1 7 ; Hillenkamp Vorsatztat u n d
186). Los juegos de azar de escaso significado no entran dentro del § 284 pues con ellos no surge un peligro Opferverhalten, 1981; el mismo, DerEinflul? des Opferverhaltens auf die dogmatische Beurteilung deiTat,
1983; Schünemann, Det strafrechtliche Schutz von Privatgeheimnissen, ZStW 90 (1978) pág. 11; c/ mismo,
Zukunft der Viktimodogmatik, Festschrift für H. J. Faller, 1984, pág. 357; el mismo, ZurStellung des Opfers
in dcr Straftechtspfiege, NStZ 1986, pág. 439; Weigend, Zukunftsperspektiven der Opferforschung, en: Kaiser/
^' De este modo, tesulta imprescindible el pensainiento jurídico de la adecuación social como deli- Jehle (Edrs.), Kriminologie und Opferforschung, Toino I, 1994, pág. 4 3 .
mitación del tipo, vid. OLG München NStZ 1985, pág. 549; Dreher/Trondle, nota preliminar núin. 12
1. E n la doctrina m o d e r n a h a surgido el denominado/)r/;zi-//</í? victimodogmático. D e acuerdo
antes del § 13; Roxin, Klug-Festschrifi: Tomo II pág. 310; el mismo, M\g. Teil I § 10 núm. 36; Stratenwerth,
Allg. Teil 1 núms. 3 3 7 ss.; Wessels, Allg. Teil n ú m . 57; Fiare, L'azione pág. 2 7 1 ; Gregori, Adeguatezza socialc c o n el m i s m o , d e b e n ser excluidas d e los tipos penales p o r vía interpretativa aqtiellas clases d e
págs. 90 ss. N o obstante, considetan la adecuación social como causa de justificación, Otto, Grundkurs pág. agresiones frente a las cuales la vícrima, p o r sí m i s m a , debería p o d e r protegerse c o m o quizás s u -
(¡6; Klng, Eb. Schmidt-Festschfift pág. 262; Schmidhiiuser, AJlg. Teil págs, 298 ss.; como causa de exclusión cede e n la p r o t e c c i ó n del secreto, la estafa o el h u r t o ^*'. Y así, el C ó d i g o p e n a l francés d e 1 9 9 4
de la culpabilidad Roeder, Risiko pág. 9 4 . Otros autotes entienden que la teoría de la adecuación social es exige para la estafa (escroquerie) en su art. 3 1 3 - 1 " m a n o e v r e s frauduleuses" u otros m e d i o s c o m o
superflua; vid. Gallas, Beitrage pág. 37; BaumannlWeber Allg. Teil págs. 181 ss.; H. Mayer, Lehrbuch págs. la "mise en scéne", n o c o n f o r m á n d o s e c o n cualquier engai'io sencillo a diferencia d e lo q u e suce-
150 ss.; LKill.") (Hirsch) nota pieliminat núm. 29 antes del § 32; Sch'ónkelSchroderlLenckner, nota preli- d e c o n el § 2 6 3 .
minar núm. 70 antes del § 13; SK(Samson) nota preliminar núm. 15 antes del § 32. Peters, Welzel-Fcstschtift
pág. 4 2 7 critica que se atienda a la "reproducción normalizada de la acción" sin tener en cuenta la cualidad 2 . N o o b s t a n t e , u n a limitación d e los tipos penales d e esta naturaleza no resulta acepta-
ética de ésta. b l e ' ' ' . Si se quisiera hacer desaparecer la p r o t e c c i ó n penal garantizada p o r el legislador, a través
3^ Véase, sin embargo, Zipf, Einwilligung und Risikoübernahme págs. 9 3 ss.; Maurach/Zipf, M\^.
Teil 1 17 núm. 23; Diiíling, ZStW 96 (1984) págs. 55 ss. Advirtiendo acertadamente de la disolución de las
barreras de los ripos Würlenherger, Rittler-Festschrift pág. 129.
^^ Vid. Roxin. Klug-FestschriftTomo II pág. 3 1 3 ; el mismo, AWo.TcW 1 § 10 núm. 4 1 ; Ostendorf, GA 35 Así, "Welzel, ZStW 58 (1939) pág. 515.
1982, págs. 344 ss. ("principio de insignificancia"); Kliig, Eb. Schmidt-Fcstschrift págs. 262 ss. También "^ D e esta opinión Amelung, GA 1977, págs. 1 ss.; R. Hassemer, Schutzbedütftigkeit des Opfets págs.
Welzel, Lehrbuch pág. 54 considera a la adecuación social sólo como un "principio general de la interpreta- 99 ss.; Schünemann, Z S t W 90 (1978) pág. A\; el mismo, Fallet-Fest.schnft págs. 363 ss.; el mismo, NStZ
ción"; igualmente, Kienapfel, Kórpediche Züchtigung pág. 98. Ejemplos de restricciones especiales del tipo 1986, págs. 439 ss. En esta dirección también, W. Hassemer, Klug-Festschtift Tomo II págs. 220 ss.
que no pueden sa reconducidas a través de la teoría de la adecuación social, los ofrecen los § § 86 111, 86a 3'' D e acuerdo, Hillenkamp, Vorsatz págs. 6 3 ss.; el mismo, Der Einfluí? des Opferverhaltens, 1983;
III; vid. al respecto, BGH 23, 226 (228); BayObLG N J W 1962, 1878; Greiser, N J W 1969, pág. 1156. Roxin, Allg. Teil 1 § 14 núms. 19 ss.; SchSnkelSchrodelLenckner, nota pteliminat núm. 70b antes del § 13;
^* En este sentido, con razón, Zipf, ZStW 82 (1970) pág. 650. Weigend, Opferforschung págs. 47 ss.
272 § 26 La estructura de los rijios penales § 26 La estrLietura de ios tipos penales 273

d e la delegación a la víctima de u n a supuesta a u t o p r o t e c c i ó n q u e , c o m o tal, es a b s o l u t a m e n t e den Gfundlagen des islamischcn Sttafrechts, ZStW 97 (1985) pág. 609; Hruschka, Die Dogmatik der
deseada p o r la c r i m i n a l i d a d en u n t i e m p o de c r e c i m i e n t o de las c o n m i n a c i o n e s penales, se p r o - Dauersrraftaten usw., GA 1968, pág. ]93; Jiiger, Sttafgesetzgebung und Rechtsgütetschutz bei den
Sittlichkeitsdeliktcn, 1957; Jakohs, Kriminalisietung im Votfeld einer Rechtsgutsverletzung, ZStW 97 (1985)
ducirían sin d u d a graves dai'ios a la seguridad piiblica agravándose la desconfianza entre los des-
pág. 75\;Jescheek (Ed.), Votvetlegung des Strafrechtsschutzes diitch Gefahrdungs-und Untetnehmensdeiikte,
tinatarios d e las n o r m a s ; m u y al c o n t r a r i o , la p r o t e c c i ó n penal d e b e reforzar la confianza recí-
ZStW Beiheft Góttingcn, \9S6; Jiménez ¿le Asúa, L'infracrion praererintentionnelíe, Rev se crim 1960, pág.
proca y descargar a la vida social del t e m o r frente a los delitos. Por estos motivos, la i m p u n i d a d
567; Arthur Kaufmann, Anmerkung zu BGH 12, 146, J Z 1959, pág. 375; Kempermann, Die Erkcnntnis
d e la cocausación p o r i m p r u d e n c i a d e la aurolcsión ajena c o n s c i e n t e d e b e ser restringida a casos des Verbrechens u n d seiner E l e m e n t e , 1934; Kindhduser, Rohe Tatsachen u n d n o t m a t i v e
excepcionales e s t r e c h a m e n t e limitados (vid. infra § 54 IV 3 ) . Tatbestandsmerkmale, Jura 1984, pág. 465; el mismo, Gefahrdung ais Straftat, 1989; Klee, Verbrechen ais
Rechtsguts-und Pflichtverletzung, DSrr 1935, pág. 1; Kohlrausch, Die Schuld, en: Aschrott/v. Liszt (Edrs.),
Die Reform des Strafgeserzbuchs, Tomo I, 1910, pág. 179; Kollmann, Die Lehre vom versari in re illicita im
§ 2 6 La estructura de los tipos penales Rahmen des Corpus iuris canonici, ZStW 35 (1914) pág. 46; Krehl, Anmerkung zu BGH 3 3 , 322, StV
1986, pág. 432; Krey/Schneider, Die eigendiche Vorsatz-Falirlassigkeits-Kombination usw., N J W 1970, pág.
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Folge usw., Festschrift für D. Oehler, 1985, pág. ! 11; c/ mismo, Gefalir und Gefahrlichkeit, Festschrift für Tatbestandsmerkmale, 1983; Schmitt, Juristische "Aufrichrigkeit" am Beispiel des § 243 StGB, Festschtift
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1910; Honig, Die Einwilligung des Vederzren, 1919; Horn, Konkrete Gefahrdungsdelikre, 1973; Hosni, Zu
§ 26 La estructura de les tipos penales 1. Bien jurídico y objeto material 275

Schrikler, Abstrakt-konkrete Gcfahtdungsdclikte? JZ 1967, pág. 522; Í-I mismo, Die Unternelimerisdelikie,
el concepto sufrió una primera depuración a ttavcs de la concepción del bien jutídico como una situación
l'cstsclitilt füt E. Kcrn, 1968, pág. 457; el mismo, Die Gcfahtdungsdeliktc im .Strafrccht, ZStW 81 (1969) pág.
valorada por el legislador ("todo en lo que el legislador ha pensado como condición de una vida sana de la
7; Schrocder, Dic Gefahrdungsdelikre, ZStW-Beiheft Caracas 1982, p.ág. 1; Schuhartb, Das Prolilem der
comunidad jurídica y es para esta digna de valor" ''). También v. ¿íszí ttasladó el peso específico del concep-
erlolgsqualifizicrten Dclikte, ZStW 85 (1973) pág. 754; Schünemann, Modcrne Tendenzen in der Oogmatik
to de bien jurídico desde el derecho subjeiivo al "interés protegido jurídicamenre" pero, a diferencia de
der Fahrlassigkeits-und Gcfiihrdungsdciikte, JA 1975, págs. 4 3 5 , 5 1 1 , 5 7 5 , 647, 715, 787; Sina, Die
Binding quü sólo trató el bien jurídico de modo accesorio, vio en él el concepto centra! de la esttuctura del
Oogniengeschichte des strafrechriichen BegritEs "Rechtsgut", 1962; Sowada, Das "unechtc Untcrnchnicnsdelikt"-
delito ^ El gran proceso de rransformación de la Dogmática penal en los años veinte de nuestto siglo con-
cinc übcrflü.ssige Reclitsfigut, GA 1988, pág. 195; Spineilis, Problcmc des Hochverrats usw., ZStW 94 (1982)
dujo a que el bien jurídico dejara de ser entendido en el sentido de un interés concreto preexistente a la
pág. 1080; Tenckhoff, Die leiclitfertigc Herbeiführung qualifizierter Tatfolgen, ZStW 88 (1976) pág. 897;
norma; el bien jurídico se convirtió más bien eir tm simple medio de auxilio de la interpreración, en una
liedcmann, Tatbestandsfunktionen im Nebenstraírecht, 1969; Timpe, Strafmilderungcn des Allgemeineii 'íeüs
"abreviatura de la idea del fin"'', en el "fia en su forma luás concisa" ''. La exagerada crírica que la Escuela de
usw., 1983; Ulsenheimer. TAW Problematik des Versuchs erfolgsqualifizierter Delikte, GA 1966, pág. 257; Wahle,
Kiel * dirigió al supuesro fundamenro "materialista" del concepto de bien jurídico trajo consigo un traslado
Zur srrafrechtlichen Problematik "besonders schwerer Falle" usw., GA 1969, pág. 161; Weber. DieVorverlegung
del acento en la concepción básica del delito que, de la lesión del bien jutídico, pasa a converrirse en la
des Strafreclirsschur/£s usw., ZStW-Iíciheft Gottingen, 1986, pág. 3; Weigend, Anmcrkungzu OLG Zwcibrücken
infracción de un deber''. Actualmente, el concepto de bien jurídico y su función son discutidos sobte todo
voni 18.5.1989, N Z V 1990, pág. 79; Wessels, Zur Proleniatik der Regelbeispiele usw., Festschrift für R. Mautach,
bajo un punto de vista de la justificación político-criminal de las disposiciones penales (vid. infra § 26 1 2).
1972, pág. 295; el mismo, Die Indizwirkung der Regelbeispiele usw., Festschrift für K. Lackner, 1987, pág.
El bien jurídico no es idénrico al resultado típico. La lesión de aquél significa el menoscabo de la pretensión
423; £ WolfTypcn der TatbestandsmaKigkeit, 1931; el mismo, Der Sachbegriff im Strafrechr, RG-Festgabc,
de validez de im valor ideal mientras que, por el contrario, el injusto del resultado consiste en la lesión o
TomoV, 1929, pág. 44; Wolter, Zut Struktur der erfolgsqualifizierrcn Delikte, JuS 1981, pág. 168; el mismo,
puesta en peligro del objeto material del delito. De ahí que, como sucedía en la tentativa punible, el com-
Der "tuimittelbare" Zusammenhang zwischen Grunddelikt und schwerer Folge usw., GA 1984, pág. 443; el
pleto menoscabo del bien jurídico ideal reside .aquí también de un modo exclusivo en el injusto de la ac-
mismo, Anmerkung zu BGH 3 3 , 322, JR 1986, pág. 465; Würtenherger, Das System der Rechrsgüterordnung
ción, aún cuando el injusto del resultado no llegue a matetializarse.
in der deutschen Strafgesetzgebung seit 1532, Strafr. Abh, Heft 326, 1933; Zipf, Dogmatische und
kriminalpolitische Fragen bei § 243 II SrGB, Festschrift fiir E. Dreher, 1977, pág. 389. 2 . El bien jurídico es reconocido c o m o la base de la estructura y de !a interpretación d e los
tipos. Su c o n c e p t o , sin e m b a r g o , no debe ser e q u i p a r a d o c o n la ratio legis sino q u e debe poseer
El tipo de la acción p u n i b l e nace p o r m e d i o de la síntesis de aquellos e l e m e n t o s q u e f u n d a -
e n sí m i s m o u n d e c i d i d o c o n t e n i d o real preexistente a la n o r m a penal, ya q u e d e lo c o n t r a t i o n o
m e n t a n el c o n t e n i d o de injusto de la c o r r e s p o n d i e n t e figura de delito. Los c o m p o n e n t e s del t i p o
p o d r í a c u m p l i r c o n su fiínción sistemática c o m o criterio para el c o n t e n i d o , significado y d e l i m i -
son el bien jurídico, el objeto material, el autor, la acción y el resultado, cada u n o de ellos c o n sus
t a c i ó n d e la disposición p e n a l ' " . Según ello, el bien j u r í d i c o d e b e e n t e n d e r s e c o m o u n valor
e l e m e n t o s característicos p r o p i o s . M e d i a n t e la c o n e x i ó n d e los m i s m o s en la configuración d e
abstracto d e l o r d e n social p r o t e g i d o j u r í d i c a m e n t e , en cuya defensa está interesada la c o m u -
los tipos penales, el legislador expresa el m a n d a t o n o r m a t i v o d e la f o r m a m á s s u c i n t a posible.
n i d a d y cuya t i t u l a r i d a d p u e d e c o r r e s p o n d e r a u n i n d i v i d u o o a la colectividad " . L a d o c t r i n a
m á s m o d e r n a , c o n razón, p o n e de relieve q u e los bienes jurídicos n o d e b e n ser c o m p r e n d i d o s
c o m o bienes materiales, s i n o q u e se trata d e las relaciones d e las personas c o n los intereses rea-
I. B i e n j u r í d i c o y o b j e t o material

1. El p u n t o d e p a r t i d a y la idea rectora de la f o r m a c i ó n del t i p o es el b i e n j u r í d i c o . Los


bienes jurídicos son intereses de la c o m u n i d a d cuya p r o t e c c i ó n garantiza el D e r e c h o p e n a l . La
protección a través del D e r e c h o penal significa q u e m e d i a n t e las n o r m a s jurídicas son p r o h i b i -
'' Binding, Normen Tomo I págs. 353 ss.
das, bajo la a m e n a z a de u n a p e n a , aquellas acciones q u e son idóneas p a r a m e n o s c a b a r estos i n t e -
^ V. Liszt, ZStW 8 (1888) págs. 134 ss., especialmente en pág. 151.
reses d e u n m o d o especialmente peligroso (vid. supra § 1 III 1). El t i p o parte, p u e s , d e la n o r m a
^ Grünhut, Frank-Festgabe Tomo I pág. 8.
y ésra lo hace del b i e n j u r í d i c o .
Honig, Einwilligung pág. 94.
En la historia de la Dogmática el concepto de bien jurídico ya tuvo entrada a principios del siglo X I X ' . * Vid. Dabm, Z S t W 57 (1938) pág. 228; Schaffslein, Das Verbrechen ais Pflichu'erlerzung pág. 9; el
Bajo la influencia de la reoría del contrato social, la doctrina penal de la Ilustración entendió al delito como mismo, DSrr 1937, pág. 338; Kempernmnn, Die Erkennrnis des Verbrechens págs. 13 ss.
infracción de derechos subjerivos; por este motivo, Feuerbach se vio obligado a verificar la existencia en cada ' Vid., especialmente, Gallas, Gleispach-Festschrih págs. 54 ss.; Klee, DSrr 1935, págs. 15 ss.
infracción penal un derecho subjetivo del individuo o del Estado como objeto de protección^. Por el con- '" Vid. MaurachIZipf, Allg. Teil I § 19 núm. 12; Haft, Allg. Teil págs. 73 ss.; Nowakowski, Grundrií?
trario Birnbaum, el fundador de la nueva teoría del bien jurídico, no divisó derecho alguno en el bien jurí- págs. 27 ss.; Hafter, Allg. Teil pág. 9; Bettiol, ZStW 72 (1960) pág. 285; Roxin, Allg. Teil I § 2 núm. 7.
dico sino un bien marerial garantizado por el poder del Estado que podía cotrespondcr al individuo o a la ' ' Más detalladamenre, Hirschberg, Die Schutzobjektc págs. 68 ss. Como en el texto, Bautnann/Weher
colectividad y que fue concebido como algo susceptible de ser lesionado en un sentido natutal'. Con Binding Allg. Teil págs. 139 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 89; Krümpelmann, Bagatelldelikte págs. 68 ss.; Góssel,
Oehler-Fesrschrift págs. 101 su,; AK (Hassemer) nota preliminar núm. 287 antes del § 1; Roxin, Allg. Teil I §
2 núm. 9; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 9 antes del § 13; WK(Nowakowski) nota preli-
' Vid. Amelung, Rechtsgütetscliutz págs. 15 ss.; W. Hassemer, Theorie págs. 25 ss.; Sina, Dogmengeschichre minar núm. 14 antes del § 3. En este mismo sentido caminan la joven doctrina italiana y española; vid.
págs. 14 ss. Sin embargo, la csrructuración de la legislación penal sobre la base de los bienes jurídicos se re- Musco, Bene giuridico pág. 130; Polaina, El bien jurídico pág. 270. Sobre el conccpro de valor Henkel,
monta mucho más atrás vid. Würtenherger, System págs. 13 ss.; Moos, Verbrechensbegriff p.5l4. Schaffsrein-Fcstschrifr págs. 27 ss. Intentan determinar materialmente la noción de bien jurídico como base
^ Vid. Feuerbach, Revisión págs. 56, 6 5 ; Lehrbuch § § 9, 2 1 , 27. y límite de la Política criminal Amelung, Rechrsgürerschutz págs. 314 ss. y W. Hassemer, Theotie págs. 98 ss.
' Birnbaum, Neues Archiv des Criminalrechts 15 (1834) pág. 179. Sobre ello Padovani, Riv dir proc N o obstante, el legisLador posee un amplio espacio de discrecionalidad en cuanto a la extensión de la pro-
pea 1983, págs. 554 ss. tección penal, vid. Bockelmatin/Volk, Allg. Teil pág. 11.
276 § 26 La estructura de los tipos penales 1. Bien jurídico y objeto niareriai 277

les '^; así sucede, p o r e j e m p l o , c o n la facultad de disposición d e las cosas ( p r o p i e d a d ) , c o n la regidas a través d e la sanción penal "^. Pero, con carácrer general, el bien j u r í d i c o es el c o n c e p t o
fiabilidad d e los m e d i o s d e p r u e b a ( a u t e n t i c i d a d d e d o c u m e n t o s ) o c o n la capacidad d e funcio- central del ripo d e a c u e r d o c o n el cual son d e t e r m i n a d o s rodos sus e l e m e n t o s objetivos y subjeti-
vos y, con ello, s i m u l t á n e a m e n t e , viene a ser im i m p o r t a n t e m e d i o d e ayuda d e la i n t e r p r é t a -
n a m i e n t o del c u e r p o y sus ó r g a n o s ( i n t e g r i d a d corporal) '^. Schmidhiiuser YC en el bien j u r í d i c o
lo
la "pretensión d e respeto" q u e e m a n a d e los bienes d e la vida en c o m u n i d a d t r e n t e a t o d o s '•*. E n Clon .
la discusión relativa a los límites del m e r e c i m i e n t o d e pena, a c t u a l m e n t e el c o n c e p t o d e b i e n
Ejemplos: En el hurto (§ 242) los bienes jurídicos proregidos son la propiedad y la posesión. Si esrá
j u r í d i c o sirve, de un lado, para limitar al D e r e c h o penal a la sanción de los c o m p o r t a m i e n t o s
ausente la intención de apropiación sólo puede tenerse en cuenta el hurro de uso (por ejemplo, § 248b) y si
perjudiciales (y n o sólo incorrectos) ' y, d e o t r o , para justificar la a m p l i a c i ó n d e la p r o t e c c i ó n
falta la sustracción de la posesión puede existir, todo lo más, una apropiación indebida (§ 246). El bien
penal a los nuevos intereses sociales q u e van s u r g i e n d o (vgr., c o n s e r v a c i ó n del m e d i o a m b i e n t e , jurídico del § 142 es el interés en la cooperación en caso de accidente para el esclarecimiento de sus causas
capacidad funcional de la e c o n o m í a , conservación del material genético natural). A pesar de t o d o , con la finalidad de asegurar las correspondientes aspiraciones indemnizatorias. De ahí que no se necesite
n a d a p u e d e ser inferido del c o n c e p t o de b i e n jurídico para estas c u e s t i o n e s político-criminales. esperar a la intervención de la policía, si a los otros implicados en el accidente se les ha suministrado las
Lo q u e resulta decisivo es la decisión político-jurídica para la q u e , d e s d e luego, la C o n s t i t u c i ó n informaciones necesarias relativas a su identidad y a la de su vehículo, y no puede existir duda alguna sobre
c o n t i e n e algunas ventajas (deber d e p r o t e c c i ó n del E s t a d o , s u b s i d i a r i e d a d del D e r e c h o penal) la responsabilidad civil por los hechos (OLG Zweibrücken N Z V 1990, pág. 78, con comentario de Wcigend).
(vid. BVerfGE 7, 3 8 9 [434 ss.] en relación c o n el § 175 en su r e d a c c i ó n anterior; 3 9 , 1 [42 ss.]
b) A d e m á s de pieza básica en la estructura del t i p o , el bien jurídico c o n s t i t u y e un punto de
sobre la "solución del plazo" d e a c u e r d o c o n el § 2 1 8 a, en su redacción o p e r a d a en B T - D r u c k s .
vista decisivo para la clasificación de los distintos g r u p o s d e tipos penales (vgr., delitos c o n t r a la
7 / 3 7 5 ; 8 8 , 2 0 3 [264 ss.] acerca del § 2 1 8 a 1 "^).
vida, c o n t r a el p a t r i m o n i o , c o n t r a la seguridad del tráfico). Y más allá d e este aspecto la o r d e n a -
3 . El c o n c e p t o d e bien j u r í d i c o tiene q u e c u m p l i r en D e r e c h o penal distintas f u n c i o n e s : ción global d e las disposiciones penales en la Parte Especia! ( o r d e n legal) sigue la idea básica d e
q u e , a través de la a g r u p a c i ó n y clasificación de los bienes jurídicos, d e b e ser alcanzado u n orden
a) Los tipos delictivos están o r i e n t a d o s hacia u n o o varios bienes j u r í d i c o s . La c u e s t i ó n d e
j e r á r q u i c o d e los valores p r o t e g i d o s " " . Las propias secciones de la Parte Especial del S t G B se
si existen disposiciones penales sin relación a l g u n a c o n u n bien j u r í d i c o y de si aquéllas serían
e s t r u c t u r a n desde el p u n t o de vista del bien j u r í d i c o c o r r e s p o n d i e n t e (vid. infia § 2 6 III).
admisibles desde u n a perspectiva liberal es n e g a d a m a y o r i t a r i a m e n t e '^. Sin e m b a r g o , en delitos
c o m o la provocación al escándalo p ú b l i c o ( § 183 a), m a l t r a t o de animales (§ 1 7 T i e r S c h G ) , afren- c) H a y bienes jurídicos del i n d i v i d u o ( b i e n e s j u r í d i c o s i n d i v i d u a l e s ) (por e j e m p l o , vida,
tas a confesiones religiosas (§ 166), ofensas a la m e m o r i a de los fallecidos (§ 189) o las "mentiras libertad y p r o p i e d a d ) d e n t r o d e los cuales forinan u n s u b g r u p o aquellos q u e p o s e e n u n c o n t e n i -
sobre Auschwitz" (§ 130 I I I ) , los bienes p r o t e g i d o s tienen su r a í z e x c l u s i v a e n las c o n v i c c i o n e s d o e m i n e n t e m e n t e p e r s o n a l (así, integridad corporal, h o n o r ) , así c o m o bienes d e la colectivi-
v a l o r a t i v a s d e l a s o c i e d a d . D e s d e luego q u e éstas t a m b i é n p u e d e n definirse c o m o bienes j u r í d i - dad ( b i e n e s j u r í d i c o s u n i v e r s a l e s ) (vgr., la p r o t e c c i ó n d e secretos d e E s t a d o , la seguridad d e la
cos p e r o su f u n d a m e n t o p u n i t i v o n o se aloja en q u e el h e c h o sea s o c i a l m e n t e d a ñ o s o , sino en el circulación vial, la a u t e n t i c i d a d del d i n e r o ) . La d i s t i n c i ó n es d e t e r m i n a n t e , p o r e j e m p l o , para la
m a n t e n i m i e n t o de d e t e r m i n a d a s c o n v i c c i o n e s de la m o r a l social q u e , c o m o tales, d e b e n ser p r o - admisibilidad d e la legítima defensa (vid. it}fia § 3 2 II I b ) al igual q u e para la p o s i b i l i d a d de q u e
el sujeto afectado de u n a forma i n m e d i a t a p o r el h e c h o , p u e d a c o n s e n t i r eficazmente en la lesión
del bien jurídico (vid. infra § 3 4 II 3). A s i m i s m o , el bien jurídico tiene relevancia p a r a el c o n -
cepro de la acción c o n t i n u a d a (vid. infia ^ G6V 3 b ) y para la d e t e r m i n a c i ó n del "ofendido" en
el s e n t i d o d e las disposiciones d e D e r e c h o procesal penal (vid., p o r ejemplo, § 7 7 S t G B , § § 2 2
n i í m . 1, 1 7 2 , 3 7 4 y 3 9 5 S t P O ) q u e d e p e n d e d e q u i é n sea el titular del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o
'^ Rtidolpht, Honig-Festschrift pág. 163 ("unidades fiíncionales"); SK(Riidúlphi) nota preliminar niim. (vid., a d e m á s sobre el á m b i t o d e protección d e las n o r m a s penales en relación c o n los bienes
8 antes del § 1; Otto, RechrsgutsbegrifFpág. 8; elmismo, Grundkurs págs. 6 ss.\Jakobs, Allg. Teii 2/5; Maurachl
jurídicos extranjeros supra § 18 III 8).
Zz/)/Allg. Teil 1 § 19 núm. 12; Stratenwerth, Allg. Teii 1 núm. 210; Tiedemann, Tatbestandsfunktlonen pág.
115; Marx, Definition pág. 62. 4. Los bienes jurídicos n o d e b e n c o m p r e n d e r s e coirio objetos accesibles a la percepción del
'^ De modo diverso al aquí expuesto Amelung, Rechtsgüterschutz págs. 350 ss., quien no basa la senrido, sino q u e s o n v a l o r e s e s p i r i t u a l e s d e l o r d e n s o c i a l sobre los q u e descansa la seguridad,
lesión del bien jurídico sobre un sistema de valores preexistente sino sobre "la sociedad como sistema de el bienestar y la d i g n i d a d de la existencia de la c o m u n i d a d . Por el c o n t r a r i o , el objeto r<?a/sobre
interacción". el q u e se lleva a c a b o la acción típica se d e n o m i n a o b j e t o m a t e r i a l d e la a c c i ó n (o d e l a t a -
''' Schmidhauser, Allg. Teii págs. 36 ss.
'^ Asi, Jüger, Sittlichkeitsdelikte págs. 6 ss., 12! ss.; Hanack, 47. DJT, Tomo 1 Teii A págs. 28 ss.;
Noi!, Festschrift OLG Zweibrücken págs. 214 ss.; Otto, Rechtsgutsbegriff pág. 4; Roxin, JuS 1966, pág.
382; el mismo, Allg. Teii I § 2 núm. 12; Rudolphi, Honig-Festschrift pág. 161; Lang-Hinrichsen, Festschrift '^ Acerradamente, Gallas, Beitrage págs. 14 ss.; SK (Rudolphi) ñora preliminar núm. 11 antes del §
OLG Zweibrücken pág. \^^; Amehingy Hassemer (vid. supra ñora a pie núm. 11). En contra de la aptitud 1 \; Amelung, Rechtsgüterschurz pág. 3A6;Jakohs, Allg. Teii 2/19 ss.; Bh)y, ZStW 100 (1988) pág. 492. Los
del concepto de bien jurídico como principio crítico de la Política criminal Balog, Kriminalsoziologische valores morales gozan de una protección más profunda en Derecho islámico, vid. Hosni, ZStW 97 (1985)
Bibliographie 1981 págs. 61 ss.; Angioni, Bene giuridico pág. 94. págs. 610 ss.
"^ Téngase en cuenta la regulación del aborto en el SrGB introducida por la Ley de reforma de la Sobre la base de la ausencia de una "lesión del bien jurídico merecedora de pena" basa Sax, JZ
ayuda a las embarazadas y a la familia de 21.8.1995 (BGBl. 1 pág. 1050) (N d e l T ) . 1976, págs. 12 ss., 80 ss., así como en J Z 1975, págs. 144 ss., su inrerpreración restringida de los tipos
" Vid. H. Mayer, Lehrbuch pág. 52; MaurachIZipf, Allg. Teii 1 § 19 núm. 17; WK (Nowakowski) como, por ejemplo, en el auxilio al suicidio y en la interrupción anticipada de un traramiento intensivo.
nota preliminar núm. l 6 antes del § 3; Wessels, Allg. Teii núms. 6 ss. ^^ Con más detalle sobre la cuestión Oehler, Legalordnung págs. 2 ss.
11- Las clases de tipos penales 279
278 § 26 La estructura de ios tipos penales

escándalo público (§ 183 a), el h u n o al ser nece.s.iria la sustracción po.se.sotia (§ 242), la estafa por la presen-
q u e ) ^ ' . El o b j e t o material ptiede aparecer de diferentes formas: c o i n o u n i d a d psíquico-corporal
cia del perjuicio |)atr¡nionial (§ 263) o la puesta en peligro del tráfico viario por la producción de un riesgo
(cuerpo o vida d e una p e r s o n a ) , c o m o valor social (fama o c r é d i t o del i n j u r i a d o ) , c o m o valor
para el cuerpo o la vida u otros valores mauTÍales de im¡iortancia (§ 315 c).
e c o n ó m i c o ( p a t r i m o n i o ) , c o m o cosa (pieza d e caza) o c o m o ima situación real (utilidad de un o b -
jeto). El bien jurídico y el objeto material están relacionados c o m o la idea y su manifestación, pero Un g r u p o especial d e deliros de rcstiltado de gran dificultad teórica y de notable i m p o r t a n -
c o n c e p t u a l m e n t e no deben confundirse. El injusto del resultado del h e c h o reside en el m e n o s c a b o cia práctica viene c o n s t i t u i d o p o r delitos cualificados p o r el resultado; a éstos pertenecen las
real del objeto material. Por el contrario, el bien jurídico c o m o valor ideal q u e está sustraído a la lesiones corporales a las q u e se a n u d a n graves consecuencias ( § 2 2 4 ) o p r o d u c e n la m u e r t e ( §
intervención del a u t o r puede, ciertamente, ser despreciado y t a m b i é n atacado en su materialización 2 2 6 " ^ ) , el r o b o con h o m i c i d i o (§ 251) o la i n u n d a c i ó n i m p r u d e n t e con resultado de iriuerte (§
a través del o b j e t o de la acción p e r o , en realidad, n u n c a p u e d e ser "lesionado". 3 1 4 " ' ) . En estos casos, d e t e r m i n a d a s acciones q u e ya d e p o r sí resultan p u n i b l e s , se c o n m i n a n
c o n u n a p e n a s u s t a n c i a l n i c n t e superior al hecho básico a causa de la especial peligrosidad q u e les
Ejemplos: En la resistencia frente al poder del Estado (§ 113) el bien jurídico protegido es la
es i n h e r e n t e , c u a n d o el pcligto típico c o n e c t a d o c o n el h e c h o se materializa en u n resultado lesi-
inaltetabilidad de la actividad ejecutiva del Estado, incluida la seguridad de sus órganos ejecutivos. En el
vo. A s i m i s m o , j u n t o a los verdaderos delitos cualificados p o r el resultado existen t a m b i é n ejem-
hurto (§ 242) lo son la propiedad y la posesión. El objeto material es la cosa susttaída. En el allanamiento
plos reglados q u e prevén cnalificaciones por el resultado ( p o r ejemplo, § § 3 1 0 b I l P ' ' , 3 3 0 IV 2
de morada (§ 123) el bien jurídico protegido es el derecho al domicilio y el objeto del ataque es la localiza-
n i i m . 2).
ción espacial invadida por el autor.
Los delitos cualificados pot el tesultado se remontan a la teoría del "vetsari" del Detecho canónico
("Versanti in re illicita imputantur omnia quae sequuntuf ex delicto"), qup se ha mantenido en el "dohis
II. Las clases de t i p o s p e n a l e s genetalis", la "culpa dolo determinara" y el "dolus indirectus" del Derecho común ^^. En el RStGB de 1871
la agravación de la pena fue conectada exclusivamente al acaeciiniento del resultado, con independencia de
En las disposiciones d e la Parte Especial se c o n t i e n e el tipo penal c o m o niicleo p o r t a d o r del si el autor pudo preverlo. En la doctrina se intentó atenuar la severidad en la imputación del resultado basa-
c o n t e n i d o d e injusto de la c o r r e s p o n d i e n t e figura d e delito. En su e s t r u c t u r a los tipos siguen do en el principio puramente causal de la teoría de la condición, a través de la introducción de la idea de
ciertas reglas q u e se derivan de las distintas posibilidades de o r d e n a c i ó n d e sus e l e m e n t o s estruc- adecuación ' ' que también jugó un cietto papel en los trabajos para la reforma del Derecho penal •'".
turales. D e este m o d o surgen las distintas clases d e t i p o s ' " q u e en el uso del lenguaje j u r í d i c o -
La aplicación del p r i n c i p i o de culpabilidad a los delitos cualificados p o r el resultado trajo
penal poseen u n lugar sólido y poseen i m p o r t a n c i a para la clasificación e i n t e r p r e t a c i ó n d e las
consigo en el aiáo 1 9 5 3 la i n t r o d u c c i ó n novedosa del § 5 3 (actual § 18), q u e prescribía q u e sólo
disposiciones penales.
resultaba aplicable al a u t o r u n a p e n a especialmente grave conectada c o n el resultado del h e c h o
1. Por la relación e n t r e la acción y el o b j e t o material se d i s t i n g u e e n t r e delitos de resultado y si, al m e n o s , la c o n s e c u e n c i a p r o d u c i d a le es i m p u t a b l e a título de i m p r u d e n c i a ^ ' ^^. N a i u r a l -
de (simple) actividad.

a) Los d e l i t o s d e resultado p r e s u p o n e n la existencia en su t i p o d e u n a acción diferenciable


en el espacio y en el t i e m p o del o b j e t o material ^-'. En realidad, t a m b i é n la acción m i s m a p u e d e "^ Actualmente, las lesiones corporales con resultado de muerte aparecen reguladas en el § 227 Si( i il
ser c o n s i d e r a d a c o m o u n a clase d e " r e s u l t a d o " al ser el efecto de u n i m p u l s o de la v o l u n t a d del (N del T).
autor, de a h í qtie se haya diferenciado e n t r e u n resultado en s e n t i d o a m p l i o y estricto . Pero De acuerdo con el Derecho vigente la referencia debe entenderse realizada mutatis mutandis al s^
sólo el resultado en s e n t i d o estricto tiene u n significado d o g m á t i c o p u e s t í n i c a m e n t e e n relación 313 II en conexión con el § 308 apartados II a Vi StGB (N del T).
con él se p l a n t e a el p r o b l e m a d e la relación d e causalidad (vid. infra § 2 8 I 1). -^ Véase el vigente § 307 III StGB (N del T).
^^ Acerca de la reoría del "Versati", Kollmann, ZStW 35 (1914) págs. 46 ss.; sobre la "culpa dolo
Ejemplos: Delitos de resultado son el homicidio doloso e imprudente (§§ 212, 222), la injuria al ser determinara", Feuerhach, Lehrbuch 13." Ed., pág. 105; en relación con el "dolus indirecrus" Moos,
exic;¡do el requisito de la comunicación de la afirmación lesiva del honor (§§ 185 ss.), la provocación al Verbrechensbegriff págs. 138 ss., 248 ss. (respecto a Austria); sobre el origen de la responsabilidad por he
chos fortuitos en el RStGB, Rengier, Etfolgsqualifizierte Delikte págs. 30 ss.
' ' Así, por ejemplo, Kohlrausch, Die Schuld pág. 223.
Acetca de este desarrollo vid. AÍM//d'r-¿)tVr2,Schuldgedanke págs. 16 ss. A favor del mantenimiento
"' La expresión se remonta a Oppenbeim, Objekte des Verbrechcns pág. 154. Vid. sobre ello AK
de los delitos cualificados por el resultado Hirsch, GA 1972, pág. 77; Oehler, ZStW 69 (1957) págs. 512 ss.;
(Hassemer) nota preliminar n ú m . 264 antes del § 1; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. I40; Roxin, Allg. Leil I
Hardwig, GA 1965, pág. 99; Ulsenljeimer, GA 1966, págs. 266 ss.; Hruschka, GA 1967, págs. 4 2 ss.; Küpper
§ 2 núm. 24; Maurach/Zipf, K\\g. Teil I § 19 núms. 14 ss.; Sclmiidhiiuser, Allg. Teil págs. 37 ss. (quien
Der "unmittelbare" Zusammenhang págs. 32 ss.; Wolter, JuS 1981, pág. 169; Rengier, Erfolg.squalifizicrte
introduce una distinción adicional entre el "objeto del bien jurídico" y "objeto del hecho" [aplicada en la
Delikte pág. 2 9 1 ; una exposición del los tipos puede encontrarse en LK(11.") (Schroeder) § 18 núm. 12. Se
BGH NSrZ 1987, págs. 504 ss.]); Stratetiwerth, Allg. Teil I núms. 209 ss.
muestran partidarios de su derogación Schuharili, ZStW 85 (1973) p.ág. 775; Lorenzen, Etfolgsqualifizierte
^^ Vid., especialmente, E. W&^Typen dcr Tatbestandsmaí?igkc¡t págs. 12 ss. El "Tatbestand" no es
Delikte págs. 87 ss, 164 ss.; Diez. Ripollés, ZStW 96 (1984) págs. 1065 ss. Vid. también AE, Bes. Teil, 1.
solamente en sí mismo un "Tyi^us" en el sentido de Hassemer, Tatbestand pág. 111, sino que los "Tatbestande"
Halbbd. 1970, pág. 45.
también muesttan elementos comunes del "Typus".
" La producción de un simple "peligro" (por ejemplo, §§ 113 II núm. 2, 125a núm. 3 , 250 I núm.
•^'^ Mostrando la distinción entre el resultado y la acción, especialmente //. Mayer, Lehrbuch pág.
3 StGB [la remisión a este último precepto debe entenderse realizada actualmente al § 250 1 l e y II 3b, N
127. Vid., además, Roxin, Allg. Teil 1 § 10 núms. 102 y \M; jakohs, Allg. Teil 6/ 78; Schmidhauser, Allg.
del T ] , § 29 III núm. 2 BtMG) no es un tesultado lesivo en el sentido del § 18, a causa de que en los
Teil págs. 213 ss.; Wessels, Allg. Teil núms. 2 ! ss.
delitos mencionados el resultado de peligro debe ser ocasionado dolosamente (BGH 26, 176 [180 ,ss.]; 26,
-"^ Así, BaiimannlWeher, Allg. Teil pág. 2 0 1 ; Maurach/Zipf, Allg. 'leil I § 20 núm. 27.
280 § 26 La cstructuta de los tipos penales II. L.is clases de tipos penales 281

m e n t e , la i m p r u d e n c i a en los delitos cualificados p o t el resultado se t e d u c e a la previsibilidad d e infra § 54 II 2. La.s dificultades sutgidas en la d e t e t m i n a c i ó n de la p e n a y en el castigo de la
este (vid. infi-a § 55 il 3) pues los otros e l e m e n t o s d e la i m p r u d e n c i a ya están c o n t e n i d o s en la tentativa en los casos d o n d e existe dolo de niatat, p o t faltar en estas disposiciones la cxptesión "al
c o m i s i ó n del delito básico ( B G H 2 4 , 2 1 3 [ 2 1 5 ] ) . Por esta razón la j u r i s p r u d e n c i a se lia esforza- m e n o s " c o n t e n i d a en el § 18, ha c o n d u c i d o al Pleno de la Sala de lo Penal del B G H a la decisión
d o en restringir la i m p u t a c i ó n objetiva del resultado más grave a los casos en los q u e éste es c o n - d e q u e en estos casos el t i p o del delito cualificado p o t el resultado c o m p r e n d e t a m b i é n la p r o -
secuencia inmediata de la c o m i s i ó n del delito básico, ya q u e el m o t i v o pata la agravación d e la d u c c i ó n dolosa del resultado m o r t a l ( B G H - G S 3 9 , en c o n t r a de la B G H 2 6 , 175) ^^•
p e n a reside sólo en la realización del peligro específico a d h e r i d o a d i c h o deliro básico (vid. infra
§ 2 8 IV 7) ^-l Los delitos cualificados p o r el resultado son tipos penales q u e poseen u n a c o m b i n a c i ó n es-
pecial e n t t e el d o l o y la i m p r u d e n c i a : el delito básico doloso (que, e x c e p c i o n a l m e n t e , t a m b i é n
Ejemplos: Para la aplicación del § 226 no es suficiente con que en la huida la víctima sufra una caída p u e d e ser i m p r u d e n t e ) es c o m o tal p u n i b l e m i e n t r a s q u e el a c a e c i m i e n t o del resultado agtava la
de consecuencias morrales (BGH N J W 1971, pág. 152), para el § 251 tampoco lo es el accidente mortal
p u n i b i l i d a d ( c o m b i n a c i ó n impropia de d o l o e i m p r u d e n c i a ) . En otros casos (por e j e m p l o , § 3 1 5
que padece la persona robada en su persecución del ladrón (BGH 22, 362), en el § 307 núm. 1 ^' cuando la
c III n ú m . 1 en c o m b i n a c i ó n con el § 3 1 5 c I n ú m . I b ) , p o r el c o n t r a r i o , la p a r t e dolosa del
muerte del morador no es causada por el incendio sino por la explosión de material incendiario (BGH 20,
h e c h o n o es p u n i b l e a u t ó n o m a m e n t e sino q u e el uiiibtal d e la p u n i b i l i d a d sólo se atraviesa c o n
230). Por el contratio, el § 226 "^ fue aplicado al intensamente discutido "caso de la cacería" donde la ciusación
dolosa de una fractura ó.sea condujo a la muerte de la víctima al complicarse en el hospital con una embolia la realización d e su p a r t e i m p r u d e n t e ( c o m b i n a c i ó n propia entre d o l o e i m p r u d e n c i a ) (sobre la
vinculada con una neumonía, porque fueron omitidas contramedidas eficaces (BGH 3 1 , 96 [98 ,ss.] con cuestión vid. infra § 54 III 1) '*''.
comentarios de Puppe, NStZ 1983, págs. 22 ss. y Hirsch, JR 1983, pág. 78) ^^. El § 239 b II en conexión
Los delitos cualificados por el resultado deben distinguirse de los tipos en los que este último desplie-
con el § 239 a 11 resultan de aplicación cuando la muette del rehén es consecuencia de una acción destinada
ga un t^QCiC) fiindamentador át la tesponsabilidad penal. En estos supuestos el resultado es una condición
a su liberación, pero no cuando su fallecimiento sucede pot desconocimiento de la situación pot parte de la
objetiva de punibilidad (vid. infra § 53 II a) y, al mismo tiempo, una causa de limitación de la pena pues
policía (BGH 33, 322 con comentatio de Krehl, StV 1986, pág. 432 y Wolter, JR 1986, págs. 465 y 468 ss.
sólo con el acaecimiento de aquél la acción básica pasa a ser punible (vid., por ejemplo, §§ 227 I''"', 320 '"'
quienes se manifiestan en contra de la segunda patte de la sentencia). Además, el § 226 '* resulta aplicable
y 323 a) " I
cuando la víctima, en una situación de totpeza producida por los graves maltratos que sufría, cae mortal-
mente desde una ventana (BGH JR 1992, pág. 342 con comentario de Graut). Aquellos delitos d e resultado en los q u e su efecto p e r m a n e c e d u r a n t e u n cierto espacio d e
t i e m p o p u e d e n dividirse a su vez en delitos p e t m a n e n t e s y delitos d e estado. E n los d e l i t o s per-
C a d a vez c o n más frecuencia, el legislador exige en los delitos cualificados p o r el resultado
manentes el m a n t e n i m i e n t o d e la situación antijuiídica creada p o r la acción p u n i b l e d e p e n d e
la t e m e r i d a d c o m o forma m á s grave d e manifestación de la i m p r u d e n c i a (vgr., § § 176 I V ^ , 177
de la v o l u n t a d del autor, d e m o d o que en cierta m e d i d a el h e c h o se renueva p e r m a n e n t e m e n t e
I I I ' " ' , 2 1 8 II n ú m . 2, 2 3 9 a I I ' ' ' , 2 5 1 ) ^^. Acerca del c o n c e p t o de la i m p r u d e n c i a temeraria vid.
(vgr., d e t e n c i o n e s ilegales del § 2 3 9 ; puesta en peligro de la circulación vial a causa d e la e m b r i a -
guez del § 3 1 5 c I n ú m . 1 a — v i d . B G H 2 2 , 6 7 [ 7 1 ] — o del § 3 1 6 — v i d . B G H V R S 4 8 , pág.
3 5 4 — ) . E n los d e l i t o s d e e s t a d o el resultado consiste i g u a l m e n t e en la p r o d u c c i ó n d e u n a si-
244 ss.); vid. Ktiper. N J W 1976, págs. 545 ss.; Meyer-Gerhards, JuS 1976, 230 ss.; Schonke/Schroder/Eser, §
250 núm. 24; Jakobs, Allg. Teil 9/30; de otra opinión Dreher/TrSndle, § 18 núm. 2.
^" También el Derecho penal austríaco, suizo y espafiol conocen los delitos cualificados por el resul- i m p r u d e n c i a t e m e r a r i a en t o d o s los delitos cualificados por el l e s u l t a d o de m u e r t e Rengier,
tado en este sentido. El § 18 se coiresponde con el § 7 II StGB austtíaco y el art. 1 11 2 C p español [En el Erfoigsqualifizierte Delikre pág. 292; Wolter, JuS 1981, pág. 178 nota a pie núm. 151; Roxin, Allg. Teil 1
Código penal de 1995 han desaparecido —salvo error u omisión— la totalidad de los delitos cualificados § 10 núm. 111. Acerca de lo inacostumbrado del marco penal en los delitos cualificados por el resultado
por el resultado; de alií que el texto punitivo vigente ya no necesite de un precepto similar al art. 1, pátrafo Jakobs, Allg. Teil 9/ 37.
segundo, C P T R 7 3 ; sí existen, no obstante, delitos que prevén como "resultado" cualificado la producción 3 Tal y como hasta ahora propugnaron Dreher/Trondle, § 18 núm. 5; Lauhenthal, J Z 1987, pág.
de un peligro adicional; cfr., por ejemplo, el art. 325 infine del vigente texto punitivo español (N del T ) ] . 1068; Paeffgen, JZ 1989, pág. 2 2 3 , la expresión "al menos" del § 18 se extiende a todos los casos en los que
En Suiza el elemento de la ptevisibilidad individual está contenida en las propias disposiciones penales afec- el límite de la imputación fue elevado hasta el gtado de la imprudencia temeraria. A través de la decisión del
tadas. Acetca del Derecho austtíaco con exposición de ejemplos Biirgstalkr, Jescheck-Festschrift Tomo I págs. Pleno de la Sala, se ha acabado con la solución de la anterior edición de esta obra (pág. 236) que pretendía la
357 ss. Promoviendo para el Derecho penal italiano una regulación que se corresponda con el § 18, Dolcini, supresión del límite mínimo de la pena pata los supuestos de ptoducción por imprudencia temeraria del
Dalla responsibilitá oggettiva págs. 255 ss. resultado de muette (asimismo, Tenckhoff, ZStW 88 [1976] pág. 914). Lackner, § 251 núm. 4 acoge esta
33 Pata más detalles Oehler. ZStW 69 (1 957) págs. 508 ss.; Wolter. GA 1984, págs. 443 ss.; Geilen, postura al estimar que la decisión del Pleno infringe la barrera inequívoca del tenor lireral. Evidentemente,
Welzel-Festschrift págs. 655 ss.; Hirsch, Oehier-Festschrift págs. 111 ss. existe, no obstante, un error de redacción (vid. supra § 17 IV 5) que puede ser corregido por la jurispruden-
3'' Actual § 2 2 7 StGB (N del T ) . cia. En contra también de la solución del Pleno de la Sala, Rengier, StV 1992, págs. 496 ss.
35 La remisión debe entendetse tealizada al vigente § 306b II núm. 1 (N del T).
Con mayor detenimiento al tespecto KreylSchneider, N J W 1970, págs. 640 ss.; LK(11.") (Schroeder)
36 Vid. nota a pie núm. 34 (N del T ) .
§18 núm. 5.
37 Ctíticamente al tespecto, Maiwald, JuS 1984, págs. 439 ss.; Küpper, JA 1983, págs. 229 ss.
"" La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 231 I (N del I ) .
38 Vid. nota a pie núm. 34 (N del T ) .
''^ La remisión al § 320 debe entenderse realizada en la actualidad al § 318 VI y al § 314 II en
39 La temisión debe entenderse realizada al vigente § 176b (N del T).
conexión con el § 308 V y VI (N del T ) .
40 La remisión debe entenderse realizada al vigente § 178 (N del T).
A favot de una aplicación analógica (in bonam parrem) del § 18 al supuesro del § 227, Hirsch,
41
La temisión debe entenderse realizada al vigente § 239 a III (N del T ) . GA 1972, pág. 77 y LK (10.") (Hirsch) § 227 núms. 1 y 15. Véase la nota a pie núm. 45 (N d e l ) .
42
Al tespecto, Maiwald, GA 1974, págs. 265 ss. Defienden la introducción del requisito de la •"* Para más detalles Hmschka, GA 1968, págs. 193 SÍ..; Jakobs. Allg. Teil 6/80.
282 § 26 La estructura de los ripos penales IL Las cLiscs ¿e tijios penales 283

tnación antijurídica, pero con el o c a s i o n a m i c n t o d e este ú l t i m o el h e c h o está j u r í d i c a m e n t e c o n - c o m o p r o b a b l e la p r o d u c c i ó n de un d a ñ o o est;í p r ó x i m a la posibilidad del mi.smo" (RG 3 0 , 178
s u m a d o ( p o r e j e m p l o , usurpación del estado civil del § 169, b i g a m i a del § 171 o los d a ñ o s ¡179]; BGH 8, 28 |32 ss.]; 13, 66 |70¡; 18, 271 [272 .ss.]).
materiales del § 3 0 3 ) 5".
Ejemplos: Son delitos de lesión el homicidio (§ 212), los daños maícrialcs (§ 303) o la provocición de
b) Por el c o n t r a r i o , en los d e l i t o s d e m e r a a c t i v i d a d el tipo d e injusto se agota en la ac- escándalo público (§ 183 a). Hl incendio básico (§ 308)'''' es un deliro de peligro en su primera modalidad
ción del a u t o r sin c]ue el resultado (en el s e n t i d o d e u n efecto e x t c t n o difcrenciable e s p a c i o - t c n i - mientras que en la segunda es un delito de peligro (abstracto). Delitos de peligro concreto son el abandono de
potalnieurc) dcl)a sobtevenir. personas (§221), la producción de un peligro de ¡nccndio (§ 310 a) ^' ylos delitos de tráfico (§§ 315-315c).

Hji'wplas: La mayoría de las infracciones sexuales son delitos de actividad {§§ 174 ss.), así coino la Los d e l i t o s d e p e l i g r o abstracto deben diletcnciarse de aquellos q u e materializan u n peli-
apropiación indebida (§ 246) y el falso testimonio (§ 154). gro c o n c r e t o . Aquéllos son delitos de actividad cuyo m e t e c i m i e n t o de p e n a descansa sobre la
peligrosidad general de la acción típica para d e t e r m i n a d o s bienes j u t í d i c o s . El a c a e c i m i e n t o del
c) El resultado típico debe d i s t i n g u i r s e del m e n o s c a b o del b i e n j u r í d i c o p r o t e g i d o . El
peligio m i s m o n o pertenece a q u í al tipo; pero al c o i u p o r t a m i e n t o c o r r e s p o n d i e n t e "le es típica-
p r i m e r o s u p o n e la lesión o puesta en peligto del objeto material separable d e la acción en u n a
m e n t e p t o p i a la p r o d u c c i ó n d e u n peligro c o n c r e t o " '*. S e g ú n ello, los indicios de la peligrosidad
d i m e n s i ó n espacial y t e m p o r a l , m i e n t r a s q u e la lesión del bien j u r í d i c o afecta a la relación d e la
están fijados en la Ley m i s m a mientras q u e en los delitos d e peligro c o n c r e t o el a d v e n i m i e n t o
acción típica c o n la pretensión d e respeto q u e posee el valor p r o t e g i d o p o r la disposición p e -
éste c o m o e l e m e n t o del t i p o debe ser c o m p r o b a d o p o r el juez. T a m b i é n son delitos de peligro
nal " . T a m b i é n los delitos de actividad c o n t i e n e n , p u e s , u n a lesión del bien j u r í d i c o .
a b s t r a c t o aquellos tipos en los q u e la d e t e r m i n a c i ó n de la peligrosidad general de la acción se
2 . D e a c u e r d o con la i n t e n s i d a d del m e n o s c a b o al o b j e t o material se d i s t i n g u e e n t r e d e l i - a b a n d o n a al criterio del juez, a través del e l e m e n t o d e la " a p t i t u d " d e aquella para p r o d u c i r u n
tos d e l e s i ó n y d e l i t o s d e p e l i g r o ( c o n c r e t o ) ' ' . En los p r i m e r o s el t i p o p r e s u p o n e u n perjui- resultado d e t e r m i n a d o (vgr., § § 186, 187, 2 2 9 ' ' y 3 0 8 *'" en su s e g u n d o inciso; § 8 en c o n e x i ó n
cio en el o b j e t o material p r o t e g i d o m i e n t r a s q u e en los s e g u n d o s es suficiente el riesgo d e su c o n el § 51 n ú m . 1 L M B G ) . A pesar de q u e la existencia de u n peligro c o n c r e t o n o p e r t e n e c e
lesión c o m o tesultado d e la acción '^. El a c a e c i m i e n t o del peligro es u n e l e m e n t o del tipo y tiene al t i p o de los delitos de peligro a b s t t a c t o , de c o n f o r m i d a d con u n a amplia o p i n i ó n d e la d o c t r i n a
q u e ser verificado en el caso c o n c r e t o '"*. El concepto de peligro es difícil d e d e t e r m i n a r y m u y decae su p u n i b i l i d a d si el peligro para el objeto material p r o t e g i d o p o r el tipo ( p o r ejemplo, la
d i s c u t i d o ' ' . S e g ú n la j u r i s p r u d e n c i a el peligro es u n a situación d e s a c o s t u m b r a d a e irregular en vida de la persona en el § 3 0 6 u ú i n . 2 ' ' - ) estaba absolutamente excluido . Sin e m b a r g o y c o n
la que, para un juicio especializado, "de a c u e r d o con las circunstancias concretas imperantes aparece

^'' La remisión debe encenderse realizada al vigente § 306 (N del T).


'*' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 172 (N del T ) . '^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306f (N del T).
'" Un significado práctico para el concurso de delitos y la prescripción riene la determinación del ''^ Vid., con más detalle, Cramer, Der Vollrauschtatbestand págs. 68 ss.; Bohnert, JuS 1984, págs.
momento hasta el cual resulta admisible la complicidad; dicho momento fue decisivo para negar la punibilidad 182 sn.-Jakobs, Z S t W 97 (1985) págs. 767 ss.; Kindhauser Gefahrdung págs. 225 ss.;Jakobs, AJlg. Teil 6/86
de un alto funcionario del gobierno acusado de complicidad en un delito de alta traición durante su perma- ss.; Roxin, Allg. Teil I § 11 núm. 119; Graul, Abstrakte Gefahrdungsdclikre págs. 140 ss. (acerca de su
nencia al servicio de la dictadura en Grecia; vid. Spinellis, Z S t W 94 (1982) págs. 1094 ss. fundamento).
^' Con más derenimiento SchonkelSchróderlLenckner, nota preliminar n ú m . 9 antes del § 13; La modalidad de lesiones producidas a través del envenenamiento regulada anteriormente en el §
Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 37 y 205. 229 StGB ha desaparecido en la actualidad; el § 224 1 1 sí recoge, en cambio, como "lesión corporal |íeli-
' - Vid. Binding, Normen Tomo 1 págs. "iGA ss.; MaurachIZipf, Allg. Teil 1 § 20 núm. 51; Jakobs, grosa" la que se causa a través de veneno u otras sustancias peligrosas para la salud, pero este precepro ya no
ZStW 97 (1985) págs. 767 ss.; Schünemann, JA 1975, pág. 793.; Kindhauser, Gefahrdung págs. 189 ss.; alude expresamente en su tenor literal a la "idoneidad" de la acción peligrosa, aunque este elemento podría
Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 122 .ss.; Schroeder, ZStW Beiheft Caracas, 1982, págs. 1 ss.; Wessels, Allg. T:¡l entenderse ínsito en la expresión "perjudicial para la salud" (N del T).
núms. 25 .ss.; Weher, Vorvcrlegung des Strafrechtsschutzcs, ZStW Beiheft Gottingen, 1987, págs. 11 ss. con La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306, aunque este precepto ya no recoge la mo-
colaboraciones adicionales sobre Austria (I'latzgummer) pág. 37; Italia (Grasso) pág. 57; Hungría (Gyorgyi) dalidad que servía para el ejemplo propuesto en el texto original (N del 1 ) .
pág. 97; Polonia (Spotowski) pág. 125 y un informe sobre la discusión (Maier) pág. 141. Sobre los delitos de
Así, Gallas, Hcinitz-Festschrift págs. 174 ss. en contra de Schroder, J Z 1967, pág. 22; sobre ello,
peligro desde ima perspectiva de Derecho comparado Parodi Giusipo, 1 reati di pericolo págs. 217 ss. Acerca
además, Schroder, Z S t W 81 (1969) págs. 18 ss. En el sentido del texto Roxin, Allg. Teil 1 § 11 núm. 127.
del fundamento de los delitos de peligro ante la exigenci;Ls de seguridad de la sociedad Herzog, Gesellschaftlichc
Acreca de la crítica a los delitos de peligro abstracto Herzog, Gesellschaftlichc Unsicherheit págs. 109 ss. y
Unsicherheit págs. 70 Si.
Prittwitz, Strafrccht und Risiko págs. 246 ss. En contra, con razón, Kuhlen, GA 1994, págs. 362 ss.
^-' Vid. Lackner, Das konkretc Gefahrdungsdeiikt pág. 7. La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306 a 1 1 (N del '1').
'^^ Acerca del dolo de peligro vid. vgl. BGH 22, 67 (73 ss.); sobre el juicio de peligro Gallas, Heinitz- '^ Acerca de la posibilidad de una "prueba contraria que evidencie la inocuidad" de la conducta, Cramer,
Festschrift págs. 177ss. Vollrauschtatbestand págs. 55 ss.; Schroder, ZStW 81 (1969) págs. 15 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, nota
'^ En relación con el concepto de peligro vid. Lacizner, Das konkrete Gefahrdungsdeiikt págs. 16 pteliminar n ú m . 3a anres del § 306; Baurnann/Weher, Allg. Teil pág. 135; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 255
ss.; Horn, Konkrete Gefahrdungsdclikre págs. 143 ss.; Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 207 ss.; Schünemann, nota a pie núm, 74; Schünemann, JA 1975, págs. 797 ss. En el supuesto en que concurra una aboluia exclu-
JA 1975, págs. 793 ss.; Demuth, Der normative Gcfahrbegriff pág. 2 1 8 ; ^«^/o«/, II pericolo concreto sión del perjuicio, Berz, Tarbestandsverwirklichung págs. 116 ss. acepta la exclusión del tipo; por el coiura-
págs. 121 ss. Hirsch, Arthur Kaufmann-Pestschrih págs. 557ss. distingue con acierro entre e\ peligro al rio, con acierro, Graul Absrrakte Gefahrdungsdclikre págs. 355 ss. sosriene una sinple exclusión de la pena
que es sometido el objeto material y \A peligrosidad Ae una acción que puede materializarse de un modo puesto que el injusto del hecho no decae completamente, sino que tan sólo ha bajado por debajo del límite
abstracto o concrero. del merecimiento de pena. Con razón, sin embargo, quiere excepcionar Brehm, Gefahrdungsdeiikt págs.
284 § 26 La estructura de los tipos penales 11. Las clases de tipos penales 285

razón, la jurisprudencia se ha m o s t r a d o cauta frente a esta posibilidad ( B G H 2 3 , 3 0 8 [311]; 2 3 , son por tegla general delitos c o m p u e s t o s c o m o , p o r ejemplo, las lesiones corporales c o n resulta-
3 1 3 (315 ss.]; 2 6 , 121 [124]; B G H N J W 1982, pág. 2 3 2 9 ) . N o o b s t a n t e , el p t o p i o legislador la d o de m u e r t e (§ 2 2 6 ) ' ' ' .
a d m i t e en principio tal y c o m o sucede en la cláusula de peligrosidad m í n i m a del § 3 2 6 V .
5. D e actierdo con el niímcro de acciones recogidas en el tipo se diferencia e n t r e delitos de
Ejemplos: Son delitos de peligro abstracto la difamación y la calumnia {§§ 186, 187) porque las afir- u n solo acto o de varios actos. Ejemplo de los primeros .son el hoinicidio (§ 212) y la coacción (§
maciones sobre hechos sólo deben ser idóneas para desacreditar al ofendido frente a la opinión piiblica o 2 4 0 ) . Los segundos, sin e m b a r g o , están compuestos de diversas acciones'"'". Y así, el r o b o i m p r o p i o
para poner en peligro su crédito, los delitos de falso testimonio (§§ 153 ss.) al ser sólo cxigible una posible se c o m p o n e de u n a sustracción c o n s u m a d a y d e una coacción cualificada (§ 2 5 2 ) , y esta tíltima
puesta en peligro de la Administración de Justicia, el encubtimiento real (§ 257) debido a la aptitud de la j u n t o con la ejecución del yacimiento extramarital integran el delito de violación (§ 177)''". U n a
ptestación de auxilio para producir un aseguramiento del provecho dclictiví), la embriaguez plena (§ 323 a)
posición intermedia entre estas dos clases de delitos viene a ser o c u p a d a p o r los t i p o s m i x t o s alter-
por la desaparición del patrimonio inhibitorio del embriagado ante la comisión del delito, el incendio (§
nativos. En este g r u p o la Ley previene la posibilidad de aplicar distintas acciones opcionales que se
306 núm. 2)'"' a causa de su peligrosidad general para la vida de las personas y el delito de conducción bajo
e n c u e n t r a n sometidas a la iriisma c o n m i n a c i ó n penal; así sucede, p o r ejemplo, con las lesiones cor-
los efectos del alcohol u otras sustancias tóxicas (§ 316) por la mera peligrosidad para las otras personas que
porales peligrosas q u e p u e d e n ser cometidas p o r m e d i o d e anuas, asalto alevoso, c o n j u n t a m e n t e
toman parte en el ttáfico vial.
p o r varias persotias o con u n a intervención que ponga en peligro la vida de la vícrima (§ 2 2 3 a) ^'.
3 . D e a c u e r d o con las dos formas básicas del c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o , la actividad y la Pero t a m b i é n los resultados y las modalidades del hecho p u e d e n estar configurados de u n m o d o
pasividad, se distingtie e n t r e d e l i t o s d e c o m i s i ó n y d e l i t o s d e o m i s i ó n (vid. infra § 5 8 11 1). alternativo, tal y c o m o sucede en las consecuencias derivadas d e las lesiones graves ( § 224) ^^ o los
D e m o d o correlativo a los delitos d e r e s u l t a d o y de actividad a q u í existen delitos de omisión pro- lugares d e comisión del delito en el § 106 a ^^ . C o m e t i e n d o el a u t o r varias de las acciones alter-
pia e impropia. Estos liltimos consisten en n o evitar el a c a e c i m i e n t o del resultado típico frente a nativas previstas en u n a disposición penal deberá ser c o n d e n a d o p o r u n solo h e c h o y no p o r un
la vigencia d e u n d e b e r d e garante, m i e n t r a s q u e los p r i m e r o s se f u n d a n en la mera p e r m a n e n c i a c o n c u r s o d e delitos integrado p o r aquéllas ( B G H N J W 1994, pág. 2 0 3 4 ) .
inactiva frente al m a n d a t o n o r m a t i v o d e i n t e r v e n c i ó n q u e i m p o n e u n a disposición. E n t a n t o
q u e , p o r su p r o p i a definición, los delitos d e o m i s i ó n propia d e b e n estar s i e m p r e c o n t e n i d o s en la C o m o grupos especiales dentro de los dcliros de varios actos y de los de resultado nos encontramos
también con los delitos mutilados en dos actos y los delitos de resultado cortado ^^. Con frecuencia el legis-
Ley, en c a m b i o y d e c o n f o r m i d a d c o n el § 1 3 , la mayoría de los delitos de o m i s i ó n i m p r o p i a se
lador ha trasladado el segundo acto del delito al tipo subjetivo con la intención de adelantar así la línea de
configuran a través de la i n t e r p r e t a c i ó n d e los tipos q u e c o n t i e n e n delitos de cotnisión ya q u e
defensa'''*. En los delitos mutilados en dos actos es suficiente con que en el momento del primer acto esté
tan sólo algunos de aquéllos h a n sido regulados expresainente p o r el legislador (vid. m á s detalla-
presente la intención de realizar más tarde la segunda acción que rodavía se encuentra pendiente. De esta
d a m e n t e infra § 58 III 4) ^^. forma, en el secuestro (§ 236) ^' basta con la intención del autor de desarrollar acciones de natutaleza sexual
Ejemplos: Delitos de omisión propia son la omisión de la denuncia de delitos cuya comisión es inmi- con la víctima en un momento posterior. De esta categotía deben diferenciarse los delitos de resultado corta-
nente (§ 138), la omisión del deber de socorro (§ 323c), la omisión de colaboración debida del superior en do (delitos de intención). En éstos el advenimiento del resultado no está incluido en el tipo sino que basta
el proceso penal (§ 40 WStG). Delitos de omisión impropia asumidos explícitamente por el legislador son con la intención del autor dirigida a la producción del mismo como ocurre, por ejemplo, con el ánimo de
la infracción del deber de tutela y de educación (§ 170d) ''^, la producción de un perjuicio a la salud a través lucro en la esrafa (§ 263). Mientras que en el primer grupo de delitos la intención está dirigida hacia un
de la desatención del deber de cuidado (§ 223b en su último caso) ^^ y la deficiente inspección jerárquica (§ h.2íCti propio, en cambio en el segundo de ellos el acaecimiento del resultado propuesto es independiente de
41 WStG). la voluntad del autor. De acuerdo con ello, por ejemplo, el hurto (§ 242) es un delito mutilado en dos actos
porque exige la intención de apropiación a través de la acción misma del autor.
4 . Segtin el n t i m e r o de bienes j u r í d i c o s p r o t e g i d o s p o r la d i s p o s i c i ó n penal existen d e l i t o s
s i m p l e s y d e l i t o s c o m p u e s t o s . C o n carácter general los tipos sólo p r o t e g e n u n bien j u r í d i c o 6. Según la d e l i m i t a c i ó n del posible círculo de autores se diferencia e n t r e delitos c o m u n e s ,
(vgr., la i n t e g r i d a d corporal en el § 2 2 3 ) . Sin e m b a r g o , hay disposiciones en las q u e son varios especiales y de p r o p i a m a n o . E n los d e l i t o s c o m u n e s el a u t o t p u e d e ser cualquiera, tal y c o t n o
los bienes jurídicos tutelados. Y así, el h u r t o (§ 242) se dirige c o n t r a la p r o p i e d a d y la posesión,
el r o b o (§ 2 4 9 ) c o n t r a la libertad, la p r o p i e d a d y la posesión, y la extorsión (§ 2 5 3 ) c o n t r a la
""^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 227 (N del T).
libertad y el p a t r i i n o n i o . T a m b i é n los delitos cualificados p o r el resultado (vid. supra § 2 6 II 1 a)
' ' Propone una "Parte Genetal" de los delitos de varios actos Lund, Mehraktige Delikte págs. 291 ss.
^^ Téngase en cuenta la nueva redacción del § 177 que, además, ya no exige el carácter
extramatrimonial del yacimiento en la configuración del delito de violación (N del T).
' ' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 (N del T).
139 ss., la posibilidad de una prueba contraria en las normas que poseen una "función" puramente "organi- '^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 226 (N del T).
zadora" como, por ejemplo, las disposiciones sobre el tráfico vial; y es que en estos casos las transgresiones 72 bis Actualmente, el § 106a se encuentra derogado (N del T).
no pueden quedar impunes bajo ninguna circunstancia. ^^ Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 20 núms. 22 y 38 habla aquí de "delitos de consttucción incongruen-
'''* La remisión debe entenderse realizada al vigente § 326 VI (N del T ) . te" al contraponerlos frente a aquellos delitos en los que la parte objetiva y subjetiva coinciden con exacti-
^'' La temisión debe entenderse realizada al vigente § 306 I 1 (N del T). tud ("congruencia").
^ Coincidiendo con la opinión del texto 7?offe/í«<;n«/Víi/¿, Allg. Tcil págs. 132 ss., 151 ss.\ MauracU Hegler, ZStW 36 (1915) habla aquí de "delitos de tendencia interna trascendente" y Schmidhauser,
Zipf,M\g. Teil 1 § 20 núm. 26; Schmidhriuser, Allg. Teil págs. 654 ss.; Wessels, Allg. Tcil núms. 34 ss. Allg. Tcil págs. 216 ss. de "delitos de objetivo".
^^ La temisión debe entendetse realizada al vigente § 171(N del 1 ) . ^' Téngase en cuenta la nueva tedacción del § 236 que ha pasado a tegular el "tráfico de niños" (N
^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 225 1 (N del T ) . delT).
286 § 26 1.a estructura de los tifios penales lil. La íotmactón de los grupos de tipos 287

nmc'sira el " a n ó n i m o el que" al c o m i e n z o d e la mayoría d e la.s di.spo.sicioncs penales. Por el c o n - (delitos d e e m p r c n d i m i e n t o ) . D e c o n l o r m i d a d con el § 11 n ú m . 6 e m p r e n d e r u n h e c h o signi-
trario, en lo.s d e l i t o s e s p e c i a l e s p r o p i o s el tipo sólo designa c o m o a u i o r a personas <|iie po.scen fica q u e con su tentativa el h e c h o queda consiniiado. Así pues, en estos preceptos están e q u i p a -
una caracterización especial (vgr., funcionarios^'^ o soldado.s). Los d e l i t o s especiales i m p r o p i o s radas la c o n s u m a c i ó n y la tentativa (delitos d e e m p r c n d i m i e n t o / i r o p / ' o í ) . La especialidad d e estas
p u e d e n , c i e r t a m e n t e , .ser c o m e t i d o s p o r cualquiera, p e r o su autoría p o r personas cuailíicadas c o n s - infracciones reside e n q u e n o rige para ellas la posibilitJad de a t e n u a c i ó n d e la p e n a del d e l i t o
tituye una causa de agravación de la p e n a ^^. En los d e l i t o s d e p r o p i a m a n o el tipo presu()()nc i n t e n t a d o (§ 23) y q u e decae el privilegio del d e s i s t i m i e n t o (§ 2 4 ) , lo q u e d e t e r m i n a u n a antici-
la ejecución d e u n acto corporal o, p o r lo m e n o s , personal, q u e el a u t o r d c h e llevar a c a b o p o r sí pación d e la plena p u n i b i l i d a d al grado de la tentativa**'. C o n i n d e p e n d e n c i a d e ello, acerca d e
m i s m o pues d e lo c o n t r a r i o faltaría el especial dcsvalor d e la acción d e la c o r r e s p o n d i e n t e figura la cuestión d e en q u e m e d i d a p u e d e n ser aplicadas a los delitos d e e m p r c n d i m i e n t o p r o p i o las
de d e l i t o ' ' I reglas s o b r e la tentativa, vid. iiifra § 4 9 111 2 . Pero, m á s allá, existen tipos penales q u e evidencian
la m i s m a e s t r u c t u r a q u e los delitos de e m p r c n d i m i e n t o p r o p i o s en la m e d i d a en q u e la puesta en
Delitos especiales/ra/)/(7í son los auténticos delitos de funcionatios como, por ejemplo, el cohecho
m a r c h a d e u n a t e n d e n c i a d c t e t m i n a d a está ya sujeta a p e n a (delitos de e m p r e n d i m i e n t o impro-
(§§ 3 3 1 , 332), la ptevaricación (§ 336), así como los dcliros militares (§ 1 1 y II WStG). Delitos especiales
impropios ion, vetbigracia, las lesiones corporales ejecutadas por un funcionario público (§ 340). Deliros de pios) *'. D e n t r o d e esta última categoría figuran, p o r ejemplo, el § 113 ("atacar"), el § 2 5 7 ("prestar
propia mano'''' son, en primer lugar, aquellos ripos que exigen la propia intervención corporal del autor en ayuda") y el § 2 9 2 ("perseguir"). Resulta d i s c u t i d o si a estos delitos les p u e d e n ser t r a n s m i t i d a s
el hecho como es el caso de la embriaguez plena (§ 323 a), la huida del lugar del accidente sin la correspon- las reglas generales d e la tentativa (vid. infra § 4 9 VIH 2). M u c h o más lejos va el a d e l a n t a m i e n t o
diente autorización (§ 142), la conducción de un vehículo a motor bajo los efectos del alcohol u otras sus- de la p u n i b i l i d a d en los d e l i t o s de p r e p a r a c i ó n (vgn, § § 149, 2 7 5 , 2 3 4 a 111, 3 1 6 c 111 **'').
tancias tóxicas de acuerdo con el § 315c mJrn. 1 a (BGH 18, 6 [9])*", e! yacimiento entre parientes (§ 173)
y el abuso sexual de incapaces (§ 179) (BGH 15, 132; KG N J W 1977, pág. 817). El segundo grupo de
dcliros de propia mano viene constituido por aquellos tipos que, aunque no exigen un actuar corporal del
III. La f o r m a c i ó n d e l o s g r u p o s d e t i p o s
autor, sí requieren su intervención personal. A esre grupo pertenecen la bigamia (§ 171) ^', la ptevaticación
(§ 336) *- y la injuria (§ 185). El tercer grupo está compuesto por los delitos de falso testimonio en los que 1. Por regla general las disposiciones de la Parte Especial m u e s t r a n d e t e r m i n a d a s relacio-
el Derecho procesal penal prescribe la intervención de la propia persona (§§ 153, 154 y 156). n e s internas *^. Existe, en p r i m e r lugar, la relación e n t r e el delito básico y su modificación (que
E n los delitos especiales p r o p i o s y en los d e p r o p i a m a n o sólo p u e d e n ser autores, coautores agrava o q u e a t e n ú a la p e n a ) . El p r i m e r o es el t i p o d e salida m i e n t r a s q u e su modificación a p a r e -
y autores m e d i a t o s , r e s p e c t i v a m e n t e , las person;is cualificadas o aquellas q u e actiian c o r p o r a l o ce dependiente m e d i a n t e e l e m e n t o s adicionales q u e c o n t i n t i a n c o n f i g u r a n d o la forma básica re-
p e r s o n a l m e n t e ; p o r el c o n t r a r i o , \A participación ( i n d u c c i ó n y c o m p l i c i d a d ) es admisible sin res- cogida en el tipo d e salida. Ello debe distinguirse del delito autónomo ( d e l i c t u m sui generis)
tricciones. En los delitos especiales i m p r o p i o s el p a r t í c i p e n o cualificado sólo es castigado p o r el q u e , si b i e n posee u n a relación criminológica c o n o t r o delito, viene a s u p o n e r u n a variación a u -
delito básico ( § 2 8 II) ^^ y en los p r o p i o s se le a t e n ú a la p e n a d e a c u e r d o con el § 4 9 i ( § 2 8 1) t ó n o m a d e éste q u e justifica sit separación en la c o n f i g u r a c i ó n del sistema legal. E n la e s t r u c t u r a -
(vid.//?^M§6I V I I 4 a , d). c i ó n d e los g r u p o s d e tipos el legislador p u e d e escoger d i s c r c c i o n a l m e n t e u n c a m i n o u o t r o , d e
a h í q u e sólo a través d e u n a interpretación c o m p a r a t i v a se p u e d a n averiguar los tipos aplicables.
7. Según el g r a d o d e realización d e los eleinentos del t i p o se d i s t i n g u e e n t r e c o n s u m a c i ó n
Ejemplos: Quien como testigo o perito comete petjurio (§ 154) realiza necesariamente rodos los ele-
y tentativa (vid. infra § 4 9 III 3). A d e m á s , en d c t e r i n i n a d a s disposiciones penales (por e j e m p l o ,
mentos del falso testimonio (§ 1 53), por lo que en este caso debe admitirse una variación carente~de auto-
§ § 8 1 , 8 2 , 184 I n ú m s . 4 , 8, 9, III n ú m . 3 , 3 l 6 a , 3 5 7 ) está castigado el " e m p r c n d i m i e n t o "
nomía (BGH 8, 301 [309]). Por el contrario, el cohecho (§ 332) constituye un delito autónomo frente a la
mera acepración de una ventaja (§ 331) porque en aquél el hecho se refiere, a diferencia del supuesto ate-
nuado, a una acción oficial contraria a deber; con independencia de ello, la aceptación de un regalo en am-
"•' Sobte la cualidad de funcionario público en el sentido del § 11 I núm. 2c BGH 3 1 , 264 (271 ss.) bos preceptos puede conectar criminológicamente ambas disposiciones (BGH 12, 146 [148])*'.
(miembro del consejo de adniinisrración de un banco regional); Ol.G Hamburg N J W 1984, pág. 624 (gru-
po responsable de la seguriddad de una einpresa privada de transporres) con comentario crítico de C. Schroder,
N J W 1984, pág. 2510; LG Krefeld N J W 1994, pág. 2036 (concejal que desempeña funciones derivadas de *•* En profundidad .sobre el tema Weher, ZStW-Beiheft Gotnngen 1986, págs. 7 .'is.; MauriichlGosselJ
la Administración pública). Zipf Allg. Teil 11 § 40 núms. 79 ss.
'^ Vid. la definición contenida en Langer, Das Sonderverbrechen pág. 456. Roxin, Allg. Teil I § 10 *' Schroder, Kern-Festschrift págs. 464 ss.; SchbnkelSchrbderlEser, § 11 núm. 52; LK(IO.") (Trondle)
núm. 128 denomina a los delitos especiales "delitos de deber" porque, por regla general, en ellos el autor § 11 núms. 6 ss.; SK (Rudolphi) § 11 núms. 23 .ss.; Berz, Tatbestandsverwirklichung págs. 132 ,ss. En contra
ocupa una posición de deber. de este concepto Sowada, GA 1988, págs. 195 ss.
'* Vid., más detalladamente, Engehing, Eigenhandige Delikte pág. 50; Schmidhduser, Allg. Teil pág. *'' La remisión del original al apartado III del § 316c StGB debe entenderse realizada al .apartado IV
512; Schall, JuS 1979, pág. 104; Hafi, JA 1979, págs. 651 ss.; LK(11.") (Roxin) § 25 núms. 4o'ss.; de una de dicho precepto (N del T).
opinión contraria desde el punto de vista del concepto unitario de autor Roeder, JBI 1975, págs. 569 ss. *' Vid. la extensa exposición de Maurach, Materialien Tomo I págs. 249 ss.; además, //?¿O¿Í, Allg.
" ' El texto sigue en este punto la investigación de Herzberg, Z S t W 82 (1970) págs. 913 ss. Teil 6/95 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 131 ss.; Maurach/Zijif, A\\%. Teil 1 § 20 núms. 43ff ss.; Wessels,
'" Vid. Rchberg, Schultz-Festgabe págs. 79 ss. Allg. Teil núms. 107 ss.
*' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 172 (N del T ) . '*'* Para más deralles, Nagler, ZAK 1940, pág. 366; Maurach/Zipf, hWp Teil I § 20 núm. 46; Roxin,
^' La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 339 (N del T ) . Allg. Teil 1 § 10 núms. 134 ss.; en contra de este concepto Hajfke, JuS 1973, pág. 407; V. Hassemer, Delictum
*^ De otra opinión al respecto Cortes Rosa, ZSrW 90 (1978) pág. 4 3 3 , quien sostiene que debe ser sui generis págs. 88 ss.;Jakobs, Allg. Teil 6/98.
declarado culpable por el delito especial (impropio) y condenado por el delito común. " **' V¡d.'^«¿HrÁ'«r(>M««,JZ 1959, pág. 376.
288 § 26 La estructura de los tipos penales IV. Elementos deseri[)t¡vos y notniativos del tipo 289

2. E s t a m o s en presencia de m o d i f i c a c i o n e s d e p e n d i e n t e s c u a n d o a u n delito básico se le c o n c u r s o d e leyes. El h e c h o d e q u e dos delitos posean entre sí u n parentesco c r i m i n o l ó g i c o n o


a ñ a d e n e l e m e n t o s q u e vienen a c o n t o t m a r nuevos tipos penales y estos tíltimos aparecen c o m o p e r m i t e exttaer d e u n m o d o i n m e d i a t o consecuencias d o g m á t i c a s positivas ni negativas ''*.
configuraciones especiales del tipo básico. U n a c o n d e n a en este caso p r e s u p o n e q u e el a u t o r ha Ejemplo: El robo impropio (§ 252) contiene elementos del hurto (§ 242), de la coacción (§ 240) y del
realizado t a n t o los e l e m e n t o s del tipo básico c o m o aquellos q u e integran a d i c i o n a l i n c n t c el tipo robo (§ 249). No obstante, es un delito autónomo; de ahí que, de conformidad con las reglas generales de
modificado (por ejemplo, el § 2 2 3 a, p e r o no el § 2 2 3 y el § 2 2 3 a). Los c o m p o n e n t e s a ñ a d i d o s la teoría del concurso de delitos (vid. infra § 66, 69), deba decidirse hasta qué punto los tipos mencionados
p u e d e n expresar u n a agravación o a t e n u a c i ó n del injusto o de la c u l p a b i l i d a d del delito básico. son aplicables junto con el § 252.
Según exasperen o a m i n o r e n la p e n a se d i s t i n g u e entre tipos c u a l i f i c a d o s y a t e n u a d o s .

J u n t o c o n la posibilidad de formar tipos d e p e n d i e n t e s del tipo básico a través d e e l e m e n t o s IV. E l e m e n t o s d e s c r i p t i v o s y n o r m a t i v o s del t i p o


q u e cualifican a este, nos e n c o n t r a m o s t a m b i é n con el m é t o d o c o n s i s t e n t e en la previsión de
casos especialmente agravados (así, § 2 6 6 II en relación c o n el § 2 6 6 I ' " ) q u e p u e d e n estar d e t e r - En la estructura d e los tipos penales el legislador e m p l e a e l e m e n t o s gtáficos (descriptivos) y
m i n a d o s más d e t a l l a d a m e n t e a ttavés d e ejemplos reglados (así, el § 2 4 3 en relación c o n el § 2 4 2 ) , valotativos ( n o r m a t i v o s ) q u e p u e d e n ser utilizados t a n t o para la caractetización de circunstancias
A d e m á s , t a m b i é n son reglas para la d e t e r m i n a c i ó n d e la p e n a (vid. infra § 2 6 V ) , A s i m i s m o , el exteriores (objetivas) c o m o t a m b i é n para las de naturaleza psíquica (subjetivas) (acerca del signi-
legislador t a m b i é n p u e d e prescribir penas inferiores para casos menos graves (vgr., § 2 4 9 II frente ficado d e la distinción pata la función garantista d e la Ley penal vid. siipra § 15 I 4 ) . A pesat d e
al § 2 4 9 I ) . q u e la t e r m i n o l o g í a es vacilante existe sin e m b a r g o u n a amplia u n i d a d al respecto '^.

Ejemplos: El delito básico del hurto es el hurto simple (§ 242). De él son deducidas, a través de ejem- 1. Los e l e m e n t o s descriptivos del tipo son conceptos que p u e d e n ser t o m a d o s t a n t o del
plos reglados, exasperaciones de la pena para casos especialmente graves (§ 2 4 3 , vid. BGH 23, 254 [257]) lenguaje cotidiano c o m o del uso del lenguaje jurídico y q u e describen objetos del m u n d o teal. Son
como la comisión del hecho con armas o el hurto cometido en cuadrilla (§ 244) y la modalidad agravada de susceptibles de u n a verificación fáctica y, p o r este m o t i v o , también p u e d e n ser concebidos c o m o
este liltimo (§ 244 a). En cambio, poseen autonomía respecto al hurto tanto el robo impropio (§ 252) c o m p o n e n t e s "descriptivos" a ú n c u a n d o la d e t e r m i n a c i ó n d e su más exacto c o n t e n i d o sólo se c o n -
como la defraudación de energía eléctrica (§ 248 c). Frente al § 90 I y I, el apartado tercero de este precepto
siga a través de la referencia a u n a n o r m a , m o s t r a n d o así en cierta m e d i d a u n c o n t e n i d o jurídico *'.
constituye un tipo cualificado por contener el elemento añadido de la intención auticonstitucionai (BGH
3 1 , 332). El hecho punible básico de los delitos contra la vida es el homicidio (§ 212) (de otra opinión Ejemplos: Son elementos descriptivos del tipo que designan los objetos del mundo exterior de los senti-
BGH 1, 368 [370]). De él se deducen como supuesto agravado el asesinato (§ 211) y como privilegiados el dos, la"pefSona" (§§ 2 1 1 , 2 1 2 , 222), "edificio", "espacio cerrado" y "recipiente" (§ 243 núms. 1 y 2), "instala-
homicidio a petición (§ 216) y el infanticidio ( § 2 1 7 " ) (con un criterio diverso B G H 1, 235 [237]). Por el ción eléctrica" (§ 248c), "amenaza con peligro inminente pata el cuerpo o la vida" (§ 249), "matar" {§§ 2 1 1 ,
contrario, el homicidio imprudente es un delito autónomo (§ 222). Un supuesto atenuado del homicidio 212), "perjudicar a la salud" (§ 223). Los objetos del mundo psíquico interno son expresados a través de ele-
articulado a través del caso ejemplificativo de la provocación se contiene en el § 213. menros como la "codicia" ( § 2 1 1 II), "ánimo de apropiación" (§ 242), "ánimo de enriquecimiento" (§ 259) y
"escándalo" (§ 183 a). Todos estos conceptos, en la medida en que están contenidos en normas penales, están
C u a n d o en el m a r c o d e u n a m o d i f i c a c i ó n d e p e n d i e n t e se r e ú n e n e l e m e n t o s q u e ctialifican "teñidos normativamente"; sin embargo, siguen poseyendo en un primer plano su referencia a una realidad
o a t e n ú a n la p e n a y las consecuencias jurídicas d e u n o s y otros se excluyen r e c í p r o c a m e n t e , re- cognoscible o aprehensible. Esro es válido también para conceptos que requieren una valoración cuantitativa
sultará d e aplicación el t i p o a t e n u a d o ; en o t t o caso dichas consecuencias serán aplicadas en for- como las acciones "de cietta relevancia" (§ 184 c n ú m . l ) o que hacen necesario un enjuiciamienro cognitivo
m a a c u m u l a t i v a '•^. como la "falsedad de la afirmación" (§ 153), "peligro" (§§ 315 a-c) o "instrumento peligroso" (§ 223 a'^).
Descriptivos son, además, aquellos elementos que designan determinados conceptos del tipo legal por aplica-
Ejemplos: El infanticidio ejecutado con crueldad (§211) sólo puede ser castigado conforme al § 2 1 7 ' ' ,
ción del lenguaje común como "bicicleta" (§ 248 b) o "yacimiento" (§ 177 II núm. 1).
sin perjuicio de que ese elemento cualificador pueda ser considerado en la dererminación de la pena dentro
del marco del último precepto mencionado. El hurto doméstico y familiar cualificado por la ejecución de 2 . Por el c o n t r a r i o , los e l e m e n t o s n o r m a t i v o s d e l t i p o a l u d e n a "premisas q u e sólo p u e -
una fractura cae dentro de los ejemplos reglados del § 243 núm. 1 y si es cometido con armas dentro del § d e n ser imaginadas y pensadas bajo los presupuestos lógicos de u n a n o r m a " '*. D e n t t o de los
244 I núms. 1 y 2; no obstante y de acuetdo con el § 247, en ambos casos la persecución penal depende de m i s m o s se c u e n t a n los verdaderos conceptos jurídicos, los conceptos valorativos y los c o n c e p t o s c o n
la interposición de querella por parte del ofendido. relación de sentido. Se e n t i e n d e q u e , t a m b i é n en los e l e m e n t o s valorativos, está en j u e g o la m a y o -
3 . Por el c o n t r a r i o , los d e l i t o s a u t ó n o m o s m u e s t r a n u n cierto parentesco c o n otros h e -
chos punibles en relación c o n el bien j u r í d i c o p r o t e g i d o y la d e s c r i p c i ó n de la acción, p e r o n o
existe la relación característica con u n t i p o básico. El n u e v o tipo se ha d e s p r e n d i d o d e su rela- ''' V. Hassemer, Delictum sui generis págs. 88 s.s.; Haffke, JuS 1973, pág. 407.
ción con su g r u p o d e delitos y c o n s t i t u y e u n a n o r m a jurídica a u t ó n o m a c o n u n c o n t e n i d o d e " Vid. M. E. Mayer, Lehrbuch págs. 182 ss.; Mezger, Traeger-Festschrift págs. 221 ss.; Grünhut,
injusto p r o p i o ; llegado el caso resulta aplicable j u n t o c o n el o t r o t i p o en t a n t o q u e no exista Frank-Festgabe Tomo I págs. 21 ss.; Kunert, Die normativen Merkmale págs. 89 ss.; BaumannlWeber, Allg.
Teil pág. 129; Maurach/Zipf, M\p Teil I § 20 núm. 55; Schlüchter, Irrtum págs. 3 ss.; Kindhriuser, Jura 1984,
págs. 465 ss.; Engisch, Mezger-Festschrift págs. 142 ss., al que se sigue en el texto principal. Con un plan-
' " La redacción vigente del § 266 II StGB contiene la previsión de supuestos especialmenre agrava- teamiento opuesto Dopslajf.GK 1987, págs. 1 ss.
dos mediante la remisión al § 263 III (N del T ) . "^ Por esta vía se evita tenet que afirmar que todos los elementos del tipo, por ser tales, son de "carác-
" El § 217 StGB se encuentra actualmente detogado (N del T ) . ter normativo" tal y como hace E. Wolf RG-Festgabe pág. 56.
'^ Con mayor detenimiento MatirachJZipf, M\2,. Teil I § 20 núm. 45; Wessels, Allg. Teil niim. 113. " La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 I núm. 2 (N del T ) .
'^ Vid. nota a pie núm. 91 (N del T ) . *'^ Así, Engisch, Mezger-Festschrift pág. 147. Vid., además, Schlüchter, Itr^um págs. 7 ss.
290 § 26 I.a estrucrura de los ripos penales V. Casos espeeialiiicnie graves, menos graves y ejemplos reglados 291

lía de las veces la realidad captable p o r los sentidos de m o d o q u e niucsiran a s i m i s m o u n a rela- m i í a n u n a concltisión acerca de la medida de la culpabilidad del a u t o r ( B G H 4, 8 [11]) (vid. §
ción con el m u n d o d e los h e c h o s .
6 3 E 1962) "'^. Para la aceptación de un caso e s p e c i a l m e n t e grave o d e u n caso tnás leve .se re-
Ejemplos: Pertenecen a los conceptos jurídicos contenidos en los tipos penales el "matrimonio" (§ 171 '^''), quiere u n a valoración global del hecho v de la p e r s o n a l i d a d del a u t o r ( B G H 2 8 , 3 1 8 [319]).
"dcbet legal de prestación de alimentos" (§ 1701) '""), los "datos" (§ 202 a), el "documento" (§ 267), la
Acerca del dolo en unos y oíros supuestos vid. infrn § 29 II 3c.
"ventaja pattinionial" (§ 263), el "funcionario público" (§§ 331 ss. en conexión con el § 1 1 I núni. 2). Son
conceptos valorativos el "móvil abyecto" (§ 21 1 II), las "medidas violentas o arbittarias" (§ 241 a), el "aten- 2. Para d e s i g n a r las circinistancias agravantes q u e m o d i f i c a n el m a r c o penal del d e l i t o
tado a las buenas costumbtes" (§ 226 a " " ) . Dentro de los conceptos con una relación de sentido se cuen- transcrito en el t i p o penal el legislador utiliza t a m b i é n , y cada vez en m a y o r m e d i d a , los "ejem-
tan el "ataque a la dignidad de la persona" (§ 130), la "acción sexual" (§§ 174 ss. en conexión con el § 184 c p l o s reglados". Este m é t o d o ejemplificadot fue r e c o t n e n d a d o sobre t o d o p o r Lnnge para la re-
íuim. ]) o el "secreto" (§ 203).
forma del D e r e c h o penal " " , fue asimismo a s u m i d o p o r el E 1 9 6 2 " " y, desde e n t o n c e s , el legis-
Los e l e m e n t o s n o r m a t i v o s del tipo son objeto de u n t r a t a m i e n t o especial en la teoría del l a d o r lo utiliza con frecuencia (por ejemplo, § § 94 II, 113 II, 125 a, 2 4 3 , 2 9 2 II, 3 0 2 a) para
d o l o y del error a través del c o n c e p t o de la "valoracitín paralela en la esfera del p r o f a n o " (vid. gradtiar el m a r c o penal de d e t e r m i n a d a s formas delictivas a través de la i n t r o d u c c i ó n de u n g r u -
/»y?-^§29II3a). p o de casos q u e está d e l i m i t a d o de un n t o d o más c o n c r e t o q u e la técnica i n n o m i n a d a d e los
casos especialmente graves. T a m p o c o los ejemplos reglados son elementos ctialificadores del tipo ' "
sino reglas d e d e t e r m i n a c i ó n d e l a p e n a ( B G H 2 3 , 2 5 4 [ 2 5 6 ss.]; 2 6 , 104 [ 1 0 5 ] ; 2 9 , 3 5 9
V. C a s o s e s p e c i a l m e n t e g r a v e s , m e n o s g r a v e s y e j e m p l o s r e g l a d o s [ 3 6 8 ] ; 3 3 , 3 7 0 [374] d o n d e los ejemplos reglados se consideran s e n c i l l a m e n t e p r ó x i m o s a los
e l e m e n t o s del tipo) " ^ . La especialidad de los casos reglados es d o b l e . D e u n lado, la presencia
1. En las causas i n n o m i n a d a s d e agravación o a t e n u a c i ó n d e la p e n a q u e el legislador pre- d e los e l e m e n t o s d e u n ejemplo sólo constituye tan indicio para la existencia de u n caso especial-
vé, respectivamente, c o m o "casos e s p e c i a l m e n t e graves" ( p o r ejeinplo, § § 2 4 0 I, 2 6 3 III, 2 6 6 m e n t e grave. El j u e z t a m b i é n p u e d e negar tal efecto indiciarlo c u a n d o d e u n a valoración global
II '"^^ 2 6 7 l i l ) y "casos m e n o s graves" (vgr., 154 II, 1 7 7 II ' " ^ 2 1 7 II ' " ^ 2 4 9 I I , 3 1 1 II '"5), el del h e c h o y del a u t o r se derive que, a pesar d e la realización d e los e l e m e n t o s del ejemplo regla-
juez es b á s i c a m e n t e libre para decidir sobre ellas y sobre las circunstancias a las q u e recurre en la d o , el injusto y la culpabilidad del hecho no se desvía e s e n c i a l m e n t e de los casos q u e , p o r t é r m i -
í u n d a m e n t a c i ó n de unas y otras. Se trata, pues, de reglas d e d e t e r m i n a c i ó n d e la p e n a cuya n o m e d i o y d e a c u e r d o c o n la experiencia, suelen suceder en t o r n o a la c o r r e s p o n d i e n t e figura d e
g t a d u a c i ó n p u e d e ser llevada a c a b o d e n t r o del m a r c o d e la p e n a ( B G H 2, 181 [ 1 8 3 ] ; 4, 2 2 6 delito ( B G H 2 0 , 121 [ 1 2 5 ] ; 2 3 , 2 5 4 [ 2 5 7 ] ; B G H J Z 1 9 8 7 , 3 6 6 ; B a y O b L G J Z 1 9 7 3 , pág.
[228]) . U n caso e s p e c i a l m e n t e grave existe c u a n d o las c i r c u n s t a n c i a s objetivas y subjetivas 3 8 4 ) " ^ . D e o t r o lado, el juez t a m b i é n p u e d e aceptar u n caso e s p e c i a l m e n t e grave c u a n d o n o se
del h e c h o m i s m o s u p e r a n d e u n m o d o tan claro al m e r e c i m i e n t o d e p e n a d e los casos q u e t i e n e n realizan los e l e m e n t o s d e n i n g ú n ejemplo reglado. Los h e c h o s p u e d e n , p o r u n a p a r t e , ser simila-
lugar d e a c u e r d o con la experiencia q u e se posee y, p o r ello, t e n i d o s e n c u e n t a en la configura- res al e j e m p l o reglado (por ejemplo, c u a n d o alguien sustrae de u n a exposición u n a cosa de valor
ción del m a r c o penal, q u e éste ú l t i m o n o alcanza a c o m p e n s a r el injusto y la c u l p a b i l i d a d del c u l t u r a l , § 2 4 3 I n ú m . 5) d e m o d o q u e el i n i s m o desarrolle u n efecto analógico q u e , al igual q u e
delito c o m e t i d o ( B G H 5, 124 [ 1 3 0 ] ; 2 3 , 3 1 9 ; acerca de su c o n s t i t u c i o n a l i d a d BVerfGE 4 5 , 3 6 5 en el § 2 2 3 a ("otro i n s t r u m e n t o peligroso") o en el § 3 1 5 I n ú m . 4 ("ataque similar, i g u a h n e n t e
[370 ss.]) (vid. t a m b i é n la definición más a m p l i a en el § 6 2 E 1962) ' " ' . El caso m e n o s grave, peligroso"), es q u e r i d o p o r el legislador p o r q u e el juez se d e b e o r i e n t a r p o r el e j e m p l o reglado.
q u e h a a s u i n i d o en p a r t e la función d e las anteriores "circunstancias a t e n u a n t e s " y d e los "casos Por otra p a r t e , u n caso especialmente gtave p u e d e t a m b i é n ser a c e p t a d o sin tal analogía c u a n d o
especialmente leves" ( B G H 2 6 , 9 7 ) , p u e d e ser a p o y a d o sobre la t o t a l i d a d de las circunstancias el alcance d e la g r a v e d a d del h e c h o (por ejemplo, daiios especialmente graves en el h u r t o ) , según
q u e son tenidas en c u e n t a p a r a la v a l o r a c i ó n del h e c h o y del a u t o r , s i e n d o indiferente q u e sean su injusto y culpabilidad, se c o r r e s p o n d a c o n la gravedad de los h e c h o s señalados p o r el ejemplo
inherentes al h e c h o m i s m o , q u e le p r e c e d a n , q u e le a c o m p a ñ e n o q u e le sigan, s i e m p r e q u e per- reglado ( B G H 2 9 , 3 1 9 [ 3 2 2 ] ) . T a m b i é n en el h u r t o q u e q u e d a sólo en g r a d o d e tentativa es

*" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 172 (N del T ) . '"^ Vid. DreheríFrondle, § 46 núm. 42; Hettinger, 140 Jahte GA, 1993, p.ágs. 77ss.; Schonke/Schroder/
'"" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 170 (N del T ) . Lenckner, nota preliminar núm. 48 antes del § 38; Timpe, .Strafmilderung pág. 64.
"" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 228 (N del T ) .
" " Lange, Materialcn Tomo I pág. ÜA.
'°- Vid. nota a pie núm. 90 (N del T ) .
" ° Vid. E 1962, Begfündung págs. 184 ss.
'"' La remúsión debe entendetse realizada ai vigente § 177 V (N del T ) .
' " Así, no obstante, Calliess, JZ 1975, pág. 117 con referencias adicionales; en contta, con tazón,
'"•* Actualmente el § 217 se encuentra derogado (N del T ) .
Schmitt, Tróndle-Festschfift págs. 315 ss.; Gossel, ibídeni pág. 358.
'"^ La remisión debe entendetse realizada al vigente § 308 IV (N del T ) .
En tsi^ sentido se pronuncia la doctrina dominante; vid. Blei, Heinitz-Festschrift pág. 423; Dreherl
i06 PQJ. naotivos derivados del Estado de Derecho se muestran en contra de la previsión de los casos
Trondle, § 4 6 núms. 43b ss.; Lackner, § Ad núm. 13; Maiwald, NStZ 1984, pág. 434; Maurach/Gossel/Zipf,
especialmente graves Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 6 4 1 ; Maiwald, Gallas-Fcstschtift pág. 150; el mismo,
Allg. Teil 11 § 62 núms. 51 ss.; Schdnke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. AA antes del § 38; Wessels,
NStZ 1984, págs. 435 ss.; Wahle, GA 1969, págs. 161 ss. (quien quiere transformar estos supuestos en tipos
Maurach-Festschrift pág. 299; el mismo, Lackner-Festschrift págs. 423 ss.; SK(Horn) § 46 núm. 57. Críti-
cualificados).
cos con los casos reglados7<J/to¿s, Allg. Teil 61 \0\; Montenbruck, NStz 1987, pág. 313.
'<" Vid. Dreher, ZStW 77 (1965) págs. 2 2 7 ss.; Lackner, § 4 6 núm. 7; Montenbruck, NStZ 1987,
" ^ En el hurto (§ 243 11) el legislador ha excluido con car.áctcr general la aceptación de un caso
314 (sólo citcun.stancias agtavantes individualizadas); Schbnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 47
especialmente grave cuando el hecho se refiere a una cosa de un valor escaso; sobre ello Zipf, Dreher-Festschrift
antes del § 38; SK(Horn) § A(y núms. 59 ss.
págs. 389 ss.
292 § 27 Los elementos objetivos del tipo I. La esencia de lo "objetivo" en el tipo 293

admisible la aceptación del ejemplo reglado caracterizado p o r la "fractura", en la m e d i d a en q u e sión de u n a acción esperada (vid. supra § 2 3 VI 2 d ) . La imagen cxtetior d e esta manifestación
desde luego el a u t o r ( t a m b i é n ) se h a b í a d i s p u e s t o a realizar tal e l e m e n t o ( B G H 3 3 , 3 7 0 [ 3 7 4 ] ) . del h e c h o es descrita a través d e los e l e m e n t o s del tipo. C o n s t i t u y e el "niícleo real y objetivo d e
E n c o n t r a s t e c o n los e l e m e n t o s del t i p o , el ejemplo reglado tan sólo s u m i n i s t r a al j u z g a d o r la t o d o delito" -. Sin e m b a r g o , los elementos objetivos del tipo no señalan sólo objetos del m u n d o
posibilidad d e aceptar u n caso e s p e c i a l m e n t e grave y, p o r o t r o lado, el juez t a m b i é n p u e d e , al e x t e r n o . En ellos se e n c u e n t r a , más bien, t o d o l o q u e está fuera del á m b i t o p s í q u i c o del a u -
igual q u e en las causas i n n o m i n a d a s d e agravación d e la pena, a d m i t i r u n caso e s p e c i a l m e n t e t o r - . Lo q u e se quiere decir c o n los e l e m e n t o s objetivos del tipo en ini s e n t i d o a m p l i o es q u e ,
grave aiín c u a n d o no exista u n e j e m p l o reglado ' . c u a n d o en la disposición sobre el error d e tipo ( § 16 1) se habla d e "circunstancias", c o n ello se
Los ejemplos reglados son tratados p o r las disposiciones d e la Parte G e n e r a l del m i s m o m o d o alude "a las q u e p e r t e n e c e n al tipo legal". Segtín ello, los e l e m e n t o s objetivos del t i p o son tan
q u e los e l e m e n t o s del tipo; en relación c o n el d o l o vid. infra § 2 9 II 3 c , sobre la tentativa vid. sólo en p a r t e objeros y sucesos del m u n d o sensorial perceptible c o m o "persona", "mujer", "ani-
infra § 4 9 III 2, acerca de la p a r t i c i p a c i ó n vid. infra § 61 V i l n o t a a pie ntim. 50 y en relación m a l " , "cosa", "matar", " q u e m a r " , "perjudicar". En la mayoría d e ellos se trata, m á s b i e n , d e c o n -
con los concursos vid. infra § 6 9 II 3 b n o t a a pie niiin. 3 1 . ceptos c o m p l i c a d o s cuyo significado no p u e d e ser c a p t a d o , o sólo p u e d e serlo p a r c i a l m e n t e , a
través d e su simple observación, sino q u e vienen d e t e r m i n a d o s en t o d o o en p a r t e p o r procesos
3 . Los casos i n n o m i n a d o s e s p e c i a l m e n t e graves y m e n o s graves, así c o m o los ejemplos re-
a n í m i c o s y valoraciones sociales.
glados, n o varían la clasificación d e u n h e c h o c o m o delito grave o m e n o s grave (§ 12 III) (vid.
íí//)ra§7IV3). Ejemplos: Un resultado psíquico es la "ptovocación de escándalo" (§ 183 a) o la puesta en peligro del
desarrollo de un niño (§ 170 d''). Elementos normativos del tipo como "documento" (§ 267) o "acción
sexual" (§ 184 c niim. 1) tequieren generalmente valoraciones de distinto tipo. También los elementos des-
Subsección b ) : Los e l e m e n t o s del tipo d e injusto criptivos muestran a menudo una relación normativa que va más allá del ámbito de la simple obsetvación
(vid. supra § 26 IV 1). Para los verbos que señalan una actividad final (por ejemplo, "perseguir" en el § 292)
§ 27 Los elementos objetivos del tipo la descripción de la acción está tan profundamente unida a la voluntad del autor (vid. supra § 24 III 4d),
que los elementos objetivos del tipo están detetminados en paite pot momentos subjetivos de la ptopia
Bernard-Tulkens, L'actus reus en droit penal anglo-américain, Diss. Louvain 1976; Padúvaní, Francesco psique del autor.
Carrara e la teoria del reato, en: Francesco Carrara nel primo centenario della morte, Atti del convegno
internazionale, 1988, 1991, pág. 253; Sauer, Tarbcstand, Unrecht, Irrtum und Beweis, ZStW 69 (1957) El c o n c e p t o de "lo objetivo" en el tipo n o p u e d e , en consecuencia, ser tan fácilmente situa-
pág. 1; Schild, "Objektiv" und "subjektiv" in der strafrechtswissenschaftlichen Terminologie, Festschrift für d o en el reino de las manifestaciones externas, sino q u e c o n frecuencia viene i m p u e s t o p o r facto-
A. VerdroíS, 1980, pág. 215; Schmidhauser, "Objcktiver" und "subjektiver" Tatbestand: eine verfehlre res subjetivos y valoraciones normativas q u e h a c e n c o t n p l e t a m e n t e i m p o s i b l e llevar a cabo u n a
Unterscheidung, Festgabe für H. Schuitz, 1977, pág. 6 1 ; Zimmerl, Zur Lehre vom Tatbestand, Straft. Abh. rigurosa separación formal del t i p o en c o m p o n e n t e s objetivos y subjetivos. T a m p o c o resulta c o m -
H. 237, 1928. p l e t a m e n t e correcta la e q u i p a r a c i ó n del c o n c e p t o de los e l e m e n t o s objetivos del t i p o c o n todas
las circunstancias situadas fuera de la p s i q u e del autor, p u e s t o q u e la esfera a n í m i c a del a u t o r
t a m b i é n es relevante p a r a los verbos q u e describen actividades finales ^.
I. La e s e n c i a d e l o "objetivo" e n el t i p o
2. La p a r t e objetiva del t i p o no tiene n a d a q u e ver c o n el carácter objetivo del juicio de
1. E n el m u n d o del D e r e c h o la v o l u n t a d maliciosa n u n c a es castigada p o r sí m i s m a ' . Lo antijuricidad. Esta liltima es u n a categoría objetiva a causa d e q u e su b a r e m o es el m i s m o para
q u e el a u t o r ha q u e r i d o d e b e aparecer s i e m p r e e x t e r n a m e n t e a través d e u n a acción o d e la o m i - cualquiera. D e a h í q u e en este c o n t e x t o el c o n c e p t o d e "lo objetivo" d e b e e n t e n d e r s e en el senti-
d o d e "validez general". D e ahí, p o r t a n t o , q u e n o esté excluida la i n t r o d u c c i ó n d e e l e m e n t o s
subjetivos del t i p o (vid. supra § 2 4 III 4 b ) ' ' .
' '•• Por motivos derivados del Estado de Derecho se manifiesta en contra del método ejemplificador,
Maiwaíd, Gallas-Festschrifr págs. 158 ss.^ con ejemplos extraídos de la jutisptudcncia que evidencian que el
juez, tan pronto como se inttoduce en los ejemplos reglados, se ve forzado a aplicar criterios incontrolables
de carácter puramente cuantitativo.
' El Derecho penal francés exige, además de un "élément moral" un "élément matériel"; vid. Stefanil
LevasíeurlBoulúc, Droit penal general núms 169, 2 1 1 . De forma correlariva la doctrina belga distingue en el •^ Así, Welzel, Lehrbuch pág. 62; Sauer ZStW 69 (1957) pág. 2. Vid. además, en relación con su
delito un "inaterieel element" y un "sttafrechtelijke schuld"; vid. DupontlVerstmeten, Handboek núms. 293, estructura,/ííí^tiis, Allg. Teil 7/1 ss., 8/1 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 54 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I
396. También el Derecho penal anglo-americano requiere siempre, además del "mens rea", un "actus reus"; núms. 200 ss.; Schotike/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 62 antes del § 13.
vid. Honig, Das amerikanische Strafrecht pág. 54; La Fave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 273 ss.; ' En relación con esra delimitación vid. Zimmerl, Zur Lehre vom Tatbestand pág. 12; Wessels, Allg.
Glanvilk Williams, Criminal Law págs. 1 ss.; Bernard-Tulkens, L'actus reus, 1976. Igualmente, en la estruc- Feil núm. 134; Schild, Verdrofi-Festschrift págs. 223 ss.
tura del delito la doctrina tradicional italiana diferencia entre un "principio di materialitá" y un "principio "* La remisión debe entenderse realizada al vigente § 171 (N del T).
di soggetivitá" que es equiparada al principio "nulluin crimen sine culpa"; vid. Mantovani, Diritto pénale ^ La sepatación entte tipo "objetivo" y "subjetivo" es calificada pot Schmidhauser, Schuitz-Festgabe
págs. 155, 2 9 1 . La distinción se temonta a Carrara (1805-1888). Acerca del significado de Carrara para el págs. 66 .ss., como completamente ertónea; este autot la evita desdoblando el dolo en la voluntad ditigida a
desarrollo de la moderna Dogmática italiana del Detecho penal Padovani, Ftancesco Catrara e la teotia del la acción antijurídica y el conocimiento que pertenece a la culpabilidad.
teato págs. 253 ss. Una patte de la doctrina italiana cercana a la Ciencia alemana ya conecta en el tipo ios
La misma contraposición realizan Zimmerl, Zur Lehre vom Verbrechen pág. 29 y Schild, Verdroív
elementos objetivos y subjetivos; representativo de dicho sector es Fiore, Diritto pénale I pág. 158.
Festschrift págs. 225 ss.
294 § 27 Los elementos objerivos del tipo 11. Los elementos ob¡eti\os tlel tipo en particidar 295

II. Los e l e m e n t o s o b j e t i v o s del t i p o e n particular ejecutivo debe refctitse a la teali/.acKÍii de ima acción oficial. Finalmente, el § 154 presupone que el autor
afirma datos falsos ante un tribunal o ante cualquiet otto lugar coinpeiente para la toma de la declatación bajo
Los e l e m e n t o s objetivos del t i p o describen l;i acción, el o b j e t o material, el resultado (en su juramento.
caso), las circunstancias externas del h e c h o y la persona del atiror''.
6. En los delitos especiales propios el círculo d e autores está limitado a personas con deter-
1. El ntíclco de t o d o tipo es la a c c i ó n ; ésta p u e d e ser d e t e r m i n a d a de un m o d o más d e t a - min;tdos elementos objetivos relativos al autor; en los impropios, los sujetos q u e pertenecen al cír-
llado a través d e circunstancias d e d i s t i n t o t i p o c o m o su relación con personas o cosas, sti rela- ctilo de personas ctialificadas son castigados más severamente (vid. siipm § 2 6 II 6). Prescindiendo
ción con el t i e m p o o el espacio, la forma y m o d o d e su ejecución, así c o m o m e d i a n t e sti c o - d e los elementos referidos al autor, que designan u n a cualidad jurídiat o u n a posición especial de
nexión con otras acciones. deber, también se tienen en cuenta ctialidades naturales c o m o " h o m b r e " (§ 183) o "einbarazada" (§
Ejemplos: Comete una perturbación de la paz de ios difuntos (§ 168) quien durante un entierro desa- 2 1 8 III). Los elementos naturales vinculados al a u t o r pertenecen .asimismo al tipo objetivo.
rrolla un comportamiento Injurioso. El encubrimiento real (§ 257) se refiere a otra persona que ha cometi-
do un hecho antijurídico y al beneficio obtenido por el hecho.
§ 28 Causalidad e imputación objetiva
2. El o b j e t o material es aquel e l e m e n t o del m u n d o exterior sobre el que o en relación con
el cual se realiza la acción delictiva (vid. suprn § 2 6 I 4). D e n t r o del m i s m o se engloba a las Beling, Dcr gegenwartige Stand der strafrechtlichen Verutsachungslehre, GS 101 (1932) pág. 1; Bruns,
personas, las cosas y t a m b i é n a los objetos i n c o r p ó r e o s . A d e m á s , t a m b i é n li<ay tipos q u e p o r lo Ungekiarte materiellrechtliche Eragen des Contergan-l'rozesses, Festschrift für E. Heinitz, 1972, págs. 317
ss.; Burgstíiller, Das Fahriássigkeitsdelikt im Strafrccht, 1974; el mismo, Erfoigszurechnung bei nachtráglichem
general carecen d e este c o m p o n e n t e . Estos son los delitos de mera actividad c o m o la bigamia (§
Fehlverhaiten usw., Festschtift für H.-H. Jescheck, Tomo 1, 1985, pág. 356; v. Buri Über Causalitat und
171 ^), la u s u r p a c i ó n del estado civil ( § 169) o la deserción m i l i t a r ( § 16 W S t G ) . A m e n u d o
deten Verantwortung, 1873; el mismo, Die Causalitat und ihre strafrechtlichen Beziehungen, 1885; Bustos
t a m b i é n el o b j e t o material se c o n c r e t a más d e t e n i d a m e n t e p o r m e d i o d e adjetivos calificativos.
Ramírez, Die objektive Zurechnung, Gedáchtnisschrift für Armin Kaufinann, 1989, pág. 213; v. Caemmerer,
Ejemplos: El objeto material del infanticidio (§ 2 1 7 ' ) es el niño recién nacido de condición Das Problem des Kausalzusammenhangs im Privatrecht, 1956; Castaldo, L'imputazione oggettiva nel delitto
e.xtramatrimoniai. El del hurto (§ 242) es la cosa mueble ajena. Así pues, el niño intramarital no puede ser colposo d'evento, 1989; Donini, Illecito e colpevolezza nell'imputazione del reato, 1991; EbertlKühl, Kausalitát
objeto del infanticidio y una prestación espiritual tampoco puede serlo del hurto. También en el caso con- und objektive Zurechnung, Jura 1979, pág. 5 6 1 ; Engisch, Die Kausalitát ais Merkmal der strafrechtlichen
creto el objeto de la acción (o del araque) puede ser concretado a través del objeto del hecho correspondien- Tatbestande, 1931; <?/m«mo, Anmerkung zu BGH 1 , 3 3 2 , J Z 1951, pág. 787; f/míímo. Das Problem der
te (el niño X, la bicicleta del estudiante Y). psichischen Kausalitát beim Betrug, Festschtift für H. v. Weber, 1963, pág. 247; el mismo, Vom Weltbild
des juristen, 2.» Ed. 1965, Erb, Rechtmaí51ges Alternatiwerhalten und seine Auswirkungen auf die
?>. El resultado en s e n t i d o estricto, esto es, c o m o efecto exterior d e la acción difcrenciable Erfoigszurechnung im Strafrecht, 1991; el mismo, Die Zurechnung von Erfolgen im Strafrecht, JuS 1994,
e s p a c i o - t e m p o r a h n c n t e , tiene q u e ser o b j e t o de u n a c o n s i d e r a c i ó n separada. El resultado n o es pág. 4 4 9 ; Eser, Sterbewille und arztliche Verantwortung, Medizinrecht 1985, pág. 6; Frisch, Das
u n a p a r t e i n t e g r a n t e d e la acción, p e r o sí es (con frecuencia) u n e l e m e n t o del t i p o . Este c o i n p o - Fahflassigkcitsdelikt und das Verhalten des Verletzten, 1973; el mismo, Tatbestandsmaí?iges Verhalten und
n e n t e t a m b i é n p u e d e ser d e t e r m i n a d o en el tipo de u n a forma m á s detallada a través d e eleirien- Zurechnung des Erfolgs, 1988; Fünfsinn, Anmerkung zu BGH StV 1985, pág. 56; Geilen, Suizid und
tos adicionales. Mirverantwortung, JZ 1974, pág. 1 4 5 ; / . Glaser, Abhandiungen aus dem osterreichischen Strafrecht, 1858;
Gmür, Der Kausalzusammenhang zwischen Handiung und Erfolg im Strafrecht, 1970; Hardwig, Vcrursachung
Ejemplo: El § 224 ' °" presupone como consecuencia de la lesión corporal la pérdida de un miembro
und Erfoigszurechnung, J Z 1968, pág. 289; HartIHonoré, Causation in the Law, 2.^ Ed. 1985; Hartmann,
importante o una grave deformación permanente.
Das Kausalproblem im Strafrecht, Strafr. Abh. Heft 27, 1900; Hassemer, Produktveranrwortung im modernen
4. Al tipo objetivo p e r t e n e c e n t a m b i é n la relación de c a u s a l i d a d e n t r e la acción y el re- Strafrecht, 1994; Herzberg, Beteiligung an einer Selbsttótung usw., JA 1985, pág. 269; Hilgendorf,
sultado (en los delitos de o m i s i ó n i m p r o p i a es la p r o b a b i l i d a d cercana a la seguridad de q u e con Strafrechtiiche Produzentenhaftung in der "Risikogesellschaft', 1993; Reinhardv. Hippel, Gefahrurteile und
la realización de la acción d e b i d a n o habría acaecido el resultado, B G H 3 7 , 106 [ 1 2 6 ] ; B G H J Z Prognoseentscheidungen in der Strafrechtspraxis, 1972; Hirseh, Die Enrwicklung der Strafrechtsdogtnatik
nach Welzel, Festschrift der Rechtswissenschafdichen Fakultat Koln, 1988, pág. 399; Honig, Kausalitát und
1 9 7 3 , pág. 173) y la i m p u t a c i ó n o b j e t i v a del m i s m o q u e lo haga aparecer c o m o "obra" del
objektive Zurechnung, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 174; Honori, Die Kausalitatslehre im
a u t o r (vid. infra § 28) '^.
angloamerikanischen Rccht im Vergleich zum dcutschen Recht, ZStW 69 (1957) pág. 463; Jakobs,
5. Las circunstancias externas del h e c h o designan la situación en la q u e la acción d e b e Vermcidbares Verhalten und Strafrechtssystem, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 507; Jauernig/
tener lugar para ser merecedora d e p e n a . Schlechtriem/Stürner, BGB, 7." Ed. 1994; Kahrs, Das Vcrmeidbarkeitsprinzip und die conditio-sinc-
qua-non-Formel im Strafrecht, 1968; Armin Kaufmann, Tatbestandsmal5igkeit u n d Vetursachung im
Ejemplos: I j injuria al miembro de un gobierno extranjero es puiñble conforme al § 103 cuando el ofen- Contergan-Verfahren, JZ 1971, 569; el mismo, Objektive Zurechnung beim Vorsatzdelikt? Festschrift {nx
dido se encuentra en misión oficial y dentro del [)aís. Según el § 113 ¡a tesistencia frente a un funcionario H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 251; Árthur Kaufmann, Die Bedeutung hypothetischer Erfoigsursachen
im Strafrecht, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 200; Kienapfel, Die Fahdassigkeit usw., Zeitsclitift für
' En relación a lo que sigue vid. Beling, págs. 76 y 8 1 ; M í . Mayer, Lehrbuch págs. 89 ss.; Baumannl Verkehrsrecht 1977, 1; el mismo, Aiurierkung zu BGH 32, 262, JZ 1984, pág. 751; Knoehe, Die Enuvickiung
Weber, Alig. Teil págs.131 ss. der Lehre vom Kausalzusammenhang im Zivil-und Strafrecht, Diss. Marburg 1959; v. Kries, Die Prinzipicn
' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 172 (N del T). der Wahrscheinlichkeitsrechnung, 1886; elmismo, Über den Begriff der Wahrscheinlichkeit und Moglichkeit
' Actualmente el § 217 StGB está derogado (N del T). und ihre Bedeutung im Strafrecht, ZStW 9 (1889) pág. 528; Krümpelmann, Schutzzweck und Schurzrefiex
' ' ' " La remisión debe entenderse realizada al vigente § 226 (N de T ) . der Sorgfaltspflicht, Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 4 4 3 ; Kiíper, Überlegungen zum sog.
'" ft;.v«;, Allg. Teil I § 10 mím. 55; W-Í-SÍ-ZÍ, Allg. Teil núm. 154;y<?/'ofa, Allg. Teil 7/4 a.
296 § 28 Causalidad c imputación objetiva 1. (Causalidad e iniptifación objetiva como fundamentos de la responsabilidad penal 297

Pllichtwidrigkeirszusammenhang, Festschtift für K. Lackncr, 1987, pág. 246; Küpper, Gtcnzcn der
m i e n t o del resultado típico. Sin e m b a r g o , la acción y el resultado n o están d e s c o n e c t a d o s entre sí
notmativicrcnden Strafrcchtsdogmatik, 1990; Kuhlen, Ftagen ciner strafrechtiichen Produkthaftung, 1989;
sino qtie d e b e n m o s t r a r entre ellos u n a relación suficiente q u e p e r m i t a p o d e r i m p u t a r al a u t o r el
Lampe, Die Kausalitat und ihrc sttafrechtliche Funktion, Gedachtnisschrift für Arniin Kaufmann, 1989,
resultado c o m o u n a consecuencia de su acción. En la descripción d e la relacitín entre la acción y
pág. 189; //. Lange, Adáquar.zcheorie usw., JZ 1976, pág. 198; Larenz, Hegels ZLirechnungsIchre und dct
Begriff det objcktiven Zurechnung, Diss. G5ttingen 1927; Maiwald, Kausalitat und Sttaftecht, 1980; Mir el resultado la Ley p a r t e , evidcnteiriente, de q u e esa relación consiste en la c a u s a l i d a d (vid., p o r
Puig, Die "ex ante" -Bettachtung im Strafrecht, Festschtift füt H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 337; ejemplo, el § 2 2 2 : " Q u i e n cause la m u e r t e de u n a persona por i m p r u d e n c i a " ) . Esta idea se fun-
Mueller, Causing Criminal Hatm, en: Essays in Ctiminal Science, 1961, pág. 169; M. L. Müller, L5ie d a m e n t a en la siguiente reflexión: el D e r e c h o penal aspira a la conservación d e bienes h a c i e n d o
Bedeutung des Kausalzusammenliangs im Straf-und Schadensetsatzrecht, 1912; Naucke, Uber das responsable a quien los m e n o s c a b a . D e ello resulta q u e alguien cuyo c o m p o r t a m i e n t o no ha c o n -
RegteRvcfbot im Straftccht, ZStW 76 (1964), pág. 409; Noli, Sttaftecht im Obetgang, GA 1970, pág. 176; t r i b u i d o al q u e b r a n t o del objeto del bien jurídico — p r e s c i n d i e n d o de los supuestos de tentativa
Nowakowski, Ptobleme det Strafrechtsdogmatik, JBl 1972, pág. 19; Otto, Kausaldiagnose u n d p u n i b l e — t a t n p o c o p u e d e ser castigado. D e a h í q u e la causalidad del c o m p o r t a m i e n t o del a u t o r
Effolgszutechnung im Strafrecht, Festschtift füt R. Mautach, 1972, pág. 9 1 ; el mismo, Grenzen der para el a d v e n i m i e n t o del resultado sea u n a condición necesaria para su p u n i b i l i d a d ; o más exacta-
Fahrlássigkeit im Strafrecht, JuS 1974, pág. 702; el mismo, Selbstgefahtdung und Fremdvcrantwortung, Jura
m e n t e : para q u e p u e d a ser i m p u t a b l e al a u t o r el resultado acaecido ' (acerca de las excepciones
1984, pág. 536; el mismo, Eigenverantwortiiche Selbstschadigung usw., Festschtift füt H. Ttondle, 1989,
vid. Í7ifra § 2 8 I 2).
pág. 157; Puppe, Det Etfolg und seine kausale Etklárung im Sttaftecht, Z S t W 92 (1980) pág. 863; la mis-
ma, Kausalitat det SorgfaltspEichtvetletzung, JuS 1982, pág. 2 9 2 ; la misma, Z u t e c h n u n g u n d FCn Derecho penal el concepto de causalidad científico-natural (declaración de acontecimientos sucesi-
Wahrscheinlichkeit, Z S t W 9 5 (1983) pág. 287; la misma, Die Beziehung zwischen Sorgfaltswidrigkeit und vos de acuerdo con las leyes de la naturaleza) no puede ser aplicado sin más, pues la causa de un efecto sería
Etfolg bei den Fahtlassigkcitsdelikten, ZStW 99 (1987) S. 595; la misma, Kausalitat, SchwZStr 107 (1990) la totalidad de las condiciones en cuya existencia se basa la consecuencia, es decit, todas aquellas condiciones
pág. 141; la misma, Anmerkung zu B G H 3 7 , 106, JR 1992, pág. 30; la misma, Naturalismus und —igualmente necesarias y del mismo valor— que constituyen la causa de un efecto, planteamiento éste que
Notmativismus usw., GA 1994, pág. 297; la misma, "Naturgesetze" vor Gericht, JZ 1994, pág. 1147; impide una considetación aislada de cada una de tales condiciones. No obstante, para los fines del Derecho
Radbriích, Die Lehte von ^^x adáquaten Verursachung, 1902; Roxin, Gedanken zur Problematik det penal la cuestión depende de una condición completamente detetminada: la acción humana; se ttata de
Zurechnung im Strafrecht, Festschtift für R. Honig, 1970, pág. 132; elmismo, Z u m Schutzzweck der Notm comprobar si entre ésta y el resultado existe una telación que justifique la imputación de ese acontecimiento
bei fahflassigen Delikten, Festschtift für W. Gallas, 1973, pág. 2 4 1 ; elmismo, Anmerkung zu B G H NStZ como ptoducto de su acción. Pero la especial toma en consideración de la acción en Derecho penal no es
1984, pág. 4 1 1 ; el mismo, Anmerkung zu B G H NStZ 1985, pág. 319; el mismo, Bemetkungen zum sólo necesaria por razones dogmáticas, sino que se encuentta también justificada intetnamente en tanto que
RegteSverbot, Festschtift für H. Ttondle, 1989, pág. 177; el mismo, Bemetkungen zut sozialen Adaquanz la petsona está ampliamente capacitada para la dirección del curso causal y, pot ello, su comportamiento
im Strafrecht, Festschtift für U. Klug, Tomo II, 1983, pág. 303; elmismo, Finalitát und objektive Zurechnung, puede set tratado como una "causa de carácter especial". Así pues, para la afitmación de la causalidad de una
Gedachtnisschtift fütArmin Kaufmann, 1989, pág. 237; Salm, Das vollendere Verbrechcn, Tomo I, 2, 1967; acción es necesario como mínimo que ésta también forme parte de las condiciones del resultado: la acción
Samson, Hypothetische Kausalverláufe im Strafrecht 1972; elmismo, Ptobleme sttafrechtiichet Produkthaftung, debe haber co-causado el mismo.
StV 1991, pág. 183; Schaffstein, Die Risikoerhohung ais objektives Zurechnungsprinzip usw., Festschtift für
R. Honig, 1970, pág. 169; Schlüchter, Grundfalle der Lehre von der Kausalitat, JuS 1976, pág. 312; Schmolkr, 2 . Por regla general al a u t o r le es t a m b i é n i m p u t a d o u n resultado q u e él ha co-causado en
Die Kategotie det Kausalitat usw, O J Z 1982, pág. 449; Schünemann, Moderne Tendenzen in der Dogmatik este s e n t i d o : lo q u e se h a o c a s i o n a d o p o r u n hacer p r o p i o d e b e asumirse p e n a l m e n t e . Sin e m b a r -
det Fahflassigkeits-und Gefáhrdungsdelikte, JA 1975, pág. 715; Schulz, Gesetzmafiige Bedingung und kausale g o , las categorías d e la i m p u t a c i ó n objetiva - y d e la causalidad n o son en m o d o a l g u n o i d é n t i -
Eiklatung, Festschtift füt K. Lackiier, 1987, pág. 39; Schumann, Srrafrechtlichcs Handlungsunrccht und cas. Tal y c o m o h a p u e s t o d e relieve c o n acierto la n u e v a d o c t r i n a ^ , la p r e g u n t a acerca d e la
das Prinzip der Selbstverantwortung der anderen, 1986; Sowada, Zur sttafrechtlichen Zurechenbarkeit von i m p u t a c i ó n d e u n resultado al c o m p o r t a m i e n t o d e u n i n d i v i d u o d e b e decidirse en D e r e c h o p e -
Retierunfallen, J Z 1994, pág. 6 6 3 ; Spendel, Die Kausalitatsformel der Bedingungstheorie für die
nal de a c u e r d o con sus criterios normativos específicos. D e a h í que para la s o l u c i ó n del p r o b l e m a
Handlungsdelikre, Diss. Heidelberg 1948; elmismo, Beihilfe und Kausalitat, Festschtift für E. Dreher, 1977,
d e la i m p u t a c i ó n , la categoría científico-natural d e la causalidad p u e d e s u m i n i s t r a r el marco ex-
pág. 167; Stella, Leggi scientifiche e spiegazione caúsale nel diritto pénale, 1975; Stoll, Kausalzusammenhang
und N o t m z w e c k im Deliktstecht, 1968; el mismo, N e u e t e E n t w i c k i u n g e n auf d e m G e b i e t des
Schadensersatzrechtes, 1976; Stree, Beteiligung an votsatzlichet Selbstgefahtdung, JuS 1985, pág. 179; ' Vid. Engisch, Kausalitat pág. 4.
Struensee, Objektive Zurechnung und Fahrlássigkeit, GA 1987, pág. 97; Tamowski, Die systematische ^ Se habla de imputación "objetiva" cuando aquí la cuestión reside en saber si el resultado se conside-
Bedeutung dct adáquaten Kausalitatsthcorie füt den Aufbau des Verbrechensbeetiffs, 1927; Traeger, Det ra la "obra" del autor. Este aspecto debe diferenciarse de la imputación "subjetiva"; en esta última nos pre-
Kausalbegtiff im Straf-und Zivilrecht, 1904; Trijfterer, Die Theotie der objektiven Zutechnung in det guntamos acerca de la actitud interna del autor sobre su hecho.
ostetteichischen Rechtsptechung, Festschtift für U. Klug, Tomo II, 1 9 8 3 , pág. 4 1 9 ; Ulsenheimer, ^ Así, Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 63ss.; EbertlKühl, Jura 1979, págs. 568 ss.; H. Mayer, Grundrií?
Erfolgstelevante und etfolgsneutrale Pflichrverletzungen usw., JZ 1969, pág. 364; Walder, Die Kausalitat im págs. 72 ,ss.; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 18 núm. Al; jakohs, Allg. Teil 7/29; Küper, Lackner-Festschrift
Strafrecht, SchwZStr 93 (1977) pág. 113; E. A. Wolff, Kausalitat von Tun und Untetlassen, 1965; Wolter, pág. 247; EserlEurkhardt, Strafrecht I núm. 4A núms. 56 ss.; Roxin, Honig-Festschrift págs. 133 ss.; elmis-
Adáquanz-und Rclevanztheotie, GA 1977, pág. 257; el mismo, Objektive und petsonale Zutechnung usw., mo, Allg. Teil I § 11 núms. 36 ss.; Schajfitein, Honig-Festschrift pág. 170; SchmidhSuser, Allg. Teil págs.
en: Schünemann (Ed.), Gtundftagcn des modetnen Strafrechtssystems, 1984, pág. 103. 228 ss.; Schijnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núms. 71 y 91 ss.antes del § 13; SK (Rudolphi) ñora
preliminar núms. 52 ss. antes del § 1; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 223; Wessels, Allg. Teil núms. 176 ss.;
Wolter, Objektive und personale Zurechnung págs. 109 ss. Crítico con la imputación objetiva Armin
Kaufmann, Jescheck-Festschtift Tomo I págs. 251 ss.; Hirsch, Kolner Festschrift pág. 406; Küpper, Grenzen
I. C a u s a l i d a d e i m p u t a c i ó n o b j e t i v a c o m o f u n d a m e n t o s d e la r e s p o n s a b i l i d a d p e n a l págs. 83 ss.; Lampe, Armin Kaufmann-Gedáchtnisschrift pág. 2 0 3 . La categoría de la imputación objetiva
no es en absoluto nueva vid., por ejemplo, Larenz, Hegels Zutechnungslehre págs. 60 ss. así como .
1. E n los delitos de resultado la acj;j)tación d e u n delito c o n s u m a d o d e p e n d e del acaeci-
GS 101 (1932) pág. 7; Honig, Frank-Festgabe Tomo I págs. 179 ss.
298 § 28 C^ausalidad c imputación objetiva II. La comprobacií')!! de la causalidad 299

t c r n o pero n o la respuesta definitiva. Puede suceder p e r f e c t a m e n t e qtic a alguien n o le sea i m p u - es causado p o r u n a acción c u a n d o ésta no p u e d e ser m e n t a l m e n t e s u p r i m i d a sin q u e aquél des-
t a d o u n r e s u l t a d o a pesar d e q u e su c o m p o r t a m i e n t o fue causal p a r a el m i s m o (sobre ello vid. aparezca. E x p r e s a d o d e o t r o m o d o : la acción d e b e ser, pues, una "conditio sine qiiei norí' del re-
infni § 2 8 III y I V ) ; e.sta solución descansa sobre u n a decisión valorativa q u e , p o r ejemplo, hace s u l t a d o . D e esta forma todas las condiciones de un resultado son consideradas del m i s m o valor
retroceder la c o n t r i b u c i ó n causal del a u t o r frente al c o n s c i e n t e atitopcrjuicio d e la víctima. (equivalentes), m o t i v o p o r el cual la teoría de las c o n d i c i o n e s se d e n o m i n a t a m b i é n teoría de l/i
Ejemplo: Kl autor proporciona heroína a un drogodcpendicntc; la víctima (plenamente res[i()nsab!c) se equivalencia. E n c o n t r á n d o s e varias acciones bajo las c o n d i c i o n e s del rcsidtado son todas ellas
inyecta el veneno consciente de que con ello se causa daños a la .salud. Al autor no le es imputado el envene- causales del m i s m o , p u e s t o q u e en el plano c o n c e p t u a l d e la causa n o p u e d e ser verificada u n a
namiento de la víctima a pesar de que el suministro del veneno fue co-cau.íal para la muerte acaecida de la distinción e n t r e la causalidad p e n a l m e n t e relevante y la irrelcvantc. La restricción del á m b i t o
víctima (vid. B G H 3 2 , 262). e x t r a o r d i n a r i a m e n t e a m p l i o d e responsabilidad q u e f u n d a m e n t a la causalidad o p e r a a través de
El criterio d e la i m p u t a c i ó n objetiva'* limita e v c n t u a l m e n t c la responsabilidad q u e se d e r i - tres correcciones: p o r m e d i o d e la teoría d e la i m p u t a c i ó n objetiva, d e los e l e m e n t o s del t i p o
varía d e la mera causación del resultado. Pero, al c o n t r a r i o , t a m b i é n h a y supuestos en los q u e el c o r r e s p o n d i e n t e y d e los requisitos del d o l o y la i m p r u d e n c i a .
Derecho pena! hace responsable a alguien por un resultado que no ha causado en sentido Ejemplo: En la fiesta de una asociación un invitado, que quería bu.scar el patio del establecimiento, se
naturalístico ^. Esto líltimo rige para los autores de u n a otnisión qtic, c o n t r a r i a m e n t e a su deber, precipitó en la oscuridad por un pozo descubierto falleciendo por la caída. F^ntre otros, causales del resulta-
n o i m p i d e n u n d a ñ o i n m i n e n t e (vid. infm § 5 9 111) (acerca d e otros casos vid. la edición a n t e - do fueron el constructor de dicho pozo, el hijo del hostelero que había dejado abierro el pozo tras su traba-
rior de esta o b r a § 2 8 I 2, pág. 2 5 0 ) . jo, el hostelero mismo que ante la llegada de los invitados no había comptobado si el pozo estaba cerrado, el
presidente de la asociación que previamente había abierto la puerta del salón que conectaba con el patio y,
Ejemplo: Una niñera observa inmóvil cómo el niño pequeño que le ha sido confiado cae en una pisci-
finalmente, el empleado del establecimiento que, en la creencia de que la puerta permanecería cerrada, ha-
na y se ahoga. No puede afirmarse que la niñera ha causado la muerte del niño; no obstante, le es imputada bía apagado la luz del patio (RG 57, 148). La ptegunta de quién de estas personas puede ser hecha/lína/-
de acuerdo con el § 13. mente responsable por la muerte de la víctima se determina únicamente, dado que se afirma la causalidad de
Pero, en estos casos, resulta c o m p l e t a m e n t e necesario p r o b a r q u e el a u t o r d e la o m i s i ó n h a - todos los cooperadores, de conformidad con el baremo de la imprudencia en el sentido del § 222.
bría p o d i d o evitar el resultado; p o r t a n t o , la i m p u t a c i ó n a q u í t a m b i é n está c o n e c t a d a c o n u n a
2. La teoría d e la c o n d i c i ó n ^ fue i n t r o d u c i d a p o r el procesalista iustrhco Julius Glaser'^ y
c o m p r o b a c i ó n (si b i e n m e r a m e n t e h i p o t é t i c a ) d e la causalidad. Las desviaciones d e la f u n d a -
desarrollada p o r Maximiliam v. Buri que fue u n m i e m b r o del Tribunal Imperial en el m o m e n t o
m e n t a c i ó n d e la imptitación objetiva m e d i a n t e la causalidad son sin e m b a r g o excepcionales. N o r -
de su f u n d a c i ó n '". El R G ha aplicado esta teoría a través d e u n a j u r i s p r u d e n c i a c o n s t a n t e (RG
m a l m e n t e para la i m p u t a c i ó n objetiva del resultado es necesario, y a veces t a m b i é n suficiente,
1, 3 7 3 [374] hasta 7 7 , 17 [18]), y el B G H se ha a d h e r i d o i g u a l m e n t e a ella ( B G H 1, 3 3 2 con
q u e el a u t o r lo haya c a u s a d o ' ' .
c o m e n t a r i o crítico d e Engisch, J Z 1 9 5 1 , pág. 7 8 7 ; 2 , 2 0 [ 2 4 ] ; 7, 112 [ 1 1 4 ] ; 2 4 , 3 1 [34]) así
c o m o el resto d e la j u r i s p r u d e n c i a ( O L G S t u t t g a r t J Z 1 9 8 0 , pág. 6 1 8 ) . T a m b i é n la literatura la
defiende d e m o d o c o m p l e t a m e n t e mayoritario .
II. La c o m p r o b a c i ó n d e la c a u s a l i d a d

1. La p r e g u n t a relativa a si alguien h a causado u n resultado h a sido c o n t e s t a d a en A l e m a -


IV 19 sosriene la teoría de la adecuación. Sobre ello Gmür, Kausalzusammenhang págs. 97 .ss. Por el contra-
nia de m o d o c o m p l e t a m e n t e d o m i n a n t e c o n ayuda d e la teoría d e la c o n d i c i ó n ' ' : u n resultado rio, se muestra a favor de la fórmula de la "condición adecuada a la ley natural" Schultz, Einführung Tomo I
pág. 124 así como Walder, SchwZStr 93 (1977) págs. 136 ss. El Tribunal de Casación francés mantiene un
planteamiento cercano a la teoría de la condición (vid. Cass. v. 3.11.1955, D.PAG. 1956, Jurisprudence
El criterio de la imputación objetiva del resultado típico es más estrecho que el ctiterio de la impu- pág. 25; Cass. v 15.1.1958, J.C.PÁG. 1959 11 núm. 11026), así como Merle/Vitu, Traite ntím. 536 y la
tación en el marco de la teoría de la acción: mientras que allí sólo depende de la capacidad de dominio del doctrina belga, vid. HennaulVerhaegen, Droit penal general núms. 174 ss. En Italia BettioUPettoello Mantovani,
comportamiento (vid. supra § 23 VI 2 a), en la imputación aquí utilizada también juegan un rol esencial los Diritto pénale pág. 313 defienden la teoría de la adecuación "che circola nelle vene del códice", mientras
fines de la norma penal correspondiente; v'iá.Jakobs, Welzel-Festschrift pág. 314. que Fiandaca/Musco, Dirirto pénale págs. 189 ss.; Mantovani, Diritto pénale págs. 179 ss.; Stella, Leggi
^ En contra 5^¿'Wé'/, Dreher-Festschrift pág. 169. scientifiche pág. 100 y Donini, Illecito págs. 291 ss. y en España Cerezo Mir, Curso págs. 343 ss.; Bustos
'' Así, en el caso Contergan también se trató con acierto la cuestión de la causalidad de la talidomida, en Ramírez, Armin Kaufmann-Gedachrnisschrifr págs. 213 ss. y Mir Puig, Derecho penal págs. 189 ss. siguen
relación con los daños en el sisrema nervioso y las malformaciones producidas a ios recién nacidos, cuya exis- la teoría de la impuracíón objetiva. La idea de impuración objetiva es destacada también por Poynpe, Handboek
tencia fue afirmada por el Tribunal; vid. LG Aachen JZ 1971, pág. 507 (págs. 510 ss.). Crítico con el método pág. 94; a favor de la teoría de la relevancia Hazewinkel/Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 179 ss. El Códi-
de la comprobación de la causalidad Amiin Kjiufrtann, \L\'yi\, págs. 572 ss.; Reinhard v. Hippel, Gcfahrurteile go penal brasileño parte de la teoría de la condición en el art. 13; sobre ello Fragoso, Linóes págs. 169 ss.; da
págs. 69 ss.; Bruñí, Heinitz-Festschrifr págs. 331 ss.; Puppe, SchwZStr 107 (1990) págs. 150 ss. Costa jr. Comentarios, Arr. 13 anotación núm. 1114. Sobre toda la cuestión desde una perspectiva de De-
^ En el extranjero el concepto de la causalidad es concebido de modo distinto según se aplica en la recho comparado Castaldo, L'imputazione oggettiva, 1989.
estructura del delito. Rittler, Tomo I pág. 101 y Nowakowski, GrundriK pág. 48 defienden la teoría de la * Una exposición de su historia dogmática se encuentra en Knoche, Entwicklung págs. 23 .ss., 128
condición, de acuerdo rambién con el vigente osterr. StGB, Kienapfel, Grundril? Z 10 ntím. 7; Leukaufl ss., 179 ss., 221 ss.
Steininger, nota preliminar núm. 19 antes del § 1; WK(Burgstaller) § 6 núm. 6 1 ; Schmoller, O J Z 1982, pág. ' Vid.y. Glaser, Abhandlungen pág. 298.
490. Triffterer, Klug-Festschtift Tomo II págs. 438 ss. recomienda la teoría de la imputación objetiva. Pot el '" Vid. V. Buri, Über Causalitat pág. \\ el mismo, Die Causalitat pág. 1.
contrario, Hafter, Allg. Teil págs. 81 ss. se muestra favorable a una corrección de la teotía de la condición a
" BaumannlWeher, Allg. Teil págs. 219 ss.; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 17 antes del § 13;
través de la idea de adecuación, y también el Tribunal Federal suizo en la BGE 54 I 348 así como en la 68
KohlrauschlLange, nota preliminar núm. II B 1; Lackner, ñora preliminar núm. 9 antes del § 13; LK (9-")
300 § 28 Causalidad c imputación objetiva II. La coniprobacióii de la causalidad 301

Las objeciones —bastante discutidas— que han sido formuladas en contra de la teoría de la condi- las acciones de varias personas que actúan de modo independiente entre sí (RG 56, 343 [348]; O G H 2,
ción están en parte superadas y, en parte también, pueden set neutralizadas. Anteriormente, en los delitos 352 [355]) y en el supuesto de ettof sobre el curso causal (RG 67, 258; O G H 2, 284 [286]; BGH 10, 291
cualificados por el resultado esta tcotía pudo conducir a ciertas iniquidades puesto que, a menudo, acciones [294]). Tampoco la interposición de la actuación imprudente (e incluso dolo,sa) de un tercero produce una
típicas de escasa relevancia arrastraban consigo graves consecuencias (RG 5, 29; ceguera causada a través de "interrupción del curso causal" . Su ausencia es evidente para los casos en los que se posibilira a ttavés
una simple bofetada; RG 54, 349; muerte de un liemofílico por medio de una pedrada). Con posterioridad del autor la acción imprudente ác un tercero (RG 34, 91 [92 ss.]: supuesto en el que se dispara "bromean-
a 1945, cu casos de esta naturaleza donde concurre una extraordinaria concatenación de citcunstancias, la do" un revólver cargado y sin seguro que se encontraba en el interiot del bolsillo de un abrigo enttegado en
jurisprudencia ha aplicado ocasionalmente la teoría de la adecuación (vid. infra § 28 III 2) (LG Heidelberg el guardarropa de un teatto; BGH 4, 360 [362J: accidente de tráfico causado por una patrulla que detenía a
SJZ 1948, pág. 207 con comentario de Engisch) aunque el BGH ha retrocedido a la teoría de la condición un camión que circulaba sin luces), aunque también se mantiene en supuestos de interposición dolosa de tm
del RG (BGH 1, 132; muerte causada por la imprudencia del conductor de un vehículo a una persona que tcfcero (RG 6 1 , 3 1 8 [320]; alquiler de una vivienda en peligro de incendio que posreriormente es quemada
auxiliaba a un individuo ebrio tirado en la calle). Sin embargo, este problema ha perdido su significado con de forma dolosa; RG 63, 382 [386]: celebración dolosa de unos comicios en los que también se desatrollan
la introducción del § 18 (§ 56 en su redacción anterior). La ¡dea de que en algunos supuestos la teotía de la irregularidades intencionadas; RG 64, 316 [318]: delibetadamente se deja sola a una embarazada que va a
condición resulta, en parte, ser unas veces más amplia y otras más estrecha '^, no es acertada en una inter- dar a luz a un hijo extramatrimonial y al que posteriormente mata; RG 64, 370 [372]: abandono negligente
pretación adecuada al sentido de los tipos. Quien vierte el contenido de una attesa en la corriente de agua del veneno ante quien está ya decido a motir; RG 77, 17 [18]: lesión corporal mediante la enttega de sus-
que procede de la ruptura de un dique, ciertamente incrementa de modo puramente teótico la masa de tancias estupefacientes a una petsona adicta; BGH Dallinger, M D R 1956, pág. 526: disparo de gtacia que
agua pero no ocasiona una "inundación" (§ 312) . Para la obtención de este resultado no se requiere la mata a un moribundo). También en el caso de que un tercero, con la finalidad de aceletar el proceso mortal,
intervención correctiva de la imputación objetiva sino que aquél ya se deriva de una interpretación del tipo se aprovecha del desamparo de una víctima inconsciente que ha sido objeto de una acción homicida, no
adecuada a su sentido. El ejemplo para la concepción, supuestamente demasiado estrecha, de la tcotía de la impide esta última siga siendo causal para el resultado de muerte (en un septido diverso B G H N j W 1966,
condición es asimismo desacertado, a saber; quien impide al socorrista sacar del agua a alguien que se ahoga pág. 1823). Igualmente, tampoco opera una interrupción de la relación de causalidad el comportamiento
hace fracasar la evitación del resultado. En estos casos, así como en los delitos de omisión impropia, puede equivocado que desartolla el ofendido con postetiotidad al delito (tratamiento médico negligente) ' ^ L a
ser aplicada la teoría de la condición en el mateo del examen de la causalidad hipotética. telación condicional sólo desaparece si un acontecimiento posterior elimina completamente la continuación
del anterior y produce por sí mismo el resultado (RG 69, 44 [47 .ss.]: no hay estafa procesal cuando el
3 . La problemática d e la teoría d e la c o n d i c i ó n n o reside e n estas cuestiones sino en la p r u e b a resultado del ptocedimiento no depende de la declaración del testigo).
de la r e l a c i ó n d e c a u s a l i d a d m e d i a n t e la fórmula d e la " c o n d i t i o sine q u a n o n " . E n la m i s m a es
aplicado u n p r o c e d i m i e n t o h i p o t é t i c o e l i m i n a t o r i o en v i r t u d del cual la acción, cuya causalidad E n t o d o s estos casos, lo d u d o s o n o es la relación d e causalidad entre el c o m p o r t a m i e n t o del
para el resultado d e b e ser e x a m i n a d a , es s u p r i m i d a m e n t a l m e n t e c o n la finalidad de c o m p r o b a r p r i m e r a u t o r y el resultado finalmente a c o n t e c i d o , sino ú n i c a m e n t e la i m p u t a c i ó n d e este ú l t i m o
si el resultado p e r m a n e c e o desaparece. E n la j u r i s p r u d e n c i a son m u c h o s los casos d u d o s o s q u e al p r i m e r o .
se h a n resuelto d e c o n f o r m i d a d c o n esta f ó r m u l a .
4. La fórmula utilizada p o r la jurisprudencia, q u e c o m p a r a el suceso real con u n curso causal
Ejemplos: La relación de causalidad es afumada en los supuestos en los que la víctima posee una cons- h i p o t é t i c o , evidencia sin e m b a t g o u n d o b l e error " . De una parte, no c o m p r e n d e d e u n m o d o
titución psíquica o cotpotal anómala (RG 5, 29 [31]; 27, 93), en los que existe una coopetación culpable i n m e d i a t o a la relación d e causalidad sino q u e la c o n c i b e c o m o u n p r e s u p u e s t o lógico, pues sólo
del ofendido (RG 6, 249 [250]; 22, 173 [175]; B G H 7, 112 [114]), cuando se ptoduce el attagantamiento c u a n d o ya se sabe q u e existe u n a relación causal entre la acción y el resultado p u e d e decitse q u e
moftai de la víctima del accidente en el hospital (OLG Stuttgart JR 1982, pág. 419), en la coincidencia de sin dicha causa el resultado n o habría acaecido. Por el c o n t r a r i o , si es d e s c o n o c i d o el m o d o en el
q u e la causa d e s e n c a d e n a el efecto, la "supresión m e n t a l " t a m p o c o i n s t t u y e n a d a acerca de si

(Heimann-Trosien) Introducción mims. 91 ss.; v. Liszt/Schmidt, pág. 162; Preisendanz, nota preliminar B IV
2; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 218; Maurach/Zipf, A\\s,. Teil I § 18 núms. 17 ss.; Schlüchter, Ju.S 1976,
pág. 313; Schbnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 73 antes del § 13; Welzel, Lehrbuch pág. AG. '^ La "prohibición de regreso" fundada por Frank, § 1 ñora preliminar III 2a (pág. 14), y defendida
Mostfándose ctítica Puppe. Z S t W 9 2 (1980) págs. 863 ss.; Z S t W 99 (1987) págs. 595 ss.; SchwZStr 107 por H. Mayer, Lehrbuch págs. 138 ss.; A'tfHc/^fZStW 76 (1964) págs. 408 s s . ; / a / ( e k Allg. Teil 7/59; Otto,
(1990) págs. 141 ss. Maurach-Fesrschrift págs. 98 ss., en relación con todas las condiciones previas a^un o£asionajTiiento doloso
'- Al respecto vid. E. A. Wolf, Kausalitat págs. 15 ss. del resultado, es rechazada por ser incompatible con la esencia de la teoría de la equivalencia; vid. Baumannl
'^ El ejemplo es de Traeger^ Det Kausalbegtiff pág. 4 1 . Weher, Allg. Teil págs. 222 ss.; MaurachIZipf, hW'í^. Teil I § 18 núm. 62; Roxin, Ttondle-Festschtift pág. 177;
También en la litetatura es aplicada con frecuencia la fórmula de la conditio sine qua non, vid. SchonkelSchroder/Lenckner, nota preliminar núms. 77 ss. antes del § 13; SK(Rudolphi) nota pteliminat núm.
Mezger, Lehrbuch pág. 114; H. Mayer, Lehrbuch pág. 133; Lackner, nota preliminar núms. 9 ss. antes del § 49 antes del § 1; Schlüchter, ]uS 1976, pág. 378; Wesseís, Allg. Teil núm. 166.
13 (las objeciones las formula en la anoración preliminar núm. 10); KohlrauschlLange, nota preliminar II B "' Burgstaller, Jcscheck-Festschtift Tomo I págs. 357 ss. (con ejemplos procedentes de la jurispruden-
1; LK(9-") (Heimann-Trosien) Inttoducción núm. 9 1 ; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 218 (igualmente con cia austfíaca).
limitaciones manifestadas en el núm. 219). Segtin DreherlTróndle, nota pteliminar núm. 16 antes del § 13, '^ Engisch, Kausalitat págs. 14 ss.; el mismo, Weltbild págs. 130 ss.; el mismo, v. Weber-Festschrift
"la fórmula es, ciertamente, susceptible de reparos pero también utilizable". Favorable también a su uso pág. 2 6 1 . Coincidiendo en ello Honoré, ZStW 69 (1957) págs. 466 ss.; Arthur Kanfmann, Eb. Schmidt-
testringido Salm, Das voUendete Verbtechen págs. 93 ss. Nowakowski, jBl 1972, pág. 26 s u b r a y a d "valor Pestschtift págs. 207 ss.; Armin Kanfmann, JZ 1971, pág. 574; MaurachIZipf Allg. Teil I § 18 núm. 20;
heurístico" de la fórmula eliminatotia. Con un planteamiento ctítico sobre todo ello Engisch, Weltbild págs. Roxin, Allg. Teil I § 11 núm. 1 \; jakohs, Allg. Teil 7/9 ss.; Maiwald, Kausalitat pág. 5; Schmidháuser, Allg.
132 ss.;Amiin Kanfmann, J Z 1971, pág. 374; Schünemann, JA 1975, pág. 580; Frisch, Tatbestandsmafiiges Teil págs. 226 ss.; SchUnke/Schróder/I.enckner, nota pteliminat núm. 74 antes del § 13; SK(Rndolphi) nota
Vethalten págs. 521 ss. pteliminar núm. 40 antes del § 1; Wessels, Allg. Teil núms. 156 ss.
302 § 28 Causalidad c imputación objetiva II. La comprobaciíSn de la causalidad 30.3

aquella iia t e n i d o o no influencia sol)rc el resultado (vid., p o r e j e m p l o , la discutida cuestión d e la ha renunciado en la práctica al peitsamiento de la "conditio sme qua non" - \ Además, la fótmula de Spendel
causalidad del m e d i c a m e n t o de la talidoniida para los d a ñ o s corporales en la fase e m b r i o n a r i a falla en los supuestos de causalidad acumulativa porque aquí las condiciones sustitutivas se han realizado
|LG Aaclicn J Z 1 9 7 1 , págs. 5 1 0 ss.]). A lo s u m o , la fórmula p u e d e ser aplicada para el c o n t r o l materialmente. De ahí que para estos casos Varnowski haga la siguiente propuesta: De cntte varias condicio-
nes son causales para el resultado aquellas que sólo |nieden ser suprimidas mcinalmente de forma alternati-
en el hallazgo d e ulteriores resultados. De otra, la c o m p a t a c i ó n del suceso real c o n o t r o c u r s o
va, no acumulativa, sin que el resultado desapatezca - . No obstante, la contestación a la cuestión de si las
causal i m a g i n a r i o , c o n d u c e a resultados e r r ó n e o s c u a n d o , en caso de ausencia d e acción, otra
condiciones acumulativas pueden ser suptimidas memalnieme presupone de nuevo que su causalidad ha
causa haya p r o d u c i d o el m i s i n o resultado t i e m p o d e s p u é s (causalidadpor adelantamiento) o, in-
sido clarificada con anterioridad.
cluso, d e igual m a n e r a y s i m u l t á n e a m e n t e (causalidad hipotética), así c o m o c u a n d o el resultado
tuvo lugar c o m o p r o d u c t o d e varias c o n d i c i o n e s sinnilr<áneas e i n d e p e n d i e n t e s unas d e otras D e ahí que lo correcto sea no preguntarse en absoluto si el resultado, segt'in el estado de las
(causalidadacumulativa) ( p o r ejemplo, el asesinato d e César p o r veintitrés puiialadas). E n estas cosas, también habría acaecido sin la acción cuya causalidad es objeto de e x a m e n , pues para q u e
hipótesis n o p u e d e d u d a r s e d e la causalidad y p o r ello la j u r i s p r u d e n c i a la ha afirmado a q u í t a m - u n a acción adquiera la cualidad d e condición sólo d e p e n d e de si ésta ha p r o d u c i d o realmente el
bién, a pesar d e q u e en rales s u p u e s t o s rendría q u e h a b e r sido negada la c o n e x i ó n causal p o r resultado sobre la base d e u n a ley causal d e t e r m i n a d a conforme a nuestro conocimiento experimental.
aplicación del p r o c e d i m i e n t o h i p o t é t i c o c l i m i n a t o r i o . Pero para ello resulta necesario investigar las relaciones regulares ÁA caso concreto para, de este m o d o ,
preguntarse d e acuerdo con la experiencia si la clase de acción desarrollada origina generalmente el
Ejemplos: El incendio de la parte todavía intacta de un edificio que se encuentra en llamas determina tipo de consecuencias acontecidas en el supuesto que se analiza. D e acuerdo con lo afirmado, la
la responsabilidad por daños a las cosas, aún cuando el fuego declarado hubiera destruido todo en poco
causalidad en el sentido d e la teoría de la condición sólo d e p e n d e d e si las modificaciones en el mun-
tiempo (RG 22, 325). La cooperación en la confección de listas para la eliminación de enfermos mentales
do exterior temporalmente consecutivas a una acción y conectadas con ella, aparecen c o m o consecuen-
constituye complicidad en el homicidio, a pesar de que de no haber sido así otros las habrían elaborado en
cias que estuvieron vinculadas a la acción de modo necesario según las leyes de la naturaleza que nos
lugar de los médicos del establecimiento (BGH 1, 321 [330]). La solicitud de internamicnto de judíos en el
campo de concentración es también causal para su muerte, aunque de todas formas las víctimas hubieran son conocidas, presentándose de este m o d o c o m o rcsulrado típico (fórmula d e la c o n d i c i ó n ade-
sido exterminadas (BGH 2, 20 [24]). El estafador causa la disposición patrimonial a pesar de que el estafa- cuada a las leyes naturales) " . N a d a p u e d e a p o r t a t aquí la formula d e la "conditio sine cua n o n "
do también le hubiera proporcionado el dinero sin el suminisrro de ia información falsa (BGH 13, 13 [14]), cuyo papel viene a ser en realidad cubierto por el juicio experto del especialista.
En un accidente en cadena sigue existiendo la causalidad derivada de la infracción del deber de cuidado del
primer conductor, aún cuando los daños habrían sido ocasionados del mismo modo por el conductor si- D e s d e luego q u e h a y casos en los q u e , d e a c u e r d o c o n el c o n o c i i n i c n t o científico, la rela-
guiente (BGH 30, 228 [231 ss.] '^). Cuando varios intcrvinientes infieren a la víctima de un robo lesiones c i ó n regular e n t r e la acción y el resulrado resulta a l t a m e n t e p r o b a b l e pero n o p u e d e ser c o m p r o -
mortales, cada una de las acciones homicidas es causal para el resultado muerte (RG 19, 141[145)) " . Vid. b a d a de u n m o d o a b s o l u t o , aspecto este liltimo q u e n a t u r a l m e n t e n o irnpide q u e otras causas
también BGH 39, 195 (198). p u e d a n ser descartables c o m o la acción en c u e s t i ó n (así, LG A a c h e n J Z 1 9 7 1 , pág. 5 0 7 en el
"caso C o n t e r g a n " : p r o d u c c i ó n d e malformaciones en recién nacidos p r o d u c i d a s tras la ingesrión
También en estos casos, la Ciencia ha intentado rescatar a través de diversas vías la ¡dea del procedi-
d e talidoraida p o r p a r t e de las madres d u r a n t e el e m b a r a z o ) . A q u í d e b e bastar la acep^tación d e
miento hipotético de eliminación. Traeger quiso centtarse en el dato de si con la ausencia del comporta-
u n a relación de causalidad basada en u n a p r o b a b i l i d a d r a j a n a eii^la s e g u r i d a d ' ^ ^ Por el c o n r r a -
miento correspondiente habría acaecido un resuhudo jurídico del mismo valor -". Hartmann dirigió la mira-
da a la configuración del curso causal c o n c r e t o - ' . Sin embargo, también frente a estos planteamientos se rio, es d u d o s a la verificación d e la relación d e causalidad c u a n d o n o está p r o b a d a u n a ley causal
formulan objeciones. Y es que si lo correcto en el examen de la causalidad es partir siempre de la forma en q u e aclare la relación e n t r e la acción y el resultado, y q u e obliga a fiandamentar d i c h a conexión
que se origina y configurad suceso real ( O G H 1,229 [232]; BGH 10, 369 [370]), entonces, en los casos
en los que concurre una identidad completa entre el curso causal real y el representado, tan sólo se llega a la
conclusión circular de que hay que considetat causal a la acción porque fue ella la que produjo el resultado.
Por ello, Spendel ha recomendado una mejora de la fórmula usual de la causalidad dirigida a excluir la ^^ Arthur Kaiifmann, Eb. Schmidt-Fcstschrift pág. 209.
causalidad hipotética. De acuerdo con ello sólo se tienen en cuenta "las circunstancias realmente acaeci- ^'^ Tarnowski, Die systematischc Bedeutung pág. 47; igualmente, Spendel, Die Kausalitátsformel pág.
das"-^. Pero rambién este planteamiento es insatisfactorio pues si quedan fuera de toda consideración los 82 y Welzel, Lehrbuch pág. 4 5 .
factores sustitutivos que, aunque existentes, no han sido realizados sólo a causa de ia acción del autor, ya se - ' Así, Engisch, Kausalitat págs. 21, 25 ss. a quien le siguen Arthur Kaufmann, Eb. Schmidt-Festschrift
pág. 210; Aío//, GA 1970, pág. \%ü; Hardwig, GA 1956, págs. 12 ss.;//?/!-»*!, Allg. Teil 7/12 notas a pie núms.
13'ss.; Erb, JuS 1994, pág. 452; KüM, Allg. Teil § 4 núm. 27; Puppe, ZStW 92 (1980) pág. 874; NK(Puppe)
nota preliminar núm. 83 ss. antes del § 13; SchiinkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 75 antes del §
'** En profundidad sobre la cuesrión I'uppe, JuS 1982, págs. 292 ss. 13; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 41 antes del § 1; Schulz, Lackner-Fesrschritt págs. 39 ss.; Samson,
" En el supuesto de que no .se compruebe cuál de las lesiones ha producido la muerte, sólo puede Hypothetischc Kausalverlaufe págs. 31 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 159. Acerca de ia cuestión de si también
aplicarse para todos los intcrvinientes la pena por una Tentativa siempre que no exista eoautoría; vid. Mezger, existen tales condiciones en la "causalidad psíquica" vid. Engisch, v. Weber-Festschrifr pág. 269 (en relación con
Lehrbuch pág. 115. la BGH 13, 13 [15]); Roxin, Allg. Teil 1 § 11 núms. 27 ss.; crítica al respecto/'/</>/'?, ZStW 95 (1983) págs.
^^ Traeger, Der Kausalbegriff págs. 4 6 ss. En contra, con acierto, M. L. Müller, Die Bedeutung des 297 ss. Según Puppe, JZ 1994, pág. 1151, también una ley causal no indiscutida en la ciencia empírica corres-
Kau.salzusammenhangs págs. 10 ss. pondiente, fundamenta una relación causal siempre y cuando represente "una proposición general bien confir-
mada y defendida por una parte representativa de dicha ciencia". Los criterios de la relación causal adecuada a
^' Hartmann, Das Kausalproblein pág. 77. Sobre ello vid. la convincente crítica de Puppe, Z S t W 99
las leyes natutales son analizados en concteto por Stella, Leggi scientifiche págs. 231 ss.
(1987) págs. 596 ss.
^^ Spendel, Die Kausalitatsforinel pág. 38. ''" En contra, Armin Kaufimann, JZ 1971, pág. 575; MaiwalJ, Kausalitat págs. 109 ss.
304 § 28 Causalidad c imputación objetiva 111. Limitaciones de la ini{)uración objetiva de acuerdo con la teoría tradicional 305

únicamente en que no existe otto motivo evidente que explique el acaccuTiieino del resultado Ejemplos: El ofendido al ser hemofílico muere a consecuencia de una herida en la cabeza de poca im-
portancia causada por descuido mediaiue una pedrada (RG 54, 349). Un curandero provoca una enferme-
típico (así BGH 37, 106 en el "caso del spray del cueto": aparición de edema ptdmonar tras el
dad mental a una paciente a ttavcs de una tuda declatación en la que le comunicó su sospecha de que pade-
uso de un producto de consetvación del cuero; Tribunal Supremo español, NStZ 1994, pág. 37:
cía cáncet (RG GG, 181 [184]). El autor lesiona de modo imprudente a otro mediante la explosión anncipada
fallecimientos por el consumo de aceite de colza contaminado). La comprobación de una condi- de artefactos pirotécnicos, mutiendo posteriormente como consecuencia de la anestesia en una operación
ción causal adecuada a las leyes nattiralcs a través de la exclusión de causas altctnaiivas es discuti- de transplante de piel (RG 29, 218 [222]). Un trabajador muere como consecuencia del derrumbamiento
da , pero no puede ser objetada cuando procede razonablemente la exclusión de ottas causas. del muto de la fachada en reforma ocurrido en un lugar donde, según las disposiciones prevenrivas de acci-
denres laborales, no debía encontrarse la vícdma (RG 56, 343 [350]). La responsabilidad penal por el (invo-
5. La fórmula de la condición causal adecuada a las leyes naturales también conduce a re-
luntario) resultado de muerre también puede ser considerada como una cuestión de la previsibilidad objeti-
sultados convincentes en los casos de causalidad por adelantamiento. va del resultado y del curso causal y, bajo este punto de vista, set negada su existencia (vid. infra § 55 1! 3).
Ejemplo: X bebe dos tazas de café seguidas. En la primera A vertió una dosis mortal de veneno y en la En una muerte pasional en la que durante su comisión el autot padecía una alteración de la consciencia que
ses;unda lo hizo B pero de modo independiente a la acción de A. No obstante, el veneno de B actúa más excluía su capacidad de culpabilidad (§ 20), el dolo fue enjuiciado de acuerdo con los principios relativos a
rápidamente que el primero y X fallece por los efectos del mismo. Aquí hay que negar el efecto causal de la la desviación entte el cutso causal acontecido y el imaginado (BGH 7, 325 [329]).
dosis de veneno de A, porque B con sus dosis elimina dicho efecto y pone en marcha una nueva cadena
causal que es la que ha producido el resultado (causalidad interrumpida). De ahí que A es sólo responsable La vía del dolo o la imprudencia como modo de restringir la responsabilidad es viable como
por el intento de muerte (vid. también OGH 2, 285). último recurso. Pero, en realidad, se trata de un problema propio de la imputación objetiva-^^
Jy\d.infraY2V,l^).
La fórmtila de la "conditio sine qua non" debe recurrir aquí al hecho de que, en realidad, X
también —aunque algo más tarde— habría muerto como consecuencia del veneno de A, de modo 2. También la teoría de la adecuación sirve pata delimitar la responsabilidad penalmente
que la dosis de veneno de B no puede ser suprimida mentalmente en el instante del fallecimiento relevante en el maj;co de la causalidad. Para que la acción pueda ser considerada causal, esta tesis
de X. No pudiéndose comprobar si X bebió la taza de A o la de B, entonces ambos sólo pueden exige que el acaecimiento del resultado producido por el autor en el desarrollo de su acción debe
responder por el homicidio intentado (una solución similar se ofrece en el caso de la BGH NJW poder ser considerado, hasta cierto punto, como probable. La condición debe ser adecuada al
1966, pág. 1823 (in dubio pro reo vid. supra § 16 II). Si A y B no han actuado de modo inde- resultado y adectiadas son sólo aquellas condiciones que típicamente son idóneas para producir
pendiente sino que han cooperado como coautores, entonces ainbos son castigados por la muer- aquél . Originariamente la teoría de la adecuación fue entendida como una verdadera teoría de
te consumada porque a cada uno de ellos se le debe imputar la actuación del otro como un he- la causalidad y no como una teoría de la imputación objetiva en el marco de la relación de
cho propio (vid. infra § 63 I 2). cau.salidad delimitada conforme a la teoría de la condición. Pero esto descansa sobre un concep-
to equivocado de causalidad. El fundamento material de la teotía de la adecuación reside en que
sólo la aceptación de un riesgo jurídicamente desvalorado puede corresponderse con el sentido de
III. Limitaciones de la imputación objetiva de acuerdo con la teoría tradicional la norma de prohibición, por lo que sólo son imputables aquellos resultados en los que dicho
riesgo se ha realizado.
1. La teoría de la condición, puesto que se fundamenta en la regularidad empírica de la
El fundador de la reoría de la adecuación no fu^ un jurisra, sino un médico fisiólogo de Friburgo
relación de causalidad, conduce teóricamente al infinito: bajo este punto de vista también los
llamado/»¿a««« v. Kries (1853-1928)'". No obstante, este autor hizo que su teoría también fueta útil para
padres y los antecesores del asesino han causado la muerte de la víctima. Por ello se explican los
el Derecho penal sobre todo pata cotregir las iniquidades que podían surgir en la aplicación de la teoría de
intentos que, radicados en formulaciones de validez general, se dirigen a seleccionar de entre la la condición a los delitos cualificados por el resultado. De acuerdo con este autor, la justificación de la agra-
totalidad de las condiciones que según ese concepto son causales para el resultado, aquellas cau- vación punitiva en los delitos cualificados pot el resultado sólo reside en que el deliro básico origina el peli-
sas jurídicamente significativas. De acuerdo con esto, la función del concepto causal es sólo gro de que se materialice la consecuencia más grave, de modo que sólo puede ser tenido en cuenta para la
señalar para la valoración jurídica la totalidad de los hechos que generalmente se tienen en cuen- exasperación de la pena un comportamiento del autor que promueva de forma típica el ocasionamiento del
ta, mientras que la responsabilidad penal se determina sólo dentro de este marco que resulta ser resultado. Cierramente, la teotía de la adecuación ha encontrado respaldo en la literatuta jutídico-penal ^',
lo más amplio posible. J^ajurispjjjdenciaJRG 6 1 , 320; BGH 4, 182; 12, 75 [78]; OLG Stuttgart
NJW 1959, pág. 2320) y un sector de la doctrina ^^ llevan a cabo las restricciones necesarias en
el examen del dolo y la imprudencia. " (ocasionalmente, la jurisprudencia también habla de causalidad "en sentido jutídico-penal", pata
delimitarla de la cuestión de la imputación de la causalidad "en un sentido mecánico y científico-natural"
(BGH 1 í, HTli 33, 61163 ss.]).
"' Con más detenimiento Engisch, Kausalitat págs. 41 ss.; Walder, SchwZStr 93 (1977) págs. 144 ss.
^° Vid. V. Kries, Prinzipien págs. 75 ss.; el mismo, ZStW 9 (1889) pág. 528.
''• De acuerdo Otto, Grundkurs págs. 58 .ss.; Kuhlen, Produkthaftung págs. 63 ss.; Erb, JuS 1994,
^' Vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 64 ss.; Erank, § 1 anotación III 1 d; v. HippjJ, Tomo II
pág. 453; Hilgendorf, Strafrechtliche Produzentenhaftung págs. 121, 124. Disienten Puppe, JR 1992, págs.
págs. 144 ss.; Traeger, Der Kausalbegriff págs. 159ff; Engisch. Kausalitat págs. 41 ss.; Radbruch, Adaquate
30 ss.; NK(Puppe) nota preliminar núm. 120 antes del § 13; Hassemcr, Ptoduktverantwortung págs. 33 ss.;
Verursachung págs. 64 ss. (limitada a los delitos cualificados pot el resultado); MaurachlZipf, Allg. Teil I §
5flmí»«, StV 1991, pág. 183.
18 núm. 30; VPalder, SchwZStt 93 (1977) págs. 144 ss.; Schlüchter, JuS 1976, págs. 313 ss.; Stratenwerth,
-'' Vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 222; LK (11.') (Heimann-Trosien) Inttoducción núm. 94;
Allg. Teil I núm. 223.
Schliichter, JuS 1976, págs. 314 y 519; Welzel, I^hrbuch pág. 45.
306 § 28 C^ausalidad c imputación objetiva
iV. La nueva teoría de la imjnnación objetiva 307

pero nunca lia sido asumida por las Salas de lo Penal del RG o del liGH jiorque en la rama punitiva el dolo
Haj^inprudeiiciajiarttían ofrc^ correctivos sufij:ientes pata ei marco demasiado extenso de la tesjionsaíiili- 3 . E l j j u n t o de p a t t i d a d e la teoría de la r e l e v a n c i a ^ ' es t a m b i é n la d i s t i n c i ó n e n t r e la
cbid pcnab Por el contrario, las Salas de lo Civil de tales Tribunales lian aplicado a menudo la teotía ele la causalidad en el s e n t i d o d e la teoría d e la c o n d i c i ó n y la c u e s t i ó n d e la r e s p o n s a b i l i d a d p e n a l
adecuación (RGZ 42, 291; 50, 219; 69, 57; desde la 78, 270 en jutisprudcncia constante; B G H Z 3, 2 6 1 ; del a u t o r jx)r el r e s u l t a d o . Para esta teoría, d e la e q u i v a l e n c i a de t o d a s las c o n d i c i o n e s del re-
7. 198) potque en Derecho civil hay responsabilidad sin culpabilidad (responsabilidad por el peligro), y s u l t a d o n o se sigue su m i s m o peso j u r í d i c o para la c u e s t i ó n de la i m p u t a c i ó n . J ' e r o , a diferen-
porque también en la responsabilidad basada en la culpabilidad esta debe tcfetitse sólo al factor desencade- cia d e la teoría d e la a d e c u a c i ó n , q u i e t e c o m p r o b a r a q u e c o n d i c i o n e s del r e s u l t a d o está l i m i -
nante del dai'u), pues una vez que concurre la culpa se responde generalmente pot todas las consecuencias, tada la r e s p o n s a b i l i d a d p e n a ! en el caso c o n c t e t o d e a c u e r d o , no c o n u n j u i c i o jde £ r o b a b i l i d a d ,
incluidas también aquellas a las que dicho elemento subjetivo no se extiende. Pero la teotía de la adecua-
s i n o cond s e n t i d o del t i p o cuya aplicación se c u e s t i o n a . P o t ello n o d i s p o n e d e ctiterios g e n e -
ción, como ptincipio delimitadot de la responsabilidad, apenas ha jugado un verdadero papel en la praxis,
rales p a r a la r e s t r i c c i ó n d e la c o n e x i ó n causal. La justificada p r e t e n s i ó n d e esta teoría ha c e d i -
lo que permite reconocer que la jurisprudencia casi siempre ha afirmado la relación de causalidad adecuada.
De ahí que actualmente el Derecho civil solucione mayoritariamente la cuestión relativa a los límites de la d o el paso en los ú l t i m o s t i e m p o s a criterios ptecisos p a r a la i m p u t a c i ó n oJ3Jetiva_de[j[esultado
tesponsabilidad a través de la consideración de! sentido y alcance de la notma que la fundainenta ( B G H Z c a u s a d o p o r el a u t o r .
27, 137) y no a través de inexactos juicios de probabilidad^^. Con otras palabras, depende del fin de pro-
tección de la notma infi-ingida; esta idea también constituye en Derecho penal un ctiterio para la imputa-
ción objetiva en el mateo de los delitos iinprudentes (vid. infra § 55 I! 2b bb). IV. La n u e v a teoría d e la i m p u t a c i ó n objetiva

La "adccitación" del c o m p o r t a m i e n t o del a u t o r al restiltado p r o d u c i d o es e n t e n d i d a de acuer- Los p u n t o s de vista dcsatrollados p o t las teorías d e la adecuación y de la televancia para la
d o c o n el criterio d e la p r o b a b i l i d a d c o m o p r e s u p u e s t o p a r a q u e d i c h o resultado p u e d a ser o b j e - restricción d e la responsabilidad penal, son a s u m i d o s p o r la D o g m á t i c a m á s reciente y h a n sido
t m i t i i e n t e i r n p u t a d o al a u t o r ^ ' . Para n o restringir d e m a s i a d o el m a r c o d e la i m p u t a c i ó n se ha enlazados c o n a r g u m e n t o s adicionales q u e c a m i n a n hacia u n a teoría de la i m p u t a c i ó n objetiva
d a d o a la f ó r m u l a de la a d e c u a c i ó n u n a redacción negativa: " n o p u e d e ser s e n c i l l a m e n t e i m p r o - q u e p r o p o r c i o n a u n a visión d e los g r u p o s de casos a considerar y d e los criterios c o n f o r m e a los
bable q u e la acción se dirija hacia el resultado" ^'^. j í l j u i c i o d e p r o b a b i l i d a d se refiere a la rela- cuales se s o l u c i o n a n ^ * . J^a base d e la teoría d e la i m p u t a c i ó n objetiva, al igual q u e la d e la a d e -
ción entre la acción y el resultado típico; es suficiente c o n esa c o n f i g u t a c i ó n negativajpara .segre- cuación, es el e n t e n d i m i e n t o d e t i v a d o de la p r o p i a esencia d e la n o r m a penal d e q u e u n resulta-
gar a i iT^qs^causaIesj:()mplmmcti^^ ser su existencia relativ d o causado p o r u n a acción h u m a n a (en el s e n t i d o de la teotía d e la c o n d i c i ó n ) sólo p u e d e serie
se t o m a n p o r base las circunstancias q u e e r a n c o n o c i d a s o reconocibles e n el m o m e n t o y lugar inaputable c i i a n d o d i c h a a c c i ó n h a creado u n a p u e s t a e n p e l i g r o jurídicarnente^proHIbída
del h e c h o (ex a n t e ) . Y es q u e en relación c o n la i m p u t a c i ó n objetiva al p r e g u n t a r s e cuál es ej d e l o b j e t o m a t e r i a l p r o t e g i d o y el riesgo se h a realizado e n el resultado t í p i c o ^ . Para la
c o m p o r t a m i e n t o objetivamente correcto p a r a evitat el resultado, el c o n o c i m i e n t o y la posibilidad resolución d e los d i s t i n t o s g r u p o s de casos e n t r a n en j uego, resp^cti^amcmte^ji^unros^c N adi-
del m i s m o q u e posea el a u t o r n o p u e d e n ser p o r sí solos c o n c l u y e n t e s . M á s bien d e b e pensarse c i o n a l e s j j u e , no^obstante^ se d e r i v a n en su t o t a l i d a d d e la m i s m a idea básica.
en c o m p l e t a r el conocimiento causal del autor c o n las circunstancias c o n las q u e habría c o n t a d o
en^stis reflexjones j.ina "¿íríow/z razonahk' {áAeaoxnmíÁQ p r o n ó s t i c o objetivoj>osterior) ( B G H Z
3 , 261 [ 2 6 6 ss.]) ^ . Se habla a d e m á s d e p r o n ó s t i c o "posterior" p o r q u e es el j u e z q u i e n se sitúa
c o n su pen^arnientci^en el i n s t a n t e d e la acción. P r e s c i n d i e n d o del r e s u l t a d o , t a m p o c o la forma y ^^ Así, Mezger, Lehtbuch págs. 122 ss.; Gerland, Lehrbuch pág. 116; Blei, Allg. Teil págs. 104 ss.;
m o d o del cuno causal p u e d e h a b e r sido c o m p l e t a m e n t e i m p r o b a b l e , p o r q u e la i m p u t a c i ó n obje- Wessels. Allg. Teil núm. 173; B G H 11,1 (7).
tiva sólo está justificada c u a n d o en el r e s u l t a d o se h a realizado el peligro específico tal y c o m o ^' Vid. Otto, Maurach-Festschrift págs. 9 ! ss.; Roxin, Honig-Festschrift p,ágs. 133 ss.; el mismo, Allg.
estaba c o n t e n i d o en la acción. Teil 1 § 11 núms. 36 %%.; Jakobs, TUlg. Teil 7/35 ss.; Maurach/Zipf, M\^. Teil I § 18 mims. 42 ss.; Frisch,
Tatbestandsmaí?iges Vethalten págs. 69 ss.; Schaffstein, Honig-Festschrift págs. 169 ss.; Schmidhüuser, Allg.
Teil págs. 228 ss.; Schonke/SchróderlLenckner, nota pteliminat mims. 91 ss. antes de! § 13; SK (Rudolphi)
nota preliminar núms. 57 ss. anres del § 1; Ulsenheimer, JZ 1969, págs. 364 ss.; Wessels. Allg. Teil núms.
176 ss.; Wolter, Zurechnung págs. 330 ss.; Schünemann, JA 1975, pág. 7 2 1 .
'^ Vid. Caemmerer, Kausalzusammenhang págs. 11 ss.; Stoll, Kausalzusammenhang und Notmzweck
^' Coincidiendo con la opinión expuesta, SK (Rudolphi) nota pteliminat núm. 57 antes del § 11;
págs. 5 ss.; el mismo, Neuete Entwicklungen págs. 79 .ss. Partidatio de la aplicación de ambos métodos de
Kühl Allg. Teil § 4 n ú m . 4 3 ; Roxin, Honig-Festschtift págs. 135 ss.; el mismo, Allg. Teil I § U núm. 4 1 ;
testricción Teichmann, en:Jauernig/Schlechtriem/Stürner, nota pteliminar V 4 c antes del § 249 BGB.
Jakobs, Allg. Teil 7/35 ss.; SchónkelSchriiderlLenckner, nota preliminar núm. 92 antes del § 13; Eserllhirkhardt,
^^ Vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 65; v. Liszt/Schmidt, pág. 163; Honig, Ftank-Festgabe, Tomo
Strafrecht I Nt. 4 A núm. 6 1 ; Kienapfel Zeitschtift füt Vcrkehrsrecht 1977, pág. 7. Algo diveisa es la íot-
I pág. 182; Engisch, Weltbild pág. 137. Vid., además, B G H Z 3, 261 (265 ss.); 18, 286 (288); BGH N j W
mulación de Kabrs, Vetmeidbatkeitsptinzip pág. 267; Wessels, Allg. Teil n ú m . 182. Puppe, GA 1994, págs.
1981,983.
316 ss. exige acettadamente que tiene que set aclarado de qué hechos debe depender el juicio sobre ei riesgo
^'^ Así, Engisch, Kausalitat pág. 46; RGZ 152, pág. 4 0 1 ; Vid., además, Traeger, Kausalbegtiff pág. 159.
para fundamentar la imputación objetiva. Vid. también HartIHonoré, Causation págs. 363 ss. Frisch,
'^ Po^llojaj&otía de la adecuación es considetada demasiado amplia como pata limitar la iniputa-
Tatbestandsmaí?iges Veriíalten págs. (id ss. limita el enjuiciamiento del tiesgo jutídicamente ptohibido al
ción a riesgos de importancia; vid. Frisch, Das Fahrlassigkeitsdelikt págs. 94 ss.; ]%/í£r^GA T977, pág. 2 7 3 .
compottamiento típico y considera la imputación del resultado como una simple cuestión de la causación
Pot el conttatio, no se entiende que no deba existit una adecuación de un cutso causal determinado a una
del tesultado a través de la acción jutídicamente ptohibida. Sin embargo, el riesgo de la acción y la imputa-
consecuencia, tal y comojakohs, Allg. Teil 7/32 sostiene.
ción del resultado deben estar relacionados recíprocamente. Struensee, GA 1987, págs. 97 ss. quiere tesolvet
''' Al icspecto, Mir l'uig, jescheck-Festschtift Tomo I pág. 3 4 5 . Crítico con la mezcla del aspecto
los casos en los que el resultado no es imputable rccutriendo a las reglas del ertot. En contra, con tazón,
objetivo y subjetivo del \\zá\o Jakobs, Allg. Teil 7/32.
Roxtn, Atmin Kaufmann-Gedachtnisschtift págs. 247 ss.
IV. La moderna teoría de la imjiiitación objetiva 309
308 § 28 Causalidad c imputación objetiva

suicidio; BGH 32, 262: participación en el consumo conjunto de hetoína a consecuencia del cual fallece la
1. La imputación objetiva hay que negarla en los supuestos de ausencia de un peligro jurídica-
otra persona; BGH NStZ 1985 pág. 25: accidciue mortal del intcrvinicnreen un consumo comparrido de
mente relevante'"'. Aquí se trata de no imputar riesgos normales de la vida como en los conocidos casos
sustancias estupefacientes; un supuesto distinto lo constituyen las BGH 32, 367 y BGH NStZ 1984, pág.
académicos en el que el empleador manda a su peón al bosque en plena tormenta para ser electrocutado por
452 en las que existía ima posición de garante del autor en relación con el cuerpo o la vida de quien se
un rayo, el sobrino que convence a su tío — d e quien espera heredar— para que realice numerosos viajes
autolesiona, así como en las BGH N.SiZ 1986, p:íg. 266 y OLG Stuttgart NStZ 1985, pág. 25 en las que
aéreos en vuelos "charter" baratos para que fallezca en un accidente, así como la comimicación de la muerte
concutría un conocinúcnio detenido de los hechos por parte del autor) ^._Lo_m¡smo siiccde^cuando la víc-
de un pariente cercano que produce a la víctima el fallecimiento por paro cardíaco. Sin embargo, en el
tima de una lesión corporal origina por su culpa su propia muerte cuando, por ejemplo, rechaza una opera-
tercer caso se acepta un riesgo jurídicamente relevante y desaprobado si el autor se inventa la noticia de la
ción que presumiblemente le salvatía la vida. Pot el contrario, hay que afirmar la imputación objetiva en
muerte y tiene lugar el efecto mortal sobre una víctima que padecía dolencias cardíacas. En este supuesto
una autolesión inferida a rravés de acciones de salvamento peligrosas que el autor ha desencadenado mediante
también habría que afirmar el dolo mientras que en los anteriores no existe una acción homicida dolosa por
la comisión de su delito, sin tener en cuenta la existencia de un deber de rescate o si la puesta en peligto del
estar ausente el dominio sobre el curso causal.
auxiliador pertenece a la esfera de riesgo del autor (BGH JZ 1994, pág. 687 con comentario de Sowada pág.
2. Bajo^l punto de vista de la disminución del riesgo tampoco es imputable el resultado causado 663). Si con la imprudencia el autor pone cu peligro a otras pcr.sonas, le es imputable la muerte o los daños
por el autot para evitar otro inminente de mayor gravedad . Así sucede, por ejemplo, con quien desvía a la .salud causados si con ello ha creado un riesgo jurídicamente desaprobado, aún cuando los ofendidos se
hacia el hombro el golpe mortal que va dirigido a la cabeza de la víctima.El motivo para ello reside en que expusieran al peligro en el cumplimiento do su deber y teniendo conocimienro de aquél/''' (BGH 17, 359:
la disminución del daño no puede ser una puesta en peligro del objeto material jurídicamente prohibida. contagio imprudente de la viruela al personal de la clínica).
Esto no rige, sin embargo, cuando a través de la acción de rescate se crea un nuevo peligro con autonomía
propia (vgr., el lanzamiento de un niño a la lona de salvamento de los bomberos a consecuencia del cual 5. Asimjsmo, en los delitos imprudentes tampoco es imputable el resultado producido por el com-
sufre lesiones). No obstante, el hecho queda justificado a través del auxilio necesario. portamiento contrario a deber que, con una probabilidad cercana a la seguridad, también habría acaecido
en el supuesto de haberse desarrollado una conducta adecuada al deber (caso del comportamiento alter-
3. La j m p u u c i r á o b j e t j v a falta, además, cuaridq^ el resultado se encuentra fuera del ámbito de nativo adecuado a Derecho) (BGH 11,1 [7]; 24, 31 [34]; 3 3 , 61 [63])'". Aquí sólo se disc scute la cues-
protección de la norma que el autor ha infringido con su acción, porque en este caso no se ha realizado en tión de cómo solucionar el supuesto en el que la inftacción del deber de cuidado trajo consigo tm incre-
el resultado un riesgo creado por el autor y jurídicamente desaprobado, sino otro que resulta ser diverso . mento del riesgo para el objeto protegido que es considerablemente superior a lo normal (problema del incremento
Así ocurre con la persona que, habiendo s]^o_herjda como consecuencia de un intento de asesinato, no del riesgo) (vid. más detalladamente infra § 55 11 2baa). Continúa existiendo la itnputa^ióii^objetiva del
puede moverse del lugar^del hecho y es carbonizada por la caída de un rayo, fallece a causa de un accidente resultado si, de no haber sido causado éste por el autot, habría acaecido por otra causa con la misma intensi-
eri_siij:rasJ^do al hospital (BGH 1, 332 [334]) o muere como consecuencia de un error rnédico (OLG Celle dad y al mismo tiempo (ctfrsoscausales hipotéticos) (BGH 1, 330; 2, 24; 13, 13; 30, 228 con comenta-
N J W 1958, pág. 271). Lo mismo sucede en el accidente ocasionado durante un adelantamiento indebido a rio de Puppe, JuS 1982, pág. 660; LG München VRS 62, 40)'"'. Esto rige rambién cuando la causa hipoté-
causa de un defecto material oculto (BGH 12, 75 [79]). Distinto es el caso en el que acaece la muerte en el
hospital por una infección que es consecuencia del debilitamiento del estado de salud del paciente causado
por el accidente (OLG Koln VRS 20, 278; vid. también OLG Stuttgart N j W 1982, pág. 295). ' Crítico al respecto, Geilen,]Z X^lA, págs. 145 ss. Entretanto, se ha impuesto la impunidad de la
colaboración al suicidio de otro o a una autopuesta en peligro ajena que se desarrollan libremente y bajo la
4. JTajnJjiím deraeja jmput^ción objetiva en las hipótesis ác favorecimiento de la autolesión ajena que
propia responsabilidad, siempre que dicha colaboración se lleva a cabo por un autor que carece de la posi-
tiene lugar a través de una actuación plenamente responsable del ofendido, debido a que en este casq^l
ción de garante y sin un conocimiento reflexivo de la siutación; vid. Roxin, NStZ 1984, pág. 4 1 1 ; c/ mismo,
resultado es imputable a la esfera de riesgo de la víctima (BGH 24, 342: cooperación imprudente a un
NStZ 1985, pág. 319; Schünemann. JA 1975, pág. 7 2 1 ; Otto, Juta 1984, pág. 536; el mismo, Trondle-
Festschrifi págs. 157 ss.; Kienapfel, JZ 1984, pág. 533; Stree, JuS 1985, pág. 179; Herzberg, JA 1985, págs.
135 ss.; SK (Rudolphi) nota preliminar núms. 79 ss. antes del § 1; SchónkelSchróderlLenckner, nota ptelimi-
nar núms. 101 ss. antes del § 13; Wessels, Allg. Teil núm. 187; Schumann, Selbsrverantwortung pág. 6. Sin
''" Igualmente, Otto, Maurach-Festschrift págs. 99 ss.; Roxin, Honig-Festschrift págs. 136 ss.; Schonke/
embargo, se muestran críticos con la responsabilidad derivada de la posición de garante Eser, Medizinrecht
Schr'óderlLenckner, nota preliminar niim. 93 anres del § \3;Jakobs, Allg. Teil 7/35 ss.; Roxin, Klug-Festschrift
1985, págs. 11 ss.; Roxin, NStZ 1985, pág. 319; Stree, JuS 1985, pág. 183; Fünfiinn, StV 1985, pág. 59. En
Tomo 11 pág. 310; Frisch, Tatbestandsmafííges Verhalten págs. 388 ss.; SK(Riidolphi) nota preliminar niím.
el sentido del B G H Herzberg, JA 1985, págs. 184 ss. No obstante, en los supuestos relacionados con las
62 antes del § 1; Wesseh, Allg. Teil núm. 194.
drogas la no imputación del resultado en la autopuesta en peligro de la víctima llevada a cabo de forma
"^ Vid. BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 63; Roxin. Honig-Festschrift: pág. 136; Samson, Hypothetische
consciente y plenamente responsable, tiene que limitarse mediante la idea de que el bien jurídico protegido
Kausalverlaufe págs. 96 ss.; SchbnkelSchr'óderlLenckner, nota preliminar núm. 94 anres del § 13; Puppe, XStW
en los delitos telativos al tráfico de estupefacientes no es sólo la vida y el cuerpo del sujeto en particular,
95 (1983) pág. 292; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 58 antes del § 1; Wessels, Allg. Teil núms. 190 ss.;
sino que el protagonismo lo posee la salud pública (BGH 37, 179 [182]).
E. A. Wolff, Kausalitat págs. 17 y 23.
SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 81 antes del § 1. Disienten de ello Roxin, Gallas-Festschrift
''^ De acuerdo con ello Burgstaller, Fahrlassigkeitsdelikt págs. 99 ss.; Hardwig, JZ 1968, pág. 2 9 1 ;
págs. 246 ss.; Burgstaller, Fahrlassigkeitsdelikt págs. 112 ss.
Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 18 núms. 46 ss.; Jakobs, Allg. Teil 7/79, 8 1 ; Krümpelmann. Bockelmann-Festschrift
' Roxin, Allg. Teil I § 11 núms. 72 ss.; Erb, RechtmáSiges Alternatiwerhalten págs. 295 ss.; Schónkel
págs. 453 ss.; Roxin, Gallas-Festschrift pág. 242; Otto. JuS 1974, págs. 704 ss.; SchónkelSchróderlLenckner.
SchróderlLenckner, nota preliminar núm. 99 antes del § 13; Frisch, Tatbestandsmáísiges Vethalten págs. 529 ss.
nota preliminar núms. 95 ss. antes del § 13; SK (Rudolphi) nota preliminar n ú m . 64 antes del § 1; Wolter,
Objektive Zurechnung págs. 341 ss. Desde luego que si el comportamiento del primer sujeto dañoso conti- SchónkelSchróderlLenckner, nota preliminar núm. 97 antes del § Xi; Jakobs, Allg. Teil 7/92 .ss.; SK
núa influyendo sobre el daño posterior (por ejemplo, el conductor de la ambulancia conduce demasiado (Rudolphi) nota preliminar núms. 59 ss. antes del § 1; Roxin. Allg. Teil 1 § 11 núms. 48 ss.; Frisch,
deprisa para salvar al lesionado), también este último daño es objetivamente imputable al primer inrervi- Tatbestandsmáísiges Verhalten págs. 562 ss. Disienten parcialmenre AwArí, Vermeidbarkeitsprinzip págs. 78
nienre vid. Puppe, ZStW 99 (1987) págs. 610 ss. Crítico en relación con la teoría del ámbito de protección ss.; Árthur Kaufmann, Eb. Schmidt-restschriít págs. 200 ss.; Samson, FIypothetische Kausalvetláufe págs.
de la notma Frisch, Tatbestandsmafiiges Verhalten págs. 80 ss. 86ss., 142ss.
310 § 29 Dolo y error de tipo § 29 Dolo )' error tic u p o .31;

rica susriruriva de la real viene constiruida por un fenómeno natural (el autor derriba un avión mediante la 1966, pág. 2 8 1 ; Gscliuind, Zur Kriminologie des Vorsaizes, Fcstschrifi für O . A. Germann, 1969, pág. 59;
colocac¡ó)n de una bomba aunque aquel se babría precipitado al mismo tiempo a causa de los daños en el Hardwig, Die Zurechnung, 1957; Hassemer. Kemizcichen des Vorsatzes, Ged.achrnisschrift für Armin
motor). Tampoco es admisible ima excepción en el supuesto de que por su parre el autot Inpotético hubiera Kaufmann, 1 989, pág. 289; Herzherg. Die .Abgrenzung von Vorsaíz und bewufiter Fahtlassigkeit u.sw., JuS
d^arrollado una conducta pcrmirida (el caso académico del padre que empuja al verdugo y consigue por sí 1 986, pág. 249; el mismo, Weglall subjcktiver Tatbesiandsvoraussctzungen u,sw., Festschrifr für D. Oehier,
niisnig que la giiillotina caiga sobre el asesino de sus hijos). 1985, pág. 163; elmismo. Das Wollen beim Nbr.saizdclikt und des.sen Unierscbcidung vom bcwulsr fahrlassigen
Verhalren, JZ 1988, págs. 573, 635; Hciiiiiger. Die lieweriung der "aberratio ictus" beim Alleintater, GA
6. H;iY que afirmar la imputación objetiva incluso cuando el ofendido sufte los daños sólo como con-
1990, págs. 53 1; ilillenkamp, Dolus cwntualis und Vcrmeidewillen, Gedachrnisschrift für Armin Kaufmann,
secuencia de su constitución anormal, puesto que el ámbito de ptotección de la norma también abarca
1989, pág. 3 5 1 ; el mismo, Die Bedeiuung \on Vorsarzkonkrerisierinigen usw., 1971; v. Hippel, Die Grenze
puestas en peligro tan atípicas y el riesgo jurídicamente desaprobado se ha plasmado en el resulrado (RG 54,
von Vorsatz und Fahrlassigkcir, 1903; el mismo, Vorsarz, Fahdássigkeir, Irrtum, VDA, Tomo 111, 1908, pág.
349, BGH 14, 52: casos de hemofílicos; B G H LM § 222 ntím. 1: muerte por anquilosis de la columna
373; Hrnschka, ZumTaivorsarz bei zweiaktigcn Delikten UÍÍW., J Z 1973, pág. 12; elmismo, Rückkchr zum
vertebral del ciclista accidentado; OLG Stuttgart N J W 1956, págs. 1 4 5 ! ss.: muerte de una persona acci-
dolus subsequens, J Z 1973, pág. 278; el mismo, Über Schwierigkeitcn mit dem Beweis des Vorsatzes,
denrada a causa de su elevada predisposición a la trombosis). El problema en estos casos reside c^n ht^ciies^
Festschrift für T h . Kleinknechr, 1985. pág. \^\\ Jakohs. Die Konkurrenz von Totungsdelikten mit
tión relariva a la previsibilidad de la muerte.
K d r p e r v e r l e t z u n g s d e l i k r e n , 1967; Jescheck, Aufliau u n d Stellung des b e d i n g t e n Vorsarzes im
7. Finalmente, la imputación del resultado más gtave en los delitos cualificados por el resultado Verbrechensbegriff, Festschtift füt F^. W'olt, 1962, pág. A7i; Joerden, Der auf Verwirklichung von zwei
sólo es afirmable cuando ésre esrá vinculado de tal modo con la figura básica que el riesgo específico de csra 'látbestánden getichtetc Vot.satz, ZStW 95 (1983) pág. 565; Kargl, Der strafrcchdiche Vorsatz auf det Basis
se ha materializado en el resultado. Además, tal y como ha señalado la jurisprudencia más reciente, ello no det kognitiven Handlungstheotie, 1993; Armin Kaufmann, Det dolus eventualis im Deliktsauftiau, ZStW
depende de la inmediatez temporal de la relación. Lo decisivo es, más bien, que el riesgo típicamente vincu-^ 70 (1958), pág. GA; Arthtir Kaufmann, Die Parallelwerrung in der Laiensphare, 1982; EkkehardKaufmann,
lado con la acción del hecho se ha realjzado en el resultado (vid. supra § 26 II 1 a). Die Erfolgshafrung, 1958; Kindhauser Der Vorsatz ais Zurechnungskritetium, ZStW 96 (1984) pág. 1; el
mismo, Zur Unrerscheidung von Tar-und Rechrsirrrum, GA 1990, pág. 407; Kohler, Vorsatzbegriff und
BewuGtseinsfotm des Vorsatzes, GA 1981, pág. 285; Koriath, Grundiagen strafrechdicher Zurechnung, 1994;
V. Las teorías i n d i v i d u a l i z a d o r a s d e la c a u s a l i d a d Kriimpelmann, Morivation und Handlung im Affekt, Festschtift für H. Welzel, 1974, pág. 327; el mismo,
Vorsarz und Morivation, ZStW 87 (1975) pág. 888; Kühl, Grundfálle zu Vorbereitung usw., JuS 1980, pág.
En la a c t u a l i d a d estas teorías h a n d e j a d o d e poseer significado a l g u n o (al respecto vid. la 2 . " 273; Küper, Votsatz und Risiko usw., GA 1987, pág. 479; Küpper, Das Verhalrnis von dolus evenrualis,
ed. d e esta o b r a pág. 2 1 5 ) . Gefáhrdungsvorsatz und bewuí$ter Fahrlassigkeir, ZStW 100 (1988) pág. 758; Lacmann, Die Abgtenzung
det Schuldformen in der Rechtslchte usw., Z S t W 3 1 (1911)pág. \A2; Langer, Das Sonderverbrechen, 1971;
Lenckner, Zum Begriff derTauschungsabsichr in § 267 SrGB, N J W 1967, pág. 1890; Less, Genügr "bedingtes
§ 2 9 D o l o y error de tipo Wollen" zum straftiaren Verbrechensversuch? GA 1956, pág. 3 3 ; Levenson, Good Faith Defenses, Cornell
Law Review 78 (1993) pág. 4 0 1 ; Liehscher, Strafrechr im Umbruch, ZfRV 1970, pág. 181; l.iepmann,
Amhrosius, U n t e t s u c h u n g e n zur Vorsatzabgtenzung, 1966; Arzt, Bedingrer Entschluí? und Gedanken über den Recht,sirrrum im Srrafrechr, Z S t W 3 8 (1917) pág. 2 1 ; 39 (1918) pág. \\5; Lofjíer, Die
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1944, pág. 141; el mismo, Bemerkungen zu T h e o d o r Rittlers Kritik der Lehre von den subjektivcn dolus eventualis, ZStW 103 (1991) pág. A\;la misma, Vorsatz und Zutechnung, 1992; Ross, Über den Votsatz,
Tatbestands-und Unrechtselementen, Festschrift füt Th. Rittler, 1957, pág. 165; Fletcher, Rethinking O i - 1979; Roxin, Zur Abgtenzung von bedingtem Vorsatz und bewuí5ter Fahrlassigkeir, JuS 1964, pág. 53; el
minal Law, 1978; de Francesco, Dolo eventuale e colpa coscientc, Riv it dir proc pen 1988, pág. 113; frisclj. mismo, Zur Kritik del finalen Handlungslehre, ZSrW 74 (1962) pág. 516; elmismo, Unterlassung usw. im
Die "verschuldeten" Auswitkungen der Tat, GA 1972, pág. 3 2 1 ; el mismo, Vorsatz und Risiko, 1983; el iieuen StGB, JuS 1973, pág. 197; Samson, .Absicht und direkrer Vorsatz im Strafrechr, JA 1989, pág. 449;
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mo, Gegenwartsprobleme des Vorsatzbegriffs usw., Gedachrnisschrift für K. Meyer, 1990, pág. 533; el mis- ais "sachgedankliches Mitbewufitsein", Festschrifr für W. Srree und J. Wcssels, 1993, p.ág. 2 4 1 ; Schlehofer,
mo, Riskanter Geschlechrsverkehr eines HlV-lnfizierten ais Straftar? JuS, 1990, p.ág. 362; elmismo, Oflene Risikovorsatz und zeitliche Reichweitc, N J W 1989, pág. 2017; Schlüchter, Irrrum über normative
Fragen des dolus evenrualis, NStZ 1991, pág. 23; Geck, Die Gtenzen der Vorsatzhaftung ¡m franzosischcn latbestandsmerkmale, 1983; la misma, Abgrenzung von Tatbcsiands-und Vcrbotsirrtum-zu BayObLG N J W
Strafrechr, Diss. Freiburg 1967; Gebrig, Der Absichtsbegriff in den Straftatbestanden, 1986; Geilen, 7AIT 1992, pág. 2306, JuS 1993, pág. 14; W. Schmid, "Bedingter Handlungswille" beim Versuch und im Bereich
Problematik des schuldausschliefienden Affekts, Festschtift für R. Maurach, 1972, pág. 173; Geppert, Zur der strafbaren Vorbereitshandlungen, Z S r W 7 4 (1962) pág. 4 8 ; Schmidhiiuser, Willkürlichkeit und Finalitat
Abgrenzung von bedingtem Vorsarz und bewuSrer Fahrlassigkeit, Jura 1986, pág. 610; Germann, Grundiagen ais Unrechtsmerkmale im Strafrechtssystem, Z S t W 6 6 (1954) pág. 27; elmismo, Det Begtiffdes bedingten
der Srrafbarkeit nach dem Ennvurf des Allgemeinen Teils eines deutschen StGB von 1958, ZSt'W71 (1959) Vorsatzes usw., GA 1958, 161; el mismo, Vorsatzbegriff und Begriffsjurisprudenz im Srrafrechr, 1968; el
pág. 157; elmismo, Vorsatzproblcme usw., SchwZStr 77 (1961) pág. 345; Grofimann, Die Grenzcn von mismo, Die Grenze zwischen vorsatzlichcr und fahrlássiger Straftat, JuS 1980, pág. 2 4 1 ; el mismo,
Vorsatz und Fahtlassigkeit, 1924; Grünwald, Der Vorsatz des Untetlassungsdelikts, Festschtift füt Fl. Mayer,
312 § 29 Dolo y error de tipo II. Origen, esencia y ohjeio del dolo 31.3

Straírechtlicher Vorsatzbegriff und Alltagssprachgebrauch, lestsclirift für I). Oeliler, 1985, pág. 135; R. sabiendas" del § 17 AE no han sido asumidas finalmente por el legislador -, a pesar de que la fundamenta-
Scltniin. Rücktritt voi) der Vcrabredung zu einem Verbrechen, JuS 1961, pág. 25; Schmoller, Das voiuntativc ción del ¥. 1962 (¡íág. 129) había otorgado tm valor especial, por motivos de "seguridad y claridad jurídi-
Vor.sarzclcment, O J Z 1982, pág. 259; Schneider, Über die Behandkmg des altcrnativen Vorsatzcs, GA 1956, cas", a la deierniinación legal de la frontera entre el dolo y la imprudencia. Por ello, la naturaleza y el conre-
pág. 257; Schróder, Auftiau und Grenzen des Vorsatzbegriffs, Festsclirift für W. Saiier, 1949, pág. 207; Schroth, nido del dolo debepi ser desarrollados a partir de las dos disposiciones relativas al error (§§ 16 y 17) y de la
Die Rechtsprechung des BGH zum Tiitungsvorsatz in der Form des "dolus cvcntualis", NStZ 1990, pág. contraposición del dolo y la imprudencia en el § 1 5 (vid. infra § 29 II 2).
324; e¡ mismo, Vorsatz ais Ancignung der unrechtskonstituicrcnden Merkmale, 1 994; Schünemann, Pdskanter
Geschiechtsverkehr eines HlV-Infizierten ais Totung usw., JR 1989, pág. 89; Schultz, Eventualvorsatz, 3 . En los delitos cualificados por el resultado (vid. supm § 2 6 II 1 a) la consecuencia más
bedingter Vorsatz und bedingter Handlungswille, Festschrift tur G. Spendel, i 992, pág. 303; Schumann, Zur grave recae sobre el atitor o el partícipe si, en relación c o n la m i s m a , existió "al m e n o s i m p r u -
Wiederbelebung des "voluntativen" Vorsarzelements durch den RGH, JZ 1989, pág. 427; Spendel, Zum Bcgriff dencia" (§ 18). D e ello se d e d u c e , a s i m i s m o , q u e el delito cualificado p o r el resultado t a m b i é n
des Vorsatzes, Festschrift für K. I.ackner, 1987, pág. 167; E. Steininger. Der Irrtuní über normative existe c u a n d o el a u t o r actúa d o l o s a m e n t e en relación c o n el desenlace más gtave. N a t u t a l m e n t e ,
Tatbestandsmerkmale, JBl 1987, 205; Stratenwerth, Dolus eventualis und bewufite Fahrlássigkeit, ZStW 71 en este caso p u e d e ser realizado o t r o precepto penal q u e prevea u n a p e n a m á s alta q u e desplace
(1959), pág. 51; Warda, Vorsatz und Schuld bei ungcwisser Tatervorstellung usw., Festschrift für R. I^nge, al delito cualificado p o r el resultado. En n u m e r o s o s supuestos en los q u e se p r e v é n infracciones
1976, pág. 119; Weigcnd, Zwischen Vorsatz und Faiirlassigkeit, ZStW 93 (1981) pág. 657; Welzel, Vom
d e esta naturaleza, la Ley no sólo exige i m p r u d e n c i a sino temeridad (por e j e m p l o , § § 176 IV ^,
Verganglichen und Bleibenden usw., Erinnerungsgabe für M. Grünhut, 1965, pág. 173; £ A. Woljf, Die Grenzen
177 111'', 2 5 1 ) (vid. infra § 54 II 2). D e todas formas el d o l o refctido al suceso m á s grave e n t r a
des dolus eventualis und der willentlichen Verletzung, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 197; Wolter,
Alternative und eindeudge Verurteilung usw-, 1972; Ziegert, Vorsatz, Schuld und Vorverschulden, 1987. d e n t r o del tipo del delito cualificado p o r el resultado, p u e s t o que el § 18 d e b e e n t e n d e r s e en el
s e n t i d o d e incluir t a m b i é n la t e m e r i d a d ( B G H - G S 3 9 , 100).

Ejemplos: La lesión corporal dolosa con producción imprudente de un daño corporal más grave (vgr.,
I. El requisito d e la c o m i s i ó n d o l o s a d e l h e c h o la pérdida de un ojo) entra dentro del § 2 2 4 ' . Por el contrario, si la lesión más grave fue producida por
temeridad o dolo eventual entonces es aplicable el § 225 1 ' . En caso de que concurra intención o concien-
1. La regla general es que el D e t e c h o penal exige el d o l o para el tipo subjetivo mientras q u e cia ("wissentlichkeit") estaremos en presencia del caso cualificado de la lesión corporal especialmente grave
el castigo de la actuación i m p r u d e n t e se erige en la excepción. Esto se deriva de la disposición gene- (§ 225 II) ^. El § 251 presupone que el ladrón ha causado temerariamente (esto es, por imprudencia grave)
ral relativa a la redacción de los preceptos penales, según la cual, el c o m p o r t a m i e n t o doloso es p u - la muerte de otro; si mata con dolo eventual o, incluso, intencionadamente, junto a los §§ 211/212 se
nible y el i m p r u d e n t e i m p u n e c u a n d o este liltirno n o está c o n m i n a d o expresamente con u n a pena aplica en concurso ideal el § 251 pues una forma de culpa más grave como el dolo, en atención al estrecho
(§ 15). Sobre la base de esta regulación p u d o ser simplificada la utilización del lenguaje d e la Ley límite mínimo de los § § 2 5 1 y 250 II* frenre al § 2 1 3 , no puede ser tratada más benignamente que la
en la Parte General. Del § 15 se desprende, además, q u e u n h e c h o no p u e d e ser i m p u t a d o a su temeridad como modalidad de culpa más leve (vid. supra § 26 II 1 a).
autor si no lo ha c o m e t i d o d o l o s a m e n t e o, c o m o m í n i m o , de forma i m p r u d e n t e '.

2. El § 15 no estipula nada acerca de lo que deba entenderse por dolo. Las definiciones de los con- II. O r i g e n , e s e n c i a y o b j e t o del d o l o
ceptos de "dolo", "intención" y "a sabiendas" contenidas en los §§ 16 y 17 E 1962 o las de "dolo" y "a
1. El concepto de dolo se remonta al Derecho romano tardío y fue una de sus grandes apo:rraciones'
Por el contrario, el Derecho común conservó durante largo tiempo la idea de la responsabilidad por el resul-
tado y tan sólo dejó impunes determinados supuestos típicos de hechos inintencionados que aparecían como

' En Derecho penal alemán no existe responsabilidad objetiva como hasta ahora ocurría en Francia
con los "délits purement matériels"; vid., en relación con el Derecho anterior, Stefiíni/Levasseur/Bonloc, Droit ^ Acerca de su fundamenración BT-Drucksache V/4095 pág. 8. Con razón exige Roxin, JuS 1973,
penal general mim. 234. El nuevo Código penal francés en su art. 121-3, párrafo primero, señala que los pág. 2 0 1 , como mínimo una definición de dolo eventual con la que se pueda determinar legalmente su
delitos graves y menos graves presuponen la actuación dolosa. Los comportamientos imprudentes, para ser delimitación frente a la imprudencia consciente. El dolo aparece definido en el § 5 ósterr. StGB así como
punibles, deben estar conminados expresamente con pena (art. 121-3, párrafo segundo, Cp). De acuerdo en el art. 18 II del StGB suizo.
con el art. 339 de la Ley de Adaptación de 16.12.1992, el requisito de la imprudencia también rige para los 5 La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 176 b (N del T).
delitos menos graves del Derecho penal especial que, hasta el momento, sólo presuponían la responsabili- '' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 178 (N del T).
dad objetiva; esto rige, incluso, aunque su comisión negligente no esté prevista expresamente por la Ley. La ' La remisión debe entendetse tcalizada al vigente § 226 I (N del T).
responsabilidad objetiva tan sólo subsiste para las faltas (contraventions) (art. 121-3, párrafo tercero, Cp); ^ Debe tenerse en cuenta que el § 226 II vigente, cuyo contenido se corresponde parcialmente con el
sobre ello Pradel, Le nouveau Code penal pág. 93. También existe responsabilidad objetiva en Derecho anglo- anterior § 225, ya no contiene la comisión del resultado más grave mediando temeridad. Actualmente sólo
americano en los casos de "strict liability"; vid. Griinhut, Das englische Strafrecht págs. 201 ss.; SmithlHogan, alude a su ocasionamiento "intencional" ("absichtlich") o "a sabiendas" ("wissentlich") (N del T).
Criminal Law págs. 99 ss.; Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 35 ss.; Bdhr, Strafbarkeit ohne '' La remisión debe entendetse realizada al vigente § 226 II. Vid., asimismo, la nota a pie precedenre
Verschulden págs. 34 ss.; LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 340 ss.; Fletcher, Rethinking págs. (N del T).
442 ss.; Leveiison, Cornell Law Review 78 (1993) pig. 4 0 1 . Asimismo, el FJcrecho penal italiano acoge ca-
* La remisión debe entenderse realizada al vigente § 250 III (N del T ) .
sos de responsabilidad objetiva. Sólo el arr. 12 del Proyecto de 1992 pretende suprimirlos. A favor de la
' Vid. el conocido rescripto del Emperador Adriano (117-138) "In maleficiis volutas spectatur, non
introducción de un grado intermedio de acuerdo con el modelo ameriamo de la "recklessness" que englobaría -!
exitus" (Dig. 48, 8, 14); sobre ello, con más detalle, Loffler, Sdiuldformen págs. 67 ss.; Mommsen, Romisches
el dolo eventual y la i.mprudencia consciente, Weigend. ZStW 93 (1981) págs. 657 ss.
I Strafrecht págs. 85 ss.
3\4 § 29 Dolo y error de tipo II. Origen, esencia y objeto del dolt) 315

obra del azar '". Los jurisras italianos de la Edad Media tomaron del Derecho romano el concepto de "doliis"
significan p o r poseer u n m o m e n t o intelectual y o t r o volitivo ' ' . El m o m e n t o intekctualác\ dolo
coiivirticndolo en presupuesto de todos los delitos graves. La C C C y la emergente doctrina penal alemana
(el c o n o c i m i e n t o ) se t o m a del § 16 relativo al error d e t i p o . Si se excluye el d o l o p o r la taha d e
se adhirieron a la Ciencia jurídica italiana " . En verdad que aunque la praxis del Derecho común, por moti-
c o n o c i m i e n t o d e las circunstancias que pertenecen al t i p o legal, d e ello se d e d u c e a sensii contra-
vos probatorios, retornaba siempre a una imputación orientada a los elementos objetivos (indicios) y negaba
rio que el dolo tcquicre cl c o n o c i m i e n t o de tales citcunstancias. D e la tegulación del error de
el pumo de vista de la probabilidad (dolus indirectus) en el tratamiento de los dai'ios consecutivos del deli-
to, sin embargo el concepto de dolo permaneció en su integridad como una indiscutible herencia conuín de p r o h i b i c i ó n en el § 17 se c o n c l u y e , adem;ís, q u e cl d o l o no p r e s u p o n e el c o n o c i m i e n t o d e la
los ordenamientos punitivos de la Europa continental '". antijuricidad p u e s t o q u e d e a c u e r d o con el § 17, inciso s e g u n d o , en cl s u p u e s t o d e u n error ác
p r o h i b i c i ó n vencible es d e aplicación el tipo d o l o s o , si bien con la a t e n u a c i ó n d e la p e n a prevista
2. D e a c u e r d o con u n a definición inexacta a t i n q u c usual, cl d o l o significa c o n o c e r y q u e -
en el § 4 9 I. El m o m e n t o volitivo se d e s p r e n d e de la confrontación entre cl d o l o y la i m p r u d e n -
rer l o s e l e m e n t o s o b j e t i v o s q u e p e r t e n e c e n al t i p o legal ( R G 5 8 , 2 4 7 | 2 4 8 ] ; 7 0 , 2 5 7 [258J;
cia q u e realiza el § 1 5 , p u e s d e u n a c o m p r e n s i ó n prcjurídica d e los c o n c e p t o s d e d o l o c i m p r u -
B G H 3 6 , 1 [9]; B G H N S t Z 1 9 8 8 , pág. 175) ' I Para ser exactos, la v o l u n t a d q u e aspira a la
dencia ya resulta q u e la distinción e n t t e a m b a s formas de i m p u t a c i ó n subjetiva tesidc en la vo-
consecución del resultado sólo es p a r t e i n t e g r a n t e d e la forma más fi-ecucnte del d o l o : la i n t e n -
l u n t a d d e realización d e los elementos objetivos del tipo. Sin e m b a t g o , c o m o ya se dijo, hay q u e
ción ("Absicht") (vid. iiifra § 2 9 III 1). E n el d o l o directo (vid. infia § 2 9 III 2) y en el eventual
tener en c u e n t a q u e el resultado típico sólo integra el c o n t e n i d o de la v o l u n t a d en la i n t e n c i ó n
(vid. infra § 2 9 IH 3) cl a u t o r n o p r e t e n d e alcanzar cl resultado sino q u e , s i m p l e m e n t e , sabe q u e
("Absicht"), m i e n t r a s q u e en el dolo directo y eventual d i c h a v o l u n t a d se limita a la ejecución d e
el m i s m o está v i n c u l a d o d e forma necesaria o posible c o n la acción desarrollada voluntariamente.
la acción típica q u e p o n e en peligro el objeto de la acción.
A causa de la diversidad de las m o d a l i d a d e s del d o l o a q u í se r e n u n c i a a u n a definición global del
m i s m o . Basta c o n definir p o r sí m i s m a cada u n a d e ellas (vid. infra § 2 9 IIÍ). N o o b s t a n t e , c o n Ejemplo: Si los autores son conscientes de que el estrangulamiento de la víctima puede originar su
carácter general p u e d e decirse q u e , a u n q u e d e u n m o d o diferenciado, las tres clases de d o l o se mucrre y aceptan ese riesgo pero quieren evitar su fallecimiento, entonces está ausente la voltintad dirigida
al resultado. No obstante, la acción del estrangulador se efectúa conscienteinente. A causa de ello entra en
juego el dolo aunque sólo en su modalidad eventual porc|ue el autor se ha conformado con la muerte para el
caso de que ésta acaezca (BGH 7, 363 [369 ss.]; de otra opinión la BGH NStZ 1988, pág. 175, donde el
autor no se había conformado con el advenimiento de la muerte del niño confiado a su cuidado a taíz de un
'° Al respecto vid. Eh. Schmidt, Einführung págs. 31 ss. en contra de Ekkehard Kaufmann, Die golpe que le propinó en la cabeza).
ErFolgshaftung págs. 66 ss-
El c o n o c i m i e n t o del a u t o r d e b e teferirse a los e l e m e n t o s del tipo q u e residen t a n t o en el
" Vid. Engelmanri, Die Schuldlehre der Postglossatoren págs. 36 ss.; Schaffstein, Die allgemeinen
p a s a d o c o m o en el presente. A d e m á s , el a u t o r debe prevet q u e el resultado exigido p o r el tipo
Lehren págs. 107 ss.
sucederá o p o d r á suceder, d e b i e n d o reconocer e n sus rasgos esenciales la f o r m a en la q u e su a c -
' ' Las mismas estructuras que en el Derecho penal alemán se confieren al dolo pueden encontrarse
ción origina d i c h o resultado. El e l e m e n t o volitivo del d o l o consiste en la resolución dirigida a la
también en Austria, vid. WK (Nowakowski) § 5 mims. 2 ss.; Triffterer, AJlg. Teil págs. 160 ss.; Kienapfel,
Grundrií? Z 15 mims. 2 ss. y en Suiza, vid. Germann, SchwZSrr 77 (1961) págs. 348 ss.; NollITrechsel, Allg. realización d e la a c c i ó n típica y en la ejecución d e tal decisión; en la i n t e n c i ó n ("Absicht") t a m -
leil I págs. 78 ss. También la doctrina francesa diferencia en el dolo (dol) un elemento intelectual y otro bién csttiba en alcanzar el resultado típico ' ^ M e d i a n t e la resolución el d o l o se diferencia de las
volitivo ("conscieiice et volonté infractionnelles"); vid. Merle/Vitu, Traite I niim. 547; Geck, Grenzen der
Vorsatzhafrung págs. 4 ss.; lo mismo sucede con la literatura belga; vid. DupontlVerstraeten, Handbock núms.
420 ss. En Italia existe una discusión muy parecida a la que se desarrolla en Alemania; vid. FiandacalMusco,
'•* Un sector minoritario de la doctrina niega la existencia de un elemento volitivo en et dolo; así,
l^iritto pénale págs. 261 ss.; Mantovani, Diritto pénale págs. 319 ss. Lo inismo rige para Espai'ia, vid. Ro-
Frisch, Vorsatz und Risiko págs. 255 ss.; Herzberg, JZ 1988, pág. 573; Kindhauser, Z S t W 96 (1984) págs. 1
dríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 459 ss.; Cerezo Mir, Curso págs. 363 ss. En relación a la
ss.; Schlehofer, N J W 1989, págs. 2019 ss.; Schmidhüuser, Allg. Teil págs. 178 ss.; el mismo, Vorsarzbegriff
definición de dolo en el arr. 18 1 del Código penal brasileño Fragoso, Linóes págs. 175 ss. (en adhesión a la
págs. 14 ss.; el mismo, Oehler-Festschrift págs. 156 ss.; Schmoller, O J Z 1982, pág. 285; Schumann, JZ 1989,
teoría italiana) así como da Costa jr. Comentarios, Art. 18 comentarios II y 111. La doctrina y jurispruden-
pág. 430. En contra, lo exigen también para el dolo eventual, Brammsen, JZ 1989, pág. 7 1 ; Küper, GA
cia neerlandesas luchan especialmente por una delimitación entre el dolo eventual y la imprudencia cons-
1987, pág. 508; Roxin, Allg. Teil I § 12 núm. 6\; Küpper, Z S t W 100 (1988) págs. 764 ss.; Wessels, Alg. Teil
ciente; vid. Pompe, Handboek págs. 172 ss.; HazewinkellSuringnlRemrnelink, Inleiding págs. 199 'iS-; Pompe,
núm. 203; Ziegert, Vorsatz págs. 59 ss.; Spendel, I.ackncr-Fesrschrift págs. 181 ss.
Das niederlSndische Strafrecht págs. 79 ss.; van Bemmelenlvan Veen, Ons Strafrecht págs. 111 ss. (acerca del
" Por el contrario, según Frisch, Vorsatz und Risiko págs. 57 ss., el dolo no debe ir reíerido al resul-
dolo eventual de modo parecido a como aquí se expone en el texto principal pág. 122). Por el contrario y de
tado. De otra opinión, con razón, Küper, GA 1987, pág. 503. Acerca de la aplicación a los hechos dolosos
un modo diverso, el Derecho penal anglo-americano conecta con la vieja responsabilidad por el resultado en
de los esquemas generales de interpretación de índole psicológica, vid. Platzgummer, Die Bewuí?tseinsform
los casos del "constructive intent", vid. Grünhiit, Das englische Strafrecht págs. 194 ss. y Honig, Das
des Vorsatzes págs. 26 ss. Aquí se evidencia especialmente que el momento intelectual del dolo puede con-
amcrikanische Strafrecht págs. 116 ss. Pero, básicamente, aquí también rige la máxima: "acriis non facit
sistir en una representación imprecisa e irreflexiva ("coconciencia") a la que no se le presta atención (págs.
teum nisi mens sit rea"; vid. sobre ello Glanville Williams, Criminal Law pág. 3 1 ; KennyITurner, Outlines
91 ss.). Sobre esto tainbién Schewe, Bewuí?tsein págs. 120 ss.; Bockelmann, Radbruch-Gedáchtnisschrifi: págs.
págs. 26 .ss.; LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I pág. 270; Smith/Hogan, Criminal Law págs. 53 ss.;
235 ss. así como (parcialmente crítico) Frisch, Armin Kaufmann-Gedachtnisschrift págs. 342 ss. y Schild,
Ross, Uber Vorsatz págs. 47 .ss.
Sttee-Wessels-Festschrift págs. 263 ss. Ocasionalmente ello no es tenido en consideración por la jurispru-
'^' Así, por ejemplo, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 389; DreherlTriindle, § 15 uúm. 2; Lackner, § dencia (vid. RG 73, 164 [168]; B G H N J W 1953, pág. 152; acertadamente, BayObLG N J W 1977, pág.
15 m'nn. 3; Roxin, Allg. Teil I § 12 núm. 4; Schonke/Schriider/Cramer, § 15 núm. 9; SK (Rudolphi) § 16 1974; crítico al respecto, Kiihler, GA 1981, págs. 296 ss.). Acertadamente sobre el impulso instintivo como
núm. 1; Wessels, A l g . Teil núm. 203. Negando la diferenciación entre el conocer y el querer Kargl, Der elemento volitivo Gschwind, Gerinann-Festschrift págs. 59 ss. Las consecuencias que extrae para la determi-
srrafrechtliche Vorsarz pág. 7 1 . nación de la pena (pág. 68) deben ser admitidas. En relación con las acciones pasionales y en cortocircuito
.^16 § 29 Dolo V error de tipo II. L)ti';cn. esencia y objeto del dolo 317

simples ilusiones, deseos y esperanzas. A s i m i s m o , el d o l o d e b e existir en el m o m e n t o del h e c h o , Ejemplos: Qmen perjudica el rendimiento de un caballo dañando ,su sistema nervioso (§ 303) no pue-
p o r lo q u e es irrelevante u\\ d o l o p r e c e d e n t e o posterior (dolus a n t e c e d c n s y s n n s e q u c n s , respec- de hacer valer que él no consideraba al caballo como una cosa (RG 37, 411). No puede ser estimada la
tivamente) '. alegación de un minorista de calzados consistente en que no consideraba como documento (§ 267) la im-
presión del precio en los zapatos, si había comprendido el significado material de la información como una
Ejemplo: 1.a cspo.sa se había refugiado en el vcstíhulo de la vivienda huyendo de los malos tratos de su declaración relevante a electos de prueba (RG 53, 237 [240]). El abogado que "conttatiamente a su deber"
niatido. Allí sufrió una caída que le ptodujo una hemottagia cercbtal. El marido la pateó tepetidas veces en actúa para ambas partes en un mismo proceso (§ 356), debe haber reconocido los intereses contrapuestos
la cara con ánimo de matatla y la muerte le .sobrevino horas después a causa del .avance de la hemorragia existentes entre los mandantes (BGH 7, 17 [21ss.]). En el falso testimonio el autor debe saber que jura ante
cerebral. En este supuesto sólo existe un homicidio intentado y no uno consumado porque el dolo de matai una "autoridad compcrenre para toniat juramento" (BGH 3, 247 [255]; incorrectamente, BGH 1, 13 117]).
fue posteriof a la caída en la que residía la causa del fallecimiento (BGH NStZ 1983, pág. 452). En la En los negocios crediricios se debe haber reconocido la función económica del empresario como "¡nsriru-
sentencia nc se discutió el problema relativo a un homicidio doloso por la omisión del auxilio. ción de crédito" (BGH 4, 347 [352]). Naturalmente que quien no advierre correctamente el significado de
5. El d o l o debe referirse a t o d o s los e l e m e n t o s del t i p o o b j e t i v o . un elemento normativo del tipo también está sujeto al error de prohibición como sucede, por ejemplo,
cuando el autor piensa que desinflar intencionadamente los neumáticos de un vehículo no es "dañar" en el
a) Los objetos del m u n d o real son los inás fácilmente reconocibles p o r el a u t o r al ser i n m e - sentido del § 303 (BGH 13, 207) (vid. injra § 29 V 7 a).
d i a t a m e n t e accesibles a la p e r c e p c i ó n (persona, a n i m a l , h o m b r e , mirjcr, edificio, b a r c o , p u e n t e ,
corriente d e agua). En los e l e m e n t o s descriptivos del tipo (vid. supra § 2 6 IV 1), q u e p r e s u p o n e n b) Si la p t o d u c c i ó n de un resultado o de tm peligro concreto p e r t e n e c e al t i p o , entonces el
u n c o n o c i m i e n t o espiritual, debe h a b e r sido e n t e n d i d o su significado natural ( p o r e j e m p l o , "da- dolo debe extenderse a su acaecimiento; además, debe abarcar en sus rasgos esenciales al curso
llar" en el § 3 0 3 ) . En los e l e m e n t o s normativos del tipo (vid. supra § 2 6 I V 2) se requiere el causal q u e c o n d u c e a la realización del resultado.
p l e n o c o n o c i m i e n t o de su significado (vgr., "cosa m u e b l e ajena" en el § 2 4 2 [al respecto, O L G c) A s i m i s m o , el d o l o d e b e rcfctirse a los ejemplos reglados c u a n d o c o n c u r r a u n caso espe-
Cellc, N d s . Rpfl. 1 9 8 5 , pág. 1 4 8 ] ; " d o c u m e n t o p ú b l i c o " en el § 2 7 1 ; "peligro c o m i í n o necesi- cialmente grave ( p o r e j e m p l o , § 2 4 3 ) , a u n q u e aquéllos n o pertenezcan al tipo y sí al á m b i t o ' d e
d a d " en el § 3 2 3 c ; lo m i s m o rige para los e l e m e n t o s del a u t o r c o m o "funcionario p ú b l i c o " , § § la d e t e r m i n a c i ó n de la p e n a ( B G H 2 6 , 176 [180 ss.[; 2 4 4 ss.) (vid. supra § 2 6 V 2 ) . Lo m i s m o
11 I n ú m . 2, 3 3 1 ss., o "juez", § § 1 1 1 n ú m . 3 , 3 3 6 '^) '*. Sin e m b a r g o , a q u í n o es necesario q u e sucede c o n los "casos (innominados) especialmente graves^ (vgr-, § 2 6 3 III) (vid. supra § 2 6 V 1).
el a u t o r conozca la definición jurídica del c o n c e p t o c o r r e s p o n d i e n t e (de lo c o n t r a r i o , sólo los A q u í el d o l o d e b e haber c o m p r e n d i d o las circunstancias en las q u e el juez divisa el caso especial-
juristas p o d r í a n actuar d o l o s a m e n t e ) , sino q u e basta c o n q u e posea u n a idea d e cuáles son los m e n t e grave ^'', pues n o p u e d e establecerse diferencia alguna entre el s u p u e s t o d o n d e el p r o p i o
hechos a los q u e el legislador q u i s o e x t e n d e r la p r o t e c c i ó n d e la n o r m a penal. C o n otras pala- legislador ha f o r m u l a d o los presupuestos de u n a agravación de la p e n a y aquel o t r o en el q u e ha
bras, en relación con los e l e m e n t o s n o r m a t i v o s del t i p o el d o l o p r e s u p o n e q u e el a u t o r v i s l u m b r a delegado su d e t e r m i n a c i ó n al juez (de otra o p i n i ó n , R G J W 1 9 3 6 , pág. 1 6 7 7 ; R G J W 1 9 3 8 ,
p o r sí m i s m o , a su p r o p i o nivel d e c o m p r e n s i ó n , la valoración del legislador materializada en el pág. 5 0 4 ) . Más allá, el d o l o es exigido para todas las circunstancias objetivas q u e influyen en la
c o n c e p t o c o r r e s p o n d i e n t e ("valoración paralela e n la esfera d e l profano") . determinación de la pena y q u e deben ser tenidas en c u e n t a en perjuicio del autor. Esto rige t a m -
bién para ciertas consecuencias del delito (§ 4 6 II: secuelas del h e c h o realizadas de forma culpa-
ble), pues de haberlas configurado el legislador c o m o e l e m e n t o s del t i p o d e b e r í a n ser a s i m i s m o
como un comportamiento directivo pero inconsciente Schewe, Reflexbewegung págs. 27 ss. No puede dudarse abarcadas p o r el d o l o - ' . Sólo se plantea u n a excepción c u a n d o se trata d e u n resultado lesivo
de que también estas acciones son dolosas en el sentido del Derecho penal. Schewe se sitiía para ello en el que p o n e d e manifiesto la tealización del peligro típico consustancial a la acción del tipo penal.
curso exterior de la acción (págs. 110 ss.). Kriimpelmann, Welzel-Festschrift págs. 334 ss. subraya con razón Para estos casos p u e d e recurrirse p o r analogía al § 18 y, con ello, c o n f o r m a r s e con la existencia
el significado de los/irc-estadios conscientes de los hechos pasionales. En lo tocante a la ptueba del dolo
d e i m p r u d e n c i a , pues d i c h o precepto setía de aplicación si el legislador h u b i e r a configurado la
infetida de los hechos externos Hruschlm, Kleinknecht-Fe.stschrift pág. 2 0 1 .
consecuencia m á s grave c o m o e l e m e n t o del ripo (vid., c o n más detalle, infra § 8 3 II 3) ".
"• El dolo debe subsistir hasta el momento en el que el autor ha concluido la acción que considera
necesaria para el ocasionamienro del resultado; en el caso de que el dolo cese antes de la producción del
resultado el autor sigue siendo respon.sable por la consumación; vid. Herzherg, Oehlcr-Festschrift págs. 167
ss.; Roxin, Allg. Teil I § 12 núm. 76. Que en los delitos mutilados er. dos actos (vid. supra § 26 II 5) el
dolo, en la ejecución del primer acto, ya debe estar dirigido a la realización del segundo, es algo que se I § 22 núm. 49; SchonkefSchroderlCramer. § 1 5 núm. Ai; jakohs, Allg. Icil 8/49; SK(Rudolphi) § 16 núm.
desprende de la interpretación del tipo correspondiente (vgt., §§ 249, 237 [el § 237 se cncuentta actual- 23. En relación con el acercamiento entre el idioma especializado y el cotidiano en el "proceso de comuni-
mente derogado N del T[, 257); sobre la cuestión vid. Hruschka. j Z 1973, págs. 12 y 278; Dreher, JZ 1973, cación entre el juez y el auror", Arthtir Kaufmann, Parallelweriung págs. 36 ss. Limitadamente Schlüchter,
pág. 276; Schonlre/Schroder/Cramer, § 15 núm. 25. En relación con la variación del dolo duranre la ejecu- Irrtum págs. 115 ss., a itavés de la teoría de que el autor sólo debe haber reconocido "el significado lesivo de
ción del hecho, Hillenltamp, Vorsatzkonkretisierungen págs. 5 ss. su comporramiento". Mostrando su rechazo a la valoración paralela, Kindhüuser, GA 1990, pág. 417; Piippe,
" La remisión debe entenderse tealizada al vigente § 339 (N del T). GA 1990, pág. 157.
"* En contra, Frisch, Armin Kaufmann-Gedachrnisschrift pág. 327; Schonlie/Schroder/Cramer, § 15 ^° Así, con razón, SchonkelSchróderlCramer, § 15 núm. 29; SK (Rudolphi) § 16 núm. 8.
núm. 42. De acuetdo con la doctrina mayoriraria, también la edad de la víctima debe ser conocida |)or el ^' En este sentido, SchonkelSchróderlCramer, § 15 núm. 3 1 ; mostrando sus dudas Lackner, § 46 núm.
autof cuando aquélla se contiene en el tipo (ej. § 176); vid. SchdnkelSchrñderlLencliner, § 176 núm. 10. De 34; SK (Rudolphi) § 16 núm. 8.
otta opinión al respecto, Schmidháuser, Allg. Teil pág. 490 nota a pie núm. 9. ^' Así, Bruns, Strafzumessungsrecht págs. 422 ss.; Frisch, GA 1972, págs. 330 ss.; SK (Horn) § AG
" Esta es la conocida teotía que ha desarrollado Mezger, Lehrbuch pág. 238, en adhesión a Bindtng, núm. 109 (limitado sólo al ámbito de ptotección de la norma). Por lo general debe bastat con la impruden-
Normen Tomo 111 págs. 146 .ss., y que posee un reconocimiento genet-alizado; vid. Maurachl'/Jpf, Allg. Icil cia según ¡.K(10.") (G. Hirsch) § 46 núm. 47. Exigen el dolo en todos los casos SchonkelSchroderlStree, §
318 § 29 Dolo y error de lipo 111. l a s cLises de dolo 319

d) i'aní q u e pueda ser i n d a g a d o su p u n t o de referencia con el d o l o , los elementos de l/i vedo- a) Se habla e s p e c i a l m e n t e de intención c u a n d o se presenta c o m o e l e m e n t o subjetivo del
rneión global del hecho (vid. sttpm § 25 11 2) deben dividirse en aquellas p a n e s inregranies <]ue tipo (vid. infra § 3 0 II 1), esto es, c u a n d o el a u t o r persigue un resultado q u e va m á s allá del t i p o
describen los hechos (eleincnros del tipo) y aquellas destinadas a su valoración jurídica (aiuijuri- objetivo, q u e se d e b e p r o p o n e r conseguir c o n f o r m e al m i s m o , pero que no precisa ser alcanzado;
cidad). Segtin ello el d o l o sólo d e b e c o m p r e n d e r la d i m e n s i ó n fáctica p o r q u e la valoraci(')n jurí- así ocurre, p o r e j e m p l o , con la apropiación de la cosa robada en el h u r t o (RG 4 9 , 140 [142]).
dica es tratada d e c o n f o r m i d a d c o n las reglas relativas al c o n o c i m i e n t o d e la aiuijuricidad (vid. Característico de la i n t e n c i ó n es q u e el a i u o r ajusre su c o m p o r t a m i e n t o al fin p t o p u e s t o y q u e
iufm § 41 II 1 a) ^ \ Lo m i s m o sucede c o n los elementos de la cíilpabilidadconcchiáoi objetiva- actiic m o v i d o p o r el interés d e su consecución. Por el c o n t r a r i o , es indiferente si se t o m a el resul-
m e n t e q u e p r e s u p o n e n u n a d e t e r m i n a d a configuración exterior del h e c h o (vid. infra § 4 2 II 1). tado c o m o algo seguro o tan sólo c o m o algo p i o b a b l e ( B G H 2 1 , 2 8 3 [284 ss.]). Resulta asimis-
T a m b i é n a q u í el a u t o r d e b e ser c o n s c i e n t e d e la situación objetiva p e r o n o necesita h a b e r re- m o irrelevante si el resultado es el móvil (el m o t i v o ) del h e c h o o si tan sólo se trata de una m e t a
flexionado sobre la valoración d e su disposición i n t e r n a . i n t e r m e d i a del a u t o r q u e se muestra c o m o paso para alcanzar objetivos adicionales, mientras q u e
la finalidad última del h e c h o está situ:ida más allá del p r i m e r c o m e t i d o (RG 2 7 , 2 1 7 : el m o t i v o
4. Los e l e m e n t o s s u b j e t i v o s del t i p o se útú-in junto al d o l o . N o son por sí m i s m o s o b j e t o
de la m a q u i n a c i ó n fraudulenta no era alcanzar u n a ventaja p a t r i m o n i a l sino la satisfacción de la
del d o l o pero la mayoría de ellos poseen p o r su p a r t e p u n t o s d e referencia objetivos ( p o r ejem-
a m b i c i ó n profesional del autor) -''. Para evitar cualquier reminiscencia acerca d e la m o t i v a c i ó n ,
plo, la o b t e n c i ó n de u n a ventaja p a t r i m o n i a l ilícita en el § 263) "'.
la j u r i s p r u d e n c i a aplica g e n e r a l m e n t e la fórmula de q u e la intención existe c u a n d o la p r o d u c -
c i ó n del resultado previsto p o r la Ley es i m p o r t a n t e para el a u t o r ^ ' .

III. Las clases d e d o l o Ejemplos: El preso que sustrae las llaves de la prisión para útil izarlas, en su fuga actúa con ánimo de
apropiación puesto que ésta se encuentra en función de la disponibilidad de las llaves (BGH M O R 1960,
Se d i s t i n g u e n tres t i p o s d e d o l o : la i n t e n c i ó n , el d o l o directo (dolus directus) y el d o l o pág. 689). Posee la intención en el sentido del § 91 en su tedacción anterior (actual § 89), quien se dispone
eventual (dolus eventualis) (vid. § 2 2 5 I y II "^) ^'^. a socavar la disponibilidad de servicio de la policía con independencia de qué fines políticos pueda perseguir
1. La i n t e n c i ó n significa q u e el a u t o t persigue bien la acción típica, bien el resultado pre- con ello (BGH 18, 151 [155]; vid. también BGH 9, 142 [146] con comentario de Bockelmann ]Z 1956,
pág. 698, donde la expresión "dolus directus" es utilizada en un sentido diverso). Por el contratio, no posee
s u p u e s t o p o r el tipo o a m b o s a la En la i n t e n c i ó n d o m i n a ú factor volitivo del d o l o .
intención de estafar el funcionario de policía berlinés que, en el tiempo en el que la zona Berlín-oeste toda-
Ejemplos: A\ exhibicionista le es característica la acción como tal en el sentido del § 183, pero para la vía estaba separada del territorio federal, declara haber utilizado el avión como gastos de viaje para no tenet
incomodidad como resultado basta el dolo eventual. Actúa con una intención contraria a la Constitución que declarar que, contrariamente al reglamento, condujo hasta la República Federal atravesando el tetritorio
cuando se pretende perjudicar a dicha norma (BGH 18, 245 [248]). Quien quiere eliminar a un testigo de la ROA; la razón de ello reside en que el funcionario no perseguía ohrener el coste más alto del vuelo
peligfoso actiía con intención de matar (BGH 2 1 , 283). sino tan sólo evitar un procedimiento disciplinario (correcta en cuanto al resultado, KG N J W 1957, pág.
882). Lo mismo sucede con alguien que en el último momento sube sin billete al tren para no perderse una
clase (de otro criterio, B G H 16, 1 [5]). fin el asesinato pueden concurrir el dolo eventual y el ánimo de
ocultación (BGH 1 1 , 2 6 8 [270]; 15,291 [297]), a no ser que el autor ÍO7O pueda con.seguir su objetivo a
A(-) niims. 26 ss.; el criterio mantenido por la B G H 10, 259 esrá superado pues el § A(i II alude a las secuelas través de la muerte de la víctima (BGH 2 1 , 283 1284]).
del hecho "realizadas culpablemente".
^' Asimismo, Schonke/Schroder/Cramer, § 15 niim. 22; SK(liudolphi) § 16 niim. 17. La intención del a u t o r sólo puede ir dirigida a u n a c o n t e c i m i e n t o futuro. En relación con las
•'•'' Igualmente, Dreher/Trondle, § 16 núms. 3 y 13; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 24. Con circunstancias preexistentes o concomitantes al hecho no se habla de i n t e n c i ó n sino de certeza.
mayor detenimiento i¡«^Mf¿, Ritder-Festschrift pág. 172.
^' Vid. nota a pie núm. 6 (N del T ) . b) La Ley n o utiliza d e u n m o d o u n í v o c o la expresión " i n t e n c i ó n " o s u p r o p o s i c i ó n e q u i -
^'' En parte se utiliza una terminología divetsa. Blei, Allg. Teil págs. 113 ss. denomina a la intención valente "para", lo q u e p u e d e c o n d u c i r a dificultades interpretativas^". D e vez en c u a n d o con el
"dolo inmediato" o "dolo directo de primer grado", al dolo directo lo llama "dolo mediato" o "dolo de se t é r m i n o " i n t e n c i ó n " sólo es excluido el dolo eventual, p o r lo q u e se declara q u e es suficiente la
gundo grado". Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. (A distingue entre "dolo directo" ("dolus dircctu.s'") y presencia d e d o l o directo; así sucede, p o r ejemplo, c o n la i n t e n c i ó n de dar lugar a u n p r o c e d i -
dolo eventual ("dolus eventualis"); para estos amores, [mes, el dolo directo engloba tanto los casos de inten- m i e n t o oficial en el § 164 ! (BGLf 13, 2 1 9 [221]), la i n t e n c i ó n de asegurar u n a ventaja en el
ción como los que se caracterizan por un conocimiento cierto. En ocasiones el "dolo directo" también se e n c u b r i m i e n t o real del § 2 5 7 ( B G H 4, 107) o la i n t e n c i ó n de e n g a ñ a r en la falsedad d o c u m e n -
denomina "conciencia". De todas formas, no existe ninguna diferencia material en relación con io expuesto
en el texto principal. En el mismo sentido que aquí, fAaurach/Zipf, tú\g. Teil I § 22 núm. 2i;]akobs, Allg.
Teil 8/15 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 12 núm. 2; LK(1¡.») (Schroeder) § 16 núms. 76 ss.; SK (Rudolphi) § 16
núm. 36; Stratemverth, Allg. Teil I núms. 250 ss. \(/essels, Allg. Teil núms. 210 ss., así como BGH 18, 248;
ósterr. O G H JBl 1972, pág. 377; Schtdtz, Einfühtung I núms. 193 ss. Característico del veloz desarrollo de - ' Por ello es objetable la definición de Frank, § 59 Anm. VI, de que la intención es el "pensamiento
la Dogmática penal norteamericana es la configuración ampliamente diferenciada de las clases de dolo c motivador del resultado". En esta dirección, sin embatgo, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 399, quienes con-
imprudencia contenidas en la Sección 2.02 del Código penal modelo (traducido por Honíg). Vid. al respec- ciben a la intención como "móvil ptincipal'.
to Low, en: Commentaties, Part 1 § 2.02; LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 296 ss. ^^ Al respecto vid. Engisch, Untetsiichungen págs. 141 ss.; «además, Gehrig, Dcr Absichtsbcgriff 1986.
'" Asimismo, IKili.') (Schroeder) § 16 núm. 76; Roxin, Allg. Teil I § 12 núm. 7; Samson, JA 1989, "'" De ahí que la RG 24, 369 exigía para el § 225 [vid. nota a pie núm. 6 (N del T)] la voluntad
págs. 450 ss.; SK (Rudolphi) § 16 núm. 36. De modo incorrecto Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 66 dirigida a un objetivo (intención), mientras que según la BGH 2 1 , 194 y LK(10 ") (Hirsch) § 225 núm. 2;
liinitan la intención a la persecución del resultado. Schonke/Schroder/Stree, § 225 núm. 2, basta con el dolo directo.
320 § 29 Dolo y error tic tipo 111. Las clases de tL>lc 321

tal del § 267 (de otra opinión, BayOhLG JZ 1968, pág. 29, con comentario crítico de Cramer) " . 3. La tercera clase de dolo es el dolo eventual (dolus evcntuahs).
No obstante, la mayot parte de las veces la intención se entiende como volutitad dirigida a un a) El dolo eventual significa que el autot considera seriamente la posibilidad de reali-
objetivo. En la Parre Especial la intención se refiere frecuentemente a metas que se encuentran zación del tipo legal y se conforma con ella"*. El contenido de injusto del dolo eventual es
lucra del tipo objetivo (por ejemplo, §§ 242, 26,3, 184 I niim. 8 [sobre ello, BGH 29, 72 ss.]) menor que el de las otras dos clases de dolo porque aquí m se persigue el resultado ni tampoco es
(vid. infra § 30 II 1), atmque también existen ejemplos de lo contrario (§§ 87 1, 142 111 2, 225 visto como algo seguro, sino que es abandonado al curso de los acontecimientos atin a concien-
I I ' - y 344, así como la urilización "final" de los verbos [vid. supra § 24 III 4d|). El E 1962 cia de la pticsta en peligro del bien jurídico protegido; no obstante, por lo general la Ley ttata
quiso dererminar como sigue la definición legal de la intención: "acttia intencionadamente aquel del mismo modo al dolo directo y al exentual (en otro sentido, por ejemplo, el § 225 I y II ^').
a quien le importa realizar el hecho para el cual la Ley presupone una actuación intencionada" Al dolo eventual pertenece, de un lado, la conciencia de la existencia del peligro concreto de que
(§17I)«. se realice el tipo y, de orto, que el autor se toma en serio dicho peligro. Esto último significa que
el autor estima que el riesgo de realización del tipo es relativamente alto. El sujeto debe, por
2. El dolo directo (dolus directus) significa que el autor sabe con seguridad (\VÍC concurren
tanto, haber reconocido la entidad y cercanía del peligro (elemento cognitivo o intelectivo del
determinados elementos del tipo o que lo harán durante su acción y, particularmenrc, que prevé
dolo). A la representación de la seriedad del peligro debe añadirse el hecho de que el autor se
como cierto el acaecimiento del resultado típico'''. Aquí domina, pues, el factor cognoscitivo del
conforma con la realización del tipo (a menudo caracterizado como elemento "volitivo" del dolo).
dolo. Por el contrario, le falta el momento característico de la intención consistente en la deter-
Con ello quiere decirse que el autor se decide a afiadir al alcance del objetivo de la acción por él
minación de la acción hacia un objetivo propuesto. No obstante, dado que existe la certeza de
perseguido, la realización (incierta) del tipo. Quien ante el peligro de realización del tipo de la
que de todos modos el tipo se realiza, el dolo directo y la intención son asimilables en cuanto al
acción punible actúa de ese modo, demuestra un menosprecio reprochable del bien jurídico pro-
contenido de injusto y de culpabilidad^'. El caso en el que el autor considera el advenimiento
tegido a causa de que el dolo eventual en su contenido de culpabilidad pucáe: ser equipatado a la
del resultado típico como algo extremadamente probable hay que tratarlo del mismo modo
intención y al dolo directo. La citcunstancia de que el sujeto se conforme con la probabilidad
que cuando existe certeza sobre su concurrencia, puesto que la mayoría de los acontecimientos
del acaecimiento del resultado caracteriza su disposición y es, por ello, un componente de la cid-
futuros no pueden ser previstos con absoluta seguridad. La diferencia consiste sencillamente en
pabilidad: al autor se le forinula un reproche más intenso que en el caso de la imprudencia cons-
que aquí al menos puede estar en juego la esperanza de que el resulrado no tendrá hrgar por un ciente a causa de su falta de convicción ftente a la pretensión de validez del bien jurídico prote-
golpe de suerte. En cualquier caso, el autor no puede recurrir a la simple esperanza de un buen gido; y es que en aquélla aunque ciertamente el sujeto reconoce el peligro confía, sin embargo,
acontecimiento. en que el resultado no sobrevenga. De este modo, el dolo eventual está integrado por la voluntad
Ejemplos: En el año 1875 un tal Alexander Keith, que se hacía llamar Thomas, hizo cargar a bordo de de lealización de la acción típica (elemento volitivo del injtisto de la acción), por la seria consi-
un transatlántico en Brcmerhaven una caja provista de material explosivo y temporizador mecánico, pata deración del peligro de que el resultado acaezca (momento intelectual del injusto de la acción),
que explosionara durante el ttayecto marítimo y provocara el hundimiento del barco. El autor sólo estaba
¡ntetesado en una estafa de seguro pero sabía con exactitud que la tripulación del barco y los pasajeros mori-
rían a causa de la explosión. Sin embargo, la caja hizo explosión en el mismo muelle al resbalársele de las
manos a un empleado de carga, causando así una catástrofe (dolo directo y aberrarlo ictus, vid. § 29 V
6c) •"'. El significado práctico que puede tener la distinción entre la intención y el dolo directo lo muestra el ^' La doctrina mayoriraria se muestra de acuerdo aunque con ciertas desviaciones; vid. Amhrosius,
caso resucito por la BGH 10, 163 (170), donde para el elemento de la intención contraria a la Constitución Untersuchungen págs. 70 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 115; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 83; Brammsen, JZ
del § 100 II en su redacción anterior fue considerada bastante la presencia de dolo directo (Caso ]ohn). 1989, págs. 81 ss.; Gallas, Niederschriften Tomo XII pág. 121; Germann, SchwZStr 77 (1961) págs. 374
ss.; Eser/Burkhardt, Strafrecht 1 núm. 7 A núm. 30; Krümpelmann, ZStW 87 (1975) págs. 895 ss.; Küpper,
Para la caracterización del dolo directo el StGB emplea las expresiones "a sabiendas" (vgr., ZSrW 100 (1988) pág. 766; Kühl, Allg. Teil § 5 núms. 85 ss.; Eackner, § 15 núm. 24; Roxin, JuS 1964,
§§ 87 I, 225 II •", 344) o "de mala fe" (por ejemplo, §§ 164 I, 187). El E 1962 había previsto la pág. 61; f/ mismo, Allg. Teil I § 12 núm. 27; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 308; SK (Rudolphi) § 16 núm.
siguiente definición del dolo directo: "actiia a sabiendas quien sabe o pievé con seguridad que el 43; E A. Wolff, Gallas-Festschrift págs. 222 ss.; Hafi, Allg. Teil pág. 154; WK(Nowakowski) § 5 núms. 13
hecho, para el que la Ley presupone una acttiación consciente, ha sucedido u octirrirá" ( § 1 7 11) ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 214. Schroth, Vorsatz pág. 120 habla en este contexto de "apropiación" de los
(coincidente con esta definición, § 17 III AE), elementos constitutivos del injusto. Prosdocimi, Dolus evcntualis págs. 32 ss. subraya la subordinación del
bien jurídico puesro en peligro frente al propio objetivo de la acción. Crítico en relación con el elemento de
la "confofmidad"/í7j^o¿>$, Allg. Teil 8/21; Koriath, Gtundlagen pág. 647; Erisch, K, Meyer-Gedachtnisschrift
^' Roxin, Allg. Teil 1 § 12 núm. 14; Schbnke/SchroderlStree, § 257 niim. 22; Samson, JA 1989, pág.
págs. 545 ss.; el mismo, NStZ 1991, pág. 23; Herzherg, JuS 1986, págs. 249 ss.; el mismo, JZ 1988, págs.
454; Lenckner, NJW 1967, pág. 1894. 635 ss.; Puppe, ZStW 103 (1991) pág. 41; el mismo, Vorsatz und Zurechnung págs. 39 ss. Puede encontrar-
-'" Vid. nota a pie núm. 6 (N del T). se un resumen en Geppert, Jura 1986, págs. 610 ss. No siempre, aunque con frecuencia, la jurisprudencia
^^ La doctfina mayoritaria se muestra de acuerdo con la definición reproducida; vid. Blei, Allg. Teil uriliza la fórmula descrita en el texto; vid. BGH VRS 59, 184; BGH en Holtz,, MDR 1980, pág. 812; MDR
pág. ]]4;LK(ll.'')(Schroeder)§ 16 núm. 76; «Í)A-/«, Allg. Teil 1 § 12 núm. 8; Maurach/Zipf, Mlg.Téll§ 1992, pág. 319; BGH NStZ 1984, pág. 19; BGH JZ 1989, pág. 449; BGH 36, 1 (9). En relación con la
22 núm. 28; SK(Rudolphi) § 16 núm. 36. jurisprudencia Schroth, NSrZ 1990, pág. 324. En torno a la posición del Tribunal Supremo polaco vid.
^ Vid. más detenidamente Engisch, Untersuchungen págs. 170 ss. Buchata, Jescheck-FesrschriftTomo I pág. 389. Acerca del Derecho italiano de Erancesco, Riv ir dir proc pen
^^ De acuerdo, Sch'ónkelSchróderlCramer, § 15 núm. 68; Roxin, Allg. Teil 1 § 12 núms. 18 ss. 1988, pág. 113.
"^ Vid. la exposición contenida en Binding, Normen Tomo 2/11 pág. 851 nota a pie núm. 1.
^'•' Vid. nota a pie núm. 6 (N del T). •-•'
' ' Vid. la nota a pie núm. 6 (N del T).
322 § 29 Dolo y crroc do tipo 111. Las clases de dolo 323

;i.sí c o m o , en ú l t i m o lugar, |)or ia c o n f o r m i d a d del a u t o r con el a d v e n i m i e n t o del resultado típico ble o bien, finalmente, p o r q u e atinque se t o m a en serio el peligro confía en la ausencia del resul-
c o m o i n g r e d i e n t e d e la culpabilidad ''". tado lesivo '- (vid. itjfm § 54 11 1). iMienrras q u e en el d o l o eventual el a u t o r "arriesga", lo carac-
terístico d e la i m p r u d e n c i a consciente es el descuido, la negligencia ("Leichtsinn") . D e acuerdo
Hjí'iiiploí: lín la perpetración del roho los autores urilizan un ciiüuróii de cuero para comprijnir el
con ello el § 18 II A E recoge la siguiente definición: actúa c o n i m p r u d e n c i a c o n s c i e n t e q u i e n
cuello de la vícnina y dejarla inconscicnre, pero no [>ar;i malaria. A pesar de que son conscientes de que el
" c o n t r a r i a m e n t e a d e b e r y d e m o d o reprochable confía en q u e no lo realizará [el tipo legal]". El
esrrangulanuento de aquélla puede originar su nuierte, continuaron con el mismo hasta que ¡a víctima de¡()
"conformarse con el a c a e c i m i e n t o " del resultado y la "confianza en su ausencia" c o n s t i t u y e n c o n -
de moverse y murió sin que los agresores se dieran cuenta (liCiH 7, 363, especialmente, 369). (juando el
autor se abalanza con su vehículo sobre un funcionario de policía y éste lo es(|u¡va saltando en el líltimo ceptos c o m p l e m e n t a r i o s q u e deben ser interpretados d e tal forma q u e se c o n e c t e n sin dejar lagu-
niomento, el dolo eventual del homicidio depende de si el sujeto se había conformado con el posible resul- na d e ningtin tipo: q u i e n actúa confiado en la ausencia del resultado n o se c o n f o r m a con el;
t.ado de muerte (BGH VRS 59, 183 [184]; B G H en Holtz, M D R 1980, pág. 812; coincidiendo con otros q u i e n se c o n f o r m a c o n el a d v e n i m i e n t o del m i s m o n o a c t ú a c o n f i a n d o en su inexistencia. C o m o
supuestos de este tipo BGH NStZ 1983, pág. 407 y 1984, pág. 19). Lo mismo sucede con el caso en el que criterio para saber cuál de los dos aceptar p u e d e servir la fórmula de Frank: "Si el a u t o r se dice a
se .asesta una puñalada en la espalda de la víctima (BGH M D R 1983, p.íg. 854). sí m i s m o , esto p u e d e ser o suceder d e otro m o d o , pero en cualquier caso a c t ú o " , entonces hay
q u e aceptar el d o l o e v e n t u a l " " . "Los límites de la i m p r u d e n c i a consciente y del d o l o eventual
b) Ambos proyectos batí recogido u n a definición d e d o l o e v e n t u a l . D e a c u e r d o con el § 16
c o m o formas de culpabilidad están m u v cerca u n o s de o t r o s " ( B G H N S t Z 1 9 8 4 , pág. 19).
E 1962 acit'ta c o n dolo eventual "quien tiene p o r posible la realización [del tipo legal] y ,se c o n -
forma con ello" ' ' . Esta fórmula r e n u n c i a al e l e m e n t o d e la valoración seria sobre el a d v e n i m i e n - Ejemplos: Quien proporciona auxilio a otro bajo el riesgo de que éste haya cometido un delito grave o
to del restiltado q u e , sin e m b a r g o , d e b e ser a s u m i d a en la definición para la d e t e r m i n a c i ó n del menos grave actúa con dolo de encubrimiento personal en el sentido del ,§ 258 en su redacción anterior
grado d e posibilidad q u e el a u t o r se ha p l a n t e a d o . Segtín el § 17 II A E actúa c o n d o l o "quien (RG 53, 342; 55, 126). Asimismo, está presente el dolo eventual de cometer un homicidio (en la omisión)
estima s e r i a m e n t e la realización d e las circunsrancias del h e c h o y se c o n t e n t a c o n ello". Sin e m - en el automovilista que, habiendo causado lesiones graves a la conductora de un ciclomotor mediante una
bargo, la expresión "confortnarse", q u e ya fue utilizada a n t c r i o n n e n r e p o r la j u r i s p r u d e n c i a (vid. colisión, se aleja sin ocuparse de que no fallezca por la falta de auxilio (BGH NStZ 1992, pág. 125). Por el
R G 5 9 , 3 ; G7, 4 2 5 ) , es preferible a la d e " c o n t e n t a r s e " p o r q u e c o n aquella q u e d a claro q u e el contrario, generalmente sólo actúa con imprudencia consciente en relación con los daños ocasionados, quien
se da la vuelra en una autopista ( § 3 1 5 c I núm. 2 ss.), aunque la mayoría de las veces lo haga con dolo
a u t o r s o p o r t a precisairicnre la i n c e r t i d u m b r e , y se s o m e t e a ella sin d o m i n a r p o r su p r o p i a fuerza
eventual respecto al acaecimiento de un riesgo concreto. La madre soltera que trae al m u n d o a su hijo sin
el curso causal en el s e n t i d o de la evitación del peligro.
auxilio ajeno y al menos se esfuerza en provocar en el recién nacido los signos de vida, sólo acrúa con im-
c) El c o n c e p t o d e d o l o eventual t a m b i é n se d e t e r m i n a a través d e la definición d e la i m - prudencia consciente si el niño muere a causa de la falta de asistencia suficiente (BGH GA 1979, pág. 106,
p r u d e n c i a c o n s c i e n t e c o n la q u e conecta d e u n m o d o iniííediato. Esta significa q u e el autor, a diferencia del caso de la BGH GA 1970, 86).
ciertaiTiente, reconoce el peligro p e r o niega la existencia del riesgo c o n c r e t o para el o b j e t o d e la d) La deteririinación del c o n t e n i d o del d o l o eventual y su delimitación frente a la i m p r u d e n -
acción, n o t o m á n d o s e l o en serio b i e n p o r defecto sus propias c a p a c i d a d e s , bien p o r el cálculo cia consciente son cuestiones extraordinariamente discutidas. N o obstante, en c u a n t o a su resulta-
e q u i v o c a d o del g r a d o de peligro existente en u n a infracción contraria a d e b e r del c u i d a d o exigi- d o práctico las otras opiniones doctrinales vienen a coincidir con la tesis de la doctrina mayoritaria.
aa) La teoría de la probabilidad'' se basa en el grado de la misma con el que el autor espera la
realización del tipo. En contra de esta teoría habla el hecho de que la mayor o menor probabilidad de reali-
'" El texto sigue a Gallas, Beitrage pág. 55; WK(Nowakowski) nota preliminar ntim. 31 antes del §
3; § 5 niím. 17. En la 3." edición de este manual (pág. 241) también .se había extendido la voluntad de la
acción a la posibilidad del acaecimiento del resultado, a través de la consideración de que el autor "incluía"
el resultado incierto en la resolución de la acción a través de su confornridad con el mismo. La aclaración
diferenciadora sobre el dolo eventual que ahora se reproduce en el texto principal se ajusra mucho inejor a ''- Vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 84; Roxin. Allg. Teil I § 12 núm. 27; Kühl, Allg. Teil § 5
su manifestación inregradora de elementos procedentes del injusto de la accióit y de la culpabilidad. Consi- núm. 75; WcHf/í, Allg. Teil núm. 220. Sobre la jurisprudencia B G H 36, 1 [10]; B G H J Z 1989, 449; B G H
deran también la conformidad del sujeto con el resultado como un momento de la "disposición" de aquél NStZ 1982, pág. 506; 1983, pág. 407; 1988, pág. 175; BGHR, § 212 1 dolo, eventual 2, 14. Por el contra-
ante la posibilidad de realización del ripo, Kindhiiuser, ZStW 96 (1984) pág. 2 3 ; Stratenwerth, Allg. Teil 1 rio, el § 6 II osterr. StGB no exige el elemento positivo de la confianza; vid. WK(Burgstaller) § 6 núm, 10.
mim. 255; Schumann, JZ 1989, pág. 4 3 1 . En contra Prittwitz, GA 1994, pág. 4 7 1 , para quien también es ^^ Con más detalle, Stratenwerth, ZStW 71 (1959) pág. 58 y Allg. Teil I núms. 1104 y 308 (para
posible el dolo eventual en los hechos pasionales porque el autor puede haber.se conformado con la muerte quien la mera toma en consideración de la seriedad del peligro es ya suficiente para el dolo eventual); v.
de la víctima en el arrebato de ira y no importarle entonces matar a su víctima. Hippel, Vorsatzund Eahrlassigkcit págs. 125 ss.; Welzel, Lebrbuch pág. 68; Maiirach/Gossel/Zipf, AWg. Teil II
Acerca de la relación de esta fórmula con la jurisprudencia del Tribunal Supremo Federal suizo § 43 núm. 119; Wessels, Allg. Teil núm. 216.
(BGE 81 IV 202; 84 IV 128) vid. Germann, Z S t W 71 (1959) pág. 161 y Jescheck. Niederschriften Tomo '*'' frank, § 59 Anni. V (pág. 190). Al respecto, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 8 3 .
Xil pág. 263. La praxis actual acepta la existencia de dolo eventtial cuando el autor aprueba, se conforma o ''^ Mostrando sus objeciones frente a este criterio, Grofimann, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 68 ss.
se contema con el resultado cuya posibilidad se ha previsto, para el caso en el que éste sobrevenga (BGE 92 y Engisch, Untersuchungen pág. 206.
IV 65; 96 IV 100; 103 IV 68; 104 IV 36). La fórmula recomendada en el rexro principal ha sido asumida '"' Así, H. Mayer, Allg, Teil pág. 250; Sauer, Grundiagen pág. 618; Ross, Über den Vorsatz págs. 149
en jurisprudencia consrante por el O G H ausrríaco (vgl. O G H JBl 1972, 541; SSt 4 1 , 19; EvBl 1971, 144; ss. Una variante de la teoría de la probabilidad es también la tesis de Herzberg, JuS 1986, págs. 259 .ss.,
1973, 22; 1975, 192 y 282; 1978, 47). Mostrándose de acuerdo, Pálin, ZStW 8A (1972) pág. 2 0 1 ; Lenkaufl .según la cual, la delimitación debe hacerse de acuerdo con el grado de peligro para el bien jurídico protegi-
Steininger, § 5 núms. 14 ss.; Liehscher, ZfRV 1970, pág. 188; Platzgummer, JBl 1971, 239. La fórmula del •i
do; lo mismo sucede con el planteamiento átjakohs, Allg. Teil 8/23, para quien existe dolo eventual cuan-
texto ha sido además asumida por el § 5 I, segundo párrafo, osterr. StGB. do el autor "concluye que la realización del tipo no es improbable como consecuencia de la acción".
324 29 Dolo y error de u p e III. Las clases de dolo .525

/.ación del tipo no proporciona ninguna frontera sólida entre ambas formas de culpabilidad. Más bien cons- tado. De ahí que esta idea también resiihe de aplicación como indicio en eoiura de la confotniídad del
lituyc un indicio para la valoración seria del peligro por parte del autor. autot respecto del resultado.
bb) I.a teoría de la posibilidad''' evita esta inseguridad y acepta entonces el dolo everuual cuando el ee) Muy similar a la teoría de la doctrina mayoritaria es aquella concepción en virtud de la cual es
autor sólo valora la realización del tipo como algo que es en concreto posible. Sin embargo, con el reconoci- suficiente para el dolo eventual con que el autor valore como posible la realización del tipo y, a pesar de ello,
miento de la conciencia de la posibilidad como criterio exclusivo del dolo se desplaza demasiado el límite de muestre su indiferencia frente al bien jurídico protegido ' ' . En esre planteamiento es correcto el hecho de
éste al ámbito de la imprudencia consciente. Un acuñamiento sutil de la teoría de la posibilidad lo suminis- que lo caracrerístico de la culpabilidad del autor que actúa con dolo eventual es su indiferencia frente al
tra la teoría del riesgo. Según ésta el dolo existe cuando el sujeto se decide por su acción babiendo valo- bien jurídico protegido. Sin embargo, también debe exigirse que su impasibilidad le conduzca a "conformar-
rado completamente el tiesgo (ya iutoletable) anudado a ésta '*'. En contra de esta líltiuia tesis se etige la se conscientemente" con la posibilidad del advenimiento del result.ado y no sólo con que "se contente" con
misma objeción que en la de la probabilidad. el mismo.
ce) La teoría del consentimiento •*', que es aplicada frecuentemente en la prácrica (por ejemplo, RG e) El d o l o eventual hay que diferenciarlo de la " v o l u n t a d c o n d i c i o n a d a d e la acción".
33, 5; 76, 115 [116]; O G H 2, 254; BGH 14, 240 [256]; BGH GA 1958, 165; BGH 2 1 , 485; 36, 9), exige Esta última debe tenerse en c u e n t a en tres ca.sos: la siruación de indecisión, la resolución a d o p t a -
que el autor debe haber "aprobado" el resultado, que lo "haya aceptado con su aprobación" o que, finalmen- da sobte la base de h e c h o s hipotéticos y, p o t ú l t i m o , la resolución con reserva de desistimien-
te, también hubiera actuado en caso de "conocimiento seguro del mismo". Además, para la prueba del con-
t o 5^. La primera no c o n s t i t u y e dolo en m o d o a l g u n o p u e s t o q u e distintivo de este es sólo u n a
sentimiento sifve otra fórmula de Frank que atiende a cómo se habría comporrado el autor en el supuesto
decisión definitiva de la v o l u n t a d " . Y así, catece todavía d e d o l o d e m a t a r q u i e n al e m p u ñ a r el
de hubiera renido un conocimienro exacto de la realización del delito'". En contta de esta teotía habla la
circunsrancia de que en un hipotérico dolo direcro se restringe excesivamente este elemento subjetivo a tra- a r m a todavía n o sabe si q i n e t e dispatar o tan sólo a m e n a z a r (RG 6 8 , 3 3 9 [341]). Por el c o n t r a -
vés de la interpretación del dolo eventual; que así no se valora el hecho sino al autot (¿habtía sido capaz de rio, actúa ya con d o l o q u i e n a d o p t a la resolución del h e c h o pero hace d e p e n d e r su realización de
realizado si hubiera tenido la certeza sobre el mismo?); y, por último, que la teoría fracasa en los casos en los c o n d i c i o n e s q u e n o d e p e n d e n d e el. D e a h í q u e , la decisión del m a r i d o d e m a t a r a la mujer q u e
que se excluyen recíprocamente el resultado petseguido y el que se valora como posible. se había separado del m i s m o , caso de q u e aquélla no quisiera volver de nuevo c o n él, constituye
ya d o l o de m a t a r ( B G H 2 1 , 14 [18]), la a p e r t u r a de u n a carta p o t tm f u n c i o n a r i o de correos
Ejemplo: En la feria un titador inseguro apuesta 20 D M a que puede disparar a una bola de crisral que
destinada a c o m p r o b a r si en su interior se c o n t i e n e d i n e r o para apropiarse de el, tentativa d e
tiene sobre su mano la chica de una caseta; el disparo, no obstante, alcanzó a la m u j e t " . Según la fórmula
a p r o p i a c i ó n i n d e b i d a (RG 6 5 , 145 [148] ' ^ ) , la resolución de sustraer d i n e r o en u n a t a b e t n a a
de Frank aquí siempre quedaría excluido el dolo eventual porque en caso de certeza sobre el infortunado
suceso la apuesta habría estado perdida desde un primer momento, de modo que el autor no podía haber u n a persona ebria "del m o d o q u e sea y, en caso necesario, con violencia", d o l o d e r o b a r ( B G H
estado de acuerdo. Lo característico del dolo eventual es precisamenre por ello la inseguridad. 14, 3 8 3 ; vid. t a m b i é n B G H 2 1 , 3 1 9 [322]); lo m i s m o sucede, finalmente, con la decisión de
utilizar la violencia para el caso de que se d e b a p r o d u c i r el h e c h o y la víctima se defienda ( B G H
dd) Armin Kaufmann atiende a la manifestación objetiva de la voluntad destinada a evitar el suce-
12, 3 0 6 [ 3 0 9 ] ; KG G A 1 9 7 1 , 54 [55]). T a m p o c o modifica en n a d a el d o l o la reserva de desisti-
so '-. Para este autor resulta dererm.inantc "si realmente ha sido llevado a cabo el empleo de factores contra-
m i e n t o para el s u p u e s t o en el q u e el delito n o d e b a ser necesario. Y así, d e a c u e r d o c o n la situa-
rios desrinados a evitar el resultado anexo". N o obstante, también este punto de vista resulra en parte dema-
siado estrecho y, rambicn en parte, demasiado amplio. Ni siquiera en el caso resuelto por la BGH 7, 363 ción jutídica y d o c t r i n a e n t o n c e s existente, existió ya u n a tentativa de evasión de divisas p o r par-
(vid. supra § 29 III 3 a) habría conducido a una verificación segura del dolo, pues de todos modos los te d e quien para viajar al exttanjero cose billetes en el asiento d e su coche, para el s u p u e s t o de
autotes se habían esforzado en evitar la muerte de la víctima. En otros supuestos esta visión sería demasiado q u e n o pudiera o b t e n e r a t i e m p o la c o r r e s p o n d i e n t e autorización oficial (de u n m o d o diverso en
limitada pues alguien que no toma precauciones específicas también puede confiat en la ausencia del resul- este p u n t o , RG 7 1 , 5 3 ) .

4. Las tres clases d e d o l o también p u e d e n aparecer en forma de " d o l o alternativo". U n


caso d e esta naturaleza existe c u a n d o el a u t o r quiere desarrollar u n a acción d e t e t m i n a d a peto n o
"*' Así, Schrbder, Sauer-Festschrift pág. 243; Kindhíiiiser. ZStW 96 (1984) pág. 25; Morkel, NStZ 1981,
sabe seguro cuál de los dos tipos penales aplicables llegará a realizar '''.
págs. 177 ss.; Otto, Grundkurs pág. 78; Langer, Sonderverbrechen págs. 356 ss.; Schmidhduser, GA 1958,
págs. 178 ss.; el mismo, Allg. Teil pág. 407; el mismo, JuS 1980, pág. 242; el mismo, Oehler-Festschtift págs.
158 .ss. Vid. también Welzel, Lehrbuch pág. 68.
''^ Así, especialmente, Frisch, Vorsarz und Risiko pág. 495, quien, incluso, considera al dolo eventual '3 Así, Engisch, Untetsuchungcn págs. 233 ss.; Gallas, Beittagc pág. 55; LK(ll.») (Schroeder) § 16
como "la verdadera forma básica" del dolo (pág. 496), mientras que la "intención" y el "conocimiento cier- núm. 93; Schonkc/SchrdderíCramer, § 15 núm. 84.
to" sólo deben poseer significado para "las exigencias inherentes a la imposición de la pena" (pág. 501). De ''' Con mayor detenimiento sobte el tema, W Schmid. ZStW 74 (1962) págs. 51 ss.; Less, GA 1956,
forma parecida ya, Philipps, ZSrW 8 5 ( 1 9 7 3 ) pág. 38. págs. 33 ss.;/?. Schmitt, ]aS 1961, págs. 25 ss.; disiente en patte LKfll.") (Schroeder) § 16 núms. 101 ss.
'^ Así, u Hippel Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 111 ss.; KohlrauschlLange, § 59 Anm. III le; Maurachl Schultz, Spendel-Festschrift págs. 314 ss. reser^'a el tétmino "dolo eventual" ("Eventualvorsatz") para el dolo
Zipf.KWe,. Teil I § 22 núm. 34; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 402; DreherlTróndle, § 15 núms. 10 .ss. Por en su verdadero sentido y a la resolución adoptada sobre la base de hechos hipotéticos la denomina "dolo
este camino transita también la teoría de Hasscmer, Atmin Kaufmann-Gedachtnisschtift pág. 297. condicionado" ("bedingter Vorsatz").
'° Así, Frank, § 59 Anm. V (pág. 190). Sobre ello BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 82. ' ' Acerca del "impulso de la voluntad" como punto central de toda "acción voluntaria", Ambrosius,
^' Conocido caso académico de Lacmann, 'LSií<ÍJ (1911) pág. 159. Vorsatzabgtenzung págs. 20 ss.
''- Armin Kaufmann, ZStW 70 (1958) págs. 73 ss. De modo similar Herzberg, JuS 1986, págs. 258 "' Sobte ello, con numetosos ejemplos, Arzt, J Z 1969, págs. 54 .ss.
ss. con la distinción entre el peligro "conjurado" y el "no conjurado", así como Behrendt. Vorsatzgtenze pág. " Vid. LK (11.') (Schroeder) § 16 núm. ]06; Joerden. ZStW 95 (1983) pág. 565; Maurach/Zipf
30. En contra, Hillenkamp, Armin Kaufmann-Gedachtnisschrifr págs. 351 ss. Allg. Teil 1 § 22 núm. 27; Otto, Grundkurs pág. 74; Wessels, Allg. Teil núm. 231.
1
326 § 29 Doio y error de tipo
V- h\ crr{>r ele tij;>(] 327

Ejemplos: El autor dispara a su víctima para matarla o para provocar su incapacidad para moverse. l'J
dcr.se al campo de la imprudencia consciente. Y es que si alguien actúa a la vista del reconocimiento de
sujeto se apropia de un cor/.o que se encontraba encerrado en un establo y que tiempo atrás había sido
con.sccuencias típicas que sólo a|iareccii como posibles, cmonces estas ya no han sido causadas ciegamente
encontrado cuando era una cría y que había crecido en la granja; la sustraccicin se realiza sin saber si el corzo
sino que son resulrado del aconreciiniento dirigido por la persona. A ttavés de la actuación que se desarrolla
era una pieza de caza ajena (§ 292) o si integraba una propiedad ajena (§ 242) (RG 39, 247 ¡433]). El autor bajo la conscicncia de posibles consecuencias, ést.is se convierten al menos en resultados imaginables de la
se encuenrra un billetero ajeno y no sabe si ésre ha sido perdido por su propietatio (§ 246) o si tan sólo lo causalidad que ha sido puesta en marcha y dirigida por la persona misma.
ha cambiado de lugar (§ 242).
2. Parece correcto cntciidet \\\ finalidad a\ su s e n t i d o más a m p l i o , esto es, como comporta-
El d o l o alternativo sólo es p r o b l e m á t i c o en el t r a t a m i e n t o del delito q u e n o se c o n s u m a . Eii
miento con voluntad consciente. Pot ello las acciones pasionales e instintivas d e b e n set incluidas
estos casos hay q u e afirmar el d o l o en relación a las distintas m o d a l i d a d e s de c o m i s i ó n y aceptar
en aquélla p o r q u e a u n q u e p r o b a b l e m e n r e se c o m e t i e r o n i n c o n s c i e n t e m e n t e en el estadio a " u d o
la u n i d a d de acción en la m e d i d a en q u e la tentativa sea p u n i b l e . D e sobrevenir u n o de los posi-
del hecíio, sin e m b a r g o , sobre la base d e u n prc-estadio d e consciencia c o n s t i t u y e n una a c t u a -
bles resultados existirá e n t o n c e s tuiidad de acción entre el delito c o n s u m a d o y el i n t e n t a d o , en
ción dirigida a u n objetivo (vid. supra § 2 9 II 2 nota a pie ntím. 9 infiné). D e a c u e r d o c o n lo
t a n t o q u e este ú l t i m o n o sea subsidiario del p r i m e r o ( c o m o s u c e d e , p o r ejemplo, con la lesión
afirmado, el c o m p o r t a m i e n t o consciente de la voluntad engloba p o r c o m p l e t o el á m b i t o del dolo,
corporal frente al h o m i c i d i o ) .
pero t a m b i é n incluye a la i m p r u d e n c i a consciente p o r q u e ésta, a pesar de q u e n o desea las conse-
cuencias, reside en la esfera de la dirección de la acción. El dolo eventual y la i m p r u d e n c i a c o n s -
ciente n o se d i s t i n g u e n e n t r e sí por el c o n t e n i d o d e su injusto sino p o r el d e su culpabilidad; el
rV. D o l o y finalidad
s e n t i d o final de a m b a s t o r m a s de c o m p o r t a m i e n t o es el m i s m o , l,a diferencia reside en el g r a d o
1. LA finalidad (capacidad de dirección) se define c o m o la c a p a c i d a d de la persona de vis- de reprochabilidad ^^.
l u m b r a r p o r a n t i c i p a d o el curso d e las cosas, predecir m e n t a l m e n t e los a c o n t e c i m i e n t o s causales
y dirigir el suceso hacia u n objetivo a través del p r o p i o c o m p o r t a m i e n t o (vid. supra § 2 3 111 1).
Si bien existe u n i d a d acerca d e la finalidad c o m o tal y su f u n d a m e n t a l significado para las accio- V. El e r r o r d e t i p o
nes c o n s c i e n t e m e n t e voluntarias, en c a m b i o , se discute la cuestión relativa a la extensión con la
Backmann, Die Rechtsfolgen det abcrratio icrus, JuS 1971, pág. 113; el mismo, Grundfalle zum
que en D e r e c h o penal p u e d e considerarse al c o m p o r t a m i e n t o d i r i g i d o fmalísticamente ' .
srrafrechtiichen Irrtum, JuS 1972, pág. 196, 1973, pág. 30 y 1974, pág. 40; Busch, Über die Abgrenzung
Como finalidad en sentido estricto puede ser entendida la voluntad de la acción que, dominada por la von Tatbestands-und Verbotsirrtum, Festschrift für E. Mezger, 1954, pág. 165; Franke, Probleme beim Irrtum
representación de un objetivo, dirige el suceso hacia la meta perseguida''''. Desde una perspectiva jurídico- über Strafmilderungsgründe, JuS 1980, pág. 172; Frisch, Tatbestandsmaí?iges Verhalten und Zurechnung
penal la finalidad coincidiría, pues, con la inrención ("Absicht") mientras que el dolo directo y el eventual des Erfolgs, 1988; D. Geerds. Der vorsar7.ausschliel?cnde Irrrum, Jura 1990, pág. 4 2 1 ; Hafi, Grenzfálle des
quedan excluidos al no perseguirse aquí la realización del tipo. En un sentido algo más amplio, final es todo Irrtums über normarive Tatbestandsmerkmale, JA 1981, pág. 2 8 1 ; / . Hall Ignorance and Mistake in Cri-
comportamiento que generalmente es determinado por la capacidad de dirección del curso causal '^' porque minal Law, Indiana Law Journal 33 (1957) pág. 1; Herdegen, Der Verbotsitrtum in der Rechrsprechung des
aquí, en cualquier caso, exisre y se realiza la faculrad de influir sobre el devenir de las cosas. De acuerdo con BGH, en: 25 Jahre BGH, 1975, pág. 195; Herzberg, Aberratio ictus und abweichender Tatverlauf, ZSrW
ello, desde un punto de vista penal la finalidad vendría dererminada por la intención y el dolo direcro mien- 85 (1973) pág. 867; el mismo, Aberrarlo icrus und error in obiecto, JA 1981, págs. 369 y 470; el mismo,
tras que, por el contrario, el dolo eventual y la imprudencia conscienre quedarían excluidos por ser supues- Wegfall subjektiver Tarbestandsvoraussetzungen vor Vollendung der Tar, Festschrift für D. Oehlcr, 1985,
tos caracrerizados por la incertidumbre. La finalidad posee un sentido aún más amplio si se la equipara con pág. 163; el mismo, Zur Eingrenzung des vorsatzausschlieí?cnden Irrtums, JZ 1993, pág. 1017; el mismo,
el dolo ' - . Scgiín ello, también el dolo eventual es concebido como expresión de la finalidad ya que con éste Tatbestand.s-oder Verbotsirrtum? GA 1993, pág. 439; Hettinger, Der sog. dolus generalis usw., Fesrschrift
el autor tolera el posible acaecimiento del resultado añadido que considera indeseado o indiferente y, a pesar für G. Spendel, 1993, pág. 237; Hilleiúamp, Die Bedeutung von Vorsatzkonkretisierungen usw., 1971;
de ello, dirige su actuación hacia el ansiado objetivo. Finalmente, en su sentido más amplio, la finalidad Hruschka, Die Herbeiführung elnes Erfolges durch einen von zwci Akten usw., JuS 1982, pág. MI; el mis-
puede ser entendida de tal modo que coincida con el actuar consciente con lo que también vendría a exten- mo, Der Srandard-Fall der aberratio ictus und verwandrc Fallkonstellauonen, JZ 1991, pág. ASf,; Jakohs,
Studien zum fahriá.ssigen Erfolgsdelikt, \')72;Janiszewski, Zur Problematik der aberrarlo ictus, IVlDR 1985,
m-, Jescheck, Zum Rechtsirrtum im dcutschen und italicnischen Strafrecht, en: Recht in Ost und West
(Waseda-Festschrift) 1988, pág. 889; el mismo, Die Schuid im Entwutf eines StGB für England und Wales
^^ En este senrido se pronuncia la doctrina mayotitaria; V\á. Jakobs, Alig. Teil 8/33; Roxin, Ailg. leil uíiw., Festschrift füt R. Schmitt, 1992, pág. 56; el mismo. Das Schuldprinzip ais GrundLige und Grenze der
I § 12 ntím. 80; Lackner, § 15 núm. 29; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 9 1 ; Stratenwerth, Allg. Teil I Srraftjarkeit im deutschen und spanischen Recht, Gedachtnisschrift für I. de Loyola, 1991, pág. 405; Arniin
ntim. 3 0 1 ; Welzet, Lehrbuch pág. 72; otros, en cambio, .sostienen que lo decisivo es ya el dolo del delito más Kaufmann, "Objektive Zurechnung" beim Vorsatzdelikt? Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág.
ífivc;zsí,LK(¡¡.'')(Schroeder)% 16 núm. 106; A';//;/, JuS 1980, pág. 27y, Schneider, GA 1956, pág. 257. 25\; ArthurKaufinann, Das Unrechtsbewuí?tsein in der Schuldlehre des Strafrechrs, 1985; Kienapfel, Zin
Diferenciando todavía más, Wessels, Allg. Teil niims. 233 ss. gegenwarrigen Situation der Srrafrechtsdogmatik in O s t e t r e i c h , J Z 1972, pág. 5 6 9 ; el mismo,
5' Vid. Roxin, ZStW 74 (1962) págs. 532 ss.; WelzeL Grünhur-Erinnerungsgabc págs. 173 ss.; Schewe, Unrechrsbewulitsein und Vetbotsirrrum, O J Z 1976, pág. 113; el mismo, Unrech'rsbewulirsein und
Reflexbewegung págs. 27 ss.
^° Así, Schmidhduser, ZStW 66 (1954) pág. 34.
''' Así, Harduiig, Zurechnung págs. 86 ss.; Ambrosius, Vorsatzabgrenzung pág. 79.
''^ Así sucede con los defensores de la teoría final de la acción; vid. Welzel, Ixhtbuch pág. 35; Maurachl ' En este sentido, Engisch. Kohlrausch-Fesrschrifr págs. 155 ss.; Gallas. Bcirrage págs. 54 .ss.;
Z;>/Allg.Teil I § 16 núm. A\;Armin Kaufmann, Z S t W 7 0 (1958) pág. 8 1 ; íírarrawfríA. Z S t W 7 1 (1959) Nowakowski, JZ 1958, págs. 338 ss.; WK(Nowakoivski) § 5 núm. 17; SK(Rudclplii) nota preliminar núm.
pág. 60. 3 anres del § 1.
328 § 29 Dolo y error de ripo V. El error de tipo 329

Verbotsirrtum, en: Strafrechd. Problcme 4, 1976, pág. 112; Kindhauser, 7A\X Uiiterschcidung voii 'I'.u-uiul
p o r el d o l o c o m o p o r ejemplo sucede con las circunstancias que agravan la p e n a en el m a r c o de
Rcclitsirrtum, GA 1990, pág. 407; Krümpelmann, I5ic stmfrechdiche liehandlung des Irrtums, ZStW Beiheit
la d e t e r m i n a c i ó n d e esta (vid. supra § 2 9 11 3c, d ) . I n t e r n a m e n t e el error d e tipo p u e d e consistir
Budapest, 1 9 7 8 , pág. 6; Kuhlen, Die U n t e r s c h e i d u n g von vorsatzaussclilieRendcni uiid
t a n t o en u n a representación falsa c o m o t a m b i é n en VÍ falta de representación, pues m u y genérica-
n¡ciu-vorí;atzaussclilie8endem Irrtum, 1987; Lange, Der Strafgesetzgeber und die Scliuldlehre, JZ 1956, pág.
7,5; el mismo, Nur eiue Ordnuugswidrigkeit? JZ 1957, pág. 233; Lang-Hinrichsen, Zur Problematik der li-hrc m e n t e el error significa la n o coincidencia entre la conciencia y la realidad '"''.
von'lliibcstaiíds-und Verbotsirrtum, JR 1952, pág. 184; Loewenheim, Error iu objecto und abcrratio iciu.s, Ejemplo: Un cazador dispara a un buscador de setas al confundirlo durante el crepúsculo con un jaba-
JuS 1966, pág. 310; Maiwald, Der "dolus gcncralis", ZStW 78 (1966) pág. 30; H. Mayer. Das Problcm des lí. En el autor está ausente el dolo de matar a \u\:\ persona.
sogenannten dolus generalis, JZ 1956, pág. 109; Nierwetherg, Der strafrechtliche Subsumtionsirrtum, Jura
1985, pág. 238; Niese, Die Vorsatzauffassung des O G H iu Strafsachen, SJZ 1950, pág. 3 1 ; Nowakowski. b) Frente ai error de tipo se encuentra el error acerca de la antijuricidad (error de prohibición) (vid.
Rechrsfeindlichkeit, Schuid, Vorsatz, ZStW 65 (1953) pág. 379; Noli, Tatbestand und Rechts-widrigkeit usw., infra § 41 II y III)'''. El error de prohibición consiste en que un comportamiento determinado, cotrccta-
ZStW 77 (1965) pág. 1; Oehler, Zum Eintrirt eines hochgradigcn Affekrs w,áhrend der Ausführungsbandking menre reconocido por el autor en su estado objetivo, está jurídicamente prohibido.
GA 1956, pág. 1; Otto, Der vorsatzausschüefiende Irrtum in der hochstrichteriichen Rechtsprechung, Ejemplo: El turista extranjero que, desconociendo que en Alemania también en los accidentes de tráfi-
Gedachtnisschrift für K. Meyer, 1990, pág. 583; I'rittwitz, Zur Diskrepanz zwischcn Tatgeschehen und co en los que sólo se ocasionan daiíos matctiales debe esperarse un cieno tiempo en el lugar del accidente (<5
Tatcrvorstellung, GA 1983, pág. 110; Ptippe, Zur Revisión dcr I.ehre vom "kcnkreten" Vorsatz usw., GA 142 I núm. 2), sigue conduciendo tras habet dañado a un coche que se encontraba estacionado.
1981, pág. 1; la misma, Die strafrechtliche Veranrwortlichkeit für Irrtümer usw., J Z 1989, pág. 728; la mis-
ma, Tatirrtum, Rechtsirrtum, Subsumtionsirrtum, GA 1990, pág. 145; la misma, Vorsatz und Zurechnung, c) La distinción entre error de tipo y de prohibición se ha impuesto tan sólo en los últimos tiempos.
1992; Rath, Zur strafrechtlichcn Bchandlung der aberratio ictus und des error in objecto des Taters, 1993; La jurisprudencia del RG ha romado por base, en correspondencia con la tradición, la diferenciación enrre
Royin, Gedankcn zum "dolus generalis", Festschrift für T h . Würtenberger, 1977, pág. 109; Schaffitein, error de hecho (error facti) y error de Derecho (error iuris) que todavía se encuentra con frecuencia en el
Tarbestandsirrtum und Verbotsirrtum, Gotdnger Festschrift für das OI.G Cclle, 1961, pág. 175; Schick, extranjero "" (acerca de su evolución hasta nuestros días vid. la 2." ed. de esta obra págs. 228 ,ss.).
Die Entschuldbarkeit rechtsirrtümlichen Handelns usw., O J Z 1969, pág. 535; Schlüchter, Grundfálle zum
Bewertungsirrtum usw., JuS 1985, pág. 373; la misma, Irrtum über normative Tatbestandsmerkmale, 1983;
la misma, Zur Abgrenzung von Tatbestands-und Verbotsirrtum-BayObLG N J W 1992, pág. 2306; Schreiher, La incertidumbre acerca de un elemento objcrivo del ripo no es ningún error, sino dolo eventual o
Grenzfalle zu "error in objecto" und "abcrratio ictus", JuS 1985, pág. 873; Schroder, Tatbestands-und imprudencia consciente (vid. supra § 29 III a y c); .sobre elio, Warda, Jura 1979, pág. 5; Schlüchter Irrtum
Verbotsirrtum, M D R 1951, 387; el mismo, Die Irrtumsrechtsprechung des B G H , ZStW 65 (1953) pág. págs. 30 ss.
178; Sehultz, T^xit bundesrechtlichen Rechtsprechung über den Sachvcrhaltsirrtum, StrGB Art. 19, SchwZStr ' ' En relación con su historia dogmática, H. Mayer, Ij?hrbuch págs. 257 ss. así como Liepmann, ZSrW
77 (1961) pág. 74; Silva Sánchez, Aberrarlo ictus und objekrive Zurechnung, ZStW 101 (1989) pág. 352; 38 (1917) págs. 21 ss., 39 (1918) págs. 115 ^s.; acerca de la jurisprudencia del RG Krümpelmann, ZStW
E. Steininger, Der Irrtum über normative Tatbestandsmerkmale, JBI 1987, pág. 205; Stree, Begünstigung, Beiheft Budapest 1978 págs. 7 ss.; sobre su histotia legislativa Schlüchter Itrtum págs. 80 ss. En torno a la
Straf\'ereitelung und Hehlerei, JuS, 1976, pág. 137; Thornstedt, Der Rechtsirrtum im schwedischen Strafrecht, cuestión misma, sobre todo, v. Hippel, Tomo II págs. 3 3 1 , 337 ss.; Grafzu Dohna, Vetbrechenslehre págs.
Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo i, 1985, pág. 503; Trijfterer, Zni Theorie der objektiven Zurechnung 51 ss.; Busch, Mezger-Festschrift págs. 165 ss.; Herzberg, GA 1993, págs. 439 ss.; Arthur Kaufmann, Das
in der ósterr. Rechtsprechung, Festschrift für U. Klug, Tomo II, 1983, pág. 419; Warda, Die Abgrenzung Unrechtsbewufitsein págs. 61 ss.; Lang-Hinrichsen, JR 1952, pág. 184; Schaffstein, Gottinger Festschrifr págs.
von Tatbestands-und Verbotsitrtum bei Blankenstrafgesetzen, 1955; el mismo, Grundzügc der strafrechtlichcn 175 ss.; Schroder, M D R 1951, pág. 387 y ZSrW 65 (1953) pág. 180; Kienapfel, StrafrechtL Problcme 4
irrtumslchrc. Jura 1979, págs. 1,71, 113, 286; el mismo, Zur Gleichwertigkeit der verwechselten Objekte págs. 112 ss. Crítico con la distinción, Otto, K. Meyer-Gedachtnisschrift págs. 567 ss.
beim error in obiecto, Festschrift für G. Blau, 1985, pág. 159; elmismo, Zur Problematik des Irrtums über Frente a la disrinción dominante entre error de ripo y de prohibición Kuhlen, Irrtum págs. 101 ss.
Tatbestandsalternativen, Festschrift für W. Stree und J. Wessels, 1993, pág. 267; WelzA, Der Irrtum über considera que la diferenciación manrenida por el RG sigue siendo decisiva; en cuanto al resultado, también,
die Rechtswidrigkeir des H a n d e l n s , SJZ 1 9 4 8 , pág. 3 6 8 ; el mismo, Schuid und Bewufitsein der Píippe, GA 1990, págs. 180 ss. De forma complementaria al respecto, Kindhauser GA 1990, pág. 423. En
Rechtswidrigkcit, M D R 1951, 65; Wolter, Det Irrtum über den Kausalveriauf usw, ZStW 89 (1977) p.ág. contra de Kuhlen Herzberg, JZ 1993, págs. 1020 ss. En relación con el Derecho extranjero vid. para Suiza
649; el mismo, Vorsatziiche Vollendung ohne Vollcndungsvorsatz und Vollendungsschuld? Festschrift für H. Sehultz, SchwZStr 77 (1961) pág. 74; Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, Allg. Teil I págs. 152 ss., 256 ss. (la
Leferenz, 1983, pág. 545; el mismo, Objekrive und personalc Zurechnung zum Unrecht, en: Schünemann distinción sobre la base de los arríenlos 19 y 20 ScGB se hace principalmenre como en Derecho alemán). En
(Ed.), Grundfragen des moderncn Strafrechtssystems, 1984, pág. 103. Francia la literatura manriene la diferencia entre "erreur de fait" y el inarendiUe "erreur de droir"; vid. Merlel
Vitu, Trairé I núms. 449, 450. Sin embargo, el art. 122-3 del Código penal de 1994 ha introducido como
V i d . a d e m á s las fuentes bibliográficas recogidas a n t e s del § 2 9 . causa de exclusión de la culpabilidad el error de Derecho invencible que conduce al autor a la creencia erró-
nea de que su comportamiento es adecuado a Derecho. En Iralia, el Tribunal Constitucional en una scnren-
1. Las ideas equivocadas del a u t o r p u e d e n repercutir de m o d o diverso sobre su p u n i b i l i -
cia de 23.3.1988 (Corte costituzionale 1988, 364) ha limitado el viejo principio "error juris nocet" a través
dad: p u e d e n excluir el d o l o , afectar sólo a la c u l p a b i l i d a d o, incluso, carecer d e relevancia alguna del art. 5 C p en atención al principio de culpabilidad del arr. 27, párrafo primero, de la Constitución, en el
para la p u n i b i l i d a d . Segiin el p u n t o d e referencia d e la representación equivocada se d i s t i n g u e n sentido de reconocer el error de prohibición invencible como causa de exclusión de la culpabilidad; vid.
diversas clases d e error q u e t a m b i é n c o n d u c e n a consecuencias jurídicas heterogéneas. En u n pri- sobre eWo Jescheck, Waseda-Festschrifr págs. 907 ss. También la jurisprudencia belga ha seguido este camino
m e r p l a n o se e n c u e n t r a la distinción entre e r r o r d e t i p o y e r r o r d e p r o h i b i c i ó n . desde 1946; vid. DupontlVerstraeten, Handboek núm. 494; Hennau/Verbaegen, Droit penal general núms.
361 ss. Sobre el Derecho anglo-americano v i d . / Hall, Indiana Law Journal 33 (1957) págs. 1 ss.; LaEavel
a) Existe error d e t i p o c u a n d o el a u t o r no c o n o c e u n o de los e l e m e n t o s a los q u e el d o l o
Scott, Substantive Criminal Law 1 págs. 575 .ss. El proyecto de codificación inglesa manriene la proposición
debe extenderse segtin el tipo q u e c o r r e s p o n d a . La c o n s e c u e n c i a v e r d a d e r a m e n t e obvia de u n Ignorance of the law is no defence"; vid. Jescheck, R. Schmitr-Festschrift págs. 64 ss. Por el conrrario, la
error de esta naturaleza la expresa el § 16: el a u t o r actiia sin d o l o . La disposición es aplicable doctrina austríaca más recienre ha seguido el desarrollo de la Ciencia alemana; vid. Rittler Tomo 1 págs. 203
analógicamente a circunstancias q u e , a u n q u e en realidad no pertenecen al tipo, deben ser abarcadas ss.; Nowakowski, Grundrií? pág. 72; Platzgummer, JBI 1971, pág. 240, con ejemplos extraídos de el anterior
330 § 29 Dolo y error de lipo y. lil cT i d r (ic r!|K") 33!

2. C o n posrerioridad a 1945, algunos Tribunales regionales superiores'''' y el O C H ( O G H 2, Ejemplos: Quien desinfla a oira persona los neumáticos de su automóvil no puede acogerse, frenre al
117 1129 ss.l) se separaron d e la jurisprudencia relativa al error del R G , ral y c o m o se presentó c o n reproche derivado del daño material (§ .H)3), a que había ace[)tado que "dañar" significa el deterioro sustan-
frecuencia en el enjuiciamiento de los delitos violcutos cometidos d u r a n t e el nacional-socialismo. cial de la co.sa; la razón de ello reside en que el bien jurídico del § 303 ya se ha menoscabado al no poder
El B C H ha c o n t i n u a d o este desarrollo y en la sentencia del P l e n o d e la Sala d e lo Penal q u e utilizar sin más el vehículo al fin pre\'isio p.ir.i el mismo, algo que ei autor sí sabía a ciencia cierta (BGH 13,
sentó jurisprudencia de 1 8 . 3 . 1 9 5 2 t o m ó p o r base en el trataruieiuo del error, la distinción e n t r e 207). En los delitos de funcionarios (§5 1 I 1 niím. 2c, 331 ss.) el autof debe sabet que ha actuado en un
error de tipo y de prohibición. La regulación del § 59 en su redacción anterior (actual § 16) y servicio que es manifestación de la acii\'idad de im poder estatal (en este caso, el anterior servicio federal de
correos) que sirve, precisamente, al cumplimiento de los fines de la Administración pública (BGH 8, 321
relativa a la exclusión del dolo, sólo rigió para el error d e lipo mientras q u e el error d e p r o h i b i c i ó n
[323]). Exisre error de tipo en la deslcahad profesional (§ 356) cuando un abogado, a consecuencia de su
dejó intacto el dolo y, d e p e n d i e n d o de si el a u t o r era culpable o inculpable, c o n d u j o a la aplicación
análisis jurídico equivocado de los intereses de sus mandantes, ha ignorado la contraposición de los misinos
de u n a pena a t e n u a d a o a la i m p u n i d a d ( B C H 2, 194 [197])'''*. T a m b i é n en la doctrina existe
(BGH 15, 332 [338]). Quien desconoce el alcance de la subasta forzosa de su finca se equivoca acerca de la
actualmenre u n a amplia unidad acerca de q u e sólo a través de esta diferenciación p u e d e Formarse la
ajenidad de las plantas que ,se llevó consigo (OLG Ceile Nds. Rpfl. 1985, l48). Error de ripo es tambic'n
base para la solución de los problemas del error. En esencia, sólo se sigue discutiendo acerca de la aquel que sufre el abogado acerca de la extensión del inventario patrimonial de acuerdo con el § 807 Z P O
ubicación del error sobre los presupuestos típicos de las causas d e justificación (vid. /'«/?» § 41 IV). (KG JR 1985, pág. 161). Constituye .asimismo error de ripo la equivocación acerca de la subsistencia de una
inhabilitación profesional (§ 145c) a pesar de la interposición de un recurso en contra (BGH GA 1989,
A! igual q u e el dolo, el error d e t i p o p u e d e ir referido a la totalidad de los e l e m e n t o s objeti-
pág. 393). Lo es igualmente la aceptación equivocada del autor de que la víctima estaría de acuerdo con el
vos del tipo (vid. síipm § 2 9 11 3), incluidos los conceptos jurídicos c o n t e n i d o s en éste (por ejemplo,
acceso carnal (§ 177) (BGH NStZ 1982, p.ig. 26; BGH N J W 1993, pág. 2188). Es por el contrario error
p r o p i e d a d , d o c u m e n t o , m a t r i m o n i o , funcionario) y otros e l e m e n t o s n o r m a t i v o s (vgr., acción
de prohibición la creencia errónea de que el ejercicio del derecho de caza frente a perros salvajes se exriendc
sexual, d i g n i d a d de la persona, secreto) . Falta el d o l o si, c o m o m í n i m o , el a u t o r n o ha c o m - rambién a los parios y jardines de una casa (BayObLG N J W 1992, pág. 2306 con comentario de Schlüchter,
p t c n d i d o c o r r e c t a m e n t e el significado d e tales e l e m e n t o s en el m a r c o d e la valoración paralela d e JuS 1993, pág. 14). Vid., también, BGH NStZ 1989, pág. 2 1 ; OLG Koln N J W 1981, pág. 6 3 .
la esfera del profano o lego (vid. siipra § 2 9 II 3 a). N o basta c o n q u e el a u t o r haya c o n o c i d o la
3 . En las leyes p e n a l e s e n b l a n c o surge la cuestión d e c ó m o h a y q u e tratar el error acerca
base fáctica del c o n c e p r o jurídico.
de la n o r m a coiripleinentaria. G e n e r a l m e n t e el R G había c o n s i d e r a d o el error acerca de la exis-
tencia o c o n t e n i d o d e este t i p o de n o r m a s c o m o u n error jurídico extrapenal e x c l u y e n t e del d o l o
(RG 4 9 , 3 2 3 [ 3 2 7 ] ; 5 6 , 3 3 7 [339]). C o r r e c t a m e n t e hay q u e partir d e q u e la n o r m a c o m p l e m e n -
punto de vista del RG. El StGB austríaco de 1975 regula el error de tipo y de prohibición como el alemán taria es u n a p a r t e i n t e g r a n t e del tipo, pues la n o r m a p r o h i b i t i v a resulta i n c o m p r e n s i b l e si la c o n -
(conclusión inversa desde los §§ 5 1 y 9); de acuerdo, Liebscher, ZfRV 1970, pág. 185; Kienapfel, J Z 1972, m i n a c i ó n p e n a l n o está referida a u n c o m p o r t a m i e n t o descrito d e m o d o c o n c r e t o . P o r t a n t o , a la
pág. 577; Schick, O J Z 1969, págs. 535 ss.; WK(Nowakowski) nota preliminar n ú m . 43 antes del § 3. Pro- disposición peital así c o m p l e t a d a le son aplicables las reglas generales del error: la equivocación
fundizando en el nuevo Derecho Kienapfel, O J Z 1976, págs. 113 ss. En España, el arr. 6 Cp, en su redac- acerca de u n e l e m e n t o objetivo de la n o r m a q u e c o m p l e m e n t a a la Ley penal en b l a n c o es u n
ción procedente de la Reforma de 1983, regula el error de tipo y de prohibición como en el Derecho ale- error d e t i p o ; e n c a m b i o , la equivocación acerca d e la existencia d e aquélla es u n e r r o r d e p r o h i -
mán en los §§ 16 y 17; vid. sobre ello Rodríguez Oevesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 631 ss.;jeseheck, bición ^''. La o p i n i ó n c o n t t a r i a t a m b i é n exige para el d o l o la conciencia en t o r n o a la existencia
1. de Loyola-Gedachtnisschrift págs. 4 1 3 ss. [La alusión al art. 6 del C p español debe entenderse referida al
d e la n o r m a c o n i p l e m e n r a t i a •''. A d e m á s , se p r e s u p o n e q u e en D e r e c h o penal especial d e b e r í a n
vigente art. 14 del Código penal de 1995; la regulación, no olistante, es algo diversa a la recogida en los §§
regir reglas específicas para el r r a t a m i e n t o del error de p r o h i b i c i ó n , p o r q u e a q u í ei castigo p o r la
16 y 17 StGB (N del T ) ] . La doctrina y praxis neerlandesa se encuenrra cercana a la actual distinción alema-
c o m i s i ó n dolosa del h e c h o sólo se justifica en el caso de q u e se posea u n c o n o c i m i e n t o positivo
na entre error de tipo y de prohibición; vid. Pompe, Handboek págs. 163 ss.; el mismo, Das niederlandische
Strafrecht págs. 77 ss.; Hazewinkel-SiiringalRemmelink, Inieiding págs. 377 ss. El nuevo Código penal brasi- d e la p r o h i b i c i ó n . Se trata, p u e s , d e u n p r o b l e m a ^OT^ra/del t r a t a m i e n t o del e r r o r d e p r o h i b i -
leño de 1984 diferencia, como el alemán, entre "error de tipo" (art. 2Ü) y "error de prohibifáo" (art. 21); ción en D e r e c h o penal especial que sólo p u e d e ser d i s c u t i d o en relación c o n el e r r o r d e p r o h i b i -
vid. Fragoso, Lií¡óes, págs. 182 ss.; de Jesús, Comentarios, Arr. 20 Anm. 2c. Sobre el Derecho sueco vid. ción m i s m o (vid. infi-a § 4 l II 2 c ) .
rhornstedt, Jcscheck-FestschriftTomo 1 págs. 504 ss.
Ejemplo: En el § 38 BJagdG se castiga a quien transgrede las disposiciones relativas al tiempo de veda.
'" Así, OLG Kiel D R Z 1946, pág. "l 26; KG D R Z 1947, pág. 198; OLG Frankfurt SJZ 1947, pág. La equivocación que versa sobre los límites temporales de aquella o sobre la fecha en que se caza constituye
622 con comenrario de RadbmchS^ig. 6 3 3 ; OLG Stuttgart D R Z 1949, pág. 164; OLG Oldenburg M D R un error de tipo (OLG Celle N J W 1954, pág. 1618), mientras que el error sobre la imposibilidad de cazar
1950, pág. 690 con coinentario de v. Webcr. durante la veda viene a ser un error de prohibición (así, BGH 9, 358 [360 ss.]).
'"'* La nueva línea de la jurisprudencia fue preparada especialmente por Welzel, SJZ 1948, pág. 368; el
mismo, M D R 1951, pág. 65 y Niese, SJZ 1950, pág. 3 1 . Sobre su valoración vid. Busch, Mezgcr-Festschrift
págs. 165 ss., que fue quien elaboró el informe en el Pleno de la Sala; además, Herdegen, en: 25 Jahre B G H
[)ágs. 195 ss. Marca una línea de continuidad entre la delimitación del error por el BGH y el RG Kul)!en,
frrtimi págs. 161 ss., proporcionando razones de peso. En este sentido se pronuncia la docrrina mayoritatia; vid. LK (11.") (Schroeder) § 16 niím. 39;
'-•'' Al respecto, Roxin, Allg. Teil f § 12 míms. 84 ss.; D. Geerds, Jura 1990, págs. 422 ss.; además, Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núms. 97 ss.; SK(Rudolphi) § 16 ntims. 18 ss.; Maiirach/Zipf, M\g. Teil 1 §
Schlüchler, Irrtum págs. 100 ss., que de modo restringido exige que el autor debe haber comprendido el 23 núm. 9; jakohs. Allg. Teil 8/47; Roxin, Allg. Teil 1 § 12 núm. 95; AK (Zielinski) §§ 15, 16 núm. 52;
"significado lesivo de su comportamiento"; mostrándose crítico, Herzberg, J Z 1993, págs. 1019 ss. Hafi, JA Herzberg. GA 1993, págs. 457 ss.; Warda, Abgrenzung págs. 36 ss.; Welzel Lehrbuch pág. 168.
1981, págs. 281 .ss. diferencia entre el error "referido al objeto" y el "referido al concepto". Acerca del Dere- ' ' Así, Lange, J Z 1956, pág. 75; el mismo, JZ 1957, pág. 233; Kohlrausclltange, § 59 Anm.V 3d y
cho austríaco H. Steininger, JBl 1987, pág. 205. VI; Schroder. M D R 1951, pág. 389.
332 § 29 Dolo Y crtor de ti[)o V. Hi error de tipo 333

4. El t r a t a m i e n t o del error d e t i p o descansa sobre n n sencillo p r i n c i p i o básico: el e r r o r b) Por el c o n t r a r i o , si el aiitot tiene p o r inexistente u n e l e m e n t o a t e n u a n t e q u e c o n c u t r e en
de tipo excluye el dolo (§ 16 I i ) . El d e s c o n o c i m i e n t o de u n e l e m e n t o en un delito ciiaiificado la realidad, e n t o n c e s hay q u e distinguir d e p e n d i e n d o de su pertenencia al injusto o a la c u l p a b i -
da lugar a la mera aplicación del delito básico. D a d o q u e los c o m p o n e n t e s c u a l i n c a d o r e s son lidad^^. Si el error está referido a un e l e m e n t o de la c u l p a b i l i d a d (la mujer q u e cree q u e su hijo
a s i m i s m o verdaderos e l e m e n t o s del t i p o , n o requieren de u n a m e n c i ó n especial en el § 16. recién n a c i d o es intraniarital c u a n d o , en realidad, resulta no serlo ^ ' ' j , la situación real no p u e d e
beneficiar al a u t o r p u e s t o q u e una ciicimstancia q u e ha p e r m a n e c i d o d e s c o n o c i d a n o se plantea
Ejemplo: Kl autor debe saber que uno de los intcrvínientes en cl robo lleva consigo \\\\ arma de Fuego
pues de io contrario sólo se le castiga por el § 249 y no segiin el § 250 niim. la (B(^H 3, 229 |233 ss.j). c o m o u n m o t i v o q u e a t e n ú e la culpaliilidad p o r el h e c h o (por ello, el § 2 1 7 ^''' q u e d a excluido).
Sin e m b a r g o , c u a n d o cl privilegio descansa sobre una d i s m i n u c i ó n del injusto d e b e prevalecer la
Si el error de tipo es atribuible a la imprudencia, el a u t o r es castigado p o t la c o m i s i ó n i m - situación objetiva.
p r u d e n t e del b e c h o en t a n t o q u e aquella resulte p u n i b l e c o m o tal ( § 1 6 1 2). El m o m e n t o d e
Ejemplo: En el caso de la BGH 24, 168, cuando cl autor ignora que cl menor de edad está de acuerdo
realización del b e c b o resulta decisivo para el juicio sobre la i m p t u d e n c i a ''^.
con el secuesrro, existiría un delito consumado del § 236*" en unidad de hecho con la tentativa (impune)
Ejemplo: Quien caza dutantc época de veda al equivocarse sobre la duración de esta no es castigado por el de secuestro de un niño del § 235.
§ 38 1 BJagdG, pero sí resulta serio de acuerdo con el tipo imptudente recogido en el párrafo segundo de dicho
c) El § 16 II es aplicable analógicamente a los ca.sos menos gtaves (vgr., § 213) y a las excepciones de
precepto. Por el contrario, queda impune el asistente que por imprudencia encierra a un estudiante en el semi-
los ejemplos reglados (por ejemplo, § 243 11), en la medida en que la atenuación descanse en un injusto
nario dutante la itoche, puesto que no existe un tipo que castigue la privación imprudente de iibcttad.
menot.
P r e s c i n d i e n d o del castigo del error d e tipo q u e descansa sobre la i m p r u d e n c i a d e t e r m i n a d a
Ejemplo: Si el ladrón cree que se encuentta ante una imitación barata cuando, en tealidad, resulta ser
c o n f o r m e a la n o r m a penal q u e c o r r e s p o n d a , en el error de tipo n o se lleva a c a b o u n a d i s t i n c i ó n
una joya de gran valor, entonces no puede ser admitido un caso especialmente grave de acuerdo con los §§
entre el d e s c o n o c i m i e n t o culpable o i n c u l p a b l e ( R G 6, 8 5 [88]; de f o t m a incorrecta, O L G Celle 243 II y 16 II.
N J W 1969, pág. 1 7 7 5 , segiin la cttal, el error causado p o r la embriaguez n o debe excluir el dolo) ^^.
T a m p o c o i m p o r t a si el error descansa en u n a falta d e e n t e n d i m i e n t o o en u n s e n t i m i e n t o valora- 6. El d o l o d e b e ser concreto, esto es, debe abarcar a u n suceso i n d i v i d u a l i z a d o d e a c u e r d o
tivo ''*. El t r a t a m i e n t o q u e de este m o d o recibe el error de tipo está ju.stificado, p o r u n a p a r t e , a c o n los e l e m e n t o s objetivos, c o n inclusión de las circunstancias esenciales del c u r s o causal. En
causa de q u e el p r e s u p u e s t o m í n i m o del castigo p o r u n delito d o l o s o d e b e ser el c o n o c i m i e n t o este c o n t e x t o bay q u e discutir algunos supuestos de error cuya solución d e p e n d e del g r a d o d e
de la totalidad d e los e l e m e n t o s objetivos del tipo q u e f u n d a m e n t a n el c o n t e n i d o de injusto d e la d e t e r m i n a c i ó n del c o n t e n i d o ideal del d o l o q u e debe ser p u e s t o d e manifiesto, e s p e c i a l m e n t e
c o r r e s p o n d i e n t e figura d e delito y, p o r otra, p o r q u e el c o n t e n i d o d e c u l p a b i l i d a d de u n a lesión o c o n o c a s i ó n d e las d e s v i a c i o n e s d e l curso causal .
puesta en peligro p r o d u c i d a p o r u n error i m p r u d e n t e es a b a r c a d o s u f i c i e n t e m e n t e p o r ia p e n a a) En el error sobre el objeto d e la a c c i ó n (error in persona vel in objccto) cl a u t o r se
señalada para la i m p r u d e n c i a . equivoca acerca d e la i d e n t i d a d del objeto material. A q u í la solución d e p e n d e de si la valoración
j u r í d i c o - p e n a l cambiaría en caso de que la representación del a u t o r h u b i e r a sido correcta. Si lo
5. a) A diferencia de lo q u e sucedía con el § 5 9 en su redacción anterior, en el vigente § 16
sucedido posee u n a equivalencia valorativa típica c o n el h e c h o ideado o, e r r ó n e a m e n t e , el a u t o r
II t a m b i é n está regulado el error sobre l o s e l e m e n t o s c o n s t i t u t i v o s del t i p o p r i v i l e g i a d o . El
acepta aquélla, e n t o n c e s la equivocación resulta ser irrelevante p o t tratarse d e u n s i m p l e error e n
a u t o r que d e forma equivocada tiene p o r existentes tales e l e m e n t o s sólo p u e d e ser castigado p o r
los m o t i v o s ^- ^'.
la comisión dolosa de a c u e r d o c o n la n o r m a privilegiada^^.
Ejemplos: Quien erróneamente ctee que se enfrenta a un homicidio a petición seriamente formulado
sólo puede ser castigado confotme al § 216. Quien mediante un ardid secuestra a un menor de dieciocho
•'' Dreher/Trondle, § 16 núm. 8; Roxin, Allg. Teil I § 12 núnis. 121 ss.; SchdnkelScbr'úderlCramer, §
años con la intención de ptacticat comportamientos sexuales y, de este modo, acepta equivocadamente que
16 núm. 28; SK (Rudolphi) § 16 núm. 28b; BaumannlWeber. Allg. Teil págs. 414 ss.; \X'arda, Jura 1979,
el menor está de acuerdo con su intención, no puede ser castigado confotme ai § 235 sino sólo según el §
págs. 114 ss. Por el contrario, Lackner, § 16 núm. 7 sostiene que el elemento privilegiante no debe ser
2 3 6 ' f ' ( B G H 2 4 , 168).
tenido en cuenta de ningún modo.
'^ El § 217 StGB que anteriormente regulaba el infanticidio está actualmente derogado (N del T).
'^ No obstante, la omisión previa en la solicitud de infotmaciones puede fundamentar la impruden- Vid. la nota a pie anterior (N del T ) .
cia si el autor debió haber contado con ia posibilidad de una situación análoga; vid. Schonke/Schroder/Cramer, **" Vid. nota a pie núm. 76 (N del T).
§ 16 núm. 13. Profundizando sobre ello Hillenkamp, Die Bedeutung von Vorsatzkonktetisierungcn bei
'^ Maumch/Zipf, A\\^. Teil 1 § 23 núm. 22. Crítico con el caso de la "ceguera para los hcáias", Jakohs, abweichendem Tatvedauf, \^1 \\ AK(Zielimki) S% 15, 16 núins. 56 ss.
Allg. Teil 8/5 a. ' En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. liaumann/Weher, Allg. Teil págs. 409 ss.;
^"^ Haciendo esta distinción Nowakowski, ZStW 65 (1953) págs. 379 ss. y Grundrifi pág. 73; no Dreher/Trondle, § 16 núm. 6; Lackner, § 15 núm. 13; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 23 núm. 25; Schonke/
obstante, esta difetenciación deja de ser formulada en WK, § 5 núm. 27. Schroder/Cramer, § 15 núm. 59; SK (Rudolphi) § 16 núm. 29; Weísels, Allg. Teil núm. 247. En relación con
^' La disposición se refiere sólo a elementos atenuantes que pettenccen al injusto; vid. al respecto el problema de la equivalencia valorativa Warda, Oehler-Festschrift págs. 159 ss. Parcialmente ctítico Herzherg,
Eranke, JuS 1980, págs. 172 ss.; Warda, Jura 1979, págs. 113 ss. JuS 1981, págs. 369 ss., 470 ss. Puede encontrarse un resumen en Rath, Abcrratio ictus págs. 221 ss.
^ ' Téngase en cuenta que en la actualidad ya no castiga el secuestro ptacticado contando con la libte ^ Acerca de su delimitación frente a la aberratio ictus Herzherg, JA 1981, págs. 472 ss.;Jakobs, Allg.
voluntad de un menor de dieciocho años; la redacción vigente del § 236 sanciona ahora el "tráfico de niños" Teil 8/81; Prittwitz, GA 1983, págs. 118 ss.; Puppe, GA 1981, págs. 4 ss.; Wolter, Objektive und pcrsonalc
(N del T). Zurechnung págs. 123 ss.; Schreiher, JuS 1985, pág. 873. '
334 § 29 Dolo y error de tip< \'. bl error de rqio 335

Ejemploí: Inducido por su patrón ilosahl, el nio/.o Kose disparó durante el crepiísculo a lui escolar al Ejemplos: A quiso malar a H mediante los golpes iníetidos con el mango de un hacha pero el herido no
que había confundido con un acreedor del inductor que era a quien verdaderarrieine reiiía que haber niara- murió por ello sino a con.secuencia de la infección de las heridas (RG 70, 257 [258 ss.j). El autor tiró a su
do (caso Rüse-Rosahl, Preufi. Obertribunal GA 7 [1859] pág. 332; igualmente, RG 18, 337; 19, 179; BGH víctima al agua desde un puente |iara que se ahogara pero la muerte sobrevino como resultado del impacto de
11, 268; 3 7 , 2 1 4 [216];01.G Neustadt N J W 1964, p.íg. 311) (acerca de la inducción en caso de error del aquélla contta el pilar del puoue. El fiíllecido. que debía ser ahorrado con motivo del "juicio" celebrado por un
inducido sobre el objeto de la ;icción vid. tnfra § 64 II 4). Una equivocación en el objeto laniblén irrelcvaii- tribunal simulatlo, murió a cairsa de ima pelea cuerpo a cuerpo frente a sus asesinos que, al no darse cuenta de
te se da adeni.is en el encubrimiento personal (§ 258) cuando el error recae en el tipo y cualilicación del esta circunstancia y teniéndolo tan .sólo por inconscienre, procedieron finalmente a colgarlo (BGH GA 1955,
hecho previo (RG 5 0 , 2 1 8 [2211). ! 23). Vid. también RG DStt 1939, pág. 1 ~~. También son consideradas por la jurisprudencia como desviacio-
nes inesenciales del curso causal, aquellas en las que el autor pasa a convertirse en un inimputable dutante la
Por el contrario, no e n c o n t r á n d o s e en u n m i s m o nivel los objetos materiales i i u e r c a m b i a d o s , acción homicida (BGH 7 , 3 2 5 [3291; 23, 133 [135]; el supuesto es distinto cuando el autor adquiere tal con-
el error in ohjecto q u e en o t r o caso era irrelevantc pasa a q u í a a d q u i r i r el significado d e u n e r r o r dición antes del comienzo del hecho, BGH li, 356) ^'. Cuando la bomba explosiona durante la pteparación
de tipo. del atentado ptovocando la muerte casual de la víctima pi-evista, sólo tesulta aplicable el § 222 puesto que aquí
el autor no había creado todavía el riesgo para el sujeto pasivo abarcado por su dolo.
Ejemplos: Un campesino golpea en un gran almacén a un maniquí que creía que le miraba fijamenre y,
como consecuencia del golpe, se rompe: tentativa (impune) de lesiones corporales y daños mareriales im-
N o obstante si, excepcionalmente, en conipatación con la representada, la desviación sucedida
prudcmes (también impunes) (el caso es de Grafzu Dohna). La pctsona del propietario pasa a ser relevante
del c u r s o causal i m p u t a b l e requiere de tina valoración ético-jurídica del h e c h o diversa (desvia-
si en telación con una cosa robada el autor es, sin él saberlo, el propietario mismo; así sucede cuando, por
ción esencial), e n t o n c e s existe u n error de tipo q u e excluye el d o l o ^^. Por regla general en este
ejemplo, sin darse cuenra el autor sustrae en la oscuridad su propia bicicleta en lugar de una ajena. El autor
caso hay q u e aceptar u n a tentativa puesto q u e el error sólo afecta al c a m i n o hacia el resulrado.
sólo puede ser castigado por un hurto en grado de tentativa. Vid. también el caso de la RG 19, 179 (etror in
persona como error sobre los presupuestos típicos del derecho de corrección). En la creencia de que se rtata Ejemplo: A ayudó a trasladar a B hasta el puesto de mando, donde tenía que ser fusilado por derrotista
de su enemigo, alguien injuria a la persona que se encuentra al otro lado del teléfono sin percatarse de que durante la confusión existente con la derrota de Alemania en abril de 1945. Sin embargo, durante el ttayec-
se trata de una persona completamente distinta y que, por el contenido de la afirmación, no puede sentirse to una de las personas encargadas de su custodia lo mató por decisión propia. Aquí hay que negar una
herida de ningún modo (Ba>'ObLG JR 1987, pág. 431). complicidad en el homicidio por parte de A pues aunque, ciertamente, la desviación era todavía imputable
(peligro para la vida de la víctima con el traslado), el hecho requería otra valotación ético-jurídica: A quería
b) Para a c t u a r d o l o s a m e n t e el a u t o r n o sólo d e b e c o n o c e r la acción y el resultado, s i n o
dar cumplimienro a una orden, pero no dejar a B a la merced de la tropa (de otra opinión, O G H 2, 63
t a m b i é n divisar el curso causal en sus rasgos esenciales d a d o q u e , al igual q u e aquéllos, la c o -
[64]) ^'. Si el correo diplomático es robado con anterioridad a la importación de la sustancia estupefaciente
n e x i ó n causal es t a m b i é n u n e l e m e n t o del t i p o . Pero p u e s t o q u e la m a y o r í a d e las veces el c u r s o y, con posterioridad, es introducida por el ladrón, en el mandante concurre una desviación esencial del cur-
causal sólo es previsible d e forma imperfecta, se p l a n t e a la c u e s t i ó n d e c u á n d o la desviación del so causal proyectado (BGH N J W 1991, pág. 3161; en la resolución se dejó abierta la cuestión relativa a la
curso causal r e a l m e n t e acaecido es tan esencial en relación c o n el p r o y e c t a d o c o m o para d e t e r - posibilidad de imputar objetivamente la impottación acaecida de esta forma).
ininar q u e el error sea c o n s i d e r a d o c o m o error de tipo (error acerca d e l curso causal). N o o b s -
c) El p r o b l e m a de la d e t e r m i n a c i ó n del d o l o se plantea, a d e m á s , en los casos d e desarrollo
tante, c o n carácter previo hay q u e e x a m i n a r si el resultado es o b j e t i v a m e n t e i m p u t a b l e al a u t o r
e q u i v o c a d o del h e c h o ( a b e r r a d o Ictus). Éstos d e b e n diferenciarse n í t i d a m e n t e del error en el
(vid. mpra § 2 8 I V 1, 3 , 4 , 7) *'. E n lugar del c u r s o causal e s p e r a d o p o r el a u t o r e i m p u t a b l e
o b j e t o en el q u e el resultado va a parar sobT^el m i s m o objeto material q u e el a u t o r se había
o b j e t i v a m e n t e al m i s m o , d e b e h a b e r renido lugar u n curso causal q u e resulte i m p u t a b l e del m i s -
p r o p u e s t o . En tales hipótesis el error se refiere sólo a la i d e n t i d a d del objeto d e la acción. En
m o m o d o . S i e n d o éste el caso, p u e d e afirmarse con carácter general q u e la desviación o p e r a d a
c a m b i o , el caso d e la aberrarlo ictus se caracteriza p o r u n a d o b l e desviación del suceso q u e el
frente al curso p r o y e c t a d o n o excluye el d o l o (desviación inesencial) . El m o t i v o para ello reside
a u t o r .se h a b í a r e p r e s e n t a d o : p o r u n lado, su a t a q u e fracasa en relación c o n el objetivo b u s c a d o y,
en q u e en este s u p u e s t o el riesgo todavía i n h e r e n t e a la acción se t r a d u c e t í p i c a m e n t e en u n a
p o r o t r o , alcanza ( p o r casualidad) a u n a persona u o b j e t o q u e el a u t o r n o h a b í a previsto (el s u -
lesión del o b j e t o material p r o t e g i d o .
p u e s t o es d i s t i n t o c u a n d o el a u t o r incluye ral o b j e t o en el h e c h o con d o l o eventual; vid., p o r
ejemplo, R G 2, 3 3 5 [336]). En los casos de objetos desiguales la solución es sencilla: q u i e n quiere
r o m p e r el cristal de su e n e m i g o pero, p o r d e s c u i d o , alcanza al p r o p i o ductlo d e la casa, es casti-
*'' Téngase en cuenta que con la redacción vigente del § 223 II StGB ya resuira punible la tentativa gado p o r u n a tentativa de dai'ios en concurso ideal ( u n i d a d de hecho) c o n unas lesiones c o r p o r a -
en las lesiones corporales tipificadas en el tipo básico (N del T).
les i m p r u d e n t e s . Pero, d e a c u e r d o con la tesis más e x t e n d i d a , t a m b i é n en las hipótesis d e equiva-
^^ Faltando ésta decae ya la imputación del resultado en el tipo objetivo. No obstante, si resulta ser
lencia de los objetos hay q u e aceptar la tentativa del h e c h o p r e t e n d i d o y, en su caso (esto es, en la
imputable, depende también además de que el curso causal esté abarcado por el dolo; vid. Armin Kaufmann,
Jescheck-Festschrift Tomo I pág. 269; Lackner, § 15 núm. 10; Wessek, Allg. Teil ntím. 258. Acerca de las
desviaciones esenciales e inesenciales en el curso causal como problema de la creación de un riesgo desapro-
bado Frisch, TatbestandsmaSiges Verhalten pág. 457.
*'' Con mayor detenimiento vid. H. Mayer, J Z 1956, pág. 111; Oehler, GA 1956, pág. 3; Gallaí, Sobre ello vid. Geilen, Maurach-Fesrschrift págs. 194 ss.; Wolter, Lefetenz-Festschrift págs. 557 ss.
Beitrage pág. 47; SchonkelSehróderlCramer, § 15 núm. 55; Krümpelmann, Z S t W Beiheft Budapest 1978 Son discutidos ios supuestos en los que el resultado sobreviene anticipadamente en el momento
pág. 25; SK(Rudolphi) § 16 núm. 3 1 ; Schmidhiimer. Allg. Teil págs. 401 ss.; Stratenwerth, Allg. léil 1 núm. en el que el autor sólo intenta la comisión del hecho que está fuera de su alcance; acertadamente, a favor de
278. Con un planteainiento contrario Herzberg, ZStW 85 (1973) págs. 867 ss. sólo acepta en estos casos el la simple punibilidad por la tentativa, LK (11 .'XSchroeder) § 16 núm. iA\ jakohs, Allg. Teil 8/76; de otra
dolo cuando exista "coconciencia" del curso causal desviado. Mostrándose críticos sobre ello, con razón, Sk opinión SchonkelSehróderlCramer, § 15 núm. 58 inftne, así como la docttina m,ayoriraria.
(Rudolphi) § 16 núm. 32; Wessels, Allg. Teil núm. 2 6 1 ; Roxin, Würtenberger-Festschrift pág. 116. **' Disiente sobre todo ello Hriischka, JuS 1982, pág. 320.
336 § 29 Dolo y error de ti¡io \''. l-.l error de tipo 337

m e d i d a en q u e al a u t o r se le a t t i b u y a la infracción del d e b e r de c u i d a d o rcspecio a la víctima tiene lugar c u a n d o el a u t o r i n t e n t a hacer desaparecer el s u p u e s t o cadáver (el d e n o m i n a d o d o l u s
afectada), la i m p r u d e n c i a en c u a n t o al resultado sobrevenido . generalis). A q u í el sujeto no se equivoca con el objeto del delito q u e lesiona, sino acerca del
curso de la acción q u e c o n d u c e a dicha lesión. El h e c h o se lleva a c a b o en dos actos c u y o siguilj-
Ejemplos: La esposa que, queriendo deshacerse de su marido, le envía una botella de genciana que
c a d o es evaluado e q u i v o c a d a m e n t e p o t el autor, al creer q u e ya ha alcanzado el resultado con el
contiene ácido clorhídrico. El hombre deja beber en primer lugar a un compaííero de trabajo quien tras
p r i m e r acto c u a n d o , en verdad, lo ha llevado a efecto a través del s e g u n d o q u e debía servir para
tomarlo se desploma ya muerto (tentativa de asesinato en concurso idea! con homicidio imprudente), hl
sujeto que al ser atacado por la noche se defiende golpeando con su bastón y alcanza a la nmjer del agresor octdtat el h e c h o .
que pretendía separados. El autor queda impune porque la tentativa de lesiones del atacante (§ 22.3 a ) F.jeniplos: El asesino tira al agua a su víctima, supuestamente fillecida, donde muete por ahogamiento
queda cubierta por la legítima defensa, mientras que la lesión inferida a la mujer no puede serle reprochable (RG 67, 258; BGH 14, 193). til autot que ctee haber matado a su víctima por estrangulamiento sinuila un
a causa de la consiguiente excitación, de fotma que también se excluye un castigo a título de imprudencia suicidio por ahorcamiento de la misma, acto este último pot el que el supuesto muerto fallece (OGH 1, 74
(RG 58, 27 [28]; asimismo, RG 3, 384; 54, 349; OLG Neustadt N J W 1964, pág. 311). Existe tentativa de [75 ss.]). El marido que piensa equivocadamente que ha matado con gas a su mujer mientras dormía, simula
homicidio en concurso ideal con lesiones corporales imprudentes en el supuesto de un atropello equivocado asimismo un suicidio provocando nuevamente un escape de gas que es el que tealmente produce la muerte de
con automóvil en el que resulta herida la persona que se enconttaba detrás de la víctima lomada pot objeti- su esposa ( O G H 2, 285). El autot que ditigió divetsas acciones homicidas contra un niño recién nacido,
vo (BGH 34, 53 [55]). creyéndolo muerto, lo tiró a un pozo negro donde pereció ahogado (BGH Dallinger, M D R 1952, pág. 16).
La o p i n i ó n contraria, p a r t i d a r i a del h e c h o doloso c o n s u m a d o ''^, olvida el d a t o de q u e n o La j u r i s p r u d e n c i a a d m i t e a q u í un a c o n t e c i i n i c n t o u n i t a t i o en el q u e el d o l o , a u n q u e referi-
basta c o n el d o l o vaya referido d e forma abstracta a u n a clase d e t e r m i n a d a d e o b j e t o material, d o sólo al priiner aero, e n g l o b a t a m b i é n al s e g u n d o . U n a parte de la d o c t r i n a se r e m i t e a la t e o -
sino q u e el a u t o r debe haberse p r o p u e s t o atacar a u n o b j e t o concreto. A d e m á s , el caso de la legíti- ría del D e r e c h o c o m ú n sobre el "dolus generalis" y, d e a c u e r d o con ella, acepta u n suceso real
m a defensa recién expuesto d e m u e s t r a q u e el injusto d e acción del h e c h o realizado y del p r o y e c - indivisible c o n u n d o l o "general" c o m p r e n s i v o de t o d o el evento q u e n o merece n i n g u n a consi-
t a d o p u e d e ser c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t o . Por el c o n t r a r i o , si en la d e n u n c i a falsa (§ 164) las sos- d e r a c i ó n jurídica privilegiante ' ^ .
pechas se dirigen hacia u n a persona distinta a la inicialincntc ptoyectada, n o c o n c u t r e u n s u p u e s t o
A la o p i n i ó n c o n t r a r i a , q u e en estos casos a d m i t e u n asesinato i n t e n t a d o y u n h o m i c i d i o
de desarrollo e q u i v o c a d o del h e c h o sino u n a desviación (inesencial) del curso causal en t a n t o
i m p r u d e n t e '^, hay q u e o p o n e t l e que los supuestos en los que el p r o p i o a u t o r se coloca en tina
q u e se acepta q u e , en u n p r i m e r p l a n o , el bien j u r í d i c o p r o t e g i d o es la A d i n i n i s t r a c i ó n d e Justi-
situación de inconsciencia c o m o i n s t r u m e n t o de la c o n s u m a c i ó n de su h e c h o , se e n c u e n t r a n c o m -
cia y n o el h o n o r del afectado ( B G H 9, 2 4 0 ) .
p l e t a m e n t e d e n t r o del m a r c o d e la i m p u t a c i ó n objetiva y t a m p o c o necesitan d e u n a valotación
d ) U n p r o b l e m a especial del error sobre el c u r s o causal se deriva d e los s u p u e s t o s en los diversa a favor del a g e n t e ' ' . O t r a solución sólo sería posible si en el caso c o n c r e t o p u d i e r a n e -
q u e el a u t o r cree e r r ó n e a m e n t e q u e ya ha m a t a d o a su víctima p e r o , en realidad, su fallecimiento garse la i m p u t a c i ó n objetiva del tesultado q u e acaece p o r m e d i o del s e g u n d o acto '"^.

