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‘Omelas Delgado Jaime. (2002) ‘Noeliberalismo y Educacion en México” en Educacion y Neoliberalismo en México, México, Editorial: Coleccién Pensamiento econémico. BUAP. Pp. 61-88 IK LECTURA2 m NEOLIBERALISMO Y EDUCACION EN MEXICO. Antes de exponer los rasgos fundamentales del modelo sustentado en el libre funcionamiento de! mercado y la ganancia, tal y como se ha venido aplicando en México, conviene hacer un ripido recuento del papel desempenado por el sistema educativo y la educacién en nuestro pais, sobre todo a lo fargo de la segunda mitad del siglo Xx bajo el modelo nacional-revolucionario, impuesto como resultado del movimiento armado de 1910-1917. ‘Todo sistema educativo esti marcado por una eleccién: la de un proyecto de hombre y sociedad. En México, este principio de nin- guna manera ha sido una excepcion. En nuestro pais, el sistema educativo se ha conformado bajo la influencia de las corrientes de pensamiento determinantes en cada una de sus etapas histéricas. En efecto, en cada periodo de la historia mexicana se distingue una co- rriente hegeménica del pensamiento social y filos6fico, construido conforme a la manera como se distribuye el poder y la riqueza. Por ejemplo, el periodo de tres siglos de Colonia seria imposible com- prender si se deja de considerar el papel desempeftado por la Iglesia como el aparato ideolégico de Estado sobre el cual se sustenté la hegemonia espaitola. Incluso, se puede decir que el dominio de Es- pafia a lo largo de tres siglos sobre su principal colonia en América, como en todas las demas, terminé siendo, mas que militar, cultural, ideol6gico, intelectual y moral. Por esa razén, en los alos posteriores a la Independencia, los li- berales mantuvieron una constante lucha contra la educacién reli- giosa que habia sido uno de Jos pilares de la dominacién colonial. En el nuevo pais, 2 quienes convenia tenian la pretension de con- vertir a la educacién en laica, en tanto la concebian como aquella que mejor cuadraba a Jos intereses de la sociedad liberal, donde la 61 "Matral complado confines acasémicos, se prohibe su reproducrién total o parcial sin autrzacién de cad autor. 6 responsabilidad y la libertad individuales se consideraban los ejes de la vida social. De esta manera, se puede decir que México se fundé sustentado en una idea més que en una respuesta de clase a las condiciones materiales entonces existentes. En este sentido, Octavio Paz (1979: 60), al analizar la etapa his- torica de la Independencia, se refiere a la situacién general de Amé- rica Latina, que es el referente necesario para comprender lo que ocurria en nuestro pais, de la siguiente manera: Cada una de esas naciones tuvo, al otro dia de la Independencia, una constitucién mas 0 menos (casi siempre menos que més) liberal y democritica, En Europa y en Estados Unidos esas leyes corres- pondian a una realidad histérica: eran la expresidn del ascenso de la bburguesia, La consecuencia de la revolucién industrial y de la des- truccién del antiguo régimen. En Hispanoamérica solo servian para vestir ala moderna las supervivencias del sistema colonial. La ideo- logia liberal y democratica, lejos de expresar nuestra situacién his- térica conereta, Ia ocultabs. La mentira politica se instalé en nuestros pueblos casi constitucionalmente, Mas tarde, durante el porfiriato, régimen politico que es conti nuacién y conclusidn necesaria del liberalismo juarista, dada la in- existencia de una clase social capaz de emprender las tareas de la construccién de la democracia y la economia liberales y, por lo tan- to, el consecuente peso adquirido por el gobiemo y los caudillos militares, se asume el positivismo como ideologia del régimen, so- bre todo porque, como sefiala Eli de Gortari (1963: 301), la pro- puesta de invariabilidad de la naturaleza y la sociedad, resultaban convenientes a la dictadura: “En ese mundo positivo resulta impo- sible el cambio mas insignificante; la naturaleza y la sociedad fun- cionan conforme al dogma general de la invariabilidad absoluta de sus leyes; porque ésta es la vision mas apropiada para la conserva- cién del régimen existente”. Como el porfiriato no engendra el positivismo sino que lo adopta como su filosofia oficial, comete una especie de simulacién “parti- cularmente grave, pues al abrazarlo se apropiaba de un sistema que histéricamente no le correspondia. La clase latifundista no cons tuia el equivalente mexicano de la burguesia europea, ni su tarea te- nia relacidn alguna con la de su modelo” (Paz, 1979: 66). Por su parte, la educacién correspondiente a un pueblo “inestable y levantisco” se convirtié durante el gobiernc del dictador Diaz en 62 Matera compa confines acaémicos, se proibe su reproducisn total o parcial sn autrzaion de cade autor. 7 un instrumento de subordinacién, donde el orden y la disciplina sustentaron ideolégicamente la estructura del sistema educativo na- cional. Los distintos momentos del desarrollo histérico de México y su relacién con la educacién, los sintetiza Guevara Niebla (1997 2) de la siguiente manera: En la Colonia y la pedagogia jesuitica que imperé al final del siglo XVin, como las demas pedagogias religiosas, no exaltaban la liber- tad sino la obediencia incondicional a Dios y al Rey. Los liberales mexicanos del siglo XIX triunfaron y eliminaron progresivamente de las escuelas ta ensefianza de la moral religiosa y pusieron en su lugar la enseftanza de una moral taica (...] (En el porfiriato) Para el positivismo no existia la libertad sino como subordinacién ante 1a ciencia. La ciencia era la base para a prender a comportarse dentro de la sociedad. Por la misma razén que, a lo largo de los 35 afios de porfiriato, la educacién tuvo como propésito central la subordinacién de la po- blacién al poder dictatorial, el triunfo militar, politico e ideolégico de la fraccién revolucionaria encabezada por Venustiano Carranza y Alvaro Obregén, significé el impulso de la educacién como un proceso puesto al servicio del fortalecimiento de los gobiernos emanados de la Revolucién y del proyecto econémico y social que impulsaba. EL MODELO EDUCATIVO DEL NACIONALISMO-REVOLUCIONARIO Al triunfo de la Revolucién, la reconstruccién del pafs, particular- mente en la parte econémica, requeria de un sistema educativo que el propio general Obregén definia orientado por “las necesidades in- dustriales, comerciales y agricolas de cada regién”, 0 como en su momento afirmara el presidente Abelardo L. Rodriguez, quien en 1932 habia sustituido a Pascual Ortiz Rubio en la presidencia de la reptiblica: “La educacién adecuada a las masas debe servir de apoyo ala estructura econémica del pais” (citado por Martinez, 1992: 55). Por estas razones, el gobierno se propuso atender prioritariamen- te a los campesinos que en esos momentos representaban a la po- blacién mayoritaria y se habian constituido en el pilar y fundamento 63 ater compa confines acaémicos, se proibe su reproducin total o parc sin autrzacion de cada autor. 8

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