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EL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ

Matías Serrano de la Cruz González

TFG Grado Historia URV

Tutor: Josep Sánchez Cervelló

Curso 2014/15
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

A mis dos niñas, mi mujer Mónica y mi hija Enara

...y a la personita que está en camino


El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

ÍNDICE

1. EL SIONISMO Pág. 5-10

2. LORD BALFOUR Y EL HOGAR NACIONAL JUDÍO Pág. 10-13

3. LA CREACIÓN DEL ESTADO JUDÍO: LA NAKBA Pág. 13-23

4. CONFLICTOS Pág. 23-38

5. EL ESTADO JUDÍO HOY EN DÍA. EL PAPEL DEL AGUA EN EL CONFLICTO Pág. 38-47

6. PALESTINA HOY EN DÍA Pág. 47-51

7. EL FRACASO DEL PROCESO DE PAZ Pág. 51-68

8. CONCLUSIONES Pág. 68-70

9. BIBLIOGRAFÍA Pág. 71
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

INTRODUCCIÓN METODOLÓGICA

Cuando comencé a percibir que podría acabar la carrera enseguida tuve claro
que el TFG lo haría sobre Hª Contemporánea. ¿Por qué esta época y no otra?,
básicamente porque es el momento de la Historia en la que vivo actualmente.
Quería hacer un trabajo sobre algún conflicto que hubiese visto que recordara
con nitidez, así al menos podría tener una opinión formada por lo que he vivido
aunque no sea en primera persona, claro.

La idea de hacerlo sobre el conflicto en Palestina me vino a la cabeza tras


recordar los telediarios de TVE1 (lo único que existía al comienzo de los 80);
enseguida comencé a recordarlos, la invasión de Afganistán por la URSS, la
Guerra Irak-Irán, los conflictos en América del Sur con la siempre intervención de
EEUU. A nivel local, como no, los atentados de ETA un día si y otro también, la crisis
humanitaria en Etiopía, el IRA..pero han pasado los años, y si ha habido un
conflicto que no ha terminado aún y, sinceramente, con pocas opciones de ser
solucionado, ese es el de Palestina

Recuerdo nítidamente como casi todos los fines de semana se hablaba de la


franja de Gaza, de la Intifada y de Yahser Arafat. Yo no entendía nada, sólo se
que por un lado tiraba piedras y por otro disparaban con bala en lo que
aparentemente parecía un conflicto de índole religioso (¡qué equivocado
estaba!). Nunca supe realmente quienes eran “los buenos y los malos”, aunque si
que es cierto que al principio pensé que los palestinos estaban en contra de Israel
por el hecho de ser judíos por lo que yo veía en la TV (internet ni estaba ni se le
esperaba, aunque ya existía la World Wide Web).

El mundo ha cambiado mucho desde entonces, han cambiado países, han


desaparecido unos cuantos, hemos cambiado de moneda, aparentemente
terminó la Guerra Fría (ya veremos si Putin no vuelve a ponerla de moda), Oriente
Medio ahora es Oriente Próximo y hasta mi Atlético de Madrid ganó 2 ligas...pero
el conflicto en Palestina sigue vivo y muy vivo, por eso decidí hacer el TFG sobre
este asunto, sigue en primera plana, no siempre en titulares.

El TFG está estructurado explicando un poco donde comienza el sionismo o las


ansias hebreas de establecerse en la bíblica Sion y las razones que expone Hertzl
para justificar la creación de un estado judío. Los siguientes capítulos ahondan en
las complicaciones, en como Europa trocea toda la península arábiga bajo su
protectorado, antesala de la Declaración Balfourd que poco más o menos daba
el visto bueno a una ocupación de Palestina (bajo dominio británico) para el
establecimiento de los colonos judíos y como este hecho provocó una serie de
conflictos y revueltas a los que Europa se limitó a mirar hacia otro lado.

En los siguientes capítulos se hace mención a como la ONU da vía libre al


asentamiento judío bajo unas premisas que Israel nunca cumplirá, incluyendo la
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asimilación de mas territorio unilateralmente con el asentamiento de colonos que


provocará un gran éxodo de población palestina hacia los países fronterizos. Este
asentamiento ilegal conllevará el comienzo de las guerras árabe-israelí que sólo
servirán para que Israel asimile más territorio aún hasta el establecimiento de las
fronteras actuales, partiendo Palestina en 2 bloques no conectados, Gaza y
Cisjordania.

Hago mención a la utilización de recursos hídricos, desmontando la teoría de


conflicto religioso. Es un conflicto geopolítico clarísimo con la colaboración de
Occidente, a quien le interesa un socio estratégico en una zona que es un
polvorín y por el cual le permiten a Israel ser el país que mas resoluciones de la
ONU incumpla sin que ocurra absolutamente nada.

Por último, menciono como es actualmente la situación en la zona y los tratados


de paz que se han intentado negociar con poco éxito hasta el día de hoy, así
como hacer mención a las distintas resoluciones de la ONU sobre el conflicto,
incumplidas en su mayoría por Israel.

En el plano personal ,he de confesar que realizar que este trabajo me ha servido
para profundizar bastante en el conflicto, ya que la idea que tenía era
absolutamente distinta de lo que me he encontrado al investigar sobre ello; he
descubierto cosas que desconocía por completo, hasta el punto de cambiar
radicalmente mi postura; es evidente que la influencia de las diferentes ideologías
de los Mass Media influyen, y mucho, en nuestra capacidad de razonar sobre
hechos y conflictos, y solamente desde la investigación más profunda es posible
alcanzar un pensamiento crítico y objetivo del mismo.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Para este trabajo he utilizado bibliografía


especializada y también la prensa, procurando
mantener la equidistancia y la pluralidad de fuentes
que requiere toda investigación histórica.

1. EL SIONISMO

Como fue inventado el pueblo judío: Un libro


importante de Shlomo Sand

En Agosto de 2008, un artículo de Le Monde


Diplomatique acerca del libro escrito por Shlomo
Sand titulado “Como fue inventado el pueblo judío”
puso de manifiesto la realidad sobre el mito de La
Diáspora judía. Una lluvia de insultos fustigó en Israel Fig. 1 Theodor Hertzl

a Shlomo Sand cuando publicó el libro donde


desmonta mitos bíblicos que son cimiento del Estado sionista de Israel.

Profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Tel Aviv niega que los


judíos constituyan un pueblo con un origen común y sustenta que fue una cultura
específica y no la descendencia de una comunidad arcaica unida por lazos de
sangre el instrumento principal de la fermentación protonacional. Para él, el
"Estado judaico de Israel" lejos de ser la concretización del sueño nacional de una
comunidad étnica con más de 4000 años fue hecho posible por una falsificación
de la historia dinamizada en el siglo XIX por intelectuales como Theodor Herzl. En
tanto académicos israelíes insisten en afirmar que los judíos son un pueblo con un
ADN propio, Sand, basado en una documentación exhaustiva, ridiculiza esa tesis
acientífica. No hay además puentes biológicos entre los antiguos habitantes de
los reinos de Judea y de Israel y los judíos de nuestro tiempo.

El mito étnico contribuyó poderosamente para el imaginario cívico. Sus raíces de


sumergen en la Biblia, fuente del monoteísmo hebraico. Tal como la Ilíada, el
Antiguo Testamento no es obra de un único autor. Sand define la Biblia como
"biblioteca extraordinaria" que habrá sido escrita entre los siglos VI y II antes de
Nuestra Era. Sand dedica atención especial a los "Exilios" como mitos fundadores
de la identidad étnica.

Las excavaciones arqueológicas de las últimas décadas en Jerusalén y en


Cisjordania crearon además problemas insuperables a los universitarios sionistas
que "explican" la historia del pueblo judío tomando el Torah1 y la palabra de los
Patriarcas como referencias infalibles. Los desmentidos de la arqueología
perturbaron a los historiadores. Quedó probado que Jericó era apenas poco más

1
Texto fundador del judaísmo, la Torá –la raíz hebraica yara significa enseñar– se compone de los cinco primeros libros
de la Biblia, o Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio
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que una aldea sin las poderosas murallas que la Biblia cita. Las revelaciones sobre
las ciudades de Canaán alarmaron también a los rabinos. La arqueología
moderna sepultó el discurso de la antropología social religiosa.

En Jerusalén no fueron siquiera encontrados vestigios de las grandiosas


construcciones que según el Libro la transformaron en el siglo X, Antes de Nuestra
Era, la época dorada de David y Salomón, en la ciudad monumental del "pueblo
de Dios" que deslumbraba a cuantos la conocían. Ni palacios, ni murallas, ni
cerámica de calidad. Es también significativo que ningún documento egipcio
refiera a la "conquista" por los judíos de Canaán, territorio que entonces
pertenecía al faraón.

El libro de Shlomo Sand destruyó simultáneamente el mito de la pureza de la raza,


esto es de la etnicidad judaica. Una abundante documentación reunida por
historiadores de prestigio mundial revela que en los primeros siglos de Nuestra Era
hubo masivas conversiones al judaísmo en Europa, en Asía y África.2

El profesor Sand nos deja la conclusión clara de que: los judíos contemporáneos
-los israelíes- no tienen un origen común y su origen semita es un mito, son
conversos de otros latitudes y regiones. Y los judíos de España serían en su mayor
parte bereberes convertidos. Comparte la tesis de que los kazarios judaizados
constituyeron los principales orígenes de las comunidades judías de la Europa del
Este, que él denomina la Nación Yiddish.

Por último, los nuevos judíos, los retornados a Israel, los judíos israelíes de ningún
modo son originarios palestinos y, por tanto, su denominado retorno a su
tierra prometida debe considerarse como una invasión ejecutada por un clan
ideológico tribal.

El surgimiento del sionismo. Herzl

El mundo del Siglo XIX se ha caracterizado por dos cuestiones que han influido de
manera decisiva a lo largo de todo el Siglo XX: el ascenso de la democracia y la
aparición de un fenómeno tan significativo como es el Nacionalismo.

Para ser exactos, este nacionalismo cobró vigor hacia finales del Siglo XVIII, pero
sólo en los últimos tres cuartos del Siglo XIX comienza su inserción en la política.
Producto de esto, la identificación nacional se convierte en una fuerza política
fomentando a su vez por la ampliación del estrato de participación.

Los movimientos nacionalistas de la Europa de 1970 tenía como rasgos


fundamentales la necesidad de conservación de su cultura, su religión y de su
lengua, pero sobre todo el deseo de poseer un territorio propio dónde asentar su
nación.

2
SAND, Shlomo, Comment le peuple juif fut inventé - De la Bible au sionisme, París, Fayard, 2008
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Dentro del término Sionismo se pueden hallar dos acepciones:

1. El sionismo religioso o mesiánico que surge a partir de la Diáspora y que se


extiende a la actualidad,

2. El sionismo político y laico, que surge en el Siglo XIX y que tiene como meta
establecer un Estado en Palestina.

Esta última acepción es la que me interesa. Los defensores del sionismo sostienen
que fueron las circunstancias políticas y sociales del XIX en Europa las que llevaron
o dieron impulso al movimiento, ya que los judíos se hallaban impedidos de
participar en diversas esferas de la sociedad como la organización política,
porque ésta era expresión de los dogmas cristianos. Los judíos estuvieron en
peores situaciones que las que tenían en el Siglo XIX, por lo que esto no debe
considerarse de enorme importancia, además el sionismo que surge en el Siglo XIX
posee los rasgos característicos de los movimientos nacionalistas de la época.

No hay que ver en el sionismo un movimiento monolítico, sino que posee


diferentes corrientes y, la que mejor encuadra con los nacionalismos de la época,
es la del “sionismo político”, cuyo principal representante es Teodoro Herzl. En “El
Estado judío”, publicado en 1896, se da forma a los principales planteos del
sionismo político y es llevada hasta el extremo la idea de reunificación del pueblo
judío en un territorio, lo que se ha llamado el retorno a Sión, para crear allí un
Estado que sea fundamentalmente judío.

A lo que se intenta dar solución es a la “causa judía” (la imposibilidad de pensar


una integración de los judíos en la sociedad y la necesidad de “una tierra sin
pueblo para un pueblo sin tierra”) Ahora para Herzl: “... no es una cuestión social,
ni religiosa, aunque ella demuestre esto y otros tintes. Es una cuestión nacional, y
para resolverlo debemos hacer de ella un problema de política internacional, que
ha de ser liquidado en el Consejo de las Naciones civilizadas”3. Lo que se procura
es obtener un documento político que apoye mundialmente el movimiento para
la consecuente creación de Israel.

T. Herzl pronto sintió el antisemitismo de su entorno, tanto en la escuela como, tras


estudiar derecho, en los obstáculos para acceder a la carrera judicial. Pero la
reflexión más profunda sobre el antisemitismo la hizo en París (donde residió como
corresponsal de un periódico) en el contexto del asunto Dreyfus.

En el "El Estado Judío" concluyó que la única solución al problema judío era el
establecimiento de un estado judío en el solar de sus antepasados (en este
momento la tierra de Palestina estaba en manos del Imperio Otomano). "El Estado

3
T. Herzel. El Estado Judío. Pág 29
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

judío es una necesidad universal; por consiguiente, nacerá"4. Y, según él, el que
fuera posible este sueño dependía de los propios judíos.

El propio T. Herzl convocó el I Congreso Sionista que se celebró en Basilea en 1897,


se reunieron unas 200 personas provenientes de diversos países. La conclusión fue:
“el sionismo pretende establecer en Palestina un hogar para el pueblo judío que
esté basado en la ley pública”. Pocos días después del Congreso, Herzl,
proféticamente, escribió:

"Si quisiera resumir el Congreso de Basilea en una fórmula que me cuidaré de no


pronunciarla públicamente, diría: en Basilea he creado el Estado Judío. Si lo dijera
en voz alta, recibiría como respuesta el estallido de una carcajada general. Pero
dentro de cinco años, y a lo sumo, dentro de cincuenta años, todos lo admitirán.
La esencia del Estado reside en la voluntad política del pueblo, a veces
concentrada en la de una eminente personalidad (El Estado soy yo –Luis XIV). El
territorio no es más que la expresión concreta; pero el Estado propiamente dicho,
es siempre una abstracción, aun mismo donde el territorio existe. La Iglesia es un
Estado sin territorio, de otra manera el Papa no sería soberano. Creé en Basilea
esta abstracción, que por este mismo carácter, quedará invisible a la mayoría de
los hombres. ¡Y con qué medios ínfimos! Introduje lentamente a los hombres en
una efervescencia nacional, inculcándoles el sentimiento que ellos constituirán la
Asamblea Nacional"5

Además de su asimilacionismo, la visión de su propio


pueblo tampoco era la más adecuada para
convertirse posteriormente en el líder del sionismo: lo
consideraba un .pueblo retrógrado y afeminado y
gustaba de hacer bromas antisemitas, de lo que dejó
muchas muestras en sus cartas, diarios y novelas.
Entendía que su propio pueblo tenía un carácter
.avaricioso y deseoso de botín. En general, su visión
acerca del pueblo judío procedía del antisemitismo
de los gentiles. Esa percepción persistió incluso
después de su conversión al sionismo. En sus
memorias, iniciadas tras abrazar la fe sionista, son
frecuentes críticas al carácter judío.
Fig. 2 Arthur Balfour

4
T. Herzel. El Estado Judío. Pág 25
5
T. Herzel. El Estado Judío. Pág 29
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Éxitos y fracasos de Herzl

Herzl buscó desesperadamente un estado para su pueblo. Se inclinaba por


Palestina por razones históricas y tácticas .Israel seguía estando en el inconsciente
colectivo de millones de judíos. pero no descartó otras posibilidades. No le
bastaban colonias aquí o allá .en Palestina o en Argentina. Entendía que esas
soluciones no harían sino retrasar el antisemitismo: una vez que las colonias
aumentaran, el odio al pueblo judío no tardaría en aparecer y las consecuencias
podrían ser funestas. Por esa razón se lanzó a buscar apoyo en todas las
direcciones que pudo hasta llegar al agotamiento. Sin tener dinero ni grandes
apoyos tampoco cedió. Fue un maximalista político, lo que le llevó a enfrentarse
a los grandes magnates judíos que le podían haber apoyado; aún así, sin el
apoyo de éstos ni el de los grupos más organizados en ese momento .los Amantes
de Sión. desarrolló una labor diplomática de altos vuelos, impensable antes de él.
Se puede decir que a su muerte los resultados en ese terreno eran magros:
muchas promesas pero nada en concreto. Quizá el error más grave de Herzl fue el
de no entender la problemática del Imperio otomano, principal opositor a sus
proyectos. Alemania primero e Inglaterra después, e incluso la antisemita Rusia
podían haber obtenido beneficios del asentamiento de sus ciudadanos judíos en
Palestina. Sólo cuando ésta estaba a punto de caer .1917. el gobierno de Su
Majestad pudo ofrecer .un hogar nacional. a los judíos de todo el mundo
(Declaración Balfour)6.

El Imperio otomano sabía que con su veniat rompería el círculo vicioso: Alemania
o Inglaterra apoyarían el movimiento de judíos hacia Palestina y, con la ayuda de
los Estados, era altamente probable que las finanzas de los judíos acaudalados
llegaran en unos momentos en donde el antisemitismo en el Este de Europa hacía
estragos. El Imperio estaba sufriendo el cáncer del separatismo en los Balcanes y
en el este de la península de Anatolia el de los armenios, por lo que tenía miedo
de alimentar otro movimiento nacionalista dentro de sus fronteras. A pesar de las
buenas disposiciones de los sionistas, Constantinopla no se hacía ilusiones acerca
del futuro del verdadero carácter de la emigración judía hacia Palestina. El
embajador turco en Berlín describía su visión al Sultán: .No nos debemos hacer
ilusiones acerca del sionismo. A pesar de que los conferenciantes en el Congreso
(sionista) hablan de generalidades acerca del futuro del pueblo judío, los sionistas,
en efecto, desean la formación de un gran Estado en Palestina, que se extenderá
a los países limítrofes. ya que, según el embajador, como en Palestina no cabían
los diez millones de judíos perseguidos a lo largo del mundo, acabarían
extendiéndose. Cuando Herzl inició sus contactos con Chamberlain para situarse
en el Sinaí, el Sultán debió pensar que el informe de su embajador era cierto.

6
La Declaración oficial del Foreign Office británico, que estaba encabezado por Lord Arthur Balfour, iba dirigida a
Lord Rothschild, el gran benefactor sionista
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Quizá sea cierto que Herzl no era consciente de esa situación, o quizá,
sabiéndolo, pensó en jugarse el todo por el todo intentando preparar el camino
para cuando cayera el Imperio otomano, lo cual era previsible que sucediera
pronto como Herzl bien sabía.

Herzl murió sin ver hecho realidad sus sueños .situación con la que contaba ya
desde que escribió El Estado judío. sin embargo fue él quien abrió las puertas de
todas las cancillerías importantes a los sionistas. Sin su tenaz trabajo es difícil
pensar que la declaración Balfour se hubiera dado pocos años después de su
muerte y es muy probable que sin Herzl hoy día no estuviéramos hablando de un
país llamado Israel.

2. LORD BALFOUR Y EL HOGAR NACIONAL JUDÍO

Desde inicios de siglo, toda la política de los dirigentes sionistas —y, muy en
particular, la de Haim Weizmann7— estuvo orientada a negociar con las
potencias colonialistas la obtención de una autonomía para la importante
población judía en proceso de asentamiento en Palestina, fragmento territorial
del Imperio Otomano bajo protectorado británico.

A partir de 1920, las relaciones entre los dirigentes sionistas y la Administración


británica en Palestina se deterioran en función de la prohibición británica de
nuevas emigraciones judías, y los judíos palestinos —tras los importantes pogroms
promovidos por la población árabe y tolerados por los británicos en 1929 y 1936—
pasan a estructurarse en organizaciones de autodefensa.

La “Declaración Balfour” del 2 de noviembre de 1917 es la primera expresión de


esas negociaciones. Simultáneamente, Weizmann negoció acuerdos con el rey
Faysal de Arabia8, más tarde prolongados en las conversaciones con Abdallah de

7
Jaim Azriel Weizmann (en hebreo, ‫ ) ַוי ְ ְצ ַמן ַחי ִים‬fue un importante químico, dirigente sionista británico de origen
bielorruso y el primer presidente del Estado de Israel. Convencido de que el desenlace de la guerra dejaría a Palestina en
manos británicas, trabajó por obtener un compromiso de apoyo al establecimiento de un "hogar nacional judío" bajo
tutela de Londres en lo que entonces aún era una provincia otomana (los sionistas berlineses intentaban por su parte
obtener un compromiso parecido de Alemania). El compromiso británico llegó a finales de 1917 con la Declaración
Balfour, un texto que generó controversia en Downing Street y que apoyaba de un modo poco preciso las
reivindicaciones sionistas, pero lo suficiente como para que Weizmann lo llamara «carta magna de las libertades
judías». Una leyenda relaciona la Declaración Balfour con la producción de cordita: el Almirantazgo le habría ofrecido
el premio que él pidiera, y Weizmann pidió un Estado judío.
8 Faysal ibn Husayn (en árabe,‫حس ين ب ن فيص ل‬, también transcrito como Faisal o Feisal, ben o bin y Hussein o
Husain) (Taif, Hiyaz (hoy Arabia Saudí), 20 de mayo de 1883 - Berna, Suiza, 8 de septiembre de 1933), con frecuencia
nombrado como emir Faysal o Faysal I de Iraq, fue un miembro promintente de la familia de los hachemíes, líder de la
Rebelión Árabe entre 1918 y 1920 y rey de Irak de 1921 a 1933. Tercer hijo del jerife de La Meca Husayn ibn Ali, en
1913 fue elegido diputado al parlamento otomano por la ciudad de Jedda, al tiempo que su hermano Abd Allah ejercía
como vicepresidente de la cámara. Tomó contacto con el nacionalismo árabe a través de la organización Al-Fatat
durante una estancia en Damasco en 1916, el mismo año en que su padre fue nombrado rey del Hiyaz. Su madre fue
Abdiya bint 'Abdu'llah, Jerifa de La Meca
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Jordania9. El objetivo es la obtención de una mínima nación judía soberana


coexistente con su contexto árabe.

Foreign Office,

2 de noviembre de 1917.

Estimado Lord Rothschild,:

Tengo el placer de dirigirle, en nombre del


Gobierno de Su Majestad, la siguiente
declaración de simpatía hacia las aspiraciones
de los judíos sionistas, que ha sido sometida al
Gabinete y aprobada por él.

«El Gobierno de Su Majestad contempla


favorablemente el establecimiento en Palestina
de un hogar nacional para el pueblo judío y
hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar
la realización de este objetivo, quedando bien
entendido que no se hará nada que pueda
perjudicar los derechos civiles y religiosos de las
comunidades no judías existentes en Palestina ni
los derechos y el estatuto político de que gocen
los judíos en cualquier otro país.»Le quedaré
agradecido si pudiera poner esta declaración
en conocimiento de la Federación Sionista.
Sinceramente suyo,

Arthur James Balfour.