7. D e la pareja d e c o n c e p t o s constituida p o r el error de tipo y de p r o h i b i c i ó n hay que dife-


renciar o t r o s casos d e error.
' ° Así, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 414; Backmann, JuS 1971, pág. 120; Bíei, Allg. Teil pág. 121;
Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 72; MaurachIZipf. Allg. Teil I § 23 niim. 3 1 ; Silva Sánchez, Z S t W 101 a) C o n o c i e n d o el a u t o r el c o n t e n i d o fáctico de u n e l e m e n t o del tipo p e r o e q u i v o c á n d o s e
(1989) pág. 378; Lackner, § 15 núm. \l-Jakobs. Allg. Teil 8/80; Hettinger, GA 1990, pág. 554; Oao. en t o r n o a su caracterización jurídico-penal (por ejemplo, no considera a la placa identificativa
Grundkurs pág. 9 1 ; Roxin, Allg. Teil I § 12 mim. 149; Frisch, TatbestandsmaKiges Verhalten pág. 616; del vehículo c o m o u n d o c u m e n t o o a u n líquido c o m o u n a cosa), e n t o n c e s estaremos en presen-
Hruschka, JZ 1991, págs. 488 ss.; Schdnke/Schrñder/Cramer, § 15 núm. 57; SK(Rudolphi) § 16 núm. 33;
Wessels, Allg. Teil núm. 250. Suministra un tesumen sobre el tema Rath, Aberratio ictus págs. 99 ss.
" El § 223 a debe entendetse teferido al vigente § 223 (N del T ) .
'^ Así, Frank, § 59 Anm. III 2c; v. Liszt/Schmidt, pág. 269; Loewenheim, JuS 1966, pág. 310; Welzel, '^ Así, Welzel, Lehrbuch pág. 74; Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 27; v. Hippel, Tomo II pág.
Lehrbuch pág. 73; NolU ZStW 77 (1965) pág. 5; Puppe, GA 1981, págs. 1 ss.; la misma, ]Z 1989, pág. 728; 337 nota a pie núm. 1; Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 393 ss.; DreherlFriindle, § 16 núm. 7; Schonke/
la misma, Votsatz und Zurechnung pág. 10; Kuhlen, Irrtum págs. 480 ss. Para supuestos especiales admiten Schroder/Cramer, § 15 núm. 57; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 281; Triffierer Klug-Festschrift Tomo II
el hecho consumado Roxin, Würtenberger-Festschrift pág. 123 y Herzherg, JA 1981, pág. 473 (hipótesis de pág. 437 nota a pie núm. 72; Wolter, Lefetenz-Festschrift págs. 449 ss.
puesta en peligro de vatios objetos materiales que son valorativamenre equiparables, cuando al autor no le ' En este sentido, Engisch, Untersuchungen pág. 72; Hruschka, JuS 1982, págs. 319 ss.; Frank, § 59
importa la identidad de la víctima); Prittwitz, GA 1983, págs. 127 ss. (si el autor, como mínimo, ha divisa- Anm. IX; Maiwald, Z S t W 78 (1966) págs. 54 ss.; Maurach/Zipf. Allg. Teil I § 2^3 núm. 35; Hettinger.
do el objeto afectado por descuido); Janiszewski, M D R 1985, pág. 538 (el autor sabe, en cualquict caso, Spendel-Festschrift págs. 246 ss.;Jakobs, Allg. Teil 8/79; Frisch, TatbestandsmaS¡ges\tfhaltcn págs. 620 ss.;
qué tipos objetivos puede realizar). Estas teorías olvidan la idea fundamenral de que es una cuestión que Backmann, ]uS 1972, pág. 199.
depende de la concteción del dolo. También es rechazable la solución diferenciadora de Hillenkamp, " Wessels, Allg. Teil núm. 265; Puppe, Votsatz und Zurechnung pág. 54; Lackner § 15 núm. 11. Por
Vorsatzkonktetisierungen págs. 116 ss., de acuerdo con la cual, no importa la concreción del dolo en los el conttario,/íoA-ÍH, Allg. Teil I § 1 2 n ú m . 161; c/m/tmo, Würtenberger-Festschrift págs. 120 ss., sólo sigue
bienes jurídicos patrimoniales; la razón reside en que también los bienes que no son personalísimos deben a la doctrina mayoritaria "cuando la acción del autor había comprendido la acción homicida"; de modo
estar referidos en su totalidad a objetos completamente determinados. Por el contrario, el cambio en el ob- similar, SK (Rudolphi) § 16 núm. 35a. Según Stefan Seiler O J Z 1994, págs. 93 ss., hay que diferenciar los
jeto del hecho dentro del mismo tipo penal (por ejemplo, sustracción de una colección de sellos en lugar de casos en los que existe un suceso unitatio (desviación inesencial en el cutso causal), de aquellos otros donde
una pequeña cantidad de dinero en metálico) carece de relevancia para el dolo; vid. Roxin, Allg. Teil I § 12 concurren dos actos comisivos a valorar separadamente (tentativa de homicidio y homicidio imptudcnte).
I
núms. 154 ss. En esta á\tección Jakobs, Studien págs. 99 ss.; Schnúdháuser, Allg. Teil píg. 404.
338 § 29 Dolo y eiror ¿c tipo 1. Naturaleza, tlescubtimiento \ deliiníl.ieicín tie los elementos sidjjetivos tlel tipo 339

cia de un error d e s u b s u n c i ó n q u e , c o m o tal, es irrclevaiuc p o r el lieclio de q u e para la afir- embatgo, en cuanto que llegíí a consitlctarse el eontemtlo del mandato de la notma jurídica como un impe-
mación del d o l o n o p u e d e .ser exigido m á s q u e un c o n o c i m i e n t o del sigmficado d e las cosas en el rativo decisivo para la actuación de la persona, el error acerca de la pimibilidad dejó de tenet sentido alguno
s e n t i d o de la "valoración paralela en la esfera del profano". I'or lo general el error n o se refiere (RG 2, 268 [269]; 54, 152 [161]).
aquí al tipo sino a la p u n i b i l i d a d del h e c h o . .Si, c o m o consecuencia del error de s u b s u n c i ó n y a g) Inatendible resuira, finalmente, el error sobre los presupuestos procesales como, por ejemplo,
pesar del c o n o c i m i e n t o del .significado de las cosas, (alta la conciencia del injusto p o r haber c o n - la necesidad de una querella penal (BGH 18, 123 [125]) '"'.
siderado el a u t o r el h e c h o c o m o algo p e r m i t i d o , e n t o n c e s estamos a m e tm error de p r o h i b i c i ó n
( B G H 9, 3 4 1 [ 3 4 7 ] ; 1 3 , 1 3 5 [ 1 3 8 ] ; 1 5 , 3 3 2 [ 3 3 8 ] ) .
§ 3 0 Los elementos subjetivos del tipo
Hjeviplos: Rn tiempos de racíon.im¡enío el autor afirina no haberse dado cuciua de que la adquisición
adicional de cartillas para la obtención de alimentos supone una "ventaja pattimomal" (RG 5 1 , 2.37 [239]) Beling, Die Lehre vom Tatbestand, 1930; Braiin, Die Bedeutung det subjektiven Unrechtselemente
o de que con la financiación de negocios concluidos con pagos aplazados se regenta una "institución crediticia" für das System eincs Willensstrafrechts, 1936; C&w. Gtenzen desTatbestandes, Strafr. Abh. Hefr 323, 1933;
(BGH 4, 347 [352]). El acusado afirma no haber tomado por "aprendiz" a una joven de dieciseis años (schweiz. Grafzu Dohna, Elemente des Schuldbegtitfs, GS 65 (1905) pág. 304; Ecker, Die Vcrwendung und Feststellung
BGF, 78 I V 4 1 ) o a las rayasen el posavasos del camarero como un "documento" (RG DStrZ 1916, 77). El subjektivet Verbrechensmerkmale, Di.ss. Goitingen 1981; Engisch, Bemerkungen zuTheodor Rittlets Kritik
asesino que, conociendo todas las circimstancias del hecho, se basa en no haber considerado su acción como der Lehre von den subjekriven Tarbestands-und Unrechrselementen, Fcstschtift f ü r T h . Rittler, 1957, pág.
"alcvo.s.a" (BGH 22, 77 [80]). 165; H. A. Eischer, Die Rechrswidrigkeit ntit besonderer Berücksichrigung des Privattechts, 1911; Gallas,
Zuf Kritik der Lehre voin Verbrechen ais Rechtsgutsverlerzung, Festschrift für W. Graf Gleispach, 1936,
b) Un error de prohibición singular es el error sobre las causas de justificación (vid. infrn § 41 III).
pág. 50; el mismo, Der Begriff der Falschheit det eidlichen und uneidlichen Aussage, GA 1957, pág. 315;
c) El error en la esfera de la culpabilidad no constituye ni error de tipo ni de prohibición. Como es Goldschmidt, Normariver Schuldbegrift, Fesrgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 4 2 8 ; Hegler, Die
.sabido, resulta inatendible el error sobre la propia capacidad de culpabilidad. El error acerca de los elemenros MerkiTiale des Verbrechens, ZSrW 36 (1915) pág. 19; el mismo, Subjekrive Rechtswidrigkeitsmomente im
del tipo de la culpabilidad y sobte las causas de exculpación sigue sus ptopias reglas (vid. infra § 4 8 II). Ralimen des allgemeinen Vetbtechensbegtiffs, Festgabe für R. v. Frank, Tomo 1, 1930, pág. J'^l; jescheck,
Die Ennvicklung des Verbrechensbegrifts in Deutschland seit Beling, im Vergleieh mit der bsterreichischen
d) El error acerca de las causas personales de exclusión de la pena (vid. infra § 52 III 1) es
Lehre, ZStW 73 (1961) pág. 179; Kadeeka, Willensstrafrechr und Verbrechensbegriff ZSrW 59 (1940) pág.
tratado por algunos como un error de tipo""*. En una rigurosa delimitación de los casos, tal y como se
1; KrauJ?, Der psychoiogische Gehalr subjektivet Elemente im Strafrecht, Festschtift für H.-J. Biuns, 1978,
pretende en esta obra (vid. infra § 52 II 1), no hay que situarse en la representación del autor sino en la
pág. 11; Krümpelmann, Vor.satzund Ivlotivation, Z S t W 8 7 (1975) pág. 888; Lampe, Das personale Untecht,
situación objetiva puesto que las causas petsonales de c.vclusión de la pena no son partes integrantes del tipo
1967; Mezger, Die subjektiven Unrechtselemente, GS 89 (1924) p . 2 0 5 ; el mismo, Vom Sinn der
y, de acuerdo con ello, el contenido de injusto del hecho tampoco puede verse afectado por el e r r o r " .
strafrechtiichen Tatbestande, Festschrift für L. Traeger, 1926, pág. 187; Mir Puig, Über das Objektive und
Ejemplo: La creencia por parte de un dipurado de que una manifestación hecha durante el transcurso das Subjektive im Untechtstatbestand, Gedaehtnissehtift für Armin Kaufmann, 1989, pág. 253; Nagler, Der
de la renovación del Parlamenro federal estaría cubierta por el § 36, no le exonera de responsabilidad. heutige Srand der Lehre von der Rechrswidrigkeit, Festschtift íüi K. Binding, Tomo II, 1911, pág. 273;
e) Inatendible es, asiinismo, el error sobre las condiciones objetivas de la punibilidad (vid. infra Nowakowski, Probleme der Strafrechrsdogmarik, JBI 1972, pág. 19; Oehler, Die mir Strafe bedrohre
tatvofsatzliche Handlung im Rahmen det Teilnahme, Berliner Fesrschrifr zum 4 1 . DJT, 1955, pág. 255; e/
§ 53 III i) puesto que éstas constituyen limitaciones a la punibilidad introducidas pot motivos político-
mismo. Das objektive Zweckmornent áti techtswidtigen Handlung, 1959; Picotti, li dolo specifico, 1993;
ctiminales que tampoco afectan al contenido de injusto del hecho ""'.
Platzgummer, Die "Allgemeinen Bestimmungen" des StGE im Lichte der neucren Strafrechtsdogmatik, JBI
Ejemplo: En el § 323 a, el dolo se refiere sólo a la propia colocación en la situación de embriaguez, no 1971, 236; Polaina, Los elementos subjetivos del injusto en el Código penal español, 1972; Schudt, Die
al hecho coinerido en tales citcunstancias y tampoco a la posibilidad de que de algún tnodo pueda cometerse subjektiven Unrechtselemente in der neueren Enrwicklung, Diss. Münehen 1951; Sieverts, Beitráge zur Lehre
una acción punible (BGH 16, 124; discrepando, B G H 10. 247). von den subjektiven Unrechrselementen im Strafrecht, 1934; Stratenwerth, Die Funkrion srrafrechtlichet
f) El error acerca de la punibilidad no se refiere a la anrijuricidad del hecho sino a la consecuencia Gesinnungsmetkmale, Festschrift in'í H. v. Weber, 1963, pág. 1 7 1 ; Waider, Die Bedeutung det Lehte von
jurídica. Esra modalidad tuvo significado pata Feuerhach en el marco de su reoría de la coacción psicológica, den subjektiven Rechtfertigungselementen usw., 1970; v. Weber, Z u m Aufbau des Sttafrechtssystems, 1935;
puesro que del conocimiento de la amenaza penal dependían los motivos que debíart evitar el hecho . Sin Welzel, Studien zum System des Stiaftechts, Z S t W 58 (1939) pág. 4 9 0 ; E. Wolf, [)ie Typen der
Tarbesrandsmal?igkeit, 1931; Zielinski, Handiungs-und Etfoigsunwett im Unrechrsbegriff, 1973; Zimmerl,
Zur Lehre vom Tatbestand, Strafr. Abh. Hefr. 237, ¡ 928; Zipf, Die Problematik des Meincids usw., Festschtift
' ' M respecto, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 408; Backmann, JuS 1973, pág. 300; Lackner, § 15 füt R. Maurach, 1972, pág. 415.
núm. 14; I.K(I1.") (Schmeder) § 16 ni'mis. 41 .ss.; Maurach/Zipf, M Teil I § 23 n ú m . 37; lioxin, Allg. Teil I
§ 12 núms. 86 ss.; Nierwetherg, Juta 1985, págs. 238 ss.; Sclmiidhauíer, Allg. Teil pág. 408; SK (Rudolphi) §
16 núm. 23; Warda, Jura 1979, págs. 81 ss.
'* Así, Schonke/Schroder/Cramer, § 16 núm. 34; Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 132 I. Naturaleza, d e s c u b r i m i e n t o y d e l i m i t a c i ó n d e l o s e l e m e n t o s s u b j e t i v o s d e l t i p o
antes del § 32; Stree,]aS 1976, pág. 141; Wessels, Allg. 'l'eil núms. 499 .ss. (para todos los casos en los que las
causas personales de exclusión de la pena rienen su raíz en el ámbito de la culpabilidad). 1. El d o l o es el niiclco central del injusto personal de acción cu los delitos dolosos y p u e d e ,
" En este sentido, KohlramchlLange, § 247 anotaciíin VII; LKiU.") (Schmeder) § 16 núm. 60; Dreherl p o r ello, ser caracterizado c o m o el e l e m e n t o subjetivo general del tipo. Sin e m b a r g o , j u n t o al
Trondle, § 16 n ú m . 3 1 ; Roxin, Allg. Teil I § 12 n ú m . 133; Welzel, Lehrbuch págs. 356 ss.; BGH 2 3 , 2 8 1 ;
OLG SrurtgartMDR 1970, pág. 162.
'"^ Vid., más detalladamente, LK(1L") (Schroeder) § 16 núm. 6 1 .
"^' Feuerbach, Lehrbuch § 93, exigió por ello la conciencia de la punibilidad del hecho. "' Vid. LK{ll.')(Sehroeder) § 16 núm. 62; Schdnke/Sehroder/Cramer, § 16 n ú m . 36.
§ 30 Los elementos subjetivos del tipo i. Naturaleza, descubrimiento v delimitación de los elementos subjetivos del tipo 341
340

lid;id a la culpabilidad tesuha tan poco convincente como la tesis opuesta, scgiin la cual, la totalidad de los
d o l o c o n c u r r e n a m e n u d o e s p e c i a l e s e l e m e n t o s subjetivos del t i p o ' q u e son a s i m i s m o partes
elementos Cütrcspondicntes a la actitud interna del sujeto no pettenecetian a la culpabilidad, sino sólo al
integrantes del injusto d e acción, en la m e d i d a en q u e vienen a caracterizar m á s d e t a l l a d a m e n t e
tipo subjetivo '-^ (vid. injra § 42 11 3 a).
la v o l u n t a d d e acción del a u t o r Se p i e s c m a n c o m o modificaciones d e la v o l u n t a d típica de ac-
ción q u e , al igual que el d o l o , m u e s t r a n la estructura d e la finalidad (vid. siipra § 2 9 IV) y 3 . N o t o d o s los e l e m e n t o s que forman parte de u n a disposición penal y q u e describen fac-
están, t a m b i é n c o m o aquél, tefetidos al bien jurídico p r o t e g i d o , al o b j e t o de la acción, así ccniío tores psíquicos son e l e m e n t o s subjetivos del injusto. D e n r t o de los m i s m o s hay q u e distinguir,
al m o d o y forma de su lesión (vid. stipra § 2 4 111 4 b ) . Por regla general los e l e m e n t o s subjetivos más bien, e n t r e los e l e m e n t o s subjetivos c o m p r e n d i d o s por el t i p o d e la c u l p a b i l i d a d y los
del tipo sirven para constituir z\ injusto d e u n a d c c e t m i n a d a clase de delito y, m á s o c a s i o n a l m e n - e l e m e n t o s d e la a c t i t u d interna {Gesin)¡ungsmerkmale) (vid. infra § 4 2 II 2, 3 ) . Decisivos para
te, son e m p l e a d o s c o m o base para efectuar cualificaciones o atenuaciones de u n tipo básico. su delimitación resultan ser los criterios ya p r o p u e s t o s para la distinción entre el injusto y la
culpabilidad. D e a c u e r d o c o n ello, el injusto del h e c h o sólo vendrá d e t e r m i n a d o p o r los e l e m e n -
2. El descubrimiento de los elementos subjetivos del injusto (vid. supra § 22 III 2 b) ^ se remonta a
tos subjetivos integrantes de u n a disposición penal c u a n d o éstos caractericen a la v o l u n t a d d e
H.A. Fischer que, por primera vez en el Derecho civil y especialinente en relación con determinadas causas
acción del autor, p o r ir referidos a la m o d a l i d a d comisiva del h e c h o , al bien j u r í d i c o o al objeto
de justificación, comprobó que con fi-ecuencia lo prohibido no es un compottamiento objetivo coitio tal,
"sino que algo está permitido o prohibido segiín la disposición interna con la que el autot lo comete" ' . En d e la acción p r o t e g i d o p o r el tipo. Por el c o n t r a r i o , son eleinentos d e la culpabilidad todas a q u e -
Derecho penal Nagler'' y Grafzu Dohna'' ya habían llamado la atención sobre manifestaciones similares. llas circunstancias q u e caracterizan itiás d e t a l l a d a m e n t e la fotmación de la v o l u n t a d del autor, y
Poco después y casi al mismo tiempo Hegler^ y M.E. Mayer^ consiguieron clasificar sistemáticamente estos q u e hacen aparecer a la a c t i t u d interna, de la q u e e m a n a la resolución delictiva, bajo u n a luz m á s
casos. En realidad, ambos autotes todavía divisaban la antijuticidad material en la exclusiva datiosidad social o m e n o s negativa (vid., más d e t a l l a d a m e n t e , infra § 4 2 II 3) .
del hecho, pero admitieron que a menudo ésra también venía determinada por los fines perseguidos por el
antof. De modo similat, Sauer^ demosttó que los elementos subjetivos del injusto ya forjaban el tipo delic- La distinción tiene trascendencia práctica para la participación: los " e l e m e n t o s personales
tivo. El completo desattoíto de la teotía de los elementos subjetivos del injusto hay que agradecerla a Mezgcr . especiales", en el s e n t i d o del § 2 8 , vienen a ser en realidad los e l e m e n t o s subjetivos c o m p r e n d i -
Pero mientras que para los autores clásicos los elementos subjetivos todavía aparecían como la excepción a dos p o r la c u l p a b i l i d a d y los e l e m e n t o s de la a c t i t u d i n t e r n a de! sujeto, u n o s y otros integrables
una antijuticidad detetminada básicamente por un comportamiento corporal exrerno, los partidatios de la en el á m b i t o d e la culpabilidad, pero no los e l e m e n t o s subjetivos del injusto q u e caracterizan el
nueva sistemática vieton en su existencia una confitmación del concepto petsonal del injusto "^. La teotía específico c o n t e n i d o de injusto del tipo delictivo (vid. infra § 61 V I I 4 a).
de los elementos subjetivos del injusto se ha hecho dominante en Alemania a pesat de que encontró su
Ejemplo: La "codicia" como elemento del asesinato (§ 211) pertenece al ámbito de la culpabilidad
punto de parrida en un entendimiento patamente externo de la antijuticidad y de que también tuvo decisi-
mientras que el "ánimo de lucro", que se encuentra en la misma línea de contenido psíquico, caiacteriza el
vos advetsatios " . L a opinión defendida pot Oeijler^^ de que tales elementos del injusto pettenecen en rea-

Tatbestand págs. 11 ss.; Class, Grenzen págs. 175 ss.; Wegner, Sttafrecht págs. 111 ss.; H. Mayer, Lehrbuch
págs. 104 ss. Discrepante se mosttaba, sobte todo, la escuela clásica austríaca; vgl. Rittler, Tomo I págs. 121
' Las denominaciones "injusto" subjetivo y "elementos del tipo" de catáctet subjetivo son equivalen-
ss.; Nowakowski, GrundriíS págs. 54 ss.; Kadeilia, ZStW 59 (1940) págs. 1 ss. El cambio hacia el reconoci-
tes; la primera se sitúa en torno a la pertenencia de la totalidad del grupo de elementos a los factotes que
miento de los elementos subjetivos del injusto fue llevado a cabo pot Nowakowski, JBI 1972, pág. 25 y
caracterizan al injusto de un delito, mientras que la segunda indica que tales elementos son utilizados pata la
Píatzgiimmer, jBl 1971, pág. 238. En relación con la docttina austtíaca posterior y hasta nuestros días Engisch,
consttucción del tipo. Acerca de la extensión numérica de la utilización de elementos subjetivos en la Patte
Especial vid. Schudt, Die subjektiven Unrechtselemente pág. 121. I Rittler-Festschfift págs. 167 ss. y Jescheck, ZStW 73 (1961) págs. 197 ss. Acerca de la situación actual que se
coftesponde con la de la docttina alemana, Kienapfel, GiundriG Z 8 Rdn. 20; Trijfterer, Allg. Teil pág. 95.
^ Acerca de su historia dogtriática vid. Mezger, GS 89 (1924) págs. 208 ss.; Sieverts, Subjektive En Suiza siguen a la teotía dominante en Alemania, Germann, Verbrechen pág. 4 3 ; NolUTrechsel, Allg. Teil I
Untcchtselemente págs. 4 ss.; Waider, Subjektive Rechtfertigungselemente págs. 173 ss.; Lampe, Das personale págs. 102 ss.; Stratenwerth, Schweiz. Sttafrecht, Allg. Teil I págs. 169 ss.; Rehberg, Sttafrecht I pág. 72;
Unrccht págs. 13 ss., 31 ss. Un tesutnen lo suininistta Zieíinski, Handlungs-und Erfolgsunwert págs. 26 ss. Schwander, Das schweiz. StGB pág. 73. De otra opinión, Schultz, Einführung 1 págs. 139 ss.; difetenciadot
Acerca de la asignación de los eleinentos subjetivos del tipo al injusto de la acción o del resultado Mir Puig, Hafter, Allg. Teil pág. 96. En Italia Bettiol/Pettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 334 ss. admiten excep-
Atmin Kaufmann-Gedachtnissclirift págs. 253 ss. cionalmente elementos subjetivos del injusto; la docrrina más moderna discute el ptoblema de la mano del
H. A. Fischer, Die Rcchtswidtigkeit págs. 288 ss. "dolo specifico" que se cotresponde con la "intención"; vid. Mantovani, Diritto pénale pág. 234 y Picotti, II
Nagler, Binding-Eestschtift pág. 286 nota a pie núm. 8. dolo specifico, 1993. A la docttina alemana se adhieren en España Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho
Grafzu Dohna, GS 65 (1905) págs. 310 ss. penal págs. 408 ss.; vid., ademls, Polaina, Los elementos subjetivos, 1972; Cerezo Mir, Cutso págs. 360 ss. La
Hegler, ZStW 36 (1915) págs. 31 ss.; el mismo, Ftank-FestgabeTomo I págs. 251 ss. doctrina francesa aftonra la cuestión bajo la denominación del "dol spécial"; vid. MerleíVitu, Ttaité I núms.
M,E. Mayer, Lehrbuch págs. 12, 185 ss. 564 ss.; la docttina neetlandesa lo hace bajo la de "oogmerk"; vid. Pompe, Handboek págs. 170 ss.; van Bemmelení
* Sauer, Grundlagen pág. 344. van Veen, Ons strafrechr págs. 127 ss.; Hazewinkel-Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 212 ss. La docttina bel-
' Mezger, GS 89 (1924) págs. 259 ss.; el mismo, Traeger-Festschrift págs. 197 ss.; el mismo, Lehrbuch ga habla de "bijsonder opzet (dolus specialis)"; vid. Dupont/Verstraeten, Handboek ntim. 428.
págs. 168 ss. La posición final de Mezger en Moderne Wege págs. 22 ss. ya se acerca al concepto del injusto
Oehler, Betliner DJT-Festschtift pág. 278; el mismo, Das objektive Zweckmoment págs. 131 ss.
petsonal. '3 Así, Maurach/ZipfíÚX^. Teil I § 22 núm. 52; Jakobs, Allg. Teil 6/96; Bockelmann/Volk, Allg. Teil
'^ Así, Braun, Subjektive Unrechtselemente págs. 22 ss.; Gallas, Gleispach-Festschtifr pág. 58; Welzel,
págs. 54 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 330 ss.
ZStW 58 (1939) pág. 507; £. WoZ/Typen detTatbcstandsmaf5igkeit pág. 6 1 .
Igualmente, Roxin, Allg. Teil I § 10 núms. 71 ss.; Wessels, Allg. Teil núms. 136 ss.; Schonke/Schroder/
" Así, Zimmerl, Lehre vom Tatbestand págs. 29 ss. (que en la pág. 34 ya advettía de las consecuen-
Lenckner, nota preliminar núm. 63, 122 antes del § 13; Schmidhauser, Allg. Teil p íg. 249.
cias [Tata la posición del dolo); Goldschmidt, Frank-Festgabe Tomo I págs. 458 ss.; Beling, Lehte vom
m

342 § 30 Los elementos subjetivos del ri[io


II. I.os elementos subjeti\os del lipo en el Derecho vigente 343

específico injusto [lersonal de la estafa (§ 263) y, por ello, aparece como un clemcnro subjetivo del nijusto.
patrimonial (§ 181 a i luím. 2), el ánimo de lucro (§ 259), el ánimo de ocultación ( § 2 1 1 II) o el ánimo de
En consecuencia, el cómplice en la muerte dolosa de orra persona que, a diferencia del auror, no actiía por perjudicar (§ 274 I míms. 1-3).
codicia, debe ser castigado tínicamente por complicidad en el homicidio (§ 28 II); en cambio, el cómplice
de una estafa sólo debe saber que el autor actiía con ánimo de lucro, sin que sea necesario c]iie él deba c) A los delitos de rendcncia pertenecen rambién los ti|)os penales con elementos constitutivos de la
poseer tal intención. profesionalidad (§§ 180 a I, II m í m . l , III, 181 a II '", 260, 292 III '", 293 IH "''-', 302 a II mrm. 2), de la
habirualidad (§§ 284 II, 292 III - , 293 III'') y del carácrer comercial (§ 144 ''') » . La conexión con el
contenido de injusto típico reside aquí bien en la especial consolidación de una voluntad de acción cuyo
II. Los e l e m e n t o s s u b j e t i v o s del t i p o en el D e r e c h o v i g e n t e portador, a rravés de la comisión reirerada del hecho, quiere asegurarse como una fuente de ingresos durade-
ra, bien en una inclinación que le impulsa a la comisión del delito corres[)ondiente o, finalmente, en pre-
La agrupación de los elementos subjetivos del tipo es discutida en .sus detalles '^, a u n q u e la tender converrir al deliro en una parte de su acri\'¡dad profesional.
cuestión pierde trascendencia tan p r o n t o c o m o el d o l o t a m b i é n es i n c l u i d o en el tipo de injusto. d) Por lílrimo, también pueden citarse como delitos de tendencia en sentido amplio los tipos con "verbos
Así pues, sólo conserva u n significado práctico la delimitación frente a ios e l e m e n t o s d e la culpa- que describen una actividad final" (vid. supra § 24 !I1 4 d) en los que, aunque en tealidad se define un
bilidad. determinado proceso exrerior, sin embargo en ellos tesulta decisiva la dirección dada pot el autor hacia el
resultado .
1. El p r i m e r g r u p o c o m p r e n d e a los "delitos de i n t e n c ¡ ó n " ( d c l i r o s de tendencia interna tras-
cendente). Se habla de intención en este sentido c u a n d o el a u t o r persigue u n resultado q u e tiene en 3 . U n tercer g f u p o de tipos con e l e m e n t o s subjetivos viene c o n s t i t u i d o p o r los "delitos d e
consideración para la realización del tipo peto q u e en realidad n o necesita ser alcanzado. Se distin- expresión" ^^. En ellos el t i p o exige q u e c o n c u r r a en el a u t o r ima situación cognoscitiva interna
gue entre delitos d e resultado cortado y delitos mutilados en dos actos (vid. supra § 2 6 II 5) . q u e entra en c o n t r a d i c c i ó n con el c o m p o r t a m i e n t o e x t e r n o . Éste es el caso de los delitos relati-
vos al falso t e s t i m o n i o ( § § 1 5 3 , 154, 156) en t a n t o qirc en ellos el injusto d e la acción se divisa
a) Hii los delitos de resultado cortado la acción típica es completada por la persecución de un resulrado
en la contradicción existente entre sus palabras y su c o n o c i m i e n t o (teoría subjetiva) ^'*; tal dcsvalor
exrerno que va más allá del tipo objetivo y que debe acontecer/í(7r sí mismo, esto es, sin la intervención del
autot. Como ejemplos pueden señalarse el envenenamiento (§ 2 2 9 ) ' ' ' , el hurto agravado (§ 252), la extot- c o n c u r r e , a s i m i s m o , c u a n d o la afirmación falsa se refiere a u n h e c h o i n t e r n o . O t r o ejemplo es la
sión (§ 253), la estafa (§ 263), impedimento de la ejecución forzosa (§ 288) o el cohecho activo (§ 233) o m i s i ó n del d e b e r d e d e n u n c i a r u n delito (§ 138) q u e p r e s u p o n e q u e el a u t o r ha t e n i d o c o n o c i -
(Vorteihgewiihrung). m i e n t o fidedigno del delito cuya c o m i s i ó n es i n m i n e n t e .

b) Por el contrario, en los delitos mutilados en dos actos para la realización del ripo el autor debe querer 4. Finalmente, t a m b i é n son incluidos dentro de los elementos subjetivos del injusto, al m e n o s
causar con su propia conducta el resultado que va más allá del tipo objetivo. C o m o ejemplos pueden mencio- en lo que respecta al c o n t e n i d o psicológico d e los m i s m o s , los e l e m e n t o s i m p r o p i o s d e la acti-
narse el .secuestro (§ 236) " , el hurto (§ 242), el robo (§ 249) y el incendio agr,avado (§ 307 niím. 2). t u d interna del sujeto. Tales e l e m e n t o s n o m u e s t r a n u n juicio de valor ético-social d e carácter
2. El s e g u n d o g r u p o c o m p r e n d e los "delitos d e t e n d e n c i a " (delitos de t e n d e n c i a i n t e r n a a u t ó n o m o sino q u e c o n s t i t u y e n t í n i c a m e n t e el reverso de e l e m e n t o s especiales del injusto ( p o r
intensificada). La n o t a característica a este g r u p o radica en q u e la a c c i ó n delictiva es d o m i n a d a ejemplo, "cruel" o "alevoso" en el § 2 1 1 II, " g r a v e m e n t e c o n t r a r i o a la seguridad del tráfico" en
por la dirección de la v o l u n t a d del autor, q u e es la q u e le confiere su verdadero carácter o la el § 3 1 5 c I m i n i . 2 ) ^ ' (vid. infra § 4 2 II 3 a). S i s t e m á t i c a m e n t e vienen a ser, al m i s m o t i e m p o ,
especial peligrosidad pata el bien j u r í d i c o p r o t e g i d o . "elementos d e valoración global del h e c h o " en los q u e el juicio de valor n o necesita ser c o m p r e n -
d i d o p o r el d o l o (vid. supra § 2 5 II 2, § 2 9 II 3 c).
a) A estas infracciones pertenecen, en ptimer lugar, los delitos sexuales (§§ 174 .ss.) que por su propia
naturaleza precisan no sólo que externamente ¡a acción conttadiga gravemente el sentitiriento de pudot,
sino también que sea emptendida con ánimo lujurioso (vid. la ingeniosa afirmación de Mefistófcles en la
escena con el alumno de "Fausto" acerca de la medicina).
b) Otro gfupo de delitos requiere una dirección volitiva del autor que muestta una tendencia especial- " Téngase en cuenra la nueva esttuctura y reenumeración de los delitos contra la autodeterminación
mente peligrosa para el bien jurídico protegido. Ejemplos de ello son ei ánimo de obtener alguna ventaja sexual en los §§ 174 ss. SrGB (N del T ) .
^^ La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 292 II 1 (N del T).
La actual redacción del § 293 no contiene alusión alguna al ejercicio profesional de la conducta
' ' Vid. la clasificación de Sieverts, Subjektivc Unrechtselemente págs. 140 ss., que estrucrura sobre delictiva (N del T).
Hegler, Mezger y E. Wolf. Además, BaumannlWeber, Allg. Teil págs. 2 8 ! ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. '- La remisión debe enrenderse realizada al vigenre § 292 11 1 (N del T ) .
54 ss\ Jakobs, Allg. Teil 8/89 ss. Acerca de la estrucrura psicológica de los elementos subjetivos del injusto
^•' La acrual redacción del § 293 no conriene alusión alguna al ejercicio profesional de la conducta
Krauf, Bruns-Fesrschrifr págs. 11 ss.; Krümpelmann, ZStW 87 (1975) págs. 896 ss. delictiva (N del T).
" Así, Binding, Lehtbuch Bes. Teil Tomo I pág. 12. '"* Actualmente el § 144 StGB se encuentra derogado (N del T).
'^ En la actualidad el § 229 StCB regula las lesiones corporales imprudenres; el envenenamiento •^ l.)e otra opinión, Nowakowski, JBl 1972, pág. 25 que considera a esros elemenros constitutivos
aparece ahora regulado como una de las modalidades peligrosas de las lesiones corporales en el § 224 I 1 como momentos integrantes de la culpabilidad.
SrGB(NdelT). ~'' Vid. V. Weher, Aufbau págs. 8 ss.; el mismo, GrundriC pág. 73.
"* El § 236 SrGB en su redacción anrerior regulaba el secuestro de una menor de dieciocho años con ^' Así, iVíf2^,?r, Lehrbuch pág. 173.
fines sexuales llevado a cabo de acuerdo con su voluntad. Actualmente esta figura ha desaparecido y el § 236 ^* Mi, por ejemplo. Gallas, GA 1957, pág. 325; Zipf, Maurach-Fcstschrift pág. 426.
.SrGB se dedica ahora a la ripificación del tr.áfico de niños (N del I ) . ^^ Vid. Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 246 ss.; Stratenwerth, v. Weber-Fesrschrift pág. 175.
344 § 31 Los fundamentos generales de la justificación de las acciones típicas
§ 31 Fimdáinentos gener.des de la justificación de las acciones típicas 345

III. El t r a t a m i e n t o d e l o s e l e m e n t o s s u b j e t i v o s del t i p o
Zum Stande der Lehre vom personalen Unrecht, Festschrift für H. Wcizel, 1974, pág. 393; el mismo,
Rechtspfiichtbegründung und Tatbestandseinschrankung, Festschriíf tur U. Kiug, Tomo II, 1983, pág. 277;
1. Al igual q u e el d o l o , los e l e m e n t o s subjetivos del t i p o f o r m a n parte del t i p o de i n j u s -
Arthur Kaufmann, Rechtsfreier Rauní und eigenveranrwortiiche Entscheidung usw., Festschrift für R.
to de la c o t r c s p o n d i c n t e figura de delito. Por t a n t o , t a m b i é n d e b e n c o n c u r r i r en los casos en los
Maurach, 1972, pág. 327; Kern. Grade der Rechtswidrigkeit, ZStW M (1952) pág. 255; Klmkhardt, Der
que a u n i n i m p u t a b l e d e b e serle i m p u e s t a u n a m e d i d a d e corrección y a s e g u r a m i e n t o , p u e s t o administrative Waffengebrauch der Bundeswehr, JZ 1969, pág. 700; Koch, Der Einflul? von Zwang und
que de lo c o n t t a r i o faitatía u n a acción c o n m i n a d a c o n p e n a •'". Notstand auf die Vetantwortlichkeit des TStcrs im franzosischen Strafrccht, Diss. Freiburg 1968; Kratzsch,
2. En las hipótesis d e c o a u t o r í a los e l e m e n t o s subjetivos p r e s u p u e s t o s p o r el tipo d e b e n § 53 StGB und der Grundsarz nullum crimen sine lege, GA 1971, pág. 65; Küper, Grundsatzftagen der
"Differenzierung" zwischen Rechtfertigung und F^ntschuldigung, JuS 1987, pág. 8 1 ; Lampe, Unvollkommen
conctttrir eií todos los codelincuentes ya q u e u n a i m p u t a c i ó n recíproca e n t r e los coautores sólo
zweiaktige R e c h r f e r r i g u n g s g r ü n d e , GA 1 9 7 8 , pág. 7; Lunge, G e s e t z g e b u n g s f r a g e n bei d e n
tiene lugar en relación c o n los e l e m e n t o s objetivos del tipo ( B G H 2 4 , 2 8 4 1285]) (vid. infra §
Rechtfertigungsgründen, Festschrift für H. \'. Weber, 1963, pág. 162; Lenckner, Der rechtfertigende Notstand,
6 3 I 3 b). Por el c o n t r a r i o , en la i n d u c c i ó n y la c o m p l i c i d a d basta c o n q u e los e l e m e n t o s subje- 1965; el mismo, Die Rechtfertigungsgründe und das Erfordernis pflichtgcmaíSer Prüfung, Fesrschrift für H.
tivos del tipo c o n c u r r a n en elautory q u e el partícipe tenga c o n o c i m i e n t o de ello (vid. infra § 6 4 Mayer, 1966, pág. 165; el mismo, Der Grundsatz der Güterabwagung ais Grundiage der Rechrfcrtigung,
IIbyin2d). GA 1985, pág. 295; Loos, Zum Inhalr der subjektiven Rechtfertigung,selemente, Festschrift für D. Oehier,
1985, pág. 227; Maiwald, Die Icistungsfahigkeit des Begriffs "eriaubtes Risiko" fur die Srrafrechrssystematik,
3 . En la tentativa d e b e n estar presentes la t o t a l i d a d de los e l e m e n t o s subjetivos del t i p o de
Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 405; R. Merkel, Die Kollision rechtmaí?igef Interessen
la c o r r e s p o n d i e n t e figura d e delito p u e s t o q u e en aquella sólo falta la c o n s u m a c i ó n del tipo obje-
und die Schadensersatzpflicht, 1895; Münzberg, Verhalten und Erfolg ais Grundlagen der Rechtswidrigkeit
tivo (vid. infra § 4 9 III 1 b ) . und Haftung, 1966; Naka, Die Appellfunktion des Tatbestandsvorsatzes, J Z 1961, pág. 210; Niese, Finalitat,
Vorsatz und Fahtlassigkeit, 1951; Noli, Obergesetzliche Rechtfertigungsgründe, im besonderen die
Einwilligung des Verlerzten, 1955; W mismo, Obergesetzliche Milderungsgründe aus vermindertem Unrecht,
Subsección c): La exclti I d e la a n t i j u n c í dad ZStW GS (1956) pág. 181; el mismo, Die Rechtfertigungsgründe im Geserz und in der Rechtsprechung,
SchwZStr 80 (1964) pág. 160; el mismo, Tatbestand und Rechtswidrigkeit: die Wertabwagung ais Prinzip
§ 31 Fundamentos generales de la justificación de las acciones típicas der Rechtfertigung, Z S t W 77 (1965) pág. 1; Nowakowski, Zur Lehre von der Rechtswidrigkeit, Z S t W 6 3
Alwart, Der Begriff des Motivbündels, GA 1983, pág. 433; Baumgarten, Notstand und Norwehr, 1911; (1951) pág. 287; el mismo, Probleme der Strafrechtsdogmatik, JBI 1972, pág. 19; Oehier, Das objektive
Carhonell Mateu, La justificación penal, 1982; Cerezo Mir, Consideraciones generales sobre las causas de Zweckmoment in der rechtswidrigen Handiung, 1959; Paejjgen, Der Verrar in der irrigen Annalime eines
justificación, Festschrift für H . - H . Jesclieck, Tomo I, 1985, pág. 4 4 1 ; Corvado, Notes on the Structure of a illegalen Geheimnisses usw., 1979; Perron, Rechrfertigungs-und Entschuldigungsgründe im deurschen und
Theory of Excuses, Journal of Criminal Law and Criminology 82 (1991) pág. 465; Grafzu Dohna, Die spanischen Strafrechr, 1988; K-H. Peters, "Wertungsrahmen" und "Konfliktstypcn" usw., GA 1981, pág.
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für D. Oehier, 1985, pág. 209; Vassalli, La dottrina italiana dell'antigiutidicitá, Festschrift füt H.-H. Jescheck,
^^ En relación con los problemas constitucionales vinculados con la comprobación pr. al de (
Tomo 1, 1985, pág. 427; Waider, Die Bedeutung der Lehre von den subjektiven Rechtfertigungselementen
mentos subjetivos del tipo vid., Ecker, Subjektive Verbrechensmerkmale págs. 108 ss.
346 § 31 Los fundamentos generales de la jusrilicaeión de las acciones típicas I. Laa re! de prohibición y la proposición permisiva
relación entre !a 347

usw., 1970; Warda, Z u t Konkurrenz von Rechtfertigungsgründen, Festschrift für R, Mauracli, 1972, pág. nida en el tipo de injusto deja de ser eficaz c o m o deber jurídico en el caso c o n c r e t o . El tipo de
143; V. Wcber, Der Irrtum übcr eincn Rechtfertigungsgrund, J Z 1951, pág. 2 6 1 ; Weber, Besprecluing von
injusto n o p u e d e acoger p o r sí m i s m o a los elemenros del tipo de la causa d e justificación, pues
Giiiithcr, "Strafrechtswidrigkeir und Strafunrechrsausschlufi" (1983), J Z 1984, pág. 276; Welzel, Der
i d ó n e a m e n t e sólo está d e t e r m i n a d o para dar cabida a un resumen d e los e l e m e n r o s típicos del
übergescrí.liche Norstand und die Irrtumsproblematik, J Z 1955, pág. 142; Widmaier, Die Teilbarkeit der
h e c h o p u n i b l e (vid. supra § 2 5 I 2 y 111 2). Y es q u e j u n t o a los e l e m e n t o s q u e en el caso normal
Unreclitsbewertung,JuS 1970, pág. 611; Witte, Die strafrechdiche beurteilung der Durchserzung von liefehlen
se corresponden con una determinad,! figura delictiva, u n a acción t a m b i é n p u e d e evidenciar otros
niit der Waffe, Diss. Freiburg 1969; Wünenberger, Vom Rechtssraaisgedanken in der behre der strafreclulichen
Rechtswidrigkeit, Festschrift fürTh. Rirtler, 1957, pág. 125; Zielimki, Handlungs-und Erfolgsiinwert im q u e p o s i b l e m e n t e excluyan el juicio de antijuricidad c u a n d o de la naturaleza del injusto se deri-
Unrechtsbegriff, 1973. ve q u e el h e c h o es a c e p t a d o p o r el O r d e n a m i e n t o jurídico en su c o n j u n t o .

Ejemplos: Actúa conforme a Derecho quien se defiende con violencia del ladrón nocturno (§ 223). La
muerte dolosa del condenado en la ejecución de la pena de muerte (§ 212) o la privación de libertad en la
I. La relación entre la n o r m a de p r o h i b i c i ó n y la p r o p o s i c i ó n p e r m i s i v a ejecución de la pena de prisión (§ 239), no sólo está permirida sino que consriruye un acto de Justicia
penal. Asimismo, no sólo actúa conforme i Derecho sino rambién conforme a deber quien, como empresa-
1. Las c o n m i n a c i o n e s penales se basan en n o r m a s de c o m p o r t a m i e n t o q u e el legislador c o n -
rio construcror por mandato del propietario, derriba un edificio (§ 305) o quien, como gerente de una
sidera tan esenciales en interés de la paz jurídica d e la c o m u n i d a d , q u e las ha provisto c o n las sociedad de responsabilidad limitada, reprocha al contable la firme sospecha de la comisión de una apropia-
sanciones m á s graves d e las q u e d i s p o n e . Las acciones contrarias a estas noririas están descritas en ción indebida (§ ¡85).
los concretos tipos penales. La tipicidad d e u n a acción significa, p o r c o n s i g u i e n t e , q u e el h e c h o
muestra aquellos e l e m e n t o s del injusto q u e se c o r r e s p o n d e n c o n el t i p o de u n delito d e t e r m i n a - El juicio de anrijuricidad definirivo descansa, p o r t a n t o , sobré dos vías d e p e n s a m i e n r o : la
d o . D e este m o d o , como punto de partida de la teoría de las causas de justificación, surge la pre- p r i m e r a radica en el e x a m e n de la tipicidad d e la acción y la s e g u n d a en la c o m p r o b a c i ó n de si
g u n t a de p o r q u é debe discutirse acerca d e la anrijuricidad d e s p u é s d e haberse c o m p r o b a d o la interviene u n a causa d e justificación. C o n t e s t á n d o s e a f i r m a t i v a m e n t e a a m b a s cuestiones q u e d a
tipicidad de la acción, p u e s t o q u e si el t i p o es p o r t a d o r del c o n t e n i d o d e injusto d e la c o r r e s p o n - excluida la a n t i j u t i c i d a d . Sin e m b a r g o , la acción justificada sigue s i e n d o típica. La acción típica
diente figura d e delito, c o n la tipicidad d e la acción debería constar t a m b i é n su anrijuricidad. y, especialmente, su resultado, no p u e d e n ser h e c h o s desaparecer sin más y p o r lo r a n t o sólo son
a p r o b a d o s j u i í d i c a m e n t e . C o n ello se c o m p r u e b a q u e el tipo es u n g r a d o j u r í d i c o - p e n a l valorati-
¿Qué significa p o r el c o n t r a r i o " e x c l u s i ó n d e la a n t i j u r i c i d a d " '? vo de carácter a u t ó n o m o q u e constituye para rodos una señal de advertencia a través de la cual
2. La explicación para la exclusión d e la anrijuricidad d e acciones típicas se deriva del h e - se m u e s t r a p o r d ó n d e c a m i n a n los límites de u n a n o r m a prohibitiva sancionada p e n a l m e n t e (fun-
c h o d e q u e el O r d e n a m i e n t o n o sólo está c o n s t i t u i d o p o r p r o h i b i c i o n e s , sino q u e t a m b i é n c o - c i ó n d e l l a m a d a d e l t i p o "*).
noce autorizaciones q u e , bajo d e t e r m i n a d o s p r e s u p u e s t o s , levantan a q u é l l a s ^ . Las autorizaciones Para ser exactos, la denominación de las contranormas como "'proposiciones permisivas" sólo es com-
están revestidas d e p r o p o s i c i o n e s p e r m i s i v a s q u e , c o m o tipos de justificación^, prevalecen fren- prensible desde ia óptica del Derecho penal. El verdadero significado de las causas de justificación resulta ser
re a los tipos de injusto. C u a n d o c o n c u r r e u n a causa de justificación la n o r m a prohibitiva c o n t e - basrante más amplio; son proposiciones jurídicas de carácrer autónomo que primordialmente no justifican
algo prohibido, sino que deben servir a sus propios y amplios fines como, por ejemplo, a la prorección del
Derecho frente al injusto (legítima defensa), a la materialización del juicio penal (ejecución de la pena), al
aseguramiento de la capacidad personal de disposición sobre el cuerpo (consentimiento) o al derecho funda-
' Vid. al respecro, Grafzu Dohna, Recht und Irrtum págs. 1 ss.; el mismo, Verbrechenslehre pág. 28; mental a la libertad de expresión (salvaguardia de intereses legítimos). Nos encontramos anre una concurren-
Maurach/Zipf, AAs,. Teil I § 24 núms. 5 ss.; Kühl, Allg. Teil § 6 núm. 7. cia de normas autónomas en la que la causa de justificación tiene preferencia frente a la norma prohibición
- Vid. BockelmamilVolk, Allg. Teil pág. 86; Dreher, Heinirz-Fesrschrift págs. 218 ss.; Gallas, Beitragc por contener una regulación especial de la situación concreta.
págs. 34 ss.; Herdegen, BGH-Festschrifr pág. 207; Lackner, nota preliminar niim. 17 anrcs del § 13; l.K 3 . A m e n u d o la c o n e x i ó n entre el tipo y la causa d e jusrificación es i n t e t p t e t a d a c o m o u n a
(11.») (Hirsch) nota preliminar núms. 5 ss. antes del § 32; SchonkelSchróderlLenckner, nota preliminar mim.
relación regla general-excepción. Q u e lo realmente i m p o t t a n t c n o es la m a y o t o m e n o r ftecuencia
4 antes del § 32; Welzel Lehrbuch págs. 80 ss.; Wessels, Allg. Teil mims. 271 ss. Mostrándose crítico sobre la
d e u n aspecto u o t t o lo d e m u e s t t a el ejemplo d e la ejecución de la p e n a privariva d e libertad. Al
cuestión, Schmidhíiuser, Lackner-Fesrschrift págs. 84 ss. Acerca de la teoría jurídica de los imperativos y las
fin y al c a b o p u e d e deciise en u n s e n t i d o lógico q u e los tipos penales c o n t i e n e n "teglas" que son
autorizaciones Engisch, Gerechtigkeit págs. A6 ss. Las causas de jusrificación que levantan el deber de respe-
q u e b r a n r a d a s p o r causas d e justificación c o m o "excepciones", al tener q u e datse ptesupuesros
tar la norma y que no sólo se erigen como una excepción dentro del sistema son calificadas por Hruschka.
Drelier-Festschrift pág. 190 como "extrasistemática.s". Sax, J Z 1977, págs. 332 ss. entiende las indicaciones especiales para q u e o p e r e n esras tíltimas. Lo n o r m a l es siempre la p r e t e n s i ó n d e q u e sea observa-
del § 218 a, no como causas de justificación, sino como presupuestos negarivos del inerecimiento de pena. d o el m a n d a t o n o r m a t i v o . Por ello la tipicidad d e la acción t a m b i é n es caractetizada c o m o u n
Básicamente, Günther, Strafrechtswidrigkeir págs. 253 ss. acepta que numerosas y reconocidas causas de jus-
tificación (vgr., §§ 193, 218a) sólo eliminan el merecimiento de pena del hecho, pero no lo jusrifican. Sin
embargo, en contra de su degradación a meras "causas de exclusión del injusto penal" se pronuncian, con '' Vid. con mayor detenimiento Naka, JZ 1961, pág. 210. En contra de SK(Samson) nota preliminar
razón, LK(U.') (Hirsch) nota preliminar mrm. 10 anres del § 32; Lackner, nota preliminar núm. 2 anres núm. 11 antes del § 32, el tipo es un escalón jurídico valorativo de naturaleza autónoma aún cuando a la
del § 32; Roxin, Oehler-Fesrschrifr págs. 195 ss.; el mismo, Allg. Teil I § 14 núms. 2, 104; Rudolphi, Armin comprobación de la ripicidad no son anudadas consecuencias jurídicas de ningún tipo, pues para la preven-
Kaufmann-Gedachrnisschrift pág. 373; Schdnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 8 antes del § 32; ción general es importante la función de advertencia que cumple. También I'uppe, Srree-Wessels-Festschrift
Weber, JZ 1984, págs. 276 ss. De acuerdo, sin embargo, Sclmnemann, GA 1985, págs. 352 ss. pág. 201 considera al ripo y a la anrijuricidad como grados valorarivos autónomos; asimismo, ¿ A ' ( l l . » )
3 Mis deralladamcnre sobre ello NoU, ZStW 77 (1965) pág. 8. (Hirsch) nota ptcliminar núm. 8, antes del § 32.
348 § 31 Los fiindamenros generales de la ju.srificación de las acciones líjiicas 11. La sistemática de las causas de justificación 349

"indicio de la antijuricidad" ^ Con ello debe quedar dicho que la realización del tipo de in- de relieve la diversidad de su contenido material podrá conducir a tal objetivo '^. Por ello, incluso
justo finidamenta la antijuricidad del hecho concreto siempre que, exccpcionaimentc, no inter- por la mayoría de los propios defensores de las teorías monistas se acepta que las concretas causas
venga una causa de justificación. de ju.srificación muesttan esttucturas diterenciadas.

4. Al igual que la antijuricidad y la culpabilidad (vid. infra § 39 I), las causas de justifica- 2. Partiendo del concepto del injusto surgen dos ideas rectotas que en variada combinación
ción y las de exculpación deben ser rigurosamente diferenciadas (vid. mfra § 43 I) . En las pri- con ottas consideraciones valorativas constituyen la base de los tipos de justificación. Una de
meras se trata de qtic en el caso concreto dos bienes o intereses se encuentran enfientados de tal ellas es la idea de ponderación de bienes " que se corresponde con la concepción del delito
modo que sólo uno de ellos puede ser preservado; el bien o interés de más valor prevalece, pues, como lesión del bien jurídico (injusto del resultado) y que conduce a la siguiente pregunta: ¿Qiié
frente al que posee menor importancia (por ejemplo, en el estado de necesidad justificante el inte- efecto ha tenido el hecho? La otta es la idea del fin que se corresponde con la concepción del
rés protegido prepondera esencialmente sobre el menoscabado, § 34). En las causas de exculpación delito como actuación de la voluntad contraria al deber (injusto de la acción) y que desemboca
existe una situación excepcional que hace que resulte inadecuado el reproche culpabilístico por la en la siguiente cuestión: ¿Qjiépretendía el autor? Otra interpretación parte de las consideraciones
comisión del hecho antijurídico (vgr., en el estado de necesidad exculpante en atención al motivo que pueden motivar al legislador a justificar un comportamiento típico: el principio del interés
por el que se evita un riesgo actual pata la vida, el cuerpo o la libertad, § 35). preponderante frente al que representa la protección del bien jurídico lesionado (legítima de-
fensa, estado de necesidad) y la idea de la ausencia de interés en la protección penal (consenti-
miento y consentiiniento presunto) '**. En el marco de estos principios generales los puntos de
II. La sistemática de las causas de justificación vista valorativos más diversos, con distinto peso específico y diferentes combinaciones, desarro-
llan su rol en las concretas causas de justificación '^; entre tales aspectos valorativos pueden citar-
1. Reiteradamente la Ciencia se ha esforzado en elaborar principios superiores de la justi- se la reafirmación del Derecho, la necesidad, la proporcionalidad, la preservación de la libertad
ficación del comportamiento típico, al objeto de poder concebir sistemáticamente reconocidas y, en especial, "la stibordinación de los bienes jurídicos a la autonomía individual" .
causas de justificación e identificar y formular nuevas proposiciones permisivas^. Al respecto hay
que distinguir las teorías monistas que con un único punto de vista buscan conseguir la explicación 3. En la cotnprensión del sentido de las causas de justificación en patticular hay que partir
de todas las causas de justificación, y las teorhs pluralistas que en la exclusión del injusto recurren a del concepto material de antijuricidad (vid. supra § 24 I 2), pues la justificación significa que una
diversos planteamientos jurídicos. Una teoría monista se muestra hoy sólo posible si las causas de acción, a pesar de contradecir una norina prohibitiva, en el caso concreto está en condiciones de
justificación se estructuran sobre un principio completamente absttacto y formal como, por ejem- tolerar la lesión o puesta en peligro del objeto material de protección en beneficio de valores de
plo, "la pretensión del bien preponderante" ^, el de "más utilidad que dañosidad" (Sauer), sobre la mayor importancia, siempre que también el fin perseguido por el autor no resulte desaprobado.
fórmula del "empleo del medio adecuado para la consecución de un objetivo reconocido por el Con otras palabras: coino consecuencia de la intervención de la norma justificante, tanto el
Ordenamiento jurídico" ' , sobre la idea rectora de la "ponderación de valores" "^ o de la "correcta
1 desvalor de acción como el de resultado del hecho debe decaer o ser compensado en todo o
regulación social de intereses contrarios" " . No obstante, si lo que se busca es la explicación acerca en su mayor parte '''. Nada más puede decirse acerca de los principios comunes a tocias las causas
del alcance y presupuestos de las concretas causas de justificación, sólo un punto de vista que ponga de justificación, pues cada una de ellas descansa sobre combinaciones completamente diversas de
factores justificantes.

' Así, se pronuncia la doctrina dominante en adhesión a M. E. Mayer, Lehrbuch pág. 10 nota a pie
núm. 21, págs. 52 y 182; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 265 ss.; DreherlTrindle, nota preliminar
núms. 8 y 27 antes del § 13; Kühl, Allg. Teil § 6 núm. 2; l.ackner, nota preliminar niim. 17 antes del § 13;
V. LisztlSchmidt, pág. 185; Maiirach/Zipf, M\o. Teil 1 § 24 núm. 7; Welzel, Lehrbuch pág. 80; Wessels, Allg. '- En este sentido se pronuncia en la actualidad la doctrina mayoritaria desde la teoría pluralista; vid.
Teil núm. 122. En el mismo sentido también RG 63, 215 (218). En contra de la teoría del efecto indiciarlo Baumann/Weber Allg. Teil pág. 276; Bockelmann/Volk, Alig. Teil pág. 88; Maumch/Zipf, Allg, Teil I § 25
Schmidhdiiícr, Allg. Teil págs. 285 ss.; el mismo, Lackner-Festschrift págs. 80 ss. núms. 9 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 14 núms. 37 s,%.\ jakobs, Allg. Teil 11/3; Schonke/Schróder/Lenckner, nota
'' Sobre la cuestión, Roxin, JuS 1988, pág. 425; Eser, Justification and Excuse pág. 45; Küper, JuS preliminar núm. 7 antes del § 32; ¿Á''(ll.'') (Hirsch) nota preliminar núm. 48 antes del § 32. De otra
1987, págs. 81 ss.; Hirsch, Dic Stellung ven Rechtfertigung und Entschuldigung págs. 47 ss. Sosteniendo opinión Schmidhauser, Lackner-Festschrift págs. 87 ss.
que la distinción entre justificación y exculpación no resulta forzosa, Hassemer, Rechtfertigung und '^ Que es entendida en un sentido amplio por Binding, Handhuch pág. 760, R. Merkel, Kollision
Entschuldigung págs. 184 ss. En relación con el Derecho comparado que en parte no conoce esta diferen- págs. 49 ss. y, sobre todo, por Lerickner, GA 1985, págs. 300 ss.; más estrechamente, en el sentido de bienes
ciación y que. También en parte, no la lleva a cabo sisremáticamenre, vid. infra § 31 VI nota a pie núm. 46. jurídicos por Swof, ZStW 24 (1904) pág. 328; comprendiéndola en un sentido espiritualizado como coli-
^ Acerca del desarrollo histórico vid. Heimherger, Ausschlul? der Rechtswidrigkeit págs. 6 ss. Mos- sión de "pretensiones de observancia" Schmidhauser Engisch-Festschrift págs. 450 ss.
trándose crítico con el mismo LK{\ 1.") (Hirsch) nota preliminar núms. 47 ss. antes del § 32. '•^ Así Blei, Allg. Teil págs.130 ss.; Dreher, Heinitz-Festschrift pág. 218; Lenckner, Notstand pág. 135;
* Así, Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 288. Mezger, Lehrbuch pág. 205; Schonke/Schróder/Lenckner, nota preliminar 7 antes del § 32.
' Así, Grafzu Dohna, Die Rechtswidrigkeit págs. 48 ss.; el mismo, Recht und Irrtum pág. 14; el '^ Vid. Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechtssystein págs. 26 .ss.
" Sobre ello vid. Stratcnwerth, ZStW 68 (1956) págs. AA ss.
mismo, Verbrechenslehre pág. 31.
'" Así, NoU, ZStW 77 (1965) pág. 9. " Gon mayor detenimiento sobre la cuestión Noli, Übergesetziichc Rechtfertigungsgründe págs. 48
" Así, Roxin, Kriminalpolitik und Strafrccht.ssystem pág. 15- ss.; Sclwnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núin. 7 antes del § 32.
I
350 § 31 I-os fundamentos generales de la juslificacíón de las acciones tipie 111. Origen y tipiíicación de las causas de justificación 351

Kjcmploí: Kn la legítima defensa (§ 32) son decisivas la autoprotección frente al agtesot y la iirescrva- civil t a m b i é n es aplicable de m o d o i n m e d i a t o al D e r e c h o penal ^", y q u e específicas causas p e n a -
ción del Derecho, mientras que básicamente no impotta la relación valorativa eiute el hien iinídieo lesiona- les de justificación (vgr., § 193) también justifican el h e c h o a los ojos d e otros sectores j u r í d i -
do y el amenazado. Kn la defensa frente al peligro procedente de las cosas (§ 228 li( di) la idea básica es sólo c o s ^ ' . A d e m á s , debe tenerse en cuenta q u e , n a t u r a l m e n t e , t a m b i é n p u e d e n estar a n u d a d a s p r o -
la autoprotección; no obstante, aquí la pondctación de bienes también dcsempeila su papel cuando el daño posiciones permisivas a d e t e r m i n a d o s tipos penales, de m o d o q u e su traspaso a otros tipos penales
no está relacionado con el riesgo. El estado de necesidad en el ámbito civil (§ 904 liCdí), en atención a la n o es admisible sin más.
lesió)! de la autonomía del afectado por la intervención pero en los sucesos en los que no loma parte el
propietario, sólo concurre en el supuesto de un daño gravemente desproporcionado, hn el estado de necesi- Ejemplos: De este modo, la preservación de legítimos intereses (§ 1 93) sólo justifica lesiones al honor
dad justificante el hecho debe ser también un "medio adecuado" incluso en el caso de una clara dilerencia y no resulta aplicable en el ámbiro de la acusación falsa (§ 164) (RG 72, 96 [98]; 74, 257 [261]). Asimis-
valorativa entre los intereses opuestos (§ 34 StGB; § 16 O W i G ) . En el ejercicio de las potestades del cargo mo, el § 226 a " debería quedar limitado a las lesiones corporales para no convertir al principio de las
(por ejemplo, § 127 11 StPO) y la preservación de intereses legítimos (§ 193) la intervención en derechos buenas cosrumbres en una limitación general de la libertad de disposición del individuo sobre su esfera de
ajenos puede estar justificada incluso ante una situación incierta, en ra/.ón a que aquí el examen escrupuloso dominio (vid. infra § 34 111 2).
de las circunstancias pertenece a los presupuestos de la justificación (vid. infra § 31 IV 3). En el consenti- 2 . D e l c a r á c t e r i l i m i t a d o d e su á m b i t o o r i g i n a r i o se deriva q u e , ni c i e n t í f i c a m e n t e ni p o r
miento .se ttata de la libertad de disposición del titular del bien jurídico que, sin embargo, en muchos casos la Ley, resulta factible hacer u n a e n u m e r a c i ó n c e r r a d a d e todas las causas d e justificación p o s i -
encuenrra su límite en las representaciones valorativas de la comunidad (§ 226 a) "*.
bles. A d e m á s , ni siquiera legislador estatal p o d r í a regular p o r sí m i s m o t o d a s las causas d e j u s -
4 . El catálogo de causas de justificación n o está n u n c a concluso p o r q u e t a m b i é n los p r i n c i - tificación al tener p a r c i a l m e n t e sustraída la c o m p e t e n c i a para ello, tal y c o m o s u c e d e , por e j e m -
pios decisivos del orden social siguen desarrollándose. D e este m o d o el are. 20 IV G G r e c o n o c e p l o , c o n las reglas generales de D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l (vgr., las relativas a las a c c i o n e s bélicas
u n "derecho d e resistencia", la B G H Z 2 7 , 2 9 0 t o m a en c o n s i d e r a c i ó n t a m b i é n u n a "situación a d e c u a d a s al D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l o las referidas a las facultades d e la p o t e n c i a o c u p a n t e ) .
similar a la legítima defensa" y la B G H 2 0 , 3 4 2 ( 3 6 8 ) c o n c e d e al c i u d a d a n o u n " d e r e c h o de F i n a l m e n t e , hay q u e reparar en q u e t a m b i é n c a m b i a n las c i r c u n s t a n c i a s e x t e r n a s y los valores
retorsión" para hipótesis d e graves infracciones c o n t r a el O r d e n a m i e n t o c o n s t i t u c i o n a l . Pero las d o m i n a n t e s d e la s o c i e d a d , p o r lo q u e sieinpre p o d r á n surgir n u e v a s causas d e justificación,
causas de justificación t a m b i é n p u e d e n decaer. D e esta forma ha sido p r o h i b i d a la a n t e r i o r posi- así c o m o decaer, a m p l i a r s e o restringirse las ya existentes (vid. supra § 3 1 II 4 ) . D e ello resulta
bilidad de represalia bélica a través del art. 3 3 I, III del C o n v e n i o de G i n e b r a para la p r o t e c c i ó n q u e u n a regulación legal no debería ser en a b s o l u t o c e r r a d a . A d e m á s , j u n t o al D e r e c h o escri-
de la p o b l a c i ó n civil de 1 2 . 8 . 1 9 4 9 (BGBI. 1954 II págs. 7 8 1 , 9 1 7 ) . t o t a m b i é n s u r g e n c o r n o fuentes de p r o p o s i c i o n e s p e r m i s i v a s el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l , el
D e r e c h o c o n s u e t u d i n a r i o y el D e r e c h o s u p r a p o s i t i v o o r i e n t a d o a los valores s u p e r i o r e s d e
la c o m u n i d a d ^^.
III. O r i g e n y t i p i f i c a c i ó n de las causas d e j u s t i f i c a c i ó n
Ejemplos: De este modo, anteriormente se derivaba del Derecho internacional el derecho a la represalia
1. El O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o sólo c o n o c e u n concepto unitario de antijuricidad. En los c o n - bélica (BGH 23, 103 [107]). Desde la RG 6 1 , 242 (interrupción del embarazo anre el riesgo de suicidio)
cretos sectores d e aquél sólo son distintas las consecuencias jurídicas d e la acción ilícita ( p o r ejem- era reconocido como causa de jusrificación un estado de necesidad "supralegal" (vid. injra § 33 IV 1, 2); en
la actualidad se encuenrra legalmenre regulado (§ 34 SrGB, § 16 OWiG). El derecho de corrección de los
plo, la i n d e m n i z a c i ó n del dai'io en D e r e c h o civil, la revocación de u n acto a d m i n i s t r a t i v o en
4 maestros estuvo apoyado sobre el Derecho consuetudinario, aunque actualmente ya no existe (BGH 11,
D e r e c h o a d m i n i s t r a t i v o , la reparación en D e r e c h o internacional o las penas y m e d i d a s de seguri-
241 [247]). Una proposición normativa extralegal es la legítima defensa estatal limitada a los casos de ame-
dad en D e r e c h o penal). D e a c u e r d o c o n ello, t a m b i é n las catisas d e justificación d e b e n derivarse \ naza para la exisrencia del Esrado, puesto que el ataque a la presencia esratal siempre pone en peligro el
del c o n j u n t o del O r d e n a m i e n t o jurídico. Rige, pues, el principio de la u n i d a d del O r d e n a m i e n t o presupuesro esencial de un orden colectivo basado en el Derecho (a ello apela, desde luego sin razón, la PvG
jurídico " ( R G 6 1 , 2 4 2 [ 2 4 7 ] ; B G H 1 1 , 2 4 1 [ 2 4 4 ] ; O L G K o l n S t V 1 9 8 6 , págs. 5 3 7 ss.). Ello 6 3 , 215 [220] en un caso de asesinato). Por el conrrario y de acuerdo con el § 10 V 2 SG, la aurorización
significa q u e , p o r ejemplo, u n a causa de justificación existente c o n f o r m e al D e r e c h o ptiblico o al para el uso de armas de fuego en ejecución de órdenes tnilitares ha experimentado una amplia restricción a
través del Derecho supraposirivo (anterior § 124 MStGB) -''.

I
'^ Acrualmente el consentimiento en las lesiones corporales aparece regulado en el § 228 StGB (N
del T). ^° Vid. E. 1925 § 20: "No existe acción ilícita cuando la antijuricid,ad del hecho está excluida por el
" Vid. Engisch. Einheir der Rechtsordnung págs. 55 .ss.; Bockelmanii/Volk, Allg. Teil págs. 87 ss.; Derecho público o civil".
Jakobs, Allg. Teil 11/4 ss.; Kern, ZStW 64 (1952) pág. 262; LK(\\^) (Hirsch) nota preliminar núm. 10 -' Esto último es refutado \^ox jakobs, Allg. Teil 11/6 y Seebode, Klug-Festschrift Tomo II pág. 367,
antes del § 32; Lange, v. Weber-Eestschrifi pág. 166; Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 25 ntim. 12; Schonke/ refiriéndose al tratamiento de un comportamiento justificado como injusro disciplinario, aunque aquí se
Schroder/Lenckner, nota preliminar niSm. 27 antes del § 32; SK(Samson) nota preliminar niím. 19 antes del trata de otro bien jurídico.
í
§ 32, Dudoso, Roxin. Oehler-Festschrift pág. 195. C o n una opinión básicamente diversa Günther, * El consentimiento en las lesiones se regula actualmente en el § 228 StGB (N del T).
Strafrechtswidrigkeit págs. 100 ss., que admite la existencia para el Derecho penal de una antijuricidad, el ~' También las causas de justificación supralegales son entendidas como reglas generales y no pueden
"injusto penal", inrensificada. Sin einbargo, todos los presupuesros de la punibilidad, sobre todo el conteni- estar limiradas al caso concreto; vid., más detalladamente, Würtenberger, Rittler-Fesrschrift págs. 136 ss.;
do de injusto del hecho, están regulados de modo concluyeme en el tipo penal; no puede ser exigido un Noli, SchwZStr 80 (1964) págs. 168 ss.
"plus". Vid., acertadamente, Weber, j Z 1984, págs. 276 ss. Por el contrario, y como excepción a la regla - Así, Witte, Durchsctzung von Befehlen mit der Waffe pág. 92. Acepta ia completa eliminación del
general, Roxin, Allg. Teil I § 14 niím. 36, ¡unto con Günther, reconocen la posibilidad una especial exclu- derecho a utilÍ7.ar el arma de fuego de acuerdo con el § 10 V 2 SG, Doehring, Befehlsdurchsetzung págs. 18 ss.;
sión de la antijuricidad penal. de acuerdo también Eb. Schmidt, NZWehrr 1968, págs. 161 ss. Vid. también Klinkhardt, JZ 1969, pág. 700.
352 § 31 LííS fnndamentos generales de !a justificación de las acciones típicas IV. Los olenientos subjetivos de justificación 353

3. D e ser posible, p o r motivos de seguridad e igualdad jurídica, el legislador debería h a b e r Ejemplos: Las RG 54, 196 (199) y BGH 3, 194 (198) exigen la voluntad de defenderse en la legítima
pensado en u n a amplia regulación d e las causas de justificación . La f u n c i ó n d e garantía d e la defensa. La actuación "dirigida" hacia la ptcscívación de inteteses legítimos debe haber sido un móvil del
autor en el caso del § 193 (RG 6 1 , 400; BGH 2, 111 [114]). De acuerdo con la RG 62, 137 (138) la
Ley penal no se cuestiona por el r e c o n o c i m i e n t o de causas de justificación c o n s u e t u d i n a r i a s o
interrupción justificada del cmbaf;ao a causa del peligto vital ptcsupone un "examen concienzudo" del fun-
supralegales, d a d o q u e a q u í se trata d e limitaciones y n o d e a m p l i a c i o n e s de la p u n i b i l i d a d . Pero
damento de la indicación pot parte del médico que, en todo caso, también incluye la voluntad de salvar la
t a m b i é n resulta admisible la interpretación restringida de las causas d e justificación supralegales vida a la mujer embarazada (asimismo, BGH 38, 144 [155]). Las RG 6 7 , 3 2 4 (327) y BGH 11,241 (257)
p o r q u e la función de garantía d e la Ley penal se extiende sólo al texto d e la Ley. Por el c o n t r a r i o , exigen la persecución de una finalidad educativa en el ejercicio del derecho de corrección. El estado de nece-
las causas d e justificación reguladas p e n a l m e n t e (por ejemplo, § § 3 2 , 3 4 ) n o d e b e r í a n ser limita- sidad justificante requiere que la intervención tenga lugar "para enervar el peligro" (§ 34).
das más allá d e su t e n o r literal, p u e s t o q u e e n t o n c e s existiría u n a a m p l i a c i ó n d e la p u n i b i l i d a d
Para u n a teoría personal del injusto q u e hace d e p e n d e r decisivamente el injusto d e la acción
en c o n t r a del texto de la Ley ^'^.
d e la dirección volitiva del autot, se e n t i e n d e por sí m i s m a -** la exigencia d e q u e en todas las
causas de justificación el á n i m o del a u t o r d e b a c o i n c i d i r c o n la i n t e n c i ó n d e la p r o p o s i c i ó n
IV. Los e l e m e n t o s subjetivos de j u s t i f i c a c i ó n permisiva, pues sólo bajo este p t e s u p n e s t o se elimina el desvalor d e la acción del h e c h o ^'. Pero
t a m b i é n desde el p u n r o de vista de la teoría de la finalidad resulta evidente la t o m a en considera-
L Para la justificación de u n a a c t u a c i ó n típica n o basta c o n q u e c o n c u r r a n los e l e m e n t o s ción de los e l e m e n t o s subjetivos de justificación, p u e s t o q u e lo i m p o t t a n t e es lo q u e el a u t o r
objetivos de la c o t r e s p o n d i e n t e causa d e justificación. El a u t o r d e b e , m á s b i e n , reconocer la exis- quería conseguir^". Por el c o n t t a r i o , u n a teotía del injusto orientada al resultado d e la acción se
tencia de la situación q u e justifica el h e c h o y haber a c t u a d o en el ejercicio de la a u t o r i z a c i ó n q u e inclinatá m á s o a rechazar c o m p l e t a m e n t e los e l e m e n t o s subjetivos,de justificación ^" o a r e c o n o -
se le otorga o en cumplimiento del d e b e r q u e se le i m p o n e ^'. T a m b i é n e n la j u r i s p r u d e n c i a se ha cerlos tan sólo en d e t e r m i n a d a s causas de justificación ^^. En cualquier caso, tras la a s u n c i ó n p o r
i m p u e s t o a m p l i a m e n t e la teoría d e los e l e m e n t o s s u b j e t i v o s d e j u s t i f i c a c i ó n . parte del § 3 4 de la finalidad de q u e la acción vaya dirigida al s a l v a m e n t o , ya n o p u e d e sostener-
se el c o m p l e t o rechazo d e los elementos subjetivos de justificación.

' ' La fundamentación del E 1962 apela también a "una innegable necesidad de la praxis". 2. Sin e m b a r g o , la diversidad de o p i n i o n e s doctrinales resulta, en c u a n t o a su t r a s c e n d e n -
'^ En este sentido se pronuncia la docrrina mayoriraria; vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 123; cia práctica, d e u n a m e n o r i m p o r t a n c i a de lo q u e p u d i e t a pensarse ya q u e t a m b i é n los adversa-
BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 17; Hirsch, Tjong-Gedáchrnisschrift pág. 6 3 ; Engels, GA 1982, págs. 109 rios d e los e l e m e n t o s subjetivos de justificación castigan m a y o r i t a r i a m e n t e al a u t o r por u n a ten-
ss.; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 8 núm. 4 1 ; SK (Rudolphi) § 1 núm. 18; Kratzsch, GA 1971, pág. 72; tativa c u a n d o éste ha a c t u a d o bajo el d e s c o n o c i m i e n t o de la existencia objetiva de la causa de
Schmidhiiuser, Studicnbuch pág. 30; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 169; We¡selí, Allg. Teil núm. 52; justificación . C o n ello, el contraste entre estas concepciones se reduce a la cuestión de si al
Würtenberger, Ritder-Festschrift pág. 133. a u t o r q u e desconoce la situación justificante hay q u e castigarlo p o r tentativa o p o r delito consu-
" Así, B G H 5, 245 (247); B G H GA 1980, 67; OLG Karlsruhe J Z 1984, pág, 240 (241); Dreherl mado lo q u e , desde luego, a causa de la p u n i b i l i d a d m e r a m e n t e fragmentaria de la tentativa y
Trbndle, § 32 núm. 14; LK{9.') (Baldus) § 53 núm. 16; LK(\\.') (Hirsch) nota preliminar núms. 53 ss. p o r la a t e n u a c i ó n facultativa, t a m b i é n tiene su i m p o r t a n c i a . Los defensores d e la teoría personal
antes del § 32 con referencias jurisprudenciales; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 25 núm. 27; Niese, Finalitat
del injusto q u e son consecuentes con la m i s m a ^^ y u n sector de la j u r i s p r u d e n c i a ( B G H 2, 111
pág. 17; Schmidhdtíser, GA 1991, págs. 131 ss.; SK(Samson) nota preliminar n ú m . 23 antes del § 32; WK
(Noivakowski) nota preliminar núm. 77 antes del § 3; Wessels, Allg. Teil n ú m . 275; Prcisendanz, § 32 co- I
mentario núm. 113. Por el contrario, la opinión dominante se conforma con una actuación que se desarro- ^* Destaca con tazón la relación de esta cuestión con las ptcmisas de la teoría del delito Waider,
lle "con el conocimiento" del presupuesto fáctico justificante; así, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 92; Gallas, Subjektive Rechtfertigungselemente págs. 167 ss.
Bockelmann-Festschrift pág. 176 nota a pie núm. 56; Kühl, Allg. Teil § 6 núms. 11 ss.; Lackner, nota preli- ^^ El ánimo del autot de perseguir la intención de la proposición permisiva constituye el elemento
minar núm. 6 antes de! § 52;Jakohs, Allg. Teil 11 /20; Rudolphi, Maurach-Festschrift pág. 57; Roxin, Allg. opuesto a su voluntad de lesionar el objeto de la acción protegido por el tipo (el cuerpo o la vida del agresor,
Teil I § 14 núm. 94; Steinbach, Subjektive Rechtfertigungselemente págs. 200, 228; Frisch, Lackner-Fesrschrift o rodos los bienes del afectado por la siruación de necesidad). Acerca de las relaciones, por un lado, entre el
págs. 135 ss.; Schonke/Schroder/Lencliner, nota preliminar núm. 14 antes del § 32; Stratenwerth, Allg. Teil I injusto objetivo y subjetivo y, pot otro, entre los elementos objetivos y subjetivos de la causa de justificación
núm. 489; Loos, Oehler-Festschnft pág. 236; Alwart, GA 1983, págs. 449 ss.; Prittwitz, GA 1980, pág. Piippe, Stree/Wessels-Festschrift págs. 183 ss.
389; Schünemann, GA 1985, pág. 3 7 1 ; Zielinski, Handlungs-und Erfolgsunwerr págs. 233 ss. En el estado Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 32; v. l.iszt/Schmidt, págs. 199, 207.
de necesidad justificante (§ 34) esra visión contradice el tenor del texto legal y en el derecho de corrección y ' ' Así (con antetiofidad) Nowakowski, ZStW 63 (1951) pág. 319; Oehlery Spendelsupra nota a pie
en la preservación de intereses legítimos conduce a resulrados inadecuados. Por el contrario, conciben las núm. 27. No obstante, también en este punto ha cambiado Nowakowski, JBl 1972, pág. 27. Vid., también
causas de justificación de un modo puramente objetivo, Spendel, Bockelmann-Festschrift pág. 257; el mis- el mismo, Petspektiven págs. 122 ss.
mo, Oehlcr-Festschrifr págs. 197 ss., así como LK(\\.') (Spendel) § 32 núm. 138 con referencias a la bi- ^^ Así, Baumann/Wcber, Allg. Teil págs. 292 ss. y Gallas, Bockelmann-Festschtift pág. 174, además,
bliografía más antigua y Oehler, Zweckmoment págs. 165 ss. Para algunas causas de justificación como, por Waider, Subjektive Rechtfettigungsclemente págs. 108 ss.
ejemplo, el consentimiento, niegan la exigencia del conocimiento Gallas, Bockelmann-Festschrift pág. 174; ^^ Vid. BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 293; Gallas, Bockelmann-Festschtift págs. 174 ss. (pata el
Batimann/Weber, Allg. Teil págs. 292 ss. En cualquier caso, junto al conocimiento de los elementos de la consentimiento). Pot el conttatio, Spendel DRiZ 1978, págs. 330 ss. y l.K{\ 1.») § 32 núm. 138 se decanta
causa de justificación es exigible una intención específica cuando se trata de "causas de justificación imper- pot la impunidad.
fectas de dos actos" {Lampe, GA 1978, pág. 7) como, por ejemplo, el ánimo de persecución penal en el § ^"^ Así, ZA'(11.-") (Hirsch) nota preliminar núms. 59 y 61 antes del § 32; Niese, Finalitat pág. 18 nota a
127 StPO o la intención del uso privado de la copia o reproducción de acuerdo con el § 53 UrliG. También pie núm. 37; Wekel Lehrbudí pág. 92; Zielinski, Handlungs-und Erfolgsunwerr págs. 259 ss. Asimismo, Dreherl
aquí con una opinión diversa Frisch, Lackner-Fesrschrift págs. 145 ss. Trondle, "il núm. 14; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 292; Paeffgen, Der Verrat pág. i 56 nota a pie núm. 382.
§ 31 l o s fundamentos generales de la jusrincacióo de las aceiones típicas V. I.a suposicitín eriónea de una causa de justificación 355
354

1114]; a favor d e la tentativa, p o r el c o n t r a r i o , B G H 3 8 , 144 [1551 y KG C A 1 9 7 5 , 2 1 3 [215]) Una vcfificación c o n c i e n z u d a es necesaria, cxcepcionalineiue, en aquellas causas de justifi-
se h a n i n c l i n a d o p o r la p e n a del delito c o n s u m a d o , mientras q u e otros p a r t i d a t i o s de la teoría d e cación en las que se a p t u e b a una acción que es en sí misma objetivamente antijurídica, en a t e n -
los e l e m e n i o s subjetivos sólo aceptan la p u n i h i l i d a d p o r la t e n t a t i v a ^ ' . Lo correcto es aplicar ción a la reconocida finalidad jurídica perseguida por el a u t o r y p o r la i n c e r t i d u m b r e jurídica
a d e c u a d a m e n t e a este s u p u e s t o las reglas d e la tentativa . C i e t t a m e n t e , hay q u e reconocer existente en el m o m e n t o del h e c h o (idea básica del riesgo permitido) (vid. infra § 3 6 II 3); a q u í la
q u e se ha realizado el tipo previsto en la disposición penal con inclusión del resultado; este i'rlti- causa de justificación sólo d e b e basarse en que el a u t o t hizo t o d o lo posible para informarse acer-
nio, sin e m b a r g o , no resulta d e s a p r o b a d o p o r el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o a causa d e la situación ca de la situación objetiva . Sólo entonces resulta jtistificada la lesión del bien j u r í d i c o q u e en
objetiva justificante q u e c o n c u r r e y, p o r ello, d e b e ser n e g a d o el a c a e c i m i e n t o del injusto del re- definitiva tiene Itigar. Esto rige, en p r i m e r lugar, para la salvaguarda de intereses legítimos si n o
s u l t a d o '". D e esta fotma estamos a n t e u n a c i t c u n s t a n c i a q u e hay q u e valorar c o m o en la t e n t a t i - son demostrables las afitmaciones ofensivas al h o n o r (§ 193), así c o m o , en s e g u n d o lugar, para
va; en a m b o s casos el a u t o r quiere c o m e t e r el injusto pero el resultado n o está presente p o r lo los casos d e actuación con el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o del ofendido c u a n d o en realidad no c o i n -
q u e no p u e d e ser c o n s i d e r a d o c o m o r e s u l t a d o del injusto. ciden en c u a n t o al resultado la voluntad real y la presunta, así c o m o , finalmente, para todas aquellas
acttiaciones oficiales en las q u e el funcionario actúa c o n f o t m c a D e r e c h o , a ú n c u a n d o no se c o n -
Ejemplos: El médico que interrumpe el embarazo sin saber que sobre la mujer concurren los presu- firman los presupuestos que aquél tuvo por ciertos (por ejemplo, la detención preventiva de acuerdo
puestos objetivos de la indicación médica abortiva (§ 218 a ^*') sólo es castigado por tentativa de abotto (§
con el § 127 II S t P O si p o s t e r i o r m e n t e se c o m p r u e b a la inocencia del sospechoso).
218 IV 1) (BGH 38, 144 [155]; de otra opinión BGH 2, 111 [114ss.]). El deudor que, desconociendo su
ilicirud, opone resistencia a una acción oficial antijurídica del ótgano judicial ejecutivo, sólo comete una Ejemplo: El autor no puede a[ielar a la salvaguarda de los intereses legítimos por la manifestación de
tentativa (impune) de resistencia (KG GA, 213 [215]). una sospecha ofensiva que posteriormente se demuesrra injusta, si no ha observado el deber de verificar con
anterioridad de modo diligente los hechos afirmados por él (BGH 14, 48 [51]).
3 . En c o n t r a s t e c o n la v o l u n t a d d i r i g i d a al ejercicio d e la causa d e justificación, el e x a -
m e n m e d i t a d o d e los p r e s u p u e s t o s o b j e t i v o s de aquélla no c o n s t i t u y e ttn elemento subjetivo 4. F u n d a m e n t a l m e n t e , el juez debe decidir sobre la base de u n a perspectiva ex p o s t si en el
general de la justificación. Por el c o n t r a r i o , al a u t o r se le o t o r g a la causa de justificación en m o m e n t o del h e c h o se h a b í a n c u m p l i d o los p r e s u p u e s t o s de u n a causa de justificación ^^. D e s d e
t o d a su e x t e n s i ó n c u a n d o están p r e s e n t e s los p r e s u p u e s t o s objetivos y actiia en a t e n c i ó n a la luego q u e si la causa d e justificación d e p e n d e de la existencia de na peligro (vgr., e n el § 3 4 ) , es
s i t u a c i ó n justificante. suficiente si, desde la perspectiva del h o m b r e m e d i o , ya se c o n t a b a c o n el a c a e c i m i e n t o del d a ñ o
bajo u n a c u i d a d o s a c o n t e m p l a c i ó n ex a n t e de la situación . En los casos a n t e r i o r m e n t e m e n -
Ejemplo: El médico que, a consecuencia de una exploración meramente superficial de la embarazada,
llega a la conclusión objetivamente acertada de que concurre la indicación abortiva médica (§ 218 a II ^'') y c i o n a d o s ( § 3 1 IV 3) la extensión del examen " c o n c i e n z u d o " t a m b i é n d e b e d e t e r m i n a r s e desde
en atención a ello interviene produciendo la interrupción del embarazo (de otra opinión RG 62, 137 [138]; esta perspectiva ex ante.
a causa de "la especial configuración del § 218 a también se pronuncia en un sentido distinto la BGH
38, 144 [155]).
V. La s u p o s i c i ó n errónea d e u n a causa de j u s t i f i c a c i ó n
La infracción del d e b e r de e x a m e n sólo p u e d e tener trascendencia/)<7ra el caso en el q u e no
c o n c u t r e n en la realidad los p r e s u p u e s t o s objetivos d e la causa d e justificación, pues sólo e n t o n - A m e n u d o sucede q u e el a u t o r s u p o n e d e forma equivocada la existencia d e u n a situación
ces se plantea la c u e s t i ó n d e si el a u t o r resulta p u n i b l e p o r n o h a b e r a p l i c a d o el d e b e r d e c u i d a d o justificante q u e en realidad n o c o n c u r r e en a b s o l u t o (por ejemplo, q u i e n cree ser agredido p o r
necesario (vid. infra § 41 I V I d ) ' " . u n a p e r s o n a ebria q u e gesticula). En estos supuestos q u i e n realiza el tipo actúa, en t o d o caso, d e
u n m o d o antijurídico a ú n c u a n d o no hubiera p o d i d o evitar el error^^. M u y discutidas tesultan
las consecuencias jurídicas q u e deben a n u d a t s e al error sobre la existencia de los p r e s u p u e s t o s
d e u n a causa de j u s t i f i c a c i ó n ; esta cuestión será, no o b s t a n t e , tratada más a d e l a n t e (§ 41 I V ) .
35 Blei, Allg. Teil pág. 132; Herzherg, JA 1986, pág. 190; Hruschka, GA 1980, págs. 16 ss.-Jakobs.
Allg. Teil 11/23; Frisch, Lackner-Fesrschrift págs. 138 ss.; KoblrauschlLange, nota preliminar núm. VI antes
del § 43; EserlBurkbardt, Strafrecht 1 núm. 11 A núm. 10; Roxin, Allg. Teil I § 14 n ú m . 101; Schonkel
Schr'óderlLenckner, nota preliminar núm. 15 antes del § 32; Kühl, Allg. Teil § 6 núms. 15f ss.; Lenckner, Vid. Lenckner H. Mayer-Fesrschritt págs. 178 ss.; IA'(11.'') (Eürsch) nota preliminar núm. 54
Notstand págs. 185 ss.; Rudolphi, Maurach-Festscbrift pág. 58; Schaji[stein, M D R 1951, pág. 199; SK(Samson) antes del § 32 (sólo para el ejercicio de las potestades del cargo); SchiJnke/Scbriider/Lenckner, nota preliminar
nota preliminar núm. 24 antes del § 32; v. Weber, JZ 1951, pág. 263. núm. 19 antes del § 32; Maiwald, Jescheck-Eestschrift Tomo I págs. 420 ss. En contra, SK (Sattison) nota
^^ Así, Mattracb/Zipf, h\\^. Teil 1 § 25 n ú m . 34; Steinbach, Subjektive Rechtfertigungselcmente págs. preliminar núm. 28 antes del § 32.
312 ss.; Schonke/Scbroder/Lenckner, nota preliminar núm. 15 antes del § 32; Stratenwenb, Allg. Teil I núms. Así, Schbnke/Schróder/Lenckner, nota preliminar núm. 19a antes del § 32. El posicionamiento ge-
492ff ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 279; £A'(10.») (Vogler) § 22 núm. 140; Scbejjler, Jura 1993, pág. 624. neral sobre un juicio ex ante acabaría subjetivizando las causas de jusnficación en un ámbito donde de lo
3^ Así, Lenckner, Notstand págs. 195 ss. que se trata es de la existencia de elementos objetivos del tipo; a pesar de ello, vid. Arniin Kaujinann,
3* Téngase en cuenta la nueva regulación del aborto introducida por la Ley de ayuda a las embaraza- Wcizel-Festschrift pág. 402; Münzberg, Vcrhaitcn und Erfolg págs. 235 ss., 345 ss.
das y a la familia de 21.8.1995 (BGBl. I pág. 1050) (N del T ) . Vid. LK{\ 1.^) {Liirsch) § 34 núms. 27 ss., también con referencias a otras concepciones.
3' Véase la nota anterior (N del T ) . ' A favor de la completa exclusión del injusto (y no sólo de la culpabilidad) en tales casos Zielinski,
''° Véase la nota núm. 38 (N del T ) . Handiungs-und Erfolgsunwert pág. 290; ScbónkeíSchróder/l^enckner, nota preliminar núm. 21 antes del §
"" Vid. Welzel, JZ 1955, pág. 143; Schmtdhauser, Allg. Teil pág. 319. Rechazándolo también en este 32; sin embargo, esta opinión conduce a una subjetivización de las causas de justificación que es incompati-
punto, Rudolphi, Schroder-Gedachtnisschrift págs. 86 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 14 núm. 82. ble con la Ley.
356 § 31 Los fundamentos generales de ia justificación de las acciones típicas VI. C^onsecuencias deri\.uias de las causas de justificación 357

VI. C o n s e c u e n c i a s derivadas de las causas d e j u s t i f i c a c i ó n D e la jtistificación d e la acción típica se derivan i m p o r t a n t e s consecuencias:

1. La intervención d e u n a causa de justificación excluye la antijuricidad de la acción típi- Frente a las acciones justificadas est.i exchuda la legítima defensa p o r faltar la a n t i j u r i c i d a d
ca, es decir, q u e en realidad esta illtima s i g u e s i e n d o típica p e r o está p e r m i t i d a . D e esta forma del a t a q u e ( B G H N S t Z 1 9 9 4 , pág. 185) ' ' . .Si el h e c h o principal está justificado t a m p o c o es
las causas de justificación se difetcocian en c u a n t o a sus efectos del resto de las circunstancias posible u n a i n d u c c i ó n o c o m p l i c i d a d punible, pues u n a y otra p r e s u p o n e n u n h e c h o antijurídico
q u e excluyen la p u n i b i l i d a d . c o m e n z a d o ; sí resulta a d m i s i b l e , n o obstante, la a u t o r í a m e d i a t a (en el s u p u e s t o d o n d e el i n s t r u -
m e n t o actiía c o n f o t m e a D e r e c h o ) . Finalmente, frente al a u t o t cuyo c o m p o r t a m i e n t o está justi-
Las causas de exclusión de la culpabilidad (por ejemplo, el estado de necesidad exculpante, § 35) sólo
ficado, t a m p o c o e n t r a n en considetación las medidas de seguridad previstas en el § 6 1 a u n q u e el
eliminan el teproche dirigido a la formación de la voluntad, pero no la antijuricidad del hecho. Las causas
a u t o t sea u n e n f e r m o m e n t a l o estuviera c o m p l e t a m e n t e ebrio.
personales de exclusión de la pena (vgr., § 36) y las condiciones objetivas de punibilidad (por ejemplo, la sus-
pensión de pagos y la apcrtuta del procedimiento de ejecución concursal en los casos de los §§ 283 VI, 2 . Todas las causas de justificación desarrollan los m i s m o s efectos a u n q u e sólo p e r m i -
283b II "*', 283c III, 284 IV'"^) dejan intacto el injusto y la culpabilidad y afectan sólo a la punibilidad del tan la acción típica (vgr., la legítima defensa ptivada) o incluso esta sea obligatoria (por ejemplo,
hecho. ho% presupuestos procesales (vgr., la exigencia de querella del § 248 a) no están relacionados con los
el auxilio necesario p o r parte d e la policía). En la m e d i d a en que u n c o m p o t t a m i e n t o realice u n
elementos matetiales de la punibilidad del hecho, sino sólo con la perseguibilidad del mismo.
t i p o penal ya n o es j u r í d i c a m e n t e neuttal y, por ello, p u e d e distinguirse e n t r e acciones " p e r m i t i -
das" y las q u e " s i m p l e m e n t e no están prohibidas" .

3 . Las causas d e justificación sólo p e r m i t e n i n t r o m i s i o n e s sobre bienes jurídicos a cuyos


titulares se refiere la p r o p o s i c i ó n permisiva c o m o , p o r e j e m p l o , los bienes jurídicos del agresor (§
'''' En el extranjero se lleva claramente a cabo una figurosa distinción entre las causas de justificación
y de exculpación en aquellos Ordenamientos que se encuentran en estrecha conexión con la Dogmática 3 2 ) , de q u i e n c o n s i e n t e (§ 2 2 6 a ^-), del p r o p i e t a t i o o poseedor d e la cosa d e la q u e parte el
alemana. Esto sucede especialmente con Austtia (vid. Rittler, Tomo I págs. 131 ss., 235 ss.; Nowakowski, peligro (§ 2 2 8 B G B ) o d e la q u e se espera el salvamento en el estado d e necesidad (§ 9 0 4 B G B ) .
Grundrií? págs. 56, 77; Triffierer, Allg. Teil págs. 205, 280), Suiza (vid. Schrdder, SchwZStr 76 [1960] págs. Las l e s i o n e s d e intereses d e terceros j u r í d i c a m e n t e p r o t e g i d o s son, p o r el c o n t r a r i o , básica-
12 ss.; Schultz Einführung I pág. 245; Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, Allg. Teil I págs. 1 17 ss., 123 ss.), m e n t e antijurídicas atín c u a n d o tienen lugar c o m o consecuencia d e u n a desviación d e la acción
Italia (BettiollPettoello Mantovani, Dititto pénale págs. 353 ss., 571 ss.; FiandacalMusco, Diritto pénale págs. p e r m i t i d a (vid, RG 5 8 , 2 7 y supra § 29 V 6c).
193, 299; exhaustivamente en relación con las causas de exculpación Fornasari, 11 principio di inesigibilita
Rige una excepción para las situaciones de necesidad cuando a través de la acción justificada como,
págs. 349 ss.; acerca de los elementos subjetivos de justificación Vasalli, Jescheck-Festschrift Tomo I págs.
verbigracia, el uso de un arma de fuego, son infringidas necesariamente de forma simuiránea disposiciones
438 ss.) y España (vid. Antón Oneca, Derecho penal pág. 237; Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho
penal pág. 4 9 5 ; Carbonell Mateu, Justificación págs. 7 7 ss.; Perron, Rechtfertigungs-und
Entschuidigungsgründe págs. 175, 178; sobre los elementos subjetivos Gfrfa) Af/r, Jescheck-Festschrift Tomo
I págs. 447 ss.). En Btasil Fragoso, Linóes pág. 196 diferencia claramente ambas categorías, pero no así el "" En este sentido se pronuncia la opinión completamente dominante; vid. LK{\\/) (Hirsch) nota
art. 24 C.p. La doctrina neerlandesa: está a punto de desarrollar.se completamente; Pompe, Handboek págs. preliminar núm. 65 antes del § 32; Roxin, Allg. Teil 1 § 14 núm. 104. No resulta admisible la excepción
130 ss. niega todavía la difetenciación de las situaciones de necesidad entre causas de justificación y de ex- que propone Günther, Strafrechtswidrigkcit págs. 383 ss., el mismo, Spendel-Festschrift págs. 194 ss. para
culpación; en cambio, van Bemmelenlvon Veen, O n s strafrecht págs. 173 ss. la lleva a cabo completamente las "causas que excluyen el injusto penal".
en todas las circunstancias que toma en considetación. Del mismo modo, detalladamente, Hazewinkel-Suringa/ 5° Por ello, básicamente las causas de justificación son aplicables conjuntamente. Sólo excepcional-
Remmelink, Inleiding págs. 263 ss. Ciertamente, la distinción entre causas de justificación y de exculpación mente puede apreciarse una especialidad con la consecuencia consistente en la no justificación de la acción
es también conocida por el Derecho penal francés (vid. Stefani/Levasseur/Bouloc, Droit penal general núms. cuando faltan los presupuestos especiales de una causa de justificación (especial), entte los que se incluyen
326 ss. [faits justificatifs], míms. 362 ss. [causes de non-imputabilité]), pero no se lleva a cabo de una forma los fácticos, a pesar de que hubieran concurrido por sí mismos los requisitos de otta causa (general) de justi-
clara tal y como lo demuestra el tiatamiento del "ctat de nécessité" (al respecto vid. Koch, Zwang und Notstand ficación (así, por ejemplo, § 904 BGB en relación con el § 34 StGB, § 26 BJagdG frente al § 228 BGB);
págs. 72 ss.). Por el contrario, el Derecho belga realiza una nítida distinción; vid. DupontlVerstraeten, vid., al respecto, Warda, Maurach-Festschrift pág. 166; LK {\ 1.") (Hirsch) nota preliminar núm. id antes
Handboek mtms. 349, 460. En el Derecho inglés aunque en verdad se distingue terminológicamente entre del § 32; Roxin, Allg. Teil 1 § 14 niims. 44 ss.; Seelmann, Das Verhalrnis págs. 19 ss.; K.-H. Peters, GA
"justification" y "excuse", la mayotía de las veces se agrupan bajo el concepto procesal de "defences" (vid. 1981, pág. 445.
Glanville Williams, Criminal Law págs. 722 ss.; Grünhut, Das englische .Strafrecht págs. 204 ss.). Tampoco
" Llevan a cabo tales distinciones Baumgarten, Notstand und Nonvehr pág. 30; Beling, Die Lehre
en Derecho norteamericano se distingue muy claramente entre la falta de antijuricidad y de culpabilidad
vom Verbrechen pág. 168; Binding, Handbuch pág. lG5;Arthur Kaufmann, Maurach-Fcsrschrift pág. 327.
(vid. Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 142 ss.; Greenawalt, The Petplexing Borders págs. 264 ss.);
Vid. también las "verdaderas causas de exclusión del injusto penal" en Günther, Strafrechtswidtigkcit pág.
naturalmente que en el Código Penal Modelo se tratan separadamente los "principios generales de la res-
259. En contra, con razón, BaumanníWeber, Allg. Teil pág. 260; I.K(\ 1.") (Hirsch) ñoras preliminares mtms.
ponsabilidad" (art. 2) y los "principios generales de la justificición" (art. 3), lo que a fin de cuentas conduce
16 y ss. antes del § 32; el mismo, Bockelmann-Festschrift págs. 103 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 14 mim. 28
a la distinción anteriormente apuntada. Una nítida distinción fundamentada de un modo detallado se en-
(que acertadamente las limita al ámbito del injusto); ScbonkelSchróderlLenckner, nota preliminar núm. 8
cuentra en Robinson, Criminal Law Defenses Tomo I págs. 83 ss., 91 ss., 100 ss., así como en Fletcher,
antes del § 32. El Tribunal Constitucional Federal en la senrencia de 28.5.1993 (BVerfGE 88, 203 [255])
Southetn California Law Review 47 (1974) págs. 1280 ss.; el mismo, Rethinking Criminal Law págs. 454
ha resuelto que la intetrupción del embarazo sin una de las tres indicaciones reconocidas es, a pesar del
ss.; Corral), Journal ofCriminal Law and Criminology 82 (1991) pág. 465.
asesoramiento, antijurídica y no metamente tolerada.
'''' \j3. remisión debe entenderse realizada al actual § 283 b 111 (N del T ) . ''- Actualmente el consentimiento en las lesiones cotporales aparece regulado en el § 228 StGB (N
''^ La remisión debe entenderse realizada al actual § 283 d IV (N del T ) . delT).

i
358 § 31 I-os í u n d a m c n t o s generales de la justificación de las acciones típicas § 32 La I eqitinia tjelcnsa
lefc 359

que Fundaineiualnieiitc están al servicio del orden piíblico cu un sentido amplio. Y así, tina persona inca¡)a/.
§ 3 2 La legítima defensa
de conducir podría atravesar con su coche en la carretera (§§ 316, 31 5b I niíni. 2) |)ara evitar un secuestro
(OLG Celle N J W 1969, pág. 1775) ''^ o, en una situación de legítima defensa, también .se podría utilizar Amelung, Das Problem der heimlicheii Notwehr usw., GA 1982, pág. 381; el mismo, Die Rechtfertigung
para ia defensa un arma de fuego ilícita que se lleva consigo (BGH N S t Z 1986, pág. 357). Por el contrario, von Polizeivollzugsbeatuten, juS 1986, pág. 5l'-);Arzt. Notwchf, Selbsthilfc, Bürgerwchr, Festschrift für F.
no están permitidas ni la falsedad docutnental (§ 267) para rechazar el ataque de una relación amorosa exis- Schaffstein, 1975, pág. 77; lUiiniaiin, Notwehr iiu .Stra(?enverkehr? N j W 1961, pág. 1745; el mismo,
tente (RG 48, 215 [2171), "i ha infracción del secreto postal pot parte de un luncionario de correos para Rechtsmiisbrauch bei Notwehr, M D R 1962, pág. 349; Haumgarten, Notstand und Norwchr, 1911; Bein,
defenderse ante sus superiores de denuncias falsas (§ 354 ''') (RG J W 1928, pág. 662). También sigue exis- Zur Angemcsscnheit einet Notwehrhandlung, Nj 1973, pág. 146; Bernsmann, Überlegungcn zur tódlichen
tiendo la punibilidad conforme al § 227 para quien, participando eti una riña, mata en legítiiua defensa a Notwehr usw., ZStW 104 (1992) pág. 290; Benel, Norwehr gegen verschuldcte Angriffe, Z S t W 84 (1972)
otro de los contendientes de la misma (BGH 39, 305 [307 ss.]). pág. 1; Beulke, Die fehlgeschlagene Nonvehr zur Sachwertverreidigung, Jura 1988, pág. 6 4 1 ; el mismo,
Anmerkungzu BGH JR 1990, pág. 378; Bitzilekis, Die ncueTendenz zur Einschrankung des Norwehrrechts,
1984; Bockelmann, Menschentechtskonvention und Norwehrtecht, Festschrift fiir K. Engisch, 1969, pág.
456; el mismo, Norwchr gegen verschuldete Angriffe, Festschrift für R. Honig, 1970, pág. 19; el mismo,
V I L A t e n u a c i ó n d e la p e n a e n las causas d e j u s t i f i c a c i ó n i n c o m p l e t a s
Notrechtsbcfugnisse der Polizei, Festschrift für E. Dteher, 1977, pág. 235; Boldt, Staatsnorweht und
1. La antijuricidad material es g r a d u a b l e (vid. siipm § 24 1 3 a). Esto no sólo rige para los Staatsnotstand, ZStW 56 (1937) pág. 183; Born, Die Rechtfertigung der Abwehr vorgetauschter Angriffe,
1984; Busse, Nütigung iiu SttaCenverkehr, 1968; Choi, Notwehr und "gesellschaftliche Sitten", 1988;
tipos de injusto sino t a m b i é n para las causas de justificación. La c o m p l e t a justificación d e u n a
Constantinidis, Die "actio illicita in causa", 1982; Courakis, Zur sozialethischen Begründung der Norwchr,
acción exige la plena realización del t i p o d e justificación de a c u e r d o c o n sus e l e m e n t o s objetivos
1978; Deubner, Anmerkung zu BGH vom 26.2.1969, N J W 1969, pág. 1 \MiDnhs, Not%vehr usw., SchwZStr
y subjetivos. Existen, sin c m b a i g o , casos en los q u e tan sólo c o n c u r r e p a r c i a l m e n t e u n a causa d e
89 (1973) pág. 337; Engels, Der partidle Ausschiufi der Notweht usw., GA 1982, pág. 109; Felher, Die
justificación " . Rechtswidfigkeit des Angriffs usw., 1979; Fletcher, Norwchr ais Verbrechen, 1993; Franke, Die Grenzen der
Ejemplos: El lesionado en realidad ha aprobado el malttato pero, a pesar del consentimiento, el hecho Norwehr im franzosischen, schweizerischen und ósterreichischen Strafrecht, Diss. Freiburg 1976; Frister,
atenta contta las buenas costumbres (§ 226 a ' ' ' ) . En el estado de necesidad existe ciertaiuente una diferen- Zur Einschrankung, des Norwehrrechts im System der Notrechte, GA 1988, pág. 2 9 1 ; Fuchs, Probleine der
cia valorativa entte los bienes en conflicto, pero no puede afirmarse que el interés protegido prevalezxa esen- Norwehr, Strafr. Probleme 8, 1980, pág. 1; Frotvein/Peukert, EMRK-Kommentar, 1985; Gallas, Anmerkung
cialmente sobre el lesionado (§ 34 StGB; § 16 O W i G ) . zu OLG Stuttgart vom 21.4.1948, D R Z 1949, pág. 4 3 ; el mismo, Zur Struktur des sttafrechdichen
Unrechtsbcgriffs, Festschtift für E Bockehnann, 1979, pág. 155; Geilen, Eingeschrankte Norwehr unrer
T a m b i é n e n t r a n en c o n s i d e r a c i ó n o t r o s casos en los q u e el a u t o r rebasa u n a causa d e justifi- Ehegatten, JR 1976 pág. 314; el mismo, Nonvehr und Norwehrexzefi, Jura 1981 pág. 200, con continuacio-
cación reconocida, de m o d o q u e el h e c h o si b i e n n o está c o m p l e t a m e n t e c u b i e r t o p o r aquélla sí nes; Grosso, Difesa legittima e stato di necessiiá, 1 9 6 4 ; Günther, S t r a f r e c h t w i d t i g k e i t u n d
lo está al m e n o s parcialmente. T a m b i é n a q u í hay q u e estimar u n m e n o r grado d e antijuricidad StrafunrechtsausschIuK?, 1983; Gutmann, Die Betufung auf das Notwehrrecht ais Rechtsmiííbrauch?, N J W
q u e allí d o n d e ni siquiera h u b i e r a c o n c u r r i d o la causa d e justificación c o m o tal. 1962, pág. 286; Haas, Notwehr und Nothilfe, 1978; Hassemer, Die provozierte Provokation usw., Festschrift
für E Bockelmann, 1979, pág. 225; Henkel, Rechr und Individualirat, 1958; el mismo, Zumutbarkeit und
Ejemplos: En la legítima defensa el atacado va más allá de la medida de lo que tesulta necesario para la
Unzumutbarkeit ais regularives Rcchtsptinzip, Festschtift füt E. Mezger, 1954, pág. 249; Herrmann, Die
defensa (§ 32 II). El padre sobrepasa los límites del detccho de corrección qtie le corresponde ocasionando
56 bis
Notwehr im amerikanischcn Strafrecht, ZSrW 93 (1981) pág. 615; Himmelreich, Erforderlichkeit der
al nino una lesión leve Abwehrhandiung usw., GA 1966, pág. 129; Hinz, Die fahdassig provozierre Norwehdage usw., JR 1993,
2. Segiin el D e r e c h o a l e m á n en t o d o s los casos de antijuricidad d i s m i n u i d a c o n m o t i v o de pág. 3 5 3 ; Hirsch, Die Norwehrvoraussetzung der Rechtswidrigkeit des Angriffs, Festschrift für E. Dreher,
la concuftencia parcial d e u n a causa d e justificación, sólo es posible lealizat u n a a t e n u a c i ó n d e 1977, pág. 2 1 1 ; Hoyer, Das Rechtsinstitut der Norwehr, JuS 1988, pág. 89; Hruschka, Exttasystematische
la p e n a en el á m b i t o del m a t e o p u n i t i v o h a b i t u a l . M á s justo p a t e c e , tal y c o m o sucede en el Rechtfertigungsgfünde, Festschrift für E. Dreher, 1977, pág. 189; E. Katifmann, Nonvehr, H R G , Tomo III,
1984, columna 1095; Kerll, Das englische Nonvehrrechr, Diss. Freiburg 1977; Koch, Prinzipientheorie der
D e r e c h o suizo e n t o r n o a la legítima defensa (art. 3 3 II 1 schweiz. S t G B ) , a t r i b u i r al j u e z la
Nonvchreinschrankungen, ZStW 104 (1992) pág. 785; Kratzsch, Grenzen der Strafbarkeit im Norwehtrechr,
c o m p e t e n c i a para a t e n u a r la p e n a sin v i n c u l a c i ó n a la natutaleza de la sanción y al m a r c o p u n i r i -
1968; el mismo, § 53 StGB und dct Gtundsatz nullum crimen sine lege, GA 1971, pág. 65; el mismo. Das
vo previsto en el tipo aplicable.57 (Rechts-)Gebor zu sozialer Rücksichrnahme usw., JuS 1975, pág. 4 3 5 ; el mismo, Der "Angriff"-e¡n
Schlüsselbegriff des Norwehrrechts, StV 1987, pág. 224; Krause, Zur Problematik der Nonvehr, Fesrschrift
'-' Widniaier, JuS 1970, pág. 6 l 4 quiere apoyar la justificación de tales casos sobre el estado de nece- für H . - j . Bruns, 1978, pág. 7 1 ; el mismo, Zur Einschrankung der Nonvehrbefugnis, GA 1979, pág. 329; el
sidad justificante o la "ponderación general de intereses". Asimismo, /,A'(11.-*) (¡iirsch) nota preliminar niím. mismo, Notwehr bei Angriffen Schuldloser usw., Gcdachtnisschrift füt Hilde Kaufiuann, 1986, pág. 673;
66 antes del § 32. Krey, Zur Einschrankung des Norwehrrechts usw., JZ 1979, pág. 702; Kühh Die Beendigung des vorsatzlicheu
'^ El § 354 se encuentta en la actualidad detogado. La referencia debe entenderse realizada al § 206 Besrechungsdelikts, 1974; el mismo, "Sozialethische" Einschrankungen der Nonvehr Jura 1990, pág. 244; el
StGB (N d e l T ) . mismo, Die "Norwehrprovokation", Juta 1991, págs. 57, 175; el mismo, Angtiff und Verteidigung bei dct
5' En relación con lo que sigue vid. Noli, ZStW 68 (1956) págs. 184 ss. Norwehr, Jura 1993, págs. 57, \\8,13i; el mismo, Norwehr und Nothilfe, JuS 1993, pág. \ll;Kunz, Die
^'' Vid. nota a pie niim. 52 (N del T ) . organisiertc Nothilfe, Z S t W 95 (1983) pág. 973; el mismo, Die autoiuatisiette Gegenwehr, GA 1984, pág.
56 bis -fungase en cuenta, no obstante, que la redacción vigente del § 1631 11 BGB prohibe cualquier 539; el mismo, Der Umfang der Notwchtbefugnis in vergleichendcr Betrachtung, Festgabe Schweiz.
castigo corporal, psíquico o cualquier medida denigranre al amparo del derecho de corrección (N del T ) . Juristentag, 1988, pág. 116; Lagodny, Nonvehr gegen Untcdassen, GA 1991, 300; Lenckner, Nonvehr bei
'" Así, Kern, ZStW GA (1952) pág. 267. Vid., además, LK{\ 1 .•') (Hirsch) nota preliminar núm. 67 provoziertem und verschuldetctri Angriff, GA 1961, pág. 299; el mismo, "(jebotcnsein" und "Erforderlichkeit"
antes del § 32; Schiinke/SchrodeHLenckner, nota pteliminar núm. 22 antes del § 32. En relación con el Dere- der Notwehr, GA 1968, pág. 1; el mismo, Anmerkung zu BGH 24, 356, J Z 1973, pág. 2 5 3 ; Ludwig,
cho suizo frechscl, Art. 33 núm. 16. 'Gegenwarriger Angriff" usw., 1991; Marxen, Die "sozialethischen" Grenzen der Nonvehr, 1979; Merten,
II
360 § 32 Laa 1icgirinia cieícns -I. Naturaleza jurídica tic l,i legítima defensa 361

Znni Scrcir um den Todesscliuíi, Festsciirifr für K, Doeliring, 1989, pág. 579; Miisch. Notliilfc gcgcn
e m b a r g o , t a m b i é n lia experimcnt;tdo cicciciucs restricciones derivadas de la idea d e su conside-
provo/.icrrc Angriffe, GA 1986, pág. 533; el mismo, Reciitferrigung einer Ohrfcigc-B.iyObl.CI N J W 1991,
ración social. ¿Pero c ó m o se resuelve la c o n t r a d i c c i ó n e n t r e la facultad para la autodefensa y la
pág. 2031, JuS 1992, pág. 289; d mismo. Amerkung zu LG München 1, N J W 1988, pág. 1860, NStZ
existencia en el o r d e n social m o d e r n o del m o n o p o l i o estatal d e la p r o t e c c i ó n jurídica?
1989, pág. 26; el mismo, Todlichc Schüsse ,iuf flücluendc Diebe, JA 1989, pág. 79; Moníenhruck, Thcsen
/.iir Norwchr, 1983; Nagel, Femeniorde und Femeniordproze.sse in dcr Weimarcr RepubÜk, 1991; Neumann, La autorización para la defensa del Derecho frente al injusto como facultad del ciudadano individual
Zurcchnung und Vorverschuldcn, 1985; el mismo, Individuelle und überlndividucllc licgründung des puede ser fundanienrada de dos formas -. Por un lado, la legítima defensa puede cmcnáeíSQ juridico-indivi-
Norvvehrrcchr.s, en: Lüderssen/Nestler-Tremel/H. Weigend{Edn.), Moderncs Srrafrecht und ultima rario-Prinzip, dualmente como el derecho a la autoatJrmación que por naturaleza se le atribuye a cualquier individuo, a
1990, pág. 219; Oetker, Hüfeleistung in Sraarsnotwchr und Staarsnotstand, GS 97 (1928) pág. 4 1 1 ; el mis- través de la defensa de la propia persona frente ai ataque antijurídico de otro. En este sentido, en la antigüe-
mo, Norwehr und Nocstand, Fesrgabe für R. Frank, Tomo I, 1930, pág. 360; Ouo, Reclit,sverieidigung und dad se consideraba a la legítima defensa como un derecho primordial de la persona que no requería de fun-
Rechrsmií^brauch im Strafrechr usw., Festschrift für Th. Würtenberger, 1977, pág. 129; Partsch, Dic Rechte damenro adicional alguno: naturalis mtio permitút se defenderé. Limirado a la prorección del cuerpo y la vida
und Freiheiten der europáischen Menschenrechtskonvention, en: fíettermnannlNeumanníNipperdey (Edrs.), como bienes jurídicos de mayor rango, este derecho también se encuentra en el Derecho romano rardío:
Die Grundrechte, Tomo I, 1, 1966, pág. 235; Perron, Rechtfertigungs-und Entschuldigungsgründe im vim vi repeliere licet (Dig. 4 3 , 16, 1 § 27). Por otro lado, la legítima defensa también puede comprenderse
deutschen und spanischen Strafrechr, 1988; Puppe, Die strafrechtliche Verantworthchkeir für Irrtümer bei desde una perspectiva jurídico-social. De acuerdo con ésta, es el Ordenamiento jurídico el que no riene que
der Ausübung der Norwehr und für deren Folgen, JZ 1989, pág. 728; Riner, Der Volksgenosse ais Helfer in ceder anre el injusto. La autodefensa del agredido se mucsrra simultáneamente como la salvaguardia del
Volksnor, GS 115 (1941) pág. 239; Robinson, Criminal Law Defenses, Tomo I, II, 1984; Rogall, Das orden pacífico general cuando no esrá presenre la ayuda oficial: deficiente magistratu popuhis est magistratus.
Notwehrrecht des Polizeibeamten-BayObLGSt 1991, pág. 141, JuS 1992, pág. 5 5 1 ; Roxin, Die provozierte En este sentido esraba permirido en Derecho germánico la muerre del ladrón sorprendido "in fraganti". En
Notwehrlage, Z S t W 7 5 (1963) pág. 541; el mismo, KriminalpoHtik und Strafrechtssystem, 2 . ' ed. 1973; el la C C C ambos pensamientos jurídicos se encuenrran rodavía desvinculados el uno del otro (arrs. 139 y
mismo, Ein "neues Bild" des Srrafrechtssystems, Z S t W 83 (1971) pág. 369; el mismo, Anmerkung zu B G H 150). Ya en el Derecho narural de finales del siglo XVIII fue creado un derecho general a la defensa en el
24, 356, N J W 1972, pág. 1821; elmismo, Die sozialethischen Einschrankuugen des Norwehrrechts, ZSrW que estaban ftisionadas la idea de autoafirmación del individuo frente al ataque antijurídico y la de la pérdi-
93 (1981) pág. 68; elmismo, Von welchem Zeitpuukr an ist der Angriff gegenwarrig usw.? Gedachtnisschrift da del derecho a la convivencia pacífica del agresor surgida a rravés del contraro social.
für U. Tjong, 1985, pág. 137; el mismo, Der durch Menschen ausgclosrc Defensivnorsrand, Fesrschrift für
H.-H. Jescheek, Toino I, 1985, pág. 457; Rudolphi, Inhalt und Funktion des Handlungsunwerts usw., 2 . La facultad d e a u t o p r o t e c c i ó n y la idea de afirmación del D e r e c h o t a m b i é n sirven de
Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 5 1 ; Schaffstein, Norwehr und Güterabwágungsprinzip, M D R 1952, base a la configuración de la legítima defensa en el D e r e c h o vigente, a u n q u e todavía prevalece la
pág. 132; el mismo, Die strafrechtiichen Notrechte des Staates, Gedachtnisschrift für H . Schroder, 1978, perspectiva jurídico-individual, tal y c o m o corresponde a la tradición liberal del S t G B ^. El aspecto
pág. 97; Schmidhdiiser, Über die Wertsrruktur der Norwehr, Festschrift für R. Honig, 1970, pág. 185; el juridico-individual se manifiesta en que la legítima defensa puede ser utilizada sólo para la protec-
mismo, Die Begründung der Notwehr, GA 1991, pág. 97; el mismo, Anmerkung zu BayObLG, JZ 1991,
pág. 937; Eh. Schmidt, Das Problem des übergesetzlichen Noistands, Mitt IKV, Tomo V, 1931, pág. 131; .R.
Schmitt, Tonbander im StrafprozeG usw., JuS 1967, pág. 19; Schoneborn, Z u m Leitgedanken der Preisendanz, § 32 coinenrario I; Schonke/SchroderlLenckner, § 32 niím. 1 con referencias adicionales; Wessels,
Rechrfertigungseinsclirankung bei Norwehrprovokation, NSrZ 1981, pág. 201; Schroder, Anmerkung zu BGH, Allg. Teil niím. 324. Desracando acertadamente que con tal aseveración se alude ai injusto existente en un
JR 1962, pág. 187; elmismo, Notwehr bei schuldhaftem Vorverhalren usw., JuS 1973, pág. 157; Schroeder, Die "ataque actual", Hirsch, Dreher-Fesrschrift pág. 223 ñora a pie núm. 43.
Norwehr ais Indikaror polirischer Grundanschauungen, Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 127; elmismo, ^ Fin relación con lo que sigue vid. Mayer, Lehrbuch págs. 199 ss.; v. LisztlSchmidt, pág. 192; LK
Zur Strafbarkeir der Fluchthilfe usw., JZ 1974, pág. 113; elmismo, Anmerkung zu LG München I, JZ 1988, (1 l.'i) (Spendel) § 32 núms. 11 ss.; Geilen, Jura 1981, pág. 200; Lemkner, GA 1961, pág. 309; Schroder, JuS
pág. 565; Schroth, Notwehr in engen personlichen Bezichunen, N J W 1984, pág. 2562; Schünemann, Der 1973, pág. 158; Stratenwerth, AJIg. Teil I núm. 428. Acerca del desarrollo hisrórico Schroeder, Maurach-
praktische Fall—Srrafrecht: Liebhaber und Teilhaber, JuS 1979, pág. 275; Schumann, Zum Notwehrrecht und Fesrschrifr págs. 128 ss.; Suppert, Srudien págs. 43 ss.; Haas, Norwehr und Norhilfe págs. 19 ss.; Krause,
seinen Schranken, JuS 1979, pág. 559; Seehode, Gesetzlidie Notwehr und sraatliches Gewaltmonopol, Festschrift Bruns-Fesrschrift págs. 71 ss.; Bitzilekis, Die neue Tendenz págs. 24 ss.; £'. Kaufinann, HRG Tomo III,
für F.-W. Krause, 1990, pág. 375; Seelmann, Grenzen privater Norhilfe, ZSrW 89 (1977) pág. 36; elmismo, columna 1095.
Polizeiliche Norwehr und Einheit der Rechtsordnung, Fesrschrift für U. Klug, Tomo II, 1983, pág. 359; Seier, -' En la literatura clásica la idea de autodefensa se encorrtraba en un primer plano; vid. Binding,
Umfang und Grenzen der Norhilfe im Strafrechr, N J W 1987, pág. 2476; Spendel Anmerkung zu BayObLG, Handbuch pág. 732; Baumgarten, Notstand und Notwehr pág. ¡02; Oetker, Frank-FestgabeTomo 1 pág.
JR 1991, pág. 250; Suppert, Srudien zur Nor^vehr und "norwchráhnlidien Lage", 1973; Wagner, IndividuaJisrische 375. De tnodo creciente, sin embargo, en la docrrina y la jurisprudencia fue acenruándose asimismo la
oder überindividuaiisrische Norwehrbegründung, 1984; Warda, Die Eignung der Vcrreidigung ais idea de la salvaguardia del Ordenamiento jurídico; vid. B G H 24, 356 (359); B G H M D R 1972, pág.
Rechtferrigungselement bei der Norwehr (§§ 32 StGB, 227 BGB), Jura 1990, págs. 344, 393; Woesner, Die 7 9 1 ; DreherlTróndle, § 32 n ú m . 2; 1.^(11.'') (Spendel)^ 32 núm. 13; SchbnkelSchroderlLenckner, § 32
Menschenreclu.skonvention in der deutschen Strafrechtspraxis, N J W 1961, pág. 1381. núm. 1; H. Mayer, Lehrbuch pág. 2 0 ! ss.; SK(Samson) § 32 n ú m . 1; Roxin, ZSrW 75 (1963) pág. 566;
el mismo, Kriminalpolirik pág. 26; elmismo, ZStW 93 (1981) págs. 70 ss.; elmismo, All Teil I § 15 núms.
1 ss.; Kühl, JuS 1993, págs. 178 ss.; EserlBurkhardt, Strafrechr I núm. 10 A núm. 4. Situándose sólo sobre
la base de la salvaguardia del Ordenamienro jurídico Schmidhauser, Honig-Festschrift pág. 193; elmismo,
I. N a t u r a l e z a j u r í d i c a d e la l e g í t i m a d e f e n s a GA 1991, págs. 115 ss.; el mismo, Allg. Teil pág. 3 4 1 , tesis que, no obstanre, no llega a alcanzar el signi-
ficado de la Icgírima defensa. Acerca de la crírica a esta postura vid. Roxin, Z S t W 83 (1971) pág. 387;
1. La i d e a básica d e la l e g í t i m a d e f e n s a .se expresa c o n la siguiente afirmación: el D e r e -
Hirsch, Dreher-Festschrift págs. 218 ss. Fundamcnran la legítima defensa únicamente desde la perspecti-
c h o n o tiene p o r q u é retroceder frente al injusto ( R G 2 1 , 168 [170]) ' ; este p r i n c i p i o , sin va del principio de prorección individual Constantinidis, "Die acrio iliicira in causa" págs. 103 ss.; Frister,
GA 1988, págs. 299 ss.; Hoyen JuS 1988, pág. 89; Mitsch, JA 1989, pág. 84; Neumann, Zurcchnung
' En esre sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Berner, Lehrbuch, 5." ed. 1871, pág. 144, págs. 162 ss.; el mismo, Norwehrrechr págs. 219 ss.; Wagner, Norwehrbegründung págs. 29 ss., 56 ss.;
a quien se remonra ral afirmación; Pockelmann/Vblk, Ailg. Teil pág. 88; LK{\ 1.^) (Spendel) § 32 núm. 13; Fuchs, Probleme dcr Norwehr págs. 41 ss., 67 ss. '
362 § 32 I.a legítima defensa I i. 1.a esiciicTura del concepto de legítima defensa .363

ción d e bienes jun'dico.s individuales y no para la protección del orden pi'ihiico o del O r d e n a n i i e m o un interés j u r í d i c a m e n t e protegido del a m o r o d e un rercero . A pesar de q u e el uso c o m ú n del
jurídico m i s m o . El interés general en la afirmación de este illtimo .sólo aparece, pues, c o m o un lenguaje entiende p o r :igresión un c o u i p o r t a m i e n i o doloso y activo, sin e m b a r g o , jurídicamente, ni
medio para la protección jurídica de la persona. La concepción jurídico-mdividual de la legítima imo ni o t r o son necesarios. La ":igresión" no requiere ser dirigida ni de forma intencionada ni t a m -
dclensa t a m b i é n bacc comprensible la circunstancia de que la proporcionalidad valorativa enire el poco con dolo eventual, sino q u e basta con que sea i m p r u d e n t e o, incluso, u n a c o n d u c t a c o m p l e -
bien jurídico protegido y el lesionado n o d e s e m p e ñ e por principio ningi'in papel. Lo tínico impor- t a m e n t e inculpable y q u e ni siqíúera sea objetivamente contraria a deber, sieinpre q u e se muestre
tante es aquello qtic resulta eficaz, para el rechazo del a t a q u e antijurídico y no los d a ñ o s o pérdidas c o m o la lesión i n m i n e n t e de lui interés jiuídicamente protegido . N o obstante, el c o m p o r t a i t i i e n -
que el agresor debe tolerar. D e s d e esta visión t a m b i é n .se explica la m á x i m a segiín la cual no le es to del agresor debe poseer c o m o nn'ninio la cualidad de acción (vid. stipra § 2 3 V I ) .
cxigible al agredido una " h u i d a deshonrosa" (RG 16, 6 9 [72]). Por el contrario, el aspecto juridico-
Ejemplos: Quien como cochero del servicio de reparto de leche pone en peligro imprudentemente a
sociíihc muestra en la admisión ilimitada del au.xilio necesario ( n a t u r a l m e n t e , también sólo para la
otros vehículos, debe tolerar que otra persona responsable del finicionamiento de la lechería intervenga en
protección de bienes jurídicos individuales), en la restricción de la legítima defensa para el supuesto
la conducción del coche de caballos ( O G H 1, 273 [274]). También resulta admisible la legítima defensa
en el que decae el p u n t o de vista de la afirmación del O r d e n a m i e n t o jurídico, así c o m o también en
frente a enfermos mentales, niños y personas que actúan bajo error (BGH 6, 263 [272]; BayObl.G N J W
las hipótesis d e extrema d e s p r o p o r c i ó n d e los bienes implicados (vid. infra § 3 2 III). D e .ser posi-
1991, pág. 2031 con comentario de M¡tsch,]uS 1992, pág. 289). Por el contrario, frente a los usuales impe-
ble, también el deber del ejercicio más a d e c u a d o del derecho d e legítima defensa pertenece a esta dimentos y molestias dei tráfico viario está excluida la legírima defensa, porque estas situaciones están inde-
relación. A pesar de que el interés general en la defensa del O r d e n a m i e n t o jurídico t a m b i é n d e s e m - fectiblemente unidas a las circunstancias imperantes y no constituyen, pues, ataque alguno (OLG Düs.seldorf
peña su rol en la legítima defensa, ésta n o tiene el carácter ác pena para el agresor; d e ahí q u e esta N J W 1961, pág. 1783; coincidente en cuanto al tesultado Baumann, N J W 1961, pág. 1745). Sólo existe
cau.sa d e justificación n o esté limitada a los ataques culpables''. un ataque cuando teprochablciuente se ejerce violencia en el sentido del § 240 1 1 ' .

3 . La legítima defensa es u n a c a u s a d e justificación. Q u i e n se defiende frente a u n a t a q u e T a m p o c o es a b s o l u t a m e n t e necesario u n c o m p o r t a m i e n t o activo para el c o n c e p t o de agre-


antijurídico actual se c o m p o r t a conforme a Derecho. E n c o i n c i d e n c i a c o n el § 2 2 7 I B G B este sión, puesro q u e existen casos, q u e no tesultan p o r lo general fácilmente descriptibles, en los q u e
cariz se recoge e x p r e s a m e n t e en el § 3 2 I. El requisito del "carácter i m p e r i o s o " d e la defensa el tnero p e r m a n e c e r inactivo p u e d e ser considerado c o m o agresión. En t o d o caso, u n a oiriisión
( " G e b o t e n h e i t " ) fue acogido p o r el D e r e c h o a n t e r i o r (§ 5 3 I en su redacción a n t i g u a ) , al q u e r e r - debe ser c o n s i d e r a d a c o m o agresión c u a n d o consiste en u n deber de intervenir q u e se e n c u e n t r a
se crear c o n él u n p u n t o d e c o n e x i ó n c o n las restricciones de carácter ético-social del d e r e c h o a penal o a d m i n i s t r a t i v a m e n t e sancionado (de otra o p i n i ó n , O L G Stuttgart N J W 1 9 6 6 , 7 4 5 [748]),
la legítima defensa (vid. infra § 3 2 III 2) ^ tal y c o m o sucede en los delitos de omisión p t o p i a y en los casos de deber d e g a r a n t e en la evita-
c i ó n del resulrado '".

Ejemplos: El conductor de un vehículo se encuentra por lo general autorizado para defenderse legíti-
II. La estructura d e l c o n c e p t o d e l e g í t i m a d e f e n s a manrente si, encontrándose en luia vía pública para realizar la maniobra de estaciortamiento en una plaza de

La d e f i n i c i ó n clásica d e la l e g í t i m a d e f e n s a reza del siguiente m o d o : "legítima defensa es


aquella q u e resuira necesaria para repeler p o r sí m i s m o o p o r u n t e r c e r o u n a t a q u e actual y
antijurídico" (§ 3 2 S t G B ; § 15 II O W i G ; § 2 2 7 II B G B ) . ' Con razón subraya Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 346, que sólo puede ser consider.ado como agre-
sión un comportamiento concretamente peligroso, pero no una tentativa inidónea. En este caso lalta el in-
1. Según ello, la situación d e defensa se d e s e n c a d e n a a través d e u n a a g r e s i ó n actual y terés en la autoprotección.
antijurídica frente a u n b i e n j u r í d i c o susceptible de ser p r o t e g i d o a través d e esta causa d e justi- * Así, Baiimann/Weher, Allg. Teil págs.295 ss.; Geilen, Jura 1981, pág. 256; Dreher/lrondle, § 32 núm.
ficación. Vamos a pasar en p r i m e r lugar a tratar este g r u p o de e l e m e n t o s . 11; LK{\\:') (Spendetj § 32 núm. 63; Wekel, Lehrbuch, págs. 85 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 325. Por el
contrario, SchonkelSchroderlLenckner, § 32 núm. 2 1 , Roxin, Jescheck-Pestschrift Tomo I págs. 473 ss.; el
a) La agresión es t o d a lesión o puesta en peligro q u e , p r o c e d e n t e d e u n a persona '^, afecta a
mismo, Allg. Teil I § 15 núm. 15; Hirsch, Dreher-Festschrift págs. 224 ss.; Kiihl, Jura 1993, pág. 64; Felher,
Recht.swidrigkeit des Angriffs págs. 138 .ss.; Schafjstein, M D R 1952, pág. 132; Schumann, JuS 1979, pág.
"* Así, sin embargo, Wegner, Strafrecht pág. 123; H. Mayer, Grundrií? pág. 99. Con frecuencia, la 560, exigen un comportamiento objetivo del agresor que "al menos sea descuidado"; en coittra de ello habla
culpabilidad del ataque también es presupuesta para la legítima defensa sin el momento punitivo: así, la circunstancia de que así la situación queda poco clara para el agredido. Y mucho más rige este argumento
Hruschka, Strafrecht págs. l 4 l ss;Jakobs, Allg. Teil 12/18;Vráffr, GA 1988, pág. 307; Bertel. ZStW 84 frente a quienes como Hruschka, Dreher-Festschrift pág. 202 o Jakohs, Allg. Teil 12/18 exigen una "con-
(1972) pág. 1; Krause, GA 1979, págs. 332 ss.; Otto, Würtcnberger-Festschrift págs. 140 ss.; SK(Samson) § ciencia de la antijuricidad"; así como frente a Ludwig, "Gegenwartiger Angriff" págs. 110 ss.; Hoyer, JuS
32 niím. 15; Schmidhiiuser, Honig-Festschrift págs. 196 ss., GA 1991, pág. 129 yAllg.Teil págs. 348 ss. En 1988, pág. 89 quienes reclaman la culpabilidad del agresor.
contra se pronuncia la jurisprudencia y la doctrina mayoritaria; vid. RG 27, 44; BGH 3, 217; BayObLG ^ Vid. más detalladamente sobre la cuestión SchonkelSchroderlLenckner, § 32 núm. 9 con numerosas
N J W 1991, pág. 2 0 3 1 ; Roxin, Allg. Teil 1 § 15 niim. 10; Schonke/Schroder/Lcnckner, § 32 núm. 24 con referencias.
referencias adicionales. '" Se muestran coincidentes MaurachIZipf, Allg. Teil I § 26 núm. 9; Lackner, § 32 núm. 2; Geilen,
' Sobre ello vid. BT-Drucksache V/4095 pág. 14; SchonkelSchr'óderlLenckner, § 32 núm. AA. Jura 1981, pág. 204; Felber, Rechtswidrigkeit des Angriffs págs. 195 ss.; LK(\ X.') (Spendel) § 32 núms. A(¡
Los ataques de animales deben enjuiciarse de acuerdo con el § 228 BGB. En este sentido camina la ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 84; Wessels, Allg. Teil núm. 326; Kühl, Jura 1993, pág. 59; Lagodny, GA 1991,
RG 34, 295 (297) y la doctrina mayoritaria; vid. Dreher/Trondie, § 32 núm. 5; Matirach/Zipf AWp Teil I § págs. 301 ss. Mostrándose críticos al respecto Bockelmann/Voik, Allg. Teil pág. 89; SchonkelSchróder/Lenckner,
26 núm. 8. De otra opinión LK{\ 1.") (Spendeí) § 32 núm. 44 con la doctrina clásica. No obstante, existe § 32 núms. 10 ss. Discrepando en cuanto a los delitos de omisión propia Roxin, Allg. Teil 1 § 15 núm. 13;
un ataque en el sentido del § 32 cuando una persona azuza a un animal contra otra. Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 418.
364 § 32 La legítima defensa II. La estructura del concepto de legítima defensa 365

aparcamiento, se ve impedido de hacerlo por itna persona allí situada nrantcnieirdo el sitio libre para un ó r g a n o s ( B G H 3, 2 4 5 [ 2 4 7 ] ; B G H VRS 4 0 , 104 [107]; B G H N J W 1 9 7 5 , pág. 1 1 6 2 ; O L G
vehículo que todavía no había llegado (§ 1 11 StVO) (BayObLG N J W 1963, pág. 824; vid. también OI.G Dti.sseldorf N J W 1 9 6 1 , p;íg. 1783; O L G Stuttgart N J W 1 9 6 6 . pág. 7 4 5 [748]) "'. N i n g t i n p a r -
Hamburg N J W 1968, p,ág. 662) " . Una agresión contra el derecho al doinicilio es también un allanamien- ticular podría p o r c u e n t a propia retirar im escrito pornográfico d e la vitrina d e u n quiosco (§
to de morada cometido a través de la permanencia no autorizada (§ 123 en su segunda alternativa) (RG 72,
184 I n ú i n . 3) o c o o p e t a r en u n a intervención policial frenre a g r u p o s que o p o n e n resistencia ( §
57 [58]), y un atat]uc a la libertad es asimismo la no libetación de un preso iras expirar el plazo para ello.
1 13), en la m e d i d a en q u e n o deba ser presrado un auxilio necesario a un agenrc c o n c r e t o q u e
Por el couttario, la omisión en el abandono de un domicilio tras la expiración del contrato de alquiler no
con.stituye agresión alguna, pues naturalmente el inquilino permanece como jio.secdot de la cosa objeto de corra peligro (no o b s t a n t e , vid. todavía el § 1 14 1! y la R G 2 3 , 2 3 3 ) . Los s u p u e s t o s d e p r o t e c -
arrendamieruo (RG 19,298). c i ó n del o r d e n ptiblico p o r c i u d a d a n o s parriculares han de distinguirse d e la legitima defensa es-
tatal. En esta tiltima se trata de la prorección de los valores más i m p o r t a n t e s del E s t a d o m i s m o .
Falta la agresión, en t a n t o q u e u n o de los dos o p o n e n t e s n o desista a b i e r t a m e n t e de la l u c h a La legítima defensa estatal está por t a n t o justificada c u a n d o el Estado se e n c u e n t r a a m e n a z a d o
o emplee armas peligrosas contrarias a lo p a c t a d o , c u a t i d o dos personas, para m e d i r sus fuerzas, d e u n m o d o i n m e d i a t o . A pesar de todo, esta teoría c o n d u c e a consecuencias insostenibles ' ^
intervienen en u n a pelea g o l p e á n d o s e r e c í p r o c a m e n t e (RG 7 2 , 1 8 3 ; B G H G A 1960, pág. 2 1 3 ;
Ejemplos: De este modo, en un caso de "asesinato político", el Tribunal Imperial alemán ha reconocido
N S t Z 1 9 9 0 , pág. 4 3 5 ) .
básicamente que ftente a los delitos de traición cabe admitir como causa de justificación la legítima defensa
b) T o d o interés j u r í d i c a m e n t e p r o t e g i d o del a g r e d i d o es susceptible de legítima defensa; estatal desarrollada por personas determinadas (RG 63, 215 [220]; la cuestión quedó abierta en la RG 64,
n o sólo el c u e r p o y la vida (sin e m b a r g o , d e a c u e r d o c o n la BVerfGE 8 8 , 2 0 3 [ 2 7 9 ] , está exclui- 101 1103] y en el caso "Kapp-Putsch" resuelto por la RG 65, 259 [286]). Esta visión es rechazable pues la
d o el auxilio necesario a favor de la vida del n o n a c i d o en u n a b o r t o ilegal q u e se practica tras el lucha política tanto en el intetior como frente al extranjero no puede ser resuelta por medio de actos de
asesoramiento), sino t a m b i é n la libertad y el h o n o r ( R G 2 1 , 168 [ 1 7 0 ] , el líltimo incluso frente violencia de personas parriculares según los puntos de vista de la legítima defensa " .
a u n militar d e g r a d o superior, R G 6 9 , 2 6 5 [ 2 6 8 ] ) , la p r o p i e d a d y la posesión (incluso la ilegíti- En su caso, para la jusrificación del e m p l e o d e la violencia p o r los particulares en la defensa
ma, R G 6 0 , 2 7 3 [278]), el d e r e c h o d e caza (RG 5 5 , 167), el d e r e c h o a la propia imagen ( O L G d e los bienes jurídicos más iiTiporrantes del Estado, p u e d e recurrirse al estado de necesidad justifi-
H a m b u r g M D R 1 9 7 2 , pág. 6 2 2 ; O L G K a r i s r u h e N S t Z 1 9 8 2 , pág. 123), el d e r e c h o al d o m i c i - cante (vid. infra § 3 3 IV) q u e , j u n r o a la situación del interés, t a m b i é n tiene en c u e n t a la clase y
lio ( B G H G A 1 9 5 6 , pág. 4 9 ; B G H S t V 1 9 8 2 , pág. 2 1 9 ) , el p a t r i m o n i o , relaciones familiares d i m e n s i ó n del peligro, así c o m o la adecuación d e la acción defensiva; de esta forma, p u e d e ser
(RG 4 8 , 2 1 5 ) '^, la facultad para el disfrute d e cosas de d o m i n i o ptiblico o c o m t i n ( B a y O b L G a d a p t a d o m u c h o mejor a la situación que la legítima defensa ' ' . D e a c u e r d o con ello, u n a acción
N J W 1 9 6 3 , pág. 824) y, finalmente, incluso la esfera í n t i m a ' \ particular defensiva sólo estaría autorizada c u a n d o el E s t a d o n o p u e d e defenderse a t i e m p o p o r
Ejemplo: La observación impertinente de una pareja de amantes puede ser una agresión antijurídica a m e d i o d e sus p r o p i o s ó r g a n o s , c u a n d o el peligro es actual o i n m e d i a t o , y c u a n d o n o existe n i n -
la esfera íntima, pero ello no sucede cuando se ttara de un parque piiblico pues en éste nadie tiene la pretcn- g u n a otra salida para eludir u n grave e irreparable d a ñ o para el bien c o m t i n (vgr., u n particular
sión a la protección de su esfera íntima (BayObLG N J W 1962, pág. 1782). evita c o n violencia q u e cruce la frontera un t r a i d o r q u e h u y e llevándose consigo secretos de Esta-
d o ) . El legislador ha regulado positivamente un f r a g m e n t o del estado d e necesidad estatal. Fren-
Son susceptibles de tutela a través de la legítima defensa los b i e n e s j u r í d i c o s del E s t a d o o
te a las agresiones dirigidas c o n t r a los principios básicos recogidos en los arts. 20 I-III G G , p u e -
de otras personas jurídicas de D e r e c h o ptiblico, s i e m p r e q u e se trate d e bienes jurídicos indivi-
d e o p o n e r s e p o r parte del c i u d a d a n o del Estado el derecho subsidiario a la resistencia reconocido
duales. D e este m o d o , la p r o p i e d a d ptiblica p u e d e ser defendida p o r cualquiera frente a u n h u r t o
en el art. 2 0 IV G G (vid. infra § 3 5 IV 4).
o u n o s dar'ios ( p o r ejemplo, frente a u n espía q u e se d i s p o n e a sustraer irn arrefacto m o d e r n o del
ejército o a d a ñ a r l o ) . T a m b i é n los bienes jurídicos colectivos son susceptibles d e a m p a r o p o r la
legítima defensa c u a n d o la agresión afecta i n i t r e d i a t a m e n t e a u n i n d i v i d u o . Y así, t o d o especta- ''* De acuerdo con la doctrina mayoritatia; vid. Arzt, Schaffestein-Fcstschrift págs. '&^ ss. (con co-
dof visual p u e d e defenderse frente a acciones exhibicionistas pues el § 183 tairibicn tutela el p u - mentarios críticos a la debilidad de los órganos públicos); Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 89; Blei, Allg.
Teil pág. 159; Jakobs, Allg. Teil 12/9 ss.; Schonke/Schriider/Lenckner, § 32 núm. 6; Lackner, § 32 núm. 3;
d o r del i n d i v i d u o . Por el c o n t r a r i o , la defensa frente a los ataques dirigidos al o r d e n ptiblico o al
Roxin, Allg. Teil I § 15 núm. 35; Kühl, Jura 1993, pág. G\; SK(Samson) § 32 núm. 9; Wessels, Allg. Teil
O r d e n a m i e n t o jurídico n o c o m p e r e a los concretos c i u d a d a n o s , sino tan sólo al Estado y a sus
núm. 332; extensamente Schroeder, Mautach-Fcstschrift pág. 141; DreherlTrbndle, § 32 núm. 7; Maurach/
Zi/)/; Allg. Teil I § 26 núm. 12 y especialmente, I.K(\ 1.") (Spendet) § 32 núms. 153 ss.
'^ Mostrando también su rechazo, H. Mayer, Lchrbuch págs. 182 ss.; vid., además, Oetter, GS 97
Más "casos de plazas de aparcamiento" en Bíísse, Nótígung ini Straí^enverkehr págs. 43, 124 ss. (1928) págs. 424 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 158. A favor de la legítima defensa estatal, aunque con restriccio-
'^ Limitado al matrimonio, cuando la infracción tiene lugar de acuerdo con la voluntad del otro nes, Baítmann/Weber, Ailg. Teil págs. 341 ss.; LKiW.") (Spendel) § 32 núm. 161; Maurach/Zipf tú\2^. 'Feil I
cónyuge, SchSnke/SchroderlLenckner, § 32 ntím. 5 a; asimismo, OLG Koln N J W 1975, pág. 2344. § 26 núm. 54; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 419; SchbnkelSchrodcrlhenckner, § 32 núms. 6 ss.
" Según Schroeder]X 1974, pág. 114, también la libertad para elegir el lugar de residencia de los " Acerca del "asesinato político" en los ar'ios 1920-23 y su ttatamiento por la Justicia Nagel, Fememorde
ciudadanos de la RDA era un bien jurídico susceptible de ser protegido a través de la legítima defensa, pues und Fememordprozesse in der Weimarer Republik, 1991. A la legítima defensa estatal también recurría la
es uno de los supuestos en los que para la aplicación del Derecho propio debe ser tenido en cuenta el Orde- Ley de 3.7.1934 (RGBI. I pág. 529), que declaró "adecuados a Derecho" los asesinatos relacionados con el
namiento jurídico extratlo (vid. supra § 18 I 1), y precisamente aquél no reconocía tal libertad (por cierto, denominado "golpe de Estado de Rohm".
con infracción de lo previsto en el art. 12 II del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos de '^ Aceptan una causa de justificación política similar al estado de necesidad Eh., Schmidt, Mitt IKV
19.12.1966, BGBl. 1973 II pág. 1534). Al respecto vid. OLG Dü,s.seldorf N J W 1985, pág. 1093. También 1931, págs. 156 ss.; Boldt, ZStW 56 (1937) págs. 200 ss.; Ritter, GS 115 (1941) págs. 242 ss.; Welzel,
debe rechazarse la estratificación de la legítima defensa en "nticleo central y periferia", tal y como propone Lehrbuch pág. 88. Fái contra, con razón, del estado de necesidad justificante en beneficio del derecho de
Montenbruck, Thesen págs, 12 ss. autodetetminación de los tirolenses del sur BGH N J W 1966, pág. 310 (págs. 311 .ss.).

i
5GG § 32 I..a !egíriiii;i dcícn.sn II. I,a cstriicruia del concepto de legíiinia defeii.sa 367

c) A d e m á s , hi agresión d e b e ser a n t i j u r í d i c a , sin q u e n e c e s i t e p o r ello ser piiiiiblc. d e c-ste. La mera i n t e n c i ó n d e agredir que no ha sido accionada c x t e t n a m c n t e n o c o n s t i t u y e t o -
Antijurídico es t o d o a t a q u e q u e o b j e t i v a m e n t e infringe el O r d e n a m i e n t o jurídico. Para ello, bas- davía ataque a l g u n o ( B a y O b L G N J W 1 9 8 5 , pág. 2 6 0 0 ) .
ta con la i n m i n e n c i a del a c a e c i m i e n t o del injusto d e resultado (vid. mpra § 24 III 1). N o es Ejemplos: El guarda forestal puede disparar al cazador furtivo que, a pesar del requerimiento para que
necesaria u n a actuación dolosa o p o r lo m e n o s c u l p a b l e p o r p a r t e del agresor (vid. itipra § .32 tire el arma, luiye con ella (RG 53, 132 1133]). Sin embargo, se presupone que el furtivo tenía la intención
nota a pie n ú m . 8). Por c o n s i g u i e n t e , la defensa t a m b i é n es a d m i s i b l e frente ai a t a q u e de perso- de devolver el disparo y no meranienie de querer dejar a .salvo el arma. Por el contrario, ningún miembro de
nas ebrias ( B G H 3 , 2 1 7 [218]), e n f e r m o s mentales (RG 2 7 , 44 [ 4 5 | ) , niños, así c o m o frente a una manifestación política que tiene lugar bajo protección policial puede llevar un cuchillo abierto pues, a
quienes actiían p o r error ( O G H 1, 2 7 3 [ 2 7 4 ] ; B a y O b L G N j W 1 9 9 1 , pág. 2 0 3 1 ) . lnclu.so es pe.sar del peligro genérico de actividades violentas, hay que negar la existencia de un ataque inminente con-
admisible legítima defensa o, en su caso, attxilio necesario, frente a u n a lesión i n m i n e n t e q u e tra él (RG 65, 159). Falta asimismo una agresión actual cuando el intruso desarmado se introduce en el
p r o c e d e d e luia acción q u e n o es ni siquiera descuidada; así s u c e d e c u a n d o el c o n d u c t o r d e u n dormitorio de matrimonio y huye a causa de los gritos, aunque pueda existir un riesgo cercano de que otra
vehículo al d a r marcha atrás a m e n a z a c o n atropellar a un n i ñ o q u e jugaba y al cual n o p o d í a noche aparezca nuevamente (BGH NJW 1979, pág. 2053).
ver ''*. Eti los casos a n t e r i o r m e n t e m e n c i o n a d o s los resultados i n a d e c u a d o s son cvitadtis n e g a n d o En los delitos p e r m a n e n t e s ( c o m o p o r ejemplo las d e t e n c i o n e s ilegales o a l l a n a m i e n t o d e
el ¡ntcre's en la reaflrmación del D e r e c h o y, d e a c u e r d o con ello, a d m i t i e n d o sólo la autodefensa m o r a d a ) la agresión sigue siendo actual en t a n t o q u e se p r o l o n g u e la s i t u a c i ó n antijutídica ^*'.
c u a n d o el agredido no p u e d e evitarlo (vid. infra § 3 2 III a). N o es antijurídica la agresión q u e P e r m a n e n t e es t a m b i é n u n a t a q u e c u a n d o , a u n q u e en verdad la lesión del interés p r o t e g i d o ya
p o r su p a r t e es a u t o r i z a d a c o m o u n a " i n t e r v e n c i ó n " a d m i s i b l e p o r las n o r m a s jurídicas. T a m b i é n ha t e n i d o lugar, sin e m b a r g o en conexión i n m e d i a t a c o n aquél p u e d e ser d e s p l e g a d a enseguida
a q u í rige el p r i n c i p i o d e la u n i d a d del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o . Por ello, es antijtirídica la res- u n a acción d e s e n t i d o c o n t r a r i o que lo anule total o parcialiriente. ~
puesta violenta frente a la legítima defensa, frente a u n a a c t u a c i ó n a m p a r a d a p o r el e s t a d o d e
Ejemplo: Cuando, tras la exclamación del propietario, el ladrón de fruta huye llevándose consigo el
necesidad civil (§ 9 0 4 B G B ) , frente al d e r e c h o d e corrección de los padres '** , frente a u n a
botín, su agresión es todavía actual a pesar de que la sustracción ya está consumada (RG 55, 82 [84 SÍ.]) ' ' .
d e t e n c i ó n preventiva llevada a c a b o tras el examen c o n f o r m e a d e b e r (§ 127 II S t P O ) incluso
a u n q u e v e r d a d e r a m e n t e afecte a u n i n o c e n t e (RG 7 2 , 3 0 5 [ 3 1 1 ] ) , frente a u n f u n c i o n a r i o de El requisito de la actualidad de la agresión no excluye la defensa a rravés ác perros guardianes, instru-
policía qtie fotografía l í c i t a m e n t e u n a manifestación ( B G H J Z 1 9 7 8 , pág. 7 6 2 ) , frente al ó r g a n o mentos de disparo automáticos, cepos o cebos envenenados, pues la respuesta sólo se produce en el instante en e!
que la agresión riene lugar ^^, No obstante, los peligros anudados a tales procedimientos preventivos van en
judici,",! ejecutivo q u e e q u i v o c a d a m e n t e actiía c o n t r a el e m b a r g a d o q u e n o es c u l p a b l e ( R G 6 1 ,
perjuicio de quien se defiende de este modo.
2 9 7 [299]), frente a u n a expresión lesiva del h o n o r a m p a r a d a p o r la preservación d e legítimos
intereses ( § 193) o, finalmente, frente a actos d e confiscación d e u n a p o t e n c i a o c u p a n t e q u e Resultan rechazables la admisión de una "legítima defensa preventiva" y la estiinación de una "situación
actiia d e a c u e r d o c o n el D e r e c h o i n t e r n a c i o n a l . similar a la legítima defensa" por parte de la jurisprudencia como, por ejemplo, la grabación magnetofónica
secreta destinada a evitar futuras extorsiones y otros ataques ( B G H Z 27, 284 [286 ss.]; B G H 14, 358 [361];
Ejemplo: El mesonero no puede actuar en legítima defensa frente a un cliente que utiliza su mobiliario 19, 325 [332]; BGH N S t Z 1982, pág. 254; OLG Celle N J W 1965, pág. 1677 [1679]; O L G Frankfurt
para defenderse de los actos de violencia de otro, pues dicho cliente actúa conforme a Derecho según el § N J W 1967, pág. 1047; KG JR 1981, 254) " . En verdad, se trata de supuestos del estado de necesidad del §
904 B G B ( R G 2 3 , 116). 34 que tienen que cumplir los requisitos (más rigurosos) establecidos en el precepto señalado.

d) F i n a l m e n t e , la agresión d e b e ser actual. Tal e l e m e n t o c o n c u r r e c u a n d o el a t a q u e es in- 2. Frente a u n a agresión actual y antijurídica está p e r m i t i d a la defensa n e c e s a r i a .
m i n e n t e , está t e n i e n d o lugar en ese m o i n e n t o o c u a n d o todavía persiste ( B G H 2 7 , 3 3 6 [339]) " . a) La acción defensiva d e b e r e s p o n d e r a u n a v o l u n t a d d e d e f e n s a (vid. supra § 3 1 I V 1).
La situación d e legítima defensa c o m i e n z a tan p r o n t o c o m o existe u n peligro a m e n a z a d o r d e
O t r o s inotivos corno el o d i o , la indignación o la venganza t a m b i é n p u e d e n estar presentes sólo si
carácter i n m e d i a t o p o r m e d i o d e la agresión dirigida al interés p r o t e g i d o ( R G 6 1 , 2 1 6 [ 2 1 7 ] ) . Si
c o n c u r r e tal v o l u n t a d d e defenderse (RG 5 4 , 196 [ 1 9 9 ] ; B G H 3 , 194 [ 1 9 8 ] ; 5, 2 4 5 [ 2 4 7 ] ;
éste es el caso, eso es algo q u e d e p e n d e sobre t o d o d e los m e d i o s q u e están a disposición del
Dallinger MDR 1 9 7 2 , pág. 16). Sin e m b a r g o , este e l e m e n t o a n í m i c o falta en u n a riña c u a n d o la
agresor, especialmente d e las a r m a s q u e están a su alcance ( R G 6 7 , 3 3 7 [ 3 3 9 ] ; B G H 2 5 , 2 2 9 ;
v o l u n t a d de a t a q u e y de defensa se t r a n s m u t a n r e c í p r o c a m e n t e ( O L G Saarbrücken V R S 4 2 , 4 1 9 ) .
B G H N J W 1 9 7 3 , pág. 2 5 5 ) . Para ello lo q u e resulta decisivo es el p r o n ó s t i c o objetivo de un
espectador e x p e r i m e n t a d o c o l o c a d o en la situación del a g r e d i d o y n o la representación subjetiva
Vid. Dreher/TrSndle, § 32 núm. 10; Kühl, Dic Beendigung págs. 151 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 15
núm. 27; LK(\\.^) (Spendel) § 32 núm. 115; SchdnkelSchroderlEenchner, § 32 núm. 15.
'^ De acuerdo Baurnann/Weber, Allg. Teil págs. 297 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 90 (con un "' Subrayan con razón que en la actualidad, a causa de la desproporción extrema de los bienes jurídi-
ejemplo didáctico); LK{\ I.") (Spendel) § 32 núm. 62; Gallas, Bockelmann-Festschrift págs. 163 ss. nota a cos, habría que negar la legítima defensa BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 94.
pie núm. 2 1 . Por el contrario, la tesis mayoritaria exige no sólo ini injusto de resultado sino rambién de
\
^~ Muestran su conformidad tras un riguroso examen de su necesidad Kunz, GA 1984, págs. 539 ss.;
acción que, como mínimo, sea un comportamiento objetivamente contrario al deber de cuidado; vid., ade- LK(\ 1.») (Spendel) § 32 núm. 114.
más, Siipra § 32 nota a pie núm. 8. "• La docttina científica coincide parcialmente con esta jurisprudencia; por ejemplo, Suppert, Studien
"* ^'" Vid. Supra § 31 VII nota a pie núm. 56 bis (N del T ) . págs. 356 ss.; R. Schmitt, JuS 1967, pág. 19; SK (Samson) § 32 núm. 10; Welzel, Lehrbuch pág. 87; Amelung,
''^ Vid. Roxin, Tjong-Gcdáchtnisschrift pág. 143 ("comienzo inmediato del ataque"); de modo simi- % GA 1982, págs. 381 ss. En el mismo sentido que aquí, sin embargo, SchónkeíSchróderíLenckner, § 32
lar,/Í/Í-O^Í, Allg. Teil 12/23; Kratzsch, StV 1987, pág. 228; LK(\\:') (Spendel) § 32 núm. 115. Por el con- núm. 17; Geilen, Jura 1981, pág. 210; ¿A'(11.») (Spendel) § 32 núms. 127 ss.; Stratemoerth, Allg. Teil 1
trario, no inrporta el momento en el que empeoran las oportunidades de defensa; así, sin embargo, SK núm. 4 2 1 . A favor del reconocimiento de una "situación similar al estado de necesidad" Günther,
(Samson) § 32 núm. 10; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 347; KüU, Allg. Teil § 7 n ú m . 4 1 . Stratrecluswidrigkeit págs. 337 ss.
368 § 32 La legítima cli-feiisa III. Restricciones al derecho de defensa 369

b) A s i m i s m o , la acción defensiva sólo está justificada c u a n d o resulta necesaria para repeler a r m a de fuego frente a u n agresor desarmado pero decidido al e m p l e o brutal de la violencia ( B G H
el a t a q u e . Aquella debe ser, pues, idónea para la defensa^'' y, a d e m á s , c o n s t i t u i r el medio menos S t V 1 9 8 6 , pág. 15).
perjudicial [lAiA la persona del agresor. La necesidad d e p e n d e del c o n j u n t o de circunstancias bajo Ejemplos: No puede exigirse que el agredido, en una situación extraordinariamente peligrosa, apunte a
las cuales tienen lugar la agresión y la defensa, especialmente d e la i n t e n s i d a d del ataqtic, d e la los pies del agtesor en vez. de al tronco del mismo, pues de lo contrario la defensa frente a un atacante
peligrosidad del agresor y su a c t u a c i ó n , así c o m o d e los m e d i o s d i s p o n i b l e s para la defensa ( R G superior no sería segura (BGH GA 1965, pág. 147). .Sin embargo, el agredido debe valerse del apoyo de
7 2 , 5 7 [58]). La necesidad debe valorarse desde u n a perspectiva objetiva ex ante, esto es, tal y terceros que sean capaces y csrén dispuestos para la defensa (RG 66, 244 [245]; 7 1 , 133 [134]). Llegado el
c o m o babría valorado las circunstancias el h o m b r e m e d i o colocado en la situación del a g r e d i d o caso, debe requerir enseguida el auxilio policial disponible para hacer valer su derecho a excluir la presencia
de terceros en su domicilio (RG 72, 57 [59]; BGH VRS 30, 281). En caso de auxilio necesario, la policía
( B G H N J W 1 9 6 9 , pág. 802) (vid. supra § 31 I V 4) -\ El a g r e d i d o n o tiene p o r q u é Innitarse a
puede valerse del derecho reconocido en el § 32 (BayObLG JZ 1991, pág. 936, con comenrario aprobarorio
la mera defensa sino q u e p u e d e pasar al c o n t r a a r a q u e (defensa ofensiva) si ello resulta necesario
de Schmidhdttser y anotación de Spendel, JR 1991, pág. 250) - ' . A pesar de rodo, el disparo a matar sólo es
para repeler eficazmente la agresión (RG 16, 6 9 [71]). En p r i n c i p i o , c o n el e x a m e n de la necesi-
admisible cuando para la protección del bien jurídico amenazado no baste dejar fuera de combate al agresor
dad no tiene lugar una p o n d e r a c i ó n de la p r o p o r c i o n a l i d a d d e los bienes jurídicos i m p l i c a d o s
(hipótesis de tetrorismo y toma de rehenes) (vid. injra § 35 1 1 nota a pie núm. 1) ^'.
(RG 5 5 , 8 2 [85 ss.]; B G H G A 1 9 6 9 , pág. 2 3 ; B G H V R S 3 0 , 2 8 1 ; B G H N S t Z 1 9 8 2 , pág. 2 1 9 ) .
Bajo ciertas circunstancias p u e d e ser p o r t a n t o "necesario" m a t a r al agresor q u e q u i e r e robar la
cartera si n o existe otra posibilidad d e defensa m e n o s lesiva (acerca d e la cuestión relativa a la III. Restricciones al d e r e c h o d e d e f e n s a
aplicabilidad del art. 2 11 a de la M R K vid. injra 3 2 V) (en relación con la d e s p r o p o r c i o n a l i d a d
de los bienes en juego vid. infra § 3 2 V ) . Si las consecuencias derivadas de la a d e c u a d a acción 1. D e a c u e r d o c o n los requisitos expuestos siipra § 3 2 I! 2 , el d e r e c h o a la legítima defensa
defensiva fueran iriás allá de lo necesario p a r a repeler el a t a q u e , t a m b i é n el resultado más grave- sólo se e n c u e n t r a l i m i t a d o p o r la m e d i d a de la necesidad. Ello supoire colocar en m a n o s del agre-
m e n t e acaecido p u e d e q u e d a r c u b i e r t o p o r la legítima defensa pues lo i m p o r t a n t e es sólo la n e - d i d o u n a r m a e x t r e m a d a m e n t e aguda que p u e d e c o n d u c i r a u n a escalada de los e n f r e n t a m i c n t o s .
cesidad d e la acción defensiva ( B G H 2 7 , 3 1 3 ; B G H N S t Z 1 9 8 8 , pág. 4 0 9 ) . Sin e m b a r g o , existe D e a h í q u e la teoría y la jurisprudencia hayan desarrollado crecientes y n u m e r o s a s restricciones
la posibilidad d e q u e quien se defiende sea castigado p o r u n c o m p o r t a m i e n t o i m p r u d e n t e frente al ejercicio del d e r e c h o a la legítima defensa derivadas del s e n t i d o y finalidad del m i s m o '". C o n
al atacante si aquél hubiera p o d i d o evitar el d a ñ o innecesario. este desarrollo no se da u n a infracción del art. 1 0 3 II G G , a pesar de q u e conforirie a la n a t u r a l e -
za de la delimitación del derecho a la legítima defensa n e n e lugat u n a ampliación de la p u n i b i l i d a d
Ejemplo: El agredido .se defiende dando un golpe con mi casco de bomberos a un agresor de similar de a c u e r d o c o n el resto de las disposiciones penales q u e , d e este m o d o , p u e d e n prevalecer frente
corpulencia, mediante el cual ocasiona a éste una importante lesión auditiva (§ 224 "'') (OLG Braunschweig a tal d e r e c h o c o m o p r o p o s i c i ó n permisiva. Lo decisivo es q u e las limitaciones q u e a c t u a l m e n t e
N J W 1953, pág. 997). Acerca de la aberratio ictus con ocasión de la defensa LG München 1 N J W 1988,
se llevan a c a b o en la legítima defensa, se deriven del s e n t i d o del § 3 2 y .sean c o m p a t i b l e s con su
pág. 1860 (1862) con comentario de Mistsch, NSrZ 1989, pág. 26 y Puppe, JZ 1989, pág. 728.
t e n o r literal (interpretación resrrictiva) (vid. supra § 31 III 3) '".
c) Pero t a m p o c o la acción defensiva d e b e ir m á s allá de lo q u e resulte necesario para repe-
Ejemplos: La renuncia transitoria al derecho a la inviolabilidad del domicilio .sería exigible si el autot, al
ler eficazmente la agresión. D a d o q u e la legítima defensa n o es u n a acción p u n i b l e sino q u e tan
entrar en el suyo, excira nuevamente al agresor imprevisible del que, posiblemente, sólo puede defenderse
sólo sirve a la protección del interés a m e n a z a d o frente al a t a q u e a n t i j u r í d i c o , rige el p r i n c i p i o
infiriéndole lesiones morrales (BGH N J W 1962, pág. 308) -". En el enfrentamiento con un camorrista en
de la m e n o r lesividad para el agresor. D e a h í q u e q u i e n se d e f i e n d e d e b a escoger d e e n t r e
todos los inedios eficaces de defensa q u e están a su disposición, aquél q u e resulte m e n o s d a ñ i n o
y peligroso. N o o b s t a n t e , esto n o significa q u e el a g r e d i d o d e b a r e t r o c e d e r o eludir la agresión ' ' .
^* Vid. Bockelmann, Engisch-Festschrifr pág. 467; el mismo, Dreher-Festschrifr pág. 247; LK (Spendel)
Precisamente la legítitna defensa garantiza el d e r e c h o a defenderse frente a la agresión a n t i j u r í d i -
§ 32 núms. 263 ss. con numerosas referencias; Schonke/Schriider/Lenckner, § 32 núm. 42a; Schajfstein,
ca. La defensa t a m b i é n p u e d e ser tan intensa c o m o para esperar d e ella la r á p i d a y c o m p l e t a Schróder-Gedachtnisschrift págs. 111 ss.; Seelmann, Klug-Pestschrift Tomo II págs. 359 ss.; Seehode.
eliminación del peligro; de a h í q u e el a g r e d i d o n o necesite e m b a r c a r s e en t í m i d o s i n t e n t o s d e Krause-Festschrift págs. 390 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 15 núms. 93 ss.; Rogad, JuS 1992, pág. 559. Disienten
defensa q u e en sí m i s m o s resultan arriesgados ( B G H 2 4 , 3 5 6 [358]). T a m b i é n p u e d e e m p l e a r u n Amelung, JuS 1986, pág. 332 con referencias a la literatura de Derecho público; SK(Samson) § 32 núm. 35;
Jakohs, Allg. Teil 12/41 ss.
^'-' Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 26 núm. 34; Merten, Doehring-Festschrift pág. 604.
-'' Al respecto, detalladamente, Warda, Jura 1990, págs. 344 ss. ^^ Sobre ello vid. Courakis, Zur sozialethischen Begründung der Norwehr, 1978; Marxen, Die
^^ Asimismo, Bockelmann, Dreher-Festschrift pág. 247; LK(\ 1.*) (Spendet) § 32 núin. 219; Schonkel "sozialethischen" Grenzen der Norwehr, 1979; Roxin, ZStW 93 (1981) págs. 68 ss.; Bitzilekis, Die neue
Schroder/l.enckner, § 32 núm. iA. Acerca de las armas simuladas Born, Vorgetáuschte Angriffe págs. 150 ss. Tendenz zur Einschrankung des Norwehrrcchts, 1984. En relación con las "costumbres sociales" como cau-
La muerte del agresor sólo es admitida por Bernsmann, ZSi^fJ 104 (1992), pág. 326 en caso de peligro para sa de jusrificación en Derecho coreano Choi, Norwehr págs. 138 ss. Desarrollando los principios de la res-
la vida. rricción a la legítima defensa Koch, ZStW 104 (1992) págs. 785 ss. Elabora los grupos de casos KidA, Jura
1990, págs. 249 ss.
^'' La remisión debe entenderse realizada al actual § 226 I núm. I (N del T ) .
^^ En este sentido se pronuncia la concepción dominante; vid. RG 55, 82 (83); 7 1 , 133 (134); B G H ^' Vid. Lenckner. GA 1968, pág. 9; Stree, en: Roxin y otros, Einführung pág. 36 en contra de Kratzsch,
26, 256; BGH JR 1990, pág. 378 con comenrario coincidente de Beulke; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 32 GA 1971, págs. 75 ss.
núm. I6d; Lackner, § 32 núm. 9; Kühl, Jura 1993, pág. 118; Roxin, Allg. Teil I § 15 núm. 4 1 ; LK(\\.') ' - Disienten Schroder, JR 1962, pág. 186; Gutmann, N J W 1962, pág. 286. De otra opinión actual-
(Spendel) § 32 núm. 239; Wessels, Allg. Teil pág. 335; Wekel, Lehrbuch pág. 86. mente BGH JR 1984, pág. 205 con comentario de Lenckner.
370 § 32 La legítima tlcfciisa 11!. Resrriccionos al derecho de defensa 371

un rcsraurauíc le sería cxigiblc al agredido valerse del auxilio de su dueño para eviiar una riña (R(l 7 1 , 133 limitarse a la proieccjón de los bienes jurídicos y qite la lesión al agresor sólo d e b e p r o d u c i r s e
|134j). i-reute al ataque del niarido, a la mujer sólo le debe estar permitida la elección por tm medio de
c u a n d o n o p u e d a eludirse sin renunciar al iiueiés p i o t e g i d o " .
defensa posiblemente mortal si aquel atenía comra su vida (BGH N J W 1969, pág. 802 con coinemario
disidente de Deiihmr. N J W 1969, pág. 1 184; HGH N J W 1975, pág. 62 con comentario de Kratzsci,. JuS Ejemplos: Frente a anrmaciones injuriosas en una taberna por parte de un individuo embriagado hay
1975, pág. 435; dejando la cuestión abierta BGH NJW 1984, pág. 986) ^-\ que limitarse a una contestación verbal eludiendo el eníreiuamiento (BGH 3, 217); no obstante, la consi-
deración hacia personas ebrias no es ilimitada (BCíH C¡A 1956, pág. 49; ostctt. O G H JBI 1973, pág. 273),
2. La C o m i s i ó n Especial del P a r l a m e n t o Fedetal pata la Refonria Penal quiso crear un p u n t o ni tampoco frente a nit'ios que cometen gra\'es delitos; vid. los casos expuestos en LK{\ 1.-') {Spendel) § 32
de conexión c o n las limitaciones ctico-sociales de la legítima defensa, a ttavcs del m a n t e n i m i e n - ntím. 309. El propietario de una finca no puede acttiar con perros y annas de fuego contra paseantes que
to de la fótmula q u e exigiera q u e el h e c h o ejecutado en legítima defensa debía aparecer c o n u n utilizan un camino particular bajo la creencia errónea de que se traraba de lugares de tránsito ptrblico
carácter " i m p e r i o s o " (vid. siipra § 3 2 I 3 ) . Sin e m b a r g o , la apelación a esta cláusula resulta (BayObLG M D R 1965, pág. 65). El agredido, que era controlado por un vigilante de la cmptesa, debe
equivocada pues, p o r un lado, c o n t i e n e s i m p l e m e n t e un p r i n c i p i o regulativo sin criterios más renunciar a su derecho a la legítima defensa cuando fue el mismo quien le condujo al error de estar acruan-
detallados ^' y, p o r otro, d e la evolución legislativa se infiete q u e "necesidad" e " i m p e t i o s i d a d " do ilegalmenre (OLG Hamm N J W 1977, pág. 590 [592]). F^I dueño de un vehículo a motor no puede
significan lo niistno- '. T a m b i é n las c l á u s u l a s generales, q u e p o r lo d e m á s utiliza el testo d e la arrollar al propietario de un taller de reparación que, amparándose erróneamente en la existencia de un
d o c t r i n a , no afectan al núcleo d e la cuestión y sólo c o l a b o t a n a c o n v e r t i t en más inseguta la derecho de prenda en favor de la empresa, intenta impedir la marcha del vehículo (AG Bensberg N J W 1966,
delimitación del d e r e c h o a la legítima defensa. Lo a f i t m a d o es válido pata las consideraciones pág. 733). Si quien va a proceder a una detención se equivoca acerca de las circunstancias tácticas y el afec-
tado se da cuenta de ello, su derecho a la legítima defensa está limitado a una aclaración lo más inmediata
relativas a la exigibilidad ( " Z u m u t b a r k e i t " ) *", el p r i n c i p i o de a d e c u a c i ó n ^^, la idea d e responsa-
posible (BayObLG M D R 1986, pág. 956). "
bilidad social •^'', el p r i n c i p i o de p r o p o r c i o n a l i d a d y la p r o h i b i c i ó n del abuso del D e r e c h o .
La idea d e la r e d u c c i ó n esencial del interés en la salvaguardia del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o
3 . Las restricciones del d e r e c h o a la legítima defensa no p u e d e n estructurarse f o r m a l m e n t e t a m b i é n reside en la restticción de la legítima defensa ftente 3L personas con las que se posee una
sobre cláusulas generales q u e m e n o s c a b a n la seguridad j u i í d i c a , sino q u e d e b e n ser puestas en estrecha relación. El d e b e r de atención y presetvación frente a posibles d a ñ o s q u e p u e d a sufrir la
relación con los p r i n c i p i o s b á s i c o s c o n s t i t u t i v o s y l i m i t a d o r e s d e tal d e r e c h o . U n a parre d e o t t a parte se e n c u e n t r a a q u í en u n p r i m e r p l a n o tan p o d e r o s o , q u e el a g r e d i d o n o p u e d e recurrir
los casos reconocidos p o r la d o c t r i n a y la j u r i s p r u d e n c i a se explican p o r la falta del interés en la a u n m e d i o d e defensa p o s i b l e m e n r e m o r t a l si, p o t su parre, ran sólo ha t e m i d o sufrir u n a lesión
a f i r m a c i ó n del D e r e c h o , y la o r r a d e s c a n s a s o b r e la r e d u c c i ó n e x t r e m a d e l i n t e r é s e n la corporal leve ( B G H NjWX^G^, 8 0 2 ; G A 1 9 6 9 , 117; N J W 1 9 7 5 , 6 2 ; N J W 1 9 8 4 , 9 8 6 acerca de
a u t o p t o t c c c i ó n en telación c o n la puesta en peligro del agteson las relaciones entre cónyuges; B G H Dallinger M D R 1 9 5 8 , 13; O L G S t u t t g a t t N J W 1 9 5 0 , 119
a) N o se requiere n i n g u n a a f i r m a c i ó n d e l O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o frente a niños, jóvenes en relación c o n los e m p l e a d o s d e u n a empresa) .
inmaduros, personas ebrias, enfermos mentales, personas que actúan por error, imprudencia o estado
El p u n t o d e vista relativo a la salvaguardia del O r d e n a m i e n t o jurídico t a m b i é n h a y q u e n e -
de necesidad exculpante (§35), pues b á s i c a m e n t e n o es c u e s t i o n a d a (o al m e n o s , tío e s e n c i a l m e n -
garlo c u a n d o el a u t o r ha p r o v o c a d o i n t e n c i o n a d a m e n t e el ataque, para p o d e r así lesionar al agre-
te) su validez p o r m e d i o del a t a q u e . D e a h í q u e en estos casos el f u n d a m e n t o del d e t e c h o a la
sor i m p u n e m e n r e al a m p a r o de la legítima defensa {provocación intencionada). E n este caso se
legítima defensa reside sólo en la facultad d e a u t o p t o t c c c i ó n . E s t o significa q u e el a g r e d i d o d e b e
excluye m a y o r i t a r i a m e m e u n a justificación p o r m e d i o de la legítima d e f e n s a ^ ' . Lo cotrecro es.

-'-' Crítico al respecto, Engels, GA 1982, págs. 124 ss.; Schroth, N J W 1984, pág. 2504; Roxin, Allg. En este sentido se ptonuncia la doctrina dominante; vid. Blei, Allg. Teil pág. 146; Bockelmann/
Teil 1 § 15 núms. 82 ss. Volk, Allg. Teil pág. 9 3 ; Krause, Hilde Kaufmann-Gedachtnisschrift págs. 673 .ss.; IAr(l 1.^) (Spendel) § 32
''' BT-Drucksachc V/4095 pág. 14. En ello se apoyan, por ejemplo, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. núms. 235 ss. y restrictivo en ntim. 309; Wessels, Allg. Teil ntím. 344; Schonke/Schroder/Lenckner, § 32 núm.
303; DreherllTrondle, § 32 núni. 12; Geilen, Jura 1981, pág. 370; Himmelreich, GA 1966, pág. 129; Lackner, 52; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 26 núm. 38; Roxin, Kriminalpolitik pág. 28; Stratenwerth, Allg. Teil I núm.
§ 32 ni'im. 13. 435. Hruschka, Dreher-Festschrift pág, 206 y Hirsch Dreher-Festschrift págs. 228 ss. quieren aplicar a estos
^^ Así, con razón, LK(.\ X.'^iSpendel) § 32 nútii. 256; Maurach/Zipf, A\\a. Teil 1 § 26 mim. 29; Schonke/ supuestos el estado de necesidad defensivo del § 228 BGB (vid. infra § 33 H).
SchroderlLenckner, § 32 ntim. 44; Stree, eti: Roxin y otros, Einführimg págs. 35 ss. '*'' Sobre ello vid. Schonke/Schroder/Lenckner, § 32 núm. 53; crítico Roxin, Allg. Teil 1 § 15 núm. 85.
•''•' Vid. Bockelmann, Honig-Festschrift pág. 24. Disiente acertadamente en relación con la relación existente entre compañeros de clase BGH N J W 1980,
3^ Así, RG 66, 244; BGH Dallinger MDM 1958, pág. 12; Henkel, Mezger-Festschrift pág. 272; el pág. 2263.
mismo, Recht und Individualitat pág. 6 7 ; Himmelreich, GA 1966, pág. 130; Busse, N o t i g u n g itn •*' En parte es negada la voluntadas defensa (así, RG HRR 1940 núm. 1143; B G H Dallinga M D R
Straí?enverkchr pág. 133. 1954, pág. 335; Kratzsch. Grenzen der Strafbarkeit pág. 39; Wessels, Allg. Teil núm. 346). Parcialmente tam-
^^ Mí, E 1925 § 21 II; BGH N J W 1969, pág. 802; BayObLG N J W 1963, pág. 825. bién, es aceptada una "actio ilícita in causa" (la provocación) (así, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 304; Bertel,
^''' Así, Kratzsch, Grenzen dcr Strafbarkeit págs. 175 ss. ZStW 84 [1972] págs. 14 ss.; Dreher/Trondle, § 32 núm. 24; Kohlrausch/Lange, nota pteliminar núm. 112
''" Así, Eser/Burkhardt, Strafreclit 1 nijm. IDA niims. 45 ss.; Scbroeder, Maurach-Festschrift pág. 137. antes del § 5 1 ; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 357 ss.; en contra Constantinidis, 'Actio illicita in causa" págs.
'" Así, BGH 24, 356 (359); 26, 143 (146); BGH N J W 1962, pág. 308; Schroder, JuS 1973, pág. 46 ss.). Otro sector construye un deber de garante derivado de la ingerencia (así, Marxen, "Soziaiethische"
153; Roxin, NJW 1972, pág. 1821. Grenzen pág. 58). Finalmente, orros niegan por lo general la legítima defensa (así, RG DR 1939, pág. 364;
'*- Así, Blei, Allg. Teil pág. 149; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 94; Felber, Rechtswidrigkeit des BGH N J W 1962, pág. 309; JR 1984, pág. 205; NStZ 1983, pág. 452; Lackner. § 32 n ú m . 14; Roxin.
Angrifís pág. 168; Otto, Würtenberger-Fcstschrift pág. 138; SchónkelSchroderlLenckner,% 32 núm. 47; Wagner, ZStW 75 [1963] págs. 558 ss.; Stratenwerth. Allg. Teil I núm. 436; Wekel. Lehtbuch pág. 88; SK(Sanison)
Norwehrbegründung pág. 45. § 32 núm. 27).
372 § 32 La Icgírima defensa II L Restricciones ai derecho de defensa 373

sin e m b a r g o , n o negarle c o m p l e t a m e n t e al p r o v o c a d o r el d e r e c h o a la legítima defensa sino lan formas de c o m p o r t a m i e n t o sin actuar v i o l e n t a m e n t e . Pot ello, al agredido se le c o n c e d e d e for-
sólo exigirle q u e o m i t a la agresión incluso a costa de ima lesión corporal leve " . Si es imposible ma c o m p l e t a el d e r e c h o a la legítima defensa ' ' .
su elusión e n t o n c e s el p r o v o c a d o r t a m b i é n p u e d e ejercitar la legítima defensa, p o r q u e el D e r e - b) En la legítima defcn.sa la proporción valoraiiva e n t r e el bien jurídico a g r e d i d o y el m e -
c h o n o p u e d e colocarlo en u n a situación sin salida en la q u e tenga q u e elegir entre la renuncia a n o s c a b a d o c o n la acción defensiva no es en verdad i m p o r t a n t e , pues t a n t o el interés en la
su integridad corporal y a su vida sin defensa alguna o tener q u e sufrir la i m p o s i c i ó n de una a u r o p r o t e c c i ó n c o m o t a m b i é n la afitmación del D e t e c h o son i n d e p e n d i e n t e s de tal relación en-
pena ( B G H N S t Z 1989, pág. 1 1 3 ; 1 9 9 3 , pág. 133) ' ' . La p e n a t í n i c a m e n t e viene a colación a tre los bienes implicados. Sin e m b a r g o , el interés e n la a u t o p r o t e c c i ó n p u e d e e x p e r i m e n t a r
causa d e la acción provocadora c o m o tal, en la m e d i d a en q u e evidencie u n a c o n d u c t a p u n i b l e u n a r e d u c c i ó n e x t r e m a en tclación con la puesta en peligro del agtcsot, c u a n d o tan sólo se trata
(por ejemplo, u n a injuria). M á s r e d u c i d o , a u n q u e no excluido, resulta ser el interés en la afirma- de la defensa de valores de escasa i m p o r t a n c i a . En estos casos t a m b i é n hay q u e negar el interés
ción del D e r e c h o en aquellos supuestos en los q u e , si bien es cierto q u e el a u t o r no ha p r o v o c a d o en la afirmación del D e r e c h o , p o r q u e el s e n t i d o del O r d e n a m i e n t o jurídico no p u e d e ir e n c a m i -
i n t e n c i o n a d a m e n t e la situación de legitima defensa, sin e m b a r g o a través de u n c o m p o r t a m i e n t o n a d o a a d m i t i r u n a defensa en beneficio de bienes de escaso valor o dirigida c o n t r a u n a t a q u e
antijurídico y culpable ha d a d o lugar a q u e el a t a q u e haya sido la consecuencia adecuada del m i s - insignificante, a costa d e perjuicios esenciales pata el agresor. Según ello n o está p e r m i t i d a la
m o (vgr., injurias, burlas). E n estos s u p u e s t o s , t a m b i é n según la d o c t r i n a mayoritaria, el a u t o r legítima defensa c u a n d o existe u n a insoportable d e s p r o p o r c i ó n entre el bien j u r í d i c o aracado y
no pierde la facultad para defenderse p e r o , bajo ciertas circunstancias, d e b e r e n u n c i a r a u n a p r o - la lesión o puesta en peligro del a g r e s o r ' " .
m e t e d o t a acción defensiva q u e sea m u y peligrosa para el agresor y esforzarse p o r apaciguar de
o t r o m o d o la situación ( B G H 3 9 , 3 7 4 ) . La j u r i s p r u d e n c i a sienta a q u í exigencias más elevadas en Ejemplos: Un guarda no puede disparar a un ladrón que escapa con una borella de sirope valorada en
la cesión del a g r e d i d o c u a n t o m á s g r a v e m e n t e pesa la p r o v o c a c i ó n a n t i j u r í d i c a d e la situacióit d e 10 Pfennig (OLG Stutgarr D R Z 1949, pág. 24 con comentario coincidente de Gallas). El derecho a urilizar
una plaza de aparcamiento vacía no permire amenazar al perturbador con atropellarlo (BayObLG N J W 1963,
legítima defensa. E n cualquier caso, u n a lesión grave del agresor sólo es admisible c u a n d o el a u -
pág. 824). Un melecotonero no puede ser asegurado con una insralación elécrrica que causa la muerre al
tor no p u e d a evitarlo ni t a m p o c o alcanzar u n m e d i o defensivo de m e n o r e n t i d a d .
ladrón (OLG Braunschweig M D R 1947, pág. 205). El rirular de un derecho de prenda sobre una gallina no
Ejemplos: Tras haber provocado culpablemente un accidente de circulación leve, el autor emprendió la puede defenderse frente al agresor propinándole un hachazo en la cabeza (BayObLG N J W 1954, pág. 1377).
huida con su vehículo y, después de abandonar el mismo, habiendo sido seguido a pie por el conductor del En c a m b i o , "la defensa frente a simples molestias" d e b e diferenciarse de las hipótesis de extre-
otro vehículo, éste le gritó que le iba a matar. Tras alcanzar y golpear al huido el agredido le asestó una
m a d e s p r o p o r c i ó n de los bienes afectados. A q u í t o d o el suceso se q u e d a en el á m b i t o d e las in-
puñalada mortal con un cuchillo finlandés. La B G H 24, 356 estimó en principio la legítima defensa pero
fracciones de bagatela y p o r ello a m e n u d o se tiene q u e negar la existencia de u n a "agresión" ^',
reprochó al autor no haber evitado la agresión amenazando con el arma o no haber empleado ésra de un
tal y c o m o sucede p o r ejemplo c o n u n emptijón grosero en u n telesquí, en u n a e n t r a d a i n e d u c a d a
modo menos peligroso. El autor que, tras romar parre en una riña acaecida en una taberna y volverse en una
situación exrraordinariamenre peligrosa, debe evitar y no puede apuñalar al agresor que únicamente se le en u n tranvía repleto o con ocasión del ruido p r o v o c a d o p o r el juego d e unos, n i ñ o s . N o obstan-
acerca amenazante con los puños (BGH 26, 143). El amante que es sorprendido por el marido no puede te, en el á m b i t o de las bagatelas t a m b i é n p u e d e n ser objeto d e a t a q u e ciettas situaciones jurídicas
defenderse frente al ataque de ésre con insrrumenros peligrosos y conrundentes (OLG Hamm N J W 1965, q u e n o resultan desatendibles sin más c o m o , verbigracia, el vertido injustificado d e basura en el
pág. 1928). Quien duranre largo tiempo se ha esforzado en rehusar el ataque provocado por su propio com- jardín del vecino, las p i n t a d a s insolentes de estudiantes, indeseables b r o m a s de carnaval, graves
portamiento insolente también puede, finalmente, dar un puñetazo al agresor (BGH 26, 256 ss.). trastadas en fiestas p o p u l a r e s o impertinencias en c e r t á m e n e s de baile. A pesar d e t o d o , en la
inayoría de estos casos el intctés a m e n a z a d o es de tan escaso valor desde el p u n t o de vista de la
Problemáticos son los casos en los q u e el c o m p o r t a m i e n t o " p r o v o c a d o r " n o es a n t i j u r í d i c o
falta d e relevancia del suceso en su c o n j u n t o , q u e se p r o h i b e cualquier defensa q u e vaya más allá
p e r o sirve d e excitación al p o s t e r i o r agresor.
de la recriminación verbal ( B G H M D R 1936, pág. 3 7 2 ; S t V 1982, pág. 2 1 9 ) .
Ejemplos: El autor excira a un conocido camorrisra intentando, en contra de su volunrad, volver a su
propia casa rras haber mantenido con él un enfrentamiento físico (BGH N J W 1962, pág. 308). Un trabaja- Ejemplos: El cíienre de un bar a quien en un inrercambio de palabras otro le pone enérgicamente ía mano
dor turco no devuelve un préstamo que le ha hecho un compatriora (BGH 27, 336). sobre el hombro, no puede responder con un puñerazo en la cara (BGH LM § 53 núm.3). Por principio,
enfocar a otro con una linterna de bolsillo en la cara nunca consriruye agresión (KG J W 1935, pág. 553).
C i e r t a m e n t e , en estos supuestos existe irna "provocación" (bajo ciertas circunstancias, ade-
más, consciente) del agresor y, n o o b s t a n t e , el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o exige q u e se toleren rales

'"^ Así, Lenckner, GA 1961, págs. 301 ss.; Schwder. JuS 1973, pág. 150; Kiihl Jura 199!, pág. 178;
IK(\\.») (Spendel) § 32 núm. 306. ' SchónkelSchroderlLenckner, § 32 núm. 59; Roxin, Allg. Teil I § 15 núms. 65 ss.
''•' En este sentido, Bockelmann, Honig-Festschrift págs. 29 ss.; Hassemer, Bockelmanii-Fesrschrifr págs. ^° Así se pronuncia la doctrina mayoriraria; vid. Dreher/Trondle, § 32 núm. 20; Krey, J Z 1979, pág.
243 ss.; Hmschka, Dreher-Festschrift pág. 208 nota a pie núm. 29 (estado de necesidad defensivo); Lenckner, 702; ¿A' (11.») {Spendel) § 32 núms. 313 ss.; Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 26 núm. 39; Schdnke/Schroder/
JZ 1973, pág. 256; Schroeder, Maurach-Fesrschrifr pág. 140. Diferenciando según los casos MaurachlZipf, Lenckner, § 32 núm. 50; SK(Samson) § 32 núm. 22; Wessels, Allg. Teil núm. 342; en contra sobre rodo de
Allg. Teil I § 26 núms. AG ss. cualquier limiración a la legírima defensa Schmidhauser, Honig-Festschrift pág. 198. Por el contarlo, Beidke,
« Así, Lenckner, ]Z 1973, pág. 255; Roxin, N J W 1972, pág. 1821; Schroeder, JuS 1973, pág. 157; Jura 1988, págs. 645 ss. recomienda una ampliación demasiado extensa del principio del abuso de "canrida-
Kühl, Jura 1991, pág. 181. Por el conrrario, Lfinz, JR 1993, pág. 258 acepra incluso que en una provoca- des medianas" (100-300 D M ) .
ción imprudente del ataque de ningún modo tiene lugar una restricción del derecho a la legítima defensa. Vid. Oetker, Frank-Festgabc'lómo I págs. 360 ss. f
37-4 § 32 La legítima dotensa
V i l . Derecho cxrr.injci( 375

IV. El a u x i l i o necesario
huye con el botín y q u e es ocasionada por el uso de im arma d e f u e g o ' ' . En t o d o caso, esta
restricción extraña al [lensamiento jurídico e u r o p e o c o m i n e n i a l en su desarrollo m á s reciente no
1. La Icg/tinia defensa rainl)icii p u e d e ser prestada en i)eiieficio d e o t r o q u e es agredido (§
p u e d e e n c o n t r a r aplicación alguna a las relaciones c n t t e patticulares. E n c o r r e s p o n d e n c i a c o n la
3 2 11: "defenderse a sí m i s m o o a otro") sin q u e , c o m o sucede en el estado de necesidad exculpante
finalidad d e la C o n v e n c i ó n de prevenir los excesos del Estado frente a los particulares y n o con
(§ 3 3 ) , deba tratarse d e un p a r i e n t e o de otra persona allegada (auxilio necesario). Los requisi-
la d e intervenir en la fundada iradicicín jtirídica d e mía parte d e los Estados m i e m b r o s , d e b e
tos del a u x i l i o necesario y el alcance del m i s i n o q u e resulta a d m i s i b l e no se dilerencian d e los
aceptarse más bien q u e el C o n v e n i o sólo p r e t e n d e regular las relaciones del poder del Estado con
de la autodefensa ^'. Estos supuestos d e b e n ser enjuiciados d e acuertlo con las relaciones del ter-
los ciudadanos y q u e no despliega su eficacia respecto a t e r c e r o s ' ' ' . Si es el p o d e r estatal el q u e
cero a q u i e n se le presta el auxilio. E s p e c i a l m e n t e , fuera de la v o l u n t a d de defensa del auxiliador,
actlia en auxilio necesario e n t o n c e s testiita de aplicación el art. 2 II a) C E D H , p e r o p o r p a r t e de
el h e c h o t a m b i é n d e p e n d e d e la v o l u n t a d del agredido pues a n a d i e le c o r r e s p o n d e i m p o n e r su
la policía n u n c a se plantea el h o m i c i d i o " i n t e n c i o n a d o " del agresor c o m o acción necesaria para
ayuda a o t r o s¡ éste no quiere defenderse o desea hacerlo sin la ayuda d e ini tercero ( B G H 5, 2 4 5
la p r o t e c c i ó n d e valores p a t r i m o n i a l e s . P o t t a n t o , en c u a n t o al resultado, la regulación d e la legí-
| 2 4 8 ] ; 2 7 , 3 1 3 ; B G H J Z 1 9 7 6 , pág. 1 3 8 ; B G H S t V 1 9 8 7 , pág. 59) ' I N o o b s t a n t e el tercero n o
tima defensa n o se ve afectada p o r el C E D H .
necesita saber nada del a t a q u e (RG 5 5 , 1 6 7 ) . E s e n c i a l m e n t e la prestación auxilio necesario es
voluntaria, p e r o p u e d e c o n c u r r i r su práctica obligatoria d i m a n a n t e del § 3 2 3 c, del D e r e c h o d e
familia o del D e r e c h o policial.
V I . E x c e s o y l e g í t i m a defensa putativa
2. También e.s admisible el auxilio necesario en beneficio del Estado o de otras corporaciones de Dere-
cho público cuando se trate de la defensa de bienes jurídicos individuales (auxilio necesario estatal). En 1. A pesar d e la existencia d e una situación d e legítima defensa, la acción desarrollada p u e d e
cambio, está prohibido a los particulares si es en beneficio del orden público o del Ordenamiento jurídico no estar justificada si el autor, consciente o inconscientemente, sobrepasa los límites de su necesi-
en su conjunto; lo mismo sucede con el auxilio necesario en beneficio del Est;tdo mismo, cuando se trata de d a d (exceso e n la l e g í t i m a defensa). Sin e m b a r g o , d e acuerdo c o n el § 3 3 , q u e d a excluida la
la protección de bienes jurídicos estatales en sentido estricto (vid. supra § 32 2 Ib). Acerca del auxilio nece- culpabilidad si el a u t o r ha actuado movido por el error, el m i e d o o el pánico (vid. infra § 45 111).
sario prestado por funcionarios de policía vid. supra § 32 II 2c.
2 . La justificación d e la acción defensiva p r e s u p o n e q u e la s i t u a c i ó n d e defensa es real y
q u e la acción es necesaria en su forma y m e d i d a . Si el a u t o r yerra al respecto ( l e g í t i m a defensa
V. La l e g í t i m a d e f e n s a y el C o n v e n i o E u r o p e o d e D e r e c h o s H u m a n o s putativa) la defensa resulta ser anrijiirídica, pues e n t o n c e s se e n c u e n t r a a n t e u n error de tipo
permisivo acerca d e los presupuestos d e la legítima defensa que d e b e ser t r a t a d o c o m o u n tipo d e
Es discutida la cuestión d e si el d e r e c h o a la legítima defensa c o n f o r m e al § 3 2 se e n c u e n t r a error suigeneris (vid. infra § 4 1 IV 1).
limitado p o r la C o n v e n c i ó n E u r o p e a para la p r o t e c c i ó n d e l o s D e r e c h o s H u m a n o s y Liber-
tades P ú b l i c a s de 1950 (BGBI. 1 9 5 2 11 pág. 6 8 6 ) , q u e posee el m i s m o rango q u e u n a Ley Fe-
i
deral o r d i n a r i a (BayVerfGH N ] W 1 9 6 1 , pág. 1 6 1 9 ) . El C E D H sólo p e r m i t e en su art. 2 II a) la V I L D e r e c h o extranjero
muerte intencionada' d e u n a persona ( p r e s c i n d i e n d o de otros d o s casos adicionales), c u a n d o
En el Derecho penal extranjero los requisitos de la legítima defensa están más rigurosamente regula-
sea a b s o l u t a m e n t e necesario el e m p l e o d e la violencia para defenderse a n t e u n a agresión antijurí-
dos que en el Derecho alemán. Concretamente, a menudo se exige la proporcionalidad valorativa entre el
dica i g u a l m e n t e violenta. Por ello, se c o n c l u y e a m e n u d o q u e u n h o m i c i d i o doloso en legítima
bien jurídico atacado y el defendido. El vigente ,StGB austríaco limita esta causa de justificación a la defensa
defensa sólo está justificado c u a n d o tiene Itigar para la p r o t e c c i ó n del c u e r p o , la vida o la liber- de la vida, la salud, integridad corporal, libertad y patrimonio (§ 3 I 1). De acuetdo con ello, no son sus-
tad d e u n a persona, de m o d o q u e , p o r e j e m p l o , no estaría c u b i e r t a la m u e r t e d e u n ladrón q u e cepnbles de ser protegidos a través de la legítima defensa el honor, la esfera íntima y los derechos familla-

''- LKiW:') (Spendel) § 32 núm. 145; SchonkelSchroder/Lenckner, § 32 núm. 42. De otta opinión,
Seehnann, Z.S€^' 89 (1977) págs. 56 ss., quien pretende testringir al auxilio necesario a los límites de la ^^ Así, MaunzJDürig. art. 1 núm. 62 y art. 2 II núm. i 5; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 305; Waesner,
proporcionalidad. Acerca del auxilio necesario organizado a través de servicios proícsionales de seguridad y N J W 1961, pág. 1381; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 440; SK (Samson) § 32 núm. 30. Frowein/Peukert,
de defensa ciudadana Kiinz, ZStW 95 (1983) págs. 972 ss. En relación con el auxilio necesario en agresio- art. 2 sostienen en todo caso la obligación del legislador de adaptar la regulación de la legítima defensa al
nes provocadas Mitsch, GA 1986, p;)g. 545. art. 2 II a) C E D H .
' ' Vid. Ble:, Ailg. Teil pág. 148; Schonke/Schroder/Lenckner, § 32 núms. 25 ss.; Rnxin, Allg. leil i § ' ' En esta dirección camina la doctrina mayoritatia; vid. Blei, Allg. Teil pág. 147; Bockeltnann,
15 núm. 97; Seier, N j W 1987, págs. 2480 ss.; Kiihl. Jura 1993, pág. 236. De orto parecer al respecto Schroeder. Engisch-Festschrifr págs. 459 ss.; el mismo, Drcher-Festschrift págs. 249 ss.; DreherlTr'óndle, § 32 núm. 2 1 ;
Maurach-Festschrlft pág. 141; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 356; LK(\ 1 .•') (Spendel) § 32 núm. I45. Dictamente del BJM, Niederschriífen Tomo II Anh. N. 26; LKiW.') (Spendel) § 32 núin. 259; Sch'ónkel
'''' En el idioma inglés y francés las expresiones "Intentionally" e "intentionnellement", respectiva- Schroder/Lenckner, § 32 núm. 62; MauracUZípf. K\\o. Teil 1 § 26 núm. 3 1 ; Krey, J Z 1979, pág. 708; Partsch,
mente, no se corresponden con el "dolo" en sentido general, sino tan solo con la "Intención" ("Absicht") Europaischc MRK pág. 336; Schmidhiiuser Allg. Teil págs. 343 ss.; Wekel Lehrbuch pág. 86; Wessels, Allg.
dirigida al ocasionamlento del resultado; vid. SniithlHognn, Criminal Law pág. 53; Kentíy/furner, Outlines Teil núm. 3 4 L En contra, Frister GA 1985, pág. 553; Marxen, Die sozialethischen Grenzen pág. 6 1 . Du-
pág. 36; Glaiu'ille Williams, Criminal Law pág. 34; Stefanill.evasseurlBouloc, Drolt penal general núm. 214. dosos EserlBurkhardt, Strafrecht I núm. 10 .\ núm. 57. Con acierto exponen LoweIRosenberg (Gollwitzer)
Asimismo, Blei, Allg. Teil pág. 147; Roxin. Allg. Teil 1 § 15 núm. 76. De otra opinión, Frister, GA 1985, art. 2 MRK núm. 19 que el Estado, a través de una admisión amplia de la legítinia defensa, tampoco infrin-
págs. 560 ss.; SchonkelSchriiderlLenckner, § 32 núm. 62. ge su deber de protección de la vida humana.
376 § 32 i.a legítima defensa § 33 El estado de necesidad justificante 377

res ''^. Kn el precepto mencionado se excluye la legítima defensa cuando e! intere's en la autoproiección es del alemán. Especialmente en que, por lo general, en la defensa no puede existir empleo de violencia peli-
escaso en relación con la gravedad del menoscabo ocasionado al agresor ^^. Kl StCili suizo expresa la idea de grosa para la vida frente a un araque que no evidencia una puesta en peligro para dicho bien jurídico'-''' e,
proporcionalidad en el art. 33 1 señalando que el ataque tiene que repelerse "de fotma adecuada a las cir- incluso, en un ataque peligroso para aquélla a menudo se le exige al agredido que primero busque su res-
cimstancias"'''^ En Francia, el Código penal de 1994 regula la "Icgirme déíense" en el art. 122-5, 6 . La guardo intentando la retirada antes de recurrir a un medio de defensa externo ''*. El Derecho brasileño, que
legítima defensa y el auxilio necesario frente a una agresión antijutídica sólo están justificadas en el marco en el arr. 25 C.p. sólo admite que la defensa sea ejercida "moderademente", ciertamente no presupone una
de la proporcionalidad. La defensa de bienes materiales no puede tener lugar mediante el homicidio doloso proporcionalidad de los medios pero no permite el homicidio del agresor destinado a la protección de una
del agresor; no obstante, el art. 122-6 asume las presunciones sobre la legítima delensa recogidas en el art. cosa de poco valor .
329 del anterior Código penal. De acuerdo con ellas, la legítima delensa y el auxilio necesario se presumen
en la defensa frente a alguien que se introduce por la noche en una vivienda por medio de la fuerza, la
violencia o la astucia, así como también en la defensa frente a rateros o ladrones que utilizan la violencia. El
§ 33 El estado de necesidad justificante
anterior art. 329.1 excluía expresamente el homicidio doloso del agresor nocturno mientras que, en cambio,
el actual art. 122-6 mim. 1 no lo hace expresamente. El Derecho belga sigue los pasos del antiguo Código Amelung, Erweitern allgemeine Rechtfcrtigungsgríinde Eingriffsbefugni.sse des Staates? N J W 1977, pág.
penal francés (vid. la 4.^ ed. de esta obra pág. 314) . También en Derecho italiano donde el art. 52 C.p. 833; el mismo, Nochmals: § 34 ais offendich-rechtiiche Eingriffsnorm? N J W 1978, pág. 623; el mismo, Die
determina expresamente que la acción defensiva "debe encontrarse en proporción con la agresión", la doctri- Rechtfertigung von Polizeivollzugsbeamten, JuS 1986, pág. 329; Amelung/Schall, Z u m Einsatz von
na mayoritaria exige la proporcionalidad de la relación entre el interés protegido y el lesionado por la defen- Polizeispitzeln usvv., JuS 1 9 7 5 , pág. 565; Androulakis, Studien zur Problematik der u n e c h t e n
s a ' - . El C.p. españolty.\gQ en el art. 8 niim. 4 11 la "necesidad racional" del medio empicado''^, requisito Unterlassungsdelikte, 1963; Azzali, Stato di necessitá, Novissimo Digesto Italiano, Tomo XVIIl, 1971, págs
éste que con frecuencia es interpretado como un elemento de la proporcionalidad . El art. 41 del W.v.S. 356 ss.; Ballerstedt, Aumerkung zu OLG Freiburg vom 26.10.1950, JZ 1951, pág. 227; Baumgarten, Notstand
neerlandés no contiene una alusión directa al principio de proporcionalidad pero en la doctrina esta restric- und N o t w e h r , 1 9 1 1 ; Bockelmann, Hegels N o t s t a n d s l e h r e , \9ii; Bóckenfórde, Der v e r d r a n g t e
ción se deduce de la "necesidad apremiante" ("Gebotenheit") de la defensa'''. El Detecho inglés acoge ahora Ausnahmezustand, N J W 1978, pág. 1881; Cerezo Mir, Grundiage und Rechtsnatut des Notstands im
en el art. 3 Criminal Law Act 1967 una disposición general sobre la legítima defensa que se refiere al spanischen StGB, Gedáchtnisschrift für Hilde Kaufmann, 1986, pág. 689; Cohén, The Development of the
"reasonablc use of forcé", dando con ello un amplio espacio de juego al principio de proporcionalidad. No Modern Doctrine of Necessity usw., en: EserlFletcher (Edrs.), Rechtfertigung und Entschuldigung, Tomo
obstante, parece admitirse el homicidio del ladtón que huye con el botín como ttltimo medio al que poder n , 1988, pág. 973; Delonge, Die Interessenabwagung nach § 34 StGB u.sw., 1988; Dencker, Der verschuldete
recurrir^''. También la Icgíriiria defensa del Derecho penal norteamericano se diferencia considerablemente rechtfertigende Notstand, JuS 1979, pág. 779; Dimitratos, Das Begriffsmerkmal der Gefahr in den
strafreehtiichen Notstandsbestimmungen, 1989; Dingeldey, Pflichtenkollision und rechtsfreier Raum, Jura
1979, pág. 438; Dolling, Umweltstrafrecht und Verwaltungsredit, JZ 1985, pág. 4 6 1 ; Grafzu Dohna, Rccht
und Irrtum, 1925; Etzel, Notstand und Pflichtenkollision im amerikanischen Strafrecht, 1993; Frisch,
" Vid. WK(Nowakowski) § 3 mím. 7; Kienapfel, GrundriS Z 11 mím. 6. Acerca de la legítima de- Verwaitungsakzessorietat und Tatbestandsverstandnis im Umweltstrafrecht, 1993; Gallas, Der dogmatische
fensa frenre a personas ebrias O G H JBl 1973, 273. Teil des Alternativ-Entwurfs, Z S t W 80 (1968) pág. 1; Geilen, Aumerkung zu OLG Frankfurt vom
'** WK (Nowakowski) § 3 mím. 2 3 : "sólo aquí entra en juego la ponderación de intereses". Segiin 29.11.1974, J Z 1975, pág. 380; Gimbernat Ordeig Der Notstand usw., Festschrift für H. Welzcl, 1974,
Fuchs, Probleme der Notwehr pág. 30 no son aceptables restricciones adicionales. pág. 485; el mismo, Rechtfertigung und Entschuldigung bei Befreiung aus besonderen Notlagen, en: Eserl
' ' Vid. Hafier, Allg. Teil pág. 147; Schidtz, Einführung I pág. 160 aduciendo una crítica a la BGE Perron (Edrs.), Rechtfertigung und Entschuldigung, Tomo III, 1991, pág. 7 1 ; Goldmann, Die behordliche
107 (1981) IV 12 (que permite el disparo al ladrón que huye con un importante botín); de acuerdo, sin Genehmigung ais Rechtferrigungsgrund, Diss. Freiburg 1967; Goldschmidt, Der Notstand, ein Schuldptoblem,
einbargo, NolUTrechsel, Allg. Teil I pág. 115; pueden encontrarse ejemplos prácticos en Schwander, Das Osterr. Zeitschrift für Strafrecht 1913, pág. 129; Grebing, Die Grenzen des rechtfertigenden Notstands, GA
schweiz. StGB pág. 84, así como en Duhs, SchwZStr 89 (1973) págs. 337 ss. Acerca de la fundamentación 1979, pág. 8 1 ; Günther, Strafrechtswidrigkeit und Strafunrechtsausschluí?, 1983; HeinelMeinberg, Empfehlen
del principio de proporcionalidad, Kunz, Schweiz. Juristentag,s-Festgabe págs. 165 ss. sich Anderungen im strafrechdichen Umweitschutz usw., Gutachten D zum 57. DJT, 1988; Heinitz, Zur
'''' Vid. Desportes/Le Gunehec, Présentation niim. 34; Pradel. Le nouveau Code penal míms. 39 ss. Vid., Entwicklung der Lehre von der materiellen Rechtswidrigkeit, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 266;
además, acerca del Derecho francés, suizo y austríaco Franke, Grenzen der Notwehr, Diss. Freiburg 1976. Henkel, Der Notstand nach gegenwartigem und zukünftigein Rechr, 1932; Hilgendorf, Forum: Zwischen
^' Vid. HennaulVerhaegen, Droit penal general míms. 224 ss.; OupontlVerstraeten, Handboek míms. Humanexperiinent und Rettung ungeborenen Lebens usw., JuS 1993, pág. 97; Hirsch, Aumerkung zu BGH
363 ss. vom 15.5.1979, JR 1980, pág. 115; c/ mismo, Konnen strafgcsetzliche Rechtferrigungsgründe, insbesondere
^'- Vid. Bettiol/Pettoello Mantovani, Dirirto pénale págs. 384 ss.; FiandacalMusco, Diritto pénale págs. der rechtfertigende Notstand, ais Etmachtigungsgrundlage füf hoheitliche Eingriffe dienen? Festschrift für
140 ss.; Grosso, Difesa legittima pág. 17; Nuvolone, Sistema pág. 194. M . Cies'lak, 1993, pág. 126; Hold v. Ferneck, Die Rechtswidrigkeit Tomo I, 1903, Tomo II, 1905; Horn,
''^ La remisión se debe entender tealizada al vigente art. 20.4.2.° del Código penal de 1995 que man- Bindung des Strafrechts an Entscheidungen der Atombehórde? N J W 1988, pág. 2 3 3 5 ; Hruschka,
tiene int.acto dicho requisito (N del T ) .
'''' Aii, Jiménez de Ástía, Tratado, Tomo 1 pág. 217; Córdoba Rodal Rodríguez Mouridlo, Art. 8 Nr. 4
mím. 112; Cerezo Mir, Curso pág. 489; Perron, Rechtfettigungsgründe págs. 189 ss. En contra, sin embar-
go. Cobo del Rosal/Vives Antón, Derecho penal pág. 346; Rodríguez DevesalSerrano Gómez, Derecho penal •"^ Vid. Robinson, Criminal Law Defenses l o m o II págs. 82 ss.; LaFavelScott, Substantive Criminal
págs. 563 ss. con referencia a la jurisprudencia más reciente que Gimbernat Ordeig, Das spanische Strafrecht Law I págs. 651 ss.;/. Hall, General Principies págs. 434 ss.
pág. 337 menciona y aprueba.
'^* Vid. Código Penal Modelo Sect. 3.04 (2) (b) (11). En profundidad al respecto Herrmann, Z S t W
'^ Vid. van Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht pág. 194; Hazeunnkel-Suringa/Remmelink, Inleiding 93 (1981) págs. 615 ss.; LaFavelScott, Substantive Criminal Law 1 págs. 659 ss.; Robinson, Criminal Law
págs. 319 ss.; Pompe, Das niederlandische Strafrecht pág. 70. Defenses Tomo II págs. 79 ss. Acerca del "caso del metro de Goetz" Fletcher, Notwehr ais Verbrechen, 1993,
'•'' Vid. SmithlHogan, Criminal Law pág. 254 (dudoso); Kerll, Lías englische Notwehtrecht págs. 15 con un epílogo de Lüderssen págs. 330 ss.
.ss., 119ss. ''' Fragoso, Linóes pág. 193; da Costa jr. Comentarios, Art. 25 núms. 5 .ss.
378 § 33 R! csrado de necesidad justíficaiue 1. La distinción entre las clases tic estado de necesidad .379

Hxtrasysccmatisclie Rcclurcrrigiingsgründc, Hesrsclirift für K. Drelicr, 1977, pág. 189; el mismo, Nichtvornahme einer Rettungshandlung, JuS 1972, pág. 254; Wachiiiger. Der übergesetzliche Notstand nach
Rciruiigsi)flicliten iji Norstaiuissituaúoneii, JuS 1979, pág. 385; el mismo, Rcclitfertigung odcr Knrscluildigung der ncucsrcn Rechtsprechung des Reich.sgcrichts, Festgabe für R. v. Frarik, Bd. 1. 1 930, pág. 469; v. Weber,
im l)efciisivnot.staiid? NJW 1980, pág. 2 1 ; el mismo, Da.s Strafrecht neu diirchdeiikeii! tí A 198], pág. 237; Das Notstandsprobiem u.sw, 1925; el mismo. Voni Diebstahl in rechter Hnngersnot, M D R 1947, pág. 78;
el mismo, Anmerkuiig zu OI.G Karl.srtilie vom 22.8.1983, JZ 1984, pág. lAVí; jansen, Pnichteiikollisionen el mismo, Die Pflichtenkoilision im Stratrecht, Festschrift fiír W. Kiessclbach, 1947, pág. 233; Wcigelin, Das
¡m Srrafrecht, Strafr. Abli. Hofr 2 6 9 , 1950; Jescheck, ü a s niedcrlandisclic StCíB ini intcrnationaleii Brett des Karneades, GS 116 (1942) pág. SS; W'elzel. Anmerkung zu O G H I, 3 2 ! , M D R 1949, pág. 373;
ZiL-iamiiicnhang, en: van üijk y otros (Edrs.), Criminal Law in Action, 1986, pág. 5; Joerí/eri, § 34 Sarz 2 elmismo, Zum Notstandsprobiem, ZStW' 63 (1951) pág. 47; Winkelbaiier, Die behordliche (¡cnehmigung
StGli iind das l'rinzip der Verallgemeincrung, GA 1991, pág. 41 \; Anhur Kaufmann, Reclitsircior Raum im Strafrcchr, NStZ 1988, pág. 201; elmismo, Zur Verwaltungsakzcssorietat des Umwcltstrafrechts, 1985.
usw., Fcsrsclirifr für R. Maurach, 1972, pág. 327; Kienapfel, Der rechrfcrtigende Notstand, O J Z 1975, pág.
421; el mismo, Der rechtferrigcnde Notstand, Strafr. Problcmc 3, 1975, pág. 39; Krey, Grimdfalic zu den
Straftarcn gcgen das Lebcn, JuS 1971, pág. 248; el mismo, Der Fall Pcter Lorenz usw., Z R P 1975, pág. 97;
1. La d i s t i n c i ó n entre las clases d e estado d e n e c e s i d a d
Küper, Noch cinmal: Rechtfcrtigender Notstand, Pílichtenkoliision und übergesetzliche Entschuldigung, JuS
1971, pág. 474; el mismo, Zum rechtfertigenden Notstand bei Koliision von Vermogenswerten, JZ 1977, I . En el s e n t i d o jurídico gcnci;il del t e r m i n o , tni estado de necesidad es "una s i t u a c i ó n d e
pág. 515; el mismo, Grund-und Grenzfragen der rechtfertigenden Pflichtenkonision, 1979; el mismo, Die peligro actual para l e g í t i m o s intereses q u e s ó l o p u e d e evitarse m e d i a n t e la l e s i ó n de l o s
sog. "Gefahrtragungspflichtcn" im Gefüge des rechtfertigenden Notstandes, J Z 1980, pág. 755; el mismo, de otra p e r s o n a " '. Tra.s esta definición se e s c o n d e n , sin e m b a r g o , supuestos de muy diversa índo-
Totungsverbot und I.ebensnotstand, JuS 1981, pág. 785; el mismo, Der "verschuldete" rechtfertigendc le y configuración q u e en D e r e c h o penal tainbicn d e b e n ser tratados d e m o d o diferenciado. E n
Notstand, 1983; el mismo. Das "Wesendiche" ani "wesendich übcrwiegenden Interesse", GA 1983, pág. t o d o caso, la m á x i m a "neccssitas n o n haber legcm" (la necesidad n o c o n o c e ley) no ha de t o m a r -
289; el mismo, Notstand I (srrafrechtlich), H R G , Tomo III, 1984, Sp. 1063; el mismo, Darf sich der Staat
se l i t e r a l m e n t e .
crpressen lasscn? 1986; el mismo, Grundsatzfragen der "Differenzierung" zwischen Rechtfertigung und
Entschuldigung, JuS 1987, pág. 8 1 ; Küpper, Fahrlassige Brandstiftung mit todlichem Ausgang-BGH N J W Ejemplos: El agtedido mata en su defensa a un perro feroz. Para apagar un fuego debe dañarse la finca
1989, pág. 2479, JuS 1990, pág. 184; Ortrun Lampe, Defensiver und aggressiver übergesetzlicher Notstand, vecina. El baiiista utiliza, en contra de la voluntad de su duei'io, una barca anclada en la playa para rescarar a
N J W 1968, pág. 88; Lange, Terrorismus kein Notstandsfall? N J W 1978, pág. 784; Lenckner, Der alguien que se ahoga. El médico sobrepasa con su vehículo el líiuite máxiino de velocidad prescrito para trasla-
rechrfcrtigende Notstand, 1965; el mismo, Der Grundsatz der Giitetabwagung ais Grundlage der dar lo más rápidamente posible a un herido grave. El alpinista cotta la cuerda que le une con su compatlero
Rechtfertigung, GA 1985, pág. 295; el mismo. Das Merkmal der "Nicht-anders-Abwendbarkeit" der Gefalir caído que pende de la misma para salvar su propia vida. Un tercero actúa también de esa forma pata salvar al
in §§ 34, 35 StGB, Festschrift für K. Lackner, 1987, pág. 95; el mismo, Behordliche Genehmigungen und menos la vida de uno de los dos accidentados. El guardagujas dirige a un tren hacia una vía con operarios para
der Gcdanke des Rechtsmifibrauchs im Strafrecht, Festschrift für G. Pfeiffer, 1988, pág. 27; Luduiig, evitar una catásttofe mucho mayor mediante el choque contra un tren de pasajeros estacionado. El empleado
"Gcgenwartiger .Angriff", "drohcnde" und "gegenwartige" Gefahr usw., 1991; Mangakis, Pflichtenkoilision de ventanilla es forzado con un arma a entregar al atracador del banco la llave de la cámara acorazada.
usw., ZStW 84 (1972) pág. 447; Mareetus, Der Gedanke der Zumutbarkeit, Strafr. Abh. Heft 2 4 3 , 1928;
Desde la antigüedad la búsqueda de la solución correcta para los distintos supuestos de estado de ne-
Maurach, Kritik der Notstandslehre, 1935; Meipier, Die Interessenabwágungsformel usw., 1990; Otto,
cesidad ha venido siempre ocupando a la Ciencia jurídica ^. La nueva docttina desarrolló la teoría de la equi-
Pflichtenkoilision und Rechtswidtigkeitsurtcil, 3 . ' ed. 1978; el mismo, Anmerkung zu OLG München N J W
dad- . La misma se fundó sobre Kant que aunque, ciertamente, no consideraba a la acción necesaria como
1972, pág. 2 2 7 5 , N J W 1973, pág. 6 6 8 ; Palandt, BGB, 52. ed. 1993; Perron, Rechtfertigung und "inculpabilis" por contradecir, a pesar de la situación de necesidad, al imperativo categórico, sin embatgo la
Entschuldigung iin deutschen und spanischen Recht, 1988; Prochel, Die Falle des Notstands nach tenía por "impunibilis" al no poder determinar la Ley al autor para que actuara conforme a Derecho al esrar
anglo-amcrikanischem Strafrecht, 1975; Rengier, Die offentlich-rechtliche Genehmigung im Strafrecht, ZStW impulsado esre último por una fuerza irresistible. De acuerdo con ello, el hecho necesario no podía ser casti-
101 (1989) pág. 874; Rittler, Der unwiderstehliche Zwang usw., Festschrift für den O G H , 1950, pág. 2 2 1 ; gado por motivos de equidad. Peuerbach daba incluso por excluida la imputabilidad del autor para estos
Rohinson, Criminal Law Defenscs, Tomos I, II, 1984; Romano, Rechtfertigung und Entschuldigung bei casos. Continuando con la evolución, Fichte defendió que el Ordenamiento jurídico en cierta medida reti-
Befreiung aus besonderen Nodagen im italieni.schen Strafrecht, en: EserlPerron (Edrs.), Rechtfertigung und raba sus mandatos y prohibiciones para las situaciones de necesidad dejando su resolución a la conciencia
Entschuldigung, Tomo III, 1991, pág. 117; Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechrssystem, 2." ed. 1973; el del sujeto {teoría de la exención). Por el conttario, Hegel aceptó que, en todo caso, en el suptiesto de conflic-
mismo, An der Grenze von Begehung und Unterlassung, Festschrift für K. Engisch 1969, pág. 380; el mis- to entre la vida y otros bienes jurídicos de menor rango habría un "derecho de necesidad" a favor de la pri-
ino, Der durch iVfenschen ausgeloste Defensivnotstand, Festschtift füt H . - H . Jeschcck, Tomo I, 1985, pág. mera . Sobre esta tesis se estrucruró la "teoría del conflicto" que partía de la diferencia valorativa de los bie-
457; el mismo, Die notstandsahnliche Lage—eia Strafunrechtsau.sschlieKungsgrund? Festschrift für D. Oehlcr, nes jurídicos ^ No se trata, pues, de simples graduacioties dentro de uti mismo principio '', sitio de dos
1985, pág. 181; Rudolphi, Teilnahme an einer Notstandstat usw., ZStW 78 (1966) pág. 67; el mismo. Primar
des Strafrechts im Umwcltschutz? NStZ 1984, pág. 193; Scarano, La non esigibilitá nel diritto pénale, 1948;
Schajfstein, Der Mafctab für das Gefahrutteii beim rechtfertigenden Notstand, Festschrift füt FI.-J. Bruns,
' Así, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 96; Maurach/Zipf, Allg. déil 1 § 27 tiútii. 1; Lenckner, Notstatid
1978, S. 89; Schlosser. Notstand III (zivilrechtlich), H R G , Tomo III, 1984, Sp. 1083; Eb. Schmidt, Das
pág. 7; Wessels, Allg. Teil núm. 2 9 1 . No obstante, la definición abarca tatnbién a otras causas de justificación
Reichsgericht und der "übergesetzliche Notstand", ZStW 49 (1929) pág. 350; el mismo, Anmerkung zu
distintas al estado de necesidad y, en particular, a la legítima defensa; vid. Schonke/Schroder/Lenckner, nota
O G H 1, 321, SJZ 1949, pág. 559; Schroeder, Notstaadslage bei Dauetgefahr, JuS 1980, pág. 335; Seelmann,
pteliminar núm. 67 § 32 núm. 32.
Das Verhalmis von § 34 zu anderen Rcchtfcrtigung.sgründen, 1978; Siegert, Notstand und Putativnotstand,
1931; Stammler, Darsteilung det strafrechtlichen Bedeutung des Notstands, 1878; Statidinger (Seiler), ^ Sobre la hisroria áogmiúcz Küper, HRG Tomo III Sp. 1064 ss.; H. Mayer, Lehrbuch págs. 176 ss.;
Sachenrecht, Tomo III, 12." ed. 1989; Stratenwerth, Prinzipien der Rechtfertigung, ZStW 68 (1956) pág. Weigelm, GS 116 (1942) págs. 88 ss.
4 1 ; Sydow, § 34 StGB —kein neues Ermáchtigungsgesetz! JuS 1978, pág. 222; Tiedeman?i/Kindhiiuser, ^ Al respecto vid. Holdv. Ferneck, Die Rccht.swidrigkeit Tomo 11 págs. 43 .ss.
Umweltstrafrecht-Bewahrung oder Reform? N S t Z 1988, pág. 337; Trondle, Verwaltungshandcln und Sobre ello vid. Bockelmann, Hegels Notstandslehre págs. 47 ss.
Strafverfolgung, Gedachtnisschrifr für K. Mcyer, 1990, pág. 607; Ulsenheimer, Strafbarkeit des Garanten bei La fornmlación más clara se encuentra en Stammler, Notstand pág. 74.
Así, sin embargo, Siegert, Notstand pág. 10.
380 § 33 Id estado de necesidad justificante 11. I.a defensa frente a cosas (estaílo de necesidad civil defensivo) 381

perspectivas básicamente distintas. A pesar de la diversidad de los casos, hace licnipo que en la nueva Dog- interrupción del embarazo, así c o m o la situación de necesidad comparable con rales indiciciones
mática han sido defendidas "teorías unitarias" que han querido ver la totalidad de las situaciones de nece- "que pesa tanto sobre la embarazada q u e a esta no le p u e d e ser exigida la n o interrupción d e la
sidad, o bien como causas de exculpación según la idea de equidad ' o bien como causas de justificac¡()n de
gestación" (BVerfGE 8 8 , 2 0 3 [299]) ' ' . En la a u t o t i / j c i ó n oficial de carácter justificante también
acuerdo con la idea de conflicto ^.
se aborda la solución del confiicto de intereses (vid. infra § 3 3 VI). Frente al estado de necesidad
H a sido GoUschmidt'' el p r i m e r o q a c ha sacado a la teoría del estado de necesidad de una justificante .se e n c u e n t r a t a m b i é n el exculpante ( § 35).
situación "de confusión v e r d a d e r a m e n t e l a m e n t a b l e " '" y, p o r m e d i o de u n a visión difercnciadora
3 . La distinción e n t r e el estado de necesidad justificante y el e x c u l p a n t e tiene c o n s e c u e n -
que ya se e n c o n t r a b a presente en Benier en el siglo X I X ( L c h r b u c h , 18.^ cd. pág. 103), a p o r t ó
cias de gran alcance '^. En el p r i m e r caso el h e c h o está justificado. Por ello frente a quien así
u n a nueva c o m p r e n s i ó n del p r o b l e m a . La a c t u a l m e n t e reconocida "teoría difercnciadora" " se
actúa no cabe o p o n e r la legítima defensa y, además, no cabe la participación p u n i b l e en la a c -
cuestiona a través d e la c o n t r a p o s i c i ó n del estado de necesidad justificante y e x c u l p a n t e en los §
ción necesaria. En el s e g u n d o caso el h e c h o sólo es disculpado. El afectado p o r la acción necesa-
34 y 3 5 , si el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o a p r u e b a c o m o algo a p r o p i a d o la acción c o m e t i d a en estado
ria p u e d e ejercitar la legítima defensa y la participación en aquella resulta p u n i b l e en t a n t o q u e
d e necesidad bajo la c o n s i d e r a c i ó n d e t o d o s los p u n t o s d e vista decisivos o si, e n c a m b i o , tan
el partícipe no se e n c u e n t r e bajo la presión d e u n estado d e necesidad p t o p i o , de u n patiente o
sólo la considera excusable '~. D e a c u e r d o c o n este criterio son difcrcnciables los casos del estado
de u n a persona allegada en el sentido del § 3 5 '''. T a m b i é n en la apreciación errónea en t o r n o a
d e necesidad justificante y los del e x c u l p a n t e .
la existencia de una situación de necesidad, son aplicables disposiciones penales diversas según se
2. Los s u p u e s t o s d e estado d e n e c e s i d a d justificante que h a n e n c o n t r a d o su lugar en el trate d e u n caso d e estado d e necesidad justificante o exculpante.
Derecho civil son la defensa frente al peligro provinicnte de cosas (§ 2 2 8 BGB) y el estado d e nece-
sidad civil agresivo (§ 9 0 4 BGB) '^. A los estados de necesidad regulados en la Ley vino a sumarse
el d e n o m i n a d o estado d e necesidad "supralegal" q u e había sido desarrollado p o r la d o c t r i n a y la II. La d e f e n s a frente a cosas (estado d e n e c e s i d a d civil d e f e n s i v o )
jurisprudencia a partir del principio d e la ponderación d e bienes y deberes (RG 6 1 , 2 4 2 ; 6 2 , 137) '^.
1. La defensa frente a cosas está p r ó x i m a a la legítima defensa ( R G Z 8 8 , 2 1 1 [214]) pero
Este estado de necesidad fue objeto d e regulación legal p o r m e d i o de la 2.'' Ley d e Reforma del
m u e s t r a t a m b i é n sus propias especialidades q u e la caracterizan. D e a c u e r d o c o n el § 2 2 8 B G B
Derecho penal del a ñ o 1 9 6 9 . La disposición penal general se e n c u e n t r a en el § 5A, mientras q u e en
está p e r m i t i d o d a ñ a r o destruir u n a cosa ajena (y p o r analogía, t a m b i é n si carece d e d u e ñ o " )
relación c o n las infracciones administrativas se halla en el § 16 O W i G . Supuestos especiales del
para evitar u n p e l i g r o o r i g i n a d o por ella m i s m a , s i e m p r e q u e el d a ñ o o la d e s t r u c c i ó n sean
estado de necesidad justificante son las indicaciones terapéutica, criminológica y eugenésica en la
necesarias pata e l u d i r el peligro y los perjuicios n o sean d e s p r o p o r c i o n a d o s en relación al m i s m o .
Existe peligro c u a n d o es p r o b a b l e el acccimiento de u n d a ñ o ( B G H 18, 2 7 1 [272 ss.]). El § 2 2 8
B G B e n c u e n t r a aplicación sobre t o d o en relación con ataques de animales, m i e n t r a s q u e el § 3 2
^ Así, últimamente, M.E. Mayer, Lehrbuch págs. 304 ss. se e n c u e n t r a l i m i t a d o a los provinientes d e personas, tal y c o m o se deriva d e la c o n f r o n t a c i ó n
* En este sentido, v. Hippel, Tomo II págs. 231 ss. Asimismo, Gimbernat Ordeig, Welzel-Festschrift entre la legítima defensa y la defensa ftente a cosas (vid. supra § 3 2 II 1 a, n o t a a pie n ú m . 6).
págs. 492 ss. También hay que mencionar aquí a Pompe, Das niederlandische Strafrecht pág. 73.
' Goldschmidt, Osterr. Zeitschtift f. Strafrecht 1913, pág. 196 habla de un "microcos.mos jurídico" en Ejemplos: El agredido mata a un perro feroz. El incendio forestal que amenaza a petsonas y cosas es
el que concurren puntos de vista procedentes tanto del injusto como de la culpabilidad. combatido con tala de árboles y contrafuegos. Es demolido un edificio en llamas que amenaza con incen-
diar a una edificación conrigua.
'° Así Loffkr, Osterr. Zeitschtift f. Strafrecht 1912, pág. 358.
" Esta es la concepción general desde Goldschmidt-, vid. v. Weher, Das Notstandsproblem pág. 16;
Marcetm, Zumutbarkeit pág. 68; Henkel, Notstand págs. 16 ss.; Lenckner, Notstand pág. 9; Liszt/Schmidt, '^ Téngase en cuenta la sentencia del Tribunal Constitucional alemán sobte el aborto de 28.5.1993
25." ed. págs. 192 ss.; Jakohs, Allg.Teil 13/2; Küper, JuS 1987, págs. 82 ss.; LK(n.') (Hirsch) § 35 núm. 1; (BVerGE, 88, 203) que declaró inconstitucional la solución del plazo inttoducida por la Ley de ayuda a las
Maimch/Zipf, M[g. Teil I § 27 núms. 3 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 16 núm. 1; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. embarazadas y a la familia de 27.7.1992 (BGBI. 1 pág. 1398), así como la nueva regulación introducida por
329; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 315; Schonke/Schrdder/Lenckner, § 35 núm. 1; SK(Rudolphi) § 35 núm. la Ley de reforma de la ayuda a las embarazadas y a la familia de 21.8.1995 (BGBI. I pág. 1050) (N del T).
1; Welzel. Lehtbuch pág. 180; Wesselí, Allg. Teil núm. 292; RG 6 1 , 242 (252); BGH 2, 242 (243). Asume '^ Roxin, Allg. Teil I § 17 núm. 48 ve en la misma un "caso especial del § 34". Por el contrario,
una posición especial H. Mayer, Lehrbuch pág. 191 quien consideraba a la situación de necesidad según los ScbonkelSchrSderlLenckner, nota preliminar núm. 28 antes del § 32 y Jakohs, Allg. Teil 16/28 consideran a la
§§ 52, 54 en su redacción anterior, de acuerdo con la teoría de la exención, como una conducta "no prohi- autorización oficial como un caso de "consentimiento"; sin embargo, aquí no se trara de la libre disposición
bida"; vid. también el mismo, Gtundriís págs. 92 .ss. Maurach/Zipf, AWg. Teil I § 33 núm. 8 sostienen, por el del titular del bien jurídico sino de una ponderación valorativa apropiada de un órgano estatal.
contrario, el punto de vista según el cual en estos casos decae la "responsabilidad por el hecho" (vid. 3." ed. '^ Vid., para más detalles, Kienapfel, OJZ 1975, págs. 423 ss.
pág. 348). Sobre la distinción general entre causas de justificación y de exculpación supra § 31 14.
'^ En esta dirección camina la docttina mayotitatia; vid. ¡.K(\ 1.") (Hirsch) § 35 núm. 2; Schonke/
'^ Acerca del carácter fundamental de esta diferenciación Hruschka, GA 1981, págs. 239 .ss.; Küper, Schroder/Lenckner, § 35 núm. 1. De otra opinión MaurachIZipf, AWg. Teil I § 33 núms. 6 .ss. sobre la ba,se
]Z 1983, pág. 95 (en contra de Gimbernat Ordeig, Welzel-Festschtift págs. 492 ss.). de la responsabilidad por el hecho; además, Rudolphi ZStW 78 (1966) págs. 95 ss.
'^ Vid., además, en torno a las regulaciones especiales de acuerdo con el modelo del § 904 BGB, " No obstante, existen regulaciones especiales relarivas a la defensa frente a animales salvajes (§ 26
infra § 33 III 5- Acerca de la histotia Schlosser, H R G Tomo III Spág. 1083 ss. BJagdG) y sobre la protección de éstos frente a perros o gatos también salvajes (§ 23 BJagdG) que se en-
''' Sobre la cuestión, básicamente, Eb. Schmidt, Z S t W 49 (1929) págs. 350 ss. En torno al Derecho cuentra regulada más dctailadameme en el Derecho territorial (vgr., § 23 I núm. 2 LjagdG de Badcn-
penal austríaco, donde el esrado de necesidad justificante ha permanecido sin regulación legal, vid. Maurach/ Würitemberg en su redacción de 20.12.1978 [GBl. 1979 pág. 12]) donde, a diferencia del § 228 BCiB, no
Zipf, Allg. Teil I § 27 núm. 12. tiene lugar una restricción para el caso de una desproporción entre el daño y el peligro existente).
382 § 33 Hl cscíulo tic ncccsithuJ juslificantc si.ul o ele ncccSKll;td civil agresivo 383

La clase y medida de la defensa deben ser necesarias. Aquí resulta trasladable lo dicho en m . El estado de necesidad civil agresivo
torno a la necesidad de la acción defensiva en la legítima defensa (vid. supm § 32 11 2). De este
modo, por ejemplo, se debe ahuyentar antes a un perro con gritos y golpes que coa tin arma de 1. Mientras que la defensa I rente a cosas y la legítima defensa descansan sobre la aproba-
fuego (RG 34, 295). En contraste con la legítima defensa, para la justificación de la acción desa- ción jiuídica de la voluntad de defensa, en cambio, el estado de necesidad agresivo (§ 904 BGB)
rrollada conforme al § 228 BGB se exige además que los daños ocasionados con la acción defen- es la expresión consecuente de la idea de ponderación de bienes (supresión del desvalor de
siva no sean desproporcionados al peligro eludido. Esta restricción no significa, sin embargo, resultado mediante la salvaguardia de mi bien de mayot valor) ^~. El § 904 BGB no es atribuible
que la admisión de la defensa frente a cosas dependa básicamente de la proporción entre ios bie- a la teoría del consentimiento presunto~' pues al propietario de la cosa afectada por el hecho
nes jurídicos implicados; los riesgos materiales también deben poder ser evitados por cualquiera desarrollado bajo estado de necesidad, como tercero no interviniente y sin consideración a sus
si el daño causado por la acción defensiva es considerable. La idea fundamental de la justifica- propios intereses, se le imponen otros de carácter ajeno. Según el § 904 BGB están permitidas
ción conforme al § 228 BGB no es la salvación del bien más valorado, sino el derecho natural a intromisiones en la propiedad ajena (bienes muebles e inmuebles) cuando éstas son necesarias
la defensa del interés amenazado. La adecuación a Derecho de la defensa frente a cosas no des- para evitar un peligro actual y el daño inminente es desproporcionadamente elevado frente al
cansa, pues, sobre el punto de vista de la consetvación del valor (supresión del de.svalor de resul- originado por la actuación.
tado), sino sobre la aprobación jurídica de la acción de defensa (supresión del desvalor de ac- Ejemplos: Una persona extraviada en la alr.i montaña busca cobijo del temporal en una cabana cerrada,
ción) -*'. Sin embargo, aquí sí se encuentra positivamente regulada'' la idea del retroceso de un rompiendo la cerradura, liaciéado.se fuego y comiendo de los alimentos allí encontrados (§§ 123, 303, 248
escaso interés en la autoprotección en caso de un grave perjuicio del agresor, aspecto que tam- a). Ante la ausencia de taxis se utiliza un automóvil ajeno allí aparcado para llevar a alguien gravemente
bién rige como límite en el derecho a la legítima defensa (vid. stipra § 32 III 3b); y lo está de un enfermo desde una zona alejada a la unidad de cuidados intensivos (§ 248 b). En una riña acaecida en un
modo en el que, ciertamente, el defensor tiene límites más angostos: el daño inferido por la ac- restaurante los invitados agredidos ,se defienden con jarras de cerveza del local (RG 23, 116). Un transpor-
ción de defensa no puede ser desproporcionado al riesgo inminente procedente de la cosa. tista salva en tiempos de guerra su negocio de las intervenciones policiales mediante el suministro de las
Un daño grave y desproporcionado no es compensado en la defensa frente a cosas por la volun- tenencias personales de refugiados judíos que se le habían confiado (OLG Freiburg JZ 1951, pág. 223).
tad de defensa jurídicamente aprobada, mientras que en la legítima delensa tan sólo una despro- 2. El § 904 BGB exige un peligro actual. En la defensa frente a cosas (§ 228 BGB) el
porción insoportable de los bienes excluye la justificación. La diferencia se explica por el hecho peligro únicamente requería ser "inminente" (vid. supra § 33 II 1). Por ello en el § 904 BGB se
de que, por principio, el ataque de una persona desencadena el interés de la colectividad en la aplica un criterio más riguroso pues el riesgo aquí no procede de la co.sa afectada. En el caso
afirmación del Derecho, mientras que el peligro que origina la cosa no es más que un suceso anteriormente citado la invasión del tefugio no es admisible, por ejemplo, ante una simple in-
natural que no significa un menosprecio de la esfera jurídica del afectado. Por este motivo el clemencia del tiempo o la ingesta de los alimentos en una estancia corta. La intromisión en la
riesgo derivado de la cosa debe ser evitado si existe la posibilidad de hacerlo. propiedad ajena debe, además, ser necesaria para salvar el bien amenazado. Con esto quiere de-
cirse lo misino que con ocasión del requisito de la necesidad en la legítima defensa y en la defen-
2. También en la defensa frente a cosas está permitido el auxilio necesario. El defensor aquí
,sa frente a cosas, especialmente en lo que atañe a la restricción a una intervención que aunque
también debe actuar con la voluntad de socorrer, tal y como sei'iala expresamente el § 228 BGB
eficaz sea, simultáneamente, lo menos lesiva posible. Dado que en el estado de necesidad agresi-
("para impedir"). El derecho a actuar por necesidad existe incluso ante un riesgo culpable (vgr., exci-
vo estamos ante una intromisión sobre una cosa no implicada o, coino máximo, meramente trans-
tación imprudente de un perro voraz) pero decae, sin embargo, cuando e.s originado con la finali-
misora del peligro (por ejemplo, el arrancar una cabana de tablas que se encuentra entre la casa
dad de poder aniquilar una co.sa bajo el amparo de este tipo de defensa (por ejemplo, la muerte de
en llamas y la propia) y, con ello, se autoriza una intervención en una esfera jurídica ajena de la
un perro ajeno al que inrencionadamenre se ha estado irritando duranre tanto tiempo que sólo con
que no procede el peligro, aquí la relación valorativa entre los bienes es inversa a la del § 228
un disparo puede evitarse que muerda a las personas); en este supuesto, la acción en su conjunto es
BGB: el daño inminente debe ser desproporcionadamente grave al causado por la actua-
vista desde un principio como un daño material doloso y antijurídico. La diferencia con la "provo-
ción ^^. No obstante, la comparación del daño material no permite decidir de un modo termi-
cación intencional" en la legítima defensa (vid. supm § 32 III 3a) reside en que el autor domina
nante el enjuiciamienro acerca de la diferencia valorativa. Junto a los especiales intereses en el
ampliamente el curso causal en el desencadenamiento del peligro procedente de la cosa. Si existe
un riesgo culpable por parte de quien actúa en la situación de necesidad, según el § 228 BGB está
obligado a la indemnización del daño a pesar de que el hecho sea adecuado a Derecho.

3. Para los casos en los que el peligro procedente de las personas no pueda ser tratado a ^^ Igualmente, LK(9.'') (Baldus) § 54 núm. 25; SK(Samson) nota preliminar núm. 33 antes del § 32.
través de la legítima defensa (estado de necesidad defensivo desencadenado por personas), no se ^^ Así, sin embargo, v. Weher, Notstand págs. 56 ss.
aplica analógicamente el § 228 BGB sino que se lleva a cabo una ponderación de intereses de Fd § 904 BGB rige igualmente para intromisiones en otros derechos patrimoniales de carácter ab-
soluto (vid. Ballerstedt, JZ 1951, pág. 228; Palandt ¡Bassenge] § 904 BGB núm. 1) e, incluso, sobre dere-
acuerdo con los principios del § 34 (vid. infra § 33 IV 5).
chos de uso y disfrute ajeno (OLG Konigsberg JW 1925, pág. 1535). También una intromisión en el domi-
cilio ajeno será admisible sobre la base del § 904 BGB; vid. Staudinger (Seiler) § 904 BGB núm. 46, quien
también incluye la intervención en la posesión de bienes materiales. En contra, sin embargo, Roxin, Allg.
^^ Vid. Stratenwerth, ZStW68 (1956) págs. 49 ss. Subraya con mayor fuérzala idea de ponderación Teil I § 16 núm. ^A.
de bienes Schmidhíiuser, Allg. Tcil pág. 329. Sobre ello \\á. Jakobs, Allg. Teil 13/46; Schonkc/Schroder/Lenckner, § 34 núm. 30; Straíenweríb,
-' Asimismo, LKO^) (Baldus) § 54 núm. 25. Allg. Teil núm. 404.
384 § 33 Hl estado de necesidad justiñcaiuc IV. El estai.lo de necesidad justificante (§ 34) 385

a p r o v c c l i a m i c n t o vinculados c o n los bienes materiales, t a m b i é n d e b e n ser tenidas en c u e n t a las pág. 73); las medidas del capitán en caso de peligro para las personas o el barco conforme al § 106 111 de la
c o n d i c i o n e s ideales, valores afectivos y el grado ácpeligro inminente sobre los bienes implicados. Ley de Marinería; el derecho al aterrizaje de emergencia para aviones segiín el § 25 II LuftVG; las facultades
especiales del ejército federal, la protección tederal de fronteras, bomberos, protección civil, policía y el ser-
Ejemplos: Una zona religiosa no puede ser empleada sin más para colocar el mobiliario que ha sido vicio aduaneto de conlormidad con el § 35 SrVO.
rescatado de un incendio. En el caso anteriormente expuesto del enfermo grave, depende de si existe peligro
actual para la vida sin el auxilio médico altamente especializado y de si el legítimo usuario del automóvil
puede prescindir transitotiamente de él. IV. El estado de n e c e s i d a d justificante ( § 3 4 )
3 . Incluso si tales criterios, q u e sobrepasan la p o n d e r a c i ó n de la p r o p o r c i ó n material, son
I. El D e r e c h o civil limita la defensa ftente a cosas y el estado d e n e c e s i d a d agtesivo a
t e n i d o s en c u e n t a suficientemente, n o se h a t r a í d o todavía a colación t o d o lo q u e p e t t e n e c e al
i n t r o m i s i o n e s s o b t e cosas materiales pues los § § 2 2 8 , 9 0 4 B G B son c o n s i d e r a d a s c o i n o regula-
e n j u i c i a m i e n t o del estado d e necesidad agresivo. T a m p o c o un claro resultado d e la p o n d e r a c i ó n
ciones cerradas no susceptibles de ampliación . La vida, sin e m b a t g o , origina n u m e r o s a s situa-
de intereses justifica siempre la aplicación del § 9 0 4 B G B , pues la i n t e r v e n c i ó n sobre u n bien
ciones de necesidad q u e n o p u e d e n set solucionadas c o n aquellas disposiciones p o r q u e , o bien
ajeno t a m b i é n debe ser a d e c u a d a a l o s valores superiores d e la c o m u n i d a d . Esta restric-
t i e n e n q u e lesionarse otros bienes distintos a las cosas, o bien ha d e tener lugar u n a p o n d e r a c i ó n
ción n o se e n c u e n t r a en el texto del § 9 0 4 p e r o se deriva de u n a c o n s i d e r a c i ó n general expresada
e n t r e deberes y n o entre bienes jurídicos.
en la cláusula de adecuación del § 3 4 , inciso segutido (vid. infra § 3 3 I V 3 d ) . Y así, hay casos en
los q u e la i n t t o m i s i ó n en la p r o p i e d a d ajena significaría para la c o m u n i d a d j u r í d i c a u n a lesión Ejernplos: El médico circula con el coche por una calle de un tínico sentido en ditección opuesta para
i n s o p o r t a b l e de la a u t o n o m í a del afectado y p o r ello no p u e d e n estat p e r m i t i d o s . A n t e u n r e p e n - curar a un herido grave (OLG Hamni VRS 14, 4 3 1 ; OLG Dusseldorf VRS 30, 444). Una enferina inental
tino aguacero u n a sei'tora vestida c o n u n costoso a b t i g o de visón a r r e b a t a el abrigo y el paraguas es encettada pot su familia en una habitación dutante sus estados de excitación pata evitar su huida de la
a u n a v i a n d a n t e q u e va s e n c i l l a m e n t e vestida (el ejemplo es de Welzeí). A s i m i s m o , n a d i e p u e d e casa (§ 239) (BGH 13, 197). Se presta falso testimonio (§ 154) para evitat un peligro para el cuerpo o la
vida (BGH GA 1955, pág. 178 [179 ss.]). El médico revela la enfermedad contagiosa de la empleada de
p r e t e n d e r evitar u n a situación d e necesidad individual para la cual están a disposición m e d i o s
hogar (§ 203 I ntim. 1) para prevenir un dai'io a la salud de los niños del empresario que, asimismo, son sus
pijblicos d e u n alcance l i m i t a d o , m e d i a n t e u n a i n t r o m i s i ó n d e altas d i m e n s i o n e s e n la p r o p i e d a d
pacientes. El implicado en un accidente abandona el lugat del mismo (§ 142) pata conducir al hospital a un
ajena (la esposa del artista g r a v e m e n t e e n f e r m o que roba en la farmacia m e d i c a m e n t o s especial-
herido grave ' ' .
m e n t e caros p a r a p o d e r a y u d a r a su m a r i d o de mejor forma q u e el s e g u r o m é d i c o ) . Finahriente,
la apelación al estado d e necesidad está t a m b i é n excluida c u a n d o n o se trata d e u n a situación de O r i g i n a r i a m e n t e el S t G B no c o n t e n í a regulación alguna para estos casos. Sin e m b a t g o , ya
necesidad individual, sino de u n a situación d e p e n u r i a colectiva c o m o , p o r e j e m p l o , la h a m b r u n a eran o b j e t o de discusión desde comienzos del s. XX, sobre t o d o en relación c o n el ejemplo e n el
en el p r i m e r p e r i o d o de o c u p a c i ó n posterior a 1945 ^^. Para la resolución f u n d a d a d e esros casos q u e se salva la vida de la m a d r e con la necesaria i n t e r r u p c i ó n del e m b a r a z o . Para la f u n d a m e n t a -
la idea directora debe ser q u e la acción necesaria se muestre c o m o s o l u c i ó n a c e p t a b l e d e m o d o c i ó n del d e r e c h o supralegal a llevar a cabo u n a b o r t o en la indicación m é d i c a ( § 2 1 8 '") fueron
general, bajo la consideración de todas las c i t c u n s t a n c i a s del caso c o n c r e t o y de los valores s u p e - desarrolladas en la d o c t r i n a jurídica la "teoría d e la p o n d e r a c i ó n de b i e n e s " ^ ' y la "teotía del
riores d e la c o m u n i d a d . fin" ^^. T a m b i é n el Tribunal Imperial interptetó en distintas sentencias q u e u n estado d e necesidad
entre bienes o deberes constituía u n principio general de la justificación (RG 2 0 , 190 [192]; 36, 78
4 . T a m b i é n en el estado de necesidad agresivo es admisible el auxilio necesario y es inofen- [80]; 3 8 , 6 2 [64]). D e este m o d o estaba el camino preparado para la revolucionaria sentencia de di-
siva la culpabilidad propia. T a m b i é n a q u í el defensor d e b e actuar c o n voluntad de socorrer, pues cho Tribunal de 11.3.1927 (RG 6 1 , 242 [254]), q u e a través de un aborto motivado por el peligro de
d e lo c o n t r a r i o el desvalor d e acción del perjuicio d o l o s o n o se c o m p e n s a a pesar d e c o n s e g u i r suicidio de la m a d r e reconoció c o m o causa d e justificación el e s t a d o d e n e c e s i d a d supralegal
c o m o resultado la conservación del b i e n d e m a y o r valor. En c o n t r a s t e c o n el § 2 2 8 , inciso se- d e a c u e r d o c o n el p r i n c i p i o d e la p o n d e r a c i ó n d e b i e n e s y deberes (estado d e necesidad
g u n d o , B G B el propietario d e la cosa d a ñ a d a p u e d e exigir en t o d o caso la i n d e m n i z a c i ó n d e los s u p r a l e g a P ^ ) (vid. t a m b i é n R G 6 2 , 1 3 7 ; B G H 2, 1 1 1 ; 3 , 7 ) . La i n t e r r u p c i ó n del e m b a r a z o
dai'ios (§ 9 0 4 , inciso s e g u n d o , B G B ) q u e , t i a t á n d o s e d e u n de auxilio necesario, d e b e ser a b o n a - d e s t i n a d a a salvar la vida o salud de la m a d r e (indicación terapéutica) está a c t u a l m e n t e justifica-
da p o r el beneficiario.
5. Existen regulaciones especiales de acuerdo con el modelo del § 904 BGB. Ejemplos de las la mismas
son el deterioro doloso del barco y su carga en el rescate de ambos ante un peligro comían (la denominada
^* La aplicación analógica de los §§ 228, 904 BGB a otras intetvenciones es objeto de techazo; vid.
avería gruesa) segtin los §§ 700 ss. H G B (vid. también la regulación de la avería en el § 78 I BinnenSchG);
Staudinger (Seiler) § 904 BGB núm. A6.
el derecho del inspector de costas a utilizar los vehículos e insrrumentos necesarios para salvar vidas huma-
''' Un estado de necesidad regulado legalmente es el matrimonio teligioso por necesidad de acuerdo
nas en caso de peligro marítimo, de acuerdo con el § 9 II del Reglamento de Varadas de 17.5.1874 (RGBI.
con el § 67 de la Ley sobre el Estado Civil de las Personas.
-'" Vid. nota a pie ntim. 15 (N del T).
" Vid. Rinding, Handbuch pág. 762; Beling, Grundzüge pág. 15; Mezger, Lehrbuch págs. 239 ss.
^'' En este sentido también Schmidhüuser, AUg. Tcil pág. 337; Stratenwerth, Allg. Teil I ntims. 402 .ss.; Puede enconttarse un tesumen en Mei^ner, Die Interessenabwágungsformel págs. 99 ss.
Schónke/Schroder/Lenckner, § 34 núm. 6; SK (Samson) nota preliminar niím. 33 antes del § 32; Roxin, Allg. ' - Baumgarten, Notstand und Nonvehr pág. 6 1 ; Graf zu Dohna, Recht und Irrtum pág. 11; Bh.
Teil I § 16 ntim. 95; de otra opinión Seelman, Das Verhaltnis págs. 49 ss. Schmidt, ZStW 49 (1929) págs. 379 ss.
^' Vid. OLG Celle HESt 1, 139; de otta opinión ante un ca.so de peligro para la vida OLG Kiel SJZ '^ Vid. sobte la cuestión Eh. Schmidt, ZStW 49 (1929) págs. 350 ss.; Wachinger, Frank-Festgabe Tomo
1947, pág. 674. Vid. también v. Weher, M D R 1947, págs. 78 ss. I págs. 472 ss. '
3<S6 § 33 Hl estado de ncccsici.ui jiistifleaiitc IV. \'.\ estado de necesitiad jusiificanic (§ 34) 387

da de a c u e r d o con el § 2 1 8 a 1 1 ' ' ' . En el rcnor literal de esta disposición se expresa c l a r a m e n t e to seguro fue regulado l e g a l m e n t e el estado de necesidad justificante (§ 3 4 S t G B ; § 16 O W i G ;
q u e se trata d e una causa d e justificación. en coincidencia c o n el § 59 E 1962). A diferencia d e la legítima defensa, el estado d e necesidad
sólo descansa sobre el p r i n c i p i o de la conservación del intctés a m e n a z a d o d e m a y o r valor, p o r lo
2. Sin e m b a r g o , el significado práctico del r e c o n o c i m i e n t o del estado d e necesidad justifi-
q u e el p e n s a m i e n t o de la afirmación del D e r e c h o n o desempeila ningi'in papel (teoría de la p o n -
cante no se agota en la justificación de la inierrtipción del e m b a r a z o p o r m o t i v o s m é d i c o s . A n t e s
deración de intereses). D e a h í que, a ser posible, el peligio d e b e ser evitado y la p o n d e r a c i ó n
bien, las sentencias q u e se h a n ido s u c e d i e n d o desde 1 9 2 7 afecraii a l o s d i s t i n t o s á m b i t o s d e l
d e intereses viene a constituirse en el ( u n d a n i e n t o decisivo de la justificación.
D e r e c h o y la v i d a '-*.
a) La s i t u a c i ó n de n e c e s i d a d consiste en u n riesgo actual pata la vida, el c u c t p o , la libet-
Al pr¡ncij'5¡o .surs^icron en un primer plano caso.s de niíUizpolítico. Rn Li RG 62, 35 (46 .ss.), (|uc fue
donde por ])riniera vez apareció la expresión "estado de necesidad supralegal", se discutió la cuestión de si la tad, el h o n o r , la p r o p i e d a d u o t r o bien jurídico q u e sólo p u e d a ser evitado m e d i a n t e la comisión
introducción de bicne.'i de contrabando en la Cuenca del Ruhr para el mantenimiento de la economía era o d e la acción típica. D e este m o d o se r e c o n o c e la posibilidad d e q u e t o d o s los bienes jurídicos
no conforme a Derecho. Las RG 6 3 , 215 (224 .ss.) y 64, 101 (104) trataron el problema del estado de sean susceptibles d e ser p t o t e g i d o s p o r esta vía, incluidos tambic'n los p e r t e n e c i e n t e s a la colecti-
necesidad estatal en el homicidio de un supuesto traidor en el "Ejército Imperial Secreto" ("ca.so del asesina- vidad (vgr., el a b a s t e c i m i e n t o de alimentos, la seguridad del tráfico o el interés en la propia exis-
to polírico"). En la RG 65, 422 (427) fue traído a colación el estado de necesidad supralegal en un caso de tencia del E s t a d o ) . Sin e m b a r g o , rambién la cláusula d e adecuación (vid. infra § 3 3 I V 3 d ) esta-
injurias al Presidente del Imperio. Otra sentencia d¡,scutió bajo este punto de vista la participación en co- blece límites rigurosos. Pero incluso así p u e d e recurrirse a la i n t e r v e n c i ó n del estado d e necesidad
nexiones antinacionahstas durante la época del "movimiento campesino" (RG de 28.5.1932, II D 945/31). para cualquier bien j u r í d i c o . Sólo en el caso d e la vida existe u n a excepción pues las vidas h u m a -
iíl estado de necesidad supralegal fue rechazado con motivo de un derecho de autodeterminación del sur del nas n o p u e d e n c o m p e n s a r s e entre s í " ' . Esto rige t a m b i é n para los casos en los q u e distintas per-
Tirol (BGH N J W 1966, 310 [312]). La aplicación de los principios del estado de necesidad supralegal fue
sonas q u e se e n c u e n t r a n en u n a c o m u n i d a d d e peligro se colocan en u n a situación d e riesgo para
frecuente en Derecho penal económico. La RG 7 7 , 113 (115 ss.) afirmó la posibilidad de un estado de necesi-
sus vidas, así c o m o en el rescate d e m u c h a s personas m e d i a n t e el sacrificio d e u n a .
dad supralegal en la sustracción de gasolina del ejército alemán para el abasrecimiento civil durante la gue-
rra. La O G H 1, 343 (348 ss.) discutió la cuestión del estado de necesidad en operaciones de compensación Ejemplos: El cierre de la escotilla en un submarino amenazado de inundación es en realidad necesario
para el manteniíriiento de la capacidad productiva de una industria y la BGH GA 1956, pág. 382 lo hizo en para el rescate de la embarcación, pero la muerte de los marineros que de este modo quedan encerrados no
relación con la infracción de las disposiciones relativas al cambio de divisas pata el mantenimiento de la queda jusrificada, sino tínicamente exculpada (§ 35), por el rescate de los otros. No está ju,srificada la cola-
liquidez de un banco. Las OLG Hannn N J W 1952, pág. 838 y BayObl.G N J W 1953, pág. 1603 recurrie- boración en el homicidio de enfermos mentales por parte de los médicos que de esta forma querían rescatar
ron al estando de necesidad supralegal por el incumplimiento de las disposiciones sobre precios para la pro- a otros ( B G H N J W 1953, pág. 513). Una persona mentalmente confu,sa quiso brindar como ofrenda al
tección de los puestos de trabajo del personal. La BGH 12, 299 (304 ss.) (con comentario disidente de "Rey de los Gatos" una vida humana para salvar así a millones de personas; lógicamente, su conducta no
Bockelmann, ]7. 1959, pág. 498) admitió la malversación de caudales públicos con vistas al riesgo de gran- estaba justificada de acuerdo con el § 34 (BGH 35, 347 [350]).
des pérdidas económicas en la puesta en peligro simultánea de intereses político-culturales y políticos en
general (resrrictivamente, con razón, B G H N J W 1976, pág. 680, crítico al respecto Kiiper, J Z 1976, págs. El peligro es actual c u a n d o desde u n a perspectiva objetiva ex ante es tan p r o b a b l e el acaeci-
515 ss.). En el Derecho penal de la circulación el estado de necesidad supralegal jugó un papel cada vez ma- m i e n t o del resultado en ese instante o en u n m o m e n t o posterior (peligro permanente), q u e las
yor. El deber de auxilio a los heridos riene prioridad sobre la prohibición de alejamiento del lugar del acci- m e d i d a s necesarias p a r a la p r o t e c c i ó n del bien j u t í d i c o a m e n a z a d o h a n d e t o m a r s e enseguida d e
dente (BGH 5, 124 [127]). También está justificado quien huye tras un accidente de tráfico con infracción m o d o razonable.
del § 142 para no ser golpeado (BGH VRS 36, 24). Un conductor puede sobrepasar el límite máximo de
Ejemplo: Un desconocido colocó a un matrimonio en una situación de miedo permanente por inedio de
velocidad permitido para prevenir a un camión que le precedía de unos dai'ios en el vehículo (OLG Dusseldorf
reiteradas incursiones nocturnas en el dormitorio de la pareja y, finalmente, cuando el mando intentó detener-
N J W 1970, pág. 674). Los deberes de secreto profesional puede ser infringidos de acuerdo con los principios
lo en una de las ocasiones, le hirió mediante dos disparos a pesar de que se había dado a la fuga. La BGH NJW
del estado de necesidad supralegal, cuando el médico qufso prevenir un peligro de contagio (RG 3 8 , 62
1979, pág. 2053, dejó abierta la vía del § iA, pero aceptó la exclusión de la culpabilidad a través del § 35 (vid.,
\6i^i\) o comunicó a la autoridad competente de tráfico la inutilidad de un paciente (OLG Münehen M D R
en relación con el peligro permanente en el estado de necesidad cxculpanrc, itifra § 44 I 2) ^'.
1956, pág. 565), cuando un abogado no pudo defenderse de otro modo en un proceso penal dirigido con-
tra él (BGH 1, 366 [368]) o cuando un juez de un tribunal colegiado intentó rechazar la acusación por b) A s i m i s m o , el peligro para el bien j u r í d i c o a m e n a z a d o n o p u e d e ser e v i t a b l e d e o t r o
prevaricación acreditando que había votado en contra de la resolución en cuestión (BGH GA 1958, pág. m o d o ^°. E s t o significa q u e los bienes q u e se e n c u e n t r a n en discordia d e b e n enrrar en conflicro
241). Finalmente, en el marco de la asistencia familiar fue aprobado el encierro temporal necesario de una
enferma mental como medida de estado de necesidad, para no tener que entregarlo al establecimiento
asistencial (BGH 13, 197 [201]). ^ Extensamente sobre ello Küper, JuS 1981, págs. 785 ss.
^' A la vista de la inseguridad relariva a la intención del intruso (violación de la esfera íntima, burro
3 . D e la p a n o r á m i c a j u r i s p r u d e n c i a l se deriva q u e el estado d e necesidad justificante es u n agravado, robo, deliro sexual o contra la vida o el cuerpo), se jusrificaron los disparos peligrosos para la vida
p l a n t e a m i e n t o j u r í d i c o general q u e i n t e r v i e n e en conflictos d e intereses d e diversa í n d o l e y q u e , ante la existencia de una amenaza permanente e incierta para la projíia seguridad. En este sentido, con acierto,
p o r ello, posee u n gran significado práctico. Para p r o p o r c i o n a r a la j u r i s p r u d e n c i a u n f u n d a i n e n - SchonkelSchroderlLenckner, § 32 núm. 17; Hmschka, N J W 1980, pág, 22; Hirsch, JR 1980, pá gs. 116 ss.;
Schroeder, JuS 1980, pág. 336; Roxin, Allg. Feil 1 § 16 mim. 74.
Con ello se alude, al igual que en la legítima defensa, a la "necesidad" de la ¡nrerveneión bajo el
^'' Vid. nota a pie niím. 15 (N del T ) . estado de necesidad; vid. Stree, en Roxin y otros, Fanführung págs. 40 ss.; ¿Á'(l 1.") (Hirsch) § 5A mim. 50.
5^ Vid. más detalladamente Heinitz, Eb.Schmidt-Festschtift págs. 269 ss.; Lenckner, Notstand págs. El juicio de peligro es de naturaleza "ex ante" de acuerdo con la visión de un observador razonable que
50 ss. también posea los conocimientos especiales del auror. Así, Roxin, Allg. Teil 1 § 16 niím. 15. Por el conrra-
388 § 33 El estado de neccsi^lad justificante IV. l'.l estado do necesidad justificanie (§ 34) .389

entre sí d e un m o d o tai q u e sólo u n o p u e d e ser salvado m e d i a n t e el sacrificio del o t r o . Si en la socorrer lo más pronro posible a un herido grave, siempre que lo haga con la máxima precaución posible de
acción de rescate se plantea la posibilidad d e la i n t r o m i s i ó n en d i s t i n t o s bienes jurídicos, de e n - acuetdo con las circunstancias (C)LG Frankhnt DAR 1963, pág. 244) y, especialmente, en la medida en
tre las diversas vías adecuadas para efectuar aquél, q u i e n actiia en estado de necesidad d e b e esco- que con su conducta no ponga a nadie en una situación de peligro concreto (OLG Karlsruhe VRS 46, 275).
ger aquella q u e proirieta u n m e n o s c a b o relativamente menor. A p a r t e d e ello, no es necesario q u e Por el contrario, un minusválido doblemeiue amputado no puede aparcar en la acera de su lugar de rrabajo
(OLG L^ü,sseldorf DAR 1982, pág. 336). A ima pcr.sona ebria se le puede susttaer la llave de contacro de su
exista u n a relación específica de conflicto e n t r e el bien jurídico salvaguardado y el sacrificado " .
vehículo para evitar que conduzca bajo los electos del alcohol (OLG Koblenz N J W 1963, pág. 1991). La
c) A d e m á s , de la p o n d e r a c i ó n e n su c o n j u n t o de Itxs intereses enfrentados tlebe derivarse conducción del jefe de los coches de bomberos es adecuada a Derecho si, a pesar de que se cnconrraba
q u e el interés p r o t e g i d o prevalece e s e n c i a l m e n t e sobre aquel q u e fue m e n o s c a b a d o c o n la ac- incapacitado para conducir por haber bebido, era el único conducror disponible y ,se trata del fcscate de
ción necesaria . El requisito " e s e n c i a l m e n t e " significa q u e en el caso c o n c r e t o la p r e e m i n e n c i a accidentados (OLG Celle VR.S 63, pág. 449; además, OLG Hamm VRS 20, pág. 232; OLG Koblenz N J W
d e b e estar fuera d e t o d a d u d a ' ' . C i e r t a m e n t e , en esta p o n d e r a c i ó n d e intereses aparecen c o m o 1988, pág. 2316). Quienes han sido condenados por terrorismo pueden ser puesros en libertad para rescarar
a un rehén inmediaramcnte amenazado de muerre (Caso Lorenz) '*''. En cambio, esrá siempre excluida una
factores i m p o r t a n t e s el valor de los bienes i m p l i c a d o s y la c u a n t í a del d a ñ o material y moral
comparación valorariva entte los bienes si se tratata de una diferenciación de las vidas humanas de carácter
acaecido o e s p e r a d o , pero n o son los ú n i c o s e l e m e n t o s decisivos para la valoración. T a m b i é n d e -
puramente cuantitativa o, incluso, cualitativa. Fot este motivo no pudo reconocerse el estado de necesidad
ben ser sopesados la cercanía y gravedad del peligro q u e a m e n a z a al b i e n p r o t e g i d o , el g r a d o d e
supralcgal a los médicos que habían colaborado en la matanza de enfermos mentales en centros de aniquila-
a p r i t u d de la acción necesaria para la elusión del peligro, el significado funcional de los bienes miento medianre la confección de listas de exterminio, con la finalidad de salvar por lo menos a una parte
afectados, el carácter irreparable d e la p é r d i d a sufrida, la existencia d e u n d e b e r d e g a r a n t e del de sus pacientes ( O G H 1,321 [334]; 2, 117 [121]; BGH N J W 1953, pág. 513 [514]) « .
a u t o r frente a la víctima y la finalidad liltima q u e persigue el autor. T a m b i é n d e b e valorarse si el
peligro amenaza precisamente el flanco q u e d e b e ser atacado ^^. D e esta perspectiva concreta p u e d e La situación de estado d e necesidad n o tiene p o r q u é desarrollarse sin c u l p a , p e r o su pre-
derivarse q u e , incluso, u n b i e n j u r í d i c o d e m a y o r r a n g o c o m o p o r e j e m p l o el interés en la i n t e - s e n c i a p u e d e d e s e m p e ñ a r su papel en la p o n d e r a c i ó n d e intereses. A d e m á s , al a u t o r q u e
gridad corporal, debe ceder a n t e la p r o t e c c i ó n de u n valor material q u e es en sí m i s m o d e m e n o r c u l p a b l e m e n t e ha colocado a u n bien jurídico suyo en la situación d e necesidad, p u e d e serle exi-
i m p o r r a n c i a , o q u e p u e d e n ser infringidas disposiciones q u e están al servicio d e la g e n e r a l i d a d gida r e s p o n s a b i l i d a d / ) o r í í í í woftVo .
para evitar u n riesgo i n m e d i a t o para la vida o salud de u n i n d i v i d u o . Ejemplo: El inreresado circulaba con su camión, completamente catgado de exctementos, de un modo
descuidado por un esrrecho y poco estable camino vecinal, hasta que su vehículo fue a parar al inrerior de
Ejemplos: En la interrupción de un embarazo por indicación terapéutica los bienes afectados (la vida
una zanja. El vertido en el campo de la carga fue justificado de acuerdo con el § 16 O W i G para evitar un
de la mujer y la del feto) son equivalentes; en caso de un simple daño a la salud materna la vida del niño es
incluso de mayor valor. A pesar de ello intetviene el § 218 a II '*^. En un incendio de unos grandes almace- daño importante en el camión. En cambio, es admisible una sanción administrariva pecuniaria si la cir-
nes los bomberos pueden hacer uso de los extintores incluso aunque exista el riesgo de que ios espectadores culación por el camino vecinal hubiera constituido ya de por sí una infracción administrativa (BayObLG
curiosos se mojen y se resfríen. El médico puede sobrepasar el límite máximo de velocidad petmitido pata N J W 1978, pág. 2046). Pot el contrario, al ser empujado a un lado por alguien a quien le había obsrrui-
do la vía por la que poder huir, salra al vacío de un granero en llamas cuyo incendio ha provocado impru-
dentemente, debe soporrar hacerse él mismo responsable por el esrado de necesidad (BGH N J W 1989,
no, Jakobs, Allg. Teil 13/13 se refiere al juicio del "experto competente"; Schajjitein, Bruns-Festschrift págs. 2479 [2481]).
89 ss. lo hace al del obscrvadot razonable "que pertenezca al círculo del autor" y Sch'ónkelSchr'óderlLenckner,
§ 34 núm. 14 al "conocimienro experimentado del conjunto de la humanidad". Sobre todo ello vid. Lenckner, d) Pero incluso c u a n d o el valor p r o t e g i d o p o r el h e c h o prevalece c l a r a m e n t e sobre el sacri-
Lackner-Festschrift págs. 95 ss.; Dimitratos, Das Begriffsmerkmal der Gefalir págs. 141 ss. ficado, n o siempre está d i c h o h e c h o justificado. Y es q u e la acción necesaria n o sólo debe servir
' ' El "caso de la gira de conciertos" (BGH 12, 299; a! respecto, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 97)
se resuelve de acuerdo con la cláusula de adecuación del § 34, inciso segundo, lo que conduce a negar la
justificación en este supuesto (vid. iiifra § 33 IV 3d; una opinión diversa se manifestó en la 3.^ ed. de esta '*'* De acuerdo con esra resis Krey, ZRP 1975, págs. 97 ss. quien sostiene la teoría, desde luego recha-
obra pág. 290). Por regla general, sólo muy excepcionalmente puede estar justificada de acuetdo con el § 34 zable, de la existencia de un espacio de valotación dentro del cual la decisión evidencia "un acto de sobera-
la apropiación de recursos financieros ajenos (BGH N J W 1976, pág. 680). nía extraño a la justicia" (pág. 100); además, Küper, Datf sich det Staat erpressen lasscn? pág. I 4 l ; Lange,
Acerca de los distinros factores vid. Blei, Allg. Teil págs. 166 ss.; DreherlTmndle, § 34 núms. 10 N J W 1978, pág. 784; SchonkelSchroderlLenckner, § 32 núm. 7; BGH 27, 260 (262 ss.) ("resolución sobre
ss.; EserlBurkhardt, Sttafrecht 1 núm. 12 A núms. 33 ss.; ¿A'(11.") (Hirsch) § 34 núms. 53 ss.; Maurachl la prohibición de contactos"); BVerfGE46, 160 (164 ss.) ("Caso Schleyer"); 46, 214 (223 ss.) ("Ca.so Pohle").
Zipf, M\g. Teil I § 27 núms. 20 ss.\ Jakohs, Allg. Teil 13/20 ss.; Lenckner, Notsrand págs. 90 ss.; el mismo, En conrra de la .aplicabilidad del § 34 a actos de soberanía Amelung, N J W 1977, pág. 833; el mismo, N J W
GA 1985, págs. 295 ss.; Kiiper, GA 1976, pág. 518; Roxin. Allg. Teil I § 16 núms. 22 ss.; Hilgendorf, Jus, 1978, pág. 623; Bockenfiirde, N J W 1978, págs. 1883 ss,.; Jakobs, Allg. Teil 13/42; LK{\\.^) (Hirsch) § 34
1993, págs. 100 ss.; SK(Samson) § 34 núms. í 1 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 310. núms. 6 ss. con una derenida fundamcntación; SK (Samson) § 32 núm. 5b; Sydow, JuS 1978, pág. 222;
'*' Así, Küper, GA 1983, págs. 296 ss.; Dreher/Trondle, § 34 núm. 8; Roxin, Oehler-Festschrifr pág. también a favor en casos de inrervención en bienes jurídicos del Listado y de la colecrividad Hirsch,
184; Schbnke/Schroder/Lenckner, § 32 núm. 4 5 ; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 458. De otra opinión por el Cieslak-Fcstschrift págs. 126 ss.
conrrario ¿ A ' ( l l . " ) (Hirsch) § 34 núm. 76 (preeminencia cualificada);yí/tofe, Allg. Teil 13/33 (el balance ''5 Al respecto vid. i:"¿. 5f¿m/í/í, SJZ 1949, pág. 559; We/zí-/. Z S t W 6 3 (1951) pág. 4 7 y M D R 1949,
de intereses debe ser considerablemente positivo). De forma incorrecta admite la justificación incluso en el pág. 373; Krey, JuS 1971, pág. 248. A favor de la justificación, pot el contrario, Mangakis, ZStW 84 (1972)
caso de concurrir una equivalencia valorativa, Delonge, Interessenabwagung págs. 167ss. pág. 477.
"*- Vid. la referencia de Ortrun Lampe, N J W 1968, pág. 90 a la analogía de los §§ 228 y 904 BGB. '*'' Así, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 347; Dreher/Trondle, § 34 núm. 6; Dencker, JuS 1979, pág.
Profundizando sobre ello Roxin, jescheck-Festschrifr Tomo I págs. 457 ss., así como infra § 33 IV 5. 779; i.A''(ll.") (Hirsch) § 34 núm. 70; Küper "Verschuldetet" Notstand págs. 21 ss.; Rnxin, Allg. Teil I §
''•' Vid. la nota a pie núm. 15 (N del T ) . 16 núm. 50; Küpper, JuS 1990, pág. 188; Schonke/Schrbder/Lenckner, § 34 núm. 42.
390 § 33 Hl estado de necesidad justiíicanre IV. 1:1 estado tle necesidad justificante (§ 34) 391

para preservar el valor s i n o q u e rainbién d e b e ser "adecuada", lo q u e significa q u e en la situación una conversación del acusado inediaiiie un disposiiivo de escucha (BGH 34, 39 |5 1 .ss.]). Por regla general,
concreta el v e n c i m i e n t o del estado de necesidad p o r m e d i o del m e n o s c a b o del interés en conflic- la apropiación de dinero ajeno no está ¡usiiflcada por el § 34 pues las sim,iciones de necesidad que pueden
to, d e b e aparecer f u n d a d o , ser d i g n o d e a p r o b a c i ó n y estar p c i i t i i t i d o en inieiés de la [usticia. El arreglarse con dinero la mayoría de las veces pueden cubrirse por otro procedimiento o, sencillamente, de-
juez debe, p o r t a n t o , llevar a c a b o d o s valoraciones''^. La clásica sentencia R C 6 1 , 2 4 2 ya ex- ben ser consideradas como irremediables (de otra o|iiiiión, liCill 12, 299 1304 ss.]). Es inadmisible la ex-
presa esta idea c u a n d o i m p u s o c o m o c o n d i c i ó n d e la intervención "el c o n s e n t i m i e n t o leal o p r e - tracción de sangre de un fallecido con fines ¡Probatorios, [mes existen procedimientos especiales para el ase-
s u n t o de la e m b a r a z a d a " (p;íg. 2 5 6 ) (asimismo, § 2 1 8 a II '^*). La cláusula de adecuación lia sido guramiento de pruebas anticipadas o prec()nstiiuidas (con un criterio tliverso, OLG Frankfurt j Z 1975,
a s u m i d a e x p r e s a m e n t e en el § 3 4 , inciso s e g u n d o , y en el § 16, t a m b i é n inciso s e g u n d o , O W i G pág. 379 con comentario disidente de Geilen JZ 1975, pág. 380; restrictivamente sin embargo, OLG Pranklurt
N J W 1977, pág. 859). El sokhido, bombero o luneionario de policía debe responsabilizarse de la prorección
para a d a p t a r a s i m i s m o la cuestión del estado de necesidad "a los valores reconocidos p o r la c o -
frente a peligros reales para el cuerpo v la vida, no pudiendo apelar al estado de necesidad cuando infringe
lectividad" (vid. la f u n d a m c n t a c i ó n del E 1 9 6 2 pág. 159; B T - D r u c k s a c b e V/4()95 pág. 15). Del
su deber. El visitante de un hospital que cisualmente posee un grupo sanguíneo poco frecuente que se nece-
p r i m e r o d e los preceptos m e n c i o n a d o s ban sido d e d u c i d a s , entre otras, las siguientes icstriccio-
sita en ese momento no puede ser obligado a la donación de sangre pues la prestación de auxilio en tales
nes; n o se p u e d e apelar al estado d e necesidad c u a n d o el a u t o r ha i n c u m p l i d o un p r o c e d i m i e n t o
casos es un acto de libertad m o r a l ' ' . Un paciente no puede ser sometido a experimentos médicos en contra
d e t e r m i n a d o q u e el O r d e n a i n i e n t o j u r í d i c o prevé para la s u p e r a c i ó n d e un p e l i g r o ' " . A n t e s d e de su voluntad, incluso aunque éstos sean de una alta trascendencia para el avance de la medicina, porque
e m p r e n d e r la acción necesaria d e b e intentarse p r i m e r o conseguir el c o n s e n t i m i e n t o del interesa- también arentaría conrra su derecho a la autodeterminación. Asimismo, es inadmisible el trasplante de órga-
d o '". N o p u e d e acogerse al estado d e necesidad q u i e n a causa d e su posición está o b l i g a d o a nos sin la conformidad del donante vivo, incluso aunque la vida de un paciente dependa de ello. También
tolerar el peligro. El considerable alcance dai'iino d e las consecuencias p r o d u c i d a s (vgr., la c o n - en el rranspianre de órganos de personas tallecidas debe haberse expresado en vida su aprobación.
m o c i ó n d e la confianza en el m a n t e n i m i e n t o del secreto m é d i c o ) p u e d e n excluir el u n a justifica-
4 . El auxilio necesario t a m b i é n es admisible en el estado de necesidad justificante. T a m b i é n
ción. La a u t o n o m í a y la d i g n i d a d del interesado t a m b i é n p u e d e n e l i m i n a r la justificación del
a q u í el a u t o r d e b e actuar con voluntad de socorrer, ral y c o m o e x p r e s a m e n t e se explícita en el § 3 4
h e c h o c o m e t i d o p o r necesidad " .
S t G B y el § 16 O W i G ' ^ Por el contrario, si olijetivamente c o n c u r r e n los p r e s u p u e s t o s del esta-
Ejemplos: Para descubrir un deliro de tráfico de drogas la policía no puede infiltrar a un enlace, sino d o d e necesidad, no se requiere q u e el a u t o r haya llevado a c a b o u n examen concienzudo (de o t r a
que está vinculada por las disposiciones relativas a la investigación de la Stl'O (de otra opinión OLG Münchcn o p i n i ó n , R G 6 2 , 137 [138]) ''*. La infracción del examen c o n f o r m e a deber sólo a d q u i e r e signifi-
N J W 1972, pág. 2275 con comentario disidente de Otto, N J W 1973, pág. 668 y Amelung/Schall, ]uS 1973, c a d o c u a n d o faltan los presupuestos objetivos y el a u t o r t e n d r í a q u e haberse d a d o c u e n t a de ello
págs. 596 ss.). La facultad de las autoridades vinculadas en la persecución penal de llevar a cabo escuchas e c o n u n análisis i n e d i t a d o de la situación (vid. acerca del error infra § 4 1 I V 2 ) .
interceptaciones de conversaciones telefónicas está regulada de modo concluyente en los §§ 100a, 100b StPO;
aquí la aceptación del estado de necesidad sólo es posible en supuestos completamente extraordinarios (BGH 5. La regulación del § 34 relativa al estado de necesidad justificante es t a m b i é n aplicable a
3 1 , 304 1307]). Asimismo, la visita del letrado defen.sor al inculpado cuando está en prisión preventiva (§ los casos e n los q u e el peligro procede de u n a p e r s o n a y n o p u e d e recurrirse a la legítima defensa
48 StPO) sólo puede ser prohibida bajo circunstancias extraordinariamente atípicas (aquí: aumento del pe- ( e s t a d o d e n e c e s i d a d d e f e n s i v o o r i g i n a d o p o r p e r s o n a s ) ^'. A estos s u p u e s t o s p e r t e n e c e la
ligro para la vida de la víctima de un secuestro) (BGH 27, 260). Por el contrario, incluso en ca.sos de crimi- defensa frente a u n perjuicio i n m i n e n t e q u e p r o v i e n e d e u n a p e r s o n a q u e carece d e la cualidad
nalidad grave, el interés en la obtención de medios de prueba no es suficiente para justificar la grabación de d e acción c o i n o , p o r ejemplo, el c o n d u c t o r de u n vehículo q u e sin infracción de diligencia algu-
na se s u b e a la acera desplazado p o r el hielo (vid. supra § 3 2 II l a ) . A s i m i s m o , c o n c u r r e este
estado de necesidad frente a u n peligro d e s e n c a d e n a d o p o r una persona en el caso d e la necesi-
La cláusula de adecuación es considerada a menudo como una fórmula vacía y superflua, al estar d a d de dar m u e r t e al niiáo d u r a n t e el n a c i m i e n t o para salvar a la m a d r e o para evitarle la p r o d u c -
ya considerados todos los puntos de vista en la ponderación de intereses; así, BaumannlWeber, Allg. Teil ción d e u n grave dai'io a la salud, u n a c o m p l i c a c i ó n q u e bien p u e d e suceder si n o se hace a t i e m -
pág. iih Bockelmann/Volk. Allg. Teil pág. 100; Küper.]Z 1980, pág. 755; Krey, ZRP 1975, pág. 98; Schonke/
p o u n a cesárea. F i n a l m e n t e , son enjuiciables d e a c u e r d o c o n el § 3 4 aquellos supuestos en los
SchroderlLenckner, § 34 núm. A(>\ Stree, en; Roxin y otros, Einführung pág. 4 3 . De acuerdo con Roxin, Mis,.
Teil I § 16 níim. 85 la cláusula de adecuación sólo fija a la dignidad humana como "advertencia interpreta-
tiva vinculante" para el primer inciso del § 34. No obstante, su significado autónomo reside en que, por
motivos derivados del Ordenamienro ¡urídico en su conjunto, a menudo un interés esencialmente preemi- 5' Así, Gallas, Beitrage pág. 70; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 462; Wessels, Allg. Teil núm. 3 2 1 ;
nente no puede ser impuesto a través de la intervención motivada por un estado de necesidad; así, Dreherl
Schonke/Schrbder/Lenckner, § 34 núm. 4 l e . De otra opinión Roxin, Jescheck-Festschrift Tomo ! pág. 471
Trondle, § iA núm. 12; GShler, § 16 OWiG núm. 12; Grebing. GA 1979, págs. 89 ss.; Amelung/Schall, JuS
nota a pie núm. 40; Baiimann/Weher, Alg. Teil pág. 350; Delonge, Interessenabwagung págs. 1 50 ss. Dudo-
1975, pág. 569; Kienapfel, Ó J Z 1975, pág. 429; Hruschka, ]uS 1979, pág. ^5^0; Joerden, GA 1991, págs.
so >,í'0¿i, Allg. Teil 1.3/25.
411 ss.; Lackner, § 34 núm. 14; Kiihl, Allg. 'léil § 34 núms. 166 ss.; l'reisendanz, § 34 anotación 3c;
^•' LK(\ 1.*) (Hirsch) § 34 núms. 45 ss.; por el contrario, Schonkc/Schroder/Lenckner, § 34 núm. 48 y
Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 460; Wessels, Allg. Teil núm. 3 2 1 . Adoptan una posición ecléctica, Eser/ ;s Kühl, Allg. Teil § 8 núm. 153 exigen aquí también el conocimiento de la situación de necesidad.
Burkhardt, Strafrecht I núm. 12 A núms. 39 ss.; LK(\ 1.») (Hirsch) § 32 n ú m . 79 ("cláusula de control");
'''^ En esta dirección camina la doctrina mayoritaria; vid. Schonke/Schrbder/Lenckner, § 34 núm. 49
Maurach/Zipf, ÍÚXg.'VeW I § 27 núm. 38. También en el sentido del texto B G H N J W 1976, pág. 680 (681)
con referencias adicionales; Gbhler, § 16 OWiG núm. 13. De otra opinión, Blei, Allg. Teil pág. 150.
en relación con la apropiación indebida de un abogado del dinero de su mandante.
^' Sobre ello, fundamentalmente, Roxin, Jescheck-Festschrift l o m o I págs. 468 ss. Asimismo, Lackner,
''^ Vid. nota a pie núm. 15 (N del T). § 34 núm. 9; Küper, Grund-und Grenzfragen págs. 72, 122; Schbnke/Schrbder/Lenckner, § 32 núm. 3 1 ; SK
•*' De acuerdo también en esre punto ,VÁ' (Siimson) § 34 núm. 22. (Samson) § 34 núm. 16. Con razón quiere ¿^"(11.*) (Hirsch) § 34 núms. 73 ss. aplicar aquí el pensamiento
* Vid. Eser/Burkhardt, Strafrecht 1 núm. 12 A núm. 4 3 . jurídico del § 228 BGB, mientras que Günther, Strafrechtswidrigkeit págs. 3 3 ^ ss. acepta una "causa de
^' 'Lambién a favor de este caso, Roxiii, Jescheck-Festschrift Tomo 1 pág. 466 nota a pie núm. 30. exclusión del injusto penal".
392 § 33 1^1 estado de necesidad justificaruc V. líi conflicto de dobcics tic naturaleza justificante 393

q u e , si bien n o exisrc actualidad en el peligro, este es s i e m p r e i n n i i n e m e (encierro transitorio d e infracción o p e r a d a de este m o d o está cubierta p o r el conílicio de deberes d e naturalez.a justifi-
la m a d r e enferma mental al presentarse situaciones de excitación, B G H 13, 1 9 7 ; d i s p a r o sobre el cante. Lo más sencillo d e d e t e r m i n a r es la p r o p o r c i ó n valorativa de los deberes c u a n d o es i n e q u í -
m i r ó n ("Spanner"] q u e aterrorizaba a u n m a t r i m o n i o y q u e ya había c o m e n z a d o la h u i d a , B G H voca la diferencia de rango de los bienes jurídicos a los q u e aquéllos van referidos. Por regla ge-
N J W 1979, pág. 2 0 5 3 ) . neral, hay que c u m p l i r el d e b e r relacionado con el bien superior a costa del menor, p e r o la relación
t a m b i é n p u e d e invertirse en atención a las circunsrancias adicionales a considerar. Estos princi-
pios rigen para los tres g r u p o s d e casos del conflicto de deberes ' .
V. El c o n f l i c t o d e deberes de naturaleza justificante
Ejemplos: El depositario no puede devolver un instrumento al propietario si sabe que éste será utiliza-
1. U n caso específico del estado de necesidad justificante ^'' es el confiicto de deberes. Éste do para un aborto (RG 56, 168 [170 ss.]). El implicado en un accidente debe dejar de observar el deber de
existe c u a n d o , e n c o n t r á n d o s e alguien o b l i g a d o p o r u n d e b e r j u r í d i c o , sólo p u e d e c u m p l i r c o n él espera (§ 142) si es necesario conducir a un hetido al hospital para evitar un peligro para la vida o la salud
a costa d e o t r o q u e le obliga i g u a l m e n t e , p o r lo q u e la infracción del deber c o n t r a el q u e a t e n t a (conflicto entre un deber de acción y otro de omisión). Si han caído por la borda un pasajero y una maleta,
el capitán del bateo no puede rescatar ésta a costa de aquel. El soldado no debe abandonar el campo de
se m u e s t r a c o m o u n a acción u o m i s i ó n c o n m i n a d a con pena (RG 5 9 , 404, 406 ss.).
batalla para auxiliar a una víctima (conflicto cnttc dos deberes de acción). Ante un choque frontal inminen-
Hay q u e distinguir tres g r u p o s d e casos ^''. U n deber di acción p u e d e entrar en conflicto con te el conductor del vehículo no puede seguir conduciendo con la misma velocidad si el riesgo de usar los
un deber de omisión. Esta es la hipótesis en la que, p o r ejemplo, u n m é d i c o r o m p e su secreto profe- frenos es menor para los vehículos que le siguen (conflicto cnttc dos deberes de omisión).
sional al que está obligado frente a u n o de sus pacientes (deber de o m i s i ó n ) , para prevenir a o t r o de
b) Si, p o r el c o n r r a r i o , en atención al valor de los bienes jurídicos i m p l i c a d o s y todas las
sus pacientes de un tiesgo d e contagio (deber de acción) (RG 3 8 , 6 2 [64]). También p u e d e n con-
circunstancias restantes, los deberes en conflicto son equivalentes, e n t o n c e s h a y q u e seguir u n
currir dos deberes de acción de forma que sólo u n o de ellos p u e d a ser c u m p l i d o . Esta situación acae-
criteiio diferenciador en relación con los tres g r u p o s de casos aludidos a n t e r i o r m e n t e . Si c o n c u -
ce, verbigracia, c u a n d o h a b i e n d o sido internados al m i s m o t i e m p o dos heridos graves en el hospi-
rren u n deber de a c c i ó n c o n u n deber de o m i s i ó n , en la mayoría d e las ocasiones se a d m i t e la
tal, el m é d i c o tan sólo conecta u n o de ellos a la única m á q u i n a d e respiración y circulación asistida
preferencia de esre ú l t i m o y, d e acuerdo con ello, está justificada la infracción p o r o m i s i ó n del
existente, d e b i e n d o dejar m o r i r al otro. Finalmente, p u e d e n asimismo colisionar d e tal l u o d o varios
d e b e r d e acción q u e le obliga d e m o d o s i m u l t á n e o ' ' ' ' . Pero, en t o d o caso, esto n o p u e d e ser váli-
deberes de omisión, que al a u t o r n o le q u e d e n i n g u n a posibilidad de acción permitida. Esto rige
d o para los supuestos en los q u e la o m i s i ó n del a u t o r c o n d u c e a la m u e r t e d e u n a p e r s o n a a la
para el " c o n d u c t o r suicida" q u e circula e r r ó n e a m e n t e en dirección opuesta por la autopista, puesto
q u e aquél tendría q u e h a b e r p o d i d o y d e b i d o rescatar, p o r q u e la vida h u m a n a es el bien d e m a -
que no p u e d e pararse, ni seguir c o n d u c i e n d o , ni t a m p o c o dar marcha atrás (según la O L G Karisruhe
yor valor q u e merece la preferencia en la p o n d e r a c i ó n .
J Z 1984, pág. 2 4 0 con c o m e n t a r i o de Hruschka, en este caso el giro cauteloso en sentido c o n t r a r i o
está p e r m i t i d o de acuerdo con el § 16 O W i G ) . El conflicto de deberes se diferencia del estado de Ejemplos: En un pequeño hospital hay un único aparato de respiración asistida. Si el paciente A respira
necesidad c o m ú n en que a q u í en t o d o caso el a u t o r debe infringir u n o de los deberes implicados. con dicho dispositivo y el paciente B cae de repente en una situación de asfixia peligrosa para su vida, el
Un m e r o d e b e r moral no p u e d e ser sin e m b a r g o suficiente para dar lugar al conflicto de debetes médico que los trata no puede ni matar al paciente A mediante la retirada del aparato ni desatender su
deber de auxilio frente a B privándole del artefacto en cuestión'''. Algo parecido sucedió con el caso de la
(con otra postura A G Balingen N J W 1982, pág. 1006).
"eutanasia y los médicos" que, en tiempos del nacional-socialismo, se encontraron ante la siguiente disyun-
a) En el t r a t a m i e n t o del conflicto d e debetes h a y q u e d i s t i n g u i r entre los casos en los q u e tiva: o incluir en una lista los "casos desahuciados" de algunos de los enfermos mentales confiados a ellos
j u r í d i c a m e n t e p u e d e ser llevada a c a b o u n a g r a d u a c i ó n d e l r a n g o d e l o s intereses c o n c u r r e n - enttegándolos a la muerte, o ser despedidos de sus puestos con la consecuencia de que otros médicos más
sumisos hubieran enviado más enfermos mentales a tan trágico final. Tampoco aquí se plantea una justifica-
tes, y aquellos otros en los q u e u n a diferenciación de esta naturaleza n o es posible^*. La p o n d e -
ción, por ser irrelevante la forma en laque los médicos resolvieron el dilema (vid. O G H 1, 321 [336 ss.]; 2,
ración d e los deberes se efectúa a q u í de a c u e r d o c o n los p r i n c i p i o s del estado d e necesidad justi-
117 [1221; BGH N J W 1953, pág. 513 [514]).
ficante c o n lo q u e , n a t u r a l m e n t e , hay q u e tener en c u e n t a q u e a n t e la necesidad de infringir u n o
de los dos deberes goza de preferencia aquel q u e m í n i m a m e n t e aventaje al o t r o . A q u í n o sólo En c o n t r a d e la tesis d e la doctrina mayoritaria, si los deberes en dispura están referidos a
resulta decisiva la relación p r o p o r c i o n a l d e los bienes jurídicos a los q u e se refieren los deberes intereses d e m e n o r rango (por ejemplo, si la retirada u o m i s i ó n , respectivamente, sólo c o n d u c e n
respectivos, sino que más bien lo q u e resulta ser c o n c i u y e n t e es si en atención al c o n j u n t o d e los a u n d a ñ o a la salud) t a m p o c o p u e d e ser aceptada u n a justificación para el caso en el q u e el
deberes i m p l i c a d o s , a la finalidad ú l t i m a perseguida p o r el a u t o r y bajo la obser\'ancia d e los
valores reconocidos p o r la colectividad, u n o de los deberes se presenta c o m o superior al o t t o . La
^^ Esta es la visión más extendida; v\á. Jakohs, Allg. Teil 15/16 ss.; LK(\ 1.») (Hirsch) nota ptelimi-
nar núm. 78, antes del § 32; Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 27 núm. 52; SK (Samson) § 34 núm. 28; Schonkel
Schroder/Leckner, nota preliminar núm. 75 antes del § 32.
'° Asimismo, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 468; en contra I.K{\ 1.») {Hirsch) nota preliminar núm. '''' Así, Dreher/Tróndle, nota preliminar núm. 11 antes del § 32; Küper, Grund-und Grenzfragen pág.
74 antes del § 32 quien, a pesar de un cierto parentesco con el estado de necesidad justificante, acepta aquí 119; el mismo, JuS 1987, pág. 90; LK (11.») (Hirsch) nota prelinúnar núm. 76 antes del § 32; Jansen,
la existencia de una causa de justificación autónoma. Pflichtenkollisionen págs. 56 ss.;Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte pág. 137; Lenckner, Notstand págs.
^' Y'íá. Jansen, Pflichtcnkollisioneii pág. 10; Küper, Grund-und Grenzfragen págs. 18 ss.; Schonkel 5, 27; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 688; Welzel, Lehrbuch pág. 219.
Schr'óderlLenckner, nota preliminar núnis. 71 ss. antes del § 32; SK(Samson) § 34 núnis. 26 ss. *' En torno a este supuesto vid. Welzel. Lehrbuch pág. 185; Krey, JuS 1971, págs. 248 ss.; Küper, JuS
^' Vid. V. Weber, Kiesselbach-Festschritt págs. 234 ss.; Gallas, Beitrage págs. 59 ss.; Lackner, § ,34 1971, págs. 474 ss.; LKi^.') (Hirsch) nota preliminar núm. 179 antes del § 5 1 ; Roxin, Engisch-Festschrift
núm. 15. pág. 400.
394 §a V\ estado de nccc.siílnd justiricanrc Vi. 1.a autorización oficial como causa de justificación 395

autor desatienda el deber de acciiíii; del § 13 se deduce que en Derecho penal los deberes de auior carezca de una autorización oficial. En estos casos sutgc la ptegunta de si esta tiltima se
acción y de omisión se consideran de igual rango'"'. De ahí que sólo se planree una exculpiición configuta como un elemento del tipo de catáctet negativo como, por ejemplo, el actuar "sin el
del autor en un conflicto de deberes de un carácter tan trágico. consentimiento de los padres" en el § 2 3 6 ' " (vid. siiprn § 25 III 3), de modo que la existencia de
c) Lo misino sucede para el caso en el que se enlrentan dos deberes de acción equivalen- tal aptobación haga decaer el tipo mismo, o si pot el contrario se trata de una causa de justifica-
tes. El autor aqtn' también obra antijutídicamcntc en atención al deber iiictunplido. No obstan- ción que excluye la antijiuicidad '**. La tespuesta a esta ptegunta depende de qué finalidad posee
te, mayoriiariamente se acepta que en una situación de csra naturaleza en cierto modo el Orde- el requisito de la autotización en telación con el correspondiente mandato o ptohibición. Si se
namiento jurídico "deja libertad" al autot, de forma que en todo caso estatía justificado sea cual ttata de un comportamiento peligroso o no deseado que sólo excepcionalmente puede set petnii-
sea el deber que observe ^^. Incluso, para otra resis el hecho cae aquí en un "ámbito lido, entonces la aprobación oficial es una causa de justificación tal y como, por ejemplo, sucede
extrajurídico"''''. en el deliro de establecimiento ilegal de juegos de azat (§ 284)'"''. Por el contrario, si el requisito
sirve .sólo para una mejor supervisión de una actividad en sí misma deseada o, por lo menos,
Ejemplos: Dos heridos en un accidente, con las mism.ts posibilidades de supervivencia, son Trasladados
socialmente convencional, entonces acttia típicamente quien catccc de la necesaria autotización
al mismo tiempo a un hospital donde el medico-jefe elige a uno de ellos para ser conectado al único aparato
(por ejemplo, la circulación sin permiso de condircir del § 21 StVG).
existente de respiración asistida y dejando morir al otro. En un incendio en el que, encontrándose en peli-
gro de muerte dos niños, el padre sólo puede rescatat a uno de ellos falleciendo por tanto el segundo. 2. En el último supuesto mencionado el interés del Estado consiste simplemente en ejerci-
Lo mismo tiene que suceder con el conflicto de deberes de omisión equivalentes. En cl tar un control para detetminai si la fuente de peligro es dominada cotrectairiente y si las petso-
caso del "conductor suicida" donde era conscicnre de su siruación en la autopista, los distintos nas que intervienen en este ámbito poseen los conocimientos y formalidades necesarias. El con-
deberes de omisión no son valorativamente asimilables: por ello aquél puede y debe elegir la al- tenido de injusto de la conducción sin petmiso reside aquí únicamente en que se ha frustrado o
ternativa menos arriesgada (girar en sentido contrario de forma cautelosa) (OLG Karlsruhe JZ dificultado el esfuerzo de las autotidades en el obligado conttol de la actividad (delitos de des-
1984, pág. 240 con comentaiio de Hruschkd). obediencia pura). Así pues, la ausencia de la autorización oficial en este supuesto es un elemen-
to del tipo •"'.
2. Con la exclusión de la justificación todavía no se dice nada acetca de la punibilidad.
Ejemplos: En la conducción de un vehículo a motor la ausencia del permiso de conducir es un elemen-
Ciertamente, y en contra de la tesis dominante, la irresoluble contradicción de deberes equi-
to del tipo (§ 21 I, II StVG), pues la disposición tiene el sentido de posibilitat a la autoiidad un control
valentes no puede conducir a que, en todo caso, el autor actiie conforme a Derecho tome la
sobte la aptitud e idoneidad del solicitante a través del requisito del examen de conducir. Lo mismo sucede
decisión que tome, pues para el Ordenamiento jurídico el cumplimiento de un deber es tan im- con el ejercicio de la medicina de acuerdo con el § 5 de la HeilpraktikerG y con la explotación de instala-
portante como el otto. No obstante, el conflicto de intereses equivalentes puede ser una causa de ciones atómicas (§ 327) ^'.
exclusión de la culpabilidad (vid. infin § 47 1 2) ''5.
La existencia de la autorización oficial cubre también eventuales efectos secundarios dañinos. De ahí
que el ruido causado por el funcionamiento autorizado de una industtia no constituya una pertutbación
antijurídica del culto religioso (RG 35, 150 [151]), porque el Estado ha considerado que son socialmente
VI. La autorización oficial como causa de justificación
adecuados los riesgos asociados a la actividad a través de un piocedimiento de autorización.
1. En algunas disposiciones de la Parte Especial (vgr., en §§ 284 ss., 324 ss. ''^) y con fre- 3. Sin embargo, la autorización administrativa es una verdadera causa de justificación
cuencia en el Derecho penal especial (por ejemplo, § 23 ApothekenG, § 29 BtMG, § 21 StVG, en los casos en los qtie la acción no es socialmente útil o, como mínimo, valorativamente neutra
§ 53 WaffG), la punibilidad de un determinado comportamiento se hace depender de que el sino que, para que deba ser autorizada, exige una ponderación de inteteses frente a los de la co-

''' Así, Androidakis, Unrcrlassungsdelikte págs. 127 ss.; Gallas, Beitrage págs. 74 ss.; Dreher/Trondle, '^ El § 236 StGB en su redacción anterior regulaba el secuestio de una menor de dieciocho años con
nota preliminar núm. 11 antes del § 32; Hafi, Allg. Teil pág. 102. fines .sexuales llevado a cabo de acuerdo con su volunrad. Actualmente esta figura ha desaparecido y el § 236
''^ En este sentido, Hmschka, Dreher-Festschrift págs. 192 ,ss.; Matigakis. ZStW 84 (1972) pág. 447; StGB se dedica ahora a la tipificación del tráfico de niños (N del T).
Otto, Pflichtenkollision pág. 130; Kiiper, Grund-und (irenzfragen pág. 118; el mismo, ]uS 1987, pág. 89; ^^ Jakohs, Allg. Teil 16/28; ¿/éíll.») (Hirsch) nota preliminar núm. 160 antes del § 32; Dreher/Trondle,
¿A'(11.») (Hirsch) nota preliminar núm. 72 antes del § 32; Roxin, Allg. Teil ! § 16 núm. 105; Jakohs, Allg. nota preliminar núm. 3 antes del § 32; M«HW£-¿/Z;>/Allg. Teil I § 29 núm. \l;Reng¡er, ZStW 101 (1989)
Teil 15/6; Maurach/Zipf, § 27 núm. 55; Schmidhaiiser, Studienbuch pág. 412; Schonke/Schroder/Letickner, § págs. 878 ss.; Winkelhaicer, Verwairungsakzessorietat pág. 20; Goldmann, Behordiiche Genehmigung págs.
34 núm. 73; SK(Samson) § 34 núm. 29. 93 ss., 128 ss.; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 61 antes del § 32.
'' Así, Blei, Allg. Teil pág. 2\A;Arthnr Kanfmann, Maurach-Fesischrifr págs. 336 ss.; Dingeldey, Jura <•' Así, BVetfGE 28, 119 (148); jakobs, Allg. Teil 16/29; LK (11.") (Hirsch) nota pteliminar núm.
1979, pág. 482. 160 antes del § 32. De otra opinión DreherlTrondle, § 284 núm. 15; Lackner, § 284 núm. 12; LK(\0.') (v.
' ' Asimismo, DreherlTriindle. ñora preliminar núm. 11 antes del § 32; Gallas, Beittage págs. 75 ss.; Bubnojf) § 284 núm. 14; SchonkelSchroderlEser, § 284 núm. 18 (exclusión de la ripicidad).
Haft. Allg. Teil pág. 102. También aquí a favor de una "exclusión del injusto penal" Giinther, ^° Vid. Blei, Allg. Teil pág. 156; LK{\\.') (Hirsch) nota pteliminat n. 160 antes del § 32; Schonkel
Strafrcitswidrigkeit pág. 333. SchroderlLenckner, nota preliminar núm. 61 antes del § 32.
"^ Acerca de la diferenre formulación de la reserva de autorización en Derecho penal amblenral Schonkel ^' Así, Dolling, ]Z 1985, pág. 462; Horn, NJW 1988, pág. 2337; HeinelMeinberg, DJT-Gutachten
SchrbderlCramer, nota preliminar núm. 12 antes del § 324. D P-ig 46.
396 § 33 El estado de necesidad justificante \ ' l l . i^crccho extranjero 397

Icciividad ' - . La autorización oficial justificante es u n s u p u e s t o especial del estado d e necesidad pios del "ctat de nccessité"; sin embatgo, el ámbito de aplicación de este "fait justificatif" comprende tam-
del m i s m o carácter, lo q u e trac p o r c o n s e c u e n c i a q u e el requisito d e la autorización prevalece y bién supuestos que según el Derecho alemán pertenecerían a! esrado de necesidad exculpante ^L El Código
penal de 1994 contiene una tegulación del estado de necesidad justificante en el att. 122-7 donde se refleja
q u e , incluso, en una situación d e necesidad u n c o m p o r t a m i e n t o espont.ínco n o está jttstificado
la jurisprudencia de su Tribunal de Casación, que establece como requisitos de esta figuta el peligro acrual
c o n f o r m e al § 3 4 ' ' . Si la a u t o r i z a c i ó n se s u p e d i t a a u n a c o n d i c i ó n , aquella sólo justifica la ac-
para personas o bienes, la necesidad de la intervención para su salvaguardia y la proporcionalidad^^. Tam-
ción en sí m i s m a p r o h i b i d a c u a n d o se c u m p l a la citada c o n d i c i ó n . C o m o e l e m e n t o subjetivo de
bién la disposición del esrado de necesidad en Derecho italiano (art. 54 C.p.) es una causa de justifica-
justificación a q u í t a m b i é n se exige la acttiación sobre la base de la a u t o r i z a c i ó n . ción *^, aunque se encuentta limitada a la protección de las personas. El Proyecto ptopone en su art. 17.3.°
Ejemplos: La autorización oficial es una causa de justificación en la utilización de sustancias estupefa- la inrroducción de una disposición especial que recoja el estado de necesidad exculpante . En el Detecho
cientes (§ 29 I ntim. 1 BtMG), en la importación de explosivos (§ 15 SprengG), en el trabajo con agentes belga, donde no existe ningún precepto relativo al estado de necesidad, se discute además si se trara de una
patógenos ( § 1 9 1 BSeuchG) y en la contaminación de las aguas (§ 324) '''. causa de jusnficación o de exculpación *'. El Detecho español contiene en el att. 8.7.° C.p. *'' una disposi-
ción geneta! sobte e! estado de necesidad, que sobte todo determina que el daño causado a rravés de la
4 . U n a a u t o t i z a c i ó n oficial q u e es nula segtin el D e r e c h o a d m i n i s t r a t i v o carece d e efecto acción necesaria no puede ser mayor que el daño que pretende evitatse. Pata la justificación se exige una
alguno . Lo m i s m o sucede, d e c o n f o r m i d a d c o n la teoría del c o n s e n t i m i e n t o (vid. infra § 34 difetencia valotativa en beneficio del interés protegido ^'. El Derecho neerlandés previene en el art. 40 W.v.S.
IV 5), c u a n d o la autorización se o b t i e n e m e d i a n t e violencia o engaño'^ (así, e x p r e s a m e n t e , el § una escueta tegulación sobte el "overmacht' ''^. En Derecho inglés el caso más importante, esto es, el de la
3 3 0 d n ú m . 5). Esto, sin e m b a r g o , n o p u e d e regir para la a u t o r i z a c i ó n q u e excluye el tipo en la interrupción del embarazo, se cncuenrra regulado en la sccc. 1.^ del Infant Life (Preservation) Act 1929, así
q u e basta su m e r a existencia siti c o n s i d e r a c i ó n a su corrección m a t e r i a l ' ' ' . Por lo d e m á s , u n a como en la secc. 1." del Abottion Act de 1967. Hipótesis adicionales se discuten pot la doctrina bajo la voz
autorización oficial correcta es eficaz hasta su revocación incluso a u n q u e el autor conozca la irre- de "necessity" ^^. El Detecho norteamericano trata conjuntamente el estado de necesidad de bienes junto
con el estado de necesidad exculpante bajo el concepto de "necessity" pero, sin embargo, separa del mismo
gularidad '*.
el estado de necesidad agresivo ("duress")'". Las secc. 3.02, 2.09 del Código Penal Modelo no marca en esre
punto restricción de ningún tipo. En Brasil se distingue claramente entre estado de necesidad justificante y
exculpante^', aunque el att. 24 integta ambos casos bajo el concepto de la inexigibilidad.
V I L D e r e c h o extranjero

También en el extranjero se tiene en cuenta la problemática en ¡a que se basa e! estado de necesidad


justificante y, en su mayor patte, se alcanzan los mismos resultados a los que llega la docrrina y jurispruden-
*' Stefani/Levasseur/Bouloc, Dtoit penal general núm. 354-1; Merle/Vitu, Traite I núm. 445; Cass. v.
cia alemana. Esto evidencia que las cuestiones aquí involucradas están vinculadas con un principio general
25.6.1958, D.E 1958, 693; Cass. v. 27.12.1961, J.C.R 1962, II 12652; Cass. v. 2 1 . 1 1 . 1 9 7 4 , ] . C. P 1975,
de la justicia. El Detecho austríaco coincide en este punto con el alemán ' ' , incluso sin poseer una disposi-
II 18143.
ción que se corresponda con el § 34 alemán. En Suiza es el art. 34 schvveiz. StGB la disposición que regula
*^ Al respccro, Desportes/Le Gunchec, Présentation núm. 34; Pradel, Le nouveau Code penal núm. 43.
positivamente el esrado de necesidad y que es considerada como una causa de justificación *". En Francia,
'^ Así, FiandacalMusco, Diritto pénale pág. 224; Romano, Rechtfertigung pág. 121. De otta opinión,
los ca.sos inequívocos de conflicto de bienes jurídicos son considerados impunes de acuerdo con los princi-
Scarano, La non esigibilitá págs. 117 ss. Sobte todo ello Azzali, Stato di necessitá págs. 356 .ss.
Esto contribuiría a clarificar el tema, pues en la docttina no se recoge de modo inequívoco; vid.
los ejemplos para el art. 54 C.p. áe Mantovaní, Diritto pénale pág. 273.
'' Vid. Goldmann, Behordliche Genehmigung págs. 128 ss. *' Dupont/Verstraeten, Handboek núm. 384. Desartolia una data distinción pot el contrario, Hennaul
'3 Así, Roxin, Allg. Teil 1 § 17 núm. 4 8 ; Winkelhauer, NStZ 1988, págs. 340 ss., 343. Verhaegen, Droir penal general núms. 213, 223.
''' Así, Rudolphi, NStZ 1984, pág. 196; TiedemamdKindhüuser, NStZ 1988, págs. 340 ss., 343. ^' La referencia a esre precepto debe entenderse tcalizada al art. 20.5.° del Código penal de 1995 (N
'•* Frisch, Verwaltungsakzessorietar págs. 102 ss.; SchonkeíSchroder/Lenckner, nota preliminar ntim. delT).
62 antes de! § 32. ^' Antón Oncea, Derecho penal pág. 265; Rodríguez DevesafSerrano Gómez, Derecho pena! págs. 567
' Frisch, Verwaitungsakzessorietát págs. 72 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 17 núm. 47; SchdnkelSclnoderl ss.; Cerezo Mir, Hilde Kaufmann-Gedachtnisschtift págs. 689 ss.; Cobo del Rosal/Vives Antón, Derecho pe-
l.encliner, nota pteliminar núm. 63 antes del § 32; pot el conttario, a favor de una rigurosa accesoricdad nal pág. 396; Córdoba Rodal Rodríguez Mourullo, art. 8.7.° comentario II. Gimbernat Ordeig, Rechtfertigung
administrativa LK{\ 1.^) {Hirsch) nota preliminar núms. 164 ss. antes de! § 32. pág. 76 acepta la justificación también en el caso de equivalencia de los bienes jutídicos. Al rcspecro, tam-
' ' En la autorización justificante obtenida mediante engaño o violencia, Lencliner, Pfciffer-Festschrift bién,/ifrrtftt, Rechtfertigung págs. 191 ss.
págs. 39 ss. considera la revocación como una condición objetiva de punibílidad, pues no merece ninguna *** La docttina incluye también bajo este precepto supuestos del estado de necesidad justificante; vid.
protección quien actúa sobte la base de una autorización oficial obtenida capciosamente. Pompe, Handboek págs. 130 ss.; el mismo. Das niederlandische Strafrecht págs. 72 ss.; Hazewinkel-Suringal
"* Diilling, J Z 1 9 8 5 , pág. 4 6 9 ; Trondle, K. M e y e t - G e d a c h t n i s s c h t i f t pág. 6 2 4 ; Frisch, Remmelink, Inleiding págs. 298 ss.; Jescheck, Criminal Law ¡n Action pág. 9.
Verwaitungsalczessofietat págs. 81 ss. (fuera de la concreta puesta en peligro de bienes jutídicos protegidos). "' Vid. Grünhut, Das englische Strafrecht págs. 205 ss.; Smith/Hogan, Criminal Law págs. 245 ss.
''' Vid. Rittler, Tomo I pág. 144; el mismo, OGH-Festscltrift pág. 249; Kienapfel, Ó J Z 1975, pág. (págs. 250 ss.; en el accidente del transbordador de Ostende el homicidio de una persona que impedía el
421 ss.; el mismo, Der tecbtfertigende Notsrand págs. 39 ss.; WK (Nowakowski) nota final núnrs. 3 ss. al § camino de salida fue considerado como "not necessarily murder" y finalmente no fue perseguido); Cohén,
3. El OCiH también ha asumido la teotía diferenciadora ( O G H O R i Z 1959, pág. 63; JBl 1972, pág. 623). Modern Doctrine of Necessiry págs. 976 ss. (desde una perspectiva de Derecho comparado); Glanville
*" Hafter, Allg. Teil pág. 157; Schultz, Einführung I pág. 163; Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, Allg. Williams, Criminal Law págs. 724 ss.; Prócbel, Norsrand págs. 51 ss.
Tei! 1 págs. 198 ss; Schwander, Das .scliweiz. StG B págs. 81 ss. con referencias jurisprudenciales; importante ' " Vid. Robinson, Criminal Law Defenses Tomo 11 p.ágs. 45 ss. ("lesser cvils defense"), 377_ ss. ("duress");
es, sobre todo, la BGE 75 (1949) IV 4 9 . El Anteproyecto de Hans Schultz (1985) pág. 54 ptetende eliminar Honig, Das ametikanische Sttaftecht págs. 1 57 ss.; Etzel, Notstand págs. 119 ss.
acertadamente del estado de necesidad el requisito de la ausencia de culpa. " Así, Fragoso, Linóes págs. 195 ss.; de jesús. Comentarios, art. 24 anotaci.ín núm. 2.
398 § 34 Consentimiento y consentimiento ptesnnto tlel ofciulitlo I. La conforinid.ui del afectado y su trataniienio en L^crecho penal 399

§ 3 4 C o n s e n t i m i e n t o y c o n s e n t i m i e n t o presunto del ofendido gcfahrdnng, Fcsrsclirift für H. Iróiidlc, 19S9, pág. 157; Pfersdorff, Dic Faawiiligung des Verletzten ais
Straíausschlicfiímgsgrund, Diss. Straísburg 1897; Riz, II consenso deH'avcnte diritto, 1979; Rojsner, Verzicbt
Amelmig, l)ic Einwillígimg iii die Bccinirachtigung cines (¡rundrcclusgiucs, 19fJl; el mismo, l)ic des Patientcn auf cine Aulldarung durch den Arzt, NJW 1990, pág. 2291; Roxin, Verwerflicbkeit und
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G e n e h m i g u n g ais Rcchtfertigungsgrund, Diss. Freiburg 1967; Günther, Strafrechtswidrigkeit und I. La c o n f o r m i d a d del afectado y s u t r a t a m i e n t o en D e r e c h o p e n a l
Strafunrcchtsausschlufi, 1983; Haefliger, Uber die Einwilligung des Verletzten im Strafrecht, SchwZStr 67
(1952) pág. 92; Hamiek, Dic Sterilisation atis sozialer Indikation, JZ 1964, pág. 393; el mismo, Anmetkung 1. La c o n f o r m i d a d del afectado p o r el delito p u e d e tener u n significado diverso para el
zu BGH 20, 8 1 , J Z 1965, pág. 2 2 1 ; Herzherg, Tanken ohnc zu zahlen, JA 1980, pág. 385; el mismo, e n j u i c i a m i e n t o jurídico-picnal .
Tatbestands-und Verbotsirrtum, GA 1993, pág. 439; Hirseh, Delikte gegcn die korperliche Unversehrtheit, a) Por u n lado existen delitos que sólo p u e d e n ser cometidos c o n la c o n f o r m i d a d d e la otra
ZStW 83 (1971) pág. 140; el mismo, Einwilligung und Selbstbestimmung, Festschrift für H. Welzel, 1974,
parte (delitos de e n c u e n t r o , vid. infra ^ 6'iV 1), c o m o la usura (§ 2 9 1 ) o la p r o d u c c i ó n con.senti-
pág. 775; el mismo, Z u m Spannungsverhaltnis zwischen Theorie und Praxis, Festschrift für H. Trondle, 1989,
da d e mutilaciones para librarse del ser\'icio militar (§ 109 1 en su segunda alternativa). En estos
pág. 19; Honig, Die Einwilligung des Verletzten, 1919; Horn, Dcr mediziniscb nicht indizierte, abcr vom
rasos la c o n f o r m i d a d pertenece a los elementos del tipo de la acción punible. Sin e m b a r g o , este
Patientcn verlangte Eingriff JuS 1979, pág. 29; Hruschka, Extra.systematische Rcchtfertigungsgründc,
Festschrift für E. D r c h e r , 1 9 7 7 , p á g . 189; Armin Kaufmann, Rcchtspflichtbegründung und g r u p o de supuestos no es di.scutido y por lo tanto p u e d e q u e d a r fuera d e nuestra atención.
Tatbestandseinschrankung, Festschrift für U. Klug, Tomo II, 1983, pág. 277; Kefler, Die Einwilligung des b) Existen a d e m á s disposiciones penales en las q u e , d e c o n f o r m i d a d c o n su t e n o r literal o
Verletzten in ihrer strafrechtlichen Bcdeutung, 1884; Kientzy, Der Mangel am Straftatbestand infolgc
el s e n t i d o d e la descripción delictiva, la acción típica se dirige i n m e d i a t a y exclusivainente en
Einwilligung des Rechfsgutstrágers, 1970; Kühne, Die strafrechtliche Relcvanz cines auf Fehivorstellungen
c o n t r a d e la v o l u n t a d del afectado p o r lo q u e aquélla, a n t e la aquiescencia d e éste, n o suscita
gegründeten Rechrsgutsverzichrs, J Z 1979, 24 pág. 1; Kujímann, Einwilligung und Einverstándnis bei
repaio de n i n g u n a cl.ase. Estos supuestos consisten en una c o n t r a d i c c i ó n de la v o l u n t a d del ofen-
Táuschung, írrrum und Zwang, Diss. Bonn 1988; Langrock, Zur Einwilligung in die Verkehrsgefáhrdiing,
M D R 1970, pág. 982; Lenckner, Die Einwilligung Minderjahriger und deren gcsct/.lichcr Vertreter, Z S t W d i d o q u e viene a ser u n a circunstancia fundairicnradora del injusto d e la c o r r e s p o n d i e n t e figura
72 (1960) pág. 446; Marx, Die Definition des Bcgriffs "Rechtsgut", 1972; Maria-Katharina Meyer, Ausschlufi de delito. En el caso de q u e el afectado esté d e a c u e r d o , la acción p u n i b l e se c o n v i e n e en un
der Autonomie durch Irrtum, 1984; Noli, Übergesetziichc Rechtfertigungsgründc, im bcsonderen dic suceso n o r m a l d e n t r o del m a r c o de u n orden social establecido. P e n a l m e n t e esto significa que en
Einwilligung des Verletzten, 1955; f/»«>»;<?,Tatbestand und Rechtswidritgkeit usw., Z S t W 7 7 (1965) pág. estos casos a n t e la a p r o b a c i ó n el h e c h o n o se c o n f o r m a c o m o parte del injusto típico y q u e d e
1; el mismo, Begriff und Funktion der guten Sitten im Strafrecht, Festschrift für das OLG Zweibrückcn,
1969, pág. 206; Ostendorf, Grundzüge des konkretcn Gefahrdungsdelikts, JuS 1982, pág. 426; Ot¡o,
Eigenverantwortiiche Selbstschiidigung und-gcfahrdung sowie einvcrstándlichc Fremdschadigung und-
' Vid. al respecto, Binding, Handbuch pág. 717; Honig, Einwilligung pág. 119; Noli, Übetge.sctzliche
Rechtfettigung.sgfünde pág. 64; Geerds, GA 1954, pág. 262; elmismo, ZStW 72 (1960) págs. 42 ss.
400 § 34 C^oiisonrimicnlo y consentimiento presunto tlel ofendido 1. La aprobación do¡ afectado y sn tratamiento en [derecho penal 401

este i n o d o t a m p o c o existe mía acción típica. A este s u p u e s t o de la c o n f o r m i d a d se le d e n o m i n a un menoscabo de su integridad corporal (§ 223) más o menos profundo. Quien en un proceso de divotcio
" a c u e r d o " ("Einvcrstandiiis") -. autofiza a su médico de familia a declarar acerca de una grave perturbación psíquica que padece (§ 203 i
tiúm. 1 StGB, §§ 383 1 n. 6, 385 II ZPt)). rentincia ítente a los intervinientes en el proceso a un secreto
Ejí'niplüs: En los delitos que atentan contra la libertad en la íormación de la voluntad o de su ejecij- rigurosamente guardado ' . El río que permite a su sobrino desmontar una parte de su automóvil para que
cióii (vgr., §§ 108, 177, 240, 249, 253), el acuerdo del afectado excluye la tipicidad de la acción. Una ac- de este modo se instruya acerca de los posibles trabajos de reparación que pueden sucedcrle durante una
tuación en contra de la voluntad de la mujer pertenece también al tipo del secuestro en el sentido del § expedición científica, remmcia transitoriamente a su disposición inmediata de uso (§ 303).
237-' (BGH 23, 1 [3]). La "lesión" de la posesión ajena en el hurto (§ 242) no puede rener lugar de otro
modo que en contra de la voluntad del titular de su renencia (BayübLG JZ 1979, p;íg. 146). También el 2. M i e n t r a s q u e en p r i n c i p i o existe u n i d a d acerca d e la diferenciación e n t r e el a c u e r d o y el
allanamiento de morada (§ 123) exige para sus dos formas coinisivas la actuación en contra de la voluntad consentimiento , en c a m b i o su t r a t a m i e n t o j u r í d i c o - p e n a l resulta d i s c u t i d o .
del titular de aquél .
a) C o n frecuencia se ha a d m i t i d o q u e p o d r í a n ser f o r m u l a d o s principios generales en rela-
c) Por el c o n t r a r i o , en otras disposiciones penales el m e n o s c a b o m i s m o del bien j u r í d i c o ción c o n el "acuerdo" y los requisitos para sn eficacia. Y en este s e n t i d o se dijo q u e el a c u e r d o
riene lugar incluso c u a n d o el h e c h o sucede de a c u e r d o con la v o l u n t a d d e su titular. La acción poseía u n a "naturaleza p u r a m e n t e táctica", p o r lo q u e n o perjudicaría en n a d a si fue p r e s t a d o
descrita en el tipo no es, p o r t a n t o , u n suceso n o t m a l de la vida social sino q u e p t o b a b l c m e n t c e q u i v o c a d a m e n t e o el afectado no había c a p t a d o el significado del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o . Asi-
c o n d u c e a u n a p é r d i d a b a s t a n t e doloro.sa q u e , no o b s t a n t e , el titular del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o m i s m o , el a c u e t d o n o ncccsitatía ni ser declarado e x p r e s a m e n t e ni t a m p o c o h a b e r sido c o n o c i d o
está d i s p u e s t o a toletar p o r m o t i v o s derivados del m a r c o d e su libertad de disposición. La d o c t r i - p o r el a u t o r " . N o o b s t a n t e , frente a ello se erigen fundadas o b j e c i o n e s '". En realidad, el acuer-
na mayoritaria d e n o m i n a a estos casos " c o n s e n t i m i e n t o " ("Einwilligung") y trata la conforitii- d o no posee en t o d o s los ca.sos una natutalcza p u t a m e n t e fáctica; p e r o t a m b i é n la p r e g u n t a acer-
dad c o m o u n a causa d e justificación ••, p u e s a q u í n o sólo se trata del p o d e r d e disposición del ca de hasta q u é p u n t o p u e d e estat influido p o r el e n g a ñ o o la violencia y d e c ó m o d e b e ser m a -
titular sino d e u n valor j u r í d i c a m e n t e p r o t e g i d o i n d e p e n d i e n t e de ello. nifestado e x t e r n a m e n t e , n o p u e d e ser c o n t e s t a d a de un m o d o general sino sólo en el m a r c o d e la
i n t e r p r e t a c i ó n d e los tipos concretos v de a c u e t d o con el s e n t i d o y finalidad d e éstos.
Ejemplos: Quien decide tomat parte en un experimento cienrífico en el que por un tiempo se pierde el
contacto con el mundo exterior, renuncia temporalmente a su libertad de movimiento (§ 239) ' . Quien Ejemplos: De esta fotma, es suficiente para la exclusión de la violación (§ 177) la natural aprobación
como donante de órganos pone a disposición su riñon para un trasplante, sacrifica una parre imporrante del de la mujer en la relación sexual exttamatrimonial '^. No depende, pues, de la capacidad de razonamiento o
cuerpo para ayudar a otra persona (§ 224)''. Quien se somete a una operación de cirugía estética ^ soporra del error porque el tipo de la violación únicamenre concurre cuando la relación sexual exttamariral es forza-
da por medio del empleo de la fuerza o la amenaza de un peligro actual para el cuerpo o la vida '''. La mera
tolerancia o resignación ("Duldung") de la relación sexual no excluye desde luego el tipo. Completamente
^ Así, por primera vez, Geerds, Einwilligung und Einverstandnis págs. 105 ss.; el mismo, GA 1954, distinta es la situación jutídica en el allanamiento de morada (§ 123), en el que toda presión del autor a la
pág. 262, a quien le sigue la jurisprudencia (BGH 8, 273 [276]; 23, 3; BayObLG JZ 1979, pág. 146) y la voluntad contraria del titular de aquélla cumple con el requisiro de la intrusión, mientras que el acuerde
doctrina mayoritaria; vid. Blei, Allg. Teil pág. 133; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 102; Dreher/Twiidle, engai'ioso hace decaer el ripo delictivo ' ' . En los tipos delictivos concretos también es diverso el crirerio
nota preliminar mam. 3a, b, antes del § 32; ¿Ar(ll.*) (Hinch) ñora preliminar niím. 96 antes del § 32;
Geppert, ZStW 83 (1971) págs. 959 ss.; KohlrauschlLange, nota preliminar núm. II 3a antes del § 51; Lackner,
nota preliminar núm. 11 antes del § 32; Triffterer, Allg. Teil págs. 239 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 269;
Sch'ónkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 29 atites del § 32; Welzel, Lehrbuch pág. 95; SK (Samson)
nota preliminar núm. 36 antes del § 32; Wessels, Allg. Teil núms. 362 ss. En contta de la tesis dominante, Schdnke/Schroder/Lenckner, § 203 núm. 22 acepta eti este caso una
^ El § 237 StGB, que tipificaba expresamente el secuestro de una mujer con fines sexuales, se en- conformidad excluyenre del ripo.
cuentra actualmente derogado, por lo que para este caso la privación de libertad en sí misma considerada '" De otta opinión sobre rodo Roxin, Allg. Teil I § 13 núm. W; el mismo. Córrela-Festschrift págs.
realiza el tipo de detenciones ilegales recogido en el § 239 StGB (N d e l T ) . 19 ss.; Kientzy, Der Mangel am Straftatbestand págs. 32 .ss.; en cambio, Schmidhauser, Allg. Teil págs. 269
'' Trarando el significado de la voluntad aquiescente en los distintos delitos, Wimmer, págs. 12 ss. ss.; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 17 núms. 31 ss. y Zipf, Einwilligung und Risikoübernahme pág. 20, se
' Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 320, 329; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 3a, b antes atienen a la distinción mencionada y sólo pretenden modificat la posición del consentimiento en la esttuc-
del § 32; Geerds, ZStW 72 (1960) pág. 4 3 ; Hruschka, Dreher-Festschrift pág. 197; Lackner, nota prelitninar rura del delito.
núm. 10 antes del § 32; Otto, Grundkurs págs. 117 ss.; Honig, Einwilligung págs. 1 ss.; Kühl, Allg. Teil § " Así, Geerds, GA 1954, pág. 265; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 102; Welzel, Lehfbuch pág. 95;
19 núin. 22; LK(Hirsch) nota preliminar núm. 92, 98, anres del § 32; Hirsch, Welzel-Festschrift pág. 799 Wessels, Allg. Teil núm. 368.
nota a pie núm. 75; Schbnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 33 antes del § 32; SK (Samson) nota '" Así, ylrzf, Willensmangel págs. 24 ss.; LK{\ \^)(Hirsch) nota preliminar núm. 101 ss. antes del §
prclitiiinar núm. 38 antes del § 32; Stratenwerth, Allg. liíil I núm. 360; Wessels, Allg. Teil nútn. 370; WK 32; Roxin, Allg. Teil I § 13 núm. 11; SchonkelSchrbderlLenckner, nota preliminar núm. 32 antes del § 32;
(Nowakowski) nota posterior núm. 34 al § 3; Welzel, Lehrbuch pág. 95. También en este sentido camina la SK (Samson) nota preliminar núm. 37 antes del § 32; Zipj, Einwilligung und Risikoübernahme págs. 15 .ss.;
jurisprudencia (BGH 16, 309 .ss.; 23, 1 [41]; B G H JZ 1979, pág. 146). Diferenciando según los supuestos Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 370. Vid., además, Kientz Der Mangel am Straftatbestand págs. 65 ss., quien
Jakobs, Allg. Teil 7/111 ss.; Trijfterer, Allg. Teil págs. 240 ss. sin embatgo pretende tratar todos los casos del "acuerdo" según las reglas del consentimiento, algo que por
'' Sin embargo, la tesis dominante sostiene que en el § 239 la aprobación desarrolla un efecro exclu- orra parte va demasiado lejos en la dirección contraria.
yente de la npicidad; vid. Bloy, ZSrW 96 (1984) pág. 713 nota a pie núm. 31 con referencias bibliográficas. ' Téngase en cuenta que, de acuerdo con la esttuctura legal vigenre del delito de violación (§ 177),
^ La remisión debe entenderse tealizada al actual § 226 I 2 (N del I ) . ya resulta irrelevanre si la relación sexual del autor es inrra o exrramariral (N del T ) .
** De acuerdo con la tesis mayoritaria, el ttatamiento médico no constituye ni siquiera una lesión cor- '"* Véase la ñora anterior (N del T).
poral típica (vid. infra § 34 III 3a). '^ Vid. SchonkelSchróderlLenckncr, § 123 núm. 22; BayObLG 1951, 181.
402 § 34 C o n s e n t i m i e n t o y consentimiento |5rcsunto del ofendido I. La aprobaciíni del atecrado y su tratamiento en Derecho penal 403

relativo la necesaria capacidad de razonamiento para cmitit tni acuerdo ellcaz: en el rapto (§ 237 ''') la apto- causa de justificación p o d r í a q u e d a r abierta si careciera d e trascendencia práctica. Pero éste n o
bación voluntaria y natura! de la mujer es suficiente para negar la existencia del tipo, incluso auiupie se traie resulta ser el caso. A n t e s bien, las consecuencias prácticas son las m i s m a s q u e si se tratata a Lis
de una enferma mental (BGH 23, 1 (3]); por el contrario, en ci alcjaitiiento sin autotización del lugar del causas de justificación c o m o elementos negativos del tipo (vid. supm § 25 III). Por u n a parte, el
accidente (§ 142) no cabe la renuncia efectiva a la realización de las debidas comprobaciones por pane de t t a t a m i e n t o del e r r o r acerca d e los presupuestos del c o n s e n t i m i e n t o d e p e n d e d e su posición en el
un joven implicado en el mismo (OLG Hamni VRS 23, 102 [104]; O l . C Karlsruhe GA 1970, pág. 31 1
sistema. Y d e otra, su ubicación es d e t e t m i n a n t e pata castigar p o r tentativa o p o r delito c o n s u -
(3121) ' ' . Tantbién la emisión del acuerdo puede ser importante para la exclusión del tipo. Si la policía deja
m a d o en aqtiellos supuestos en los qtie la existencia del c o n s e n t i m i e n t o ha p a s a d o ¡nadvettida
qtie un cartctista cometa el hecho frente a una nuijer policía (¡ue va tic jiaisano mezclada en la agloineraci<)n
para el autor.
de! mercado y portando un monedero en la cesta de la compra, entonces el autot que se lleva consigo el
dineto sólo comete un hurto en grado de tentativa pues la meta existencia del acuerdo por parte del titular 3 . Lo correcto es c o n c e b i r al consentimiento c o m o u n a causa d e j u s t i f i c a c i ó n . El o b j e t o
de la posesión es suficiente pata excluir la transgtesión posesoria (BGH 4, 199). En el autoservicio de una
d e protección penal en los tipos viene c o n s t i t u i d o p o t los bienes jurídicos a los q u e aquéllos se
gasolinera quien se marcha sin pagar comeré una estala (§ 263) o una apropiación indebida (§ 246), pero
refieren, incluida la i n t e g r i d a d del objeto q u e se tnenoscaba con la acción típica, y n o m e r a m e n -
en ningitn caso un hurto (§ 242) pues el tirulat del negocio está de acuerdo en el traspaso de ¡i posesión
te la libertad d e disposición del t i t u l a t - " . La integridad corporal, la l i b e r t a d a m b u l a t o r i a , la p r o -
(BGH N J W 1983, pág. 2827) "". l'or el conttatio, debe sct considerada como intrusión (§ 123) la "ocupa-
ción de una morada" por petsonas no autorizadas, aunque el propietario de la misma se haya conformado piedad, el h o n o r o el á m b i t o d e reserva personal, son i n d e p e n d i e n t e m e n t e p r o t e g i d o s d e la vo-
tácitamente con ¡a entrada debido a la presión de las circunstancias. El acuerdo del conductor del vehículo l u n t a d del titular c o m o bienes naturales de la c o m u n i d a d ; la liberrad, la a u t o d e t e r m i n a c i ó n y la
con el supuesto lavado del mismo no contiene renuncia alguna a su posesión (hurto con astucia y no estafli) d i g n i d a d d e la persona están constituidos, protegidos e, i n c l u s o la mayoría d e las veces, garanti-
(BGH VRS 4 8 , 175). La mera toletancia o resignación ("Dulden") de acciones sexuales causada por el mie- zados p o r la C o n s t i t u c i ó n (arts. 2 II, 10 y 14 G G ) * ' . C u a n d o el interesado a b a n d o n a u n o d e
do al autor no constituye acuetdo alguno (BGH JR 1982, pág. 254 con comentatio de Geerds pág. 256). estos bienes jurídicos a la intervención de un tercero esto significa q u e , a pesar del c o n s e n t i m i e n -
to, el suceso es p e n a l m e n t e relevante y n o resulta indiferente desde u n p r i m e r m o m e n t o . Por
b) D t i d o s a ha sido t a m b i é n la cuestión relativa a la p o s i c i ó n d e l c o n s e n t i m i e n t o d e n t r o ello, la v o l u n t a d a q u i e s c e n t e del titular n o es reconocida sin m á s c o m o d e t e r m i n a n t e , sino q u e
del sistema de la teoría del delito. M i e n t r a s q u e la d o c t r i n a d o m i n a n t e todavía interpreta el c o n - su eficacia se hace d e p e n d e r d e ciertas c o n d i c i o n e s destinadas a evitar q u e el titular del bien j u r í -
.scntimlcnto c o m o u n a causa d e justificación (siipra n o t a a pie n t i m . 5), u n a i m p o r t a n t e m i n o r í a dico se p e r j u d i q u e a sí m i s m o sin haber divisado antes la desventaja ligada a su r e n u n c i a . D e esta
ve en el m i s m o u n a circunstancia q u e excluye el tipo " . En cierto m o d o , esta c o n c e p c i ó n e n t i e n - forma se hace preciso aclarar q u e el c o n s e n t i t n i e n t o p r e s u p o n e la capacidad d e raciocinio, q u e
de la falta de c o n s e n t i m i e n t o coirio u n e l e m e n t o negativo del tipo y, d e a c u e r d o con ello, su b á s i c a m e n t e debe estar libre d e t o d o engallo o violencia, y q u e d e b e emitirse al exterior de triodo
c o n c u r r e n c i a en aquellos delitos en los q u e el bien j u t í d i c o se a b a n d o n a a la d i s p o n i b i l i d a d d e su reconocible. La disposición q u e determina el carácter antijurídico d e las lesiones corporales c u a n d o
titular lo configura c o m o u n a c i r c u n s t a n c i a q u e desde u n p r i n c i p i o priva d e relevancia penal al el h e c h o , a pesat del c o n s e n t i m i e n t o , atenta c o n t r a las b u e n a s c o s t u m b r e s ( § 2 2 6 a " ) , t a m b i é n
suceso. Esta visión se fi.indamenta en el h e c h o d e q u e en las disposiciones penales q u e p r o t e g e n muestra q u e , a causa del significado destacado del bien j u r í d i c o (tal y c o m o s u c e d e en las lesio-
bienes jurídicos d i s p o n i b l e s , el v e r d a d e r o b i e n j u r í d i c o n o es la i n t e g r i d a d del objeto sino el d o - nes corporales), el c o n s e n t i m i e n t o está s o m e t i d o a restricciones q u e sólo p u e d e n explicarse por el
m i n i o a u t ó n o m o del titular sobre los bienes jurídicos a él s u b o r d i n a d o s . Sin e m b a r g o , c o n ello interés ptíblico en su conservación. El te.xto del § 2 2 6 a ^^ d e b e ser e n t e n d i d o en el m i s m o senti-
tiene lugar u n a subjetivización del c o n c e p t o d e bien jtrrídico q u e n o c o n c u e r d a c o n el significa- d o del los § § 3 2 y 3 4 q u e i n c u e s d o n a b l e m e n t e definen causas d e justificación. Inclu,so en el
d o q u e t a m b i é n posee t o d o bien j u t í d i c o individual c o m o valor c o m u n i t a r i o . La c u e s t i ó n d e si el h o m i c i d i o a petición ( § 2 1 6 ) el c o n s e n t i m i e n t o se e n c u e n t r a c o m p l e t a m e n t e m a r g i n a d o .
c o n s e n t i m i e n t o excltiye ya la t i p i c i d a d d e la acción o si, p o r el c o n t r a r i o , se configura c o m o u n a
También existen casos en los que el acuerdo del afectado repercure inmediatamente sobte el tipo. Quien
convierte en leña un armario viejo alterando así su finalidad, da lugar a que desde un principio queden
excluidos los daños materiales (§ 303). Quien encuentra correspondencia en sus insinuaciones sexuales no
"" El § 237 StGB regulaba anteriormente el secuesrro de una mujer en contra de su voluntad con la comete menosprecio alguno (§ 185). En la firma de un documenro con nombre ajeno el acuerdo del titular
intención de obligarla mediante engaito, violencia o amenaza a mantenet relaciones sexuales extramatrimo- del nombre climijia el tipo del § 267 si aquél puede y se deja tcprcsentar, pues entonces el documento ya no
niales; actualmente esta figura ha desaparecido como tal y debe ser reconducida por el tipo de detenciones es "falso".
ilegales del § 239 StGB (N del T ) .
'^ Pfofundizando en la capacidad pata emitit consentimiento Amelung, ZStW 104 (1992) págs. 525,
551 ss., 821 ss.
'* Vid., Herzherg, JA 1980, pág. 3 9 1 ; BorchertIHellmann, N J W 1983, pág. 2799. Así, Hirsch, Welzel-Festschrift pág. 799 nota a pie ntrm. 75; LK(\ 1.") (Hirsch) nota preliminar
" Aíí, EserlBurkhardt, Sirafrecht 1 niim. 13A, ntím. 1; Armin Kaufinann, Klug-Festschtift Tomo 11 núm. 98 antes del § 32; Noli, Festschtift f. d. OLG Zweibrücken pág. 222; Geppert, ZStW 83 (1971) pág.
pág. 282; Kientzy, Der Mangel am Strafratbestand págs. 65 ss.; MaurachfZipf, AWp Teil 1 § 17 núms. 32 ss.; 968; SchSnkelSchroderlLenckner, ñora preliminar núms. 33 ss. antes del § 32. Por el conrrario, Stmtenwertb,
G'óhel, Einwilligung pág. 7 1 ; Kiihne, J Z 1979, pág. 242; Roxin, Ktiminalpolitik und Strafrechtssysrem pág. Allg. Teil 1 n ú m . 368, sólo tiene en cuenta apatentemente los tipos que comportan una lesión sustancial.
25 nota a pie núm. 57; el mismo, Welzel-Festschrifr pág. 449; el mismo, Allg. Teil I § 13 núms. 12 ss. (con Sin embargo, la idea de un quebranto jurídico independiente de la voluntad del ofendido constituye un
una detallada fundamentación); Rudolphi, Z S t W 86 (1974) pág. 87; el mismo, A r m i n Kaufmann- planteamiento general.
Gedachtiiússchrift págs. 374 ss.; Sax, Laufke-Festschrifr págs. 337 ss.; Schmidhriuser, Allg. Teil págs. 268 ss.; Acerca del consentimiento "por representación legal" en los bienes jurídicos fundamentales ylwf/w;/^,
Schlehofer. Einwilligung pág. 4; SK (Horn) § 226a niini. 2; Weigend, Z S t W 98 (1986) págs. 47 ss.; '¿ipf, F^inwilligung págs. 82 ss.
Einwilligung und Risikotibemahme págs. 28 ss.; el mismo, O J Z 1977, págs. 380 ss.; Wimmer, Die Bedeutung ~- El consentimiento en las lesiones se regula actualmente en el § 228 StGB (N del T ) .
pág. 260. -^ Véase la nota anterior (N del T).
404 § 54 Consentimiento v conscnlimicnro prcstinto del ofendido IIl. El ámbito de eficacia del consentinaiento justificante 405

II. El c o n s e n t i m i e n t o c o m o causa d e justificación la renuncia privada puede ser preferente al deber del Estado en la protección jurídica de carácrer público. La
idea del decaimiento parcial del injusto de resultado deja sin contesrar la pregunta de por qué la lesión del
1. I.a historia del consentmiicnto como catisa de justificación se remonta muy atrás ^ . La conocida objeto de la acción protegido por la disposición ¡>enaí no determina el completo desvalor de resultado. Ptjr
m;íxima jtirídica "voíentí non fit iniuria" conecta con el pasaje del Digesto "niilía iniutia est, quae in volentem úlrimo, la aceptación de un derecho consuetudinario no dice nada acerca de su fundamentación inrerna.
fi;it'' (f^ig. 47, 10 do iiiiur, 1 § 5). Esta proposición jurídica, en ia actuaüílad todavía válida, significó para el
Dt'nrho ronuino qtie el consentimiento poseía en todos los casos tie "iniur¡a"{infracción de derechos de la 3. La idea d e t e t m i n a n t e es de naturaleza político-jurídica'". La valoración subjetiva de los
personalidad, con inclusión del cuerpo y la vida) una luer/.a justificante, dado que todo ciudadano podía bienes jurídicos p o r el i n d i v i d u o es reconocida decisivamente por el O r d e n a m i e n t o jurídico, d e b i -
disponet hbtenieiue de su propio ámbito de vida. i*ata la teoría del Derecho natural, que concibió la esencia d o a que el u s o sin restricciones de la libertad personal (att. 2 I G G ) c o m o tal es considerado
del delito en la infracción de derechos subjetivos, lo importante era dejar claro ]ia.sta qué punto el Ordena- c o m o un valor social en un Estado de Derecho liberal, q u e tiene que ser p o n d e r a d o frente al inte-
miento jurídico concedía al ofendido la facultad de renunciar a la protección penal {Kleinschrod, Klein, rés de la c o m u n i d a d en la ptesetvación de los bienes jurídicos. Hasta d o n d e alcanza la libertad del
heuerbach). Por el conrrario, ios partidatios de la Escuela histórica del Derecho (Roj?hirt, Stahl) debieron ne- titular queda cubierta la infracción del objeto protegido, en la m e d i d a en q u e c o n c u r r a n los requi-
gar fundantenralmente la posibilidad de un consentimiento eficaz, pues de acuerdo con su visión el Dere- sitos especiales para la eficacia del consentimiento. D e ello se detiva q u e el c o n s e n t i m i e n t o sólo se
cho pena] sólo debía servir a la comunidad. Los hegelianos (Ábegg, Kostlin, Berner, Halschner) regresaron en plantea en relación con bienes jurídicos individuales y q u e sólo merece atención c u a n d o el q u e
cambio al criterio de la disponibilidad del bien jurídico atacado, porque el consentimiento admisible de la consiente es el titular único del bien jurídico afectado. Por ello no existe u n c o n s e n t i m i e n t o eficaz
\'oluntad subjetiva individual no se mosrtaba como una negación de la voluiuad objetiva de la colectividad. en u n a c o n d u c c i ó n bajo los efectos del alcohol (§ 3 1 5 c I l a ) ( B G H 2 3 , 261 [264]) (vid. infra § 34
Finalmente, la Escuela sociológica del Derecho visluinbró la esencia de la acción punible en la lesión del inre-
III 5, n o t a a pie ntim. 56), acusación falsa (§ 164) (vid. infra § 3 4 III 5), usurpación del estado
rés, por lo que swspartidarios negaron la antijuricidad ante la ausencia del iiucrés del ofendido incluso en la
civil (§ 169), falsedad electotal (§ 107a), o en u n a b o r t o (§ 218) eri el q u e el c o n s e n t i m i e n t o es
renuncia a su propia vida (Kefler, Pfersdorjf, Grafzu Dohna).
sólo u n requisito adicional en los supuestos de i m p u n i d a d d e aquél (§ 2 1 8 a ) . A d e m á s , el consen-
2. En la f u n d a m e n t a c i ó n d e la eficacia justificante del c o n s e n t i m i e n t o se defienden d i s - t i m i e n t o en el p t o p i o h o m i c i d i o debe quedar excluido pues la vida, prescindiendo del supuesto del
tintas teorías. La teoría del negocio jurídico sostiene q u e el c o n s e n t i m i e n t o del o f e n d i d o viene a suicidio, n o está sujeta a la libertad de decisión personal (§ 2 1 6 ) ^ ' . El c o n s e n t i m i e n t o en las p r o -
ser un negocio jurídico q u e tiene c o m o efecto conceder al a u t o r u n d e r e c h o revocable a la in- pias lesiones corporales sólo p u e d e tener una eficacia limitada, pues u n d a ñ o a la salud d e conside-
fracción; d a d o q u e el ejercicio d e u n d e r e c h o no p u e d e ser a n t i j u r í d i c o , el c o n s e n t i m i e n t o t a m - rables dimensiones y contrario a las buenas cosrumbres infringe el intetés superior de la c o m u n i d a d
bién vendría a ser para el D e r e c h o penal u n a causa de justificación •^^. Para u n a teoría p o s t e t i o r en la preservación de la integtidad cofpotal frente a u n a intervención ajena (§ 2 2 6 a ) ^^. El § 2 2 6 a ^
el c o n s e n t i m i e n t o fue c o n s i d e r a d o c o m o u n signo d e la renuncia al interés p o r p a r t e del t i t u l a r resulta t a m b i é n aplicable al c o n s e n t i m i e n t o en u n a puesta en peligto del c u e r p o e, incluso, al c o n -
del bien jurídico, lo que tenía su significado en la m e d i d a en q u e el O r d e n a m i e n t o jurídico h a - s e n t i m i e n t o en u n a puesta en peligto de la vida de naturaleza i m p r u d e n t e ^^.
bía a b a n d o n a d o en él la decisión acerca d e la conservación d e sus bienes ^''. A s i m i s m o , fue acep-
tado q u e con el c o n s e n t i m i e n t o decaía p a r c i a l m e n t e el objeto de protección pues el injusto típico
t a m b i é n reside en la desconsideración de la v o l u n t a d del o f e n d i d o ^ ' ' . La j u r i s p r u d e n c i a ( B G H I I I . El á m b i t o de eficacia del c o n s e n t i m i e n t o justificante
17, 3 5 9 [360]) y la d o c t r i n a mayoritaria defienden el p u n t o de vista en v i r t u d del cual q u i e n
consiente, a través d e la a b d i c a c i ó n d e sus intereses, renuncia a la protección penal^^. Por lo d e - 1. El c o n s e n t i m i e n t o del ofendido tiene fuerza justificante en al mayoría d e los d e l i t o s c o n -
más, t a m b i é n es a d m i t i d o u n d e r e c h o c o n s u e t u d i n a r i o ^'. tra las p e r s o n a s en t a n t o q u e u n O r d e n a m i e n t o jurídico liberal p e r m i t e q u e cada cual t o m e sus
decisiones en c o r r e s p o n d e n c i a c o n los propios valores y los fines escogidos.
.Sin embargo, esras explicaciones no consiguen suministtar plenamente el fiíndamento de la fuerza jusri-
ficanre del cousentimienro. La teoría del negocio jurídico desconoce los diferentes fines que cumplen el Dere-
clio penal y el civil. La teoría de la renuncia al interés no explica por qué una renuncia subjetiva apoyada en ^^ En adelanre, el texto sigue a Noli, Übergesetzliche Rechtfertigungsgründe págs. 74 ss.; el mismo,
móviles que con probabilidad son sumamente inmotaJes, puede desligar al Estado de su misión en la prorec- ZStW 77 (1965) págs. 1 ss. Asimismo, MaurachlZipf, Allg. Teil I § 17 núm. 36; Góbel, Einwilligung pág.
ción objetiva de inteteses. Igualmente, la teoría de la renuncia a la protección jurídicji rampoco aclara por qué 22; EserlBtirkhardt, Strafrecht I núm. 13 A núm. 7a; Geppert, ZSrW 83 (1971) pág. ^52;Jakobs, Allg. Teil
7/104 (acuerdo), 14/4 (consenrimienro); Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 362.
" Téngase en cuenta la sentencia del Tribunal Consritucional alemán sobte el aborto de 28.5.1993
-'' Detailadamenrc sobre su historia dogmática Honig, Einwilligung págs. 1 ss. (BVerG, 88, 203) que declaró inconsdrucional la solución del plazo inrroducida por la Ley de ayuda a las
•^^ Así, Zitelmann, AcP 99 (1906) pág. 56. embarazadas y a la familia de 27.7.1992 (BGBl. I pág. 1398), así coino la nueva regulación introducida por
-'•' Así, Honig, Einwilligung pág. 118; v. Hippel, Tomo II pág. 244; Mezger, Lehrbuch pág. 208; ii la Ley de reforma de la ayuda a las embarazadas y a la familia de 21.8.1995 (BGBl. I pág. 1050) (N del T).
Liszt/Schmidt, pág. 217. •'- Así, con razón, Hirsch, Welzel-Festschrift págs. 775 ss., 796 (desde una perpecriva de Derecho
•^' Así, Stratenwerth, Z S t W 6 8 (1956) pág. 43; SK(Samson) nota prehminar uúm. 39 antes del § 32; comparado págs. 793 ss.) en contra de R. Schmitt, Maurach-Festschrift págs. 117 ss.; Marx, Rechtsgut págs.
Weigend ZStW 98 (1986) pág. 47. 62 ss., 82. Asimismo, Engisch, H. Mayer-Fesrschrift págs. 412 ss.
^'^ Así, Bichlmeier, j Z 1980, pág. 54; DreherlTróndle, nota pteliminar núm. 3b anres del § 32; Geerds,
Z.StW 72 (1960) pág. 43; Lackner, nota preliminar núm. 10 anres del § 32; Lenckner, ZStW 72 (1960) pág. ^^ Vid. la nota anterior (N del T).
453; ¿A'(l 1.") (Hirsch) nota preliminar ntim. 105 anres del § 32; Otto, Grundkurs pág. 115; SchonkelSchróderl ^' Así, con razón, Hirsch, Welzel-Fesrschrift págs. 797 ss.; el mismo, ZStW 83 (1971) págs. 165 ss.
Lenckner, ñora preliminar núm. 33 anres del § 32; Welzel, Lehrbuch pág. 95; Wessels, Allg. Teil mím. 370. Acerca del significado práctico del § 226a —en contra de Berz, GA 1969, pág. 149 y R. Schmitt,
'' En esre sentido, LK(\ 1.") {Hirsch) nota preliminar núm. 92 antes del § 32. SchfodcrGedachtnisschrift págs. 263 ss.— SchónkelSchróderlStree, § 226a núms. i4 ss.
406 § 34 Con.scntimicmo y cünsciuímiciuo prosunro del ofeiuiitlo III. VA ánibiio tic eíicaci.i LICI cí)nscntiiniento jiistificanle 407

Ejemplos: El conseiuiniiento es eficaz en las injurias (§ 185), de modo que el envío do lolletos publici- dolosa de las regias más b.ísicas en un canipeouaio de boxeo (BGH 4, 88 (92]). Por el contrario, el consen-
tarios de contenido sexual ( B C H 1 1, 67 [72]) está justificado a través del conseniiniienio (C)1..G Stuttgart timiento en un duelo estudiantil fue considerado como justificación al entender.se que sólo existe un atenta-
N j W 1962, pág. 62). La liberación del deber de reserva del medico por parte de su paciciue justifica la do contra l.rs eosiumbres si el hecho, "de acuerdo con el sentimieiuo de la decencia de todos los que piensan
difiísión de un secreto de carácter privado (§ 203 1 ni'nn. 1) (RG 7 1 , 21 |22]) "^'. La apropiación (§ 246) justa y equiíativamciue, se muestra sin miiguna diula como un injusto ctiminal merecedor de pena" (BCiH
está justificada ctunuio el propietario o la persona legitimada para la di.S[íosición está de acuerdo con ello 4, 24 [32]). A causa de la gravedad de la inierveiición, es eonttario a las costumbres la extracción de la
(RG ^A, 4 1 [42]). En los delitos parrimoíualcs también hay que tener en cucnra que el consentinriento de totalidad de los dientes por una petición sin sentido del paciente (de otra opinión BCiH N J W 1978, pág.
coiiforTtiidiidcon elDerccljo c/w7puedc tener efectosíidicioruilcs (vgr., como propuesta de contrato según el § 1 206: inehc.ieía del consentimiento por la airsencia de capacidad de decisión) '^~.
145 BGB, como oferta de transmisión de acuerdo con el § 929 BGB, como autotización de la apropiación
segtin el § 956 BGB, rodos ellos con la con.sccuencia de que la otra parte contratante pueda llevar a cabo 3 . U n significado especial tiene el c o n s e n t i m i e n t o p a t a las intervenciones curativas y para
por sí mismo el traspaso de la propiedad. De este modo, el arrendatario de un coto de caza tiene la facultad la admisibilidad d e la esterilización y castración:
contractual para el ejercicio del derecho propio de caza y no actiía simplemente sobre la base de un "consen-
a) Ya con anterioridad, la opinión dominante no consideraba la existencia de una lesión corporal típi-
timiento" del propietatio revocable en cualquier momento, así que de conformidad con el § 929 BGB exis-
ca en una intervención curativa practicada según la ¡ege artis, incluso aunque aquélla tuviera como resulta-
te una tra,slación jurídicamente fundada cuando el servicio forestal vende una partida de madera en un bos-
do un ejupcoramicnto de la salud del paciente'*•'. Sin embargo, para proteger el derecho de autodetermina-
que y permite al comprador ir recogerla, lo que trae por consecuencia que la cosa deje de ser ya para él
ción del paciente, la juri.sprudcnaa (RG 25, 375; BGHSt U, 11 1; 12, 379; 16, 309; B G H Z 29, 33, A6 y
"ajena" ^^). En todos estos casos falta ya la propia tipicidad de la acción punible.
176; B G H N J W 1980, pág. 1905) ha defendido hasta ahota imperturbablemente el punto de vista según el
cual la intervención curativa es considerada como lesión corporal que, no obstante, estaría justificada por el
2 . E n el m a r c o d e los bienes j u r í d i c o s individuales la v i d a y la i n t e g r i d a d c o r p o r a l o c u -
consentimiento del paciente . Esta insatisfactoria situación jurídica p,ara la actividiid medica cambiará cuando
pan u n a p o s i c i ó n especial. El c o n s e n t i m i e n t o en el p r o p i o homicidio ejecutado a través d e u n
sea introducida una disposición penal especial relativa al tratamiento curarivo arbitrario que asegure la pro-
h e c h o d o l o s o n o q u e d a justificado. C o m o míniírio, el h e c h o p e r m a n e c e p u n i b l e .según el § 2 1 6 . tección jurídico-penal del derecho a la autodeterminación sobre el cuerpo (vid., por ejemplo, el § 162 E
T a m b i é n el c o n s e n t i m i e n t o en [Í puesta en peligro dolosa de la vida p r o p i a ( p o r e j e m p l o , en el 1962 y el § UOosterr. StGB)^5.
a b a n d o n o de n i ñ o s o personas desvalidas del § 2 2 1 ) carece de eficacia justificante (acerca de la
puesta en peligro i m p r u d e n t e d e la vida vid. infra § 5 6 II 3 ) . A m e n u d o , en las lesiones corporales b) En el enjuiciamiento de la esterilización volunraria la B G H 20, 81 llegó a la conclusión de que
por ahora no existía un precepto penal que abarcara estos casos. Quien no comparte esta visión "^ debe
t a m b i é n están en j u e g o valores insustituibles. La salud, d e forma n o m u y distinta a la vida, es el
admitir, a pesar de ello, que la absolución fue adecuada debido a que la conttariedad a las buenas costum-
p r e s u p u e s t o básico de la mayoría d e las funciones q u e la persona c u m p l e en La c o m u n i d a d . D e
bres de un hecho no puede ser determinada según la concepción de grupos individuales, sino sólo sobre la
ahí q u e , a pesar de la presencia del c o n s e n t i m i e n t o , el § 2 2 6 a declare c o m o antijurídica la base de la conciencia moral de la gran mayoría de la población ''^. tji cu,alquier caso, para la justificación de
lesión corporal c o n s e n t i d a atenta c o n t r a las b u e n a s c o s t u m b r e s ^ ' . N o o b s t a n t e , sólo d e b e r í a n ser la esterilización resulta decisivo el § 226 a'** '". También el seccionamiento de los órganos sexuales (castra-
incluidas en el § 2 2 6 a ' " ' lesiones corporales considerables, e s p e c i a l m e n t e las q u e c o m p o r t a n d a -
ños p e t m a n e n t e s ' ' ' , pues de lo contrario la con.secuencia sería caer en u n a i n o p o r t u n a moralización.
En no pocas ocasiones la j u r i s p r u d e n c i a ha s u c u m b i d o a este riesgo a través d e la i n t r o d u c c i ó n
de fines i n m o r a l e s d e la actividad lesiva. " De la misma opinión que aquí, Bicblmeier JZ 1980, pág. 'ji;Jakobs, Allg. Teil 14/9; en el mismo
sentido que el V,GH Ametung, Z S t W 104 (1992) pág. 548. En contra, Roxin, Allg. Teil í § 13 núms. 58 ss.
Ejemplos: Fueron considerados inmorales los latigazos propinados por morivos sádicos (RG J W 1929, con referencias bibliográficas en nota a pie núm. 88.
pág. 1015 11017); DR 1943, pág. 234); el castigo con una cuerda doblada como medida educativa de un ''^ Engisch, ZStW 58 (1939) pág. 5; el mismo, Die rechtliche Bcdeutung pág. 20; Eh. Schmidt,
entrenador (RG J W 1938, pág. 30); acciones con efectos masturbadorcs con fines curarivos (RG 74, 91 Gutachten zum 44. D J T pág. 2 1 ; Kohlrausch/Lange, pág. 223 anotación 111; Bockeímann, Strafrechr des Arztes
[94]); la prescripción de opio, sin estar médicamente indicada, a un adicto (RG 77, 17 [21]) y la lesión págs. 62 ss.; Welzel Lehrbuch pág. 96; LK(Hirsch) ñora preliminar núms. 3 ss. antes del § 223 con nume-
rosas referencias (en relación con las concepciones modificadoras núm. 4).
'*'* Asimismo, Baumann, N J W 1958, pág. 2094; Banmctnn/Weher, Allg. Teil pág. 183; Schwalm,
^' Sin embargo, se muesrran favorables a la exclusión misma del elemento del tipo "no autorizado" Bockelmann-Fesrschrift pág. 539. Mostrando sus dudas Dreher/Trondle. § 223 n ú m , 9b; Hirsch,
en este caso Schonke/Schroder/Lenckner, § 203 ni'ims. 21 ss.; Maurach/Schroeder/Maiwald, Bes. Teil 1 § 29 Iróndle-Festschrifr pág. 34; Lackner, § 223 núm. 8. En el empeoramiento de la salud también Rudolphi, JR
luim. 12. 1975, págs. 512 ss.
^' I'irnhaber, Rechtsgeschaft und Einwilligtmg bei Vermogensdelikten págs. 18, 75; H.-D. Weher, Der '''> Al respecto vid. Wilts. M D R 1970, pág. 971; 1971, págs. 4, 92; Schonke/Schroder/Eser § 223 núm.
zivilrechdiche Vertrag ais Rechgcrtigungsgrund págs. 68 ,ss., 77 ss.; Schonke/Schroder/Lenckner, nota prelimi- 3 1 ; Eser Z S t W 97 (1985) págs. 4 ss.; v. Gerlach, Árztliche Aufklarungspflicht pág. 30; también en cuanto al
nar niiin. 53 antes del § 32. resultado SK(Horn) § 223 núms. 35 ss.
•'* Vid. la nota a pie niím. 33 (N del '1). Vid. la convincente crítica de Engisch, Kritische Bemerkungcn págs. 10 ss.; Hanack, JZ 1965, págs.
^^ Roxin, JuS 1964, pág. 376 no considera como motivo de la restricción la naturaleza el valor insus- 221 ss.
tituible del bien jurídico, sino la "desaprobación moral" del hecho. En contra, acertadamente, Stratenwerth, '*' Engisch, H. Maycr-Fcstschrift pág. 400; Roxin, JuS 1964, pág. 379. Restringidamente Hanack, JZ
Allg. Teil 1 núm. 376. 1964, págs. 400 ss.
'"' Vid. la ñora a pie niim. 33 (N del T ) . * En profundidad acerca de la situación jurídica actual ¿A'(10.-') (Hirsch) § 226a núms. 39 ss.;
'^ Vid. Aru, Willensmangel págs. 36 ss.; Z.A'(10.'') (Hirsch) § 226a niim. 10; demasiado limitado Schonke/Schroder/Eser, § 223 núms. 59 ss.; en núm. 62 niegan la capacidad de raciocinio cuando se practica
SK (hlorn) 226a mim. 9 (ran sólo una lesión corporal que sea llevada a efecto con el fin de cometer un sobre personas jóvenes en atención a la gravedad e irreversibilidad de la intervencicn.
delito). "" Vid. la nota a pie núm. 33 (N del T ) .
408 § 34 Consentiiniento y conscntiniicnro presunto del ofcnditlc IV. Los requisiros de la declaración del consenrimicnro 409

ción) es admisible con el consentimiento del afectado, siempre que se cumplan los requisiios impuestos por nes penales destinadas a la protección de la colectividad (BGH 23, 261 [264]) ^'. Inatendible resulta
los§§ 2 y 3 d e l a Ley sobre Castración Voluntaria de 15.8.1969 (BGBI. 1 pág. 1143)^". también el consemimiento en una iniracción administtativa de acuctdo con el § 1 II StVO (OLG Frankfurr
c) En relación con el consemimiento en las lesiones deportivas vid. infrn § 56 II 3. DAR 1965, pág. 217), así como en una lesión corporal vinculada con el ejercicio de funciones públicas
(BGH 32, 357 [359])"''.
4. U n a parte d e la d o c t t i n a científica q u i e t e apiicat el § 2 2 6 a ^' a todas las clases de consen-
timiento'^^, algo frente a lo q u e se erigen objeciones de importancia pues la libertad d e decisión
del o f e n d i d o sólo debe ser limitada allí d o n d e el Icgisladot lo ha o r d e n a d o e x p r e s a m e n t e '•'. El IV. Los requisitos de la d e c l a r a c i ó n del c o n s e n t i m i e n t o
c o n s e n t i m i e n t o c o m o causa de justificacióti se relativizaría d e u n m o d o difícilmente d e f e n d i b l e
en u n Estado d e D e r e c h o m e d i a n t e la aplicación del correctivo d e las b u e n a s c o s t u m b r e s , y s o - 1. El c o n s e n t i m i e n t o n o constituve tina declaración de voluntad de carácter negocial en el
metería a los titulares de bienes j u r í d i c o s a u n a i n a d e c u a d a tutela estatal. s e n t i d o de los § § 104 ss. B G B . D e ahí que n o i m p o r t e la capacidad negocial q u e posea el ofen-
d i d o ( B G H Z 2 9 , 3 6 ) . Y m u c h o m e n o s posee en D e r e c h o penal fuerza justificante u n a posible
5. N o p u e d e existir u n c o n s e n t i m i e n t o eficaz del i n d i v i d u o en u n a t a q u e a los b i e n e s jurí- a p r o b a c i ó n / í O í f m o r realizada c o n f o r m e al D e r e c h o civil (§ 184 B G B ) . M á s bien, el c o n s e n t i -
d i c o s d e la c o l e c t i v i d a d , p u e s t o q u e su facultad d e disposición n o se refiere a los m i s m o s . T a n m i e n t o d e b e referirse a un hacer u omisión ^/fr/raí de u n a persona d e t e r m i n a d a ( B G H 7, 2 9 4
sólo es u n a excepción a p a r e n t e la posibilidad d e un c o n s e n t i m i e n t o s u m i n i s t r a d o p o r institticio- [295]; 17, 3 5 9 [360]). El c o n s e n t i m i e n t o t a m p o c o es u n a acción jurídica en el s e n t i d o del D e r e -
nes c o m p e t e n t e s en la protección c o n s t i t u c i o n a l respecto d e acciones q u e t í p i c a m e n t e s u p o n e n c h o civil q u e p u e d a ser tratada patcialniente p o r analogía a la declaración de voluntad^**, pues
delitos de peligro del D e r e c h o penal p o l í t i c o ^ , pues a q u í n o se trata de particulares sino d e en D e r e c h o penal n o se trata de la protección d e u n m e n o r de e d a d ni de la tutela del tráfico
a u t o r i d a d e s c o m p e t e n t e s en la p r o t e c c i ó n del E s t a d o q u e poseen u n a facultad permisiva d e n t r o j u r í d i c o , s i n o sólo d e la cuestión telativa al m e t e c i m i e n t o de p e n a d e u n a acción a pesar d e la
de u n o s m á t g e n e s estrechos. E n a t e n c i ó n al bien j u r í d i c o p r o t e g i d o están privados del c o n s e n t i - presencia d e la c o n f o r m i d a d del ofendido. A q u í se trata, pues, d e u n a figura j u r í d i c a a u t ó n o -
m i e n t o , verbigracia, los delitos de expresión ( § § 153 ss.), la bigamia {§ 171 '^) y los delitos sexuales m a del D e r e c h o p e n a l -'' en la que los tequisitos para su eficacia tan sólo se d e t e r m i n a n d e p e n -
( § § 174 ss.) ( B G H 7, 3 1 2 ) , en t a n t o q u e p o r m e d i o d e la c o n f o r m i d a d d e la otra p a r t e n o decae d i e n d o de si la a p r o b a c i ó n del ataque al objeto d e la acción p i o t e g i d o es expresión d e la libertad
el tipo penal. A s i m i s m o , en los delitos c o n t r a la colectividad q u e p o r sus consecuencias t a m b i é n personal d e decisión del titular del bien jurídico reconocida p o r el O r d e n a m i e n t o .
afectan c o n c r e t a m e n t e a los i n d i v i d u o s , la j u r i s p r u d e n c i a ha n e g a d o p o r regla general la eficacia
del c o n s e n t i m i e n t o . 2 . Se ha fotjado u n a o p i n i ó n mayoritaria en relación con la cuestión d e hasta q u é p u n t o el
c o n s e n t i m i e n t o d e b e ser extetiorizado. M i e n t t a s q u e c o n a n t e r i o r i d a d la teoría d e la declara-
Ejemplos: En los delitos de riesgo colectivo el consentimiento del ofendido no afecta a la antijurici-
c i ó n de voluntad*^" precisaba q u e el c o n s e n t i m i e n t o d e b í a ser declarado e x t e r i o r m e n t e c o m o si
dad (BGH 6, 232 [234]). Prescindiendo de la posibilidad que tiene el ofendido de acuerdo con el § 165
d e u n negocio j u r í d i c o se tratara, y la teoría d e la d i r e c c i ó n d e la v o l u n t a d en u n a dirección
de que se publique o no la sentencia condenatoria, pata la punibilidad de la acusación falsa (§ 164) care-
ce de trascendencia el consentimiento del afectado (BGH 5, (>(s [68 ss.]; B G H JR 1965, pág. 306). La
toma de rehenes (§ 239b) no se justifica pot el hecho de que el representante legal de la víctima apruebe "^ De acuerdo, I.ackner, Das konkrete Gefáhrdungsdelikt pág. 12; £A'(10.") (Ruth) § 315c núm. 6 1 ;
la comisión del hecho (BGH 26, 70 [73]). El consentimiento en su propia puesta en peligro del acompa- Schaffstein, Welzel-Festschtift pág. 574; Dreher/Tróndle, § 315c núm. 17. En contra, Roxin, ,Mlg. Teil 1 § 13
ñante de quien catece de aptitudes para conducir un automóvil no excluye la antijuricidad del hecho núm. 3 3 ; SK (Horn) § 315c núm. 22; Langrock, M D R 1970, pág. 982; Schonke/Schroder/Cramer, § 315c
previsto en el § 315c I núm. la, pues en el peligro para la seguridad del tráfico estamos ante disposicio- núm. 36. Con una visión diferenciadora Geppert, ZStW 83 (1971) pág. 986.
^' Acetca de la admisibilidad del consentimiento en los delitos de funcionarios Amelung,
Dünnebier-Festsschrift págs. 487 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 13 núm. 34 (vgr., el soldado como donante de sangre).
'" Sobre ello vid. más detenidamente ¿A'(10.^) (Hirsch) § 226a núm. 42; SchónkelSchroderlEser, § '* Por el conttatio, Dreher/Tróndle, nota preliminar núm, 3b antes del § 52; Jakohs, Allg. Teil 7/114;
223 núms. 55 ss. Acetca de la situación jurídica antetior BGH 19, 2 0 1 . BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 324; Traeger, GS 94 (1927) pág. 149; Lenckner. ZStW 72 (1960) pág. 456;
5' Vid. la nota a pie núm. 33 (N del T ) . SchonkelSchróderlLenckner, nota preliminar núm. 39 antes del § 32; SK(Samson) nota preliminar núm. 41
'^ Así, Baiimann/Weher, Allg. Teil pág. il?,; Jakobs, AUg. Teil 14/9; H. Mayer, Lehtbuch pág. 167; antes del § 32, exigen capacidad negocial itn la medida en que se ttate de la lesión de derechos pattimoniales
Welzel, Lehrbuch pág. 97. (vgr., §§ 266, 246, 303), mientras que cuando se trata de bienes jurídicos personalísimos (integtidad corpo-
^^ En el mismo sentido del texto Schdnke/SchroderíLenckner, nota preliminat núm. 37 antes del § 32 ral, esfera de reserva) debe bastar con la capacidad de raciocinio y juicio natural. El fundamento vinculado
y Haji, Allg. Teil pág. 110 (pte-scindieendo de las lesiones al honor contrarias a la dignidad de la persona en con el principio de la unidad del Ordenamiento jutídico no resulta convincente, pues la eficacia de los con-
las que el consentimiento es ya nulo); Eser/Burkbardt, Straftecht I núm. 13 A núm. 27; LK{\Q.'-) (Hirsch) § tratos puede ser determinada de acuerdo con reglas distintas al merecimiento de pena de la intetvención en
226a núm. 1; MaurachIZipf, Allg. Teil 1 § 17 núm. 6 5 ; Roxin, Allg. Teil I § 13 núm. 4 1 ; Noli Z S t W 77 el patrimonio ajeno. C o m o en el texto principal Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 380.
(1965) pág. 2\\Arzt, Willensmangel págs. 36 ss. nota a pie núm. 49; 7dpf, Einwilligung und Risikoübemahme " Así, Blei, Allg. Teil pág. 135; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 103; Lackner, ñora preliminar núm.
pág. 35; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 377; Kientzy, Der Mangcl am Straftatbestand págs. 96 ss.; Wessels, 16 antes del 32; LK(\ 1.") (Hirsch) nota preliminar núm. 118 antes del § 32; Maurach/Zipf, M\g. Teil 1 §
Allg. Teil núm. 377. Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 272 pretende extender el § 226a sólo a las detenciones 17 núm. 57; Kohlrausch/Lange, nota preliminat II 3b antes del § 5 1 ; Wessels, Allg. Teil núm. 375; Preisendanz,
¡legales. Acetca de la constitucionalidad del § 226a LK(\G^) (Hirsch) § 226a núm. 2 (afitmando la necesi- nota preliminar 4b bb antes del § 32.
dad de reforma). Incorrectamente a favor del carácter superfino del § 226a Schmitt, Schroder-Cedachtnisschtift " Así, Zitelmann, AcP 99 (1906) págs. 51 -ss.
págs. 263 ss. ' ' Así, NoU, Übergesetzliche Rechtfertigungsgründe pág. 134; SK (Samson) nota preliminar núm. 4 2
^^ Vid. Goldmann, Behordliche Genehmigung págs. 218 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 13 núm. 3 1 . antes del § il; Jakohs, Allg. Teil 7/115; Mezger, Lehrbuch pág. 209; Sauer, Allg. Strafrechtslehre pág. 136;
5^ El delito de bigamia se regula actualmente en el § 172 StGB (N del T ) . Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 278 ss.
410 § 34 Consentiniicnto y consemiiiiicnro presunto del ofendido V. !d conoenuiento del consentimiento por el autor 411

0[nicsta se c o n f o r m a b a con la mera a p r o b a c i ó n interior del o l c i i d i d o , en la actiuilidat) se exige capciosa del c o n s e n t i m i e i u o a tta\és de engallo, B G H J R 1 9 8 8 , pág. 122). T a m p o c o u n error en
q u e el c o n s e n t i m i e n t o debe ser m a n i f e s t a d o extcrnainciite de un m o d o i n e q u í v o c a m e n t e rec<uio- la declaración hace ineficaz el c o n s e n t i m i e n t o puesto q u e en este ca.so la m a y o r p a r t e d e la cul-
cible, sin q u e sean aplicables las reglas del D e r e c h o civil relativas a la declaración de v o l u n t a d pabilidad dolosa del a i u o t seta excluida por el error c o r r e s p o n d i e n t e . Pot el c o n t r a r i o , el engallo
(capacidad ncgocial, vicios del c o n s e n t i m i e n t o , recepción) (teoría ecléctica o conciliadora)""'". y el error qtie afectan a la dimensKÍn \' clase d e m e n o s c a b o del objeto d e la acción d e t e r m i n a n la
ineficacia del c o n s e n t i m i e n t o , p o t q u e e n t o n c e s éste no c u b r e la intervención del a u t o r en la esfe-
3. El nhjeto del consentimiento es la acción j ' e l resultado típico, siempre en la medida cu q u e
ra jurídica del afectado ( B G H 3 2 , 2 6 7 [ 2 6 9 ss.]; O L G S t u t t g a r t N J W 1 9 8 2 , pág. 2266)*^^. La
en el m o m e n t o en qtie se presta aquél ya sea previsible este tlltimo (vid., sin e m b a r g o , en relación
ineficacia se extenderá t a m b i é n a aquellas hipótesis en las q u e el afectado, c o i n o consecuencia d e
con el c o n s e n t i m i e n t o en la puesta en peligro i m p r u d e n t e del cuerpo infra § 5 6 II 3) *"'•
u n error o de un cngar'io, no consigue la finalidad altruista del sacrificio d e su b i e n jurídico o se
4. El titular del bien j u r í d i c o d e b e , sobre t o d o , poseer u n a c a p a c i d a d d e r a z o n a m i e n t o y equivoca en ctianto al s e n t i d o del c o n s e n t i m i e n t o para evitar u n d a ñ o p r o p i o o ajeno; t a n t o en
j u i c i o natural p a r a p o d e r calcular en esencia el significado d e la r e n u n c i a al interés p r o t e g i d o y u n o c o m o en o t r o caso el c o n s e n t i m i e n t o no es expresión d e su a u t o n o m í a ^^. E n relación c o n la
el alcance del h e c h o ( R G 4 1 , 3 9 2 [ 3 9 4 ] ; B G H 4 , 8 8 [ 9 2 ] ; 12, 3 7 9 [ 3 8 3 ] ; 2 3 , 1 [4]; d e m a s i a d o amenazu, ésta d e b e c o n t e n e r u n mal d e considerable i m p o r t a n c i a ' ' ' . El c o n s e n t i m i e n t o es revo-
restringida B G H N J W 1979, pág. 1206) ''\ Si en los i ; de e d a d o enfermos mentales taita cable l i b r e m e n t e y a d e m á s n o se requiere u n a i m p u g n a c i ó n de! m i s m o en el s e n t i d o del D e r e c h o
la capacidad natural d e raciocinio, e n t o n c e s es el r e p r e s e n t a n t e legal e n c a r g a d o de su c u i d a d o civil. Irrelevante es, finalmente, si el c o n s c n t i t n i e n t o m i s m o atenta contra u n a p r o h i b i c i ó n legal
quien tiene el d e r e c h o y, en su caso, el d e b e r d e prestar el c o n s e n t i m i e n t o (BGfd 12, 3 7 9 [ 3 8 3 ] ) ' " ' . o c o n t r a las b u e n a s c o s t u m b r e s p o r q u e los § § 134, 138 B G B son tan inaplicables al c o n s e n t i -
m i e n t o c o m o el resto de las disposiciones del D e r e c h o civil relativas a la declaración d e v o l u n t a d
5. A s i m i s m o , el c o n s e n t i m i e n t o d e b e estar libre d e v i c i o s de la v o l u n t a d ( e n g a ñ o , error y
( R G lA, 91 [ 9 5 ] ; R G D R 1 9 4 3 , pág. 2 3 4 ; B G H 4 , 8 8 [91]) ''^. N o o b s t a n t e , en la práctica la
violencia) ( B G H 4 , 113 [118]) ^^. Pero n o basta con u n simple error en los m o t i v o s para hacer
c o n t r a r i e d a d a las c o s t u m b r e s del h e c h o ( § 2 2 6 a ^') y del c o n s e n t i m i e n t o s o n difíciles d e separar.
ineficaz el c o n s e n t i m i e n t o ( O L G S t u t t g a r t N J W 1 9 6 2 , pág. 6 2 ) ; i g u a l m e n t e , el error acerca d e
la c o n f o r m i d a d d e q u i e n va a ser s o m e t i d o a u n a i n t e r v e n c i ó n curativa p u e d e carecer d e signifi- Ejemplo: La prescripción de sustancias estupefacientes que no se encuentra médicamente fundada y
c a d o en supuestos de escasa t r a s c e n d e n c i a ( B G H 16, 3 0 9 [ 3 1 1 ] ; caso d i s t i n t o es la o b t e n c i ó n llevada a cabo por la petición de un adicto es contraria a las cosrumbres y, por ello, punible a pesar de la
presencia del consentimiento (§§ 223, 226a ' ' ; RG 77, 17 [21]). Asimismo, el consentimiento aquí tam-
bién podría set ineficaz por la falta de capacidad de raciocinio del paciente (pág. 20).
' - En este sentido cainina la jurisprudencia y la doctrina mayoritaria; vid. BGH 17, 360; BayObLG
N J W 1968, 665; OLG Celle M D R 1969, pág. 69; Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 322 ss.; Bockelmannl
Volk, Allg. Teil pág. 103; DrehnlTrbndle, nota preliminar ntím. 3b antes del § 32; LK(\ I.") (Hirsch) nota V. El c o n o c i m i e n t o del c o n s e n t i m i e n t o p o r el autor
preliminar ntím. 111 antes del § 32; Maurach/Zipf, A\\p Teil I § 17 núm. 62; Roxin, Allg. Teil I § 13 niim.
42; SchSnheISchróderILenckner, nota preliminar nilm. 43 antes del § 32; Wesseh, Allg. Teil núm. 378; Welzel, C o m o en todas las causas d e justificación t a m b i é n e n el c o n s e n t i m i e n t o d e b e c o n c u r r i r el
Lehrbuch pág, 97. e l e m e n t o subjetivo de justificación. E n el s e n t i d o d e la teoría ecléctica o c o n c i l i a d o r a (vid. supra
"^^ Acerca de la discusión sobre la pregunta relativa a si el consentimiento se refiere a la acción, al
resultado o a ambos, Schrey, Der Gegenstand der Einwilligung págs. 26 ss. Sostiene que sólo debe referirse
al resultado Zipf, Einwilligung und Risikoübernalime pág. 22. Con una solución intermedia Mauríich/Zipf, Árzt, Willensmángei págs. 20, 30 habla con acierto en este sentido de "engaño referido al bien
Allg. Teil 1 § 17 niím. 55. En el sencido del texto Roxin, Allg. Teil I § 13 ntím. 4 9 . jurídico" y de "error relativo al bien jurídico". Asmismo, EserlBtirkhardt. Strafrecht 1 núm. 13 A núms. 15
'^^ La doctrina mayoritaria también camina en esta dirección; vid. Amelimg, Z S t W 104 (1992) págs. ss.; Noli, Übetgesetzliche Rechtfertigungsgründe pág. 131; Rudolphi, ZStW 86 (1974) pág. 82; Schonke/
525 ss., 821sss.; BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 324; Blei, Allg. Teil pág. 135; Lackner, nota preliminar SchroderlLenckner, nota preliminar núm. A<j antes del § 32; SK(Samson) nota preliminar núm. 43 antes del
ntím. 16 antes del § 32; LK(\ I.") (Hirsch) nota preliminar núm. 118 antes del § 32; Maiirach/Zipf, Allg. § 52; Jakobs, Allg. Teil 7/118; Kujimann, Einwilligung págs. 340 ss.; Roxin, Noll-Gedachtnisschtíft págs.
Teil I § 17 n ú m . 57; Jakobs, Allg. Teil 7/114; Noli, Obergesetzlichc Rechtfertigungsgründe pág. 127; 275 ss.; Schlehofer, Einwilligung págs. 82 ss.; M.-KMeyer, Ausschlul? der Autonomie pág. 182. La tesis do-
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 379. minante va todavía más lejos {cualquier vicio de la voluntad); vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág, 106;
'''' Si el menor de edad po.sce por sí mismo capacidad para consentir, entonces en Derecho penal no Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 3b antes del § 32; ¿A'(l 1.^) (Hirsch) nota preliminar núin, 119 antes
se tequíete la aprobación de su representante legal; en caso de contradicción entre uno y otro prevalece el del del § 32; MaurachlZipfi Allg, Teil I § 17 núm. 59.
menor, vid. Boehmer, M D R 1959, pág. 707; Lenckner, ZStW 72 (1960) pág. 456; Schbnke/Schroder/Lenckner, ''^ Así, Roxin, Noll-Gedachtnisschrift págs, 285 .ss,
nota preliminar núm. 42 antes del § 3 2 (fuera de las decisiones manifiestamente equivocadas; al respecto, '•' Vid. Arzt, Willensmángei pág. 35; LK(\ 1.") (Hirsch) nota preliminar n ú m . 120 antes del § 32;
de otra opinión, Jakobs, A l g . Teil 7/114 nota a píe núm. 176). En el caso de que, contrariamente a su Roxin, Allg. Teil 1 § 13 núm, 78; Schónke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 48 antes del § 32; Wessels,
debcf, el tepresentante legal rehuse prestar su necesario consentinaiento en una opctación, puede recurrirsc Allg. Teil núm. 376.
al Tribunal Tutelar con la finalidad de nombtar un tutor de acuerdo con los § § 1666, 1909 BGB. Sí por la ' La cuestión resulta discutida en la literatura; en el mismo .sentido que aquí, Berz, G A 1969, pág.
perentoriedad de la medida curativa ello no resulta posible, entonces nos encontramos ante un estado de 70; EserIRurkhardt, Sitafrecht I núm. 13 A núin. 25; Í Í : ( I O . » ) (Hirsch) § 226a núm. 7; Maurach/Zipf, kWg.
nccesidíá justificante (§ 34) pues la vida y la salud del niño prevalecen sobre la libertad de decisión del Ecil I § 17 núm. 67; KohlrauschlLange, § 226a anotación 111; Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar
cuidador irrazonable. A pesar de que para csros casos está regulado legalmente un procedimiento, resulta núm, 38 antes del § 32; Welzel, Lehrbuch pág. 96. Con otro critetio ^IOTÍ'/H»^^, Einwilligung págs. 56 ss.;
aplicable el § 34 al existir un peligro inmediato pata la vida o la salud (vid. también siípra § 33 IV 3d). Hl Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 327 ss.; H. Mayer, Lehrbucli pág. 167; Geerds, GA 1954, pág! 268,
consentimiento de uno sólo de los padres sólo es admisible en casos excepcionales (BGH J Z 1989, pág. 93). ^' Vid. la nota a pie núm. 3 3 (N del T ) . '
*'' Acerca del consentímiciuo de personas sin libertad Anieliing, ZStW 95 (1983) págs. 1 ss. '' Vid. la nota a pie núm. 33 (N del T).
412 § 34 Conscnrimicnto y Cünscnrimienro piesnnto lict olcnditio VIL El consentimiento presunto 413

§ 54 IV 2), el a u t o r d e b e haber acttiado c o n c o n o c i m i e n t o y s o b r e la base del c o n s e n t i m i e n t o causa de justificación, pero también distingue los casos en los que existe un acuerdo; todo ello es considera-
de la víctima . La cuestión de c ó m o resolver la falta de csrc c o n o c i m i e n t o es o b j e t o d e discu- do como un problema interpretativo*' *-. En los Países Bajos se subraya el carácter público del Derecho
sión. En este caso lo c o t r e c t o es aplicat las tcglas c o t r e s p o n d i e n t e s a la tentativa p u e s t o q u e m e - penal y, de acuerdo con la itaturaleza del consentimiento, aparece como una excepción ^^. La doctrina ita-
d i a n t e el c o n s e n t i m i e n t o r e a l m e n t e s u m i n i s t r a d o desaparece el injusto d e resultado y p e t m a n e c c liana reconoce el consentimiento sobre la base del art. 50 C.p., aproximadamente en la misma extensión
el d e acción (vid. supra § 31 IV 2 ) ^''. que la alemaita . Por el contrario, el Derecho norteamericano enfatiza la primacía de la "public moráis" y
de la "public peace" frente a la libertad de decisióti de carácrer individual ^^. En el Derecho inglés son discu-
Ejemp/o.-'lY^s un baile de carnaval el sobrino empeña el reloj de oro de su lío, de quien lo había recibi- ridos sobre todo casos concretos que gozan de cierta similitud con una teotía general . El Derecho brasile-
do como un simple présramo para su disfraz como "capiralista rico". A su vucha a casa el sobrino encuentra ño ha desarrollado para el consentimiento estructuras parecidas a las de Alemania, pero su Código penal no
una carta de su tío regalándole el reloj en cuestión. El sobrino es punible por una tentativa de apropiación condene ninguna regulación sobre la materia'''.
indebida (§§ 246, 22).

