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Estudio del sabado:

Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva
luna, o de sábados; (Col 2:16 OSO)

sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para
responder a cada uno que os demande razón de la esperanza que está en vosotros; y esto
con mansedumbre y reverencia, (1Pe 3:15 OSO)

Pero el Espíritu dice manifiestamente, que en los postreros tiempos algunos apostatarán
de la fe, escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios; (1Ti 4:1 OSO)

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios;
de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. (Mat 24:24 OSO)

Jesús le dice: YO SOY el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(Jua 14:6 OSO)

Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; (Mat 28:19 OSO)

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén. (Mat 28:20 OSO)

Más aun si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro Evangelio del que os hemos
anunciado, sea anatema. (Gál 1:8 OSO)

Por lo cual si alguno que viniere predicare otro Cristo diferente al que hemos predicado, o
recibiereis otro Espíritu del que habéis recibido, u otro Evangelio del que habéis aceptado,
lo sufrierais bien. (2Co 11:4 OSO)

Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria. (Sal 73:24 OSO)

Y aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y
murió también el rico, y fue sepultado. (Luc 16:22 OSO)

Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y
el falso Profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás. (Apo 20:10 OSO)

Por tanto, he aquí yo estoy contra los profetas, dice el SEÑOR, que hurtan mis palabras
cada uno de su más cercano. (Jer 23:30 OSO)

He aquí, yo estoy contra los profetas, dice el SEÑOR, que endulzan sus lenguas, y dicen: El
dijo. (Jer 23:31 OSO)

He aquí, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, dice el SEÑOR y los
contaron, e hicieron errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los
envié, ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dijo el SEÑOR. (Jer 23:32
OSO)
Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te sacó de allá
con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual el SEÑOR tu Dios te ha mandado que
guardes el día del sábado. (Deu 5:15 OSO)

Le dice Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalén
adoraréis al Padre. (Jua 4:21 OSO)

Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salud
viene de los Judíos. (Jua 4:22 OSO)

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
Espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. (Jua
4:23 OSO)

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad es necesario que adoren. (Jua
4:24 OSO)

Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día


de sábado, se sentaron. (Hch 13:14 OSO)

Y disputaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos. (Hch 18:4
OSO)

Y el primero de los sábados, María Magdalena vino de mañana, siendo aún tinieblas, al
sepulcro; y vio la piedra quitada del sepulcro. (Jua 20:1 OSO)

hasta el siguiente día del sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis
nuevo presente al SEÑOR. (Lev 23:16 OSO)

Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos y vinimos a
ellos a Troas en cinco días, donde estuvimos siete días. (Hch 20:6 OSO)

Y el primero de los sábados, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba,
habiendo de partir al día siguiente; y continuó la palabra hasta la medianoche. (Hch 20:7
OSO)

Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
(Apo 1:10 OSO)

Cuando es manifiesto que sois letra de Cristo administrada por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del
corazón. (2Co 3:3 OSO)

Y tal confianza tenemos por el Cristo para con Dios; (2Co 3:4 OSO)

no que seamos suficientes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros
mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios; (2Co 3:5 OSO)

el cual aun nos hizo que fuésemos ministros suficientes del Nuevo Testamento, no de la
letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica. (2Co 3:6 OSO)
Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fue para gloria, tanto que los
hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de Moisés a causa de la gloria de su
rostro, la cual había de perecer, (2Co 3:7 OSO)

¿Cómo no será para mayor gloria el ministerio del Espíritu? (2Co 3:8 OSO)

Porque si el ministerio de condenación fue de gloria, mucho más abundará en gloria el


ministerio de justicia. (2Co 3:9 OSO)

Porque lo que fue tan glorioso, en esta parte ni aun fue glorioso, en comparación con la
excelente gloria. (2Co 3:10 OSO)

Porque si lo que perece es para gloria, mucho más será para gloria lo que permanece. (2Co
3:11 OSO)

Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza; (2Co 3:12 OSO)

y no como Moisés, que ponía un velo sobre su faz, para que los hijos de Israel no pusiesen
los ojos en su cara, cuya gloria había de perecer. (2Co 3:13 OSO)