La Segunda Guerra Mundial y la explícita toma de partido del “mufti” de


Jerusalén en favor de Adolf Hitler lanzan a la población judía hacia la
transformación de esas organizaciones de autodefensa en grupos armados que
dibujarán el núcleo del futuro ejército israelí. “Irgún”, “Stern” y, sobre todo,
“Palmach” (Ejército popular) y “Haganah” (Ejército de defensa), emprenderán,
tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y bajo el trauma del holocausto nazi, la
lucha armada contra la Administración británica: son las tesis del llamamiento del
año 1946 de la Conferencia Sionista Mundial para la resistencia contra el “Libro
Blanco” británico de 1939. La guerra en Palestina ha comenzado.10

9
Abd Allah ibn Husayn (en árabe ‫( )نحس ي ب ن ﷲ عب د‬GBE); variantes de transcripción: Abdullah; bin o ben; Hussein,
Husain, etc.), conocido como Abd Allah I de Jordania, fue el primer gobernante de Jordania, con los títulos sucesivos de
emir de Transjordania (1923-1946), rey de Transjordania (1946-1949) y finalmente rey de Jordania (1949-1951)..
10
El Libro Blanco de 1939, también denominado Libro Blanco de MacDonald en referencia al ministro británico de
Colonias que lo patrocinó, es un texto publicado por el Gobierno británico de Neville Chamberlain el 17 de mayo de
1939 que determinaba el futuro inmediato del Mandato Británico de Palestina hasta que se hiciese efectiva su
independencia. El texto desechaba la idea de dividir el Mandato en dos estados en favor de una sola Palestina
independiente gobernada en común por árabes y judíos, con los primeros manteniendo su mayoría demográfica.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Bajo ese doble eje (deuda histórica hacia una población exterminada en los
campos de concentración y riesgo permanente de guerra civil en Palestina), la
ONU busca desesperadamente una salida razonable para la “cuestión judía”. Son
ya casi seiscientos mil los judíos instalados en “tierra santa” y la tendencia
migratoria asciende.

Un primer plan de partición será esbozado en 1946, luego modificado en 1947. La


formación de dos Estados, uno árabe y otro judío, sobre la antigua Palestina
otomana es aprobada por la Asamblea General de la ONU el 14 de mayo de
1948.

En su forma
final, la
resolución de
la ONU era
escasamente
favorable
para los
intereses
judíos. Si
concedía la
existencia de
un Estado
israelí, no es
menos cierto
que los
Fig. 3 Mapa Palestina-Israel
territorios y
fronteras que le otorgaban era escasos y pobres los primeros e indefendibles las
segundas. Basta ponerse ante el mapa trazado por el plan en 1947 para captar la
dificilísima situación en que un Estado israelí dividido en dos fragmentos
entrecruzados de adversarios se hubiera visto para sobrevivir.

David Ben Gurión acepta, sin embargo, de inmediato los términos de la resolución
y proclama la independencia de Israel. La Liga Árabe los rechaza y llama a la
guerra santa. La primera guerra árabe-israelí ha comenzado. Y, con ella, la
tragedia del pueblo palestino.

Noventa mil soldados egipcios, iraquíes, sirios y jordanos atacan a los setenta mil
guerrilleros de la “Haganah”. El resultado no puede ser más funesto para los
intereses de la población árabe Palestina. Contra todas las previsiones, los
paramilitares de la “Haganah” barren a los ejércitos regulares árabes. Del territorio
inicialmente fijado por la ONU para la formación de su Estado propio, los
palestinos verán, como resultado de la guerra, apropiarse, por un lado a Israel,
por otro a los países árabes limítrofes. El Estado hebreo incorporará así 6700
kilómetros cuadrados sobre lo previsto y establecerá una línea de frontera menos
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

inverosímil aunque aún militarmente muy vulnerable: en su parte más estrecha, el


Estado hebreo no es, en 1948, sino una franja de 14 km entre Cisjordania y el mar.
Egipto se apoderará de Gaza. Jordania, de la Samaria bíblica o Cisjordania, que
componía la fracción esencial del territorio previsto por la ONU como Estado
palestino.

El armisticio que da fin a la guerra en 1949 consagrará un mapa político


esencialmente distinto del previsto por la comunidad internacional. Palestina ha
muerto antes de haber comenzado a existir. 850.000 de sus habitantes inician su
largo exilio. El mundo árabe, bajo proclamas retóricas más o menos lacrimógenas,
se desentiende materialmente de ellos. Aún en 1956, Ahmed Chuqueiri, futuro
presidente de la OLP, podía proclamar, con el general consenso árabe como
“público y notorio que Palestina no es más que Siria del sur”.11

3. LA CREACIÓN DEL ESTADO JUDÍO: LA NAKBA

La proclamación del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948, situó por primera


vez frente a frente a sionistas, palestinos y Estados árabes. Las posiciones oficiales
de cada una de las partes ante el conflicto habían quedado claramente
establecidas en el debate sobre el plan de partición aprobado por la Asamblea

General de Naciones Unidas el 29 de noviembre de 194712. Sin embargo, detrás


de la declaraciones oficiales se escondían otros intereses e intenciones que no
coincidían con lo manifestado. La Agencia Judía aceptó el plan de partición, a
pesar del rechazo que suscitaba en algunos sectores del sionismo y del Yishuv13.
Entre los palestinos la posición mayoritaria era contraria a la partición, tan sólo los
sectores ligados a la familia Nashashibi, más cercana al emir Abdallah de
Transjordania, parecían ver con ojos favorables la partición de Palestina. Los
Estados árabes, a pesar de la condena de la Liga Arabe del plan de partición

11
No se trata ni mucho menos de un caso excepcional: años antes, el representante del Supremo Comité Árabe ante las
Naciones Unidas había presentado una declaración a la Asamblea General en mayo de 1947 que decía que «Palestina
era parte de la Provincia de Siria» y que «políticamente, los árabes de Palestina nunca fueron independientes en el
sentido de formar una entidad política separada»
12
Resolución (A/Res/181(II) (A+B)) "Future government of Palestine". La votación de la resolución de partición en la
Asamblea General de Naciones Unidas ofreció el resultado de 33 votos a favor: Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil,
Bielorrusia, Canadá, Costa-Rica, Checoslovaquia, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos,
Filipinas, Francia, Guatemala, Haití, Islandia, Liberia, Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega,
Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Suecia, Ucrania, URSS, Unión Sudafricana, Uruguay y Venezuela; 13 votos en
contra, la mayoría de Estados árabes o musulmanes: Afganistán, Arabia Saudita, Egipto, Iraq, Irán, Líbano, Paquistán,
Siria, Turquía, Yemen, además de Cuba, Grecia e India; 10 abstenciones y una ausencia: Argentina, Chile, China,
Colombia, Salvador, Etiopía, Honduras, Méjico, Reino Unido, Yugoslavia. Un resultado muy reñido, en el que cabe
destacar la ausencia de Siam, que había manifestado su intención de votar en contra de la resolución con lo que
solamente con otro voto contrario se habría impedido la mayoría de dos tercios necesaria para la aprobación.
Los documentos de Naciones Unidas sobre la cuestión palestina se pueden encontrar en:

http://domino.un.org/UNISPAL.NSF/test.htm!OpenPage
13
Comunidad judía en Palestina.
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presentado por la UNSCOP a la Asamblea General de Naciones Unidas, estaban


divididos en sus intenciones e intereses ante los sionistas y también ante los árabes
de Palestina.

La idea de la partición de Palestina en dos Estados empezó a tomar forma con la


Comisión Peel14, diez años antes del voto de la Resolución 181 en Naciones
Unidas. El elemento central de la resolución 181 era la solución biestatal para
Palestina: la partición de la zona en dos Estados soberanos, uno judío y el otro
árabe; junto con el área del Gran Jerusalén, Belén incluida, que debía quedar
bajo administración de Naciones Unidas. Las fronteras de estos Estados se
definieron según criterios de concentración de población árabe y judía, aunque
el entrevero de las dos comunidades hacía imposible la creación de Estados
homogéneos15. Tanto árabes como judíos se convertían en ciudadanos del
Estado en el que residían16, con libertad para elegir la ciudadanía fuera del
Estado de residencia y disfrutando de plenos derechos civiles y políticos; además,
se prohibía la expropiación de suelo excepto por necesidades públicas y con
total compensación. Tampoco estaba permitida la emigración árabe al Estado
judío ni la judía al Estado árabe durante el período de transición.

Los nuevos Estados judío y árabe se debían regir por constituciones democráticas
y comprometerse a resolver los conflictos internacionales por medios pacíficos.
También debían garantizar los derechos religiosos y el libre acceso a los lugares
sagrados. La resolución también ponía una fecha límite, 1 de agosto de 1948,
para la terminación del mandato del Reino Unido sobre Palestina y para la
retirada militar británica17, al mismo tiempo que establecía que una comisión de
Naciones Unidas supervisaría la transición. Palestina se debía mantener unida
económicamente con la creación de una unión aduanera, una moneda común,
la administración común de las principales infraestructuras y el desarrollo

14
En 1936, a consecuencia de la creciente invasión de judíos centroeuropeos que huían del nazismo, estalló el
movimiento de protesta de los árabes palestinos conocido como la Rebelión Arabe y que no sería totalmente reprimido
por los británicos hasta tres años más tarde. Ante la sublevación palestina el gobierno británico nombró una Comisión
Real presidida por Earl Peel, la cual, en el verano de 1936, se desplazó a Palestina para estudiar las causas de los
disturbios y proponer recomendaciones para terminar con ellos y evitarlos en el futuro. El informe final de la Comisión
Peel se presentó en julio de 1937, y en él se manifestaba que el Mandato sobre Palestina no tenía salida ya que las
reivindicaciones de judíos y árabes eran contradictorias. La solución propuesta por la Comisión era la partición de
Palestina en un pequeño Estado judío y otro árabe que, se sugería, podría fusionarse con Transjordania. JAMAL, Salah.
Palestina Ocupación y Resistencia, 3ª Ed. Barcelona, Flor del Viento, 2007 pp. 57-65.
15
El Estado judío tenía que ocupar el 56% del territorio de Palestina y tener una población de 499.000 judíos y de
510.000 árabes; mientras que el Estado árabe palestino recibiría el 43% del territorio con una población de 747.000
árabes palestinos y 10.000 judíos.
16
Aunque esta elección sólo se podía hacer en dirección minoría-mayoría: un árabe del Estado judío hacia el Estado
árabe y un judío del Estado árabe hacia el Estado judío.
17
Sin embargo, el gobierno británico, que el 2 de abril de 1947 ya había pedido a Naciones Unidas que incluyera la
cuestión de Palestina en su agenda ante su impotencia para solucionar el conflicto entre los intereses enfrentados de
judíos y árabes palestinos, anunció que el Mandato británico en Palestina terminaría el 15 de mayo de 1948 y que sus
tropas se retirarían lo antes posible. Más tarde, incapaz de mantener el orden y evitar la escalada de violencia entre las
comunidades árabe y judía que se desencadenó a partir del día siguiente a la aprobación de la Resolución 181, el Reino
Unido declaró que retiraría sus tropas antes del 16 de mayo de 1948. ACNUR, La situación de los refugiados en el
mundo. 50 años de acción humanitaria. Barcelona, Ed. Icaria, 2000 pp. 24-28
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

económico conjunto, particularmente en lo que se refería al regadío y a la


gestión del suelo agrícola, así como el uso no discriminatorio del agua y las
fuentes de energía. Paralelamente, se debían garantizar la libertad de tránsito y
de visita para los habitantes de los dos Estados y de Jerusalén.

La reacción ante los proyectos de partición de Palestina permite ver cómo definía
el problema cada una de las partes enfrentadas y su disposición a negociar. La
corriente mayoritaria en el movimiento sionista defendía como objetivos
prioritarios la creación de un Estado judío, aunque fuera sólo en parte de
Palestina, y que se abrieran las puertas a la inmigración judía en Palestina, tanto
para proteger a los judíos que huían del antisemitismo europeo como para
facilitar el cambio demográfico en la zona y la consecución de una mayoría judía

Los árabes, tal como expresaban en la Declaración presentada ante el Comité


Anglo-Americano de Investigación, de ninguna forma podían aceptar las
demandas sionistas. Defendían su derecho a Palestina por derecho de residencia.
Veían en la inmigración extranjera, y en el sionismo, una amenaza que los dejaría
en minoría en un Estado extranjero, y reclamaban como mayoría su derecho
democrático a tomar sus propias decisiones18.

El sionismo, para los árabes palestinos, había cambiado ya el curso de su historia.


Según ellos, Palestina permanecía todavía bajo el mandato y separada del
mundo árabe a causa de las reclamaciones judías, de la misma forma que había
sido separada del marco sirio, al cual pertenecía por su geografía e historia. Así,
los árabes reclamaban el derecho de los árabes palestinos a seguir ocupando su
tierra, a un gobierno democrático para toda la población sin distinción de credos,
a formar parte del mundo árabe. Por ello exigían que se detuviera la inmigración
judía y rechazaban la partición, pues consideraban que someter a parte de la
población árabe a un gobierno extranjero en una situación de minoría, aunque
sólo fuera en una parte de Palestina, era tan injusto como hacerlo en toda ella.
Además, eran muy conscientes de las dificultades que planteaba la partición

18
Es necesario señalar la incongruencia implícita en el sionismo al utilizar los mismos argumentos ideológicos que el
antisemitismo europeo de infausta memoria: la identificación del Estado -superestructura política- con la Nación y no
con la ciudadanía; la pertenencia del Estado -territorio- a la Nación, con la que tiene un lazo histórico-espiritual, y no a
sus habitantes. Así, al proponer una solución al problema judío y manifestar que la Tierra de Israel (Palestina) era el
hogar nacional del pueblo judío, se estaba dando la razón a aquellos que afirmaban que los judíos constituían un cuerpo
extraño en cualquier otro Estado. Curiosamente, la defensa sionista de los derechos de nación judíos por encima de los
derechos de residencia de los árabes palestinos, supusieron durante mucho tiempo un ataque del nacionalismo más
retrógrado a la concepción liberal de los palestinos de lo que tenía que ser Palestina: un Estado democrático para todos
sus ciudadanos independientemente de sus creencias o adscripción comunitaria. También curiosamente, para ser
escuchados tanto por Israel como por la comunidad internacional, los palestinos han tenido que adoptar una óptica
nacionalista-etnicista y proponer un Estado para el pueblo palestino: se han visto obligados a retomar un vocabulario
ideológico del que Occidente y especialmente Europa está intentando no sólo alejarse, sino además comprobando todo
el peligro que conlleva. FINKELSTEIN, N. Imagen y realidad del conflicto palestino-israelí, Madrid, Ed. Akal, 2003,
p.117
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

tanto en el ámbito geográfico y demográfico como en el ámbito político, ya que


la población árabe no aceptaría someterse a los sionistas ni ser transferida al
Estado árabe. También se manifestaba la desconfianza ante las aspiraciones del
sionismo a toda Palestina, y a que el Estado judío las alentara y fuera la base para
futuras actividades en esta dirección, lo que conduciría al enfrentamiento con los
vecinos árabes y a la desestabilización de todo Oriente Medio19.

Las corrientes, tanto en el sionismo como entre los árabes, que habrían podido
suavizar las posturas y posibilitar una negociación eran minoritarias. En el sionismo,
la defensa de un Estado binacional fue desestimada por la mayoría al negar la
creación de un Estado judío. Y tampoco fue aceptada por los árabes palestinos,
pues suponía igualmente la cesión de sus derechos de mayoría. Entre los árabes
palestinos, las propuestas de un acercamiento a Abdallah de Transjordania y de
una posible federación de judíos y árabes palestinos y transjordanos bajo su
reinado también eran rechazadas por la mayoría, liderada por el Alto Comité
Arabe y los Husseini, ya que las veían como la expresión de un doble peligro para
su soberanía y su tierra: el sionista y la ambición de Abdallah.

La imposibilidad de la negociación cara a cara entre los sionistas y los árabes


palestinos se expresó en la negativa de ambas partes a participar en la
conferencia convocada por Londres el 10 de septiembre de 1946. Tan sólo la Liga
Arabe aceptó sentarse en la mesa con los británicos. La polarización de las dos
posiciones era tanto más fácil de mantener al no tener que negociar frente a
frente sino presionar a los terceros que debían tomar las decisiones sobre
Palestina: el Reino Unido primero, y la URSS y Estados Unidos una vez que la
solución del conflicto se trasladó a Naciones Unidas. Así, hasta el inicio de la
guerra, el poder de sionistas y árabes para influir en el futuro de Palestina no se
manifestaba en el enfrentamiento directo, sino que lo hacía en la capacidad de
presión sobre el Reino Unido, la URSS y Estados Unidos.

El Reino Unido, sometido a las tensiones y compromisos con sus propios aliados en
la región y enfrentado directamente tanto a los judíos de Palestina como a los
árabes, no mantuvo una posición coherente. Desde la Declaración Balfour hubo
distintas propuestas británicas que intentaban responder a las presiones más
fuertes en cada momento. Por ejemplo, hubo grandes diferencias, en el último
período de administración británica, entre el informe Peel, el Libro Blanco, el
informe Morrison-Grady, y los planes de Abdallah de Transjordania. Había un
cierto equilibrio entre la capacidad de presión de árabes y sionistas ante el
ReinoUnido, lo que se reflejaba en esta falta de coherencia británica. Ernest
Bevin, el secretario del Foreign Office durante los últimos tiempos del mandato y
en el momento del debate sobre la partición en Naciones Unidas, tenía una

19
Es menester destacar lo acertado de los miedos y las predicciones árabes ya en el año 1942.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

posición más comprensiva hacia los árabes de Palestina, enfrentado en este


aspecto a la oposición de Churchill, quien era claramente prosionista12. Sin
embargo, el gobierno británico, más cercano a los árabes, ya había cedido su
lugar en el sistema internacional a las dos superpotencias emergentes de la
Segunda Guerra Mundial.

La Unión Soviética se mostró favorable a la partición y apoyó la opción sionista


desde el inicio. Para los soviéticos, la partición y la creación de un Estado judío
suponía un avance en el objetivo de desplazar a los británicos de Oriente Medio.
Además, dada la procedencia de la mayoría de emigrantes a Palestina de países
del este y del centro europeos, se esperaba que el Estado judío se convertiría en
un aliado en Oriente Medio. La mayor afinidad ideológica con los sionistas y la
desconfianza con que los soviéticos veían a los regímenes árabes, retrógrados y
controlados por Gran Bretaña y Francia, también influyeron en la clara toma de
posición prosionista de la URSS. De hecho, la Unión Soviética fue la única potencia
que ofreció apoyo político y militar a los sionistas durante los decisivos años 1947-
194815. Los soviéticos suministraron armamento pesado a los sionistas y
reconocieron de iure inmediatamente a Israel. La URSS, a pesar del
distanciamiento posterior con Israel y de la ruptura de relaciones tras la guerra de
junio de 1967, siempre reconoció el derecho a existir del Estado judío dentro de la
Línea Verde20

La política estadounidense hacia el problema palestino se acercó a las posiciones


sionistas sobre todo a consecuencia del Holocausto. En principio, fueron los
propios británicos los que quisieron implicar a Estados Unidos en Palestina. La crisis
económica de posguerra y la creciente violencia de la revuelta sionista en
Palestina llevaron al gobierno del Reino Unido a pedir la participación
norteamericana en la solución del problema. La intención inicial era que
Washington se comprometiera y sufragara la presencia británica en Oriente
Medio, enfrentada a la Unión Soviética. Sin embargo, la posición del gobierno
británico y la de la Administración estadounidense respecto al problema palestino
eran cada vez más distantes. Mientras que el Reino Unido hacía todo lo posible
para mantener su presencia colonial en la zona y las relaciones con los aliados
árabes, y para ello necesitaba oponerse a la partición; Estados Unidos,
presionados por los sionistas y asumiendo su papel de superpotencia, definían una
política propia que sí pasaba por la partición y la creación de un Estado judío en
Palestina.
El presidente Truman, después de dudar y pensar en algún otro tipo de solución,
terminó apoyando el plan de partición y las recomendaciones de la UNSCOP a la
Asamblea General21. Las presiones de los informes que llegaban desde Europa
20
La Línea Verde era la línea de separación de fuerzas negociada en los armisticios de 1949.
21
La Administración de Estados Unidos estaba dividida ante la propuesta de partición.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

sobre el Holocausto y la situación de los judíos en los campos de concentración,


la influencia de los partidarios del sionismo dentro de la Administración, y la
necesidad del voto judío para las elecciones inminentes22 fueron determinantes
para la toma de esta decisión.

El informe de la UNSCOP y la resolución 181 suponían la implicación de un nuevo


actor en el conflicto: Naciones Unidas. Pero, sobre todo, significaba que
definitivamente el destino de Palestina se había decidido en un foro que, para los
árabes, no tenía ni la autoridad ni la legitimidad para hacerlo. Si ya era difícil una
posible negociación directa entre las partes enfrentadas antes de la resolución
181, tras su adopción fue evidente que los sionistas no aceptarían menos de lo
que la Asamblea General les había otorgado. En Palestina, la solución del
problema por los directamente afectados sólo podía tener una dimensión: la
militar.

La Nakba

1948 fue el año de la Nakba (catástrofe) palestina, el desalojo de los palestinos y


la desmembración y desarabización de la Palestina histórica.

Durante la guerra de 1948 y el período inmediatamente posterior a la Nakba, el


nombre de Palestina fue borrado del mapa. En 2013 los palestinos conmemoraron
el sexagésimo quinto aniversario de la Nakba, una fecha señalada en la memoria
colectiva palestina y el suceso más traumático en la historia del pueblo palestino.
La ruptura de 1948 y la limpieza étnica de Palestina son sumamente importantes
para la sociedad palestina actual y para la identidad colectiva y la historia social
palestinas.

La resistencia contra la limpieza étnica y el politicidio constituye un elemento


básico de la historia moderna de los palestinos como pueblo.

En 1948, además de establecerse un Estado colonialista de poblamiento en


prácticamente el 80 % de la Palestina del Mandato británico, también se perpetró
la destrucción de la Palestina histórica y la limpieza étnica de los palestinos. El
desmantelamiento de la sociedad palestina obedecía al infausto Plan Dalet,
cuyo principal objetivo era destruir ciudades y pueblos palestinos. Este plan
consistió en una serie de atrocidades de entre las cuales la matanza de Deir Yasin
en abril de 1948 es la más conocida.

22
La influencia de Clarck McAdams Clifford, el consejero electoral de Truman, a favor de la partición, y el peso del
voto judío en Nueva York tuvieron un peso decisivo en la decisión presidencial.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Del territorio ocupado por Israel en 1948-1949 fueron expulsados el 90% de los
palestinos, muchos mediante una guerra psicológica y/o presiones militares, y un
buen número a punta de pistola. La guerra de 1948 brindó sencillamente la
oportunidad de ampliar el Estado judío a la mayor parte de la Palestina histórica.
Concentró las ideas sionistas y, aduciendo explicaciones y justificaciones basadas
en la seguridad, la estrategia militar y la demografía colonial, se propuso “purgar”
el Estado judío.

La solución sionista habitual con


respecto a los habitantes autóctonos
del país se basaba en la reivindicación
de la propiedad judía exclusiva y la
soberanía sionista de la “Tierra de la
Biblia”

Casi toda la cultura material palestina,


su paisaje, toponimia y geografía, que
había resistido incluso a las cruzadas
latinas, ha acabado destruida a manos
del Estado israelí; un Estado creado en
Fig. 4 David Ben Gurion nombre de la Biblia hebrea23 por el
“nuevo hombre hebreo” y su comunidad de colonos europeos emigrados a
Palestina entre 1882 y 1948. Para empezar, el Estado israelí ocupó la tierra de los
750.000 refugiados palestinos, a quienes impidieron regresar; después instalaron a
inmigrantes judíos en las casas y los barrios que pertenecían a los refugiados. Con
el propósito de presentar el colonialismo europeo como la continuación de una
antigua propiedad judía de la tierra, los nombres árabes históricos de
emplazamientos geográficos se sustituyeron por topónimos hebreos de cuño
reciente, algunos de los cuales evocan nombres bíblicos. Inventarse y movilizar el
paradigma etnocéntrico de “el pueblo elegido-la tierra prometida” y el mito de
que el Antiguo Testamento proporciona a los sionistas un “título de propiedad”
sacrosanto sobre la tierra de Palestina firmado por Dios ha sido una herramienta
básica de las políticas de limpieza étnica y colonialismo de poblamiento en
Palestina. El mito del “retorno” judío después de dos mil años de exilio y la
arraigada inclinación entre los sionistas a considerar Palestina como un país sin sus
habitantes nativos (el infausto eslogan sionista de “una tierra sin pueblo para un
pueblo sin tierra”) han sido siempre un potente señuelo para la colonización de
Palestina.