V I L El c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o
V I . D e r e c h o extranjero
Ahrens, Geschaftsfiihrung ohne Auftrag ais StrafausschIieKungsgrund, Diss. Gottingen 1909; Arndt,
En el extranjero la cuestión del consentimicrrto del ofendido como causa de justificación es abordada
Die mutmaííliche EinwiUigung ais Rechtferrigungsgrund Strafr. Abh. Hefr 268, 1929; Eichler, Handeln iiti
de diferenre modo. La docrrina austríaca admite el consentimiento con la misma extensión que la alema-
Interesse des Verletzten ais Rechtfertigutigsgrund, Strafr. Abh. Hcft 284, 1931; Geppert, Anmerkung zu BGH
n a ' ^ El StGB regula el consentimiento en las lesiones en el § 90 1 (al igual que el § 226a "^ del StGB
35, 246, J Z 1988, pág. 1024; Hegler, Die Merkmale des Verbrechens, ZStW 36 (1915) pág. 19; v. HippeU
alemán) y la esterilización en el § 90 II, como causas de justificación. El Derecho suizo, desde su concep-
Die Bedeutung der Geschaftsführung ohne Auftrag im Strafrecht, RG-Festgabe, Tomo V, 1929, pág. 1; Hoyer,
ción liberal básica, fue ya más lejos con anterioridad ^^. En Francia, a causa del carácter jurídico-público del
Anmerkung zu BGH 35, 246, StV 1989, pág. 245; Lenckner, Die Rechtferrigungsgründe und das Erfordernis
Derecho penal y del principio de "Icgaliré des excuses" recogido en el (anterior) arr. 65 C.p., el consenti-
pfliclitgemaSer Prüfung, Festschrift für H. Mayer, 1966, pág. 165; Mezger, Die subjektiven Untechtselemenie,
miento sólo es admitido cuando se encuentra en un texto legal o cuando el caso puede ser equiparado a una
GS 89 (1924) pág. 207; Müller-Dietz, MutmaSIiche EinwiUigung und Operationserweiterung, JuS 1989,
"autorisation légale" '*. Lógicamente, también conoce los supuestos del acuerdo que excluye la tipicidad ' ' .
pág. 280; Roxin, Über die niutmafiliche EinwiUigung, Festschrift für FI. Welzel, 1974, pág. 447; Rudolphi,
Al igual que el Derecho anterior, el Código penal de 1994 no contiene ninguna regulación sobre el consen-
Die pflichtgemañe Prüfung ais Erfordernis der Rechtfertigung, Gedachtnisschrift für H. Schroder, 1978,
0. El Derecho belga comcide co n el fr; La doctrina española rrata el consentimiento como pág. 73; Tiedemann, Die mutmafiliche EinwiUigung, insbesondere bei Unterschiagung amtlicher Gelder,
JuS 1970, pág. 108; Unger, Die Zueignung von Geld usw., 1973; 'Voltz, Die Züchrigung fremder Kinder
und die Versuche ihrer Rechtfertigung, ZStW 50 (1930) pág. 339; Z/]»^ EinwiUigung und Risikoübernahme
^' Así, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 104; LK{\ 1.^) (Hirsch) nota preliminar núm. 140 antes del im Strafrecht, 1970.
§ 32; Wessels, Allg. Teil núm. 379. Con otro criterio (simple conocimiento) SchbnkelSchr'óderlLenckner, nota Vid., además, la información bibliográfica anterior al § 34
preliminar n ú m . 51 antes del § 32; SK (Samson) nota preliminar nú.m. 4 7 antes del § 32. Gallas,
Bockelmann-Festschnft pág. 174, niega el elemento subjetivo en el consentimiento sobre la base de que los I . El c o n s e n t i m i e n t o p t e s u n t o es u n a causa d e justificación suigeneris que, no obstante,
presupuestos objetivos "residen aquí exclusivamente en el ámbito de eficacia del ofendido"; asimismo, Roxin,
Allg. Teil 1 § 13 núm. 46.
*' Mir Puig, Adiciones Tomo I págs. 529 ss.; Cerezo Mir, El consentimiento págs. 208 ss.; Casas
''* Como aquí, BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 329; Sauer, Allg. Strafrechtslchre pág. 137; Blei, Allg. Barquero, El consentimiento, 1987.
Teil págs. 136 ss.; Frisch, Lackner-Fesrschrift: págs. 138 ss.; SchbnkelSchr'óderlLenckner, nota preliminar núm. ^- A diferencia del texto punitivo de 1973, el art. 155 del C.p. de 1995 reconoce novedosamente un
15 antes del § 32; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 494; Wessels, Allg. Teil núm. 379; Schmidhduser, Allg. Teil importante efecto atenuatorio (rebaja en uno o dos grados de la pena) del consentimiento en los delitos de
pág. 278; MaurachIZipf, h\\^. Teil I § 25 núm. 34; Lackner, § 22 núm. 16. A favor de la consumación, por lesiones, siempre que se ttate de un consentimiento válido, libre, espontáneo y expresamente emitido. Asi-
el contrario, DreherlTr'óndle, § 16 núm. 28; / , A r ( l l . ' ) (Hirsch) nota preliminar núm. 59 antes del § 32. mismo, el art. 156 recoge los efectos eximentes del consentimiento para los supuesros de ttasplantc de órga-
Favorable al error de ripo en el sentido del § 16 Roxin, Allg. Teil I § 13 núm. 83. nos, esterilización y cirugía transexual (N del T ) .
^^ Vid. Rittler, Tomo I págs. 150 ss.; WK (Nowakowski) anotación posterior núms. 33 ss. al § 3; *^ l'ompe, Handboek págs. 10 ss. Proftindizando sobre la cuestión y en el sentido del texto Hazewinkell
Triffterer, Allg. Teil págs. 239 ss.; LeukauflSteininger, § 3 núms. 34 ss.; Zipf, O J Z 1977, págs. 379 ss. SuringalRemmelink, Inleiding págs. 352 ss. Acerca del Derecho penal sudafricano vid. S. A. Strauss, Aspekte
''^ Vid. la nota a pie núio. 33 (N del T ) . van die begrip "toestemning", 1963.
'^ Así, Hafter, Allg. Teil pág. 170 quiso admitir el consentimiento en las lesiones corporales sin limi- *'' Una extensa exposición puede encontrarse ahota en Riz, II consenso dell'avente diritto, 1979; Bettioll
tación alguna. Aliora se muestra en contra, desde luego, la opinión mayotitaria; vid. Stratenwerth, Schweiz. Pettoello Mantovani Diritto pénale págs. 400 ss.; Romano, Commentario, Arr. 50 núm. 1 (causa de justifica-
Strafrecht, Allg. Teil 1 págs. 189 ss.; NollJTrechsel, Allg. Teil 1 p.íg. 126; Rehberg, Strafrecht págs. 149 ss.; ción), núm. 5 (alcance), núm. 6 (fundamentación en el mismo senrido del texto).
Graven, L'infraction pág. 148; Noli, Übergeserzliche Rechtfertigungsgründe pág. 83; Schultz, Einführung 1 *^ Vid. Honig, Das amerikanische Strafrecht pág. 166; Hall, Genetal Ptinciples pág. 232; LaFavel
pág. 168 (con carácter general el consentimiento es considerado corno causa de justificación). Vid. también Scott, Substantive Criminal Law 1 págs. 687 ss.; Rohinson, Criminal Law Defenses Tomo 1 págs. 307 ss.,
Haefliger. SchwZStr 67 (1952) pág. 99. quien diferencia tres clases de conformidad por parte del ofendido.
'* Vid. StefanilLevasseurlBouloc, Droir penal general núms. 357 ss.; MerlelVitu, Traite 1 núm. 446; ''"' Vid. Glanville Williams, Criminal Law págs. 770 ss.; el mismo, CrimLRev 74 (1962) págs. 154 ss.;
Jeandidier, Droit penal general núm. 252. el mismo, Textbook págs. 549 ss.; KennyITurner, Oudines págs. 208 ss.; Rubinstein, T h e Victim's Consent
^' StefanilLevasseurlBouloc, Droit penal general núms. 358 ss.; MerlelVitu, Trairé I núm. 447. págs. 193 ss.
^"^ Tulkenslvan deKerkhove, Introduction págs. 2 Í 7 ss.; DupontlVerstraeten, Handboek núms. 392 ss. *^ Fragoso, Linóes págs. 199 ss.
414 § 34 Conscntiniieiito y coiisentinuento presumo de! ofendido v i l . Ki conscnriniiciuo presunto 415

conocía con la posibilidad d e prestación del c o n s e n t i m i e n t o p o t p a r t e del tilular del bien jurídi- una relación de amistad (BayObLCi JZ 19S3, pág. 268). Sin embargo, en el ocasionamiento de unos daños
co ^^. A q u í nos e n c o n t r a i n o s a n t e u n c o n s c n r i n i i c n t o qtic a u n q u e d e a c u e r d o con las c i r c u n s t a n - materiales de considerable importancia no basta una mera y superficial relación personal para aceptat el
cias podría ser prestado eficazmente, sin e m b a r g o o n o existe o no p u e d e sct recabado a t i e m p o con.sentiniieiuo presunto de un alejamiento del lugar del accidente (OLG Koblenz VRS 57, 13).
p o r q u e el titular del bien j u r í d i c o o, en su caso, su r e p r e s e n t a n t e legal, no está localizable o está H a y q u e d i s t i n g u i t dos grupos de casos en los q u e se plantea el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o ' - .
inconsciente y necesitado d e u n t r a t a m i e n t o m é d i c o u t g e n t e ; cotí estos p r e s u p u e s t o s , existen ca-
a) Por u n l a d o , p u e d e tratarse de c o n f l i c t o s i n t e r n o s d e intereses y b i e n e s en el á m b i t o
sos en los q u e desde una valoración objetiva ex ame d e todas las c i t c u n s t a n c i a s la prestación del
d e la vida del o f e n d i d o q u e deben set solucionados p o r u n a intervención e x t e t i o r q u e tiene lugat
c o n s e m i m i e n t o p o r p a r t e del interesado habría t e n i d o lugar con t o d a seguridad (RG 6 1 , 2 4 2
en un s e n t i d o c o n c r e t o , al n o p o d e r ser t o m a d a a t i e m p o una dcci.sión p r o p i a . Este s u p u e s t o es
[256]; B G H 16, 3 0 9 1312]; O L G F r a n k f u r t M D R 1 9 7 0 , p;íg. 6 9 4 ) **'. T a m b i é n es e q u i p a r a b l e
cercano al estado d e necesid;id justificante (en su m o d a l i d a d de auxilio necesario) p o r q u e a q u í
el s u p u e s t o en el q u e el p r o p i o titular del bien j u r í d i c o habría r e n u n c i a d o con seguridad a ser
t a m b i é n h a y q u e p o n d e r a r si u n o de los inteteses ptevalece esencialmente sobre el o t r o . La dife-
c o n s u l t a d o ( O L G H a m b u r g N J W 1 9 6 0 , pág. 1 4 8 2 ) ^ " .
rencia reside en q u e los intereses implicados c o t t e s p o n d c n a la m i s m a p e r s o n a , en q u e por p a r t e
l-.jemplos: Kn el intcrnamiento hospitalario de una persona inconsciente gravemente herida, puede lle- de u n tetcero en sí m i s m o no facultado para ello debe hacer la elección, y en q u e s i e m p r e resulta
varse a cabo una ¡nrervencióii inmediata sin el consentimiento del pacienre por morivos sanirarios siempre decisiva la v o l u n t a d p r e s u n t a del titulat del bien jurídico.
que pueda aceptarse que el mismo habría consentido de conocer tales circunstancias (vid. RG 25, 375 [381
ss.), donde sin embargo se planteó el caso contrario). Del mismo modo, en el aborto terapéutico donde Ejemplos: El médico lleva a cabo una amputación (§ 224 ' ' ) inaplazable que salva la vida a un paciente
seí;ún el § 218 a I I " se precisa el consentimiento real de la mujer, es suficiente con su consentimiento en estado inconsciente e intefn,ado con graves herid.as. La espo.sa abre una carta enviada por Hacienda a su
ptcsunto cuando, pot ejemplo, a causa de su inconsciencia aquél no puede ser recabado (RG 6 1 , 242 [256]). marido ausente durante mucho tiempo pata evitar que expire un plazo iníportante (§ 202). Alguien se ¡n-
El causante de unos daños en la carrocería a un automóvil apatcado puede, en lugar de esperar en el lugar tfoduce en la casa de un vecino que se encuentta de viaje para impermeabilizar una rubería defectuosa (§
del accidenre (§ 142), ir a buscar personalmente a la petsona afectada por los daños con la que mantiene 123). Vid., asimismo, el caso tesuelto por la RG 60, 117 (120).

b) Por o t r o lado, p u e d e t a m b i é n datse el caso de q u e sea p r e s u m i b l e p o r p a r t e del afectado


la r e n u n c i a a sus p r o p i o s intereses en b e n e f i c i o del a u t o r o de u n tercero. En esta situación
*** El desarrollo de esta teoría se debe especialmente a Mezger, G.S 89 (1924) págs. 287 ss. y Ixhfbuch la p r e s u n c i ó n descansa o b i e n sobre la c o n f o r m i d a d del titular del bien j u r í d i c o p o r el escaso
p,ágs. 218 ss. Günther, Sttaftechtswidtigkeit págs. 351 .ss. acepta tan sólo una causa de exclusión del injusto interés en la conservación del bien afectado, o bien sobtc la existencia d e m o t i v o s especiales rela-
penal. Por el contrario, Roxin, Welzel-Festschtifr pág. 448 y Allg. Teil I § 18 n ú m . 8 se decanta con acierto tivos a la persona i m p l i c a d a ' ^ .
a favor de "una causa de justificación autónoma". Igualmente, BGH 35, 246 (249) con comentatio de Geppert,
Ejemplos: Algunos jóvenes recogen frutas caídas de árboles ajenos (§ 248a) en un año de rica cosecha.
17, 1988, pág. 1025, así como Hoyer, StV 1989, pág. 245; Hruschka, Dtehet-Festschrift pág. 204; LK
Alguien utiliza la bicicleta apatcada de un amigo (§ 248b) pata no petder un tten importante. La empleada
(U.')(Hirích) nota pteliminar núm. 129 antes del § 52; Müller-Dietz, JuS 1989, pág. 2 8 1 ; MauracUZipf,
de hogat regala a un mendigo el traje desgastado del dueño de la ca,sa (§ 242) " . En la producción de unos
Allg. Teil I § 18 nijni. 4 (de otra opinión todavía Zipf, t'inwilligung pág. 55 [adecuación social]); Schonkel
daños de escasa consideración a un automóvil aparcado, el conductor respon.sable deja sólo su dirección sin
ScIn'óderlEser, nota preliminar núm. 54 anres del § 32.
esperar en el lugar del accidenre (§ 142). Vid. también el ca.so comentado anteriormente resuelto por la
'-* Así se manifiesta la doctrina mayoritaria; vid. BaumannlWeber, Allg. Teil págs. 332 ss.; Blei, Allg. Ba>'ObLGJZ1983, pág. 268.
Teil pág. 138; Dreher/Trondle, nota pteliminar núm. 4 antes del § 32; Lackner, nota preliminar núm. 21
antes del § 32; ZA'(11.") (Hirsch) nota preliminar núm. 129 anres del § 32; Mauracl^/Zipf, M\g. Teil I § 28 2. La eficacia justificante del c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o descansa sobre u n a c o m b i n a c i ó n d e
núms. 13 ss.; Roxin, Welzel-Festschrift pág. 448; Sch'ónkelSchróderlLenckner, nota preliminar núm. 54 anres tres p u n t o s d e vista: en p r i m e r lugar, debe tener lugar u n a p o n d e r a c i ó n de intereses en el senti-
del § 32; WK (Nowakowski) nota posterior n ú m . 39 al § 3 ; Wesíels, Allg. Teil núms. 381 ss. Aceptándolo d o del o f e n d i d o , en s e g u n d o lugat, d e b e .ser realizada u n a p r e s u n c i ó n objetiva acerca d e cuál
como un supuesto específico del estado de necesidad justificante .'Iraa'í, Mutmaí?lichc EinwiUigung págs. h a b r í a sido la r e s o l u c i ó n m á s p r o b a b l e de h a b e r c o n o c i d o aquél la situación y, finalmente, hay
67 ss.; H. Mayer, Lehrbuch pág. 168; Schmidhüuser, Allg. Teil pág. 317; Welzel, Lehrbuch pág. 92, pero sin q u e recurrir a la idea del riesgo p e r m i t i d o , de lo que se deriva sobre t o d o el d e b e r de realizar u n
razón pues aquí lo importante es la voluntad aquiescente del titular del bien jurídico, tal y como se habría e x a m e n m i n u c i o s o (vid. infra § 3 6 1 1) "". Los dos p r i m e r o s criterios m e n c i o n a d o s n o son i n d e -
mosttado ante el análisis de la situación fáctica, incluso aunque el resultado de la ponderación de inteteses
estuvieta en contra de tal voluntad (en este sentido también Bockeímann/Volk, Allg. Teil pág. 106).
"' Así, Sc/mn/ee/Schwder/Eser, nota preliminar núm. 54 antes del § 32; liedemann, ]uS 1970, pág. '^ Asimismo, Blei, Allg. Teil pág. 139; Roxin, Welzel-Festschrift pág. 464; SK (Samson) nota prelimi-
109. Con otto criterio LSG Celle N J W 1980, pág. 1352; LK{\\.-^) {Hirsch) nota preliminar núm. 136 nar n. 48 antes del § 32.
antes del § 32; Roxin, Welzel-Festschrift pág. 4 6 1 ; f/ mismo, Allg. Teil I § 18 núm. 10; SK(Samson) nota " La remisión debe enrenderse realizada al vigenre § 226 1 2 (N del T ) .
pteliminar núm. 50 anres del § 32. En contra del caso resuelto por la BGH 3 5 , 246, tendría que haberse ''' Para este segundo grupo de casos Schmidhüuser, Allg. 'Icil pág. 318 rechaza la jusrificación.
recabado la aprobación de la paciente pues no existía peligro vital y tenía que habei sido ella quien escogiera '^ Si existiera la aprobación del titular del bien jurídico estatíamos en presencia de supuestos de acuetdo
entre asumir el riesgo de un nuevo embarazo o renunciat a su capacidad reproductiva (asimismo, Müller- ("Einverstandnis") que excluyen ya el propio tipo penal (vid. supra § 34 I Ib). Sin embargo, en el consenti-
Dietz, ]uS 1989, pág. 280; Hoyer, StV 1989, pág. 245). miento presunto no hay que hacer una diferenciación de este tipo, pues el acuerdo debe existir realmente y
'" 'Féngase en cuenta la sentencia delTribunal Constitucional alemán sobre el aborto de 28.5.1993 no puede sólo ptesumirse.
(BVetGE, 88, 203) que declató inconstitucional la solución del plazo introducida por la Ley de ayuda a las ' ' Así, Leckner, H. Mayer-Festschtift pág. 181; Maurach/Zipf, M\s,. Teil I § 28 núms. 15 ss.; Roxin,
embarazadas y a la familia de 27.7.1992 (BGBl. I pág. 1398), así como la nueva regulación intfoducida por Wclzcl-F'estschrift pág. 4 5 3 ; SchonkelSchrñderlLenckner, nota preliminar núm. 58 anres del § 32; Wessels,
la Ley de reforma de la ayuda a las embarazadas y a la familia de 21.8.1995 (BGBl. 1 pág. 1050) (N deIT). i Allg. •Feilmím. 3 8 1 . "
416 § 34 C o n s e n t i m i e n t o y consentimiento presunto del oíendido VII. HI consentimiento ¡ircsunto 417

pendientes e n t r e sí sino q u e m u e s t r a n u n a relación recíptoca. Por lo general, de la p o n d e r a c i ó n 3 . Por lo d e m á s , en el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o d e b e n c u m p l i r s e los m i s m o s requisitos


de intereses se deriva el d a t o d e si h u b i e r a c a b i d o e s p e t a t el c o n s e n t i m i e n t o del o f e n d i d o ; pero q u e fueron exigidos para la eficacia del c o n s e n t i m i e n t o teal. La p r e s u n c i ó n tiene q u e referirse al
de su p a r t i c u l a t i d a d subjetiva t a m b i é n p u e d e deducirse q u e n o h a b r í a a p r o b a d o la solución del m o m e n t o del h e c h o , s i e n d o irrelevante la esperanza de u n a a p r o b a c i ó n posterior ( R G 2 5 , 3 7 5
conflicto de intctcses ditigida a su "verdadero p r o v e c h o " . A m b o s p u n t o s de vista destacan en los 1383]). A d e m á s , el p o r t a d o r del bien jurídico cuyo c o n s e n t i m i e n t o debe justificat el hecho debe
dos g r u p o s de casos con u n a fuerza distinta. G e n e r a l m e n t e , en el conflicto i n t e r n o de intereses la poseer la capacidad general d e raciocinio y juicio q u e habría sido necesaria para valorar correcta-
decisión q u e o b j e t i v a m e n t e sea más razonable se c o r r e s p o n d e r á t a m b i é n con la v o l u n t a d p t e s u n - m e n t e el significado d e la intervención. D e lo c o n t r a r i o hay q u e a c u d i r a la v o l u n t a d p r e s u n t a
ta del afectado. Pot el c o n t t a r i o , y p t e s c i n d i c n d o de casos q u e carecen d e peso específico c o m o el del t e p t e s e n t a n t c legal " " . A d e m á s , a q u í n o es i m p o r t a n t e si el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o a t e n t a
d e c a m b i a r d i n e r o q u e se t o m a d e u n a caja a j e n a ' ^ , en la r e n u n c i a al interés p t o p i o la solución p o t sí m i s m o a las b u e n a s c o s t u m b r e s , pues c o m o c o n la p r e s u n c i ó n acerca d e la decisión d e
d e p e n d e r á b a s t a n t e de la o p i n i ó n personal del titular del bien j u r í d i c o ' . Sin e m b a r g o , en a m - o t r o s i e m p r e está a n u d a d o u n cietto riesgo, el a u t o r p u e d e llevar a c a b o la i n t e r v e n c i ó n en la
bos supuestos t a m b i é n debe ser respetada u n a " v o l u n t a d irtazonable" del p o r t a d o r del bien j u r í - esfera jurídica ajena si ha e x a m i n a d o d e t e n i d a m e n t e las circunstancias "*''. Si no ha realizado
dico p r o t e g i d o (vid. el caso resuelto p o r la BVerfGE 3 2 , 98) c u a n d o aquélla es c o n o c i d a o p u e d e tal examen c o n f o r m e a d e b e r y la intervención c o n t r a d i c e la verdadera v o l u n t a d del afectado, el
ser d e d u c i d a , pues en el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o n o se t i a t a de u n ca.so p e r m i t i d o de "tutela h e c h o resulta ser finalmente antijurídico. Por el c o n t r a r i o , si el a u t o r d e c i d e lo correcto sin tal
prestada p o r u n auxiliador n o r e q u e r i d o " ' ' , sino d e u n a decisión en el s e n t i d o del afectado ' ' . e x a m e n , actt'ia c o n f o r m e a D e r e c h o puesto q u e h a n sido preservados el interés y la v o l u n t a d del
Por t a n t o , el h e c h o t a m b i é n está justificado c u a n d o p o s t e r i o r m e n t e la p r e s u n c i ó n ha resultado afectado.
ser equivocada a pesar de u n e x a m e n c u i d a d o s o d e carácter objetivo. E n este caso la justificación 4 . El c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o posee u n a i m p o r t a n c i a ptáctica significativa sobre t o d o pata
d e la i n t e r v e n c i ó n descansa sobre la idea del riesgo p e r m i t i d o (vid. infm § 3 6 II 3 ) . las intervenciones médicas y, en m e n o r m e d i d a , t a m b i é n pata el p r o b l e m a de la corrección de
Los puntos de vista que resultan decisivos para el consentimiento presunto se basan también en las dis- n i ñ o s ajenos.
posiciones de Derecho civil relativas a la gestión de negocios ajenos. El gestor tiene que actuar "tal y como exige
a) Resultan punibles el aborto no consentido (§ 218) y el tratamiento curativo arbitrario (§ 223)
el interés del mandante en atención a su voluntad real o presunta" (§ 677 BGB). Sin embargo, la anterior
(vid. supra § 34 III 3a). Sin embargo, para ambos casos es evidente que basta el consentimiento presunto
aplicación analógica de estos preceptos que se recomendaba en Derecho penal "", no puede ser aprobada en la
para su justificación. De esta forma, no se precisa el consentimiento de la embarazada (§ 218a II) cuando,
medida en que sólo regula la compensación interna de daños y gastos, pero no los presupuestos de la interven-
por su situación, no puede consentir eficazmente o tampoco cabría aceptar que lo negaría caso de poder
ción sobre bienes jurídicos ajenos que es lo que importa a la justificación penal. De este modo, sobte la base
prestarlo. Lo mismo sucede con el tratamiento curativo. De ello se detiva que la decisión del médico debe
del § 679 BGB, difícilmente puede apelarse a la acusación de administración desleal (§ 266) de un banco que,
tomarse en última instancia desde el punto de vista del paciente, y no partir meramente de la idea de que lo
durante la ausencia de uno de sus clientes motivada por la realización de un largo viaje, decide arbitrariamente
que debe suceder es lo que razonablemente éste "debería querer". Igualmente, rigen los principios del con-
detraer dinero de su cuenta para cumplir con su debet legal de alimentos '"-.
sentimiento presunto cuando no puede ser recabado el consentimiento del paciente basado en un completo
conocimiento de los hechos, debido a que la explicación íntegra telativa a la natutaleza y alcance del padeci-
''' Incluso hay que negar la apropiación en la utilización de un importe mínimo de dinero ajeno miento vendría a menoscabar previsible y considerablemente el resultado del tratamiento por el efecto de
cuando se tiene la certeza acerca de la capacidad de reembolso, de modo que el punto de vista del consenti- choque ("Schockwirkung") que supondría el relato de toda la verdad (vid. § 162 III E 1962) ' ° ' .
miento presunto ni siquiera intetviene; así, Tiedemann, ]\iS 1970, págs. 110 ss.; LK{\\.') (Hirsch) nota
preliminar núm. 139 antes del § 32. Con otro criterio OLG Kóln N J W 1968, pág. 2348. b) U n derecho a la corrección de n i ñ o s ajenos '"^ ^" no p u e d e ser a p o y a d o sobre la idea del
" De la heterogeneidad en la configuración de los casos se explica que en la doctrina científica am- c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o p o r parte de las personas facultadas para su educación; en el mejor de los
bos puntos de vista sean enfatizados con diferente firmeza. Y así, Mezger, Lchrbuch pág. 220 y Blei, Allg. casos p u e d e plantearse la legítiitia defensa o u n a acción realizada en estado d e necesidad """ "'^.
Teil pág. 138, destacan el componente del consentimiento, mienttas que Frank, § 51 nota preliminar núm. Ejemplo: a los niños que dañan un nomumento lanzando piedtas se les puede ahuyentar; en caso
III; Eichler, Handein im Interesse des Vedetzten pág. 53; Hegler, ZStW 36 (1915) pág. 42 y Traeger, GS 94 necesario, con la amenaza de golpearles, pero no se les puede pegar con la finalidad de educarles.
(1927) págs. 154 ss., colocan en un primer plano el punto de vista del interés.
" Así, acertadamente H. Mayer, Lelirbuch pág. 168. Incluso ante menoscabos de escasa entidad o de
carácter temporal permanece como en terio decisivo la decisión que, de acuerdo con las circunstancias, se '°5 Asimismo, Roxin, Allg. Teil I § 18 núm. 4.
recabe del afectado; vid. LK{\\.'^) (Hirsch) nota preliminar núm. 136 antes del § 32; Roxin, Webel-Festschrift '""' Así, Lenckner, H. Mayer-Festschrifi: pág. 181; Maurach/Zipf, M\^. Teil I § 28 núm. 15; Roxin,
pág. 4 6 1 . Con otro critetio Tiedemann, ]xiS 1970, pág. 109; Unger, DieZueignung von Geid, 1973. "Welzel-Festschrift págs. 453 ss.; Schmidháuser, Alg. Teil pág. 319. De otta opinión, LK(\\.'-) (Hirsch) nota
'"" En el caso resuelto por la BGH 35, 246 (250) no era aceptable un ettot sobre los presupuestos preliminar núm. 140 antes del § 32; Rudolphi, Schroder-Gedachrnisschrift págs. 86 ss.
fácticos del consentimiento ptesunto, sino un error culpable de prohibición conforme al § 17, inciso segun- ""^ Vid. sobre ello DreherlTróndle, § 223 núm. 9p; LK(\ l.«) (Hirsch) § 226a núm. 35.
do, al desconocer el médico que tenía que recabar el consentimiento de la paciente (error de prohibición ' ° ' ' ' " Vid. supra § 31 VII nota a pie núm. 56 bis (N del T ) .
acerca de los límites de una causa de justificación) (vid. supra nota a pie núm. 90). Asimismo, Roxin, Allg. ' " ' Así, RG 6 1 , 191 (193); 76, 3 (6); RG DR 1944, pág. 612; BayObLG 15, 30; OLG Saarbrücken
Teil I § 18 núm. 29. N J W 1963, pág. 2379. Asimismo, IA'(10.») (Hirsch) § 223 núm. 28; DreherlTróndle. § 223 núm. 15a;
" " Así, Zitelmann, AeP 99 (1906) pág. 104; Ahrens, Geschaftsführung ohne Auftrag págs. 29 ss.; v. Schonke/Schróder/Eser, § 223 núm. 25; Lackner, § 223 núm. 11; Maurach/Zipf Allg. Teil I § 28 núm. 3 1 ;
Hippel, RG-Fcstgabe págs. 2 ss. Schmidháuser, A l g . Teil pág. 318.
'°^ De otra opinión Welzel, Lehrbuch pág. 93; Roxin, Allg. Teil I § 18 núm. 9. En el mismo sentido '"' Vid. Eichler, Handein ¡m Interesse des Verletzten págs. 76 ss.; Roxin, Welzel-Festschtift pág. 466;
del texto, LK(\ 1.") (Hirsch) nota preliminar núm. 130 antes del § 32; Stratenwerth, A l g . Teil I núm. 397; Vokz, ZStW 50 (1930) págs. 354 ss. Acerca de posibles excepciones con ocasión de la existencia de especia-
Jaliobs, KWg.l'eú 15/18. les relaciones de cuidado Roxin, Allg. Teil 1 § 18 núm. 23.
-118 § 33 I.a actuación cu c! ejercicio de íaculiades públicas y otros ca I. La imli/acióii de la coacción del listado como cansa de justificación 419

§ 3 5 La actuación en el ejercicio d e facultades publicas y otros casos cercanos ihrer strafrechdichcn Rechilcriigung, Fesischrik lür R. Dmge, 1976, pág. 97; el tnismo, Die Gegenvorsteilung
im System von Betehl und Geliorsaní, Festschrifr (ür E. Dreher, 1977, pág. 495; Stratenwerth, Verantworrung
Achcttbiich, Vorliíufige Festnahnie tisw., j A 1 9 8 1 , pág. 6 6 0 ; Amí'íuiig, Dic Reclulertigting von und Gehorsam, 1958; 'Fhiele. Zinii Reclumálsigkeitsbegriff bei § 113 Abs. 3 StGB, JR 1975, pág. 3 5 3 ;
Poli/.eivoii/.ugsbcamrc]!, JuS 1986, pág. 329; Arndt, Gniiidrifi des Welirstrafreclus, 2.-' ed. I 966; ti mismo, Triffterer, Der tódliche Fehlschuí? der Poiizei, M D R 1976, pág. 355; el mismo, Ein rechtfertigendcr
Dic strafrcciulichc Bcdcutung des militárisclicn liefelds, NZWehrr 1960, pág. 145; Arzt, Zum privaren (Edaubnistatbestands-)lrrtuni? Fesischritr für W. Mallmann, 1978, pág. 3 7 3 ; Vitt, Rechtsprobleme des
Fesrnahnierecht, Fcstschrift für T h . Klcinknccht, 1985, pág. 1; Battenberg, Das auf liefelil begangcnc sogenannten "gefahrlichen" Befehls, NZWehrr 1994, pág. 45; Vogler, Zuin Einwand des Handelns auf Befehl
\'erbrcclicn, Strafr. Abh. Hcft 189, 1916; Keling, GrcnzJinien zwischcn Rechr und Unrcclu in der Ansübung im Vólkerstrafrcclir, Revue de droit penal niiiitaire 1 968, pág. 111; Vormhaum. Zur Züchrigungsbefugnis
der Srrafreciitspflcgc, 1913; Bertram. Das Widcrsrandsrecht des Grundgesetzes, 1970; fílank, Die von Lchrern und Erziehern. JR 1977, pág. 492; Wagner, Die Rcchtniafiigkcit der Amtsausübung-OLG
srralreclirliche Bcdcutung des Arr. 20 IV G G , 1982; Bockenfórde, Die Kodifizicrung des Widersrandsrechrs Karlsruhe, N J W 1974, pág. 2142, JuS 1975, pág. 224; el mismo, Amtsverbrcchen, 1975; v. Weber, Die
im Grundgesetz, JZ 1970, pág. 168; Borchert, Die vorlaufigc Festnahnie nach § 127 StPO, JA 1982, pág. srrafrechtiiche Verantwottlichkeir für Handeln auf Befehl, M D R 1948, pág. 34; Weinkaujf, Über das
338; Bringewat, Der rcchrswidrige Befehl, NZWehrr 1971, pág. 126; Bruns, Zur strafrechrlichen Diskussion Widersrandsrechr, 1956; Westerhurg, Die Polizeigewalt des Luftfahrzcugkommandanten, 1961; Wiedenhrüg,
übcr das Züchrigungsrecht des Lehrers, JZ 1957, pág. 410; Doehring, Das Widcrsrandsrecht des GG und Nochmals; Das Risiko des privaren Fesrnehmers, JuS 1973, pág. 418.
das übcrpositive Recht, Der Staat 8 (1969) pág. 429; Dolaptschieff, Sind rechtswidrigc bindende Befehle
nuiglich? ZStW 58 (1939) pág. 238; Finche, Darf sich cine Privatperson bei der Fesrnahme nach § 127 1
StPO irren? GA 1971, pág. 4 1 ; el mismo. Das Risiko des privaren Festnehmers, JuS 1973, pág. 87; Friebe,
I. La u t i l i z a c i ó n d e la c o a c c i ó n d e l E s t a d o c o m o causa d e j u s t i f i c a c i ó n
Die strafrechriiche Veranrwortlichkeit des Lehrers, 2.-' cd. 1958; Fuhrmann, Der hóhere Befehl ais
Rechtfertigungsgrund im Vólkerrecht, 1963; Henkel, Strafverfahrensrecht, 2.^ ed. 1968; Heuer, en: Birtksy 1. E n n u m e r o s a s leyes está prevista la utilización d e la coacción estatal c o m o l i k i m o recur-
otros, Die Zuiássigkeir des Einsatzesstaadicher Gewalt in Ausnahmesituarionen, 1976; Hirsch, Soziale so para el c u m p l i m i e n t o d e fines priblicos. U n ó r g a n o estatal q u e realiza u n t i p o p e n a l (vgr.,
Adáquanz und Unrechtslehre, ZStW 74 (1962) pág. 78; Isensee, Das legalisierte Widerstandsrechr, 1969;
h o m i c i d i o d o l o s o , lesiones corporales, privación d e libertad, coacciones, a l l a n a m i e n t o de m o t a -
Jescheck, Veranrwortung und Gehorsam im Bereich der Poiizei, Das Polizeiblatt für das Land Baden-
da, a p e r t u r a d e c o r r e s p o n d e n c i a , darlos materiales, etc.) sobre la base y d e n t t o del m a t e o d e sus
Württemberg 1964, pág. 97; el mismo, Befehl und Gehorsam in der Bundcswehr, en: Bundeswehr und Recht
facultades pílblicas actúa c o n f o r m e a D e r e c h o . Lo m i s m o sucede respecto a los particulares
1965, pág. dy, ]ung. Das Züchrigungsrecht des Lehrers, 1977; Karstendiek, Nochmals: Züchrigungsrecht
Heure, DRiZ 1975, pág. 5i5; Anhiir Katifmann (Ed.), Widcrsrandsrecht, 1972; Kienapfel, Korperliche c u y o a p o y o es reqiíerido p o r parre d e los ( u n c i o n a r i o s ( § 1 1 4 II), m i e n t r a s q u e respecto a q u i e n e s
Züclirigung und soziale Adáquanz, 1961; Kohlhaas/Schwenck, Rechtsprechung in Wehrstrafsachen, 1967; v. les auxilian voluntariamente sólo se planrean las causas d e justificación c o m u n e s (vgr., § § 3 2 , 3 4
Kopp, Zum Urreil des BGH über das Züchrigungsrecht der Lehrer, J Z 1955, pág. 319; Kriele, Ehrenschutz StGB, § 127 StPO).
und Meinungsfrciheit, N J W 1994, pág. 1897; KreylW. Meyer, Z u m Verhaken von Staatsanwaltschaft und
Ejemplos: En la ejecución forzosa son regisrrados obligatoriamente la vivienda y los depósitos del deudor
Poiizei usw., Z R P 1973, pág. 1; Kriiger, Polizeilicher Schufiwaffengebrauch, 3." ed. 1977; el mismo, Die
(§ 758 ZPO), con la finalidad de llevar a cabo el embargo el órgano judicial ejecutivo toma posesión de las
bewuííteTotung bei polizeilichem Schufiwaffengebrauch, N J W 1973, pág. 1; Küper, Grundsatzfragen der
cosas en poder del deudor sacándolas a subasta piibiica (§§ 808, 814 ZPO), se fuerza al deudora la resrirución
"Differenzierung" zwischen Rechtfertigungs-und Entschuidigungsgründen, JuS 1987, pág. 8 1 ; W. Lange,
de las cosas muebles y a su entrega al acreedor (§ 883 Z P O ) , así como a la realización de una declaración bajo
Problcme des polizeilichen WafFengebrauchsrechts, Í M D R 1974, pág. 357; el mismo, Der neue Musterentwurf
juramenro (§§ 807, 883 ZPO) o, en su caso, se le pone bajo arresto (§§ 901 ss. ZPO). En \o'sprocesos concúrsales
eines einheirlichen Polizeigcsetzes usw., M D R 1977, pág. 10; Lanhenthal, Anmerkung zu BayObLG vom
el declarado en quiebra o concurso es sometido a tesrricciones de la libertad (§ 101 II KO), el administrador
18.10.1990, JR 1991, pág. 519; Lenckner, Der "rechrswidrige verbindiiche Befehl" im Strafrecht-nur noch
de la masa concursal toma posesión de ella y la valota ( § 1 1 7 KO), e incluso puede abrir el correo dirigido ai
ein Reliki.' Fcstschrift für W. Stree und J. Wessels, 1993, pág. 223; H. Mayer, Der bindende Befehl ¡m
deudor común (§ 121 12 KO). En Derecho procesal penal los sospechosos de la comisión del delito son inme-
Srrafrecht, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 598; M. E. Mayer, Der rechtswidrigc Befehl des
diatamente detenidos de fotma preventiva por la fiscalía, la policía (§ 127 II StPO) o, como consecuencia de
Vorgesetzten, Fcstschrift für P. Laband, 1908, pág. 121; Meincke, Berreffen oder Verfolgen auf frischerTat
una orden judicial (§§ 112 ss. StPO), son admisibles intervenciones corporales incluido el análisis de sangre
usw., Diss. Hamburg 1963; Middendorff, Claus Graf Schenk von StaufFenberg, Festsclirift für H.-H, Jescheck,
(§§ 81a y c StPO), el acusado puede ser internado en un hospiral psiquiátrico público con la finalidad de
Tomo II, 1985, pág. 1175; Oehler, Handeln auf Befehl, JuS 1963, 3 0 1 ; Ostendorf, Die strafrechdiche
preparar un dictamen acerca de su estado mental (§ 81 StPO) y se procede a la retirada del carnet de conducit,
RechtmaSigkcit lechtswidrigen hoheidichen Handclns, JZ 1981, pág. 165; Petri, Abschaffung des ekerlichcn
al comiso de los medios de prueba (§ 94 StPO) y al regisrro del doinicilio (§ 102 StPO); asimismo, el conde-
Züchtigungsrechts, ZRP 1976, pág. 64; ReindllRoth, Die Anwendung des unrnirtelbaren Zwanges in der
nado a pena de prisión es ingresado en el cenrro penitenciatio por la autoridad ejecutiva competente (§ 29
Bundeswehr, 1 9 7 4 ; .«O//«Í,Í-/Anmerkung zu B G H vom 2 5 . 1 1 . 1 9 8 6 , StV 1 9 8 8 , p á g . 6 3 ; Roxin,
StVollstrO). \jis policías que están de servicio pueden recurrir de forma inmediata a la violencia contra las per-
Strafverfahrensrecht, 23." ed. 1993; Riiping/Hüscli, Abschied vom Züchrigungsrecht des Lehrers, GA 1979,
sonas o las cosas (por ejemplo, violencia corporal, colocación de esposas, utilización de porras o empleo de
pág. 1; Rupp, Grundfragen der hcurigen Verwaltungsrechtslehre, 1965; Rupprecht, Die tódliche Abwehr des
agua o gas lacrimógeno) sieinpre que el fin policial perseguido no pueda ser alcanzado de orto modo (en tela-
Angriffs auf menschlichcs Leben, JZ 1973, pág. 263; Scheidle, Das Widerstandsrechr, 1969; Schlüchter, Das
Strafverfahren, 2." ed. 1983; la misma, Kein Rechr zur Beweisvernichtung nach einem porentiellcn
Selbstbedienungsladcndiebstahl, JR 1987, pág. 3 0 9 ; / Schmidt, Nochmals: Die bewuí?te T o t u n g bei
I ción con los funcionarios ejecutivos federales vid. la Ley Federal sobre la utilización inmediata de la coacción
en el ejercicio de potestades públicas de 10.3.1961, (BGBI. 1 pág. 165); en telación con los soldados del ejérci-
ro y vigilantes de .seguridad privada vid. la Ley acerca del empleo inmediato de la coacción (etc.) de 12.8.1965
polizeilichem Schulswaffengebrauch, N J W 1973, pág. 499; E. Schneider, Züchrigungsreciit heute! DRiZ 1975,
(BGBI. I pág. 796); acerca de las policías de los Lündervid. el Derecho rerritorial como, verbigracia, la Ley de
pág. 149; H. Schneider, Widersrand im Rechtssraar, 1969; Scholz/Lingens, Wehrstrafgesetz, 3." ed., 1988;
Policía de Baden-Würrtcmberg en su redacción de 13.1.1992, GBl. pág. 1, §§ 26 ss.). Otras disposiciones
Schreiher, Befehisbefugnis und Vorgesetztcnverhálrnis in der Bundeswehr, 1965; B. Schünemann, R u a d u m
especiales regulan los requisitos de la utilización de armas de fuego contra las personas' (vid. §§ 9 ss. UZwG;
betrachrer, JA 1972, pág. 7 0 7 ; el mismo, Die dcurschsprachige Strafrechtswissenschaft nach der
Strafrechtsreform usw., GA 1985, pág. 3 4 1 ; W B. Schünemann, Selbsrhilte im Rechtssystem, 1985; Schwenck,
Wehrsrrafrecht im System des Wehrrcchts, 1973; el mismo, Die kriegcrischc Handlung tmd die Grenzen ' Acerca de ios requisitos generales de la utilización de armas de fuego por funcionarios de la Federa-
ción o de los LUnder, así como por soldados del ejército federal vid. detalladamente LK(\ 1.") (Hirsch) nota
420 § 35 La actuación en el ejercicio de facultades ¡nUiIicas y otros casos cercanos 11. Kl mandüfo oficia! v la orden militar como causas de justificación 421

§§ 15 ss. UZwGBw; §§ 99, 178 StVolIzG; §§ 53, 54 de U Ley de Policía de Baden^Würiieniberg^ acerca ñ o r lesividad de la i n t e r v e n c i ó n c o m o el de su p r o p o r c i o n a l i d a d c o m o n o r m a s f u n d a m e n t a l e s
del derecho a usar las armas de fuego por parte de los guardas forestales, de caza y de pesca vid. las leyes de! Estado d e D e t c c b o (BVcrfGE 19. .M2)(vid., p o r e j e m p l o , § 4 I y II U Z w G ) .
aprobadas en algunos Ldnder: Ley de 26.2.1935, RGBl. 1 pág. 313 y su reglamento de 7.3.1935, RGBl. I
pág. 377 [RG 72, 305, 306 ss.] así como el § 25 11 BJagdG). En el Derecho sanitario está previsto el interna- 3 . El e m p i c o d e la coacción estatal está t a m b i é n justificado a u n c u a n d o c o n p o s t e r i o r i d a d
micnto forzoso de enfermos sexuales ( § 1 8 11 GeschlKrG), así como de enfermos mentales y personas adic- resulte q u e los p r e s u p u e s t o s objetivos de la i n t e r v e n c i ó n n o habían c o n c u r r i d o (vid. supra § 31
tas (de acuerdo con el Derecho territorial, por ejemplo, en la Ley de BadeivWürttembcrg de 2.12.1991, IV 3). El m o t i v o para este "ptivilegio del error" (W. Jellinek) p o r parte del Estado reside en q u e ,
GBl. pág. 794) en los correspondientes establecimientos hospitalarios y curativos. con frecuencia, las decisiones ejecutivas d e b e n ser t o m a d a s con g t a n rapidez; d e a h í q u e en b e n e -
ficio de u n a i m p o s i c i ó n eficaz de los inteteses d e la colectividad, en el caso c o n c r e t o el c i u d a d a -
2 . Los requisitos especiales para el ejercicio de l.as facultades concretas de carácter v i o l e n t o
no t a m b i é n tenga q u e tolerar intervenciones p o r parte d e los funcionatios piiblicos q u e , con p o s -
están regulados en sus respectivos á m b i t o s . Por este m o t i v o , a q u í sólo p u e d e n ser d i s c u t i d o s los
teriofidad, aparecen injustificadas''. N o o b s t a n t e , el error debe afectar sólo a los p t e s u p u e s t o s
requisitos generales para la actuación alampara de facultades públicas^. E n t r e ellos se e n c u e n t r a n ,
objetivos de la a c t u a c i ó n y n o a sus límites jurídicos ( B G H 2 4 , 125 [130]) ^.
en p r i m e r lugar, la c o m p e t e n c i a material: la acción oficial d e b e p e r t e n e c e r p o r su naturaleza y
circunscripción a las obligaciones del servicio del funcionario c o r r e s p o n d i e n t e . Ejemplos: El órgano judicial ejecutivo actúa conforme a Derecho en el sentido del § 758 Z P O si, tras un
examen conforme a deber, embarga una vivienda que es atribuida erróneamente al deudor (RG 6 1 , 297 [299]).
Ejemplos: Es /«competente por razón de la materia el juez para el embargo material (§ 808 Z P O ) , el
Es adecuada a Derecho la detención preventiva llevada a cabo según el § 127 II StPO cuando rras evaluar el
fiscal para ordenar la prisión preventiva (§ 114 I StPO) o el guarda de caza para funciones generales de
funcionario conforme a deber sus presupuestos objetivos, posteriormente resulta que realmenre no ha concu-
.seguridad ciudadana (RG bb, 339 [340]).
rrido el hecho cuya exisrencia era altamente sospechosa (RG 38, 373 [375]). También lo es igualmente la ex-
Requisito general para su legalidad es, a d e m á s , la c o m p e t e n c i a territorial. B á s i c a m e n t e tracción de sangre realizada de acuerdo con el § 81 a StPO por un asistente sanitario a quien el policía ordenante
ésta t e r m i n a para los funcionarios territoriales en la frontera del ¿ a W c o r r e s p o n d i e n t e ^ (existe tomó por un verdadero médico (BGH 24, 125 [130]). Asimismo en el empleo de armas de fuego resulta sufi-
u n a excepción en el § 1 6 7 G V G ) , m i e n t r a s q u e \o^ funcionarios federales p u e d e n a c t u a r e n el ciente el examen detenido de los presupuesros (RG 72, 305 [311]). De acuerdo con el § 12 II 1 UZwG la
finalidad de la utilización de armas de fuego sólo puede ser la neurralización de un ataque o de una huida. Si a
m a r c o de su c o m p e t e n c i a material en el c o n j u n t o del territorio federal ^. A s i m i s m o , es necesario
pesar del cuidado debido tiene lugar la muerte del afectado, el funcionario actúa asimismo conforme a Dere-
el c u m p l i m i e n t o d e algunas p r e s c r i p c i o n e s formales esenciales d e s t i n a d a s a la p r o t e c c i ó n del
cho (BGH M D R 1975, pág. 675; incorrectamente OLG Frankfúrt NJW 1950, pág. 119).
afectado (vgr., el carácter escrito d e la o r d e n de d e t e n c i ó n segiin el § 114 S t P O o la notificación
de la sentencia n o más allá del i n s t a n t e del c o m i e n z o d e la ejecución forzosa, tal y c o m o prescri- A u n q u e avanza la o p i n i ó n contiaria que rechaza u n tratamiento especial del error sobre las
be el § 7 5 0 Z P O ) . A d e m á s , para todas las facultades coactivas rigen t a n t o el p r i n c i p i o d e m e - causas de justificación padecido por los funcionarios encargados de tareas ejecutivas ^, sin e m b a r g o
lo hace sin razón pues tales servidores ptíblicos d e b e n ejecutar c o n t i n u a m e n t e m e d i d a s coeicitivas
q u e les c o n d u c e n a situaciones difíciles y a m e n u d o peligrosas, p o r lo q u e en el supuesto de u n
error acerca d e la existencia d e los presupuestos objetivos d e la intervención n o le debe ser concedi-
preliminar mims. 150 ss. antes del § 32; i / ^ d O . " ) Qáhnke) § 212 núms. 11 ss. Recpecro al empleo de las
armas de fuego por la policía W Lange, M D R 1974, págs. 357 ss.; Krüger, Polize¡licherSchuí5waffengebrauch da al afectado la posibilidad d e actuar en legítima defensa o error de prohibición, en la m e d i d a en
págs. 11 ss., y por el ejército Reindl/Roth, Die Anwendung des unmirtelbaren Zwanges págs. 88 ss. La poli- q u e aquéllos hayan c u m p l i d o c o n el examen c o n c i e n z u d o de tales presupuestos y a c t u a d o , pues, en
cía tampoco puede matar con dolo eventual para el cumplimiento de fines ptíblicos; vid. Krüger, Polizeilicher el m a t e o de su deber público.
Schuí?waffengebrauch pág. 26; MaunzJDürig. art. 2 II G G núm. 18; Í/C'(10.'') (Jahnke) § 212 núm. 12.
Quedan exceptuados los disparos a matar en supuestos de terrorismo y toma de rehenes siempre que con
ello se evite un riesgo inmediato para la vida o cuerpo de la víctima o se consiga liberarla de su secuestro o II. El m a n d a t o oficial y la o r d e n militar c o m o causas d e j u s t i f i c a c i ó n
detención, y bajo la condición de que no exista un medio menos lesivo; así, Dreher/Trondle, nota preliminar
niim. 6 antes del § 32; W. Lange, M D R 1977, págs. 12 ss.; LK(\ 1 .=•) (Hirsch) nota preliminar niim. 153 1. T o d a actividad estatal se lleva a cabo c o n la c o l a b o t a c i ó n s i m u l t á n e a de ó i g a n o s directi-
antes del § 32; Rupprecht, JZ 1973, págs. 263 s s . ; / . Schmidt, N J W 1973, págs. 449 ss.; en contra, Krey'/
Meyer, ZRP 1973, pág. 4; Krüger, N J W 1973, págs. 1 ss. Sobre la adecuación a Derecho de un disparo ^ Vid. Dreher/Trondle, § 113 núm. 14; SK(Horn) § 113 núm. lia; Oehkr, JuS 1963, pág. 302; LK
morral errado en la prácrica de una derención legítima BGH M D R 1975, pág. 675. Disienre sobre la cues- (11.») (Hirsch) nota preliminar núms. 146 ss. antes del § 32; LK(\\.^)(v. Biibnof) § 113 núm. 33; Lackner.
tión Triffterer, M D R 1976, págs. 355 ss. Acerca de las posibilidades de error Triffterer, Mallmann-Festschrift § 113 núm. 12;AíaKraír¿/Z//)/Allg. Teil I § 29 núm. 6; ífo^, Allg. Teil pág. 113. En los tipos de sospecha
págs. 373 ss. El § 41 n 2 del Proyecto Modelo para una Ley de Policía comiin a toda la Federación y de los (vgr., §§ 112, 127 II StPO) se deriva rambién la legalidad de la intervención incluso cuando la inculpabilidad
Liinder de 11.6.1976, contiene una regulación de los requisitos para el uso del arma de fuego que "con una del afectado se deriva posteriormente de la ley. En los otros casos existe un error de tipo permisivo que
seguridad que raya en la cerreza, traerá consigo consecuencias morrales". excepcionalmente jusrifica la intromisión si, a pesar de no concurrir los presupuestos fácticos, en aquélla
^ Sobre las restantes leyes territoriales vid. la visión general que suministra LK{\ 1.") (Hirsch) nota concurrió un examen conforme a deber (RG 6 1 , 297 [299]; BGH 4, 161 [164]; 2 1 , 334 [363 ss.]). Sobre la
preliminar núm. 150 antes del § 32. cuestión vid. SchonkeiSchroder/Lenckner, nota preliminar núm. 86 antes del § 32.
^ Con mayor detenimiento vid. LK{\ 1.") (v. Bubnoff) § 113 mims. 27 ss. ^ A favor de un tratamiento igualitario del error de Derecho LK(W.') (v. Buhnojfi § 113 núm. 34.
Por el contrario, la legalidad de las acciones oficiales es por regia general independiente de los dis- * Amelung, juS 1986, págs. 335 ss.; Jakohs, Allg. Teil 16/5; LK{U^) (Spendel) § 32 núms. 64 ss.;
triros administrativos (vid. BGH 4, 110 [113]; § 68 de la Ley de Policía de Baden-Würtemberg). Roxin, Allg. Teil I § 17 núms. 9 ss.; Ostendorf ]'7^ 1981, págs. 165 ss.; Schünemann, JA 1972, págs. 707 ss.;
^ La policía ferroviaria, sin embargo, extiende sus comperencias policiales sólo al ámbito territorial elmismo, GA 1985, págs. 366 ss.; Thiele, JR 1975, págs. 353 ss.; Wagner, JuS 1975, págs. 226 ss.; elmismo,
ferroviario (BGH 4, 110 [112]). Amtsverbrechen págs. 327 ss.; AK(Zielinski) § 113 núms. 22 ss. #
422 § 35 1.a actuación en el ejercicio de facultades piiblicas y otros ca.sos cercanos 11. Hl maiuhuo oHcial \' la orden nnlitar como causas de justificación 423

VO.S y ejecutivos. Por ello, lo.s eniplcaclos del E.srado se encuentran cu un orden ¡erár(|iiico que soldado y el funcionario cuando se trate de la aplicación de la coacción inmediata ' ' ; en el resto
está dcrerniinado por la facultad de ordenar y el deber de obediencia. En el ánibiio civil la.s de los casos el mandato no es obligatorio (§ 56 II 3 BBG, § 38 II 2 BRRG, § 75 II 3 LBG
órdenes .se denominan mandatos ("Anordnungcn") (§ 55, inciso segundo, BB(¡) y en el militar
Badcn-Württemberg).
órdenes ("Befehlc") (§ 2 WStG). El deber de obediencia de los funcionarios se deriva del § 55,
inciso segundo, BBG y del § 37, inciso segundo, BRRG, así corno del Derecho lerriiorial como, Ejemplos: El soldado debe ejecutar la otden de it a tecoger a la Comandancia un teletipo con una
bicicleta cuyo alumbrado está defectuoso, a pesar de que ello su])onc la comisión de una infracción adminis-
por ejemplo, el § 7 1 inciso segundo, LBG Badcn-Württenibcrg; por su pane, el deber de obe-
ttativa de tráhco (§§ 17 1, 49 1 núm. 17 StVO en conexión con el § 24 StVG) ''. Lo mismo sucede con los
diencia de los soldados está regulado en el § 11 1 SG. El Reglamento sobre la Relación de Subor-
funcionarios de las brigadas policiales antidisrurbios pteparadas para la intervención inmediata que, a la es-
dinación Militar de 4.6.1956 (BGBl. I pág. 459) determina quienes están facultados para dar
pera de una posible manifestación violenta, teciben la orden de situarse sobre la acera con la tanqueta de
órdenes en el ejercito federal'. agua (§ 2 I StVO), incluso aunque no sea absolutamente necesario (§ 35 I StVO). Por el conrrario, el fun-
2. El deber de obediencia sólo se fundamenta sobre los mandatos obligatorios. Pero el cionario de policía que ejecuta una orden de detención a pe.sar de que sabe que existe un error en la perso-
carácter vinculante de los mismos no depende de su legalidad o incluso de su adecuación al fin na, no puede ampararse en la orden dictada pues ésta conduce a una detención ilegal punible y, por ello, no
resulta vinculante.
perseguido, sino que sigtic sus reglas propias que emanan de la división de funciones entre los
órganos que mandan y los que obedecen '". Hay qtte partir del principio de que cu relación con Cualquier duda acerca de la legalidad de la orden oficial debe ser planteada por los funcio-
el mandato del órgano superior competente existe uní presunción de legalidad^^. Hasta donde narios de forma intnediata ante su superior y, en su caso, exponerla al superior directo a éste (§
alcance la presunción de legalidad el mandato es obligatotio incluso aunque realmente sea 56 II BBG). En el ámbito militar, por el contrario, el deber de objeción está limitado a los su-
antijurídico. Los criterios que rigen tal obligatoriedad son de índole formal y material: puestos en los que el subordinado sabe o resulta evidente que el superior no habría dictado la
orden de haber conocido los hechos (BGH 19, 231 [234]), así como cuando es exigida la ejecu-
a) Los xzc\\\\úxQi formales de la obligatoriedad son la competencia abstracta del órgano supe-
ción de un hecho punible. Resulta aplicable el mismo régiinen a los funcionarios que cumplen
rior para emitir la orden y el cumplimiento de \a. forma prescrita.
funciones ejecutivas dirigidas al empleo de la coacción inmediata .
b) Los requisitos materiales son, en primer lugar, que la orden no infrinja manifiestamente
3. El mandato obligatorio se presenta para el subordinado cotno una causa de justifica-
el Ordenamiento jurídico pues en este caso la antijuricidad es evidente sin más. En segundo lugar y
ción, aún cuando excepcionalmente aquel resulte antijurídico . El motivo favorable a admitir
por motivos tnateriales, un mandato no es obligatorio cuando el comportamiento ordenado lesiona
la dignidad de la persona (RG 59, 330 [337]; RKG 1, 180) (vid. § 56 II 3 BBG, § 38 II BRRG,
§ 11 I 2 SG, § 22 I WStG, § 7 I 2 UZwG) o atenta contra las reglas generales del Derecho inter- '^ Hasta el momento, la cuestión de si es obligatotia una orden cuya ejecución comporta el peligro
nacional (art. 25 GG). El supuesto más importante del carácter no vinculante de una orden es la de un deliro menos grave de carácter imprudente (vgr., conducir si luz durante el desarrollo de un ejercicio)
punibilidad del comportamiento ordenado (§ 56 II 3 BBG, § 38 II 2 BRRG, § 75 II 3 LBG ha quedado abierta en la jurisptudencia (vid. BGH 19, 231 [232]; SchlHOLG en KohlhaasISchwenck, § 5
Badcn-Württemberg). Esto rige también para el ámbito castrense (§ 22 I WStG, § H I 1 SG) y WStG núm. 2). Con razón a favot de la no obligatotiedad en caso de peiigto concreto para un bien jurídico
para los funcionarios de la Federación que desarrollan tareas ejecutivas (§ 7 II 1 UZwG) '^. protegido frente a una conducta imprudente Jakobs, Allg. Teil 16/14; Roxin, Allg. Teil 1 § 17 núm. 20;
SchünkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 90 antes del § 32; Vitt, NZWehtr 1994, pág. 53 (cu la
Si se ordena la comisión de una infracción administrativa entonces hay que adoptar un anterior edición de esta obra se sostenía una opinión distinta vid. pág. 354).
cfiterio difercnciador dependiendo de la función del subordinado: la orden es obligatoria para el '"^ Vid. OLG Celle NZWehrr 1962, pág. 77 donde, no obstante, se aceptó erróneamenre que una
orden de esa naturaleza contradecía las finalidades del servicio y, por ese motivo, se entendió que no era
obligatoria. Correcta es por el contrario la RG 59, 404 (405).
' Acerca de la antctior y diversa concepción fundamental del Reglamento de Subordinación del De- '^ Acerca de la objeción, Schwencli, Dreher-Festschrift págs. 495 ss.
recho de Defensa alemán Schreiber, Bcfehlbefuí^nis págs. 23 ss. "•' Asimismo, Stratenwerth, Veranrwortung und Gehorsam págs. 168, \S2; Jakohs, Allg. Teil 16/14;
"^ Acerca del ámbito civil v\á.Jescheck, Das Polizeiblatt 1964, págs. 99 ss.; en relación con el ámbito Roxin, Allg. Teil I § 17 núm. 18; LK(\\.') (Hirsch) nota preliminar núm. 177 antes del § 32; Schíhikel
militar el niistuo, Befehl und Gehorsam págs. 77 ss. Respecto al espacio de discrecionalidad del superior vid. Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 88a antes del § 32; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 323; Lenckner,
OLG Olle, en KohlhaasISchwenck, § 22 WStG núm. 9. Stree-Wessels-Festschrift pág. 224; Schwenck, Wehrstrafrecht pág. 92; Wessels, Allg. Teil núm. 450; Rringewat,
" Siguiendo la opinión del texto principal Stratemverth, Veramwottung und Gehorsam págs. 52, 99 NZWehrr 1971, pág. 133. No obstante, la doctrina dominante acepta sólo la exclusión de la culpabilidad
ss., 165 ss. Asimismo, Schmidhduser, Allg, Teil pág. 323; Schonke/Schroder/Leiickner, nota preliminar núm. cuando existe una otden ¡lícita pero obligatoria; así, Ameíung, JuS 1986, pág. 337; Arndt, Wehrstrafrecht
87 antes del § 32; Lenckner, Stree-Wessels-Fcstschrift pág. 237. Con otta construcción (según la cual el pág. 115; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 340; DreherlTrondle, nota preliminar núm. 16 antes del § 32;
Detecho cxtetno sólo prevalece frente al mandato interno cuando este lesiona la dignidad de la persona o Küper,]v& 1987, pág. 92;IA'(11.») (Spendel)%i2 núms. ]m s^.; Mauraeh/Zipf, Mg-leW I § 29 núms. 7
infringe el F)erecho penal) que llega a los mismos resultados Rupp, Gtundfragen págs. 60 .ss. ss.; ScholzILingens, § 2 WStG núm. 32; Ostendorf, ]7. 1981, pág. 173; SK(Samson) nota pteliminat núm.
'- Acerca de la justifjcación más exten.sa de la actuación a instancias de una orden militar de acuerdo 56 antes del § 32; Oehler, JuS 1963, pág. 306; WeheL Lehrbucii pág. 104; v. Weher, MDR 1948, pág. 37.
con el Derecho extranjero vigente con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial vid. Fuhrmann, Befehl Una parte de la doctrina ya niega la posibilidad de una orden antijurídica que, simultáneamente, sea obliga-
págs. 32 ss. Acerca del estado actual del Derecho intetnacional sobre esta cuestión vid. Vogler, Revue de toria; así, LK(\ 1.») (Spendel)%il núm. 101; A?. £. Mayer. Laband-Festschrift pág. \2\; Dolaptsch¡eff,'/Si^'
droit penal militaire 1968, págs. 111 ss. En telación con el Derecho extranjero vigente vid. además los ma- 58 (1939) pág. 249. Esta tesis ya se encontraba en la concepción anteriormente dominante que distinguía
teriales del V Congreso Internacional de Derecho Militar celebrado en Dublín en el año 1970, Rev dr pén entre la antijuricidad y obligatoriedad de la orden; vid. Beling, Grenzlinien pág. 24; Battenberg, Befehl págs.
I
mil 1971 Heft 1. 2 ss.; H. Mayer, Frank-Festgabe Tomo I pág. 605.
424 § 35 La actuación en el ejercicio de facultades ptihiicas y otros casos cercanos 425
derecno de corrección

la existencia de órdenes antijurídicas que, sin embargo, son obligatorias, reside en que en supues- 240) "". El derecho de cottección del nuiesrto en la escuela básica o primaria (o incluso en escue-
tos de escasa importancia el legislador valora el deber de obediencia del subordinado frente a su las superiores frente a los grupos de edades correspondientes) fue reconocido anteriormente por
superior corno principio básico de ordenación de toda actividad estatal, por encima del deber de la jurisprudencia (BGH 11, 341 [347]; 14, 32; BGH GA 1963, pág. 82; BayObLG NJW 1979,
obediencia frente al Ordenamiento jurídico (conflicto de deberes justificante, vid. supra § 33 pág. 1371, OLG Schltswig NJW 1956, pág. 1002; OLG Hamm NJW 1956, pág. 1690; OLG
V la) '''. Ciertamente, el superior siempre permanece sometido al principio de la legalidad del Zweibrückcn NJW 1974, pág. 1772) como un detecho consuetudinatio, siempre que existiera
poder ejecutivo (art. 20 III GG), pero si aquel ya cuenta con una infracción de escasa relevancia un motivo suficiente para ello, una finalidad educadora y un ejercicio moderado del mismo. Por
adecuada a los fines del servicio o desconoce el carácter antijurídico de tal orden, entonces en el el contrario, fue ya la BGH 6, 263 (269) la que, en un claro el rechazo de un derecho de correc-
ántbito castrense y policial el mandato consistente en una contravención administrativa o en el ción basado en motivos pedagógicos, admitía que "un castigo corporal moderado por parte del
empleo de la coacción inmediata no puede verse frustrado por la circunstaucia de que el subor- maestro sólo puede tener lugar en casos excepcionales". Finalmente, la BGH NJW 1976, 1949
dinado tenga que comprobar ante todo si la acción transgresora está justificada por cualesquiera dejó la cuestión abierta apreciando tan sólo en el acusado la ptesencia de un error de prohibición
motivos como, por ejemplo, por lo señalado en el § 35 StVO. Frente a la ejecución de una or- vencible. En los institutos de formación profesional el derecho de corrección del profesor no fue
den antijurídica pero obligatoria no cabe oponer legítima defensa por actuar el subordinado con reconocido (BGH 12, 62 \M\). En la actualidad ya no existe un derecho de corrección del
arreglo a Derecho, aunque sí un estado de necesidad marcadamente restringido '^. profesor frente a sus alumnos"'. A favot de ello ya habla el hecho de que la mayoría de los
¿¿«¿í-;-federales se encuentra prohibido por ley el castigo corporal de los alumnos ^-. Asimismo,
4. En todo caso, la ejecución de una orden ajustada a Derecho se encuentra justificada.
en la doctrina se niega de plano el detecho de corrección del profesor ^^. Constitucionalmente
Esto rige sobre todo para aquellos supuestos en los que, aunque el superior ha examinado y apro-
tampoco posee fundamento alguno -''; es más, el castigo corporal del alumno por parte del maestro
bado concienzudamente los presupuestos objetivos del empleo de la coacción estatal, sin embar-
atenta contra el derecho fundamental a la integridad corporal (art. 2 II 1 GG). Tan sólo está
go en realidad aquéllos no concurren (vid. supra § 35 I 3). El subordinado se encuentra, pues,
cubierto por la reserva legal del art. 2 II 3 GG el castigo corporal en las hipótesis de legítima
obligado a la ejecución de la orden a no ser que conozca la realidad de los hechos de los que se
defensa (§ 32), del estado de necesidad justificante (§ 34) y del auxilio necesatio. En caso nece-
deriva el error del superior o que éste sea manifiesto (BGH 15, 214 [217]; 19, 231) " .
sario, el profesor tiene, por tanto, el detecho a defenderse del ataque de sus alumnos frente a su
Ejemplo: Es conforme a Derecho el mandare diaado por el jefe de policía destinado al empleo de Tanquetas persona, frente a otros alumnos o frente a la propiedad pública, incluso a ttavés de contacto
de agua o de gas lacrimógeno frenre a una muchedumbre violenta tras haber examinado y aprobado conforme corporal en el sentido de "defensa necesaria" (BGH 14, 52). Por el contratio, un derecho de
a deber la proporcionalidad de la medida, (§§ 3, 5 11 de la Ley de Policía de Baden-Württemberg) incluso
corrección con fines educativos tampoco se sostiene pot íXLOX\tts, formales, pues el derecho con-
aunque posteriormente resulte que podrían haber bastado medios menos lesivos. La policía que desempeña
suetudinario no constituye una ley en el sentido del art. 2 II 3 GG (vid. análogamente en torno
tareas ejecutivas tiene que cumplir tal mandato y por ello actúa legalmente. Los manifestantes que atacan a los
funcionarios son castigados por resistencia al poder del Estado (§ 113). a la cuestión de la restricción de derechos fundamentales de los presos BVerfGE 33, 1). Pero

5. Por el contrario, si la orden no es obligatoria, el subordinado que la ejecuta actiía siem-


pre de modo antijurídico con independencia de que hubiera conocido o no la inexigibilidad de
aquélla. No obstante, su comportamiento puede ser disculpable (§ 35 StGB, § 75 IV 3 LBG ^^ En este senrido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 338;
Baden-Württemberg) (vid. infra § 46 II). Blei, Bes. Teil págs. 52 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 87; Bruns, JZ 1957, pág. 410; DreherlTróndle. §
223 núm. 13; Friebe, Verantwordichkeit des Lehrers págs. 137 ss.; Kohlrausch/Lange, § 223 comentario II;
¿A"(10.») (Hirsch) § 223 núm. 28; Karstendtek, DRiZ 1975, pág. 333; MaurachlZipfi Allg. Teil I § 28 núms.
III. El derecho de corrección 26 ss.; Schdnke/Schroder/Eser. § 223 núm. 16; Welzel, Lehrbuch pág. 291; Wessek Allg. Teil núm. 388. En
contra de la visión que estima que el ejericio moderado del derecho de corrección ni siquiera es típica en el
En el derecho de corrección hay que diferenciar entre el que corresponde al funcionario, al sentido de la las lesiones (así, por ejemplo, Kienapfel, KorpcHichc Züchtigung págs. 101 ss.), convincente
profesor (que actualmente ya ha desaparecido) y el que tiene lugar dentro del marco familiar Hirsch, ZStW 74 (1962) págs. 111 ss.
que, en los últimos tiempos, ha sido considerablemcnre restringido ' " " ^ -' En este sentido se pronuncia también la docttina mayoritaria; vid. DreherlTróndle. § 223 núm.
\3;Jakohs, Allg. Teil 16/35; Lackner § 223 núm. 1 i; MaunzJDürig, art. 2 ¡I GG núm. 47; Roxin, Allg. Teil
1. El castigo corporal del alumno por parte del maestro realiza el tipo de lesiones (§§ 223,
I § 17 núms. 38 ss.; ¿^^(10.») (Hirsch) § 223 núm. 24; RiipinglHüsch, Qk 1979, pág. 9; SchonkelSchroderl
Eser, § 223 núm. 20; SK (Horn) § 223 núm. 12; Vormbaum. JR 1977, pág. 497; Maiirach/Zipfi Allg. Teil I
" Vid. Stratenwerth, Verantwortung und Gehorsam pág. 166. § 28 núm. 27;7««^Züchtigungsrecht págs. 40 ss. Manteniéndolo como causa de exclusión del injusto pe-
'* Vid. Schonke/Schrñder/Lenckner, nota preliminar núms. 11, 88a, antes del § 32. nal, Günther, Sttafrechtswidtigkeit pág. 358.
" Esto rige también en el ámbito castrense; vid. SclilHOLG en KohlhaasIScbwenck, § 5 WStG núm. 2 in ^' Así en Baden-Württembcfg a través de la Ley escolar de 1.8.1983 § 90 III núm. 3 apartado 2°
fine, LK( 11.») (Hirsch) nota preliminar núm. 176 anres del § 32; Maurach/ZipfihWg. Teil 1 § 29 núm. 11; Schonkel (GBl. pág. 397); las leyes correspondientes del resto de ios Ldnder pueden encontrarse apuntadas en Dreherl
Schr'óderlLenckner, nota preliminar núm. 88 antes del § 32; de otra opinión Arndt, NZWehrr 1960, pág. 148. Tr'óndle, § 223 núm. 13a. Lo mismo sucede en Austtia; vid. WK (Nowakowski) nota final núm. 32 en tela-
Una definición de la acción bélica jusrificida puede encontrarse en Schwenck, I^nge-Festschrifr pág. 115. ción con el § 3.
15 b's Téngase en cuenta la nueva redacción sufrida por el párrafo segundo del § 1631 BGB a través ^' Vid. las tefetencias contenidas en la nota a pie núm. 21.
de la Ley para la Erradicación de la Violencia de 2-11-2000 (BGBl I 2000 pág. 1479), destinada a la supre- ^'' Así, MaunzIDürig art. 2 II GG núms. 47 ss.; i / : (10.») (Hirsch) § 223 núm. 24; v. Kopp, JZ
sión definiriva del ejercicio de este derecho frente a los niños (N del T). 1955, pág. 319; SK(Horn) § 223 núm. 12; Vormbaum, JR 1977, págs. 496 .ss.
426 § 3') La actuación en el ejercicio de facultades piihlicas y orros casos cercanos IV. L 1 acfuacuio pro fiiagisrratu 427

tain|)oco mííterinlmente f,i¿ justifica u n d e r e c h o de corrección del m a e s t r o que traspase los límites Ejemplos: Hl prestamista cjuc se eucucuita con su deudor en medio de la nuiclicdLimbre de la calle,
d e la legítima defensa, pues al presentarse la violencia h u m i l l a n t e a n t e los ojos d e la clase c o m o desconociendo el nombre y dirección de csie, puede tomar so dinero con violencia aunque Síílo para su
una pena corporal no p u e d e r e s p o n d e r bajo n i n g u n a circunstancia a fines pedagógicos (vid. t a m - aseguramienio provisional (§ 230 II BGH) (ÍKiH 17, 87 Í89|). Quien se encuentra con su deudor a pinito
de subir a un avión intentaiuio con ello desaparecer en el extranjero de forma permanente, puede proceder
hie-n la E i i G M R N J W 1 9 7 9 , pág. 1 0 8 9 ) . Por t o d o ello se e n c u e n t r a a b o l i d o h o y en día el dere-
a su detención; no obstante, una puesta en peligro de su vida no resulta justificada (RG 69, 308 (31 2]). Un
c h o de los profesores a pegar a los a l u m n o s c o n fines educativos, al igual q u e h a n sido s u p r i m i -
cliente que, poniendo reparos a la comitia. pietciule abandonar el local sin pagar, puede ser rerenido con
dos poco a p o c o los derechos d e corrección a n t e r i o r m e n t e existentes frente a los aprendices, criados,
violencia por la camarera con la finalidad de comprobar sus datos personales para la aclaración de la situa-
tripulación m a r i n e r a , presos y soldados. D e ahí q u e t a m b i é n c o n s t i t u y a una lesión corporal p u -
ción jurídica (BayObLCi JZ 1991, pág. 681 con comentario crítico de LauhenthaU JR 1991, pág. 519; lo
nible el castigo de u n joven d e l i n c u e n t e p o r el fiscal de m e n o r e s q u e a c o n t i n u a c i ó n archiva el mismo sucede en relación con el conducror de un taxi, OI.G Düs.scldorf NJW 1991, pág. 2716 [27171).
p r o c e d i m i e n t o de a c u e r d o c o n el § 4 5 II n ú i n . 1 ó 2 j G G ( B G H 3 2 , 3 5 7 ) .
Supuestos especialmente regulados tle la autotutela son la recuperación de la posesión (§ 859 li-IV
2. A u n q u e con u n alcance liinitado, todavía subsiste h o y u n d e r e c h o d e c o r r e c c i ó n p o r BGB). la autotutela del atrendador (§ 561) \ los derechos de autotutela de acuerdo con los §§ 581 11, 704,
parte d e l o s padres y otras p e r s o n a s autorizadas^'* \ cuyo ejercicio frente a los nii'ios p e q u e - 859 II, III (OLG Schlcswig N,SiZ 1987, pág, 75), 860, 910, 962, 1029 BGB. En est.as hipótesis no se
i'ios p u e d e ser defendible s i e m p r e q u e se h a g a de forma m o d e r a d a y pedagógica ^^ Para i m p e d i r presupone la imposibilidad de tutela oficial.
abusos el § 1631 II B G B , cuya redacción fue modificada a través de la Ley .sobre la nueva regu- 2. Toda p e r s o n a (y n o sólo el ofendido) tiene a d e m á s el d e r e c h o a d e t e n e r preventiva-
lación de la patria p o t e s t a d de 1 8 . 7 . 1 9 7 9 ( B G B I . I pág. 1061), p r o h i b e la a d o p c i ó n de "incdidas m e n t e o a perseguir al a u t o r de un h e c h o flagrante, c u a n d o se sospeche q u e va a e m p r e n d e r la
educativas degradantes". A t i n a d a m e n t e , u n p r o y e c t o de dictainen del M i n i s t e r i o Federal d e Jus- h u i d a o si su i d e n t i d a d n o p u e d e ser c o m p r o b a d a d e forma i n m e d i a t a (§ 127 I S t P O ) . La finali-
ticia p r e t e n d e extender la p r o h i b i c i ó n a "maltratos corporales y psíquicos" ( Z R P 1 9 9 3 , pág. 3 6 0 ) . dad del d e r e c h o a la d e t e n c i ó n es posibilitar su persecución penal ^*. D e este m o d o , el E s t a d o
E n el á m b i t o familiar el d e r e c h o d e c o r r e c c i ó n p u e d e ser c e d i d o ( B G H 12, 6 2 [ 6 7 ss.]) a la transfiere a! c i u d a d a n o u n a función piiblica (RG 17, 1 2 7 [128]). El h e c h o en cuya virtud tiene
niñera o a los abtielos , p e r o en este s u p u e s t o el cotrectivo c o r p o t a l llevado a c a b o p o r personas lugat la d e t e n c i ó n debe ser delito o, c o m o m í n i m o , un h e c h o antijurídico en el s e n t i d o del § 11
cercanas conserva su limitación a casos excepcionales. I n ú m . 5, pues frente al a u t o r inculpable t a m b i é n cabe el i n t c r n a m i e n t o (§ 71 S t G B , § 4 1 3
S t P O ) ^'. El sospechoso debe serlo de u n h e c h o fiagrante en el q u e la ejecución actual o recién
finalizada d e la acción se presenta pata el espectador c o m o u n h e c h o p u n i b l e ( R G 3 4 , 4 4 4 [ 4 4 5 ] ;
rV. La a c t u a c i ó n "pro m a g i s t r a t u " 6 5 , 3 9 2 [ 3 9 4 ] ) . La p e r s e c u c i ó n d e u n h e c h o flagrante existe c u a n d o i n m e d i a t a m e n t e tras la p e r -
cepción del h e c h o se ha d a d o c o m i e n z o a las m e d i d a s de persecución, de tal forma q u e no ptiede
1. Básicamente, el E s t a d o d e D e r e c h o p r o h i b e el einplco de la violencia privada para la
existir n i n g u n a d u d a acerca d e la i d e n t i d a d de la p e r s o n a . La d e t e n c i ó n justifica la privación d e
imposición d e pretensiones de naturaleza jurídico-civil y reiriite al acreedor al recurso a la Justi-
la libertad personal ( § § 2 3 9 , 240) con lo que q u e d a c u b i e r t o t a n t o u n a p r e s a m i e n t o firtne desti-
cia. C t t a n d o , sin e m b a r g o , n o p u e d e conseguirse a t i e m p o la ayuda oficial o ésta ha sido d e n e g a -
n a d o a evitar la escapada del afectado c o m o u n a lesión i n i n t e n c i o n a d a ( O L G S t u t t g a t t N J W
da injtistamentc y existe el peligro d e q u e sin u n a intervención i n i n e d i a t a se frustre la realización
1 9 8 4 , pág. 1 6 9 4 ) . D e a c u e r d o c o n el p r i n c i p i o de la intervención m e n o s lesiva son t a m b i é n a d -
de la p r e t e n s i ó n o ésta se dificulte g r a v e m e n t e , e n t o n c e s está p e r m i t i d a la a u t o t u t e l a d e n t r o d e
misibles, en su caso, otras m e d i d a s m e n o s dtásticas q u e la d e t e n c i ó n c o m o p u e d e n ser la sustrac-
u n o s márgenes limitados ( § § 2 2 9 - 2 3 1 B G B ) "^. C o m o medios para alcanzar ésta están p e r m i t i -
ción de la ILave de c o n t a c t o del vehículo ( O L G S a a r b r ü c k e n N J W 1 9 5 9 , pág. 1 9 1 1 ) , de la d o c u -
dos la sustracción, daiío o d e s t r u c c i ó n de cosas pertenecientes al d e u d o r , la d e t e n c i ó n d e la p e r -
m e n t a c i ó n p e r s o n a l o el i m p e d i r la p u e s t a en m a r c h a d e u n a u t o m ó v i l . E n c a m b i o , la
sona obligada si se sospecha d e su h u i d a y la neutralización d e la resistencia d e aquél a llevar a
j u r i s p r u d e n c i a siempre ha n e g a d o la lesión i n t e n c i o n a d a del c u e r p o o la vida del d e t e n i d o ( R G
cabo u n a acción q u e está o b l i g a d o a realizar Pero t a m b i é n a q u í rige el m a n d a t o e n t r e la p r o p o r -
6 9 , 3 0 8 [ 3 1 2 ] ; 7 1 , 4 9 [52]; 7 2 , 3 0 5 [306]; al c o n t r a r i o para el s u p u e s t o d e la lesión especial-
cionalidad de la i n t e r v e n c i ó n , el peligro y la p r e t c n s i ó n a i m p o n e r ( R G 6 9 , 3 0 8 [312]). El d e r e -
m e n t e grave de un bien jurídico, B G H Holtz, M D R 1 9 7 9 , 9 8 5 [986]).
c h o a la a u t o t u t e l a n o c o n c u r r e , sin e m b a r g o , c u a n d o está d i r i g i d o al a s e g u r a m i e n t o d e p r u e b a s
( B G H 17, 3 2 8 [331]) o a la satisfacción definitiva del actcedor ( B G H 17, 8 7 [89]). A diferencia Mientras que para la legalidad de la detención preventiva practicada por fiíncionarios es suficiente, de
de la legítima defensa, la a u t o t u t e l a no p r e s u p o n e ningtin a t a q u e actual. acuerdo con el § 127 II StPO (concurrencia de los requisitos de una orden de detención), que quien va a
proceder a practicarla li,aya examinado y aprobado conforme a deber sus presupuestos (vid. supra § 35 1 3),
los particulares actúan ya de modo antijurídico cuando objenvamenrc no concurren los elementos de la de-
24 liis Vid. siípra nota a pie núm. 19 bis (N del 1). tención según el § 127 I StPO, especialmente cuando no lo hace el hecho cometido (así, OLG Hamm
- ' La base jurídica para elio son los §§ 1626, 1631, 1705, 1757, 1800 BGB. En cambio, van demasia- N J W 1972, pág. 1826; N J W 1977, pág. 590; KG VRS 4 5 , pág. 35; probablemente también RG 12, 194
do lejos las RGH N J W 1953, pág. 1440 y BGH SiV 1988, pág. 62 con comentario crínco de Rolimki. A favor
también de la desaparición del derecho de corrección de los p,adres Peni, ZRP 1976, pág. 64. Más detalLada-
menre en torno al derecho de corrección según el Derecho de familia, /,Á'(10.") (Hirsch) § 223 núms. 29 ss.; -* En este sentido camina la doctrina mayoritaria; vid. l.oweIRosenherg (Wendiscli) § 127 StPO núm. 2;
Maurach/Zipf, M\g. Tcil I § 28 núm. 28; Roxin, Allg. Teii I § 17 núm. 33; SK(Horn) § 223 núms. 13 ss. LK{\\.'^) (Hirsch) nota preliminar núm. 155 antes del § 32; KleinknechtlMeyer-Gojsner, § 127 StPO núm. 8;
^^' Con mayor detenimiento /,A''(10.'') (Hirsch) § 223 núm. 23; Schdnke/Schroder/Lenckner, § 223 Roxin, Strafverfahrensrecht § 31 núm. 4;Meincke, Betreffcn oder Verfolgen auf frischer'Iat pág. 13.
núm. 26. - ' Vid. Lowe/Rosenherg (Wendisch) § 127 StPO núm. 8 (con restricciones); Wiedcnhrüg, JuS 1973,
^' Detenidamente acerca de los requisitos necesarios para la admisibilidad del autoauxiiio W.B. págs. 420 ss. El derecho de detención está excluido en el procedimiento administrativo-sancionador de ca-
Schüuemann, Sclbsthilfe págs. 55 ss.; Kühl, Aílg. Teil § 9 núms. 2 ss. rácter pecuniario (§ 46 III 1 OWiG). Acerca de los §§ 163 b, c SiVO Achenhach;]K 1981, pág. 663.
428 § 35 La actuación en el ejercicio de facultades piihlicas y otros casos ce § 36 Fl riesgo permitido 429

[195); 19, 101 [103]; deja la cuestión abierta BGH GA 1974, pág. 177; con otta postura li(;H(Z) N J W cambio, las meras acciones preparatorias (por ejemplo, § 83) deben ser toletadas incluso cuando el poder
1981, pág. 745; BayObLG M D R 1986, pág. 956; JR 1987, pág. 344; OLG Zweibrückcu NJW 1981, pág. público no toma medidas por debilidad o complicidad. El derecho a la resistencia no concutre frente a ma-
2016) ^''. De no ser así el detenido erróneamente debería toletar su privación de libertad sin dcfccho a la irifestaciones de opinión destinadas al aniquilamietito de los [irincipios básicos de la Constitución (OLG
legítima defensa. Por tanto, y al contrario de lo que sucede con un funcionario en la misma situación, quien Koln N J W 1970, pág. 1322 [1324]). liette asimismo un carácter subsidiario por lo que sólo interviene
detiene equivocadamente actiia de modo antijurídico; no obstante, éste no puede ser castigado por deten- cuando no cabe otro recurso. En caso de un intento de golpe de Estado, el detecho a la resistencia interven-
ciones ilegales (§ 239) ante la ausencia de dolo -". dría a partir del motílenlo en el que al propio podcf público ya no le bastaran sus potestades de emergencia
para proteger el núcleo duro de la Constitucióti ^^. Asimismo, se acepta con acierto que, en el caso concte-
3 . T a m b i é n el p o d e r q u e t i e n e n a b o r d o el capitán del barco (§ 106 S c c m a n n s G ) y d e l to, el detecho a la tesistencia debetía tener en consideración la incertidumbre de sus presupuestos y, pot
a v i ó n descansan sobre la transferencia d e la p o t e s t a d p ú b l i c a ' ^ . tatito, sólo puede ser ejercitado cuando sea evidente la empresa destinada a la eliminación del Orden demo-
4. Asimismo el ejercicio del derecho de resistencia supone una actuación "pro niagistratu" a la vista crático y libetal (en este sentido ya, BVerfGE 5, 85 [377]) ^'. Desde una perspectiva subjetiva, la acción de
de su naturaleza subsidiaria. Procedente de un principio superior (jurídicamente poco ciato) del Derecho resistencia debe dirigirse al mantenimiento del Ordenamiento fundamental democtático y liberal (BVerfGE
extrapositivo que históricamente se temonta bastante atrás ^\ el Padamento Federal ha convertido al dete- 5, 85 [379]).
cho de resistencia en una parte integtante del Derecho constitucional vigente. Para ello no han sido decisi-
A pesar de q u e en la doctrina constitucionalista existe unidad en torno a q u e habría sido m e -
vas necesidades de peso de nuestro Estado sino motivos tácticos que conectan con la legislación de emer-
jor que n o hubiera t e n i d o lugar la plasmación positiva del derecho de resistencia^ , el Derecho pe-
gencia del año 1968 '"*. Como medio extraordinario para la defensa del Ordenamiento fundamental libetal
nal tiene q u e dirigirse hacia la situación legal actual y, d e acuerdo c o n ello, debe contestar a c ó m o
y democrático en el senndo del art. 20 l-III GG (vid. BT/Dtucksache V/2873 pág. 9), el att. 20 IV GG
concede a todo ciudadano alemán el derecho a la resistencia frente a cualquier persona que proyecte elimi- debe ser tratado tanto el m e n c i o n a d o detecho c o m o el error sobre el misino. El art. 2 0 IV G G
nar tal ofden normativo, siempre que no sea posible otra solución (vid. ya con anterioridad los arts. 147 I tiene p o r objeto u n fragmento del derecho al estado de necesidad estatal (vid. supra § 3 2 II I b ) .
de la Constitución de Hesse, 19 de la de Bremen y 23 III de la de Berlín). El derecho de resistencia se dirige C o n ello, al igual q u e el estado de necesidad estatal, el derecho de resistencia se presenta c o m o u n a
tanto frente al "golpe de Estado ptocedente de atriba" (por ejemplo, la introducción de una dictadura mili- causa de justificación q u e t a m b i é n permite el e m p l e o de la coacción ( c o m o la huelga genera! en
tar) como también ftente a un "golpe de Estado proviniente de abajo" (vgr., la eliminación revolucionaria contra del golpe de Estado encabezado por " K a p p " en 1 9 2 0 , o la resistencia a r m a d a ) con la obser-
de la democracia parlamentaria) ' ' . Dado que tiene que existit tal "empresa" el derecho de resistencia surge vación de los principios de necesidad y proporcionalidad. Por regla general el error versará acerca
ya cuando se ha alcanzado el estadio de la "tentativa" pot patte de los enemigos de la Constitución; en de los límites del d e t e c h o de resistencia (vid. los casos resueltos p o r las O L G K o l n N J W 1970, pág.
1322; B G H N J W 1966, pág. 3 1 0 ) , de m o d o q u e intervienen las reglas del error d e prohibición
q u e c o n d u c e n a la aplicación d e los ripos dolosos (vid. infra % 41 III I ) ' ' " . La apreciación equivo-
' " Asimismo, LK{11.<") (Hirsch) nota preliminar ntim. 156 antes del § 51;Jakohs, Allg. Teil 16/16; cada d e la situación justificante es u n error de tipo permisivo (vid. infra § 4 1 I V 1).
Schlüchter, Strafverfahren niim. 255; la misma ]K 1987, pág. 309; KleinknechtlMeyer-Gojiner, § 127 StPO
ntitn, 4; MaiiraMZipf, Mí\^. Teil I § 29 núm,. 13; Eh. Schmidt, § 127 StPO níím. 8; Schmidhduser, Alig. Teil
pág. 325; Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 82 antes del § 32; Welzel, Lchtbuch pág. 94;
§ 3 6 El riesgo permitido
Wiedenbrüg, JuS 1973, págs. 418 ss. Con una visión opuesta, consideran que también para los patticulares
es suficiente cotí una sospecha fundada del hecho y un examen cuidadoso, Arzt, Kleinknecht-Festschrih Brammsen, Anmetkung zu BayObLG voin 16.11.1990 und zu OLG Ftankfutt vom 11.3.1991, JR
págs. 5 ss.; Borchen, JA 1982, págs. 338 ss.; DreherlTrondle, nota preliminar núm. 7 antes del § 32; L'ówel 1992, pág. 82; Erdsiek, Wahtnehmung berechtigtet Interessen ein Rechtfcttigungsgtund.'JZ 1969, pág. 311;
Rosenberg (Wendisch) § 127 StPO núm. 9; Roxin, StralVerfahtensrecht § 31 núm. 4; el mismo, Alig. Teil I § Eser, Wahtnehmung betechtigter Intetessen ais allgemeinet Rechtfettigungsgtund, 1969; Frisch, Votsatz und
17 núm. 23; Henkel, Strafverfahrensrecht pág. 286 (sospecha fundada del hecho); Finche, GA 1971, págs.
41 ss. y JuS 1973, págs. 87 ss. (convencimiento acerca de la existencia de los eleinentos).
•" En realidad, tal y como observa correctamente Finche, GA 1971, pág. 41 nota a pie núm. 7, entra '' Vid. sobre ello Heuer, Die Zulássigkcit des Einsatzes staadichet Gewalt in Ausnahmesituationen
en juego el § 230 pues una lesión corporal del § 170 I StPO no queda cubietta ni siquiera en caso de una págs. 47 ss.
detención justificada; vid. también Finche, JuS 1973, pág. 88 nota a pie núm. 5. '^ Así, MaunzIDürig, att. 20 IV GG núm. 27; Hesse. Grundzüge núm. 758; fonífc Widerstandsrecht
^~ Vid. sobie la cuestión Westerhurg. Polizeigewalt des Luftfahtzeugkommandanten págs. 50 ss.; vid., págs. 23 ss.; H. Schneider, Widetstand im Rechtsstaat págs. 17 ss.; LK{\\.')(Hirsch) nota pteliminat núm.
además, el el Convenio de Tokio acerca de los delitos y otras acciones cometidas a botdo de las aerotiaves de 88 antes del § 32. En contra, Roxin, Allg. Teil I.§ 16 núm. \\5\Jakohs, Allg. Teil 15/2.
14.9.1963, arts. 5-10 (BGBl. 1969 11 pág. 121). ^* Vid., por ejemplo, Isensse, Widerstandstecht pág. 99: "una autotización constitucional en la zona
^^ Acerca de la historia del detecho de resistencia Weinkaujf, Widerstandsrecht, 1956 así como diver- limítfofe al status natutalis tiene tan poco sentido como una gatantía de la libettad bajo circunstancias anár-
sas aportaciones en: Arthur Kaiifmann (Ed.), Widerstandstedit, 1972; además, Bertram. Das Widerstandstecht quicas, pues el poder público se retita como autotidad ptotectota: o ya no es legal o ha dejado de ser efecti-
págs. 13 ss. así como Aí/ayfWor,^ Jescheck-Festschtift Tomo II págs. 1175 ss. Acetca de los ca.sos de resis- vo". Vid. también Hesse, Gtundzüge núm. 760.
tencia en los tiempos del nacionalsocialismo y su tratamiento pot la jurisprudencia vid. Scheidle, Das 3' Vid. Doehring, Der Staat 8 (1969) pág. 437. De otta opinión MaurachIZipf Allg. Teil § 26 núm.
Widerstandsrecht págs. 38 ss. 55 quienes sostienen que se trata de un subcaso de auxilio a la legítima defensa estatal.
^"^ Acetca de su histotia legislativa vid. Bockenfórde, ]'L 1970, págs. 168 ,ss. ''^ Así, Schonke/Schrñder/Lenckner, nota pteliminat núm. 65 antes del § i2; Jahohs, Allg. Teil 15/5.
^^ En la interpretación del art. 20 IV GG el texto sigue a Hesse, Grundzügc nútns. 757 ss.; H. Schneider, Pot el contrario, £A'(U.'') (Hirsch) nota pteliminat núm. 91 antes del § 32 tecomicnda la aplicación de la
Widerstand págs. 13 ss.; LK{\ 1.») (Hirsch) nota preliminar núms. 83 ss. antes del § 32; MaunzJDürig, art. teotía estticta de la culpabilidad (vid. infra § 41 IV 1 b), mietittas que DreherlTrondle, nota pteliminat
20 IV GG núms. 11 ss. En t o t n o a su inserción en el sistema de las causas de justificación Blant, núm. 10 antes del § 32 ptetenden excluit la cláusula de subsidiariedad del art. 20 IV GG de la telación de
Widcfstandsrecht págs. 35 ss. culpabilidad como una "condición objetiva de la justificación".
f

430 § 36 J^l nesgo ¡icrmilidc II. Causas de justiílcacióii que poseen 1;Í csrrucrura del riesgo permitido 431

Risiko, 1983; Fuhrmann, Die Wahrneliniung berechtigrcr liucrcsscn diirch dic I'rcsse, JuS, 1970, pág. 70; d o r del d e b e r de c u i d a d o en los delitos i m p r u d e n r e s vid. infi'a § 55 1 2 b ) . En estos casos el a u t o t
Gíillas, Zur .Striiktur des .strafrechtHclicn UiirechrsbcgrilTs, Fcstsclirifi (ür 1'. liockchiiann, 1979, pág. 155; tan sólo recibe tma autoriznción de acción para o b r a r arriesgadamenre, pero n o xma. factdtad de
Geppert, W a h r n c h i m i n g bcrcclitigter Intcrcsseii (§ 193 S t ( i H ) , |ura 1 9 8 5 , pág. 2 5 ; Günther.
intervención sobre el bien jurídico protegido pues este es tan d i g n o de protección corno el interés
Strafrcciu.swidrigkeit und Strafunreclu.sausschluí?, 1983; Heinitz, Oic kjuwicklung dcr Lclirc von dcr
q u e el a u t o r preserva**. A pesar de t o d o , el c o m p o r r a m i c n t o del a u t o r p c t m a n c c c justificado en
matcriclicii Rcchrswidrigkcit, Fe.stschrift fiir Eb. .Schiiiidí, 1961, pág. 266; ¡ierdegen. "Soldaren sind
Morder", N J W 1994, pág. 2933; Herzherg, Vorsatz und cdaulircs Ri.siko usw., |R 1 986, pág. 6; Hillenktimj}, su c o n j i m t o incluso a u n q u e acaezca el resultado. Sin e m b a r g o y a causa de la i n s e g u r i d a d de la
Risikogcschalr imd Unrrcue, N.StZ 1981, p,ig. 161; Hirscli, Ehrc uird Bcleidigung, 1967; el mismo, Soziale situación d e p a r t i d a , c o n s t i t u y e siempre un requisito para la justificación el examen cuidadoso
Adáqiianz und Unrcchrslclirc, ZStW 74 (1962) pág. 78; Kienapfil. Da.s eriaubic Risiko im Strafrechr, p o t p a r t e del a u t o t d e las c o n d i c i o n e s tácticas d e la acción ' .
1966; Klug, Sozialkongrueii/. und Sozialadaqiranz im Srrafreciussystem, Fcstscbrifr für Eb. Schniidt, 1961,
2 . A ú n c t i a n d o falten los p t e s a p u e s t o s q u e se d a n p o t ciertos del lado del a u t o r , el bien
pág. 249; Lenckner, Die Reclitfertigungsgründe und das F>fordernis pflichrgemaRer Prüfung, Festschrifr
j u r í d i c o sobre el q u e i n t e t v i e n e la acción peligtosa no p u e d e ser d e f e n d i d o a rravés de la legítima
für H. Maycr, 1966, pág. 165; elmismo, Dic Walirnelimung bcrecluigrcr Interesscn, ein "übergeserzlicbcr"
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des Bcgriffs "erlaubres Risiko" für die Srrafreclirssystcniatik, Fesrsclirifr für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, necesidad justificante ftente a la intervención en u n caso de este tipo, es u n a cuestión q u e espe-
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Preuji, Unrcrsucbungen zum eriaubtcn Risiko im Strafrechr, 1974; Rebherg, Zur Lehre vom "F2rlaubren
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Die Einhaltung des .sozialadáquaten Risikos und ihr sy,stemarischer Srandort im Verbrecliensaufliau, 1969; II. C a u s a s d e justificación q u e p o s e e n la estructura d e l riesgo p e r m i t i d o
Eíke Schmidt, Wahrnehmuug berechrigter Inreressen ais Rechtferrigungsgrund? J Z 1970, pág. 8; Suppert,
Srudien zur Norwehr und "norwehrahnlichen" Lage, 1973; Tenckhajf, Gruiidfállc zum Beleidigungsrecht, Existen diversas causas d e justificación q u e están c o n f o r m a d a s d e a c u e r d o con la estructura
JuS 1989, pág. 198. del riesgo p e r m i r i d o :

1. U n caso especialmente característico es la p r e s e r v a c i ó n d e intereses l e g í t i m o s en la


d i f a m a c i ó n (§ 1 9 3 ) ^ . U n a afiririación lesiva del d e r e c h o al h o n o r p u e d e realizarse a ú n a riesgo
I. El riesgo p e r m i t i d o c o m o p r i n c i p i o estructural d e su falra d e veracidad o d e la imposibilidad d e p r o b a r ésta, si m e d i a n t e la manifestación del
r e p r o c h e c o r r e s p o n d i e n r c p u e d e ser salvaguardado u n interés legítimo p ú b l i c o o p t i v a d o .
1. El riesgo p e r m i t i d o no constituye una causa de justificación autónoma (a diferencia d e la
o p i n i ó n manifestada en la 3 . ^ ed. d e esta o b r a págs. 3 2 3 ss.) p o r q u e p o r m e d i o d e esre c o n c e p r o N o obstante, es discutida la cuestión relativa al emplazamiento del § 193 y su telación de conjunto
t í n i c a m e n t e se quiere decir q u e , bajo presupuestos d e t e r m i n a d o s , son admisibles acciones arries- con el Derecho penal. La jurisprudencia anterior y una parte de la doctrina veían en él un supuesto específi-
gadas llevadas a cabo incluso con d o l o eventual de lesionar u n bien j u r í d i c o ; n o o b s t a n t e , tales co del estado de necesidad justificante **, algo que sin embargo no puede satisfacer precisamente por no
exigirse una preponderancia esencial del interés protegido frente a la tutela del honor (vid. supra § 33 IV
presupuestos n o p u e d e n ser deliiriirados d e u n m o d o general '. E n el riesgo p e r m i t i d o estainos,
3c), en atención a la incertidumbre de la siruación típica en toda acción atriesgada. Ortos aceptan un caso
más bien, a n t e un principio estructural común de distintas causas de justificación cuyos e l e m e n -
indeterminado"de la pondetación de bienes c intereses', aunque precisamente por los morivos expucsros
tos materiales están regulados e s p e c i a l m e n t e " . El a r m a z ó n c o m i i n d e estas causas d e justifica-
T consisriría en una ponderación diversa a la que opera en el esrado de necesidad.
ción consiste en q u e posibilitan el desarrollo de acciones q u e en esencia son .socialmente desea-
bles, p e r o q u e a pesar d e ello inuesrran p r o p e n s i ó n hacia la creación d e u n riesgo. Por su utilidad
social estas acciones t a m b i é n p u e d e n ser llevadas a efecto atin c u a n d o el riesgo en ellas c o n r e n i d o
se realice y m a l o g r e la utilidad p e r s e g u i d a ' (acerca del riesgo p e r m i t i d o c o m o critetio d e l i m i t a - '' Maiwald, Jescheck-Fesrschrift Tomo I pág. 425; Gallas, Bockelmann-Festschrift pág. 167 nota a
pie n ú m . 3 2 ; Schonke/Schroder/Lenckner, n o t a p r e l i m i n a r n ú m . 1 1 antes del § 3 2 . Günther,
Strafrechtswidrigkeit pág. 270 alcanza las causas de exclusión del injusro penal a partit de la "mera faculrad
de acción".
' Maiwald, Jescheck-Festschrift 'lomo 1 pág. 420; Baumann/Weber, AUg. Teil pág. 3 2 1 ; ¿A'(11.») ^ Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 19 anres del § 32; LK{\ 1.") (Hirsch) nota preli-
(Hirsch) nota preliminar núrn. 33 anrcs del § 32; ScbonkelSchrbcUrlLenckner, nota preliminar núms. 11, 19, minar núm. 33 antes del § 32 (en contra); Preisendanz, nota preliminar núm. 116 antes del § 32; I.ackner,
107b antes del § 32; Preuj?, Unrersuchungen pág. 225; Wessels, Ailg. Teil núrn. 283. También en contra de nota preliminar núm. 29 antes del § 32.
la reoría del riesgo permitido Bockelmann/Volk, Allg. 'léil pág. 106; Kienapfel, Erlaubtes Risiko págs. 26 ss.; '' Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 11 antes del § 32.
SK(Samson) nota preliminar núms. 27 ss. antes del § 32. El "riesgo normativanienre relevante" como punro ' Así, Dreher/Tróndle, § 193 núm. 1; Gallas, Beitráge pág. 37; Hirsch, Ehre und Belcidigung págs.
de refencia del dolo en Frisch, Vorsarz und Risiko pág. 28 se refiere por el contrario a la cuestión absoluta- 200 ss.; Lenckner, H. Mayer-Festschrift págs. 179 ss.; el mismo, Noll-Gedachtnisschrifr pág. 249; Schonke/
mente diversa de si el comportamiento típico debe restringirse en todos los tipos penales a un riesgo social- Schroder/Lenckner, § 193 núm. 8; Heinitz, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 282; Roxin, Allg. 'ieil I § 18 núm.
mente desabrobado, planteamiento que el autor cirado sostiene. Al respecto, también, Herzberg, JR 1986, 3 1 ; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 3 2 1 ; Welzel, Lehrbuch p.ág. 320. Günther, Straftechtswidrigkeir pág. 314
págs. 8 ss. acepta una causa de exclusión del injusto penal.
^ Maiwald, Jescheck-Festschrift Tomo I pág. 425; PreuJ?, Untetsuchungen pág. 225; Lenckner, H. 8 Así, RG 62, 83 (93); 65, 333 (335); B G H Z 3 , 27Ü (281); Baumann/Weber. Allg. •fieil p.ág. 352;
Mayer-Festschrifr págs. 177 ss. En contta de un planteamiento dogmático singular de esras causas de justifi- Kohlrausch/Lange, § 193 comentario I; Mezger, Lehrbuch págs. 206 ss.
cación Roxin, Allg. Teil I § 18 núm. 2. ' En este sentido Lackner, § 193 núm. 1; SK(Rudolphi) § 193 núm. 1; Blei, Bes. Teil pág. 97; Noli,
^ Schonke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 11 antes del § 32. ZSrW 68 (1956) págs. 192 ss.; Fuhrmann, JuS 1970, pág. 7 1 . En esta línea también BGH 18, 182 (184).
'132 § 36 FJ riesgo permitido 11. Causas de justificación que poseen la estructura del riesgo permitido 433

La primacía q u e , d e a c u e r d o con el § 193 y bajo ciertos p r e s u p u e s t o s , se c o n c e d e a las ex- al h o n o r (acerca del t r a r a m i e n r o de los juicios d e valor d e carácter injurioso vid, infra 2 infine).
pTcsioncs lesivas del h o n o r , se explica a n t e t o d o p o r el iriayor r a n g o d e la libertad de expresión y A d e m á s , el injuriado es protegido en el proceso exigiendo q u e tan sólo pueda e n t t a r s e en la cues-
de i n f o r m a c i ó n (art. 5 I G G ) '". El O r d e n a m i e n o j u r í d i c o p e r m i t e t a m b i é n manifestaciones qii tión de la pteservación del inrerés legítimo tras liabcr sido examinadas las posibilidades de p r u e -
c o m p o r r a n el riesgo de u n a lesión al h o n o r , con la finalidad de m a n t c n c t el pluralisino ideológi- ba del h e c h o afirmado ( B G H 1 1 , 2 7 3 ) .
co o de o p i n i ó n en u n a d e m o c r a c i a c o m o bien irrenunciable y evitar así que tales libertades se Ejemplos: Hl apoderado de una empresa puede íormular la acusación de apropiación indebida en con-
atrofien p o r m i e d o a consecuencias penales derivadas d e los § § 185 ss " . tra del contable si de un examen de los libros y la caja se han derivado importantes motivos de sospecha.
Quien, por el conttatio, sobre la base exclusiva de una comunicación oral no conttastada, afirma a través de
2. La afirmación d e u n o s h e c h o s q u e se m u e s t r e c o m o u n a c a l u m n i a (§ 186) o injuria ( §
la prensa en contra de un político sus sospechas en torno a su actividad comunista, no puede acogetse al §
1 85) está justificada si, d e a c u e r d o c o n el § 1 9 3 , c o n c u r r e n los r e q u i s i t o s para la salvaguarda de
193 porque no ha satisfecho suficientemente e! dcbet de infotmación que le eta preceptivo (BGH 14, 48
intereses legítimos '^. E n t r e estos se e n c u e n t r a , en p r i m e r lugar, q u e la declaración sea el único [51]). En una contienda electotal un político debe tolerar, como consecuencia de su comportamiento ante-
m e d i o para alcanzar el fin l e g í t i m o y q u e el a u t o r haya a c t u a d o c o n la i n t e n c i ó n d e preservar tal tior, la acusación de poseer un "catáctet contradictofio" y de cambiar de bando conforme a sus intereses
interés ( e l e m e n t o subjetivo d e justificación). C o m o intereses legítimos en el s e n t i d o del § 193 personales (BGH 12, 287 [293 ss.]). Por el contrario, las informaciones relativas a la vida privada de un
no sólo c u e n t a n los p r o p i o s del a u t o r u otros d e carácter p r i v a d o q u e le afectan d e cerca, sino político que sólo ptetenden causar escándalo y sensacionalismo, se encuentrait fuera de la finalidad pública
asimismo intereses de la colectividad. E n especial, hpretisa t a m b i é n p u e d e valerse del § 193 c u a n d o a la que la prensa puede tecutrit para defender los intereses legítimos en juego (BGH 18, 182 [187]).
se vea obligada a d i f u n d i r h e c h o s perjudiciales para el h o n o r de las personas para c u m p l i r su
Los juicios de valor de catáctet injurioso no están justificados a ttavés del § 193, pues aquí no se
función frente a la o p i n i ó n piiblica '^. La declaración debe evidenciarse, a d e m á s , c o m o u n m e -
trata de riesgo alguno de la falsedad. Más bien estamos ante una pondetación entre la libertad de expresión
dio adecuado para la salvaguardia del fin legítimo. E s t o implica, p o r u n lado, q u e p o r su r a n g o e garannzada constitucionalmente por parte de quien injutia y del detecho a la personalidad del injuriado.
i m p o r t a n c i a el interés q u e p r e t e n d e preservar el a u t o r posea u n a relación aceptable c o n la p r o - Esa ponderación tiene que tealizarse caso pot caso de acuetdo con la importancia de los bienes e intereses
tección del h o n o r q u e el afectado p u e d e esperar p o r p a r t e del D e r e c h o penal. En este p u n t o implicados (BVetfGE 30, 173 [195 ss.]; 67, 213 [224 ss.]; 75, 369 [376 ss.j acerca de la libertad de expre-
existe t a m b i é n en el § 193 u n a p o n d e r a c i ó n d e intereses q u e , n o o b s t a n t e , se diferencia d e la q u e sión artística según el att. 5 III GG frente a la dignidad de la persona de acuerdo con el art. 1 I G G ; BVetfGE
tiene lugar en el estado de necesidad justificante. A s i m i s m o , el a u t o r n o d e b e estar c o n v e n c i d o 12, 113 [127 ss.]; 6 1 , 1 [7 ss.]; 69, 257 [269 ss.j tespecro de la libertad de expresión conforme al art. 5 1
de la falsedad d e la declaración (segtin el § 187 n i n g u n a d i f a m a c i ó n está c u b i e r t a a través del § GG ftente a la pterensión de respeto del afectado según el § 185 StGB).
193) y d e b e h a b e r c u m p l i d o su deber de información antes d e c o m u n i c a r l a o difundirla ( B G H 3 , Ejemplo: \JÍ declaración pública de que "los soldados son asesinos en potencia" realiza el tipo de las inju-
7 3 (751; 14, 4 8 [51]). Por t a n t o , d e b e h a b e r e x a m i n a d o c o n t o d o s los m e d i o s d e q u e d i s p o n e si rias (§ 185) en relación con todos los soldados en activo del ejército federal (acerca de la injuria frente a colecti-
la afirmación d e los h e c h o s lesiva para el h o n o r q u e realiza se c o r r e s p o n d e c o n la verdad y si vos BGH 36, 83). El hecho no está justificado por el ejercicio de la libertad de expresión (art. 5 I GG), pues la
puede probarse . F i n a l m e n t e , es t a m b i é n necesario q u e la d e c l a r a c i ó n se efecttie d e u n a forma declaración evidencia un insulto a los miembros de aquel cuerpo y no se muestta como un medio adecuado y
adecuada (§ 193 infine). S i m u l t á n e a m e n t e , del § 193 se deriva q u e juicios d e valor injuriosos necesatio pata expresar la posesión de un profundo convencimiento pacifista (BayObLG JR 1992, pág. 76 y
q u e son i n d e p e n d i e n t e s d e las afirmaciones relativas a h e c h o s n o p u e d e n q u e d a r cubiertos, pues OLG Frankfurt JR 1992, pág. 79 con comentario aptobatono de Brammsen pág. 82; con otra opinión al res-
pecto BVerfG N J W 1992, pág. 2073 [2074], así como BVeríG N J W 1994, pág. 2943 '^).
para la salvaguardia del interés legítimo basta c o n q u e sean manifestados los h e c h o s a t e n t a t o r i o s
3 . O t r a s causas d e justificación basadas en la idea del riesgo p e r m i t i d o y q u e requieren u n
e x a m e n c o n f o r m e a d e b e r en t o r n o a la i n c e r t i d u m b r e d e sus presupuestos son el c o n s e n t i m i e n -
"> Así, BVerfGE 42, 143 (152); BGH 12, 287 (293); BGH M D R 1971, pág. 999. Crítico con la t o p r e s u n t o , c u a n d o la v o l u n t a d supuesta del o f e n d i d o n o c o i n c i d e c o n la real (vid. supra § 3 4
proyección del art. 5 1 GG al derecho al honor personal por parte de la jurisprudencia del Tribunal Consti- V I I 2) "'j así c o m o los supuestos de a c t u a c i o n e s oficiales c u a n d o en la realidad se e n c u e n t r a n
tucional Federal LK{\\.^) (Herdegen) § 193 núms. 4 ss.; de modo similar Roxin, Allg. Teil I § 18 núms. 31 ausenres los presupuestos materiales de la inrcrvención del funcionario, a pesar d e haberlos exa-
ss., quien con acierto diferencia entre afirmaciones valorativas y fácticas. Vid. también Eser, Wahrnehmung m i n a d o y a p r o b a d o c o n f o r i n e a deber (vid. supra § 35 I 3 ) .
bcrcchtigter Interessen págs. 40 ss.; Lenckner, Noll-Gcdachtnisschrift págs. 247 ss.; Suppert, Studien págs.
223 ss.
" Por ello el § 193 no es una mera causa de exculpación, tal y como todavía fue aceptado por la RG Sección 2.": La culpabilidad
64, 23 (asimismo, Erdsiek, JZ 1969, págs. 315 ss.; Eilie Schmidt, J Z 1970, págs. 11 ss.). No obstante, bajo
requisitos rigurosos pueden ser admitidas acciones practicadas en estado de necesidad; así, Schdnke/Schroder/ La teoría de la antijuricidad riene p o r o b j e t o responder a la cuestión d e q u é requisitos son
Lenckner, nota preliminar núm. 12 antes del § 32; Roxin, Allg. Teil I § 18 núm. 33. necesarios para q u e u n a acción contradiga al O r d e n a m i e n t o jurídico. Los critetios d e a c u e r d o
' ' Puede encontrarse un resumen en Geppert, Jura 1985, págs. 25 ss.; Tenckhojf,}vS 1989, pág. 198. c o n los cuales se enjuicia u n c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o c o m o antijurídico n o p r e s t a n a t e n c i ó n
" La postura anteriormente contraria de la jurisprudencia (RG 2 5 , 6 8 ; 56, 383; 64, 13; 6 5 , 360)
asumió la opinión dominante expresada en el texto principal, al ser la única que se corresponde con la fun-
ción pública de los medios de comunicación reconocida por las leyes de prensa de los Lander; vid. BVerfGE '^ Véase al tespecto la convincente crítica de Herdegen, N J W 1994, pág. 2933.
12, 113 (125 ss.); 2 4 , 2 7 8 (282 ss.); B G H Z 3 1 , 3 0 8 ; B G H 18, \%2 {m); Fuhrmann,]v& 1970 págs. 70 '^ Las ttansacciones arriesgadas de un administrador de bienes no son típicas de acuerdo con el §
ss.; Rehbinder, Dic offentliche Aufgabe der Presse págs. 120 ss. 266 cuando existe el acuerdo de su titular. Faltando éste, su compottamiento aún puede quedar justificado
'•^ DreherlTrondle, § 193 n ú m . 8; Lackner, § 193 núm. 10; Schonke/Schrbder/Lenckner, § 193 núm. sobre la base del consentimiento presunto (de otra opinión en la 3." ed. de esta obra pág. 326); vid. sobte
1 1. F"n contra de un deber especial de infotmación Roxin, Allg. Teil I § 188 núm. 45. ello liillenkamp, NStZ 1981, págs. 165 ss.
434 § 37 ímnclamcntos anrropológicos del concepto de cuipahilidad § 37 FiHuiamciuos antropológicos del concepto de culpabilidad 435

alguna a las cualidades individuales del a u t o r ; la p r o h i b i c i ó n d e r o b a r rige t a n t o para los pobres So7.ialwi.s.senscliaftcn lür das Stnilrecht, 'lomo 1, 1980, pág. 87; el mismo, Der Wille ais konstruktives Priiizip
c o m o para los ricos, las n o r m a s del D e r e c h o p e n a l sexual se d i r i g e n t a n t o a las p e r s o n a s der Strafrechtsdogmatik, en: lieckhausai v otros, (ed.), Jenscits des Rubikon: Der Wille ¡n den
i n s t i n t i v a m e n t e violentas c o t n o a los c i u d a d a n o s n o r m a l e s m e í i t a l n i c n t e equilibrados, los d e b e - llumanwis.scnschalten, 1987, pág. 319; r. liunki. Die Zeugen Jchovas usw., Diss. Freiburg 1970; Danner.
res d e c u i d a d o d e la circulación viaria afectan t a n t o a los novatos c o n t ó a los c o n d u c t o t e s cx|)eri- Gibt es ciñen freien Willcn? 4.-' ed. 1977: el mismo, Gedanken zur "psychologischen Wahlfreiheit" des
Menschen, MSchrKrim 1971, pág. A^; Gr.:f zu Dohita, Willensírciheit und Verantwortiichkeir, 1907: el
m e n t a d o s . Eti este s e t u i d o , pues, el D e r e c h o penal juzga " « « cutuidemciún a la persona'. N o obs-
mismo, líiii tiiiausrottbarcs Mif?vcrst5ndn¡s, ZStW GG (1954) pág. 505; Dreher, Der psychologischc
tatite, el objeto del e n j u i c i a m i e n t o varía tan p r o n t o c o m o e n t i a m o s en la culpabilidad. Ac|in' se
Detcrmiiúsmus Maníred Damicrs, ZStW 9^ (1983) pág. 340; el mismo, Die Willeiisfreihcii, 1987; el m¡s-
tiata la cuestión d e bajo qtic requisitos el autor, c o m o persona de carne y h u e s o q u e es, p u e d e ser
mo, Unscr indeternilnistischcs Strafrecht, Festschrift für G. Spendel, 1992, pág. 13; Dürig, Art. 103 III GG
h e c h o responsable p o r su acción antijurídica. Para p o d e r valorar esto se e x a m i n a de q u é lornia se und die "Zeugen jchovas", j Z 1967, pág. 426; Dux, f^er Táter hinter dem I un, 1988; Ebbinghaus, Kanr
ha desarrollado la v o l u n t a d de acción antijurídica. Segiin ello, la c u l p a b i l i d a d significa q u e sun und dtis 20. Jahrhundert, Studium Genérale 1954, pág. 513; Ehen, Der Überzeugungstater usw., 1975;
objeto de valoración negativa las máximas por las que se ha dejado llevar el autor en la formación de EllscheidJHassemer, Strafe ohne Vorwurf Civiras. Jahrbuch für Sozlalwissenschaften 9 (1970) pág. 27; Engisch,
la voluntad y que, por ello, le puede ser reprochado personalmente el hecho. Coit tnayor coticisión: la Die Lehre von der Willensfreiheit in der stratrechtsphilosophíschen Doktrin der Gegcnwatt, 2.^ cd. 1965;
c u l p a b i l i d a d es r e p r o c h a b i l i d a d p o r la f o r m a c i ó n d e la v o l u n t a d . D e a c u e r d o con el c o n t e x - el mismo, Über die Charakterschuíd, MSchrKrim 1967, pág. 108; el mismo, Auí der Suche nach der
to en el q u e es utilizado, el c o n c e p t o d e culpabilidad se s u b d i v i d e en £\ principio de culpabihdad, Gerechtigkeit, 1971; Eigiieiredo Dias, Schuld und Persünlichkeit, ZStW 95 (1983) pág. 220; Fischer, Der
la culpabilidad como fundamento de la pena y la culpabihdad como medida de la pena '. El p r i m e - Schuldbegriff ¡m Kontext heutiger tiieoiogischer Anthropologie, en: Hertz (ed.), Flandbuch der christlichcn
Ethik, lomo 3, 1982, pág. 160; Frey. Schuld, Verantwortung, Strafe ais kriminalpolitisches Problein, en:
ro afirma q u e la p e n a criminal sólo p u e d e ser f u n d a m e n t a d a si al a u t o r le p u e d e ser r e p r o c h a d o
Frey (ed.), Schuld, Veranrwortung, Strafe, 1964, pág. 297; Frister, Schuldprinzip usw., 1988; el mismo, Die
el h e c h o y q u e la p e n a sólo es a d m i s i b l e d e n t r o d e los límites d e la c u l p a b i l i d a d (vid. stipra § 4
Srruktur des "voluntativen Schuldelements", 1993; Gehlen, Der Mensch, 6.» ed. 1958; Gimbernat Ordeig,
I). La c u l p a b i l i d a d c o t n o f u n d a m e n t o d e la p e n a es la e n c a r n a c i ó n d e los requisitos q u e ptteden
Strafrechtssystcmatik auf der Grundlage der Nichtbeweisbatkeit der Willensfreiheit, Festschrift für H. Henkel,
excluir o f u n d a r n e n t a r la r e p r o c h a b i l i d a d d e ! h e c h o en a t e n c i ó n a la existencia de la a m e n a z a 1974, pág. 151; Gramática, Principi di difesa sociale, 1961; Grasnick, Über Schuld, Strafe und Sprache,
penal (vid. infra § 3 9 I V ) . F i n a l m e t i t e , la culpabilidad c o m o m e d i d a d e la p e n a es el c o n j u n t o 1987; Griffel, Der Mensch, Wesen ohne Verantwortung? 1975; Haddenhrock, Die Unbestimnitheitsrelation
d e las circunstancias q u e responsabilizan al a u t o r y q u e son tenidas en c u e n t a en la d e t e r m i n a - von Freiheit und Unfreiheit usw., Der Nervenarzt 32 (1961) pág. 145; el mistno, Personale oder soziale
cióti d e la p e n a (vid. § 4 6 I 1). Schuldfahigkeit usw., MSchrKrim 1968, pág. 145; el mismo, Freiheit und Unfreiheit der Menschen im Aspekt
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nouvelle, 3." ed. 1981; v. Baeyer, Die Freiheitsfrage ¡n der forensischen P.sychiarrie usw., Der Nervenarzt 28 K. Larenz, 1973, pág. 3; Hirsch, Das Schuldprinzip und seine Funktion im Strafrecht, Z S t W 106 (1994)
(1957) pág. 337; el mismo, Neurose, Psychotherapie und Gesetzgebung, Handbuch der Neurosenlehre und pág. 746; H. E Hoffmann, Die Schichttheorie, 1935; Holzhauer, Willensfreiheit und Srrafe, 1970;
Psychotherapie, Tomo I, 1959, pág. 627; Baratía, Strafrechtsdogmatik und Kriminologie, ZStW 92 (1980) Htipperschwiller, Gewissen und Gewissensbildung in jugendkriminologischer Sichr, Í970; Jalíobs, Das
pág. 107; Batier, Das Verbrechen und die Gesellschafr, 1957; el mismo. Das Strafrechr und das heutige Bild Schuldprinzip, 1995; Jareborg, Zur Reform des schwedischen Strafzumessungsrechts, ZStW 106 (1994) pág.
vom Menschen, en: Reinisch (Ed.), Die deutsche StrafrcchtsreforiTi, 1967, pág. 11;?/ mismo, Vom kommcnden 140; Jescheck, Das Menschcnbild unserer Zeit und die Strafrechtstcfotm, 1957; el mismo. Das Gewissen
Strafrecht, 1969; Baumann, Soziale Veramwortung ohnc soziaie Freiheit? ] Z 1969, pág. 181; Baurmann, und die sttaftcchtliche Verantwortlichkeit, Revista Jurídica de Buenos Aires 1959, pág. 24; jung,
Zweckrationalitat und Strafrecht 1987; Bacigalupo, Bemcrkungen zur Schuldlchre ¡m Strafrecht, Festschrift Sanktionensysteme und Menschenrechte, 1992; Kant, Ktitik der reinen Vernunft [1781], Ausgabe der
für H. Welzel, 1974, pág. 477; Bockelmanyi, Vom Sinn der Srrafe, Hcidelberger Jahrbücher, Tomo V, 1961, Wissenschafriichcn Buchgesellschaft, Tomo II, 1956; Kargl, Kritik des Schuldptinzips, 1982; Armin
pág. 25; el mismo, Willensfreiheit und Zurechnungsfahigkeit, ZStW 75 (1963) S. 372; el mismo, Schuld, Kaufmann, Die Dogmatik im AE, ZStW 80 (1968) pág. 34; el mismo, Strafrechtsdogmatik zwischen Sein
Schicksal und Verantworrung des Menschen, en: W/f/'/íry otros (Edrs.) Freiheit und Dercrmination, 1966, und Wert, 1982; Arthur Kaufmann, Das Schuldprinzip, 2.-' ed. 1976; el mismo, Dogmarische und
pág. 9 1 ; el mismo, Zur Problematik der Sondcrbehandlung von Überzeugnngsverbrechcrn, Festschrift für kriminalpolitische Aspekte des Schuldgedankens, J Z 1967, pág. 553; el mismo, Schuldptinzip und
H. Welzel, 1974, pág. 543; el mismo, 2,UT Kritik der Strafrechtskritik, Festschrift für R. Lange, 1976, pág. Vcrhaltnismáfiigkeit.sgrundsatz, Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 27; el mismo, Schuld und Pravention,
1; Bodenheimer, Philosophy of Responsibility, 1980; Bopp, Der Gewissenstater usw., 1974; Burkhardt, Festsschrifi für R. W a s s c r m a n n , 1985, pág. 8 8 9 ; el mismo, Unzeitgcmáííe B e t r a c h t u n g c n zum
Charaktermángel und Charakterschuíd, en: LüderssenlSack (Ed.), Vom Nutzcn und Nachteil der Schuldgrundsatz, Jura 1986, pág. 225; Hilde Kaufmann, Was láKt die Kriminologie vom Strafrecht übrig?
J Z 1962, pág. 193; W. Keller, Das Probiem der Willensfreiheit, H a n d b u c h der Neurosenlehre u n d
Psychotherapie, Tomo V, 1960, pág. 541; Klug, Die zentrale Bedeutung des Schutzgedankens für den Zweck
der Strafe, 1938; Kohlrausch, Sollen und Konnen ais Grundiagen der strafrechtiichen Zutechnung, Festgabe
' Así, Achenhach, Schuldlchre págs. 3 ss.; Lackner, nota preliminar núm. 22 antes del § 13; Mauracbl füf K. Güterbock, 1910, pág. 3; Kraushaar, Das Gewissen im Strafrecht usw., GA 1959, pág. 325;
Zipf, Allg. Teil I § 30 núm. 2; Roxin, Bockelmann-Festschrift pág. 279; SchonkelSchroder/lwnckner, nota Krümpelmann, Motivation und Handiung irtí Afíekt, Festschrift füt H. Welzel, 1974, pág. 327; el mismo,
preliminar núm. 107 antes del § 13; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 1 antes del 19; WK(Nowakowski) f9ie Neugestaltung der Vorschriften über die Schuldfahigkeit usw., ZStW 88 (1976) pág. 6; el mismo.
nota preliminar núm, 49 antes del § 3.
436 § 37 l-undamcntos antropoiógicüs del concepto de culpabilidad 1. Principio de culjíabilidad y libre albedn'o 437

Dogmatische und cmpirische Problemc des sozialcn Schuldhcgrifís, (jA 1983, pág. 337; Kunz, l'ravciiiion Citundlagen für die Bcurteilung dcr Scluiidláhigkeit im Strafrechr, en: Witter (ed.), Der psychiatrische
und gcreclirc Zurechiiung, ZSrW 98 (1986) pág. 823; Lackner, PrSvciuion und Sduildunfaliigkcii, l'esi.sclirih S;ichverstándige im Strafrecht, 1987. p.ig. 37; E. Wolj, Verbrechen aus Überzeugurrg, 1927; Würtenherger,
für rh. Kleinknechr, 1985,pág. 245; l.ange, Die modcrne Anthropliologic und das Strafrechr, en; l-rcy (ed.), Jiirisprudenz und philosophi.sche Aiuhropologic, Freiburger Dies Universiraris, Tomo 7, 1958/59, pág. 85; el
Schuld, Vcranrwortung, Strafe, 1964, pág. 277; elmisnw, Ist Schuld nioglich? Fcstschritt für R Bockelniann, mismo, Vom rechtschaffcnen Gewi.sseii, Festschrift íür F". Wolf, 1962, pág. 337; Zipf, Der strafrechrliche
1979, pág. 2 6 1 ; Lenckner, Strafe, Schuld und Schuldunfáhigkeit en; Goppinger/Winer, Handhuch der ScluildbegrifF,JBl 1980, 186.
forensischcn Psychiatrie, Tomo I, 1972, pág. 3; Lersch, Aufbau dcr Per.son, 11.^ ed. 1970; v. Jjszt, Aufsát/x'
und Vorrrágc, Tomo II, 1905, pág. 25; Maiwald, Gedankcn zu cinem sozialcn Schuldbegriff, Festschrift für
K. Lackner, 1987, pág. 149; Mangakis, Über das Vcrhálrnis von Srrafrechtsschuld und Willensfreihcit, ZStW I. P r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d y libre albedn'o
75 (1963) pág. 499; H. Mayen Kanr, Hegel und das Strafrechr, Festschrift für K. Engisch, 1969, pág. 54;
Mergen, Kriminologie und Strafrecht, 1966; Mezger, Über Wtllensfreiheit, Sitzungsberichte der Baycr. I. El p r i n c i p i o d e c u l p a b i l i d a d es c o n s i d e r a d o en A l e m a n i a c o m o el p r e s u p u e s t o subjeti-
Akademie der Wissenschaften, \944/46, Heft 9; Müller-Dietz, Gewissensfreiheit und Strafrecht, Festschrift vo decisivo de la responsabilidad penal (vid. sttpra § 4 I 2) ^: la p e n a c r i m i n a l sólo p u e d e ser
für K. Petcrs, 1974, pág. 9 1 ; Nagler, Der Überz^ugungsverbrecher, GS 94 (1927) pág. 48; Nass, Wandlungcn f u n d a m e n t a d a sobre la c o m p r o b a c i ó n de q u e al a u t o r .se le p u e d e r e p r o c h a r la f o r m a c i ó n d e la
des Schuldbegriffs im Laufe des Rechtsdenkens, 1963; Neufeldcr, Schuldbegriff und Verfassung, GA 1974, v o l u n t a d q u e le c o n d u j o a la resolución delictiva y, a d e m á s , aquélla n u n c a p u e d e ser más grave
pág. 289; Noli, Der Uberzeugungstater im Strafrecht, ZStW 78 (1966) pág. 638; Nowakowski, Freiheit, q u e lo q u e el a u t o r se incrcce según su culpabilidad-'. El p r i n c i p i o d e c u l p a b i l i d a d tiene c o m o
Schuld, Vergeirung, Festschrift fürTh. Ritrler, 1957, pág. 55; el mismo, ProblemederStrafrechtsdogmatik, JBl
p r e s u p u e s t o l ó g i c o la libertad de d e c i s i ó n d e la persona, pues sólo c u a n d o e s e n c i a l m e n t e
1972, pág. 19; Otto, Über den Zusammenhang von Schuld und menschlicher Würde, GA 1981, pág. 4 8 1 ;
existe la capacidad d e d e t e r m i n a c i ó n c o n f o r m e a las n o r m a s jurídicas p u e d e ser h e c h o responsa-
Peters, Uberzeugungstater und Gewissenstarer, Festschrift für H. Mayer, 1966, pág. 257; el mismo, Benierkungen
zur Rechtsprechung der Oberiandesgerichte zur Wehrersarzdienstverweigerung aus Gewissensgründen, JZ 1966, ble el a u t o r p o r h a b e r c o m e t i d o el h e c h o antijurídico en lugar de d o m i n a r sus i n s t i n t o s criinina-
pág. 457; el mismo, Abschliefíende Bemerkungen zu den Zeugen-Jehovas-Prozessen, Festschrift fíir K. Engisch, les. Si t o d o hacer u o m i t i r estuviera d e t e r m i n a d o decisivamente a través de la eficacia causal p r o -
1969, pág. 468; Plaek, Pládoyer für die Abschaffung des Strafrechrs, 1974; Portnmnn, Biologische Fragmente
zu einet Lehre vom Menschen, 3.* ed. 1969; Radhruch, Der Uberzeugungstater, ZStW AA (1924) pág. 34; el
mismo, Verhandlungen des 34. DJT, Tomo II, 1927, pág. 354; Ranfi, Hilfspflicht und Glaubcnsfreiheit usw.,
^ Según Arthur Kaufmann, Schuldprinzip pág. 11 5 el principio de culpabilidad "en su naturaleza ab-
Festschrift für E. Schwinge, 1973, pág. 111; Ricoeur, Philosophie de la volonté. Tomo I, 1949; Rothacker,
soluta es la verdadera y más profunda justificación del Derecho penal"; de acuerdo con el BVerfGE 20, 323
Die Schichren der Personlichkeir, S."" ed. 1952; Roxin, Sinn und Grenzen .staatlicher Strafe, ]uS 1966, pág.
(331) el principio nulla poena sine culpa posee "el rango de un principio constitucional". Vid., además,
377; el mismo, Kriminalpolitische Überlegiingen zum Schuldprinzip, MSchrKrim 1973, pág. 316; elmismo,
BVerfGE 9, 167 (169); 23, 127 (132 ss.); 50, 125 (133); 50, 205 (214); BGH 2, 194 (200). El rango
"Schuld" und "Verantwortlichkeir" ais strafrechtiichen Systemkategorien, Festschrift für H. Flenkel, 1974,
constitucional del principio de culpabilidad descansa sobre la dignidad de la persona (art. 1 GG) y el prin-
pág. 171; el mismo, Zur jüngsren Dískussion der Schuld usw., Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág.
cipio del Estado de Derecho (art. 28 II G G ) . Acerca de la relación enrre el principio de culpabilidad y la
279; el mismo, Zur Problemarik des Schuldstrafrechts, ZStW 96 (1984) pág. 64\; el mismo, Was bleibt von
dignidad de la persona Otto, GA 1981, págs. 486 ss.; con carácter general respecto al principio de culpabili-
der Schuld im Strafrecht übrig? SchwZStr 104 (1987) pág. 356; Rudolphi, Unrechtsbewu(5tsein, Verbotsirrtum
dad y los derechos fundamentales Frister, Schuldprinzip págs. 37 ss. Son contrarios al principio de culpabi-
und Vermeidbarkeit des Verbotsirrtums, 1969; Scheffler, Grundiegung eines kriminologisch orientierten
lidad Baurman, Zweckrarionalirát págs. 253 ss. ("culpabilidad como criterio para la proporcionalidad");
Strafrechrssystems, 1987; Schreiher, Was heifit heute strafrechtiiche Schuld usw., Der Nervenarzt 48 (1977)
Neufeldcr, GA 1974, pág. 307 (culpabilidad como "imputación subjetiva"); Kargl, Kritíkpág. 246 (culpabi-
pág- 242; Sehüller, Gewissen uitd Schuld, en: Fuchs (ed.). Das Gewissen, 1979, pág. ^4; Schünemann, Die
lidad como ficción en perjuicio del acusado); Scheffler, Grundiegung pág. 138 (en lugar de la culpabilidad,
Funktion des Schuldprinzips im Práventionssrrafrechr, en: Schünemann (ed.), Grundfragen des modernen
existencia objetiva de la responsabilidad unida al principio de culpabilidad); Dux, Dcr Tater pág. 57 (la
Sttafrechtssystems, 1984, pág. 153; el mismo, Entwicklung der Schuidlehre in Deutschland, en: Hirsch/Weigend
culpabilidad "pertenece a tiempos pasados"). 7Ü^O¿Í, Allg. Teii 17/22 ss. el concepto de culpabilidad queda
(Edrs.), Strafrecht und Kriminalpolitik in japan und Deutschland, 1989,pág, 148; el mismo, Die
absorbido por la prevención general positiva; en contra, con razón, Roxin, SchwZStr 104 (1987) págs. 364
Kriminalpolitik und das Strafrechtssystem, en: Lahti/Niiotio (eds.), Strafrechtstheotie im Umbruch, 1992
ss. La definición ácjakobs, Schuldgrundsatz pág. 35 de que "la culpabilidad material consiste en la infideli-
pág. 157; Seelmann, N e u e Entwicklungen usw.. Jura 1980, pág. 5 0 5 ; Sproj?, Die U n r e c h t s - u n d
dad a las normas legítimas", desatiende completamente el carácter individual de la reprochabilidad del he-
Strafbegründung bei dem Überzeugungs-und Gewissenstater, 1990; Stratenwerth, Tatschuld und
cho. Roxin, Allg. Teil I § 19 núms. 3 ss. vincula la culpabilidad y la necesidad preventiva de pena a la nueva
Strafzumessung, 1972; el mismo, Literaturbericht, ZStW 85 (1973) pág. 469; el mismo, Willensfreiheit-eine
categoría delictual de la "responsabilidad". En contra, LK{\ 1.^) (Jescheck) nota preliminar núm. 72 antes
staatsnotwendige Fiktion? SchwZStr 101 (1984) pág. 225; Streng, Schuld, Vergeltung, Generalprávention, ZStW
del § 13 con referencias; LK(\ I.-") (Hirsch) nota preliminar núm. 182 antes del § 32.
92 (1980) pág. 637; Thiemeyer, Grundkagenprobleme des normativen Schuldbegriffs, GA 1986, pág. 203;
Thomae, Bewuílt.sein, Personlichkeir und Schuld, MSchrKrim 1961, pág, 114; Thomae/Schmidt, Psychologische ^ El principio de culpabilidad es una proposición jurídica constitucional no sólo en su función
Aspekte der Schuldfahigkeir, Handbuch dcr Psychologie, Tomo II, 1967, pág. 326; Tiedemann, Zur limitadora de la pena sino también en su aspecto fundamentador de la misma; de orra opinión Roxin, JuS
legislatorischen Behandlung des Verbotsirrtums u.sw., ZStW 81 (1969) pág. 869; Tiemeyer, ZUT Moglichkeit 1966, pág. 384; elmismo, MSchrKrim 1973, págs. 319 ss.; elmismo, Bockelmann-Festschrift pág. 297; el
eines erfahrungswissenschaftlich gesicherten Schuldbegriffs, ZStW 100 (1988) pág. 527; elmismo, Der "relarive mismo, SchwZSrr 104 (1987) pág. 372; Schünemann, Die Funktion des Schuldprinzips pág. 189; SK
Indeterminismus" und seine Bedeutuiig für das Strafrecht, ZStW 105 (1993) pág. 483; Welzel, Vom irrenden (Rudolphi) nota preliminar núm. 1 antes del § 19; §§ 2 II, 59 AE. La docctina mayoritaria se pronuncia en
Gewissen, 1949; elmismo, Gesetz und Gewissen, DJT-Festschrift, 1960, pág. 383; elmismo, Naturrecht und el sentido del texto principal vid., especialmente, y!rí/)KrAr¿ítí^<?«n,JZ 1966, pág. 555; el mismo, jun 1986,
materiale Gerechtigkeir, 4 . ' ed. 1962; el mismo, Vom Bleibenden und vom Verganglichen in der pág. 230; el mismo, Wassermann-Festschrift pág. 890; Lenckner, Strafe, Schuld und Schuldfáhigkeit pág. 18
Strafrechtswissenschaft, Erinnerungsgabe für M . Grünhut, 1965, pág. 173; el mismo, Die Frage nach der Hirsch. ZStW 106 (1994) págs. 755, 764 ss.; LK{\ \.') (Hirsch) nota preliminar núm. 182 anres del § 32:
Rechtsgeltung, 1966; elmismo, Gedanken zur "Willensfreiheit", Festschrift für K. Engisch, 1969, pág. 91;/I. Kühl. Allg. Teii § 10 núms. 2 ss.; MaurachIZipf Allg. Teil 1 30 núm. 49; ¿ A ' ( l 1.») (Jahnke) § 20 núm. 10;
Wenzl, Philosophie der Freiheit, 1947; Wieacker, Privatrechtsgeschichte der Neuzeit, 2.» ed. 1967; Witter, Die Sch'ónkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 109 antes del § 13; Stratenwerth, ZStW 85 (1973) pág.
490; Wessels, Allg. Teil núm. 398.
438 § ,37 l'unciamcntos antropológicos tlcl conceplo de culpabiliti;ul
I. Princq^io de culjiabiüdad \' libre albedrío 439

pia de lo.s procesos naturales y p r i v a d o d e la influencia de las fuerzas d e la v o l u n t a d , t e n d r í a tan


su conciencia c o m o la de la tentación y, c o n l o t m c a ello, d e t e r m i n a r su m é r i t o y c u l p a b i l i d a d en
poco sentido reprocliarlc a la persona sus hechos c o m o hacerlo responsable por sus enfermedades. correspondencia con su decisión libre ^. C e r c a n o a esta concepción estuvo t a m b i é n el B G H c u a n d o
Pero, incluso, si todas las acciones h i n n a n a s csttivieran inevitablemente prescritas, si bien no n a t u - seríalo lo sigmcnte; "con el juicio de dcsvalor d e la culpabilidad al a u t o r se le r e p r o c h a el haberse
ralmente pero sí psicológicamente p o r la peculiaridad del carácter, el p r e d o m i n i o de los motivos d e c i d i d o p o r el injusto, a pesat de q u e habría p o d i d o decidirse p o r actuar c o n f o r m e a D e r e c h o "
existentes en ese m o m e n t o y de los estímulos del m u n d o exterior, harían que la pena no pudiera ser ( B G H 2, 194 (200]). D e forma similar se expresa la f t m d a m c u t a c i ó n del E 1 9 6 2 : "La reprocha-
e n t e n d i d a c o m o u n juicio d e dcsvalor í7/fo-social sino cjuc debería recibir u n sentido neutral. bilidad exige q u e en el m o m e n t o del h e c h o el a u t o r fuera capaz d e evitar la c o n c r e t a formación
Por ello, los adversarios del libre alhedrio que son consecuentes, conectando con Franz v. Liszt y su teo- d e la v o l u n t a d d e s t i n a d a a la realización del h e c h o " (pág. 137). Frente a la objeción de q u e la
ría, scgiín la cual, el dctcrminisnio lógico debe conducir "necesariamente al completo e ilimitado reproche aceptación de la libertad s u p o n e una r u p t u r a del p r i n c i p i o causal científicamente insostenible, le
de la pena retributiva, al reconocimiento exclusivo e incondicional de la pena como finalidad " , han soste- es opuesta la tesis consistente en q u e incluso p a r a las Ciencias d e la naturaleza n o rige c o m p l e t a -
nido un Derecho penal fundamentado en la renuncia al principio de culpabilidad en sentido érico-social y m e n t e la ley d e la causalidad sino que hay q u e a d m i t i r u n "margen de l i b e r t a d " ' . Por ello, en la
en el entendimiento meramente formal de la culpabilidad como la suma de los elementos subjetivos de a n t r o p o l o g í a filosófica se defiende p a r c i a l m e n t e el p u n t o de vista de q u e en el á t n b i t o de la res-
imputación del hecho''. ponsabilidad etica y jurídica rige u n a forma especial de d e t e r m i n a c i ó n , esto es, la c o n f o r m a d a
2. Por el c o n t r a r i o , u n D e r e c h o penal o r i e n t a d o al p r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d d e b e enfren- p o r la ley m o r a l , en la q u e a u n q u e c i e r t a m e n t e la persona está d e t e r m i n a d a , t a m b i é n conserva
tarse con la p r o b l e m á t i c a del libre a l b e d r í o ''. Respecto a esta liltima, a q u í sólo p u e d e ser a b o r - sin e m b a r g o su libertad '". E n este sentido, j u n t o a la forma de p e n s a m i e n t o causal referido a la
dada en la m e d i d a en q u e con ella se c u e s t i o n a la f u n d a m e n t a c i ó n de la culpabilidad penal ''. naturaleza se acepta otra d e carácter " e s p o n t á n e o " referida a la p s i q u e m e d i a n t e la q u e se expresa
la creatividad, a u t o n o m í a y espiritualidad de la personalidad h u m a n a " . Por el c o n t r a r i o , la d o c -
a) F u e r o n pocos los q u e todavía l i l t i m a m e n t e defendían el dogma clásico del indeterminismo
t r i n a d o m i n a n t e h a c o n s i d e r a d o q u e es i m p o s i b l e p r o b a r la f u n d a m e n t a c i ó n d e l r e p r o c h e
carente de presupuestos, scgtín el cual, la p e r s o n a p u e d e seguir en t o d o t n o m e n t o t a n t o la voz d e
culpabilístico a través de la libertad del h o m b t c c o m o persona individual^^. E n lugar de ésta se
acepta q u e sólo es posible u n juicio de culpabilidad de c o m p a r a c i ó n social en el q u e se p r e g u n t a
'* V. Liszt, Aufsatze Tomo II pág. 52. si "el h o m b r e m e d i o " , alguien con una "personalidad adecuada", d e haberse e n c o n t r a d o en el lu-
^ Vid., por ejemplo, Bauer, Das Verbrechen págs. 17 ss.; el mismo. Das heutige Bild págs. 16 ss.; el gar del autor, habría estado en condiciones de actuar de o t r o m o d o '^. U n tetcer sector de o p i -
mismo, Vom kommenden Strafrecht págs. 59 ss.; Baratta, ZStW 92 (1980) págs. 140 ss.; Danner, Gibt es
ciñen freien Willen.' págs. 190 ss.\ el mismo, MSchrKrim 1971, págs. 53 ss. (con una comparación clara de las
consecuencias); Gramática, Principi págs. 41 ss. (en adhesión al "Progetto pteliminate" áe Ferri Aú año 1921); ** Así, Wegner, Srrafrecht pág. 79.
Kargl, Kritik des Schuldprinz.ips págs. 252 ss.; EllscheidlHassemer, Civitas 9 (1970) pág. 27; Plack, Pladoyer für ' Vid. A. Wenzl, Philosophie der Freiheit pág. 30. Sobre ello Heisenberg, Naturbild págs. 26 ss., quien
die Abschaffung des Sttafrechrs, 1974; Streng, ZStW 92 (1980) págs. 656 .ss.; Klug, Dic zentrale Bedeutung de esta forma interpreta las simples regularidades estadísticas indicando "que sólo se conoce el sistema físico
des .Schutzgedankens págs. 108 ss.; Mergen, Kriminologie und Strafrecht pág. 17. De otra opinión la actual de un modo incompleto".
"Defensa Social"; vid. Marc Ancel, Défense sociale nouvelle pág. 187: "Par la qu.on le veuille ou non, c.est
'" Nicolai Hartmann, Ethik págs. 594, 628 y 635; el mismo, Einführung in die Philosophie págs.
l.idée ou plutót le sentimcnt de la faute qui se trouve réintroduit dans le droir penal". Vid. también al respecto,
179 ss.; H. Mayer, Lehrbuch págs. 230 ss.; Würtenberger, Freiburger Dies Universitatis 1958/59 pág. 94;
Hilde Kaufmann, ]X 1962, págs. 195 ss.; Lange, Die moderna Anthropologie págs. 281 ss.; el mismo,
Arthur Kaufmann, Schuldprinzip págs. 280 ss.; Griffel, Der Mcnsch págs. 192 ss. Acerca del punto de visra
Bockclmann-Festschrift pág. 270; Bockelmann, Lange-Festschrift págs. 1 ss. Fambién en los países escandina-
de la ética cristiana Fischer, Schuldbegriff pág. 166: "La liberrad y la responsabilidad constituyen el ser de la
vos pierde terreno la fundamentación puramente utilitarista de la pena; vid. AggelThornstedt, Das schwedische
persona". Esra teoría ha experimenrado una profundización a través de Dreher, Willensfreiheir págs. 379 ss.
Strafrecht pág. l(Xl;]areborg, ZStW 106 (1994) págs. 148 ss. (en contra de la crítica áejung, Sanktionssysteme
que se sitúa en la conciencia de libertad como la única tealidad accesible de la persona. En contra de este
págs. 211 ss.). En contta de ¿)í7n«?r detalladamente Dreher, ZStW 95 (1983) págs. 340 ss.
planteamiento, Tiemeyer, ZStW ¡00 (¡988) pág. 546; vid. también la réplica de Dreher, Spendel-Festschrift
' También Mezger Ac:]ó de defendet la tesis expuesta en su Manual (Lehtbuch pág. 251) de acuerdo págs. 13 ss. y la contrarréplica de Tiemeyer, ZStW 105 (¡993) págs. 500 ss.
con ia cual la culpabilidad penal como "culpabilidad jurídica" es independiente de la discusión sobre el libre " Vid. Mezger, Willensfreiheit pág. 13; Welzel, Lehrbuch págs. 142 ss.; Mangakis, ZStW 75 (1963)
albedrío. Por el contrario, H. Mayen Grundrií? pág. 105 sirria su teoría de la imputación subjetiva, indepen- pág. 523; W. Keller, Willensfreiheit pág. "ilG; Arthur Kaufmann, Schuldptinzip págs. 118, 130. Básicamente
dientemente de la cuestión del libre albedtío, sobte el hecho del "dominio de la voluntad". Para Roxiii, también Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 366; Baumann, JZ 1969, pág. ¡82; Maurachí/Jpf Allg. Teil 1 § 36
ZStW 96 (1984) pág. 653 lo linico importante es si "el autot eta básicamente motivable de acuerdo con la núm. 12; Wessels, Allg. 'Feil núm. 4 0 1 ; Rudolphi, Unrechrsbewul?rsein págs. 12 ss, Acerca de la comproba-
norma en el momento de la comisión del hecho"; en Allg. Teil I § i 9 núm. 35 alude a que el autor "posea la ción empírica del "poder actuar de otro modo" v. Baeyer, Der Ncrvenarzt 28 (1957) pág. 337.
capacidad de comportarse de acuerdo con la norma" y "que psíquicamenre le fuera accesible una alrernativa
'^ Vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 109; Blei, Allg. 'Feil págs. 178 ss.; Hassemer, Einführung págs.
de comportamiento adecuado a Derecho" (ntím. 3). Gimbernat Qrdcig, Henkel-Fesrschrift pág. 166 se con-
228 ss.; Henkel, Larenz-Fcstschrift pág. 24; Haddenbrock, JZ 1969, págs. 121 ss.; el mismo, Strafrechtliche
fotnia con la comprobación de que la pena "carezca de una función metafísica tetributiva o purificadora".
Handlungsfahigkeit und "Schuldfáliigkeit" págs. 893 ss.; LK{\ ¡."j (Jühnke) § 20 núm. 8; Lenckner, Strafe,
Fn contra de Gimbernat, Bacigalupo, Welzel-Fesrschrifr págs. 481 ss. Haddenbrock, MSchrKrim 1968, págs.
Schuld und Schuldfahigkeit pág. 98; Roxin, Henkel-Festschtift pág. 175; el mismo, Z S t W 96 (¡984) pág.
151 y J Z 1969, págs. 121 ss. no fundamenra su concepto de culpabilidad sobre el libre albedrío sino sobre
643; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 513; Schmidhüuser, Allg. Teil pág. 154. Vid. también Welzel, Engisch-
la capacidad de responsabilidad de la persona. Como en el texto principal Schultz, Einführung I págs. 178
Festschrift pág. 101.
ss.; Armin Kaufmann Strafrechrsdogmatik págs. 271 ss.; LK(\ \^)(jiihnke) § 20 mims. 10 ss.
'^ Así, Nowakowski, Rittier-Festschrift pág. 7 1 ; Grafzu Dohna, Willensfreiheir pág. 17; el mismo,
' Una exposición acerca de la cambiante historia de csre problema a lo largo del siglo XIX la propor- ZStW 66 (1954) pág. 508; Bki, Allg. Teil págs. 178 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 1 ¡O ss.; IA'(¡0.»)
ciona Holzhauer, Willensfreiheit und Srrafe, 1970. (Lange) § 21 núm. 6; Haft, Allg. 'Feil págs. 119 ss.; Stratenwerth, SchwZStr ¡01 (1984) pág. 234; Schónkel
440 § 37 Fundamentos antropológicos del concepto de culpabilidad I. i^rincipio de cid¡iabilidad v libre aibcdrío 441

nión no fundamenra la culpabilidad sobre la formación de la voluntad que conduce al hecho normas del Ordenamiento jutídico. Con otras palabras: no está probada inequívocamente ni la
concreto, sino sobre las predisposiciones pertenecienres al carácter del autor. A éste se le repro- existencia ni el tipo de efectos derivados de ima "espontaneidad" específicamente humana en un
cha no haber adquirido duranrc el transcurso de su vida la fuerza volitiva y la razón moral co- concteto acto de decisión. De acuetdo con todas las circunstancias, en la mayotía de los casos de
rrespondiente que habrían sido necesarias para resistir a los estímulos conduceiucs al hecho actuación ptemeditada resulta evidente la libettad re.sohuiva del hecho. Sin embargo, hay tam-
antijurídico . bién supuestos en los que puede suceder que la concreta infracción penal sea tan sólo el tesulta-
b) A la vista de la imposibilidad de aclarar estas cuestiones, en relación con la íundamenta- do de la relación de fuerzas existente en ese iriomento entre los diferenres impulsos anímicos, y
ción de la cidpabilidad penal sólo puede afirmarse con suficiente seguridad lo siguiente '^: los que sencillamenre ante una situación tínica e irrepetible le hayan faltado al autor las fuerzas para
procesos mentales que sirven de base a la formación de la voluntad no siguen sencillamente las determinarse conforme a las normas del Ordenamiento jurídico. Esto puede ocurrir especialmente
reglas de la naturaleza tal y como lo hacen la presión arterial, la respiración o la digestión, sino en los supuestos de arrebaro en los que precisamente el ímpetu de los inotivos puede ocasionar
que se rigen por sus propias leyes de funcionamiento. La posibilidad de determinar el com- una alteración de la conciencia en el sentido del § 20, tal y como en multitud de ocasiones ha
portamiento descansa sobre la capacidad de la persona para controlar sus inclinaciones y evidenciado la psiquiatría forense. De ahí que el reproche de culpabilidad conrra el individuo
de dirigir su decisión hacia la razón, los valores y las normas. Frente a los demás seres vivos sólo quepa ser formulado de la manera siguiente: en la situación en la que se encontraba, el au-
la persona se caracteriza porque su comportamiento puede obedecer al sentido dado por él mis- tor habría podido actuar de otra forma en el sentido de que, segiin nuestra experiencia en casos
mo, mientras que los animales siempre permanecen encerrados en el mecanismo de su mundo similares, cualquier otro en su lugar se habría comportado de modo diverso ante la tensión de
instintivo. De ahí que sin duda alguna rija para el género humano la afirmación de Tomás de la fuerza de volunrad que posiblemente le falló al autor '^. No ob.srante, la cuestión de si el autot
Aquino: "Differt autern in agendo natura rationalis praedita libero arbitrio ob omni alia natura" habría podido emplear la fuerza de voluntad necesaria y de qué modo ésta se habría impuesto en
(De Veritate, quaestio 24, art. 7, corpus articuli). No obstante, hay todavía dos aspectos descono- la correlación de fuerzas de haber sido urilizada, debe permanecer sin contestar '^. El desplaza-
cidos (y posiblemente seguirán siempre siéndolo para la investigación) dado que la libertad, como miento del problema a la expectativa de acción en relación con "el otro" significa dos cosas: de
parte del mundo trascendente, se sustrae a la posibilidad de comprobación empírica "^. Por un una parte, en las personas adultas sólo puede excluir el reproche de culpabilidad la presencia de
lado, se desconoce si la conclusión relativa a la libertad del género humano puede ser referida a circunstancias extraordinarias en la persona del auror o en la situación de hecho " , y de otra, que
la libertad del individuo en la situación concreta en la que tiene lugar su hecho, pues las condi- todo el mundo puede adquirir la fuetza de voluntad necesaria ante la existencia de la tentación
ciones en las que adopta la resolución (incluso aunque pudieran ser analizadas en su totalidad) de cometer el hecho. Ambos presupuestos no descansan sobre sondeos empíricos de la forma-
no pueden ser completamente reproducidas posteriormente a título experimental como consecuencia ción de la voluntad del autor, sino que muestran las exigencias normativas del Ordenainienro
de los cambios permanentes que se suceden en el alma humana. Por otro, no sabemos de qué modo jurídico frente al autor, pues éste es tratado como un destinatario responsable de la norma y no
la persona lleva a cabo la resisrencia a las penetrantes inclinaciones criminales obedeciendo a las como un inenor de edad o un enfermo. El autor es tratado "como alguien libre" ^^ si su capaci-
dad de control está intacta. El Derecho penal se fundamenra sobre la decisión del legislador se-
giin la cual esta clase de imputación subjetiva es tan necesaria como justificada en un Ordena-
miento jurídico construido sobte la libertad.
SchrdderlLenckner, nota preliminar núm. 110 antes del § 13; Schreiher, Der Nervenarzt 1977, pág. 245;
Arthur Kaufmann, ]Z 1967, pág. 360; el mismo, Schuldprinzip pág. 282; Krümpelmann, ZStW 88 (1976)
pág. 12; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 1 antes del § 19; § 20 núm. 23. Vid. también BGH GA
1962, pág. 116. " Engisch, Willensfreiheit pág. 26; Grafai Dohna, ZStW 66 (1954) pág. 508; Mangakis, ZStW 75
'"* Así, Engisch, Willensfreiheit pág. 65; el mismo, MSchrKrim 1967, págs. 110 ss.; Heinitz, ZStW 63 (1963) pág. 517; Lenckner, Strafe, Schuld und Schuldunfáhigkeir pág. 19, así como los autores citados más
(1951) pág. 76. De forma úmWzr Figueiredo Dias, ZStW 95 (1983) pág. 242: "deber de responsabilizarse arriba en la ñora a pie núm. 13. En este mismo sentido plantea Witter, Beurteilung der Schuldfáhigkeit ini
por la personalidad". En profundidad acerca de la culpabilidad por el carácter Burkhardt, Charaktermangel Strafrecht pág. 51, si, y hasta qué punto, —según la "comparación tipificadora"— "puede serle exigible al
págs. 103 ss. autor una actuacitín distinta".
' ' Wiá. Jescheck, Das Menschenbild págs. 20 ss. Esencialmente de acuerdo con el texto Nowakowski, '^ A pesar de ello, esta visión no obliga de ninguna manera al legislador y al juez a asumir las conse-
JBI 1972, pág. 29; Arthur Kaufmann, Jura 1986, págs. 225 ss.; Burkhardt, Der Wille pág. 337; Krümpelmann, cuencias del determínismo en un sentido "in dubio pro reo", pues éstas no pueden ser más ventajosas para
GA 1983, págs. 337 ss.; Orto, GA 1981, págs. 486 ss.; Lackner, Kleinknccht-Festschrift pág. 263; Roxin, el autot "sino tanto o, como en muchos casos, más graves" para él como Haddenbrock, JZ 1969, pág. 124 ha
Allg. Tcil I § 19 núms. 34 ss. (capacidad de comportamiento adecuado a la normia como "diagnósitico cien- evidenciado de acuerdo con la experiencia psiquiátrica. En el reproche de la culpabilidad no puede ser exigi-
tífico experimental"); AK(Schild) nota preliminar núms. 53 ss. antes del § 13; Schonke/Schróder/Lenckner, do más allá de la capacidadát un comportamiento adecuado a la notma en el sentido de Roxin, Allg. Teil I
ñora preliminar nijm. 110 antes del § 13; Wessels, Allg. Teil núm. 397; Stratenwerth, Allg. Teil I núin. 513; § 19 núm. 33, y de la ausencia de circunstancias que, de acuerdo con la experiencia, impiden ai auror hacer
Maiuiald, Lackner-Festschrift pág. 164; Tiemeyer, GA 1986, págs. 226 ss.; Zipf,]'?A 1980, pág. 194. Acerca uso de esa capacidad en el caso concreto.
de la nueva fundamentación de la teoría de la libertad vid. v. Baeyer, Neurose, Psychotherapie págs. 633 ss.; ' Tal y como Krümpelmann, GA 1983, pág. 384 afirma con acierto, el concepto de culpabilidad
W. Keller Willensfreiheit págs. 541 ss.; Portmann, Biologische Fragmente págs. 81 ss.; Ricoeur, Philosophie "elude" todas "las dificultades y cuestiones oscuras del espacio de juego de la motivación" en el autor con-
de la volonté págs. 64 ss.; Dreher, Willensfreiheit págs. 379 ss. creto. No obstante, dentro de la culpabilidad como medida de la pena se intenta coinprcnder dicha motiva-
"^ En relación con la imposibilidad de comprobar la libertad individual vid. los autores citados supra ción Y valorar su importancia de acuerdo con los conocimientos de la psiquiatría y la psicología.
en la nota a pie núm. 12, así como Nouiakoivski, Ritticr-Festschrift pág. 58; Haddenbrock, Der Nervenarzt *" Así, con acierto, Roxin, Ailg. Teil 1 § 19 núm. 35. También sería equivocado desde una perspecti-
32 (1961) págs. 148, 227 ss.; Engisch, Willensfreiheit págs. 23 ss. va criminal pedagógica querer hacer creer al atitor que estaba determinado al delito.
442 § 37 Huüdainentos antropológicos del conccpio de culpabilidad 11. 1.a conciencia como tuente de conocimiento del Derecho y del injusto 44.3

3 . La comprensión del reproche culpabilistico de naturaleza jurídico-penal no recpiicre una mayor desde la edad, sexo, origen, experiencias, e n f e r m e d a d e s , t e m p e r a m e n t o , lumior, fatiga, excita-
profundÍ2Mción^^. La convivencia d e las personas d e p e n d e d e q n e la existencia en el n u n i d o este ción y el afecto, hasta la m e n t a l i d a d po¡uilar y la ÍEifluencia del paisaje y del t i e m p o . Resulta
relerida a u n s e n t i d o t r a s c e n d e n t e , con i n d e p e n d e n c i a d e c ó m o sea f u n d a m e n t a d o éste en p a r t i - i n i m a g i n a b l e ima sentencia judicial que p u d i e r a tener e n c u e n t a hasta el ú l t i m o d e los m o m e n -
cular; en rodo caso, u n o r d e n q u e sea d i g n o de la persona no p u e d e basarse en el simple liecho tos q u e h a n influido sobre la lormación de la v o h m t a d del a u t o r " ' . Sin e m b a r g o , la imposibili-
de la existencia de los seres vivos ~^. Por ello, el D e r e c h o debe d e m a n d a r de los m i e m b r o s de la dad de u n a justicia a b s o h n a t a m p o c o habla en c o n t r a d e la posibilidad y del valor de una justicia
sociedad q u e se dejen d e t e r m i n a r p o r las n o r m a s d e c o m p o r t a m i e n t o q u e lleva consigo su exis- relativa, para cuya realización el principio de culpabil¡d;id es con m u c h o el más i d ó n e o al ser un
tencia social. Pero la exigencia p u r a m e n t e ética de la o b e d i e n c i a al D e r e c h o no bastaría para la criterio c o m p r e n d i d o y aplicado por todas las personas. En la práctica, sólo el p r i n c i p i o d e cul-
salvaguardia del orden c o m t i n . A n t e s bien, cada u n o debe p o d e r ser h e c h o responsable p o r su pabilidad p u e d e c o n s t i t u i r la base de la Política criminal pues las penas que no son sentidas c o m o
actuaciíín a través d e sanciones q u e c o n e c t e n con la experiencia general d e la posibilidad d e a u - algo increcido no p u e d e n desarrollar un efecto positivo ni sobre el c o n d e n a d o ni sobre la c o m u -
t o d e t e r m i n a c i ó n . La idea d e r e s p o n s a b i l i d a d del a u t o r a d u l t o q u e m e n t a l m e n t e está m e d i a n a - nidad. A d e m á s , t í n i c a m e n t e el principio d e culpabilidad p e r m i t e llevar a c a b o en la praxis el
m e n t e .sano c o n s t i t u y e u n a realidad i n c o n t e s t a b l e d e nuestra c o n c i e n c i a social y m o r a l " . p r i n c i p i o d e la d e t e r m i n a c i ó n d e la pena, p u e s t o q u e la sentencia judicial se limita b á s i c a m e n t e
C u a l q u i e r a parte de la certeza d e la libertad c o m o p r e s u p u e s t o d e la p r o p i a c o n d u c t a y t a m b i é n al h e c h o c o m e t i d o sin llevar a cabo im examen d e t o d a la trayectoria vital del a c u s a d o ^''. Por
espera d e cualquier otra persona q u e se c o i n p o r t e l i b r e m e n t e . A s i m i s m o , t a m b i é n la r e s p o n s a b i - ello la p r e v e n c i ó n general no p u e d e sustituir al p r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d pues carece d e u n p r i n -
lidad de u n a persona frente a la c o m u n i d a d es algo evidente para c u a l q u i e r otra. Estaríamos a n t e cipio de g r a d u a c i ó n (vid. acerca de las teorías d e Achenbach y Jakobs supra § 2 2 IV 4 ) . F i n a l m e n -
u n a Política c r i m i n a l nociva si el D e r e c h o penal n o c o n t a r a c o n este h e c h o social-psicológico te, sólo cabe esperar una resocialización del c o n d e n a d o d u r a n t e la ejecución de la p e n a si ha
f u n d a m e n t a l y, en lugar del m i s m o , quisiera basarse sobre el e s q u e m a h u m a n o del d e t e r m i n i s m o a p r e n d i d o a e n t e n d e r lo q u e significa la culpabilidad criminal corno u n cargo de conciencia del
c o n s e c u e n t e cuyos presupuestos p u e d e n probarse tan i n e x a c t a m e n t e c o m o los d e la libertad " . q u e es responsable y se p r o p o n e seriamente evitarlo en u n futuro ^^.

4 . Sin e m b a r g o , la c o n d u c t a h u m a n a , cuya libertad p r e s u p o n e el p r i n c i p i o de c u l p a b i l i -


d a d , t a m p o c o está d e t e r m i n a d a — n i siquiera en el caso i d e a l — sólo p o r las exigencias de la n o r -
II. La c o n c i e n c i a c o m o fuente de c o n o c i m i e n t o del D e r e c h o y del i n j u s t o
ma c o r r e s p o n d i e n t e . El m a r g e n d e p o s i b i l i d a d e s de q u e d i s p o n e la p e r s o n a c o n vistas a la d e c i -
sión se e n c u e n t r a más bien c o a r t a d o p o r n u m e r o s o s y v e r d a d e r o s factores causales q u e van 1. El p r i n c i p i o d e culpabilidad no sólo p r e s u p o n e q u e la persona p u e d a decidirse libremen-
te sino t a m b i é n q u e lo p u e d e hacer correctamente, j u n t o a la libertad del querer d e b e e n c o n t r a r s e
la capacidad de valorar. Esto líltimo es incluso lo v e r d a d e r a m e n t e esencial pues de o t r o m o d o las
decisiones d e la persona n o podrían estar d e t e r m i n a d a s p o r las n o r m a s d e deber. La c o n c i e n c i a
-' Acertadamente en este sentido Bockelmann, Z S t W 75 (1963) pág. 388; el misino, Vooi Sinn dcr
es el m e d i o a través del cual s o n a s u m i d o s los c o n c e p t o s valorativos y son enjuiciadas p o r antici-
Strafe págs. 37 ss.; Ebhinghaus, Studium Genérale 1954, pág. 520. También de acuerdo con Dreljer,
Willensfreiheit pág. 383 el libre albedrío no necesita ser probado porque con la vivencia de nuestra libertad p a d o las p r o p i a s acciones^*. R a c i o n a l m e n t e es tan p o c o explicable c o m o la libertad m i s m a " '
la representación de su existencia nos es inliercnte. pero, al igual q u e ésta, es presupuesta p o r cualquiera c o m o algo evidente. La conciencia es u n a
^^ Vid. Welzel, Grünhut-Erinnerungsgabe págs. 183 ss.; Henkel Rechtsphilosophie págs. 257 ss.; fuerza q u e se e n c u e n t r a a priori en la persona, q u e se va desarrollando ya desde la más c o r t a
Wieacker, Privatrechtsgeschichte págs. 603 ss.; Frey, Schuld, Verantwortung, Strafe pág. 320; Bodeniíeimer. infancia en diferentes e t a p a s ' " ' y que en la p e r s o n a l i d a d m a d u r a c o n d u c e a u n c o n o c i m i e n t o
Responsibiliry pág. 49. jurídico natural q u e , p o r regla general, capacita a la persona a evitar el injusro sin necesidad de
^^ No se trata sólo, tal y como Kohlrausch, Gütcrbock-Festgabe pág. 26 supuso, de una "ficción
estatalmente necesaria". Vid. también Haddenbrock, MSchrKrim 1968, págs. 151 ss. y J Z 1969, págs. 126
ss.; Lersch, Aufbau der Person pág. 4 9 3 : Kaiser, Kriminologie § 20 núms. 18 ss.; IA'(11.») (Jiilmke) § 20
ni'nn. 12; Frister, Struktur pág. 87 (responsabilidad tan sólo cuando el hecho es "moralmente imputable"'); -^ Kant, Kritik der reinen Vernunft pág. 501 nota a pie: "La vetdadera moralidad de las acciones
Lenckner, Strafe, Schuld und Schuldfahigkeit págs. 20, 97; Roxin, ZStW 96 (1984) pág. 6 5 1 ; Nauclie. (mérito y culpabilidad) permanece siempre oculta, incluso la de nuestro propio compottamiento. Nuesttas
Einfiihrung § 239 ("poder ser hecho culpable" como principio de organización evidente para un comporta- imputaciones sólo pueden ir referidas al carácter empírico. Pero nadie puede indagar la parte que resulta
miento interpersonal"); Grasnick, Über Schuld pág. 55 (la culpabilidad es una "realidad social"); Hirscli, arribuible al puro efecto de la libettad, a la simple naturaleza, a defectos inculpables del temperamento o a
ZStW 106 (1994) pág. 763 (la culpabilidad como "base comúnmente aceptada de la autoconciencia huma- su afortunada condición (mérito fortunae), de ahí que tampoco pueda juzgarse con una absoluta justicia".
na"). En atención a la tealidad social del libre albedrío hay quien apoya el teproche de culpabilidad de for- -'' Atinadamente en esta dirección Stratenwerth, "latschuld pág. 3 1 .
ma inmediata sobre la capacidad que se presupone para actuar de otro modo en la situación de hecho, vid. -' Acerca de la posibilidad de un "diálogo de culpabilidad" que sobre todo setía de gtan ayuda du-
Schünemann, Funkrion des Schuldprinzips págs. 163 ss.; el mismo, Kriminalpolitik imd das Srrafrechtssystem rante la ejecución de la pena, Haft, Schulddialog págs. 24 ss., 95 y Kunz, ZStW 98 (1986) pág. 833.
págs. 170 ss.; el mismo, Die Enrvvicklung der Schuldlehre págs. 149 ss.; no obstante, este autor pretende ^•^ Vid. Wieacker, Privatrechtsgeschichte págs. 610 ss.; Henkel, Rechtsphilosophie pág. 3 3 1 ; Welzel,
hacer valer tan sólo a la prevención como fin y legitimación de la pena. Naturtecht pág. 238; el mismo, Die Frage nach der Recht,sgcltung págs. 29 ss.; Hupperschiviller, Gewissen
•'•'^ El principio de culpabilidad como categoría material tampoco puede ser propuesro como lo hacen págs. 41 ss. Desde la perspectiva de la Teología moral Schüller, Gewissen und Schuld pág. 49. "Determina-
FMscheidtHassemer, Civitas 9 (1970) págs. 27 ss. así como Hassemer, AItcrnativen págs. 104 ss., esto es, susti- ción conlorme a lo que es correcto y equivocado".
tuyéndolo por el principio puramente fotmal de "proporcionalidad" que rige para las medidas de seguridad "' Y así, Nicolai Hartmann, Ethik pág. 135 describe la conciencia como "la influencia de un poder
(§ 62); en contra, Arthur Kaufmann, Lange-Ecstschrifr págs. 27 ss. Vid. también Seelmann, Jura 1980, págs. «superior», como una voz de orro mundo".
509 ss. •'" En relación con el proceso de formación de la conciencia Hupperschwiller, Gewissen págs. 47 .ss.
444 § 37 I'undaincntos antropológicos del concepto de L ulpahíl id.ui III. Hi modelo de la estrucrura estratificada de la persona 445

una reflexión p r o f u n d a (vid. infra § 3 7 III 2) -^'. Las decisiones d e la conciencia son c o m o las de obediencia de una nueva orden de incorporación contradice una decisión seria y duradera dictada por la con-
u n juez i n c o r r u p t i b l e , esto es, la mayoría d e ellas inequívocas c incondicionales, y son reconoci- ciencia (BVerfGE 23, 191 [203]; acerca de la "negativa total", ademis, OLG Ccllc N J W 1985, pág. 2428 y
das p o r la persona m i s m a sin c o n t r a d i c c i ó n alguna, incluso c u a n d o busca exculparse frente al OLG Düsseldorl NJW 1985, pág. 2429) ". Un miembro de utia secta religiosa que no intenta convencerá su
prójimo. mujer (quien tatnbién pertenece a .aquélla) para que acceda a una transfusión sanguínea que resulta necesaria
para ella tras uti |iarto, peto que resulta inadtnisible para sus creencias, no puede ser castigado pot los §§ 222 o
2 . E n el á m b i t o del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o es la c o n c i e n c i a del D e r e c h o la q u e capacita 323c (BVerfGE 32, 98 1106 ss.]; vid. también OLG Hamm N J W 1968, pág. 2 1 2 ) ' I
para distinguir e n t r e lo q u e es c o n f o t m e o c o n t r a r i o al m i s m o •'^. C i c r t a m c n i e q u e la validez de
El O r d e n a m i e n t o jurídico no p u e d e hacer d e p e n d e r la validez de sus n o r m a s d e la a p r o b a -
la n o r m a jurídica n o está c o n d i c i o n a d a p o r su r e c o n o c i m i e n t o p o r p a r t e d e la conciencia del
ción del i n d i v i d u o en c o n c r e t o , pues de lo c o n t r a r i o q u e d a r í a reducido a u n a r e c o m e n d a c i ó n n o
c i u d a d a n o ^^, p e r o d a d o q u e la c o n c i e n c i a jurídica es el ó r g a n o natural a través del cual el indivi-
v i n c u l a n t e y perdería su fiabilidad. D e ahí q u e , segiín la o p i n i ó n d o m i n a n t e , el d e l i n c u e n t e p o r
d u o hace suyos los m a n d a t o s y p r o h i b i c i o n e s n o r m a t i v a s , t a m b i é n el intelecto p u e d e i n t e r v e n i r
convicción ni p u e d e q u e d a r justificado ni, p o r lo general, t a m p o c o d i s c u l p a d o ( B G H 2, 194
c o m p l e m e n t a r i a m e n t e a través del c o n o c i m i e n t o p u r a m e n t e racional d e los m a n d a t o s jurídicos,
[ 2 0 8 ] ) ^ ' . T a m p o c o existe u n error de p r o h i b i c i ó n pues el a u t o t p o r convicción sólo rechaza la
de forma q u e el veredicto d e la c o n c i e n c i a tenga q u e ser c o m p l e t a d o m e d i a n t e las informaciones
obediencia a u n m a n d a t o legal p o r él c o n o c i d o . N o o b s t a n t e , u n a decisión t o m a d a en c o n -
que d e b a n obtenerse. El D e r e c h o penal exige de cualquiera el "esfuerzo p o r p a r t e d e la c o n c i e n -
ciencia y contraria a D e r e c h o p u e d e ser t e n i d a en c u e n t a e n la d e t e t m i n a c i ó n d e la p e n a scgiin el
cia" d e e l i m i n a r cualquier d u d a acerca de lo q u e es injusto y a d e c u a d o al D e r e c h o ( B G H 2, 194
[201]). Sin e m b a r g o , c o m o forma d e s e n t i m i e n t o y r e c o n o c i m i e n t o h u m a n o , sobre la c o n c i e n - valor ético del m o t i v o i m p e r a n t e ( B G H 8, 162 [163]) e, incl uso, constituif u n a causa de I
cia jurídica t a m b i é n pesa la posibilidad de u n a d e c i s i ó n e q u i v o c a d a q u e p u e d e tener su origen c u l p a c i ó n para el s u p u e s t o d e u n a vinculación p r o f u n d a m e n t e arraigada a u n d e b e r d e c o n c i e n -
en la pereza, el error o la ceguera d e la conciencia ("conciencia errónea") . Si falta en el a u t o r la cia de naturaleza a b s o l u t a (vid. infra § 4 7 III). Por otra parte, no se h a n i m p u e s t o los esfuerzos
conciencia de la antijuricidad e n t o n c e s se e n c u e n t r a en u n error de p r o h i b i c i ó n (vid. infra § 41 dirigidos a i n t r o d u c i r u n a figura delictiva especial para el a u t o r p o r convicción en la que n o se
II, III). La cuestión de la vencibilidad o invencibilidad del error d e p r o h i b i c i ó n d e p e n d e , entre c o m p r e n d i e r a el juicio d e desvalor .sobre su persona (vid. la 2.^ ed. de esta o b r a pág. 3 0 9 ) ^'^.
otras cosas, de si el a u t o r p u d o o n o alcanzar el c o n o c i m i e n t o d e la a n t i j u r i c i d a d de su hacer
m e d i a n t e el c o r r e s p o n d i e n t e esfuerzo d e conciencia q u e le es exigiblc ( B G H 2 , 1 9 4 [ 2 0 1 ss.]).
I I L El m o d e l o de la estructura estratificada d e la p e r s o n a
Así pues, el reproche culpabilístico d e naturaleza penal está b a s a d o e s e n c i a l m e n t e en q u e el a u t o r
d u r a n t e la f o r m a c i ó n d e su v o l u n t a d no se h a d e j a d o llevar p o r su c o n c i e n c i a jurídica o, e n su C o n la finalidad d e ilustrar la interacción existente e n t r e las fuerzas corporales y mentales
caso, en q u e n o ha corregido su c o n c i e n c i a errónea. del sentir, pensar, valorar, querer y actuar de la persona, la p s i c o l o g í a ha desarrollado la reoría
d e la estructura estratificada d e la p e r s o n a l i d a d . En realidad, t a n sólo se trata d e ima i m a g e n
3 . El error de conciencia d e b e diferenciarse d e la existencia d e u n a convicción contraria al
pero sirve para mtistrar al D e r e c h o penal c ó m o es la persona c o m o "ser n a t u r a l " y c o m o "ser
Derecho p o r p a r t e del a u t o r ' ^ En realidad, la vigencia d e las n o r m a s jurídicas n o d e p e n d e de la
espiritual" '^.
a p r o b a c i ó n del i n d i v i d u o sino q u e se f u n d a m e n t a en u n acto de afirmación de la c o m u n i d a d .
Pero, d e la m a n o de su conciencia y a pesar del carácter vinculante del Ordenamiento jurídico, el
i n d i v i d u o p u e d e sentirse forzado a realizar u n c o m p o r t a m i e n t o c o n t r a d i c t o r i o c o n aquél. En es- 5' Acerca de la cuestión en su conjunto Peten, ]Z 1966, pág. 457; Dürig, JZ 1967, pág. 426; v. Btirski,
tos supuestos nos e n c o n t r a m o s a n t e u n d e l i n c u e n t e p o r c o n v i c c i ó n . Die Zeugen Jehovas págs. 135, 143; mostrándose concluyente Peters, Engisch-Festschrift págs. 468 ss.
5* l^or la especialidad de los hechos (la propia mujer rechazó cualquier transfusión) el BVerfG consi-
Ejemplos: La negativa de los miembros de la secta "Testigos de Jehová" a realizar la prestación social deró que la pena criminal "bajo ningtin aspecto...era una sanción adecuada" (pág. 109); de acuerdo Ranft,
sustitutoria prevista en el arr. 12a II G G , se fundamenta en que para ellos cualquier alternativa al servicio Schwitige-Festschrift págs. 123 ss.; SK (Rudolphi) nota preliminar núin. 7 antes del § 19; Roxin, Allg. Teil I
militar también significa una apostasía a sus creencias, motivo por el cual el Estado no debería obligarles a § 2 2 mam. 124.
llevarla a cabo. El Tribunal Constitucional (BVerfGE 19, 135 y 23, 127 [132]), sin embargo, no ha otorgado 55 Vid. Gallas, Beitráge págs. 65 ss.; Heinirz. ZStW 78 (1966) pág. 6Í\;NoU, ZStW 78 (1966) págs.
validez al argumento de conciencia frente al deber constitucionalmente establecido de llevar a cabo la presta- 638 ss.; LK(l\:^) (Hirsch) nota preliminar núms. 221 ss. antes del § 32; Maiirach/'Zipf, f\Ag. Teil I § 35
ción. No obstante, de acuerdo con el art. 103 III GG, la condena reiterada de la negativa al servicio por des- niim. 7; SchonkelSchroderlLenckner, § 46 ntim. 15; Arthur Kaufmann, Schuidprinzip págs. 137 ss.;
Schmidhdiiser, Allg. Teil págs. 425 ss.; Welzel, Lehrbuch págs. 176 .ss. Favorable por el contrario a una justi-
ficación de los delincuentes por convicción Peters, H. Mayer-Fcstsclirift pág. 276. A favor de su exculpación
^' Acerca del concepto de "personalidad socio-cultural" Thomae, MSchrKrim 1961, pág. 116. Bopp, Gewissenstáter pág. 2 5 1 ; Ehert, Überzeugungstarer pág. 84 (a favor de un "autor por necesidades de
^- Vid. Wieacker, Privatrechtsgeschichte pág. 6 1 1 ; Würtenherger, E. Wolf-Festschrift págs. ,349 ss.; conáenás."); Müller-Dietz, Peters-Festschrift pág. 108; Roxin, Allg. Teil I § 22 núm. 103; SproJ?, Üben^ugungs
Kraushaar, GA 1959, págs. 327 ss.; Jeschecle, Revista Jurídica de Buenos Aires 1959, pág. 26. und Gewissenstáter pág. 395; Wessels, Allg. Teil ntim. 404.
5^ Engisch, Auf der Suche nach der Gerechtigkeit págs. 72 ss.; Rudolphi, Unrechtsbewuí^tsein pág. 39. '"' A favor de un error de prohibición, sin embargo, Armiri Kaufniann, ZStW 80 (1968) págs. 40 ss.;
^^ Vid. Welzel, Vom irrenden Gewissen págs. 13 ss. Tiedemann, ZStW 81 (1969) pág. 873 nota a pie niim. 11.
55 Vid. Welzel, DJT-Festschrift págs. 393 ss. "" Vid. Bruns, Strafzumessungsrecht págs. 557 ss.; LK[\ 1.") (l-lirsch) nota preliminar ntiin. 224 an-
5'' En relación con el estado de opinión al respecto en los años veinte: Radlmich, ZStW 44 (1924), tes del § 32 con referencias adicionales.
págs. 34 ss.; el mismo, Verhandlungen des 34. D J T Tomo II págs. 354 ss.; Nagler, GS 94 (1927) págs. 48 ''^ Vid. Bockelmann, Welzel-Festschrift págs. 549 ss.
ss.; E. Wfc/^ Verbrechen aus Überzeugung, 1927; vid. además en la Gran Gomisión de Reforma del Dere- '*•' Vid. Henkel, Studium Genérale 1960, págs. 232 ss. Advierte con razón de la vjsióti acrítica de la
cho penal: Niederschriften Tomo 1 págs. 94 ss. teoría de la estratificación Nass, Wandiungen des Schuldbegrifh págs. 123 ss. Significativa es también la

i
446 § 37 Fiindanienros antropoitigicos del eoiiccjTíi tnlj)aliilitlad
§ 3H Los ítindameiuos dogmáticos del concepto de culpabilidad 447

1. H! pensamiento básico de todas las teorías de la estratificaciÓJi''' reside en la diferenciación entre


caso de la instancia de c o n t r o l , pues a h í leside la decisión última sobre t o d o hacer u omitir'^'*.
tni estrato profundo incomciente y otro estrato eoiiscicnte de la personalidad'''. Dentro del |iriinero se tlisiin-
Pero latidiicn el m o d o d e f u n c i o n a m i e n i o del estrato personal forma p a r t e del o b j e t o del j u i c i o
gue entre un nivel vital y un nivel anímico profundo, líl primero es el responsable de las tuncioties biológi-
de culpabilidad p o r q u e desde aquél se dirige el c o m p o r r a m i c n t o inconsciente. D e este m o d o , el
co-fisiológicas del cuerpo sin las cuales no sería posible la vida (respiración, circulación satiguínea, metabo-
lismo, movimienro, percepciones sensoriales, reflejos). Stnnitiistra comimiamente la etiergía necesaria a los origeti d e un error d e p r o h i b i c i ó n invencible descansa a m e n u d o .sobre la ausencia d e u n a adver-
tiiveles superiores y almacetia la potencia necesaria para el desarrollo de las diversas .actividades psíquicas y tencia por parte del estrato personal. En especial, el c o n r c n i d o de c u l p a b i l i d a d d e la i m p r t t d e n -
espirituales {"niens sana in corpore sano"). Por otra parte, el nivel vital también recibe permanentemetite in- cia inconsciente se f u n d a m e n t a con frecuencia sobre el fracaso d e los m e c a n i s m o s d e c u i d a d o
Ilujos procedentes de niveles superiores (por ejemplo, palpitaciones cardíacas, o.sciiaciones en la presión san- q u e a c t ú a n d e m o d o a u t o m á t i c o y q u e tienen su base en el respeto a la vida y bienes ajenos
guínea y alteraciones respiratorias como consecuencia de fuertes impresiones psíquicas). El nivel anímico ( n e m i n e m laedc). T a m b i é n en los hechos c o m e t i d o s p o r arrebato, q u e t i e n e n lugar e v i t a n d o el
profundo abarca los impulsos ligados a los instintos (el de supervivencia, el de alitnentación, el sexual o el c e n t r o del "yo" p o r m e d i o d e u n a descarga i n m e d i a t a en la que se p r o d u c e u n a d i s m i n u c i ó n de
productivo), las actitudes básicas (temperamento) heredadas y adquiridas, los talemos (vgt., mtisicabdad, la consciencia, el r e p r o c h e d e culpabilidad se refiere a la perdida del c o n t r o l d e los i m p u l s o s psí-
poliglofismo), la escala de ios sentimientos que alcanza hasta las más airas aspiraciones, inclinaciones e inte- quicos p r o f u n d o s p o r parte de las fuerzas del estrato personal en la etapa previa d e la tensión
reses (por ejeinplo, amor a los animales, misericordia, honradez o religiosidad). Este tiivel anímico proíun- afectiva '*'. Los i m p u l s o s del estrato p r o f u n d o p e r t e n e c e n a la p r o p i a naturaleza d e la persona;
do es el centro de los impulsos que se apoderan de la persona, que le instan a actuar en una dirección con- son ciertamente conrrolables pero en su origen no están sometidos a la v o l u n t a d . Por tanto, nadie
creta, a dirigirse a dererminados objetivos y el que le abastece de ideas y estímulos. I.a singularidad y plenitud
p u e d e reprochar al dclincttente .sexual q u e su impulso libidinoso fuera i n c o n t e n i b l e y q u e se viera
de la personalidad es deteririinada esencialmente por el estrato profundo sin el cual no existirían ottas capa-
impulsado a su descarga. El juicio de culpabilidad se refiere tan sólo .al f u n c i o n a m i e n t o d e las ins-
cidades espirituales superiores. "La persona no puede perseverar largo tiempo en la consciencia o en una
tancias de control. C o n m e n o s razón puede fundamentarse todavía el juicio de culpabilidad sobre
situación consciente. Debe evadirse continuamente al inconsciente que es donde po,see sus raíces" (Goethe).
acontecimienros q u e suceden en u n segmenro biológico-fisiológico del estrato p r o f u n d o . Por este
2. El estrato de la personalidad esii d e t e r m i n a d o p o r el c e n t r o del "yo" en el q u e o c u p a n su m o t i v o los actos reflejos y los ataques o accesos en los que sobrevienen situaciones de inconsciencia
lus;ar las funciones a n í m i c a s d e naturaleza c o n s c i e n t e . Sin e m b a r g o , p o r d e l a n t e del c e n t r o del n o son considerados ni siquiera acciones en s e n a d o jurídico (vid. supra § 2 3 V I 2a).
"vo" existe o t r o estrato q u e , a pesar d e q u e p e r t e n e c e al estrato de la personalidad, muestra la
transferencia d e las funciones psíquicas inconscientes a las conscientes: el estrato p e r s o n a l '.
Éste posee un gran significado para el c o m p o r t a m i e n t o de la p e r s o n a ya q u e a través de la c o n t i - § 3 8 Los fundamentos dogmáticos del concepto d e culpabilidad
nua a d o p c i ó n d e decisiones a lo largo d e la vida va forjando p o c o a p o c o el carácter de a q u é -
lla ^ ' . En el estrato personal se a c u m u l a el sólido c o n j u n t o d e reglas vitales d e las q u e c o n p o s t e - Achenhaeh, Hisrorische und dogmatische Grundlagen der srrafrechtssystematischen Schuldlehre, 1974;
rioridad se d e s p r e n d e t á n nuevas decisiones d e c o n d u c t a q u e , a u n q u e poseedoras d e u n a naturaleza el mismo, Individuelle Zurechnung, Veranrwortlichkeit, Schuld, en: Sehünemann (Ed.), Grundfragen des
e s p o n t á n e a e indeliberada y t o m a d a s sin esfuerzo, reflejan i n c o n f u n d i b l e m e n t e u n a n o t a p e r s o - iriodernen Srrafrechrssystems, 1984, pág. 135; Bacigalupo, Bemerkungen zur Schuldlehre, Festschrifr für H .
Welzel, 1974, pág. 477; Banmann, Schuld und Veranrworrung, JZ 1962, pág. 4 1 ; Beling, Unschuld, Schuld
nal. La ctíspide p l e n a m e n t e c o n s c i e n t e d e la vida psíquica y espiritual es el c e n t r o d e l "yo".
und Schuldsrufcn usw., 1910; Bockelmann, Srudien zumTatersrrafrecht, 1.» Parre, 1939, 2." Parre, 1940; el
A q u í reside la instancia d e c o n t r o l para los i m p u l s o s p r o c e d e n t e s del nivel p r o f u n d o y es el hrgar
mismo, Bemerkungen über das Verháltnis des Strafrechts zur Moral und zur Psychologie, Gedachtnisschrifr
d o n d e son e x a m i n a d o s s e g ú n su significado y valor e n r a n g o ( c o n c i e n c i a c o n s c i e n t e ) , s! es q u e
für G. Radbruch, 1968, pág. 252; Brauneck, Zum Schuldstrafrecht des neuesten Enrwurfs eines SrGB,
no h a n sido ya trasladados a u t o m á t i c a m e n t e al estrato personal o han sufrido el c o r r e s p o n d i e n t e MSchrKrim 1958, pág. 129; la misma, Der strafrechriiche Schuldbegrifí", GA 1959, pág. 2 6 1 ; Buseh, Moderne
rcch.azo. El verdadero r e n d i m i e n t o p s í q u i c o - c s p i t i t u a l tiene su origen en el c e n t r o del "yo". Wandiungen der Verbrechenslehre, 1949; Grafzu Dohna, Z u m neucsren Stande der Schuldlehre, ZSrW 32
(1911) pág. 3 2 3 ; Dünnebier, Über die Vereinheitlichung von Strafe u n d Sicherungsverwahrung
3 . El j u i c i o d e c u l p a b i l i d a d está r e l a c i o n a d o c o n el c o n j u n t o d e a c o n t e c i m i e n t o s q u e i n -
Tagungsberichte der Strafvollzugskommission, Tomo I, 1967, pág. 86; Engelmann, Die Schuldlehre der
tervienen en la f o r m a c i ó n d e la v o l u n t a d . Se valoran todos los esfuerzos, aspiraciones y m á x i m a s Posrglossatoren und ihre Fortentwicklung, 1895; Engisch, Unrersuchungen über Vorsarz und Fahdassigkeit
qtie toirian p a r t e en aquélla. El r e p r o c h e d e c u l p a b i l i d a d se dirige p r i m o r d i a l m e n t c frente al fia- im Strafrechr, 1930; el mismo, Zur Idee der Tarerschuid, ZSrW 61 (1942) pág. 166; el mismo, Bieter die
Eni^vicklutig der dogmarischen Srrafrechtswissenschaft seit 1930 Veranlassung, in der Reform des Allgemeineti
Teils des Strafrechrs neue Wege zu gehcn? ZStW 66 (1954) pág. 339; el mismo, Auf der Suche nach der
Gerechrigkeit, 1971; Frank, Über den Aufbau des Schuidbegriffs, GieEener Festschrifr, 1907, pág. 3;
Freudenthal, Schuld u n d Vorwurf im geltenden Strafrechr, 1922; Geilen, Z u r Problemarik des
advertencia de Thomae, Schuldfahigkeit pág. 3 3 3 , de que no pueden concebirse "esráticatiienre" las relacio-
schuldausschlieSenden Affekrs, Fesrschrifr für R. Maurach, 1972, pág. 173; Goldscbmidt. Der Norstand, ein
nes de dominio entre los distintos estratos. Sobre todo ello vid. también Sehmidhüuser, Allg. Teil págs. 148 Schuldproblein, Ostcrr. Zeitschrifr für Srrafrecht 1913, pág, 129; el mismo, Nonriariver Schuldbegrifí, Festgabe
ss., 372 ss. für R. V. Frank, Tomo 1, 1930, pág. 428; Grünhut, Gefáhdichkeir ais Schuldinotnent, Festgabe für G.
'*'' El texto sigue esencialmente la exposición contctiida en Rothacker, Die Schichten der Persónlichkeii, Aschafíetiburg (MSchrKrim 1926, Suplemenro 1) pág. 87; Hall, Sicherungsverwahrung und Sicherutigssrrafc,
1952. Aunque no compleramente divergentes, tatnbién han desarrollado ortos modelos Lerseh, Aufbau der
Person págs. 99 ss., 495 ss., 530 ss. y H. F. Hojfinann, Die Schichttheorie, 1935.
''^ Vid., más deralladamenre, Heijs, Tiefenpsychologie págs. 13 ss. ""* Véase sobre esro la observación de Rothacker, Die Schichten der Persoidichkeir pág. 92: "La pre-
' " Más derenidamente al respecto, Lerseh, Aufbau der Person págs. 496 ss.; Welzel, Lchrbuch págs. rensión jurídica y moral del «ser» responsable descansa sobre ese inmenso poder del Yo que siempre esrá en
149 ss. guardia".
'*'' Más minucios.amenre sobre la cuestión Gehlen, Der Mensch págs. 400 ss. ' Vid. Krümpelmann, Welzel-Fesrschrifr págs. 338 ss.
i
448 § 38 I.os fnndanicnros dogmáticos del concepto de culpabilidad 1. Cidpabdidad jurídica y moral 449

ZStW 70 (1958) pág. 4 1 ; Z&ríAvig, Dic Zurechming, 1957; Hegler. Die jMerkniale des Verbrechens, ZStW jurídica interna ("Rechísgesinuting"). Es cierto q u e los m a n d a t o s y p r o h i b i c i o n e s i m p u e s t o s p o r el
36 (1915) págs. 184 ss.; Heinitz, Strafeumessung und Pcrsoiilichkeit, ZStW 63 (1951) pág. 57; Herrén, Die D e r e c h o penal c o i n c i d e n a m p l i a m e n t e con las n o r m a s d e la Moral ~, p e r o a m b o s c o n s t i t u y e n
Gesiiinuiig im Rahnieu det vorsatzliclieii Tdtungsdelikte, 1966; Hol¡enleitner, Schuld ais Wcrturteil, Festschrift órdenes q u e son r e c í p r o c a m e n t e i n d e p e n d i e n t e s , a s i m i s m o , las n o r m a s jurídicas t a m b i é n son
fürTb. Rittler, 1957, pág. 185; Hold v. ferneck, Die Schuld im Reclite und in der Metal, ZStW 32 (1911) vinculantes a no ser q u e sean petcibid;is p o r el i n d i v i d u o c o m o deberes morales (vid. siipra § 3 7
pág. lA'-y,]akohs, DasSchuldprinzip, 1993;/í'sr/'fí'¿. Vom Stil det gegenwartigen deutschen Strafrechispflegc,
II .3). Para la obligatoriedad del s o m e t i m i e n t o al D e r e c h o es suficiente c o n q u e quienes están
ScbwStt 75 (1959) pág. 56; el mismo, Aufbau und Stellung des bedingten Vofsat7.es im Vetbtechensbegtiff,
sujetos al m i s m o reconozcan q u e la disposición penal h a sido a p r o b a d a p o r los ó r g a n o s c o n s t i t u -
t-estschtift füf E. Wolf, 1962, pág. 4 7 3 ; el mismo, Die kriminalpolitische Konzeption des AE, ZStW 80
cionales llamados a ello a ttavés del p r o c e d i m i e n t o prescrito, y q u e tal D e r e c h o d e b a servir a un
(1968) pág. 54; Arthur Kaufmann, Das Schuldprinzip, 2." ed. 1976; F. Kaufmann, Die philosophischen
Gfundptobleme der Lehre ven der Srrafrechrsschuld, 1929; Kleinschrod, Systematische Enrwicklung der o r d e n j u s t o d e la vida en c o m u n i d a d . Tan sólo el "injusto m o l d e a d o c o n f o r m a d e Ley" n o al-
Grundbegriffe und Grundwahrheiten des peinlichen Rechts, 1.» l'atte, 2.» ed. 1799; Kohlrauscíj, Irrtum und canza su p o d e r d e vigencia y, p o r ello, n o d e b e ser o b e d e c i d o . La c u l p a b i l i d a d penal es, a la
SchuldbegriFf im Strafrecht, 1903; el mismo, Sollen und Konnen ais Grundlagen der scrafrechtlichen vista d e lo afirmado, u n a culpabilidad jurídica al ser m e d i d a c o n f o r m e 3. parámetros jurídicos.
Zurcchnung, Festschrift ftjr K. Güterbock, 1910, pág. 1; Krümpelmann, Motivation und Handlung im Affekt, Éstos d e b e n estar n e c e s a r i a m e n t e apoyados sobre la base de la experiencia c o n otros y n o p u e d e n
Festschrift für H. Welzei, 1974, pág. 327; el mismo, Dogmati.sche und empirische Probleme des sozialen p o n d e r a r la c u l p a b i l i d a d individual con el refinamiento q u e le es exigido al e n j u i c i a m i e n t o m o -
Schuldbegriffs, GA 1983, pág. 337; el mismo, Schuidzurechnung untet Affijkt und alkoholisch bcdingter ral d e u n a acción (vid. en t o r n o a la capacidad de c u l p a b i l i d a d infra § 4 0 I 3 ; acerca d e la
Schuldunfahigkeit, ZStW 99 (1987) pág. 191; Loffler, Dic Schuldformen des Strafrechts, 1895; Mangakis, inexigibilidad infra § Al 11 5) ''• Finalmente, la culpabilidad penal es t a m b i é n culpabilidad j u r í -
Über die Erftilgs und Schuldhaftung ais Kategorien geschiditlichet Betrachrung, ZStW 83 (1971) pág. 283;
dica p o r q u e debe ser c o m p r o b a d a p ú b l i c a m e n t e a n t e cíforo de los Tribunales estatales p o r m e d i o
Maurach, Schuld und Veranrworiung im Strafrecht, 1948; M. E. Mayer, Die schuldhafte Handlung und
d e u n p r o c e d i m i e n t o r e g l a m e n t a d o j u r í d i c a m e n t e ; en c a m b i o , la c u l p a b i l i d a d m o r a l sólo c o n o c e
ihre Arten im Strafrecht, 1901; Afez^fr, Die Straftat ais Ganzes, ZStW 57 (1938) pág. 675; Miricka. Die
el foro d e la p r o p i a conciencia. N o obstante, del m i s m o m o d o q u e el D e r e c h o está referido a la
Formen der Strafschuld und ihre gesetzliche Regelung, 1903; Müller-Dietz, Grenzen des Schuldgedankens
im Strafrecht, 1967; Muñoz Conde, Über den materiellen Schuldbegriff GA 1978, pág. 65; Nowakowski, M o r a l , t a m b i é n la c u l p a b i l i d a d jurídica está relacionada c o n la c u l p a b i l i d a d m o r a l . La r e n u n c i a
Das Ausmaí? der Schuld, SchwZStr 65 (1950) pág. 3 0 1 ; el mismo, Probleme der Strafrechtsdogmatik, JBl a la relación c o n la Etica social seccionatía las raíces q u e el c o n c e p t o de c u l p a b i l i d a d tiene atrai-
1972, pág. 19; Oehler, Die Achtung vor dem Leben und die Notstandshandlung, JR 1951, pág. 489; Otto, gadas en la conciencia jurídica d e la colectividad .
Personales Unrecht, Schuld und Sttafe, ZStW 87 (1975) pág. 539; el mismo, Über den Zusammenhang von
2. Esta teoría es atacada en múltiples ocasiones con el arguitiento de que un deber vinculante en su
Schuld und Strafe, GA 1981, pág. 4 8 1 ; Peters, Zur Lehre von den personlichen StrafausschlieRungsgründen,
pleno sentido y, con ello, también el dcbet jurídico, únicamente puede ser fundamentado de modo que el
JR 1949, pág. 496; elmismo, D i e T o t u n g v o n Menschen in Notsituationen, JR 1950, pág. 742; Pufendorf,
individuo lo perciba como un deber moral y lo convierta espontáneamente en una regla elegida pot él que
De jure naturae et gentium, Editio nova 1694; Radbruch, Über den Schuldbegriff, ZStW 24 (1904) pág.
rige su propio comportamiento; únicamente tales deberes "generan un deber intetno y no un simple deber
333; el mismo, Gesetzliches Unrecht und übergesetziiches Recht, SJZ 1946, pág. 105; Rosenfeld, Schuld und
impuesto" ''. También el E 1962 pretendió admitir la pena sólo en la medida en que "al autor le pueda ser
Vorsatz im v. Lisztschen Lehrbuch, Z S t W 32 (1911) pág. 466; Roxin, Literaturbericht, Z S t W 82 (1970)
reprochable moralmente su actuación" *. Asimismo, también la jurisprudencia mostró anteriormente la in-
pág. 6 7 5 ; elmismo, Kriminalpolitik und Sttafrechtssystem, 2.^ ed. 1973; elmismo, "Schuld" u n d
clinación de interpretar inmediatamente los deberes morales como deberes jurídicos y, de acuerdo con
"Veranrwortlichkeit" ais strafrechdiche Systemkategorien, Festschrift für H. Henkel, 1974, pág. 171; elmis-
ello, referir la conciencia de la antijuticidad a las "notmas de la ley moral" ( O G H 1, 321 [337¡; 2, 117
mo, Zur Problematik des Schuldstrafrechts, Z S t W 96 (1984) pág. 6 4 1 ; Rudolphi, Affekt und Schuld,
[122]; BGH 6, 46 [52 ss., 59]; 6, 147 [ 1 5 3 ] ) ' . No obstante, la confusión ya superada del Derecho y la
Festschtift für H. Henkel, 1974, pág. 199; Schmidhduser, Gesinnungsmerkmale im Strafrecht, 1958; elmis-
mo, Gesinnungsethik und Gesinnungssrtafrecht, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 8 1 ; elmismo, Über
den axiologischen Schuldbegriff usw., Festschtift füt H.-H. Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 485; Seelig, Schuld,
^ Sin la vinculación del Derecho a la Moral se empobrecería el primero sustancialmente, así Engisch,
Lüge, Sexualitát, 1955; v. Weber, Zum Aufbau des Strafrechtssystems, 1935; Welzel, Personlichkeit und Schuld,
Gerechtigkeit pág. 106; vid. también Bockelmann, Radbrucli-Gedachtnisschrift pág. 259; elmismo, Einíührung
ZStW 60 (1941) pág. 428; el mismo, Z u m Notstandsproblem, ZStW 63 (1951) pág. 47; el mismo, Die
pág. 28; Z/>/JBl 1980, págs. 186 ss.
Naturrechtslehre Samuel Pufendorfs, 1958; el mismo, Recht und Sittlichkeit, Festschrift für F. Schaffstein,
1975, pág. 45; E. W Í J ^ Strafrechtliche Schuldlehre, 1928; elmismo, Grofie Rechtsdenker, 4.» ed. 1963; Zipf ^ Acerca del "apoyo mutuo" entte el Derecho y la Moral Henkel, Rcchtsphilosophie págs. 78 ss. En
Der .sttafrechthche Schuldbegriff JBl 1980, pág. 186. relación con el Derecho como "presupuesto de la posibilidad del c o m p o r t a m i e n t o moral" Welzel,
Schaffstein-Festschrift pág. 50.
"* Radbruch, SJZ 1946, pág. \Q7;J¡ikohs, Schuldprinzip pág. 35.
Vid., además, la información bibliográfica antes del § 37
' Vid. Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 513.
'' Vid. Schmidhüuser, Allg. Teil págs. 371 ss. con referencias adicionales; Engisch, Gerechtigkeit págs.
82 ss.; Henkel, Rcchtsphilosophie págs. 128 ss.; Arthur Kaufinann, Schuldpiinzip págs. 127 .ss.; Bacigalupo,
I. C u l p a b i l i d a d j u r í d i c a y m o r a l
Welzel-Festschrift pág. 4 8 1 . Por el contrario, de acuerdo con Roxin, Allg. Teil I § 19 núm. 39 la culpabili-
dad penal "no es adecuada para legitimat reproches morales dirigidos al autor"; de acuerdo también Hassemer,
1. La c u l p a b i l i d a d penal es u n a c u l p a b i l i d a d j u r í d i c a y n o m o r a l ' . La c u l p a b i l i d a d se
Einführung págs. 238 ss. espcialmente en pág. 242 (el Detecho penal no necesita "la profundización moral
refiere a n o r m a s jurídicas y el o b j e t o de r e p r o c h e viene d e t e t m i n a d o p o r la ausencia de actitud
de la imputación subjetiva para conseguir sus objetivos").
' En este sentido camina la doctrina dominante; vid. Binding, Normen Tomo 11 pág. 274; Baumann/ ^ Así, Arthur Kaufmann, Schuldprinzip pág. 128; vid., además, Grafzu Dohna, ZStW 32 (1911)
Weber, Allg. Teil págs. 364 ss.; Hold v. Ferneck, ZStW 32 (1911) págs. 258 ss.; Gallas, Beitrage pág. 75; F. pág. 326; Oehler, JR 1951, pág. 489; Peters, JR 194^9, pág. 496; el mismo, ]K 1950, pág. 742.
Kaufmann, Die philosophischen Grundprobleme pág. 75; v. Hippcl, Tomo II pág. 78; Mezger, Lehrbuch pág. ^ E 1962, Fundamentación pág. 96.
251; Maí/racA/Zipf, Allg. Teil I § 35 núm. 5; Welzel, ZStW 63 (1951) pág. 53; Wfííf/í, Allg. Teil núm. 403. ' Vid. al Kspecto Jescheck, SchwZStr 75(1959) págs. 66 ss.
450 § 3<S Los fniKlamcntoí; dogmáticos del concepto de cuipahilitln 11. Las ilistiiuas etapas cu el desarrollo de ia teoría de la culpabilidad 'íSl

Moral licv.icla a cabo por Samuel Piifendorf y Christian l'boniiisius rcsulia reclia/,al)le, piic-s so subestima el era posible que el autor, incluso cuando actúa dolosamente, esto es, cuando ha desarrollado completamente
valor pro|)¡o del 15crccho y la Justicia y se desconocen las posibilidades limitadas de juicio que liciie el juez. una relación psíquica con el resultado, debía ser considerado inculpable bien por ser un enfermo mental (§
Por líltimo, de este modo también pueden pesar las emociones sobre la comptobación de la culpabilidad, 20) o bien por actuar en estado de necesidad exculpante (§ 35). Tampoco podía lundamentarse el conteni-
algo cjuc resulta perjudicial para la objetividad de la sentencia judicial. do de la culpabilidad en la imptudencia inconsciente, precisanieiite pot faltat en ella una telación psíquica
con el tesultado '"".

3 . El c o n c e p t o n o r m a t i v o de c u l p a b i l i d a d hoy d o m i n a n le (vid. supra § 2 2 III 2d) sitúa


II. Las distintas etapas en el desarrollo d e la teoría de la c u l p a b i l i d a d
en u n p r i m e r p l a n o la evaluación de la relación interna del a u t o r c o n su h e c h o . Es a través d e
1. Las raíces de la teoría de la culpabilidad residen en la Ciencia penal italiana de finales de la Edad u n a decisión valorativa y n o p o r m e d i o d e critctios psicológicos, la forma en la q u e el legislador
Media y de la jurisprudencia común de los siglos XVI y X V l I que se construyó sobre aquélla '". En la evolu- establece q u é factores p e r t e n e c e n a la culpabilidad y c ó m o tiene q u e enjuiciarse la ausencia d e
ción posterior influyó sobre todo la concepción de la culpabilidad del Derecho natural. En esre punto fue ^
d e t e r m i n a d o s requisitos d e la misma ''^. El p r i m e r paso en esta dirección lo d i o Frank. Para este
SamuelPufendorf {\G5A-\63A) quien creó el primer enfoque susceptible de ser desarrollado por medio del autor, la c u l p a b i l i d a d es u n juicio de valor q u e tiene p o r objeto u n a situación psíquica y q u e
concepto de imputación (impuíatio) " . Capacidad de imputación significa que una acción libre pertenece a
e n c u e n t r a su apoyo en im d e b e r n o r m a t i v o . "La culpabilidad es r e p r o c h a b i l i d a d " -". Posterior-
su autor {"adipsumpropriepertinens') y, por este motivo, es considerada como base ('causa moralis") de su
m e n t e , la culpabilidad se c o n c i b i ó no t a n t o c o m o u n juicio telativo a la c o m p o s i c i ó n subjetiva
responsab¡lid,id. Cien ai'ios más tarde, la acción "llevada a cabo con libertad" es también para Kleinschrod^'
la "ba,se de toda imjiutación". Con los hegelianos, quienes consideraban al delito como una desviación de la del h e c h o ^' sino, más bien, c o m o la (errónea) composición subjetiva m i s m a de la voluntad de
voluntad común personificada en la Ley que ha sido libremente elegida por la voluntad del individuo, el acción^''-. Los e l e m e n t o s de la culpabilidad p u e d e n o t d e n a r s e así d e u n m o d o c o n v i n c e n t e ^; La
conjunto del sistema penal descansó sobre la imputación subjetiva '^. Fue Binding quien introdujo a esta capacidad de culpabilidad, c o m o c o n d i c i ó n previa a la formación d e u n a v o l u n t a d d e acción q u e
última en la Dogmática actual como presupuesto de la teoría vinculada al libre albedrío '''. se c o r r e s p o n d a con el D e r e c h o , viene a ser u n p r e s u p u e s t o de la c u l p a b i l i d a d . La p r o p i a v o l u n -
tad d e acción culpable apatece en la configuración d e las formas d e culpabilidad: el dolo ( c o n o c i -
2. C o n la caída de la teoría del libre albedrío en la s e g u n d a m i t a d del s. X I X se hizo insos-
m i e n t o y v o l u n t a d del hecho) y la imprudencia ( d e s c o n o c i m i e n t o c o n posibilidad d e conocer).
tenible el c o n c e p t o d e culpabilidad del D e r e c h o natural q u e se c o n s t r u y ó sobre el a b u s o d e aquélla.
Las causas de exclusión de la culpabilidad (por ejemplo, estado de necesidad o el exceso en la
En su lugar entré) el c o n c e p t o p s i c o l ó g i c o d e c u l p a b i l i d a d en el q u e lo característico fue la
defensa) se explican p o r la a n o m a l í a de las circunstancias c o n c u r r e n t e s . C o m o c o n s e c u e n c i a d e
adopciíjn d e la posición esencial del positivismo o t i e n t a d a hacia lo fáctico (vid. supra § 2 2 II 1
la teoría n o r m a t i v a de la culpabilidad fue a s u m i d a en el d o l o ia conciencia d e la antijuricidad,
¡nftne) ' ' . Se p a r t i ó de la distinción e n t r e el aspecto e x t e r n o del delito y sus e l e m e n t o s a n í m i c o s ,
p u e s t o q u e la v o l u n t a d de acción no se muestra d i g n a d e reprobación en el caso d e u n error d e
c o n f o r m á n d o s e c o n caracterizar a la c u l p a b i l i d a d c o m o el c o n j u n t o d e relaciones psíquicas del
prohibición^'*. La liltima c o n s e c u e n c i a del c o n c e p t o n o r m a t i v o d e la c u l p a b i l i d a d la extrajo
a u t o r con el suceso externo y r e n u n c i a n d o así a la c o m p r e n s i ó n del c o n t e n i d o esencial d e la cul-
Freudenthalcon el r e c o n o c i m i e n t o de la inexigibilidad A<¿ u n c o m p o r t a m i e n t o a d e c u a d o a la n o r m a
pabilidad. D e este m o d o , la "culpabilidad es aquella relación subjetiva e n t r e el a u t o r y el resulta-
c o m o causa general d e exclusión de la culpabilidad (vid., al respecto, infra § 4 7 11 I ) .
d o antijurídico acaecido al q u e está a n u d a d a la responsabilidad jurídica" "^.
4 . El c o n c e p t o n o r m a t i v o de culpabilidad sufrió u n a p r o f u n d i z a c i ó n a d i c i o n a l a través d e
Sin embargo, en poco tiempo el concepto psicológico fue considerado insatisfactorio porque no sumi-
nisttaba ninguna información acerca de í¡ué relaciones psíquicas tienen que ser consideradas penalmente la teoría de la acción finalista p u e s t o q u e , a partir de e n t o n c e s , con el d o l o fue alejado del c o n t e -
relevantes y por qué fundamentan o, en su caso, excluyen la culpabilidad ' ^ Y así, no podía explicarse cómo

"* Vid. Radbruch, ZStW 24 (1904) págs. 338 ss., 346.


'" Con más detalle sobre ello vid. Engelmann, Die Schuldlehre der Postglossatoren, 1895; Schaffstein, " Vid. al respecto Hobenleitner, Rittlet-Festschrift pág. 190; ¿A'(l 1.") (Hirsch) nota preliminar núm.
Die allgemeinen Lehren págs. 94 .ss. 183 anrcs del § 32; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 509.
" Pufendorf De jure naturae et g e n t i u m Tomo I C a p . V p 3 . Vid. al respecto Welzel, Die -" Frank, Aufbau des Schuldbegriffs pág. \\; el mismo, nota preliminar núm. 11 antes del § 5 1 . Vid.
Naturrechtslehte Samuel Pufendorfs págs. 84 ss.; Hardwig, Die Zurcchnung págs. 35 ss.; E. Wolf, Grofie también Beling, Unschuid, Schuid und Schuldstufen págs. 7 ss.; además, M. F Mayen Schuldhafte Handlung
Rcclitsdenker pág. 345. p.ág. 106; Hegler, ZStW 36 (1915) págs. 184 ss. Sobte ello Acbetibacb. Schuldlehre págs. 97 ss. Mostrándose
'^ /T/m/íc/íTOí/, Grundbegriffe pág. 109. crírico con el concepto normativo de culpabilidad Roxin, Allg. Teil I § 19 núm. 13 con vistas a su teoría de
'^ Vid. Kostlin, System pág. 128: "La voluntad maliciosa tiene su origen en la arbitrariedad. De ahí la "respon.sabilidad" (§ 19 núm. 3).
que el Derecho penal únicamente tenga que referirse a ella". Vid. más detalladamente Hardwig, Die ' ' Vid. la conocida crítica de Rosenfeld, ZStW 3 2 ( 1 9 1 1 ) pág. 469 cuando afirmaba que con ello "la
Zurcchnung págs. 53 ss. culpabilidad de una persona se encuentra sencillamente en la cabeza de otros". Claramente en la dirección
''* Binding, Normen Tomo II págs. 270 ss. Sobre la cuestión vid. Achenbach, Schuldlehre págs. 27 ss. de "una relación valorativa llevada a cabo con po,sterioridad por el juez" Maurach, Schuid und Verannvortung
" Con mayor detenimiento ylc/if«¿/?c/;, Schuldlehre págs. 62 ,ss. pág. 1 \7.
"" Así, V. Liszt, Lchrbuch 8.* cd. pág. 154; igualmente Loffler, Schuldformcn pág. 5; Mifiíka, For- " Vid. Goldscbmidt, Ósterr. Zeitschrift für Strafrecht 1913, pág. 161; el mismo, Frank-Festgabe Tomo
men der Strafschuid pág. 102; Kohlrausch, Irrtuní pág. 1 así como el mismo, Güterbock-Festschrift pág. 3; 1 pág. 432; Engish, Untersuchungen pág. 22; Grafzu Dobna, Verbrechcnslehre págs. 31 ss.
Radhruch, ZStW 24 (1904) págs. 333 ss. Sin embargo, desde la 18.^ ed. de su Lchrbuch pág. 163, v. Liszt -•' Vid. el sistema de v. HippeU Tomo II págs. 289 ss.; Mezger, Lchrbuch págs. 267 ss.; Baumannl
concibió materialmente la culpabilidad como "la actitud interna antisocial del autot", abandonando así su Weber, Allg. Teil pág. 374; Nowakowski, SchwZStr 65 (1950) págs. 302 ss.; el mismo. Das ósterreichische
concepto psicológico. Sttaftechr págs. 446 ss. (cambiando de postula en JBl 1972, págs. 19 ss.).
" Vid. sobre ello Binding, Normen Tomo II pág. 277 nota a pie núm. 22. -'* Vid., por ejemplo, v. Hippel, Tomo II pág. 276; Mezger, Lehrbuch págs. 330 ss.
452 § 38 Los fuiídameiuos tlogni;íricos del coiiccfiro de cul]i;ibilici.ui IV. Gidpabilidad por el heciio iiitlividual y culpabilidad por el m o d o de vida 45,3

n i d o d e ia culpabilidad el ú l t i m o c o m p o n e n t e p u r a m e n t e psicológico del hcclio ( c o n c e p t o d e


la actitud i i u e r n a ' ^ . C o n t o d o , el leproclic tati sólo está justificado eti la m e d i d a en q u e la acti-
c u l p a b i l i d a d p u r a m e n t e n o r m a t i v o ) (vid. supra § 2 2 V 3a) ^^ S o b r e la liase de la teoría de la
tud interna del a u t o r se manifiesta en c o n t t a del D e t e c h o o, más e x a c t a m e n t e , en c o n t r a d e la
culpabilidad d e Erik Wolf- , fue ya Grafzu Dohna quien d i s t i n g u i ó c l a r a m e n t e ciure la v o l u n t a d
p t e t e n s i ó n de tespeto u observación del c o r r e s p o n d i e n t e bieti jurídico al q u e se dirige. D e a h í
de acción c o m o "objeto de valoración", q u e fue remitida al tipo subjetivo, y la "valoración del
q u e la acritud i n t e r n a , en su relación con la pretensión de validez del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o , es
objeto" q u e consiste en el e n j u i c i a m i e n t o d e la motivación del a u t o r ^^. N o o b s t a m e , fue Welzel
el m o t i v o p o t el q u e en m;iyor o m e n o r m e d i d a se le reprocha al a u t o r la p e r p e t r a c i ó n del h e c h o .
q u i e n p o r p r i m e r a vez s u m i n i s t r a u n a f u n d a m e n t a c i ó n p o r sí m i s m a c o n c l u y e m e de la c o n c e p -
ción n o r m a t i v a de la culpabilidad, pues se valió del dolo c o m o p a r t e integrante d e la acción y,
c o n ello, s i m u l t á n e a m e n t e , c o m o c o m p o n e n t e del t i p o d e injusto, h a c i e n d o así c o m p r e n s i b l e el III. C o n c e p t o formal y material de la c u l p a b i l i d a d
resultado q u e alcanzó Grafzu Dohna sobre la teoría del injusto. D e a c u e r d o c o n ello, el injusto
csti i n t e g r a d o p o r la totalidad d e las p r o p i e d a d e s d e la voluntad de acción q u e se m u e s t r a n c o m o 1. El c o n c e p t o formal de c u l p a b i l i d a d c o m p r e n d e aquellos e l e m e n t o s del h e c h o q u e en
n o debidas, mientras q u e la c u l p a b i l i d a d está c o m p u e s t a p o r el c o n j u n t o de las p r o p i e d a d e s q u e u n O r d e n a t i i i e n t o jurídico d e t e r m i n a d o son exigidos p o s i t i v a m e n t e c o m o presupuestos p a t a la
hacen q u e tal v o l u n t a d aparezca c o m o r e p r o c h a b l e '^. i m p u t a c i ó n de la c u l p a b i l i d a d ^ ' . Así pues, desde u n a petspectiva forinal la culpabilidad viene
d e t e t m i n a d a p o r la totalidad de los c o m p o n e n t e s q u e son considerados requisitos para la i m p u -
5. N o o b s t a n t e , el desarrollo ha d a d o u n paso más allá de esta etapa y parece h a b e r alcan- tación subjetiva en u n concreto sistema penal histórico.
zado u n f u n d a m e n t o s ó l i d o ^ ' . M i e n t r a s q u e en Welzelú o b j e t o del juicio de antijuricidad y el
d e c u l p a b i l i d a d es el m i s m o , esto es, la valoración de la v o l u n t a d d e acción de u n lado c o m o n o 2. Por el c o n t t a r i o , en el c o n c e p t o material d e c u l p a b i l i d a d se trata d e d e t e r m i n a r bajo
d e b i d a y de o t r o c o m o r e p r o c h a b l e , la d o c t r i n a reciente h a l o g r a d o asegurar al juicio d e c u l p a - q u é c o n d i c i o n e s aparece justificado apoyar la i m p u t a c i ó n subjetiva sobre u n a d e t e r m i n a d a acti-
bilidad u n objeto de referencia propio, a saber, el h e c h o en a t e n c i ó n a la a c t i t u d i n t e r n a j u r í d i c a - tud interna . El c o n c e p t o material de culpabilidad p u e d e ser e s t r u c t u r a d o d e a c u e r d o c o n las
m e n t e d e f i c i e n t e del a u t o r ( a c t i t u d j u r í d i c a i n t e r n a digna d e reprobación) a p a r t i r de la cual se exigencias de la Ética -^^ o d e la seguridad pública ^^, c o n f o r m e a la p a r t i c u l a r i d a d del c o n t r o l de
originó la resolución d e c o m e t e r aquél (vid. la i n c o r p o r a c i ó n d e la a c t i t u d i n t e r n a del sujeto al los i m p u l s o s p o r la p e r s o n a ' ^ o al fin de la pena'** y, en este ú l t i m o caso, p a t t i c u l a r m e n t c en
catálogo d e las circunstancias q u e sirven p a r a d e t e r m i n a r la p e n a en el § 4 6 II 2, s e g u n d a posi- relación c o n la p r e v e n c i ó n general " . El c o n c e p t o material de culpabilidad p e r m i t e t o m a r la d e -
ción). Tal actitud interna está integrada p o r la totalidad de las m á x i m a s d e c o m p o r t a m i e n t o q u e cisión d e sobre q u é e l e m e n t o s del hecho o del a u t o r p u e d e basar el legislador el juicio d e c u l p a b i -
sirven d e base a la resolución delictiva. La a c t i t u d i n t e r n a n o tiene q u e e n t e n d e r s e , p o r t a n t o , lidad. D e a c u e r d o c o n la c o n c e p c i ó n aquí sostenida, el juicio de culpabilidad descansa m a t e r i a l -
c o m o u n a d i s p o s i c i ó n p e r m a n e n t e d e l a u t o r s i n o c o m o ^inclinación actual' ("aktuelles m e n t e sobre la infracción d e la pretensión de observancia del bien jurídico protegido p o r la n o r m a
G e s o n n e n s e i n " ) en ia f o r m a c i ó n de la resolución d e l i c t i v a ^ ' . D e a c u e r d o c o n lo afirmado, la penal (vid. supra § 3 8 II 5).
culpabilidad significa la " r e p r o c h a b i l i d a d del h e c h o en a t e n c i ó n a la a c t i t u d i n t e r n a d e s a p r o b a d a
q u e activa su comisión" (Gallas). N a t u r a l m e n t e , lo q u e se r e p r o c h a es siempre el h e c h o y no sólo
rV. C u l p a b i l i d a d p o r el h e c h o i n d i v i d u a l y c u l p a b i l i d a d p o r el m o d o d e v i d a

I. La culpabilidad o se refiere al hecho individual o al modo de vida (culpabilidad del a u t o t ,


d e la p e r s o n a l i d a d o del carácter). E n la primera, ran sólo son considerados facrorcs j u r í d i c a m e n -
^' Vid. Welzel, Lehrbuch págs. 140 ss.; el mismo, ZStW 60 (1941) pág. 456; el mismo. Das neue Bild te reprobables d e la actitud interna aquellos q u e están vinculados c o n la acción típica. Por el
págs. 41 ss.; Maurach/Zipf, M\s,. Teil I § 16 núm. 42; Stratenwerih, Alig. Teil I núm. 509. Vid., además,
c o n t r a r i o , en la s e g u n d a el juicio de culpabilidad se extiende al c o n j u n t o de la p e r s o n a l i d a d del
Achenbach, Schuldlehre págs. 209 ss. Sin embargo, cal y como en la actualidad se acepta mayoritariamente,
a u t o r y a su desarrollo. El c o n c e p t o de culpabilidad del D e r e c h o penal a l e m á n está referido esen-
el dolo posee una doble posición, esto es, tanto en el injusto como también en la culpabilidad (vid. infra §
39 IV 4). c i a l m e n t e a la c u l p a b i l i d a d p o r el h e c h o i n d i v i d u a l , algo q u e ya se derivaba de u n a decisión a
favor del D e r e c h o penal del h e c h o (vid. supra § 7 III 2). El injusto al q u e se dirige el r e p r o c h e de
^^ Vid. E. Wolf, Strafrechtliclie .Schuldlehre pág. 126; sobre ello vid. Jescheck, E. Wolf-Fesrschrift págs.
474 ss.
^'^ Grafzu Dohna, Verbrechenslehre págs. 22 y 40.
'" Asimismo, v. Weber, Grundrií? pág. 107; el mismo, Aufbau pág. ¡ 7 (contraposición entre "deber" y
^' Schmidhauser, Alig. Teil pág. 369 en conexión con la pág. 39; de forma similar,_//7/to¿/, Alig. Teil
"poder"); Busch, Moderne Wandiungen pág. 11; Brauneck, GA 1959, pág. 2 6 1 . Vid. también H. Mayer,
Lehrbuch págs. 210 ss. 17/51.
-'^ Sobre la cuestión en su conjunto vid. Engisch, Untersuchungen págs. 38 ss.
^'^ El texto que a continuación se reproduce sigue a Gallas, Beitragc págs. 55 ss. De la misma opinión
^^ Al respecro vid. Mangakis, ZStW 83 (1971) págs. 290 ss.
también Schmidhauser, Gesinnungsmerkmale pág. 178; el mismo, Alig. Teil págs. lA'í!, ss., 366 i^.; el mismo,
'^ Así, Arthur Kaufmann, Schuldprinzip pág. 129; Baumann, JZ 1962, pág. 4 3 .
Gallas-Festschrift págs. 93 ss.; el mismo, Jescheck-Fesrsclirift Tomo I págs. 400 ss.; SchiinkelSchrdderlLenckner,
^"^ Así, V. Liszt/Schmidt, pág. 231: "disposición interna asocial del autor como síntoma de peligrosidad";
nota preliminar núm. 119 antes del § 13; WK(Nowakowski) nota preliminar núm. 38 antes del § 3; Wessels,
vid. también Grünhut, Aschaffenburg-Festgabe pág. 95: "peligrosidad como momento de la culpabilidad".
Alig. Teil núm. 4 0 1 . Críticos sobreesté aspecto Otto, Z S t W 87 (1975) pág. 581; el mismo, GA 1981, pág.
-'^ Así Welzel, Lehrbuch pág. 144.
484; Roxin, Alig. Teil I § 19 núms. 22 ss.;Jakobs, Alig. Teil 17/17.
•"* Así, Roxin, Kriminalpolitik págs. 33 ss.; el mismo, Henkel-Fcstschrift págs. 181 ss.; el mismo, ZStW
^^ Vid. Welzel, Lehrbuch pág. 138; asimismo, Maurach/Zipf, AWe,. Teil I § 35 luim. 16.
96 (1984) págs. 653 ss.; Muñoz Conde, GA 1978, págs. 73 ss.
^' Vid. Herrén, Die Gesínnung págs. 85 ss. ("actitud interna que resulta relevante para el hecho").
^'^ Asi, Jakohs, AUg. Teil \y 122; Achenbach, Individucllc Zurcchnung págs. 140 ss.
« •

454 § 38 Los fuiulaincntos dogmáticos del concc|Ho de culpaliilidad § 39 neliiiiitaci()n, coiuciiitio \- esrrucrur.i del concepto de cidpabilidad -155

culpabilidad consiste cu la comisión de un hecho concreto o en la omisión de una acción dctcr- que rigen la detetminación de la pena del § A6 11 se menciona el "pasado anterior del autor"
nimada impuesta por el Ordenamiento jurídico y no, por el contrario, en un modo de vida jurí- como una circunstancia significativa'".
dicamente desaprobado. A ello se añade la consideración de carácter práctico consistente en que
con los medios del Derecho procesal penal vigente sería imposible esclarecer la trayectoria vital
del acusado con sus frecuentes y profundas conexiones anímicas. Además, lambién existiría el § 39 Delimitación, contenido y estructura del concepto de culpabilidad
peligro de que la indagación sobre su personalidad condujera tanto a un sacrificio de la esfera
Achenhacl), Individuclle Zurcchaung usw., en: Schiinemann (Ed.), Grundfragen des moderncn
íntima del acusado en la Sala qtie no se correspondiera con la importancia de la causa penal, Strafrcchtssystcms, 1984, pág. 135; Orí-so Mir. Culpabilidad y pena, en: Problemas fundamentales del De-
como a una jurisprudencia doctrinaria y moralizante (en contra, con acierto, OLG Hamín GA recho Penal, 1982, págs. 179 ss.; Dreher, Der Irrtum über Rechtfertigungsgründe, Festschrift für E. Hcinitz,
1969, pág. 26) algo que, tanto en uno como en otro caso, ni estaría al servicio de la justicia ni 1972, pág. 207; Freudenthal, Schuld und Vorwurf, 1922; Gallas, Zur Struktur des strafrechtlichcn
tampoco al de la rcinserción del reo en la comunidad. Finalmente, la culpabilidad individual es Unrechtsbegriffs, Festschrift für P Bockelmann, 1979, pág. 155; Goldschmidt, Normativer Schuldbegriff,
la que mejor se corresponde con la idea de una pena retributiva del hecho que, por motivos Fcstgabe für R. v. Frank, Tomo 1, 1930, pág. 428; Greenawalt, The Pcrplcxing Borders of Justification and
derivados del Estado de Derecho, se refiere a un aspecto estrechamente delimitado de la vida del Excu,se, en: Eser/Fletcher (Ed.), Rechrfertigung und Entschuldigung, Tomo I, 1987, pág. 263; Haffke.
autor y no está pensada como un intento de rendición global de cuentas. También el StGB de- Strafrechtsdogmatik und Tiefenpsychologie, GA 1978 pág. 33; Hardwig, Die Gesinnungsmerkmale im
termina la pena sobre la base exclusiva de la culpabilidad individual (§ 46)'"'. Strafrecht, ZStW 68 (1956) pág. 14; el mismo, Über die unterschlicdichen Unrechtsgehalte und die
Abgrenzung von Unrccht und Schuld, JZ 1969, pág. 459; el mismo, Grundprobleme der Allgemeincn
2. De ahí, por tanto, que el pensamiento de la culpabilidad por el modo de vida"^', que Strafrechtslehre, 1984; Heinitz, Besprechung von Maurach, Dcutsches Strafrecht, Allg. Teil, JR 1957, pág.
en anteriores discusiones ha desempeiiado un importante papel "*-, haya pasado actualmente a 78; Hirsch, Der Streit um Handlungs-und llnrechtslehre, ZStW 94 (1982) pág. 239; Husak, The Social
un segundo plano. De todas formas, sigue subsistiendo la idea de que en la mayor/a de las oca- View of Criminal Law Defences, Caminal Law Forum 3 (1992) pág. 'id^; Jakohs, Schuld und Pravention,
\97G; Jescheck, Die Enrwicklung des VerbrechensbegrifFs ¡n Deutschland seit Beling im Vergleich mit der
siones la culpabilidad por el hecho no puede ser explicada tan sólo a partir de las circunstancias
osterreichischen Lehre, ZStW 73 (1961) pág. 179; el mismo, Die weltanschaulichen und politischen
concurrentes en el momento del hecho, sino que la actual actitud interna del autor se encuentra Grundlagen des E 1962, ZStW 75 (1963) pág. 1; elmismo, Deutsche und ostcrreichische Strafrechrsreform,
estrechamente conectada con su trayectoria vital "^3. De ahí que la jurisprudencia en repetidas Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 365; el mismo, Neue Strafrechtsdogmatik und Kriminalpolitik, ZStW
ocasiones también haya recurrido a los antecedentes del autor en el enjuiciamiento de los facto- 98 (1986) pág. 1; el mismo, Friedrich Nowakowski ais Strafrechtsdogmatiker und Kriminalpolitiker, ZStW
res concretos de su culpabilidad; así sucede, por ejemplo, en relación con la cuestión de si el 103 (1991) pág. 999; Kadecka, Von der Schadlichkeit zur Schuld usw., SchwZStr 50 (1936) pág. 343; el
autor habría podido evitar un error de prohibición (vid. BGH 2, 194 [208 ss.]) "^"^ o si estaba en mismo, Willensstrafrecht und Verbrechcnsbegriff, ZStW 59 (1940) pág. 1; Kantorowicz, Tat und Schuld,
situación de dominar el arrebato (vid. BGH NStZ 1984, pág. 311) "^l También en los principios 1933; Arthur Kaufmann, Das Schuldprinzip, 2.-' ed. 1976; Kohlrausch, Sollen und Konnen, Festgabe für K.
Güterbock, 1910, pág. 1; elmismo, I^er AllgemeineTeil des E 1925, ar. Aschrott/Kohlrausch (Eds.), Rcform
des Srrafrechts, 1926, pág. 1; Krümpelmann, Vorsatz und Morivation, ZStW87 (1975) pág. 888; elmismo,
Die Neugestaltung der Vorschriften über die Schuldfahigkeit usw., ZStW 88 (1976) pág. 6; Lackner,
""^ Vid. Binding, Normen Tomo II pág. 283; BaiimannlWeber, Allg. Teil pág. 359; bnim, Pravention und Schuldunfahigkeit, Festschrift fürTh. Kleinknccht, 1985, pág. 245; Lampe, Das personale
Strafzumcssungsrecht págs. 538 ss.; ManuichJZipf. A\\«. Teil I § 35 núm. 13; H. Mayer, Lehrbuch pág. 65; Unrecht, 1967; Lange, Literaturbericht, ZStW 63 (195 1) pág. 456; el mismo, Grundfragen der deutschcn
Anhtir Kaiifinann, Schuldprinzip págs. 187 ss.; Müller-Dietz, Grenzcn des Scliuldgcdankens pág. 62; Strafrechrsreform, SchwZStr 70 (1955) pág. 373; Lang-Hinrichsen, Betrachtungen zur Strafrechrsreform,
Schmidhauser, Allg. Teil pág. 373; SchSnkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 105 antes del § 13; 5Á' en: Grundfragen der Strafrechrsreform, 1959, pág. 53; Mangakis, Über das Verhaltnis von Strafrechtsschuld
(Rudolphi) nota preliminar niím. 3 antes del § 19; Wessels, Allg. Teil niím. 402. Crítico al respecto ¡akobs, und Willensfreiheit, ZStW 75 (1963) pág. 499; Nowakowski, Fteiheit, Schuld, Vergeltung, Festschrift für
Allg. Teil 17/34 ss. Th. Ritdet, 1957, pág. 55; Robinson, Ctiminal Law Defen,ses, Tomo I, II, 1984; Roeder, Die Einhaltung des
'^ La denominación procede de Mc-zger, ZStW 57 (1938) pág. 689. Bockelmann, Taterstrafrccht 2.» sozialadaquaten Risikos, 1969; Roxin, Kriminalpolitik und Strafrechtssystem, 2.-' ed. 1973; elmismo, Zur
Parre pág. 153 habla de culpabilidad de la decisión de vida para subrayar el contenido de la culpabilidad jüngstcn Diskussion über Schuld usw., Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 279; Schajfstein, Zur
\'olir¡\'a. Problemarik der teleologischen Begriffsbildung im Strafrecht, 1934; el mismo. Das Verbrechcn ais
••' Vid. Engisch. ZStW 61 (1942) págs. 170 ss.; el mismo, ZStW 66 (1954) pág. 359; Heinitz, ZSiW Pflichtverletzung, 1935; el mismo, Rechtswádrigkeit und Schuld im Auftjau des neuen Strafrechts.systems,
63 (1951) págs. 74 .ss.; Hall, ZStW 70 (1958) págs. AG ss.; Mezger, Modcrnc Wege págs. 35 .ss.; Blei. Allg. ZStW 57 (1938) pág. 295; Schmoller, Zur Argumentatiou mit Magstabíiguren, JBl 1990, págs. 631, 706;
Teil pág. 426; Diinnebier. Ttgungsbcrichtc Tomo I p.94. En contra, Roxin, Allg. Teil I § 6 núm. 20, § 19 Schreiher, Rechdiche Veranrwordichkeit und Schuld, en: Thomas (Ed.), Schuld: Zusammenhangc und
núm. 54. Hintergründe, 1990, pág. 61; Schiinemann, Die deutschsprachige Strafrechtswissenschaft usw., GA 1985,
"•^ En este sentido, BGH NJW 1976, pág. 2220; además, sobre todo, Bockelmann, Untersuchungen pág. 341; Welzel, Das Gcsinnungsmomcnt im Recht, Festschrift für J. v. Gierke, 1950, pág. 290; Wolter,
págs. 12 .ss.; BockelmannlVolk k \ . Teil p.íg. 238; Brauneck, MSchrKrim 1958, págs. 142 ss.; Jakohs, Allg. Objektive und personale Zurechnung usw., 1981; Ziegert, Vorsatz, Schuld und Vorvcrschulden, 1987.
Teil 17/34 ss.; LK{\\.*) (Jescheck) nota preliminar núm. 75 antes del § 13; LK(9.') (Hirsch) nota prelimi-
nar núm. 158 antes del § 51; Seelig, Schuld pág. 25; Sauer, Allg. Strafrechtslehre pág. 144; SchonkelSchroderl Vid., además, la bibliografía antetior a los §§ 37, 38
lenckner, nota preliminar núm. 106 antes del § 13; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 4 antes del § 19.
'"'* Vid. SK (Rudolphi) § 17 núms. AA s-:.; mostrándose crínco ¿^"(11.^) (Schroeder) § 17 núm. 47. '"' Como circunstancia agtavante de la pena entra en consideración la "vida pasada" del autor, espe-
''^ Sobre ello vid. LK(\\.'^) (Jahnke) § 20 núms. 60 ss.; Geilen, Maurach-Festschrift págs. 173 ss.; cialmente en lo que se refiere a la criminalidad anterior del sujero, aunque esto último sólo en la medida en
Krümpelmann, Wclzel-Festschrift págs. 338 ,ss.; el mismo, GA 1983, págs. 354 ss.; elmismo, ZStW 99 (1987) que esté relacionado con el hecho objeto de enjuiciamiento; así, BGH StV 1988, pág. 148; SchSnkelSchriiderl
págs. 221 ss.; Rudolphi, Henkei-Eestschrift p;ígs. 199 ss. Stree, § 46 núms. 30 ss. con referencias adicionales. Vid. también Stratenwerth, Tatschuld págs. 28 ss.
456 § 39 Delimitación, contenido y estructura del concepto de culpabilidad II- HI objeto del juicio tie coijiabilidad 457

I. Ajntijuricidad y c u l p a b i l i d a d como fijndamentüs del sistema "^. Por el conrtario, en la docttina penal francesa y anglo-americana está au-
sente un de.sattolio de la teoría del injusto similat al llevado a cabo pot la Dogmática alemana más modet-
1. La separación entre a n t i j u r i c i d a d y c u l p a b i l i d a d se r e m o n t a a la disiinción t^iic se
na " . Por otta patte, en la doctrina italiana '" y española ' ' es inconfiuidible la influencia de la docttina
hacía en la Ciencia penal del D e r e c h o conu'in entre i m p u t a c i ó n objetiva y subjetiva ( i n i p u t a t i o alemana. En los Países Bajos la distinción eiitte antijuticidad y culpabilidad llevada a cabo por Pompe^ se
physica o facti e i m p u t a t i o moralis o juris) '. A pesar de todos los c a m b i o s q u e se han s u c e d i d o sigue conectando con el asjiecto objcti\'0 }• subjetivo del hecho, mienttas que van Bemmelen/van Veen " y
en la historia d e la D o g m á t i c a , dicha scparacitin ha p e r d u r a d o e s e n c i a l m e n t e desde e n t o n c e s v Pemmelink "^ ptoceden a una exposición de la teotía del dehio sinniar a la concepción alemana.
d e b e scf caracterizada c o m o la p i e d r a angular de la teoría del d e l i t o . T a m b i é n se acepta hoy
g e n c r a l i z a d a m e n t e que el examen de la antijuricidad ha de preccáa al d e la culpabilidad ^. El
análisis de la antijuricidad significa q u e es indagada la corrección objetiva de u n h e c h o (su coinci- II. El objeto del j u i c i o d e c u l p a b i l i d a d
dencia c o n las n o r m a s de d e b e r del O r d e n a m i e n t o jurídico) desde el p u n t o de vista de la acción
1. El objeto del juicio de culpabilidad es el h e c h o antijurídico en atención a la actualiza-
y del resultado. El injusto significa, p u e s , q u e el h e c h o , t a n t o en sus e l e m e n t o s objetivos c o m o
c i ó n q u e e n éste opera de una actitud interna jurídicamente desaprobada '''. La actitud interna
subjetivos, contradice al D e r e c h o . El e x a m e n de la culpabilidad consiste en p r e g u n t a r s e si u n
respetuosa con el Derecho constituye una cualidad indispensable del ciudadano para la conser\'ación
h e c h o p u e d e sci personalmente reprochable al a u t o t ^. Según ello, el a u t o r actúa c u l p a b l e m e n t e
efectiva del orden social "*. N o es equivalente a la disposición moral interna en la medida en q u e en
c u a n d o la formación de su v o l u n t a d , q u e le ha c o n d u c i d o a la c o m i s i ó n del h e c h o antijurídico,
aquélla no se trata de u n a vinculación ética detivada de las normas jurídicas, sino de la comprensión
descansa sobre u n a actitud i n t e r n a deficiente (vid. supra § 3 8 II 5).
d e lo que supone su vigencia. La culpabilidad es una deficiencia de la actitud interna fi-ente al D e r e -
2. Son poco ftecuentes las tesis que se desvían de la sepatación entre el injusto y la culpabilidad. En su c h o digna d e reprobación expresada a través de una acción típica y antijurídica. TaJ deficiencia p u e d e
momento, la posibilidad de difetenciat entre la antijuricidad y la culpabilidad fue puesta en duda pot concurrir en mayor o m e n o r medida, por lo que el criterio para determinar un valor superior o infe-
Schajfstein^ y, postetiotmente también, por Hardwig''. H. Mayer'' rampoco admitía la separación entre an- rior de los motivos viene suministrado por la formación de la voluntad. D e ahí qtie la culpabilidad, al
tijuricidad y culpabilidad en la medida en que, para él, un hecho en el que el autor actuaba sin culpabilidad igual que el injusto, sea un concepto susceptible de gtaduación. En la deficiencia desaprobada de la
no podía set considerado como una objetivación de la voluntad y, por ende, como un injusto. Kantorowicz
actitud interna reside el p u n t o de referencia al que se dirigen los distintos elementos del concepto de
no considetó a la culpabilidad como un elemento del delito sino como una condición de la punibilidad '.
-«I culpabilidad y a partir del cual tienen que ser comprendidos estos tiltimos.
Con anterioridad, la concepción subjetiva del delito en Austria aceptó la existencia de un delito culpable sin
antijuricidad (por ejemplo, en la tentativa) *. Actualmente, al igual que en Alemania, la antijuricidad y la Ejemplos: Ciertamente, en el delincuente enfetmo mental está ausente la actitud interna respetuosa
culpabilidad se entienden como presupuestos necesatios de la punibilidad y son internamente difetencia- con el Derecho pero, sin embargo, esta deficiencia no merece reprobación puesro que descansa sobre una
d o s ' . Además, Austria ha plasmado en el § 4 StGB el principio de que "no hay pena sin culpabilidad". anomalía psíquica. En el error de prohibición ello depende de si la faira de conciencia del injusto ,se tcfierc a
También en el StGB suizo rigen el principio de culpabilidad y la separación enrre injusto y culpabilidad proposiciones fundamenrales del Derecho natural que cualquiera debe conocer o a normas de significado
más bien técnico (delicta mere prohibirá), también depende de si el autot obvió intencionadamente o de
modo negligente la infotmación necesaria y, finalmenre, de si el error era invencible. En la obediencia debi-

' Ciertamente que la "imputatio physica" no significaba la antijuricidad (puesto que esta última tan '" Vid. Stratenwerth, Schweiz. Srrafrecht, Allg. Teil I pág. 234; Schultz, Einfühtung I pág. 180; NoW
sólo fije reconocida como un elemento autónomo del delito mucho tiempo después, vid. supra § 22 I), sino Trechsel Allg. Teil I págs. 103, 129.
la imputación del hecho como obra de la voluntad del autot. Feto éste es precisamente el núcleo de ío que " Digna de mención es, sin embargo, la distinción genetal de las causas de "justification" y de "ex-
en la actualidad se denomina imputación objetiva dentro del marco de la reoría del injusto; acerca de los cuse" que lleva a cabo Rohinson, Cfiminal Law Defenses Tomo I págs. 83 y 9 1 . El tradicional posiciona-
dos conceptos de "imputatio" Schajjstein, Die allgemeine Leliren pág. 37. mienro escéprico sobre la cuestión lo manifiesta Creenawalt, T h e Perplexing Borders págs. 263 ss.; Husak,
^ Vid. SK(Riidolphi) nota preliminar núm. 2 antes del § 19; Schonke/Schroder/Lenckner, nota preli- Criminal Law Forum 3 (1992) pág. 369. Por el conrrario, en Derecho belga tiene lugat una clara diferencia-
minar núm. 20 antes del § 13. ción enrre el injusro y la culpabilidad como presupuestos de la punibilidad; vid. DupontlVerstraeten, Handboek
A ello se añade incorrectamente el "poder evitarlo"; así, SchimkelSchrbder/Lencl^ner nota preliminar núm. 396; Hennau/Verhaegen, Droir penal general núm. 327.
núms. 193, 118antesdel§ 13; ¿A'(ll.") (tt>íf¿j nota preliminar núm. \82 ames del § 32; Arthur Kaufinarin, '^ Vid. BettiolJPettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 239 ss.; distinguen también como dos jui-
.Schuldprinzip págs. 115 ss.; Stratenwenh, Allg. Teil I núm. 507; Welzel Lehrbuch pág. 120. cios de valof entre la "antigiutidicitá" y "colpevolezza" Nuvolone, Sistema págs. 108, 265 y Mantovani, Diritto
Schajfstein, Problematik pág. 3 1 ; elmismo, Vctbrechen ais Pfliclitverletzung pág. 137; elmismo, 7SxW pénale págs. 140, 295 ss.
57 (1938) págs. 326 ss. " Vid. Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Detecho penal págs. 404 ss., 429 ss.; Mir Puig, Adiciones
' Hardwig, Zurechnung pág. 132. Con otra opinión, sin embatgo, y de modo similar a la tesis aqiu' Tomo I pág. 593; Cobo del Rosal/Vives Antón, Derecho Penal págs. 231 ss., 411 ss.; Cerezo Mir, Culpabili-
expuesta el mismo, J Z 1969, págs. 461 ss., así como en Crundptoblcme págs. 6 ss. dad y pena págs. 179 .ss.
' H. Mayer, Lehtbuch pág. 105; elmismo, Gtundrifi pág. 64. '•* Vid. Pompe, Handboek pág. 99. El propio I'ompe, Das niederlandische Strafrecht págs. 62 ss., 74
Kantorowicz, Tat und Schuld págs. 219 ss. ss. ya ha abandonado esa concepción.
"* En este sentido vid. Kadeüka, Z S t W 59 (1940) págs. 17 ss.; Nowakowski, Grundril? pág. 42 (re- '^ van Bemmelen/van Veen, Ons strafrecht págs. 99, 133.
nunciando a ral planteamiento en JBI 1972, pág. 22). Sobte cWo Jescheck, ZStW 73 (1961) pág. 207. "* Hazewinkel-Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 191 ss.
' Vid. Triffterer, Allg. Teil págs. 247 ss.; Kienapfel, Grundrií? Z 14 núm. 17; LeukaufiSteininger, § 4 ' ' Vid. supra § 38 II 5 nota a pie núm. 29.
núm. 2; WK(Nowakowski) nota preliminar núms. 13, 36 antes del § 3. '* Vid. HenkeL Rcchtspbilosophie pág. 82; Welzel v. Gietke-Festschrift págs. 296 ss.
458 § 39 Ocliniíración, contcnitlo y csrrucnira del conccpro de culpahílid.ul III. La medida del juicio de cuifiabilidad 459

d.i el soldado es disculpable cuando la antijuricidad |)cnal del hecho no es manifiesta, por<|ue entonces no q u e se e n c u e n t r a c o m o a c u s a d o a n t e el tributial habría esrado en situación d e hacer algo distin-
ha (enitlo ningún motivo para oponer objeciones. to, esto es, actuar c o n l o r m e a las exigencias del O r d e n a n u e n i o jurídico. Sin e m b a r g o , esta p r e -
2. liásicainente, la concepción de que el objeto del juicio de culpabilidad consiste en la ausencia de g u t u a no p u e d e ser c o n t e s t a d a |nies ello s u p o n d r í a que paia trn i n d i v i d u o d e t e r m i n a d o y un h e -
una actitud jurídica interna no se diferencia de otras teorías, segi'in las cuales, la culpabilidad hay que bus- c h o concreto podría ser p r o b a d a la existencia del libre albedrío (vid. snpm § 3 7 1 2 b ) , Más bien,
carla en la "motivación" " , en el "poder ("Konnen") de la formación de la voluntad"-" o en la "expresión la cuestión .sólo p u e d e ser planteada r a z o n a b l e m e n t e en el s e n t i d o d e p r e g u n t a r s e si, d e a c u e r d o
¡uri'dicamcntc desaprobada de la personalidad del a u t o r " - ' , puesro que rodas csras deficieticias .sólo son con la experiencia a c u m u l a d a de las discipltnas implicadas en el h e c h o , "otra persona" en la
iinagitiables sobre la base de una disposición frenrc al Derecho de carácrer reprobable. En un sentido am- situación del a u t o r habría p o d i d o resistirse a la tentación delictiva (escala social-comparativa) •^*'.
plio, la totalidad de las formulaciones llevadas a cabo en la nueva literatura científica que describen un con-
Si quisiéramos tomar al propio autor individual como escala de su culpabilidad el resultado tampoco
cepto material de culpabilidad ^^ son compatibles con la concepción aquí defendida. Una excepción viene a
sería político-criminalmente defendible. Esto traería como consecuencia, por ejemplo, que cuanro menos
set la "teoría político-criminal" de Roxin^^. Ésta .se cuestiona "si bajo puntos de vista juiídico-penales es
carácter tuviera alguien más pequei'ia sería la medida de su culpabilidad a evaluar. Esra consideración debe-
necesaria una sanción frente al autor individual". La culpabilidad .sería sólo la barrera del poder punitivo
ría conducir, eti fin, a la eliminación del re[>roche de culpabilidad precisamente frenre a los deliircuentes
estatal y matctialmcnte tiada más que una "actuación injusta a pesar de una capacidad de reacción normati-
más peligrosos, porque la iirexistencia absoluta de una vinculación con la comunidad forzaría la negación,
va - . Sin embargo, lo que resulta decisivo es si la pena resulta merecida; de acuerdo con ello la culpabilidad
también absoluta, del reproche en cuestión; de ello resulta que el Ordenamiento jurídico no puede evitar en
es un presupuesto y no sólo un límite de la pena -^ Un paso más allá áíjiikahs ^'' que considera a la "culpa-
modo alguiro exigir un límite mínimo en el esfuerzo volitivo si, en dcfiíritiva, aquél deber ser sostenido pot
bilidad como un derivado de la prevención general", así como Achenbach^^ quien pretende "renunciar al
medio de las tiormas (en lugar del empleo de la coacción inmediata). La comunidad no puede conformarse
concepto de culpabilidad como fundamento de la pena". Aíimismo, ha pasado a un segundo plano la teoría
con que el auror, en la realización del hecho, sea evaitrado según sus propioá parámetros. La iirdividualidad
de la "exigibilidad" como base material del reproche de culpabilidad -^.
del delincuente no impide al Derecho penal exigir también de él lo que otro habría hecho en la misma
situación. En ello reside precisamente el aspecto nortrrativo de la impuración subjetiva.

III. La m e d i d a d e l j u i c i o d e c u l p a b i l i d a d 2. D e a c u e r d o c o n lo afirmado, la m e d i d a para el j u i c i o de c u l p a b i l i d a d sólo p u e d e ve-


nir s u m i n i s t r a d a p o r la c a p a c i d a d del h o m b r e m e d i o ("durchschnittliches K o n n e n " ) " tal y
1. C o m o criterio para la valoración d e la ausencia en el h e c h o d e u n a a c t i t u d i n t e r n a favo- c o m o p r e s u p o n e el O r d e n a m i e n t o jurídico puesro que, p o r ejemplo, m i e n t r a s la incapacidad de
tablc a la n o r m a , se tiene en c u e n t a t a n t o u n a escala individual c o m o t a m b i é n otra d e naturaleza culpabilidad (§ 20) está conectada c o n excepcionales situaciones psico-patológicas f i r m e m e n t e
social-comparativa. En repetidas ocasiones se a d m i t e q u e el r e p r o c h e culpabilístico se funda s o - d e l i m i t a d a s , en t o d o s los otros casos d e alteraciones mentales sí se afirma la existencia d e tal ca-
bre el "poder evitarlo" i n d i v i d u a l del a u t o t ^ ' . C o n ello se p r e g u n t a si la persona en c o n c r e t o p a c i d a d . N o o b s t a n t e , este criterio no d e b e ser e n t e n d i d o en el s e n t i d o de u n p r o m e d i o estadísti-
co sino tan sólo en el d e u n a c o n d u c t a esperada p o r la c o m u n i d a d jurídica en c o n d i c i o n e s n o r -
''' Así, Engisch, Untersuchungen pág. 476; Krümpelmann, Z.StW 87 (1975) pág. &^(i; Jakohs, Allg. males. El i n t e r r o g a n t e del juez debe it dirigido, p o r t a n t o , a si "se" podría h a b e r a c t u a d o de o t r o
Teil 17/1. m o d o . Pero ello n o está referido a la p e r s o n a siir más ("el género h u m a n o , c o n la linica excep-
-" Así, Welzel, Lehrbuch págs. 140 ss. ción del a u t o r " ' ^ ) , sino a "una p e r s o n a a m e d i d a , v i n c u l a d a c o n l o s valores j u r í d i c a m e n t e
-' Así, Btei, Allg. Teil pág. Í73. p r o t e g i d o s " ^ ' q u e p o r su e d a d , sexo, profesión, cualidades corporales, capacidades intelectuales
-- Para Mezger, Lehrbuch pág. 275 la culpabilidad es la "expresión jurídicamente desaprobada de la
personalidad del autor"; para Mauraeh/Zipf, Allg. Teil I § 35 niim. 16 la "apostasía del autof del mandato
normativo"; para Lange SchwZStr 70 (1955) pág. 394 es el "reproche de un esfuerzo ético-social deficiente"; ^" Wiá.Jescheck, Z S t W 75 (1963) pág. 10; LK(\ 1.») (Jescheck) nota preliminar núm. 74 antes del §
para Armin Kaiifmann Schuldprinzip pág. 129 es "una decisión auroresponsable de la voluntad frente a un 13; Lackner, Kleinknecht-Festschrift pág. 265.
deber reconocido"; para Schmidhduser, Allg. Teil pág. 148 es "un comporramienro espiritual lesivo del bien " Vid. Kohlrausch, Güterbock-Fesrgabe págs. 24 .ss.; el mismo, Der AllgemeineTell des E 1925 pág.
jurídico"; para Stratenwerth, AJlg. Teil I ntitn. 5 11 es "la posibilidad de reconocer la exigencia jurídica del 26; Goldschmidt, Frank-Festgabe Tomo I pág. 453; Kadeeka, SchwZStr 50 (1936) pág. 363; Bockelmannl
deber y de adaprarse a ella". Volk, Allg. Teil págs. 110 ss.; Bleí, Allg. Teil págs. 178 ss.; Krümpelmami, ZStW 88 (1976) pág. 12; Arthur
-•' Vid. Roxin, Kriminalpolirik utid Strafrechr.s.sysrem págs. 33 ss.; e¡ mismo, Henkel-Fesrschrift págs. Kaufniann, Schuldprinzip pág. 282; ¿V(10.») (Lange) §§ 20, 21 núm. 6; Mangakis, Z S t W 75 (1963) pág.
181 ss.; el mismo, Bockehrrann-Festschrifr pág. 284: culpabilidad "como cotidición necesaria pero no sufi- 519; SK(Rudolphi) § 20 núin. 25; Haffle, GA 1978, pág. 45; Schreiher Rechdiche Verant^vortlichkeit und
cieiire para una iinputacióir". Schuld págs. 6 1 , 65; Mificka, Strafschuld pág. 169; Nowakouiski, SchwZStr 65 (1950) pág. 308; elmismo,
-'' Vid. Roxin, MschrKrim 1973, págs. 319 ss.; el mismo, Allg. Teil I § 19 mrm. 34. Grundrií? págs. 67 ss.; WK(Nowakouiski) ñora preliminar núm. A6 antes del § 3. También deben mencio-
- ' Así, ArthurKaufniann, J Z 1967, pág. 555; Lenckner, Strafe, Schuld und Schuldfahigkeir pág. 18. narse aquí a Engisch, Willensfreiheit pág. 65 y Rittler, Tomo I pág. 160, a pesar de que el reproche de culpa-
~^ fükohs, Schuld uttd Právention pág. 32; el mismo, Allg. Teil 17/22; el concepto de culpabilidad se bilidad que estos autores elaboran se apoya sobre el carácter del aurot. En contra de una escala social-com-
configura "de acuerdo coir las exigencias de la finalidad de la pena para una sociedad coir una Constitución parativa del juicio de culpabilidad Roxin, Allg. Teil I § 19 núm. 20.
dereiminada". '^ En este sentido camina, sin eiribargo, la formulación exagerada de Grafzu Dolina, Z S r W 6 6 (1954)
-' /lc/7¿';2/'/?c/7, Individuelle Zurcchnung pág. 151. pág. 508; en conrra, acertadamente, Engisch, Willensfreiheit pág. 22.
•''* Así, Freiidenthal, Schuld und Vorwurf 1922; Goldschmidt, Frank-Fesrgabe Tomo 1 pág. 442. ^' En esta dirección se pronuncia la fórmula de Nowakouiski, Grundrií? pág. 67 así como WK
- ' Así, por ejemplo, Freudenthal, Schuld und Vorwurf pág. 7; Lang-Hinrichsen, Grundfragen págs. (Nowakowski) nota preliirrinar núm. 47 antes del § 3; vid. también, elmismo, Rirtler-Festschtift pág. 70 y
116 .ss.; MaurachlZipf, hWg. Teil I § 36 niím. 12; v. Weher, GrundriíS pág. 108; Wegner, Srrafrecht pág. 145; JBI 1972, pág. 29. La misma ha sido acogida por los §§ 10 1, 32 II ostetr. StGB y por la osterr. O G H SSr
Welzel, Lehrbuch págs. l40 ss. 29, 83 (pág. 263). En contra, sin embargo, de las figuras ideales Schmoller, JBI 1990, págs. 631 ss. Valoran-
460 § 39 Delimitación, contenido y estructura del concepto de cul[)abili<lad IV. I.os rlcnientos que integran el concepto de culpabilidad 461

y experiencia vital, sea comparable con el autor. De este modo no se convictte la capacidad ge- cuada a Derecho, lo que trae por consecuencia que, hasta cietto punto, el error de prohibición
neral del hombre medio en una escala para la aptitud individual del autor, sino que se decide en vencible sea equiparado a una sublevación consciente (tente al Derecho (vid. infra § 41 II 2 y III
el caso concrero acerca de la capacidad de autocontrol de acuerdo con la experiencia obtenida en 1). Asimismo, la culpabilidad puede verse incrementada o disminuida a través de elementos espe-
supuestos similares. La delimitación entre las propiedades que son tenidas en cuciua en la equi- ciales típicamente delictivos de La culpabilidad que caracterizan más detalladamente la disposición
paración y las que tienen que separarse de ella tiene que llevarse a cabo del siguieiue modo: los al hecho por parte del autot (vid. infia § 42) '''. Finalmente, el tcproche culpabilístico presupo-
defectos corporales y de comprensión, así como las deficiencias en la experiencia vital, no son ne la "normalidad de ui circunstancias que acompañan al hecho". Si concurren dererminadas situa-
imputables al autor pues éste no puede hacer nada al respecto; en estos aspectos, pues, resulta ciones excepcionales previsras por la Ley que, de acuerdo con la experiencia, menoscaban consi-
equiparable al hombre medio. En cambio, lo que sí integra su culpabilidad y es objeto de repro- derablemente la capacidad de autodeterminación conforme a la norma, entonces el autor queda
M
bación al autor es, precisamente, el mantenerse alejado de la actitud intctna favorable al Dere- exculpado debido a que la especial situación de constreñimiento durante la comisión de la ac-
cho y de la fuerza de voluntad que se espera por parte de un ciudadano a medida. Las posibilida- ción relativiza la ausencia de una actitud interna ajustada a Derecho (vid. infra § 44-47).
des que, en virtud de las cualidades morales del "otro", habrían estado a disposición de "éste" (el
3. Prescindiendo de estos elementos autónomos del concepto de culpabilidad, el conteni-
autor) en la concreta situación de hecho, no pueden ser concebidas como injusto puesto que la
do de reprochabilidad del hecho también está determinado por la magnitud de su injus-
responsabilidad de una persona adulta y mentalmente sana constituye una condición previa im-
to, pues al autor se le declara culpable por Información de su voluntad en relación al hecho come-
prescindible para todo orden social fundamentado sobre la libertad (vid. supra § 37 I 3).
tido. Como el injusto es un presupuesto de la culpabilidad y ésta siempte debe ir referida a aquél,
cualquier modificación en el ámbito del ptimero repercute mediatamente sobre la gravedad del
reproche de culpabilidad ^^. También el dolo, como elemento subjetivo general del injusto, inte-
rV. Los elementos que integran el concepto de culpabilidad
gra simultáneamente el objeto del reproche culpabilístico puesto que la ciicunstancia de que el
(la culpabilidad como fundamento de la pena)
autot haya actuado dolosa o imprudentemente no es algo que sólo marque una diferencia en el
1. El juicio de desvalor acerca de la actitud jurídica interna del autor no opera globalmente contenido de injusto del hecho, sino también en el de la culpabilidad por el mismo (vid. supra §
sobre la base del conjunto de la personalidad de aquél, sino que se apoya en el análisis de los 24 III 5).
elementos de la culpabilidad determinados legalmente. Por una parte, ahí reside una garantía 4. Pero, más allá de lo afirmado, el dolo es también un elemento autónomo de la culpa-
pata el acusado derivada del Estado de Derecho pues sencillamente no se abandonan a la discte- bilidad (doble posición del dolo). La resolución delictiva, como resultado del proceso de forma-
cionalidad del juez las condiciones bajo las cuales puede formular el reproche de culpabilidad; ción de la volunrad, acumula para sí todos las determinaciones del ámbito psíquico del autor de
por otra parte, en cambio, también se asienta una relativa severidad del Derecho penal ya que modo que a tal resolución, como "portadora del desvalor de la disposición inrerna" para el enjui-
los elementos de la culpabilidad son concebidos negativamente (como causas de exclusión de la ciamiento del contenido de culpabilidad del hecho, tiene una importancia propia al lado del
culpabilidad), y ello conduce a que deba ser afirmado tal reproche si en el caso concreto no con- dolo como "portador del sentido de la acción" ^''. Con caráctet general la comprobación del dolo
curren puntos de apoyo para su exclusión. como portacior del injusto personal del hecho resulta también suficiente pata la caracterización
2. El primer elemento que integra el concepto de culpabilidad es la saludpsíquico-espiri- de la actitud jurídica interna del autot. Excepcionalmcnte, sin embargo, puede negarse que el
tual ád autor adulto (capacidad de culpabilidad) (vid. infra § 40) '''. En caso de graves csrados dolo exprese el desvalor de tal disposición interna a pesar de que sí lo haga en relación con la
carenciales o de importantes alteraciones, la falta de una actittid interna respetuosa con el Dere- voluntad de acción (así sucede en la aceptación errónea de una causa de justificación, vid. infa
cho no resulta reprobable porque en tales supuestos se encuentra ausente en el autor la capaci-
dad de autodeterminación que normalmente se le presupone. El segundo eleinento de la culpa-
bilidad, que es el que verdaderamente caracteriza la carencia de una disposición interna acorde '5 Asimismo, WK (Nowakoimki) nota preliminar núm. 53 antes del § 3. En contta de la formación
con la norma, viene constituido la conciencia de la antijuricidad (vid. infra § 41 I). Quien con de un "tipo de la culpabilidad" específico comprensivo de aquellos elementos de la misma que se tefieran
pleno conocimiento de la antijuricidad adopra la resolución delictiva evidencia una postuta frente concretamente al delito LK (\ 1.») (Hirsch) nota preliminat núm. 107 iti fine antes del § il; Jakobs, Allg.
al Derecho digna de una especial desaprobación. Por el contrario, si existe un error de prohibi- Teil 17/44.
ción no se puede reprobar al autor si aquél fue invencible. No obstante, el desconocimiento del 3'' Vid. Gallas, Beitrage pág. AA; Jakobs, Allg. Teil 17/47; V/ekel, Lehrbuch pág. 165; Roxin, ZStW
mandato normativo puede descansar sobre una carencia reprochable de la actitud interna ade- 82 (1970) pág. 691; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 2 antes del § 19.
^' l,a teofía de la doble posición del dolo se ha impuesto ampliamente en adhesión a la postuta de
Gallas, Beitfáge págs. 56 ss. nota a pie núm. 89; el mismo, Bockelmann-Festschtift pág. 170; Dreher, Heinitz-
Festschrift págs. 224 ss.; Hünerfeld, ZStW 93 (198 1) pág. 1000; Lackner, § 15 núm. 5A; Jescheck, ZStW 98
do la situación de la doctrina austríaca en esre punto Jescheck, Lan!;c-Fesrschrift pág. 374; el mismo, ZStW (1986) págs. 11 ss.; LK{\\.^) (Hirsch) nota preliminat núm. 184 antes del § 32; Hirsch, ZStW 94 (1982)
103 (1991) pág. 1008. pág. 263; '^Haft, Allg. Teil pág. 145; Lampe. Das personale Unrecht pág. 234; Moos, ZStW 93 (1981) pág.
^'' Vid., asimismo, la ordenación de los elementos de la culpabilidad bajo dos punros de vista: "la 1032; Roxin, Ktiminalpolitik págs. 42 ss.; el mismo, Allg. Teil I § 12 núm. 26, § 10 núm. 69; Sch'ónkel
posibilidad de comprensión del injusto" (elemento intelectual de la culpabilidad) y "la posibilidad de com- Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 120 antes del § 13; SK (Rudolphi) § 16 núm. 3; WK(Nowakowski)
potratse confotme a la comprensión del injusto" (elemento volitivo de la culpabilidad) en LK(\ 1.») (Hirsch) nota preliminar núm. 1 antes del § 3; Schünemann, GA 1985, págs. 361 ss.; Wessels, Allg. Teil núms. 142,
nota pteliminar núm. 187 antes del § 32. 425; Wolter, Zurechnung pág. 152; Ziegert, Vorsatz págs. 137 ss.
1
462 § 4() i,;í capaciilacl de cul|i;ibiiida(l (imputabilidaíi)
§ 40 i,a c.ipacidad de culpabilidati (imputabilidad) 463

§ 41 IV I d ; en la actio libera in causa, vid. infra § 4 0 VI 2 ; cn el error de |)roliibici(')ii en el


1953, pág. 11; elmismo, I.cideuschalt und Schuld, CíA 1957, pág. 101; Haddenhrock, Sttafrechtliche
;ímbito de las infracciones administrarivas, vid. iiifm § 4 l 11 2 c ) . Sólo cn los hechos imprudentes Handlungstáhigkeit und "Schuldiahigkeit", Handbuch dcr forensischen Psychiatrie, Tomo 11, 1972, pág.
es s i e m p r e necesario llevar a c a b o cn el m a r c o de la cnlpabilidad u n an;ílisis especial cuyo o b j e t o 863; elmismo, Forcnsische Psychiatrie tmd die Zwcispurigkeit unsercs Strafrechts, N J W 1979, pág. 1235; el
es saber t a n t o s¡ al a u t o r le resulta r e p r o c h a b l e la infracción objetiva del d e b e r de c u i d a d o d e mismo, Soziale oder forcnsische Schuldiahigkeit (Zurechnungsfahigkeit), 1992; Hafier. Nórmale Mcnschen?
a c u e r d o con .sus a p t i t u d e s personales, c o m o si el resultado p r o d u c i d o fue previsible para él (vid. Zurechnungsfahigkeit, Zurechnungsunl:ihigkc¡t, ScliwZStt 66 (1951) pág. 1; HeiJ?, Die Bedeutung der
niclukrankhafren Bewuí^tseinsstorinigen usw., eii: Gerichtliche Psychologie, 1962, pág. 223; Heldmann,
infra § 5 7 11 y III). En su calidad de p o r t a d o r del dcsvalor d e la a c t i t u d interna, el d o l o t a m b i é n
Zurechnungsfáliigkeit, Zutechuungsunláhigkeit und verrninderte Zurechnungsfahigkeit in rechtsvetglcichendcr
interviene c o m o e\cn\emopositivo en la e s t r u c t u r a del d o l o eventual (vid. siipra § 2 9 111 3a).
Darstellung, Diss. Freiburg 1956; HentschellBorn, Trunkenheit im StraEenverkehr, 6.^ ed. 1992; Herzberg,
En relación con la teoría de la responsabilidad por el hecho vid. la 3.^ ed. de esta obra pág. 3 4 8 . Gedanken zur actio libera in causa u,sw., Festschtift für G. Spendcl, 1992, pág. 203; Hettinger, Die "actio
libera in causa" usw., 1988; el mismo, Zur Straíliarkeit der 'Tahrlassigen actio libera in causa", GA 1989,
pág. 1; Horn, Actio libera.in causa usw., GA 1969, pág. 289; Hruschka, Dcr Begriff der actio libera in causa
Subsccción b): Los e l e m e n t o s d e la c u l p a b i l i d a d und die Begtündung ilirer Strafliarkeit, JuS 1968, pág. 554; el mismo, Methodenptobleme bei der
Tatzurcchnung trotz Schuldunfahigkeit des 1 aicrs, SchwZStr 90 (1974) pág. 48; el mismo, Probleme der
§ 4 0 La capacidad de culpabilidad (imputabífidad) actio ribera in causa lieute, J Z 1989, pág. 3]0; Jescheck, Die B e d e u t u n g n i c h r - k r a n k h a f r e r
Bewuíítseinsstorungen usw., en: Gerichtliche Psychologie, 1962, pág. 208; Joerden, Strukturen des
1!-A. Albrecht, Unsichcrheitszonen des Schuldstrafrcchts, GA 1983, pág. 193; el mismo, Jugcndstrafrecht,
strafrechtlichen Verantwordichkcitsbcgriffs usw., \988;Juheri, La doctrina de la "actio libera in causa" en
2.''cd. 1995; J^-A. Albrechr/Schüler-Springomm {EdXjuefiíídsuifezn 14-und 15jahrigcn, \985; Aschaffenburg,
derecho pena!, 1992; Kaiser, Jugendsttafrccht, Kleines Kriminologisches Wotterbuch, 3.^ ed. 1993, pág.
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Flriminologisches Worrerbuch, 3." ed. 1993, pág. 210; Frehsee, "Strafverfolgung" von unmündigen Kindern,
cículo 2.°; el mismo. Das Verstehen ais Grundiage der Zutechnung, Sitzungsbetichte der Bayet. Akademie
ZStW 100 (1988) pág. 290; Frisch. Grundproblemc der Bestrafung "verschuldeter" Affekttaten, Z S t W 101
det Wissensehaífen, 1951, fascículo 1.°; Neumann, Zurechnung und "Vorverschulden", 1985; elmismo, Neue
(1989) pág. 538; Geilen, Zur Problematik des schuldausschlieScnden Affekts, Festschrift für R. Maurach,
Entwicklungen im Bereich der Argumentationsmustet zur Begründung oder zum Ausschlul^ strafteehtiicher
1972, pág. 173; Giese/Schorsch, 7_\_\t Psychopathologie der Sexualitat, 1973; Coppinger, Kriminologische
Verantworthehkeit, 'ZSxyU 99 (1987) pág. 567; el mismo, Konstruktion und Argument in der neuercn
Aspekte zur sogenannten verminderten Schuldfaliigkeit, Festschrifi: für H. Leferenz, 1983, pág. 411; Goldstein,
Diskussion zur actio libera in causa, Festschrift für Atthut Kaufmann, 1993, pág. 5 8 1 ; Ochler, Anmerkung
The Insanity Defense, 1967; Hadamih, Über die Bewufitseinsstorung bei Affektverbrechen, MSchrKrim
zu BGH vom 9.10.1969, JZ 1970, pág. 380; Osteiidorf, Die Prüfung dcr strafrechtlichen Verantwortiiehkeit
AGA § 40 La capacidad de culpaliilidad (iniputabilidad) 1. FJ concepto de la capacidad de culpabilidad 465

nach § 3 JGG usw., JZ 1986, pág. 664; Paeffgcn, Actio libera in causa und § 323a St(;ii, ZStW 97 (1985) 1987, pág. 175; Wolfilast, Dic Regelung der Sdiuldtahigkeit, JA 1981, pág. 464; Wolter, Vollrausdi mit Januskopf
pág. 5 1 3 ; Peten, Lirerarurberichr, Z S r W 66 (1954) pág. 4 2 3 ; el mismo, Dic B e u r t c i l u n g der NStZ 1982, 54; el mismo, Vorsatzliche Vollendung ohne Vollendungsvorsatz usw.? Festschrift für H. Leferenz,
Veranrworrungsreifc, Handbuch der Psychologie, l o m o 11, 1967, p.ág. 260; Pfeiffer. Die kriminologische 1983, pág. 545; Ziegert, Vor!;atz, Schuld und Vorverschuldeu, 1987; Zipf Verminderte Zurechnungs-oder
Bedeurung der Cliromosonienanomaiien, Kr¡minologi.schc Gcgciiwartstragen, Fascículo 9.°, 1970, pág. 119; Schuldfáhigkeir-Vergleich der ostcrrcidiisdicn und der deulsdien Regelung, Kriminologische Gegenwartsfragen,
Platzgnmmer, Die "Ailgenieinen Besrimmungen" des Strafgesetzentwurfs im Liclit der ueueren Fascículo 15, 1982, pág. 157.
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der gerichtlichen Mcdizin, 1964; Puppe, Grund/.üge der actio libera iu causa, Ju.S 1980, pág. 346; Jiasch.
Schuldfahigkeit, Lehrbuch der gerichtlichen Medizin, 3 . " ed. 1967, pág. 55; el mismo, T o t u n g des I. El c o n c e p t o de la c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d
Inrimpartners, 1964; el mismo, Angst vor Abarrigkeit, NStZ 1982, pág. 177; el mismo, Die psychiatrisch-
p.sychologische Beurteilungdersog. schwereii anderen .seelischen Abarrigkeit, SrV 1991, pág. 131; elmismo, 1. La capacidad d e culpabilidad ' es el primer elemento sobre el que descansa el juicio de cul-
Beurteilung der tiefgreifendcn Bewufitseinsstorung, N J W 1993, pág. 757; Raiich, Brauchen wir noch eine pabilidad-. Aquella d e b e existir al objeto de q u e p u e d a aparecer digna de r e p r o b a c i ó n la a u s e n -
forensische Psychiarrie? Festschrift für H. Leferenz, 1983, pág. 379; Rautenherg, Die "verminderte cia de u n a actitud jurídica i n t e r n a en la q u e ha t e n i d o su origen la resolución delictiva. Ú n i c a -
Zurechnungs-/Schuldfaliigkeit usw., Diss. Góttingen 1980; Remschmidt y orros, Zum Dunkelfcld kindiichcr m e n t e q u i e n ha alcanzado u n a edad d e t e r m i n a d a y no padece graves a n o m a l í a s psíquicas posee
Delinquenz, MSchrKrim 1975, pág. 133; Robinson, Criminal Law Defenscs, Tomo 1, 1984; Roxin, el g r a d o m í n i m o d e c a p a c i d a d d e a u t o d e t e r m i n a c i ó n q u e es exigido p o r el O r d e n a m i e n t o
Bemerkungen zur actio libera in causa, Festschrift ftir K. Lackiier, 1987, pág. 307; Rudolf, Zur Geschichre
j u r í d i c o para la responsabilidad penal. C i e r t a m e n t e , a u n q u e falte la capacidad d e culpabilidad el
des Problems der Strafinündigkeit, Kriminalistik und forensische Wissenschaften, 1983, pág. 9 1 ; Salger, Zur
a u t o r p u e d e acttiar—a diferencia de la capacidad d e acción en los actos reflejos ( p o r ejeinplo, la
forensischen Beurteilung der Affekttat im Hinblick auf eine erhebiich verminderteschuldfahigkeit, Festschrift
reacción a u n a descarga eléctrica), en la inconsciencia ( s o n a m b u l i s m o ) (vid. supra § 2 3 V I 2 a ) —
für H. Trondle, 1989, pág. 2 0 1 ; SalgerlMutzbacher, Die actio libera in causa usw., NStZ 1993, pág. 5 6 1 ;
Schaffitein, Die Jugendzurechnungsunfáhigkeit im Verhaltnis zur allgemeinen Zurechnungsfahigkeit, Z S t W p e r o no p u e d e ser cidpable p o r q u e el h e c h o n o descansa sobre u n a a c t i t u d i n t e r n a j u r í d i c a m e n t e
77 (1965) pág. 191; elmismo, Überlegungen zu einem künftigen Jungtaterrecht, Festschrift für K. Peters, desaprobada.
1974, pág. 583; elmismo, Diestraftechtliche Veranrworrlichkeit Heranwachsender nach Herab.setzung des Acerca de las teorías hoy superadas que inrentaron comprender la capacidad de culpabilidad coino "capaci-
Volljáhrigkeitsalters, MSchrKrim 1976, pág. 92; el mismo, Die entschuldigte Vatertotung, Festschrift für H. dad jurídico-penal de acción" o "capacidad de sensibilidad frente a la pena" vid. la 2.» ed. de esta obra pág. 325.
Stutte, 1979, pág. 253; Schewe, Reflexbcwcgung, Handiung, Vorsatz, 1972; Schmidhüuser, Die actio libera
in causa usw., 1992; A. Schmidt, Probleme der Kriminalitat geisteskranker Tater, 1970; R. Schmitt, Die 2. En p r i m e r lugar, el c o n c e p t o de capacidad de culpabilidad conecta c o n la edad. C o n
"schwere andere seelische Abarrigkeit" in § 20 und 21 StGB, ZStW 92 (1980) pág. 346; K. Schneider, Die a n t e r i o r i d a d a la c o n c l u s i ó n del proceso biológico de m a d u r a c i ó n m a n i f e s t a d o p o r el transcurso
psychopathischen Personlichkeiten, 9.= ed. 1950; elmismo, Die Beurteilung der Zurechnungsfahigkeit, 3." d e la edad, o bien n o p u e d e ser por lo general f o r m u l a d o u n r e p r o c h e d e c u l p a b i l i d a d (minoría
ed. 1956; Schreiber, Bedeutung und Auswirkungen der ncugefaSten Bestimmungen über die Schuldfahigkeit, de edad penal), o éste requiere la c o m p r o b a c i ó n de q u e el a u t o r haya alcanzado tal g r a d o de desa-
NStZ 1981, pág. 46; Schróder, Vetbotsirrtum, Zurechnungsfahigkeit, actio libera in causa, GA 1957, pág. rrollo intelectual, d e m a d u r e z moral y de fuerza de v o l u n t a d , q u e justifique la valoración de su
297; el mismo, Anmerkung zu B G H 2 1 , 27, J Z 1966, pág. 4 5 ! ; Schüler-Springorum, Zum Strafrecht für a c t i t u d a n t e el D e r e c h o actualizada en la c o m i s i ó n del h e c h o de a c u e r d o con p a r á m e t r o s adecua-
¡unge Erwachsene, Festschrift für F. Schaffstein, 1975, pág. 395; Schwalm, Schuld und Schuldfahigkeit usw.,
dos a su j u v e n t u d pero, en t o d o caso, de aiviacr jurídico-penal (minoría de edad condicionada).
JZ 1970, pág. 487; Schwinghammer, Die Rechtsfigur der acrio libera in causa, Diss. München 1966; Simón/
A d e m á s , la capacidad d e culpabilidad se e n c u e n t r a en relación c o n la s a l u d p s í q u i c o - m e n t a i
Aaronson, The Insanity Defense, 1988; Sluga, MaEnalimen zur Behandiung abnormerTater-Erfahrungsbericht
del a u t o r p u e s t o q u e hay q u e negar aquélla para el caso d e graves estados carenciales ( § 2 0 ) .
aus Osterreich, Kriminologische Gegenwartsfragen, Fascículo 15, 1982, pág. 33; Stratenwerth, Vermeidbarer
SchuldausschluS, Gedachtnisschrift für A r m i n Kaufmann, 1989, pág. 4 8 5 ; Streng. Richter u n d 3. Mientras que en jóvenes con minoría de edad condicionada la capacidad de culpabilidad debe .ser
Sachversrindiger usw., Festschrift für H . Leferenz, 1983, pág. 397; el mismo, Schuld ohne Freiheit? Z S t W expuesta y comprobada durante el juicio (RG 58, 128) ^, en cambio, tratándo.se de un autor adulto aquélla
101 (1989) pág. 273; Thomae, Bewu(?rsein, Personlichkeir und Schuld, MSchrKrim 1961, pág. 114; Thomae/
Schmidt, Psychologische Aspekte der Schuldfahigkeit bee Bewufit.seinsstorung, Lehrbuch der gerichrlichen
Medizin, 2." ed. 1957, pág. 130; Trondle, Vollrauschrarbestand und Zweifelslgrundsatz, Festschrift für H.-
' La denominación más frecuente de "imputahilidaet conecta con la imputación subjetiva en el sen-
H. Jescheck, Tomo 1, 1985, pág. 665; Undeutsch, 'Lux Problematik des psychologischen Sachverstandigen,
tido de la doctrina penal del siglo XIX. Por aquél entonces, impurabilidad significaba que nada se oponía a
Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 703; Venzlaff, Restaurierung eines "engen" Krankheitsbegriffs usw..' ZStW
la impuración subjetiva. De ahí que la expresión también comprendiera su ausencia por error o violencia
88 (1976) pág. 57; Vogt, Die Fotderungen der psychoanalytischen Schulrichtungen usw., 1979; Waaben/
(vid. Berner, Imputationslehre pág. 52). No obstante, en adhesión al concepto notmativo de culpabilidad
SchultzJLéauté, Die Behandiung der Trunkenheit im Strafrecht, 1960; Walder, Der Affekt und seine Bedeutung
hoy dominante, es preferible la denominación "capacidad de culpabilidad" (así también, §§ 19-21).
im schweizerischen Strafrechr, SchwZStr 81 (1965) pág. 24; Walter, Jugendrecht, Jugendhilfe, Jugendschutz,
Kleines kriminologisches Worterbuch, 3.» ed. 1993, pág. 191; v. Weher, Dic strafrechrlidic Vcrantwortiichkeit ^ De acuerdo con la tesis dominante debe trararse de un "presupuesto de la culpabilidad" que se
für die Rauschtat, Festschrift für U. Stock, 1966, pág. 59; Weinschenk, Beginnr die Schuldfahigkeit wirklich antepone a ésta; así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 376; v. Liszt/Schmidt, pág. 239; MaurachiZipf, Allg.
erst mit der Vollendung des 14. Lebensjahres? MSchrKrim 1984, pág. 15; Wilmanns, Die sogenannte Teil I § 35 niím. 35; Wessels, Allg. Teil núm. 409; SK(Rudolphi) nota preliminar niim. 5 anres del § 19; la
verminderte Zurechnungsfáliigkeit usw., 1927; Witter, Die Beurteilung Erwachsener im Srrafrecht, Handbuch cuestión queda abicrra en Schónke/Schróder/Lenckner, nota preliminar núm. 118 antes del § 13. Según Dreher/
der forensischen Psychiarrie, Tomo II, 1972, pág. 966; el mismo, Die Bedeutung des psychiatrischen Trondle, § 20 núm. 3a el § 20 es una causa de exclusión de la culpabilidad. En realidad, se trara de un
Krankheitsbegrifts für das Strafrecht, Festschrift für R. I^nge, 1976, pág. 723; el mismo, WLs.sen und Werren eleinento positivo de la culpabilidad que se encuentra dentro del concepto de la misma; igualmente, Frank,
bei der Beurteilung der strafrechtlichen Schuldfahigkeit, Festschrift für H. Leferenz, 1983, pág. 4 4 1 ; elmis- § 51 comentario II; Blei, Allg. Teil págs. 181 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 515; Welzel, Lehrbuch págs.
mo, Die Beurteilung der Schuldfaliigkeit u,sw., en: Witter (ed.), Der psycliiatfisdie Sadivetstándige im Strafrechr, 152 ss.; LK(\\.')(Hirsch) nota preliminar núm. 189 anres del § 32.
^ Crítico con la praxis judicial Ostetidorf, \Z. 1986, págs. 664 ss.
-m

466 § 40 La capacidad de culpabilidad (iniputabilidad) II. Los grados de la capacidad de culpabilidad 467

se presupone cu tanto que no existan puntos de apoyo que pcrniiran dudat accfca de su responsabilidad 2 . El j o v e n , esto es, u n a persona que en el m o m e n t o del h e c h o tiene c u m p l i d o s ya los
(RG 21, 131 (1 32J) '. Tales dudas pueden fundamentarse, por ejemplo, en las acciones sexuales que comete catorce años y q u e todavía no ha alcan7.;ido los dieciocho ( § I 11 J C G ) , sólo p u e d e ser responsa-
pof primera ve/, un anciano con niños (BGH N j W 1964, p.íg. 221 3), en general si los delitos comienzan en bilizado p e n a l m e n t e "si, d e a c u e r d o con su desarrollo m o r a ! y m e n t a l , es lo s u f i c i e n t e m e n t e m a -
una edad ya avan/jda (BGH NStZ 1983, pág. 54), cuando existen síntomas de anomalías instiniiv.as (BCiH
d u r o para c o m p r e n d e r el injusto del h e c h o o para actuar c o n f o r m e a su c o m p r e n s i ó n ( § 3 , inci-
.Sr\' 1984, |)ág. 507) o ante una acumulación de hurtos en comercio.s por parte de mía mujer que hasta
so l . o . J G G ) ' .
ahora no habi'a sido sancionada penalmente (OLG Koln M D R 1975, |iág. 858). La diferencia se explica ¡lor
el hecho de que en los jóvenes es frecuente la au.sencia de madure/, que fundamema la res|)onsabilidad, Otiginariamcnre el .StGB 1871 .se basó tínicamente cti la capacidad de comprensión intelectual si-
mientras que las deficiencias psíquico-mentales que conducen a la exclusión de la rcspotisabihdad .wgiin el § guiendo el modelo del Código penal ítancés de 1810 Cdiscernement"). Sin etubatgo, fue ya la J G G de 1923
20 son casos excepcionales relativamente poco frecuentes. También son capaces de culpabilidad las personas la que, de acuerdo con los nuevos conocimientos de la psicología juvenil, otorgó también importancia en el
en las que concurren desviaciones corrientes de la personalidad o alreracioncs de escasa importancia como, enjuiciamiento de la responsabilidad del joven a la madutez moral y a la capacidad de ttansforinación de lo
verbigracia, déficit de inteligencia, voluntad débil, excitabilidad extraordinaria, fuerzas instituivas desmesu- conocido en un comportamiento actual. Consecuencia de ello fue que estos elementos se convittieron asi-
tad.is y leacciones vivenciales poco usuales, todo ello en la medida en que tales circunstancias especiales no mismo en presupuestos para el juicio de culpabilidad penal.
alcancen el grado de un trastotno psíquico patológico, de utia profunda alteración de la consciencia, de la
La capacidad d e c o m p r e n s i ó n del joven d e b e estar lo suficientemente f o r m a d a c o m o para
oligolretiia o de cualquier otra anotualía psíquica grave (§ 20).
q u e p u e d a c o m p r e n d e r e! injusto material (y n o sólo la i n m o r a l i d a d o la c o n t r a r i e d a d a las cos-
t u m b r e s ) d e su h e c h o . Por el c o n t r a r i o , c o m o s i e m p r e a q u í t a m p o c o se exige el c o n o c i m i e n t o d e
la p u n i b i l i d a d o d e la Ley penal. La capacidad de c o m p r e n s i ó n debe referirse al h e c h o c o n c r e t o ;
II. L o s g r a d o s d e la c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d
n o o b s t a n t e , en el s u p u e s t o particular p u e d e c o n c u r r i r sólo para u n o d e los delitos integrantes
1. El § 19 declara q u e los n i ñ o s , esto es, personas q u e todavía n o h a n c u m p l i d o los c a t o r - del c o n c u r s o ideal ("Tateinheit") o t a m b i é n únicaitientc respecto del tipo básico y n o e n relación
ce años, son incapaces de c u l p a b i l i d a d . Por t a n t o , para aquellos i n d i v i d u o s q u e todavía no h a n c o n la disposición p e n a l cualificadora ( i n c o r r e c t a m e n t e R G D R 1 9 4 4 , pág. 6 5 9 ; acerca de la
finalizado su d e c i m o c u a r t o a ñ o d e vida el legislador niega con carácter general su capacidad d e "divisibilidad" d e la conciencia del injusto, a c e t t a d a m e n t e , B G H 10, 35) "^- La capacidad de
culpabilidad sin a t e n d e r a su s i t u a c i ó n d e desarrollo i n d i v i d u a l ' . Se trata, en c o n s e c u e n c i a , d e c o m p r e n s i ó n p r e s u p o n e t a n t o u n dcsattollo intelectual d e t e r m i n a d o c o m o t a m b i é n u n cierto grado
una causa d e exclusión d e la c u l p a b i l i d a d ' ' , p o r lo q u e es posible la p a r t i c i p a c i ó n de u n a p e r s o n a d e m a d u r e z moral. P u e d e suceder q u e al joven le sea c o m p r e n s i b l e la n o r m a p e r o q u e p o r falta
c u l p a b l e (§ 2 9 ) . P r o c e s a l m e n t e la m i n o r í a d e e d a d penal a b s o l u t a c o n s t i t u y e u n o b s t á c u l o d e m a d u r e z suficiente n o se la t o m e en serio.
p t o c e d i m e n t a l , d e m o d o q u e en caso d e e q u i v o c a c i ó n n o p u e d e ser i n s t r u i d o el s u m a r i o y d e b e Ejemplo: En el abuso sexual de niños (§ 176) el joven debe tenet la capacidad no sólo de teconocer el
archivarse el proceso a b i e r t o ' ' . hecho como algo inmoral, sino rambién como un compommicnio jurídicamente prohibido. Cierramcnre,
Si el niño comete un hecho antijurídico ( § 1 1 ! núni. 5) el Tribunal Tutelar puede adoptat medidas de puede ocurrir que etitienda el injusto del hecho de acuerdo con la disposición citada pero no bajo el punro
protección de acuerdo con los §§ 1631 111, 1666, 1666a, 1837 IV BGB. Además, también entra en juego el de visra concurrente del escándalo piiblico (§ 183a), o que a pesar de tenet un juicio de comprensión sufi-
auxilio educativo de conformidad con los §§ 28-35 SGB VIH (niños y jóvenes), en el que también está ciente no distinga entre algo serio y un simple juego (vid. el caso de la RG 47, 385).
incluida el recurso a hogares infantiles (§ 34) ' . N o o b s t a n t e , el joven n o sólo debe estar en c o n d i c i o n e s de reconocer el injusto del h e c h o
sino t a m b i é n d e p o d e t d c t e t m i n a r su v o l u n t a d d e a c u e r d o c o n tal c o m p r e n s i ó n ( c a p a c i d a d d e
c o n t r o l d e l a a c c i ó n ) . P r e c i s a m e n t e en jóvenes d e e d a d t e m p r a n a e, incluso t a m b i é n , en petso-
"* Vid. Lackner. § 20 núm. 19; J^oxin, AJlg. Teil I § 20 ntíms. 1, 51; ¿A'(l \^)(Jiilmke) § 20 núm. 13; nas m á s mayores, q u e se e n c u e n t r a n bajo la influencia de anomalías en su proceso d e m a d u r a -
SchonheISchroderILenckner, § 20 ntíms. 1, 4 5 .
c i ó n , es frecuente q u e t e n g a n u n a capacidad d e c o m p r e n s i ó n suficientemente f o r m a d a faltándo-
' Eti consonancia con la doctrina dominante (Dreher/Twndle, § 19 nútn. 2; SchonkelSchroderlLenckner,
les, e n c a m b i o , la fuerza d e v o l u n t a d necesaria p a r a p o d e r hacer frente a la p r e s i ó n d e motivos
§ 19 ntím. 5; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 377; SK (Rudolphi) § 19 mim. 3), el E 1962 Eundamentación
pág. 137 habla aquí de una "presunción irrefutable {inris et de iure) de la incapacidad de culpabilidad". m u y p o d e r o s o s q u e les c o n d u c e n a la c o m i s i ó n del h e c h o .
Roxm, Allg. Teil I § 20 ntím. 49 prefiere la expresión "exclusión de la responsabilidad". Mostrándose crítico Ejernpbs: Un joven de carorce años y de conducta getieralmetue correcta que poco a poco sustrae juguetes a
con el § 19 StGB y § 3 JGG Weinschenk, MSchtKrim 1984, págs. 15 ss. un amigo (y que explica en casa que se los ha regalado un desconocido), al no poder oponer resistencia al instinto
'' Vid. Schaffstein/Beulke, Jugendsttafrecht pág. 45; SchonkelSchroder/Lenckner, § 19 ntím. 3.
' En este sentido camina la docttina niayoritaria; vid. Eisenherg, § 1 J G G mim. 3 1 ; Dreher/Triindlt;
§ 19 ntím. 2; SchonkelSchroderlLenckner, § 19 ntím. 5; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 377; SK (Rudolphi) § pidamente desde el año 1954. Vid. tambiéti Feest, Kleincs ktiminologisches Wotterbuch pág. 210. En rela-
19 ntím. 3; SchajfsteinlBeulke, Jugendsttafrechr pág. Ad. Acerca de la histotia de la minoría de edad penal ción con la tutela infantil y juvenil Walter, Kieines ktiminologisches Wdtterbuch págs. 195 .ss. En rorno a la
Riidolf, Kriminalistik und forensische Wissenschaften 1983, págs. 91 ss. Detaliadairiente acerca de la "perse- acogida en hogares infantiles en el iriarco de la privación de la cusrodia paterna de conformidad con el §
cución penal" de niños Frehsee, ZStW 100 (1988) págs. 290 ss. 1666 BGB KrugIGrünerIDalichau, Kinder-und Jugendhilfe, SGB VIH § 34 comenrario 2.
"'* Aceica de la elasticidad pedagógica de niños inclinados a la delincuencia Leferenz, Die Kriminalitat ' Acerca de la reforma de la J G G Kaiser, Kieines kriminologisches Worrerbuch pág. 203. En cotirra
der Kinder págs. 16 ss. En relación con la importancia nuiuéiica de la criminalidad infantil vid. Pongratz y de \ipena juvenil en las erapas más temptanas P.-A. AlbrechtlSchüler-Springorum (cdrs.) Jugendstrale an 14-
ottos, Kindetdelinquenz págs. 89 ss. (ctiniinalidad registrada policialinetite); Rcnischniidty o\.ms, MSchrKrim und 15j.ahrigen, 1983.
1975, págs. 133 ss. (investigación sobre la cifra negra). Segtín Weinschenk, MSchrKtitn 1984, pág. 16 en el "^ Vid. SchajfsteinlBeulke, Jugendstraftecht pág. 52; Brunner, § 3 J G G ntím. 6; Eisenherg, § 3 JGG
año 1980 la delincuencia infantil constituía el 6 , 3 % de todos los delitos registrados, creciendo ininterrum- núm. 5; Peters, Zur Bcurteilung der Vcranrwortungsreife págs. 260 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 20 núm. 52.
468 § 40 La capacidad de culpabilidad (iriiputabilidad) 111. Incapacidad de culpabilidad motivada por trastornos mentales 469

[losesivo que repentinamemc le domina. Un joven más mayor que e.s .seducido por su profesor para cometer con- amor cu el momento de la perpetración del hecho, por su desarrollo psíquico y mental, es todavía equiparable
juntamente un robo y que uo se atreve a imponer su recli;izo interno frente a la autoridad de aquél. a un joven "' o si, de acuerdo con su naturaleza, circunstancias y móviles, se ttataba de una infracción juvenil
Si está a u s e n t e la culpabilidad de! joven p o r falta de la c a p a c i d a d d e c o m p r e n s i ó n o de c o n - (pt)r ejemplo, un delito menos grave conforme al § 176 1) (§ 105 JGG) '^. Fn caso de duda prevalece el Dere-
cho penal juveinl (BGH 12, 116(119]). Si al delito cometido por el semiadulto es de aplicación el Derecho
trol d e la acción , o n o p u d i e n d o excluir el juez tal posibilidad, ctitonces este ú l t i m o p u e d e
penal general, el § 106 JGG prevé tanto una cláusula de atenuación para la ptisión pctpetua como la prohibi-
a d o p t a t las m i s m a s m e d i d a s de carácter educativo q u e el T t i b u n a l T u t e l a t (§ 3 , inciso s e g u n d o ,
ción de aplicar la custodia de .segundad. Un .sector doctrinal crítico con el § 105 JGG exige la introducción de
J G G , vid. supra § 40 II 1) '^. N o necesita, pues, ser absuelto. Difícil d e d e t e r m i n a t es la rclaciciii
un Derecho penal especial pata autores jóvenes que sean mayores de edad '**.
e n t r e el § 3 J G G y el § 2 0 '^. T r a t á n d o s e d e deficiencias condicionadas por el proceso de madura-
ción sólo es aplicable el § 3 J G G ; p o r el c o n t r a r i o , a n t e p e r t u r b a c i o n e s psicopatológicas q u e , d e
a c u e r d o c o n la e x p e r i e n c i a , / i f r w M w d u r a n t e la etapa adulta, e n t r a e n j u e g o el § 2 0 c o n la posi- III. I n c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d m o t i v a d a p o r trastornos m e n t a l e s
bilidad de i n t e r n a m i e n t o en u n hospital psiquiátrico (§ 6 3 ) (§ 7 J G G ) '''. Si existen d u d a s en
t o r n o a aceptar un precepto u o t r o , la falta de culpabilidad sólo p u e d e set a p o y a d a sobre el § 3 1. Para la descripción d e la incapacidad de culpabilidad el D e r e c h o penal a l e m á n utiliza en
J G G p o r sus consecuencias jurídicas más m o d e r a d a s (in d u b i o p r o reo). Si el joven es p e n a l m e n t e el § 2 0 el d e n o m i n a d o m é t o d o m i x t o ( " b i o l ó g i c o - p s i c o l ó g i c o " ) . Los factotes ^"biológicos"
tesponsablc el h e c h o c o m p o r t a exclusivamente consecuencias jurídicas adecuadas a su juventud son el t r a s t o t n o psíquico patológico, alteraciones profundas d e la consciencia, oligofrenia y otras
(medidas educativas c o n f o r m e al § 9 J G G ; m e d i o s correctivos segtin el § 13 J G G ; p e n a juvenil a n o m a l í a s mentales gtaves ^*'. P u d i e n d o set c o i n p t o b a d a la existencia de alguna d e estas circuns-
prevista en los § § 17 ss. J G G ) . D e a c u e r d o c o n el § 18 1 3 J G G esta ú l t i m a es, t a m b i é n en tancias, además hay q u e e x a m i n a r si p o r su causa el a u t o r fue incapaz "de c o m p t e n d e r la ilegali-
c u a n t o a su d u r a c i ó n , i n d e p e n d i e n t e del m a r c o p u n i t i v o del D e r e c h o penal general. Y en c u a n t o d a d del h e c h o o d e a c t u a r c o n f o r m e a esa c o m p r e n s i ó n " (elementos "psicológicos"). Por t a n t o , la
a las medidas de seguridad del Derecho penal general, sólo p u e d e n ser o r d e n a d a s las consistentes en apreciación d e la capacidad de inculpabilidad p r e s u p o n e q u e el juez p u e d e alcanzar la c o m p r o -
el i n t e r n a m i e n t o en hospital psiquiátrico o en e s t a b l e c i m i e n t o d e d e s i n t o x i c a c i ó n , la libertad vi- b a c i ó n positiva de dos g r u p o s de elementos: en p r i m e r lugar, debe c o n c u r r i r u n o de los trastor-
gilada y la privación del p e r m i s o d e c o n d u c i r (§ 6 1 n ú m s . 1, 2 , 5 y 6) ( § 7 J G G ) . nos psíquicos m e n c i o n a d o s p o r la Ley y, en s e g u n d o lugar, la alteración d e b e h a b e r m e n o s c a b a -
d o p r o f u n d a m e n t e u n a d e las dos capacidades decisivas para la formación d e la v o l u n t a d de la
3. En correspondencia con una antigua demanda del movimiento para la justicia juvenil " , la JGG de persona. El m é t o d o m i x t o , q u e t a m b i é n es r e c o n o c i d o en la psiquiatría f o r e n s e ^ ' , tiene la venta-
1953 ha recogido una regulación específica para los semiadultos, esto es, personas que en el momento de
ja frente al m e r a m e n t e biológico de q u e el t r a s t o r n o m e n t a l p u e d e ser analizado en relación c o n
comisión del hecho han cumplido dieciocho años sin haber alcanzado los veintiuno (§111 JGG). Éstos poseen
el alcance de su gravedad y su significado para el h e c h o c o n c r e t o ^^. Y frente al m é t o d o p u t a -
plena responsabilidadjurídico-penal, lo que significa que no entran dentro del § 3 JGG. Sin embargo, resultan
aplicables las consecuencias jurídicas del Dereclio penal juvenil (§§ 4-8, 9 núms. 1, 10, 11, 13-32 JGG) si el
"5 Sobre ello vid. Brauneck, ZStW 77 (1965) págs. 209 ss.
' ' Crítico al tespecto Bresser, Schaffstein-Festschrift págs. 323 ss., que está a favor de la aplicación
' ' La juri.sprudencia admitió anteriormente para estos supuestos una causa personal de exclusión de general del Derecho penal de adultos (págs. 331 ss.).
la pena (RG 3 1 , 161; 53, 143 [144]). Sin embargo, en la actualidad se reconoce que la mayoría de edad " Sobre esta cuestión vid. SchaffsteinlBeulke, Jugendstrafrecht págs. 63 ss. con teferencias adiciona-
penal es un elemento de la culpabilidad; vid. RG 47, 385 (389); SchaffsteinlBeulke, Jugendstrafrecht pág. les; Schaffstein, Petets-Festschtift págs. 600 ss.; el mismo, MSchtKrim 1976, págs. 92 ss.; P.-A. Alhrecht,
53; Maurach/Zipf, M\^. Teil 1 § 36 núm. 87; Dallinger/Lackner, § 3 J G G comentario núm. 18; Eisenberg, § Jugendstrafrecht págs. 110 ss. Entretanto, la aplicación del Derecho penal juvenil a los semiadultos se ha
3 J G G núm. 11. Crítico con la jurisprudencia P.-A. Alhrecht, Jugendstrafrecht pág. 99: "La praxis judicial convertido en regla general para la mayoría de los delitos (excepción hecha de los delitos contra la seguridad
diaria va camino de desatender ampliamente el § 3 JGG". del tráfico); vid. el cuadro expuesto pot SchaffteinlBeulke, Jugendstrafrecht pág. 52.
'^ Dado que desde 1.1.1975 la mayoría de edad tiene lugar con la finalización del decimoctavo arlo ^'^ La exptesión no es exacta y habría sido mejor recurrir a la denominación "psíquico-normativo".
de vida (Ley de 31.7.1974, BGBl. 1 pág. 1713), el auxilio educativo y, en especial, el acogimiento en hoga- SK(Ríidolphi) § 20 núm. 3 habla del método "biológico-notmativo". Sobte eWojakohs, Allg. Teil 18/3 ("mé-
res infantiles, finaliza en ese momento (§§ 28-35 SGB VIII). Esto tige también para las medidas educativas todo psicológico-normativo"). Roxin, Allg. Teil 1 § 20 núm. 2 renuncia por completo a una definición.
adoptadas de acuerdo con el § 9 núm. 1 J G G . Únicamente permanecen efectivas algunas instrucciones que, Detalladamente acetca de su origen histótico AK(Schild) §§ 20, 21 núms. 16 ss.
de acuerdo con tal núm. 1, también setían admisibles frente a adultos en el marco del § 56 c. ^*^ La sordomudez (§ 55 en su redacción anterior) ya no es objeto de mención específica sino que hay
'3 Sobre ello vid. Bresser, Z S t W 74 (1962) págs. 579 ss.; Schajfstein, Z S t W 77 (1965) págs. 191 .ss.; que subsumifla bajo los elementos biológicos de los §§ 20, 21 cuando concutta un grave estado carencial de
Hilde KaufmannlPirsch, YL 1969, págs. 358 ss. carácter psíquico. Vid. Stree, en: Roxin y otros, Einführung págs. 47 ss.; E 1962 Fundamentación pág. 140.
'"^ Si, de acuetdo con ambos preceptos, está excluida la capacidad de culpabilidad, el tribunal tiene ' ' Vid. EhrhardtlVillinger, Psychiatrie der Gegenwart Tomo 111 págs. 215 ss.; Rasch, Lehrbuch der
que elegir entre el intctnamiento en el establecimiento (§ 63) y la medidas educativas según el § 3, inciso gerichtiichen Medizin págs. 71 ss.; Binder, Die Geisteskranklieit págs. 163 ss.; Haddenhrock, Strafrechtliche
segundo, JGG (especialmente, su ingteso en un hogar infantil de confotmidad con el § 34 SGB VIII) (BGH Handiungsfáltigkeit und "Schuldfahigkeit" págs. 907 ss. Por el contrario, Thomae, MSchrKrim 1961, pág. 120
26, 67); vid. Schajjstein/Beulke, Jugendstrafrecht pág. 54; Schajfstein, Stutte-Festschrift págs. 253 ss. Por el sostiene que en las alteraciones que no sean patológicas cl legislador únicamente debería referirse a la ausencia
contrario, P.-A. Alhrecht, Jugendstrafrecht pág. 102 y Eisenberg§ 3 JGG n ú m . 39 sostienen la primacía del de la capacidad de formación de una voluntad adecuada a la norma, algo que, sin embargo, no se corresponde-
§ 3 JGG. ría con las exigencias de la seguridad jurídica. Roxin, Allg. Teil 1 § 20 núm. 7 quiere incluso renunciar comple-
" Vid. Eickeyer, Die sttafrechtiiche Behandiung der Heranwachsenden págs. 15 ss. Acerca del trata- tamente a la caractetización de las situaciones de anormalidad psicopatológica. Críticos con la nueva regula-
nnento de los semiadultos en Derecho penal extranjero vid. Mannheim/Joseph/Sienerts, Die kriminalrechtiiche ción en cuanto a rodos sus aspectos Krümpelmann, ZStW 88 (1976) págs. 6 ss.; Leferenz, ibidem, págs. 40 ss.
Behandiung von jungen Rechtsbrechern págs. 9 ss., 27 ss. En relación con Gran Bretaña vid., además, Schüler- ^' Llamando la atención acerca del elemento tempotal "en la comisión del hecho" y su problemática
Springonim, Schaffstein-Festschrift págs. 397 ss. para el enjuiciamiento de los hechos cometidos por arrebato Krümpelmann, ZStW 88 (1976) págs. 13 ss.
470 § 40 La capacidad de culpabilidad (impurabilidad) 1!L Incapacidad de ciilji.ibilid.ul motivada por (rastoriios mentales 471

m e n t e psicológico posee la ventaja d e q u e la vinculación con los trastornos psíquicos descritos de la psiquiatría la existencia de ima causa de taíz corporal, a u n q u e hasta el m o m e n t o este p u n t o
Icgalnicnte, ctiya esencia y triodo d e acción son investigados p o r la psiquiatría y la psicología, n o pueda set p r o b a d o i r r e f u t a b l e m e n t e ' " ~ .
crea la necesaria seguridad jurídica.
b) D e actierdo con la sistemática del § 20 la a l t e r a c i ó n p r o f i i n d a d e la c o n s c i e n c i a c o m -
2 . Los elementos biológicos d e la i n c u l p a b i l i d a d e n u m e r a d o s e x h a u s t i v a m e n t e ' ' en el § 2 0 p r e n d e aquellos ttastornos no patológicos que, o bien no están m e n t a l m e n t e c o n d i c i o n a d o s , o bien
han sido a d a p t a d o s al uso del lenguaje de la psiquiatría y la psicología a u n q u e , no o b s t a n t e , defi- .se les añade también un factor "aglutinante" (por ejemplo, el alcohol, el a g o t a m i e n t o o la extenua-
nen t a m b i é n los m i s m o s f e n ó m e n o s q u e ya la d o c t r i n a y la j u r i s p r u d e n c i a penal había c o m p r e n - ción). Consiste en un i m p o r t a n t e menoscabo de la conciencia de u n o m i s m o o del e n t o r n o ( B G H
d i d o bajo la vigencia del § 51 en su redacción anterior. en Holtz, M D R 1 9 8 3 , pág. 4 4 7 ) . A través de la expresión "profunda" se quiere decir q u e sólo son
a) El trastorno p s í q u i c o p a t o l ó g i c o , c o m o c o n c e p t o central d e los e l e m e n t o s biológicos consideradas aquellas alteraciones de la consciencia que han alcanzado u n grado q u e va más allá del
del § 2 0 , a l u d e a ia n o c i ó n psiquiátrica d e la "psicosis". F r e n t e a ésra se e n c u e n t r a n los "trastor- margen d e lo n o r m a l (somnolencia, pánico) y, de forma similar a las psicosis, h a n desquiciado la
nos n e u r ó t i c o - p s i c o p á t i c o s " y las "anomah'as del i n s t i n t o " q u e en el § 20 son definidas c o m o estructura motivacional del afectado'^. Sólo son imaginables casos especialmente excepcionales ( B G H
"otras alteraciones psíquicas graves". El l í m i t e (oscilante) radica allí d o n d e cesa la posibilidad de 1 1 , 20 [23]; O G H 3 , 19 [20]; O L G Katlsruhe G A 1972, pág. 3 1 6 [317]), así c o m o las formas
c o m p r e n s i ó n d e la reacción psíquica. C o m o s e g u n d o criterio d e d e l i m i t a c i ó n se ai'iade el h e c h o m á s graves d e estados h i p n ó t i c o s o postbipnóticos, alucinaciones o estados crepusculares. El caso
d e q u e el "trastorno psíquico p a t o l ó g i c o " se c o r r e s p o n d e c o n c a m b i o s en la actividad cerebral principal d e n t r o d e esta categoría es el arrebato grave (furor, odio, celos, miedo) q u e la propia juris-
q u e p u e d e n ser objeto d e m e d i c i ó n ~^. D e n t r o d e esta categoría hay q u e sei'ialar, p o r t a n t o , a prudencia, bajo circunstancias especiales, ya había reconocido c o m o causa suficiente d e incapaci-
todas aquellas alteraciones del á m b i t o intelectual o e m o c i o n a l q u e h a n dejado d e estar en el m a r - d a d d e culpabilidad bajo la vigencia del § 51 en su redacción anterior ( O G H 3 , 19 [23]; 3 , 8 0
co d e las vivencias c o m p r e n s i b l e s y q u e descansan sobre u n a lesión o e n f e r m e d a d cerebral. E n t r e [82]; B G H 3 , 194 [199]; 8, 113 [125]; 1 1 , 2 0 [23])^'-'. Dudo.sa es además la cuestión d e si decae la
ellas se c u e n t a n las psicosis traumáticas (lesiones cerebrales), las psicosis condicionadas t ó x i c a m e n t e exclusión de la culpabilidad en el supuesto de que el arrebato fuera evitable. La jurisprudencia ( O G H
(situaciones d e embriaguez p o r la ingestión de alcohol y de otras sustancias estupefacientes; B G H 3 , 19 [23]; B G H 3 , 194 [199]; 3 5 , 143 con c o m e n t a r i o crítico d e 5¿zz<, J R 1 9 8 8 , pág. 5 1 4 ; B G H
N J W 1969, pág. 5 6 3 ) ^ ' , las psicosis infecciosas (parálisis progresiva) y las patologías orgánicas N J W 1959, pág. 2 3 1 5 ; N S t Z 1984, pág.s. 2 5 9 y 3 1 1 ; StV 1986, pág. 339) y u n sector d e la doctri-
del cerebro (epilepsia). A q u í se habla d e psicosis "excígenas" p o r ser u n a causa exterior al c u e r p o na lo aceptan a r g u m e n t a n d o q u e puede encontrarse un c o m p o r t a m i e n t o culpable en el hecho de
la causante d e la p e r t u r b a c i ó n psíquica. Patologías en s e n t i d o o r g á n i c o s o n , adeiriás, las manifes- dejar conscientemente qtic se origine una congestión emocional, q u e va a afluir en la descarga in-
taciones d e la oligofrenia q u e s o n c o n s e c u e n c i a de d a ñ o s t e m p r a n o s en el cerebro o, c o m o enfer- controlable de un d e t e r m i n a d o delito grave (conductapreculpahk). Sin e m b a r g o , esta concepción es
m e d a d e s p r o p i a s d e u n a e d a d ya a v a n z a d a , el efecto d e la arteriesclerosis cerebral y d e la atrofia difícilmente compatible con el tenor del § 20 pues en éste sólo se hace referencia a la existencia de
cerebral ( B G H G A 1 9 6 5 , pág. 1 5 6 ) . D e n t r o de las verdaderas e n f e r m e d a d e s mentales se cticn-
tan, a s i m i s m o , las psicosis " e n d ó g e n a s " (esquizofrenia y ciclotimia) en las q u e se acepta p o r p a r t e
Acerca del número de delincuentes que ,son enfermos mentales yl. Schmidt, Gcisteskranke Táter
págs. 56 ss., acerca de sus manifestaciones págs. 146 ss.
^•' A favor de la aplicación analógica del precepto//r/toéí. Allg. Teil 18/7 ("incxigibilidad"); /./TílO.») ^' Una visión jurídica la ofrece LK(\ 1.") (Jahnke) § 20 núms. 37 ss.; desde una perspectiva medica
(Lange) § § 20, 21 ntíni. 13 ("deficiencias considerables de la personalidad"); en contra, con razón, Blau, Witter, Die Beufteilung Erwachsener págs. 968 ss.
Jura 1982, pág. 397; LK(\\.')(]'dhnke) § 20 núm. 3; SchonkelSchroderlLenckner, § 20 núm. 5. Vid. tam- ^* Vid. BT-Drucksache V/4095 pág. 11; BGH NStZ 1990, pág. 2 3 1 ; BockelmannlVolk, Allg Teil
bién Vogt, Die Forderungen der psychoanaJytischen Schulrichrungen, 1979. pág. 115; MauracljIZipf, Allg. Teil I § 36 núm. 38; Blau, Trondle-Festschrift págs. 116 ss.; Haddenhroclí,
^'^ Bastante instructivo al respecto Víitter, Lange-Festschrift págs. 723 ss. La crítica de Venzlajf, ZStW Schuldfahigkeit págs. 275 ss.; LK{\ 1.") (Jiihnlíe) § 20 núms. 25 ss. SclmnkelSchriiderlLetwkner, § 20 núm.
88 (1976) pág. 60 a la restauración de un "estrecho concepto de enfermedad psiquiátrica" no es acerrado a 14; SK (Rudolphi) § 20 núm. 10; Schwalm, J Z 1970, pág. 494.
causa de que aquí se trata sólo de una ordenación reórico-sistemática; además, las situaciones no psicóticas Acerca de la génesis del arrebato, de la mano de la relación de numerosos casos Rasch, Tótung des
cuando tienen un "valor paroíógico" son comprendidas como "otras anomalías psíquicas graves". En el sen- Intimpartners, 1964. Sobre la relación entte el dolo y la capacidad de culpabilidad en los casos de arrebato
tido del texto Leferenz, ZStW 88 (1976) pág. 4 2 ; / £ Meyer. Z S i W 88 (1976) págs. 48 ss. Schewe, Reflexbewegung págs. 31 ss., 130 ss.; Krümpelmann, Welzel-Festschrift pág. 328; Behrendt, Affekt
"' En profundidad respecto a la embriaguez LK{\\^) (¡dhnke) § 20 núms. 42 ss.; SK(Rudolphi) § págs. 14 ss. En relación con el enjuiciamiento forense Rasch, Schuldfahigkeit págs. 83 ss.; el mismo, N J W
20 núm. 7; Schonke/Schrbder/Lenckner, § 20 ntíitis. 16 ss. Acerca de los problemas de la práctica forense 1993, pág. 757; de Boor, BewuStsein págs. 126 ss.; Thomae, Schuldfahigkeit págs. 351 ss.; Witter Die
Witter, Die Beurreilung Erwachsener págs. 1029 ss.; Luhte/Rbsler, ZStW 98 (1986) págs. 314 ss. Por regla Beurteilung Erwachsener págs. 1023 ss.; el mismo, Der psychiatrische Sachverstándige págs. 175 ss. Desa-
general, a partir de un nivel de alcohol en sangre superior al 3 %o se acepta la incapacidad de culpabilidad rrolla indicadores para el enjuiciamiento de las hipótesis de arrebato Krümpelmann, Recht und Psychiatrie
(BGH VRS 28, pág. 191; VRS 6 1 , pág. 2 6 ^ NStZ 1984, pág. 408; StV 1991, pág. 297), aunque e.sre 1990, pág. 156 con referencias adicionales. Un instructivo análisis de 295 dictámenes emitidos en supues-
criterio no con.stituye una norma sólida (BGH NStZ 1982, pág. 243; GA 1988, pág. 271). A partir del 2 tos de homicidio entre los años 1964 y 1973 en Diesinger, Der Affekrtater págs. 92 ss.
%o se acepta la disminución de la capacidad de culpabilidad (BGH VRS 17, pág. 187; NStZ 1984, pág. •'" Así, Geilen, Maurach-Fcsrschrift págs. 188 ss.; Krümpelmann, Welzel-Festschrift págs. 340 ,ss.; el
408; StV 1989, pág. 14); a partir del 2,5%o la incapacidad de culpabilidad es probable {LuhtelRdsíer, ZStW mismo, GA 1983, págs. 354 ss.; el mismo, ZStW 99 (1987) págs. 221 ss.; el mismo, Affekt págs. 216 ss.; LK
98 [1986] pág. 318). En relación con la "embriaguez patológica" BGH 40, 198. Acerca de su cuanrificación (1!.') (jahnke) § 20 núms. 60 ss.;Jakobs, Allg. Teil 18/17; Salger, 'l'rondle-Festschrift pág. 2 1 3 ; Neumann,
por medio de la determinación del nivel de alcohol en sangre en el momento del hecho BGH N S t Z 1983, ZStW 99 (1987) pág. 594; Ziegert, Vorsatz págs. 189 ss., Rudolphi, Henkel-FestschriftVágs. 206 ss.; SK
pág. 452; OLG Kóln VRS 65, pág. 426; HentschelJBoni, Trunkenheir im Srraí?enverkehr mims. 247 ss. Vid. (Rudolphi) § 20 núm. 12; Dreherllrondle, § 20 núm. 10a. En contra, MaurachIZipf, Allg. Teil I § 36 núm.
también infra § 40 VIL 38; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 536; Schwalm, JZ 1970, pág. 493.

