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Universidad de la República

Instituto Superior de Educación Física


“Prof. Alberto Langlade”
Licenciatura en Educación Física

“Enseñanza de la técnica de caída: síntesis


sobre argumentos válidos”

Motricidad y Aprendizaje
Prof. Carla Manzino

Alesandre, Lucía
Buschiazzo, Gabriel
Lareo, Paula
Mora, Bruno

2º B - Noviembre de 2008
INTRODUCCIÓN

El aprender a practicar las actividades físico deportivas implica la participación de los


jugadores en la resolución táctica y estratégica, la mejora técnico motora individual y
colectiva, la resolución temporal - espacial que plantean los deportes y el aprendizaje de
los diferentes reglamentos.
La educación físico deportiva tiene como propósito la transmisión de herramientas que
permitan a los alumnos la posibilidad de tener una vida deportiva autónoma, dentro y
fuera del sistema educativo formal que permita elevar la calidad de vida.
Es importante que el alumno entienda de qué se tratan las diferentes disciplinas para
poder observar y entender su significado, su lógica y por ende los valores que la misma
transmite.
Nosotros tomamos como ejemplo una técnica muy utilizada en algunas actividades
físicas(sobretodo de lucha) y subestimada en otras por el hecho de ignorar sus
repercuciones o su modelo de aprendizaje, que en algunos casos son variantes de
técnicas existentes en disciplinas convencionales.
Para fundamentar nuestro trabajo, creemos pertinente comenzar por el análisis teórico
desde los procesos que afectan al rendimiento motor y de cómo la enseñanza de la
técnica de caída influiría para mejorarlo.
Posteriormente realizaremos un breve análisis técnico, definiendo algunos conceptos
que creemos pertinentes a la hora de estudiar el tema a tratar.
En tercer lugar, trataremos dos ejemplos representativos en los cuales la enseñanza de la
técnica de caída influye de manera significativa.
Por último el lector encontrará, las conlusiones personales que a modo de cierre, donde
se plantean nuevas interrogantes desde otras disciplinas y programas que atañen a la
Educación Física.

2
MARCO TEÓRICO

Para introducirnos en el tema a tratar realizaremos un análisis de los distintos procesos que
condicionan el aprendizaje de la técnica y -en consecuencia- el rendimiento motor. Según distintas
teorías del aprendizaje motor, éste está determinado por una serie de procesos que se producen de
forma sucesiva, y cada uno de ellos determinará de distinta forma el proceso general.

a) Complejidad de la tarea coordinativa. Reconocemos que para entender la coordinación motora


es necesario tener en cuenta una gran cantidad de factores y procesos que actúan conjuntamente.
Dominio de los ejes de movimiento (Bernstein: 1945 Pág. 59).
Elasticidad muscular (tendones y ligamentos).
Influencias externas (fuerza de gravedad) e internas que puedan actuar reactivamente (como
consecuencia del movimiento) sufriendo cambios permanentes en su magnitud, dirección y punto
de aplicación.
Vemos como en “los deportes de combate y en los juegos deportivos, los adversarios y los
compañeros provocan nuevas variables no calculables [...] haciendo necesario cambios a corto y
largo plazo de objetivos parciales y finales de la conducta de movimiento”.1
La coordinación entonces, es el ordenamiento de acciones motoras con un objetivo común y en
cierta armonía con los parámetros de movimiento que en ella interfieren.

b) La aferencia supone un proceso de percepción de informaciones por medio de órganos


sensitivos y la transmisión a los centros de comando. En este proceso se trasmite el estado
momentáneo de los órganos motores y del medio ambiente, posibilitando una programación
correspondiente. Según Meinel y Schnabel en todos los movimientos deportivos es necesario un
análisis previo de la situación.
Los receptores propioceptivos tienen mayor participación al momento de la enseñanza de la
técnica de la caída, sobre los demás receptores. Son muy importantes para el control y aprendizaje
del movimiento, ya que informan sobre la posición de las partes del cuerpo y del movimiento ya sea
activo o pasivo.
Existen dos categorías de propioceptores: los cinestésicos localizados en el aparato locomotor
(músculos, tendones y articulaciones) y en la piel, y los laberínticos (en el oído interno).