23
La Biblia hebrea o Torá está compuesta sustancialmente por el Pentateuco (cinco primeros libros del Antiguo
Testamento cristiano), revelados por Yahvé a Moisés, según la tradición
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

La Nakba es el punto de inflexión de la historia moderna de Palestina: aquel año


más de 500 aldeas y pueblos y un país entero y su población desaparecieron de
los mapas y diccionarios internacionales. La súbita destrucción de la sociedad
palestina es lo que provocó que la Nakba sea una fecha señalada para el
pueblo palestino: un año de ruptura traumática en la continuidad del espacio y el
tiempo histórico de su historia.

El exterminio y el desplazamiento de los palestinos no finalizó con la guerra de


1948; las autoridades israelíes siguieron “trasladando” (un eufemismo para la
expulsión de los palestinos del país) a los palestinos, colonizándolos y
despojándolos de sus bienes durante los década de los cincuenta. . Después de
la Nakba sólo una pequeña minoría, 160.000 de 900.000 palestinos, permaneció
en la parte de Palestina donde se había establecido Israel. Después de la guerra
de 1948 los palestinos de Israel tuvieron que soportar dieciocho años de gobierno
militar, que restringía sus movimientos, controlaba casi todas las facetas de sus
vidas y servía de instrumento para el expolio de la casi totalidad de sus tierras El
gobierno militar (1948-1966) declaró los pueblos palestinos “zonas militares
cerradas” para evitar el regreso de las poblaciones desplazadas. El ejército israelí
y el Fondo Nacional Judío (FNJ; en hebreo, Keren Kayemet L’Yisrael, literalmente
“Perpetuo Fondo para Israel”), los brazos ejecutores más importantes del sionismo,
fueron las dos instituciones principales encargadas de garantizar que los
refugiados palestinos no pudieran volver a sus tierras24, lo que les convierte en
cómplices de la destrucción de casas y aldeas palestinas y su transformación en
asentamientos judíos, parques temáticos arqueológicos e históricos, bosques e
incluso aparcamientos. El primer director del Departamento de Asentamientos del
Fondo Nacional Judío, Yosef Weitz, funcionario colono sionista laborista por
excelencia (y prolífico cronista), que ayudó a concebir y orquestar el “traslado de
Palestinos”, escribió el siguiente apunte en su diario en 1940:

“Debe quedar claro que no hay sitio para ambos pueblos… Una vez los árabes
sean trasladados, el país se nos abrirá de par en par… La única solución es una
Tierra de Israel… sin árabes… El único camino es trasladar a los árabes de aquí, a
todos ellos, a los países vecinos, excepto quizá Belén, Nazaret y el Viejo Jerusalén.
No debe quedar ni una sola aldea ni una sola tribu”

El Fondo Nacional Judío participó decisivamente en la expulsión masiva de 1948 y


en el memoricidio de la Nakba organizado por el Estado. Después de 1948 el FNJ
reforestó con bosques las aldeas desalojadas para ocultar la presencia palestina.
Después de 1948 la minoría palestina –los palestinos que quedaron, desplazados
interiores en su mayoría– pasaron a ser ciudadanos de segunda clase, sujetos a un
sistema de administración militar promovido por un gobierno que confiscó el

24
La destrucción de los pueblos árabes, entre 350 tenía el objetivo de impedir el regreso de la población desplazada.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

grueso de sus tierras. En la actualidad prácticamente una cuarta parte de los 1,3
millones de ciudadanos palestinos (árabes israelíes en el discurso sionista israelí,
pero palestinos de 1948 entre los palestinos) son «refugiados interiores».Israel y el
Reino Hashimí de Jordania fueron los dos beneficiarios directos del
desmembramiento de Palestina, su supresión del vocabulario político, la
redistribución de los palestinos (Jordania se anexionó formalmente Cisjordania en
abril de 1950) y la aniquilación de sus dirigentes; ambos países se negaron a
reconocer la existencia del pueblo palestino o una identidad palestina
independiente; ambos países concedieron la ciudadanía a los palestinos bajo su
jurisdicción al tiempo que intentaban destruir la identidad palestina a través de la
israelización-hebraización y jordanización-anexionismo; ambos tomaron medidas
para evitar que los palestinos conmemorasen las matanzas israelíes y sionistas
ambos ocuparon las dos mitades de Jerusalén; ambos regímenes produjeron una
cultura política hegemónica y combinaron la coerción y la persuasión para
subordinar a los palestinos; ambos impusieron un estricto sistema de control y
vigilancia sobre sus comunidades palestinas, y un sistema de clientelismo gracias
al cual captaron e integraron en sus sistemas de control a notables (nikhbadim en
hebreo), mujtares (jefes de aldea), jefes hamula (clan) y jeques tribales; ambos
países usaron muros de miedo y sus servicios internos de seguridad (el Shin Bet en
Israel y el Mujabarat en Jordania) para eliminar la identidad palestina y el
descontento popular En ambos países hubo palestinos que colaboraron con la
despalestinización y otros que se opusieron a ella; en ambos países la política de
los notables y los dignatarios sigue siendo uno de los mayores escollos para la
narración de la historia palestina y la reciente reafirmación de la identidad
popular palestina. Tanto en Israel como en Jordania las élites políticas
dominantes, en el gobierno y en la sociedad, siguen poniendo en entredicho la
lealtad de los palestinos.
En 1948 las antiguas y prósperas ciudades costeras de Palestina –Jaffa, Haifa y
Acre– fueron prácticamente desalojadas. Los pequeños grupos de residentes
palestinos que quedaron se concentraron en barrios pobres. Jaffa ejemplifica,
como ninguna otra región en Palestina, la destrucción de la sociedad palestina
en 1948: pasó de ser un eminente centro comercial, cultural y nacionalista, y uno
de los mayores puertos cosmopolitas de exportaciones e importaciones del
mundo, a un mero suburbio.

Pese a que la estrategia de control de Israel, una combinación de represión,


miedo, segmentación y clientelismo, era bastante eficaz, hoy en día parece que
los esfuerzos para que los palestinos acepten el discurso ideológico sionista han
fracasado estrepitosamente.25

25
Ben Gurion deja clara su posición ante el gabinete el 16 de junio de 1948 al manifestar: "I do not want those who fled
to return" Se pronuncia en una carta sobre el problema de los refugiados palestinos negando su derecho al retorno. Y lo
hace invocando no sólo la seguridad, ¡sino también razones económicas, de empleo y de alojamiento!
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Una vez negado el derecho a la autodeterminación, la independencia y el


Estado, después de 1948 los palestinos pasaron a ser tratados como «refugiados
árabes» y considerados bien como un «problema humanitario», merecedor del
apoyo de los organismos internacionales de cooperación –en concreto del
Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los
Refugiados de Palestina en Oriente Medio–, bien como un problema económico
que requería una solución definitiva a través de programas de reasentamiento y
empleo. En cierta medida, la desposesión acortó distancias entre palestinos
urbanos y rurales, pudientes y pobres, instruidos y analfabetos, que en muchos
países sufrían un sinfín de restricciones políticas y económicas, con independencia
de su posición social o su vida en Palestina.

La memoria colectiva, el recuerdo y la narración del conflicto han constituido el


lugar decisivo de la lucha en Palestina-Israel. La Nakba como trauma
ininterrumpido ocupa un lugar central en la psique palestina. Los testimonios de
los traumáticos sucesos de 1948 son indispensables para la sociedad palestina
actual. La Nakba es la línea que delimita dos períodos contrapuestos, el antes y el
después de 1948. Cambió la vida de los palestinos en el plano individual y
nacional de forma drástica e irreversible; sigue estructurando la vida de los
palestinos y configurando la cultura palestina.

El trauma de la Nakba ha afectado a la identidad nacional palestina de dos


modos contradictorios. Por una parte, la Nakba abocó a la destrucción de gran
parte de la sociedad palestina y a la dispersión y fragmentación del pueblo
palestino. Pero, por otra, a resultas de la confrontación y del rechazo de los
estados árabes vecinos, la Nakba también produjo la cristalización de una
identidad palestina distinta y resistente. Si bien es cierto que la formación de la
identidad nacional
palestina se había
consolidado mucho
antes de 1948, no cabe
duda de que la Nakba
fue un elemento
decisivo en la
consolidación y
reconstrucción de una
identidad palestina
contemporánea fuerte
y claramente definida.

La Nakba provocó la
dispersión, la
desintegración y la
Fig. 5 Acuerdos Sykes-Picot
fragmentación del
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

pueblo palestino y una división mayor entre la minoría palestina que permaneció
en Israel y los refugiados palestinos obligados a cruzar sus fronteras26, que en la
actualidad se cuentan por millones. Durante la guerra de junio de 1967 cientos de
miles de refugiados palestinos fueron expulsados de Cisjordania y Jerusalén
Oriental a Jordania. Desde 1967 Israel ha fomentado más separaciones entre la
población palestina: entre Jerusalén Oriental y Cisjordania; entre Cisjordania y
Gaza; y más recientemente entre los principales rivales políticos, Fatah y Hamas; y
desde los Acuerdos de Oslo de 1993 entre los dirigentes de la Autoridad Palestina
y las comunidades de refugiados y de la diáspora. Sin embargo, la ruptura
traumática de la Nakba permanece enraizada en la conciencia colectiva
palestina: el recuerdo de la vida anterior a la guerra de 1948 y el impacto, la
devastación, la humillación y el sufrimiento infligidos por los desplazamientos
masivos de 1948 y 1967 siguen configurando la política palestina y continúan
siendo centrales en la sociedad palestina actual. Millones de palestinos viven
todavía sometidos al colonialismo y la ocupación israelí o en el exilio, y la Nakba
está en el corazón de la identidad nacional y la resistencia política palestina. Hoy
en día cerca de dos tercios de los 11 millones de palestinos que existen son
refugiados o desplazados interiores; en torno a 6 millones viven en Oriente Próximo
y hay muchos más repartidos por el mundo. Sin duda la Nakba y el sufrimiento
constante de los palestinos nos recuerdan la realidad del sufrimiento de los judíos
en Europa. Desde luego, reconocer la verdad de lo que pasó en Europa jamás
podrá justificar moralmente el desalojo de otro pueblo fuera de Europa y la
destrucción de la Palestina histórica.

4. CONFLICTOS

La Rebelión que cambió Oriente Medio

Al igual que los nacionalismos europeos, el árabe comenzó siendo un movimiento


de recuperación cultural para contrarrestar el dominio otomano del Próximo
Oriente, que pronto se ligó a la independencia. Todo empezó con Abd el-
RahmanAl-Kawakibi, que publicó en 1901 «La madre de las ciudades»
reivindicando un Califato en La Meca. El aire político se lo dio el cristiano palestino
Nayib Azuri, que fundó en 1904 en París la Liga de la Patria Árabe para proponer
la creación de un Imperio desde el Mediterráneo al índico. Esto culminó con la
organización del Congreso Nacional Árabe, en la capital francesa, en 1913. Al
tiempo, en la península arábiga se habían formado unos reinos feudales, en teoría
sometidos a los turcos, pero autónomos en la práctica, como el de Hiyaz,
gobernado por el hachemita y jerife de La Meca Huseyn ibn Ali. No obstante, el
movimiento carecía de apoyo popular, y no hubiera tenido tanta repercusión sin
la intervención británica y la francesa, que lo alimentaron como parte de su

26
La decisión de impedir el retorno de los refugiados palestinos se vio acompañada por la adjudicación a los nuevos
inmigrantes judíos de las tierras y casas de los palestinos. A mediados de 1949 ya se habían establecido alrededor de
130 nuevos asentamientos judíos donde antes había pueblos y ciudades árabes.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

estrategia en la Primera Guerra Mundial, Su objetivo fue crear un problema


interno en el Imperio otomano, aliado de Alemania y Austria, y ganar zonas de
influencia.

Una partida perdida

La guerra fue vista como una oportunidad. El


protagonismo lo tuvo Husayn, que tenía dos
hijos colocados en la administración turca:
Abd Allahy Faisal. El jerife de La Meca tenía
la intención de aumentar su poder, ya fuera
bajo la influencia otomana o la británica. Al
tiempo que negoció con Enver, ministro de
la Guerra del Gobierno turco, lo hizo con el
alto comisario británico en Egipto, sir Henry
McMahon. Mientras el primero le ofrecía un
Estado dentro del Imperio otomano, el otro
le sugería que los aliados apoyarían un reino
hachemita que incluiría Arabia, Siria, Líbano,
Palestina e Irak. La partida estaba perdida
para los otomanos, por lo que Enver envío a
sus tropas a la región de Hiyaz, dominada
por los hachemitas. Fue la excusa para
iniciar la revuelta, que comenzó en
Damasco el 5 de junio de 1916, bajo el Fig. 6 Lawrence de Arabia

empuje y el oro británicos. El Gobierno inglés llegó a soltar dos millones de libras
en oro, que fueron administrados por Lawrence de Arabia, al que los insurrectos
llamaron, entre otras cosas, «el Hombre con el Oro». Sólo así se pudo movilizar un
ejército en un pueblo árabe que vivía al margen de un conflicto tan global. De
hecho, muchos árabes combatieron en el ejército turco en la Guerra del 14, y
otros tantos hicieron oídos sordos al llamamiento a la yihad que hizo el sultán
otomano Mehmed V

La tirantez y la desconfianza entre Huseyn y los aliados fueron constantes. El


hachemita se proclamó «rey de los árabes» en noviembre de 1916, pero Gran
Bretaña y Francia sólo le reconocieronn como «rey de Hiyaz» y firmaron un
acuerdo secreto de reparto preventivo del Próximo Oriente árabe. Fue el Tratado
Sykes-Picot27, de mayo de 1916, al que se sumó Rusia. La intención británica era
establecer un «arco de seguridad» desde el Golfo Pérsico y Mesopotamia hasta el

27
El Acuerdo Sykes-Picot, firmado el 16 de mayo de 1916, fue un acuerdo secreto entre Gran Bretaña y Francia para
dividirse los territorios del Próximo Oriente en caso de obtener la victoria en la guerra contra los Imperios Centrales; el
Imperio ruso y el Reino de Italia dieron su aceptación. Debe su nombre a los negociadores del pacto, sir Mark Sykes, en
representación de Gran Bretaña, y François Georges-Picot por Francia.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Mediterráneo. Francia quería dominar la Siria histórica, pero al oponerse Gran


Bretaña acordó secretamente con la Rusia zarista apoyarse mutuamente en sus
aspiraciones territoriales. Los tres aliados acordaron la creación de un Estado
árabe hachemita y, al tiempo, la formación de un «condominio» en Jerusalén y
Nazaret que cobijara a los casi cien mil judíos que se habían asentado allí desde
finales del XIX Esto se reforzó con la Declaración Balfour, de diciembre de 1917,
por la que Gran Bretaña se comprometía a defender una «hogar nacional» para
el pueblo judío.

El auxilio británico permitió el avance militar árabe. En junio de 1917 tomaron el


puerto de Aqaba, y de ahí todo el norte hasta conquistar Jerusalén en diciembre
de ese año. Pero era Gran Bretaña la que derrotaba al Imperio otomano y, por
tanto, la que asumía el mando. Por esta razón, Faisal negoció con Estambul en
mayo del 1918 que su padre cambiara de bando en la guerra a cambio de que
se reconociera su condición de Estado en un Imperio dual, al modo del austro-
húngaro. Era tarde: el Imperio otomano no aguantaba más. En septiembre de
1918 las tropas británicas, acompañadas por las árabes entraron en Damasco. El
30 de octubre de 1918 se firmó el armisticio de Mudros, y los turcos se retiraron de
la región.

Faisal, hijo de Huseyn, se erigió en símbolo de la aspiración a un Estado árabe. El


Congreso Nacional reunido en Damasco en julio de 1919 lo proclamó rey de Siria,
que comprendía dicho territorio, Líbano, Palestina y Transjordania. La Sociedad de
Naciones, sin embargo, ya había decidido en febrero de ese año el
establecimiento de Mandatos en las zonas con «pueblos aún no capacitados
para dirigirse por sí mismos». Así se reflejó en los tratados de Versalles (1919) y San
Remo (1920), quedando todo bajo tutela británica menos Siria y Líbano, en manos
francesas. La disgregación del territorio satisfizo las ambiciones de las familias
dirigentes árabes, que orillaron el nacionalismo árabe para crear uno propio que
sostuviera sus nuevos estados.

Lawrence de Arabia

La leyenda de Thomas E. Lawrence se forjó a partir de su papel como enlace del


Ejército británico ante el príncipe Faisal, principal dirigente militar de la «revuelta
árabe» iniciada en 1916 por su padre Husein, jerife de La Meca. De la mano de
ambos y con la ayuda material .británica los contingentes árabes llevarían acabo
una asombrosa proeza bélica iniciada con el acoso alas vías de comunicación
otomanas entre Damasco y La Meca y que desembocó en la trepidante carrera
por entrar en Damasco en octubre 1918 en pie de igualdad con las tropas
británicas del general Allenby, poniendo fin a la contienda en el teatro otomano.
Durante esta aventura, Lawrence llegó a entablar una estrecha relación con
Faisal y una identificación profunda con la causa árabe que alcanzarían un
enorme significado político. La revuelta perseguía la creación de un Estado
independiente y unitario en los territorios árabes asiáticos bajo dominio otomano,
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

desde Siria hasta Yemen y desde Mesopotamia al Mediterráneo, y en ella se


conjugaban dos factores: por un lado, un floreciente nacionalismo árabe de
corte liberal que había arraigado en el creciente fértil, donde la presencia turca
era intensa pero existía en cambio una sociedad urbana permeable a las
influencias externas; por otro, una rivalidad de naturaleza oligárquica entre linajes
tradicionales que ya operaban de manera autónoma en la península arábiga.

Premeditada ambigüedad

Así, el jerife Husein lideraba la casa hachemita en el Hejaz, que aspiraba a una
supremacía política y religiosa -esta última, mediante la pretensión de asumir el
califato sobre el mundo árabe discutida por el wahabita Ibn Saud, sultán del
Nejd. La sublevación se desencadenó una vez obtenido el compromiso británico
de apoyar la creación del Estado árabe a través de la «correspondencia Husein-
McMahon», un respaldo informal y que trataba con premeditada ambigüedad
por parte británica los límites territoriales de dicho Estado, ya que Gran Bretaña no
podía renunciar a dos espacios estratégicos: la Mesopotamia meridional en torno
a Basora, rica en Petróleo y Palestina, “puerta militar de Egipto y del Canal de
Suez” en palabras de lord Curzon. Se encontraba además obligada por su
respaldo mediante la Declaración Balfour de 1917 a la creación de un hogar
nacional judío en Palestina –considerada por los nacionalistas árabes parte de la
“Gran Siria”- y sobre todo, por el Acuerdo Sykes-Picot de 1916, un reparto con
Francia de Próximo Oriente en esferas de influencia mutuas negociado a
espaldas de los árabes y claramente incompatible con su proyecto nacional. Así,
por la realidad de los compromisos británicos, el Estado árabe unitario, de existir,
habría de circunscribirse al estéril territorio de la península arábiga.

Durante su misión militar, Lawrence supo de la existencia de semejantes


compromisos británicos y, dado sus crecientes vínculos personales con la revuelta,
los terminó poniendo en conocimiento de Faisal, mientras empezaba a actuar
con cierta libertad de criterio frente a los intereses de su país para anticiparse a
los acontecimientos en favor, supuestamente de la causa árabe. Consideraba
que si éstos entraban los primeros en Damasco junto a los británicos, los hechos
consumados desalentarían las aspiraciones francesas sobre Siria. Los cálculos de
Lawrence y Faisal tenían su lógica y una vez tomada la ciudad se apresuraron a
crear un Estado árabe embrionario que perduraría hasta 1920, con un Gobierno
provisional sumado a otras instituciones emanadas del Congreso Nacional Sirio,
aprovechando un cierto vacío mientras se organizaba internacionalmente la paz.
Con la aspiración de hacer realidad esa Gran Siria, el propio Faisal encabezaría
asistido por Lawrence la delegación árabe en la Conferencia de Paz de París de
1919 donde trató de defender el proyecto jugando la baza de la incipiente
Doctrina Wüson de autodeterminación de los pueblos.

Sin embargo, dicha doctrina se iba a mostrar inoperante para el ámbito colonial
comparada con los intereses de los imperios europeos. Las aspiraciones
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

nacionalistas árabes tocaban a su fin. La Conferencia de San Remo de abril de


1920 formalizó el reparto colonial bajo el sistema de mandatos de la Sociedad de
Naciones, siguiendo' el patrón aproximado del Acuerdo Sykes-Picot28. Las
revueltas estallarían de inmediato con especial intensidad en el Irak bajo dominio
británico mientras Francia por su parte forzaba la expulsión de Faisal de Damasco
de forma expeditiva. La «defenestración» del príncipe que fuera en su día
recibido como un libertador, se veía ahora como una profunda humillación parar
la nación árabe. Gran Bretaña trató de resolver las tensiones provocadas por el
sistema de mandatos por medio del diseño que Winston Churchill trazó en la
Conferencia del Cairo y en la que Lawrence de Arabia prestó su último servicio en
Oriente asesorando a aquél sobre la situación política en el terreno: Irak y
TransJordania pasarían a ser monarquías hachemitas tuteladas por Gran Bretaña,
la primera bajo la corona de Faisal y la segunda sobre la de su hermano
Abdullah, fundador de la actual dinastía jordana.

Intereses occidentales

A la postre, el desmantelamiento del imperio otomano no había hecho sino


desplazar un dominio exógeno en decadencia por otro emergente, en un tablero
en el que ya se desplegaban todas las piezas para el juego de la inestabilidad
futura de la región: la creciente presencia de los intereses occidentales apoyados
en facciones oligárquicas locales, un nacionalismo árabe debilitado por la
fragmentación política y estatal, la consolidación definitiva de ese . hogar
nacional judío en la forma del Estado de Israel y la ausencia de una figura
religiosa aglutinadora supranacional como había sido hasta la inmediata
postguerra el califato. Factores estos que han gravitado hasta el día de hoy en
todos los conflictos regionales, desde los movimientos autonomistas de los años
treinta, hasta el prolongado conflicto árabe-israell, el renacimiento nacionalista a
través del panarabismo y el baasismo en el contexto de la Guerra Fría o la actual
situación en Yemen, Siria e Irak. Volviendo de nuevo al origen, Lawrence
abandonó Oriente Próximo decepcionado y habiendo perdido definitivamente la
confianza del jerife Husein, cabeza del clan hachemita. No sólo no se había
conseguido el Estado independiente y unitario que éste soñara pocos años antes,
sino que empezaba ahora una lucha tribal abierta entre hachemitas y saudíes,
fundamentalmente, por la hegemonía en la península arábiga que terminaría en
1932 con la coronación de Ibn Saud como monarca de la nueva Arabia Saudita.