I
472 § 40 La capacidad de cidjiabilidad (impurabilidad) II!. IiK.ipaciíiad de ciilp.ihilidati motivada por trastornos mentales 473

una alteración de la consciciicia "en el m o m e n t o de la comisión del hecho". T a m p o c o ima analogía diagnósticos orgánicos cerebrales y, además, el c o m p o r t a m i e n t o del a u t o r se irianticne todavía en
del § 17 c o n d u c e a nada ya que a u n q u e el e l e m e n t o "en la comisión del hecho" del precepto citado el m a r c o d e unas circunstancias vivenciales c o m p r e n s i b l e s . Tales deterioros suelen ocurrir c o n
sólo está referido al error, en c a m b i o , en el § 20 lo está t a m b i é n a la capacidad de control de la tma relativa frecuencia ' ' . Para su e n j u i c i a m i e n t o j u r í d i c o resulta de u n a i m p o r t a n c i a decisiva la
acción. La solución reside en la aplicación de los principios relativos a la actio libera in causa (difícil) contestación a la p r e g u n t a de c u á n d o u n a "anomalía" se considera "grave" en el caso
(vid. hifra § 4 0 V I ) . c o n c r e t o ' ^ . En la mayotía d e las ocasiones se afirma q u e para q u e resulte aplicable el § 2 0 d e b e
Ejemplo!: Homicidio y tentativa de homicidio frente a la esposa y la suegra que termina con un inten- haber a d q u i r i d o el "rango d e enfermedad". Sin e m b a r g o , el p r o b l e m a es q u e en el a u t o r falta
to de suicidio, todo ello cometido bajo un arrebato de furor ( O G H 3, 19 [22 ss.j); homicidio de un herma- p r e c i s a m e n t e la s i n g u l a r i d a d cualitativa de u n verdadero e n f e r m o m e n t a l t a n t o desde u n aspecto
no adicto al alcohol en un exceso de la legítima defensa producido tras una fuerte pelea (BGH 3, 194 [1 99]); corporal c o m o p s í q u i c o , d e m o d o q u e la c o m p a r a c i ó n sólo es posible en el á m b i t o d e sus efectos
muerte consentida de la esposa e intento de homicidio en un ambiente de pánico (BGH GA 1955, pág. algo q u e , sin e m b a r g o , n o se debería tener en c u e n t a en la d e l i m i t a c i ó n de los e l e m e n t o s biológi-
26); asesinato bajo un delirio homicida (BGH 7, 325 [327]); muerte de la esposa en un estado de excita- cos de a c u e r d o c o n la sistemática legal. D e a h í q u e , b á s i c a m e n t e , sólo p u e d a afirmarse q u e se
ción máxima ttas incansables peleas ligadas a graves malrratos (BGH 11, 20 [23]); homicidio de la amante debe tratar de supuestos e x t r e m a d a m e n t e excepcionales en los que cl historial c o m p l e t o del afec-
del marido tras varios años de profunda enemistad (BGH Dallinger M O R 1953, pág. 146); homicidio del
t a d o esté d e t e r m i n a d o p o r las contintias recaídas en este tipo d e c o m p o r t a m i e n t o s causadas p o r
niño por un acto en cortocircuito (BGH N J W 1959, pág. 2315)^^.
el p a d e c i m i e n t o p s í q u i c o , así c o m o p o r la absoluta ineficacia d e las sanciones penales ^ ' . Por el
El caso m á s habitual de p e r t u r b a c i ó n de la consciencia es el d e la embriaguez por alcohoP^ c o n t r a r i o , "simples debilidades de la v o l u n t a d o cualesquiera otras deficiencias del carácter" d e -
(vid. infra § 4 0 VII) q u e , a pesar del m o t i v o q u e la origina ( i n t o x i c a c i ó n ) , a c t u a l m e n t e se c u e n t a jan intacta la capacidad de culpabilidad ( B G H 14, 3 0 : t r a s t o r n o del i n s t i n t o sexual; B G H N J W
d e n t r o d e los trastornos psíquicos patológicos y, p o r e n d e , forma p a r t e del p r i m e r g r u p o de fac- 1 9 6 6 , pág. 1 8 7 1 : tentativa d e h o m i c i d i o c o m e t i d a p o r u n pleiteador hipersensible).
tores biológicos (vid. supra n o t a a pie n ú m . 2 5 ) . Lo m i s m o rige para la intoxicación p o r el c o n -
Ejemplos: Delitos sexuales cometidos con niños con motivo de un trastorno de la voluntad, de los
s u m o d e drogas.
sentimientos o del instinto (RG 7 3 , 121 [122]); piromanía con base neurótica (BGH N J W 1955, pág.
c) E n el § 2 0 se recoge, en tercer lugar, la d e n o m i n a d a o l i g o f r e n i a q u e abarca los niveles 1726); hipersexualidad (BGH N J W 1962, pág. 1779; N J W 1982, pág. 2009); instinto sexual anormal de
más graves de déficit d e inteligencia p a d e c i d o s desde el n a c i m i e n t o sin u n a causa corporal evi- importancia (BGH 19, 201 [204]; 23, 176 [190]); cleptomanía (OLG Frankfurt GA 1969, pág. 316); ac-
denciable (idiocia, imbecilidad y d e b i l i d a d ) ; en c a m b i o , d e a c u e r d o c o n la sistemática del pre- ciones sexuales realizadas ante niños en una situación de trastorno depresivo (BGH 28, 357); muerte de los
dos hijos por parte del padre en una depresión reactiva grave (BGH 34, 22).
c e p t o a l u d i d o , los estados carenciales b a s a d o s en procesos orgánicos cerebrales d e carácter p a t o -
lógico e n t r a n d e n t r o del g r u p o d e los e l e m e n t o s biológicos. Por lo d e m á s , tal y c o m o se deriva 3. La c o m p r o b a c i ó n del elemento biológico n o resulta suficiente para aceptar la exclusión de
de su e q u i p a r a c i ó n con el resto d e los e l e m e n t o s biológicos, t a m b i é n a q u í d e b e tratarse d e un la culpabilidad. Al m i s m o debe ailadirse que el trastorno psíquico repercuta sobre la capacidad d e
deterioro d e las capacidades d e c o m p r e n s i ó n q u e destruya c o m p l e t a m e n t e el c o n t e x t o motiva- c o m p r e n s i ó n o d e c o n t r o l d e la acción'"''. La incapacidad de c o m p r e n d e r el injusto (momento
cional n o r m a l ( B G H N J W 1 9 6 7 , pág. 2 9 9 ) ^'\

d) Situadas en tiltimo lugar, las "otras a n o m a l í a s p s í q u i c a s graves" ( B G H N S t Z 1 9 9 1 , 155 3S.). En contra, sin e m b a r g o , / E. Meyer, ZStW 88 (1976) pág. 5 1 . C o m o supuestos de anomalías
pág. 4 2 8 ; 1 9 9 2 , pág. 3 8 0 ; 1 9 9 3 , pág. 181) ' ' hacen alusión a las manifestaciones más graves d e Venzlaff, TSxSfl 88 (1976) pág. 59 cita el "desarrollo paranoico, el delirio de celos genuino, reacciones
psicopatías, neurosis y trastornos del instinto ^^. A diferencia d e las psicosis, aquí n o son verificables vivenciales depresivas, la gradual y profunda acumulación de conflictos personales, así como las deformacio-
nes psíquicas extremas debidas a situaciones de privación ocurridas en la etapa infantil más temprana". Acerca
de las neurosis Merkel, Die hochgradige Neurose págs. 181 ss.; vid. su tratamiento jurisprudencial en la
^' Así, Hruschka, JuS 1968, pág. 558; Behrendt, Affekt págs. 6A ss. ("actio libera in omitiendo"); BGH StV 1989, pág. 104.
Schonke/Schroder/Lenckner, § 20 núm. 15; Roxhi, Allg. Teil 1 § 20 núm. 18; Frisch, ZStW 101 (1989) págs. ^^ Según el § 25 E 1962 estas "otras anomalías psíquicas graves" sólo pueden conducir a una dismi-
569 ss. En contra, Krümpelmann, GA 1983, pág. 356 nota a pie núm. 80; Horn, GA 1969, págs. 290 ss. nución de la capacidad de culpabilidad. Fue la Comisión especial la que la introdujo en el § 20 (BT-
^^ Acerca de esta jurisprudencia vid. Hadaniik, MSchrKrim 1953, pág. \\; el mismo^ GA 1957, pág. Drucksache V/4095 pág. 10). El temor a una expansión o "rotura del dique" que traería consigo su actual
101; Thomae, Schuldfáhigkeit págs. 328 ss., quien, por ejemplo, denomina a la BGH 11, 20 como la "sen- consideración como causa de exclusión de la capacidad de culpabilidad desaparece, sin embargo, si el reco-
tencia más significativa de este decenio" (pág. 346); MaurachIZipf, Allg. Teil 1 § 36 núm. 35; Krümpelmann,
ZStW 99 (1987) págs. 216 ss.
i nocimiento de esta última queda restringido, como debe ser, a supuestos extremadamente excepcionales. En
torno a su relevancia forense R-A. Alhrecht, GA 1983, págs. 209 ss.; minuciosamente acerca de la bibliogra-
'^ Sobre este rema vid. Rasch, Lehrbuch der gerichtlichen Medizin págs. 81 ss.; Cramcr, Der fía psiquiátrica y psicológica LK(\0.') (tange) §§ 20, 21 núms. 34 ss.; en relación con la jurisprudencia LK
VoUrauschtatbestand págs. 6 ss. (11.") ifahnke) § 20 núms. 72 ss.
''' Acerca de los problemas de la práctica forense vid. Witter, Die Beurteilung Erwachsener págs. 985 38 Así, acertadamente, Leferenz ZStW 88 (1976) págs. 42 ss.; Vid. también R. Schmidt, ZStW (1980)
ss.; Haddenbrock, Schuldfáhigkeit págs. 276 ss. pág. 349; Schreiber, NStZ 1981, pág. 48; Raich, NStZ 1982, pág. 182; elmismo, StV 1991, pág. 131 ("con-
' ' Acerca del efecto discriminatorio de la errónea expresión "anomalía" Stree, en: Roxin y otros, cepto social-estructural de enfermedad").
Einführung pág. Ad. Asimismo, Blau, Rasch-Festschtift págs. 117 ss. 3' Desde una perspectiva jurídica, acerca de los problemas forenses LK(\ 1.*) (Jahnke) § 20 núms.
^ En relación con las psicopatías vid. la tipología de K. Schneider, Die psychopathischen 72 ss.; desde una óptica medica Witter, Die Beurteilung Erwachsener págs. 988 ss.; el miímo, Lange-Festschrift
Personlichkeiten págs. 69 ss.; además, Kallwafi, Der Psychopath, 1969. En las anomalías del instinto sexual pág. 733.
Krümpelmann, ZStW 88 (1976) págs. 20 ss. pretende acogerse al concepto de adicción en adhesión a la '^^ L^ado que una comprobación fundada empíricamente es tan imposible como en el "poder actuar de
BGH 23, 176 (193) (Caso Bartsch) y a Giese (vid. Giese/Schorsch, Zur Psychoparhologie der Sexualitát págs. otro modo", también aquí sólo resulta admisible una afirmación comparativa; vid. Schonke/Schroder/Lenckner,
474 § 40 La capacidad de culpabilidad (inijiural-)iHcbui) IV. La capacidad de culpabilidad disminuida 475

intelectual) está referida al injusto del h e c h o y, al igual que con el joven (vid. siipra § 40 II 2), tiene Algunos psiquiarras son de la opinión de que, destle la perspectiva de su ciencia, sólo pueden hacer
que ser c o m p r o b a d a de m o d o concreto y en relación con cada u n o d e los tipos penales. Lo m i s m o afirmaciones en torno a la exisrencia de trastornos psíquicos, pero no acerca de las consecuencias de tales
rige para la capacidad de inhibición ( B G H 14, ,30 | 3 2 ] ) . Por t a n t o , p u e d e ser q u e el autor, a pe.sar afecciones sobre la capacidad de comprensión o de control de la acción del autor, puesto que esto liltimo
de la existencia del trastorno psíquico, sea declarado c o m o poseedor d e la capacidad de culpabili- presupondría una toma de postura (positiva) sobre la cuestión tlel libre albedrío . No obstante, en los
dad porque, p o r ejemplo, el h e c h o fi.ie c o m e t i d o en lui m o m e n t o en el que el a m o r se enconrraba elementos psicológicos de la capacidad de culpabilidad sólo se trata de que el médico, de acuerdo con los
conocimientos de la ciencia, evalúe si el trastorno psíquico ha alcanzado un grado tan considerable como
fuera de los efectos de u n a crisis aguda, o p o r q u e la natmale/.a de aquel no entra d e n t r o del á m b i t o
para poder menoscabar profundamente la estructura de la personalidad del autot . De ahí que tampoco
afectado p o r el t r a í t o r n o . Para excluir la aplicación del § 20 es suficiente con qtie este ptcscnte la
aquí se exija más que una afirmación comparada (vid. supra § 39 III 2, § 40 Ilí 3 nota a pie núm. 40).
capacidad ác c o m p r e n s i ó n . Si, a pesar de la existencia de los trastornos psíquicos en la persona del
autor, éste ha reconocido materialmente t\ injusto del h e c h o , entonces no entra en juego el § 2 0 a n o Si c o n c u r r e n los p r e s u p u e s t o s del § 2 0 o éstos n o p u e d e n ser d e s c a r t a d o s ( R G 2 1 , 131
ser q u e falte la capacidad d e control de la acción ( B G H GA 1 9 7 1 , pág. 3 6 6 ) . [ 1 3 5 ] ) el a u t o r q u e d a impune ^oi la ausencia d e c u l p a b i l i d a d . Sin e m b a r g o , si la i n c a p a c i d a d
d e c u l p a b i l i d a d s o b r e v i e n e d u r a n t e la ejecución del h e c h o (vgr., a m n e s i a d u r a n t e u n a r r e b a t o
La incapacidad de comprender el injusto no sólo es relevante cuando descansa sobre un trastorno psí-
pasional en u n h o m i c i d i o coir a r m a blanca) el a u t o r sigue s i e n d o r e s p o n s a b l e p o r su c o n s u n r a -
quico. De acuerdo con la regulación del error de prohibición en el § 17, inciso primero (vid. infra § 41 lí
c i ó n , p u e s t o q u e a q u í h a y q u e aceptar la existencia d e u n a desviación incsencial del c u t s o c a u -
Ib), también cabe aceptar la exclusión de la culpabilidad cuando el autor no pudo tener conciencia del
injusto, cuyas razones sin etnbargo aquí no interesan'''. No obstante, el § 20 conserva en este punto un sal ( B G H 2 3 , 1 3 3 [ 1 3 5 ] ) . P o r el c o n t r a r i o , si a c o n t e c e c o n a n t e r i o r i d a d al c o m i e n z o del h e -
significado práctico en lo tocante a la prescripción de los trastornos psíquicos, pues en éstos se va a suponer c h o n o existe u n a a c c i ó n p i m i b l e , a u n c u a n d o aquél sea e j e c u t a d o d e a c u e r d o c o n el p l a n
su influencia sobre la capacidad de comprensión y, por regla general, se aceptará en los casos graves "*-. De c o n c e b i d o en u n e s t a d o en el q u e todavía se poseía c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d ( B G H 2 3 , 3 5 6
este modo, el precepto adquiere el carácter de una regla probatoria. [ 3 5 8 ] ) . El t r i b u n a l p u e d e o r d e n a r el i n t e r n a m i e n t o en u n hospital p s i q u i á t r i c o si, c o m o c o n -
s e c u e n c i a d e la s i t u a c i ó n del autor, p u e d e esperarse q u e c o m e t a h e c h o s a n t i j u r í d i c o s de c o n s i -
T a m b i é n hay q u e iregar la c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d a u n q u e c o n c u r r a la compreirsión del
d e r a b l e g r a v e d a d c o n v i r t i é n d o s e así en u n peligro para la colectividad ( § 6 3 I; vid. infra § 7 7
injusto, en aquellas hipótesis en las q u e el autor, a causa de su t r a s t o r n o psíquico, fue incapaz d e
II 2 c ) . Si la i n c a p a c i d a d de c u l p a b i l i d a d a c o n t e c e c o n a n t e r i o r i d a d a la a p e r t u r a del j u i c i o
actuar c o n f o r m e a esa c o m p r e n s i ó n ( m o m c n r o volitivo), algo q u e sobre t o d o sucede en la e m -
oral, p u e d e ser o r d e n a d o el i n r e r n a m i e n t o a través del p r o c c d i m i e n r o p r e v i s t o p a r a la a d o p -
bfiaguez alcohólica, psicopatías, neurosis y trastornos del i n s t i n t o . A q u í , a pesar de la clara c o n -
c i ó n d e m e d i d a s d e s e g u r i d a d ( § § 4 1 3 ss. S t P O ) .
ciencia del injusto, existen casos excepcionales en los q u e los i m p u l s o s q u e c o n d u c e n al h e c h o
p u e d e n ser tan poderosos o los factores i n h i b i t o r i o s tan débiles, q u e n o p u e d e d o m i n a r s e la p e r -
petración d e aquél (vid. B G H N J W 1 9 5 2 , pág. 3 5 3 ; 1964, pág. 2 2 1 3 ) " ' .
IV. La c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d d i s m i n u i d a
4. El e n j u i c i a m i e n t o de la c a p a c i d a d d e culpabilidad es u n a c u e s t i ó n j u r í d i c a q u e pesa
1. La i n t f o d u c c l ó n de la capacidad de c u l p a b i l i d a d d i s m i n u i d a en el a ñ o 1 9 3 3 ( § § 51 IL
sobre la responsabilidad del juez ( B G H 7 , 2 3 8 [ 2 3 9 ] ; 8, 113 [118]) '*''. Sin e m b a r g o , p o r regla
55 II en su redacción anterior) se c o r r e s p o n d i ó con u n a vieja y significativa d e m a n d a d e la psi-
general la decisión sólo resulta posible para el jurista c o n a y u d a de u n experto (acerca del d e b e r
quiatría'**. El § 2 1 sirve sobre t o d o para el tratairiiento a d e c u a d o de la c u l p a b i l i d a d en los su-
de consultar a u n sexólogo ante anomalías del instinto sexual c o m p l e t a i n e n t e extraordinarias B G H
p u e s t o s en q u e se d e t e c t a n niveles m e n o s graves d e oligofrenia, arrebato, intoxicaciones p o t c o n -
2 3 , 176 [192 ss.]; vid., a d e m á s , B G H G A 1 9 7 1 , pág. 3 6 5 ) . A n r e r i o r m e n t e , el e n j u i c i a m i e n t o d e
s u m o de alcohol o sustancias estupefacientes, así c o m o para aquellos delitos q u e son c o m e t i d o s
la capacidad d e culpabilidad fue u n d o i t i i n i o exclusivo d e la psiquiatría. En los lihiirios t i e m p o s
bajo la influencia d e psicopatías, neurosis y a n o m a l í a s del i n s t i n t o . Los p r e s u p u e s t o s biológi-
t a m b i é n son c o n s u l t a d o s los psicólogos, s o b r e t o d o para la investigación d e t r a s t o r n o s psíquicos
no patológicos .
dictámenes por parte del psicólogo vid. Heig, Gerichtliche Psychologie págs. 226 ss.; Thoniae, Schuldfaliigkeit
págs. 391 ss.; Undeutsch, Lange-Festschrifr págs. 714 ss.; Haddenhrock, Strafrechtiiche Handfungsfahigkeit
§ 20 mím. 26; SK(Rudolphi) § 20 núm. 25; Witter, Leferenz-Festschrift págs. 447 ss. A favor de la eliminación und "Schuldfahigkeit" págs. 928 ss.
del tequisito de la capacidad de comprensión y de acción Streng, Leferenz-Festschrift págs. 408 ss. ' " Así, sobre todo, K. Schneider, Zurechnungsfahigkcit págs. 17 ss. y Leferenz, Z,StW 70 (1958) pág.
'" Vid. Dreher, GA 1957, págs. 97 ss.; Arniin Kmifmann, Eb. Schmidt-Festschrift págs. 323 ss.; 35. En el sentido del texto, no obstante, Rasch, Lehrbuch der gerichtlichen Medizin pág. 62; Ehrhardt,
Schroder, GA 1957, págs. 297 ss. Schuldfahigkeit págs. 241 ss.; W Keller, Menschliche Existenz págs. 224 ss.; v. Baeyer, Der Nervenarzt 28
^ Negando sin embargo el significado autónomo de la disposición SchónkelSchroderlLenckner, § 20 (1957) pág. 337; Witter, Die Beurteilung Erwach.sener pág. 993 y pássim.
mím. 27. '*' Más detenidamente sobre la cuestión Rockelmann, ZStW 75 (1963) pág. 3 8 1 ; Roxin, Allg. Teil 1 §
"" Se creía haber descubierto el secteto de la criminalidad grave en las aberraciones cromosómicas 20 núm. 27.
que se conocen desde hace algiln tiempo pero, sin embargo, de la investigación cromosómica no se ha de- ''* Así, especialmente, Aschaffenburg, RG-Festgabe págs. 242 ss. En contra, Wihiíanm, Die verniinderte
ducido hasta el momento que la anomalía XYY menoscabe ia capacidad de control de la acción (BGH Ziirechnungsfaliigkeit págs. 249 .ss. Desde una perspectiva jurídica Hafter, SchwZStr 66 (1951) págs. 12 ss.
Dallinger}A\iK 1971, pág. 185); vid. Pfeiffer, Kriminologische Gegenwartsfragen fascículo 9 págs. 119 ss.; •*' De acuerdo Krümpelmann, TSxSU 88 (1976) pág. 39; EhrhardtlVillinger, Psychiatrie der Gegenwart
Gbppinger, Kriminologie págs. 175 ss. Tomo III págs. 213 ss.; Haddenbrock, N J W 1979, pág. 1235. Aduciendo críticas en contra Schmidháuser,
'*'' Aíí, en profundidad ZA'(11.'') (Jahnke) § 20 núms. 89 ss.; SK (Rudolphi) § 20 núm. 2 3 . Acerca Allg. Teil pág. 388; Gbppinger, Leferenz-Festschrift págs. 411 ss.; Bresser, N J W 1978, pág. 1189. Con acier-
del papel del psiquiatra Raiich, Leferenz-Festschrift págs. 379 ss.; Witter, ibídein págs. 441 ss. to, en contra de la expresión "culpabilidad disminuida", Blau comentario a la BGFi de 27.5.1986, JR 1987,
' Al respecto vid. Jescheck, Gerichtliche Psychologie págs. 208 ss. Acerca de las posibilidades de los pág. 206.
476 § 40 La capacidad de culpabilidad (imputabiiidad) V. Derecho exrranjero 477

eos d e la capacidad de c u l p a b i l i d a d d i s m i n u i d a son los misinos q u e cu el § 2 0 . La dijcrencia del § 49 1 es obligatoria (de otra opinión BtíH 7, 28) '^ . Si el hecho consisre en un delito militar, arcnta
radica en los elementos psicológicos: la capacidad de c o m p r e n s i ó n o d e c o n t r o l d e la acción n o cst.í contra el Derecho internacional bélico o es cometido en acto de servicio, la pena no puede ser disminuida
en verdad excluida, p e r o sí c o n s i d e r a b l e m e n t e ^ " d i s m i n u i d a " . A q u í n o .se trata del p o c o claro en caso de embriaguez culpable del § 7 WSiG, pues el alcohol constituye un peligro especialmente grave
escalón i n t e r m e d i o de la " s c m i i m p u t a b i l i d a d " a caballo entre la plena responsabilidad penal y la para la disciplina milirar (RG 68, 167)''''. Hn el supuesro del § 21 el internamiento en un hospital psiquiá-
incapacidad d e culpabilidad. A n t e s b i e n , el a u t o r tiene tal aptitud; sin e m b a r g o , a cau.sa d e la trico en caso de peligrosidad del autor para !a colectividad, se aplica junto a la pena que corresponda (§ 63
I). No obstante, el tribunal no puede, en lugar del internamiento, aplicar una pena de prisión exageradamente
limitación d e su capacidad de c o m p r e n s i ó n o de c o n t r o l de la acción la p e n a p u e d e ser a t e n u a -
aka argumentando, por ejemplo, razones de seguridad, al no corresponderse aquélla con el contenido de
d a ' . Si a pesar de tal d i s m i n u c i ó n el a u t o r ha r e c o n o c i d o r e a l m e n t e el h e c h o p r o h i b i d o , el § 21
culpabilidad (BGH 20, 264 [267]). Las razones preventivo-especiales que determinan una exasperación de
no resulta aplicable a n o ser q u e t a m b i é n estuviera reducida la c a p a c i d a d de c o n t r o l d e la acción
la pena ran sólo pueden ser tenidas en cuenta en el marco de una pena adecuada a la culpabilidad (OLG
( B G H 2 1 , 2 7 [28] con c o m e n t a r i o de Dreher, J R 1 9 6 6 , pág. 3 5 0 y Scbroder, J Z 1 9 6 6 , pág. 4 5 1 ) , Karisruhe M D R 1972, pág. 881).
s u p u e s t o éste q u e en la práctica es más i m p o r t a n t e . Si a c o n s e c u e n c i a del t r a s t o r n o psicológico
falta p o r c o m p l e t o la c o m p r e n s i ó n (siempre q u e ello no p u e d a ser reprochable al a u t o r ) , n o re-
sulta de aplicación el § 21 sino el § 20 aiin c u a n d o se trate sólo de u n a capacidad de c o m p r e n - V. D e r e c h o extranjero
sión en sí m i s m a d i s m i n u i d a . El § 21 sólo c o n c u r r e , pues, c u a n d o al a u t o r le resulta r e p r o c h a b l e
La legislación austríaca en su § 11 StGB sigue al § 20 ''''. La disminución de la capacidad de culpabili-
la ausencia d e c o i n p r e n s i ó n ( B G H N S t Z 1 9 8 6 , pág. 2 6 4 ) .
dad se tiene en cuenta como causa de atenuación de la pena de acuerdo con los § § 34 n ú m . 1, 35 osterr.
2. De acuerdo con el § 21 la atenuación de la pena significa que puede ser aplicado el marco específi- SrGB, aunque el primero de ellos regula los requisitos para la atenuación de modo diverso a como lo hace
co del § 49 I. Conforme a aquel precepto el ]\iezpuede atenuar la pena, pero no está obligado a ello porque en la incapacidad de culpabilidad. También Suiza''^ sigue de cerca al Derecho alemán, aunque los presu-
la disminución de la capacidad de culpabilidad puede estar compensada con circunstancias que agravan la puestos biológicos de la incapacidad de culpabilidad (art. 10 StGB) están también aquí descritos de modo
culpabilidad, especialmente por medio del ocasionamiento culpable del trastorno psíquico (embriaguez) distinto a como se hace en la disminución de la culpabilidad. El Código penal franca de 1810 siguió en su
( O G H 2, 324 [3271; BGH 7, 28 [31]; BGH DallingerUDK 1972, pág. 16; B G H Holtz M D R 1982, pág. art. 64 el mérodo puramente biológico, mientras que el texto de 1994 inrroducc en el arr. 122-1 el mérodo
969; BGH StV 1986, pág. 248; OLG Kadsruhe M D R 1972, pág. 881; OLG Koblenz VRS 50, pág. 24) ' I mixto 5^. Por el contrario, en la comprobación de la "insanity" la jurisprudencia norteamericana e inglesa
La mera atenuación facultativa no es objetable constitucionalmente (BVerfGE 50, 5 [12 s?,.\}. Se fundamen- aplican un método psicológico extremo limitado al componente intelectual ("righr and wrong test" y
ta en que la culpabilidad, frente al caso normal del § 2 1 , puede estar notablemente incremenrada por el "M'Naghren rule", respectivamente) 5'. La jurisprudencia y legislación de EE. U U . vino inrenrando desde
hecho de que el autor haya originado culpablemente el trastorno psíquico y, por ende, pudo haber previsto los aiios sesenra excluir la imputabiiidad también para los casos de ausencia de la capacidad de control de la
el peligro de la comisión del delito (BGH 35, 143). No obstante, la existencia de la disminución de la acción del autor, pero en los años ochenta se volvió nuevamenre a un criterio puramente intelectual''''. El
culpabilidad es tenida en cuenta en el contexto del marco reglado de la pena. Excepcionalmente, si esa nece- Derecho italiano prevé sobre todo a la enfermedad mental como un supuesto de incapacidad de culpabili-
sidad opera frente a la cadena perpetua en el asesinato (§ 211) la aplicación del marco punitivo específico dad (arr. 88 C.p.), pero básicamente excluye las situaciones de arrebaro y los estados emocionales o pasionales
(art. 90 C.p.). No obstante, los supuestos de psicopatías graves se integran en el concepro de enfermedad
mental. El Proyecto de 1992 prevé ya en el art. 22 núm. 6 como causa de atenuación de la pena la actua-

^" En la medida en que tenga lugar una capacidad de comprensión disminuida el § 21 es desplazado
por la regulación del error de prohibición vencible (§ 17, inciso segundo), pues tan pronto como al autor le
sea reprochable no haber reconocido el hecho prohibido la pena también puede ser atenuada segiín las re- ^'' Así, convincentemente Roxin, Allg. Teil 1 § 20 núms. 37 ss.
glas del error de prohibición (vid. infra § 41 II 2a), siempre que le hubiera sido relativamente fácil alcanzar 55 Sin embargo, si la embriaguez conduce a una incapacidad de culpabilidad, entonces es aplicable el
la comprensión del injusto; vid. al respecto, Dreher, GA 1957, pág, 99; Schroder, GA 1957, págs. 301 ss. § 20 y tan sólo entra en juego un castigo según el § 323a) o como actio libera in causa (vid. infra § 40 VI);
Sin embargo, a favor de la subsistencia del significado de la disposición junto al § 17, inciso segundo, rige vid. Scholz/Lingens, § 7 WStG núm. 5.
lo dicho supra § 40 III 3 acerca del § 20. 5'' Vid. Bertel, Ó J Z 1975, pág. 622; Zipf, Kriminologische Gegenwartsfragen fascículo 15 págs. 157
" La jurisprudencia subraya con acierto que la debilidad de voluntad, las deficiencias del carácter y ss. Acerca del tratamiento de autores anormales según el § 21 osterr. StGB Sluga, ibídem págs. 34 ss.
la predisposición criminal por sí solas no justifican la aplicación del § 21 (BGH Dallinger MDR 1953, pág. 5'' Schultz, Einführung 1 págs. 182 ss.; Rehherg, Strafrecht I págs. 164 ss. Una detenida exposición
147; BGH N J W 1958, pág. 2123; BGH 14, 30 ¡33]). del Derecho suizo se encuentra en Heldmann, Zurechnungsfahigkcit págs. 10 ss. Crítico con el Derecho
52 Vid. OLG Hamm N J W 1977, pág. 1498; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 56 núm. 70; Schonke/Schroderí suizo Binder, Geisteskrankheit págs. 161 ss. En este país, la praxis es extraordinariamenre caurelosa en la
Lenckner, § 21 mim. 1. A favor de una atenuación punitiva obligatoria Landgraf, Die "verschuldete" aceptación de la incapacidad de culpabilidad morivada por un arrebato; vid. Walder, SchwZSrr 81(1965)
verminderre Schuldfahigkeit págs. 72 ss.; Kotsalis, Baumann-Fcstschrift págs. 41 ss. págs. 53 ss.
5' Detalladamente sobre la cuestión Bnins, Strafzumessungsrecht págs. 524 ss.; el mismo, Recht der 5' La praxis francesa alcanza similares resulrados que la alemana; vid. MerlelVitu, Trairé I núms. 591
Strafzumessung págs. 206 ss.; Dreher/Trondlí, § 21 núm. G; Jakohs, Allg. Teil 18/34; Maurach/Zipf, M\^. ss. Acerca del art. 122-1 del Código penal de 1994 Desportes/ie Gunebec, Présentation Nr. 33; Pradel, Le
Teil I § 36 núm. 78; LK{\ 1.») Qahnke) § 21 núms. 19 ss. Por el contrario, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. nouveau Code penal núm. 36.
381; Stratenuierth, Allg. Teil I núm. 546; SK (Rudolphi) § 21 núm. 5; H. Mayer, Lehrbuch pág. 240; 5' Vid. Goldstein, Insanity págs. 45 ss.; LaFave/Scott. Substantive Criminal Law I págs. 436 ss.
Rautenberg, Die verminderte "Zurechnungs-/Schuldfihigkeit" págs. 228 ss.; Landgraf, Die "verschuldete" ''" Véase, en especial, la Secc. 4.01 del Código penal modelo. Detalladamente sobre la cuestión LaFavel
verminderre Schuldfahigkeit págs. 132 ss.; Wolfsiast, JA 1981, pág. 470, consideran que la mera posibilidad Scott, Substantive Criminal Law I págs. 462 ss.; Simon/Aaronson, Insanity Defenses págs. 28 ss. Sobre la
atenuantoria constituye un atentado en contra del principio de culpabilidad. Críticos también Schonkel nueva legislación 18 U.S. Code § 17; New Jersey Criminal justice Code § 2 C 4 - 1 ; Penn.sylvania Crimes
Schroder/Lenckner, § 21 núm. 14. El AE había previsto en el § 22 una atenuación de carácter obligatorio. Code § 315. En torno a su desarrollo y causas vid. Dix, ZSrW 97 (1985) págs. 213, 221 ss., 226 ss.
478 § 40 La capacidad de culpabilidad (iiiipuiabilulad) \ ' í . La actio libera in causa 479

ción bajo estados emocionales cspecialmcme intensos'"'. En Espiiña la enfermedad mental y las alteraciones reconocida p o r el D e r e c h o c o n s u e t u d i n a r i o ' ' ' ' , viene a .ser la actio libera in causa. Bajo la m i s m a
de la consciencia son causas de exclusión de la culpabilidad (ari. 8 niím. I (J.ji.) ''•^. Los PaUe!. liajos poseen se c o m p r e n d e aquel c o m p o r t a m i e n t o cuya realización se d e c i d e en u n a s i t u a c i ó n e n la q u e
una disposición relativa al desarrollo deficiente y al trastorno patológico de la "capacidad psíqmca'
se p o s e e c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d o q u e , en t o d o caso, p u d o prever en esas c o n d i c i o n e s , p e r o
("geestverjnogcns") que es aplicada de acuerdo con el método mixto y comprendida como una causa de
cuya ejecución sólo tiene lugar c u a n d o el atitor ha p e r d i d o la capacidad d e acción o la plena
exclusión de la culpabilidad (art. 39 W.v.S.) ' ' I Kl Código penal belga, al igual que el anterior texto puniíivo
a p t i t u d p a r a la culpabilidad ' " .
trances, conecta en el art. 71 el conjunto de la regulación de la capacidad de culpabilidad con el concepto
de "démencc/krankzinnigheid", que es objeto de una interpretación amplia y que comprende también a los Ejemplos: El autor se coloca dolosamente en una situación de cmbfiaguez para neutralizar sus inhibi-
supuestos más graves de las psicopatías, neurosis y anomalías del instinto''''. El C.p. brasileño regula la inca- ciones y poder cometer un hurto determinado (RG 7 3 , 177 [182]). Alguien que es citado como testigo y,
pacidad de culpabilidad plena, así como la disminuida, en su art. 26. Las situaciones de arrebato, los estados pata afianzar una concreta declaración taisa, ingiere un psicofármaco que le hace cometer perjurio ante el
pasionales y la embriaguez culpable están excluidos expresainente (art. 28 C.p.) ^''. tribunal en una situación de intoxicación '"^. El conductor de un vehículo sigue circulando con el mismo a
pesar de los evidentes síntomas de cansancio, por lo que se queda dormido durante el camino y attopella a
un niño (RG 60, 29). Un agente comctcial toma una sobrcdosis de "Pervinn" para estat fresco ante una
V I . La a c t i o libera i n causa sobrecarga de rrab;ijo. En una situación de capacidad de culpabilidad disminuida se pone a los mandos de
su vehículo a pesar de no estar en condiciones para conducirlo con seguridad (vid. también BajObEG N J W
1. La cuestión de si el a u t o r es o no i n c u l p a b l e se refiere al m o m e n t o del h e c h o ( § 2 0 : "en 1969, pág. 1583)^''.
la c o m i s i ó n del hecho"). U n a excepción en este p u n t o q u e , a u n q u e n o regulada legalnicnte, es
En los casos r e p r o d u c i d o s , el h u r t o (§ 2 4 2 ) y el falso t e s t i m o n i o (§ 154) h a n sido c o m e t i -
d o s bajo u n a situación d e incapacidad d e culpabilidad ( § 2 0 ) . D e a h í q u e el a u t o r sólo p u e d a ser
castigado p o r tales infracciones (y no sólo en v i r t u d del § 3 2 3 a ) ''" si se estima suficiente la p u e s -
*•' Vid. Benolino, Limputabilitá págs. 376 ss. (la obra incluye también un extenso capítulo referido
al Derecho exttanjero); Pagliaro, Principi págs. 626 ss.; Nuvolone, Sistema pág. 259 (hipnosis).
'•- Las psicopatías y las neurosis están incluidas como causas de atenuación de la pena vid.. Rodríguez '^ Acerca de las regulaciones legales en Derecho penal exrranjero vid. Koch, Die actio libera in causa
Devesa/Serrano Gómez, Detecho penal pág. 589 nota a pie nilm. 16; CarbonellMateu y otros, Enfermfcdad págs. 16, 4 3 , Gi;Jubert, La docttina de la "Actio libera in causa", 1992 (España en comparación con Ale-
mental págs. 47 ss.; Córdoba Roda/RodríguezMourullo, art. 8 núm. 1 comentatio III 2; Mir Puig, Adiciones mania). Con razón subraya//níjcA^á, JuS 1968, pág. 559ySchwZStr 90 (1974) págs. 62 ss. que no se trata
Tomo I págs. 614 ss. [El Código penal de 1995 contiene una amplia y flexible regulación sobre la materia: sólo de una excepción aparente. La docttina dominante, por el contrario, ve ya en el ocasionamiento de la
a) el att. 20.1." recoge como causa de exclusión de la ¡mptuabilidad el padecimiento de "cualquier anomalía incapacidad de culpabilidad el comienzo de la acción típica; así, BGH 17, 333 (335); 34, 29 (33); Dreherl
o altetación psíquica"; además, recoge empresamente tanto el aspecto intelectual como el volitivo de la en- Trdndle, § 20 núm. 20; Puppe, JuS 1980, págs. 348 ss.; Krause, Jura 1980, pág. 174; SK (Rudolphi) § 22
fermedad (siguiendo por lo demás, los pasos del § 20 StGB alemán) cuando señala que a consecuencia de núm. l\\]akobs, Allg. Teil 17/64; Roxin, Lackner-Festschrift págs. 311 ss.; c/m/ímo, Allg. Teil I § 20 núms.
tal anomalía o alteración el sujeto "no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa com- 59ff ss.; ¿Ar(10.») (Spendel) § 323a núm. 46; Herzberg, Spendel-Festschtift págs. 204 ss.; Schmidhiiuser,
prensión", b) El art. 20.2." dedica su contenido, por la importancia criminológica de la cuestión, a los su- Actio libera ¡n causa págs. 68 ss.; Horn, GA 1969, pág. 306; Wolter, Leferenz-Fesrschrift págs. 555 ss. En
puestos de drogadicción. Tal precepto excluye la imputabilidad cuando "al tiempo de cometer la infracción contra, con acierto, SchonkelSchr'óderlLenckner, § 20 núm. 35; Joerden, Strukturen págs. 40 ss.; LKiW.')
penal (el autor) se halle en estado de intoxicación plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxi- (Jahnke) § 20 núms. 77 ss.; Kiiper, Leferenz-Festschrift pág. 5 9 1 ; Neumann, Zurechnung págs. 24 ss.;
cas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos [...] o se halle bajo la Stratenwenh, Allg. Teil 1 núm. 551; Hettinger, Die "actio libera in causa" pág. 443; Paejfgen, ZStW 97 (1985)
influencia de un síndrome de abstinencia"; también aquí se acogen los aspectos intelectivo y volitivo de la págs. 516 ss., puesto que la producción de la situación de embriaguez no constituye todavía una tentativa
-j
intoxicación o de los efectos de su dependencia (síndrome de abstinencia). Asimismo, tanto el mim. 1 como del delito cometido en esa situación. La remisión a la autoría mediata (Roxin, Allg. Teil 1 § 20 núm. 60 nota
el núm. 2 del art. 20 excluyen la eficacia de las eximentes cuando exista preordenación dolosa de la altera- a pie núm. 124) no tesulta convincente pues existe una diferencia entre el caso en el que el autor concibe
ción o intoxicación e, incluso, cuando una u otra se previeron o tuvieron que haberse previsto (actio libera para sí mismo la resolución delictiva pudiendo renunciar a la continuación del hecho, y aquel orro en el que
in causa), c) A diferencia de! texto alemán, el art. 20.3.° sigue haciendo referencia expresa como inimputa- interviene como hombre de atrás de un autot sobre cuya conducra ya no puede influir más (EserlBurkhardt,
ble a quien como consecuencia de "alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la infancia, Strafrecht I núm. 17 A núm. 8).
tenga alterada gravemente la conciencia de la realidad", d) Por último, se prevén como causas de atenuación
'''' Así, Krause, H. Mayer-Festschtift pág. 315. Pot el contrario, Mauraeh, juS 1961, pág. 376 tam-
de la pena: a') El padecimiento de alteraciones o anomalías psíquicas en una intensidad menor (art. 21.1.»).
bién incluye en la actio libera in causa los supuestos de provocación de la legítima defensa y del estado de
b') Cometer el hecho a causa de la adicción grave a las sustancias mencionadas en el art. 20.2." Y, por últi-
necesidad. Defiende una concepción restringida de la actio libera in causa en el sentido del texto principal
mo, c') "La de obrar por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u otro
Schmidhatiser, Allg. Teil pág. 386 quien rechaza la extensión al ámbito de la capacidad de acción y pretende
estado pasional de entidad semejante" (art. 21.3."). La atenuación punitiva alcanza una importancia notable
limitar las hipótesis de actio libera in causa a los supuestos de ausencia de culpabilidad. Siguiendo a este
para los supuestos de eximente incompleta del art. 21.1.» (vid. art. 68), así como para los otros dos si el
autor Hruschka, SchwZStt 90 (1974) pág. 76.
tribunal esdma la atenuante como tnuy cualificada (vid. art. 66.4.") (N del T ) ] .
•'" El ejemplo es de Hruschka, JuS 1968, pág. 556.
'*' Vid. van Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht págs. 211 ss.; vid., asimismo, la detallada exposición '^' Por el contrario, no existe un supuesto de actio libera in causa sino un problema de desviación del
de Derecho comparado de Hazewinkel-SuringalRemmelink, Inleiding págs. 258 ss. curso causal cuando el autor pierde la capacidad de culpabilidad durante la ejecución del hecho (vgr., du-
'''' Vid. DiipontlVerstraeten, Handboek núm. 473; Hennaii/Verhaegen, Droit penal génétal núm. 339 rante un delirio homicida) (BGH 7, 325 [329]; 23, 133 [135]). Sobre ello vid. EserlBurkhardt, Strafrecht I
nota a pie núin. 98. núm. 17 A núm. 3 1 .
^'' Sobre ello vid. Fragoso, Linóes págs. 2 0 3 ss.; da Costa jr. Comentarios, art. 28 nota preliminar ^^ En torno a la relación de la actio libera in causa con el § 323a Paejfgen, Z S t W 97 (1985) págs.
antes de la Parte A. 51 3 ss.; Roxin, Allg. 'leil 1 § 20 núms. 70 ss.
480 § 40 I..;i capacidad de culpabilidad (imputahüidatl) V!. 1.a actio libe_'ra íii causa 481

ta en matcha, plenamente responsable, del suceso con anterioridad si coniicn/.o de la acción típi- voluntariamente su capacidad de culpabilidad haciendo desaparecer con ello la posibilidad de
ca ("actio praecedens"). Cuando el conductor se puso en camino carecía de la capacidad de ac- control de la resolución delictiva que dirige la acción típica durante la ejecución del hecho ^^. La
ción a causa de su situación de inconsciencia. Únicamente puede ser sancionado, por ranto, a tesis opuesta ^'', que pretende conformarse con el ocasionamiento imprudente de la situación de
causa de un homicidio imprudente (§ 222) si su culpabilidad por negligencia se vislumbra en pcrrurbación, desconoce que sólo concurre un dolo del hecho forjado culpablemente (como re-
haber reparado en su cansancio y poder prever, en consecuencia, la incorrección de su comporta- quisito necesario para el castigo) cuando en el momento de plena responsabilidad por lo menos
miento posterior. En su enjuiciamiento por la comisión imprudeiuc del deliio de circulación en ha renido lugar la puesra en marcha dd proceso directivo destinado a la preparación del hecho; de
situación de embriaguez o bajo sustancias de efectos similares (§ 316 11), el agente comercial no lo contrario, únicamente existiría un dolo sin contenido alguno de culpabilidad (en este sentido
se beneficia de la aplicación del § 21 si se parre de la prcvisibilidad subjetiva de la conducción en también BGH VRS 23, 212 [213], mientras que la BGH VRS 23, pág. 212 [213] silencia esta
condiciones de embriaguez en el instante de la ingestión del "Pervitin" (OLG Koblenz M D R 1 cuestión).
1972, pág. 622; VRS 46, pág. 440).
La actio praecedens no supone todavía una tentativa de delito '''. Más bien, ésta comienza
2. Hace ya tiempo que la jurisprudencia y la doctrina han dado ese paso^'. Ciertamente en el momento determinado por la aplicación de las reglas generales (vid. infra § 49 VII 4). Sin
que la restricción del § 20 es difícilmente compatible con su tenor literal, pero resulta material- embargo, no existe una infracción del principio de culpabilidad a través del reconocimiento de
mente justificada por cuanto la acción típica está vinculada con la actio precedens por una rela- la actio libera in causa dolosa "', pues en todo caso el autor es plenamente responsable por la
ción que resulta reprochable al autor. Esta última posee una naturaleza diversa según se trate de propia incapacidad de culpabilidad dolosamente originada, como medio para poner en marcha
una actio libera in causa dolosa o imprudente. La primera existe cuando el autor origina la ejecución de la acción típica; de este modo, se forma así el típico doble dolo de la actio libera
dolosamente su propia incapacidad de culpabilidad (o la disminución de tal capacidad) (el delito in causa como portador del desvalor de acción y de la actitud interna respecto al hecho. Pero, no
doloso exxluye la incapacidad de acción; vid. supra § 23 VI 2) y en esa situación comete la ac- obstante, se trata de una excepción a la regla de que la incapacidad de culpabilidad "en la comi-
ción típica a la que su dolo estaba dirigido en la actio praecedens (BGH 2, 14 [17]; 17, 259 sión del hecho" conduce a la impunidad, pues en la actio libera in causa, a pesar de la presencia
¡262]; 2 1 , 381; BGH VRS 23, pág. 212 [213]; DAR 1985, pág. 387; BayObLG N ] W 1969, de esa ineptitud en tal moinento, tiene lugar la punibilidad del hecho''''.
pág. 1583 [1584 ss.]; VRS 64, pág. 189; VRS 6 1 , pág. 339; OLG Schleswig NStZ 1986, pág.
Se acepta la acrio libera in causa imprudente cuando el autor origina dolosa o negligente-
511). El dolo debe dirigirse, por ende, tanto al ocasionamiento de la situación mentalmente per-
mente su incapacidad de acción o de culpabilidad (o, en su caso, la disminución de esta última),
turbadora como a la comisión de la acción típica ^^. La formación ctilpable de la resolución de-
si pudo haber contado con que en esa situación realizaría el tipo de un concreto delito impru-
lictiva sobre la que descansa la voluntad de acción que sigue influyendo en el hecho, resulta de-
dente (RG 22, 413 [415]; BGH VRS 23, 213; BayObLG VRS 60, 369; OLG Celle VRS 25,
cisiva para admitir la aplicación del tipo doloso a pesar de la concurrencia de la incapacidad de
33; OLG Hamm NJW 1956, pág. 274; OLG Koln NJW 1967, pág. 306) ^8. La actio libera in
culpabilidad en la comisión de la infracción. El dolo, como elemento director de la acción, se
causa imprudente no es una figura superfina si se la restringe, como aquí se hace, a los casos
afianza así también como componente de la culpabilidad (dobleposición del dolo). La culpabili-
en los que el ocasionamiento como tal de la incapacidad de acción no constituye una acción
dad dolosa reside en que el autor, no obstante tener conocimiento del dolo del hecho, elimina
típica imprtidente. Y es que si la eliminación de la capacidad de culpabilidad no se subsume bajo
el tipo legal realizado (así sucede, pot ejemplo, con el emborracharse, pues ello no supone la
"conducción de un vehículo" en el sentido del § 316), entonces la culpabilidad por imprudencia
^' La teoría de la actio libera in causa fue creada por KUinschrod, Systcmatische Eiirwicklung págs. debe ser deducida con ayuda de la figura de la actio libera in causa de un comportamiento ante-
25 ss., 106 ss. Acerca de su historia dogmática Hruschka, SchwZStr 90 (1974) págs. 55 ss.; Hettinger, Die rior 3L la acción típica. En otros supuestos que, con frecuencia, son mencionados como ejemplos
"actio libera in causa" págs. 57 ss., 240 ss. El § 22 II 20 ALR contenía de modo excepcional una regulación
de actio libera in causa (vgr., la madre que aplasta al niño de pecho mientras duerme al haberlo
legal del tema; al respecto vid. Hmschka, ]Z 1989, pág. 312.
metido imprudentemente en la cama con ella), existe desde luego un caso corriente de homici-
''•^ En este senado ya, Kleinschrod, Systematischc Enrwicklung pág. 26. Asimismo, en la actualidad,
dio por imprudencia (§ 222).
BGH 23, 356 (358); BayObLG VRS 64, pág. 158; Dreher/lwndle, § 2o\iúm. \9;Jakobs, Allg.Teil 17/66;
Lackner, § 20 núms. 25 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 20 núms. 68 ss.; Maiirach//'ipf, íú\g. Teil 1 § 36 núm. 57;
Puppe, JuS 1980, pág. 348; H. Mayer, Lehrbuch pág. 243; Schonke/SchroderJLenckner, § 20 núm. 36; Oehler,
JZ 1970, págs. 380 ss.; LK {l\.') (]ahnke) § 20 núms. 79 ss.; Stratenwerth. Allg. Teil I núm. 549;
Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 386 ss.; SK(Rudolphi) § 20 núm. 30; Wessels. Allg. Teil núm. 417.
^^ Buscando también la solución de la "culpa praecedens" Btirkhardt, Tatschuid und Vorverschulden '''' Así, Cramer, JZ 1968, págs. 274 ss.; Hmschka, JuS 1968, pág. 558; Maurach, JuS 1961, pág. 376;
págs. 173 ss.; Brandstetter, Vollrausch pág. 99; Hafi, Allg. Teil pág. 132; Neumann, Arthur Kaufmann- Welzel, Lehrbuch pág. 156; Schwinghammer, Actio libera in causa pág. 37.
Festschrift págs. 591 ss.; Streng, ZStW 101 (1989) pág. 311; Küper, Leferenz-Festschrift pág. 579; Hruschlia, ^^ Vid. supra § 40 VI 1 nota a pie núm. 66.
Strafrecht págs. 271 ss. (infracción de la obligación previa); Krümpelmann, págs. 222 ss. (posibilidad de '^ Así, sin embargo, Roxin, Alg. Teil I § 20 núm. 57; Hettinger, Die "actio libera in causa" págs. 312
evitar el comportamiento precedente); Schbnke/SchroderlLenckner § 20 núm. 36 (desconexión consciente de ss.; Horn, GA 1969, pág. 306; con anterioridad ya Katzenstein, Actio libera in causa págs. 54 ss.
la capacidad de control de la acción); Stratenwerth, Armin Kaufmann-Gedachtnisschrift pág. 495; Ziegert, '''' En el art. 12 schweiz. StGB está prevista expresamente esta excepción; vid. al respecto, Hruschka,
Vorsatzpágs. 213 ss. Por el contrario, Paeff^tn, ZStW 97 (1985) págs. 516 ss. niega la actio libera in causa SchwZStr 90 (1974) págs. 61 ss., así como Joerden, Strukturen págs. 45 ss.
y se remite al § 323a; asimismo, Hettinger, Die "actio libera in causa" págs. 460 ss.; Salger/Mutzbauer, NStZ '^ Rechazando también la actio libera in causa en el delito imprudente Hettinger, GA 1989, págs. 1 ss.
1993, pág. 568. ^^ Así, sin embargo, Horn, GA 1969, págs. 289 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 20 núm. 58.
•^^^2 § 40 1.a capacidad de culpahiÜd.ul (unpiitabilidad) § 41 (^onciencí.i de la antijuricidad y error de prohibición 483

VIL El tratamiento de la embriaguez en Derecho penal 10, 247 (250) para el autor debe haber sido por lo menos previsible que en estado de embtia-
guez podría cometer "cualesquiera excesos de índole penal". Correcta se muestra, por el contra-
En el tratamiento de la embriaguez el Derecho penal alemán comienc principios relati- rio, la visión más amplia .según la cual se considera en sí mismo punible el ocasionannento cul-
vamente rigurosos que, no obslaiuc, se cncucinran en plena arnioin'a con la conciencia jurídi- pable de la embtiagtiez plena y, de acuerdo con ello, se interpreta el § 323a como un delito de
ca'^". Por regla general existe disminución de ctilpabiÜdad con una conccniración de alcohol en peligto ab,stracto (vid. BGH 16, 124 [125]; 20, 284; BayObLG JR 1975, pág. 30) **».
sangre superior al 2 %« (BGH 37, 231 [234]; M, 29 | 3 i ] ; BGH NStZ 1984, pág. 408; BayObLG
DAR 1983, pág. 395; OLC Koln NStZ 1989, pág. 24)»'. Sm embargo, en "la mayoría de las
ocasiones la embriaguez culpablemente inducida no es considerada como causa de atenuación de § 41 Conciencia de la antijuricidad y error de prohibición
la pena ( O G H 2, 325 f327]; BGH NJW 1953, pág. 1760; OLG Koblenz VRS 50, 24) e, inclu-
Baumann, Zut Teilbarkeit des Unrechtsbewufirseins, J Z 1961, pág. 564; f/ mismo, Grenzfalle im Bereich
so, en las hipótesis en las que tiene lugar una considerable disminución de la capacidad de culpa-
des Verbotsirrrums, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 533; Binding, Die Schuid im deutschen Strafrecht,
bilidad se niega la mitigación de la pena de acuerdo con el § 2 1 ; sin embargo, se alzan conside- 1919; Bindokat, Anmerkungzu BGH 15, 377, N J W 1961, pág. 1731; Bockelmann, knmexV.\x\\«,-m O G H
rables objeciones en contra de un tratamiento csquematizador qtie desatiende los elementos 3, 6, N J W 1950, pág. 830; Biirker, Ein Vorschlag zu der Rechtsprechung über die irrtümliche Annahme der
internos y externos del acontecimiento (BGH 35, 308 [312 ss.] con numerosas referencias)'^l tatbestandlichen Merkmale cines anerkannten Rechtfertgungigrundcs, JR 1960, pág. 168; Busch, Modernc
En Derecho penal militar el § 7 WStG excluye por regla general la atenuación punitiva de una Wandlungen der Verbrechcnslehre, 1949; el mismo, Über die Abgrenzung von Tatbestands-und Verbotsirrtuní,
embriaguez originada culpablemente, siempre que el hecho constituya un delito militar, atente Fest.schrift für E. Mezgcr, 1954, pág, 165; v. Caemmerer, Verwirklichung und Fortbildung des Rechts durch
contra el Derecho internacional bélico o se cometa en acto de servicio. Esto significa que está den BGH, en: Ansprachen aus Anlal? des 25jahrigen Bestehcns des BGFI, 1975, pág, 2 1 ; Cerew Mir, Die
excluida la elección del marco punitivo especial de acuerdo con los §§ 2 1 , 49 I, pero no aquella Regelung des Verbotsirrrums im spanischen SrGB, Gedachtnisschrift für Armin Kaufmann, 1989, pág. 4 7 3 ;
(belga) Commission pour la Revisión du Cade penal, Observations usw., 1986; Dimakis, Der Zweifel an der
aminoración punitiva que tenga lugar en el marco punitivo general ^ l En el caso de la actio libe-
Rechrswidrigkeit der Tar, 1992; Donini, II delito contrawenzionale, 1993; Dreher, Der Irrtum über
ra in causa el autor es responsabilizado por el hecho cometido en estado de embriaguez, a pesar
Rechrfertigungsgründe, Festschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 207; Ehert, Der Überzeugungstater in der
de que en el momento del hecho carecía de la capacidad de culpabilidad o ésta se encontraba
neueren Rechrsenrwickkmg, 1975; Engisch, Tatbestandsirrtum und Verbotsirrrum bei Rcchtferrigungsgründen,
disminuida (vid. supra § 40 VI) *'*. Finalr § 323a conmina con pena *^ el ocasionamiento ZSrW 70 (1958) pág. 566; Figueiredo Dias, O problema da consciéncia da ¡licirude em direito penal, 3."
culpable de una embriaguez plena, si en tal situación el autor comete una acción que no pueda ed. 1987; Frisch, Der Irrrum ais Unrcchts-und/oder Schuldausschlufí im deutschen Strafrecht, en: Eserll'erron
ser castigada a causa del § 20 *"" *^. El § 323a interviene en aquellos casos en los que la comisión (Edrs.), Rechtfertigung und Entschuldigung, Tomo III, 1991, pág. 217; Fukuda, Das Problem des Irrtunis
über Rechtfertigungsgründe, J Z 1958, pág. 143; Gallas, Zur Struktur des strafrechdichen Unrechtsbegriffs,
posterior de una acción típica determinada no fue previsible por parte del autor. Según la BGH
Festschrift für R Bockelmann, 1979, pág. 155; Germann, Gehort das Unrechtsbewufitsein zut Strafbarkeit
wegen eincs vorsatzlichen Dclikts.' SchwZStr 68 (1953) pág. 3 7 1 , Grünwald, Zu den Varianten der
eingeschrankten Schuldtheorie, Gedachtnisschrift für R Noli, 1984, pág. 183; Hardwig, Sachverhaltsirrtum
Demanda una ampliación de los delitos dolosos cometidos por embriaguez en el tráfico viario, und Pflichtirrtum, GA 1956, pág. 369; Hartung, Zwcifelsfragcn des Verborsirrtums, J Z 1955, pág. 663;
por medio de una inrerpretación rigurosa délos §§ 3I5c 1 núm. la, 316 I StGB, así como del § 24a I StVG Heitzer, Ist der putative Rechtfertigungsgrund ais Verbotsirrtuní zu behandeln? N J W 1953, pág. 210;
Krüger, DAR 1984, págs. 47 ss. Herdegen, Der Vcrborsirrtum in der Rechtsprechung des BGH, en: 25 Jahre BGH, 1975, pág. 195; Herzberg,
*' HentschellBorn, Trunkenheit im Stral$enverkehr núm. 258; PonsoU, Lehrbuch der gerichtilchen Erlaubnistatbestandsirrtum und Deliktsaufbau, JA 1989, págs. 2 4 3 , 294; el mismo, Tatbestands-oder
Mediz.in pág. 256. Verbotsirrrum? GA 1993, pág. 439; el mismo. Zur Eingrenzung des vorsatzausschliel^enden Itrtums (§ 16
*^ Vid. Brum, Straf/.umessungsrecht págs. 531 ss.; el mismo, Recht der Strafzumessung pág. 208. StGB), J Z 1993, pág. 1017; Hirsch, Die Lehre von den negativen Tarbestandsmerkmalen, 1960; el mis-
^^ Así, Roxin, Allg. Teil I § 20 núm. 48; disienten de esto último SchólzILingens, NJCStG § 7 núm. mo, Der Streit u m Handlungs-und Unrechtslehre usw. (Teil II), Z S t W 94 (1982) pág. 239; Horn,
10, quienes se remiten a un "viejo principio militar". Verbotsirrrum und Vorwerfbarkeit, 1969; Hruschka, Conscienria errónea und ignorancia bei Thomas von
*'' Acerca de la relación entre la actio libera in causa y el § 323a vid. Cramer, Der Vollrauschtatbestand Aquin, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. \\y, Jescheck, Anmerkung zu BGH 10, 3 5 , J Z 1957, pág,
págs. 129 ii.; SchdnkelSchroderlCramer, § 323a núms. 31 ss.; Paejfgen, ZStW 97 (1985) págs. 513 ss. 5 5 1 ; el mismo, Strafrechr im Wandel, Ó J Z 1971, pág. 1; el mismo, Deutsche und osterreichische
*^ En relación con la determinación de la pena en el § 323a vid. Bruns, Lackner-Fesrschrift págs. Strafrechtsreform, Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 365; el mismo, Neue Strafrechtsdogmatik und
439 ss.; Wolter, NStZ 1982, págs. 58 ss. Kriminalpolirik usw., ZStW 98 (1986) pág. 1; el mismo. Das niededandische StGB im internationalen
•*' En relación con la aplicabilidad del § 323a a ca.sos donde se duda acerca de la capacidad de culpa- Zusammenhang, en: van Dijk y orros (Edrs.), Criminal Law in Action, 1986, pág. 5; el mismo, Zum Rechtsirrrurn
bilidad del autor en la comisión de un hecho en esrado de embriaguez BGH DRiZ 1983, pág. 450; OLG im deutschen und italienischen Strafrechr, Recht in Osr und Wesr, 1989, pág. 889; el mismo, Die Schuid im
Koln VRS 68, pág. 38; Lackner, Jescheck-Festschrift Tomo 1 págs. 663 ss.; Trondle, ibídem págs. 687 ss.; Enrwurf eines StGB für England und Wales im Vergleich mit dem deutschen Recht, Festschrift für R,
Denclier, jZ 1984, págs. 453 ss. Schmirt, 1992, pág. 56; el mismo. Das Schuldprinzip ais Grundlage und Grenze der Strafliarkcit im
*' En totno al Derecho extranjero vid. WaabenlSchuhzJLéauté, Die Behandlung der Trunkenheit im
Strafrecht, 1960; además, v. Weber, Stock-Festschrifr págs. 65 ss. Acerca del Derecho italiano que excluye el
ocasionamiento culpable de la embriaguez de la regulación de la incapacidad de culpabilidad (art. 92 1 C.p.),
vid. Bettiol/Peltoello Mantovani. Diritro pénale págs. 495 ss.; Pagliaw, Principi págs. 633 .ss. Asimismo, vid. "* Sobre la cuestión vid. Cramer, Voilrauschratbestand pág, 93; Sch'ónkelSchrdderlCramer, 323a núms,
el art. 28 II, del C.p. brasileño. Tampoco en Derecho inglés es tal supuesto una causa de exclusión de la 1,11. Ponía incorrectamente en duda la compatibilidad del § 330a en su redacción anterior (y del art. 263
culpabilidad, vid. SmithlHogan, Criminal Law pág, 197; por regla general tampoco viene a serlo en Derecho del schweiz. StGB) con el principio de culpabilidad Brandenberger, Selbsrverschuldere Zurechnungsunfahigkeir
norreamericano; vid. Robinson, Criminal Law DefensesTomo I pág. 248. págs. 84 ss. Acerca de la cuestión en su conjunto Brandstetter, Vollrausch págs. 109 ss.
484 § 41 Conciencia de la antijiiricidad y error de proliiliición I. La conciencia de la nntijuricidad conu) elemento de ía cidpabiiidad 485

dcutscheii und spanischen Rccht, Gedáchtnisschrifr für I. de I.oyoia, 1991, pág. 405; Kaplan, Mistake o í (1964) pág. 582; el mismo, Litetaturbcricht, ZStW 78 (1966) pág. 214; el mismo, Literatufbeticht, ZStW
Law, en: FserlFleuher (edr.s.), Rechtfcrrigung und Entscliuldigung, Tomo II, 1988, pág. 1125; Armm 82 (1970) pág. 675; el mismo, "Schuid" und "Verantwortlichkeit" ais strafrechtliche Systemkategorien,
Kaufiíiann. Tatbestandscin.schránkung und Reclufertigung, JZ 1955, pág. 37; el mismo, Dcr doius eventualis Fesrschrift für H. Henkel, 1974, pág. 171; el jnismo, Über die nmtmafiliche Einwilligung, Festschrift für H.
¡ni Deliktsaufbau, ZStW 75 (1958) pág. 64; el mismo, Scliuldfahigkeir und Vcrbotsirrrum, Fesrschrift für Welzel, 1974, pág. 4 4 7 ; Rudolphi, Unrechtshewuístscin, Verbotsirrtum u n d Vermeidbarkeit des
Eb. Schniidt, 1961, pág. 319; Arthur Kaufmann, Das UnrechtsbewuKtsein in der Scluddlchre des Scrafrechts, Verbotsirrtums, 1969; el mismo, Anmerkung zu KG voni 24.3.1977, JR 1977, pág. 380; el mismo. Das
1949 (Neudruck 1985); el mismo, Zur Lehre von den negariven Tarbe.standsmerkmalcn, JZ 1954, pág. 653; virtuelle UnrechtsbcwuRtsein usw., en: Biinner/de Boor (edrs.), Unrechrsbewufitscin, 1982, pág. 1; elmismo,
el mismo, Tarbe.stand, Rechtferrigungsgründc und Irrtum, JZ 1956, pág. 353; el mismo, Die Irrtumsregciung Die pfl¡chtgemal?e Ptüfung ais F>fordernis der Rcchtfettigung, Gcdachtnisschtift für H. Schtodet, 1978,
ini E 1962, ZStW 76 (1964) pág. 543; el mismo, Einigc Anmerkungen zu Irrrümcrn iiber den Irrtum, pág. 73; el mismo, Anmetkung zu BayObLG vom 8.9.1988, JR 1989, pág. 387; Sax, Kriminaipolitik und
Fesrschrift für K. Lackner, 1987, pág. 185; Kerscher, Tatbestands-und Verbotsitrtum ¡m Nebenstraftecht Sttaftechtsreform, JZ 1957, pág. 1; el mismo, Dogmatische Stteifzüge durch den Entwurf usw., ZStW 69
usw., Diss. München 1969; Kiefner, Die gegenwattige Bedeutung der Máxime "Nul n'est censé ignorer la (1957) pi%. 412; Schaffitein, Tatbestandsitttum und Verbotsirrtum, Gottinget Festschtift für das OLG Celle,
loi", Deutsche Landesreferate zum Vil. Internationalen Kongrefi für Rechtsvergleichung 1967, pág. 87; 1961, pág, 175; elmismo, Putative Rechtfertigungsgründe und finale Handlungslehre, M D R 1951, pág.
Kienapfel, Unrechtsbewufitsein und Verbotsirrtum, Ó J Z 1976, pág. 113; KinSmuser, Gcfálirdung ais Srraftat, 196; Schewe, BewuRtsein und Vorsatz 1967; Sehick, Die Vorwerfliarkeit des Vetbotsirrtums bei Handeln
1989; el mismo, Zur Unterscheidung von Tat-und Rechtsirrtum, GA 1990, pág. 407; KramerlTrittel, Die auf falschcn Rat, Sttaftechdiche Ptobleme 8, 1980, pág. 105; Schlegtendal, Tatbestand, Votsatz und
Bindungswirkung dcr Entscheidung des BVerfG über die VerfassungsmáKigkeit des § 17 StGB, J Z 1980, Fahtlássigkeit bei den Ordnungswidrigkeiten, L9¡ss. Freiburg 1957; Sehlüchter, Irrtum über normative
pág. 393; Krümpelmann, Stufen der Schuid beim Verbotsirrtum, GA 1968, pág, 129; el mismo, Die Tatbestandsmerkmale, 1983; la misma, Grundfalle zum Bewertungsirrtum usw., JuS 1985, pág. 373;
strafrechtliche Behandlung des Irrtums, ZStW-Beiheft Budapest, 1978, pág. 6; Küper, Die damonische Macht Sehmidhduser, Über Aktualitat und Potentialitát des UnrcchtsbewuKtseins, Festschtift füt H. Mayet, 1966,
des "Kat7,enkonig.s" usw., J Z 1989, pág. 617; Küpper, Grenzen der normativen Strafrechtsdogmatik, 1990; pág. 517; el mismo, Gesinnungsethik und Gesinnungsstrafrecht, Festschtift für W Gallas, 1973, pág. 8 1 ; «•/
Kunz, Strafausschiufi oder-milderung bei Tatveranlassung durch falsche Rechtsaiiskunft? GA 1983, pág. 457; mismo, UnrechtsbewuStsein und Schuldgrundsatz, N J W 1975, pág. 1807; elmismo, Der Verbotsitttum und
tange, Itrtumsfragen bei der arzdichen Schwangerschaftsunterbrechung, JZ 1953, pág. 9; el mismo, Det das Sttafgesetz, JZ 1979, pág. 361; Eh. Schmidt, Anmerkung zu OLG Oldenburgvom 20.6.1950, SJZ 1950,
Sttafgesetzgeber und die Schuldlehre, J Z 1956, pág. 73; el mismo, Die Magna Charra der anstandigen Leute, pág. 837; Schróder, Die Notstandsregelung des Entwutfs 1959 II, Festschrift füt Eb. Schmidt, 1961, pág.
JZ 1956, pág. 519; el mismo, Nut eine Ordnungswidrigkei? J Z 1957, pág. 233; Langer, Das Sonderverbrechen, 290; Schroth, Die Annahme und das "Für-M5gl¡ch-Halten" von Umstanden, die einen anetkannten
1972; el mismo, Vorsatztheofie und sttafgesetzliche Irrtumsregelung, GA 1976, pág. 193; el mismo, Rechtfertigungsgrund begründen, Festschrift für Arthur Kaufmann, 1993, pág. 595; B. Schünemann,
Geserzlichkeitsprinzip und Strafmilderungsgründe, Festschtift für H. Dünnebier, 1982, pág. 4 2 1 ; elmismo, Einführung in das sttafrechtliche Systemdenken, en: Schünemann (ed.), Gtundftagen des modetnen
Strafrechtsdogmatik ais Wissenschaft, GA 1990, pág. 435; Lang-Hinrichsen, TMÍ Problematik der Lehre von Straftechtssystems, 1984, pág. 1; el mismo, Die deutschsptachige Sttafrechtswissenschaft nach der
Tatbestands-und Verbotsirrtum, JR 1952, pág. 184; f/m/ímt», Tatbestandslehre und Verbotsirrtum, JR 1952, Strafrechtsrefotm usw, GA 1985, pág. 341; H.-W. Schünemann, Vetbotsitttum und faktische Verbotskenntnis,
págs. 302, 356; el mismo, Die irttümliche Annahme eines Rechtfertigungsgrundes in der Rechtsprechung N J W 1980, pág. 735; Spendel, Das UnrechtsbewuStsein in der Verbrechenssystematik, Festschtift für H.
des B G H , J Z 1953, pág. 362; el mismo, Zur Frage der Schuid bei Sttaftaten und Ordnungswidrigkeiten, Trondle, 1989, pág. 89; Strien, Einflüsse des deutschen Strafrechts auf die jüngete Strafrechtsreformbewegung
GA 1957, pág. 225; el mismo, Die kriminalpolitischen Aufgaben der Strafrechtsrefotm, Verhandlungen des in Spanien, 1992; Strauss, Verbotsitttum und Erkundigungspflicht, N J W 1969, pág. 1418; Tiedemann,
43. DJT, Tomo I, 1960, pág. 5; Lenckner, Die Rechtfertigungsgründe und das Erfordernis pflichtgemáSer Tatbestandsfunktionen im Nebensttafrecht, 1969; el mismo, Zur legislatotischen Behandlung des
Prüfung, Festschrifr für H. Mayer, 1966, pág. 165; Loos, Bemerkungen zur "historischen Auslegung", Verbotsirrtums im Ordnungswidrigkeiten-und Steuetstrafrecht, ZStW 81 (1969) pág. 869; Timpe, Normativas
Festschrift für R. Wassermann, 1985, pág. 123; Maiwald, Unrechtskenntnis und Vorsatz im Steuerstrafrecht, und Psychisches im Begtiff der Vermeidbarkeit des Verbotsirrtums, GA 1983, pág. 5 1 ; Warda, Die
1984; Mangakis. Das UnrechtsbewuStsein in der strafrechtlichen Schuldlehre nach deutschem und Verbotsirrtumsregelung des § 31 WStG usw., JR 1950, pág. 546; el mismo, Tatbestandsbezogenes
griechischem Recht, 1 9 5 4 ; / Meyer, Verbotsitrtum im Ordnungswidrigkeitenrecht, JuS 1983, pág. 513; UntechtsbewuStsein, N J W 1953, pág. 1052; el mismo, Zut gesetzlichen Regelung des vermeidbaren
Mezger, Fiktion und Analogie beim sog. Verbotsirrtum, N J W 1961, pág. 869; Mir Puig, Der Irrtum ais Verbotsitttums, ZStW 71 (1959) pág. 252; el mismo, Schuid und Strafe beim Handeln mit bedingtem
U n r e c h t s - u n d / o d e r Schuldausschliellungsgrund im spanischen Strafrecht, en: EserlPerron (edrs.), UnrechtsbewuStsein, Festschrift ím H. Weizel, 1974, pág. 499; el mismo, Vorsatz und Schuid bei ungewisser
Rechtfcrrigung und Entschuldigung, Tomo III, 1991, pág. 291; Müller-Dietz, Grenzen des Schuldgedankens T a t e r v o r s t e l l u n g , Festschtift für R. Lange, 1 9 7 6 , pág. 119; v. Weber, Der I r r t u m übet einen
im Sttafrecht, 1967; Naka, Apellfunktion des Tatbestandsvorsatzes, JZ 1961, pág. 210; Niese, Finalitat, Vorsatz Rechtfertigungsgfund, JZ 1951, pág. 260; elmismo, NegativeTatbestandsmetkmale, Festschrift für E. Mezger,
und Fahflássigkeit, 1951; elmismo, Der Irrtum über Rechtfertigungsgründe, DRiZ 1953, pág. 20; Noli, 1954, pág. 183; Welzel, Die Regelung von Vorsatz und Itrtum im Strafrecht ais legislatorisches Problem,
Das Unrechtsbewufitsein im schweiz. Strafrecht, Schweizer Beitráge zum IV. Internationalen Kongreí? für ZStW 67 (1955) pág. 196; elmismo, Der übergesetzliche Notstand und die Irrtumsptoblematik, JZ 1955,
Rechtsvergleichung 1954, pág. 209; el mismo, Tatbestand und Rechtswidrigkeit usw., ZStW 77 (1965) pág. pág. 142; el mismo, D e r V e r b o t s i r r t u m im N e b e n s t t a f r e c h t , J Z 1 9 5 6 , pág. 2 3 8 ; el mismo,
1; Nowakowski, Rechtsfeindlichkeit, Schuid, Vorsatz, ZStW 61 (1953) pág. 379; elmismo, Ptobleme der Diskussionsbemetkung zum Thema "Die Itttumsregelung im Entwurf, ZStW 76 (1964) pág. 619; Wolter,
Strafrechtsdogmatik, JBl 1972, pág. 19; Oehler, Die mit Strafe bedrohte tatvorsatzliche Handlung im Ralrmen Schuldhafte Vctletzung einet FLrkundigungspfliclii, JuS 1979, pág. 4 8 2 ; Zaczyk, Der verschuldete
der Teilnahme, Berliner Festschtift zum 4 1 . DJT, 1955, pág. 255; Otto, Der vorsatzausschheSende Itrtum Verbotsirrtum BayObLG N J W 1989, pág. 1744, JuS 1990, pág. 889; Ziegen, Vorsatz, Schuid und
in der hochsttichtedichen Rechtsprechung, Gedachtnisschrift für K. Meyer, 1990, pág. 583; el mismo, Der Votverschulden, 1988.
Verbotsirrtum, Juta 1990, pág, 645; Paejfgen, Fotografieren von Demonstranten usw., J Z 1978, pág. 738; el
mismo, Anmerkungen zum Erlaubnistatbestandsirrtum, Gedachtnisschrift für Armin Kaufmann, 1989, pág.
399; Platzgummer, BcwuBtseinsform des Vorsatzes, 1964; el mismo, Die "Allgemeinen Bestimmungen" des
Strafgesetzenrwutfes usw., JBl 1971, pág. 236; el mismo, Vorsatz und UnrechtsbewuStsein, Strafrechtliche I. La c o n c i e n c i a d e la antijuricidad c o m o e l e m e n t o d e la c u l p a b i l i d a d
Ptobleme der Gegenwart, Tomo I, 1974, pág. 49; Pulitanb, L'ettore di diritto nella teotia del reato, 1976;
Rohinson, Criminal Law Defenses, Tomo I, 1984; Roxin, Die Itrtumstegelung des E 1960 und die strenge 1. Sólo actúa c u l p a b l e m e n t e quien p u e d e darse c u e n t a de q u e su c o m p o r t a m i e n t o está p r o -
Schuldtheorie, MSchtKrim 1961, pág. 211; el mismo, Die Behandlung des Irrtums im E 1962, Z S t W 76 h i b i d o . El r e c o n o c i m i e n t o d e este principio p o r parte d e la sentencia dictada p o r el Pleno de la
Sala de lo Penal d e l T r i b u n a l S u p r e m o Federal d e fecha 1 8 . 3 . 1 9 3 2 ( B G H 2, 194 [ 2 0 1 ] ) , consti-
486 § 41 Conciencia de la anlijuricidad y error de prohibición
1. La conci-encia tic la aniijuricitlad como elemento de la culpabilidad 487

tuve un h i t o e n la h i s t o r i a reciente d e l D e r e c h o p e n a l a l e m á n . Es c i e n o q u e las repercusio- a pesar de la ausencia de tal conocimiento podía justiflcar.se la pena del deliro doloso en el supuesto en el
nes prácticas d e este c a m h i o son l i m i t a d a s , pues la j u r i s p r u d e n c i a ya consideraba suficiente para que el error de ¡prohibición hiera vencible.
la culpabilidad dolosa el error d e p r o h i b i c i ó n vencible e i m p o n e presupuestos rigurosos para apre-
El D c t c c h o vigente desde la reforma del a ñ o 1975 parte de la distinción entre error de tipo (§
ciar su invencibilidad; no o b s t a n t e , a través d e la exigencia d e la conciencia d e la antijuricidad
16) y etror de prohibición (§ 17) '. La regulación del error de prohibición t o m a por base la tcotía
c o m o requisito para el r e p r o c h e culpabilístico se despejó el c a m i n o p a r a el p l e n o desarrollo del
de la culpabilidad ^ Esto se deduce del hecho de q u e el error vencible de prohibición deja intacto
p r i n c i p i o de cidpabilidad (acerca d e su historia p r e c e d e n t e vid. la 2.^ ed. de esta obra págs. 2 2 8 ,
3 3 8 ) '. El legislador c o n c l u y ó este desarrollo en el a ñ o 1975 p o r m e d i o de la i n t r o d u c c i ó n del § el dolo según el § 17, inciso segundo, v c o n d u c e sólo a una atenuación facultativa de la pena del
17. D e este p r e c e p t o se deriva a senm contrarío q u e el c o n o c i m i e n t o d e la ilicitud es u n requisito delito doloso c o n f o t m e al § 4 9 I. También la nueva regulación del error d e p r o h i b i c i ó n en el D e r e -
para la p l e n a culpabilidad. Lo q u e sí regula p o s i t i v a m e n t e tal disposición es el error de p r o h i b i - c h o administrativo sancionador (§ 11 II O W i G ) descansa sobre la teoría de la c u l p a b i l i d a d ' . El §
ción: Si en el a u t o r falta la c o n c i e n c i a del injusto actúa sin c u l p a b i l i d a d s i e m p r e q u e su d e s c o n o - 5 I W S t G regula u n s u p u e s t o especial de error de prohibición (vid. infm § 4 6 II 3 b ) .
c i m i e n t o fuera invencible (inciso p r i m e r o ) . Si aquel p u d o evitar el error, e n t o n c e s la p e n a deter- 3 . El D e r e c h o vigente t a m b i é n ha traído consigo u n a claridad esencial para el c o n t e n i d o
m i n a d a p o r el tipo doloso p u e d e ser a t e n u a d a d e a c u e r d o c o n el § 4 9 I (inciso s e g u n d o ) . La d e la c o n c i e n c i a d e la antijuricidad pues se m e n c i o n a al "injusto" c o m o o b j e t o del c o n o c i -
conciencia del injusto viene a erigirse así en el m'icleo central del r e p r o c h e d e c u l p a b i l i d a d , p u e s - m i e n t o de la p t o h i b i c i ó n . Pot el contrario, el legislador ha dejado abierta la cuestión relativa a la
to q u e la resolución a c o m e t e r el h e c h o a d o p t a d a con p l e n o c o n o c i m i e n t o d e su c o n t r a r i e d a d a ptecisión de la conciencia d e la antijuricidad.
la n o r m a jurídica evidencia del m o d o m á s claro posible la deficiencia d e u n a a c t i t u d j u t í d i c a
a) En cualquier caso, el objeto de la c o n c i e n c i a d e la i l i c i t u d n o es el c o n o c i m i e n t o d e la
inicrna q u e perjudica al autor. La llamada p o r p a r t e de la n o r m a jurídica a la fidelidad al D e r e -
proposición jurídica infringida o de la p u n i b i l i d a d del h e c h o ( B G H 15, 3 7 7 [382 ss.]). Más bien,
c h o tenía q u e h a b e r r e p e r c u t i d o i n m e d i a t . a m e n t e sobre la f o r m a c i ó n d e la v o l u n t a d del autor.
es suficiente con q u e el a u t o r sepa q u e su c o m p o r t a m i e n t o c o n t r a d i c e las exigencias del orden
Q u i e n , en lugar de aquélla, se revela c o n s c i c n r e m e n t e en c o n t r a del D e r e c h o , manifiesta c o n ello
c o m u n i r a r i o y q u e , p o r ello, &iií jurídicamente p r o h i b i d o ^. C o n otras palabras: es suficiente con
u n a posición opuesta a la p r e t e n s i ó n d e validez del b i e n j u t í d i c o p r o t e g i d o p e n a l m e n t e q u e es
o p u e s t a a la q u e posee un c i u d a d a n o p r u d e n t e . Pero incluso c u a n d o se e n c u e n t r e a u s e n t e en el
a u t o r el c o n o c i m i e n t o del injusto q u e resulta necesario para el p l e n o r e p r o c h e d e c u l p a b i l i d a d o,
con otras palabras, c u a n d o exista en él u n error d e p r o h i b i c i ó n , t a m b i é n tiene lugar ral juicio d e Teil 4." ed. págs. 468 ss.; MaurachIZipf, Allg. Teil 1 § 37 núm. 60; MezgedBlei, Allg. Teil 15.» ed. págs. 207;
reproche. Esto sucede c u a n d o el error fue vencible. T a m b i é n en este caso p e r m a n e c e la p u n i b i l i d a d hliese, Finalitat págs. 33 ss.; Schaffstein, Gottinger-Festschrift págs. 175 ss.; Eb. Schmidt, SJZ 1950, pág.
p o r el h e c h o doloso d e a c u e r d o c o n el § 1 7 , inciso s e g u n d o , p u e s el a u t o r ha realizado c o n s c i e n t e 837; Dreher, 34." ed. § 59 comentario 11 E 3; Dreher/Trdndle, nota preliminar núm. 31 antes del § 13;
Warda, JR 1950, págs. 546 ss.; v. Weber, GrundriS pág. 122; Welzel Lehrbuch págs. 164 ss.; Stratenwerth.
y v o l u n t a r i a m e n t e las circunstancias q u e f u n d a m e n t a n el juicio d e antijuricidad. Sin e m b a r g o ,
Allg. Teil I 1.» ed. núm. 612, 3.=' ed. núm. 582; Wessels. Allg. Teil núm. 462.
d e b i d o a la ausencia del c o n o c i m i e n t o actual de la ilicitud, la c u l p a b i l i d a d viene a ser, p o r regla
'' Acerca de las dificultades en la delimitación entre uno y otro error que .se derivan, por un lado, de
general, m e n o r . El carácter m e r a m e n t e facultativo de la a t e n u a c i ó n d e la p e n a del delito d o l o s o
la utilización de elementos normativos y de valoración global del hecho y, por otro, de la existencia de nor-
no c o n t r a d i c e el p r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d (BVerfGE 4 1 , 121). mas penales en blanco, Baurnann, Welzel-Festschrift págs. 533 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 12 núms. 84 ss;
Frisch, Der Irrtum págs. 225 ss.; Arthtir Kaufmann, Lackner-Festschrift pág. 190; SchonkelSchr'óderlCramer,
2. A pesar de que la conciencia de la antijuricidad como elemento de la culpabilidad estaba general-
§ 17 núm. 12 con numerosas referencias jurisprudenciales; además, DreherlTrondle, § 17 núm. 11 (vid.
mente reconocida con anterioridad a la introducción del § 17, su posición en la estructura del concepto de
también infra § 41 II 2 d). El error acerca del deber de contribución fiscal que según las BGH 5, 90 (92);
culpabilidad permaneció siendo discutida. Una minoría partidaria de la teoría del dolo ^ situaba como nú-
BayObLG N J W 1976, pág. 635 constituye un error de tipo y, por ello, entra en contradicción con el casti-
cleo central de éste a la conciencia de la antijuricidad junto con el conocimiento y voluntad de los elemen-
go previsto en el § 370 A O , es considerado por Maiwald, Unrechtskenntnis págs. 15 ss. como un error de
tos del tipo (dolus nialus), de modo que faltando la mencionada conciencia la pena por el delito doloso
prohibición que deja intacto el dolo.
nunca podía entrar en juego. Por el contrario, la anteriormente también dominante teoría de la culpabili-
^ Dreher, Heinitz-Festschrift pág. 211; DreherlTrondle, § 17 núm. 2; Loos, Wis,scrmann-Festschrift
dad^ considero a la conciencia de la ilicitud como un elemento autónomo de la culpabilidad, de forma que
pág. 127; Lackner, § 17 núm. 1; Roxin, Allg. Teil § 21 núm. l;]nkobs, Allg. Teil 19/18; Seh'ónkelSchroderl
Cranier, § 17 núm. 3; SK(Rudolphi) % 17 núm. \\Stree, en: Roxin y olios, Einführung pág. 50; Tiedemann,
Z S t W S l (1969) pág. 869;AK(Neumann)§ 17 núm. 1. Por el contnno, Schmidhiiuser, N J W 1975, pág.
' Vid. Schmidhámer, N J W 1975, pág. 1808; v. Caenimerer, BGH-Ansprachen pág. 5A; Krümpelmann,
1810;Í-/OTMWO, J Z 1979, pág. 369 y Langer, GA 1976, págs. 2 0 6 , así como en GA 1990, pág. 456 nota a
ZStW Beiheft Budapest 1978 págs. 7 ss.; Roxin. Allg. Teil I § 21 núm. 7.
pie núm. 69 pretenden interpretar el § 17 según la teoría del dolo en atención al principio de culpabilidad.
^ Así, por ejemplo, Baurnann, Allg. Teil 5.» ed. págs. 420 ss.; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 424; Crítico también con la regulación del § 17, inciso segundo, Otto, Grundkurs pág. 210; Arthnr Kaufmann,
Hardwig. GA 1956, pág. 57-5; tangir. Das Sonderverbrechen págs. 356 ss.; el mismo, GA 1976, pág. 193; Lackner-Festschrift págs. 186 ss.; H.-W. Schünemann, N J W 1980, págs. 741 ss. Acerca de la cuestión del
Lang-Hinrichsen, JR 1952, págs. 184, 302, 356; el mismo, JZ 1953, pág. 362; el mismo, DJT-Gutachten efecto vinculante de la BVerfGE 4 1 , 121 KramerlTrittel JZ 1980, pág. 393 con la téplica de Schmidhduser
págs. 102 ss.; LK(8^)(Mezger) § 59 comentario 17 III; Oehler, Berliner Festschrift pág. 259; SchonkelSchroder, ibídem pág. 396.
17.^ed. pág. 59 núms. 81 ss.; Schmidhduscr, Allg. Teil l.»ed. pág. 327, 2." ed. pág. 419; H,-W. Schünemann,
' Vid. Gdhler § 11 OWiG núms. 20 ss. Pueden encontrarse objeciones a ello en Tiedemann.
N J W 1980, pág. 738; Spendel, Trondle-Festschrift págs. 99 ss.
Wirtschafrsstrafrecht Allg. Teil págs. 212 ss.; el mismo, ZStW 81 (1969) pág. 874.
•' Así, por ejemplo, Bockelmann, N J W 1950, pág. 830; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 125; Busch,
' Vid. Arthur Kaufmann, Unrechtsbewuí?tsein págs. 154 ss.; el mismo, Z S t W 76 (1964) pág. 554;
Moderne Wandlungen pág. 9; el mismo, Mezgcr-Festschrift pág. 168; Grafzu Dohna, Verbreclicnslehre pág.
DreheríTrondk, § 17 núm. 3; KohlrauschlLange, § 59 comentario II 21i; Lackner, § 17 núm. 2; Schonkel
51; KohlnmschlLange, § 59 comentario II 2 h; Gallas, Beitrage pág. 56 nota a pie núm. 89; Maurach, Allg.
Schroder/Cramer § \7 núm. 5; SK(Rudolphi) § 17 núms. 3 ss., Welzel, Lehrbuch pág. 171; Orro, Jura 1990,
488 § 41 Conciencia de la antijuricidad y error de prohibic¡()n I. La conciencia de la antijnricidad como elemento de la cnlpabiüdad 489

el c o n o c i m i e n t o de la antijuricidad material, ú b i e n " c o m o c o n o c i i n l c i u o del lego" ( B G H 10, b) L^n la mayoría d e las ocasiones el a u t o r poseení una conciencia precisa sobre la ilicitud
35 [41]). Por o t r o lado, la conciencia de la c o n t r a r i e d a d a las c o s t u m b r e s no f u n d a m e n t a el c o - d e su h e c h o . Esto tige sin más en telación con los liecbos que t o d o el m u n d o sabe q u e están
n o c i m i e n t o del injusto ( B G H G A 1 9 6 9 , pág. 6 1 ) . N o o b s t a n t e , a m e n u d o es p r e c i s a m e n t e esa p r o h i b i d o s ( h o m i c i d i o , h u t t o , falso t e s t i m o n i o , i n c e n d i o ) . N o o b s t a n t e , s o b t e t o d o p o r lo q u e
m i s m a conciencia la q u e hace aparecer al error de p r o h i b i c i ó n c o m o vencible, p u e s t o q u e el a u - i m p o r t a al D c t c c b o p e n a l especial, t a m b i é n basta c o n q u e el a u t o r s o p e s e s e r i a m e n t e la
tor tenía m o t i v o s para d u d a r acerca de la valoración jurídica de su acción. El c o n o c i m i e n t o d e la antijuficidad de su c o m p o t t a m i c n t o y se c o n f o r m e c o n la posibilidad de a t e n t a r c o n t r a el D e t e -
antijuricidad matctial significa q u e el a u t o r cree estar infringiendo u n a n o r m a penal, civil o ad- c h o ( c o n o c i m i e n t o p o t e n c i a l del injusto) ( B G H LM § 59 n ú m . 6; B G H J R 1 9 5 2 , pág. 2 8 5 ;
ministrativa ( B G H 1 1 , 2 6 3 [266]) I B G H 4, 1 [4]; d e t a l l a d a m e n t e sobre la cuestión O L G Dusseldorf M D R 1 9 8 4 , pág. 8 6 6 ) ">. En
Ejemplos de casos fronterizos: La esposa que tiene noticia del robo planificado por su marido y que no parte se a d m i t e q u e a n t e dtidas sobre la antijuricidad q u e no son fáciles d e disipar (vid. el caso
hace nada para hacede cambiar de opinión o evitar el hecho de otro modo, desconocerá posiblemente el resuelto p o r la O L G B r e m e n N J W 1 9 6 0 , pág. 163), c i e r t a m e n t e cabe excluir el error d e p r o h i -
%
deber de denuncia (§ 138) o la obligación de impedir el hecho (§ 139 III) aunque no considere correero su bición, p e r o p o d r í a a d m i t i r s e u n a atenuación p u n i t i v a p o r aplicación analógica del § 17 o, in-
siliencio (BGH 19, 295 [299]). Ld joven agriculror que manriene relaciones sexuales con una mujer cluso, la i m p u n i d a d " . D e a c u c t d o con la c o n c e p c i ó n a q u í expuesta, existe p l e n o c o n o c i m i e n t o
ollgofrénica, pero con inclinaciones especialmente impulsivas de esa naruralcxa, posiblemenre no sea cons- del injusto si, en caso de d u d a , el a u t o t se c o n f o r m a c o n la ttausgresión del D e r e c h o , pues de lo
ciente de la prohibición jurídica del § 179 I núm. 1, 11, aún cuando estime por imptídica su acción (BGH c o n t r a r i o nos e n c o n t r a m o s a n t e u n error de p r o h i b i c i ó n cuya vencibilidad (acerca del d e b e r de
JR 1954, pág. 188). Alguien graba en una cinta magnerofónica una conversación telefónica sin conocimien-
informarse vid. B G H 2 1 , 18 [21]) c o n d u c e a la a t e n u a c i ó n facultativa del § 17, inciso s e g u n d o ,
to de la otra parre; considera su acruación como Inconvenlenre pero no conoce la prohibición penal del §
y, en o t t o caso, a la i m p u n i d a d de acuerdo con el § 17, inciso p r i m e r o '^.
2011núm.l.
c) E n m u c h o s casos el a u t o r poseerá c l a r a m e n t e u n a conciencia actual áA injusto. Este es
Para el c o n o c i m i e n t o del injusto basta con la conciencia d e estar a t e n t a n d o c o n t t a u n a ñor-
ma jurídica formalmente válida, pues en este caso el a u t o t sabe d e t o d o s m o d o s q u e infringe el sobre t o d o el caso de delitos planificados c o n m u c h a antelación y q u e se llevan a c a b o d e a c u e t -
D e r e c h o vigente p o r m u y c o n v e n c i d o q u e esté d e la utilidad social d e su c o m p o r t a m i e n t o (AG d o c o n el proyecto trazado. Sin e m b a r g o , es t a m b i é n suficiente c o n q u e se e n c u e n t r e latente en
D u s s e l d o r f N J W 1 9 8 5 , pág. 1 9 7 1 : n o existe posibilidad d e d e d u c c i ó n impositiva p o r u n a d o n a - el estrato personal {ViA. supra § 3 7 III 2) u n a i m a g e n del i n j u s t o , a u n q u e ni siquiera se llegue a
ción indirecta a u n p a r t i d o p o l í t i c o ) . Al igual q u e q u i e n acttia forzado p o r m o t i v o s d e c o n c i e n - actualizar en el h e c h o c o m e t i d o . Esto es precisamente lo q u e con frecuencia sucede en los delitos
cia (BVerfGE 12, 45 [55]), el autor por convicción posee en t o d o caso la conciencia del injusto c o m e t i d o s p o r arrebato '^.
c u a n d o sabe q u e ia n o r m a q u e d e s a t i e n d e c o n c u e r d a formal y m a t e r i a l m e n t e c o n la C o n s t i t u - d) La conciencia d e la antijuricidad debe abarcar el c o n t e n i d o de injusto específico de la
ción (vid. BVerfGE 3 2 , 9 8 ; B G H 2, 194 [ 2 0 8 ] ) ' . figura de delito en cuestión ( B G H 15, 3 7 7 [ 3 8 3 ] ; B G H V R S 6 5 , pág. 1 2 7 ) , algo q u e c o m p o r t a
Ejemplos: La transgresión del Reglamento de Policía sobre la prohibición de la consulta popular acerca u n rechazo de la teotía del D e r e c h o c o m ú n del "versari in re illicita". Puesto q u e la conciencia
de una nueva milirarización, tuvo lugar con conocimiento del injusto aunque los autores creyeran que el del injusto sólo consiste en el c o n o c i m i e n t o de la antijuticidad del h e c h o p r e c i s a m e n t e bajo el
desarrollo de Alemania era funesro y que debían impedirlo mediante una apelación a la voluntad popular p u n t o de vista jurídico d e la c o r r e s p o n d i e n t e disposición penal infringida, dicha conciencia p u e -
(BGH 4, 1 [3]; lo mismo debe admitirse para el padre que siendo Testigo de Jehová rehusa llevar a cabo un
intercambio imprescindible de sangre con su hijo [OLG H a m m N J W 1968, pág. 212]. Vid. también la
BayObLG M D R 1966, pág. 693 relativa a la deserción de la prestación social susdturoria; LG Bedin y KG '" Por el contrario, Blei, Allg. Teil pág. 199; Stratenwerth. Allg. Teil 1 núm. 386; Warda, Welzel-
J Z 1976, pág. 98 [99] en rorno a unos daños materiales cometidos por motivación política). Vid., asimis- Festschrlfr pág. 524 pretenden aceptar únicamente la conciencia de la antijuficidad sólo ante un conoci-
mo, supra § 37 II 3). miento pteciso de la prohibición. Sin embargo, para el caso en el que el autor posea serias dudas acerca de
su comportamiento, lo cotrecro es preguntarse si, como en el dolo eventual, el autor se conformaba con la
infracción del Derecho o había confiado en actuar conforme al mismo; de la misma opinión, DreherlTróndle,
§ 17 núm. 5; Paejfgen, JZ 1978, pág. 745; LK{\ \?) (Schroeder) § 17 núm. 23; Rudolphi, UnrechtsbewuKtsein
págs. 645 ss. Rudolphi, Unrechtsbewuí5tse¡n págs. 59 ss. exige acertadamente el conocimiento de que la págs. 136 ss.; Kienapfel O J Z 1976, pág. 116.
norma énco-social infringida ha encontrado reconocimienroyHr/,¿/cí7. Es suficiente con la aceptación de una " Así, Blei. Allg. Teil pág. 199; Armin Kaufmann, ZStW 70 (1958) pág. 86; Roxin. Allg. Teil 1 § 21
infracción administtativa (BGH 11, 263 [266]; OLG Dusseldorf N J W 1987, pág. 78); de otra opinión, LK núm. 33; Schónke/Schróder/Cramer, § 17 núm. 19; SK(Rudolphi) § 17 núm. 13; Kimz, GA 1983, págs. 468
(1 \.*)(Schroedcr) § 17 núm. 8. Según LK(\ 1.") (Schroeder) § 17 núm. 7 por lo general es necesaria la con- ss.; Warda, Welzel-Festschrift págs. 526 ss.; el mismo, Lange-Fcsrschrift pág. 146.
ciencia de la punibilidad (como en Feuerhach). En contra se pronuncia unánimemente la jurisprudencia;
'•^ En el sentido del texto, Lackner, § 17 núm. 4. Por el contrario, Dimakis, Der Zweifel pág. 121
vid. BGH 2, 202; 1 0 , 4 1 ; 1 5 , 3 8 3 .
opta por un criterio basado en la alta probabilidad de la antijuricidad, considerando la existencia de un
* Por el conrrario según AK (Neumann) § 17 núms. 21 ss., la conciencia del injusro presupone el error de prohibición cuando se está pot debajo de aquélla.
conocimicnro de estar atentando contra una norma provista de una sanción, por lo que no debería bastat '^ Vid. la distinción entre la conciencia del injusto bajo una "representación lingüística" y bajo una
con el conocimiento de un inju.sto disciplinario (acertadamente en contra, SchdnkelSchrdderlCramer, § 17 "representación material" en Schmidháuser, H. Mayer-Festschrift pág. 331; el mismo, Allg. Teil págs. 424 ss.; el
núm. 5). mismo. N J W 1975, pág. 1811; asimismo, Rudolphi. UnrechtsbewuStsein pág. 166. En el mismo sentido ha-
' Asimismo, Ebert, Überzeungungsráter pág. ')A; Jakohí, Allg. Teil 19/24; Roxin, Allg. Teil 1 § 21 blan Platzgummer, Bewufitseinsform págs. 83 ss. de "co-conciencia"; Schewe, Bewufitsein págs. 135 ss., 147 ss.
núm. 15; Lackner, § 17 núm. 2; LK(\\.^) (Schroeder) § 17 núm. 20; Rudolphi, Unrechtsbewuí?tsc¡n págs. de "estat orientado". Vid., igualmente, la doctrina mayoritaria; vid. Horn, Verbotsirrtum pág. 4 3 ; LKiW.")
188 ss.; Schónke/Schroder/Cramer, § 17 núm. 7; Schmidháuser, H. Mayer-Festschrift pág. 334; Küper, JZ (Schroeder) § 17 núm. 16; Jakobs, Allg. Teil 8/12 (acerca del dolo); Roxin, ZStW 78 (1966) pág. 257; SK
1989, pág. 622. (Rudolphi) § 17 núm. 14; SchtinkelSchróderlCramer, § 17 núm. 9; Kienapfel OJZ 1976, pág. 115.
490 § 41 Conciencia de la anrijuricidad y error de prohibición 11. Id error sobre la norma de prohiliición 491

d e c o n c u r r i r p a r c i a l m e n t e o estar prescnre para lo.s supuestos d e c o n c u r r e n c i a de diversas n o r m a s heclio ' ' . Al objeto d e inchfn- t a m b i é n este caso ftecuente, el ^ 17, inciso p r i m e r o , reza expresa-
penales en u n c o n c u r s o real ( " T a l m e h r h e i t " ) o ideal ("Tateinheii") de delitos ( p r i n c i p i o de la n i e m e : "Si en la c o m i s i ó n del lieclio falta en el a u t o r la comprensión de c o m p o r t a t s e ilícitamente,
" d i v i s i b i l i d a d d e la c o n c i e n c i a del injusto") ' ' . e n t o n c e s actúa sin c i d p a b i l i d a d . . . " (vid. B T - D t u c k s a c h e V / 4 0 9 5 pág. 9).

F.jeniplos: El padrastro qnc, procedente de Yugoslavia, mam ¡ene relaciones con su hij.asrra menor de a) H a y q u e distinguit d o s supuestos básicos del error de p r o h i b i c i ó n . D e u n lado, p u e d e
edad, era ciertamente consciente de la antijuricidad del hecho como incesto con un pariente (§ 174 núm. I sct q u e el a u t o r n o petciba c o m o tal la n o r m a d e prohibición que se refiere al h e c h o y q u e p o r ello
en su redacción anterior) y adulterio (§ 172 en su redacción anterior), pero posiblemente actuó bajo un crea que su acción está petmitida (error de p r o h i b i c i ó n directo). Este error p u e d e obedecer a q u e
error de prohibición en atención al incesto impropio (§ 173 11 2 en su redacción antctior) pues este era al a u t o r n o le sea conocida la n o t m a de prohibición o a q u e , aún conociéndola, ia ha interpretado
desconocido en el Derecho yugoslavo (por lo demás, al igual que ahora en Alemania) (BGH 10, 35 [39]
e q u i v o c a d a m e n t e y por ello cree que no resulta aplicable ( B G H V R S 6 5 , 127; O L G Dusseldorf
con comentario Ae Jescheck, JZ 1957, pág. 5 5 1 ; de una opinión distinta con anterioridad BGH 3, 342).
N J W 1986, pág. 2 0 0 1 ) . T a m b i é n constituye error de prohibición directo aquel q u e recae sobre los
Asimismo, un turista italiano que tiene acceso carnal con su hija menor de dieciocho años podría ser puni-
ble de acuerdo con el § 174 I núm. 3, pero impune por el § 173 I a causa de un error de prohibición, elementos d e la valoración global del hecho, en la medida en que lo q u e se cuestiona es el juicio d e
debido a que en el art. 564 C.p. italiano sólo se conmina con pena el incesto que causa escándalo público. valof y no el c o n t e n i d o fáctico que le s i n e de base ( p o t ejemplo, la "reprochabilidad" d e la relación
Quien conoce el injusto del tipo básico posee tambic'n la conciencia del especial contenido de injusto del m e d i o a fin en el § 2 4 0 II) (vid. supra § 2 3 II 2). D e o t t o lado, existe la posibilidad de q u e el a u t o r
tipo cualificado (BGH 8, 321 [324]; 1 5 , 3 7 7 [ 3 8 3 ] ) ' I No obstante, la conciencia de la injuria (§ 185) no q u e acttía bajo el pleno c o n o c i m i e n t o de la p t o h i b i c i ó n c o m o tal, ctca e r r ó n e a m e n t e q u e en el caso
comprende sin más el upo de injusto del § 90b (BGH StV 1982, pág. 218). c o n c t e t o tiene lugar la intervención de u n a n o r m a conttaria d e naturaleza justificante p o t h a b e r
desconocido los límites jutídicos de u n a causa d e justificación reconocida, o acepte en su beneficio
4. En t o d o s los casos en los q u e la antijuricidad de! h e c h o resulta e v i d e n t e y el a u t o r es
u n a catisa d e justificación q u e no está acogida p o r el O r d e n a m i e n t o jurídico (error d e p r o h i b i -
a d u l t o y p l e n a m e n t e culpable, la existencia de la conciencia del injusto no requiere de n i n g u n a
c i ó n indirecto) '* (acerca de este último vid. infra § 41 i l l 1).
p r u e b a adicional. D e a h í q u e sólo se precise realizar en la sentencia la verificación expresa d e tal
circunstancia c u a n d o el a c u s a d o ha alegado error de p r o h i b i c i ó n (vid. § 2 6 7 S t P O ) o c u a n d o se b) El error d e p r o h i b i c i ó n p u e d e ser vencible o invencible " . El error d e p r o h i b i c i ó n i n -
dcnvcn jundadas dudas acerca d e su conciencia sobre la antijuricidad p o r ser, p o r e j e m p l o , u n v e n c i b l e n o p u e d e c o n d u c i r a u n reproche del autor, pues quien no está en la s i t u a c i ó n de coiti-
extranjero, p o r n o p e r t e n e c e r la n o r m a al núcleo básico de! D e r e c h o penal, p o r ser d u d o s a su p r e n d e r el injusto del h e c h o n o manifiesta u n a a c t i t u d jurídica i n t e r n a reprobable c u a n d o atenta
iiuerpretación o p o r q u e el a u t o r p u e d e h a b e r creído en la i n t e r v e n c i ó n de u n a causa de justifica- c o n t r a el D e r e c h o . Esta clase d e error excluye, pues, la culpabilidad. Por el c o n t r a r i o , en el d e
ción (en la i n c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d se da la c o r r e s p o n d i e n t e relación regla general-excep- caráctet vencible surge la p r e g u n t a de en qué g r a d o y sobre qué f u n d a m e n t o p u e d e ser expresado
ción, vid. supra § 4 0 I 3 ) . el r e p r o c h e de c u l p a b i l i d a d . Al respecto debe decirse b á s i c a m e n t e lo siguiente: c o m o en u n Esta-
d o de D e t e c h o d e catácter liberal el c i u d a d a n o d e b e dejarse llevar p o r u n a c o n d u c t a a d e c u a d a a
la n o r m a , el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o d e m a n d a d e él q u e se esfuerce en t o d o m o m e n t o para per-
II. El error sobre la n o r m a d e p r o h i b i c i ó n (error d e p r o h i b i c i ó n directo) m a n e c e r en a r m o n í a c o n las exigencias del D e r e c h o ( B G H 2, 194 [ 2 0 1 ] ) . D e a h í q u e t a m b i é n
p u e d a expresarse u n r e p r o c h e d e culpabilidad c u a n d o , en relación c o n la a d e c u a c i ó n a D e r e c h o
1. El error de p r o h i b i c i ó n es la e q u i v o c a c i ó n acerca de la a n t i j u r i c i d a d d e l h e c h o (en
d e su c o m p o r t a m i e n t o , el a u t o r actuaba "de b u e n a fe" p e t o h a b i e n d o o m i t i d o los esfuerzos q u e
relación con su distinción del e r r o r d e t i p o supm § 2 9 V I b ) '^. E n la sentencia f u n d a m e n t a l
le son exigibles en el c o n o c i m i e n t o del D e r e c h o .
sobre el t e m a — a n t e s c i t a d a — del B G H se afitma a! respecto: "El error sobre la a n t i j u r i c i d a d
afecta a !a existencia d e la p r o h i b i c i ó n d e la acción típica. El a u t o r sabe lo q u e hace p e r o cree
e r r ó n e a m e n t e q u e está p e r m i t i d o " ( B G H 2 , 194 [ 1 9 7 ] ) . Pero el e r r o r d e p r o h i b i c i ó n n o es sólo
la aceptación positiva de q u e el h e c h o está p e r m i t i d o sino t a m b i é n , al igual q u e en el error de
tipo (vid. supm § 2 9 V l a ) , la ausencia de una representación acerca d e la valoración jurídica del ' ' Vid. al respecro BayObLG JR 1963, pág. 229; Arryíin Kaufniann, Eb. Schmidt-Festschrift págs.
319 ss.; Arthur Kaufmann, ZStW 76 (1964) pág. 557; Roxin, ZStW 76 (1964) pág. 607; Stree, en: Roxin y
otros, Einführung pág. 50; Welzel, ZStW 76 (1964) pág. 620.
"* Coincidiendo en este punto LK(\\.') (Schroeder) § 17 núm. 9; Schónke/Schroder/Cramer, § 17
núm. 10; Kienapfel, O J Z 1976, pág. 115; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 439; Nowaliowski, jBi 1972, pág.
''' Esta es la opinión generalizada; vid. Engich, ZStW 70 (1958) págs. 569 ss.; Warda, N J W 1953, 30; Wessels, Allg. Teil núms. 468, 486; AK (Neumann) § 17 núms. 27 ss. En el mismo sentido Maurachl
pág. 1052; MaurachIZipf, Allg. Teil I § 38 n ú m . 4 0 ; Roxin, Allg. feil § 21 n ú m . 16; Rudolphi, ¿jjft/Allg. Teil 1 § 38 núms. 14 ss. distinguen entre error de prohibición "abstracto" y "concreto"; asimismo,
Unrcclusbcwuí?tsein pág. 78; SchónkelSchrüderlCramer, § 17 núm. 8; Welzel, Lehrbuch págs. 171 ss.; Wessels, Lackner, § 17 núm. 6.
Allg. l'cil núm. 428. También falta la conciencia de la anrijuricidad cuando el autor interpreta su comporta- " Jakohs, Allg. Teil 19/7, 19/11 distingue aquí entre "error fundamental", que puede ser invencible
miento como antijurídico sobre la base de una norma que realmente no existe {error de prohibición inverso o en supuestos de déficits de socialización (AG Grevenbroich M D R 1983, pág. 597), y el "error en la esfera
doblé); vid. SK(Rudolpht) § 17 núm. 10. disponible". Para la delimiración del error de prohibición vencible pretenden Roxin, Henkel-Fest.schrift págs.
'5 Asimismo, Schmidhauser, N J W 1975, págs. 1812 ss.; de otra opinión, Roxin, Allg. Teil 1 § 21 187 ss.; el mismo, Allg. Teil I § 21 núm. 42 y Rudolphi, Das virtuellc Unrcchtsbcwuí^tsein, pág. 28 acogerse
núm. 17; Maurach/Zipf, A\\g. Teil 1 § 38 núm. 41 con referencias adicionales. a las exigencias de la prevención general. Sin embargo, con ello .se extiende incorrectamente el criterio del
"5 Vid. Busch, Mezger-Festschtift pág. 168; Herzberg, GA 1993, pág. 449 y j Z 1993, pág. 1017; merecimiento de pena a una cuestión completamente independiente como es el error de prohibición; en
Om, Jura 1990, págs. 645^ss. contra, rambién Rudolphi, ]K 1989, pág. 390.
492 § 41 Conciencia de la antijuricidad y error de prohibición II. El error sobro la norma de prohibición 493

2. Por ello, t a m b i é n p u e d e estar justificada la emisión de u n p l e n o reproche de culpabili- N o o b s t a n t e , la fortaleza de los estímulos derivados del d o l o típico para el e x a m e n d e la antijuri-
dad en los casos de error d e p r o h i b i c i ó n v e n c i b l e de a c u e r d o con e! § 17, inciso s e g u n d o . El cidad son distintos d e p e n d i e n d o d e la clase de delito ( O L G H a m b u r g J R 1 9 8 1 , pág. 3 1 : acepta-
error de p r o h i b i c i ó n no afecta, pues, al d o l o del h e c h o ^". ción de u n "derecho de resistencia" frente a u n a p t o h i b i c i ó n de e n t r a d a en u n d o m i c i l i o ) . Sin
e m b a r g o , c u a n d o el h e c h o n o sólo constituye u n a infracción jurídica sino t a m b i é n u n a t e n t a d o
a) T a n t o p o r q u e existe u n a diferencia valorativa entre q u i e n consciciitcniente aclúa c o n t r a
i n s o p o r t a b l e c o n t r a el o t d e n moral ("ignorantia crassa" ), el error es p o r regla general de n a t u -
el D e r e c h o y q u i e n lo hace de m o d o i n c o n s c i e n t e - ^ ' , a u n q u e en este liltinio caso la acción
talcza vencible pues la valoración n o r m a t i v a se origina d i r e c t a m e n t e del s e n t i m i e n t o jurídico y
traiisgresora ocurra a través d e u n error d e p r o h i b i c i ó n vencible, c o m o p o r q u e la vcncibilidad d e
p o r ello es reconocible a través d e u n esfuerzo de conciencia ( B G H 2 , 194 [ 2 0 1 ] ; vid. supra § 3 7 II
éste n o sólo es apreciable en los casos d e u n a infracción jurídica manifiesta, d e b e p o d e r ser acep-
2 ) . Pero incluso c u a n d o la acción no m u e s t r a u n a relación tan estrecha c o n el o r d e n m o r a l , el
tada u n a a t e n u a c i ó n d e la p e n a en el s e g u n d o s u p u e s t o (de a c u e r d o c o n el § 4 9 I ^^). La a t e n -
deber de información ^^ se deriva i g u a l m e n t e del d o l o típico tan p r o n t o c o m o se trate d e hechos
ción, sin e m b a r g o , es m e r a m e n t e facultativa pues existen casos en los q u e el error de p r o h i b i c i ó n
para los q u e , de acuerdo con la experiencia, existan disposiciones jurídicas ( B G H 4 , 1 [5]; 2 1 , 18
vencible es e q u i p a r a b l e en c u a n t o a su c o n t e n i d o de c u l p a b i l i d a d al p l e n o c o n o c i m i e n t o d e la
[ 2 1 ] ; B G H N J W 1 9 8 8 , pág. 2 7 2 [273]). Esto rige sobte t o d o c u a n d o se trata del círculo profe-
p r o h i b i c i ó n (ceguera jurídica, indiferencia consciente frente al D e r e c h o ) (vid. infra § 41 II 2c).
sional del a u t o r ( B G H 3 , 105 [ 1 0 8 ] ; 4, 80 [86[; 9, 164 [ 1 7 2 ] ; 18, 192 [197]). N o o b s t a n t e , la
b) M i e n t r a s q u e el t r a t a m i e n t o del error de p r o h i b i c i ó n vencible a través del § 17, inciso vencibilidad sólo es sostenible si la información le hubiera p r o c u r a d o al a u t o r el c o n o c i m i e n t o
s e g u n d o , q u e d a claro en el s e n t i d o d e q u e e n t r a en j u e g o la p e n a del delito d o l o s o c o n la posibi- d e la (al menos) posible antijuricidad de su c o m p o r t a m i e n t o ( B a y O b LG N J W 1 9 8 9 , pág. 1 7 4 4 ;
lidad d e u n a a t e n u a c i ó n facultativa d e ésta, en c a m b i o , resultan d i s c u t i d o s los criterios para el al respecto en c o n t r a d e Zaczyk, JuS 1 9 9 0 , pág. 8 9 5 ) . U n m o t i v o d e i n f o r m a c i ó n p u e d e derivar-
e n j u i c i a m i e n t o de la v e n c i b i l i d a d d e l error de p r o h i b i c i ó n - ' . El criterio para m e d i r ésta tíni- se d e la función social de la p r o p i e d a d ( O L G D u s s e l d o r f N S t Z 1 9 8 1 , pág. 4 4 4 ; de a c u e r d o /
c a m e n t e p u e d e ser el m i s m o q u e el q u e se aplica en el e x a m e n c o n f o r m e a d e b e r del a u t o r en el Meyer, JuS 1 9 9 0 , pág. 8 9 5 ) . C u a n d o el a u t o r d u d a acerca d e la validez d e u n a n o r m a que le es
h e c h o i m p r u d e n t e (vid. infra § 55 I 2) ^^. H a y que partir de la c o n s i d e r a c i ó n d e q u e el c o n o c i - conocida n o p u e d e sencillamente escoger la alternativa q u e más le beneficia ( O L G K o l n M D R
m i e n t o de las circunstancias del h e c h o q u e son indiciarlas del injusto d e b e r í a n ser u n m o t i v o 1 9 5 4 , pág. 3 7 4 ) , sino q u e d e b e recabar u n asesoramienro experto ( B G H 5, 111 [ 1 1 9 ] ) . Ú n i c a -
para q u e el a u t o r e x a m i n e la relación q u e exisre e n t r e el h e c h o y el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o ^5. m e n t e la i n f o r m a c i ó n jurídica fidedigna le salvará ( B G H 2 0 , 3 4 2 [372]) en la m e d i d a en q u e
r e a l m e n t e haya t e n i d o lugar u n examen exhaustivo de la situación jurídica (KG J R 1 9 7 7 , pág.
3 7 9 [380] c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o de Rudolphi, KG J R 1 9 7 8 , pág. 167 [ 1 6 8 ] ; B a y O b L G
J u S 1 9 8 0 , pág. 6 1 3 : archivo del proceso por decisión de la Fiscalía; B G H N J W 1 9 8 9 , 4 0 9 [ 4 1 0 ] ;
Acerca de la equiparación en Tomás de Aquino del error de prohibición vencible y la plena con-
ciencia de la antijuricidad ("[ignorantia] semper excusat, nisi ipsa ignorantia sir peccarum") vid. Hruschka, O L G H a m b u r g J R 1 9 7 8 , pág. 2 9 1 : consejo e q u i v o c a d o de u n a b o g a d o ; O L G D u s s e l d o r f V R S
Welzel-Fesrschrifr pág.s. 115 ss. Demosrrando que el fundamento de tal equiparación no radica en la deno- 6 0 , 3 1 3 [ 3 1 6 ] : ausencia de j u r i s p r u d e n c i a consolidada)^**. Los criterios q u e rigen son diversos
minada ética de la responsabilidad (en conrrasre con una ética de la actitud interna), Schmidhiiuser, Gallas- d e p e n d i e n d o de si nos e n c o n t r a m o s ante n o r m a s imperativas o prohibitivas: en estas últimas la
Festschrift pág. 87. Al respecto vid. también Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 124 ss.; Ziegert, Vorsatz pág. simple d u d a c o n d u c e ya al r e p r o c h e culpabilístico, mientras q u e en las p r i m e r a s el a u t o r d e b e
168, quien acepta una combinación "de un elemento del injusto doloso y de la culpabilidad imprudente".
De forma similar también Küpper, Grenzen pág. 178.
^' Vid. el comentario del fundador de la teoría del dolo {Binding, Die Schuld pág. 18): "en ningiin
caso es imaginable la existencia de un contraste más profundo como aquel que existe entre la culpabilidad cerciorarse de ello. Yendo más allá Roxin, Allg. Teil I § 21 núm. 53 considera que tal inotivo cxisrc ya cuan-
jurídica y ética que se rebela frente al Derecho y la ley moral, y aquella que supone un menoscabo incons- do el autor sabe de la existencia de una regulación especial o cuando es conscienre de que irroga un daño a
cienre de uno y otra". la víctima o a la colectividad, (al respecto también Kindhauser, GA 1990, pág. 423 quien con acierto se
-- Jakobs, Allg. Teil 19/50 pretende aplicar incluso más ampliamente el § 49 II. conforma con la posibilidad de la conciencia del perjuicio).
-^ Detenidamente sobre la cuestión Rudolphi, Unrcchtsbewuí?tsein págs. 217 ss.; SK, (Rudolphi) § ^^ Subraya con acierto que los criterios que rigen para valorar la vencibilidad del error tienen su ori-
17 núms. 24 ss.; Kriimpelmann, ZStW Beiheft Budapest 1978 págs. 33 ss. Horn, Verbotsirrmm págs. 99 ss. gen en las viejas ¡deas de Justicia H. Mayer, GrundriK pág. 126; vid. también el mismo, Lehrbuch pág. 257.
sólo acepta el punto de apoyo consistente en esforzarse en conocer el injusto cuando, como mínimo, el Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 589 pone de relieve la posibilidad de conocimiento del injusto en la infrac-
autor cree posible estar actuando ilícitamente. Sin embargo, la vencibilidad del error de prohibición no pue- ción de "una norma social básica".
de entenderse desde una perspectiva puramente psicológica, sino que lo importante es más bien si al autor ^^ V i d . al respecto Müller-Dietz, Grenzen des S c h u l d g e d a n k e n s págs. 85 ss.; Rudolphi,
se le puede realizar un reproche por causa de su desconocimiento; vid. Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 588; UnrechtsbewuGtsein págs. 222 ss.; Dreher/Trondle, § 17 núm. 9; SchonkelSchroderlCramer, § 17 núm. 16
el mismo, ZStW 85 (1973) 483 ss. así como Jakobs, Allg. Teil 19/37, quien distingue entre déficir de "motivación" y de "información". Acerca
^^ Por el contrario, de acuerdo con las B G H 4, 236 (243); 2 1 , 1 8 (20); BGH VR.S 14, pág. 3 1 ; de la "competencia" para la conciencia del injusto en el sentido Ac Jakobs, Allg. Teil 19/35; Timpe, GA
RayObLG N J W 1965, pág. 163 (164) debe regir un criterio más riguroso. Muestran acertadamente sus 1983, págs. 68 ss. Con acierto exige Strauss, N J W 1969, pág. 1419, que el autor tendría que haber recibido
dudas Dreher/Trondle, § 17 niim. 8; LK(\ 1.") (Sehroeder) § 17 núm. 27; Lackner, § 17 núm. 7; Schonke/ una información correcta. Asimismo, Schonke/Schroder/Cramer, § 17 núm. 20; SK (Rudolphi) § 17 núm.
Schr'óderlCramer, § 17 núm. 12; SK (Rudolplii) § 17 núm. 30 a; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núms. 592 ss.; 42; Wolter,]uS 1979, págs. 482 ss. (en torno a la OLG Celle N J W 1977, pág. 1644). En contra, BGH 2 1 ,
Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 38 núm. 35. 18 (21); BayObLG N J W 1965, pág. 1924 (1926); OLG Koln N J W 1974, pág. 1831.
" Vid. Engisch, Z S t W 7 0 (1958) págs. 575 ss. Naka, JZ 1961, pág. 210 habla en este contexto de la ^* Restringiéndolo a "situaciones especialmente conflictivas" Kunz, GA 1983, pág. 4 7 1 . Por su parte,
"función de llamada" del dolo del tipo. Por el contrario, Horn, Verbotsirrtum pág. 105 y Zaczyk, luS 1990, Schick, Verbotsirrtum bci faischem Rat pág. 133 hace depender el reproche de culpabilidad del grado de
pág. 893 exigen que por lo menos deba existir una duda acerca de la legalidad del hecho como motivo para evidencia del contenido de injusto de la norma infringida.
^9^ § 41 Conciencia de la antijuricídatl v error de prohibición 11. Hl error soiire la norin;i de prohibición 495

c o n o c e r p o s i t i v a m e n t e su d e b e r d e acción ( S c l i l H O L G S c h i H A 1 9 6 2 , pag. 175). En c o n j u n t o coloca lápidas en los cemeiucrios tlebe informarse si con ello desarrolla la ¡irofesiíHi independienre de arte-
l)uedc decirse q u e la j u r i s p r u d e n c i a sitt'ia notables exigencias del l a d o del a u t o r ; para alcanzar un sano picapedrero (OLG Karisrulic Gcwcrbearchiv 1973, pág. 302).
juicio c o r r e c t o tiene q u e "cniplcat todas sus fuerzas d e c o n o c i m i e n t o iniclectual y t o d o s sus valo-
Finalmente, a través de la teoría de la d o b l e p o s i c i ó n del d o l o (vid. supra § 2 4 II! 5 y § 3 9
tes morales" ( B G H 4 , 1 [51).
IV 4) se evitan c o n d e n a s excesivamente rigurosas p o r u n h e c h o doloso, en aquellos casos d o n d e
c) Los m i s m o s principios rigen t a m b i é n para el e n j u i c i a m i e n t o de la veiicibilidad del error a pesar d e q u e el a u t o r cimiple con el tipo d o l o s o , sin e m b a r g o , ha infringido el d e b e r de infot-
en D e r e c h o penal especial (vid. art. 1 I E G S t G B ) y en el D e r e c h o a d m i n i s t r a t i v o s a n c i o n a - niación acerca d e disposiciones penales p u t a m e n t e l o t m a l e s o técnicas . E n tales s u p u e s t o s n o
d o r (§ 11 II O W i G ) Í B G H 9, 3 5 8 [ 3 6 2 ] ; 13, 135 [ 1 3 8 ] ; 2 1 , 18 [20 ss.]). E n este á m b i t o la es suficiente c o n la falta del deber de c u i d a d o para f u n d a m e n t a r el r e p r o c h e p o r la formación
necesidad d e negar el d o l o p o r la ausencia d e la c o n c i e n c i a d e la antijuricidad no tiene l u - culpable d e ! d o l o d e la acción; antes bien, c o n c u r r e t a n sólo u n a c u l p a b i l i d a d i m p r u d e n t e .
gat ^'*, pues p u e d e n a d o p t a r s e decisiones a d e c u a d a s sobre la base de la teoría d e la c u l p a b i l i d a d .
d) T a m b i é n los p r o b l e m á t i c o s casos f r o n t e r i z o s del error d e t i p o y d e p r o h i b i c i ó n se
Para la soluci(')n de las especiales dificultades q u e s u r g e n en este á m b i t o existen tres vías: \SLpri-
s o l u c i o n a n satisfactoriamente d e a c u e r d o con los p r i n c i p i o s relativos a la d i s t i n c i ó n e n t r e a m b o s
mera p u e d e d a r lugar a ia i n t e r p r e t a c i ó n d e q u e en d c t e t m i n a d o s preceptos el legislador quiso
g t u p o s de casos (vid. supra § 2 9 V Ib) '^.
restringir la aplicación del tipo d o l o s o a los s u p u e s t o s del c o n o c i m i e n t o positivo de la p r o h i b i -
ción " . En ocasiones ello se d e d u c e d e la p r o p i a Ley (y así, el d o l o en el § 3 2 III n ú m . 1 Ejemplos: En la extotsión (§ 253) la antijuricidad de la ventaja patrimonial es un elemento del tipo y,
M a t k o r g a n i s a t i o n s G se refiete a u n a d e las disposiciones c o n t i a t i a s a ia acción del a u t o r ) . E n por tanto, el error sobre el mismo constituye tm error de tipo (BGH 4, 105 [107]). En ia desleaítad ptofc-
sional del abogado (§ 356) éste debe haber actuado "contrariamente a deber" para ambas pattes en el mis-
particular, t a m b i é n h a y qtie e n t e n d e r la ausencia d e a u t o r i z a c i ó n oficial c o m o u n e l e m e n t o del
mo asunto jutídico. El elemento relativo a la infracción del deber significa que aquél intervino con ambas
t i p o (vid. supra § 3 3 V I 2) ( O L G D u s s e l d o r f N S t Z 1 9 8 1 , pág. AAA) ' - . A s i m i s m o , será a d m i s i -
partes a pesar de la existencia de inteteses contrapuestos. Si desconoció tal oposición incurtió en un error de
ble la restricción d e la p e n a del d e l i t o d o l o s o al c o n o c i m i e n t o d e la p r o h i b i c i ó n c u a n d o n o sean
tipo mientras que si, por el contrario, creyó poder asesorar a ambas parres a pesar de ia presencia de intete-
imaginables hechos i m p r u d e n t e s en el s u p u e s t o fáctico c o m p r e n d i d o p o r la disposición, d e m o d o ses antagónicos, entonces hay que aceptar un error de prohibición (BGH 15, 332 [338]). Si en las coaccio-
q u e el t i p o i m p r u d e n t e c o n f o r m e a su sentido p u e d a q u e d a r reservado sóh a la imprudencia inris " . nes el autof se equivoca acerca de la "reprochabilidad" de la relación medio a fin (§ 240 II) existe etror de
En segundo lugar, las disposiciones del D e r e c h o p e n a l especial y del D e r e c h o a d m i n i s t r a t i v o s a n - prohibición; estatíamos ante un error de tipo, en cambio, cuando aquél desconocieta las circunsrancias que
c i o n a d o r se l i m i t a n con frecuencia a la p e r t e n e n c i a a d e t e r m i n a d o s círculos situacionales o p t o - sirven de base para el juicio de reprochabilidad ^'. Quien en el alejamiento ilícito del lugar del accidenre (§
fesionalcs. D e estas personas bien p u e d e esperarse q u e se i n f o r m e n acerca de la s i t u a c i ó n j u r í d i - 142) no tiene conocimiento de haber estado implicado en el siniestro actúa bajo un error de tipo; por el
ca. Y, en caso de q u e n o lo hagan, n o parece injusto castigarlos p o r el delito doloso ( e v e n t u a l m e n t e conttatio, si se equivoca acetca de su deber de espera y tolerancia de las correspondientes formalidades pa-
a t e n u a d o d e a c u e r d o con el § 4 9 I) . dece un ertof de prohibición (BGH 15, 1 [5]). El acompar'iante del conductor que confía en la declaración
de éste acetca del techazo por parre del herido a ser reconocido sufre un error de tipo (incorrectamente, en
Ejemplos: Quien se dedicaba profesionalmente al alquiler de viviendas debía estar familiarizado con la cambio, OLG Stuttgart J Z 1959, pág. 579). Quien cree haber hecho todo lo necesario medianre una decla-
Ley de Protección de la Vivienda de 23.6.1960 (BGBl. 1 pág. 418) (BGH N J W 1957. pág. 129). Quien ración en la que reconoce su culpabilidad actúa bajo un etror de prohibición (OLG Stuttgart N J W 1978,
pág. 900). La equivocación acetca del carácter de vía pública de un camino en el sentido del § 1 StVG
supone un error de tipo (de orra opinión BayObLGSt 1955, pág. 256). Quien sobre la base de un poder
^' En este sentido, Lange, J Z 1956, págs. 79, 519; 1957, pág. 233; Lang-Hinrichsen, GA 1957, pág. general otorgado por otra persona cree esrar aurotizado pata podet votar en su nombre actúa en el sentido
228; Schlegtendal, Ordnungswidrigkeircn pág. 152; Tiedemann, Z S t W 81 (1969) págs. 876 ss.; el mismo, del § 107a) padeciendo un error de prohibición (OLG Hanim N J W 1957, pág. 638). La posición de garan-
Wirtschaftsstrafrecht Allg. Teil págs. 212 ss. con referencias adicionales, nota a pie núm. 22; Sclmndh'duser, te pertenece al tipo del delito de omisión impropia de modo que, por ejemplo, es suficiente pata el dolo
Ailg. Teii pág. 4 2 3 . £n contra subraya con tazón Kühl, Allg. Teil § 13 núm. 51 que el error de prohibición típico con que el conductor de un taxi sepa que ha conducido a la víctima al lugar de la violación; de ahí
casi nunca sucede en Derecho penal especial y en Derecho administrativo sancionador. que el error acerca de su deber jurídico a la prestación de auxilio que de ello se detiva constituye error de
'» Vid. Welzel JZ 1956, pág. 238; Gñhler, § 11 O W i G núm. 2 1 ; MaurachIZipf, Allg. Teil 1 § 1 núm. prohibición (BGH 16, 155 [157 ss.]).
37; A'r«í'Aí"r, Tatbestands-und Verbotsirrtum pág. 1 7 5 ; / Meyer,]\\'¡i> 1983, pág. 5li\ KKOWiG (Rengier) §
11 núms. 6 ss. Con un criterio difercnciadory/?^£í¿'^, Allg. Teil 19/19. c) Si el a u t o r p u d o evitar el error d e p r o h i b i c i ó n , está f u n d a m e n t a d o u n t e p r o c h c d e c u l -
•" Vid. Welzel, Lehrbuch, págs. 174 ss. Acerca de la libre discrecionalidad del legislador Sax, Z S t W pabilidad del h e c h o c o m e t i d o , a pesar de lo cual el § 1 7 , inciso s e g u n d o , prevé u n a a t e n u a c i ó n
69 (1957) l'ág. 427; el mismo, J Z 1957, pág. 6. Apuntando también la vía de la concreta interpretación del facultativa d e )a p e n a c o n f o r m e al § 4 9 I. D e a h í q u e el juez tenga q u e t o m a r u n a decisión
tipo Tiede?nann, Z S t W 81 (1969) pág. 879. Acerca del error de prohibición en las infracciones adminisrra- acerca d e la rebaja del m a r c o p u n i t i v o . A la vista d e la c o n s i d e t a b l c diferencia existente en c u a n -
tivas Donini, 11 delirio contrawenzionale págs. 4 5 ss.
^- Señalando atinadamente la ausencia de autorización oficial como un elemento del tipo pata este
c a s o / Meyer, JuS 1983, págs. 514 ss. -'^ Vid. jescbeck, 'LSiX^ 98 (1986) págs. 12 ss.; SchñnkelSchroderlLencltner, nota preliminar núm. 120
'^ Vid. los ejemplos expuestos por Lange, J Z 1956, pág. 74.
antes del § 13.
De otra opinión Tiedemann, Tatbesrandsfunktionen pág. 330 quien, de modo similar a Horn,
-"' Vid. supra § 41 1 ñora a pie núm. 4; además, fílei, Allg. Teil págs. 200 ss.; Dreherl'Trondle, § 17
Verbotsirrtum pág. 106, exige aquí la "duda efectiva" del autor en torno a la legalidad de su acción y su
núm. 11; Schlüchter, JuS 1985, págs. 373 ss.; Schdnke/Schrdder/Cranier, § 17 núm. 12. Acerca del Derecho
pertenencia a determinados circuios situacionales o profesionales. La OLG Dusseldorf N S t Z 1981, pág.
adnnnisttativo sancionador Gohler, § 1 1 O W i G núms. 30 ss. y KK OWiG (Rengier) § 11 núms. 109 ss.,
AAA deduce ya de la función social de la propiedad el deber de información ante un supuesto de tala de
ambos con referencias jurisprudenciales adicionales.
árboles pertenecientes a una finca privada situada en zona urbana.
^' Vid. Schafjitein, Gottinget Festschrift págs. 195 ss.
496 § 41 Conciencia de U antijuricidad y error tic prohibición ÍV. Hl error de tipo permisivo 497

to al c o n t e n i d o de culpabilidad c n t t e la c o m i s i ó n del h e c h o con la plena conciencia del injusto y q u e allí, la posición del a u t o r frente a la n o r m a c o n t t a d i c e las exigencias del O t d e n a m i e n t o j u r í -
la q u e se lleva a cabo bajo el error de p r o h i b i c i ó n vencible, debería por regla general s<tr utilizada d i c o ; su c o i u c n i d o de culpabilidad es c o m o m í n i m o equivalente al del error de p r o h i b i c i ó n d i -
la posibilidad d e a t e n u a c i ó n •'^. Por el c o n t r a r i o , la m i n o r a c i ó n p u n i t i v a es rechazable c u a n d o el recto, pues a q u í el a u t o r sabe incluso q u e su actuación está p o r lo general p r o h i b i d a . La cuestión
error obedece a ceguera jurídica, indiferencia c o n s c i e n t e o negligencia (E 1 9 6 2 , F u n d a m e n t a - de su vencibilidad se resuelve de acuerdo con los criterios ya p r o p o r c i o n a d o s en el error de p r o -
ción pág. 1 3 5 ; B T - D t u c k s a c h e V / 4 0 9 3 pág. 10) ^'. E n este caso t a m p o c o está excluida la p e n a hibición directo (vid. stipra § 41 II 2 b ) .
superior prevista p o r el t i p o d o l o s o p u e s t o q u e la ausencia de la conciencia del injtisto p u e d e ser Ejemplos: Hi funcionario público que estima adecuada al Dcrcclio consuetudinario la aceptación de un
c o m p e n s a d a p o r el m e n o s p r e c i o al O r d e n a m i e n t o jurídico materializado en el h e c h o . Si el juez valioso regalo de Navidad procedente de una parte interesada, actúa bajo un error de prohibición acerca de
n o hace uso del m a r c o p u n i t i v o e s t i p u l a d o p o r el § 4 9 I deberá m o t i v a r e x p r e s a m e n t e en la sen- una causa de justificación no reconocida por el Derecho y punible de acuerdo con los §§ 3 3 1 , 17, inciso
tencia las razones p o r las q u e c o n s c i e n t e m e n t e no h a o p t a d o p o r tal posibilidad paliativa ( O L G segundo (incorrectamente, en cambio, OLG Neustadt N J W 1963,|)ág. 1633). Quien violentamente sus-
trae a su deudor moroso el dinero que le debe, sufre un error de prohibición acerca de los límites del dere-
H a m m V R S 10,358).
cho a la autotutela (BGH 17, 87 [89 ss.]), a no ser que crea tener derecho preci.samente a ese dinero (error
de tipo acerca de la "antijuricidad" de la apropiación). El soldado que a pesar de reconocer el fin delictivo de
una orden la cree vinculante ("una orden es una orden"), padece un error de prohibición acerca de una
n i . El error sobre las causas d e j u s t i f i c a c i ó n (error d e p r o h i b i c i ó n i n d i r e c t o )
causa de justificación no reconocida (BGH 22, 223 [225]). En el "Caso del Rey de los Garos" el autor .se
1. El error de p r o h i b i c i ó n c o n s i s t e t a m b i é n e n la a c e p t a c i ó n e q u i v o c a d a de u n a cau- equivocó acerca de los límites de! estado de necesidad justificante (§ 34) (BGH 35, 347 [350]). Un error
acerca de tales límites existe también cuando quien está autorizado para cazar cree también estarlo para
sa d e j u s t i f i c a c i ó n c u a n d o el a u t o r yerra acerca de la existencia o límites de la n o r m a permisiva
disparar sobre perros ajenos que, habiendo cazado furtivamente en su coto de caza, se encontraban en una
(error acerca d e la p e r m i s i v i d a d ) ( B G H 2, 194 [ 1 9 7 ] ; 2 2 , 2 2 3 [ 2 2 5 ] ; B G H J Z 1 9 7 8 , pág.
finca cercada ajena (BayObLG N I W 1992, pág. 2306). (Vid. también los casos resueltos por las B G H 3,
7 6 2 ) . A q u í el a u t o r n o d e s c o n o c e el p r e d i c a d o dcsvalorativo o t o r g a d o al t i p o s i n o q u e sólo se
271 [274]; 357 [365Í; BGH DallmgerUDK 1975, págs. 723 ss.; OLG Hamburg JR 1978, pág. 291).
equivoca acerca de la inrervención d e u n a p r o p o s i c i ó n permisiva. N o o b s t a n t e , en este caso t a m -
bién subsiste el d o l o p u e s t o q u e el error sólo se refiere a la p r o h i b i c i ó n m i s m a del h e c h o . A este
s u p u e s t o lo d e n o m i n a m o s error de prohibición indirecto p o r el h e c h o d e q u e el sujeto n o cree q u e
rV. El error d e t i p o p e r m i s i v o
el h e c h o está p e r m i t i d o sin más, sino p o r q u e d e s c o n o c e la a n t i j u r i c i d a d en el caso c o n c r e t o m e -
d i a n t e u n r o d e o p r a c t i c a d o a través d e la a c e p t a c i ó n e r r ó n e a d e u n a p r o p o s i c i ó n p e n n i s i v a (vid. 1. Es objeto d e discusión el t t a t a m i e n t o del error sobre las circunstancias que, caso de haber
supra § 4 1 II l a ) . H a y q u e d i s t i n g u i r d o s casos d e error d e p r o h i b i c i ó n i n d i r e c t o : en el p r i - concurrido realmente, s u p o n d r í a n la presencia d e una causa de justificación (error d e tipo per-
m e r o el a u r o r yerra sobre la c o n c u r r e n c i a d e u n a causa de justificación q u e n o está r e c o n o c i d a m i s i v o ) . Se trata, n o o b s t a n t e , de u n error sui generis q u e está a caballo entre el error de tipo y el
p o r el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o (error d e existencia), m i e n t r a s q u e e n el s e g u n d o lo hace acerca d e error de p r o h i b i c i ó n indirecto ' " . La similitud c o n el error de tipo reside en su estructura: el error
los límites jurídicos de u n a causa d e justificación r e c o n o c i d a c o m o tal (error sobre los límites). d e tipo permisivo t a m b i é n se refiere a los e l e m e n t o s (descriptivos y n o r m a t i v o s '*-) d e u n a p r o p o -
El tercer s u p u e s t o , en el q u e el sujeto a c e p t a e q u i v o c a d a m e n t e la presencia d e circunstancias q u e , sición jurídica. La semejanza con el error de p r o h i b i c i ó n indirecto reside en sus repercusiones: el
d e existir, justificarían el h e c h o (error d e t i p o permisivo), c o n s t i t u y e u n a m o d a l i d a d sui generis c o n o c i m i e n t o del t i p o p e r m a n e c e intacto y, p o r t a n t o , la función d e l l a m a d a de éste surte p l e n o s
del error (vid. infra § 4 1 I V 1). efectos; s e n c i l l a m e n t e , el error provoca en el a u t o r la creencia de q u e la n o r m a d e p r o h i b i c i ó n
cede e x c e p c i o n a l m e n t e a n t e la proposición permisiva. La cuestión n o h a sido regulada a través
Ejemplos: El médico cree poder operar sin el consentimiento del paciente en virtud del ejercicio profe-
d e la reforma de 1 9 7 5 a pesar de que t a n t o el § 2 0 E 1 9 6 2 (error sui generis) c o m o el AE en su §
sional de la medicina (error de existencia). El mismo médico que estima suficiente el consentimiento poco
claro suministrado por su paciente (error sobre los límites) (BGH 12, 379 [382]). Y, finalmente, la hipóte- 19 I! (error d e tipo) c o n t e n í a n propuestas al respecto; a s i m i s m o , el § 8 del ósteir. S t G B , e l a b o r a -
sis en la que el error tiene por objeto la existencia del consentimiento (error de tipo permisivo). Vid. Tam- d o de forma s i m u l t á n e a a tales proyectos, c o n t i e n e u n a regulación de esta clase d e error ( a d o p -
bién en torno al error sobre el consentimiento presunto OLG Sruttgart, Die Justiz 1983, pág. 265. t a n d o el cfiteiio del § 2 0 E 1962) '*^. Para la solución del p r o b l e m a se defienden e s e n c i a l m e n t e
c u a t r o c o n c e p c i o n e s disrintas:
2. Los dos primeros casos son c o n s i d e r a d o s g e n e r a l m e n t e c o m o error d e p r o h i b i c i ó n (error
acerca d e la permisividad) y, a s i m i s m o , t r a t a d o s c o m o el error de p r o h i b i c i ó n directo'*". Al igual

(1958) págs. 5^') Si.; Arthtir Kaiifmann, ZStW 76 (1964) pág. 563; SchonkelSchroder/Cramer, § 17 núm.
3" Así, DreherlTrondle, § 17 núm. 12; LK{\\.*) (Schraeder) § 17 n ú m . 4S; Jakohs, Allg. Teil 19/48; 10; Schaffstein, Gottinger-Festschrift pág. 182; Wessels, Allg. Teil núm. 487.
Roxin, Allg. Teil I § 21 núm. 67; Schdnke/Schriider/Cramer, § 17 núm. 24; SK (Rudolphi) § 17 núm. 4 8 . "^ Así, Dreher, Heinitz-Festschrift pág. 212; DreherlTrondle, § 16 núm. 27; Hcrdegen, BGH-Festschrifr
Langer, Dünnebier-Festschrift pág. 443 ve incluso en la inaplicación de la correspondiente norma arenuadora pág. 208; Lackner, § 17 núm. 10; Krümpelmann, GA 1968, págs. 129 ss.; Preisendanz, § 16 comentario 3e;
un atentado contra el art. 103 II G G . También favorable a la aplicación "por regla general" del marco puni- Wessels, Allg. Teil núm. 4 7 1 . También hay que aceptar la existencia de un error de tipo pcrnúsivo en caso de
tivo aminorado AE § 20, inciso segundo. duda acerca de la situación justificante, esto es, allí donde el autor confía en la concurrencia de aquélla; así,
39 Vid. MaurachIZipf, Allg. Teil I § 38 núm. A; Jakohs, Allg. Teil 19/49; Roxin, ZStW 76 (1964) pág. con acierto, Schroth, Arthur Kaufmann-Festschrift pág. 608.
605; Warda, Z S t W 7 1 (1959) pág. 262. "** Al respecto Schlüchter, Irrtum págs. 175, 179.
'*" Vid. Dreher, Heinitz-Fcstschrift pág. 212; Eser/Burkhardt, Strafrecht I núm. 14 A núm. 77; Roxin, ' El legislador quiso abandonar a la jurisprudencia y a la doctrina científica la cuestión de si ".se trata
Allg. Teil I § 21 núm. 2 1 ; Lackner, § 17 núm. 15; LK{\\.') (Schroeder) § 17 núm. 9; Engisch, ZStW 70 de un error de tipo, de prohibición o de un enoT sui generis" (BT-Drucksaclie V/4095 pág. 9; ProtokoUeV
498 § 41 Conc¡t;nc¡a de la antijiiricidad y error de prohiliieiíHi 1\''. Hl error de tipo jiermisiv 499

a) La teoría de los elementos negativos del tipo (vid. íupra § 25 111) iraia las causas de justifica- Ejemplos: id soldado que dispara sobre tm compañero al confundirlo imprudentemente con un ene-
ción como elementos integrantes de aquel, de modo que sus presupuestos son considerados componentes migo, sería castigado por homicidio (§ 212). Kl viandante que golpea en un ojo al ladrón a pesar de que
negativos del mismo y aplican por ello al error de tipo permisivo el § 16; de esta forma, sólo puede ser habría podido dar.se cuenta de que un tuncionatio de policía le prestaba ayuda, tendría que ser castigado pot
castigado el error vencible como modalidad típica imprudente si es que esta se encuentra ptevista expresa- una lesión corporal grave (§ 224),
mente jior la Ley (§ 1612) '*''. En contra de esta teoriii ahí oponer, además de las consideraciones sistemáti-
c) La d o c t r i n a d o m i n a n t e 5 ' y la j u r i s p r u d e n c i a ( B G H 3 , 105 [ 1 0 6 ] ; 194 [ 1 9 6 ] ; 3 5 7 [ 3 3 9 ] ;
cas reproducidas mpra § 25 \\\ 2a, las siguientes razones derivadas de la problemática del error: si los ele-
mentos pertenecientes a la justificacitin fueran elementos negativos del tipo, entonces el dolo también debería B G H G A 1969, pág. 117 [ 1 ! 8 ] ; ' B G H Holtz M D R 1979, pág. 9 8 5 ; B G H N S t Z 1 9 8 3 , pág.
ir referido a su ausencia''I Sin embargo, el autor no piensa en ello por regla general ni siquiera en el sentido 5 0 0 ; B a y O b L G N J W 1 9 5 5 , pág. 1848; O L G K a r l s r u h c N S t Z 1 9 8 2 , pág. 123) s i g u e n u n a pos-
de una difusa "co-conciencia" '*''. Y mucho menos puede afitmarse que a través de la conciencia de actuar tura i n t e r m e d i a q u e c o n d u c e a un resultado similar al d e la teoría d e los e l e m e n t o s negativos del
justificadamente quedaría ya eliminado el desvalor de acción del hecho doloso'''', pues éste no decae sólo t i p o , p e r o qtie está f u n d a m e n t a d a de u n m o d o diverso (teoría l i m i t a d a d e la c u l p a b i l i d a d ) '•'.
porque el autor crea estar actuando conforme a Derecho sino únicamente cuando coinciden la conciencia E n verdad, el error acerca d e los presupuestos de u n a causa de justificación n o es c o n s i d e r a d o
de proceder de tal modo y la situación objetiva justificante '"*. De ahí que el hecho cometido bajo la acepta-
c o m o u n error de tipo pero, a pesar de ello, le es aplicado el § 16 p o r al mostrarse c o m o criterio
ción errónea de una causa de justificación mantenga el catáctcr doloso de aquél "^'^ La especialidad de este
d e t e r m i n a n t e su similitud estructural con el verdadero error d e tipo. D e este m o d o q u e d a exclui-
caso reside precisamente en que el autor ha percibido la "llamada" derivada del cumplimiento del tipo.
d o el injusto del h e c h o doloso por lo q u e t a m b i é n decae la posibilidad d e la participacitín p u n i -
b) La teoría estricta de la culpabilidad trata el error acerca de las circunstancias de hecho de una ble ( § § 2 6 , 2 7 ) .
causa de justificación reconocida, de acuerdo con las reglas generales del error de prohibición. Si el autor
d ) C o r r e c t a es, por el c o n t r a r i o , la teoría q u e va g a n a n d o terreno al c o n s i d e r a r q u e el error
pudo evitar el error deberá ser castigado de conformidad con el correspondiente tipo doloso (con la posibili-
sobre los presupuestos d e u n a causa d e justificación reconocida se s o m e t e tánicamente al régimen
dad de atenuación) 5". Sin embargo, esta solución conduce a resultados incompatibles con el sentimiento de
justicia " . del § 16, de m o d o qtie, a pesar de que realiza el injusto doloso de acción, el a u t o r sólo es castiga-
d o p o r i m p r u d e n c i a (teoría de la c u l p a b i l i d a d o r i e n t a d a a las c o n s e c u e n c i a s jurídicas) ( B G H
3 1 , 2 6 4 [286 ss.]) '"*. El m o t i v o del t r a t a m i e n t o privilegiado del error d e t i p o p e r m i s i v o frente a
los supuestos del error de p r o h i b i c i ó n indirecto reside, p o r u n lado, en su m e n o r ( q u e n o inexis-
págs. 1739 ss., 1781). Críticos al respecto Roxin, Allg. Teil I § 14 mim. 52; Dreher, Heinitz-Festschrift pág. tente) desvalor de acción. Tal minoración se deriva de la conciencia del autor q u e cree estar o b r a n d o
211; Jescheck Lange-Festschrift pág. 372; I.KO.') (Schroeder) § 59 ntím. 62. j u s t i f i c a d a m e n t e y q u e a q u í se refiere a u n a causa d e justificación r e c o n o c i d a p o r el D e r e c h o (el
'•'' Así, Baumann/Weber, Mlg.TeW págs. 4l5 ss.; Hriischka, Strafrccht pág. 2\Q; Arthur Kaufinann, ]Z
a u t o r cree a c t u a r legalmentc en el s e n t i d o del D e r e c h o positivo existente) ' ' . Por o t r o lado, el
1954, pág. 653; el mismo, ]Z 1956, pág. 353; el mismo, Z S t W 7 6 (1964) págs. 564 .ss.; Lang-Hinrichsen, J Z
c o n t e n i d o d e culpabilidad del h e c h o es diverso al d e los delitos dolosos: la m o t i v a c i ó n q u e ha
1953, pág. 362; KohlrauschlLange. § 59 comentario V 1; Roxin, ZStW 76 (1964) pág. 599 (de otra opinión
c o n d u c i d o a la formación del d o l o del h e c h o n o reside en la ausencia d e u n a a c t i t u d jurídica
actualmente Roxin, Allg. Teil I § 10 mrm. 19); en cuanto al resultado también KindhdSuser, Gefahrdung
pág. 111. Algunos defensores de la teoría de la culpabilidad también se han adherido a esta solución: así, i n t e r n a s i n o en u n análisis p o c o c u i d a d o s o d e la s i t u a c i ó n . C u a n d o el a u t o r a c e p t a e q u i v o c a d a -
Busch, Mezger-Festschrift págs. 18 ss.; Schaffstein, M D R 1951, pág. 199; SK(Rudolphi) § 16 núm. 10; v.
Weber, J Z 1951, pág. 260; el mismo, Mezger-Festschrift pág. 183. Parcialmente también la jurisprudencia:
RG 6. 405 (408); 2 1 , 189 (191); 54, 196 (199); 72, 300 (302); BGH 3 , 105 (106 ss.); 17, 87 (91); B G H 5^ Vid. Borker, JR 1960, pág. 168; Eser/Burkhardt, Strafrecht 1 núm. 15 núm. 20; Engisch, ZStW 70
DallingerUDK 1975, pág. 365. (1958) págs. 583 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 14 núm. 62; Kühl, Allg. Teil § 13 núm. 73; Krümpelmann, GA
''^ Atinadamente en este sentido Armin Kaufmann, ]Z 1955, pág. 38. 1968, pág. 129; Kohlrausch/Lange, § 59 comentario V \; Noli, ZStW 77 (1965) pág. 8; Schmidhiiuser, Allg.
•"^ De otra opinión/lrí/;HrÁ'/7wy»M«n,JZ 1956, pág. 357; Roxin, MSchrKrim 1961, pág. 213. Teil pág. 418; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 503; Schonke/Schroder/Cramer, § 16 núm. 18; Schijnke/Schróder/
"•^ Así, Schaffitein. M D R 1951, pág. 199; v. Weber. J Z 1951, pág. 262; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. Lenckner, nota preliminar núm. 18 antes del § 13; Schünemann, Einfühtung pág. 4 1 .
504. En el sentido del texto LK(\\.') (Hirsch) nota preliminar núm. 8 antes del § 32. ^^ Según Grünwald, Noll-Gedachtnisschrift pág. 189 no debe existir diferencia material alguna entte
'"* Vid. Hirsch, Negative Tatbcstandsmerkmale pág. 246 nota a pie n ú m . 75. las diversas variantes de la teotía limitada de la culpabilidad. Sin embargo, la reoría que se expone a conti-
'''^ Acerca del significado práctico de la permanencia del dolo vid. el caso resuelto por la OLG Kóln nuación {infra d) se distingue de las ottas pot seguir manteniendo al dolo como pottador de la voluntad de
N J W 1962, pág. 686 (inducción al quebrantamiento del secreto profesional frente a un médico que erró- acción.
neamente cree haber sido facultado pata ello a través del consentimiento de su paciente); a pesar del mereci- ''' Gallas, Beitrage págs. 56 ss. nota a pie núm. 89; Maurach/Zipf, A \ . Teil I § 37 núm. 43; Herdegen,
miento de pena del hecho, el inductor fue absuelto por la falta de dolo del autor principal. Pretendiendo BGH-Festschrift pág. 208; Krümpelmann, GA 1968, págs. 142 ss.; Lackner, § 17 núm. 15; Preisendanz, §
mantener aquí el dolo del hecho SK (Rudolphi) § 16 núm. 13; en este supuesto concurre realincnte la con- 16 comentario 3e; Wessels, Allg. Teil núms. 478 ss.; Paejfgen, Atrnin Kaufmann-Gedachtnisschrift págs. 405
tradicción cnticada por Schmidhauser, N J W 1975, pág. 1809. ss. La objeción basada sobre la ficción de la iniptudencia (así, Hirsch, Negative Tatbestandsmerkmale pág.
5" Así, Bockelmann, Allg. Teil, 3.^ ed. pág. 129 (de otra opinión BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 205; Welzel, Z S t W 67 [19551 pág. 215) no es acertada pues la punibilidad del hecho como delito imptu-
126 ss.); Fuhida, JZ 1958. pág. 143; Heitzer, N J W 1953, pág. 210; Hirsch, Neganve Tatbestandsinerkmale dente debe ser fundamentada autónomamente de acuerdo con el injusto y la culpabilidad Arthur Kaufmann,
págs. 314 ss.; el mismo, ZSrW 94 (1982) págs. 257 ss.; LK(\\.^)(Schroeder) § 16\iúm, "bl; Armin Kaufmann Lackner-Festschrift págs. 193 ss.
JZ 1955, pág. 37; Niese, DRiZ 1953, pág. 20; Welzel, ZStW 67 (1955) págs. 208 ss.; el mismo, Lehrbuch ' ' Nowakowski, JBl 1972, pág. 30 pretende negar aquí el desvalor de acción del dolo. Esre mismo
págs. 164 ss. punro de vista le conduce a aplicar las reglas de la tentativa de un modo directo, y no sólo por analogía, a
" Vid. Bórker, JR 1960, pág. 168; Enpsch, ZStW 70 (1958) págs. 585 ss.; Kohlrausch/Lange, § 59 los supuestos en los que concurre en la realidad una causa de jusrificación no percibida por el auror (pág.
comentario V 1; DreherlTrondle, § 16 núm. 24. 28) (vid. « í / . r a § 3 1 IV 2).
500 § 41 Conciencia de la antijuricidad y error de prohibición IV. El error de ripo permisivo 501

mente los presupuestos de una causa de justificación reconocida por el Derecho, está ausente la a[)os- to acerca de los límites de aquél (BGH 3, 105 [106, 110]). Si pot una equivocación acerca de la intensidad del
tasía de los valores de la c o m u n i d a d jurídica característica de los delitos dolosos. El castigo sobre la at;ique, la víctima rebasa los límites de la defensa necesaria nos enconttamos ante un error de tipo permisivo
base del tipo doloso no resulta justificado porque, c o m o consecuencia del error, el dolo no se muestra (BGH 3, 194 [196]); pot el contrario, concurrirá un error de prohibición si desconoce las restricciones que la
c o m o portador del desvalor de la actitud interna propio los hechos dolosos ^''. C o n todo, existe t a m - jurisprudencia exige acerca de la adecuación de la acción defensiva (vgr, BGH N J W 1962, pág. 308; BayObLG
bién una diferencia material respecto al error d e tipo: el autor tiene conocimiento del tipo y por este N J W 1965, pág. 163). El error sobre la legalidad de la detención llevada a cabo por un particular de acuerdo
motivo puede destacat por completo la fiuición de llantada del dolo típico, de m o d o que lambién con el § 127 I StPO es también un ettot de prohibición (RG 72, 300 [302]; Ba}'ObLG N J W 1965, pág. 1924
[1926] acerca del error sobre una servidumbre de p a s o ) ' ' . El error en totno a la contrariedad a las buenas
sería justificable en sí m i s m o u n criterio más riguroso. Sin embargo, el reproche dirigido al autor sólo
costumbres de un hecho en las lesiones corporales (§ 226a'''') se refiere a un "elemento de la valoración global
se refiere a su falta de atención con las circunstancian del hecho, aspecto este que se corresponde en
del hecho" (vid. supra § 25 II 2); el error relativo al fundamento de la valoración afecta al tipo permisivo,
c u a n t o a su contenido d e culpabilidad c o n el reproche d e u n a c o n d u c t a i m p r u d e n t e . E n cualquier mientras que si recae sobre la valoración misma se trara de un error acerca de los límites de la causa de justifica-
caso, podrían oponerse objeciones derivadas de la i m p u n i d a d de la c o n d u c t a ante la inexistencia de c i ó n " . Constituyen puros errores acerca de los límires los casos resueltos por las BGH 12, 379 (383); BGH
im tipo i m p r u d e n t e ' ' ' , a u n q u e en estos supuestos puede ser suficiente con la indemnización del d a ñ o 17, 87 (91) y la BGH Dallinger M D R 1975, págs. 723 ss.; el supuesto tesuelto por la OLG Hamburg JR
de naturaleza civil (vid. acerca del error sobre los presupuestos del § 127 I S t P O supra § 35 IV 2 in 1978, pág. 291 constituye un etror de existencia sobre una causa de jusrificación.
finé). La especialidad de esta teoría reside en que permite que el dolo permanezxa c o m o portador del
2. En los casos de estado de necesidad justificante (§ 32) la jurisprudencia hizo una ex-
injusto de la acción, de m o d o que sigue siendo posible la participación punible de las personas que sí
c e p c i ó n en relación con los principios que resultan aplicables ante u n error d e tipo permisivo. En
conocen la situación fáctica (véase el requisito del dolo en los § § 2 6 , 27).
el estado d e necesidad putativo a b a n d o n a b a la teoría limitada d e la culpabilidad y aplicaba la teoría
El error de tipo permisivo puede referirse, al igual que el error de tipo, a los elementos descriptivos y estricta c u a n d o concurría la inñ'acción del deber d e examinar c o m p l c r a m e n t e la situación fáctica y
normativos de la causa de justificación. En este punto no debe tener lugar el renacimiento de la distinción jurídica presupuesto p o r la culpabilidad; de esta forma el a u t o r era castigado p o r el tipo doloso y
entre error de hecho y error de Derecho ^^. Los criterios para el enjuiciamiento de la vencibilidad se derivan, n o p o r el i m p r u d e n t e ' ' ^ . El m o t i v o para ello residía sobre t o d o en q u e la pena p o r i m p r u d e n c i a no
por una parte, de la consideración de que el autor posee por completo el dolo típico y, por esta razón, está
podía abarcar los casos i m p o r t a n t e s de estados de necesidad putativos, p o r lo q u e se originaban
especialmente obligado al examen cuidadoso de la situación que él estima justificante. Asimismo, hay que
lagunas de p u n i b i l i d a d difícilmente sopottables (por ejemplo, en los § § 2 1 8 , 2 3 9 , 2 4 0 ) .
tener en cuenta que el análisis de aquélla puede venir dificultado por la amenaza de un peligro (por ejem-
plo, en la legítima defensa putativa o en la aceptación errónea en una operación del consentimiento presun- Ejemplos: El médico que, ante la creencia errónea de la existencia de un riesgo vital en la mujet emba-
to del paciente). En la valoración de la vencibilidad también juega la cuestión de si el error se refiere a razada, practicaba indebidamente la interrupción de la gestación por haber faltado un examen detenido de
circunstancias fácticas o a conceptos jurídicos de la proposición permisiva, pues para la formación autóno- las circunstancias concurrentes, era castigado por aborto doloso de acuerdo con el § 218 (RG 62, 137 [138];
ma del juicio en el ámbito normativo siempre hay que ser cauteloso. Con estos crirerios también pueden BGH N J W 1951, pág. 412; B G H 2, 111 [1151; 3, 7 [11 ss.]).
resolverse casos fronterizos que han creado dificultades a la jurisprudencia.
Sin e m b a r g o , la regulación especial del error p a r a el esrado d e necesidad justificante que, en
Ejemplos: Si el padre interpretó equivocadamente una falta del hijo que fiíe objeto de corrección, estamos adhesión a la j u r i s p r u d e n c i a expuesta, había previsto el § 3 9 11 E 1 9 6 2 (vid. su F u n d a m e n t a c i ó n
en presencia de un error de tipo permisivo; por el contrario, si por causa de una idea equivocada se ha excedido págs. 160 ss.) n o ha sido a s u m i d a ni p o r el § 3 4 S t G B ni t a m p o c o p o r el § 16 O W i G . Por
en el derecho de corrección por la clase y exrensión del castigo, entonces exisre un error de prohibición indirec- ello, el salto a la teoría estricta d e la culpabilidad en los casos de estado d e necesidad justificante
n o p u e d e s e g u i r s i e n d o a d m i s i b l e desde la perspectiva del p t i n c i p i o d e legalidad y, c o n f o r m e a
ello, los principios generales q u e inspiran el t r a t a m i e n t o del error d e t i p o permisivo t i e n e n q u e
'^ Así, Dreher, Heinitz-Festschrift págs. 224 ss.; DreherlTr'óndle, § 16 n ú m . 27; Gallas, Bockelmann-
Festschrift pág. 170; Lackner, § 17 n ú m . 15; Blei, Allg. Teil pág. 206; Wessels, Allg. Teil n ú m . 484; ser aplicados t a m b i é n a estos casos .
Platzgtimmer, JBl 1971, pág. 239. Vid. también B G H 3, 105 (107): "el autor que sufre un error acerca de la
verdadera situación fáctica se muestra por si mismo fiel al Derecho". Vid., además, BGH 3 1 , 264 (287): ex- ^^ Al respecto, con ejemplos adicionales Otto, K. Meyer-Gedachtnisschrift págs. 591 ss.
clusión de la "punihilidad por un hecho doloso". El reproche acerca del carácter contradictorio de esta fun- '*" El consentimiento en las lesiones corporales y su eventual contrariedad a las buenas costumbres se
damentación (así, Schmidhauser, N J W 1975, pág. 1809 nota a pie núm. 13) no está por el contrario justifi- regula actualmente en el § 228 StGB (N del T ) .
cado pues no es lo mismo el injusto doloso que la culpabilidadátAos-í. Esto también viene a reconocerse por ^' Vid., asimismo, el caso que se corresponde con el error directo en Schafistein, Gottinger-Festschrift
/ X í l 1.") (Hirsch) nota preliminar núm. 184 anres del § 32. En contra de la teoría que sostiene la ausencia pág. 195; de orra opinión al respecto, no obstante Engisch, ZStW 70 (1958) pág. 585.
de la culpabilidad dolosa Roxin, Allg. Teil I § 14 núm. 7 1 ; Schünemann, Einführung pág. 41 nota a pie '•^ Mosttando su aprobación con la teoría estricta de la culpabilidad IA'(11.^) (Hirsch) § 34 núm.
núm. 89; elmismo, GA 1985, pág. 350; Herzherg,]h 1989, pág. 299; ArthurKaufmann, Lackner-Festschrift 91; Welzel,¡7. 1955, págs. 142 ss.
págs. 192 ss. '^ Aparrándose de este crkeno Arthur Kaufinann ZStW 76 (1964) pág. 571; Roxin, ibídem pág. 587;
''' Dreher, Heinitz-Festschrift pág. 227 va demasiado lejos al proponer una disposición especial acer- Schroder, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 294.
ca de la imprudencia para esros casos. Krümpelmann, ZStW Beiheft Budapest 1978 págs. 49 ss. pretende ''^ Así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 351; Dreher/Trondle, § 38 núm. 18; Gohler, § 16 OWiG núm.
aplicar el tipo doloso con la atenuación previsra en el § 49. En los supuestos en los que existe un tipo 15; Roxin, Allg. Teil I § 14 núms. 81 ss.; Herdegen, BGH-Fesrschrift págs. 208 ss.; Lenckner, H. Mayer-
imprudente,/íí/S-ofc, Allg. Teil 11/58 aplica el doloso pero aplica la pena prevista por aquél ("teoría de la Festschrift págs. 165 ss.; Schonke/SchroderíLenckner, § 34 núm. 50; SK(Samson) § 34 núm. 25; Stratenwerth,
culpabilidad dependiente"). Allg. Teil I núm. 475. Mostrando sus dudas Stree, en Roxin y otros, Einführung págs. 44 ss. Favorable, sin
'* Vid. Engisch, ZStW 70 (1958) págs. 585 ss. En este punto la jurisprudencia sigue siendo inconse- embargo, a la continuación de la actual jurisprudencia Blei, Allg. Teil págs. 170 ss.; a favor de la aplicación
cuente; vid. BGH 3, 105 (106 ss.); 271 (274); 357 (364); BayObLG N J W 1952, pág. 1848. analógica del § 35 II LK(n.') (Hirsch) § 34 núm. 9 1 .
502 § 4 ] Conciencia de la anrijuricidad y error de prohihici()n V. Ocrcclu) extranjei"( 503

3 . A pesar d e t o d o , hay q u e m a n t e n e r la p e n a del d e l i t o d o l o s o p o r la n o r e a l i z a c i ó n ción alemana en el tratamiento de los problemas del error. El arr. 19 StCíB acoge el error de tipo y el art. 20
StGB el de prohibición (BGE 70 IV 100); adenuis, este último .sólo conduce a la posibilidad de que el
del e x a m e n c o n f o r m e a d e b e r en aquellas causas d e justificación en las q u e , en a t e n c i ó n a la
hecho quede impune si se comprueban "motivos suficientes" para ello (BGE 106 IV 193) '". La jurispru-
adecuación d e la intervención en u n a situación material incierta, t a m b i é n es a p r o b a d a u n a c o n -
dencia trata la conciencia del injusro como un elemento autónomo de la culpabilidad (BGE 70 IV 98),
secuencia o b j e t i v a m e n t e incotrccta desde el p u n t o d e vista del riesgo p c t n i i t i d o (vid. supra § 3 6
aunque impone rigurosas exigcnci.as para la inculpabilidad derivada del error de prohibición (BGE 74 IV
II) '•'. Tales cau.sas son el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o c u a n d o la i n t e r v e n c i ó n c o n t r a d i c e la v o l u n t a d 1 52; 98 IV 303; 99 IV 186) ' ' . El Derecho í'.f/'.;);»/contiene en el art. 1 11 C.p. el principio de culpabilidad
real del afectado (vid. supra § 34 V I I 3 ) , la utilización de la coacción estatal c u a n d o faltan real- y en el art. 6 bis a) 111 C.p. una regulación del error de prohibición que sólo se corres|ionde parcialmente
m e n t e los p r e s u p u e s t o s materiales d e la i n t e r v e n c i ó n (vid. supra § 3 5 I 3 ) , así c o m o la salvaguar- con el § 17 a l e m á n ' ' . El Código penal/>oríi/o-«« de 1982 se ha adherido al traramiento contenido en el §
dia d e intereses legítimos ( § 193) q u e t a n sólo interviene c u a n d o se h a c o m p r o b a d o la i m p o s i b i - 17 alemán . También en Derecho neerlandés st reconoce el error de prohibición invencible como una cau-
lidad de p r o b a r la afirmación d e h e c h o s lesivos del h o n o r ( B G H 1 1 , 2 7 3 ) (vid. supra § 3 6 II 2a). sa de exclusión de la culpabilidad . Otros ordenamientos mantienen o han mantenido hasta hace poco el
Q u i e n p o r un exainen deficiente acepta e r r ó n e a m e n t e en estos casos la c o n c u r r e n c i a d e los p r e - principio "error juris nocet" que, en el mejor de los casos, conducía a una atenuación de la pena pata el
supuestos de la causa de justificación d e b e ser castigado de a c u e r d o c o n el tipo doloso. supuesto de desconocimiento de normas jurídicas extrapenales. Y así, la ^Txái francesa se ba.saba hasra ahora
sobre el viejo principio "nul n'est censé ignorer la loi"''', mientras que sin embargo el art. 122-3 del nuevo
Ejemplos: Si sobre la ba.se del consentimiento presunto de los padres el maestro abofetea al alumno, es Código penal ha cambiado hacia el reconocimiento del error de prohibición como causa de exclusión de la
punible por una lesión corporal dolosa si el castigo contradecía la verdadera voluntad de los padres y no culpabilidad . El Derecho penal belga siguió anreriormente la línea marcada hasta hace poco por Francia,
examinó detalladamente la situación objetiva (RG 6 1 , 191 [194]). La persona autorizada para la protección aunque la jurisprudencia y la Comisión de Reforma se inclinan por la consideración del error de prohibición
de la caza que realiza un disparo sobre un supuesto ladrón de acuerdo con la Ley sobre la utilización de invencible como causa de exclusión de la culpabilidad •'^. Anteriormenre, en lialia el art. 5 C.p. excluía por lo
armas por personas autorizadas para la protección de los bosques y la caza de 26.2.1935 (RGBl. I pág. 313), general la relevancia del error de prohibición pero el Tribunal Constitucional en la sentencia de 23.3.1988
sólo puede beneficiarse de la justificación si ha examinado detenidamente la concurrencia de los presupues- núm. 364 ha reconocido al error de prohibición invencible como causa que excluye la culpabilidad ^^. En la
tos en la utilización del arma de fuego (RG 72, 305 [311 ss.]). Quien basándose en informaciones insufi-
cientes realiza afirmaciones lesivas del honor cuya verdad no puede ser probada, será castigado por difama-
ción (§ 186) a pesar de que actuó con buena fe (BGH 14, 48 [51]).
^^ Sobre esta cuestión vid. Schwander, Das schweiz. StGB p;ígs. 91 ss., 98 ss.; Trechsel, art. 20 StGB
Si e n e s t o s c a s o s se i n f r i n g e el d e b e r d e e x a m e n d e la s i t u a c i ó n , el a u t o r actúa n ú m . 6; Rehberg, Strafrecht 1 pág. 167; crítico Schidtz, Einführung I pág. 232; Graven, L'infraction pág.
a n t i j u r í d i c a m e n t e . Pero t a m b i é n cabe afirmar la culpabilidad dolosa p u e s , a la vista del riesgo 180. Actualmente, el art. 23 del Anteproyecro (Exposición de Motivos págs. 63 ss.) sigue al § 17 alemán.
existente recotiocido p o r el autor, éste sólo se t o m a s u f i c i e n t e m e n t e en serio el b i e n jurídico afec- ' ' Por el contrario Germann, Das Vcrbrechen págs. 186 .ss. defiende la teoría del dolo que restringió
t a d o c u a n d o ha h e c h o t o d o lo posible p a r a evitar el m e n o s c a b o n o a u t o r i z a d o d e este. en SchwZStr 68 (1953) pág. 374 a través de la teoría de la ceguera jurídica. En relación con la cuestión de
la vencibilidad, tratando críticamente a la jurisprudencia que desarrolla critetios similares a los de los tribu-
4. Si concurren simultáneamente un error de tipo permisivo con un error sobre los límites de laprohibi- nales alemanes Noli, Schweizer Beitrage págs. 215 ss.; Noll/Trechsel, Allg. 'Icil I pág. 140. Casuística en Trechsel,
eióti (por ejemplo, el educador acepta erróneamente la concurrencia de los presupuestos del derecho de co- art. 20 núm. 18.
rrección y, simultáneaiTJente, traspasa de buena fe los límites permitidos de tal derecho) será aplicable el '^ Vid. Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 631 ss.; Mir Puig, Adiciones Tomo I
tipo doloso en atención al segundo tipo de error (§ 17, inciso segundo). El error de ripo permisivo no págs. 640 ss.; Cobo del RosaUViues Antón, I^erecho penal págs. 512 ss.; Cereza Mir, Armin Kaufmann-
desempeña papel alguno pues, incluso aunque se hubiera verificado la situación objetiva que se daba por Gedachtnisschrift págs. 473 ss.; Mir Puig, Der Irrrum págs. 303 is.;Jescheck, Loyola-Gedachrnisschrift págs.
cierta, tampoco estaría justificado''''. 403 .ss.; Strien, Einflüsse des deutschen Strafrechts págs. 99 ss. [El art. 5 del Código penal de 1995 señala
que "no hay pena sin dolo o imprudencia"; asimismo, en relación con el error de prohibición, el art. 15-3
del citado texto punitivo señala que "el error invencible sobre la ilicirud del hecho constitutivo de la infrac-
V. D e r e c h o extranjero ción penal excluye la responsabilidad criminal. Si el error fuera vencible, se aplicará la pena inferior en uno
o dos grados" (N del T ) ] .
En el extranjero, el StGB austríaco contiene en el § 9 una disposición que se corresponde con el §
17 ^'', aunque en el apartado segundo de aquel precepto se añaden los criterios para la determinación de la Ai respecto, y básicamente en torno al error de prohibición, Figueiredo Dias, O problema da
erdi con consciéncia da ilicitude, 1987.
vencibilidad del error de prohibición''". Asimismo, el § 8 regula el error de tipo permisivo de :acuerdo
''' Vid. Pompe, Handboek pág. 163; vatí Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht págs, 220 ss.; Hazewinkel-
la teoría limitada de la culpabilidad '''. Tras el austríaco, es el Derecho suizo el que más se acerca a la regula-
SuringalRemmelink, Inleiding págs. 358 ss. comenta la nueva tendencia jurisprudencial dirigida al reconoci-
miento del error de prohibición. Vid., además,/«f/;ec^. Criminal Law in Acrion págs. 9 ss.
" ' Así, Lenckner, H. Mayer-Festschtiít págs. 178 ss.; SchonkelSchroderlI.etickner, nota preliminar niim. ^^ Vid. Bouzat, Traite Tomo I págs. 270 ss.; Merle/Vitu, 'IVaité 1 núms. 550 ss.; StefanilLevasseurl
19 antes del § 32; LK{\ 1.-') {Hirscli) nota preliminar núm. 54 antes del § 32; Lackner, § 17 niim. 17. En Bouloc, Droir penal general núm. 380 (con ejemplos relativos al error jurídico extrapenal). Acerca del origen
contra, Riidolphi, Schroder-Gedachtnisschtift págs. 73 ss.; Roxin, Welzel-Festschrift págs. 458 ss.; el mismo, de esre principio Kiefner, Deutsche Landesreferate 1967 págs. 87 ss.
Allg. Teil I § 14 niíras. 83 ss. ^^ Al respecto DesportesILe Gunehec, Présentation núm. 35; Pradel, Le nouveau Code penal págs. 88 ss.
'•'' Vid. W«íí'/í, Allg. Teil núm. 490. '^ DupontlVerstraeten, Handboek núms. 493 ss.; Hennau/Verhaegen, Droir penal general núms. 361
*•' Al respecto, Kienapfel, O J Z 1976, págs. 117 s^.; Platzgummer, Strafrechtliche Probleme I págs. 58 ss.; Tulkenslvan den Kerehove, Introduction págs. 244 ss.; Commission pour la Revisión du Code penal,
ss.; Triffterer, Allg. Teil págs. 430 ss.; I.eukauflSteininger, § 9 núm. 5. Ob.servations pág. 15.
''* Vid., más detalladamente/cíc/ífci', Lange-Festschrifr pág. 373; el mismo, OJZ 1971, pág. 3. Acerca de la senrencia del Tribunal Constitucional Mantovani, Diritto pénale págs. 364 ss.; Pagliaro,
^'^ Vid. Foregger/Serini, § 8 StGB comentario 1. Pfincipi págs. 398 ss.; Fiandaca/Musco, Diritto pénale págs. 294 ss. Básicamente sobre toda la cuestión
504 § 42 El tipo de la culpabilidad y sus elementos
I. N:uur;Uc7..i \' función del tipo de culpabilidad 505

jurisprudencia anglo-amerkana el desconocimiento de la antijuricidad es considerado la mayoría de las veces


h a y q u e d i s t i n g u i r entre el t i p o de injusto y el t i p o d e c u l p a b i l i d a d (vid. supra § 25 I 3 ) ' .
como un aspecto irrelevante ^'. En el nuevo Derecho brasileño está reconocido el error de prohibición in-
Al tipo de injusto p e r t e n e c e n aquellos cleiTientos del tipo delicrivo q u e describen el c o m p o r t a -
vencible como causa de exclusión de la culpabilidad, mientras que el de naturaleza vencible conduce a una
atenuación de la pena del delito doloso (art. 21 C.p.) ' " *'. m i e n t o p r o h i b i d o así c o m o la disposición del a u t o r teferida al m i s m o (dolo o i m p r u d e n c i a ) (vid.
supra § 25 I 2), mientras q u e p o r el c o n t r a r i o el tipo de culpabilidad está i n t e g r a d o p o r aquellos
factofcs q u e caracterizan más detalladanicnre a la a c t i t u d jurídica i n t e t n a del a u t o r actualizada
§ 42 El tipo de culpabilidad y sus e l e m e n t o s en el h e c h o .

Bloy, Die dogmatische Bcdeutung der Strafausschlie8ungs-und Sttafauñiebungsgründe, 1976; Engisch, Naturalmente, en lo que respecta al tipo de la culpabilidad hay que hacer dos resrricciones: de un lado,
Der Unrechtstatbestand im Strafrecht, DJT-Festschrift, Tomo I, 1960, pág. 4 0 1 ; Frank Über den Aufbau en aquél sólo pueden contarse elementos que describen exclusiva e inmediatamente el contenido de culpabi-
des Schuldbegriffs, GieSener Festschrift, 1907, pág. 3; Gallas, Taterschaft und Teilnahme, Matetialien, Tomo lidad del hecho pues, de lo contrario, decaería la distinción entre el injusto y la culpabilidad ^. Pero con ello
I, 1954, pág. 121; Geilen, Untedassene Verbrechen.sanzeigc und ernsdiafte Abwcndungsbemühung, JuS 1965, no se hace aquí referencia al contenido de la culpabilidad del hecho que consiste en la imputación subjetiva
pág. 426; Goldschmidt, Normativer SchuldbegrifF, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 428; Hardwig, del injusto cometido, sino que sólo se tienen en cuenta elementos adicionales que caracterizan a la culpabi-
Die Gesinnungsmerkmale im Strafrecht, ZStW 68 (1956) pág. 14; Hegler, Die Merkmale des Verbrechcns, lidad de forma autónoma y no como un reflejo de los componentes del injusto. De otro, el tipo de la culpa-
ZStW 36 (1915) pág. 184; el mismo, Subjektive Rechtswidrigkeitsmomente im Rahmen des allgemeinen bilidad sólo abarca aquellos elementos típicos de una determinada clase de delito, de modo que la capacidad
Verbrechensbegriffs, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 2 5 1 ; Kantorowicz, Tat und schuld, 1933; de culpabilidad y la conciencia de la antijuticidad no entran en consideración por ser elementos ^ra^ra/fí
Küper, 'Luí irrigen Annahme von Strafmilderungsgründen, GA 1968, pág. 3 2 1 ; Lampe, Das personale (desvinculados típicamente) de la culpabilidad. Asimismo, en este lugar no se inregran las causas de excul-
Unrechr, 1967; Lange. Die Schuld desTeilnehmers, JR 1949, pág. 165; Langer, Das Sonderverbrechen, 1972; pación puesto que éstas, por regla general (constituyen una excepción los § ^ 157 y 258 V), rampoco están
Maihofer, Objektive Schuldelemcnte, Festschrift für H. Mayer, 1966, pág. 185; Martens, Der Irrtum über referidas a una determinada clase de delito (vid. infra §§ 44-47) "*.
Schuldmilderungsgfünde, Stiafr. Abh. Heft 246, 1928; Mezger, W a n d l u n g e n der strafrechtlichen
2 . Ya en el S t G B de 1 8 7 1 apatecían e l e m e n t o s del t i p o delictivo de la c u l p a b i l i d a d ' , a u n -
Tatbestandslehre, N J W 1953, pág. 2; Noli, Übergesetzliche Rechtferrigungsgründe, im besonderen die
q u e la ptoclividad p o r su aplicación, sobte t o d o c o m o manifestación de los c o m p o n e n t e s de la
Einwilligung des Verletzten, 1955; Nowakowski, Zur Lehre von der Rechtswidrigkeit, ZStW 63 (1951) pág.
287; Schmidhauser, Gesinnungsmerkmale im Strafrecht, 1958; el mismo, Der Unrechtstatbestand, Festschrift a c t i t u d i n t e t n a , fue sólo u n d a t o catactetístico del m o d e t n o desairoUo del D e r e c h o penal. Esto
für Karl Engisch, 1969, pág. 433; Schweikert, Die Wandlungen der Tatbestandslehre seit Beling, 1957; está relacionado c o n el e m p e ñ o del legislador en o r i e n t a r más i n t e n s a m e n t e los criterios jurídicos
Stratenwenh, Zur Funktion strafrechtlicher Gesinnungsmerkmale, Festschrift für H. v. Weber, 1963, pág. hacia la personalidad del autor ( " i n d i v i d u a l i z a c i ó n d e l D e r e c h o penal") y d e diferenciar los
1 7 1 ; Thierfelder. Objektiv gefafite S c h u l d m e r k m a l e , Strafr. Abh. Fíeft 3 0 8 , 1 9 3 2 ; Tiedemann, tipos delictivos de a c u e r d o c o n c o n c e p t o s valorativos d e í n d o l e ética ( " m o r a l i z a c i ó n del D e r e -
Tatbestandsfunktionen im Nebenstrafrecht, 1969; Wí-n^f, Anmerkung zu BGFi 1, 203, J Z 1951, pág. 723; c h o penal") . Presupuesto para ello fue el i m i e n t o d e u n c o n c e p t o material d e culpabi
Würtenberger, Die geistige Situation der deutschen Strafrechtswissenschaft, 2." ed. 1959.

^ Acerca del tipo de la culpabilidad Gallas, Beirrage págs. 43 ss.; anteriormente ya en este sentido,
I. N a t u r a l e z a y f u n c i ó n del t i p o de c u l p a b i l i d a d Goldschmidt, Frank-Festgabe Tomo I págs. 461 ss.; Lange, JR 1949, pág. 166; Mezger, N J W 1953, pág. 2. Vid.
también Stratenwenh, v. Weber-Festschrift pág. 190. Entretanto esta teoría ha seguido progresando; vid. Engisch,
1. El tipo en s e n t i d o a m p l i o c o m p t e n d e a t o d o s aquellos e l e m e n t o s d e los q u e d e p e n d e el DJT-Festschrift Tomo II pág. 413; Maihofer, H. Mayer-Festschrift págs. 199 ss.\ Schmidhdauser, Allg. Teil págs.
m e r e c i m i e n t o d e pena d e u n a acción (vid. supra § 7 I 1). Incluye t a n t o e l e m e n t o s del injusto 452 ss.; el mismo, Studienbuch págs. 185 si.;Jakobs, Allg. Teil 17/43; WK(Nowakowski) nota pteliminar niim.
c o m o de la c u l p a b i l i d a d y p o r ello es e q u i v a l e n t e al t i p o delictivo ( p o r ejemplo, asesinato, infan- 53 antes del § 3; Schonke/SchrSder/Lenckner, nota preliminar núm. AA antes del § 13; Tiedemann,
t i c i d i o ' , puesta en peligro del tráfic rio). D e n t r o d e l c o n c e p t o d e t i p o e n s e n t i d o l a x o Tatbestandsfunktionen pág. 229. Son adversarios de tal teoría Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 55 ss.; Hirsch,
NegativeTatbestandsmerkmale pág. 13 nota a pie núm. 1; ¿/('(ll.") (Hirec/íJ nota preliminar núm. 187anres
del § 32; Maurach/Zipf, A\\^. Teil § 24 núm. 2; Welzel, Lehrbuch pág. 55- Estos autores o niegan la exisrencia
de elementos especiales de la culpabilidad o su tipicidad para determinadas clases de delito.
Piditanb, L'errore di diritto, 1976; desde una perspectiva de Derecho compzizáo Jescheck, Recht in Ost und
-' A! respecto vid. Gallas, Beirrage pág. 44; vid., además, la crítica de Stratenwerth, v. Weber-Festschrift
West págs. 889 ss. También el art. 15 del Proyecto de Código penal prevé la impunidad del error de prohi-
págs. 181 ss. a la aplicación extensiva del concepto de actitud interna por Schmidhüuser, Gesinungsmerkmale
bición invencible.
págs. 175 ss., sobre cuya base Schmidhauser, Allg. Teil págs. 246 ss., ha variado su reoría.
^' Vid. Grünhut, Das englische Strafrecht pág. 197; Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 131
Por el conttmo, Jakobs, Allg. Teil 17/44 ss., configura un "ripo global de la culpabilidad" que debe
ss; Glanville Williams, Criminal Law págs. 288 s s . ; / Hall Principies págs. 407 ss.; SmithlHogan, Criminal
incluir, en primer lugar, el injusto como punro de referencia de la culpabilidad, en segundo lugar, la totali-
Law pág. 83; Kaplan, Mistake of Law págs. 1167 ss.; KennyITurner, Outlines págs. 60 ss.; Robinson, Crimi-
dad de los elementos positivos de la culpabilidad e, incluso, finalmente, los supuestos de inexigibilidad. De
nal Law Dcfenses Tomo I p.252. Acerca del Proyecto de un Código Criminal para Inglaterra y Gales (1989)
modo similat, con un planteamiento integrador Schmidhüuser, Engisch-Festschrift pág. 447.
Jescheck, R. Schmitt-Festschrift pág. 66.
' La "premeditación", único eleinento subjetivo caracterÍ7.ador del asesinaro hasra 1941, fue entendi-
*° Al respecto. Fragoso, Linóes págs. 212 ss.; da Costa jr.. Comentarios art. 21 comentatio núm. 3.
da correctamente como un elemento de la culpabilidad (Frank, § 2 1 1 , anotación I 2: "ponderación de los
^' Vid. sobre la historia y Derecho comparado de la cuestión en su conjuntoy/Wnez de Asúa, Tomo
motivos que se contrasran") y, sin embargo, considerada como elemenro subjetivo del injusto por parte de
VI págs. 357 ss.; acerca del Detecho griego Mangakis, Das Untechtsbewugtsein págs. 17 ss., 79 ss.
la jurisprudencia (RG J W 1936, pág. 1128; RG 74, 84 [86]).
' El delito de infanticidio (anteriormente regulado en el § 217 StGB) se encuentra actualmente de-
' La funcionalización del principio de culpabilidad por parte áe Jakobs, Allg. Teil 17/21, ha dado
rogado (N d e l T ) .
lugar a un nuevo alejamiento de los conceptos ético-valorarivos.

a
506 § 42 El ci[)() de la culpabilidad y sus elementos 11. Los elementos del tipo de culpabilidad 507

lidad q u e n o sólo divisa a esta c o m o la s u m a de las causas de imputacicHi subjetiva, sino c o m o la la existencia d e tma cairsa d e a t e n u a c i ó n de la culpabilidad y, c i e r t a m e n t e , d i g n a d e un m e n o r
falta d e u n a actitud jurídica i n t e r n a q u e es valorativaniente r e p r o c h a b l e (vid. supm § 3 8 II 5), r e p r o c h e q u e en u n caso n o r m a l en la medida en que el a u t o r ha c o n o c i d o la circunstancia q u e
v i n i e n d o así a c o n v e r t i r a la c u l p a b i l i d a d en u n a m a g n i t u d susceptible d e g r a d u a c i ó n . D e a h í le beneficia (vid. t a m b i é n infrn § 4 2 111 l a ) . Pero el h e c h o d e q u e la s i m p l e aptitud Ac tal cir-
q u e , desde s i e m p t e , a u n q u e en los liltirnos t i e m p o s cada vez más, sean aplicados e l e m e n t o s espe- cunstancia basre para su clicacia privilegiante, sin q u e se atienda a su verdadero significado para
ciales de la culpabilidad para d e l i m i t a r el á m b i t o del m e r e c i m i e n t o d e pena (elementos de la la formación de la v o l u n t a d , es algo q u e no perjudica al a m o r p u e s t o q u e los e l e m e n t o s d e la
culpabilidad q u e f u n d a m e n t a n o excluyen la pena) o para g r a d u a r l o (elementos d e la culpabili- c u l p a b i l i d a d c o n c e b i d o s o b j e t i v a m e n t e son en su lotalidad causas d e a t e n u a c i ó n o exclusión d e
d a d q u e agravan o a t e n ú a n la p e n a ) . Para los e l e m e n t o s de la culpabilidad rigen reglas especiales aquélla y, p o r e n d e , n u n c a p u e d e n damnificarle sino sólo favorecerle. N o o b s t a n t e , d e b e n h a b e r
sobre el error y la p a r t i c i p a c i ó n (vid. infia § 4 2 III). sido c o n o c i d a s p o r el atitor pues de lo contrario n u n c a p u e d e n h a b e r i n t e r v e n i d o m o t i v á n d o l e .

Ejemplos: La puesta en peligro de otro en el tráfico viario que, de acuerdo con los §§ 1 11, 49 núm. 1 Ejemplos: El privilegio del infanticidio (§ 217 '-) tiene en cuenta la situación mental de la madte sol-
StVO es infracción administrativa, será punible bajo determinadas circunstancias cualiflcadoras del injusto teta y las repetcusiones psíquicas del nacimiento, incluso aunque estas circunstancias no hubieran influido
si, además, el autot actúa "sin consideración" (§ 315 c I núm. 2) (BGH VRS 23, 292; OLG Koln VRS 59, en el hecho (RG 77, 246) '-^. Por el conttario, la atenuación punitiva del homicidio a petición (§ 216) des-
123: actitud hacia el tráfico vial "extremadamente" reprochable). Elemento de la actitud interna es, asimis- cansa sobre un menor injusto a causa de la similitud del caso con el consentimiento ''*. Causas de exculpa-
mo, la "maliciosidad" en los § § 90a núm. 1, 130 I núm. 2 y 2 2 3 b ' . La joven edad de un interviniente ción concebidas objetivamente son también los ptivilcgios a favot de los parientes en la omisión de denun-
puede ser causa de atenuación de la culpabilidad. Por ello quedan impunes por el yacimiento entre parien- cia de los delitos (§ 139 111) '^ y en el encubtimiento personal (§ 258 VI) "*, que encuenttan su fundamento
tes, los descendientes y hermanos si los mismos, al tiempo de la comisión del hecho, no habían cumplido en constituir situaciones similares al estado de necesidad. La juventud del autor o de los demás codelin-
los 18 años (§ 173 III). El asesinato ( § 2 1 1 ) es particularizado como un tipo cualificado frente al homicidio cuentes es tenida en cuenta en el falso testimonio realizado sin estat bajo juramento (§ 157 II) y en el
a través de elementos que en parte expresan una culpabilidad intensificada (por ejemplo, móviles abyectos). yacimiento entre parientes (§ 173 111) ' ' .
En el infanticidio ( § 2 1 7 ^ ) la culpabilidad disminuida se caracteriza por la maternidad no matrimonial y su 2. Por el c o n t r a r i o , en los e l e m e n t o s de la c u l p a b i l i d a d c o n f i g u r a d o s s u b j e t i v a m e n t e '^
influjo psíquico sobre el nacimiento.
n o basta su i d o n e i d a d para beneficiar al autor. La circunstancia c o r r e s p o n d i e n t e d e b e , atites b i e n ,
3 . El s e n t i d o del t i p o de c u l p a b i l i d a d es el de integrar aquellos elementos a u t ó n o m o s del
tipo delictivo q u e inucstran la posición actualizada del autor en el hecho frente al específico m a n -
dato jurídico, bien c o m o algo especialmente reprochable o bien c o m o algo relativamente íntegro.
' ' El delito de infanticidio ( § 2 1 7 ) se encuentra actualmente derogado (N del T ) .
'^ Vid. MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Leil 1 § 2 núm. dG. Demostrando que el legislador quiso
11. L o s e l e m e n t o s del t i p o d e c u l p a b i l i d a d rener en cuenra ambos puntos de vista, Goltdanmier, Materialen Teil II págs. 279 ss.
'** Vid. R. Schmitt, Maurach-Festschtiít págs. 117 ss. Por el contrario, MaurachlSchroederlMaiwald,
D e n t r o del tipo d e la c u l p a b i l i d a d h a y q u e d i s t i n g u i r tres grupos d e e l e m e n t o s : Bes. Teil I § 2 núm. 62, rambién destacan aquí, jumo con la doctrina dominante, la "situación de conflicto
1. E n p r i m e r higar, h a y e l e m e n t o s d e la c u l p a b i l i d a d c o n c e b i d o s o b j e t i v a m e n t e ' . D e similar al estado de necesidad", lo que conduce a que el autor también disfrute de la causa de atenuación de
la culpabilidad en el supuesto de que acepte erróneamente la solicitud.
a c u e r d o con la d o c t r i n a clásica, el legislador ha a n u d a d o a q u í la existencia de ciertas c i r c u n s t a n -
' ^ La cuestión es discutida; en el mismo sentido que aquí, Geilen, JuS 1965, pág. 432; SchonkelSchrciderl
cias exteriores q u e son i d ó n e a s para ejercer influencia sobre la formación de la v o l u n t a d a t e n u a n -
Cramer, § 139 núm. 4; SK(Rudolphi) § 139 núm. 6; LK(\<d.') (Hanack) § 139 núm. 2 3 ; Wekel Lehrbuch
d o o excluyendo el r e p r o c h e culpabilístico, a \z presunción irrefutable áe q u e , efectivamente, h a n
pág. 518. Por el contrario, Lackner, § 139 núm. 3; MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Teil II § 98 núm. 26;
desarrollado tal influjo '". Por el c o n t r a r i o , Maihofer n o f u n d a m e n t a los e l e m e n t o s d e la c u l p a b i - DreherlTrondle, § 139 núm. 6, aceptan en estos casos la existencia de una causa personal de exclusión de la
lidad sobre u n a p r e s u n c i ó n , sino d i r e c t a m e n t e sobre u n a "típica c u l p a b i l i d a d social y de disposi- pena.
ción" para d e t e r m i n a d a s situaciones . T a m b i é n a q u í lo correcto es p a r t i r del p e n s a m i e n t o bási- ' Asimismo, Schrnidhiiuser, Allg. Teil [lág. 490. Sin embargo, y pese al reconocimiento de su natura-
co del p r i n c i p i o d e culpabilidad: la posición del a u t o r frente al D e r e c h o se m u e s t r a diversa a n t e leza similar al estado de necesidad, en este caso es aceptada por la mayoría de la docrrina la existencia de
una causa personal de exclusión de la pena; vid. MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Teil II § 100 núm. 24;
DreherlTrondle, § 258 núm. l 6 ; Lackner, § 258 núm. 17; SK(Samson) § 258 núm. 50. En el mismo senti-
' El § 223b se corresponde con el actual § 225 (N del T ) . do que aquí, sin embargo, Kantorowicz, Tat und .Scliuid pág. 255. SchiinkelSchroderlStree, § 258 núm. 39,
* El deliro de infanticidio (§217) se encuentta actualmente dctogado (N del T). acepta .aquí una causa personal de exclusión de la pena que "sin embargo csrá enraizada en el ámbito de la
' Vid. Frank, Aufliau des Schuldbegriffs págs. 5 ss.; Hegler, Erank-FestgabeTomo 1 págs. 252 ss.; v. culpabilidad".
IJszt/Schmidt. págs. 189 ss.; Mezger, Lehrbuch pág. 270; Thierfdder, Objektiv gefafite Schuldmerkmale págs. ' ' La cuestión es discutida; en el mismo sentido que aquí, Frank, § 173 anotación III; Hegler, ZSrW
44 ss.; SchSnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. 123 antes del § 13; LK(\ 1.") (Jescheck) nota prcli- 36 (1915) pág. 215; Bloy, SttafausschlieíSungsgründe págs. 146 ss. Por el contrario, a favor de una causa
minat núm. 81 antes del § 13; Küper, GA 1968, pág. 326; Wessels, Allg. Teil núm. 422. En contta del personal de exclusión de la pena, SchónkelSchrbderlLenckner, § 173 núm. 9; DreherlTrondle, § 173 núm. 8;
reconocimiento de elementos de la culpabilidad comprendidos objetivamente Blei, Allg. Teil, 17.-'' ed. pág. SK(Horn) § 173 núm. 9; ZA'ÍIO.») {Dippet) § 173 núm. 18. A favor de un elemento negativo del tipo RG
162; Bockelmann/Volk, Allg, Teil pág. 56. 19, 391 (393); KohlrauschlLange, § 173 anotación III 3.
'" Vid. Schonke/Schrdder/Leiickner, nota preliminar núm. 123 antes del § 13; Nowakowski, Z.StW 63 '* Vid. Thierfelder, Objektiv gefaí?te Schuldmerkmale págs. 80 ss.; v. LisztlSchmidt, págs. 291 ss.;
(1951), pág. 320; Küper, GA 1968, pág. 325. Martens, Der Irrtum über Srrafmilderungsgründe pág. 23; Wessels, Allg. Teil núm. 422; SchbnkelSchrdderl
" Maihofer, H. Maycr-Festschrift pág. 215. Lenckner, nota preliminar núm. 123 antes del § 13.
•fi

508 § 42 El tipo de la culpabilidad y sus elcincnros II}. Problemas relativos al error y la participación 509

liabcr influido realmente en la formación de la v o l u n t a d del autor; y esto p u e d e suceder l a m b i c n como distintivos de un especial dcsvalor de acción y sólo mediatamente describen la actitud interna. Ele-
en el caso en el q u e el a u t o r t í n i c a m e n t e se ha r e p r e s e n t a d o d e f o r m a equivocada la s u u a c i ó n q u e mentos propios de la actitud interna son, además, la «brutalidad» y la «malicia» en el maltrato de petsonas
sirve d e base para la a t e n u a c i ó n de la c u l p a b i l i d a d . cs|5eciahncnte protegidas (§ 223b ) , así como la «desconsideración» en la puesta en peligro del tráfico viario
(§ 315c I núm.2) (OLG Stuttgart VRS 4 1 , 274); en cambio, la «gravedad» en la comisión de la acción (§§
Ejemplos: Un elemento de la culpabilidad configurado subjetivamente es la declaración en juicio bajo 167 1 núm. 1, 170d, 315c 1 núm. 2) y la «astucia» (§ 223a "^) pertenecen al tipo de injusto porque se
estado de necesidad {§ 157 I) ''^ y la provocación en el homicidio (§ 211). En el asesinato (§ 213), un refieren al modo y fotma de ejecución del hecho.
elemento de la culpabilidad configurado subjetivamente y que determina una agravación de la pena, es po-
seer la intención de posibilitat u ocultar la comisión de otro hecho punible ^''. Agunas opiniones doctrinales divergentes consideran a los elementos de la actitud interna en parte como
una intensificación del dolo del hecho "', en parte como exclusivas características del injusto personal de la
3 . Los e l e m e n t o s d e la a c t i t u d i n t e r n a son discutidos en su d e l i m i t a c i ó n y d u d o s o s en acción '^ y en parre como puros componentes de la culpabilidad ^*. Sin embargo, únicamente resulta fun-
c u a n t o a su posición en el c o n c e p t o de d e l i t o . dada la concepción diferenciadora que estima que los puntos de referencia externos de los elementos de la
actitud intetna se encuentran distribuidos por todo el ámbito del injusto y de la culpabilidad.
a) Las situaciones anímicas caracterizadas a través de los e l e m e n r o s de la a c t i t u d i n t e r n a
(por ejemplo, la codicia, la b r u t a l i d a d o la d e s c o n s i d e r a c i ó n ) , d e b i d o a q u e n i n g i i n juez posee el b) Sin e m b a t g o , frente a la creciente utilización d e los e l e m e n t o s de la a c t i t u d interna en
d o n d e leer en el interior d e la p e r s o n a , n o p u e d e n ser c o m p r o b a d a s d i r e c t a m e n t e sino q u e sólo D c f c c h o penal se erigen o b j e c i o n e s p r o p i a s d e l E s t a d o de D e r e c h o ^'. E n p r i m e r lugar, p o r -
se d e d u c e n d e las circunstancias externas del h e c h o a través de un proceso deductivo''•^. Los ele- q u e , a causa de su rensa ubicación en la e s t r u c t u r a del delito e n t t e el injusto y la c u p a b i l i d a d ,
m e n t o s de la actitud i n t e r n a p r e s u p o n e n ya, pues, u n a situación d e h e c h o externa d e m o s t r a b l e a dificulta la diferenciación d e a m b o s aspectos del delito. E n s e g u n d o lugat, p o i q u e c o n t t a d i c e el
través d e los m e d i o s procesales ( B G H 18, 102 [107]), algo en lo q u e c o i n c i d e n c o n los e l e m e n - ptincipio d e d e t e r m i n a c i ó n de los tipos al atribuírsele al juez la libertad de elegii discrecionalmente
tos de la c u l p a b i l i d a d c o n c e b i d o s objetiva y subjetivamente. Su p e c u l i a r i d a d reside en q u e a q u í aquellos p u n t o s de p a t t i d a d e los que p u e d e d e d u c i i la existencia de la a c t i t u d i n t e r n a presu-
el «comportamiento anímico contrario a la moral» es indicado inmediatamente en el t i p o ^•^, p o r lo puesta p o r el tipo. F i n a l m e n t e , la inevitable stibjetividad de los criterios dirigidos al enjuicia-
q u e p e r m a n e c e en m a n o s del juez la exrracción de aquellas circunstancias de la configuración del m i e n t o d e los e l e m e n t o s de la actitud interna p o n e en peligro la igualdad de la aplicación del
caso c o n c r e t o q u e p e r m i t e n la d e d u c c i ó n de los eleiuentos d e la a c t i t u d i n t e r n a exigidos en el D e r e c h o . E n cualquier caso, parece h a b e r sido s o b r e p a s a d o el p u n t o álgido en el e m p l e o de este
tipo. Sin e m b a r g o , d a d o q u e los factotes de los cuales ptiede ser d e d u c i d a u n a d e t e r m i n a d a acti- tipo d e e l e m e n t o s . La legislación más teciente m u e s t r a , sin e m b a r g o , u n a t e n d e n c i a contraria ^''.
t u d i n t e n r a p e r t e n e c e n en p a r t e al injusto y, en p a t t e t a m b i é n , a la c u l p a b i l i d a d , los e l e m e n t o s
de la a c t i t u d i n t e r n a n o h a n d e considerarse u n i t a t i a m e n t e c o m o e l e m e n t o s d e la c u l p a b i l i d a d
sino p a t c i a l m e n t e c o m o tales y, p a r c i a l m e n t e t a m b i é n , c o m o e l e m e n t o s del injusto ( c o n c e p c i ó n i n . P r o b l e m a s relativos al error y la p a r t i c i p a c i ó n
diferenciadora) ^ . Sólo p u e d e n ser c o n s i d e r a d o s c o m o verdaderos e l e m e n t o s d e la c u l p a b i l i d a d
1. El t t a t a m i e n t o d e las c u e s t i o n e s relativas al error en el á m b i t o del tipo d e la culpabili-
aquellos c o m p o n e n t e s de la a c t i t u d i n t e r n a q u e carecen del c o r r e s p o n d i e n t e p u n t o d e referencia
dad es o b j e t o de discusión. Pata su solución h a y q u e p a r t i r de la distinción e n t r e tres g r u p o s de
en la zona del injusto y q u e se d e d u c e n inmediata y exclusivamente d e aquellas situaciones d e h e -
elementos;
cho que integtan el á m b i t o de la culpabilidad. Por el contrario, los e l e m e n t o s de la actitud interna
que sencillamente se muestran c o m o el reverso subjetivo de c o m p o n e n t e s específicos del injusto n o a) E n los elementos de la culpabilidad concebidos objetivamente el a u t o r d e b e conocer el p u n t o
son otra cosa q u e elementos subjetivos de éste (elementos i m p r o p i o s de la actitud interna). A m e - d e referencia objetivo pues, d e lo contrario, está excluida la influencia sobre la formación d e su
n u d o la disrinción es difícil pero debe ser llevada a cabo p o r q u e , de lo contrario, n o se solucionan v o l u n t a d y, p o r e n d e , su a c t i t u d hacia el D e t e c h o actualizada e n el h e c h o c o m e t i d o n o p u e d e
a d e c u a d a m e n t e problemas relativos al error y a la participación (vid. infta § 4 2 111). vetse afectada. E n c a m b i o , n o necesita set p r o b a d o q u e la circunstancia c o n o c i d a p o r el a u t o r
haya deseiripeñado r e a l m e n t e algiin papel en la m o t i v a c i ó n del h e c h o . Pero si ha a c e p t a d o e r r ó -
Ejemplos: En el asesinato (§ 211) las motivaciones contratias a la moral (el placer de matar, la satisfac-
ción del instinto sexual, la codicia o los móviles abyectos) son genuinos elementos de la actitud interna,
mientras que los componentes que se refieren a la peligrosidad o reprochabilidad de la forma de comisión
del hecho (alevosía, crueldad, utilización de medios comiinmente peligrosos) pertenecen al tipo de injusto '"* El § 223b se corresponde con el vigente § 225 (N del T).
'^ La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 224 I 3 (N del T).
-'' Así, H. Mayer, Lehrbuch pág. 254.
" Vid. MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Teil 11 § 74 núm. 107; ¿A'(10.=') (W///ms) § 157 núms. 10 ss. '" Así, Bockelmann/Volk, A l g . Teil pág. 56; Noli, Ubergesetzliche Rechtfertigungsgründe págs. 31
^^ A pesar de su estructura final, no es aceptable como elemento subjetivo del injusto porque la in- ss., 41 ss.; Schweikert, Tatbestandslehre pág. 138. Según Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 22 núm. 56 son ele-
tención no afecta ni al bien jurídico ni a la forma de comisión del hecho sino que, más bien, caracreriza a la nrentos del tipo objetivo.
acritud del autot durante el hecho y, con ello, suministra información acerca de la motivación del mismo. ^* Así, Lange, JR 1949, págs. 166 ss.; Gallas, Beitrage pág. 57; Würtenherger, Situation págs. 56 ss.
^' Vid. Stratenwerth, v. Weber-Festschrift pág. 177. ^' Vid. H. Mayer, Grundril? pág. 54; Stratenwerth, v. Weber-Festschrift pág. 190; el mismo, Allg. Teil
^^ Según la definición de Schmidhtiuser, Gesinnungsmerkmale pág. 217 y Ailg. Teil pág. 455. I núm. 334.
^' Así, Schmidhauser, Allg. Teil pág. 247; Baumann/Weher, Allg, Teil pág. 286; Lampe, Das personale * Y así, en el § 170d (actual § 171) ha sido eliminado el elemento de la "mala fe" y el § 170c, que
Unrccht pág. 234; Langer, Sonderverbrechen págs. 346 ss.; Schdnke/Schroder/Lenckner, nota preliminar núm. tantbién lo acogía, ha sido completamente dcfogado. Lo mismo sucede con el § 170a (también derogado)
122 antes del § 13; Stratenwerth, v. Weber-Festschrift pág. 187; Welzel, Lehrbuch pág. 79; Wessels, Allg. Teil que aludía a la "maliciosidad". Este último ha sido asimismo suprimido en el § 134. No obstante, en el §
núm. 137. Vid. también Hardwig, Z S t W 68 (1956) págs. 29 .ss. 90a I núm. 1 y § 130 I núm. 2 sigue subsistiendo la alusión a la "maliciosidad".
510 § 42 El !Íp() de la cuíp.)bilitl;Kl v su.s clcinciuo.s I. Exclusión de !a antijuricidad y exculpación 511

n e a m e u t e la existencia d e u n e l e m e n t o de la culpabilidad c o n c e b i d o o b j c i i v a n i e n t e ello d e b e be- opinión BGH 1, 368 |371] en la que se considera a tales móviles coino un elemento del injusro). De igual
neficiarle, pues e n t o n c e s la formación d e su v o l u n t a d ha t e n i d o lugar bajo las m i s m a s c o n d i c i o - modo, el propio cómplice debió actuar mallclosamciuc en el sentido del § 1 I K W V O , no bastando con
nes q u e en el caso d e q u e la c i r c u n s t a n c i a hubiera c o n c u r r i d o realnienie (subjetiviziició?! de los que simplemente conociera la concurrencia de la tualiclosidad en la persona del autor (de otro criterio, O G H
elementos ele Li eiilpabilideid concebidos objetivamente) ". 2, 50 [57]). Si el ¡ndtictor a un delito doloso contra la seguridad del tráfico no actúa con desconsideración
según el § 31 5c I nútn. 2, debido a que el recorrido a gran velocidad perseguía una finalidad merecedora de
Ejemplos: ,Si la mujer cree que su hijo exrramairimoiiial posee la condición de matrimonial einonccs
aprobación, ciuonces únicatncnte puede ser castigado con una sanción pencuniaria por la comisión una
no puede acogerse al § 217 ^', mientras que sí eiicuciura aplicación en la hipótesis opuesta. La mujer que
Infracción administrativa de conformidad con los §§ 1 II StVO, 14 OWIG, 49 1 n ú m . 1 StVO.
considera jurídicamente válida su promesa de matrimonio por creer erróneamente distielto el matrimonio
con el hombre al que eticubre debe beneficiarse del § 258 VI (en otro sentido, RCI 6 1 , 270, donde es acep-
tada una causa personal de exclusión de la pena). Por el contrario, el error acerca de la propia edad (§§ 157
Subsección c): Las causas d e exculpación
11, 173 111) así como el que versa sobre de la capacidad de culpabilidad es Irrelevantc, pues sólo se trata de
puntos de apoyo legales para el reproche de la culpabilidad y no de situaciones que puedan influir sobre la § 43 F u n d a m e n t o s d e la e x c u l p a c i ó n d e a c c i o n e s t í p i c a m e n t e a n t i j u r í d i c a s
motivación.
Bernsmann, "Entschuldlgung" durch Notstand, 1989; Brauneck. Der strafrechtilchc Schuldbegrlff, GA
b) En los elementos de la culpabilidad concebidos subjetivamente las circimstancias externas
1959, pág. 261: Eser, Justlfication and Exctisc: A Key Issue in the Concept of Crime, en: Eser/Fletcher (Edrs.),
que el tipo rotria p o r referencia d e b e n h a b e r sido conocidas p o r el a u t o r y h a b e r influido real- Rechtfertlgung und Entschuldlgung, Tomo I, 1987, pág. 17; Finche, Die Entschuldlgungsgründe im
tiientc sobre la formación d e su v o l u n t a d . N o o b s t a n t e , t a m b i é n es suficiente con q u e acepte Strafrechtssystem, en: EserIKaiser (edrs.), Drittes deutsch-sowietlsches Kolloquium über Strafrecht und
e r r ó n e a m e n t e esas circunsrancias y q u e la simple represenración d e las mismas haya influido en Krimlnologie, 1987, pág. 29: Fletcber, The Indivlduahsation of Excusing Condltlons, Southern California
la formación d e su v o l u n t a d . Law Revicw 47 (1974) pág. 1269; Fornasari, II principio di inesigibilltá nel diritto pénale, 1990; Gallas,
Pflichtenkollislon ais SchuldausschlieKungsgrund, Festschrlft für E. Mezger, 1954, pág. 3 1 1 ; Goldschmidt,
Ejemplos: SI c! testigo no era consciente del riesgo objetivo existente de una condena judicial, entonces
Der Notstand, ein Schuldproblem, Osterr. Zeitschrift für Strafrecht 1913, pág. 129; Greenawaít, T h e
no es aplicable el § 157 I. I'or el contrario, la declaración bajo estado de necesidad entra en juego sólo si
Perplexing Borders of justlfication and Excuse, en: Eser/FIetcher (edrs.), Rechtferrigung und Entschuldlgung,
crróneainentc el autor ha aceptado tal riesgo (RG 69, 4 1 ; 77, 219 [222]; B G H 8, .?01 [317])'-'.
Tomo I, 1987, pág. 2 6 3 ; Günther, Strafrechtswidrigkeit und StrafunrechtsausschIuS, 1983; Henkel,
c) En los elementos de la actitud interna que pertenecen al tipo d e la culpabilidad lo esen- Zumutbarkelt und Unzumutbarkeit ais regulatives Rechtsprinzlp, Eestschrift für E. Mezger, 1954, pág. 249;
cial es, sencillamente, q u e las c i t c u n s t a n c i a s sean c o i n p r o b a d a s de u n triodo objetivo o subjetivo, Kadish, Excusing Crime, California Law Review 75 (1987) págs. 272 ss.; Armin Kaufmann, Lebendiges und
q u e n o afecten al injusto y q u e p e r m i t a n inferir q u é c o m p o r t a m i e n t o m o r a l es c o n t r a r i o al valor Totes in Bindings Normentheorie, 1954; el mismo, Die Dogmatik der Unterlassungsdelikte, 1959; Küper,
N o c h einmal: Rechtfertlgendcr N o t s t a n d usw., JuS 1 9 7 1 , pág. 4 7 4 ; el mismo, Grundfragen der
ético r e c l a m a d o p o r el t i p o . Incluso c u a n d o el a u t o r se equivoca tal infctencia es posible bajo
"Differenzicrung" zwischcn Rechtfertlgung u n d E n t s c h u l d l g u n g , JuS 1 9 8 7 , 8 1 ; Maihofer, D e r
ciertas circunstancias.
Unrechtsvorwurf Eestschrift: fürTh. Rittler, 1957, pág. 141; Maurach, Kritlk der Notstandslehre, 1935; el
Ejemplo: El miembro de un partido que, conscientemente y con tina clara actitud interna hostil, me- mismo, Schuld und Verantwortung im Strafrecht, 1948; Oetker, Norwehr und Notstand, Festgabe für R. v.
nosprecia en un mitin a la Repiíblica Federal, acttía inallclosamenie eti el sentido del § 90 a I ntím.l Incluso Frank, Tomo I, 1930, pág. 359; Roxin, "Schuld" und "Verantwortllchkeit" ais strafrechtiiche Systetnkategorien,
aunque erróneamente tenga por ciertos los hechos sobre los que fundamenta su crítica. Eestschrift für H. Henkel, 1974, pág. 171; el mismo, Zur jüngsten Diskussion über Schuld, Praventlon und
1
Veranrworthchkcit, Eestschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 279; el mismo, Der entschuldigende Notstand
2. En el m a r c o de la p a r t i c i p a c i ó n t o d o s los e l e m e n t o s del t i p o d e la culpabilidad d e b e n
nach § 35 StGB, JA 1990, págs. 97 y 137; Eh. Schmidt, Das Problem des übergesetzlichen Notstands, Mitt
ser tratados d e a c u e r d o c o n el p r i n c i p i o según el cual la c u l p a b i l i d a d del coautor, del i n d u c t o t y IICV,Tomo V, 1931, pág. 131; Schünemann, Die Funktion des Schuldprinzips Im Praventlonsstrafrecht, en:
del c ó m p l i c e es i n d e p e n d i e n t e de la del resto d e c o d e l i n c u e n t e s (§ 2 9 ) . Esto rige pata los ele- Schünemann (ed.), Grundfragen des modernen Strafrechtssystcms, 1984, pág. 1 5 3 ; / C. Smith, Justlfication
m e n t o s q u e f u n d a m e n t a n , excluyen, agravan o atentían la p e n a . E n este p u n t o se diferencian los and Excuse in the Criminal Law, 1989; Stratenwerth, DIc Zukunft des strafrechtlichen Schuldprinzips, 1977;
c o m p o n e n t e s d e la c u l p a b i l i d a d d e los e l e m e n t o s subjetivos del injusto, pues en estos liltimos Streng, Schuld, Vergeltung, Generalpraventlon, Z S t W 92 (1980) pág. 637; Timpe, Grundfallc zum
u n a relajación d e la accesoriedad sólo tiene lugar c u a n d o se rrata de "circunstancias peisonales cntschuldlgenden Notstand usw., JuS 1984, pág. 859; Vogler, Der Irrtum über Entschuldigungsgründc, GA
especiales" ( § 28) (vid., m á s d e t a l l a d a m e n t e , infra § 6 1 V I 1 4, 5). 1969, pág. 103; W. Weher, Zumutbarkelt und Nlchtzumutbarkelt ais rechdiche Mafistabe, Juristeu-Jahrbuch
3 (1962/63) pág. 212.
Ejemplos: Si el inductor actúa movido por móviles abyectos y, por el conrrarlo, el autor tan sólo Inter-
viene dolosamenre, entonces aquél deberá ser castigado por una inducción al asesinato (§ 211) (de otra

I. E x c l u s i ó n de la a n t i j u r i c i d a d y e x c u l p a c i ó n

^' Así, ya, Binding, Normen Tomo III págs. 322 ss.; vid., adctnás, ThierfelAer, Objektiv gefaí?re 1. La exclusión de la antijuricidad úgi\\?\cíL q u e u n a acción típica está justificada por la in-
Schuldmerkmalc pág. 100; MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Tcil I § 2 núm. 69; Dreher/Triindle, § 217
rervcnción de u n a p r o p o s i c i ó n permisiva, d e b i d o a q u e n o m u e s t r a ningiin injusto matctial p o r
lu'im. 2; LK(10.'')(Jahnke) § 217 ntim. 11; Welzel, Lehrbuch pág. 287; SchdnkelSchroderlEser, § 217 ntim.
las circunstancias especiales de su comisión (vid. supra § 31 II 3 ) . Pero con ello no se agotan las
11; Küper, GA 1968, pág. 326.
posibilidades d e i m p u n i d a d . H a y hechos que a u n q u e , c i e r t a m e n t e , son t í p i c a m e n t e antijurídicos
^- Actualmente, el § 217 que acogía el delito de infanticidio se encuentra derogado (N del T).
y c o m e t i d o s p o r u n a u t o r q u e interviene con conciencia del injusto, p e r m a n e c e n sin e m b a r g o
^^ Vid. MaurachíScbroeder/Maiivald, Bes. Teil II § 74 núm. 107; ScbónkelSchróderlLenckner, § 157 núm.
6; LK(10.')(Willms) § 157 núm. 10; correlativamente acerca del § 213 vid. Wendt, JZ 1951, pág. 723. i m p u n e s p o r q u e el O r d e n a m i e n t o jurídico, bajo ciertos p r e s u p u e s t o s , n o formula ningtín r e p r o -
53 2 § 4 3 1-os í üiidamciito.s de la exculpación tic las acciones lípit aiiiemc antijurídicas 111, Aspectos lundaniciualcs de las causas de exculpación 513

che de culpabilidad '. Las circunstancias que hacen decaer el reproche cul[)abilístico se denomi- incapaz de comprender el injusto del hecho o, en su caso, de dejarse llevar por esa comprensión.
nan causas de exculpación (vid. infra §§ 44-47). Por ello, ni la formación ni la matetiahzación de la voluntad antijurídica de la acción pueden ser
objeto del reproche de culpabilidad.
2, La posibilidad de la exculpación de acciones típicamente antijurídicas descansa sobre el
hecho de que el juicio de antijuricidad y el de culpabilidad difieren en cuanto al objeto y su 2. Algo distinto sticedc, sin embargo, con las causas de exculpación '. Estas tihimas, ciet-
medida. En el examen de la antijtiricidad se indaga sobre la voluntad de la acción puesta en tamcnte, dan lugat a una disminución del contenido de injusto y de la culpabilidad del hecho
marcha y su coincidencia con el Ordenamiento jurídico; en el de la culpabilidad \o que se cues- (vid. infra § 43 111 2b). Pero de ningún modo ha desaparecido completamente el injusto sino
tiona es si la actiftid interna manifestada con el hecho debe ser considerada expresión de una que tan sólo ha disminuido por el valor que conserva la finalidad de la acción. También hay que
postura del autor ante el Derecho merecedora de reproche. Naturalmente que las causas de ex- negar una completa exclusión de la culpabilidad, pues ni la capacidad de culpabilidad del autor
culpación no se explican exclusivamente con la ausencia de culpabilidad del autor pues, en cierta ni su conocimiento de la prohibición son eliminados por la situación excepcional que concurre
medida, se caracrerizan por una posición doble al descansar sobre una disminución tanto del en el hecho''. De ahí que las causas de exculpación sean considetadas como causas de atenuación
injusto como también del grado de culpabilidad por el hecho. Por un lado, la situación se acerca del injusto y de la culpabilidad, a las qtie el legislador ha concedido ^^írz/z liberadora de la pena
a la de una causa de justificación y, por otro, la decisión del autor a favor del comportamiento por no ser alcanzado el límire del merecimiento de la misma.
típicamente antijurídico es apenas desvalorable a causa de circunstancias extraordinarias. De esta
doble reducción del injusto y de la culpabilidad el legislador extrae la conclusión de que el he-
cho, en tales casos, ha dejado de ser merecedor de pena y, por ello, debe quedar impune (vid. III. Aspectos fundamentales de las causas de exculpación
infm § 43 !II 2b) ^.
L Mientras que las causas de justificación pueden ser explicadas desde una multitud de
3. A pesar de que la impunidad como consecuencia de las causas de justificación y exculpa- puntos de vista (vid. supra § 31 II 1), en cambio, pata las de exculpación la mayotía de las veces
ción es la misma, sin embargo aquélla posee, respectivamente, un significado diverso. El hecho jus- es aceptado que todas ellas aparecen referidas al pensamiento básico de la inexigibilidad de un
tificado es aprobado^ por el Ordenamiento jurídico mientras que el exculpado es sólo disculpa- comportamiento adecuado a la norma . Ciertamente que con ello no se ha dicho nada inco-
do. De ahí que en el primero esté excluida la participación punible mientras que, por el contrario, rrecto, pero no se ha alcanzado una fundamentación material puesto que exigibilidad e
en el segundo sea jurídicamente posible. La cuestión de si también el partícipe es disculpado es algo inexigibilidad son sólo "principios regulativos" que oticntan al juez para tener en cuenta en el
que depende de las circunstancias personales que concurran en el mismo (§ 29). Además, la regula- caso concreto todas las circunstancias relevantes para poder adoptat una decisión correcta^. Es
ción del error para las causas de exculpación y justificación es distinta (vid. supra § 4l III, IV e necesario no conformarse con un principio de contenido tan indetetminado, pues los criterios
infra § 48 II). Finalmente, frente a una acción antijurídica aunque disculpable es admisible la legí- de las causas de exculpación no poseen tal indetetminación en los casos regulados legalmente e,
tima defensa mientras que esta última está excluida en el hecho justificado. incluso, para el supuesto del conflicto de debetcs supralegal la doctrina ha desatrollado criterios
concretos.

2. La literatura se ha esforzado en múltiples ocasiones en buscar una explicación material


II. Exclusión de la culpabilidad y exculpación
que sirva de denominador común de las causas de exculpación.
1. La capacidad de culpabilidad y el conocimiento de la antijuricidad son elementos que a) En parre, las causas de exculpación han sido tratadas de modo paralelo a la incapacidad de culpabi-
fundamentan la adpabilidad. Si el autor actiia sin culpabilidad o bajo un error de prohibición
invencible entonces falta desde un primer momento la culpabilidad. La incapacidad de culpabi-
lidad y el error de prohibición son, por ello, causas de exclusión de la culpabilidad; en ambos •* La disrinción se corresponde con la doctrina mayoriraria; vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 127;
Eser/Burkhardt, Strafrecht I núm. 18 A núm. 9; LK(1 ¡."jíHirsch) nota pteliminar núm. 194 antes del § 32;
casos hay que negar una deficiencia reprobable de la actitud jurídica interna pues el autor fue
Armin Kmifmann, Unterlassungsdelikte págs. 151 ss.; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 108
antes del § 32; SK(Riidolphi) nota preliminar núms 5 y 6 antes del § 19; Vogter, GA 1969, pág. 104; Welzcl,
' Acerca de esta distinción vid. Eser, Jusrification aiid Excuse págs. 19 ss.; Küper,]uS 1987, págs. 81 Lehrbuch pág. 179; Wessels, Allg. Teil núm. 432. Disiente Roxin, Bockelmann-Festschrift págs. 288 ss.
ss.; Finche, Die Entschuldigunsgründe págs. 29 ss. En relación con el Common Law Fletcher, Southern ' Con otra opinión al respecto, Goldschmidt, Osterr. Zeitschrift für Strafrecht 1913, pág. 162;
California Law Review 47 (1974) págs. 1280 ss.; Greenawah, The Perplexing Borders of Justification and BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 447; Blei, Allg. Teil pág. 207; Dreher/Jrondle, nota preliminar núm. 14 an-
Excuse págs. 263 ss. A favor de la distinción las "defences" en los casos de "justification" y "excuse"/.C tes del § 32, quienes aceptan la exclusión de la culpabilidad.
Smith, justification and Excuse págs. 7 ss. ^ Así, Baumannimher, Allg. Teil pág. 453; Blei, /Ulg. Teil pág. IfiJ; Jakohs, Allg. Teil 17/53; LK
^ Maiirach/Zipf, Allg. Teil I § 33 núms. 22 ss., acepta en estos casos una "exclusión de la responsabi- (¡¡."jifürsch) nota preliminar núm. 194 antes del § 32; Kohlrausch/Lange, § 52 anotación núm. 1; Lackner,
lidad por el hecho" (vid. la 3.^ ed. de esta obra pág. 348), pero la aspiración de esta teoría ya queda suficien- nota preliminat núm. 30 antes del § 32; Welzel, Lehrbuch pág. 179. Acerca de la inexigibilidad como principio
temente colmada aceptando la renuncia a la formulación del reproche culpabilístico (vid. SchSnke/Schroderi general delimirador del tipo, del injusto y de la culpabilidad vid. Fornasari, II principio di inesigibilitá, 1990.
Lenckner, nota preliminar 109 antes del § 32). ^ Detalladamente al respecto Henkcl, Mezger-Festsclitift págs. 267 ss.; Schonke/Scbroder/Lenckner, nota
^ Según Günther Strafrechtswidrigkeit págs. 251 ss., junto a las verdaderas causas de justificación existen preliminar núm. 110 antes del § 32. Vid., también, Eb. Schmidt, Mitt IKV Tomo V págs. 147 ss., quien
otras causas que "sólo excluyen el injusto penal", que hacen que la acción no sea aprobada por el Ordena- adviette de la necesidad de una dcretminación material; de modo similar, Oetker, Frank-Fcsrgabe Tomo I
miento jurídico (vid. supra § 31 I 2 nota a pie 2). p.388 y W. U7£.¿fr, Juristen-Jahtbuch 3 (1962/63) pág. 239.
51*1 § 4 3 Los fuiídanicntos de la exculpación de las acciones lípicaniente amijtirídicas § 44 F-l estado de necesidad exculpante 515

lidad por ser equiparable la situación del afectado con la del incajia/ de culpabilidad *, aunque esta intt'rprc- c) Por el c o n t r a r i o , la teoria de la culpabilidad funcional (vid. supra § 2 2 VI 3 , 4) i n t e n t a
túctónpsicológica no resulta convincente porque también e)i situaciones excepcionales la mayoría de las per- reducir exclusivamente la explicación de las catisas d e exculpación a la finalidad preventiva d e la
sonas se dejan determinar por las normas jurídicas, algo que también es exigido en el caso de que existan
|)ena ' ' . Es correcto qtie el 'aspecto preventivo-generar' desarrolla su papel en el p r o b l e m a del
espciales relaciones de deber (§ 35 I, inciso segundo). Otros sostienen que en los supuestos de caus.is de
m e r e c i m i e n t o d e pena del hecho. Sin e m b a r g o , el m e n o r c o n t e n i d o d e injusto y d e culpabilidad
exctdpacinn hay que negar la ^ capacidad general de actuar' del ciudadano medio (como "persona soci.il")''.
es por sí m i s m o c o m p l e t a m e n t e i n d e p e n d i e n t e de la cuestión p o l í t i c o - c t i m i n a l relativa a si, p o r
Finalmente, la impunidad es apoyada sobre la base de una considetable disminución del contenido de culpa-
hitidadáe\ hecho que justifica la renuncia aJ reproche culpabilístico '". motivos preventivos, es necesaria la intcivención m e d i a n t e u n a pena . La necesidad preventivo-
geiieial d e p e n a es t a m b i é n u n criterio m u c h o más impreciso y d e m a s i a d o d e p e n d i e n t e d e la
b) El parecer doctrinal m a y o r i t a r i o se esfuerza en integrar estos diferentes p u n t o s de vista, valoración subjetiva, q u e aquel otro que podría ser decisivo en los supuestos d e las causas de
q u e tan sólo acogen aspectos parciales del p r o b l e m a , en u n a solución diferenciadora. D e ello exculpación '"*. F i n a l m e n t e , la ausencia de necesidades preventivas de la p e n a c o m o base para la
resulta el criterio acerca d e la v a l o r a c i ó n d e la c a n t i d a d d e i n j u s t o y d e c u l p a b i l i d a d d e l ! i m p u n i d a d en las causas d e exculpación debería h a b e r sido destacada en la f u n d a m e n t a c i ó n del
h e c h o " . D e a c u e r d o c o n éste, las causas d e exculpación tienen influencia t a n t o sobre el g r a d o
E 1 9 6 2 , algo q u e , sin e m b a t g o , no sucede en n i n g ú n lugar de la m i s m a . Se trata de u n a c o n s -
del injtisto c o m o s o b t e el de la c u l p a b i l i d a d . En t o d o s los supuestos el injusto personal de acción
trucción posterior q u e de u n m o d o a b s o l u t o sitúa la explicación d e las causas de exculpación
es disinintiido p o r la Finalidad legítima q u e persigue el a u t o r ( p r o t e c c i ó n frente a u n peligro,
desde u n tínico p u n t o de vista.
c u n i p l i m i c n r o del deber d e o b e d i e n c i a ) . Pero t a m b i é n se reduce el injusto del residtado del hecho,
algo q u e en t o d o caso sucede en el estado d e necesidad y en el exceso d e la legítima defensa, en
t o r n o al valor del bien q u e el a u t o r ha salvaguardado o p r o t e g i d o . A d e m á s , en todas las causas de § 4 4 El estado de necesidad exculpante
exculpación el contenido de culpabilidad del hecho es inferior p o r q u e el a u t o r se e n c u e n t r a en u n a
situación extraordinaria q u e a u n q u e , c i e r t a m e n t e , n o excluye la a u t o d e t e r m i n a c i ó n a d e c u a d a a Achenhacb, Wiederbelebung der allgemeinen Nichtzumutbarkeitsklausel? JR 1975, pág. 492; Arndt,
Anmerkung zu OLG Kiel vom 26.3.1947, SJZ 1947, pág. 330; Bernsmann, Zum Handeln von Hohcitstragem
la n o t m a sí la dificulta e s e n c i a l m e n t e (peligro para la vida, el c u e r p o o la libertad, a r r e b a t o en la
usw., Festschrift für G. BIau, 1985, pág. 2 3 ; el mismo, "Entschuldigung" durch Notstand, 1989; Blei,
legítima defensa, relación d e s u b o r d i n a c i ó n ) . Por este m o t i v o , la acción no expresa en la m i s m a
Zumutbarkcit und Vorverhaltcn bcim entschuldigenden Notstand, JA 1975, pág. 307; Bockelmann, Zur
m e d i d a u n a a c t i t u d jurídica deficiente del a u t o r q u e en el caso en el q u e aquélla h u b i e r a t e n i d o
Schuldlehre des O G H , ZSrW 63 (1951) pág. 13; Broglio, Der strafrechtiiche Notstand im Lichte der
lugar bajo circunstancias n o r m a l e s . La valoración de todas estas particularidades q u e h a b l a n a Strafrechrsreform, 1928; Etzel, Notstand und Pflichtenkollision im amerikanischen Srrafrecht, 1993; Fornasari,
favor del a u t o t c o n d u c e a q u e el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o , a pesar d e q u e el injusto y la culpabili- II p r i n c i p i o di inesigibilitá nel diritro pénale, 1990; Gimbernat Ordeig, D e r N o t s t a n d , ein
d a d sólo e s t á n d i s m i n u i d o s y n o e x c l u i d o s , p r e s c i n d a d e la f o r m u l a c i ó n d e u n reproche Rechtswidrigkeirsproblem, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 485; Goldschmidt, Der Notstand: ein
culpabilístico d e naturaleza j u r í d i c o - p e n a l n o o b s t a n t e la subsistencia un desvalor ético del h e - Schuldproblein, Osterr. Zeitschrift für Srrafrecht 1913, pág. 129; Hanack, Zur Problematik der gerechten
c h o . E n la i n d u l g e n c i a q u e a q u í ejerce el D e r e c h o p e n a l reside u n a valoración de las c i r c u n s t a n - Bestrafung nationalsozialistischer Gewalt\'erbrechen, 1967; Hefermehl, Der verursachre entschuidigende
cias del h e c h o q u e forma p a r t e d e la a m p l i a discrecionalidad del legislador. A d e m á s , c o n s i d e r a - Notstand, Diss. Tübingen 1980; Henkel, Der Notstand nach gegenwartigem und zukünftigem Recht, 1932;
ciones preventivo-generales acerca de la necesidad d e p e n a t a m b i é n d e s e m p e ñ a n u n cierto papel. el mismo, Zumutbarkeit und Unzumutbarkeit ais regulatives Rechtsptinzip, Festschrift für E. Mezger, 1954,
pág, 249;///ríc¿, Anmerkung zu BGH vom 15.5.1979, JR 1980, pág. 115; Hruschka, Rechtfertigung oder
D e este m o d o se explica q u e p e r m a n e z c a existente el r e p r o c h e d e c u l p a b i l i d a d d i r i g i d o a perso-
E n t s c h u l d i g u n g im D e f e n s i v n o t s t a n d , N J W 1 9 8 0 , pág. 2 1 ; <-/ mismo, Rechtferrigungs-und
nas q u e están obligadas a s o p o r t a r peligros p r o p i o s del estado d e necesidad (soldados, b o m b e r o s ,
Entschuldigunsgründe usw., GA 1991, pág. \;]ager, Verbrechen unrer totalitarer Herrschafr, \^G7;Jescheck,
policías) (vid. infra § 4 4 I V 2), q u e d e t e r m i n a d o s supuestos de exceso en la legítima defensa sean
Deutsche und osterreichische Strafrechrsreform, Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 365; el mismo, Die
castigados a pesar de la presencia d e confusión, m i e d o o terror (vid. infra § 4 5 II 4), y q u e el c u m - Schuld im Entwurf eines Strafgesetzbuchs für England und Wales, Festschrift für R. Schmirt, 1992, pág.
plimiento d e u n a orden manifiestamente antijurídica n o sea disculpado (vid. infra § 4 6 II 3 b ) . 56; Kelker, Der N o t i g u n g s n o t s t a n d , 1993; Koch, Der Einflull von Zwang u n d N o t s t a n d auf die
Verantwortlichkeit des Tatcrs nach franzosischem Srrafrecht, Diss. Freiburg 1968; Krey, Der Fall Lorenz
usw., ZRP 1975, pág. 97; Küper, Der entschuidigende Notstand-ein Rcchtfertigungsgrund? J Z 1983, pág.
88; el mismo, Norsrand I, HRG, Tomo III, 1984, Sp. 1063; el mismo, Darf sich der Staat erpressen lassen?

*' Así, Frank, nota preliminar núm. I antes del § 51 y § 52 anotación núm. 1; Brauneck, GA 1959,
pág. 269; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 446; Henkel, Mezger-Fcstschrift págs. 291 ss.; LK(1 ¡."JÍHirsch) §
35 núm. 3; BT-Drucksache V/4095 pág. 16; RG 66, 397 (398). ' ' As.i,jakohs, Allg. léil 20/4: sólo procede la exculpación "si el conflicto es fruto del azar o puede ser
' En esre sentido, Maiirach, Schuld und Verannvortung págs. 4 2 ss.; MaurachIZipf Allg. Teil I § 34 atribuido a un tercero"; Titnpe, JuS 1984, págs. 859 ss., 862 ,ss.; Roxin, Henkel-Festschrift p,ágs. 182 ss.; el
núm. 9; Maihofer, Rittler-Festschrift págs. 1 58 ss. tnismo, Bockelmann-Festschrift págs. 282 ss.; el mismo, Allg. Teil 1 § 22 núins. 11 ss.; el mismo, JA 1990,
'" Así, Bockelmann, Unrersuchungen págs. 8A ss,; Gallas, Mezger-Festschtift pág. 323; Schmidhiiuser, págs. 99 ss., 138 ss.; Hassemer, Einfühtung págs. 234 ss.; Streng, ZStW 92 (1980) págs. 656 ss. En contra,
Allg. Teil pág. 460, quien habla de la derogación de la "culpabilidad jurídica". con razón, Bernsmann, "Entschuldigung" págs. 215 ss.
" Así, Eser/Burkhardt, Srrafrecht I núm. 18 A núm. 13; LK (il.'')(Hirsch) nota preliminar núm. '^ Asitnismo, Lackner, nota preliminar núm. 25 antes del § 13; SchónkelSchróderlLenckner, nota pre-
antes del § 32; Armin Kaufmann, Normentheorie págs. 202 ss.; el mismo, Unterlassungsdelikre págs. 156 liminar núm. 111 antes del § 32; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. la antes del § 19; Stratenwerth,
ss.; Küper, JuS 1971 pág. 477; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 6 antes del § 19; SchonkelSchr'óderl Schuldprinzip pág. 42. Advirtiendo también de la "necesidad prcventivo-general de pena" como norte de la
Lenckner, nota preliminar núm. 111 antes del § 32; Stratenwerth, Allg. leil I núm. 6 0 1 ; Wessek, Allg. Teil Política criminal, Schünemann, f)ie Funktion des Schuidprinzips pág. 177.
núm. 4 3 3 . En contra, Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 461 ss. ''' Así, acertadamenre, Bernsmann, "Entschuldigung" págs. 220 ss.
516 § 44 El estado de necesidad exculpante I. L, Kuacion (le necesi dad 517

usw., 1986; el mismo, Die damonische Macht des "Katzenkónigs" usw., JZ 1989, pág. 61 7; Kuhnt, Pflichtcn inciso s e g u n d o limita el alcance de la disposición a través de u n a cláusula d e exigibilidad (BT-
zum Bestehen des strafrechtliclien Notstands (§§ 52, 54 StGB), Diss. Freibutg 1966; tange, Icfrorismus D r u c k s a d i e V/4Ü95 pág. 16).
keiii Notstaiídsfall? N J W 1978, pág. 784; Marcetus, Dcf Gedanke der Zumutbarkeit usw., Strafr. Abh. Hefr
243, 1928; Mauraeh. Kritik der Notstandslehre, 1935; Moos. Der Verbrcclicnsbegfiffin Ostcrreich im 18. Ejemplos: Una madre secuestta a su hijo exrraiiiatrimonial de la institución tutelat en la que se encon-
und 19. Jahrhundert, 1968; M'Kmanw, Zurechnung und "Vorverschuldcn", 1985; el mismo, Der srrafrcchtliclie traba intetnado ( § 2 1 de la Ley prusiana sobre educación correccional) porque, a pesar de sus esfuerzos para
Notigungsnotstaiid —Rechtferrigungs— oder Eiitschuldlgung.sgrund? JA 1988, pág. 329; Nowakowski, auxiliarle, estaba amenazada su integridad corporal (RG 4 1 , 214 [216]). El novio que, cansado de su pareja,
Problenicdcr Strafrechtsdogmatik, JBl 1972, pág. 19; Otto, Pfilchtenkollision und Rechtswidrigkeitsurteil, fuerza a un joven amigo bajo amenaza de muerte a disparar a ésta (RG 64, 30 [31]). Un testigo comete
i.' ed. 1978; Perron, Rechtfertigung und Entschuldigung ¡m deutschen und spanischen Recht, 1988; perjurio por miedo a hechos violentos de sus advetsarios políticos (RG 66, 222 [226]). Los miembros de
Platzgummer, Die "Allgemeinen Bestimmungen" des Strafgeserzentwurfs usw., JBI 1971, pág. 236; Poncela, una familia maran al tirano de la casa que les maltrataba grave y permanentemente (RG 60, 318; B G H
Livre 1. Dispositions genérales, en: Nouveau code penal, 1993, pág. 455; Priichel, Die Falle des Notstands N J W 1966, pág. 1823; NStZ 1984, pág. 21). En el hundimiento de un barco dos náufragos se sujeran a un
nach anglo-amerikanischem Strafrecht, 1975; Rittler, Der unwiderstehüche Zwang (§ 2g StGB) in der tablón que sólo puede aguantar a uno; el más fuerte empuja al más débil de nuevo al agua y éste se ahoga (la
Reclitsprechung des O G H , Festschrift zur Hundertjahrfeier des O G H , 1950, pág. 2 2 1 ; Robinson, Criminal "tabla de Karneades", supuesto que se debe al filósofo griego Karneades, 214-129 a.C.) "*.
Law Defenses, Tomo I, 1984; Roesen, Rechtsfragen der Einsatzgruppen-Prozessc, NJW 1964, pág. 133; Roxin, Acerca de la relación del § 35 con los §§ 52, 54 en su antetior redacción vid. la 3." ed. de esta obra
"Sdtuld" und "Verantwottlichkeit" ais strafrechtliche Systemkatcgorien, Festschrift für H. Henkel, 1974,
pág. 388.
pág. 171; el mismo, Kriminalpolirik und Strafrechtssystem, 2.* ed. 1973; el mismo, Die notstandsahnliche
Lagc-ein Strafunrechtsausschliefiungsgrund? Festschtift für D. Oehler, 1985, pág. 181; Scarano, La non
esigibilitá nel diritto pénale, 1948; Schroeder, Notstandslage bei Dauergefahr, JuS 1980, pág. 336; Siegert,
I. La s i t u a c i ó n d e n e c e s i d a d
Notstand und Putativnotstand, 1931; Timpe, Strafmilderungen des Allgemeinen Teils usw., 1983; el mismo,
Grundfálle zum entschuldigenden Notstand usw., JuS 1984, pág. 859; 1985, págs. 35, 117; Vogler, Der Los r e q u i s i t o s del e s t a d o de n e c e s i d a d e x c u l p a n t e están r i g u r o s a m e n t e d e l i m i t a d o s y n o
Irrtum über Entschuldigungsgründe, GA 1969, pág. 103; Watzka, Die Zumutbarkeit iiormgemaKigen p u e d e n ser a m p l i a d o s p o r el juez d e b i d o a que el legislador sólo r e n u n c i a al r e p r o c h e d e c u l p a b i -
Verhalrens im strafrechtlichen Notstand, Diss. Freiburg 1967; v. Weber, Das Norstandsproblem usw., 1925;
lidad bajo las c o n d i c i o n e s fijadas p o r la Ley (RG 6 6 , 3 9 7 [399]) .
el mismo, Vom Diebstahl in rechter Hungersnot, M D R 1947, pág. 78; el mismo, Die strafrechtliche
Verantwordichkeit für Handein auf Befehl, M D R 1948, pág. 34; Weimar, Darf sich der Luftfahrer im 1. D e c o n f o r m i d a d c o n el § 35 y, a diferencia del estado de necesidad justificante (§ 3 4 ) ,
Notstand auf § 54 StGB berufen? Zeitschrift für Luftrecht 1956, pág. 107. sólo la v i d a , el c u e r p o y la libertad son b i e n e s j u r í d i c o s susceptibles d e ser a m p a r a d o s p o r
el estado d e n e c e s i d a d (el ú l t i m o , i n t r o d u c i d o en el a ñ o 1975 de a c u e r d o el m o d e l o c o n t e n i d o
Vid., además, las referencias bibliográficas antes del § 43
en el § 4 0 I E 1 9 6 2 ) . Esta restricción se explica p o r la ¡dea básica q u e rige el e s t a d o d e necesidad
Actiia bajo u n e s t a d o d e n e c e s i d a d justificante (§ 3 5 ' ) q u i e n c o m e t e u n h e c h o p u n i b l e exculpante, segiin la cual sólo c u a n d o se trate d e u n peligro para bienes j u r í d i c o s esenciales p u e -
para protegerse a sí m i s m o , a parientes suyos o a personas c o n las q u e g u a r d a u n a estrecha rela- d e decirse q u e se dificulta esencialmente la a u t o d e t e r m i n a c i ó n c o n f o r m e a la n o r m a . El e s t a d o
ción, d e u n peligro q u e n o p u e d e ser e v i t a d o de otra forma. La i n d u l g e n c i a del O r d e n a m i e n t o d e necesidad q u e afecta al c u e r p o abarca t a m b i é n el peligro de a b u s o sexual. L i b e r t a d es sólo
j u r í d i c o rige, p u e s , para q u i e n sittia su a u r o p r o t e c c i ó n p o r e n c i m a de aquellos intereses d e terce- libertad d e m o v i m i e n t o en el sentido del § 2 3 9 y n o la libertad genérica d e a c c i ó n y decisión
ros q u e son o b j e t o de tutela j u r í d i c o - p e n a l . El e s t a d o d e n e c e s i d a d e x c u l p a n t e regulado en el § segtin el § 2 4 0 ( y e n d o más allá, B G H N J W 1 9 7 9 , p á g . 2 0 5 3 ) . Los m e n o s c a b o s leves a la
3 5 es diferente al d e naturaleza justificante (§ 34) (BGLi 2, 2 4 2 [243]) (acerca d e la teoría u n i t a -
ria y diferenciadora vid. supra § 3 3 I 2) ^. A pesar del t e n o r literal d e la Ley ("actiia sin culpabili-
dad") el estado d e necesidad c o n s t i t u y e u n a causa de exculpación (acerca de la diferencia c o n las fuerte disminución del contenido de injusto y de la culpabilidad del hecho. En contra de Roxin Bernsmann,
causas de exclusión d e la culpabilidad vid. supra § 4 3 II) q u e descansa sobre u n a d i s m i n u c i ó n "Entschuldigung" págs. 377 ss. Yendo mucho más ú\i,Jakobs, Allg. Teil 20/4, quien mantiene que el "autor
es incomperente para resolver la siruación". Timpe, Srrafmilderungen pág. 300, así como en JuS 1984, pág.
del injusto y u n a d o b l e r e d u c c i ó n del c o n t e n i d o d e c u l p a b i l i d a d (vid. supra § 4 3 III 2b) ^. El
863 distingue entre situaciones de conflicto "cotidianas" y "casuales". Ambos planteamientos no se corres-
ponden con el sentido del § 35; vid. SK(Riidolphi) § 35 núm. 3a.
' Acerca de su historia Küper, HRG Tomo III Spág. 1064 ss. "* Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 599, remire en este punto a la gran influencia de Kant quien aun-
- Véase la detallada fundamentación de Küper, JZ 1983, págs. 91 ss. en contra de Gimbernat Ordeig, que, ciertamente, no consideraba disculpable (inculpabilis) este caso, sí lo estimaba impune (impunibilis).
Welzcl-Fcstschrift págs. 492 ss., quien acepta aquí la existencia de una causa de justificación; vid., además, Hruschka, GA 1991, págs. 8 ss., interpreta que lo "impunibile" en Kant suponía el reconocimiento de una
Küper, JuS 1987, págs. 82 ss. Por el contrario, Bernsmann, "Entschuldigung" págs. 379 ss. considera al esta- causa de exculpación.
do de necesidad coino una causa de exclusión de la pena. En el caso del "voyeur" el BGH N J W 1979, pág. 5 Así, RG 60, 117 (120); Achenbach,]^ 1975, pág. 496; lackner, § 35 núm. 3; LK(11.') (Hirsch) §
2053 ha afirmado la existencia de un estado de necesidad exculpante, mientras que para Hirsch, JR 1980, 35 núm. 10; MaurachIZipf, PA\%. Teil 1 § 34 núm. 13; Roxin, Allg. Teil 1 § 22 núms. 22 ss.; Schónke/Schroderí
117 § 34, para Hruschka, N J W 1980, pág. 22 y para Schroeder, JuS 1980, pág. 340, debería haberse aplica- Lenckner, § 35 núm. 4; SK(Rudolphi) § 35 núm. 5; Stree, en: Roxin y ottos, Einführung pág. 57, cririca que
do analógicamenre el § 228 BGB. para casos similares (por ejemplo, riesgo de pérdida de rodos los bienes que se poseen por un incendio) no
^ Así, acertadamente, SchonkelSchrbderlLenckner, § 35 núm. 2; Lackner, § 35 niim. 1. La advertencia se haya previsto una atenuación facultativa de la pena. Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 6QG; Jakobs, Allg. Teil
de Achenbach, JR 1975, pág. 494 al texto de la Ley sobrevalora el significado de la literalidad del precepto 20/9 y Timpe, JuS 1984, págs. 863 ss., proponen en estos supuestos aplicat aniógicamente el § 35 I 1 y, en
para la Dogmática. El recurso direcro a la teoría del fin de la pena que emprende Roxin, Kriminalpolirik su caso, el § 35 I 2 infine. Al mismo resultado llega la OLG Hamm, N J W 1976, pág. 7 2 1 , ante el peligro
págs. 33 ss.; Hcnkel-Fcstschrift pág. 183; Allg. Teil I § 22 núms. 11 ss. y JA 1990, pág. 98, menoscaba el de graves perjuicios económicos, por medio de la admisión de un estado de necesidad supralegal (vid. injra
fundamento para la desaparición de la necesidad de pena que no descansa en otra cosa más que en una § 47 II 2). Vid., además, OLG Frankfurt StV 1989, pág. 107.
518 § 44 Hl estado de necesidad excidpante 11. La acción necesaria 519

incoliMiiidad corporal y a la libertad no ftuidaincntan exculpación alguna, tal y c o m o se d e d u c e c u a i u o iTiás grave .sea la iniervención bajo el estado d e n e c e s i d a d ' . D e a c u e r d o con estas c o n s i -
d e la e q u i p a r a c i ó n con la vida q u e se lleva a c a b o en el § 3 5 (RG 2 9 , 7 7 [78]; 6 6 , 3 9 7 14001; deraciones, el a u t o r q u e actúa bajo estado de necesidad .se enfrenta a u n d e b e r d e e x a m e n en el
B G H D A R 1 9 8 1 , pág. 2 2 6 ) ^ q u e el g r a d o d e exigencia está en función de la gravedad del delito y de la cercanía del peligro
Ejemplos: El peligro de enfermedad derivado de la inminente intnidación de una granja puede iliscul- ( B G H N S t Z 1 9 9 2 , pág. 4 8 7 ; B a y O b L G G A 1 9 7 3 , pág. 2 0 8 ) . Q u i e n n o tealiza tal examen c o n
par la perforación de un dique que produce considerables daños en otro lugar {§ 3 i 3) (RC, JW 1 933, pág. diligencia y, p o r e n d e , acepta i n a d e c u a d a m e n t e los presupuestos del e s t a d o de necesidad, d e b e
700). Por el contrario, no basta la amenaza de ser golpeado para disculpar un falso testimonio (§ 1 54) (RG ser objeto de reproche p o t el error c o m e t i d o (vid. infra § 4 4 V I b ) .
66, 397). El propietario de una destilería que, ante el peligro de saqueos, vende libremente el aguardiente
Ejemplos: Quien es obligado por el servicio secrero soviérico a prestar servicios de espionaje debe in-
que tenía que haber sido suministrado a quien administra el monopolio para, de este modo, protegerse
tentar encontrar una salida para evitar el sccucstto de víctimas inocentes (BGH N J W 1952, 111 [113]).
frente a grandes pérdidas financieras, no fue exculpado por un estado de necesidad pero el hecho concreto
Especialmente en los delitos graves, quien no hace la más mínima reflexión de cómo sería evitable la comi-
(RG 60, 117 [120]) quedó justificado por la apreciación de un consentimiento presunto (vid. supra § 34
sión del delito no puede acogerse al estado de necesidad (BGH 18, 311).
Vil Ib). Es disculp.able el alejamiento del lugar del accidente (§ 142) cuando el autot acompaña al hospital
a su mujer gravemente herida para apoyarla humanamente (OLG Koln VRS (iG, pág. 1 28). 3 . El h e c h o realizado bajo estado de necesidad n o sólo se disculpa c u a n d o el peligro a m e -
naza al a u t o r m i s m o sino, t a m b i é n , c u a n d o afecta a sus parientes o a personas cercanas a él (§
2. A d e m á s , d e b e existir im p e l i g r o actual q u e n o p u e d a ser e v i t a d o d e otro m o d o . Es
3 5 1 1). El legislador f u n d a m e n t a esta decisión en el h e c h o de q u e el a u t o r e x p e r i m e n t a el peli-
indiferente la forma a través d e la cual se origina d i c h o peligro. Se tienen en c u e n t a sucesos n a -
g r o pata u n m i e m b t o d e su familia o para u n a persona e s t r e c h a m e n t e v i n c u l a d a a él c o m o si se
turales ( R G 7 2 , 2 4 6 : peligro d e u n a explosión d e grisii), situaciones peligrosas en las q u e se e n -
tratara d e u n riesgo q u e le amenazara a él m i s m o (E 1 9 6 2 , F u n d a m e n t a c i ó n , pág. 1 6 1 ) .
c u e n t r a n las cosas (RG 5 9 , 6 9 ; peligro d e d e r r u m b e d e u n a casa en ruina.s) o el peligro p r o c e -
d e n t e d e las propias personas (RG 6 6 , 2 2 2 : terror; B G H N j W 1 9 6 6 , pág. 1 8 2 3 : c o m p o r t a m i e n t o El concepto de parientes, que se encuentra regulado de un modo raxativo en el § 11 I 1 para el
i n h u m a n o del tirano d e la familia). Por peligro actual hay q u e e n t e n d e r el a c a e c i m i e n t o d e u n conjunto del StGB, comprende a algunos familiares consanguíneos y por afinidad en linea recta y colateral
d a ñ o q u e aparece c o m o algo seguro o a l t a m e n t e p r o b a b l e si n o se busca u n r e m e d i o i n m e d i a t o a (así, por ejmemplo, suegra y yerno, pero no al tío y al sobrino) (§§ 1589, inciso primero, 1590 1 BGB),
cónyuges y sus hermanos, hermanos y sus cónyuges, además de personas con las que se está prometido.
la situación ( R G 6 6 , 2 2 2 [ 2 2 5 ] ; B G H N J W 1 9 5 1 , pág. 7 6 9 ) . D e m o d o diverso a c o m o sucede
Entre los parientes se cuentan también personas con las que se está vinculado por adopción durante la in-
en el § 3 2 , t a m b i é n se tiene p o r "actual" u n riesgo permanente en la m e d i d a en q u e éste p u e d e
fancia (§ 1754 BGB) y, finalmente, padtes e hijos en acogimiento. Para la relación de parentesco por
agudizarse en cualquier m o m e n t o ^.
consanguineidad y afinidad resulta decisiva la descendencia por sangre (BGH 7, 245 [246]) que ahora está
Ejemplos: Ocasionamiento de la muerte del propio padre (irascible y alcohólico) mienttas dormía, para exptesamente reconocida en el § 11 I núm. la. Frente a la anterior jurisprudencia (vid. la 2." ed. de esta
proteger a la madre y a la hermana de nuevos y encendidos altercados (RG 60, 318 [321j; B G H N J W obra) el Derecho vigente determina, desde 1975, que la disolución del matrimonio (por muerte, divorcio o
1966, pág. 1823; restrictivamente, sin embargo, O G H 1, 369 [370]); perjurio por temor a la venganza de nulidad) deja intacta la relación parental. En la promesa de matrimonio no se depende de la eficacia jurídi-
adversarios políticos (RG (>G, 98 [100¡; perjurio por miedo a las amenazas de muerte ditigidas por el afecta- co-civil, de modo que también una persona que posea su capacidad de obrar limitada puede comprometerse
do por la declaración (BGH 5, 371 [373]); coacción a la esposa amenazándola con pegarle y echarla de la sin el consentimiento de su representante legal (RG 38, 242 [243]), aunque los esponsales sólo son válidos
casa, manteniendo relaciones sexuales con el hijo menor de edad (BGH GA 1967, pág. 113); muerte de si concurre una promesa seria de matrimonio (BGfl 54, [57]; BGH ] Z 1989, pág. 256) y son nulos si
una persona por un joven que fue obligado a ello mendiante amenazas de muette (RG (^A^ 30); aterrorizar a existe ya matrimonio o cualquier otro comptomiso (RG 6 1 , 270; 7 1 , 152 [154]; BayObLG N J W 1983,
una familia mediante repetidas incursiones nocturnas por parte de un desconocido en el dormitotio de un pág. 831). A través de la introducción de las personas cercanas al autor deben ser tenidos en cuenta los
matrimonio (BGH N J W 1979, pág. 2053). vínculos personales equiparables a la intensidad del sentimiento familiar existente entre parientes (por ejemplo,
familiares que no son parientes, comunidades de vida asimilables al matrimonio, relaciones amorosas, amis-
A s i m i s m o , el peligro no puede ser evitable de otro modo (RG 5 9 , 6 9 [61]; B G H N J W 1 9 6 6 , tades íntimas, convivencia doméstica durante muchos años) '^.
1 8 2 3 [ 1 8 2 4 ss.]). C o n ello, el h e c h o realizado bajo estado de necesidad se m u e s t r a c o m o el lilti-
m o ( B G H G A 1 9 6 1 , pág. 113) y a la vez eficaz m e d i o cxigible q u e se e n c u e n t r a a disposición
del a m a n e z a d o . Si existen m e d i o s jurídicos para la defensa éstos poseen pteferencia ( B a y O b L G II. La a c c i ó n necesaria
G A 1 9 7 3 , 2 0 8 [ 2 0 9 ] : queja en lugar de deserción). A d e m á s , el a m e n a z a d o t a m b i é n d e b e , llega-
d o el caso, a s u m i r pérdidas q u e afecten a sus p r o p i o s derechos ( R G (>G, 211 [ 2 2 7 ] ; B G H L M § 1. Se considera acción necesaria toda i n t r o m i s i ó n en bienes j u r í d i c o s ajenos, incluida la
52 S t G B n i i m . 8: multas coetcitivas y responsabilidad disciplinaria d e a c u e r d o c o n el § 7 0 S t P O ; m u e r t e de u n a persona. D a d o q u e se trata de u n estado d e necesidad y n o d e u n a legítima defen-
RG 6 6 , 3 9 7 : golpes y desventajas e c o n ó m i c a s ) ' ' . La utilización d e u n inedio más leve, q u e p r o - sa en la q u e se salvaguarda el D e r e c h o frente al injtisto (vid. supra § 3 2 II 2 b ) , es necesario c o n -
b a b l e m e n t e t a m b i é n lleve desventajas aparejadas para él, le es t a n t o más cxigible al a m e n a z a d o

^ Con razón enfatiza SchonkelSchroderlLenckner, § 35 núm. 13, que aquí el examen de la exigibilidad
'' Vid. Dreher/Trondle, § 33 niim. 4; LK (1 ¡.'')(Hirsch) § 35 núm. 16 (bajo el punto de vista de la hay que llevarlo a cabo en el marco de la valoración de la acción necesaria según el § 35 1 1, de modo que el
ex¡gib¡lidad);7<í/^o¿j, Allg. Teil 20/8; Roxin, Allg. Teil 1 § 22 núm. 25; Schonke/Scbroder/Leiickner, § 35 niim. inciso segundo del precepto mencionado quede sin objeto, si bien en este caso también subsiste la posibilidad
6; ''SK(Rudolphi) § 35 núm. 8. de atenuación de la pena mediante la aplicación analógica de la segunda mitad de diclio inciso.
^ Vid. Schonke/Schroder/Lenckner, § 35 núm. 14; SK (Riidolphi) § 35 núm. 7; Wessels, Allg. Teil núm. 444. '" Al respecto vid. DreherlTrondle, § 35 núm. 7; LK(lL'')(Hirsch) § 35 núms. 33 ss.; SchonkelSchr'óderl
^ Al respecto, vid. LK (¡¡."¡(Hirsch) § 35 núm. 45; SchonkelSchroderlLenckner, § 35 luim. 13; SK Lenckner, § 35 núm. 15; SK (Rudolphi) % 35 núm. 9; Streecw. Roxin y otms, Einführung pág. 57; Roxin, Al\n.
(Rudolphi) § 35 núm. 10; Wessels, Allg. Teil núm. 439. Teú I § 22 núm. 30, atribuye también la inclusión de las personas cercanas a la teoría del fin de la pena.
520 § 44 líl estado de necesidad exculjjanre III. La restiicciíMi del estado de necesidad a través de la cláusula de extgibilidad 521

tar con el p r i n c i p i o d e p r o p o r c i o n a l i d a d . Por ello, una acción de rescate en caso de peligro III. La restricción del e s t a d o de n e c e s i d a d a través de la c l á u s u l a de e x i g i b i l i d a d
para la integridad corporal .sólo es disctilpable si el injusto del r e s u l t a d o del licclio es r e d u c i d o
esencialmente a través d e la evitación del d a ñ o q u e a m e n a z a al c u e r p o (vid. supra § 4 4 1 1). T a m - 1. La exculpación a través del estado de necesidad n o tiene lugar c u a n d o , de a c u e r d o con
poco los h o m i c i d i o s en masa están t o t a l m e n t e excluidos p o r el § 3 5 ( B G H N J W 1964, pág. las circunstancias, al a u t o r le es exigible s o p o t t a t el peligro (§ 3 5 I 2 ) . La cláusula de exigibilidad
7.30). Al igual q u e en la legítima defen.sa, el a u t o r d e b e escoger el m o d o m e n o s lesivo para la conecta c o n la t o m a en consideración de la d i s m i n u c i ó n esencial del c o n t e n i d o d e i n j u s t o y
solución del conflicto ( B G H 2 , 2 4 2 [ 2 4 5 ] ) ; y así, p o r ejemplo, a n t e la a m e n a z a d e qiuenes h a n d e la c u l p a b i l i d a d sobre la q u e se basa la exculpación a través del estado d e necesidad (vid.
sido espectadores de u n accidente d e tráfico sólo hay q u e alejarse del lugar del siniestro lo n e c e - supra § AA antes del 1) ' ' . Si el valor del bien j u r í d i c o a m e n a z a d o es s u s t a n c i a l m e n t e m e n o r q u e
sario para h u i r de la z o n a de i n m e d i a t o peligro ( B a y O b L G D A R 1 9 5 6 , 15 [16]). aquel o t r o en el q u e el h e c h o necesario lleva a c a b o la i n t r o m i s i ó n , t a m b i é n será m e n o r la d i s m i -
n u c i ó n del injusto. Esta ú l t i m a p u e d e d e s c e n d e r hasta el p u n t o cero en caso de u n a n o t a b l e
2 . A s i m i s m o , la acción necesaria d e b e ser e m p r e n d i d a para evitar el p e l i g r o . E n ello resi-
d e s p r o p o r c i o n a l i d a d d e los bienes en conflicto. Al i n i s m o t i e m p o , decrece t a m b i é n la d i s m i n u -
de el m o m e n t o d e t e r m i n a n t e para la d i s m i n u c i ó n del injusto de acción y del c o n t e n i d o de c u l -
ción del c o n t e n i d o d e culpabilidad que es cotrelarivo a la r e d u c c i ó n del injusto. T a m b i é n la m o -
pabilidad: el a u t o r a c t ú a c o n v o l u n t a d d e salvamentojy bajo la p r e s i ó n de u n a s i t u a c i ó n extraor-
tivación q u e pesa sobre el a u t o r y, con ella, la s e g u n d a causa de a t e n u a c i ó n d e la c u l p a b i l i d a d
d i n a r i a m e n t e motivadora. Aquél, p o r t a n t o , n o sólo debe haber c o n o c i d o la situación de necesidad,
ligada a este p u n t o d e vista p u e d e , de acuerdo c o n las circunstancias (por e j e m p l o , u n m e n o r
sino q u e el m o t i v o para la acción d e salvaguarda frente al peligro p a r a la vida o el c u e r p o tiene
g r a d o d e peligro, existencia d e u n a posición de garante frente a la víctima afectada p o r el h e c h o
q u e h a b e r sido t a m b i é n eficaz para él, sin perjuicio d e q u e t a m b i é n , p r o b a b l e m e n t e , lo haya h e -
realizado bajo el e s t a d o d e necesidad), bajar hasta tal p u n t o o resultar c o m p e n s a d a hasta u n gra-
c h o j u n t o c o n otros m o t i v o s " . E n este s e n t i d o , los requisitos subjetivos del e s t a d o d e necesidad
d o tal q u e la existencia de la situación de necesidad aparezca c o m o algo exigible al autor.
exculpante son diversos a los e l e m e n t o s d e la culpabilidad c o n c e b i d o s o b j e t i v a m e n t e , d o n d e s i m -
p l e m e n t e d e b e ser c o m p r o b a d o el c o n o c i m i e n t o de la s i t u a c i ó n excepcional y n o , sin e m b a r g o , 2 . La Ley m e n c i o n a d o s e j e m p l o s en los q u e hace exigible la existencia de la situación d e
su influencia real en la f o r m a c i ó n de la v o l u n t a d (vid. supra § 4 2 III l a ) . T a m b i é n el estado de necesidad, en a t e n c i ó n a la c o n c u r r e n c i a de deberes especiales q u e obligan a s o p o r t a r el peligro,
necesidad en el cumplimiento de una orden, esto es, el peligro d e ser fusilado si n o se acata la y q u e n o h a n d e ser e n t e n d i d o s de un m o d o forzoso ni taxativo sino q u e d e b e n servir c o m o
m i s m a , p r e s u p o n e q u e el s u b o r d i n a d o ha e j e c u t a d o la o r d e n r e c o n o c i d a c o m o a n t i j u r í d i c a / ) Í 2 « p a u t a s para la i n t e r p r e t a c i ó n de la cláusula de exigibilidad '^.
salvarse a sí m i s m o o, en su caso, a u n familiar o p e r s o n a cercana '^.
a) E n p r i m e r lugar, la exigibilidad p u e d e ser afirmada d e b i d o a q u e el a u t o r ha c a u s a d o el
Ejemplos: Quien con plena disposición ha colaborado en la persecución de judíos no puede acogerse al p e l i g r o p r o p i o d e l e s t a d o d e necesidad.
estado de necesidad, incluso aunque se ponga en peligro su vida o su integridad corporal en caso de no
De acuerdo con el Derecho anteriormente vigente el autor no podía haber originado culpablemente
acatamiento de las órdenes y hubiera sido conocedor de esta circunstancia ( O G H 1, 310 [313]; vid., tam-
la situación de conflicto, esto es, la necesidad de poder liberarse de la situación sólo mediante el perjuicio de
bién, BGH 3, 271 [275]; 18,311).
otro. No obstante, la jurisprudencia interpretó bajo la expresión "culpabilidad" la infracción subjetiva del
3. Los casos de "estado de necesidad por coacción", esto es, la comisión de un delito bajo la amenaza de deber del autor que actuaba bajo estado de necesidad (RG 36, 334 [341]).
ser objeto de daños corporales o de ser privado de libertad por parte de un tercero, entran de lleno en e!
El D e r e c h o vigente parece querer afirmar ya la exigibilidad c u a n d o el a u t o r tan sólo ha cau-
ámbito del § 35. Incluso aunque el amenazado sólo cometa un delito leve en comparación con los perjui-
sado el peligro. Sin e m b a r g o , ello ú n i c a i n e n t e s u p o n e u n a agravación en la literalidad d e la n o r -
cios temidos (por ejemplo, como "prueba de valor" un joven es amenazado con sufrir una paliza por parte
de los mieinbros de su banda si no comete un hurto en un establecimiento comercial), no entra en juego la m a frente al D e r e c h o vigente hasta ahora, pues se d e b e seguir t e n i e n d o en c u e n t a la existencia d e
jusrificación segiin el § 34 pues al tercero al que se le ataca no se le puede privar de la posibilidad de una la situación d e necesidad y el h e c h o de q u e el c o n t e n i d o de culpabilidad p o r el h e c h o n o se ve
legítima defensa; por ello, la comisión de un hecho punible no se puede considerar nunca como un "medio afectado p o r el suceso, c u l p a b l e i n e n t e indiferente, d e la m e r a causación de la situación de conflic-
adecuado" para evitar el peligro en el sentido del § 34, inciso segundo '^. to (por ejemplo, el testigo a m e n a z a d o de m u e r t e por el acusado al q u e perjudica su declaración

' ' Vid. Baumann/Webcr, Allg. Teil págs. 448 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 209; BockelmannlVoík, Allg. Teil Teil pág. 3 3 1 ; SK (Samson) § 34 núm. 8. Hay que aceptar una excepción en el caso en el que la máxima
pág. 129; Dreher/Trondle, § 35 núm. 8; Lackner, § 35 núm. 5; Küper, J Z 1989, pág. 625; IKill.-'KHirsch) instancia política íibeta presos para salvar rehenes (Gaso Lorenz); al respecto vid. SchbnkeíSchrbderíLenckner,
§ 35 núms. 38 ss.; MaiirachlZipf, Allg. Teil 1 § 34 núm. 15; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 614; v. Weher, § 34 núm. 41b; Krey, ZRP 1975, págs. 97 ss.; Küper, Darf sich der Staat erpres.sen lassen.' págs. 14 ss., 77
M D R 1948, pág. 40. Por el conxiíño, Jakobs, Allg. Teil 2 0 / 1 1 , estima suficiente el mero conocimiento de la ss.; Lange, N J W 1978, 786. Sobre la cuestión BVerfGE46, 214. Yendo más allá, Neumann. JA 1988, pág.
situación de necesidad. Vid., también, Timpe, JuS 1984, pág. 860. 329, quien apuesta por permitir la intervención del § 34 cuando se trate de bienes jutídicos personalísimos.
'^ Al tespecto si'iá.Jdger, Verbrechcn untcr totalitarer Herrschaft págs. 89 ss. Además, aquí también ''' Vid. SchonkelSchróierlLenckner, § 35 núm. 18; LK (1 ¡."JiHirsch) § 35 núms. 47 ss.; Lackner, §
debe ser tenido en cuenta el ptincipio "in dubio pro reo"; vid. Roesen, N J W 1964, pág. 136. Vid., asimis- 35 núm. 6; SK(Rudolphi) § 35 núm. 11; BT-Drucksache V/4095 pág. 16.
mo, la completa exposición jurisprudencial en torno a esta cuestión que realiza Hanack, Bestrafung " En este sentido también Blei, Allg. Teil pág. 210; el mismo, JA 1975, págs. 307 .ss.; Dreher/Trondle,
nationalsozialistischer Gewaltverbrechen págs. 45 ss. § 35 núm. 10; Lackner, § 35 núm. 11; Maurach/Zipf, h\\g. Teil I § 34 núm. 3; SchSnkelSchr'óderlLenckner, §
'•' Así, acertadamente, Banmann/Weber, Allg. Teil pág. 343; Blei, Allg. Teil pág. 170; LK(1 ¡."¡(Spendel) 35 núm. 18. Detenidamente sobre la fundamentación de ambas excepciones Nenmann, Zurechnung págs.
§ 32 núm. 212; Schónke/Schrod^r/Lenckner, § 34 núm. 41 b; Wessels, Allg. Teil núm. 4 4 3 ; Kelker, Der 207 ss., aportando una solución propia, págs. 231 ss. Roxin, Allg. Teil I § 22 núm. 38 considera que el
Notigungsnotstand pág. 175. De otra opinión, sin embargo, 7<jfo¿5, Allg. Teil 13/14; LK(1 l.'JfHirsch) § motivo de la restticción del estado de necesidad en los supuestos de concurrencia de deberes especiales que
34 núm. 69a; Roxin, Oehler-Festschrift pág. 188; el mismo, Allg. Teil 1 § 16 núm. 58; Schmidhauser, Allg. obligan a soportar el riesgo reside en "consideraciones preventivo-generales".
522 § 44 El estado de ncccsiciat] exculpante in. I,;! rcstricciiHi del estnjo Je necesidad a través de la cláusula de exigibilidad 523

;ijusrad;i a la verdad ha "causado" la siruación d e a p u r o al observar el delito). D e ahí q u e la idea b) E n s e g i m d o lugar, c o n n u í n m e n t e es exigible la asimción del riesgo c u a n d o el a u t o r se
rectora de esta priineta restricción d e la exculpación p o r vía del e s t a d o de necesidad p u e d a sct e n c u e n t r a .sometido "a u n a relación jurídica especial". C o n ello se alude a los deberes jurídicos
vista en que d i c h a exculpación sólo decae si el a u t o r ha o r i g i n a d o la s i t u a c i ó n de c o n f l i c t o q u e obligan a soporrar el estado de necesidad ' ' .
m e d i a n t e la i n f r a c c i ó n o b j e t i v a y subjetiva d e s u deber"". La d i s m i n u c i ó n del Injusto d e Un considerable deber de soporr.ir riesgos rige, por ejemplo, para los soldados (§ 6 W.StG), objetores
acción y de la culpabilidad no es ya tan c o n s i d e r a b l e c o m o para p o d e r r e n u n c i a r con carácter que cumplen el .servicio civil (§ 27 111 Z D G ) . marineros {§§ 29 11-V], 106, 109 SeeniannsG), pilotos aé-
general al castigo. reos •'", |)olicí;is -', bomberos, especialistas de grisú en minas (Rti 72, 246 [249 ss.]), miembros de organiza-
Ejemplos: Quien, descuidadamente, emprende una excursión de alta montaña sin la debida ropa de ciones privadas de protección como la cruz roja, el servicio de salvamenro de montaña o la sociedad destina-
abrigo no puede acogerse al § 35 si sustrae violentamente el anorak forrado a otro alpinista para protegerse a da al rescate de náufragos, iriédicos y enfermeros (BGH N J W 1964, pág. 730), jueces, fiscales, diplomáticos,
socorristas, guías de montaña '" (BT-Drucksachc V/4095 pág. 16, así como E 1962, Fundamentación, pág.
sí mismo de la congelación. El especialista que, contrariamente a su deber, no informa de una peligrosa
concentración de grisú en la mina no puede ser exculpado por vía del § 35 si, posteriormente y por miedo a íl 161). La jurisprudencia también ha afirmado la existencia de un notable deber de soporrar el peligro, con
perder su propia vida, omite advertir al personal de una galería amenazada tras haber reconocido el peligro ocasión de la actividad política ilegal en un Estado totalitario (OLG Freiburg HESr 2, 200 [202]; O G H 3,
agudo de una explosión (RG 72, 246 [249]). Quien habiendo retornado a la RDA a pesar de saber que allí 121(130]) -^. Los deberes jurídicos de soportar el estado de necesidad pueden derivarse también de comu-
era buscado por un deliro económico, no puede hacer valer el estado de necesidad exculpante si mata a un nidades de peligro voluntariatncntc .tsumidas (excursiones de montatáa, viajes en velero, expediciones) *''.
funcionario de prisiones con ocasión de una violenta evasión del centro penitenciatio (BGH R O W 1958, En los casos cu los q u e exisrc el deber de s o p o r t a r el estado de necesidad son detcririinantes
33 [34]). Quien voluntariamente se convierte en confidente de los setvicios de protección de la lucha
para la eliminación del efecto exculpatorio de aquél tanro el e l e v a d o . i n j u s t o del h e c h o c o m o la
antiterrorista posiblemente no pueda acogerse al estado de necesidad cuando porta un arma ilegalmente
i n t e n s a c u l p a b i l i d a d d e l autor. El a u t o c o u t t o l del i n s t i n t o d e supervivencia es t a m b i é n exigido
(OLG Oldenburg N J W 1988, pág. 3217).
a personas q u e , siéndoles i m p u e s t o p o r su profesión el d e b e r d e rolcrar el estado de necesidad, se
La a n t e r i o r contreversia relativa a q u i é n hay q u e referir el requisito d e la i n c u l p a b i l i d a d d e e n c u e n t r a n incluso bajo la presión de u n peligro para sus vidas, pues es p r e c i s a m e n t e en tales
la situación d e conflicto en caso d e estado d e necesidad d e u n p a r i e n t e (vid. la 2 . " ed. d e esta cifcunsiancias c u a n d o la c o i n u n i d a d debe poder depositar en ellas su confianza. Por ello, el desvalor
obra, pág, 3 6 3 , n o t a a pie n ú m . 6 ) , fue ya clarificada en el § 35 1 2 en el s e n t i d o d e q u e la de acción del h e c h o es elevado frente a supuestos o r d i n a t i o s de estado d e necesidad p u e s t o q u e ,
exculpación sólo está excluida si es <?/ autor mismo el q u e ha c a u s a d o la situación d e necesidad. s i m u l t á n e a m e n t e , el a u t o t inftingc el d e b c t jurídico a s u m i d o de s o p o r t a r tales circunstancias.
Sin e m b a r g o , ello sólo p u e d e regir e n el s e n t i d o d e q u e el sujeto d e b e tolerar el riesgo o r i g i n a d o T a m b i é n se agrava la culpabilidad d e quien falla en u n a situación d e esta naturaleza, pues la
de forma contraria a d e b e r si éste se cierne s o b t e él. Si el peligro a m e n a z a al p a r i e n t e i n c u l p a b l e m o t i v a c i ó n q u e tiene su origen en la a u t o p r o t e c c i ó n merece m e n o s indulgencia en a t e n c i ó n al
q u e se e n c u e n t r a en la situación d e conflicto (por e j e m p l o , al hijo c u y o p a d r e h a llevado irres- d e b e t j u r í d i c o de i n t e t v e n c i ó n d e la propia persona ^-'. La exigibilidad d e hacer frenre a la situa-
p o n s a b l e m e n t e a u n a peligrosa c o m p e t i c i ó n d e vela), e n t o n c e s h a y q u e afirmar la e x c u l p a c i ó n
del h e c h o necesario a pesar del p r o p i o d e s c u i d o pues n o h a y n a d a m á s natural q u e a y u d a r a u n " En profundidad acerca de los concretos grupos de casos, Oito, PflichrcnkoUision págs. 89 ss. y
pariente cuya vida se ha p u e s t o en peligro d e m o d o c o n t r a r i o a d e b e r ' ' ' . Si es el p a r i e n t e el res- Kuhnt, Pflichten zum Bestehen des strafrechtlichen Notstands págs. 85 ss.; acerca de los criterios aplicados
ponsable del peligro, b á s i c a m e n t e d e b e regir lo m i s m o pues la presión m o t i v a d o r a es igual a u n - vid. Watzka, Die Zumutbarkeir normgemaí?cn Verhaltens págs. 80 ss. En profundidad sobre la fijación de
q u e al a m e n a z a d o le sea i m p u t a b l e la s i t u a c i ó n de necesidad en la q u e se ve envuelto (el hijo q u e deberes LK(ll.')(Hirsch) § 35 núms 55 ss.; SK (Rudolphi) § 35 núm. 12. En rorno a los deberes del mari-
nero vid. también el caso norreameticano US versus Holmes (1842) en Honig, Das amerikanische Strafrecht
n e g l i g e n t e m e n t e p o n e en peligro s u p r o p i a vida a c u d i e n d o a la c o m p e t i c i ó n d e vela) . Lo q u e
págs. 162 ss. Acerca de la ausencia de una regulación expresa en Derecho milit.ar y funcionarial Bernsmann,
tesulta decisivo es, con otras palabras, la cláusula d e exigibilidad p u e s del e j e m p l o n o p u e d e ser
Blau-Festschrifr págs. 4 3 ss.
extraída u n a c o n c l u s i ó n a sensu c o n t r a r i o .
'" Weimar, Zeitschrift für Luftrecht 1956, págs. 110 ss.
•' Vid. Bernsmann, Blau-Festschrift págs. 44 .ss. Sin embargo, por regla general no se acepta lo mis-
"> Así, OLG Hamm JZ 1976, pág. 610 (612); Blei, Allg. Tcil pág. 209; lackner, § 35 núm. 8; Roxin, mo para los funcionarios vid. OLG Tüblngen NJW 1947/48, 700 (701).
Allg. Tcil 1 § 22 núms. 45 ss.; Freisedanz, § 35 anotación 4a; Schiinke/Schrbder/Lenckner, § 35 núm. 20; De ^~ La BGH N J W 1964, 730 (731) restringe, acertadamente, el deber de soportar el estado de necesi-
modo diverso, BT-Drucksache V/4095 pág. 17. Queriéndose conformar con la simple infracción objetiva dad a los "peligros Típicamente vinculados de un modo necesario con la correspondiente actividad profesio-
del deber, Wessek Allg. Teil n ú m . 4 4 1 ; Mmirach/Zipf, tú\e,. Teil I § 5A núm. 5; LK(ll.'')(Hirsch) § 35 núm. nal", de modo que el funcionario de policía que es obligado por su superior, bajo amenaza de iriuerte, a la
49; SK(Rudolphi) § 35 núm. 15. Destacando la "fundamcntación de la competencia a través de un com- colaboración en un delito sería naturalmente exculpable de acuerdo con el § 35. Lo mismo debe regir para
portamiento previo", Jakobs, Allg. Teil 20/16; Timpe, ]uS 1985, págs. 36 ss. los soldados, de forma que el § 6 WSrG no interviene en un supuesto de esta naturaleza. Vid. también
" Así, Dreher/Trondle, § 35 núm. 11; SK (Rudolphi) § 35 núm. 17; Stree, en: Roxin y otros, Einführung Bockelmann, ZStW 63 (1951) pág. 4 3 , nota a pie núm. 52.
págs. 58 ss.; Schmidhíiuser, Allg. Teil pág. 468; Lackner, § 35 núm. 10; Roxin, Allg. Teil I § 22 núm. 50; el '^ Acerca del deber de soporrar el peligro por el conjunto de una población que se ve afectada por la
mismo, JA 1990, pág. 140; Wessels, Allg. Teil núm. 4 4 1 . De otra opinión Baiimann/Weber, Allg. Teil pág. situación de necesidad, v. Weher, M D R 1947, pág. 80.
450; /Víaurach/Zipf, /^\\g. Teil I § 34 núm. 6; Schonke/Schroder/Lenckner, § 35 núm. 20a; LK(1¡.'') (Hirsch) -'' Acerca de las comunidades de peligro vid. LK(1 L") (Hirsch) § 35 núm. 53; Stratenwerth, Allg.
§ 35 núm. 65; Hefermehl, Notstand pág. 134. Teil 1 núm. 613. Ampliainente, Bernsmann, Blau-Festschrifr págs. 40 ss. A favor de la restricción de la rela-
'^ Asimismo, Schmidhíiuser, Allg. Teil pág. 468; Roxin, Allg, Teil I § 22 núm. 5 1 ; Wessels, Allg. Teil ción jurídica especial a deberes frente a la colectividad Roxin, Allg. Teil 1 § 22 nútn. 39; Schiinke/Schroder/
núm. 4 4 1 . De otra opinión Blei, Allg. Teil pág. 210; Dreher/Trondle, § 35 núm. 11; Schonke/Schriider/Lenckner Lenckner § 35 núm. 22.
§ 35 núm. 24; SK (Rudolphi) § 35 n ú m . 17; Preisendanz, § 35 anotación 4c ce; iceTCí de la notmativa -'' En la mayoría de la doctrina clásica puede encontrarse una fundamcntación psicológica (exigibilidad
anterior vid. OLG Kaln N J W 1953, pág. 116. intensificada); vid. Broglio, Notstand pág. 49; Henkel, Mezger-Festschrift págs. 2 9 3 ss.; Marcetus,
524 § 44 El estado de necesidad exculpante V. Hl error sobre ei estado de necesidad 525

ción de necesidad e n c u e n t r a sus límites en aquellas liiptStesis en las q u e el cutn[)linncni() del d e - 2. Pero, p o r motivos derivados de la prevención general, el legislador (vid. B T - D r u c k s a c h e
ber significara la m u e r t e i n m e d i a t a ^''. V / 4 0 9 5 p;íg. 16) h a e x c e p t u a d o los casos en los q u e el a u t o r se e n c u e n t r a s o m e t i d o a u n a rela-
ción jurídica especial. A pesar de que d e b i d o a la infracción de u n deber profesional a c u m p l i r
3 . Prescindiendo d e los ejemplos, el d e b e r d e rolcrar el estado d e necesidad surge, sobre
t o d o , c u a n d o d e b e n ser s o p o r t a d a s i n t e r v e n c i o n e s oficiales a d e c u a d a s a D e r e c h o desiinadas a en interés d e la c o m u n i d a d a q u í el c o n t e n i d o de injusto y de culpabilidad del h e c h o , p o r regla
la salvaguarda del interés piiblico^^. E n t r e ellas p u e d e n m e n c i o n a r s e las intervenciones c o r p o r a - general, pesa más q u e en otros supuestos en los q u e t a m b i é n se exige tolerar el peligro del estado
les de a c u e r d o con el § 8 1 a S t P O , el § 17 11 GesclilKrG o la Ley d e v a c u n a c i ó n , así c o m o la d e necesidad, la c o m p l e t a exclusión del § 4 9 1 resulta excesivamente rigurosa pues la situación
i n t r o m i s i ó n en la libertad a través d e u n a d e t e n c i ó n practicada l e g a l m e n t e , la prisión preventiva para el o b l i g a d o p u e d e c o n t e n e r una presión m o t i v a d o r a tan extraordinaria q u e la infracción del
y, en especial, p o r m e d i o d e la ejecución d e u n a p e n a privativa de libertad. Incluso c u a n d o esta d e b e r merezca u n e n j u i c i a m i e n t o sustancialmenrc más leve que el d e u n delito o r d i n a r i o ^^. N o
liltima es impuesta injustamente p e r o es j u r í d i c a m e n t e válida d e b e tolerarse su ejecución, sin q u e o b s t a n t e , t a m b i é n en estos casos la atenuación es posible d e n t r o del m a r c o legal d e la pena, algo
sea admisible q u e el recluso q u e en su h u i d a mata a u n f u n c i o n a r i o d e prisiones p u e d a acogerse q u e en la mayoría d e las ocasiones se suele afirmar .
al § 3 5 (RG R e c h t 1 9 1 5 , pág. 1 2 2 2 ; R G 54, 3 3 8 [ 3 4 1 ] ; O L G Kiel S J Z 1947, .323 [ 3 3 0 ] ) , en la 3. Cuando el hecho realizado bajo un estado de necesidad no es disculpado potque el auror no ha
m e d i d a en q u e en el proceso se respetaran los principios del Estado d e D e r e c h o ( B G H L M § 5 2 escogido el medio más leve que le era exigible (vid. supra § AA II 1), la disposición del § 35 I 2 que conriene
n ú m . 8; B G H R O W 1 9 5 8 , pág. 3 3 ) ^^. T a m b i é n los parientes d e b e n tolerar la ejecución d e u n a la arenuación de la pena debe enconttat aplicación pues no puede hacerse una distinción basada en los mo-
p e n a d e prisión i m p u e s t a a u n m i e m b r o de la familia en u n p r o c e d i m i e n t o a d e c u a d o a tales p r i n - tivos pot los que el autor ha fallado en la situación del estado de necesidad'''.
cipios .

4. Finalmente, de la existencia de u n deber de garante en beneficio de la víctima del h e c h o V. El error sobre el e s t a d o d e n e c e s i d a d


necesario, p u e d e derivarse q u e el a u t o r afectado por el estado de necesidad tenga que tolerar el
peligro. Y así, el padre n o p u e d e dejarse rescatar en el naufragio d e u n barco si con ello sacrifica la 1. El a u t o r actiia bajo u n estado de necesidad p u t a t i v o c u a n d o acepta e r r ó n e a m e n t e a q u e -
vida de su hijo ^ . T a m b i é n debe ser tolerado por parre del agresor el peligro p r o c e d e n t e de la ac- llas circunstancias q u e , d e h a b e r c o n c u r r i d o , h a b r í a n exculpado el h e c h o . Está regulado en el §
ción q u e se lleva a cabo bajo u n a legítima defensa adecuada a D e r e c h o , de m o d o q u e , p o r ejemplo, 3 5 II (vid. infra § 4 8 ) . Pero no se ttata de u n error de t i p o , de u n error de p r o h i b i c i ó n o de u n
no es exculpado el pariente q u e m a t a a q u i e n se defiende para salvar al agresor ^'. error sobre el t i p o permisivo, sino q u e estamos en ptcsencia d e u n error c o n a u t o n o m í a p r o p i a
q u e n o afecta ni al d o l o ni a la conciencia d e la antijuricidad^^. N o o b s t a n t e , el t r a t a m i e n t o del
estado de necesidad p u t a t i v o sigue esencialmente al del e r r o r de p r o h i b i c i ó n (§ 17) ^^.
rV. A t e n u a c i ó n de la p e n a e n l o s s u p u e s t o s de e x i g i b i l i d a d d e la s i t u a c i ó n d e n e c e s i d a d
a) Si el a u t o r yerra acerca de los presupuestos objetivos del estado de necesidad (por ejem-
1. Si al a u t o r le es exigible t e n e r q u e s o p o r t a r el riesgo i n h e r e n t e al estado d e necesidad y, p l o , sobre el m o d o e i n t e n s i d a d del peligro, la existencia de u n m e d i o m e n o s lesivo o la c o n d i -
sin e m b a t g o , aquél acttia i n f r i n g i e n d o ese deber, c i e r t a m e n t e q u e n o resulta e x c u l p a d o p e r o el ción de pariente del a m e n a z a d o ) resulta e x c u l p a d o si el error fue para él i n v e n c i b l e .
c o n t e n i d o d e injusto y d e c u l p a b i l i d a d del h e c h o resulta, p o r regla general, m u c h o m á s r e d u c i d o b) Si, p o r el c o n t r a r i o , el error fue v e n c i b l e la p e n a d e b e serle a t e n u a d a (en ello reside la
q u e frente a la situación n o r m a l d e u n delito de igual gravedad. D e a h í q u e el § 3 5 I 2 c o n t e n g a diferencia c o n el § 17 2) de c o n f o r m i d a d c o n el § 4 9 I (§ 3 5 II). Resulra aplicable, a d e m á s , el
en su s e g u n d a m i t a d u n a a t e n u a c i ó n facultativa d e la p e n a q u e se r e m i t e a la cláusula general m a r c o de la p e n a del t i p o doloso (de m o d o diverso, el § 10 11 2 osterr. S t G B prevé el recurso a la
de a t e n u a c i ó n del § 4 9 I. p e n a p o r la c o m i s i ó n i m p r u d e n t e ) . En la cuestión relativa a la vencibilidad lo i m p o r t a n t e es si el
a u t o r ha examinado concienzudamente la existencia d e los ptesupuestos del estado d e necesidad
( B G H 1 8 , 3 1 1 ; B G H N J W 1 9 5 2 , 111 [ 1 1 3 ¡ ; B G H N J W 1 9 7 2 , 8 3 2 [ 8 3 4 ] ; B G H N S t Z 1 9 9 2 ,
487)37.
Zumutbarkeit págs. 63 ss.; Maiirach, Kritik dcr Notsrandslehre pág. 117, nota a pie niím. 505; Siegert,
Norstand pág. 55.
-'^ Vid. DreherlTriindle, § 35 núm. 12; Maurach/Zipf, h\\^. Teil 1 § .34 ntim. 10; Scholz/Lingens, § 6 '^ Asimismo, Stree, en Roxin y ottos, Einführung pág. 6 1 ; Sciíónke/Sdiroder/Lenckner, § 35 núm. 37.
WStG núm. 7; SchbnkelSchroderlLenckner, § 35 núm. 25. Frente al tenor litetal de la disposición,/«/^«¿s, Allg. Teil 20/19, no hace valet en determinados supuestos la
- ' Vid. Dreher/Trondle, § 35 n ú m . 12; Schonke/Schroder/Lenckner, § 35 núm. 24; Timpe, ]\iS 1985, restricción contenida en aquélla.
pág. 36. " Vid. Dreher/Trondle, § 35 núm. 15; LK (1 l.'XHmch) § 35 núm. 68; Lackner, § 35 núm. 12;
-* Vid. Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 34 núm. 10; SchonkelSchr'óderlLenckner, § 35 núm. 25; Árndt, Roxin, Allg. Teil I § 22 núm. 56; Schonke/Schroder/Lenckner, § 35 núms. 36 ss.; SK (Rudolphi) § 35 núm.
SJZ 1947, págs. 330 ss. Con una opinión diversa para el ciso de un proceso adecuado al Estado de Detecho 18 a; Timpe, JuS 1985, págs. 36 ss.
peto en el que se impone una pena de cadena perpetua que es matetialniente injtista, SchbnkelSchr'óderl ''' Vid. Schonke/Schroder/Lenckner, § 35 núm. 13.
Lenckner, § 35 núm. 26 (quien incluso sostiene esta tesis en beneficio de los patientes). En contta, con ^' Así, Blei, Allg. Teil pág. 210; Lackner, § 35 núin. 13; Roxin, Allg. Teil 1 § 22 núm. 6 1 ; Schonke/
tazón, Timpe, ]viS> 1985, pág. 36. Sclir'óder/Lenckner, § 35 núm. 40.
2' Vid. SK(Rudolphi) § 35 núm. 12. "* Acetca de su fundamentación, Vogler, GA 1969, págs. 113 ss.
' " Vid. SK(Rudolphi) § 35 núm. 18; Sch'ónkelSclir'óderlUnckner, § 35 núm. 3 1 . - ' Vid. Lackner, § 35 núm. 14; mostrándose restrictivo en la cuestión de la vencibilidad, Schmidh'áuser,
^' De otra opinión, Stree, en: Roxin y ottos, ELinführung pág. 60. Allg. Teil pág. 470.
526 § 44 Hl estado de nccositlati cxculpanic 1. Legítima deíensa y exceso defensivo 527

2. N i n g u n a atenuación punitiva merece el etror acerca de los límites del estado de necesidad Código penal español no diferencia en el art. 8.7." entre el estado de necesidad justificante y exculpante, no
exculpaiuc (por ejemplo, sobre la idoneidad del h o n o r o del p a t r i m o n i o c o m o bienes susceptibles yendo más allá de la igualdad valorativa de los bienes eti juego; no obstante, el miedo ante la pérdida de un
de ser a m p a r a d o s p o r el estado d e necesidad), así c o m o la suposición errónea acerai d e la existencia bien jurídico igual o mayor (art. 8.10 C.p.) es incquiVocainente una causa de exculpación '*'. La jurispru-
de una causa d e exculpación q u e n o es reconocida p o r la Ley •'**. Aiín c u a n d o p o r lo general el e n o r dencia neerlandesa ha rechazado durante mucho tiempo el estado de necesidad exculpante, peto hoy en día
se refiera a la exigíbilidíidde la elección de o t r o m e d i o m e n o s lesivo o a la obligación de tener q u e el "ovetmacht" (art. 40 W.v.S.) es entendido también en ese sentido '". El Código penal belga contiene en el
soportar el liesgo derivado del estado de necesidad, el atiior no es disculpado ni p u e d e esperar t a m - art. 71 la misma disposición que el vigeiuc C.p. francés; la «forcé á laquelle il n,a pas pu résister» (overmacht)
poco atenuación de n i n g ú n tipo pues es sólo la Ley y n o la imaginación del a u t o r lo que resulta es entendida como una causa de cxculpacióti " . El Derecho brasileño conoce la fuerza irresistible y el estado
de necesidad exculpante (art. 24 C.p.) cotuo causas de exculp,ación (art. 22 C . p . ) ' ' .
d e t e r m i n a n t e de lo que en una situación c o n c r e t a se exige o no p o r el D e r e c h o ^ ' .

§ 45 El e x c e s o e n l a l e g í t i m a d e f e n s a
V I . D e r e c h o extranjero
Eitzilekis, Die neue Tendenz zur Einschrankung des Notwehrrechts, 1984; Fiscber, Die strafiose
En el estado de necesidad exculpante el Derecho extranjero tiene mucho más en cuenta que el Dere-
Norwehrüberschreitung, Diss. Frankfurt 1971; Gallas. Der dogmatische Teil des Alternativentwurfs, Z S t W
cho alemán la proporción valorativa existente entre ios bienes implicados. En Austria, adhiriéndose a la nue-
80 (1968) pág. 1; Geilen, Norwehr und Notvvehrcxzel?, Jura 1981, pág. 378; Müller-Christmann, Der
\a iiirisprudencia del O G H (SSt 29, 83)'"', el § 10 SrGB introduce el estado de necesidad individual como
Notwehrcxzeí?, JuS 1989, pág. 717; Otto, Die Grenzen der strafbaren Überschreitung der Norwehr, Jura
causa general de exculpación y sin limitación de personas afines, encontrándose restringido tan sólo por la
1987, ptíg. 604; Roxin, Über den Norwehre,xzeí5, Festschrift fUr E Schaffstein, 1975, pág. 105; el mismo,
adecuada proporción de los bienes en juego y por el criterio de la culpabilidad objetivada'" que fue básica-
"Schuld" und "Veranrwordichkeir" ais strafrechdiche Systemkategorien, Festschrift füt H. Henkel, 1974,
mente desarrollado por Nowakowski''''-. En el art. i4 del StGB mizti, que comprende ambas clases de estado
pág. 171; Rudolphi, Notwehrexzelí nach provoziertem Angrifl", JuS 1969, píg. 461; Sauren, Die Überschreitung
de necesidad, sólo es aceptado el mismo cuando, como mínimo, el bien jurídico puesto en peligro posee
des Notwehrrechts, Jura 1988, pág. 567; Schroder, Notwehrüberschreitung und Puiativnorwehr, ZAK 1944,
igual valor que aquel que se lesiona ''^. En el art. (A del Q.^. francés napoleónico el "contrainte" se presenta-
pág. 123; el mismo, Anmerkung zu BGH vom 1.8.1961, JR 1962, pág. 187; Tinipe, Grundfalle zum
ba, ciertamente, como una causa de exculpación pero la jurisprudencia venía siendo enormemente restricti-
enrschuldigenden Notstand und zum Notwehrexzeí?, JuS 1985, pág. 117.
va en el reconocimiento de supuestos de estado de necesidad'*''. La tnisma regulación contiene el nuevo
"Code penal" en el art. 122-2, pero ahora aparece situado dentro de las causas de incapacidad de culpabili-
dad ''^. El estado de necesidad justificante está regulado en el art. 122-7 (vid. sufra § 33 VII). El C.p. italia-
no prevé expresamente el principio de proporcionalidad en el art. 54 '*'. En el Derecho inglés el sacrificio de I. L e g í t i m a defensa y e x c e s o d e f e n s i v o
la vida ajena para salvar la propia es punible de acuerdo con las reglas del clásico caso conocido como
1. La legítima defensa sólo justifica aquellas acciones q u e son necesarias para repeler u n
"Mignonette" (vid. supra § 21 I 2)'*''. Lo tnismo puede decirse del Derecho penal norteatnericano''*. El
a t a q u e a n t i j u r í d i c o actual y q u e resulten lo m e n o s lesivas para el agresor (vid. supra § 3 2 II b y
c). Si el q u e se defiende sobrepasa esos límites acrúa a n t i j u r í d i c a m e n t e {exceso intensivo en la de-
fensa). T a m b i é n actúa a n t i j u t í d i c a m e n t e c u a n d o el a g r e d i d o se defiende frente a u n a t a q u e q u e
'^* Vid. Blei, Allg. Teil págs. 210 ss.; SchonkelSchróderllenckner, § 35 nútn. 45; IKilL") (Hirsch) §
35 núm. 76; SK(Rudolphi) § 35 núm. 19.
•''^ Así, con ra/.ón, Schdnke/Schroder/Lenckner, § 35 ntim. 42.
'"' Sobre la jurisprudencia aiuerior vid. Rittler, OGH-Festschrift pág. 237.
"" En relación con todos estos íspecios, Jescheck, Lange-Festschrift págs. 373 ss.; Platzgummer, JBl 1 5 8 ; / . Hall General Principies págs. 426 ss.; Procbel Notstand págs. 77 ss.; Etzel Notstand págs. 33 ss.,
1971, págs. 242 ss.; Trijfierer, Allg. Teil págs. 283 .ss.; Kienapfd, Grundrif? Z 20 núms. 15 ss. 129; Model Penal Code, Sect. 3.02. Mostrándose crítico con ello, Rohinson, Criminal Law Defenses Tomo
"*' Vid. Nowakowski, Grundzüge págs. 67, 7 1 ; el mismo, JBl 1972, págs. 28 ,ss. Acerca de su historia I págs. 368 ss. En general, también, Kadish, California Law Review 75 (1987) págs. 272 ss.
dogntática, Moos, Verbrechensbegriff págs. 44^ ss. ' " Antón Oneca, Derecho penal pág. 272; Rodríguez DevesalSerrano Gómez, Derecho penal págs. 645
''^ Vid. t^É-rmí?»», Verbrechen pág. 219;//rf/rcn Allg. Teil pág. \%r, Schwander, Das schweiz. StGB pág. ss. (con casos famosos); Córdoba Roda/Rodríguez Mourullo, Art. 8 nútn. 10 comentario III 2; Mir Puíg,
,82; Schultz, F.inführung I pág. 165; NoWTrechsel, Allg. Teil I págs. 146 ss.; Retéerg, Sirafrecht I pág. 141. Adiciones T o m o I págs. 506 ss.; Cobo del Rosal/Vives Antón, Derecho penal págs. 529 ss.; Perron,
'''' tíouzat. Traite Tomo I págs. 348 ^i.; MerlelVitu, Traite I Nr. 586; Koch, Zwang und Notstand Rechtfertigung und Enrschuldigung págs. 203 ss. [Tales afirmaciones son igualmente ttasladables a los nti-
págs. 50 ss. meros 5.° y 6.° del vigetue Código penal de 1995, donde se regulan, respectivamente, el estado de necesi-
''^ Vid. Poncela, Nouveau code penal pág. 4 6 1 . dad y el miedo insuperable; no obstante, en este íiltitno ya no se hace alusión a que el miedo .se refiera al
•*' Al respecto vid. BettioUPettoello Mantovani, Diritto pénale pág. 395; Fiandaca/Musco, Diritto pénale padecimienro de un mal igual o mayor, sino que para la exención de rcspon,sabilidad ya es sólo suficiente
pág. 151; Nuvolone, Sistema págs. 197 ss.; Scarano, La non esigibilitá págs. 70 ss.; Fornasari 11 principio di con que el autor «obre impulsado por miedo insuperable» (N del 1)].
mesigibüirá págs. 352 ss. * Vid. van Bemmelerdvan Veen, Ons strafrecht págs. 179 ss.; Hazewínkel-SuringalRemmelink, Inlciding
''' Vid. Grünhut, Das englische Strafrecht pág. 205; KennyITurner, Outlines pág. 7 3 ; Smith/Hogan. págs. 301 ss.
Criminal Law págs. 249 ss.; crítico al respecto, Glanvdle Williams, Criminal Law págs. 744 ss. Acerca dei ' ' Así, Dupont/Verstraeten, Handboek tnims. 483 ss.; HennaulVerbaegen, Droit penal general mims.
proyecto inglés que no va más allá del Derecho actuahnente vigente vid. Jescbeck, R. Schmitt-Festschrift 332 ss.; Fulkens/van de Kerchove, Introduction págs. 211 ss.
págs. 73 ss. ^~ Al respecto, vid. Fragoso, Linóes págs. 218 ss.; da Costa jr., Cometirários, art. 22 comentraio 1,
'"' Vid. LaFavelScott, Substantive Criminal Law I pág. 6 3 1 ; Honig, Das amerikanische Strafrecht pág. Art. 24 comeiuario 2; de Jesús, Código Penal Anotado, Art. 22, voz "Efcito".
11. Exceso en la legítima defensa por turbación, miedo o pánico 529
528 § 45 1^1 exceso en I;i legítima defensa

de culpabilidad está simplemente teducido, el legisladot renuncia a la formulación del reproche


todavía no es o que ha dejado de ser actual {exceso extensivo en L defensa). En el ptinicr caso el
culpabilísrico potque el contenido de injusto y de culpabilidad apatece tan disminuido que no se
autot sobtcpasa la medida de la legítima defensa y en el segundo los límites temporales de ésta.
ha alcanzado el límite del merecimieiuo de pena (vid. supra § 43 III 2b). En el exceso de ia
2. Básicamente, ambos supuestos de exceso en la legítima defensa son punibles si a la aiui- legítima defensa el desvalor de resultado ha disininuido sobre la base del valor que supone el
juricidad del hecho se le añaden los restantes elementos del delito. Si el defensor sobrepasa cons- bien protegido pot el autot, el desvalot de acción está ampliamente compensado por la situación
cientemente la medida de la defensa necesaria o sus límites tempotales entonces es responsalile defensiva y la voluntad de salvación, y la culpabilidad se muestra de esta forma bajo una luz
de un hecho doloso. Si sobrcvalora la intensidad del ataque y, por este motivo, inconsciente- distinca de modo que la turbación, el teinor o el pánico han dificultado esencialmente la forma-
mente hace más de lo que era necesario para la defensa, o reacciona con anterioridad por creer ción de una voluntad adecuada a la norma"*. Ciertamente, aunque la tutbación, el miedo o el
equivocadamente que el ataque estaba ya en marcha, entonces existe un error acerca de los pre- pánico deben haber sido la causa del exceso en la legítima defensa y, a la vista de la impunidad
supuestos de la legítima defensa {legítima defensa putativa) que hay que tratar de acuerdo con las que promueve el precepto, debe aceptarse un grado considerable de arrebato (BGJd NStZ 1995,
reglas del error de tipo permisivo (aplicación de la pena de acuerdo con la disposición de la im- pág. 76), sin embargo, tainbién otros estados como la ira (BGLI 3, 194 [198]), el calor de la
prudencia en el supuesto de evitabilidad del error) (vid. supra § 41 IV Id). disputa, el odio o la indignación pueden también haber descmpci'iado su papel, siempre que sólo
fueran determinantes los arrebatos asténicos (BGH GA 1969, 23 |24]) ^

II. Exceso en la legítima defensa por turbación, miedo o pánico 3. En el exceso intensivo de la legítima defensa el § 33 es aplicado tanto a los casos de
extralimitación consciente como inconsciente (RG 21, 189 [191]; 56, 33 [34]; BGH NStZ 1987,
1. El mandato del Ordenamiento jurídico de elegir el medio de defensa menos lesivo, no obstante la pág. 20; BGH NStZ 1989, 474 [475]; BayObLG JR 1952, pág. 113)^ En el sup uesto de exceso
situación de riesgo y premura, supone para el defensor un difícil cometido, puesto que la prudencia y la consciente o, incluso, intencionado sobie los límites de la defensa necesaria, la regulación legal favo-
obediencia al Derecho deben conservarse en una situación en la que el autocontrol se pierde fácilmente. A
rece ampliamente al defensor pues para su fundamentación puede aducirse que el autor repele un
ello se aiiade tainbién el hecho de que el defensor no puede demandar la protección del Ordenamiento
ataque antijurídico actual y la pérdida del autocontrol desencadenó precisamente ese ataque^.
jurídico en toda su exrensión. De allí que ya en el siglo pasado fuera introducida la posibilidad de una
atenuación. En el § 41 del StGB prusiano de 1851 el exceso en la legítima defensa por aturdimiento, miedo
o pánico, fue incluso equiparado a la legítima defensa misma a pesar de que ios distintos proyectos habían
partido de la concepción de que el exceso derivado de un arrebato "asténico" sencillamente no debía ser
imputado al autor'. teoría sobre la imputabilidad escalonada (responsabilidad por el hecho) (vid. la tercera cd. de esta obra pág.
348). A favor de una causa personal de exclusión de la pena M. E. Mayer, Lehrbuch págs. 282 ss.; Fischer,
2. Actualmente, de acuerdo con el § 33, el autor "no será castigado" si sobrepasa los lími- Norwehrüberschreitung págs. 80 ss.; v. Hippel, Tomo II pág. 213; a favor de una regla probatoria LK(9.'')
tes de la legítima defensa a causa de turbación, miedo o pánico. La Parte General de 1975 ha (Baldus) § 53 núm. 48; Schroder, ZAK 1944, págs. 123 ss. Por el contrario, Roxin, Schaffsrein-Festschrift
sustituido el elemento anterior del "aturdimiento" por el de "turbación" para definir con mayor págs. 117 ss., Henkel-Festschrift pág. 189 y Allg. Teil I § 22 núm. 69, fundamenta aquí también la exclu-
exactitud la situación anímica del agredido (vid. E 1962 § 38, Fundamentación pág. 158); ade- sión de la punibilidad de forma inmediata sobre la teoría del fin de la pena. Yendo más allá/a¿ofe, Allg. Teil
20/8 y Timpe, JuS 1985, pág. 119, únicamente atienden a si la víctima puede ser responsabilizada por la
más, de la expresión "por" ("au.s") [en lugar de la de "en" ("in"), como se recogía anteriormente]
propia culpabilidad en la causación del comportamienro extralimitado del autor.
se deduce que debe existir una relación interna entre el arrebato y la extralimitación del autor
^ Así, Rudolphi ]uS 1969, págs. 462 ss.; SK (Rudolphi) § 33 núm. 1; Schdiike/Schriider/Lenckner, § 33
(vid. BT-Drucksache V/4095) ^. La exclusión de la pena de acuerdo con el § 33 puede ser fun-
núm. 2; EserlBurkhardt, Strafrecht I núin. 11 A núm. 29; LK(1 l.'')(Spendel) § 33 núms. 39 ss.; Wessels,
damentada de modo diverso. De acuerdo con la visión más correcta se trata de una causa de Allg. Teil núm. 446; Sauren, Jura 1988, págs. 569 ss.; Fischer, Norwehrüberschreitung págs. 70 ss.
exculpación (RG 56, 33; BGH 3, 194 [198]; BGH GA 1969, 23 [24]; NStZ 1981, pág. 299; ' La famosa observación de M.E. Mayer, Lehrbuch págs. 282 ss., de que aquí "la impuración, esa
NStZ 1983, pág. 117) . A pesar de que el hecho es todavía antijurídico y de que su contenido afinada contribución de la justicia penal, es puesta en jaque por una regla to.sca", no se corresponde ya con
el Derecho vigente.
^' De esta opinión es también la doctrina mayoritaria; vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 311; Blei,
Allg. Teil pág. 212; Dreher/Trondle, § 33 núm. 3; Eser/Burkhardt, Strafrechr 1 núm. 11 A núm. 36; Frank, §
' Vid. Goltdammer, Materialen Tomo I pág. 422.
53 coinentario II; Lackner, § 33 núm. 3; LK(ll.')(Spendel) § 33 núm. 52; LK(lL'')(Hirsch) nota prelimi-
La posibilidad de atenuación de la pena prevista en el § 38 I E 1962 para todos\os casos de exceso
nar núm. 203 antes del § 32; Jakobs, Allg. Teil 20/30; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 34 núin. 30; Roxm,
intensivo en la legítiina defensa fue rachada de demasiado amplia, pues la atenuación en el marco de ios
Schaffstein-Festschrift pág. 110; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 441; Wessels, Allg. Teil núm. 446; Sauren,
límites la pena ordinaria era suficiente (vid. BT-Drucksache V/4095 pág. 14). Mostrándose conforme, Stree,
Jura 1988, pág. 570; Müller-Christmann, JuS 1989, pág. 719; Rudolphi JuS 1969, pág. 463. Por el contra-
en: Roxin y otros, Einführung pág. 39; en contra, GalLis, ZStW 80 (1968) pág. 23.
rio, a favor de la limitación de la atenuación al exceso inconsciente, Binding, Handbuch pág. 753; Sch'ónke/
^ En el mismo sentido camina la doctrina mayoritaria; vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 311; Blei,
Schroder/Lenckner, § 33 núm. 6; Schroder, ZAK 1944, págs. 123 ss.; Welzel Lehrbuch pág. 89; LK(9.'') (Baldus)
Allg. Teil pág. 211; Bockelmann/Volli. Allg. Teil pág. 130; Dreher/Trondle, § 33 niim. 3; Oao, Jura 1987,
§ 53 núm. 43; Schniidhüuser, Allg. Teil pág. 472. Esta concepción, tal y como ha demostrado Roxin,
pág. 607; Geilen, Jura 1981, pág. 378; IKill.") (Spendel) § 33 núm. 37; Lackner, § 33 núm. 1; Kohlrauschl
Schaffstein-Fesrschrift págs. 108 ss., no puede sostenerse a la vista de la historia de la codificación.
tange, § 53 comenrario X; v. LisztlSchmidt, pág. 199; SchonkelSchmderlLenckner, § 33 núm. 2; SK (Rudolphi)
§ 33 núm. 1; Welzel, Lehrbuch pág. 88; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 446 ss.; Schmidh'duser, Allg. Teil ^ Sin embargo, no es exculpable una extralimitación conipletamenre desproporcionada sobre los lí-
pág. 471 (no resulta admisible que la regulación sea superfina); Wesscls, Allg. Teil núm. 445. Por el contra- mites de la legítima defensa (disparo mortal para repeler una boferada); así, Roxin, Allg. Teil I § 22 núm.
rio, Maurach/Zipf, Allg. Teil 1 § 34 núm. 30 ve en la regtilación contenida en el § 33 una prueba para su 7'^)-, Jakobs, Allg. Teil 20/29; SK (Rudolphi) § 33 núm. 5a frenre a Dreher/Trondle, § 33 núm. 33.
530 § 45 F.l exceso en la Icgíriina defensa
§ 46 Aciuaciiín eii viruid de obediencia debida 531

!íjen}plo: Iras un duro intercambio de palabras el autot es atacado siin{)leniente con las manos pot su
N o o b s t a n t e , en casos concretos de legítima defensa piuativa p u e d e t a m b i é n decaer el r e p r o c h e
rabioso adversario; aquel se defiende con un cuchillo al no atrever.se a hacerlo con los puños a pesar de que
p o r un c o m p o r t a m i e n t o i m p t u d e n t e si p o t t u r b a c i ó n , m i e d o o p á n i c o , el a u t o r juzgó mal la
poseía una manifiesta superioridad fisica sobre el agresor (RC 2 1 , 189 119 1 ss.|).
m e d i d a de la defensa necesaria ( B G H N J W 1 9 6 8 , pág. 1885).
S I el a u t o r ha sobrepasado inconscientemente los iíiiiilcs d e la defensa necesaria, e n t o n c e s o
5- C o m o t a m b i é n la l e g í t i m a defensa p r o v o c a d a s u m i n i s t r a el d e r e c h o (limitado) a la
se ciiciicmra bajo un error de t i p o permisivo acerca de los p r e s u p u e s t o s de la legírinia defensa
auiodefen.sa si el a g t e d i d o n o p u e d e evitatlo (vid. supm § 3 2 III 3a), el § 3 3 d e b e ser t a m b i é n
(intensidad del ataque, existencia de lui m e d i o m e n o s lesivo d e defensa) o bajo u n error d e p r o -
hibición acerca d e los límites d e la causa d e justificación (vid. supm § 41 III y I V 1). E n este aplicado en este caso ( B G H 3 9 , 133 [139]) '".
caso el § .33 posee ú n i c a m e n t e el significado de q u e el error, en atención a la c o n s t i t u c i ó n a n í m i c a Ejemplos: Quien provoca la agresión de un borracho con cierras observaciones puede ser exculpado a
del agredido, siempre es considerado invencible, de m o d o que no p u e d e ser castigado ni c o n arreglo rravés del § 33 por su apuñalairiiento (de otta opinión BGH N J W 1962, 308 [309] " ) . El amante que es
al tipo i m p r u d e n t e ni t a m p o c o d e a c u e r d o c o n el doloso. descubierto por el marido puede acogerse al § 33 si no puede escapar y se defiende golpeando al agresor con
una botella de cerveza (de otra opinión, OLG Haintn N ] W 1965, pág. 1928). Por el contrario, no puede
Ejemplos: El arrendatario de una hilada de cetezos realiza, sin apuntar concretamente a nadie, un dis- reclamar la aplicación del § 33 quien habiendo sido advertido previamente de la agresión y pudiendo de-
paro de intimidación ftente a los ladrones que le cuesta la vida a uno de ellos, potque por miedo a los mandar la protección de la ¡lolicía, acaba detcndiéndose con un disparo mortal (BGH 39, 133 [140]).
hombres cuya actitud violenta le eta conocida no disparó e! arma en dirección vertical, hacia arriba, sino
que descuidadamente lo hizo de forma inclinada en dirección a los árboles (RG 56, 3 3 [34]). Un hombre
¡oven defiende a su hermana en una pista de baile frente a molestias no especialmente peligrosas proceden-
§ 46 Actuación en virtud de obediencia debida
tes de un grupo de jóvenes, de modo que asustado por el gran mrmero de agresores golpea a uno de ellos
con una botella en la cabeza (OLG Oldenburg Nds. Rpfl. 1951, 211). Un alumno se defiende frente a los V. Ammon, Der bindendc rcchtswidrige Betehl, Strafr. Abh. Heft 217, 1926; Arndt, Die strafrechdiche
puñetazos de un compañero de fortaleza física superior y "por miedo excesivo" le asesta una puñalada en el Bedeutung des militarischcn Befehls, NZWehrr 1960, pág. 145; el mismo, Grundrif? des Wehrsrrafrcchts,
cotazón, en lugar de dirigida a una parte del cuerpo menos peligrosa (BGH JR 1980, 210 [21!]). 2." ed. 1966; Comtesse, Das schweiz. Militarstrafge.serz, 1946; Ducklau, Die Befehfsproblematik bei NS-
Totungsvetbrechen, Diss. Freiburg 1976; Fuhrmann, Der hohere Befehl ais Rechtfertigung im Volketrecht,
4. Por el c o n t r a r i o , está e x c l u i d a la aplicación del § 3 3 e n el e x c e s o e x t e n s i v o d e la d e -
1963; Hanaek, Zur Problematik der gerechten Bestrafung natíonalsozialistischer Gewaitverbrecher, 1967;
fensa ( R G 5 4 , 3 6 [37]; 6 1 , 2 1 6 [ 2 1 7 ] ; 6 2 , 7 6 [ 7 7 ] ; O G H 3 , 121 [ 1 2 4 ] ; B a y O b L G J R 1 9 5 2 ,
Janssen, Die strafrechrliche Verantwortlichkeír des Soldaren für auf Befehl hegangene Sttaftaten in
pág. 113; LG M ü n c h e n I J Z 1 9 8 9 , 5 6 5 [566]), pues en este caso n o c o n c u r r e el efecto a m i n o r a d o r rechfsvergleichender Betrachtung, Diss. Bonn 1939; Jescheck, Die Vcrantwortlichkeit der Sraatsorgane nach
del injusto q u e s u p o n e la presencia de u n a situación defensiva^. E n la extralimitación c o n s c i e n t e Vólkerstrafrecht, 1952; el mismo, Veranrwortung und Gehorsam im Bereich der Polizei, Polizeiblatr für das
de la legítima defensa el a u t o r es responsable, sin más, p o r el tipo d o l o s o realizado. Land Baden-Würrtembetg 1964, pág. 97; el mismo, Befehl und Gehorsam in der Bundeswehr, en: Bundeswehr
und Recht, 1965, pág. 63; Kohli, Handein auf Befehl im schweizerischen Militárstrafrecht, 1975; Logoz,
Ejemplo: El defensof ha repelido el ataque con un dispato, pero realiza ortos dos más sobre el agresor
Vers un nouveau code penal militaire, SchwZStr 30 (1917) pág. 237; Materialien des V. Intetnationalen
que esrá indefenso y tendido en el suelo (RG 62, 76).
Kongtesses der Gesellschaft für Milirárstrafrecht zum Thema "L'obéissance militaire", Revue de droit penal
Si el defensor yerra acerca d e la actualidad d e la agresión, e n t o n c e s c o n c u r r e u n error d e militaire X (1971) Heft 1; Müller-Rappard, L'ordre supérieur militaire et la responsabilité pénale du
tipo permisivo comían q u e tiene lugar p o r t u r b a c i ó n , iniedo o p á n i c o , circunstancias estas q u e subordonné, 1965; Nuvolone, Valori costituzionali della disciplina militare usw., Rassegna della giustizia
d e b e n ser tenidas en c u e n t a en el m a r c o del exainen d e la evitabilidad d e aquél. Si en la legítima militate 1979, pág. 22; Oehler, Die sttafrechtiiche Vetantwortlichkcit des miiitárischen Untergebenen für
defensa putativa el a u t o r sobrepasa los límites d e la defensa necesaria n o hay posibilidad d e apli- Handein auf Befehl im franzosischen Recht, Festschrift für U. Srock, 1966, pág. 237; Qjteralt Jiménez, La
obediencia debida en el Código penal, 1986; Rodríguez Devesa, La obediencia debida en el C P M de 1985,
car el § 3 3 , pues a n t e la ausencia d e u n a situación defensiva n o existe n i n g ú n m o t i v o para privi-
Festschrift für E. Córrela, 1987, pág. 3 [edición especial]; Schirmer, Befehl und Gehorsam, 1965; Schblz,
legiar situaciones de arrebato p o r vía de la plena exculpación ( B G H N J W 1 9 6 2 , 3 0 8 [309]) ' .
Zur Verbindlichkeit des Befehls USW., Festschrift für E. Dreher, 1977, pág. 479; Schwaiger, Der
Anwendungsbercich des § 5 WStG, NZWehrr 1961, pág. 64; Schwenck, Wehrsrrafrecht im System des
Wehrrechts, 1973; Schwlnge, Befehl und Gehorsam, ZAK 1938, pág. 147; Stoecker, § 47 MStGB in
* Y así, fue ya Goltdammer, Materialen Tomo I pág. 422, quien restringió la extralimitación exculpante geschichtiicher, rechtsvergieichender und rechrspolitischer Betrachtung, Diss. Marburg 1938; Stratenwerth,
en la legítima defensa al supuesto del error en la elección del medio. Asimismo, en la doctrina actual, Dreherl Veranrwortung und Gehorsam, 1958; Vogler, Zum Einwand des Handeins auf Befehl im Vólkersrrafrecht,
Trondle, § 33 n ú m . 2; EserlBurkhardt, Strafrecht I mim. 11 A mím. 4 1 ; Lackner, § 33 núm. 2; Geilen, jura
1981, pág. 379; KohlmuschlLange, § 53 comentario X; LKO.") (BaUíis) § 53 mim. 45; Maurach/Zipf. M\2,.
Teil 1 § 34 n ú m . 27; Müller-Christmann, JuS 1989, pág. 718; Stratenwerth, Allg. Teil I n ú m . 448;
Schmidhauser, Allg, Teil pág. 473; Wessels, Allg. Teil núm. 447; //. Mayer, Grundrií? pág. 101; SK (Rtidolphi)
§ 33 núm. 2; Welzet, Lehrbuch pág. 89. De orra opinión, Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 310 ss.; Blei,
Festschrift pág. 120; Schonke/Schróder/Lenckner, § 33 núm. 8; Fischer, Notwehrüberschreitung pág. 97; SK
Allg. Teil pág. 2l\\jakohs, Allg. Teil 2 0 / 3 1 ; Roxin, Schaffstein-Festschrift pág. 117; el mismo, Allg. Teii 1 §
(Rtidolphi) § 33 núm. 6.
22 núms. ^^ ss.; Sch'ónkefSchroderlLenckner, § 33 núm. 7, quien también aplica el § 33 al exceso extensivo;
'" Así, Dreher/Trondle, § 33 núm. 3; Bitzilekis, Die neue Tendenz pág. 194; LK(11.") (Spendel) § 33
también a favor del exceso extensivo posterior, LK(11.") (Spendel) § 33 núm. 8; Otto, Jura 1987, pág. 606;
núm. 74; Lackner, § 33 núm. 4; Maurach/Zipf, í\\\g. Teil I § 34 núm. 30; Rudolphi, JuS 1969, págs. 465 ss.;
Timpe, ]uS 1985, págs. 120 ss.
Roxin, Schaffstein-Fcstschfift págs. 123 ss.; Schonke/Schroder/Lenckner, § 33 núm. 9; SK (Rudolphi) § 33
' En profundidad sobre la cuestión, Rudolphi, JuS 1969, págs. 463 ss. Por el conttario, a favor de la núm. 5.
aplicación analógica del § 33 a casos concretos de exceso en la legítima defensa putativa, Roxin, Schaffstein-
'' Críticamente en relación con la restricción del § 33, Schriider, )R 1962, pág. 189.
532 § 46 La actuación en virtud de obediencia (ichid.i 11. Los liniitcs del electo e.xculpantc en la orden no vinculante 533

Revuc de droit penal militaire 1968, pág. 111; ÍÍ Weber, Oie strafrcchrliclie Vcrantworrlichkcit für Handcln acción p u n i b l e reside, de forma similar a como sucede con el esrado de necesidad exculpanre v el
auf Befehl, M D R 1948, pág. 34; Würtenberger, Der Irrtum übcr dic Vólkerrechtm;íí?igkcit des hoheren BeFclils exceso en la legítima defensa, en la sustancial d i s m i n u c i ó n del injusto de acción y del c o n t e n i d o
im Srrafrechr, M D R 1948^ pág. 2 7 1 . de la culpabilidad del hecho (vid. supra § 4 3 III 2b). El subordinado cree actuat conforme a Dere-
Vid., además, las referencias bibliográficas ames de! § 35. cho, actúa con vohmtad de cinnplu el deber de obediencia cuya inobservancia está sancionada para
los funcionarios a través del Derecho disciplinario, y para los .soldados, incluso, por el p r o p i o Derecho
penal (§§ 19-22 W S t G ) '. También está reducido el reproche de culpabilidad que puede ser formula-
I. La a c t u a c i ó n e n c u m p l i m i e n t o d e o b e d i e n c i a d e b i d a c o m o causa d e justificación d o frente al subordinado que no reconoce la punibilidad del c o m p o r t a m i e n t o ordenado, pues el deber
y de exculpación de examen de quien actúa en virtud de obediencia debida es restringido, ^funcionario sólo tiene,
pues, el deber de verificar el carácter vinculante de u n m a n d a t o emitido por el superior competente si
1. El d e b e r de o b e d i e n c i a del s u b o r d i n a d o se f u n d a m e n t a p o r m e d i o d e cualquier orden
existen tazf)nes para creer que le es exigida la comisión de una acción punible. Básicamente, debe
vinculante; esto rige t a n t o para los funcionarios c o m o para los s o l d a d o s . El s u b o r d i n a d o q u e
poder confiar en que todas las órdenes dictadas por el superior se mantienen d e n t r o del mateo del
ejecuta u n a o r d e n v i n c u l a n t e , d a d o q u e está o b l i g a d o a obedecerla, actúa c o n f o r m e a D e r e -
sometimiento a la Ley y al Derecho (art. 20 111 G G ) . Al soldado (al igual que a \o^ funcionarios ejeaiti-
c h o incluso si el m a n d a t o q u e le ha sido i m p u e s t o c o n t r a d i c e con su c o n t e n i d o el O r d e n a m i e n -
vos que recurren al uso directo de la fuerza en ejecución de un m a n d a t o oficial) no le corresponde
to jurídico (por e j e m p l o , p o r i m p l i c a r u n a infracción a d m i n i s t r a t i v a o u n a acción q u e n o está
ningún deber de exainen. Por regla general ni siquiera le compete un derecho a verificar la orden, pues
p e r m i t i d a ) (vid. supra § 3 5 11 3) ' .
tiene que "ejecutarla con todos los medios a su alcance, concienzuda e inmediatamente" ( § 1 1 1 2
2. Por el c o n t r a r i o , u n a o r d e n q u e n o p o s e e carácter v i n c u l a n t e sólo es tenida en c u e n t a SG). El soldado sólo está legitimado y obligado a formular objeciones si se da cuenta de q u e el supe-
c o m o c a u s a d e e x c u l p a c i ó n . El s u b o r d i n a d o q u e ejecuta u n m a n d a t o p e n a l m e n t e ilícito actiia rior ordenante se encuentra en u n error sobre las circunstancias materiales y que, caso de haberias
típica y a n t i j u r í d i c a m e n t e incluso a u n q u e crea en la o b l i g a t o r i e d a d d e la orden ^. La posibilidad reconocido, probablemente n o habría dado la orden, así c o m o cuando ello resulta manifiesto de acuerdo
de q u e u n a o r d e n antijurídica p u e d a c o n s t i t u i r u n a causa de e x c u l p a c i ó n se d e d u c e para \os,fim- con las circunstancias por él conocidas ( B G H 19, 2 3 1 [234]). Lo m i s m o rige para el caso en el que el
cionarios d e los siguientes preceptos: § 5 6 II 3 B B G , § 3 8 II 2 B R R G , § 7 5 II 3 L B G B a d e n - subordinado advierte o resulta evidente que con el seguimiento de la orden se colaboraría en la c o m i -
W ü r c t e m b c r g : si no es reconocible p o r el f u n c i o n a r i o la p u n i b i l i d a d del c o m p o r t a m i e n t o q u e le sión de un hecho punible (§ 11 II 1 SG).
ha sido e n c a r g a d o q u e d a libre de responsabilidad. Por el c o n t r a r i o , para los soldados el efecto de
4. La actuación en virtud de obediencia debida es una causa de exculpación autónoma que, simultá-
la o r d e n c o m o causa d e exculpación se e x t i e n d e m á s allá: el s u b o r d i n a d o sólo es responsable si
neamente, presenta un ttatamiento especial en relación con el error de prohibición^. Mientras que toda
reconoce el carácter delictivo q u e s u p o n e la ejecución de la o r d e n o si, d e c o n f o r m i d a d c o n las
persona tiene que responder por sí misma de la adecuación a Derecho de sus acciones y, por ello, también
circunstancias q u e le s o n c o n o c i d a s , tal carácter es manifiesto ( § 5 1 W S t G , § 11 II 2 S G ) . La debe responsabilizarse penalmente de la corrección materia! de sus decisiones, en cambio, dentro del apara-
c o r r e s p o n d i e n t e legislación rige p a r a los funcionarios ejecutivos d e la F e d e r a c i ó n c u a n d o en vir- to burocrárico y de la jerarquía militar rigen otras leyes. Para el subordinado es determinante la confianza en
t u d d e u n m a n d a t o t i e n e n q u e hacer uso directo d e la fuerza (§ 7 II U Z w G ) ^. la autofidad del superior y el hábiro de obediencia, mientras que, básicamente, de la corrección mareria! del
mandato impuesto sólo responde el superior. Dado que, por consiguiente, derecho y deber están configura-
3 . El motivo por el que p u e d e ser exculpada la comisión en virtud de obediencia debida de u n a
dos de otro modo para funcionarios y militares, también la causa de exculpación del actuat en virtud de
obediencia debida debe set tratada según sus piopias reglas (BGH 5, 239 1244]; BGH LM § 47 MStG
núm. 3). Aquí pertenece también el tratamiento especial del eiror de prohibición que, a diferencia del § 17,
inciso segundo, solamente es castigado si resulta evitable sin la menor reflexión ^.

' Ya anteriormente en este sentido, Ammon, Der bindende rechtswidrige Befehl pág. 48. Actualmen- II. Los l í m i t e s del efecto e x c u l p a n t e e n la o r d e n n o v i n c u l a n t e
te vid. LK (U.") (Hirsch) nota preliminar núm. 177 antes del § ?>2; Jakobs, Allg. Teil 16/11 ss.; ScholzJ
Lingens, § 2 WStG núm. 34; Sch'ónkelScbr'óderlLenckner, nota preliminar núm. 88a antes del § 32; Schwenck, U n m a n d a t o q u e no resulta obligatorio sólo es p l a m c a d o c o m o causa d e exculpación c u a n -
Wehrstrafrecht pág. 92; Stratenwerth, Verantwortung págs. 181 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 450. d o el s u b o r d i n a d o lo ha e s t i m a d o de o b l i g a d o c u m p l i m i e n t o y p u d o c o n s i d e r a r l o de tal
- Vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 4 5 1 ; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 16 antes del § 32;
SchbnkelSchroderlLenckner, nota preliminat núm. 121 antes del § 32; SchblzJLingens, § 5 WStG núm. 5;
Wessels, Allg. Teil núm. 450. Acerca del error sobre el carácrer vinculante de la orden, Scholz, Dreher-Festschrift págs. 483 ss.
^ Puede decirse que para los funcionarios ejecutivos de los "ÍMnder"s,c echa parcialmente en falta ^ Así, Schólz/Lingens, § 5 WStG núm. 1; Schwenck, Wehrsrrafrecht pág. 90; Wessels, Allg. Teil núm.
una regulación de esta naturaleza (vid., por ejemplo, §§ 49 ss. de la Ley de Policía de Baden-Württemberg 450. Enfatizando el tratamiento especial para el caso del error de prohibición, Maurach/Zipf Allg. Teil 1 §
en su redacción de 13.1.1992, GBl. BW pág. 1), aunque provisionalmente sea de aplicación correspon- 34 núm. ly, Jakobs, Allg. Teil 19/53; Roxin, Allg. Teil I § 21 núm. 70; SchbnkelSchroderlLenckner, nota
diente el § 7 U Z w G . La O r d e n del Ministerio de Interior de B a d e n - W ü r t t e m b e r g de 13.5.1969 ptcliminar núm. 121 antes del § 32; LK(1 ¡."jíSchroeder) § 17 núms. 52 ss.
(Gemeinsames Amtsblatt pág. 350) contiene una regulación correlativa a la recogida en el § 7 11 2 UZwG. '' El error del subordinado de que una orden justifica cualquier actuación es error de prohibición que
Para los empleados públicos que desarrollan funciones ejecutivas en centros penitenciarios y que deben en la actualidad ya no puede seguir siendo considerado como inevitable. Así, BGH 22, 223 en relación con
hacer uso directo de la fuerza por orden de sus superiores, rige el § 97 II StVollzG cuyo contenido se el § 47 MStGB; Arndt, Grundrifi pág. 119; Schwenck, Wehrstrafrecht pág. 96. A favor de la aplicación del §
corresponde con el del § 7 II UZwG. 5 WStG también para estos casos, SchSlzJLingens, § 5 WStG núm. 10.
534 § 46 I.a actuación cu virtud tic obediencia deluda II. l.os líniilcs del etecro c.xculjiaiue en la orden no vincuianrc 535

m o d o ^. N o c o n c u r r i e n d o estas circunstancias, ni el injusto d e la acciiHi in el c o n t e n i d o d e la l-jeiiijilos: A los médicos de un hos[iiijl que han colaborado en la muerte de enfermos mentales les fue
reconocible la punibiliclad del conqionaniiento encomeiulado y, en consecuencia, no fueron exculpados por
c u l p a b i l i d a d del h e c h o se r e d u c e n lo suficiente c o m o para p o d e r hacer d e c a e r el r e p r o c h e
la orden de sus superiores (C)Í.G branklurr .SjZ ¡947, 621 [627 ss-j). Lo correspondiente rige para los fun-
culpabilístico'^.
cionarios de la Gesiapo que colaboraron en la deporiación de la población judía (BGH 2, 234 [240 ss.]).
!- Si el s u b o r d i n a d o sabe q u e ni siquiera se han c u m p l i d o los requisitos formales d e u n a
La estricta delimitación del efecto exculpante de los m a n d a t o s oficiales en el á i n b i t o civil
orden v i n c u l a n t e (vid. supm § 3 5 II 2a), entonces (alta el más m í n i m o (undameEito para la prc-
está por ello justificada, pues los funcionarios a s u m e n la completa responsabilidad pcnsonal p o r
suncióii d e legalidad. El s u b o r d i n a d o se e n c u e n t r a Ireiite al sujicrior en u n a situación q u e en
la legalidad d e sus a c t u a c i o n e s oficiales (§ 5 6 I B B G , § 3 8 I B R R G , § 7 5 I L B G B a d c n -
nada difiere d e cualquier otra relación fáctica de poder.
W t i r t t e m b e r g ) d a d o q u e , p o r regla general, tienen el t i e m p o y la o p o r t u n i d . a d d e verificar las
Ejemplos: La orden del jefe de estación al conductor de un tren |iara que éste no inicie su trayecto, con órdenes q u e reciben y p o r q u e el aparato civil del Estado no se paraliza p o r las objeciones de
la finalidad de llevar a cabo una huelga ¡legal, carece de carácter vinculante por extraliniitación de compe- aquéllos sino q u e fortalece su a u t o r i d a d c o m o institución jurídica.
tencias (RG 56, 412 [418]) y no puede beneficiar al subordinado que conoce esta circunstancia. I,a orden
del superior jerárquico militar, basada en un enojo personal, de detener a una persona civil y conducirlo a la b) E n el á m b i t o castrense las cosas son, p o r el c o n t r a r i o , bien distintas p o r q u e no p u e d e
policía, se encuentra fuera del alcance de las misiones oficiales y, por ello, no es vinculante; el subordinado ser r e c o n o c i d o el d e r e c h o del s u b o r d i n a d o a examinar la orden recibida. A n t e r i o r m e n t e sólo per-
que sabe esto no es exculpado (de acuerdo con la RG 7 1 , 284). judicaba al s u b o r d i n a d o el conoctniiemo positivo de q u e a través del m a n d a t o el s u p e r i o r jerárqui-
co "perseguía" la c o m i s i ó n de un delito grave o m e n o s grave (§ V] I niíiti. 2 M S t G B 1940) "^.
2. Si el s u b o r d i n a d o sabe q u e faltan los requisitos materiales para q u e la o r d e n sea v i n c u -
D e a c u e r d o con el D e r e c h o vigente, p o r el c o n t r a r i o , ya no resulta e x c u l p a d o si es manifiesta la
lante (vid. supra § 3 5 II 2 b ) y, especialmente, q u e con su ejecución cometería u n a acción delictiva,
ilicitud penal de la ejecución de la orden de a c u e r d o con las circunstancias p o r él c o n o c i d a s , esto
e n t o n c e s t a m p o c o p u e d e acogerse a la p r e s u n c i ó n de legalidad pues ya ha t e n i d o c o n o c i m i e n t o
es, si es tcconocible sin más p o r cualquier persona ( § 5 1 W S t G , § 11 2 S G ) " . La m i s m a regu-
positivo de lo c o n t r a r i o . El c o n o c i t n i e n r o significa en este c o n t e x t o c o n o c i m i e n t o seguro (BGFI
lación rige para los funcionarios ejecutivos d e la Federación q u e t i e n e n q u e recurrir al uso direc-
5, 2 3 9 [ 2 4 4 ] ; 1 9 , 2 3 1 [ 2 3 4 ] ; 2 2 , 2 2 3 [225]) ' . D e a h í q u e n o sea e x c u l p a d o el s u b o r d i n a d o q u e
to d e la fuerza ( § 7 11 2 U Z w G ) . La responsabilidad del s u b o r d i n a d o p o r la ilicitud penal m a n i -
ejecuta u n a o r d e n con c o n o c i i n i c n t o cierto d e su antijuricidad. Esto rige en igual m e d i d a para
fiesta de la o r d e n rige t a m b i é n para delitos i m p r u d e n t e s c o m o c u a n d o , p o r e j e m p l o , la orden
funcionarios (§ 56 II 3 B B G ; § 3 8 II, inciso s e g u n d o , B R R G ; § 7 5 H, inciso tercero, L B G B a d e n -
dirigida al c o n d u c t o r d e c o m e t e r u n a infracción administrativa c o n t r a la s e g u r i d a d del ttáfico
W ü r t t c m b c r g ) , para soldados ( § 5 1 W S t G ; § 11 II 2 SG) y para funcionarios ejecutivos q u e
viene a c o t n p a ñ a d a , c o n alta probabilidad, del o c a s i o n a m i e n t o d e la m u e r t e a u n t r a n s e ú n t e ( B G H
deben hacer uso directo d e la fuerza ( § 7 112 U Z w G ) .
19, 2 3 1 [ 2 3 3 ss.]) '^. El m o t i v o por el q u e los soldados son tratados m á s b e n é v o l a m e n t e q u e los
Ejemplos: El empleado municipal que ejecuta una detención por orden del alcalde, cuya antijuricidad funcionarios, p e r o inás severamente q u e en c o m p a r a c i ó n con el D e r e c h o milirar vigente hasta
le consta, es culp,able de detención ilegal (RG 6, 432 [440]; vid., también, RG 54, 337). Un soldado que en 1 9 4 5 , reside en las necesidades del servicio m i l i t a t tal y c o m o d e b e n ser e n t e n d i d a s bajo el Esta-
el mes de marzo de 1945, en ejecución de una orden cuyo carácter delictivo conocía, colaboró en el fusila- d o d e D e r e c h o . U n d e r e c h o del s u b o r d i n a d o a verificar la o r d e n sería t a m b i é n h o y i n c o m p a t i b l e
miento de trabajadores extranjeros, fue condenado con acierto por asesinato (BGH 15, 214 [217]).
c o n la esencia del seivicio militar ( B G H 3 9 , 168 [189]), pero en el á m b i t o castrense t a m p o c o
3 . Las d u d a s c o t n i c n z a n en la cuestión relativa a si u n a o r d e n v i n c u l a n t e deja d e liberar d e p u e d e n resultar exculpablcs la inconsciencia o la ceguera jurídica. El c o n t e n i d o d e c u l p a b i l i d a d
responsabilidad al s u b o r d i n a d o q u e a u n q u e , c i e r t a m e n t e , n o ha c o n o c i d o positivaitientc la a n t i - del h e c h o reside en q u e en los casos de u n a antijuricidad penal manifiesta, atín c u a n d o el a u t o r
juricidad d e la acción q u e le fue e n c o m e n d a d a , sin e m b a r g o , pudo haberlo hecho si hubiera pres-
tado atención suficiente.

a) Para el f u n c i o n a r i o rige la regla en v i r t u d d e la cual u n m a n d a t o deja d e ser c o n s i d e r a -


"^ Riguroso en el sentido de "haberse propuesto" el delito, Schwinge, ZAK 1938, págs. 147 ss.; Stoecker^
do c o m o causa de exculpación si fue r e c o n o c i b l e la c o n d i c i ó n d e delito o de infracción a d m i -
§ 47 MStGB pág. 55. Vid., adem.ís, RMG 13, 180 (184); 19, 190 (195). El significado práctico de la
nistrativa del c o m p o r t a m i e n t o e n c o i n e n d a d o (§ 5 6 II 3 B B G , § 3 8 II 2, inciso s e g u n d o , B R R G ; limitación al conocimiento positivo viene mostrado por sentencias de la Primera Guerra Mundial: dos ofi-
p o r el c o n t r a r i o , de a c u e r d o c o n el § 7 5 II, inciso tercero, L B G B a d c n - W ü r t t e m b c r g , el f u n c i o - ciales de marina fueron condenados por complicidad en el homicidio porque, en virtud de la orden de su
nario deja sólo d e ser e x c u l p a d o si la ¡licitud penal o administrariva de la c o n d u c t a o r d e n a d a era comandante, habían hundido botes salvavidas de un barco hospital ingles que fue torpedeado para ocultar
reconocible "sin más"). Para su identificabilidad lo i m p o r t a n t e es q u e c o n c u r r a n p u n t o s de refe- así el crimen de guerra cometido; en cambio, el comandante de un subtnarino fue absuelto al entender
rencia q u e d e b i e r o n s u m i n i s t r a r al f u n c i o n a r i o objeciones frente a la legalidad del m a n d a t o . como represalia admisible en Derecho internacional la orden de hundir otro barco hospital (RG en; Verh.
D. Reichstags, 1. Wahlperiode 1920/21, Tomo 368, anexo núm. 2584 pág. 75 [87] y 28 [31], respectiva-
mente). Vid., además, respecto a la Segunda Guerra Mundial OLG Stuttgarr HESt 2, 223 (orden de no
hacer prisioneros); OLG Freiburg JZ 1951, pág. 85 (fusilainiento sin juicio de desertores tras la capitula-
ción), con comentario crítico de v. Weher. Ejemplos adicionales pueden encontrarse en Arndt, NZWehrr
' De ahí que no pueda acogerse a la obediencia debida quien la ha provocado con inscientemente mc-
1960, pág. 147.
diante una información íalsa (BGH 19, 33 [35]).
^ En relación con la responsabilidad criminal del funcionario \-¡¿. Jescbeck, Polizeiblatt 1964, págs. '' Al respecto vid. LK(ll.'')(Hirsch) nota preliminar núm. 177 antes del § 32; ScholzILingens, § 5 WStG
100 ss.; acerca de la responsabilidad penal del soldado, el mismo, Betehí und Ciehorsam in der Bundesweiir núms. 12 ss.; Schwenck, Wehrstrafreclu pág. 147; Schirmer, Befehl págs. 92 ss., con numerosos ejemplos;
págs. 89 ss. Scbweiger, NZWehrr 1961, 64 ss.; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 121a antes del § 32.
' Vid. Schrdz/Lingens, § 5 WStG luim. 9. '- Adviertiendo acerradamente sobre ello, LK(Íl.'^)(Hirscb) nota preliminar núm. 177 antes del § 32.
536 § 46 La actuación en virtud ¿c obediencia dcl>ida III. [derecho extranjero 537

interviene en v i r t u d de m a n d a t o , se c o n i p r n e b a u n a deficiencia inexcusable en la a c t i t u d jurídica plenamente responsable por la ejecución de órdenes dirigidas a la comisión de una acción anrijurídica (art.
i n t e r n a del s u b o r d i n a d o (de forma correlativa el § 9 11 iisrerr. S i G B acepta la evitabilidad del 22 mim. 3). Resulta dudoso " que sigan resultando aplicables los principios suministrados por el Derecho
error de p r o b i b i c i ó n "si para el a u t o r el injusto fue íácilniente reconocible c o m o para c u a l q u i e r penal militar ftancés, segiin los cuales, era exculpado el subordinado que actuaba con buena fe si la antijuri-
otra persona"). A pesar d e q u e las relaciones jerárquicas en el servicio de policía n o son c o m p l e - cidad de la acción ordenada no era mamhesra '^. El § 5 WStG tiene su cotrespondencia en Italia con la
t a m e n t e iguales, esta regulación rambie*n resulta aplicable a los funcionarios q u e desarrollan ta- regulación del art. 4 sobre "Norme di principio sulla discipline militare" de la Ley de 11.7.1978 núm. 382 " .
También en el vigente Detecho británico '" queda iinpune el subordinado que cree en el deber de obdiencia
reas ejecutivas y q u e d e b e n hacer uso d i r e c t o de la fuerza.
a no ser que la orden sea manifiestainentc antijurídica ("manifestly ilegal") (Manual of Military Law 1958,
Ejemplos: El capitán de un barco militar de bloqueo que conforme a ia orden recibida deja que un Parre I, Cap. V, art. 24) ^'. En la misma línea camina también el Derecho norteamericano: está exculpado el
soldado, que fue derenido como espía, se hunda con un barco torpedeado, no podía .ser exculpado segiln el subordinado no ha reconocido la antijuricidad de la orden si tampoco hubiera podido hacerlo una persona
§ 5 WStG pues la orden fue manifiestamenre delictiva (vid. BGH 5 StR 321/66 en Hanack, Besrrafung razonable (Basic Field Manual, Rules of Land Warfare, 1956, art. 409) ^^. El Derecho español coincide en
nationalsozialistischer Gewalrverbrecher pág. 57). Si a un .soldado que sólo ha sido formado en la infantería esencia con el alemán (art. 8 mim. 12 C.p. y art. 25 del Código penal militar) -^. El Derecho neerlandés
se le ordena la ejecución de una voladura, con io que resulta evidente que el superior lo confundió con un plantea la cuestión de la responsabilidad del subordinado en el ámbito de la discrecionalidad del tribunal "''.
zapador, debió entonces habérselo advertido y al no hacerlo no es exculpado en caso de accidente (vid. tam- En Bélgica la orden antijurídica que el subordinado ha ejecutado de buena fe constituye una causa de exclu-
bién la BGH 19.231 [234]). sión de la pena (excuse absolutoire) (art. 152 y 260 C.p.) ^'. En Derecho neerlandés la orden manifiesta-
mente antijurídica no es vinculante y el superior es responsabilizado como autor .mediato del hecho (art. 22
c) Para el s u b o r d i n a d o q u e n o ha sido e x c u l p a d o en v i r t u d del § 5 1 W S t G , el § 5 11 del
C.p.). Resulta exculpado el subordinado que no ejecuta una orden que no es manifiestamente ilegal y cuya
m i s m o c u e r p o legal prevé u n a c i r c u n s t a n c i a e s p e c i a l d e a t e n u a c i ó n d e la p e n a , basada en la anrijuricidad tampoco reconoce; el carácter manifiesto de la ilegalidad se determina de acuerdo con las cir-
d i s m i n u c i ó n d e la c u l p a b i l i d a d , si las c i r c u n s t a n c i a s en las q u e se e n c o n t r a b a e j e c u t a n d o la or- cunstancias del hecho, la inteligencia y la cultura del subordinado .
d e n dificultaban s u s t a n c i a l m e n t c la f o r m a c i ó n de la v o l u n t a d a d e c u a d a a la n o r m a (por e j e m p l o ,
u n a situación d e c o m b a t e desesperada, d e s m o r a l i z a c i ó n p o r p é r d i d a s i m p o r t a n t e s , a g o t a m i e n t o 2. El aparrado de Derecho extranjero muestra que no existe una regulación unitaria del problema de la
p o r u n a larga i n t e r v e n c i ó n ) . E n este caso el tribunal/Í/Í-IS'Í fijar la p e n a d e n t t o del m a r c o p u n i t i - obediencia debida. De todos modos, se percibe que ninguno de los Ordenamientos jurídicos aludidos sigue
el principio de la obediencia incondicional y que también ninguno de ellos deja completamente indefenso
vo a t e n u a d o del § 4 9 I e, incluso, p r e s c i n d i r c o m p l e t a m e n t e de ella en supuestos de delitos m e -
al subordinado ^^. La regulación del § 5 WStG se encuentra en la mitad de ambos extremos y coincide con
nos graves. A d e m á s , el § 5 W S t G no excluye otras causas de exculpación. El s u b o r d i n a d o p u e d e ,
otros grandes Ordenamientos jurídicos.
por e j e m p l o , q u e d a r d i s c u l p a d o p o r vía del § ,35 a cau.sa de u n e s t a d o de necesidad o r i g i n a d o
p o r la o r d e n (vid. supra § AA II 2) '^.
''' Tampoco la aportación francesa de Paucot, Rev dr pén mil X (1971) págs. 160 ss., da explicación
alguna sobre ello.
III. D e r e c h o extranjero '* Sobre ello vid. Mülkr-Rappard, L'ordre supérieur págs. 102 ss.; Oehler, Stock-Festschrift págs. 250 ss.
" Vid. BettioUPettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 373 ss.; Nuvolone, Rassegna di giustizia militare
1. El Derecho austríaco sólo contiene en el § 3 11 MilStG que puede prescindirse de la persecución de 1979, págs. 22 ss.
un soldado por la comisión de un deliro si éste es de escasa importancia. Por lo demás, son aplicables las
''^ Acerca de la peculiar evolución jurídica en Gran Breraña y en los EE.UU. vid. Fuhrmann, Der
reglas generales sobre el error y el estado de necesidad ' ^ Por el contrario, Suiza atiende al Derecho alemán
hohere Befehl págs. 32 ss.; Vogler, Rev dr pén mil VII (1968) págs. 123 ss.; Stuhbs, Rev dr pén mil X (1971)
anterior: segiin el arr. 18 MSrGB el subordinado sólo es punible cuando sabe que con el seguiínienro de la
págs. 283 ss.
orden colabora a la comisión de un delito grave o menos grave; en el resto de los supuestos queda exculpa-
^' Vid. Grünhut, Das englische Strafrecht pág. 206; Kenny/Turner, Outlines pág. 67.
do. Además, el art. 18 II prevé la posibilidad de exonerarlo de la pena. Se rechaza la exrensión de la respon-
^^ Honig, Das ametikanische Strafrecht pág. 165; Dommer, Rev dr pén mil X (1971) págs. 305 ss.
sabilidad por acciones cuya punibilidad/)!/fl'o haber reconocido por considerarla incompatible con la disci-
^^ Vid. Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 521 ss.; Cobo del Rosal/Vives Antón, De-
plina militar "". De acuerdo con el DecKW francés áe 1.10.1966 sobre Disciplina Militar, el subordinado es
recho penal págs. 531 ss.; Mir Piiig, Adiciones Tomo I págs. 547 ss.; Rodríguez Devesa, Correia-Fesrschrift
(edición especial). En relación con la Guardia Civil, Qiieralt Jiménez, Obediencia págs. 452 ss. [Hay que adver-
tir, no obstante, que en el vigente art. 20 CP de 1995 ha desaparecido la obediencia debida como causa de
'3 Vid. MaurachIZipf, Allg. Teil I § 34 niím. 25. Tal y como con razón advierte Scholz/Lingens, § 6 exención de la responsabilidad criminal. A pesar de ello, algunos autores reconducen alrota estos supuestos por
WStG, la inaplicabilidad del § 35 para el caso de iniedo a un peligro personal sólo rige en relación con vía de la eximeirte contenida en el art. 20.7.° CP en su modalidad del cumplimiento de un deber. Asimismo,
riesgos profesionales específicos y no en el supuesro de compulsión por medio de una orden manifiestamen- el art. 21 del Código penal militar de 1985 dispone que serán "de aplicación las causas eximentes de ia respon-
te antijurídica; acerca del § 35 1 2 vid. Roxin, Allg. Teil I § 22 mlm. 4 1 . sabilidad criminal previstas en el Código Penal. No se estimará como eximente ni atermante el obrar en virtud de
''^ Al respecto vid. Fuhrmann, Det hoherc Befehl págs. 56 ss., 127 ss.; Janssen, Strafrechtiiche obediencia a aquella orden que entrañe la ejecución de actos que manifiestamente sean contrarios a las leyes o usos ck
Veranrwortlichkeit des Soldaten págs. l 4 ss.; Jescheck, Volkerstrafrecht págs. 255 ss.; Stratenwerth, la guerra o constituyan delito, en particular contra la Constitución" (N delT)].
Veranuvortung und Gehorsam págs. 27 ss.; v. Weber, M O R 1948, págs. 271 ss. Vid., además, los materiales •'•^ Vid. Kersten, Rev dr pén mil X (1971) págs. 256 .ss.
relanvos al tema de "L'obéissance militaire etc.", Rev dr pén mil X (1971) págs. 51 ss. ^' Vid. Hennau/Verhaegen, Droir penal general mim. 266; DupontíVerstraeten, Handboek mim. 356.
'^ En relación con el § 535 del anterior StGB austríaco que excluía expresamente la otden como ' ' Vid. Fragoso, Linóes págs. 221 ss.; da Costa jr. Comentarios, Art. 22 comentario núm. 2; de Jesús,
causa de exculpación vid. Rittler, Tomo I págs. 135 ss. Direito penal págs. 435 ss.
" Comtesse, Att. 18 MStGB comentario mim. 6; Logoz, SchwZStr 30 (1917) págs. 250 ss.; Kohli, ^' Vid. Vogler, Rev dr pén mil Vil (1968) págs. 126 ss. Acerca de la jurisprudencia alemana en la
Handeln auf Befehl págs. 37 ss. época de 1945 a 1965 Ducklau, Die Befehlsprobleirratik bei NS-l'otungsverbrechen, Diss. Freiburg 1976.
53^) § 47 Conflicto de deberes, inexigibilidad \' acfM.-uiíHi en conciencia 1. 1:1 conílicio de deberes como cansa de excül|iación siijiraiegal 539

§ 47 Conflicto de deberes, inexigibilidad y actuación en conciencia Noisiandsproblem, ZStW 63 (1951) pág. 4 / ; Wiílig, Der übergesetzlichc Scluddausschlieí?ung,sgrund der
c o m o causas de exculpación supralegales Unzunuiibarkeit in verfassinigsrecluliclier Sicht, JZ 1969, jxíg. 546.