(Y así los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo
velo no descubierto en la lección del Antiguo Testamento, el cual en Cristo es quitado.
(2Co 3:14 OSO)

Rayendo la cédula de los decretos que nos era contraria, que era contra nosotros,
quitándola de en medio y clavándola en el madero; (Col 2:14 OSO)

y despojando los principados y las potestades, sacándolos a la vergüenza en público,


confiadamente triunfando de ellos en él. (Col 2:15 OSO)

lo cual es la sombra de lo que estaba por venir; mas el cuerpo es del Cristo. (Col 2:17 OSO)

como nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las
casas, (Hch 20:20 OSO)

testificando a los judíos y a los gentiles el arrepentimiento hacía Dios, y la fe en nuestro


Señor Jesús, el Cristo. (Hch 20:21 OSO)

Y ahora, he aquí, que yo atado del Espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de
acontecer; (Hch 20:22 OSO)

mas que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que prisiones
y tribulaciones me esperan. (Hch 20:23 OSO)

Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que
acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio
del Evangelio de la gracia de Dios. (Hch 20:24 OSO)

Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, por quienes he pasado predicando
el Reino de Dios, verá más mi rostro. (Hch 20:25 OSO)
Por tanto, yo os protesto el día de hoy, que yo soy limpio de la sangre de todos; (Hch 20:26
OSO)

porque no he rehuido de anunciaros todo el consejo de Dios. (Hch 20:27 OSO)

El que lleva en cautividad, va en cautividad; el que a cuchillo matare, es necesario que a


cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. (Apo 13:10 OSO)

éste también beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira;
y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero;
(Apo 14:10 OSO)

y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y los que adoran a la bestia y a
su imagen, no tienen reposo día ni noche, ni cualquiera que tomare la marca de su nombre.
(Apo 14:11 OSO)

Conocidas son a Dios desde el siglo todas sus obras. (Hch 15:18 OSO)

Por lo cual yo juzgo, que los que de los gentiles se convierten a Dios, no han de ser
inquietados; (Hch 15:19 OSO)

sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de


lo ahogado, y de sangre. (Hch 15:20 OSO)

Porque Moisés desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le predique en las
sinagogas, donde es leído cada sábado. (Hch 15:21 OSO)

Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, os han inquietado con
palabras, trastornando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, a los
cuales no mandamos; (Hch 15:24 OSO)

Que ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que
estas cosas necesarias: (Hch 15:28 OSO)

Que os abstengáis de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de lo ahogado, y de


fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. (Hch 15:29
OSO)

Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos yugo, que ni
nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? (Hch 15:10 OSO)

Antes por la gracia del Señor Jesús, el Cristo, creemos que seremos salvos, como también
ellos. (Hch 15:11 OSO)

Para que el pecado no se enseñoree de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la
gracia. (Rom 6:14 OSO)

Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados,
porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy el
SEÑOR que os santifico. (Éxo 31:13 OSO)
Así que guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros; los que lo profanaren, de cierto
morirán; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en
medio de su pueblo. (Éxo 31:14 OSO)

Seis días se hará obra, y el séptimo día, sábado de reposo, será santo al SEÑOR; cualquiera
que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente. (Éxo 31:15 OSO)

Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: haciendo sábado por sus edades por pacto
perpetuo. (Éxo 31:16 OSO)

Más ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el Reino de los cielos
delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.
(Mat 23:13 OSO)