28
Francia recibiría la Siria de hoy y su zona costera que se convertiría en el Líbano actual. Ejercería un ámbito de
influencia hacia el Este, hasta Mosul. Los británicos obtuvieron Basora y Bagdad y un ámbito de influencia hacia el
Este, hasta Persia (el futuro Irán.). Palestina quedó indefinida, pero finalmente fue otorgada bajo un mandato de la
Sociedad de Naciones a Gran Bretaña
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Hasta su muerte en 1935, Lawrence permaneció en un estado depresivo o,


cuando menos, de taciturno retiro que sus biógrafos achacan a la presión
postraumática de la contienda y al sentimiento de culpa por la “traición”
británica al pueblo árabe. La figura de un hombre con sus lealtades y
sentimientos divididos entre su país de origen y el pueblo que le había acogido
simbolizan a la perfección esa colisión de fuerzas incompatibles entre los intereses
coloniales y el proyecto nacional árabe, Contemplada de ese modo, la realidad
histórica de Lawrence no se alejaría demasiado de la interpretación más bien
literaria que el personaje mantiene en el ámbito occidental. El recuerdo en el
mundo árabe ofrece, en cambio, una visión mayoritariamente crítica, en la que
Lawrence siempre maniobró para mantener el impulso de la revuelta árabe en los
estrechos márgenes de los intereses de Gran Bretaña. Así, no sólo sería esta la
«traidora» a la causa, sino también el propio Lawrence. Pero, ya fuera un sibilino
agente de inteligencia del Imperio o un mesiánico libertador abrazado a una
causa que le había cautivado, ¿quién podría pedir a un solo hombre que lograra
dominar por sí solo la vorágine de un proceso histórico como el del Oriente
Próximo contemporáneo que aún hoy, más que nunca, nos parece inabordable?

Las guerras

1º Guerra Árabe-Israelí
(1948 - 1949)

Causas:

Comenzó en 1948
con la creación del
Estado judío, y duraría
hasta 1949.

Expulsión de los
palestinos del nuevo
Estado de Israel y su
reclutamiento en
Fig. 7 Territorios ocupados por Israel
campos de refugiados
fuera del territorio palestino. El resto de países árabes jamás reconocieron el
nuevo Estado judío. La causa primera y básica que dio origen a la primera guerra
árabe - israelí esta en la creación del Estado de Israel. Palestina era un mandato
más dentro del amplio Imperio colonial británico, pero se destapo como una de
las zonas más conflictivas. El plan de partición de Palestina acordado por la ONU
en noviembre de 1947, tras decidir Gran Bretaña la finalización de su Mandato en
Palestina, es el germen de la guerra. Este plan nació como consecuencia de los
compromisos adquiridos por Occidente con el influyente movimiento sionista, en
especial Gran Bretaña, y que se remontan incluso a la I Guerra Mundial
(Declaración Balfour). En esta declaración Gran Bretaña se comprometía a
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

ayudar a los judíos a la creación de un Estado propio, escogiéndose Palestina


como el lugar más adecuado. Así durante la duración del Mandato se permitió la
inmigración judía a la zona, que luego fue una de las causas que impulso a Gran
Bretaña a abandonar Palestina, y asimismo se permitió el establecimiento tanto a
judíos como a árabes de instituciones propias paralelas a las británicas, cosa que
los judíos supieron aprovechar, de forma que en 1948 tenían creadas gran parte
de las estructura de su Estado. Pero el final del Mandato no fue propiciado por la
especial predisposición británica, que quería seguir teniendo influencia en la
zona, y el aumento de la presencia judía provoco reacciones entre los países
árabes. Esto supuso que primero limitase la inmigración judía, y que más tarde la
prohibiera. Hacia el final del Mandato los británicos tenían tanto en contra a los
judíos como a los árabes. Los judíos presionaron mediante el uso del conflicto
armado, y además se gano el apoyo de los EE.UU. Ante estas presiones Gran
Bretaña decidió dejar el problema en manos de la ONU en 1947. La ONU designó
una Comisión que estudiara el problema sobre la zona. Los judíos expusieron
derechos históricos (antigua provincia romana de Judea, Reino de Judea),
confirmados por la Declaración Balfour, como suficientes para la reconstrucción
del hogar nacional judío; por el contrario los árabes oponían los derechos
incuestionables del Islam sobre un territorio en el que se habían establecido en el
637, así como la mayoría árabe de la población autóctona. La Comisión planteo
2 soluciones: la partición de Palestina en dos Estados independientes, uno árabe y
otro judío, con Jerusalén bajo un estatuto internacional; o la creación de un
Estado binacional con una estructura federal.

Este segundo plan era rechazado tanto por árabes como judíos, mientras que el
primero era aceptado por los judíos, pero no por los árabes. Ante esta situación,
una Comisión especial de la ONU aprobó el primer plan, que contaba con el
apoyo tanto de la URSS como de EE.UU. Este plan fue aprobado por la Asamblea
General el 29 de Diciembre de 1947, aunque los países del Próximo Oriente
votaron en contra.

En esta coyuntura son tres las fuerzas que actúan en la zona, cuyas actuaciones
desembocaran en la guerra:

1) Gran Bretaña es la potencia en retirada. Declaro que pondría fin al Mandato el


14 de Mayo de 1948, y que mantendría una estricta neutralidad en todo
momento.

2) En cuanto a los árabes del movimiento nacional palestino se reorganizaron


dentro de Liga Árabe. Se procedió a reorganizar a las distintas organizaciones
políticas palestinas, y se creo un Comité militar en 1947, que creo un ejército de
voluntarios. Pero estos organismos no tenían gran cohesión interna y existían
diferencias entre los líderes palestinos. En Palestina comenzaron las agresiones a
los judíos, que desemboco en una guerra civil.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

3) Por su parte los judíos eran los mejor preparados. Rápidamente asumieron el
plan de la ONU, y crearon un Comité provisional de gobierno, que en Abril de
1948 designo un Comité Ejecutivo encabezado por Ben Gurion, y el 13 de Mayo
de ese año, 2 días antes del final del Mandato, proclamo el Estado de Israel en
Palestina, e invito a todos lo judíos del mundo a que se asentasen en él. En Mayo
los británicos ponen punto final a su Mandato de Palestina, y la guerra civil que se
vivía en la zona se convirtió en una guerra general entre Israel y los cinco estados
árabes vecinos: Líbano, Siria, Jordania, Irak y Egipto.

La llamada guerra de la independencia se prolongo del 15 de Mayo al 6 de Enero


de 1949, aunque los combates fueron interrumpidos por diversas treguas y ceses
del fuego acordados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Las bases
del ejercito árabe que invadió Israel estaban compuestas por palestinos, fuerzas
guerrilleras de Jerusalén; dentro de ellos se integraron fuerzas de otros países
árabes, destacando la Legión Árabe de Transjordania, que por su posición
geográfica, era el más cercano, pretendiendo anexionarse Jerusalén, y crear un
reino jordano - palestino; Irak coopero con esta Legión Árabe; Siria también
aporto un importante número de efectivos, al igual que Líbano. Los países árabes
también crearon un Ejército de Liberación Árabe. La guerra empezó con el
ataque de la Liga Árabe (Egipto, Siria, Arabia Saudí, Jordania, Irak, Líbano y
Yemen) en defensa de lo que ellos llamaron "territorio robado históricamente
árabe", pero el ataque fue rechazado por el ejército israelí que se conquistó el
territorio de Negev y la ciudad de Jerusalén.

El ejército israelí tenía su núcleo básico en la Haganah29, una organización de


protección judía, que se sumo al ejército británico durante la II Guerra Mundial.
Esta organización, mediante la creación de estructuras militares regulares y la
adquisición de armamento pesado, se transformó en autentico ejercito.

Los aspectos más vulnerables de la posición judía era su escaso número, el gran
número de frentes a combatir, y su equipamiento (no contaba al comienzo de la
guerra con armamento pesado ni aviación). Esta inferioridad se compenso con el
mayor grado de cualificación de su personal, así como estar bajo un mando
unificado, lejos de las disensiones internas que resquebrajaron el ejército árabe.

La guerra se libro simultáneamente en varios frentes. Finalmente los acuerdos de


armisticio nacieron del gobierno egipcio, al que luego se sumarían el resto de
países árabes, y se consideraron provisionales hasta la firma de los tratados de

29
La Haganá (en hebreo: ‫ ה ֲהגָנָה‬la defensa) fue una organización paramilitar de autodefensa judía creada en 1920,
durante la época del Mandato Británico de Palestina. Sus miembros eran los propios integrantes de los kibutzim y
moshavim, quienes crearon la organización como consecuencia de los pogromos realizados por parte de la población
árabe, como el Pogromo de Jerusalén en 1920. Los Disturbios de Jaffa de 1921, los Motines árabes de 1929
involucrando la Matanza de Hebrón y la Masacre de Safed, así como también los ataques durante la revuelta árabe entre
los años 1936 a 1939, entre los cuales destaca la Masacre de Tiberíades, contribuyeron a reforzar a la Haganá. Todos
estos acontecimientos fueron cometidos con la permisividad de las autoridades del Mandato británico.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

paz definitivos. En ellos se delimitaron como fronteras las líneas de los frentes
militares, reconocía la partición de Jerusalén en 2 y otorgaba a Israel nuevos
territorios

Consecuencias:

1) Los tratados de paz previstos para estos acuerdos no llegaron a firmarse. Como
resultado del conflicto se crearon 2 graves problemas de refugiados: el de los
árabes palestinos acogidos en otros países árabes, y el de los judíos expulsados de
los territorios árabes instalados en Israel. 30

2) La derrota árabe conmovió a todos los países árabes, provocando tensiones en


el seno de sus sociedades, que desembocaron en procesos de revoluciones y
golpes de Estado, y que cambiaron la faz de los países árabes.

3) La victoria israelí confirma la existencia del nuevo Estado de Israel, que


rápidamente fue reconocido por EE.UU y la URSS.

4) Israel logra ampliar al 78% el territorio de Palestina que ocupaban (se les
atribuía en el plan el 55%), mientras que de la Palestina árabe solo quedaron los
territorios de Gaza, bajo administración egipcia, y Cisjordania, que fue
anexionada por Jordania. 31

2º Guerra Árabe-Israelí: El conflicto de Suez (1956)

Causas:

Se inició en 1956, cuando, debido a la nacionalización del Canal de Suez por


parte de Egipto, las tropas franco británicas ocuparon el Canal y los israelíes,
aprovechando esta situación, atacaron Egipto e invadieron la península de Sinaí.

Ya desde la firma de los armisticios de 1949 se venían registrando enfrentamientos,


tanto militares como políticos, de Israel con los países árabes, en vez de llegar a la
firma de los tratados definitivos de paz.

La situación se hizo especialmente grave tras la decisión de Egipto de construir la


presa de Assuán en el río Nilo. Al no disponer de los fondos necesarios pidió ayuda
al Banco Mundial, pero los acuerdos firmados entre Egipto y los países comunistas

30
Las negociaciones del Acuerdo de Armisticio entre Israel y Egipcio tuvieron lugar en Rodas entre el 12 de enero y el
24 de febrero de 1949. El acuerdo entre Líbano e Israel se negoció en la frontera entre los dos Estados entre el 1 y el 23
de marzo, y situó la línea de demarcación en la frontera internacional.
31
El acuerdo con Siria, de gran dificultad, se negoció en el área de Hula, una zona disputada en el valle del Jordán,
iniciándose el 5 de abril y concluyendo el 20 de julio. En virtud de este acuerdo el ejército sirio se retiró al Golán, con la
condición de que la zona de Hula permaneciera desmilitarizada. En realidad, ésto significaba que Israel controlaría el
Jordán superior, y al poco tiempo habría choques entre sirios e israelíes en Hula, debido a la política de expulsión de los
habitantes árabes que quedaron allí. Iraq, al no tener frontera con Israel, se negó a negociar. El acuerdo con
Transjordania, firmado oficialmente el 3 de abril, teóricamente se tenía que negociar en Rodas, y las delegaciones
acudieron allí el 1 de marzo, sin embargo, pronto fue evidente que los enviados transjordanos no tenían poderes y las
conversaciones reales se darían en el palacio de Shonah, en la orillaeste del Valle del Jordán, donde el rey Abdallah
recibiría a los representantes israelíes
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

hicieron que EE.UU y Gran Bretaña ejercieran su influencia para denegar el


préstamo. Nasser, presidente de Egipto desde 1952, respondió con la
nacionalización del Canal de Suez. Esta decisión fue muy bien acogida, tanto en
su propio país, como en el resto de países árabes, no así en Francia y Gran
Bretaña, principales accionistas del Canal. Así EE.UU, Francia y Gran Bretaña
protestaron ante esta decisión, y convocaron una Conferencia internacional en
Londres, para debatir el asunto, pero Nasser no acudió. Ante esto Gran Bretaña,
Francia e Israel se pusieron de acuerdo en un ataque contra Egipto, en una
reunión secreta el 24 de Octubre en Sévres. Crearon un plan militar que se dividía
en 2 operaciones distintas: Israel invadiría el Sinaí, de forma que se pondrían en
peligro las instalaciones del Canal, lo que obligaría a Francia y Gran Bretaña a dar
un ultimátum ordenando el fin del conflicto, que Israel aceptaría pero Egipto,
presumiblemente, no, lo que daría pie a una intervención militar franco - británica.

Desarrollo:

Los países árabes defendían la idea de la creación de una Estado palestino y


rechazaban el Estado de Israel.

Se crearon diversas organizaciones, entre las que destaca la OLP (Organización


para la Liberación de Palestina). Creada en 1964, dirigida por Yasser Arafat.

Como medio de propaganda sobre el problema palestino, la OLP adoptó la


acción directa y terrorista contra los intereses y los colaboradores de Israel.

EEUU dio apoyo a Israel, mientras que la OLP recibía ayuda de los países
musulmanes y, en parte, de la URSS.

La ofensiva israelí32 comenzó el 29 de Octubre de 1956 con un ataque sorpresa


sobre el centro de la península del Sinaí, que no encontró gran resistencia. El 30
de Octubre Francia y Gran Bretaña presentaron el previsto ultimátum a Israel y
Egipto, que este rechazó. Al día siguiente la aviación franco-británica bombardeo
Port Said e Ismailia lo que provoco gran rechazo internacional, que se concreto
en una resolución de Naciones Unidas, que exigía el cese de las hostilidades.
Francia y Gran Bretaña se vieron obligadas a aceptarlo, y la ONU envió a la zona
una fuerza de interposición internacional, mientras que los beligerantes se
retiraban de la misma.

Consecuencias:

Este conflicto supuso para Gran Bretaña un fracaso: la total pérdida de toda su
influencia en la zona.

32
La respuesta israelí a los bombardeos esporádicos y a los ataques de comandos egipcios, escaló de los bombardeos de
artillería a ataques aéreos de gran penetración, que obligaron a evacuar a cerca de un millón de habitantes de las
ciudades de la zona del Canal de Suez
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Para Egipto represento una victoria, al quedarse con el Canal, así como un gran
aumento del prestigio de Nasser, que continuo siendo el líder más respetado del
mundo árabe, y por tanto, el más influyente.

Para Israel supuso lograr lo esencial de sus objetivos en la región. También las 2
superpotencias sacaron cosas en claro: para EE.UU constituirá el planteamiento
de una reordenación política, mientras que para la URSS represento aparecer
como la potencia defensora de las naciones agredidas por el neocolonialismo
occidental. Resultado inmediato del conflicto fue la denuncia por parte de Egipto
del tratado firmado con Gran Bretaña en 1954, así como por parte de Jordania
del de 1949. Las repercusiones de esta compleja situación se extendieron a los
años siguientes mediante la propagación del nacionalismo árabe en forma de
movimientos revolucionarios anti occidentales y la consecución de la
independencia por parte de todos lo países árabes; y la intensificación del
conflicto árabe - israelí, que llevo a las siguientes guerras.

3º Guerra Árabe-Israelí: De los seis días (1967)

Durante los años transcurridos desde 1956 se produce un período de


normalización y estabilización internas de los países árabes, que contrasta con la
creciente inestabilidad y enfrentamientos entre Israel y los países árabes
fronterizos, que llevaron a la tercera y cuarta guerras árabe - israelí, en el marco
internacional de la guerra fría. De todos esos enfrentamientos y conflictos cabe
destacar las actuaciones del presidente egipcio Nasser como las claves en el
desencadenamiento
de la guerra. Así el 16
de Mayo de 1967
exigió la marcha de la
fuerza de interposición
que la ONU tenía en
la zona del Sinaí
desde la crisis de Suez
de 1956. Asimismo
interpuso un bloqueo
al puerto israelí de
Eilath y prohibió la
navegación de
buques israelíes por el
golfo de Akaba. Pero
el verdadero
Fig. 8 La Guerra de los deis días
detonante fue el
pacto de defensa que se firmo el 30 de Mayo en El Cairo entre Egipto y Jordania,
al que pocos días después se unió Irak, completándose la defensa común que ya
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

unía a Egipto con Siria en caso de agresión israelí. Israel se sintió amenazado por
estas medidas árabes y decidió actuar.

Desarrollo:

La ocupación de las islas del golfo de Aqaba por parte de Egipto volvió a poner
en peligro la salida de los barcos israelíes al mar Rojo, y fue considerado una
provocación para Tel-Aviv. Egipto, Siria e Irak firmaron un pacto de defensa
mutua. El 5 de junio de 1967, y ante la negativa Egipcia de desbloquear el Golfo
de Aqaba, y ante la nueva realidad estratégica, Israel bombardeó la aviación
egipcia situada en la península del Sinaí previendo un inminente ataque árabe.
En pocos días, Israel consiguió ampliar su territorio ocupando Belén, Jerusalén,
Jericó, la isla de Tirán, el Sinaí hasta Suez y los altos Golán, así como aplastar a los
ejércitos jordanos, sirio y egipcio que intentaron detener esta acción bélica.

Consecuencias:

Se demostró que el poder militar judío era mucho mayor al imaginado por la Liga
Árabe33. Esta guerra hizo cambiar la situación estratégica de Israel: por primera
vez pudo contar con profundidad estratégica para su defensa gracias a la
conquista del Sinaí, Cisjordania y los Altos del Golan. Además aumentó
considerablemente su territorio que le permitió establecer un área de seguridad
alrededor de sus territorios Desde una perspectiva política el hecho más
importante es la intervención soviética, que bloqueo todo intento de los países
árabes de comenzar negociaciones con Israel, como este país esperaba, para
acabar por fin con este conflicto.

Aceleró el declive del nasserismo en un Egipto en dificultades.

Volvió a poner en el primer plano internacional la zona de Oriente Próximo


como una de las más conflictivas del mundo,

Alteró el statu quo de la zona, al ocupar Israel territorios egipcios, sirios y


jordanos, con lo que casi cuadriplico su extensión.

33
La Liga de Estados Árabes, o simplemente Liga Árabe (en árabe: ‫[ العربي ة ال دول جامعة‬Yāmi`at ad-Duwal al-
`Arabiyya]), es una organización que agrupa a los Estados árabes del Medio Oriente y el Magreb. En su carta
fundacional, la Liga Árabe fijó como sus objetivos iniciales los de conseguir que el resto de estados árabes que aún se
encontraban colonizados por países europeos se independizasen, y que en el Mandato Británico de Palestina la minoría
judía no estableciera un estado independiente (Israel). También especificaba que no se trata de una Unión de estados ni
de una Federación, sino una Liga en la que todos los estados soberanos mantienen una total independencia. Durante los
últimos acontecimientos políticos la Liga Árabe se dirige a convertirse en un futuro cercano en una alianza militar árabe
debido a la creación de la reciente coalición internacional contra el estado islámico y las intervenciones militares e
injerencistas de Estados Unidos con sus gobiernos aliados en medio oriente como Israel, Egipto o Arabia Saudita. La
Liga Árabe actualmente se encuentra dividida entre los estado que apoyan las políticas intervencionistas de Estados
Unidos y los que se oponen a tales y las sufren como Siria e Iraq. Yemen hoy en día es amenazado por la Liga con una
intervención militar conjunta entre los estados árabes de la organización, sólo unos pocos como Siria, Argelia e Iraq se
han opuesto a medidas como esta.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Produjo el mayor éxodo de palestinos a los países vecinos. Miles de de


palestinos se quedaron sin Estado y sin tierras.

4º Guerra Árabe-Israelí: Yom Kippur (1973)

El presidente egipcio Anuar el-Sadat presentó un proyecto de paz negociada


que fue rechazado por Israel. Los orígenes de la guerra del Yom Kippur de
Octubre de 1973 provienen del fin de la guerra de los Seis Días. El presidente de
Egipto, Sadat, que había sustituido a Nasser al morir este en 1970, había
concebido una estrategia a largo plazo para recuperar el Sinaí, que estaría
basada en una combinación de maniobras políticas y militares. Para ello busco el
apoyo de Siria. Las primeras medidas preparatorias se tomaron entre Octubre de
1972 y Enero de 1973, creándose un
mando militar unificado egipcio-
sirio.

Desarrollo:

En 1973, las tropas egipcias y sirias


atacaron Israel el día del Yom
Kippur (fiesta sagrada de los
judíos34): la alerta de los israelíes
sería más baja y además coincidía
con las mareas y corrientes
apropiadas en el Canal de Suez.
Como Israel ganaba terreno a la
Liga Árabe, decidieron iniciar una
guerra económica contra ellos y
acordaron embargar el petróleo
destinado a EEUU, disminuir la
producción y aumentar
progresivamente su precio.

El primer intento negociador se hizo


con la convocatoria de una
Conferencia en Ginebra, en
diciembre de 1973. Tras dos días de Fig. 9 Guerra Yom Kippur
declaraciones de intenciones, se trasladó la
negociación a conversaciones bilaterales entre las partes beligerantes, que
fueron monopolizadas por Kissinger en detrimento de los soviéticos, los
europeos y Naciones Unidas35.

34
Guerra del Yom Kippur para los israelíes, por coincidir con esta festividad judía; o Guerra de Ramadán, para los
árabes, por coincidir con este mes en el calendario de la Hégira. En realidad, el ataque se decidió por las condiciones
climáticas y las mareas y no por las festividades. El hecho de que coincidiera con el Yom Kippur jugaba en contra de la
ofensiva árabe, pues los judíos estaban reunidos en sus casas y fue más fácil llamar a los reservistas.
35
La Conferencia de Ginebra fue una iniciativa de Kissinger, aunque oficialmente la convocara el Secretario General de
Naciones Unidas con el apoyo de las dos superpotencias, en respuesta al llamamiento de la resolución 338. La Unión
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

La Conferencia de Ginebra no se ajustaba ni a la política israelí ni a la siria. El


gobierno de Tel Aviv se oponía a negociar una salida política al conflicto en el
marco de una conferencia internacional, pues temía encontrarse en minoría y
verse obligado a ceder en la retirada de los territorios ocupados y en la
autodeterminación palestina. Los israelíes acudieron a Ginebra obligados por la
presión ejercida desde Washington, aunque, desde el primer momento,
intentaron boicotear la conferencia con exigencias inaceptables como la
reanudación de relaciones con la Unión Soviética y la libre salida de los judíos de
la URSS. Damasco decidió no participar en la conferencia ante el planteamiento
que le había dado Kissinger.
Assad quería que se discutiera el problema palestino y la retirada israelí y, ante la
negativa de Kissinger a discutir la participación palestina, decidió no ir a Ginebra.
Jordania sí se sentó a la mesa, pero fue un convidado de piedra al centrarse las
negociaciones inmediatamente en la separación de fuerzas militares.

