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El cerebro estratega: cómo

anticiparse al futuro sin


descuidar el presente
La forma en la que se piensa no solo condiciona el mañana, sino que
afecta directamente a las vivencias del presente. La escritora y psicóloga
Celia Antonini compartió con Infobae la mejor manera de proyectar para
no generar una angustia anticipatoria provocada por el simple hecho de
no poder tener el control sobre las situaciones venideras
https://www.infobae.com/tendencias/2017/11/28/el-cerebro-estratega-como-anticiparse-al-
futuro-sin-descuidar-al-presente/

La neurociencia ha dado en los últimos años pasos agigantados. Como


ciencia unificada que abarca el estudio de la estructura, la función, el
desarrollo de la bioquímica, la farmacología y la patología del sistema
nervioso y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a
las bases biológicas de la conducta. Nada más ni menos.

Por lo tanto, resulta que el funcionamiento de la mente y el cerebro


humano –por más misterioso que aún permanezca– comienza a
comprenderse un poco más cada día. Y se pueden utilizar estos nuevos
conocimientos para adquirir un mayor nivel de bienestar general,
presente y futuro.

"Algunas de las funciones ejecutivas del cerebro tienen un futuro",


aseguró en diálogo con Infobae la escritora y psicóloga Celia Antonini.
"La memoria de trabajo, el planeamiento, la toma de decisiones, la
conciencia creadora, todas miran al futuro. 'Voy a hacer esto para esto',
'Tengo que decidir', 'Tengo que planear mis vacaciones'".
Cómo lograr que la anticipación no sea un obstáculo para vivir el
presente (Getty)
Estas funciones cerebrales permiten que parte de la conciencia del
ser humano no pueda dejar de anticipar. Si bien estas funciones son
comunes a todas las personas, las diferencias entre unos y otros radica
en el contenido que se les da a las anticipaciones. "Podemos proyectar
todo tipo de pensamientos, desde pensar que nos irá bien en las cosas
que emprendamos hasta creer que no lograremos aquello que
deseamos", advirtió la experta.

"Pensar de una manera o de otra no da lo mismo. La forma en que


pensamos no solo condiciona nuestro futuro, sino que afecta
directamente a nuestro presente", aseguró Antonini.
Hay personas que son más temerosas e inseguras y proyectan en
el futuro situaciones negativas
Hay personas que necesitan que sus vidas sean más predecibles, que
tienen que poder tomar en cuenta todas las posibilidades de lo que
podría llegar a ocurrir, para de esa manera evitar el error o un resultado
no deseado. Necesitan sentir que tienen el control sobre lo que vendrá o
sucederá. Según la psicóloga, "esta manera de proyectar genera una
angustia anticipatoria provocada por el simple hecho de no poder
tener el control sobre las situaciones venideras".

"Asimismo, hay otras personas que son más temerosas e inseguras


y proyectan en el futuro situaciones negativas, las cuales, de alguna
manera, también condicionan los resultados que obtendrán más
adelante". De acuerdo a la especialista, esas personas viven un presente
teñido de emociones de desánimo, agobio y tristeza por el supuesto
futuro negro que tienen por delante. Mientras que algunos pierden la
tranquilidad, se angustian y se tensan, hay otros que pierden el ánimo y
se deprimen.

La buena predisposición sobre aquello que todavía no vivimos


nos permite transitar el presente con más tranquilidad
"Tanto unos como otros, sin importar siquiera qué clase de proyección
tengamos, todos sin excepción, vamos a sentir hoy lo que pensemos
para mañana", reveló.

Pero hay una solución. "Para forjarnos un porvenir venturoso, tenemos


que tener previamente un sentimiento de confianza hacia nosotros",
aseguró. "Cuando nos planteamos un futuro de esta manera, casi sin
proponérnoslo, vamos marcando el camino. La buena predisposición
sobre aquello que todavía no vivimos nos permite transitar el
presente con más tranquilidad y sentirnos mejor preparados para lo
que vendrá. El sentir que podemos apoyarnos en nosotros es lo que a su
vez nos va a posibilitar tomar mejores decisiones tanto para nuestro
futuro como para nuestro presente".

El pensamiento va hacia el futuro, pero la emoción se siente y se


vive en el presente. "De una forma u otra, ninguno de nosotros puede
saber qué nos pasará mañana. Pero si estamos atentos al contenido que
proyectamos para nuestro futuro, sin lugar a dudas, sabremos qué nos
pasará hoy".

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