1
MEINEL, K. y SCHNABEL, G. (2004). Teoría del movimiento, motricidad deportiva. Ed. Stadium: Bs.
As.

3
 Receptores cutáneos: La piel tiene receptores de energía mecánica, térmica y nociceptiva. Las
informaciones mantienen relación con el movimiento, sobre todo de la palma de la mano (sostener
objetos, apoyarse, la marcha, etc.)
 Receptores articulares y tendinosos: Se encuentran alrededor de la articulación. Están
compuestas por estructuras muy simples. Estos receptores reaccionan a las posiciones extremas de
las articulaciones. Pudiendo tener mayor función en el mantenimiento de la postura que en los
desplazamientos.
Los receptores tendinosos representados por el órgano Tendinoso de Golgi son sensibles a cambios
de tensión muy pequeños, estos informan sobre la tensión desarrollada en el músculo.
Husos neuromusculares: Es el receptor propioceptivo más importante. Tiene una estructura
compleja ubicada en el interior del músculo que informa de forma muy fina sobre el movimiento.
Los husos tienen distintas funciones relacionadas con el control del movimiento y de la postura,
sobretodo gestos balísticos que exigen velocidad y potencia.
Receptores laberínticos: Se encuentran en el oído interno, es una estructura llena de líquido que
informa por medio del desplazamiento del mismo sobre la posición de la cabeza y sus movimientos,
y con ello la propiocepción del propio cuerpo. Los receptores laberínticos informan sobre la postura
y el equilibrio, participando en su regulación y jugarán un papel fundamental en las caídas, ya que
la coordinación de los movimientos con respecto a la fuerza de gravedad, de inercia, de fricción y la
resistencia del aire, implica mantener el cuerpo en una posición determinada en relación al plano
horizontal. Las dificultades aparecen en aquellas formas de movimiento y posturas corporales que
deben se ejecutadas en una superficie muy pequeña, donde pequeñas perturbaciones del equilibrio
pueden afectar el rendimiento e inclusive provocar una lesión.

c) La memoria motora toma vital importancia dentro del proceso de aprendizaje motor (Oña
Sicilia, 1999). El comportamiento humano es un sistema adaptativo que se va modificando en
función de las demandas del medio, incorporando nuevas conductas a su repertorio y eliminando
antiguas conductas por sustitución o debido a su olvido. Así, creemos que caer utilizando una
técnica adecuada, sustituirá en algunos deportistas la conducta de evitar caer mediante acciones
toscas, riesgosas e ineficaces.
El proceso que permite adquirir o eliminar conductas se llama aprendizaje; esas conductas son
susceptibles de retenerse y recuperarse cuando se precisen, y de olvidarse cuando no se usan,
mediante la memoria.

4
Memoria y aprendizaje van indisolublemente unidos. La memoria es un proceso cognitivo interno
no observable directamente.
Entre los procesos realizados por la memoria encontramos las operaciones de codificación,
almacenamiento y recuperación.
La memoria tiene tres estructuras dispuestas secuencialmente: memoria sensorial, memoria a corto
plazo y memoria a largo plazo. Ésta última es la más importante para el aprendizaje, la información
que contiene no precisa mantenerse activa por eso los procesos de recuperación son laboriosos.
La memorización de informaciones en el ser humano se produce, según el estado actual de
conocimientos, predominantemente sobre el fundamento verbal-sensorial donde el componente
kinestésico-oral-motriz tiene una importancia muy especial, más que nada en cuanto a la
reproductividad y disponibilidad de la información almacenada.

d) Según Famose, las valencias y expectativas también determinarán el rendimiento. Se entiende


por expectativa de rendimiento a la “La anticipación, los resultados y las consecuencias, la
probabilidad de alcanzarlo y la atracción que revisten para el practicante son determinantes
cognitivos esenciales del rendimiento.”2
 Resultados y consecuencias anticipadas: El resultado anticipado, (objetivo), animará al sujeto si
tiene un valor de atracción para él, a intentar obtenerlo.
 Consecuencias anticipadas valorizadas: representa la intensidad de la preferencia de un
individuo por un resultado concreto. Está determinada por el grado de satisfacción anticipada y por
la relación relativamente probable entre un resultado y sus consecuencias. Existen tres tipos que
pueden inhibir el rendimiento:
 Valencias demasiado bajas (poco atractivo);
 Sobreestimar los aspectos negativos que está en función del siguiente factor;
 Concentración en las consecuencias negativas (miedos).
En la ejecución de técnicas susceptibles de generar caídas, algunos deportistas ven afectado su
rendimiento debido a los factores anteriormente mencionados.
Resultados y consecuencias anticipadas más esperadas: “relación acción – rendimiento,
estimación hecha por el sujeto de las probabilidades subjetivas de que su acción irá seguida de un
rendimiento especial, en la jerga deportiva se le llama confianza en sí mismo.” 3
Existen dos formas que pueden inhibir el rendimiento:
 Expectativas bajas o inestables.