Consecuencias:

Se logro uno de los objetivos del presidente egipcio Sadat, que era romper el
punto muerto militar y político en el que estaba la situación. En adelante procedió
a desarrollar su estrategia política que le llevo a un acuerdo con Israel con el que
recuperaba el Sinaí, y a la vez sus importantes recursos petrolíferos.

Se lograron acuerdos de separación de tropas entre Egipto e Israel por un


lado, y Siria e Israel por el otro,

Un acuerdo interino en el Sinaí firmado por Egipto e Israel en 1975, (gracias a la


intervención de EE.UU): Egipto renunciaba a la fuerza como forma de resolver el
conflicto árabe - israelí, y cambio Israel las hacía territoriales y económicas,
evacuando el Sinaí. Más difícil fue llegar al acuerdo con Siria, por mantener
relaciones más estrechas con los palestinos y los soviéticos (que desde la llegada
de Sadat al poder en Egipto habían perdido toda su influencia a favor de EE.UU
en Egipto). Finalmente en Mayo de 1974 se firmo un acuerdo en Ginebra,
abandonando Israel una parte del Golan.

La guerra del Líbano

Tras el Septiembre de 1970, miles de guerrilleros palestinos son expulsados de


Jordania y la OLP decide establecer sus bases en el Líbano, desde donde

Soviética quiso aprovechar el planteamiento de la conferencia internacional para no verse desplazada de las
negociaciones y, durante todo el período de la mediación de Kissinger, intentó que se volviera a convocar para debilitar
el monopolio diplomático del Secretario de Estado. Moscú, con el mismo objetivo, hizo lo posible para acercarse a
Israel, subrayando su posición de apoyo al derecho de Israel a existir y abriendo ligeramente la puerta de salida de los
judíos soviéticos hacia el Estado judío. Sin embargo, el Primer Acuerdo de Separación de Fuerzas egipcio-israelí
rompió esta política y la URSS volvió a girarse hacia Siria, el aliado más fiable en Oriente Medio, facilitándole
armamento para la guerra táctica en el Golán durante abril de 1974. Más tarde, Moscú, ya sin Egipto y con una clara
pérdida de peso en la región, se acercó a la OLP y empezó a defender la propuesta de un Estado palestino en los
Territorios Ocupados
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

comenzaron a realizar incursiones en territorio israelí para provocar atentados,


manteniendo enfrentamientos directos con las fuerzas israelíes a lo largo de la
frontera sur del Líbano. En marzo de 1978, después de que un comando palestino
causase la muerte de 35 civiles israelíes a bordo de un autobús, el gobierno de
Begin ordena acabar con las bases de los fedayín36. Antes de retirarse, tres meses
después, Israel establece una "zona de seguridad" de 10 km de ancho y la deja
en manos de la milicia aliada Ejército del Líbano Libre. A su vez, la ONU despliega
una fuerza de interposición para velar por la desmilitarización del área. Entre 1979
y 1981, la comunidad cristiana establece una alianza estratégica con Israel, una
vez rota la que mantenían con Siria hasta entonces. En junio de 1982 junto al
recrudecimiento de los incidentes armados en la frontera o dentro de Israel, se
produce un atentado del grupo palestino de Abu Nidal contra el embajador
israelí en Londres. Eso proporciona el pretexto que esperaba Israel para invadir el
Líbano, en una operación de grandes proporciones que denominará "Operación
Paz para Galilea". Tres días después del atentado un impresionante despliegue
del Tsahal supera la "zona de seguridad" y profundizan en territorio libanés.
Aunque la idea era no superar 40 kilómetros, las fuerzas del Tsahal llegan hasta la
periferia de Beirut y la carretera que la une con Damasco. Los palestinos ofrecen
una resistencia muy desigual, y Siria, que en un primer momento trata de esquivar
el ataque, ante la progresión israelí se ve obligada a presentar batalla frontal.
Israel destruye el sistema de misiles antiaéreos sirio. El 11 de junio entra en vigor el
alto el fuego impuesto por EE.UU., exigido también por la URSS y que Siria firma sin
dudar y sin consultarlo siquiera con Arafat. Unos días después, el Parlamento
libanés, ante la nueva correlación de fuerzas, elige al cristiano-maronita Gemayel,
quien, antes de tomar posesión, es asesinado por un agente sirio. En venganza
por el asesinato, las Falanges Libanesas entraron en campamentos de refugiados
palestinos, provocando una masacre civil en la que murieron cientos de personas.
Una comisión judicial israelí del más alto nivel investigó lo sucedido. Señaló a los
cristianos falangistas como autores materiales de las muertes, pero imputaba a
Israel una «responsabilidad indirecta» por no haberla evitado al haberse
producido los hechos bajo el control militar israelí de la ciudad, veredicto que
provocó un hondo impacto en la opinión internacional y en la propia Israel, que
destituyó al entonces ministro de Defensa. En mayo de 1983, Israel y Líbano
alcanzaron un acuerdo para la retirada de las tropas israelíes. Sin embargo, el
tratado de paz no llegó a ser ratificado y, en marzo de 1984, bajo presión siria,
Líbano canceló el acuerdo. Ante el goteo de bajas israelíes y los constantes
atentados chiíes Israel inició su repliegue unilateral y progresivo en 1985, dejando

36
Israel invadió el sur de Líbano como represalia contra las acciones guerrilleras palestinas, dando lugar a la creación
de la UN Interim Force in Lebanon (UNIFIL) y a la resolución 425 del Consejo de Seguridad, que pedía la retirada
israelí del territorio libanés y el respeto a la soberanía y la integridad territorial de Líbano. Como se iría viendo, el
verdadero coste del proceso de paz egipcio-israelí lo pagaría Líbano, donde se trasladó el conflicto árabe-israelí, que ya
estaba recibiendo las represalias de Tel Aviv sobre la población civil palestina y libanesa al haber quedado como el
único frente militar abierto. Camp David todavía agravó más el conflicto intercomunitario libanés, al hacerse patente
que la estancia de los refugiados palestinos en el país se perpetuaría.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

de nuevo la llamada "zona de seguridad" en manos del cristiano-libanés (y pro-


israelí) Ejército del Sur del Líbano, con una presencia menor de tropas del Tsahal.
Finalmente, en mayo de 2000, Barak, primer ministro israelí, cumple su promesa
electoral de retirar todas sus tropas del sur del Líbano, en cumplimiento de una
resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. La ONU verificó in situ la retirada
israelí al sur de la frontera internacional. Las granjas de Shebaa, le sirvió a
Hezbollah (la milicia chií proiraní) como pretexto para mantener su hostigamiento
armado contra Israel y para no aceptar la resolución 1559 de la ONU, que la
obligaba a desarmarse y dejar el control de la frontera en manos del ejército
libanés.

5. EL ESTADO JUDÍO HOY EN DÍA. EL PAPEL DEL AGUA EN EL CONFLICTO

Una Visión General

Butros-Ghali, Secretario General de Naciones Unidas, afirmó a finales de los años


80 que “la próxima guerra en Oriente Próximo será una guerra del agua”. Son
muchas las voces que se alzan en
este sentido, sin embargo, no
parece que los acontecimientos
vayan a seguir este camino. Ni
siquiera en el caso de la lucha por
Palestina, donde el control de los
recursos hídricos es vital, parece
que el agua vaya a justificar
ninguna agresión de dicha índole;
y mucho menos considerar que las
guerras árabe-israelíes del pasado
se puedan considerar
hidroconflictos. Son muchos los
enfrentamientos que han tenido
lugar entorno a estos recursos, si
bien, no es lo mismo hablar de
conflicto que de guerra. Ni siquiera
en el caso Palestino-israelí,
podemos explicar el conflicto
desde una perspectiva de este
tipo; ya que si bien es cierto que el
agua es un elemento esencial no
Fig. 10 Colonización recursos hídricos por Israel
es el principal.

Palestina se encuentra dentro de una franja comprendida desde las costas del
Mar Mediterráneo hasta los desiertos de Asia Central. Es ésta franja una
continuación del Magreb, y en este sentido una parte de la zona más árida del
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

planeta. Esta aridez tan sólo se rompe en las montañas del Yemen y en las del
Líbano y Palestina.

La Región se caracteriza por recibir abundantes precipitaciones, que sin


embargo, están muy concentradas en el tiempo y en el espacio. La mayor parte
se concentran en la costa mediterránea y en invierno, mientras que en el resto del
año hay una gran sequía.

Esta situación provoca un alto grado de irregularidad en los cursos de los río y en
el volumen de agua de los acuíferos subterráneos.

Pero, pese a que aparentemente la zona cuenta con recursos abundantes, lo


cierto es que a nivel local, especialmente en el Valle del Jordán, se dan
situaciones de gran escasez de agua. Además, se está produciendo en la región
un aumento de la demanda de agua, provocado por el crecimiento
demográfico pero también por los cambios en los hábitos de consumo, lo que
implica una presión importante sobre los recursos disponibles.

La agricultura sigue siendo el principal destinatario del agua tanto en Israel como
en los Territorios Ocupados. La gran expansión que se ha producido en el sector
agrícola, sobretodo en Israel, ha incrementado la presión sobre los recursos,
especialmente sobre los acuíferos.

La Cuenca del Jordán

El río Jordán nace de la confluencia de varios ríos procedentes de diversos países;


el Hasbani (Líbano), el Banias (Siria), el Dan (Israel). A lo largo de su cauce fluye
por diversos estados y se nutre de las aguas de afluente importantes, como el
Yarmuk (Jordania). Este trazado implica que son muchas las poblaciones y
gobiernos que dependen de las aguas de este río.

Según la ONU la mayor parte del agua consumida en Israel proviene de fuera de
sus fronteras de 1948 (el 67%), y más en concreto de Cisjordania y los afluentes del
Jordán (el 35%) y de la meseta del Golán (22%). El consumo israelí ha aumentado
constantemente cada años desde 1948, no sólo por la evolución de los hábitos
de consumo y el crecimiento demográfico natural de la población, sino también
por las oleadas constantes de inmigrantes judíos.

Cisjordania obtiene la mayor parte del agua que consume de las capas
subterráneas, en mucha menor medida del Jordán y otros ríos. Pero el agua de
Cisjordania es extraída por Israel y destinada a su consumo interno. Es por ello que
Israel no quiera ceder la gestión de estos recursos a una administración palestina
autónoma. La política israelí, dentro de los Territorios Ocupados en Palestina, es la
de restringir al máximo el consumo de los palestinos en beneficio de los colonos
israelíes instalados en Gaza y Cisjordania. El consumo de agua en los Territorios
Ocupados varía en función de si se trata de un Israelí que vive en el interior de las
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

fronteras anteriores a 1967 (375 m3 por persona y año), de un palestino (entre 107
y 156 m3) o un colono israelí (de 640 a 1480 m3). Pero estas diferencias también se
observan en el precio del agua, mientras un colono israelí paga un precio
diferente por el agua para riego agrícola y para uso doméstico (15 agorots37 por
m3 agrícola y 23 por el doméstico) un palestino paga un precio muy superior sin
distinción de usos (70 agorots). Además, los recursos hídricos de los Territorios
Ocupados son administrados desde 1967 por la Comisión Israelí del Agua.

En realidad, el agua ha estado siempre presente en el conflicto árabe-israelí. Pero


éste no se basa sólo en una cuestión de reparto del agua, sino en la posesión o
no de la soberanía sobre esos recursos, que dependerá de la distribución que se
haga del territorio. El reparto de los recursos comunes pasa a ser una cuestión
importante, necesaria de determinar para una convivencia razonable entre los
países de la región.

Un claro ejemplo lo constituye el caso del Golán; que siendo un territorio


estratégico desde un punto de vista militar, su importancia radica además en ser
la llave para el control de unos recursos hidráulicos importantes. Controlar el
Golán supone controlar las fuentes del Banias, el Litani y el Hásbani. Si Israel
devolviera este territorio a Siria, vería disminuir su acceso a importantes
cantidades de agua.

Las negociaciones entre Israel, Jordania y la OLP en el marco del Proceso de Paz
llevaron a la firma de algunos acuerdos. El problema de estas negociaciones era
el distinto enfoque que las partes daban al problema. Los jordanos y los palestinos
pretendían resolver en primer lugar el problema de la soberanía de los recursos
antes que hablar de un reparto; Israel, por su parte, pretendía simplificar el
problema a una mera cuestión de reparto de agua, y así no tener que abordarlo
como un conflicto político. Israel consiguió unos resultados muy favorables con
estas negociaciones. Por un lado, en lo que a Jordania se refiere, consiguió un
reparto del agua que se basaba en el reconocimiento de un status quo que no es
más que una legitimación del uso que venía haciendo de los recursos. Por otro
lado, en relación a los palestinos, el tema fue aplazado hasta un futuro estatuto
final en el que se resolverían los problemas más espinosos, entre ellos el agua;
Estatuto que debía haberse alcanzado en 1996.

El Papel del Agua en el Conflicto por Palestina: breve recorrido histórico

Los recursos hídricos han tenido siempre un papel muy importante en el conflicto
entre Israel y los palestinos. Como ya he indicado, no ha sido un elemento
determinante de los enfrentamientos militares, pero sí está detrás de cualquier
negociación. Es vital para la viabilidad de un futuro Estado Palestino, el acceso a

37
100 agorots equivalen a un Shekel (moneda oficial de Israel).
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

unos recursos que le permitan abastecer a su población y el desarrollo de una


economía donde el sector agrícola tendrá un peso importante. Para ello, es
necesario que pueda acceder a los acuíferos tanto de Cisjordania como de la
franja de Gaza. El agua será una cuestión importante en cualquier negociación a
la hora de redactar un Estatuto Final.

Las aspiraciones sionistas sobre el agua

Los orígenes del conflicto por Palestina hay que buscarlos en los años del
Mandato Británico sobre esta Tierra, y más en particular, en las relaciones de las
autoridades británicas con el movimiento sionista.

Desde el momento en que los sionistas pretenden construir un estado judío en


Palestina, se dan cuenta de la necesidad de controlar el territorio, la judaización
de la tierra. Para obtener la ocupación efectiva de la tierra es necesario
conseguir su propiedad y darle un uso a dichos territorios. Es por ello, que la
agricultura se convierte en herramienta y objetivo simultáneamente. Mediante la
explotación agrícola se podrá controlar el alimentación de la población judía que
mediante sucesivas inmigraciones acudiría a Palestina. Para poder llevar a cabo
este desarrollo de la agricultura, es necesario asegurarse el acceso a unos
recursos hídricos en grandes cantidades. Surge aquí otro objetivo, asegurar un
suministro de agua importante, que adquiere aquí una doble versión: política y de
seguridad.

El movimiento sionista necesitaba determinar las posibles fuentes de agua en


Palestina, para lo cual promovió la realización de diversos estudios conjuntamente
con las autoridades británicas38. El objetivo de los mismos era determinar la
cantidad de inmigrantes que podría recibir la zona, y los recursos hídricos con los
que se podría contar. Los resultados llevaron a considerar la desviación del agua
del norte de Palestina hacia el sur, así como la utilización de las aguas del Nilo en
el Sinaí (donde se instalarían varias colonias judías), a lo que se opuso Egipto. Es
evidente, que el agua es un elemento imprescindible para la colonización judía
de Palestina.

Las primeras inmigraciones judías a Palestina a principios del siglo XX, se dirigen
hacia el norte, cerca de las fuentes del río Jordán y del Lago Tiberiades. Pero las
aspiraciones sionistas se extendían fuera de la Palestina histórica, pretendiendo
englobar tanto el río Litani, dentro de territorio del Líbano, como el Yarmuk, en
Jordania. Sin embargo, las presiones de Francia que era la potencia ocupante de
Siria y el Líbano, rechazaron estas aspiraciones.

38
El plan Lowdermilk 1944 y el Plan Hays-Savage 1948, afirman que hay suficientes recursos para absorber la
inmigración necesaria para la construcción de un nuevo estado y mantener la población que ya habitaba Palestina. En
ambos casos, consideran como recursos a utilizar tanto las aguas del Litani como el agua que desviarían del Jordán y del
Yarmuk hacia la costa mediterránea y al sur al desierto del Negev.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Aunque las primeras inmigraciones judías se producen bajo el imperio otomano,


fue durante el Mandato Británico cuando se aceleró el proceso. Inicialmente, la
colonización se llevó a cabo mediante la compra de tierras por parte de
población judía, y en ocasiones por el propio Fondo Nacional Judío39. Pero la
colonización tuvo que completarse, dadas las limitaciones del método anterior,
mediante la conquista militar y la expulsión de la población árabe.

La llegada de numerosos inmigrantes supuso un aumento de la presión sobre los


recursos y su gestión, a lo que no se escapa el agua. Los nuevos inmigrantes
incorporan unos hábitos de consumo distintos y pertenecientes a lugares donde
no se entiende una situación de escasez de agua. La mayor parte de estos
inmigrantes son judíos asquenazíes, procedentes de Europa Central. El modelo de
desarrollo económico que se propugna es altamente frágil en relación al entorno
medioambiental de Palestina. Se busca un desarrollo del sector agrícola que
permita hacer “florecer el desierto”, para lo cual se requieren grandes cantidades
de agua. El modelo agrícola desarrollado por la inmigración judía en Palestina es
muy intensivo en el uso del agua.

Pero, ¿qué consideración recibía la población autóctona palestina?, en realidad,


las organizaciones sionistas no consideraron nunca las necesidades de dicha
población, dándoles un carácter residual después de haber satisfecho las
necesidades judías.

El movimiento sionista continuo presionando a las autoridades británicas,


consiguiendo diversas concesiones para explotar los recursos durante largos
periodos de tiempo, con lo que se impedía a la población árabe acceder a los
recursos hídricos que necesitaran para el desarrollo de su propia economía.

Un ejemplo de esta estrategia lo constituye la “Concesión Rothenberg”, mediante


la cual la Palestine Electric Corporation recibe la concesión para producir energía
eléctrica en las aguas del río Yarmuk.

Esta compañía construyó una central de producción de energía eléctrica que se


convirtió en una herramienta de colonización. La compañía utilizó sólo mano de
obra judía, para la cual construyó en la desembocadura del Yarmuk una colonia
para alojar a estos trabajadores y para resolver los problemas de seguridad de la
central. Mas adelante, impidieron cualquier desarrollo agrícola en la zona al no
permitir utilizar las aguas del río por parte de los árabes.

Todas las concesiones afectaban de forma muy negativa a la población árabe,


que a su vez intentaba presionar a las autoridades británicas. Sin embargo, tanto
el conflicto por el agua como por el territorio, se resolverían mediante la guerra y
la posterior ocupación militar por parte de Israel.

39
Organización sionista que pretende adquirir la tierra palestina con el objetivo de convertir toda la tierra en un bien
inalienable del pueblo judío y asegurar la explotación de la misma por mano de obra judía
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

La cuestión del Agua tras la guerra de 1948

La primera guerra árabe-israelí en 1948, tras la declaración unilateral de creación


del Estado de Israel, supuso la apropiación de la Tierra por el nuevo Estado y por
el Fondo Nacional Judío. Pero el territorio de Israel estaba fuera de la cuenca del
Jordán, y dado el modelo de desarrollo elegido, se enfrentó desde sus orígenes a
un problema de carestía de agua. Siguiendo las pautas del movimiento sionista, la
colonización del territorio se hizo mediante un desarrollo agrícola fuerte, que
permitiera controlar el territorio, alimentar a la población y absorber la inmigración
judía. Y dicho desarrollo agrícola fue muy intensivo en el uso de agua.

Ante la carestía, Israel nacionalizó el agua, quedando su gestión bajo el control


del Ministerio de Agricultura junto con la Comisión del Agua, que entregó la
gestión a la compañía Mekorot40. A continuación, Israel formuló un Plan a siete
años para el desarrollo y gestión de los recursos hídricos. La principal
infraestructura de este plan era el Acueducto Nacional.

El Acueducto pretendía desviar agua del Jordán hacia el interior de Israel, tanto
hacia la costa como hacia el desierto del Negev. El punto de origen, es decir,
donde se realiza el desvío de las aguas del Jordán, se encuentra en el valle de
Hulah, en la zona desmilitarizada entre Siria e Israel41. La extracción de agua en
este punto, implica un aumento de la salinidad del río hasta el punto de hacerlo
inutilizable tanto para consumo humano como agrícola. El Conflicto estaba
servido.

Israel tuvo que aplazar las obras debido a problemas con la financiación pero
también por las presiones exteriores. Son los años cincuenta, y la política
estadounidense (nueva potencia en la zona tras la Segunda Guerra Mundial)
trataba de mantener buenas relaciones con los países árabes, siempre dentro del
contexto de la Guerra Fría, para evitar su acercamiento al bloque soviético.
EE.UU. diseñó varios planes que pretendían resolver desde un punto de vista
técnico, la cuestión del agua. Pero las negociaciones y las propuestas de las
partes eran irreconciliables. Para los países árabes es necesario determinar la
soberanía de los recursos hídricos antes de llevar a cabo ningún reparto de agua.
Además, no admiten que el agua pueda salir de su cuenca para destinarse al
consumo de otras poblaciones. Por su parte, Israel, pretende reducirlo a una
cuestión de reparto, que no le obligue a enfrentarse a la soberanía de unos
recursos que cree podrá controlar siempre por la vía militar.

Israel tiene como objetivo la ocupación del territorio, y es importante para ello
defender la zona sur, más débil, que es el Negev. Quiere también asegurarse la

40
Creada en 1937 por la Agencia Judía con el fin de planificar las infraestructuras necesarias en Palestina para la
creación del estado de Israel. Tras una posterior reforma, Mekorot pasará a ser una empresa estatal.
41
Según el Armisticio de 1949, la soberanía de esta zona quedaba pendiente de determinar hasta un futuro acuerdo de
paz.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

posibilidad de absorción de la nueva inmigración judía. Necesita consolidar el


recién creado Estado y su modelo de desarrollo económico. Para todo ello
requiere de un desarrollo agrícola importante. Desde este enfoque, el agua tiene
un papel no sólo económico sino también político y de seguridad. El Control de
los recursos hídricos pasa a ser parte de la estrategia militar israelí.

A pesar de las dificultades, la mediación norteamericana y sus planes de reparto


no consiguieron los objetivos que se proponían, pero sí hubo acuerdos puntuales
entre Israel y Jordania sobre las aguas del Jordán. A partir de este punto, cada
país inicia de forma unilateral el desarrollo de sus infraestructuras y proyectos
sobre el agua. De hecho, Israel pondrá en funcionamiento su Acueducto
Nacional en 1964, no sin múltiples tensiones y conflictos.

La Guerra de los Seis Días de 1967, aportó a Israel el control de recursos hídricos
importantes, de ahí que se discuta si fue ésta una guerra determinada por las
necesidades de Agua. Sí parece que el agua fue uno de los factores que se
tuvieron en cuenta, pero no el único. Lo que sí es cierto, es que el mantenimiento
de la ocupación tanto de Cisjordania como de los Altos del Golán se debe en
gran medida a los recursos hídricos de estos territorios. A partir de 1967, Israel
establece un régimen de ocupación militar que se traduce en una legislación de
dicha índole para la población civil palestina. El agua es considerada por Israel
como una cuestión de seguridad, y es por ello, que en los Territorios Ocupados la
gestión del agua queda en manos de la autoridad militar (que a partir de ese
momento pasa a regular sobre cuestiones de índole civil).

La Guerra del 1967 supuso para Israel el control definitivo de los acuíferos de
Cisjordania y de buena parte de las fuentes del Jordán gracias a la ocupación
del Golán. Los Altos del Golán permiten a Israel controlar el Banias e
indirectamente el Yarmuk.