Sábado
Sábado (heb. shabbâth, "[día de] reposo", "cesación"; shabbâthôn [una variante de
shabbâth]; ambas palabras derivan del verbo shâbath, "cesar", "descansar", "guardar el
sábado"; gr. sábbaton,"sábado"). El día de reposo semanal, instituido al final de la
semana* de la creación y observado por los adoradores de Dios, tanto judíos como
cristianos, durante toda la época abarcada por la historia bíblica. Cuando Dios acabó de
crear la tierra, "reposó el día séptimo de toda la obra que hizo" (Gen_2:1,2). Este
"reposo"* no fue consecuencia del cansancio o la fatiga (Isa_40:28), sino del hecho de que
la tarea estaba completa y el mundo era perfecto (Gen_1:31). Concordaba en todo sentido
con su ideal, y le puso fin a su trabajo, porque su obra ya no se podía mejorar. Entonces
"bendijo Dios el día séptimo, y lo santificó" como un monumento recordativo de su obra
creadora (2:3). Puesto que "el día de reposo [sábado] fue hecho por causa del hombre"
(Mar_2:27) -es decir, en beneficio del hombre- es lógico llegar a la conclusión de que la
bendición divina con que el Creador invistió al 7º día de la semana debía constituir un
canal de felicidad para Adán y Eva. Puesto que Dios también lo "santificó" (Gen_2:3), o lo
separó para uso sagrado, podemos estar seguros de que nuestros primeros padres
dedicaron esas horas santas a Dios. Que el Creador tenía la intención de que la bendición
del sábado fuera para todos los hombres de todos los tiempos, resulta evidente de la
declaración de que "fue hecho por causa del hombre" (Mar_2:27), con el propósito de que
éste descansara y lo empleara con motivos santos. De acuerdo con esto, el 7o día es un día
de reposo para todos los que reconocen que son descendientes de Adán y Eva, y no sólo
para los judíos. En efecto, éstos recién aparecieron muchos siglos después de la creación, y
Dios nunca tuvo la intención de que ellos monopolizaran la observancia del sábado. 1017
Es evidente que nuestros primeros padres y sus descendientes entendieron el significado
del 7º día, porque: 1. Dios no llevó a cabo las obras de la semana de la creación en beneficio
propio, sino en favor del hombre. Y puesto que el reposo de Dios en el 7º día no era
consecuencia del cansancio, y que ese día formaba parte de la semana de la creación, tal
como su nombre lo indica, resulta evidente que la bendición y la santificación del sábado
también eran en beneficio del hombre, particularmente para su bien espiritual y moral. 2.
Desde los albores de la historia la semana de 7 días ha sido conocida y aceptada como
medida de tiempo (Gen_7:4, 10; 8:10, 12; 29:27). Puesto que su duración no depende de
los movimientos de ninguno de los cuerpos celestes, y no hay manera de trazar su origen
aparte del relato de la creación que encontramos en Gen_1 y 2, la aceptación por parte del
hombre de la semana de 7 días en aquellas primeras épocas se debe remontar al hecho de
que Dios estableció el 7º día de la semana como día de reposo, bendición y santificación.
La 1ª aparición de la palabra sábado en las Escrituras se encuentra en Exo_16:21-30, en
relación con la caída del maná antes de la llegada de Israel al monte Sinaí. Dios puso
énfasis en la importancia del 7º día de la semana, como día de descanso, al proporcionar
una doble ración en el día 6º y nada en el 7º. Este milagro semanal comenzó el 2º mes
después de la partida de Israel de Egipto (vs 1, 14, 15), y duró 40 años, hasta el mes 1º
(Jos_5:10-12; cf Exo_12:2-11; 16:35), es decir, más de 2.000 sábados semanales sucesivos.
En el monte Sinaí, Dios prescribió la observancia del reposo del 7º día con las palabras del
4º mandamiento del Decálogo (Exo_20:8-11). Escribió esta ley con su propio dedo en
tablas de piedra (Exo_31:18; Deu_9:10) y le dio instrucciones a Moisés para que fuera
puesta en el arca del pacto (Deu_10:1-5). La palabra "acuérdate", con que comienza el
mandamiento relativo al sábado, no quiere decir que la observancia del 4º mandamiento
es más importante que la de los otros 9, porque todos son iguales (Jos_2:8-11;
Jam_2:10,11). El pueblo de Dios tenía que "acordarse" del sábado porque "en seis días
hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el
