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84} W. ANSALDI Y V. GIORDANO. rindieron en presencia del presidente Vargas. Significativamente, la primera r cidn de los capitanes Agildo Barata Ribeiro y Alvaro Francisco de Souza, jefe d los rebeldes, fue, ante la primera intimacién de Dutra, sefalar que el movimiensg no era comunista, “sino nacional, popular, cevolucionario, con el més digo ¢ nuestro compafieros al frente: Lasfs Carlos Prestes” (apud Pinheiro, 1991: 302), oficiales, soldados y alumnos, También aqui hubo enfrentamientos menores y poco tiempo los insurgentes capitularon y se fugaron desordenadamente. | saldo fatal de la insurreccidn en las tres ciudades fue de 22 muértos gu namentales y solo 2 insurrectos. En la década de 1950, Prestes hizo una aucocritica de los acontecimient eran débiles y no existia una alianza entre las dos clases. Adjudlied el ector a predominio, en la direccién, del “radicalismo pequefioburgués” bajo la forma dll “golpismo tenentista", Explicicamente sefalé Forse hiunfo da insureicéo popular é indispensével unhar ¢ apolo de si dose marinhelros, mas reduzr @ insutraigio a uma lute quase 56 cle quarigy “6 giave erro’ que lorie levur, Coino de falyievou, & demotads movimento 2 noverbro de 1935 apud Pinheio, 1991: 206). Paulo Pinheico se hace eco de la apreciaciOn de Michael Lowy y sefala qu Ja rebelidn de 1935 fue un acontecimiento a mitad de camino ence la cicte dal “tercer periodo” (“clase contra clase”, rechazo de alianzas con clases 0 sei correspondia mis con el *tercer periodo” (Pinheiro, 1991: 290}. Acsu ver, Caballero (1987: 163) considera que la derrora en Brasil levé al cormunistas latinoamericanos a una nueva actirud politica que los earactesiza durante muchos afos: preferir “ssteméticamente Una alianza con una fuer sonalidad (para no hablar de ‘hombre fuerte’) antes que con un partido polite ‘organizado que pudiese proponer o, peor ain, imponer efcticas independent nacional Comunisia {uiigide desde 1984 por el bulgaro Georg! Siret-ov, Hoa ei despiazamiento de Bujarin. en 1929). renago de Ia concepcién anterilf evalvada como ulraizquierdista, y adopi6 la del Frente Popular como inst mento para enitentar al fascism. EL ORDEN EN SOCIEDADES DE MASAS 185. san idersago diference y permanente sobre la alianza (o ‘frente’)*. La politica 4 Pigs comunistas frente a Batista en Cube avala esa proposicidn, pero la seguida en Argeoion I efits * Derrotada la insursecci6n, Vargas obsuvo inmediaramente una ampliacién i Jos poderes especiales. Dispuesco el estado de sitio la represién polical fixe {iensa, desarticulando codes las formaciones de izquierda y encarcelando a sre 6.000 politicos, civles y miliates. Durante 1936 continué la represion y sl eremento de los poderes de cmergencia: el estado de sitio fue prorrogado Gusto veces, cada una por 90 dias; un senador y cuatro diputados federal Fxe- fon apzesados y ol Congreso consintié ss enjuiciamiento; un nuevo Tnbunal de Seguridad Nacional otorgé a Vargas més poder represivo “estado de Compromiso Social, el populismo y otras formas de intervencién social del Estado “Francisco Wellore, en alusién al populismo brasileso, ueilizé el concepro ‘Etado de Compromiso Social para referirse a una de las formas histéricas que ‘asumié el Estado en América Latina tras fa crisis de 1930. Ella se distingue de ‘es otra forraa de Fstado, de matriz eurocéncrica (y no yerificable en la regidn), eonocida como Welfare State o Estado de Bienestar Social. También, se diferen- ‘da de las experiencias derivadas del New Deal en Estados Unidos y los frentes = populares avalados por la Internacional Comunista, "- Siguiendo a Weffort, puede decirse que el Estado de Compromiso Social funds en unos arteglos politicos inestables con incorporacién de los sectores neds y movilizacion de las masas (trabajadores) desde arriba, quienes dispusie- spn de distintos grados y cuotas de poder, segtin los casos. Puesto que el conflicto polltico no radicaba en el antagonismo de clases propio del capitalismo (bur- guesfe 1s, prolecariado), este adquiti6 un cardccer difiso: oligarquia ws. pueblo. Como, pauta general, ninguna clase o fraccién de ella fue capaz de cjercer Ja hhegemonfa y llevar adelante un proyecto nacional con éxito duradero. Como resultado, la dominacién se articuld con base en el compromiso, Los Bstados de Compromiso ea sus forma mis acabada fueron Estados Populistas (Graciacena, Pero no debe asumirse que el poputismo es una forma generalizable a soda a tgidn. En efecto, la experiencia del bacllismo en Uruguay, la del yrigo- yenismo.en Argentina, las de Alessandei y luego Aguitte Cerda en Chile, la del ‘MNR boliviano, la del aprismo peruano 0 la de Velasco Ibarra en Ecuador ~por teferi solo a los casos més cicaclos— alucen a una ampliacién de las bases sociales ~del Estado y a una politica de inclusién sobre la base de una ideatidad més 0 ‘newios ambigua, pero no consticuyen, ninguna de'elins, experiencias pasibles de ‘8° consideradas populistas ¢ incluso, algunas, ni siquiera de incorporacién de Is clases abajo, : eee eee 86) W. ANSALDIY V, GIORDANO. El Estado de Compromiso Social hace referencia a una forma de Est con régimen democritico que histSricamente sucedis a las crisis de laoligag (aunque en algunos casos no Ilegéa reemplazarla en sus trazos Fundamenty ¥ puso en marcha cierta préctica politica de ampliacién de las bases socialey, Ineervencidn social del Estado y de interpelacién popular ‘que lo hemos conceptualizado en el capitulo 4), que ptesentan singularid significativas: Uruguay, donde el reformismo batlista fue la forma en la que 3 consolidé el Estado modemo como forma particular de resolucién de las lack; inherentes ala modernizacién; y Costa Rica, que tempranamente logré la ar Jacién con el mercado mundial a través de la expansién de la economia del eaie Ja centralizacién del Estado sobre bases més o menos sélidas (en buena med colabord con esta centralizacién ta ausencia de escructuras coloniales Fuertes su terricorio) y ods proclive a la implementacién de reformas sociales, Urug fue, desde Ia primera década del siglo XX, un Estado Protectors Costa Rica, des los afios cuarenra, mas bien, un Estado de Compromiso Social En América Latina, puede decirse, hubo Estados de Compromiso Social Estados Protectores (para utilizar la expresién acufada por el argentino Lucia Andrenacei), Estados Populistas y Estados ineervencionistas. La introduce-en-un-nuevo oreo de especulactén teétics del Estado populisea? | | | Ota digresién tedrico-conceptuat: el populismo Populismo es uno de esos conceptos que ha sido objeto de una recurre inflacién semdncica. Entre quienes teivindican un uso amplio, descuella Eesti Laclau (2005), quien considera cl populismo como la “esencia’ de lo politico. Ja misma linea, visiones como las de Benjamin Arditi (2004a) y Francisco Pani (2005), opran por definirlo en términos de “rasgo” o “dimensién” de la politi moderna. Oxzos, como Alan Knight (2005, capicuto 6). prefieren asociarlo' términos como "estilo" politico. Estas definiciones de algin snodo se inspira ‘en experiencias histérieas recientes, como las de los gobiernos “neoliberales” los afios noventa o le Revolucién Bolivariana en Venezuela, pata nombtat i mis sobresalientes en América Latina. En términos mis esttictos, estructural histéricamence acotados, se cuentan definiciones como la de Francisco Wella (1980), 7 Sabiendo que el populismo ha sido un objeto teérico e histérico cont vertido, aqui proponemos una conceptualizacién que, como la de Knight -73 pesar de no coincidir con su nocidn “estilistica"~, se construye sobre la base “ procesos histivicos", més que sobre “convergencias hissoriogrdficas” (2005: 24 las iedlicas son del autor). Asi, creemos conveniente seguir sosteniendo una d Hay dos paises, que no tuvieron Estado oligéequico (en los términos a a gig a iy América Latina, el populismo acompaié el surgh EL ORDEN EN SOCIEDADES DE MASAS haz {jig I ver socloldges © histSrica del populismo Latinoamericano, une linca Fee ogica yepistemolégica que, con matices es a seguida por varios autores Fe ere crc ccucatn ielamepe vate oe

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