Pero el total control de las fuentes del Jordán se produce con la invasión del sur
del Líbano en 1978, con la ocupación de una franja fronteriza por parte de Israel.

Entre 1967 y 1978, las aguas “ocupadas” representan el 40% del agua consumida
en Israel.

El panorama ha cambiado, las aspiraciones árabes de impedir la implantación


definitiva del Estado de Israel han fracasado, e Israel ya controla la zona. A partir
de este momento, pasará a desarrollar una política tendente a asegurar su
dominación sobre los Territorios Ocupados, para lo cual establece restricciones al
uso del agua por parte de la población palestina y a un desvío de la misma hacia
las poblaciones judías de las colonias instaladas en el interior de los Territorios. En el
discurso político, el agua sigue estando incorporada a la dimensión militar de la
seguridad. Podemos concluir, que el control del agua en las zonas ocupadas
constituye una de los principales beneficios obtenidos por la ocupación.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Al igual que la construcción del Estado de Israel se basó en la colonización del


territorio, la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza se pudo realizar
mediante la confiscación de la tierra y el agua a la población palestina, y la
posterior localización de colonias judías en esta zona. Las autoridades militares
israelíes establecieron un régimen de uso del agua que impidió la explotación de
las aguas de los acuíferos por los palestinos. El objetivo era impedir el desarrollo de
una agricultura palestina que pudiera competir con la israelí, y para ello la
restricción del agua era la mejor herramienta. Pero las restricciones han afectado
también a las necesidades básicas de la población palestina. La colonización
implicaba favorecer el consumo de los colonos, aunque esto implicara reducir el
consumo palestino.

Las negociaciones sobre el agua en el marco del Proceso de Paz

Las negociaciones entre Israel y la OLP, como representante del pueblo palestino,
desarrolladas a partir de 1992, no cambiaron sustancialmente, en lo que a los
recursos hídricos se refiere, en relación a la Ocupación. Los acuerdos definían un
régimen transitorio a aplicar hasta el desarrollo del Estatuto final, que debía
alcanzarse en 1996. Los acuerdos42 alcanzados dan lugar a una situación muy
desigual. En primer lugar, hacen referencia sólo a los recursos subterráneos que se
encuentran dentro de la Línea Verde. En segundo lugar, se produce una
transferencia de autoridad limitada sólo a los usos de los palestinos, de tal forma
que el gobierno de Israel sigue controlando el agua destinada a los colonos de
dentro de los Territorios.

En la declaración inicial hay un reconocimiento por parte de Israel de los


derechos palestinos al agua de Cisjordania, pero su negociación se deja para el
estatuto final, con la intención de que hasta el momento se mantenga el statu
quo y que las necesidades palestinas aquí reconocidas sean abastecidas con

nuevas fuentes. Además, aunque Israel reconoce las necesidades de los


palestinos hace referencia exclusivamente al agua para consumo humano, y
excluye el agua para el regadío. Por tanto, las reivindicaciones palestinas relativas
a un reparto justo y equitativo de las aguas subterráneas y de las del Jordán
estaban lejos de ser aceptadas. De hecho, una de las condiciones que puso Israel
en la Conferencia de Madrid en 1991 para seguir con las conversaciones era
mantener el control del agua de Cisjordania.

En las negociaciones, las necesidades palestinas fueron determinadas en función


de los datos que aportó Israel, basándose sólo en el consumo doméstico bajo la
ocupación. Por tanto, sin tener en cuenta ni la demanda que surgiría si se retiraran
las restricciones, ni el consumo agrícola para el regadío. Además, la gestión del

42
Acuerdo interino Israelo-palestino sobre Gaza y Cisjordania (Washington D.C., septiembre 1995).
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

agua se realiza en ciertos casos por las autoridades palestinas, pero en otros por
las israelíes, que son las que deben desarrollar la infraestructura necesaria para
extraer el agua para la población palestina y para conceder las licencias y
autorizaciones para la construcción de nuevas infraestructuras.

Este régimen sigue dejando que el suministro dependa en gran medida de la


compañía israelí Mekorot43.

En conclusión, Israel a intentado impedir la cesión tanto de la gestión como de la


soberanía de los recursos hídricos de Cisjordania y Gaza, a la Autoridad Nacional
Palestina. Sigue considerando el agua como una cuestión política de Seguridad.

A modo de Conclusión

Después de este breve recorrido histórico sobre el papel del agua en el conflicto
por Palestina, se pueden extraer una serie de conclusiones o puntos de análisis en
el estudio del conflicto desde una visión socioeconómica.

El movimiento sionista desde sus orígenes elabora todo un modelo de desarrollo


económico para el futuro estado de Israel. Este modelo se basa en un fuerte
desarrollo del sector agrícola. La actividad agraria permite dar un uso a la tierra
ocupada militarmente y de esta forma, la población que llega en sucesivas
oleadas de inmigración, poblará estos territorios. Este proceso es el que realmente
asegura el control sobre la tierra ocupada, protegiéndola de intentos de
recuperación por parte de los países árabes o incluso del retorno de su población
autóctona expulsada. Por supuesto, la agricultura también abastecerá de
alimentos a dicha población.

Pero para conseguir un sector agrícola como el planificado es necesario contar


con abundantes cantidades de agua, ya que la agricultura israelí es intensiva en
el uso de este recurso. Por otro lado, es lógico pensar que esta sea una agricultura
muy ineficiente si se tiene en cuenta el coste real del agua, ya que el desarrollo
de las infraestructuras necesarias para distribuir el agua a todo el país, requieren
de grandes inversiones.

Además, el suministro de agua de Israel depende de recursos que tienen la


consideración de Internacionales, y por tanto tiene que tener en cuenta las
necesidades de los otros países que los comparten. Si a esto le sumamos la
desigual distribución del agua según el origen de la población, no sería
aventurado pensar que el modelo económico israelí pudiera enfrentarse a una
crisis provocada por la carestía del agua.

43
Mekorot (en hebreo: ‫ )מקורות‬es la compañía nacional de agua de Israel. Fue fundada en 1937. Provee el 80% del agua
potable de Israel y el 70% del abastecimiento de agua
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

El modelo israelí requiere de un férreo control sobre el desarrollo económico


palestino, de tal forma que éste último siempre ha estado supeditado a las
necesidades de Israel. Sería interesante seguir esta línea de trabajo, para
determinar cuál es el modelo económico palestino actual y cuál aquel que
podría desarrollarse si se eliminaran las restricciones. La economía palestina tiene
como sector principal los Servicios, si bien, el peso de este sector en el conjunto
de la economía de los Territorios parece deberse mas a las limitaciones impuestas
por Israel al desarrollo del Sector Agrícola, y por ende al industrial también, que
por el propio avance de los servicios. Es importante analizar el sector agrícola
palestino, ver sus necesidades y sus potencialidades, y paralelamente sus
necesidades de agua.

Analizar la situación del agua en Oriente Medio (recursos disponibles, necesidades


de las partes, reparto, evolución histórica y situación política), es un punto de
partida para estudiar los modelos de desarrollo económicos de Israel y los
Territorios Palestinos desde el origen del conflicto. Siendo el centro del análisis el
sector agrícola como por sus implicaciones políticas, ideológicas y económicas.
Dicho análisis parte de la premisa de la complementariedad de ambos sistemas
socioeconómicos y de la sujeción del modelo palestino al israelí.

6. PALESTINA HOY EN DÍA

Los grandes atropellos de la historia no siempre se


cometen por odio, sino por indiferencia hacia el
otro. En el odio, el otro, el odiado, está presente,
existe, incluso se podría decir que es imprescindible
como sostén del odio. La indiferencia despoja de
entidad al otro, lo cosifica, lo puede considerar
obstáculo o apoyo o ambas cosas a la vez, o una y
otra sucesivamente, pero siempre lo excluye de la
categoría de un “nosotros” dotado de derechos,
necesidades y aspiraciones que el otro no tiene. Ésa
es la base del pensamiento.
Fig. 11 Palestina hoy en día
Los actuales acontecimientos en la Franja de Gaza
no son nuevos; la magnitud de los últimos ataques del Estado israelí hace que el
conflicto se visibilice, pero la guerra cotidiana, psicológica e indiscriminada de la
que es víctima el pueblo palestino es histórica. Sin que ello se deba a causas
religiosas (musulmanes, judíos y cristianos por siglos convivieron pacíficamente en
territorio palestino) o de odios interraciales, al contrario, la guerra que libra el
Estado sionista en Palestina es una típica guerra por territorio, y los intereses de
Israel, Estados Unidos y miembros de la Liga Árabe como Arabia Saudita son
eminentemente geopolíticos. Para comprender este conflicto es necesario tener
en cuenta varios factores que lo agudizan como son: la situación de los
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

refugiados palestinos, la ilegalidad de asentamientos israelíes en territorio


palestino, la destrucción de cosechas y árboles palestinos, la construcción de un
muro de segregación en Cisjordania, la violación de las resoluciones de la ONU
por parte de Israel y la imposibilidad física de un Estado Palestino unido
geográficamente. A grandes rasgos el denominado “conflicto palestino-israelí”
puede reseñarse en cuatro fases . La primera que va desde 1917 a 1948 se
enmarca en la vigencia del mandato británico que administró la Palestina
histórica hasta la creación oficial del Estado de Israel; abarca la Declaración de
Balfour de 1917 en donde el reino Unido se declara a favor de la creación del
Estado de Israel, la resolución 181 de la ONU de 1947 que aprueba la partición de
Palestina en dos Estados (el de Israel con dimensiones territoriales muchísimo
menores a las actuales), la internacionalización de la ciudad de Jerusalén, y el
regreso de los palestinos refugiados; el fin del mandato británico en mayo de 1948
y la creación del Estado de Israel, todo ello en el contexto de las luchas
independentistas árabes contra potencias colonialistas como Francia e Inglaterra
(casos de Líbano, Siria, Egipto e Iraq). La segunda fase del conflicto abarca los
años 1948 a 1956. En 1948 la ONU emite la resolución 194 sobre el derecho de los
palestinos a regresar a los territorios de los que habían sido desplazados por la
fuerza (en lo que en árabe se denomina
la Nakba o catástrofe) y la obligación de
Israel de compensar económicamente a
las víctimas por los daños materiales
sufridos por la expulsión de sus territorios.
Una tercera fase comprende el período
1957 a 1967. En junio de 1967 se
desarrolla la guerra de los seis días que
involucró a Siria, Egipto, Jordania e Israel,
ocasionada por la expansión territorial
Fig. 12 Intifada
de Israel que ocupó los Altos del Golán
en Siria, la Península del Sinaí en Egipto y Jerusalén de Este (barrio musulmán), en
donde los países árabes fueron derrotados, la capacidad militar de Israel se
potenció y sus territorios se expandieron incluyendo la Franja de Gaza y
Cisjordania, violando las fronteras que se habían establecido en la resolución 181
de la ONU. La última fase comprendería desde 1967 a la actualidad. En el 67

la ONU emite la resolución 24244 en la que insta a Israel a abandonar los territorios
ilegalmente ocupados y reitera el derecho al retorno de los palestinos, en 1979

44
La resolución 242 (S/Res/242 (1967)), después de una muy difícil gestación, fue votada el 22 de noviembre de 1967
por unanimidad de los miembros del Consejo de Seguridad. Los principales puntos se referían a:
"1. (...) the establishment of a just and lasting peace in the Middle East which should include the applicationof both the
following principles:
i) Withdrawal of Israel armed forces from territories occupied (en francés: des territoires occupés) in the recent conflict;
ii) Termination of all claims of states of belligerancy and respect for and acknowledgement of the sovereignty,
territorial integrity and political independence of every State in the area and their right to live in peace within secure and
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Egipto cedió la franja de Gaza para la creación del Estado palestino, y en 1988
Jordania haría lo mismo con el 70% de la Cisjordania que controlaba, el resto del
territorio histórico de Palestina quedó en manos de Israel. En 1982 en Beirut se
produce la masacre de Sabra y Chatila perpetuada por falangistas libaneses
aliados al ejército de defensa de Israel en donde torturaron y asesinaron a miles
de refugiados palestinos.

En 1987 el pueblo palestino de Gaza y Cisjordania se enfrenta con piedras al


ejército de Israel como resistencia y rechazo a la ocupación del territorio
palestino, así como a los asentamientos judíos, la destrucción de los árboles
frutales y olivos, y a los controles militares en la zona, en lo que se conoce como la
Primera Intifada45. En 1993 se inicia una serie de negociaciones entre el estado de
Israel y la OLP, allí se acuerda que la parte administrativa de Jerusalén Este estaría
en manos de la Autoridad Palestina, y que la Vieja Ciudad Judía pasaría a
administración israelí, así mismo se estableció la detención de asentamientos
israelíes en territorio palestino y el fin de la intifada iniciada desde 1987, acuerdos
que Israel incumplió. En el año 2000 fracasan las conversaciones entre el líder
palestino Yasir Arafat con el israelí Ehud Barak en Camp David y se inicia la
segunda Intifada que duraría hasta 2005. Mientras tanto en el 2002 Israel inicia la
construcción de un muro en que separa Jerusalén Este de Cisjordania,
imposibilitando que palestinos musulmanes y cristianos visiten lugares sagrados,
dividiendo familias y restringiendo el acceso a los servicios de salud y educación
que brinda la ciudad anexionada por Israel. En el año 2006 por elecciones
populares Hamas (organización política radical) gobierna la Franja de Gaza,
mientras en Cisjordania gobierna la organización Al Fatah. En el año 2008 Israel
inicia la operación militar “Plomo fundido I” contra la Franja de Gaza causando
más de 1.400 civiles palestinos muertos, en 2012 Israel lanza una ofensiva militar
denominada “Pilar de Defensa” en la Franja de Gaza con el objetivo declarado
de diezmar al gobierno de Hamas. Tras casi un mes de ataques aéreos el saldo
fue de 155 palestinos y 5 israelíes muertos. En el año 2012 la ONU admitió al Estado

recognized boundaries free from threats or acts of force (...)" (resolución 242 del Consejo de Seguridad (S/Res/242), 22
de noviembre de 1967).
La resolución también afirmaba la necesidad de garantizar la libertad de navegación, de establecer zonas
desmilitarizadas y de solucionar el problema de los refugiados. Además, el Secretario General U Thant debía designar
un Representante Especial para impulsar un acuerdo de paz entre los Estados implicados, cargo que recaería en el
diplomático sueco Gunnar Jarring.
Hay que hacer notar que en la resolución no había ninguna mención especial al problema palestino más allá del
problema de los refugiados que, después de 1967, no era sólo palestino, pues cerca de 100.000 sirios de los Altos del
Golán también se habían convertido en refugiados en Siria.
45
La Intifada (que en lengua árabe significa levantamiento, sobresalto) empezó en el funeral de cuatro palestinos
muertos en un accidente de tráfico provocado voluntariamente, según los rumores que corrieron, por colonos judíos en
la Franja de Gaza como venganza por la muerte de un judío a manos palestinas en Gaza pocos días antes. El funeral se
convirtió en una manifestación que terminó a pedradas contra el puesto del ejército israelí más cercano. En muy poco
tiempo, el levantamiento de los jóvenes se extendió de forma espontánea a todos los Territorios Ocupados. Más tarde,
tanto los grupos cercanos a la OLP como los Hermanos Musulmanes reaccionaron y pasaron a controlar, dirigir y
ampliar el movimiento de insurrección. Los primeros (principalmente Fatah, FDLP, FPLP y Partido Comunista)
formaron la Dirección Nacional Unida. Los segundos crearon el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas). El
estallido de la Intifada fue una respuesta a la ocupación israelí, pero también un grito de desesperación de una juventud
numerosa y sin futuro.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

de Palestina como Estado observador no miembro en la Asamblea General,


reconociendo el derecho del pueblo palestino a establecer un Estado con las
fronteras establecidas antes de 1967. En el 2014 los grupos Hamas y Al Fatah
acordaron un gobierno de unidad, ocasionando el rechazo de Israel frente a esta
decisión, y en consecuencia la creación de más asentamientos judíos en
territorios palestinos. Recientemente, como respuesta a tres mísiles lanzados por
extremistas de Hamas en la franja de Gaza (dos impactaron en los escudos
antimisiles israelíes y el otro en una zona deshabitada), Israel inicio bombardeos e
incursiones militares terrestres indiscriminados en Gaza, ocasionando miles de
refugiados y cientos de personas heridas y asesinadas, en una operación que
denominó “Margen protector”, que se asume como defensiva y que aparece
como abiertamente desproporcionada. Este recorrido general quiere ser un lente
para asumir la ocupación israelí como un asunto eminentemente político, y no
religioso. Reconocer los desfases y violaciones a los Derecho Humanos que
comete el Estado israelí no es un asunto antijudío, ni antisemita, es un asunto de
reconocimiento del otro, tal como lo comprenden a su vez rabinos resistentes al
sionismo y valerosos resistentes a la guerra, objetores por consciencia al servicio
militar israelí, jóvenes denominados “Shministim”. Así mismo reconocer el derecho
de autodeterminación del pueblo palestino no significa sin más avalar la
legitimidad de Hamas -sobre ello cada quien decidirá-, ni las acciones
desesperadas y suicidas de algunos palestinos, pero sí implica reconocer
claramente al pueblo palestino como víctima de una potencia económica y
militar como la israelí, y del fracaso del sistema internacional como protector de
Derechos Humanos.

Hamas contra Israel

Hamas46 es una rama palestina del grupo islamista Hermanos Musulmanes,


extendido a su vez por todo Oriente Medio. Desde su fundación en 1987 Hamas
lucha contra el estado israelí, usando en particular métodos terroristas como
atentados suicidas, aunque últimamente prefiere atacar a Israel con misiles y
morteros. Sin embargo, no solamente Hamas, y en particular su delegación militar
Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, ataca a Israel desde Franja de Gaza. También
están allí presentes otros grupos, incluso más radicales que Hamas, como Yihad
Islámica Palestina, que también ataca a Israel con misiles y morteros. Sin
embargo, Israel considera a Hamas responsable de todos los ataques desde el
territorio de la Franja de Gaza.

46
Hamas (en árabe: ‫حماس‬, entusiasmo o fervor y acrónimo de Harakat al-Muqáwama al-Islamiya, ‫المقاوم ة حرك ة‬
‫ اإلس المية‬Movimiento de Resistencia Islámico) es una organización palestina que se declara como yihadista,
nacionalista e islámica. Su objetivo, definido en su carta fundacional, es el establecimiento de un estado islámico en la
región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en
Jerusalén.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Desde su llegada al poder en la Franja de Gaza en 2007, Hamas se niega a


reconocer los acuerdos logrados anteriormente entre palestinos e israelíes,
quedando suspendidas las negociaciones con Israel. Tel Aviv impuso un bloqueo
bajo el pretexto de privar a los radicales locales de materiales para la producción
de armas, controlando estrictamente las fronteras y el espacio aéreo de la Franja
de Gaza. El bloqueo empeoró mucho las condiciones de vida en aquel territorio,
ya que los habitantes se ven privados de empleo, educación, asistencia médica y
otros bienes de primera necesidad, ya que Israel controla los flujos de comida,
agua, electricidad, gas, etc.

La población civil de Franja de Gaza y los miembros de Hamás buscan resolver el


problema excavando túneles bajo la frontera con Egipto. Sin embargo, después
de que los hermanos musulmanes en Egipto fueran derrocados hace un año,
convirtiéndose en los enemigos públicos número uno en el país, muchos de
túneles fueron cortados. Además, Egipto restringió el paso por el mayor punto
fronterizo terrestre no controlado por Israel en la ciudad de Rafah, limitando de
esta manera el suministro de bienes y demostrando su escasa voluntad de ayudar
a sus vecinos palestinos.

Otro problema reseñable es la densidad de población: en la Franja de Gaza,


sobre todo en su capital, residen 5.000
personas por kilómetro cuadrado, uno de
los porcentajes más altos del mundo. Ello
explica en parte la gran cantidad de
víctimas entre civiles palestinos en medio
del actual intercambio de ataques entre
Franja de Gaza e Israel, debido a lo
supuestamente complicado que resulta
impactar objetivos militares palestinos sin
causar bajas civiles. No obstante, algunos
expertos creen que Israel alcanza blancos
Fig. 13 Franja de Gaza
civiles a propósito.

La actual escalada de tensión entre Israel y Hamas, que estalló a raíz del
secuestro y asesinato de 3 jóvenes israelíes en Cisjordania, muertes que Israel
achaca a Hamas, es la cuarta más grande desde 2005. Las escaladas anteriores
se remontan a los años 2006, 2008-2009, y 2012 y dejaron cientos de víctimas
mortales.

7. EL FRACASO DEL PROCESO DE PAZ

Proceso de paz entre Israel y Palestina a lo largo de la historia

El proceso de paz entre Israel y Palestina se compone de un largo listado de


tratados y resoluciones de la ONU, tanto de la Asamblea General cuanto del
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Consejo de Seguridad, que han intentado poner fin a un conflicto que ha


caracterizado todo el 1900 y, por el momento, los primeros 14 años del siglo XXI.

No es casualidad que, hace casi 6 años el semanal británico The Economist,


define el conflicto palestino- israelí como “la guerra de los cien años” – The
hunderes years’ war – definición que fue dada durante el apogeo de la
operación israelí “plomo fundido”.

Los tentativos que la comunidad internacional ha realizado en relación al proceso


de paz entre los dos actores principales del conflicto empiezan en 1947 con la
resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, con la cual, en fecha 29 de
noviembre, la Organización de las Naciones Unidas creó la comisión especial
UNSCOP y que preveía la división del los entonces territorios de Palestina. Según
cuanto dictado por la resolución 181, el 56,47% del territorio tenia que ser
habitado por 500.000 judíos y 325.000 árabes, mientras que el restante 43,53%
tenia que ser habitado por 807.000 árabes y 10.000 judíos – aquí cabe destacar
que las áreas asignadas a los sionistas eran, en parte, territorio que los mismos
judíos habían quitado ilegalmente a los palestinos y que, entre el 1945 y el 1948, lo
judíos siguieron realizando expropiaciones territoriales ilegales por las cuales, al
momento de la división prevista por la resolución de la ONU, el 75% de los
territorios de Palestina se encontraban en las manos de los sionistas. Además,, la
misma resolución 181, preveía la tutela internacional de la ciudad de Jerusalén ,
habitada por 100.000 judíos y 105.000 árabes y reglamentaba una serie de
prescripciones y derechos varios que, teóricamente, tenían que gravar sobre los
israelíes y los palestinos.

Durante el mismo año, es decir en 1947, otra resolución, la 194 de la Asamblea


General de la ONU, que nunca fue respetada por el gobierno israelí, preveía que
los prófugos y refugiados palestinos tenían el pleno y completo derecho de volver
a sus hogares en aquellos territorio ocupados por los sionistas y que, solo un año

Fig. 14 Procesos de paz


El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

después, el 14 mayo de 1948, habrían empezado a hacer parte del Estado de


Israel. Esta resolución, fue aplicada solo en pequeña parte y, en territorios donde,
las miras expansionistas de Israel ya se habían realizado o en áreas que no tenían
particular interés por el movimiento sionista.

Después de la guerra de 1967, la ONU, con resolución n. 242 del 22/11/1967,


solicitó a Israel retirarse de los territorios adquiridos militarmente, sin embargo, el
gobierno de Tel Aviv ignoró completamente cuanto pedido por la Organización
de las Naciones Unidas así como, a partir de este momento, Israel empezará a
ignorar cualquier resolución de la ONU no obstante, antes de la aprobación de la
resolución de la ONU n 273 del 1949, con la cual se admitía Israel como miembro
de la organización, el gobierno provisional sionista se había comprometido a
respetar cualquier decisión de la ONU después de su admisión en la organización.
Al contrario, la política de control y gestión de los territorios ocupados se hará
siempre mas intensa y sofocante gracias a la continua instauración de
asentamientos de colones y al apoyo de EE.UU. que, sistemáticamente, empezará
a poner el veto a cada resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que
podría desfavorecer Israel y, ayudando de otras formas la política nación,
regional y global de este país.