séptimo día"; es decir, el sábado es un monumento recordativo del Creador y de la
creación. Por eso, "Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó" en el mismo principio.
Dios sabía que la tendencia natural del hombre consistiría en preocuparse tanto de las
cosas que había hecho durante los 6 días de la creación, que olvidaría Quién las había
hecho, una tendencia universal y evidente desde aquellos lejanos tiempos (Rom_1:20-25).
Las Escrituras del AT a menudo diferencian al verdadero Dios de los dioses falsos por su
poder creador. Por ejemplo, en Psa_96:5 leemos: "Todos los dioses de los pueblos son
ídolos; pero Jehová hizo los cielos". Era el propósito del Señor que el hombre
comprendiera "las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad" por medio "de las cosas
hechas" (Rom_1:20). De acuerdo con esto, el Creador infinitamente sabio instituyó el
sábado con el fin de que no se olvidara a Dios y se deslizara hacia la idolatría, y así fuera
una bendición para el ser humano y no una carga. El Señor declaró definidamente que
sería una "señal" permanente entre él y su pueblo, por medio de la cual siempre
reconocerían que el verdadero Dios era su Dios (Exo_31:13). Además de su importancia
universal para todos los hombres, el sábado tendría un significado adicional para Israel
como recuerdo de que el Señor los había librado de la esclavitud egipcia y les había dado
descanso (Deu_5:12-15). Aparte de los sábados semanales (Lev_23:3) había 7 sábados
ceremoniales por año, diseminados a lo largo del calendario litúrgico: 1 y 2. Los días 1º y
último de la fiesta de los Panes sin Levadura (vs 7, 8). 3. El Pentecostés (v 21). 4. El 1er día
del 7º mes (v 24). 5. El Día de la Expiación (v 27). 6 y 7. Los días 1º y último de la fiesta
de las Cabañas (vs 34- 36). Los sábados ceremoniales podían caer en cualquier día de la
semana, y de vez en cuando coincidían con el sábado semanal. Además de los sábados
semanales y anuales, cada 7 años había un año sabático,* durante el cual no se trabajaba la
tierra (25:3-7). Cada 50 años se proclamaba un jubileo,* que duraba un año, durante el
cual las propiedades volvían a sus dueños originales. Al imponer la suspensión del trabajo,
el 4º mandamiento proveía el tiempo para el descanso físico y el refrigerio espiritual. Sin
embargo, ese tiempo no se debía dedicar a la ociosidad, porque Dios instruyó a su pueblo
para que se reuniera en "santa convocación" (Lev_23:3; cf Eze_46:3). La preeminencia del
sábado sobre los demás días de la semana se acentuó en el ritual del antiguo tabernáculo y
del templo mediante la ofrenda de un cordero adicional (Num_28:9, 10) y de la renovación
en ese día de los panes de la proposición (Lev_24:5-8; 1Ch_9:32). De acuerdo con la ley
levítica, la sanción que merecía la violación del sábado era la muerte (Exo_31:14-16), y a lo
menos se registra un caso de ajusticiamiento 1018 de alguien que violó el sábado
voluntariamente (Num_15:32-36). La violación del sábado fue uno de los pecados que dio
como resultado el cautiverio babilónico (Jer 17:19-27). Tal como Jeremías, el profeta
Ezequiel se lamentaba porque en sus días el sábado era ignorado en gran medida
(Eze_20:12-24; 22:8; 26:23, 38). Al escrutar el futuro, Isaías previó la conversión de los
gentiles y prometió una bendición para quienes guardaran el sábado (ls. 56:2-6; cf 58:13).
Después del cautiverio los judíos cayeron de nuevo en el descuido con respecto a la
observancia del sábado, y Nehemías impulsó una reforma con el fin de fomentar dicha
observancia (Neh_10:31-13:15-22). Durante la época intertestamentaria los fariseos
cargaron el sábado con una cantidad de reglamentos triviales que hicieron de él una carga
en vez de una bendición. Esos pesados reglamentos, codificados más tarde en la Mishná,
formaban parte de la tradición que Jesús combatió tan vigorosamente durante todo su
ministerio (Mat_23:4; Mar_7:1-13). La Mishná (Shabbath 7.2) hace una lista de 39
trabajos diferentes que no se pueden llevar a cabo en ese día, y hay además una cantidad
innumerable de otros minuciosos reglamentos. En efecto, 2 tratados completos de la
Mishná, Shabbath y Erubin, se dedican a enumerar los diversos reglamentos concernientes