Las catisás de justifuación son d e d u c i d a s del c o n j u n t o del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o , p u d i c n -


Achaihach, Wiedcrbelebung der allgemeinen Nicluzunuitbarkeitsklausel ini Strafreclit? JR 1975, pág.
492; Arndt, Umweir und Rechc, N J W 1966, pág. 2204; Baratía. Aiuinomie giuridiclie e conflitti di coscienza, d o pertenecer a la ley, a la c o s t u m b r e o al D e r e c h o siiprapositivo (vid- supra § 31 HI 1 y 2). Por
1963; Bloy. Die dogniarische Bedeutung der StrafausscblieBnngs-und SrrafauflicbungsgrüiKie, 1976; el coiiirario, las causas d e e x c u l p a c i ó n están v i n c u l a d a s a la ley y, más c o n c r e t a m e n t e , a la ley
tíockfhnann, Zur Problematik der Sondcrstellung ven Über/.eugungsvcrbrechern, Fcstschrift für H. Wclzel, penal, puesto tjuc la pregiinia ¿c s¡ I reme al a i u o r d e una acción t í p i c a m e n t e antijurídica n o
1974, pág. 543; Bockenfórde, Das Grundrecht der Gewissensfreihcit, Veroffcntliciiungen der Vereinigung p u e d e ser f o r m u l a d o n i n g ú n reproche culpabilístico en a t e n c i ó n a un d i s m i n u i d o c o n t e n i d o de
der deutschcn Staatsrechtsiehrer, Heft 28, 1970, pág. 3 3 ; Bopp, Der (íewissenstátcr und das Grundrecht injusto y de culpabilidad del hecho (vid. supra § 4 3 III 2 b ) , b á s i c a m e n t e sólo p u e d e ser c o n t e s -
der Gewissensfreihcit, 1974; Brauneck, Der srrafrechtliche Schuldbegriff, GA 1959, pág. 261; Drost, Die tada por el legislador penal y n o p u e d e q u e d a r a b a n d o n a d a a la valoración subjetiva del aplicador
Zuniutbarkeit bei vorsarzlichen Delikten, GA 77 (1933) pág. 175; Ebert. Der Übcrzeugungstáter in der del D e r e c h o ' . Por ello, las causas de exculpación supralegales sólo p u e d e n ser reconocidas c o m o
ncueren Rechtsentwicklung, 1975; End, Existentielie Handiungen im Strafrccht, 1959; Eser, Sterbewille und
excepciones e s t r e c h a m e n t e delimitadas en supuestos en los q u e el c o n t e n i d o d e injusto y de cul-
arzriiche Verantwortung, Medizinrecht 1985, pág. 6; Fornasari, II principio di inesigibilitá iiel diritto pénale,
pabilidad del h e c h o ha d i s m i n u i d o de un m o d o catacten'stico^.
1990; Freudenthal, Schuld und Vorwurf im gcltenden Strafrecht, 1922; Gallas, PflichtenkoUision ais
Scluildausschliefiungsgrund, Festschrift für E. Mezger, 1954, pág. 311; Goldschnúdt, Normativer Schuldbegriff,
Fcsrgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 428; Grofmann, Die Grenze ven Vorsatz und Fahriassigkeit,
1924; Grünhut, Grenzen des übergesetzüchen N o t s t a n d s , Z S r W 51 (1931) pág. 4 5 5 ; Günther, I. El c o n f l i c t o de deberes c o m o causa d e e x c u l p a c i ó n s u p r a l e g a l
Strafrechtswidrigkcit und Strafuiuechtsaussclilul?, 1983; Hanack, Anmcrkung zu LG Hamburg vom 9.3.1976,
1. En el e n j u i c i a m i e n t o de los conflictos de deberes hay q u e partir, a n t e t o d o , d e la cues-
N J W 1976, pág. 1758; Hartimg, Anmcrkung zu O G H 2, 117, N J W 1950, pág. 151; Heinitz, Der
Übcrzeugungstáter im Strafrecht, ZStW 78 (1966) pág. 615; Henkel, Der Norstand nach gegenwartigem t i ó n relativa a si u n o d e los deberes en j u e g o p u e d e ser c o n s i d e r a d o superior d e a c u e r d o con las
und künftigem Strafrecht, 1932; el mismo, Zumurbarkeit und Unzumutbarkeit ais regulativcs Rechtsprinzip, reglas del estado de necesidad supralegal. El conflicto se soluciona e n t o n c e s según el p r i n c i p i o
Fcstschrift für E. Mezger, 1954, pág. lA'); Arthiir Kaufmann, Rechtsfreier Raum. usw., Festschrift für R. general de q u e en la situación concreta sólo es v i n c u l a n t e el d e b e r de m a y o r rango. El inferior
Maurach, 1972, pág. 327; Küper, Noch einmai: Rechtfertigender Notstand, PflichtenkoUision und cede frente a éste y su infracción está cubierta p o r el c o n f l i c t o justificante d e deberes (vid.
übergesetzlichc Ent.schuldigung, JuS 1971, pág. 474; el mismo, Grundfragen der "Differenzierung" zwischen supra § 3 3 V l a ) .
Rechtfertigung und Entschuldigung, JuS 1987, pág. 81; c/mismo, Die damonische Macht des "Katzcnkonigs"
usw., j Z 1989, pág. 617; Lang-Hinrichsen, Epochc und Schuld, Festschrift für j . Barmann, 1975, pág. 583; 2. La cuestión d e si el conflicto d e d e b e r e s posee el significado d e u n a causa d e e x c u l p a -
Liepmann, Literaturberichr, Z S t W 4 3 (1922) pág. 710; Lücke, Der allgemeine Schuldausschiiefiungsgrund c i ó n sólo hav q u e plantearla tras c o m p r o b a r q u e el a u t o r ha a c t u a d o a n t i j u r í d i c a m e n t e . Eso su-
der Unzumutbarkeit usw., JR 1975, pág. 55; Mangakis, Die PflichtenkoUision ais Grenzsituation des cede c u a n d o c u m p l e el d e b e r superior a costa del inferior. Si el a u t o r se equivoca acerca d e la
Srtafrechts, ZStW 84 (1972) pág. 447; Marcetus, Der Gedanke der Zumutbarkeit, Strafr. Abh. Heft 243, relación d e jerarquía existente e n t t e los deberes en disputa, e n t o n c e s existirá u n error sobre los
1928; Maurach, Kritik der Notstandslehre, 1935; Moos, Der Verbrechensbegriff in Osterreich im 18. und presupuestos del estado d e necesidad justificante (vid. supra § 4 1 I V I d ) . Sin e m b a r g o , t a m b i é n
19. Jahrhundert, 1968; Müller-Dietz, Gewissensfreihcit und Strafrecht, Festschrift für K. Peters, 1974, pág. h a y casos en los q u e los principios d e este ú l t i m o n o p e r m i t e n u n a decisión s o b r e el r a n g o
91; Nowakouiski, Probleme der Strafrechtsdogmatik, JBl 1972, pág. 19; Oehler, Die Achtung ver dem Leben prevalente. Ello sucede especialmente c u a n d o se trata d e deberes d e cuyo c u m p l i m i e n t o o n o
und die Notsrandshandlnng, JR 1951, pág. 489; Otto, PflichtenkoUision und Rechtswidrigkeitsurteil, 3.'' d e p e n d e la vida de las person;ts. En este s u p u e s t o interviene el p r i n c i p i o general, según el cual,
ed. 1978; Peters, Zur Lehre von den personlichen Srrafausschiiefiungsgründen, JR 1949, pág. 496; elmismo,
a n t e la i m p o s i b i l i d a d d e c o m p a r a r entre sí el valor personal de la vida h u m a n a está excluida cual-
Anmcrkung zu BVerfGE 32, 98, J Z 1972, pág. 85; Platzgummer, Die "Allgemeinen Bestimmungen" des
q u i e r diferenciación cuantitativa o cualitativa, d e m o d o q u e el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o t a t n p o c o
Strafgesetzenrwurfs usw., JBl 1971, pág. 236; Roxin, "Schuld" und "Verantwortlichkeit" ais strafrechtiiche
Systemkategorien, Festschrift für H . H e n k e l , 1974, pág. 1 7 1 ; el mismo, R e c h t f e r t i g u n g s - u n d p u e d e a p r o b a r la m u e r t e o sacrificio d e u n a p e r s o n a d e t e r m i n a d a en beneficio del superviviente
Entschuldigungsgründe in Abgrenzung von sonstigcn StrafausschlieGungsgründen, JuS 1988, pág. 425; el (vid. supra § 3 3 V I b ) . En estos casos p u e d e hablarse d e deberes noponderahles o no equipara-
mismo, Die Gewissenstat ais Strafbefreiungsgrund, Festschrift für W. iMalhofcr, 1988, pág. 389; Rudolphi, bles^. Q u i e n a costa d e la vida de otros rescata a u n gran n ú m e r o de personas o la vida de al-
Die Bedeutung eines Gewissensentscheides für das Strafrecht, Festschrift für H. Welz^l, 1974, pág. 605; guien q u e , desde el p u t i t o d e vista que sea, posee u n a gran valía, n o actúa c o n f o r m e a D e r e c h o a
Schaffstein, Die Nichtzumutbarkeit ais allgemeiner übergesetziicher Schuldausschiiefiungsgrund, 1933; Eb. pesar d e su t e n d e n c i a a la preservación de u n valor p o r q u e , s i m u l t á n e a m e n t e , infringe u n d e b e r
Schmidt, Das Probiem des übergcsetziichen Notstands, Mitt IKV Tomo V (1931) pág. 131; el mismo, del m i s m o rango frente a aquellos que d e b e n ser sacrificados (vid. supra § 3 3 V I b y c).
Anmcrkung zu O G H 1, 321, SJZ 1949, pág. 559; R. Schmitt, Der Arzr und sein lebensmüdcr Patient, IZ

1984, pág. 866; el mismo, Arzriiche Entscheidungen zwischen Leben und Tod in strafrechthcher Sicht, J Z ' Asimismo, LK (ll.")(Hirsch) nota preliminar mím. 196 antes del § 32; Lackner, nota preliminar
1985, pág. 3 6 5 ; Schumacher, Um das Wesen der Strafrechtsschuld, 1927; Siegert, N o t s t a n d u n d núm. 30 antes del § 32; MaurachlZipf, Allg, Teil 1 § 33 núm. 15; Sch'ónkelSchroderllenckner, nota prelimi-
Putativnotstand, 1931; Spendel, Der Conditio-sine-qua-non-Gedanke ais Strafrnilderungsgrund, Fe.stschritt nar núm. 124 antes del § 32; Wessels, Allg. Teil núm. 433. También la BGH 2, 194, hay que entenderla sólo
für K. Engisch, 1969, pág. 509; Sprofi, Die Unrcchts-und Strafbegründung bei dem Überzeugungs und en el sentido de qtte hay que atender a excepciones estrechamente delimitadas. Vid. en este sentido, sobre
Gewissenstater, 1992; Wachinger, Der überge.setzliche Notstand nach der neucsten Rechtsprechung de RCí, todo, la RG G(>, 397 (399), a.sí como la BGH N J W 1953, 513 (514).
Festgabc für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 469; /'. Weber, Die PflichtenkoUision im Strafrecht, Festschrift - Sobre ello vid. Schmidhüuser, Allg. Teil págs. 476 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 452.
für W. Kicsselbach, 1947, pág. 233; Wegner, Zuní Notstand im F^nrwurf eines allgemeinen deutschcn StGB 5 Vid. V. Weber, Kiesselbach-Festschrift págs. 476 ss.; Gallas, Beitrage pág. 6 1 ; Schmidhüuser, Allg.
1925, JR 1925, pág. 578; Welzel, Anmcrkung zu O G H 1, 3 2 1 , M D R 1949, pág. 373; el mismo, Z u m Teil págs. 479 ss.; Baratta, Antinomie giuridiche págs. 102 ss.
540 § 47 Conflicto de debctcs, incxigilíibdad y actuación en conciencia 11. La inexigibilid.ul corno causa de exculpación supralcgal 541

Ejemplos: Cuando en 1 939 comenzó la acción destinada al cxtetniinio de cnlermos mentales determi- c o m o de c u l p a b i l i d a d del h e c h o se ha reducido s u s t a n c i a l m c n t e ^ : el p r i m e r o en atención al
nados médicos de establecimientos sanitarios colaboraron en la confección de "listas de ttaslado", única-
d e b e r c u m p l i d o p o r el a u t o r y el s e g u n d o p o r q u e en el caso de u n conflicto insoluble de deberes
mente porque con el sacribcio de los casos totalmente desahuciados podían salvar la vida de otros enfermos
no p u e d e exigitse m;is q u e inia actuación rencxiva. "El O r d e n a t r i i e n t o j u r í d i c o n o p u e d e des-
respecto de los que suministraban conscientemente informaciones falsas tales como declararles aptos para el
ttabajo o curables; en cambio, si se hubietan negado habrían sido sustituidos pot sumisos seguidores del a p r o b a r la actitud psíquica del a u t o t q u e sólo deja espacio para u n a decisión personal, la a d o p -
partido del régimen y no habrían podido favorecer a nadie (conflicto de deberes equivalente de acción y ción de una resolución tras un examen c o n c i e n z u d o y dejarse a d e m á s llevar p o r consideraciones
onusián)(OQW 1, 321 [336 ss.]; 2, 117 [122]; LG Koln N J W 1952, 358 [359]; BGH N J W 1953, 513 que atestiguan su respeto p o r los valores f u n d a m e n t a l e s " (Gallas). C o n ello, sin e m b a r g o , n o se
[514]). En el naufragio de un barco un padre sólo puede rescatar a uno de sus dos hijos que se encuentran ha d i c h o q u e para ser d i s c u l p a d o el a u t o r debería decidirse i n c o n d i c i o n a l m e n t c p o r el "mal m e -
en la misma situación de peligro. Tras un accidente en cadena ocurrido en la autopista el médico jefe escoge n o r " ^. M á s bien significa q u e t a m b i é n debe q u e d a r libre del reproche d e c u l p a b i l i d a d q u i e n n o
a un herido grave que será conectado al único apatato de respiración asistida del hospital, mientras que debe es capaz de intervenir p o r sí m i s m o en el curso del d e s t i n o .
morir un segundo herido que posee las mismas posibilidades de supervivencia (conflicto de deberes de acción
equivalentes) . El médico deja morir a una paciente inconsciente que por un intento de suicidio sufre daños
irrepatables y no emprende un tratamiento destinado a salvada por no desear aquélla la aplicación de medi-
II. La i n e x i g i b i l i d a d c o m o causa de e x c u l p a c i ó n supralegal
cina intensiva (conflicto entre el deber de protección de la vida y el de respeto al derecho de autodeterminación) '-'.
1. La teoría normativa de la culpabilidad que divisa la esencia de ésta en la valoración de la formación de
En este t i p o de casos c o n c u r r e u n c o n f l i c t o de deberes j u r í d i c a m e n t e i n s o l u b l e . Los m é -
la voluntad y, conforme a ello, hindamenta el reproche culpabilístico en el "podet actuat de otto modo" por
dicos n o p o d í a n ni sacrificar a d e t e r m i n a d o s pacientes p a r a p o d e r salvar a otros ni colaborar en parte del autot (vid. supra § 38 113), condujo en sus últimas consecuencias a demandat el reconocimiento de
la acción d e e x t e r m i n i o d e t o d o s los pacientes p o r m e d i o d e su negativa. El p a d r e n o p u e d e o m i - la inexigibilidad de un compottamiento adecuado a la notma como causa general de exculpación de carác-
tir el rescate d e n i n g u n o d e sus dos hijos. El m é d i c o jefe n o p u e d e negar a n i n g u n o de los heri- ter supralegal. Pattiendo de la necesidad de un concepto de culpabilidad ético-individual nacido en la época
dos graves el ú n i c o auxilio existente a través de su c o n e x i ó n al a p a r a t o d e respiración asistida. E n de penuria en la posguerra, FraidenthalWígó a la conclusión de "que no merece ninguna pena criminal quien,
el caso d e la p a c i e n t e suicida el m é d i c o ni d e b e r e n u n c i a r al t r a t a m i e n t o intensivo ni m e n o s p r e - de acuerdo con las circunstancias del hecho, no pudo evitar su comisión" '. Pensaba tanto en "los peligros para
ciar su d e r e c h o d e a u t o d e t e r m i n a c i ó n p o r respetar la "decisión d e su conciencia" ( B G H 3 2 , 3 6 7 la existencia económica y social" como en "la presión amenazante de tener que inftingit las considetaciones
[381]). E n tales supuestos, para el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o tan i m p o r t a n t e es el c u m p l i m i e n t o d e más apremiantes de tipo genetalmente humano". Mientras que esta teoría subjetivista de la inexigibilidad no
pudo imponerse a la vista de los peligtos aimdados a ella para la fitmeza e igualdad de la Administración de
u n d e b e r c o m o del o t r o , pues la observancia s i m u l t á n e a d e a m b o s es m a t e r i a l m e n t e imposible.
Justica '", en cambio hace ya tiempo que ha enconttado reconocimiento la aceptación de una causa de excul-
D e c i d a lo que decida, la persona q u e se e n c u e n t r a a n t e tan insoluble conflicto d e deberes actúa
pación suptalegal sobtelabase de la capacidad de motivación del ciudadano medio (§ 25 E 1930) " , sobte todo
antijurídicamente (vid. supra § 3 3 V I b y c).

3 . E n consecuencia, en los s u p u e s t o s de conflicto de deberes j u r í d i c a m e n t e insoluble la d e -


cisión es r e m i t i d a al ámbito de la culpabilidad. Puede suceder q u e la alternativa escogida p o r el
de justificación, Brauneck, GA 1959, pág. 271. A favot de la "no ptohibición" del hecho Bíei, Allg. Teil
autof, d e a c u e r d o c o n u n c o n c i e n z u d o e x a m e n p o r su parte, sea la q u e considera j u r í d i c a m e n t e págs. 213 ss.; Arthur Kaufmann, Maurach-Festschtift págs. 336 ss. A favor de "dejar abierta la cuestión de la
v i n c u l a n t e p o r q u e , p o r e j e m p l o , crea decidirse p o r el mal m e n o r . E n ese caso existiría u n error de culpabilidad", Lang-Hinrichsen, Batmann-Festschtift pág. 602. A favor de una causa de atenuación de la
prohibición (error acerca d e la c o n c u r r e n c i a d e una causa de justificación) q u e le libera del r e p r o - pena Spendel, Engisch-Festschtift págs. 523 ss. Diferenciando según los casos, Otto, Pflichtenkollision págs.
che de culpabilidad al ser p o r regla general d e carácrcr invencible. Pero q u e d a i g u a l m e n t e excul- 99 ss. Difetenciando también según los gtupos de casos, Mangakis, ZStW 84 (1972) págs. 472 ss., quien,
pado ai'm c u a n d o el a u t o r sea c o n s c i e n t e de la situación sin salida a la q u e se enfrenta y a c t ú e con sin embatgo, sitúa la solución de los mismos en la zona del injusto y no en el ámbito de la culpabilidad.
p l e n o c o n o m i e n t o d e la p r o h i b i c i ó n . El m o t i v o resiae en q u e t a n t o e l c o n t e n i d o d e i n j u s t o ^ Así, SchónkelSchraderlLenckner, nota pteliminar núm. 117 antes del § 32; Küper, JuS 1971, pág.
477; LK(11.") (Hirsch) nota pteliminat núm. 212 antes del § 32. Pot el contrario, Roxin, Henkel-Festschtift
pág. 195; el mismo, Allg. Teil I § 22 núms. 143 ss. y Achenbach, JR 1975, pág. 495, tecurten ditectamente a
la teotía de! fin de la pena.
Ejemplos adicionales pueden verse en End, Existentieile Handlungen págs. 60 ss.
** Así lo hace, sin embatgo, la doctrina mayotitatia; vid. Welzel, Lehtbuch pág. 185; LG Kóln N J W
^ Crítico al respecto, R. Schmitt, JZ 1984, pág. 868; Eser, Medizinrecht 1985, págs. 15 ss.
1952, 358 (359); en contta, tanto Gallas, Beittage pág. 76 como Roxin, Allg. Teil 1 § 22 núm. 1 56, que en
En este sentido se pronuncia la doctrina mayotitatia; vid. BaiímatmlWeber, Allg. Teii pág. 452; ¡akobs,
tales casos sólo acepta una exclusión de la pena si el sujeto petmanece pasivo.
Allg. Teil 20/40 ss.; DreherlTrbndle, nota pteliminat núm, 15 antes del § 32; Lackner, nota pteliniinat núm.
' Freudenthal, Schuld und Votwurf págs. 25 .ss.; mosttando sus reservas, por el contratio, Mezger,
31 antes del § 32; End, Existentieile Handiungen págs. 10 ss.; Gallas, Beitrage pág. 76; Hartung, N J W
Lehtbuch págs. 373 ss.
1950, pág. 155; Henkel, Mezger-Festschtift pág. 300; Küpen JuS 1987, págs. 90 ss.; el mismo, JZ 1989,
'" Vid., en contta, sobre todo, GroJ?mann, Vorsatz und Fahtlassigkeit págs. 11 ss.; Schumacher Wesen
págs. 626 ss. (en relación con la aceptación errónea del conflicto de debetes); Maurach/Zipfl, M\^. leil 1 §
det Sttaftechtsschuld págs. 25 ss.; Liepmann, ZStW 4 3 (1922) p,ág. 713 ("debilitamiento de los debetes
33 núm. 31 (exclusión de la responsabilidad por el hecho); Eb. Schmidt, SJZ 1949, 568 págs. ss.; Schonkel
ciudadanos"), Maurach, Ktitik det Notstandslehre págs. 132 ss.
SchróderlLenckner, nota pteliminat núm. 117 antes del § 32; v. Weber, Kiesselbach-Festschtift pág. 250; Welzel,
" Vid. Goldschmidt, Ftank-FestgabeTomo I págs. 448 ss.; v. Liszt/Schmidt, pág. 263; Henkel, Notstand
M D R 1949, pág. 375; el mismo, Lehtbuch págs. 184 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 476 ss. Sin embargo,
pág. 62; Eb. Schmidt, Mitt IKVTomo V (1931) pág. 164; Siegert, Notstand págs. 44 ss.; Wegner, JR 1925,
3 h\oi át an?í causa personal de exclusión de la pena OGH 1, 321 (335); 2, 117 (126); de acuerdo/tont, JR
pág. 582; aunque resrringiéndolo a la imprudencia también Frank, § 51 nota pteliminat II 2; Marcetus,
1949, págs. 496 ss.; Oehler, JR 1951, págs. 489 ss.; LK(8.') (Jagusch) § 54 comentatio núm. 10. A favot de
Zumutbarkeit págs. 57 ss. La idea continúa viva hoy en el estado de necesidad exculpante general previsto en
una "causa de exclusión del injusto penal", Günther, SttatfccliLswidrigkeit págs. 333 ss., a favor de una causa
el § 10 ostett. StGB (OGH SSt 29, 83). Al tespecto, vid. PLitzgummer. JBl 1971, pág. 242; Kienapfel, Gfundril?
^

542 § 47 Conílicro de deberes, incxigibiliciad y actuación en coiuiciicia III. R] dcliio coiiictidci por una decisión adoptada en conciencia 543

desde que la jurisprudencia pareció inclinarse a favor de eila (RCi 30, 25; 3(>, 78; 5<S, 97; 58, 226; 60, 101; 63, conduce aquí al reconocimiento de una causa de exculpación especial esttcchamcnte ligada al tipo de encu-
223; en relación con esta praxis vid. infrii § 47 II 3). bfiíniento personal ' ' . Quien, por el contrario, realiza un tipo distinto (por ejemplo, estafa, falso testimonio
o acusación lalsa) con la finalidad de auioencubrirse no queda impune (BGH 2, 375 [378]; 15, 53 [54|).
2. Esta teoría, sin e m b a r g o , d e b e ser rechazada '~; hoy en día ha p e r d i d o i m p o r t a n c i a
Una causa especial de exculpación es también el privilegio cutre parientes contenido en el § 139 y § 258
(de otra o p i n i ó n todavía O L G H a m m N J W 1 9 7 6 , p;íg. 7 2 1 ) " . D e s p u é s d e q u e , p o r p r i m e r a
VI "'. En el ocasionamiento doloso de un accidente de tráfico un sector minotitario de la doctrina conside-
vez, el RG dejase ciato q u e "de aciietdo c o n el D e r e c h o vigente ai a u t o r en los delitos dolosos n o ra exculpahle al auror por el delito consistente en huir del lugar en que aquél tuvo lugar {Verkehersunfallfluchi)
le p u e d e n ser concedidas otras causas d e exculpación distiruas a las tlcsctiias en la Ley", t a m b i é n (§ 142) ' ' .
se i m p u s o en la ciencia la idea d e q u e el D e r e c h o penal necesita criterios en el á m b i t o d e la
b) Asimismo, en la imprudencia consciente la jurisprudencia ha restringido a través de la idea de
culpabilidad q u e , c i e r t a m e n t e , d e b e n ajustarse a la valoración de la f o r m a c i ó n de la v o l u n t a d
exigibilidad la medida del cuidado personalmente exigible al autor. Pero aquí no se trata de una causa de
pero que deben estar formalizados y legalmente d e t e r m i n a d o s . Una causa d e exculpación supralegal
exculpación suptalegal, sino de la limitación del debet de cuidado individual: Quien cuenta con la tealiza-
c o m o la d e la incxigibilidad, t a n t o si se e n t i e n d e objetiva c o m o s u b j e t i v a m e n t e , debilitaría el ción del tipo penal pero confía en poder evitar el resultado, no debe ser obligado a abstenerse de su acción si
efecto preventivo-general del D e r e c h o penal y conduciría a la desigualdad en la aplicación del a favot de correr el riesgo hablan motivos de peso y dignos de atención '''.
D e r e c h o , pues la "incxigibilidad" no es tui criterio i d ó n e o . A d e m á s , d e a c u e r d o c o n la clara siste-
Ejemplo: E' autor era un cochero que había enganchado un caballo que se desbocaba regularmente
mática d e la Ley, las causas de exculpación c o n s t i t u y e n disposiciones excepcionales q u e n o son
bajo ciertas citcunstancias conocidas pot aquél, por temor a perder su empleo si contradecía a su empleador.
susceptibles d e aplicación extensiva. T a m b i é n en situaciones difíciles d e la vida la c o m u n i d a d Después de que sucediera un accidente fue absuelto pues "no se le podía exigir como debet que asumiera la
d e b e p o d e r exigir o b e d i e n c i a j u r í d i c a a u n q u e ello c o m p o r t e para el afectado u n i m p o r t a n t e sa- pérdida de su empleo" (RG 36, 78 [80]; Caso "Leinenfangef; con el mismo criterio vid. RG 36, 78 [80];
crificio ''*. 57, 172 [174]; 74, 195 [198]) (vid., más detalladamente, infra § 57 IV).
3 . La i n c x i g i b i l i d a d restringe la p u n i b i l i d a d en d e t e r m i n a d o s tipos pero en estos casos n o c) También en los delitos de omisión se resttinge el deber de acción a través del principio regulativo
p u e d e ser e n t e n d i d a c o m o u n a causa supralegal de exculpación de carácter general. de la exigibilidad. En la omisión del debet de socorro ello ya se deduce inmediatamente de la Ley (§ 323c),
pero también en los delitos de omisión impropia la jurisprudencia ha aceptado una restticción correlativa
a) De acuerdo con el § 258 V queda impune quien a través del encubrimiento personal de otro in-
de los deberes de acción que surgen de la posición de garante (RG 58, 97 [98]; 58, 226 [227]; BGH 6, AG
tenta eludir su propio castigo. La toma en consideración de una situación similar al estado de necesidad
[57]) (sobre ello vid. mfra § 59 VIII 3), o al menos la ha sopesado (BGH NStZ 1984, pág. 164) " .

Z 20 núm. 2. Advirtiendo sobre la conexión de este planteamiento con el pensamiento de Wessely y Wahlberg, III. El d e l i t o c o m e t i d o p o r u n a d e c i s i ó n a d o p t a d a e n c o n c i e n c i a
Moas, Der Verbrechensbegriff in Osterreich págs. 4 l 4 , 456. Acerca de la historia de la incxigibilidad como
causa supralegal de exclusión de la culpabilidad, Foniasari, II principio di incsigibilitá págs. 53 ss. 1. La C o n s t i t u c i ó n señala en su art. 4 i q u e "son inviolables la l i b e r t a d d e creencias, d e
' ' Vid. ya anteriormente, Wachinger, Frank-Festgabe Tomo I pág. 496; Grünhut, Z S t W 51 (1931) conciencia y la libertad d e culto religioso o ideológico". Por decidan adoptada en conciencia hay
pág. 466; Schaffitein, Nichtzumutbarkeit págs. 78 ss.; Drast, GA 77 (1933) págs. 175 ss.; Mataach, Kritik q u e e n t e n d e r scgiin el T r i b u n a ] C o n s t i t u c i o n a l "toda resolución moral seria, esto es, o r i e n t a d a a
págs. 118 ss. los c o n c e p t o s del "bien" y del "mal" q u e el i n d i v i d u o en u n a situación c o n c r e t a tiene i n t e r n a -
'^ En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Achenhach, JR 1975, pág. 492; Blei, m e n t e p o r v i n c u l a n t e e i n c o n d i c i o n a l m e n t e obligatoria, d e forma q u e n o p o d r í a actuar en c o n -
Allg. Teil pág. 213; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 131; Bloy, Stratausschliefiungsgründe pág. 127; Eser/ tra d e ella sin grave cargo d e conciencia" (BVerfGE 12, 4 5 [55]).
Burkhardt, Strafrecht I núm. 18 A mim. 53; LK(ll.'}(Hmch) nota preliminar núm. 196 antes del § 32;
Henkel, Mezger-Festschrift PÁG. 295; KohlraiiscULange, nota preliminar III antes del § 5 1 ; Sch'ónkelSchróderl 2 . En el e n j u i c i a m i e n t o d e la cuestión d e si, y en q u é m e d i d a , la g a r a n t í a c o n s t i t u c i o n a l d e
Lenckner, nota preliminar núm. 122 antes del § 32; Maurach/Zipf, Allg. Teil I § 33 núm. 15; Roxin, Allg. inviolabilidad de tales libertades ha t e n i d o influencia sobre hpunibilidadát un comportamien-
Teil I 22 núms. 139 .ss.; Stratenwerth. Allg. Teil ! núm. 603; SK(Riidolphi) nota pteliminar núm. 10 antes to q u e tiene su origen en u n a decisión a d o p t a d a en c o n c i e n c i a ' " , requiere d i s t i n g u i r entre el
del § 19; Weísels, Allg. Teil núm. 4 5 1 ; Welzeí, Lehrbuch pág. 182. De otra opinión, sin embargo, Nowakowski, d e l i t o c o m e t i d o p o r o m i s i ó n y el p e r p e t r a d o m e d i a n t e u n hacer positivo:
JBI 1972, págs. 29 ss.; Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 455 (aplicación a una "situación forzada de intensi-
dad similar", tal y como se reconoce con efectos exculpantes en el § 35); Schmidhauser. Allg. Teil pág. 477 '^ Vid. BGH 9, 71 (73); DreherlTrondle, § 258 núm. 13; Roxin. Allg. Teil 1 § 22 núm. 134 (exclu-
("aplicación analógica"); Wittig, JZ 1969, pág. 547 ("realización del principio constitucional nulla poena sión de la responsabilidad penal); Schmidhiiuser, Studienbuch pág. 257; Welzel, Lehrbuch p;íg. 182.
sine culpa en casos atípleos"); Lücke, JR 1955, págs. 55 ss. (analogía en relación con el § 242 ^GV>); Jakohs, "•' ¿/rf//.'';(7//>íc¿) nota preliminar núm. 210 ames del § 32;/Íox/V;, Allg. Teil I § 22 núm. 135.
,Allg. Teil 17/74 ("incompetencia del autor para las condiciones del hecho"). Claramente en contta Blei, JA " Así, DreherlTrondle, § 142 núm. 36; LK(11.")(Hirsch) nota preliminar n ú m . 211 antes del § 32;
1975, pág. 238; Achenhach, JR 1975, pág. 495. de otra opinión la BGH 24, 382 (385 ss.); SchmkelSchroderlCramer, § 142 núm. 15.
''' Vid. Rodríguez Devesa/Senano Gómez, Derecho penal pág. 644, para quienes el Ordenamiento ju- '^ Al respecto vid. DreherlTrondle, § 15 núm. 16; LK(1 l.")(Hirsch) nota preliminar núm. 206 antes
fídico exige en muchos casos "que el individuo se sacrifique en contra de los intereses individuales y en del § 32; SchonkelSchriiderlLenckner, nota preliminar núm. 126 anres del § 32.
bcnificio de la comunidad". Según Stree, en. Roxin y otros, Einführung pág. 57 el legislador debería haber " Vid. LK(1 WJiHirsch) nota preliminar núm. 205 antes del § 32; SchUnlíelSchroderlLenckner, nota
admitido una atenuación de la pena o, incluso, la posibilidad facultativa de prescindir de ella. En un siste- preliminar núm. 125 antes del § 32; Fornasari, II principio di incsigibilitá págs. 251 ss., 312 ss., quien, sin
ma en el que el Estado ordena la comisión de delitos graves (asesinato de judíos en un campo de extetmi- embargo, en el § 323 c acepta la exclusión del tipo y en los delitos de omisión impropia la justificación.
nio) la LG Hamburg N J W 1976, pág. 1756 con comentario aprobatorio de Hanack, pretende aceptar una ^^ C o n carácter general sobre la cuestión vid. Bopp, Der Gewissnstater, 1974; Ehert, D e r
causa supralegal de atenuación de la culpabilidad en analogía con los §§ 17 inciso segundo, 35 II y 13 II. Ubcrzcugungstater, 1975; Müller-Dietz, Peters-Festschrift págs. 91 ss.
544 § 47 Conflicto de deberes, inexigibilidad y actuación en conciencia I. Naturaleza jurídica del error sobre las causas de exculpación 545

a) En casos raros y excepcionales la jurisprudencia ha admitido la impunidad de la omisión conciencia a los delitos que han sido cometidos mediante im hacer positivo 2'', pues de esta ma-
(en sí misma punible) de un hacer ordenado por el legislador, sobre la base de la decisión adop- nera la protección del ciudadano por el Derecho penal estaría en gran medida puesta a disposi-
tada en conciencia por parte del autor de la conducta pasiva. Y así, el Tribunal Constitucional ha ción del autor que acttia segtin su conciencia. No obstante, el art. 4 GG no ha de entenderse en
anulado la condena a un marido, miembro de la asociación religiosa "Unión Evangélica de Her- el sentido de la anulación parcial del Ordenamiento penal.
manos", por uua omisión del deber de socorro del § 323c (delito de omisión propia). Aquél
había omitido inlluir sobre su mujer, que pertenecía a la misma comunidad religiosa, para que
tras un parto se dejase aconsejar médicamente en un hospital donde podtía recibir una transfu- § 4 8 El error sobre las causas de exculpación
sión de sangre. El marido se sintió vinculado, al igual que su mujer, por la doctrina de la her-
Brauneck, Der strafrcduliche Scliuldbcgriff, GA 1959, pág. 261; Dreher, Anmerkung zu OLG Koln
mandad consistente en que en tal caso "la mejor solución" sería rezar a Dios. La mujer murió,
vom 19.10.1961, MDR 1962, pág. 592; Frank, Über den Auftiau des Schuldbegriffs, GieíSener Festschrift,
pero podía haber sobrevivido con ayuda médica. El Tribunal decidió que el comportamiento del
1907, pág. 3; Goldschmidl, Der Notstand ein Schuldproblem, Osterr. Zcitschrift f. Strafrecht 1913, pág.
marido era en verdad digno de desaprobación, pero que "no sería reprochable al no estar justifi- 129; Hegíer, Die Merkmale des Verbrechens, ZStW 36 (1915) pág. 184; Henkel Der Notstand nach
cado proceder contra el autor con el arma más grave que está a disposición de la sociedad: el gcgenwartigem und zukünftigem Redit, l9i2;ArthiirKaufmann, Die Irrtumsregelung im Strafgesetz-Enrwurf
Derecho penal" (BVcrfGE 32, 98 ss. con comentario aprobatorio de Peten, JZ 1972, pág. 85) ' ' . 1962, ZStW 76 (1964) pág. 543; Klimsch, Die dogmatische Behandlung des Irrtums ühcr
Asimismo, el Tribunal Supremo no condenó por tentativa de homicidio omisiva (delito de omi- F.ntschuldigungsgründe usw., 1993; Krümpelmann, Die strafrecJirliche Behandlung des Irrtums, en: ZStW
sión impropia) al médico que, por expreso deseo de una paciente que se encontraba gravemente Beiheft Budapest, 1978, pág. 6; Küper, Die damonische Macht des "Katzenkonigs" usw„ JZ 1989, pát>.
herida e inconsciente tras un intento de suicidio, espera sin hacer nada hasta el comienzo de la 617; Niese, Die Rechtsprechung des BGH in Strafsachen, JZ 1955, pág. 320; Radbnich, Zur Systematik der
muerte de ésta para internarla en la unidad de cuidados intensivos. Tal juicio se debió a que "ia Verbrechenslehre, Fesrgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 158; Roxin, Die Behandlung des Irrtums im
decisión médica adoptada en conciencia no puede ser considerada por el Derecho como inde- Fjitwurf 1962, ZStW 76 (1964) pág. 582; Schroder, Die Notstandsregelung des Ennvurfs 1959 II, Festschrift
fendible" (BGH 32, 367 [380 ss.]) ^2. für Eb. Schmidt, 1961, pág. 290; Vogler, Der Irrtum über Entschuldigungsgründe im Strafrecht, GA 1969,
pág. 103; Wí'/W, Die RegelungvonVorsatz und Irrtum im Strafrecht usw., ZStW 67 (1955) pág. 198.
La posibilidad de tener en cuenta decisiones adoptadas en conciencia ha sido defendida con
frecuencia en los hechos omisivos •^^. Esta tesis es correcta porque, de hecho, no puede ser defendi-
ble forzar a alguien por medio de una amenaza penal a una acción que rechaza por ser contraria a I. Naturaleza jurídica del error sobre las causas de exculpación
su conciencia. Al igual que en los dos casos anteriormente expuestos, el reconocimiento de la deci-
1. Al igual que con el error sobre las causas de justificación (vid. supra § 41 III) aquí tam-
sión adoptada en conciencia como causa de exclusión de la pena en los hechos omisivos presupone
bién hay que distinguir entre tres casos. La creencia de que concurre una causa de exculpación
que el afectado por la omisión del autor, en cuyo beneficio se ordena la acción, también ha rechazado
no reconocida por el Derecho penal (error sobre su existencia) tiene tan poca influencia sobre
ésta. Puesto que la cotrección interna de la decisión no puede ser verificada por el tribunal - , en
la culpabilidad del autor como la ampliación errónea de sus márgenes (error sobre sus límites),
otro caso también debería quedar impune quien deja morir a un accidentado inconsciente por con-
pues sólo el legislador puede decidir en qué casos no cabe formular un reproche ctdpabilísrico en
siderar el accidente un castigo de Dios, abandonándolo así a su propio destino.
atención a una reducción sustancial del contenido de injusto y de culpabilidad del hecho '.
b) En determinados casos de hacer positivo Roxin ^^ pretende ir más allá de los límites del Ejemplos: Homicidio de un pariente enfermo mental cuyo cuidado agobia intensamente a la familia,
hecho omisivo. Y así, debe quedar impune quien ante un ineludible conflicto de conciencia, y a apelando a "la causa de exculpación supralegal de la inexigibilidad". Deserción de un soldado para evitar los
pesar de lo dispuesto en el § 216, mata a un enfermo que padece graves sufrimientos por la inconvenientes económicos del reclutamiento para el servicio militar (OLG Hamm NJW 1976, pág. 721).
petición seria y expresa del mismo. Lo mismo debe regir para alguien que, inevitablemente im-
2. Relevante es, por el contrario, el error sobre los presupuestos objetivos de una causa
pedido para acudir a tiempo a un servicio religioso incondicionalmente prescrito por sus creen-
de exculpación reconocida legalmente. Tal y como evidencia la regulación del error sobre los
cias, utiliza una bicicleta o un vehículo de motor ajeno con infracción del § 248 b. Igualmente
presupuestos objetivos del estado de necesidad exculpante en el § 35 II (vid. supra § AA\ 1), no
es aceptada la impunidad si alguien se siente internamente obligado a traicionar un secreto o a
se trata aquí ni de un error de ripo ni de prohibición, sino de un error suigeneris^.
cometer una coacción. Sin embargo, debe ser rechazada la extensión de la decisión adoptada en

-' En relación con ello vid. Sprojí, Überzcugungs— und Gewissenstatcr págs. 64 ss. '•5 Asimismo, Bockelmann, Welzel-Fcstschrift pág. 543; Heinitz, ZStW 78 (1966) pág. 632; LK
^- Parcialmente crítico al respecto, R. Schmitt, JZ 1985, págs. 367 ss.; vid., además, el mismo, JZ (11 ."XHirsch) nota preliminar núm. 222 antes del § 32; SchónkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm.
1984, pág. 866. 119 antes del §32,
-3 Así, Arndt, NJW 1966, págs. 2204 ss.; Peters, JZ 1972, págs. 85 ss.; Schdnke/Schrüder/lenckiier, ' DreherlTrSndle, § 35 núm, 17; KüU, Allg. Teil § 13 núm. 85; LKdl.") (Hirsch) § 35 núms. 75
nota preliminar niims. 119 ss. antes del § 32. ss.; Schi>nke/Schróder/I.enckner, § 35 núm. 45; SK(Rudolphi) § 35 núm, 19; Wessels, Allg. Teil núm. 491.
•'•'' Bóckenfórdí, Das Grundrecht der Gewissensfreiheit págs. 69 ss. Z ' ' También el error sobre los elementos del tipo de la culpabilidad (vid. supra § 42 III 1) y el que
^5 Roxin, Maihofer-Festschrift pág. 394; el mismo, Allg. Teil I § 22 niím. 106. Asimismo, Maunzl recae sobre la situación defensiva en el exceso de la legítima defensa (exceso en la legítima defensa putativa) (vid.
Dürig, Art. 4 GG núm. 140; Rudolphi, Welzel-Festschrift págs. 628 ss. supra § 42 III 1), siguen sus propias reglas.
346 § 48 F.l error .sobre las causas ( cxciiiiiacion
§ 49 Concepto, tipo y punición de la lenrativa 547

Ejemplos: La testigo comete perjurio en beiielicio del acusado que le ha determinado a ello mediante 11 2 ósterr. S t G B o p t a p o r la vía de la i m p r u d e n c i a ) q u e ya había sido d e f e n d i d a a n t e r i o r m e n t e
ima amenaza de muerte; sin embargo, el peligro no era actual pties el actisado, en caso de qtie a(|iiélla hubie- p o r u n a parte d e la l i t e r a r u r a ' . D e a c u e r d o con ello, hay q u e aplicar el m a r c o p u n i t i v o d o l o s o
ra hecho una declaración veraz, habría permanecido en prisión, algo que esta últimí no pudo saber (BGH p e r o a causa del m e n o r c o n t e n i d o de culpabilidad en coinparacióti c o n un caso o r d i n a r i o la p e n a
^, 371 | 3 7 4 | ) . l"d jox'en autor que realiza tm disjiaro mortal ptir creer erróneaitiente tpie de lo contrario c'l es a t e n u a d a de a c u e t d o con el § 4 9 !.
mismo sería tiroteado por un tercero (RC 64, 31 [32]). l-.l médico (|tie, encontrándose en una fiesta de su
asociación recibe una llamada telefónica en la que se le coitiunica í|ue su hijo esiá gravemente enlermo y en 3 . La regulación del § 3 5 H, c o m o r e c o n o c i m i e n t o legal d e la s o l u c i ó n aplicable al p r o b l e -
peligro de muerte, se pone al volante de uti coche a pesar de no estar ca))acirado para conducir y sin caer en m a del i r a t a m i e n t o del error vencible sobre los presupuestos de u n a causa d e exculpación, habrá
la cuenta de que podía haber llamado un taxi (OLG Hamm VRS 14, pág. 431). En virtud de la orden de d e llevarse más allá del estado de necesidad y ser aplicada d e m o d o correlativo a o t r o s casos *".
tin oficial, al que erróneamente considera su superior, un soldado detiene a un extranjero en un restaurante Ejemplos: El soldado que acepta erróneamente la existencia de una orden y cree que quien le manda es
que se interesaba de forma notoria por asuntos del ejército federal (§ 5 WStG). su superior jerárquico, estima equivocadamente que se encuentra de servicio o que se le exige obediencia (§
5 WStG). También en el caso de utia colisión de deberes, cuando el autor supone erróneairiente que la
situación de conflicto no tiene salida porque, por ejemplo, desconoce la capacidad que todavía posee el
II. El t r a t a m i e n t o del error sobre l o s p r e s u p u e s t o s d e una causa de e x c i d p a c i ó n paciente para poder ser transporrado (vid. supm § 47 1 2).

1. El error i n v e n c i b l e sobre los presupuestos d e u n a catisa de exculpación prevista Icgal-


m e n t e disculpa al a u t o r p o r q u e s u b j e t i v a m e n t e este actiía bajo las m i s m a s c o n d i c i o n e s q u e en el S e c c i ó n 3.": Los g r a d o s del d e l i t o d o l o s o
caso d e q u e l e a l m c n t c hubiera c o n c u t r i d o la situacit'in c o r t c s p o n d i e n t e a aquélla. Actiia c o n vo-
l u n t a d d e auxilio o, en su caso, d e o b e d i e n c i a , con lo q u e el injusto d e acción se e n c u e n t r a dis- Las disposiciones penales de la Parte Especial describen r e g u l a r m e n t e el delito en su fase d e
m i n u i d o ; t a m b i é n la formación d e su v o l u n t a d se e n c u e n t r a bajo la plena influencia d e su creen- c o n s u m a c i ó n . D e este m o d o surge la cuestión d e si los g t a d o s antetiores a la c o n s u m a c i ó n del
cia en la situación de ptesión o en el d e b e r d e o b e d i e n c i a frente al s u p e t i o t . D e a h í q u e t a m p o c o h e c h o d o l o s o p e r m a n e c e n i m p u n e s o si se e n c u e n t r a n c o m p r e n d i d o s p o r las c o n m i n a c i o n e s p e -
la actitud j u i í d i c a i n t c t n a q u e exterioriza sea más reprobable q u e en el s u p u e s t o d e q u e r e a l m e n - nales f o r m u l a d a s pata la c o n s u m a c i ó n del delito. Existen distintos grados: desde la p t i m e r a ¡dea
te hubiera existido la situación e r r ó n e a m e n t e a c e p t a d a . Esta c o n c e p c i ó n , q u e ya venía s i e n d o del h e c h o hasta su conclusión, la acción dolosa tecotie u n c a m i n o más o m e n o s largo (iter criminis)
c l a r a m e n t e defendida con a n t e r i o r i d a d p o t la j u r i s p r u d e n c i a (RG 6 6 , 2 2 2 [ 2 2 7 ] ; O L G H a m m q u e va desde la c o n c e p c i ó n d e la resolución delictiva hasta la t e t m i n a c i ó n del h e c h o , p a s a n d o
V R S 14, 231 [234]) y la d o c t r i n a ^ , ha e n c o n t r a d o reconociiriiento legal en el § 3 5 11 1 a través p o r la p r e p a t a c i ó n , el c o m i e n z o de la ejecución, la c o n c l u s i ó n de la acción típica y el acaeci-
de la reforma penal o p e r a d a en 1 9 7 5 (vid. supm § 4 4 V l a ) . m i e n t o d e l tesultado. El a d v e n i m i e n t o d e la c o n s u m a c i ó n del delito a n u d a d o a la realización d e
la t o t a l i d a d de los e l e m e n t o s del tipo d e s e n c a d e n a la plena aplicación de la c o n m i n a c i ó n legal.
2. H a s t a e n t o n c e s fue discutida la c u e s t i ó n d e c ó m o habría d e ser t t a t a d o el error v e n c i b l e
El s i m p l e p e n s a m i e n t o , p o r el c o n t t a r i o , no es n u n c a p u n i b l e (vid. supm § 2 3 VI 2 d ) y la resolu-
sobre los presupuestos de u n a causa d e exculpación (vid. la 2.=" ed. d e esta o b i a págs. 3 8 2 ss.).
ción delictiva manifestada lo es tan sólo d e a c u e r d o c o n e! § 3 0 II ("declararse d i s p u e s t o " a la
Una parte de la doctrina y la jurisprudencia (entre las últimas, BGH 18, 311 [312]) aplicaron la c o m i s i ó n d e u n delito grave). E n t t e estos límites se p l a n t e a la cuestión relativa a la p u n i b i l i d a d
pena del deliro imprudente en atención al parecido con el error sobre el tipo pertnisivo. De este modo, el de la acción preparatoria y d e la tentativa.
testigo que cometió perjurio por miedo claramente infuirdado a las actividades violentas de sus adversarios
políticos, fue castigado sólo por un falso tcsrimonio iinprudente (§ 163) (RG dG, 222 [227]); asimisino,
sólo pudo ser sancionado por homicidio imprudente (§ 222) el vigilante de un campo de concentración
§ 49 C o n c e p t o , t i p o y p u n i c i ó n d e la t e n t a t i v a
que por indiferencia no se le ocurrió ninguna salida sobre cómo poder evitar k orden de comerer un asesi-
nato que le fue comunicada (BGH 18,311 ]312]). P. Albrecht, Der uncaugliche Versuch, 1973;/l/warA Srrafwürdiges Versuchen, \982; Arzt, Bcdingter
Entschiuí? und Vorbereitungshaiidiung, JZ 1969, pág. 5 4 ; / Baumgarten, Die Lehre voni Versuche der
Por el c o n t r a r i o , para el caso d e error vencible sobre los p r e s u p u e s t o s d e u n estado d e n e c e -
Verbrechen, 1888; Becher, Zur Abgrenzung von Vorbcreirung und Versuch, Diss. Münsrer 1973; Berz,
sidad e x c u l p a n t e (vid. s u p r a ^ AAW I b ) , el D e r e c h o v i g e n t e ptevé en el § 3 5 II la aplicación d e
Grundiagen des Versuchsbeginns, Jura 1984, pág. 5 1 1 ; ¿'/ mismo, Formelle Tatbesrandsverwirklichung und
la p e n a c o r r e s p o n d i e n t e al t i p o d o l o s o c o m o solución más rigurosa (con o t r o criterio, el § 10

•' Vid. Frank, Aufhau p. 19; GoUschmidt, Óstern Zeirschrift f Strafrccht 1913, págs. 136, 166 ss.; 5 A-sí, Arthur Kiiiifmann, ZStW 76 (1964) pág. 578; v. Liszt/Schmidt. págs. 288 ss.; LK(9.-) (Baldiis)
Hegler, ZStW 36 (1915) p. 216 nota a pie niím. 113; Ohhausen, § 52 comentario ntím. 6; Radbruch, Frank- § 52 núm. 26; § 54 núm. 2 1 ; LK(9.°) (Hirsch) nota preliminar núm. 169 antes del § 5 1 ; LK(9.'') (Schroeder)
Fcstgabe Tomo I pág. 166; v. Liszt/Schmidt, págs. 288 ss.; LK(9.") (Baldas) § 52 ntíin. 25; § 54 núm. 22; § 59 núm. 68; Maurach. Allg. Teil, 4.-' ed. pág. 480; Stratenwenh, Allg. Teil 1, 1." ed. núm. 660; Welzel,
LK(9.'') (Hirsch) nota preliininar núm. 169 antes del § 51; Arthur Kaufinatm, Z S t W 76 (1964) p,ágs. 577 Lehrbuch p á g j . 8 2 y Z S t W 67 (1955) págs. 222 ss.; Vogler, GA 1969, p.íg. 116; en esra dirección también
ss.; Mese, JZ 1953, pág. 323; Roxin, Z.StW 76 (1964) págs. 609 ss.; Stratenwenh, Allg. Teil I núm. 624; B G H G A 1 % 7 , 1 1 3 ( 1 1 4 ) ; BGH N J W 1952, pág. 111.
Vogler, GA 1969, pág. 116; Welzel, Lehrbuch pág. 182. Asimismo, Roxin, Allg. Teil 1 § 22 núm. 59, quien ^ Así, BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 446; LK(IL'') (Hirsch) § 35 núm. 79; EserlBurkhardt, Strafrccht
sin einbargo atribuye la impunidad consideraciones de ripo preventivo. 1 núm. 18 A núm. AA; Klimsch, Die dogmatische Behandlung des Irrrums págs. 169 ss.; Kühl, Allg. leil §
•* Así, Baiimann, Allg. Teil, 5." ed. págs. 412 ss.; Brauneck, GA 1959, pág. 270; Dreher, M O R 1962, 13 núm. 84; Küper, J Z 1989, págs. 626 ss.; Krümpelmann, ZStW Beiheft Budapest 1978 págs. 53 ss.; ScholzJ
pág. 593; KohlrauscULange, § 52 comentario V; Henkel, Notstand págs. 135 ss.; Roxin, Z S t W 76 (1964) Lingens, § 5 WStG n ú m . 3; Sch'ónkelSchrbderlCramer, § 16 núm. 3 1 ; Wessels, Allg. Teil núm. 4 9 1 .
pág. 612; Schr'oder, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 297. Restringidamente en relación con el alcance del § 35 I! Sehmidhiiuser, Allg. Teil pág. 470.
548 § 49 C o n c e p t o , tipo y ¡niüicióii de í;i tentaiiva § 49 Concepto, tipo \' punición de la rcniativa 549

niaterialer Rechtsgüterschutz, 1986; el mismo, Die cntsprecheiule Anwenduiig von Vorschrifteii über die Genügt für den Fntschluf; desTáters in § 43 StGB sein bedingter Vorsatz? N J W 1958, pág. 332; elmismo,
tirige Reuc am Beispicl der Uiuernehmeiisdclikte, Festschrifr für W. Siree iiiid J. Wesscls, 1993, pág. 3 3 1 ; "Tcilverwirkliclumg" des Tatbetandes: cin Kriteriuní des Versuchs? JZ 1992, pág. 338 (zu B G H 37, 294);
Bitzilekis. Über die strafrecluliche Bedeurmig der Abgrenzung von Volienduiig niid Beendigung, ZScW 99 /.ííK^f, Strafrechtsreform, V)12; iauhenthal, Der Versuch des qualifizicrren Delikts usw., JZ 1987, pág. 1065;
(1987) pág. 7 2 3 ; Blei, Versuch und Rücktritt nach neuem Recht, JA 1975, págs. 95, 167; Bloy, Die Lehman?!, 19ie Bestrafung des Versuchs nach deutschem und amerikanischem Recht, 1962; Less. Genügt
dogmatisdie Bedeiitung der Strafausschiicl?ungs-und Strafaufliebungsgründe, 1 976; Rockelmtlnn, Über das "bedingtes Wollen" zum stralliaren Verbrechensversudí? GA 1956, pág. 33; E. v. Liszt, Die Lehre vom Versudí,
Vcrhalrnis der Begünsrigung zur Vorrat, N J W 1951, pág. 620; líorker. Die Milderung der Strafe für den ZStW 25 (1905) pág. 24; Luden. Abhandlungen aus dem gemeinen teutschen Strafrechr, Tomo 1 1836;
Versuch, J Z 1 9 5 6 , pág. 4 7 7 ; Bruns, Die Tragweite des Verbots der D o p p e l v e r w e r t u n g von Maurach, Fragen der actio libera in causa, JuS 1961, pág. 373; H. Mayer, Zur Abgrenzung des Versuchs von
.Strafmiklerungsgründen, JR 1980, pág. 226; Burgstdkr. Über den Verbrechensversudí, JBl 1969, 5 2 1 ; el der Vorbereitungshandlung, SJZ 1949, pág. 172; D. Meyer, Abgrenzung der Vorbereitung vom Versuch usw.,
mismo, Versuch und Rückrrirt, Strafr. Probleme 3, 1975, pág. 7; el mismo, Der Versuch iiach § 15 StGB, JuS 1977, 1 9 ; / Meyer. Kritik an der Neuregelung der Versuchsstraíliarkeit, ZStW 87 (1975) pág. 598;
JBi 1976, pág. 113; v. Bitrí, Zur Lehre vom Versuche, GS 19 (1867) pág. 60; el mismo, Der Versuch des Mezger, Anmerkung zu BGH vom 20.12.1951, N J W 1952, pág. 514; Mittermaier, Beirráge zur Lehre vom
Verbrechcns mit untauglichen Micrelii oder an einem untaugHchen Objekt, GS 20 (1868) pág. 325; el mis- Versuche der Verbrechen, Nenes Archiv des Crimlnalrechts I (1816) pág. 165; el mismo, Über den
mo, Versuch und Causalitat, GS 32 (1880) pág. 321; Btirkhardt, Das Unternehrncnsdelikt und seine Grenzen, Anfangspunkt der Strafbarkeir der Versuchshandlungen, Neues Archiv des Criminalrechts II (1818) pág.
JZ 1971, pág. 352; f/m/Vmo, Vorspiegelung von Tatsachen ais Vorbcreitungshandlung zum Berrug, JuS 1983, 602; el mismo, Die rechrliche Bedeutung des Ausdrucks: Anfang der Ausführung usw., GS 11 (1859) pág.
pág. 426; Coester, Die Vorbereitungshandlung im E 1927, Strafr. Abh. Hefr 329, 1933; Degener. 197; Nagler, Die Neuordnung der Straftiarkeir von Versuch und Bcihilfc, GS 115 (1941) pág. 24; Noli,
Strafgesetzhche Regelbeispiele und deliktisches Versuchcn, Festschrifr für W. Stree und J. Wessels, 1993, Strafrechr im Übergang, GA 1970, pág. 176; Oehler, Das erfolgsqualifiziertc Delikt ais Gefahrdungsdclikr,
pág. 305; Delaquis, Der untaughche Versuch, 1904; Dicke, Zur Problcmatik des untauglichen Versuchs, JuS ZSrW 69 (1957) pág. 503; el mismo. Das objekrive Zweckmomenr in der rechrswidrigen Handlung, 1959;
1968, pág, 157; Grafzu Dohna, Der Mangel am Tatliestand, Festgabe für K. Güterbock, 1910, pág. 35; Otto, Schadenscintritt und VerjShrungsbeginn, Fcsrschrifr für K. Lackner, 1987, pág. 7 1 5 ; I'aeffgen. Die
Dreher, Was bedeuter Milderung der Strafe für den Versuch? J Z 1956, pág. 682; el mismo, Doppelverwertung erfolgsqualifizierren Delikre - eine in die allgemeine Unrechtslehre inregrierbare Deliktsgruppe? JZ 1989,
vonStrafeumessungsumstanden, JZ 1957, pág. 155; el mismo, Gedanken zur Strafzumessung, JZ 1968, pág. pág. 220; Papageorgiou-Gonatas, Wo liegt die Grenze zwischen Vorbereitungshandlungen und Versuch? 1988;
209; Engisch, Der Unrechtstatbesrand im Srrafrecht, DJT-Festschrift, Tomo 1, 1960, pág. 4 0 1 ; Fiedler, l'latzgummer, Die "Allgemeinen Bestimmungen" des Strafgeserzenrwurfes usw., JBl 1971, pág. 236; Puppe,
Vorhaben und Versuch im Srrafrechr, 1967; Frank, Vollendung und Versuch, VDA, Tomo V, 1908, pág. Grundzüge der actio libera in causa, JuS 1980, pág. 346; Rengier, Erfolgsqualifizicrte Delikre und verwandrc
163; Frisch, Die Srrafrahmenmilderung beim Versuch, Festschrifr für G. Spendel, 1992, pág. 3 8 1 ; Fiichs, Erscheinungsformen, 1986; Roeder, Der Allgemeine Teil des Ssrerr. StG-Entwurfes, 1965; el mismo, Die
Probleme des Delikrsversuchs, O j Z 1986, pág. 257; Fiirtner, Rechtliche Vollendung und tarsachliche Erschcinungsformen des Verbrechens, 1953; Roxin, Der Anfang des beendeten Versuchs, Fesrschrifr für R.
Beendigung bei einer Straftat, JR 1966, pág. 169; Gallas, Anmerkung zu RG vom 22.4.1937, ZAK 1937, Maurach, 1972, pág. 213; el mismo, Über den Tatentschlufi, Gedachtnisschrift für H. Schroder, 1978, pág.
pág. 437; Geilen, Raub und Erpressung, Jura 1979, pág. 53 m. Forrs.; v. Gemmingen, Die Rechtswidrigkeir 145; el mismo, Tarenrschlu(5 u n d Anfang der Ausführung, JuS 1979, pág. 1; Roxin/Schiinemann/Hajfke,
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Mifilingen, Festschrifr für E. Wolf 1962, pág. 454; Hau, Die Beendigung der Srraftar und ihre rechdichen generis", Strafr. Alih. Hefr 227, 1927; W Schmid, "Bedingrer Handlungswille" beim Versuch usw., ZSrW
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mo, Taterschafr und Teilnahme, 1977; Hettinger, Das Doppelverwertungsverbot bei strafrahmenbildenden und Versuch, en: Müller-Gugenberger (Ed.), Wirtschaftssrrafrecht, 2.» ed. 1992, § 8; H Schmitt, Rücktritt
Umstanden, 1982; Hillenkamp, Anmerkung zu OLG H a m m M D R 1976, pág. 155, M D R 1977, pág. 242; von der Verabredung zu einem Verbrechen, JuS 1961, pág. 25; el mismo, VorsátzlicheTotung und vorsarzliche
Reinhard v. Hippel, Unrersuchungen über den Rückrrirt vom Versuch, 1966; Hirsch, Zur Problemarik des Korperverlerzung, J Z 1962, pág. 389; .Schmoller, Isr die versuchre Kerbeiführung einer qualifizierenden Folge
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ZStW 20 (1900) pág. 309; Horstkotte, Zusammentreffen von Milderungsgtünden (§ 50 StGB), Festschrifr Schünemann, Strafrecht.swissenschafr nach der Srrafrechtsreform, GA 1986, pág. 293; Seeger, Über die
für E. Dreher, 1977, pág. 265; Hruschka, Die Dogmarik der Dauerstrafraten und das Problem der Ausbildung der Lehre vom Versuch in der Wissenschafr des Mittelalters, 1869; Seiler, Neue Wege in der
Tarbeendigung, G A 1968, pág. 193; el mismo, Anmerkung zu BGH 22. 227, JZ 1969, pág. 607; el mismo, Strafrechrsreform, JBl 1969, pág. 113; Spendel, Zur Norwendigkeit des Objektivismus im Strafrechr, ZStW
Anmerkung zu B G H 3 1 , 105, J Z 1983, pág. 216; Isenheck, Beendigung der Tat bei Raub und Diebstahl, 65 (1953) pág. 519; elmismo, Kritik der subjekriven Versuchsrheorie, N J W 1965, pág. 1881; elmismo, Zur
N J W 1965, pág. 2326; Jescheck, Wesen und rechdiche Bedeutung der Beendigung der Straftat, Festschrifr Neubegründung der objektiven Versuchstheoric, Festschrifr für U. Srock, 1966, pág. 89; el mismo, 'Lux Kritik
für H. Welzel, 1974, pág. 6 8 3 ; el mismo, Versuch und Rückrrirt bei Beteiligung mchrerer Personen, ZStW der subjekriven Versuchs und Teilnahmetheorie, JuS 1969, pág. 314; Spotowski, Erscheinungsformen der
99 (1987) pág. 111; Armin Kaufmann, Die Doginatik der Untcrlassungsdcliktc, 1959; el mismo, Die Straftat im deutschen u n d polnischen Recht, 1979; Stratenwerth, Anmerkung zu O L G Hamm vom
Dogmarik im Alrernativenrwurf, ZStW 80 (1968) pág. 34; Klein, Grunds,irzc des gemeinen peinlichen Rechrs, 23.5.1960, J Z 1961, pág. 95; elmismo, Die fakultativeStrafmilderung beim Versuch, Fesrgabe zum Schvvciz.
2.* ed. 1799; Kleinschmd, Systematische Enrwicklung der Grundbegriffe und Grundwahrheiten des peinlichen Juristemag, 1963, pág. 247; Stree, Zur Auslegung der §§ 224, 226 SrGB, GA 1960, pág. 289; el mismo,
Rechts, Teil I, 1794; Koch. Der Rückrrirt vom formell voUenderen Delikt, Strafr. Abh. Hefr 398, 1939; Beginn des Versuchs bei qualifizierten Strafraren, Festschrifr für K. Peters, 1974, pág. 179; Struensee, Versuch
Kolz-On, Eventualvorsarz und Versuch, 1974; Kratzsch, Die Bemühungen um Prazisierung der Ansarzforinel und Vorsatz, Armin Kaufmann-Gedachtnisschrift, 1989, pág. 523; Thomsen, Über den Versuch der durch
usw., JA 1983, págs. 420, 578; el mismo, Verh,altenssteuerung und Organisation im Strafrechr, 1985; Kriig, eine Folge qualifizierten Delikre, 1895; Tiedemann. Der Versuch der Zweckenrfremdung im Steuerstrafrccht,
Die Lehre vom Versuche der Verbrechen, 1854; Kühl, Die Beendigung des vorsatzlichen Begehungsdelikts, JR 1973, pág. 412; el mismo, Bekámpfung der Wirrschafrskriminalitat, Gutachten C zum 49. DJT, 1972;
1974; el mismo, Grundfalle zu Vorbereitung, Versuch usw., JuS 1979, pág. 718 y 1980, pág. 120 con conti- Timpe, Strafmildcrungen des Allgemeinen Teils usw., 1983; Tittmann, Handbuch des gemeinen deutschen
nuaciones; el mismo, A n m e r k u n g zu B G H 3 1 , 1 0 5 , J R 1 9 8 3 , pág. 4 2 5 ; Küper, Versuch u n d pdnlichen Rechts, Teil I, 1806; Treplin, Der Versuch, ZSrW 76 (1964) pág. 4 4 1 ; Ulsenheimer, Zur Problemarik
Rücktrittsprobleme bei mehrcren Tarbeteiligten, JZ 1979, pág. 775; el mismo, Grenzfragcn der Unfallñucht, des Versuchs erfolgsqualifizierter Ddikte, GA 1966, pág. 257; Veling, Die Abgrenzung von Vorbereirung
JZ 1981, pág. 2 5 1 ; el mismo, Zur Abgrenzung von Vorbereirung und Versuch, N J W 1984, pág. 777; Laynpe, und Versuch, 1991; Vogler, Versuch und Rückrrirt bei Beteiligung mehrerer, ZStW 98 (1986) pág. 3 3 1 ; el
.#

550 § 49 C o n c e p t o , tipo y punición de la tentativa


II. l',l fuiui.uiienfo de la |")unihilid.ul de la tentativa 551

mismo, Dcr Bcginn des Vcrsuchs, Fcstschrift für W. Srrce und J. Wcssels, 1993, pág. 285; Waihlinger, l)ie
(Código penal francés de 1810, el SiGB prusiano de 1851 acogió la línea restrictiva: el § 31 excluyó la
Abgrenzung des strafliarcn Vcrsuchs usw., SchwZStr 72 (1957) pág. 121; el mismo, Subjektivisnui.s und
punibilidad tanto de las acciones prcpar.uori.ts como de la tentativa absolutamente i n i d ó n e a ' . También la
Objcktivismus iii dcr neuercn Lelire und Reclitsprcchung voni Vcrsnch, ZStW 69 (1957) pág. 189; Wiiider,
jurisprudencia siguió al principio esta tlirccción '". A jie.sar de que el § Ai RStGB acogió casi literalmenic la
Straíliare Versuclisliandlungen dcr Jagdwildcrei, GA 1962, pág. 176; Watder, Straílose Vorbercitung und
regulación del Detecho ptusiano, el RG cambió de jiarccer situándose en la concepción opuesta pot la in-
strafliarer Versuch, SchwZStr 99 (1982) pág. 225; el mismo, Straírcchtsdogmatik und Kriminologic usw.,
fluencia de la teoría de v. ¡iiirí^^ (RCi 1, 439 | 4 4 l ] : pmn'bilidad de la tentativa absolutamente inidónea; RCi
Fcstschrift für H. Lefcrenz, 1983, pág. 537; Weber, Die Vorverlegung des Strafrechtsschutzcs usw., ZStW
5 1, 34 1 [343]; 59, 1: extensión de la rciuativa a ciertas ;icciones prcparatofias).
Beihcft Giittingen, 1987, pág. 1; Weigend. Die Enrwickiung dcr deutschcn Versuchslchre, en: Hirsch/Weigend
(edrs.), Strafrecht und Kriminalpolitik in Japan und Deutschland, 1989, pág. 113; Wessels, Zur Problematik
der Rcgelbeispielc usw., Fcstschrift für R. Maurach, 1972, pág. 295; el mismo, Zur Indizwirkung der
II. El f u n d a m e n t o d e la p u n i b i l i d a d d e la tentativa
Regelbcispielc usw., Fcstschrift füt K. Lackner, 1987, pág. 423; Zachariii, Die Lehre vom Vcrsuchc dcr íft
Verbrechcn, Teil I, 1836, Teil II, 1839; Zaczyk, Das Unrccht der versuchten Tat, 1989; Zielinski, Handiungs-
El m e r e c i m i e n t o d e pena d e la tentativa p u e d e f u n d a m e n t a r s e d e d i s t i n t o m o d o .
und Erfoigsunwert im Unrechtsbcgriff 1973; ZStW Bciheft Góttingen, 1987, Zur Vorverlegung des
Strafrechtsschutzcs durch Gefahrdungs-und Unternchmcnsdelikte (con numerosas contribuciones). 1. D e actierdo con la doctriiui clAsica'" el f u n d a m e n t o reside sólo en la puesta en peligro de¡
objeto de la acción protegido por el tipo [teoría objetiva). D a d o qtie en todos los grados del hecho
(preparación, ejecución, consumación) el dolo es por naturaleza el mismo, la delimitación de la tenta-
I. P a n o r á m i c a d e la h i s t o r i a d o g m á t i c a d e la tentativa tiva frente a la acción preparatoria es buscada en la zona objetiva. Scgtín ello, el f u n d a m e n t o jurídico
d e la punibilidad d e la tentativa no reside en la voluntad del autor sino en el peligro cercano de reali-
Mientras que el Derecho germánico sólo conocía determinados casos típicos de tentativa (verbigracia,
zación del resultado típico. Por consiguiente, la tentativa es castigada a causa de la alta probabilidad
acechar a alguien o desenvainar la espada), aunque en parte también, sobre todo en la tentativa de homici-
del acaecimiento del injusto de resultado. D a d o que, básicamente, esa probabilidad es afirmada ya con
dio, estableció reglas muy amplias', la C C C en su art. 178 contenía ya una definición general de tentativa
el comienzo de la ejecución y sólo ante la concurrencia d e la idoneidad de la acción, la teoría objetiva
que, sobre la base de la docttina penal italiana medieval ^, poseía un alto rango científico y fue dominante
hasta entrado el siglo X I X ' . La tentativa era aquí situada junto a la consumación como una forma especial conduce a u n a restricción de la punibilidad d e la tentativa frente a la acción preparatoria y al rechazo
del delito, venía determinada tanto subjetiva como objetivamente por los requisitos del dolo y del comienzo del castigo de la tentariva ab.solutamente inidónea. Asimismo, por la falta del injusto de resultado a
de la ejecución y, con ello, simultáneamente, delimitada frente a la acción preparatoria. La pena de la tenta- través de la teoría objetiva se llega a la atenuación obligatoria de la pena.
tiva es atenuada adecuadamente y el desistimiento es recogido como un elemento negativo en la definición
Ejemplos: Con el propio envío de la carta amenazante a la víctima de una extorsión comienza la tentativa
de aquella''. La Ciencia penal del siglo XIX dedicó buena parte de sus esfuerzos al problema de la inclusión
pues es en esc punto donde se otigina la puesta en peligro para el pattimonio de aquella (RG 30, 98 [99]). El
de las acciones preparatorias en la tentativa punible y a las cuestiones vinculadas con la tentativa inidónea.
hecho de empuiiar una pistola que ya está cargada pero que todavía tiene el seguro puesto es ya tentativa de
Las respuestas eran diversas en función de si el fundamento punitivo de la tentativa era visto en la voluntad
asesinato si el autor se propone disparar inmediatamente (RG 68, 339 [340]). Además, no constituye tentativa
criminal del autor (como hacía la C C C ) o en la puesta en peligro del objeto de la acción protegido por el
de robo la entrada en una habitación en la que no se encuentra en absoluto la cosa que se pretendía sustraer
tipo. Mientras que con bastante frecuencia la antigua doctrina aceptaba la punibilidad de los actos prepara-
aunque el autor suponga que ésta se encontraba allí (Preuí?. Obertribunal GA 1854, pág. 548).
torios ' , posteriormente, bajo la influencia del pensamiento liberal de la restrticción del poder estatal, acabó
imponiéndose la concepción opuesta''. En la controversia relativa a la punibilidad de la tentativa inidónea, La teoría p u r a m e n t e objetiva está en la actualidad superada pues, j u n t o a la puesta en
a comienzos del siglo XIX ya estaban enftentadas entre sí una dirección objetiva ' y otra subjetiva'. La pri- m a r c h a d e la realización del tipo p o r parte del autor, el § 2 2 recurre a "su idea del h e c h o " , y el §
mera negaba su punibilidad y la segunda la afirmaba con ciertas restricciones. Apoyándose en el art. 2 del
2 3 III p a r t e d e la p u n i b i l i d a d d e la tentativa i n i d ó n e a ' ^

' Vid. /'. Hippel, Tomo I pág. 118; Wilda, Strafrecht der Germancn págs. 598 ss.
' Vid. Goltdammer, Matetialen Tomo I págs. 245, 248 y 272.
^ Sobre ello vid. Seeger, Über die Ausbildung der Lchre vom Versuch, 1869.
'° Preul? Obertribunal GA 1854, págs. 548 y 822 ss.; Archiv des Criminalrechts 1854, pág. 498.
' Una completa exposición y valoración puede encontrarse en /. Baiimganen, Die Lehre vom Versuche
" V. Buri, GS 19 (1867) págs. 71 ss.; elmismo, GS 20 (1868) págs. 325 ss.; el mismo, GS 32 (1880)
págs. 109 ss.
págs. 357ss.
'' Acerca de la historia del desistimiento vid. Bloy, Die dogmatischc Bedcutung págs. 147 ss.
'- Así, sobre todo, Feuerbach, Lehrbuch 4.» ed. pág. Ai; Berner, Lehrbuch págs. 153 ss.; Frank, VDA
^ Así, Klein, Grundsatze pág. 124; Kleinschrod, Grundbcgriffe Teil 1 págs. 63 ss.; Tiítmann. Handbuch
Tomo V pág. 249; Gerland, Lehrbuch pág. 713; v. Hippel Tomo II págs. 403 ss.; Hold v. Ferneck, Det
Teil I págs. 268 ss.; Grolmann, Grundsatze pág. 39; Feuerbach, Lehrbuch 4.^ ed. pág. ^A.
Versuch pág. 13; u Liszt/Schmidt, pág. 302; Olshausen, § 43 comentario ntím. 2a; RichardSchmidt, Grundrií?
' Así, Mittermater, Nenes Atchiv des Criminalrechts 1 (1816) pág. 168; el mismo. Nenes Archiv des
des deutschcn Strafrechts pág. 173; Wegner, Sttatrccht pág. 222. Esta teoría puramente objetiva es defendida
Cfiminalrechts II (1818) pág. 605; Zachariii, Die Lehte vom Versuche Parte 1 pág. 202; Luden, Abhandlungen
actualmente por Reinhard v. Hippel, Untetsuchungen pág. 26; Spendel, ZStW 65 (1953) pág. 522; el mis-
Tomo I pág. 305; Krug, Versuch págs. 16 ss.; con una posición intermedia, Kostlin, System pág. 2 3 3 . Esta
mo, N j W 1965, pág. 1888; el mismo. Stock-Fcstschrift págs. 98 ss.; el mismo, ]uS 1969, págs. 314 ss.; Dickc,
es la posición que hoy día siguen la mayoría de los Ordenamientos jurídicos; v\á. Jescheck, Z S t W 99 (1987)
JuS 1968, pág. 157; TrepUn, Z S t W 76 (1964) pág. 4 4 7 . Una vatiante de la teotía objetiva es la teoría "de la
pág. 115.
ausencia del tipo" (así, sobre todo, Grafzu Dohna, Güterboek-Festgabe págs. 35 ss. y Vetbrechenslehrc págs.
^ Así, Feíierhach, Lehrbuch 4." ed. pág. 45; ZMchtiria, Die Lehre vom Versuche Teil 1 pág. 239. 56 ss.; Frank, § 43 comentario núm. 1; Rittler, Tomo I pág. 256), según la cual únicamente es aceptable la
' Vid. Tittmann, Handbuch Teil I pág. 267; Grolmann, Grundsatze pág. 39; con una visión interme- tentativa cuando falta el resultado y, con él, "la pieza final del tipo".
dia Mittermaier, Nenes Archiv des Criminalrechts I (1816) págs. 183 ss. y GS 11 (1859) págs. 209 ss.,
'^ Vid. Lackner, § 22 núm. I 1; LK( 10.'JCVogler) nota preliminar núm. 45 antes del § 22; Schonkel
quien introdujo aquí ya la distinción entre los medios absolutos y relativamente inidóneos.
SchroderlEser, nota pteliminat núm. 20 antes del § 22; Kiihl, JuS 1980, pág. 507.
532 § 49 C o n c e p t o , tifio y punición tic !:! lcnt;uiva IIL Hl ripo de la tentativa 553

2. Según !a opinión niayoritaria el f u n d a m e n t o de la tentativa radica en la v o l u n t a d contra- voltuitad del hecho (teoría del autor) . Otras teorías también c o m b i n a n de forma diversa elemen-
ria al D e r e c h o q u e se p o n e en acción (teoría objetivo-subjetiva) '. Lo decisivo n o es, en consc- tos objetivos y stibjetivos de la tciitati\'a '^. Las teorías intermedias conducen a una cotnbinación de
cnencia, la puesta en peligro material del objeto de la acción q u e se protege, sino el injusto denceión ctiterios objetivos y subjetivos en la delimitación entre preparación y tentativa, a la i m p u n i d a d de la
que se realiza a través la puesta en marcha del dolo. Pero esta tesi.s debe .ser diferenciada de la teoría tcuiativa c o m p l e t a m e n t e irracional y a luia atenuación facultativa de la pena.
puramente subjetiva. Ésta c o n d u c e hacia u n a extensión del á m b i t o de la tentativa p t m i b l e a cosía de
E')cm¡>los: Los esíuerzos destinadlos a conseguir im médico capaz de llevar a cabo un aborto deben ser
la acción preparatoria, ai reconocimiento de la punibilidad de la tentativa a b s o l u l a m e n t e inidónea
considerados todavía como acios preparatorios (BGH 4, 17 [18]); lo mismo cabe decir de aquellos que
y, por principio, a la equiparación en el castigo de la tentativa y la c o n s u m a c i ó n , pues la voluntad tienen por finalidad la búsqueda de un cómplice (de orra opinión RG 77, 172). Tampoco es punible como
hostil al D e r e c h o es en a m b o s casos la m i s m a . La anterior jurisprudencia, sobre la base de la teoría teruativa el uso de medios su[iersticiosos para matar a una persona (RG 33, 321 [323]). Por el contrario, fue
p u r a m e n t e subjetiva, extendió a m p l i a m e n t e la punibilidad al á m b i t o previo del tipo. ya afirmado un robo en grado de rcntativa para el caso en el que el autor sólo daba sacudidas al volante de
un coche apatcado para comprobar si aquél esraba bloqueado, porque iba a ser sustraído inmediatamente al
Ejemplos: La elaboración de un certificado falso que posteriormente debe emplearse con una finalidad
considetat que el coche hallado eta el idóneo (BGH 22, 80). Ninguna tentativa existe todavía en quien,
engañosa es ya tentativa de estafa (RG 5 1 , 341 1343]). La utilización de un medio abortivo inidóneo es
habiendo resuelto cometer un homicidio, llama a la puerta de la casa pero debe recorrer rodavía el camino
asimismo tentativa de aborto (RG 1, 439 [441]), al igual que la acción dirigida a cometer dicho delito en
hasra la puerta de la vivienda de la víctima y allí tener que serle permitida la enttada (BGH StV 1984, pág.
una mujer no embarazada (RG 8, 198 [203]). El coautor que, descuidadamente, pero en el marco del plan
420). La aproximación al lugar del robo es todavía un acto preparatorio, debido a que el hecho de portar un
delictivo, dispara cquivocadamenre sobre otro coautor, es punible por una tentativa de homicidio (BGH
arma de fuego en ese momento no cumple con el elemento cualificador de dicha infracción patrimonial (§
11,268 [27!]).
250 núm. 1) (BGH 3 1 , 105 con comentario aprobatorio d e / / r H j c M a J Z 1983, pág. 217 y A'M/J/, JR 1983,
La teoría p u r a m e n t e subjetiva es ya, h o y p o r hoy, i n s o s t e n i b l e , pues el m o m e n t o objeti- pág. 425).Vid. r a m b i é n l a B G H NStZ 1981, pág. 435.
vo de la i n m e d i a t a puesta en m a r c h a d e la realización del ripo fue i n t r o d u c i d a en el § 2 2 para
El D e r e c h o vigente se c o m p r e n d e m u c h o mejor desde la óptica d e la teoría d e la impresión
o p o n e r resistencia al d e s b o r d a m i e n t o d e la p u n i b i l i d a d de la tentativa o r i g i n a d o p o r la teoría
p o r la i m p o r t a n t e a c e n t u a c i ó n de la puesta en m a r c h a del h e c h o (§ 2 2 ) , la a t e n u a c i ó n facultati-
subjeriva, y p o r q u e el § 2 3 III posibilita prescindir de la p e n a en el caso de u n a tentativa c o m -
va d e la p e n a (§ 2 3 II) y la posibilidad de prescindir d e la sanción p u n i t i v a en el caso de u n a
p l e t a m e n t e irracional ' ^
tentativa c o m p l e t a m e n t e irracional. Esta visión f u n d a m e n r a c o r r e c t a m e n t e la p u n i b i l i d a d d e la
3. Una tercera teoría (intermedia) parte, ciertamente, de la teoría objetivo-subjetiva pero une a tentativa a través d e la necesidad de \^ preservación del Ordenamiento jurídico. E n la tentativa el
ésta un elemenro adicional que debe fundamenrar el merecimienro de pena de la tentativa. D e acuer- objeto de p u n i c i ó n es la v o l u n t a d antijurídica del a u t o r Trasladada al h e c h o , esto es, el injusto
do con esta vía, la voluntad puesta en marcha frente a la norma de c o m p o r t a m i e n t o es, ciertamente, doloso de acción del t i p o c o r r e s p o n d i e n t e .
fundamento de la tentativa; sin embargo, el merecimiento de pena de la acción dirigida al hecho sólo
es afirmado si con ésta se ve afectada la confianza de la colectividad en la validez del O r d e n a m i e n t o
jurídico y el sentimiento de seguridad jurídica, pudiéndose menoscabar xsí la paz jurídica (teoría de III. El t i p o d e la tentativa
la impresión) . El merecimiento de pena de la tentativa también es basado sobre \-\ peligrosidíid del
D e a c u e r d o con el § 2 2 , q u e se apoya en la fórmula sintética del § 2 4 A E y n o en la explíci-
autor, coir lo que se destaca q u e la puesta en peligro del objeto de la acción protegido reside en su
ta redacción del § 2 6 E 1 9 6 2 , la tentativa p r e s u p o n e rres aspectos " : la resolución a la realiza-
ción del ripo c o m o elemetiro subjetivo, la i n m e d i a t a ptresta en m a r c h a de la realización del t i p o
c o m o e l e m e n t o objetivo y la ausencia de la c o n s u m a c i ó n del tipo c o m o factor negativo c o n c e p -
'"* Así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 470; DreherlTrondk, § 22 núm. 24; Delaquis, Der untaugliche t u a l m e n t e necesario. Estos tres t n o m e n t o s s i e m p r e d e b e n estar o r i e n t a d o s a u n t i p o especial. La
Versuch págs. 204 ss.; Germann, Strafbarkeir des Versuchs págs. 147 ss.; el mismo. Das Verbrechen pág. 63; tentativa es, p o r lo t a n t o , u n t i p o d e p e n d i e n t e " " pues sus e l e m e n t o s siempre t i e n e n q u e estar
Kühl, Ailg. Teil § 15 núm. 39; Lackner, § 22 núm. \\;LK(9.') (Busch) § 43 núm. 1; H. Mayer, Lehrbuch
pág. 278; Otto, Grundkurs págs. 223 ss. (con una posrura conciliadora); Preisendanz, § 22 comentario núm.
1; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 592; Welzel, Lehrbuch págs. 192 ss. Vid. también BT-Drucksache V/4095 ' ' Así, Bockelmann, Untersuchungen págs. 146 ss., 162; Engisch, DJT-Festschrift pág. 435; Kohlrausch/
pág. 11. Acerca del avance de la teoría subjetiva vid. Weigend, Entwicklung págs. 118 ss. Lange, nota preliminar núm. III antes del § 43; Oehler, Das objektive Zweckmoment pág. 121; Waihlinger,
" Vld./í-ícAí-ci', Schv/ZStf 91 (1975)pág. 29;/¿oxy«, Einführungpág. b . ZStW 69 (1957) pág. 214. Con anterioridad ya £ v. Liszt, ZJ^tW 25 (1905) pág. 36. En contra, Stratenwerth,
"• Así, V. Bar, Geserz und Schuid Tomo II págs. 488 ss., 532 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 232; Burgstaller, Festgabe zum Schweiz. Juristentag pág. 265; P. Alhrecht, Det untaugliche Versuch pág. 36.
JBI 1969, págs. 529 ss.; Eser, Strafrecht II núm. 31 A núm. 34; Grünwald, Welzel-Festschrift pág. 712; v. "* Y así, Schmidh&user, Studienbuch págs. 338 ss., y Alwart, Strafwürdiges Versuchen págs. 122
Gemmingen, Die Rechtswidrigkeit des Versuchs págs. 160 ss.; MaurachIGóssellZipf, Allg. Teil II § 40 núms. .ss., hacen coexistir la "tentativa como finalidad" y la "tentativa como puesta en peligro". Comptendiendo
40 ss.; LK(Vogler) nota preliminar núm. 52 antes del § 22; Mezger, Lehrbuch pág. 3 9 7 ; / Meyer, Z S t W 87 la tentativa como un delito de peligro abstracto, Kratzsch, Verhalrenssteuerung págs. 64 ss., 438. Derer-
(1975) p.ág. 604; Papageorgiou-Gonatas, Grenze págs. 209 ss.; Roxin, JuS 1979, pág. 1; Schbnke/Schroder/ mina el concepro de tentativa en función de las deficiencias del tipo objetivo, Zaczyk, Untecht págs. 126
Eser, nota preliminar núm. 23 antes del § 22; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 13antes del § 22; ss., 229 ss. ?ar3jakobs, Allg. Teil 2 5 / 2 1 , el fundamento de la tentativa es la "manifestación de la infrac-
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 657; Salm, Das versuchte Verbrechen págs. 103 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. ción de la norma".
594; Schünemann, GA 1986, pág. 3 1 1 . Con anrerioridad ya, Horn, ZStW 20 (1900) pág. 597. Un resumen " Acerca de la esttuctuta de la tentativa vid. Fiedler, Vodiaben págs. 60 ss.; Reinhard v. Hippel,
de esra reoría se encuentra en Berz, FormelleTarbestandsverwirklichung págs. 39 ss. En conrra de la teoría Untersuchungen págs. 26 ss.; LK(IO.'')(Vogler) § 22 núm. 1.
de la intpresión Kühl, Allg. Teil § 15 núms. 40 ss. ™ Al respecto vid. Sauermann, Versuch págs. 31 .ss.; LK(10.'')(Vogler) § 22 núm. 7.
354 § 49 (^onccpro, ripo y punición de la lenlariva I. hl tipo de la temativa 555

referidos a un tipo penal ya descrito en la Ley (no hay, pues, una "tciitaiiva [lor sí misma", sino figura d e delito exija, p u e s t o q u e estos c o m p o n e n t e s se e n c u e n t r a n en el m i s m o plano q u e el
sólo, p o r e j e m p l o , asesinato, h u r t o o estafa i n t e n t a d a ) . d o l o en la estructura del d e l i t o ^ ' .

1. La tentativa exige la presencia del t i p o subjetivo c o m p l e t o . Al m i s m o p e r t e n e c e , en pri- 2 . C o m o e l e m e n t o objetivo la tentaiiva d e m a n d a q u e el a u t o r " p o n g a i n m e d i a t a m e n t e


m e r lugar, el d o l o (vid. supm § 2 9 III). C o m o en el delito c o n s u m a d o , csie debe estar d i r i g i d o a en marcha la realización del tipo". Ello s u p o n e el desarrollo de una actividad q u e sin m;¡s
la totalidad d e los elementos objetivos del t i p o . En el caso d e tipos cualificados t a m b i é n d e b e n tnímite debe c o n d u c i r a la realización del tipo ( B G H 3 1 , 178 [ 1 8 2 ] ; 3 7 , 2 9 4 1296] con c o m e n -
cstat c o m p r e n d i d o s los c o m p o n e n t e s agravantes. El d o l o p u e d e ser t a m b i é n eventualcn la m e d i - tario crítico d e Kiiper, J Z 1 9 9 2 , p;Sgs. 3 4 5 ss.; B G H N S t Z 1 9 8 7 , pág. 2 0 ; O E G KaHsruhe N J W
da en q u e éste sea suficiente para el tipo afectado ^'. Del m i s m o m o d o q u e en el delito c o n s u m a - 1 9 8 2 , pág. 59). Si esto es así, el h e c h o se enjuicia d e a c u e r d o con el plan del autor, esto es, d e
d o t a m b i é n a q u í hay q u e distinguir e n t r e d o l o eventual y la " v o l u n t a d d e acción c o n d i c i o n a d a " c o n f o r m i d a d "con la representación del h e c h o q u e posee el a u t o r " . Decisiva tcsulta, por consi-
(vid. supm § 2 9 III 3 e ) . C a r e c e d e d o l o q u i e n todavía n o está resuelto a la c o m i s i ó n del h e c h o y g u i e n t e , la valoración objetiva d e la cercanía d e la acción a la base d e la idea q u e el a u t o r se ha
sólo indaga los elementos para su p e r p e t r a c i ó n (s\mp\c propensión al hecho) ( B G H S t V 1 9 8 7 , forjado sobre el recorrido, la forma v el m o d o de la realización d e su resolución delictiva (teoría
pág. 5 2 8 ) . Sin e m b a r g o , la v o l u n t a d de acción es i n c o n d i c i o n a l si la resolución se ha a d o p t a d o o b j e t i v o - i n d i v i d u a l ) (vid., más d e t a l l a d a m e n t e , infra § 4 9 IV) ^^\
d e f i n i t i v a m e n t e y sólo se espera a u n a c o n d i c i ó n i n d e p e n d i e n t e d e la v o l u n t a d del a u t o r q u e
También en los tipos cualificados i m p o t t a saber si el autor p o n e en marcha i n m e d i a t a m e n t e
debe decidir acerca del c o m i e n z o d e la ejecución de la acción (resolución delicitiva relativa a u n a
la realización del tipo. Si el a u t o r comienza con la realización del tipo cualificado (por ejemplo,
situación fáctka incierta) (RG 16, 133 [ 1 3 5 ] ; B G H 12, 3 0 6 [ 3 1 0 ] ; 2 1 , 14 f l 8 ] ) . Existe t a m b i é n
inutiliza los exrintores antes d e provocar el incendio, § 3 0 7 niím. 3 ^^) sólo existe tentativa de un
v o l u n t a d d e acción i n c o n d i c i o n a d a si el a u t o r t o m a en c o n s i d e r a c i ó n la posibilidad del desisti-
delito de incendio si la c u m p l i m e n t a c i ó n del tipo básico sigue i n m e d i a t a m e n t e a aquélla. Si la ac-
m i e n t o (resolución delictiva con reserva de desistimiento) ^^.
ción cualificada (verbigtacia, p o r t a t u n arma d e fuego en el delito d e r o b o , § 2 5 0 I n i i m . 3 ) se
Ejemplos: No constituye tentativa de un delito de apropiación indebida (§ 246) la acción de un fun- efectúa exclusivamente d u r a n t e la preparación del delito básico (así, sólo d u t a n t e la aproximación
cionario de correos que abre una carta sólo para examinar su contenido y ver si le conviene su sustracción al lugar del robo), entonces el autor sólo puede ser castigado por este ú l t i m o ( B G H 3 1 , 3 0 5 con
(RG 65, 145 [148]). Naturalmente, con ello realiza el tipo del § 354 II núm. 1 ^^. Por el contrario, existe c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o d e Hrttschka, J Z 1 9 8 3 , pág. 2 1 6 y d e Kühl, J R 1 9 8 3 , pág. 4 2 5 ) ' ' .
tentativa de robo cuando el sujeto se introduce en una casa para sustraer cualquier cosa que pueda .serle ikil
(RG 70, 201 [203]), y también cuando lo hace para querer comprobar si en su interior encuentra cosas de En los casos más graves que son expresados a través de ejemplos reglados (verbigracia, el § 243 I 2), se
valor (OLG Hamm M D R 1976, pág. 155). Hay dolo de robar si los autores prerenden usar la violencia debe exigir para la tentativa que el autor comience la realización del tipo básico, puesto que aquéllos, como
anre el fracaso de una tentativa de extorsión (KG GA 1971, 54 [55]). En el hecho de coser divisas en el tales, no son elementos del tipo en el sentido del § 22^". En adhesión al E 1962 (Fundamentación, págs.
felpudo de un vehículo con el que se debe hacer el viaje al extranjero si no se obtiene la aurorizacióu precep- 144, 403) una tesis más amplia se conforma con el comienzo de la realización del ejemplo reglado, aún
tiva existe, cierramente, una voluntad incondicional de cometer un delito de evasión de divisas (de otra cuando en ella no reside el comienzo de la acción del hecho ^'. La jurisprudencia acepta que los ejemplos
opinión, RG 7 1 , 53), pero todavía no se ha comenzado su traslado al extranjero.

D e la necesidad d e q u e el d o l o esté p r e s e n t e en la tentativa se d e t i v a n dos consecuencias: « Vid. Schanke/Schroder/Eser, § 22 núm. 23; LK (10.'')(Vogler) § 22 núm. 22; SK (Rudolphi) § 22
a) Por u n lado, no existe la tentativa imprudente p u e s q u i e n actiía n e g l i g e n t e m e n t e n o t o m a núm. 2; Wessels, Allg. Teil núm. 596.
la decisión d e c o m c t e t un delito (vid. infrn § 5 4 IV) ^''. ^"^ Vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 494; Blei, Allg. Teil pág. 228; el mismo, JA 1975, pág. 96;
BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 208 ss.; MaurachlGosseUZipf, AWg. Teil II § 40 núm. 4 3 ; Roxin, Einführung,
b) Por o t r o , y p r e s c i n d i e n d o del d o l o c o m o e l e m e n t o subjetivo del ripo, t a m b i é n d e b e n pág. 15; Rudolphi, JuS 1973, pág. 23; Schdnke/Schroder/Eser, § 22 núm. 32; SK (Rudolphi) § 22 núm. 11;
c o n c u r r i r los especiales elementos subjetivos del tipo (vid. s u p r a § 3 0 II) q u e la c o r r e s p o n d i e n t e Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 665; "Wessels, Allg. Teil núm. 598. Interpretando rigurosamente la fórmula de
la puesta en marcha de la realización del tipo, LK(lO.')(Vogler) § 22 núm. 35a, quien exige ya una "acción
escpccíficamente ejecutiva del tipo". Profundizando en la cuestión, Kratzsch, JA 1983, págs. 578 ss.
' ' Vid. RG 6 1 , 159 (160); 68, 339 (341); B G H 22, 330 (332 s,s.); 3 1 , 374 (378); Roxin, .Schroder- ^' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306b 11 3 (N del T ) .
Gedachtnisschfift págs. 145 ss.; Schonke/Schroder/Eser, § 22 núm. 17 con referencias adicionales; SK(Rudolphi) ^* La remisión debe entenderse realizada al vigente § 250 II 2 (N del T ) .
§ 22 núm. 2. De otra opinión. Lampe, N J W 1958, pág. 333. Resrringidamente para la tentativa inidónea, 2' Vid. Artz, J Z 1959, pág. 59; Schonke/Schróder/Eser, § 22 núm. 58; LK(10.-)(Vogler) § 22 núm.
Kolz-Ott, Eventualvorsatz pág. 147. Aceptando una forma fragmentaria especial de dolo para la renrativa 78; Stree, Peters-Fesrschrift pág. 192; Wfcf/s, Allg. Teil n ú m . 605.
inacabada, Struetisee, Armin-Kaufinann-Gedachrnis,schrift págs. 538 .ss. (a diferencia de la tentativa acabada ^^ Así, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 487; Dreher/Trondle. § AG núm. 48b; Blei, Allg. Teil págs.
y la consumación). 224ss.; Laubenthal J Z 1987, pág. 1069; LK (9.') (Vogler) § 2 2 núm. 85; SK (Rudolphi) § 2 2 núm. 18;
'^ La jurisprudencia del RG y del BGH es vacilanrc; vid., más detalladamente, / , « Í , GA 1956, págs. Stree. Peters-Festschrlft pág. 18!; Schonke/Schróder/Eser, § 22 núm. 58; Wessels, Maurach-Festschrift pág. 305;
36 .ss.; MaurachlGossell'Ztpf, Allg. Teil ¡I § 40 núm. 7 1 ; LK (lO^XVogler) § 22 núms. 9 .ss.; W. Schmid, el mismo, Allg. Teil núm. 602; Kühl, Allg. Teil § 15 núms. 52 ss.
ZStW 74 (1962) págs. 48 .ss.; R. Schmitt,]uS 1961, p,ágs. 25 ss.; Schdnke/Schroder/Eser, § 22 núms. 18 ,ss.; 3' Así, LK(9.')(Lieimann-Trosien) § 243 núm. 4 7 . Vid. también la OLG H a m m M D R 1976, pág.
SK (Rudolphi) § 22 núms. 3 ss. Incorrecrameute, Artz, JZ 1969, págs. 54 ss., quiere dejar de hacer valer el 155 con comentario crítico de LLillenkamp, M D R 1977, pág. 242. A favor de esta tesis se pronuncia tam-
"querer condicionado", pues la resolución a una acción típica con la reserva del acaecimiento de una condi- bién la B G H 3 3 , 370 (374), según la cual los ejemplos reglados "hay que trararlos en cuanto a sus
ción que hace al hecho super.luo es ya dolo (vid. BGH 2 1 , 14 [17]). consencuencias como los elementos del tipo". Acertadamente en contra de esta visión Wessels, Lackner-
-•' La referencia debe entenderse fealiz;ida al vigente § 206 111 2 (N del T)- Festschrift pág. 434. En contra de la aplicación del ejemplo reglado en el delito biLsico meramente intenta-
-•< Así, LK(IO.-)(Vogler) § 22 n ú m . 8; Schdnke/Schroder/Escr, § 22 luím. 22. do, Degener, Stree-Wessels-Festschrift pág. 329.
556 § 49 Concepto, tipo y Jiunición de la tentativa IV. La tlciimitación entre tentativa y preparación 557

reglados del § 243 también desarrollan su efecto indiciario en el hurto simplemerne intentado (BCH 33, todavía un concurso ideal (RG 60, 315 1316 ss.]; BGH JZ 1952, pág. 89; GA 1955, 245 [246
370). Lo mismo debe regir para el caso de que el hurio_>' el ejemplo reglado queden sólo intentados (de otra ss.]; JZ 1975, 130 [131[). Finaltnente, e! plazo para instar la persecución penal (vid. infra § 85 I
opinión, BayObLG JR 198!, pág. 118). 5), así como el de la prescripción del delito (vid. infra § 86 I 2), comienza ya con la terminación
3. Finaimeurc, el delito no puede haber sido consumado. La consumación no viene detcr- del hecho.
muiada por el hecho de que el autor haya alcanzado su propósito, sino que aquélla tiene ya lugar Ejemplos: La extorsión (§ 253) se consuma tan pronto como el apremiado entrega el dinero, aunque el
con el cumplimiento de la totalidad de ios elementos del tipo (vid., sin embargo, acerca de las autor no llegue a recibido (BGH 19, 342 [343]), pero .se termina cuando este consigue el botín. También en el
cosas compuestas OLG Karisruhe, Die Justi?, 1972, pág. 361). En funcitSn de la configuración hurto la terminación del hecho presupone el aseguramiento del dominio obtenido sobre la cosa. Cuando la
del tipo (delito de lesión, de peligro o de resultado cortado) la consumación puede tener lugar víctima persigue al autor que huye con el botín, ciertamente, ei hurto está consumado pero, como todavía no
en un momento anterior o posterior. Esta, además, debe ser negada ante la ausencia de la impu- está terminado, el apoyo que suministra un tercero al que huye puede ser constitutivo de complicidad en el
tación objetiva del resultado (vid. supra § 28 IV). La consumación hay que diferenciarla de la hurto (BGH 6, 248 [249])'^ El robo con homicidio (§ 251) existe también cuando durante la huida del
autor de quienes le persiguen (esto es, dutantc la tase que media entre la consumación y la terminación), mata
terminación (consuinación inaterial) del h e c h o ' ' . Los delitos en los que puede comprobarse la
a otro negligentemente (BGH 38, 295 [297 ss.]). Por el contrario, deja de existir ya complicidad cuando el
consumación en un iriomento distinto al de la terminación se clasifican según su estructura en
botín del ladrón ha sido ya devuelto al ofendido (BGH JZ 1985, pág. 299) o si el implicado en un accidente
cuatro grupos:
ha abandonado ya el lugar del hecho sin ser perseguido (OLG Sturrgart NJW 1981, 878 [879]).
El primero está integrado por los delitos de consumación anticipada (delitos de intención, de
peligro y delitos de etnprendiiniento). El segundo grupo de delitos en los que la terminación
rV. La delimitación entre tentativa y preparación
sucede a la constimación está caracterizado por la estructura reiterativa de los tipos (delitos per-
manentes, de dos actos o tipos con numerosos actos inviduales). Un tercer grupo está formado 1. De acuerdo con el § 22 la Tentativa comienza cuando el autor "da comienzo a la realiza-
por los supuestos en los que el resultado final o total a obtenido a través de acciones que ya no se ción del tipo según su propia representación del hecho". En la reforma penal operada en el ai'io
corresponden en sentido formal con la descripción del tipo, tal y como por ejemplo sucede con 1975 el legislador ha sustituido la anterior fórmula de "comienzo de la ejecución" (§ 43 en su anre-
el recuperación del botín de un hurto (BGFI 20, 194 [196]), el aseguramiento de ios objetos de rior redacción), que en su estrecha enunciación para las necesidades prácticas había sido notable-
contrabando tras atravesar la frontera (BGH 3, 40 [44]) o la desrrucción de la totalidad del edi- mente extendida por la jurisprudencia (RG 71, 53; BGH 6, 302 [303]; OLG Karisruhe JR 1973,
ficio en el incendio (OLG Hamm JZ 1961, 94 [95]). El cuarto grupo está compuesto por su- pág. 425), por una redacción en la que aparecen vinculados un criterio subjetivo (la represenración
puestos de unidad natural de acción (vid. infra § GG III) •''. de! hecho por parte del autor) y otro objetivo (la puesta en marcha inmediara de la realización del
La distinción entre consumación y terminación posee un significado práctico que se proyec- tipo). Esta "teoría objetivo-individual" ^''. que ya fue defendida con anterioridad '^ (BGH 26,
ta en diversas direcciones ^''. Por una parte, se acepta que en Derecho penal internacional, para 201 [203 ss.]; BGH StV 1992, pág. 62; BGH NJW 1993, pág. 2125), debe contrarrestar, a través
los delitos cometidos a distancia, la terminación del hecho en el sentido de la realización de la de la restricción de la tentativa a la fase precedente de la realización inmediata del tipo, el continuo
intención típica sea considerada como resultado de conformidad con el § 9 I (vid. supra § 18 IV adelantamiento del comienzo de la tentati\a a una etapa previa del hecho^*.
2b). Por otra, en el período comprendido entre la consumación y la terminación es todavía posi- De este modo, está ya superada la teoría puramente subjetiva que en el comienzo de la rentativa sólo
ble la participación punible (BGH 2, 344 {iAG ss.]; 6, 248 [251]) (vid., en relación con la atitendía a la representación del autor sobre el comienzo de la ejecución, introduciéndose así ampliatncnte
coautoría, infra § 63 II 2; en relación con la complicidad, infra § 64 III 2b). Asimismo, al autor en el ámbito de la preparación; también lo está la teoría objetivo-formal, según la cual, la tentativa debía
le son todavía imputables aquellos elementos cualificadores del tipo que realice durante ese pe- comenzar con la acción típica en sentido estricto. Por el contrario, la teoría objetivo-material que exige para
ríodo de tiempo (BGH 20, 194 [196]; 22, 227; BGH GA 1971, pág. 82). En relación con los la tentativa una puesta en peligro inmediata del objeto de la acción objeto de tutela, posee todavía valor
concursos, la coincidencia con otras infracciones durante esta últiina fase puede fundamentar pues este criterio puede ser empleado para completar la fórmula acrual (vid. infra § 49 IV 5).

-'- Al respecto vid. Jescheck, Welzel-Festschrift págs. 685 ss.; Han, Die Beendigung der Straftat págs.70 35 Críticos al respecto, Gallas, ZAK 1937, pág. 438; Isenbeck, NJW 1965, pág. 2329; Roxin/
ss.; Furtner, JR 1966, pág. 169; SchorikeJScbroder/Eser, nota preliminar núm. 4 antes del § 22; Wessels, Allg. Schünemann/Haffke, Strafrechtliche Klausurenlehre págs. 232 ss.; ¡{udolphi, Jescheck-Festschrift 'Fomo 1, págs.
Teil núms. 591 sss.; LK(9.") (Vogkr) nota preliminar mím. 23 antes del § 22; Kiiper, ]X 1981, págs. 251 ss. 568 .ss.
Mostrándose restrictivo Ktihl, Allg. Teil § 14 núms. 27 ,ss. 3' Vid. Welzel, Lerhbuch pág. 190; Jescheck, Niederschriften 'lomo II, pág. 194.
Crítico con la teoría de la terminación del delito a causa del descuido en la descripción de la ac- 3' Así, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 207; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 494; Dreher/Triindle, § 22
ción típica. Gallas. ZAK 1937, pág. 438; Isenbeck, NJW 1965, pág. 2329; Hruschka, GA 1968, pág. 193: núm. 8; LK (¡0.'')(Vogler) § 22 núms. 58 ss. ("cuestión específicamente típica"); Lackner, § 22 núm. 3; /
GosseL'ZS\Sf¡85 (1973) págs. 644 ss.; Herzberg, Tarerschaft págs. 71 ss.; Rudolphi, Jescheck-Festschrift Tomo Meyer, ZStW 87 (¡975) pág. 604, nota a pie núm. 34; Otto, Grundkurs pág. 225; Roxin, JuS 1979, pág. 3;
I págs. 567 is.; Jakobs, Allg. Teil 25/12; Otto, Lackner-Festschrift pág. 716 ss.; Bitziíekis. Z.StW 99 (1987) Rudolphi, JuS 1973, pág. 23; Schonke/Schroder/Eser, § 22 núm. 25; SK(Rudolphi) § 22 núm. 11; Wessels. Allg.
págs. 749 ss. Diferenciando entre las condiciones del comportamiento y las del resulado, Kiihl, Die Beendigung Teil núm. 598; Walder, SchwZStr 99 (1982) págs. 225 ss. Schmidhauser, Allg. Teil pág. 611, habla en el mismo
págs. 80 ss.; el mismo, JuS 1982, pág. 189. Objeciones también en Lackner, nota preliminar niím. 2 antes sentido de "teoría toVíVvaáotz'. Jakobs, Allg. Teil l'blG'5 ss., tiene también en cuenta el contexto social.
del § 22. "* Vid. el E 1962, Fundamentación, pág. 144; Bl-Drucksache V/4Ü95 pág. 11. Acerca de sus conse-
-''' Vid. Jescheck, Wclzel-Festschrifr págs. 696 ss.; Han, Die Beendigung der .Straftat págs. 11 4 .ss. cuencias en la jurisprudencia vid. Becher, Zur Abgrenzung págs. 54 ss.; ZJerz, Jura 1984, págs. 511 ss.
558 § 49 C^oncepto, tipo y piinic'ión de la ifni;iiiv;¡ iV. L;i tlcliiiin.u'ión o n u c tentativa y preparación 559

2. E n la d e l i m i t a c i ó n e n t r e tentativa y preparación hay q u e p a r t i r d e "la representación del no es leniaiiva de robo (BCSH Daüingt'rWDR 1966, pág. 197). En la instalación de un artefacto incendia-
a n t o r sobre el h e c h o " pues del suceso e x t e r n o tealizado, nicraiticnte (ragnieiuario y, en cuahjuier rio la solución depende de si es el autor mismo quien va a activar el encendido (preparación) o si va a
caso, en la tentativa inacabada, sólo p u e d e c o n i p r c n d e r s c desde el plan del autor^'^. D e ahí q u e deseucadenarU) a través de un tercero de iniena le (tentativa) ÍRG 66, 141). El accionairiiento de una señal
para r e s p o n d e r a la p r e g u n t a d e si c o n c u r r e la i n m e d i a t a puesta en m a r c h a d e la realización del luiniiu)sa para el atraco a im transporte de dinero que debía tener lugar inmediatamente después, es ya ima
tipo hay q u e a t e n d e r a c ó m o se ha i m a g i n a d o el a u t o r el curso del h e c h o , así c o m o a c u á n d o \- leiiiariva de robo (BGH üoltz M D R 1977. págs. 807 ss. '*''). También lo es cuando se entra en la oficina de
de q u é forma quiso c o m e n z a r c o n la acción ejecutiva típica. correos que se iba a atracar (BGH GA I9S0, pág. 24), así como romar asiento en el coche de la víctima con
la finalidad de atacarla para robar (§ 316a) (BGH N.StZ 1989, pág. 476). Por el contrario, el hecho de
3 . M e d i a n t e el e l e t n e n t o d e la i n m e d i a t a p u e s t a e n m a r c h a d e la realización d e l t i p o la pegar sellos preparados sobre una carta que solameiue debían ser usados tras el envío de vuelta por el desu-
tentativa d e b e "acercarse hasta el l í m i t e m i s m o d e la acción típica'"*". Por t a n t o , acciones i n t e n - natario no constituye todavía tentativa del § 148 II (de otra opinión, sin embargo, OLG Koblenz N J W
tadas son sólo sucesos " q u e están i n m e d i a t a m e n t e situados d e l a n t e d e la realización d e u n ele- 1983, pág. 1625; en contra, con razón, Kiiper, N J W 1984, págs. 777 ss.). Una inmediata puesta en marcha
m e n t o del t i p o " . D e t e r m i n a n t e es, a d e m á s , q u e el c o m p o r t a m i e n t o q u e todavía es f o r m a l m e n - de la imporración de sustancias estupefacientes del extranjero es ya el "enconttarse cerca de la frontera" (BGH
te atípico d e b e estar tan e s t r e c h a m e n t e v i n c u l a d o c o n la verdadera acción ejecutiva, q u e p u e d a 36, 249 [251]). La entrega a un intermediario de lui esctito que debía motivar el falso testimoino de un
pasarse a la fase decisiva del h e c h o sin }iecesidad de pasos intermedios esenciales ( B G H 3 5 , 6 [8 testigo no es todavía tentativa de encubtimiento personal (BGH 3 1 , 10 [13]).
.ss.]; B G H N S t Z 1987, pág. 20)'*-. Es preparación el mero acecho (BGH Dallinger M D R 1973, págs. 728 y 900), tentativa, en cambio,
la cometida por los autores ya preparados que acechan la llegada del tranvía con el cobrador al que se espera
Ejemplos: Los autorts, que decididos a cometer un atraco en una gasolinera, cubiertos con máscaras y
asalrar, poniendo en marcha los medios de ataque y de huida (BGH N J W 1952, con comentatio crítico de
armados con pistolas preparadas para disparar, llaman a la puerta del empleado del establecimiento para que
Mezgen en cambio, el sólo hecho de esperar a la víctima no basta para la B G H StV 1989, PAG. 526).
salga y poder robar inmcdiatamenre tras la apertura, se encuentran ya en el estadio de la tentativa de un
Constituye tentativa el penetrar en los edificios que van a ser robados, caso de que en ellos se encuentre algo
robo agravado (§ 250 I núm. 1) aunque no aparezca nadie (BGH 26, 20 i [203 ss.] con comentario aproba-
(OLG Hamm M D R 1976, pág. 155). Es preparación la carga de las mercancías destinadas a un delito de
torio de G'ússel, JR 1976, págs. 249 ss.). Por el contrario, el inicio de un fraude fiscal de conformidad con el
exportación ilegal (de otta opinión, BGH 20, 150) o a un delito contta la seguridad alimentaria (vid., sin
§ 370 I, II AO 1977 (venta de gasóleo de calefacción como combustible diesel) a ttavés del establecimiento
embargo, la BGH 12, 54), mientras que su transporte a la frontera o, en su caso, a los restauranres es ya
de las telacioncs comerciales necesarias no constituye la puesta en marcha de su utilización indebida como
tentativa'". Integra la tentativa la conducta consistente en intervenir corporalmente sobre un niño (con
combustible, pues éste debe ser todavía solicitado y suministrado al cliente (de otta opinión, de acuerdo
narcóricos) para cortarle seguidamente las arterias (RG 59, 157), prepatación del quebtantamiento de con-
con el Derecho entonces vigente, O L G Karisruhe JR 1973, pág. 425 ' ' ' ) . No hay tentativa, sino mera prepa-
dena (§ 120) la entrada en un edificio oficial en el que se va a suministrar al preso los insrrumentos pata su
ración de un deliro de importación de sustancias estupefacientes (§ 30 I niím. 4 BtMG), cuando el autor
huida (con otro criterio, B G H 9, 63 [64]). La espera en la casa del ttaficante por parte del adquirenrc dis-
viaja al extranjero para recoger la mercancía (BGH Dallinger M D R 1975, pág. 21). Tampoco constituye
puesto para la compra de una cantidad de hachís ya acordada, no constituye tentativa de tráfico de drogas
tentativa el esfuerzo del autor por inclinat a un niiío a la comisión de actos obscenos si el hecho debe tener
(OLG Celle N J W 1986, pág. 78). La preparación en el lugar del hecho de un instrumento destinado a
lugar posteriormente en otro lugar (OLG Celle N J W 1972, pág. 1823). La pretensión de que una prostitu-
facilitar la entr.ada en la casa no determina el comienzo del robo (BGH NStZ 1989, pág. 473).
ta entregue regularmente ingresos procedentes de su comercio sexual es tentativa del § 18Ia en su anterior
redacción (BGH 19, 350 [351]) mientras que, por el contrario, si con la misma finalidad se pretende que 4 . H a y q u e aceptar siempre la existencia de tentativa si el a u t o r ha c o m e n z a d o ya la ac-
alguien .se dedique a ello por primera vez es sólo preparación (BGH 6, 98 [99]). El fingimiento de un robo
c i ó n ejecutiva típica o, en caso de delitos integrados p o r varios actos, el p r i m e r o d e ellos q u e
no es todavía una estafa de seguro intentada (BGH N J W 1952, pág. 430) y el caminar al lugar del hecho
sea típico, pues en estos casos se ha sobrepasado ya la s i m p l e puesta en m a r c h a . El legislador, n o
o b s t a n t e , ha o m i t i d o incluir e x p r e s a m e n t e este s u p u e s t o en el § 22** .

Ejemplos: La agresión física al acompañante de la víctima del robo es violencia típica como primer
-" Vid. el ejemplo del asesinato mediante veneno que suministra SK(Rudolphi) § 22 núm. I I ; vid.,
estadio del robo (BGH 3, 297), el cierre de la puerta de la rienda supone ya el comienzo de la amenaza (RG
además, BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 495.
69, 327 [331 ]). Por el conttario, es sólo preparación de un delito de estafa la acción engañosa a través de la
•*" Así, acertadamente, Roxin, Einführung págs. 15 ss.; Schdnke/Schroder/Eser, § 22 núm. 35. De for-
cual solamente se crea la base de la confianza para la entrega del préstamo planeado y que no detetmina por
ma similar, Dreher/Trondle, § 22 núm. 11; Preisendanz, § 22 comentario núm. 4a. Por el contrario, Lackner,
sí núsma el desplazamienro parrimonial (BGH 37, 294 [296]; O L G Karisruhe N J W 1982, pág. 5 9 ' ' ' ) . La
§ 22 núm. 4, no ve "nada esencialmente distinto" en la nueva redacción y también Schnúdhiiuser, Alig. leil
pág. 6 1 1 , sostiene que el cambio en la terminología es "indiferente". En el mismo sentido, Stratenwerth,
Allg. 'leil I núms. GGG ss.; D. Meycr, JuS 1977, pág. 2 1 . Precisiones adicionales sobre la fórmula legal pue-
den encontrarse en Kratzsch, JA 1983, págs. 382 ss.; vid., también, el mismo, Verhaltenssteuerung págs. 69 '''' Profundizando en ello Küper, JZ 1979, págs. 775 ss.
.ss. Acerca de la comprensión criminológica de la fórmula legal vid. WaUer, Leferenz-Festschrift págs. 540 ss. ''^ Expresando objeciones polírico-criminales frente a la fórmula legal de la inmediata puesta en mar-
'" Así, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 208. cha para la tentariva en los delitos económicos, Tiedemann, 49. DJT 1972, pág. 52; el mismo, }R 1973, pág.
'^- Así, Schbnh/Schroder/Eser, § 22 núin. 39; SK (Rudolphi) § 2 2 núm. 13; Veling, Abgrenzung § 53; 412; el mismo, Wirtschaftsstrafrecht, Allg. Teil págs. 221 ss. Al respecto vid., con numerosos ejemplos pro-
Wessels, Allg. Teil núm. 607. Dcm.asiado riguroso se muestra LKilO.'JiVogler) § 22 núm. 60, pues exige un cedentes de la jurisprudencia, DreherlTründle, § 22 núm. I7a;7. Meyer, ZStW 87 (1975) pág. 610; l.ayige,
comportamiento que "pueda ser incluido en el tipo correspondiente a través de una admisible interpreta- -Strafrechtsreform págs. 34 ss.; Schmidt-Hieber, en: Miiller-Gugenherger, § 8 núms. 22 ss.
ción gramatical y inaterial'. Renovadamenre en defensa de su posición, Vogler, Stree-Wessels-Festschrift pág. '*'' \jí redacción del § 26 E 1962 era, también en este punto, mucho mejor; vid. Blei, Allg. Teil pág. 228.
293, citando jurisprudencia. ''' Instfuctivo al tespecto, Biirkhardt, Ju.S 1983, págs. 426 .ss., quien advierte de que también en la
"" Para Tiedemann, JR 1973, págs. 4 1 3 ss., existe tentativa pero sólo porque el autor omirió en su realización parcial del tipo "la inmediata puesta en march,a" debe ir referida al tipo global. Vid. también
momento la oportuna denuncia ante el Ministerio de Hacienda. y-//'o/«, Allg. Teil 25/68.
560 § 49 C'onccpro, tipo y ¡iLinición de la tcntauv;i V. La pcn.ilitiad de la tentativa 561

tentativa de estafa írcnrc a un agente inmobiliario no viene detetminada por la snniilación de la disposición líji'ínphi: Ni siípiicra en el supuesto de utia admniistracií')n desleal especialmente grave (§ 266 II) es
a pagar [lor parte del cliente, sino por la puesta en marcha de ia conciusuní del negocio que hace sutgir la punible ia tentativa (RC j W 1937, 284).
obligación de pago (BGH 3 1 , 178 [182 ss.]). 2. D e a c u e r d o con el § 2 3 11 la t e n t a t i v a / ) » Í Y / Í ser castigada más l e v e m e n t e q u e el d e l i t o
5. La regulación d e la tentativa p o r el § 2 2 está hecha a m e d i d a de la tentativa inacabada c o n s u m a d o "*-. Ll m a t e o p u n i t i v o a t e m t a d o se deriva del § 4 9 1 y en el caso d e c o n c u r r e n c i a de
c o m e t i d a p o r el a u t o r i'mico y, en este s e n t i d o , traza el límite de la p u n i b i l i d a d con u n a d e t e r m i - distiiuas catisas d e ateiuiación el m i s m o p u e d e ser redticido repetidas veces ^-^ ( B a y O b L G N]W
n a c i ó n mejor a d e c u a d a al E s t a d o d e D e r e c h o . Sin e m b a r g o , la (órnuila legal n o se adeciía a otras 1951, PÁG. 284).
formas d e manifestarse la t e n t a t i v a y d e b e , p o r ello, ser s u s t i t u i d a o m o d i f i c a d a . Y así, falta Ejemplo: Hn utia agtcsióti .sexual intentada (§ 178 ^''j que se ejecuta por un autot con la capacidad de
u n p u n t o de c o n e x i ó n c o n el c o m i e n z o d e la tentativa en los delitos de omisión en los q u e el culpabilidad disminuida, el tnarco penal de utio a diez ataos de prisión pasa a ser de uti mes a cinco ai'íos,
a u t o r se c o m p o r t a de f o r m a m e r a m e n t e pasiva. E n c o n s e c u e n c i a , en estos casos hay q u e recutrir siete meses y dos semanas.
al m o m e n t o d e la puesta en peligro i n m e d i a t a del o b j e t o d e la acción q u e se p r o t e g e o al i n c r e -
La itiera a t e n u a c i ó n facultativa d e la p e n a se c o r i e s p o n d e con la teoría de la impresitín
m e n t o d e u n tiesgo ya existente (vid. infra § 6 0 il 2) '"*. E n o r t o s s u p u e s t o s esta fórmula es, p o r
(vid. supra § 4 9 1! 3 ) , segi'in la cual, la decisión de si el delito metece ser enjuiciado p o r el m a r c o
sí misrna, p e r f e c t a m e n t e aplicable pero c o n d u c e a u n o s resultados q u e van d e m a s i a d o lejos pues
penal o r d i n a r i o o el a t e n u a d o depentie de lo c e r c a n o q u e este el h e c h o d e la c o n s u m a c i ó n , d e la
en vez de alcanzarse la restricción d e la p u n i b i l i d a d de la tentativa se c o n s i g u e j u s t o lo c o n t r a t i o
peligrosidad de la tentativa y d e la intensidad d e la v o l u n t a d c t i m i n a l ^ ' .
d e lo q u e se p r e t e n d í a . Y así, en la autoría mediata el crirerio q u e d e b e considerarse c o r r e c t o n o
es la i n t e r v e n c i ó n del h o m b r e d e atrás s o b r e el i n s t r u m e n r o , sino la p u e s t a en m a r c h a de la reali- En la elección entre el m a r c o p u n i t i v o o r d i n a r i o o el especial del § 4 9 I el juez sólo p u e d e
zación del ripo p o r parre de d i c h o i n s t r u m e n t o , o antes, el e n v í o del m i s m o p o r p a r t e del a u t o r t e n e t en c u e n t a las circunstancias referidas al h e c h o en calidad de tentativa y q u e , en a t e n c i ó n a
m e d i a t o , s i e m p r e q u e a ello d e b a seguir i n m c d i a r a m c n r c el h e c h o sin estadios i n t e r m e d i o s (BGfd la ausencia del resultado, h a g a n q u e aquél apatezca c o m o u n delito s u f i c i e n t e m e n t e grave o rela-
3 0 , 3 6 3 ) (vid. infra § 6 2 IV 1). T a m b i é n en la actio libera in causa el m o m e n t o decisivo n o t i v a m e n t e b e n i g n o ^''. Por el c o n t r a r i o , en la d e t e t m i n a c i ó n de la p e n a c o n c r e t a d e n t r o del m a r -
p u e d e ser la puesra en m a r c h a d e la p r o d u c c i ó n d e la i n c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d ( p o r e j e m p l o , co penal a r c n u a d o n o p u e d e ser tenido en c u e n t a el h e c h o de q u e sólo existe u n a tentativa p u e s .
el embriagarse d o l o s a m e n t e ) , sino sólo la pttesta en m a r c h a de la realización del t i p o m i s m o (vid.
infra § 4 9 VII 4 ) . F i n a l m e n t e , la tentativa acabadü .sólo c o m i e n z a c u a n d o el a u t o i deja definiti-
v a m e n t e fuera d e su d o m i n i o el suceso, c o m o c u a n d o , p o r e j e m p l o , el dispositivo d e i n c e n d i o
está c o l o c a d o d e tal f o r m a q u e p u e d e c o n s e g u i r s e el e n c e n d i d o c o n u n c o r t o c i r c u i t o o el ^^ La atenuación obligatoria para la tentativa fue eíimitiada pot exigencias del "Derecho penal de la
a c c i o n a m i e n t o del i n t e t t u p t o r d e la luz p o r u n tercero (RG 6 6 , 141 [142]) . voluntad" a través del § 4 GewaltverbtechetVO de 5.12.1939 (RGBl. I pág. 2378). La nueva tedacción del
anterior § 44 siguió este criterio por medio de la V O de 29.5.1943 (RGBl. I pág. 341). D e este modo, el
Detccho alemán fue equipatado al antetior § 8 osterr. StGB y a los atts. 21 ss. schwciz. StGB. Vid. al res-
pecto Nagler, GS 115 (1941) págs. 27 ss. El actual § 23 II, frente al § 25 II AE, peto en coincidencia con el
V. La p e n a l i d a d d e la t e n t a t i v a
§ 27 II 2 E 1962, ha seguido manteniendo la atenuación facultativa; por el contratio, el § 15 1 osterr. StGB
se basa en el ptincipio de la igualdad del castigo.
1. Por u n a p a n e , la tentativa es punible en los delitos graves p o r q u e en ellos la inmediata puesta
'^ El Derecho vigente no ha asumido la prohibición de la doble atenuación contenida en el § 65 II E
en marcha del hecho es idónea para menoscabar el sentimiento de seguridad jurídica de la colecrivi-
1962. El § 50 sólo excluye la doble atenuación para el supuesto de que la aceptación de un caso menos grave se
dad. Por otra, la tentativa también debe ser c o n m i n a d a con pena en aquellos delitos integrantes de la
base sobre una atenuación determinada legalmente segtin el § 49; al respecto vid. Horstkotte, Dteher-Festschrift
criminalidad de ripo m e d i o en los q u e el estímulo del hecho es especialmente poderoso, algo que por
págs. 272 ss.; LKllO.') (G. Hirsch) § 50 núm. 2; Bnms. JR 1980, pág. 226; BGH JR 1980, pág. 246.
ejemplo sucede con el q u e b r a n t a m i e n t o de c o n d e n a ( § 120 III), lesiones corporales peligrosas (§ 2 2 3 a
' La remisión debe entenderse realizada al actual § 177 en cuyo tipo básico la pena ya no tesulta se:
II 5f), intfoducción de m o n e d a falsa (§ 147 II), coacción (§ 2 4 0 III), h u r t o (§ 2 4 2 II), extorsión (§ de uno a diez años de prisión, sino que se impone tan sólo el límite mínimo de un año (N del T ) .
2 5 3 III), receptación (§ 2 5 9 III), estafa (§ 2 6 3 II) o falsificación de d o c u m e n t o s (§ 2 6 7 II). D e este ' ' Al tespecto vid. Bruns, Sttafzumessungsrecht págs. 438 ss.; el mismo, Recht der Strafzumessung
m o d o se explica la regulación que tiene su otigen en los arts. 2 y 3 del C ó d i g o penal francés de 1810, pág. 172; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 595; Schónke/Schroder/Eser, § 23 núm. 6 ; / Meyer, ZSrW 87 (1975)
de que la tentativa es siempte punible en los delitos graves y sólo en los ctsos legalmente determina- págs. 612 ss.; LK(lO.'')(Vogler) § 2 3 , Entstehungsgeschichte pág. 107; BT-Drucksache V/4095 pág. 11. Pot
dos para los delitos m e n o s graves (§ 2 3 I) " - Para la delimitación de ambas clases de acciones punibles el conttario, a favor de la atenuación obligatoria de la pena debtdo a ia desaparición del itijusto de resultado,
es decisivo el p u n t o de vista abstracto (vid. supra § 7 IV 2). BaujnannlWeher, Allg. Teil págs. 477 ss.; LK( 10.'')(Vogler) § 23 nútii. 9; Schonke/Schroder/Eser, § 23 núm. 6;
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 682; el mismo, Schweiz.. Juristentags-Festgabe pág. 256. A favof de la equipa-
tación del castigo entte consumacióti y tentativa, Roeder, Ersclieinuiigsfortnen pág. 14; Zielinski, Handlungs—
utid Hríoigsunwert págs. 213 ss.
^8 kájescheck. SchwZStr 91 (1975) pág. 3 0 ; / Meyer, ZStW 87 (1975) pág. 605; Roxin, Hinfíihtung
pág. 16; Schdnke/Schroder/Eser, § 22 núm. 50; Tiedemann, JR 1973, pág. 412. "* Así, Dreher, ]X 1956, pág. 638; el mismo, JZ 1957, págs. 155 ,ss.; Dreher/Trondle, § 23 nútn. 3;
•*' As!, Roxin, Maurach-Festschrift pág. 226. Críticos al respecto, Blei, JA 1975, pág. 167; Herzberg, Bruns, Recht der Strafzumessung págs. 172 ss,.; Jakobs, Allg. Teil 25/79 (quien, sin embargo, pretende in-
iVlDR 1973, pág. 89; LK(10.'-XVogler) § 24 núm. 46. cluir otras causas de atenuación pata el caso de que no sean suficientes las referidas a la tentativa);
^° La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 II (N del I ) . J.K(10.'')(Vogler)§ 23 nútn. 10; Schonke/Schroder/Eser, § 23 nútn. 7; SK(Rudolphi) § 23 núm. 3; Lackner, §
^' En las infracciones adminisrrativas la tentativa .sólo puede ser castigada si la ley así lo determina 49 núm. 4; Timpe, Straftnilderungen págs. 91 ss.; OLG Hatntn N j W 1958, pág. 5 6 1 . Desarrolla otra dis-
exptesamente (§ 13 11 O W i C ) , algo que sólo exccpcionalmente sucede; vid. Gobler, O W i G , § 13 núm. 1. liitcióti Erisch, SpendcLFestschrift págs. 399 ss.
562 § 49 (-oiiccpro, tipo v punición de hi icmniiv.i VII. Suput\sto5 especiales de tentativa 563

d e lo c o n t r a r i o , una circunstancia q u e fue decisiva para el esiai)leciniienio del m a r c o legal d e la listado (§ 96 I), la pteparación de un secuestto político (§ 234a III) o del atentado contra una aetonave (§
pena sería valorada p o r segimda vez . 316c III).
Hn cambio, en la elección entre ambos marcos penales el IKil! decide sobre la base de "una considera- b) Pot otra, son actos [ircparatotios que constituyen delitos autónomos catacretizados pot su manifes-
ción £;lob.il de todas las citcunstancias del hecho y de la pcrsonaiidati del atitor de modo <¡iic, ¡)ot ejemplo, pata tación típica y una gran peligrosidad, sin que .sea necesario que el autot haya ideado la comisión de un
techazat la aplicaciíín de la pena aieiuiada recutte a la citcimstancia tic que el aiiiot acababa tie cumplit una delito completamente detetminado; así sucede en la preparación de falsificación de moneda (§ 149), la in-
pena de prisión (BGH 16,3^1 1353]; 17,266; BCH StV 1981, p.íg. 514; GA I'JS-I, pág. 374) ""I Adeiius, en iroduccKÚi en el mercado de medios abt)ríi\'os para la ¡ntettu[ición ilegal del embarazo (§ 219 b), la estafa
la fijación conctcta de la pena dentro del marco elegido, la jurisprudencia utiliza de nuevo la citcunstancia de de seguto (§ 265 ''^) o la preparación de una agresión bélica (§ 80).
que el hecho constituye sólo una tentativa (BGH 17, 266). Sin embargo, dio sólo aparece jtistifiaido e, inclu-
c) Finalmente, en el § 30 se castigan supuestos especialmente peligtosos de actos preparatorios de la
so, obligatorio, cuando se ha elegido el marco ordinario de la pena porque en su establecimiento no ha sido
participación basados en el concietto psíquico de los intervinientes (vid. infra § 65).
considerada la tentativa. Kn dicho marco, pues, la circunstancia de que el hecho ha quedado sólo en gtado de • • - - (

tentativa dfhe .set tenida en cuenta, porque la falta del injusto de resultado hace que en igualdad de citcunstan- 5. Los casos d e p r e p a r a c i ó n p u n i b l e suscitan diferentes supuestos d u d o s o s .
cias el hecho intentado muestre siempre una menor gravedad que el consumado -^'•'.
La tentativa no es punible en los actos pteparatotios dependientes (BGH 6, 85 [87]), pero sí en la
En el § 4 9 1 está prevista para la tentativa una reducción escalonada t a m o del límite m í n i - mayoría de los que poseen una nattiraleza autónoma (así, por ejemplo, el incendio provocado bajo la creen-
m o c o m o del m;íximo d e la p e n a . En lugar del m a r c o penal o r d i n a r i o c n t t a en j u e g o u n o espe- cia errónea de que la cosa está asegutada como tentativa de estafa de seguro de acuerdo con el § 265 ''', RG
cial con u n a a t e n u a c i ó n d e la p e n a l i m i t a d a en su extensión. 68, 430 [436]; la tentativa de espionaje de confotmidad con el § 96 1, BGH 6, 385 [387]). Sin embargo,
no es posible la tentativa en la preparación de una maniobra de alta traición (§ 83), pues esta disposición
La pena fijada dentto del marco punitivo especial del § 49 I no necesita quedar por debajo del límite comptende ya tan ampliamente el estadio previo del delito de alta traición como demanda la existencia de
mínimo de la señalada pot el mateo otdinatio ^^, pero de la motivación de la semencia debe derivarse que el una necesidad de pena '. Por el contrario, la disposición sobre desistimiento (§ 24) vigente para la tentativa
juez fue consciente de la posibilidad de atenuar la pena pot debajo de dicho límite mínimo (BGH J Z 1956, no es aplicable a los actos ptepararorios recogidos en tipos propios, puesto que tales conductas teptesentan
pág. 500). hechos fotmalmente consumados (BGH 15, 198 [199]). No obstante, sí tigen numerosas disposiciones es-
peciales (vid. §§ 3 1 , 83a, 84 V, 85 III, 87 III, 98 II, 316 c IV) que son aplicables analógicamente a supues-
tos similates (BGH 6, 85 [87]) (vid. infra § 51 V 2)''''. También resulta imaginable unzparticipación puni-
VI. El castigo de l o s actos preparatorios ble en actos prcpatatofios, se trate o no de conductas configutadas autónomamente'''.

1. Por regla general l o s actos p r e p a r a t o r i o s p e r m a n e c e n i m p u n e s pues están tan aleja-


dos d e la c o n s u m a c i ó n q u e n o p o d r í a n aparecer c o m o u n a a m e n a z a seria para el bien j u r í d i c o
V I L S u p u e s t o s e s p e c i a l e s d e tentativa
p r o t e g i d o . A ello se aííade q u e con frecuencia el dolo del delito no p u e d e ser p r o b a d o i n e q u í v o -
camente'''. 1. La tentativa es t a m b i é n posible en los d e l i t o s d e mera actividad (vid. stipra § 2 6 II I b )
2. Sólo p o r razones especiales de política criminalx c o m p r e n d e p o r q u é el legislador ú n i c a - c u a n d o , p o r u n a p a r t e , la actividad n o se c o n s u m a c o n su c o m i e n z o p o r requerir u n c i e r t o lapso
d e t i e m p o y, p o r otra, en los casos de aceptación errónea de u n e l e m e n t o del tipo (tentativa
m e n t e castiga d e m o d o excepcional las c o n d u c t a s preparatorias ^'^.
¡nidónea).
a) Por una parte, se trata de la extensiófí (Upendiente de cierta clase de tipos penales cuya peculiatidad
demanda una intervención especialmente precoz pues, de lo contrario, no se conseguiría nada mediante la Ejemplos: El falso testimonio queda intentado cuando da comienzo con el juramento (BGH 4, 172
pena; así sucede con la preparación de una maniobra de altra ttaición (§ 83), el espionaje de sectetos del [176]). Si el autor cree equivocadamente que mantiene relaciones sexuales con un niño menor de catorce
años, entonces existe una tentativa inidónea del § 176 (vid. también la RG 47, 189 [191]).

^' Vid. BGH 16, 351 (354); Bruns, Strafzumessungsrecht pág. 448; DreherlTrondle, § 23 núm. 3; 2. E n los d e l i t o s cualificados p o r el resultado (vid. supra § 2 6 II l a ) bay q u e d i s t i n g u i r
SchonlicISchriiderlEser, § 23 núm. 10. Acertadamente adviette sin embafgo SK(Rudolplii) § 23 núm. 4, que e n t r e dos g r u p o s d e casos:
pueden ser tenidas en cuenta las cualidades especiales de la tentativa existente en cuestión como, pot ejem-
a) E n p r i m e r lugar, existe la posibilidad de q u e el a u t o r ya h u b i e r a o c a s i o n a d o la conse-
plo, su inidoneidad.
cuencia más grave p o r m e d i o d e la tentativa del delito básico y, en relación c o n tal consecuencia.
^"'^ Hn el mismo sentido se pronuncia la docrtina dominante; vid. Baumami/Wcher, Allg. leii pág.
477; BocltelmannlVolk, Allg. Teil pág. 174; Bruns, Stiafzumessungsrecht págs. 4 4 6 ss.; Hettinger, Das
Doppelvcfwertungsvetbot pág. 174; Maurach/GosseUZipf, M\g. Teil II § 40 núm. 183; Stratemverth, Schweiz.
Téngase en cuenta la nueva redacción suftida pot el § 265 que ha cambiado incluso en cuanto a la
Juti.stentags-Festgabe pág. 2 6 1 .
dcnonúnación de la infracción penal ["abuso de seguto" (Versicljerunpmijihrauch) en lugar de "estafa de se-
''^ Así, Scl?onl¿e/Schroder/Eser, § 23 núm. 9; Drehcr, JZ 1957, pág. 156; Stratetiwertlj, Schweiz. Jutistentags- guro" (Versicherungshetrug)] (N del T ) .
Festgabe pág. 255; de otra opinión, Bruns, Stiafeumessungsrechr pág. 449; Blei, Allg. Teil pág. 234. '''' Véase la nota anterior (N del T).
' " Con un criterio diverso, B6rker,]7. 1956, pág. 478; acertadamente en su contta, Drelier, J Z 1956, ''^ Vid. Lackner, § 83 núm. 3; LK(10.'')(Vogler) nota ptclimiiiat núms. 89 ss. antes del § 22; Maurachl
pág. 683; DreherlTrondle, § 23 núm. 3. GiissellZipf, A&g. Teil II § 39 núm. 27; SchonkelSchróderlEser, nota pteliininat núm. 29 antes del § 22.
<>' Vid. Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 39 núm. 19. '''' Sobre ello vid. SchSnkelSchroderlEser, § 2A núm. 117; G. Koch, Der Rücktritt pág. 7 1 .
'^ Al tcspecto vid. Schiinke/Schriider/Lenckner, nota preliminar núms. 13 ss. antes del § 22; Maurachl '"' Ello rige también, en contra del criterio de Cocster, Vorbercitungshandlung págs. 141 ,ss., pata la
Gossel/Zipf, Ailg. Teil II § 39 núms. 21 ss. complicidad en actos prepatatorios dependientes.
>64 § 4 9 C o n c e p t o , ti¡)o v pumcicni tic !a temaiivn VIH. El delito de emprendimienro 565

haya a c t u a d o u n p r u d e n t c m e n t e (§ 18) o con i;ravc t e m e r i d a d . Eti csios casos hay q u e aceptar la 194; con comentario disideme de Schrbder, j Z 1967, pág. 368); no obstante, si se proyectaba originar el
p u n i c i ó n [lor u n a tentativa del t i p o cualificado si el i c s u l t a d o está c o n e c t a d o con la acción ( p o r resulrado más grave existe una tentativa del § 225 11 ",
ejemplo, en los § § 177 I I I ' ' , 2 5 1 ) ; en c a m b i o , hay q u e negarla c u a n d o la consecuencia cualifi- 3 . Acerca de la tentativa del delito omisivo vid. infra § 6 0 11; .sobre la tentativa de Li partici-
cada se estructura sobre el resultado del delito b;isico (verbigracia, en los § § 2 2 4 , 2 2 6 ' ' ' ' ''", 3 0 7 ''',
pación vid. infra § 6 5 II, III; en relación c o n la tentativa de la autoría mediata vid. itfra § 6 2 IV
309 ), pues en este s e g u n d o s u p u e s t o la tentativa del delito básico no rcpiescnla de c o n f o r m i -
1; respecto a la tentativa de la coautoria \'id. infra § 6 3 IV 1.
d a d con el t i p o u n a base suficiente para la i m p u t a c i ó n del resultado m á s gr:ive " .
4 . En los delitos de coinisión la tentativa d e la actio libera in causa d o l o s a (vid. supra §
Kji^tnplos: Existe tentativa de violación con resultado de muerte (§ 177 111'' ) si el uso de la violencia
4 0 VI 2) n o c o m i e n z a c o n la provocación de la i n c a p a c i d a d de acción o d e c u l p a b i l i d a d , sino
conduce ya al fallecimiento de la víctima antes de que haya tenido lugat la relación sexual (RG 69, 332). Lo
sólo c o n la puesta en m a r c h a de la ejecución de la acción p u n i b l e , p o r q u e antes está ausente
mismo rige para el § 251 (RG 62, 422 [423]). En el incendio con resultado de muerte (§ 307 niim. 1 ' ' ) ,
t a n t o u n a puesta e n peligro i n m e d i a t a del bien j u r í d i c o p r o t e g i d o c o m o la fuerza de impresión
por el contrario, ésta debe haber sido producida por el incendio mismo y no por la sustancia inflamable
(RG 40, 321 [324]; aparentemente también b G H 20, 230 [231]; de otra opinión, sin embargo, BGH 7, externa del suceso^*. En los delitos de o m i s i ó n (omissio libera in causa) la tentativa es conectada
37 [.39]). c o n el m o m e n t o en q u e tiene lugat la falta d e libertad, pues a q u í n o existe u n c o m i e n z o de la
ejecución en el s e n t i d o d e los delitos comisivos . Lo correcto es, sin e m b a r g o , e n t e n d e r que la
b) Diferentes son los supuestos en los q u e el a u t o r realiza el delito básico en g r a d o ác t e n -
tentativa c o m i e n z a a p a t t i r del instante en q u e el sujeto d e b í a h a b e r iniciado la acción q u e le era
tativa o cié c o n s u m a c i ó n p e r s i g u i e n d o , a d e m á s , la p r o d u c c i ó n del resultado tnás grave q u e n o
obligada.
consigue. Estos casos t a m b i é n están c o m p r e n d i d o s d e n t r o de los tipos cualificados p o r el resulra-
do pues el § 18 n o excluye el o c a s i o n a m i c n t o doloso del resultado ("por lo menos") ^'^. Si ese
resultado no tiene lugar el a u t o r es castigado p o r tentativa del delito cualificado, en la m e d i d a en V I I I . El d e l i t o de e m p r e n d i m i e n t o
qtie su c o m p o r t a m i e n t o n o resulte c o m p r e n d i d o p o r itn tipo doloso m á s grave.
1. El C ó d i g o p e n a l c o n t i e n e a l g u n o s t i p o s en los q u e está c o n m i n a d o c o n p e n a el
Ejemplos: Existe tentativa de detención ilegal grave segi'm el § 239 II (privación de libertad durante
" e m p r e n d i m i e n t o " {Unternehmen) de u n delito. Por tal considera la Ley t a n t o la tentativa c o m o
más de una semana) cuando el autor, con la finalidad de liberarse de un pariente incómodo, lo intetna en
un establecimiento cerrado a sabiendas de su ilegalidad de donde es inmediatamente puesto de nuevo en la c o n s u m a c i ó n del h e c h o p u n i b l e ( § 1 1 1 n ú m . 6) (accica de la evolución legal vid. la 2.» cd.
libertad por estar mentalmente sano (RG 6 1 , 179; BGH 10, 306 [309]; B G H GA 1958, 304). Lo mismo d e esta obra pág. 3 9 7 ) . El s e n t i d o de la configuración del tipo c o m o u n delito d e e m p r e n d i m i e n t o
debe regir para el § 224 pues aquí el resultado más grave puede ser ocasionado con dolo eventual (BGH 2 1 , radica en u n a agravación de la reacción penal, pues a q u í la tentativa n o es t r a t a d a más levemente
sino q u e se la e q u i p a r a a la c o n s u m a c i ó n .

2. E n el t r a t a m i e n t o d e l o s d e l i t o s d e e m p r e n d i m i e n t o rigen las siguientes reglas '":


'"'^ La remisión debe entendetse realizada al vigente § 178 (N del T ) . E n los casos en los q u e el e m p r e n d i m i e n t o ha q u e d a d o en g r a d o de t e n t a t i v a la p e n a n o
" Por el contrario, la BGH 14, 110 (112), así como la 3 1 , 96 (100), se conforman con que la causa p u e d e ser a t e n u a d a d e a c u e r d o c o n el § 2 3 II, pues aquél siempre d e b e ser castigado c o t n o si d e
del resultado de muerte sea h acción constitutiva de la lesión corporal (de otra opinión, RG 44, 137 [139]).
u n a c o n s u m a c i ó n se ttatara. La frontera del delito d e e m p r e n d i m i e n t o con los actos p r e p a r a t o -
De acuerdo Schonke/Schroder/Lenckner, § 226 núm. 5; Stree, GA 1960, págs. 290 ss., quien incluso conside-
rios transcurre del m i s m o m o d o q u e en la tentativa; estos tiltimos se e n c u e n t r a n , p u e s , fuera del
ra suficiente una tentativa de lesión corporal (pág. 296). En contra, con razón, Lackner, § 226 ntim. 2.
c o n c e p t o d e e m p r e n d i m i e n t o . M i e n t r a s q u e la t e n t a t i v a es p u n i b l e c o m o d e l i t o de
'"^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 227 (N del T ) .
e m p r e n d i m i e n t o , en c a m b i o , los estadios previos a éste — e s decir, en cierto m o d o la "tentativa
" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306 b (N del T ) .
'^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306 d (N del T).
'•' Asimismo, Dreher/Trondle, § 18 núm. 4; Geilen, Jura 1979, pág. 614; Blei, Allg. Teil pág. 222; '''' La remisión debe entenderse realizada al actual § 226 II (N del T).
Lackner, § 18 núm. 9; LK(9.'') (Vogler) nota preliminar núms. 74 ss. antes del § 22; Schmidhauser, Allg. Teil •'* Asimismo, SchbnkelSchróder/Escr, § 22 núm. 55; LKf^") (Vogler) § 22 núms. 106 ss.; Stratenwerth,
pág. 642; Schonke/SchrbderlCramer, § 18 núm. 9; SK(Rudolphi) § 18 núm. 7. Con otra opinión al respecto, Allg. Teil I núm. 551 y, parcialmente también, Schmidhauser, Allg. Teil págs. 617 ss. La postura de Roxin,
Ulsenheimer, GA 1966, págs. 267 ss., quien recurre a! criictio de que G\ peligro especial que lleva consigo el Maurach-Festschrift págs. 220 ss.; Dreher/Trondle, § 20 núm. 19; I'uppe, JuS 1980, pág. 347; SK (Rudolphi)
delito básico se haya matetializado en la consecuencia m,ás grave. Por el contrario, la tentativa es por lo § 22 núm. 21 y de Maurach, JuS 1961, pág. 374, de que la tentativa comienza ya con la aparición de la
general excluida por MaurachlGosselíZii^i, Allg. 'leil II § 4 3 núm. 115, porque los dcliros cualificados por el embriaguez no puede ser compartida, pues la acrio libera in causa no determina ningún adelantamiento de
resultado -frenre al § 11 11— son considerados como hechos imprudentes. En conrra, con razón, se pro- la acción típica.
lutncia la doctrina mayoriraria; vid. Lackner, § 11 núm. 24. ^' Así, Schbnke/Schrbder/Eser, § 22 núm. 56 en contra de Maurach, JuS 1961, págs. 374, 377.
'"* La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 178 (N del T ) . ^^ Vid., más detenidamente, lierz, Fotmelle ratbestand.sverwirklichung págs. 125 ss.; Schrbder, Kern-
' ' La remisión debe entendetse realizada al actual § 306 c (N del T). Festschrift págs. 459 ss.; Dreher/Trbndle, § 11 núm. 34; LK(9.'')(Vogler) nota preliminar núms. 93 ss. antes
'"' Asimismo, Baunmnn/Weber, Allg. Teil pág. 487; Dreher/Trondle, § 18 núm. 6; Latibenthal, J Z 1987, del § 22; Schbnke/Schrbder/Eser, § 11 núms. 4 6 ss.; SK (Rudolphi) § 11 núms. 23 ss.; Weber, Z S t W Belheft
pág. 1068; LK(9.'')(Vogler) nota preliminar núms. 83 ss. antes del § 22; Lackner, § 18 núin. 10; Hirsch, GA Gortingen 1987 págs. 7 ss. La opinión divetgcnte de Burkhardt, JZ 1971, págs. 352 ss., que pretende des-
1972, pág. 75 nota a pie núm. 50; SchbnkelSchroderlCramer, § 18 núm. 10; SK (Rudolphi) § 18 n ú m . 8; gajar los supuestos de ausencia de tipo del concepto de emprendimienro, no tiene en cuenta el desarrollo
Stree, GA 1960, pág. 295; Ulsenheimer, GA 1966, págs. 273 ss. pji contta, respecto al Derecho austríaco histórico que ha tenido lugar desde hace un siglo reflejándo.se en la tentativa y que está reconocido por la
Sclmioller, JBl 1984, págs. 654 ss. con reterencias adicionales en nota a pie núm. 13. jurisprudencia y la doctrina.
566 § 49 C o n c e p t o , tipo y punición tic l;i ícntíitiva IX. Derecho extianiero 567

de la t c n t a i i v a " — son i m p u n e s pues de lo c o n t r a r i o esa fase previa se adelantaría d e m a s i a d o " . inidónea queda impune (§ 15 III) *•'*; en la delimitación Irenre a los actos preparatorios .se recurre a la teoría
N o o b s t a n t e , el delito d e e m p r c n d i m i e n t o es p u n i b l e en los casos de tentativa c o n m e d i o s y o b - (le la impresión ^'\ La jurisprudencia siiizii ha subjetivi/.ado intensamente la fótmula de delimitación objeti-
jeto i n i d ó n e o s p o r q u e c u a n d o el e m p r e n d i m i e n i o se d e t i e n e en el esradio de la tentativa t a m b i é n va del art. 21 1 StGB en el sentido de la '"teoría de la irrevocabilidad"''" (BGE 7 1 , iV 21 1; 83 IV 145; 87
se trata d e u n a tentativa en el s e n t i d o del § 2 2 (RG 3 9 , 3 2 1 1323 f.]; 5 6 , 2 2 5 ; 7 2 , 8 0 ) . La d¡s|)o- IV 155)'" y castiga también, de conlormidad con el art. 23 I StCUi, la tentativa inidónea'^^. En Franela el
(Código penal de 1994 acoge en el ari. 121-5 la defunción de tentativa contenida en el Código penal de
sici(')n sobre d e s i s t i m i e n t o del § 24 no se tiene en c u e n t a para el delito de e m p r c n d i m i e n t o por-
1810' -'; de acuerdo con elU), !a niie\-;i d¡S[iosicu)n exige un comicnzí) en la ejecución y contiene implícita-
que est;í c o n m i n a d a la p e n a d e la c o n s u m a c i ó n , si bien las disposiciones especiales existentes so-
meme tma tegulación del desistimiento. La jurisjirudeneia atiende a la relación inmediata con el r i p o ^ ' y
bic el d e s i s t i m i e n t o ( § § 3 1 , 8 3 a y 3 1 6 a ^-) son aplicables a n a l ó g i c a m e n t e a t o d o s los delitos d e castiga también la tentativa inidónea'-*^. El C.p. italiano exige en su art. 56 1 que las acciones se dirijan de
e m p r e n d i m i c n t o , i n c l u i d o s los " i m p r o p i o s " ( v i d . infra § 51 V 3) . E n los d e l i t o s d e forma ineqiu'voca a la realización de! delito }', de acuerdo con el art. 49 II, que sean también idóneas para
e m p r c n d i m i e n t o " i m p r o p i o s " (vid. stipra § 2 6 11 7) sólo es p u n i b l e la tentativa c o n m e d i o s ello; ambos requisitos .son interpretados objetivamente"'. El proyecto se otienta a la regulación del Derecho
i n i d ó n e o s y n o la q u e se basa en u n o b j e t o de tal carácter pues, p r e s c i n d i e n d o de la a p t i t u d del vigente (art. 19). La teotía y praxis inglesa sigue la tesis del "dolus ex te" ("mens rea must be evidenced by
e m p r e n d i m i c n t o para alcanzar su objetivo, d e b e n c o n c u r r i r la totalidad d e los elementos del tipo . what the accused has acttially d(me") y considera también [lunible la tentativa inidónea; las cuestiones pro-
batorias se encuenttan en un jitimcr p l a n o ' ' . La Sección 1.-' del Ctiminal Attempts Act 1981 define la
Ejemplo: Eu el encubrimiento real (§ 257) no resulta ttascendcnte si la prestación del auxilio realmen- tentativa como el "act which is more (han merely prcparatory to the conimission of the offcnce" y declara
te asegura al autor las ventajas del delito. Sin embargo, no basta para su castigo si meramente el autor cree punible la tentativa inidónea. La interpretación de la definición en la práctica es rigurosa, pero hay acciones
erróneamente que el objeto al que va referida la prestación del auxilio procede de un hecho antijurídico preparatorias de carácter autónomo que son punibles y que alcanzan el estadio previo de los delitos más
previo. importantes (por ejeiriplo, posesión ilegal de armas de fuego o de instrumenros para el robo) "*. En la abun-
dante praxis norteamericana son asimismo empleados criterios objetivos en la delimitación entre prepara-
ción y tentativa, y en la tentativa inidónea .se acepta la impunidad en los supuestos de "legal impossibility" y
IX. D e r e c h o extranjero *^ de "apparenr impossibility" " . La definición de la tentativa en la legislación exige de acuerdo con la Sección
5.01 (l)[e] Model Penal Code "an act ... constituting asubstantial step in a course of conduct planned to
En las dos cuestiones más polémicas de la teoría de la tentativa el Derecho extranjero muesrra una
culminare in the commission of a crime'. En la delimitación entre entre tentativa y actos pteparatorios el
imagen multicolor. El StGB austríaco extiende generalizadarnente la conminación penal de los delitos dolosos
Derecho españolsi^uc un punto de vista objetivo estricto (art. 3 III C.p.), pero desde la nueva redacción del
a la tentativa y sólo prevé una atenuación para ésta dentro del marco ordinario de la pena (§§ 15 1, 34 niim.
año 1944 ,se sanciona también la tentativa inidónea (art. 52 II C.p.) ""'. En Derecho neerlandés (el art. 45
13). En la delimitación entre tentativa y preparación se utiliza en el § 15 11 una fórmula objetivo-individual
cercana a la alemana del § 22, que obliga a la jurisprudencia a abandonar el punto de vista puramente sub-
jetivo **'' mantenido hasta ahora (vid., por ejemplo, O G H EvBl 1975, 71) '*•'. La tentativa absolutainente "^ Vid. Burgstaiíer, JBl 1969, págs. 523 ss., 530 ss.; Roeder, Der Allgemeine Teil págs. 33 ss.;
Platzgummer, JBl 1971, pág. 246; Kienapfel, Cirundrifi Z 24 núm. 10. En relación con la limitación del
concepto de inidoneidad por parte de la jurisprudencia vid. Euchs, O J Z 1986, pág. 257.
*' En este sentido se ptonuncia la doettina mayoritaria; vid., por ejemplo, LK(11.") (Trindle) § 11 *" A.SÍ, Burgstaiíer, JBl 1976, pág. 122.
ntim. 74 con referencias adicionales; Burkhardt, ]7, 1971, pág. 357. ' " En adhesión a Germann, Verbreehen págs. 191 ss. y Waiblinger, SchwZStt 72 (1957) pág. 127.
*' Salvo error u omisión en la actualidad no está previsto expresamente el desistimiento en este deli- Pero, básicamcnre, mosrrándose a favor de la teoría objetiva, Hafter, Allg. Teil pág. 204. .Al respecto, Schultz,
ro (vid. §§ 316a II y 320) (N del T ) . Einführung I págs. 270 ss.; Stratenwerth, Schweiz. Srrafrecht, Allg. Teil I págs. 281 ss.
^^ Así, Schonlte/Schroder/Eser, § 11 niíms. 51 ss.; Schroder, Kern-Festschrift págs. 462 ss.; Stratenwerth, " Vid. Pfenninger, Das schweizerische Strafrechr pág. 232; Noli, GA 1970, págs. 181 ss.
Allg, léil 1 núm. 733. En telación con la aplicación analógica Berz, Sttee-Wcssels-Festschrift págs. 336 ss.; ' ' P Albrecht, Der untaugliche Versuch págs. 53 ss.
BG'^H 15, 198 (199); Baumami/Weber, Allg. Teii pág. 480; hreher/Trondle. § 11 mím. 34; I.KfíO.") (Trondle) '^ Desportes/Le Gunehec, Présentation núm. 26; Pradel, Le nouveau Code penal núm. 30; Circulaire
§ 11 núm. 77; Burkhardt, JZ 1971, págs. 357 ss.; Pre'ncndanz, § 11 comentario VI \; jakobs, Allg. 'léil 2 5 / pág. 29.
5; Maurach/Gosíel/Zipf M\^. Teil II § 40 núm. 82; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 640 nota a pie núm. 34; SK '"* Merle/Vitu, Trairé 1 núms. 468 ss.; StefanilLevasseurlBoidoc, Droir penal general núm. 197-1;
(Rudolphi) § 11 núms. 26 y 30. Jeandidier, Droir penal general núms. 216 ss.
*'' Así, Burkhardt, J Z 1971, pág. 355; Sch'ónkelSchr'óderlEser, § 11 núm. 66; de otra opinión ' ' Merle/Vitu, Traite I núins. 482 ss.; StefanilLevasseurlBouloc, Droit penal general núms. 206 ss.;
Bockelmann, N J W 1951, págs. 622 ss.; Armin Kaufmann, Untedassungsdelikte págs. 234 ss.; Waider, GA jeandidier, Droit penal general núms. 225 ss.
1962, págs. 183 ss. A favor del castigo sólo en el caso de que ,se ttate una tentativa idónea SK (Rudolphi) § '"' Mantovani, Dirirto pénale págs. 442, 459 ss.; Pagliaro, Principi págs. 506 ss.; Romano, Commentario
1 i núm. 29. Art. 56 C.p. núm. 18; Arr. 49 C.p. núms. 14 ss.
^' Acerca del problema especial de la tentativa y el desistimiento cuando actúan varios intervinientes ' ' Vid. KennyITurner, Ourlines págs. 104, 106 .ss.; Glanville Williams, Criminal Law págs. 622 ss.,
vid. ¡escbeck, ZStW 99 (1987) págs. 111 ss.; en relación con el delito de emprendimicnto vid. las aportaciones 635 ss. con numerosas referencias; Smith/Hogan, C^riminal Law págs. 304 ss., 317 ss., con jurisprudencia
tle Platzgiimmer, Grasso, Gyorgyi, Spotowski in ZStW-Beiheft Gottingen 1987. Una visión comparada del De- reciente
recho alemán y del polaco la suministra Spotowski, Erscheinungsformen págs. 32 ss., 52 ,ss., 63 ss., 79 ss. 98 Asimismo, la Law Commission ha asumido el Criminal Artepnipts Act 1981 en su cláusula 53 del

'*'' Vid. las sentencias citadas por Rittler, Tomo 1 pág. 262 y su crítica (pág. 263); Nowakowski, GrundriB Proyecto de Código Criminal; vid., al respecto, Law Commission, Report págs. 140 ss.
pág. 91; Burgstaiíer. JBl 1969, pág. 522. " Vid. Honig, Das amerikanisehe Strafrechr págs. 177 ss., 186 ss. con numerosas referencias; J^ehmann,
^" Vid. Burgstaiíer, JBl 1976, págs. 117 ss.; el mismo, Strafrechdiche Probleme 3 págs. 7 ss.; Leukaujl Die Bcsrrafung des Versuchs págs. 78 ss., 116 ss.
Stcininger, § 15 núm. 6; Foregger/Serini, § 15 comentario V con jurisprudencia; WK (Hager/Massauer) §§ '"" Vid. yl«ro'n Oneca, Derecho penal págs. 410, 416 ss.; Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho
15, 16 núm. 30; Trijfterer, Allg. Teil págs. 356 ss.; Kienapfel, Grundrií? Z 21 núm. J 7. penal págs. 783 ss., 7 9 1 ; Cobo delRosallVives Antón, Derecho penal págs. 548 ss., 555 -vs. (pág. 557: impu-
568 50 La tentativa inidónca )' c! delito putativo 1. 1.a [ninibiÜdad de la tentativa inidónca 569

W.v.S. sigue al art. 2 del C.p. francés de 1810) la cuestión do la delimitación se resuelve mayotitariamente Rechtsprechung zur Bestimmung des Wahnverbrechens, N W 1962, págs. 716, 767; Nierwetberg, Der
desde un punto de vista objetivo "^' y la tentativa absolutamente inidónea es excluida del ámbito de la pu- strafrechtiiche Subsumtionsitrtum u.sw.. Juta 1985, pág. 238; Nowakowski, Besptechung von Welzel, Das
nibilidad '"'. El Código penal belgil acoge en su art. 51 la definición de tentativa contenida en el art. 2 del (leutsche Strafrecht, J Z 1958, pág. 415; Piippe, Die logische Tragweite des sog. Umkchrschlusses, Festschrift
Código penal francés de 1810. En torno a la delimitación de la tentativa frente a los actos preparatorios se lür K. Lackner, 1987, pág. 199; Roxin, Ottene Tttbestande und Rechtspflichtmerkmale, 1959; Sax, Z u m
recurre al comienzo de la ejecución '''^. La tentativa absolutamente inidónea no es punible ' . El Derecho logischen und sachlichen Gehait des sog. ••Umkchrschlu.sses aus § 59 StGB", JZ 1964, pág. 2 4 1 ; Schlüchter,
brasileño se sitiía en un punto rigurosamente objetivo al exigit para la tentativa el comien/o de la ejecución Dcf Irrtum übet notmativc latbcstandsnierkmale, 1983; la misma. Grundfálie zum Bewertungsirrtum, JuS
(art. 14 11 C.p.). En la doctrina también es dominante un delimitación objetiva "'^. 1985, pág. 373; Schneider Der aberglaubisdie Vetsuch, GA 1955, pág. 265; Schoetensack, Verbrechensversuch
und deutschet Strafgesetz-Vorcnrwurf Festsclitift fíir K. Binding, Tomo II, 1911, pág. 375; el mismo, Versucli
und der Amtiiche Flntwurf eines Allgemeincn Deutschen StGB, GS 91 (1925) pág. 378; Schünemann, Die
§ 50 La tentativa inidónea y el delito putativo deutschsprachige Sttafrechtswissenschaft usw., GA 1986, pág. 293; Seidman, Witch Mutder and Mens Rea:
A Problem of Society undet Radical Social Change, Modern Law Review 28 (1965) pág. A6; Spendel, Der
P. Albrecht, Der untaugliche Versuch, 1973; Baumann, Das Umkehrvcrlialtnis zwischen Versuch und .sogenannte Umkehtschlufi atis § 59 StGB nach det subjektiven Versuchstheorie, Z S t W 6 9 (1957) pág. 4 4 1 ;
Itrtum im Sttafrecht, N J W 1962, pág. 16; Bindokat, Zur Frage des doppelten irrtums, N J W 1963, 745; StUger, Versuch des untauglichen Tatcrs, 1961; Stratenwerth, Der Versuch des untauglichen Subjekts, Festschrift
Blei, Das Walinvetbrechen, JA 1973, 601; Bruns, Xnr Frage der Sttafl:)afkeit des "Vetsuchs" cines untauglichen für H.-J. Bruns, 1978, pág. 59; Struensee, Vcrursachungsvorsatz und Wahnkausalitat, ZStW 102 (1990)
Subjekts, DStr 1938, pág. 161; el mismo, Der untaugliche Tater im Strafrecht, 1955; el mismo, Straftarkeit pág. 2 1 ; Traub, Die umgekehrte "PatalleKvertung in det Laiensphate" — Wahndelikt oder untauglicher
des Versuchs eines untauglichen Subjekts, GA 1979, pág. 161; Burkhardt, Rechtsitrtum und Wahndelikt, VersuchíJuS 1967,pág. 113; Zícz^/^, I5as Untecht der versuchten Tat, 1990.
JZ 1981, pág. 681; el mismo, Zur Abgrenzung von Versuch und Wahndelikt im Steuerstrafrecht, wistra 1982,
pág. 178; ZJ/ciír, Zur Problematik des untauglichen Versuchs, JuS 1968, pág. X")!; Engisch, Der "umgekehrte Vid., además, las referencias bibliográficas antetiorcs al § 49.
Irrtum" und das "Umkehrprinzip", Festschrift fiar E. Heinitz, 1972, pág. 185; Foth, Neuere Konrroversen
um den Begriff des Wahnverbrechens, JR 1965, pág. 366; Gossel, TMI Strafbarkeit des Versuchs nach dem 2.
StrRG, GA 1971, pág. 225; Haft, Der doppelte Irrtum im Strafrecht, JuS 1980, pág. 588; Hardwig, Der I. La p u n i b i l i d a d d e la tentativa i n i d ó n e a
Versuch bei untauglichem Subjekt, GA 1957, pág. 170; Heidingsfelder, Der umgekehrte Subsumtionsirrtuin,
1991; Herdegen, Der Verbotsirrtum in der Rechtsprechung des B G H , BGFF-Festschrift, 1975, pág. 195; 1. Existe tina tentativa i n i d ó n e a c u a n d o la acción del a u t o r dirigida a la realización d e u n
Herzberg, Das Wahndelikt in der Rechtsprechung des B G H , JuS 1980, pág. 469; el mismo, Strafverzicht bei t i p o penal, bajo ciertas circunstancias, no p u e d e alcanzar la c o n s u m a c i ó n del h e c h o p o r razones
b e d i n g t vorsátziichem Versuch? N S t Z 1 9 9 0 , pág. 3 1 1 ; Hirsch, Die Lehre von den negativen fácticas o jurídicas. Ello .sucede en los casos de i n i d o n e i d a d del o b j e t o , del m e d i o o del sujeto.
Tatbestandsmerkmalen, 1960; Armin Kaufmann, Rechtspflichtbegtündung und Tatbestandseinschrankung, T a m b i é n p e r t e n e c e n a q u í los supuestos en los q u e el objeto de la acción previsto p o r el a u t o r no se
Festschrift für U. Klug, Tomo II, 1983, pág. 277; Kohn, Der untaugliche Vetsuch und das Wahnverbrechen,
encuentra en el lugar del hecho o, en c o n t r a d e su e x p e c t a t i v a , p e r m a n e c e a l e j a d o d e éste
Strafr. Abh. Fieft 53, 1904; Kriegsmann, Wahnverbrechen und untauglicher Versuch, Strafr. Abh. Heft 5 1 ,
( i n i d o n e i d a d del m e d i o ) .
1904; Kuhlen, Die Unterscheidung von vorsatzausschlieSendem und nichtvotsatzausschliefiendem Irrtum,
1987; Langer, Das Sonderverbrechen, 1972; Maurach, Die Beitrage der neueren hochstrichterlichen Ejemplos: La tentativa de homicidio de un cadáver (RG 1, 451 ¡452]) es tentativa sobre un objeto
inidóneo, la tentativa de aborto con pastillas para el dolor de cabeza (RG 17, 58) es tentativa con un medio
inidóneo, la tentativa de aborto sobre una mujer no embarazada con un analgésico inocuo (RG 34, 217) es
tentativa sobte un objeto inidóneo con un medio del mismo catáctet; todas lo son, además, pot razones
nidad de la tentativa absolutamente inidónea); Córdoba Roda/RodriguezMourullo. att. 3 párrafos 2 y 3, co- fácticas. La tentativa de estafa ante la legalidad de la ventaja pattimonial perseguida (RG 42, 92) o la tenta-
mentario 111 1 b y art. 51 y 52, coinentario II 2; Mir Ptiig, Adiciones Tomo II págs. 718 ss. [En el C.p. de tiva de hurto desconociendo el consentimiento del titulat de su custodia (RG J W 1926, pág. 2752) son
1995 los actos preparatorios punibles (conspiración, proposición y provocación) ya sólo se castigan cuando tentativas sobre un objeto inidóneo pot causas jurídicas. La tentativa sobte un sujeto inidóneo es la comi-
la Ley así expiesamente lo determina (arts. 17.3 y 18.2). La tentativa apatece definida desde un punto de sión de un delito de funcionarios por alguien que no conoce la nulidad de su nombramiento como emplea-
vista objetivo en el art. 16.1: "Hay tentativa cuando el sujeto da principio a la ejecución del delito directa- do pitblico. La ptomoción de acciones .sexuales de un menor por parte de alguien que, en vittud de un
mente por hechos exteriores, practicando todos o parte de los actos que objetivamente debetían producir el testamento, se ctee tutor de la víctima, es una tentativa del § 180 III cometida por un sujeto inidóneo.
resultado, y sin embargo éste no se ptoduce por causas independientes de la voluntad del autor". Ha desa- Existe también tentativa en vittud de la utilización de medios ¡nidóneos cuando los ladtones se ponen en
parecido cualquier referencia legal a la punición de la tentativa inidónea, aunque la jurisprudencia del fri- movimiento con la llegada del ttanvía pero no encuentran, tal y como esperaban, al cobrador en su interior
bunal Supremo español ha aceptado ya su castigo cuando se tiata de una inidoneidad relativa. Y, finalmen- (BGH N J W 1952, pág. 514), así como cuando el carterista encuentta el bolsillo vacío o con el dispato de
te, el desistimiento apatece regulado en los apartados 2.° y 3 . " del art. 16 (N del T)]. una pistola a la víctima espetada que se encuentra lejos del lugar del hecho (RG 77, 1 [2]). Tentativa con
" " Vid. van Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht págs. 235 ss.; Hazewinkel-Suringa/Remrnelink, Inleiding medios inidóneos es también el envío de un intermediario que sólo aparentemente ha aceptado el velado
págs. 393 ss. encatgo de un asesinato (BGH 30, 363 [366]).
'"' Pompe, Handboek págs. 214 ss.; Hazewinkel-Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 398 ss.
El t r a t a m i e n t o penal d e todos estos casos d e p e n d e d e los inotivos en los cuales se hace resi-
'"^ Dupont/Verstraeten, Handboek n ú m . 542; HennaulVerhaegen, Droit penal génétal núm. 185;
dir el m e r e c i m i e n t o de p e n a de la tentativa (vid. supra § 4 9 II). La vieja discusión en t o r n o a la
Tulkenshan de Kerchove, Introduction págs. 232 ss.
p u n i c i ó n de la tentativa i n i d ó n e a se e n c u e n t r a h o y esencialmente resuelta en el s e n t i d o de e n t e n -
'"'' Dupont/Verstraeten, Handboek núm. 5 5 1 ; HennaulVerhaegen, Dtoit penal general ntíni. 200 bis;
Tulkenslvan de Kerchove, Introduction págs. 235 ss. der q u e t a m b i é n la tentativa i n i d ó n e a es p u n i b l e , s i e m p r e q u e n o resulte c o m p l e t a m e n t e i n a d e -
" " Fragoso, L i 0 e s págs. 251 ss.; de Jesús, Comentarios, art. 14 comentatio 2 c; da Costa j.r. cuada para m e n o s c a b a r el s e n t i m i e n t o de seguridad d e la colectividad.
Comentarios, art. 14 comentatio (pág. 145). En este p u n t o , a n t e r i o r m e n t e fueron defendidas d o s o p i n i o n e s diversas:
570 § 50 La tentativa inidónca y el delito piitalivo
I. La inniibilidad ile la tentativa inidónea 571

2. 1.a teoría objetiva exigía que la acción delerniinara un^ puesta en peligra real ¿A ohjeio de protec-
5. En a t e n c i ó n al requisito d e la impresión del suceso j u r í d i c a m e n t e lesiva y d e a c u e r d o
ción. Partía del injusto de resultado como la vetdadera cau.sa del inereciniiento de pena del hecho y, tic acticr-
con el D e r e c h o vigente, hay que exigir dos reqtiisitos para la punibilidad d e la tentativa inidónea:
áo con ello, también demandaba de la tentativa que se presentara como el origen del Hi|tisto de resiiliado.
1.a teoría objetiva ha dejado de se compatible con el Derecho vigente (§§ 22, 23 111) y posee ya pocos a) D e im lado, al igual que en la tentativa idónea, el autor debe haber p u e s t o en marcha de
delensofcs ' (profundizando en este teína vid. la 2.» ed. de e.sta obra, pág. 400). forma inmediata la acción ejecutiva c o n f o r m e a su plan global (vid. sttpm § 4 9 IV 3). Para la tenta-
3. lanibic'n la tcon'a de la ausencia de tipo, qtie quiso limitar conceptuahiientc la lem.uíva a la tiva inidtínea csio significa que la acciíín, en la cttestión d e la delimitación con los actos pteparato-
carencia de resultado (vid. la 2.^ ed. de esta obra pág. 400), contradice el Derecho vigente pties del § 23 111 rios, es considerada del m i s m o m o d o que si fuera idónea (así, expresamente, § 22).
se deriva el mismo tratamiento para los casos de inidoneidad del objero y de los medios". l'.jemplos: La compra de medios abortivos por tnia mujer que no está embarazada es un acto preparato-
4 . Scgtin la teoría d e la i m p r e s i ó n es la v o l u n t a d hostil del a u t o r hacia el D e r e c h o la q u e rio y la utilización de los mismos tentativa de abotto (RG 18, 198 (200 ss.]) que, desde luego, ya ha dejado
resulta decisiva para la p u n i b i l i d a d d e la tentativa, p e t o n o c o m o manifestación p o t sí m i s m a de ser pmnble para la mujer (§ 218 IV 2).
sino e n t e n d i d a c o m o efecto q u e surge del h e c h o y se proyecta sobre la c o m u n i d a d . La confianza b) D e o t r o , la t e m a t i v a debe presentar u n nn'nimo d e apritud para el m e n o s c a b o de la c o n -
d e la colectividad en la vigencia del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o sen'a m e n o s c a b a d a si p e r m a n e c i e r a fianza en la i n q u e b r a n t a b i l i d a d del O r d e n a m i e n t o jtirídico. Este líltiirio p r e s u p u e s t o falta c u a n -
i m p u n e aquel q u e proyecta s e r i a m e n t e un delito i m p o r t a i u e y se p o n e en m a r c h a pata su ejecu- d o el hecho, de a c u e r d o con la naturaleza del objero al q u e se dirige o los inedios c o n los q u e fue
ción. T a m b i é n u n h e c h o q u e n o p u e d e ser c o n s u m a d o a causa d e q u e el auror pasó p o r alto u n c o m e n z a d o , "en n i n g i í n caso" p u d o alcanzar la c o n s u m a c i ó n y el a u r o r ha d e s c o n o c i d o esta
obstáculo esencial p u e d e poseer ese efecto, p u e s t o q u e al fin y al c a b o el a u t o t se ha m o s t r a d o circunstancia a cansa d e u n a c o m p l e t a i r r a c i o n a l i d a d ( § 2 3 III). •
capaz para c o m e t e r l o y la ausencia del resultado p u e d e descansar en el az.ar (vid. supm § 4 9 11 3 ) .
aa) Por m e d i o d e la delimitación objetiva d e b e n q u e d a r fuera del á m b i t o d e lo p u n i b l e los
El perjuicio para la c o m u n i d a d o c a s i o n a d o t a n t o p o t la tentativa i d ó n e a c o m o p o r la i n i d ó n e a
casos en los q u e n o existió "ni tuia puesta en peligro c o n c t e t a ni t a m p o c o abstracta" ( B T -
reside en el m e n o s c a b o d e la c o n c i e n c i a d e u n a paz jurídica a s e g u r a d a , a u n q u e a la p r i m e r a d e
D r u c k s a c h e V / 4 0 9 5 p.ág. 12). La antigua disputa sobre la delimiración entre la tentativa inidónea
ellas se ai'iade t a m b i é n la puesta en peligro del objero d e la acción t u t e l a d o p e n a l m e n t e . Esta
absoluta y relativa (vid. la 2.= ed. de esta o b t a , pág. 4 0 0 ) no necesita teavivarse "*. E n a b s o l u t o
teoría derivada d e la p r e v e n c i ó n general c o m o m i s i ó n del D e r e c h o penal es a c t u a l m e n t e d o m i -
p u e d e trazaise u n a línea fronteriza i n e q u í v o c a m e n r e lógica; a efectos prácticos es más que sufi-
nante ^. En c o r r e s p o n d e n c i a con ello el § 2 2 atiende a la "representación del h e c h o " q u e se hace
ciente el criterio del h o m b r e m e d i o d o r a d o d e reflexión qtie, c o n o c i e n d o el plan delictivo, n o
el autor, p e t o p e r m i t e prescindir d e la p e n a en el caso de u n a Tentativa a b s o l u t a m e n t e i n i d ó n e a
ptiede tomarse en serio el h e c h o ' .
que se d e b a a la c o m p l e t a irracionalidad del a u t o r (§ 2 3 III). T a m b i é n la j u r i s p r u d e n c i a h a afir-
m a d o desde u n p r i n c i p i o la p u n i b i l i d a d d e la tentativa i n i d ó n e a , si bien en p a r t e sobre la base de bb) Sin e m b a r g o , la delimiración sólo a d q u i e t e c o n t o r n o s inequívocos p o r i n e d i o del ele-
una teoría p u r a m e n t e stibjetiva: m e n t o subjetivo^. C o n o c i m i e n t o p l e n a m e n t e itracional n o es la representación equivocada sobre
los hechos, incluso a u n q u e el a u t o r hubiera p o d i d o evirarlo p r e s t a n d o u n a m í n i m a atención (ejem-
£?>m/)/oí.-Tentativa de aborto con medios inidóneos (RG 1,439 [441]; 17, 158); tentativa de aborto
plo: el sujeto coge e r r ó n e a m e n t e de la despensa agua destilada en lugat del á c i d o clorhídrico q u e
sobre una mujer no embarazada (RG 8, 198 [203]); tentativa de abotto sobre una mujer no embarazada
con medios ¡nidóneos (RG 34, 217 [219]); efecruar acciones obscenas con un niño al que erróneamente se está al lado), sino una "idea c o m p l e t a m e n t e desacertada d e las leyes de la causalidad c o m i i n i n e n -
le toma por un menor de catorce ailos (RG 39, 316); tentativa de hurto con error del autor acerca del te conocidas" (E 1 9 6 2 , F u n d a m e n t a c i ó n pág. 1 4 5 ) ' .
consentimiento del titular de la custodia de la cosa (RG J W 1926, pág. 2752; BGH 4, 199); tentativa de Ejmiplos: Tentativa de aborto con manzanilla (RG 1, 439). Por el contrario, no fue aplicada la cláusula
receptación por la aceptación errónea de un hecho previo delictivo (RG 64, 130 [132]); rentativa de falso de irracionalidad del art. 23 II StGB suizo a una rentativa de aborto practicada con batios de mostaza y agua
testimonio ante la aceptación errónea de la competencia de la autoridad (BGH 3 , 248 [255]); tentativa de jabonosa debido a que estos medios se consideran "idóneos por amplios círculos de la población" (schvveiz.
tobo cuando la víctima no aparece en el lugar del hecho (BGH N J W 1952, pág. 514); tentativa de homici- BGE 70 IV 49 [50]) ^. El intento de derribar un avióti con una pistola descansa sobte una completa irracio-
dio con una dosis de veneno pequei'ia (BGH 1 1 , 324). nalidad, pero no la sobrevaloración del alcatice de un atma de fuego.

' Así, Spendel, N J W 1965, pág. 1881; el mismo, Stock-Fcstschtift págs. 89 ss.; vid. también Dicke, Vid. Lackner, § 23 tiúm. 6; Roxin, Eitiführutig pág. 18; SchonkelSchroder/Eser, § 23 núm. 15. Ma-
JuS 1968, pág. 161. nilestattdo objeciones en este punto, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 210.
' No obstante, a favor de la teoría de la ausencia de tipo, Schmidhauser, Allg. Teil pág. 607. De otra
^ En este .sentido camina el § 1962 Fundatuentación pág. 145; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 210;
opinión en la actualidad, Schmidhauser, Studienbuch pág. 344 y Alwart, Strafvvürdiges Vcrsuchen págs. 163
Burgstaller, JBI 1976, pág, 122; Giissel, GA 1971, pág. 228; IK(lO.')(Vogler) § 23 núm. 33; Lackner, § 23
.ss.; su teoría dualista de la tentativa deja impunes los casos de dolo eventual en la inisma; vid. al respecto,
n ú m . 6; fdaurachlGossellZipf, A\\g. Teil 11 § 40 núm. 191; l'reisedanz, § 23 cotnentario 6a.
SK(Rudolphi) nota preliininar 13a antes del § 22.
'' Vid. DreherlTriindle, § 23 núm. 6; LK (W.'')(Vogler) § 23 núms. 34 ss.; Lackner, § 23 núm. 8;
^ Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 497 ss.; Blei, Allg. Teil págs. 230 ss.; BockelmannlVolk, Allg. Teil Roxin, Einführung pág. 18; SchbnkelSchroderlf.ser, § 23 nútii. 17. En el § 15 111 ósrcrr. StGB falta este se-
pág. 210; Burgstaller,]'í,\ 1976, pág. 122; Dreher/Trondle, § 22 núm. 24; LK(10.')(Vogler) § 22 núm. 136; gundo critetio.
Lackner, § 22 núm. 12; Maurach/GosselíZipf, kW'g. Teil II § 40 núm. 140; SchonkelSchroderlEser, § 22 núm.
' Vid. DreheríL'rondle, § 23 núm. 6; Gossel, GA 1971, pág. 225; lackner, § 23 núm. 8; Roxin,
65; Stmtenwerth, Allg. Teil I núm. 685; Welzel, Lehrbuch pág. 193; Wessels, Allg. Teil núm. 594; SK(Rudolphi)
Einfühfung pág. 19; SchonkelSchroderlEser, § 23 nútn. 17; SK (Rudolphi) § 23 n ú m . 7; Wessels, Allg. Teil
§ 23 núm. 5. Por el contrario, Struensee, ZStW 102 (1990) págs. 44 ss., exceptúa de la punibilidad de la
nútn. 620; Lierzberg, N S t Z 1990, pág. 317, pretende extender el § 23 111 incluso a la rentativa con dolo
tentativa inidónea el supuesto del intento cometido por el autor que cree en la idoneidad de los medios que
eventual.
son ¡nidóneos por la propia ley de la naturaleza (por ejeinplo, el caso resuelto por la RG 1, 439).
Crítico al respecto, P. Alhrecht, Dcr untauglichc Versuch págs. 56 ss.
572 § 50 La icnrativa inithSiica y ci tlcliríi putativo II. La impunidad del delito irreal 573

A pesar d e q u e en estos casos hay q u e negar en el ( o n d o la necesidad de pena, la restricción prohibitiva (el a u t o r cree q u e es p u n i b l e la declaración falsa hecha en c o n c e p t o de acusado, O L G
de la p u n i b i l i d a d de la tentativa i n i d ó n e a p o r m e d i o del § 2 3 111 n o c o n d u c e , sin e m b a r g o , a la B a m b c r g N J W 1 9 4 9 , pág. 8 7 6 ) , p u e d e interpretar mal los limites d e u n a disposición existente
c o m p l e t a i m p u n i d a d ( c o m o sí sucede c o n el § 15 osterr. StGB) ' , sino tan sólo a la |)osibilidad (el a u t o r cree q u e los c u p o n e s sueltos de u n a cartilla de r a c i o n a m i e n t o c o n s t i t u y e n u n d o c u m e n -
de remisión de la pena o a u n a a t e n u a c i ó n facultativa d e a c u e r d o con el § 4 9 H; nt) o b s t a n t e , la to, B G H 1 3 , 2 3 5 | 2 4 0 ss.]) o, finalmente, p u e d e d e s c o n o c e r el efecto justificante de u n a p r o p o s i -
primera d e las altetnativas debe c o n s t i t u i r la regla general ( B T - D r u c k s a c h e V/'1()95 pág. 12). ción permisiva (el m é d i c o cree p u n i b l e la i n t e r r u p c i ó n del e m b a r a z o p o r razones mcdica.s) (error
p e r m i s i v o inverso) " .
6. P e r m a n e c e i m p u n e la tentativa irreal o s u p e r s t i c i o s a (vid. c o n otra o p i n i ó n la 2 . " ed.
de esta obra p á g . 4 0 2 , n o t a a pie n ú m . 7a) ' " c o m o , p o r e j e m p l o , el i n t e n t o de tnatar a u n a Ejemplos: Delito putativo es el etror acerca de la aplicibilidad de una ley tributaria que no se corresponde
p e t s o n a p o r m e d i o d e u n a invocación al diablo (RG 3 3 , 3 2 1 ) . Por regla general a q u í está ya al caso (RG M, 229 [238 ss.]), el error del conducror sobre la existencia de un deber de espera conforme al §
ausente el d o l o " pero, incluso a u n q u e f o r m a l m e n t e pudiera afirmarse la existencia d e u n a t e n - 142 cuando aquél sólo se ha lesionado a sí mismo (BGH 14, 345 [350]), el error relarivo al alcance del jura-
mento declarativo (BGH 14, 345 [350]) y el error que versa acerca del deber de garante derivado de unos
tativa, la utilización de hechizos y m é t o d o s similates n o p o d r í a n p r o d u c i r ya n i n g u n a impresión
hechos apreciados correcramente (BGH 16, 155 [160]). Delito putativo es también el error del marido que
sobre la c o m u n i d a d '^. C o s a disrinta es, n a t u t a l m e n t e , si u n g r u p o p e r t e n e c i e n t e a u n a secta ex-
ante el suicidio de su esposa (que saltó al río Rin con bajas temperaturas y en la oscuridad) se siente obligado a
tremista i n t e n t a m a t a r a u n a persona con m e d i o s reales pero p o r m o t i v o s irreales. un intento de rescate a pesar de su inutilidad (BGH N J W 1994, pág. 1357). Quien cree haber adquirido en
Basilea un valioso reloj suizo y lo oculta a los funcionarios de aduanas cuando en realidad se trata de una
imitación barata, comeré tentativa de contrabando en tanto que los auténticos relojes suizos deban ser declara-
II. La i m p u n i d a d d e l d e l i t o p u t a t i v o dos al pasar por la aduana. Por el contrario, comete un delito putativo quien oculta un reloj auténtico por
creer que debe ser declarado cuando en realidad está dentro de los artículos exentos de declaración.
1. D i s t i n t o d e la tentativa i n i d ó n e a es el d e l i t o p u t a t i v o q u e existe c u a n d o el a u t o r se re-
presenta e r r ó n e a m e n t e la p u n i b i l i d a d de su c o m p o r t a m i e n t o . D e a c u e r d o c o n la c o n c e p c i ó n más 2 . M i e n t r a s q u e la delimitación entre la tentativa i n i d ó n e a y el delito p u t a t i v o es sencilla
extendida, aquél q u e d a i m p u n e d e b i d o a q u e los límites de la p u n i b i l i d a d son d e t e r m i n a d o s p o r en los casos de error sobre la existencia d e u n a n o r m a prohibitiva o permisiva (error sobre su
la Ley y n o p o r las creencias del a u t o r ' - ' . La diferencia entre la tentativa i n i d ó n e a y el delito existencia), en c a m b i o , existen considetables dificultades en el ertor sobre u n e l e m e n t o n o r m a t i -
irreal es en p r i n c i p i o fácil d e describir: en la p r i m e r a el a u t o r acepta e r r ó n e a m e n t e la existencia vo del tipo (error sobre los línaites) p o r q u e p u e d e ser d u d o s o si a q u í el a u t o r ha d e s c o n o c i d o la
de u n e l e m e n t o objetivo del tipo (error d e t i p o inverso). En el s e g u n d o , p o r el c o n t r a r i o , el d i m e n s i ó n fáctica o el alcance del D e t e c h o penal. En el p r i m e r caso existitía u n a tentativa inidónea
error se refiere a la existencia d e la p r o h i b i c i ó n del h e c h o : el a u t o r cree e q u i v o c a d a m e n t e q u e m i e n t r a s q u e en el s e g u n d o u n delito p u t a t i v o "^.
con su c o m p o r t a m i e n t o c o n t r a v i e n e u n a n o r m a prohibitiva q u e en realidad no existe (error d e Ejemplos: Delito putativo es la creencia errónea de que un documento falso que contiene una resolu-
p r o h i b i c i ó n inverso) '''. A d e m á s , el a u t o r p u e d e errar acerca de la existencia m i s m a de la n o r m a ción oficial es un documento/>!Í¿//co falso (RG 66, 124 [126]); de que una oficina que ni siquiera es oficial

' Mostrándose críticos con ello,/ Meyer, ZStW 87 (1975) pág. 615; Roxin, Einftihrung págs. 21 ss.; Schünke/ entre ésta y el delito putativo; y, de hecho, esta distinción depende de cuálsa el error que se invierte. Así,
Scliroder/Eser, § 23 núm. 18; Stratenwerth, Allg. Teil I niinis. 694 ss.; LKflO.") (Vogler) § 23 niim. 36. acertadamente, Sax, JZ 1964, pág. 245; Baumann, N J W 1962, pág. 16; Schdnke/Schroder/Eser, § 22 núm.
'" En este sentido se ptonuncia la doctrina mayotitatia; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 498 .ss.; 69; Schlüchter, Irrrum págs. 145 ss. Correctamente subraya Spendel, ZStW 69 (1957) págs. 449 ss. y N J W
Blei, Allg. Teil pág. 232; Dreher/Trondle, § 23 núm. 5; LK(10.')(Vogler) § 23 núm. 30; Gossel, GA 1971, 1965, págs. 1885 ss., que la inversión de la regulación contenida en el § 16 no expresa nada acerca de la
pág. 25'i-Jescheck, SchwZStr 91 (1975) pág. 30; Lackner, § 22 núm. 14; MauraMGósseUZipf, Mig. Teil 11 § punición o impunidad de la tentativa inidónea. Con carácter general, acerca de la limitada aplicabilidad de
40 núm. \A2;Jakobs, Allg. Teil 25122; J.^Meyer, ZStW 87 (1975) pág. 618; Roxin, Einführung pág. 20; la deducción de la inversión, Puppe, Lackner-Festschrift págs. 243 ss.
Scho?úe/Schrdder/Eser, § 23 núms. 13 ss.; SK (Rudolphi) § 22 núms. 34 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 620. '* Vid. Blei, JA 1973, págs. 601 ss.; Roxin, Offene Tatbestande págs. 159 ss.; Kriegsmann,
Vid., además, Schneider, GA 1955, pág. 267. Ctítico con la difetenciación entre la completa itracionalidad Wahnverhrechen pág. 5 1 ; Kohn, Der untaugliche Versuch págs. 51 ss.; SchonkelSchr'óderlEser, § 22 núms.
y la tentativa irreal, Stratenwerth. Allg. Teil I núms. 692 ss. A favot de la inclusión de la tentativa irtcal en el 79 .ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 622. Acetca de su desarrollo jurisprudencial vid. Maurach, N J W 1962, págs.
§ 23 111 Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 499. 716 ss., 767 ss.; Herzherg, JuS 1980, pág. 469; Burkhardt, JZ 1981, págs. 682 ss.
" Así sucede con el ejemplo clásico de Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 57, de que alguien "^ Vid. Eser, Strafrecht 11 núm. 36 A núms. 16 ss.; MaurachlGossel/Zipf, !Ú\p Teil II § 40 núms. 151
"golpea con el pie por creer que de este modo su antípoda saltará por los aires". ss.; Nierwetherg, Jura 1985, pág. 242; SchdnkelSchriiderlEser, § 22 núms. 84 ss.; SK (Rudolphi) § 22 núm.
'^ Vid. Bockelmann, Untersuchungen págs. 160 ss. Por el contrario, en África posee un considerable 32. Por el conrrario, Foth, JR 1965, pág. 370, pretende también aceptar una tentativa inidónea en caso de
significado social la tentativa de homicidio por medio de la hechicería, perturbando profundamente a la error de subsunción inverso. La doctrina moderna diferencia entre el "error de Derecho acerca del alcance
población rural; vid. Seidman, Modern Law Review 28 (1965) págs. AG ss. del tipo" que conduce al delito irreal y el "error de Derecho en el estadio previo al tipo" que debe funda-
" Vid. Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 483 ss.; Fotb, JR 1965, pág. 366; Maurach/Gossel/Zipf. A\\%. mentar una tentativa; así, Blei, JA 1973, pág. 604; Herdegen, BGH-Festschrift pág. 206; Herzherg, JuS 1980,
Teil ¡1 § 40 núm. 5 1 ; Schonke/Schroder/EserA 22 núm. 78; SK (Rudolphi] §22 núm. 30; Welzel, l.chrbuch págs. 472 ss. Diferenciando según los casos, Heidingsfelder, Der umgekehrte Subsumtionsitrtum págs. 152
pág. 194; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 601 ss.; LK(10.'')(Vogler) § 22 núm. 143. ss. Yendo más allá, SchonkelSchróderlEser, § 22 núm. 89; Burkhardt, JZ 1981, págs. 683 ss.; el mismo, wistra
'"* Vid. SK (Rudolphi) § 22 núms. 30 ss. Crítico al respecto, Engiseh, Heinitz-Festschrift págs. 190 1982, págs. 179 ss.;Jakobs, Allg. Teil 25/42, sostienen frente a la jurisprudencia que todo error de Derecho
ss. El "principio de inversión" al que la jurisprudencia se ha acogido repetidas veces (RG 42, 92 |94]; 66, conduce al delito putativo. En contra, con razón, LK(10.'')(Vogler) § 22 núms. 147 ss.; SK (Rudolphi) § 22
124 [126 ss.]; 72, 109 [112]; B G H 13, 235 [239 ,ss.]; 14, 345 [350]) no hay que entenderlo como un núm. 32b. Tampoco la distinción hecha p o r / í ? ^ , JuS 1980, pág. 591, enrre error conceptual y el referido al
argumenro adicional a favor de la punibilidad de la tentativa inidónea, sino como un criterio dcliniitadot objeto conduce a una solución satisfactoria.
374 § 50 La tentativa iiiitlónea y el delito putativo 111. f.l error acerca tle la idoneidad del sujeto 575

sea competente pata la recepción de declaraciones juradas (BGH 1, 13 116]); de que un papel sea ilocuiiicn- a) M a y o r i r a r i a n i e n t c se reconoce q u e estamos ante un supuesto de tentativa inidóneapuni-
to en el sentido del § 267 a pesar de la ausencia de indicaciíin sobre su expedidor y su íalta de íinalidatl ble pues las cualidades especiales q u e finidainentan la p u n i b i l i d a d d e este t i p o d e delitos c o n s t i -
¡Hobatoria (BGH 13, 235 [241]); de c]ae un objeto derivado de tma apropiación indebida cae dentro tlel tiurían verdaderos e l e m e n t o s del tipo ( R C J W 1 9 3 8 , p;íg. 7 3 8 ; RG 7 2 , 110; B G H 8, 321 [323]),
deber de revelación preceptuado por el § 807 Z P O (BGH 14, 345 |350]); de que una infracción adminis- según ello, el error d e b e ser c o n s i d e r a d o c o m o u n error inverso sobre el tipo ^". V i d . tambic'n la
trativa sea suficiente como hecho previo cu el encubrimiento personal (§ 258) (BayObl.G | Z 1981, p.íi;. R K G 2 , 5 3 ) ' 164.
71 5) y de que la sala de un tribunal dedicada a la desnacificación ' ' sea competente para romat declaración
bajo juramento (OLG Baniberg N J W 1949, pág. 879) '*. Tentativa inidójiea es, por el contrario, la acepta- b) La o p i n i ó n c o n t r a r i a divisa en la tentativa del a u t o r i n i d ó n c o un subcasu del delito puta-
ción equivocada de la competencia del tribunal para tomar juramento en un procedimiento en el que éste tivo impune p o r q u e los deberes jurídicos especiales q u e integran la p o s i c i ó n especial del a u t o t
no está permitido legalmente (BGH 3, 248 [253]; 5, 111 [117]), la creencia errónea de la validen de la (funcionario, m é d i c o , soldado) sólo p u e d e n ser infringidos p o r q u i e n está s o m e t i d o a ellos ^'.
ttansmisión fiduciaria de un vehículo de motor que el autot enajena con ocasión de una tentativa de apro- C o n esta d o c t r i n a se p r o d u c e p o r lo t a n t o u n r e t o r n o parcial a la teoría d e la ausencia d e t i p o .
piación indebida (OLG Stuttgart N J W 1962, 65 [66]) y el error acerca de la existencia de un delito en el
encubrimiento personal (BGH 15, 210). c) Lo correcto es diferenciar aquí t a m b i é n entre el error inverso sobre el t i p o y el error in-
verso de s u b s u n c i ó n ^ ^ . La mujer de la limpieza q u e cree ser f u n c i o n a r i o p o r trabajar en u n a
Especiales dificultades ptoporciona el supuesto de un doble error. Aquí el autot desconoce un elemen-
a d m i n i s t r a c i ó n c o m e t e u n delito p u t a t i v o del § 3 3 2 c u a n d o , a c a m b i o d e d i n e r o , s u m i n i s t r a al
to del t¡[io peto esta equivocación es compensada por un .segundo error a través del cual alcanza a conocer
agente secreto el c o n t e n i d o de las papeletas. T a m p o c o c o m e t e tentativa de petjurio el acusado al
tal elemento del tipo. Acerradaniente acepta aquí la jurisprudencia la punibilidad por un delito consmnado
q u e el juez recibe i n d e b i d a m e n t e j u r a m e n t o ( B G H 10, 8 [10]). Por el c o n t r a r i o , h a y casos m u y
potqtie, en definitiva, el autor ha tenidt) un conocimiento correcto del elemento del tipo determinante aun-
serios de tentativa del sujeto i n i d ó n e o q u e resultan p u n i b l e s p o r q u e j u r í d i c a m e n t e en los ele-
que el segundo error que le perjudica, aisladamente considerado, hubiera conducido a un delito putativo.
m e n t o s n o r m a t i v o s del t i p o n o p u e d e diferenciarse si el error se refiere a la cualidad del autor, al
F.jeinplo: El autor enajenaba máquinas que había comprado bajo la reserva de dominio antes de pagar objeto de la acción o a las m o d a l i d a d e s del h e c h o . Q u i e n (fáctica o j u r í d i c a m e n t e ) cree errónea-
a un fctcero el precio de compra; en verdad, no había leído la reserva de dominio especificada en el albarán
m e n t e q u e c o n c u r r e n sobre su persona circunstancias q u e , caso d e existir, f u n d a m e n t a r í a n su
de enttega, pero suponía que el comprador sólo adquiría la propiedad con el pago del precio de compra. La
cualidad d e a u t o r c o m e t e u n a tentativa i n i d ó n e a del delito especial c o r r e s p o n d i e n t e (valoración
B;iyObLG N J W 1963, pág. 310, condenó acertadamente al acusado por un delito consumado de apropia-
paralela errónea en la esfera del profano). Esto es válido también para los delitos comunes de autoría
ción indebida de conforinidad con el § 246 " .
restringida ( p o r e j e m p l o , el c o n r e n i d o en el § 142) y para \i posición de garante en los delitos de
omisión impropia.
III. El error acerca d e la i d o n e i d a d d e l s u j e t o Ejemplos: El empleado municipal cuyo empleo como funcionario es nulo como consecuencia de la
falta de competencia de la autoridad que lo nombtó, puede cometer una tentativa de falsificación de docu-
1. Esta clase d e error exi.ste c u a n d o alguien, con ohjeto d e la c o m i s i ó n d e u n delito especial,
mento durante el servicio de acuerdo con el § 348 (incorrectamente, sin embargo, OLG Kiel SchlHA 1949,
acepta e q u i v o c a d a m e n t e en su propia persona la cualidad para ser a u t o r q u e p r e s u p o n e el tipo.
Ejemplos: Un empleado civil del ejército federal que cree que es un soldado (§ 1 I WStG) y, como
consecuencia de ello, piensa que su absentismo al setvicio en el que ttabaja constituye deserción (§ 16 WStG).
El empleado público que se deja sobornar y cuyo nombramiento es anulado por defecto de forma (§ 332). •^^ Así, Blei, Allg. Teil págs. 231 ss.; Bruns, Der untaugliche Tater págs. 38 ss.; el mismo, GA 1969
Un soldado que actiía en virrud de obediencia debida cree ser el superior de otro soldado en el sentido de págs. 161 ss.; Burgstaller, JBl 1976, págs. 125 ss.; DreherlTrondle, § 22 núm. 28; Eser, Strafrechr II núm. 36
los §§ 30 ss. WStG. A núm. 45; Wessels, Allg. Teil núm. 623; Lackner, § 22 núm. 13; MaurachlGossellZipf, Allg. Teil II § 40
núm. 175; Olshausen, § 43 comentario núm. 6a; SchonkelSchróderlEser, § 22 núms. 75 ss.; Nowakowsk¡,]'L
A q u í d e b e n diferenciarse los verdaderos delitos especiales d e aquellos casos en los q u e la 195S, píg. 4\6; SK(Rudolphi) § 22 núm. 28; v. Weber, Grundrig pág. 77. Por el conrrario, Foí¿, JR 1965,
i n i d o n c i d a d del sujeto es d e t e r m i n a d a p o r la del objeto (vid. infra § 50 111 3). pág. 3 7 1 , pretende equiparar el caso del error sobre la idoneidad del sujeto con la tentativa supetsticiosa;
Stóger, Versuch des untauglichen Taters págs. 68 ss., propone castigarlo cuando el interviniente sea un "au-
2. La cuestión relativa al t r a t a m i e n t o del error sobre la i d o n e i d a d del sujeto en los d e l i t o s
tor potencial".
e s p e c i a l e s p r o p i o s es o b j e t o d e u n i n t e n s o d e b a t e .
^' Así, BattmannlWeber, Allg. Teil pág. 498; Armin Kaufmann, Klug-Fcstschrift Tomo II pág. 286;
Jakobs, Allg. Teil 25/43; LK(10.''XVogler) § 22 núms. 158 ss.; Schünemann, GA 1986, pág. 318; Hardwig,
GA 1957, pág. 175; v. Hippel, Tomo II pág. 437; KohlraiischlLange, nota preliminar núm. Vía antes del §
'' En el texto original se emplea la expresión "Spruchkammer", con la cual se designaba a los tribu- 43; Lansfir, Sonderverbrechen pág. 498; H. Mayer, Lehrbuch pág. 288; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 61 ss.;
nales comperentes para erradicar el nazismo en Alemania; de ahí que hagamos uso de la expresión Schoetensack, Binding-FestschriftTomo II págs. 39 ss.; el mismo, GS 91 (1925) pág. 3 8 1 ; Stratenwerth, Allg.
"desnacificación" (N del T ) . Teil I núms. 698 ss.; elmismo, Bruns-Festschtift págs. 59 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 194; Zticzyk, Das Unrechr
^ Discrepa Traith, JuS 1967, págs. 1 16 ss., quien defiende una vuelra a la vieja distinción enttc el der versuchren Tar págs. 268 ss.; AK(Zielinski) §§ 15, 16 núm. 35.
etfor fáctico y valorativo. -^ Así, Bruns, Der untaugliche Tater págs. 18 ss.; elmismo, GA 1979, págs. 183 ss.; Eser, Strafteclit
''^ Diferenciando en este punto según los supuestos, Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 485 ss.; Biridokat, II núm. 36 A núm. 45; Blei, Allg. Teil pág, 232; SchonkelSchróderlEser, § 22 núm. 76; SK(Rudolphi) § 22
N J W 1963, págs. 746 ss. A favor de la punibilidad por una rentativa, Foth, ]K 1965, págs. 3 7 ¡ .ss. A favot núm. 28; Wessels, Allg. Teil núm. 623; Schlüchter, Itrtum págs. 164 ss.; la misma, JuS 1985, pág. 529; LK
de su castigo como infracción consumada, Hirsch, Negarive latbestansmerkmaie pág. 229; Knhlen, (10.'')(Vogler) § 22 núms. 158 ss. La 2. StrRG ha dejado la cuestión abierta; vid. BT-Drucksache V/4095
Untetscheidung pág. 520. Vid., además, los casos recogidos por SchonkelSchróderlEser, § 17 núm. 11. pág. 11. El § 25 III núm. 1 AE prercndía inttoducit la impunidad de la tentativa del autot inidóneo.
576 § 51 H! desistiniiciuo de la tentativa § 51 Hi a esistmiienro de la tentativa 577

297 [298]). La persona de cotifianza que, sobre la base de su nonibraniiento en el testanieiuo de acuerdo Vollendung der Straftat, JA 1979, pág. 306; Heiiiitz, Streiifragcn der Versuchslehre, JR 1956, pág. 248;
con el § 1777 III BGB, cree ser tutor, se mueve en la zona de la tentativa del § 174 1 ntim. 1 cuando abusa Henkel, A n m e r k u n g zu RG 7 1 , 2 4 2 , J\V 1937, pág. 2 3 7 5 ; Herzberg, Wegfall subjektiver
scxualniente de su "pupilo". El conductor que erróneamente cree haber sufrido un siniestro y se aleja del rarbestand.svoraussetzungen usw., Festschrih tur D. Oehlcr, 1985, pág. 163; elmismo, Der Rückrritr durch
lugar de los hechos cometía antaiío una tentativa punible del delito de huida del lugar del accidente segiJn Aufgcben der weiteren Tatauslührung, Festschrih für G. BIau, 1985, pág. 97; el mismo, Beenderer oder
el § 142 11 en su redacción anterior (BayObLG 1952, 31). Quien de acuerdo con el § 218 no evita la unbeendeter Versuch, N J W 1986, pág. 2466; elmismo, Grund und Grenzen der Straft:)efreiung beim Rückttitt,
comisión de un aborto ilegal a pesar de que cree erróneamciue que el hijo esjicradí) es suyo, es [>unible por Festschrift für K. l.ackncr, 1987, p.íg. 325; el mismo, Zum Grundgedanken des § 24 StGB, NStZ 1989,
tentativa de acuerdo con el § 218 IV 1. pág. 49; el mismo, Rücktritt vom Versuch trotz bleibender Vollcudungsgefahr? JZ 1989, pág. 114; <•/ mismo,
Problemfiille des Rücktritts durch Verhindern der Tatvolicndung, N J W 1989, pág. 862; elmismo, Theorien
3 . Si el t i p o penal exige u n a relación e n t r e el a u t o r y el o b j e t o del delito d e forma q u e la
zum Rücktritt und releologische Gesetzesauslegung, NStZ 1990, pág. 172; elmismo, Grundprobleme des
c u a l i d a d del a u t o r sigue y a a la d e l o b j e t o , e n t o n c e s existe a s i m i s m o u n a tentativa i n i d ó n e a si Rücktritts vom Versuch und Überlegungen de lege ferenda, N J W 1991, pág. 1633; el mismo, Anmerkung
el sujeto da e r r ó n e a m e n t e p o r b u e n a s tales cualidades y, con ello, su p r o p i a c o n d i c i ó n d e autor. zu BGH vom 26.11.1990, JR 1991, pág. 159; Herzog, Rücktritt vom Versuch und tatige Reue, 1889; Reinhard
Lo relevante a q u í , de a c u e r d o c o n los p o s t u l a d o s generales d e la teoría subjetiva, es el d o l o del V. Hippel, Untersuchungen über den Rücktritt \'om Versuch, 1966; Hnischka, Zur Fragc des Wirkungsbereichs
a u t o r (RG 8, 198 [ 1 9 9 ] : tentativa d e a b o r t o d e u n a mujer q u e n o está e m b a t a z a d a ; RG 4 7 , 189 eines freiwilligen Rücktfitts vom unbeendeten Versuch, JZ 1969, pág, 4^5; Jakohs, Die Bedeutung des
[ 1 9 1 ] : tentativa d e incesto p o r m e d i o d e relaciones sexuales con la s u p u e s t a hija) ( a m b o s s u p u e s - Vcrsuchsstadiums für die Voraussetzungen eines strafbefrcienden Rücktritts, JuS 1980, pág. 714; el mismo,
tos ya no son punibles d e a c u e r d o c o n el D e r e c h o vigente) . Rücktritt ais Tatánderung versus allgemeines Nachratverhairen, ZSrW 104 (1992) pág. 82; el mismo,
Anmerkung zu BGH 35, 184, J Z 1988, pág. 51^; Jescheck, Anmerkung zu B G H 7, 296, M D R 1955, pág.
562; el mismo, Versuch und Rücktritt bei Beteiligung mehrerer Personen an der Straftat, Z S t W 99 (1987)
§ 5 1 El desistimiento de la tentativa pág. 111; Kadel, Anmerkung zu BGH 34, 53, JR 1987, pág. 117; Kampermann, Grundkonsrellationen beim
Rücktritt vom Versuch, 1992; Kienapfel Anmerkung zu BGH 3 1 , 170, JR 1984, pág. 72; elmismo, Probleme
Allfeld, Der Rückrritt vom Versuch usw., Festgabe für R. v. Frank, Tomo II, 1930, pág. 74; Arzt, Zur des unvermittelt abgebrochenen Versuchs, Fesrschrift für F. Pallin, 1989, pág. 213; Krauj?, Der strafbefreiende
Erfolgsabwendung beim Rückrritt vom Versuch, GA 1964, pág. 1; Baumann, Noch einmal: Kenntnis des Rücktrirt vom Versuch, JuS 1981, pág. 883; Krauthammer, Der Rückrritr vom Versuch, Srrafr. Abh. Heft
Verletzten und tatige Reue,JuS 1971, pág. 631; Bergmann, Einzelakts-odcr Gesamtbetrachtung beim Rücktritt 310, 1932; Küper, Anmerkung zu OLG Karlsruhe N J W 1978, pág. 3 3 1 , ibidem pág. 956; el mismo,
vom Versudí, ZStW 100 (1988) pág. 329; BUi. Die Entdcckung derTat durch den Verletzten (§ 46 Nr. 2 StGB), Anmerkung zu BGH 3 1 , 170, J Z 1983, pág. 264; Lackner, Anmerkung zu BGH 20, 279, JR 1966, pág.
JA 1971. pág. 297; Bhy, Die dogmatisdie Bedeutung der Srrafausschliel!ungs-und Strafeufhebungsgründe, 1976; 106; Lampe, Rücktritt vom Versuch mangeis Interesses — BGHSt 35, 184, JuS 1989, pág. 610; Lange,
elmisnw, Zurechnungsstmkturen des Rücktritts vom beendeten Versudí, JuS 1987, pág. 528; elmismo, Anmerkung Anmerkung zu BGH 11, 324, J Z 1958, pág. 6 7 1 ; Lang-Hinrichsen, Bemerkungen zum Begriff der "Tat"
zu BGH 35, 184, JR 1989, pág. 70; Bockelmann, Anmerkung zu RG 75, 393, D R 1942, pág. 432; el mismo, im Strafrecht, Festschrift für K. Engisch, 1969, pág. 353; Lenckner, Probleme beim Rücktritt des Beteiligten,
Wann ist der Rücktritt vom Versuch freiwillig? N J W 1955, pág. 1417; elmismo, Versuch und Vorbereitung, Fesrschrift für W Gallas, 1973, pág. 281; Maiwald, Die natüdiche Handiungseinheit, 1964; H.-W. Mayer,
Niederschriften, Tomo II, pág. 171; BorchenlHellmann, Die Abgrenzung der Versuchsstadien usw., GA 1982, Zur Frage des Rücktritts vom unbeendeten Versuch, M D R 1984, pág. 187; Meister, Strafbefreiender Rücktritt
pág. 429; Bottke, Strafrechtswissenschaftliche Methodik und Systematik usw., 1979; el mismo, Zur durch Erfolgsabwendung beiiu untauglichen Versuch, DStr 1943, pág. 160; Mitsch, Der Rücktritt des
Freiwilligkeit und Endgültigkeit des Rücktritts, JR 1980, pág. 4 4 1 ; el mismo, Mií?lungener oder angestifteten oder unterstützten Tatcts, Festschrift für J. Baumann, 1992, pág. 89; Muñoz, Conde, Der
fehlgeschlagener Vergewaitigungsversuch bei irrig angenommenem Einverstandnis? J Z 1994, pág. 7 1 ; miSlungene Rücktritt: eine Wiederkehr der Erfoigshafrung? GA 1973, pág. 33; el mismo, Theoretische
Bringewat, Kenntnis des Verletzten und tatige Reue, JuS 1971, pág. 4 0 3 ; Burkhardt, Der "Rücktritt" ais Begründung und systematische Stellung der Straflosigkeit beim Rücktritt vom Versuch, Z S t W 84 (1972)
Rechtsfolgebestimmung, 1975; Grafzu Dohna, Die Freiwilligkeit des Rücktritts vom Versuch im Lichte der pág. 756; Otto, Fehlgeschlagener Versuch und Rücktrirt, GA 1967, pág. 144; el mismo, Kausaldiagnose und
Judikatur des RG, ZStW 59 (1940) pág. iA\; Dopjfel. TMÍ Lehre vom Rücktritt vom Versuch, GS 94 (1927) Erfolgszurechnung, Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 91; elmismo, Versuch und Rücktritt bei mehreren
pág. 422; Dreher, Anmerkung zu B G H 22, 176, JR 1969, pág. 105; el mismo, Anmerkung zu BGH 24, 48, Tatbeteiligten, JA 1980, págs. 6 4 1 , 707; elmismo, Fehlgeschlagener Versuch und Rücktritt, Jura 1992, pág.
N J W 1971, pág. 1046; Fahrenhorst, Fehlschlag des Versuchs bei weitercr Handlungsmoglichkeit? Jura 1987, 423; Pahlke, Rücktritt beim dolus eventualis, 1993; Puppe, Der halbherzige Rücktritt, N S t Z 1984, pág.
pág. 2 9 1 ; Feltes, Der (vorlaufig) fehlgeschlagene Versuch, GA 1992, pág. 395; Feuerbach, Kritik des 488; la misma, Zur Unterscheidung von beenderem und unbeendetem Versuch, NSrZ 1986, pág. 14; la
Kleinschrodischen Entwurfs zu einem peiniichen Gesetzbuchc für die Chur-Pfalz-Bayerischen Staaten, Par- misma, Anmerkung zu BGH vom 27.10.1992 (VorlagebeschluíS), JZ 1993, pág. 359; Ranft, Strafgrund der
te II, pág. 1804; Franzius, Versuch und Vorbereitungshandiungen, Materialien, Tomo II, 1, pág. 309; Geilen, Bcrauschung und Rücktrirt von der Rauschrat, M D R 1972, pág. 737; el mismo, Zur Abgrenzung von
Zur Abgrenzung zwischen beendetein und unbeendetein Versuch, JZ 1972, pág. 335; Georgiadis, Rücktritt unbeendetem und fehlgeschlagenem Vetsuch bei erneuter Ausführungshandiung, Jura 1987, pág. 527; el
vom Versuch und tatige Reue usw., 1939; Giffliorn, Über Bedeutung und Begriff der "Freiwilligkeit" beim mismo, Anmerkung zu BGH 36, 224, JZ 1989, pág. 1128; Roxin, Krimlinalpolitik und Strafrechtssystem,
Rücktritt vom Versuch und bei der tatigen Reue, Diss. Gottingen 1948; Gossel, Über den fehlgeschlagenen 2." cd. 1973; el mismo, Über den Rücktritt vom unbeendeten Versuch, Festschrift für E. Heinitz, 1972,
Versuch, ZStW 87 (1975) pág. 3; GoMschmidt, Die Lehre vom unbeendigten und beendigten Vetsuch, Strafr. pág. 251; elmismo, Der fehlgeschlagene Versuch, JuS 1981, pág. 1; elmismo, Anmerkung zu BGH 33, 295
Abh. Heft 7, 1897; Gores, Der Rücktritt desTarbeteiligten, 1982; Grasnick, volens-nolens, JZ 1989, pág. und BGH vom 5.12.1985, JR 1986, pág. 424; Rudolphi, Anmerkung zu BGH 3 1 , 170, N S t Z 1983, 3 6 1 ;
8 2 1 ; Gropengiefier, Anmerkung zu B G H 39, 128, StV 1994, pág. 19; Grünwald, Z u m Rücktritt des el mismo, Rücktrirr vom beendeten Versuch usw, NStZ 1989, 508; v. Scheurl, Rücktritt vom Versuch und
Tatbeteiligten im künftigen Recht, Festschrift für H. Welzel, 1974, pág. 2 0 1 ; Gutmann, Die Frciwiliigkeit Tatlieteiligung mehrerer, 1972; Schmidhduser, Zur Systematik der Verbrechenslehre, Gedachtnisschrift für
beim Rücktritt vom Versuch und bei der tatigen Reue, 1963; Haft, Der Rücktrirt des Tatbeteiligten bei G. Radbruch, 1968, pág. 268; Schróder, Der Rücktritt desTeilnehmers vom Versuch nach §§ 46 und 49a,
M D R 1949, pág. 714; elmismo, Die Freiwilligkeit des Rücktritts vom Versuch, M D R 1956, pág. 3 2 1 ; el
mismo, Grundprobleme des Rücktritts vom Versuch, JuS 1962, pág. 8 1 ; elmismo, Die Koordinierung der
^' Vid. KohlrauschlLange, nota preliminar núm. Vlb antes del § 4 3 ; Maurach/GUssel/Zipf, Allg. Teil Rücktrittsvorschriften, Festschrift für H. Mayer, 1966, pág. 377; el mismo, Die Unternehmensdelikte,
II § 40 ntim. 170; Schónke/Schróder/Eser, § 22 núm. 76; SK (Rudolphi) § 22 n ú m . 26; Stratenwenh, Allg. Festschrift für E. Kern, 1968, pág. 457; Schwalm, Versuch und Vorbereitung, Niederschriften, Tomo 1!,
Teil I núm. 7 0 1 ; Wekel, Lehrbuch pág. 195.
578
§ 51 i-:i desistí niionto (le
I. h'l fundamento jiiríilict) Ac la impunidad del tlcsistimiento voluntario 579

p;íg. 187; Seií-r. Rückirirt vom Vcrsucli bci bcdingtcm Totiingsvors:!!/. — BCIH SiV 1988, p.íg. 2 0 1 , jiiS
1989, p,íg. 102; Soniien. l-chlgc.sclil,igcner Vcrsuch und Riickiriiisvoraiissci/ungcn Jura 1980, p.íg. 158; Srmit;, ca que sobre t o d o se hace valct c o m í a esta visión consiste en que la promesa de i m p u n i d a d en el
'laibcgrilí und 'Ji-üriickiritr, JZ 1984, p.íg. 652; e/ mismo, .Scliuid olmt Frcihcii? ZStW l o í (1989) pág. moineiito decisivo no tiene ninguna intltiencia .sobre la resolución del auror, especialmente p o r q u e
27.^; el tuisnio, Ríickiriit und d o l u s ev'cntualis, ¡Z 1990, pág- 2 1 2 ; el mismo, Haiul]ung.s/.icl, en gian medida es desconocida por la pobkición -'. La praxis jurídica muestra q u e todos los motivos
Vbllcndungsneigung und "Rückrr¡tr,shorÍ7.ont", N,St/. 199.?, pág. 257; Iriindlc. Dio Rcchtsprccliuiig des BGH posibles juegan un papel en el desistimieiuo de la tentativa pero nunca, sin eitibargo, la considera-
in Síraí.s.iclicii, C¡A 1962, pág. 225; Ulsejiheimer, (iriindlragcn des Rückiriiis vom Vcrsuch u.sw., 1976; Walter,
ción de poder liberarse n u e v a m c n i e de una pena ya merecida '". En el mejor de los c;isos, y de
l)er Rücktriií vom Versuch ais Ausdruck des Bc\váliriingsgeí.i.uikcns usw., ] 980; dmismo, Bestimniung der
forma negativa, p u e d e decitse con feuerbach q u e el legisladot no debería cortaric la retirada al au-
Frciwilligkcit usw., GA 1981, pág. 403; Weinhold, Rcttungsverluilten und Rcitungsvorsatz beim Rücktritt
vom Vcníiich, 1990. tor por m e d i o de la idea de que en t o d o caso será casrigado.

3. D e a c u e r d o con u n a nueva teoría, hoy defendida m a y o r i t a r i a m e n t e y q u e d e b e seguirse,


Vid. rambién las referencias Ijibliográficas antes del § 49
el § 24 dehe prejniar el desistiiniento v o l u n t a r i o de la tentativa (teoría d e l p e r d ó n o t e o r í a
premial) " . Q u i e n desiste v o l u n t a r i a m c n r e y evita la c o n s u m a c i ó n o se esfuerza s e r i a m e n t e en
I. El f u n d a m e n t o j u r í d i c o de la i m p u n i d a d del d e s i s t i m i e n t o v o l u n t a r i o d e la tentativa ello at'in c u a n d o de todos m o d o s aquella tiene lugar, en la c o m u n i d a d se c o m p e n s a p a r c i a l m e n t e
la impresión j u r í d i c a m e n r e p e r r u r b a d o r a de su h e c h o y, a causa de ello, merece indulgencia. A
I. El § 2 4 d i s p o n e la p l e n a i m p u n i d a d para el d e s i s t i m i e n t o v o l u n t a r i o d e la tentativa. ello se ai'iadc q u e el injusto de la tentativa es c o m p e n s a d o basta cierto g r a d o p o r el c o n t r a p e s o
Esta generosid;rd del legislador n o resulta e v i d e n t e s i n o q u e requiere ser f u n d a m e n t a d a . q u e s u p o n e su actuación m e t i t o t i a . La Lev se c o n f o r m a , sin e m b a r g o , c o n la v o l u n t a r i e d a d del
d e s i s t i m i e n t o y n o exige un valot ético especial del motivo del d e s i s t i m i e n t o '^.
Aun cuando actualmente el dcsistimienro de la tentativa también trae por consecuencia la impunidad
en la mayoría de los Derechos extranjeros ', sin embargo el Derecho común sólo hacía decaer la pena ordi- 4. La j u r i s p r u d e n c i a del B G H f u n d a m e n t a a n t e t o d o la i m p u n i d a d del d e s i s t i m i e n t o sobre
naria ~. En coherencia con ello los arrs. 21 y 22 del StGB suizo sólo contienen una regulación destinada a
la desaparición delfín de Li pena (teoría del fin de la pena) ( B G H 9, 4 8 [52]; 14, 7 5 [ 8 0 ] ;
tura determinación gradual de la pena que, sin embargo, no va más allá de la renuncia a ésta ^. A la vista de
estas diferencias la Ciencia se ha venido ocupando siempre de la justificación de la impunidad del desisti- t a m b i é n ya la 6, 85 [87]) ' ^ C u a n d o el a u t o r se abstiene v o l u n t a r i a m e n t e d e la c o n s u m a c i ó n del
miento voluntario de la tenrativa. Las antiguas (así denonn'nadas) ^teorías juridicus" que quisieron ver en el h e c h o m u e s t r a con ello q u e su voluntad hostil al D e r e c h o m e d i a n t e la ejecución de aquél n o ha
desistimiento un obstáculo jutídico para el castigo de la tenrativa (Zacharia, Luden, Berner, Binding) hoy sido suficiente. Por ello, la pena no es aconsejable ni p o r motivos preventivo-especiales ni tairi-
apenas son defendidas •*. No son, pues, motivos derivados de la lógica jurídica sino razones provenienres de
la discrecionalidadlegislativa las que actualmente son resaltadas para la justificación de la impunidad de la
tentativa en caso de desistimiento de la misma. La cuestión de cuáles sc3.[\ estos motivos no posee sólo un
^ Vid. M.E, Mayer, Lehrbuch pág. 370, nota a jiie núm. 7.
significado teórico sino que tiene un alcance práctico sobre todo en la detetminación del concepto de "vo-
luntariedad". '" Así, Ulsenheimer, Rücktritt pág. 69; Bockelmann, N J W 1955, pág. 1420; BaumannlWeber, Allg.
Teil pág. 502; Heinitz, JR 1956, pág. 1A9\ Jescheck, iMDR 1955, pág. 563; Lang-Hinrichsen, Engisch-
Fcstschrift pág. 368; LK(10.") (Vogler) § 24 núms. 8 ss.; H. Mayer, Gtundril? pág. 146; Otto, GA 1967,
2. D e acuerdo con la teoría del "puente de oro" \ que se r e m o n t a a Feuerbach (teoría políti-
p.ág. 150; SchrSder, M D R 1956, pág. 322; Welzel, Lehrbuch pág. 196; Wessels, Allg. Teil núm. 426.
co-críminal), con la promesa de la liberación de la pena se le suministra al autor u n estimulo para
" Así, BaumannlWeber Allg. Teil pág. 502; Bockelmann, N J W 1955, pág. 1420; BockelmannlVolk,
a b a n d o n a r la tentativa antes de la c o n s u m a c i ó n y, en caso necesario, para evitar el resultado. El R G
Allg. Teil pág. 214; DreherlTrondle, § 24 núm. 3; Heinitz, JR 1956, pág. 249; H. Mayer, Grundrifi pág.
se adhirió a esta teoría ^ q u e , p o r el contrario, el B G H sólo ha seguido en sus comienzos **. La críri- 145; LK(9.«) (Busch) § 46 núm. 4; Otto, GA 1967, pág. 150; Schróder, M D R 1956, pág. 322; Sehmidhauser,
Allg. Teil pág. 625; Welzel, Lehrbuch pág. 196; Wessels, Allg. Teil núm. 626. Diferenciando enrre tentativa
acabada e inacabada Arzt, GA 1964, pág. 9. Históricamente la teoría del perdón es antigua pues encucntta
' Vid. franzius, Materialien Tomo II, 1 pág. i24;Jescheck, ZStW 99 (1987) págs. 12 ss.
^ Vid. Schaffstein, Die allgemeinen Lehren pág. 168. ya acogida en el pteul?. ALR Teil II 20 § 4 3 . Mostrándose crítico, Ulsenheimer, Rücktritt págs. 74 ss.
'- A favor de ello, sin embargo, Bockelmann, N J W 1955, pág. 1421 con referencias adicionales de la
^ Vid. Hafier, Allg. Teil p.ígs. 209 ss. Lo mismo sucede con el art. 12 del Anreproyecto de Schultz.
En la misma dirección Burkhardt, Der "Rückrrirt" págs. 184 ss.; ScliónkelSchroderlEser, § 24 niim. 108; jurisprudencia; BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 21 ss.; Sauer Aligemcine Strafrechtslehre pág. 116; Gijflhorn,
Ulsenheimer, Rücktritt págs. 34 ss. con referencias adicionales en nota a pie n ú m . 550. Ereiwiliigkeit pág. 107.
'^ Así lo hace también otro .sector doctrinal que va ganando terreno; vid. Blei, Allg. Teil pág. 236;
'' Vid. la exposición contenida en Herzog, Rücktritt vom Versuch págs. 147 ss.; Georgiadis, Rücktritt
vom Versucli págs. 2 ss.; Gutmann, Die Freiwiliigkeir págs. 1 ss. Una excepción viene suministrada por el Ranft, M D R 1972, p;íg. 743; Roxin, Hcinitz-Festschrlft pág. 269; Otto, Grundkurs pág. 242; Ulsenheimer,
planteamiento Ás Reinhard v. Hippel, Untersuchungen pág. 58. Rückrrirt págs. 90 ss.; Burkhardt, Rücktritt págs. 195 ss.; Streng, ZStW 101 (1989) págs. 322 ss.; Kühl,
Allg. Teil § 16 núm. 5; SchonkelSchroderlEser, § 24 núm. 2; SK (Rudolphi) § 24 núm. 4. Vid. tanrbicn
^ Así, en adhesión a v. Liszt, Lehrbuch 1." ed. págs. 14 ss., sobre todo Allfeld, Frank-Festgabe Tomo
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 706 y Muñoz Conde, ZStW 84 (1972) págs. 761 ss. Desde una perspectiva
II p.ág. 76; Frank, VDA Tomo V pág. 242; v. Hippel, Tomo 11 pág. 4 1 1 ; KohlrauschlLange, § 46 comentatio
[iteventivo-especial el principio de la puesta a prueba es intensamente acentuado como fundamento de la
I; V. Liszt/Sehmidt, pág. 315; Maurach, Allg. Teil 4." ed. pág. 518; Mezger, Lehrbuch pág, 403; Olshausen, §
impunidad del desistimiento en Walter, Rücktritt págs. 59 ss.; especialmente, en relación con la voluntarie-
A() comenrario 1. En conrra, deralladamenre, Ulsenheimer, Rückrrirt págs. G?, ss.
^ Feuerbach, Kritik d^fts. Kieinschrodischen Enrwurfs págs. 102 ss. dad GA 1981, págs. 403 ss. Una variante de la teoría del fin de la pena viene constituida por la teotía de la
satisfacción de la culpabilidad ("Schuldetfüllungstheorie") de Herzherg, Laekner-Fesrschrift pág. 349, el mis-
^ RG 6, 3 4 1 ; 17, 243 (244); 63, 158 (159); 72, 349 (350); 73, 53 (60). En la literatura rccienre hay
mo, NStZ 1989, pág. 49 y 1990, pág. 172, según la cu.al la amenaza penal se resuelve "cuando el autor
que mencionar a Puppe, NSrZ 1984, 490 y Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 706.
8 BGH 6, 85 (87). cumple su deber destinado a la terminación y reparación del comportamiento injusto a través de una pres-
tación que le es imputable".
580 § 51 H! dcsistiniiciuo de la icni.uiva li. I.a distinción entre tentativa inacabada y acabada 581

poco por razones preventivo-generales, además de que también la Justicia no demanda en tales consumación, entonces es suficiente para el desistimiento con que se abstenga de seguir actuan-
casos una pena. En contra de esta teoría habla el hecho de que la voluntad del autor en el mo- do (desistimiento de la tentativa inacabada). En cambio, si de acuerdo con la representación
inenro de la tentativa puede haber sido suficientememc intensa para la consumación, |)ues a me- del autof se han creado todas las condiciones del resultado de modo que el acaecimiento de este
nudo el desistimiento es provocado por circunstancias externas puramente azarosas ''. Por regla sólo dependa de la eficacia autónoma de factotes cattsales o de la actuación de un tercero, enton-
general, tampoco la peligrosidad del hecho y del autor se muestran mucho menores a causa del ces el stijeto debe desarrollar para el desistimiento una actividad contraria destinada a evitar el
desistimiento. El merecimienro de pena del hecho no es anulado sin más por el desistimiento. A residtado (desistimiento de la tentativa acabada) "". La distinción tiene un considerable signi-
los argumentos de la teoría del fin de la pena debe, por consiguiente, ser añadida la idea de la ficado práctico pues tanto los requisitos como también las posibilidades de impunidad son dife-
teoría del perdón de que el autor debería librarse de una sanción en sí misma merecida si volun- rentes en ambos casos. En el primer caso basta con la simple omisión de seguir actuando, de
rariamente ha retornado al dominio del Derecho (BGH M D R 1988, pág. 244) '^. modo que el autor tiene en su propia mano cumplir con este requisito; en el segundo, por el
5. La teoría unitaria , con un punto de vista global, pretende superar la valoración separada de la contrario, debe intervenir activamente en beneficio de su víctima y, por ello, también corre con
acción intentada y del desistimiento como "contrarius actus". Sin embargo, esta teoría no suministra los el riesgo relativo al éxito en la evitación del resultado.
motivos por los que el actual Derecho alemán aboga por la impunidad en caso de desistimiento voluntario,
2. La tentativa inacabada y acabada sólo pueden ser delimitadas recíprocamente en virtud
sino que sencillamente comprende a este último desde el punto de vista de la determinación de la pena.
de criterios subjetivos, pues la cuestión de si tiene que suceder algo más para la consuinación
6. La teoría de la culpabilidad intenta suministrar una fundamcntación material para la impunidad del hecho por parte del autor depende sólo de su plan delictivo y de la representación que posea
de la tentativa en caso de desistimiento voluntario por medio de la aceptación de una causa de exculpa- del desatrollo del hecho (BGH 14, 75 [79]; 22, 330 [331]; 31, 170; 33, 295; 35, 9 0 ) ^ ' . Según
ción . Sin embargo, la culpabilidad no es eliminada por el desistimiento sino tan sólo, posteriormente, ello la tentativa es inacabada cuando el autor cree no haber hecho todo lo necesario para la con-
compensada hasta cierto punto por éste, por lo que el esfuerzo del autor es recompensado mediante la im-
sumación, mientras que por el contrario aquélla es acabada cuando, de acuerdo con su representa-
punidad. A través de la aceptación de una causa de exculpación que sisremáticamente se equipararía al esta-
ción^ se han dado todos los pasos que se muestran precisos para la consumación. Si el autor duda
do de necesidad (§ 35) se sobrevaloraría este punto de vista.
acerca de si su acción es ya suficiente para ocasionar el resulrado o no se representa en absoluto
las consecuencias de su actuación, etitonces debe ser aceptada la existencia de una tentativa aca-
II. La distinción entre tentativa inacabada y acabada bada (BGH 40, 304). Si en el momento del último acto ejecutivo el sujeto sólo cuenta con la
posibilidad de acaecimiento del resultado, también estaremos en presencia de una tentativa aca-
1. El punto de partida de la regulación del § 24 I 1 es la distinción entre tentativa inacabada bada (BGH 3 1 , 170 [175]; 33, 295 [300]) ^2.
y acabada . El legislador parre de la consideración de que por regla general la liberación de la
Ejemplos: Existe tentativa inacabada si antes de tiempo se sale el catéter que había sido colocado a una
pena sólo se plantea cuando el hecho no ha sido consumado. Si el resulrado ya ha tetiido lugar
mujer con la finalidad de practicarle un aborto y la embarazada no lo vuelve a colocar a pesar de creer que
en el momento en el que el autor quería desistir, el delito está consumado atín cuando aquél no sólo su aplicación corporal más prolongada sería efectiva (RG 57, 278 [280]). Hay tentativa acabada si el
lo supiera y, en consecuencia, no se plantea la aplicación del § 24 I 1 " . Si, por el contrario, el autor separa el garrote del cuello de la víctima contando con la posibilidad de que ésta moriría por las con-
hecho ha permanecido dentro del estadio de la tentativa, hay que diferenciar segiin los casos; si secuencias del estrangulamiento (BGH DallingerMDR 1970, pág. 381). Lo mismo rige para el caso en el
el autor todavía no ha hecho lo que para él aparecía como necesario para el acaecimiento de la que el autor celoso abandona a su víctima tras haberle propinado varias puñaladas que pusieroír en peligro

'"* Vid. también Schroder, juS 1962, pág. 81; vid., además, Ulsenheimer, Rücktritt págs. 78 ss. "^ Vid. al respecro, Goldschmidt, Unbeendigter und beendigtcr Versuch págs. 62 ss. FZllo es comple-
'^ Actualmente es aceptada con razón una conexión de distintas ideas para la fundamcntación de la tamente independiente de la cuestión relariva a cuándo se acepta en la tentativa una inmediata puesta en
impunidad del desistimiento voluntario; vid. LK(10.") (Vogler) § 24 ntím. 20; MaurachlGSsseUZipf, Allg. marcha de la realización del tipo (sobre ello vid. supra § 49 IV 3).
Teil II § 41 miras. 12 ss.; Rudolphi, NStZ 1983, pág. 363; SchonkelSchrodcrlEser, § 24 núm. 2; Stmtenwenh, ' ' En este sentido se pronuncia la docttina mayoritaria; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 507;
Allg. Teil 1 núm. 706;Jakobs, Allg. Teil 26/2. Blei, Allg. Teil pág. 212; Puppe, NStZ 1986, pág. 14; Geilen, JZ 1972, págs. 335 ss.; Kohlrausch/Lange, § 46
"" Así, Lang-Hinrichsen, Engisch-Festschrift págs. 370 ss. En esta dirección también, Schmidhiiuser, comentado III; LK(IO.'')(Vogler) § 24 núm. 34; MaurachlGbssel/Zipf, A\\^. Teil II § 41 núm. 22; Mezger,
Allg. Teil págs. 62 ss.; Roxin, Kriminalpolitik págs. 36 ss.; SK(Rudolphi) § 24 núm. 5; Muñoz Conde, ZStW Lehfbuch pág. 400; Olshausen, § Ad comentario núm. 3; SchSnkelSchroderlEser, § 24 núm. 12; Welzel,
84 (1972) pág. 778. Vid., además, Bser, Strafrecht 11 núm. 32 A núms. 21 ss. Lchrbuch pág. 196; Wessels, Allg. Teil núm. 631; Kühl, Allg. Teil § 16 núm. 24. Recomendando, por el
'' Así, sobre todo, Ulsenheimer, Rücktritt págs. 10 ,ss.; además, SK(Rudolphi) § 24 núm. 6; Roxin, contrario, una delimitación sustancialmentc objetiva Henkel, JW 1937, págs. 2376 ss.; asimismo, Ulsenheimer,
Heinitz-Festschrift págs. 27 ss.; Haft, JA 1979, pág. 312; Bottke, Methodik págs. 60 ss. Rücktritt pág. 225 ss.; Borchert/Hellmann, GA 1982, págs. 436 ss.
'* Vid. DreherlTrondle, § 24 núm. 4; Lackner, § 24 núm. 3; SchUnke/Schrdder/Eser, § 24 núm. 5; SK ^^ De acuerdo con este criterio, Küper, JZ 1983, pág. 264; Kienapfel, JR 1984, pág. 72; el mismo,
(Rudolphi) § 24 núm. 15. Pallin-Festschrift págs. 213 ss.; LK(10.'')(Vogler) § 24 núms. 64 ss.; H. W Mayer, MDR 1984, pág. 187;
" Vid. Eser, Strafrecht II núm. 33 A núm. 47a; Lenckner, Gallas-Festschrift págs. 29 .ss.; Muñoz Conde, Hassemer, JuS 1983, pág. 556; Lackner, § 24 núm. 6; MauracUGosseUZípf, M\s,. Teil II § 41 núm. 81; Otto,
GA 1973, págs. 33 ss.; Schiinke/Schroder/Eser, § 24 núm. 25. La desaparición del dolo que entretanto se Grundkurs pág. 243; Puppe, NStZ 1986, pág. 15; Roxin. JR 1986, pág. 424; Streng, JZ 1990, pág. 214;
produce carece de relevancia pues éste sólo necesita existir hasta la tentativa inacabada; vid. SK (Rudolphi) § Rudolphi, NStZ 1983, pág. 561; SchUnke/Schrdder/Eser, § 24 núm. 169; Wessels, Allg. Teil núm. 633; Kühl,
16 núm. 34; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 283. Por el contrario, Herzberg, Oehier-Festschrift pág. 173 Allg. Teil § 16 núm. 27. En contra del critetio del BGH Herzberg, Blau-Festschrift pág. 108; el mismo,
sitúa ese momento en la tentativa acabada. NJW 1986, pág. 2466; el mismo. NJW 1991, pág. 1635; Bergmann, ZStW 100 (1988) pág. 351.
!

582 § 51 Hl ticsisiiinicnro de la icnrativa 11. L;i clisiinción entre tentativa inacabada y acabada 583

su v'itla ( Í K J H 23, 330 [332]). Concutre tentativa acabada íic lionucidio cuando el autor propina diversas
5. La j u r i s p r u d e n c i a del B G H favorable al d e s i s t i m i e n t o acepta t a m b i é n u n a tentativa
cuchiiladas a ia víctima a la que quería robar y ia estrangula liasia que ésta };)¡etde ía consciencia con la
inacabada y, con ella, una posibilidad más sencilla d e desitir, c u a n d o el a u t o r a l c a n z a ya c o n la
liucnción de eliminarla como testigo, huyendo posteriormente con la creencia de que la víctima [íodría mo-
tentativa el objetivo p t i m a t i o de la acción y, c o m o con.secuencia d e ello, n o t i e n e y a interés en
rir a con.secuencia de las herid.is (BGH 3 1 , 170). Sin embargo, la tentativa de honncidio es inacabada cuan-
do el autor propina a su víctima una puñalada en la nuca pero se da cuenta inmediatameme de que la lesión la consecución del plan delictivo adicional (sentencia del Pleno B G H J Z 1 9 9 3 , pág. 3 5 9 con
no conlleva peligro para la vida (BGH 35, 90). c o m e n t a t i o ctítico d e Puppe, J Z 1 9 9 3 , pág. 361)-^''. El Pleno d e la Sala d e lo Penal del B G H
t a m b i é n se ha a d h e r i d o a este p l a n t e a m i e n t o ( B G H G S 3 9 , 221 en c o n t r a de la B G H J R 1 9 9 1 ,
3. D u d o s a es la cuestión relativa a la d e l i m i t a c i ó n entre tentativa acabada e inacabada en pág. 1 5 8 , c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o d e Herzberg). T a m b i é n es posible u n c a m b i o d e d i s p o s i -
aquellos casos en los q u e en el m o m e n t o de decidirse p o r el d e s i s t i m i e n t o la situación se p l a n t e a c i ó n de la tentativa acabada a la inacabada c u a n d o el autor, ftente a su r e p t e s e n t a c i ó n original,
p a t a el a u t o r d e u n m o d o divetso al p l a n originario. S o n imaginables d o s c o m p o s i c i o n e s d e lu- se da c u e n t a d e q u e para la c o n s u m a c i ó n del h e c h o es necesario hacer más ( B G H 3 6 , 2 2 4 c o n
gar: en la p r i m e r a , el a u t o r quería realizar el tipo c o n una acción y, c o n posterioridad a ésta, c o m e n t a t i o crítico d e Ranft, J Z 1 9 8 9 , pág. 1 1 2 8 ) .
c o n i p t u c b a q u e todavía se necesitatían actos adicionales p o r su parte para alcanzar el resultado
p r e t e n d i d o . E n la s e g u n d a , el a u t o r h a b í a c o n t a d o c o n distintas formas d e o c a s i o n a t el resultado 6. El d e s i s t i m i e n t o d e la tentativa p r e s u p o n e siempre q u e el a u t o r todavía estima posible la
y a b a n d o n a su c o n d u c t a sin haber a g o t a d o esas posibilidades. En el e n j u i c i a m i e n t o d e estos ca- c o n s u m a c i ó n . Si, p o r el c o n t r a t i o , llega a la convicción de q u e ya n o p u e d e alcanzar el resultado
sos la j u r i s p r u d e n c i a ha recurrido s o b i c t o d o al plan original del a u t o r y, d e a c u e r d o con el m i s - c o n los m e d i o s q u e se e n c u e n t r a n a su alcance en el c u r s o i n m e d i a t o del a c o n t e c i m i e n t o , e n t o n -
m o , sólo ha a c e p t a d o la existencia d e u n a tentativa inacabada c u a n d o el a u t o r n o había h e c h o ces existe u n a tentativa fracasada ( B G H 3 4 , 5 6 ; 3 5 , 90) en la q u e ya n o es posible el desisti-
t o d o lo q u e en un principio ,se había p t o p u e s t o ( B G H 10, 129; 14, 7 5 ) "^. Sin e m b a r g o , de este m i e n t o , p u e s t o q u e n o p u e d e tenunciaise a u n d o l o q u e ha d e j a d o d e ser realizable -''. E n la
m o d o a m e n u d o se le restringe el desistiiriicnto liberatotio d e p e n a al a u t o r m e n o s peligroso q u e cuestión relativa a si u n a tentativa es fracasada resulta s i e m p r e decisivo el estado de c o n o c i m i e n -
sólo se había p r o p u e s t o la ejecución d e una acción, m i e n t r a s q u e , en c a m b i o , aquél p e m a n e c e to del a u t o r al final d e la acción intentada (horizonte subjetivo del desistimiento). U n ftacaso p u e -
abierto para el a u t o r que actiía con m a y o r d e s c o n s i d e r a c i ó n . D e a h í q u e a c t u a l m e n t e el T r i b u n a l d e ser f u n d a m e n t a d o t a n t o s o b t e citcunstancias objetivas (falla el a t i n a d e fuego) c o m o t a m b i é n
S u p r e m o acoja c o m o ctiterio el momento del desistimiento: lo relevante es si en ese i n s t a n t e el sobre obstáculos subjetivos (el delincuente sexual es i t r i t a d o de tal m o d o p o r la resistencia de la
a u t o r c u e n t a con la posibilidad del o c a s i o n a m i e n t o a u t ó n o m o del resultado; si éste n o es el caso víctima q u e n o p u e d e c o n t i n u a t la ejecución del h e c h o p r o y e c t a d o ) . Es problciriático el s u p u e s -
e n t o n c e s p u e d e todavía desistit c o n el m e r o h e c h o d e n o seguir a c t u a n d o ( B G H 3 1 , 170 [ 1 7 5 ] ; t o en el q u e el h e c h o aparece inejecutable p o r motivos jutídicos (el a u t o t de u n a tentativa d e
35, 90; B G H N S t Z 1 9 8 4 , pág. 116). violación, c o m o consecuencia del c o m p o r t a m i e n t o de la víctima, cree que la m i s m a está de acuerdo
e n m a n t e n e r relaciones sexuales, B G H J Z 1 9 9 4 , pág. 1 0 6 ) . E n c o n t r a del critetio doctrinal '^,
Ejemplos: El autot dispara a su enemigo en la cabeza y le deja tendido, gtavemente herido, a pesar de
a q u í la j u r i s p r u d e n c i a niega la presencia d e u n a tentativa fracasada en la m e d i d a en q u e el a u t o r
que percibe la posibilidad cercana de que acaezca su muerte (tentativa acabada) (BGH 3 3 , 295). El autot
está en situación d e p o d e r llevar a cabo su p l a n original d e i m p o n e r v i o l e n t a m e n t e la relación
a.sesta a su víctima una puñalada en el peciio pellgtosa pata su vida (tentativa inacabada, si el autor entendía
sexual, incluso c u a n d o esto ya no le t e p o t t a n i n g u n a ventaja ante la nueva situación.
que el apuñalamiento no era mortal) (BGH J Z 1986, pág. 303).
Ejemplos: Si el autor quiere robar una mayor cantidad de dinero pero se encuentra con una pequeña
4. Son problemáticos los supuestos en los q u e el a u t o r i n t e r r u m p e la tentativa y, p o c o t i e m p o
cuantía, estamos ante una tentativa fracasada en la que ya no puede ser discutida la cuestión del desisti-
después, a u n q u e c o n otros medios, c o n t i m i a c o n aquélla. E n la configuración de este caso sólo
miento (con otro crirerio, BGH 4, 56). Si la víctima de una tentativa de robo asegura que no posee dinero,
se tiene en c u e n t a u n d e s i s t i m i e n t o c u a n d o a m b a s a p o r t a c i o n e s s o n c o m p r e n d i d a s c o m o u n a
entonces la cuestión de la tentativa inacabada se ditige hacia el probletna de si el autor piensa que tendrá
tentativa tínica. La j u r i s p r u d e n c i a m;ís reciente ha acogido este criterio allí d o n d e la t e n t a t i v a en éxito con la continuación de las amenazas; de no ser éste el caso existirá una tentativa fracasada (BGH 4,
su c o n j u n t o p u e d e ser considerada c o m o u n f e n ó m e n o u n i t a r i o ( B G H 3 4 , 5 3 c o n c o m e n t a t i o 180 [181]). Si la autora se ha dado cuenta de que el matarratas no es eficaz y que por ello las víctimas no se
aprobatofio de Rengier, ]Z 1 9 8 6 , pág. 9 6 4 ; B G H 4 0 , 7 5 ; B G H N S t Z 1 9 8 4 , pág. 4 5 3 ; N J W encuentran en peligro de muerte, aquélla ya no puede desistir cuando no se encuentran a su disposición
1985, pág. 2 4 2 8 ; N J W 1 9 8 6 , pág. 1 0 0 1 ; N S t Z 1 9 8 6 , pág. 2 6 4 ) . Este criterio debe ser acepta- medios adicionales idóneos para continuar la ejecución del hecho (BGH GA 197!, pág. 51). Estamos ante
do^'* a ú n c u a n d o n o existan los rigurosos requisitos t e m p o r a l e s y fácticos de la u n i d a d nattital
de a c c i ó n ^ ' p u e s , d e este m o d o , se a m p l í a la posibilidad de d e s i s t i m i e n t o en interés de la vícti-
m a y el s e n t i d o d e la liberación d e la p e n a r e s p o n d e a la r e c o m p e n s a p o r la actuación m e t i t o r i a .
-'• Mostrando su conformidad, Streng, NStZ 1993, pág. 257; Pahlke, Rücktritt pág. 168. En contra,
sobre la base de que en la renuncia a la prosecución del [>!an no reside ningtin mérito del autor, Wessels, ^ " g -
Teil núni. 634; Kühl Allg. Teil § 16 núm. 4 1 ; Kampermann, Grundkonstellationen págs. 217 ss.
^' En este sentido, detalladamente, Schmidhüuser, Allg. Teil págs. 627 ss.; SK(Rudolpbi) § 24 mims.
•^^ En este sentido también, BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 489; Gutmann, Eteiwiiligkeit págs. 92 8 ss.; /?ox/n, JuS 1981, págs. 1 ss.; Herzberg, Blau-Festschrift págs. 97 ss.; LK(10.'')(Vog¡er) § 24 míms. 23
ss.; Maiwald, Natürliche Handiungseinheit págs. 92 ss.; Eser, Strafrecht 11 ntim. 3 3 A nútus. 30 ss.\Jakobs, ss.; Otto, GA 1967, págs. 144 ss.; el mismo, ]ura 1992, pág. 423; Kampermann, Grundkonstellationen págs.
Jn.S 1980, pág. 714; Ulsenheimer, Rücktritt págs. 240 .ss. 206 ss.; Kühl, Allg. Teil § 16 mim. 22. Discrepando injustamente, Gossel, ZStW 87 (1975) págs. 3 ss.;
^'^ Asimismo, Lackner, § 24 ntim. 4; /ÍOA'/K, JuS 1981, pág. 1; Puppe, N S t Z 1986, pág. ]6; niosttán- Sonnen,]\ia 1980, págs. 158 ss.; Feltes, GA 1992, págs. 395 ss.
do.se etílicos, Fahrenhorst, Jura 1987, pág. 2 9 1 ; LK (10.'')(Vogler) § 24 ntlms. 63 ss. ^^ A favof de u n a t e n t a t i v a fracasada en este caso, Bottke, j Z 1994, pág. 7 5 ; el mismo,
^-^ De acuerdo en este punto Kadel, j R 1987, pág. 118; en contra, Herzberg, N J W 1986, págs. 2466 Strafrechtswissenschaftliche Methodik págs. 355 ss.; SchonkelSchroderlEser, § 24 núm. 9; Ulsenheimer,
ss.; /ítfnjí. Jura 1987, pág. 527. Rücktritt pág. 328; Herzberg, Blau-Festschrift pág. 99.
584 § 51 El desistimiento de la tentativa !1I. f.l cle.sí.stHliiento de la tentativa inacabada 585

una tentativa de extorsión fracasada cuando el autor se da cueiua de que ti plan del hecho ya no puede ser va p u t a m e n t c "psicológica" y no é t i c a ' - . D e ahí q u e el d e s i s t i m i e n t o c o n efecto liberador de la
llevado a efecto con los medios de coacción empleados y los que todavía posee a su alcance (BCIH de pena t a m b i é n deba afirmarse, por ejemplo, si se desiste d e m a t a t a u n a v í c t i m a para hacerlo c o n
12.9.1985, 5 Str 415/85). Vid., además, la OLG Karlsruhe N J W 1978, pág. 331 con comentatio de Küpc-r, oira ( B G H 3 5 , 184). C o n frecuencia, la cuestión d e la v o l u n t a t i e d a d t a m b i é n es discutida (y
NJW1978,pág. 956.
negada) c u a n d o , de a c n c t d o con la tcptesentación del autot, la c o n s u m a c i ó n del delito se ha
c o n v e t t i d o en algo imposible o si pata aquél ésta carece ya de sentido (por e j e m p l o , RG 3 9 , 3 7
[381; 6 5 , 145 [ 1 4 9 ] ; 7 0 , 1 [3]; RG J W 1 9 3 5 , pág. 2 7 3 4 ; B G H 4, 56 [59]; 9, 4 8 [53]; 13, 156;
III. El d e s i s t i m i e n t o d e la tentativa inacabada (§ 2 4 I 1 e n su primera alternativa)
2 0 , 2 7 9 c o n c o m e n t a r i o crítico d e Lackner, J R 1 9 6 6 , pág. 106). Sin e m b a r g o , en estos casos n o
La eficacia liberadora d e p e n a del d e s i s t i m i e n t o d e la t e n t a t i v a i n a c a b a d a exige qtie el existe d e s i s t i m i e n t o d e n i n g ú n tipo sino sólo u n a tentativa fracasada (vid. supra § 51 116) ". En
a u t o r a b a n d o n e v o l u n t a r i a m e n t e la p o s t e r i o r ejecución del h e c h o en el m o m e n t o en el q u e t o d a - c a m b i o , hay q u e aceptatlo a pesar de negat su v o l u n t a r i e d a d si la c o n s u m a c i ó n en sí m i s m a t o -
vía crea q u e n o ha h e c h o t o d o lo q u e era necesario para la c o n s u m a c i ó n del delito. davía h u b i e r a sido posible, pero habría c o m p o r t a d o tan graves desventajas para el a u t o r q u e éste
no p u d o c o n f o r m a r s e razonablemente con ellas ( B G H 9, 4 8 [52 ss.]: d e s i s t i m i e n t o d e u n a t e n t a -
1. El aspecto o b j e t i v o del d e s i s t i m i e n t o en la tentativa i n a c a b a d a consiste s e n c i l l a m e n t e en
tiva d e violación p o t teconocer la víctima al a u t o t ) . En el e n j u i c i a m i e n t o d e la v o l u n t a r i e d a d hay
q u e el a u t o r n o siga a c t u a n d o . N o o b s t a n t e , hay q u e tener en c u e n t a q u e d e b e h a b e r desistido
q u e partir de la imagen q u e se ha t e p r c s e n t a d o el autor, de m o d o q u e t a m b i é n es posible u n
definitivamente de su d o l o pues, d e lo c o n t r a r i o , n o merece la c o n c e s i ó n de la i m p u n i d a d ( B G H
d e s i s t i m i e n t o v o l u n t a t i o de u n a tentativa inidónea en la m e d i d a en q u e el sujeto esté c o n v e n c i d o
39, 2 4 4 [ 2 4 7 ] ; B G H N S t Z 1 9 8 8 , pág. 5 5 0 ) - ' . N o o b s t a n t e , es p o s i b l e u n desistimiento parcial
d e la i d o n e i d a d d e su acción (RG 6 8 , 8 2 [83]: el a u t o r desiste de la tentativa d e estafa sin darse
c o m o , p o r ejemplo, en relación c o n la m u e r t e de la víctima si sólo se había p r o y e c t a d o u n r o b o
c u e n t a de qtie había caído en u n a trampa; B G H 1 1 , 3 2 4 : d e s i s t i m i e n t o de u n a tentativa de ase-
q u e c o n d u c e al h o m i c i d i o de la m i s m a ^'^.
sinato llevada a c a b o con u n a dosis d e m a s i a d o p e q u e ñ a d e v e n e n o ) . Ello se e n c u e n t t a reconoci-
2. El aspecto subjetivo d e la t e n t a t i v a reside en la voluntariedad dd a b a n d o n o d e la resolu- d o e x p r e s a m e n t e en el § 2 4 I 2: en el d e s i s t i m i e n t o de la tentativa i n i d ó n e a se exige q u e el a u t o r
ción delictiva. Aquélla significa q u e el d e s i s t i m i e n t o n o está m o t i v a d o p o r i m p e d i m i e n t o s forzo- d e b a haberse esforzado seria y v o l u n t a t i a m c n t e en i m p e d i r la c o n s u m a c i ó n ^^. E n particular, el
sos, sino q u e se ha desarrollado p o r u n a razón autónoma ( a u t o i m p u e s t a ) . Ello p r e s u p o n e q u e el d e s c u b r i m i e n t o del h e c h o p e t c i b i d o p o r el a u t o r excluye la v o l u n t a t i e d a d del d e s i s t i m i e n t o (vid.
a u t o r "era todavía señor d e sus decisiones" y q u e n o fue o b l i g a d o al d e s i s t i m i e n t o d e su c o n d u c t a infra^5\ IV 3).
pof la presión insuperable d e la s i t u a c i ó n fáctica ( B G H 2 1 , 2 1 6 ; 3 5 , 184 [ 1 8 6 ] ; B G H Holtz
Ejemplos: Es voluntario el desistimiento que tiene lugat pot tazones de conciencia (RG 14, 19 [22]),
M D R 1 9 9 3 , pág. 1 0 3 8 ; B G H S t V 1 9 9 2 , pág. 2 2 4 ; N S t Z 1 9 9 2 , pág. 5 3 6 ) . Por otra p a r t e , n o
pot pudot (RG 47, 74 [79]), pot miedo a la pena (RG 54, 326), pot pánico (BGH M D R 1952, pág. 530;
resulta decisivo q u e el a u t o t h a y a a b a n d o n a d o el h e c h o p o r u n m o t i v o d i g n o d e r e c o n o c i d o va-
con otra opinión todavía RG 68, 238), a causa del mal sabot de los medios abottivos (RG 3 5 , 102) o por
lof ético ( B G H 7, 2 9 6 [299] c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o ácjescheck, M D R 1 9 5 5 , pág. 5 6 3 ; d e los insistentes teproches del coauíot (BGH 2 1 , 3 1 9 [321]). Es involuntario el desistimiento motivado pot el
o t t a o p i n i ó n todavía R G 7 5 , 3 9 3 [395] c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o d e Bockelmann, D R 1942, miedo a un descubrimiento inminente (RG 37, 402 [406]; 38, 402 [404]; BGH N S t Z 1984, pág. 116) o
pág. 4 3 2 ) ^ ' . M á s bien, el c o n c e p t o de v o l u n t a r i e d a d hay q u e d e t e r m i n a r l o desde u n a perspecti-

^' En este sentido se ptonuncia la jurisprudencia y una patte de la doctrina: RG 72, 349 (351); B G H pág. 2 5 1 ; LK(10.'')(Vogler) § 24 núm. 86; MaurachIGóssel/Zipf, Allg. Teil II págs. 4 ss.; Blei, Allg. Teil págs.
7, 296 (297); 2 1 , 319 (321 ss.); 3 3 , 144 ss.; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 504; BockelmannlVolk, Allg. 24 ss.; Scbdnke/Schroder/Eser, § 24 núm. 56; Dreber/Tróndle, § 24 núm. 6; Lackner, § 24 n ú m . 18; Wessels,
Teil pág. 212; Kohlrausch/Lange, § 46 comentario YIW; Jescheck, M D R 1955, pág. 563; LK(W.^XVogler) § Allg. Teil núm. 644. De otra opinión, demandando el valor ético del monvo del desistimiento vid. los auto-
24 núm. 79; Schonke/Schroder/Eser, § 24 núms. 39 ss. (con la accttada testricción de que la reserva del autor tes mencionados en la nota a pie núm. 12; además, Bottke, Methodik págs. 46 ss. así como en JR 1980,
destinada a ejecutat nuevamente el hecho en un futuro y aptovechando una oportunidad mejor, no excluye págs. 441 ss.; SK (Rudolpbi) § 24 núm. 25. También con otro planreamientoyít^o^j, Allg. Teil IGliO: "la
el desistimiento); Welzel, Lehrbuch pág. 198. Defendiendo la opinión contiatia que se confotma con el motivación del desistimiento es voluntaria cuando resulta incompatible con la del hecho concreto". Es du-
abandono de la "concteta" ejecución del hecho, Allfeld, Ftank-Festgabe Tomo 11 pág. 79; Heinitz, JR 1956, doso que existan "reglas de la razón delictiva" tal y como pietenden extraer Roxin, Heinitz-Festschtift págs.
pág. 252; Lenckner, Gallas-Festschtift págs. 30 ss.; v. LisztlSchmidt, pág. 317; Mnurach/Gossel/Zipf, h\\^. Teil 255 ss. y SK (Rudolphi) § 24 núm. 25, para tesolver la cuestión de la voluntatiedad y que, caso de que
II pág. 47; Mezger, Lehrbuch pág. 405; Blei. Allg. Teil pág. 242; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 631; Stratenwerth, existan, exptesen algo sobte el particulat.
Allg. Teil I núm. 714; Kühl, Allg. Teil § 16 núm. 4 3 ; Wessels, Allg. Teil n ú m . 6 4 1 . El tecutso a los motivos ^- Mostrando su acuerdo con el "punto de vista psicológico" del BGH, Lackner § 24 núm. 18; Kühl
del autor que hace SK (Rudolphi) § 24 núm. 18 podtía conducir a insolubles dificultades piobatorias. Allg. Teil § 16 núm. 54. Ctíticamente, ¿am/e, JuS 1989, págs. 6\lsi.;Jakobs,]Z 1988, págs. 519 ss. Pot el
Instfuctivamente sobte todo ello, Bottke, Methodik págs. 37 ss. conttatio, a favot de una valotación notmativa del motivo del desistimiento, Bhy, JR 1989, pág. 7 1 ; Grasnick,
5" Vid. Streng, JZ 1984, págs. 652 ss.; LK(lO.'XVogler) § 24 núm. 208. Distinto es, sin embargo, JZ 1989, págs. 821 ss.; Herzherg, Lackner-Festschrift págs. 338 ss.; Ulsenbeimer Rückttitt pág. 314.
cuando el autot, ttas desistit del ptimet acto parcial, ataca más gravemente con una segunda acción el bien '^ Esta idea también se corresponde con la conocida fótmula de Frank, § 46 comentatio 11: "El de-
jurídico protegido; así sucede, pot ejemplo, cuando se pasa de una tentativa de agtesión sexual (§ 178) a sistimiento es voluntario cuando el autot se dice a sí mismo: no quieto alcanzat el objetivo aunque podtía
una violación (§ 177) (BGf^ 33, 142 con comentario aptobatorio de Streng, NStZ 1985, pág. 360) o de haccdo; no lo es si el autot se dice a sí mismo: no puedo alcanzat el objetivo aunque quisieta". Ctítico
una estafa a la extotsión [actualmente, tanto la agtesión sexual como la violación apatecen teguladas conjun- también, Roxin, Heinitz-Festschtift pág. 254.
tamente en el § 177 (N del T ) ] . '•^ No es necesaria la idoneidad objetiva de la actividad ditigida al impedimento de la consumación;
^' En este senrido se ptonuncian la jurisptudencia y la doctrina mayoiitatia; RG 35, 102; 37, 402 vid. Grünwald, Wcizel-Festschrift págs. 715 ss.; Lenckner, Gallas-Festschtift págs. 297 ss.; SchonkelSchróderl
(404); 6 1 , 115 (117); BGH GA 1968, pág. 279; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 505; Heinitz, JR 1956, Eser, § 24 núm. 7 1 .
586 § 5] Rl tlc-sisríniicmo de la lenintiv.-j IV. Hl desistimicnlo de la tentativa acabatla 587

por haberle sido impedida la retirada al autor (líG i)J 1938, 596 [597]) " . Hii el supiiesio de inhibiciones .saberlo ésie ( B G H 1 1, 3 2 9 ) o p o r q u e el resultado es frustrado a través d e la intervención a u t ó n o m a
psíquicas depende de si poseen una naturaleza forzosa (HGH C!A 1986, pág. 'ÍI8; liCiH StV 1984, pág.
de lui terceto. N o obstante, a q u í .se deinandati rigiii<is;is exigencias en la intensidad de los eslueizos
329; N ü t Z 1994, p;íg. 428).
de auxilio ( B G H 55, 2 9 5 i 3 0 2 | ; B G H N j W 1986, pág. 1001).
3. Un problema especial del desistimiento de la teiuariva inacabada es el del error acerca de la ido-
2. 1 lasta el m o m e m o se ha acopiado q u e para el desistiniienlo de la tentativa acabada bas-
neidad de la acción de desistimicnlo. La Ley sólo prevé la posibilidad de un (.iesisnmiento liberatorio de
la pena en la tentativíi; si el hecho se consuma —aún sin el conocimiento del autor— (pietla excluido el ta con q u e el a m o r " p o n g a en marcha una n u e \ a cadena causal q u e sea eficaz pata la no c o n s u -
desistimiento. Si el resultado acaece antes de lo que el autor había previsto y con anterioridad al comienzo m a c i ó n del h e c h o " ( B G H StV 1 9 8 1 , 514 | 5 1 5 j ; B G H N J W 1 9 8 5 , p;íg. 8 1 3 ; N J W 1 9 8 6 , pág.
de sus esfuerzos dirigidos al desistimiento, entonces este ya no sirve de nada porque el hecho ya estaba 1 0 0 1 ; B G H 3 1 , 46 [49]; 3 3 , 2 9 5 [ 3 0 1 ] ) " " . Según ello, no resulta pues relevante q u e el a u t o r
consumado en ese instante. Está también excluido el desistimiento cuando el resultado, ftente a lo esperado h u b i e t a p o d i d o hacer más ( B G H StV 1 9 8 1 , pág. 3 9 6 ) . Sin e m b a r g o , el B G H h a exigido e n t r e -
por el autor, tiene lugar después de que éste se abstenga de seguir ejecutando el hecho ^^. En estos supuestos, t a n t o q u e el q u e desiste n o p u e d a c o n f o r m a r s e con la a d o p c i ó n d e m e d i d a s q u e p o s i b l e m e n t e
como máximo, se plantea la cuesdón de la existencia de una situación en la que decae la imputación objeti- son insiiftcientcs, aiin c u a n d o fueron causales para la evitación del resultado y, en ct)nsecuencia,
va (vid. supra § 28 IV 4) o en la que concurre un error sobre el curso causal que excluye el dolo (vid. supra § bastaron para ello ( B G H 3 1 , 4 6 [49]: el a u t o r sólo c o n d u j o a su mujer g r a v e m e n t e herida, p o r
29 V 6b), de ahí que por lo tanto sólo sea aceptable el castigo por una tentativa. De esta última puede haberla i i n e n t a d o matar, hasta una puerta lateral del hospital d o n d e fue e n c o n t r a d a i n c o n s c i e n t e
desistirsc de acuerdo con las reglas generales''. por terceras personas; B G H J Z 1 9 8 9 , pág. 6 5 0 : en verdad la a u t o r a había l l a m a d o al m é d i c o de
urgencias p e r o n o había i n f o r m a d o sobre la ingestión del v e n e n o ; a n t e r i o r m e n t e ya en esta direc-
ción, B G H Dallinger M D R 1972, pág. 7 5 1 ) . El a u t o r debería, más bien, "agotar todas las posi-
rV. El d e s i s t i m i e n t o d e la tentativa a c a b a d a ( § 2 4 I 1, e n su s e g u n d a alternativa)
bilidades d e i m p e d i r el resultado" •*'.
Para q u e el d e s i s t i m i e n t o d e ia t e n t a t i v a a c a b a d a libere d e la p e n a al a u t o r se exige q u e
3 . T a m b i é n en la tentativa acabada el d e s i s t i m i e n t o p r e s u p o n e la v o l u n t a r i e d a d . A q u í ri-
éste haya i m p e d i d o v o l u n t a r i a m e n t e la c o n s u m a c i ó n del h e c h o ( B G H 3 3 , 2 9 5 [301]).
gen c o r r e l a t i v a m e n t e los p t i n c i p i o s expuestos supra § 51 111 2. Por regla general, el d e s i s t i m i e n t o
1. D e s d e u n a perspectiva objetiva el desistimiento de la tentativa acabada exige más q u e el es i n v o l u n t a r i o c u a n d o el a u t o r se sabe o cree h a b e r sido d e s c u b i e r t o , p o r lo q u e en esta m e d i d a
d e la inacabada, puesto q u e en la primera ci h e c h o se caracteriza p o r h a b e r alcanzado el t é r m i n o d e d e b e c o n t a r c o n su castigo. El D e r e c h o a n t e t i o t (§ A6 n ú m . 2 , en su a n t e r i o r redacción), i n c l u -
la acción ejecunva. El a u t o r debe evitar la p r o d u c c i ó n del resultado p o r medio d e u n a actividad so, había previsto el d e s c u b r i i n i e n t o del h e c h o c o m o tínico criterio para afirmar la falta de vo-
propia o, en su caso, con la ayuda d e u n tercero (RG 15, 4 4 [46]: i m p e d i m e n t o de la disposición l u n t a t i e d a d . Sin e m b a r g o , con toda tazón el legislador de 1975 se ha s e p a r a d o de un criterio
patrimonial lesiva para el estafado p o r un a p o d e r a d o ) . Su actividad, además, debe dirigirse z la evi- semejante, pties la v o l u n t a r i e d a d en el caso c o n c r e t o t a m b i é n p u e d e c o n c u t r i r en el h e c h o d e s c u -
tación del resultado (RG 6 3 , 1 5 8 [ 1 5 9 ] : n o es imaginable u n desistimiento sin la v o l u n t a d d e re- b i e r t o o faltar en el q u e todavía n o lo ha sido. D e a c u e r d o c o n lo d i c h o , h a y q u e accprar la
nunciar al h e c h o o de i n t e r r u m p i r l o ) . Resulta equívoca la exptesión "arrepentimiento activo" utili- i m p u n i d a d si objctivaiTiente el h e c h o fue d e s c u b i e r t o p e r o el a u t o r n a d a s u p o de ello. El h e c h o
zada con frecuencia para el desistimiento de la tentativa acabada, pues el a r r e p e n t i m i e n t o n o tiene está d e s c u b i e r t o si este es percibido s u s t a n c i a l m e n t e en su cualidad criminal p o r parte un tctcero
p o r q u e haber sido el m o t i v o del desistimiento ni a q u í ni en la tentativa inacabada (RG 6 1 , 115 q u e p o d r í a i m p e d i r el resultado o iniciar un p r o c e d i m i e n t o penal ( R G 3 8 , 4 0 2 [ 4 0 3 ] : alguien
[117]). Finalmente, el desistimiento t a m b i é n debe tener éxito: si a pesar de la contrainiciativa del descubre la t e n t a t i v a de i n c e n d i o p o r la salida de h u m o en u n a h a b i t a c i ó n ; R G 6 8 , 2 4 2 [ 2 4 3 ] :
a u t o r acaece el resultado, entonces se le respon.sabiliza por el delito c o n s u m a d o ( B G H V R S 6 1 , un n i ñ o q u e presencia u n a tentativa de asesinato sólo ha d e s c u b i e r t o el h e c h o c u a n d o percibe
262) ^^. Ú n i c a m e n t e c u a n d o la evitación del tesultado es i m p e d i d a d o l o s a m e n t e p o r el p r o p i o ofen- q u e está en m a r c h a la c o m i s i ó n d e u n delito; B G H N J W 1969, 1 0 7 3 : se d e s c u b r e ima tentativa
d i d o resulta justificada la aplicación analógica del § 24 I 2 ^ ' . Tal y c o m o ya fue c o m e n t a d o (vid. d e asesinato m e d i a n t e v e n e n o si el m a t i d o se entera a través d e u n n i ñ o p e q u e ñ o q u e la m a d r e le
supra § 51 III 2), de c o n f o r m i d a d con d i c h o precepto es suficiente para el desistimiento el esfuerzo había a d m i n i s t r a d o algo y extrae de ello la c o n c l u s i ó n correcta). La o b t e n c i ó n d e u n c ó m p l i c e
serio y voluntario de llevarlo a cabo si el resultado no tiene lugar p o r motivos distintos a los del para el d e s i s t i m i e n t o n o c o n s t i t u y e d e s c u b r i m i e n t o sino q u e es u n a p a r t e d e la evitación del re-
desistimiento, algo q u e p o r ejemplo p u e d e suceder p o r q u e la tentativa del a u t o r era i n i d ó n e a sin sulrado ( B G H 1 1 , 3 2 4 [ 3 2 5 ] ) . T a m b i é n el ofendido p u e d e haber d e s c u b i e r t o el d e l i t o en t a n t o
q u e p o r s u p a r t e p o d r í a evitat el resultado o iniciar la persecución penal del a u t o t (RG GG, 61

•'^ Subraya acertadamente que aquí a menudo no se rrata de una ¡nvoluntariedad en sentido lógico,
sino de la cuestión práctica de cuál es el precio que razonablemente alguien está dispuesto a pagar por el " Vid. Arzt, GA 1964, pág. 1; BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 510; Lenckner, Gallas-Festschrift págs.
deliro, Grafzu Dohna, ZStW 59 (1940) págs. 544 ss. 392 ss.; Otto, Maurach-Festschrift pág. 99; SchUnkelSchroderlEser, § 24 núm. 59; Schroder, JuS 1962, pág.
•''' No obstante, a favot de la posibilidad de desistimiento de una tentativa supucsrameiue inacabada, 82; SK(Rudolphi) § 24 núm. 28.
Eser, Strafrecht II mím. 33 A núm. 4 8 ; ScbcinkeJSchrSder/Eser, § 24 núm. 24; Schroder]iiS 1962, pág. 82; u En este sentido también se pronuircia la doctrina mayoritaria; vid. DreherlTróndle, § 2A núm. 7;
Scheurl, Rücktrirt pág.s. 48 ss.; LK(11 .'')(Schroeder) § 16 núm. 34; Herzherg. JZ 1989, págs. 1 l4 ss. LK(ÍO.''}(Vogler) § 24 núm. 120; Grünwald, Welzel-Festschrifr pág. 715, nota a pie tiúm. 38; Schonliel
^' Hn el mismo sentido que aquí, BaiimannlWeher, Allg. Teil pág. 504; Schmidhriiiser, Allg. di;il pág. SchroderlEser, § 24 núm. 59; SK(Rudolphi) § 24 núm. 28.
%)\; Strataiwerth, MlpTeiW núm. 716; Ara»/?, luS 1981, pág. 886; sk(Rudolphi) § 24 núm. 16. '^' En el mismo sentido, Lackner, § 24 núm. 19b; LK(lO.'KVogler) § 24 núm. MI; jakobs, ZStW
^^ La posibilidad de prescindir de la pena a pesar del fracaso del intento de evitar el resultado sólo 104 (1992) pág. 89; Herzberg, N J W 1989, pág. 867. En contra, con razón, Puppe, NSrZ 1984. 490. por-
está prevista en los §§ 83a I, II, 84 V, 85 l i l , 129 VI núm. 1, 129a V. Acetca de la aplicación analógica de que el § 24 I 1 ya no exige más que el autor evite el resultado ("todo vale si el final es bueno"); Rudolphi,
estas tiisposicioncs vid. Schroder, H. Mayer-besrschrifr págs. 386 ss. NStZ 1989, pág. 514; Weinhold, Rettungsverhaltcn págs. 139, 168.
588 § 51 l'-l dcsisriniiciuo de la tciuaiiva VI. Efectos del desistimienro 589

| 6 2 ss.l; B G H J R 1952, pág. 4 1 4 ) ^^. D e a c u e r d o con la j u t i s | ) r u d e n c i a (RG 2 6 , 7 7 178]; B G H preparación de ios delitos vinculados con la manipulación de explosivos (§ 31 le III núm. 2 ^^) y el desisti-
2 4 , 4 8 150]) este p r i n c i p i o d e b e poseer validez general. Lo corréelo, sin e m b a r g o , es q u e el des- miento de la ptcpatación de un atentado contta una actonave (§ 316c III, I V ' ' ) .
c u b r i m i e n t o del h e c h o por la víctima, tal y c o m o n c c e s a r i a m e r u e sucede en los delitos violentos Es aconsejable la aplicación analógica de estas disposiciones a casos similares en los q u e fal-
o de amenazas, n o c o n d u z c a a la exclusión del d e s i s t i m i e n t o p o r q u e d e lo c o n t r a r i o éste, en la ta una tegulación especial del desistimiento (así, B G H 6, 8 7 , en relación con el § 2 3 4 a 111) .
práctica, siempre estaría d e s c a r t a d o '^.
3 . PinaliTientc, para el dcsistimietuo de los d e l i t o s de e m p r e n d i m i e n t o (vid. supra § 2 6 1!
7) rigen t a m b i é n disposiciones especiales, si bien sólo en tres casos; a saber: en el d e s i s t i m i e n t o
V. El d e s i s t i m i e n t o del d e l i t o c o n s u m a d o , de l o s a c t o s preparatorios a u t ó n o m o s del delito d e alta traición (§ 8 3 a 1), en el a t a q u e al c o n d u c t o r de u n vehículo c o n la finalidad d e
y de los delitos de emprendimiento r o b a r (§ 3 1 6 a II ^') y en el delito de secuestro d e aviones (§ 3 1 6 IV ''^). T a m b i é n aparece justifi-
cada la aplicación analógica de estas disposiciones especiales a todos los delitos de e m p r e n d i m i e n t o
1. También e n los d e l i t o s c o n s u m a d o s la Ley prevé en algunos tipos penales la exención (incluidos los i m p t o p i o s ) (de otra o p i n i ó n , sin e m b a r g o , B G H 15, 1 9 8 [199] en relación con el
de pena para el caso de a b a n d o n o v o l u n t a r i o del h e c h o . Tales supuestos son, p o r ejemplo, el § 122 II " ) (vid. supra § 4 9 V I H 2) 5».
" a r r e p e n t i m i e n t o activo" en el delito de i n c e n d i o (§ 3 1 0 " ) , en el a t e n t a d o c o n t r a u n a aeronave
(§ 3 1 6 c IV "''5), así c o m o el i m p e d i m i e n t o d e la c o n t i n u i d a d d e u n a asociación c r i m i n a l (§ 129
VI). En los dos p r i m e r o s casos el a u t o r debe efectivamente evitar el resultado final a m e n a z a n t e y V I . Efectos d e l d e s i s t i m i e n t o
en el § 129 VI incluso el esfuerzo serio en su i m p e d i m e n t o p u e d e c o n d u c i r a la I m p u n i d a d . En
alguna ocasión, t a m b i é n en los delitos de peligro abstracto y c o n c r e t o está prevista la exención 1. D e a c u e r d o c o n el § 2 4 el desistimiento v o l u n t a r i o c o m p o r t a la i m p u n i d a d de q u i e n
de p e n a para el caso d e q u e el a u t o r e l i m i n e a t i e m p o el riesgo creado p o r él ( p o r ejemplo, § § r e n u n c i a a la c o m i s i ó n del delito. D e acuerdo c o n la c o n c e p c i ó n d o m i n a n t e se trata d e u n a cau-
1 5 8 , 3 1 5 VI''<^)'<7. sa p e r s o n a l d e s u p r e s i ó n d e la p e n a (vid. infra § 5 2 II 2), pues c o n el d e s i s t i m i e n t o q u e d a
intacta t a n t o la tipicidad c o m o la antijuiicidad del h e c h o y sólo hasta cierto g r a d o q u e d a c o m -
Originariamente las disposiciones especiales sobre dcsisrimienro de delitos consumados sólo acogían la pensada la culpabilidad del a u t o r ^'. Para los partidarios d e la f u n d a m e n t a c i ó n p o l í t i c o - c r i m i n a l
plena impunidad en el caso del § 310 y en el supuesto de desistimiento de la omisión de denuncia de delitos
d e la i m p u n i d a d del d e s i s t i m i e n t o esta consecuencia es evidente, pues las consideraciones q u e
graves (§ 139 IV 1), mientras que en los demás sólo estaba prevista una simple atenuación de la pena o la
c o n d u c e n al r e c o n o c i m i e n t o del privilegio de esta figura n o tienen n a d a q u e ver c o n el h e c h o
dispensa de la misma. Sin embargo, la 1. StrRG ha introducido También ia impunidad cuando es evitado el
m i s m o . Pero t a m b i é n la teoría q u e recurre a la r e c o m p e n s a p o r el m é r i t o q u e reside en la v o l u n -
resultado dañoso en los delitos relativos a los partidos políticos (§§ 84 V, segunda mitad, 85 111), en los delitos
vinculados con la manipulación de explosivos (§ 31 le III''*), en la puesta en peligro del transporte (§ 315 VI
2 ') y en las modalidades imprudentes de las maniobras peiigtosas para el tráfico viario (§ 315b VI '"). No
obstante, en el secuestro de personas con finalidad de extorsión (§ 239a I I I " ) y en la toma de rehenes (§ '^ La temisión debe entenderse realizada al vigente § 3 I 4 a II núm. 2 b) y III núm. 1 b) (N del T ) .
239b II) sólo existe, al igual que en la tentativa, una atenuación facultativa de acuerdo con el § 49 I, mienttas '-' La remisión debe entender.se realizada al vigente § 320 III nútti. 2 (N del T).
que, por el contrario, de acuerdo con el § 31 BtMG la colabotación con los órganos encargados de la persecu- '"^ Vid. SchonkdSchroder/Eser, § 24 núins. 116 ss.
ción penal conduce a la atenuación de la pena segtin el § 49 II o a la dispensa de la misma (en relación con sus '^ Salvo error u omisión en la actualidad no está ptevisto exptesamente el desistimiento en este deli-
requisitos, BGH NStZ 1984, pág. 414; OLG Dusseldorf M D R 1984, pág. 605). to (vid. §§ 316a 11 y 320) (N del T).
''^ La remisión debe enrenderse realizada al § 320 1 en relación con el § 3 I 6 c I infine (N del T ) .
2. A d e m á s , para los a c t o s p r e p a r a t o r i o s rigen disposiciones especiales sobre d e s i s t i m i e n t o '" Actualmente el § 122 se encuentra derogado (N del T ) .
qtre están configuradas de a c u e r d o c o n los p r o p i o s tipos penales (vid. siipra § 4 9 V I 2 ) . '* Vid. Schroder, Ketn-Festschrift págs. 462 ss.; SchonkelSchrñderlEser, § 24 núm. 119; Bottke,
Deben mencionarse el desistimiento de ia tentativa de codelincuencia (§ 31), el desistimiento de la Methodik págs. 340 ss.
preparación de un delito de alta traición (§ 83a II), el abandono del hecho o la evitación del resulrado en la 5' Vid. RG 72, 349 (350); BGH 7, 296 (299); BGH StV 1982, pág. 1; Baumann/Weher, Allg. Teil
pág. 503; Blei, Allg. Teil pág. 247; DreherlTrondle, § 24 núm. 3; I.K(10.'')(Vogler) § 24 núm. 22; Lackner, §
24 núm. 1; KohlraiischlLange, § 46 comentario núm. II; Maiirach/GosselJZipf, Allg. Teil 11 § 41 núm. 130;
-*' Vid. Baunia„n,]nS 1971, pág. 6'5\; Bringewat,]uS 1971, pág. 403; Dreher, N J W 1971, pág. 1048; SchónkeiSchriider/Eser, § 24 núm. 3; Welzel, Lehtbuch pág. 196; Wessels, Allg. Teil núm. 626. A favot de la
Drehir/Trondle, § 24 núm. 9; LK(10.'')(Vogler) § 24 núm. 130; Eíer, Strafrecht II núm. 34 A núms. 16 ss. intfoducción del desistimiento como elemento negativo en el tipo de la tentativa, Reinhardv. Hippel, Rücktritt
"^^ Vid. Blei, Allg. Tcil pág. 244; el mismo, JA 1971, pág. 298; Mezger, Lehtbuch pág. 406; Schónkel págs. 72 ss. En el mismo sentido se pronuncia una parte de la doctrina penal espai'iola: vid. Muñoz Conde,
Schroder/Eser, § 24 núm. 52; LK(10.')(Vogler) § 24 núm. 130; SK(Rudolphi) § 24 núm. 29. ZStW 84 (1972) pág. 764 nota a pie núm. 30. En contra de esta teoría, con razón, Roxin, Heinirz-Festschrift
'''' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306e (N del T). pág. 2 7 Í ; Muñoz Conde, ZStW 84 (1972) pág. 767. No obstante, de forma similat a Reinhard v. Hippel,
45 Eloy, Dogmatischc Bedeutung págs. 175 ss. (desapatición del mctecimieuto de pena en el ámbito del injus-
La remisión debe entenderse realizada al vigente § 320 I y IV (N del T ) .
AG to). A favor de su configuración como una causa de exculpación Roxin, Heinitz-Festschtift pág. 273; SK
La última temisión debe entendetse tealizada al vigente § 320 II núm. 1 y III núm. 1 a) (N del T).
47 (Rudolphi) § 24 núm. 6; Ulsenheimer, Grundfragen des Rücktritts pág. 90; a favor de la exclusión de ia
Vid. Koch, Rücktfitt vom vollendeten Delikt págs. 44 ss.; Schonke/Schroder/Eser, § 24 núm. 116.
4S responsabilidad Roxin, Allg. Teil 1 § 23 núm. 17. Yendo más allá menáoní Jakohs, Allg. Tcil 26/2, la exis-
La remisión debe entendetse realizada al vigente § 314a II núm. 2 c) y 111 núm. I d) (N del T).
49 tencia en el desistimiento de una "minimización de la infracción de la norma" y, en verdad, "de todos los
La remisión debe entendetse tealizada al vigente § 320 II núm. 1 y III núm. 1 a) (N del 'Y).
50 grados del delito". A favor de una causa que influya en la determinación de ia pena Bottke, Methodik págs.
La remisión debe entendetse tealizjda al vigente § 320 II núm. 2 y III núm. 1 b) (N del T ) .
51 603 ss.; Burkhardt, Rücktritt pág. 121; De otra opinión también v. Scheurl, p;íg. 14.
La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 239a IV (N del T ) .
390 § 51 l'.I desistimienlo tic l;t icntaiivn VI. Electos del desistimiento 591

i.iricdad de] dcsistiiTiiento p u e d e c o m p r e n d e r a e'src c o m o una causa personal de supresión d e la c r e t o ' ' " . Los efectos del d e s i s t i m i e n t o abarcan t a m b i é n la c o n s u m a c i ó n d e u n delito d e peligro
¡lena, puesto q u e con el a b a n d o n o d e la empresa delictiva la culpabilidad no queda clirtiinada sino concreto en la m e d i d a en q u e se refiera al m i s m o bien j u r í d i c o , pues la puesta en peligro de éste
lan sólo parcialmente c o m p e n s a d a "'. Por el contrario, el p i n i t o de vista global ofrecido p o r la teo- es sólo el g r a d o previo a su lesión (de esta forma, el d e s i s t i m i e n t o previsto en el § 310'''^ hace
ría unitaria d e la tentativa y el desistimiento (vid. suprn § 51 1 5 ) c o n d u c e n a entender a este c o m o decaer la p u n i b i l i d a d p o r el del § .310a " ; d e otra o p i n i ó n , B G H 3 9 , 128 c o n c o m c n t a t i o crítico
un demento negativo ilel merecimiento de pena q u e , p o r tni l.ido, no esia vinculado i n c o n d i c i o n a b d e Gropengie(?er, S t V 1 9 9 4 , pág. 19) '. E n c a m b i o , t a m b i é n en la hipótesis d e d e s i s t i m i e n t o s u b -
meiiic con la falta de consumación formal del delito y, por otro, también puede ser tenido en cuenta siste la ptmibilidad p o r el delito de peligro abstracto a causa de su peligrosidad general (por ejem-
a través d e una simple atenuación de la pena o p o r m e d i o de la dispensa de esta ^''. p l o , sigue s i e n d o p u n i b l e la preparación según el § 149 c u a n d o el a u t o r desiste d e la tentativa d e
falsificación d e m o n e d a , en la m e d i d a en q u e s i m u l t á n e a m e n t e n o se hayan c u m p l i d o los presu-
2 . Scgiín el § 2 4 I 1 el efecto del d e s i s t i m i e n t o consiste en q u e el a m o r n o es castigado
puestos del § 149 II ó III).
"por la t e n t a t i v a " ' ' - . I i n p u n c es, p o r t a n t o , sólo la tentativa " c o m o tal". Si en esta tiltima ya está
c o n t e n i d o u n delito c o n s u m a d o , éste sigue s i e n d o p u n i b l e a pesar d e la existencia del desisti- 3 . C u a n d o i n t e r v i e n e n varias p e r s o n a s e n el d e l i t o ' - el d e s i s t i m i e n t o , c o m o causa per-
m i e n t o v o l u n t a r i o (tentativa cualificada). Ello rige t a n t o en el c o n c u r s o ideal d e infracciones sonal Ac supresión d e la p e n a q u e es, sólo p r o p o r c i o n a la i m p u n i d a d al c o d e l i n c u e n t e q u e desiste
c o m o en el c o n c u r s o d e n o n r i a s . Y es q u e u n delito c o n s u m a d o n o p u e d e p e r m a n e c e r i m p u n e por sí mismo (vid. infra § 5 2 III 2 ) , pero n o al resto d e los intervinientes (coautores, inductores y
p o r q u e el a u t o r haya i n t e n t a d o s i t n u l t á n e a m e n t e c o n el m i s i n o o t i o delito. cómplices) (RG 5 6 , 2 0 9 [ 2 1 0 ] ; B G H 4, 172 [ 1 7 9 ] ) . Estos tíltimos d e b e n t a t n b i é n d e s i s d r d e su
c o n d u c t a si p r e t e n d e n merecer la i m p u n i d a d . Los requisitos para el d e s i s t i m i e n t o c u a n d o t o m a n
Ejemplos: En el desistimiento que determina la impunidad de un robo con allanamiento {§ 243 I niím.I)
p a r t e en el h e c h o varias personas se regulan e n el § 2 4 II ''^. Si el partícipe se ha esforzado en
puede responderse por daños en las cosas y por allanamiento de morada (RG 40, 430). Quien desiste de la
tentativa de violación (§ 177) sigue siendo, en su caso, responsable de una agresión sexual .según el § 178 ''' v a n o en hacer c a m b i a r d e o p i n i ó n al autor, e n t o n c e s el desistiinicnto se considera fallido . El
(RG 23, 225; BGH 7, 296 [300]; 17, I [2]; OLG Dusseldorf N J W 1983, pág. 767: aún cuando ésta deca- d e s i s t i m i e n t o p u e d e llevar consigo, p o r u n a p a r t e , q u e el partícipe i m p i d a la c o n s u m a c i ó n del
yera en caso de consumación por un concurso de leyes) o de unas lesiones corporales agravadas de acuerdo h e c h o en el q u e h a p a r t i c i p a d o (§ 2 4 II 1). Si a pesar d e los esfuerzos del p a r t í c i p e , finalmente el
con el § 223a (BGH 9, 48 [53]). Si el testigo desiste del falso testimonio antes de ptestar juramento, es a u t o r principal c o m e t e el h e c h o de un m o d o diverso (por ejemplo, en o t r o m o m e n t o o sobre u n
punible por la propia declaración falsa realizada sin juramento de conformidad con el § 153, pero aquí o b j e t o d i s t i n t o ) , e n t o n c e s el d e s i s t i m i e n t o es eficaz en la m e d i d a en q u e el n u e v o h e c h o se m u e s -
resulta aplicable el § 158 (BGH 8, 301 [315]). En el desistimiento de la tentativa de asesinato con veneno tre c o m o u n exceso del a u t o r (vid. itifra § 6 4 II 4 y III 3 , § 6 3 I 3c) ' ^ . Si el delito n o se c o n s u -
el autor puede ser responsable por el envenenamicnro mismo según el § 229''^ '"''. En el desistimiento de m a p o r causas i n d e p e n d i e n t e s al partícipe (tentativa i n i d ó n c a o fracasada, d e s i s t i m i e n t o del a u -
una tentativa de asesinato sigue existiendo la lesión corporal ya consumada (acerca de la relación entre el
t o r principal, etc.), e n t o n c e s basta el esfuerzo serio y v o l u n t a r i o del partícipe d e s t i n a d o a i t n p e d i r
dolo del homicidio y de las lesiones, BGH 16, 122)''''. En cambio, la conclusión del acuerdo previo al
el resultado ( § 2 4 II 2 , p r i m e r a alternativa)'"'. I n c l u s o a u n q u e el h e c h o se c o m e t a , el pattícipe
delito (§ 30 II) es absorbido por el desistimiento (BGH 14, 378).
p u e d e lograr la i m p u n i d a d a través del d e s i s t i m i e n t o . Para ello son necesarias dos c o n d i c i o n e s :
Es d u d o s a la cuestión d e si el delito de peligro c o n t e n i d o en u n a tentativa vuelve a resurgir en p r i m e r lugar, la c o m p l e t a (y en esta m e d i d a "exitosa") a n u l a c i ó n d e su p r o p i a a p o r t a c i ó n al
p o r el d e s i s t i m i e n t o . En este p u n t o h a y q u e d i s t i n g u i r entre delitos d e peligro a b s t r a c t o y c o n - h e c h o y, en s e g u n d o lugar, su esfuerzo serio y v o l u n t a r i o d i r i g i d o a evitar la c o n s u m a c i ó n del

''" Vid. Allfeld, Frank-Eestgabe Tomo II (lág. 76; Wessels, Allg. Teil núm. 626. Por el contrario, a fa-
vor del desistimiento como causa de exculpación, SK(Riidolphi) § 24 núm. 6; Uhenlwimer, Rücktrut págs. '•^ Asimismo, Maurach/Gossel/Ztpf, Allg. Teil II § 41 núm. 132; Schdnke/Schroder/Eser, § 24 núm.
103, 130. 110; LK(10.')(Vogler) § 24 núms. 198 ss.; Trondle, GA 1962, pág. 2i\; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 640.
" Así, Lang-Hinrichsen, Engisch-Festschrift pág. 373; Schmidhauser, Radbruch-Gcdachtnissclirift pág. ''' Véase la nota a pie siguiente (N del T ) .
280; eltuisrno, Allg. Teil págs. 623 ss. En esta dirección también Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 707; Burkhardt, ™ Salvo error u omisión, el Derecho alemán vigente (cfr. §§ 306e y 314a) ya no prevé expresamente
Rücktfitt pág. 116. la posibilidad de desistimiento del delito de ocasionamiento de un peligro de incendio contenido en el ac-
Las consecuencias jurídicas fuertemente diferenciadas que comporta el desistimiento en otras dis- tual § 306f (N del T ) .
posiciones [por ejemplo, §§ 83a, 315 VI (esta última temisión debe entenderse realizada al vigente § 320 II " En la misma línea del BGH, DreherlTrondle, § 310 núm. 5; en el sentido del texto ,se pronuncia la
núm. 1 y 111 núm. 1 a) (N del T ) ] ; al respecto, más detalladamente, supra § 51 V 1) no han sido asumidas doctrina dominante; vid. LK(10.'')(Vogler) § 24 núin. 198.
por el § 24 y, por ello, no son susceptibles de aplicación analógica; vid. Burkhardt, Rücktritt págs. 184 ss.; ' ' En relación con el Derecho extranjero vid. Jescheck, ZStW 99 (1987) págs. l 4 l ,ss.
Schonke/Schroder/Eser, § 24 núm. 108. ''^ Al respecto, Dreher/Trondle, § 24 núm. 15; Lackner, § 24 núms. 25 .ss.; Gores, Rücktritt pág. 138;
''•' La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 177 I (N del T ) . Otio, JA 1980, págs. 6 4 1 , 707; KratiJ?, JuS 1981, pág. 888; v. Scheud Rücktritt pág. 14; W'essels. Allg. Teil
'''' La remisión debe entcnder.se realizada al vigente § 224 (N del T). núm. G52;Mitsch, Baumann-Festschrift pág. 100.
'^ Vid. el caso descrito por Dopffel, GS H (1927) pág. 422. '" Vid, Lenckner, Gallas-Festsehrift págs. 289 ss.; LK(10.'')(Vogler) § 24 núm. \G1; jakobs. Allg. Teil
"^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 I núm. 1 (N del T ) . 26/29; Sch'ónkelSchroderlEser, § 24 núm. 76.
'•''' Según Okhausen, § 46 comentario núin. 2 la impunidad también debe comprender la responsabi- ^^ Vid. Dreher/Trondle, § 24 núm. 16; LK(W.''}(Vogkr) § 24 núms. 166 ss. (acerca de la identidad
lidad por delitos previos leves (por ejemplo, § 3 0 3 frente al § 243 I núm. 1), pero lo adecuado en tales casos del hecho vid. n ú m . 171); Grünwald, Welzel-Fest.schrifr pág. 7 1 3 ; Maurach/Gossel/Zipf. Allg. Teil II § 50
es aplicat el § 153 StPO; en cambio, LK(W.-'JÍVogler) § 24 núm. 204 y SchonkelSchroderlEser, § 24 núm. núm. 97; v. Scheurl, Rücktritt pág. 120; Schonke/Schroder/Eser, § 24 núm. 9 1 ; SK(Rndolphi) § 24 núm. 39.
110, pretenden apoyarse en el § 154 StPO (al igual que en la edición anterior de esta obra en la pág. 495 '"-^ Esta segunda posibilidad para el desistimiento del parrícipc se corresponde con la regulación del §
nota a pie núm. 5 I). 24 1 relativa al desistimiento del propio autor.
592 § 31 El desistimiento tic la tentativa 1. Naturadeza de las excepci<ínes ¡Personales de la punibilidad 593

delito (§ 24 II 2, segunda alternativa). En c a m b i o , para el d c s i s t i i n i c m o no es suficiente c o n q u e te la necesidad de pena y la decisión acetca de la punibilidad del hecho decae p o r catisa d e elemen-
el partícipe s i m p l e m e n t e desista de su c o n t r i b u c i ó n al delito sin esrorzar.sc en i m p e d i r la c o n s u - tos que tesiden más allá del injusto y de la ctdpabilidad. Estos lactores adicionales p u e d e n afectar a
mación ' . A s i m i s m o , n o basta con q u e el partícipe e m p r e n d a u n tínico y p r o m e t e d o r i n t e n t o d e la cuestión de la punibilidad y p o r ello pertenecen al Derecho penal material. D e b e n , asimismo, ser
evitar el resultado ''*: si se da c u e n t a d e q u e sólo con la e l i m i n a c i ó n d e su a p o r t a c i ó n al h e c h o n o distinguidos de \oi presupuestos procesales o de las condiciones objetivas de procedibilidad (como l;i
p u e d e i m p e d i r la c o n s u m a c i ó n , d e b e seguir esforzándose en c o n s e g u i r l o ^ ' ' . En c a m b i o , es sufi- querella o la amnistía) q u e no afectan a la piuubilidad sino a la pet.seguibilidad del delito. Fuera del
ciente para el d e s i s t i m i e n t o de u n o d e los c o d e l i n c u e n t e s q u e se p o n g a de a c u e r d o con o t r o de injusto y de la culpabilidad, las causas materiales de las que todavía d e p e n d e la p u n i b i l i d a d vienen
ellos cuyo d e s i s t i m i e n t o sea el q u e finalmente evita la c o n s u m a c i ó n ( R G %, 2 0 9 [211]; B G H d e t e r m i n a d a s por las causas personales de exclusión y de supresión de la pena (vid. infra § 52), así
N S t Z 1989, pág. 3 1 7 ) ^ " . c o m o por las condiciones objetivas de punibilidad (vid. infra § 53).

Ejemplos: Cuando el inducido abandona la ejecución posterior del hecho a consecuencia de los esfuer-
zos desarrollados por el inductor para que lo haga, entonces la impunidad tiene también lugar para este
último (RG 47, 358 [361]; 56, 209 [210]). El cómplice que ha aceptado la petición de apoyar una estafa § 52 Las causas personales de e x c l u s i ó n y d e s u p r e s i ó n d e la p e n a
procesal pot medio de la prestación de un testimonio faLso materializa su desistimiento si pot medio de su
Bloy, Dic dogmatische Bedeurung der Sttafausschliefiungs-und Sttafaufliebungsgtünde, 1976; Btdla, Zum
declaración veraz frustta la consumación de la defraudación proyectada (RG 62, 405 [406]); no lo hace, en
Itrrum beim Familiendicbstahl, JuS 1974, pág. li\; Kielwein, Untetlassung und Teilnahme, GA 1955, pág. 225;
cambio, el cómplice que abandona su puesto de observador (BGH GA 1966, 209) o que no ayuda al trans-
Koch, Zum Antragsrecht beim "Famillcndiebstalü", GA 1962, pág. 304; l'eters, 'Lux Lehre von den petsonlichen
porte del botín cuando el autor puede concluir también sin él (BGH N S t Z 1983, pág. 364). El coautor
Sttafausschliefiungsgfünden, JR 1949, pág. 496; RittUr, Sttafbarkeitsbedingungen, Festgabe füt R. v. Ftank, Tomo
sólo puede merecer la impunidad eliminando la eficacia causal de su aportación al delito o evitando la con-
II, 1930, pág. 1; Roxin, Rechtfertigungs-und Entschuldigungsgtünde ih Abgrenzung von sonstigen
sumación de éste; en el hecho consumado "no puede estat contenido lo que se encuentre en conexión causal
Strafausschliefiungsgtünden, JuS 1988, pág. 425; Schmidhauser, Objektive Sttafbarkeitsbedingungen, ZStW 71
con la parte de la acción conjunta que ya ha sido ejecutada por él" (RG 54, 177 [178]; 5 9 , 4 1 2 [413]; B G H
(1959) pág. 545; ¿ « r , In dubio pto teo, 1962; v. Weber, Das Alwehen von Strafe, MDR 1956, pág. 705.
N J W 1951, pág. 410). Si en la autoría mediata el cómplice desiste a instancias del hombre de atrás, enton-
ces el desistimiento también beneficia a éste (RG 39, 37 [41]), pero no si aquél lo hace por otras circuns-
tancias. No ha desistido el intetviniente que además de no ptestar la aportación al hecho con la que se había
I. N a t u r a l e z a d e las e x c e p c i o n e s p e r s o n a l e s de la p u n i b i l i d a d
comptometido, antes del comienzo del attaco a un banco hace "un breve inrento verbal" de disuadir a la
coautora que finalmente ejecuta el hecho (BGH 28, 346 J348]). El abandono de la resolución delictiva por
1. Las excepciones personales de la p u n i b i l i d a d son circunstancias q u e n o afectan ni al bien
parte de un coautor tínicamente puede setvir de descargo a éste cuando se lo ha hecho saber al otro coautof
j u r í d i c o p r o t e g i d o , ni a la fiirma de comisión del h e c h o , ni t a i n p o c o a la actitud interna del
(BGH 37, 289 [293]).
a u t o r frente al D e r e c h o . Se e n c u e n t r a n más allá del injusto y de la culpabilidad pero, n o o b s t a n -
te, están conectadas c o n la p e r s o n a del a u t o r ' . En los casos en los q u e c o n c u r r e n estas circuns-
tancias es afirmable en sí m i s m o el m e r e c i m i e n t o d e p e n a del h e c h o , p e r o a q u í n o son sólo
S e c c i ó n 4.=": P r e s u p u e s t o s d e l a p u n i b i l i d a d f u e r a d e l i n j u s t o y d e l a c u l p a b i l i d a d
decisivos el injusto y la culpabilidad. M á s bien, las excepciones especiales d e carácter personal
Por regla general, el injusto y la culpabilidad son suficientes c o m o presupuestos materiales de t i e n e n p o r c o n s e c u e n c i a q u e desde u n principio esté excluida la n e c e s i d a d d e p e n a del h e c h o o
la punibilidad. Sin e m b a r g o , hay casos en los q u e con aquéllos no está c o m p r o b a d a definitivamen- q u e ésta, p o s t e r i o r m e n t e , sea s u p r i m i d a ^. El significado d e estos c o n t r a m o t i v o s del castigo es, en
p a r t e , de naturaleza extrajurídica c o m o sucede c o n la p r o t e c c i ó n de la libertad p a r l a m e n t a r i a de
expresión y v o t a c i ó n en la inviolabilidad de los d i p u t a d o s (vid. supra § 19 II 2) y, en parte tairi-
" Vid. DreherlTrondle, § 24 núm. 16; Lackner, § 24 n ú m . 26; Preisendanz, § 24 comentario niim. bicn, se d e b e a u n p u n t o d e vista específicamente jurídico-penal c o m o el d e la idea d e q u e el
7c; Schonke/Schrockr/Escr, § 24 núm. 98; SK(Rudolpht) § 24 núm. 36. La agravación existente en este pun- a u t o r merece i n d u l g e n c i a a causa del d e s i s t i m i e n t o v o l u n t a t i o de la tentativa (vid. sjipra § 51 I
to frente a la regulación del Derecho anterior en la que bastaba la anulación de la propia conttibución al
hecho (vid. la 2.» ed. de esta obra pág. 414), está fundamentada sobre la mayor peligrosidad de aquel delito
en el que intetvienen vatias petsonas (BT-Dfucksache V/4095 pág. 12), algo que desde luego no convence
puesto que el desistimiento del partícipe presupone precisamente que no ha quedado nada de su contribu- ' 7\simismo, BaumannlWeher, Allg. Teil págs. 459 ss.; Bulla, JuS 1974, pág. 231; DreherlTrondle, nota
ción al hecho. Críticos también en este punto, Grünwald, Welzel-Festschrift pág. 7 0 1 ; / . Meyer, ZStW 87 pteliminar núm. 17 antes del § 32; EserlBurkl,ardt, Strafrecht I núm. 19 A núms. 14 ss.; Lackner, nota
(1975) pág. 619; Lenckner, Gallas-Festschrift pág. 305; Roxin., Einführung pág. 24; v. Scheurl, Rückttitt preliminar núm. 29 antes del § 13; Roxin, JuS 1988, pág. 432; SK (Rudolphi) nota preliminat núm. 14
págs. 14 ss.; Stmtenwerth, AUg. Teil I núm. 844; LK(10.'')(Vogler) núms. 155 ss.; Waker. Rücktrirt págs. 13 antes del § 19; Wessels, Allg. Teil núm. 493. En contra del elemento "personal" LK(lL'')(Hirsch) nota preli-
ss.; positivamente, sin embargo, Gores, Rückttitt pág. 232. En el fondo, tras la nueva regulación subyace la minar núm. 225 antes del § 32; a favor de la separación entre los elementos materiales y los personales
idea de que quien ya ha colaborado no puede permanecer impasible cuando los demás siguen adelante; así, MaurachIZipf, t^%. Teil I § 35 núms. 30 ss.; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 131 antes
DreherlTrondle, § 24 núm. 16. Sin embargo, ello supone una responsabilidad por hechos ajenos, algo que es del § 32. Es correcto reconocer que también hay causas matetiales de exclusión de la pena como, por ejem-
extraño a nuesrro Derecho penal. plo, los § 37 y § 186 que, en consecuencia, surten asimismo efectos frente a los pattícipes.
'* Así, Grünwald, Welzel-Festschrift págs. 716 ss.; SK(Rudolphi) § 24 núm. 4 1 . ^ Asimismo, Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 196 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 488 ss. Por el
" En este sentido, Lenckner, Gallas-Festschrift pág. 299; Sch'ónkelSchroderlEser, § 24 núm. 103; Gores, contrario, Roxin, Allg. Teil 1 § 23 núm. 4, sólo relaciona el critetio de la "necesidad de pena" con su teotía
Rückttitt págs. 20 ss. de la responsabilidad. De forma diversa,/«foés, A l g . leil 10/15, acepra "condiciones reíeridas a roles socia-
'*" LK(¡0.«)(Vogler) § 24 núm. 170; DreherlTrondle, § 24 núm. 15. les que excluyen el injusto o la tipicidad penal".
59-1 § 52 Las causas personales de exclusión y de su|ires¡(Hi de la pena 111. Tr.iuunienio de las exccjicioiies personales de la punibilidad 595

.3). Ei Icgi.siador posee la lihcrrad d e dejar espacio a aMisideraciones d e esta naturaleza p u e s a u n - 2 . Las causas p e r s o n a l e s de s u p r e s i ó n d e la p e n a son aquellas circunstancias q u e e n t r a n
q u e , cierramenrc, rige el p r i n c i p i o d e q u e "no hay pena sin culpal)¡lidad" lo c o n t r a r i o , sin e m - en juego tras la comisicin de la aeciéin p u n i b l e y q u e e l i m i n a n r e t r o a c t i v a m e n t e u n a p u n i b i l i d a d
bargo, n o es s i e m p r e así. ya surgida. El principal ejem|ilo es el desistimiento de la tentativa de a c u c t d o c o n los § § 2 4 , 3 1 ,
2. 1-iiera del uijusto y de la culpabilidad, deternn'nadas circunstancias personales no están confinurn- 159 (RG 16, 3 4 7 ; .57, 4 0 2 [4051; 56, 149 [ 1 5 0 ] ) , ;tsí c o m o el d e s i s t i m i e n t o q u e cxccpcional-
das como causas de exclusión de la pena sino que po.scen únicamente el efecio de \n<. presupuestos procesales. m c n t e libera d e p e n a en el hecho c o n s u i n a d o , en los actos pteparatorios a u t ó n o m o s y en los
Y así, el hurto y la apropiación indebida en el ámbito donicsrico y íaFiiiliat son delitos únicamente perseguibles delitos de e m p r e n d i i n i e n r o (vid. supra § 51 V ) . En m u c h o s casos d e d e s i s t i m i e n t o n o está p r e -
a instancia de parte (§ 247). Lo mismo rige para la receptación (§ 259 11), la estafa (§ 263 IV), la obtención vista la i m p u n i d a d s i n o tan sólo la a t e n u a c i ó n o la remisión d e la p e n a ( p o r e j e m p l o , § § 83a, 8 4
subrepticia de prestaciones (§ 265a III) y la administración fraudulenta (§ 266). La influencia perserverame V, 8 7 111, 158 I, 3 l 6 a II ^) ' . U n a causa personal d e supresión de la p e n a es, a s i m i s m o , la r e m i -
del agente provocador sobre el autor fue considerada en parte como im obstáculo procesal [loi la jurispruden- sión definitiva d e la pena tras la expiración del plazo d e p r u e b a ( § § 5 6 g 1 1, 5 7 III). Por el c o n -
cia y la doctrina (BGH NStZ 1981, pág. 70; 1981, pág. 394; 1982, pág. 1 56) aunque, más recientemente,
trario, el i n d u l t o , la amnistía y la presctipción d e la persecución penal poseen u n a nattiralezn
es considetada por los tribunales como \.\m causa de atenuación de la pena (BGH 3 2 , 3 4 5 [355]; B G H N J W
doble-, son t a n t o causas de supresión de la p e n a c o m o i m p e d i m e n t o s procesales '".
1986, pág.s. 75 ss., NSrZ 1986, p,-íg. 162).
•Himbién el círculo de las causas personales de tevocación de la pena es en patte ttazado más ampliamen-
te a como aquí se hace. De ahí que a menudo el ptivilegio entte parientes " , la disposición especial para aboga-
II. Clases de e x c e p c i o n e s p e r s o n a l e s d e la p u n i b i l i d a d dos, defensores y incdicos '^ recogida en el § 139 111 2, así como el ejercicio de la posibilidad de elección del §
139 IV '^, aparecen como causas personales de supresión de la pena. En el primer caso se trata de una causa de
Las excepciones personales d e la p u n i b i l i d a d se clasifican en causas d e exclusión y causas d e exculpación (vid. supra § 42 II 1), en el .segundo de una causa de justificación derivada del secreto profesio-
supresión d e la p e n a -'. nal '"^ y en el tercero de una exclusión de la tipicidad de la omisión de denuncia de delitos ' ^
1. Las c a u s a s p e r s o n a l e s d e e x c l u s i ó n d e l a p e n a son d e t e r m i n a d a s c i r c u n s t a n c i a s
obstaculizadoras del castigo q u e d e b e n existir en el momento de la comisión del hecho. A esta clase
III. T r a t a m i e n t o d e las e x c e p c i o n e s p e r s o n a l e s d e la p u n i b i l i d a d
pertenece la inviolabilidad d e los d i p u t a d o s (art. 4 6 I G G , § 3 6 S t G B ) (vid. sttpra § 19 II 2).
A s n i n s m o , la i m p u n i d a d d e r i v a d a d e i n f o r m e s a u t é n t i c o s d e las sesiones p a r l a m e n t a r i a s ( § 3 7 ) I . D a d o q u e las causas pctsonalcs de exclusión d e la pena se e n c u e n t r a n fuera del injusto y
(vid. supra § 19 II 3) c o n s t i t u y e u n a causa personal d e exclusión d e la p e n a en la q u e , n o o b s t a n - d e la culpabilidad, n i el d o l o del a u t o r ni el c o n o c i m i e n t o de la antijuricidad necesitan estar
te, existe ia p a r t i c u l a r i d a d d e q u e n o es personal sino q u e posee efectos materiales y, p o r ello, referidas a aquellas. Lo i m p o r t a n t e es sólo su c o n c u r r e n c i a objetiva, d e m o d o q u e u n error sobre
t a m b i é n p u e d e beneficiar a los p a r t í c i p e s . las m i s m a s es irrelevante .
A menudo el círculo de las causas personales de exclusión de la pena es trazado más ampliamente que
aquí. Peters^ incluye también el supuesto del conflicto insoluble de deberes (vid., en contra, supra § 19 II * Salvo error u omisión en la actualidad no está ptevisto exptcsamente el desistimiento en este delito
3). Además, la doctrina dominanrc también considera como tales el privilegio de la minoría de edad en el § (vid. §§ 316a II y 320) (N del T ) .
173 I I I ' y el privilegio entre parientes del § 258 V I ' ' (vid., en contra, supra § 42 II 1). También es en parte
'-' La dispensa de la pena no significa absolución, sino una dcclatación de culpabilidad que no va
interpretada como causa personal de exclusión de la pena, la sustracción a la jurisdicción nacional que opera
acompañada de la pena, vid. al respecto ;'. Weber, M D R 1956, pág. 707. La diferencia también reside, pres-
en Derecho internacional público de aquellas personas que gozan del privilegio de la extraterritorialidad
cindiendo del contenido de la sentencia, en que el acusado en la dispensa de la pena es considetado conde-
(vid., en contra, supra § 19 III 2 ) ' .
nado y, por ello, debe hacer frente a las costas procesales según el § 465 I 2 StPO.
'" Asimismo, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 462; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 4 antes del
§ 78; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 10 antes del § 7S;Jakohs, Allg. Teil 10/22; a favor, sin embargo,
•^ Esta distinción es habitual; vid. Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 17 antes del § 32; Roxin, de considerarlos sólo como impedimentos ptocesales Maurach/GSssel/Zipf, AWs^. Icil II § 75 núm. 15; I-K
Allg. Teil 1 § 23 núm. 4; Schonke/Schriider/Lenckner, nota preliminar núms. 127 y 133, antes del § 32; SK (10.'')(]abnke) nota preliminar núm. 9 antes del § 78; Roxin, Allg. Teil I § 23 núm. 57; Scbónke/Schroder/
(Rudolphi) nota preliminar núm. 14 antes del § 19. En contra, sin embargo, LK(1 ¡."XHirsch) nota preli- Stree, nota preliminar núm. 3 antes del § 78.
minar núm. 225 antes del § 32. " Así, Dreher/Trondle, § 139 núni. 6; Lackner, § 139 núm. 3; Mauracb/Scbroeder/lVíaiwald, Bes. Teil
'' / t e m , J R 1949, pág. 498. II § 98 núm. 26.
5 Así, por ejemplo, Baumann/Weber. Allg. Teil pág. 4 6 1 ; DreherlTrondle, § 173 núm. 8; Lackner. § '- Así, Mauracb/Scbroeder/Maiwald, Bes. Teil 11 § 98 núm. 26; Welzel, Lehtbuch pág. 518.
173 núm. 7; Sch'ónkelScbr'óderlLenckner, § 173 núm. 9. '^ Así, Lackner, § 139 núm. 4.
'' Así, DreherlTrondle, § 258 núm. 16; Lackner, § 258 núm. 17; MaurachlSchroederlMalwald, Bes. •'' Así, Dreber/Triindle, § 139 núm. 7. Pata Kielwein, GA 1955, pág. 2 3 1 , la omisión en este caso no
Teil II § 100 núm. 24; Schonke/Schroder/Stree, § 258 núm. 39. En el sentido del texto LK(11.'') (Hirsch) es ni siquieta típica.
nota preliminar núm. 227 antes del § 32; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 10 antes del § 19. ' ' Así, Sch'ónke/Schroder/Cramer, § 139 núm. 6.
' Fuera del injusto y de la culpabilidad, considerando a la extraterritorialidad, la inviolabilidad, la "' Vid. BGH 23, 2 8 1 ; OLG Stuttgart Í M D R 1970, pág. 162; Bamnann/Weber, Allg. Teil pág. 460;
inmunidad y la concesión del indulto (en la medida en que no se trata sólo de la inadmisibilidad de respon- LK (IL") (Hirsch) nota preliminar núm. 228 antes del § 32; Roxin, Allg. Teil I § 23 núm. 30; Dreher/
sabilidad) dentto de los obstáculos jurídico-materiales del castigo, Bloy, Die dogmatische Bedeutung págs. Triindle. § 16 núm. 3 1 ; Scbmldbíiuser, Z S t W 7 1 (1959) pág. 559. Con un criterio diferenciador, en relación
57, 73, 87, 2 1 1 . Una visión global del tema la suministra LK (¡¡."XHirsch) nota preliminar n ú m . 226 con las causas de exclusión de la pena que tienen su raíz en la culpabilidad, Scbonke/Schroder/Lenckner, nota
antes del § 32. preliminar núm. 132 anres del § 32; Wessels, Allg. Teil núm. 499.
I. C o n c e p t o y función de las condiciones objetivas de punibilidad 597
596 § 53 Las condiciones ohjrnvas de punibilidad

bei det Stral/.uniessung, CA 1957, pág. 1; el mismo, ¿ni Krise des Schuldgcdankens im Sttafrecht, ZStW
Ejemplo:También el diputado que no conoce la regulación de la inviolabilidad puede no ser c;.isiij;;ulo
73 (1961) pág. 2 h ) ; / / Mayer. Die folgenscbwete UnmáGigkcit (§ 330a StGB), ZStW 59 (1940) pág. 283;
si concurren los requisitos del § 36. Al contrario, es tur error jurídico-penalmcnrc irrelevarue la creenc i.i de
Montcnhruek, Z u t "Beteiligung an einer Schlagetei", JR 1986, pág. 138; Müller-Dietz, Grenzen des
un diputado de que también las calumnias serían sustraídas de la ¡nuiibilidad a través del § 36.
Scbuldgcdankens im Strafreclu, 1967; Riidbruch, Tat und Schuld, SchwZStr 51 (1937) pág. 249; Rittler,
2. Las causas personales d e exclusión y d e .supresión d e la p e n a son circiuistancias ú n i c a - Sirafliarkeitsbedingungen, Festgabe lür R. v. Frank, Tomo 1!, 1930, pág. 1; Roeder, Wahtheitsbeweis und
m e n t e a p l i c a b l e s a a q u e l l o s i n t e r v i n i e n t e s d e vui d e l i t o e n q u i e n e s c o n c u r r a n ( § 2 8 11) (vid. Indisktetionsdelikt, Fcstschtift füt R. Maurach, 1972, pág. 347; Roxin, SttafVerfahtensrccht, 2 3 . ' ed. 1993;
i,ifra<^6\ V I I 4a c e ) ' ' . Sauer, Die bcidon Tatbcstandsbegtifte, Fcstschtift für F. Mczgcr, 1954, pág. 117; Sax, "Tatbestand" und
Rechtsgutsvetletzung, J Z 1976, pág. 9; Sebaad, Die objektiven Strafbarkeitsbedingungen im schweiz.
Ejemplo: Si de cntte varios intervinientes en una tentativa de falsificación de moneda (§ 146) sólo uno Strafrecht, 1964; Schmidhduser, Objcktive Strañíatkeitsbedingungen, ZStW 71 (1959) pág. 545; Sehwalm,
de ellos desiste, los demás siguen sujetos a punición (RG 5 9 , 4 1 2 ) . Gibt es objcktive Strafbarkeitsbedingungen? M D R 1959, pág. 906; Schweikert, Strafrechdiche Haftung für
3 . Puesto q u e las causas personales d e exclusión y d e supresión d e la pena p e r t e n e c e n al riskantcs Verhalten? 21St'W 70 (1958) pág. 394; Straíenwerth, Objektive Strafbarkeitsbedingungen im Entwtuf
D e r e c h o penal material c o m o e l e m e n t o s d e la p u n i b i l i d a d , no p u e d e existir n i n g u n a d u d a acerca eines StGB 1959, ZStW 71 (1959) pág. 565; Stree, Objektive Bedingungen der Sttafbatkeit, JuS 1965, pág.
465; Tiedemann, Objektive Strafbatkeitsbedingungen und die Refotm des deutschen Konkursstrafrechts,
de q u e el p r i n c i p i o "in d u b i o pro reo" (vid. siipra § 16 II 1) t a m b i é n resulta aplicable a las
ZRP 1975, pág. 129; el mismo, Grundftagen bei der Anwendung des neuen Konkurssttafrechts, N J W 1977,
mismas '**. Lo m i s m o d e b e r regir para el s u p u e s t o de la amnistía " .
pág. 777; Volk, Proze(?vorausset?.ungen im Strafrecht, 1978; ;.'. Weber, Die strafrechtliche Vetanrwordichkeit
Ejemplo: Si no puede ser comprobado si el diputado expresó la afirmación injuriosa durante la re- für die Rauschtat, Festschrift für U. Stock, 1966, p,ág. 59; Welzel, Det Irrtum über die Rechtmáfiigkcit det
unión de la comisión del Bundesiago dutante una pausa de la misma, resultatá de aplicación el § 36. Amtsausübung, j Z 1952, pág. 19; Zimmerl, Zut Lehre vom Tatbestand, Strafr. Abh. Fieft 237, 1928.