La importancia de la resolución 242 del 1967 vendrá nuevamente subrayada en


1973, año en el cual la ONU aprueba la resolución 33847, con la cual se vuelve a
solicitar a las partes involucradas el respecto de cuanto dictaminado en la
resolución 242.

El 1974 es un años importante, por lo menos teóricamente, ya que, la Asamblea


General de la ONU, con resolución 3236, afirma y solicita que el pueblo palestino
posee el derecho inalienable al autodeterminación sin interferencias ni influencias
externas, además, se reconoce al pueblo árabe de Palestina el derecho a la
independencia y a la soberanía nacional.

Sin embargo, cuanto afirmado por la Asamblea General en la resolución 3236


quedará en el aire, tanto es que, en 1979, con resolución 444, el Consejo de
Seguridad de la ONU deplora la falta de cooperación de las autoridades israelí
relativamente al respecto de las resoluciones y a la falta de voluntad en arreglar
los problemas regionales con el pueblo árabe de Palestina, falta que se
manifestaba en el escaso involucramiento en el respecto y realización de las
medida de pacekeeping fijadas por la ONU.

Hay que subrayar que el 1979 fue un año particularmente importante desde el
punto de vista de las resoluciones de la ONU relativas al asunto palestino- israelí

47
Adoptada por el Consejo de Seguridad el 22 de octubre de 1973, durante la guerra del Yom Kippur, la resolución
confirma la validez de la resolución 242 y recomienda el alto al fuego y el inicio de las negociaciones en vista de
“instaurar una paz justa y duradera en el Oriente Medio”.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

tanto es que, además de la resolución sobre mencionada, el Consejo de


Seguridad aprueba otras dos resoluciones relativas al asunto. Con la resolución
446, del marzo de 1979, el Consejo de Seguridad establece que los asentamientos
coloniales de Israel representa un enorme obstáculo a la paz y, por lo tanto,
invocando la 4° Convención de Ginebra, pide al gobierno de Tel Aviv de poner
fin a esta medida expansionista. Nada se ha producido con estas resoluciones,
tanto es que, a pocos meses de distancia, hablamos del 20 julio de 1979, visto la
postura de Israel, el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la resolución 452
con la cual se “pide enérgicamente” a las autoridades israelíes de poner fin a la
construcción de asentamientos en los territorios ocupados.

A partir de ahora, las resoluciones de la ONU se harán mucho mas frecuentes


hasta el 2009 y, las mas importantes podrían ser resumidas, fundamentalmente, de
la siguiente forma:

Resolución 465, del 1 mayo de 1980. El Consejo de Seguridad deplora la


perseverancia de Israel en construir asentamientos y pide a todos los estados
miembros de no sostener dicho programa de Israel.

Resolución 469, del 20 mayo de 1980. El Consejo de Seguridad solicita a Israel de


anular las expulsiones ilegales de dos alcaldes y un juez palestino y de facilitar sus
vueltas en el territorio.

Resolución 471, del 5 junio de 1980. El Consejo de Seguridad expresa sus


preocupaciones por el no respecto, por parte de Israel, de la 4° Convención de
Ginebra.

Resolución 476, del 30 junio de 1980. El Consejo de Seguridad de la ONU, vuelve a


afirmar que las reivindicaciones de Israel relativamente a la ciudad de Jerusalén
tienen que ser consideradas nulas.

Resolución 478, del 20 agosto de 1980. El Consejo de Seguridad “censura”,


nuevamente, Israel por las reivindicaciones sobre Jerusalén, contenidas en su “Ley
Fundamental”.

Resolución 498, del 17 diciembre de 1981. El Consejo de Seguridad declara nula la


anexión de los Altos del Golán por parte de Israel y, pide al gobierno de Tel Aviv
de anular inmediatamente su decisión/ declaración.

Resolución 37/120, de 1981. La Asamblea General de la ONU convoca una


Conferencia Internacional sobre la “cuestión palestina”, conferencia que se
realizará, en Ginebra, durante los meses de agosto- septiembre de 1983.

Resolución 573, del 4 octubre de 1985. El Consejo de Seguridad condena, con


fuerza, Israel por los bombardeos de Túnez durante el ataque al cuartel general
de la OLP, la organización para la liberación de Palestina.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Resolución 592, del 8 diciembre de 1986. El Consejo de Seguridad deplora el


asesinato de estudiantes palestinos en la Universidad de Birzeit, asesinato
realizado por las tropas regulares israelíes.

Resolución 605, del 22 diciembre de 1987. El Consejo de Seguridad de la ONU


denuncia la negación de los derechos humanos del pueblo palestino por parte
de las fuerzas políticas israelíes.

Resoluciones 607 y 608, del 5 y 14 enero de 1988. El Consejo de Seguridad solicita


a Israel no deportar civiles palestinos y subraya la necesidad de respectar la 4°
Convención de Ginebra.

Resolución 43/176, de 1988. La Asamblea General de la ONU pide una


Conferencia para la paz en Oriente Medio, conferencia que tendrá lugar durante
los meses de octubre y noviembre de 1991 en Madrid.

Resolución 43/177, de 1988. La Asamblea General reconoce la proclamación del


Estado de Palestina por parte del Consejo Nacional Palestino.

Resolución 672, del 12 octubre de 1990. El Consejo de Seguridad condena Israel


por las violencias contra los palestinos realizadas en Haram al-Sharif (Templo de la
Montaña).

Resolución 673, del 24 octubre de 1990. El Consejo de Seguridad de la ONU


deplora la falta de cooperación de Israel con la Organización de las Naciones
Unidas.

Resolución 694, del 24 mayo de 1991. El Consejo de Seguridad deplora,


nuevamente, la deportación de palestinos por parte de Israel e insta al gobierno
israelí, declaración que vendrá subrayada, una vez mas el 6 de enero de 1992
con la resolución 726 y con la resolución 799 del 18 diciembre de 1992, año en el
cual se deportaron alrededor de 413 palestinos.

Resolución 904, del 18 marzo de 1994. El Consejo de Seguridad de la ONU después


de la aterradora masacre realizada contra los fieles palestinos en la Mezquita
Ibrahim, en Hebrón, del 25 febrero de 1994, durante la celebración del Ramadán
y, gravemente preocupada por los preocupantes incidentes que de allí se han
producido en los territorios palestinos ocupados, reafirma las importantes
resoluciones relativas a la aplicabilidad de la 4° Convención de Ginebra inherente
los territorios ocupados por Israel, comprendiendo la ciudad de Jerusalén. En la
misma resolución, el Consejo de Seguridad condena con fuerza la masacre de
Hebrón y las violentas consecuencias de la misma que han producido la muerte
de mas de 50 palestino y numerosos heridos de mas de cien civiles árabes. La
ONU, también, solicita a Israel que aplique medidas de seguridad que impidan a
los colones israelí realizar actos ilegales de violencia.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Resolución 1402, del 30 marzo de 2001. El Consejo de Seguridad insta el retiro de


las tropas israelíes desde las ciudades palestinas, entre las cuales la ciudad de
Ramallah. Esta decisión vendrá nuevamente subrayada en la resolución 1403, del
4 abril de 2002, con la cual el Consejo de Seguridad pide a las autoridades
israelíes que venga respectada, sin ulteriores retrasos, la resolución 1402.

Resolución 1405, del 19 abril de 2002. El Consejo de Seguridad pide la remoción,


por parte de Israel, de las restricciones impuestas, sobre todo en la ciudad de
Jenin, a las operaciones de paz de las organizaciones humanitarias como el
Comité Internacional de la Cruz Roja y la Agencia para la Asistencia y el Trabajo
para los prófugos palestinos en Oriente Medio, la UNRWA.

Resolución 1435, del 24 septiembre de 2002. El Consejo de Seguridad pide a Israel


poner fin inmediatamente a las medidas ilegales tomadas en la ciudad de
Ramallah y en sus alrededores, además de la
retirada de las fuerzas de ocupaciones israelíes
desde las ciudades palestinas, volviendo a las
posiciones anteriores al septiembre de 2002.

Resolución ES- 10/10, de 2002. La Asamblea


General, dirigiéndose al Secretario General de la
ONU, pide la preparación de un informe relativo a
los acontecimientos producidos en Jenin y en otras
ciudades palestinas;

Resolución 1544, del 15 mayo de 2007. El Consejo de


Seguridad condena la destrucción por parte de
Israel de pisos y casas pertenecientes a civiles en el
campo de refugiados situado en la zona de Rafah;

Resolución 1850, del 16 diciembre de 2008. El


Consejo de Seguridad pide a ambas partes “el
respecto de sus obligaciones” y de “abstenerse de
cualquier acción que pueda minar la confianza o
perjudicar el buen éxito de las negociaciones”;
Fig. 15 Negociaciones

Resolución 1860, del 8 enero de 2009. El Consejo de Seguridad vuelve a centrar la


atención de Israel sobre todas las precedentes resoluciones que se han aprobado
en mérito a la “cuestión palestino- israelí” y, mas en general, en mérito a la
postura y a las acciones de Israel en toda la región de Oriente Medio.

En los años durante los cuales se han producido todas estas “solicitudes y
recomendaciones”, la ONU también se ha dirigido a Israel relativamente a su
postura en Oriente Medio y a los enfrentamientos/ guerras que el país sionista ha
puesto en ser en la región. Sin embargo, centrándonos en el argumento principal
del presente ensayo, paralelamente al trabajo de la ONU, se han realizado otras
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

negociaciones de paz entre Palestina e Israel, negociaciones que, sin embargo,


no han producido ningún efecto, visto que, generalmente, estas tentativas han
sufrido el mismo destino de las resoluciones de la Organización de las Naciones
Unidas, es decir, la completa indiferencia por parte de Israel.

Entre las negociaciones mas destacadas que ven como protagonistas Israel,
Palestina y los mediadores internacionales, cabe subrayar la importancia, por lo
menos teórica, de algunas tentativas que habrían podido solucionar el asunto.
Hablamos de la Conferencia de Madrid de 1991; del proceso de paz de Oslo,
realizado entre septiembre 2013 y mayo 2014; de la Declaración de Washington
de 1994; de los Acuerdos de Gaza de 1995; del Way Plantation de 1998; de Camp
David de julio 2000 y; de los Acuerdos de Shram el Sheikh de octubre de 2000.

La Conferencia de Madrid fue presidida por el entones presidente de EE.UU.


George Bush, el Presidente del Gobierno español Felipe González y el presidente
ruso Gorbachov. Los tres plenipotenciarios invitaron Israel, Siria, Líbano, Jordania y
los palestinos a esta conferencia con el fin de realizar un primer contacto entre las
partes y empezar una serie de coloquios bilaterales que, en un segundo
momento, encontraron una definición en Washington y Oslo.

Paso importante e “improductivo”, se ha producido durante el proceso de paz de


Oslo48, cuando, por primera vez, Israel empieza a negociar directamente con una
delegación palestina. Gracias a la mediación del representante estadounidense
Warren Christopher, en septiembre de 1993, en Washington, después de una larga
y atormentada negociación, Israel y la OLP, firman la Declaración de Principios
que prevé: cinco años de transición para el definitivo pasaje de la Franja de Gaza
y de Jericó a la Autoridad Palestina; la creación de un cuerpo de policía palestino
y, libres elecciones. La Declaración fue firmada definitiva y oficialmente en mayo
de 1994, en El Cairo, donde Yitzhak Rabin e Yasser Arafat también decidirán
negociar los asuntos relativos a Jerusalén y al reconocimiento oficial de la
Autoridad Palestina en otra sede. Interesante, durante esta negociación, fue la
firma de lo que se conoce históricamente como el Protocolo de Paris (Protocolo
sobre las relaciones económicas entre el Gobierno del Estado de Israel y la OLP).
Según cuanto se aprende por el Banco Mundial, en relación al Protocolo de Paris
que se ha realizado entre la Declaración de Principio del 1993 y la aplicación
practica del mismo en mayo de 1994:

48
Acuerdo provisional entre Israel y Palestina sobre la Franja de Gaza y la Ribera Occidental (Acuerdo interino de 28
de septiembre de 1995)", . La devolución de buena parte de la Franja de Gaza se entiende porque se había convertido en
una molestia que cualquier gobierno israelí se querría sacar de encima: Gaza es la zona con la mayor densidad de
población del mundo, extremadamente pobre, con una gran población de refugiados y el centro neurálgico de la Intifada
y de Hamas. La devolución del territorio cisjordano era muy diferente. La retirada del ejército israelí se limitó al
perímetro de las ciudades más pobladas (Janin, Nablus, Tulkarem, Qalqilya, Ramallah y Belén, además de Jericó), con
el caso aparte de Hebrón que necesitó un acuerdo especial y terminó con una retirada parcial israelí a causa del
asentamiento de 400 colonos judíos de Gush Emunim en la ciudad. De todas formas, en prácticamente todas estas
ciudades el ejército israelí continúa manteniendo su presencia militar con la excusa de proteger algún lugar sagrado para
los judíos. Estos puestos del ejército se convierten en los puntos de fricción cuando hay protestas palestinas. Se puede
apreciar, pues, que la devolución territorial en Cisjordania todavía es más una ilusión que una realidad.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Abriendo una paréntesis, relativamente al proceso de paz de Oslo y al Protocolo


de Paris, es necesario subrayar que, a la época, no fue claro para todos lo que
significaban estos acuerdos, visto que los sectores privados destinados a tener un
beneficio inmediato de estos tratos habrían sido los de Israel, Jordania, EE.UU. y de
otros países, y no ya los intereses palestinos. Además, fue poco evidente la
contradicción entre el lenguaje del Protocolo de Paris y el impacto real del
mismo, visto que la presunta “nueva era de los confines abiertos” solo habría
llevado a la intensificación de las restricciones de Israel hacia los trabajadores y
los civiles palestinos. En pocas palabras, las contradicciones del proceso de paz
de Oslo no produjeron nada mas que un aumento de la gravedad y de los
desequilibrios existentes entre las dos partes.

La Declaración de Washington de 1994, fue un paso importante por todo Oriente


Medio, visto que se realizaron acuerdos importantes relativos a los problemas
fronterizos, de soberanía territorial, de seguridad, etc.. Sin embargo, en esta
negociación, la “cuestión palestina” tuvo poco espacio y solo se habló
superficialmente de la situación, ya que, Israel se encontraba ocupada en la
resolución de problemas con sus otros países vecinos.

Sin embargo, en 1995, se realizaron los Acuerdos de Gaza, también conocidos


con el nombre de Oslo II49. Los acuerdos que acabaron el 26 septiembre de 1995,
fueron firmados en Washington el 28 septiembre del mismo año, por Yitzhak Rabin
y Yasser Arafat, en presencia del entonces presidente estadounidense Bill Clinton,
del presidente egipcio Mubarak y del Rey jordano Hussein. Según cuanto
establecido por las partes, los acuerdos definían, por lo menos en el papel, la
segunda fase de la Autonomía Palestina, extendiéndola a otras zonas de
Cisjordania que venia dividida como sigue: Área A – completa jurisdicción civil
palestina y seguridad interna – Área B – completa jurisdicción civil palestina,
seguridad interna compartida con los israelíes – Área C – completo control israelí.
Además, venían definidos los poderes del Consejo Legislativo Palestino que aun
tenia que ser elegido. Otro punto importante era el establecimiento de dos
fechas claves, es decir, octubre de 1997, como limite máximo para la completa
retirada de los israelíes de los territorios ocupados y, octubre de 1999, como limite
máximo para el logro del status final indicado en los acuerdos.

En 1998, el conocido Wye Plantation o Way River, realizado, nuevamente gracias


a la mediación del presidente estadounidense, Bill Clinton, y del Rey jordano
Hussein, después de largas y difíciles negociaciones, permitió al primer ministro

49
El denominado Acuerdo de Oslo II, cuyo nombre oficial es Acuerdo interino Israelí-palestino sobre Cisjordania y la
Franja de Gaza, fue firmado en Washington el 28 de septiembre de 1995 y consta de 31 artículos, 7 anexos y 8 mapas.
Entre las disposiciones más importantes destacan las referidas al calendario para lograr un acuerdo definitivo, a las
instituciones palestinas (Consejo y Jefe de la Autoridad Palestina) y a la división de Cisjordania en tres zonas de
soberanía distintas.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

israelí, Benjamín Netanyahu y al presidente de la Autoridad Palestina, Yasser


Arafat, lograr un acuerdo basado en diferentes puntos, es decir:

El retiro, en tres fases, de Israel de los territorios de Cisjordania

La Autoridad Palestina prometió modificar la Carta de la OLP, cancelando la


clausula sobre la destrucción del Estado de Israel

La creación de “líneas de contacto” entre la Franja de Gaza y Cisjordania y; el


aeropuerto palestino de Gaza y la zona industrial situada al confín entre Gaza e
Israel.

Sin embargo, los acuerdos fueron congelados repentinamente, en diciembre del


mismo año a causa de las votaciones del Knesset por las cuales se tenían que
realizar nuevas elecciones, llevadas, efectivamente, a cabo en mayo de 1999.

En julio 2000, nuevas negociaciones fueron realizadas a Camp David50, una vez
mas gracias a la intervención del entonces presidente estadounidense, Bill Clinton.
Después de 15 días de negociaciones no se logró ningún tipo de acuerdo entre el
líder palestino Yasser Arafat y el primer ministro israelí Ehud Barak, tanto es que el
presidente Clinton, en una rueda de presa realizada después del cierre de las
tentativas, afirmó “La cumbre ha fracasado”. En esta ocasión, el problema
principal fue representado por el “destino de Jerusalén”. Israel había aceptado la
propuesta estadounidense que preveía la soberanía común, palestino- israelí, en
algunas zonas de la ciudad, sin embargo, los palestinos no aceptaron, visto que
sus intenciones eran fuertemente enlazadas a las resoluciones internacionales que
establecían el retiro de Israel de la zona este de la ciudad. También el asunto
relativo a los prófugos y refugiados palestinos minó fuertemente las
negociaciones, esto porque, Arafat quería que los tres millones y medios de
prófugos y refugiados palestinos tuvieran la oportunidad de volver a sus hogares,
cosa que Israel no podía aceptar visto que la vuelta de un gran numero de
palestinos habría podido producir la perdida de poder del gobierno de Tel Aviv
sobre el territorio.

En octubre del mismo año, mientras la segunda Intifada devastaba Jerusalén y los
territorios ocupados, en Sharm el Sheikh, Yasser Arafat y Ehud Barak logran,
gracias a la mediación de Bill Clinton, un acuerdo sobre tres puntos:

La emisión de una apelación publica para poder poner fin a las violencias,
concordando medidas concretas e inmediatas con el fin de prevenir nuevos
enfrentamientos;

50
Según la propuesta presentada en Camp David, en lo referente al territorio, Israel debía anexionarse cerca del 10 por
ciento, y otro 10 por ciento, a lo largo del Jordán, debía ser arrendado a largo plazo. La propuesta sobre Jerusalén
suponía un pequeño progreso, pues aceptaba la doble capitalidad, si bien la mayor parte de Jerusalén Este continuaba en
manos israelíes. Los territorios palestinos de Cisjordania quedarían divididos en tres partes por dos grandes bloques de
colonias anexionados a Israel73. El futuro Estado tendría una soberanía limitada en aspectos como la política exterior, la
seguridad y el control de las fronteras en manos israelíes
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

EE.UU., junto a Israel, Palestina y al Secretario General de la ONU habrían tenido


que desarrolla una comisión de encuesta relativa a los acontecimientos de las
ultimas semanas y que tenia que llevar a nuevas negociaciones para la paz;

Negociación de EEUU con las dos partes para recuperar los acuerdos de paz y
las negociaciones que se habían interrumpido.

Sin embargo, también estas negociaciones no tendrán buen final, tanto es que en
los días posteriores al encuentro, los enfrentamientos seguirán aumentando de
intensidad y violencia produciendo numerosas víctimas.

Resulta claro que, no obstante los esfuerzos de la comunidad internacional y el


reconocimiento, por parte de algunos países, del Estado de Palestina, el proceso
de paz aun será largo y presentará nuevos y viejos problemas. Seguramente un
interrogativo importante que cualquier persona interesada al argumento debería
hacerse es: ¿de verdad se quiere la paz entre Israel y Palestina? Pues, no existe
una respuesta correcta o incorrecta a esta pregunta, pero si que existe una fuerte
critica a los actores principales y los terceros que hacen parte y, voluntaria o
involuntariamente, han ido alimentando las causas de este conflicto.

Resoluciones de la ONU sobre el conflicto árabe-israelí

Son numerosas las resoluciones de Naciones Unidas que afectan al conflicto


árabe-israelí, emitidas tanto por el Consejo de Seguridad como por la Asamblea
General. Las resoluciones de la Asamblea son no vinculantes; las resoluciones del
Consejo de Seguridad se han dictado en virtud del Capítulo VI de la Carta de las
Naciones Unidas, siendo el Capítulo VII prácticamente el único que permite la
adopción de resoluciones vinculantes, en interpretación literal de la Carta. La
Corte Internacional de Justicia, en una opinión consultiva no vinculante (pero
que, como todas las resoluciones de la CIJ, es jurisprudencia internacional )
acerca de Namibia, de 21 de junio de 1971, interpretó que, conforme a los
artículos 24,2 y 25 de la Carta, el Consejo de Seguridad tiene poderes generales,
por lo que éste puede adoptar decisiones obligatorias al margen del Capítulo VII.
Sin embargo, muchos expertos legales y diferentes personas y organismos,
interpretando literalmente la Carta, tienen la opinión, de nulo valor jurídico, de
que estas resoluciones del Consejo de Seguridad, al adoptarse al margen del
Capítulo VII, no tienen carácter vinculante.

Resolución 181

Artículo principal: Resolución 181 de Naciones Unidas

La resolución 181 de la Asamblea General de Naciones Unidas, votada el 29 de


noviembre de 1947, recomienda la partición de Palestina en un Estado judío, un
Estado árabe y una zona bajo régimen internacional particular. 14.000 km², con
558.000 judíos y 405.000 árabes para el Estado judío, 11.500 km², con 804.000
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

árabes y 10.000 judíos para el Estado árabe, 106.000 árabes y 100.000 judíos para
la zona bajo control internacional que comprende los Santos Lugares, Jerusalén y
Belén. Entre los dos estados se debe establecer una unión económica, aduanera
y monetaria. Aprobada por 33 votos (incluidos los Estados Unidos y la URSS), frente
a 13 votos en contra y 10 abstenciones (incluido Gran Bretaña que espera tras la
resolución de los problemas mantener su influencia), esta resolución fue
rechazada por los árabes y criticada por los sionistas, que a pesar de todo se
adhirieron a ella. La resolución jamás será aplicada y seis meses después de su
aprobación, el 15 de mayo de 1948, el mismo día en que finalizó el mandato
Británico de Palestina fue proclamado el Estado de Israel. Dos días después, los
países árabes le declaran la guerra al nuevo estado de Israel, convirtiéndose en la
primera guerra árabe-israelí.