al sábado. Estaba prohibido, por ejemplo, deshacer un nudo, escribir más de 2 letras del
alfabeto o borrar un espacio mayor del que da cabida a 2 letras, encender un fuego o
apagarlo. El reglamento más conocido es el que se refiere al "camino de un sábado", que
era de más o menos 1 km. También se consideraba violación del día de reposo
contemplarse en un espejo fijo en la pared. Se podía vender a un gentil el huevo que la
gallina ponía en sábado, pero no se lo podía comer; también se podía contratar a un gentil
para que encendiera una vela o el fuego ese día: se consideraba ilegal escupir en tierra, no
fuera que una hoja de pasto recibiera irrigación por ese medio; no se permitía que alguien
llevara un pañuelo durante el sábado, a menos que una punta estuviera cosida a la ropa, en
cuyo caso ya no era técnicamente un pañuelo, sino parte de las vestiduras. De este modo
Los rabinos ponían énfasis en los aspectos negativos de su observancia, es decir, en lo que
no había que hacer, y de esta manera magnificaban la importancia de las formas de la
religión mientras le restaban trascendencia a su contenido. Hicieron del sábado un fin en sí
mismo, y convirtieron a los hombres en esclavos de él. Estos reglamentos negativos y
minuciosos sirvieron eficazmente para oscurecer su verdadero propósito. Este énfasis
rabínico sobre su rígida observancia llegó a su apogeo durante el ministerio terrenal de
nuestro Señor, y en ningún otro aspecto entró Jesús en un conflicto más agudo con los
dirigentes del judaísmo que con respecto a la observancia del sábado. Enseñó que éste
había sido instituido en beneficio del hombre (Mar_2:27, 28), y enfatizó los aspectos
positivos de su observancia, es decir, en la clase de actividad que se puede llevar a cabo en
ese día. Nada de lo que dijo o hizo se puede interpretar como opuesto al sábado que
aparece en los Diez Mandamientos o en la ley levítica. Su protesta estaba orientada
exclusivamente contra los abusos que había sufrido el día de reposo en manos de los
rabinos, y su propósito consistió en liberar el día de los pesados reglamentos con que lo
habían sobrecargado (Mat_23:13). Era su costumbre dedicar el día a su participación en
los servicios religiosos y a la instrucción religiosa (Mar_1:21; 3:1; Luk_4:16-27; 13:10), a
actividades sociales apropiadas (Mar_1:29-31; 2:23; Luk_4:1-3) y a obras de misericordia.
Llevó a cabo 7 de sus milagros de sanidad durante el sábado (Mar_:21-31; 3:1-5;
Luk_13:10-17; 14:1-4; Joh_5:1-15; 9:1-7). Véase Sábado, Camino de un. Durante toda la
epoca comprendida por el NT, los cristianos guardaron el 7º día de la semana como su día
de reposo. En vista de la gran importancia que los judíos le adjudicaban, y a la luz de la
tormenta de oposición suscitada por la inobservancia por parte de los gentiles de las
prescripciones rituales (Act_15; Gá. 2; 3), la más mínima desviación de la observancia del
sábado establecida por el Decálogo, ya sea por parte de Pablo o de cualquiera de los
dirigentes de los tiempos apostólicos, inevitablemente habría producido una avalancha de
protestas similar a la que surgió con respecto a reglamentos como la circuncisión, a comer
con los gentiles y diversas otras disposiciones relativas a la liturgia (Act_11:1-3; 15:1, 2;
21:20, 21; Gá. 3:1; 4:10; 5:1). Parece imposible que si hubiera habido una contienda acerca
de la observancia del sábado, no haya sido registrada en el NT. Pero los autores del NT
guardan un completo silencio al respecto. Por el contrario, se menciona frecuentemente
que el apóstol Pablo, al recorrer el mundo gentil para proclamar el evangelio, entraba "en
la sinagoga en un día de reposo [sábado]" (Act_3:14, 44; 16:13; 17:2; 18:4). Se puede
argumentar que lo hacía porque estaba seguro de encontrar en ese día una buena
audiencia. Pero, al mismo tiempo, el NT guarda silencio con respecto a cualquier reunión
religiosa cristiana celebrada en el 1er, día de la semana que pueda proporcionar la más
mínima evidencia de que los creyentes de aquel tiempo le adjudicaban alguna importancia
especial a ese día. Entre los pasajes del NT que a veces se citan en un intento de probar la