§ 53 Las c o n d i c i o n e s objetivas de p u n i b i l i d a d I. C o n c e p t o y f u n c i ó n de las c o n d i c i o n e s objetivas d e p u n i b i l i d a d


Bemmann, Zur Frage der objektiven Bedingungen der Stratbarkeit, 1957;?/ mismo, Welche Bedeutung
1. Las condiciones objetivas de ptinibilidad son circunstancias q u e se e n c u e n t r a n e n rela-
hat das Erfordernis der Rauschtat im § 330a StGB, GA 1961, pág. 65; Bloy, Die dogmatische Bedeutung
c i ó n i n m e d i a t a c o n el h e c h o , pero que no pertenecen ni al tipo de injusto ni al de la cidpabi-
det StrafausschlieSungs-und Strafaufbebungsgründe, 1976; Bockelmann, Bedingungen der Strafbarkeit,
lidad ' . Todas ellas pertenecen a los ptesupucstos materiales de la punibilidad, pero muestran entre
Niederschriften, Tomo V, pág. 84; H. Bruns, Kritik der Lehre vom Tatbestand, 1932; H.-J. Bruns, Die
Strafzumessung bei VoUrauschdelikten (§ 323a StGB), Festschrift für K. Lackner, 1987, pág. 439; Cramer, ellas considerables diferencias puesto que c o n s t i t u y e n en parte, u n g r u p o especial p r o p i o pero, e n
Der VoUrauschratbestand ais absttaktes Gefáhrdungsdelikt, 1962; Einger, Tatbestandsmetkmale u n d parte t a m b i é n , son similares a los elementos del tipo. A pesar de estas disparidades son tratadas e n
Bedingungen der Strafbarkeit, GA 50 (1903) pág. 32; Erister, Schuldprinzip, Verbot der Verdachtssttafe und su c o n j u n t o d e a c u e r d o c o n el m i s m o principio: la cuestión d e la p u n i b i l i d a d sólo d e p e n d e del
Unschuldsvermutung usw., 1988; Hardwig, Studien zum Vollrauschtatbestand, Fcstschtift für Eb. Schmidt, h e c h o de su presencia o ausencia, pues el dolo y la i m p r u d e n c i a no necesitan referirse a ellas ^. Esto
1961, pág. 459; el mismo, Der Vollrauschtatbestand, GA 1964, pág. 140; Hafí, Die Entstehungsgeschichte significa, en priiner lugar, q u e el autor es punible c u a n d o la condición objetiva c o n c u r r e en el h e -
der objektiven Strafbarkcitsbedingung, Diss. Kiel 1969; el mismo, Zu Wesen und Funktion der objektiven c h o o tiene lugar c o n posterioridad e, incluso, a u n q u e no la conociera o, en su caso, si no p u d o
Strafbarkeitsbedingung usw., Rechtstheorie 3 (1972) pág. 23; Hegler, Die Merkmale des Verbrechens, ZStW preverla; en s e g u n d o lugar, aquél no p u e d e ser castigado p o r tentativa c u a n d o ha creído en la exis-
36 (1915) pág. 184; Hirsch, Ehre und Beleidlgung, 1967; elmismo, Zur Problematik des etfolgsqualifizierten
tencia o a d v e n i m i e n t o de la condición objetiva si, en realidad, estaba ausente o no tuvo lugar.
Delikts, GA 1972, pág. G'b; Jescheck, Straftaten gegen das Ausland, Fcstschtift füt Th. Rittleí, 1957, pág.
2 7 5 ; Kantorowiez, Tat u n d Schuld, 1933; Armin Kaufmann, Lebendiges und Totes in Bindings 2 . U n a i m a g e n acertada de X-A función de las c o n d i c i o n e s objetivas de p u n i b i l i d a d linica-
Normentheorie, 1954; Arthur Kaufmann, Zur Frage der Beleidlgung von Kollektivpersonlichkeiten, ZStW m e n t e p u e d e alcanzarse si se diferencia entre distintos grupos de casos^.
72 (1960) pág. 418; el mismo, Unrecht und Schuld beim Dclikt det VoUtrunkenheit, J Z 1963, pág. 425;
Hilde Kaufmann, Sttafanspruch, Sttafklagrecht, 1968; Krause, Die objektiven Bedingungen det Strafbarkeit,
Jura 1980, pág. 449; Lackner, VoUrausch und Schuldprinzip, JuS 1968, pág. 215; Land, System det auKeten ' Vid. Blei, Allg. Teil pág. 87; Dreher/Trondle, § 16 núm. 32; Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 31
Sttafbatkeitsbedingungen, Strafr. Abh. Heft 229, 1927; Lange, Die Behandlung der VoUtrunkenheit in der ss.; Schmidhauser, 'LSi^lX (1959) pág. 558; Kantorowiez, Tat u n d Schuld págs. 237 ss.; LKilL") (Hirsch)
Sttaftechtsreform, JR 1957, pág. 242; Lang-Hinrichsen, Zur Frage der Zurechnung von Folgen der Straftat nota pteliminar núm. 188 antes del § 51; Maurach/Zipf, (ú\g. Teil 1 § 21 núm. 16; Schonke/Schroder/Lenckner,
nota preliminar núm. 124 antes del § 13; SK (Rudolphi) nota pteliminar núm. 13 antes del § 19; WK
(Nowakowski) nota pteliminar núm. 72 antes del § 3; Wessels, Allg. Teil núm. 148. En contia subtaya Sax,
JZ 1976, págs. 14 ss., precisamente su pertenencia al tipo de injusto. Sugún Jakohs, Allg. Teil 10/6, "las
''' Vid. Rittler, Frank-FestgabeTomo 11 pág. 8; Schonke/Schroder/Lenckner, nota pteliminar núm. 131
condiciones no pettenecen en ningún caso al tipo de injusto".
antes del § 32.
^ Su origen lo explica Haf¡, Entstehungsgeschichte pág. 7 1 , a partit de la "intención de matginat la
"* Vid. BayObLG N J W 1961, pág. 1222; Peters. JR 1949, pág. 499; Stree, In dubio pto reo págs. 29
aplicación del § 59"; vid,, también, el mismo, Rechtstheotie 3 (1972) pág. 3 3 . Un tesumen puede encon-
,ss.; SchonkelSchroderlLenckner, nota preliminar núm. 131 antes del § 32. Vid. también Koch, GA 1962,
trarse en Krause, Jura 1980, pág. 449.
pág. 304.
' Vid. la crítica de Armin Kaufmann, Notmentheotie pág. 213, al "concepto genético para elementos
" Vid. Stree, In dubio pro reo pág. 7 3 ; DreherlTrbndle, nota preliminar núm. 17 antes del § 32;
cuya coftecta agrupación es dudosa"; además, Maurach/Zipf Allg. Teil I § 21 núm. 2 1 ; M.E. Mayer, Lehrbuch
Schonke/Schroder/Lenckner, nota pteliminar núm. 134 antes del § 32. En contra, no obstante, RG 56, 49
pág. 101. La división entre coitdiciones objetivas ptopias e impropias de la punibilidad se encuentra tam-
(50); 7 1 , 259 (263); BGH JZ 1951, pág. 655. Difctenciando según los casos, BGH N J W 1958, pág. 392;
bién en Krause, Jura 1980, pág. 452; Trijfierer, Allg. Teil pág. 194 y Wessels, Allg. Teil n ú m . 149.
OLG H a m m N J W 1955, 75, pág. 644.
598 § 53 Las condiciones olijcrivas do pLinibilidad 1. COI epio )' funcitHi de las coiuiicioncs objetivas de jiunibilidad 599

a) Las c o n d i c i o n e s p r o p i a s de la p u n i b i l i d a d s o n s i m p l e s causas d e restricción d e la punibilidad. ¡kmmaini ' ' rechaza por completo las condiciones objetivas de la punibilidad sobre la base de
pena, circunstancia q u e p e r m i i c q u e no scaii objetadas desde la perspectiva del p r i n c i p i o de cul- que carecen tic lugar ilcniro de la teoría del delito y de que no cumplen ninguna función.
pabilidad. Se p u e d e n considerar c o m o el c o n t r a p u n t o objetivo a las causas |)eisonales d e exclu- b) J u n t o a las [iropias, se e n c u e n t r a n las c o n d i c i o n e s i m p r o p i a s d e la p u n i b i l i d a d q u e
sión y de supresión d e la p e n a (vid. suprn § 52) y están situadas al m i s m o nivel en la e s t r u c t u r a
en la práctica poseen una mayor i m p o r t a n c i a q u e aquellas, siendo, a d e m á s , el objetivo c o n t r a el
del delito (vid. B G H 1 1 , 2 7 3 [ 2 7 4 ] ) ' ' . A pesar d e la presencia del injusto y la culpabilidad, en
q u e se dirigen las auiéiuicas objeciones dogmáticas. Por u n lado, se trata d e c a u s a s e n c u b i e r t a s
d e t e r m i n a d o s casos el legislador niega la necesidad d e pena a no ser q u e se añada o i i a c i r c u n s -
de agravación d e la p e n a q u e por su esencia pertenecen al tipo de injusto p e r o q u e , formal-
tancia adicional q u e p u e d a afectar al h e c b o m i s m o o a su desarrollo posterior, y q u e p r o p o r c i o n e
m e n t e , están configuradas c o m o c o n d i c i o n e s d e la p u n i b i l i d a d p o r q u e el legislador quiso hacer-
u n a m a y o r i m p o r t a n c i a o b j e t i v a ' q u e la q u e f u n d a m e n t a la necesidad político-ctiniinal d e la
las i n d e p e n d i e n t e s d e la necesidad d e q u e aparecieran referidas al d o l o o, en su caso, a la i m p r u -
pena .
d e n c i a . D e f a c t o , r e p r e s e n t a n r e s t r i c c i o n e s del p r i n c i p i o d e c u l p a b i l i d a d p o r razones
Ejcinplo: Los estados extranjeros sólo están proicgidos frente a las agresiones de acuerdo con los §§ político-criminales .
102 ss., si a Través de la existencia de relaciones diplomáticas y el aseguramiento de la reciprocidad está
Ejemplos: Fji el delito de embriaguez plena (§ 323a) el fundamento en sí mismo de la pena es la pro-
garantizado un mínimo de contacto politico-jurídico internacional (§ 104a) pues, do lo contrario, la pena
vocación dolosa o imprudenre que de tal estado realiza el autor; en cambio, el hecho realizado bajo sus
carecería de sentido político-criminal \
efectos constituye una condición objetiva de punibilidad '''. Sin embargo, la Ley conecra la cuantía de la
La diferencia entre las condiciones de la punibilidad y las causas personales de exclusión y de sanción con la conminación penal del delito comerido bajo los efectos de la embriaguez (§ 323a). De este
supresión de la pena (vid. supra § 52) consiste en q u e estas últimas están ligadas a p r e s u p u e s t o s modo se hace evidente que el delito así perpetrado también determina el contenido de injusto de la infrac-
ción regulada en el § 323a. Cousecuenreiuente, el dolo o la imprudencia también deberían esrar referidos a
personales especiales de los i n t e r v i n i e n t e s , m i e n t t a s q u e a n t e la a u s e n c i a d e u n a c o n d i c i ó n obje-
la infracción cometida en tales circunsrancias. Lo mismo rige para la punibilidad de la riña tumultuaria en
tiva del h e c h o éste q u e d a i m p u n e para t o d o s . A su vez, las c o n d i c i o n e s d e la p u n i b i l i d a d se dife-
la que se producen lesiones corporales (§ 227 " ) , a pesar de que el potencial de peligrosidad es aquí mayor
rencian d e las ciialificaciones del residtado (vid. supra § 2 6 11 l a ) en q u e éstas son e l e m e n t o s que en la embriaguez plena culpable '*. De acuerdo con el Derecho vigente, en estos casos el principio de
agravantes del tipo d e injusto q u e , c o m o m í n i m o , d e b e n ser o r i g i n a d o s p o r i m p r u d e n c i a (§ 18) culpabilidad sólo puede ser garanrizado de modo que el juez en la determinación de la pena se mantenga
o q u e p r e s u p o n e n u n a grave t e m e r i d a d ; en c a m b i o , las p r i m e r a s se e n c u e n t r a n fuera del injusto dentro del marco inferior de la misma si el autor no pudo prever el acaecimiento de la condición objetiva de
y d e la culpabilidad. punibilidad '''.
Son infrecuentes las opiniones doctrinales disidentes acerca de las condiciones propias de la punibili-
dad. Sauer^, Land^'y Sax^°, incluyen en el tipo las condiciones objetivas de punibilidad a causa de su estre-
cha conexión con el injusto del hecho. Zimmerl'' ha llevado a cabo una subdivisión de todo el complejo
'^ Vid. Bemmann, Bedingungen der Strafbarkeit págs. 52 ss. Por el contrario, la crítica de Bockelmann,
(en principio acorde con el sentido del texto aquí reproducido pero diferente en cuanto a sus detalles) dis-
Niederschriften Tomo V págs. 84 ss., no se refiere a las condiciones propias de la punibilidad (vid.
tinguiendo entre elementos del injusto, eleinentos objetivos de la culpabilidad y condiciones propias de la
Niederschriften Tomo V pág. 91).
'^ Estimando inconstitucionales los §§ 323a 227 [la referencia a este último parágrafo debe enten-
derse realizada al vigente § 231 (N del T)], 186, por su infracción del principio de culpabilidad, Frister,
-* Vid. Stree, JuS 1965, pág. 4 6 7 . Schuldprinzip págs. 53 ss., 59 ss., 64 ss.
^ Vid. GÍTZ/ÍÍS, Niederschriften Tomo V pág. 104. '•* Vid. al respecto, BGH 16, 124 (125 ss.); 187 (190); 20, 284; Bemmann, GA 1961, pág. 69;
** En este senrido .se pronuncia la doctrina mayoritaria; Finger, GA 50 (1903) pág. Ai ("condiciones Bockelmann, Niederschriften Tomo VIH pág. 147; H.-J. Bruns, J Z 1958, pág. 108; Cramer, Der
externas de la punibilidad"); Hegler, ZSrW 36 (1915) págs. 223 ss.; Lang-Hinrichsen, GA 1957, pág. 9; Vollrauschtatbestand págs. 108 ss.; Hardwig, GA 1964, págs. 142 ss.; el mismo, Eb. Schmidt-F'estschrifr
Radbruch, SchwZSrr 51 (1937) págs. 25 ss.; Ritüer, Frank-FcstgabeTomo II pág. 15; Schmidhauser, ZStW págs. 466 s&.; Arthur Kaufmann. JZ 1963, págs. 428 ss.; Lackner, JuS 1968, págs. 216 ss.; MaurachlSchroederl
71 (1959) pág. 5G\; el mismo. Allg. Teil págs. 48 ss.; Schwaim, M D R 1959, pág. 906; Stratenwerth, Z S t W Maiwald, Bes. Teil 11 § 96 núm. 4; Müller-Dietz, Schuldgedanke pág. 77; SchónkelSchrbderlCramer, 323a
71 (1959) pág. 567; Stree, JuS 1965, pág. 4 6 7 ; Schaad, Objektivc Strafbarkeitsbedingurigen pág. 36; Blny, núms. 1 y 13. Por el contrario, / / . Mayer, ZStW 59 (1940) págs. 307 ss. § 330a, en su redacción anterior,
Die dogmatische Bedeutung pág. 224 nota a pie niim. 42. lo concibe como un delito cualificado por el resultado. Divisando en esta circunstancia la configuración de
' Frente a la redacción literal del § 104a que habla a favor de estas circunstancias como un impedi- esta infracción como un delito de peligro concreto, Lange,]R 1957, pág. 242 y Welzel, Lehrbuch pág. 474;
mento procesal, la mayoría de la doctrina las configura como condiciones objetivas de la punibilidad; vid. en esta dirección también, BGH 10, 247 (250). Exigiendo la imprudencia respecto al hecho cometido bajo
Jescheck, Rittler-Festschrift pág. 282; KohlrauschlLange, § 104a comentario mim. 1; MaurachlSchroederl los efecros de la embriaguez, Roxin, Allg. Teil 1 § 23 núm. 9. LKÍW.") (Spendel) § 323a núm. 6 1 , ve en el
Maiwaíd, Bes. Teil II § 91 núm. 10; SchdnkelSchrdderlEser. § 104a núm. 2; LK (1 l.")(Laufhütte) § 104a deliro cometido en tales circunsrancias la prueba material irrenunciable de la peligrosidad de la embriaguez
mims. 2, 3; DreherlTrondle, § 104a núm. I; Lackner, § 104a núm. 1; SK(Kudolphi) nota preliminar núm. plena en el caso concreto. A favor de la eliminación de la embriaguez culpable del § 5 1 , en su redacción
13 antes del § 19. Por el contrario, a tavor de consideradas como impedimenros procesales, Bemmaniu anterior, en adhesión al Derecho italiano, v. Weber, Stock-Festschrift pág. 7 3 .
Bedingungen der Stratbarkeit pág. 3 1 . '^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 231 (N del T ) .
* Vid. Sauer, Grundlagen págs. 335 ss.; el mismo, Me/.ger-Festschrilt pág. 118. "* A favor de una condición objetiva de punibilidad, B G H 33, 100 (103); DreherlTrondle, § 227
' Vid. Land, Straíbarkeitsbedingungeu págs. 22 ss. núm. 5; Lackner, § 227 núm. 5; Stree, JuS 1965, pág. 472. Por el contrario, Roxin, Allg. Teil 1 § 23 núm.
'° Vid. Sax, J Z 1976, pág. 16 ("elementos del tipo porque codetcrminan la lesión del bien jurídico 12 y LK(10.") (Hirsch) § 227 n ú m . 1, exigen como mínimo la previsibilidad de la consecuencia más grave.
como parte del tipo que pertenece al tipo de injusto"). Intentando una interpretación conforme a la Consritución, Montenbruck, JR 1986, pág. 140.
'' Vid. Zimmerl, Lehre vom Tatbesrand págs. 24 ss. ''' Vid. Lackner, § 323a núm. 16; SK(Horn) § 323a núm. 23; Bruns, Lackner-Festschrift págs. 44 ss.
600 § 53 Las condiciones objetivas de punibilidad II. Las condiciones objerivas de punibilidad en particular 601

Por o t r o lado, t a m b i é n se e n c u e n t r a n c o m o c o n d i c i o n e s i m p r o p i a s de la p u n i b i l i d a d algu- II. Las c o n d i c i o n e s objetivas d e p u n i b i l i d a d e n particular


nos e l e m e n t o s q u e , en realidad, n o son otra cosa q u e c i r c u n s t a n c i a s del h e c h o e n c u b i e r t a s
q u e f u n d a m e n t a n la p u n i b i l i d a d y q u e , a s i m i s m o , sólo p o r razones político-criminales se e n - N i n g u n a dificultad presenta la clasificación de t o d o s l o s e l e m e n t o s c o n s i d e r a d o s c o n -
c u e n t r a n f o r m a l m e n t e disociadas del c o n t e x t o del injusto y d e la c u l p a b i l i d a d . d i c i o n e s objetivas d e la p u n i b i l i d a d "' en u n e s q u e m a d e t e r m i n a d o en a t e n c i ó n a la f u n -
ción que cumplen.
Ejemplo: De acuerdo con el § 1 86 también es castigado por difamación quien cree cu la veracidad de
su afirmación y no puede demostrar la verdad de los hechos " " . 1. De acuerdo con la doctrina doniiname son condiciones objetivas propias de la punibilidiídh existen-
cia de relaciones diplomáticas y la garantía de la reciprocidad en los delitos contra los Estados extranjeros (§
Las objeciones q u e se h a n d i r i g i d o c o n t r a las c o n d i c i o n e s i m p r o p i a s de la p u n i b i l i d a d des- 104a) ^^. Aquí rambién pertenecen ahota la suspensión de pagos, ¡a apertura del procedimiento concursal y
de la perspectiva del p r i n c i p i o de c u l p a b i l i d a d p u e d e n disiparse, en p a r t e , p o r m e d i o de la c o n s i - el rechazo de ésta por falta de masa, de conformidad con los §§ 283 VI, 283b II, 283c III y 283d IV,
deración de q u e el a u t o r corre sin más c o n el riesgo, reconocible p o r cualquiera, d e q u e p o d r í a debido a que el tipo de injusto de estas disposiciones describen ya formas de comportamiento en sí mismas
c o n c u r r i r la c o n d i c i ó n objetiva d e p u n i b i l i d a d ^''. merecedoras de pena, de alií que la condición objetiva de punibilidad suponga sólo una causa de resrricción
Ejemplos: Quien se coloca a sí mismo en una situación de embriaguez excluyeme de la capacidad de de la pena (en relación con el Derecho anterior vid. la 2.' ed. de esta obra pág. 423) . Una condición
culpabilidad, ctea de modo reprochable el peligro de cometer en esa situación un hecho punible pues en tal general de la punibilidad (esto es, que no .se encuentta ligada a ningún tipo concreto) viene dada por la
estado nadie puede prever y dominar sus reacciones con .seguridad. Quien afirma un hecho lesivo para el concurrencia de la potestad punitiva alemana de acuerdo con lis reglas del Derecho penal inrernacional
honor de un tercero debe responsabilizarse de poder probar la verdad. Quien toma parte en una riña {v\d.supra% 1 8 V ) " .
tumultuaria origina el peligro de provocar una consecuencia más grave. 2. En las condiciones objetivas impropias de la punibilidad hay que distinguir entre aquellas circunstan-
cias que de verdad son causas de agrav.ación de la pena, y aquellas otras que se presentan como elementos
3 . Las c o n d i c i o n e s objerivas d e p u n i b i l i d a d d e b e n diferenciarse d e los p r e s u p u e s t o s p r o -
fundamentadores de la misma. En rodos estos supuestos se trata de restricciones al principio de culpabili-
cesales . En las primeras está expresado el c o r r e s p o n d i e n t e g r a d o d e m e n o s c a b o del o r d e n j u r í -
dad que sólo hasta cierto punto pueden ser justificadas a rravés de la idea de riesgo.
d i c a m e n t e p r o t e g i d o , mientras q u e en las segundas .se t o m a n en c o n s i d e r a c i ó n circunstancias q u e
están c o n e c t a d a s con el " a s e g u r a m i e n t o d e la paz jurídica" ^^. A n t e la ausencia d e u n a c o n d i c i ó n a) Son condiciones objetivas impropias de la punibilidad que marerialmenre se presenran como cau-
sas de agravación de la pena: el acaecimienro de la consencuencia más grave en la riña rumultuaria con lesio-
de la p u n i b i l i d a d en el m o m e n t o del juicio oral se dicta absolución, m i e n t r a s q u e a n t e la falta d e
nes (§ 227 I ^*) ^' y la comisión del delito bajo los efectos de la embriaguez plena en el § 323a '". En estos
u n p r e s u p u e s t o procesal el p r o c e d i m i e n t o se archiva.
casos el comportamiento básico ya comprendido por el requisiro de la culpabilidad muestra un cierto grado
Ejemplo: Mientras que en los delitos contra los Estados extranjeros (§§ 102 ss.) la existencia de relaciones de merecimiento de pena, porque a través del mismo es provocada una puesra en peligro de la colecrividad
diplomáticas y la garantía de reciprocidad constiruyen condiciones objetivas de punibilidad, en cambio, la soli- o de personas concreras y dererminadas. Formalmente, sin embargo, la punibilidad del hecho es fundamen-
citud de castigo por parte del Estado extranjero ofendido y la autorización del Gobierno Federal (§ 104a) tada únicamente por medio del acaecimiento de la condición objetiva. No obstante, la circunstancia de que
constituyen obstáculos procesales esrablecidos por motivos políticos, puesto que la consecución del proceso la conminación penal exceda considerablemente del contenido de culpabilidad del comportamiento básico,
penal puede ser más perjudicial que beneficiosa si los Estados implicados no desean llevarla a cabo ^^. muestra que materiahnente se trata de causas de agtavación de la pena que han sido apartadas del ámbito
del injusto y de la culpabilidad.
'" A favor de una condición objetiva de la punibilidad, BGH 11, 273 (274); Baumann/Weber, Allg.
Teil pág. 466 nota a pie núm. 10; Lackner, § 186 núm. 7; Maurach/Zipf, ÍÚ\g. Teil I § 21 núm. 2 1 ; Roeder, b) La única condición imptopia de la punibilidad que de hecho se presenta como un elemento del tipo
Maurach-Festschrift págs. 356 ss.; SchónkelSchróderlLenckner, § 186 niím. 10. Por el contrario, Hirsch, Ehre fundamentador de la pena es la indemostrabilidad de la verdad del hecho afirmado en la difamación (§ 186).
und Beíeidígung págs. 152 ss., exige que como mínimo que el autor haya actuado contrariamente al deber La posición jurídica de esre elemento en el marco del § 186 es especialmente discutida " . Si se parre de que
de cuidado en relación a la verdad de los hechos; asimismo, Roxin, Allg. Teil I § 2 3 niím. 19. el fundamenro punitivo de este delito no es el menoscabo de la buena reputación sino la puesta en peligro
del prestigio o fama merecida, entonces la invetacidad de la afirmación lesiva para el honor sólo puede ser
" Acerca del significado de la expresión "aao de servicio" en el § 113 vid. el resumen de Sch'ónkelSchr'óderl
Eser, § 113 núm. 1 y de Lackner, § 113 núm. 17. En todo caso, ya no puede recurrirse como explicación a su
configuración como condición objetiva de punibilidad (anteriormente, sin embatgo, BGH 4, 161 [163]). La
nueva redacción del § 113 III, IV, pretende resolver el problema (N del T ) . ^'^ Vid. un resumen de ellas en LK(1 L'jíHirsch) nota preliminar núm. 188 anres del § 5 1 .
^^ Sobre la cuestión vid., más detalladamente, Schweikert, ZStW 70 (1958) pág. 408, en adhesión a ^^ Vid. supra § 53 nota a pie núm. 7.
H. Bruns, Die Lehre vom Tatbestand págs. 32 ss; además, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 464; Hardwig, 2"^ Vid. Tiedemann, ZRP 1975, págs. 132 ss. y N J W 1977, pág. 782.
Eb. Schmidt-Festschrift pág. 459 nota a pie núm. 2; Lackner, Rosch, Schiifer, Niederschriften Tomo V págs. ^' Kantorowicz, Tat und Schuld pág. 236 (tabla de cifras 1); Mezger, Lehrbuch pág. 178.
93, 106, 108; Wessels, Allg. Teil núm. 149; Krause, Jura 1980, págs. 449 ss. En contra, Lang-Hinrichsen, -** La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 231 (N del T ) .
Z S t W 7 3 (1961) págs. 221 ss. ^'> Vid. BGH 14, 132 (134 ss.); 15, 369 (370); 33, 100 (103); MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Teil
"' Vid. Schmidhduser, ZStW 71 (1959) págs. 550 ss.; DreherJTrondle, nota pteliminar núm. 19 anres I § 11 núm. 7; Schónke/Schróder/Stree, § 227 núm. 1. Por el contrario, Bemmann, Bedingungen der Sttafbarkeit
del § 32; LK(lL'')(Hirsch) nota preliminar núms. 229 ss. antes del § 32; Kleinknecht/Meyer-Gofner, StPO, pág. 4 5 , considera el acaecimienro de la consecuencia más grave como un elemento del tipo. Hirsch, GA
Introducción núms. 141 ss. 1972, pág. 77 y LK(lO.'JiHirsch) § 227 núms. 1 y 15, entiende la disposición como una combinación de
^^ Así, Volk, Prozeí?voraussetzungen pág. 204. En contra de la "fórmula" hipóretica de Hilde Kaufrtann, dolo y negligencia; asimismo, Roxin, Allg. Teil I § 23 núm. 12.
Strafanspruch pág. 134, exisren objeciones que se muestran especialmente evidentes en la querella (págs. ^^ Vid. supra § 53 nota a pie núm. 16.
152 ss.). Al respecto vid., tainbién, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 197. ' ' Vid. supra § 53 nota a pie núm. 18. Según Arthur Kaufmann, ZStW 72 (1960) pág. 437, este
" LK(n.'')(Laufl}üne) § 104a núms. 4 ss. elemento posee la simple función procesal ác la inversión de la carga de la prueba.
602 § 53 Las condiciones objetivas ele ¡íunibilidad § 54 C^onccptü \' clases de imprudencia 603

elenieiito del tipo porque ci contenido de injusto del beclio reside en la afirniación de hechos iucíí'ríos. Por acción pimible (vid. supra capítulo 2, comentario preliminar antes del § 24). El capítulo tercero
otra parte, no sería compatible con la protección eficaz, del honor que el afectado de hecho por la tlilama-
(|ue sigue a continuación ttata sobte esta base de las dos otras foririas de inanifestación del deli-
ción deba probar la inveracidad de las aseveraciones lanzadas contra él. listo obliga al legislador a configurar
lo: el delito de comisión imprudetite (sección 1 .•') y el delito de omisión (doloso o culposo) (sección
la disposición de tal modo que haya que condenar al difamador si no es capaz de aportar la prueba de la
2.-'). En el ttasfondo de la dognüírica del delito de comisión dolosa son discutidas las desviaciones
verdad, incluso aunque haya actuado de buena fe en relación con la veracidad del hecho afirniatlo. En con-
secuencia, tal indemosfrabilidad debe ser considerada como condición (impropia y, en verdad, lundamenta- en la estructura de la teoría del dehto que aparecen en las otras dos formas de manifestación de
dora de la pena) de la punibilidad --. l:i acción punible . La esiructura básica del delito como acción típiica, antijurídica y culpable se
encuentra de nuevo cu el hecho imprudente y en el delito omisivo. Y, más allá, también resultan
de aplicación cotrespondiente a ambas formas esenciales de la acción punible las subdivisiones
III. Tratamiento de las condiciones objetivas de punibilidad del concepto de delito desarrolladas al hilo del delito de la comisión dolosa (vid. supra §§ 24-
53). De este modo, aquí también existen los conceptos de injusto de acción y de resultado, bien
1. Las condiciones objetivas de punibilidad son circunstancias que se encuentran fuera del jmídico y objeto de la acción, el tequisito de la imputación objetiva del resultado, la exclusión
tipo de injusto y de la culpabilidad, pero de cuya existencia depende la punibilidad del liecho y de la aniijuricidad por causas de justificación, el requisito de la capacidad de culpabilidad, el
la posibilidad de la participación. Dado que no pertenecen al tipo, ni el dolo ni la impruden- error de prohibición, la renuncia al reproche de culpabilidad ante la existencia de causas de ex-
cia necesitan estar referidos a las mismas. Scgiín ello, el error carece de significado jurídico. Tam- culp.ación y la dependencia de la sanción jutídico-criminal de condiciones objetivas de punibilidad.
bién las condiciones objetivas impropias de la punibilidad son tratadas como si no pertenecieran A menudo, sin embatgo, debe ser llevada a cabo una adaptación de las teorías generales desarro-
al tipo de injusto, pues el legislador las ha separado del ámbito del dolo y la imprudencia por lladas hata ahora a estas formas especiales de aparición del delito.
razones político-criminales (vid. BGH 2 ] , 334 [364 ss.]) ^^

2. El acaecimiento de las condiciones objetivas de punibilidad es indiferente para el lugar


y el tiempo de comisión del hecho. Por este motivo, constituye encubrimiento real (§ 257) o Sección 1.^: El delito de comisión imprudente
personal (§ 258) y no complicidad el caso en el que el autor recibe apoyo por un tercero ttas la
§ 54 Concepto y clases de imprudencia
terminación del hecho pero con anterioridad al advetiimiento de la condición .
3. Por el contrario, las condiciones objetivas de punibilidad gozan de todas las garantías Arzt, Leichtfertigkeit und reckiessness, Gediichtnisschrift für H. Schroder, 1978, pág. 119;
Baumgarten, Der Aufl>au der Verbrechenslehre, 1919; Berner, Grundlinien der kriminalistischen
que el Estado de Derecho ha fijado en relación con los eleinentos del tipo. Para ellas rigen la
Imputationslehte, 1843; Binavince, Die vier Momente det Fahrlassigkeit, 1969; Binding, Die Schuld
función de garantía de la Ley penal (vid. supra § 15 III 2c), los requisitos para la prueba tasada
im deutschen Strafrecht, 1919; Bockelmann, Vetkehrsrechtliche Aufsatze und Vortrage, 1967; Bohnert,
en el procedimiento penal (§§ 244, 261 StPO) y la necesidad de adoptar por mayoría de dos Das Bestimmtheitserfordernis im Fahrlassigkeitstatbestand, ZStW 94 (1982) pág. 68; Boldt, J.S.F.
tetciüs del tribunal las decisiones que perjudican al acusado (§ 263 StPO) ^^. V. Bohmer und die gemeinrcchtliche Strafrechtswisscnschaft, 1936; el mismo, Zur Sttuktur der
Fahrlasslgkeits-Tat, ZStW 68 (1956) pág. 335; Burgstaller, Grundzüge einer neuen
Fahrlassigkeitsdogmatik, Strafr. Probleme 1, 1973, pág. 105; el mismo. Das Fahrlassigkeirsdelikt im
Capítulo 3 : Las formas especiales de manifestación de la acción punible Strafrecht, 1974; Caspari, Formen und Grenzen straftiarer Fahrlassigkeit im ametikanischen Strafrecht,
üiss. Freiburg 1972; Castaldo, Non intelligere, quod omnes intelligunt, 1992; el mismo, Offene und
verschleierte Individualisierung usw., GA 1993, pág. 11; Coenders, Richtiinien aus den Lehren
Todos los acontecimientos relevantes para el Derecho penal se presentan como "comporta- Feuerbachs usw., 1914; Córdoba Roda, Die Regelung der Fahrlassigkeit im spanischen Strafrecht,
mientos humanos de relevancia sociaf (vid. supra § 23 VI 1). Esto rige para el hacer positivo y la ZStW 81 (1969) pág. 425; Cornil, Die Fahrlassigkeit im franzosisch-belgischen Strafrecht, ZfRV
omisión, así como para la actuación dolosa y la imprudente. Los presupuestos de la punibilidad 1964, pág. 30; Cranier, Gedanken zur Reform der fahrlássigen Korpcrverletzung usw., DAR 1974,
han sido presentados hasta ahora de la mano del delito de comisión dolosa como modelo de la pág. 317; Dieckmann, Das fahrlassige Erfolgsdelikr im franzosischen Strafrecht, Diss. Freiburg 1969;
Dolling, Fahrlassige Tótung bei Selbstgefahrdung des Opfers, GA 1984, pág. 17; Donatsch,
Sorgfaltsbemessung und Etfolg beim Fahrlassigkeirsdelikt, 1987; Ditbs, Die fahrlássigen Delikte im
modernen Strafrechr, SchwZStr 78 (1962) pág. 31; Engisch, Untersuchungen über Vorsatz und
^' Acerca de la fundamentación de la punibilidad de la difamación (§ 186) por medio de la idea de Fahrlassigkeit im Strafrecht, 1930; el mismo, Der Unrechtstatbestand im Sttafreeht, DJT-Festschrift,
riesgo, Hardiuig, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 462; Hirsch, Ehrc und Beleidigung pág. 169.
^^ Vid. SchonkelSchroderlCramer, § 16 núm. 35; DreheríTrondle, § 16 núm. 32; SK(Rtidolphi) nota
preliminar núm. 13 antes del § 19.
-' Vid. Kohlransch/Lange, System nota preliminar núm. VI A; Stree, JuS 1965, pág. 473; l-K
(9.'')(Hirsch) nota preliminar núm. 190 antes del § 51; Schonke/Schriider/Lenckner, nota preliminar núm.
126 antes del § 13. ' Mostrando su acuerdo, Nowaitowski, JBl 1972, pág. 30. Asimismo, en la estructuta desarrollada
^' Vid. Gallas, Niederschriften Tomo V págs. 104 ss.; Schmidhtiuser, ZStW71 (1959) págs. 556 ss.; por Blet, Allg. Teil pág. 295; Kienapfel, Grundril? Z 26 y Z 29; Maurach/Góssel/Zipf, Allg. Teil II § 42 núm.
Roxin, Strafverfahrensrecht § 21 núm. 2, § 47 núm. 12. Para Roxin, Stralverfahrensrccht § 21 núm. 22, la 31; § 46 núm. 2; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1038, 977; Triffierer, Allg. Teil págs. 297, 322; Wessels,
prueba tasada también debetía resultar de aplicación para los presupuestos procesales. Allg. Teil núms. 655, 694; Kühl, Allg. Teil § 17 y §§ 18, 19.
604 § 54 C o n c e p t o y clases tie imprudencia 1. El concepto de imprudencia 605

Tomo 1, 1960, pág. 4 0 1 ; EnneccerusINipperdey, Allgemeiner Teil des Bürgerlichen Rcclits, Tomo 1, 1961, págs. 175 ss.; el mismo, Handlungsunwert usw. bei den Fahrlassigkeitsdelikten, Festschtift für
2, 15.^ ed. 1960; Erenius, C r i m i n a l negligence and individuality, 1976; Exner, Das Wesen der H. Wclzel, 1974, pág. 557; Schmidhiiuser, Zum Begriff der bewuRten Fahtlassigkeit, GA 1957, pág.
Fahrlassigkeit, 1910; Eorti, Colpa ed evento nel diritto pénale, 1990; Erey, Rcobjcktivierung des 3 0 5 ; el mismo, Z u m Begrift des bedingrcn Vorsatzes usw., G A 1958, pág. 161; el mismo, Fahilassige
Strafrechts im Zeitalter der Teclinik, Festschrift zum Zentenatium des Schweiz. Juristcnvereins, 1 9 6 1 , Straftat o h n e Sorgfaltspflichtvetletzung, Festschtift füt F. Schaffstein, 1975, pág. 129; Eh. Schmidt,
pág. 2 6 9 ; Erisch, Tatbestandsmáí^iges Verhalten u n d Z u r e c h n u n des Erfoigcs, 1988; el mismo, Der Arzt im Strafrecht, 1939; Schriider, Autliau und Grenzen des Vorsatzbegriffs, Festschrift für W.
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pág. 145; Germann, Rechtssicherheit, SchwZStt 49 (1935) pág. 2 5 7 ; Gossel, Norní und falirlássiges Gefáhrdungsdelikte, JA 1975, pág. 4 3 5 ; el mismo, Neue H o t i z o n t e det Fahrlássigkeitsdogmatik,
V e r b r e c h e n , Festschrift für H . - J . B r u n s , 1 9 7 8 , pág. 4 3 ; el mismo. Alte und neue Wege der Festschtift füt F. Schaffstein, 1975, pág. 159; Seiler, Die Bedeutung des H a n d l u n g s u n w e t t s usw.,
Fahrlassigkeitslehre, Festschrift für K. Bengl, 1984, pág. 2 3 ; Grafiherger, Auftiau, Schuldgehalt und Festschrift füt R. Mautach, 1972, pág. 75; Spendel, Fahrlassige Teilnahme an Selbst-und Eremdtotung,
Grenzen der Fahrlassigkeit, unter besonderer Berücksichtigung des Verkehrsstrafrechts in Osterreich, JuS 1974, pág. 7 4 9 ; Stratenwerth, Die Bedeutung det finalen H a n d l u n g s l e h r e für das schweiz.
ZflW 1964, pág. 18; Hall, Über die Leichtfertigkeit, Fcstschtift füt E. Mezger, 1954, pág. 229; el Strafrecht, S c h w Z S t t 81 (1965) pág. 179; el mismo, Grundfragen des Verkehrsstrafrechts, Basler
mismo, Fahrlassigkeit im Votsatz, 1959; Hardwig, Vetursachung u n d Erfolgszutechnung, J Z 1968, Juristische Mitteilungen 1966, pág. 5 3 ; el mismo, Die Relcvanz des Erfolgsunwertcs usw., Festschrift
pág. 2 8 9 ; Henkel, Z u m u t b a r k e i r und U n z u m u t b a r k e i t ais tegulatives Rechtsptinzip, Festschtift für für F. Schaffstein, 1975, pág. 177; el mismo, Zur Individualisierung des Sorgfaltsmallstabes beim
E. Mezger, 1954, pág. 249; Herzherg, Die Schuld beim Fahrlassigkeitsdelikt, Jura 1984, pág. 4 0 2 ; Fahrlassigkeitsdelikt, Festschrift für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 2 8 5 ; Stree, Beteiligung an
Hirsch, Soziale Adaquanz u n d Untechtslehre, Z S t W 74 (1962) pág. 7 8 ; el mismo, Der Streit um vorsatzlicher Selbstgefáhrdung, JuS 1985, pág. 179; Struensee, Der subjektive T a t b e s t a n d des
H a n d l u n g s - u n d Untechtslehte usw., Z S t W 94 (1982) pág. 239; His, Das Strafrecht des deutschen fahrlassigen Delikts, J Z 1987, pág. 5 3 ; Tenckhoff, Die leichtfertige H e t b e i f ü h r u n g qualiflziertet
Mittelalters, Teil 1, 1920; Horn, Konkrete Gefáhtdungsdelikte, 1975; Jakohs, Studien zum fahtiassigen Tatfolgen, Z S t W 88 (1976) pág. 897; Torio López, El deber objerivo, de cuidado usw., Anuario de
Erfolgsdelikt, 1972; el mismo. Das Fahrlassigkeitsdelikt, en: Z S t W Beiheft Tehetan, 1974, pág. 6; Derecho Penal 1974, pág. 2 5 ; Trondle, Abschaffung der Strafbarkeit der fahrlassigen T o t u n g usw.
Jescheck, Aufbau und B e h a n d l u n g der Fahtlassigkeit im m o d e r n e n Straftecht, 1 9 6 5 ; Kadeeka, bei leichtem Vetschulden? D R i Z 1976, pág. 129; Ulsenheimer, Etfolgstelevante u n d erfolgsneuttale
Gesammelte Aufsatze, 1959; Kaminski, Det objektive MaSstab im Tatbestand der Fahrlassigkeit, 1992; P f l i c h t v e r l e t z u n g e n im R a h m e n d e r F a h r l a s s i g k e i t s d e l i k t e , J Z 1 9 6 9 , p á g . 3 6 4 ; Volk,
Armin Kaufmann, Das fahrlassige Delikt, ZfRV 1964, pág. 4 1 ; f/ mismo, Z u m Stande der Lehre vom Reformüberlegungen zur Strafbarkeit der fahrlassigen Korperverletzung usw., G A 1976, pág. 1 6 1 ;
personalen Unrechr, Festschrift für H . Wclzel, 1974, pág. 393; Arthur Kaufmann, Das Schuldptinzip, Wacke, Fahrlassige Vergehen im rümischen Strafrecht, Revue Internationale des Droits de l'Antiquitc,
2." ed. 1976; Kienapfel, Straftechtsdogmatik in Osterreich, J Z 1972, pág. 569; Kbhler, Die bewufite 1979, pág. 505; Walder, Probleme bei Fahtlassigkeitsdelikten, ZBJV 104 (1968) pág. 1 6 1 ; Walther,
Fahrlassigkeit, 1982; Kohlrausch, Die Schuld, en: AschrottIv.Liszt, Die Reform des RStGB, T o m o 1, Eigenvetantwortllchkeit und sttafrechtliche Z u r e c h n u n g , 1 9 9 1 ; Weher, Einwande gegen die Lehre
1910, pág. 179; Kraufi, Erfolgsunwert und H a n d l u n g s u n w e i t im U n r e c h t , Z S t W 76 (1964) pág. von der Beteiligung an eigenveranrwortiicher Selbstgefahtdung im Betaubungsmitteltecht, Festschtift
19; Lagodny, A n m e t k u n g zu B G H vom 2 1 . 1 . 1 9 9 2 , N S t Z 1992, pág. 4 9 0 ; Lampe, Taterschaft bei füt G. Spendel, 1992, pág. 3 7 1 ; Wegscheider, Z u m Begriff der Leichtferrigkeit, Z S t W 98 (1986) pág.
fahrlassiget Straftat, Z S t W 71 (1959) pág. 579; Larenz, Lehtbuch des S c h u l d t e c h t s , Tomo I, 1 4 . ' 624; Welzel, Fahtlassigkeit und Vetkehrsdelikte, 1961; \%//fr, Altetnative und eindeutige Vetutteilung
ed. 1 9 8 7 ; Laubenthal, A n m e t k u n g zu B G H vom 1 2 . 4 . 1 9 8 8 , JR 1 9 8 8 , pág. 3 3 5 ; LSffler, D i e usw., 1 9 7 2 ; el mismo, A d a q u a n z - u n d R e l e v a n z t h e o r i e , GA 1 9 7 7 , pág. 2 5 7 ; Yamanaka, Die
Schuldformen des Strafrechrs, 1895; Maihofer, Zur Systematik der Fahtlassigkeit, Z S t W 70 (1958) Entwickiung der japanischen Fahrlássigkeitsdogmatik usw., Z S t W 102 (1990) pág. 9 2 8 ; Zaczyk,
pág. 159; Maiwald, Der Begtiff der Leichtfettigkeit usw., GA 1 9 7 4 , pág. 2 5 7 ; el mismo, Ein Stiaftechtiiches U n t e c h t und Selbstverantwottung des Vetletzten, 1993; Zielinski, Handlungs-und
alltaglicher Straftechtsfall usw., JuS 1989, pág. 186; Montenhruck, Strafrahmen und Strafzumessung, Erfolgsunwert im Unrechtsbegriff, 1973.
1 9 8 3 ; Müller-Dietz, G r e n z e n d e s S c h u i d g e d a n k e n s im S t r a f r e c h t , 1 9 6 7 ; Murmann, Die
Nebentaterschaft im Strafrecht, 1993; Naucke, Übei das Regrefiverbot im Strafrecht, Z S t W 76 (1964) Vid. también las tefetencias bibliográficas antes del § 54 ÍII
pág. 4 0 9 ; Niese, F i n a l i t a t , Vorsatz u n d Fahrlassigkeit, 1 9 5 1 ; Nowakowski, Die T h e o r i e der
Fahtlassigkeit, JBl 1953, pág. 506; el mismo, Probleme der Strafrechtsdogmatik, JBI 1972, 19; Núñez
Barbero, El delito c u l p o s o , 1 9 7 5 ; Oehler, Das objektive Z w e c k m o m e n t in der rechtswidrigen I. El c o n c e p t o de i m p r u d e n c i a
H a n d l u n g , 1959; el mismo, Die erlaubte Gefahrsetzung und die Fahtlassigkeit, Festschrift für Eb.
Schmidt, 1 9 6 1 , pág. 232; Oíío, Gienzen der Fahtiassigkeitshaftung usw., JuS 1974, pág. 702; í/OTÍÍ- 1. El desarrollo del concepto de imprudencia (culpa), al igual que el descubtimiento del dolo (dolus)
mo, Eigenvetantwoftliche Selbstschádigung und —gefahrdung, Festschrift für H. Trondle, 1989, pág. (vid. supra § 29 II 1) se debe al Detecho tomano ^ y a la ciencia penal italiana de los siglos XV y X V I ' ,
157; el mismo, Taterschaft u n d T e i l n a h m c im Fahrlassigkeitsbereich, Festschrift füt G. Spendel, 1992, mienttas que, en cambio, el Derecho germánico y el Derecho alemán medieval conocieron hasta el momen-
pág. 2 7 1 ; Paeffgen, Der Verrat in irriger A n n a h m e eines ¡Uegalen Geheininisses, 1979; el mismo, Die to de su recepción las "ungefáhrwerke" como modalidades castigadas con una pena atenuada, peto que fre-
erfolgsqualifizierten Delikte usw., JZ 1989, pág. 220; Platzgummer, Die 'AUgemeinen Bestimmungen"
des Strafgesetzentwurfs usw., JBl 1 9 7 1 , 236; Pradel, Le nouveau C o d e penal franjáis. Aper9us sur sa
partie génétale, Rev dr pén crim 7 3 (1993) pág. 9 2 3 ; Radbruch, Erfolgshaftung, V D A , Tomo II,
pág. 2 2 7 ; Roeder, Die E i n h a l t u n g des sozialadaquaten Risikos, 1969; Roxin, Z u m Schutzzweck der
Norm bei fahrlassigen Delikten, Festschrift für W Gallas, 1973, pág. 2 4 1 ; el mismo, Literaturbericht,
Z S t W 82 (1970) pág. 6 7 5 ; f / m « m o , A n m e r k u n g zu B G H 32,262*, N S t Z 1984, pág. 4 1 0 ; el mismo.
B e m e r k u n g e n z u m R e g r e S v e r b o t , F e s t s c h r i f t füt H . T r o n d l e , 1 9 8 9 , p á g . 1 7 7 ; Rudolphi,
Vorhersehbarkeit u n d Schutzzweck der N o r m usw., JuS 1969, pág. 549; el mismo, A n m e r k u n g zu
B G H 3 7 , 179, J Z 1 9 9 1 , pág. 572; Salm, Das voUendete Vetbtechen, T o m o 1, 1, 1 9 6 3 , Tomo 1, 2, ^ Vid. Paulus, Dig. 9, 2, 3 1 : "culpam autem esse quod cum a diligenti provideri potuerit non esset
1967; Schajfstein, Tatbestandsirrtum und Verbotsirrtum, G o t t i n g e r Festschrift für das O L G Celle, ptovisum". Sobte ello Mommsen, Romisches Sttafrecht págs. 88 ss; Wacke, Revue Intetnationale des Droits
de FAntiquitc 1979, pág. 505.
606 § 54 C o n c e p t o y clases do ini[>riidcnci;i I. \i\ concepto de imprudencia 607

cueiuemcnte sólo pudieron ser comprendidas de modo casuísiico de la mano de dudosos elemriuos exter- c o m p o r t a m i e n t o se exige objetivamente en atención a la evitación d e la lesión n o q u e r i d a del
nos 1 Hs por primera vez en la CCC^ de 1532 donde, por primera vez, se encuenrra un.i descripciiiii de la bien j u r í d i c o p r o t e g i d o en u n a situación d e peligro d e t e r m i n a d a , y p o r o t r o , si ese c o m p o r t a -
imprudencia en tipos penales concretos ligada a su clara delimitación frente al dolo y al caso loriuito (arts. m i e n t o p u e d e ser t a m b i é n exigido p e r s o n a l m e n t e de a c u e r d o con sus cualidades y capacidades
134, 146 y 180). No obstante, es en la Parte I, Título 20, § 28 del Al.R de 1794 donde pri meramente se personales ( B G H 3 1 , 9 6 | 1 0 1 ] ) . Segtin ello, el injusto típico del h e c h o i m p r u d e n t e n o viene
acoge una definición general del concepto de imprudencia. Por el contrario, el preuís. .StGB de 1851 y el d e t e r m i n a d o de m o d o concluyente p o t la causación de u n resultado c o m o , p o r ejemplo, la m u e r t e
RStGl! de 1871 renunciaron a su definición.
de u n a persona (§ 2 2 2 ) ' . El c o m p o r t a m i e n t o i m p r u d e n t e sólo existe e n t o n c e s c u a n d o el resulta-
2 . El e¿o¡o es el c o n o c i m i e n t o y v o l u n t a d d e realizar los e l e m e n t o s objetivos del beclio q u e d o descansa sobre la infracción d e aquellos deberes d e c u i d a d o q u e el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o
pertenecen al tipo legal (vid. supra § 2 9 II 2). En c a m b i o , acttía ¿mpnidcrjíemenre quien sin querer- i m p o n e en u n a situación concreta a los individuos c o n c i e n z u d o s y razonables q u e p e r t e n e c e n al
lo realiza el tipo de una Ley penal a consecuencia de la infracción d e un deber de c u i d a d o y, con- círculo del autor, así c o m o c u a n d o el resultado ha sido previsible para u n a p e r s o n a d e esa n a t u -
trariamente a su obligación, o n o se da c u e n t a d e ello o lo tiene p o r posible p e r o confía en q u e el raleza. D e ahí q u e en este s e n t i d o el tipo d e los delitos i m p r u d e n t e s haya d e c o m p l e t a r s e p o r
resultado n o tenga l u g a r ' . La i m p r u d e n c i a n o es, p o r t a n t o , u n a forma atcimada del dolo sino m e d i o de valoraciones judiciales adicionales '". En ello n o reside n i n g u n a infracción del m a n d a -
q u e es a l g o diverso a éste ( B G H 4, 3 4 0 [341]). El c o n t e n i d o d e injusto y d e culpabilidad del t o d e certeza (vid. supra § 15 HI 3) pues la concreción d e los deberes d e c u i d a d o , en c o n t i n u o y
delito i m p r u d e n t e es inferior al de u n h e c b o doloso similat, pues a q u í el autor n o contraviene vo- p e r m a n e n t e desarrollo, no es imaginable de o t r o m o d o q u e p o r la vía d e la praxis judicial, cir-
luntariamente el m a n d a t o del O r d e n a m i e n t o jurídico sino que sólo ha a c t u a d o en contra del mis- c u n s t a n c i a ésta q u e además p e r m i t e q u e el c i u d a d a n o t a m b i é n p u e d a instruirse m á s fácilmente
m o distraídamente. Por este m o t i v o , el d o l o y la i m p r u d e n c i a se excluyen recíprocamente. N o obs- p o r su p r o p i a experiencia q u e p o r m e d i o del c o n t e n i d o d e las leyes " .
tante, de acuerdo con la jurisprudencia el a u t o r p u e d e ser c o n d e n a d o p o r i m p r u d e n c i a c u a n d o n o
Ejemplo: La medida en que un testigo debe preparar su declaración y forzar su memoria para evitar la
puede probarse si ha actuado dolosa o i m p r u d e n t e m e n t e ( B G H 17, 2 1 0 ) . Este criterio, sin e m b a r - comisión de un falso testimonio por imprudencia (§ 163 1), es algo que no puede tomarse directamente de
go, no p u e d e suscribirse pues los tipos i m p r u d e n t e s no p u e d e n ser empleados c o m o "tipos de reco- la Ley sino sólo de la mano de las necesidades prácticas de la jurisprudencia y de acuerdo con las demandas
gida" en situaciones probatorias inciertas, sino q u e sus requisitos deben ser c o m p r o b a d o s inequívo- de deberes de cuidado que han sido desarrolladas (BGH 13, 190 [191]; 18, 359 [362]) '^. Para el necesario
c a m e n t e para p o d e r alcanzar u n a c o n d e n a . T a m p o c o c o n c u r r e la posibilidad d e u n a d e t e r m i n a c i ó n deber de cuidado en el tráfico viario rcsulran decisivas ame rodo las regulaciones conrenidas en la SrVO.
alternativa del hecho entre el h e c h o doloso y el i m p r u d e n t e , pues a m b a s clases de la acción p u n i b l e
se e n c u e n t r a n en una relación gradual d e más a m e n o s y, p o r ello, debe intervenir el principio "in
d u b i o pro reo" ( B G H 3 2 , 4 8 [571) (vid. supra § 16 II 2) ^
^ En este senrido se pronuncia hoy la doctrina dominante; vid. Blei, Allg. Teil pág. 299; Bockelmannl
3 . Tal y c o m o fue a c e p t a d o c o n a n t e r i o r i d a d y aitn h o y es d e f e n d i d o , la i m p r u d e n c i a n o es
Volk, Allg. Teil p,ágs. 158, 167; Bockelmann, VerkehrsrechdicheAufsarzepágs. 202 ss.; Boldt, Z S r W 6 8 (1956)
j u n t o al d o l o u n a mera forma de c u l p a b i l i d a d ' ' , sino u n t i p o CTypus") de acción punible que págs. 34 ss.; Burgstaller, Das Fahrlassigkeirsdclikt págs. 2 ss.; Erenius, Criminal Negligence págs. 149 ss.,
m u e s t r a t a n t o en el á m b i t o del injusto c o m o en el de la c u l p a b i l i d a d u n a estructura a u t ó n o m a *. 164 ss.; Engisch, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 334 ss.; el mismo, DJT-Festschrift Tomo I pág. 428; Gallas,
La i m p r u d e n c i a se d e t e r m i n a d e a c u e r d o c o n u n d o b l e criterio. Se e x a m i n a , p o r u n lado, q u é Beitrage págs. 5 ss.; Eser, Srrafrecht íl niím. 21 A ntíms. 9 ss.; Hall Fahdássigkeit im Vorsatz pág. 22; Henkel,
Mezger-Fesrschrifr pág. 282; Hirsch, ZSrW 74 (1962) pág. 9'); Jescheck, Fahrlassigkeit págs. 7 ss.; Armin
Kaufinann, ZfRV 1964. pág. 45; Kienapfel, JZ 1972, pág. 575; Maihofer, ZStW 70 (1958) págs. 184 ss.;
^ Vid. V. Hippel, Tomo II pág. 355; Schaffstein, Die allgemeinen Lehren págs. 146 ss. Manvald.}uS 1989,pág. 18*^9;/SA/, Allg. Teil § 17 núm. 7 ; / / . AÍ^/CT, Grundrifí pág. \29: Nowahwski, ]hl
^ Vid. Eb. Schmidt, Einführung págs. 32, 7 1 ; Wilda, .Srrafrecht der Germauen págs. 544 ss.; / / « , 1972, págs. 31 ss.; Mese, Finalirat pág. 6 1 ; Rudolphi, ]i¡S 1969, pág. 549; Platzgummer, ]h\ 1971, pág. 240;
Srrafrecht des deutschen Mittelalters págs. 86 ss. Roxin, Allg. Teil I § 24 núm. 47; SchónkelSehroderlCramer, § 15 núm. 119; Schünemann, JA 1975, pág.
516; Schajfstein, Welzel-Festschrift pág. 558; Ulsenheimer, J Z 1969, pág. 364; Walder, ZBJV 104 (1968)
^ Al igual que con el dolo, una definición legible del complejo concepto de la imprudencia sólo es
págs. 169 ss. 184 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 657; Welzel, Fahrlassigkeit und Verkehrsdelikte pág. \\; el
posible hacerla de un modo sencillo. Vid., además, sobre el concepto de imprudencia las teorías (que diver-
mismo, Lehrbuch págs. 13 ss. También en este sentido camina la jurisprudencia, B G H 4, 3 4 1 ; 20, 315 (320
gen frecuentemente entre sí) de Binding, Normen Tomo IV págs. 451 ss.; Exner, Fahrlassigkeit págs. 207
,ss.); BGH VRS I4,^pág. 30; BGH N J W 1995, 795 (796); OLG Koln N J W 1963, 2381; OLG H.amm
ss.; Engisch, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 266 ss.. 365 ss.; v. Hippel, Tomo II págs. 357 .ss.; Mezger,
VRS 60, pág. 38; OLG^Stuttgart JZ 1980, p 618; B G H Z 24, 2 1 . Con anrerioridad también la praxis y la
Lehrbuch págs. 351 ss.; Baumann/Weher, AIlg.Teil págs. 430 ss.; DreherlTr'óndle, § 15 niim. 14; Lackner, §
doctrina han tenido cu cuenta el criterio objetivo de la imprudencia en el marco del concepto de culpabili-
15 ntim. 35; Manrach/Gossel/Zipf, AWg. Teil II § 4 3 ni'tms. 19, 112; SK (Samson) anexo al § 16 núm. 1;
dad; vid. RG 39, 2 (5); 6 7 , 12 (19); v. Hippel, Tomo II págs. 36 ss.; Eb. Schmidt, Der Arzt im Strafrcchr
Wesselí, Allg. Teil mim. 656. Jaknhs, Allg. Teil 9/4, comprende la culpabilidad "como aquella forma de
pág. 173; vid. al respecto SchónkelSehroderlCramer, § 15 núm. 114. Disiente d é l a esttuctura del delito im-
evitabilidad en la que esrá ausente el conocimiento actual del hecho a evirar". Vid., además, el resumen
prudente Gossel, Bengl-Festschrift págs. 2 ss.
conrcnido en LK(1 ¡."¡(Schroeder) § 16 ntíms. 122 ss.
'' La cuestión es discutida. En el sentido del texto también/A"("y/.''jrC'nééo/'my'§ 1 mim. 117; Wolter, ^ En torno a la discusión sobre la posición del resultado en el tipo de injusto del delito imprudente
Alternative und eindeutige Verurreilung pág. 214; Matirach/Gossel/Zipf, fiAXg. Teil II § 42 núm. 37. vid. infra § 55 II la.
' Así, Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 4 3 ss.; Cedand, Lehrbuch pág. 139; v. Hippel, 'Lomo 11 pág. '" Vid. Welzel, Fahrlassigkeit und Verkehrsdelikte pág. 15; Roxin, Allg. Teil I § 24 núms. 87 ss.
364; Mezger, Lehrbuch pág. 357; Kohlrausch/Lange. § 59 comentario nirm. IV 3b; Olshausen, nota prelimi- " Vid. Bockelmann, VcrkehrsrechtIicheAufsatze págs. 208 ss.; H. Mayer, Grimdrií? pág. 129; en cuanto
nar mim. 9 antes del § 59; Oehler, Das objektive Zweckmoment págs. 7 ss.; el mismo, Eb. Schmidt-Festschrift al rcsulrado también Bohnert, Z S t W 94 (1982) pág. 80.
págs. 24 ss.; V. LisztlSchmidt, pág. 272; Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 4 2 ss.; Frank, § 59 comentario mim. '^ Vid., al respecto, DreherllYóndle, § 163 núm. 5; LK(10.")(Wdlms) § 163 nútns. 6 ss.; Kühl, Allg.
VIII; Roeder, .Sozialadaquates Risiko pág. 94; Schultz, Einführung I p,ág. 203. Teil § 17 núm. 17.
608 § 54 C o n c e p t o y clases tic mijjrudeiicia I. E! concepto de imprudencia 609

Sólo c u a n d o está c o m p t o b a d a la vertiente objetiva del h e c h o ¡ m p r t i d c n t e ( t i p o d e injusto) ción q u e en a t e n c i ó n a d i c h o peligto no observa el c u i d a d o o b j e t i v a m e n t e d e b i d o '^ y (en los
p u e d e examinarse a d i c i o n a l m c n t e si t a m b i é n se ha c u m p l i d o el m a n t l a t o general de c u i d a d o y delitos i m p r u d e n t e s d e residtado) del a c a e c i m i e n t o d e l resultado t í p i c o a consecuencia d e la
previsión dirigido al a u t o t i n d i v i d u a l , d e c o n f o r m i d a d c o n su inteligencia, f o r m a c i ó n , habilidad, infracción de aquel c u i d a d o "*. En Derecho civil, para la f u n d a m e n t a c i ó n d e la responsabilidad
cualificación, experiencia vital y su posición social ( t i p o d e la c u l p a b i l i d a d ) en la i n d e m n i z a c i ó n del dai'io bastan estos tequisitos pues allí sólo se trata d e la cuestión de si es
El valor práctico de la especial configuración de la infracción objetiva del deber de cuidado como núcleo el a u t o t o el p e r j u d i c a d o q u i e n tiene q u e s o p o t t a t los d a ñ o s irrogados " . Para el castigo, sin e m -
del injusto de la imprudencia, se deriva de las siguientes consideraciones '•*: en primer lugar, a través de la bargo, se a ñ a d e el requisito d e la c u l p a b i l i d a d i m p r u d e n t e , pues a q u í n o se trata d e la c o m p e n -
valoración autónoma del injusto de acción del hecho imprudente se crea un contrapeso frente a la responsa- sación d e los d a ñ o s sino d e la e m i s i ó n de u n juicio de desvalor ético-social q u e sólo p u e d e afec-
bilidad por el resultado que a menudo se acentúa en la praxis de una forma demasiado intensa. En segundo tar al a u t o r p o r h a b e r m e r e c i d o su reproche ( B G H N J W 1 9 9 5 , 7 9 5 [796]).
lugar, puede ser anudada al hecho imprudente la adopción de medidas de seguridad cuando el autor adolece
a) La cuestión del contenido de la culpabilidad <tn la imprudencia ha sido siempre discutida. En Dere-
de incapacidad de culpabilidad (§§ 63, 64, 69, 70). Asimismo, cuando el hecho cometido bajo los efectos
cho natural la imprudencia todavía no representaba una auténtica fotma de culpabilidad, sino que fue sólo
de una embriaguez es un delito imprudente, se determinan correctamente los presupuestos del § 323a por
considetada como un cuasi-delito en el que tenía lugar una atenuación de la pena-". Feuerbach intentó
medio de los criterios objetivos de la imprudencia aún cuando el autor, en atención a su estado, no pudo
armonizar la teoría de la imprudencia con su teoría de la pena referida a la voluntad delictiva (coacción
cumplir con el deber de cuidado que el era exigible individualmente. Además, si se conduce a la jurispru-
psicológica), por medio de la aceptación en aquélla de una resolución volitiva ' ' . También los hegelianos se
dencia a adoptar como punto de partida la vertiente objetiva de la imprudencia, se consigue que aquélla
esforzaron en demostrar un aspecto volitivo en la imprudencia, divisándolo en el conocimiento y voluntad
formule por medio de reglas generales los deberes de cuidado exigibles en determinadas situaciones (vid.,
de las condiciones a partir de las cuales se desarrolla el resultado antijurídico como posibilidad real ^^. De
por ejemplo, el principio de confianza en el tráfico viario o en la división del trabajo que tiene lugar en
forma similar Binding construyó la imprudencia como culpabilidad por la voluntad a través de la ¡dea de
algunas profesiones). Finalmente, los criterios objetivos de la imprudencia contienen el reconocimiento de que, en todo caso, la acción es querida como acontecimiento ^^. Otros, por el contrario, niegan el conteni-
un límite superior de la responsabilidad que recorta las demandas desorbitadas que se dirigen hacia el indi-
viduo, sirviendo con ello al principio de igualdad " .
En contra de la infracción del deber de cuidado como elemento autónomo del delito imprudente,
4 . D e este m o d o , el t i p o d e i n j u s t o del h e c h o i m p t u d e n t e se d e t e r m i n a a través de tres LKÍll.") (Schroeder) § 16 núms. 125 ss.; Wolter, GA 1977, págs. 267 ss.; Maurach/Gossel/ZipfiMg. Teil 11
elementos: p o r m e d i o d e la r e c o n o c i b i l i d a d d e l p e l i g r o de realización del tipo "", de la a c t u a - § 4 3 núm. 19; Schmidauser, Schaffstein-Festschrift págs. 131 ss., quienes sólo pretenden recurrir a la previ-
sibilidad del menoscabo del bien jurídico. Sin embargo, la contravención de la norma y, con ello, el injusto
de acción, residen precisamente en la infracción de las concretas exigencias que en una situación determina-
da el Ordenamiento jurídico impone al autor en atención a la ptevisibilidad del resultado. En contra tam-
" Con una concepción divergente a la de aquí se sostiene que el incumplimiento individual del man- bién del deber objetivo de cuidado, Roxin, Allg. Teil I § 24 núms. 10 ss., quien recurre sólo a la imputación
dato de cuidado y previsión se encuentra ya incluido en el tipo de injusto del delito imprudente, vid. Stratenwerth, objetiva; asimismo, Yamanaka, Z S t W 102 (1990) pág. 9AA. Jakobs. Allg. Teil 9/6, adata, incluso, que el
Allg. Teil I núm. 1097; el mismo, Jesclieck-Festschrift Tomo I págs. 285 ss.; Otto, Grundkurs págs. 171 ss.; requisito de la infracción de un cuidado impuesto sería "erróneo conforme a la lógica de la norma" porque
Jakohs, Studien págs. 48, (>A ss.; el mismo, Allg. Teil 9/1 ss.; SK (Samson) § 16 anexo núms. 13 ss.; Gdssel, ésta no exige actuaciones diligentes sino que tan sólo prohibe comportamientos negligentes. En el mismo
Bruns-Festschrift págs. 51 ss.; Castaldo, Non intelligere págs. 157 ss., así como el mismo, GA 1993, pág. 11. sentido del texto se pronuncia la doctrina dominante; vid. Lackner, § 15 núm. 36; Schonke/Schroder/Cramer,
Por el contrario, profundizando convincentemente, Schünemann, Schafifstein-Festschrift págs. 160 ss.; el mis- § 15 núms. 121, 180; Wessels, Allg. Teil núm. 664; Kühl, Allg. Teil § 17 núms. 22 ss.
mo, JA 1975, págs. 512 ss.; además, Donatsch, Fahriassigkeitsdclikt pág. 138; Armin Kaufmann, Welzel-Festsclirift '^ Queriendo comprender el resultado como una mera condición de la punibilidad, Armin Kaufinann,
págs. 404 ss.; Hirsch, ZStW 94 (1982) págs. 266 ss.; Herzberg, Jura 1984, págs. 406 ss.; Roxin, Allg. Teil I § ZfRV 1964, págs. 41 ss.; el mismo, Wclzel-Festschrift págs. 410 ss.; Horn, Konkrete Gefáhrdungsdelikte
24 núms. 51 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 669; Kaminski, Der objektive Maí?stab págs. 79 ss. págs. 78 ss.; Schaffitein, Welzel-Festschtift pág. 561; Zielinski, Handlungs— und Erfolgsunwert págs. 128
'** En comn, Jakohs, ZStW Beiheft Teherán 1974 pág. 20 nota a pie n ú m . 45; f/mamo, Allg. Teil 9/ ss., 200 ss. (vid. ya al tespecto supra § 24 III 2). Sin embargo, de acuerdo con el Derecho vigente, además
8ss. de en la acción descuidada, el injusto del delito imprudente también reside en los daños reales causados por
'^ N o obstante, consideran injustificada una restricción de la responsabilidad de esta naturaleza, ésta.; así, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 157; Kraufi, ZStW 76 (1964) págs. 6 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 24
Sch'ónkelSchroderlCramer,% 15 núms. 139 ss.;7ííi'0¿5, Allg. Teil 9/11; c/míímo, Studien págs. 'b'i ss:, el mis- núm. 7; Stratenwerth, Schaffstein-Festschrift págs. 187 ss.; Schünemann, ibidem págs. 169 ss.; el mismo, JA
mo, ZStW Beiheft Teherán 1974 pág. 21 nota a pie núm. 45; Otto, JuS 1974, págs. 707 ss.; Roxin, Allg. 1975, págs. 442 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 128; Paeffgen, Verrat in itriger Annahme eines
Teil ! § 24 núms. 50, 54 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1098; el mismo, Jescheck-Festschrift Tomo I illegalen Geheimnisses p p . l l O ss. Vid., además, Volk, GA 1976, págs. 171 ss., acerca de las consecuencias
págs. 300 ss.; SK (Samson) anexo al § 16 núm. 15; en cambio, Blei, Allg. Teil pág. 299, con la misma con- prácticas de la cuesrión.
cepción que la teproducida en el texto, trata la no utilización de apritudes especiales como contravención " En este sentido se pronuncia la doctrina dominante; vid. ¡Mrenz, Schuldrecht l o m o I págs. 284 ss. y
objetiva del deber de cuidado. En la misma línea, la doctrina mayoritaria defiende el acertado punto de el resumen de Kaminski, Der objektive Mal$stab pág. 110 nota a pie núm. 33. Por el contrario, de acuerdo con
vista que manriene que el Derecho penal no puede exigir más que "el cuidado requerido en el tráfico habi- Enneccerus/Nipperdey, Allgemeiner Teil Tomo II págs. 132 ss., también en Derecho civil debe ser tenida en
tual", con lo que de hecho puede recurrirse plenamente a capacidades estandarizadas especiales (conductor cuenta la capacidad individual de actuación, algo que sin embargo sólo puede ser válido para aquellos casos de
de camiones de largo recorrido, médico-jefe, etc.) en los ámbitos correspondientes donde éstas deban entrar responsabilidad delictiva en los que no resuira aplicable la idea de la asunción de la garantía.
en juego; vid. Schmidhduser, Schaffstein-Festschrift pág. 151; Schünemann, ibidem págs. 165 ss.; elmismo, ^° Vid. Boldt, Bohmer pág. 387.
JA 1975, pág. 514; Hirsch, ZStW 94 (1982) pág. 273; LK(!l.")(Schroeder) § 16 núms. 146 ss.; Kühl, Allg. Faierbach, Lehrbuch 13.^ ed., págs. 9 ss.
Teil § 17 núm. 32. ^' Vid. Kostlin, System pág. 165; Berner, Imputationslehre págs. 227 ss.
"> En contra del elemento de la previsibilidad del riesgo, Roxin, Allg. Teil I § 24 núm. 13. En el ^^ Binding, Die Schuld pág. 127; también Mezger. Lehrbuch págs. 355 ss., exige "un aspecto del que-
sentido del texto, Kühl, Allg. Teil § 17 núm. 1 9; Sch'ónkelSchroderlCramer, § 15 núm. 125. rer que conscientemente es contrario a deber'.
f

61 {) § 54 C~onccpí() y clnscs tic imprudencia II. Clases y grados ¿c iniprtidcnci; 611

do de culpabilidad de la imprudencia por la ausencia general de una vohnitad dirigida al resultado^'* o lo 5. El vigente D e t e c h o penal alemán n o c o n t i e n e u n a cláusula general d e i m p r u d e n c i a ( c o m o ,
hacen, en todo caso, en el ámbito de la imprudencia inconscicnic (vid. infra § 54 II 1) ^^. p o r ejemplo, el D e r e c h o civil en el § 8 2 3 1 B G B o el art. 5 6 5 del C ó d i g o penal c s p a i á o l ' ' ) , sino
sólo determinados tipos imprudentes q u e raras veces han sido acogidos en el S t G B pero q u e sí
h) Estas teorías resultan sin e m b a r g o rechazables. T a n i b i c n en la i m p r u d e n c i a el o b j e t o del
aparecen con frecuencia en el Derecho penal especial. Al igual q u e en los delitos dolosos se dife-
r e p r o c h e cul[)al)iiístico cst;í c o n s t i t u i d o p o r u n a a c t i t u d i n t e r n a r e p r o b a b l e del a m o r frente al
rencia e n t r e delitos de mera actividad ( § § 1 6 3 , 3 1 6 11) y de resultado (§§ 2 2 2 , 2 3 0 -'", 3 0 9 " , 3 4 5
l>crcclio (vid. supra § 3 9 11 1). Las exigencias del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o están dirigidas a q u í a
11), así c o m o entre delitos de comisión y d e omisión (§ 138 111). La a c t u a c i ó n i m p r u d e n t e es sólo
q u e t o d o el n u i n d o emplee sus capacidades para p o d e r reconocer y evitar a t i e m p o los corres-
punible c u a n d o la Ley así lo prevé e x p r e s a m e n t e (§ 15; d e forma correlativa t a m b i é n el § 10
p o n d i e n t e s peligros para el bien j u r í d i c o p r o t e g i d o ^ ' ' . En la i m p r u d e n c i a consciente el r e p r o c h e
O W i G ) . M u c h o s d e los delitos dolosos i m p o r t a n t e s c o i n o el d e a b o r t o ( § 2 1 8 ) , d e t e n c i o n e s ile-
culpabilístlco está referido a la a c t u a c i ó n descuidada del a u t o r a pesar d e q u e previo la realiza-
gales ( § 2 3 9 ) , delitos c o n t r a la a u t o d e t e r m i n a c i ó n sexual ( § § 174 ss.) y la m a y o r í a d e los delitos
ción del tipo c o m o posible consecueticia d e su hacer. Pero t a m p o c o en la i m p r u d e n c i a incons-
p a t r i m o n i a l e s , carecen d e u n a figura delictiva equivalente en la i m p r u d e n c i a en la m e d i d a en
ciente el r e p r o c h e d e culpabilidad c o n s t i t u y e u n a ficción. En esta se refiere al h e c h o d e q u e el
q u e su m e r e c i m i e n t o de p e n a ha sido n e g a d o p o r el legislador fdan sido i n t r o d u c i d o s nuevos
a u t o r n o prestó a t e n c i ó n suficiente a la situación peligrosa o a la circunstancia d e q u e a q u é l ,
tipos penales i m p r u d e n t e s p o r la I. W i K G ( § § 2 6 4 III ^', 2 8 3 IV, V y 2 8 3 b II) y la 18. StÁG en
r e c o n o c i e n d o el peligro q u e tenía a n t e sí, n o lo relacionó con la puesta en peligro del o b j e t o de
todas las disposiciones penales sobre p r o t e c c i ó n del m e d i o a m b i e n t e ( § § 3 2 4 III y ss.) y el nuevo
la acción, o bien, al d a t o de q u e a ú n s i e n d o c o n s c i e n t e de este liltimo riesgo n o le c o n c e d i ó
p r e c e p t o sobre b l a n q u e o d e capitales (§ 261 V ) .
espacio suficiente en la formación d e su resolución al h e c h o . En c o n s e c u e n c i a , la i m p r u d e n c i a
sólo muestra u n m e r e c i m i e n t o d e p e n a c u a n d o la filta d e a t e n c i ó n descansa sobre defectos d e su
actitud i n t e r n a c o m o , p o r e j e m p l o , d e s c o n s i d e r a c i ó n , indiferencia, falta d e p r e o c u p a c i ó n p o r los
II. Clases y g r a d o s de i m p r u d e n c i a
d e m á s o, c o n otras palabras, sobre el fracaso funcional del s e n t i m i e n t o valorativo ^^; en c a m b i o ,
n o se r e s p o n d e j u r í d i c o - p e n a l m e n t e p o r la ausencia d e capacidades corporales o m e n t a l e s , lagu- 1. H a b i t u a l m e n t e s o n diferenciadas dos clases de imprudencia: la i n c o n s c i e n t e y la c o n s -
nas d e c o n o c i m i e n t o o de experiencia, la ausencia d e cautela o destreza, o el error en situaciones c i e n t e ^^. En la p r i m e r a (ncghgeniia) el autor, a consecuencia de la infracción del d e b e r d e c u i -
extremas (vid., n o o b s t a n t e , en relación c o n la culpabilidad p o r a s u n c i ó n infra § 5 7 11 3 ) . T a m - d a d o , n o piensa en la posibilidad de p o d e r realizar el tipo legal, m i e n t r a s q u e e n la s e g u n d a
bién en la i m p r u d e n c i a i n c o n s c i e n t e la c u l p a b i l i d a d reside en u n error de la a c t i t u d i n t e r n a , a (luxuria) el sujeto, c i e r t a m e n t e , se da cuenta de la existencia del peligro c o n c r e t o para el objeto
saber, c u a n d o q u e d a p o r debajo del l í m i t e m í n i m o d e la a t e n c i ó n q u e el O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o p r o t e g i d o d e la acción p e r o , sin e m b a r g o , a consecuencia d e la sobrevaloración d e sus grados, d e
d e b e exigir o b j e t i v a m e n t e p a r a evitar p é r d i d a s y dataos a valores y bienes d e la c o m u n i d a d , en la sus p r o p i a s fuerzas o, sencillamente, p o r q u e cree en su p r o p i a s u e r t e , confía c o n t r a r i a m e n t e a
m e d i d a en q u e la edad, las fuerzas, la profesión y la experiencia d e vida del a u t o r h a g a n q u e la d e b e r en q u e n o se realizará el t i p o legal. Al igual q u e en el d o l o (vid. supra § 2 9 II 3 a ) , la i m -
exigencia aparezca posible de c u m p l i r " ^ . E n la era de la técnica, tal y c o m o lo d e m u e s t r a n los p r u d e n c i a n o sólo p u e d e aparecer referida a un resultado de lesión sino que t a m b i é n p u e d e estarlo
m u c h o s accidentes debidos a "fallos h u m a n o s " , el m a n d a t o de a t e n c i ó n posee la m i s m a justifica- a u n resultado d e peligro. T a m b i é n es i m a g i n a b l e la i m p r u d e n c i a consciente en relación con un
ción que el d e b e r de a r m o n i z a r la v o l u n t a d c o n s c i e n t e c o n las n o r m a s q u e integran el O r d e n a - peligro: en este caso el a u t o r estima posible la realización del peligro p e r o confía en q u e éste n o
m i e n t o jurídico. t e n g a lugar ^ ' .

La jurisprudencia ha hecho suya la distinción entre imprudencia consciente c inconsciente. La impru-


^'' Vid. Baumgarten, Verbrechenslehre págs. 116 ss.; Germann, SchwZSrr 49 (1935) págs. 32 ss. dencia existe "cuando se comprueba que el autor ha desatendido el cuidado al que estaba obligado de acuer-
*' Así, por ejemplo, Boclielmann, Verkehrsrechdiche Aufsatze págs. 213 ss.; mostrando sus dudas, do con sus conocimientos personales y sus capacidades, a consecuencia de lo cual o no ha previsto el resul-
liockelmannlVollí, Allg. Teil pág. 168 ("desconocimiento del riesgo"); Germann, Das Verbrechen pág. 9 4 ; / tado que en aplicación del correspondiente deber de cuidado habría podido prever —imprudencia
Hall, Principies pág. 372; Kohlrausch, Die Schuld págs. 20 ss.; Arthur Kaufriann, Schuldprinzáp págs. 156 inconsciente— o, ciertamente, ha tenido por posible el advenimiento del resultado pero ha confiado en que
ss.; Sanen Allgemeine Strafrcchtslehre pág. 180; Glanville Williams, Criminal Law págs. 12 ss. Por el contra-
rio, Erenius, Criminal Negligence págs. 87 ss., no recurre a esta cuestión purainente teórica relariva a la
culpabilidad por la voluntad, sino que lo hace a la de cuáles son los medios de defensa (defences, exceptions) - ' El art. 12 del vigente Código penal de 1995 acoge ya, sin embargo, el sistema de nurnerus clatisus
que se encuentran a disposición del autor frente al reproche de la imprudencia. en la punición de los delitos y faltas imprudentes al disponer que "Las acciones u omisiones imprudentes
'" Así se pronuncia, en contraste con la "teoría de la voluntad", la "teoría del sentimiento"; vid. sólo se castigarán cuando expresamente lo disponga la Ley" (N del T).
Exner, Fahrlassigkeit págs. 173 .ss.; Kadecka, Gesammelte Aufsatze pág. 6 9 ; Engisch, Vorsatz u n d ^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del T ) .
Fahriasslgkeir pág. 470. Acerca de la imprudencia consciente como culpabilidad por la voluntad, Kohler, " La remisión debe enrendcrse realizada al vigente § 306d (N del T ) .
Fahrlassigkeit págs. 37 ss. ^~ La remisión debe entenderse realizada al vigenre § 264 IV (N del T ) .
^" Así, con razón, Nowakowski, JBl 1953, pág. 508; vid. también el mismo, JBl 1972, pág. 3 1 . ^^ La reoría procede de Feuerbach, Lehrbuch 13." ed., pág. 93, quien aquí, por primera vez, suininis-
^* Vid. Coenders, Feuerbach págs. 28 ss.; Lojfler, Schuldformen pág. ^-tArrnin Kaufmann, ZfRV 1964, rra una diferenciación cualitativa en lugar de los grados cuantitativos de culpa del Derecho común.
pág. 53; Welzel, Lehrbuch págs. 150 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 1104; Schonke/Schroder/Cramer, § •''' La imprudencia consciente referida a la lesión del objeto de la acción sólo resulta equivalente al dolo
1 5 núm. 2 0 1 ; Maurach/Gossel/Zipf, KWg. Teil 11 § 43 núm. 127; Kühl, Allg. Teil § 17 núms. 89 ss.; Wessels, de peligro si el autor toma en serio el peligro de acaecimiento de una lesión y se conforma con ello; vid. al
Allg. Teil núm. 692. Especialmente, en relación con la "culpabilidad por el resultado", Müller-Dietz, respecto, Schaffstein, Gottinger-Fesrschrifr OLG Celle pág. 180. En contta, con razón, de la equiparación ^OTÍ'-
Schuldgedanke págs. 77 ss.; Duhs, SchwZSrr 7 8 ( 1 9 6 2 ) págs. 45 ss. Mostrando sus dudas Roxin, Z S t W 82 n?/entre la imprudencia consciente y el dolo de peligfo llevada a cabo \ioz Arthur Kaufmann, Schuldprinzip
(1970) pág. 687; BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 16 .ss. pág. 154, vid. LK(lI.'')(Schroeder) § 16 núm. 120, así como Roxin, Allg. Teil 1 § 24 núm. 65.
612 § 54 Coficepto y clases de iiiipriidciicia 111. 1 laiamicnto de las conib¡nncK>nes doio-nnptudencia 613

ello no suceda —imprudencia consciente—" (RG 56, 343 | 3 4 9 | en relación con un fallo de arqimcmira; ción, pág. 132; B G H 1 4 , 2 4 0 [255]; 2 0 , 3 1 5 [ 3 2 7 ] ; 3 3 , 6 6 ) ' ' ' ' ; existe c u a n d o el c u i d a d o d e b i d o
RG 58, 130 [134] relativa a la omisión imprudente; RG 67, 12 [18] acerca de un error jnédico). ha sido infringido "en tina m e d i d a i n u s u a l m e n t e grave", c u a n d o el a u t o r n o ha t e n i d o en c u e n t a
En a m b a s clases de i m p r u d e n c i a , q u e a m e n u d o en la praxis no se distinguen n í i i d a n i e m e , "lo q u e en el supuesto concreto debió ser evidente para cualquiera" ( R G Z 1 4 1 , 129 [ 1 3 1 ] ; B G H Z
el c o n t e n i d o de injusto y de culpabilidad reside en la ausencia de tina atención obligarla, puesto 10, 14 [16]; 17, 191 [ 1 9 9 ] ; B G H S t 3 3 , 6 6 ; O L G H a m m N S t Z 1 9 8 3 , pág. 4 5 9 ) o c u a n d o el
q u e t a m b i é n la i m p r u d e n c i a consciente descansa sobre u n d e s c o n o c i m i e n t o c o n t r a r i o a d e b e r a m o r "desatiende d e m o d o especialmente itreflexivo la posibilidad d e q u e acaezca u n suceso m o r -
que, si bien n o está referido a la existencia del peligro, si lo cst;í al g r a d o d e este, de la cxtensié)n tal" ( B G H 3 3 , 6 7 ) . En el e x a m e n del c o n t e n i d o d e culpabilidad del h e c h o la t e m e r i d a d grave se
del d e b e r d e c u i d a d o o d e las limitaciones d e las propias capacidades. E n t r e a i n b o s tipos de i m - m i d e a s i m i s m o d e a c u e r d o c o n u n critetio individual, esto es, el a u t o r m i s m o d e b i ó darse c u e n t a
p r u d e n c i a t a m p o c o existe u n a relación gradual pues la c o n d u c t a d e q u i e n ni siquiera percibe el sin más de las circunstancias q u e hacían aparecer su c o n d u c t a c o i n o g r a v e m e n t e temeraria .
riesgo existente p u e d e resultar d e s a p r o b a d a más i n t e n s a m e n t e q u e la negligencia leve de u n a i m - El A E c o n t i e n e en el § 16 II la propuesta a t e n d i b l e de dejar s i e m p r e impune la imprudencia
prudencia consciente en la q u e s i m p l e m e n t e se sobtcvaloran las propias fuerzas ( B G H N J W 1 9 6 2 , leve p o r faltar en ésta u n a culpabilidad criminal '''^.
1780 [ 1 7 8 1 ] ; O L G Karlsruhe D A R 1 9 6 8 , pág. 2 2 0 ) " . El significado práctico de la distinción
entre ambas clases d e i m p r u d e n c i a " ' reside sobre t o d o en su d e l i m i t a c i ó n frente al d o l o even-
tual. La i m p r u d e n c i a consciente es en su estructura similar al d o l o eventual •^'; esto es precisa- i n . T r a t a m i e n t o de las c o m b i n a c i o n e s d o l o - i m p r u d e n c i a
m e n t e lo q u e hace tan difícil la necesaria distinción legal e n t r e a m b a s formas de aparición del
h e c h o p u n i b l e (vid. supra § 2 9 III 3c). Baumann, Kritische Gedanken zur Beseitigung der erfolgsqualifizierten Deiikte, Z S t W 7 0 (1958) pág.
227; Cramer, Das Strafcnsystem des StGB nach dem 1.4.1970, JurA 1970, pág. 183; Gossel Dogmatische
2. H a c e t i e m p o q u e el D e r e c h o penal c o m ú n t o m ó prestados del D e r e c h o civil la distin- Überiegungen zurTeilnalime am erfolgsqualifizierten Delikt, Festschrift für R. Lange, 1976, pág. 219; Hiinle,
ción entre distintos grados de imprudencia (culpa lata, levis y levissiina) '^ y q u e a ú n hoy utiliza el Die Teilnaiime an den erfolgsqualifizierten Delikten, Diss. Tübingen 1970; Hardwig, Betrachtungcn zum
legislador en esta última rama del D e r e c h o (en relación c o n la i m p r u d e n c i a "grave" y "leve" e n - erfolgsqualifizierten Delikt, GA 1965, pág. 97; Hirsch, Zur Problematik des etfolgsqualifizierren Delikts,
GA 1972, pág. G5; Janiszewski, Anmerkung zu BGH vom 22.7.1966, M D R 1967, pág. 229; Jescheck.
tra en juego la "diligentia q u a m in suis") ( § § 2 7 6 , 2 7 7 B G B ) ^'. Tal g r a d u a c i ó n sólo es c o n o c i d a
Erfoigsdelikte, Niederschriften, Tomo II, pág. 246; Kofflta, Erfoigsdelikte, Niederschriften, Tomo II pág.
p o r el vigente D e r e c h o penal en la m e d i d a en q u e en diferentes tipos penales se exige la temeri-
234; Krey/Schneider, Die eigentlichen Vorsatz-Fahriássigkeits-Kombinationen usw., N J W 1970, pág. 640;
d a d grave (^'Leichtfertigkeit") c o m o f o r m a a c e n t u a d a d e i m p r u d e n c i a (por ejemplo, § § 9 7 II,
Lagodny, Anmerkung zu BGH GS 39, pág. 100, NStZ 1992, pág. 490; Lang-Hinrichsen, Zur Krise des
109g IV, 138 III, 2 6 1 V, 2 6 4 III'^», 2 8 3 I V n ú m . 2, V n ú m . 2, 3 4 5 II S t G B ; § § 2 1 , 41 III Schuidgedankens im Strafrecht, ZStW 73 (1961) pág. 210; Laubenthal. Anmerkung zu BGH 35, 257, JR
W S t G ) . Esto rige especialmente para m u c h o s d e los delitos cualificados p o r el resultado (verbi- 1988, pág. 335; Oehler, Das erfoigsqualifizierte Delikt und die Teilnahme an ihm, GA 1954, pág. 33; el
gracia, § § 176 I V * ' , 177 I I I " 2 , 178 I I I « , 2 3 9 a III, 2 5 1 , 3 l 6 c 11""*). T a m b i é n en el D e r e c h o mismo. Das erfoigsqualifizierte Delikt ais Gefahrdungsdelikt, Z S t W 69 (1957) pág. 5 0 3 ; Rengier,
a d m i n i s t r a t i v o s a n c i o n a d o r el c o n c e p t o de grave t e m e r i d a d es e m p l e a d o cada vez c o n más fre- Erfoigsqualifizierte Deiikte und verwandce Erscheinungsformen, 1986; Rudolphi, Anmerkung zu BGH 26,
cuencia (por ejemplo, § § 3 7 8 - 3 8 1 A O 1 9 7 7 ; § 56 I n ú m s . 4, 5 K W G ) - ^ l Esta m o d a l i d a d de 175, JR 1976, pág. 74; Schubarth, Das Probiem der erfolgsqualifizierten Deiikte, ZStW 85 (1973) pág.
i m p r u d e n c i a se c o r r e s p o n d e c o n la i m p r u d e n c i a grave del D e r e c h o civil (E 1 9 6 2 , F u n d a m e n t a - 754; Trauh, Zut Bedeutung des Wortes "wenigstens" in § 56 StGB, N J W 1957, pág. 370.

•"^ Vid. Maiwald, GA 1974, pág. 2ii; Jakohs, ZStW-Beiheft Teherán 1974 págs. 30 ss.; Tenckhoff,
35 \'\A.LK(ll.''XSchroeder)% 16 núm. 121; Aía!<raf¿/G¿-»f¿'Z/>/Allg. Teil II § 43 núm. 121. Por el ZStW 88 (1976) págs. 898 ss.; Volk, GA 1976, págs. 175 ss.; MaurachlGossel/Zipf, M\%. Teil II § 42 núm.
contrario, Roxin, Allg. Teil I § 24 núm. 6 1 , mantiene ceterisparibus que la imprudencia consciente es mere- 44; Hall, Mezger-Festschrift pág. 244. Vid. también la definición contenida en el E 1962 § 18 111 que,
cedora de mayor pena. finalmente, no ha tenido acogida en el texto definitivo.
3 Este es negado por KohlrauschlLange, § 59 comentatio núm. IV 3; vid., por el contrario, Maiirachl ''^ Yendo demasiado lejos Maiwald, GA 1974, pág. 265, exige que el autor haya poseído también la
GosseUZipf, hWg. Teil II § 43 núms. 121 ss.; Duhs, SchwZStr 78 (1962) págs. 35 ss.; LK(ll.-')(Schroeder) § capacidad de prever su actuación como una conducta gravemente temeraria. En contra, SK(Rudolphi) § 18
16 núm. 117; Lackner, § 15 núm. 53; Binavince, Falirlassigkeit pág. 142. núm. 5. Suministrando una definición tradicional que abarca el aspecto del injusto y de la culpabilidad de
'^ Desde el punto de vista de su delimitación divergente del dolo eventual (vid. supra § 29 111 3daa) esta forma de imprudencia, Wegscheider, Z S r W 98 (1986) pág. 6 5 7 ; en cambio, Arzt, Schróder-
Schrader debió considerar equivocado el concepto de imptudencia consciente; vid. Scijriider, Sauer-Festschrift Gcdachtnisschrift pág. 119, en adhesión al Derecho norteamericano, no sólo atiende a la grave infracción
pág. 237; asimismo, Schmidhauser, GA 1957, pág. 313; el mismo, GA 1958, pág. 167; el mismo, Allg. Teil del cuidado necesario sino también a la indiferencia del autor. Considerando rambién a la remeridad grave
pág. 435; Jalíobs, Allg. Teil 9/3; el mismo, ZStW Beiheft Teherán 1974 pág. 10. como un "elemento comprensivo del injusto y de la culpabilidad", Roxin, Allg. Teil I § 24 núm. 80.
3" Vid. Boldt, Bóhmer pág. 402. ''* Asimismo, Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsatze págs. 21 ss.; Stratenwerth, Basler Juristische
' ' Vid. Larenz, SchuldreclitTomo I págs. 291 ss. Mitteilungen 1966, págs. 72 ss.; el mismo, Allg. Teil 1 núms. 1139 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 5 24 núm. 85;
'"' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 264 IV (N del T ) . Arzt, Schroder-Gedachtnisschrift págs. 13 ss. En el Derecho penal viario Cramer, DAR 1974, pág. 322,
'" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 176 b (N del T). pretende restringir la imprudencia por el resultado a los supuestos de temeridad grave. En los delitos cualifi-
•*- La remisión debe entenderse realizada al vigente § 178 (N del T). cados por el resultado Paeffgen, JZ 1989, pág. 227, exige siempre este clase de imptudencia. Postulando la
La remisión debe entenderse realizada al vigente § 178 en su único apartado (N del T). exclusión de consecuencias de bagatela Volk, GA 1976, págs. 179 ss. Disctepando de ello, Trondle, DRiZ
'*'' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 316c III (N del 1"). 1976, pág. 132; DreherlTrSndle, § 15 n ú m . 2 1 . Remitiendo a c e r t a d a m e n t e al § 153 S t P O , i.K
•'^ Vid. Giihler, § 10 OWiG núm. 20. (ll.'')(Schroeder) § 16 núm. 215.
614 § 54 C o n c e p t o y ciases de inipnuicncia 111. IVaranncnlo ¿c las coinhinacicmos dolo-imprudencia 615

El D e r e c h o penal conoce n u m e r o s o s tipos en los q u e es exigido el d o l o para la acción del " c u a n d o éste, p o t lo nieiuis, ha ptovocado p o r i m p r u d e n c i a el r e s u l t a d o " ' ' . A u n q u e los delitos
h e c h o ; en c a m b i o , en relación c o n el r e s u l t a d o d e lesión o d e peligro es suficiente con la i m p r u - ctialificados p o t el resultado constituyen un vestigio d e la vieja responsabilidad p o r el resultado,
dencia. La cuestión q u e a q u í se p l a n t e a es, en p r i m e r lugar, la de si este c o n j u n t o de disposicio- aún hoy su presencia es a b u n d a n t e en el S t C B ( p o t ejemplo, § § 221 III, 2 2 4 ' \ 2 2 5 ^'', 2 2 6 ^^
nes penales ( p o r ejemplo, en relación c o n los § § 2 6 , 2 7 ) hay q u e tratarlas c o m o tipos dolosos o 2 2 9 I ^ 5 ^ 2 3 9 II " , 111 ^^ 3 0 7 n ú m . 1 5', 3 1 2 « ' , 3 1 8 III, 3 3 0 , 3 4 0 II*-') incluso conu) tipos
i m p r u d e n t e s . En s e g u n d o lugar, t a m b i é n se deriva el problema de cuál es la cstructiua que nuiestra básicos en c o m b i n a c i ó n con un hecho i m p r u d e n t e ( § § 3 0 9 ' ' " , 314"-'')^'''. A pesar del § 18, su
la i m p r u d e n c i a en casos d e esta naturaleza. c o m p a t i b i l i d a d con el p r m c i p i o de culpabilidad es d u d o s a p o r q u e se agrava c o n s i d c r a b l e m e n r e
1. Para las a u t é n t i c a s c o m b i n a c i o n e s d e d o l o e i m p r u d e n c i a c o m o , p o r e j e m p l o , la p r o - el m a r c o penal de u n a mera culpabilidad p o r i m p r u d e n c i a ' ' ^
d u c c i ó n de ima explosión c o n material inflamable del § 311 I V * ' o la puesta en peligro del Ejemplo: Quien golpea a una person.i con una pistola cargada provocando un disparo que mata a ésta
tráfico viario segiín el § 3 1 5 c 111 n i í m . 1 (vid. supra § 2 6 II l a ) , el D e r e c h o v i g e n t e c o n t i e n e e n se le castiga de conformidad con el § 226 a una pena cuyo límite mínimo no baja de los tres años y que,
el § 11 II la regla d e q u e aquellas d e b e n ser tratadas "en el s e n t i d o de la Ley", esto es, c o m o tipos en casos menos graves, es de tres meses hasta cinco años . Por el contrario, el golpe por sí solo se castiga
d o l o s o s ' " en atención a cuestiones prácticas c o m o la participación ( O L G S t u t t g a r t V R S 5 0 , 2 6 5 ) , según el § 223a con pena de prisión de tres meses a cinco años y el homicidio imprudente, sin más, con
la teiuativa (por ejemplo, § 3 5 3 b 1 3) " y la d e t e r m i n a c i ó n de la p e n a ( § § 56g II, (tG). En reali- una |iena de multa o prisión de hasta cinco años (§ 222).
d a d , la parte dolosa del tipo c o n j u n t o no aparece c o n m i n a d a a u t ó n o m a m e n t e con u n a pena,
pero al i n c n o s c o n t i e n e en sí m i s m a u n a infracción a d m i n i s t r a t i v a , u n a c o n t r a v e n c i ó n discipli- ^ E^e la luilización de la expresión '"por lo menos" se deduce que básicamenre también puede entrar en
naria o cualquier otra acción antijurídica q u e adquiere u n a especial iiriportancia p o r h a b e r origi- juego el dolo como, por ejemplo, en el § 225 1 el dolo eveiuual; en cambio, para el supuesto de dolo direcro e
intención ("Absicht") entra en juego el § 225 II. Vid. al respecto BGH 9, 135 (136); 24, 213; SchdnkelSchroded
n a d o la p r o d u c c i ó n d e u n r e s u l t a d o d e peligro. Está p o r ello justificado q u e en la c u e s t i ó n
Cramer, § 18 núm. 5; SK(Rudolphi) § 18 núm. 5 [Téngase en cuenta que, salvo error u omisión, en la actuali-
d c l i m i t a d o r a se le conceda p r i o r i d a d a la p a r t e dolosa del t i p o .
dad ya ha desaparecido este delito cualificado por el resultado; vid. los vigentes §§ 224, 226 y 229 (N del T)].
Ejemplo: Al conductor de un taxi, que dolosamente circula por una acera para transportar lo más rápi- ^^ La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 226 (N del T ) .
damente posible 3 la estación a un cliente que le ha determinado a conducir de este modo poniendo así en '''' Vid. la nota a pie núm. 52 infine (N del T ) .
peligro la vida de los viandantes, se le castiga por un delito menos grave del § 315 IIl niím. 1 en conexión ^' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 227 (N del T ) .
con el apartado í núm. 2, mientras que al viajero se le condena por la inducción a tales hechos. "^ Las lesiones corporales graves o la muerte ya no constituyen un delito cualificado por el resultado
del "envenenamiento" prevista en el anterior § 229; esta última ha dejado de ser una figura delictiva autó-
E n las auténticas c o m b i n a c i o n e s e n t r e d o l o e i m p r u d e n c i a esta líltima m u e s t r a la especiali-
noma y actualmente sólo aparece como modalidad comisiva de las lesiones corporales peligrosas (vid. § 224
dad d e q u e la infracción del c u i d a d o d e b i d o en relación c o n el r e s u l t a d o ya reside en la acción
1 núm. l ) ( N d e l T ) .
dolosa, d e m o d o q u e p o r regla general sólo resta p r e g u n t a r s e si el resultado de peligro fue t a m - ^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 239 III núm. 1 (N del T).
bién previsible. N o o b s t a n t e , si el a c a e c i m i e n t o del resultado estaba s i t u a d o fuera d e lo p r o b a b l e , ^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 239 IV (N del T ) .
en el caso c o n c r e t o p u e d e faltar u n a relación de i m p u t a c i ó n e n t r e la infracción del c u i d a d o y el ^' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306c (N del T).
acaecimiento d e aquél (vid. stcpm § 2 6 II 2 ) . ' " La remisión debe entenderse realizada al vigente § 313 II en conexión con el § 308 II a V] (N del T ) .
'•'' Salvo error u omisión, actualmente ha desaparecido la cnalificación por el resultado de lesioEies
2. El s e g u n d o g r u p o de c o m b i n a c i o n e s entre d o l o e i m p r u d e n c i a vienen c o n s t i t u i d a s p o r
corporales peligrosas o especialmente graves anteriormente prevista en el § 340; véase la redacción actual del
los d e l i t o s cualificados p o r el resultado [combinaciones impropias entre dolo e imprudencia, vid.
mencionado precepto (N del T).
supra § 2 6 11 l a ) . A q u í se trata d e delitos c o n u n típico c o n t e n i d o d e peligrosidad en los q u e la
La remisión debe enrenderse realizada al vigetite § 306d (N del T).
realización del riesgo previsto p o r el tipo está c o n m i n a d a c o n u n a p e n a s u s t a n c i a l m e n t e s u p e r i o r ''^ La remisión debe entenderse realizada al vigeiue § 313 II en conexión con el § 308 III, V y VI (N
a la del delito base. Para este g r u p o el § 18 d e t e r m i n a q u e la p e n a m á s alta sólo se aplica al a u t o r deT).
'"* Acerca del Derecho penal especial vid. H'inle, DieTeilnahmc pág. 14.
''•' Vid. Arthur Kaufmann, Schuldprinzip pág. 244; KohlraiischlLange, § 56 comenrario núm. 111 (págs.
211 ss.); Hardwig, GA 1965, pág. 98; LK (11."XSchroeder) § 18 núm. 34; SK (Rudolphi) § 18 núm. l . \
favor de la desaparición de legeferenda de los delitos cualificados por el resultado,/«cAec^, Niederschrifien
Tomo II, pág. 248; Schuharth, ZStW 85 (1973) pág. 775- Por el contrario, mostrándose favorable al retor-
no a la situación jurídica anterior de acuerdo con el § 56 en su aiuigua redacción, Baumann, ZStW 70
(1958) págs. 236 ss.; en contra de esta opinión, con razón, Lang-Hinrichsen, Z S t W 73 (1961) págs. 224 ss.
*" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 308 V (N del T ) . A favor del mantenimiento de los delitos cualificados por el resultado, Hirsch, GA 1972, pág. 77; Rcngier,
' " De acuerdo con este criterio, Dreherílnindle, § 1 1 núm. 38; LK (10.'')(Tronile) § 11 núms. 95 Erfolgsqtialifizierte Delikte págs. 313 ss. (con propuestas de reforma). A favor de la corrección de los mar-
ss.; I^ackner, 11 núm. 24; Schonke/Schroder/Eser, § 11 núms. 75 is.; Janiszewski, M D R 1967, pág. 229; vid, cos penales,7<z¿o¿í, ZStW Beiheft Teherán 1974 págs. 37 ss.
también, IVF-Drucksache 1V/65I pág. 2 5 . Ven, por el contrario, un mayor protagonismo en la parre impru- '"'' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 227 (N del T).
dente del tipo, Cramer,]vi\:K 1970, págs. 196 .ss.; KreylSchneider, N J W 1970, págs. 641 ss.; Gossel, Lange-
''' Actualmente, de acuerdo con el vigente § 227 II, en casos menos graves se aplica una pena de
Fcstschrift págs. 227, 238; LK (I ¡."XSchroeder) § 18 núm. 5. Vid., también, B G H M D R 1966, pág. 229.
prisión de uno a diez años (N del T).
' ' Así, Dreher/Trondle, § 11 núm. 38; Schbnlie/Schroder/Hser, § 11 núm. 76. Disienten, KreylSchneider, ^^ La remisióti debe entenderse realizada al vigeiuc § 224 1 luim. 2 qtie rambién ha variado la pena
N j W 1970, pág. 644; SK(Rudalphi) § 1 1 núm. 36. a[)l¡cable (de seis meses a diez años de prisión) (N del T ) .
616 § 54 C o n c e p t o y clases de imprudencia IV. Tentativa y participación en los delitos imprudentes 617

Para p o d e r justificar mejor los m a r c o s p u n i t i v o s previstos p a t a los delitos cualificados p o r el te (§§ 2 5 1 , 26) si el olendido pierde la vida con ocasión del hecho y el inductor pudo haber previsto sin
resultado, el legislador exige grave t e m e r i d a d en lugar de i m p r u d e n c i a simple en relación con el más esta circunstancia (BCÜl 19, 339 [341 ss.]).
acaecimiento de la consecuencia cualificada (vid. supm § 2 6 11 l a ) . D a d o q u e , a diferencia d e lo Acerca d e la tentativa en los delitos cualificados p o r el resultado vid. supra § 4 9 V i l 2; acer-
q u e sucede con el § 18, en estos supuestos está ptesupucsta "por lo m e n o s " la t e m e r i d a d grave ca de los p t o b l c n i a s concúrsales v\Á. injra § 6 7 111 3 .
(excepción hecha del § 2 2 5 1''''), con frecuencia lúe a c e p t a d o ( t a m b i é n en la 4.-' ed. de esta obra,
pág. 516) q u e n o e n t r a b a en juego el delito cualificado por el resultado si m e d i a b a d o l o en rela-
ción con la consecuencia adicional ( B G H 2 6 , 1 7 5 , acetca del § 2 5 1 c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o IV. Tentativa y p a r t i c i p a c i ó n en l o s d e l i t o s i m p r u d e n t e s
de Rudolphi, J R 1 9 7 6 , pág. 74) ''*'. Lo c o r r e c t o , sin e m b a r g o , es e n t e n d e r el § 18 de m o d o q u e
en t o d o s los delitos cualificados p o r el resultado la c o n s e c u e n c i a especial p u e d a ser p r o v o c a d a En l o s d e l i t o s i m p r u d e n t e s no hay n i tentativa (vid. supra § 4 9 111 l a ) n i p a r t i c i p a c i ó n
t a n t o dolosa c o m o i m p r u d e n t e m e n t e (y, c o n ello, t a m b i é n p o t m e d i o d e t c m c t i d a d grave) ( B G H (vid. infra § 61 VI) a pesat de que una y otra fueran imaginables en el supuesto de la i m p t u d e n c i a
3 3 , 2 5 7 [ 2 5 8 ] ; B G H N S t Z 1 9 9 2 , pág. 2 3 0 ; B G H G S 3 9 , 100) 7'. consciente. C u a n d o varios causan i m p r u d e n t e m e n t e un tesukado típico a r d a u n o de ellos es res-
ponsable p o r el t o d o . Distintos interrogantes se derivan, no obstante, en aquellos casos en los
La regulación c o n t e n i d a en el § 11 11 se s o b r e e n t i e n d e p o r sí m i s m a pata los delitos cualifi- q u e alguien, por m e d i o de u n c o m p o r t a m i e n t o i m p r u d e n t e , contribuye a q u e o t t o p u e d a c o m e t e t
cados p o r el resultado. Su t r a t a m i e n t o c o m o delitos dolosos se deriva ya del h e c h o de q u e el t i p o u n delito doloso. Y así si, p o r ejemplo, el asesino se sirve del descuido del farmacéufico pata hacerse
básico se presenta p o r sí m i s m o c o m o u n h e c h o doloso a u t ó n o m o q u e es p u n i b l e . C o m o delito c o n el veneno destinado a ejecutat el hecho, no se p u e d e d u d a t en n i n g ú n caso acerca de la existen-
de lesión este ú l t i m o c o n t i e n e ya la c o n t r a v e n c i ó n del c u i d a d o d e b i d o c o n vistas a evitar el acae- cia de la relación d e causalidad entre la i m p t u d e n c i a del boticatio.y la m u e r t e de la víctima (la
c i m i e n t o d e la consecuencia especial. La i m p r u d e n c i a exigida p o r el § 18 consiste aquí, pues, en relación de causalidad n o se i n t e r r u m p e por el h e c h o doloso; vid. supra § 2 8 II 3) '"^. El p t o b l e m a
li previsibilidad del resultado más grave c o m o , por ejemplo, en la p r o d u c c i ó n de u n disparo en el t a m p o c o reside en la i m p u t a c i ó n objetiva del delito doloso sino en la d e t e r m i n a c i ó n del deber d e
caso a n t e r i o r m e n t e m e n c i o n a d o en el q u e el a u t o r golpea a la v í c t i m a c o n u n a pistola cargada cuidado del a u t o r de la imprudencia. H a y que distinguir dos g t u p o s de casos:
( B G H 2 4 , 2 1 3 [215]); B G H N S t Z 1 9 8 2 , 2 7 ) ' I N a t u r a l m e n t e , d a d o q u e n o se trata de u n a
simple telación de a d e c u a c i ó n sino d e u n a ailpabilidad ^or i m p r u d e n c i a , el resultado debe h a b e r 1. Si la infracción del c u i d a d o d e b i d o ya c o n t i e n e en sí m i s m a el p e l i g r o d e a c a e c i m i e n t o
sido previsible también para el autor de c o n f o r m i d a d c o n sus capacidades personales ' ' \ d e l resultado t í p i c o , e n t o n c e s el a p r o v e c h a m i e n t o de la situación favotable para el h e c h o d o l o -
so teside d e n t r o del m a r c o del riesgo j u r í d i c a m e n t e d e s a p r o b a d o y la responsabilidad por la ac-
Cuando concurren varias personas en el delito cualificado por el resultado hay que partir siempre del t u a c i ó n d e s c u i d a d a a causa del t e s u k a d o del delito d o l o s o se tige p o r las reglas generales.
delito básico doloso realizado. La aplicación del marco punitivo agravado a uno de los interviniemes (coau-
tor, inductor y cómplice) sólo depende, de acuerdo con el § 29 II, de si para el codelincuente en cuestión fue Ejemplos: El asesino puede hacerse inadvertidamente con el veneno en la farmacia debido a que el
previsible la consecuencia más grave y con independencia de si el autor principal actuó dolosamente, con boticario lo ha custodiado indebidamente. Alguien alquila una vivienda sometida a un fuerte peligto de
imprudencia o sin culpabilidad ^''. incendio en la que, posteriormente, mueren los inquilinos a causa del incendio provocado dolosamente por
un tercero (RG 6 1 , 318 [320]). En este caso, frente a la postura mantenida por el RG, hay que negar la
Ejemplo: Quien induce a otro a un robo en el que la víctima debe ser golpeada con un palo en la presencia de un homicidio imprudente pues el artendador no contó con la provocación dolosa de un incen-
cabeza en el caso de que ésta se defienda, debe ser condenado por inducción al robo con resultado de muer- dio. Un delincuente sexual muy peligroso utiliza la salida autorizada por el médico del hospiral regional
para cometet una violación (LG Gottingen NStZ 1985, pág. 410). La condena del médico por lesiones
corpotales imptudentes descansó acertadamente sobre la idea de que el interno, que era conocido por el
" Salvo error u omisión en la actualidad ya ha desaparecido este delito cualificado por el resultado, médico, había abusado repetidamente de las salidas.
vid. la actual redacción del § 226 (N del T ) .
^ Asimismo, Tenclíhoff, Z.SrW 88 (1976) pág. 919; Maiwald, GA 1974, pág. 270; Rengier, 2. La infracción del c u i d a d o d e b i d o t a m b i é n p u e d e perjudicar a su a u t o r c u a n d o el h e c h o
Erfolgsqualifizierte Delikte págs. 107 ss.; Lackner, § 251 núm. 4; Lagodny, NStZ 1992, pág. 490. d o l o s o de o t r o , si b i e n n o resulta reconocible p o r cualquieta, sí lo fue p o r el a u t o t a causa d e sus
" En el mismo %e.m\Ao, Jaitobs, Allg. Teil 9/31; Dreher/Trondle, § 18 mim. 6; LK(1 l.')(Schroeder) § c o n o c i m i e n t o s especiales. T a m b i é n resulta e n t o n c e s tesponsable p o r la p r o d u c c i ó n i m p r u d e n t e
18 núm. 25; Paejfgen, JZ 1989, págs. 223 ss.;AK(Faejfgen) § 18 núms. 80 ss.; Lauhenthal, JR 1988, págs. del resultado si s u m i n i s t r a u n a aportación causal al h e c h o doloso.
335 ss.; Schonlíe/Schroder/Cranier, § 18 núm. 3; Montenhrucli, Strañrahmen pág. 205. La nueva redacción
del § 225 1 a ttavés de la Ley sobre Lucha contra la Delincuencia de 28.10.1994 (BGBl. I pág. 3186) am- Ejemplos: Si el autor hubiera prestado la debida atención se habría dado cuenta por determinados in-
plía la responsabilidad por la consecuencia más grave al dolo eventual y a la temeridad grave. dicios que su amigo planificaba un asesinato; a pesar de ello, prestó al misino su fusil con el que finalmente
cometió el asesinato. La madre de la hija que da a luz un niño extramatrimonial es responsable (por omi-
^- Así, expresamente, § 17 E 1919; además, art. 123 11 schweiz. StGB. Igualmente, Kojfka,
sión) de la comisión imprudente de un homicidio si durante el nacimiento de aquél se aleja de la casa a
Niederschrifiíen Tomo II pág. 2A2; Jesclieck, ibidem pág. 248; Lacliner § 18 núm. 7; anteriormente ya
pesar de que pudo prever que su hija mataría al bebé (RG GA, 316 ]319]).
Radhruch, V D A T o m o 11 pág. 2 5 1 . No obstante, con acietto exige Wessels, Allg. Teil núm. 6 9 3 , que también
concurra la reconocibilidad del peligro específico de acaecimiento de la consecuencia más grave y, caso de
que el tipo presuponga la temeridad grave, la existencia de una infracción cualificada del deber de cuidado. ^' Más detalladamente sobre la cuestión. Gallas, Beitrage pág. 9 1 ; Maurach/GosselJZipf, Allg. Teil II §
' ' La fundamentación de los delitos cualificados pot el resultado a través de la simple relación de 42 núm. 39; Murmann, Die Nebentaterschaft págs. 231 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1149 ss.; Welzel,
adecuación entre el delito básico y la consecuencia más grave vulneraría el principio de culpabilidad. Lehrbuch págs. 99, 189. Distinguiendo formas específicas de intervención en el ámbito de la imprudencia,
''' Vid. Dreher/Trondle, § 18 núm. 3; Lacliner, § 18 núm. 6; SchmúelSchr'óderlCramer, § 18 núm. 7; SK Otto, Spendel-Festschrift págs. 281 ss.
(Rudolphi) § 18 núm. 6; disiente en patte Oehler, GA 1954, págs. 37ff.; Hánle, DieTeilnalimc págs. 58 ss. ^•^ Vid. Spendel, JuS 1974, págs. 753 ss.
618
§ 54 Concepto V clases de imprudencia
\ . Derecho extranjero 619

Para casos de esta naturaleza es adfuiíida de diferentes modos una prohibición de regreso ^^, esto es,
la tcsponsabilidad única por el hecho doloso excluyendo la posibilidad de (]ue se castigue también al intervi- gravemente temerario la muerte de una petsona: la tazt)n de ello reside en que el bien pri 'ido ( :>bre
nieiite que acttía de modo iiuprudeme; esta postura debe ser no obstante techazada '*. Según Sírillenwerth todo la .salud pública (BGH 37, 179 1181 ss.] '*^).
una resitonsabilidad imprudente del hombre de atrás sólo debe jugar "si la aportación al delito no aparece
sólo como posible sino que se presenta como la única íuiaíitlad imaginable" '"-'. Sin embargo, tal restricción
del tlebet de ctiidado catcce de lundaiueiuo pues no tesulta acertado que de modo general se pueda confiar V. D e r e c h o extranjero
en la ausencia de un hecho doloso, aún cuando existan |nin;os de apoyo para lo contrario. También el he-
cho de posibilitar o facilitar la perpettacióii de un delito doloso que se podría haber percibido por otro debe El desglose de la imprudencia con el doble criterio de situar parte de la misma eti la antijuricidad y en
fundamentat la responsabilidad por ¡inprudencia. Si ni el autor mismo (sobre la base de sus conocimientos la culpabilidad también ha encontrado partidarios en Atistria'^^, Suiza^'' y Canadá^''. Por el contrario, la
e-specialcs) ni un observador atento pudieron prever el hecho doloso del tercero, entonces falta ya un presu- áoann^ifríincesa relativa a la naturaleza y límites de la imprudencia se ha anclado en una etapa que podría-
ptiesto de la puiiibilidad de la imprudencia como es la previsibilidad del resultado. mos denominar clásica "*; la jurisprudencia se inclina hacia utia posición extensiva y rigurosa sobre la base
de la identidad entte la imprudencia del Derecho civil y la del Derecho penal *'. Hasta ahora la docttina
3. La cocausacíón imprudente de ía autolesión o la autopuesta en peligro ajena, ya sea cometi- italiana ha tomado igualmente pot base eti la ¡mprudencia tanto un cfiíetio objetivo como subjetivo, pero
da dolosa o imprudentemente, no íundanienta la responsabilidad penal de su autot por la intervención del
situándolos pot completo en la culpabilidad; sin cmbatgo, ¡a nueva dogmática también comienza a impo-
principio de la autorresponsabilidad del ofendido que excluye la infracción del deber de cuidado frente a
netse en Italia**. Lo mismo puede decirse del estado actual de la docrrina española . La originalidad del
quien se lesiona a sí mismo. La responsabilidad criminal del autor que promueve la autolesión o la autopuesta
en peligro sólo comienza allí donde la víctiina, a causa de su inexperiencia o su juventud, no reconoce el
peligro, en los casos en los que el autor, sobre la base de un conocimiento más reflexivo de la situación ** De acuerdo Rudolphi, JZ 1991, pág. 572; Weber, Spendel-Festschrift pág. 3 7 1 . Vid., además, acet-
fáctica, percibe mejor el riesgo que la propia víctima, así como también en aquellos supuestos en los que el ca de la restricción del ptincipio de atitorresponsabilidad, Frisch, N S t Z 1992, pág. 1; Walther,
autor posee una posición de garante en beneficio del ofendido *". EZigenvetanrwordichkeit págs. 181 ss.
Vid. Biírgstaller, Das Eahtlássigkeitsdelikt págs. 2 ss.; el mismo, Grutidzüge págs. 10 ss.; WK
Ejemplos: Queda impune quien facilita imprudentemerue el suicidio de otro (13GH 24, 342). Por el
(Burgstaller) § 6 núm. 26; Grafberger, ZflW 1964, págs. 20 ,ss.; Rittler, Tomo I págs. 217 ss.; Kienapfel, j Z
contrario, es responsable de un homicidio iinprudente quien otganiza con una persona ebria una competi-
1972, pág. 775; Nowakowski, JBl 1972, págs. 30 ss.; Platzgummer, jBl 1971, pág. 240; Seiler, Maurach-
ción de motocicletas en la que por propia culpa esta última fallece a causa de un accidente (BGH 7, 112).
Eestschfift pág. 79. Defiende tambiétt este el doble criterio Roeder, Sozialadáquates Risiko pág. 51, quien,
El mesonero que sirve alcohol a un automovilista sólo debe impedir la continuación de su viaje cuando éste
sin embatgo, ante el cumplimiento del cuidado debido acepta la existencia de una causa de exclusión de la
ya no puede comportatse tesponsablemente (BGH 19, 152; 26, 35). Es punible por una tentativa del §
culpabilidad (pág. 94). De otra opinión, Triffterer, Allg. Teil pág. 302, quien considera sólo como decisiva la
223a*'el enfermo de SIDA que mantiene relaciones sexuales sin protección cuando no informa de ello a su
infracción subjetiva del deber. La defitiición de imprudencia en el § 6 I ósrerr. StGB descansa inequívoca-
pareja (BGH StV 1989, 61 [651). Se acepta la existencia de un homicidio imprudente por parte de un
mente sobre este doble criterio.
piróinano aiue la muerte de quien presta auxilio (BGH N J W 1994, pág. 205). La entrega de narcóticos a
*'' Vid. BGE 69 (1943) IV 231; Frey, Schweiz. Juristenvereins-Festschtift págs. 34 ss.; Donatsch,
un dtogadicto que se mata o lesiona con los mismos no fundamenta ninguna responsabilidad por homici-
Sorgfaltsbemessung págs. 53, 92 ss.; Graven, Infraction pénale págs. 21 ss.; Schwander, Das schweiz. StGR
dio o lesiones imprudentes por parte de quien ha proporcionado la sustancia (BGH 52, 262 con comenta-
pág'^ 94; Walder, ZBJV 104 (1968) págs. 169 ss., 184 ss. Crítico, sin embargo, Schultz, SchwZStr 83 (1967)
lio de Roxin, NSrZ 1984, pág. 410; vid., además, OLG Stuttgart VRS 67, 429). Lo mismo rige para la
pág. 319. A favor de la fijación individualizada del deber de cuidado ya en el marco del examen del injusto,
ingesta conjunta de una infusión de estramonio que condujo a algunos a la muerte y a otros a sufrir lesiones
Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, Allg. Teil I págs. 40 ss.; Rehherg, Strafrecht I pág. 196; NoWTrechsel, Allg.
corporales, pues se presupone que las víctimas etan conscientes de la peligrosidad de la bebida (BGH NStZ
Teil I pág. 238. Por el contrario, Schultz, Einführung I págs. 202 .ss., trata tanto el aspecto objetivo como el
1985, pág. 25). No obstante, en telación con la agravación de la pena contenida en el § 30 I núm. 3 y § 29
subjetivo de la imprudencia en el ámbito de la culpabilidad. El att. 18 III schweiz. StGB define la iinptu-
III núm. 2 BtMG, se acepta uita restricción del principio de aurorresponsabilidad ante una consciente
dencia como forma más leve de culpabilidad.
autopuesta en peligto cuando, por medio del suministro de sustancias estupefacientes, se causa de modo
*' Vid. Binavince, Falirlassigkeit págs. 227 ss.
*'' Vid. Bouzat, Traite Tomo I págs. 195 ss.; StefanilLevasseurlBoidoc, Dtoit penal general nútiis. 232
ss.; Jeandidier, Droit penal general núm. 334. No obstante, de modo similar a cotito lo hace la moderna
docttina alemana, Merle/Vitu, Ttaité I núm. 577. El Código penal de 1994, al igual que su ptedecesot, tam-
" Así, sobte todo, Frank, § 1 comcntatio 111 2a; H. Mayer, Lehtbuch pág. 138; Lampe, ZStW 71 poco contiene una definición general de la imprudencia, pero en el art. 121-3 cita la consciente puesta en
(1959) pág. 615; M?!<cfe, ZStW 76 (1964) pág.s. 409 ss. peligto de otro ("mise en danger délibérée de la personne d'auttui"), junto con la "imptudence" y la
'** Así, con razón, Roxin, 'rróndle-Pestschtift págs. 185 ss.; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 225; Jakohs, "négligence", como gtado intermedio entte el dolo eventual y la imptudencia cotisciente. Sobte la cuestión
Allg. Teil 21/114; Schonke/Schroder/Lenckner, nota pteliminar núm. 77 antes del § 13; Spendel, JuS 1974, vid. Pradel, Rev dr pén crim 73 (1993) págs. 928 ss.; el mismo. Le nouveau Code penal núms. 46 ss.
pág. 755 (quien, sin cmbatgo, postula pot la impunidad sobte la base de ottos atguinentos; vid. pág. 756). *^ Vid. los ejemplos citados poi Jescheck, Fahrlassigkeit págs. 14 ss., 19, 24; adcmis, Jeandidier, Droit
' ' Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1164.
penal general n ú m . 335 (promoción de la "diligencia exttetna"); Dieckmann, Das fahriássige Erfolgsdelikt
*" Vid. DiiUing, GA 1984, págs. 71 ss., con amplias tefetencias; Frhch, Tatbestansma(?igcs Vethalten im ftanzósischen Strafrecht págs. 72 ss.
págs. 162 ss.;Jakohs, Allg. Teil 21/1 l4a; Otw, rrondle-Eestschiift pág. 175; Roxin, Allg. Teil I § 11 uúms. ** Vid. BettiolJPettoello Mantovani, Diritto pénale p.ágs. 518 ss.; Nuvolone, Sistema págs. 278 ss. Si-
&(-> Si.; Schonke/Schr6der/Cra?ner, ^ 1 5 n ú m . 155; 5ír«', juS 1985, págs. 179 ss.; lí^/se//, Allg. Teil núm. 187;
guiendo ya la reciente dogmática aleinana FiandacalMusco, Dititto pénale págs. 403, 415; Mantovani, Dititto
Zaczyk, Selbstverantwortung des Vetletzen pág. 36. etílicamente en relación con la BGH 24, 342, Geilen,
pénale págs. 338 ss.; Forti, Colpa ed evento págs. 179 ss.; Romano, Commentario art. 4 3 C.p. núms. 51 ss.
JZ 1974, pág.s. 145.S.S.
El att. 43 C.p. sólo menciona la "negligenza", la "imprudenza" y la "imperizia", pero no suministra una
"' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 (N del T ) . definición de iinprudencia.
Vid. Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 472 ss. No obstante, la influencia de
620 § 55 El tipo de injusto del deliro i m p r u d e n t e § 55 Kl tipo de injusto del delito im[Triulentc 621

Derecho español reside cu su art. 565 C.p. que contiene un tipo general para la imprudencia ''" '". Tam- 111, 1908, pág. 373; Hirsch, Die l-'ntwicklung der Strafrcchtsdogmaiik nach Wclz^el, Festschrift füt die
bién en los Paíseí Bajos se discute el componente objetivo y subjetivo de la imprudencia bajo el concepto IJnivetsirat Kóln, 1988, |iág. y)'-);Jakohs, X'ctnieidbares Verhalten und Sttafrcchtssystem, Festschrift für H.
superior de la culpabilidad, con lo que surgen los mismos problemas que en la doctrina alemana'". La doc- Welzel, 1974, pág. 'i(yj\}escheck, Verhüuuigvon Straftaten gegen das Leben und die Kórperimcgritat durch
tfina heíga siguió anteriormente a la fran , pero aliora diferencia claramente entre la norma de cuidado Fahrlassigkeit, MSchrKrim (Sonderhcft zum IV. Congrés International de Défensc Sociale) 1956, pág. 38;
objetivamente vigente y la actitud psíquica del autor'''. En el Derecho penal anglo-americano la imptuden- Kahlo, Das Bewirken durch Unterlassen bei dritn-etmitteltem Rettungsgcschehen, GA 1987, pág. 66; Kahrs,
cia simple no basta para fundamentar el castigo, exigiéndose un mayor grado de negligencia que para la Das Vermeidbarkcitsprinzip und die conditio-sine-qua-non-Formel im Strafrecht, 1968; Karninski, Det
acción ilícita en Detecho civil a la que se denomina "criminal, culpable" o "gross negligence", de modo que objektive MaRstab im Tatbetsand des Fahriássigkeitsdelikts, 1992; Kamps, Arztliche Atbeitsteilung und
la responsabilidad criminal está notablemente resttingida '^. El Derecho brasileño menciona la imprudencia sttafrcchtliches Fahtlassigkeitsdelikt, 1981: Arthur Kaufmann, Die Bedeutung hypothetischer Erfoigsursachen
sin definirla en el art. 18 11 C.p., mientras que la docttina se adhiere a la nueva dogmática alemana'*. im Sttafrecht, Festschrift füt Eb. Schmidt, 1961, pág. 200; el mismo, Kritisches zur Risikoerhohungslchre,
Fcst.schfift füt H . - H . Jescheck, Tomo 1, 1985, pág. 273; Kienapfel, Die Fahrlassigkeit usw, Zeitschtift für
Verkehrsrecht 1977, pág. 1; Kindhauser, Anmetkung zu OLG Karlsruhe vom 20.11.1984, JR 1985, pág.
480; Kirschbaum, Det Verttauensschutz iin dcutschen Stralenverkchrstecht, 1980; Krümpelmann, Schutzzweck
§ 55 El tipo de injusto del delito imprudente
und Schutzreflex der Sorgfaltspflicht, Festschrift für P. Bockelmann, 1979, pág. 443; el mismo, Zur Kritik
Baumann, Schuid und Veranrwortung, JZ 1962, pág. 4 1 ; Bindokat, Vetursachung durch Falirlassigkeit, der Lehre vom Risikovergleich usw., GA 1984, pág. 4 9 1 ; el mismo, Die normative Korrespondenz zwischen
JuS 1985, pág. 32; Bockelmann, Das Strafrecht des Arztes, en: Lehrbuch der gerichdichen Medizin, 3.» ed. Verhalten und Erfolg usw., Festschrift íüt H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 3 1 3 ; el mismo,
1 9 6 7 , pág. 1; Bohnert, Fahrlassigkeitsvorwurf u n d S o n d e r n o r m , J R 1 9 8 2 , pág. 6; Brammsen, Zutechnungsfragen bei mifilungcncr arztlichcr Fehlerkorrektur, JR 1989, pág. 353; Kühl, Anmerkung zu
Erfolgszurechnung bei unterlassener Gefahrminderung durch einen Garanten, M D R 1989, pág. 123; BGH 32, 228, JR 1983, pág. 32; Küper, Pflichrwidrigkeitszusammenhang beim Fahtlassigkeitsdelikt,
Burgstaller, Erfolgszurechnung bei nachtraglichem Fehlverhalten usw., Festschrift füt H . - H . Jeschcck, Tomo Festschrift füt K. Lackner, 1987, pág. 247; Kiipper, Grenzj:n der normativictenden Strafrechtsdogmatik, 1990;
I, 1985, pág. 357; v. Caemmerer, Das Probiem der überholenden Kausalitat im Schadensersatzrecht, Kuhlen, Ftagen einer strafrechtlichen Produkthaftung, 1989; el mismo, Zum Strafrecht der Risikogeselischaft,
Gesammelte Schriften, Tomo I, 1968, pág. 4 1 1 ; Deutsch, Fahrlassigkeit und erforderliche Sorgfalt, 1963; GA 1994, 347; Lampe, Tat und Unrecht der Fahrlassigkcitsdelikte, ZStW 101 (1989) pág. 1; Lenckner,
Ebert, Kausalitat und objektive Zurechnung, Jura 1979, pág. 561; Engelmann, Rechtsbeachtungspflicht und Technische Normen und Fahrlassigkeit, Festschrift lüt K. Engisch, 1969, pág. 490; Mannheim, Det MaKstab
rechtliche Schuid (Sonderdruck aus Festschrift fiir L. Traeger), 1926; Ebert, Rechtmafiiges Altetnatiwerhalten der Fahrlassigkeit im Strafrechr, Diss. Konigsbetg 1912; Maurach, Adaquanz det Vetursachung oder der
und scine Auswirkungen auf die Erfolgszurechnung im Strafrecht, 1991; Exner, Fahrlassiges Zusammenwirken, Fahriássigkeit? GA 1960, pág. 97; Mir Puig, Die "ex ante"-Bettachtung im Strafrecht, Festschrift für H . - H .
Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 569; Freund, Erfolgsdelikt und Unterlassen, 1992; 7? Frisch, Jescheck, Tomo 1, 1985, pág. 337; Mittasch, Der Nachweis der Ursachlichkeit beim fehlerhaften Risiko,
Das Fahtlassigkeitsdelikt und das Verhalten des Verletzten, 1973; W. Frisch, Tatbestandsmafiiges Verhalten DRechtsw 8 (1943) pág. 46; Mühlhaus, Die Fahrlassigkeit in Rechtsprechung und Rechts^ehre, 1967;
und Zurechnung des Erfolgs, 1988; Gallas, Die strafrechtliche Vetantwortlichkeit der am Bau Beteiligten, Münzberg, Verhalten und Etfolg ais Grund der Rechtswidiigkeit und Haftung, 1966; Neumann, Zutechnung
1963; Gimbernat Ordeig, Die innere und die auí$erc Problematik der inadaquaten Llandiungen usw., Diss. und "Vorverschulden", 1985; Niewenhuis, Gefahr und Gefahrvcrwirklichung usw., 1984; Nowakowski, Zu
Fiamburg 1962; Hall, Über die Kausalitat und Rechtswidrigkeit der Unterlassung, Erinnerungsgabe für M. Welzels Lehre von der Fahtlassigkeir, JZ 1958, págs. 335, 388; I'rittwitz, Sttafrecht und Risiko, 1993; Puppe,
Grünhut, 1964, pág. 213; Hanau, Die Kausalitat der Pflichtwidrigkeir, 1971; Henkel, Anmerkung zu OLG Kausalitat der Sorgfaltspflichtverletzung, JuS 1982, pág. 660; h misma, Zutechnung und Wahrscheinlichkeit,
Sruttgatt vom 17.2.1956, N J W 1956, pág. 1451; v. HippeL Vorsatz, Fahrlassigkeit, Irrtum, VDA, Tomo ZStW 95 (1983) pág. 287; la misma, Anmerkung zu BGH 33, 6 1 , JZ 1985, pág. 295; la misma, Die
Beziehung zwischen Sorgfaitswidrigkeit und Erfolg usw., ZStW 99 (1987) pág. 595; Radbruch, Aussetzung,
V D B , Tomo V, 1905, pág. 185; Ranft, Berücksichtigung hypothetischer Bedingungen beim fahrla.ssigen
Erfolgsdelikt, N J W 1984, pág. 1425; Roxin, Pflichrwidrigkeit und Etfolg bei fahtlassigen Delikten, Z S t W
la moderna doctrina alemán no se hace senrir; vid. Nuñez Barbero, El delito culposo págs. 102 ss.; Torio 74 (1962) pág. 4 1 1 ; el mismo, Litetatuibeticht, ZStW 78 (1966) pág. 214; el mismo, Gedanken zur
López, Anuario 1974, págs. 49 ss.; Mir Puig, Adiciones Tomo II págs. 790 ss.; Cobo del Rosal/Vives Antón, Problematik der Z u r e c h n u n g im Strafrecht, Festschtift für R. Honig, 1970, pág. 133; Rudolphi,
Derecho penal págs. 473 ss. Vorhcrsehbarkeit und Schutzzweck der Norm in der strafrechtlichen Fahriassigkeitslehre, JuS 1969, pág.
'O Vid. Córdoba Roda. ZStW 81 (1969) págs. 429 ss. 549; Samson, Hypothetische Kausalverlaufe im Srrafrechr, 1972; Schafjstein, Die Risikoerhohung ais objektives
" El Código penal de 1995, sin embatgo, ha iinplantado el sistema de numerus clausus en la puni- Zurechnungsprinzip usw., Festschtift füt R. Honig, 1970, pág. 169; Schlüchter, Zusainmenhang zwischen
ción de la imprudencia, vid. supra § 54 1 5 nota a pie núm. 29 (N del T ) . Pflichrwidfigkeit und Etfolg usw., JA 1984, pág. 673; Schróder, Anmerkung zu OLG Oldenburg vom
'^ Vid. van Bemmelen/van Veen, O n s sttafrecht págs. 139 ss.; Pompe, Das niedetlandische Strafrecht 1.12.1970, N J W 1971, pág. 1143; SchroederIKauffmann, Sport und Recht, 1972; Schünemann, Die Rcgeln
págs. 82 ss. Llevando a cabo una profunda exposición de la jurisprudencia sobre este aspecto, Hazewinkel- derTechnik ¡m Strafrecht, Festschtift für K. Lackner, 1987, pág. 367; Secbald, Nachweis der modifizierenden
SuringalRemmelink, Inleiding págs. 228 ss. Kausalitat des pflichrwidrigen Verhaltens, GA 1969, pág. 193; Spendel, Zut Unterscheidung von Tun und
" Vid. Cornil, ZfRV 1964, pág. 35. Untetlassen, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 183; el mismo, Conditio sine qua non-Gedanke und
''' Vid. Dupont/Verstraeten, Handboek núm. 443; HennaulVerhaegen, Droit penal génétal núm. 3 8 1 . Fahrla.ssigkeit.sdelikt, JuS 1964, pág. 14; StolU Kausalzusammenhang und Normzweck im Deliktsrecht, 1968;
'^ Acerca del Derecho inglés vid. Grünhut, Das englische Strafrecht págs. 195 ss.; Kenny/Turner, Stratenwerth, Arbeitsteiiung und a.'-zdiche Sorgfaltspflicht, Festschtift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 383; el
Outlines pág. 38 con jurisprudencia en nota a pie núm. 3; SmithlHogan, Criminal Law págs. 69, 93. La misino, Bemerkungen zum Prinzip der Risikoerhohung, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 227; Struensee,
Law Commission define varios grados de imprudencia en la cláusula 22, págs. 183 ss.; al respecto, Report Der subjektive Tatbestand des fahtlassigen Delikts, J Z 1987, pág. 5 3 ; Toepel, Kausalitat u n d
págs. 67 ss. En relación con el Derecho norteamericano Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 114 ss. Pflichtwidrigkeitsztisammenhang, 1992; Triffierer, Die "objektive Voraussehbarkeit" usw., Festschrift für P.
con referencias; LaFave/Scott, Substantive Criminal Law I págs. 329 ss.; Caspari, Die Fahrlassigkeit im Bockelmann, 1979, pág. 2 0 1 ; Ulsenheimer, Das Vethaltnis zwischen Pflichtwidtigkeit und F>folg bei den
ametikanischen Strafrecht, 1972; además,/«f/<fc/^, Fahrlassigkeit págs. 15, 19 ss. Fahrlassigkeitsdelikten, 1965; el mismo, Pflichrwidrigkeitszusammenhang und Vertrauensgrundsatz usw.,
Fragoso, Linóes págs. 228 ss. (definición en pág. 229); de Jesús, Comentátios, art. 18 comentario Festschtift für W. Weissauet, 1986, pág. 164; Volk, Anscheinsbeweis und Fahriá.ssigkeit im SttafprozcS, GA
núm. 2 a; <¿7 Costa jr., Comentarios, art. 18 comentatio núm. IV 3.
622 § 55 El tipo de injusio di-I dcliio imprudcnic' I. L;i i[ifr:ice"íón ác\ dchcr objetivo de cuidntlo 623

1973, pag. 161; WalAer, Dic Kau.salitar im Srrafrcchr, SchwZSir 93 (1977) p;íg. 1 13; Wasels. Aiinicrkung zu puede limitarse a un diagnósiico a distanci.i (IK!H 7, 211 |213]). Ame la evidente desatención o la falta de
HGH 2 1 , 59, J Z 1967, pág. 449; Wilhelm, l'roblcme dcr mcdizinl.sclicn Arl iciistcilung, Mcdi/.inrcclu 1983, percepción del riesgo por parte de personas ^iebilitadas, con los lúños y, bajo ciertas circunstancias, también
45; lii misma, Verantwortiing und Vertrauen bc¡ Arbcitstcilung in dcr Mcdiziii, 1984; WinniKr, Dic con los jóvenes, el conductor de im auromó\il Jebe estar advertido aiitc su p;iso repentino del borde de la calle
i-ahrliissigkcit bcini Vcrlctzuiigsdeliki, Z S t W 70 (1958) p;íg. 196; el niismii. Das Zufalisprolik-in bcim a la carretera (BCdí 3, 49 |51]; vid. también BGH 9, 92 [94]; OLG Hamburg VRS 57, pág. 187). En una
íahrki.ssigcn Vcrlctzuiigsdclikr, NJW 1958, pág. 521; E. A. Woljf. Kausaiitat voii liiii und Uiucrla.s.son, 1965; travesía con obras el auiomovilista debe coiit.ir con que un trabajador desprevenido .saiga a la carretera (OLG
Wulter, Objektivc und pcr.sonak' Zurcchnmig usw., 1981. Hanim VR.S 58, pág. 257). F.l conduoor del veliículo sólo puede llevar consigo niños pequeños conrando con
la pre.scncia de un acompañanrc (Ol.G Kadsruhc, Dic justiz 1976, pág. 435). Se exige una ptecaución especial
Vid,, además, las referencias bibliográficas ames del § 54
en el comienzo de la maniobra de adelantamiento en la autopista (BGH 5, 271 [274]), en la ejecución de una
maniobra marcha arras (OLG Koblenz VR.S 58, pág. 256), así como en el giro a la derecha para no poner en
peligro a los ciclistas (OLG Koln VRS 59, p.íg. 425). En la zona de circulación de una gran empresa el auto-
I. La i n f r a c c i ó n d e l d e b e r o b j e t i v o d e c u i d a d o
movilista debe conrar con el descuido del personal que allí ttabaja al atravesar un paso a nivel (OLG Karlsruhe
1. Toda n o r m a jun'ciica q u e dcckrra punibles c o i n p o r r a m i c n t o s i m p r u d e n t e s exige de cual- VRS 56, pág. 345). En la demostración instructiva de disparos con muiúción explosiva de armas distintas .se
q u i e r pensona el e m p l e o d e l c u i d a d o o b j e t i v a m e n t e d e b i d o ' q u e resulta necesario para evitar reqinere una antpiia y minuciosa precaución pata evitar accidentes (BGH 20, 31 5 [320]).
la realización del t i p o " . Sin e m b a r g o , p o r regla general los tipos penales i m p r u d e n t e s n o d a n b) El criterio a tener en cuenta en la atención q u e se exige al a u t o t para la identificación del
información acerca de la clase y m e d i d a del c u i d a d o aplicable, l a m b i c n en el Derecho avila § peligro es el de "una p e r s o n a c o n c i e n z u d a y juiciosa perteneciente al á m b i t o del q u e p r o c e d e
2 7 6 I 2 B C B c o n t i e n e sólo la definición general d e q u e actúa i m p r u d e n t e m e n t e " q u i e n d e s - el autor" ( R G Z 126, 3 2 9 [331]; B G H 7, 3 0 7 [309 .ss.]) y, en verdad,'en la situación concreta en la
a t i e n d e e n el tráfico el c u i d a d o e x i g i b l e " ^. Decisivo resulta, scgiin ello, lo q u e la c o m u n i d a d q u e aquél se ha colocado. E s t o significa q u e el tribunal d e b e indagar la peligrosidad d e la situación
e n t i e n d e c o m o diligencia y a t e n c i ó n "exigibles" para evitar lesiones de bienes jurídicos y n o lo y basar su decisión desde u n a perspecti\'a "ex ante", esto es, con anterioridad al acaecimiento del
que se deriva d e u n a práctica real q u e p u e d e ser negligente p o r m u c h o q u e se e n c u e n t r e e x t e n d i - d a ñ o ( B G H V R S 5, pág. 3 6 8 ; G A 1969, pág. 2 4 6 ; O L G Koln N J W 1 9 6 3 , pág. 2382)*^. En el
da en a m p l i o s círculos ( p o r e j e m p l o , en la a u t o p i s t a el n o respetar la distancia d e seguridad o la enjuiciamiento d e la identificación objetiva del peligro hay q u e tener t a m b i é n en c u e n t a los especia-
c o n t i n u a utilización del carril de a d e l a n t a m i e n t o , B G H 16, 145 1151]; vid. t a m b i é n R G 3 9 , 1 les conocimientos causales del autor como, por ejemplo, el conocimiento del maestro de q u e su a l u m n o
[4]). Esta fórmula del D e r e c h o civil t a m b i é n p u e d e ser acogida c o m o n o r m a básica del criterio al q u e le da una bofetada es hemofílico ( B G H 14, 52 |54]), el del c o n d u c t o r acerca de la peligrosi-
objetivo d e la i m p r u d e n c i a para c o m p l e t a r los tipos d e los delitos i m p r u d e n t e s ' ' . d a d d e u n cruce ( O L G Braunschweig V R S 13, pág. 286) o del h e c h o d e qtrc a u n a h o i a d e t e r m i -
n a d a los colegiales salen atropelladamente de u n edificio (vid. al respecto supra § 2 8 III 2) .
2 . a) El p r i m e r d e b e r q u e se deriva del m a n d a t o general d e c u i d a d o consiste e n identificar
y valorar c o r r e c t a m e n t e los p e l i g r o s q u e acechan al bien j u r í d i c o p r o t e g i d o , pues todas las p r e - Ejemplos: De acuerdo con lo dicho hav que atender al patrimonio de conocimientos del "automovilis-
cauciones destinadas a evitar u n dai'io d e p e n d e n de la clase y m e d i d a del c o n o c i m i e n t o del peli- ta concienzudo" en el tráfico de la autopista (BGH 16, 145 [161]), del "automovilista de carreras reflexivo"
gro a m e n a z a n t e . Se trata, p u e s , d e u n " c u i d a d o i n t e r n o " q u e Binding ha d e n o m i n a d o c o m o u n en la competición de Nürburg ( B G H Z 5, 318 [320]), del "conductor consciente y responsable de un ca-
"deber d e examen p r e l i m i n a r " 5. Éste consiste en la observación d e las c o n d i c i o n e s bajo las cuales mión pesado" antes de su entrada en una larga pendiente (BGH 7, 307 [309]), del "terapeuta concienzudo
tiene lugar la acción, en el cálculo d e su evolución y d e las posibles modificaciones d e las cir- que no es médico" y que se encuentra frente a un peligroso cuadro clínico (RG 67, 12 [23]), del "ofickal a!
cunstancias c o n c o m i t a n t e s , así c o t n o en la reflexión acerca d e c ó m o p u e d e desenvolverse y re- que se le encomienda el mando ejecutivo" en un ejercicio de prácticas de tiro de precisión ( B G H 20, 315
[319]), del "experimentado médico especialista" (BGH ] Z 1987, pág. 879). Vid., .además, la rica casuística
percutir el riesgo identificado. A d e m á s , p a r a el g r a d o d e a t e n c i ó n q u e resulta exigible s o n espe-
contenida en SchonkelSchroderlCramer, § 15 núms. 206 ,ss. y en LK(1 ¡."¡(Schroeder) § 16 núms. 195 ss.
cialmente i m p o r t a n t e s la cercanía del peligro y el valor del bien jurídico expuesto al riesgo.
Sin e m b a r g o , n o p u e d e n plantearse exigencias desorbitadas ( R G Z 1 6 9 , 2 1 5 ) puesto que a
Ejemplos: En la venta de cerillas a un niño hay que atender a su edad, a la credibilidad de actuar por
encargo de sus padres y a las circunstancias domésticas (RG 76, 1 [i]). En la comunicación relefónica de los ^ En este sentido se pronuncia la doctrina mayotiiaria; vid. l.arcnz, Schuldrecht Fomo I pág. 285;
síntomas de una enfermedad grave el medico debe contar con el peligro para la vida que ello supone y no Blei, Allg. Teil págs. 300 ss.; Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsátze pág. 220 nota a pie núm. 27; Burgstaller,
Das Fahrlassigkeitsdelikt págs. 31 ss.; Deutsch, Fahrlassigkeit págs. 128 ss.; Engisch, Vorsatz und Fahdassigkcit
' Acerca de la tesis de Schmidhtiuser sobre la existencia de "delitos imprudentes sin infracción del págs. 283 .ss., 334 ss.; Gallas, Beitrage págs. 53 ,ss.; Kühl, Alig. Teil § 17 núms. 25 ss.; LK(1 l.')(Schroeder)
detier de cuidado" vid. supra § 54 I 4 nota a pie núm. 17. § 16 núms. 150 ss.; SchonkelSchroderlCramer § 15 núms. 135 ss.; Eackner, § 15 núm. 37; Kaminski, Der
Acerca de la norma jurídica como pauta de comportamiento a seguir también en las reacciones olijektive Maf?stab págs. 121 ss.; Nowakowski, ]?>\ 1972, págs. 31 ss.; Welzel, Fahda,ssigkeit und Verkehrsdelikte
involuntarias,>¿o¿í, Wcizel-Festschrift págs. 309 ss.; Stratenwerth, Allg. Teii I núm. 142; SchónkelSchr'óderl págs. 24 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 669; Zieltnski, Handlungs— und Erfolgsunwert págs. 168 .ss. Acerca de
Cramer, § 15 núm. 124. la consideración "ex ante" vid también Mir Puig, jescheck-Festschrift Tomo 1 págs. 341 ss. Acerca del crite-
^ Al respecto vid. Larenz, Schuldrecht Tomo 1 págs. 282 ss.; Eniieccerus/Nipperdey, Allgemeiner 'léil rio individual-subjetivo de Stratenwerth y otros vid. supra § 54 I 3 nota a pie núm. 13.
Tomo If págs. 1307 ss. " Así, acertadamente, Welzel, Lehrbuch pág. 132; Burgstaller Das Fahrlá.ssigkeitsdelikt págs. 64 ss.;
•^ BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 159 ss.; Bockelmann, Vcrkehrsrechtiichc Aufsátze pág. 203; v. Hippel, SchonkelSchroderlCramer § 15 núm. 139; Wessels, Allg. 'léil núm. 670. Según Struensee, ]Z 1987, págs. 57
V D A T o m o llf pág. 569; Welzel, FaiiHassigkeit und Verkehrscíelikte pág. 15. ss., en los delitos imprudentes el momento final reside en los "conocimientos especiales".
' Binding, Normen Tomo I págs. 4 9 9 ss., 530 ss., 546 ss.; el mismo, Die Schuid págs. 120 ss. Vid., '^ V. Bar, Gcsetz und Schuid Tomo II págs. 456 ss.; v. Hippel. VDA Tomo III pág. 570; Larenz,
además, Engisch, Vorsarz und Fahrlassigkeit págs. 269 ss.; Deutsch, Fahrlassigkeit págs. 94 ss.; Nowakowski, SchuldrcchtTomoIpág. 28,3; AftfwnAíVm, Fahrlassigkeit pág. 44; VKítícr, ZBJV 104 (1968) p.íg. 171; Wessels,
JBI 1972, pág. 30; LK(ll.")(Schroeder) ^ 16 núms. 127 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 668. All" Teil núm. 670.
624 § 55 H! tipo de injusto tic! tk-li(o iniprudcinc I. 1.a infracción del deber objetivo de cuidado 625

la vida c o t i d i a n a t a m b i é n le es i n h e r e n t e tin c i e n o nivel de tiesgo (vid. supra § 25 IV 1). Sola- alguien, a pesar de carecer de c o n o c m i i e n t o s en la materia, lleva a c a b o o a s u m e u n a acción q u e
m e n t e es c o n t r a r i o al c u i d a d o exigible la superación del limite del nesgo permitido tal y c o m o la p o d t í a ser confiada sin más a alguien e x p e r i m e n t a d o (vid. RG 5 9 , 3 5 5 [ 3 5 6 ] ; 6 7 , 12 [20] en
doctrina niayoritaria describe el límite del c u i d a d o o b j e t i v a m e n t e i m p u e s t o en la situación c o n - relación c o n n a t u r ó p a t a s no habilitados; B G H V R S 5, 4 7 7 , sobre u n automovilista extreinada-
c r e t a ' . Si u n a acción d a ñ i n a se m a n t i e n e d e n t r o de este marco e n t o n c e s faltará la inobservancia nicEite cansado; O L G H a n i m V R S 2 5 , 4 5 5 , acetca d e u n p r i n c i p i a n t e en la c o n d u c c i ó n a i u e
del c u i d a d o c o m o e l e m e n t o del t i p o . c o n d i c i o n e s de circulación especialmente difíciles; B G H J R 1986, 2 4 8 [250] y N J W 1984, 6 5 5
[657] relativas a m é d i c o s qtie están c o m e n z a n d o a a p r e n d e r su especialidad; B G H 10, 133 [134]
Ejemplos: El conductor no tiene por qué contar con un fallo extraordinario y difícilmente ideniificalilc
en relación c o n el c o m e r c i a n t e q u e v e n d e publicaciones peligrosas para los jóvenes; B G H N J W
en el material de su camión-remolque (BGH 12, 75 [80]), pero sí debe hacedo el espectador de un teatro que
deja su pistola cargada y sin seguro en el bolsillo de su abrigo que deposita en el guardarropa y que puede ser [en materia civil] relativa a u n médico asistente en formación q u e lleva a c a b o p o r sí sólo u n a
disparada por otro de forma descuidada (RG 34, 91 [94]). Se va demasiado lejos si se exige que el conductor o p e r a c i ó n difícil).
de un camión, que ha sido retenido por la policía a causa de un defecto en la iluminación de su vehículo, no
b) M á s frecuente es, sin e m b a r g o , el caso en el q u e la acción peligrosa p u e d e ser llevada a
pueda confiar en que los funcionarios mantengan encendidas sus luces de seguridad h.ista que se localiza la
c a b o p o r sí m i s m a p o r q u e , a causa de su utilidad social en la vida d e la sociedad m o d e r n a , n o
ayuda necesaria (BGH 4, 360 1363]); y lo mismo sucede cuando se condena por homicidio imprudente al
p u e d e prescindirse d e ella; así sucede con el e m p l e o d e m e d i o s veloces d e t r a n s p o r t e , la utiliza-
constructof de una vivienda expuesta al tiesgo de incendio si uno de sus habitantes mucre a consecuencia del
fuego que dolosamente ha sido provocado por otro (RG 6 1 , 318). FJ automovilista no tiene por qué contar ción de m á q u i n a s peligrosas en la industria, el uso de m e d i c a m e n t o s tóxicos en la medicina, el
con que los peatones que transitan pot un extremo de la calle y que ya le habían visto, atraviesen repentina- uso d e pistas d e ski d o n d e se p e r m i t e el deslizamiento a alta velocidad (vid. infra § 5 5 I 3 d n o t a
mente la vía (BayObLG VRS 52, 371; 55, 183), niel titular de un automóvil con el hecho de que un conduc- a pie m i m . 15). El d e b e r de c u i d a d o consiste a q u í en emplear, c o n ocasión d e la ejecución d e la
tor conocido suyo haya sido entretanto privado de su permiso de conducir (BayObLG VRS 54, pág. 204). acción, todas las medidas necesarias de precaución, control y supervisión para e l i m i n a r así el riesgo
v i n c u l a d o a aquélla o, al m e n o s , para m a n t e n e r l o d e n t r o d e sus límites ( c u i d a d o c o m o actua-
3 . D e la identificación del peligro se deriva el d e b e r de desarrollar u n c o m p o r t a m i e n t o ex-
c i ó n precavida e n s i t u a c i o n e s de peligro) '^. C u a n t o m á s g r a n d e es el valor social d e la acción
t e r n o a d e c u a d o , con la finalidad de evitar así el acaecimiento del restiltado típico ( " c u i d a d o ex-
llevada a cabo p o r el a u t o r mayores son ios peligros q u e p u e d e n ser a s u m i d o s en la ejecución d e
terno") 10.
la acción (por e j e m p l o , en la navegación espacial, en los e x p e r i m e n t o s m é d i c o s autorizados .sobre
a) E n el s u p u e s t o más sencillo el d e b e r d e c u i d a d o consiste en tener q u e abstenerse d e u n a personas o en la utilización pacífica de la energía a t ó m i c a ) .
acción q u e es adecuada para la realización del tipo q u e describe el delito i m p r u d e n t e ( c u i d a d o
Ejemplos: El médico debe emplear métodos de ttatamiento cuya especial eficacia está reconocida, aun-
c o m o o m i s i ó n de acciones peligrosas) " .
que su uso se desvíe de su ptopia opinión profesional (RG 74, 60; BGH N J W 1960, pág. 2253). Posee,
Ejemplos: Si, a pesar de la desinfección, determinadas materias primas no han dejado de ser peligrosas además, el deber de controlar la transmisión correcta de sus órdenes (BGH 3, 91 [96]; 6, 282 [286]) y un
su utilización no debe tener lugar (RG 63, 211 [214]). Ante el progresivo agravamiento del cuadro clínico deber de vigilancia y supervisión sobre el personal nuevo o el carente de formación (BGH N J W 1955, pág.
el autor que emplea el tratamiento de la "curación mediante rezos" debe abstenerse de seguir aplicándolo 1488). Rigen debetes especiales de precaución sobre el conductor que sale marcha atrás de los inmuebles
(RG 50, 37 [42]). Nadie puede acordar con una persona ebria la celebración de una carrera de motos (BGH (BGH 2, 226 [229]), que gira a la izquierda para acceder a los mismos (BGH 15, 178 [182 ss.]) y en el
7, 112 [115]). Las acciones que a causa de su peligrosidad están prohibidas con carácter general se contie- estacionamiento de los vehículos en la montaña (BGH 17, 181 [185]). El esquiador debe conocer y respe-
nen en los tipos de los delitos contra la seguridad del tráfico (§§ 315 ss.). tar las reglas de prevención de accidentes de la Federación Internacional de Ski (FIS).

U n s u p u e s t o especial de infracción del d e b e r d e o m i s i ó n viene d e t e r m i n a d o p o r la "culpabi- c) El c u i d a d o necesario p u e d e consistir, a d e m á s , en el c u m p l i m i e n t o d e deberes de prepara-


lidad por asíincióri' . U n a c o n t r a r i e d a d objetiva al d e b e r p u e d e residir ya en el caso en el q u e ción e información a n t e s de la ejecución de la acción peligrosa ( c u i d a d o c o m o c u m p l i m i e n t o
d e u n d e b e r de i n f o r m a c i ó n ) '^. A q u í se trata d e q u e el a u t o r se p r o c u r a a t i e m p o los c o n o c i -
m i e n t o s , experiencias y capacidades sin los cuales la realización de la acción sería u n a irresponsa-
' Así, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 161; Engisch, DJT-Festschrift págs. 41 ss.\Jakobs, Allg. Teil 9/ bilidad a causa del riesgo v i n c u l a d o c o n ella. Los deberes a tener en c u e n t a varían en función d e
7; Roxtn, Allg. Teil I § 24 núm. 11; SchbnkelSchróderlLenckner, nota preliminar mim. 94 anres del § 32;
su clase y extensión. P u e d e tratatse t a n t o de u n e x a m e n r á p i d o del caso c o n c r e t o ( p o r ejemplo,
Welzel, Lehrbuch pág. 132. No obstante, con acierto mantiene LK(1L") (Hirsch) nota preliminar niim. 32
la elevación de u n a historia clínica, B G H 2 1 , 59) c o i n o t a m b i é n d e u n a p e r m a n e n t e formación
antes del § 32, que el concepto del riesgo permirido en este contexto es sistemáticamente prescindible (lo
especializada. El d e b e r de información p u e d e consistir e s p e c i a l m e n t e en c o m p r e n d e r el alcance
que no sucede supra § 36, donde el riesgo permitido se presenta como un principio estructural común de
determinadas causas de jusrificación). d e disposiciones jurídicas y otras n o r m a s de c o m p o r t a m i e n t o impuestas para u n a actividad d e -
' Vid. Engisch, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 273 ss. El hecho de que el "cuidado externo" sea terminada.
sólo consencuencia del "interno", tal y como o\)]ca Jakohs, Studien págs. 62 ss., queda fuera de toda duda Ejemplos: El obligado tributario debe asesorarse sobre la materia para conocer el alcance de su deber
pero ello no dice nada en contta del valor de la distinción. impositivo (RG 57, 329; 59, 53 [54]; 6 1 , 259 [263]). El comerciante de metales viejos debe enterarse del
'' Vid. Engisch, Vorsatz und Fahdassigkeit págs. 283 ss.; Nowakowski, JZ 1958, pág. 337.
'^ Al tespecto vid., más detalladamente, Bockelmann, Verkehrsrechtiiche Aufsatze pág. 21 \; Jakobs,
Allg. Teil 9/14; Maurach/Góssel/Zipf, Allg. 'leil II § 43 núms. 62 ss.; Roxin, Allg. Teil ! § 24 núms. 34 ss.; '^ Vid. Engisch, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 290 ss.; Wimmer, 'ZSi^ 70 (1958) págs. 214 ss.;
DreherlTrondle, § 15 núm. 16; LK (¡¡."XSchroeder) § 16 núms. 141 ss.; Kühl, Allg. Teil § 17 núm. 35; suministrando jurisprudencia relativa a accidentes de ski, SchdnkelScbroderlCramer, § 15 núms. 221 ss.
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1105; Neumann, Zureclinung pág. 186; H. Mayer, Lehrbuch pág. 271; Schónkel '"^ Engisch, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 306 ss.; Binding, Notmen Tomo IV pág. 5 0 1 ; Engelmann,
SchroderlCramer, § 15 núm. 198; Schnñdhiiuser, Allg. léil pág. 444; Wessels, Allg. Teil núm. 668. Rechtsbcachtungspflicht págs. 37 ss.
626 § 55 HI lipo de injusio (icl JcHlo iinpriKlcnlc 11. Acaecimiento, causacié)n \ previsibiíidad del resultado 627

i)rií;cii del hierro vendido aiirc la sospecha sobre su procedencia (RCi 60, 349 13501 aicna del «í 18 UnedMCj d o , es necesario a t e n d e r al principio de la d i v i s i ó n del trabajo q u e modifica u n o p o r u n o los
Iderogado]). HI médico debe atender a los avances Je la medicina y al desarrollo de los iiietlicamemos (RCi
principios acerca de la responsabilidad por i m p r t i d e n c i a de u n i'mico i n t e r v i n i e n t c , y q u e hace
64, 263 |269]; 67, 12 [23]). Las partes del [iroceso deben pre|)arar sus declaraciones ame el iribunal [lara
posible u n a distribución sensata de las tareas a m e la c o n c u r r e n c i a d e varias p e r s o n a s c o m o , p o r
poder corregir a tiempo una imagen falsa del recuerdo (RG 62, 126 |23J). Id conducior debe informarse
acerca de lodas las disposiciones del Derecho vial í|ue pueden ser decisivas para él; ello rige sohre iodo para ejemplo, e n t t c el m é d i c o y el personal auxiliar (vid. B G H N J W 1 9 5 5 , 1 4 8 7 [14881; B G H 6,
los \-iajes en el extranjero. 2 8 2 [ 2 8 8 ] ; O L G H a m m N J W 1969, pág. 221 1) -". El superior d e b e escoger, guiar y supervisar
cuidado.samcnte a sus colaboradores, pero t a m b i é n p u e d e limitarse sólo a su función si n o c o n -
d) El d e b e r d e a t e n d e r el c u i d a d o e x t e r n o se deriva, a n t e t o d o , d e la regla general consis- curren p u n t o s d e apoyo visibles que d e n o t e n actuaciones fallidas. Por su p a t t c , el s u b o r d i n a d o
tente en q u e cualquiera tiene q u e c o m p o r t a r s e d e m o d o q u e evite la lesión d e los intereses p r o t e - d e b e confiar en la corrección d e las indicaciones que se le s u m i n i s t r a n . Los m é d i c o s especialistas
gidos de los d e m á s . Se exige, p o r t a n t o , el c o m p o r t a m i e n t o i m p e d i t i v o del d a ñ o que se a d a p t e a
q u e intervienen en u n a operación p u e d e n confiar por p r i n c i p i o en el trabajo correcto de t o d o s
la situación qtic c o r r e s p o n d a (vid., verbigracia, cu relación con la práctica del ski O L G K o l n
los colegas intervinientes ( B G H N J W 1 9 8 0 , 6 4 9 [650]).
N J W 1962, pág. 1 1 1 0 ; O L G K a r l s r u h e N J W 1 9 6 4 , p;íg. 55) '5. En distintos á m b i t o s de la vida
las n o r m a s de c u i d a d o han sido d e t e r m i n a d a s d e t a l l a d a m e n t e . Esto rige especialmente para el
tráfico viario d o n d e la S t V O y la S t V Z O c o n t i e n e n los tesultados d e la latga experiencia en la II. A c a e c i m i e n t o , c a u s a c i ó n y p r e v i s i b i í i d a d d e l r e s u l t a d o
lucha contra los riesgos derivados del tráfico de vehículos ( B G H 12, 7 5 [78]). U n a regla c o m -
p l e m e n t a r i a d e origen c o n s u e t u d i n a r i o q u e rige el tráfico viario es el p r i n c i p i o de confianza "^. 1. El a d v e n i m i e n t o del resultado típico pertenece t a m b i é n al t i p o del delito d e resultado
En otros á m b i t o s la.s reglas d e c u i d a d o están c o n t e n i d a s en r e g l a m e n t o s d e policía, regímenes i m p r u d e n t e que, al igual q u e en los delitos dolosos, p u e d e ser u n resultado ríe lesión tt un resulta-
interiores d e empresas o en las disposiciones de m u t u a s profesionales dirigidas a la p r e v e n c i ó n de do de peligro concreto (vid. stipra § 2 6 II 2).
accidentes d e ttabajo '''. A s i m i s m o , para el t r a t a m i e t i t o d e e n f e n n e d a d e s rigen reglas d e general Ejemplos: Son delitos de lesión imprudentes el homicidio iiriprudente (§ 222), lesiones corporales im-
r e c o n o c i m i e n t o '^. prudentes (§ 230 - ' ) , incendio imprudente (§ 309 ' ' ) . Delitos itnprudentes de peligro concreto son la pro-
ducción de un peligro de incendio (§ 3 1 0 a - ' ) , el ocasionainiento de un peligro en la construcción (§ 323
Ciertamente, la infracción de normas especiales no supone en rodos los casos que el autor haya actuado
IV-"*), el peligro grave contra el medio ambiente (§ 330a IV) y los distintos tipos de la puesta en peligro
imprudentemente (RG 56, 343 [349]; 76, 1 [2]; BGH iMDR 1951, pág. 274), pero la contravención de
imprudente del tráfico viario (§§ 315 IV-5, V, 315a III, 315b IV, V, 3 I 5 c III). Contienen delitos impru-
disposiciones vinculantes constituye desde luego un "indicio probatorio" a favor de la existencia de una in-
dentes de peligro abstracto: §§ 163, 316 II, 327 111 y los §§ 3-6, 2) GjS (BGH 8, 80 [89]; 10; 133).
fracción del deber de cuidado ( R G 6 7 , 12 [21]; BGH 4, 182 [ 1 8 5 ] ) " . De orro lado, la observancia de las
disposiciones existentes no es siempre suficiente cuando la especialidad de la situación exige más de lo pre- a) El c o n t e n i d o d e injusto de la infracción del d e b e r de c u i d a d o n o es ni i n c r e m e n t a d o ni
visto por la norma (RG 59, 341 [342]; 77, 28 [31]). Y así, el § 1 II StVO modifica, en su caso, cualesquiera d i s m i n u i d o p o r el a c a e c i m i e n t o o la ausencia del resultado; la acción sigue s i e n d o i n a d e c u a d a
otras reglas vigentes en el Derecho de tráfico (vid. rairibicn el § 11 II StVO). atin c u a n d o n o "sucede" n a d a y, c o m o a m e n t i d o es sabido, c o n s t i t u y e tan sólo u n a o b r a del azar
e) Al igiral qtie en la identificación del peligro a q u í t a m b i é n resulta aplicable el criterio del si p o r m e d i o d e la i m p r u d e n c i a se m a t a o se lesiona a alguien o si, sencillamente, t o d o finaliza
c o m p o r t a m i e n t o d e u n a persona c o n c i e n z u d a y juiciosa q u e pertenezca al á m b i t o al qtie p e r t e - bien ^'^. A pesat d e este "factor casuaV '" no es c o t r e c t o considerar el a d v e n i m i e n t o del tesultado
nece el autor, bajo u n a consideración "ex a n t e " d e la situación. E n relación a la cuesrión d e a c o m o u n a c o n d i c i ó n objetiva d e p u n i b i l i d a d ^*, ni t a m p o c o restarle i m p o r t a n c i a en a t e n c i ó n a la
quién le c o r r e s p o n d e la responsabilidad p o r el c u m p l i m i e n t o d e un d e t e r i n i n a d o deber d e c u i d a - antijuricidad d e la i m p r u d e n c i a - ' . Por el c o n t r a r i o , la a c c i ó n y el resultado están e s t r e c h a m e n -
te vinculados el u n o c o n el o t r o '^, pues p o r u n a parte existen los deberes d e c u i d a d o que tienen

'^ Acerca de las normas consuetudinarias para el deporte de ski vid. Lossos, Pichler, Piidrutt, en: ^^ Vid. Stratenwerth, Eb. Schmidt-Festschrift págs. 393 .ss.; Schdnke/Schroder/Cramer, § 15 núms. 15!
ScbroederlKaufmann, Sport und Recht págs. 57 ss., 83 ss., 100 ,ss.; vid., además, las reglas de la Federación ss. Acerca del importantísimo problema de la división del rrabajo en la medicina vid., especialmente, Kamps,
Internacional de Ski (pág. 264) (vid. supra § 55 I 3b). Árzdiche Arbeitstcilung, 1981; 1%7/WOT, Aibeitsteilung in der Medizin, {984; bs mismos, Mcdizinrecht 1983,
' Según este principio, el conductor que circula correctamente no tiene por qué contar con el com- pág. 45.
portamiento infractor de otras personas implicadas en el tráfico viario, en tanto que lo contrario no resulte 21La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del F).
evidente o pueda esperarse conforme a las reglas de la experiencia (BGH 7, 118 [121 ss.]; vid. al respecto, 22La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306d (N del I ) .
SclwnkelSchroderlCramer, § 15 ntjms. 21 1 ss.; M o f o , Allg. Teil 7/51 ss.; SK[Samson] % 16 anexo mtm. 2 1 ; li La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306f (N del 1).
LK(11 ."XSchroeder) § 16 míms. 168 ss.; Kirschbaum, Der Vertraiiensscliutz, 1980; Kühl, Allg. Teil § 17 24 La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 319 IV (N del 'F).
ntáms. 36 ss.; Roxin, Allg. Teil ¡ § 24 núms. 21 ss.). 25 La remisión debe entenderse realizada al vigente § 31 5 V (N del I ) .
'"' Vid. Boh/iert, ]ll 1982, págs. 6 ss.; Gí/foí, Verannvorriichkeit der am Bau Beteiligten pág. 56;Jesclieck, 26 Vid. Engisch, Vorsatz und Fahtlassigkeit págs. 341 ss.
M,<;chrKrim 1956, págs. 46 ss.; Lackner, § 15 núm. 39. Acerca de las normas técnicas (DIN-, VDE-, V D l - ^^ Vid. Exner, Fahtlassigkeit pág. 83; Radbnich, VDB Tomo V pág. 201 nota a pie núm. 2; Binavince,
Normen) vid. Lenckner, Engisch-Festschrift págs. 492 ss. Die vier Móntente págs. 203 ss.; Donatsch, Sorgfaltsbemessung págs. 4 9 ss.
'* Sobte ello vid. Bockelmann, I.5as Strafrecht des Arztes págs. 39 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 '•'^ Acerca de las teorías que en los delitos imprudentes pretenden comprender el resultado como una
núm. 219. condición objetiva de punibilidad vid. supra § 54 1 4 nota a pie núm. 18.
" Vid., más detalLadamente, Volk, GA 1973, págs. 170 ss.; Lenckner, Engisch-Festschrift págs. 502 ^' Así, sin embatgo, Welzel, Fahdassigkeit und Vetkehtsdelikte pág. 2 1 ; el mismo, l.ehtbuch pág. 136.
ss.; Schünemann, Lackner-Festschrift págs. 389 ss.; Kuhlen, Produkthaftung pág. 121. '" Vid. Donatsch, Sorgfaltsbemessung pág. 50 con referencias adicionales.
628 § 55 El tipo de injusto del delito ini¡")rtidcntc II. Aciieciniieiito. causación y previsibilidati del resultado 629

por h n a ü d a d evitar d e t e r m i n a d a s lesiones o peligros y, por otra, el peligro q u e se cierne sobre el aa) H a y q u e negar la relación de anrijiuicidad allí d o n d e a pesar de q u e el resultado típico
objeto p r o t e g i d o d e la a c c i ó n d e t e r m i n a la clase y m e d i d a d e la actividad exigible; a s i m i s m o , la ha sido causado p o r el c o m p o r t a m i e n t o del a u t o r negligente, sin e m b a r g o , aquel hubiera sobre-
infracción del d e b e r de c u i d a d o d e b e h a b e r r e p e r c u t i d o p r e c i s a m e n t e sobre el resultado acaecido v e n i d o de igual m o d o con ima c o n d u c t a diligente (caso del c o m p o r t a m i e n t o alternativo a d e -
(vid. iíijra § 55 11 3) y este tiltimo h a b e r sido previsible en el m o m e n t o de la acción; n n a l n i e n i e , c u a d o a D e r e c h o , vid. supra § 2 8 IV 5) " .
p o r m e d i o del resultado n o sólo se d e t e r m i n a si se castiga al autor, s i n o t a m b i é n a cansa d e (]ué y Ejempífís: Un farmacéutico continúa suministrando en diversas ocasiones un medicamento tóxico sin la pre-
en q u é m e d i d a d e b e hacerse . El "resto d e la r e s p o n s a b i l i d a d p o r el r e s u l t a d o ' q u e sigue sentación de una nueva receta, lo que conduce a la muerte de! paciente; existía sin embargo la probabilidad de que
perviviendo en el injusto d e resultado del h e c h o i m p r u d e n t e sólo consiste en q u e q u i e n ha t e n i - el médico que dispuso el rratamiento hubiera renorado la receta a petición de aquél al no existir un morivo exter-
d o .suerte, o es castigado m á s l e v e m e n t e o n o lo es e n a b s o l u t o , a pesar d e q u e t a m b i é n le es no por el que interrumpir la cura (RG 15, 151 [155]). Erróneamente, en la anestesia de una operación se utiliza
i m p u t a b l e la infracción del c u i d a d o o b j e t i v a m e n t e d e b i d o . cocaína en lugar de novocaína con lo que el paciente fallece; sin embargo, habría muerto igualmente aunque se
hubiera utilizado la novocaína a causa de su hipersensibilidad a todo tipo de narcóticos (RG HRR 1926, núm.
b) La comprensión de los delitos imprudentes de peligro es dificultada por el hecho de que se debe 2302). Un fabricante permite que se trabaje con pelo infectado de cabra china lo que conduce a la muerte de
trab.aj.ir con un doble concepto de peligro ^^. Por una parte, la infracción del deber de cuidado exige que la vanas empleadas a consecuencia de una infección de carbunco; no obsranre, con la desinfección no se habría
acción haya comportado un peligro para el bien jurídico protegido de acuerdo con el criterio de un observa- excluido completamente el contagio (RG 63, 211 [213]). Un naturópata envía demasiado tarde a ser sometida a
dor razonable y, por otra, el resultado consiste precisamente en que fue puesto en peligro un objeto de la un tratamiento clínico a una paciente enferma de aíncer, de forma que ya no es posible un auxilio eficaz; sin
acción determinado por medio de la infracción del cuidado. Ambos conceptos de peligro se diferencian en embargo, probablemente tampoco se habría salvado con una operación a tiempo (RG 75, 324). El conductor de
que hay que enjuiciar de modo abstracto la peligrosidad de la acción para verificar si, de acuerdo con su un camión adelanta a un ciclista dejando una distancia de seguridad demasiado pequeña por lo que cae bajo su
naturaleza, pudo haberse menoscabado el bien jurídico protegido; en cambio, la puesta en peligro del obje- remolque y muere; el accidenre habría renido también lugar con una alta probabilidad aunque se hubiera circula-
to de la acción debe ser comprobada de forma concreta para determinar si se ha alcanzado la zona de eficacia do correaamente pues el ciclista estaba considerablemente embriagado (BGH 11,1). Si un automovilista entra
de la acción peligrosa. de modo gravemente contrario a las normas de tráfico en el lugar de un accidente provocando un nuevo siniesrro
Ejemplo: Está prohibido adelantar antes de un cambio de rasante y su realización se sanciona como y además ocasiona un tercer incidente en el que, de todos modos, no se habría dado cuenta de la existencia de un
infracción administrativa aunque no venga ningún vehículo en dirección contraria (§§ 5 II 1, 49 I núm. 5 triángulo de emergencia, se le hace responsable por el primero que provoca pero no por el segundo (BayObLG JZ
StVO). Pero si esto último sucede entonces se alcanza la zona de eficacia del adelantamiento indebido y 1982, PÁG. 731). Vid., tajubién BGH VRS 21, 341 (342); BGH 2 1 , 59 (61); OLG Karlsruhe DAR 1984, pág.
existe una puesta en peligro imprudente del tráfico viario (§ 315c I núm. 2b, III núm. 2) si el autor ha 19; OLG Hamm DAR 1963, pág. 245. Una exculpación del autor tampoco tiene lugar si el mismo resultado
actuado, además, desconsideradamente y de forma gravemente contraria a las reglas del tráfico. hubiera sido causado por un rercero (BGH 30, 228 [331 ss.] con comentario de Puppe]uS 1982, pág. 660 y de
Kiíhl,]K 1983, pág. 32) y, naturalmente, tampoco cuando hubiera sido evitable con una conducción'adecuada a
2. El resultado debe, a s i m i s m o , haber sido provocado causalmente p o r la acción del autor. la normativa (OLG Stuttgarr Diejustiz 1985, pág. 407).
a) El p r i m e r p r e s u p u e s t o d e la i m p u t a c i ó n objetiva es la r e l a c i ó n de c a u s a l i d a d q u e se
Sólo existen dudas en t o r n o a la solución d e estos supuestos c u a n d o n o p u e d e ser aclarado
d e t e r m i n a de a c u e r d o c o n las reglas generales de la teoría de las c o n d i c i o n e s (fórmula de la condi-
c o n u n a p r o b a b i l i d a d rayana en la certeza si el resultado h u b i e r a sido evitable en el s u p u e s t o d e
ción adecuada a las leyes de la naturaleza, vid. supra § 2 8 II 4) ^•'.
q u e concurriera u n c o m p o r t a m i e n t o diligente. D e a c u e r d o c o n la d o c t r i n a d o m i n a n t e , a la
b) Sin e m b a r g o , para la i m p u t a c i ó n del tcsultado n o es suficiente c o n q u e este n o h u b i e r a
t e n i d o lugat d e h a b e r estado a u s e n t e el c o m p o r t a m i e n t o del a u t o r s i n o q u e , más b i e n , el resulta-
^' Así la doctrina mayoritaria; vid. Blei, Allg. Teil págs. 301 y ss.; Bindokat, JuS 1985, págs. 32 ss.;
do sólo p u e d e ser i m p u t a d o al a u t o r c u a n d o aquel h a t e n i d o p r e c i s a m e n t e c o m o p r e s u p u e s t o
Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 162; EserlBurkhardt, Strafrecht I núm. 4 A núm. 65; Kühl, Allg. Teil § 17
específico el carácter d e s c u i d a d o d e l c o m p o r t a m i e n t o de éste, p u e s t o q u e el injusto de ac-
núms. 4 7 ss.; LK(ll.'')(Jescheck) nota preliminar núm. 68 antes del § 13; Roxin, Allg. Teil I § 11 núm. 72;
ción del a u t o r i m p r u d e n t e reside sólo en la infracción del deber d e c u i d a d o . Kienapfel, Zeitschrift für Verkehrsrecht 1977, págs. 11 ss.; Lackner, § 15 núm. 42; Oehler, Eb. Schmidt-
La especial relación d e a n t i j u r i c i d a d q u e c o n ello se exige n o es o t r a co,sa q u e la aplicación Festschrifr pág. 238; SchiinkelSchroder/Lenckner, nota preliminar núm. 99 anres del § 13; SK (Samson) § 16
Anexo núm. 25; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1107; Wessels, Allg. Teil núm. 677; Erb, RechrmaRiges
d e la teoría d e la i m p u t a c i ó n objetiva a los delitos i m p r u d e n t e s (vid. stipra § 2 8 I V 4, 5). D i c h a
Alternati\'verhalten pág. 299. De otra opinión, Spendel, Eb. Schmidr-Festschrift pág. 198. Crírico también
relación p r e s u p o n e dos cosas: la p r i m e r a es q u e el resultado h u b i e r a sido evitado con u n c o m -
Ranfi, N j W 1984, pág. 1425. Acerca de la causalidad del comporramiento negligente vid. Toepel, Kausalitat
p o r t a m i e n t o diligente y, la s e g u n d a , q u e la n o r m a infringida p o r la acción descuidada esté desti-
págs. 96 ss. Profundizando sobre todo ello Kiiper, Lackner-Festschrift págs. 249 ss.
n a d a en el caso c o n c r e t o p r e c i s a m e n t e a la evitación d e u n r e s u l t a d o d e esa naturaleza .
'''' Así, BaiimannlWeber, Allg. Teil pág. 273; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 162; Krümpelmann, GA
1984, págs. 49Iss.; el mismo, Bockelmann-Festschrift págs. 462 ss.; Ebert, Jura 1979, págs. 572 ss.; Hirsch,
^' De ahí que, de ninguna manera, el resultado posea una función meramente limitadora de la puni- ZStW 94 (1982) págs. 251 ss.; Schbnke/Schrbder/Cramer, § 15 núm. 173; SK (Samson) § 16 Anexo núm.
bilidad; vid. Krau¡?, ZStW 76 (1964) págs. 61 ss. 27a; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 17e antes del § 15; Jakobs, Allg. Teil 7/103; Niewenhuis, Gefahr
^^ Vid. Welzel, Lehrbuch pág. 137; Lackner, Nicderschriften Tomo IX págs. 333 ss. págs. 43 ss.; Frisch, TarbcstandsmáSiges Verhalten pág. 543; Toepel, Kausalitat págs. 146 ss.; Freund,
'^ Vid. MaurachlG'óssellZipf, hX\p Teil II § 43 núm. 8 1 ; SchónkelSchróderlCramer, § 15 núm. 159; Erfolgsdelikt pág. 130; Küpper, Grenzen pág. 100; Schlüchter, JA 1984, pág. 676; LK(¡L'') (Schroeder) § 16
SK (Samson) § 16 Anexo núm. 23. núms. 189 ss.; Lampe, ZSrW 71 (1959) pág. 6 0 3 ; el mismo, Z.SrW 101 (1989) pág. 5 1 ; Kahrs, Das
En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Lackner, § 15 núm. 41 (en relación con Vermeidbarkeitsprinzip pág. 268; Oehler, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 239; Ulsenheimer, Pflichrwidrigkeit
las opiniones discrepantes vid. el núm. 45); Niewenhuis, Gefahr pág. 7 con jurisprudencia; Wessels, Allg. Teil und Erfolg pág. 149; el mismo, JZ 1969, pág. 366; el mismo, Weissauer-Festschrift págs. 164 ss.; Welzel,
núm. 673. Lehrbuch pág. 136; l?í"í«'¿, Allg. Teil núm. 185.
630 § 55 Hl tipo de injusto tlc-1 delito i m p r u d e n t e
11. Acaeennienu), causación \' previsibilidatl del resultado 631

qiic t a m b i é n signe la j u r i s p r u d e n c i a ( B G H 1 1 , 1 | 7 1 ; 2 1 , 59 | 6 1 | ; 2 4 , 31 \i% 3 7 , 1()(. 1127|;


28 IV 4) ' ' . Aqtií se trata d e luia limitación general de la i m p u t a c i ó n objetiva q u e rige t a m b i é n
B G H G A 1 9 8 8 , pág. 184; O L G H a m m D A R 1 9 6 3 , p;íg. 2 4 5 ; O L G Stuttgart 1 9 6 3 , 3 3 5 ; O L G
t a m o para la responsabilidad civil en la indemnización del d a ñ o ''' c o i n o para los delitos dolosos ''^.
Karlsrnlie G A 197Ü, pág. 3 1 3 ) , el acusado d e b e ser siempre a b s u e l t o si no p u e d e ser probatlo
con u n a p r o b a b i l i d a d rayana en la ccrrcza q u e el iesiilt;idt) hubiera sido evitable c o n u n a actua- hjemplos: Si dos ciclist.is circulan uno iletrás de oiro en la oscuridad y sin luz, chocando el primero de
ellos con otro ciclista que venía en sentido contrario, entonces el segundo de aquellos no es rcspons;iblc del
ción adecuada (solución c o n f o r m e a la l ó r m u l a "in d u b i o |)ro reo"). Por el c o n t r a r i o , la OLCj
accidente pues el deber de iknninacióu que L era exigible no tiene el sentido de iluminar a otros vehículos
Kailsrtihc J R 1 9 8 5 , pág. 4 7 9 , c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o de Kitidhiinser, t a m b i é n considera el
(líG 63, 392 I394J) '*''. Asimismo, es irrelevante para el resultado el hecho de que un conductor, de haberse
i n c r e m e n t o del riesgo c o m o f u n d a m e n t o de la i m p u t a c i ó n . Segém la O L G O l d e n b u r g N j W 1 9 7 1 ,
mantenido dentro del límite máximo de velocidad permitida, hubiera llegado al lugar del siniestro después
pág. 6 3 1 , c o n c o m e n t a r i o crítico d e Schroder, la i m p u t a c i ó n objetiva t a m b i é n p u e d e ser negada de haber pas.ido ya por el mismo el accidentado, pues las limitaciones de velocidad no tienen por finalidad
incluso c u a n d o c o n u n c o m p o r t a m i e n r o conforirie a d e b e r .se h u b i e r a o c a s i o n a d o u n dai'io m e - retrasar la llegada del conductor a un lugar determinado (BGH VRS 5, 284 [2861; VRS 20, 129 [131J;
n o r ' ' ' . La opinión contraria afirma ya la i m p u t a c i ó n objetiva del r e s u l t a d o si, p o s i b l e m e n t e , u n a VRS 26, 203; OLG Hamm VRS 10, 459 [4611; O L G Stuirgart N J W 1959, pág. 3 5 1 ; incorrectamente,
c o n d u c t a a d e c u a d a hubiera c o n d u c i d o a evitar el resultado y lo c o n t r a r i o no era d e esperar "se- OLG Karisruhe N J W 1958, pág. 430, y ahora nuevamente BGH 33, 61 [65] con comentario crítico de
gún el parecer coiniin de las p e r s o n a s " ' * . D e b e seguirse, sin e m b a r g o , un;i posición intermedia Puppe, JZ 1985, pág. 297, así como en ZStW 99 [1987] págs. 614 ss.). Si la nrucrte del paciente, a conse-
.segi'm la cual la i m p u t a c i ó n objetiva del resultado a, ya sostenible, p e r o sólo entonces, c u a n d o la cuencia de un fallo en la anestesia, sólo hubiera tenido lugar im [loco más tarde caso de que el médico
infracción del d e b e r de c u i d a d o q u e p u e d e ser p r o b a d a " trajo c o n s i g o , en contraste con el peli- imcrvicniente hubiera recabado debidamenre con anterioridad el consejo del inrernista, hay que negar la
fundamentación del fallecimiento sobre la base de la infracción del cuidado debido al no tener éste el senti-
gro n o r m a l , u n considerable incremento del riesgo para el objeto de la acción; y ello p o r q u e t a m -
do de alargar la vida del paciente un corto espacio de tiempo (BGH 2 1 , 59 [61] con comentario de Wessels,
bién d e b e n ser observados los c o r r e s p o n d i e n t e s deberes de c u i d a d o d e s t i n a d o s a la evitación del
j Z 1968, pág. 449). La muerte de la víctima de un accidente ocurrida en el hospital a causa de un
resultado, aiin c u a n d o n o es seguro si c o n su cumplitriienro ello se consegtiiría ' . El p r i n c i p i o
atragantamiento con la sopa no puede ser imputada al culpable del accidente (OLG Stuttgart N J W 1982,
"in d u b i o p r o reo" sólo juega c u a n d o subsiste la d u d a de si el c o m p o r t a m i e n t o c o n t r a r i o al d e b e r pág. 295). El deber de sobrepasar lentamenre un autobús escolar no sirve para la protección de un adulto
de c u i d a d o ha s u p u e s t o u n i n c r e m e n t o sustancial del riesgo (teoría del i n c r e m e n t o d e l riesgo). que descuidadamente invade la calzada (OLG Hamnr VRS 60, pág. 38)''^. Por el contrario, la muerte de
La actuación peligrosa q u e ha sido causal p a r a el restilrado típico n o p u e d e p e r m a n e c e r i m p u n e una paciente en una segunda operación que en sí misma fue llevada a cabo correctamente pero cuya realiza-
p o r el m e r o h e c h o de q u e n o p u e d a ser excluido con t o d a s e g m i d a d la hipótesis d e q u e el resul- ción fue necesaria a consecuencia de un error médico cometido en la primera intervención, resulta abarcada
tado t a m b i é n habría t e n i d o lugar c o n u n a intervención cuidadosa. por el fin de la norma infringida en esta última (BGH JR 1989, pág. 382 con conrentario de Krümpelmann,
JR 1989, págs, 353 ss.).
bb) La relación de antijuricidad falta, a s i m i s m o , c u a n d o el resultado causado p o r la acción
descuidada del a u t o r se e n c u e n t r a fuera del á m b i t o de p r o t e c c i ó n d e la n o r m a (vid. supra § 3 . Finahrrente, t a n t o el resultado en su configuración concreta c o m o el c u r s o causal e n
s u s rasgos e s e n c i a l e s d e b e n haber sido previsibles'"'. Si sólo fue previsible u n a lesión corporal

Tal y coirro reconoce unánimemenre la doctrina; vid. BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 164 ss.;
^' Sobre una línea correcta camina, por el contrario, la llayObLCÍ VRS 1 9, 128, donde se acepta que
Burgstaller, Das Fahrlassigkeirsdelikr pág. 96; Lackner, § 15 núm. 4 3 ; Eser/Burkhardt, Strafrecht 1 núm. 4 A
el acaecimiento de un dai'io menor debe servir de b.ase tanto para su beneficio como para su perjuicio.
núm. 65; LK (¡¡."jíjescheck) nota preliminar núm. 67 antes del § 13; Hardwig, JZ 1968, pág. 2 9 1 ;
•'" Así, F.b. Schmidt, Dcr Arzt im Strafrecht pág. 7f)\;Arthur Kaufmann, Eb. Schmidt-Fcstschrift pág. Niewenhuis, Gefalir págs. 130 ss.; Roxin, Gallas-Festschrift págs. 241 ss.; el mismo, Allg. Teil 1 § 11 núms.
229; el mismo, Jescheck-Festschrift Tomo 1 pág. 282; Spendel, Vh. .Schmidt-Festsciirift pág. 190; el mismo, 68 .ss.; Sclmnemann, GA 1985, págs. 358 ss.; Rudolphi, JuS 1969, págs. 552 ss.; SK(Rudolphi) nota prelimi-
|uS 1964, pág. 17; aunque también Hall, Grünhut-Erinnerungsgabe págs. 229 ss. nar núm. 6A antes del § 1; SchónkelSchroder/Cramer, § 15 núm. 173; SK (Samson) § 16 Anexo núm. 28;
^' Exigiendo acertadainente la comprobación del incremento del riesgo, Stratenwerth, Gallas-Festsclirift Ulsenheimer, J Z 1969, págs. 364 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 193. En contra de la imputación objetiva como
págs. 235 ss. categoría autónoma, LLirsch, Koln-Festschrift pág. 406; Kiipper, Gren?,en págs. 83 ss. Vid. también Gimbernat
""^ Así, Roxin, ZStW 74 (1962) págs. 430 ss.; el mismo, Honig-Fcstschrift págs. 133 ss.; el mismo, Ordeig, Inadaquate Handlungen págs. 133 ss.
Allg. Teil 1 § 11 núms. 72 ss.; siguiéndole, Biirgstaller, Das Fahrlássigkeitsdclikt págs. 139 ss.; Kienapfel,
Vid. V. Caemmerer, Gesammeltc Schriftcn Tomo 1 págs. 445 ss.; Stoll, Kausalzusammenhang págs.
Zeirschrift für Verkehrsrecht 1977, pág. 11; 'Wolter, übjektive und personalc Zurechimng págs. 334 ss.;
13s.s.
Maurach/Gdssel/Zipf, mg. Teil II § 43 núm. 106; Puppe. ZStW 95 (1983) págs. 293 .ss.; la misma, ZStW
"" Vid. Nowakowski, JBl 1972, págs. 26, 3 1 ; Münzberg, Verhalren págs. 128 ss.
99 (1987) págs. 602 ss.;Jescheck, Fahrlassigkcir pág. 17; Lackner, § 15 núm. AA\ Otto, juS 1974, pág. 708;
Vid. al respecto, Exner, Frank-Festgabc Toino 1 pág. 585; Roxin, Allg. Teil 1 § 11 núm. 69.
Schaffitein, Honig-Festschrift pág. 171; Sclmnemann, JA 1975, págs. 647 ss.; Riidolphi,]\i% 1969, pág. 553;
''' La delimitación de la responsabilidad por imprudencia a través del ámbito de protección de la
Stratenwerth, Gallas-Festschrift pág. 239; Seehald, GA 1969, pág. 2 1 3 ; Waljf, Kausalitat pág. 27; Brammsen,
norma pretende .ser aplicada también por Burgstaller, Jescheck-Festschrift Tomo 1 págs. 362 ss., a los casos
M D R 1989, pág. 123; Walder, SchwZStr 93 (1977) pág. 160- Kahlo, GA 1987, págs. 74 ss. De acuerdo
en los que tiene lugar un posterior comporramiento incorrecro de la víctima o de un tercero. Asimismo,
para el Derecho civil, Hanau, Kausalitat págs. 130 ss. La jurisprudencia austríaca sigue también la teoría del
WK(Burgstaller) § 6 núnr. 70. Estos supuestos serán incluidos aquí dentro de! requisito de la previsibilidad
increnrento del riesgo vid. osterr. O G H SSt 53 núm. 2 así coirro OLG Wien Zeirschrift für Verkehrsrecht
(vid. infra § 55 11 3 infine).
1985, pág. 138. En contra de la teoría del incremento del riesgo, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 163;
'"' Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsatze pág. 206; LK(IL'')(Schroeder) § 16 núins. 132 ss.; Schonkcl
fnsch, Tatbesrandsmaliiges Verhalren págs. 537 ss.; LK (1 /. "KSchroeder) § 16 núm. 190; ¡'rittwitz, Strafrecht
SchroderlCramer, § 15 núms. 180 ss.; SK (Samson) § 16 Anexo núm. 29; Welzel, Lehrbuch pág. 136; Wessels,
und Risiko [lágs. 323 ss.; Kuhlen, GA 1994, pág. 354; SchonkelSchfáderlCramer, § 15 núm. 172; SK(Samson)
Allg. Teil núm. 667; discrepando acerca de la posición sistemática Trijjterer, Bockelmann-Festschrift pág.
§ 16 Anexo núm. 27a. Diferenciando según los casos Krümpelmann, Jescheck-Festschrift Tomo I págs. 331
2 2 1 . Vid. al respecto la profunda y fundamentada BGH 23, 1 56 (165 ss.) sobre la previsibilidad del sueño
ss., quien recurre a la "puesta en peligro" de la pretensión del ofendido a defender sus iiuercses.
por parte del conductor al volante.
632 § 56 Causas de justificación en el delito itiiprudeiue 1. 1.a aplicabilidad de Fis causas de justificación a los delitos imj^rudcntcs 633

V n o la m u e r t e , e n t o n c e s resultará aplicable el § 2 3 0 ' ' ' a pesar de q u e el resultado niorial ha Berz. Die Bedeutung der Sittenwidtigkeit tüt die rechtfertigende F^inwilligung, GA 1969, pág. 145;
acaecido (RG 2 8 , 2 7 3 ) . Acción y resultado d e b e n , pues, cstat c o n e c t a d a s e n t r e sí n o sólo objeii- Bickelbaupt, Einwiligung in die •l'tunkenheitstahrt, N J W 1967, pág. 713; v. Gjí-wmí-rfr, Wandlungen des
va sino t a m b i é n s u b j e t i v a m e n t e , d e m o d o q u e el a u t o r q u e actúa c o i i l o r m e al d e b e r d e c u i d a d o D e l i k t s t e c h t s , G e s a m m e l t e Schtiften, l o m o 1, 1 9 6 8 , pág. 4 5 2 ; Dacb, Z u r F^inwilligung bel
pueda reconocer q u é resultado t e n d r á lugar y de q u e forma se realizará éste. La cuestión d e la Fahrlássigkeitsdelikten, Diss. Mannhcim 1979; Bngisch, Der Unrechtstatbestand im Strafrecht, DJT-
Festschtift, Tomo 1, 1960, pág. 4 0 1 ; Enstbaler, Einwilligung und Rechtsgutsptcisgabe, Diss. Gottingen 1983;
ptevisibilidad es sencilla d e c o n t e s t a r en la i m p r u d e n c i a consciente pues en ésta, al fin y al cabo,
User, Zuf sttaftechtlichen Vetantwottlichkeit des Spottlers usvv., JZ 1978, pág. 368; Friscb, Grund-und
el a u t o r ha r e c o n o c i d o el peligro a pesar d e q u e c o n t f a t i a m c n t e a d e b e r ha confiado en q u e el
Grenzproblemc des sog. subjektiven Rechtfettigungselements, Festschrift füt K. Lacknet, 1987, pág. 113;
resultado n o sobtevcndría (vid. O L G S t u t t g a r t JuS 1 9 7 7 , pág. 5 2 ) . Las d u d a s surgen, sin e m b a r -
Geppert, Rechtfcttigende "Einwilligung" des vedetzten Mitfahrers usw., ZStW 83 (1971) pág. 947; Hansen,
go, en la i m p r u d e n c i a inconsciente p u e s t o q u e en ella o el a u t o r no ha r e c o n o c i d o en a b s o l u t o el Die Einwilligung des Vedetzten bei Fahdassigkeitstaten usw., Diss. Bonn 1963; Himmelreich Notwehr und
riesgo o, en cualquier caso, n o se lo ha t o m a d o en serio. Para la previsibilidad resulta t a m b i é n unbewul?te Fahrlassigkeit, l^ll; Jungclaussen, Die subjektiven R e c h t f e t t i g u n g s e l e m e n t e b e i m
d e t e r m i n a n t e u n criterio objetivo q u e a t i e n d a al p a t r i m o n i o de c o n o c i m i e n t o s y a la capacidad Fahdassigkeitsdelikt usw., 1987; Larenz, Lehtbuch des Schuidrechts, Tomo II, 12.» ed. 1981; Kienapfel, Das
para juzgar de u n a persona c o n c i e n z u d a y sensata p e r t e n e c i e n t e al c í t e n l o del autor, así c o m o a etlaubte Risiko im Sttaftecht, 1966; Mabling, Die sttafrechtliche Behandlung von Spottvetletzungen, Diss.
los posibles c o n o c i m i e n t o s adicionales sobre el curso causal (en la B G H 12, 7 5 [ 8 0 ] , el c o n d u c - Bedin 1940; Nipperdey, Rechtswidtigkeit, Sozialadaquanz, Schuld im Ziviltecht, N J W 1957, pág. 1777;
tor tendría q u e h a b e r c o n o c i d o , p o r e j e m p l o , la rotura oculta del vehículo). Preujs, Untetsuchungen zum erlaubten Risiko im Sttaftecht, 1974; Schild, Das sttaftechtliche Ptobiem der
Spoftvetletzung usw.. Juta 1982, págs. 464; Eb. Schmidt, Schlagermensur und Sttaftecht, J Z 1954, pág.
h2, jurisprudencia tiende a extender ampliamente la previsibilidad . En realidad, para su afirmación 369; R. Schmitt, Subjektive Rechtfettigungselemente bei Fahdassigkeitdelikten? JuS 1963, pág. 64; Stoll,
debe bastat poder haber ptevisto no el curso del suceso como tal, peto sí el resultado en su consecuencia jinal a Zum Rechtfettigung.sgtund des vetkehtstichtigen Vethaltens, J Z 1958, pág. 137; el mismo. Das Handeln
no set que el acontecer se encontrara tan alejado de cualquier experiencia vital que incluso ante la aplicación auf eigene Gefaht, 1961; Weber, Objektive Gtenzen der sttafbefteienden Einwilligung in Lebens-und
del cuidado exigible nadie hubieta podido contar con ello (rechazo de la previsibilidad del curso causal sólo Gesundheitsgefahtdungen, Festschtift füt J. Baumann, 1992, pág. 43; Weimar, Det "Rechtfertigungsgrund"
ante la ausencia de una telación causal adecuada) (RG 73, 239 [242]; 73, 370 [3731; BGH N J W 1956, des verkehrsrichtigen Verhalrens, JuS 1962, pág. 133; Wiethólter, Der Rechtfertigungsgtund des
pág. 1527; BGH VRS 28, 202 [206]; BayObLG VRS 62, pág. 368). vetkehfSfiditigen Vethaltens, 1960; Zipf, Einwilligung und Risikoübetnahme im Sttaftecht, 1970; el mismo,
Die Bedeutung und Behandlung det Einwilligung im Sttaftecht, O j Z 1977, pág. 379.
Ejemplos: Debe s&i previsible la muerte de alguien que sólo es alcanzado levemente por el lanzamiento de
una piedra peto que padece hemofilia (RG 54, 349 [351]), el cutso mortal de una conducción sin carnet que fue
Vid., además, las referencias bibliográficas antes de los §§ 54 y 55
posible pof el cierre inadecuado del vehículo (BGH VRS 20, 282), la muerte de una persona levemente hetida en
un accidente que fallece por una embolia a consecuencia de su elevada proclividad al padecimiento de trombosis
(OLG Sruttgart N J W 1956, pág. 1451 con comentario crítico de Henket), una hemorragia cerebral mortal deti-
I. La a p l i c a b i l i d a d d e las causas de j u s t i f i c a c i ó n a los d e l i t o s i m p r u d e n t e s
vada de la excitación producida por un accidente de ttáfico (OLG Hamm VRS 26, 426), la muette de un ciclista
pot una caída debida a la rigidez de la columna vertebral que padecía (BGH LM § 222 núm. 1), la muerte de una 1. C o n la realización del injusto d e acción y d e resultado del tipo delictivo se h a c u m p l i d o
persona gravemente herida en cuyo tratamiento el médico posiblemente comete un error (OLG Stungart JZ 1980,
el t i p o d e injusto del delito i m p r u d e n t e d e t c s u l t a d o . Al igual q u e en el h e c h o d o l o s o c o n ello se
618 1620]). Fue rechazada, por el contrario, la previsibilidad de la muerte de la víctima de un accidente que fallece
s u m i n i s t r a ya u n " i n d i c i o " de la antijuricidad, esto es, h a y que aceptar la c o n c u r r e n c i a de ésta a
a consecuencia de una anestesia en sí misma inofensiva (OLG Hamm VRS 18, pág. 356), de la muette a causa de
n o ser q u e c x c e p c i o n a l m e n t e c o n c u r r a u n a causa de justificación (vid. supra § 3 1 I 3 ) . D e acuer-
un infarto ptovocado por un adelantamiento incorrecto (OLG Stuttgart VRS 18, pág. 365), de la muerte de un
enfermo de corazón debida a una colisión leve (OLG Kadsruhe JuS 1977, pág. 52), de la muerte de un herido en d o con u n a c o n c e p c i ó n genetalizada y, n u e v a m e n t e , del m i s m o m o d o q u e en el delito doloso, la
un accidente de autobús ocasionada por una concenttación de agua en la autopista a consecuencia de la inftaedón a n t i j u r i c i d a d d e l h e c h o t í p i c o i m p r u d e n t e p u e d e q u e d a r e x c l u i d a p o r la presencia d e causas
del debet del personal de servicio (BGH 10, 121 [124]). También una concurrencia culpable, completamente d e j u s t i f i c a c i ó n ' . N o o b s t a n t e , la difetencia e s t r u c t u t a l e n t r e los tipos dolosos y los i m p t u d e n -
inespetada, del ofendido o de una tercera persona puede excluir la previsibilidad del resultado (RG 73, 239 [242]; tcs t a m b i é n lleva consigo especialidades para las causas d e justificación.
73, 370 [3731; BGH NJW 1956, 1527; BGH VRS 28, 202 [206]; Ba)ObLG VRS 62, 368) 5».
2. Y así, p o r u n a p a r t e , es d u d o s o que todas las causas de justificación sean aplicables t a m -
bién a los delitos i m p r u d e n t e s . En t o d o caso, h a b r á q u e negarlas en los supuestos en los q u e u n a
acción qtie o b j e t i v a m e n t e es p o r sí m i s m a incorrecta resulte a p r o b a d a p o r el O r d e n a m i e n t o j u r í -
§ 56 Causas de justificación en ei delito imprudente
dico en a t e n c i ó n a la finalidad petseguida, pues a q u í al a u t o r se le exige c o m o m í n i m o u n exa-
Alwart, Der Begriíf des Motivbündels, GA 1983, pág. 433: Baumann, Die Rechtswidrigkeic dcr
fahdássigen Handlung, M D R 1957, pág. 646; Becker, Sportverletzung und Strafrecht, DJ 1938, pág. 1720;
' Vid. BGH 25, 229; OLG Hamm N J W 1962, pág. 1169; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 166;
'*'' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del F). Burgstaller, Das Fahdassigkeitdelikt pág. 150; Dreher/Tróndle, § 15 núm. 15; Eser, Sttaftecht 11 núm. 21 A
'"' En relación con la doctrina que pretende configurar subjetivamente la ptevisibilidad vid. supra § núm. 18; LK (1 ¡."JfHirsch) nota pteliminat núm. 49 antes del § 32; jakohs, Allg. Teil 11/30; Maurach/
54 I 3 nota a pie núm. 13. Gbssel/Zipf, Allg. Teil 11 § 44 núm. 13; Eackner, § 15 núm. 48; SchonkelSchrodcrlLenckner, nota preliminar
"" De acuerdo, Mühlhaus, Fahrlassigkeit págs. 47 ss.; en contra, Maurach, GA 1960, pág. 97; Maurach/ n ú m . 92 antes del § 32; Schajfstein, Welzel-Festschtift pág. 562; SK (Samson) § 16 Anexo núm. 3 1 ;
Gossel/Zipf. Allg. Teil II § 4 3 núm. 130; Blei, Allg. Teil págs. 300 ss.; Scbonke/Schrbder/Cramer, § 1 5 núm. Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1112; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 292 ss.; Schünemann, JA 1975, pág.
186; Welzel Lehrbuch pág. 176. 7 8 7 ; Welzel, Lehtbuch págs. 137 ss.; Wessels, Allg. Teil n ú m . 69\; Jungclaussen, Die subjektiven
^° Al respecto vid. P. Frisch, Das Fahda.ssigkeitsdelikt und das Vethaken des Verietzten, 1973. Rechtfettigungselemente págs. 175, 180.
634 § 56 Cau.sa.s de ju.siiricacióii en el deliro ifnj)rudciHe il. l.eej'lima tlcíensa. csi.ulo tic neeesitlad justificante y consentimiento 635

m e n c o n c i e n z u d o de la situación y no p u e d e estar justificada una accicni q u e desde u n p r i n c i - 1. D e a c u e r d o con la c o n c e p c i ó n más generalizada la l e g í t i m a defensa p u e d e d a r c o b e r t u -
pio resulta contraria al c u i d a d o d e b i d o . E s t o rige para d e t e r m i n a d a s acciones realizadas bajo el ra n o sólo a la actuación dolos;i, sino t a m b i é n a la i m p r u d e n t e , en la m e d i d a en q u e a itavés d e
ejercicio d e facultades piiblicas, para la salvaguardia d e intereses legítimos y para la a c t u a c i ó n la acción delensiva si')lo resulte lesiou.ido el agresor m i s m o y no un tetcero no intervinicnte ( c o m o
c o n el c o n s e n t i m i e n t o p r e s u n t o del o f e n d i d o c u a n d o finalmente n o c o i n c i d e n la v o l i m t a d real y en el caso resuelto p o r la R G 5 8 , 2 7 ) . Presupuesto d e la justificación es, a n t e t o d o , q u e la acción
la presimta (vid. siipra § 31 IV 3 ) . defensiva se m a n t e n g a d e n t r o del m a r c o de lo q u e según el § 3 2 resulta necesario y exigible. Si el
3 . Por otra parte, se d i s c u t e si t a m b i é n hay q u e exigir el e l e m e n t o subjetivo d e justifica- resultado o c a s i o n a d o va más allá d e lo proyectado p o r el a u t o r q u e d a r á a m p a r a d o p o r la legítima
c i ó n en los delitos i m p r u d e n t e s ^ o si, p o r el c o n t r a r i o , a q u í basta c o n la existencia de los r e q u i - defensa en dos supuestos: p r i m e r o , c u a n d o el defensor t a m b i é n h u b i e r a p o d i d o llevar a cabo in-
sitos objetivos d e la causa d e j u s t i f i c a c i ó n ' (acerca d e los e l e m e n t o s subjetivos d e justificación t e n c i o n a d a m e n t e el resultado acaecido ( B G H 2 5 , 2 2 9 : el agredido p u d o lesionar al agresor en
vid. supm § 31 I V 1). Lo correcto es r e n u n c i a r al e l e m e n t o subjetivo d e justificación en los deli- legítima defensa p o r m e d i o de un disparo; se c o n f o r m ó sólo con u n disparo d e advertencia q u e
tos i m p r u d e n t e s d e resultado pues, al igual q u e en los dolosos, p o r m e d i o d e la situación justifi- e q u i v o c a d a m e n t e fue a d a r al agresor) y, s e g u n d o , c u a n d o el resultado más lesivo se d e b e al azar
c a n t e decae el injusto de resultado pero, a diferencia de aquellos, a q u í el injusto de acción n o es o a una reacción del a g r e d i d o q u e , a la vista d e la situación, no sea negligente ( B a y O b L G N S t Z
1 9 8 8 , pág. 4 0 8 : alguien q u e resulta agredido p o r u n h i n c h a del fútbol enfurecido i n t e n t a darle
p u n i b l e p o r sí m i s m o ( n o hay n i n g u n a tentativa i m p r u d e n t e ) . En los delitos i m p r u d e n t e s de mera
u n p u ñ e t a z o en el pecho y, en lugar de éste, golpea la cabeza del agtesor). Por otra p a r t e , es
actividad ¡A autor, sin e m b a r g o , d e b e h a b e r a c t u a d o con la finalidad d e ejercitar la facultad q u e
perfectaincnte posible q u e alguien que se e n c u e n t r a en u n a situación de legítima defensa a c t ú e
le confiere la causa de justificación .
i m p r u d e n t e m e n t e y sea p i m i b l e p o r u n delito d e tal carácter c o m o , p o r e j e m p l o , el disparo de
Ejemplos: Quien sospecha la agresión de un ladrón por medio de la simulación de un accidente y esca-
advertencia (necesario d e a c u e r d o c o n el § 3 2 ) q u e se hace a p u n t a n d o tan bajo q u e m u e r e el
pa de ella de forma que, en el último momento, atropclla por descuido al agresor, no puede ser castigado en
agresor ( R G J W 1 9 2 5 , pág. 9 6 2 ) .
virtud del § 230 ' ''. Quien, por el contrario, tras una tertulia donde ha bebido mucho alcohol conduce
hasta el lugar del accidente sin reparar en su incapacidad para conducir (§ 316 11), .sólo queda justificado en 2. Para la justifiaición de una actuación i m p r u d e n t e entra en juego, además, el estado de
virtud del § 34 si quiere prestar ayuda (OLG Hamm VRS 20, 232). n e c e s i d a d justificante (§ 3 4 ) ^. Por regla general se trata d e conttavenciones en materia d e tráfico
4. F i n a l m e n t e , de la relación gradual e n t r e el d o l o y la itriptudencia se deriva q u e el h e c h o que p o r su naturaleza c o m p o r t a n peligros considerables para otros partícipes del ttáfico viario. D e
d e s c u i d a d o está justificado si finalmente también lo hubiera estado ante una intervención a h í q u e a q u í siempre haya q u e examinar si, a pesar del peligro para la circulación vial y la — p o r lo
dolosa. g e n e r a l — escasa ganancia d e tiempo, prevalece sustancialrnente el interés q u e el a u t o r quiere salva-
guardar sobre el interés en la preservación de la seguridad del tráfico (vid. siipra § 3 3 I V 3c).
Ejemplo: Quien en una situación de legítima defensa realiza un disparo de advertencia, también resul-
ta justificado según el § 32 si a consecuencia de su realización inata por descuido al agresor, en la medida en Ejemplos: El médico que, transportando a una paciente que se encontraba en peligro de muerte, sobre-
que, de acuerdo con los hechos, también habría estado justificado un disparo dirigido ai asaltante (BGH pasa con descuido el límite máximo de velocidad permitida en distintas poblaciones, actúa justificadamente
25,229)'. si con ello no pone en riesgo a orros partícipes del tráfico viario (OLG Dusseldorf VRS 30, pág. AAA; OLG
Schleswig VRS 30, pág. 462), lo que no sucede, sin embargo, cuando el médico que se encuentra en la
misma situación toma de forma gravemente peligrosa una curva a la izquierda, provocando así un peligro
II. L e g í t i m a d e f e n s a , e s t a d o d e n e c e s i d a d j u s t i f i c a n t e considerable para el tráfico que circulaba en sentido contrallo (OLG Stuttgart, Die ¡ustiz 1963, pág. 37).
y c o n s e n t i m i e n t o del o f e n d i d o e n l o s h e c h o s i m p r u d e n t e s Tampoco queda justificado por el estado de necesidad el sobtepasar en torno a 54 km/h la velocidad máxi-
ma permitida, pata poder llevar al veterinario lo más rápidamente posible un "periquito que se encontraba
E n los delitos i m p r u d e n t e s e n t r a n en j u e g o c o m o causas d e justificación la legítima defen- en estado de coma" (OLG Dusseldorf NStZ 1990, pág. 396).
sa, el estado d e necesidad justificante y el c o n s e n t i m i e n t o del o f e n d i d o .
3 . F i n a l m e n t e , las acciones i m p r u d e n t e s t a m b i é n p u e d e n estar justificadas p o r m e d i o del
c o n s e n t i m i e n t o del o f e n d i d o o de su v o l u n t a d p r e s u n t a ( O L G F r a n k f u n M O R 1970, pág.
2 A favor de ello, Miiurach/GosseUZipf. Allg. Teil II § 44 núm. 18; Ahvart, GA 1983, pág. 455; Jakobs. 6 9 5 ) ' . Al igual q u e en cl delito doloso a q u í t a m b i é n se a t i e n d e a q u e el bien j u r í d i c o puesto en
Allg. Teil 11/30; Roxin, Allg. Teil 1 § 24 núms. 95, 98; Welzel, Lehtbuch p,ág. 97; Geppert, ZStW 83 (1971)
pág. 979; Eser, Straftecht II núm. 21 A núm. 21b; LK(IL-JÍHirsch) nota preliminat núm. 58 antes del §
32; Zielinski, Handlung.s— und Etfolgsunwert págs. 255 ss. ^ Vid. Schajfstein, Welzel-Festschrift págs. 574 ss.; SchñnkelSchr'óderlLenckner, nota preliminar núm.
^ Así, A'. Schmitt, ju.S 1963, p.íg. 68; Schaffstein, Welzel-Fcstschrift págs. 573 ss.; Himmelreich, Not^vellt 101 antes del § 32; Maurach/Gossel/Zipf, Mg. Teil 11 § 44 núms. 23 ss.; Roxin, Allg. Teil I § 24 núms. 97
págs. 100 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1119. ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 6 9 1 .
•* Así, acertadaineiue, Schonke/Sehroder/Lenckner, nota pteiiminar núms. 98 ss. antes del § 32; ' Sobre ello vid. Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 321 ss.; Dreher/Trondle, § 226a núm. 5; L.K(11.")
Strateniverth, Allg. Teil I núms. 1120 ss.; SK (Samson) § 16 Anexo núm. 32; Frisch, Lackner-Festschrift (Hirsch) nota preliminar núm. 106 antes del § 32; Lackner, § 226a núm. 1; Maiiracli/Gossel/Zipf, A\h¿. Teil
págs. 130 ss.; de otta opinión, Roxin, Allg. Teil I § 24 núm. 99. II § 43 núm. G4; Roxin. Allg. Teil I § 24 núm. 100; Dach, Einwilligung págs. 28 ss.; Enstiíaler, Einwilligung
' El ejemplo procede de Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 1121. págs. 47 ss.; Sch'ónkelSchróderlLenckner, nota preliminar núms. 102, 106 antes del § 32; Schaffstein. Welzel-
'' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del T ) . Festschrift p.ágs. 565 ss.; Welzel, Lehtbuch pág. 97; Zipf, O J Z 1977, pág. 382. En relación con el consenti-
'' Ejemplos adicionales pueden enconttarse en SdwnlielSchroderlLenckner, nota preliminar ntim. 96 miento Frisch, Das Fahrlassigkeitsdelikt págs. 118 ss., pretende negar ya la presencia de la infracción del
antes del § 32. deber de cuidado y, con ella, de la tipicidad misma.
§ 57 La culp.ibiiidad en el tielito imprudente 637
636 § 56 Causas de justificación en el delito imprutiente

peligro esté s o m e t i d o a la facultad d e disposición d e quien c o n s i e n t e (vid. supra § 3 4 II 3 ) . D e III. P r o b l e m a s e s p e c i a l e s del riesgo p e r m i t i d o y del c o m p o r t a m i e n t o a d e c u a d o
a h í q u e carezca d e eficacia jurídica el c o n s e n t i m i e n t o q u e , p o r su p r o p i a naturaleza, se dirija a la s e g u r i d a d del tráfico
c o n t r a la colectividad p o r m e d i o d e la puesta en peligro d e la s e g u r i d a d del tráfico d e a c u e r d o
1. E n los delitos iittprudeiucs t a m p o c o se erige el riesgo p e r m i t i d o c o m o causa de justifi-
con el § 3 1 5 c ( B G H 6, 2 3 2 [ 2 3 4 ] ; 2 3 , 2 6 1 [264]) ' ° , o s u p o n g a la puesta en peligro d e u n a i'iíia
cación especial (en relación c o n los delitos dolosos vid. supra § 3 6 I 1) (de erra o p i n i ó n en la 3 . "
individual q u e acaba finalmente c o n la m u e r t e del o f e n d i d o ( B G H 7 , 1 1 2 [ 1 1 4 ] ; B G H V R S 1 7,
ed. d e esta obra, p;íg. 4 7 9 ) . Los casos en los q u e , e x c e p c i o n a l m e n t e , u n a infracción del deber de
pág. 2 7 9 ; B a y O b L G N J W 1 9 5 7 , 1 2 4 5 [ 1 2 4 6 ] ; O L G H a m b u r g V R S 3 5 , p á g . 2 0 1 ) " . Por el
c u i d a d o n o es antijurídica h a n d e ser clasificados d e n t r o d e las causas d e justificación ya r e c o n o -
c o n t r a r i o , es admisible el c o n s e n t i m i e n t o en u n a puesta en peligro i m p r u d e n t e q u e se m a n t i e n e
cidas, esto es, resueltos d e a c u e r d o c o n los p u n t o s d e vista p r o p i o s d e la legítima defensa, del
d e n t r o de los límites del § 2 2 6 a , algo q u e sobre t o d o posee u n significado p r á c t i c o en el tráfico
esrado d e necesidad y del c o n s e n t i m i e n t o expreso o p r e s u n t o "*. E n la d o c t r i n a t a m b i é n son ca-
viario y en las lesiones deportivas.
nicterizad.as c o m o supuestos d e riesgo p e r m i t i d o aquellas acciones q u e p o r su naturaleza son p e -
Ejemplos: Si cuatro personas viajan en un cidomotor que, de este modo, va considerablemente sobre- ligrosas, pero q u e p u e d e n ser llevadas a cabo si se observa el c u i d a d o necesario q u e d e t e r m i n a su
cargado, se conforman con la posibilidad de que ocurra un accidente y las lesiones corporales acaecidas que- c o m p l e t a atipicidad ( p o r e j e m p l o , el c o n d u c i r ) . Sin e m b a r g o , en estos supuestos n o c o n c u r r e en
dan así justificadas por el consentimiento (BGH DAR 1959, pág. 300). El consentimiento alcanza la puesta realidad n i n g u n a infracción d e la diligencia d e b i d a (vid. supra § 5 5 I 2 b ) .
en peligro; en cambio, apenas nadie quiere consentir en el resultado lesivo ( B G H Z 34, 355 [360]; KG VRS
7, 184 [186]; OLG Celle N J W 1964, pág. 736) '^. Quedan cubiertas por el consentimiento las lesiones 2. Lo mismo sucede con la concepción que mantiene que el "comportamiento adecuado a la segu-
imprudentes en el deporte que tienen lugar dentro del marco reglamentario (por ejemplo, una colisión en el ridad del tráfico" constiruye una causa de jusrificación en el tráfico viario y ferroviario ( B G H Z 24, 21
campo de fútbol) e, incluso, leves e inintencionadas infracciones de las reglas " ; no lo están, sin embargo, [28]) " , Esre ripo de conductas no encuentran su correspondencia en una proposición permisiva que revo-
aquellas contravenciones dolosas o gravemente imprudentes que originan lesiones corporales (BayObLG N J W que el injusto típico de acción y de resultado del hecho imprudente. Suponen, más bien, la ausencia de una
1961, 2072 [2073]) ni tampoco la lesión producida a un espectador durante un intermedio del juego por infracción del deber de cuidado y, con ésra, del propio injusto de acción del tipo imprudente '*.
medio de un balonazo imprudente que da un jugador enfadado (OLG Karlsruhe, Die Justiz 1981, pág.
444). Existe consentimiento presunto cuando el medico de urgencias, para salvarle la vida, opera a una per-
sona inconsciente y gravemente herida en el mismo lugar del accidente y con medios insuficientes' . § 57 La culpabilidad en el delito imprudente
A c t u a l m e n t e , para el e n j u i c i a m i e n t o e n D e r e c h o civil d e la " a u t o p u e s t a e n peligro" ya n o se Arzt, Z u m Verbotsirrtum beim Fahrlassigkeitsdelikt, ZStW 91 (1979) pág. 8 5 7 ; Battmann,
a t i e n d e al c o n s e n t i m i e n t o sino u n a división adecuada del riesgo de a c u e r d o c o n los § § 2 4 2 , 2 5 4 Schuldvermutung im Verkehrsstrafrecht? N J W 1959, pág. 2293; el mismo, Probleme der Fahriássigkeit bei
B G B , d e la q u e se deriva, segtin los casos, u n a exclusión o restricción de la responsabilidad d e Straí?enverkehrsunfallen, Kriminalbiol. Gegenwartsfragen Heft 4 , 1 9 6 0 , pág. 100; Boof, Keine
q u i e n origina el dai'io ( B G H Z 3 4 , 3 5 5 ) '^. Schuldvermutung im Verkehrsstrafrecht! N J W 1960, pág. 373; Eggert, Die Unzumurbarkeit normgemaí?en
Verhaltens bei den Fahrlassigkeits-und unechcen Unterlassungsdelikten usw., Diss. Gottingen 1969; Sigrid
Fischer, Vergesscn ais Fahriássigkeit, Srrafr. Abh. Heft 346, 1934; Fornasari, 11 principio di inesigibilirá ncl
diritto pénale, 1990; Heitzer, Unrechtsbegriff und Schuldbegriff beim Fahdassigkeitsdelikt, N J W 1951, pág.
'" Diferenciando según los casos, Geppert, Z S t W 8 3 (1971) pág. 986. En el senrido del rexto Schafitein,
828; Kienapfel, Die Fahriássigkeit usw., Zeitschrift für Verkehrsrecht 1977, pág. 1; Klee, Anmerkung zu RG
Welzel-Festschrifr pág. 574.
vom 25.11.1938, J W 1939, pág. 547; Maiwald, Die Unzumurbarkeit — strafliegrenzendes Prinzip bei den
" La cuestión es objeto de una acalorada di.scus¡ón en la docrrina. En el mismo sentido del texto,
Fahrlassigkeitsdelikten? Festschrift für H. Schüler-Springorum, 1993, pág. 475; Piippe, Die srrafrechrliche
&VWA«!<;)í, N J W 1967, pág. 713; Geppert, ZStW 83 (1971) págs. ^5i si,.\ Maurach/Gossel/Zipf, {\\\g.1e\\
Veranrworriichkeit für Irrtümer bei der Ausübung der Norwehr und für deren Folgen, JZ 1989, pág. 728;
II § 4 3 n ú m . 6 5 ; Zipf, Einwilligung pág. 7 3 . A favor de la estimación del consentimiento en la puesta en
Riidolphi, Unrechtsbewul5tsein usw., 1969; Schlosky, Straftaten in Volltrunkenheit, J W 1936, pág. 3425;
peligro de la vida, Schaffitein, Welzel-Festschrift págs. 570 ss.; Berz, GA 1969, pág. 148. Defendiendo una
Schmidt-Leichner, Verkehrsstrafrechr ohne Schuldfeststellung? N J W 1960, pág. 996; SchSne, Fahriássigkeit,
opinión intermedia LK(11.") (Hirsch) nota preliminar núm. 95 antes del § 32; Schild, Jura 1982, pág. 524;
Tatbestand und Strafgesctz, Gedachtnisschrift für Hilde Kaufmann, 1986, pág. 649; Schünemann, Modernc
Schonke/Schroder/Lenckner nota preliminar núm. 104 antes del § 32 (criterio del § 228); Stratenwertii, Allg.
Tendenzen in der Dogmatik der Fahrlassigkeits-und Gefahrdungsdelikte, JA 1975, pág. 7 8 7 ; Welzel, Die
Teil I núm. 1116; SK (Samson) § 16 Anexo núm. 33, quienes atienden a la gravedad del peligro y al motivo
deutsche strafrechrliche Dogmarik der lerzten 100 Jahre und die finale Handiungslehre, JuS 1966, pág. 4 2 1 ;
y finalidad de la acción; Weher, Baumann-Festschrifr págs. 47 ss. Vid., también, B G H 7, 115; OLG Hamm
M D R 1971, pág. 67.
'•^ Por el contrario, Eh. Schmidt, J Z 1954, pág. 372, también relaciona el consentimiento que debe
ser eficaz en los delitos imprudentes con la acción y el resultado; asimismo, Geppert, ZStW 83 (1971) pág. "* Asimismo, Baumann/Weher, AJIg. Teil pág. 321; Blet, Allg. Teil págs. 302 ss.; Bockelmann/Volk,
974. En cambio, resulta convincente en este punto la doctrina civilista; vid. Stoll, Handeln auf eigene Gcfahr Allg. Teil pág. 106; Kienapfel, F'rlaubtes Risiko págs. 26 ss.; Preuf Erlaubtes Risiko págs. 226 ss.; LK
págs. 9 ss. (1 l.")(H¡rsch) nota preliminar núm. 33 antes del § 32; SchonkelSchr'áderlLenckner, nota preliminar núm.
107b antes del § 32.
'^ Vid. Eser, JZ 1978, págs. 368 ss. (con diferentes graduaciones, pág. 371); Becker, DJ 1938, pág.
\72\;Mahling, Sportverletzungen pág. 68; MaurachlSchroederlMaiwald, Bes. Teil I § 8 núm. 15; Kohlrauschl '^ De acuerdo, Baumann, M D R 1957, pág. 646; Oehler, Eb. Schmidt-Festschrifr pág. 244. En con-
Lange, § 226a comenrario IV núm. 1; LK (11.") (Hirsch) § 226a n ú m . 12; SchonkeiSchroder/Stree, § 226a tta, con razón, "Wessels, Allg. Teil núm. 691.
núm. 16; Welzel, Lehrbuch pág. 96; Zipf, Einwilligung pág. 95. "* En el mismo sentido del texto se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. v. Caemmerer, Gesammcltc
"'' Al respecro, Blei, Allg. Teil pág. 300. SchriftcnTomo I pág. 551; Engisch, DJ'I-Festschrift Tomo I págs. 418 ss.; Nipperdey. N J W 1957, pág. 1780;
'^ Básicamente sobre ello, Stoll, Das Handeln auf eigene Gefahr págs. 305 ss.; además, Hansen, Die Stoll, JZ 1958, pág. 140; Weimar, JuS 1962, pág. 135; Wietholter, Verkehrsrichtiges Verhalren págs. 9 ss.
Einwilligung des Verletzten págs. 146 ss. Sobre rodo ello vid. Larenz, Schuldreclu Tomo II págs. 608 ss.
638 § 57 La cuipabilici;ui en el tieliu) inipiuílcnlc
11. La rccoíiocihilitLul \- el ciiiiiplíiniento del deber objetivo de euidado 639

Winimer, Über unzAilissigc Vcrticfung dcr Scliuidfrage bci l-elilleisaingen von Krafil.ilirerii, N|\V 1959, pág.
exit;encl;is de cortesía o de la consideración debida a la moral y a las buenas maneras. Una concien-
1753; el mismo, Vcreinfachuiigen im allgcniciiieii Slrafrccht boi dcr lieMrafuiig vojí Verkeliisübcrrretungeii,
cia actual del injusto puede faltat cuando ima infracción, como por ejemplo de tráfico, es cometida
DAR 1960, pág. 245.
con mucha Irecuencia (verbigracia, cruzar la vía con el semáforo en rojo o la desatención del límite
Vid., ademís, las referencias bibliogníficas ames de §§ 54 y 55 de 30 kni/h). No reconociendo el autor su deber de cuidado (imprudencia inconsciente) hay que
Al igual que en los dolosos, la cidpabilidíidúf^niTicw en los delitos imprudentes la reprocha- exigir que debería habedo reconocido «uno deber jurídico (vid. infra § 57 11). El deber de informa-
bílidad de la acción típica y antijurídica en atcnci(')n a la actitud jurídica interna desaprobada que ción tiene en la práctica un significado especial cuando se trata de normas jurídicas relativas al cui-
aquélla expresa (vid. siipra § 39 II 1) '. No obstante, los elementos de la culpabilidad impruden- dado aplicable (por ejemplo, limitaciones de velocidad) o cualesquiera otras reglas determinadas
te son en parte distintos a los de la acción dolosa culpable. Su comprobación e.s desatendida con (verbigracia, señales de advertencia en las pistas de ski). En la imprudencia consciente entra sobre
frecuencia en la praxis ^. todo en juego el error de prohibición cuando el autor torna equivocadamente por una causa de
justificación lo que en realidad es su actuación contratia al cuidado debido (un aprendiz pasa por
alto ima advcttencia de su maestto —que él toma por obligatotia— sobre una disposición preven-
I. Capacidad de culpabilidad y conciencia de la antijuricidad tiva de accidentes, causando de este modo el correspondiente siniestro ). Además, en los delitos
imprudentes de resultado el autot debe o, en su caso, pitede saber que la consecuencia que origina
1. lambicn en la imprudencia, el primer elemento sobre el que se apoya el juicio de culpa- está desaprobada por el Ordenamiento jurídico. Tratándose de homicidio o lesiones corporales im-
bilidad es la capacidad de culpabilidad; esta se encuentra asimismo conectada a la edad y a la prudentes no hay que desperdiciar ni una palabra más sobre ello. En las conductas peligrosas del
salud psíquico-menral del autor (vid. supra § 40 II, 111). También en el sentido de la impruden- tráfico viario como no respetar la distancia de seguridad, aumentar la velocidad en el momento de
cia quien es incapaz de culpabilidad no actúa cidpablemente^. Desde luego que un incapaz de ser adelantado o cerrar el paso, tras iniciarse una maniobra de adelantamiento, debe igualmente set
culpabilidad, bajo ciertas circimstancias, puede prever la realización del tipo y actuar objetiva- afirmada la conciencia del injusto a pesar de que estas infracciones se suceden permanentemente.
mente con infracción del deber de cuidado. De ahí que también en el hecho imprudente a la Para el reproche de culpabilidad es suficiente con la conócncxi potencialát\ injusto, pero también
realización del tipo de injusto sean anudadas las medidas de segundadjurídico-criminaíes previs- en el marco de la imprudencia el error de prohibición vencible determina una menor gravedad en
tas para el autor incapaz de culpabilidad (§§ 63, GA, 69, 70), con lo que sin embargo debe ser la fijación de la pena que la plena conciencia del injusto. ,
presupuesto que el autor, de acuerdo con sus capacidades individuales y prescindiendo de la ca-
pacidad de culpabilidad, estaba en situación de cumplir debidamente el cuidado exigible"*. 3. El estado de necesidad exculpante (§ 35) y el exceso en la legítima defensa del mis-
mo carácter (§ 33) resultan también de aplicación en ios hechos imprudentes.
2. La culpabilidad por imprudencia, al igual que en el hecho doloso, presupone la concien-
cia de la antijuricidad o, en su caso, la evitabilidad del error de prohibición (vid. supra § 41 I
1)'. Dado que a mentido el autor de un hecho imprudente no reconoce el sentido social de su II. La reconocibilidad y el cumplimiento del deber objetivo de cuidado
comportamiento equivocado, la mayoría de las veces tampoco será consciente de la prohibición
jurídiai. Sin embargo, también aquí la conciencia de la antijuricidad posee un significado autóno- 1. El reproche de culpabilidad en la imprudencia tainbién depende de que el aiuor, de acuer-
mo y, en verdad, en la medida en que el autor debe saber que se trata de exigencias objetivas de do con sus capacidades personales, esté en situación de reconocer y cumplir los deberes de
cuidado que hay que cumplir en el caso concreto, de auténticos deberes jurídicos y no meramente de cuidado que le son exigibles segiín un criterio objetivo. En este examen no resulta decisiva la
capacidad de rendiiniento de la persona concienzuda y cuidadosa perteneciente al círculo del
autor (criterio objetivo), sino que lo importante es elstijeto mismo, con su nivel individual At fiíet-
' Vid. Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsatze pág. 210; Burgstaller, Das Fahrlássigkeitsdelikt págs. zas, experiencias y conocimientos (criterio subjetivo) (RG 39, 2 [5]; 56, 343 [349]; 58, 130 [134
182 ss.; \VK (Burgstaller) § 6 núms. 78 ss.; Lackner, § 15 núm. 49; Herzherg. Jura 1984, pág. 402; slei, ss.]; 73, 257 [262]; BGH Dallinger MDR 1973, pág. 18)^. No obstante, también aquí el juicio
Allg. Teil págs. 303 ss.; Nowakowski, JBI 1972, pág. 31; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 190;
Schünemann, JA 1975, págs. 790 ss.; Roxin, Allg. Teil 1 § 24 núm. 102; Welzel, Fahrlassigkeir uiid
Verkehrsdeliktc pág. 30; Wessels, Allg. Teil núm. 692.
^ Subrayando acertadamente, también en la imprudencia, el requisito de la conciencia del injusto
' Lo que es acertadamente criticado por Baumann, l'roblcmc dcr Fahrlassigkeit págs. 105 ss. Asimis- actual o potencial, Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsiitzc pág. 213; Burgstaller, Das Fahrlássigkeitsdelikt
mo, Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 202; Stratenwerth, Allg. Teil ! núm. 1138; Roxin, Allg. Teil § 24 págs. 196 ss.; WK (Burgstaller) § 6 núm. 78; Lackner, § 15 núm. 50; LK (ll.'')(Schroeder) § 17 núm. 2;
núm. 113. Claramente también, BGH NJW 1995, 795 (796). fdaurach/Gossel/Zipf, KWs^. Teil 11 § AA núm. 56; Roxin, Allg. Teil I § 24 núms. 103 ss.; Sauer, Allgemeine
^ Vid. Burgstaller, Das Fahrlássigkeitsdelikt págs. 183 .ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 191; Sttaftechrslehre pág. ISO; Schonke/Schroder/Cramer,^ 15 núm. 193; Welzel, Fahtlassigkeit und Vcrkehrsdelikte
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1126. Por el contrario, sobre la base de la concepción de la imprudencia pág. 32; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 1128. Para Arzt, ZStW 91 (1979) pág. 884, sin embatgo, la teoría
como forma de culpabilidad, con anterioridad fue admitido con frecuencia que el incapaz de culpabilidad del dolo es aplicable a los delitos imprudentes. En contra, con razón, Schone, Hilde Kaufmann-
no podía actuar imprudentemente; vid. Schlosky, JW 1936, pág. ,3427; Klee, JW 1939, pág. 548. Gedáchtnisschtift págs. 669 ss.
Subraya acertadamente Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1127, que para la punibilidad por un hecho '' El ejemplo procede de//crzicr^, Jura 1984, pág. 411.
nnprudente cometido en estado de embriaguez de acuerdo con el § 323a, hay que verificar si el cuidado ' Así se pronuncia la doctrina mayotiiaria; vid. Baumann, Probleme der Fahrlassigkeit pág. 105;
objetivamente necesario habría sido exigible al auror en estado sobrio (RG DStr 1936, 180 [181]); .asimis- i Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsatze págs. 210 ,ss.; Engisch, Vorsatz und Fahrlassigkeit págs. 349 .ss.;
mo, Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 192. F.xner, Fahrlassigkeit pág. 217; Lackner, § 15 núm. 49; Mannheim, Fahrlassigkeit págs. 61 ss.; Mühlliaus,
640 § 57 La culjiabilidad en el delito inipiudenic ilL La pievisibilidati subjetiva tiel resultado \ del curso causal 641

sobre la c a p a c i d a d personal sólo es posible p o r m e d i o d e la p r e g u n t a de si, d e a c u e r d o c o n n u e s - exigencias necesarias en la actividad a s u m i d a p o t él " . Pero, sea c o m o fuere, este requisito n o h a
tra experiencia, "otra persona" c o n la e d a d , inteligencia y c o n o c i m i c i u o s del autor, así c o m o en sido d e m a n d a d o e x p r e s a m e n t e por la jurisprudencia, d e m o d o q u e surge la i m p r e s i ó n de u n a
su m i s m o lugar y situación, habría sido capaz de satisfacer las exigencias externas e internas del objetivación asistemática del criterio de la culpabilidad (RG 50, 37 [45]; 5 9 , 3 5 5 [ 3 5 6 ] ; 6 4 , 2 6 3
c u i d a d o d e b i d o q u e eran d e m a n d a d a s en o r d e n a la evitación del resultado d e b i d o ; defectos del [ 2 7 1 ] ; 6 7 , 12 [20]; B G H 10, 133 [134]; KG V l l S 7, 184 [185]; en o t r o s e n t i d o , sin e m b a r g o ,
carácter c o m o desconsideración, indiferencia o falta de a t e n c i ó n , no exculpan al a u t o r (vid. sufra B G H N J W , 1 9 9 5 , 7 9 5 [796]).
§ 3 9 111 1 ) 1 La culpabilidad por asunción presenta un cierto patentesco con la actio libera in causa en relación con
la anricipación temporal del reproche por la culpabilidad (vid. supra § 40 VI 1) '^. \JÍ diferencia consiste en
2. Las circunstancias q u e n o i n t e g r a n el reproche al a u t o r son los defectos corporales,
que en esta última se origina culpablemente por el autor un estado en el que carece de libertad (incapacidad
p r o b l e m a s d e e n t e n d i m i e n t o , lagunas de c o n o c i m i e n t o s y d e experiencia, senectud, así c o m o d i -
de acción o de culpabilidad) y que es aprovechado para cometer una acción punible; en cambio, aquí se le
ficultades especiales de la situación a las q u e n o p u d o enfrentarse. N o o b s t a n t e , p e r m a n e c e siem- reprocha por colocarse en una siruación en la que, ciertamente, es capaz de culpabilidad pero donde no ha
pre reservado el p u n t o de vista d e la "culpabilidad p o r asunción". estado a la altuta de los deberes de cuidado que le eran exigibles.
Ejernplos: Una capacidad intelectual deficiente puede exculpar un cambio de vía incorrecto en el tráfi- 4. C o m o todas las realidades subjetivas, las capacidades personales del a u t o r c o m o base del
co ferroviario (RG 22, 163 [164 ss.]). Si, a causa de sus escasas aptitudes para comprender, el testigo no es
r e p r o c h e culpabilístico sólo p u e d e n determinarse concluyentemente a través d e p u n t o s d e referen-
capaz de reconocer que su declaración es incierta, no puede ser castigado por el § 163 (RG J W 1928, pág.
cia objetivos. C o n frecuencia, el juez p o d r á partir para ello d e la i m p r e s i ó n personal q u e le cairsa
1505). La incompetencia para conducir derivada de una senectud progresiva no reconocible, no resulta re-
el autor, de su posición social, de su ttayccroria y experiencia viral, así c o m o d e las reglas genera-
prochable'. El cansancio acaecido súbitamente para el que no está preparado a causa de deficiencias corpo-
rales o mentales que no le eran conocidas o reconocibles como tales, puede también exculpar una infracción les d e la experiencia y, d e este m o d o , p o d e r apreciar la c o n c u r r e n c i a de la c u l p a b i l i d a d p o r i m -
de tráfico grave (BGH VRS 7, 181 [182]; B G H DAR 1958; pág. 194). La ausencia de práctica en la con- p r u d e n c i a si no existen p u n t o s de apoyo para afirmat lo c o n t r a r i o (prueba p o r apariencia, B G H
ducción no puede ser reprochada al novato (BGH DAR 1956, pág. 106; KG VRS 7, 184 [185]). El alumno D A R 1 9 5 4 , 17 [ 1 8 ] ) ' 3 .
de autoescuela sólo se responsabiliza de un error si, conforme a sus conocimientos y capacidad subjetiva, lo
Con ello, sin embargo, no se renuncia al criterio subjetivo de la culpabilidad imprudente , sino que
habría podido evitar fácilmente (OLG Hamm VRS 56, pág. 347). La capacidad defectuosa de un naturópata
sólo se muestra una vía para su comprobación en el proceso penal. Precisamente en la imprudencia un De-
para reconocer una apendicitis puede excluir el reproche culpabilístico (RG 6 7 , 12 [19 ss.]). El sobresalto
recho penal que prerenda ser pedagógicamenre eficaz no puede renegar del principio de culpabilidad, pues
debido al acaecimiento de un peligro inesperado puede disculpar reacciones equivocadas; así sucede con un
la pena le conduce al autor a vet su propia responsabilidad y las razones de la condena deben mostrarle
ataque nocturno (RG 58, 27 [30]), con una avería repentina de los frenos de un autobús en una pendiente
hasta qué punzo precisamente él h^bríi podido evitar el hecho imprudente y, también, cómo podrá hacerlo
acentuada, especialmente si coincide simultáneamente con un cansancio excesivo y escasa experiencia del
en un futuro. Pero para ello hay que rcner en cuenta que nadie puede "realizar la pretensión ideal de una
conductor (BGH DAR 1956, 106 [107]), con un repentino cambio de carril de un camión con remolque
atención continua y permanente, así como de una reacción veloz y apropiada" '^.
(BGH VRS 10, 213 [214]) o con un prematuro e imprevisto encendido de las luces largas en el carril con-
trario (BGH 12, 81 [84]). Finalmenre, aunque la corresponsabilidad del ofendido no excluye la culpabili-
dad del autor, sí puede, sin embargo, atenuarla sustancialmente (RG 59, 355 [359]; BGH 4, 182 [187]; 17,
III. La p r e v i s i b i l i d a d subjetiva d e l resultado y d e l curso causal
299 [302 ss.]).
1. En los delitos i m p r u d e n t e s de rcsulrado t a n t o el curso causal c o m o el resultado típico
3 . Sin e m b a r g o , en tales casos a m e n u d o debe serle r e p r o c h a d a al auror la realización de
n o sólo d e b e n h a b e r sido previsibles o b j e t i v a m e n t e en sus rasgos esenciales "^ (vid. supra § 5 5 II
u n a actividad para la q u e carecía d e los c o n o c i m i e n t o s y capacidades necesarias ( c u l p a b i l i d a d
por a s u n c i ó n ) (vid. sufra § 55 I 3 a ) . A q u í se plantea no o b s t a n t e la p r e g u n t a de c ó m o se resuel- ' ' Vid. Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsátze pág. 2 1 1 ; Burgstaller, Das Fahrlassigkeitsdelikt pág.
ve el caso e n el q u e el a u t o r carece ya d e la c o m p r e n s i ó n necesaria para, al m e n o s , p o d e r hacerse 193; el mismo, Grundzüge pág. 126; WK (Burgstaller) § 6 núm. 106; Dreher/Trondle, § 15 núm. 16; Kühl,
u n a idea sobre la insuficiencia d e su p r o p i a capacidad d e r e n d i m i e n t o '". D e m o d o c o n s e c u e n t e , AUg. Teil § 17 núm. 9 1 ; Nowakoivski, JBl 1953, págs, 510 ss.; Schonke/Schrdder/Cramer, § 15 núm. 198;
la d o c t r i n a exige q u e para el a u t o r haya sido reconocibk q u e n o p u d o estar a la a l t u t a de las Stratcnwerth, Allg. Teil I núm. 1105; Schmidhriuser, Allg. Teil pág. 444; LK (1 l.'')(Schroeder) § 16 núms.
140 ss.; Schünemann,]A 1975, pág. 791.
'^ Asimismo, Roxin, Allg. Teil 1 § 24 núm. 111.
" Vid., al respecto, Bockelmann, Untersuchungen pág. 268; el mismo, Verkehrsrechtliche Aufsátze
pág. 24; Burgstaller, Das Fahrlassigkeitsdelikt págs. 194 ss.; WK (Burgstaller) § 6 núm. 88; Volk, GA 1973,
Falirlassigkeit pág. 32; Preisendanz, nota preliminar C 4 pág. 30; Schdnke/Schrdder/Cramer, § 15 núm. 194; págs. 166 ss.; Wimmer, N J W 1959, págs. 1756 ss.; el mismo, DAR 1960, págs. 247 ss. En contra, Baumann,
Schünemann,]KV)Ti,\¡i^.7')0\ SK (Samson) ^ 16 Anexo núm. 34; Wí'/zí'/, Lehrbuch pág. 175. N j V l 9 5 9 , págs. 2293 ss.
** En esta dirección camina, sobre todo, la docrrina austtíaca; vid. Burgstaller, Das Falirlassigkeitsdelikt ''^ Flxigendo, no obstante, una objetivación de la culpabilidad i m p r u d e n t e , Frey, Schweiz.
pág. 189; WK (Burgstaller) § 6 n ú m . 84; Nowakoivski, JBl 1972, pág. 3 1 ; Kienapfel, Zeitschrift für Jurisrenvereins-Festschrifr págs. 343 ss.; Salm, Das vollendete Verbrechen Tomo \, 1 págs. 69 ss., 114, 117
Verkeriisrecht 1977, págs. 13 ss. Igualmente, Herzherg, Jura 1984, pág. 4 1 3 : "Se hace responsable por el ss., 137, 203; Boof, N J W 1960, pág. 373. F^n contra, con razón, Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsátze
carácter". pág. 23; Schmidt-Leichner, N J W 1960, págs. 996 ss.; Baumann, ¡'róbleme der Fahrlassigkeit pág. 106.
' El ejemplo procede de Bockelmann, Verkerhsrechtiiche Aiifsatze págs. 211 ss. '* Así, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1137.
"* Vid. Larenz, Schuldrecht Tomo I pág. 285; en relación con el Derecho civil vid., además, B G H "' Con acierto define Puppe, J Z 1989, pág. 723, como citcunstancia "esencial" del curso causal "aquélla
JZ 1968, pág. 103. que integra el deber de cuidado del autor sin cuya presencia aquel no habría acontecido".
f

642 § 57 La culp:ibilid;ul cii ci ticlito iin|initlciuc IV, La iiicxigüiiiidiul do! comporramícnto adecuado a la norma 643

3), sino que para la reprocliabilidad por la causación de aquél tanihiéu depende de que el aiuor verso a como sucede en los dclití)s dolosos en los que también se exige obediencia al [Jefccho
hubiera podido rener esa previsión de acuerdo con sus cap;icidades v coiiociniientos personales líente a la más fuerte de las presiones motivadoras, en la medida en que no concmran casos
(RG 3, 208 [209]; 30, 25 [28]; G4, 316 [320]; JA, 195 [198]; BGId 24, 213 ¡216 ss.j) ". El especiahnenic excepcionales previstos en la propia Ley (por ejemplo, § 35) (vid. suprn § 47 11 2),
criterio subjetivo de la previsibilidad del resultado es básicamente el [uismo que juega en la en los hechos imprudentes la jurisprudencia tiene en cuenta, sobre todo en situaciones de con-
recoiiocibilidad y cumplimiento del deber de cuidado. Hicto, qtic ciicimstancias cxtraotdinarias pueden haber dificultado especialmente el cumplimien-
Ejemplos: Para la previsibilidad de las consecuencias de un golpe en la cabeza se atiende al nivel de to del deber de cuidado por parte del autor. Aquí ya no se trata, sin embargo, del límite del
formación (RG 3, 208 [209]) y a la iiueligencia del autor (OLG Koln NjW 1963, 2381 [2383]). Kl olvido cuidado debido dentro del ámbito objetivo de la antijuricidad y tampoco del reconocimiento
por un maestro de la comunicación de que uno de sus alumnos era hemofílico, no resulta reprochable si de una causa "supralegal" de exculpación de la inexigibilidad" , sino de la restricción del deber
dicho alumno pone en peligro la clase con su comportamiento y es necesaria una defensa inmediata (BGH de cuidado que corresponde personalmente al autor (OLG Frankfurt VRS 4 1 , 32 [35]) (vid.
I4, 52 [54]) " . Una granjera algo primitiva, intelectualmente hablando, que sin estetilización alguna lleva a supra § 47 II 3b) ^^. L9icho deber puede, por tanto, no sólo ser restringido a través de déficirs en
cabo sobre su hija un aborto no puede prever la muerte como consecuencia de su intervención (schvveiz. la persona del autor sino también, aunque en casos excepcionales, por medio de las especialida-
BGE 69 IV 228 [232]). La abuela que por prirtiera vez coge el metro y por ello no sabe que las puertas se
des propias de la situación de hecho. También aquí hay que llevar siempre a efecto una valora-
cierran automáticamente antes de la salida, no puede prever que pone en peligro a su nieto si no lo mantie-
ción objetiva de la cxigibilidad del comportamiento adecuado al deber de cuidado ^^. De lo con-
ne suficicnremeute alejado de la puerta (el ejemplo es de Schmidhauser). Previsible resulta, sin embargo, que
un peatón que intenta cruzar la calle retroceda ante el vehículo que se aproxima (OLG Hamm VRS 59, trario podría llegarse a una aplicación desigualitaria y arbitraria del criterio de la cxigibilidad.
114) y que un niiáo no se quede esperando en la mitad de la calzada sino que intente alcanzar el otro lado Ejemplos: En sus comienzos la jurisprudencia partió del caso conocido como "Leinenfanger" (RG 30,
de esta (OLG Hamm VRS 59, 260). 25), en el que fue negada la cxigibilidad de una encordadura cuidadosa de un carruaje de caballos en aten-
ción a que el cochero estaba amenazado con el despido si se negaba a trabajar con un caballo que siempre se
2. La previsibilidad subjetiva del resultado no resulta problemática en la imprudencia cons-
desbocaba (no obstante, en la actualidad este supuesto sería resuelto de forma diversa a causa de la mejor
ciente pues en ella el autor identifica la peligrosidad de la situación para el objeto protegido de la
protección jurídica de la que gozan los empleados -''). Además, la RG 36, 78 (80), negó que fuera contrario
acción, aunque contrariamente a deber confía en que el resultado no tendrá lugar (OLG Stuttgart a deber la omisión parerna del internamiento a tiempo en un hospital del hijo gravemente enfermo, porque
JuS 1977, pág. 52). La dificultad reside aquí en la imprudencia inconsciente pues la peligrosidad ello se debió a las peticiones encarecidas de su propio hijo y de su mujer que poco tiempo antes había
de muchos acontecimientos cotidianos, especialmente de la medicina, del sector de la construc- fallecido en el mismo hospital. La RG 57, 172 (174) aceptó que no merecía ningún reproche el barquero
ción o del tráfico viario, hace que en casi todas las infracciones del deber de cuidado parezcan que fue zozobrado a causa de una tormenta y una crecida del río Memel, debido a que, a pesar de su adver-
previsibles las consecuencias más graves y, en verdad, para cualquier persona porque el posible tencia sobre la peligrosidad de la travesía, los dos viajeros que portaba le apremiaron para ello poniendo
curso causal es lo suficientemente sencillo como para poder ser captado por el espíritu más limi- finalmente en duda su valía personal. La RG 74, 195 (198) rechazó el reproche de culpabilidad dirigido
tado. Sin embargo, en los hechos imprudentes también hay circunstancias complicadas que ha- contra el conductor de un tranvía que para el encendido reglamentario del remolque habría tenido que
cen absolutamente necesario el examen especial de la capacidad personal del autor para la previ- contradecir una (incorrecta) instrucción de servicio. Vid. también BGH 2, 194 (204); 4, 20 (23).
sión del resultado y del curso causal (por ejemplo, dejar olvidado un líquido tóxico en un local
cerrado al que jugando pueden acceder los niilos por la ventana). Al igual que en los delitos
dolosos, los conocimientos especiales perjudican al autor como, por ejemplo, el saber de la exis-
tencia de la enfermedad cardíaca de la víctima a la que se le provoca la muerte comunicándole
irresponsablemente una noticia grave.
Kienapfel, Zeitschrift für Verkehrsrecht 1977, págs. 14 ss.; KohlrauschlLange, § 59 coinentario IV 4; Roxin,
Allg. Teil I § 24 núm. 115; SchonkelSchr'óderlCramer, § 15 núm. 204; SK(Samson) § 16 Anexo núm. 36;
IV. La inexigibilidad del comportamiento adecuado a la norma Nowakowski, JBI 1953, págs. 509 ss.; Welzel, Lehrbuch págs. 183 ss.; ¡akohs, Studien págs. 141 ss.; el mis-
mo, Allg. Teil 20/35 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 692; Fornasari, 11 principio di inesigibilitá págs. 320 ss.
El reproche culpabilístico de la imprudencia también puede decaer si las circunstancias ex- Aludiendo expresamente a la cxigibilidad § 6 1 óstett. StGB. Mostrando su escepticismo frente a la
ternas convierten en inexigible el cumplimiento del deber objetivo de cuidado " . De modo di- inexigibilidad a causa de las dificultades en la delimitación, Schünemann, JA 1975, págs. 791 ss. Disctepan
Maurach/GiisseUZipf, KWg. Teil II § 44 núm. 45; Maiwald, Schüler-Springorum-Festschrift pág. 487.
^'' Así, sin embargo, //. Mayer, Lehrbuch pág. 141; el mismo, Grundrifi pág. 135; Henkel, Mezger-
" Vid. Burgstdler, Das FahrlassigkeiLsdelikt pág. 187; WK(Burgstaller) § 6 núm, 90; Herzberg,]mz Fcstschrift pág. 286.
1984, pág. 407; Kühl, Allg. Teil § 17 núm. 92; H. Mayer, Lehrbuch pág. 271; Welzel, Fahrlassigkeit und -' Así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 455; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 168; Schmidhauser, Allg.
Verkchrsdeliktc págs. 30 ss.; el mismo, Lehrbuch págs. 175 ss.; Schmidhauser, Allg. l<:il pág. 445; Schonkel Teil págs. 477 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 1132; Welzel, Lehrbuch pág. 183.
ScliroderlCramer, § 15 niím. ! 94; Schünemann, JA 1975, pág. 788; Wessels, Allg. Teil núm. 692. "- Así, Burgstaller, Das Fahrlassigkeitsdelikt pág. 199; WK (Burgstaller) § 6 núm. 98. Por el contra-
'* Acerca de los líiuites del deber de concentración vid. Sigrid Fischer, Vergesscn ais Fahrlassigkeit rio, atribuyen una "doble función" a la inexigibilidad, Schonke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 204, Maiwald,
págs. 86 ss. Schüler-Springorum-Festschrift pág. 491 y Eser, Strafrecht II núm. 24 A núm. 8.
" Vid. al respecto, Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 167 ss.; Burgstaller, Das Fahrlassigkeitsdelikt ^^ Así, acertadamente, Welzel, Lehrbuch pág. 184. Vid., además, Burgstaller, Das Fahrlassigkeitsdelikt,
págs. 198 ss.; WK (Burgstaller) § 6 núms. 96 ss.; DreherlTrbndle, § 15 núm. 16; Eggert, Die Unzumutbarkcit págs. 200 ss., con diversos ejemplos.
págs. 75 ss.; LK(l¡.'){Hirsch} nota preliminar núm. 206 antes del § 32; Heitzer, NJW 1951, pág. 829; ''' Así, Bockelmann, Verkehrsrechtliche Aufsátze pág. 211; Mühlhaus, Fahrlassigkeit págs. 43 ss.
§ 58 C o n c e p t o , ciases y problemática fundamental del delito omisivo 645
644 § 58 C o n c e p t o , clases y prcíhlcniácica fundamental del tlcülo omisivo

ht, 6.-'
strafrecht, 6. ed. 1 9 8 7 ; Eiandaca, II teato c o m m i s s i v o m e d i a n t e o m i s s i o n e , 1 9 7 9 ; Ereund,
Sección 2.*: El delito de o m i s i ó n
Erfolgsdelikt und Unterlassen, 1992; Eünfsinn, Der Auftau des fahrlassigcn Vcrlctzungsdelikts durch
E
El delito omisivo es, al igual q u e el delito de c o m i s i ó n i m p r u d e n t e , una forma especial de Unterlassen,
Unterlassen, 1985;
1985; Gallas,
Gallas, A A nn m
m ee rr kk uu nn gg zu
zu B
BGGH
H 2,
2, 150,
150, JJ Z
Z 1952,
1952, pág.
pág. 33 77 11 ;; el
el mismo,
mismo, Unterlassenc
Unterlassenc
aparición d e la acción p u n i b l e . Este tipo de delitos p u e d e n ser c o m e t i d o s t a n t o dolosa c o m o Hilfeieistung nach d e u t s c h e m Stratrecht, D e u t s c h e Landesrefcratc zum IV. Inr. Kongrcís für
i m p r u d e n t e m e n t e . Los delitos omisivos, d e la m i s m a forma q u e los comisivos, integran el c o n - Rechtsvcrgleichung, 1955, pág. 344; el jnismo, Studien zum Unterlassungsdelikt, 1989; Geilen, Nene
c e p t o s u p e r i o r del " c o m p o r t a m i e n t o h u i n a n o de considerable alcance social" (vid. supra § 2 3 VI jurislisch-medizinische Grenzprobleme, JZ 1968, pág. 145; elmismo. Das Leben des Menschen in
d e n G r e n z e n d e s R e c h t s , F a m R Z 1 9 6 8 , pág. 1 2 1 ; Georgakis, Hilfspflicht und
1 y 2), p e r o se diferencian e s e n c i a l m e n t e d e los delitos c o m e t i d o s m e d i a n t e u n hacer positivo en
F>folgsabwendungspfl¡cht im Strafrecht, 1938; Gossel, 'Liu Lehre vom Unterlassungsdelikt, Z S t W
q u e no es posible u n a traslación i n m e d i a t a de los c o n c e p t o s y reglas jutídicas desarrolladas para
96 (1984) pág. 3 2 1 ; Grasso, 11 reato omissivo improprio, 1983; elmismo, O r i e n t a m e n t i legislativa
los delitos d e c o m i s i ó n . D e a h í q u e la D o g m á t i c a d e estos tiltimos d e b a ser a d a p t a d a a las cir-
in tema di omesso impedimento deli'evento Riv dir proc pen 1978, pág. 872; Grünwald, Das unechte
cunstancias especiales d e los delitos d e o m i s i ó n . Unterlassungsdelikt, Diss. G o t t i n g e n 1957; el mismo Z u r geserzlichen Regelung der u n e c h t e n
Pero tampoco puede procederse esquemáticamente de acuerdo con la supuesra vigencia de un "princi- Unterlassungsdelikte, Z S t W 70 (1958) pág. 4 1 2 ; el mismo, [)ie Beteiligung durch Unterlassen, GA
pio de inversión^ \ según el cual, los mismos presupuestos de los delitos de acción y omisión deben conducir 1959, pág. 110; Haffke, Unrerlassung der Unterlassung? Z S t W 87 (1975) pág. 44; Henke, H a n d b u c h
siempre a consecuencias exactamente contrarias. Más bien, en los delitos omisivos debe tener lugar la adap- des Criminalrechrs und der Criminalpolitik, 1.^ Parte, 1823; Henkel, Das M e t h o d e n p t o b l e m bei
tación de cada problema acorde con el sentido de las formas de pensar desarrolladas para los delitos de comi- den unechten Unteriassungsdelikten, MSchrKrim 1961, pág. 178; Herzherg, Die Unterlassung im
sión. Dado que la omisión no responde a la misma realidad que el hacer positivo, sino que sólo puede ser Sttafrecht und das Garantenprinzip, 1972; el mismo, Die Schuid beim Fahrlassigkeitsdelikt, Juta 1984,
pág. 4 0 2 ; el mismo, Z u r Garantenstellung aus vorausgegangenem Tun, J Z 1986, pág. 986; Hirsch,
imaginada como \-i frustración de la una expectativa de una determinada y posible acción del autor, en el
Ehre und Beleidigung, 1967; Honig, Zur Frage der Strafbarkeit der Unterlassung im rómischen Recht,
concepto de omisión deben ser asumidos elementos que no poseen su equivalente en los delitos de comi-
Festschrift für E. Heilfron, 1930, pág. 6 3 ; el mismo, Die Entwicklung des Unterlassungsdelikts vom
sión. Por medio de estas adaptaciones y complementos la estructura de los delitos de omisión se vuelve más
Rómischen bis zum Gemeinen Recht, Festgabe für R. Schmidt, 1932 (Sondetdruck); Huerta Tocildo,
complicada que la de los de acción.
Problemas fundamentales de los delitos de omisión, 1987; Infractions d'omission, Actes du Colloque
p r é p a r a r o i r e t e n u á U r b i n o , Rev int dr pén 1984, n ú m s . 3-4; Jescheck, Sttafrechtsreform in
D e u t s c h l a n d , S c h w Z S r r 91 ( 1 9 7 5 ) p á g . 1; el mismo, Die B e h a n d l u n g der u n e c h t e n
§ 5 8 C o n c e p t o , clases y problemática fundamental del delito omisivo
Unterlassungsdelikte in neueren Strafgesetzenrwürfen, 1989, pág. 7 9 5 ; el mismo, Probleme des
Androulakis, Studien zur Problematik der u n e c h t e n Unterlassungsdelikte, 1963; Arzt, Z u r unechten Unterlassungsdelikts in rechtsvergieichender Slcht, 140 Jahre GA, 1993, pág. 1 \5; Jescheck/
G a r a n t e n s t e l l u n g beim u n e c h t e n U n t e r l a s s u n g s d e l i k t , JA 1 9 8 0 , págs. 5 5 3 , 6 4 7 , 7 1 2 ; Bertel, Goldmann, Die B e h a n d l u n g der unechten Unterlassungsdelikte im deutschen u n d auslandischen
Begehungs-oder Unterlassungsdelikt? JZ 1965, pág. 53; Binding, Der Enrvvurf eines StGB f. d. Nordd. Strafrecht, Z S t W 77 (1965) pág. 109; Armin Kaufmann, Die D o g m a t i k der Untetlassungsdelikte,
Bund in seinen Grundsatzen, 1869; Bockelmann, Strafrecht des Arztes, 1968; B'óhm, Die Rechtspflicht 1959; elmismo, M e t h o d i s c h e Ptobleme der Gleichstellung des Unterlassens mit der Begehung, JuS
7,um Handeln bei den unechten Unteriassungsdelikten, Diss. Frankfurt 1957; elmismo, Methodische 1 9 6 1 , pág. 173; Arthur Kaufmann, Die Bedeutung hypothetischer Erfolgsursachen im Strafrecht,
Probleme der Gleichstellung des Unterlasscns m i t der B e g e h u n g , JuS 1 9 6 1 , pág. 177; Boldt, Festschrift für Eb. S c h m i d t , 1 9 6 1 , pág. 2 0 0 ; Arthur KaufmannIHassemer, D e t überfallene
A n m e r k u n g zu RG 74, 3 0 9 , D R 1 9 4 1 , pág. 195; Brammsen, Die Entstehungsvoraussetzungen der Spazierganger, JuS 1964, pág. 151; Kienapfel, Akruelle Probleme der unechten Unterlassungsdelikt,
Garantenpflichten, 1986; Bruns, A n m e r k u n g zu B G H vom 3 . 1 1 . 1 9 8 1 , J R 1982, pág. 4 6 5 ; el mis- Strafr. Probleme 2, 1974, pág. 7 7 ; f / m « w o , Die Garantenpflichten usw., JBl 1975, págs. 13, 80; Í"/
mo, Z u r Auslegung des § 13 Abs. 2 S t G B , Festschrifr für H . Trondle, 1989, pág. 125; Busch, Z u r mismo Die Gleichwertigkeit von Tun und Unterlassen, O J Z 1976, pág. 197; elmismo, Die Abgrenzung
gesetzlichen Begründung der Strafbarkeit unechten Unterlassens, Festschrift für H . v. Weber, 1 9 6 3 , von Tun u n d Unterlassen, O J Z 1976, pág. 2 8 1 ; Kissin, Die Rechtspflicht zum H a n d e l n bei den
pág. 192; Cadoppi, 11 rearo omissivo p r o p r i o . Tomo 1, II, 1988; Clemens, Die Unterlassungsdelikte Unterlassungsdelikren, Strafr. Abh. Heft 317, 1933; Kohler, Studien aus dem Sttaftecht, Parte 1, 1890;
im d e u t s c h e n Strafrecht von Feuerbach bis zum R S t G B , Strafr. A b h . Heft 149, 1912; Dahm, Küpper, G r e n z e n d e r n o r m a t i v i e r e n d e n S r r a f r e c h t s d o g m a t i k , 1 9 9 0 ; l.andsberg, Die sog.
Bemerkungen zum Unterlassungsproblem, Z S t W 59 (1940) pág. 133; v. Dellingshausen, Sterbehilfe C o m m i s s i v d e l i k t e d u t c h U n t e t l a s s u n g im d e u t s c h e n Strafrecht, 1 8 9 0 ; I.enckner, Arztliche
und Grenzen der Lebenserhaltungspflicht des Arztes, 1 9 8 1 ; Graf zu Dohna, Z u r Lehre von den Hilfeleistungspflicht u n d Pflichtenkollision, Medizinische Klinik 64 (1969) pág. 1000; Lilie,
K o m m i s s i v d e l i k t e n d u r c h U n t e r l a s s u n g , D S t r 1 9 3 9 , p á g . 1 4 2 ; Drosí, D e r A u f b a u d e r Garantensrellungen für nahestehende Personen, JZ 1 9 9 1 , pág. 5 4 1 ; Luden, A b h a n d i u n g e n aus dem
Unterlassungsdelikte, GS 109 (1937) pág. 1; Engisch, Besprechung von Kaufmann, Die D o g m a t i k gemeinen teutschen Strafrechte, Tomo I, 1836, Tomo 11, 1840; Maiwald, G t u n d l a g e n p r o b l e m e der
der Unterlassungsdelikte, J Z 1962, pág. 189; el mismo, Vom Welibiid des Juristen, 2." ed. 1965; el Unterlassungsdelikte, JuS 1 9 8 1 , pág. 4 7 3 ; H. Mayer, Die gesetzlichc Bestimmtheit der Tatbestande,
mismo, Tun u n d Unterlassen, Festschrift für W. Gallas, 1 9 7 3 , pág. 163; Enschedé, Beginselen van Matetialien, Tomo 1, 1954, pág. 259; Meister, Echtes und unechtes Untetlassungsdelikt, M D R 1953,
pág. 6 4 9 ; Metzen, Die Problematik und Funktion der fakultativen Strafmilderung usw., Diss. Kóln
1977; Meyer-Bahlburg, Beittag zur Erórtetung det Unterlassungsdelikte, Diss. H a m b u r g 1962; el
mismo, Zur gesetzlichen Regelung der unechten Unterlassungsdelikte, MSchrKrinr 1965, 247; el mis-
mo, Die Garantenstellung bei den Unteriassungsdelikten, GA 1968, pág. 49; Nagler. Die Ptoblematik
det Begehung durch Unterlassung, GS 111 (1938) pág. 1; Nickel, Die Problematik det unechten

' Así, Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte págs. 87 ss.; Welzel, Lehtbuch pág. 203. En el mismo
sentido que aquí, Schónlíe/Schróder/Stree, nota preliminar mim. 138 antes del § 13; Schmidhduser, Allg. Teil
u n d Erfolg bei fahrlássigen I3elikten, Z S t W 74 (1962) pág. 4 1 1 ; el mismo, 'Faterschafr und
págs. 653 ss. nota a pie núm. \;Arzt, JA 1980, pág. 555; Haffke, ZStW 87 (1975) págs. 44 ss.
646 § 58 Conccj:>to, ciases y probieniáiica fundaincma! del tlc-lno omisivo 1- Rasgos esenciales de la lusíoiia doi;iii,ítica del deliro de omisión 647

l'aiherrschafr, 6.^ ed. 1994; el mismo, h\\ der Grcn/.e voii Regeluing ÍÍIKI Uiuerlassung, I'esrschrif ( desde ¡-cnerhach la Ciencia penal alemana .se esíorzó en concebir s i s t e m á t i c a m e n t e los deberes
lür K. Kngisch, 1969, pág. 380; el mismo, Kriminalpoliiik iind Siralreclitssystem, 2." ed. 1973; piridicús destinados a la evitación ilcl resultado-. J u n t o a ello, la cuestión relativa a la causalidad
Rudolphi, Die Gieichsrellungsprobieniatik der uuecliicn Unrerlassuiigsdcükrc und der CJedanke der de la omisión del resultado qtie no ha sido i m p e d i d o , se situí) en un p r i m e r p l a n o d u r a n t e largo
Ingerenz, 1966; Samson, Begchung und Unrerlassimg, Festschrili líir H. Welzel, 1974, pág. 379;
l i e m p o . Irresuelto q u e d a el problema c o n c e r n i e n t e a la f u n d a m e n t a c i ó n y limitación de los de-
SamsonIHorn, Sreucrimehrliciikcir durcli Unrerlassen, N J W 1970, pág. 5 9 3 ; Saiier, Kausalirai und
beres de garante. Sólo actnalnienie ha sido reconocido el p r o b l e m a de la equiparacicHi en los
Kechrswidrigkcír der Uncerlassung, Festgahc für \\. v. Fr;íiik, Ionio 1, 1 9 3 0 , pág. 2 0 2 ; Sax. / u r
r e c h t l i c h e n P r o b l e m a t i k der SrerbehilFe usw., J Z 1 9 7 5 , j ' á g . 137; Schaffstein, Die uiieclueii delitos con elementos especiales de la acción (§ 13 I, inciso segundo) -'.
U n r e r l a s s u n g s d e l i k r e usw., F e s t s c h r i f t für W. ( í r a f G l e i s p a c h , 1 9 3 6 , p á g . 7 0 ; el mismo, 2. Feuerbach señalaba, con la fundamentación caracterísiica de la concepción de la libcnad durante
larbesrandsirrrum und Verborsirrrum, GSrringer Fcsi.schrift für da.s O I . G Celle, 1 9 6 1 , pág. 173; la Ilustración, que "la obligación primigenia del ciudadano sólo está referida a la omisión". Únicamente la
Hh. Schmidt, Der Arzt im Strafrechr, 1939; R. Schmitt, Z u r Systematik der Unterlassungsdelikte, J Z i,ey y el contraro bastaban como base jutídica para la obligatotiedad de la evitación del resultado. Más allá,
1959 pág. 4 3 2 ; Schone, Unrcrlassene Erfolgsabwendungen und Strafgesctz, 1974; Schiinemann, G r u n d Spangenberg^ y Henke^ reconocieron también la existencia de estrechas relaciones personales (por ejemplo,
und Greiizen der unechten Unreriassungsdclikr, 1971; el mismo, Die Unterlassungsdelikte usw., Z S r W el mattimonio o el parentesco) como hmdamento de la obligación. Finalmente, Stübel' añadió el hacer
96 (1984) pág. 2 8 7 ; Schürmann, UnterlassungsstralLarkeit und Gesetziichkeitsprinzip, 1986; Schwalm, previo peligroso como ba.se del deber de evitat el resultado. Con ello ya se había suministrado el lundamen-
Begehen durcb Unrerlassen, Niederschriften, Tomo XII, pág. 7 4 ; / . Schwarz, Die Unrerscheidung [O para el desarrollo posterior de los deliros de omisión. Con la penetración del pensamiento científico-
zwischen editen und unechten Unterlassungsdelikten, Diss. Freiburg 1967; Seebode, Zur gesctziichen natural en la teoría del Derecho penal comenzaron en torno a la mirad del siglo XIX los intentos de solucio-
Bestimmtheit des u n e c h t e n Unterlassungsdeiikts, Festschrift für G. Spcndel, 1992, pág. 3 1 7 ; nar el problema de la equiparación a través de la prueba de una auténtica causalidad de la omisión en telación
Separovie, Die Behandlung der Unterlassungsdelikte in Jugoslawlen, Z S t W 77 (1965) pág. 149; con el resultado. Este desarrollo no va a ser seguido aquí (vid. siipra § 59 III 2), pues rras muchos rodeos y
Sgubbi, Responsabilitá pénale per omesso i m p e d i m e n t o delTevento, 1 9 7 5 ; Sieber, Die Abgrenzung caminos equivocados se ha impuesto la idea de que la causalidad no es la cuestión decisiva de la omisión **,
von Tun und Unterlassen usw., J Z 1 9 8 3 , pág. 4 3 1 ; Silva Sánchez, El delito de o m i s i ó n , 1986; "ka punibilidad de la omisión es completamente independiente de la aceptación de su causalidad"''. Decisi-
Spangenberg, Über Unterlassungsverbrechen u n d deren Strafbarkeir, Nenes Archiv des Criminalrechts vo resulta, más bien, el punto de vista normarivo de c]ue alguien, en cuya intervención confía la conumidad
IV (1821) pág. 5 2 7 ; Spendel, Z u r Unrerscheidung von Tun und Unterlassen, Festschrift für Eb. y por medio de la omisión de la actividad esperada, infringe los intereses que le han sido confiados y que
Schmidt, 1961, pág. 183; Stojfers, Sterbehilfc: Rechtsentwicklungen bei der Reanimator-Problemarik, permanecen así indefensos por la au.sencia de cualquier otro aseguramiento '". De este modo el problema de
M D R 1992 pág. 629; el mismo, Unrerscheidung der Verhaltensformcn usw., GA 1993, pág. 262; la equiparación vino a convertirse en una cuestión de la antijuricidad. Durante mucho tiempo los deberes
Struensee, H a n d e l n und Unterlassen usw., Festschrift für W. Stree und J. Wessels, 1 9 9 3 , pág. ¡ 3 3 ; jurídicos relevantes para los delitos de omisión fueron fundamentados de un modo putamente/tírwrf/pot
Stübel, Ü b e r d i e T e i l n a h m e m e h r e r e r P e r s o n e n an e i n e m V e r b r e c h e n , 1 8 2 8 ; Tenckhoff, Z u r medio de su origen (Ley, Derecho consuetudinatio, contrato, actuar precedente) " . Pero comenzaron ya
Anwendbarkeit des § 13 StGB auf schlichte Tatigkeitsdelikte, Festschrift für G. Spendel, 1992, pág. tempranamenre los inrenros destinados a deducir materialmente los deberes jurídicos de evitar el resultado
347; Timpe, Strafmilderungen des Allgemeinen Teils usw., 1983; el mismo, A n m e r k u n g zu B G H 36, de la propia misión protectora del Derecho penal. Y así, se arendió ai círculo de deberes sociales del
227, JR 1990, pág. 4 2 8 ; Traeger, Das Probiem der Unrerlassungsdelikre im Srraf-und Zivilrecht,
Festgabe für L. E n n e c c e r u s , 1913 ( S o n d e r d r u c k ) ; Vogel, N o r m u n d Pflicht bei d e n u n e c h t e n
Unterlassungsdelikten, 1993; Vogt, Das Pflichtprobicm der kommissiven Unterlassung, Z S t W 6 3
(1951) pág. 3 8 1 ; Volk, Z u r Abgrenzung von l u n und Untetlassen, Festschrift für H . Trondle, 1989,
pág. 2 1 9 ; Welp, Vorangegangenes Tun ais G r u n d l a g e einer Handiungsaquivalenz der Unterlassung,
1968; Welzel, 7MÍ Dogmatik der echten Unterlassungsdelikte usw., N J W 1 9 5 3 , pág. 3 2 7 .

' Profundizando al respecto, Welp, Vorangegangenes Tun págs. 25 ss.


I. R a s g o s esenciales de la historia dogmática del delito d e o m i s i ó n ^ Sobre ello vid. SchdnkelSchrdderlStree, § 13 núm. 4; Schmidhóuser, Allg. Teil págs. 682 ss.; SK
(Rudolphi) § 13 núm. 18; LKdl.") (Jescheck) § 13 mim. 5.
1. El p r o b l e m a básico de los delitos d e o m i s i ó n es la cuestión relativa a bajo q u é p r e s u - ^ Feuerbach, Lehrbuch 3.^ ed. § 24.
puestos la n o evitación del a c a e c i m i e n t o d e un resultado típico p u e d e ser equiparada a sti p r o - ^ Spangenberg, Neues Archiv des Criminalrechts IV(1821) pág. 539.
d u c c i ó n m e d i a n t e u n hacer positivo. M i e n t r a s q u e sobre este aspecto en la literatura del siglo ^ Henke, Handbuch págs. 395 ss.
XVIII sólo se e n c u e n t r a n afirmaciones ocasionales en relación con los delitos de h o m i c i d i o ' , ' Stiihel, Über dieTeilnahme pág. 6 1 .
" S o b r e d i o \\A. JescheckIGoldmann, ZStW 77 (1965) págs. 114 ss.; Maurach/Góssel/Zipf, A\\^. Teil II
§ 46 núm. 18; Rudolphi, Die Gleichsteilungsprobiematik págs. 7 ,ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 684 .ss.
^ V. Liszt, Lehrbuch 6.^ ed. pág. IOS.
"^ Así, Kohler, Studien Teil I págs. A(j ss.; Traeger, Unterlassungsdelikte pág. 2 1 .
" Especialmente la juti.sprudenda; vid. RG 58, 130 (131); 63, 392 (394); 74, 309 (311); todavía
' ""^ Sobre ello vid. Clemens, Unterlassungsdelikre págs. 6 ss.; Nagler, GS 111 (1938) págs. 3 ss.; también B G H 2, 150 (153); 19, 167 (168). Asimismo, los manuales sobte los que aquélla se apoyaba: v.
Schaffstein, Die allgemeinen Lehren págs. 56 ss.; Hontg, R. Schmidt-Festgabe (Sonderdruck) págs. 25 ss. Hippel, Tomo II págs. 161 ss.; v. LisztlSchmidt, págs. 190 ss.; M. E. Mayen Lehrbuch págs. 191 ss.; Mezger,
(acerca de los esradios previos durante la época de los glosadores). Acerca del Derecho romano vid Honig, Lehrbuch págs. 138 ss. Continuando todavía con este crirerio, Stratcnwerth, Allg. Teil I núms. 989 ss.; Blei,
Heilfron-Festschrift págs. 63 ss. Sobre la evolución histórica, asisinismo, Schiinemann, ZStW 96 (1984) pág.s. Allg. Teil pág. 287; Otto, Grundkurs pág. ]4');Arzt, JA 1980, pág. 648. Disiente Maurach/Gossel/Zipf A\¡<¿.
287 ss. Teil II § 4 6 núm. 57.
648 § 58 C o n c e p t o , clases y problem-ítica fundamental del delito omisivo II. La distinción entre el hacer ¡>osit¡\() v !a omisión 649

oiiiitcmc '-, al sano sentimiento popular '^ y a las necesidades de orden nuerno de las comunidades socia-
hacer positivo y la oiriisión est;ín agrupados (por ejemplo: § 2 6 6 : infracción del d e b e r de salvaguar-
les '"*. El término provisional del desarrollo histórico-dogniático vino constituido por la teoría de Nagler^''.
da d e nncreses patrimoniales ajenos; § 3 5 3 b II: dejar que orto acceda a una noticia secreta). Sin
Scgtjn ésta, la equiparación es un problema de complemento del tipo del delito comisivo que se corresponde
embargo, los deliros d e omisión regulados por la Ley .son supcntdos en su significación práctica p o r
con el delito de omisión, por medio de eleinentos que caracterizan al omitentc "como garante para el impe-
los casos en los que la punibilidad del onúiir no está expresamente prevista. La jurisprudencia y la
diinento del resultado, al resultar obligado a convettir en inofensivas las energías hostiles al Derecho". Sobre
esta base la teoría de los deberes de garante ha expetimentado un nuevo rcfinamienio en la Dogmática re- doctrina aceptan de c o m ú n acuerdo que la mayoría de los deliros de comisión a cuyo tipo pettcne-
ciente (vid., más detalladamente, infra § 59 IV). cc un resultado de lesión o de peligro-^", pueden .ser también cometidos por m e d i o de la no evita-
ción d e dichos resultados en la medida en que exista un deber jurídico d e intervenir. M á s allá toda-
vía se encuentra la o p i n i ó n de q u e también en los delitos de simple actividad entra en consideración
II. La d i s t i n c i ó n entre el hacer p o s i t i v o y la o m i s i ó n u n a c o m i s i ó n o m i s i v a " ' . Para la solución de u n caso de D e r e c h o penal se p l a n t e a a n t e t o d o la
cuestión, c o m o aspecto relevante pata el enjuiciairiiento jurídico-pcnal, de si a partir d e u n acon-
1. Las n o r m a s jurídicas o son n o r m a s d e p r o h i b i c i ó n o preceptivas. M e d i a n t e \^s. primeras
t e c i m i e n t o d e t e r m i n a d o se debe extract un hacer p o s i t i v o o u n a o m i s i ó n .
se veda u n a acción d e t e r m i n a d a ; la infracción jurídica consiste en la realización de la n o r m a p r o -
hibida. A través d e las segundas es o r d e n a d a u n a acción coticreta; la infracción jurídica consiste Ejemplo: Cuando alguien golpea al agresor en legítima defensa dejándolo rumbado y, a consecuencia
de ello, se desangra, hay que pensar tanto en un homicidio cometido por un hacer positivo como a través de
en la o m i s i ó n d e ese hacer "'. T o d o s l o s d e l i t o s o m i s i v o s s o n i n f r a c c i o n e s de las n o r m a s pre-
una omisión contraria a deber "-. Si un abogado guarda silencio ante la Tentativa de extorsión de sus colegas,
c e p t i v a s '''.
puede entrar en consideración complicidad psíquica mediante un hacer positivo u omisión (a favor de lo
Ejemplos: El § 142 I 2 prohibe el alejamienro del lugar del accidente antes de que finalice el plazo de primero BGH J Z 1983, pág. 462, con comentario aprobatorio (en cuanro al resultado) de Sieher, JZ 1983,
espera y es, por ello, una norma prohibitiva; los § 142 II y III contienen el deber de posibilitar comproba- pág. 437). También constituye un hacer positivo la entrega del volante a una persona incapaz de conducir
ciones posteriores y, por ende, son normas preceptivas "*. (OLG Karisruhe N J W 1980, pág. 1859).
E n D e r e c h o penal p r e d o m i n a n n a t u r a l m e n t e las notirias p r o h i b i t i v a s p o r q u e e s e n c i a l m e n t e 2. Por regla general, la cuestión de si u n h e c h o p u e d e concebirse c o m o u n hacer o c o m o
no p u e d e ser m i s i ó n de las sanciones penales invitar a los destinatarios d e las n o r m a s a la salva- u n a o m i s i ó n , se c o n t e s t a fácilmente de a c u e t d o c o n la comprensión natural de las cosas. N o o b s -
g u a r d a p o r i n e d i o de su i n t e r v e n c i ó n personal de los bienes jurídicos puestos en peligro. C o n t a n t e , hay casos q u e n o resultan claros a primera vista *'.
t o d o , n o son pocos los tipos penales q u e c o n t i e n e n u n a o m i s i ó n p u n i b l e en el S t G B (por ejem-
Ejemplos: En especial, los hechos imprudentes en los que la infracción del deber de cuidado consiste
plo, § § 1 3 8 , 123 s e g u n d o s u p u e s t o , 1 7 4 ss., 2 6 4 I niim. 2, 2 6 5 b I n ú m . 2 , 2 6 6 a II, 2 8 3 I n ú m s .
en una actuación llevada a cabo sin las debidas precauciones, pueden ser entendidos la mayoría de las veces
5, 7 b , 2 8 3 b I n ú m . 3 b , 3 2 3 b 1 tercer s u p u e s t o , 3 1 5 c I n ú m . 2g, 3 2 3 c , 3 4 0 I s e g u n d o s u p u e s t o ,
bien como hacer positivo o bien como omisión (vid. los casos del farmacéutico, de la cocaína, del pelo
3 5 7 I tercer supuesto) y, especialmente, en el D e r e c h o p e n a l especial (vid., p o r e j e m p l o , § § 4 0 1 infectado de cabra, del naturópata y del ciclista expuestos supra § 55 II 2baa). Dudosos resultan, además,
A k t G , § 2 1 1 n ú m . 2 s e g u n d o supuesto S t V G ) " . Además, hay e l e m e n t o s del tipo en los q u e el los siguientes supuestos: una mujer recoge de la taberna a su marido ebrio con la finalidad de llevado a casa,
pero camino de ésta lo dejó atrás en un lugar peligroso a causa de una discusión surgida durante el trayecro;
el marido, al intentar continuar el recorrido cayó en una acequia donde pereció ahogado (ósterr. O G H SSt
' ' Al respecto vid. Satier, Grundlagen pág. 460; el mismo, Frank-Festgabe Tomo 1 pág. 220; Kissin, Tomo 31 [1960] núm. 1). El acusado omitió en un escrito de qtieja el tratamiento de "set'ior" antes del
nombre del juez de primera instancia (RG LZ 1915, pág. 446); alguien ignora la mano extendida para salu-
Die Recht.spflicht zum Handeln págs. 102 ss., 107 ss.
dar; el tabernero sirvió alcohol a un conductor ebrio y posterionnente no le impide hacer el viaje a casa (BGH
'3 Así, Schaffitein, Gleispach-Festschrift pág. 95. Críticamente, Grafzu Dohna, DStr 19.59, págs. 142 ss.
19, 152). El amigo que se pone al volanre del vehículo de un conductor ebrio por hacerle un favor, accede a la
'•< Así, Dahm. ZStW 59 (1940) págs. 170 ss.; BoUt, DR 1941, pág. 196.
petición deésre de querer seguir conduciendo sólo (OLG Karisruhe J Z 1960, pág. 178). El gerenre de la em-
'5 Nagler, GS 111 (19.58) págs. 5 1 , 59.
presa autoriza un viaje de trabajo a un conductor que carece de permiso de conducir (OLG Hamburg VRS 25,
"• Así, Engisch, Weltbild pág. 37 nota a pie núm. 70.
433 [434]). Con ocasión de un accidente en la piscina alguien impide el rescate mediante violencia o engaño.
'^ Así, Armin Kaufmann, Untedassungsdelikte págs. 3 ss.; el mismo, JuS 1961, págs. 173 ss.; Gallas,
El propietario de una casa prohibe violentamente la entrada a la misma a un nii'io que es perseguido por un
Studien págs. 32, 50; Welzel, Lehrbuch pág. 200; Stratenwerth, Allg.Teil I ntim. 1022; LK(1¡.') (Jescheck)
nota preliminar núm. 90 antes del § 13; Maurach/Giissel/Zipf, A\\^. Teil II § 45 núm. 35; Schmidhauser,
Allg. Teil pág. 659; Vogel, Norm und Pflicht págs. 93 ss. en contra de Philipps, Handiungsspielraum págs. ^^ Acerca de las excepciones vid. SK (Rudolphi) § 13 núm. 14.
15 ss. De otra opinión, R. Schmitt, JZ 1959, pág. 432, que con la antigua doctrina admite que con el delito -' Así, Schonke/Schrbder/Stree, nota preliminar núm. 161 anres del § 13; Steiner, Í M D R 1971, pág.
de omisión impropia se atenta simultáneamente contra una norma prohibitiva. Asimismo, Batimann/Weher, 261; Tí-nc^Aoj^Spendel-Festschrift págs. 360 ss. En contra, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 133.
Allg. Teil pág. 236; Wessels, Allg. Teil núm. 697. ^- Acerca de estos casos en los que existe una "sucesión de formas de conducta", Welp, Vorangegangenes
'* Por lo demás, también el § 142 I 2 es considerado por la doctrina mayoritaria como un delito de Tun págs. 118 ss., 321 ss.; Herzberg, Unterlassung págs. 284 ss.
oinisión propia (deber de permanecer y declaración de la intervención propia para posibilitar la.s comproba- ^^ En torno a lo que sigue vid. Engisch, Gallas-Festschrift págs. 168 ss.; LK(11."¡(Jescheck) nota pre-
ciones): así, Dreher/Trondle, § 142 núm. 6; Lackner, § 142 núm. 9; Sch'ónkelSchrdderlCramer, § 142 núm. 2; liminar núm. 90 antes del § 13; Samson, Welzel-Festschrift págs. 579 ss.; Spendel, Eb. Schmidt-Fcstschrift
SK(Rudolphi) § 142 núm. 5; como en el texto Maurach/Schroeder/Maiwald, Bes. Teil I § 49 núm. 5. págs. 183 ss.; Ranfi, JuS 1963, págs. 340 ss.; Meyer-Bahlhurg GA 1968, pág. 49; Maurach/Gossel/Ztpf, Allg.
" En las leyes recientes las oinisiones (impropias) aparecen con cierta frecuencia recogidas como in- Teil 11 § 45 núm. 30; Kiihl, Allg. Teil § 18 núms. 13 ss.; SK (Rudolphi) nota preliminar núms. 5 ss antes del
fracciones administrativas, algo que está relacionado con el menor contenido de injusto de la infracción de § 13; Kienapfel. Strafr. Probleme 2 págs. 83 ss.; elmismo, Ó J Z 1976, págs. 281 ss., con una rica exposición
deberes de información y similares; vid., por ejemplo, § 28 1 núms. 2, 5, ó, 1 1, 11 núms. 1, 4 GasrG. de casos.
650 § 58 Concepto, clases y |ir()blema'tica (undamenlal del (lelilí 111. La tlistinciiMi entre delitos de omisuui pro[ua e impropia 651

jierro furioso. Kl medico desconecta el aparato de respiración asistida a un pacienie gravemente enfermo doctrina mayoriiaria acepta una omisión ("omisión a ttavés de la acción") y sólo un hacer positivo cuando
para coneciarlo a otro con mayor esperanza de vida. Hl marido de ima nuijer nioriliunda desconecra el apa- iiuervieiie un letceto no autorizado para ello -'. El marido que en el hospital desconectó el aparato de respi-
rato de respiración .asistida por expreso de.seo de e-sta (LG Ravensburg JZ ] 988, pág. 207). raci(>n asistitla conectado a su mujer moribunda y |ior expreso deseo de ésta, no fue considerado "lercero no
autorizado" a c.msa de su relación de confianza con ella (LG Ravensburg, JZ 1988, 207 [208]). Correcta-
En .supuestos dudosos c o m o ios expuestos, las reflexiones q u e siguen a c o n t i n u a c i ó n c o n d u - mente, sin einbatno, también hay t]tie consi^letat como hacet positivo la actuación del médico y del niatido,
cen ;il resultado correcto: Si alguien ha causado el resultado dolosa o i m p r u d e n t e n i c n t c p o r m e d i o pues con su imetvención iiiterrtinipeii un au.\ilio i]ue comintiaría de modo automático ^\ Para la deliniiía-
de un hacer positivo típicamente objetivo, entonces dicho iiacct constituye para el D e r e c h o penal citiii entte la acción y la omisión no puede ser decisivo con qué posibilidades de éxito contaba esa acción de
lui pinito d e partida decisivo (criterio de la causalidad) ' 1 Ú n i c a m e n t e c u a n d o en relación con la auxilio. Pot regla general, quien ante la comisión de un delito permanece inmóvil, limitándose a observarla,
acción positiva falta la antijuricidad o la culpabilidad, debe ser c o m p r o b a d o adicionalmente si el únicamente puede set tesponsabilizado en virtud de omisión " .
autor ha omitido un hacer positivo esperado con el que habría sido evitado el resultado ^5. A un hacer positivo p u e d e , n a r u r a l m e n t c , seguirle u n a omisitín dolosa; en este caso al a u t o r
I5e acuetdo con ello, en el caso del fatmacéutico -'', de la cocaína, del pelo infectado de cabra ^' y en se le castiga p o r los dos tipos penales ( B G H 7, 2 8 7 [288]). También u n c o m p o r t a m i e n t o oinisivo
el del ciclista, existe un hacer positivo contrario al deber de cuidado; en cimbio, en el supuesto del natutópata a d e c u a d o a D e r e c h o p u e d e ir a c o n i p a ñ a d o de u n a o m i s i ó n antijurídica i m p r u d e n t e ( B G H 7,
iiay que aceptat la omisión de tm internamiento a tiempo en la clínica. En el caso del mattimonio es deter- 2 6 8 [272]).
minante la omisión de un acompañamiento posterior. La escritura de la carta sin la fórmula de traramiemo
3. La jurisprudencia y la doctrina se orientan en este punto a fórmulas incomrolables que, más o me-
es un hacet positivo y la no aceptación del saludo una injuria por omisión. Con el clicnie de la taberna el
nos, se conforman con una apelación al sentimiento jurídico. La opinión niayoriraria atiende al "centro de
hecho de servir más alcohol al conductor ebrio puede ya ser un comportamiento positivo imprudente peto,
gtavedad del coiriportamiento" ^'. Eh. Schmidr considera decisivo el "sentido social" del suceso ^^. Spendel^
posiblemente, .sea decisivo el no impedir la conrinuación del viaje y, con ello, la omisión mfsma en tanto
yArthnrKaufmann^'' son de la opinión de que un comportamiento que contiene tanto elementos comisivcs
que el tabernero había reconocido posrcriormenre la completa embriaguez de su cliente. El amigo que cede
nuevamente el volante no ha evitado la continuación del viaje pot parte de quien no está en condiciones de como omisivos hay que "ponerlo en duda" como hacer positivo. Ciettamente que también sobte la base de
conducir. El gerente de la empresa ha causado por medio de un hacer positivo (autorización) el viaje en criterios de esa naturaleza se alcanza, por regla general, un resultado correcto, pero desde luego no suponen
c(mdicioncs de ebriedad. Asimismo, el impedimento del rescate es un hacet positivo como lo es, también, una ayuda real. Es por ello que la jurisprudencia se muestta aquí insegura (vid. BGH 6, AG [59]; 8, 8 [10];
la prohibición de la entrada al niño que va a set mordido por el perro ^^. En el supuesto del médico la B G H N J W 1959, pág. 1979; OLG Stuttgatt FamRZ 1959, pág. 74; OLG Kadsruhe GA 1980, pág, 429),
algo que resulta más criticable en la medida en que la decisión entre el hacer positivo y la omisión depende
•'•'' Asimismo, Biihm, Die Rechtspflicht zum Handein págs. 18 ss.; Grünwald, Das unechte de si la punibilidad presupone un deber de garanre (vid. infra § 59 IV), de si resulta suficiente un juicio de
Unterlassungsdelikr págs. 21 ss.; Jaliohs, Allg. Teil 2 8 / 1 ; Fünfsinn, Aufbau pág. 42; Küpper, Grenzen pág. causalidad hipotética (vid. infra § 59 III 4) y de si interviene la posibilidad de atenuación de la pena previs-
73; Stoffers, GA 1993, págs. 262 ss.; Roxin. Z S t W 7 4 (1962) págs. 415 ss.; Samson, Welzel-Festschrift págs. ta en el § 13 11 (vid./«/<?§ 58 V).
589 ss.; SK(Rudolphi) nota preliminar iiiim. 7 antes del § 13; Sieber, J Z 1983, págs. 4ii ss.; Welzel, Lehrbuch
pág. 203; Eser, Strafrecht II núm. 25 A mtm. 15; Vogel, Norm und Pflicht pág. 116. Sobre la actio libera in
causa omisiva, Bmel, J Z 1965, págs. 53 ss.; Schonlíe/Schróder/Stree. nota prelittiinar niim. 144 antes del § III. La d i s t i n c i ó n entre d e l i t o s d e o m i s i ó n p r o p i a e i m p r o p i a
13; Vogel, Norm und Pflicht págs. 122 ss. Considerando que la distinción entre la acción y la omisión cate-
1. Los delitos de o m i s i ó n se clasifican en d o s g r u p o s : los d e l i t o s d e o m i s i ó n p r o p i a (delicta
ce de significado político-criminal, Volk, Trondle-Festschtift pág. 237. Ctítico con el crirerio de la causalidad,
Stniemee, Stree-Wesscls-Festschrift págs. 140 ss. omissiva) y los d e l i t o s d e o m i s i ó n i m p r o p i a (delicta commissiva per oinissionern).
- ' A decir verdad, la "pregunta de comprobación" de Schmidhauser, Allg. Teil págs. 700 ss., que su-
prime mentalmenre la posibilidad de la acción y entonces se cuestiona si petsiste un delito comisivo, parte
asimismo del criterio de la causalidad reproducido en el texto. También el criterio de la "intervención de -'•' Asi,Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte págs. \07 ss.; Engisch, Gallas-Festschtift págs. 177 ss.;
energía personal" al que atienden Engisch, Cillas-Festschrifi: págs. 170 ss.; Maurach/Cossel/Zipf, M\g. Teil II Roxin, Engisch-Festschrift págs. 395 ss.; Geilen, FamRZ 1968, pág. 125; Welzel, Lehrbuch págs. 203 ss.;
núm. 30; OttoIBrammsen, Jura 1985, pág. 530 y Gossel ZStW 96 (1984) pág. 326, procede a una "prueba Wessels. Allg. Teil núm. 704; SchonkelSchroderlSiree, nota pteliminar núm. 160 antes del § 13; v. Dellingshausen,
de la causalidad" en la medida en que parte de que sólo el hacer positivo puede ser causal. En el mismo Sterbehilfe págs. 426 ,ss., 4 6 8 . De otra opinión, Stoffers, M D R 1992, pág. 629.
sentido de Engisch, Androulakis, Unechte Untedassungsdelikte págs. 55 ss. y Welp, Votangegangenes Tun •™ Así, Bockelmann, Sttafrechr des Arzres págs. 112, 125 nota a pie núm. 4 5 ; BaumannlWebcr, Allg.
págs. 109 ss. En cuanto al resultado, también en el sentido del texto, Kienapfel, O J Z 1976, págs. 286 ss. Teil pág. 239; Blei, Allg. Teil pág. 312; Samson, Welzel-Festschrift pág. 6 0 1 ; Sax, JZ 1975, págs. 137 ss.;
Vogel, Notm und Pflicht pág. 120.
-'' Incorrectamente, sin embatgo, Mezger, Lehrbuch pág. 116 nota a pie n ú m . 2 1 , acepta aquí una
omisión. Lo mismo hace el Obergericht Bern SchwJZ 1945, 4 2 (43) en un accidente de montaña por la ^' Así, acertadamente, Sieber, JZ 1983, págs. 434 ss.
íiilta de aseguramiento de una cuetda, así como el O L G Karlsruhe Die Justiz 1976, pág. 4 3 5 , con quien .se •'2 Así, BGH 6, 46 (59); OLG Stuttgatt FamRZ 1959, pág. 74; OLQ Katlsruhc GA 1980, 429 (431);
lleva a un niño pequeño en el coche sin cerrar el seguro de la puerra. también, osterr. O G H JBl 1989, pág. 457; H. Mayer, Lehrbuch pág. 112; Blei, Allg. deil pág. 310; Ranft,
~' Incorrectamente, a favot déla ommón,Mezger, Lehthuch pág. 116 nota a pie núm. 2 1 ; Eb. Sclmiidt, luS 1963, págs. 340 ss.; Schiinke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 158 antes del § 13; Wessels, Allg. 'leil
Det Afzt im Strafrecht |)ág. 79. En el sentido del texto, no obstante, Blei, Allg. Teil pág. 311; RaumaimlWebi'r, núm. 700.
Allg. Teil pág. 237; Engisch, Gallas-Festschrift p,ágs. 184 ss.; MaurachlGosseUZipf, M\g. Teil II § 45 mim. 30; ^' Eb. Schmidt, Der Arzt im Sttaftecht págs. 75 .ss., 160 ss. Asimismo, LK (9.') (Heiniann-Trosien)
.Schonke/Schmder/Stree, nota preliminar núm. 158 anres del § 13; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 700. Introducción, núm. 135; MeyerAiahlbiirg, GA 1968, pág. A'); Geilen,]!. 1968, pág. 151; Lenckner, Med.
^:^ De otra opinión, Ranft, JuS 1963, págs. 342 ss.; Arthur KaufmannIHassemer, JuS 1964, pág. 156. Klinik 64 (1969) págs. 1004 ss.
En el sentido del texto, HockelmannlVolIz, Allg. Teil pág. 135; Roxin, Engisch-Festschrifr pág. 387; Scliihd-c/ -'•* ó/ií-We/, Eb. Schtnidt-Festschrift pág. 194.
SchroJer/Stree, nota preliminar núm. 159 antes del § 13. •'^ Arthiir Kaufmann, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 212,
650 § 58 C o n c e p t o , clases y probleniáticn fundamental del delito omisivo 111- La distinción entre debtos de omisión profíia e imjiropia 651

pcrto furioso. Hi medico desconecta el ajiaraio de res|)iración asistida a un paciente gtavemente enfermo doctrina mayoritaria acepta una omisión ("omisión a través de la acción") y sólo un hacer positivo cuando
para conectarlo a otro con mayor esperanza de vida. Kl marido de una mujer moribunda desconecta el apa- iniervicnc un tercero no autorizado para ello -'. HI marido que en el hospital desconectó el aparato de tespi-
rato de respiración asistida por expreso deseo de ésta (LG Ravensbutg ¡Z 1988, pág. 207). ración asisrida conectado a su mujer moribunda y por expreso deseo de ésta, no fue considetado "tercero no
autorizado" a causa de su relación de confianza con ella (LG Ravensbiug, JZ 1988, 207 [208]). Correcta-
En supuesto.s dtidoso.s c o m o los cxpuesto.s, las reflexiones q u e siguen a c o n t i n u a c i ó n c o n d u - mente, sin embargo, también hay que considerar como hacer positivo la actuación del médico y del matido,
cen al resultado correcto: Si alguien lia causado el resultado dolosa o i m p r u d e n t e m e n t e p o r m e d i o pues con su iruetvención imertumpen un auxilio que continuaría de modo automático ". Para la delimita-
d e un hacer positivo típicaitiente objetivo, entonces d i c h o hacer constituye para el D e r e c h o penal ción entre la acción y la omisión no puede .ser decisivo con qué posibilidades de éxito coiuaba esa acción de
un p u n t o de partida decisivo (criterio d e la causalidad) ''*. Ú n i c a m e n t e c u a n d o en relación c o n la auxilio. Por regla general, quien ante la comisión de un delito pctmanece inmóvil, limitándose a observada,
acción positiva fitlra la antijuricidad o la culpabilidad, d e b e ser c o m p r o b a d o a d i c i o n a l m e n t e si el únicamente puede ser responsabilizado en virtud de omisión ^'.
a u t o r ha omitido un hacer positivo esperado con el q u e habría sido evitado el resultado ^5. A u n hacer positivo p u e d e , n a t u r a l m e n t e , seguirle u n a o m i s i ó n dolosa; en este caso al a u t o r
De acuerdo con ello, en el caso del farmacéutico ''', de la cocaína, del pelo infectado de cabra ^ ' y en se le castiga p o r los dos tipos penales ( B G H 7, 2 8 7 [288]). Tatubicn u n c o m p o r t a m i e n t o omisivo
el del ciclista, existe un hacer positivo contrario al deber de cuidado; en cambio, en el supuesto del naturópata a d e c u a d o a D e r e c h o p u e d e ir a c o m p a ñ a d o d e u n a o m i s i ó n antijurídica i m p r u d e n t e ( B G H 7,
hay que aceptar la omisión de un intetnamiento a nempo en la clínica. En el caso del matrimonio es deter- 268 [272]).
minante la omisión de un acompañamiento posterior. La escritura de la carta sin la fórmula de tratamiento
3. La jutisptudencia y la doctrina se orientan en este punto a fótmuias incontrolables que, más o me-
es un hacer posidvo y la no aceptación del saludo una injuria por omisión. Con el cliente de la taberna el
nos, se conforman con una apelación al sentimiento jutídico. La opinión mayoritaria atiende al "centro de
hecho de servir más alcohol al conductor ebrio puede ya ser un comportamiento posidvo imprudente pero,
gravedad del comporramiento" ^'. Eb. Schmidt considera decisivo el "senrido social" del suceso ^^. Spendel^
posiblemente, sea decisivo el no impedir ia continuación del viaje y, con ello, la oinisión mfsma en tanto
y Arthur Kaufinann ^' son de la opinión de que un comportamiento que condene tanto elementos comisivcs
que el tabernero había reconocido posreriormente la completa embriaguez de su cliente. El amigo que cede
como omisivos hay que "ponerio en duda" como hacer positivo. Ciertamente que también sobre la base de
nuevamente el volante no ha evitado la continuación del viaje por parte de quien no está en condiciones de
conducir. El gerente de la empresa ha causado por medio de un hacer positivo (autorización) el viaje en criterios de esa naturaleza se alcanza, por regla general, un resultado correero, pero desde luego no suponen
condiciones de ebriedad. Asimismo, el impedimento del rescate es un hacer positivo como lo es, también, una ayuda real. Es por ello que la jurisprudencia se muestra aquí insegura (vid. BGH 6 , 4 6 [59]; 8, 8 [10];
la prohibición de la enttada al niño que va a ser tnordido por el perro ^*. En el supuesto del médico la B G H N J W 1959, pág. 1979; O L G Stuttgart FamRZ 1959, pág. 74; OLG Kadsruhe GA 1980, pág. 429),
algo que resulta más criticable en la medida en que la decisión entre el hacer posirivo y la omisión depende
•'•'* Asimismo, Bohm. Die Rechrspflicht zum H a n d c l n págs. 18 ss.; Grünwald. Das u n e c h t e de si la punibilidad presupone un deber de garante (vid. infra § 59 IV), de si resulta suficiente un juicio de
Unteriassungsdelikt págs. 21 ss.; Jakohs, Allg. Teil 2 8 / 1 ; Fünfiinn, Auíbau pág. 4 2 ; Küpper, Grenzen pág. causalidad hipotética (vid. infra § 59 ÍII 4) y de si interviene la posibilidad de atenuación de la pena previs-
73; Stoffen, GA 1993, págs, 262 ss.; Roxin, Z S t W 74 (1962) págs. 415 ss.; Samson, Welzel-Festschrift págs. ta en el § 13 II (vid. infra § 58 V).
589 ss.; SK(Rudolphi) nota preliminar ntím. 7 antes del § 13; Sieber, ]Z 1983, págs. 434 ss.; Welzel, Lehrbuch
pág. 203; Eser, Strafrecht II mim. 25 A mím. 15; Vogel, N o r m und Pflicht pág. 116. Sobte la actio libera in
causa omisiva, Bertel, j Z 1965, págs. 53 ss.; SchonkelSchroderlStree, nota preliminar núm. 144 antes del § III. La d i s t i n c i ó n entre d e l i t o s d e o m i s i ó n p r o p i a e i m p r o p i a
13; Vogel, Norm und Pflicht págs. 122 ss. Considerando que la distinción entre la acción y la omisión care-
1. Los delitos d e o m i s i ó n se clasifican en d o s g r u p o s : los d e l i t o s d e o m i s i ó n p r o p i a (delicta
ce de significado político-criminal, Volk, Tróndle-Fesrschrift pág. 237. Crítico con el crirerio de la causalidad,
Stmensee, Stree-Wessels-Festschrift págs. 140 ss. omissiva) y los d e l i t o s d e o m i s i ó n i m p r o p i a (delicta commissiva per o m i s s i o n e m ) .

- ' A decir verdad, la "pregunta de comprobación" de Schmidhñuser, Allg. Teil págs. 700 ss., que su-
prime mentalmente la posibilidad de la acción y entonces se cuestiona si persiste un delito coinisivo, parte
asimismo del criterio de la causalidad reproducido en el texto. También el criterio de la "inrervención de - ' Así, Armin Kaufinann, Unreriassungsdelikte págs. 107 ss.; Engisch, Gallas-Festschrift págs. 177 ss.;
energía personal" al que atienden Engisch, Gallas-Festschrift págs. 170 ss.; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II Roxin, Engisch-Festschrift págs. 395 ss.; Geilen, FamRZ 1968, pág. 125; Welzel. Lehtbuch págs. 203 ss.;
ntím. 30; Otto/Brammsen. Jura 1985, pág. 530 y Ciissel, Z S t W 96 (1984) pág. 3 2 6 , procede a una "prueba Wessels, Allg. Teil núm. 704; SchSnke/Schroder/Srree, nota preliminat núm. 160 antes del § 13; v. Dellingshausen.
de la causalidad" en la medida en que parte de que sólo el hacer positivo puede ser causal. En el mismo Sterbehilfe págs. 426 ss., 468. De otra opinión, Stoffers. M D R 1992, pág. 629.
sentido de Engisch, Androtilaliis, Unechte Untcriassungsdelikte págs. 55 ss. y Welp, Vorangegangenes Ttm '" Así, Bockelmann, Strafrecht des Arztes págs. 112, 125 nota a pie núm. 45; Baumann/Weber, Allg.
págs. 109 ss. En cuanto al resultado, también en el sentido del texto, Kienapfel. OJZ 1976, págs. 286 ss. Teil pág. 239; Blei. Allg. Teil pág. 312; Samson. Welzel-Festschrift pág. 6 0 1 ; Sax, J Z 1975, págs. 137 ss.;
Vogel. Norm und Pflicht pág. 120.
Incorrectamente, sin embargo, Mezger, Lehtbuch pág. 116 nota a pie mim. 2 1 , acepta aquí una
omisión. Lo mismo hace el Obergcricht Bern SchwJZ 1945, 4 2 (43) en un accidente de montaña por la ^' Así, acertadamente, Sieber. JZ 1983, págs. 434 ss.
falta de aseguramiento de una cuerda, así como el O L G Karisruhe Diejustiz 1976, pág. 4 3 5 , con quien se ' " Así, BGH 6, 46 (59); OLG Smttgart FamRZ 1959, pág. 74; OLG Karisruhe GA 1980, 429 (431);
lleva a u n niño pequeño en el coche sin cerrar el seguro de la puerta. también, ósterr. O G H JBI 1989, pág. 457; H. Mayer, Lehrbuch pág. 112; Blei, Allg. Teil pág. 310; Ranfi,
-^ Incorrectamente, a favot de la omisión, Mezger, Lehrbuch pág. 116 nota a pie núm. l\;Eb. Sclmiidt, JuS 1963, págs. 340 ss.; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 158 anres del § U ; Wessels, Allg. Teil
Der Arzt im Sttafrecht pág. 79. En el sentido del texto, no obstante, Blei, Allg. Teil pág. 311; Baumann/Weber. núm. 700.
Allg. Teil pág. 237; Engisch, Gallas-Festschrift págs. 184 ss.; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II § 45 mím. 30; -" Eb. Schmidt, Der Arzt im Strafrecht págs. 75 ss., 160 ss. Asimismo, LK(9.") (Heimann-Trosien)
SchonlíelSchroderlStree, nota preliminar núm. 158 antes del § 13; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 700. Introducción, n ú m . 135; Meyer-Bahlburg GA 1968, pág. 49; Geilen, J Z 1968, pág. 151; Lenckner, Med.
'* De otra opiíuón, Ranfi, JuS 1963, págs. 342 ss.; Arthur Kaufinann/Hassemer, juS 1964, pág. 156. Klinik 64 (1969) págs. 1004 ss.
f.n el sentido del texto, BociieímannlVolii, Allg. Teil pág. 135; Roxin, Engisch-Festschrift pág. 387; Schbnkel ^"^ 5/>i?«í¿'/, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 194.
Schrbder/Stree, nota prcliininar ntím. 159 antes del § 13. ^^ Arthur Kaufinann, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 212.
652 § 58 Concepto, clases y problemática fundamental del delito omisivo IIÍ. La distinción entre delitos de omisión propia e impropia 653

La distinción se remonta a Luden^^\ Este autor divisó la esencia de los dcliios de omisión propia en acción esperada para permitir al autor del hecho previo beneficiarse de sus ventajas ^''. Así pues, con la omi-
que consistían sencillamente en la contravención de un mandato, no encontrándose dirigidos a la lesión de sión, como mínimo, no se debe haber evitado el peligro concrero de una mejora de la situación del autor
derechos subjetivos ajenos; en cambio, lo característico de los "delitos que son cometidos a través de accio- del hecho previo. El abuso de menores por medio de la tolerancia en la comisión de acciones obscenas (RG
nes omisivas" es su dirección hacia la lesión del bien jurídico. El "carácter impropio" del segundo grupo 10, 158 [160]; BGH 5, 147 [149])'**' es un delito de omisión ptopia y no impropia. En la "injuria por
reside según ello en que aquí el autor no se limita a una pura rebeldía sino que por medio de su inacrividad omisión" o se trata de un delito de omisión propia (comprendido por el § 185) o no hay injuria de ningún
realiza un resultado que, normalmente, es ocasionado a través de un hacer positivo. De acuerdo con este tipo"". En los supuestos de receptación (RG 52, 204; OLG Celle HESt 1, 110) el resultado consiste, ,al
punto de vista, pues, los delitos de omisión impropia son "auténticos" delitos de comisión. igual que en la participación por omisión, en el apoyo del hecho principal "*-.
2. Hoy en día resulta discutida la cuestión de dónde reside la diferencia entre los delitos de Materialmente más correcta qtie la denominación de delito de omisión "propia" e "impro-
omisión propia c impropia. Correctamente, en adhesión a la concepción que al tespecto se ha pia" sería por ello la de delito omisivo "simple" y "cualificado" . Pero la denominación habitual
suministrado, hay que considerar como delitos de omisión propia aquellos cuyo contenido se está tan arraigada que no debería renunciarse a ella a pesar de que la fundamentación originaria,
agota en la no realización de una acción exigida por la Ley (BGH H , 280 [28!])^''. Es cier- segtin la cual, el delito de omisión impropia sería un "auténtico" delito comisivo, hoy ya no pue-
to que, en tiltima instancia, con la acción demandada puede ser evitado un resultado negativa- da seguir manteniéndose .
mente valorado por el Ordenamiento jurídico, pero el legislador no convierte dicha evitación en
un deber para el omitente ni, en consecuencia, el acaecimiento de un resultado determinado en 3. De acuerdo con la opinión conttaria los delitos de omisión propia e impropia sólo de-
un elemento del tipo. Los delitos de omisión imptopia son así el equivalente a los delitos de ben ser distinguidos siguiendo un criterio externo-formal. Según este los delitos de omisión pro-
mera actividad (vid. supra § 26 II Ib). pia han encontrado su regtdación en la Ley, los impropios, por el contrario, son creados por la
jurisprudencia y la doctrina fuera de la Ley^5. A ello hay que oponer que con este criterio se
Ejemplos: El § 138 exige a cualquiera el deber de interponer a tiempo una denuncia ante la autoridad diluye la distinción material entte ambas clases de delitos, pues también la Ley contiene (por
o de dar aviso al amenazado si tiene conocimiento del proyecto de comisión de un determinado delito gra- ejemplo, el § 223b, en su última alternativa ) casos en los que la punibilidad de la omisión
ve, sin demandar la evitación del hecho. De conformidad con el § 323c, en un accidente todo el mundo depende del advenimiento de un resulrado concreto (vid. infra § 58 111 4). También la concep-
debe prestar la mejor ayuda posible que resulta exigible (BGH 21, 50 [54]) sin consideración a si de esta
ción defendida por muchos, según la cual, la diferencia radica en que el autor infringe una nor-
forma el "resulrado" (por ejemplo, la muerte del accidentado) puede ser impedido o no (BGH 17, 166
[172]). Por ende, ¡a prestación de auxilio únicamente puede consistir en un apoyo moral cuando éste es ma preceptiva (delito de omisión propia) o una norma prohibitiva (delito de omisión impro-
idóneo para reforzar la voluntad de supervivencia (OLG Stuttgart MDR 1964, pág. 1024). pia) '''', no tiene en cuenta el contenido material de la norma correspondiente (mandato destinado
a ejecutar un comportamiento o a evitar un resultado).
Por el contrario, en los delitos de omisión impropia al "garante" le es impuesto un deber de
evitar el resultado. El acaecimiento de éste pertenece al tipo y el garante que infringe dicho
deber es responsabilizado penalmente por el resultado típico sobrevenido. Los delitos de omisión
impropia son, por ello, el equivalente a los delitos de resultado (vid. supra § 26 II la). ' ' De forma correlativa se exige para el encubrimiento teal por medio de un hacer positivo la idonei-
dad objetiva de la acción para favorecer al autor del hecho previo; vid. Lackner, § 257 núm. 3; Maurachl
Ejemplos: El funcionario de policía competente para ello que tiene conocimiento fidedigno de la co-
SchroederlMaiwald, Bes. Teil II § 101 núm. 6 y (en relación con el § 257 en su redacción anterior) RG 36,
misión inminente de un delito grave debe evitar el hecho, poniendo incluso en peligro su vida en caso nece-
76 (77); 58, 13 (15); 76. 122 (123); BGH 4, 221 (225); BGH NJW 1971, pág. 526; Kohlrauschllange, §
sario, pues de lo contrario sería punible por complicidad en el delito perpetrado. El conductor que ha cau-
257 comenrario IV.
sado un accidente debe procurar asistencia médica para los accidentados; de no ser así puede responder por
•*" A éste y a los casos siguientes hace mención Meyer-Bahlburg, MschrKrim 1965, pág. 247.
un homicidio doloso (BGH 7, 287 [288]).
."^ Hirsch, Ehre und Beleidigung págs. 238 ss.
Los argumentos contrarios, que tienen su apoyo en la praxis judicial, no resultan contundentes. En el ^^ Sobre ello vid. Bockelmann, Untersuchungen pág. 126; Androulakis, Unechre Unterlassungsdelikte
encubrimiento real cometido mediante omisión (§ 257) " debe ser demostrada la idoneidad objetiva de la pág. 164.
•*' Así, Drost, GS 190 (1937) págs. 7 ss.; de forma similar ya anteriormente, iandsberg,
Commissivdelikte durch Unterlassung págs. 181 ss., quien diferencia entre delito de omisión "pura" y "refe-
rido a las consecuencias". A favor de la denominación de delito omisivo "primario" y "secundario",/«^«¿Í,
' Luden, Abhandiungen Tomo II págs. 219 ss. Allg. Teil 28/9, 12. A favor de la del delito de omisión "equivalente al comisivo" en lugar de "impropio",
' ' Como aquí, Bki, Allg. Teil pág. 313; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 133; Bohm, JuS 1961, pág. Ereund, Erfolgsdelikt pág. 141, nota a pie núm. 29.
178; Gallas, Deutsche Landesreferate pág. 349; Georgakis, Hilfspflicht und Erfolgsabwendungspflicht págs. '*' Enérgicamente en contra de la terminología usual, Schmidhduser, Allg. Teil pág. 658, quien, al
15 ss.; LK(9.") (Helmann-Trosien) Introducción núm. 1, núm. 43; LK (11.") (Jescheck) nota preliminar igual que aquí, distingue entre omisión "sin resultado y referida al resultado".
núm. 91 antes del § 13; Meister, MDR 1953, pág. 658; M. E. Mayer, Lehrbuch pág. 190; Kienapfel, Strafr. ^' Así, ^rm¿«/íí/í/wííww, Untedassungsdelikte págs. 206 ss., 275 ss.; f/m/smo, JuS 1961, pág. 174;
Probleme 2 págs. 79 ss.; Vogt, ZStW 63 (1951) pág. 404; Wessels, Allg. Teil núms. 696 ss.; SK (Rudolphi) MaurachlGossdlZipf, t<A%. Teil II § 45 núm. ^%-, jakobs, Allg. Teil 28/9; SchbnkelSchróderlStree, nota preli-
ñora preliminar núm. 10 antes del § 13; Schone, Unterlassene Erfolgsabwendungen págs. 56 ss., 115 ss. En minar núm. 137 antes del § 13; R. Schmitt, JZ 1959, pág. 432; Welzd, Lehrbuch págs. 202 ss. Stratenwerth,
el mismo senrido esrán concebidos los § 13 y § 12 AE. Vid. iímh\én Jescheck/Goldmann, ZSrW 77 (1965) Allg. Teil I núm. 987, inrerpreta el problema en su conjunto como una cuestión de la adecuación al fin.
págs. 121 ss. Asimismo, Cadoppi, II reato omissivo proprio Tomo I págs. 111 ss. Acerca de la Dogmática de •"• La remisión debe entenderse referida al vigente § 225 StGB (N del T).
los delitos de omisión propia, además, Welzel, NJW 1953, págs. 327 ss. "•^ Así, sin embargo, Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 197 ss.; v. Hippel, Tomo II págs. 153 ss.; v.
'* En este aspecto se basa la opinión contraria de R. Schmitt, JZ 1959, pág. 432. Liszt/Schmidt, pig. 173.
654 § 58 C o n c e p t o , clases y problemática fundamental del delito omisivo IV. La función de garantía ile la Ley penal en los delitos de omisión impropia 655

A s i m i s m o , la cuestión d e si es o n o necesaria la infracción de un d e b e r de g a r a n t e no p u e d e positivo. En las disposiciones penales a n t e r i o r m e n t e citadas el legislador ha e q u i p a r a d o expresa-
s u m i n i s t r a r el e l e m e n t o difercnciador'"*, pues lo q u e se btisca es p t c c i s a m c n i c la respuesta a la m e n t e la n o evitación del tcstiltado con su causación a través de u n a i n t e r v e n c i ó n activa. H a y
pregiima d e cuándo y por qué $c exige la posición d e g a r a n t e coirio e l e m e n t o adicional del tipo a d e m á s algunos tipos delictivos de resultado q u e , de acuerdo con su tenor literal, son t a m b i é n
para la p u n i b i l i d a d de la o m i s i ó n . F i n a l m e n t e , t a m p o c o a p o t t a la solución el p i m t o de vista " l ó - aplicables a tma o m i s i ó n y no sólo a im hacer positivo; así sticedc, p o r ejemplo, con la adiriinis-
gico-material" d e a c u e r d o c o n el cual hay qtie diferenciar en v i r t u d d e la e q u i p a r a c i ó n o n o d e la tración desleal manifestada p o r el representante legal de u n a persona q u e o m i t e solicitar la d e v o -
omisión al delito c o m i s i v o ' ' ' , p o r q u e t a m p o c o el delito de o m i s i ó n i m p r o p i a posee el m i s i n o lución d e i m p u e s t o s (§ 2 6 6 en su alternativa s e g u n d a ) , así c o m o la p r o d u c c i ó n d e u n a falsedad
valor q u e la c o m i s i ó n p o r m e d i o d e un hacer positivo. d o c u m e n t a l (§ 2 7 1 ) si el a u t o r p e r m i t e q u e ésta se c o m e t a c o n t t a r i a m e n t e a su d e b e r jurídico.
Esta clase d e tipos penales, sin e m b a r g o , son u n a excepción. Por regla general las n o r m a s penales
4. El StGB contiene una multitud de delitos de omisión propia. Hay que mencionat especialmente la per-
sólo describen la causación del resultado m e d i a n t e u n c o m p o r t a m i e n t o positivo y n o la o m i s i ó n
manencia indebida en el allanamiento de motada (§ 123, segunda alternativa), la omisión del deber de denuncia
d e u n hacer esperado. D e a h í q u e para su aplicación a los supuestos de o m i s i ó n c o n t r a r i a a d e -
(§ 138), numerosos delitos sexuales (§ 174 ss., a través de la expresión "o pennite tealizatsobtesí mismo"), el no
posibilitar comprobaciones posteriores ttas el alejamiento del lugat del accidente (§ 142 II), el fraude de subven- ber, el t e n o r literal d e l o s d e l i t o s c o m i s i v o s d e b i ó ser antes m o d i f i c a d o en tres sentidos: en
ciones (§ 264 I mim. 2 * ) y de créditos (§ 265b I núm. 2), la estafa de invetsión por medio de la ocultación de p r i m e r lugar, se p a r t i ó del presupuesto d e (\uc por lo general \os tipos comisivos p o d í a n ser reali-
hechos postetiotes (§ 264a 1), la quiebra (§ 283 I niims. 5, 7b), la infracción de obligaciones contables (§ 283b I zados a través de la n o evitación del tesultado; en s e g u n d o Itigar, d a d o q u e c u a l q u i e r a n o p u e d e
niims. 2, 3b) y la omisión del deber de socorro (§ 323c). También en ottos cuerpos legales se encuentran delitos ser a u t o r de u n delito de o m i s i ó n i m p r o p i a , fue fijado p o r m e d i o de e l e m e n t o s restrictivos el
de omisión propia como sucede con la desobediencia del § 20 I nilm. 2 WStG, la omisión de la intetposición de círculo de garantes q u e p u e d e n ser considerados autores; finalmente, fue necesario aceptar q u e
la solicitud de quiebra en el § 84 G m b H G y la infracción de deber por parte de los miembros de la junta directiva para la i m p u t a c i ó n objetiva bastaba c o n u n a relnción de causalidad hipotética.
del § 401 AktG. Además, en determinados delitos de meta actividad la jutisprudencia ha llegado por vía intetpre-
tativa a la conclusión de que en ciertos delitos de esta clase el tipo también puede ser cometido por medio de una 2. De acuerdo con lo dicho, la adaptación neccsatia de los delitos de resultado que presuponen un
simple actitud pasiva, tal y como sucede con la ptevaticación (§ 336). hacer positivo a las especialidades ptopias de la no evitación del tesultado típico, fue aceptada sin inconve-
nientes por la práctica judicial a tiavcs del correspondiente complemento del tipo (BGH 16, 155 [158]) ^.
El StGB conoce, además, numetosos delitos de omisión impropia. Aquí el legisladot mismo ha determina- La cuestión de la compatibilidad de este proceder con la función de garantía de la Ley penal (art. 103 II
do qué y bajo qué condiciones la no evitación del resultado típico es equiparada a su producción por medio de GG) se planteó bajo dos puntos de vista'"'. Pot una patte existió la duda de si por lo general podían ser
un hacet positivo. Deben mencionarse así la automutilación (§ 109, segunda forma de acción), el daño a la reconocidos delitos de omisión imptopia no regulados legalmente, así como de si la causalidad real del hacer
salud de personas sujetas a custodia por medio de la desatención de su deber de atención y cuidado (§ 223b positivo podía ser sustituida pot la de carácter hipotético que rige en la omisión (acerca de la cuestión de su
tetcera fotma de acción " ) . la puesta en peligto del tráfico viario por medio de la no señalización de vehículos compatibilidad con \i prohibición de analogía vid. supra § 15 III 2a). Por otra, se objetó que la delimitación
detenidos en la carretera (§ 315c I núm. 2g), el permitir que se comerá una lesión corporal en el ámbito de la del círculo de autoies a través de los elementos de la posición de garante empleados por la jurisprudencia no
función pública (§ 340) y la pasividad ante la comisión de delitos contra la función pública (§ 357). Junto a podía ser llevada a cabo de una forma lo suficientemente inequívoca como para dejar claros los presupuestos
ellos hay delitos de omisión impropia que no poseen correspondencia alguna con un delito comisivo, tal y de la punibilidad (sobre la cuestión de su compatibilidad con el mandato de certeza vid. supra § 15 III 2a).
como sucede con la infracción del deber de asistencia o formación frente a personas menores de 16 años (§ Mienttas que en la jutisprudencia el problema de la compatibilidad del principio de legalidad con los deli-
170d '^). Los delitos de omisión imptopia también aparecen en otras leyes como, por ejemplo, la desobedien- tos de omisión impropia no regulados legalmente no fue nunca puesta en duda (en este sentido ya, RG 10,
cia en la WStG (§ 19), el incumplimiento de una orden por temeridad grave (§ 21), la tolerancia de un mal- 100 [101]), en cambio la Ciencia hizo sentit fuertemente las tensiones claramente existentes que fueron
tiato o ttatamiento indigno de subordinados (§§ 30 11, 31 III), la deficiente vigilancia dutante el servicio (§ expuestas en esta obra (al respecto vid. la 2.» ed. págs. 461 ss.). Finalmente, el reconocimiento de los delitos
41) y en el § 370 I núms. 2 y 3 AO 1977, la reducción de ingresos fiscales (BGH 23, 319 [322]). Mayor de omisión impropia fue entendido por la doctrina mayoritatia como una interpretación admisible, con
significado todavía poseen los casos no regulados en la Ley en los que la jurisprudencia castiga la no evitación base en el Detecho consuetudinario, de los tipos correspondientes a los delitos comisivos''.
del resultado típico de acuerdo con la disposición penal del delito comisivo correspondiente.
3 . Esa d o b l e d u d a relativa a la c o m p a t i b i l i d a d del p r i n c i p i o d e l e g a l i d a d c o n el delito d e
o m i s i ó n i m p r o p i a n o regulado en la Ley t u v o q u e ser e l i m i n a d a en 1975 a través del nuevo § 13
rV. La f u n c i ó n de garantía d e la Ley p e n a l e n l o s d e l i t o s d e o m i s i ó n i m p r o p i a
n o regulados legalmente

I. E n el delito d e o m i s i ó n i m p r o p i a el resultado típico es i m p u t a d o al g a r a n t e q u e no ha 5' Vid. Nagler GS 111 (1938), págs. 51 ss.; Herzberg Unteriassung pág. 196; Gallas, ] Z 1952, pág.
373; KohlrauschlLange, System, nota preliminar II B II 3; LK(8.")(Mezger) Introducción pág. 34; Eb Schmidt,
i m p e d i d o el o c a s i o n a m i c n t o de éste, c o i n o si él m i s m o lo htibiera p r o v o c a d o m e d i a n t e u n hacer
Der Arzt im Strafrecht pág. 80; Schaffitein, Gottinger Festschrifr pág. 202; Schünemann, Grund und Grenzen
págs. 244 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 209.
^^ Vid-, no o b s t a n t e , / Schwarz, Echte und unechte Untedassungsdelikte pág. 104. Advierte con S'* Especialmente crítico, H. Mayer, Matetialcn Tomo I pág. 277; el mismo, Gtundril! pág. 80;
razón Meyer-Bahlburg, GA 1966, págs. 204 ss., que también son encontrados rasgos distintivos del deber de Griinwald, Z S t W 70 (1958) pág. 4 1 8 ; Stratenwerth, Allg. Teil I n ú m . 9 8 8 ; Schóne, Unterlassene
garante en los delitos de oinisión propia. Erfoigsabwendungen págs. 277 ss. De otra opinión —naturalmente, sobre la base de una "interpretación
•*'' Así, Schünemann, ZStW 96 (1984) págs. 302 ss. correctiva del art. 103 II G G " — , Nickel, D¡e Problematik der unechten Unteda.ssungsdelikte págs. 179 ss.
^^ La temisión debe entendetse realizada al vigente § 264 I núm. 3(N del T ) . " Vid., por ejemplo, Baumann. Allg. Teil 5." ed. pág. 230; ¡iiihm. JuS 1961, pág. 179; Engisch. J Z
^' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 225 (N del T ) . 1962, pág. 192; Gallas. ZStWSO (1968) pág. 20; Meyer-Bahlbtirg Unterlassungsdelikte págs. 151 ss.; .Schonlíe/
''- La remisión debe entenderse realizada al vigente § 171 (N del T ) . Schroder, 17.» ed. conientatio inttoductorio a la Patte General.
656 § 58 Concepto, clases y problemática fundamental del delito omisivo V. La atenuación facultativa de la pena en los delitos de omisión inipropia 657

(vid. BT-Drucksachc V/4095) ^''. De este modo, además, le tuvieron que ser suministradas a la permite alcanzar una conclusión definitiva en la Parte General ^', por lo que no puede ser exigi-
jurisprudencia algunas indicaciones acerca de cuál era la visión del legislador sobre los requisitos do al legislador más que una cláusula general que sea inequívoca en su estructura. Por lo menos,
para la aplicación del delito de omisión impropia'^. Ambos objetivos se han cumplido hasta un de los delitos de omisión impropia regulados legalmente (vid. supra § 58 III 4) se derivan algu-
cierto punto. Ya no están fundamentadas las objeciones relativas a la prohibición de la analo- nos puntos de apoyo para la determinación de los principios que deben inspirar la .solución de
gía'**, pues el legislador ha declarado expresamente en el § 13 que ele acuerdo con el Código los casos no previstos expresamente por la Ley. De ahí que, provisionalmente, haya que confor-
penal también debe ser responsable como autor quien frente a la existencia de un deber jurídico marse con el grado de determinación que la jurisprudencia y la doctrina han alcanzado en el
no evita el resultado del tipo. Con ello se reconoce simultáneamente que para la comprobación tratamiento de los elementos de la posición de garante, puesto que por esta vía siempre se podrá
de la causalidad basta con un juicio hipotético sobre ésta, algo que en todo caso sólo puede ser garantizar más la seguridad jurídica (vid. infra § 59 IV). Tampoco puede ser objetado el debili-
un juicio sobre la probabilidad ^'. tamiento del requisito de la causalidad pues en la omisión no es imaginable algo que supere a un
juicio de probabilidad en la evitación del resultado''^, y la idea de "la probabilidad rayana en la
4. Sin embargo, por medio del § 13 todavía no se satisface en toda su extensión el manda-
seguridad" presenta el más alto grado de certeza que puede alcanzarse por el conocimiento hu-
to de certeza , a pesar de que quedó claro que la exigencia destinada a evitar el resultado que
desencadena el deber de acción debe ser de naturaleza yV/nVj'/V/j (y no sólo moral) y de que en los mano en los juicios hipotéticos (vid. mfra § 59 III 4). También en muchos casos en los que se da
delitos de resultado con caracteiísticas especiales de la acción hay que examinar adicionalmente un comportamiento activo como, por ejemplo, el hecho de impedir una acción de rescate, se
si la omisión se corresponde con la realización del tipo por medio de una acción. Lo que todavía recurre a si ésta habtía conducido al impedimento del resultado con una probabilidad cercana a
falta para el pleno cumplimiento del mandato de certeza es, por un lado, la descripción más la seguridad. Únicamente habría sido posible, exigible y formulable, una mayor claridad de la
precisa de las posiciones de garante de las que se deriva el deber de evitar el resultado y, por otro, cláusula de equivalencia en relación con el examen de la correspondencia entre la omisión y el
la caracterización de las circunstancias a las que está referido el examen de la equivalencia entre hacer positivo (vid. al respecto infra § 59 V) ^^.
la omisión y la acción. Sin embargo, en ambas direcciones el estado actual de la Dogmática no
V. La atenuación facultativa de la pena en los delitos de omisión impropia

1. En correspondencia con una extendida exigencia de la doctrina (vid. la 2.^ ed. de esta
"^ Vid. BaumannTWeber, Allg. Teil pág. 242; DreherlTróndU, § 13 núm. i; Jescheck. SchwZStr 91 obra, pág. 463 nota a pie niim. 58) el legislador ha previsto en el § 13 II una cláusula de atenua-
(1975) pág. 23; LK (ll.'')(Jescheck) § 13 núm. 1; Preisendanz, § 13 comentario I; Lackner, 13 núm. 1;
ción facultativa de la pena para los delitos de omisión impropia. Al igual que en la tentativa (§
Schdnke/Schroder/Stree, § 13 núms. 5 ss.; Roxin, Einführung pág. 2; SK (Rudolphi) § 13 núms. 1 ss.; WK
23 II) consiste en que, en lugar del ordinario, puede entrar en juego el marco punitivo del § 49
(Nowakowski) nota preliminar núm. 2 antes del § 2.
'^ Vid. E 1962 Begründung pág. 124; Schwalm, Niederschriften Tomo XÍI pág. 76. I. La posibilidad de atenuación descansa sobre la circunstancia de que, por regla general, el
5* Asimismo, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 137; Dreher/Trondle, § 13 núm. 3; LKÍll.') (Jescheck) contenido de culpabilidad de la omisión es inferior al del hacer positivo; el autor que traslada
§ 13 núm. 13; Roxin, Einführung págs. 2 ss.; SK (Rudolphi) § 13 núm. 3; Schonke/Schroder/Stree, § 13 al hecho su resolución delictiva por medio de una acción positiva muestra generalmente una ac-
núm. 5. Incorrectamente entiende Otto, Grundkurs pág. 148 que el § 13 carece de sentido. titud interna más hostil al Derecho que aquel que, en contra de su deber de garante destinado a
Por medio del § 13 se legitima la tradición legislativa que también se encuentra en Derecho ex- evitar el resultado, petmanece inactivo ante un acontecimiento que se encamina a la realización
tranjero. Desde comienzos del siglo XIX la acción y la omisión han sido equiparadas en la legislación en del resultado típico '^^. En principio, ello rige tanto para los delitos de causación pura como para
muchas ocasiones; vid., por ejemplo, el art. 97 del Código criminal para Holanda de 1809 y el § 4 del
Código penal de Brunswick de 1840. En el proyecto de SrGB prusiano de 1851 fue eliminada la norma
equiparadora únicamente por causa de un malentendido y en el RStGB de 1871 la disposición cotrespon- ''' Expresamente en este sentido vid. BT-Drucksache V/4095 pág. 8. La totalidad de los intentos de
diente no fue asumida únicamente porque, en coincidencia con la jurisprudencia y la doctrina, la aplicabili- tegulación de la posición de garante han sido hasta ahota insatisfactotios. Esto rige tanto para la remisión
dad de los tipos de comisión a las omisiones infractoras que no impedían el resultado fue entendida como del problema a la Parte Especial (así, Grünwald, ZStW 70 [1958] págs. 425 ss.; Busch, v. Weber-Festschrift
algo evidente por sí mismo; al respecto vid. Clemens, Unteriassungsdelikte págs. 17 ss., 34 ss.; Binding, Der págs. 192 ss.; Schone, Unteriassene Erfolgsabwendungen págs. 243 ss.; Huerta Tocildo, Problemas funda-
Entwurf págs. 42 ss. Vid. en Derecho extranjero el § 2 osterr. StGB; art. 40 II C.p. italiano de 1930; art. 10 mentales, pág. 189; en contra, Meyer-Bahlhurg, MschrKrim 1965, pág. 252) como para una regulación con-
núm. 2 C.p. portugués; art. 13, párrafo segundo, C.p. brasileño; Sección 2.01 III del Código penal modelo creta en la Parte General (así, § 12 AE; mosttándose escéptico inclu.so su propio autot [pág. 203]; sobte ello
para los EE.UU. de 1962; art. 10 del Anteproyecto suizo de 1987. Sobre todo ello M\A. Jescheck, TrSndle- vid. Herzberg, Die Untedassung pág. 362), así como también, finalmente, para la improductiva y sintética
Festschrift págs. 795 ss. fótmula de Schünemann, Grund und Grenzen pág. 380. La propuesta de regulación legal áe Jescheck, 140
'•° Asimismo, Eser, Strafrecht II núm. 26 A núm. <•)•, Jescheck. SchwZStr 91 (1975) pág. 24; Lackner, Jahre GA pág. 128, menciona como causas que dan origen a los deberes de garante la "custodia del bien
§ 13 núm. 21; Roxin, Einführung pág. 3; Schonke/Schroder/Stree, § 13 núms. 5 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I jufídico ptotegido" y "el peligto cetcano en la zona de influencia del omitente"; además, la fórmula de equi-
núm. 988; Fünfsinn, Aufbau págs. 20 ss. Expresándose más positivamente, SK (Rudolphi) § 13 núm. 3 y valencia del § 13, inciso segundo, está tefetida a los elementos especiales de la acción en los delitos de resul-
Jakobs, Allg. Teil 29/4 y 5. Críticamente, sobre todo, Sch'óne, Unteriassene Erfolgsabwendungen págs. 324 tado. Con carácter general acerca de los presupuestos que dan origen a los deberes de garante vid. la obra
ss. Defendiendo la inconstitucionalidad del § 13 Schürmann, Untedassungsstrafbarkeit pág. 190. Enten- del mismo título de Brammsen, 1986.
diendo que sólo la remisión a deberes jurídicos formales (Ley y contrato) es compatible con el art. 103 II " Vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 68, 136.
GG, Seehode, Spendel-Festschrift pág. 345. En general, acerca del mandato de certeza, BVerfGE 26, 41 (43) '^3 Y\á. Jescheck, SchwZStr 91 (1975) págs. 24 ss.
(telativa al § 360 I núm. 11 StGB en su redacción anterior). '''' Detalladamente sobre la cuestión, Bruns, Trondle-Festschrift págs. 125 ss. Además, Dreher/Trondle,
ú'yS § 58 Concepto, ciases y problemática rmulaiiK-nial del dclilo o]nisiv< \^I. Derecho extranjero 659

los de resiikado que poseen clcincnios especiales de la acción. Excepcionalmente, lainbiéii el 4. La atenuación de la pena, de acuerdo con el § 13 11, no rige ni para los delitos de
contenido de injusto del delito de omisión impropia puede ser menor que el de su correlativa omisión ptopia ni tampoco pata aquellos delitos de actividad c]tie pueden set cometidos por omi-
iulraccióu comisiva, a pesar de que el § 13 descansa sobre la plena equiparación entre el injusto sión (por ejemplo, §§ 153, 154, 163, }56^'''^). Además, el § 13 II no cntta en consideración para
de acci<')n y el de resultado ^'5. No obstante la existencia de una infracción del deber de garante, aquellos delitos de omisión impropia que se encuentran completamente tegulados en el StGB o
en el delito de resultado el "injusto de acción" de la omisicín punible puede poseer im tncnor en ottas leyes porque para estos casos el legisladot ya ha fijado definitivamente el marco de la
peso específico que en la infracción comisiva correspondieiue (el injusto de acción es mayor allí' pena (vid. siipra § 58 III 4) (no obstante, a favor de la aplicación del § 13 II en el delito de
si el marido empuja a la mujer al agua con intención homicida que en el caso en el que simple- administración fraudulenta cometida por omisión BGH 36, 227 con comentario de Timpe, JR
mente no la rescata); también en los delitos de resultado en los que se describe una acción espe- 1990, pág. 428; la cuestión se deja abietta en la BGH NJW 1982, 2881 [2882]) 7°.
cial sólo se requiere, en el marco de la cláusula de equivalencia, una "correspondencia" pero no
una equiparación total''''.
VI. Derecho extranjero
2- Acertadamente, en e! § 13 II sólo se ha previsto una atenuación facultativa de la pena
porque en muchos casos de delitos de omisión impropia ni el contenido de injusto ni el de cul- El Derecho extranjero^^ presenta múltiples contornos siinilares al alemán en la regulación de los deli-
tos de omisión impropia, pero en aquel se detecta la tendencia a delimitar más esttechamente el círculo de
pabilidad son inferiores a los de los correspondientes delitos comisivos''^. Ello es aplicable tanto
deberes de garante y, en patte también, a gatantizar sólo la protección jurídico-penal de bienes de especial
a las iiifiacciones dolosas como a las imprudentes.
impoftancia como el cuerpo y la vida frente a las inftaccioncs de debet cometidas por omisión (así, sobre
Ejemplos: La madre deja desatendidos a sus hijos en una vivienda cerrada y sin calefacción a conse- rodo, el Derecho norteamericano). El StGB austríaco contiene en el § 2 una disposición sobre la "comisión
cuencia de lo cual el más joven muere y el otro sufre graves daños para su salud (BGfi 21, 44; a pesar de pof omisión" que sigue al § 13 pero que ha mantenido la rigurosa cláusula de equivalencia del E 1962 ''^. El
que, naruralmente, el cuidado de los hijos es lo "normal", la situación social especialmente desfavorable de StGB suizo no conoce una disposición que se corresponda con el § 13 pero trata los ptoblemas de forma
la madre puede justificar la atenuación de la pena de acuerdo con el § 13 II; BGH JR 1982, pág. 464 con similar a como lo hace el alemán^' (BGE 74 [1948] IV 166, E. 1; 96 [1970] IV 174 [Caso Bührli]); de
comentario aprobatorio de Bruns). El guardagujas que por descuido deja currar a un tren rápido en la vía modo diverso, sin embargo, el art. 10 del Anteproyecto de 1987 restringe las fuentes del deber de garante a
equivocada de modo que colisiona con otro tren que circula en sentido contrario ttansportando personas. la Ley, a su asunción voluntaria y al actuar precedente. Una posición especial ocupan Francia y Bélgica pot-
que en estos países la omisión únicamente es castigada en los supuestos previstos legalmente (Cout de Poitiers
3. Al igual que en la fijación de la pena de la tentativa (vid. supm § 49 V 2), en los delitos 20.11.1901, D . P A G . 1902, 11, pág. 81; Cour de Cassaiion [belga] de 6.5.1901, Pasicrisie I, 225 [Affaire
de omisión impropia el juez debe adoptar dos decisiones en torno a aquélla'''. Por un lado, de Haack])''''. Las lagunas de punibilidad que de este modo se originan son cubiettas en gran medida median-
conformidad con el § 13 11 hay que examinar si la posibilidad de atenuación puede adoptatse en te una teinterpretación de los delitos dolosos de omisión como delitos imprudentes de comisión, así como
la sentencia. Al tespecto sólo hay que cuestionarse si el contenido de injusto y de culpabilidad pof medio de una concepción amplia de los tipos de omisión propia. A ello no está ligado un mayot benefi-
del hecho merece en su cualidad de omisión un enjuiciamiento más benigno (BGH JR 1982, cio de la seguridad jurídica sino que, más bien, la extensión desmesutada del debet de prestación de auxilio
pág. 465; "circunstancias relacionadas con la omisión"). Por otro, si se ha hecho uso del mateo confoime al ait. 63 II del C.p. francés de 1810 muestra las desventajas de una teguiación similar'''. Del
punitivo atenuado en beneficio del omitente hay que tener en cuenta dentro de sus límites todas mismo modo, el Código penal de 1994 contiene sólo delitos de omisión ptopia (aits. 223-6, 434-11). En
las circunstancias restantes que sean determinantes para la fijación de la pena (pero ahora no España, ciertamente, se alzan también ciertas objeciones sobte la base del ptincipio de legalidad frente a la
aquellas que estén relacionadas con la omisión).

*"' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 339 (N del T).