Resolución 194

Artículo principal: Resolución 194

La resolución 194 fue adoptada el 11 de diciembre de 1948 por la Asamblea


General de Naciones Unidas. La Asamblea decidió, a consecuencia de la
expulsión forzada de centenares de miles de árabes: "que hay lugar para permitir
a los refugiados que lo deseen regresar a sus hogares lo más pronto posible y vivir
en paz con sus vecinos, y que se deben pagar indemnizaciones a título de
compensación por los bienes de aquellos que decidan no regresar a sus hogares
y por todos los bienes que hayan sido perdidos o dañado, en virtud de los
principios del derecho internacional o en equidad, esta pérdida o este daño
debe ser reparado por los gobiernos o autoridades responsables".

Resolución 242

Adoptada por unanimidad en el Consejo de Seguridad el 22 de noviembre de


1967, seis meses después de la guerra de los seis días, la resolución “exige la
instauración de una paz justa y perdurable en Oriente Medio”, que pasa por “la
retirada del ejército israelí de territorios ocupados durante el reciente conflicto” y
el “respeto y reconocimiento de la soberanía y la integridad territorial y la
independencia política de cada Estado de la región, y su derecho a vivir en paz
en el interior de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de amenazas y actos
de fuerza”. Esta resolución, permanece en todas las negociaciones posteriores,
sentando las bases de la paz en el Oriente Medio: la evacuación de Israel de los
territorios ocupados y el reconocimiento por los Estados árabes del derecho de
Israel a la paz dentro de unas fronteras estables.

Resolución 338

Adoptada por el Consejo de Seguridad el 22 de octubre de 1973, durante la


guerra del Yom Kippur, la resolución confirma la validez de la resolución 242 y
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

recomienda el alto al fuego y el inicio de las negociaciones en vista de “instaurar


una paz justa y duradera en el Oriente Medio”.

Resolución 3379

En 1975, en plena Guerra Fría, la Asamblea General de la ONU adoptó, por


impulso de los países árabes, y con el apoyo del bloque soviético y del no
alineado, la resolución 3379, de carácter declarativo y no vinculante, que
asociaba al sionismo con el racismo y con el apartheid sudafricano en particular
(“la paz y la cooperación internacionales exigen el logro de la liberación nacional
y la independencia, la eliminación del colonialismo y del neocolonialismo, de la
ocupación extranjera, del sionismo, del apartheid y de la discriminación racial en
todas sus formas, así como el reconocimiento de la dignidad de los pueblos y su
derecho a la libre determinación”), llamándola a su eliminación, entendiéndola
como una forma de discriminación racial. (72 votos a favor, 35 en contra y 32
abstenciones). El entonces embajador israelí y futuro Presidente de Israel, Jaim
Herzog, rompió el documento en pedazos delante de la Asamblea. En 1991 Israel
puso la anulación de la resolución 3379 como condición para su participación en
la Conferencia de Madrid, lo que llevó a que fuera derogada al aprobarse la
resolución 4686 (111 a favor, 25 en contra y 11 abstenciones)del 16 de diciembre
de 1991, una de las más cortas de la historia de la Asamblea General de las
Naciones Unidas.

Resolución 446

Adoptada por el Consejo de Seguridad el 22 de marzo de 1979, esta resolución


declara que la creación de asentamientos por parte de Israel en los territorios
árabes ocupados desde 1967 no tiene validez legal y constituye un serio
obstáculo para el logro de una paz completa, justa y duradera en el Oriente
Medio. Además, exhorta a Israel para que, como potencia ocupante, respete
escrupulosamente el Convenio de Ginebra relativo a la protección de personas
civiles en tiempo de guerra, rescinda sus medidas anteriores y "desista de adoptar
medida alguna que ocasione el cambio del estatuto jurídico y la naturaleza
geográfica y que afecte apreciablemente la composición demográfica de los
territorios árabes ocupados desde 1967, incluso Jerusalén, y, en particular, que no
traslade partes de su propia población civil a los territorios árabes ocupados".

Resolución 478

Fue adoptada, con la única abstención de los Estados Unidos, por el Consejo de
Seguridad el 20 de agosto de 1980, tras la aprobación de la Ley de Jerusalén por
el Parlamento israelí el 30 de julio de 1980, que proclamó a la ciudad de
Jerusalén, "entera y unificada", como capital de Israel. La resolución "censura en
los términos más enérgicos" la Ley de Jerusalén y afirma que esta ley es una
violación del derecho internacional y no afecta a la continua aplicabilidad en
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

Jerusalén del Convenio de Ginebra relativo a la protección de personas civiles en


tiempo de guerra. Además, determina que la Ley de Jerusalén y todas las demás
medidas y actos legislativos y administrativos adoptados por Israel, la potencia
ocupante, que han alterado o pretendan alterar el carácter y el estatuto de
Jerusalén "son nulos y carentes de valor y deben dejarse sin efecto
inmediatamente". La resolución "no reconoce" la Ley de Jerusalén y demás
medidas de Israel y hace un llamamiento a todos los miembros de la ONU para
que acaten esta decisión y para que retiren las representaciones diplomáticas
que hayan establecido en Jerusalén. La resolución también afirma que la Ley de
Jerusalén es un serio obstáculo para el logro de una paz completa, justa y
duradera en el Oriente Medio.

Resolución 497

Aprobada por unanimidad por el Consejo de Seguridad el 17 de diciembre de


1981, tras la anexión de facto de los Altos del Golán por Israel, la resolución
resuelve que "la decisión israelí de imponer sus leyes, su jurisdicción y su
administración al territorio sirio ocupado de los Altos del Golán es nula y sin valor y
no tiene efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional".
Además, se exige que Israel revoque su decisión de inmediato.

Resolución 3236

Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas del 22 de noviembre de


1974 que reafirma el “derecho inalienable de los palestinos a regresar a sus
hogares y recuperar sus bienes desde donde quiera que se encuentren
desplazados y desarraigados y pide su retorno” y el derecho de la
autodeterminación del pueblo palestino.

Resolución 1322

La resolución del Consejo de Seguridad del 7 de octubre de 2000, aprobada por


14 votos a favor y 1 abstención (Estados Unidos) "condena los actos de violencia,
particularmente el recurso al uso excesivo de la fuerza contra los palestinos, que
han provocado heridos y la pérdida de vidas humanas" y "deplora el acto de
provocación cometido el 28 de septiembre del 2000 en el Haram al-Charif de
Jerusalem, del mismo modo la violencia que ha tenido lugar a continuación tanto
aquí como en otros Santos Lugares".

Resolución 1559

La resolución 1559 fue adoptada por el Consejo de Seguridad el 2 de septiembre


de 2004. Hace un "llamamiento para que se respete estrictamente en todo el
Líbano la soberanía, la integridad territorial, la unidad y la independencia política
del Líbano bajo la autoridad única y exclusiva del Gobierno del Líbano". Para ello,
pide que todas las fuerzas extranjeras restantes se retiren del Líbano (en ese
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

momento, Siria ocupaba militarmente el Líbano, por lo que criticó la resolución


[1]) y exhorta a que "se disuelvan y desarmen todas las milicias libanesas y no
libanesas". En 2006, la resolución sigue sin ser cumplida, dado que la milicia chií
pro-iraní Hezbolá no se ha disuelto y sigue controlando militarmente buena parte
del sur del Líbano.

Cronología

1991

30 oct-3 nov.- La Conferencia de paz de Madrid sobre Oriente Medio reúne por
primera vez ante la misma mesa a israelíes y palestinos, quienes tuvieron que
acudir integrados en la delegación de Jordania al no reconocerles Israel entidad
política propia.

La conferencia concretó por primera vez el principio de "paz por territorios"


contemplado en las resoluciones 242 y 338 de la ONU.

1993

9 sep.- Israel y la
Organización
para la Liberación
de Palestina (OLP)
se reconocen
mutuamente lo
que posibilita el
comienzo de un
proceso de
negociaciones
directas.

13 sep.- Firma en
Washington de los
Acuerdos de Oslo
(negociados en Fig. 16 Propuesta Camp David

esa ciudad y denominados también Declaración de Principios) entre Israel y la


OLP bajo los auspicios del presidente de EEUU, Bill Clinton, y en presencia del
primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el presidente de la OLP, Yaser Arafat51, que
sientan las bases para la autonomía palestina.

51
Mohammed Yasir Abdel Rahman Abdel Raouf Arafat al-Qudwa al-Husseini (en árabe: ‫عب د ال رحمن عب د ياس ر محمد‬
‫( )الحس يني الق دوة عرف ات ال رؤوف‬El Cairo, Egipto, 24 de agosto de 1929 – Clamart, Francia, 11 de noviembre de 2004),
más conocido como Yasir Arafat (‫ )عرف ات ياس ر‬o por su kunya Abu Ammar (‫)عمار أب و‬, fue un líder nacionalista
palestino, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, presidente de la Autoridad Nacional Palestina y
líder del partido político secular Fatah, que fundó en 1959. Arafat pasó gran parte de su vida luchando contra Israel en
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

1994

4 may.- Rabin y Arafat firman en El Cairo la puesta en marcha de la autonomía


para Gaza y Jericó. Se funda la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como
entidad embrionaria del futuro Estado palestino.

1995

2 feb.- La cumbre de El Cairo reactiva el proceso con la participación del rey


Husein de Jordania, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, Arafat y Rabin.

24 sep.- Se firma el acuerdo de la ampliación de la autonomía a Cisjordania, que


garantiza el repliegue del Ejército israelí de las ciudades cisjordanas de Ramala,
Jenin, Kalkilia, Tulkarem, Nablus y Belén.

4 nov.- Isaac Rabin52 es asesinado por un ultraderechista judío.

1997

15 ene.- El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y Arafat firman en Erez la


retirada israelí de Hebrón.

999

17 may.- El triunfo del laborista Ehud Barak, permite recuperar la fórmula "paz por
territorios", que apoyó Rabin.

2000

11-25 jul.- Fracasan las conversaciones de Camp David entre Barak y Arafat bajo
la mediación de Bill Clinton.28 sep.- El líder de la derecha israelí Ariel Sharón visita
la Explanada de las Mezquitas. Estalla la segunda Intifada. La primera surgió en
1987 y duró hasta 1993.

nombre de la autodeterminación de los palestinos. Aunque se había opuesto a la existencia de Israel, en 1988 cambió de
posición y aceptó la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

52
Isaac Rabin (‫רבִּין י ִ ְצחַק‬,ָ Yitzhak Rabin [jitsˈχak ʁaˈbin]; Jerusalén, 1 de marzo de 1922 - Tel Aviv, 4 de noviembre de
1995) fue un militar y político israelí. Fue el séptimo jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel (Tzahal) (1964-1967);
y el quinto Primer Ministro (1974-1977) —el primero nacido en el país, sabra— y nuevamente entre 1992 hasta su
asesinato en 1995. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1994, un año antes de morir, por sus esfuerzos por lograr la
paz que culminó en los Acuerdos de Oslo. También fue merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación
Internacional. Ambos premios le fueron otorgados en 1994. Murió asesinado por Yigal Amir, un estudiante judío
extremista de la Universidad Bar Ilán, perteneciente a la derecha radical israelí y opuesto a las ideas de entregar
territorios a cambio de la paz. En 1994, recibió el Premio Nobel de la Paz junto con Shimon Peres e Isaac Rabin, por
sus esfuerzos a favor de la paz en Oriente Próximo
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

2001

28 ene.- Fracasan las negociaciones que israelíes y palestinos celebran en la


ciudad egipcia de Taba en un intento de reanudar la negociación rota en Camp
David.

6 de febrero.- Ariel Sharón gana las elecciones a primer ministro de Israel.

13 dic.- Sharón suspende todo contacto con Arafat ante el recrudecimiento de la


violencia.

2002

Marzo.- Resolución 1397 de la ONU con un apoyo explícito a la creación del


Estado palestino.

Junio.- Comienza la construcción de la barrera israelí de separación en


Cisjordania.

2003

30 de abril.- Presentación de la Hoja de Ruta53 (formulada por el presidente de


EEUU, George W. Bush, en diciembre de 2002 y auspiciada por el Cuarteto de
Madrid: EEUU, UE, ONU y Rusia). Objetivo: crear un Estado palestino en 2005.

1 de diciembre.- Presentación de la Iniciativa de paz de Ginebra, patrocinada


por los exministros israelí Yosi Beilin y palestino Yaser Abed Rabo. Sin valor jurídico
alguno. Se aboga por que ambos pueblos vivan en dos Estados, en paz, y con
fronteras seguras y estables, al amparo de la resolución 242 de la ONU.

2004

11 de noviembre.- Muere Arafat en un hospital de París. Le sustituye Mahmud


Abás, que gana las elecciones presidenciales palestinas el 9 de enero de 2005.

53
La Hoja de Ruta preveía el establecimiento de un Estado palestino con «unas fronteras seguras y reconocidas» (como
reclama la resolución 1397 de la ONU de 12 de marzo de 2002) en el marco de un acuerdo global en Oriente Medio.
Como en los fracasados Acuerdos de Oslo, reclamaba un proceso de paz por etapas basado «en el principio de 'tierra a
cambio de paz' de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad», pero —y aquí estaba la novedad— también
«en la resolución 1397, así como en los acuerdos previamente alcanzados por las partes, y en la iniciativa árabe
propuesta por el príncipe heredero saudí Abdallah y respaldada por la Cumbre Árabe de Beirut». Es decir: un proceso
que ofreciera a los palestinos un Estado independiente en un contexto de plena normalización de relaciones entre Israel
y el mundo árabe. Era imprescindible que el emergente Estado fuera viable y no un 'Estado difuso', sin unas fronteras
claras y con una soberanía limitada, como pretendía imponer Israel. La Hoja de Ruta fijó tres fases claramente
delimitadas por fechas: El final del terrorismo y la violencia (mediados de 2003); aprobación de una Constitución
palestina y la creación de un Estado con «fronteras provisionales» (finales de 2003); solución de cuestiones pendientes
—refugiados, Jerusalén, asentamientos y fronteras— (2005).
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

2005

Agosto-Septiembre.- Ejecución del Plan de Desconexión. Retirada total israelí y


desmantelamiento de las 21 colonias judías de Gaza y de otras cuatro al norte de
Cisjordania.

2006

4 de enero.- Sharón sufre una hemorragia cerebral masiva que le deja en coma
irreversible.

25 de enero.- Elecciones legislativas palestinas. Victoria abrumadora del


movimiento islamista Hamás.

2007

17 de Marzo: Hamás y el partido nacionalista palestino Al Fatah forman un


gobierno de unidad nacional, que será disuelto tres meses después, tras la toma
del poder de las fuerzas de Hamás en Gaza en junio. Gaza estará gobernada por
el movimiento islamista y Cisjordania por la ANP con el movimiento Al Fatah al
frente.

27 de Noviembre de 2007.- Cumbre de Annapolis (EEUU). Presionados por Estados


Unidos, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y el presidente de la ANP,
Mahmud Abás, acuerdan alcanzar un acuerdo de paz para finales de 2008 del
que debe salir el Estado palestino independiente, objetivo que no se cumple.

2009

10 de febrero.- Elecciones legislativas en Israel. El partido centrista Kadima,


liderado por Tzipi Livni, es la fuerza más votada y obtiene 28 escaños en el
Parlamento israelí, pero el derechista Likud (encabezado por Benjamín
Netanyahu), con 27 escaños, forma un Ejecutivo de coalición, al contar con el
apoyo de todos los partidos de derecha, extrema derecha y los ultraortodoxos.

2010

2-3 septiembre.- Se reinician en Washington las primeras negociaciones directas


en 20 meses entre Abás y Netanyahu, bajo mediación del presidente
estadounidense, Barack Obama. Tres semanas después, tras reanudarse por parte
de Israel la construcción de viviendas en los territorios ocupadas (suspendida de
forma parcial durante nueve meses), Abás abandona el diálogo.

2012

29 nov.- La Asamblea General de la ONU reconoce a Palestina como Estado


observador no miembro.
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

2013

20 mar.- Obama viaja a Israel, Palestina y Jordania e insiste a las partes sobre la
necesidad de relanzar el proceso de paz.

19 julio.- El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, anuncia que se ha


alcanzado un acuerdo de principio para reanudar las negociaciones.

29 de julio.- Los jefes negociadores israelí y palestino, Tzipi Livni y Saeb Erekat, se
reúnen en Washington para debatir la forma y plazos del nuevo intento
negociador.

30 jul.- Kerry anuncia que los jefes negociadores israelí y palestino se han
comprometido a que la negociación para intentar alcanzar un acuerdo de paz,
sin dejar fuera ninguno de los asuntos más conflictivos, se extienda como máximo
nueve meses.

8 ago.- Se anuncia la continuación de las conversaciones con dos rondas, que


tendrán lugar en Jerusalén y en algún lugar de Cisjordania.

14 ago.- Los equipos negociadores de ambas partes se encontrarán, por segunda


vez, tras el reinicio de los contactos directos en Washington con el compromiso de
tratar de alcanzar un acuerdo de paz en el plazo de nueve meses.

8. CONCLUSIONES

El año 1948 no sólo marca el año de la creación del Estado de Israel sino también
el comienzo de la guerra árabe-israelí, y la expulsión y la limpieza étnica de los
palestinos. Aunque en la partición de Palestina en dos estados: un estado árabe y
uno judío, el estado de Israel recibió el 60% de las tierras no se conformó con esto,
y siguió con su expansión. “El resultado fue la ocupación de Haifa, Jaffa, Beisan,
Acre, el barrio residencial palestino de Jerusalén y otras poblaciones menores, así
como la purificación de Galilea. Antes de que Ben Gurión proclamara el estado
de Israel había ya 400.000 palestinos fugitivos.”

El problema, que ha demostrado ser el lado más cruel del conflicto árabe-israelí,
es el de los refugiados palestinos. En 1949, la Asamblea General de las Naciones
Unidas crea la Agencia de Socorro y Trabajo de las Naciones Unidas (en inglés,
U.N.R.W.W), ésta era la que proporcionaba servicios básicos como viviendas,
atención sanitaria y educación. Eran en su mayoría estos refugiados campesinos
expropiados, producto de la ocupación sionista.

Los sionistas sostienen que el problema de los refugiados fue ocasionado por los
propios líderes árabes, al no atacar la resolución de las Naciones Unidas de crear
en Palestina dos estados. Ben Gurión sostuvo que los árabes no fueron expulsados,
sino que se exiliaron por su propia decisión. Lo cierto es que, en la concepción
sionista, el Estado de Israel no podía pensar en integrar a los árabes, así sean éstos
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

una minoría, la idea fue trasladar a la población palestina hacia otros estados
árabes.

Los árabes no podían aceptar ser desposeídos de las tierras que habían ocupado
desde siempre , por lo cual iniciaron, lo que pasó a llamarse La Revolución
Palestina. Ella no es producto del “terrorismo árabe”, sino que representa la lucha
de un pueblo por recuperar sus tierras y sus derechos. Esta Revolución daría la
pauta a Ben Gurión, y también a líderes árabes, que los palestinos no aceptarían
pacíficamente la instalación del estado judío. Otro gran problema, que se suscitó
al establecerse el estado de Israel, fue que los principios de democracia que se
planteaban eran contradictorios con los postulados sionistas. Teóricamente, el
estado debía ser de todos los ciudadanos, que debían tener iguales derechos. Sin
embargo, el estado era concebido por los sionistas como un estado de judíos
para judíos. Como marca Diner, esto también se debió a que la base de
identidad del estado no era la de ser la “nación de Israel”, sino el ser judío.

Por otro lado, y contra todos los pronósticos, esta instalación de un nacionalismo
sionista ha llevado a la aparición de un nacionalismo palestino. Es más patente
que la experiencia común de colonización y conquista sionista es la que ha
creado un nacionalismo palestino en el territorio.

Reflexión final

Hobsbawm54 sostiene que el “nacionalismo antecede a las naciones”. Las


naciones no construyen estados y nacionalidades sino que ocurre al revés. Esto
es claro en el caso del sionismo. Es el movimiento sionista un movimiento
nacionalista que tiene como fin constituir una “nación judía”. Sin embargo, y pese
a que el sionismo se recubre de la identidad judía, no se puede decir que todos
los judíos apoyen al movimiento, ya que el sionismo tiene más puntos de contacto
con las ideas del nacionalismo europeo del Siglo XIX, que con las ideas
tradicionales propias del judaísmo.

Lo que el sionismo recupera del judaísmo es la idea del “retorno a Sión”55. Para
asentar una nación era necesario un territorio, y en Palestina podían, valiéndose

54
Eric John Ernest Hobsbawm (Alejandría, Egipto, 9 de junio de 1917 - Londres, Inglaterra, 1 de octubre de 2012) fue
un historiador marxista británico de origen judío. Considerado un «pensador clave de la historia del siglo XX», es
conocido por su trilogía Three Ages The Age of Revolution: Europe 1789–1848 (1962), The Age of Capital: 1848-1875
(1975) y The Age of Empire: 1875–1914 (1987), a la cual en 1994 se añade The Age of Extremes, publicada en español
como Historia del siglo XX

55
El retorno a Sion (en hebreo: ‫שיבת ציון‬, Shivat Tzion, o ‫שבי ציון‬, Shavei Tzion, lit. repatriados de Zion) es un término
que hace referencia al evento en el regresó de los Judíos a la Tierra de Israel después del Cautiverio de Babilonia tras la
Decreto del emperador persa Ciro el Grande, el conquistador del imperio de Babilonia en el 538 a.C., también conocido
como el decreto de Ciro. Aunque el término fue acuñado por primera vez después de la destrucción del Segundo
Templo, se atribuye al caso del retorno de los Judíos exiliados en Babilonia a la Tierra de Israel, después de la
destrucción de el Primer Templo, tras el decreto de Ciro el Grande. El significado bíblico de "El Retorno a Sion", Aliya,
posteriormente fue tomado de este antiguo evento y fue aprobado como la definición de todas las inmigraciones de los
Judíos a la Tierra de Israel y al Estado de Israel en los tiempos modernos. El primer Aliyá Pre-Sionista comenzó en
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

de la Biblia, reclamar los derechos sobre esa tierra. El problema es que Palestina
no era una “tierra sin pueblo”. Cualquier conocedor, por mediocre que sea, sabe
que los pueblos árabes la habitaron desde siempre. Por lo que la solución que
optaron los sionistas fue la de expulsarlos, expropiarlos de su tierra, negarles su
existencia.

Sin embargo, los palestinos no se resignaron e iniciaron la Revolución, una lucha


para recuperar su tierra, que el sionismo rotuló en términos de terrorismo. Este es el
discurso que circuló como verdad en el mundo, por lo cual vale la pena que
volvamos a preguntarnos ¿cómo fue posible ocultar tanto tiempo la verdad
histórica?

Muchas son las cuestiones a resolver todavía en este conflicto, pero el primer paso
creo que es el de deslindar la lealtad al sionismo y recuperar la autonomía de una
identidad judeo-israelí. , dejando a su vez de negarle identidad al pueblo
palestino, reconociéndole el derecho que posee sobre lo que es su tierra.

medio del siglo XIX, en Jaffa, de los seguidores del rabino Judá Bibas y el rabino Yehuda Hay Alkalai, conocido como
el Heraldo de Sion (‫ )ציון מבשרי‬pioneros del sionismo moderno, y hasta el resto de la Aliyot (plural de Aliyá) después de
que la creación del Estado de Israel. El período comprendido entre el retorno al Sion bíblico y el moderno consistió en
varios intentos de grupos pequeños para emigrar a la Tierra de Israel, y este período puede dividirse en dos categorías:
una para la Aliyá durante la Edad Media y durante el período del Renacimiento, y el otro para la Aliyá durante la era
moderna (siglo XVIII y principios del siglo XIX).
El conflicto árabe-israelí Matías Serrano de la Cruz González

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