observancia del 1er, día de la semana por los cristianos de los días apostólicos, se
encuentran Mat_28:1, Act_20:7, 1Co_16:2 y Rev_1:10, pero cuando se los examina se
descubre que estos versículos no proporcionan evidencia alguna que indique la
transferencia de la santidad del 7º día de la semana al 1º, o que los cristianos de la iglesia
primitiva hayan considerado alguna vez que el 1er día era un día santo. La verdad absoluta
es que desde el principio hasta el fin la Biblia no reconoce otro día fuera del 7º de la
semana como día santo semanal de perpetua obligación. (Para una explicación del
problema presentado en el texto griego de Luk_6:1, véase CBA 5:726,147, 148.) Véanse Día
del Señor; Primer día de la semana. 440. Ostracon encontrado en Elefantina. La
inscripción aramea menciona el sábado. La 1a mención al sábado proveniente de fuentes
extrabíblicas aparece en un óstracon con inscripciones, que se encontró en la isla de
Elefantina* (fig 440). Estas inscripciones del s V a.C. fueron hechas por colonos judíos que
vivían en la isla, quienes eran mercenarios por cuenta de los persas. En los registros de las
naciones antiguas no se menciona nunca el sábado. El término bab. shabatu, relacionado
por algunos con el 7º día, no era de descanso semanal, sino el nombre que se le daba al día
en que caía la luna llena, y que se celebraba como festividad una vez por mes. Algunos han
visto vestigios de la existencia del 7º día de la semana en los tabúes especiales adjudicados
a los días 7º,14º, 21º y 28º del mes, que aparecen en las antiguas hemerologías de
Mesopotamia, es decir, en las listas de días propicios y adversos, que contienen reglas
acerca de lo que se debe hacer y no hacer en ciertos días. Es posible que estas
disposiciones reflejen en cierto modo y en forma vaga el recuerdo de la semana original
conocida por los patriarcas. Un estudio de las prácticas religiosas de las naciones paganas
de la antigüedad pone en evidencia que el politeísmo y la idolatría borraron casi totalmente
el conocimiento de Dios y del verdadero culto. Los paganos se enteraron de la existencia
del sábado por medio de los judíos de la Dispersión. Sábado, Camino de un. Expresión
que se aplicaba en tiempos de Cristo a la distancia que podía recorrer un judío durante el
sábado sin quebrantar la ley judía tradicional. La frase aparece en la Biblia únicamente en
Hch 1:12, donde Lucas la usa con el fin de indicar la distancia que existía entre Jerusalén
y el monte de los Olivos, para información de Teófilo, el destinatario del libro (v 1),quien
aparentemente no estaba familiarizado ni con Palestina ni con Jerusalén. La distancia que
hay entre el muro oriental y el lugar tradicional de la ascensión es de unos 686 metros en
línea recta, pero es bastante más cuando uno recorre el camino realmente. Los rabinos
fundamentaban este reglamento relativo al camino de un sábado en la prohibición que
encontramos en Exo_16:29, donde dice: "Estése, pues, cada uno en su lugar" durante el día
de reposo, y establecieron que este "lugar" se podía extender a una distancia de 2.000
codos a partir de la casa de un hombre. La distancia de 2.000 codos (unos 890 m en
tiempos del NT; según otros, hasta unos 1.200 m) la obtenían en parte de Num_35:5,
donde dice que el ejido de una ciudad levítica debía ser de 2.000 codos a partir del muro,
en todas direcciones; y en parte de Jos_3:4, en que se da la orden que los israelitas, cuando
estaban en marcha, no debían acercarse al arca a una distancia no menor de 2.000 codos.
De ahí la interpretación de que el campamento se encontraba a esa distancia del
tabernáculo, naturalmente al cual sí se podía ir durante el sábado. Dentro del perímetro de
la ciudad no había restricciones para caminar, por más que ésta fuera bien grande. Puesto
que estas prohibiciones les producían a los judíos muchos problemas y dificultades, los
rabinos descubrieron la manera de obviarlas: ampliar la distancia de 2.000 a 4.000 codos,
lo que se logró estableciendo que la "residencia" podía ubicarse al final de los primeros
2.000 codos, depositando alimentos allí antes que comenzara el sábado.

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