'" En el sentido del texto, Lackner, § 13 núm.19; SK (Rudoíphi) § 13 núms. 4 ss.; DreherlTróndle, §
13 núm. 3; Schdnke/Schriider/Stree, § 13 núm. la. Por el conttario, siguiendo al BGH Maurach/GosselíZipf,
§ 13 núm. 20; Armin Kanfmann, Unterlassungsdelikte págs. 300 ss.; Lackner, § 13 núm. 17; Preisendanz, § Allg. Teil II § 4G núms. 143 ss.; Scimnemann, ZStW96 (1984) págs. 303 nota a pie núm. 50,317.
13 comentario IX; Roxin, Einführung págs. 8 ss.; ScijiinkelSciiróderlStree, § 13 núm. M; SK(Rudolphi) § 13 ^' Vid. más detalladamente sobre la cuaúón Jescheck/Goldmann, ZStW 77 (1965) págs. 109 ss.; ade-
núm. 65; Sclomidhatiser, Alig. Teil pág. 659. Manifestando sus áuAzi, Jalzobs, Allg. Teil 29/123 ss.; AK más, Rev int dr pén 1984, pág. 473, con los informes de los Estados y la ponencia genetal tealizada por
(Seelmann) § 13 núms. 146 ss. Crírico sobre todo con la justificación de la atenuación de la pena, Timpe, Novoa Monrealsobre el tema "Infractions d'omission" del XIII. Congreso Internacional de Derecho Penal.
Srrafmilderung págs. 161 ss. Acerca del anterior Derecho yugoslavo Separovie, ZStW 77 (1965) págs. 149 ss.
« Al respecto vid. Herzherg, Die Unterlassung págs. 7 ss. ''- WK(Nowakowski) § 2 núins. 1 ss.; Kienapfel, Strafr. Probleme 2 págs. 77 ss.; el mismo, JBl 1975,
'* La redacción de la cláusula de correspondencia descansa sobre la idea de poder legitimar la posibi- págs. 13, 80; el mismo. OJZ 1976, pág. 197.
lidad de atenuación de acuerdo con el § 13 II mientras que, en cambio, el § 13 E 1962 exige todavía la ^^ Vid. Schidtz, Fánführung I págs. 127 ss., 140 ss.; Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht Allg. Teil I
"equivalencia" y, en consecuencia, excluyó tal posibilidad (vid. su Fundamentación pág. 126). p.ígs. 370 ss.
Roxtn, Einführung pág. 9, advierte con tazón que entonces la atenuación de la pena no puede ser ^'' En telación con Francia vid. StefanilLevasseurlBouloc, Droit penal general núm. 173; acerca de Bélgica
tenida en cuenta cuando al omitente sólo se le exige una actividad "con la que desde un ptincipio se cuenta vid. Hennau/Verhaegen, Droit penal general núm. 163; DupontlVerstraeten, Handboek núms. 300 ss. (quien
en el acontecer notmal de la vida" (restringidamente al respecto, sin embargo, BGH JR 1982, pág. ACtA). ya se remire al § 13 dt. StGB).
Vid. también Metzen, Problematik und Funktion págs. 166 ss. '"' Vid. el discutido caso del médico tesuelto por la Cass. 15.3.1961, 610. Acerca de los delitos de omi-
''^ Vid. SK(Rudoíphi) § 13 núm. 66; Bruns, JR 1982, pág. 466; el mismo, Ttondle-Festschrift págs. sión propia regulados legalmente en el att. 62 C.p. 1810 (omisión del debet de denuncia de delitos) y en el art.
131 ss. 63 C.p. 1810 (omisión del deber de socotro) StefanilLevassenüBouloc, Droit penal génétal núm. 260.
660 § 59 El tipo del delito de omisión § 59 El tipo del delito de omisión 661

admisión de delitos de omisión impropia no previstos pot la Ley, pero la doctrina presenta el mismo estado Produktfehlern, Jura 1991, pág. 533; Bringewat, Der Notwehrer ais Garant aus vorangegangenem Tun, MDR
que la alemana '' . Lo mismo sucede con la doctrina italiana sobre la base de la equiparación entre la acción 1971, pág. 716; v. Buri, Uber die Begehung der Verbrechen durch Unterlassung, GS 21 (1869) pág. 189; v.
y la omisión en el art. 40 C.p., aunque falta, al igual que en Derecho español, una teoría conformadora de Caemmerer, Gesammelte Schriften, Tomo I, 1968; Cramer, Teilnahmeprobleme im Rahmen des § 330a,
los deberes de garante''^. La doctrina neerlandesa, como la alemana, distingue entre delitos de omisión pro- GA 1961, pág. 97; Doering, Strafrechdiche Garantenpflicht aus homosexueller Lebensgemeinschaft? MDR
pia e impropia, pero todavía no ha desarrollado una fundamcntación de los deberes de garante y trata la 1972, pág. 664; Engisch, Die Kausal¡t.at ais Merkmal der strafrechtlichen Tatbestánde, 1931; f/ mismo, Der
cuestión en su conjunto como un problema relativo a la causalidad ^^. También el Derecho inglés conoce finale FlandlungsbegriíF, Festschrift fiir E. Kohlrausch, 1944, pág. 141; el mismo. Das Problem der psychisdien
responsabilidad penal en caso de omisión cuando existe el debet de actuar; el problema principal reside en Kausalitat beim Betrug, Festschrift für H. v. Weber, 1963, pág. 247; Fornasari, II principio di inesigibilita
la delimitación de los deberes de acción " . El Derecho norteamericano dispone de una teoría de los deberes nel diritto pénale, 1990; Frellesen, Die Zumutbarkeit der Hilfeleistung, 1980; Fünfsinn, Der Aufbau des
mucho más desatrollada *". El Derecho brasileño contiene en el art. 13 § 2 una regulación del delito de fahrlassigen Verletzungsdelikts durch Unterlassen, 1985; Gallas, Strafbares Unterlassen im Falle einer
omisión impropia con referencias de las distintas posiciones de garante*'. Selbsttotung, JZ 1960, págs. 649, 686; el mismo, Die strafrechtliche Verantwordichkeit der am Bau Beteiligten,
1963; Geilen, Garantenpflichten aus ehelicher und eheahnlicher Gemeinschaft, FamRZ 1961, pág. 147; el
mismo, Stillschweigen des Angehbrigen beim Mordkomplott, FamRZ 1964, pág. 385; el mismo, Zur
§ 59 El tipo del delito de omisión Mitverantwortung des Gasrwirts bei Trunkenheit am Steucr, JZ 1965, pág. 469; el mismo, Unterlassene
Verbrechensanzeige und crnsthafte Abwendungsbemühung, JuS 1965, pág. 426; Geyer, Grundril? zu
Aldosser, Inwiefern konnen durch Unterlassungen strafbare Handlungen begangen werden? 1882; Vorlesungen über gemeines deutsches Strafrecht, 1884;/ Glaser, Abhandlungen aus dem osterreichischen
Barwinkel, Die Struktur der Garantieverhaltnisse bei den unechten Unterlassungsdelikten, 1968; Blei, Strafrecht, Tomo II, 1858; Granderath, Die Rechtspflicht zur Erfolgsabwendung aus einem vorangegangenen
Garantenpflichtbegründung beim unechten Unterlassen, Festschtift für H. Mayer, 1966, pág. 119; gefahrdenden Verhalten usw., Diss. Freiburg 1961; Grünhut, Grenzen des übergesetzlichen Notstands, ZStW
Bockelmann, Betrug verübt durch Schweigen, Festschrift für Eb. Schmidt, 1961, pág. 437; Brammsen, Die 51 (1931) pág. 454; Grünwald, Der Vorsatz des Unterlassungsdelikts, Festschrift für H. Mayer, 1966, pág.
Entstehungsvoraussetzungen der Garantenpflichten, 1986; el mismo, Kausalitats-undTaterschaftsfragen bei 281; Hall, Über die Kausalitat und Rechtswidrigkeit der Unterlassung, Erinnerungsgabe für M. Grünhut,
1964, pág. 213; Hanau, Die Kausalitat der Pflichtwidrigkeit, 1971; Hardwig, Vorsatz bei
Unterlassungsdelikten, ZStW 74 (1962) pág. 27; el mismo, Die Zurechnung, 1957; Heinitz, Anmerkung zu
BGH vom 25.2.1954, JR 1954, pág. 270; Henkel, Zumutbarkeit und Unzumutbarkeit ais regulatives
'"' Vid. Antón Oneca, Derecho penal págs. 170 ss. (estado anterior); Rodríguez Devesa/Serrano Gómez,
Rechtsprinzip, Festschrift für E. Mezger, 1954, pág. 249; Herzberg, Die Kausalitat beim unechten
Derecho penal págs. 385 ss.; Mir Piiig, Adiciones Tomo II págs. 841 ss., 872 ss. (estado actual). Acerca del
Unterlassungsdelikt, MDR 1971, pág. 881; el mismo, Garantenpflichten auf Grund gerechtfeitigten
art. 10 del Borrador de Parte General de 1990 y su correspondencia con el § 13 StGB ¿emin, Jescheck, 140
Vorverhaltens, JuS 1971, pág. 74; elmismo, Zur Garantenstellung aus vorangegangenem Tun, JZ 1986, pág.
Jahre GA pág. 118 (asimismo, Att. 11 del Proyecto 1994). Ftente a ello. Silva Sánchez, El delito de omisión
986; Hilgendorf, Fragen der Kausalitat bei Gremienentscheidungen usw., NStZ 1994, pág. 561; Honig, Die
pág. 369, exige la introducción de unos pocos delitos de omisión impropia para los supuestos en los que
Intimsphare ais Kriterium strafbaren Begehens durch Unterlassen, Festschrift für F. Schaffstein, 1975, pág.
concurra una equivalencia estructural plena con el delito de comisión [El Código penal de 1995 tecoge ya
89; el mismo, Kausalitat und objektive Zutechnung, Festgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 174; Hopfiíer,
una cláusula específica en la que se declara la punibilidad de los delitos de resultado cometidos en comisión
Zur Lehre vom Unterlassungsdelikte, ZStW 36 (1915) pág. 103; Hom, Anmerkung zu BayObLG vom
por omisión y en la que, además, se hace mención de la cláusula de equivalencia y de las fuentes del deber
18.8.1978, JR 1979, 291; Hruschka, UberTun und Unterlassen und über Fahdassigkeit, Festschrift für P.
de garante. Y así, el vigente art. 11 C.p. preceptúa lo siguiente: «Los delitos o faltas que consistan en la
Bockelmann, 1979, pág. 421; G. Husserl, Negatives SoUen im bürgerlichen Recht, 193h/ofre^n, Anmerkung
producción de un resultado sólo se entenderán cometidos por omisión cuando la no evitación del mismo, al
zu BGH vom 16.11.1993, JZ 1994, pág. 422; Kahlo, Das Bewirken durch Unterlassen usw., GA 1987,
infringir un especial deber jurídico del autor, equivalga, según el sentido del texto de la Ley, a su causación.
pág. 66; el mismo. Das Problem des Pflichtwidrigkeitszusammenhangs bei den unechten
A tal efecto se equiparará la omisión a la acción: a) Cuando exista una específica obligación legal o conttac-
Unteriassungsdelikten, 1990; Kahrs, Das Vermeidbarkeitsprinzip und die conditio-sine-qua-non-Formel usw.,
tual de actuar, b) Cuando el omitente haya creado una ocasión de tiesgo para el bien jurídicamente protegi-
1968; Armin Kaufhmnn, Unterlassung und Vorsatz, Festschrift für H. v. Weber, 1963, pág. 207; Arthur
do mediante una acción u omisión precedente» (N del T)).
Kaufinann, Bemerkungen zum Irrtum beim unechten Unterlassungsdelikt, JZ 1963, pág. 504; Kielwein,
'^'^ Sgiibhi, Responsabilitá pénale per omesso impedimento dell'evento, 1975; Grasso, II reato omissivo Unterlassung und Teilnahme, GA 1955, pág. 225; Krug, Abhandlungen aus dem Strafrecht, 1855; Küper,
imptoprio págs. 97 ss.; el mismo, Riv dir proc pen 1978, págs. 912 ss.; Fiandaca, II reato commissivo me- Grund-und Grenzfragen der rechtfertigenden PflichtenkoUision, 1979; Kugler, Ingerenz und
diante omissione, 1979; Romano, Commentatio, art. 40 núm. 28. Selbsfverantwortung, Diss. Bochum 1972; Kuhlen, Fragen einer sttafrechtlichen Produkthaftung, 1989; el
^^ Vid. van Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht págs. 75 ss., 164 ss.; Hazewinkel-SuringalRemmelink, mismo, Strafhaftung bei unterlassenem Rückruf gesundheitsgefáhrdender Produkte, NStZ 1990, pág. 566;
Inleiding págs. 162 ss,. (Discusión acerca de su historia dogmática y la jurisptudencia); Enschedé, Beginselen Lackner, Anmerkung zu KG vom 3.1.1968, JR 1969, pág. 29; Lampe, Ingerenz oder dolus subsequens?
pág. 136 (reconocimiento de la aplicabilidad de los tipos comisivos a las omisiones). ZStW 72 (1960) pág. 93; el mismo, Die Problematik der Gleichstellung von Handeln und Untedassen,
' ' Vid. Glanville Williams, Criminal Law págs. 4 ss.; KennyITurner, Outlines págs. 19 ss.; Smith/Hogan, ZStW 79 (1967) pág. 47; el mismo, Die Kausalitat und ihre strafrechdiche Funktion, Gedáchtnisschrift ftir
Criminal Law págs. 45 ss. Vid., además, The Law Commission, Clause 20, donde en el Borrador del Crimi- Armin Kaufmann, 1989, pág. 189; Landscheidt, Zur Problematik der Garantenpflichten aus verantworriicher
nal Code for England and Wales la punibilidad de la omisión contraria a deber se resttinge al "mutdet, Stellung in bestimmten Raumlichkeiten, 1985; Langer, Das Sonderverbrechen, 1972; Lilie, Garantenstellung
manslaughter, intentional serious injury" y a la "detention of another". Más detalladamente al respecto/«f/ííc^ für nahcstehende Personen, JZ 1991, pág. 541; Maaj?, Betrug verübt durch Schweigen, 1982; Maiwald,
Tróndle-Festschrift págs. 803 ss. Kausalitat und Strafrecht, 1980; A. Merkel, Kriminalisdsche Abhandlungen, Tomo II, 1867; Naucke,
'" Profundizando en ello Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 69 ss.; LaFave/Scott, Substantive Anmerkung zu BGH 27, 10, JR 1977, pág. 290; Nestler, Die strafrechtliche Veranrwortlichkeit eines
Criminal Law I págs. 283 ss. Acerca del Derecho anglo-americano vid., además, Grasso, U reato omissivo Bürgermeisters für Gewásserverunreinigungen usw., GA 1994, pág. 514; Nitze, Die Bedeutung der
improprio págs. 83 ss. Entsprechungsklausel beim Begehen durch Unterlassen (§ 13 StGB), 1989; Nowakouiski, Probleme der
*' Sobre el mismo vid. Fragoso, Linóes págs. 240 ss.; de Jesús, Comentarios, art. 13 comentario núm. Strafrechtsdogmatik, JBl 1972, pág. 19; Odersky, Zur strafrechtlichen Veranrwortlichkeit bei
4; da Costa jr. Comentarios, art. 13 comentario núm. 6.
662 § 59 Hl upo del delito de oniisitWi fl. L;i ;iusciicia tic la .KCÍ^HI esperada y la capacítlad individual do acción 663

Gewa.s.servcrunreinigungen, Festschrift für H. Troiidle, 1989, pág. 2 9 1 ; Otio, Voraiigegangcnes Tun ais
tos d e o m i s i ó n propia .se deriva d i r c c t a n i c a t c d e la Ley. Y así, d e a c u e r d o c o n el § 123 en su
Griiiidlagestrafreclulicher Haftung, N J W 1974, pág. 528; Padrutt, Verkchrssichcriing.spfliclu bei Skipistcn,
segunda alternativa, q u i e n p e r m a n e c e iniusiificadamenre cu espacios ajenos debe alejarse de ellos
SchwZSrr 87 (1972) pág. 63; Pallin, Lagc und Zukunfr.saussiclucn der dstcrr. Strafrcclusreform usw., ZSrW
a r e q u e r i m i e n t o d e la persona Icgiilmada paia ello. En otros, sin e m b a r g o , el d e b e r de acción
84 ( 1 9 7 2 ) pág. 198; Peters, B e m e r k u n g e n zur Reclu.sprcchung der O b c r l a n d c s g c r i c h r e zur
Wehrersatzd¡en.stverwcigerung aus Gewissensgriiiidcn, JZ 1966, pág. 457; el mismo, Überzcugungstatcr und está descrito d e forma m;ís general. D e este m o d o , scgt'm el § 3 2 3 c h a y q u e "prestar auxilio" en
Gewisseiistater, FesBchrift für H. Mayer, 1966, pág. 257; Pfander, Die Recluspfliclu ziim Haiidcin aus Verrrag los accidentes; lo q u e tiene que suceder en el caso c o n c r e t o se deriva a q u í del c o n j t m t o de las
bcini uiicchtcn Unrerlassungsdelikt, Diss. Bascl 1967; Pfleiderer, Die Garantensreilung aus voraugegangenem circunstancias del supticsto de hecho. T a m b i é n en los delitos de omisión impropia el c o n t e n i d o
Rui, 1968; Pfohl, Straíliarkeit von Amtstragern wegen Duldung unzureicliender Abwasserreinigungsanlagcn, del deber de acción se d e t e r m i n a la mayoría de las ocasiones segt'm las circunstancias. Para ello
NJW 1994, pág. 418; Platzgummer, Die BewuStseinsform des Vorsarzes, 1964; Puppe, Der Erfolg und seine resulta d e t e r m i n a n t e la finalidad de la salvaguardia del objeto p r o t e g i d o d e la acción frente a la
kausale Erklarung ¡m Strafrccht, Z S t W 92 (1980) pág. 8 6 3 ; la misma, Anmerkung zu BGH 3 7 , 106, JR
p u e s t a en peligro o lesión típica.
1992, pág. 30; Roxin, Zur Kritik der finalen Handlungslehre, ZStW 74 (1962) pág. 515; d mismo, Ein
'ncues Bild" des Strafrechrssystems, ZStW 83 (1971) pág. 369; Rudolphi, Anmerkung zu BGH 2 5 , 218, JR Ejemplo: Si un nii'io se quema con agua hirviendo, entonces del alcance y grado de la quemadura, de
1974, pág. 160; el mismo, Hausliche Gemeinschaften ais Entstehungsgrund für Garanrenstellungen, NSrZ la edad y de la constitución del nii'io, y del tiempo y lugar del accidente, se deriva lo que tiene que sucedet,
1984, 149; el mismo, A n m e r k u n g zu B G H vom 1 5 . 7 . 1 9 8 6 , JR 1987, pág. 3 3 6 ; el mismo, Der esto es, si resulta suficiente con aplicarle una pomada para quemaduras, si debe buscarse a un médico o si es
Diensrvorgesetzte ais Garanr für die gesetzmaí?ige Bestrafung von Unrergebenen, NStZ 1991, pág. 3 6 1 ; necesario su traslado al hospital.
Riinte, Straftatsysrematische Probleme des "Betrugs durch Unterlasscn" (§§ 2 6 3 , 13 StGB), Jura 1989, pág.
El s u p u e s t o d e h e c h o del q u e se deriva el c o n t e n i d o c o n c r e t o del c o r r e s p o n d i e n t e d e b e r de
128; Samson, Probleme strafrechdicber Produkthaftung, StV 1991, pág. 182; Sangenstedt, Garantenstellung
acción es la s i t u a c i ó n t í p i c a - . En los delitos d e o m i s i ó n regulados legalinente ésta es descrita
und Garantenpflicht von Amtstragern, 1989; Sauer, Das Unrerlassungsdelikt, GS 114 (1940) pág. 279;
Schaffstein, Die Risikoerhohung ais objektives Zurechnungsprinzip, Festscbrift für R. Honig, 1970, pág. a m p l i a m e n t e p o r el t i p o m i s m o , a u n q u e no s i e m p r e lo hace d e u n m o d o t e r m i n a n t e . En la c o n -
169; Schlüchter, Grundfalle zur Lehre von der Kau.salitat, JuS 1976, pág. 7 9 3 ; Schone, Unterlassungsbegriff figuración d e los delitos omisivos llevada a c a b o p o r u n a reestructuración de los tipos comisivos
und Fahrlassigkeit, JZ 1977, pág. 150; Schuharth, Die strafrechriiche Haftung des Geschafrsherrn, SchwZStr d e c o n f o r m i d a d c o n el § 1 3 , lo q u e falta debe ser c o m p l e t a d o de a c u e r d o c o n su s e n t i d o .
92 (1976) pág. 370; Schünemann, Zur Kritik der Ingerenz-Garantenstellung, GA 1974, pág. 2 3 1 ; el mismo, Ejemplos: En la omisión de denuncia de delitos (§ 138) la situación típica consiste en que está proyecta-
ModerneTendenzen in der Dogmatik der FaliHassigkeits-und Gefahrdungsdelikre, JA 1975, pág. 647; Schultz, do un delito grave concreto que todavía puede ser impedido por medio de su denuncia (RG 7 1 , 385 [386]).
Besprechung von Kaufmann, Die Dogmatik der Unterlassungsdelikte, SchwZStr 77 (1961) pág. 208; W. Aquí la acción ordenada es la interposición a tiempo de aquélla o su comunicación al amenazado, un deber de
Schwarz, Die Kausalitat bei den Begehungsdelikten durch Unterlassung, Srrafr. Abh. Heft 254, 1929; acción al que está sometido todo el que tenga un conocimiento fidedigno de los hechos. En el maltrato de
Seelmann, Opferinteressen und Handlungsverantwortung in der Garantenpflichtdogmatik, GA 1989, pág. personas sujetas a la custodia o cuidado del autor (§ 223b I tercera forma de conducta ^) existe un peligro para
2 4 1 ; Spendel, Zur Dogmatik der unechten Untetlassungsdelikre, J Z 1973, pág. 137; Storsberg, Der la salud de las personas que dependen del sujeto activo que puede ser evitado mediante el cuidado debido. La
gegenwartige Umfang der Nothilfepflicht im StGB, Diss. Gottingen 1952; Stree, Garantenstellung kraft acción ordenada consiste en la prestación del cuidado necesario en función de las circunstancias del caso (ali-
Ubernahme, Festschrift für H. Mayer, 1966, pág. 145; elmismo, Ingerenzprobleme, Festschrift für U. Klug, mentación, ropa, alojamiento, auxilio medico) y debe llevarse a cabo por el titular del deber de custodia. En el
Tomo I!, 1983, pág. 395; Struensee, Die Struktur der fahrlassigen Unterlassungsdelikte, J Z 1977, pág. 217; asesinato realizado por la madre y el hijo mayor del marido y a la vez padre, la situación típica consiste en el
Tínf^/zo^ Garantenstellung des Wohnungsinhabers usw., JuS 1978, pág. 308; Ulsenheimer, Zumutbarkeit peligro para la vida creado por medio del plan delictivo; la acción ordenada es el impedimento del hecho y los
normgemafien Verhaltens bei Gefahr eigener Strafverfolgung, GA 1972, pág. 1; WachsmuthlSchreiber, obligados a ella son el resto de los hijos que viven en la casa (BGH 19, 167) .
Sicherheit und Wahrscheinlichkeit usw., N J W 1982, pág. 2094; Walder, Die Kausalitat im Srrafrecht,
SchwZStr 93 (1977) pág. 152; Weber, Garantenstellung kraft Sachherrschaft? Festschrift für D. Oehier, 1985,
pág. 83; Welp, Anmerkung zu B G H 23, 327, J Z 1971, pág. 4 3 3 ; Welzel, Anmerkung zu OLG Karlsruhe
n . La a u s e n c i a d e la a c c i ó n e s p e r a d a y la c a p a c i d a d i n d i v i d u a l de a c c i ó n
vom 15.10.1959, J Z 1960, pág. 179; Winkelbauer, Anmerkung zu B G H vom 15.7.1986, J Z 1986, pág.
\\\%E.A. W&/^ Kausalitat von Tun und Unterlassen, 1965; l%/;S&/f, Anmetkungzu BGH vom 20.5.1980,
1. D e acuerdo con la lógica, al tipo del delito de o m i s i ó n pertenece la ausencia de la acción
NStZ 1981, pág. 219; Würtenherger, Zur Kausalitat der Unterla.ssung, ZAK 1942, pág. 167.
necesaria q u e se f u n d a m e n t a en la situación típica ^. Así sucede, p o r ejemplo, con el médico al q u e
se le ha c o m u n i c a d o el c u a d r o clínico d e u n a enfermedad grave y n o presta a t e n c i ó n a ello ( B G H
Vid., además, las referencias bibliográficas antes del § 58
17, 166) o c u a n d o tras u n accidente de tráfico los implicados ilesos no trasladan a u n a persona

I. La c o n c u r r e n c i a d e la s i t u a c i ó n t í p i c a - Vid. Ármin Kaufmann, Unterlassungsdelikte págs. 96 ss.; LK(11.'') (Jescheck) nota preliminar mím,
94 antes del § 13; Schonke/Schrdder/Stree, ñora preliminar núm. 146 antes del § 13; Welzel, Lehrbuch págs.
La o m i s i ó n n o significa u n "no hacer nada", sino "no hacer a l g o d e t e r m i n a d o " ' . El c ó m o 204, 2 1 1 ; Sehmidhaiiser, Allg. Teil págs. 678 ss.; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 11 antes del § 13;
la acción esperada y o m i t i d a t e n d r í a q u e haberse p r o d u c i d o , es algo q u e en m u c h o s d e los deli- Jakobs, Allg. Teil 29/10 nota a pie núm. 17.
3 L: lisión debe entenderse realizada al vigente § 225 I StGB (N del T).
"* Al respecto vid. Geilen, FamRZ 1964, pág. 385.
Blei, Allg. Teil pág. 309; Gallas, Beitrage pág. 26; el mismo, Studien págs. 24 ss.; Mezger, Lehrbuch
pág. 132; Maurach/Gdssel/Zipf, AWg. Teil II § 45 ntím. 17; Sch'ónkelSchr'óderlStree, nota preliminar mím.
I 5 Vid. Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte pág. 106; LK(11.'') (Jescheck) nota preliminar núm.
95 antes del § 13; Sch'ónkelSchr'óderlStree, nota preliminar núm. 151 antes del § 13; Stratenwerth, Allg.Teil
139 antes del § 13; Scbtnidhiiuser, Allg. Teil pág. 654; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 4 antes del § 13; 1 núm. 1022; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 12 antes del § 13; Welzel, Lehrbuch págs. 204, 211 ss.;
, Norm und Pflicht págs. 112 ss. Wessels. Allg. Teil núm. 708.
664 § 59 El tipo del deliro de omisión III. ]\csiiltado y causalidad en los delitos de omisión impropia 665

gravemente herida al hospital (BGH 7, 287 [288]). No concurre el tipo del delito de omisión dolosa cimiento de la finalidad de la acción como "ba,se cogno.scitiva"'; también existen posturas que se funda-
cuando el autor se ha esforzado infructuosamente en cumplir con su deber de acción. Por ejemplo, mentan sobre la capacidad de culpabilidad del omitentc '" y, finalmente, no faltan quienes consideran la
si la comunicación escrita del robo de un banco llega tarde a conocimiento de la policía porque el aptitud para motivarse libremente como una condición previa de la capacidad de acción ^'.
confidente ha prescindido de avisar telefónicamente a la autoridad. De ahí que si alguien, con la Lo correcto es buscar un termino medio. Lo primero que exige la capacidad de acción es
intención de cumplir su deber, actúa equivocadamente o de modo inconsciente hace menos de lo que concurran los presupuestos externos (cercanía espacial, medios adecuados de auxilio) para el
debido, sólo puede ser castigado a causa de un delito de omisión imprudente . ejercicio de la acción obligatoria y que se disponga de recursos propios (fuerza física, conocimien-
2. La capacidad general de acción, esto es, la posibilidad de que alguien que tiene que tos técnicos, capacidades intelectuales). A partir de ahí el autor de la omisión debe representarse
pensar en plena posesión de todos los conocimientos y capacidades del hombre medio pueda la acción preceptiva como una meta posible de la voluntad o, como mínimo, poder representárse-
llevar a cabo la acción ordenada, es algo que, en el marco de la teoría de la acción, pertenece ya la por aplicación del cuidado debido'". En ambas líneas hay que aplicar un criterio objetivo: lo
al concepto de la omisión como un comportamiento humano de trascendencia social (vid. supra decisivo es si, por medio de un juicio "ex ante" de los hechos, un espectador cuidadoso habría
§ 23 VI 2b). Sin embargo, la cuestión de la tipicidad de la omisión debe estar referida a aquel conseguido representarse la acción obligada como objetivo de su voluntad y considerar suficien-
sujeto que como autot de la omisión se tiene en cuenta en el caso concreto, pues sólo la omisión tes las posibilidades externas para ello '^.
de una acción que precisamente hubiera sido posible en ese supuesto puede poseer la cualidad del
injusto. De este modo, la capacidad individual de acción pertenece al tipo del delito omisivo
que, sin embargo, sólo resulta afirmable cuando el autor hubiera podido emplear los recursos III. Resultado y causalidad en los delitos de omisión impropia
idóneos para ello (OLG Hamm VRS 34, 149)''. Se presupone, además, que a! autor le habría
1. El acaecimiento del resultado típico pertenece al momento consumativo del delito de
sido posible hacer lo necesario de una forma sensata.
omisión impropia. Así pues, debe ser comprobada, por ejemplo, la muerte del ofendido que tiene
Ejemplos: Posee capacidad de acción el tomador del seguro acusado por un incendio omisivo (§ 306 lugar por un homicidio imprudente por omisión de la acción de rescate (BGH 11, 353 [356]), la
núm. 2) al que le habría resultado "sencillo" impedir el hecho de su mujer (RG M, ITi [276]). Por el persistencia de la sospecha en el delito de acusación falsa por omisión de la rectificación (BGH 14,
contrario, no puede ser castigado un funcionario de justicia por un encubrimiento personal cometido 240 [246]) o la muerte de la víctima por medio de la no evitación del atentado (BGH 19, 167).
omisivamente en acto de servicio (§ 258a), si estaba sobrecargado de trabajo por encima de los límites de su
capacidad de rendimiento, circunstancia ésta que le impedía despachar adecuadamente el trabajo atrasado 2. El resultado también debe serle imputable objetivamente al autor de la omisión. En los
(BGH 15, 18 [22]). Hay que negar la capacidad de acción cuando el autor sólo habría podido sustituir el delitos comisivos este requisito presupone que el sujeto ha causado el resultado (vid. supra § 28 I
resultado amenazante por otro que es igualmente grave (BGH Dallinger MDR 1971, pág. 361: salto por 1). Si, en cambio, el resultado simplemente no se evita, entonces se plantea la ptegunta de bajo
una ventana en lugar de la muerte por abrasamiento). qué condiciones debe tener aquí lugar la imputación objetiva. Con otras palabras, ¿existe una
"causalidad de la omisión"?
Mientras que el requisito de la capacidad individual de acción es reconocido mayoritaria-
mente como tal, en cambio, la cuestión de bajo qué presupuestos puede aceptarse dicha capaci- También en la omisión la Ciencia del Derecho penal se ha esforzado desde hace tiempo en evidenciar
dad es un tema discutido. una "causa efficiens", en el sentido de una fuerza real que despliega sus efectos''', Y así. Luden divisó el
momento causal en el hecho de que el omitente, en el momento en el que tendría que haber evitado el
Por un lado, hay quienes apoyan el juicio sobre la posibilidad de actuar sobre un punto de vista exclu- resultado, se encontraba desarrollando otra actividad, "siendo ésta, pues, la única causa de la consecuencia
sivamente objetivo *; por otro, prescindiendo de las posibilidades físicas de actuar, hay quien exige el cono- delictiva" " . Por el contrario, autores como Krug'''', Jidius Glaser^^ yAdolfMerkeP^, no quisieron conside-
rar una causa simultánea sino que para ello recurrieron a una actuación previa, con lo que dieron Itigar al
' Vid. Armin Kaufmann, Unterlassungsdelilcte págs. 109 ss., 133 ss., 310; LK(11.") (jescheck) nota reconocimiento del "dolus subsequens". Otros autores " vieron en la omisión una causa desplegadora de un
preliminar núm. 95 antes del § 13; Welzel, Lehrbuch págs. 204, 211 ss. Acertadamente exige Stratenwerth,
Allg. Teil I núm. 1049, que el autor debe haber confiado en la eficacia de sus esfuerzos si es que debe ex- ' Así, y4rm/HÁÍ?«^ánn, Unterlassungsdelikte págs. 41 ss., 100 ss.
cluirse el dolo. Ejemplo: quien, en lugar de buscar a un médico, se esfuerza por atender con medios caseros '" Así, Honig, Frank-Festgabe Tomo I págs. 191 ss.; Storsberg, Nothilfepflicht pág. 54.
a un niño inconsciente a causa de un grave maltrato, al no arriesgarse a ello por motivos derivados de su '' Así, Androulakis, Unterlassungsdelikte pág. 155; E.A. Woljf, Kausalitat pág. 46, nota a pie núm. 26.
conciencia de culpabilidad (schweiz. BGE73 IV 164). '^ En el mismo sentido que aquí, Engisch, Kohlrausch-Festschrift pág. 164; Gallas, Beitrage pág. 53;
' En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; Blei, Allg. Teil pág. 315; Bockelmann/Volk, Mezger, Lehrbuch pág. 133; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1032; Welzel, Lehrbuch págs. 204 ss., 212.
Allg. Teil pág. 134; Eser, Strafrecht II núm. 26 A núms. 13 ss.; Nagler, GS 111 (1938) pág. 70; Kielwein, •^ Vid. Gallas, Deutsche Landesreferate pág. 349; BGH 14, 213 (216); 19, 295 (299). Disiente en
GA 1955, pág. 228; MaurachlGóssellZipf, Ñ\%. Teil 11 § 46 núm. 51; Sauer, GS 114 (1940) pág. 315; Schonkel parte, Maiwald, JuS 1981, pág. 478.
SchroderlStree, nota preliminar núms. 141 ss. antes del § 13; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 13 antes '•* Vid. más detalladamente al respecto, W Schwarz, Die Kausalitat págs. 8 ss.; Traeger,
del § 13; Schmidhdustr, Allg. Teil pág. 681; Wessels, Allg. Teil núm. 708. Por el contrario, para la cuestión de Unterlassungsdelikte págs. 27 ss.; Welp, Vorangegangenes Tun págs. 166 ss.
la capacidad de acción, Maiwald, JuS 1981, págs. 479 ss., se basa sobre un criterio objetivo. 'ízmh'ién jakobs, " Luden, Abhandlungen Tomo I pág. 474, Tomo II págs. 221 ss.
Allg. Teil 29/10 se conforma con una "capacidad abstracta de acción". "^ I^rug, Abhandlungen págs. 21 ss.
* Así, Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 143 antes del § 13; Grünivald, Das unechte ''^ / Glaser, Abhandlungen págs. 289 ss.
Unterlassungsdelikt pág. 14; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 3 antes del § 13; Schünemann, '* A. Merkel, Krimlnalistische Abhandlungen Tomo II págs. 76 ss.
Unterlassungsdelikte págs. 30 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 709; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 681. '^ Así, Geyer, Grundrií? pág. \2A; Aldosser, Unrerlassungen págs. 94 ss.
666 § 59 El tipo del delito de otiiisión 111. Resultado )' caus.didad en ios dcliios de omisión impropia 667

efecto psíquico en la que, anee todo, ia inactividad del obligado a desatrí)llar la acción conducía a un retcero tada sin que el tcsultado desapatczca" (así, RG 58, 130 [131]; 63, 392 [595]; 75, 49 [50]); de
a la idea de provocar el resultado. Las teorías de la intertetencia'^'' divisaban en la tenuncia a la voluntad esie modo, también aquí hay que fotmulat las mismas resctvas respecto a su utilidad (vid. supra
natural impeditiva del resultado la destrucción positiva de una condici(>n favoreccdota del mismo y, por
§ 2 8 114).
ello, veían en la omisión un hacer positivo. Finalmente, hay quien se conformaba con una simple "causalidad
jurídica" lo que, en la práctica, conducía a que fuera equiparada la causalidad con el deber jurídico de 4. Para adaptat lo mcjot posible el ctiterio que aquí sirve de base al examen de la causalidad
evitar el resulrado. El final de esta evolución se caracterizó por una negación completa de la causalidad de la al empicado con el bacet positivo, la jurisprudencia exige que la acción tepresentada debería ha-
omisión " y la discusión sobre esta cuestión apareció en definitiva "como uno de los debates más infructuo- ber evitado el resultado con una probabilidad rayana en la seguridad (RG 15, 151 [153f.]; 5 1 ,
sos sostenidos en la Ciencia del Derecho penal" ^^. 127; 58, 130 [131]; 74, 350 [352]; 75, 49 [50]; 75, 372 [374]; BGH 6, 1 [2]; 7, 211 [214];
3. Actualmente, la causalidad de la omisión en el sentido de una producción real del resul- BGH NStZ 1981, pág. 218 con comentario de Wolfslast; BGH NStZ 1985, pág. 26; NStZ 1986,
tado es objeto de un rechazo mayorítario . La causalidad como categoría del ser exige una fuen- 217; N J W 1987, pág. 2940^7; acerca de la responsabilidad por el producto, B G H 37, 106
te de energía real que sea capaz de producir un csfuetzo, algo que ptccisamcnte está ausente en la [126] "**). En este punto también es aplicado el principio "in dubio pto reo" (BGH StV 1985,
omisión ("ex nihilo nihil fit"). Sin embatgo, para el punto de vista jutídico el concepto de pág. 229).
causalidad científico-natutal no resulta tampoco determinante (vid. supra § 28 I 3), algo que se Ejemplos: No basta para la causalidad de la omisión la "perspectiva fundada" de que la persuasión
detiva ya del hecho de que tanto en los delitos de omisión imptopia regulados en la Ley (vid. sobre el conductor ebrio podtía haber evitado la prosecución del viaje (BGH NJW 1954, 1047 [1048]).
supra § 58 III 4) como en el mismo § 13 es presupuesta sin más la existencia de una "relación La omisión de la colocación de hices de advertencia junto a una zanja no es causal para el accidente si
causal" entre la omisión y el resultado ^'. No obstante, con ello no se quiete significar la presen- unos gamberros nocturnos habían alejado las barreras y, posiblemente, también habrían sustraído tales
cia de una conexión causal en el sentido de la mecánica, sino que lo relevante es si la posible luces (OLG Hamm NJW 1959, pág. 1551). Quien, por el contrario, con ocasión de un incendio rechaza
acción del omitentc habría evitado el resultado '^. De acuerdo con ello, la acción omisiva y el lanzar a sus hijos desde el ático a los brazos del personal de socorro situado debajo, causa la muerte por
resultado acaecido se encuentran sometidos a una telación como la que integra la catisalidad en abrasamiento de aquéllos si de ese modo hubieran salvado con seguridad sus vidas (BGH Dallinger MDR
el hacer positivo (vid. supra § 28 II 4) si la acción preceptiva hubiera evitado el resultado; en 1971, págs. 361 ss.).
otfo caso, tínicamente entra en juego la tentativa (BGH StV 1985, pág. 229). La fótmula inte- A pesar de todo, en la omisión no hay que exigir la plena certeza en torno a la causalidad
trogativa de la tcotía de la equivalencia de las condiciones utilizada para la conducta activa se tal y como sucede en el hacer positivo; y ello porque el examen no puede basarse sobre un curso
emplea en la omisión en el sentido de afirmar la causalidad "si no cabe imaginar la acción espe- real sino sólo sobre un posible acontecet que no se puede ptedecit con segutidad absoluta
(causalidad hipotética) ^''. No obstante, la medida de la insegutidad que petmanece correspon-
de sólo a la delimitación del conocimiento humano (RG 75, 372 [374]) ^*'. A diferencia de lo
^^ V. Buri, GS 21 (1869) págs. 196 ss.; Binding, Normen Tomo 11 págs. 516 ss., 536 ss., 555 ss. De que sucede en los delitos comisivos, aquí no existe ningtín motivo pata hacer uso de la teon'a del
modo similar, H. Mayer, Lehrbuch págs. 112 ss., así como G. Husserl, Negatives Sollen pág. 34.
^' V. Bar, Gesetz und Schuld Tomo II págs. 268 ss.; Hopfner, ZStW 36 (1915) pág. 114; Kohkr,
Studien Teil I pág. 46. ^^ También la docttina mayoritaria muestra su acuerdo; vid. BaumannlWeher, Allg. Teil págs. 239 ss.;
^^ Así, Cerland, Lehrbuch págs. 166 i^.\ v. Liszt/Schmidt, págs. 172 ss. Lackner, nota preliminar núm. 12 antes del § 13; Blei, Allg. Teil pág. 316; Sch'ónkelSchroderlStree, § 13
^3 V. Liszt Lehrbuch 21 .''/22." ed. pág. 128. núm. 61; LK(IL') (Jescheck) § 13 núm. 18; l^ampe, ZStW 101 (1989) pág. 13; Schlüchter, JuS 1976, pág.
^'' Así, Traeger, Der Kausalbegriff pág. 71; Bockdmann, Eb. Schmidt-Festschrift pág. 449; Gallas, 793; Welzel Lehrbuch pág. 212; Würtenherger, ZAK 1942, pág. 167; Herzberg MDR 1971, pág. 882.
Beitrage págs. 25 ss.; Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikre pág. 61; Arthiir Kanfriann, Eb. Schmidt- Críticamente, Walder, SchwZStt 93 (1977) págs. 152 ss. Rechazable tesulta, por el contrario, la sentencia
Festschrift págs. 214 ss.\ Lackner, nota preliminar niím. 12 antes del § 13; Kahlo, Das Problem des RG 75, 324 (328), que se conforma con un "probabilidadcf.iii se corresponda con la experiencia de la vida".
I'flichtwidrigkeitszusammenhangs págs. 282 sí.\ Maiwald, Kausalitat pág. 83; Schonke/SchrSder/Stree, § 13 Y mucho menos puede ser aprobada la opinión contraria defendida doctrinalmente de que para la afitma-
núm. 61; DreherlTr'óndle, nota pteliminar núm. 20 antes del § 13; Welzel, Lehrbuch pág. 212; Schmidhduser, ción de la causalidad basta con que la acción omitida hubiera mejorado las posibilidades de salvación (teotía
Allg. Teil pág. 684; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1025; en cuanto al resultado también/<7^o¿s, Allg. Teil del incremento del riesgo); así, Maurach/Gossel/Zipf, M\^. Teil 11 § AG núm. 23; Roxin, ZStW 74 (1962)
29/18. Defendiendo la postura contraria, BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 239; Blei, Allg. Teil págs. 315 ss.; pág. 430; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núms. 1028 ss.; Kahrs, Vermeidbarkeitsptinzip págs. A6 ss.; Hardwig,
Engisch, V. Weber-Festschrift págs. 264 ss.; Hilgendorf, NStZ 1994, pág. 564; Puppe. ZStW 92 (1980) págs. Zurechnung pág. 162; SK(Rudolphi) nota prelinúnar núm. 16 antes del § 13; Schajjitein, Honig-Festschtiít
895 ss.; Hall Grünhut-Erinnerungsgabe pág. 224; Spendel, jZ 1973, pág. 139. pág. 172. Acertadamente en contra, Herzberg, MDR 1971, pág. 882; Schünemann, JA 1975, pág. 655. De-
" Grünwald, ZStW 70 (1958) págs. 417 ss. fendiendo también (equivocadamente) un debilitamiento en el grado de seguridad exigible, Wachsmuthl
"•^ Así, Blei, Allg. Teil pág. 316; BockelmannlVolk, Allg. Icil págs. 135 ss.; Bohm, JuS 1961, pág. 178; Schreiber NJW 1982, pág. 2094.
sobre todo, Engisch, Kausalitat págs. 29 ss.; el mismo, MSchrKtim 1939, págs. 426 ss.; el mismo, JZ 1962, '" Críticamente en totno a la aceptación de la causalidad hipotética entte la omisión de las actuacio-
pág. 190; elmismo, Weltbild págs. 135 ss.; Herzberg, MDR 1971, pág, 882; LKdl.') (Jescheck) § 13 núms. nes debidas del gerente de una empresa para dar marcha atrás en el evento y los daños a ia salud condiciona-
15 ss.; Schonke/Schmder/Stree, § 13 núm. 61; Wessels, Allg. Teil núm. 711; Walder, SchwZStr 93 (1977) págs. dos por el producto, Kuhlen, NStZ 1990, págs. 569 ss.; l'uppe, JR 1992, p.ág. 32; Samson, StV 1991, págs.
152 ss. Enérgicamente a favor de la omisión en el sentido de que esta comporta "efectos teales", Ándronlakis, 536 ss.
Unterlassungsdclikte págs. 83 .ss.; Kahlo, Das Ptoblem des Pflichrwidrigkeitszusammenhangs págs. 306, 319; ^' Vid. V. Weber, Grundril? pág. 61; Welzel, Lehtbuch págs. 212 ss.
elmismo, GA 1987, pág. 66; Lampe, Armin Kaufmann-Gedachtnissclirift págs. 204 ss. ("causalidad funcio- '° Advirtiendo acertadamente sobre ello, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 135. Con ello también se
nal"); E. A. Wolff, Kausalitat págs. 36 ss. eliminan las objeciones de Schmidhauser, Allg. Teil págs. 685 ss.
668 § 59 Hl t¡[io del delito de omisión iV. La posición de garante en el deliro de omisión impropia 669

incremento del riesgo (vid. supra § 55 II 2b aa), pues falta una causalidad real del comporta- acuerdo con ella, se han reconocido la Ley, el contrato y el actuar precedente peligroso (RG
miento del autor en relación con el resultado que allí integra la base para llcvat a cabo la imputa- 58, 130 [131]; 63, 392 [394]; BGH 4, 20 [22]; 11, 353 [355]), añadiéndose posteriormente las
ción objetiva del mismo. estrechas relaciones de vida (RG 69, 321 [323]; 74, 309; BGH 2, 151 [153]; 19, 167 [169]).
Por el contrario, no pueden ser deducidos deberes de garante de la situación típica de un delito
de omisión propia porque en éste se ttata de deberes jurídicos que afectan a cualquiera (RG 64,
IV. La posición de garante en el delito de omisión impropia 273 [276]; 73, 52 [55]; BGH 3, 65 [67]). Puesto que sólo entra en consideración una causa
(primer criterio de equivalencia) jurídicamente reconocida determinante de la obligación de evitar el resultado, quedan excluidos
1. En los delitos comisivos la imputación objetiva descansa sobre la causación del resulta- los deberes morales como base inmediata de la responsabilidad criminal (RG GG, 71 [73]; BGH
do típico. Por el contrario, en los delitos de omisión impropia no basta con el hecho de que una 7, 268 [271]), algo sobre lo que actualmente se pronuncia expresamente el § 13 I-
acción posible hubiera evitado el resultado para poder hacer responsable de la lesión del bien Desde luego que esta división no permite suministrat ninguna fundamentación de conteni-
jurídico a cualquiera que posea capacidad de acción, puesto que no existe un deber de ayudar en do para el reconocimiento de los debetes de garante (vid. BGH 19, 167 [168]). Esta insuficien-
todo momento que sea necesario cuyo incumplimiento sea punible. De ahí que desde Feuerhach cia intenta ser remediada por la nueva teotía, fundada por Armin Kaufmann, de que los deberes
(vid. supra § 58 I 2) se acepta que, básicamente, el Ordenamiento jurídico sólo impone al ciuda- de garante se determinan de acuerdo con puntos de vista materiales. Esta última visión distingue
dano el deber de omitir comportamientos activos a través de los cuales pueden ser menoscabados entre deberes de garante que desarrollan una función de protección para un bien jurídico determi-
bienes jurídicos de terceros. Por ende, hay que demostrar un "fiíndamento jurídico especial" nado (deberes de custodia) y aquellos otros que obligan al gafante a la supervisión de una fuente
si, excepcionalmente, alguien va a ser responsabilizado por haber omitido la protección de bie- de peligro (deberes de aseguramiento o de dominio) (teoría de las funciones) ^^. El punto de
nes jurídicos ajenos mediante una acción positiva. Por ello, la equivalencia de la omisión con el vista material muestra una salida pata solucionar la problemática relativa a la posición de garante
hacer positivo presupone que el autor de la primera responda como "garante" de la evitación del de acuerdo con el sentido social inherente a los distintos deberes, pero tampoco pueden perderse
resultado . Todos los deberes de impedir el resultado descansan sobre la idea básica de que una de vista las causas que los originan pues de lo contrario existe el peligro de que los deberes de
persona determinada está llamada de un modo especial a la protección del objeto del bien jurídi- garante sean extendidos ilimitadamente. Por ello hay que aspirar a una conexión entte e! punto
co puesto en peligro, y que todo el resto de ios copartícipes confian y pueden confiar en la inter- de vista formal y material .
vención activa de esa persona ^^. Por este motivo, en el ámbito de la causación del resultado el §
13 I exige para la equivalencia de la omisión con el hacer positivo que el autor "tenga que res- 3. Los deberes de protección relacionados con determinados bienes jurídicos pueden
ponsabilizarse jurídicamente de que el resultado no acaezca". Y puesto que únicamente el garan- surgir por una vinculación natural con el titular de aquéllos, por las estrechas relaciones de una
te entra en consideración como responsable de un delito de omisión impropia, estos delitos vie- comunidad y por la asunción de su custodia. El origen de un deber de garante presupone, ade-
nen a constituir auténticos delitos especiales propios ^^. más, que o existe una relación de dependencia entre los implicados o que el titular del bien jurídi-
co (o cualquier otra persona responsable de su protección por el motivo que sea) haya soportado
1. La cuestión reside, sin embargo, en el modo en que pueden delimitarse y caracterizarse los
deberes de garante que son decisivos para el Derecho penal. La división tradicional que se suminis-
tra se apoya en la causa que origina el deber jurídico (teoría formal del deber jurídico) ^^. De

social y la perturbación de precauciones organizadas para la protección (pág. 142). Vid. también Blei, Allg. Teil
" En conrra del elemento del tipo de la posición de garante como criterio de equivalencia, Freund, págs. 321 ss. El § 12 AE restringe los deberes de garante a la Ley, a su asunción voluntaria y al actuar preceden-
Erfolgsdelikt und Unterlassen págs. 39 ss., 154 ss. En la equiparación de la omisión con los tipos comisivos te. Con este planteamiento conecta la exposición de Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 990 ss.
Freund-íáo^n una posición diferenciadora en virtud de las distintas posiciones de garante (págs. 159 ss.). ^' En esta línea camina la doctrina mayoritaria; vid. Androulakis, Unterlassungsdelikte págs. 205 ss.;
" Vid. £ A. Wolff, Kausalirat pág. 40; Maiwald, JuS 1981, págs. 481 ss.; Seehiann, GA 1989, pág. BaumannlWeber, Allg. Teil págs. 244 ss.; Armin Kaujmann, Unterlassungsdelikte págs. 283 ss.; Eser, Strafrecht
256; especialmente acerca de la injerencia, Welp, Vorangegangenes Tun págs. 177 ss. La idea de la pregunta II núm. 25 Anúms. 49 ss.; Henkel. MSchrKrim 1961, pág. \90; Jescbeck/Goldmann, ZStW77 (1965) pág.
acerca del "rol social" la introduce Bürwinkel, Garantieverhaltnisse págs. 111 ss. En contra, Schünemann, 123; LK(11.') (Jescheck)§ 13 núms. 19 ss.; tóíW, Allg. Teil § 18 núms. 47 ss.; Schdnke/Schroder/Stree, § 13
Unterlassungsdelikte págs. 132 ss., quien por su parte basa la imputación sobre la idea del "dominio acerca del núm. 9; Rudolphi, Gleichstellungsproblematik pág. 101; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 666; SK (Rudolphi) §
motivo de la acción" (pág. 256). Jakohs, Allg. Teil 29/28, clasifica los deberes de garante, de acuerdo con la 13 núms. 24 ss.; Wessels, Allg. Teil núms. 715 ss. "íamh'xén Jakohs, Allg. Teil 29/29, utiliza la teoría de las
razón de la responsabilidad, en aquellos que proceden de la competencia organizativa (por ejemplo, deberes de funciones dentro de su sistema. Por su parte, Schünemann, Unterlassungsdelikte, pág. 280, construye una
aseguramiento en el tráfico e injerencia) y aquellos otros que tienen su origen en la comperencia institucional teoría material de la posición de garante sobre la ¡dea de la "equiparación a la comisión" que distingue entre
(verbigracia, matrimonio o parentesco). Otto, Grundkurs pág. 149 y Brammsen, Garantenpflichten págs. 129 el "dominio sobre la causa esencial del resultado" y el "doininio sobre la predisposición de la víctima"; con
ss., recurren a la expectativa de una acción consolidada y generalmente reconocida. ello, sin embargo, no se obtiene ningún beneficio para la seguridad jurídica. La diferenciación entre los
" Vid. Welzel, Lehrbuch pág. 208. deberes de custodia y de aseguramiento se encuentra también en la propuesta legal dejescheck, 140 Jahre
:i GA 1993, pág. 128, para una nueva redacción del § 13.
^'' Crítico con la doctrina anterior, Dreher/FrSndle, § 13 núm. 5a; Lackner, § 13 núms. 7 ss.; Maurachl
Gossel/Zipf A&g. Teil 11 § A(¡ núms. 76f ss.; Welzel, Lehrbuch págs. 213 ss.; WK(Nowakowski) § 2 niíms. 18 ss. ^^ Así, Geilen, FamRZ 1964, págs. 390 ss.; Rudolphi, Gleichstellungsproblematik pág. 54; Stree, H.
Por el contrario, Blei, H. Mayer-Festschrift pág. 133, quiere limitar los deberes de garante a la Ley y al actuar Mayer-Festschrift págs. 146 ss.; LKfll.") (Jescheck) § 13 núm. 19; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II § A6
precedente, a los que además deben añadirse los deberes de aseguramiento en el propio ámbito de dominio núm. 64; Schonke/Schroder/Stree, § 13 núms. 8 ss.
670 § 59 Ki tipo (iei delito de oinisiíHi IV. I.a jiosicitín de garaiuc en el delito de omisión impropia 671

un riesgo mayor por confiar en la disponibilidad del garante o que, fnialnientc, baya rciuniciado Ejemplos: El guía de una exclusión de montaña está obligado, en tanto que él mismo busca auxilio, a
a cualesquiera otras cautelas destinadas a su protección •'^. proveer de todas las prendas de abrigo existentes al micmhto de la expedición que, a causa de su debilidad,
se había quedado atrás (BG Praxis 46 [1957] pág. 302 [306]; vid., además, Obergcricht Bern SchwJZ 1945,
a) El motivo jurídico más poderoso y evidente del que pueden derivarse los deberes de ga- 42 [AA .ss.]). El alojamiemo en la propia casa de personas necesitadas de asistencia convierte en deber jurídi-
rante viene determinado por el vínculo natural que, sin embargo, para poder desplegar efectos co el cuidado necesario (RG 69, 321; 73, 389 [391]; 74, 309 [311]). El mismo criterio fue aceptado en una
jurídico-pcnales debe descansar sobre una icXxmn jurídica. Y en este sentido, sobre todo, son los comunidad de vida homo.scxual (AG Duisburg MDR 1971, pág. 10) '*''. La simple comunidad doméstica,
miembros más próximos de la familia quienes están por lo general recíprocamente obligados a sin embargo, no tundameiua por sí sola una posición de garante (BGH NStZ 1983,pág. 117;NStZ 1984,
evitar entre sí el acaecimienro de peligros para la vida o el cuerpo; en cambio, no resulta sufi- pág. 163; NStZ 1985, pág. 122) "*'. Tampoco se deriva ningún debet de garante de la circunstancia de haber
ciente la existencia de una relación amorosa, de amistad o de vecindad . Dudoso resulta, no estado bebiendo juntas varias personas sino que, más bien, cada uno debe velar por sí mismo de la seguri-
obstante, hasta dónde puede alcanzar el círculo de garantes y si también pueden ser protegidos dad de su regreso (BGH NJW 1954, pág. 1047). También resulta rechazable un deber de garante genérico
bienes jurídicos de menor importancia quela vida o el cuerpo. deducido de una comunidad de empresa v destinado a evitar daños patrimoniales (de otra opinión, BGH 2,
325 [326]).
Ejemplos: Los padres están obligados a proteger la vida y la integridad de los hijos que viven con ellos
(RGH 7, 268 [272J; RG 66, 71 [74]) ^'i por el contrario, los hijos no están obligados en relación con sus c) Una tercera razón jurídica destinada a la fundamcntación de una posición de garante es su
padres a no ser que excepcionalmenre estos dependan de aquellos (de otra opinión, BGH 19, 167, donde se asunción voluntaria frente a la persona que sufre el peligro o frente a un tercero en beneficio de
afirma sin limitaciones el deber de garante de los hijos adultos'"'; vid. también la BGH NStZ 1984, 149 aqttélla^'^. E.speciaimente importante resulta aquí que el afectado, confiando en la disponibilidad
[153]). En virtud de su vinculación natural el padre tiene el deber para con el hijo de evitar una acción para la intervención del garante, se exponga a un riesgo mayor de lo que en otro caso haría o re-
abortiva por parte déla madre (RG DStr 1936, pág. 179; BGH DalíingerMDK 1973, pág. 369). En contra nuncie a cualquier otra protección, puesto que sólo entonces la asunción voluntaria justifica la res-
del criterio sostenido por la RG 56, 168 (169) ello debe regir también para el embarazo extramatrimonial. ponsabilidad criminal . La transmisión autorizada de debetes a un tetcero exonera al responsable
La esposa tiene el deber de evitar el incendio en las propiedades del marido (OGH 3, 1 [4]). Rige también
primario (BGH NJW 1964, pág. 1223; BGH 19, 286). Lo dererminante para la posición de ga-
un deber de asistencia de los abuelos para con sus nietos (RG 39, 397 [398]; 66, 316 [317]; 72, 373 [374];
rante no es la validez jurídica del acuerdo contractual sino que, más bien, aquélla se fundamenta
OGH 1, 87 [88]) y también entre hermanos'*', pero siempre hay que examinar si concurren las especiales
condiciones restrictivas del debet de garante. Sobre la base del § 1353 BGB también es aceptado el deber de por su asunción material. De abí que, excepcionalmente, el deber de garante pueda superar la du-
garante en la relación conyugal con el fin de preservarse recíprocamente de peligros que puedan acechar a la ración de la validez de un contrato (RG 16, 269 [271]; GA, 81 [84]) "**, aunque respecto a su conte-
vida o al cuerpo (RG 71, 187 [189]; BGH 2, 150 [153] con comentario de Gallas, JZ 1952, pág. 371; nido no pueda traspasar los límites de lo acordado (BGH NJW 1983, pág. 350).
BGH NStZ 1984, pág. 73; OLG Oldenburg DAR 1955, pág. 300), con lo que viene a presuponerse la
Ejemplos: Es garante quien como alpinista experimentado dirige una excursión de montaña (BG Praxis
concurrencia de los requisitos limitadores mencionados más arriba. La jurisprudencia extiende incluso el
A6 [1957] pág. 302 [307]), el médico que trata a sus pacientes (RG DR 1943, pág. 897; RG 74, 350 [354]),
deber de garante al parentesco por afinidad (BGH 13, 162 [166]) y a los esponsales (BGH JR 1955, pág.
el médico de guardia que su.stituye a orros compañeros (BGH 7, 211 [212]), la comadrona que debe aliviar
104) sin recurrir ni siquiera a una relación de custodia"*'.
el dolor evitable de su paciente (OLG Düsseldotf NJW 1991, pág. 2979) y el empresario como retenedor
del impuesto sobre el salario (BGH 23, 319 [322]). Incluso el deseo de morir del suicida no exonera al
b) Una reconocida fuente de deberes de garante son, además, las relaciones estrechas de
médico de cabecera de su deber de garante (BGH 32, 367 [374]). El médico comperente es garante de la
comunidad. También es aquí determinante que, con origen en las recíprocas relaciones de de-
vida del paciente al que admite de modo estacionario (BGH NStZ 1983, pág. 263); lo es asimismo el médi-
pendencia y confianza, se asuman riesgos mayores o no se adopten cualesquiera otras medidas de
seguridad (comunidad de peligro, convivencia análoga al matrimonio, relaciones de asistencia) .

Lackner, § 13 núm. 10; LK(ll.'')(Jescheck) § 13 núm. 25; Sch'ónke/SchrSder/Stree, § 13 núm. 25; Biirwinkel,
^^ Subraya acertadamente lo afirmado para el deber de garante que tiene su origen en la asunción Garantieverhalmisse págs. 137 ss. En contra, por motivos derivados de la seguridad jurídica, Doering, MDR
voluntaria, Stree, H. Mayer-Festschrift págs. 154 ss.; no obstante, estos mismos puntos de vista deben regir 1972, pág. 665. Acerca de la participación en la esfera íntima de otra persona como criterio para las relacio-
para el resto de los casos. En el mismo sentido, SK(Rudolphi) § 13 niím. 49. nes estrechas de comunidad vid. Honig, Schaffstein-Festschtift págs. 98 ss.
'* Asimismo, Schonke/Schroder/Stree, § 13 mím. 18; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 667; LK '*' De acuerdo con este criterio, Brammsen, Entstehungsvorausserzungen pág. 169; Maurach/G'óssel/
(¡¡."jQescheck) § 13 niíms. 21 ss.; Lilie, JZ 1991, pág. 546 (va demasiado lejos con su extensión a "perso- Z/>/Allg. Teil II §46 núm. 91.
nas cercanas"); Welzel, Lehrbuch págs. 213 ss.; Wessels, Allg. Teil núms. 718 ss. Por el contrario, Schünemann, "" Profundizando en ello, Rudolphi, NStZ 1984, págs. 149 ss.
Unterlassungsdelikte pág. 357, sólo hace valer como criterio de equivalencia al "dominio personal y efectivo '"' Asimismo, Maurach/Gossel/Zipf, 1^2,. Teil II § A6i núms. 82 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 669
de la protección". ss.; LK (1 l.'')(Jescheck) § 13 núms. 26 ss.; SK (Rudolphi) § 13 núms. 58 ss.; Schonke/Schroder/Stree, § 13
^' Gallas, Studien págs. 94 ss., restringe el círculo de garantes derivados de una vinculación personal núms. 26 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 997 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 214.
a la relación entre padres e hijos. ''^ Vid. Stree, H. Mayer-Festschrift págs. 154 ss.; Blei, ibidem págs. 121 s.i.; jakohs, Allg. Teil 29/47;
"*" Mostrando su acuerdo, Geilen, FamRZ 1964, pág. 391; críticamente, con razón, H. Mayer, Grundriís SK (Rudolphi) § 13 núms. 58 ss. Acerca de la idea de la confianza vid. también Pfander, Die Rechtspflicht
pág. 79; SK (Rudolphi) § 13 ntim. 49; Schünemann, Unterlassung.sdelikte págs. 357 ss. zum Handein aus Verttag págs. 163 ss. En contra, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1002.
"' Disiente>fc¿í, Allg. Teil 29/62. •** Demasiado lejos va, sin embargo, la RG 17, 260 (261) pues en este caso tras la expiración del
''•'• Acertadamente en contra, Geilen, FamRZ 1961, págs. 155 ss.; Schonke/Schroder/Stree, § 13 núm. contrato de asistencia el acusado dejó de set responsable del cuidado de la víctima, para pasar a serlo el
18; SK (Rudolphi) § 13 mim. 49. municipio. Subrayando acertadamente la limitación temporal y de contenido de la asunción voluntaria del
•*•' Igualmente, Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 46 niíms. 90 ss.; Dreher/Trondle, § 13 mim. 10; deber, Kienapfel,]^ 1975, pág. 22.
672 § 59 El tipo del delito de omisión IV. I.a posición de garante en el delito de omisión impropi: 673

co experimentado y con antigüedad de una clínica en la que aconseja a los recién iniciados (BGH NJW 4. La responsabilidad de determinadas fuentes de peligro es la idea básica que inspira
1979, pág. 1258). También es garante el tabernero que incorpora al tráfico viario a un cliente seriamente el segundo grupo de posiciones de garante. También hay que distinguir entre tres subgrupos. En
embriagado y allí lo abandona a su propia suerte (BGH 26, 35, 39). Por el contrario, quien por deferencia primer lugar, por medio de un actuar precedente peligroso puede originarse una situación peli-
sitiia al volante a un conductor que no está en condiciones de guiar el vehículo, no tiene que impedir que grosa para otra persona que el garante tiene que eliminar. En segundo lugar, las fuentes de peli-
éste tras un descanso vuelva a conducir por sí mismo (OLG Karlsruhe JZ 1960, pág. 178, con comentario gro que están situadas en el propio ámbito de dominio social pueden desencadenar el deber de
aprobatorio de Welzet). La praxis ha extendido desmesuradamente el deber de garante en virtud de su asun- garante. Finalmente, existe el deber de control sobre la actuación de personas que el garante tie-
ción voluntaria (BGH 5, 187 [190]: deber de impedir los robos en una empresa sobre la base de un contra- ne que supervisar. La extensión de estos deberes de garante que se originan por "la cercanía del
to de trabajo; BGH 6, 198: sobre la base de un contrato de obra, se sostiene el deber de comunicar a la otra peligro" es más estrecha que la del círculo de deberes que surgen de la posición destinada a pro-
parte contratante obligada a una prestación previa la situación de insolvencia sobrevenida tras la perfección
teger un bien jurídico determinado. Mientras que en estos últimos el deber de garante se dirige a
de aquél). Entretanto, sin embargo, la jurisprudencia ha rechazado un deber de aclaración derivado de la
la defensa del objeto de protección frente a cualquier clase de menoscabo, en los primeros el
relación de fidelidad y confianza (§ 242 BGB), para el pago del exceso que se produce por error en el marco
de unas relaciones contractuales habituales (BGH 39, 392 [con referencias en págs. 399 ss.) con comentario garante sólo tiene que mantener bajo control la fuente de peligro misma.
aprobatorio ác]oerden]X 1994, pág. 422). a) El deber de garante derivado del actuar precedente peligroso descansa sobre la pro-
Los principios relativos al origen del deber de garante rigen también paizfiíncionarios pú- hibición de lesionar a otro ("ncminem laede"). Quien provoca el peligro de que otro sea dañado
blicos que tienen que cuidar de un determinado círculo de deberes y que, en este marco, deben (injerencia) debe cuidar de que tal riesgo no se materialice en un resultado típico (RG 24, 339;
evitar con carácter general los peligros que se ciernen sobre determinados bienes jurídicos. La 64, 273 [276]; BGH 4, 20 [22]; 26, 35 [37]; 37, 106 [115]) 5'. Sin embargo, el deber de evitar
jurisprudencia, sin embargo, va demasiado lejos en este ámbito apelando directamente a la fun- el resultado no surge de la simple causación de un peligro sino que, más bien, la idea de injeren-
damentación formal del deber de garante consistente en que la Ley fija los concretos deberes cia debe ser restringida por tres vías 5". En primer lugar, el actuar precedente debe haber provo-
jurídicos de carácter público. Y así, fue afirmada en múltiples ocasiones la responsabilidad como cado el peligro cercano (adecuado) del ocasionamiento del daño '^. En segundo lugar, la actua-
garantes de los funcionarios de policía por impedir la persecución de delitos que caían en el ám- ción previa debe haber sido contraria a deber (aunque no sea culpable) desde un punto de vista
bito de su competencia, fundamentando de esta forma su responsabilidad por los mismos a títu- objetivo (BGH 17, 3 2 1 ; 19, 152; 23, 327; 25, 218; 26, 35 [38]; 34, 82) 5^ Finalmente, la con-
lo de coautores o de cómplices (RG J W 1939, PÁG. 543; BGH 8, 186 [189]) '*'. Frente a ello trariedad a deber debe consistir en la infracción de la norma que sirve precisamente para la pro-
hay que mantener que sólo puede fundamentarse un deber jurídico de naturaleza pública desti-
nado a la evitación de hechos punibles por parte de un funcionario y, con ello, el deber de ga-
rante determinante de su punibilidad, cuando el bien jurídico amenazado le está confiado direc-
" Asimismo, Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 248 ss.; Blei, Allg. Teil págs. 323 ss.; Bockelmann/Volk,
tamente y su integridad depende de él personalmente (por ejemplo, en el cuidado de presos o de
Allg. Teil págs. 141 ss.; Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 46 núms. 95 ss.; Jakobs, Allg. Teil 29/29; Lackner,
personas internadas o en la ejecución de la persecución penal). Demasiado lejos fue, por tanto, § 13 núm. 11; LK(ll.') (Jescheck) § 13 núms. 31 ss.; Kühl, Allg. Teil § 18 núm. 91; Schrnidhauser, Allg.
la aceptación de una complicidad por omisión en el delito de favorecimiento de la prostitución Teil pág. 671; Schbnke/Schroder/Stree, § 13 núm. 32; Stree, H. Mayer-Festschrift págs. 156 ss.; Welp,
(§ 180a I) basada en la posición de garante del director de la oficina municipal de orden público Vorangegangenes Tun págs. 177 ss. Limiradamente, Pfleiderer, Garantenstellung aus vorangegangenem Tun
por no intervenir en contra del establecimiento de un burdel (BGH J Z 1986, pág. 967 con co- págs. 128 ss.; disienten Lampe, TS^ 72 (1960) pág. 106; Langer, Das Sonderverbrechen pág. 504; Roxin,
mentario crítico de Rudolphi, JR 1987, pág. 336 y de Winkelbaiier, JZ 1986, pág. 1119; de otra ZStW 83 (1971) pág. 403; Schünemann, Unrerlassungsdelikte págs. 106 ss., 165 ss., 231 ss., 308 ss.; el
opinión para el caso de su conocimiento extraoficial, BGH NStZ 1993, pág. 383). Tampoco la mismo, GA 1974, págs. 233 ss.
condena del alcalde de una ciudad por la autoría por omisión de un delito de contaminación del '^ Así, sobre todo, Rudolphi, Gleichstellungsproblematik págs. 110 ss.; SK (Rudolphi) § 13 núms. 38
agua (§ 324 I), a causa del retraso en la eliminación de las aguas residuales (BGH N J W 1992, ss.; SchbnkelSchroder/Stree, § 13 núms. 34 ss.
pág. 3247 '**), puede apoyarse en la asunción voluntaria del deber de garante pues el bien jurídi- 5' En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Granderath, Vorangegangenes gefahrdendes
co de la salubridad de las aguas no está confiado al alcalde y su integridad no depende de él. La Verhalten págs. 156 ss.; Maurach/GosselíZipf, Allg. Teil II § AG núm. 97; LK(11.') (Jeschecl;) § 13 núm. 32;
Herzherg, Untedassung pág. 301; £/«', Allg. Teil pág. 323; Rudolphi, Gleichstellungsproblematik págs. 120
sentencia tampoco puede basarse en este caso sobre el deber de supervisión de una fuente de
ss.; SchonkelSchr'óderlStree, § 13 núm. 34; Kienapfeí, JBl 1975, pág. 83; Stratenwerth, Allg. Teil I núms.
peligro (vid. infra § 59 IV 4b), pues el riesgo de contaminación no procede del municipio sino
1005 ss., quien recurre con acierto a la aprirud del comportamiento previo para la producción del resultado
de los usuarios. En realidad, tanto el director de la oficina municipal de orden público como el y el deber de su impedimento que de ello resulta. En contra, sin embargo,/«jtoés, Allg. Teil 29/39; AK
alcalde únicamente pueden responder por vía disciplinaria de la omisión producida. (Seelmann) § 13 núm. 112.
''' Así, V. Hippel, Tomo II pág. 166; KohlrauscULange, nota preliminar núm. II 3d; Mezger, Lehrbuch
pág. 147; Blei, Allg. Teil pág. 324; Lackner, § 13 núm. 11; LK (ll.") (Jescheck) § 13 núm. 33; HenkeL
•" Sobre la cuestión vid. críticamente SK (Rudolphi) § 13 núm. 54c; Rudolphi, NStZ 1991, págs. MSchrKrim 1961, pág. 183; Rudolphi, Gleichstellungsproblematik págs. 157 ss.; Schonke/Schrbder/Stree, §
365 ss.; Herzherg, pág. 356; Grünwald, ZStW 70 (1958) pág. 425; Schünemann, ZStW 96 (1984) pág. 311; 13 núm. 35; Welzel, Lehrbuch pág. 216; Schmidh'duser, Allg. Teil págs. 673 ss.; 'Wessels, Allg. Teil núm. 725;
WK (Noivakowski) § 2 núm. 27. Una extendida opinión, sin embargo, se confotma con cualquier acción
Sangenstedt, Garantenstellung von Amtstragern págs. 529 ss.; Kühl, Allg. Teil § 18 ndms. 79 ss.; LK
fundamentadora del peligro sin consideración a su cualificación jurídica; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil
(¡¡.'•XJescheck) § 13 núm. 29.
pág. 248; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 141; Granderath, Vorangegangenes gefahrdendes Verhalten págs.
50 Sobre la cuestión vid. Odersky, Trondle-Festschrifi: págs. 295 ss.; Pfohl, NJW 1994, pág. 419; Nestler,
149 ,ss.; Heinitz, JR 1954, pág. 270; Herzherg, JuS 1971, pág. 74; el mismo, Unterlassung págs. 294 ss.; v.
GA 1994, pág. 530 (quien como máximo acepta una complicidad).
674 § 59 El tipo del ílclito tic omisión IV. La ¡Tosición de garante en el delito de omisión impropia 675

tccción del bien jurídico afectado ^^ rechazable resulta, pues, el criterio mantenido por la BGH existirían (RG 66, 71). El caso princip.il de la posición de garante derivada de un actuar precedente es la
17, 321 (323) en la que el deber de evitar el falso testimonio en un proceso de divorcio fue apertura de nuevas fuentes de peligro. Y así, en especial el conductor que contrariamente a deber sitúa a otro
basado sobre una relación adtíltera del acusado con la testigo (vid. también con un criterio co- en peligro de muerte debe procurar como garante el auxilio médico (BGH VRS 13, 120 [122]; BGH 7,
rrecto las OLG Schleswig NStZ 1982, pág. 116; OLG Hamm NJW 1992, pág. 1977). Por inje- 287 [288]; vid. también la BGH 25, 218). Quien hace que orro se emborrache de forma que este ya no
rencia es también responsable quien neutraliza una condición protectora existente, quien elimi- pueda actuar responsablemenre, debe evitar los peligros que se ciernen sobre el propio embriagado y sobre
tcrcer.as personas (BGH 19, 152 [155]) ^''. En la autopuesta en peligro realizada responsablemente por otra
na a otra persona dispuesta a la protección y quien hace surgir una nueva fuente de peligro que
per.sona (entrega de heroína para el propio consumo) también es defendible la posición de garante del sumi-
puede consistir en el desencadenamiento de fuerzas naturales o en la no supervisión de las perso- nistrador si aquél se encuentra en peligro de muerte (BGH NStZ 1984, pág. 452; de otra opinión, OLG
nas a el confiadas. Stuttgarr MDR 1981, pág. 157). Incluso la creación contraria a deber del peligro de comisión un hecho
Ejemplos: Actualmente la cercanía del peligro es exigida con carácter general por la jurisprudencia. Y punible por parte de una persona plenamente capaz debe comportar responsabilidad penal por la omisión
así, la complicidad en el falso testimonio por omisión de la rectificación de una afirmación falsa, de forma de la prevención del delito (BGH 2, 279 [283 ss.]; 17, 321 [323]), aunque sólo sea a título de complicidad
que haya sido creado el peligro especial de un perjurio que no sea característico del proceso en el que se por omisión''".
testifica (RG 75, 271 ¡274 ss.]; BGH NJW 1953, pág. 1399; NJW 1954, pág. 1818; BGH 17, 321 [322]);
la persona ebria incapaz de conducir debe haber sido colocada en una situación de peligro intensificada b) De forma correlativa al deber de garantizar la seguridad del tráfico en Derecho civil (BGH
(Bay ObLG NJW 1953, pág. 556; OLG KarlsruheJZ 1960, pág. 178; OLG Oldenburg NJW 1961, pág. NJW 1961, 868 [869]; N J W 1962, 791 [792])''', también en Derecho penal existe un deber
1938). También el requisito de la contrariedad a deber del actuar precedente se ha impuesto paulatinamente de garante para el control de fuentes de peligro que estén situadas dentro del propio ámb.lito
en la jurisprudencia (anteriormente, con una opinión diversa RG 51, 9 [12]; BGH 3, 203 [205]; no se de dominio y, ciertamente, sin consideración ninguna a la asunción voluntaria de su custodia o a
discute en la BGH 11, 353)''. Del despacho de bebidas alcohólicas como una "forma de comportamiento un actuar precedente infractor"^' (de ahí que este punto de vista deba diferenciarse de las dos
reconocido generalmente como socialmente adecuado", no se sigue el deber del hostelero de impedir las fuentes del deber de garante tratadas anteriormente''^). La fundamentación para ello reside en
acciones punibles de los clientes (BGH 19, 152 [154]; con otro criterio anteriormente, BGH 4, 20). La que la comunidad debe poder confiar en que, quien ejerce el poder de disposición sobre un de-
lesión del agresor en la legítima defensa no convierte al agredido en garante (BGH 23, 327) ''^. El conduc- terminado ámbito de dominio o sobre un espacio delimitado que está abierto a los demás o que
tor que se ha comportado adecuadamente con las normas de tráfico no posee frente a la tínica víctima cul-
puede influir sobre ellos, domina los peligros que en este ámbito pueden derivarse bien de esta-
pable del accidente ninguna posición de garante (BGH 25, 218 [221] con comentario aprobatorio de
dos o situaciones peligrosas o bien de animales, dispositivos o instalaciones.
Riidolphi, JR 1974, pág. 160); diferente es el caso en el que el conductor infringe las normas de tráfico y
este comportamiento se encuentra en conexión directa con el accidente (BGH 34, 82 [84] con comentario Ejemplos: Es garante quien como arrendatario asume el deber de echar arena contra el hielo (OLG Celle
de Herzberg, JZ 1986, pág. 987, quien entiende que aquí se ha renunciado al criterio de la contrariedad a NJW 1961, pág. 1939), quien asume la supervisión de los automóviles de una empresa para preservar la segu-
deber). La introducción en el mercado de un spray para cuero pero dañino para la salud obliga al director de ridad del tráfico (OLG Hamm VRS 20, pág. 465) o quien ante una parada repentina debe advertir al tráfico
la empresa a su retirada (BGH 37, 106 [115]) con comentario de/"!;/>/(•, JR 1992, pág. 30). Ejemplos de la que le sigue (BGH VRS 17, 424 [428]). La omisión indebida de la iluminación de un pasillo conduce a la
neutralización del titular del bien jurídico los ofrece la jurisprudencia en relación con el § 221 (RG 31, 165 aplicación del § 230'"'' si, a consecuencia de la oscuridad, alguien resulta herido (RG 14, 362 [363]). El deber
[166]; 54, 273; BGH 4, 113 [115]) '^. El padre soltero que persuade a su prometida a que busque antes del de garante del titular de una vivienda destinado a evitar los delitos que otros cometen en su interior puede
parto un lugar solitario para que el niiío deba morir, anida las instancias de protección que en otro caso derivarse del hecho de que aquélla, a causa de su estado o situación, se presente como una fuente de peligro
(BGH 30, 391 [396]; BGH NJW 1993, pág. 76). U responsabilidad del titular de un vehículo por no mante-
nedo en condiciones de seguridad para el tráfico reside en su deber de supervisión del mismo (BGH VRS 17,
Liszt/Schmidt, pág. \^\; Maurach/Góssel/Zipf, M\s,. Teil II § 46 núm. 99; Olshausen, nota preliminar núm. 388 [390]); lo mismo sucede si aquél no impide la conducción de un vehículo a quien no se encuentra capaci-
tado o habilitado para ello (BGH 18,359 [361]; BGH VRS 14, 191 [195]; VRS 20, 282). El propietario de
7c antes del § 47; Vogt, ZStW 63 (1951) pág. 403; Welp, Vorangegangenes Tun págs. 209 ss. (diferenciando
una casa debe evitar el incendio en ranto que de éste se derive un peligro para la colectividad (§ 306) (OGH 3,
para el caso de legítima defensa págs. 271 ss.; asimismo, Maiiuald, JuS 1981, pág. 483). Restringidamentc,
1 [3 ss.]). De la dirección de una obra se derivan deberes graduales de control para los distintos intervinientes
Jakobs, Allg. Teil 29/39. También con un crirerio diferenciador, Stratenwerth, Allg. Teil I niim. 1009, quien
en el actuar precedente cubierto por el riesgo permitido, a diferencia de lo que sucede con los "derechos de
intervención", niega el requisito de la contrariedad a deber. Vid., además, Otto/Brammsen, Jura 1985, págs.
649 ss. Los casos en los que concurren deberes de aseguramiento del rráfico son tratados infra § 59 IV 4b;
en ellos se trata de actuaciones previas permitidas. 5' Vid. CramfnGA 1961, pág. 101; GW/m, JZ 1965, págs. 469 ss.
55 Vid. Stree, Klug-FestschriftTomo II págs. 399 ss.; LK(11.') (Jescheck) § 13 núm. 33; Wessels. Allg. ^ Vid. Gallas, JZ 1960, pág. 687; SK(Rudolphi) § 13 núm. 42.
Teil núm. 725. '^' Vid. V. Caemmerer, Gesammelte Schriften Tomo I págs. 562 ss.; una recopilación de la jurispru-
"^ La opinión conttaria se remite sobre todo a la situación de legítima defensa y teme una especie de dencia penal puede encontrarse en Schünemann, Unterlassungsdelikte págs. 303 ss. Vid., además, Kuhlen,
"situación de intranquilidad" para el agresor herido (Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 248); pero lo hace in- Strafrechdiche Produkthaftung pág. 173 nota a pie núm. 16.
correctamente pues el agredido está siempre sometido al deber de prestación de auxilio según el § 323c. " Vid. Schónke/Schróder/Stree, § 13 núms. 43 ss.; LK (11 .-jQescheck) § 13 núm. 35; SK (Rudolphi) §
5^ La sentencia, intensamente discutida, es rechazada por Eser, Strafrecht II núm. 27 A núm. 11; 13 núms. 26 ss.; Granderath, Vorangegangenes gefahrdendes Verhalren págs. 161 ss.; Schmidhduser, Allg.
Herzberg, MDR 1971, págs. 74 ss.; Welp, JZ 1971, págs. 433 ss. Mostrando adecuadamente su acietto, Teil págs. 675 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núms. 1019 ss.
Bringewat, MDR 1971, págs. 716 ss.; LKiU.'XSpendel) § 32 núm. 334; Schonke/Schróder/Stree, § 13 núm. ^^ Vid. Kugler, Ingerenz págs. 147 ss.; Otto, NJW 1974, pág. 532; Schünemann, Unterlassungsdelikte
37; SK(Rudolphi) § 13 núm. 41. págs. 284 ss.
5* Vid. al respecto SK (Horn) § 221 núm. 6. '''' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del T).
676 § 59 El tipo del delito de omisión V. La correspondencia con los elementos de la acción 677

(BGH 19, 286 [288 ss.]; OLG Karlsruhe NJW 1977, pág. 1930; OLG Stuttgart NStZ 1985, pág. 124)«. El (RG 71, 176 [177]). Lo mismo sucede con el deber de garante que posee el maestro con sus alumnos res-
dueño de un animal doméstico es responsable dentro de los límites de su deber de cuidado por los daños pecto a los delitos cometidos en el ámbito escolan El personal de prisiones es responsable de que los inter-
ocasionados por sus animales (OLG Bremen NJW 1957, pág. 72; OLG Brcmen VRS 23,4l[42]). Un campo nos no cometan acciones punibles (RG 53, 292).
de fútbol debe estar protegido de la carretera nacional (BGH VRS 18, 48 [51]). También existe un deber de
Pof el conttario, no existe un deber jurídico del capataz en la evitación de un hutto que perjudica al
a,seguramiento de la circulación en las pistas de ski (BGH GA 1971, pág. 333; NJW 1973, pág. 1379)**'.
empresario por parte de un trabajador subordinado a aquél (OLG Karlsruhe GA 1971, pág. 281); demasia-
Estando sobrio el alcohólico crónico que es titular de un vehículo debe incluso deshacerse del mismo (omissio
do lejos va la decisión de hacer responsable como garante al ingenieto de caminos cuyo chófer, sin haber
libera in causa) (BayObLG JR 1979, pág. 289, con comentario de Horn).
bebido alcohol durante el camino, provoca un accidente y respeta el deber de no alejarse del lugar del sinies-
Por el contrario, el hostelero no debe ser castigado por un delito de receptación basado en su colabo- tro (BGH VRS 24, 34). De la comunidad de vida marital no se derivan ningún ripo de deber de impedir la
ración en la venta cuando no impide el ofrecimiento en su local de los objetos robados (de otra opinión RG comisión de delitos (con otro criterio, RG 64, 162 [166]; 74, 283 [285]; BGH 6, 322 [323 ss.]; BGH
58, 299; correctamente sin embargo OLG Schleswig NJW 1954, pág. 285), puesto que las estancias del NJW 1953, pág. 591; BGH LM § 47 núm. 5; mostrando sus dudas, no obstante, BGH 19, 295 [297]; en
restaurante no son ninguna fuente de peligro ^^. Incluso la violación que se desarrolla en una taberna en la el sentido del texto, OLG Stuttgart NJW 1986, 1767 [1768 ,ss.]) ^^. El Tribunal Federal suizo ha aceptado
que el dueño deja que ésta tenga lugar sólo debe desencadenar la punibilidad en virtud del § 323c (BGH un deber de intervenir del titulat de la einptesa frente al ttáfico prohibido de armas de sus directivos (BGE
GA 1971, pág. 337). Y cuanto más si lo que se comete son unas lesiones corporales (de otra opinión, BGH 96, IV 155) ("Caso Bühtle"; sobre el mismo vid. Schuharth, SchwZStr 92 [1972] págs. 369 ss.).
NJW 19G6, pág. 1763). También se formulan objeciones frente al deber de garante que se fundamenta en el
alojamiento de otro en la propia vivienda (así, sin embargo, BGH 27, 10 con comentario crítico de Naucke, 5. El deber de garante puede derivarse por varias de las causas mencionadas anteriormente
JR 1977, pág. 290)'*. Finalmente, tampoco por medio de una "posición de monopolio" en un ámbito (por ejemplo, el padre no rescata a un hijo que se ha puesto a sí mismo en peligro de muerte de
detetminado de dominio puede ser fundamentado el deber de prestación de auxilio " ; así sucede, por ejem- forma negligente; vid. también el caso resuelto por la BGH JR 1957, pág. 347). Tal concurso
plo, cuando el capitán de un barco descubre a un polizón a bordo y no cuida de él, de modo que éste acaba de deberes de garante fortalece la exigibilidad de la acción de rescate (vid. infra § 59 VIII). Si
sufriendo graves daños para su salud ^''. La sentencia BGH NJW 1992, pág. 3247, acerca de la responsabili- concurren deberes de acción incompatibles frente a distintas personas, entonces estaremos ante
dad penal del alcalde de una ciudad por la omisión de la eliminación de aguas residuales, no puede funda- un supuesto de conflicto de deberes (vid. supra § 47 I).
mentatse sobre el deber de supervisión de una fuente de peligro puesto que la contaminación del agua no
deriva del municipio sino de los usuarios (vid. supra § 59 IV 3c in fine).
V, La correspondencia con los elementos de la acción (segundo criterio de equivalencia)
c) Del punto de vista relativo a la cercanía del peligro puede derivarse también responsa-
bilidad como garante de la actuación de terceras personas y, en verdad, sin consideración 1. En los delitos de omisión impropia la imputación objetiva del resultado típico descansa
alguna a un actuar precedente o a la asunción voluntaria del deber ^'. Decisiva es además la idea sobre el hecho de que, en lugar de la causación de aquél por un hacer positivo, tiene lugar su no
de que la colectividad, en atención a posiciones de autoridad o vigilancia existentes, confía en evitación frente a la vigencia de un deber de garante (vid. supra § 59 IV 1) •'^. Frente a los delitos
que el obligado controla los riesgos que proceden de la persona a la que se supervisa. de causación pura como el homicidio (§ 212), lesiones corporales (§ 223), daños (§ 303) o in-
Ejemplos: Las personas encargadas de la educación de menores de edad que se encuentran bajo su su- cendio imprudente (§ 309 ), hay sin embargo infracciones penales comisivas en los que el he-
pervisión deben cuidar de que éstos no cometan delitos (BGH FamRZ 1958, pág. 211); en cambio, no cho típico no consiste en la producción por sí sola del resultado, sino que ésta debe acontecer de
sucede lo mismo con el padre respecto a su hijo ya adulto (de otra opinión la KG JR 1969, pág. 27, con uniforma y manera determinada.
comentario crítico de Lackner). La posición de garante de los superiores jerárquicos en la ftinción piiblica (§
357) y de los militares de mayor rango (§ 41 WStG) está regulada en la propia Ley. Para los oficiales de Ejemplos: En la estafa (§ 263) el perjuicio patrimonial debe ser provocado mediante "engaño" y en la
barco se deriva del § 108 SeemansG la obligación de impedir los actos de contrabando de la tripulación extorsión (§ 253) por medio de "violencia o amenaza de un mal sensible". El favorecimiento de acciones
sexuales por parte de menores de edad (§ 180) presupone un hecho "por mediación o suministro de la
oportunidad". Sólo concurren unas lesiones corporales agravadas (§ 223a'^') cuando el perjuicio para la sa-
lud se inflige "mediante un instrumento peligroso" o de cualquier otro modo similat.
'•^ Gallas, Verannvordichkeit det am Bau Beteiligten págs. 32 ss.; Brammsen, Entstehungsvoraussetzungen
págs. 259 ss. En estas disposiciones penales el injusto específico de la acción no consiste sólo en la causación
'* Padrutt, SchwZStr 87 (1972) pág. 63. del resultado típico sino, también, en la forma y modo de comisión del hecho. ¿Pero qué sucede
''^ En el sentido del texto, Stratenwenh, Allg. Teil I ntim. 1020; LK (¡l.'')(Jescheck) § 13 mim. 44; en estos casos con el injusto de acción de los delitos de omisión si, por regla general, el sim-
SK (Rudolphi) § 13 núm. 37; Herzherg, Die Unterlassung págs. 332 ss.
<^« En el sentido del texto, Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § AG núm. 9UJakohs, Allg. Teil 29/37;
Stratenwenh, Allg. Teil I núm. 1020; vid. también BGH NJW 1993, pág. 76. •'^ H. Mayer, Materialen Tomo I pág. 275, a la vista de la actual praxis, habla de "responsabilidad
' ' Así, acettadamente, Stratenwenh, Allg. Teil I núm. 1020. parental". En el mismo sentido se pronuncia ahora la doctrina mayoritaria; Maiirach/GosseUZipf, Allg. Teil
^** Sobre la cuestión en su conjunto vid. Lanscheidt, Stellung in Raumiichkeiten págs. 73 ss. Negan- II § AG núm. 59; TenckhoffijuS 1978, pág. 311; Schonke/Schroder/Stree, § 13 núm. 53; LK(ll."XJescheck) §
do con razón un deber de garante del propietario de una casa en relación con el insulto escrito en uno de 13 núm. 43; Lackner, § 13 núm. 14; Wessels, Allg. Teil núm. 724; Geilen, FamRZ 1961, págs. 157 ss.;
sus mufos, Weher, Oehler-Festschrift pág. 93. Barwinkel, Garantieverhaltnisse págs. 154 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 668; Welzel, Lehrbuch pág. 214.
^' AK (Seelmann) § 13 núms. 127 ss.; Lackner, § 13 núms. 14 ss.; LK (ll.'XJescheck) § 13 núms. 41 ^^ Árzt, JA 1980, pág. 553, habla de la "función de filtro" de la posición de garante.
ss.; SchonkelSchr'óderlStree, § 13 núms. 51 ss; SK (Rudolphi) § 13 núms. 32 ss.; Schünemann, ^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306d (N del T).
Unterlassungsdelikte págs. 323 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 994; Wessels, Allg. Teil núm. 724. ^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 (N del T). .

tn^tUtamlttiÉái^ MMÜIÉiiÉWilÉlMl
678 § 59 Ki tipo del delito de omisión VI. Hl dolo en los delitos de omisión 679

pie licxlio de permanecer inmóvil no puede cumplir con los elcmcnros positivos de la acción ^''? 2, 340, o la de médico en el § 278). Por el contrario, en los delitos que presuponen una determi-
Como segundo criterio de equivalencia el § 13 exige que la omisión debe corresponderse con la nada forma de vida (verbigracia, en el de rufianería del § 181 a) o que sólo pueden ser cometidos
realización del tipo legal por medio de una acción. Por lo tanto, el injusto específico de acción de propia mano (vid. supra § 26 II 6) está excluida una autoría por omisión porque el autor sólo
de la no evitación del resultado en los delitos con eleinentos especiales de la acción sólo puede puede ser quien, respectivamente, lleva esa forma de vida o realiza por sí mismo la conducta
corresponderse con el hacer positivo si el resultado se reaüza aproximadamente como exige el mctiminada**'. Además, en la mayotía de las ocasiones estas disposiciones no ptcstiponcn un
tipo (por ejemplo, mediante engaño, violencia, procurando una oportunidad o empleando un resultado típico sino que se agotan con la tealización de una simple actividad, de modo que por
instrumento peligroso) o de una forma que pueda equipararse valorativamcnte (BGH 28, 300 ello no pueden ser cometídas mediante una simple omisión (vid. supra § 59 III 1).
[307]: la omisión de la eliminación de interferencias por el tacógrafo no constituye una inter-
vención perturbadora en el sentido del § 268 III) ''''. Este es el tínico sentido de la cláusula de
equivalencia del § 13 1 •'^. En cambio, la ausencia del injusto de acción no puede ser compensa- VI. El dolo en los delitos de omisión
da a través de una "valoración global del hecho" pues conducir/a a una puesta en peligro de la
seguridad jurídica ^'. Lo que resulta dudoso es dónde hay que buscar los elementos de la corres- Tampoco las reglas que se desarrollaron en los delitos de comisión relativas al dolo (vid.
pondencia como, por ejemplo, cuando en la estafa el autor no engaiía sino que deja que el error supra § 29 III) pueden ser aplicadas directamente a los delitos de omisión. Más bien, requieren
suceda o que se mantenga. En cualquier caso, hay que recurrir tanto al ámbito del injusto como una adaptación al hecho de que está ausente un hacer positivo portador de una voluntad de
al de la culpabilidad si el autor ha provocado (sin dolo) el error mismo o cuando ha abusado de actuación. Y así, en primer lugar, en los delitos de omisión el tipo objetivo y, con ello, el propio
una relación de confianza especialmente estrecha ^^. objeto del dolo, está estructurado de un modo diverso al de los delitos de comisión; y, en segundo
lugar, también en parte la propia estructura del dolo debe determinarse de una forma distinta '^'.
2. Determinados delitos exigen además la existencia de elementos especiales de la autoría.
1. Al tipo objetivo de los delitos de omisión pertenecen la situación típica, la ausencia de la
Éstos pueden concurrir sin mayor problema en el autor de la omisión cuando se trata de elemen-
acción preceptiva y la capacidad individual de acción en la situación concreta (BGH NJW 1953,
tos determinantes de un status jurídico (por ejemplo, la condición de funcionario, § § 1 1 1 niim.
pág. 1838; OLG Koln N J W 1973, pág. 861). Asimismo, en los delitos de omisión impropia se
añaden el resultado típico y la probabilidad rayana en la certeza de su evitabilidad. Durante mu-
^^ Schmidhduser, Allg. Teil pág. 682, excluye siempre en estos casos la posibilidad de una omisión cho tiempo fue dudosa la cuestión de si, además, en el tipo objetivo del delito omisivo habría
típica. que contar también con el deber de garante (así ocurría anteriormente en relación con los delitos
''' En este sentido se pronuncia inequívocamente el E 1962 Fundamentación pág. 125; de forma de omisión impropia, BGH 2, 150 [1551; 3, 82 [89]; 4, 327 [331]; 5, 187 [189]; 14, 229 [2321;
imprecisa, por el contrario, BT-Drucksache V/4095 pág. 8. La doctrina mayoritaria se muestra a favor de la acerca de los delitos de omisión propia, RG 52, 99 [102]; 75, 160 [163]; BGH GA 1959, 87
limitación del segundo criterio de equivalencia a los tipos que poseen modalidades comisivas que van más [89]; BGH JZ 1958, 506 [508]). Sin embargo, hay que decir que al tipo del delito de omisión
allá de la causación del tesiikado; vid. Gallas, Niederschrifteu Tomo XII pág. 80; el mismo, ZStW 80 (1968) impropia sólo pertenecen los elementos de la posición de garante, pero no el deber de acción
págs. 19 ss.; Jescheck, Niedcrscliriften Tomo XII págs. 96 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 330; BockelmantdVolk, mismo que se deriva de aquélla; dicho deber, al igual que sucede con la obligación de abstenerse
Allg. Teil pág. H2;Jakobs, Allg. Teil 29/7, y 78 ss.; Herzherg, Unterlassung págs. 66 ss.; Arniin Kaufmann, en los delitos de comisión, es una parte integrante de la antijuricidad (BGH 16, 155 [158]) ^ l
Unterlassungsdeliktc pág. 288; elmismo, JuS 1964, pág. 177; LKflI.'J (Jescheck) § 13 niíms. 5 ss.; Kienapfel
OJZ 1976, 199 ss.; Kühl, Allg. Teil § 18 núms. 122 ss.; Roxin, Einführung págs. 6 ss.; Rudolphi,
Gleichstellungsproblematik págs. 57 ss.; Sch'ónkelSchrbderlStree, § 13 núm. 4; Schünemann, ZStW 96 (1984) *' Vid. Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte pág. 288; Rudolphi, Gleichstellungsproblematik pág.
págs. 313 ss.; SK (Rudolphi) § 13 núm. 18; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1036; Welzel, Lehrbuch pág. 63; SK (Rudolphi) § 13 núm. 10.
219; Eser, Strafrecht II núm. 25 A núm. 42; Wessels, Allg. Teil núm. 730; AE Fundamentación del § 12 in *^ La visión de Armin Kaufmann, Untetlassungsdclikte págs. (ií, ss., 110 ss., 309 ss.; el mismo, v.
fine. Mosttando sus dudas frente a la fórmula de equivalencia BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 252; Schone, Weber-Festschtift págs. 218 ss. y Welzel, Lehrbuch pág. 205, de que en los delitos de omisión no existe dolo
Unterlassene Erfolgsabwendungen pág. 338. Por el conttario, hay que rechazar la opinión de que también por la ausencia de finalidad, está ya supetada; vid. Grünwald, H. Maycr-Festschrift págs. 286 ss.; LK(J 1.")
en los delitos de resultado que no poseen elementos especiales de la acción debe tener lugar un segundo (Jescheck) nota pteliminar núm. 96 antes del § 13; Roxin, ZStW 74 (1962) pág. 530; SK (Rudolphi) nota
examen sobre la equivalencia entre la omisión y la acción; en este sentido, sin embatgo, Androulakií, preliminar núm. 21antes del § 13; Spendel JZ 1973, pág. H\; Jakobs. Allg. Teil 29/82; SchonkelSchroderl
Unterlassungsdelikte págs. 219 ss.; Kahlo, Pflichrwidrigkeirszusammenhang pág. 322; Henkel MSchrKrim Cramer, § 15 núm. 93; LK (!!.'•) (Schroeder) § 16 núms. 216 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I nútn. 1037.
1961, págs. 178 ss.; Arthur KaufmannIHassemer, JuS 1964, pág. 153; Pallin, ZStW 84 (1972) pág. 200; WK Vid., además, BGH NJW 1992, pág. 583.
(Nowakoivski) § 2 mim. 13; ósterr. OGH JBl 1972, pág. 276. '^^ En este sentido se ptonuncia la doctrina mayoritaria; vid. Androulakis, Unterlassungsdelikre págs.
^^ Disiente de una cláusula general de esta naturaleza Nitze, Entsprechungsklausel págs. 107 ss. 253 ss.; Blei, Allg. Teil pág. 335; BaumannlWeher, Allg. Teil págs. 240 ss.; DreherlTrondle, § 16 núm. \2; Armin
' ' En esta dirección, Blei, Allg. Teil pág. 331; Arzt, JA 1980, pág. 717; Dreher/Trondle, § 13 núm. Kaufnann, Unterlassungsdelikte págs. 129 ss., 306 ss.; Arthur Kaufmann, JZ 1963, págs. 504 ss.; Lackner, §
17; I.ackner, § 13 núm. 16; AK (Schild) nota preliminar núm. 194 antes del § 13; OLG Katlsruhe MDR 15 núm. 7; MaurachlGosseUZipf M.\g. Teil II § 46 núms. 82 ss.; Schaffstein, Gottinger Festschtift págs. 198 ss.;
1975, pág. 771. SchcinkelSchroderlCramer, § 15 núm. 94; Wessels, Allg. Teil núm. 732; WK (Nowakowski) § 2 núm. 32.
>*" Vid. LKiU.') (Jescheck) § 13 núm. 5; Roxin, Einführung pág. 7;Jakohs, Allg. Teil 29/78 ss. (con Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 1039, exige también en relación con el deber de garante "una valoración parale-
ejemplos); Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1036; Runte, Jura 1989, pág. 130 ("la no aclaración del lado de la en la esfera del profano", en el sentido de que el omitente, como mínimo, haya sido consciente "de su res-
una de las partes contratantes acerca de un cambio decisivo del sustrato fáctico se corresponde con una ponsabilidad por un determinado ámbito fáctico". Por el contrario, KohlrauschlLange, System nota preliminar
acción engañosa"). II 3 y £ A. WolJf Kausalitat págs. 49 ss., sostienen que el deber de garante también pettenece al tipo.
680 § 59 El tipo del delito de omisión VII. La imprudencia en los delitos de omisión 681

En la misma línea camina la distinción en los delitos de omisión propia entte el supuesto de como mínimo, se mueva dentto de los límites de la conciencia de aquello que sucede, de lo
hecho descrito en el tipo y conectado con el debet jutídico de actuar y el deber de acción mismo que debió y también de lo que pudo hacer (BGH GA 1968, pág. 336); así sucede, por ejemplo,
que no pertenece al tipo (BGH 19, 295 [298]) *1 cuando la esposa del ladrón de bancos intuía lo que iba a suceder y se decía a sí misma que por
2. En los delitos comisivos el contenido del dolo es el conocimiento y voluntad de realiza- lo menos debería intentat disuadit a su matido del plan delictivo (§ 139 111). Delitos de inten-
ción de los elemenros objetivos que pertenecen al tipo legal (vid. supra § 29 1! 2). En aquéllos, el ción como la estafa (§ 263) son igualmente posibles si el autot se decide a no aclarar un error
querer reside en la dirección del hacer positivo con lo que, como mínimo, el autor se conforma determinado para alcanzar así la ventaja dimanante de la disposición patrimonial de quien yerra '".
con la realización del tipo legal; por su parte, el conocimiento reside en que el autor al menos ha Cuando falta la resolución la dificultad reside sobte todo en la delimitación del dolo eventual de
considerado seriamente el cumplimiento del tipo legal (vid. supra § 29 III 3a). La cuestión resi- la culpa consciente, porque en absoluto tiene lugat un auténtico esfuerzo volitivo en el que pue-
de en si en la omisión existe una relación comparable del autor con el tipo objetivo '^. da ser acogida la posibilidad de realización del tipo (vid. supra § 29 III 3a). En esta situación
resulta detetminante la representación que tenga el omitente en torno a la situación típica, la
a) Puede sucedei que el autot de la omisión, a la vista de la situación típica y con concien- posición de gafante y la posibilidad de acción (BGH Holtz, M D R 1984, pág. 795), así como la
cia de su capacidad de acción, adopte la resolución de permanecer inactivo . actitud personal ante el curso del acontecimiento: si, como sucedía con la mujet del ladtón de
Ejemplos: El médico de guardia decide no ingresar por la noche a un herido grave por no quedar nin- bancos, el omitente considera seriamente la posibilidad de que el hecho suceda y se conforma
guna cama libre (OLG Kóln NJW 1957, 1609 [1610]). El taxista que ha llevado a un camino vecinal apar- con la realización del tipo, entonces hay que aceptar la existencia de un dolo eventual; en cam-
tado a varios jóvenes y una chica se decide a no evitar la violación que se comete en su vehículo para "no bio, si confía en que el otro finalmente abandone el hecho, como posiblemente sucedía con la
tenernada que ver con el asunto" (BGH 16, 155 [159]). mujer del asesinado, entonces sólo entra en juego la imprudencia consciente".
En estos supuestos el conocimiento y la voluntad se comptueban y se difetencian como en el
3. La opuiión mayoritaria está en contra de la teoría, ya rechazada supra § 59 VI nota a pie núm. 82,
delito de comisión. Tanto el médico con su paciente como el taxista con la víctima de la agresión de que en los delitos de omisión no existe el dolo y de que aquí el injusto de acción se determina de otro
sexual quieren abandonarlos a su propia suerte, sabiendo también exactamente lo que sucede. modo: a saber, por medio de la ausencia de la resolución de llevar a cabo la acción preceptiva, cuando se ha
b) Sin embargo, no siempre es demosttable una auténtica resolución dirigida a abandonar reconocido la situación típica y la posibilidad de rescate'^. En contra de ello habla sin embargo el hecho de
el curso de las cosas a la vista de su desarrollo peligroso ^^. Ello sucede especialmente cuando la que algo puramente negativo no podría sustituir al dolo. Si, como mínimo, el autor de la omisión no se ha
representado la acción preceptiva "dentro de los límites de la conciencia" entonces ha actuado como mucho
situación típica no experimenta ninguna agravación dramática, sino que se desarrolla paulatina-
de forma imprudente'^.
mente y, en consecuencia, el autor de la omisión no puede esforzarse en adoptar una resolución.
Ejemplos: La esposa descubre poco a poco que su marido proyecta el robo de un banco. Cuando una
mañana aquél sale de la casa con un martillo aquélla piensa para sí misma: "ahora lo va a hacer", pero no VIL La imprudencia en los delitos de omisión
dice nada (BGH 19, 295 [296]). Con el tiempo la esposa se da cuenta de que su amante trama acabar con
la vida de su marido, pero no hace nada por evitar el asesinato (RG 73, 52). 1. La "comisión" imprudente también entta en consideración en los delitos omisivos. En
los delitos de omisión propia el Código penal castiga la imprudencia en algunos casos (pot ejem-
En tales casos, difícilmente puede hablarse de una resolución a permanecer inactivo como
plo, §§ 138 III, donde pot lo menos es exigido el conocimiento del hecho inminente; 283 V
decisión de la voluntad. En ellos, más bien, el dolo se agota en el conocimiento de la situación
típica y en la conciencia de la propia capacidad de acción. Deja de estar presente una interven-
ción de la voluntad en la omisión y, en consecuencia, tampoco es posible la "intención" como
modalidad de dolo (vid. supra § 29 III 1) ^^. En estos supuestos es suficiente con que el omitente.
*' Vid. BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 144; Grünwald, H. Mayer-Festschtift págs. 294 sscjakohs,
Allg. Teil 29/87; Platzgummer, Bewuñtseinsform págs. 63 ss., 82 ss,; Schaffitein, Gottinget Festschrift pág.
201 nota a pie núm. 67; M2!íraí-¿/G¿jíí'//Z//</Allg. Teil II § 46 núm. 113; Wí'ííf/j, Allg. Teil núm. 732. Por
«'' Así, la doctrina mayoritaria; vid. Geilen, JuS 1965, pág. 427; Welzel. NJW 1953, pág. 329. el conttario, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1045 y SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 24, antes del § 13,
*' Acepta la homogeneidad entre el dolo de la acción y de la omisión, Lampe, ZStW 72 (1960) pág. exigen sólo la representación de que podría haber concurrido una posibilidad de rescate.
99; el mismo, ZStW 79 (1967) págs. 508 ss. '" Así también, Schdnke/Schroder/Cramer, § 15 núm. 98; SK (Rudolphi) nota preliminar núms. 27 ss.
*'' De acuerdo con el parecet mayoritario de la doctrina, la posibilidad real de que ello suceda se apoya antes del § 13; Maa¡í, Betrug verübt durch Schweigen págs. 7 ss.
en las reorías de la interferencia sobre la causalidad de la omisión; vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 143; " Vid. SK (Rudolphi) nota pteliminar núm. 26 antes del § 13; SchonkelSchr'óderlCramer, § 15 núm.
Engisch, JZ 1962, pág. 190; Hardwig, ZStW 74 (1962) pág. 34; Lampe, ZStW 72 (1960) págs. 98 ss.; Maurachl 98; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1048.
GosselíZipf. KAz,. Teil II § A(, núm. 120; LKilL") (Jescheck) § 13 núm. 96; H. Mayer, Grundril? pág. 81; '^ Así, Armin Kaufmann, Untetlassungsdelikte págs. 66 ss., 110 ss., 309 ss.; el mismo, v. Weber-
Roxin, ZStW 74 (1962) pág. 530; Schidtz, SchwZStt 77 (1961) pág. 209; E. A. Wolff. Kausalitat págs. 47 ss.; Festschtift págs. 218 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 201.
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1042.
" Vid. el ejemplo de Grünwald, H. Mayet-Festschrift pág. 293. Peto vid. también las objeciones
*" Vid. Grünwald, H. Mayer-Festschrift págs. 285 ss.; oponiendo objeciones, sin embargo, opuestas por Geilen, JuS 1965, pág. 428, en contra de premiar al autor de la omisión completamente indi-
Nowakowski,]?,\ 1972, pág. 32. fetente. En el mismo sentido del texto, sin embargo, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1045; LK(ll.'')(Schroeder)
** Así, Grünwald, H. Mayer-Festschtift pág. 289. Negando en todo caso el dolo en la omisión, Armin § 16 núms. 216 ss.; SchonkelSchr'óderlCramer, § 15 núm. 94; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 24 antes
Kaufmann, Untetlassungsdelikte pág. 126. del § 13; Schmidháuser, Allg. Teil pág. 694.
682 § 59 El tipo del deliro de omisión V i l l . La exií;ibiiidatl en los delitos tic omisi(')n 683

iiiim. 1 en c o n e x i ó n c o n ci a p a r t a d o 1 n i í m . 5; 3 2 6 I V en c o n e x i ó n c o n el a p a r t a d o 2) ''*. Delitos Ejemplo: Actúa impriideniemente la maestra que desde la sala de profesores contempla el juego peli-
de omisión impropia rcgnlados l e g a l m e n t c en los q u e es suficiente la i m p r u d e n c i a son la puesta groso de unos niños que irepan, y en el que posteriormente uno de ellos sufre un accidenre mortal, cuando
en peligro del tráfico viario p o r n o p o n e r en c o n o c i m i e n t o la existencia d e vehículos p a r a d o s o no verifica que se trata de iñños de su propia escuela a los que debería haber prohibido el juego.
estacionados en la calzada (§ 3 1 5 c I n i i m . 2g en c o n e x i ó n c o n el a p a r t a d o 3) y la vigilancia
oficial deficiente ( § 4 1 III W S t G ) . E n ellos se exigía a n t e r i o r m e n t e el c o n o c i m i e n t o d e la situa-
V I I I . La cxigibilidad e n los d e l i t o s de o m i s i ó n
ción típica (así en los § § 121 II, 3 4 7 II, en su redacción a n t e r i o r ) , p e r o de a c u e r d o con el D e r e -
c h o vigente es t a m b i é n en este p u n t o b a s t a n t e con la i m p r u d e n c i a (así, en el § 3 1 5 c III n i i m . 2 y 1. Al igual q u e en el delito comisivo (vid. supra § 3 3 V l a ) , t a m b i é n en el o m i s i v o el d e b e r
en el § 4 l III W S t G ) . Los delitos de omisión impropia n o regulados l e g a l m e n t e p u e d e n ser c o m e - d e acción p u e d e c o n c u r r i r c o n o t r o deber de o m i s i ó n d e m o d o q u e al a u t o r n o le q u e d e otra
tidos p o r i m p r u d e n c i a s i e m p r e q u e el t i p o comisivo c o r r e s p o n d i e n t e p u e d a realizarse i m p r u d e n - alternativa q u e infringir u n o u otro. En este caso el sujeto está c u b i e r t o p o r u n conflicto de debe-
t e m e n t e (por e j e m p l o , § § 2 2 2 , 2 3 0 55, 3 0 9 "^, 3 4 5 II). res de naturaleza justificante si c u m p l e c o n la obligación d e m a y o r r a n g o . A q u í n o se trara, p u e s ,
2. La estructura d e la i m p r u d e n c i a en los delitos omisivos es, en p r i n c i p i o , la m i s m a q u e d e u n p r o b l e m a d e cxigibilidad.
en los d e c o m i s i ó n (vid. supra § 5 4 I 3 y 4 ) , a u n q u e se d e r i v a n posibilidades especiales d e i m p r u - Ejemplo: El clérigo, al que el autor se había confiado como guía espirirual, omire la denuncia de asesi-
naros inminentes de un delincuente .sexual en atención al secreto de confesión (§ 139 111),

Ejemplos: La falta de cuidado puede referirse al reconocimiento de la situación típica (el gerente de Igualmente, tampoco se trara de un problema de cxigibilidad cuando concurren deberes de acción y
una sociedad de responsabilidad limitada no se da cuenta del acaecimiento de la situación de insolvencia, § de omisión del mismo valor (vid. en deralle supra § 33 V 1 b, c).
84 G m b H G ) o al examen de la propia capacidad de acción (el conducror del vehículo averiado no cae en la
2. Sin e m b a r g o , en d e t e r m i n a d o s delitos de omisión propia la ¡ n e x i g i b i l i d a d d e u n c o m -
cuenta de que porta consigo un triángulo de emergencia, § 315c núm. 2g, 111). También entra en conside-
p o r t a m i e n t o a d e c u a d o a la n o r m a hace ya decaer el d e b e r d e acción y, c o n ello, el p r o p i o t i p o
ración la propia ejecución defectuosa de la acción de rescate (el confidente del plan delictivo no piensa en
una comunicación telefónica de la información, § 138 III; el jefe de piscina lanza un salvavidas al niño que penal (vid. supra § 4 7 II 3c). Y así, para la o m i s i ó n del d e b e r de socorro (§ 3 2 3 c) rige la limita-
se ahoga en lugar de sacarlo él mismo del agua; el amigo que cuida por sí mismo de quien se ha envenenado ción d e q u e n a d i e d e b e correr con u n serio peligro para su persona o c o n pérdidas d e considera-
con somníferos sin requerir la ayuda de un médico [AG Duisburg M D R 1971, pág. 1027]; el compañero ble i m p o r t a n c i a al c u m p l i r c o n su deber de auxilio " " . A s i m i s m o , d e a c u e r d o c o n el § 1 3 8 , está
de piso que no cae en la idea de conducir a la oficina de protección de menores a un niño que por abando- liberado del d e b e r de d e n u n c i a quien es sospechoso de h a b e r i n t e r v e n i d o en el delito o en su
no se encuentra en peligro de muerte [BGH NStZ 1985, pág. 122], § 222) '*. Finalmente, en los delitos de planificación ( B G H F a m R Z , 1 9 6 4 4 1 6 [418]) "'^. La limitación del d e b e r d e acción p o r m e d i o
omisión impropia la imprudencia puede estar referida al acaecimiento inminente del resultado típico (la d e la ¡ n e x i g i b i l i d a d está aquí, p o r t a n t o , fijada p o r el t i p o . Sin e m b a r g o , los principios
madre que abandona descuidadamente a un niño pequeño durante veinticuatto horas no piensa que con desarrollados en t o r n o a los § § 138 y 3 2 3 c n o p u e d e n ser trasladados a t o d o s los delitos de o m i -
ello podría ocasionar un daño a la salud, § 230 " ) . Esto es de importancia sobre rodo para los delitos cuali-
sión, ni siquiera a t o d o s los d e omisión propia .
ficados por el resulrado (vid. supra § 54 III 2).
Ejemplos: Frenre a la invitación del dueño de la casa a que se marche (§ 123 1, segunda alternariva), el
Por líltimo, la i m p r u d e n c i a p u e d e referirse a la existencia d e la posición d e g a r a n t e '*"'. delincuente que es perseguido no puede alegar el peligro de ser detenido. El conductor que no hace ver a los
orros vehículos que su coche se encuenrra estacionado por avería en la calzada (§ 315c I núm. 2g) no puede
objetar que para él habría sido demasiado peligroso andar hacia atrás pot la autopista para su señalización.

3 . E n los delitos de omisión impropia la j u r i s p r u d e n c i a ha a p l i c a d o en algunas sentencias la


' Ello sucede con mayor ftecuencia en Derecho penal especial (vid., por ejemplo, § 401 II AktG; §
idea d e la i n e x i g i b i l i d a d c o m o p r i n c i p i o g e n e r a l d e la restricción del d e b e r d e g a r a n t e (RG
84 II G m b H G ; § 21 II núm. 1 en conexión con el apartado 1 núm. 2 StVG) y es mucho más frecuente en
Derecho administrativo sancionador (vid., por ejemplo, § 32 I núms. 1, 3, 7, 10-13 BtMG; § 46 I núm. 5
AtomG). " " Hay que rener en cuenta, sin embargo, la inrerpreración rigurosa de la cxigibilidad en los ca.sos
'^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del T ) . en los que el autot de la omisión ha causado el accidente (BGH GA 1956, 120 [121]; BGH 11, 353 [354
' La remisión debe enrenderse realizada al vigente § 306d (N del T ) . ss.]: el peligro de persecución penal no es reconocido como causa de inexigibilidad). De acuerdo, SK(Rudolphi)
' Vid. Arnnn Kaiifmann, Uiuerlassungsdelikte págs. 172 ss. (bajo al resrricción de la imprudencia ñora preliminar núm. 33 anres del § 13; Ulsenheimer, GA 1972, págs. 22 ss.
omisiva a la tentativa fracasada de cumplimiento del mandaro); LK(ll.'')(Jescheck) § 13 núm. 97; Lackner, '"- Crítico al respecro, Geilen, FamRZ 1964, págs. 386 ss.
§ 15 núm. 54; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 695; Welzel, Lehrbuch págs. 207, 222 ss.; Struensee, JZ 1977, '"^ Asimismo, Dreher/Trondle, § 13 núm. 16 infine; Erellesen, Zumutbarkeit págs. 211 ss.; Crünhut,
págs. 217 ss.; Jakohs, Allg. Teil 29/93 .ss.; Sch'óne, J Z 1977, págs. 157 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 15 Z S t W 51 (1931) pág. 467; Henkel, iMezger-Festschrift págs. 280 ss.; Lackner, § 13 núm. 5; H. Mayer,
núm. 143. Lehrbuch pág. 119; SchónkelSchr'óderlStree, nota preliminar núm. 155 anres del § 13. A favor de la causa de
' Quien conscientemente hace menos de lo que resulta necesario para el rescate actúa dolosamente; jusrificación/<?/('o¿í, Allg. Teil 29/98; Fornasari, 11 principio di inesigibilitá pág. 314; Küper, G r u n d — und
vid. el caso del scliweiz. BGE 73 IV 164, cirado por Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1049 (homicidio dolo.so Grcnzfragen págs. 97 ss.; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 690. A favor de la causa de exculpación Baumannl
cuando, en relación con un niño inconsciente a causa del maltraro, la madre sólo emplea medios caseros Weber, Allg. Teil pág. 4 5 5 ; Peters, J Z 1966, pág. 4 5 8 ; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 31 anres del §
inadecuados para reanimarle por temor a que los hechos fueran descubiertos por el médico). 13; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núms. 1054 ss.; Welzel, Lehrbuch págs. 220 ss.; el mismo, JZ 1958, págs. 495
" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del T ) . ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 7 3 1 .
'"O En contra, Welzel, Lehrbuch pág. 223. '« LK^l-XIescheck) § 13 núm. 98.
684 § 60 Conciencia del injusto y error sobre el niand;uo, tentativa y jiarticípación I. Conciencia del injusto y error sobre e! mandato 685

58, 97 [981; 226 [227]; 69, 321 [324]; 77, 125 [127]; BGH 6, 46 [57 ss.]; 7, 268 [271]; BGH ción correspondiente (vid. supra § 41 I 3a). Por el contrario, en los delitos omisivos la concien-
NJW 1964, 731 [732]; BGH NStZ 1984, pág. 164 [no obstante, en esta última fue afirmada la cia del injusto se refiere al mandato jurídico de llevar a cabo una acción concreta: el autor debe
exigibilidad de la denimcia contra el marido]; BGH NStZ 1994, pág. 29; OLG Karlsruhc MDR saber que conforme a la Ley no puede omitir la acción correspondiente. Aunque con ello el
1975, pág. 771). Este planteamiento es, sin embargo, incorrecto pues al garante le corresponde el punto de referencia de la conciencia del injusto viene a .ser distinto en ambas formas básicas del
deber de evitar el resultado del mismo modo que al autor del hcclio comisivo el de no producir comportamiento punible, sin embargo, su estructura es la misma. Todas las consideraciones he-
el resultado mediante un hacer positivo. La equivalencia valorativa reside en la posición de ga- chas con ocasión de los delitos de comisión rigen también aquí (vid. supra § 41 I y II).
rante del autor de la omisión y, para ei caso de la concurrencia de elementos especiales de la 2. En los delitos omisivos existe un error sobre el mandato —correlativo al error de prohibi-
acción, en la necesaria correspondencia entre ésta y la omisión de acuerdo con el § 13 I in fine. ción en el delito comisivo— cuando el autor se equivoca acerca de su deber de acción: descono-
La disminución del contenido de culpabilidad que por regla general reside en el delito omisivo ce la norma preceptiva de la que se deriva la antijuricidad material del comportamiento pasivo.
es ya tenida en cuenta por la atenuación facultativa de la pena (vid. supra § 58 V 1). De ahí que AI igual que el de prohibición en los comisivos, el error sobre el mandato en los delitos omisivos
la inexigibilidad en el garante sólo pueda ser considerada en el marco del estado de necesidad no afecta al tipo sino a la antijuricidad. Al tipo del delito de omisión propia pertenece sólo la
exculpante (§ 35) ' ° ^ situación típica pero no el deber de acción que de ella se deriva (BGH 19, 295 [298]; 25, 13
4. Acerca de la inexigibilidad de la acción de rescate por razones de conciencia vid. supra § [18]), y al tipo del delito de omisión impropia pertenecen sólo los elementos de la posición de
47 III. garante pero no el deber de garante mismo (BGH 16, 155 [158]; BGH GA 1968, pág. 336)
(vid. supra § 59 VI 1). De ello se deriva que el error de prohibición y el que versa sobre el man-
dato tienen que recibir el mismo tratamiento '. Igualmente, lo afirmado acerca del error de pro-
§ 6 0 Conciencia del injusto y error sobre el m a n d a t o , tentativa hibición, especialmente en lo relativo a la aplicación del § 17, es trasladable al error sobre el
Y participación en los delitos de o m i s i ó n mandato (vid. supra § 41 II 2a).

Baumgarten, Die Lehre vom Versuche der Verbrechen, 1888; Bórker, Der Irrtum des Unterlassungstaters 3. Sólo para la evitabilidad del error sobre el mandato deben establecerse reglas espe-
über die Rechtspfliclit zum Handeln, JR 1956, pág. 87; Busch, Über die Abgrenzung von Tatbestands-und ciales. Por un lado, el deber de actuar no se comprende en la misma medida que el deber de
Verbotsirrtum, Festschrift für E. Mczger, 1954, pág. 165; Frank, Vollendung und Versuch, VDA, Tomo V, omitir. Por esta causa en los delitos de omisión la posibilidad de un error sobre el mandato es
pág. 165; fw^rm/ZBK, Der Irrtum über die Garantenpflicht usw., GA 1962, pág. 161;5. G¿Zífr, Der Versuch traída a colación con más frecuencia que en los deUtos de comisión (vid. supra § 41 1 4 ) . Por
des Unterlassungsdelikts, MSchrKrim 1935, pág. 254; Grünwald, Der Versuch des unechten otro, la obligación jurídica de intervenir con la finalidad de evitar un daño es menos conocida
Unterlassungsdelikts, JZ 1959, pág. 46; Herdegen, Der Verbotsirrtum ¡n der Rechtsprcchung des BGH, en:
para muchas personas que el deber de omitir un comportamiento lesivo. De forma diversa a como
25 Jahre Bundesgerichtshof, 1975, pág. 195; Herzherg, Der Versuch beim unechten Unterlassungsdelikt,
sucede en el delito comisivo en el que al conocimiento de la realización del tipo le sigue ya la
MDR 1973, pág. 89; L'ónnies, Rücktritt und tatigc Reue beim unechten Unterlassungsdelikt, NJW 1962,
pág. 1950; Maihofer, Der Versuch der Unterlassung, GA 1958, pág. 289; D. Meyer, Anstiftung zum apelación al examen de la antijuricidad, por regla general para el autor de la omisión debe exis-
Unterlassen, MDR 1975, pág. 2 8 6 ; / Meyer, Kritik an der Neuregelung der Versuchsstrafbarkeit, ZStW 87 tir, pues, un motivo especial fixs, guiarse por la norma preceptiva que tiene ante sí (vid. BGH 19,
(1975) pág. 598; Oehler, Konkurrenz von unechtem und echtem Unterlassungsdelikt, JuS 1961, pág. 154; 295 [299]) ^. Finalmente, en los delitos de omisión impropia no regulados legalmente la norma
Oppel, Versuch beim Unterlassungsdelikt, Diss. Wien 1991; Roxin, Der Anfang des beendeten Versuchs, preceptiva no sólo se deriva de la prohibición penal de menoscabar un determinado bien jurídi-
Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 213; f/ mismo, Taterschaft und Tatherrschaft, 6." ed. 1994; Rudolphi, co, sino ante todo de una norma de deber no perteneciente al Derecho penal que impone la
Die Strafbarkeit des versuchten unechten Unterlassungsdelikts, MDR 1967, pág. 1; Schmidhduser, intervención mediante un hacer positivo para la protección del bien jurídico puesto en peligro.
Gesinnungsethik und Gesinnungsstrafrecht, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 81; Stree, Teilnahme am El error del autor de la omisión, por ende, puede referirse aquí tanto a la norma de prohibición
Unterlassungsdelikt, GA 1963, pág. 1; Vogler, Zur Bedeutung des § 28 StGB usw., Festschrift für R. Lange, penal como al deber de garante.
1976, pág. 265; Zachariii, Die Lehre vom Versuche der Verbrechen, Parte I, 1836; Zaczylí, Das Unrecht der
versuchten Tat, 1989. Ejemplos: El error acerca del deber jurídico de prestar auxilio en caso de accidente (§ 323c) por parte
de un médico que disfrutaba de la pesca durante su tiempo libre, constituye un error vencible sobre el man-
Vid., además, las referencias bibliográficas antes de §§ 58, 59 dato pues dicho deber, precisamente cuando resulta necesaria la intervención médica, es algo que se com-

I. Conciencia del injusto y error sobre el mandato ' Blei, Allg. Teil págs. 335 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 154; Bbrker, JR 1956, págs. 87 ss.;
Busch, Mezger-Festschrift pág. 179; DreherlTrondle, § 16 núm. 12; Fuhrmann, GA 1962, págs. 170 ss.;
1. En los delitos comisivos el objeto de la conciencia del injusto es \3. prohibición jurídica de Herdegen, BGH-Festgabe págs. 198 is.;Jakohs, Allg. Teil 29/89; Armin Kaufmann, Untedassungsdclikte pág.
una acción determinada: el autor debe saber que conforme a la Ley no puede emprender la ac- 140; Arthur Kaufmann, JZ 1963, pág. 504; Kühl. Allg. Teil § 18 núm. 129; Maurach/Gossel/Zipf, K\. Teil
II § 46 núm. 140; Preisendanz, § 13 comentario IV 2; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 25 antes del §
'°5 Asimismo, Blei, Allg. Teil pág. i5G;Ja¡íohs, Allg. Teil 29/98; Maurach/Góssel/Zipf, Ailg. Teil II § 13; Schónke/Schrdder/Cramer, § 15 núm. 96; Welzel, Lehrbuch págs. 206, 219 ss.; Wessels, Allg. Teil núm.
46 núm. 136. Defendiendo por el contrario la aplicación general del principio de exigibilidad en el sentido 741. Por el contrario, exigen ya para el dolo la conciencia del deber Schmidhduser, Allg. Teil págs. 694 ss.;
de una ponderación (incontrolable) de intereses, Schdnke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 156 antes del Stratenwerth, Alg. Teil 1 núm. 1039 (en el sentido de una valoración paralela en la esfera del profano).
§ 13; SK(Rudolphi) nota preliminar núm. 31 antes del § 13. ^ LK(11.'') (Jescheck) nota preliminar núm. 100 antes del § 13; Wessels, Allg. Teil núm. 741.
686 § 6o C^oncicncia del injusto y error sobre el niandaro, tentativa v parrieipación 11. La tentativa de omisión 687

prende por sí mismo (BGH 2, 296). Por el contrario, no se puede reprochar a la es|iosa, que anre las escasas Ejemplo: Existe tentativa inidónea de ptevaricación (§ 336^) si el juez omite conscientemente el en-
perspectivas de éxito ni siquiera intenta disuadir al marido —de acuerdo con el § 139 III 1— del plan de catgo de un defensor obligarorio, a pesar de que cree erróneamente que la ptisión prevenriva ya ha durado
robar un banco (BGH 19, 295 [296, 299]), por su error acerca del deber de acción en la medida en que este más de tres meses (§ 140 I núm. 5 SrPO).
pueda ser afirmado '. En cambio, el taxista (vid. siipm § 59 VI 2a) no sólo conoce la jirobibición de agredir
2. Por el contrario, en los delitos de omisión impropia la tentativa tiene una considera-
scxualmenre, sino la gravedad del delito ejecutado ante sus [irtiiiios ojos por los clieiues cjue portaba, razo-
ble significación práctica (vid. el caso de la no evitación de! suicidio del cónyuge, BGH NStZ
nes éstas por las que debió tener claro su deber de intervención (IIGH 16, 1 55 1156]).
1984, pág. 73, así como el del padre que no presta su conformidad a un cambio de sangre para
su hijo que es médicairiente imprescindible, OLG Hamm NjW 1968, pág. 212; profundizando
II. La tentativa de omisión en ello, además, BGH 38, 356 [358 ss.]). La punibilidad se establece expresamente para algunos
supuestos regulados por la Ley; permitir la comisión de una lesión corporal grave por parte de
La cuestión de si también puede darse en los delitos de omisión dolosos el grado de la un funcionario que está de servicio (§ 340 II), permitir la perpetración de un hecho antijurídico
tentativa se planteó tempranamente en la Ciencia del Derecho penal y, en todo caso respecto al por parte de un subordinado si, además, se trata de un deliro grave (§ 357), así como en la vigi-
deliro de omisión iinpropia, ha sido afirmada mayoritariamcntc''. Hoy cii día la doctrina mayo- lancia deficiente estando de servicio (§ 4l I, II WStG). Más importante todavía es la posibilidad
ritaria admite que la tentativa entra en consideración tanto en los delitos de omisión propia como de tentativa por omisión en todos los delitos de resultado si concurren los requisitos de los §§ 22,
en los de omisión impropia y, en verdad, tanto si se trata de tentativa idónea como si es inidónca ' . 23. Dudosa es la cuestión de cuándo comicn7,a en cada caso el estadio de la tentativa. La fórmu-
I. Dado que, prescindiendo del § 138, cualquier aplazamiento de la acción preceptiva (en la de la "inmediata puesta en marcha de la realización del tipo" (§ 22) no conduce aquí a nada
relación con el § 323c vid. BGH 14, 213 [215 ss.]; 17, 166 [169 ss.]) representa ya la consuma- potque en el hecho omisivo no está presente un moinento equiparable a la puesta en marcha de
ción del hecho, en los delitos de omisión propia una tentativa es sólo imaginable en la forma la comisión activa. Por ello, debe recurrirse al instante en el que el objeto protegido de la acción
de tentativa inidónea. Las disposiciones penales en las que también está castigada la tentativa de pasa a estar en peligro inmediato (vid. supm § A9 IV 5) ' . A ello acude también la BGH 40, 257
un delito de omisión propia son poco frecuentes. En primer lugar, hay que mencionar a la pre- (271), pero ve en él una "aplicación conforme al sentido" del criterio de la inmediata puesta en
varicación (§ 336 '). Esta puede ser cometida por la omisión de la acción jurídicamente precep- marcha previsto en el § 22. La cuestión es discutida. En la doctrina también se defiende la con-
tiva (BGH 10, 294 [298]); la tentativa está castigada puesto que se trata de un delito grave''. En cepción de que la tentativa comienza ya en el primer instante en el que la acción habría sido
segundo lugar, está la omisión de llevar libros de contabilidad o de la confección de balances o posible '", pero de acuerdo con otra opinión su inicio tiene lugar con el último instante " . Final-
inventarios (§ 283 III en conexión con el apartado 1 núms. 5, 7b). mente, también se acepta que tal momento opera cuando el autor se desprende del curso cau-
sal '^. La tentativa queda inacabada cuando el autor cree todavía poder llevar a efecro la acción
preceptiva; y acabada cuando, de acuerdo con su representación, la realización tardía de aquélla
ya no podría evitar el resultado.
El deber de acción es afirmado también ante la falta de perspectivas de éxito del hacer positivo por
Dreher/Trondk, § 139 nirm. 5; en cambio, Geilen, JuS 1965, pág. 430, lo niega decididamenre. Ejemplos: En la pelea que se desarrolla en una panadería un ayudanre de panadero propina un golpe tan
Vid. Zacharid, Die Lehre vom Versuche págs. 66 ss.;/. Baumgarten, Die Lehre vom Versuche pág. violento en la espalda de un compailero de ttabajo, que hace que éste caiga con la parte superior de su cuerpo
438; Landsberg, Die Commissivdelikte durch Unterlassung pág. 172; v. Liszt, Lehrbuch 12."/13.' ed. pág. en la cuba de la masa quedando aprisionado con la palanca de la máquina de amasar (OGH 1, 357 [359 ss.]).
207; Frank, VDA Tomo V págs. 209 ss.; el mismo, § 43 comentario V 1; 5. Glaser, MSchrKrim 1935, pág. Si el auror resuelve dejar morir al otro existe una tentativa inidónea de homicidio si todavía cree que sigue vivo
258; Saiier, GS 114 (1940) pág. 304. cuando se comprobara que, en realidad, esraba ya muerto en el momento en el que el otro hubiera podido
5 Así, Baimmnn/Weher, Allg. Teil pág. 482; Grünwald, JZ 1959, págs. A6 si.;Jakohs, Allg. Teil 29/ apagar la máquina lo más pronto posible. Por el conrrario, hay que aceptar una tentativa idónea acabada si, en
113; LKill.") (Jescheck) § 13 núm. A6; Kühl, Allg. Teil § 18 núm. 142; Maihofer, GA 1958, págs. 289 ss.; el último momento, el accidentado es rescatado por el maestro panadero apagando la máquina de amasan Hay
Maurach/Gossel/Zipf, AAg. Teil 11 § 40 núm. 101; Oehkr, JuS 1961, pág. 154; Sch'ónkelSchroderlEser, nota tentativa de maltrato de personas sujeras a la custodia o cuidado del autor (§ 223b I, rercera forma comisiva '')
preliminar núm. 27 antes del § 22; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 50 antes del § 13; LKfJO.") (Vogler) cuando el obligado a rales prestaciones comienza a descuidar el auxilio necesario con dolo de dañar la salud y,
nota preliminar núm. 60 antes del § 22; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1057; Wessels, Allg. Teil núms. 743
ss.; Zaczyk, Das Unrechr der versuchten Tat pág. 319. Por el contrario, según Armiri Kaufmann, ** La remisión debe entenderse realizada al vigenre § 339 (N del T).
Unterlassungsdelikte págs. 204 ss. y Welzel, Lehrbuch págs. 206, 221, exisre sólo una omisión de la tentati- "> Así, Blei, Allg. Teil pág. 317;/. Meyer, ZStW 87 (1975) págs. 605 ss.; BaumannlWeber, Allg. Teil
va de cumplimiento como un fenómeno caracterísrico de los delitos de omisión que sería equiparable a la pág. A&2;Jakobs, Allg. Teil 29/113; LK(10.'') (Vogler) § 22 núm. 109; Rudolphi, MDR 1967, pág. \;SK
tentativa inidónea acabada. De acuerdo, Hajfke, ZStW 87 (1975) pág. 58. A favor de la impunidad de la (Rudolphi) nota preliminar núm. 51antes del § 13; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1059; Eser, Strafrecht 11
tentativa inidónea de omisión Rudolphi, MDR 1967, págs. 2 ss.; SK (Rudolphi) nota preliminar núm. 55 núm. 31 A núm. 53; SchBnkelSchróderlEser, § 22 núm. 50; KiM, Allg. Teil § 18 núm. 149; LK(1¡.'') (Jescheck)
antes del § 13; Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 716; el mismo, Gallas-Fesrschrifr págs. 96 ss. (delito putativo); § 13 núm. 47; Roxin, Einführung pág. 16; Wessels, Allg. Teil núms. 744 ss. Apoyándose directamente sobre
en contta de ello, con razón, BGH 38, 356 (359 ss.); Kühl. Allg. Teil § 18 núm. \5\;AK(Seelmann) § 13 la fórmula del § 22 Maurach/Gossel/Zipf, AWp Teil II § 40 núm. 106; LK(10.') (Vogler) § 22 núm. 115.
núm, 85. Siempre a favor de la impunidad de la tentativa en el delito de omisión Herzberg, MDR 1973, '° Así, Herzberg, MDR 1973, pág. 89; Maihofer GA 1958, pág. 297; Lonnies. NJW 1962, pág. 1950.
págs. 89 ss. (Derecho penal de la actitud interna). La jurisprudencia austríaca acoge con reservas la tentativa " Asi,Armin Kaufmann, Untedassungsdelikte págs. 210 ss.; Welzel, Lehtbuch pág. 221.
de omisión; vid. al respecro Oppel, Versuch pág. 35. '^ Así, especialmente, Roxin, Maurach-Festschrift págs. 213 ss. Decisivo es si con ello es originado o
La remisión debe entenderse realizada al vigente § 339 (N del T). incrementado un peligro inmediato para la víctima.
" De acuerdo, MaurachIGóssellZipf, Allg. Teil II § 41 núm. 57; Schdnke/Schroder/Eser, § 22 núm. 53. '^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 225 1 StGB (N del T).
688 § 60 Conciencia del injusto y error sobre el mandato, tcmativa y participación 111. Omisión y participación 689

de este modo, la víctima comienza a sufrir. El conductor que ha atro|)ellado a un peatón y que lo abandona eii La inducción consiste a q u í en la provocación dolosa de la resolución del a u t o r a p e r m a n e c e r i n -
el lugar del accidente para deshacerse así de un testigo peligroso, comete un homicidio doloso intentado si cree activo, no o b s t a n t e el c o n o c i m i e n t o de la situación típica (en los delitos d e o m i s i ó n i m p r o p i a tal
que la víctima del attopello sigue viva y que todavía puede ser rescatada por medio de un auxilio inmediato c o n o c i m i e n t o t a m b i é n debe ir referido a la posición d e garante) (§ 2 6 ) . U n a complicidad (por
cuando, realmente, el ofendido falleció inmediatamente (BGH VRS 13, 120 [123]); lo mismo sucede si no regla general d e naturaleza psíquica) es i g u a l m e n t e posible, p o r ejemplo, p o r m e d i o del reforza-
muere enseguida pero tampoco habría podido ser salvada mediante auxilio medico (BGH 7, 287 [288]) o m i e n t o d e la resolución del a u t o r a n o inter\'enir ( § 2 7 ) . D a d o q u e se trata d e i n d u c c i ó n y c o m -
cuando el herido sobrevive por la ayuda t k un tercero (BGH JR 1993, pág. 29) '•*. La tentativa es acabada si el
plicidad activas a q u í n o surge la p r o b l e m á t i c a del d e b e r d e garante. El § 2 8 1 (vid. infra § 6 1 V I I
conductor cree que su ayuda ya no puede salvar a la vícrima. Concurre tentativa de a.scsinaro por omisión si el
4a) n o es aplicable a estos casos p o r q u e los e l e m e n t o s d e la posición d e g a r a n t e n o son c o m p o -
autor, después de golpear a la víctima junto con otro coautor hasta que aquélla pierde la consciencia, la aban-
dona sobre la vía del tren de cetcanías —donde había sido lanzada por su compinche— para que fuera atrope- n e n t e s personales "especiales", sino q u e tan sólo f u n d a m e n t a n la equivalencia d e la c o m i s i ó n y la
llada por el próximo tren que pasara (BGH 38, 356). o m i s i ó n '^.
Ejemploí: Inducción al favorecimiento de acreedores (§ 283c) por medio de la no interposición de la
3 . E n la tentativa del delito o m i s i v o t a m b i é n es posible u n d e s i s t i m i e n t o liberador d e p e n a
solicitud de quiebra que el autor de la omisión tenía que haber planteado de acuerdo con los §§ 64, 84
c o n f o r m e al § 2 4 {vid. suj>ra § 51) " . El a u t o r de la o m i s i ó n q u e e m p r e n d e la acción preceptiva
G m b H G (RG 48, 18 [21]; lo mismo sucede en relación con la complicidad, BGH 14, 280 [282]). Compli-
c o n s i g u i e n d o , p o r e j e m p l o , avisar t e l e f ó n i c a m e n t e al b a n c o q u e se va a atracar, d e s p u é s d e h a b e r cidad a ttavés de la ptomoción del no cumplimiento de los deberes de denuncia y entrega (RG 5 1 , 39 [41];
o m i t i d o c o n a n t e r i o r i d a d d e n u n c i a r los h e c h o s a la policía (§ 138 I); a s i m i s m o , c u a n d o el c o n - 77, 268 [269]) o mediante el reforzamiento de la resolución de un soldado que se encuenrra de vacaciones a
d u c t o r q u e tras el a c c i d e n t e se aleja del m i s m o pero reflexiona d e s p u é s y regresa al lugar del si- que no retorne a tiempo a la compañía (§ 15 WStG) (RG 27, 157).
niestro para llevar al h e r i d o al hospital d o n d e se salva. A diferencia d e lo q u e sucede c o n los
C o n c u r r e la coautoría e n t r e varios o m i t e n t e s c u a n d o éstos n o c u m p l e n u n d e b e r q u e les
delitos comisivos, el d e s i s t i m i e n t o d e la tentativa de u n a o m i s i ó n p r e s u p o n e siempre u n a conduc-
obliga c o n j u n t a m e n t e (RG 6 6 , 7 1 [74]; B G H 3 7 , 106 [129]) (vid. infra § 6 3 I V 2 ) . T a m b i é n es
ta activa. Por ello surge la p r e g u n t a d e si el q u e desiste, al igual q u e s u c e d e en la tentativa acaba-
aceptada la posibilidad d e la coautoría entre u n o s autores q u e i n t e r v i e n e n a c t i v a m e n t e y otros
da del delito comisivo, se hace responsable allí d o n d e fracase la a c c i ó n d e rescate. Ello está justi-
q u e lo hacen m e d i a n t e o m i s i ó n " , pero se c o r r e s p o n d e mejor c o n la teoría del d o m i n i o del h e -
ficado sólo c u a n d o el q u e desiste espera t a n t o p a r a intervenir, q u e la evitación del r e s u l t a d o
c h o considerar en este caso al o m i t e n t e c o m o u n c ó m p l i c e (vid. infra § GA III 5).
t í n i c a m e n t e p u e d e alcanzarse con m e d i o s más arriesgados q u e las acciones a las q u e originaria-
m e n t e estaba o b l i g a d o "^. Antes d e ese m o m e n t o el fracaso del i m p e d i m e n t o del resultado sólo se Ejemplos: El hurto ejecutado en un almacén mediante el acuerdo consistente en que el vigilante deja
tiene en c u e n t a c o m o u n h e c h o i m p r u d e n t e . abierta la puerta mientras y otros entran a sustraer el botín. El hijo del granjero que, de acuerdo con su
madre, incendia la granja mientras que ésta permanece con una actitud pasiva ( O G H 3, 1).

F i n a l m e n t e , existe t a m b i é n autoría mediata c u a n d o se d e t e r m i n a al i n s t r u m e n t o a o m i t i t


III. O m i s i ó n Y p a r t i c i p a c i ó n u n a acción preceptiva; así sucede c u a n d o alguien i m p i d e el c u m p l i m i e n t o del m a n d a t o p o r m e -
d i o d e la fuerza o el e n g a ñ o a q u i e n se e n c u e n t r a o b l i g a d o a ello y quiere actuar en c o n s e c u e n c i a
Respecto a la p r o b l e m á t i c a d e la p a r t i c i p a c i ó n en la o m i s i ó n h a y q u e d i s t i n g u i r d o s g r u p o s
(vid. supra § 5 8 II 2 ) . E n este caso el h o m b r e d e atrás a s u m e p o r sí m i s m o el d o m i n i o del h e c h o
de casos: la p a r t i c i p a c i ó n en u n delito o m i s i v o p o r m e d i o d e u n h a c e r p o s i t i v o y la p a r t i c i -
a través de u n hacer positivo, mientras q u e el i n s t r u m e n t o p e r m a n e c e inactivo bajo su influen-
p a c i ó n p o r o m i s i ó n en u n delito d e c o m i s i ó n o de o m i s i ó n .
cia. Por el c o n t r a r i o , hay q u e negar la posibilidad de apreciar u n a a u t o r í a m e d i a t a omisiva del
1. La i n d u c c i ó n y la c o m p l i c i d a d activas son t a m b i é n posibles e n u n delito d e o m i s i ó n . h o m b r e d e atrás ^''. El c u i d a d o r d e u n e n f e r m o m e n t a l q u e deja q u e éste c o m e t a u n a acción a n t i -
jurídica es a u t o r i n m e d i a t o d e la o m i s i ó n (responsabilidad del g a r a n t e p o r la a c t u a c i ó n de terce-
ras personas) (vid. infra § 6 2 I V 2 ) .
'"^ Incorrectamente en contra de esta jurisprudencia, Welzel, J Z 1958, pág. 495; mostrando también
sus dudas, Grünwald, JZ 1959, pág. 46. 2. Acerca d e los p r o b l e m a s d e \-i participación por omisión vid. infra § 6 4 II 6 y III 5.
'^ Vid. más detalladamente al respecro, Grünwald, Das unechte Unrerlassungsdelikt págs. 91 ss.; Kühl,
Ailg. Teil § 18 núm. 152; Maihofer, GA 1958, pág. 298; Schonke/Schroder/Eser, § 24 núms. 27 ss.; SK
(Rudolphi) nota preliminar núm. 56 antes de! § 13.
'^ Acettadamente sobre ello, Lonnies, N J W 1962, pág. 1952; SchbnkelSchrbderlEser, § 24 núms. 29
ss., ambos con ejemplos; asimismo, Kühl, Allg. Teil § 18 núm. 153. En un sentido diverso al de aquí, SK demuestran los ejemplos del rexto principal, tan pronto en cuanto al partícipe le falte la cualidad requerida
(Rudolphi) nota preliminar núm. 56 anres del § 13. para ser autor; por lo demás, tampoco resulta ser fundamentada. Rechazándola también, Schonke/Schroderl
" En esre sentido se pronuncia la doctrina mayoriraria; vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 573; Cramer, nota preliminarnúm. 100 antes del § 25; .Sox/'n, Taterschaft und Tathetrschaft págs. 513 ss.;Jakobs,
Dreher/Trondle, § 13 núm. 19; Jakoós, Allg. Teil 29/108; LK(11 ."XRoxin) § 26 núm. 101; § 37 núm. 53; Allg.Teil 29/108; Maurach/Gossel/Zipf, Ailg.Teil 11 § 50 núms. 69 ss.
Kielwein, GA 1955, pág. 232; Maurach/Gdísel/Zipfi Ai\g. Teil II § 50 n ú m . 6 9 ; D. Meyer, M D R 1975, pág. '* Vid. infra § 61 VII 4a nota a pie núm. 59.
287; Roxin, Taterschaft und Tathetrschaft págs. 510 ss.; Stree, GA 1963, págs. 10, 14; Schdnke/Schroder/ " Así, Maurach/Gbssel/Zipf, Mlg. Teil II § 49 núm. 88; Roxin, Tatetschaft und Tathetrschaft págs.
Cramer, nota pteliminar núm. 99 antes del § 25; SK (Rudolphi) nota pteliminar núm. 44 antes del § 13; 470 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 25 núm. 79; LK(11."¡(Roxin) § 25 núm. 215; Stratenwerth, Allg. Teil I
Stratenwerth, Allg. Teil 1 n ú m . 1 0 7 5 . La o p i n i ó n c o n t r a r i a d e f e n d i d a p o r Armin Kaufmann, núms. 1067 ss.
Untetlassungsdelikte págs. 190 ss., y Welzel, Lehrbuch págs. 206, 2 2 1 , que pretende admitir para estos ca- ™ Vid. Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft pág. 472; LK (¡l.'')(Roxin) § 25 núm. 216; Stree, GA
sos la autoría mediante un hacer positivo en lugar de la inducción y la complicidad, fracasa, tal y como 1963, pág. 12; SchbnkeJSchrdderlCramer, § 25 núm. 56; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1066.
690 § 61 .^uiidamcntos de la teoría de la autoría y partieipación § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y la participación 691

Capítulo cuarto: Autoría y participación 'I áterschaft, RG-Festgabe, 1929, l o m o V, pág. 304; HeidLind, Die besonderen pcrstinlichen Merkmale usw.,
Diss. Heidelberg 1971; Heimherger, Die Teilnahme am Verbrechen in der Gesctzgebung und Literatur von
Schwarzenberg bis Feuerbach, 1896; Heinitz, Teilnahme und untcrla.ssene Hilfeleistung, beim Selbstmord,
§ 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y la participación J R 1954, pág. 403; el mismo, Gedanken über Tarcr-und Tcilnehmcrschuld im deutschen und italicnischen
Strafrecht, Berliner Fcstschrift zum 4 1 . DJl", 1955, pág. 93; Herlitz, Parties to a Crimc and the Notion of a
Arzt, "Cekrcuzte" Mordmerkmalc? J Z 1973, pág. 6 8 1 ; liaiimaiiii, Die Tatlierrscliaft in der Complicity Objcct, 1992; Herzherg, Taterschaft und Teihiahme, 1977; el mismo, Die Problematik der
R e c l u s p r e c h u n g des R G H , N J W 1 9 6 2 , pág. 3 7 4 ; el mismo. Beihilfc bei eigenliáiidiger voller "besonderen personlichen Merkmale", ZStW 88 (1976) pág. 68; el mismo, Der agent provocateur und die
•l"atbe,srandserfüliung, N J W 1963, pág. 5 6 1 ; c/ mismo, Taterschaft uiid leiliiabnie, JuS 1963, págs. 5 1 , 85,
"besonderen personlichen Merkmale", JuS 1983, pág. 737; el mismo, Tarerschaft, Mittáterschaft und
125; el mismo, Die strafrechtliche Problematik der natioiíalsozialistischen Gewalt\'crbrecheii, en: Henkys (Ed.),
Akzessorietat der Teilnahme, ZStW 99 (1987) pág. 49; elmismo, Akzessorietat der Teihiahme und personliche
Die nationalsozialistisclieii Gewaltverbrechen, 1964, pág. 267; el mismo, Dogmatik uiid Gesetzgeber,
Merkmale, GA 1991, pág. 145; Hbpfel, Einige Fragen der subjektiven Tatseite bei Beteiligung mehrerer,
Fcstschrift für H . - H . Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 105; Beling, Der gegciiwartige Stand der strafrechtlichen
O J Z 1982, pág. 314; Hünerfeld, Mittelbare Taterschaft und Anstiftung usw., ZStW 99 (1987) pág. 228;
Verursachungslehre, GS 101 (1932) pág. 1; Benakis, Taterschaft und Teibiahme im dcutschen und
Jiiger, Betrachtungeii zum Eichmann-ProZeK, MSchrKrim 1962, pág. 7?>;Jahrig. Die personlichen Umstande
griechischen Strafrcchr, 1961; Bindokat, Anmerkung zu OLG Ksln vom 19.10.1961, N J W 1962, pág. 686;
usw, Diss. K5hi ]974;Jakobs, Niedrige Beweggründc beim Mord usw., N J W 1969, pág. 489; elmismo,
II Birkmeyer, Die Lehre von der Teibiahme usw., 1890; el mismo, Tcilnalime am Verbrechen, VDA, Tomo
Anmerkung zu BGH 23, 39, NJW 1970, pág. Wi'); Jescheck, Anstiftung, Gehilfenschaft und Mittáterschaft
11, 1908, pág. 1; Bloy, Die Bereiligungsforin ais Zurechimngstypus im Strafrcchr, 1985; el mismo, Neuere
im deutschen Strafrecht, SchwZStr 71 (1956) pág. 225; elmismo, Strafrechtsreform in Deutschland, SchwZStr
Kiuwickltmgen der Einheitstaterlehre in Deutschland und ¡n Osterreich, Fcstschrift für R. Schmitr, 1992,
90 (1975) pág. 1; el mismo, Versuch und Rückrritt bei Beteiligung mehrerer Personen, ZStW 99 (1987)
p.ág. 3; Bockelmann, Die moderne Enr^vicklung der Begriffe Taterschaft und Teilnahme im Strafrcchr,
pág. 111; Kadish, Complicity, Cause and Blanie usw., California Law Review 73 (1985) pág. 323; Kantorowicz,
Deutsche Beitrage zum VIL Int. Srrafrechtskongreí5, ZStW Beihefr Athen, 1957, pág. ^(Í\ el mismo, Zur
Tat und Schuid, 1933; Kienapfel, Der Einheirstater im Strafrecht, \'íl\\ el mismo, Erscheinungsformen der
Problematik der Beteiligung an vermeindich vorsarzlich reciitswidrigen Taren, Fcstschrift fürW. Gallas, 1973,
pág. 261; Bottke, Taterschaft und Gesraltungsherrschafr, 1992; H. Bruns, Kritik der Lehre vom Tatbestand, Einheirstaterschaft, en: Müíler-Dietz(¡íá.), Strafrechrsdogmatik und Kriminalpolitik, 1971, pág. 1\; elmis-
1932; Eurgstaller, Zur Tarerschaftsregelung im neuen StGB, Ó R i Z 1975, pág. 13; v. Buri, Die Causalitát mo. Das Prinzip der Einheitstarerschaft, JuS 1974, pág. 1; elmismo, Die Einheirstarerregelung der §§ 12 ss.
und ihre srrafrcciuiichen Beziehungen, 1885; Cortes Rosa, Teihiahme am unechten Sonderverbrechen, Z S t W y 32 ss. StGB, JBl 1974, pág. 113; el mismo, Zur Tarerschaftsregelung im StGB, O R i Z 1975, pág. 165;
90 (1978) pág. 413; Cramer, Die Beteiligung an einer Zuwiderhandiung nach § 9 O W i G , N J W 1969, pág. Klee, Zur Abgrcnzung von Teilnahme und Taterschaft, ZAK 1940, pág. 188; Kohlrausch, Das kommende
1929; el mismo, Grundbegriffe des Rechrs der Ordnungswidrigkeiten, 1971; el mismo, Gedanken zur deutsche Strafrcchr, ZStW 55 (1936) pág. 384; elmismo, Tarerschuld undTeilnehmerschuld, Fcstschrift für
Abgrcnzung von Taterschaft und Teilnahme, Fcstschrift ftir K Bockelmann, 1979, pág. 389; Dahm, Taterschaft E. Bumke, 1939, pág. 39; Korn, Taterschaft oder Teilnahme bei staadich organisierten Verbrechen, N J W
und Teihialime im Amtl. Entwurf eines StGB, Diss. Heidelberg 1926; elmismo, Anmerkung zu OLG Stutrgarr 1965, pág. 1206; Küper, "Besondere personliche Merkmale" und "Spezielle Schuldmerkmale", ZStW 104
vom 6.3.1959, M D R 1959, pág. 508; Detzer, Die Problematik der Einheitstarerlosung, Diss. Erlangen^ (1992) pág. 559; el mismo, Ein "neucs Bild" der Lehre von Taterschaft und Teilnahme, Z S t W 105 (1993)
Nürnberg 1972; Dietz, Taterschaft und Teilnahme im auslandischen Strafrcchr, 1957; Grafzu Dohia, Das pág. 445; Küpper, Anspruch und wirkliche Bedeutung des Theorienstreits über die Abgrcnzung von
RG zur Teilnahmclehre, DStr 1940, 120; v. Dohnanyi, Tarerschaft und Tcilnalime, en; Gürtner (cd.). Das Taterschaft und Teilnahme, GA 1986, pág. 437; elmismo, Grenzen der normativen Srrafrechrsdogmatik,
kommendc deutsche Strafrcchr, Allg. Teil, 1934, pág. 7 3 ; Dreher, Anmerkung zu BGH 2 3 , 39, JR 1970, 1990; Lampe, Über den Bcgriff und die Formen der Teilnahme am Verbrechen, ZStW 77 (1965) pág. 262;
pág. 146; el mismo, Pládoycr für den Einheirstater im Ordnungswidrigkcitenrechr, N J W 1970, pág. 217; Lange, Der moderne Taterbegriff und der Strafgcserzentrwurf, 1935; elmismo, Beteiligter und Teihiehmer,
Engelmann, Der geistige Urheber des Verbrechens nach dem italienisclien Rechr des Mittelalrers, Fcstschrift Fesrschrift für R. Maurach, 1972, pág. 235; Langer, Das Sonderverbrechen, 1972; elmismo, Z u m Bcgriff
für K. Binding, Tomo II, 1911, pág. 287; Engiseh, Die Kausalitat ais Merkmal strafrechriicher Tarbestande, der "besonderen personlichen Merkmale", Fcstschrift für R. Lange, 1976, pág. 241; elmismo, Zur Strafbarkcit
1931; el mismo, Entwicklung der dogmarischen Strafrechtswissenschaft usw., Z S t W 66 (1954) pág. 339; des Teilnehmers geniafi § 28 Abs. 1 StGB, Fcstschrift für Ern,st Wolf, 1985, pág. 335; Lesch, Taterschaft
Frisch, Taterschaft und Teilnahme, en: Erganzbares Lexikoii des Rechts, Ordner 3, Gruppe 8, Artikel 1620, und Gestaltungsherrschaft, GA 1994, pág. 112; Letzgus, Vorstufen der Beteiligung, 1972; Léauté, Coactivité,
1992; Gallas, Anmerkung zu O G H 1, 365, D R Z 1950, pág. 67; el mismo, Taterschaft und Teilnahme, complicité et provocation en droit franjáis, SchwZStr 72 (1957) pág. 1; Liepmann, Einleitung in das
Matcrialicn.Tomo 1, 1954, pág. 121; elmismo, Taterschaft und Teilnahme, Niederschriften,Tomo II, pág. Strafrecht, 1910; Lüderssen, Z u m Strafgrund der Teilnahme, 1979; Maiwald, Historische und dogmadsche
67; el mismo, Die moderne Entwicklung der Begriffe Taterschaft und Teilnahme im Strafrcchr, Deursche Aüpekte der Einheirstaredosung, Fcstschrift für R Bockelmann, 1979, pág. 343; H. Mayer, Taterschaft,
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Roxin, Taterschaft und Tarherrschaft, GA 1965, pág. 2\G; elmismo, Taterschaft und Teilnahme, Jura 1990, Teilnehmcrdelikt, GA 1979, pág. 252; Mezger, Teilnahme an uiivorsatziichen Handlungen, J Z 1954, pág.
pág. 173; Geppert, Zur Problematik des § 50 II usw., Z S t W 82 (1970) pág. 40; Gerl, Die besonderen 312; Niese, Die finale Handiungslehre und ihre praktische Bedeutung, DRiZ 1952, pág. 2 1 ; Nowakowski,
persSnlichcn Merkmale usw., Diss. Berlín 1975; Germann, Die Bestimmungen über die Teilnahme im Tarherrschaft und Táterwille, JZ 1956, pág. 545; Oehler, Die mit Srrafe bedrohte tatvor.satzliche Handlung
Entwurf eines schweiz. StGB, Srrafr. Abh. Heft 207, 1923; Gimbernat Ordeig, Gedanken zum Taterbegriff im Rahnien der Teilnahme, Berliner Fcstschrift zum 4 1 . DJT, 1955, pág. 255; Otto, Taterschaft,
und zur Teilnahmclehre. ZStW 80 (1968) pág. 915; Goetzekr, Der Ideengehalt des extensiven (intellektuellen) Mittáterschaft, mirtelbarc Tarerschaft, Jura 1987, pág. 246; el mismo, Taterschaft und Teilnahme im
Taterbegriffs und seine Auswirkungen, SJZ 1949, pág. 837; Grebing, Strafrechtslehrertagung 1975, ZSrW Fahrlassigkeitsbercich, Fesrschrift für G. Spendel, 1992, pág. 2 7 1 ; Peters, Probleme der deutschen
88 (1976) pág. 162; Gropp, Suizidberciligung und Sterbehilfe in der Rcchtsprechung, NStZ 1985, pág. 97; Srraftechtsreform, SchwZStr 77 (1961) pág. 161; Piotet, Sysrematik der Verbrechenseleniente u n d
Grünlmt, Grenzen strafbarer Tarerschaft und Teilnahme, J W 1932, pág. 366; GriinwaU, Zu den besonderen Teilnahmclehre, Z S t W 6 9 (1957) pág. 14; I'latzgummer, Die "Allgemeinen Bestimmungen" des
personlichen Merkmalen (§ 28 StGB), Gedachrnisschrift für Armin Kaufmann, 1989, pág. 555; Gulphe, La Strafgeserzentwurfs usw,, JBl 1971, pág. 236; Roeder, Exklusiver Tarerbegriff und Mitwirkung am
distinction entre coauteurs ct cómplices, Rev se crim 1948, pág. 665; Hanack, 7jai Problematik der gerechren
Sonderdelikt, ZStW 69 (1957) pág. 223; Roxin, Straftatcn im Rahnicn organisatorischer Machtapparate,
Bestrafung nationalsozialistischer Gewalrverbrecher, 1967; Hardwig, Über den Bcgriff der Taterschaft, J Z
GA 1963, pág. 193; el mismo, Zur Dogmatik der Teilnahmclehre im Strafrecht, JZ 1966, pág. 293; elmis-
1965, pág. 667; Hartung. Der "Badewannenfall", J Z 1954, pág. 430; Hegler, Z u m Wescn der mittelbaren
mo, Taterschaft und Tatherrschaft, 6.» ed. 1994; el mismo, Kriniinalpolirik und Stratrechtssystem, 2." cd.
1973; el mismo, Benierkungen zum "Táter hintcr dem Tater", Fcstschrift für R. Lange, 1976, pág. 173; f/
692 § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y participación I. La posición sistemática de la teoría de la autoría y la participación 693

mismo, Anmerkung zu BGH 40, 218, JZ 1995, pág. 49; Rudolphi, Zur Tatbestandsbezogcnlicit des
lugar, quien en su propia persona rcaliz;i todos los elementos del tipo de la acción punible (§ 25
TatherrschaftsbegrifFs bei der Mittaterschaft, Festschrift für lí Bockelmann, 1979, pág. 369; Sammarco, 11 concertó
1, primer supuesto). El concepto de autoría, sin embargo, no está limitado a la autoría única
di autore e parrecipe usw., Riv dir proc pen 1979, pág. 1009; Sax, Dogmatisclic Streifzüge durcli den Entwurf
des Allg. Teils eincs StGB usw., ZStW69 (1957) pág. A\2; el mismo, Dcr Buudesgcrichtshof und dieTatedehre, inmediata sino que también se extiende al caso en el que el autor se sirve de otro como "instru-
JZ 1963, pág. 329; el mismo, Die Problematik des "Teilnehmerdelikts", ZSrW 90 (1978) pág. 927; Schüfer, mento". Por lo tanto, como autor también es castigado "quien comete el delito por medio de
Taterschaft und Teihiahme, Niederschriften, Tomo 11, pág. 75; Schlutter, Zur Dogmengescbichte dcr otro" (§ 25 1, segundo supuesto) (autoría mediata). Además, existe la posibilidad de que varias
Akzessorietat der Teilnahme, Strafr. Abh. Heft 420, pág. 1941; Eh. Schmidt, Die mittelbare Taterschaft, Festgabe personas concertadas entre sí intervengan en el hecho a título de autor (coautoría). De acuerdo
für R. V. Frank, Tomo II, 1930, pág. 106; R. Schmitt, Ordnungswidrigkeitenrecht, 1970; Schmoller, con ello, el § 25 II determina lo siguiente: "Si varios cometen el delito conjuntamente, cada uno
Grundstrukruren der Beteiiigung mehrerer an der Srraftat usw., ÓJZ 1983, pág. 337; Schonebom, Kombiniertes de ellos será castigado como autor". También hay que tener en cuenta que varias personas pue-
Teilnahme-und Einheitstatersystem, 21StW 87 (1975) pág. 902; Schñder, Der Taterbegriff ais "technisches" den intervenir en el mismo hecho como autores de modo recíprocamente independiente (autoría
Problem, ZStW 57 (1938) pág. 459; Schroeder, Tarerschaft und Teilnahme bei eigenhandiger accesoria). Mientras que el autor realiza la acción típica por sí mismo, conjuntamente con otras
Tatbestandsverwirklichung, ROW 1964, pág. 97; el mismo, Der Tater hinter dem Tater, 1965; Schultz,
personas o por medio de otro, el inductor y el cómplice quedan extramuros del tipo. Están com-
Tarerschaft und Teilnahme im modernen schweizerischen Strafrecht, SchwZStr 71 (1956) pág. 244; Schumann,
prendidos por disposiciones penales especiales: Inductor es "quien dolosamente ha determinado
Zum Einheitstatersystem des § 14 OWiG, 1979; el mismo, Strafrechtliches Handluiigsunrecht und das Prinzip
der Selbstverantwortung der Anderen, 1986; Schünemann, Die Bedeutung der "besonderen personlichen a otro a la comisión de un hecho antijurídico doloso (§ 26) y cómplice "quien dolosamente ha
Merkraale" usw.. Jura 1980, págs. 354, 568; Schwalm, Tarerschaft und Teilnahme, Niederschriften, Tomo II, prestado ayuda a otro para la comisión de un hecho antijurídico doloso" (§ 27). De esta forma,
pág. 88; Schwerdtfeger, Besondere personliche Unrechtsmerkmale, 1992; Seehald, Teilnahme am los requisitos de la punibilidad de la inducción y la complicidad sólo se detivan en patte del tipo
erfolgsqualifizierten und am fahrlassigen Delikt, GA 1964, pág. 161; Seller, Neue Wege in der Strafrechtsreform, delictivo correspondiente; los restantes lo hacen de las disposiciones complementadoras de la Parte
JBI 1969, pág. 113; Seminara, Tecniche normarive e concorso di persone nei reato, 1987; Spendel, Zur Kritik general que toman por referencia los tipos de la Parte especial ^.
dersubjektiven Versuchs-undTeilnahmetheorie, JuS 1969, pág. 314; el mismo, Fahrlassige Teilnahme an Selbst-
und Fremdtotung, JuS 1974, pág. 749; el mismo, Der "Tarer hinter dem Tater" usw., Festschrift Rir R. Lange, 3. La división de las formas de manifestaise la intervención en una acción punible no es
1976, pág. 147; Spotowski, Erscheinungsformen der Straftat im deutschen und polnischen Recht, 1979; Stein, una materia que pertenezca a la libettad del legislador o a la discrecionalidad judicial. Está deter-
Die strafrechdiche Beteiligungsformenlehre, 1988; Straub, Tarerschaft und Teilnahme im englischen Strafrecht, minada más bien por sólidas esttucturas de relaciones sociales de las que no puede alejarse la
1952; Stree, Beteiiigung an vorsatzlicher Selbstgefahrdung, JuS 1985, pág. 179; Trijfierer, Die bsterreichische valoración jurídica si es que la aplicación del Derecho no quiere perder su fuerza de convicción ^,
Beteiligungslehre, 1983; TTÍÍRÍ^, Einheitstaterbegriff und besondere personliche Merkmale, 1987; Vogler, Xux Y así, el Derecho penal no puede castigar como simple cómplice a aquel que realiza el tipo de
Bedeutung des § 28 StGB füt die Teilnahme am unechten Unterlassungsdelikt, Festschrift ftir R. Lange, 1976, propia mano, ni tampoco como autor a quien sólo desarrolla el plan para la comisión del hecho.
pág. 265; Wagner, Amrsverbrechen, 1975; Welp, Der Einheitstater im Ordnungswidrigkeitenrecht, VOR 1972,
299; Wí'W, Studien zum System des Strafrechts, ZStW58 (1939) pág. 491; el mismo, Zur Kririk der subjektiven Ejemplos: Quien mata a una persona de propia mano es auror del asesinato y no cómplice del mismo
Teilnahmelehre, SJZ 1947, pág. 645; el mismo, Teilnahine an unvorsatziichen Handiungen? JZ 1954, pág. aunque haya acruado por orden de un servicio secrero extranjero (con orro criterio, BGH 18, 87 [95]), o
429; Wessels, Zur Problematik der Regelbeispiele usw., Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 295; Zimmerl, aunque frente a otros autores no deseara aparecer como un cobarde (de orra opinión, BGLI Dallinger MDR
Grundsarzliches zur Teilnahmelehre, ZStW49 (1929) pág. 39. 1974, pág. 547). Correcta es, por el contrario, la BGH 8, 393: la muerte de propia mano del marido es

^ En la doctrina ia relación entre las disposiciones sobre la participación de la Parte general y los
I. La posición sistemática de la teoría de la autoría y la participación
ripos de la Parte especial se concibe de distintas formas. Schmidhiiiser, Allg. Teil pág. 498; Lüderssen, Sttafgrund
1. Por regla general las disposiciones penales de la Parte especial describen acciones realiza- pág. 119; M.-K. Meyer, GA 1979, pág. 257; Herzberg, GA 1971, pág. 2y Sax, ZStW 90 (1978) págs. 956
das por una única persona (algo distinto sucede con los "delitos colectivos", § 121 StGB, §§ 27, ss., hablan de "delitos de participación" de carácter aurónomo; por el conrrario, Stratenwerth, Allg. Teil I
núm. 858, subraya con acierro la dependencia de la aportación al hecho principal. Asimismo, Maurach/
28 WStG). Autor es el anónimo "quien" con el que comienzan la mayoría de las descripciones
GbsselíZipf, Allg. Teil II § 47 núm. 28; Bloy, Zurechnungsrypus pág. 315. Vid. también LK(ll.'')(Roxin)
de los delitos. El legislador parte aquí del presupuesto de que es autor quien realiza en su propia nota preliminar núm. 22 anres del § 26, quien deriva el injusto de la parricipación tanto del injusto del
persona la totalidad de los elementos del tipo. Segiin ello, el Código penal desctibe al autor úni- hecho principal como del propio injusto del partícipe. En contra, Schumann, Selbstvetantwottung págs. 49
co con la siguiente disposición: "Será castigado como autor quien comete el hecho por sí mis- ss., sobrevalora la idea de "solidarización con el injusto ajeno" como fundamento del castigo de la participa-
mo" (§ 25 1). Sin embargo, la mayoría de las veces la persona no actúa sola, sino que lo hace ción; en contra de esto, con razón, LK (U.'jiRoxin) nota preliminar núm. 21 anres del § 26.
en colaboración con otras. Esto sucede también en la comisión de delitos. El Ordenamiento ^ Así, Bockelmann, Unrersuchungen pág. 111; Gallas, Niederschriften Tomo II pág. 67; Lampe, ZStW
jurídico se sitúa con ello ante el problema de la intervención de varios en una acción punible. 77 (1965) págs. 263, 308; Stratenwerth, DieNatur der Sache págs. 15 ss.; /íox/n, Taterschaft und Tatherrschaft
págs. 25 ss.; Kühl, Allg. Teil § 20 núm. 9; Küpper, Grenzen págs. 145 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 500;
2. La teoría de la participación es una parte de la teoría del tipo . Autor es, en primer
Welzel, Lehrbuch págs. 94 ss. En contra, sin embargo, Engisch, Eb. Schmidt-Fesrschrift págs. 109 ss.; Geerds,
Jura 1990, pág. 179; Maiwald, Bockelmann-Festschrift pág. 360; Schroder, ZStW 57 (1938) pág. 460; Schiinke/
' Así, la doctrina mayoritatia; vid. Blei, Allg. Teil pág. 251; Cramer, Bockelmann-Festschrift págs. Schrbder/Cramer, nota pteliminar núm. 3 antes del § 25. También Stein, Die strafrechtiiche
389 ss.; Herzberg, Taterschaft pág. 3; Gallas, Matetialien Tomo I pág. 132; Kühl, Allg. Teil § 20 núm. 5; Bereiligungsfotmenlehre págs. 238 ss., comptende ia regulación de la autoría y la participación como un
SchonkelSchr'óderlCramer, nota preliminar núm. 1 anres del § 25; Welzel, Lehrbuch pág. 98; Wessels, Allg. sistema de normas de comportamiento que deben ser clasificadas por su mayor o menor "urgencia". En
Teil núm. 511. contra, Küper, ZStW 105 (1993) págs. 470 ss., así como LK(n.«)(Roxin) § 25 núras. 12 ss., 160 ss.
694 § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y participaciíSn 11. \'\ concepro unitario de autor y la distinción 695

autoría a pesar de que el hecho fue realizado bajo el influjo dominante de su esposa; y también lo es la BGH guna laguna de punibilidad (vid. cl caso resuelto por la OLG Stuttgart J Z 1959, pág. 579) y
35, 3'Í7 (349): la tcntanva de homicidio cometida de propia mano es amorfa ai'm cuando el hecho fue cometi- hace posible que las sanciones se adapten sólo de acuerdo con la personalidad del autor. En este
do bajo ¡deas delirantes y el influjo sugestivo del hombre de atrás; correcto es asimistno el criterio seguido por punto la .solución unitaria facilita la aplicación del Derecho pues no hay que delimitar las dife-
la liGH 38, 315: el transporte de ptopia mano do sustancias esttipcfacientes a través de la frontera es autoría, rentes formas de participación.
incluso aunque cl autor actúe por influencia, en presencia y en interés del coautor lis imposible la inducción a
No obstante, en contra del concepto ttnitario de atttor, que a primera vista puede parecer sencillo y prác-
un hecho no doloso puesto que falta precisamente la resolución del autor que debe provocar el inductor (con
rico, se alzan im|iorrantes objeciones. Por un lado, a través de la reformulación de la totalidad de las aporra-
otro criterio, BGH 4, 355 [356]). Concurre la coauroría cuando en el atraco a un banco dos personas coope-
cíones al hecho en la cau.sación de la lesión ai bien jurídico, se pierde el específico injusto de acción del ripo
ran dividiéndose el trabajo (una coge el dinero y la otra lo asegura), sin que el grado de interés en el botín
correspondiente. Por otro, en los delitos especiales y en los de propia mano también los intetvinientes ex-
desempeñe papel alguno (de otra opinión, BGH DaUinger MDR 1973, pág. 729). El mero conocimiento del
traños deberían ser considerados como autores por la mera causalidad de su colaboración, a pesar de que,
hecho y su aprobación sin una aportación objetiva que lo promueva no constituye complicidad, incluso aun-
respecrivamenre, ni han actuado de propia mano ni están cualificados como autores. El concepto unitario
que aquel que metamente lo pre.sencia aspire a una parte del botín (BGH NStZ 1993, pág. 385).
de auror conduce, además, a una exrcnsión indeseable de la punibilidad porque la tentativa de intervención
se hace punible en todos los casos en los que en el tipo está previsro el castigo de tal forma imperfecra de
ejecución, mienttas que la parricipación intentada sólo aparece conminada con pena dentro de unos límires
II. El concepto unitario de autor y la distinción de las distintas formas de colaboración
estrechos (§§ 30, 120 III, 159). Lo mismo sucede en relación con la complicidad. Finalmente, el concepro
Para el tratamiento de los problemas de la participación hay, básicamente, dos posibilida- unitario de autor conduce a una perdida de precisión en los critetios pata la determinación de la pena por-
des distintas de solución. O bien todas las clases de colaboración pueden ser llevadas bajo el que excluye la posibilidad de un marco punitivo atenuado para la inducción y la complicidad.
denominador comiin de un concepto de autor que las comprenda [autor {Urheber), autor unita- 2. Por estos motivos el Derecho penal alemán no ha asumido el principio de la autoría
rio), o bien puede diferenciarse entre las diferentes formas de colaboración de acuerdo con la unitaria, sino que distingue entte las distintas formas de colaboración. Este punto de vista
importancia material de la aportación al hecho. también ha encontrado expresión en la propia Ley. A través de los §§ 25 a 27 el concepto unita-
1. El concepto unitario de autor trata como autor a todo interviniente que ha realizado rio de autor sufre un claro rechazo '. No obstante, ello sólo rige para la colaboración dolosa puesto
una prestación causal para la realización del tipo, sin atender a cuál es el significado que se atri- que en el delito imprudente toda fortna de colaboración causal es considerada autoría (vid. infra
buye a su colaboración en el marco del suceso global. Esta cuestión sólo adquiere significado § 6 1 VI).
para la determinación de la pena y es aquí donde, con independencia de todas las distinciones a) El tratamiento diferenciado de las formas de intervención se corresponde con la tradición histórica^.
dogmáticas de la teoría de la participación, debe ser resuelta sólo de acuerdo con la culpabilidad La elaboración de una teotía especial de la patticipación fue obra de la Ciencia italiana del Derecho penal de
individual del codelincuente. Esta concepción, recomendada especialmente por la escuela mo- finales de la Edad Media. Esrando todavía inacabada, dicha teoría fue asumida en los arts. 177, 107 y 148 de la
derna ^, pero también desde el "Derecho penal de la voluntad" no permite que se origine nin- CCC. A parrir de enronces la Ciencia del Derecho común, de acuerdo con el modelo italiano, diferencia entre
las distintas formas de participación si bien de otro modo a como lo hace nuestro Derecho actual. Fue sólo por
influencia de Bohmers por quien se impuso la distinción objetiva entre la auroría y la parricipación de acuerdo
** Rechazado en Alemania por la docttina mayoritaria; vid. Blei, Allg. Teil págs. 248 ss.; Bloy, R, con el criterio de la realización de una acción ejecutiva (causa physica) o de una acción de mero apoyo a ésta
Schmitt-Festschfift pág. 55; Bockelmann, ZStW Beiheft Athen 1957 págs. AG ss.; BockelmannlVolk, Allg. (causa moralis). La delimitación actual entre autotía, inducción y complicidad surge del Código penal francés
Teil pág. 174; Cramer. NJW 1969, págs. 1929 ss.; Dreher, NJW 1970, pág. 218; Galkí, Materialien Tomo I de 1810 (art. 60) y se alcanza con el RStG B a través del StG B prusiano de 1851 ' .
págs. 140 ss.; d mismo, Beiheft Athen 1957 págs. 39 ss.; LK (11.") (Roxin) nota preliminar míms. 3 ss. b) Bajo el título de "Autoría y participacióti" el Derecho vigente regula la totalidad de las
antes del § 25; Maiwald, Bockelmann-Festschrift págs. 351 ss.; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft pág.
formas de colaboración en el delito describiendo sus elementos esenciales. Sin embargo, tal y
451; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 501 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 505; SK (Samson) § 25 núm. 2;
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 735; Schoneborn, ZSz^ 87 (1975) pág. 90. La regulación del concepro uni- como inmediatamente se deduce de los §§ 25 a 27, la autoría y la participación no se encuen-
tario de autot es recomendada por Schwiilm, Fingisch-Festschrift págs. 551 ss.; Roeder, ZStW 69 (1957) tran al mismo nivel. La línea separadora discurre entre el autor, el coautor y el autor mediato por
págs. 238 ss.; Geerds, GA 1965, pág. 218; Rittler, Tomo I págs. 283 ss.; Seiler, JBl 1969, pág. 117; Detzer, un lado, y el inductor y el cómplice por otro, pues también el coautor y el autor mediato come-
Einheitstatetlosung pág. 275; ésta se ha introducido en el § 12 osterr. StGB de 1975; al respecto vid. Triffterer, ten la acción punible como autores, si bien el primero lo hace en colaboración con otro autor y
Die osterreichische Beteiligungslehre, 1983 y Schmoller, OJZ 1983, págs. 337 ss. También el Código penal
italiano de 1930 condene en el art. 110 la regulación de la autoría unitaria; sobre ello vid. Seminara, Tecniche
normative e concorso di persone págs. 7 ss. Profundizando a favor de una auroría unitatia "funcional" '' Así se pronuncia la opinión unánime de la doctrina; vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 512; Bloy,
Kienapfel, Erscheinungsformen págs. 34 ss.; el mismo, ]uS 1974, págs. 6 ss. Su valores divisado poi Kienapfil, Beteiligungsform págs. 149 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 174; DreherlTrondle, ñora preliminar núm.
Einheitstater pág. 31, sobre todo en la renuncia a la accesoriedad y en la posibilidad de una determinación Ib antes del § 25; Herzberg, Taterschaft págs. 1 ss.;Jakobs, Allg. Teil 21/4 ss.; LK(¡l.'')(Roxin) nota preli-
de la pena "global". Mostrando sus reservas, por el contrario, Burgstaller, ORiZ 1975, págs. 13 ss., quien minar núm. 2 anres del § 25; Lackner, nota pteliminar núm. 1 antes del § 25; Mataach/Gossel/Zipf M\g.
reduce el significado del § 12 osrerr. StGB a una misma conminación penal para todos los intervinientes; en Teil II § 47 núm. 15; Schonke/Schroder/Cramer, nota preliminar núm. 1 anres del § 25; SK (Samson) § 25
su contra Kienapfel. ORiZ 1975, págs. 165 ss. núm. 2; Roxin, Taterschaft und Tarherrschaft págs, 539 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 510.
' Vid. las referencias de Kienapfel, Einheitstater págs. 11 ss.; también por algún adversario de la es- ^ Sobre ello vid. Engelniann, Binding-Festschrift Tomo II págs. 394 ss.; Heimberger, Die Teilnahme págs.
cuela moderna, v. Birkmeyer, VDA Tomo II, págs. 82 ss. 98 ss.; Maiivald, Bockelmann-Festschrift págs. iAA ss.; Schaffstein, Die allgemeinen Lehren págs. 169 ss.
'' V. Dohnanyi, Taterschaft und Teilnahme págs. 75 ss. ' Vid. Goltdammer, Materialen Teil I pág. 299.

MMMÉMIl
696 § 61 F u n d a m e n t o s de la teoría de la autotía y participación III. C o n c e p t o restrictivo de autor y teoría de la jíarticipación 697

el segundo por medio de otro que usa como instrumento; en cambio, el inductor y el cómplice base racional que encuentra su correspondencia con el § 25 i (BGH 8, 393 [395 ss.]; 19, 135
colabotan en un delito ajeno. De ahí que la inducción y la complicidad como fotinas de partici- [138]; 27, 205; 28, 308 [310]; 35, 347 [349]; 38, 315 [318]; BGH NStZ 1987, pág. 224; N J W
pación ptcsuponen siempre la autoría de otro. La dependencia de la participación del hecho prin- 1993, pág. 74; OLG Stuttgart NJW 1978, pág. 715) '**.
cipal se denomina accesoriedad (vid. infra § 61 VII). Además, la inducción y la complicidad sólo
están castigadas como colaboración dolosa en el hecho ajeno '". A pesar de ello la participación En la cuestión delimitadora hay que comenzar con el concepto de autor, pues a partit del
imptudente no queda impune sin más sino que, en la medida en que en el delito correspondien- mismo se clatifica lo que debe entenderse pot participación en sentido estricto {concepto primario
de autor) " . Por el contrario, no es admisible sustraer en cierto modo el concepto de autor del mar-
te también esté castigada la comisión imprudente, queda comprendida por la autoría impruden-
co de la causalidad, considerando como autor a cualquiera que no sea partícipe, pues de esta forma
te (vid. infra % 61 VI).
dicho concepto de autor perdería sus contotnos jurídicos {concepto secundario de autor).
c) Por el contrario, para el Derecho administrativo sancionador ha sido introducido en el § 14
OWiG el principio de la autoría unitaria, pues se atguye que las razones que hablan a favor de una diferen-
ciación no rigen aquí. Pero, en todo caso, la inclusión de la complicidad que en las inftacciones administra- III. Concepto restrictivo de autor y teoría de la participación
tivas no era punible (§ 49 I en su redacción anterior), conlleva una considerable ampliación de los compor-
tamientos que son sancionados como infracción administrativa''. Objetable resulta también que los elementos 1. El Derecho vigente contiene en el § 25 I una definición conceptual del autor único in-
personales especiales que fundamenran la posibilidad de la sanción perjudiquen siempre a la totalidad de los mediato y del autor mediato basada en que el autor es quien "comete" el delito. Según ello, sólo
intervinientes, incluso aunque sólo concurran en uno de ellos (§14 12 OWiG) '^. Una testricción impor-
es autor quien comete por sí mismo la acción típica, mientras que la mera cocausación del resul-
tante del concepto unitario de autor ha sido llevada a cabo por la BGH 31, 309, a ttavés de la decisión de
tado mediante acciones atípicas no puede fundamentar la autoría (concepto restrictivo de au-
que la colabotación en la infracción administrativa de otro ptesupone la actuación dolosa de éste '^.
tor) "^. Dicho concepto significa que el establecimiento de formas especiales de participación
3. A través de las reglas contenidas en el Código penal la relación entre la autoría y la par- como la inducción y la complicidad supone una extensión de la punibilidad a acciones que se
ticipación está determinada de acuerdo con su estructura interna. A pcsat de ello, la cuestión encuentran fuera del tipo, puesto que con éste tan sólo sería castigado quien por medio de su
relativa a los criterios con los que hay que distinguir entre la comisión del hecho propio como ptopia persona ha matado, robado o mostrado resistencia. Otros intervinientes que tan sólo de-
autor, coautor o autor mediato y el apoyo del hecho ajeno por medio de la inducción o la com- terminaran al autor a la comisión del hecho o le ayudaran a ésta, quedarían impunes si no fuera
plicidad, constituye un problema del Derecho penal alemán que se ha discutido durante mucho por las disposiciones penales especiales relativas a la inducción y la complicidad.
tiempo. El punco de partida de la polémica fue la cuestión de la delimitación entre la coautoría y
2. Si la realización de la acción típica significa ya objetivamente algo distinto al simple apoyo
la complicidad y, posteriormente, el debate se ha extendido a la relación entre la autoría mediata
de ésta, entonces es evidente que la autoría y la participación también deben ser distinguidas de
y la inducción. Mientras que en la primera de ellas la jurisprudencia recurre casi siempre al crite-
acuerdo con criterios objetivos. Por ello, el concepto restrictivo de autor aparece vinculado con
rio de si el interviniente ha querido el hecho "como propio" o "como ajeno" (RG 74, 84; BGH
una teoría objetiva de la participación. Esta última es defendida a través de dos variantes:
8, 70 [73]; 18, 87 [90]; BGH M D R 1974, pág. 547), se va imponiendo paulatinamente la co-
rrecta opinión de que el cumplimiento de propia mano del tipo (prescindiendo de casos extre-
mos excepcionales) fundamenta la autoría, con lo que la cuestión delimitadora se sitúa sobre una '* A favor de la tesis de que la realización de propia mano fundamenta siempre la auroría, Roxin,
Taterschaft und Tatherrschaft págs. 546 ss.; LK (11.") (Roxin) § 25 núms. 47 ss.; Bockelmann/Volk, Allg.
Teil pág. 175; Eser, Strafrecht II núm. 37 A núm. 13b; Herzberg, ZStW 99 (1987) págs. 52 ss.; Jakobs, Allg.
Teil 21/36; Küpper, GA 1986, pág. AAA; Schiinke/Schrdder/Cramer, nota preliminar núm. 75 antes del § 25;
'" Por el conrrario, Otto, Spendel-Festschrift págs. 276 ss., sostiene que también en la imprudencia SK (Samson) § 25 núm. 19; Wesseh, Allg. Teil núm. 517. En contra de la opinión de que esta tesis venga
es posible una distinción entre autoría y participación. Acerca del Derecho y la doctrina alemana desde la establecida pot el § 25 I, Baumann, Jescheck-Festschrift Tomo I pág. 110; Lackner, § 25 núm. 1; Otto, Jura
perspectiva italiana vid. Sanimarco, Riv dir proc pen 1979, págs. 1009 ss.; Seminara, Techniche normative e 1987, pág. 252; Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 47 núm. 64. Geerds, Jura 1990, pág. 176, mantiene
concorso di persone págs. 102 ss. incluso que la realización de propia mano del ripo es sólo "un indicio que por sí sólo no dice mucho". El
" Vid. Gohkr, § 14 OWiG núm. 2; Seier, JA 1990, págs. 342 ss.; Tniniz, Einheitsraterbegriff págs. 53 Tribunal Supremo Federal ha aceptado la autoría mediata de los miembtos del Consejo de Defensa Nacio-
ss. Críricamente, Cramer, GrundbegrifFe págs. 80 ss.; R. Scfimitt, Ordnungswidrigkeitenrecht págs. 36 ss.; Bloy, nal de la desapatecida República Democtática Alemana en relación con el homicidio doloso cometido por
R. Schmitt-Festschrift págs. 35 ss.; Lange, Mautach-Festschrift págs. 237 ss., quien advierte críticamente sobte soldados frente a los fugitivos que intentaban atravesar la frontera de la Alemania del Este (BGH 40, 218
las posibilidades adicionales de extensión del ámbito sancionador; rechazándolas también con una ptofunda [236 ss.] con comentario aprobatorio de Roxin, JZ 1995, pág. 49).
fundamentación. Welp, VOR 1972, págs. 299 ss. Vid., pot lo demás, en torno a la controversia entre Cramer,
" Así, la doctrina mayoritaria; vid. Lange, Der moderne Taterbegriff págs. 4 ss.; Kohlrausch/Lange,
Dreher y Kienapfel, supra § 7 V nota a pie núm. 47. Con una valoración positiva global del § 14 OWiG,
nota preliminar núm. 1 antes del § 47; H. Mayer, Grundril5 pág. 151; Roxin, Tarerschaft und Tathettschaft
Schumann, Einheirstatetsystem págs. 70 ss., así como Trunli, EinheitstaterbegrifF, 1987.
pág. 27; Welzel, Lehrbuch pág. 98; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 397.
'^ Gohler, § 14 OWiG mlm. 12a, se remite a la posibilidad de que la ausencia de cualidades persona- "• Las denominaciones de concepto de autor "resttictivo" y "extensivo" se remontan a Zimmerl, TSxSil
les, de modo correlativo a como sucede con el § 28 I StGB, sea tenida en cuenta en la determinación de la 49 (1929) págs. 41, 45. A favor del primero se pronunciaba sobre rodo la doctrina clásica; vid. Beling, Die
cuantía de la sanción; no obstante, hay que decir que pata este caso la Ley no contiene ningún límite supe- Lehre vom Verbrechen pág. 250; Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 59; Franlí, nota preliminar II antes
rior de la sanción administrativa al estilo del § 49 1 núm. 2; sobre ello vid., además, Trunk, Einheitstaterbegriff del § 47; Hegler, RG-Festgabe pág. 307; v. Hippel Tomo II págs. 453 ss.; Grünhut, JW 1932, pág. 366;
págs. 152 ss. Wegner, Sttaftecht pág. 249. Al respecto vid., además, Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 34 ss.;
" Al respecto vid. Gihler, § 14 OWiG núm. 5h;KK0WiG (Rengier) § 14 núms. 5 ss. Maurach/GiisselJZipf, Aí\%. Teil 11 § 47 núms. 71 ss.; Blei, Allg. Teil págs. 252 ss.
698 § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y participación IV. Concepto extensivo de autor )' teoría .subjetiva de la jiarcicipaeión 699

a) La antigua teoría objetivo-formal ''' se atuvo rigurosamente al tenor literal de las defi- Ejemplos: Si A alcanza el café a la tía en el que B ha vetiido el veneno pot otden de A, entonces A es
niciones de la acción contenidas en los tipos y consideraba autor, sin consideración alguna a la autor y B cómplice. Si A no sabe nada del veneno B se convierte en autor mediato a pesar de que el cur.so
importancia de la contribución en el marco del suceso global, a quien cumplía plenamente con externo del hecho no ha variado en nada.
el comportamiento descrito por el tipo; en cambio, cualquier otra aportación causal al hecho
sólo podía ser necesariamente participación.
IV. Concepto extensivo de autor y teoría subjetiva de la participación
b) El defecto de la teoría objetivo-formal se evidenció en los delitos de resultado puro, pues
en ellos la acción consiste sólo en la causación del resultado típico y, en consecuencia, falta una 1. Frenre al concepto restrictivo de auror se alzó, sobre todo con la aspiración de colmar
adecuada descripción del injusto de acción para poder diferenciar entre la autoría y la participa- las lagunas de punibilidad a las que conducía la aplicación consecuente de aquél, el concepto
ción. Para estos casos la teoría objetivo-material '* suministró un complemento a través del extensivo de autor ^'. La base dogmática de esta :]ue hasta cierto punto coincide con
punto de vista de la mayor peligrosidad que debería distinguir a la aportación del autor al hecho el concepto unitario de autor (vid. supra § 61 II 1)— viene determinada por la idea de la equi-
en comparación con la del cómplice. Asimismo, se recurrió a supuestas diferencias en la clase e valencia valorativa de todas las condiciones del resultado (vid. supra § 28 11 1). Segtin este con-
intensidad de la relación causal " . cepto, autor es aquel que ha cocausado el resultado típico, sin necesidad de que su aportación al
hecho deba consistir en una acción típica. Segtín ello también el inductor y el cómplice .serían
3. Hay que aceptar el concepto restrictivo de autor como punto de partida, puesto que
por sí mismos autores pero la incorporación de disposiciones penales especiales para la participa-
descansa sobre la descripción de la acción por el tipo legal y, con ello, conecta con el punto de vista
ción demuestra que estas formas de colaboración, en el marco del concepto de autor, deben ser
que el propio legislador ha dado a conocer, esto es, comprender bajo el concepto de autoría la con-
tratadas de un modo diverso al de la autoría misma. Con ello, la inducción y la complicidad
ducta contenida en los tipos delictivos concretos^". En esta medida, la teoría objetivo-formal tam-
aparecen como causas de restricción de la pena. Si se considera autor a todo interviniente (en la
bién ha encontrado expresión a través del § 25 I porque, en todo caso, autor es aquel que comete
medida en que no alcance a disfrutar como inductor o como cómplice de una causa de restric-
por sí mismo el delito. Pero a partir de ahí esta teoría no puede sostenerse. Ciertamente, es indiscu-
ción de la pena) que realiza una aportación causal al resultado, resulta evidente tanto la punibili-
tible que posee la ventaja de la claridad, pero esta ventaja se paga demasiado cara con un formalis-
dad del autor mediato, que deja que otro actiie por él, como la del coautor que no emprende
mo basado en una rígida vinculación con el tenor literal de la Ley. Una objeción decisiva en contra
por sí mismo la acción típica. De este modo, el concepto extensivo de autor garantiza que no
de esta teoría es que no permite en absoluto abarcar a la autoría mediata y, en relación con la
pueda existir ninguna aportación causal al hecho que, al menos por principio, no sea abarcada
coautoría, sólo a aquellos coautores que por lo menos han realizado parcialmente el tipo.
por el Derecho penal.
Ejemplos: Quien, por medio de su hijo de cinco años que nada sabe, envía bombones envenenados en
el día de su cumpleaños a una tía rica a la que espera heredar, responde por asesinato en autoría mediata y 2. Pero si la autoría y la participación no permiten ser diferenciadas objetivamente porque,
no queda impune debido a que él no ha matado por sí mismo o no ha inducido a nadie a un hecho doloso. desde un punto de vista causal, son valorativamente equivalentes, entonces sólo resta la posibili-
Aquel que de acuerdo con un plan delictivo conjunto desvía la atención de la tía mientras que otro le vierte dad de buscar su distinción recurriendo a un criterio subjetivo. Por este motivo la teoría subje-
veneno en el café, es coautor del asesinato y no un simple cómplice. tiva de la participación se vincula al concepto extensivo de autor^^. Segiin dicha teoría autor
es quien, con independencia de su contenido, realiza una contribución causal al hecho con vo-
Tampoco en su formulación original la teoría objetivo-material alcanzaba a cubrir todos los
luntad de autor; por el contrario, es partícipe quien posee tínicamente una voluntad de partí-
momentos relevantes del delito, pues la peligrosidad de la aportación individual al hecho no sólo
cipe. El autor quiere el hecho "como propio", posee por tanto un "animus auctoris"; por su par-
se determina por el suceso externo sino también por medio del plan delictivo conjunto. Asimis-
te, el partícipe quiere el hecho "como ajeno" y por ende posee un "animus socii" (teoría de la
mo, las graduaciones de la relación causal, atín en el caso de que pudieran hacerse, no serían
intención) (vid. supra § 61 II 3). El RG hizo suya la fórmula de la intención basándose en los
decisivas pues para la imputación de un hecho porque lo determinante es la forma y modo de la
motivos del interviniente (RG 3, 181 [182 ss.]) ^^ y también la jurisprudencia del BGH se sirve
dirección del curso causal.
de ella aunque dando cada vez más entrada a criterios objetivos (vid. infra § 61 V 4). De esta
forma, en la aplicación práctica del Derecho la distinción entre la autoría y la participación pasa
" Vid. Grünhut, JW 1932, pág. 366; Hegler, RG-Festgabe pág. 307; v. Hippel, Tomo II págs. 453 a ser una cuestión de la determinación de la pena ampliamente alejada del tipo.
ss.; V. Liszt/Schmidt, págs. 334 ss.; Mezger, Lehrbuch pág. 4A4; Zimmerl, ZSrW49 (1929) pág. AG. Al res-
pecto, Kilhl, Allg. Teil § 20 núm. 24.
'* Así, por ejemplo, Liepmann, Einleitung pág. 70; Dahm, Taterschaft und Teilnahme pág. 43. Acer- ' ' Así, Baumann, JuS 1963, págs. 126 ss. (restringidamente, Baumann/Weher, Allg, Teil págs. 535
ca de las diferentes manifestaciones de la teoría objetivo-material vid. Roxin, Taterschaft und Tatherrschafr ss.); Goetzler, SJZ 1949, págs. 837 ss.; Lange, Der moderne Taterbegriff págs. 37 ss.; Kohlrausch, ZSrW 55
págs. 38 ss. (1936) pág. 393; Mezger, Lehrbuch págs. 415 ss.; Olshausen, nota preliminar núm. 20 antes del § 47; Eh.
" Vid. Feuerbach, Lehrbuch \^:^ ed., págs. 74 ss.; v. Birkmeyer, Die Lehre von der Teilnahme págs. Schmidt, Frank-FestgabeTomo II págs. 117ss.; Roeder, ZStW69 (1957) pág. 238.
112 ss.; Frank, ñora preliminar II (pág. 104) antes del § 47; autoría es la colocación de una "causa" y la -- La teoría subjetiva procede de Kosdin, System §§ 93, 94 y es defendida por BanmannlWeher, Allg.
participación es la de una "condición". Críticamente sobre ello, Engisch, Kausalitat pág. 79; Stratenwerth, leil pág. 536; Bockelmann, Unrersuchungen pág. 76; Olshausen, nota preliminar núm. 24 antes del § 47; v.
Allg. Teil I núm. 741. Weier, Grundril? pág. 65. Al respecto vid. Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 51 ss., Stratenwerth,
^^ Vid. Bby, Beteiligungsfotmen págs. 115 -ss.; Mmcrach/GosselJZipf, M\p Teil II § 47 niim. 77; Lackner, Allg. Teil I núms. 742 ss.
§ 25 núm. 1; Sch'ónkelSchrdderlCramer, nota preliminar núm. 6 antes del § 25. ' ' Las bases teóricas también han sido aquí sentadas por;/. Biiri, Die Causalitat págs. 41 ss.
700 § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y participación V. La teoría del dominio del hecho 701

Ejemplos:'X^mh\éa quien colabora frente a la víctima en el ejercicio de la violencia en una violación terio útil pues no son pocos los tipos penales que prevén expresamente una actuación en interés
debe set considerado, a pesar de ello, como un mero cómplice (RG 3, 181 [182 ss.j). Quien en un asesinato ajeno (por ejemplo, §§ 216, 253, 263, 289). En consecuencia, sólo resta la posibilidad de inda-
sólo asume el aseguramiento del autor sin colaborar en la acción homicida, debe no obstante poder ser cali- gar en el decisivo punto de vista de la actitud interna del interviniente, un criterio que sólo posee
ficado de coautof (RG 63, 101). Quien determina a una mujer a que ejecute de propia mano y de forma significado para la culpabilidad y que es utilizado contrariamente al sistema para la delimitación
plenamente responsable un aborro, es autor y no meramente inductor en la medida en que posea voluntad del ámbito de la tipicidad. Finalmente, la tet)ría subjetiva en su consecuencia más esencial con-
de autor (RG 74, 21 [23]). Quien por instigación y en interés de la inadre soltera mata al niño recién naci-
tradice al Derecho vigente cuando posiblemente considera como simple cómplice al interviniente
do, sólo debe ser castigada por complicidad y no por su autoría (RG 74, 21 [23] ' ; de modo correlativo,
que actúa de propia mano y de modo plenamente responsable por no querer el hecho "como
BGH VRS 24, 184 [188]). Quien origina la detención injustificada de otro es autor de la detención ilegal
(BGH 3, 4 [5]). Incluso la perpetración de propia mano de la muerte de dos personas por encargo de un propio", pues en tal caso el § 25 I ("quien comete el hecho por sí mismo") prescribe expresa-
servicio secrero extranjero, puede aparecer sólo como complicidad en el asesinato (BGH 18, 87 [90]) ^'. Se mente la aceptación de la autoría (vid. supra § 61 II 3) ^^.
califica de simple cómplice a quien, a requerimiento del conductor del vehículo en marcha, arroja a la vícti- m
ma fuera del coche donde había quedado atrapada por el accidente, ocasionándole con ello la muerre (BGH
GA 1963, pág. 187). Quien en el atraco a un banco asume la vigilancia en el vestíbulo del mismo, sólo debe \^ La teoría del dominio del hecho
ser considerado coautor si acttia con voluntad de autor (BGH -Da/Z/'n^fr MDR 1973, pág. 729). A pesat de
la ejecución de ptopia mano del homicidio, el intervinienre fue sólo considerado como cómplice si actiía 1. De acuerdo con lo visto ni una teoría puraiuente objetiva ni, tampoco, una teoría pura-
por un interés que no le es propio y lo hace sólo porque no quiere aparecer ante los otros como un cobarde mente subjetiva pueden fundamentar de modo convincente la esencia de la autoría y, al mismo
(BGH Dallinger MDR 1974, pág. 547) ^^. También la simple actividad de servir de correo se considera tiempo, delimitar recíprocamente la autoría y la participación de un modo acertado. Debe bus-
tráfico en el sentido del § 29 I núm. 1 BtMG, si el autor quiere como un hecho propio la adquisición de la carse, más bien, una síntesis de ambas doctrinas en la que cada una describa correctamente un
droga del extranjero para suministrarla a la red alemana de traficantes (BGH MDR 1979, pág. 71). aspecto del problema porque su empleo aislado hace perder el sentido del conjunto. Este es el
objetivo de la teoría del dominio del hecho que, fundada por Lobe^'^ y promovida esencial-
3. Hay que rechazar tanto el concepto extensivo de autor como la teoría subjetiva de la
mente por Roxin '", ha conseguido actualmente en la Ciencia una p.osición destacada - El pun-
participación porque contradicen el principio estructural del Derecho penal vigente que se compo-
ne principalmente por tipos descritos y delimitados objetivamente ^''. Con la extensión de la pu-
nibilidad a cualquier contribución al hecho que sea causal y culpable se diluyen en la práctica las ^' Acerca de la aplicación por la jutisprudencia de un "punto de vista valorativo" en la delimitación
disposiciones penales. En particular, la existencia en los delitos de propia mano y especiales de entte la coautoría y la complicidad, LK( 11.")(Roxin) § 25 núm. 26.
tipos específicos para la autoría mediata (§§ 160, 271) evidencia que el extraño de ningún modo 2' LK(ll.'-)(Lobe) § 1933 Einleitung pág. 123.
es considerado por el legislador como un posible autor, por mucho que hubiera querido el hecho '" Roxin, Táterschaft und Tathetrschaft págs. 60 ss.; LK(11.') (Roxin) § 25 núms. 7 ss., 34 ss. Sin
"como propio". A ello se añade la circunstancia de que la fórmula de la intención no suministra embargo, la teoría del dominio del hecho debe ser sustituida en los "delitos de infracción de deber" (por
para la distinción un elemento racional que pueda ser verificable, sino que abandona su delimi- ejemplo, §§ 142, 266, delitos de funcionarios, delitos de omisión impropia) por el criterio de que es siem-
tación a la discrecionalidad del juez. Aiín cuando, como con frecuencia sucede en la práctica pre autor el titular del deber sin consideración a la clase e importancia de su aportación al hecho; así, Roxin,
(RG J W 1937, pág. 2509; RG 74, 84 [85]; BGH 6, 226 [229]; 18, 87 [95]; BGH M D R 1979, Táterschaft, und Tathetrschaft pág. 354; LK(11.'') (Roxin) § 25 núms. 37 ss.; siguiéndole,/i?/^ofe, Allg. Teil
21/116 ss.; Scbonke/Schroder/Cramer, nota preliminar núm. 71 antes del § 25; Wessels, Allg. Teil núm. 514.
pág. 79; GA 1984, pág. 287; NStZ 1991, pág. 280), se atienda a los distintos grados del interés
Ello sólo es correero en tanto que en todos los delitos especiales sólo puede ser autor quien posea la titulati-
por el hecho que posea el interviniente, para conseguir de este modo un indicio objetivo de la
dad del deber, pero de ello no se sigue que todo titular del deber renga que ser autor; para ello debe, más
clase e intensidad de la voluntad delictiva (teoría del interés), no se consigue encontrar un cri- bien, o poseer el dominio del hecho o dominarlo en parte o ser autot mediato si coopera con un instrumen-
to no cualificado (vid. infra § 62 II 7). Críticos también al respecto Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 756 ss.,
793 ss.; Bloy, Beteiligungsform págs. 229 ss.; Langer, Sonderverbrechen págs. 223 ss.; SK (Samson) § 25
^'' Críticamente al respecro, Klee, XhY^ 1940, pág. 188; Grafzu Dohna, DStr 1940, pág. 120; acerca núm. 35; MaurachlGossellZipf, Allg. Teil II 47 núms. 90 ss.
de los motivos que subyacían para ello en este caso vid. Hartung, JZ 1954, pág. 430. ^' Así, Blei, Allg. Teil págs. 253 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 177; Eser, Strafrecht II 37 A
^^ De acuerdo, Baumann, NJW 1963, págs. 562 ss.; Korn, NJW 1965, págs. 1206 ss. Críticamente, núms. 14 ss.; Gallas, Materialen Tomo I pág. 128; el mismo, ZStW Beiheft Athen 1957 pág. 13; Heinitz, JR
Schroeder, ROW 1964, págs. 102 ss. Agudamente crítico Maurach/GosselJZipf, A[\g. Teil II § 47 ntim. 65. 1954, pág. 405; Herzberg, Táterschaft pág. 8;Jakohs, Allg. Teil 21/35 ss. (con una subdivisión adicional del
^'' Un análisis profundo de la jurisprudencia vacilante del BGH se encuentra en Baumann, NJW concepto del dominio del hecho); Jescheck, SchwZStr 71 (1956) pág. 234; Kohlrausch/Lange, ñora prelimi-
1962, págs. 374 ss.; Dreher/Trondle, nota preliminar mím. 2 antes del § 25; Sax, JZ 1963, págs. 329 ss.; nar núm. I 4 antes del § § 47; l.ackner, nota preliminar núm. 6 anres del § 25; MaurachlGossellZipf, Allg.
Roxin, Táterschaft und Tatherrschaft págs. 91 ss.; LK (1 ¡."JiRoxin) § 25 núms. 14 ss. Teil II § 47 núms. 84 ss.; Niese, DRiZ 1952, pág. 23; Otto, Grundkurs págs. 259 ss.; KiM, Allg. Teil § 20
^^ En relación con la crítica de la teoría subjetiva de la participación vid. Beling, GS 101 (1932) pág. núm. 29; Rudolphi, Bockelmann-Festschrift págs. 372 ss.; Sax, ZStW 69 (1957) págs. 432 ss.; Schroeder,
10; Bloy, Bereiligungsform págs. 99 ss.; Bockelmann/Volk, AUg. Teil pág. 176; H. Bruns, Kritik der Lehre Der Tarer hinter dcm Tater págs. 70 ss,; Welzel, Lehrbuch pág. 100; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 749 ss.;
vom Tatbestand pág. 56; Gallas, Materialen Tomo I págs. 123 ss.; el mismo, ZStW Beiheft Athen 1957 SK (Samson) § 25 núm. 18; Wessels, Allg. Teil núm. 518. Un anrecedente de esta teotía se encuentra ram-
págs. 7 ss.; Herzberg, Táterschaft págs. 5 ss.; Roxin, Táterschaft und Tatherrschaft págs. 51 ss.; el mismo, bién en Welzel, ZStW 58 (1939) pág. 539 ("dominio final del hecho"). Defiende una teotía del dominio del
Kriminalpolitik págs. 20 ss.; Sax, JZ 1963, págs. 330 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I ntims. 745 ss.; Spendel, hecho anclada en un critetio subjetivo, Nowakowski, JZ 1956, pág. 546. En este contexto también hay que
JuS 1969, págs. 314 ss.; SK(Samson) § 25 núm. 17; Wessels, Allg. Teil núm. 517. Frisch, Lexikon 8/1620 hacer mención de la "teoría de la consideración del hecho como totalidad' de Schmidhiiuser, Allg. Teil pág.
pág. 3, sostiene con razón que tras la introducción del § 25 I ya no es defendible la reoría subjetiva exttema. 582, que se comprende no de un modo definitotio sino de fotma fenomenológica. Una profunda crítica a la
702 § 61 Fundamentos de ia teoría de la autoría y jjarticipación
V. 1.a teoría del dominio del hecho 703

ro de partida para la solución del problema es el concepto restrictivo de autor con su conexión al
b) El segundo grupo de casos se refiere a la cooperación de varios en la coautor/a (§ 25
tipo legal. De este modo, la autoría no se funciamenta por medio de cualquier cocausacióii del
II). Ante todo, la totalidad los intcrvinicntes deben ser aquí cotitulares de la resolución delicriva
resultado típico sino sólo, básicainentc, a través de la realización de la acción típica. Esta, sin
conjunra porque sólo de esta forma pueden convertirse en socios en el ejercicio del dominio del
embargo, ni es entendida sólo como una actuación que expresa una actitud determinada ni como
hecho. Pero, además, cada uno de ellos también debe realizjr objetivamente una aportación sig-
un puro suceso externo; su comprensión se basa en una unidad de sentido objetivo-subjetiva. Con
nificativa al hecho que, en todo caso, vaya más allá de una mera acción preparatoria. Sin embar-
ello el hecho aparece como la obra de una volunrad directora del acontecimiento''. Pero para la go, a través de una "división de roles" que resulte más adecuada a la finalidad perseguida puede
autoría no es sólo decisiva la voluntad directiva sino también la importancia material de la inter-
vención en el hecho que cada codelincuente asume. En consecuencia, sólo puede ser autor quien,
t derivarse para la coautoría que una aportación al delito que formalmente no entra dentro del
marco de la acción típica es suficiente para su castigo como forma de autoría. Tan sólo debe
de acuerdo con el significado de su aportación objetiva, gobierna el curso del hecho. tratarse de una parte necesaria de la ejecución del plan delictivo conjunto en el marco de una
2. De ello se sigue, ante todo, que la realización de propia mano y plenamente respon- "división del trabajo" llevada a cabo racionalmente (dominio funcional del hecho)^'^.
sable de todos los elementos del tipo fundamenta siempre la autoría. Este es también el
Ejemplos: Es coautor quien como el líder de una banda de ladrones dirige en el lugar del delito la
sentido del § 25 I, primer supuesto, segiin el cual es castigado como autor "quien realiza el he- intervención de sus miembros, incluso aunque él no sustraiga personalmente el horín. Quien, por el contra-
cho por sí mismo" (vid. stipra § 61 IV 3). rio, en un momento inmediatamente antetior al hecho interviene en el plan ya preparado de un robo con
3. Sin embargo, el concepto de autor no se limita, tal y como sostiene la teoría objetivo- asesinato, limitándose a suministrar el arma y permaneciendo cerca del lugar de la ejecución para propor-
cionar así el suficiente valor a sus autores, es sólo responsable por complicidad (de otra opinión, OGH 1,
formal, a la realización de la acción típica en su riguroso sentido literal. De la redacción del § 25
365 [367]). Quien codomina un bloqueo contra la policía mediante la convocatoria del mismo y desarrolla
se deduce, más bien, que el tipo, bajo ciertos presupuestos, también puede ser cumplido por
actividades directivas de su ejecución, es coautor en el sentido de los §§ 105, 125, 125a, aún cuando no se
quienes en realidad no llevan a cabo una acción típica en sentido formal pero que, a pesar de encuentre en el lugar de los hechos (BGH 32, 165 [180] "Caso Starrbahn West"). Es también coautor en el
ello, poseen el dominio del hecho o intervienen en el mismo. sentido de! § 99 quien, con pleno conocimiento de todas las circunstancias, está integrado en actividades de
a) Por un lado, se trata de los casos de autoría mediata (§ 25 I, segundo supuesto) acepta- espionaje, incluso aunque sólo preste servicios de apoyo (BGH NStZ 1984, pág. 287).
dos por la doctrina y la jurisprudencia, en los qire el hombre de atrás se sirve de otra persona 4. En la jurisprudencia del BGH dominaba hasta el momento la teoría subjetiva (vid.
para la comisión del hecho y, a través de su "preponderancia", obtiene un dominio del hecho supra § 61 IV 2). En su aplicación posterior ha ejercido influencia la problemática relativa a los
asimilable valorativamcnre a la perpetración inmediata del mismo (BGH 32, 38 [42]: instiga- crímenes violentos cometidos durante el nacional-socialismo que se planteó tras la segunda gue-
ción al suicidio como delito de homicidio en virttid de un conocimiento superior [Caso Sirius]). rra mundial. En la condena por los asesinatos ordenados en el marco de organizaciones, los tri-
Quien, por el contrario, determina a una persona que actúa típica y antijurídicamente, así como bunales han rehuido aceptar la autoría cuando los ejecutores vivían bajo la esfera de influencia
de modo plenamente responsable, es inductor incluso aunque éste "domine" más o menos aqué- de quienes los ordenaban y, en lugar de aquélla, se decidían por la complicidad sobre la base del
lla de un modo puramente fáctico; y ello porque la provocación de la resolución delictiva sigue la teoría subjetiva de la participación "'. Entretanto, la última jurisprudencia ha introducido con
siendo inducción aún cuando ésta se adopta, como ocurre la mayoría de las \tce-S, bajo el fuerte
influjo del hombre de atrás •'^.
Zipf, Allg. Teil II § 48 núms. 85 ss.; Kühl, Allg. Teil § 20 núms. 77 ss.; KohlraiischlLange, nota preliminar
núm, I 5 B 1 antes del § 47; también a favor de la autoría en los supuestos de error de prohibición vencible,
coacción y dominio de la voluntad en vittud de un aparato organizado de poder Roxin, Tarerschaft und
teoría del dominio del hecho se encuentra en Stein, Die strafrechtiiche Beteiligungsformenlehre págs. 189
Tarherrschafr págs. 199 ss., 242 ss.; el mismo, Lange-Festschrift págs. 177 ss.; el mismo, GA 1963, págs, 199
ss. El intento de Bottke, Taterschaft und Gestaltungsheírschaft, 1992, de fundamentar el concepto de la
ss.; LK(11.") (Roxin) § 25 núms. 83 ss., 128 ss. Fundamental sobre el tema, Schroeder, Der Tater hinrer
autoría con vistas a un sistema de Derecho penal común europeo, sobre la base de los "idiomas cotidianos
dem Tater págs. 119 ss. Acertadamente en contra de esta teoría Spendel, Lange-Festschrift pág. 171. Sin
europeos", no suministra un conocimienro fiable porque para el concepto de autoría en los Derechos euro-
embargo, el BGH también ha admitido la autoría en el caso extremo del "Rey de los Gatos" ("Katzenkonig-
peos lo importante no es el idioma cotidiano sino el texto de la Ley y su interpretación por la jurispruden-
Fail") (BGH 35, 347 [351]), para las personas de atrás que determinaron a un autor a intervenir de forma
cia. Al respecto vid. Lesch, GA 1994, págs. 112 ss.
dolosa y plenamente responsable. Un paso más da el BGH cuando en una sentencia consideró coino auto-
^- Así, Gallas, Matetialen Tomo I pág. 128. Además, hay que darle toda la razón a Engisch, ZStW 66 res mediatos a los miembros del Consejo Nacional de Defensa de la desaparecida República Democrática
(1954) págs. 383 ss., cuando afirma que se trata de una "imagen", pero no resulta posible conseguir más Alemana en relación con el homicidio doloso y plenamente responsable cometido por soldados frente a los
que una descripción gráfica del supuesto de hecho. fugitivos que intentaban atravesar la frontera de la Alemania del Este (BGH 40, 218 [236 ss,] con comenta-
^^ Así, por primera vez Hegler, RG-Festgabe pág. 307. rio aprobatorio de Roxin, JZ 1995, pág. 49).
^'' En este sentido también Gallas, Materialien Tomo I pág. 134; el mismo, ISii^ Beiheft Athen 1957
^' Vid. Gallas, DRZ 1950, págs. 67 ss.; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs, 275 ss,, 6l4 ss.;
págs. 14 ss.; H. Mayer, Lehrbuch pág. 313; DreherlTrñndle, § 26 núm. 4; Herzherg, Taterschaft pág. 19;
Maurach/Giissel/Zipf, M\g. Teil II § 49 núm, 5; Kühl, Allg, Teil § 20 núms, 103 ss.; Lackner, § 25 núm, 11;
Roxin, Taterschaft und Tatherrschafr págs. 161 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 771; Welzel, SJZ 1947,
Stratenwerth, Allg. Teil núm, 823; SK(Samson) § 25 núm, 43; Wessels, Allg, Teil núm. 526, Restringidamente
pág. 650; Wessels, Allg, Teil núm. 523. Por el contrario, la cada vez más extendida teoría del "autor detrás
Herzherg, Tarerschaft págs, 57 ss,; críticamente, Friseh, Lexikon 8/1620 pág. 4,
del auror" se pronuncia a favor de la auroría en virtud del dominio de la voluntad por parre del hombre de
atrás; vid. en este sentido, Baumann, NJW 1963, pág. 564; Blei, Allg. Teil pág. 258; Cramer, Bockelmann- ^^ Vid, críticamente al respecto, Baumann, Die strafrechtiiche Problematik pág, 317; Hanack,
Festschrift pág. 393; Hardwig, GA 1954, págs. 260 ss.;Jdger, MSchrKrim 1962, pág. 79; Maurach/Gossel/ Bestrafung narionalsozialistischer Gewaltverbrecher págs, 34 ss,; LK(9.'')(Busch) nota preliminar núm. 19a
antes del § 47; vid., además, la resolución de la Comisión DJT, jZ 1966, pág. 715,
VI!. La dejiendcncia de la participación del hecho principal (accesoriedad) 705
704 § 61 Fundamentos de la teoría de la autoría y partici[iaci(')n

tráfico jurídico, coopera a la realización del tipo, de modo que para ser castigado hay que
fucr¿a criterios objetivos en la anterior teoría puramente subjetiva, recurriendo a una valoración
tener en cuenta que, en la medida en que no se trate de un delito de resultado puro (por ejem-
global en la que se destaca como punto de apoyo el interés y el dominio del hecho o, por lo
plo, §§ 222, 230''", 3 0 9 ' " ) , debe también cumplir con los elementos de la acción (verbigracia,
menos, la voluntad de dominarlo ^'. Por medio de este acercamiento podría ser alcanzado, en
§§ 163, 310b IV''^, 315c III núm. 2, 3 1 6 1 1 , 3 2 6 ^ 3 ) . En conclusión, tampoco existe diferen-
cuanto a sus resultados, un consenso suficiente para la gran mayoría de los casos.
cia entre la autoría y la participación en la imprudencia consciente (vid. supra § 54 VI).
Ejemplos: En el delito de evasión de divisas lo relevante para la coautoría es hasta qué punto cada
Ejemplos: Si la acompañante del conductor incita a éste a conducir de modo irresponsable provocando
intervinicntc ha codominado el curso del hecho (BGH JR, 1955, 304 [305]). Es autor quien mata a una
así un accidente, son ambos autores del homicidio imprudente (no obstante, sólo el conductor es también
persona de propia mano, incluso aunque lo haga bajo la influencia y en presencia de otro y, asimismo, lo
castigado por el § 315c I núm. 2b en conexión con el apartado 3 núm. 2). Existe homicidio imptudente
haga exclusivamente en interés de éste (BGH 8, 393 1396]). En el doble suicidio que fracasa para una de las
cometido por autotía accesoria cuando conjuntamente dos ttabajadotes de la construcción arrojan una viga
personas, el superviviente es autor del § 216 si hasta el liltimo momento había controlado el acontecimien- a la calle de un modo tan descuidado que matan a un viandante.
to que debía conducir a la muerte (BGH 19, 135 [140]). Para la aceptación de la coautoría en el tobo con
extorsión tcsulta detetminante la voluntad de autor sobte cuya existencia hay que decidir "desde un ptmto
de vista valorativo", con lo que el interés y el grado de dominio del hecho desempeñan un cierto papel
Vil. La dependencia de la participación del hecho principal (accesoriedad)
(BGH 28, 346 [348 ss.]). La coautoría en el asesinato presupone que ambos acusados han querido como
propio el hecho, pero para ello hay que encontrar puntos de apoyo en el grado de interés que se po,see, en el 1. La participación (inducción y complicidad) depende de la existencia de un hecho princi-
alcance de la intervención y en el dominio del hecho o, como mínimo, en la voluntad de dominar esre pal doloso (accesoriedad), pues sólo a ttavés de la comisión de éste se consuma el tipo de injusto
último (BGH GA 1984, pág. 287). De modo similar, BGH 36, 363 (367); BGH NStZ 1982, pág. 27;
de los §§ 26 y 27. Ello conduce a la cuestión de cuáles son las cualidades que el hecho principal
1984, pág. 287; 1985, pág. 165; 1987, pág. 224.
debe presentar para constituir un punto de contacto adecuado con la responsabilidad del partícipe.
Esta cuestión desempeña también su papel en la coautoría pues también en ella la aportación de un
VI. La intervención en el delito imprudente interviniente es completada con la del otro hasta el pleno cumplimiento del tipo '*''.
Hasta 1943"" rigió el principio de la accesoriedad estricta, según el cual, el autor debía habet come-
Cuando varias personas cometen conjuntamente un delito a consecuencia de su impruden- tido una acción "punible". Pot ésta se entendió una acción que tenía que ptesentar todos los elementos de la
cia inconsciente no es posible hacer una distinción entre autoría y participación, pues en todos punibilidad (tipicidad, antijuricidad y culpabilidad) prescindiendo de las causas personales de exclusión de
los intervinientes está ausente del mismo modo la previsión del resultado típico y, en consecuen- la pena y de los presupuestos procesales'"'. De modo precipitado y sin tener claras las consecuencias que de
cia, no puede hablarse del dominio del acontecimiento por ninguno de ellos ^*. Por el contrario, ello se derivaban ''^, la VO de 29.5.1943 (RGBI. I pág. 341) inttodujo la accesoriedad limitada pata col-
en la imprudencia consciente es imaginable una clasificación que se correspondería con la del de- mar las supuestas lagunas de punibilidad, a pesar de que el § 4 JGG de 1923 hacía ya tiempo que había
lito doloso, pues al menos los implicados se representan aquí la realización del tipo como posible resuelto la cuestión de la accesoriedad en la participación de delitos cometidos pot jóvenes en el sentido de
consecuencia de su hacer. Sin embargo, en los §§ 26, 27 la Ley sólo penaliza la participación su limitación, y de que los restantes casos pudieron ser abarcados sin mayor problema a ttavés de la figuta
dolosa en un hecho que también ha de ser doloso. En el marco de la imprudencia lo determi- (ya reconocida por toda la doctrina) de la autoría mediata. El hecho ptincipal ya sólo necesitó ser una "ac-
ción amenazada con pena" (§§ 48 I, 49, en su redacción anterior). La forma en que ello había de ser enten-
nante para su graduación es sólo el grado de infiacción del deber de cuidado, algo que se mide
dido la suministraba el § 50 I en su redacción anterior por medio de la definición de que cada interviniente
con criterios diversos a los que puede suministrar la teoría del dominio del hecho . De ahí que
debía ser "castigado de acuetdo con su propia culpabilidad sin consideración a la culpabilidad de los otros".
autor del delito imprudente es todo aquel que, con infiracción del cuidado necesario en el En esta tegulación fue discutida sobre todo la cuestión relativa a si la posibilidad de la participación depen-
día o no del dolo del autor (al respecro vid. la 2.' ed. de esra obra págs. 498 ss.).

2. El Derecho vigente desde la reforma de 1975, en coincidencia con la doctrina entonces


^^ Vid. Roxin, Tarerschaft und Tatherrschaft págs. 277 ss.; LK (1 l.')(Roxin) § 25 núm. 29; Lackner, ya dominante y también con una parte de la jurisprudencia (BGH 9, 370), cerró esta polémica
nota preliminar núms. 5 ss. antes del § 25; Küpper, GA 1986, págs. 440 ss., 444 ss.; Otto, Jura 1987, pág.
en el sentido de que la inducción y la complicidad presuponen la comisión de un hecho
249; Geerds, Jura 1990, págs. 175 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 522.
^* Vid. GJ/¿?S, MaterialenTomo I págs. 128 ss.;^/»/;^», ZStWBeiheft Athen 1957 pág. \8; Herzberg,
Taterschaft págs. 72 ss.; Jakobs, Aílg.Teá 2111\\; Maurach/Gossel/Zipf, Mlg.Teil II § 47 núm. 102; Schiinke/
'"'' La remisión debe entendctse tealizada al vigente § 229 (N del T).
Schroder/Cramer, nota preliminar núm. 15 antes del § 25; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1152; Welzel,
"" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306d (N del T).
Lehrbuch pág. 99.
''^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 307 IV (N del T).
^' Vid. LK (11 .'')(Rox¡n) § 25 núms. 217 ss. De acuerdo con la doctrina mayoritatia la intervención •*' Así, acertadamente, ya/^tf¿í, Allg. Teil 21/111.
imprudente en un hecho doloso es autoría accesoria imprudente (vid. siipra § 54 IV). En contia de la puni- ''* Asimismo, LK(9.'')(Busch) nota preliminar núm. 28 antes del § 47.
bilidad de la actuación imprudente en tales casos, Spendel, JuS 1974, pág. 756. La participación dolosa en
"" Acerca del desarrollo anrcrior del concepro de accesoriedad vid. Schlutter, Zur Dogmengeschichte
una antepuesta en peligro ajena (dolosa o imprudente) sólo es punible como lesiones corpotales u homici-
der Akzessorietat págs. 13 ss.
dio cuando el partícipe, en virtud de un conocimiento superiot, comprende mejor el riesgo que quien se
'"' Vid. Frank, § 48 comentario II 2; § 49 comentario I; RG 31, 395 (396); 57 272 (273); 70, 26
pone a sí mismo en peligro (BGH 32, 262 [265]; BGH NStZ 1984, pág. 452; de acuetdo LKdO.") [Jahnke]
(27). En aquel enronces ya con otro punto de vista, Kantorowicz, Tat und Schuld págs. 120 ss.
§ 222 núm. 21; Stree, JuS 1985, págs. 181 ss.). A favor de la diferenciación entre la autoría y la participa-
''^ Vid. Oehler, Festschtift zum 41. DJT pág. 255.
ción también en el ámbito de la imprudencia, Otto, Spendel-Festschrift págs. 271 ss.
706 § 61 Ftiiidamenfos de la teoría de la autoría y participacKÍii
Vil. La dependencia de la participación del hecho principal (accesoriedad) 707

antijurídico principal de carácter doloso ( § 1 1 1 iním. 5) '*''• l'or medio de esta regulación ha
quedado claro el punto de referencia de la inducción y la complicidad. Sin embargo, se originan lo adquiere del hecho ajeno. Por este motivo, la liinitación de la accesoriedad no puede ir hasta
lagunas de punibilidad en ios casos en los que el autor principal actiía imprudentemente y el el punto de eliminar el requisito de un hecho principal típico y antijutídico. Una rígida regula-
hombre de atrás no posee los elementos personales de la autoría exigidos por ci tipo: por la au- ción de la accesoriedad que extendieta todo elemento cualificador o privilegiante del hecho prin-
sencia de un hecho principal doloso este último no puede set castigado como inductor y por la cipal a todos los intervinicntes, provocaría efectos injustos pues los aspectos modificativos de la
falta de la cualidad para ser autor tampoco como autor mediato ''^. Problemas similares surgen punibilidad pueden cstat vinculados a la persona hasta tal punto que sólo puedan petjudicar o
también en los delitos de propia mano. beneficiar a aquellos codelincuentes sobre ios que realmente concurtan '". Por ello el § 28 II de-
termina que los elementos personales especiales que agravan, atenúan o excluyen la pena
Ejemplos: Quien instiga a un médico a la revelación imprudente de unos hechos que pertenecen al sólo se imputan al interviniente en el que concurran '^. Esto significa que en la elección del tipo
secreto profesional no puede ser castigado por inducción a la infracción de su reserva (§ 203 núm, 1) (de
penal aplicable los elementos petsonales especiales que, respectivamente, agravan o atenúan la
otra opinión, BGH 4, 355; 5, 47). Quien hace creer al conductor de un vehículo implicado en el accidente
pena, sólo se tienen en cuenta en aquel autor o partícipe en quien concurran. Y así, por ejemplo,
que el otro iiuerviniente ha renimciado a las comprobaciones no puede ser castigado por complicidad en el
en la inducción a las lesiones corporales que se cometen estando de servicio, el funcionario es
deliro del § 142 (OLG Stuttgart JZ 1959, pág. 579) ».
castigado por el § 340 I y el inductor no cualificado por el § 223 " . A través de esta regulación
3. Dudosa es la cuestión de si para la punibilidad del partícipe basta con que éste haya la situación del partícipe no sólo puede verse atenuada sino que también puede agravarse, pues
aceptado erróneamente que el autor actuaba dolosaincnte. De acuerdo con su representación los elementos personales cualificadores de la pena que, ciertamente, concurren en él y no en el
aquí el partícipe cumple todos los requisitos de los §§ 26 y 27. La disposición contenida en el § autor, también le perjudican; asimismo, las circunstancias personales privilegiantes concurrentes
32 E 1962 que expresamente se conformaba sólo con la representación del partícipe de la inter- en la persona del autor y ausentes en el partícipe no le benefician. Además de lo dispuesto por el
vención dolosa del autor, no ha sido asumida sin embargo por el Derecho vigente (vid. BT- § 28 II, el § 28 I determina a favor del partícipe no cualificado que ante la falta de elementos
Drucksachc V/4095). Dado que en los §§ 26 y 27 la Ley exige expresamente el dolo (objetiva- personales especiales que fundamentan la punibilidad del autor, entra en juego la atenuación de
mente existente) del autor para la punibilidad del partícipe, no cabe conformarse con la suposición la pena conforme al § 49 I. Más allá del tenor literal de esta regulación se extraen dos conse-
del dolo sin infringir la prohibición de la analogía (BGH 9, 382; KG N J W 1977, 817 [819]) 5' cuencias: la primera es que quien no posee dicha cualidad exigida para ser autot tampoco puede
(con otra opinión en la 2." ed. de esta obra pág. 499). Ello significa que por ahora sólo puede ser convertifse en tal por medio de su colaboración con la persona que sí posee aquélla (diversamente
castigado por inducción intentada a un delito conforme al § 30, mientras que el resto de los a como prescribe el § 1 4 1 2 OWiG); la segunda es que quien como inductor o como cómplice
casos quedan impunes. apoya a un autor cualificado, también es castigado por ello (naturalmente, de modo atenuado)
4. La participación no es portadora por sí misma del pleno contenido de injusto sino que aún cuando carezca de los presupuestos para ser autor.

a) Es dudoso lo que debe ser entendido bajo la expresión "elementos personales especia-
les" ' ^ Según la definición del § 14 I se trata de "cualidades, relaciones o circunstancias persona-
''* Vid. en el mismo sentido, Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 555 ss.; Bockelmann, Gallas-Festschrift
págs. 261 ss., con referencias adicionales en nota a pie núm. 2; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 10 les especiales". Como elementos personales cualificadores de la pena del § 50 II, en su redac-
antes del § 25; Lackner, nota preliminar núm. 9 antes del § 25; Matirach/GosseUZipf, /^\g. Teil II § 53 núm. ción anterior, fue exigido en algunas ocasiones el aspecto de lü duración del delito (RG 25, 266
107; SK(Samson) nota preliminar núm. 27 antes del § 26; Stratenwenh, Allg. Teil 1 núm. 880; Wessels, Allg. [267]; O G H 1, 95 [104]; OLG Braunschweig M D R 1948, pág. 183). Pero no se trata de ello
Teil núm. 553. sino sólo del carácter personal/simo del elemento (BGH 8, 205 [209]; 2 3 , 103 [105]) "^. Hay
"" Sin embargo, también los críticos sostienen que la regulación de los §§ 26 y 27 es inequívoca y que distinguir entre elementos petsonales referidos al hecho y los referidos al autor (por ejemplo.
vinculante; vid. LK(¡ 1 .'')(Roxin) nota preliminar núm. 28 antes del § 26; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft
págs. 552 ss.\ Jakobs, Allg. Teil 22/12 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 539 nota a pie núm. 11; Schonkel
Schroder/Cramer, ñora preliminar núms. 29 ss. antes del § 25. Por su parte, Langer, Sonderverbrechen pág. '^ Profundizando en ello, Schünemann, Jura 1980, págs. 356 ss.; Grünwald, Armin-Kaufmann-
AdZ, se conforma CO'Í\ un "hecho principal conscientemente infractor" (acerca de este concepto vid. pág. Gedachtnisschrift págs. 555 ss.
301) y según Schmidhauser, Studicnbuch pág. 274, debe bastar con "la acción del autor emprendida volun- ^^ La idea básica del § 28 II es aplicable a los ejemplos reglados de modo que, por ejemplo, la cir-
tariamente". cunstancia agravante contenida en el § 243 I núm. 3, sólo perjudica al partícipe que por sí mismo intervie-
'" Al respecto vid. Herzberg, ]uS 1975, págs. 577 ss.; Roxin, Einführung pág. 31. ne profesionalmente; vid. Wessels, Maurach-Festschrift pág. 307; DreherlTrondle, § AG núm. 49.
" En este sentido se pronuncia el parecer doctrinal mayotitario; vid. Bockelmann, Gallas-Festschrift 5'' Pof el conttario, LK(U.'XRoxin) § 28 núms. 3 .ss; Cortes Rosa, ZStW 90 (1978) pág. 433 y Wagner,
págs. 261 ss.; Herzberg, Taterschaft págs. 45 ss.\ Jescheck, SchwZStr 90 (1975) pág. 32; Letzgiis, Vorstufen Amtsverbrechen págs. 386 ss., pretenden aplicar al partícipe el tipo realizado por el autor mienttas que el
pág. M-, Maurach/GosseUZipf, M\p TeiflI § 48 núm. 32; LK (1 l.-XRoxin) § 25 núm. 143; Preisedanz, § 25 tipo que, de acuetdo con el § 28 11, se deriva para el partícipe sólo debe ser tenido en cuenta en el marco de
comentario III 2 caá; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 556 ss.; SK (Samson) nota preliminar núm. la dererminación de la pena.
27 antes del § 26; Schbnke/Schroder/Cramer, nota preliminar núm. 30 antes del § 25; Stratenwenh, Allg. Teil ' ' Vid. las exposiciones de Heidland, Die besonderen personlichen Merkmale págs. 28 ss.; Jahrig,
I núm. 963; Wessels, Allg. Teil núm. 554. Defendiendo la opinión contraria, Baumann/Weher, Allg. Teil págs. Dic persónliche Uinstande págs. 56 ss.; Gerl, Die besonderen personlichen Merkmale págs. 81 ss. Desarro-
557 ss.; DreherlTrondle, nota pteliminar núm. 10 antes del § 25; Lackner, nota preliminar núm. 10 antes llando principios para la interpretación de los tipos, Schwerdtfeger, Besondcre persónliche Unrechtsmerkmale
del § 25; Eser, Strafrecht II núm. 41 A núms. 22 ss.; Schoneborn, XSiW 87 (1975) pág. 911 nota a pie págs. 235 ss.
núm. 38. ' ' En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Blei, Allg. Teil pág. 268; DreherlTrondle,
§ 28 núms. 3 ss.; Gallas, ZStW Beiheft Athen 1957 pág. 35; KohlrauschlLange, § 50 comentario III; LK
708 § 61 F u n d a m e n t o s de la teoría de la autoría y participación VIL La dcpcntlcncia de la parricipación del hecho principal (accesoriedad) 709

en el delito d e asesinato e n t r e los p r i m e r o s se e n c o n t r a r í a la alevosía según la B G H 2 3 , 103 [105] cusrotlia de la cosa en el § 246, segunda modalidad coniisiva (posición especial de confianza del autor)''', la
y entre los s e g u n d o s los móviles abyectos B G H 2 2 , 3 7 5 [378 ss.] y el á n i m o d e o c u l t a r la c o m i - codicia en el asesinato (BGH NStZ 1989, pág. 19) y la condición de funcionario público en los delitos
sión d e u n delito B G H 2 3 , 39) ^''. Bajo el § 2 8 sólo se c o m p r e n d e n los e l e m e n t o s p e r s o n a l e s contra la Administración pública (RG 65, 102 [105]; 75, 289 [290¡; BGH N J W 1955, pág. 720). El § 28
referidos al a u t o r mientras q u e los v i n c u l a d o s c o n el h e c h o , c o m o caracterizan al injusto del II tampoco rige para la parricipación de personas civiles en delitos militares de acuerdo con el § 1 IV WStG,
aún cuando el hecho sea punible simultáneamente de acuerdo con el Derecho penal general; de este modo,
h e c h o p r i n c i p a l p e r p e t r a b l e p o t c u a l q u i e r a , son t r a t a d o s d e a c u e r d o c o n las reglas generales d e la
por ejemplo, el soldado es cistigado por coacciones a un superior conforme al § 24 WStG y el civil que
accesoriedad ^^. Según ello, no todos los e l e m e n t o s d e t e r m i n a n t e s del aspecto personal del injusto
toma parte como inductor o como cómplice lo es a rravés del § 240 '^.
de acción p e r t e n e c e n a las cualidades, relaciones y circunstancias personales (vid. supra § 2 4 III
4 ) . A exceptuar son, p o r u n lado, el dolo y, p o r o t r o , las intenciones i n t e g t a n t e s d e los e l e m e n t o s bb) Un elemento personal atemiador de la pena es el actuar por la petición seria y expresa de la víctima a
subjetivos del injusto ( R G 5 6 , 171 [173]) (vid. supra § 3 0 II 1), p u e s sólo s o n reflejo subjetivo la que se mará (§ 216); en cambio, para el resto de las citcunstancias que notmalmente se citan en este
de los e l e m e n t o s del t i p o objetivo ' ' . T a m p o c o p e r t e n e c e n a q u í los deberes de garante d e los deli- contexto (pot ejemplo, capacidad de culpabilidad disminuida conforme al § 2 1 ; la cualidad de madre
extramatrimonial del § 217 ''^j rige el § 29 puesto que desde un punto de vista correcto constituyen causas
tos d e o m i s i ó n i m p r o p i a , p u e s t o q u e la p r o h i b i c i ó n c o n t e n i d a en estas infracciones se dirige a
de atenuación de la culpabilidad (vid. injra § 61 VII 4c).
cualquier persona y el d e b e r d e g a r a n t e sólo posee el significado d e e q u i p a r a r el hacer positivo y
la o m i s i ó n e n la i m p u t a c i ó n del resultado t í p i c o ' ' " . F i n a l m e n t e , t a m p o c o se a l u d e a q u í a los ele- ce) Bajo el dominio de la accesotiedad estricta eta ya aceptado que las causas personales de exclusión y
m e n t o s objetivos del a u t o r del § 14 I n ú m s . 1-3 q u e , i n t e r p r e t a d o s c o r r e c t a m e n t e , n o cabe vin- supresión de la pena dejan intacta la responsabilidad del partícipe (por ejemplo, el desistimienro de la tenta-
cular c o n la definición d e e l e m e n t o s personales especiales c o n t e n i d a e n esa m i s m a disposición tiva de acuerdo con el § 24 o la inviolabilidad de los parlamenrarios conforme al art. 46 I G G ) , puesto que
una "accesoriedad exrrema" no ha existido nunca (vid. supra § 52 III 2).
(vid. supra § 2 3 V I I I 2 ) .
b) La relajación de la accesoriedad en v i r t u d del § 2 8 II e n t t a en juego en las variaciones
aa) Cualidades, relaciones o circunstancias personales que agravan la pena son, por ejemplo, la
dependientes del tipo básico (vid. supra § 2 6 III 2) c u a n d o éstas c o n t i e n e n e l e m e n t o s personales
profesionalidad y la habitualidad en los §§ 180a, 260 I, 260a, 261 IV 2 (RG 26, 3; 6 1 , 268; 7 1 , 72), la
especiales ( p o r e j e m p l o , § 221 II "^^ 2 3 2 II, 2 6 0 I n ú m . 1, 2 9 2 I I I " , 3 4 0 ) . La posibilidad d e
p o d e r aplicar t a m b i é n esta disposición a los delitos de propia mano d e b e i n d a g a t s e p o r vía i n t e r -
pretativa. Si falta u n t i p o d e partida c o n j u n r o c o n el q u e p o d e r relacionar u n e l e m e n t o p e t s o n a l
(9.'')(Busch) § 50 núms. 17 ss.; Maurach/Gossel/Zipf, Al\p Teil II § 53 núm. 4 8 ; Schonke/Schroder/Cramer, § especial c o m o causa d e agravación o a t e n u a c i ó n d e la p e n a , e n t o n c e s el i n t e r r o g a n t e debe ser
2 8 n ú m . \'i\ SK(Samson) ^ 2S núm. 16; VTftó, Lehrbuch págs. 120 ss.; W«S<?/Í, Allg. Teil núm. 555. Por el c o n t e s t a d o n e g a t i v a m e n t e ''^.
contrario, Stratenwerth, Allg. Teil I n ú m . 935, conecta el § 28 (prescindiendo de los elementos de la culpa-
c) Los e l e m e n t o s del t i p o de la culpabilidad y, especialmente, los elementos de la actitud
bilidad) sólo con los delitos especiales (por ejemplo, § 266, en segunda modalidad de conducta, o el § 340
i n t e t n a (vid. supra § 4 2 II 3) no constituyen elementos personales especiales en el sentido del § 2 8 ,
en relación con el § 223). Asimismo, Arzt, JZ 1973, pág. 685 y LK(1¡.<') (Roxin) § 28 núms. 51 ss. Herzberg,
pues entran en la órbita del § 2 9 que expresa el principio de la culpabilidad i n d e p e n d i e n t e de los
GA 1991, pág. 173, interpreta que un elemento personal es rigurosamente accesorio "si no dice nada acerca
del desvalor objetivo del hecho y no desempeña ningún papel en la lesión del bien jurídico". Limitando el § codelincuentes . Para los elementos del tipo d e la culpabilidad modificativos d e la p e n a ( p o t ejemplo.
28 a los delitos especiales y de propia mino, Jakobs, Allg. Teil 23/12 ss.; en cambio, Schünetnann, Jura 1980,
págs. 364 ss., pretende incluir todos los elementos personales ("solución unitaria"). Acerca de la crítica al *' La cuestión es discutida; en el sentido del texto, Schonke/Schróder/Eser, § 246 núm. 29, con refe-
criterio de la jurisprudencia, Langer, ErnstWolf-Festschrift págs. 339 ss. rencias adicionales.
'^ Vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil págs. 199 ss.; Dreher/Trondle, § 28 núm. 2; Lackner, § 28 núm. " Vid. Schólz/Lingens, WStG § 1 núm. 4 1 ; § 24 núm. 14.
4; Vogler, Lange-Festschrift págs. 267 ss.; Sch'ónkelSchr'óderlCramer, § 28 n ú m . 15; SK(Samson) § 28 núm. *"' El § 217 que tegulaba el delito de infanticidio se encuentra actualmente derogado (N del T).
16; Wessels. Allg. Teil núm. 558. ''' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 221 II núm. 1 (N del T ) .
'* La distinción de Langer, Lange-Festschrift pág. 2 6 1 , entre "injusto común" e "injusro especial" es ''^ La remisión debe entenderse tealizada al vigente § 292 II núm. 1 (N del T ) .
demasiado estrecha porque sólo está referida a elementos del tipo y, pot ejemplo, no integra el elemento de *' En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Blei, Allg. Teil págs. 269 ss.; LK(9.")
la profesionalidad. También es inadecuada la diferenciación de Herzberg, ZStW 88 (1976) págs. 68 ss., en- (Busch) § 50 núm. 14; H. Mayer, Lehtbuch pág. 340; Schonke/Schroder/Cramer, § 28 núm. 23; SK (Samson)
tre elementos personales "de valoración neutra" y "referidos a la valoración" pues, en última instancia, todos § 28 núm. 23; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 940. A favor de la exclusión de los delitos de propia mano
los elementos del tipo son valorarivos. Vid. al respecto el comentaiio a la discusión de Gallas en Grebing, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 582; Heinitz, Festschrift zum 4 1 . DJT pág. 112; Maurach/Góssel/Zipf, íÚ\p
Z S t W 88 (1976) págs. 173 ss., así como LK(ll.'XRoxin) § 28 núms. 44 ss.; Jakobs, Allg. Teil 2 3 / 1 1 ; SK Teil II § 53 núm. 172.
(Samson) § 28 núms. 18a ss. ''" La cuestión telativa a la clasificación de los elementos del tipo de la culpabilidad es discutida; en el
" Vid. SchonkelSchroder/Cramer, § 28 n ú m . 20; de otta op\m6n, Jakobs, Allg. Teil 23/16. sentido del texto Kühl Allg. Teil § 20 núm. 157; Langer, Lange-Festschrift págs. 252 ss.; Maurach/Gbssel/
' " Así, acertadamente, Geppert, Z S t W 82 (1970) pág. 70; Gerl, Die besonderen pcrsónlichen Zipf. Allg. Teil II § 53 núm. \W; Jakobs, Allg. Teil 23/7; Küper, ZStW 104 (1992) págs. 574, 584;
Verhaltnisse pág. 165; Herzberg, Z S t W 88 (1976) pág. 108; Lackner, § 28 núm. 6; Preisendanz, § 28 co- Schmidh'duser, Allg. Teil pág. 547; Wessels, Allg. Teil núm. 559; LKlH.") (Roxin) § 28 núms. 14 ss.; Herzberg,
mentario núm. 3; SchbnkelSchróderlCramer, § 28 núm. 19; de otra opinión, BaumannlWeber, Allg. Teil pág. ZStW 88 (1976) págs. 71 ss. (los dos últimos bajo la limitación a los elementos de la culpabilidad/íWí/á-
584; Dreher/Trondle, § 28 núm. 6; Eser, Strafrechr II núm. 42 A núm. \2; Jakobs, Allg. Teil 23/25; Langer, mentadores de la pena). Sin embargo, la doctrina mayoritaria aplica el § 29 sólo a las reglas generales sobre la
Lange-Festschrift pág. 262; LKlll.") (Roxin) § 28 núm. 64; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft pág. 515; exclusión y atenuación de la culpabilidad (por ejemplo, §§ 17, 19, 20, 33, 35); así. Gallas, ZStW Beiheft
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 935; SK (Samson) § 28 núm. 2 1 , así como Vogler, Lange-Festschrift pág. 283, Athen 1957 pág. 156; el mismo, Diskussionsbeitrag bei Grf¿/«^, ZStW 88 (1976) pág. \74; Lackner, § 2S
con una profunda fundamenración. núm. 1; SK (Samson) § 28 núm. 14; Schónke/Schróder/Cramer § 28 núm. 5; Stratenwerth, Allg. Teil I núm.
\'I1L Derecho extranjero 711
710 § 61 Fundamcnros de la teoría de la autoría y participación

cipe en el que en cambio sí concurre cuando, por ejemplo, le mete prisa al conductot de un t:ix¡,
el § 217 ''*') la cucsticín de ,su clasificación en el § 28 ó 29 no desempeña papel alguno en la medida
queda no obstante impune porque entonces para el taxista no ha concurrido en absoluto el tipo
en c]iic ambas disposiciones excluyen la acce.soricdad; sí resulta relevante, en cainbio, para los ele-
del hecho principal y la existencia del tipo que cumple el autor se inuestra como un requisito
mentos que fundamentan la pena (vid. al respecto infr/i § 61 VII 4d).
esencial irrenunciable para la punibilidad de la participación (de otra opinión, BayObLG NJW
Ejemplos: Quien induce a la madre soltera al infanticidio es castigado segiín los §§ 212, 26, mientras 1985, pág. 1566 en relación con el clemenro de la "perseverancia" en el § 184a) ^^.
que para la autora entta en aplicación el § 2 1 7 " (§ 29). Asimismo, quien por jirimcra vez persigue piezas
de caza ajenas junto con un conocido que .se dedica proícsionalmcnte a ello, es casdgado por el § 292 I y no 5. De acuerdo con lo dicho, la regulación del § 28 comprende todos los elementos personales
por el apartado tercero '"^. especiales que pertenecen ;rl ámbito del injusto. En lo relativo al de la adpabilidad el § 29 excluye
completamente la accesoricdad, algo que ya se sigue de la limitación de ésta contenida en los §§ 26,
d) Los elementos personales que fundamentan la pena están excluidos de la regulación
27- El principio de la culpabilidad independiente significa que cada uno de los distintos intervinicntcs
del § 28 II porque deben concurrir en la persona del autor para que exista el tipo de la acción
es castigado de acuerdo con su propia culpabilidad. La autonomía del reproche culpabilístico rige para
punible. De ahí que sólo puedan faltar en el partícipe; en este caso atcntían su pena (§§ 28 I, 49
las causas de exclusión y atenuación de la culpabilidad (§§ 17, 19 - 21, 33, 35), así como para los
I), pues el injusto y la culpabilidad en el partícipe no cualificado poseen una menor gravedad
elementos especiales del tipo de la culpabilidad. Sin embargo, para el primer grupo hay que tener en
que en el autor'". No obstante, la atenuación de la pena conforme al § 28 I y al § 27 11 sólo
cuenta que la concurrencia en la persona del "autor" de las causas que excluyen la culpabilidad o que
beneficia al cómplice en una ocasión (BGH 26, 53). A pesar de ello, si la aceptación de la com-
dfsculpan el comportamiento realizado, convierten en autor mediato al hombre de attás si éste se apro-
plicidad posee una base fáctica propia y no se aplica sólo a causa de la ausencia de un elemento
vecha (vid. infra § 62 II ^-6)\ para el segundo grupo también rige el hecho de que ante la ausencia de
pensonal, entonces entra en juego la doble atenuación de la pena (BGH NStZ 1981, pág. 299).
un elemento del tipo de la culpabilidad en la persona del autor, tampoco puede ser castigado el partí-
Ejemplo: Quien induce a un funcionario de correos a ocultar una carta es castigado de acuerdo con el cipe que no presenta por sí mismo dicho elemento.
marco punitivo del § 354 '^ (RG 28, 100 [102]; 71, 330 [332]) que, sin embargo, ha de atenuarse confor-
me a los §§ 28 I y 49 I. Lo mismo sucede si se trata de un delito de encubrimiento real con ocasión del
servicio (§ 346 en su tedacción anterior [actual § 258a] BGH 5, 75 (81 ss.). En ambos casos, y a diferencia VIII. Derecho extranjero
de lo que sucede en la doctrina, la jurisprudencia acepta la existencia de un delito de funcionaiios de carác-
tet propio. Por el conttario, la cualidad de pariente en el § 173 es un elemento referido al hecho de modo Son pocos los Ordenamientos jurídicos extranjeros que aplican el concepto unitario de autor '^'; en cam-
que el inductor que carece de tal condición es castigado segitn los §§ 173, 26 (BGH NJW 1994, pág. 271). bio, la mayoría, al igual que el Derecho alemán, distinguen entte las diferentes formas de colaboración'"'. El
ejemplo principal de una regulación consecuente de autoría unitaria son los §§ 12 y 14 del StGB austría-
Los elementos personales que fundamentan o agravan la pena y que concurren en el autor co ^^. De acuerdo con el § 14 1 1 de dicho texto los elementos petsonalcs especiales que afectan al injusto
o en el partícipe no necesitan ser idénticos sino que pueden diferir unos de otros ^^. despliegan sus efectos a favot y en contta de todos los intervinientes, incluso aunque sólo concurran en uno
Si en el partícipe falta un elemento del tipo de la culpabilidad que fundainenta la pena, de ellos. En Suiza la delimitación entre las distintas formas de colaboración en el delito está regida por la
entonces hay que aplicar el § 29 con la consecuencia de que aquél queda impune. En este punto teoría subjeriva ~'^; la jurisprudencia exige la acruación dolosa y culpable del autor principal'', mientras que
reside una disconformidad determinante con la doctrina mayoritaria que en este caso sólo acepta
una atenuación de la pena de acuerdo con los §§ 28 I, 49 I (vid. supm § 61 VII 4c, especialmen- '"* Así, acerradamente, LK (Il.")(Rox¡n) § 28 mim. 15; asimismo, Herzberg, ZStW 88 (1976) pág.
te la nota a pie niím. 67). 72; Jakobs, Allg. Teil 23/7; Küper, ZStW 104 (1992) págs. 584 ss.; Langer, Lange-Festschrift págs. 252 ss.
Mostrando sus dudas, Dreher/Tróndle, § 28 niim. 7; disienren Schónke/Schroder/Cramer, § 28 mim. 5; SK
Ejemplo: Quien para ganarse unos de marcos en caso de necesidad reparte octavillas en contra de la (Samson) § 28 mím. 12; Stratenwerth, Allg. Teil 1 mím. 926 (en verdad la objeción de la ausencia del tipo de
CSU en las que se desprecia maliciosamente al Land de Baviera, no es punible segiin los §§ 90a I ntím. 1, garantía no afecta a esta solución intermedia),
27, puesto que él mismo no ha actuado con malicia.
'^ Vid. Kienapfel, Einheitstaterschaft págs. 30 ss.; además, el mismo, Der Einheitstatei pág. 17 nota a
Por el contrario, si en el autor falta un elemento especial de la culpabilidad como, por ejem- pie núm. 5(i).
plo, la desconsideración en la inobservancia de la prioridad de paso (§ 315c I núm. 2a), el partí- ''' AI tespecto vid. Dietz, Tatetschaft und Teilnahme págs. 108 ss. Material jurídico extranjero tam-
bién en Rev int dr pén 1956, págs. 156 ss.; 1957, págs. 49 ss. Acerca del Derecho griego Benakis, Tatetschaft
und Teilnahme págs. 37 ss., 60 ss., 122 ss. Una compatación entre Derecho polaco y alemán la realiza
926; Vogler, Lange-Festschrifr pág. 267; Grünwald, Armin Kaufmann-Gedachrnisschrift págs. 566 ss. El § Spotowski, Erscheinungsformen págs. 83 ss.; Herzberg, ZStW 99 (1987) págs. 73 ss.; Hünerfeld, ibidem
14 II del osterr. StGB sigue la solución defendida en el texto; vid. Triffieren Allg. Teil pág. 419. págs. 228 ss. Con catácter genetal desde una visión de Derecho comparadoyoc/jfc^, ibidem págs. 124 ss.
*** El § 217 que regulaba el delito de infanticidio se encuentra actualmente derogado (N del T). ^ Vid. Kienapfel, ]Q\ 1974, págs. \l?i ss.; Pktzgunimer,]VA 1970, págs. 244 ss. Vid., además, la controver-
" El § 217 que regulaba el delito de infanticidio se encuentra actualmente derogado (N del T). sia enttefe/r^íW/c;;O RiZ 1975, págs. \5ss. Y Kienapfel, OKiZ 1975, págs. 165 ss. Mediando en ella, 5f/;mo/¿'í;
'" Actualmente, quien es ptofesional de estas conductas responde por el vigente § 292 II mím. 1 (N OJZ 1983, págs. 337 ss.; Triffterer, Beteiligungslehre págs. 33 ss.; Hopfel, OJZ 1982, págs. 314 ss. Criticando la
del T). rendencia hacia un "sistema mixto" lleno de conttadicclones, Bloy, R. Schmitt-Festschrift págs. AA ss.
'' Vid. Lackner, § 28 mím. 2; LK(ll.'')(¡ioxin) § 28 núms. 60 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 28
^^ Vid. Germann, Die Besrimmungen über dieTeilnalime pág. 36; Schultz, SchwZStr 71 (1956) págs.
núm. 25. Crítico con el § 28 I Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 550.
244ss.;BGE69(1943) IV pág. 97; 76 (1950) IV pág. 160; 77 (1951) IV pág. 91; 101 (1975) IV pág. 31
•'^ La remisión debe entenderse realizada al vigenre § 355 (N del T). 1. A favor de la teoría del dominio del hecho NollITrechsel, Allg. Teil 1 pág. 176.
^^ Vid. BGH 23, 39, con comenrario áejakohí, NJW 1970, pág. 1089. Críticamente al respecto,
^' BGE71 (1945) IVpág. 135; 85 (1959) IVpág. 135.
y4reí,JZ 1973, págs. 682 ss.
712 § 6] Fundamentos de la teoría de la autor/a y [larticifiacióii
§ 62 La autoría mediata 713

una parte de la doctrina otorga preferencia a la accesoriedad limitada sin el requisito de la presencia del dolo
en el autor *". El Dereclioyñ/Krá descansa sobre el principio de la equiparación del castigo entte la autoría y que en el Derecho alemán, entre las formas conocidas de colaboración (arts. 47 ss. W.v.S). La delimitación
la participación (art. 59 C.pág. 1810, art. 121-6 C.pág. 1994) ^'. La docttina las delimita de acuerdo con se lleva a cabo sobte la base de elementos objetivos'". El Código penal belga diferencia entre la autoría (a la
criterios objetivos *^. En la jurisprudencia, ciertamente, se encuentran sentencias que emplean en profundi- que es equiparada la inducción por el .art. 66 C.p.) y la complicidad (art. 67 C.p.) que es castigada más
dad criterios subjetivos ^^, pero han sido objeto de intensas críticas *''. El originatio y riguroso principio del atenuadamente (art. 69 C.p.). Las distintas formas de la autoría y la complicidad son diferenciadas objetiva-
"emprunt de criminalité" ha sido debilitado por una accesoriedad limitada que no exige el dolo en el hecho mente Subte la base de la descripción l e g a l " . El Derecho brasileño, tomando como modelo la normativa
principal*'. El C.p. italiano contiene en el art. 110 un concepto unitario de autor, de modo que no .se italiana, recoge en el art. 29 C.p. el concepto unitario de autor, pero la doctrina distingue entre las distintas
plantea el problema de los criterios de delimitación ni el de la accesotiedad ***. De acuerdo con el art. 117 formas de intervención confotme a criterios objetivos'^. En Derecho inglés la delimitación entre la autoría
de dicho texto, incluso en los delitos especiales y de propia mano basta para la autoría cualquier coopera- y la participación nene lugar, asimismo, desde puntos de vista puramente objetivos: autor es quien realiza
ción con eficacia causal '^. El Proyecto de 1993 mantiene la regulación de un concepto unitario de autor, de propia mano una acción ejecutiva, mientras que el resto de los intetvinientes son partícipes a los que se
pero describe de forma más concreta los presupuestos de la colaboración en el delito. El Derecho español clasifica de acuerdo con un esquema complicado'^. Los codelincuentes que no son autores inmediatos
parre de un concepto restrictivo de autor (art. 14 C p . **), delimita objetivamenrc las disrintas formas de ("secondary patries") son considerados autores ("principal ofifenders") de acuerdo con el art. 8 del Accessoties
intervención y toma por base la accesoriedad limitada *'. En los Países Bajos se distingue, del mismo modo and Abettors Act de 1861, en la redacción dada por la Criminal Law Acr de 1977'''. Las lagunas de punibi-
lidad que provoca la accesoriedad estticta son colmadas por medio de un extenso reconocimiento de la autoría
mediata (principáis by the means of an innocent agent) ' ' . El Derecho norteamericano, a diferencia del in-
glés, se sitúa cerca del concepto unitario de autor en los códigos penales más recientes (vid. el Código Penal
*" Así, Gerniann, Das Verbrechen págs. 78 ss.; Schwander, Das schweiz. StGB pág. 129; Schultz, Modelo Sect. 2.06) "", exceptuándose sólo de un modo especial al "accesoty after the fact" (encubrimiento).
Einführung I pág. 2 9 1 ; de otra opinión, sin embargo, Stratenwerth, Schweiz. Strafrecht, Allg. Teil I pág. En la medida en que, conforme a la Common Law, debe distinguirse entre las diversas formas de colabora-
335, quien demanda el dolo para el tipo del hecho principal; asimismo, Noll/Trechsel, Allg. Teil I pág. 186. ción, se utilizan para ello criterios de delimitación de carácter objetivo'''.
*' Acerca de la diferencia entre la redacción literal de ambas disposiciones, DesportesHe Gunehec, Présentation
núm. 27 y Pradel, Rev dr pén crim 73 (1993) págs. 936 ss.; el mismo. Le nouveau Code penal núm. 32.
'^ Bouzat, Traite págs. 751 ss.; Merle/Vitu, Traite I ntim. 523; Stefani/Levasseur/Bouloc, Droit penal
general núm. 255.
§ 62 La autoría mediata
" Vid., por ejemplo, Cass. De 14.1.1921, Sirey 1922 I pág. 235; Cass. De 13.4.1922, Sirey 1923 I Baumann, Mittelbare Taterschafr oder Anstiftung bei Fehlvorstellungen über d e n Tatmittler?
pág. 4 1 . Vid., además, Merle/Vitu, Traite I niims. 525 ss., sobre la amplia discrecionalidad de la Corte de J Z 1958, pág. 230; Binding, Die drei Subjekte sttafrechtlicher Verantwortiichkeit usw., G S 71 (1908)
Casación mediante la aplicación del criterio de la "assimiktion". pág. 1; el mismo. Das Subjekt des Vetbrechens usw., G S 76 (1910) pág. 8 7 ; Bockelmann, X\it
*"* Vid. Gulphe, Rev se crim 1948, págs. 682 ss. Problematik der Beteiligung an vetmeintlich vorsarzlich rechtswidtigen Taten, Festschrift füt W.
« Vid. Léante, SchwZStr 72 (1957) págs. 14 ss. Gallas, 1 9 7 3 , pág. 2 6 1 ; Drost, Anstiftung u n d mittelbate Taterschaft, Z S t W 51 (1931) pág. 3 5 9 ;
'^ Disiente Detzer, Einheitstaterlbsung págs. 112 ss. Críricamente Seminara, Tecniche normative págs. Engelsing, Eigenhandige Delikte, Sctafr. Abh. Heft 212, 1926; Exner, Fahrlassiges Zusammenwirken,
1 ss. En totno a los motivos para la elección de la regulación de un concepto unitario de autor (a diferencia Fesrgabe für R. v. Frank, Tomo I, 1930, pág. 569; Gallas, A n m e r k u n g zu B G H 2, 150, J Z 1952,
del Código penal de 1889) RomanolGrasso, Commentario II, nota preliminar niim. 9 antes del art. 110. pág. 3 7 1 ; el mismo, Strafbares Unterlassen im Falle der Selbsttbtung, J Z 1960, págs. 6 4 9 , 6 8 6 ;
*^ Sobre ello vid. los comentarios críticos de BettioUPettoello Mantovani, Diritto pénale págs.674 ss.; Grünwald, Die Beteiligung d u r c h U n t e r l a s s e n , G A 1 9 5 9 , pág. 110; Hegler, Z u m Wesen der
además, Nuvolone, Sistema pág. 380; Pagliaro, Principi págs. 53 ss.; Mantovani, Diritto pénale págs. 518 mittelbaren Taterschaft, RG-Festgabe, Tomo V, 1929, pág. 305; el mismo, Mittelbare Taterschaft
ss.; FiandacalMusco, Diritto pénale págs. 358 ss.; Heinitz, Festschrift zum 4 1 . D J T págs. 96 ss.; Kienapfel, bei nicht rechtswidrigem H a n d e l n der Mittelsperson, Festgabe für R. S c h m i d t , T o m o I, 1932
Einheitstaterschaft págs. 30 ss. ( S o n d e r d r u c k ) ; Herzberg, Mittelbare Taterschaft bei rechtmafiig oder u n v e r b o t e n h a n d e l n d e m
** El Código penal de 1995, en sintonía con el § 25 StGB alemán, profundiza en el reconocimiento Werkzeug, 1967; el mismo, Eigenhandige Delikte, Z S t W 82 (1970) pág. 896; el mismo, Der Versuch
de las disrintas formas de codelincuencia. Aunque no acaba de despegarse de la distinción entte autores y
cómplices (art. 27 C.p.), ptopia de los antecedentes históricos de la codificación española, el vigente art. 28
C.p. distingue entre quienes "son" autotes (con reconocimiento expreso de la autoría única inmediata, la
coautoría y la autoría mediata, evidenciando así una redacción similar —aunque no idéntica— a la del texto
alemán) y quienes meramente "se consideran" como tales a los simples efectos punitivos (inductores y co- ' " Vid. al respecto con jurisprudencia, Pompe, Handboek págs. 233 ss.; van Bemmelen/van Veen, O n s
operadores necesarios). Y así, de conformidad con el precepto últimamente citado: "Son autores quienes strafrecht págs. 255 ss.; Hazewinkel-SuringalRemmelink, Inleiding págs. 413 ss. (con indicaciones de la teo-
realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se sirven como instrumento. ría del dominio del hecho
91
También serán considetados autores: Sobre ello DupontlVerstraeten, Handboek núms. 585 ss.; Hennau/Verhaegen, Droit penal general
a) Los que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo. núms. 298 ss.
92
b) Los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado". Fragoso, Linóes págs. 262 ss.; dejesits, Comentarios, art. 29 núms. 3 ss.; da Costajr, art. 29 núms. 5 ss.
93
A estas figutas se añade, además, la complicidad en el delito que aparece regulada en el art. 29 C.p.: Straub, Taterschaft und Tcilnhame pág. 67.
94
"Son cómplices los que, no hallándose comprendidos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución del SmithlHogan, Criminal Law págs. 123 ss.
95
hecho con actos anteriores o simultáneos" (N del T ) . Vid. Kenny/Tumer, Outlines pág. 111; Glanville Williams, Criminal Law págs. 349 ss.
96
*' Vid. Gimbernat Ordeig, ZStW 80 (1968) págs. 915 ss.; Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho Acerca de la regulación del Código Penal Modelo Herlitz, Parties to a Crime págs. 87 ss.; LaFavel
penal págs. 808 ss.; Cobo del RosaUVives Antón, Derecho penal págs. 572 ss.; Antón Oneca, Derecho penal Scott, Substantive Criminal Law 11 págs. 132 ss.
págs. 433 ss.; Mir Puig, Adiciones Tomo II págs. 909 ss. '^ Vid. Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 218, 233; Kadish, California Law Review 73 (1985)
págs. 336 ss.
714 I. Naturaleza y delimitación de la autoría niediaia 715
§ 62 I.a autoría nicdi;tta

bcim uncchtcii Umerlassuugsdclikt, MDR 1973, pág. 89; el mismo, Dcr Aufang des Vcr.suclis der típica. En la autoría mediata el dominio del hecho presupone que el acontecimiento global se
mittc'lbaren T.ater.scbaft, JuS 1985, pág. 1; Hillenkamp, Die Bcdctituiig voii Vor.satzkonkrctisierungen ptcsenta como obra de la voluntad directiva del hombre de atrás y que este controla la acción del
bci abwcichciidcm Kaiisalvcriauf, 1971;///>frA, Anmcrkung zu BGH vom 18.7.1978, JR 1979, pág. ejecutor por medio de su influencia sobre el. El Código penal alude a la autoría mediata en el §
A2'); J/iger, Vcrbrechcn untcr totalitarer Hcrrschafr, \9G7; Johannes, Miitclbarc Tatcrschaft bei 25 I (seta castigado como autor quien comete el delito "por medio de otro") sin definir, como
rcchtmafiigciii Handcln des Wcrkzeugs. Ein Schcinproblem, 1963; Kadel, Vcr.sucbsbcginii bci mittclbarer sin embargo hacía el § 28 II E 1958, las distintas formas de aparición de dicha figura -.
Tatcrschaft, GA 1983, pág. 299; Armin Kaiifmann, Die Dogmatik dcr Umcrlassuugsdclikte, 1959;
Kienapfel, Anmerkung zu BGH 32, 262, JZ 1984, pág. 750; Krüger, Dcr Vcrsuchsbcgiriii bei Fji su hi.sroria dogmárica la autotía mediata sólo desempeñó el otiginatio papel de cubtit lagunas de
mittclbarer Tatcrschaft, 1994; Kühl, Versuch in mittelbarer Tatcrschaft, JuS 1983, pág. 180; Küper, punibilidad. Con ello se ptctcndía comprender aquellos supuestos en los que el castigo a título de inductot
Der Versuchsbeginn bei mittclbarer Tatcrschaft, JZ 1983, pág. 361; el mismo, Mittelbare Tatcrschaft, no era posible en atención a la accesoriedad estricta de la participación.
Verbotsirttum des Tatmittlers und Verantwortungsptinzip, j Z 1989, pág. 9 3 5 ; / Meyer, Kritik an Actualmente, sin embargo, se admite generalizadamente que la autoría, también en la for-
det Neuregelung der Versuchsstrafbarkcit, ZStW 87 (1975) pág. 598; M.-K. Meyer, Ausschlul? dcr ma de autoría mediata, disfruta de preferencia frente a la participación (concepto primario de
Autonomie durcb Irrtum, 1984; Puppe, Grundzüge der actio libera in causa, JA 1980, pág. 345;
autor, vid. supira § 61 II 3) y que a causa de la existencia del dominio del hecho la autoría mediata
Roxin, Dcr Aufang des bccndeten Vctsuchs, Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 213; el mismo,
Literatufbericht, ZStW 85 (1973) pág. 76; el mismo, Anmerkung zu BGH 32, 38, NStZ 1984, pág. del hombre de atrás también hay que aceptarla aiin cuando la inducción, como consecuencia de
70; Rndolphi, Ist die Teilnahme an einer Notstandstat strafbar? ZStW 78 (1966) pág. 67; el mismo, la limitación de la accesoriedad, también fuera posible (por ejemplo, en el caso en el que instru-
Straftiarkeit der Beteiligung an den Trunkenheitsdelikten im Straíícnverkchr, GA 1970, pág. 353; mento actiia sin culpabilidad) •'.
Schajfstein, Der Tater hinter dem Tater bei vermeidbarem Verbotsirrrum und vcrminderrer 2. La figura jurídica de la autoría mediata, no obstante, no puede ser aplicada sin ningún
Schuldfahigkeit des Tatmittlers, NSrZ 1989, pág. 153; Sehilling, Verbrcchensversuch des Mittaters und
tipo de límites. La posibilidad de apreciarla finaliza allí donde el instrumento es un autor
des mittclbaren Taters, 1975; Schroder, Eigcnhandige und Sonderdclikrc bei Fahrlassigkeitstatbestánden,
plenamente responsable, pues la Ley penal parte de que en este caso el interviniente inmediato
Festschrift für H. v. Wcber, 1963, pág. 233; Schumann, Anmerkung zu BGH 35, 347, NStZ 1990,
pág. 32; Schweiger, Das Urreil des BGH zur Frage der Denunziation, NJW 1952, pág. 1200; Sippel, tiene que responsabilizarse personalmente del hecho, lo que impide considerarlo simultáneamente
Mittelbare Tatcrschaft bei deliktisch handelndem Werkzcug, NJW 1983, pág. 2226; Sowada, como un simple "instrumento" en manos de otro; para el otro interviniente sólo entra en juego
Taterschaft und Teilnahme bcim Unterlassungsdelikt, Jura 1986, 399; Trondle, Zur Frage der la coautoría, la inducción o la complicidad (de otra opinión, BGH 35, 347 [351 ss.]; 40, 218
Teilnahme an unvorsatziicher Hauprtat, GA 1956, pág. 129; v. Uthmann, Objektive und subjektive [236 ss.j; vid. supra § 61 5 3a nota a pie niím. 34 in finé) . Dado qtie todos los elementos de la
Tatherrschaft, NJW 1961, pág. 1908; Welzel, Anmerkung zu OLG Bamberg vom 27.7.1949, DRZ punibilidad deben concurrir en la persona del hombre de atrás, la autoría mediata está también
1950, pág. 303. excluida cuando el tipo exige la ejeamón corporal o, al manoi, personal át la acción por parte del
autor {delitos de propia mano) o cuando al hombre de atrás le falta la cualificación especial {deíi-
Vid., además, las referencias bibliográficas antes del § 61

I. Naturaleza y delimitación de la autoría mediata


del hecho. Si en el delito especial propio interviene un instrumento "no cualificado", el dominio del hecho
1. La autoría mediata es una forma de autoría y, al igual que la de naturaleza inmediata,
del hombre de arras hay que fundamentarlo normativamente (vid. infra § 62 II 7). Schmidhiiuser, Allg. Teil
se caracteriza por la posesión del dominio del hecho (vid. siipra § 61 V 3a) '. Autor mediato
págs. 58 ss., intenta deducir la autoría mediata de la teoría de la imputación objetiva; siguiéndole, M.-K.
es quien realiza el tipo sirviéndose de otro como "instrumento" para la ejecución de la acción Meyer, Ausschiul? det Autonomie pág. 72. Pot su parte, SK(Samson) núm. 22, sostiene que la autoría mediata
en los delitos de resultado puro es superfina, pero de esre modo deja abierto el criterio de la delimitación
con la participación.
^ El E 1962 ya había tenunciado a una descripción de esa naturaleza en su § 29 I (Fundamenración,
pág. 149) a causa de "la multiplicidad de las formas de la autoría mediata".
' Así, Blei. Allg. Teil pág. 256; BockelmannlVolk, Allg. Teü pág. 179; Cramer, Bockclmann-Festschrifr ^ Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 548; Binding, GS 71 (1908) págs. 4 ss.; Gallas, Materialen
pág. 397; Hegler, R. Schmidt-Festgabe p.ág. 21; el mismo, RG-Fcstgabc pág. 307; Gallas, Matcrialien Tomo I Tomo I pág. 135; H. Mayer, Lehrbuch pág. 305; SchmkelSchroderlCramer, § 25 núm. 30.
pág. 133; el mismo, ZStW Bciheft Athen 1957 pág. 15; KohlrauschlLange, nota preliminar núm. I B 2 anrcs "* En este sentido i3.mb\éTi Jakobs, Allg. Teil 21/63. Con acierto Schumann, Handlungsuntecht págs.
del § 47; Maurach/Giissel/Zipf, M\o. Teil II § 48 núm. 11; Jakobs, Allg. Teil 21/63; LK(1 l.-)(Roxin) § 25 73 ss., basa esta máxima sobre el principio de la autottcsponsabilidad. Un supuesto especial de autoría mediata
núm. 54; Lackner, § 25 núm. 2; Welzel, Lehrbuch pág. 102; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 760; Wessels, es aquel donde el instrumento que actúa delictivamente sólo se da cuenta de una parre del plan que le ha
Allg. Teil núm. 538. En el lugar del dominio del hecho Schumann, Handlungsunrecht págs. 74 ss., sitúa el asignado el autor mediato (robo y no homicidio); aquí es también posible apreciar la autoría mediata en
concepto más estrecho del "dominio de la acción" a través de la intervención en la formación de la voluntad relación con el plan delictivo ocultado al instrumento (BGH 30, 363 [365] con reseña crítica de Sippel,
de un ejecutor capaz de autodetetminarse responsablemente. En los delitos de infracción de deber (por ejem- NJW 1983, pág. 2226). A favor de la autoría del hombre de atrás ante el error de prohibición vencible y
plo, deliros de funcionarios) Roxin, Tatetschaft und Tatherrschaft pág. 360, ptetende emplazar la vulnera- error sobre el sentido concreto de la acción del lado del intervinentc, así como en los delitos cometidos
ción de dicho deber en el lugar que ocupa el dominio del hecho. Lo correcto es, sin embargo, situarse aquí mediante apararos organizados de poder, Roxin, Lange-Festschrift págs. 173 ss. En contra, Schumann,
también sobre el criterio del dominio del hecho (vid. supra § 61 V nota a pie núm.). Si, por ejemplo, varios Handlungsunrecht págs. 75 ss.; M.-K. Meyer, AusschluE der Autonomie págs. 170, 185; Spendel, Lange-
intervinienres csrán sometidos al mismo deber lo relcvanre será determinar quién de ellos posee el dominio Festschrift pág. 171.
716 § 6 2 La autoría mediara II. Los grupos de casos de la autoría mediata 717

tos especiales propios) (vid. supra § 2 6 II 6) presupuesta p o r el tipo d e la m o d a l i d a d delictiva c o - II. Los g r u p o s d e casos d e la autoría m e d i a t a
rrespondiente ' . Finalmente, hay q u e negar la posibilidad de u n a autoría mediata impntdente puesto
q u e en la i m p r u d e n c i a , a n t e la ausencia d e u n a v o l u n t a d directiva del h e c h o , n o es posible u n Las hipótesis d e autoría m e d i a t a m u e s t r a n en esencia claros c o n t o r n o s q u e h a n sido elabo-
d o m i n i o d e éste; p o r lo d e m á s , en este ú l t i m o caso u n a figura c o m o la d e la a u t o r í a m e d i a t a es rados p o c o a p o c o p o r la d o c t t i n a y la j u r i s p r u d e n c i a . Las d u d a s existentes se l i m i t a n a las cues-
t a m b i é n prescindible p o r q u e c u a l q u i e r i n t e r v i n i e n t e q u e actiia c o n infracción del d e b e r d e c u i - tiones d e su delimitacitín y d e la f u n d a n i c n t a c i ó n .
d a d o c o p r o d u c i e n d o el resultado es c o n s i d e r a d o sin más responsable a través d e la a u t o r í a acce- 1. C o n c u r r e el caso del i n s t r u m e n t o q u e actúa a t í p í c a m e n t e c u a n d o alguien, bajo la irre-
soria (vid. supra § 61 V I ) ' ' . sistible influencia d e o t r o , se suicida o se autolesiona. El ejecutor n o p u e d e a q u í e m p r e n d e r p o r
3 . Para q u e p u e d a ser afirmado el d o m i n i o del h e c h o del h o m b r e d e atrás, el i n s t r u m e n t o sí m i s m o la acción ejecutiva típica a causa d e q u e el tipo c o r r e s p o n d i e n t e exige la m u e r t e o la
d e b e e n c o n t r a r s e frente a éste e n u n a situación inferior. C o n f o r m e a ello t o d o s l o s r e q u i s i t o s d e lesión de otro. E n este s u p u e s t o el d o m i n i o del h e c h o del h o m b r e d e atrás consiste en q u e éste
la p u n i b i l i d a d d e b e n c o n c u r r i r e n el h o m b r e d e atrás''. La inferioridad p u e d e basarse en la c o n t r o l a al i n s t r u m e n t o c o m o consecuencia d e u n error, d e la violencia o p o r la falta de c o m -
violencia, el error, la i n c a p a c i d a d de culpabilidad o, incluso, tan sólo en la circunstancia d e q u e p r e n s i ó n o de fuerza de v o l u n t a d del ejecutor " .
el h e c h o al q u e el h o m b r e d e atrás ha instigado al i n s t r u m e n t o n o p u e d e ser en a b s o l u t o c o m e t i - Ejemplos: Concurre homicidio doloso si A induce a B a tocar un cable de alta tensión sin que éste lo
d o p o r éste c o m o delito, p o r faltarle la cualificación o la i n t e n c i ó n necesaria. La c u e s t i ó n d e sospeche y lesiones corporales si el maestro fuerza al aprendiz a comerse un trozo de intestino sucio (RG 26,
c u á n d o c o n c u r r e en concreto esa p o s i c i ó n de inferioridad p u e d e , sin e m b a r g o , ser d u d o s a y n o 242). Hay que aceptar la existencia de un asesinato si los padres conducen al niño al suicidio por medio de
es c o n t e s t a d a u n i t a r i a m e n t e en los d i s t i n t o s g r u p o s de casos de la autoría m e d i a t a (vid. infra § golpes, amenazas y una continua desmoralización psíquica ("Caso de Hildegard Hoefeld") '^, al igual que
6 2 II). E n t o d o caso, la a u t o r í a m e d i a t a n o p r e s u p o n e s i e m p r e q u e el h o m b r e d e atrás h a instiga- en la instigación al suicidio de un miembro de la familia que es enfermo mental. Existe también asesinato
cuando el autor, en quien confía ciegamente la víctima, conduce a ésta al suicidio haciéndole creer que con
do al i n s t r u m e n t o a la c o m i s i ó n del h e c h o . T a m b i é n p u e d e e n t r a r en j u e g o la a u t o r í a m e d i a t a
ello alcanzaría una nueva existencia (terrenal) (BGH 32, 38 con comentario de Roxin, NSrZ 1984, pág. 70,
a n t e u n a c o o p e r a c i ó n q u e e x t e r n a m e n t e se presenta c o m o complicidad, si del c o m p o r t a m i e n t o
"Caso Sirius"). Lo mismo rige en el la provocación del suicidio cuando se engaña a otra persona con querer
del h o m b r e de atrás d e p e n d e q u e el h e c h o sea efectivamente c o m e t i d o (por e j e m p l o , el s o b r i n o
acabar con la propia vida conjuntamente (BGH GA 1986, pág. 509). Por el contrario, es impune el
vierte i n a d v e r t i d a m e n t e el v e n e n o en la taza d e café q u e la e n f e r m e r a sirve sin saberlo a la tía favorecimiento del suicidio de una persona plenamente responsable a través del ocasionamiento de un error
adinerada) *. Pero, más allá, en los delitos d e resultado t a m b i é n d e b e bastar u n a c o o p e r a c i ó n ex- en los motivos, puesto que la víctima sabe que causa su muerte y actúa libremente con independencia del
terna t o t a l m e n t e inesencial c u a n d o el i n t e r v i n i e n t e i n m e d i a t o actiia sin d o l o , p o r q u e e n t o n c e s el error en los motivos que sufre (RG 70, 313 [315]; BGH 2, 150 [151 ss.], con comentario de Gallas, JZ
h o m b r e d e atrás es el tínico q u e divisa las conexiones (verbigracia, a p e t i c i ó n de o t r o alguien 1952, pág. 371 ' ' ) '•*. También el favorecimiento del consumo de droga de quien es plenamente responsable
alcanza u n vaso de agua p a r a disolver u n m e d i c a m e n t o y se da c u e n t a d e q u e a q u é l , e r r ó n e a m e n - constituye un delito de lesiones corporales u homicidio si el interviniente, en virtud de un conocimiento
te, ha v e r t i d o u n v e n e n o m o r t a l ) ' . Se alcanza n o o b s t a n t e el límite d e la a u t o r í a m e d i a t a c u a n d o superior, comprende mejor el riesgo de la acción que aquel que se pone a sí mismo en peligro (BGH 32,
la Ley penal valora el c o m p o r t a m i e n t o del i n t e r v i n i e n t e i n m e d i a t o c o m o u n h e c h o d o l o s o ple- 262 con comentario de Kienapfel JZ 1984, pág. 750; BGH NStZ 1984, pág. 452; NStZ 1985, pág. 25;
M D R 1984, pág. 503); lo mismo sucede en la provocación de una situación de embriaguez peligrosa para la
n a m e n t e delictivo, pues e n t o n c e s ya n o es j u r í d i c a m e n t e posible u n d o m i n i o p o r p a r t e del h o m -
vida de una persona sin experiencia BGH NStZ 1986, pág. 266; diferente es el caso en el que concurre la
bre d e atrás '".
posición de garante de un médico, vid. BGH JR 1979, pág. 429, con comentario crítico de LLirsch.

5 Vid., más detalladamente, LK (9.'')(Bnsch) § 47 núms. 30 ss.; Jakobs, Allg. Teil 21/67; Herzberg, 2 . Existe t a m b i é n u n s u p u e s t o de i n s t r u m e n t o q u e actúa a t í p i c a m e n t e c u a n d o falta el d o l o
ZStW 82 (1970) págs. 314 ss.; Schdnke/Schroder/Cramer, § 25 núms. 44, 45; Stratenwerth, Allg. Teil I mims. del ejecutor, a u n q u e en la mayoría de las ocasiones este g r u p o d e casos es o b j e t o de u n trata-
756,758. m i e n t o especial bajo la d e n o m i n a c i ó n del " i n s t r u m e n t o q u e actúa s i n d o l o " '•'. A q u í el a u t o r
' En el mismo sentido que aquí Baumann, JuS 1963, pág. 92; Maurach/Gossel/Zipf, M\p Teil II § 48
núm. 2; LKfS).") (Busch) § 47 núm. 33; SchonkelSchrbderlCramer, § 25 niim. 59; Schroder, v. Wcber-Festschrifi: " Al respecto v'xá.Jakobs, Allg. Teil 21/78 ss.; LK (I!.") (Roxin) § 25 núms. 106 ss.; MaurachlGosseV
págs. 236 ss. Surge una laguna de punibilidad en los §§ 315c III, 316 II como delitos imprudentes que, a la Zipf, fiA\g. Teil II § 48 núms. 91 ss.; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 225 ss.; Sch'ónkelSchroderl
vez, son de propia mano (al respecto vid. B G H 18, 6 [9]; Schonke/Schrdder/Cramer, § 315c núm. 36b; Cramer, § 25 núm. 9; SK (Samson) § 25 núm. 30; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 765; Wessels, Allg. Teil
Rudolphi, GA 1970, pág. 359). A favor de la autoría mediata imprudente Exner, Frank-Festgabe Tomo I
pág. 570; LKfS.") (Mezger) § 47 comentario niim. 9a; Kohlrausch/Lange, § 47 comentario 1 B 3; Schmidhaiiser. i núm. 537. Por el contrario, existe autoría inmediata si al comportamiento del "interviniente" le falta inclu-
so la cualidad de la acción; asimismo, Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 762 ss.
Allg. Teil pág. 519; M.-KMeyer, Ausschlufi der Autonomie pág. 73; también en los delitos de infracción de '^ Vid. la descripción del caso en Lange, Der moderne Taterbegriff págs. 32 ss.
deber (Roxin) § 25 niim. 220. " Vid. también Gallas, JZ 1960, pág. 687; además, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 774.
' Asimismo, LK(9.") (Busch) § 47 núm. 45; Schónke/Schroder/Cramer, § 25 núm. 7. '"* Profundizando más en la cuestión, Maiirach/Gossel/Zipf, M\e,. Teil 11 § 48 núm. 91 (dominio psi-
^ Vid. Gallas, Materialien Tomo I pág. 138; Maurach/GosselJZipf, Allg. Teil II § 48 núm. 6 1 ; Mezger, cológico del hecho); Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft pág. 227. A favor, con razón, de la restricción de
Lehrbuch pág. 429; LKO.') (Busch) § 47 n ú m . 32; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 767. la autoría mediata a su "ámbito clásico", Schroeder, Der Tater hinter dem Tater pág. 92. Acerca de la partici-
' ASI, Nowakowski, JZ 1956, pág. 549; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 175 ss. Con otro pación imprudente en el suicidio vid. BGH 24, 342; Spendel, JuS 1974, págs. 749 ss.
criterio, sin embargo, M. E. Mayer, Lehrbuch pág. 377; Binding, GS 76 (1910) pág. 102 nota a pie núm. 2. '•' Sobre ello vid. Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 179; Maurach/Gossel/Zipf, Mig. Teil II § 48 núm.
'" Vid. la visión de conjunto de LK(11.") (Roxin) § 25 núm. 54; además, Otto, Jura 1987, pág. 254; 60; Frisch, Lexikon 8/1620 pág. 5; Blei, Allg. Teil pág. 258; /íox/«, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 170
Kühl, Allg. Teil § 20 núm. 4 1 . De otra opinión, sin embargo, BGH 3 5 , 347 (351); 40, 218 (236 ss.) (vid. ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 522 ss.; SK (Samson) § 25 núm. 3 1 ; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núms. 764
supra § 61 V 3a nota a pie núm. 34 infiné). ss.; Wessels. Allg. Teil núm. 537. _ --
718 § 62 La autoría mediata 11. Los grupos de casos de la autoría mediara 719

mediato consigue el dominio del hecho colocando al ejecutor bajo un error de tipo o aprove- Ejemplos: E! ocasionamiento de la detención de un inocente por un engaño de la autoridad es deten-
chándose de uno ya existente (vid. la leyenda, procedente de la mitología germánica, del Dios de ción ilegal (RG HRR 1935, PÁG. 471; BGH 3, 4 [6]; 10, 306 |307]; BGH LM § 3 núm. 2). Quien,
la luz "Baldcr" que, instigado por "Loki", muere por el objeto que lanza el ciego "Hodur"). Tam- conscientemente, a través de Las afirmaciones inciert.is de una de las partes quiere conducir al juez de un
proceso civil a ima sentencia que perjudica al adversario, comete una estala procesal (RG 72, 150). Existe
bién la actuación por imprudencia consciente del ejecutor confiere al hombre de atrás el domi-
injuria en virtud de autoría mediata si del lado de quien la ejecuta concurre la causa de justificación previ.sta
nio del hecho si éste, a diferencia de aquel, reconoce las circunstancias del hecho .
en el § 193 y ésta, sin embargo, no se aprecia en el hombre de atrás por actuar aquél en virtud de mandaro
Ejemplos: Quien envía a alguien que acttía de buena fe a atravesar la frontera con mercancías qtie de- de ésre (RG 64, 23 [24]).
ben ser declaradas comete un delito de contrabando en autoría mediata (RG 39, 298). Es autor mediato del
Si el hombre de atrás ha jirovocado intencionadamente una situación de legítima defensa en la que el
liurto quien ilegítimamente permite que un comprador de buena fe se lleve las traviesas de! recinto ferrroviario
que se defiende, como instrumento de aquél, lesiona al agresor, sólo es aceptable la autoría mediara del hombre
(RG 47, 147 [148]; RG 70, 212). Es autor mediato de un homicidio doloso quien entrega a otro un arma
de atrás cuando existe un dominio del hecho tanto frente a] agresot como frente al que se defiende. Y así, el
para gastar una broma a sabiendas de que está cargada. El médico que provoca que el farmacéutico de buena defensor es colocado por el autot mediato en una situación de necesidad en la que no le queda otta alternariva
te entregue estujiefacientes a persona no autorizada se hace responsable como autor mediato de la expendición que lesionar al agresor, motivo éste por el cual el hombre de atrás domina su conducta. Por el contrario, sólo
ilegal (RG 62, 369 [390]). Quien envía a otro a la comisión de un robo en el que debe marar a la víctima cabe afirmar en el agresor la situación de inferioridad frente al autor mediaro cuando se trata de un niño o de
sin saberlo es autor mediato del delito de homicidio (BGH 30, 363 [365]) '^. un enfermo mental; en cambio, no es suficiente con la astuta causación de un error en los motivos ^''.
Por el contrario, hay que negar la aceptación de la autoría mediata en el supuesto de engaño
Sin embargo, una denuncia veraz, aún cuando se efectiíe por motivos deplorables, nunca
sobre el ejecutor doloso acerca de la gravedad del injusto típico que realmente ha realizado (por
puede fundamentar una autoría mediata en un Estado de Derecho, pues el propio denunciante
ejemplo, acerca del valor de la pintura destruida) '^ o cuando recae sobre una circunstayicia
acttía legalmente (BGH 3, 110 [114 ss.])^'. La condena a los denunciantes de la época del
cualificadora del hecho (por ejemplo, la cualidad de casa habitada del edificio que se incendia) " .
nacionalsocialismo por delitos contra la Humanidad, de conformidad con la KRG núm. 10 y
En estos casos existe inducción, debiéndose tener en cuenta el mayor alcance del dolo del hombre
sobre la base de una disposición especial prevista para estos casos, descansó sobre la idea de la
de atrás en el marco de la determinación de la pena. Tampoco es un supuesto de autoría mediata el
entrega (en concepto de autoría mediata) de personas materialmente inocentes a un sistema in-
ocasionamiento de un error inpersona (vid. supra § 29 V 6a) ^''. Es inductor quien por medio de su
humano ( O G H 1, 6; 1, 11; 2, 17; 2, 67).
influencia hace que el autor alcance a otra víctitna a causa de un engaño en su identidad; en cam-
bio, si el error no se deriva del influjo del hombre de atrás es autor accesorio . 4. Mientras que los grupos de casos tratados hasta el momento son en su esencia indiscutidos,
en cambio, surgen dudas allí donde alguien ejecuta un delito por medio de un instrumento inca-
3. Especialmente clara se presenta la referencia de todos los presupuestos de la punibilidad al
paz de culpabilidad (un niño, una persona embriagada o un enfermo mental) pues, debido a la
hombre de atrás en el caso de la autoría mediata por medio de un instrumento que actúa conforme
limitación de la accesoriedad, tales supuestos pueden ser incardinados tanto en la autoría mediata
a Derecho . Ciertamente, el instrmTiento mismo acnía en estos supuestos conforme a Derecho tan-
como en la inducción. Determinante es aquí, como siempre, el dominio del hecho del hombre de
to objetiva como subjetivamente (por ejemplo, el funcionario de policía que, sobre la base de una
atrás ^''. No obsrante, depende de si su existencia nene que ser enjuiciada con criterios fácticos o
denuncia falsa interpuesta conscientemente, lleva a cabo de buena fe una detención, vid. supra § 35 I
jurídicos. Si, como aquí se hace, se entiende el dominio del hecho como el control del aconteci-
3), pero lo relevante aquí no es su actuación adecuada a Derecho sino la ilegalidad de la intervención
miento que tiene lugar sobre la base de la supeúond^d jurídica del hombre de atrás, entonces existe
del hombre de atrás, pues éste sabe que en realidad la privación de libertad no está justificada. El
autoría mediata en todos los casos en los que conscientemente se hace intervenir a un incapaz de
dominio del hecho se fundamenta aquí en que el instrumento, de acuerdo con las disposiciones jurí-
culpabilidad y, en verdad, también cuando éste, fácticamente, estaba en situación de poder com-
dicas existentes, debe comportarse tal y como maliciosamente se había propuesto el hombre de atrás ~^.
prender el injusto de su comporramiento y comportarse conforme a Derecho"''.
"^ Así, acertadamente, .6Vraffní¿/«t¿, Alig. Teil I núm. 766 y Roxin, Tarerschaft und Tatherrschaft
págs. 178 ss. ^•^ Así, Herzberg, Mittelbare Taterschaft pág. 29;Jakobs, Allg. Teil 21/85; SchonkelSchróderlCramer, §
" En este sentido, con acierto, Kddel, GA 1983, pág. 302. 25 núm. 28; SK(Samson) § 25 núm. 32; Stratenwerth, Allg, Teil I núm. 789; Welzel, Lehtbuch pág. 105;
"* Así, Roxin, Lange-Festschrift págs. 184 ss. Como en el texto, Stratenuierth, Allg. Teil I núm. 785. LK (11.') (Roxin) § 25 núm. 69. Sin aquella limitación, no obstante, Drost, ZStW 51 (1931) pág. 369;
" Así, sin embargo, Roxin, Lange-Festschrift págs. 186 ss. MauracblGiJssellZipf, Allg. Teil II § 48 núm. 73; Schroeder, Der Tater hinter dem Tater pág. 100.
^^ Así, sin embargo, Roxin, Tarerschaft und Tatherrschaft págs. 212 ss.; el mismo, Lange-Festschrift " Al respecro Schweiger. NJW 1952, pág. 1200; MaurachlGossellZipf, h\\o. Teil II § 48 núm. 74;
págs. 189 ss. Eser, Strafrecht II núm. 38 A núm. 22. Por el contrario, la OLG Bamberg DRZ 1950, pág. 302 con comen-
^' En este sentido, con razón, Herzberg, Tarerschaft págs. 49 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I mim. 784; tario crítico de Welzel, pretendía condenar al denunciante por derención ilegal cometida en autoría mediata,
Welzel, Lehrbuch pág. 111. si el juez tuviera que aplicar una Ley formalmente válida pero contraria a la moral.
•'••'• Al respecto vid. Bk¡, Allg. Teil pág. 258; Hegler, R. Schmidt-Festgabe págs. 21 ss.; Herzberg, ^'^ Vid. Blei, Allg. Teil pág. 259; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 181; Gallas, Materialien Tomo I
Mittelbare Taterschaft págs. 28 s$.;Jakobs, Allg. Teil 21/81 ss.; MaumchlGossellZipf, Ni\. Teil II § 48 núms. ¡lág. 134; KohlranschlLange, nota preliminar núm. I B 2a anres del § 47; MaurachlGossellZipf, hWg. Teil 11 §
68 ss.; LK(l¡.')(Roxin) § 25 núms. 69, 80; SchonkelSchróderlCramer, § 25 núms. 26 ss.; SK(Samson) § 25 A8 núm. 79; SchSnkelSchr'óderlCramer, § 25 núms. 39 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 778; Welzel Lehrbuch
núm. 32; Wessels, Allg. Teil núm. 537. pág. 103; Wessels, Allg. Teil núm. 537.
^^ No puede aprobarse, sin embargo, el resultado que desde un punto de vista extremadamente sub- ^' Por el contrario, Roxin, Taterschaft und Tarhcrrschaft pág. 591, acepta la participación cuando el
jetivo alanza Johannes, Mittelbare Taterschaft pág. 59, consistente en que, básicamente, en la autoría mediata incapaz de culpabilidad ha adoptado aurónomamenre la resolución delictiva y el hombre de arras se limita
no debe importar si el instrumento actúa o no conforme a Derecho. sencillamente a promoverla.
11. Los grupos de casos de laa autoría mcidiat. 721
720 § 62 La autoría ¡ncdiata

Ejemplo: El autot encarga la comisión de un incendio a un joven de carácter despietto con trece años sidad, c o m e t e r e s p e c t i v a m e n t e u n a i n d u c c i ó n o u n a c o m p l i c i d a d en el h e c h o realizado bajo tal
de edad. Existe autoría mediata aún cuando el joven posee una "comprensión suficiente" de la antijuricidad estado de necesidad y, p o r e n d e , resulta t a m b i é n p u n i b l e ^ ' .
de su conducta y ejecuta el mandato por iniciativa propia (de otra opinión, RG 6 1 , 265 [267]). Ejemplos: Es autor mediaro de un asesinato el novio que fuerza a un joven mediante amenazas de
Si la c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d del ejecutor está tan sólo d i s m i n u i d a se rechaza m a y o - muerrc (§ 35) a disparar a su prometida de la que ya se ha cansado (RG 64, 30 [32]). Lo mismo rige para el
caso de coacción a una tentativa de aborto (RG 3 1 , 395 [398]), así como pata el intento de forzar a otro
ía m e d i a t a d el h o m bbrc
fitariamcnte la autoría r e de
d e atrás " .
apuntándole con un arma para que atropellc a una persona (BGH NStZ 1986, pág. 547).
5. Si el i n s t r u m e n t o actiia bajo u n e r r o r d e p r o h i b i c i ó n i n v e n c i b l e el d o m i n i o del h e c h o
7. La f u n d a m e n t a c i ó n d e la a u t o r í a m e d i a t a en el caso d e e j e c u c i ó n del h e c h o a través
del h o m b r e d e atrás n o sólo tiene q u e ser a c e p t a d o c u a n d o este p r o v o c a el error i n t e n c i o n a d a -
d e u n i n s t r u m e n t o s i n i n t e n c i ó n o n o c u a l i f i c a d o s u m i n i s t r a ciertas d i f i c u l t a d e s a la teoría
m e n t e , sino t a m b i é n c u a n d o lo c o n o c e y se aprovecha del m i s m o . N o o b s t a n t e , si para el ejecu-
del d o m i n i o del h e c h o ^^. La aplicación al h o m b r e d e atrás d e la figura d e la i n d u c c i ó n o d e la
tor i n m e d i a t o del h e c h o el error es d e naturaleza vencible e n t o n c e s , c i e r t a m e n t e , a c t ú a c o n u n a
c o m p l i c i d a d n o es a q u í posible p o r q u e en el i n t e r v i n i c n t e i n m e d i a t o falta p r e c i s a m e n t e la i n -
culpabilidad d i s m i n u i d a (vid. supm § 41 II 2.^, IV I d ) p e r o p e n a l m e n t e sigue s i e n d o p l e n a m e n -
t e n c i ó n o la c u a l i d a d p e r s o n a l f u n d a m c n t a d o r a d e la p e n a y, p o r ello, este t i l t i m o n o p u e d e
te responsable; la aportación al h e c h o del h o m b r e de atrás es, en consectiencia, tan sólo enjuiciable
ser autor. Y m u c h o m e n o s p u e d e hablarse de u n d o m i n i o d e la v o l u n t a d p o r p a r t e del p r i m e r o
c o m o participación (de otra o p i n i ó n la B G H 3 5 , 3 4 7 [351 ss.] c o n c o m e n t a r i o crítico d e Küper,
en la m e d i d a en q u e n o c o n c u r r e c o a c c i ó n , e r r o r o i n c a p a c i d a d de c u l p a b i l i d a d del l a d o del
]Z 1 9 8 9 , págs. 9 3 7 ss.; B G H 4 0 , 2 5 7 [ 2 6 7 [ ) " ' .
i n s t r u m e n t o . E n c o n s e c u e n c i a , el d o m i n i o del h e c h o sólo p u e d e f u n d a m e n t a r s e a q u í normati-
Ejemplo: Si en virtud de una orden el soldado comete un deliro grave o menos grave entonces su cul- vamente^^. El d e l i t o n o p u e d e ser c o m e t i d o e n a b s o l u t o p o r el e j e c u t o r sin la c o o p e r a c i ó n del
pabilidad esrá excluida si no ha conocido la ilicitud penal del hecho o si tampoco debió habetla conocido h o m b r e d e atrás, p o r lo q u e el suceso p e n a l m e n t e relevante sólo se o r i g i n a si este ú l t i m o a p o r -
(vid. supra § 46 II 3b). El superior es, por tanto, autor mediato de acuerdo con el § 33 W S t G . En cambio,
t a la i n t e n c i ó n o c u a l i d a d d e m a n d a d a p o r el t i p o . Si e n estos s u p u e s t o s n o se q u i e r e r e n u n c i a r
si el subordinado actiia culpablemente entonces es autor aunque de conformidad con el § 5 11 del mismo
c o m p l e t a m e n t e a u n castigo — a l g o q u e , d e s d e luego, c o n d u c i r í a a c o n s i d e r a b l e s i n j u s t i c i a s —
cuerpo legal pueda entrar en juego la dispensa de la pena o una atenuación de ésta a causa de una menor
d e b e e s t i m a r s e q u e es suficiente para apreciar el d o m i n i o del h e c h o la p r e s e n c i a del influjo
culpabilidad. En este caso al superior se le castiga como inductor por vía del § 33 WStG ^'^.
jurídicamente n e c e s a r i o del h o m b r e d e atrás. N o o b s t a n t e , es t a m b i é n i m p r e s c i n d i b l e u n a i n -
6. G e n e r a l m e n t e r e c o n o c i d o es a s i m i s m o el caso del i n s t r u m e n t o q u e a c t ú a sin libertad. fluencia p s í q u i c a s o b r e el ejecutor q u e posea a p r o x i m a d a m e n t e la m i s m a i m p o r t a n c i a q u e la
Q u i e n coloca a o t r o i n t e n c i o n a d a m e n t e en u n a situación d e estado d e necesidad del § 3 5 es d e u n a a c c i ó n i n d u c t o r a (dominio del hecho normativo-psicológico). F a l t a n d o ésta sólo existirá
tesponsable c o m o a u t o r m e d i a t o del h e c h o c o m e t i d o en tales c i r c u n s t a n c i a s , p u e s t o q u e el inter- e n t o n c e s u n d e l i t o d e o m i s i ó n del h o m b r e d e a t r á s ^^.
viniente i n m e d i a t o sólo p u e d e saUr d e la situación d e conflicto m e d i a n t e la p e r p e t r a c i ó n del h e -
c h o cuya c o m i s i ó n se p r o p u s o el h o m b r e d e atrás. Por el c o n t r a r i o , q u i e n se e n c u e n t r a ya c o n
u n a situación d e necesidad y s e n c i l l a m e n t e la p r o m u e v e p o r m e d i o d e la i n d i c a c i ó n al ejecutor 3' Asimismo, Blei, Allg. Teil pág. 259; LK(11 .«jfRoxin) § 25 núm. G5; Jakohs, Allg. Teil 21/96; Lackner,
§ 35 núm. 15; Welzel, Lehrbuch págs. 102 ss.; Roxin, Taterschaft und Tatherrschafr pág. 153; Herzherg,
de la vía p a r a la solución del conflicro o m e d i a n t e el auxilio d e c u a l q u i e r o t r o t i p o y, a d e m á s , n o
Taterschaft págs. 13 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 773. Aceptando la impunidad del partícipe en el
modifica la situación externa en perjuicio d e la víctima del h e c h o c o m e t i d o bajo estado d e nece-
hecho principal disculpado en virtud del § 35 o § 33, MaurachIZipf, Allg. Teil I § 32 núm. 6 (está ausente
la responsabilidad por el hecho); SK(Riidolphi) § 35 núm. 21 (por lo menos atenuación de la pena); a favor
de lo último también LK (lL°)(Roxin) § 29 núm. 3.
^^ Con frecuencia se acepta que en el supuesto del instrumento no cualificado la teoría del dominio
del hecho fracasa y que aquí la autoría debería fundamentarse sobre la infracción del deber especial por
parte del hombre de arras (por ejemplo, el que le incumbe como funcionario); así, Roxin, Taterschaft und
'^ Así, Herzherg, Taterschaft págs. 12 ss.\ Jnkobs, Allg. Teil 21/94; Stratenwerth, Allg. Teil I núm.
Tatherrschaft págs. 360 ss.; el mismo, ZStW 85 (1973) pág. 102; LK(U.'')(Roxin) § 25 núm. 134; Bloy,
778; Schumunn, Handlungsunrecht pág. 76; el mismo, NStZ 1990, pág. 32. En contra, SchonkelSchr'óderl
Bereiligungsform págs. 233 ss.; Jakohs, Allg. Teil 21/104; Wagner, Amtsverbrechen págs. 378 ss.; SK (Samson)
Crarner, § 25 n ú m . 4 1 ; MatirachlGbssellZipf, M\^. Teil II § 48 núm. 86; Lackner, § 25 núm. 4 . Diferencian-
§ 25 núm. 35; Schroeder, D e r T a t e r hinter dem Tater pág. 88. Por el contrario, aceptan la impunidad de
do según los casos, LKÍll.") (Roxin) § 25 núm. 120; Schaffitein, NStZ 1989, pág. 153.
estos casos, Herzherg, Tatetschaft pág. 34 y Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 797. Rechazando completamente
^' Así, Bloy, Bereiligungsform pág. 351; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 181; Gallas, Materialen Tomo
la figura del "insrrumenro sin intención", Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 341 ss. y en LK
I pág. l34;Jakobs, Allg. Teil 21/69; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 780. Por el contrario, también es acepta-
(lL'')(Roxin) § 25 núm. 141, quien en lugar de ésta acepta la autoría del instrumento e inducción del
da la autoría mediata en el supuesto de error de prohibición vencible por Herzherg, Tatetschaft pág. 23 (de
hombre de atrás u omisión de éste con la complicidad del instrumento. Herzherg, Taterschaft pág. 35; Blny,
otra opinión todavía en el mismo, JuS 1974, pág. 374); MaurachIGóssellZipf, Allg. Teil II § 48 núm. 8 1 ;
Beteiligungsform pág. 240 y Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 8 0 1 , están aquí a favor de la impunidad.
Preisedanz, § 25 comentario 3d bb; Roxin, Lange-Festschrift págs. 178 ss.; Lackner, § 25 núm. 4; Schumann,
Handlungsunrecht pág. 79. Según Welzel, Lehrbuch pág. 103, en este caso siempre existe parricipación mien- ^^ Así, Blei, Allg. Teil págs. 257 ss.; BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 180; Gallas, Matetialien Tomo 1
tras que Blei, Allg. Teil pág. 260, sólo acepta autoría mediata si el hombre de atrás ha provocado el error de págs. 135 ss.; DreherlTr'óndle, § 25 núm. 3; Cramer, Bockelmann-Festschrifr pág. 398; Hegler, R. Schmidt-
prohibición para instigar al ejecuror al hecho. Festgabe pág. 22; Lackner, § 25 núm. 4; Hünerfeld. Z S t W 99 (1987) págs. 239 ss.; Welzel, Lehrbuch pág.
104; Wessels, Allg. Teil núm. 537 (sólo para el caso del instrumento que obra sin intención), MaiirachlGossell
^^ Vid., más detalladamente, Schroeder, D e r T a t e r hinter dem Tater págs. 135 ss., quien, con razón,
Zipf, lú\g. Teil II § 48 núms. 57, 66 (diferenciando según los casos); SchonkelSchroderlCramer, ñora preli-
se dirige contra el criterio sosrenido por la B G H 8, 393 (397), en la que el soldado plenamente responsable
minar núms. 81 ss., anres del § 25; E 1962 Fundamentación pág. 149.
fue considerado sólo un cómplice. En el senrido del texto, LK(l¡.'')(Roxin) § 25 núm. 7 1 ; SchiinkelSchrbderl
^^ Así, Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 328; SK (Samson) § 25 núm. 35.
Cramer, § 25 núm. 29.
722 § 62 I,a aiitorí.! nictliata
III. El tratamiento de los sujiuestos de error 723

Ejemplos: Es autor mediato del liurto quien deja que alguien que le auxilia de mala (e recoja una pelo-
del a u t o r q u e resulta necesario según el § 26^'-'. Si, c o m o en el caso del p r e s u n t o ladrón de m a -
ta del jardín ajeno para su apropiación por parte del primero (RG 39, 37 (39]). Id alcalde, que como auiori-
dad policial local debe expedir un documento sobte el ttansporre de presos a través de su municipio, come- dera, está a u s e n t e el d o l o del autor, e n t o n c e s sólo c n t t a en j u e g o la i n d u c c i ó n i n t e n t a d a (vid.
te ima falsedad documental en acto de setvicio (§ 348 I) si deja que su em|)leado particulat la cx|)ida con la supra § 6 1 VII 3 ) . El caso o p u e s t o es aquel d o n d e el i n t e t v i n i e n t c i n m e d i a t o es p l e n a m e n t e
consiguiente falsedad (segi'm la RG 28, 109 ¡110]). responsable m i e n t r a s q u e el h o m b r e d e attás acepta e r r ó n e a m e n t e q u e falta el d o l o o la capaci-
dad de culpabilidad, creyendo en consecuencia estar en posesión del d o m i n i o del h e c h o c u a n d o ,
8. Últimamente se acepta con frecuencia un d o m i n i o del hecho p o r medio de aparatos organiza-
dos de poder (holocausto, terror policial, mafia, orden de disparar a quien atravesaba la frontera de la anti- en realidad, sólo desencadena una inducción. T a m b i é n a q u í hay q u e reconocer en consecuencia
gua Reptiblica Democrática Alemana), de modo que el "autor de la mesa de despacho" que controla la orga- u n a i n d u c c i ó n c o n s u m a d a pues el d o l o d e ésta se e n c u e n t r a c o n t e n i d o en la c o n c i e n c i a del d o -
nización aparece siempre como autor mediato (BGH 40, 218 [236 ss.] con comentario aprobatorio de Roxin, m i n i o del hecho'*". Lo m i s m o rige para el s u p u e s t o en el q u e el h o m b r e d e atrás cree equivoca-
J Z 1995, pág. 49) ' ' . Sin embargo, esta visión sólo merece ser aprobada allí donde los ejecutores mismos no d a m e n t e q u e en el h u r t o el i n s t r u m e n t o a c t ú a sin á n i m o d e a p t o p i a c i ó n (en c a m b i o , la R G 5 7 ,
puedan ser considerados como autores plenamente responsables (por ejemplo, de acuerdo con el § 5 I WStG). 2 7 4 , acepta la a u t o r í a ) .
En caso de que lo sean, la persona que ocupa la posición central de la organización es coautor precisamente
porque domina la organización"'. E~l carácter común de la resolución delictiva se produce a través de la 2 . El tercer caso se caraceteriza p o r q u e el i n s t r u m e n t o c o m e t e u n error e n el o b j e t o
conciencia del director del aparato y de los ejecutores de que un hecho determinado o varios de ellos de la (vid. supra § 2 9 V 6 a ) . A q u í u n sector d o c t t i n a l r e c u r r e al criterio d e si el i n t e r v i n i c n t e i n m e -
misma clase deben ser llevados a cabo en correspondencia con las indicaciones de la dirección. d i a t o a c t ú a o n o d o l o s a m e n t e . En la p t i m e t a hipótesis el error en el o b j e t o d e b e beneficiar tan
p o c o al a u t o r m e d i a t o c o m o si él m i s m o h u b i e r a a c t u a d o p o r sí m i s m o . P o r el c o n t r a r i o , sólo
a n t e la i n t e r v e n c i ó n n o d o l o s a del i n s t r u m e n t o es a c e p t a d o u n caso d e aherratio idus (vid.
III. El t r a t a m i e n t o d e l o s s u p u e s t o s d e error supra § 2 9 V 6 c ) . La o p i n i ó n o p u e s t a p r e t e n d e e q u i p a r a r c o m p l e t a m e n t e el i n s t r u m e n t o h u -
m a n o al m e c á n i c o y, p o r e n d e , tratar a m b o s s u p u e s t o s d e a c u e r d o c o n las reglas d e la aberratio
H a y q u e diferenciar tres g r u p o s de supuestos d e error.
idus del m i s m o m o d o q u e c u a n d o u n a r m a yerra en su objetivo . La s e g u n d a o p i n i ó n es la
1. El h o m b r e d e a t r á s a c e p t a e r r ó n e a m e n t e q u e el i n t e r v i n i c n t e i n m e d i a t o a c t ú a c o r r e c t a p o r q u e el d o l o del a u t o t m e d i a t o , al igual q u e el del i n d u c t o r , d e b e a b a r c a r el resulta-
d o l o s a m e n t e o q u e posee c a p a c i d a d d e c u l p a b i l i d a d c u a n d o , en realidad, n o actúa i n t e n c i o - d o del h e c h o y, p o r t a n t o , el e t t o t en el o b j e t o del i n s t t u m c n t o se m u e s t t a p a t a el a u t o r m e -
n a d a m e n t e o carece d e ésta. d i a t o c o m o u n a aberratio idus.
Ejemplos: El guardabosques que, contrariamente a su deber, vende en nombre propio madera del bosque Ejemplos: A detetmina a B bajo amenaza de muerte a que mate a su enemigo C; peto B dispara a D al
y deja que el comprador la retire creyendo que éste también actúa maliciosamente. Para la ejecución de un sufrir una equivocación en la identidad de la víctima. A deja preparada para B, una asistenta que nada sabe
asesinato alguien se sirve de un delincuente que es un enfermo mental al que no ha reconocido como tal. al respecto, una taza de café envenenado para que se lo sirva a C; finalmente es B quien se la acaba bebiendo
por una confusión de C. En ambos casos A sólo es punible por una tentativa de asesinato.
E n a m b o s casos el h o m b r e d e atrás cree c o m e t e r u n a i n d u c c i ó n al h u r t o o al asesinato,
r e p e c t i v a m e n t e , pero o b j e t i v a m e n t e actúa c o m o u n a u t o r m e d i a t o sin reconocer su d o m i n i o del 3 . El a u t o r m e d i a t o n o es responsable p o r acciones p u n i b l e s q u e el i n s t r u m e n t o c o m e t e
h e c h o d e f o r m a q u e t a m p o c o p u e d e ser castigado c o m o a u t o r m e d i a t o ^^. U n a p a r t e d e la d o c - inás allá del p l a n delictivo, b i e n p o r p r o p i a iniciativa o b i e n p o r u n a c o m p r e n s i ó n equivocada d e
trina p r e t e n d e afirmar a q u í u n a t e n t a t i v a d e p a r t i c i p a c i ó n ^*, algo q u e sin e m b a r g o sólo c o n d u c e lo q u e se p r o p o n í a el h o m b r e de atrás (exceso); la razón reside en q u e esta p a r t e del aconteci-
a la p u n i b i l i d a d en el caso d e tratarse d e u n a i n d u c c i ó n a u n delito grave ( § 3 0 I). E n el s u p u e s t o m i e n t o está privada d e su d o m i n i o del h e c h o .
del a u t o r e n f e r m o m e n t a l al q u e n o se ha r e c o n o c i d o su estado lo c o r r e c t o es castigar p o r u n a
inducción consumada (vid. E 6 2 § 3 2 ) , pues o b j e t i v a m e n t e c o n c u r r e u n a a u t o r í a m e d i a t a (esto
^' En este sentido se ptonuncia la opinión mayoritaria; vid. Baunmnn/Weher, Allg. Teil pág. 558;
es, u n más frente a la i n d u c c i ó n ) y s u b j e t i v a m e n t e el d o l o d e inducir, así c o m o t a m b i é n el d o l o
Cramer, Bockelmann-Festschrift pág. 400; Lackner, nota preliminar núm. 10 antes del § 25; LK(¡¡."XRoxin)
§ 25 núm. 145; Gallas, Matetialien Tomo I pág. 139; Mezger, Lehrbuch pág. 449; Sax, M D R 1954, pág.
69; Schroeder, R O W 1964, pág. 104; Roxin, Tatetschaft und Tathetrschaft págs. 267 .ss.; SchonkelSchrdder/
" Así, Dreher/Trondle, § 25 núm. 3; EKill.') (Roxin) § 25 núm. 128; Maurach/Cossel/Zipf, Allg.
Teil II § 48 núm. 88; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 242 ss.; Sclnnidhduser, Allg. Teil págs. 526 Cramer, nota preliminar núm. 83 antes del § 25.
ss.; Stmtenwerth, Allg. Teil I núms. 790 ss. •*" Así, Gallas, Matetialien Tomo I pág. 139; LKfll.") (Roxin) § 25 núm. 147; Roxin, Taterschaft
und Tathetrschaft págs. 271 ss.; SchmidhHuser, Allg. Teil pág. 530; Wessels, Allg. Teil núm. 547; Stratenwerth,
"• En el sentido del texto, SK(Samson) § 25 núm. i6\ Otto, Grundkurs pág. 275; Jakobs, Allg. Teil
21/103. Acerca de la situación de los subordinados v\á.Jager, Verbrcchen unter totalitarer fierrschaft págs. Allg. Teil I núms. 959 ss; SchónkelSchróderlCramer, nota preliminar núm. 83 antes del § 25. Sin embatgo, a
166 ss. favor de la autoría mediata sobre la base de la "voluntad de autot", Baumann, ]7, 1958, pág. 233. A favot de
^' A pesat de ello se decantan pot la autoría mediata Kohlrausch/Lange, nota preliminar I B 2a antes la autoría mediata en grado de tentativa Herzherg, Tatetschaft pág. 45; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II §
del § 47; H. Mayer, Lehrbuch pág. 329; E.b. Schmidt, Frank-Festgabe Tomo II pág. 131; v. Uthmann, N J W 48 núm. 4 1 ; SK (Samson) § 25 n ú m . 38.
1961, pág. 1909. '" KÚ,]akobs, Allg. Teil 21/106; Welzel, Lehtbuch pág. 75.
^^ Así, Bockelmann, Untersuchungen pág. 96; el mismo, Gallas-Festschrift pág. 266; Blei, Allg. Teil •*' Así, LK (ll.'')(Roxin) § 25 núm. l 4 9 ; Hillenkamp, Votsatzkonktetisierungen págs. 49 ss.; LK
pág. 2 6 1 ; Hetnitz. Festschrift zum 4 1 . D J T pág. 106; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II § 48 núms. 32 ss.; (1 L'')(Schroeder) § 16 núm. 14; Roxin, Taterschaft und Tathettschaft pág. 215; Schmidhauser, Allg. Teil
TrSndle, GA 1956, pág. 143; Welzel, Lehtbuch pág. 123; Letzgus, Vorstufen págs. 29 ss.; Stratenwerth, Allg. pág. 530; SK(Riidolphi) § 16 núm. 30; Wessels, Allg. Teil núm. 550.
léil I núm. 963. "•^ Igualmente, Maurach/GosseUZipf, AW^,. Teil II § 48 núm. 45; SchmidhSuser, Allg. Teil pág. 531; Wessels,
Allg. Teil núm. 545; con una fundamentación subjetiva también BaumannlWeher, Allg. Teil pág. 549.
724 § 62 La autoría mediata I. Concepto y delimitación de ía coautoría 725

rV. Tentativa y omisión en la autoría mediata guien no evita la acción punible del instrumento en contra de su deber de garante'*''. Por ejem-
plo, en un establecimiento sanitario el enfermero omite impedir que un enfermo mental ataque
1. La autoría mediata también puede ser cometida en forma de tentativa. Discutida es no a otro paciente. Lo correcto es, sin embargo, situat en un ptimer plano a la opinión conttatia''*
obstante la cuestión de en qué momento comienza el estadio de tal forma imperfecta en el senti- que para estos casos acepta una autoría inmediata por omisión, debido a que el deber de vigilan-
do del § 22 (vid. supra § 49 IV 5). También aquí .se diferencia por una pattc de la doctrina entre cia del enfermo convierte a su cuidador en garante de que aquél no dañe a nadie; aquí, pues, no
el instrumento que actúa de buena o mala fe. En el primer caso, la tentativa debe ya dar comien- resulta neccsatio el todeo que supone acudit a la autotía mediata (vid. supra § 59 IV 4c).
zo con la influencia por parte del hombre de atrás porque este supuesto debería ser ttatado del
mismo modo que cuando se pone en marcha un curso causal mecánico. En el segundo, por el
contrario, la tentativa sólo comienza con la acción ejecutiva del instrumento . § 63 La coautoría
Ejemplo: La presentación de un inventario incorrecto de mercancías al síndico de la quiebra que actúa Berolzheimer, Die akzessorische Natur der Teilnahme, Diss. München 1909; Beulke, Anmerkung zu
de buena fe para que éste transfiera aquéllas a los acreedores lo antes posible, sería ya según ello estafa en OLG Koln vom 5.9.1978, JR 1980, pág. 423; Bindoltat, Fahrlassige Mittaterschaft im Strafrecht, JZ 1979,
grado de tentativa (BGH 4, 270 [273¡). El hecho de verter el veneno en el té que será alcanzaado enseguida pág. 434; V. Biiri, Urhebetschaft und Beihilfe, GA 17 (1869) pág. 233; el mismo, Die Mittatetschaft im
por el cuidador a la víctima sería tentativa de envenenamiento (RG 59, 1; vid. 66, 141 [141]). Quien me- Sinne des deutschen StGB, GS 25 (1873) pág. 237; Busse, Taterschaft und Teilnahme bei
diante engaño induce al comprador de buena fe a llevarse traviesas del almacén de mercancías, comienza ya Untetlassungsdelikten, Diss. Gottingen 1974; Derksen, Heimliche Untetstützung ftemderTatbegehung ais
a cometer un hurto en grado de tentativa (RG 70, 212 [213]). Quien pone en acción a un delincuente Mittaterschaft, GA 1993, pág. 163; Finche, DerTater neben dem Tater, GA 1975, pág. 161; Furtner, TMI
contratado para la comisión de un robo quien, sin embargo, desconoce ser un instrumento para el homici- Frage der Anrechnung erschwerender Umstande usw., JR 1960, pág. 367; C'óssel, Sukzessive Mittaterschafr
dio de la víctima, comete ya un asesinato en grado de tentativa (BGH 30, 363 [365]). und Taterschaftstheofien, Festschrift fíir H.-H. Jescheck, Tomo I, 1985, pág. 537; Hardwig, 2.\iz Abgrenzung
von Mirtatetschaft und Beihilfe, GA 1954, pág. 353; Herzberg, Mittaterschaft durch Mirvorbereitung: eine
No obstante, en este lugar la distinción entre el insttumento que actúa de buena o mala fe actio communis in causa? JZ 1991, pág. 856; Kion, Grundfragen der Kausalitat bei Totungsdelikten, JuS
no está fundamentada. Según el § 22 la tentativa presupone que, de acuerdo con su plan delicti- 1967, pág. 499; Kühl, Grundfalle zut Vorbereitung usw., JuS 1982, 189; Küper, Versuchsbeginn und
vo, el autor pone en marcha la realización del tipo (vid. sufra § 49 IV 1). Ello rige también para Mittaterschaft, 1978; el mismo, Zur Problematik der sukzessiven Mittaterschafr, JuS 1981, pág. 568; Küpper,
la autoría mediata. De ahí que, en cualquier caso, sólo existe tentativa cuando el interviniente Der gemeinsame Tatentschluí5 ais unverzichtbates Moment der Mittaterschafr, ZStW 105 (1993) pág. 295;
inmediato pone ya en marcha la ejecución del delito ''^. Pero también puede ser afirmada la ten- Lesch, Die Begründung mirtaterschafrlicher Haftung ais Moment der objektiven Zurechnung, ZStW 105
tativa en el estadio previo si el autor mediato instruye al ejecutor y lo ha liberado ya de su esfera (1993) pág. 271; Murmann, Die Nebentaterschaft im Strafrecht, 1993; Niese, Anmeikung zu BGH 2, 344,
de influencia para que dé comienzo inmediato al hecho. Al respecto no puede existir difetencia NJW 1952, pág. 1176; Oehler, Das erfolgsqualifizierte Delikt und die Teilnahme an ihm, GA 1954, pág.
alguna en función de que el instrumento actúe o no de buena fe (BGH 30, 363 [365]) . 33; Otto, Versuch und Rücktritt bei mehreren Tatbeteiligten, JA 1980, pág. 641; el mismo, Mittaterschafr
beim Fahflassigkeitsdelikt, Jura 1990, pág. 47; Puppe, Anmerkung zu BGH 37, 214, NStZ 1991, pág. 124;
2, También es objeto de discusión la cuestión relativa a si una autoría mediata puede ser la misma, BGH 37, 289, NStZ 1991, pág. 571; U misma, Anmerkung zu BGH 31, 106, JR 1992, pág. 30;
cometida por omisión. Una parte de la doctrina afirma la posibilidad de apreciarla cuando al- Roxin, Die Mittaterschaft im Strafrecht, JA 1979, pág. 519; el mismo, Anmerkung zu BGH 37, 289, JR
1991, pág. 206; Rudolphi, Zur Tatbezogenheit des Tatherrschaftsbegriffs usw., Fesrschrift für R Bockelmann,
1979, pág. 369; Scheffler, Der Verfolger-Fall (BGH 11, 268) usw., JuS 1992, pág. 920; Scheffler, Anmerkung
zu BGH 11, 268, JR 1958, pág. 427; Seelmann, Mittatetschaft im Strafrechr, JuS 1980, pág. 571; Stoffers,
Mittatetschaft und Versuchsbeginn, MDR 1989, pág. 208; Timpe, Anmerkung zu BGH 36, 231, JZ 1990,
'*'* Así, Blei, Allg. Teil págs. 261 ss.; Kohhausch/Lange, nota preliminar II 3 antes del § 43; Mezger, pág. 97; Valdágua, Versuchsbeginn des Mittaters, ZStW 98 (1986) pág. 839; Winter, Die Entwicklung der
Lehrbuch págs. 386, 401; LK(9.'')(Busch) § 43 núm. 33; Welzel, Lehrbuch pág. 191. En cambio, sostienen Mittaterschaft im 19. Jahrhundert, Diss. Heidelbcrg 1981; Zimmerl, TMI Lehre vom Tatbestand, Sttafr. Abh.
en todo caso la tentativa del autor mediato cuando éste actúa sobre el inrerviniente inmediato, Baumann, Heft237, 1928.
JuS 1963, págs. 92 ss.; Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 542 ss.; Bockelman/i/Voli, Aüg.Te'A pág. 185; Jakobs,
Allg. Teil 21/105; profundizando en ello Schilling, Vetbrechensversuch pág. 104 (con la denominada "solu- Vid., además, las referencias bibliogtáficas antes de los §§ 61, 62
ción única").
"" A favor del comienzo de la acción ejecutiva del instrumento como momento que tesulta determi-
nante para el comienzo de la tentativa, Frank, § 43 comentario II 2a infine; Hegler, R. Schmidt-Festgabe I. Concepto y delimitación de la coautoría
págs. 66 ss.; v. Hippel, Tomo II pág. 475; Eb. Schmidt, Frank-Festgabe Tomo II pág. 132; Kühl, JuS 1983,
pág. 182; el mismo, Allg. Teil § 20 núm. 97; Küper. JZ 1983, pág. 369; Kadeh GA 1983, pág. 299; LK(9.'') 1. Si varios cometen conjuntamente un delito cada uno de ellos será castigado como
(Vogler) § 22 núm. 101; Maurach/Gossel/Zipf, ÍÚ\e,. Teil II § 48 núm. 115; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. autor (§ 25 II). La propia Ley denomina en estos casos al interviniente como "coautor". Al
838 (la denominada "solución unitaria"). Otw, Grundkurs pág. 281 recurre a la inmediata puesta en peligro
del bien jurídico protegido. Según Krüger, Versuchsbeginn pág. 186, lo relevante es que el autor mediato
"consiga conttolar" el bien jurídico atacado. '*' Así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 547; Blei, Allg. Teil pág. 260; Engelsing, Elgenhandige Delikte
'"' Así, acertadamente, Roxin, Maurach-Festschrift págs. 227 ss.; además, Dreher/Trondle, § 22 núm. pág. 42; Maurach/GósselíZipf, Allg. Teil II § 48 núm. 95; Schmidhdtiser, Allg. Teil pág. 706.
18; LKÍU.') (Roxin) § 25 núm. 152; Herzberg, MDR 1973, págs. 94 ss.; el mismo, JuS 1985, pág. 6;/. ''* Así, Grünwald, GA 1959, pág. 122; Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikre pág. 294; Roxin,
Meyer, ZStW 87 (1975) pág. 608; ñippe, JuS 1980, págs. 348 ss.; Schonke/Schroder/Eser, § 22 núms. 54 ss.; Taterschaft und Tatherrschaft pág. 471; SchonkelSchroderlCramer, § 25 núm. 55; SK(Rudolphi) § 13 núm.
SK(Rudolphi) § 22 núm. 20; Wessels. Allg. Teil núm. 615. Crítico al respecto Küper, JZ 1983, págs. 371 ss. 33; Sowada, Jura 1986, pág. 410; Welzel, Lehrbuch pág. 206; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1066.
726 § 63 La coauroría I. Concepto y dciimiración de la coautoría 727

igual que la autoría mediata, la coautoría es una forma de autoría. Pero, a pesar de la regulación hufio (RG 53, 138). Asimismo, la elaboración del plan y la comunicación de la oporrunidad para la ejecu-
legal, los presupuestos y la delimitación de la coautoría resultan ser aspectos discutido.s '. ción del robo es igualmente coautoría (BGH NjW 1951, pág. 410). Quien sencillamente cranspotta al au-
tor del incendio al lugar del hecho puede ya ser coautor del mismo (RG HRR 1934, pág. 147). También
a) También la coautoría se fundamenta a través del dominio del hecho pero, como en su puede ser coauror de un delito del § 179 II ejecutado por dos hombres, quien tan sólo está presente de
ejercicio concurren varios, el dominio del hecho debe ser conjunto (vid. suprn § 61 V 3b). Cada modo aprobatorio en el lugar del hecho sin haber abusado por sí mismo de la enferma mental (RG 71,
coautor domina el suceso global en colaboración con otro o con otros. Por consiguiente, la 364). Por otta patte, sólo puede aparecer como cómplice quien ha realizado el disparo mortal en tanto que
coautoría consiste en una "división del trabajo" que hace posible el delito, lo facilita o disminuye se enconttaba plenamente subordinado a otto interviniente (OGH 1, 95 1102]). Lo mismo rige para el caso
sustancialmente el riesgo del hecho. Del lado subjetivo exige que los intervinientes estén vincula- de colaboración con una banda de contrabandistas (BGH 8, 70 [73]). Es coautor quien induce a otro al
dos recíprocamente por medio de una resolución conjunta, con lo que, en el marco del aconteci- hurto de un vehículo con el que deben emprender un viaje conjunto (BGH 16, 12 ]13]). Por lo demás,
miento global, cada uno de ellos debe asumir una función parcial de carácter esencial que les quien ejecuta dos asesinatos por mandato de un servicio secreto exrranjero es sólo cómplice por estat ausen-
haga aparecer como coportadores de la responsabilidad por la ejecución del conjunto del hecho. te la voluntad de autot, dado que sólo a disgusto se sometió a la voluntad del ordenante (BGH 18, 87
¡95]). Constituye coautoría en el tráfico de estupefacientes el desempeño de la función de correo si quien la
La resolución delictiva comiin es la abrazadera que conecta las piezas individuales del todo. En
realiza quiso el hecho como suyo (BGH GA 1984, pág. 572). En dicho delito el coautor debe actuat en
su aspecto objetivo aquello que cada uno de los coautores desencadena debe mostrar una deter-
propio interés (BGH 34, 124 [125]). La coautoría en el asesinato ptesupone que el interviniente quiso el
minada medida de significado funcional, de forma que el desarrollo de cada uno del papel
hecho como propio (BGH GA 1984, pág. 287). En caso de duda no hay que aceptar coautoría sino compli-
que le corresponde se presente como una pieza esencial de la realización del plan delictivo con- cidad (BGH 23, 203 ]207]).
junto (dominiofiíncional) (BGH 24, 286 [288]; BGH NStZ 1985, pág. 165)^.
c) La jurisprudencia reciente parte, ciertamente, de la voluntad de autor pero para la fun-
b) En cambio, la teoría subjetiva de la participación divisa también aquí en la voluntad de damentación de la coautoría aplica también de modo progresivo criterios objetivos como la ela-
autor el criterio decisivo ^. Sólo debe ser determinante que cada interviniente, con la colabora- boración del plan delictivo, el alcance de la colaboración en el hecho, el dominio del mismo o,
ción de los demás, haya querido el hecho como propio (vid. supra § 61 IV 2). En el marco de por lo menos, la voluntad de dominarlo (BGH 33, 50 [53]; 37, 289 [291]; BGH GA 1984,
una resolución delictiva común y ante la existencia de una voluntad de autor, cualquier contribu- pág. 287; NStZ 1982, pág. 27; 1984, pág. 413; 1985, pág. 165). Especialmente decisivo resulta,
ción causal al hecho, por pequeño que sea su significado externo, alcanza a cumplir los requisitos además, la "cooperación con los mismos derechos" entre los codelincuentes (BGH GA 1984,
objetivos de la coautoría. La jurisprudencia'^ se adhirió tempranamente a esta teoría (RG 2, 160 págs. 572 ss.).
[163]; 3, 181 [182]). De este modo, ha renunciado a una clara delimitación entre la autoría, por
2. Para la coautoría no rige el principio de la imputación en virtud de la accesoriedad (vid.,
un lado, y la inducción y la complicidad, por otro, en beneficio de un punto de vista valorativo
no obstante, infra § 63 V). sino la imputación recíproca inmediata de todas las apottaciones
orientado al caso concreto.
al hecho tealizadas en el marco de la resolución delictiva común (RG 58, 279; 66, 236 [240];
Ejemplos: El simple favorecimiento psíquico del hecho mediante consejos puede ser coautoría en el OLG Hamm N J W 1971, pág. 1954) ^. No se trata de que el coautor coopera en un hecho aje-
delito de contrabando (RG 35, 13 [17]), y la descripción del lugar y otras circunstancias coautoría en un no, sino de que jurídicamente todas las aportaciones de los coautores son consideradas equiva-
lentes y son imputadas en su totalidad a cada uno de ellos. Para los supuestos de error rigen aquí
las reglas generales. El error sobre el objeto que es irrelevante para un coautor tampoco beneficia
' Acerca de su historia vid. Winter, Die Entwicklung der Mittaterschaft im 19. Jalirhundert, 1981. a los otros. Sólo se derivan particularidades del hecho de que como la coautoría es para cada
^ Así, Blei, Allg. Teil pág. 278; Bloy, Beteiligungsform págs. 369 ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. interviniente una forma de autoría, cada uno de ellos también debe ser un autor idóneo para la
\S6;jakobs. Allg. Teil 21/40; LK(11.") (Roxin) § 25 núm. 154; Eser. Strafrecht II núm. 39 A núm. 6; parte que llevan a cabo todos los demás (vid. infra § 63 I 3b). Si, por ejemplo, a consecuencia
Lackner, § 25 núm. 11; KühL Allg. Teil § 20 núm. 99; Frisch, Lexikon 8/1620 pág. 7; Gaitas, Materialien del error de uno de los intervinientes la ejecución conjunta de unos daños materiales se realiza
Tomo I págs. 136 ss.; Maurach/GosseUZipf, Allg. Teil II § 49 núm. 5; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft contra la propiedad de uno de los coautores, entonces/>ízra este último sólo se plantea la tentativa
págs. 277 ss.; Welzel, Lehrbuch pág. 107; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 509; Seelmann, JuS 1980, pág. 574; de tal delito''. De ello también se deriva la solución del caso en el que la agresión que tiene Itigar
SK(Samson) § 25 núm. 43; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 823; Wessels, Allg. Teü núm. 528. Críticamente a consecuencia del error de un ejecutor pierde para uno de los coautores la dirección exigida por
al respecto, Herzberg, Taterschaft págs. 57 ss., quien de modo restringido exige que la aportación al hecho
el tipo de actuar "contra otro".
del coautor debe estar "en estrecha relación con la verdadera acción típica" (pág. 66); en contra del criterio
del dominio funcional del hecho Schónke/Schróder/Cramer, nota preliminar núm. 86 antes del § 25. La reo-
ría objetivo-formal, que exigía para la coautoría una intervención en la acción ejecutiva, fue defendida por
última vez por H. Mayermá. Lehrbuch págs. 31 ss. y Grundrií? pág. 161.
' Así, Batiniann/Weber, Allg. Teil págs. 536 ss.; Baumann, JuS 1963, pág. 90; Kohlrausch/Lange, nota ^ Con acierto subraya Kühl, Allg. Teil § 20 núm. 99, que éste es el "aspecto central de la cuestión";
preliminar núm. I 5c antes del § 47; Olshausen, nota preliminar núm. 24 antes del § 47; LK(9.") (Busch) § asimismo, W^íWs, Allg. Teil núm. 531.
47 núm. 6. El acceso a la teoría del dominio del hecho lo llevó a cabo LK(8.'') (Mezger) § 47comentario 2c, "^ Asimismo, SK (Samson) § 25 núm. 49. De otra opinión, Schróder, jR 1958, pág. 428, quien aquí,
a través de la fórmula que entiende que lo decisivo es la "valoración objetiva de la actuación voluntaria". excepcionalmente, pretende dejar pasar los principios de la participación de forma que fueran admisibles los
'' También aquí se extrajeron las consecuencias de la teoría de la causalidad de v. Buri; vid. v. Buri, daños materiales consumados. En contra de ello habla el hecho de que, precisamente, la coautoría no es una
GA 17 (1869) págs. 233 ss.; el mismo, GS 25 (1873) págs. 237 ss. En torno a su crítica vid. v. Birkmeyer, forma de participación. Disienten también Roxin, Tatetschaft und Tatherrschaft págs. 286 ss.; Baumann,
Die Lehre von der Teilnahme págs. 194 ss. JuS 1963, pág. 127.
728 § 63 La coautoría I. Concepto y dciimíración de la coautoría 729

Ejemplo: Sobre la base de una resolución delictiva común uno de los coautores dispara en la oscuridad b) Dado que la coautotía se manifiesta como una fotma de autotía, sólo puede ser coautor
a un supuesto perseguidor que, en realidad, era otro de ellos. La BGH 11, 268 (271) aceptó en este caso la quien, también en relación con las demás aportaciones al hecho, tiene la cualidad de autor idó-
tentativa de asesinato también pata el coautor al que iba dirigido el disparo, aún cuando si lo hubiera reali-
neo . Pot ello no existe la coautotía en los delitos de propia mano sin la propia intervención en la
zado él mismo sería tan sólo constitutivo de una tentativa de suicidio impune . Aquí sólo existe tentativa
comisión de la acción típici (OGH I, 303 [304] relativa a la usurpación de funciones públicas;
por dos motivos: primero porque el disparo falló en su objetivo y, segundo, potque aquel al que alcanzó el
disparo no podría haber consumado el hecho como autor. Este último punto de vista, sin embatgo, debe RG 61, 199 [201] sobre falso testimonio; incorrecta es la RG 71, 350 [353]) y mucho menos en
conducit a la impunidad del hetido por no poder ser un autor idóneo. los delitos especiales propios si no se posee la cualidad necesaria (RG 42, 382, en relación con el
cohecho). Además, tampoco se plantea la coautotía cuando el tipo presupone en el autor un deter-
Dado que la imputación recíproca en la coautoría no tiene lugar de acuerdo con las reglas minado elemento jurídico que no concurre en los otros intetvinientes, tal y como sucede con la
de la accesoriedad, el enjuiciamiento jurídico de las aportaciones individuales puede diferir en la titularidad de la custodia en el delito de aptopiación indebida (RG 59, 79 [81]; BGH 2, 317 [318]),
medida en que se mantenga la unidad del acontecimiento en el marco de la resolución delictiva con la voluntad de disponet de la dádiva para fines propios en el cohecho (BGH 14, 123 [127]),
comiln(RG 12, 8 [11])''. con la circunstancia de estat personalmente involucrado en el accidente en relación con el delito
Ejemplos: La coauroría en ía estafa no se excluye por el hecho de que uno de los intetvinientes actúe en de alejamiento del lugar del siniestro (BGH 15, 1 [3]) o con el interés propio en el rráfico de sus-
interés propio y otto de ellos lo haga en interés ajeno (RG 59, 104 [107]). Un coautot puede ser responsable tancias estupefacientes (BGH NJW 1986, pág. 2584). Los gerentes de una empresa están obliga-
de robo y otro de hurro. El asesinato y el homicidio pueden ser cometidos en coautoría (BGH 36, 231, con dos conjuntamente a cumplir con su deber de ordenar la retitada del mercado de un ptoducto
comentario aprobatorio de Timpe, ]X 1990, pág. 97). Una de las aporraciones al hecho puede ser activa y otta comercializado que es dañino para la salud (BGH 37, 106 [114 ss.]). En cambio, puede ser coau-
set cometida pot omisión; así sucede, por ejemplo, cuando sobte la base de una tesolución delictiva común el tor de una evasión de impuestos quien no es sujeto pasivo del tributo (BGH NStZ 1986, pág.
vigilante nocturno omite el aseguramiento del edificio cuya vigilancia tiene encomendada, de modo que los 463). También los elementos subjetivos del tipo como, pot ejemplo, la intención de aptopiación en
ladrones tienen libre acceso al mismo. Sin embargo, aquí será mejor admitir una complicidad omisiva porque
el hurto y el robo o el ánimo de beneficiarse en la receptación, deben concurrir en todo interviniente
el dominio del hecho sobre el robo únicamente teside en los coautotes del mismo. Por el contrario, existe un
exceso que sólo fundamenta la autotía única cuando uno de los coautores va más allá de las lesiones corporales que deba ser considerado como coauror (BGH NJW 1987, pág. 77; GA 1986, pág. 417; StV 1989,
acordadas matando dolosamente a la víctima (RG AA, 321 [324]; además, 57, 307; 67, 367 [369]). pág. 250; NStZ 1994, 29 [30]; OLG Hambutg MDR 1975, pág. 772).

3. Los limites de la coautoria se derivan de su carácter de autoría y de la resolución delictiva c) Pero la responsabilidad penal común de los coautores sólo llega hasta donde alcanza la
común. resolución delictiva conjunta. Las acciones de cada coautor que vayan más allá de ésta (exceso)
sólo pueden perjudicar como autor único a quien las ejecuta (BGH 35, 231 [234]) '•^.
a) De acuerdo con ello, no existe la coautoría en los delitos imprudentes pues en ellos
está ausente una resolución delictiva ' . Cuando varios cooperan de forma imprudente cada uno Ejemplos: Un coautor mata a la víctima a pesar de que sólo fueron acordadas unas lesiones corporales
de los intervinienres es autor accesorio en la medida en que concurran sobre su persona todos los (RG AA, 321 [324]) o utiliza un cuchillo (§ 223a '^) pata llevar a cabo las lesiones cotpotales que sólo de-
requisitos de la imprudencia; aquí no tiene lugar una imputación recíproca de las aportaciones bían tener lugar con una pelea a puñetazos (RG 67, 367 [369]). Lo mismo sucede si fueron objero de apro-
piación indebida bienes distintos de los que se pactaron (RG 57, 307), si un coautot comete un tobo a
(vid. infra § 63 II 3) '".
1 pesat de que sólo fue planificada una coacción (BGH GA 1968, pág. 121) o cuando con ocasión de un
robo un coautot mata a una víctima que sólo debió habet sido narcotizada (BGH NJW 1973, pág. 377).
' De acuerdo, Baumann, ]uS 1963, págs. 126 ss.; DreherlTrondle, § 25 núm. S\Jakobs, Allg. Teil 21/
Tampoco benefician a ninguno de los intervinientes las desviaciones ¡nesenciales que tienen lugar en
45; Küper, Versuchsbeginn pág. 40; Maurach/Gossel/Zipf, /ú\^. Teil II § 49 núm. 40; Puppe, NStZ 1991,
el curso causal. El exceso durante la ejecución del hecho puede ser acogido tácitamente por la resolución
pág. 124; SchonkelSchróderlCramer, § 25 núm. 89; mosttando sus dudas Eser, Strafrecht II núm. 39 A núm.
delictiva común (BGH Dallinger UX:)R 1971, pág. 545).
14; Lackner, § 25 núm. 17. Disienten Schmidhduser, Allg. Teil pág. 508; Herzherg, Táterschaft pág. 63;
Spendel, JuS 1969, pág. 314; LKÍll.") (Roxin) § 25 núm. 178; Roxin, JA 1979, págs. 519 ss.; Rudolphi, Todos los coautores se responsabilizan por aquellas acciones individuales con las que ya se
Bockelmann-Festschtift pág. 380; Seelmann, JuS 1980, pág. 572; Schriider, JR 1958, pág. 428; Scheffler, JuS había contado como, por ejemplo, las ejecutadas ante la resistencia de la víctima (BGH GA 1985,
1992, págs. 922 ss. pág. 270).
* Vid. Blei, Allg. Teil pág. 282; DreherlTrondle, § 25 núm. 5; Lackner, § 25 núm. 16; Schmidhduser,
Allg. Teil pág. 513; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 828. En los delitos cualificados por el resultado la agtavación de la pena sólo afecta a aquellos
' Así, BGH VRS 18, 415 (421 ss.); Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 527 ss.; Bindokat, JZ 1979,
pág. 434; DreherlTrondle, § 25 núm. 10; v. LisztlSchmidt, pág. 337; LK (11.") (Roxin) § 25 núm. 221;
MaurachlGUssellZipf, AWg. Teil II § 49 núm. 107; SchonkelSchróderlCramer, § 25 núm. 101; SK(Samson) §
25 núms. 54,41. '' Es doctrina unánime; vid. BaimwnnfWeber, Allg. Teil pág. 528; Blei, Allg. Teil pág. 275; Bockelmannl
'" Así, acertadamente, Murmann, Nebentaterschaft págs. 237 ss.; DreherlTrondle, § 25 núm. 11. Por Volk, Allg. Teil págs. 189 ss.; DreherlTrondle, § 25 núm. 6; Lackner, § 25 núm. 9; LK(IL'') (Roxin) § 25 núm.
el contrario, se muestran a favor de la posibilidad de una coautotía imprudente Berolzheimer, Teilnahme 168; SchonkelSchróderlCramer, § 25 núm. 81; SK(Samson) § 25 núm. 49; Wessels, Allg. Teil núm. 530.
pág. 49; Exner, Frank-Festgabe Tomo I pág. 572; Frank, § 47 comentario núm. III; KohlrauschlLange, § 47 '^ Es doctrina unánime; vid. BaumannlWeber, Allg. Teil pág. 541; BockelmannlVolk, All^. Teil págs. 190
comentario núm. III; Mezger, Moderne Wege pág. 32; Zimmerl, Lehre vom Tatbestand pág. 107; Schmidhduser, ss.; DreherlTrondle, § 25 núm. 8a; LKdL") (Roxin) § 25 núm. 175; MaurachlGosseUZipf, Allg. Teil II § 49
Allg. Teil pág. 515; Otto, Jura 1990, pág. 47. También a favor de la coautoría imprudente la BGE 113 núm. 58; SchonkelSchrbderlCramer, § 25 núm. 93; SK (Samson) % 25 núm. 51; Wessels, Allg. Teil núm. 531.
(1987) IV 58 (Suiza). ^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 I núm. 2 (N del T).
730 63 La coauron'a III. La ejecución conjunta de! hecho 731

intervinientes que por sí mismos hayan obrado imprudentemente en relación con la consecuen- Ejemplo: En el atraco a una gasolinera también es coautor de las lesiones corporales (no planificadas)
cia más grave (§ 18) . de la víctima quien, sin tomat parte en ello, permanece en el lugar del hecho proporcionando así un efecto
psíquico promotor de tales lesiones (BGH GA 1986, pág. 229).
3. Concurre la autoría accesoria cuando varias personas provocan conjuntamente el re-
II. La resolución delictiva común
sultado típico sin estar vinculadas por una resolución delictiva común ^^. Esta modalidad es poco
1. El componente subjetivo necesario de la coautoría es la resolución delictiva común. habitual en los delitos dolosos pero sí aparece con frecuencia en la imprudencia porque la coope-
La imputación recíproca de las distintas aportaciones sólo está justificada por este elemento. No ración negligente entre varias personas consrituye una manifestación cotidiana del delito; aquí,
es suficiente con un acuerdo unilateral sino que "todos deben intervenir mediante una coopera- sin embargo, no se plantea una coautoría (vid. supra § 63 I 3a).
ción consciente y voluntaria" (RG 8, 42 [44]; BGH 6, 248 [249]). En el concierto de volunta- Ejemplos: Dos cazadores furtivos disparan, independientemente uno del otro, al guarda forestal (RG
des debe fijarse la división de fiínciones a desarrollar a través de la cual debe ser alcanzado el 8, 42 [44]). Mediante aportaciones individuales al hecho y sin acuerdo previo, madre e hijastra matan al
resultado proyectado que, de este modo, no debe ser sino consecuencia del esfuerzo común (BGH marido y padrastro (BGH NJW 1966, pág. 1823). Como cierre a una reunión para jugar a los bolos A y B,
24, 286 [288]). Además, la división de funciones debe evidenciar que la responsabilidad por la por iniciativa de X, organizan una competición a tres de motocicletas en la que X, que se enconttaba em-
ejecución del hecho pesa sobre todos los intervinientes '^. briagado, pierde la vida. Tanto A como B son aquí responsables por un homicidio imprudente al aceptar la
invitación a la competición procedente de una persona ebria (BGH 7, 112). Lo mismo rige para el cliente y
No obstante, el acuerdo también puede producirse tácitamente o mediante un actuar conciuyente (RG el tabernero cuando éste sigue dando de beber a quien se encuentra ya en una situación de incapacidad para
49, 239 [241]; OGH 2, 352 [355]; BGH 37, 289 [292] con comentario crítico de Puppe, NStZ 1991, pág. conducir, provocando un accidente mortal en el viaje de regreso a casa (BGH 4, 20 [21]); la misma solu-
571). Los autores ni siquiera necesitan conocerse recíprocamente "en la medida en que cada uno sea cons- ción es aplicable para el caso en el que un accidente es imputable a la falta de atención de dos conductores
ciente de que con él colaboran una o más personas y éstas posean la misma conciencia" (RG 58, 279) . (BGH VRS 28, 202; BayObLG NJW 1960, pág. 1964).
2. Por regla general el acuerdo entre los coautores se produce antes del comienzo del hecho
También el aprovechamiento de un comportamiento imprudente por parte de una persona
(complot). Pero un coautor también puede incorporarse al hecho durante su ejecución y con ante-
plenamente responsable da lugar a la autoría accesoria de un hecho doloso.
rioridad a su terminación (vid. supra^49 III 3) (BGH GA 1969, pág. 214; GA 1986, pág. 229) '^
(especialmente en relación con la terminación BGH 2, 344 [345]; BGH GA 1966, pág. 210; j Z El concepto de autoría accesoria sólo tiene sentido como denominación comprensiva de todas
1981, pág. 596 con comentario crítico de Küper, JZ 1981, pág. 568; BGH 39, 260 [279]) >**, las formas de manifestación del delito que vienen a ser el contrapunto de la coautoría. Dogmática-
responsabilizándose entonces por las contribuciones realizadas por los otros intervinientes en la me- mente no posee un valor autónomo, pues tan sólo se trata de la concurrencia casual de varios casos
dida en que estén comprendidas por el acuerdo posterior de éstos y siempre que haya promovido o, de autoría única ^'. El problema de la autoría accesoria reside en la causalidad de las distintas con-
como mínimo, asegurado la realización del tipo (BGH Dallinger M D R 1975, págs. 365 ss., BGH tribuciones que confluyen en la provocación del resultado común (vid. supra § 28 II 5) '^^.
NStZ 1985, pág. 215; BGH StV 1985, pág. 145; OLG Koln JR 1980, 422 [423] con comentario
de Beulke). Sin embargo, las acciones que fundamentan un delito autónomo y que ya han sido
concluidas en el momento en que tiene lugar la incorporación no perjudican a los coautores que se III. La ejecución conjunta del hecho
adhieren con posterioridad (BGH Dallinger MDR 1969, pág. 533) (coautoría sucesiva)''.
1. Según el § 25 11 la coautoría exige la ejecución conjunta del hecho. Todo interviniente
que deba ser considerado coautor debe, por tanto, prestar una aportación objetiva al hecho.
De acuerdo con la teoría del dominio del hecho todos los coautores deben concurrir al ejerci-
''' Vid. Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 49 núm. 61; LK(11.') (Roxin) § 25 núm. \7G;Jakobs, cio del mismo (dominio funcional del hecho). En todo caso, este requisito está siempre presente
Allg. Teii 21/46; Oehler, GA 1954, pág. 37; SchdnkelSchroderlCramer, % 18 núm. 7. cuando cualquiera de los intervinientes, sobre la base de la resolución delictiva común, lealiza de
'5 Vid. Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II § 49 núm. 47; Kühl, Allg. Teil § 20 núm. 104; LK(11.') propia mano y de forma plenamente responsable un elemento del tipo (vid. supra § 61 V 2). Sin
(Roxin) § 25 núm. 173; Schdnke/Schroder/Cramer, § 25 núms. 70 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 70 ss.; embargo, ninguno de ellos necesita cumplir sólo con su persona todos los elementos del tipo
Welzel, Lehrbuch pág. 107. pues a cada uno de los intervinientes, sobre la base y en el marco de la resolución delictiva co-
"^ Por el contrario,/fl/^o¿í, Allg. Teil 21/43, sustituye incorrectamente la resolución conjunta por
una "resolución de adaptación" de carácter unilateral. Lesch, ZStW 105 (1993) pág. 292, pretende incluso
desplazar el elemento subjetivo propio de la coautoría por una imputación objetiva. Asimismo, Derksen, A núm. 20; Herzberg, Taterschaft pág. 153; LK (1!."jíRoxin) § 25 núm. 195; Roxin, Táterschaft und
GA 1993, págs. 163 ss. En contra, con acierto, Küpper, ZStW 105 (1993) págs. 295 ss. Tatherrschaft págs. 289 ss.; Schmidháuser, Allg. Teil pág. 510; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 818 ss.; SK
'^ LK(11.") (Roxin) § 25 núm. 192; Schonl^e/Scliriide/Eser, nota preliminar núm. 10 antes del § 22; (Samson) § 25 núm. 48; SchdnkelSchroderlCramer, § 25 núm. 91; Wessels, Allg. Teil núm. 527.
Laclíner, § 25 núm. 10; Kühl Allg. Teil § 20 núm. 126. ^° Vid., más detalladamente, Murmann, Nebentaterschaft págs. 140 ss.; Baumann/Weber, Allg. Teil pág.
'^ Al respecto vid., críticamente, Gossel Jescheck-Festschrift Tomo I págs. 537 ss., con consecuencias 525; LK(ll.'')(Rox¡n) § 25 núms. 222 ss.; Finche, GA 1975, págs. 164 ss. (con exposición de los grupos de
restrictivas págs. 552 ss.; además, Baumann/Weber, Allg. Teii pág. 540; Furtner, JR 1960, pág. 367; Maurachl casos); MaurachlGossel/Zipf, M\g. Teil II § 49 núms. 80 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 830 ss.; Schonkel
Gossel/Zipf, IÚ\p Teil II § 49 núm. 76; Dreher/Trondle, § 25 núm. 9; KíM, JuS 1982, págs. 189 ss. SchroderlCramer, § 25 núm. 100; Wí'SJif/j, Allg. Teil núm. 525; Schmidháuser, Allg. Teil pág. 517.
" Acertadamente, en contra de la autoría sucesiva cuando el que se incorpora no ha colaborado por ^' Igualmente, Finche, GA 1975, pág. 176; SK (Samson) § 25 núm. 56.
sí mismo en las aportaciones al hecho ya realizadas por los otros intervinientes, Eser, Strafreclu II núm. 40 2^ Vid. Kion, JuS 1967, pág. 499.
732 § 6 3 La coautoría IV. leiu.itíva v omisión en la coautoría 733

m i i n , le son i m p u t a d a s las a p o r t a c i o n e s d e los otros c o m o si se tratara de su p r o p i a acción. D e pág. 27) ^''. D e a h í q u e la coautoría no se restrinja a u n a c o o p e r a c i ó n en el estadio d e la tentativa
ello se sigue q u e en los delitos de varios actos (vid. supra § 2 6 II 5) la realización de una p a r t e del o de la c o n s u m a c i ó n d e la infracción ".
h e c h o es suficiente para la aceptación d e la coautoría .
2. D e acuerdo con las teorías subjetivas d e la participación, q u e son seguidas sobre t o d o
Ejemplo: Son coautores de una violación (§ 177) si uno de los sujetos emplea la violencia mientras por la jurisprudencia, para la aceptación de la coautotía es ya suficiente c o n q u e u n interviniente
que el otro lleva a cabo la relación sexual (BGH 27, 205 [206]; BGH NStZ 1985, pág. 70). con volimtad de a u t o r a p o r t e cualquier c o n t t i b u c i ó n causal al hecho, a u n q u e ésta se trate mera-
Sin e m b a r g o , el d o m i n i o del h e c h o n o está l i m i t a d o a la c o m i s i ó n d e p r o p i a m a n o d e u n a m e n t e de u n a actuación de planificación, preparación, inducción o d e apoyo (vid. supra § 6 3 I I b ) .
acción típica. El curso del plan c o n j u n t o p u e d e , más bien, hacer necesaria o finalmente apropia- Para la fundamentación de la extensión de la corresponsabilidad por autoría a personas que por sí
da u n a división de roles q u e t a m b i é n asigne a los intervinientes c o n t r i b u c i o n e s al h e c h o q u e se mismas sólo han desarrollado su actividad en el estadio previo o en la frontera del tipo, se recurre al argu-
e n c u e n t r a n fuera del tipo legal y q u e la ejecución del delito d e p e n d a d e la c o o p e r a c i ó n fijada d e mento de que la coautoría hay que entenderla como un caso especial de autoría mediata. Dado que cualquier
esta m a n e r a (vid. siipra § 6 1 V 3b) ^^. Sin e m b a r g o , se exige c o m o m í n i m o u n a a p o r t a c i ó n favo- aportación al hecho se impura a cada uno de los intervinientes como un hecho propio, no resulta determi-
recedora del h e c h o ( B G H N S t Z 1 9 8 5 , p á g . 165). En t o d o caso, n o es i m p r e s c i n d i b l e la presen- nante cuál haya sido la propia actuación típica (RG 63, 101 [103]; 66, 236 [240]; 7 1 , 23 [24]) ^^. Este
cia personal en el lugar d e comisión del delito (RG 5 4 , 152 [ 1 5 3 ] ; O L G D u s s e l d o r f M D R 1 9 6 3 , argumento, sin embargo, no resulta convincente pues en la coautoría falta ptecisamente el dominio del he-
cho único por patte del hombre de arras característico de la autoría mediata -'.
pág. 5 2 1 ) . Es c o a u t o r q u i e n t o m a p a r t e del d o m i n i o del h e c h o sobre la base d e la resolución
delictiva c o m ú n ; la manifestación d e q u e sólo quería ser " c ó m p l i c e " n o afecta para n a d a a ello
(de otra o p i n i ó n , R G 7 4 , 8 4 ; B G H 1 8 , 8 7 ) .
rVl Tentativa y o m i s i ó n e n la c o a u t o r í a
Ejemplos: El atraco a un banco se lleva a cabo de forma que uno de los intervinientes espera en el
coche con el motor encendido, otro desconecta el dispositivo de alarma, un rercero asegura la salida, un 1. A c o n s e c u e n c i a d e la i m p u t a c i ó n i n m e d i a t a d e las a p o r t a c i o n e s d e los intervinientes,
cuarto apunta al personal de caja con la pistola y un quinto recoge velozmente el botín. Todos son coautores c o n c u t r e ya la c o a u t o r í a e n u n d e l i t o i n t e n t a d o c u a n d o u n o de los sujetos, e n el m a r c o d e la
de acuerdo con los §§ 25 11, 250 I núm. 1, a pesar de que sólo el cuarto y el quinto realizan un elemento resolución delictiva c o m ú n , p o n e en m a r c h a la realización del t i p o (§ 2 2 ) (la d e n o m i n a d a solu-
del tipo. Sin embargo, es cómplice quien sólo como conductor coopera en un robo a cambio de una canti- ción global). T a m b i é n a q u í la coautoría p r e s u p o n e q u e los ortos intervinientes h a n a s u m i d o sus
dad fija de dinero (BGH StV 1983, pág. 50) o quien transporta la droga desde el extranjero sin colaborar ni a p o r t a c i o n e s al h e c h o d e c o n f o r m i d a d con la división d e funciones d e t e r m i n a d a e n la resolución
en su introducción ni en su distribución (BGH JZ 1985, pág. 100). Vid. también la RG 55, 60, relativa a delictiva c o m ú n , q u e h a b r í a n c o n c u r r i d o al d o m i n i o del h e c h o y q u e h a b r í a n c o n t r i b u i d o a c o m -
un caso de ejecución conjunta de un allanamiento de morada.
pletar la acción c o m e t i d a en g r a d o de tentativa ^^.
P r o b l e m á t i c a y discutida es la cuestión d e cuál es la i m p o r t a n c i a q u e debe poseer la a p o r t a - Ejemplo: Un coautor debía llevar a cabo la falsedad documental y otro introducirla en el tráfico jurídico.
ción al h e c h o del coautor. A n t e t o d o , el d o m i n i o del h e c h o p t e s u p o n e q u e la c o n t r i b u c i ó n del Cuando el primero de ellos comienza a realizar la falsificación el segundo es ya también responsable por una
c o a u t o r favorece el h e c h o ( B G H N S t Z 1 9 8 5 , pág. 165). Sin e m b a r g o , las típicas acciones d e tentativa de falsificación documental (§ 267) (RG 58, 279). Para un coautor que está siruado denrro del país
a p o y o c o m o el s u m i n i s t r o d e armas o d e i n s t r u m e n t o s p a r a el r o b o n o son suficientes, p u e s t o
q u e con ellas n o se d e t e r m i n a s u f i c i e n t e m e n t e el "si" y el " c ó m o " d e la ejecución del h e c h o ; ello
sucede t a m b i é n , a ú n más si cabe, c o n la c o l a b o r a c i ó n q u e t i e n e lugar en el estadio p r e p a r a t o r i o ^« Así, Maurach/GósseUZipf, !Ú\g. Teil II § 49 núm. i5-, Jakobs, Allg. Teil 21/52; Welzel, Lehrbuch
del delito ^^. Pero el d o m i n i o del h e c h o t a m b i é n p u e d e c o n c u r r i r ya c u a n d o el i n t e r v i n i e n t e , p o r págs. 110 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 824; en cambio, Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft pág.
299, exige una dirección o aseguramiento en el lugar del hecho o, por lo menos, una conexión durante la
e j e m p l o , sólo se m u e s t r a activo en el estadio previo del suceso real a través del desarrollo del p l a n
ejecución del delito; vid. también LK(11.') (Roxin) § 25 núm. 183.
delictivo y de la organización del curso del h e c h o (vid. B G H 3 5 , 50 [53]; B G H N S t Z 1 9 8 2 ,
^'' Así también, Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 531 ss., 536; Dreher/Trondle, § 25 núm. l\]akohs,
Allg. Teil 21/50; Maurach/Gossel/Zipf, lú\g. Teil 11 § 49 núms. 30, 36; LK(9.') (Busch) § 47 núms. 20 ss.;
Sch'ónkelSchróderlCramer, § 25 núm. 66.
^^ Vid. SchonkelSchrbderlCramer, § 25 niim. 65. ^* Vid. Kohlrausch/Lange, nota preliminar núm. I C antes del § 47.
^'' Vid. Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 277 ss.; KohlrauschlLange, § 4 7 comentario 1 1; ^' Vid. al respecro Schroeder, Der Tater hinter dem Tater págs. 100 ss.; Roxin, Taterschaft und
Lackner. § 25 núm. 11; LK(11.') (Roxin) § 25 núm. 182; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 823; Welzel, Tatherrschaft pág. 276.
Lehrbuch págs. 110 ss.; Schmidhduser, Alig. Teil pág. 509; SK (Samson) § 25 núm. 47; Wessels, Allg. Teil ^^ En esre sentido se pronuncia la doctrina mayoritiaria; vid. Baumann, JuS 1963, págs. 86 ss.; Dreherl
núm. 529. Trbndle, § 22 núm. \S;Jakobs, Allg. Teil 21/61; Otto, JA 1980, pág. 646; Küper, Versuchsbeginn pág. 69;
^' De otra opinión, sin embargo, Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft págs. 292 ss.; Gallas, Materialien LK(11.') (Vogler) § 22 núms. 88 ss.; Küpper, GA 1986, págs. 446 ss.; Kühl Allg. Teil § 20 núm. 123;
Tomo I pág. 113; Gimbernat Ordeig, ZStW 80(1968) pág. 928; Herzberg, Taterschaft pág. 66; el mismo, J Z Maiirach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 49 núm. 100; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 616; Sch'ónkelSchr'óderlLiser, §
1991, pág. 856; LK (11.') (Roxin) § 25 n ú m . 181; Rudolphi, Bockelmann-Festschrift pág. 369; Bloy, 22 núm. 55; Stoffers, M D R 1989, pág. 213; SK (Samson) § 25 núm. 55; Welzel Lehrbuch pág. 191; Wessels,
Beteiligungsform págs. 196 ss.; también Schmidhauser, Allg. Teil pág. 509; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. Allg. Teil núm. 6 1 1 . La posición contraria la defiende Schilling, Verbrechensversuch pág. 104, quien sólo
824. En el sentido aquí defendido se pronuncia la jurisprudencia de un modo constante (BGH 11, 268 admite la tentativa para cada coautor con el comienzo de su propia aporración al hecho (la denominada
[272]; 14, 123 [128]; 16, 12 [14]; 28, 346 [348]; 37, 289 [292] con comentario crítico de «oxm.JR 1991, solución individual); asimismo, Rudolphi, Bockelmann-Festschrift págs. 383 ss.; Bloy, Beteiligungsform págs.
pág. 206; BGH N J W 1951, pág. 410; NStZ 1984, pág. 4 1 3 ; OLG Koln JR 1980, pág. A22 y SK (Samson) 264 ss.; LK (11.') (Roxin) § 25 núm. 199; SK (Rudolphi) § 22 núm. 19a; Stein, Bereiligungsformenlehre
§ 2 5 núm. 47. pág. 318; Valdágiía, ZStW 98 (1986) págs. 870 ss. (con una profunda fundamentación).
734 § 63 La coautoría § 64 Inducción y complicidad 735

sólo comienza la tentativa de inttoducción ilícita de sustancias estupefacientes cuando ottos dos se encuenttan castigado por el § 340 y el segundo por vía del § 223 a ^') ^'. También la inducción y la compli-
"cetca de la ftontera o del lugat de conttol al que .se dirigen" (BGH 36, 249 [251]). Cuando un robo debe
cidad pueden ser cometidas conjuntamente (RG 7 1 , 23) siendo entonces punibles, respectiva-
comenzar con la llamada al timbre de la puerta de la casa de la víctima, tal acción sólo se convierte en tentativa
mente, de acuerdo con el § 26 y § 27 II • .
cuando el coautor que llama actiía ya con la voluntad de iniciat la ejecución del delito (BGH NJW 1993, pág.
2251). Vid. BGH 40, 299 (301 ,ss.); además, BGH NJW 1980, pág. 1759y NStZ 1981, pág. 99.
Acerca del desistimiento de la tentativa en la coautoría vid. supra § 51 VI 3. § 6A Inducción y complicidad
2. También se plantea la coautoría en los delitos de omisión ^'. La coautoría se acepta de Backmann, Die Rechtsfolgen deraberratio ictus, JuS 1971, pág. 113; Baumann, Nichthinderung einer
este modo cuando uno de los intervinientes realiza una aportación al hecho mediante un hacer Selbsttotung, JZ 1987, pág. 131; Bemmúnn, Zum Fall Rose-Rosahl, MDR 1958, pág. 817; el mismo, Die
positivo, mientras que otro omite evitarla en contra de su deber de garante (OGH 3, 1 [4]; BGH Umstimmung des Tatentschlossenen usw., Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 273; el mismo, Die
NJW 1966, pág. 1763) (vid. supra § 60 III 1). Pero en este caso lo que mejor se corresponde Objektsverwechslung des Tatets in ihrer Bedeutung für den Anstiftet, Festschrift für W. Stree und J. Wessels,
con !a teoría del dominio del hecho es considerar al omitente como cómplice porque el que omite, 1993, pág. 397; Bindokat, Fahrlassige Beihilfe, JZ 1986, pág. 421; Bohne, Kuppelei, Festgabe für R. v. Frank,
por regla general, se encuentra en una posición subordinada (BGH NStZ 1985, pág. 24; BayObLG Tomo II, 1930, pág. 440; Bringewat, Die Strafbatkeit der Beteiligung an fremder Selbsttotung, ZStW 87
VRS 60, 188 [189]) (vid. infra § M III 5). Coautoría es, por el contrario, la omisión de impedir (1975) pág. 801; Bruns, Anmetkung zu BGH 26, 53, JR 1975, pág. 510; el mismo, Zur Frage der Folgen
ratptovozierenden Verhaltens polizeilicher Lockspitzel, StV 1984, pág. 388; el mismo, Über die
el resultado frente a un deber jutídico de actuar que corresponde conjuntamente a varias perso-
Untetschreitung der Schuldrahmengrenze usw., MDR 1987, pág. 177; Claji, Die Kausalitát det Beihilfe,
nas (RG GG, 7 1 : el padre y la madre omiten en coimin el cuidado del hijo cxtramatrimonia!
Festschrift für U. Stock, 1966, pág. 115; Coenders, Über die objektive Natut der Beihilfe, ZStW46 (1925)
tecién nacido; BGH 37, 106 [129] con comentario de Puppe, JR 1992, pág. 30 [relativo a la pág. 1; Cramer, Anmerkung zu BGH 19, 339, JZ 1965, pág. 31; Dreher, Kausalitát det Beihilfe, MDR
causalidad]: varios gestores de una sociedad de responsabilidad limitada omiten conjuntamente 1972, pág. 553; el mismo, Det Patagraph mit dem Januskopf, Festschrift für W. Gallas, 1973, pág. 307;
el deber de retirar del mercado un producto lesivo para la salud) ^'. Sin embargo, aquí no necesi- Engisch, Das Problem der psychischen Kausalitát beini Betrug, Festschrift für H. v. Weber, 1963, pág. 247;
ta en absoluto tener lugar la imputación recíproca de las aportaciones al hecho característica de Esser, Die Bedeutung des Schuldteilnahmebegriffs im Strafrechtssystem, GA 1958, 321; Freudenthal, Die
la autoría, puesto que como garante cada autor de la omisión es desde luego responsable por la notwendige Teilnalime am Vetbrechen, Straft. Abh. Heft 37, 1901; Frisch, Tatbestandsmafiiges Verhalten
totalidad del resultado. El caso verdadero de coautotía sólo existe cuando el deber conjunto de und Zutechnung des Erfolgs, 1988; Gallas, Anmerkung zu RG 71, 193, ZAK 1937, pág. 438; el mismo,
actuar sólo puede ser cumplido en comiin (por ejemplo, la declaración del impuesto sobre la Anmerkung zu BGH 8, 137, JR 1956, pág. 226; Geilen, Suizid und Mirverantwfortung, JZ 1974, pág. 145;
renta o la retirada del producto lesivo para la salud) ^^. Gijssel, Dogmatische Überlegungen zur Teilnahme am erfolgsqualifizierten Deiikt usw., Festschtifi: für R.
Lange, 1976, pág. 219; Cropp, Deliktstypen mit Sondetbeteiligung, 1992; Grünwald, Die Beteiligung dutch
Unterlassen, GA 1959, pág. 110; el mismo, Der praktische Fall, JuS 1965, pág. 311; Hanack/Sasse, Zur
Anwendung des § 56 StGB auf den Teilnehmer, DRiZ 1954, pág. 216; Heilhorn, Der agent provocateur,
Y, La penalidad de la coautoría 1901; Herzberg, Anstiftung und Beihilfe ais Straftatbestande, GA 1971, pág. 1; el mismo, Zum strafrechdichen
Schutz des Selbstmordgefahrdeten, JZ 1986, pág. 1021; el mismo, Anstiftung zur unbestimmten Haupttat
De acuerdo con la Ley penal que le corresponda, cada coautor será castigado como autor
— BGHSt .34, 63, JuS 1987, pág. 617; Hillenkamp, Die Bedeutung von Vorsatzkonkretisierungen bei
(§ 25 II). El hecho de que uno de los intervinientes sea un enfermo mental no afecta a la punibi- abweichendem Tarverlauf, 1971; í/m«ff2í?, Anmerkung zu OLG Cellevom 13.1.1987, JR 1987, pág. 254;
lidad de los otros coautores, pues aquí también rige la regla de que cada uno es castigado de Hirsch, Zur Problematik des erfolgsqualifizierten Delikts, GA 1972, pág. 65; Hruschka, Alternativfeststellung
acuerdo con su propia culpabilidad (§ 29) ^^. Las causas personales de agravación o atenuación zwischen Anstiftung und sog. psychischer Beihilfe, JR 1983, pág. 177; Ingelfinger, Anstiftervorsatz und
de la pena sólo son imputables a aquellos intervinientes en que concurran (§ 28 II), sin que por Tatbestimmtheit, 1992; Isenbeck, Beendigung derTat bei Raub und Diebstahl, NJW 1965, pág. lilG; Joerden,
ello sea cuestionada la relación de coautoría que les une (en unas lesiones corporales peligrosas Sttukturen des strafrechtlichen Verantworriichkeitsbegtiffs usw., 1988; Armin Kaufmann, Die Dogmatik im
realizadas conjuntamente por un funcionario y un sujeto no cualificado, el primero habrá de ser Altetnativ-Entwurf, ZStW 80 (1968) pág. 34; Keller, Rechtliche Gienzen det Ptovokation von Sttaftaten,
1989; Kielwein, Unterlassung und Teilnahme, GA 1955, pág. 223; Kohlrausch, Anmerkung zu RG 72, 373,
ZAK 1939, pág. 245; Kratzsch, Recht — mit zwelerlei Mal?.' JR 1975, pág. 102; Krümpelmann, Die
strafrechtliche Behandlung des Irrtums, ZStW Beiheft Budapest, 1978, pág. 6; Kühl, Die Beendigung des
vorsarzlichen Begehungsdelikts, 1974; Küper, Der "agent provocateur" im Srrafrecht, GA 1974, pág. 321; f/
" íox/«, Tatetschaft undTathettsctiaft págs. 469 ss.; LK(11.") (Roxin)§ 25 núm. 2\5; Dreher/Trondle, mismo, Sukzessive Tatbeteiligung vot und nach Raubvollendung, JuS 1986, pág. 862; Küpper, Anmetkung
§ 25 núm. 7a; Maiirach/GosseUZipf, Allg. Teil II § 49 núm. 87. Profundizando sobre todo ello Sowada, Jura zu BGH 37, 214, JR 1992, pág. 294; Lange, Die norwendigeTeilnahme, 1940; el mismo, Die Schuld des
1986, págs. 399 ss. Teilnehmets, insbesondere bei Totungs-und Wittschaftsverbrechen, JR 1949, pág. 165; Le¡¡, Der
'^ Disienten parcialmente Dreher/Trondle, § 25 núm. 7a; MaurachlGossellZipf, Allg. Teil II § 49 núm. Unrechtscharakter der Anstiftung, ZStW 69 (1957) pág. 43; Loewenstein, Error in obiecto und abetrario
90; LK(ll.'')(Roxin) § 25 núm. 206 (desde el punto de vista de la teoría de los delitos de infracción de deber
todo gatante es autor); Busse, Unteriassungsdelikte págs. 312 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1067 ss.
^^ La posibilidad de una "coautoría omisiva" es negada por Grünwald, GA 1959, pág. 111; Armin
Kaufmann, Unteriassungsdelikte pág. 189; Welzel, Lehrbuch pág. 206, sobre la base de que no existe un ^' La remisión debe entendetse tealizada al vigente § 224 (N del T).
dolo de omitir. En contra, con razón, Maurach/Gosset/Zipf, M\g. Teil II § 49 núm. 92; Roxin, Taterschaft '^ Vid. Baumann, JuS 1963, pág. 86; MauraehlGossellZipf, Allg. Teil II § 49 núm. 112; Stratenwerth,
und Tathetfschaft págs. 469 ss.; LK(ll.'')(Roxin) § 25 núm. 215. Ailg. Teil 1 núms. 827 ss.
^^ Así, Schmidhauser, Allg. Teil pág. 705. ' ' Vid. LKÍU.'XRoxin) § 25 núm. 172.
736 § 64 Inducción y complicidad I. Fl fundamento de la pena en la participación 737

ictus, juS 1966, pág. 314; Lüdersícn, Zum Strafgruiid dcr Tciinahinc, 1967; el mismo, Verbrechciisprophylaxe mo, Objektsirrtum und Tatbcteiligung, Fcstschrift für J. Baumann, 1992, pág. 57; Stree, Bcstimmung cines
durch Verbrechensprovokation? Fcstschrift für K. Pcters, 1974, pág. 349; elmismo, Die V-Leutc-Problcmatik Tarentschlossenen zur Tatanderung, Fcstschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 277; el mismo, Begünstigung,
usw.,Jura 1985, pág. I \3; de Magüe, L'agente provocatore, ]99]; Martin, Beihiife zur Anstiftung, D R i Z Strafvcreirelung und Hehierei, JuS 1976, pág. 137; Tiedemann/Sieher, Die Verwertung des Wissens von V-
1955, 290; Maurach, Beihiife zum Meineid durch Uuterlassung, DStr 1944, pág. 1; el mismo, 7MX neueren Leutcn im Strafverfahrcn, N J W 1984, pág. 753; Trechsel, Der Srrafgrund derTeilnahme, 1967; Vogler, Zur
Judikatur über Meineidsbeihilfe durch Unteriasscn, SJZ 1949, pág. 541; D. Meyer, Das Erfordcrnis dcr Frage der Ursachlichkeir der Beihiife usw., Fcsrschrift fiir E. Heinirz, 1972, pág. 295; Weflau, Der Exzefí
Kollusion bei der Anstiftung, Diss. Hamburg 1973; elmismo, Zum Probiem der Kettenanstiftung, JuS 1973, des Angestifteten, Z S t W 104 (1992) pág. 105; Widmaier, Der miGverstandIiche Bestcchungsversuch, JuS
pág. 755; elmismo, Anstiftung durch Unterlassen.^ M D R 1975, pág. 9 8 2 ; / Meyer, Zur V-Mann-Problematik 1970, pág. 242; G. 1%/;^ Anmerkung zu BayObLG vom 27.3.1991, JR 1992, pág. 428; Wolter, Notwendige
aus rechtsvergleichender Sicht, Festschrifr flir H . - H . Jescheck, Tomo II, 1985, pág. 1311; M.-K. Meyer, Teilnahme und straflose Beteiligung, JuS 1982, pág. 343; Ziege, Die Bedeutungdes § 5 6 S t G B fiir Anstiftung
TatbegrifFundTeünehmerdeHkt, GA 1979, pág. 251; Montenhruck, AbweichungderTeilnehmervorsteliung und Beihiife, N J W 1954, pág. 179; Züller, Die notwendige Teilnahme, Diss. Bonn 1970.
von der verwirklichten Tat, Z S t W 84 (1972) pág. 323; Müller-DietzIBackmann, Der praktische FaJI, JuS
Vid., además, las referencias bibliográficas antes de §§ 61-63
1971, pág. 412; Nagler, Die Tciinahme am Sonderverbrechen, 1903; el mismo, Die Neuordnung der
Strafbarkeit von Versuch und Beihiife, GS 115 (1941) pág. 24; Oehler, Das erfolgsqualifizierte Deiikt und
die Teilnahme an ihm, GA 1954, pág. 33; OstendorfMeyer-Seitz, Die strafrechdichen Grenzen des polizeilichen
I. El f u n d a m e n t o d e la p e n a e n la p a r t i c i p a c i ó n
Lockspitzeleinsatzes, StV 1985, pág. 7 3 ; Otto, Straflose Teilnahme, Festschrifr fiir R. Lange, 1976, pág. 197;
elmismo, Anstiftung und Beihiife, JuS 1982, pág. 557; Píate, Zur Strafbarkeit des agent provocareur, ZStW La i n d u c c i ó n y la c o m p l i c i d a d son frente a la autoría causas d e extensión d e la p e n a (vid.
'ÍA (1972) pág. 294; Puppe, Der Erfolg und seine kausale Erkiárung, ZStW pág. 363; U misma, Zurechnung
supra § 6 1 III 1). Por ello la p u n i b i l i d a d de a m b a s formas d e p a r t i c i p a c i ó n requiere um funda-
und Wahrscheinlichkeit, Z S t W 95 (1983) pág. 286; la misma, Der objektive Tatbestand dcr Ansriftung,
mentación especial. D e l f u n d a m e n t o de la p e n a d e la p a r t i c i p a c i ó n se d e d u c e c ó m o h a n de deli-
GA 1984, pág. 1 0 1 ; la misma, A n m e r k u n g zu B G H 3 7 , 2 1 4 , N S T Z 1 9 9 1 , pág. 124; Ranft,
G a r a n t i e p f l i c h t w i d r i g e s Unrerlassen der D e l i k t s h i n d e r u n g ( 1 9 8 2 ) p á g . 8 1 5 ; el mismo. Das mitarse frente a la a u t o r í a y al á m b i t o d e lo i m p u n e los c o n c e p t o s d e la i n d u c c i ó n y d e la c o m -
garanriepflichtwidrige Unteriasscn derTaterschwerung, ZStW 97 (1985) pág. 268; Rengier, Erfolgsqualifizierte plicidad.
Delikte und verwandte Erscheinungsformen, 1986; Rogall, Die verschiedenen Formen des Veranlassens 1. De acuetdo con la antigua teoría de la participación en la culpabilidad ' el partícipe es castiga-
fremder Straftaten, GA 1979, pág. 11; Roxin, Über den Tarentschiufi, Gedachtnisschrift für H. Schroder, do porque ha conducido al autor a la culpabilidad y, además, porque ha colaborado en el delito ("peccat in
1978, pág. 145; el mismo, Die Strafbarkeit von Vorstufen der Beteiligung, JA 1979, pág. 169; el mismo, se et alium peccate facit") ^. Esta teoría ya no es defendible porque conttadice al § 29 que admite la partici-
Anmerkung zu B G H 34, 6 3 , JZ 1986, pág. 906; el mismo, Z u m Srrafgrund der Teilnahme, Festschrifr für pación en un hecho inculpable ' . Ciertamente, los casos de participación en el hecho cometido por un
W. Stree und J. Wessels, 1993, pág. 369; RoxinlSchünemannlHaffke, Srrafrechtiiche Klausurenlehre, 4." ed. inculpable son poco frecuentes en la praxis pues en la mayoría de los casos existitá autoría mediara. Pero
1982; Rudolphi, Inhait und Funktion des Handiungsunwerres im Rahmen der personalen Unrechtslehre, también en los casos normales la medida de la culpabilidad del partícipe es compleramenre independiente
Fcstschrift für R. Maurach, 1972, pág. 5 1 ; elmismo, Anmerkung zu BGFl vom 17.5-1982, StV 1982, pág. de la del autor, algo que desde luego habla en contra de la teoría de la participación en la culpabilidad ''.
518; el mismo, Die zeirlichen Grenzen der sukzessiven Beihiife, Fcstschrift für Fi.-H. Jescheck, Tomo I,
1985, pág. 559; Saloman, Vollendete und versuchte Beihiife, Diss. Gottingen 1968; Samson, Hypothetische 1. A c t u a l m e n t e es d o m i n a n t e la teoría d e l f a v o r e c i m i e n t o (o d e la c a u s a c i ó n ) q u e se
Kausalverlaufe im Strafrecht, 1972; el mismo, Die Kausalitat der Beihiife, Festschrifr für K. Peters, 1974, I o r i e n t a a la accesoriedad d e la participación ^. S e g ú n ella el f u n d a m e n t o d e la p e n a d e la p a r t i c i -
pág. 121 ss.; Sax, Über RechtsbegrifFe, Fcstschrift fiir H. Nottarp, 1961, pág. 133; elmismo, Zur Problemarik
des "Teilnehraerdelikts", Z S t W 90 (1978) pág. 927; Schafstein, Rechtswidrigkeit und Schuld im Aufbau
' Acerca de la historia dogmática vid. Lange, Notwendige Teilnahme págs. 36 ss.
des neuen Strafrec'itssystems, ZStW 57 (1938) pág. 295; el mismo, Die Risikoerhóhung ais objektives
^ Así, Kohlrausch, Bumke-Festschrift pág. 4 8 ; Lefi Z S t W 69 (1957) pág. 47; H. Mayer, Lehrbuch
Zurechnungsprinzip im Strafrechr usw., Fcstschrift für R. Honig, 1970, pág. 169; Scheffler, Beihiife zur
págs. 318 ss.; elmismo, Rittler-Fcstschrift págs. 254 ss.; elmismo, Grundril? pág. 155; Nagler, Teilnahme am
Falschaussage durch Unteriasscn seitens des Angekiagten, GA 1993, pág. 3 4 1 ; Schmidhauser, Selbstmord
Sonderverbrechen pág. 142; Schaffitein, ZSrW 57 (1938) pág. 323.
und Beteiligung am Selbsrmord usw., Fcstschrift für H. Welzel, 1974, pág. 8 0 1 ; Schreiher, Grundfalle zu
^ H. Mayer, Grudril? págs. 155 ss., aplica por ello en los casos de parricipación en un hecho principal
"error in obiecto" und "aberratio ictus" im Strafrecht, JuS 1985, pág. 873; Schulz, Die Bestrafung des
inculpable la "reoría del autor", aunque a través del § 50 en su redacción anterior (acrual § 29) no debería
Ratgebers, 1980; el mismo, Anstiftung oder Beihiife, Jus 1986, 9 3 3 ; Schumann, Strafrechtliches
precisamente fimdamentarse la punibilidad de la autoría. Una modificación de la teoría de la culpabilidad
Handiungsunrecht und das Prinzip der Selbstverantwortung, 1986; el mismo, Verfahrenshindernis bei Einsatz
desarrollada para el Derecho suizo y alemán es realizada por Trechsel, Srrafgrund págs. 32, 54 ss., por medio
von V-Leuten? J Z 1986, pág. 66; el mismo, Die "Rechtswidrige" H a u p t t a t ais G e g e n s t a n d des
de la teoría de la "desinregración social" en la que es colocado el autot por el inductot; en cambio, como
Teilnahmevorsatze.-, '-estschrift fiir W Stree und J. Wessels, 1993, pág. 383; Schünemann, Der polizeiliche
fundamento de la complicidad se alega sólo la aporración causal al hecho principal (pág. 107). Sin embargo,
Lockspitzel, StV 1985, pág. 424; Schwarzburg, TatbestandsmaÜigkeit und Rechtswidrigkeit der polizeilichen
también esta teoría fracasa en el actual Derecho posirivo pues para el castigo del inductot el § 26 sólo atien-
Provokation, 1991; Sehuiind, Gi;'ndfalle der "Kettenteilnahme", M D R 1969, pág. 13; Seehald, Teilnahme
de al delito del autor y no a si, y en qué medida, a este último era pertutbado en la estructutación de su vida
am erfoigsqualifizierten und am fahiiissigen Deiikt, GA 1964, pág. 161; Sieher, Die Abgtenzung von Tun
por las consecuencias del delito (lo mismo sucede por lo demás con el art. 24 del StGB suizo); vid. al res-
und Unteriasscn bei der "passiven" Gespráchsteilnahme, J Z 1983, pág. 4 3 1 ; Sippel, Zur Strafbarkeit der
pecto LK(I l.'JCRoxin) nota preliminar núm. 11 anres del § 26; SchónkelSchroder/Cramer, ñora preliminar
"Kettenanstiftung", 1989; Sommer, Verselbstandigf Beihilfehandlungen usw., JR 1986, pág. 485; elmismo.
núm. 19 antes del § 25.
Das tatbestandsiose Tatverhalten des agent provocate^ir JR 1986, pág. 485; Sowada, Die "notwendige
Teilnahme" ais funktionales Privilegierungsmodell im Strafrecht, 1992; Spendel, Beihiife und Kausalitat, "* Así, acertadamente, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 853; SK(Samson) nota preliminar núm. 5 antes
Festschrifr für E. Dreher, 1977, pág. 167; Stoffers, Srreitige Fragen der psychischen Beihiife im Strafrecht, del § 26; SchónkelSchr'óderlCramer, nota preliminar núm. 19 anres del § 25.
Jura 1993, pág. 11; Stork, Ansriftung eines Tarentschlossenen zu einer vom ursprünglichen Tatpian ' Así, BaumannfWeber, Allg. Teil págs. 553 ss.; Bockelmann, Unrersuchungen págs. 93 ss.; Esser, GA
abweichenden Tat, Diss. Münster 1969; Stratenwerth, Der agent provocareur, M D R 1953, pág. 717; el mis- 1958, pág. 333; Heinitz, Berliner Fcsrschrift zum 4 1 . DJT pág. 101; Lange, JR 1949, pág. 168; Kohlrausch/
Lange, § 4 8 comentario núm. ill; Maurach/Gósse/Zipf, Allg. Teil II § 50 núm. 57; Baumann, JuS 1963, pág.
738 § 64 Inducción y complicidad !í. La inducción 739

pación reside en que el partícipe ocasiona una acción típica y antijurídica por medio de la deter- n . La inducción
minación del dolo del hecho o a través del apoyo psíquico o material; es ello lo que determina su
propia actuación culpable. De la teoría del favo recimiento se deriva que la voluntad del partícipe 1. Inducción es la determinación dolosa de otro a la comisión de un hecho doloso
debe estar dirigida a la ejecución del hecho principal (RG 15, 315 [316]) y que para este liltimo antijurídico (§ 26). El inductor se limita a provocat en el autor la resolución delictiva, pero no
hay que exigir la presencia de dolo (BGH 9, 370 [382]; de otra opinión con anterioridad BGH toma patte en el dominio del hecho mismo. De este modo se diferencia la inducción de la coautoría
4, 355 [358]). Sólo esta teoría es compatible con la Ley puesto que deja claro que el partícipe no (vid. supra § 61 V 3b). Por el contrario, para la teoría subjetiva es sólo determinante que el in-
infringe por sí mismo la norma contenida en el tipo delictivo, sino que su injusto consiste en ductor tenga voluntad de autor o de partícipe (vid. supra § 61 VI 2). La inducción es siempre el
que interviene en la infracción de la norma del autor. El injusto del hecho del partícipe es de- desarrollo de una influencia psíquica sobre el autor; la creación de una oportunidad favorable
pendiente del fundamento y medida del injusto del hecho principal (§§ 26, 27, 28). Acerca de que haga caer al autor en la tentación no es suficiente para la admisión de una inducción " .
la accesoriedad de la participación vid. en detalle supra § 61 VIL 2. La inducción exige el empleo de determinados medios que influyan sobre la psique
3. En la doctrina han sido desarrolladas difctenres teorías que buscan determinar el fundamento de la del autor principa] para conseguir la ejecución del hecho.
pena de la participación sin recurrir a la accesoriedad frente al hecho principal. Y así, Lüderssen^ acepta la a) Los medios de la inducción no están recogidos en el § 26. Pero anteriormente la Ley
existencia de tipos de participación autónomos desvinculados del injusto del hecho principal; este autor ya manifestaba expresamente en el § 48 (en su redacción antetior) que con su indicación (rega-
parte de que el partícipe no es responsabilizado por el favorecimiento de un hecho ajeno sino por su propio
los, promesas, amenazas, abuso de autoridad o de la violencia, provocación de un error) sólo se
injusto típico. La dependencia de la punibilidad del partícipe de la existencia del hecho principal sería "de
trataba de ejemplos, de modo que también se planteaban la expresión de un deseo (RG 36, 402
naturaleza meramente fáctica". De este modo se renuncia a la accesoriedad de la parricipación y, con ello, a
la estructura de la inducción y la complicidad dirigida a los tipos de la Parte especial. Según ello también [405], de una pregunta (BGH GA 1980, pág. 183), de una indicación (BGH 34, 63) o de una
sería punible, por ejemplo, la participación en el suicidio; asimismo, la omisión en la prestación del deber petición (RG H R R 1942, pág. 741), la persuasión (RG 53, 189 [190]) o incluso una disuasión
de socorro por medio de un hacer positivo sería, incluso, participación en un delito de homicidio''. Esta aparente; de este modo, la vetdadera voluntad de! inductor debía ser reconocible por su destina-
teoría no es compatible con el Derecho vigente. La misma objeción se dirige contra la aceptación de un tario '^. Básicamente, pata la inducción son idóneos todos los medios en tanto que se trate de
"delito de partícipe' autónomo no sólo en cuanto al tipo de la culpabilidad sino también en relación con el modos de influencia psíquica. La inducción también es imaginable en la forma de inducción a la
tipo del injusto, que únicamente por motivos de merecimiento de pena se hace depender de un hecho prin- inducción al hecho principal (inducción en cadena) . El inductor que se encuentra en la ca-
cipal cometido *. Contra su propia concepción de las disposiciones de la participación como "tipos delictivos dena no necesita saber ni el número ni el nombre de los eslabones intermedios, así como tampo-
propios", alega Herzberg'' posibles objeciones que son convincentes. En cualquier caso, la complicidad no co del autor (BGH ó, 359 [361 ss.], 7, 234 [237]); basta con que posea una representación con-
puede ser entendida de acuerdo con la estructura de las disposiciones de la participación como un "delito de
creta del hecho principa!. La inducción también puede ser cometida en forma de coinducción, de
peligro abstracto" '".
inducción accesoria (OLG Dusseldorf 1948, pág. 479) y de inducción mediata; en esta tíltima el

136; Frisch, Lexikon 8/1620 pág. 9; Rudolphi, GA 1970, pág. 365; Preisendanz, nota preliminar núm. 3 antes
del § 25; Schdnke/Schroder/Cramer, nota preliminar núm. 22 antes del § 25; Welzel, Lehrbudí pág. 115; Wessels,
Allg. Teil núm. 552. Esta teoría es aclarada por Stratenuierth, Alig. Teil 1 núm. 858, por medio del énfasis sobre vid. al respecto Geilen, ]Z 1974, págs. 145 ss.; Spendel, JuS 1974, págs. 749 ss.; Schmidhauser, Welzel-
el carácter no autónomo de la aporración del partícipe a la tealización del injusto típico por el autot (teoría de Li Festschrift págs. 819 ss.; Bringewat, ZStW87 (1975) págs. 623 ss.; Gropp, NStZ 1985, págs. 97 ss.; Herzherg,
participación en el injusto). De modo similar SK (Samson) nota preliminar núms. 14 ss. antes del § 26; Lackner, JZ 1986, pág. 1022; Baumann, JZ 1987, pág. 131.
nota preliminar núm. 8 antes del § 25; Kühl, Allg. Teil § 20 núm. 132; Om, JuS 1982, pág. 558 ("ataque " Así, Frisch, TatbestandsmaÉiges Verhalten págs. 333 ss.; LK(ll.'') (Roxin) § 26 núms. 4, 15; H.
accesorio al bien jurídico"). De modo similar tzmh\énjakobs, Allg. Teil 22/6 (la causación del hecho principa! Mayer, Lehtbuch pág. 321; D. Meyer, Das Erfordernis der KoUusion págs. 141 ss.; el mismo, MDR 1975,
es el injusto propio del partícipe). La teotía de la puesta en peligro de Otto Lange-Festschrift págs. 209 ss., no pág. 982; Otto, JuS 1982, pág. 560; Rogall, GA 1979, pág. 12; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 553; Schónkel
constituye tealmente una desviación pues aquélla no es otra cosa que la causación de un peligro. La teotía de SchroderlCramer, § 26 núm. 7; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 881; Welzel, Lehrbuch pág. 116; Wessels, Allg.
Roxin, Stree-Wessels-Festschrift págs. 369 ss. y LK(11.') (Roxin) nota preliminar núms. 2, 7 antes del § 26, Teil núm. 568; Schumann, Selbsrverantwortung pág. 52; Stein, Beteiligungsformenlehre pág. 271. En con-
supone un refinamiento de la teoría de la causación orientada a la accesoriedad, dado que ariende a que el tra, Bíei, Alg. Teil pág. 285; Bloy, Beteiligungsform pág. 329; Herzherg, Taterschaft págs. 146 ss.; Lackner,
partícipe debe lesionar un bien jurídico también protegido frente a él. Por el contrario, Schumann, § 26 núm. 2; SK (Samson) § 26 núm. 5; Dreher/Triindle, § 26 núm. 3; Preisendanz, § 26 comentario núm.
Handlungsunrechr págs. 49 ss., recurre a la "solidaridad con el injusto ajeno", postura que desatiende el punto 4, quienes pretenden conformarse también con la creación de una situación atractiva. En relación con el
decisivo de que el propio partícipe contribuye a la comisión del injusto del hecho principal. "caso del ladrón" OLG Celle JR 1987, pág. 253, con comentario de Hillenkamp, así como OLG Dusseldorf
^ Lüderssen, Strafgrund págs. 119 ss. NStZ 1992, pág. 237. Yendo demasiado lejos en la vinculación entre los intervinientes que no se exige en el
'' Vid. Lüderssen, Strafgrund págs. 168, 192. Vid. en contra Sch'ónkelSchroderlCramer, nota prelimi- § 26, Puppe, GA 1984, págs. 112 ss., quien demanda para la inducción "una especie de pacto con el autor".
nar núm. 20 antes del § 25. De forma similar a Puppe también/Í?¿O¿Í, Alg. Teil 22/22 (resolución delictiva "dependiente de la voluntad
" Así, Schmidhduser, Allg. Teil págs. 532 ss.; Sax, ZStW 90 (1978) págs. 927 ss.; M.-K. Meyer, GA del instigado") y Schulz, Ratgeber pág. 137 ("dominio del plan").
1979, págs. 252 ss. Vid. en contra Maurach/GosseUZipf, M\g,. Teil II § 50 núm. 56; SK (Samson) nota preli- '^ Así, acertadamente, Schumann, Selbsrverantwortung págs. 53 ss.
minar núm. 11 antes del § 26. '^ Profundizando en ello D. Meyer, JuS 1973, págs. 755 ss.; además, Eser, Sttaftecht 11 núm. 44 A
' Vid. Herzherg, GA 1971, págs. 2, 8 ss. núms. 3 ss.; Schdnke/Schroder/Cramer, § 26 núm. 9; Sippel, Kettenanstiftung pág. 82, quien con una posi-
'" Acetca de la problemática de la participación en el suicidio BGH 24, 342; 32, 367 (371, 374); ción restringida exige incorrectamente que el hombre de atrás deba estar en contacto con el autot.
740 § 64 Inducción y complicidad n. La inducción 741

inductor no aparece ante el autor sino que se sirve de un tercero como "instrumento" (BGH 8, BVerfGE NStZ 1991, 445; BGH 32, 115 [122]), especialmente si no actúan de forma masiva sobre perso-
137 [139] con comentario de Galks, JR 1956, pág. 225) ' 1 nas que con antetiotidad no estaban dispuestas a la comisión del delito (vid. BGH NStZ 1984, pág. 78).
Pero incluso en estos casos el agente provocador es raramente perseguido; en cambio, a los sujetos ptovoca-
b) El inductor debe actuar dolosamente, bastando para ello con el dolo eventual (RG 72, 26
dos sólo les corresponde una atenuación de la pena que, sin embargo, puede conducir a la aplicación de una
[29]). La inducción imprudente no es como tal punible pero puede presentatsc como una autoría sanción por debajo de lo que resulta adecu.ido a su culpabilidad (BGH 32, 345 [355]; 33, 283; BGH NJW
imprudente. El dolo del inductot debe estar dirigido, por una parte, a la provocación de la resolu- 1986, pág. 75; NJW 1986, pág. 1764; NStZ 1992, pág. 488) " .
ción delictiva y, por otra, a la ejecución del hecho principal por el autor, incluidos los elementos
subjetivos y la realización del resultado típico (doble dolo). La concurrencia de un error de tipo en el Además, el dolo del inductor ha de ser concreto, esto es, ha de estar dirigido a un hecho
inductor hace desaparecer su dolo mientras que, por el contrario, un error sobre la prohibición o determinado y a un atitor determinado en el que debe provocar el surgimiento de la resolución
sobre el tipo permisivo (vid. siipra § 41 IV Id) sólo afecta a la culpabilidad del inductor '5. delictiva. La inducción queda excluida tan pronto como el círculo de personas al que se dirige la
invitación deje de ser individualizable^". Por el contrario, no necesitan estar fijadas definitiva-
La doctrina mayoritaria acepta que el inductor debe aspirar a la consumación del hecho principal; si mente circunstancias tales como el tiempo y lugar del delito e, incluso, la propia víctima y los
tan sólo quiere que el hecho alcance el estadio de la tentativa (agentprovncateur) quedaría entonces impune detalles de la fotma comisiva, pues a menudo estas cuestiones dependen de un desarrollo poste-
(RG 15, 315 [317]; AA, \11 [174¡; BGH GA 1975, pág. 333) " . Más allá se acepta incluso que tampoco
rior (RG 34, 327 [328]). El dolo, no obstante, debe referirse a la ejecución de "un hecho concre-
hay que castigar pot inducción cuando, ciertamente, el agente provocador proyecta la comisión del hecho
tado en sus elementos o rasgos esenciales" (BGfJ 34, 63 [GG] con comentario crítico de Roxin,
pero pretende evitar la lesión material del bien jurídico (por ejemplo, mediante la distribución de la droga
vendida a los consumidores)'''. Estos casos, considerados en sí mismos, se caracterizan por la concurrencia JZ 1986, pág. 908)21.
de una inducción de acuerdo con los principios de la accesoriedad puesto que el agente provocador da lugar La invitación pública a la comisión de hechos punibles constituye un tipo de recogida (§ 111). La
conscientemente a la realización del delito (intentado o consumado). Únicamente por motivos político- disposición entra en juego aún cuando la incitación no esté dirigida a personas concretas ^^.
criminales puede aquí renunciarse al castigo bajo el ptesupuesto de que el agente provocador ha neutraliza-
do cuidadosamente cualquier peligro materia! para el bien jurídico típicamente protegido " . La jurispru- c) Finalmente, la acción del inductor debe hacer surgir la resolución delictiva del autor
dencia sostiene con carácter general la admisibilidad de la intervención de personas infiltradas y agentes principal. Si este liltimo se encuentran ya decidido a la perpetración del hecho {pmnimodo
provocadores como medio para la lucha contra manifestaciones graves de la criminalidad (por ejemplo, trá- facturus) se plantea sólo la inducción intentada (§ 30 I) o la complicidad psíquica (RG 13, 121
fico de drogas o de armas) que de otro modo serían difícilmente perseguibles (vid. BVerfGE 57, 250 [284]; [122]; 36, 402 [404]; 72, 373 [375]; BGH DallingerUDK 1972, pág. 569) ^\ La "inclinación
al hecho", no obstante, no constituye todavía una resolución firme por lo que la inducción en tal
caso es todavía posible '^^.
''' Vid. al respecto LK (11.°) (Roxin) § 26 núm. 64; SchSnkelSchrSderlCramer, § 26 núm. 7; Quien determina al que ya está decidido a cometer un robo a emplear en la ejecución del mismo un
Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 967; Maurach/Gossel/Zipf, AWg. Teil 11 § 51 núm. 19. arma (circunstancia más grave) no sólo debe ser castigado por la parte adicional del hecho sino por induc-
" Vid. Welze!, Lehrbuch pág. 117; por el contrario, Schonke/Schrbder/Cramer, § 26 núm. 15 y LK ción a un robo agravado (BGH 19, 339 [340] con comentario crítico de Cramer, JZ 1965, pág. 31). De
(¡l.'')(Roxin) § 26 núm. 66, aceptan asimismo un error de tipo cuando el inductor se equivoca en torno a
la existencia de los presupuestos fácticos de la legítima defensa del lado del autor principal. También Schumann,
Stree-Wessels-Festschrift pág. 392, niega el dolo del inductor ante la concutrencia en éste de un error sobre " Acerca de la cuestión extremadamente discutida de las consecuencias jurídicas para la punibilidad
el tipo permisivo. derivadas del empleo de personas encubiertas y agentes provocadores, así como del tratamiento procesal del
"• Así, Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 560 ss.; Blei, ^Mlg. Teil pág. 284; Dreher/Trondíe. § 26 núm. provocado vid. Bruns, Stv 1984, pág. 388; Lüderssen, Jura 1985, pág. 113; LK(11.'') (Roxin) § 26 núms. 70
8;Jakohs, Allg. Teil 23/16; Eser, Strafrecht II núm. 43 A núm. 14; Küper, GA 1974, pág. 335; Maurach/ ss. (especialmente detallado);/ Aííycr, Jescheck-Festschrift Tomo II pág. 1311; OstendarfiMeyer-Seitz, StV
GosseUZipf, JÚ\^. Teil II § 51 núm. 28; Maaj?, Jura 1981, págs. 514 ss.; Lackner, § 26 núm. 4; Schmidhauser, 1985, pág. 73; Schumann, JZ 1986, pág. 66; Tiedemann/Sieber, NJW 1984, pág. 753; Schünemann, StV
Allg. Teil pág. 555; LK(11.') (Roxin) § 26 núms. 67 ss.; Herzberg. JuS 1983, pág. 737; Rudolphi, Maurach- 1985, pág. 424; Schwarzburg, Polizeiliche Tatprovokation págs. 35 ss. (la no consumación por medio del
Festschrift págs. 65 ss.; SchonkelSchroderlCramer, § 26 núm. 16; Sommer, JR 1986, págs. 485 ss.; Welzel, "comportamiento neuttalizadot de la acción" que desarrolla el provocador). En contra de la atenuación de la
Lehrbuch pág. 117; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 889; SK (Samson) § 26 núm. 38; Wessels, Allg. Teil núm. pena adecuada a la culpabilidad (BGH NJW 1986, pág. 1764) acertadamente Bruns, MDR 1987, pág. 177;
573. Por el contrario, a favor de la plena punibilidad del agente provocador Heilhorn, Der agent provocateur Dreher/Trondle, § 26 núm. 8a. Admitiendo la existencia de un obstáculo procesal para su persecución vid. la
págs. 85 ss.; H. Mayer, Lehrbuch pág. 336 (con otra opinión, sobre la base de la teoría de la participación sentencia del Strafgericht Basel-Stadt JZ 1986, pág. 100.
en la culpabilidad Grundrií? pág. 163); P. Merkel, Frank-Festgabe Tomo II pág. 147; Olshausen, § 48 co- •^^ Vid. LK(1¡.') (Roxin) § 26 núms. 46 ss.; Ingelfinger, Anstiftervorsatz págs. 220 ss.; SchbnkelSchróderl
mentario núm. 13; Keller, Provokation von Stiaftaten págs. 165 ss.; anteriormente también Stratenwerth, Cramer, § 26 núms. 13 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 888.
MDR 1953, págs. 717 ss. (con referencias adicionales en notas a pie núms. 1 und 2). En Derecho extranje- 2' De acuerdo/«fofc, Allg. Teil 22/27; Lackner, § 26 núm. 5; SK (Samson) § 26 núm. 7; Wessels,
ro el agente provocador es considerado mayoritariamente punible; vid. Jescheck, ZStW 99 (1987) págs. 134 Allg. Teil núm. 572. En contra, LK(11.'') (Roxin) § 26 núms. 47 ss. (es suficiente con que estén determina-
ss.;/. jVfryí'/-, Jescheck-Festschrift Tomo II págs. 132 ss.; de Magüe, Lagente provocatore, 1991. das las "dimensiones esenciales del injusto"); todavía de modo más indeterminado Herzberg, JuS 1987, pág.
'^ Así, Schbnke/Schroder/Cramer, § 26 núm. 16; MaurachlGossellZipf, Allg. Teil II § 51 núm. 35; di- 618, quien atiende asi el hecho principal es "imputable objetivamente" al inductor (pág. 621).
ferenciando según los casos LK(l¡.'')(Roxin) § 26 núms. 70 ss. ^^ Vid. Lackner, § 111 núm. 1; de otra opinión, en embargo, Dreher, Gallas-Fesrschrift pág. 324.
'^ Así, Píate, ZStW 84 (1972) págs. 306 ss.; Otto, JuS 1982, pág. 561 nota a pie núm. 48; SK (Samson) " Vid. al respecto Kohlrausch, ZAK 1939, pág. 245; SchonkelSchroderlCramer, § 26 núm. 5; LK(11.'')
nota preliminar núm. 38 antes del § 26. En contra, sin embargo, Herzberg, GA 1971, pág. 12; Küper, GA (Roxin) § 26 núm. 17; Letzgus, Vorstufen págs. 32 ss.
1974, pág. 333, especialmente en nota a pie núm. 81; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 891. ^"^ Más detalladamente sobre su delimitación Roxin, Schroder-Gedachtnisschrift págs. 154 ss.
742 § 64 Inducción y coniplicidad 11. La inducción 743

acuerdo con el concepto básico de la inducción, por el contrario, debe ser aceptada la complicidad (psíqui- El error sohre el ohjeto de la acción que, por regla general, es inesencial cuando tiene lugar del lado del
ca) en el robo agravado en concurso ideal con la inducción a unas lesiones corporales '^. Si en lugar de a un autor (vid. supra § 29 V 6a), es también considerado irrelevante para el inductor por el Tribunal Supremo
delito cualificado el autor es determinado a cometer un hecho menos grave (por ejemplo, robo en lugar de Federal en coincidencia con la sentencia del Tribunal Supremo Prusiano dictada en el caso Rose-Rosalil (GA 7
robo con armas) {Abstijiung) concurre por regla general una complicidad psíquica ^*. [1859] pág. 322), debido a que aquél ha hecho surgir el dolo del autor, circunstancia ésta que además impide
tratarlo mejor que al inducido, incluso aunque la equivocición cometida se sitúe fuera de los límites de lo
3. El hecho al que se induce debe ser consumado o, por lo menos, suponer una tentati-
previsible de acuerdo con la experiencia humana general (BGH 37, 214)'". Sin embargo, de acuerdo con una
va punible. Si el hecho principal no ha alcanzado siquiera dicho grado de ejecución imperfecta
opinión que va ganando terreno, lo correcto es aceptar la existencia en beneficio del inductor de un curso del
su punibilidad se limita al caso en el que debía haberse cometido un delito grave (§ 30 I). Ade- hecho que no resulta abarcado por el dolo de éste ^'. Dado que el dolo del inductor rambién debe comprender
más, el hecho del autor debe ser doloso (vid. supra § 61 VII 2). También es posible la inducción el resultado del hecho principal, el error del autor sobre el objeto de su acción despliega sus efectos hacia el
que realiza un sujeto no cuahficado a la comisión de un delito especial propio •^'^. En este caso, inductor como una aberrarlo ictus (vid. stipra § 29 V 6c). De ahí que el inductor sólo pueda ser castigado por
de acuerdo con el § 28 I, al inductor no se le impone en toda su extensión la pena que corres- una inducción intentada al asesinato según los §§ 30 I, 211 ^^, posiblemente en concurso ideal con la autoría
ponde al autor del delito especial propio, sino que se le atenúa de conformidad con el § 49 I imprudente de la muerte (vid., asimismo, en relación con la autoría mediata supra § 62 III 2).
(vid. ra/)ra§6l VII 4d). En los delitos cualificados por el resultado el inductor sólo se responsabiliza por la consecuencia más
4. El inductor responde hasta el punto en que coincidan su dolo y el hecho principal. grave en la medida en que al menos le resulte imputable a título de imprudencia (§ 18). El hecho del induc-
Si, por el contrario, el autor hace más de lo que el inductor quería (exceso), entonces éste es tor se presenta en estos casos como una inducción dolosa al tipo básico y una autoría accesoria imprudente
en relación con el resultado cualificado (BGH 2, 223 [225]; 19, 339 [341 ss.] con comentario aprobatorio
sólo responsable hasta el límite de su dolo^^. Hay que distinguir entre los casos en los que el
de Cramer, JZ 1965, pág. 32) ^^. Este resultado se apoya en los § 11 II y § 18, que introducen expresamente
autor comete otro hecho diverso al que fue determinado por el inductor (exceso cualitativo), a la participación.
de aquellos otros en los que el autor, en el marco del hecho al que ha sido instigado, hace más
de lo proyectado por el inductor (exceso cuantitativo). Sin embargo, en los supuestos de des- 5. El inductor es castigado de acuerdo con la norma aplicable al hecho principal (§ 26),
viación hay que tener en cuenta que los límites del dolo del inductor deben ser delimitados en la medida en que no concurran desviaciones en atención a la presencia de elementos persona-
más ampliamente que los del dolo en la coautoría o en la autoría inediata. Y ello porque es les especiales (§ 28 I, II). Esto rige también cuando el delito del autor no ha superado el estadio
algo característico a la esencia de la inducción que el instigador deje los detalles de la ejecu-
ción a criterio del autor ^'.
'" Igualmente, Backmann, JuS 1971, pág. 119; Dreher/Trondle, § 26 núm. 15; Kohlrausch/Lange, §
Ejemplos: Quien induce a otro a cometer un robo no es responsable por el hecho si el autor, en lugar 48 comentario núm. VII; Loewenheim, JuS 1966, pág. 314; LK (9.") (Busch) § 48 núm. 22; Maurach/
de ese delito, comete una violación. Existe, más bien, una inducción fracasada punible de acuerdo con los GosselZipf, mg. Teil II § 51 núm. 57; Puppe, NStZ 1991, pág. 124; Küpper, JR 1992, pág. 294; Bemmann,
§§ 30 I, 249. Quien induce a otro a un hurto simple sólo debe ser castigado en virtud de los §§ 26, 242, si Stree-Wessels-Festschrifr págs. 397 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 26 núm. 19; Welzel, Lehrbuch págs. 75,
el inducido en vez de aquél comete un robo sin conocimiento del inductor (RG 67, 343). Quien induce a 117; Müller-Dietz/Backmann, JuS 1971, pág. 416; Weflau, ZStW 104 (1992) págs. 130 ss.; Wessels, Allg.
otro a cometer unas lesiones corporales es sólo responsable segiin los §§ 26, 223 ss., si el autor mata Teil núm. 479.
dolosamente a la víctima (BGH 2, 223 [225]; vid. también la BGH 11, GG). En cambio, no se tienen en ^' Así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 568; Binding, Normen Tomo III pág. 213; Bemmann, MDR
cuenta en beneficio del inductor las desviaciones inesendaks que el hecho del autor presenta en relación con 1958, págs. 817 s%.; Blei, Allg. Teil pág. 285; Eser, Strafrecht II núm. 43 A núm. 21; Hillenkamp,
el dolo de aquél: la madre induce al hijo al homicidio conjunto del padrastro y, sin embargo, lo lleva a cabo Vorsatzkonkretisierungen págs. 63 ss.; Letzgus, Vorstufen págs. 55 ss.; LK(11.") (Roxin) § 26 núms. 92 ss.;
sólo (RG 70, 293 [295]); el acusado quiere determinar al testigo a un falso testimonio activo y éste sólo Kühl Allg. Teil § 20 núm. 209; Krümpelmann, ZStW Beiheft Budapest 1978 págs. 23 ss.; Otto, Grundkurs
declara sin embargo no saber nada del tema (BGH LM § 154 StGB niím. 37). pág. 294; yfox/K, Taterschaft und Tatherrschaft pág. 215; Schmidhauser, l^\. Teil pág. 561; Stratenwerth, ÍÚ\g.
Teil I núm. 287; el mismo, Baumann-Festschrift págs. 66 ss.; SK(Samson) nota preliminar núm. 40 antes del §
26. Una solución diversa habría que dar al caso del poema de Schiller "Dcr Gang nach dem Eisenhammer",
^' Igualmente, Bemmann, Gallas-Festschrift pág. 273; Eser, Strafrecht II núm. 43 A núm. 8; Grünuiald, pues aquí el error sobre la individualización de la víctima tiene lugar en el inductor mismo.
JuS 1965, pág. 311 nota a pie núm. 32; Letzgus, Vorstufen pág. 33; Scbulz, JuS 1986, págs. 935 ss.; Puppe, '" En cambio, a favor de una inducción al delito cometido en grado de tentativa Schmidhauser, Allg.
ZStW 92 (1980) pág. 887; SchónkelSchróderlCramer, § 26 núm. 6; SK(Samson) § 26 núm. 4; Wekel, Lehrbuch Teil pág. 561; Stratenuierth, Allg. Teil I núm. 287; el mismo, Baumann-Festschrift págs. 66 ss.; Puppe, NStZ
pág. 117. En la línea del BGH, no obstante, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 559 nota a pie núm. 20; Dreherl 1991, pág. 124; SK(Sanison) nota preliminar núm. 40 antes del § 26. Sin embargo, la ejecución sobre un
Trondle, § 26 núm. 3; Stree, Heinitz-Festschrift págs. 291 ss.; Lackner, § 26 núm. 2; Preisendanz, § 26 objeto erróneo no es por regla general una tentativa dirigida al objeto correero.
comentario núm. 3c; Afá!íra(r¿/G¿W/Z;/)/Allg. Teil II § 51 núm. l l ; 0 « o , J u S \'-)i2,pí^.5(i\; LK(ll.'') •'^ Asimismo, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 556; Eser, Strafrecht II núm. 43 A núm. 25; Jakohs,
(Roxin) § 26 núm. 39; Wessels, Allg. Teil núm. 571; Stork, Anstifrung eines Tatentschlossenen pág. 175. Allg. Teil 22/29; Hirsch. GA 1972, pág. 76;AK(Paejfgen) § 18 núm. 129; Schonke/Schróder/Cramer, § 26
-'' Vid. LK (11. "XRoxin) § 26 núms. 33 ss. núm. 17; SK(Rudolphi) § 18 núm. 6; Schmidhauser, Alg. Teil pág. 563 (concurrencia de participación dolosa
^'' Crítico al respecto Langer, Sonderverbrechen págs. 484 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 546 nota e imprudente); Welzel, Lehrbuch pág. 122; LK(!1.") (Roxin) § 26 núms. 99 ss.; Rengier, Erfolgsqualifizierte
a pie núm. 25. Delikte págs. 249 ss. Disienten Oehler, GA 1954, pág. 38 (quien sólo acepta la autoría en relación con el
^* Vid. Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 565 ss.; Maurach/Gossel/Zipf, M\^. Teil II § 51 núm. AA\ LK tipo cualificado por el resultado); Hanack/Sasse, DRiZ 1954, pág. 217 y Ziege, NJW 1954, pág. 179 (quien
(11.") (Roxin) § 26 núm. 89; Schonke/Schroder/Cramer, § 26 núm. 18. exige el dolo eventual del partícipe); Seehald, GA 1964, págs. 165 ss. (quien acepta la participación en un
^' En torno a su sistematización vid. Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 565 ss.; Schmidhauser, Allg, delito imprudente cualificado). Asimismo, Góssel, Lange-Festschrift pág. 236, porque sosriene que todas las
Teil págs. AAA ss.; Letzgus, Vorstufen págs. 43 ss.; Montenhruck, ZStW 84 (1972) págs. 323 ss. combinaciones entre dolo e imprudencia son delitos imprudentes.
744 § 64 Inducción y comphcidad 111. La complicidad 745

de la tentativa. El Código penal se ha atenido acertadamente al principio de la equiparación de mediante un reforzamiento de la voluntad delictiva del autor. Entre otros casos se plantea cuan-
la pena con el autor, rechazando así la atenuación facultativa de la pena prevista en el § 28 II do fracasa el auxilio material verdaderamente planificado por el cómplice (el autor no hace uso
AE ^'*, con el argumento de que el inductor da el impulso al hecho y, a menudo, es su fuerza de la herramienta suministrada pero se siente reforzado en su resolución delictiva por la oferra de
motriz (BT-Drucksache V/4095 pág. 13). De acuerdo con ello, en el caso concreto la pena del ayuda) ^^.
inductor puede ser más grave que la del autor, como sucede cuando aquel, a diferencia del autor,
divisa plenamente el contenido de injusto del hecho. De este modo no existe ningtin motivo Ejemph)s: El amigo entrega al autor instrumentos para el robo "ante cualquier eventualidad" que, sin
embargo, éste no usa porque encuentra la puerta sin cerrar (vid. el caso mencionado en la RG 58, 113 1115
político-criminal para extraer de la inducción los casos más graves a través de la figura del "autor
ss.]; además, RG 38, 156). La amante le promete al parricida casarse con él si mata a su esposa (RG 73, 52
detrás del autor" ^'. [53]). La promesa hecha con anterioridad de dar salida al ganado vacuno sustiaído constituye una complici-
6. Una inducción por omisión no es jurídicamente posible . El inductor debe hacer surgir dad en el robo (BGH 8, 390 [391]). Una vendedora refuerza la resolución delictiva de un compañero de
la resolución de la acción del autor por vía de la influencia psíquica; mediante la inactividad lo trabajo que va a realizar un robo nocturno en el almacén, mediante la promesa de proporcionarle una coar-
único que se puede hacer es no evitar su nacimiento autónomo, circunstancia ésta que no alcan- tada usando su tatjeta de abono para el tranvía (BGH NJW 1951, pág. 451). Alguien grita al implicado en
un accidente que siga conduciendo cuando éste ya estaba alejándose del lugar del siniestro (BGH VRS 23,
za a fundamentar el injusto de acción de la inducción.
209). Un abogado refuerza el dolo de su cliente con su presencia en la conversación entre éste y la víctima
después de haberse dado cuenta de que aquél proyectaba una extorsión (BGH JZ 1983, pág. 462 con co-
mentario de Rudolphi, SrV 1982, págs. 518 ss. s»; BGHR StGB § 27 I Untedassen 3, 5). El meto hecho de
III. La complicidad
"peimanecer allí" sin promover el hecho no es sin embatgo suficiente (BGH NStZ 1993, pág. 385).
1. Complicidad es el apoyo doloso a otra persona cn el hecho antijurídico doloso b) También el espacio temporal de la complicidad está ampliamente delimitado. El apoyo
cometido por ésta (§ 27 I). El cómplice se limita a favorecer un hecho ajeno; al igual que el no necesita ser prestado en la realización de un elemento del tipo, sino que puede referirse sencilla-
inductor tampoco toma parte en el dominio del hecho; el autor ni siquiera necesita saber de su mente a una acción preparatoria en la medida en que, como mínimo, el hecho haya sido intentado
aportación convettida en auxilio (la denominada complicidad clandestina). En este punto se di- de fotma punible (RG 61, 360 [362]: comunicación de la dirección de quien se dedica a practicar
ferencia la complicidad de la coautoría pues esta última presupone el dominio funcional del he- abortos; RG 7 1 , 193: complicidad a través de la omisión de apagar un incendio provocado; RG
cho sobre la base de una resolución delictiva común (vid. supra § 63 I la). Por el contrario, para DR 1941, 987: complicidad por medio de la entrega de una declaración jurada falsa a un examina-
la teoría subjetiva la distinción sólo reside en "la actitud interna y la dirección de la voluntad del do para ayudarle en la parte escrita de la prueba). La complicidad, además, como también sucede
interviniente" (vid. supra § 63 1 Ib). con la coautoría, no solo es posible hasta la consumación formal del hecho principal sino que su
2. Del mismo modo que la inducción, la complicidad presupone una vinculación entre admisibilidad alcanza incluso hasta su terminación material (RG 23, 292; BGH 6, 248 [251]; 19,
el hecho principal y la acción del cómplice. 323 [325]; BGH NJW 1985, pág. 814; JZ 1989, pág. 759) (vid. snpra § 49 III 3) '*°.

a) El § 27 I habla sólo de "prestar ayuda" y no menciona los medios de la complicidad Ejemplos: Ti3s el incendio de una casa la complicidad es todavía posible si el dolo del autor se extiende
que anteriormente fueron descritos mediante los "consejos" y los "hechos". A pesar de ello, se también a la quema de toda la gtanja (RG 71, 193 [194]; OGH 3, 1 [3]). La complicidad en el tobo pot
tendrá que diferenciar como hasta ahora entre complicidad intelectual (psíquica) y técnica (físi-
ca) ^''. Los medios de la complicidad son ilimitados de forma que ésta se presenta como ciial-
^«/cr favorecimiento doloso del hecho doloso ajeno (BayObLG N J W 1984, pág. 1366: suminis- ^' Vid. Schónke/Schroder/Cramer, § 27 núm. 12; SK (Samson) § 27 núm. 11; Lackner, § 27 núm. 4.
tro de material para las emisiones de una estación emisora clandestina). La complicidad puede ^' Asimismo, LK(IL') (Roxin) § 27 núms. 10 ss.; Otto, JuS 1982, pág. 564. Fuertemente testricti-
consistir también en que alguien realice un elemento del tipo penal (si, por ejemplo, fracasa la vo, sin embargo, Samson, Hypothetische Kausalverlaufe págs. 189 ss.; SK (Samson) § 27 núm. 15 (no existe
coautoría ante la ausencia de una resolución delictiva común). La complicidad sólo está excluida complicidad psíquica a través del simple afianzamiento de la resolución del autor); también a favor de la
cuando se realizan de propia mano todos los elementos del tipo, interviniéndose de forma plena- impunidad de la complicidad psíquica llevada a cabo mediante el reforzamiento de la tesolución delictiva
mente responsable (vid. supra § 6 l V 2). En particular, la complicidad psíquica puede prestarse Hruschka, JR 1983, págs. 178 ss. Subrayando las dificultades de prueba Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 899.
^' De acuerdo, Sieber, JZ 1983, pág. 437. En contra de la aceptación de complicidad psíquica por la
simple presencia en el lugar del hecho Stoffers, Jura 1993, pág. 15.
'"' En este sentido se pronuncia la docttina mayoritaria; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 573;
^^ Vid. Gallas, ZStW 80 (1968) pág. 32; crítico al respecto Smtenwerth, Allg. Teil I núm. S92; Jakobs, Blei, Allg. Teil pág. 287; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 198; Dreher/Trondle, § 27 núm. 3; Lackner, § 27
Allg. Teil 22131; Armin Kaufinann, ZStW 80 (1968) pág. 37; LKill.") (Roxin) § 26 núm. 15. núm. 3; Küper, JuS 1986, pág. 862; LK (9.') (Busch) % 49 núm. 21; Otto. JuS 1982, pág. 565; Roxin,
^^ Así, sin embargo, Schroeder, Der Táter hinter dem Tarer pág. 204. Taterschaft und Tatherrschaft pág. 291; Sch'ónkelSchroderlCramer, § 27 núms. 13, 17; Wessels, Allg. Teil núm.
^ En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid. Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 562; 583; Schmidhiiuser, Allg. Teil págs. 567 ss. Rechazando básicamente la posibilidad de la complicidad tras la
Busse, Unterlassungsdelikte pág. 139; Grünwald, GA 1959, pág. 122; Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte consumación del hecho principal, Gallas, ZAK 1937, pág. 439; Sax, Nottatp-Festschrift pág. 137 nota a pie
pág. 292; H. Mayer, Lehrbuch pág. 321; D. Meyer, MDR 1975, pág. 982; Roxin, Taterschaft und Tatherrschaft núm. 11; Herzherg, Taterschaft págs. 71 ss.; RoxinlSchünemannlHaffke, Sttafrechtiiche Klausutenlehre págs.
pág. 484; LKill.') (Roxin) § 26 núms. 61 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 26 núm. 7. De otra opinión, 232 ss.; LK(1¡,'') (Roxin) ^ 27 núm. 35; .Raí¿j//)¿/, Jescheck-FestschtiftTomo I pág. 57C>; Jakobs, hl\g.Tá\
Maurach/Góssel/Zipfi M\g. Teil II § 51 núm. 17; Lackner, § 26 núm. 3; LK (9.") (Busch) § 48 núm. 14; 221AQ ss.; Maiirach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 39 núms. 11, 40. Diferenciando según los casos Kühl, Die
Scljmidhanser, j\Ilg. Teil pág. 7^7; Joerden, Strukturen págs. 118 ss. Beendigung págs. 94 ss.; el mismo, Allg. Teil § 20 núms. 235 ss.; SK (Samson) § 27 núms. 1 ss.
746 § 64 Inducción y complicidad 111, La complicidad 747

medio del empleo de la violencia contra el dueño puede todavía ser prestada cuando los ladrones se han creto cometido por el autor. En este sentido, pues, las concepciones de la jurisprudencia y de la
dado ya a la fuga (BGH 6, 248 [251]). Negar la posesión de un bien objeto de contrabando que se oculta doctrina mayoritaria se diferencian más en la forma de expresarse que en su sustancia. Otra com-
temporalmente es complicidad en ese delito (OLG Kola NJW 1956, pág. 154). El suministro de pequefios prensión material de la complicidad ha sido sin embatgo desarrollada por autores que ven en ella
aparatos receptores a particulares es complicidad en el establecimiento de una emisora no autorizada (OLG
un delito de peligro abstracto o concreto .
Frankfurt NJW 1971, pág. 1622). Puede todavía ser prestada la complicidad en el alejamiento no permiti-
do del lugar del accidente en la medida en que el autor todavía no se baya puesto definitivamente a salvo Lo correcto es acogerse al requisito de la causalidad de la complicidad (así, también,
(Ba>'ObLG JZ 1981, pág. 241). BGH 14, 280 [282]). Si se quisiera comprender ésta como un mero delito de peligro se pasa por
encima del Derecho vigente, pue.s de acuerdo con tal concepción la complicidad extrae su conte-
c) Resulta dudoso lo que haya de entenderse por prestación objetiva de auxilio para el
nido de injusto de la cocau.sación del hecho principal, se la transforma en un delito de pattícipe
hecho principal. En la inducción queda claro cuál es la aportación objetiva que la Ley presupone
autónomo de acuerdo con el modelo del encubrimiento (§ 257) y, en fin, se castiga también la
del lado del inductor; debe determinar al autor a la comisión del delito. Sin embargo, el concep-
simple tentativa de complicidad. Sin embargo, es suficiente para la causalidad de la complicidad
to de prestación de auxilio no dice nada acerca de qué requisitos debe cumplir la complicidad
que ésta haya posibilitado, facilitado, incrementado o intensificado el hecho principal . Se está
para satisfacer las exigencias del § 27. La cuestión es dudosa y discutida^'. Lo tínico seguro es
en correspondencia con este planteamiento cuando, a través del concepto de "incremento del riesgo",
que la mera complicidad intentada no es punible porque la punibilidad de la misma que se intro-
se caracteriza a la complicidad sólo como una forma mediata del favorecimiento causal del he-
dujo en el año 1943 para delitos graves (§ 49a III en su redacción anterior) ha sido completa-
cho principal ^'. Esto significa que en los casos en los que el cómplice ha suministrado una he-
mente derogada por la 3. StÁG de 1953 (vid. Drucksache í/3713 pág. 31).
rramienta que no ha sido utilizada para la ejecución del delito (RG 58, 113), tínicamente puede
De acuetdo con la jurisprudencia es suficiente con que la acción del autor que realiza el ser aceptada la existencia de una complicidad bajo el punto de vista del apoyo psíquico al au-
tipo haya úáo favorecida en cualquier momento anterior a su terminación por medio de la pres- tor 5". No puede ponerse en duda que también puede ser causalparz el hecho un a.ioíú\opsíquico
tación de auxilio, aunque con ésta no se haya contribuido causalmente al resultado del hecho en el sentido de su facilitación o favorecimiento", sólo que aquí tampoco se puede preguntar
principal (RG 6, 169; 11, G^, 58, 113 [114 ss.]; 67, 191 [193]; 7 1 , 176 [178]; 73, 153 [154]; por la causalidad en el sentido de la fórmula de la conditio sine qua non, esto es, la de si el
RG DR 1941, 978; BGH 8, 390 [3911; BGH VRS 8, 199 [201]; BGH Dallinger M D R 1972, hecho no hubiera acaecido ante la ausencia de la acción de complicidad (vid. BGH JZ 1983,
pág. 16; BGH NStZ 1985, 318; StV 1982, pág. 516; O G H 1, 321 [330]; 2, 23 [U]; BayObLG pág. 462; BGH VRS 59, pág. 185; OLG Fteiburg JZ 1951, pág. 8 5 ) ^ 1 Sólo a través de esta
1959, 132 [138]; OLG Freiburg J Z 1951, pág. 85; OLG Hamburg JR 1953, pág. 27; OLG relajación del requisito de la causalidad pueden subsumirse los casos de complicidad psíquica
Kadsruhe NStZ 1985, pág. 78) ^^. Yendo demasiado lejos la jurisprudencia también ha conside- bajo el § 27. De otro lado, se pierde con ello el critetio seguro para la respuesta a la pregunta de
rado como favorecimiento del hecho principal los casos en los que el instrumento suministrado si una aportación concreta ha "favorecido" el hecho principal. Aquí se deberá atender rigurosa-
por el cóinplice no ha sido usado por el autor, incluso cuando no fue comprobado expresamente mente al cufso concteto del hecho y cuestionatse si en él se encuentra la aportación correspon-
un reforzamiento de la resolución delictiva (complicidad psíquica) (RG 6, 169; 58, 113 [114 diente como elemento necesario; no tesulta decisiva la importancia abstracta de la acción de auxilio.
ss.]; BGH Dallinger MDR 1972, pág. 16).
Ejemplo: A alcanza una lata de agua mineral fría al ladrón agotado que intenta alcanzar la caja fuerte
En la literatuta penal se exige mayoritariamente que la aportación del cómplice sea causal para que este modo recupere nuevas energías; B cuida de un automóvil para la fuga que finalmente no utili-
para el resultado provocado por el autor (o, en su caso, para la ejecución del hecho concreto) ^^. za el autor: A es cómplice y B no (para este último se plantea, en todo caso, la complicidad psíquica).
Sin embargo, el "favorecimiento" del hecho y la "causación" del resultado del mismo apenas pueden
distinguirse inaterialmente •^^. Dado que en la complicidad no pueden ser tenidas en cuenta hi-
potéticas "causas en reserva" ^5, en el suministro de una ganziía que el ladrón no utiliza no sólo ""^ Así,//cre¿ír^, GA1971,pág. 7.
^^ Así, Salomón, Beihilfe págs. 134 ss.; Schajjitein, Honig-Festschrift pág. 184; Otto, Lange-Festschrift
no existe una causación del robo sino que ni siquiera concurre un favorecimiento del hecho con-
pág. 210; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 899. También Vogler, Hcinitz-Festschrift pág. 311, pretenden con-
formarse con la "aptitud general de la cooperación para la lesión del bien jurídico a través del hecho princi-
•" Vid. las detalladas exposiciones de Dreher, MDR 1972, págs. 553 ss.; Letzgus, Vorstufen págs. 71 pal" (delito de peligro abstracto-concreto). En contra, con razón, Samson, Hypothetische Kausalverlaufe págs.
ss.; LKfll.'J (Roxin) § 27 núms. 23 ss.; SK(Saniíon) § 27 núms. 5 ss. 202 ss.; el mismo, Peters-Festschrift págs. 123 ss.; LKiH.'XRoxin) § 27 núms. 27 ss. Por su parte, Schumann,
''^ De acuerdo, Bki, Allg. Teil págs. 288 ss.; Preisendanz, § 27 comentario 3d; Wessels, Allg. Teil núm. Handlungsunrecht págs. 57 ss., exige la "solidarización" del cómplice con el autor.
582; también ClaJ?, Stock-Festschrift pág. 126, con la teoría de la "causalidad reforzada". "*' Samson, Peters-Festschrift pág. 132; SK (Samson) § 27 núm. 10; Wessels, Allg. Teil núm. 582. En
'*' Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 572; Eloy, Beteiligungsform pág. 289; Bockelmann/Volk, Allg. el mismo sentido Cla¡¡, Stock-Festschrift pág. 126, habla de "causalidad de fluidez o de reforzamiento";
Teil pág. 197; Dreher, MDR 1953, págs. 553 ss.; DreherlTrondíe, § 27 niim. 2; Eser, Strafrecht II núm. 45 igualmente, Dreher, MDR 1972, pág, 555. Con ello se soluciona también el caso de la obstrucción de!
A mím. l;]akohs, Allg. Teil 22/34; Lackner, § 27 mím. 2; Letzgus, Vorstufen pág. 74; Maurach/Gossel/Zipf, hecho principal que no se tiene en cuenta de acuerdo con los principios de la imputación objetiva (vid.
Allg. Teil II § 52 núm. 19; LK(l¡.")(Roxin) § 27 núm. 5; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 569 ss.; Schónhel supra § 28 IV 1). Naturalmente, tampoco la eliminación de las consecuencias de un delito constituye com-
SchróderlCramer, § 27 núm. 10; SK(Sarnson) § 27 núms. 9 ss.; Sartison, Peters-Festschrift pág. 130; Spendel, plicidad de ningún tipo (OLG Dusseldorf JZ 1985, pág. 590).
Dreher-Festschrift págs. 185 ss.; Welzel, Allg. Teil pág. 119. "" Así, LK(ll.-)(Roxin) § 27 núm. 5.
'*' Así, acertadamente, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 197; LKiS.") (Mezger) § '49 (
comentario num. '" Vid. Bockelmann, DR 1941, págs. 987 ss.; Spendel, Dreher-Festschrift pág. 186.
2; Samson, Hypothetische Kausalverlaufe pág. 55. " Vid. Engisch, v. Weber-Festschtift pág. 269.
''^ En este sentido, con razón, Puppe, ZStW 95 (1983) pág. 292. '^ Vid. ClaJ?, Stock-Festschrift págs. 12i ss.; además, Coenders, ZStW 46 (1925) págs. 3 ss.
748 § 64 Inducción y complicidad 111. La complicidad 749

También pueden constituir complicidad acciones "neutrales" como la venta de un destorni- complicidad en un hecho imprudente no es punible como tal pero puede presentarse como autoría
llador en una ferretería si el vendedor sabe exactamente que la herramienta será utilizada lo más mediata (vid. supra § 62 II 2). En relación con la complicidad en los delitos especiales propios
pronto posible para la comisión de un robo con fuerza. Lo mismo rige para la venta de tabletas rige lo dicho con ocasión de la inducción (vid. supra § 64 II 3). Tampoco el cómplice es respon-
de "Valium" cuando el farmacéutico es consciente de que las usará como veneno mortal ^^. En sable por el exceso del autor (vid. supra § 64 II 4).
estos supuestos sólo es aceptable la complicidad si la adquisición del comprador, como circuns- 4. La pena para el cómplice se orienta al marco punitivo del autor pero aquélla debe ser
tancia conocida por el vendedor, sólo posee el sentido de cometer el delito lo antes posible y atenuada de acuerdo con el § 49 I (§ 27 II 2). Según ello, la complicidad en un hecho que
usarla como medio para ello'^. queda en grado de tentativa disfruta de una doble atenuación (por el contrario, la atenuación
d) Finalmente, el cómplice debe actuar dolosamente. La complicidad imprudente no es prescrita tanto en el § 27 II como en el § 28 1 no pueden acumularse, vid. BGH 26, 53 con
punible como tal pero puede constituir autoría imprudente ^^. Respecto a la clase de dolo, como comentario aprobatotio de Bruns, JR 1975, pág. 510; en cambio, no existe tal impedimento si
sucede con la inducción, es suficiente con el dolo eventual (RG 72, 20 [24]; BGH 2, 279 [281]; las dos causas de atenuación de la pena poseen un contenido material distinto, BGH GA 1980,
BGH Holtz M D R 1981, pág. 808). El dolo del cómplice debe referirse tanto a la ejecución del pág. 225). Con la reforma de 1975 el Código penal retorna al criterio de la atenuación obligato-
hecho principal mismo como también a su favorecimiento por lo que, también aquí como en la ria vigente en Alemania hasta 1939 ' ' (coincidiendo con el E 1962, § 31 II 2 y el AE, § 29 II
inducción, el Mo debe ser doble (BGH 3, 65; BGH NStZ 1985, pág. 318) 5^. En relación con 2). Esta opción se basa sobre la idea de que el contenido de injusto de la complicidad, a causa de
el error de tipo y de prohibición del cómplice rige lo ya dicho en torno a la inducción (vid. supra que sólo supone un favorecimiento destinado a reforzar el hecho principal y de que tan sólo
§ 64 II 2 b). También el dolo del cómplice debe referirse a un hecho principal típicamente de- influye mediatamente en su resultado, es más reducido en todos los casos que el injusto del hecho
terminado (RG 59, 245 [246]; B G H R StGB § 27 I, Vorsatz 6), aunque en las acciones de apoyo principal y, como consecuencia, también resulta ser más leve la culpabilidad del cómplice que la
que tienen lugar en el estadio preparatorio no necesita estar todavía determinada la persona del de! autor. No obstante, la culpabilidad del cómplice, sobre la base de causas especiales de agrava-
autor (RG 11, 87 [88]; 3 1 , 35 [37]; B G H GA 1981, pág. 133; N J W 1982, 2453 [2454]; ción que le sean imputables en virtud del § 29, puede también ser más grave que la del autot.
BayObLG JR 1992, pág. 427, con comentario crítico de G. Wolfl. Para el dolo del cómplice no Los casos de complicidad autónoma (por ejemplo, el apoyo a asociaciones criminales en los §§
es necesaria la aprobación personal del hecho principal (BGH Hokz M D R 1985, pág. 284 y 129 I, 129a III) constituye autoría y tiene prioridad sobre la regulación contenida en el § 27 ''''.
M D R 1989, pág. 305; OLG Karlsruhe GA 1971, pág. 281).
5. La complicidad también puede prestarse por omisión en la medida en que el cómplice
Del mismo modo que en la inducción la doctrina mayoritaria también exige para la complicidad que esté vinculado por un deber de garante (vid. supra § 59 IV)'''. La cuestión de la delimitación
el dolo deba estar dirigido a la consumación del hecho principal (BGH Dallinger MDR 1973, pág. 554). entre la coautoría y la complicidad no es aquí por lo general problemática, pues junto al domi-
Quien sólo quiere que el hecho alcance el grado de la tentativa o quien sabe desde un principio que no nio del hecho ejercido por el autor sobre un delito de comisión dolosa la contribución no
puede alcanzar la consumación (tentativa inidónea) no es punible por complicidad (RG 15, 315 [317]; 17, impeditiva del garante sólo posee, básicamente, el significado de una complicidad ''^. El domi-
377; 60, 23; BGH StV 1981, pág. 549) '^. El farmacéutico, por ejemplo, que conscientemente da a la em-
nio del hecho sólo se traslada al omitente cuando el interviniente ha dejado de controlar el curso
barazada un medio inidóneo para el aborto para que de este modo aquélla reflexione con el tiempo, no
comete ninguna complicidad en una tentativa de aborto. En cambio, si el cómplice coloca conscientemente del hecho.
en peligro el bien jurídico protegido y cuenta con su lesión, entonces debe set aceptada la existencia de una
patticipación punible en una tentativa.

3. El hecho para el que se presta la ayuda debe ser consumado o, al menos, haber que- ' ' Acerca de la sustitución de la atenuación obligatoria por una de carácter facultativo vid. Nagler,
dado en una tentativa punible. La complicidad fracasada es todavía punible en el quebranta- GS 115 (1941) págs. 36 ss.
miento de condena (§ 120 III) y en la receptación (§ 259) (BGH 26, 358; 27, 45) ^^. De acuer- *'" Críticamente al respecto, 5ommfr, JR 1981, págs. 490 ss.
do con el § 27 II el hecho principal debe ser cometido dolosamente (vid. supra § 61 VII 2). La ''' La cuestión es discutida; en el sentido del texto, Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 573; Blei, Allg.
Teil pág. 287; Busse, Unterlassungsdelikte págs. 325 ss.; Frank, § 49 comentario I 2; Dreher/Tróndle, § 27
núm. 7; Otto, JuS 1982, págs. 564 ss.; Lacizner, § 27 núm. 5; LK(11.'') (Jescheck) § 13 núm. 57; Preisendanz,
'5 A favor de la impunidad, por el conxnno, Jakohs, Allg. Teil 24/13 ss.; Schumann, Selbstveranrwortung § 27 comentatio 3 b; MaurachIGóssellZipf, Allg. Teil II § 52 núm. 3;Jakobs, Allg. Teil 29/102a; Schonkel
págs. 56 ss.; Schumann, Selbsrvetantwottung págs. 56 ss.; Frisch, Tatbestandmal?iges Vethalten págs. 295 ss. SchrdderlCramer, § 27 núm. 15; Wessels, Allg. Teil núm. 733; restrictivamente LK(11.") (Roxin) § 27 núm.
'"^ Así, con acierto, LK(ll.'')(Roxin) § 27 núm. 17. 43; Roxin, Taterschaft und Tathcrrschaft págs. 476 ss., quien en atención al deber de gatante admite pot
'^ Al respecto Bindokat, ]Z 1986, págs. 421 ss. tegla general la existencia de una autoría pot omisión (pág. 485). En contta de la posibilidad de una com-
5"^ Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 574; Eser, Strafrecht I! núm. 46 A núm. 2; Frank, § 49 co- plicidad por omisión Armin Kaufmann, Unterlassungsdelikte págs. 291 ss.; Grünwald, GA 1959, págs. 110
mentatio II; Letzgus, Vorstufen pág. 66; LK(ll.'')(Roxin) § 27 núm. 45; Lackner, § 27 núm. 7. ss.; Welzel, Lehtbuch pág. 222. Sobre todo ello vid. Sowada, Jura 1986, págs. 399 ss.
'^ Así, la doctrina mayoritaria; vid. Letzgus, Vorstufen pág. 66; LK (ll.'XRoxin) § 27 núm. 48; ''^ Así, BockelmannlVolk, Allg. Teil págs. 203 ss.; Gallas, JZ 1952, pág. 372; el mismo, JZ 1960, pág.
Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 574; MaurachIGóssellZipf, Allg. Teil II § 52 núm. 32; Stratenuierth, Allg. 687 nota a pie núm. 67; Lackner, § 27 núm. 5; Kielwein, GA 1955, pág. 227; Ranft, ZStW 94 (1982) págs.
Teil I núm. 901; Schonke/Schroder/Cramer, § 27 núm. 25; Welzel, Lehtbuch pág. 120; Wessels, Allg. Teil 823 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 707; SchonkelSchriiderlCramer, § 27 núm. 15. En contta, Bloy,
núm. 584. Beteiligungsform pág. 218; LK(IL") (Roxin) § 25 núm. 209; Stratenuierth, Allg. Teil I núm. 1077. Dife-
5* En contra (también "el dat salida a los objetos" y "el auxilio para ello" presuponen una actividad renciando según la clase de deber de garante (garante para la protección o para la supervisión) Herzberg,
exitosa) SchUnke/Schroder/Stree, § 259 núms. 32, 38, con referencias adicionales. Taterschaft págs. 82 ss.
750 § 64 Inducción y complicidad V. La participación necesaria 751

Ejemplos: Quien como funcionario de prisiones tolera los hurtos cometidos por los internos con oca- V. La participación necesaria
sión del desarrollo de trabajos en el exterior responde por complicidad en los inismos (RG 53, 292; vid.
también la OLG Karlsruhe GA 1971, pág. 281). El superior que no impide el alejamiento del lugar del I. Concurre la participación necesaria cuando un tipo está configurado de tal manera que
accidente de un subordinado es también cómplice (RG 69, 349). El oficial del barco que permite el contra- para su realización es imprescindible conccptualmente la intervención de más de una persona;
bando por parte de su tripulación es culpable de complicidad en el delito de defraudación aduanera (RG así sucede con el homicidio a petición (§ 216), la usura (§ 302a'''), el acceso carnal entre pa-
71, 176'^). El tabernero que tolera en su establecimiento las lesiones corporales a uno de sus clientes sólo rientes (§ 173), el abuso sexual de personas sometidas al cuidado o custodia del autor (§ 174), el
puede ser responsabilizado en virtud de complicidad (con otro criterio, BGfi NJW 1966, pág. 1763). El favotecimiento de acciones sexuales de menores de edad (§ 180), el encubrimiento personal (§
asegurado que no impide el incendio del edificio objeto de su póliza debe ser castigado como cómplice de 258), la rufianería (§ 181a) o el favotecimiento de acreedores (§ 283c). Se ha advertido con
los delitos previsto en los §§ 306 núm. 2 « , 265 (BGH Dallinger MDK 1951, págs. 144 ss.). Acerca de la razón que la expresión "participación necesaria" no es completamente exacta ya que, por un lado,
complicidad en el falso testimonio vid. BGH 4. 327; 14, 229; 17, 321; BGH NStZ 1993, pág. 489; OLG puede tratarse de una coauton'a y, por otro, porque la colaboración no tiene por qué alcanzar la
Hamm NJW 1992, pág. 1977 " . Vid., además, BGH 30, 391 (393); BGH NStZ 1985, pág. 24.
categoría de la participación ''^. Los supuestos de participación necesaria se clasifican en delitos
de convergencia y delitos de encuentto ''^. En los delitos de convergencia las actividades de los
intcrvinientes se dirigen conjuntamente al mismo objetivo, como sucede con el motín peniten-
IV. La concurrencia de varias formas de colaboración
ciario (§ 121), el allanamiento de morada agravado (§ 124) y el robo en cuadrilla (§ 244 I núm.
1. Es admisible \2L participación en las acciones de participación '*''. La inducción a la inducción es equi- 3). Dado que en virtud de la propia Ley en estos supuestos todos los intcrvinientes son punibles
valente a la inducción al hecho principal (inducción en cadena vid. supra § 64 II 2a). La inducción a la como autores, aquí no se plantea el problema de la participación necesatia. En los delitos de
complicidad, la complicidad en la inducción''^ y la complicidad en la complicidad (BGH 6, 361; 8, 137) encuentro las actividades de los intcrvinientes, ciertamente, se dirigen al mismo objetivo, peto
son supuestos de complicidad mediata en el hecho principal {complicidad en cadena) (no cabe una doble lo hacen desde lados distintos de modo que laí acciones, en cierto modo, acaban por encontrar-
rebaja del marco punitivo ^'^ (RG 14, 318 [320]; 23, 300 [306]; 59, 396). se'' como sucede con el favorecimiento de acciones sexuales de menores (§ 180). Aquí la Ley
2. Cuando en una persona concurren la autoría y la participación o la inducción y la complicidad castiga a través de concretas disposiciones penales sólo a determinados intcrvinientes, quedando
referidas a al mismo hecho (por ejemplo, el autor induce a otro a la coauton'a o a la complicidad, o induce y de este modo los demás impunes. Esto rige, por ejemplo, para el abuso sexual de personas sujetas
también interviene como cómplice del hecho principal), entonces las formas de colaboración más débiles al cuidado o custodia del autor (§ 174), el acceso carnal con parientes que todavía no han cum-
ceden frente a las de mayor intensidad, esto es, la inducción tiene preferencia sobre la complicidad y la plido dieciocho años (§ 173 111), el cohecho (§ 331), el encubrimiento real (§ 257 III 1) o el
coauton'a sobre la inducción y la complicidad (subsidiariedad; vid. infra § 69 11 2a) (RG 62, 72 [73]; BGH personal (§ 258 V). En estos supuestos resulta problemático si, como consecuencia de la esencia
4, 244 [247]; pueden encontrarse supuestos especiales en RG 70, 138; 293 [296 ss.]) *'.
de la participación punible, el sentido de la correspondiente disposición penal y el principio de
3. Si a través de la misma acción se induce o se presta complicidad a varios delitos, entonces sólo igualdad, no se podría también castigar al partícipe necesario por inducción o complicidad cuando
existe una inducción o complicidad en concurso ideal homogéneo o heterogéneo (RG 70, 26 [31]). En sobrepasa la "intervención mínima" presupuesta por el tipo. La jurisprudencia ha rechazado has-
cambio, varias prestaciones de auxilio en un mismo hecho principal se encuentran en una relación de con- ta el momento una restricción de este tipo y, por tanto, ha aceptado la punibilidad del partí-
curso real ^*'. cipe necesario cuando induce al otro a una parte del hecho o le apoya "desarrollando un
papel que excede del que le corresponde" '''.

Ejemplos: Es punible la receptación del inductor o del cómplice del hecho principal (BGH 7, 134; 8,
390 [392]; 13, 403 [406]), la inducción a la liberación de presos realizada por el propio recluso (RG 61,31
« Sobre ello vid. Ranfi, ZStW 97 (1985) págs. 300 ss. [33]; BGH 4, 396 [401]; 17, 369 [373]; impune, sin embargo, la ayuda recíproca para escaparse de la cár-
^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306 I mim. 1 (N del T). cel), así como la inducción y la complicidad de la parte favorecida a la comisión de una prevaricación del
*^ Profundizando en el sentido de la delimitación de la punibilidad, Bockelmann, Untersuchungen
págs. 126 ss.; Maurach, DStr 1944, págs. 1 ss.; elmisma, SJZ 1949, págs. 541 ss.; Schonke/Schróder/Lenckner,
nota preliminar niims. 38 ss. antes del § 153; Scheffler, GA 1993, pág. 341. " La remisión debe entenderse realizada al vigente § 291 (N del T).
'^ Acerca de la configuración de los distintos supuestos vid. Schwind, MDR 1969, págs. 13 ss.; LK ^^ Así, Herzherg, Taterschaft pág. 133; LK (ll.'')(Roxin) nota preliminar ntim. 32 antes del § 26;
(ll.''J(Roxin) § 27 niíms. 54 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 965 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 584 ss. /vlaurach/Góssel/Zipf, A\[g. Teil II § 50 núm. 8; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 944.
'''' Vid. Martin, DriZ 1955, pág. 299; SK(Samson) nota preliminar mim. 50 antes del § 26. Por el ^^ Así, básicamente, Freudenthal, NotwendigeTeilnahme págs. 1, 122. En torno a su desarrollo vid.
contrario, en la prestación de auxilio al inductor Schónke/Schróder/Cramer, § 27 ntim. 18, no admiten com- LK(9.'')(Busch) § 50 núm. 25. Gropp, Delikrstypen mit Sonderbeteiligung págs. 125 ss., indagando en el
plicidad mediata en el hecho principal sino complicidad en la inducción; asimismo, RG 14, 318. análisis de los tipos penales y las infracciones adminisrrativas distingue entre seis categorías de tales tipos
''^ Asimismo, LK(¡l.'')(Roxin) § 27 núm. 61; Schonke/Schróder/Cramer, § 27 niím. 18. Diferencian- delictivos. Acerca de la división tradicional vid. LK(IJ.'')(Roxin) nota preliminar núm. 33 antes del § 26;
do segtín los casos, Schmidhduser, Allg. Teil págs. 971 ss. Jakobs, Allg. Teil 24/7 ss.
'•' Vid. Lackner, nota preliminar mira. 13 antes del § 25; Schonke/Schróder/Cramer, nota preliminar " Así, i,í!«^f, Notwendige Teilnahme pág, 12.
núm. A') antes del § 25; Stratenwerth, Allg. Teil I mims. 973 ss. •" Por el contrario,/(7^íiéí, Allg. Teil 24/12 y Herzherg, Taterschaft págs. 137 ss., también aceptan la
'" Así, Schónke/Schróder/Cramer, § 27 mim. 38. De otra opinión, LK (U.'XRoxin) § 27 mim. 54: punibilidad de la participación necesaria cuando no se supera la medida mínima requerida para el cumpli-
existe sólo una complicidad pues el injusto se deriva de un linico hecho principal. miento del tipo.
752 § 64 Inducción y complicidad § 65 La inducción intentada a delitos graves 753

abogado (RG 71, 114 [116]). Lo mismo rige en el ámbito de los dcliros .sexuales: y así, se consideró punible §§ 120, 258V, es la sustancial disminución de la culpabilidad (situación análoga al estado de ne-
la inducción al proxenetismo por parte de la persona prostituida (§ 180 en su redacción anterior) (RG 26, cesidad) la que conduce a la impunidad *^.
369 1370]; BGH 10, 386 (387); 15, 377 [382])"', así como la inducción a la rufianería por parte de la
c) Finalmente, una parte de la doctrina defiende también la justificación de la impunidad
mujer que depende del autor (BGH 19, 107). Punible es, asimismo, la inducción o la complicidad en el
del partícipe necesario cuando la iniciativa del hecho suele proceder típicamente de él. Bajo este
favorecimiento de acreedores (§ 283c) por parte de los favorecidos (RG 65, 416 [417]; 61, 314 [315 ss.]) ^',
la inducción a la venta por encima del precio máximo por el propio comprador (RG 70, 344 [347]) y la punto de vista serían impunes la inducción a la rufianería y el favorecimiento de la prostitución
inducción a la venta prohibida de alcohol por parte del cliente (RG 70, 233 [234]) ^*. por personas que se prostituyen (§ 180a), así como la inducción por el comprador a la venta que
se realiza con infracción de la limitación de precios . Aquí resulta decisiva la ¡dea de la inutili-
2. Por el contrario, con buen criterio la doctrina restringe sustancialmente la punibílidad dad político-criminal ácL prohibiciones semejantes. Por el contrario, la punibilidad de la induc-
de la participación necesaria '''. ción al favorecimiento de acreedores (§ 283c) o a la prevaricación de abogado (§ 356) no es ni
a) Ante todo, existe coincidencia (también con la jurisprudencia; vid. BGH 10, 283 [284]) injusta ni carente de sentido .
en el hecho de que el intervinicnte necesano queda siempre impune en la medida en que la dis-
Las cuestiones singulares deben ser contestadas por medio de la interpretación de las dispo-
posición penal persigue precisamente su protección. En estos casos la mayoría de las veces la co- siciones penales de la Parte especial *''.
operación de la otra parte ni siquiera alcanza el grado de la complicidad; así sucede, por ejem-
plo, cuando el alumno permite que tenga lugar el tocamiento impijdico por parte del maestro.
Pero también es impune como persona protegida la alumna que induce al maestro a realizar ac- § 6 5 La i n d u c c i ó n intentada a delitos graves y otros estadios iniciales
ciones sexuales con ella (§ 174 I núm. 1), el menor de edad que coopera a la frustración del de la colaboración delictiva
derecho a la custodia de personas (§ 235) y el prestatario que induce al prestamista al perfeccio-
namiento de la transacción usurera (§ 302a) (RG 18, 273 [281]) '". Blei, Anmerkung zu BGH 10, 388, NJW 1958, pág. 30; Bloy, Grund und Grenzen der Strafbarkeit
der miíSlungenen Ansriftung, JR 1992, pág. 493; Borker, Zur Bedeutung besonderer personlicher
b) Asimismo, se acepta la impunidad de la participación activa del beneficiado en disposi- Eigenschaften bei der versuchren Ansriftung zu einem Verbrechen, JR 1956, pág. 286; Bottke,
ciones penales que prohiben el apoyo al autor del delito, debido a que la situación motivacional Strafrechtswissenschaftliche Methodik usw., 1979; el mismo, Rücktritt vom Versuch der Beteiligung, 1980;
que caracteriza al hecho hace comprensible una colaboración que excede de la que le correspon- J.-D. Busch, Die Teilnahme an der versuchten Anstiftung, NJW 1959, pág. 1119; el mismo, Die Strafbarkeit
de. De acuerdo con ello, la inducción y la complicidad a la liberación de presos por el propio der erfolglosen Teilnahme usw., Diss. Marburg 1964; R. Busch, TMZ Teilnahme an den Handlungen des §
recluso (§ 120) deben quedar impunes*'. Actualmente, en el encubrimiento personal (§ 258 V) 49a StGB, Festschrift für R. Maurach, 1972, pág. 245; Coenders, Zum neuen Strafgesetz, RG-Festgabe, Tomo
viene prescrita por la propia Ley la impunidad de quien debe beneficiarse por el hecho del encu- V, 1929, pág. 266; Dreher, Anmerkung zu BGH 3, 228, NJW 1953, pág. 313; elmismo, Grundsatze und
Probleme des § 49a SrGB, GA 1954, pág. 11; el mismo, Anmerkung zu BGH 6, 308, MDR 1955, pág.
brimiento (por ejemplo, por una inducción al mismo). Lo mismo rige en el encubrimiento real
119; el mismo, Anmerkung zu BGH 14, 156, NJW 1960, pág. 1163; el mismo, Anmerkung zu BGH 24,
(§ 257 IIl) respecto a los intervinientes en el hecho previo, aunque sigue subsistiendo la punibi-
38, MDR 1971, pág. 410; Gallas, Der dogmarische Teil des Alternariventwurfs, ZStW 80 (1968) pág. 1;
hdad de la inducción del lado de quien no tomó parte en el delito previo ^^. En los casos de los Herzherg, Rücktritt vom Versuch trorz bleibender Vollendungsgefahr? JZ 1989, pág. \\4; Jakobs,
Kriminalisierung im Vorfeld einer Rechtsgutsverletzung, ZStW 97 (1985) pág. 751; Armin Kaufmann,
Anmerkung zu BGH 9, 131, JZ 1956, pág. 606; Kern, Die ÁuSerungsdelikte, 1919; Kühl Grundfalle zu
^^ De acuerdo, Blei, Allg. Teil pág. 264.
'^ De acuerdo, Herzherg, Taterschaft págs. 137 ss.; Otto, Lange-Festschrift pág. 214.
^* De acuerdo, Otto, Lange-Festschrift pág. 214; Sch'ánkelScliroderlCramer, nota preliminar núm. 49
*' De acuerdo Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 950. Por el contrario, va demasiado lejos el tratamien-
antes del § 25.
to del motivo impulsor como elemento excluyente de la pena (§ 28 II) que recomienda Herzherg, GA 1971,
''' Al respecto vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 587; Herzberg, Taterschaft págs. 133 ss.; LK
pág. 10, porque con el mismo rambién quedarían impunes ios casos en los que el sujeto no se merece salir
(ll.'')(Roxin) nota preliminar núms. 37 ss. antes del § 26; Otto, Lange-Festschrift págs. 210 ss.; Maurachl
libre de responsabilidad criminal (por ejemplo, inducción al § 283c). Tampoco son convincentes las conse-
Gossel/Zipf, Ai\g. Teil II § 50 niim. 24; SK(Samson) nota preliminar núm. 49 antes del § 26; Welzel, Lehrbuch cuencias que de acuerdo con la lógica legal extrae Zoller, Die notwendige Teilnahme págs. 170 ss., 230 ss.,
págs. 122 ss.; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 945 ss.; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 583 ss.; Wolter, JuS de una supuesta "similitud" estructural de la participación necesaria con la "coautoría", puesto que de nin-
1982, págs. 348 ss. Llevando a cabo una configuración del sistema por vía inductiva sobre la base del prin- gún modo puede evidenciarse tal identidad.
cipio de igualdad (diferenciación del injusto realizado o de las circunstancias concurrentes en la persona en
*'' Así, Bohne, Frank-Festgabe Tomo II pág. 471; Gerhtnd, Lehrbuch pág. 417; KohlraiischlLange, nota
el supuesto de intervinientes especiales frente al caso común), Gropp, Deliktstypen mit Sonderbeteiligung preliminar núm. II 2 antes del § 47; Welzel, Lehrbuch pág. 123; Schmidhauser, Allg. Teil págs. 583 ss.;
pág. 340. De modo similar pero con una más estrecha adhesión al sistema tradicional Sowada, Die Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 50 núm. 27. Acerca del fin de protección del § 181a BayObLG JZ
"notwendige Teilnahme" págs. 269 ss. 1974, pág. 460.
^^ Vid. LK(ll.'')(Roxin) nota preliminar núm. 38 antes del § 26; SK(Samson) nota preliminar núm. ^^ Así, acertadamente, Maurach/GósseUZipf, Al\g. Teil II § 50 núm. 21; Sch'ánkelSchróderlStree, § 283
47 antes del § 26; Otto, Lange-Festschrift pág. 211; Wesseb, Allg. Teil núm. 587. núm. 21, § 356 ni 25; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 952. Herzherg, Taterschaft pág. 139, va aquí dema-
*' Así, Binding, Lehrbuch Tomo II 2 pág. 590; Kohlrausch/Lange, nota preliminar núm. IV 1 antes siado lejos cuando también acepta la punibilidad como complicidad de la simple recepción de la ventaja.
del § 47; LK (ll.")(Roxin) nota preliminar núm. 39 antes del § 26; Maurach/Schroeder/Maiwald, Bes. Teil *'' Así, con razón, LK(11 ."XRoxin) nota preliminar núm. 41 antes del § 26; Wolter, JuS 1982, págs.
II § 71 núm. 13; Welzel, Lehrbuch pág. 507. 348 ss. Profundizando en ello, Gropp, Delikrstypen mit Sonderbeteiligung, 1992.
*^ Críticamente al respecto, Stree, JuS 1976, pág. 138; Lackner, § 257 núm. 8.
754 § 63 La inducción inrentada a delitos graves
I. Fundamentos generales 755

Vorbereirung usw., JuS 1979, pág. 874; el mismo, Aninerkung zu BGH 32, 133 und BGH vom 7.10.1983,
con ciertas acciones preparatorias en las que colaboran varias personas y que se presentan como
JZ 1984, pág. 292; Kiiper, Versuchs-und Rücktritt.sproblenic bei mclirercn Tarbcteiligrcn, JZ 1979, pág.
775; el mismo, Dic Probiematik des Rückrritts von der Vcrbrechcnsverabredung, JR 1984, pág. 265; l.aiiger, estadios previos de la participación punible. El § 30 I comprende la inducción intentada a
Zuní Bcgriff der "besonderen personlichen Merkmale", Pestsclirift für R. Lange, 1976, pág. 241; I.etzgiis, un delito grave y el § 30 II otras acciones preparatorias (el declararse dispuesto, la aceptación
Vorsrufen der Bereiligung, 1972; Maiwald, Literarurbericlu, ZStW 88 (1976) pág. 712; Maurach, Die del ofrecimiento de otro y el concierto para delinquir) que materialmente suponen fases ini-
Probiematik der Verbrechensverabredung (§ 49a 11 StGB), JZ 1961, pág. 137; H. Mayer, Teilnahmc und ciales de la coautoría, la inducción o la complicidad. El fundamento de la pena en el § 30
Gefangcnenmeuterci, JZ 1956, pág. 434; Meister, Zwcifelsfragen zur versuchten Anstiftung, MDR 1956, reside en la especial peligrosidad de vínculos conspiradores que involucrando a otras personas
pág. 16; Otto, Personales Unrechr usw., ZStW 87 (1975) pág. 539; el mismo, Die Aussagedelikte, JuS 1984, hacen surgir la resolución delictiva^. De este modo se dificulta psicológicamente al autor re-
pág. 161; Roxin, Die Strañjarkeit von Vorstufen der Bereiligung, JA 1979, pág. 169; R. Schmitt, Rücktritt nunciar a la comisión del hecho. Sin embargo, demasiado lejos va la punibilidad para los ca-
von der Verabredung zu einem Verbrechen, JuS 1961, pág. 25; Schrbder, Grundprobleme des Rücktritts sos en los que la inducción fracasa o el ofrecimiento del autor de cometer el delito no es acep-
vom Versuch, JuS 1962, pág. 81; el mismo, Grundprobleme des § 49a StGB, JuS 1967, pág. 289; el mismo,
tado''. Aquí tan sólo se le puede reprochar al autor la tentativa (infructuosa) de una inducción
Anmerkungzu BGH 24, 38, JZ 1971, pág. 563; Vogler, Fuiíkdon und Gren7.cn der Geserzescinheit, Festschrift
o de concluir un acuerdo ^.
für R Bockelmann, 1979, pág. 715; VoglerIKadel, Fine verhangnisvolle Bitte, JuS 1976, pág. 245; ^^ipf,
Probleme der versuchten Bestimmung zu ciner Straftat, Strafr. Probleme 8, 1980, pág. 143. 3. Sistemáticamente se trata de formas de aparición cercanas a la participación. Sin embar-
Vid., además, las referencias bibliográficas antes de §§ 61-64 go, dado que el hecho principal no se ha cometido en realidad el desvalor del hecho se limita a
un desvalor de acción queda en el ámbito de lo intelectual, mientras que el de carácter objetivo
sólo tiene lugar a través de la exteriorización de la intención delictiva o, en su caso, del acuerdo
I. Fundamentos generales con la misma''. En todos los casos —con excepción de la inducción fracasada y de la declaración
ineficaz de la disposición a cometer un delito, que todavía residen en un estadio previo— el
1. La disposición penal decisiva en torno a la punibilidad de los estadios previos de la participación merecimiento de pena del hecho descansa sobre la vinculación conspirativa en una voluntad aje-
está recogida en el § 30. Hasta el año 1974 rigió el § 49a, que ha tenido una historia llena de vicisitudes. La
na de la resolución delictiva. La inclusión del § 30 en el apartado relativo a la participación se
punibilidad de ciertas fases iniciales de la participación fue introducida por una Ley de 26.2.1876 que, bajo
justifica a través de su dependencia de la punibilidad del delito proyectado cuya consumación
la influencia de la lucha entre la Iglesia y el Estado en Prusia, reaccionó frenre al ofrecimiento del ciudadano
belga Duchesne ante el arzobispo de París para asesinar a Bismarck a cambio del pago de 60.000 francos debió ser querida por todos los intervinientes {accesoriedad hipotética}''. También la limitación
{"Duchesne-Paragraph")'. Por medio de la VO de 29.5.1943 fue extendida la punibilidad al acuerdo para de la accesoriedad rige para el § 30 de forma que, por ejemplo, es punible la inducción intenta-
cometer un delito a la seria negociación para su comisión y a la complicidad fracasada, produciéndose asi- da de un enfermo mental al que no se reconoce como tal. Sin embargo, tampoco hay que olvi-
mismo una agravación déla conminación penal ^. La 3. StAG de 4.8.1953 dio una nueva configuración al § dar que también podría haber sido fundamentada la inclusión del precepto dentro del apartado
49a: fue nuevamente eliminada la punibilidad de la complicidad malograda y de la negociación delictiva, referido a la tentativa, puesto que no existe una dependencia del hecho principal como la que
mejorándose asimismo las disposiciones relativas al desistimiento. En los §§ 30, 31 el Derecho vigente ha
asumido básicamente la regulación vigente hasta entonces y, en verdad, coincidiendo con los §§ 35, 36 E
1962, y en contra de los §§ 32, 33 AE que pretendía dejar impune también en los delitos graves el declarar- ^ Vid. Lackner, § 30 núm. 1; Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 53 núm. 3; Kühl, JuS 1979, pág.
se dispuesto a su comisión, la aceptación del ofrecimiento y el concierto para delinquir. Estos líltimos su- 874; el mismo, Allg. Teil § 20 ntím. 245; Schroder, JuS 1967, pág. 289; profundizando en ello Letzgus,
puestos le parecieron al legislador merecedores de pena debido a que "pueden originar vinculaciones muy Vorsrufen págs. 126 ss.
peligrosas" (así, BT-Drucksache V/4095 pág. 13). "* Por esre motivo Letzgus, Vorstufen págs. 141 ss., pretende con acierto limitar de lege ferenda la
punibilidad del § 30 I al supuesto de inducción ineficaz (se origina el dolo del hecho pero el delito no tiene
2. Por regla general también en los delitos más graves las acciones preparatorias son impu- lugar) dejando impune la mAucúón fracasada (en la que ni siquiera se consigue hacer surgir el dolo del
nes; en ellos la punibilidad comienza sólo con la inmediata puesta en marcha de la realización hecho) (pág. 145). Lo mismo tendría que regir en relación con el ofrecimienro ineficaz segiin el § 30 II
del tipo (§ 22). Una excepción a este planteamiento viene constituida por el § 30 en relación porque en este caso, con más razón, la resolución criminal no tiene lugar. Críticamenre al respecro Maiwald,
Litcraturbericht, ZStW 88 (1976) pág. 720. Por el conrrario, Busch, Maurach-Festschrift pág. 256, piensa
de legeferenda en una regulación diferenciada contenida en la Parte especial a través de las disrintas figuras
delictivas.
' Acerca de la historia de su nacimiento vid./.-A Busch, ErfolgloseTeilnahme págs. 47 ss.; LK(11.") ' Críticamente LK(ll.'')(Roxin) § 30 niím. 11. Dirigiéndose (de forma poco convincente) en conrra
(Roxin) § 30 antes del niím. 1. de la justificación de la punibilidad del acuerdo áeWcúvo Jakohs, ZStW 97 (1985) pág. 756.
^ En contra de tal desarrollo ya Coenders, RG-Festgabe págs. 277 ss. (quien la califica como "una ' El § 30 es un delito de expresión en el sentido de Kern, Die Áufierungsdelikte págs. 9 ss.; en con-
disposición de una inseguridad verdadcramcnre inquietante"). Especialmente crítico con el § 49a en su re- secuencia, las declaraciones también pueden realizarse mediante actos concluyentes.
dacción anterior KohlrauschlLange, § 49a comentario II, III ("expresión de un espíritu policial"); además, ' En este sentido se pronuncia la doarina mayoritaria; vid. Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 590; Dreherl
Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 590; Busch, Maurach-Festschrift págs. 252 ss.; Stratenwenh, Allg. Teil I niím. Tróndle, § 30 ntím. 2; Letzgus, Vorstufen págs. 219 ss.; KohlrauschlLange, § 49a comentario II (aunque
921. Por el contrario, a favor de la justificación político-criminal del § 30, Letzgiis, Vorsrufen págs. 126 ss. críticamente); AfoaracA, JZ 1961, pág. \i&; Maurach/Gossel/Zipf,ÍÚ\g.'Iá\ II § 53 mím. 7; LK(U.')(Roxin)
(especial peligrosidad de la resolución delictiva para conspirar);/fl¿o¿s, Allg. Teil 27/12 (comunicación so- § 30 mrra. 40; Schonke/Schrbder/Cramer, § 30 mím. 2; Schmidhauser, Allg. Teil pág. GAA; Schroder, JuS 1967,
bre el acaecimiento del delito); LKCll.") (Roxin) § 30 núms. 10 ss. (prescindiendo de la conducta de decla- pág. 289. Por el contrario, H. Mayer, Lehrbuch pág. 341, en adhesión a Binding, Lehrbuch Tomo II, 2 págs.
rarse dispuesto a la comisión de un delito del § 30 II); Kühl, JuS 1979, págs. 874 ,ss.; Roxin, JA 1979, págs. 838 ss., acepra la exisrencia de un tipo autónomo (ataque contra la actitud interna de fidelidad jurídica del
170 ss. interlocutor).
756 § 65 La inducción intentada a delitos graves II. La inducción intentada (§ 30 I) 757

caracteriza a la participación y ésta no puede ser sustituida por una mera "accesoricdad hipotéti- grave (por ejemplo, en el caso de tentativa del § 313, en cuyo apattado segundo no se criminaliza), se
ca". Se trata, pues, de acciones preparatorias punibles de naturaleza autónoma que, sin embargo, disipa conrestando que en un caso especial de esa natutaleza también debe enttat en juego la impunidad
por tratarse de supuestos de conspiración presentan las formas de aparición propias de la partici- de acuerdo con el § 30 (argumentum a maiore ad minus).
pación (BGH 9, 131 [134]; 14, 378 [379])**. Ejemplo: Para la cuestión de si hay que aceptat la inducción ineficaz al asesinato o al homicidio, sólo
4. Para la determinación del carácter delictivo del hecho punible proyectado no es decisi- hay que atendet a cómo se ha teptesentado el inductot (§ 30 I) la ejecución del hecho (BGH NJW 1951,
va la situación fáctica real sino la representación del interviniente, posiblemente diversa, del su- pág. 666). Acerca del § 347 en su redacción antetior (actual § 120 II) vid. además BGH 6, 308 (309 ss.);
BGH StV 1987, pág. 386. Según la BGH 14, 353 (355 ss.) en el caso del § 218 III (actual § 218 I) la
puesto de hecho a realizar; y ello porque, como en la tentativa, a través del § 30 debe ser abarcada
solución también debió hacetse dependet de la petsona del inductor.
la voluntad hostil al Derecho que se ha exteriorizado (BGH 4, 254; BGH NJW 1951, 666 [667];
GA 1963, pág. 126; NJW 1982, pág. 2738). También aquí es aplicable el punto de vista abs- 5. En todos los casos del § 30 la pena se corresponde con la de la tentativa del delito que
tracto (vid. supra § 7 IV 2). se prepara pero, a diferencia del § 23 11, aquí la atenuación punitiva es obligatoria. Si el delito
Discutida es sin embargo la cuestión de cómo hay que resolver el caso donde los elementos persona- planificado estuviera plasmado en el tipo como un caso menos grave, entonces el marco puniti-
les especiales (§ 28) convierten al hecho en un delito gtave (por ejemplo, la cualidad de funcionatio) '. vo pievisto para éste se atenuaría conforme al § 49 I (BGH 32, 133 [136]). Resulta aplicable el
Para la cualificación del hecho que se fragua la doctrina atiende mayoritariamente a la persona del induc- § 28 II, de modo que la inducción ineficaz de un funcionario público es punible a través del §
tor o, en su caso, a quien acepta el ofrecimiento (y no a la persona que se preveía como autor), con lo 345 mientras que el no cualificado responde según los §§ 239, 30, 49 I. Dado que en el § 30 se
que el § 28 II también se aplica a la cuestión de la naturaleza delictiva del hecho '". No obstante, lo trata siempre de casos de tentativa, resulta aplicable el § 23 III en el supuesto de grave irraciona-
cotrecto es aceptat sólo un delito gtave en el sentido del § 30 cuando los elementos personales especiales lidad (vid. supra § 50 I 5b).
concurran en la persona que debe cometer el hecho, pues no es el autor peligroso lo que el § 30 quiere
abarcar sino los hechos especialmente graves. Su prepatación debe set punible ' . De ello se deriva, simul-
táneamente, que pata la fundamentación de la naturaleza delictiva del hecho proyectado sólo pueden ser II. La inducción intentada (§ 30 I)
traídos a colación aquellos elementos personales que afecten a su contenido de injusto material (así, no
cabe recurrir a la reincidencia [por ejemplo, en el § 244 en su redacción antetiot] [RG 32, 267]), pues El § 30 I castiga en primer lugar la inducción intentada a un delito grave ^^. En segundo
sólo en caso de un elevado contenido de injusto del hecho bosquejado es posible afitmar una prominente lugar, coincidiendo con la anterior jurisprudencia y doctrina (vid. la 2.^ ed. de esta obra pág.
necesidad de pena demandada pot la colectividad que justifique la aplicación del § 30 '•^. La objeción 534), también se declara expresamente punible la inducción ineficaz a la inducción a un delito
consistente en que, según el § 30, el inductot ineficaz sería responsabilizado más gravemente que el coautor grave (inducción en cadena intentada); en cambio, permanecen impunes la inducción intenta-
que se beneficia de un elemento personal especial que rebaja la calificación del hecho a un delito menos
da a la complicidad en un delito gtave y la complicidad en una inducción intentada al mismo,
pues la complicidad intentada como tal ya no está sujeta a punición (BGH 14, 156 [157]; 3 1 ,
10 [11]) '^. En el § 159 se extiende la disposición a dos delitos menos graves: falsedad testimo-
* Así, Letzgus, Vorstufen págs. 219 ss.; LK(ll^)(Roxin) § 30 núm. 2, frente a la teoría de la partici- nial sin juramento (§ 153) y en la declaración falsa bajo juramento (§ 156). La superación del
pación de Maurach/GosseUZipf, Allg. Teil II § 53 núm. 4. marco del delito grave se justifica a causa de la específica peligrosidad de ambos delitos contra la
' El legisladot ha dejado conscientemente el interrogante sin contestar (BT-Drucksache V/4095) a Administración de Justicia; contradictorio es, sin embargo, que en los propios §§ 153 y 156 no
pesar de que contaba con las controvertidas regulaciones del § 35 III E 1962 y del § 32 II AE; ctítico con se castigue la tentativa de tales hechos ' ^.
ello Roxin, Einftihrung págs. 26 ss.
'" Así, Blei, Allg. Teil pág. 292; Jakobs, Allg. Teil 27/6; Heinitz, Berliner-Festschtift für den 4 L DJT 1. Como acción debe existir una inmediata puesta en marcha (§ 22) de la determinación a
pág. 117; Kohlrausch/Lange, § 49a comentario IV 3; Lackner, § 30 núm. 2; Langer, Lange-Festschrift pág. otro a cometer un delito '^. En este punto es correcto exigir que, al menos, la declaración deba
249; Maurach, JZ 1961, pág. 141; Maurach/Gossel/Zipf. M\^. Teil II § 53 núm. 29; KühL Allg. Teil § 20 ser accesible al destinatario puesto que de lo contrario no se alcanza el mínimo de peligrosidad
núm. 247; Schroder, JuS 1967, págs. 292 ss.; SchónkelSchróderlCramer, § 30 núm. 14; SK (Samson) § 30
núm. 11; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 645; VoglerIKadel JuS 1976, pág. 249; Wessels, Allg. Teil núm. 562.
Exigiendo la cualidad delictiva en ambos intervinientes BaumannfWeber, Allg. Teil pág. 592.
" En relación con la crítica dirigida al § 15 ostcrr. SrGB por el hecho de que de los estadios previos
'' Así, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 217; LK(9.'') (Busch) § 49a núms. 21 ss.;/.-A Busch, Erfolglose a la participación sólo castiga la inducción ineficaz (aunque ésta, sin embargo, también se sanciona en los
Teilnalimc págs. 149 ss.; Borker, JR 1956, pág. 286; Dreher, NJW 1953, pág. 313; el mismo, GA 1954, pág. casos de delitos menos gtaves), vid. Zipf, Sttafr. Ptobleme 8 págs. 165 ss.
17; el mismo, MDR 1955, pág. 119; Dreher/Trondle, § 30 núm. 6; LK (ll.'')(Roxin) § 30 núm. 44; '"* A favot de la punibilidad de la complicidad en el § 30, sin embatgo, Dreher, GA 1954, págs. 17
Preisendanz, § 30 comentario núm. 3a; Letzgus, Vorstufen pág. 205; Meister, MDR 1956, pág. 16; Niese, JZ ss.; elmismo, NJW 1960, págs. 1163 s,s..\ Busch, Mauíach-Festschtift pág. 255.
1955, pág. 324; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 915; Welzel, Lehrbuch pág. 118. En el acuerdo (§ 30 II) " De ahí que sea dudosa la BGH 24, 38, donde es negada la punibilidad del inductot si la declata-
basra para el castigo de todos los intervinientes con que para uno de los conspiradores el hecho fuera delito ción bajo juramento del auror es impune como tentativa inidónea. Por ello también se muestran ctíticos
grave; asimismo, LK(9.'') (Busch) § 49a núm. 32; Dreher, GA 1954, pág. 16; Letzgus, Vorstufen págs. 206 Schroeder, JZ 1971, pág. 563; Dreher, MDR 1971, pág. 410; Otto, JuS 1984, pág. 170; Lackner, § 159
ss. Por el contrario, para SchónkelSchróderlCramer, § 30 núm. 14; Schroder, JuS 1967, págs. 292 ss.; Maurach, núm. 3.
JZ 1961, pág. 141, no puede ser castigado en virtud del § 30 II el presunto autot del acuerdo para quien el
"• BGH 8, 294 (296) pretende confotmarse para ello con "cualquier actuación". Por el contrario,
hecho pactado sólo se presenta como un delito menos grave.
con razón subraya H. Mayer, ]X 1956, pág. 435, que debe exisrir una tentativa de influencia intelectual
'2 Así, Gallas, ZStW 80 (1968) pág. 33; Dreher, GA 1954, págs. 16 ss.; Letzgus, Vorstufen págs. 205 ss. puesto que se trara de inducción intentada; asimismo, LK(lJ.'')(Roxin) § 30 núm. 16.
§ 65 La inducción intentada a delitos gtavcs III. Acuerdo, aceptación del ofrecimiento v declaración 759
758

(vid. supra § 63 II 1) '". Una simple conversación previa no constituye todavía acuerdo (BGH
que resulta necesario para el merecimiento de pena del hecho'''. La consumación de la induc-
12, 306 [309]), aunque la dependencia de la ejecución del hecho de la concurrencia de ciertas
ción puede faltar porque el inducido no adopteXz resolución delictiva í^\ná\\Q.(i\ón fracasada), por-
condiciones no empece para nada la aceptación de su existencia (acerca de la voluntad de acción
que no la ejecuta (inducción ineficaz) o porque ya estaba decidido con anterioridad a cometer el
condicionada vid. supia § 29 111 3e)~'. Dentro del § 30 II entran también el acuetdo para la
delito (inducción inidóned) (vid. siipra § 64 II 2c). Cuando, como mínimo, el inducido alcanza
inducción a im delito gtave en la medida en que la acción instigadora deba realizarse conjunta-
en la comisión del hecho principal el umbral de la tentativa punible, entonces resulta de aplica-
mente. Acerca del grado de dercrminación del plan delictivo la praxis no demanda con razón
ción el § 26 puesto que la inducción ya no es meramente intentada sino consumada.
demasiadas exigencias en la medida en que el mismo se haya elaborado seriamente. También
2. Asimismo, el autor debe poseer el doble dolo del inductor, esto es, debe determinar al resulta punible la inducción a la conclusión de un acuerdo delictivo •^^.
inducido a la comisión del delito grave y, simultáneamente, querer dar lugar a la ejecución del
Ejemplos: Hay que aplicar el § 30 II cuando dos coautores se dirigen a comenzar la ejecución de una
hecho principal. También en lo que se refiere al grado de determinación del dolo rigen las reglas
agresión a un automovilista (§ 316a) en !a autopista (OLG Ksln NJW 1951, pág. 612); el tipo también se
va sentadas para el inductor (vid. supra § 64 II 2b). Decisivo resulta que del lado del inductor
cumple cuando los aurores no saben todavía si atracar un restautante de carretera o una gasolinera (BayObLG
no se necesiten acciones adicionales de colaboración para la ejecución del hecho principal (OLG NJW 1954, pág. 1257). Demasiado estrecha es la OLG Hamm MDR 1948, pág. 368 (para el acuerdo de
Hamm JR 1992, pág. 521 con comentario de Bloy, JR 1992, 493 [497]). La seriedad de la invi- llevar a cabo un robo con extorsión no es suficiente proyectat su ejecución "en alguna parte de la ciudad de
tación sólo exige que el inductor cuente con que el inducido toma en serio la misma . Sin em- Hamburgo"). Cuando el ladrón llama a la puerta de la casa de la víctima y cuenta con amenazarla con un
bargo, también aquél debe querer la ejecución del hecho principal. Por este motivo el § 30 I no arma inmediatamente después de su aparición, existe ya tentativa y no meramente un acuerdo delictivo
entra en aplicación cuando el hecho sólo pueda ser cometido conjuntamente con el incitador y (BGH NStZ 1984, pág. 596).
éste no se haya tomado en serio su propuesta (BGH 18, 160).
2. La aceptación de un ofrecimiento significa que el aceptante declara su confotmidad con la dispo-
sición de otfo a cometer un detetminado delito grave o a inducir a que un tetcero lo cometa. Su propia
colaboración reside en que con tal aceptación consolida la resolución delicriva del ofertante (complicidad
i n . Acuerdo, aceptación del ofrecimiento y declaración de estar dispuesto a cometer un psíquica ineficaz) ^^. Si sólo .se origina la resolución delictiva concutte una inducción ineficaz de acuerdo
delito grave con el § 30 I. No puede compartirse la opinión de que deba ser la declaración de aceptación y no el ofreci-
miento lo que haya de ser expresado seriamente, puesto que sólo bajo la condición de la aceptación de una
De acuerdo con el § 30 II también se sancionan ciertas acciones preparatorias que se pre- voluntad delictiva realmente existente es cuando se presenta un peligro que justifica la imposición de la pena
sentan como estadios previos de la coautoría, la inducción y la complicidad. frente al aceptante (de otra opinión BGH 10, 388)' . Para la declaración de aceptación basta con que el
1. Importante en la práctica y merecedor de pena en un alto grado es sobre todo el acuer- aceptante cuente con que a consecuencia de la misma el otto ejecutatá el delito.
do para cometer un delito grave; éste suele presentarse especialmente en casos de terrorismo, 3. Más lejos ha ido el legislador con el castigo de la declaración de estar dispuesto a cometer un
robo y otros delitos violentos, concretamente en relación con los §§ 239a, 239b y 3 l 6 c . Es fre- delito grave: aquí no está ya comprendido el peligro de que otro pueda cometer un delito a consecuencia de
cuente, aunque no punible, en el robo agravado (§§ 243, 244) pero sí resulta sancionado en el la declaración del autor, sino que se criminaliza ya la declaración de la propia disponibdidad pzrSi ello expre-
robo grave cometido en cuadrilla (§ 244a). El acuerdo significa que como mínimo dos personas sada seriamenre (BGH 6, 246 [347]; OLG Ceile iMDR 1991, pág. 174) que, naturalmente, debe dirigirse a
se conciertan seriamente para perpetrar como coautores una acción castigada como delito grave o alguien de cuya aprobación el autot hace depender la ejecución del delito. La disposición volitiva debe ser
formulada a la persona que debe aprobar la declaración. Además, el pronunciamiento de la propia disposi-
para inducir conjuntamente a otro a cometerla (BGH NStZ 1982, pág. 244; NStZ 1993, pág.
ción puede ser realizado de forma que el declarante acepte pot medio de otro la invitación a la comisión del
137) " . El acuerdo no es otra cosa que la resolución delictiva común en el sentido del § 25 II
hecho. Si ei declarante ha sido inducido por el otro no es necesario ni siquiera la recepción de la declára-

''' Así, RG 26, 81; 47, 230; Eser, Strafrecht II tiiím. 47 A núm. 19; Letzgus, Vorstufen pág. 41 nota a
pie núm. 89; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 647 nota a pie núm. 43; SchrSder, JuS 1967, pág. 290; SK(Samson)
§ 30 núm. 14; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 917. La opinión contraria, que se conforma con el sentido lo
Acerca de la estructuta del acuerdo vid. detenidamente Letzgus, Vorstufen págs. 105 ss.
proporcionado por los principios generales de la tentativa sobre la "puesta en matcha de la ejecución", inclu- 21
Vid. Maurach, JZ 1961, pág. 139; Schroder. JuS 1967, pág. 291; R. Schmitt, JuS 1961, pág. 25.
yendo así también la eventualidad de que la declaración ni siquiera llegue al destinatario es defendida juris- 22
Así, Schonke/Schroder/Cramer, § 30 núm. 36; en contn Maurach, ]2, 1951, pág. 25.
prudencial y doctrinalmente: BGH 8, 261; 31, 10 (11); Lackner, § 30 núm. 4; Mmirach/Gossel/Zipf M\g. 23
Así, Dreher, GA 1954, pág. 18; Dreher/Trondle, § 30 núm. 11; LK^.") (Busch) § 49a núm. 36;
Teil II § 53 núm. 16; SchonkelSchr'óderlCramer, § 30 núm. 19; Blei, Allg. Teil pág. 291; BockelmannlVolk,
Blei, Allg. Teil pág. 293. De otra opinión es la doctrina mayoritaria quien aquí acepta un caso especial de
Allg. Teil pág. 216; Dreher, GA 1954, pág. 14; Dreher/Trondle, § 30 núm. 9; LKfll.") (Roxin) § 30 núms.
inducción intentada; vid. Letzgus, Vorstufen págs. 97 ss. con teferencias 3ái\c\onúes; Jakobs, Allg. Teil 27/9;
15 ss.; Preisendanz, § 30 comentario núm. 3d; Wessels, Allg. Teil núm. 563.
LK (IL") (Roxin) § 30 núms. 93 ss.; SchdnkeJSchrdder/Cramer, § 30 núm. 24; SK (Samson) § 30 núm. 22.
" Vid. Schroder, JuS 1967, pág. 292, así como también Letzgus, Vorstufen págs. 182 ss. con referen-
^"^ En el sentido del texto RG 37, 243 (245); Blei, NJW 1958, pág. 30; Kohlrausch/Lange, § 49."
cias bibliográficas adicionales en nota a pie núm. 289.
comentatio núm. V 3; Letzgus. Vorstufen págs. 184 ss.; Schmidhauser. Allg. Teil pág. 646. En contra, sin
" Vid. Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 592 ss.; Dreher, GA 1954, pág. 14; KohlmiischlLange, § 49a
embargo, Lackner, § 30 núm. 6; Maurach/Gossel/Zipf, M\p Teil II § 53 núm. 48; LK(IL") (Roxin) § 30
comentario núm. V I; Lackner, § 30 núm. 6; LK(IL") (Roxin) § 30 núm. 60; Matirach/Gossel/Zipf, M\g.
núm. 97; Dreher/Trondle, § 30 núm. 11; Otto, ZStW 87 (1975) pág. 569 nota a pie núm. 105; Preisendanz,
Teil II § 53 núm. 42; Schonlíe/Schroder/Cramer, § 30 núm. 25; Letzgus. Vorstufen pág. 110; Schinidloauser,
§ 30 comentario 4b; Schbnke/Schróder/Cramer, § 30 núm. 28.
Allg. Teil pág. 644; Stratenwertlj, Allg. Teil 1 núm. 921.

i
760 § 65 La inducción intentada a delitos graves V. La subsidiariedad del § 30 761

ción. Este supuesto comprende al presunto autor en la inducción ineficaz^'. De acuerdo con lo que de declaración. Para el desistimiento del acuerdo y de la aceptación de un ofrecimiento es necesario según
forma expresa se prevé por el Derecho vigente, basta incluso con la declaración de disponibilidad a llevar a el núm. 3 de la precitada notma que se evite el hecho. Para ello también puede bastar con la simple inactivi-
cabo una inducción. dad si, de acuerdo con la representación del que desisre, el hecho acordado no puede ser cometido sin él
(BGH 32, 133 [134 ss.]); dicha pasividad también es suficiente si cada uno de los intetvinientes desisten
sin habérselo tevclado a los demás (BGH JZ 1984, pág. 290, con comentatio aptobatorio a ambas senten-
rV. El desistimiento de la tentativa de colaboración (§ 31) cias de Kühl, JZ 1984, pág. 292 y Küper, JR 1984, pág. 265). Si fracasa el desistimiento del acuerdo debido
a que los otros intetvinientes ejecutan el hecho, el que desiste voluntariamente se tesponsabiliza como coau-
1. La disposición sobre desistimiento del § 24 sólo es aplicable a acciones intentadas en el toi o como cómplice (BGH 28, 346 [H% ss.]). De acuetdo con el § 31 II basta el esfuerzo serio y volunta-
sentido del § 22 ^^. De ahí que para el desistimiento de los estados previos a la colaboración rio de impedir el delito si éste no se lleva a efecto sin su intetvención (la tentativa de inducción fracasa sin
el legislador haya creado una disposición especial en el § 31 (BGH 15, 199; BGH NStZ 1992, su conocimiento) o si se comete con independencia de su comportamiento precedente (el inducido ya esta-
pág. 537). También aquí el desistimiento ha de ser voluntario (BGH 12, 306 [308 ss., 311]) ^•' ba decidido a cometer el delito) ^~.
(vid. stipm § 51 III 2). Si, de acuerdo con el § 24, con posterioridad el autor desiste voluntaria-
mente de la tentativa del delito proyectado, entonces no vuelve a renacer la punibilidad por el §
30 pues no existe ya ninguna acción preparatoria ineficaz cuando ha tenido lugar una tentativa V. La subsidiariedad del § 30
conminada con pena (BGH 14, 378; BGH NStZ 1983, pág. 364) ^8 (vid. infra § 69 III 1). Esta
La punibilidad conforme al § 30 es subsidiaria pues se trata de estadios previos de la
consecuencia se tendrá que aceptar también cuando el hecho que se ha intentado y del cual se ha
participación (vid. infia § 69 II 2b). La disposición penal mencionada deja de aplicarse tan pronto
desistido es menos grave que el proyectado, pues la impunidad del hecho también debe com-
como el delito planificado alcance como mínimo la fase de la tentativa '^. Esto rige también cuando
prender la de la participación y sus estadios previos com.o formas menos importantes del injusto
en la ejecución del hecho se ha ido más lejos de lo proyectado, pero no cuando el delito reaüza-
de acción .
do es uno completamente distinto o mucho menos grave que el que se pretendía cometer. En
2. El § 31 está configutado a la medida de los supuestos de participación ineficaz. En la tentativa de este último caso hay que aceptar la existencia de un concurso ideal con el § 30 ^^. También se
inducción es suficiente con renunciat a la influencia sobre el otto; sin embargo, tan pronto como exista el produce tal concurrencia cuando la tentativa de inducción supone, simultáneamente, la comi-
peligto (a enjuiciar subjetivamente pot el instigador) de que el inducido cometa el hecho, el inductor debe
sión de un delito distinto (BGH 6, 308 [311]).
evitar ese peligro (§ 30 1 núm. 1) '". En relación con el desistimiento de la declaración de disponibilidad
a cometer un delito gtave el núm. 2 de dicho precepto, se exige que el autot renuncie a su proceder de un Ejemplos: No se aplica el § 30 cuando el robo que fue incitado se comete realmente, incluso aunque haya
modo reconocible exteriormente^' como, pot ejemplo, mediante su retractación ante el destinatario de la intervenido una persona distinta de la primera a la que se instigó sin éxito (BGH 8, 38). Por el conttatio, la
inducción ineficaz a cometet perjurio concurre idealmente con una inducción a un falso testimonio sin jura-
mento cuando al testigo, en contta de lo esperado, no se le toma juramento (BGH 9, 131 [134] desviándose
25 Así, LKOl.') (Roxin) § 30 núm. 87; Letzgus, Vorstufen pág. 94 nota a pie núm. 27; Maurach/ de la BGH 1,131 [135]). La punibilidad por un concierto delictivo (§ 30 II) no vuelve a sutgir si los conspita-
Gossel/Zipf, Allg. Teil 11 § 53 núm. 47; SK (Samson) § 30 núm. 21; Schróder. JuS 1967, pág. 291. Por el dores desisten de la tentativa conforme al § 24 II (BGH 14, 378) (vid. supra § 65 IV 1).
contrario, exigen también la recepción en este caso Dreher/TrSndle, § 30 núm. 10; Schonke/Schroder/Cramer,
§ 30 núm. 23.
^^ Vid. Schriider, ]uS 1962, pág. 85. Capítulo quinto: Unidad y pluralidad de hechos punibles
^^ Cn'ricamente al respecto R. Schmitt, ]uS 1961, págs. 25 ss.
^^ Así también BaumanníWeber, Allg. Teil pág. 594; Lackner, § 31 núm. 7; Bottke, Methodik págs. Cuando concurren varias infracciones de la Ley surge la cuestión de si las consecuencias
560 ss.; LK(9.') (Busch) § 49a núm. \h Maurach JZ 1961, pág. 145; Roxin, JA 1979, pág. 175; Küper, jZ jurídicas deben ser calculadas por separado y luego ser sumadas {principio de acumulación) o si
1979, pág. 782; Schdnke/Schroder/Cramer, § 30 núm. 40; DreherlTrondle, § 30 núm. 16. hay que aplicar un sistema menos estricto. Para ello se tienen en cuenta la agravación de la pena
29 Igualmente, Roxin, JA 1979, pág. 175; LKfll.") (Roxin) § 30 núm. 82; Botáe, Methodik págs.
564 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 30 núm. 40; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 648. Defendiendo la opinión
contraria Dreher/Trondle, § 30 núm. 16; Lackner, § 31 núm. 7; Maurach JZ 1961, pág. 146; LK(9.'') (Busch) ^2 Vid., más detenidamente sobte la cuestión, SK (Samson) § 31 núms. 14 ss.; Bottke, Rückttitt págs.
§ 49a núm. 11; Vogler, Bockelmann-Festschrift págs. 728 ss. 59 ss.
'" Sobre este aspecto vid., más detalladamente, SK (Samson) § 31 núms. 7 ss., acerca de la cuesrión « BGH 14, 378 (379); BGH NStZ 1983, pág. 364; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 594; Blei, Allg.
del error del inductot sobre la existencia del peligto vid. núm. 11. A favor, como aquí, de un entendimiento Teil pág. 292; Lackner, § 30 núm. 10; LK(10.-) (Vogler) nota pteliminar núms. 122 ss. antes del § 52; LK
subjetivo del peligto LK(IL") (Roxin) § 31 núms. 5 ss.; Herzberg, JZ 1989, págs. 114 ss.; Lackner, § 31 (11.-) (Roxin) § 30 núm. 52; Küper, JZ 1979, pág. 782; Maurach. JZ 1961, pág. 145; Schróder, JuS 1967,
núm. 3; Schónke/Schroder/Cramer, § 31 núm. 5; SK (Samson) § 31 núm. 11. A favor de su enjuiciamiento págs. 294 ss.; Schonke/Schroder/Cramer, § 30 núm. 38.
objetivo como hace el E 1962, Fundamentación pág. 155, Dreher/Trondle, § 31 núm. 4; LK(9.'') (Busch) § '"^ En el mismo sentido se pronuncian ya la jurisprudencia y la doctrina mayoritaria; vid. BGH 9,
49a núm. 45; Maurach/Gossel/Zipf, M^. Teil II § 53 núm. 62; Bottke, Rückttitt vom Vetsuch pág. 58. 131 con comentatio aprobatorio de Armin Kaufinann, JZ 1956, pág. 607; Baumann/Weber, Allg. Teil
3' Asimismo, Dreher/Trondle, § 31 núm. 5; Lackner, § 31 núm. 4; Baumann/Weber, Allg. Teil pág. pág. 594; Dreher/Trondle, § 30 núm. 16; Lackner, § 30 núm. 10; LK (11.-) (Roxin) § 30 núm. 54;
593. Sin embargo, la mera rectificación interna de la voluntad no es suficiente vid. Bottke, Rückttitt págs. Preisendanz, § 30 comentario núm. 5b; Letzgus, Vorstufen págs. 63 ss.; Maurach/Góssel/Zipf, Allg. Teil II
47 %%:,]akobs, Allg. Teil 27/17; LK(¡L'') (Roxin) § 31 núm. 17; Schonke/Schroder/Cramer, § 31 núm. 8; ^A" § 53 núm. 53; Schróder, JuS 1967, pág. 294; Schonke/Schroder/Cramer, § 30 núm. 39; Vogler, Bockelmann-
(Samson) § 31 núm. 17. Festschrift pág. 725.
762 § 66 Unidad de acción y pluralidad de acciones § dG Unidad de acción y pluralidad de accione 763

mayor {principio de exaspemción), la imposición exclusiva de la pena que [jroceda aplicar de acuerdo Grundziige der Konkurrcnzlehre, Jura 1982, 358; el mismo. Die "fortgesetzte Tat" im Spiegel jüngeret
con la Ley más gravemente infringida {principio de absorción), la conjunción de las conminaciones Recht.'íprechung und ncuerer Liieratur, Jura 1993, 649; Hartmann, Die Entbehrlichkeir des fortgesetzten
penales de las diFerentes leyes vulneradas conducente a una conminación penal común {principio Dchkts usw., 1977; Hcllmer, Das Zusammenrteffen von natürlicher Handlungs-und rechtlichet Tateinheit
de combinación) y la determinación de una pena unitaria sin consideración al niimero de infrac- bci Vcrlcrzung hdchstpcrsonlicher Interessen, GA 1956, pág. 65; Herzberg, Ne bis in idem — die
ciones legales cometidas ni a la naturaleza de su concurrencia {principio de la pena unitaria) . Spcrrwirkungdes rechtskraftigcn Srrafurteils, JuS 1972, pág. 113; v. Hippel, Die allgemeinen Lehren vom
En el Derecho vigente se distinguen tres grupos de casos ^ ^. Si una acción contraviene la misma Verbrechen in den Entwürfcn, ZStW42 (1921) pág. 525; Hoiiig Studien zur juristischen und natürlichen
Handlung-seinheit, 1925; Hopfiíer, Einheit und Mchrheir der Verbrechen, Tomo I, 1901; Hruschka, Der
ley penal sucesivas veces, entonces el autor es castigado una sola vez de acuerdo con la ley vulne-
Begriff der "Tat" im Strafverfahrensrechr, JZ 1966, pág. 700; ]iihnke, Grenzen des
rada en repetidas ocasiones (§ 52 I). Cuando una acción infringe distintas leyes penales los mar- Fortsetzungszusammenhangs, GA 1989, pág. i7G; Jescheck, Die Konkurrenz, ZStW 67 (1955) pág. 529;
cos punitivos de éstas se agrupan en una pena comtin de acuerdo con el principio de combina- Jung Die fortgesetzte Handlung 93 JuS 1989, pág. 289; el mismo, Zur Nachahmung empfohlen: Aufgabe
m
ción (§ 52 II-IV). Si, por el contrario, varias acciones del mismo autor son enjuiciadas al mismo der Rechtsfigur der fortgesetzten Handlung durch das Schweizer Bundesgericht, NJW 1994, pág. 916;
tiempo se aplican parcialmente el principio de exasperación y el de acumulación (§§ 53-55). En Kmdhauser, Normversroí? und natürliche Handlung.scinheit, JuS 1985, pág, 105;/ Ch. Koch, Institutiones
un grupo más amplio de casos que no se encuentra regulado legalmentc existe sólo en apariencia juris criminalis, 9.» ed. 1791; £ W. Koch, Zur forrgesctzten Fahrliissigkcitstat, NJW 1956, pág. 1267; Kratzsch,
una contravención múltiple de la ley cuando, en realidad, de la relación entre las disposiciones Die fortgesetzte Tat: eine Sonderform des Vorsatzdelikts, JR 1990, pág. 177; KüM, Das leidige Thema der
penales concurrentes se deriva que sólo una es aplicable y que, frente a ésta, las demás ceden. El Konkurrenzcn, JA 1978, pág. 475; Maiwald, Die natütliche Handlungseinheit, 1964; el mismo, Die
Feststellung tatmehrheitlicher Deliktsbegehung, NJW 1978, pág. 300; D. y U. Mann. Materielle Rechtskraft
primer grupo de casos se denomina concurso ideal, el segundo concurso real y el tercero concurso
und fortgesetzte Handlung, ZStW 75 (1963) ^i%.l')\; Marxen, Der prozessualeTatbegriff in der neueren
de leyes (o, mejor, unidad de ley o concurso aparente) ^. La Ley y la jurisprudencia utilizan para Rechrsprechung, StV 1985, pág. 472; Mezger, Der Forrsetzungszusammenhang im Strafrecht, JW 1938,
la concurrencia ideal el concepto de "unidad de hecho" (§ 52) y para el concurso real la expre- pág, 3265; Mitsch, Konkurrenzcn im Strafrechr, JuS 1993, pág. 385; Ndf, Das fortgesetzte Delikt ist
sión "pluralidad de hechos" (§ 53).
I abgeschafft, ZBJV 128 (1992) pág. 408; NoU, Tatbestand und Rechtswidrigkeit usw., ZStW 77 (1965) pág.
1; Nowakowski, Fortgesctztes Verbrechen und gleichartige Verbrechensmenge, 1950; Ostendorf, Negative
Folgen der Fortsetzungstat.' DRiZ 1983, pág. 426; Preiser, Einheitsstrafe füt eine Mehrheit gleicharriger
§ 66 Unidad de acción y pluralidad de acciones Handlungen usw., ZStW 71 (1959) pág. 341; Puppe, Idealkonkurrenz und Einzelverbrechen, 1979; la mis-
ma, Funktion und Konstitution det ungleichartigen Idealkonkutrenz, GA 1982, pág. 143; la misma,
Arzt, Die fortgesetzte Handlung geht-die Probleme bleiben, JZ 1994, pág. 1000; Bindakat. TMZ Frage Anmerkung zu BGH vom 28.11.1984, JR 1985, pág. 245; Rebmann, Überlegungen zur Einheitsstrafe im
des prozessualen Tatbegriffs, GA 1967, pág. 362; Blei, Die natürliche Handlungseinheit, JA 1973, pág. 95; Erwadisenenstrafrecht, Festschrift für Kad Bengl, 1984, pág. 99; Roth-Stielow, Kritisches zur fortgesetzten
Bringewat, Fortsetzungstat und "in dubio pro reo", JuS 1970, pág. 329; Bruns, Ungeklarte materiell-rechtliche Handlung, NJW 1955, pág, 450; Roxin, StrafVerfahrensrecht, 23." ed. 1993; Rüping, Beendigung der Tat
Fragen des Contergan-Prozesses, Festschrift für E. Heinitz, 1972, pág. 317; K Buri, Einheit und Mehrheit und Beginn der Verjahrung, GA 1985, pág. 437; Schlosky, Über Tateinheit und forrgesetztes Verbrechen,
derVerbredien, 1879;Dahm, DasStrafrecht Italiens im ausgehenden Mittelalter, \m\Doen, Das fortgesetzte ZSrWól (1942) pág. 245; i'f;^w/(j'teHíí'r, Über die srrafrechdiche Konkurrcnzlehre, l40JahreGA, 1993,
Delikr, GS 71 (1908) Beilageheft; el mismo, Die Lehre vom fortgesetzten Delikt usw., Festgabe für R. v. pág. 191; Eb. Schmidt, Anmerkung zu OLG Bremen vom 4.5.1950, JZ 1951, pág. 21; R. Schmitt, Die
Frank, Tomo II, 1930, pág. 210; Grafzii Dohna, Betrachtungen über das fortgesetzte Verbrechen, DStr Konkurrenz im geltenden und künftigen Strafrecht, ZStW 75 (1963) págs. 43, 179; Schmoller, Bedeutung
1942, pág. 19; Fischer, Enrwicklungslinien der fortgesetzten Handlung, NStZ 1992, pág. 415; Fkischer, und Grenzen des fortgesetzten Delikts, 1988; el mismo, Zur aktuellen Diskussion um das "fortgesetzte Delikt",
Die matericllrechtliche Bewáltigung von Serienstraftaten, NJW 1979, pág. 248; Geerds, Zar Lehre von der ORiZ 1989, pág. 232; Schuitz, Die strafrcchtliche Rechtsprechung des Bundesgerichts im Jahre 1964, ZBJV
Konkurrenz im Strafrecht, 1961; el mismo, Anmerkung zu BGH 18, 376, JZ 1964, pág. 593; Geppert, 102 (1966) pág. i\; Stratenwerth, Zum Verbrauch der Strafklage beim Forrsetzungszusammenhang, JuS 1962,
pág. 220; Stree, In dubio pro reo, 1962; el mismo, Teilrechrskraft und fortgesetzte Tat, Festschrift für K.
Engisch, 1969, pág. Gl\; el mismo, Probleme der fortgesetzten Tat, Festschrift für E-W Krause, 1990, pág.
404; Struensee, Die Konkurrenz bei Unterlassungsdelikten, 1971; Timpe, Fortsetzungszusammenhang und
Gesamtvorsarz, JA 1991, pág. 12; Wahle, Die sog. "Handlungseinheit durch Klammerwirkung", GA 1968,
' Más detalladamente acerca de los principios de la teoría del concurso LK(10.'')(Vogkr) nota preli- pág. 97; Warda, Grundfragen der strafrechdichen Konkurrcnzlehre, JuS 1964, pág. 81; el mismo, Funktion
minar nTÍms. 3 ss. antes del § 52;Jakobs, Allg. Teil 31/9 (con añadidos muy clarificadores); Gends, Konkurrenz und Grenzen der natürlichen Handlungseinheir, Festschrift für D. Oehler, 1985, pág. 241; Wegscheider, Edite
págs. 452 ss.; SK(Samson) nota preliminar núms. 4 ss. antes del § 52; Wegscheider, Konkurrenz págs. 20 ss. und scheinbare Konkurrenz, 1980; Werle, Die Konkurrenz bei Dauerdelikr u.sw., 1981; Wolter, Normative
' La rúbrica del aparrado "Consecuencias jurídicas del hecho" (antes del § 38) evidencia que nos Handlungseinheit usw., StV 1986, pág, 315,
siruamos en un "punto de encuentro entte la teoría del delito y la teoría de las consecuencias del injusto"
(WÍ'íWí, Allg. Teil núm. 751).
^ Las propuesras de introducción del principio de la pena unitaria (vid. la 1." ed. de esta obra pág. El punto de partida de la teoría del concurso es la distinción entre unidad de acción y
483) han sido asumidas, ciertamente, por el § 6A AE peto no por el E 1962 (vid. Fundamentación págs. pluralidad de acciones puesto que sobre la misma se estructuta la diferenciación entre las con-
189 ss.) y tampoco por el Derecho vigente (vid. BT-Drucksache V/4094 pág. 25) (en relación con el secuencias jurídicas previstas en el § 52 y las que lo están en el § 53 ^. En torno a tal distinción
Derecho extranjero vid. infia § 67 V). A favor de la pena unitaria Rebmann, Bengl-Festschrift págs. 105
ss.; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núms. 7 ss. antes del § 52 (dudando); Stratenwerth, Allg. Teil ^ En este sentido se pronuncia la doctrina mayoritaria; vid, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 252;
I núm. 1208. Acerca de la pena unitaria en Derecho penal juvenil SchaffsteinlBeulke, Jugendstrafrecht Geppert, Jura 1982, pág. i6h Maurach/Gossel/Zipf, A\\g. Teil II § 54 núm. 10; Mitsch, JuS^1993, págs. 385
pág. 79. ss.; Lackner, ñora preliminar núm, 2 antes del § 52; LK(ll.'') (Vogler) nota preliminar núm, 2 antes del §
'' La expresión "concurso" proviene de la de "concursus delictorum" de la doctrina del Derecho común. 52; R. Scbmitt, ZStW 75 (1963) pág, 46; SchónkelSchrSderlStree, nota preliminar núm, 10 antes del § 52;
764 § 6 6 Unidad de acción y pluralidad de acciones 1. Origen y criterios de los conceptos de unidad de acción y pluralidad de acciones 765

hay q u e subrayar que el c o n c e p t o j u r í d i c o - m a t e r i a l d e la "unidad de acción" y el j u n ' d i c o - p r o c e - 3 9 7 ; R G 7 0 , 2 6 [31]) ' . T a m p o c o el n ú m e r o d e tipos realÍ2ados p u e d e ser decisivo d a d o q u e el §
sal del "hecho" en el s e n t i d o del § 2 6 4 S t P O son i n d e p e n d i e n t e s u n o del o t r o ( R G 2 4 , 3 7 0 [ 3 7 2 ] ; 5 2 p a r t e p r e c i s a m e n t e d e q u e p u e d e n ser c o m e t i d a s varias infracciones legales p o r m e d i o d e u n a
B G H 10, 3 9 6 [ 3 9 7 ] ; 2 3 , 141 [144 ss.]; 3 2 , 2 1 5 [216])'^. C o n el § 2 6 4 S t P O se alude al suceso sola acción. I g u a l m e n t e , el concepto de acción j u r í d i c o - p e n a l t a m p o c o es p r o d u c t i v o para la solu-
histórico en su t o t a l i d a d q u e sirve d e base al proceso penal. ción del p r o b l e m a pues allí sólo se trata d e la c o m p r o b a c i ó n d e las exigencias m í n i m a s q u e p o r
lo general el c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o d e b e c u m p l i r p a r a ser accesible a la valoración penal (vid.
supra%15\í\5).
I. O r i g e n y criterios d e l o s c o n c e p t o s d e u n i d a d d e a c c i ó n y p l u r a l i d a d d e a c c i o n e s
3 . Para la d e t e r m i n a c i ó n del c o n c e p t o d e acción d e la teoría del c o n c u r s o la j u r i s p r u d e n c i a
1. La estructuración de la teoría del concurso de acuerdo con los dos conceptos básicos de unidad de y la d o c t r i n a m a y o r i t a r i a se basan sobre la c o n c e p c i ó n natural d e la v i d a '". U n a m u l t i t u d d e
acción y pluralidad de acciones se remonta a la Ciencia jurídico-penal del Derecho común. Aquí ha s i d o / . c o m p o n e n t e s del c u r s o d e u n a c o n t e c i m i e n t o q u e sean separables e x t e r n a m e n t e d e b e n configu-
Cb. Koch'' quien ha sentado las bases para el desarrollo posterior por medio de la distinción entre concursus rar d e este m o d o u n a u n i d a d de acción, c u a n d o los distintos actos parciales se a p o y a n sobre u n a
simultaneus (unidad de acción), concursus succesivus (pluralidad de acciones) y concursus continuatus (de- resolución unitaria d e la v o l u n t a d y se e n c u e n t r a n en u n a relación t e m p o r a l y espacial tan estre-
lito continuado), y de la solución de estos casos de acuerdo, respectivamente, con los principios de absor-
c h a q u e son p e r c i b i d o s c o m o u n a u n i d a d p o r u n observador ajeno ' ' .
ción, de exasperación y de unidad. La distinción entre el concurso ideal y real se encuentta ya en todos los
Códigos penales particulares germánicos del siglo XIX, pasando por ei StGB prusiano de 1851 *, y siendo Ejemplos: Según ello, las acciones sexuales que se cometen con o ante un niño en la misma ocasión
finalmente acogida sin profundas modificaciones por el RStGB de 1871. La regulación de los problemas son una acción unitatia (BGH 1, 168 [170]); lo mismo habtía que decit respecto al secuestro (no así respec-
concúrsales es, por tanto, una de las partes más añejas del Derecho penal vigente pues también ha sobrevivi- to al allanamiento de motada), a la violación que tiene lugar inmediatamente después del hecho (BGH 18,
do sin modificaciones esenciales a la totmenta de la gran reforma operada en 1975. 29 [32 ss.]), a los distintos delitos que se cometen huyendo de la policía (BGH 22, 67[76]; B G H VRS 65,
428) o a los diversos disparos que se realizan a diferentes personas (BGH N Z 1985, pág. 250). A pesar del
2 . El c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o se c o m p o n e de u n a serie c o n t i n u a d e acciones y o m i s i o n e s . abandono provisional del dolo de hurtar existe una acción unitatia cuando ttas finalizar la interrupción pro-
Por ello surge la cuestión d e c o n f o r m e a q u é criterios h a y q u e d e s c o m p o n e r en partes este p r o - vocada por la policía se sigue ejecutando el hecho (BGH 4, 219). Existe también unidad de acción en varias
ceso c o m o p a r a p o d e r ser c o n s i d e r a d a s c o m o u n i d a d e s d e acción o, en su caso, p l u r a l i d a d d e acciones homicidas que se cometen sobte la misma víctima aunque se sucedan dutante un largo periodo de
acciones. U n desglose e n p e q u e ñ a s piezas d e a c u e r d o c o n el n ú m e r o d e inervaciones m u s c u l a r e s tiempo (BGH N J W 1990, pág. 2896). Hay que aceptar asimismo unidad de acción cuando se produce un
( u n i d a d d e acción fisiológica) n o t e n d r í a e v i d e n t e m e n t e n i n g ú n s e n t i d o , ya q u e p a r a el p u n t o d e cambio en la elección del medio homicida allí donde el autor, tras un primer fracaso inesperado, busca
vista jurídico a q u í d e m a n d a d o carece d e u t i l i d a d la d e s c o m p o s i c i ó n del c o m p o r t a m i e n t o h u m a - realizar de otta forma y lo antes posible su resolución delictiva (BGH 10, 129). Por el contrario, las acciones
abortivas emprendidas en distintos momentos sobre la misma mujer no deben dar lugar a una unidad de
n o en fracciones minúsculas c o n f o r m e a u n criterio m é d i c o . La vieja d i s t i n c i ó n b a s a d a en el n ú -
acción (RG 58, 113 [116 ss.]). La pluralidad de hechos concurre también en una inducción a un hurto y la
m e r o de resultados acaecidos está h o y ya a b a n d o n a d a p u e s t o q u e u n a p l u r a l i d a d de los m i s m o s ,
consiguiente leceptación de la cosa (BGH 22, 206 [209]), así como en las lesiones corporales y el homici-
incluso a u n q u e m e n o s c a b e n bienes jurídicos personalísimos, p u e d e n ser provocados p o r u n a ú n i c a
dio de la víctima que se ejecuta inmediatamente después (BGH N J W 1984, pág. 1568).
actuación d e la v o l u n t a d y, e n ese caso, sólo es aceptable u n a acción ( B G H 1, 2 0 : 6, 81 [ 8 2 ] ; 16,
Sin e m b a r g o , la f ó r m u l a d e la " c o n c e p c i ó n n a t u r a l de la vida" n o c o n d u c e a n i n g ú n lado
sino q u e , m á s b i e n , o c u l t a las verdaderas razones para la aceptación d e la existencia de una ac-
c i ó n c o m o objeto del e n j u i c i a m i e n t o . Y ello p o r q u e n i h a y u n i d a d e s sociales d e acción de n a t u -
raleza prejurídica a las q u e el p u n t o de vista n o r m a t i v o p u e d a referirse sin más, ni t a m p o c o p u e -
Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1207 ss.; Warda, JuS 1964, pág. 82; Wessels, Allg. Teil núm. 7 5 3 . Disiente
de modo sustancial PKJS/IÍ', Idealkonkurrenz págs. 170 ss., 282 ss. 1982, 151 ss., quien no parte del concep-
to de acción sino de "la afinidad del injusto de los tipos infringidos" y del "periodo de tiempo relevante de
la vida del autor". En contra de esta visión habla sobte todo la insegutidad de ambos conceptos y el hecho ' Vid. Warda, JuS 1964, pág. 82; Schmke/Schroder/Stree, § 52 núm. 26; Welzel, Lehrbuch pág. 318;
de que esta teoría no es compatible con el § 52. En torno a su ctítica vid. Werle, Konkurrenz págs. 119 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 758. Con otra opinión para el caso de la muerte de varias personas por medio de
SK (Samson) nota preliminar núm. 16a y b antes del § 52; Jakobs, Allg. Teil 31/16 nota a pie núm. 18; una acción (verbigracia, a través de un atentado con explosivos), Eb. Schmidt, J Z 1951, pág. 22; Baumannl
Maurach/Giissel/Zipf, M\g. Teil II § 54 núm. 25. De modo diverso también al de la doctrina mayoritatia Weber, Allg. Teil pág. 654; Geerds, Konkurrenz págs. 272 ss. En contra, con razón, LK (10.'')(Vog!er) § 52
Schmidhiiuser, 140 Jahre GA 1993, págs. 201 ss., quien parte de la cuestión telativa al númeto de hechos núm. 35. Vid también la BayObLG N J W 1984, pág. 68.
punibles. '" El concepto de "acción en sentido natutal" hay que distinguirlo del concepto de "unidad natural
•^ Más detalladamente acerca del concepto jurídico-procesal, Lowe/Rosenherg (Gollwitzer) 24." ed. § de acción" (vid. infra § 66 111); vid. LK(W.'')(Vogler) nota pteliminat núm. 8 antes del § 52; Kühl, Jura
264 StPO núms. 4 ss.; Roxin, Strafverfahrensrecht § 20 núms. 5 ss.; Bindokat, GA 1967, págs. 362 ss.; 1978, pág. 478; el mismo, Allg. Teil § 21 núms. 10 ss.; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 11
Hruschka, J Z 1966, págs. 700 ss.; Marxen, StV 1985. págs. 472 ss. antes del § 52.
' V i d . / . Ch. Koch, Institutiones juris criminalis § 24. Por el contrario, la reoría y práctica italiana de ' ' Vid. Baumann/Weber, Allg. Teil págs. 653 ss.; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 2 antes del § 52;
finales de la Edad Media siguió en la mayotía de las ocasiones el principio acumularivo en correspondencia LK(10.'')(Vogler) nota preliminar núm. 8 antes del § 52; SchonkelSchróderlStree, nota preliminar núm. 11 an-
con el número de resultados y de acciones punibles; no obstante, los tipos concretos de concursos se encon- tes del § 52; Warda, JuS 1964, pág. 83. Por el contrario, Blei, Allg. Teil págs. 342 ss., sólo atiende al número de
traban ya también en los criminalistas italianos; vid. Dahm, Das Strafrecht Italiens im ausgchenden Mittelalter actos de la voluntad y H. Mayer, Lehrbuch pág. 407, lo hace sólo a la resolución unitaria de la voluntad. Acer-
págs. 237 ss. Sobre todo ello igualmente Schaffitein, Die allgemeinen Lehren págs. 212 ss., 218 ss. tadamente etílicos frente a la teotía de la concepción natutal de la vida, Geerds, Konkurrenz págs. 244 ss.;
^ Vid. al respecto Goltdammer, Materialen Tomo I págs. 447 ss., 453 ss. Kühl, Allg. Teil § 21 núm. 17; Puppe, GA 1982, págs. 163 ss.; Kindhauser,]uS 1985, pág. 105.
766 § 66 Unidad de acción y pluralidad de acciones 111. La unidad típica de acción en sentido amplio 767

de ser determinante la unidad del plan del autor '- cu la inedida en que de una resolución delic- deber de asistencia (§ 170d '*), de la detención ilegal (§ 239) de la puesta en peligro del trans-
tiva unitaria pueden originarse muchos actos individuales que, ya por motivos de Justicia, no porte mediante la colocación de obstáculos en la vía (§ 315b I núm. 2), incluso aunque sean
pueden ser contraídos a una unidad de acción (por ejemplo, hurto del arma homicida, muerte distintas personas las que sucesivamente se ponen en peligro (BGH 22, 67 [71 ss.]), de la con-
de la víctima y robo de un vehículo para la huida). Decisivo para la delimitación sólo puede ser, ducción bajo los efectos de la cmbtiaguez, aún cuando se hayan originado diversos peligros con-
más bien, el sentido de los correspondientes tipos legales infringidos tal y como es deduci- cretos (BGH StV 1989, pág. 154) y de la conducción sin el permiso para ello ( § 2 1 1 núm. 1
blc por vía interpretativa " . StVG). La creación de la situación antijurídica, junto con todos los actos que sirven a la misma,
configuran una acción unitaria (por ejemplo, el encierro y la atadura de la víctima en el § 239)
(vid. inf^a § 67 III 2).
11. La unidad típica de acción en sentido estricto

A menudo la aceptación de la unidad de acción se deriva ya de la propia y simple realiza-


i n . La unidad típica de acción en sentido amplio
ción del tipo.
1. Una acción unitaria es sieinpre el cumplimiento de los presupuestos mínimos del En otros casos también hay que aceptar la unidad de acción, de conformidad con la dispo-
tipo legal, aunque también se pueda fraccionar el comportamiento típico en varios actos indivi- sición penal correspondiente, cuando el autor va más allá de la simple realización del tipo (uni-
duales desde un punto de vista puramente fáctico (y así, es una acción en el sentido del § 218 I dad natural de acción).
la que se compone de numerosos actos individuales para la realización de un aborto) ' 1 1. Aquí hay que tener en cuenta, en primer lugar, la comisión reiterada del mismo tipo
2. Existe además una acción cuando el propio tipo presupone la realización de varios actos penal que se sucede en un corto espacio de tiempo. Muchas disposiciones penales incluyen ya en
individuales (delitos de varios actos, vid. supra § 26 II 5). De este modo es una acción en el la descripción de la acción un número indeterminado de actos individuales; así sucede, por ejem-
sentido del § 177 el uso de la violencia y la práctica del yacimiento extramatrimonial '^; es una plo, en las actividades de espionaje (§§ 98, 99), en la falsificación de moneda (§ 146), en la
acción en el sentido del § 307 núm. 3 el incendio y la destrucción de los extintores. Aún cuando ejecución de acciones sexuales (§§ 174 ss.)(BGH 1, 168), en el acoso (§ 292) o en la riña
el segundo acto sólo aparece en el tipo como elemento subjetivo del injusto (intención) es acepta- tumultuaria (§ 227 '*''"') " . Pero, en segundo lugar, también entra en consideración la unidad
da una única acción en el supuesto de que se lleve a cabo realmente (es una acción en el sentido de acción ante el cumplimiento repetido del tipo aún cuando éste no lo prevea expresamente;
del § 267 la falsificación de un documento y la utilización del mismo dirigido al engaño) "'. este es el caso, verbigracia, de la redacción y envío de un escrito con diversas injurias (RG 34,
134 [135]), de la inducción a distintos autores a través de una conversación común (RG 70, 26
3. Finalmente, el delito permanente viene también a constituir una unidad típica de ac- [31]), de la ejecución de un hurto a través de una pluralidad de acciones de sustracción (BGH
ción en sentido estricto. A través de aquél se crea una situación antijurídica que el autor mantie- 10, 230) y de la injuria llevada a cabo por medio de varios insultos ^^. Presupuesto para la acep-
ne y con cuya continuación el tipo se sigue realizando ininterrumpidamente (vid. supra § 26 II tación de unidad de acción en estos casos es que la infracción del bien jurídico mediante la múl-
la) '^. Este es el caso, por ejemplo, del allanamiento de morada (§ 123), de la infracción del tiple repetición del tipo experimente sólo un aumento cuantitativo (injusto unitario) y que el
hecho, además, descanse sobre una situación motivacional unitaria (culpabilidad unitaria) ^'. La
'^ En este sentido, sin embargo, la que por una gran parte de la praxis (vid., por ejemplo, BGH VRS
unidad natural de acción no queda excluida por el hecho de que sean lesionados bienes jurídicos
28, 359 [361]; VRS 48, 191; BGH 22, 67 [76 ss.]) es considerada como una concepción característica de
personaltsimos con diferentes titulares (BGH 1, 20 [22]; RG 27, 19 [21]) ^^.
Schlosky, ZStW 61 (1942) pág. 257. Estando ya en contra de aceptar que la unidad de acción pueda ser
generada por el plan del autor, v. Btiri, Einheit und Mehrheit der Verbrechen pág. 37. Igualmente, LK 2. Puede concurrir además unidad de acción en la realización continuada del tipo por
(10.'')(Vogler) nota preliminar núm. 10 antes del § 52; Maiwald, Natürliche Handlungseinheit págs. 68 ss.;
medio de una serie de actos individuales con los que el autor se aproxima poco a poco al resulta-
el mismo, NJW 1978, págs. 301 ss.; SchonkelSchr'óderlStree, nota preliminar núm. 24 antes del § 52.
'^ Así, LK(10.'')(Vogler) nota pteliminar núm. 14 antes del § 52; Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § '* La remisión debe entenderse realizada al vigente § 171 (N del T).
54 núm. 38. '*'"' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 231 (N del T).
'"* Vid. Blei, Allg. Teii pág. 346; LK (10.'')(Vogler) nota preliminar núm. 15 antes del § 52; Geerds, " Vid. LK(10.'')(Vogler) nota preliminar núm. 30 antes del § 52; SK (Samson) nota preliminar núm.
Konkurrenz pág. 264; R. Schmitt, ZStW 75 (1963) pág. A6. 25 antes del § 52.
" Ténga.se en cuenta la actual redacción del § 177 que ya no discrimina la acción típica por la natu- ^° Vid. Binding, Handbuch pág. 544; Doerr, GS 72 (1908) Beilageheft pág. 86; Honig, Studien págs.
raleza del yacimiento (matrimonial o extramatrimonial) (N del T). 77 ss.; Hopfner, Einheit und Mehrheit págs. 222 ss.; Kohlrausch/Lange, nota preliminar núm. II antes del §
" Vid. LK (10.'')(Vogler) nota preliminar núm. 16 antes del § 52; Geppert, Jura 1982, pág. 362; 73; LK(10.'') (Vogler) nota preliminar núm. 31 antes del § 52; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm.
Maurach/Gossel/Zipf, M\^. Teil II § 54 núm. 47; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 14 antes del 17 anres del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1214, 1216; Warda, juS 1964, pág. 84.
§ 52; SK (Samson) nota preliminar núm. 23 anres del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1211; Welzel, •^' Así, acertadamente, Maiwald, Natüdiche Handlungseinheit págs. 7 ss.; SK (Samson) nota prelimi-
Lehrbuch pág. 225; Warda, JuS 1964, págs. 84 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 760. nar núms. 28 ss. antes del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1216.
'^ Vid. Maurach/Gossel/Zipf, Ml^. Teil II § 54 núras. 55 ss.; LK(¡0.") (Vogler) nota preliminar núms. ^^ Asimismo, Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 253; Blei, Allg. Teil págs. 344 ss.; Dreher/Trondle, nota
17 ss. antes del § 52; Blei, Allg. Teil pág. 346; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 41 antes del § 52; preliminar núm. 2c antes del § 52; Hellmer, GA 1956, pág. 68; LK(10.") (Vogler) nota preliminar núms.
Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 81 antes del § 52; SK (Samson) nota preliminar núms. 26 ss. 32 ss. antes del § 52. De otra opinión Maiwald, Natürliche Handlungseinheit pág. 81; el mismo, NJW
antes del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1218. 1978, pág. 302; SK (Samson) nota preliminar núm. 29 antes del § 52.
768 § 66 Unidad de acción y pluralidad de acciones V. El delito continuado 769

do típico ^^. Este es el supuesto, por ejemplo, del paso de la tentativa a la consumación en la deber de aseguramiento del tráfico, provoca tres accidentes a través de un largo intervalo de tiempo
ejecución en dos etapas de un robo con fuerza (BGH 4, 219), del tráfico de estupefacientes de (RG 16, 290) ^''. En los delitos imprudentes de mera actividad debe atenderse, asimismo, a si el
acuerdo con el § 29 I niim. BtMG (BGH 25, 290) y del cambio en el modo de ejecución de un autor se encontró nuevamente en la situación de poder cumplir con el mandato de diligencia en
homicidio doloso (BGH 10, 129; BGH NJW 1967, pág. 60). Determinante para la aceptación el espacio que medió entre los distintos actos parciales. Y así, existe pluralidad de acciones ante
de una unidad de acción es, asimismo, la permanencia del mismo contexto motivacional en una múltiples infracciones imprudentes contta las disposiciones sobre precios (RG 53, 226 [227]) ^''.
situación fáctica unitaria ^'*. En el cambio que opera del dolo de lesionar al de matar queda ex- 2. En los delitos de omisión hay que proceder con los mismos principios ^^. Si, contraria-
cluida la unidad natural de acción (BGH N J W 1984, pág. 1568; ScV 1986, pág. 293); lo mis- mente a su deber de garante, el autor omite evitar varios resultados típicos {delito de omisión
mo sucede cuando tiene lugar la extensión del dolo a una segunda víctima (BGH NJW 1977, impropia) entonces hay que aceptar una omisión si por medio de una sola acción habría podido
pág. 2321). evitar todos aquéllos. En cambio, concurren varias omisiones si tras el acaecimiento de uno de
3. hí jurisprudencia tiende a extender A concepto de unidad natural de acción. Son incluidos, por los resultados hubiera sido todavía posible el impedimento de los otros. De este modo, concurre
ejemplo, casos en los que las distintas acciones se emprenden simultáneamente, allí donde entre las mismas una pluralidad de omisiones ante la infracción del deber de manutención frente a varios legiti-
existe una estrecha relación espacio-temporal o en el supuesto en que aquéllas se ejecutan para la consecu- mados a su percepción (BGH 18, 376 [379]; BayObLG NJW 1960, pág. 1730). Si en un delito
ción de una finalidad unitaria (vid., verbigracia, RG 11, 355 [359]; OLG Celle SJZ 1947, pág. 272; OLG de omisión propia el autor se abstiene simultáneamente de cumplir con varios mandatos de ac-
BremenJR 1953, pág. 388; BGH Dallinger, MDR 1973, pág. 17; JZ 1985, pág. 250; VRS 66, pág. 20; 57, ción, entonces habrá que aceptar una pluralidad de omisiones si pudieron observarse sucesiva-
pág. 277); esto sucede también con la concurrencia de varias infracciones administrativas imprudentes mente los distintos deberes de intervención (RG 76, 140 [144]; BGH JR 1985, pág. 244) 2'.
(BayObLG wistra 1982, pág. 38). No obstante, hay que rechazar una "unidad natural de acción" que vaya
más allá de los grupos de casos anteriormente citados " . El RG ha contradicho repetidas veces la tendencia
de los tribunales inferiores a su extensión aunque sin poder detener su avance. Y así, el propio BGH se ha V. El delito continuado
conformado con una voluntad unitaria de fuga del autor, determinante de una unidad de acción, en un caso
donde aquél huye tras un accidente empleando violencia contra la policía y cometiendo varios delitos que se 1. La reunión de una pluralidad de actos individuales en una unidad de acción por medio de la inter-
encontraban matetialmente bastante alejados entte sí (BGH 22, 67 [76 ss.]; BGH VRS 28, 359 [361]; pretación del tipo sólo es posible dentro de unos límites telativamente estrechos. De esta forma no está
restringidamente VRS 48, 191; OLG Koblenz VRS 47, pág. 341). Por su parte, los "delitos masa" no confi- resuelto un caso frecuente basado en una relación meramente fáctica y que ha sido denominado como "mul-
guran una unidad de acción (BGH 1, 219 [221]). tiplicidad de delitos homogéneos" ^''. Aquí se trata de "que a la misma persona se le hace responsable de una
multitud de hechos que caen dentro del mismo tipo delictivo, cuya averiguación y rratamiento procesal
individualizado es imposible y carece de sentido". En estos casos, a través de la aceptación de una "unidad
IV. Unidad de acción y pluralidad de acciones en los delitos imprudentes y de omisión jurídica de acción", la jurisprudencia se ha esforzado en evitar tanto la obligación de comptobar todos los
actos individuales como la aplicación de las teglas del concutso teal (§§ 53 ss.) (RG 70, 243 [244]: un
En los hechos imprudentes y omisivos surgen algunas especialidades para la aceptación de trabajo tedioso, superfluo e ingente"; más prudentemente, sin embatgo, BGH 5, 136 [138]). A este fin ha
la unidad de acción o pluralidad de acciones. servido hasra el momento el delito continuado ^'. Sin embargo, frente a las ventajas prácticas de esta ayu-
da se encuentran considerables desventajas político-criminales (BGH 36, 106 [109 ss.]): A consecuencia de
1. En los delitos imprudentes de resultado existe siempre unidad de acción cuando el resulta-
la no aplicación del § 54 el marco punitivo es más resttingido que en la pluralidad de hechos, algo que trae
do típico sólo ha acontecido en una ocasión, no obstante basarse aquél sobre varias infracciones por consecuencia una benevolencia inoportuna; la determinación de la pena pierde en exacritud y
del deber de cuidado (BGH VRS 9, pág. 353). Si, por el contrario, acaecen varios resultados verificabilidad pues no se impone ninguna pena de modo individualizado; se limita la posibilidad de aplicar
típicos o un mismo resultado varias veces, hay que atender a si el autor ha estado nuevamente en
situación de cumplir con el mandato de diligencia en el intervalo que media entre el adveni-
miento de los distintos resultados. Por ejemplo, hay que aceptar unidad de acción si el vehículo •'•'' Vid. Hopfrer, Einheit und Mehrheit pág. 250; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 254; Maiwald,
del autor patina e inmediatamente lesiona a varias personas sucesivamente (BayObLG N J W 1984, Natürliche Handiungseinheit pág. 11\; LKClO.") (Vogler) nota preliminar núm. 42 antes del § 52.
pág. 68); pluralidad de acciones, en cambio, cuando el autor, por medio de su inobservancia del ^' Vid. Maiwald, Natütliche Handiungseinheit pág. 112.
^* etílicamente al respecto, desde su punto de vista disidente Puppe, JR 1985, págs. 246 ss.
^' Sobre todo ello vid. Geerds, Konkurrenz págs. 262 ss.; Hopfner, Einheit und Mehtheit págs. 164
^5 Jakobs, AUg. Teil 32/6 ss.; LK(10.'')(Vogíer) nota preliminar núm. 34 antes del § 52. ss.; LKilO.") (Vogler) nota pteliminar núms. 40 ss. antes del § 52; Maiwald, Natüriiche Handiungseinheit
^•^ Así, Maiwald, Natürliche Handiungseinheit pág. 90. Acerca de la interrupción de la unidad de págs. 105 ss.; Herzberg, MDR 1971, pág. 883; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 28 antes del §
52; Struensee, Konkutrenz págs. 37 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 762.
acción a través del momento de la "disuasión ética" derivada de una condena vid. v. Bar, Gesetz und Schuid
Tomo 111 pág. 564; Schonke/Schriider/Stree, nota preliminar núm. 19 antes del § 52. '" Así, Nowakowski, Fortgesetztes Verbrechen pág. 51. Acerca de la problemática de la criminalidad
^5 Asimismo, Schonke/SchroderlStree, nota preliminar núms. 22 ss. antes del § 52; SK(Samson) nota en serie en la economíi Fleiseher, NJW 1979, pág. 250.
preliminar núm. 21 antes del § 52; Jakobs, AUg. Teil 32/35; Maurach/Góssel/Zipf, Allg. Teil 11 § 54 núms. 3' Sobre ello vid. Grafzu Dohna, DStr 1942, pág. 21; Maurach/Giissel/Zipf, Mg. Teil lí § 54 núms.
34 ss.; Blei, Allg. Teil págs. 347 ss.; R. Schmitt, ZStW 75 (1963) pág. 58; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 59 ss.; DreherlTrSndle, nota preliminar núms. 25 ss. antes del § 52; Geppert, Jura 1982, págs. 363 ss.; LK
(10.") (Vogler) nota preliminar núms. 44 ss. antes del § 52; Lackner, nota pteliminar núms. 12 ss. antes del
1217; Warda, Oehler-Festschrift pág. 261; Wessels, Allg. Teil núm. 765. A favor de la introducción de una
§ 52; SchónkelSchrdder/Stree, nota preliminar núms. 30 ss. antes del § 52; SK (Samson) nota pteliminar
"unidad normativa de acción" Wolter, StV 1986, pág. 320. Rechazando completamente la unidad natural de
núms. 33 ss. antes del § 52.
acción Kindháuser, ]uS 1985, pág. 105.
770 § 66 Unidad de acción y pluralidad de acciones V. Ki delito continuado 771

la custodia de seguridad de acuerdo con el § 66 11; el efecto de cosa juzgada también excluye la persecución pensaba más en sus ventajas o en sus desventajas, aquéllos fueros configurados, respectivamente, bien de un
posterior cuando partes esenciales del hecho son descubiertas ulteriormente (RG 70, 243; BGH NStZ 1982, modo más amplio o bien de una forma más resttingida.
pág. 213); y se retrasa el comienzo de la prescripción 3- (BGH 1, 84 [91 ss.]; BGH JZ 1985, pág. 352; algo
diverso sucede sólo en los delitos referidos a la libertad de prensa BGH 27, 18 ¡22]) ^l Por otra parte, la a) Objetivamente necesario es, en primer lugar, la homogeneidad de la forma de comisión (uni-
propia praxis, bajo la naturaleza parcialmente ficticia y la cuestionabilidad de los elementos del delito conti- dad del injusto objetivo de acción). Ello supone que las disposiciones penales que se infringen a través de
nuado, tampoco experimenta un efecto real de descarga de trabajo pues los actos individuales que integran los actos individuales deben basarse materialmente sobre la misma norma y que rambién, esencialmente, el
aquél deben ser aclarados de todos modos (BGH StV 1982, pág. 17; 1984, pág. 363), y la fijación de las cufso del hecho debe presentar los mismos requisitos externos e internos. Por ejemplo, la relación conrinua-
penas individuales no supondrían en consecuencia un esfuerzo mucho mayor. No es por ello casualidad que da es posible entre hurro simple y agravado (RG 53, 262 [263]; BGH MDR 1967, pág. 13); entre la sus-
se hayan incrementado las voces favorables a la renuncia al criterio del delito continuado ^ . tracción de instrumentos para el robo y su ejecución (OLG Dusseldorf JZ 1984, pág. 1000); entre las lesio-
nes corporales básicas y las agravadas por su peligrosidad (RG 57, 81); entre la extorsión básica y el robo
2. En atención a la totalidad de las razones que hablan en contra del reconocimiento del con extorsión (BGH 22, 90 [94]); no, en cambio, enrre hurto y aptopiación indebida (RG 58, 228 [229];
delito continuado como "unidad jurídica de acción", el Pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal BGH GA 1962, pág. 78) o entre el hurto básico y el robo (BGH Dallinger MDR 1973, pág. 554). La
Supremo Federal ha resuelto escuetamente que, en todo caso, respecto al ámbito de la estafa (§ homogeneidad no queda excluida cuando el acto individual es cometido en parte como forma de tentativa
263) y del abuso sexual (§§ 173, 174, 176) —a ellos se refieren las proposiciones de las Seccio- y, en parte también, como hecho consumado (BGH Dallinger MDR 1975, pág. 542); sí lo está, en cambio,
nes 2.^ y 3." de la Sala de lo Penal de acuerdo con el § 132 IV GVG— no podrá seguir apli- cuando coinciden un hacer positivo y una omisión (RG 68, 315 [317]; de otta opinión, BGH 30, 207 [211
ss.J). Finalmente, la homogeneidad de la forma comisiva presupone una cierta relación espacial y temporal.
cándose la jurisprudencia relativa al delito continuado (BGH-GS 40, 138)^'. En relación
con otros tipos penales el Pleno de la Sala de lo Penal se ha limitado a declarar que las disposi- b) Además, los actos individuales deben menoscabar el mismo bien jurídico (unidad del injusto de
ciones legales sobre pluralidad de hechos son suficientes para poder abarcar en la determinación resultado). Si se trara de bienesjurídicos personalísinws entonces está excluido el delito continuado si las dife-
de la pena los hechos homogéneos cometidos de acuerdo con su desvalor global. De ahí que el rentes acciones parriculares se dirigen contra distintos titulares del bien jurídico (RG 70, 243 [245]; BGH
regreso a la figura jurídica de la relación continuada sólo puede ser una rara excepción ^ . En NStZ 1984, pág. 311: homicidio de varias personas; en otro sentido si se aprecia unidad natural de acción,
atención a la imprecisión de sus elementos conceptuales y sus efectos perniciosos para la Justicia BGH JZ 1985, pág. 250; RG 53, 274: abuso sexual sobre distintos niños; BGH 18, 26 [28]: violación de
en la determinación de la pena y en la prescripción, cuestiones sobre las que fundamentalmente varias mujeres; BGH 26, 24 [26]: coacción a distintas personas). Esta restricción se fundamenta en que con
descansa la decisión del Pleno de la Sala, en el futuro sólo debería contar.se con el entendimiento los bienes jurídicos personalísimos el injusto de acción, el de resultado y también el contenido de culpabili-
dad referidos a cada aero individual, deben ser comprobados y valorados en la sentencia de forma separada.
más restringido del delito continuado. Entretanto, la BGH 40, 195 también ha rechazado la
aplicación del delito continuado a la defraudación de impuestos. Las consecuencias que com- c) Para la delimitación del delito continuado es detetminante el carácter unitario del dolo (unidad
porta la desaparición del delito continuado para la prescripción se evidencian en la BGH N J W del injusto personal de acción). La jurisprudencia exige un auténtico dolü global que debe comprender el
1994, pág. 2966 (los actos individuales sucedidos tiempo atrás prescriben mucho antes que el resulrado global del hecho en sus rasgos esenciales, de acuerdo con el lugar, el tiempo, la persona del ofendi-
delito continuado en su totalidad). do y la forma de su comisión, de modo que los actos individuales se presenten sólo como la realización
sucesiva de un todo querido unitariamente (RG 66, 45 [47]; BGH 1,313 [315]; 16, 124 [128]; 19, 323;
3. A pesar del gran significado práctico que hasta ahora le ha correspondido esra figura jurídica, los 21, 319 [322]; 26, 4 [7 ssj; 37, 45 [47 ssj; 38, 165 [166 ss.]; BGH StV 1990, pág. AH; OLG Koln GA
requisitos del delito continuado no están de ningiin modo completamente aclarados. Dependiendo de si se 1975, pág. 123) que tenga lugar, como máximo, durante la ejecución del último acto parcial (BGH 23, 33
[35]; BGH JZ 1984, pág. 55; NStZ 1985, pág. 407) ^'. Esta concepción relativamente estrecha del delito
continuado metece aprobación pues en la Ley falta el más mínimo punto de apoyo por el que se confiera al
juez la posibilidad de convertir varios hechos en uno sólo si, como mínimo, éstos no están unidos por un
'^ En contra, sin embargo, SchdnkelSchmderlStree, ñora preliminar núm. 33 antes del § 52; Ostendorf, vínculo subjetivo que los sustente. Sin embargo, no hay que olvidar que un dolo global en sentido estricto
DfiZ 1983, pág. 429; Rüping, GA 1985, págs. 443 ss.; Noli, ZStW 77 (1965) pág. 4. sucede raras veces en la realidad, motivo éste por el cual los tribunales se ven obligados a formular
^^ Vid. DreherlTrondle, nota preliminar núm. 40 antes del § 52; Wesseh, Allg. Teil núm. 771. tundamentaciones artificiales si se pretende suminisrrar al delito continuado algún significado práctico '*.
^•^ Así, Hartmann, Die Entbehrlichkeit des fortgesetzten Delikts, 1977; Fischer, NStZ 1992, pág. 415;
]akohs, Allg. Teil 52l5Q\]ahnke, GA 1989, págs. 376 ss.; Jung, JuS 1989, págs. 289 ss.; Jescheck, ZStW 75
(1963) págs. 553 ss.; Preiser, ZStW 71 (1959) págs. 383 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 728 ss.; R. Schmitt, ^' Así también BaumannlWeber, Allg. Teil págs. 667 ss.; BockelmannlVolk, Allg. T:il pág. 256; Dreherl
ZStW75 (1963) págs. 59 ss.; Schultz, ZBJV 102 (1966) pág. 55; Timpe,]K 1991, pág. 12; Schmoller, OriZ Trondle, nota preliminar núms. 26 ss. antes del § 52; Preisendanz, nota preliminar núm. IV 1 antes del §
1989, págs. 232 ss.; Wahle, GA 1968, pág. 109; sin embargo, a favor de su mantenimiento LK(10.'')(Vogler) 52; V. Weher, Grundrifi p.lOO; LKilO.") (Vogler) nota preliminar núms. 57 ss. antes del § 52; Lackner, nota
nota preliminar núm. 47 antes del § 52; Maurach/Gossel/Zipf, hX\g. Teil II § 54 núm. 78 (sustitución del preliminar núm. 15 antes del § 52; Wessels, Allg. Teil núm. 770. Críticamente al respecto Stratenwerth, Allg.
dolo global por un dolo continuado); sólo en cuanto a las consecuencias beneficiosas para el autor, Ostendorf, Teil I núms. 1229 ss.; Jakobs, Allg. Teil 52144. Las objeciones al dolo global alegadas poi Preiser, ZStW 71
DriZ 1983, pág. 431; próximo a una notable restricción Kratzsch, JR 1990, págs. 177 ss. Suministrando (1959) pág. 346; Maurach/Gossel/Zipf, fú[g. Teil II § 54 núms. 76, 79; SchUnke/Schróder/Stree, nota prelimi-
una vista panorámica del reciente estado de la cuestión, Geppert, Jura 1993, págs. 649 ss. nar núm. 52 antes del § 52; SK(Samson) nota preliminar núm. 44 antes del § 52, no son convincentes pues
^' Con anterioridad el Tribunal Federal suizo había abandonado la figura jurídica del delito conti- una unidad de acción que fuera aceptada por puras razones pragmáticas (destinada a simplificar el trabajo
nuado (BGE 116 IV 121 [1990]; 117 IV 408 [1991]). Mostrando su aprobación A/^y; ZBJV 128 (1992) de la Justicia) sin consideración a los diferenres contenidos de lo injusto y de la culpabilidad, estaría privada
pág. 408; Jung, NjW 1994, pág. 916. Escéptico en relación con las consecuencias de la desaparición del de una fundamentación jurídica.
delito continuado ^rzí.JZ 1994, págs. 1000 ss. ^* No se comprende por qué aquí no debe regir el principio "in dubio pro reo", tal y como es acepta-
^^ Sobre la cuestión Jahnke, GA 1989, págs. 390 ss. do por la propia jurisprudencia (vid. BGH 23, 33 [35¡; BGH MDR 1980, pág. 984; NStZ 1983, pág. 311;
772 § (íCi Unidad de acción y pluralidad d e acciones I. La naturaleza del concurso ideal 773

Por estos motivos la doctrina se conforma a menudo con un dolo continuado comprendido do del § 66 II la acción continuada es un solo hecho. Si los actos individuales determinan la realización
criminológicamente que se presente como el fracaso psíquico, siempre homogéneo, del autor en la misma parcial de la forma básica y de la cualificada de un mismo delito, entonces únicamente se aplica la disposi-
situación fáctica^'. En parte, también fue defendida una teoría puramente objetiva del delito continuado ción penal agravada (RG 67, 183 [188]: asesinato intentado y homicidio intentado). Si concutten la tenta-
que atendía exclusivamente a los elementos externos de la homogeneidad de la forma comisiva y el bien tiva y la consumación el heclio se entiende cometido en su forma consumada (BGH NJW 1957, pág. 1288).
jurídico, a la relación temporal de los actos individuales y ai aprovechamiento de una misma ocasión . Por el contrario, si la modalidad leve del delito se ha consumado y la más grave ha quedado meramente
Ejemplos: Pata integrar varias estafas en un delito continuado el dolo debe haber estado dirigido desde intentada hay que aceptat la existencia de un concurso ideal (§ 52) . El delito continuado está ya consu-
un comienzo a la totalidad de los distintos perjuicios patrimoniales; no es por ello bastante con una resolu- mado con el ptimer acto parcial pero sólo termina cuando son ejecutadas todas las acciones que lo integran
ción delictiva adoptada de modo general para cometer todas las estafas posibles de una clase determinada (RG (¡ii, 36). Por este motivo, ia presctipción del delito continuado comienza con la terminación del últi-
(RG 4A, 392 [396]) o destinada a robar al mayor número posible de viandantes (BGH MDR 1972, pág. mo acto parcial (RG GA, 33 [40]; BGH 1, 84 [91 ss.]). En cambio, la exigencia de querella para cada acto
752). Existe un dolo global si el autor ha concebido la resolución de sustraer de un tallet determinado, concreto debe ser examinada indivldualizadamente (BGH 17, 157). El efecto de cosa juzgada que despliega
aprovechando la existencia de condiciones favorables, el mayor número posible de bicicletas; no concurre, la sentencia comprende todos los actos individuales antetiores a la sentencia que se dicte, independiente-
sin embargo, cuando simplemente se ha propuesto realizar numerosos hurtos de bicicletas cuya comisión es mente de si el tfibunal los ha o pudo haberlos conocido (RG 72, 211 [212]; BGH 6, 92 [95]; 15 268
incierta en telación con su fotma de perpetración y con las circunstancias de tiempo y lugar (RG 66, 236 [272]; 33, 122 [124])''5.
[239]; 72, 211 [214]). Tampoco es bastante para la aceptación de un delito continuado de 36 robos que el
acusado concibiera "desde un principio" la comisión de una serie de sustracciones esencialmente homogé-
neas (BGH NStZ 1986, pág. 408; vid. también BGH NJW 1983, pág. 2827). No obstante, la BGH NJNX^ § 67 El concurso ideal
1962, pág. 115, se conforma con un mero dolo continuado en un caso de abusos repetidos cometidos con
Abek, Die "Klarstellungsfunktion" det Idealkonkutrenz, 1991; Achenbach, "Tat", "Strafiat", "Handlung"
un niño. No se exige una visión de conjunto sobre el hecho (BGH 26, 4 [8]).
und die Sttaftechtsrefotm, MDR 1975, pág. 19; Baumgarten, Die Lehre von der Idealkonkutrenz und
d) Si para el delito continuado se requiere un dolo global entonces en los hechos imprudentes no pue- Gesetzeskonkurtenz, Strafr. Abh. Heft 103, pág. 1909; el mismo, Die Idealkonkurrenz, Festgabe für R. v.
de: concurrir ninguna relación de continuidad (RG 73, 230 [231]; 76, 68 [71]; BGH 5, 371 [376]; 22, 67 Frank, Tomo 11, 1930, pág. 188; Bockelmann, Zur Lehre von der Idealkonkurrenz, ZAK 1941, pág. 293;
[71]) •*'. Por el contrario, para la teoría objetiva no existe ningún motivo para esta restticción''^. Coenders, Über die Idealkonkurrenz usw., 1921; Cramer, Das Strafensystem usw., JurA 1970, pág. 183; H.
Dreher, Real-und Idealkonkurrenz im franzbsischen und deutschen Strafrecht usw., Diss. Freiburg i.Br. 1950;
4. El tratamiento del delito continuado expuesto hasta el momento se catacteriza porque los actos indi- Keller, Anmerkung zu BGH vom 3.6.1982, JR 1983, pág. 210; KraJ?, Die Identitat der
viduales de los que aquél se compone son considerados como un único hecho punible (RG 68, 297 [298]). Ausführungshandlungen bei der Tateinheit, JuS 1991, pág. 821; Lippold, Xm Konkurrenz bei Dauerdelikten
De ello se derivan diversas consecuencias. Sólo hay que fijar una pena de acuerdo con el marco punitivo del usw., 1985; Mezger, Anmerkung zu RG 75, 19, DR 1941, pág. 922; Montenhruck, Zur "Beteiligung an
delito más grave, aunque pueden tenerse en cuenta la gravedad y el número de actos individuales para exas- einer Schlagerei", JR 1986, pág. 138; Niese, Empfiehlt sich die Einführung einer einheitlichen Strafe auch
perar la sanción a imponer (RG DR 1944, pág. 329; BGH DallingerMDR 1975, pág. 724) '*'. En el senti- im Fall der Realkonkurrenz? Materialien, Tomo I, pág. 155; Oehler, Das etfolgsqualifizierte Delikt ais
Gefahrdungsdelikt, ZStW 69 (1957) pág. 503; Oske, Das Konkurrenzverhaltnis det Dauerdelikte zu den
übrigen Sttaftaten, MDR 1965, pág. 532; Rippich, Die vetfahrensrechtlichen Auswitkungen der
asimismo, Dreher/Triindle, nota ptelirainar núm. 28 antes del § 52; Maurach/Góssel/Zipf, Ai\g. Teil II 5 54 Idealkonkurrenz und Realkonkurrenz usw., Strafr. Abh. Heft 322, 1935; Schrbder, Konkutrenzprobleme bei
núm. 73); correctamente, Lackner, nota preliminar núm. 15c antes del § 52; Schonke/Schroder/Cramer, nota den erfolgsqualifizierten Delikten, NJW 1956, pág. 1737; Schweling, Die Bemessung der Gesamtstrafe, GA
preliminar núm. 63 antes del § 52; Stree, In dubio pro reo págs. 24 ss.; el mismo, Krause-Pestschtift pág. 1955, pág. 289; Stoecker, Die Konkurrenz, Matetialien, Tomo II, 1, pág. 449; Wegscheider, Echte und
404; Bringewat, JuS 1970, 331, con referencias bibliográficas. scheinbare Konkurrenz, 1980; Wilhelm, Die Konkurrenz zwischen Begehungs-und Unterlassungsdelikten,
^' Así, Blei, Allg. Teil págs. 354 ss.; v. Hippel, Tomo II pág. 542; MaurachlGossellZipf, Allg. Teil II Diss. Münstet 1992; Zagrebelski, Concotso di teati e reato continuato, en: Vassalli (ed.), Dizionario di diritto
54 núm. 78; Mezger, JW 1938, pág. 3268; Roth-Stielow, NJW 1955, pág. 451; Schonke/Schroder/Stree, nota e proceduta pénale, 1986, págs. 85 ss.
preliminar núm. 52 antes del § 52; SK(Samson) nota pteliminar núm. AA antes del § 52; Eh. Schmidt, SJZ
1950, pág. 286; Welzel, Lehrbuch pág. 229; Gohler, nota preliminar núm. 14 antes del § 19 OWiG (en Vid., además, las teferencias bibliográficas antes del § 66.
relación con el Derecho administrativo sancionador). Desarrollando un modelo con "criterios móviles" so-
bre la base de la "superación del decisivo grado inhibitorio" Schmoller, Fortgesetzres Delikt págs. 56 ss.
'"' Así, Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 66; el mismo, DStr 1942, pág. 19; Frank, § 74 comen- I. La naturaleza del concurso ideal
tario V 2c (pág. 240); Honig, Studien pág. 137; M.E. Mayer, Lehrbuch pág. 167; v. Liszt/Schmidt, pág. 352.
' Igualmente, Baumami/Weher, AJlg. Teil pág. 668; Doerr, Frank-Festgabe Tomo II pág. 212; Lackner, 1. Existe concurso ideal cuando el autor, a través de la misma acción, infringe varias nor-
nota preliminar núm. 15 antes del § 52; LK(¡0.'')(Vogler) nota preliminar núms. 70, 73 antes del § 52 (sólo mas penales o una misma repetidas veces (§ 52 1) '. Por tanto, el presupuesto del concurso ideal
pata las combinaciones entre dolo e imprudencia como el § 315c I núm. 1 en conexión con el apartado tetce-
ro núm. 1); Welzel, Lehrbuch pág. 229. De otra opinión, Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1232; Schonke/Schroder/ '*' Así, acertadamente, Lackner, nota preliminar núm. 18 antes del § 52; SchonkelSchróderlStree, nota
Stree, nota preliminar núm. 55 antes del § 52; SK (Samson) nota preliminar núm. 45 antes del § 52; OGH 1, preliminar núm. 6G antes del § 52.
344 (347); E W.Koch, NJW 1956, pág. 1268; MaurachlGossellZipf, í^<¿. Teil II § 54 núm. 81.
' En este sentido se pronuncia también la docttina mayotitaria; vid. LK(10.'')(Vogler) núm. 93 an-
''^ Vid. Frank, § 74 comentario V 2c (pág. 240); v. Hippel, ZStW42 (1921) pág. 545; Honig, Studien tes del § 52; LouielRosenherg (Schdfer), Inttoducción, Capág. 12 núms. 65 ss.; SchonkelSchróderlStree, nota
pág. 135. preliminar núm. 69 anres del § 52; Stratenwerth, JuS 1962, pág. 220. Por el conttario, a favor de un desdo-
'^^ Vid., más detalladamente, Bntns, Strafzumessungsrecht pág. 464; Sch'ónkelSchroderlStree, nota pre- blamienro procesal del delito continuado, D. y U. Mann, ZStW 75 (1963) págs. 258 ss.
liminat núm. 66 ames del § 52.
' La expresión "concutso ideal" hay que entenderla en el sentido de que una acción supone la realiza-
774 § 67 El concurso ideal II. Formas de aparición del concurso ideal 775

es doble: por un lado, debe concurrir unidad de acción (BGH 33, 163) (vid. supra § 66 II-V) También el UAUxmawo jurídico-procesal AA concurso ideal es el mismo desde ambos puntos de vis-
ta *. Aún cuando se parte de que sólo existe un delito, la querella penal puede dividirse (Rtí 62, 83 [87]) y
y, por otro, a través de la acción tiene que haber tenido lugar una pluralidad de infracciones
el acusado ser condenado en virtud de todas las normas que concurren idealmente, pues el hecho debe ser
legales. Para ello se tienen en cuenta tanto la apiicabilidad de distintas normas penales como
tenido en cuenta desde distintos puntos de vista jurídicos. Igualmente, tampoco existe ninguna objeción
también la posibilidad de que la misma norma penal sea aplicada varias veces. El primer caso se desde la perspectiva de la teoría de la pluralidad a que por medio de la condena firme se agoré el derecho a
denomina concurso ideal heterogéneo y el segundo se califica de homogéneo. A través de la ins- la acusación penal en relación con todos los tipos concurrentes, y a que la negativa a una de las normas
titución del concurso ideal es posible abarcar completamente en el fallo de la sentencia el com- penales integrantes del concurso ideal por parte de la resolución por la que abre el juicio oral no conduzca a
portamiento del autor lesivo del bien jurídico, sin necesidad de imponer varias penas a causa de la absolución del acusado.
los distintos aspectos parciales punibles de su comportamiento (función clarificadora del cánamo
ideal'). Y ello porque un hecho, aiin cuando infrinja varias normas penales o la inisma múltiples
veces, tiene que valorarse con un contenido de culpabilidad inferior al de una pluralidad de he-
m II. Formas de aparición del concurso ideal
chos; no obstante, deben ser considerados la totalidad de puntos de vista jurídicos que sean co-
El concurso ideal significa que a través de una acción se realizan varios tipos penales. Para
rrectamente aplicables.
ello es suficiente con que cada uno de los distintos aspectos parciales de la acción que se considera
Ejemplos: La relación sexual violenta del padre con la hija que todavía no ha cumplido 18 años es, unitaria (vid. supra § GG} cumpla, respectivamente, con un tipo penal. De conformidad con la cla-
simultáneamente, violación (§ 177), acceso carnal entre parientes (§ 173 I), abuso sexual de personas suje- se y extensión de su concurrencia hay que distinguir varias formas de aparición del concurso ideal.
tas a la custodia o cuidado del autor (§ 174 I núm. 3) y, posiblemente también, lesiones corporales (§ 223).
El engaño al socio comercial acerca de la propia solvencia crediticia mediante un informe bancario falsifica- 1. Ante todo, la Ley menciona en el § 52 I el caso normal en el que una acción infringe
do es estafa (§ 263) y falsificación de documentos (§ 267). La muerte de varias personas que son adversarios dos o inás normas penales diversas (concurso ideal heterogéneo) ' .
políticos a través de un atentado con explosivos es asesinato en el número correspondiente de casos (§ 211). Aquí surgen varias combinaciones. Los tipos pueden estar completamente solapados en la descripción
2. Para la explicación de la naturaleza del concurso ideal han sido formuladas las teorías de de la acción pero presuponer restdtados distintos; ello sucede, por ejemplo, cuando alguien por medio de un
la unidad y de la pluralidad^. La teoría de la unidad sostiene que a causa de la existencia de disparo mata a una persona y, simultáneamente, daña una cosa (§§ 212, 303) o si se coacciona a otro a
una sola acción en el concurso ideal hay un solo delito, a pesar de que son de aplicación varios llevar a cabo un comportamiento a través de unas lesiones corporales (§§ 223, 240). También puede darse
el supuesto en el que el autor, mediante la acción del hecho, ocasione un resultado que esté comprendido
tipos penales '*. Por el contrario, la teoría de la pluralidad subraya que la infracción de diversas
simultáneamente en otro tipo penal; este es el caso en el que el abuso sexual de un niño (§ 176) conduce a
normas penales debe conducir a la aceptación de varios delitos, a pesar de que consideradas ex- unas lesiones corporales imprudentes (§ 230 '"). También dos delitos de mera actividad^xieácn coincidir en
ternamente sólo sean producto de una acción ' . Sin embargo, la discusión teórica afecra a una forma de concurso ideal heterogéneo; así sucede, por ejemplo, con el perjurio (§ 154) y las injurias (§ 187),
cuestión que carece de significado práctico. No es más que una discusión terminológica'' pues, con la agresión a un conductor con la finalidad de robarle (§ 316a) y la violación intentada (§§ 177, 22)
en definitiva, existe unidad en entender que sólo existe una acción sobre la que se aplican varias (BGH VRS 60, pág. 102) o con la importación y el tráfico en las drogas (BGH NJW 1983, pág. 602).
normas penales por vía de la combinación de marcos punitivos ^. Finalmente, hay que aceptar la existencia de un concurso ideal cuando concurren un tipo cualificado inten-
tado con otro básico consumado (BGH 21, 78 [80]: robo en grado de tentativa y hurto consumado).

Existe también concurso ideal si por medio de una acción se infringe repetidas veces la mis-
ción de la "idea" del tipo ("Typus") de varias infracciones legales, mientras que en el "concurso real" existen ma norma penal (concurso ideal homogéneo). Esta posibilidad está ya mencionada expresa-
"en realidad" varias acciones. Acerca de la sustitución del concepto de "delito" por el de "acción" en el § 52 I mente por el § 52 I pero fue ya con anterioridad afirmada por la jurisprudencia y la doctrina
vid. Achenbach, MDR 1975, pág. 20.
mayoritaria " .
^ Así, acertadamente, SchbnkelSchroderlStree, § 52 núm. 2; Abéis, Die "Klarstellungsfunktion" der
Idealkonkurrenz pág. 99. Ejemplos: Si en una conversación alguien persuade a cinco personas a cometer perjurio, las cinco
5 Al respecto vid. l.KilO.'XVogler) nota preliminar núm. 6 antes del § 52; Puppe, Idealkonkurrenz inducciones se encuentran en una relación de concurso ideal (RG 70, 334 [335])- Éste también concurre
págs. 27 ss. cuando un disparo mata a varias personas, cuando se profiere un insulto contra dos personas, cuando por
•* Así, Batimaiin/Weher, Allg. Teil pág. 651; Blei, pág. 343; Baumgarten, Frank-Festgabe Tomo II pág.
189; Hijpfner, Einheit und Mchrheit págs. 101 ss.; v. LisztlSchniidt, pág. 359 nota a pie núm. 6; Maurachl
Gossel/Zipfi Allg. Teil II § 54 núm. 24; LK(lO.'')(Vogler} nota preliminar núm. 4 antes del § 52; M. E. * Vid. LK(IO.'')(Vogler) § 52 núms. 50 ss. Por el contrario, la distinción entre concurso ideal y real
Mayer, Lchrbuch pág. 156 nota a pie núm. 2; Mezger, Lehrbuch pág. 469. comporta considerables consecuencias de carácter procesal, vid. más detalladamente sobte la cuestión, Rippich,
5 Así, Binding, Handbuch págs. 569 ss.; Coenders, Idealkonkurrenz págs. 12 ss.; Dreher/Trbndle, nota Die verfahrensrechtlichen Auswirkungen págs. 9 ss.
preliminar núm. 4 antes del § 52; Frank, § 73 comentario núm. \; Jakohs, Allg. Teil 35/12; H. Mayer, ' Por principio, de forma diversa Puppe, GA 1982, págs. 143 ss., distingue sobte la base de la afini-
Lehrbuch pág. 412; el mismo, Grundriíí pág. 191; Niese, Materialen Tomo I pág. 156; Schmidhduser, Allg. dad (concurso ideal) o diversidad (concurso real) del injusto de los tipos realizados (vid. supra § 66 nota a
Teil pág. 736. pie núm. 5).
*" Maiwald, Natüriiche Handiungseinheit pág. 64. '" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 229 (N del T).
' Así, Grafzu Dohna, Verbrechenslehre pág. 64; Geerds, Konkurrenz págs. 324 ss.; v. Hippel, Tomo " Así, Franlf, § 73 comentario núm. III; v. Hippel Tomo II pág. 'ilQ; Jcscheck, ZStW 67 (1955)
il págs. 504 ss.;Jescheck, ZStW67 (1955) pág. 533; Cramer,]mK 1970, pág. 206; SchdnkelSchróderlStree, § pág. 547; LKIS.") (Jagusch) § 73 comentario núm. 3b; KohlrauschlLange, § 73 comentario núm. II; Mezger,
52 núm. 3. Lehrbuch pág. 468; Olshausen, § 73 comentario núm. 4; R. Schmitt, ZStW 75 (1963) pág. 185-
776 § 67 El concurso ideal 111. Supuestos especiales del concurso ideal 777

medio de una invitación se induce a dos niños al ejercicio de acciones impúdicas (BGH 1, 20 [22]), cuando
3. Finalmente, la relación propia del concurso ideal puede surgir si dos acciones que en sí
una acción obscena se desarrolla en presencia de varios niños (BGH 6, 81 [82]) o cuando un anuncio enga-
mismas son autónomas se encuentran, respectivamente, en concuirencia ideal con una tercera
ñoso perjudica a dos víctimas (BGH DallingerMDR 1970, págs. 381 ss.).
(unidad de acción por efecto de sujeción) '*. Esta ampliación del ámbito de aplicación del §
El concurso ideal homogéneo no es solo posible en delitos contra bienes jurídicos persona- 52, tenida ya tempranamente pot admisible del lado de la jurisprudencia (RG AA, 223 [228]), es
lísimos (por ejemplo, cuerpo, vida, libertad, honor) o pertenecientes al Estado o a la colectivi- aceptable siempre que el tipo intermedio en el concurso ideal equivalga aproximadamente en su
dad (verbigtacia, Administtación de Justicia o seguridad del tráfico jurídico) '•^, sino que tam- contenido de injusto al de los otros delitos autónomos (BGH NStZ 1982, pág. 69; JR 1983,
bién lo es en los delitos contra los derechos patrimoniales . Dado que estos últimos "corresponden" pág. 210; NStZ 1984, pág. 408) " . En cambio, dicho efecto es techazado con acierto aunque
a personas individuales, la pretensión del respeto al bien jurídico protegido en la disposición pe- sea sólo una de las acciones vinculadas la que presenta un contenido de injusto sustancialmente
nal se infringe múltiples veces si el hecho perjudica a varias víctimas. N o obstante, la relevancia mayof que la que sirve de conexión, porque dos delitos que son en sí mismos autónomos no
práctica de la distinción entre ambas concepciones es escasa puesto que también en el concurso pueden ser sustraídos de la rigurosa fijación de la pena prevista en el § 53, por el simple hecho
ideal homogéneo sigue siendo decisiva la pena máxima del tipo en cuestión. de que cada uno de ellos concurra con un mismo delito de menor gravedad (BGH 1, 67 [69]; 3,
2. El concurso ideal no exige la plena cobertura de las acciones presupuestas en los tipos 165 [167]; BGH NJW 1975, pág. 985 [986]; JR 1983, pág. 210 con comentaiio aptobatotio
correspondientes. Es suficiente, más bien, con la "identidad parcial de las acciones ejecuti- de Keller). No obstante, la jurisprudencia más reciente sostiene que no decae el efecto de suje-
vas" en el tipo objetivo de las normas penales concurrentes (RG 32, 137 [139 ss.j; 52, 298 [300]; ción si sólo uno de los dos delitos autónomos es más grave que el que sirve de nexo de unión
BGH 7, 149 [151]; 18, 29 [34]; 28, 18 [19]; BGH NStZ 1985, pág. 546) '^. De acuerdo con la para la unidad de hecho (BGH 3 1 , 29 [30]: el delito menos grave de la posesión material de un
doctrina mayoritaria, el concurso ideal puede asimismo ser fiíndamentado allí donde tras la con- arma conecta en unidad de hecho con la adquisición ilícita de la misma y con el homicidio;
sumación del primer tipo delictivo pero con anterioridad a la terminación del mismo, tiene lugar BGH StV 1983, pág. 148: el llevar un arma de fuego conecta el homicidio con la coacción) ^*.
la realización adicional de otro tipo penal (BGH 26, 24 [27]: robo en un banco y toma de rehe- Para la comparación de la gravedad no se atiende a la conminación penal abstracta sino a la
nes para asegurar el botín; BayObLG N J W 1983, pág. 406: hurto y conducción ebria para sal- configuración concreta del caso (BGH 33, 4 [7]; BGH NStZ 1989, pág. 20; 1993, pág. 133).
vaguardar el objeto material de aquél; otros ejemplos pueden verse en: BGH StV 1983, pág. Ejemplos: El punto de vista de la "equivalencia valotariva" es desatendido ya por la RG 68, 216 [218]:
413; 1984, pág. 374; NStZ 1993, pág. 77) (vid. supra § 49 III 3). Por medio de esta teoría las el uso ilegítimo de un vehículo a motor (§ 248b) debe conectar en concurso ideal el homicidio imprudente
posibilidades de la concurrencia ideal no se extienden excesivamente '^. (§ 222) y la huida del lugar del accidente de tráfico (§ 142) que tienen lugar durante la conducción. Co-
rrecta es, por el conttario, la RG HRR 1935 núm. 535: la tenencia ilegítima de un título no posee ningún
Ejemplos: Existe concurso ideal entre el robo (§ 249) y la extorsión (§ 253) si el empleo de la violencia
efecto de sujeción en relación con diversas acciones estafadoras de carácter autónomo; BGH 2, 246 (247):
se lleva a cabo tanto para la sustracción como para la entrega de cosas (RG 55, 239 [241]); entre las lesiones
varias tentativas de asesinato no se encuentran en concutso ideal pot su coincidencia con una tentativa de
corporales (§ 223) y la resisrencia (§ 113) si el agente judicial es lesionado al golpearle (RG 41, 82 [84]).
robo unitaria; BGH 18, 66 (69): la conducción sin el debido permiso no puede agrupar unitariam.ente a
Dado que la falsedad documental (§ 267) sólo está terminada con el uso del documento falso, se acepta su
diversos robos de vehículos. El importante efecto de sujeción que comporra el delito de conducción ebria (§
concurso ideal con la estafa (§ 263) cuando el falsificador presenta el documento con la finalidad de come-
316) para el Derecho penal de tráfico ha sido restringido por el BGH en el sentido de admitir una interrup-
ter un engaño (BGH JZ 1952, pág. 89; BGH GA 1955, 245 [246]; ahora, sin embargo, con un criterio
ción en el acaecimiento de un accidente, con el objetivo de que el homicidio imptudente no esté vinculado
restrictivo BGH 17, 97 [99] en relación con el § 267). El rapto (§ 237 ") y la violación (§ 177) constitu-
con la huida del lugat del siniestro (BGH 21, 203 [204]; OLG Ceile VRS 61, 345).
yen una unidad de hecho si el secuestrador aprovecha la situación de indefensión de la mujer para la realiza-
ción del hecho (BGH 18, 29 [34]); lo mismo sucede con la violación (§ 177) y la agresión sexual (§ 178 'O,
cuando el uso de la violencia es unitatio (BGH GA 1981, pág. 168).
III. Supuestos especiales del concurso ideal
'•^ Así, sin embargo, LK(10.'')(Vogler) § 52 núm. 35; Schonke/Schroder/Stree, § 52 núm. 29. 1. Pueden concurrir idealmente acciones dolosas e imprudentes como, por ejemplo, la
'3 Así, acertadamente, BGH DallingerMDK 1970, págs. 381 ss.; SK(Samson) § 52 núm. 25. puesta en peligro dolosa del transpotte (§ 315) con el homicidio imprudente (§ 222) (RG DR
Doctrina completamente dominante; vid. Frank, § 74 comentario núm. 1; Geerds, Konkurrenz
1943, pág. 753), la complicidad en el aborto (§§ 218 1, 27) con el homicidio imprudente (BGH
pág. 279; Baumann/Weber. Allg. Teil pág. 657; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 259; Kohlrausch/Lange, nota
preliminar núm. lia antes del § 73; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil 11 § 55 núm. 72; KraJ?, JuS 1991, pág.
821; LK(¡0.'')(Vogler) § 52 núm. 22; Schonke/Schroder/Stree, § 52 núm. 9; Schmidhanser, Allg. Teil págs.
'* Pfofundizando en ello, Wahle, GA 1968, págs. 97 ss.
736 ss.; Stratenwerth. Allg. Teil I núm. 1242; Welzeh Lehrbuch pág. 231; Wessels, Allg. Teil núm. 777. Críti-
" Asimismo, Geerds, Konkurrenz págs. 280 ss.; Geppert, Jura 1982, pág. 370; Lackner, § 52 núm. 5
co sin embargo con la fórmula del RG a causa del carácter fortuito de los resultados Honig, Studien págs. 25
(críticamente); Maurach/Gossel/Zipf, Alg. Teil 11 § 55 núms. 74 ss.; LKÍIO.') (Vogler) § 52 núras. 27 ss.;
ss., especialmente en pág. 42. Exigiendo para los casos de ¡dentidad parcial la existencia de una unidad de
Schonke/SchrSder/Stree, § 52 núms. 16 ss.; Dreher/Tr'óndle, nota preliminar núms. 5 ss. antes del § 52; WelzeL
acción "desde un punto de vista naturalístico" Wahle, GA 1968, pág. 110.
Lehfbuch pág. 232; Wessels, Allg. Teil núm. 780. Por el conmúo, Jakobs, Allg. Teil 33/12; R. Schmitt, ZStW
" De acuerdo, LK(10.'') (Vogler) § 52 núm. 23; SchSnke/Schroder/Stree, § 52 núm. 11; SK(Sanison) 75 (1963) pág. 48; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 592; Stratenwerth, Allg. Teil 1 núm. 1246; Wahle, GA 1968,
§ 52 núm. 12; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1244; Struensee, Konkurrenz págs. 24 ss.; Warda, JuS 1964, págs. 107 ss., pretenden asignat al concurso real los supuestos de "sujeción". Con otto criterio también Puppe,
pág. 87. Disiente/í?i^í)¿í, Allg. Teil 33/7. GA 1982, pág. 156, así como Werle, Konkurrenz págs. 205 ss.
"^ Actualmente el § 237 se encuentra derogado (N del T).
^^ De acuerdo, Wessels, Allg. Teil núm. 780; Lackner, § 52 núm. 5; Schonke/Schroder/Stree, § 52 núm.
'^ La remisión debe entendeise lealizada al vigente § 177 I (N del T). 17a; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 5c antes del § 52.
778 § 67 El concurso ideal IV. Hl tr.uaniiento doi cüncur.so ideal 779

1, 278 [280]), el delito doloso menos grave del § 323a con el homicidio imprudente en actio to que .sólo de este modo queda claro si en el caso concreto la consecuencia más grave fue provo-
libera in causa (§ 222) (BGH 17, 333 [337]) ^\ cada dolosa o imprudentemente. De ahí que el incendio con resultado de muerte (§ 307 núm.
1 ^*), así como la dciención ilegal con la misma consecuencia letal (§ 239 III ^') se encuentren
2. En los delitos permanentes (vid. supm § 26 II la) es necesario distinguir según los
en unidad de acción con los §§ 211, 212 ó, en su caso, con el § 222.
casos"": las acciones que sólo son llevadas a cabo con ocasión de un deliro permanente como,
verbigracia, las injurias al dueíío de la casa que exige explicaciones al intruso (§ 123), se encuen- 4. La discusión de los problemas concúrsales en los delitos omisivos tiene que partit de
tran en concurrencia real con el delito permanente de acuerdo con la concepción más generaliza- los conceptos de "unidad de omisión" y de "pluralidad de omisiones" (vid. supm § 66 IV 2) ^^.
da. Por el contrario, hay que aceptar el concurso ideal en delitos que sirven al mantenimiento de En la unidad de omisión entran en consideración tanto el concurso ideal homogéneo como el
la situación antijurídica; así sucede con las lesiones corporales al dueño de la casa que se defiende heterogéneo.
frente al allanador. Pero, más allá, también se acepta en parte la concurrencia ideal si el delito Ejemplo: Si, de acuerdo con los autores, un vigilante colabora en el atraco a un banco dejando sin
permanente debe suministrar los presupuestos para la comisión de orro hecho punible, como cerrar una puerta trasera y, simultáneamente, de modo negligente no tiene en cuenta que aquéllos podrían
cuando por ejemplo la tenencia ilícita de un arma de luego sirve para la perpetración de un robo causar un incendio con la apertura mediante soldadura de una caja fuerte, entonces habrá de ser condenado
(RG 66, 117 [119]) ^^. Sin embargo, por regla general la jurisprudencia exige acertadamente por complicidad en el robo con fuerza (§§ 242, 243 1 núm. 1, 27) en concurso ideal con un incendio
que en el delito permanente tenga también lugar el solapamiento parcial de las acciones delictivas imprudente (§ 309), ambos cometidos por omisión.
(RG 32, 137 [140]; 54, 288 [289]; BGH LM § 177 núm. 8; BGH 18, 29 [34]; 27, G6 [67]; 29,
Discutida es, por el contrario, la cuestión de si un delito de omisión puede concurrir ideal-
288 [290]; BGH GA 1967, pág. 2 1 ; OLG Karisruhe NJW 1977, pág. 2222), sin admitir por
mente con otro de naturaleza comisiva. De acuerdo con la visión más correcta hay que negai
tanto una relación de los principios generales de la concurrencia ideal no obstante la existencia
esta posibilidad puesto que la omisión y el hacer positivo ni siquiera se solapan parcialmente,
de una relación de medio a fin ^^. También varios delitos permanentes pueden concurrir en uni-
sino que tan sólo coinciden en el tiempo (RG 68, 315 [317 ss.]; BGH 6, 229 [230]) ^'. De este
dad de acción si las acciones ejecutivas se solapan al menos parcialmente; este es el caso, verbi-
modo, hay que negar el concurso ideal entre la omisión del deber de socorro (§ 323c) y el aleja-
gracia, de la conducción sin carnet (§ 21 I niím. 1 StVG) y la conducción ebria (§ 316) (BayObLG
miento del lugar del accidente (§ 142) (con otro criterio, sin embargo, RG 75, 355 [360]; BGH
G A 1 9 7 5 , pág. 54).
GA 1956, pág. 120), así como entre este último delito y el homicidio doloso cometido por omi-
3. Especiales problemas concúrsales se plantean además en los delitos cualificados por el sión de auxilio (de otra opinión, no obstante, BayObLG NJW 1957, pág. 1485). El plantea-
resultado, tanto en relación con los tipos imprudentes como también con los dolosos, allí don- miento es diverso si la omisión se presenta como un delito permanente y el hecho comisivo debe
de la producción imprudente o dolosa del resultado cualificado está castigada como tal ^'. Si el servir al mantenimiento de la situación antijurídica como, por ejemplo, la obstrucción a la eje-
autor sólo puede ocasionar imprudentemente la consecuencia cualificada porque, en caso de dolo, cución forzosa (§ 288) con la finalidad de no abonar la pensión alimenticia (§ 170b ^^).
habría concurrido otro tipo dehctivo, la cuestión de la relación con el tipo imprudente en cues-
tión no admite dudas. Según el § 18 sólo entra en juego el concurso de normas y, en verdad, por
medio del criterio de la especialidad (vid. infra § 69 II 1), puesto que el delito cualificado por el YV. El tratamiento del concurso ideal
resultado comprende siempre el tipo imprudente (vid. BGH 8, 54 en relación con el § 226 y La aceptación de un concutso ideal influye en cómo redactat la declaración de culpabili-
el § 222) ^'. Si, en cambio, el resultado cualificado no sólo puede ser realizado imprudentemen- dad y en la determinación de qué marco punitivo hay que aplicar al hecho.
te sino también de forma dolosa sin que por ello decaiga el tipo básico del delito agravado, en-
tonces debe aceptarse un concurso ideal con el tipo doloso o imprudente que corresponda, pues- 1. Estas cuestiones son sencillas de responder en el concurso ideal homogéneo. En ver-
dad, la declaración de culpabilidad Aéoí expresar la infracción múltiple de la misma norma por la
que el acusado será condenado ("A es condenado por el homicidio de tres personas a cadena
perpetua"). Sin embargo, \z pena de la norma infringida repetidas veces sólo se deduce en una
^' Vid. Lackner, § 52 núm. 7; SchonhelSchwderlStree, § 52 núm. 7; SK(Samson) § 52 núm. 7;Jakobs,
ocasión (§ 52 I). En el marco de la pena máxima contenida en el tipo la circunstancia de la
Allg. Teil 33/6; Wekeh Lehrbuch pág. 232.
infracción múltiple de la misma norma se tendrá en cuenta, por regla general, para exasperar
^^ Vid. Lackner, § 52 núm. 7; LK(10.'')(Vogler) nota preliminar núms. 23 ss. antes del § 52; Lippold,
Konkurrenz págs. 29 ss.; SchonkelSchroderlStree, ñora preliminar núms. 88 ss. antes del § 52; Schniidhiiuser,
Allg. Teil pág. 738; Stratemoerth, Allg. Teil 1 núm. 1245; Welzel, Lehrbuch pág. 232.
^^ De acuerdo SchonkelSchroderlStree, nota preliminar núm. 91 antes del § 52;Jakobs, Allg. Teil 33/ ^* La remisión debe entenderse realizada al vigente § 306c (N del T).
10; Welzel, Lehrbuch pág. 232; Wesíels, Allg. Teil núm. 779. ^' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 239 IV (N del T).
•'•^ Igualmente, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 657; Oske, MDR 1965, pág. 534; Schmidhaiiser, Allg. ^^ Vid. Welzel, Lehrbuch pág. 233; Struensee, Konkurrenz págs. 46 ss.; LK(10.'')(Vogler) nota preli-
Teil pág. 738. minar núms. 39 ss. antes del § 52; Maiwald, Natürlichc Handlungseinheit págs. 107 ss. Críticamente al
^' Al respecto vid. Schroder, NJW 1956, págs. 1737 ss. respecto Puppe, JR 1985, págs. 246 ss. ("turbio capítulo de la teoría del concurso").
^^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 227 (N del T). ^' Igualmente, Lackner, § 52 núm. 7; Struensee, Konkurrenz pág. 16; Kohlraiisch/Lange, § 75 comen-
^'' Así también LK (1 l.'')(Schroeder) § 18 núm. 43; Sch'ónkelSchroderlCramer, § 18 núm. 6; SK tario I; Schdnke/Schroder/Stree, § 52 núm. 19; Stratenuierth, Allg. Teil 1 núm. 1245. En contra, sin embargo,
(Rudolphi) § 18 núm. 9; de otra opinión, Kohlrnusch/Lange, § 56 comentario IV 5; Oehler, ZStW 69 (1957) Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 654 ss.;Jakobs, Allg. Teil 8/33; Wilhelm, Konkurrenz págs. 40 ss.
pág. 519, quienes aceptan el concurso ideal. ^^ La remisión ha de entenderse realizada al vigente § 170 (N del T).
780 § 67 F.1 concurso ideal V. Derecho extranjero 781

aquella (§ 46 II: "La modalidad ejecutiva y las consecuencias que culpablemente se deriven del 4. Procesalmente ^^ es relevante que no haya una absolución parcial en relación con los
hecho"). Pero, sobre todo, la vulneración repetida de la norma ptiede justificar la aceptación de tipos individuales que concurren idealmente y que a través del efecto de cosa juzgada de la sen-
un caso especialmente grave (el tutor, por ejemplo, perjudica los intereses patrimoniales de tres tencia queda agotada la acusación penal vinculada a todos los aspectos parciales (ne bis in ídem).
pupilos a través de un mismo negocio jurídico de carácter desventajoso, § 266) (BGH StV 1981, Sin embargo, el proceso puede ser parcialmente archivado en torno a aquellos tipos penales que
pág. 545; N J W 1982, 2 2 6 5 ) " . no posean mucha importancia para la pena o medida de seguridad que se espera imponer; ello
ttae por consecuencia que tales tipos penales no sean tenidos en cuenta en la resolución que se
2. En el concurso ideal heterogéneo la declaración de culpabilidad debe especificar todas
dicte (§ 154a StPO) 3'.
las normas penales concurrentes ("A es condenado por un delito de violación en unidad de he-
cho con unas lesiones corporales agravadas a la pena de tres años de prisión"). Ciertamente, esto
no aparece recogido expresamente en el § 52 pero es algo que resulta evidente porque el conteni-
V. Derecho extranjero
do de injusto completo del hecho sólo se deriva de la totalidad de las normas aplicables ^^. La
pena se determina de acuerdo con un marco punitivo configurado de acuerdo con el principio de En Derecho extranjero ""^ la pena unitaria está prevista en muchos casos para ambas clases de concur-
combinación (§ 52 II-IV) confeccionado a partir de las conminaciones penales contenidas en la sos; ello sucede en Austria (§ 28 StGB)"", en Suiza (art. 68 StGB) ''^ y en Francia (art. 5 C.p. 1810; art.
totalidad de las normas penales infringidas -^^. El marco punitivo de la pena principal queda li- 132-3 C.p. 1994; no obstante, se sigue el principio de acumulación ante diversas clases de delitos así como
mitado hacia arriba por medio de la pena máxima más grave contenida en las normas concu- en relación con las falras de acuerdo con el art. 132-7 C.p. de 1994)'*'. En su esencia el Derecho italiano
rrentes y, hacia abajo, mediante la pena mínima más severa. La pena máxima y la mínima del trata el concurso real de acuerdo con el principio de acumulación imponiendo límites máximos (arts. 71 ss.
marco punitivo configurado globalmente no se determinan a través de la consideración abstracta C.p.); el concurso ideal, en cambio, se rige por el de absorción con agravación de la pena (art. 81 C.p.)
que sirve para la clasificación de las acciones punibles en delitos graves y menos graves y que aplicándolo rambién a un delito continuado que se determina sólo a través del "medesimo disegno crimínale"
encuentra su lugar en el § 12 (vid. supra § 7 IV 2). Decisivo es, por el contrario, cuál de las (art. 81 II C.p.) '*''. España parte en el concurso real del principio acumularivo, pero lo combina con el de
absorción y exasperación, así como con determinados límites máximos de la pena (arts. 69 ss. C.p.) '*5. Pata
normas penales concurrentes impone, respectivamente, la pena máxima y mínima más severa a
el concurso ideal rige el principio de absorción con agravación de la pena (art. 71 C.p.) ^^. En el Derecho
la vista de las circunstancias agravantes y atenuantes que están presentes en el caso concreto (en
relación con el Derecho anterior vid. RG 75, 14 [18]; 75, 19 [22]; 76, 59 [60]) ^^
3' Más detalladamente al respecto, LK(10.')(Vogler) § 52 núms. 49 ss.; SchSnke/Schroder/Stree, § 52
Ejemplo: Si concurren el delito de administración desleal (§ 266) y el de prevaricación de abogado (§
núms. 48 ss.
356) resultará aplicable, caso de que no concurra ninguna especialidad, la pena mínima de rres meses de
" A favor de un mejor aprovechamiento de esta posibilidad Montenbruck, ]R 1986, pág. 142.
prisión (§ 356) y la máxima de cinco años de prisión (que es la misma en los §§ 266 y 356). Si, de modo
'^'^ Vid. la complera exposición de Geerds, Konkurrenz págs. 71 ss.; asimismo, LK(10.'')(Vogler) nota
simultáneo, concurre también el § 356 II entonces la pena mínima será de un año de prisión. En el supues-
preliminar núm. 147 antes del § 52.
to de que estuviera presenre un caso especialmente grave de la administración desleal se aplicaría sólo el
'*' Vid., rnás detalladamente, LeukauflSteininger, § 28 núm. 13; Trijfterer, Allg. Teil págs. 446 ss.;
marco punitivo del § 266 II. La pena de multa puede ser impuesta junto a la de prisión por la existencia de Wegscheider, Konkurrenz pág. 44. Acerca del Derecho antetior cuya regulación fue asumida, Rittler, Tomo I
una intención de enriquecimienro ilícito (§§ 41, 52 III). págs. 338 ss.; Nowakowski, Grundrií5 págs. 120 ss.
3. De acuerdo con el § 52 III {zpena de multa puede ser impuesta si se dan los requisitos ''^ Vid. Hafier, Allg. Teil pág. 378; Pfenninger, Das schweizerische Strafrecht pág. 233; Stratenwenh, Schweiz.
del § 41 (vid. el ejemplo anterior). En relación con \&i penas y consecuencias accesorias, así como Strafrecht, Allg. Teil I págs. 429 ss. También el art. 51 del Anteproyecto de Schultz acoge la pena unitaria.
con las medidas de seguridad ( § 1 1 1 niim. 8), deben o pueden ser dictadas si una de las normas ''^ Merle/Vitu, Trairé I núm. 371; Stefani/Levasseur/Bouloc, Droir penal general núm. 596; H. Dreher,
penales aplicables las prescribe o admite (§ 52 IV). Finalmente, en la individualización de la Real— und Idealkonkurrenz págs. 55 ss. Acerca del art. 132-3 C.p. 1994 vid. Desportes/Le Gunehec, Présentation
núm. 69; Pradel, Le nouveau Code penal núm. 90; Ministere de U Justice, Circulaire págs. 73 ss.
pena que tiene lugar dentro del marco punitivo obtenido por combinación, por regla general hay
'*' Vid. BettioUPettoello Mantovani, Diritto pénale págs. 691 ss.; Pagliaro, Principi págs. 582 ss.;
que tener en cuenta la existencia de varias infracciones legales como criterio para agravar la pena
Mantovani, Dirirto pénale págs. 461 ss.; Nuvolone, Sistema págs. 360 ss.; Fiandaca/Musco, Diritto pénale
resultante (RG 22, 388 [393]; 49, 401 [402]; BGH M D R 1966, pág. 26; VRS 37, 365; OLG
págs. 490 ss.; Zagrebelski, Concorso págs. 85 ss.
Hamburg JR 1951, pág. 86; OLG Koln M D R 1956, pág. 374) ^7.
''^ Vid. Rodríguez Devesa/Serrano Gómez, Derecho penal págs. 848 ss.; Antón Oneca, Derecho penal
págs. 456 ss.; Mir Puig, Adiciones Tomo II págs. 1023 ss., 1031 ss. Acerca de los límites máximos vid.
» Vid. SchonkelSchroderlStree, § 52 núm. 33; LK(W.')(Vogler) § 52 núm. 39. Córdoba Roda/Rodríguez Moundlo, art. 70 comentario núm. II.
'•^ Vid. Baumgarten, Idealkonkurrenz págs. 89 ss.; Bockelmann, ZAK 1941, pág. 294; Dreher/Trondle, * Tales apreciaciones siguen siendo igualmenre trasladables al Código penal de 1995 ahora vigente.
§ 52 núm. 2; Stratenwenh, Allg. Teil 1 núm. 1248; SK(Samson) § 52 núm. 26. El concurso real responde al principio acumulativo (art. 73 C.p.) con restricciones para la pena máxima
35 Vid. Maurach/GosseUZipf, Allg. Teil II § 55 núms. 82 ss.; LKOO.-JC/ogkr) § 52 núms. 40 ss.; Schonke/ (art. 76 C.p.). El concurso ideal (art. 77 C.p.) se rige por el principio de absorción y de exasperación (pena
SchroderlStree, § 52 núm. 34; Si-Z/míí/tóitíÉT, Allg. Teil pág. 783; 5íratOTU,CTf/7, Allg.Teil I núms. 1250 ss. de la infracción más grave en su mitad superior) a no ser que la pena resultante fuera más grave que la que
"5 Vid. Maurach/GosseUZipf, Allg. Teil II § 55 núm. 89; SchbnkelSchrBderlStree, § 52 núm. 37; correspondería si se aplicara el criterio acumulativo (art. 77.2 y 3 C.p.). Se mantiene, por úlrimo, la regula-
Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 260. ción del delito continuado (art. 74 C.p.), incorporada ya en el antiguo texto punitivo, pero su aplicación no
37 En este sentido se pronuncia también la doctrina mayoritaria; Bruns, Strafzumessungsrecht pág. se extiende —al igual que antes— a delitos que afecten a bienes jurídicos "eminentemente petsonales" a
469; Lackner, % 52 núm. 10; LK(lO.'')(Vogler) § 52 núm. 46; Maurach/GosseUZipf, Allg. Teil II § 55 núm. excepción del honor y de la libertad sexual en los que debe antenderse a la "naturaleza del hecho y del
92; Schonke/Schróder/Stree, § 52 núm. 47; SK(Samson) § 52 núm. 27. precepto infringido para aplicar o no la continuidad delictiva" (art. 74.3 C.p.) (N del T).
782 § 68 El concurso real II. Tratamiento del concur 783

neerlandés rige el mismo criterio para el concurso ideal (art. 55 W.v.p.). En la concurrencia real se dicta sólo una un lado, la existencia de varias acciones (vid. supra § 66 I) y, por otto, la posibilidad de su enjui-
pena para la que rigen ciertos límites máximos (arts. 57 ss. W.v.p.)''''. El Código penal belga distingue entre con- ciamiento conjunto. Sin embatgo, no ctialquicr clase de pluralidad de acciones conduce a la apli-
curso ideal y real . En el primero sólo se aplica la pena más grave (art. 65 C.p.) y en el segundo rige el principio cación de las reglas de la determinación de la pena propias del concurso real. Puede suceder que
acumulativo con límites máximos para la pena resultante (arts. 58-64 C.p.). En Derecho braúkfw se aplica el tal pluralidad de acciones tenga que ser considerada como un supuesto de concurso de normas
principio de absorción al concurso ideal, incrementándose con ello la pena más grave entre un sexto y la mitad de
(consunción) y, por ello, no cstat sometido a los §§ 53 ss. (vid. infrtí § 69 II 3); también puede
la misma (art. 70 C.p.); en la concurrencia real .se recurre al principio acumulativo (art. 69). El delito continuado
ocurrir que esté ausente la posibilidad del enjuiciamiento conjunto a través de un tínico proceso.
es definido de acuerdo con elementos objetivos (art. 71)"". En Derecho /'» ; aplica el principio de acumula-
Al igual que en el concurso ideal, aquí también se distingue entre los supuestos de concurrencia
ción a la pluralidad de hechos que, sin embargo, experimenta una atenuación en su régimen aplicativo al admitir-
se facultativamente la ejecución simultánea de vatias penas de prisión. Para una jiartc de los casos de concurso hoinogénea y heterogénea, h^i primera existe cuando el autor ha cometido el mismo delito varias
ideal (merger of offences) rige el principio de absorción; para el resto el de acumulación'". El Derecho noneanie- veces y la segunda cuando concurren tipos penales diversos.
ricano se inspira mayoritariamente sobre tales principios ^'. Ejemplos: Las distintas infracciones de tráfico viario cometidas durante un viaje aparecen básicamente
como una plutalidad de hechos (OLG Hamm VRS 46, pág. 338). La puesta en peligro imprudente del
tráfico viatio y el alejamiento no petmitido del lugar del accidente constituyen también una pluralidad de
§ 68 El concurso real hechos (OLG Saarbrücken VRS A(>, pág. 21); lo mismo sucede con la conducción ebria (en caso de acci-
Bender, Doppelte Gesamtstrafe oder "Einhe¡ts"-Gesamtstrafe? NJW 1964, pág. 807; Bringeivat, Die dente) y la huida del lugar del siniestro (OLG Celle GA 1982, pág. 41). La venta de sustancias estupefa-
Bildung der Gesamtstrafe, 1987; el mismo, Anmerkung zu BGH vom 17.1.1989, JR 1989, pág. 426; Bruns, cientes es un delito autónomo ftcnte al de su posesión (§ 29 I núm. 3 BtMG).
Zum Verbot der Doppelverwertung von Tatbestandsmerkmalen usw., Festschrift für H. Mayer, 1966, pág. 2. Las disposiciones relativas al concurso real no sólo pertenecen al Derecho material sino
353; Cramer, Das Strafensystem usw., JurA 1970, pág. 183; Dreher, Doppelverwertung von también al Derecho procesal, pues la posibilidad de un enjuiciamiento global para una diver-
Strafbemessungsumstanden, JZ 1957, pág. 155; Henfier, Unterlassene Gesamtstrafenbildung nach § 79 StGB sidad de acciones punibles depende de las reglas del proceso penal'. No obstante, para compen-
ais Revisionsgrund, NJW 1953, pág. 452; Küper, Zur Problematik det nachtraglichen Gesamtstrafenbildung,
sar las inevitables contingencias de la configuración del proceso, el legislador ha creado la posibi-
MDR 1970, pág. 885; el mismo, Anmerkung zu OLG Hamm vom 20.3.1970, NJW 1970, pág. 1559; el
lidad de la fijación ulterior de una pena global de acuerdo con el § 55 StGB y el § 460 StPO. El
mismo, Anmerkung zu BGH 25, 380, NJW 1975, pág. 547; Maiwald, Nachtragliche Gesamtstrafenbildung
und das Verbot der reformarlo in peius, JR 1980, pág. 353; Montenbruck, Gesamtstrafe — eine vetkappte ámbito de aplicación de las reglas sobre el concurso real de delitos experimenta de este modo
Einheitssttafe? JZ 1988, pág. 332; el mismo, Abwagung und Umwertung, 1989; Niederreuther, Die prozessuale una ampliación sustancial.
Behandlung der Realkonkurrenz im geltenden und künftigen Recht, Strafr Abh. Heft 278, 1930; Saeksofsky,
Die Problematik der doppelten Gesamtstrafe, NJW 1963, pág. 894; Schoreit Strafbemessung bei mehreren
Gesetzesverletzungen, Festschrift für K. Rebmann, 1989, pág. 443; Sehorn, Fragen zur Gesamtsttafe, JR II. Tratamiento del concurso real
1964, pág. 45; Schrader, Bildung einer Gesamtstrafe nach vollstreckter Einzelstrafe, MDR 1974, pág. 718;
Schweling, Die Bemessung der Gesamtstrafe, GA 1955, pág. 289; Stree, Anmerkung zu BGH 33, 367, JR 1. La regulación de la concurrencia real en los §§ 53 ss. se ha atenido al principio de
1987, pág. 73; Vogt, Die nachtragliche Bildung einer Gesamtgeldstrafe usw., NJW 1981, pág. 890. exasperación para la configuración de la pena global ^, extendiendo este procedimiento a la pena
de multa porque la añadidura de las penas pecuniarias vigente con anterioridad modificaba la
Vid., además, las referencias bibliográficas antes del § 66. gravedad de la pena en perjuicio del condenado y era, asimismo, desproporcionada (§ 53 I) ^•
Por el contrario, en el Derecho penal juvenil rige el principio de la sanción unitaria (§ 31 JGG).
I. Naturaleza del concurso real La cadena perpetua, que con anrerioridad estaba excluida de la formación de la pena global y que siem-
pre tuvo que ser dictada aparte, ha sido introducida por la 23. StAG de 13.4.1986 (BGBl. I pág. 393) en la
1. Existe concurso real cuando el autor ha cometido varios delitos autónomos que son regulación contenida en los §§ 53 ss . Sin embargo, de acuerdo con lo preceptuado en la OWiG se impo-
enjuiciados en el mismo proceso penal (§§ 53 ss.). Presupuesto de esta concurrencia es, por nen autónomamente las sanciones administrativas pecuniarias cuando, junto con un delito, en un proceso
penal hay que enjuiciar una infracción administrativa que se encuentra en unidad de hecho con aquél; y ello
porque el legislador parte de una diferencia sustancial entre la pena de multa y la sanción administrativa

' Vid. al respecto Niederreuther, Die prozessuale Behandlung der Realkonkurrenz págs. 12 ss.
•*' Profundizando en ello Pompe, Handboek págs. 274 ss.; van Bemmelenlvan Veen, Ons strafrecht ^ Críticos con ello Schmidhiiuser, Allg. Teil pág. 784; Cramer, JurA 1970, pág. 212; Jakobs, Allg. Teil
págs. 316 ss., 323 ss.; Hazewinkel-Suringa/Remmelink, Inleiding págs. 832 ss. 33114 ss. Acerca de las dificultades en la formación de la pena global vid. Bruns, Strafeumessungsrecht págs.
"** Vid. Dupont/Verstmeten, Handboek míms. 885 ss., 903 ss.; HennaulVerhaegen, Droit penal general 470 ss. Mostrando su acuerdo con el criterio legal Baumann/Weher, Allg. Teil págs. 653, 674; Bringeivat,
núms. 481 ss.; Tulkenslvan deKerchove, Inttoduction págs. 329 ss. Gesamtstrafe pág. 1. Por su parte, Montenbruck, JZ 1988, pág. 338 y Abwagung págs. 95 ss., comprende
' Vid. Fragoso, Linóes págs. 364 ss.; de Jesús, Comentarios, art. 70 núm. 4, art. 69 5c, art. 71 núm. incorrectamente la pena global como una "pena unitaria encubierta". Desarrollando un nuevo concepto pata
1; da Costa jr.. Comentarios, art. 70 núm. 5, art. 69 niim. 4, Art. 71 núm. 5. la medición de la pena en caso de varias infracciones legales, Schoreit, Rebmann-Festschrifr págs. 461 ss.
^^ Vid. Stoecker, Materialien Tomo 11,1 págs. 452 ss.; Grünhut, Das englische Strafrecht págs. 190 ss. ' Vid. Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 4 antes del § 52.
" Vid. Honig, Das amerikanische Strafrecht págs. 239 ss.; Model Penal Code Sect. 7.06. •* Sobre ello vid. Bringewat, Gesamtstrafe págs. 91 ss.
784 § 68 El concurso real l i l . La formación de la i global 785

pecuniaria (OLG Koln N J W 1979, pág. 379) ^ Hasta cierto punto se recurre, pues, al principio de acumu- para el caso en el q u e el t r i b u n a l n o desee incluirla en la p e n a de prisión según lo previsto en el §
lación. También deben ser adicionadas varias sanciones administrativas pecuniarias (§ 20 OWiG) ^. 5 3 II 1 ( B G H 2 5 , 3 8 0 c o n c o m e n t a r i o a p r o b a t o r i o de Küper, N J W 1 9 7 5 , pág. 5 4 7 ) ^°.

2. T a m b i é n hay q u e distinguir e n t r e los supuestos en los q u e está ptescrita la f o r m a c i ó n d e 3. Una cuestión dudosa no regulada por la Ley es la de si hay que formar una pena de prisión global a partir
u n a pena global d e aquellos otros en los q u e ello está m e r a m e n t e p e t m i t i d o . Aquélla d e b e ser de la concurrencia de Mnz pena de prisión y una responsabilidad subsidiaria por impago de multa que hubiera de
aplicada c u a n d o proceda i m p o n e r varias penas de prisión ( t a n t o la cadena perpetua c o m o el arresto aplicarse en lugar de la pena pecuniaria impuesta individualizadamente (§ 43); la formación de didia pena global
penal d e a c u e r d o c o n el § 9 W S t G ) o varias penas d e m u l t a ( § 5 3 I). E n el p r i m e r caso se dicta tendría por finalidad última no perjudicar al condenado en la medida en que el tribunal eligió la posibilidad —
más beneficiosa para aquél— de imponerle separadamente la pena de multa. La cuestión debe ser contestada
u n a p e n a d e prisióti global y en el s e g u n d o u n a p e n a d e m u l t a global. Si a causa d e varios delitos
negativamente puesto que nada habla a favor de que el legislador quisiera renunciar al principio de acumulación
d e b e n i m p o n e r s e varias penas p a t r i m o n i a l e s (§ 4 3 a : penas c u y a c u a n t í a está l i m i t a d a p o r el valor
que con anterioridad se ordenaba expresamente para este caso de acuerdo con la precedente redacción del § 78 11;
del p a t r i m o n i o del autor) se c o n d e n a r á en este p u n t o c o n u n a p e n a p a t r i m o n i a l global (§ 5 3
por lo demás, también surgirían dificultades derivadas tanto del pago parcial de la pena de multa como de la
III). T a m b i é n p u e d e formarse u n a p e n a d e p r i s i ó n g l o b a l c u a n d o c o n c u r r a n penas d e prisión
aplicación de los §§ 56 y 57 (BayObLG M D R 1971, pág. 860; LG Flensburg GA 1984, pág. 5 7 7 ) ' ' .
y m u l t a ( § 5 3 II 1). Sin e m b a t g o , en este caso el t r i b u n a l t a m b i é n p u e d e i m p o n e r s e p a r a d a m e n -
te la p e n a d e m u l t a (§ 5 3 II 2 ) . Si hay q u e i m p o n e r varias penas d e m u l t a se i m p o n d r á sólo u n a 4. Para \3& penas accesorias etc. el § 5 3 r e m i t e a la regulación del c o n c u r s o ideal (vid. supra
de carácter global (§ 5 3 II infine). § 6 7 I V 3 ) . Por t a n t o , estas consecuencias jurídicas d e b e n o p u e d e n ser o r d e n a d a s si su i m p o s i -
c i ó n está e x p r e s a m e n t e prevista o sea admisible j u n t o c o n la d e u n a p e n a i n d i v i d u a l .
Discutida es aquí la cuestión de si en estos casos la fotmación de la pena global debe tener lugar por
regla general (BGH DalUngerUDK 1973, pág. 17; BayObLG M D R 1982, pág. 770; OLG Koblenz GA
1978, pág. 188) ^ o si, al contrario, debe tener preferencia la imposición separada de la pena de prisión y de III. La f o r m a c i ó n d e la p e n a g l o b a l
multa *; también cabe plantearse que de la Ley no se deduzca ninguna relación regla general-excepción (así,
probablemente, BGH JR 1989, pág. 425 con comentatio de Bringewat)'. Esta última visión mencionada se 1. El § 54 d e t e r m i n a la forma en la q u e d e b e llevarse a c a b o la p e n a global. Su formación
presenta como la correaa. La primera perjudicaría más de lo debido al condenado pues el ahorro pecuniario se ejecuta en tres fases.
se transformaría regularmente en el detrimento más grave aparejado a la pena de prisión; además, contradi-
ce también el principio político-criminal por el que se concede preferencia a la pena de muirá en el ámbito a) A n t e t o d o , en la sentencia hay q u e i m p o n e r u n a p e n a i n d i v i d u a l p o r cada delito, lo
de la pequeña criminalidad. Para la relación contraria no exisre ningún punro de apoyo, a la vista de la q u e significa q u e en relación c o n la d e t e r m i n a c i ó n de la pena h a y q u e p r o c e d e r b á s i c a m e n t e
redacción de la Ley que, anres bien, habla a favor de la otra solución. En cualquier caso, político-criminal- c o m o si se tratara del e n j u i c i a m i e n t o d e sólo u n h e c h o ; en las penas d e m u l t a t a m b i é n hay q u e
mcnte la mejor solución es dejar libertad al juzgador en la decisión, de un marcado carácter preventivo- especificar la c u o t a diaria a pagar ( B G H 3 0 , 9 3 [96]). La valoración aislada del h e c h o individual
especial, de si la pena de prisión debe ser elevada a costa de la de muirá de modo que pueda aplicar las reglas rige t a m b i é n para la c u e s t i ó n d e si d e a c u e r d o c o n el § 4 7 hay q u e aplicar e x c e p c i o n a l m e n t e u n a
generales de determinación de la pena. p e n a c o r t a de prisión. Sin e m b a r g o , se a d m i t e a c e r t a d a m e n t e q u e en este p u n t o se tenga en c o n -
\]n2Lpena de multa no p u e d e ser i n c l u i d a en u n a p e n a global c o n otra d e p r i s i ó n si h a sido sideración q u e el a u t o r ha c o m e t i d o varios delitos p o r q u e , de lo c o n t r a r i o , t a m p o c o en la f o r m a -
prevista c o m o segunda pena principal At carácter facultativo p u e s , d e lo c o n t r a r i o , se perdería la c i ó n d e u n a p e n a global p o d r í a alcanzarse u n a p e n a de prisión q u e p o s i b l e m e n t e sea rigurosa-
especial finalidad político-criminal q u e en este caso está v i n c u l a d a a la p e n a p e c u n i a r i a — p o r m e n t e necesaria p o r m o t i v o s d e p r e v e n c i ó n especial ( B G H 2 4 , 2 6 8 [ 2 7 1 ] ; B G H Dallinger MDR
ejemplo, el g r a v a m e n del e n r i q u e c i m i e n t o o b t e n i d o c o n el delito ( § 4 1 ) — ( § § 5 3 III, 5 2 III). Si 1 9 7 0 , pág. 196; O L G H a m m N J W 1 9 7 7 , págs. 2 0 8 7 ss.) '^. Las penas individuales poseen en
d e esta forma se d i c t a r o n varias p e n a s d e m u l t a q u e d e b e n m a n t e n e r s e a u t ó n o m a m e n t e frente a m u c h o s sentidos u n significado jurídico a u t ó n o m o " , d e ahí q u e requieran t a m b i é n u n a f u n d a -
la de prisión, e n t o n c e s se f o r m a r á n u e v a m e n t e c o n ellas u n a p e n a d e m u l t a global d e a c u e r d o m e n t a c i ó n a u t ó n o m a ( B G H 2 4 , 2 6 8 ss.).
c o n la regla prevista en el § 5 3 I ( B G H 2 3 , 2 6 0 ) . O t r a s penas d e m u l t a c u y a i m p o s i c i ó n n o b) A c o n t i n u a c i ó n , y d e acuerdo c o n los principios q u e t a m b i é n rigen en el c o n c u r s o ideal
p r o c e d a a u t ó n o m a m e n t e serán incluidas e n la p e n a d e m u l t a global d e a c u e r d o c o n el § 5 3 I, (vid. supra § 6 7 I V 2 ) , h a b r á q u e indagar cuál es la p e n a individual m á s grave, q u e se d e n o m i n a
p e n a operativa. Si sólo se i m p o n e n penas individuales homogéneas ( p o r e j e m p l o , dos penas de
prisión de diez y o c h o meses respectivamente) e n t o n c e s la pena operativa es la sanción indivi-
d u a l q u e sea más alta. Si, p o r el c o n t r a r i o , se h a n d i c t a d o penas individuales heterogéneas (verbi-
^ Disienre al respeao Cramfr, JurA 1970, pág. 205; crítico también Schdnke/SchroderlStree, § 53 núm. 16. gracia, u n a ñ o d e prisión y u n a pena de m u l t a d e diez cuotas diarias d e 100 D M ) e n t o n c e s lo
'' En torno a las dificultades procedimenrales que se han originado con la introducción de una san-
ción administrativa global vid. la Funamentación al § 13 Enwurf O W i G , BT-Drucksache V/1269. Acerca
de la dureza de la sanción que puede suponer la imposición múltiple de la prohibición de conducir (§ 25 '" Así también, SchbnkelSchroderlStree, § 53 núm. 23; Bringewat, Gesamtstrafe págs. 102 ss.
St\G),KKOWiG (Bohnert) § 20 n ú m . 7. " Igualmenre, Bringewat, Gesamtstrafe págs. 104 ss.; DreherlTrondle, § 53 núm. 2; Lackner, § 53
'' Así, Baumann/Weher, Allg. Teil pág. 677; Dreher/Tróndle, § 53 n ú m . 3; LK(9.'')(Mosl) § 74 n ú m . núm. 4; LK(10.'')(Vogler) § 53 núm. 18. De otra opinión SchbnkelSchroderlStree, § 53 núm. 27; SK (Samson)
10; Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 56 n ú m . 64; E 1962 Fundamentación pág. 193; asimismo, § 53 núm. 15; Cramer,]uíA 1970, pág. 210.
Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1261. '^ Igualmenre, BockelmannlVolk, Allg. Teil pág. 261; DreherlTrondle, § 47 núm. 10; LK(10.'')(Vogler)
* Así, SchbnkelSchroderlStree, § 53 n ú m . 20. § 53 núm. 4; SchbnkelSchroderlStree, § 53 núm. 10; con otra opinión Cramer, JurA 1970, pág. 208; SK
' Así, Bringewat, Gesamtstrafe págs. 94 ss.; Cramer, JurA 1970, pág. 210; LK(lO.'JiVogler) § 53 (Horn) § 47 núm. 6.
núm. 16; Lackner, § 53 núm. 4; SK(Samson) § 53 núm. 14. '^ Vid. Lackner, § 53 núm. 3.
7«6 § 68 El concurso real
Ili. La lorniación de la pena global 787

será aquella pena de prisión que por su naturaleza se considera más grave (§ 54 O- Si una de las
bal es revocada en virtud de recurso subsisten b.ísicamenrc las individuales; estas últimas, además, pueden adquirir
penas individuales es la cadena perperua habrá de imponerse esta como pena global (§ 54 ! 1).
autónomamente fuerza ejecutoria pero no son sii.sceptibles de ser ejecutadas por adelantado.
c) Determinada la pena operativa se finaliza con el incremento de esta de acuerdo con el 2. De conformidad con el § 55 una pena global también puede ser formada posteriormente. Re-
principio de exasperación. Aquí hay que tener en cuenta un límite superior doble. En primer quisito para ello es, por un lado, que el hecho enjuiciado con ulterioridad hubiera sido cometido antes que
lugar, de acuerdo con el § 54 II 1, la pena global no puede alcanzar la suma de las penas indivi- la condena Inicial y, de acuerdo con ello, que hubiera debido ser traído a colación en el primer proceso para
duales (límite superior relativo). Si una pena global está formada por una pena de prisión y otra la formación de una pena global si en aquel entonces el tribunal hubiera tenido conocimienro de su perpe-
de multa (§ 53 II 1), en la medida en que se tienen en consideración las penas de multa rigen las tración. El momento decisivo para resolver el problema de si el hecho posterior fue cometido antes que la
reglas generales para el cálculo de su límite superior relativo, esto es, una cuota diaria correspon- condena inicial es la publicación de la última sentencia por medio de la cual se resolvieron las cuestiones
de a un día de privación de libertad (§§ 43, inciso segundo, 54 III). En segundo lugar, la pena vinculadas a la culpabilidad y la pena y en la que, según ello, el tribunal hubiera podido imponer una pena
global no puede superar en caso de prisión los 15 años y, en caso de multa, las 720 cuotas (límite conjunta (§ 55 I 2) (igualmente, BGH 15, 66 [69]; 17, 173 [175]; acerca de la orden penal en la que lo
superior absoluto). A pesar de ello, el marco punitivo máximo de las disposiciones penales infrin- relevante es el momento decisivo de su acuerdo, BGH 33, 230 [232]) '^. Además, la pena inicial no puede
estar ejecutada, ptescrira o condonada porque sólo una pena que todavía no se haya extinguido puede ser
gidas puede ser superado. Dentro de dicho marco la pena global se determina como un acto
introducida en el nuevo proceso y utilizada para la determinación de la pena global (en torno a la compen-
aparte de la determinación de la pena. El § 54 I 3 suministra para ello sus propios principios sación de su rigurosidad a través de una disminución de la pena operativa, BGH 31, 102 [104] mediante la
de valoración que van más allá del § 46 (BGH 24, 268 [269] con comentario aprobatorio de toma en consideración de ciertas tareas vinculadas con la suspensión condicional de la pena, BGH 33, 326).
Jagusch, NJW 1972, pág. 454). De acuerdo con aquella disposición deben ser valorados conjun- El momento decisivo de la "condena posterior" es el de la última sentencia dictada en primera instancia
tamente la persona del autor y los delitos individuales, algo que hace precisa una fundamentación (BGH 2, 230 [232]; 15, 66 [71]) '^. Si en la sentencia inicial ya fue impuesta una pena global, entonces
especial de la pena global . De esta forma debe lograrse que la formación de la pena conjunta ésta debe ser anulada y, sobre la base de las penas individuales antes pronunciadas y la pena de la segunda
no se agote en un incremento esquemático o arbitrario de la pena operativa, sino que sea un sentencia, indagat una nueva pena operativa. Esta es inctementada de acuerdo con las reglas generales relati-
reflejo de la personalidad del autor y de ios delitos individuales en su frecuencia y conexión (vid. vas a la formación de la pena global. Las penas accesorias etc. serán dictadas unitariamente por la sentencia
con anterioridad la RG 44, 302 [306]) '^. Por este motivo, en la valoración de la persona del posterior. De esrar contenidas ya en la anterior éstas siguen manteniendo básicamente su validez (§ 55 II).
autor se tendrá sobre todo en cuenta la circunstancia de si los hechos son expresión de una incli- Si para la pena inicialmente impuesta fue aprobada la suspensión condicional (§ 56) ésta queda sin objeto
por medio de su introducción en la nueva senrencia, y en la formación de la pena conjunta el segundo
nación criminal o si tan sólo se presentan como delitos ocasionales desconectados entre sí. Por
órgano judicial tiene que decidir nuevamente acerca de la suspensión (BGH 7, 180). Para ello es determi-
regla general el "autor en serie" debe ser castigado más gravemente (BGH 24, 268 [270]). Tam- nanre la cuanría de la pena global (§ 58 I). El abono del tiempo ya transcurrido durante la suspensión y de
bién el efecto de la pena sobre la vida futura del autor (§ 46 I 2) ha de ser examinado bajo el las prestaciones ya realizadas por el condenado están reguladas en el § 58 II. Si los hechos que sirven de base
punto de vista de la existencia de una pluralidad de hechos delictivos. La valoración conjunta de a la nueva condena tuvieron lugar en parte antes y, en parte también, después de la condena inicial, enton-
los hechos individuales tendrá que conducir a evaluar la importancia global del contenido de ces deben formarse dos penas globales (RG 4, 53 [55]; BGH GA 1955, pág. 244) " . Si, de acuerdo con el §
injusto y a determinar la conexión interna existente entre aquéllos. Aquellas consideraciones vin- 55, la formación posrerior de una pena global no tiene lugar en la sentencia posterior porque el rribunal no
culadas con la determinación de la pena que ya han sido utilizadas para la medición de las penas ha tenido conocimiento alguno de la sentencia inicial, entonces la resolución que esrá camino de adoptarse
individuales no pueden ser tenidas nuevamente en cuenta en la formación de la pena global a podrá ser dictada en virrud del § 460 StPO -". El procedimiento se sigue de acuerdo con el § 463 StPO.
causa de la "prohibición de la doble valoración" (vid. infra § 83 VII 1) (de otra opinión, BGH 8, Excepcionalmente, la formación de una sentencia global puede dejarse para una sentencia posterior si la
205 [210 ss.]; 24, 268 [270 ss.]; OLG Koln N J W 1953, 275 [276]) "^. inicial, ciertamente, es ya firme pero el acusado, no obstante, ha interpuesto una ptometedora solicitud
para que el proceso se inicie de nuevo (BGH 23, 98) ^' ^^. Acerca del efecto interruptor de una condena
A pesar de la formación de la pena global, que sólo aparece en el tenor de la sentencia, \a penas individuales
conservan su propia relevancia. A ellas se anudan los efectos secundarios que se dictan en la sentencia (§§ 53 III,
52 rV); son la base para la imposición de una pena patrimonial de acuerdo con el § 43a (§ 53 III); a ellas pueden '^ La redacción del § 55 I 2 debe ser entendida en un sentido inclusivo; vid. Bringewat, Gesamtstrafe
ser vinculadas consecuencias jurídicas exrrapenales (por ejemplo, la privación del permiso de caza); si la pena glo- pág. 153.
'* Por el contrario, según Schonke/Sdiróder/Stree, § 55 núm. 25, hay que estar al momento de la
''' Críticamente al respecto Bruns, Strafzumessungsrecht págs. l45 ss.; Bringewat, Gesamtstrafe págs. última sentencia de instancia antes de que tenga lugar su ejecuroriedad; en cambio, para Schrader, MÜR
1974, pág. 719, hay que atender a la sentencia de primera in.stancia.
178 ss.
'^ Así, acertadamente, BT-Drucksache V/4094 pág. 26; Bringewat, Gesamtstrafe págs. 141 ss.; Bruns, " A favor de la configuración de una única pena global Sacksofiky, NJW 1963, pág. 894; en contra,
Strafzumessungsrecht págs. 473 ss.; Geerds, Konkurrenz págs. 373 ss.; Dreher/Trondle, § 54 núm. 6; LK con razón, Bender, NJW 1964, pág. 807.
(10.'')(Vogler) § 54 núms. 7 ss.; Schorn, JR 1964, págs. 45 ss.; Schweling, GA 1955, págs. 289 ss.; lackner, § -" Sin embargo, a pesar de esa posibilidad de corrección posterior, la formación omitida de la pena
54 núms. 6 ss.; Schonke/Schróder/Stree, § 54 núm. 14. global subsiste, de acuerdo con el § 55, como un motivo de revisión (BGH 12, 1); vid. Henfkr, NJW
1953, pág. 453.
"^ Como en el texto Dreher, JZ 1957, pág. 157; Dreher/Trondle, § 54 núm. 6;Jakobs, Allg. Teil 33/
18; SK (Samson) § 54 núm. 9; Schonke/Schroder/Stree, § 54 núm. 15; Schweling, GA 1955, pág. 292. A ^' Vid. al respecto Küper, MDR 1970, págs. 885 ss. Vid., además, OLG Hamm, NJW 1970, pág.
1200, con comentario de Küper, NJW 1970, pág. 1559.
favor de la doble valoración, sin embargo, Bruns, Strafzumessungsrecht págs. 473 ss.; el mismo, H. Mayer-
Festschrift págs. 374 ss.; Geerds, Konkurrenz pág. 376 nota a pie núm. 765; LK(lO.'')(Vogler) § 54 núm. ^^ Acerca de la prohibición de la reformatio in peius en la formación posterior de una pena global
vid. Bringewat, Gesamtstrafe págs. 215 ss.; Maiwald, JR 1980, págs. 353 ss.; Schonke/Schróder/Stree, § 55
11; Lackner, § 54 núm. 6.
núm. 42. En torno a la formación posterior de una pena global vid. Vogt, NJW 1981, págs. 890 ss.
788 § 69 Unidad de Ley 11. Los grupos de casos de la unidad de Ley 789

anterior en el marco de la formación posterior de una pena global vid. BGH 33, 367 (369) con comentario da no aparece en absoluto en la declaración de culpabilidad, parece conveniente sustituir la ex-
crítico de Stree, jR 1987, págs. 73 ss ^'. presión usual, a u n q u e equívoca, de "concurso de normas" por la de "unidad de Ley"
CGesetzseinheii") ^. Mientras que el legislador ha establecido para el concurso ideal y real dispo-
siciones específicas relativas a la formación del marco punitivo y a la forma y clase de determina-
§ 69 La unidad de Ley ción de la pena, en cambio, la unidad de Ley no se menciona en la Parte general porque, en
definitiva, sólo es aplicada una norma penal a pesar de que en un principio son varias las dispo-
Baumann, Straflose Nacluat und Gesetzeskonkiirrenz, MDR 1959, pág. 10; el mismo,
siciones que parecen aplicables. Asimismo, tampoco está regulada expresamente la cuestión de si
Amtsunterschiagung und Betrug, NJW 1561, pág. 1141; Bockelmann, Anmerkung zu OLG Hamm vom
4.11.1952, JZ 1953, pág. 233; el mismo, Zur Konkurrenz der Vermogensdelikte, JZ 1960, pág. 621; Bruns, distintas disposiciones penales se encuentran entre sí en una relación de unidad de Ley, sino que
Anmerkung zu BGH 30, 166, JR 1982, pág. 166; Burgstdler, Die Schcinkonkurrenz im Strafrecht, JBl 1978, tal aspecto debe ser contestado por medio de la interpretación de los tipos que entran en juego.
pág. 393; Grafzu Dohna, Grenzen der Idealkonkurrenz, ZStW 61 (1942) pág. 131; Dreher, Anmerkung zu A la vista de la inabarcabilidad de las posibilidades que se derivan el legislador, con acierto, ha
OLG Braunschweig vom 28.6.1963, MDR 1964, pág. 167; Dünnebier, Die Subsidiaritatsklausel, GA 1954, renunciado a fijar exteriormente por medio de reglas generales las distintas relaciones de concu-
pág. 271; Gelbert, Die mitbestrafte Tat, Diss. Heidelberg 1934; Gossel, Die Srrafzumessung im System des rrencia ^.
Srrafrechts, Festschrift fiir H. Trondle, 1989, pág. 357; Hirschberg, Zur Lehre von der Gesetzeskonkurrenz,
ZStW 53 (1934) pág. 34; Honig, Straflose Vor-und Nacluat, 1927; Klug, Zum BegrifFder Gesetzeskonkurrenz, 2. La distinción entre las formas propias de concurrencia y la unidad de Ley ha perdido
ZStW 68 (1956) pág. 399; Kohler, Die Grenzlinien zwischen Idealkonkurrenz und Gesetzeskonkurrenz, bastante relevancia en la medida en que la jurisprudencia, para la resolución del caso concreto,
1900; Kohlmann, SchlieSt die Verjahrung der Vortat auch die Bestrafung wegen der Nachrat aus? JZ 1964, ha ido poco a poco concediendo eficacia de distinto signo a la norma desplazada (vid. infra § 69
pág. 492; KrauJ?, Zum Begriff det straflosen Nachrat, GA 1965, pág. 173; v. Krog, Die straflosen Vor-und III) ^. Pero, a pesar de ese acercamiento, siguen existiendo significativas diferencias frente a las
Nachtaten, Diss. Hamburg 1976; Lenckner, Anmerkung zu OLG Stuttgart vom 4.4.1973, JZ 1973, págs. modalidades propias de concurrencia. Por una parte, en la unidad de Ley la norma que retro-
741, 794; Mezger, Anmerkung zu RG 70, 357, JW 1937, pág. 627; Peten, Einheitsstrafe bei cede no se acoge en la declaración de culpabilidad, por lo que no contribuye a la caracterización
Verbrechensmehrheit, Festschrift fíir E. Kohlrausch, 1944, pág. 199; Pflaum, Ober Gesetzeskonkurrenz, Diss.
del hecho. Por otra, en no pocas ocasiones la toma en consideración de la norma excluida en la
Erlangen 1898; Rittmann, Wesen und Bedeutung der Konsumtion im Rahmen der strafrechtlichen
determinación de la pena está impedida por el hecho de que sus elementos están ya contenidos
Konkurrenzlehre, Diss. Tübingen 1955; R. Schmitt, Die Konkurrenz im geltenden und künftigen Recht,
ZStW 75 (1963) págs. 43, 179; Schneider, Zur Gesetzeskonkutrenz im strafrechdichen Gutachten, JZ 1953, en el tipo de la disposición aplicable (prohibición de la doble valoración). Finalmente, la norma
pág. 660; Schneideivin, Inwieweir ist es moglich und empfehlenswert, die Arr der Konkurrenz zwischen desplazada queda fuera de juego si la primaria contiene un privilegio punitivo que el autor per-
mehreren Straftatbestanden im Gesetz auszudrücken? Materialien, Tomo I, pág. 221; Schroder, Anmerkung dería recurriendo a la norma desalojada (vid. infra § 69 III 1) ^.
zu BGH 20, 235, JZ 1965, pág. 729; Seier, Die Gesetzeseinheit und ihre Rechtsfolgen, Jura 1983, pág.
225; Wessels, Zur Problematik der Regelbeispieie usw., Festschrift fiir R. Maurach, 1972, pág. 295; Wolter,
Verurteilung aus nicht tatbestandsmafiiger Nachtat? GA 1974, pág. 161. IL Los grupos de casos de la unidad de Ley

Vid., además, las referencias bibliográficas antes de los §§ 66 y 61 Mientras que el concurso ideal y real están claramente diferenciados por medio de los con-
ceptos básicos de unidad de acción y pluralidad de acciones que, respectivamente, se insertan en

L Naturaleza de la unidad de Ley


pág. 14; Wegscheider, Konkurrenz págs. 211 ss., explican de modo convincente el concurso de normas pena-
1. Junto con ambas clases de concurrencia propia (concurso ideal y real) tienen lugar otra les por la existencia de la prohibición del doble castigo. Por el contrario, únicamente puede considerarse
serie de casos en los que varias normas penales concurren sólo en apariencia, siendo así que en correcta la concepción de Puppe, Idealkonkutrenz págs. 313 ss., que pretende limitar el concurso de normas
realidad una excluye a la otra (concurso impropio). La idea básica común a este grupo de su- al criterio de la especialidad, si se sigue también su visión del concurso ideal como un supuesto en el que se
puestos consiste en que el contenido de injusto y de culpabilidad de una acción punible puede da una similitud de injusto (vid. supra § 66 nota a pie núm. 5).
ser estar completamente abarcado por una de las normas penales que entran en consideración ^ Así, BGH 11, 15 (17); 18, 26 (27); 25, 373; 28, 11 (15). Vid., además, Bockelmann/Volk, Allg.
Teil págs. 257 ss.; Geerds, Konkurrenz pág. 156; v. Liszt/Schmidt, pág. 356 nota a pie núm. 2; LK (10.")
(BGH 11,15 [17]; 25, 373) '. Dado que sólo se aplica la norma primaría y que la ley desplaza-
(Vogler) nota preliminar núm. 101 anres del § 52; Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 102 antes
del § 52; Pflaum, Gesetzeskonkurrenz pág. 9; Sauer, Allgemeine Strafrechtslehre pág. 231; Schmidhauser,
^^ Acertadamente, en contra de esta jurisprudencia SK(Samson) § 53 núm. 9. Allg. Teil pág. 730; Wessels, Allg. Teil núm. 787. Entendiendo la expresión concurso de normas en el sentido
' Igualmente, R. Schmitt, ZStW 75 (1963) pág. AS; BaumannfWeber, Allg. Teil pág. 660; Burgstdler, de una concurrencia "en torno a la aplicación" Hirschberg, ZStW 53 (1934) pág. 37. Kohlrausch/Lange, nota
JBl 1978, pág. 393; Blei, Allg. Teil págs. 357 ss.; LK(10.') (Vogler) nota preliminar núm. 101 antes del § preliminar núm. 111 antes del § 73, habla de exclusión (consunción) y Burgstaller, JBl 1978, pág. 393 de
52; Schmidhauser, Allg. Teil pág. 730; Schbnke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 102 antes del § 52; Seter, "concurso aparente".
Jura 1983, pág. 227; SK (Samson) nota preliminar núm. 57 antes del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. ^ Vid. al respecto Schneideioin, Materialien Tomo 1 pág. 229; E 1962 Fundamentación pág. 191;
1175- De modo similar Geerds, Konkurrenz pág. 163, atiende a si "realmente o sólo en apariencia concurre BT-DrucksacheV/4094 pág. 25.
una pluralidad de legitimaciones penales". Vid. también Kohler, Die Gtenzlinien pág. 62, quien hace énfasis '' Para SchonkelSchr'óderlStree, nota preliminar núm. 103 antes del § 52 la praxis "ha reducido casi a
en si la pluralidad de tipos penales respondían a una "pluralidad de represenraciones culpables". Vogler, cero" la diferencia.
Bockelmann-Festschrift págs. 721 ss.; Jakobs, Allg. Teil 31/12; v. Krog, Die straflosen Vor-und Nachraren ^ Vid. Bruns, Straízumessungsrecht pág. 467.
790 § 69 Unidad de Ley II. Los grupos de casos de la unidad de Ley 791

ellos, en cambio la unidad de Ley puede existir en ambos casos y, según ello, aparecer como jurisprudencia '^ aquí hay que aceptat por regla general la existencia de un concurso ideal porque, de lo
"concurso ideal aparente (impropio)" o como "concurso real aparente (impropio)"''. De ahí que contrario, se perdería el especial contenido de injusto de la norma desplazada.
la delimitación de la unidad de Ley deba ser llevada a cabo mediante otros criterios. Las cues- Lo contrapuesto a la especialidad es la alternatividad. Ésta existe cuando dos tipos contie-
tiones que aquí emergen son intensamente discutidas basta en la propia terminología. La doctrina nen la descripción de acciones contradictotias entre sí y, por este motivo, se excluyen recíproca-
mayoritaria distingue entre especialidad, subsidiariedad y consunción . mente; es el caso del hurto (§ 242) y la apropiación indebida (§ 246) "*. Dado que la unidad de
1. Concurre la relación de especialidad cuando una disposición penal presenta todos los Ley —prescindiendo del caso de los actos anteriores y posteriores al hecho impunes— presupo-
elementos de otra diferenciándose únicamente de ella en que contiene un componente adicional ne al menos un solapamiento parcial de las acciones típicas, queda ya excluida la alternatividad
que hace que el supuesto de hecho deba ser considerado desde un particular punto de vista *. En como subgrupo de la unidad de Ley por razones puramente lógicas.
la especialidad está presente la relación lógica de dependencia propia de la subordinación pues 2. La subsidiariedad significa que una norma penal sólo se aplica de forma auxiliar al caso
toda acción que cumple con el tipo del delito especial realiza también, necesariamente, de forma concreto para cuando no lo haga otta disposición. La notma ideada como tipo de recogida retroce-
simultánea el tipo de la infracción general, algo que en el caso contrario no sucede . En este de ante la que se aplica primariamente: "lexprimaria derogat legi subsidiariae". Honig divisa la ra-
caso retrocede la norma general: "lexspecialis derogat legigenerali". zón material de la subsidiariedad en "que distintas proposiciones penales protegen el mismo bien
Existe siempre especialidad en la relación entre el tipo hósicoy sus variantes cualificadoras o atenuadoras jurídico a lo largo de los distintos estadios de su ataque" '^. La estructura lógica de la subsidiariedad
(vid. supra § 26 III 2). Y así, el asesinato (§ 211) y el infanticidio (§ 217 '") son disposiciones penales no responde a la idea de subordinación sino a la de coincidencia parcial (intetferencia) '*.
especiales en relación con el homicidio (§ 212), mientras que el robo con armas y en cuadrilla (§ 244), así Ejemplos: Hay casos de la denuncia falsa (§ 164) que, simultáneamente, suponen la simulación de un
como algunos delitos patrimoniales entre parientes {§ 247) lo son en relación con el robo básico (§ 242) " . delito (§ 145d); sin embargo, también hay supuestos de hecho que sólo suponen la realización de uno u
Asimismo, concurre el nexo de especialidad entre los tipos que han sido elevados a delitos autónomos (vid. otro tipo. La misma relación existe entte la estafa (§ 263) y el abuso de dispositivos automáticos (§ 265a),
supra § 26 III 3) y aquellos otros de los cuales parten; así sucede con el robo (§ 249) en relación con el
así como entre el robo con extorsión (§ 239a) y la toma de rehenes (§ 239b) (BGH 25, 386).
hurto (§ 242) y con la coacción (§ 240). Las dudas surgen sólo cuando el tipo básico se cualifica mediante
varias causas de agravación y se plantea la cuestión acerca de la relación existente entre los distintos tipos La relación de subsidiariedad se deriva o del tenor literal de la norma " o de la interpreta-
agravados; esto sucede, por ejemplo, entre las lesiones corporales peligrosas (§ 223a '^), las lesiones graves ción del contexto de varias disposiciones penales. Según ello, se diferencia entre subsidiariedad
intencionadas (§ 225 11 ") y las cualificadas por el resultado de muerte (§ 226 '''). Frente al criterio de la expresa (formal) e implícita (material) -". La vigencia auxiliar de una norma puede estar regulada
de modo que deba ceder frente a cualquier otra disposición penal (por ejemplo, como sucedía
con el § 143 1 2 en su redacción anterior) (subsidiariedad absoluta). Por regla general, sin embar-
^ Vid. M. E. Mayer, Lehrbuch págs. 501, 511; Hirschherg, ZStW 53 (1934) pág. 50; Blei, Allg. Teil go, un tipo sólo disfruta de preferencia si castiga la acción con una pena más grave (por ejemplo,
pág. 357; Schdnke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 102 antes del § 52; Wessels, Allg. Teil núm. 787. De §§ 125, 145d, 248b, 265a) (subsidiariedad relativa). Asimismo, en la mayoría de las ocasiones
otra opinión, Baumann, MDR 1959, pág. 10 nota a pie núm. 1 y Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil 11 § 55 habrá que aceptar que la disposición penal subsidiaria sólo debe ceder frente a una norma que
núm. 27, que limitan el concepto de unidad de Ley a los supuestos de unidad de acción. comprenda las acciones desde la misma dirección de ataque, pues ésta es la razón interna para la
^ En el sentido del texto, por ejemplo, Baumann/Weben Allg. Teil pág. 660; Blei, Allg. Teil págs. 358 preferencia de la norma primaria a aplicar (BGH 6, 297 [298]) ^'.
ss.; Bockelmann/Volk, Allg. Teil pág. 258; Burgstaller, JBI 1978, pág. 395; DreherlTrbndle, nota preliminar
núms. 18 ss. antes del § il-Jakobs, Allg. Teil 31/19 ss.; LKilO.") (Vogler) nota preliminar núm. 105 ames
del § 52; Lackner, nota preliminar núms. 25 ss. antes del § 52; SK(Samson) nota preliminar núms. 60 ss. "^ Así, Hirschherg, ZStW 53 (1934) pág. 48; Honig Straflose Vor— und Nachrat pág. 113; K Lisztl
antes del § 52; Preisendanz, nota preliminar núm. 111 antes del § 52; Welzel Lehrbucli págs. 234 ss.; Wessels, Schmidt, pág. 357; Maurach/Gossel/Zipf, M\g. Teil II § 55 núm. 12; LK(lO.'')(Vogler) nota preliminar núm.
Allg. Teil núm. 787; Schmidhduser, Allg. Teil págs. 730 ss. Comprendiendo separadamente el hecho poste- 106 antes del § 52. Un concepto anterior de alternatividad, ampliamente extendido, ha quedado ya carente
rior impune Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1195 ss.; Wessels, Allg. Teil núm. 795. En contra de la autono- de objeto pot medio del ajuste de los marcos punitivos, al respecro vid. Klug, ZStW 68 (1956) págs. 409 ss.
mía de! concepto de la consunción KohlraiischlLange, nota preliminar núm. 111 antes del § 73; Maurachl ''' Honig, Straflose Vor-und Nachtat pág. 113; vid., además, Hirschherg, ZStW 53 (1934) págs. 46
Góssel/Zipf, M\p Teil II § 55 núm. 51; Klug. ZStW 68 (1956) págs. 406 ss.; Schonke/Schroder/Stree, nota ss., así como Burgstaller, JBI 1978, págs. 400 ss., con los grupos de casos tentativa-consumación, prepara-
preliminar núm. 131 antes del § 52. ción-tentativa y puesta en peligro-lesión. Por el contrario, Geerds, Konkutrenz pág. 179, se conforma frente
* Ésta es la clara definición de Honig, Straflose Vor-und Nachtat pág. 113; vid., además, Geerds, Konkutrenz a Honig con una definición (otmú. Jakobs, Allg. Teil 31/26, considera la subsidiariedad como un caso de la
pág. 193; LKdü.-) (Vogler) nota preliminar núms. 108 ss. antes del § 52; R. Schniitt, ZStW 75 (1963) pág. 49; especialidad.
Sciiónke/Schróder/Stree, nota preliminar núm. 110 antes del § 52; Burgstaller, JBI 1978, pág. 396. '* Para más detalles vid. Klug ZStW 68 (1956) pág. 406; SchmidhHuser, Allg. Teil pág. 732;
' Acerca de la relación lógica entre la norma general y la especial Klug, ZStW 68 (1956) págs. 405 ss. Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1190.
'" Actualmente el § 217 que contenía el delito de infanticidio se encuentra derogado (N del T). " Advirtiendo sobre la utilización de la cláusula de subsidiariedad por la Ley, Schneidewin, Materialen
'' Acerca de los problemas concúrsales que surgen en el § 243 vid. SchónkelSchrbderlEser, § 243 núm. 59. Tomo I pág. 224. En torno alas dudas interpretativas vid. la BGH GA 1974, pág. 149.
'^ La remisión debe entenderse realizada al vigente § 224 (N del I). ^"^ Vid. LK(10.")(Vogler) nota preliminar núms. 118 ss. antes del § 52; Schónke/Schroder/Stree, nota
" La remisión debe entenderse realizada al vigente § 226 II (N del T). preliminar núms. 106 ss. antes del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1191 ss.
''' La remisión debe entenderse realizada al vigente § 227 (N del 1). ^' Asimismo, LK(10.") (Vogler) nota pteliminar núm. 119 antes del § 52; SK (Samson) nota prelimi-
'5 Unidad de Ley entre el § 223a y los §§ 224, 225, según aceptan la BGH 21, 194 (195) y la BGH nar núm. 63 anres del § 52; disiente Schónke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 106 antes del § 52, quien
NJW 1967, pág. 297 [Las remisiones han de entenderse realizadas a los vigentes §§ 224, 226 (N del T)]. en caso de duda pretende aceptat un desplazamiento incondicional.
792 § 69 Unidad de Ley II. Los grupos de casos de la unidad de Ley 793

a) La subsidiariedad implícita rige, por un lado, cuando en una persona concurren la autoría y la tan sujetos por una cercana relación criminológica que el legislador también tiene en cuenta en el
participación o, en su caso, distintas formas de participación, siempre referidas al mismo delito; en estos
establecimiento de los marcos penales pertenecientes a los tipos implicados ^*. Lo que se ha afir-
casos la forma más débil de intervención cede frente a la de mayor intensidad (vid. supra § (>A IV 2) ^^. Si,
mado tínicamente puede explicarse de la mano de los casos incluidos en la consunción.
por ejemplo, se interviene como cómplice en un delito a cuya comisión se ha inducido al autor, la complici-
dad aparece como figura subsidiaria frente a la inducción; si el autor se procura un coautor es sólo responsa- a) Una acción típica posterior al delito con la que se pretenda asegurar, aprovechar o utilizar el bene-
ble por la autoría y no responde además por su instigación. Subsidiaria es también la comisión imprudente ficio ilíciro obtenido a través del primer hecho, queda consumido si con ella no se lesiona ningún otro bien
del hecho frente a la dolosa en relación a un mismo objeto de la acción; es el caso, por ejemplo, de un jurídico y no supone una ampliación cuantitativa de la medida de los daños ya acaecidos (hecho posterior
conductor que omite el auxilio a un peatón herido por él y que fallece a causa de la prestación inmediata de impune o, mejor, copenado) (BGH 6, 67; BGH NStZ 1987, pág. 23) •^'. Lo típico de la relación enrre el
ayuda (de otra opinión, BGH 7, 287 [288]). delito y la acción que le sucede consiste aquí en que el autor, por regla general, también debe cometer el
hecho posterior para hacerse con las ventajas derivadas del hecho principal. Y así, la apropiación de la cosa
b) El segundo grupo de subsidiariedad implícita viene constituido por los delitos de tránsito. Estos
robada por el ladrón constituye una apropiación indebida a comprender autónomamente (según la BGH
comprenden estadios previos de la realización del hecho punible y pierden su significado autónomo tan
14, 38 [45] estaría incluso ausente el tipo de la apropiación indebida^"), porque con ella tan sólo se realiza
pronto como tiene lugar una fase siguiente en el menoscabo del bien jurídico protegido (delito previo
el ánimo de apropiación del § 242; no obstante, su venta a un tercero de buena fe hay que casrigarla como
impune). Aquí pertenecen los actos preparatorios punibles autónomos (por ejemplo, § 30, vid. supra § estafa porque con su entrada en el patrimonio del adquirente se lesiona un nuevo bien jurídico (RG 49, 16
65 V), la tentativa y los delitos que, de acuerdo con su naturaleza, deben atravesar siempre por varios [20]). Lo mismo rige para la relación entre la apropiación indebida y la estafa (RG 62, 61) ^'. Si por medio
tipos penales como, verbigracia, el homicidio por las lesiones corporales (BGH 16, 122; 21, 265; 22, de un documento robado se origina a la víctima de la sustracción un perjuicio adicional comerido a través
248). Asimismo, es subsidiario bajo el punto de vista de la infracción previa impune, el delito de peligro de una estafa, entonces el hecho posterior es punible autónomamente (RG 49, 405 [408]; 6A, 281 [284]) ^^.
concreto frente al de lesión en la medida en que el resultado de peligro no vaya más allá del daño acaeci- El hecho posterior consumido también es impune cuando el cometido previamenre está castigado con una
do; en cambio, los delitos de peligro abstracto, al dirigirse contra bienes jurídicos de la colectividad, con- pena inferior; así sucede, verbigracia, con la apropiación indebida (§ 246) frenre a la inducción a una recep-
servan su significado autónomo . tación (§§ 26, 259), así como también cuando el hecho previo no puede ser materialmente castigado (por
Ejemplos: Y así, el desamparo de un niño recién nacido (§ 221) es subsidiario frente al infanticidio (§ ejemplo, a causa de la impunidad de su tentativa, ausencia de querella o el advenimienro de su prescrip-
217 ^^) (RG 68, 407 [409]); en cambio, para el § 315c en relación con el § 222 hay que aceptar la existen- ción '^); el motivo de tal impunidad radica en que el ripo penal comprensivo del hecho previo configura en
cia de un concurso ideal ^'.
3. Especialmente discutido es el criterio de la consunción (BGH 10, 312 [314 ss.]) .
Con carácter general sobre ello sólo puede decirse que hay que aceptar su existencia cuando el A diferencia de la especialidad, en la consunción no existe la relación de subordinación; vid. Klug,
contenido de injusto y de culpabilidad de una acción típica incluye también otro hecho o, en su ZStW68 (1956) pág. 409.
caso, otro tipo; de este modo, la condena desde uno de los puntos de vista jurídicos que se plan- ^' Vid. Honig, Straflose Vor-und Nachtat pág. 81; Geerds, Konkurrenz págs. 205 ss.; LK(10.')(Vog¡er)
tean agota y expresa el desvalor del suceso en su conjunto: "lex consumen! derogat legi nota preliminar núm. 137 antes del § 52; Wessels, Allg. Teil núm. 795. Recomendando una ampliación del
consumptae"^^. La diferencia entre la consunción y la subsidiariedad reside en que aquí los dis- concepto del hecho posterior Baumann, MDR 1959, págs. 10 ss. Por el contrario, Maurach/Gossel/Zipf, /Ú\^.
tintos tipos penales no se encuentran entre ellos en una determinada relación lógica, pero sí es- Teil II § 56 núm. 23 y Jakohs, Allg. Teil 31/34 consideran al hecho posterior como "algo valorado definiti-
vamente por el hecho anterior". SchSnke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 112 antes del § 52; R. Schmitt,
TSx^l'i (1963) pág. 55 y esencialmente también Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1195, incluyen el hecho
posterior impune dentro de la categoría de la subsidiariedad.
^^ Vid. Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 107 anres del § 52; SK (Samson) nota prelimi- * En contra, con razón, Baumann, NJW 1961, pág. 1141; Bockelmann, JZ 1960, pág. Gl\; Schónke/
nar núm. 70 antes del § 52. Schrbder/Eser, § 242 núm. 76; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1196.
^' Vid. Schonke/Schrodír/Stree, nota preliminar núm. 129 antes del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil 1 " Referencias jurisprudenciales adicionales pueden verse en Gelhert, Die mitbestrafte Tat págs. 6 ss., 12
núm. 1193 en relación con el peligro común de los §§312 ss. ss-, 19 ss. Especialmente en relación con la estafa de aseguramienro Schonke/Schroder/Cramer, § 263 núms. 184 ss.
^^ Actualmente el § 217 que acogía el delito de infanticidio se encuentra derogado (N del T). '^ Dudosa es la cuestión de si también la destrucción posterior de la cosa esrá ya retribuida por el §
^' Así, Lackner, § 315c núm. 35; Dreher/Trondle, § 315c núm. 23. 242 o, en su caso, por el § 246, tal y como la jurisprudencia (RG 35, 64 [65]) y la docrrina mayoriraria
^^ Acerca del concepto de la consunción vid. BaumannfWeher, Allg. Teil págs. 662 ss.; Burgstaller, (con Schonke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 114 antes del § 52, a la cabeza) acepta. Esta posibilidad
jBI 1978, pág. 459; Geerds, Konkurrenz pág. 222; Kohler, Die Grenzlinien págs. 88 ss.; Kühl, Allg. Teil § debe set no obstante negada puesto que la destrucción del botín no constituye una acción de apropiación;
21 núms. 60 ss.; Rittmann, Konsumrion págs. 40 ss.; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 733; SK (Samson) nota vid. Jakohs, Allg. Teil 31155; Jescheck, ZStW 67 (1955) pág. 535; Kraufi GA 1965, pág. 180; Sauer, Allgemeine
preliminar núms. 71 ss. antes del § 52; Welzel, Lehrbuch pág. 235. Consideran que el concepto de la con- Strafrechtslehre pág. 242. Mostrando sus dudas Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 50 anres del § 52.
sunción es superfino Klug, ZStW 68 (1956) pág. 415; Maurach/Gossel/Zipf, Allg. Teil II § 55 núm. 51; " Así, OLG Braunschweig, NJW 1963, pág. 1936. De acuerdo Baumann/Weber, Allg. Teil pág. 684;
SchSnkelSchrdderlStree. ñora preliminar núm. 131 antes del § 52 y /í. Schmitt, ZStW 75 (1963) pág. 55. Por Blei, Allg. Teil pág. 363; Maurach/Gossel/Zipf, J^lg. Teil II § 56 núm. 44; Kraufi GA 1965, pág. 178; Schonke/
el contrario, en la obra de Kohlrausch/Lange, ñora preliminar núm. III antes del § 73 la expresión "consun- Schroder/Stree, nota preliminar núm. 116 antes del § 52; SK (Samson) nota preliminar núm. 76 antes del §
ción" (con las subclasificaciones de especialidad, subsidiariedad y hecho posterior impune) aparece en lugar 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núm. 1204; Welzel, Lehrbuch pág. 228. En contra, BGH Dallingct MDR 1955,
de la de "unidad de Ley". pág. 269; BGH JZ 1968, pág. 710; GA 1971, pág. 83; NStZ 1993, pág. 96; Dreher, MDR 1964, pág. 167;
^^ Vid. Blei, Allg. Teil pág. 360; Dreher/Trondle, nota preliminar núm. 20 antes del § 52; Lackner, Geerds, Konkurrenz pág. 229; Kohlmann, jZ 1964, pág. 492; LK(10.'') (Vogler) nota preliminar núm. 146
nota preliminar núm. 27 antes del § 52; LK (¡1.") (Vogler) nota preliminar núm. 131 antes del § 52; anres del § 52; Sauer, Allg. Strafrechtslehre pág. 242; Schmidhduser, Allg. Teil pág. 734; Wessels, Allg. Teil
Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1187 ss. núm. 796. Vid., además, Wolter, GA 1974, pág. 161 ss.
794 § 69 Unidad de Ley 111. Tratamiento de la unidad de Ley 795

estos casos la base de valoración exclusiva para el conjunto del acontecimiento. Por el contrario, para el 1. En el dcsistiniiciuo de la tentativa, junto a la abrogación de la pena por la comisión
tercero el hecho posterior permanece como fundamento adecuado de su propia punibilidad por participa- imperfecta, se castiga autónomamente el deliro consumado contenido en aquélla (tentativa cua-
ción, receptación y encubrimiento real, pues no es la tipicidad del hecho posterior lo que está ausente sino, lificada), incluso aunque en sí mismo el tipo correspondiente esté excluido a causa de la unidad
propiamente, la punibilidad de su autor (RG 67, 70 [77]).
de Ley (vid. supra § 51 VI 2). Si el delito primario no puede ser castigado debido a una causa
b) También queda consumido el hecho típico concomitante'''. Se acepta la existencia de un caso personal de exclusión de la pena o por la falta de un requisito de procedibilidad, entonces puede
de esta naturaleza cuando el legislador, con ocasión del establecimiento de una norma penal cualificadora, rccurrirsc —prescindiendo del caso del liecho posterior copcnado (vid. supra § 69 II 3a)— al
ha tenido ya en cuenta la circunstancia de que el hecho, regularmente, tiene lugar en conexión con otro delito desplazado.
cuyo contenido de injusto es sustancialmente inferior y que, frente al hecho principal, carece de importan-
cia ^'. Esto rige, por ejemplo, para el caso del allanamiento de morada (§ 123) y los daños (§ 303) en rela- Ejemplo: El hijo comete un robo con fuerza en casa de los padres (§ 247) y los afectados se querellan
ción con el robo con fuerza (§ 243 niim. 1) (RG 40, 430 [431]; BGH 22, 127 [129]) ^'', para las injurias (§ sólo por allanamiento de morada (§ 123) y daños (§ 303).
185) en relación con los delitos sexuales (RG 45, i^A; BGH 8, 357 [359] a favor de la especialidad), para No obstante, la norma excluida queda sin aplicar si por medio del tipo primario se debe
los daños (§ 303) en relación con el homicidio (§ 212), para la agresión al conductor de un vehículo con privilegiar Á autor (BGH 24, 262 [266]). La punibilidad del delito desplazado no puede resur-
finalidad de robarle (§ 3l6a) en relación con la tentativa de robo (§§ 249, 22) (BGH 25, 373), para la
gir en este caso porque, de lo contrario, el autor sería tratado más severamente que cuando fuera
adquisición de munición ilegal (§ 18 I núm. 3 WaffG 1968) en relación con su posesión (§ 25 I núm. 3
aplicable la disposición penal primaria. De este modo, no puede recurrirse al § 240 cuando no
WaffG 1938) (BayObLGE 73, 171), para la apropiación indebida (§ 246) en relación con la administración
se intetpone querella de acuerdo con los §§ 237, 238 (BGH 19, 320 [321])'"'. Tampoco reapa-
desleal (§ 266) (OLG StuttgartJZ 1973, 739 [741] con comentario aprobatorio de Lenckner,YL 1973, pág.
796). La idea de la consunción del hecho concomitante, sin embargo, no puede ser aplicada cuando el deli- rece la punibilidad de acuerdo con el § 30 1, II, cuando posteriormente el autor desiste de la
to acompañante queda fuera del curso regular del aconteciiniento y presenta un contenido de injusto pro- tentativa (vid. supra § 65 IV 1).
pio; así sucede, por ejemplo, con el ladrón que destruye algo de valor extraordinario (verbigracia, la ventana 2. Además, la norma desplazada tiene influencia sobre el marco punitivo de la disposición
de una iglesia) para poder ejecutar el robo. También hay que aceptar un concurso ideal en detrimento de la que resulta aplicable. Y así, debe ser tenido en cuenta un límite mínimo de la pena más alto
consunción para la relación entre el § 251 con el § 250 —con excepción del mim. 3 '"^— (de otra opinión,
(BGH 1, 152 [156]; 10, 312 [315]) y el tribunal puede tomar para su imposición las penas
BGH 21, 183).
accesorias y medidas de seguridad ( § 1 1 1 mim. 8) de la norma excluida (BGH 7, 307 ]312]; 8,
46 [52])'". El resultado se corresponde, pues, con la regulación del concurso ideal.
III. Tratamiento de la unidad de Ley 3. También en la determinación de la pena puede ser tenida en cuenta con efectos
agravatorios la norma desplazada por la unidad de Ley; ello puede hacerse en la medida en que
Ante la existencia de una unidad de Ley la notma desplazada debería quedar completamen-
no se trate de elementos que pertenezcan al tipo de la disposición penal aplicable (RG 59, 147
te fuera de toda consideración; sin embargo, el principio de la completa absorción delictiva ha
[148]; 62, 61 [62]; 63, 423 [424]; RG HRR 1939 núm. 471; O G H 2, 324 [328]; BGH 19,
sido modificado considerablemente por parte de la jurisprudencia (principio de combinación) ^^.
188 [189]) ^ l
Dado que la norma que retrocede puede influir sobre la sentencia, deben ser examinados y ¿om-
probados todos los casos en los que tal influencia tiene lugj .39

^'^ Vid. al respecto Geerds, Konkurrenz págs. 216 ss.; Hirschberg, ZSrW 53 (1934) págs. 43 ss.;Jakobs,
Allg. Teil 31/30 ss.; LK( 10.'')(Vogler) nota preliminar núm. 132 antes del § 52; Welzel, Lehrbuch pág. 235;
Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1188 ss.
^^ A favor de una extensa restticción del concurso ideal a través del concepto del hecho concomitan-
te típico, Grafzu Dohna, ZStW61 (1942) pág. 136; Peters, Kohlrausch-Festschrift pág. 222.
^^ A ello no afecta el hecho de que el § 243 1 1 se presente sólo como una regla de determinación de '"' Asimismo, SchónkelSchrbderlStree, nota preliminar núm. 136 antes del § 52; Stratenwerth, Allg.
la pena; vid. Dreher/Trondle, § 243 núm. 45; SchónkelSchroderlEser, § 243 núm. 59; Wessels, Maurach- Teil I núm. 1204; Welzel, Lehrbuch pág. 235. De otra o'^imim Jakobs, Alg. Teil 32/47.
Festschrift pág. 308. En contra, Góssel, Ttóndle-Festschrift pág. 366. •*' Así, con razón, Bockelmann, JZ 1953, pág. 235; Cramer, JurA 1970, pág. 207; Dreher/Trondle,
^^ La última referencia debe entenderse realizada al vigente § 250 11 núm. 3 (N del T). nota preliminar núm. 23 anres del § 52; Hafi, Allg. Teil pág. 265; Lackner, nota preliminar núm. 29 antes
'* Vid. al respecto Dreher/TrSndle, nota preliminar núm. 23 antes del § 52; Dünnebier, GA 1954, del § 52; Schónke/Schroder/Stree, nota preliminar núm. 141 antes del § 52; SK (Samson) nota preliminar §
págs. 273 ss.; Jescheck, ZSrW 67 (1955) págs. 535 ss.; Schonke/Schróder/Stree, nota pteliminar núm. 141 78 núm. 52. Por el contrario, no existe ninguna vinculación con la pena máxima de la norma desplazada
antes del § 52; SK (Samson) nota preliminar núm. 78 antes del § 52; Stratenwerth, Allg. Teil I núms. 1200 (BGH 30, 166 [167 ss.] con comenrario aprobatotio de Bruns, JR 1982, pág. 166).
ss. De otra opinión, Geerds, Konkurrenz págs. 230 ss.; Burgstaller, JBl 1978, pág. 469 (en relación con el Vid. Bruns, Strafzumessungsrecht págs. 465 ss.; SchbnkelSchroderlStree, nota prelimina núm. 141 an-
Derecho austríaco). tes del § 52. Las objeciones realizadas por Maurach/GósselJZipf, AWg. Teil 11 § 55 núm. 25 y Geerds, Konkurrenz
^' Así, acertadamente, Schneider, JZ 1953, pág. 660. págs. 231 ss., se han tenido en cuenta por medio de la restricción realizada en el texto principal.
§ 70 Tendenci.is y problemas de la Política criminal 797

Individualpravcntion und Strafzumessung, 1992, pág. 85; Heinz/Storz, Diversión im


Jugendsrrafverfahren der Bundcsrepubiik Deutschland, 1992; Hertle, Schadenswiedergutmachung ais
opfernahe Sanktionsstrategie, 1994; Hirsch, Bilanz der Strafrechtsreform, Gedachrnisschrift für H.
Kaufmann, 1986, pág. 133; el mismo, Wiedergutmachung des Schadens im Rahmen des matetiellen
Sttafrechts, ZStW 102 (1990) pág. 534; von Hirsch, Doing, Justice, 1976; el mismo, Gegenwartige
Tendenzen in der amerikanischen Strafzumessungslehre, ZSrW94 (1982) pág. 1047; el mismo, Past ot
Future Crimes, 1985; von Hirschljareborg, StrafmaR und Strafgerechrigkeit, 1991; von HirschIKnappl
Tonry, The Sentencing Commission and its Guidelines, 1987; Horn, "Bewahrungsstrafe": Bewahrung,
sonst Srrafe, ZRP 1990, pág. 81; Horstkotte, Rückblick auf die Strafrechtsreform 1969, BewH 1984,
Tercera Parte: Las consecuencias jurídicas del delito pág. 2;Janssen, Diversión, en: Kerner (ed.), Diversión statr Strafe? 1983, pág. li; Jareborg, Zur Reform
des schwedischen Strafzumessungsrechts, ZStW 106 (1994) pág. 140; Jareborg/von Hirsch,
"Neoklassizismus" in der skandinavischen Kriminalpolitik, en: Eser/Cornils (edrs.), Neuere Tendenzen
La configuración jurídica y la aplicación real de las sanciones penales determinan el espíritu der Kriminalpolitik, 1987, pág. 55; Jescheck, Die Krise der Kriminalpolirik, ZStW 91 (1979) pág. 1037;
de un sistema jurídico-penal quizás de forma más intensa a como lo hacen las normas generales el mismo, Die Freiheitsstrafe und ihre Surrogate in rechtsvergleichender Darsrellung, en: Jescheck (ed.),
sobre los presupuestos de la punibilidad. El Derecho de las sanciones ha sido durante las últimas Die Freiheitsstrafe und ihre Surrogate im deutschen und auslandischen Recht, Tomo III, 1984, pág.
1939; el mismo. Le nouveau dtoit penal allemand mis á l'épreuve, Atchives de politique ctiminelle 8
décadas objeto de los esfuerzos reformistas del legislador alemán y encuentra también un creciente
(1985) p. 153; el mismo, Grundsatze der Kriminalpolitik in rechtsvergleichender Sicht, Festschiift füt
interés en la Ciencia y en la Criminología. A continuación se expondrá el régimen jurídico de las
K. Miyazawa, 1995, pág. 563; Jescheck/Grebing (edís.), Die Geldstrafe im deutschen und auslandischen
sanciones penales en Derecho alemán. De acuerdo con el principio de la "doble vía" aquéllas se Recht, 1978; Kaiser, Gewinnabschopfung ais kriminologisches Problem und kriminalpolitische Aufgabe,
dividen tnpenas (prisión, multa y la pena accesoria de prohibición de conducir [§§ 38-44]) y me- Festschrift für H. Trondle, 1989, pág. 685; el mismo, Befmden sich die kriminalrechtlichen Maí?fegeln
didas desegiírídad (§§ 61-72); además, en el StGB están también previstas las ^'consecuencias acceso- in der Krise? 1990; el mismo, Kriminoíogie. Eine Einführung in die Grundlagen, 9.*^ ed. 1993; Kerner,
rias" del delito, esto es, la inhabilitación para cargos públicos y del derecho de sufragio (§§ 45- Unbeabsichrigte und unerwünschre Nebenforgen der jGG-Reform, en: BMJ (ed.),
45b), la pérdida de los beneficios obtenidos con el delito (§§ 73-73e) y el comiso (§§ 74-75). De Jugendsttafrechrsreform durch die Praxis, 1989, pág. 265; Kürzinger, Bundcsrepubiik Deutschland, en:
un especial significado práctico es la cuestión de cuáles son los criterios para la medición de las Jescheck (ed.), Die Fteiheitsstrafe und ihre Surrogate ira deurschen und auslandischen Recht, Tomo
sanciones (al respecto, injra §§ 82, 83). III, 1984, pág. 1737; Kuhlen, Diversión im Jugendsrrafverfahren, 1988; Kunz, Leitlinien der
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pág. 345; el mismo, Fragen der Rechtsstaaclichkeit beim Tater-Opfcr-Ausglcich, en: MarksIMeyerl
SchrecklinglWandrey (edrs.), Wiedergutmachung und Strafrechtspraxis, 1993, pág. 37; Wejilau, Nene a) Sobre la base de impulsos provenientes de la psiquiatría y la psicología, así como de la
Methoden der Gcwinnabschopfung? StV 1991, pág. 226; Zipf, Die Integrationspravention, Festschrift "Escuela moderna" del Derecho penal (al respecto vid. supra § 8 IV 3, 4), y bajo el signo de la
für F Pallin, 1989, pág. 479. idea de tratamiento, surgió en la primera mitad del siglo XX una orientación de la finalidad
del sistema sancionador referida a la persona del autor Se quiso superar por anticuada la visión
retfibutiva de la pena a través de una sanción "positiva" que desplegara sus efectos curativos y
I. Compensación por la culpabilidad y prevención como puntos de vista directrices educadores sobre el autor, para la que el delito cometido debía ser sólo el motivo peto no la
razón fundamental ^. Los defensores de esta dirección partieron (a menudo sin expresarlo) de la
1. La configuración, aplicación y reforma del sistema de sanciones en atención a las cam-
aceptación de que las sanciones penales, aplicadas "individualizadamente" al autor y dosificadas
biantes relaciones sociales es un fenómeno definido esquemáticamente por medio del concepto
correctamente, permitirían eliminar el riesgo de reincidencia o, al menos, disminuirlo considera-
de "Política criminar (en sentido estricto') (vid. supra § 4). La misión que se asigne a la pena
blemente. Fruto típico de la idea de tratamiento fue la pena de prisión indeterminada cuya du-
estatal como medio primario de reacción posee un significado decisivo para la orientación básica
ración debía ser adaptada a los avances del condenado en su rehabilitación que fueran compro-
de una Política criminal. Desde antaño aquí existen dos puntos de partida que están en conflicto
bados por las autoridades penitenciarias '*.
entre sí: Uno subraya el sentido de la pena y lo bace residir en la compensación del injusto come-
tido por el autor; el otro bace énfasis en \a. finalidad Ac la sanción que puede residir tanto en la b) Aproximadamente desde finales de los años sesenta, sobre todo en el espacio de habla
influencia sobre la sociedad (prevención general) como también sobre el autor mismo (preven- inglesa, se comprueba una vuelta hacia atrás de la teoría de la pena que se orienta a la culpa-
ción individual) con el objetivo de prevenir delitos adicionales (más detalladamente al respecto bilidad ^. Este cambio de tendencia ha tenido diversas causas ^. Determinante podría haber sido
supra § 8 II-V) . Para el estrecho ámbito de la determinación de la pena el legislador ha intenta- el reconocimiento de que una política sancionadora dirigida exclusivamente a la prevención in-
do a través del § 46 I hacer mención de estas dos concepciones de diverso signo y, simultánea- dividual conduce inevitablemente a gravosos déficits de la Justicia, en tanto que se pierde el sen-
mente, conducirlas a una relación armoniosa: "La culpabilidad del autor es la base para la medi- tido compensatorio de la culpabilidad del autor que posee la pena ^. Sobre esto, distintos estu-
ción de la pena. Se tendrán en cuenta los efectos esperados de la pena sobre la vida futura del dios empíricos pusieron en duda que las penas, especialmente las de prisión, desarrollaran de
autor en la sociedad".

Una Política ctiminal razonable depende esencialmente del sentido^ finalidad que se da a
las sanciones, por lo que resulta apropiado crear un sistema de consecuencias jurídicas que pueda
graduarse de acuerdo con la gravedad de la culpabilidad y que, al mismo tiempo, pueda contri- ^ Básico en este punto es el "Programa de Marburgo" de Franz von Liszt, ZStW 3 (1883) pág. 1;
buir a evitar nuevos delitos. Si, por el contrario, unilateralmente se sitiia en primer plano uno de acerca de su trasfondo filosófico Naucke, ZStW 94 (1982) págs. 533-539; sobre su desarrollo posterior, Roxin,
ambos aspectos ello conducirá en liltima instancia a una Política criminal inhumana o injusta; si ZStW 81 (1969) pág. 613. Sobre el origen de la "ideología del Tratamiento" en la "mala conciencia del
Derecho penal que castiga", Hassemer, en: B'óllingerILautmann (edrs.), Vom Guten, das noch stets das Bose
exclusivamente se comprende la pena como retribución de la culpabilidad se le infiere al autor
.schafft págs. 241-243.
un considerable daiio al situarlo como meta, sin que se derive ni para él ni para nadie ventaja de
'' En Alemania la pena de prisión indeterminada existió hasta el aiío 1990 en Derecho penal juvenil
(§ 19 JGG en su antigua redacción); dicha pena está extendida todavía en los Estados Unidos (vid., por
ejemplo, Criminal Law of Florida § 775.082; Ohio Criminal Code § 2929.11).
' De la rica literatura americana vid. Alien, The Decline of the Rchabilitative Ideal, 1981; von
Hirsch, Doing Justice, 1976; el mismo, Past or Future Crimes, 1985; Morris, The Future of Imprisonment,
' En un sentido amplio también pertenece a la Política criminal la adaptación de los presupuestos de 1974; pueden encontrarse restimenes en lengua alemana: pon Hirsch, ZStW 94 (1982) pág. 1047; Weigend,
la punibilidad y de los tipos penales a las exigencias de la época, así como la adecuada configuración del Festschrift Rechtswiss. Fakultat Koln págs. 584-597. Acerca del correspondiente desarrollo en Suecia vid.
proceso penal y de la ejecución de la sanción punitiva; vid. Kaiser, Kriminologie § 119 ntíms. 6-10; con una Jareborg, ZSrW 106 (1994) pág. \AQ; Jarehorg/von Hirsch, en: EserlCornils (edrs.), Neuere Tendenzen der
definición conceptual todavía más amplia, MauracMZipf, M[g. Teil I § 3 niim. 20 ("La Política criminal...se Kriminalpolitik pág. 35. Crítico con la idea de prevención especial en Alemania, P.-A. Alhrecht, ZStW 97
ocupa de la exrracción y realización de los conocimientos jurídicos en la lucha contra el delito"); acerca de (1985) pág. 831.
las fiínciones que debe cumplir una teoría político-criminal Hassemer, Lange-Festschrift págs. 508 ss.
<> Al respecto vid. Weigend, ZStW 94 (1982) págs. 805 ss.
^ Instructivas en este punto son las exposiciones de Hassemer, Einführung págs. 281 ss.; Roxin, Ailg. '' Fundamental en esta cuestión von Hirsch, Past or Future Crimes págs. 38 ss.; von Hirsch/Jareborg,
Teil I § 3 núms. 2-53. Strafmafi und Strafgerechtigkeit págs. 9 ss.
I. Compensación por la culpabilidad y prevención como puntos de vista directric 801
800 § 70 Tendencias y problemas de la Política linal

forma m e n s u r a b l e ima eficacia preventivo-especial *; p e r o c u a n d o la "terapia" clínica d i s p o n i b l e 4 . D e a c u e r d o c o n lo recién e x p u e s t o , u n a Política c r i m i n a l i n t e r e s a d a p o r el a u t o r y su


no p e r m i t e c u r a r la enfermedad d e la crim.inalidad, e n t o n c e s se d e r r u m b a la base e m p í r i c a d e la resocialización t e n d e r í a a ser e x t r a o r d i n a r i a m e n t e reservada c o n la i m p o s i c i ó n d e s a n c i o n e s y
idea de t r a t a m i e n t o y las amplias restricciones a la libertad q u e son "recetadas" c o n la finalidad aplicaría m á s b i e n en su lugar p r o g r a m a s d e auxilio social. F r e n t e a ello, sin e m b a r g o , se sitiía
de la profilaxis delictiva p i e r d e n su justificación. D e a h í q u e sobre t o d o en Inglaterra y en los la idea d e p r e v e n c i ó n g e n e r a l segiin la cual la s a n c i ó n p e n a l c u m p l e la f u n c i ó n (adicional) d e
Estados U n i d o s se c o m p r u e b e d e s d e los a ñ o s setenta u n a fuerte t e n d e n c i a a la i m p o s i c i ó n d e las dejar claro a la c o l e c t i v i d a d q u e n o se tolera la c o m i s i ó n d e h e c h o s p u n i b l e s y q u e p a r a el
sanciones a t e n d i e n d o exclusivamente al criterio del injusto (gravedad del h e c h o y frecuencia en a u t o r su realización n o q u e d a i m p u n e (vid. supra § 8 II 3 a ) . A d e m á s , en la d i s c u s i ó n científica
la r e i n c i d e n c i a ) ' . Sin e m b a r g o , en c o n t r a d e lo esperado, en los Estados U n i d o s esta t e n d e n c i a el c e n t r o de g r a v e d a d se h a d e s p l a z a d o en los liltimos a ñ o s de la intimidación (entendimiento
no c o n d u j o a u n a a t e n u a c i ó n en la i n t e n s i d a d d e !a i n t e r v e n c i ó n sino q u e , incluso, en p a r t e , del castigo del a u t o r c o m o e j e m p l o q u e sirve d e a d v e r t e n c i a a posibles i m i t a d o r e s ) a la d e n o -
derivó en u n a clara agravación d e la m i s m a materializada e s p e c i a l m e n t e en u n a l a r g a m i e n t o e n m i n a d a / T í f í n a o ' » integradora '-'. D e a c u e r d o c o n este l í l t i m o c o n c e p t o la c o n d e n a formal y la
el c u m p l i m i e n t o real de las penas d e prisión "*. s a n c i ó n del a u t o r sirven p a r a c o n f i r m a r en la c o n c i e n c i a piiblica la vigencia c o n s t a n t e d e la
n o r m a d e c o m p o r t a m i e n t o m e n o s p r e c i a d a p o r a q u é l . S i n e m b a r g o , n i n g u n a d e las d o s v a r i a n -
3 . E n A l e m a n i a la Política c r i m i n a l n o ha t o m a d o p a r t e en ese m o v i m i e n t o p e n d u l a r sino tes d e la idea d e p r e v e n c i ó n general p e r m i t e p r o p o r c i o n a r u n criterio c o n el q u e p o d e r m e d i r
q u e desde u n p r i n c i p i o se ha esforzado en conciliar las exigencias del p r i n c i p i o d e c u l p a b i l i d a d y la sanción; la i n t i m i d a c i ó n n o p u e d e p o r q u e la p r e v e n c i ó n d e otros delitos similares sólo a t i e n d e
el deseo d e u n a aplicación d e las sanciones o r i e n t a d a a la p r e v e n c i ó n . Y así, a través d e la a m p l i a a que el a u t o r sea s a n c i o n a d o , p e r o n o d e s e m p e ñ a n i n g i i n papel sustancial en la e x t e n s i ó n de
reforma legislativa q u e e n t r ó en vigor en 1 9 7 5 ha sido favorecido el objetivo de la resocialización, la p e n a '•*; y la p r e v e n c i ó n i n t e g r a d o r a t a m p o c o p o r q u e n o p e r m i t e c o m p r o b a r q u é m e d i d a d e
p r i n c i p a l m e n t e p o r m e d i o de la l i m i t a c i ó n del á m b i t o de aplicación d e la p e n a d e p r i s i ó n y si- la p e n a es necesaria (pero t a m b i é n suficiente) en el caso c o n c r e t o para la " f u n c i ó n i n s t r u c t i v a
t u a n d o distintas penas sustitutivas e n su lugar; p o r o t r o lado, n u n c a h a sido c u e s t i o n a d o el p r i n - d e la n o r m a " " . Por t a n t o , p a r a el sistema d e s a n c i o n e s la idea d e p r e v e n c i ó n g e n e r a l sólo tie-
cipio d e q u e la sanción d e b e poseer u n a a d e c u a d a relación c o n la c u l p a b i l i d a d del h e c h o y, en n e i m p o r t a n c i a e n la m e d i d a en q u e obstaculiza la i m p o s i c i ó n al a u t o r d e cualquier reacción
c o n j u n t o , q u e d e b e c o r r e s p o n d e r s e c o n el p r i n c i p i o c o n s t i t u c i o n a l d e p r o p o r c i o n a l i d a d . De p o r la c o m i s i ó n d e s u h e c h o : si la c o m i s i ó n d e h e c h o s m u y graves q u e d a r a i m p u n e se c u e s t i o -
forma s o b r e e n t e n d i d a el m o d e r n o c o n c e p t o político-criminal del S t G B a l e m á n se basa e n la c o m - n a r í a m a t e r i a l m e n t e a largo plazo la validez d e las n o r m a s infringidas y se e s t i m u l a r í a n u e v a -
prensión de q u e u n a estancia en prisión, c o n todas sus consecuencias negativas p a r a el s e n t i - m e n t e su infracción. El legislador h a e x p r e s a d o esta idea en los § § 4 7 I y 5 6 II e n la m e d i d a
m i e n t o de a u t o e s t i m a y la consideración social del a u t o r n o resultan e n general a d e c u a d a s para e n q u e excluye d e t e r m i n a d o s beneficios p a r a el a u t o r ( s u s t i t u c i ó n d e la p e n a d e p r i s i ó n p o r
su reinserción e n la sociedad libre. D e ello se sigue q u e el mejor m o d o d e conseguir la p r e v e n -
ción individual y la d i s m i n u c i ó n d e la reincidencia es evitando la ejecución de la pena de prisión y
I u n a p e n a de m u l t a o, e n su caso, la s u s p e n s i ó n c o n d i c i o n a l d e ésta) c u a n d o la i m p o s i c i ó n de
u n a p e n a m á s severa venga exigida p o r "la defensa del O r d e n a m i e n t o j u r í d i c o " o resulte insos-
c o n f o r m á n d o s e c o n sanciones a m b u l a t o r i a s ( p o r ejemplo, p e n a d e m u l t a o s u s p e n s i ó n c o n d i c i o - layable (para m á s detalles vid. infra § 7 9 I 5 ) .
nal de la p e n a ) '^.
5. A la vista d e la dirección d e su objetivo p u e d e decirse q u e el sistema d e sanciones ale-
m á n m u e s t r a c l a r a m e n t e los rasgos de u n c o m p r o m i s o "'. Esto, sin e m b a r g o , n o c o n s t i t u y e n i n -
g u n a desventaja pues a u n q u e en la teoría el p l a n t e a m i e n t o d e u n a finalidad u n i d i m e n s i o n a l p u e -
' En este contexto siempre es citado el análisis secundario de LiptonJMartinsonWilks, The EfFectiveness
d e ser satisfactorio, en c a m b i o , en la aplicación práctica c o n d u c e c o n frecuencia a u n a represión
of Correctional Treatment, 1975, cuya tesis consiste en que bajo las condiciones de privación de libertad no
se comprueba resultado alguno en los distintos métodos de tratamiento, lo que naturalmente se basa en las
deficiencias metodológicas de los estudios de investigación primaria. Acerca del estado actual de la investi-
gación sobre la eficiencia de programas de tratamiento vid. H.-J. Albrecht, Strafeumessung págs. 66-70;
Eisenberg, Kriminologie § 42; Kaiser, Kriminologie § 114.
' Acerca de la reforma en Inglaterra vid. Ashworth, ZStW 106 (1994) pág. 605. Típico del movi-
'^ De la rica literatura existente vid. las obras fundamenrales de Roxin, Bockelmann-Festschrift pág.
miento de reforma en los Estados Unidos es la estructuración del proceso de determinación de la pena de
279, así como Jaliohs, Allg. Teil 1/4-11; además, Moos, Pallin-Festschrift pág. 283; Müller-Dietz, Jescheck-
acuerdo con criterios judiciales vinculantes ("Scntencing Guideiines") en los que la gravedad del hecho y el
Festschrift p. Tomo II pág. 813; Zipf, Pallin-Festschrift pág. 479.
niimero de condenas previas deciden sobre la cuanría de la pena de acuerdo con un sistema matemático; al
respecto vid. Frase, Law and Inequality 12 (1993) pág. 1; von Hirsch/Knapp/Tonry, T h e Sentencing Actualmente existe acuerdo sobre ello en la Criminología empírica; vid., por ejemplo, Eisenberg,
Commission and its Guideiines, 1987; Tonry, Crime and Justice 10 (1988) pág. 267; Weigend, Festschrift Kriminologie § 41 niims. 5-7; Kunz, Kriminologie págs. TTi-TT); Schóch, Jescheck-Fesrschrift Tomo II pág.
Rechtswiss. Fakultat Koln págs. 589-597. 1098-1105; Schumann y otros, Jugendkriminalitat págs. 34-58, cada uno de ellos con referencias bibliográ-
ficas adicionales.
'" Vid. Alschuler, University of Chicago Law Review 58 (1991) pág. 9 0 1 , acerca de las "Sentencing
" Con razón advierte Schbch, Gutachten C zum 59. D J T p. C 39, que cualquier reacción punitiva
Guideiines" en los Estados Unidos; una evaluación favorable de los criterios judiciales por Estados puede
que instruye sobre la infracción de la norma es adecuada para cumplir con la función preventivo-general.
encontrarse en Marvell, Journal of Criminal Law and Criminology 85 (1995) pág. 696.
Acerca del problema relativo a la verificación empírica de la teoría de la prevención integradora vid. Baurmann,
" Una valoración de la reforma penal puede enconrrarse enjescheck, Z S t W 91 (1979) pág. 1037; el
GA 1994, pág. 368; Frister, Die Struktur des "volunrativen Schuldelements" págs. 32-42; vid también infra
mismo, Archives de politique criminelle 8 (1985) pág. 153; Roxin, JA 1980, pág. 549; acerca de sus repercu-
§ 82 IV 7a.
siones prácticas vid. Heinz, Z S t W 94 (1982) pág. 632; Horstkotte, BewH 1984, pág. 2; Schóch, Gutachten
C zum 59. D J T p. C 20 ss. "^ Vid. la controversia relativa al "compromiso de la fórmula" contenida en el § 46 I entre Lacliner,
Gallas-Festschrift pág. 117 y Stratenwerth, Tatschuld und Strafzumessung, 1972.
'^ Vid. NK (Villmow) nota preliminar niim. 30 antes del § 38.
802 § 70 Tendencias y problemas de la ]\)lírica criminal II. Las sanciones en particular 803

desmesurada '''. El juego conjunto de los diferentes fines de la pena también repercute en la con- pena, sino que se explican por el papel de "back-up sanction" que debe cumplir la pena de pri-
figuración de un sistema de "checks and balances", algo que, en definitiva, puede conducir a una sión para los supuestos en que ftacasan otras sanciones (por ejemplo, en la revocación de la sus-
humanización y racionalización de las consecuencias jurídicas de naturaleza penal '*. Natural- pensión condicional de la pena de acuerdo con los §§ 56 ss. o por el impago de una pena de
mente que aquí es menos decisiva la proposición teórica de un objetivo que el significado que multa según el § A3)'''. En Alemania la permanencia de la pena corta de prisión es sentida en
poseen las sanciones concretas en la aplicación práctica del Derecho. parte como un déficit en la ejecución de la reforma del Derecho penal •^''. Frente a ello, en mu-
chos Estados extranjeros (por ejemplo, en los Países Bajos y Suiza) se mantienen conscientemen-
te las penas cortas de prisión —aún cuando son suspendidas condicionalmente— al esperarse
II. Las sanciones en particular con ellas el desarrollo de un amplio efecto intimidatorio -*. Realmente, antes de adherirse a la
"cruzada contra las penas cortas de prisión", a la que el propio Franz von Liszt se había suma-
1. a) De acuerdo con la sistemática del StGB la pena de prisión (§§ 38 ss.) se sitúa en la
do "', deber/a pensarse en el argumento de que si una privación de libertad de entre cuatro y seis
ctíspidc del catálogo de sanciones. En la realidad jurídica, por el contrario, a pasado a ser una ex-
semanas, que también puede ser cumplida durante las vacaciones^**, no podría ocupar un lugar
cepción: en el año 1991 sólo un 5% de todas las condenas impuestas a personas adultas consistie-
razonable en el sistema de sanciones como alternativa a penas de prisión más largas y con un
ron en la ejecución de una pena de prisión " . En Alemania, la idea de que la privación de libertad
efecto desocializador mucho más dañino pata el autor •".
sólo debe ser aplicada como "ultima ratio", esto es, cuando no queda otra alternativa evidente, se
ha hecho ampliamente realidad ^''. En el porcentaje de las penas privativas de libertad, de la tota- 2. De una importancia cteciente es la suspensión condicional de la pena (§§ 56-58). En
lidad de las sanciones penales Alemania se sitúa favorablemente en comparación con el resto de Alemania esta forma de sanción está anudada a la condena que impone una determinada pena de
los países de Europa^'. Sin embargo, en los últimos años ha crecido la cuota de presos, esto es, prisión; la suspensión completa procede por penas de hasta dos años de duración y es asimismo
personas por cada 100.000 habitantes, que cumplen su condena en un establecimiento penitencia- posible para las restantes penas de prisión la suspensión de un tercerio de la pena (bajo ciertas
rio ^^. Este desarrollo está unido al incremento de las penas de prisión de más larga duración (más circunstancias, incluso, hasta la mitad) después de que el autor haya cumplido el resto. La conce-
de dos años) y se explica también por una agravación de la praxis sancionadora en delitos violentos, sión de la suspensión puede estar vinculada a instrucciones y condiciones que pueden hacer que el
sexuales y vinculados con el mundo de la droga ^^. autor experimente la sanción en su conjunto como una verdadera restricción a su libertad; en con-
creto, aquél puede quedar sometido a la vigilancia de un agente de libertad condicional que tam-
b) El objetivo declarado de la reforma del Derecho penal de los años sesenta de hacer re-
bién pueda ayudarie en sus esfuerzos para lograr una vida alejada de la delincuencia (§ 56d). Sobre
troceder las penas cortas de prisión (de hasta seis meses) se ha alcanzado de forma espectacu-
la base de la amplia discrecionalidad que posee el tribunal en la configuración de las condiciones en
lar: entre 1967 y 1975 la participación de las penas cortas en la totalidad de las penas de prisión
virtud del § 56c, la suspensión condicional de la pena puede ser entendida como un revestimiento
impuestas descendió de 87 % a un 50 % ^^. A pesar de ello, desde la mitad de los años setenta
que puede ser modelado como sanción ambulante individual hecha a medida del autor. Una va-
dicho porcentaje se ha mantenido estable; todavía, casi un tercio de los presos se encuentran en
riante de la suspensión condicional es la amonestación con reserva de pena (§ 59). Sin embargo,
prisión por penas inferiores a seis meses ^^. En muchos casos estos períodos breves de interna-
aquí se cierne sobre el autor, para el caso de inobservancia las condiciones que se le imponen (espe-
miento no son el resultado de una decisión adoptada por el tribunal en la determinación de la
cialmente la comisión de nuevos delitos), no una pena de prisión sino únicamente una pena de
multa. La suspensión condicional también obtiene un progresivo reconocimiento internacional como
En especial, las concepciones funcionales del fin de la pena llevan aparejado el peligro de que en la un instrumento razonable que, simultáneamente, sirve para controlar y apoyar al autor . Su efica-
aspiración de la consecución del objetivo propuesto (por ejemplo, intimidación, corrección del autor) se
pierda de vista la adecuación del medio utilizado. Pero, tal y como evidencia el reciente desarrollo del Dere-
cho de la determinación de la pena en los Estados Unidos de América (vid. supra nota a pie núm. 10),
también un énfasis unilateral de la idea de retribución conduce a una excesiva dureza en tanto que faltan ^^ Vid. Kaiser, Kriminologie § 116 núm. 16; Wetgend, en: Deutsche Bewáhrungshilfe (ed.), Die 13.
cfiterios racionales para la determinación de la medida de la pena; vid. también al respecto Radzinowicz, Bundcstagung pág. 497.
ZStW 105 (1993) págs. 259-264. ^' Vid., por ejemplo, Kürzinger, en: Jescheclí, (ed.), Die Freiheitssttafe Tomo III págs. 2040-2052.
" De modo similar Aí,7!írí7c¿/G¿íSf//Z//)/'Allg.Te¡l II § 57 núms. 16-18. -' Vid. la visión general que al respecto sum'misia Jescheck, en:Jescheck (ed.), Die Freiheitssttafe lomo
" Statistischeí Bundesamt, Rechtspflege, Reihe 3: Strafverfolgung 1991, 1993, págs. 42 ss. 111 págs. lOAO-lQil.
^'' Acerca de la idea de ultima ratio vid. Xímhién Jescheck, Miyazawa-Fesrschrift pág. 375. ^' von Liszt, Aufsatze und Vortráge Tomo I pág. 347. También de acuerdo con el § 36 I AE no debe-
^' Schoch, Gutachten C zum 59. DJT p. C 21; vid. también Snacken/Beyens/Tuhex, European Journal rían poder imponerse penas de prisión inferiores a seis meses.
of Crime, Criminal Law and Criminal Justice 3 (1995) pág. 19. ^^ Acerca de la configuración de la privación breve de libertad como pena para el tiempo de ocio,
^^ Vid. las referencias estadísticas contenidas en NK (Villmow) nota preliminar núms. 43-47 antes Dolde/Rossner, ZStW 99 (1987) pág. 424; vid. también Schaffmeister, Jescheck-Festschrift Tomo II pág. 991.
del § 38 (en las tablas núms. 3 y 5); según éstas entre 1971 y 1990 el número de presos se ha elevado un ^' Profundizando en ello \ffeigend, JZ 1986, pág. 260.
26% hasta alcanzar la cifra de 34.799 (77,8 presos por cada 100.000 habitantes). ^^ Vid. Dünkel/SpieJ?, (edrs.) Alternativen zut Freiheitsstrafc, 1985; Jescheci, en: Jescheck (ed.), Die
^^ Sobre este aspecto vid. Driehold, en: Peters (ed.) Mufi Strafe sein? págs. 37-39, 46. Freiheitssttafe Tomo III págs. 2096-2112; vid. también Dolcini/Paliero, ZStW 102 (1990) págs. 235-239.
^^ Vid. Schoch, Gutachten C zum 59. DJT p. C 121 (tabla núm. 2). Acerca del crecimiento cuantitativo de la suspensión condicional en Alemania vid. las teferencias hechas
^^ Vid. Kaiser, Kriminologie. Einfíihrung pág. 593; vid. también Heinz en: Jehle, (ed.), Individualpravention supra § 5 V 1, así como las contenidas en NK (Villmow) nota preliminar núms. 34-36 antes del § 38; Schoch,
und Strafzumessung págs. 102 ss.; NK (Villmow) nota preliminar núm. 38 antes del § 38. Gutachten C zum 59. DJT págs. C 22 ss.; Trauken, BewH 1993, págs. 96-99.
804 § 70 Tendencias y problemas de ia Polín'ca criminal
11. Las sanciones en particular 805

cía podría ser mejorada aún más por medio de una aiupliación del servicio personal de asistencia
durante el periodo de prueba (vid. infia § 79 I 8d) ^ l solución hablan las evidentes ventajas de esta sanción: al autot se le somete a un esfuerzo gradual
(por medio de diferentes niveles de la obligación del trabajo), limitándose especialmente a la or-
3. Con un porcentaje que en el aiío 1991 alcanzó un 84% del total de las penas impuestas, la ganización de su tiempo libre y, simultáneamente, suministra una aportación constructiva como,
pena de multa (§§ 40-43a) es, con mucho, la sanción jun'dico-penal más frecuente en Alemania. por ejemplo, para fines sociales o la protección del medio ambiente, que pueden aparecer frente
También se ha impuesto en otros países como medio principal para la represión de la criminalidad a la colectividad como manifiesta negación del delito por él cometido ' ' . Pero, por otra parte, no
leve, pero no en la misma medida que en Alemania . A su importante éxito ha contribuido segu- puede pasarse por alto que, especialmente en tiempos de escasez de trabajo, pueden existir difi-
ramente la circunstancia de que hoy en día muchas posibilidades del desarrollo personal y del con- cultades para crear un número suficiente de posibilidades de intervención ^"5 en cualquier caso,
sumo (sólo) se obtienen con el dinero, de forma que la privación de medios financieros afecta la organización y asistencia del trabajo en beneficio de la comunidad exige un considerable es-
dolorosamente a la libertad de "autorreaJización" del autor sin privarle de su libertad ambulatoria. fuerzo administrativo. Problemática sería también la compatibilidad de una nueva sanción con-
Esto es válido sobre todo para sociedades con un nivel de vida relativamente alto en las que la ma- sistente en un "trabajo sin remuneración" con la prohibición de los trabajos forzosos prevista en
yoría de los individuos tienen a su disposición suficientes medios monetarios de carácter "libre" el art. 12 III GG, obstáculo éste que por medio de una aprobación formal por parte del afectado
para hacer frente al pago de la pena. Los problemas de la pena de multa residen ante todo en el no se elude sin más"*'. De todas formas, merecería la pena superar tales problemas si se pudiera
diferente efecto que despliega en fundón de la situación económica del reo ^^ y, además, en la difi- asegurar que en la praxis el trabajo en beneficio de la comunidad no va a entrar en juego en
cultad de su aplicación frente a autores sin patrimonio ni salario (al respecto vid. infra § 73 I 4). lugar de sanciones más leves (por ejemplo, la pena de multa), sino que va a ser aplicado frente a
Frente a ambas desventajas, sin embargo, se han encontrado remedios hasta cierto punto eficaces; a delincuentes que de lo contrario deberían cumplir una pena de prisión.
través del sistema de días-multa recogido en el § 40 ha sido posible adecuar la cuantía de la pena de
multa a la renta económica personal del autor y por medio de \-i pena patrimonial (§ 43a) se pro- 5. Con un gran esfuerzo el legislador alemán ha intentado en los últimos años elaborar
porciona incluso al tribunal el acceso a su patrimonio global para el caso de que se trate de delin- aquellas sanciones penales con cuyo auxilio puede privarse al autor de los beneficios obtenidos
cuentes vinculados con la "criminalidad organizada". Para condenados sin recursos, con los cuales con la comisión del delito . La pena de multa, cuya cuantía depende de los ingresos del autor,
originariamente sólo se pudo recurrir como medida excepcional a Wperui de prisión sustitutoria por sólo puede cumplir esre objetivo en menor medida (vid., no obstante, § 41). El instrumento
impago de multa (§ 43), existe desde hace algiín tiempo la posibilidad de hacer frente a la multa introducido hace ya tiempo para la privación de los beneficios del delito es la confiscación de las
por medio de trabajos en beneficio de la comunidad (vid. art. 293 EGStGB). Por medio de estas ganancias (" VerfaW) (§ 73) que, sin embargo, hasta ahora apenas si ha sido aplicado a causa de
razonables medidas político-criminales el legislador ha aportado soluciones para las típicas dificultades la configuración relativamente estrecha y complicada de sus requisitos (vid. infra § 76 I). En el
de aplicación; no obstante, su materialización sigue chocando en la praxis con obstáculos de distinto año 1992, a través de una modificación del § 73, el legislador se ha ocupado ante todo de que
signo (por ejemplo, la comprobación de la capacidad económica real del autor como base para la pueda serle detraído al autor la totalidad de los frutos (y no sólo la ganancia neta) obtenidos con
fijación de la cuota diaria [§ 40 II 2]), Tampoco sigue estando claro por qué se hace un uso tan su hecho. Más allá de esto, han sido rebajadas las exigencias probatorias en telación con el origen
escaso de la pena de multa en los supuestos en los que está presente un alto contenido de culpabili- delictivo de los objetos en posesión del autor por medio del nuevo instituto de la confiscación
dad (en los que habría que imponer 90 días-multa) ^''. ampliada de las ganancias í^' Erweiterter VerfalP) (§ 73d). Ya se había pensado en {3. pena patrimo-
nial (§ 43a) como medio para la privación al autor de los beneficios obtenidos que, no obstante,
4. Mientras que en Alemania el trabajo en beneficio de la comunidad sólo está previsto tal y como está regulada, no sirve para la consecución de ese objetivo (vid. infia § 73 IV 5a). El
como una (indirecta) sanción sustitutiva de la pena de multa (art. 293 EGStGB) ^'' y como con- principio según el cual el autor debe restituir los beneficios y objetos (o los bienes sustituidos)
dición de distintas medidas jurídico-penales (por ejemplo, en el archivo provisional del proceso adquiridos ilegalmente es como tal indiscutido y puede ser regulado legalmente sin mucho es-
penal [§ 153a I núm. 3 StPO] o en la suspensión condicional de la pena [§ 56b II niím. 3]), en fuerzo. A menudo, sin embargo, es difícil de probar que un determinado objeto patrimonial (o
cambio, en toda una serie de países se presenta como una pena autónoma ^^. A favor de esta una cantidad de dinero) procede del delito enjuiciado. A pesar de todo, la solución de este pro-

^^ Vid. al respecto Kaiser, Kriminologie § 116 págs. 31 ss. ^' Acerca de la valoración del trabajo en beneficio de la comunidad vid. H.-J. AlbrechtlSchddler, ZRP
' Profundizando en eWo Jescheclt/Grehing, (edrs.), Die Geldstrafe, 1978; vid. también Bishop, Non- 1988, pág. 278; Jung, Sanktionensystem págs. 165 ss.; en torno a la praxis Feuerhelm, Gemeinnützige Arbeit,
Cusrodial Alternatives págs. 79-86. 1991.
^' Sobre este punto vid. Trauken, BewH 1993, págs. 94 ss. '"' Sobre esta ftindamentación el Gobierno Federal ha rechazado hasta ahora la introducción del tra-
^ Vid. NK(Villmotv) nota preliminar núm. 32 antes del § 38; Schoch, Gurachten C zum 59. DJT bajo en beneficio de la comunidad como pena principal; vid. BT-Drucks. 12/3718 pág. 12.
págs. C 26 ss. "" Acerca de estas objeciones vid. Schall, en: Deutsche Bewñhrungshilfe (ed.), Die 13. Bundestagung
^^ La prisión sustitutoria entra en juego en lugar de la muirá para el caso en que ésta se incobrable (§ págs. 353 is.; Weigend, GA 1992, págs. 359 ss.; vid. también los reparos formulados por/fAfc Pfeijfer y
43); en lugar de aquél el autor puede prestar trabajos en beneficio de la comunidad cuyas particularidades Robra, en: Verhandlungen des 59. DJT, Sitzungsbericht O págs. O 120-O 126. En el 59. Deutschen
están reguladas por los distintos Lander. Juristentag 1992, fue rechazada mayoritariamenre la introducción del trabajo en beneficio de la comunidad
^* Así, por ejemplo, en Inglaterra (secc. 14 Powers of Criminal Courrs Act 1973), Francia (art. 131- como pena autónoma (Verhandlungen p. O 188).
8, 131-9 IV del Código penal) y en muchos Estados particulares de los EE. UU. (vid., por ejemplo, § ^^ Con carácter general, en torno al problema de la privación de los beneficios en Derecho penal,
755.091 Florida Criminal Laws; 38 Illinois Revised Statutes §§ 1005-1-18.1, 1005-5-7). Kaiser, Trondle-Festschrift pág. 685; también desde una petspectiva de Derecho comparado,/ MeyerlDesseckerl
Smettan (edrs.), Gewinnabschopfimg bei Betaubungsmirteldelikten, 1989.
806 § 70 Tendencias y problemas de la Política criminal 11. Las sanciones en particular 807

blcnia con ayuda del Derecho penal es algo que, a la vista de los actuales intentos del legislador nar (formales c informales) por un delito, al § 153a StPO le corresponde un porcentaje del 26% '*'•'.
alemán, puede ser seriamente puesto en duda •^. En la discusión internacional se habla en este contexto de una "Diversión", esto es, del desvío
6. Últimamente se ha discutido intensamente acerca del papel de la reparación de las conse- de una auténtica condena del acusado hacia un modo informal de sancionar''^. En Derecho pe-
cuencias del delito frente al ofendido (o frente a la colectividad)'*'*. El legislador ha reconocido bajo nal juvenil son de especial importancia diferentes formas de "Diversión", en cuya virtud pueden
ciertos requisitos en el § 46a la reparación del daño como causa para una atenuación de la pena o para ser adoptadas distintas medidas educativas que no precisan de una condena formal (§§ 45, 47
la dispensa de la misma. En esta regulación se plasma la extendida concepción de que el autor que JGG). hos problemas de esta clase de proceder con la criminalidad residen principalmente en el
compensa las consecuencias del hecho por medio de una contribución propia, realiza al menos en ámbito jurídico-procesal (reserva judicial, suposición de inculpabilidad, protección frente a una
parte los fines imaginables de la sanción penal (compensación por la culpabilidad, reconocimiento de autodeclaración de culpabilidad forzada, garantías procesales) " . Desde la perspectiva del Dere-
la validez de la norma de comportamiento vulnerada) y, simultáneamente, documenta el abandono cho penal la integración del espectro de reacciones oficiales en delitos leves por variantes menos
de su actitud hostil ante el bien jurídico"*'. Aún cuando la prestación reparadora del daño contiene perjudiciales es siempre bienvenida. No obstante, se debe atender aquí al peligro del "net
elementos penales no constituye por sí misma una pena; bajo determinados presupuestos, especial- widcning", esto es, la extensión del castigo infoimal a personas que, sin la existencia de tales
mente cuando el autor se ha esforzado en una compensación personal con el ofendido, pueden sin posibilidades, habrían obtenido un archivo del proceso sin consecuencias (por ejemplo, en vir-
embargo ser ampliamente cumplidos los fines de la pena de modo que ya no sea necesario acudir a tud del § 153 StPO) o, incluso, un pronunciamiento absolutorio '^.
una sanción. En este marco también se encuentran los numerosos proyectos de conciliación entre el 8. En su conjunto el Derecho penal alemán dispone de una amplia gama de posibles reac-
autor y la víctima que a nivel local se esfijerzan para conducir al diálogo durante el proceso penal al ciones al delito; de ahí que no resulte justificado el reproche que se le dirige de que "carece de
acusado y al ofendido para, de este modo, preparar la resolución del hecho sin una sanción formal'"'. imaginación" '^. En todo caso, tratándose de delitos menos graves, esto es, los que como máxi-
Cuando esto se logra, no sólo se tiene en cuenta el interés del autor en la evitación de un castigo, sino mo se castigan con la pena de prisión de un año, el tribunal también puede elegir entre las dife-
también el de la víctima en una rápida reparación del daño. tentes sanciones disponibles (prisión, suspensión condicional de ésta, multa o archivo condicio-
7. La reparación del daño se sitúa justo en el límite existente entre las sanciones penales y nal del proceso). Demasiado limitadas son, sin embargo, las posibilidades de combinación de
las extrapenales. Estas últimas poseen una importancia creciente como alternativas al castigo distintas penas. Si se pudieran combinar ampliamente entre sí, por ejemplo, prestaciones dinerarias,
tras una declaración formal de culpabilidad. En este contexto no sólo se piensa en las sanciones laborales, reparación e instrucciones asistenciales , vendrían a componerse de esta forma san-
pecuniarias del Derecho administrativo sancionador (§§ 1,17 OWiG) sino también, sobre todo, ciones que evitarían la privación de libertad y que, no obstante, acarrearían para el autor una
en los píigos que son impuestos al autor como contraprestación al archivo del proceso penal por carga importante como para poder considerarlas también suficientes en relación con los delitos
el fiscal o por el tribunal de acuerdo con el § 153a StPO; en este último caso se trata también de más graves. En este contexto también habría que pensar en introducir una más amplia y variable
una sanción estatal ante el injusto realizado por el autor; sin embargo, formalmente no se com- "pena condicional" de acuerdo con el modelo anglo-americano de la "probation", en la que el
prueba en absoluto la culpabilidad del hecho sino que el pago descansa sobre un sometimiento
"voluntario" del autor a "propuesta" de una instancia estatal '^. Esta forma de terminación del
proceso tiene un gran significado práctico; en el año 1991 fueron archivados 236.000 casos de "" La cifra se ha calculado de acuerdo con las referencias contenidas en la estadística judicial de 1991
acuerdo con lo previsto en el § 153a StPO •^^; si se tienen en cuenta todas las formas de sancio- (vid. siipra nota a pie niím. 48). Schoch, Gutachten C zum 39. DJT p. C 34, alega incluso un porcentaje del
42%; en éste, sin embargo, se incluyen también los archivos acordados sin consecuencias de acuerdo con el
§ 133 StPO.
''^ Vid. al respecto Eser, Stree-Wessels-Festschrift pág. 833; Perron, JZ 1993, pág. 918; Wefilaiu StV ^° Sobre este tema vid. Blaii, Juta 1987, pág. 25; Walter, TSC^ 95 (1983) pág. 32; acerca de la praxis
1991. pág. 226. de la terminación del proceso por el fiscal sin formular acusación, Eisenberg, Kriminologie § 27 núms. 16-
''^ Fimdamental sobre esta cuestión Frehsee, Schadenswiedergutmachung, 1987; Schoch, (ed.) 40; sobre la "Diversión" con jóvenes, Dirnaichner, Der nordamerikanische Diversionsansarz, 1990; Heinz,
Wicdcrgutmachung und Strafrecht, 1987; en torno al contexto internacional/!/«^, Sanktionensystem págs. ZStW 104 (1992) pág. 591; HeinzJStorz, Diversión im Jugendstrafverfahren, 1992; tempranamente crítico
147 ss.; acerca de su aceptación en la praxis Hertk, Schadenswiedergutmachung ais opfernahe Sanktionsstrategie, con la terminación informal del ptozeso Janssen, en: Kerner (ed.), Diversión statt Strafe? pág. 15; Kuhlen,
1994; una propuesta de regulación puede verse en: Alternativ-Entwurf Wiedergutmachung, 1992; en relación Diversión im Jugendstrafverfahren, 1988; Schaffitein, Jescheck-Festschrift Tomo II pág. 937.
con la posición contraria, Hirsch, ZStW 102 (1990) pág. 534; vid., además, siipra § 1 II 4. ^' Al respecto vid., además de los autores citados en la nota núm. 50, Weigend, en: Marks y otros
'*' Al respecto vid. Roxin, en: Schoch, (ed.), Wiedergutmachung und Strafrecht pág. 37; Schoch, (edrs.), Wiedergutmachung und Sttafrcchtspraxis pág. 37.
Gutachten C zum 39. DjT p. C 63-C 66. ^^ Sobre este aspecto Blau, Jura 1987, págs. 33 ss.; Kerner, en: BM] (ed.) Jugendsttafrechtsreform
'"' Una visión general puede encontrarse en Schreckling, Bestandsaufnaiimen, 1991. durch die Praxis pág. 265.
•^ La disposición contenida en el § 133a StPO fue muy discutida con ocasión de su introducción en '^ Así, Hirsch, Hilde-Kaufmann-Gedachtnisschrift pág. 162; vid. tímh'ién Maurach/Gossel/Zipf, M\g.
el año 1973, pero desde entonces se ha impuesto en la ptáctica por su fácil manejabilidad. Una exposición Teil II § 37 núm. 7.
abreviada de la discusión jurídico-política y de las propuestas de reforma se encuentra en AKStPO (Schoch) ^'^ No obstante, tales combinaciones son ya posibles de acuerdo con el Derecho vigente cuando se
§ 1553. núms. 7\-80;lowe/Jlosenherg/Rie/?,§ 133a núms. 11-15. suspende condicionalmente una pena de prisión (§§ 36, 36b II) o se impone una amonestación con reserva
''* La cantidad se refiere sólo a los "antiguos" Bundcslander e incluye los archivos ordenados por el de pena (§§ 39, 59a). De una intensidad más marcada es el "Baukastensystem" que permite la combinación
Tribunal de conformidad con el § 153a II; se ha calculado a partir de las Statistisches Bundesanit, Rechtspflege, entre sí de sanciones de catácter ambulatorio y que rige, por ejemplo, en Inglaterra (vid. secc. 11 Criminal
Reihe 2: Gerichte und Staatsanwaltschaften 1991, 1993, págs. 66, 72, 86. Justice Act 1991) y en Francia (vid. art. 131-3 a 131-9 del Código penal).
808 § 70 Tendencias y problemas de la Política - ¡na!
1. La abolición de la pena de muerte en Alemania 809

fracaso del reo no conduzca sin más, tal y como hace el § 56f 1, a la ejecución de la pena de
§ 7 1 Excurso: La p e n a d e muerte
prisión impuesta ^^.
9. Finalmente, las medidas de seguridad (§§ 61-72) aparecen cubiertas por un amplio Altetnativ-Kommentar zum Grundgesetz, Tomo 2, 2." ed. 1989; Althaus, Die Todesstrafe ais Problem
der chrisdicheii Ethik, Sitzuiigsberichte der Bayer. Akademie der Wissenschaften, philos.-histor. Klasse, 1955,
cspectfo de posibilidades de tratamiento y aseguramiento. Su segregación del ámbito de las pe-
Heft 2; Ámnesty International, United Srates of America. The Death Penalry, 1987; Anee!, Quelques
nas es consecuencia de la riguro.sa realización del principio de culpabilidad: dado que la pena no observations sur l'abolition de la peine de mort, Crime and Criminal Policy, Festschrift für M. López-Rey,
puede ir más allá de la medida del injusto culpable, para la lucha frente a una peligrosidad del 1985, pág. 33; Arc/jbold, Criminal Pleading, Evidence and Practice, 1995; Ballhausen, Todesstrafe durch
autor "demasiado alta" se dispone de sanciones especiales que poseen un carácter jurídico no pu- Alliierte, NJW 1988, pág. 2656; Bedau (Ed^), The Death Penalty in America, 3.= ed. 1982; Bedau/Radelet,
nitivo. El sistema de la doble vía de las sanciones penales que de ello se deriva es, ciertamente, de Miscarriages of Justice in Potentially Capital Cases, Stanford Law Review 40 (1987) pág. 21; Beristain,
una sistemática coherente pero no permite olvidar que la medida de seguridad impone al autor Katholizismus und Todesstrafe, ZStW89{1977) pág. 215; Black, Capital Punishment, 1974; Blom-Cooper
una carga adicional que con frecuencia es muy gravosa (por ejemplo, con la privación del permi- (ed.), The Hanging Question, 1969; Bockelmann, Todessttafe, Niederschriften, Tomo XI, pág. 14; ;•/ mis-
so de c o n d u c i r [§ 69] y, en especial, con la custodia de seguridad [§ G(i\) y q u e , mo, Die lationalen Gründe gcgen die Todesstrafe, en: Die Frage der Todessrrafe, 1962, pág. 131; Calliess,
comprensiblemente, hace que aquél la experimente como una pena '''. Esto es también reconoci- Die Todesstrafe in der Bundesrepublik Deutschland, NJW 1988, pág. 849; el mismo, Die Abschaffung det
do por el legislador por medio del abono para el cómputo de la pena de una medida de seguri- Todesstrafe, NJW 1989, pág. 1019; Dreher, Für und wider die Todesstrafe, ZStW 70 (1958) pág. 543; Düsing,
Die Geschichte det Abschaffung der Todessttafe usw., 1952; Ermecke, TJÍI ethischen Begründung der
dad ya cumplida (vid. § Gl IV). En el extranjero el sistema de la doble vía sólo se ha asumido en
Todesstrafe heure, 2." ed. 1963; Frankouiski, Die Todesstrafe in den USA, ZStW 100 (1988) pág. 951;
parte (vid. infra § 77 I 5). A favor de su mantenimiento básico habla sobre todo la idea de la Giegerich, Richtermacht und Todessttafe in den USA, EuGRZ 1995, pág. 1; GleJ?, Gary Graham — Ein
cercanía material del tribunal penal que, ante la comprobación de la culpabilidad por el hecho y Todes-Fall in den Vereinigten Staaten von Amerika, MschrKrim 1994, 69; Government Ofjapan, Summary
la investigación de la personalidad del autor ligada a ello, recibe una impresión de la peligrosidad of the White Paper on Crime, 1993; Helfer, Todesstrafe, HWB Krim, Tomo III, 1975, pág. 326; Herrmann,
potencial de aquél que le permite dictar las medidas de seguridad preventivas que a su juicio Der Supreme Court der Vereinigten Staaten erklarr die Todesstrafe für verfassungswidrig, JZ 1972, pág.
resulten más adecuadas. 615; Hollweg, Das neue Internationale Ttibunal der UNO und der Jugoslawienkonflikt, JZ 1993, pág, 980;
Arthur Kaufmann, Schuld und Strafe, 1966; Kelkr, Die Todesstrafe in ktitischer Sicht, 1968; Lagodny,
10. Globalmente, tras la Reforma de 1975, el sistema de sanciones alemán ofrece una Anmerkung zu EuGMR vom 7.7.1989, NJW 1990, pág. 2189; Lange, Die Todesstrafe im deutschen
base útU para que las reacciones del Estado ante la comisión de delitos sean racionales y adecua- Sttafrecht, en: Coloquio comemorativo do centenario da aboli^ao da pena de morte em Portugal, Tomo 1,
das a la culpabilidad del autor. Sin embargo, quedan todavía muchas cuestiones que corregir y o.J. (1968), pág. \6\; Mohrenschlager, Auslandische und Internationale Bestrebungen gegen die Todessttafe,
que adaptar a los desafíos de las nuevas formas de la criminalidad. En el cumplimiento de esta Festschfift für H. Dünnebier, 1982, pág. 611; el mismo, Intetnationale Konfetenz über die Todesstrafe in
misión debería tenerse siempre en cuenta la eficacia limitada del sistema sancionador jurídico- Sytakus, ZStW 100 (1988) pág. 252; elmismo, Volketrechtliche Abschaffung det Todesstrafe, Festschrift
penal: dado que el Derecho penal en su conjunto es sólo un ámbito parcial relativamente reduci- für J. Baumann, 1992, pág. 297; Noelle-NeumannlKocher (ed.), Allensbacher Jahrbuch der Demoskopie,
Tomo 9, 1993; Reuband, Sanktionsverlangen im Wandel, KZfSS 32 (1980) pág. 535; Schabbas, International
do del complejo sistema de control social del comportamiento, las refotmas del Derecho sancio-
Norms on Execution of the Insane and the Mentally Retarded, Criminal Law Forum 4 (1993) pág. 95;
nador no poseen repercusiones evaluables, ni positivas ni negativas, sobre la clase y frecuencia de
Sellin, The Penalty of Death, 1980; Stern, Das Staatstecht det Bundestepublik Deutschland, Tomo lll/l,
las acciones criminales '^. Ciertamente, la existencia de un sistema de administración de justicia 1988; Tettinger, Aufhebung des Art. 102 GG? JZ 1978, pág. 128; Wieck. Wider alie Vernunft: Die Todesstrafe
que funciona en su conjunto (o, en su caso, cuyo funcionamiento es presupuesto por la pobla- in den Vereinigten Staaren, MDR 1990, pág. 113; Würtenberger, Zur naturrechtlichen Problematik der
ción) obstaculiza la comisión de hechos punibles; sin embargo, las modificaciones internas del Todessttafe, Festschrift für J. Messner, 1961, pág. 521; Yoder, A Chrisrian Perspective, en: Bedau (ed.), The
sistema apenas influyen en la realidad del fenómeno criminal. Esta visión facilita la reforma del Dearh Penalty ¡n Ametica, 3. Ed. 1982, pág. 370; Zeisel The Detetrent Effect of the Death Penalty, en:
Derecho sancionador en la medida en que viene a desmontar supuestas barreras en contra de su Bedau (ed.), The Death Penalty ¡n America, 3." ed. 1982, pág. 116; Zimring/Hawkins, Capital Punishment
humanización: cuando la actividad de los tribunales penales no favorece o impide de una forma and the Ameiican Agenda, 1986.
mensurable la prevención del delito, las sanciones pueden ser configuradas y aplicadas de modo
que se presenten como una respuesta justa y moderada de la sociedad frente al delito y, simultá-
neamente, que puedan ayudar al autor en la medida de lo posible a su resocialización. I. La abolición de la pena de muerte en Alemania

1. La pena de muerte ha sido abolida a ttavés de! art. 102 GG '. A ttavés de esta notma
55 Al respecto vid. Horn, ZRP 1990, pág. 81; Schóch, Gutachten C zum 59. DJT págs. C 106-C constitucional no sólo se concteta el mandato geneial de que el Derecho debe respetat y proteget
108; Weigend, GA 1992, págs. 357 ss. El Derecho vigente posee ya en el § 56f II algunas posibilidades de la vida ^, sino que también se asegura la pretensión del individuo de que sea preservada su digni-
reacción variable para el supuesto en que fracasa el período de prueba.
5" Fundamental acerca de la problemática del Derecho de las medidas de seguridad, Frisch, ZStW
' Acerca de su historia vid. Düsing, Abschafifung det Todesstrafe págs. 276 ss. No obsrante, de forma
102 (1990) pág. 343; Kaiser, Befinden sich die kriminalrechtiichen Mafiregeln in der Krise? 1990.
inconsticional la pena de muerre está todavía exptesamente ptevista en el att. 21 I 2 de la Constitución del
''' En este sentido camina también el posicionamiento del Gobierno Federal en BT-Drucks. 12/3718
Land de Hessen. Esta disposición que, de acuetdo con el att. 31 GG estece de significado práctico, fue
pág. 2 (la misión de la prevención general "no ocupa un lugar primordial en el Derecho penal sino que ha
entendida en paite como "cláusula de provisión" para el caso de una teintioducción de la pena de muerte;
ser cumplida por todos los que son responsables del bien común"); vid. también Kunz, recht 1988, pág. 62;
no obstante, es conveniente su derogación; vid. Callies, NJW 1989, págs. 1020 ss.
NK(Villmow) nota preliminar núm. 82 antes del § 38.
^ AKGG(Azzola)m. 102 núm. 48; Maunz/Dürig,3Ln. 102 núm. 10.
810
§ 71 Hxcurso: La pena de muerte
11. L;a ficna de muerte en Dcreciio internación;-.! y en el extranjero 811

dad pctsonal. De ahí que una rcintroducción de la pena de muerte quede definitivamente ex-
cluida a través del art. 79 III en concxicSn con el att. 1 I GG ^. De acuetdo con el § 8 IRG La actitud de la opinión pública hacia la pena de muette no ha vatiado considerablemente
tampoco puede ser entregada una persona a otro país donde corra el peligro de que le sea aplica- desde el final de la II Guetta Mundial: mientras que con anterioridad a esta fue objeto de una
da la pena de muerte, a no ser que el Estado en cuestión garantice que en ese caso no se le im- importante aceptación, actualmente es rechazada de modo claramente mayoiitario " . Ningún
pondrá o, al menos, que no será ejecutada. argumento habla tampoco a favot de una reintroducción de la pena de muerte en relación con
los delitos más graves, ni siquiera para el caso de desórdenes internos o estado de guerra.
2. Determinante para la abolición de la pena de muerte por el Parlamento fue sobre todo la conmo-
ción derivada del abuso que de esta pena se llevó a cabo bajo el dominio nacional-socialista "*. Pero también,
independientemente de la situación histórica, la pena de muerte es estrictamente rechazable desde un Dere- II. La pena de,muerte en Derecho internacional y en el extranjero
cho penal humano pues aquélla, por una parte, no está al servicio de ningún fin racional y, por otta, lleva
consigo diversas desventajas y riesgos'. Moralmente no es defendible la muerte de una persona como com- 1. En Derecho internacional se han acrecentado en los últimos tiempos los planteamien-
pen.sación por su máxima culpabilidad pues a ningún juez le está atribuida la facultad de ptivar a otra perso- tos favorables a la abolición de la pena de muerte '^.
na de su derecho a la vida''. Políticocriminalmentc la pena de muerte es innecesatia pues no desarrolla un
efecto intimidatorio más intenso que el que despliega, por ejemplo, la cadena perpetua '. También puede a) El Convenio Europeo de Derechos Humanos parte, sin embargo, de la admisibilidad
ser cumplida suficientemente la función de aseguramiento de la colectividad frente a delincuentes perma- de la pena de muerte (att. 2 I 2 ) y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha rechazado
nentemente peligrosos a rravés de la cadena perpetua o de la custodia de seguridad (§ 66). también el intento de deducir la prohibición general de la pena de muerte de la proscripción del
trato inhumano o degradante contenida en el art. 3 EMRK . No obstante, dicho Tribunal ha
Aparte de ello, una teintroducción de la pena de muerte plantearía considetables problemas: desde
una perspectiva psicológico-social su ejecución da un mal ejemplo y, antes bien, favorecería un embruteci- declarado que las consecuencias ligadas con la aplicación práctica de la pena de muerte, sobre todo
miento de la conciencia pública al suponer un apoyo al libre ejercicio de la violencia *; los requisitos para la los largos periodos de espera en celdas para condenados a la pena capital, pueden constituir un
imposición de la pena de muette no pueden ser descritos de modo que puedan ser excluidas tanto la arbi- trato inhumano en el sentido de la EMRK'5. Más allá, un paso esencial da en el año 1983 el 6.°
trariedad en su imposición como su aplicación a los casos en los que es desproporcionadamente rigurosa , Protocolo al EMRK cuyo art. 1 declara abolida la pena de muerte, ordenando que nadie pueda ser
y, desde luego, los errores judiciales en la aplicación de la pena de muerte son irreparables '". condenado o ejecutado a la misma . Este Protocolo adicional fue ratificado por Alemania en el
ailo 1988 e incorporado al Derecho interno (BGBh 1988 II pág. 662; 1989 II pág. 814). Hasta

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