2
FAMOSE, J. P. (1999). Cognición y rendimiento motor. Ed. Inde: Barcelona. Pág. 5.
3
Ibídem. Pág. 5.

5
 Expectativas sobreestimadas de forma poco realista.
Por estos motivos, consideramos que la enseñanza de las técnicas de caída contribuirá de forma
positiva a las valencias y expectativas del sujeto, generando confianza en sus posibilidades de
rendimiento y en detrimento del supuesto de consecuencias negativas de la realización de una
técnica.

e) Dentro del proceso de aprendizaje, el proceso de retroalimentación planteado por diversos


autores, adquiere vital importancia. El sujeto de aprendizaje debe tener un punto de referencia sobre
su aprendizaje, que es necesario para optimizar su propia competencia motriz.
La misión del pedagogo será aumentar el nivel de habilidad consciente del sujeto, esto es, alcanzar
objetivos reales autoestablecidos.
El feedback contribuye para: Individualizar el aprendizaje, diagnosticar dificultades, constatar
competencia motriz (según progresión y nivel alcanzado), orientar, corregir y como elemento
motivante para el alumno. El docente es el encargado de fomentar –por supuesto- la autoevaluación
y el propio feedback del sujeto, conduciéndolo en su proceso de aprendizaje.

f) El programa motriz es el conjunto integrado de órdenes que nos lleva a anticipar el movimiento.
En el caso que haya una caída, conocer su técnica nos ayudaría a afectar lo menos posible un
resultado o movimiento ya programado y muchas veces también mejorarlo.

La enseñanza de la técnica de caída por su naturaleza, contribuye a la constitución de un programa


motor generalizado, ya que le da la posibilidad al sujeto de elaborar su propia respuesta a cada
movimiento en cada situación a pesar de haber técnicas específicas para caer de diferentes maneras
en diferentes ocasiones. Creemos entonces que la técnica de caída es un contenido potencialmente
significativo, de manera que con la memorización de la ejecución de las técnicas básicas podrán
adaptarse a las más variadas situaciones de desequilibrio teniendo en cuenta el desarrollo de la
bilateralidad, la polivalencia y la velocidad de reacción que caracterizan su práctica. Está también
muy relacionado con el entrenamiento de la percepción, ya que preparo y entreno a mí educando
para percibir cambios y actuar en consecuencia de la mejor manera y probablemente inesperada
para el adversario en la mayoría de las disciplinas. El percibir, ser concientes de la percepción de
nuestro propio cuerpo en momentos de caída para poder efectuar una técnica o para recobrarnos
velozmente, colabora inevitablemente en el rendimiento repercutiendo seguramente en el resultado.

6
ANÁLISIS TÉCNICO

En primer lugar nos aproximaremos a las definiciones que creemos pertinentes para continuar con
el marco teórico del trabajo.
Caída: “acción o efecto de caer […] manera de caer”.
Caer: “Venir un cuerpo de arriba a abajo, arrastrado o impulsado por su propio peso […] Perder
un cuerpo el equilibrio, hasta dar en alguna cosa que lo detenga […] Venir al suelo y dar con él”4.
Definición de técnica deportiva
Encontramos dos definiciones referentes a la técnica; en primer lugar tomada como el “modelo
ideal de un movimiento relativo a la disciplina deportiva”5. En segundo lugar, definida como la
“realización de un movimiento ideal al que se aspira, es decir, el método para realizar la acción
motriz óptima por parte del deportista”.6
La técnica tiene una finalidad (resolución del problema motriz al que se enfrenta el deportista) un
programa (serie de movimientos que el deportista ya conoce de manera automatizada) y una
ejecución motora concreta (acomodar el programa a la situación).
Definición Técnica personal:
Corresponde a las condiciones individuales del ejecutante y debe contener los elementos principales
y generales de la técnica ideal para poder hablar finalmente de una técnica.
Técnica de caída sería entonces –de acuerdo a lo que entendimos- aquel modelo de ejecución en el
que ante un desequilibrio, se ejecuta una caída que propicie una rápida, eficiente y segura
reincorporación
Clasificación: voluntarias e involuntarias. Las voluntarias son parte de un gesto técnico para tomar
objetos, interaccionar con compañeros o contrarios, por estética, etc.
Fases de la técnica: Debe existir previo a la fase de preparación un estímulo o incidencia externa 1)
Fase de preparación: Desequilibrio 2) Fase Principal: La propia caída, más el apoyo 3) Fase final:
Reincorporación (para continuar la acción).

A continuación analizaremos la técnica de caídas en dos disciplinas: de un deporte colectivo y otro


de lucha, ya que consideramos estos ejemplos como representativos para nuestro análisis.

4
Enciclopedia Universal Sopena (1963) Tomo 2 Ed. Sopena S.A. Pág. 1493
5
GROSSER, M. y NEUMAIER, A. (1986) “Técnicas de entrenamiento”. Ediciones Martínez
Roca, Madrid pág 11
6
idem 5

7
Técnicas de caída en Fútbol

En toda actividad de juegos de equipo como el fútbol, los roces dados en las distintas circunstancias
generan potenciales caídas. Muchas veces, por evitar caer o por hacerlo de mal modo, se generan
lesiones graves, y en el mejor de los casos, se otorga ventaja al rival dado que se pierde energía en
evitar la caída. Estimamos que mediante el aprendizaje de una buena técnica de caída se evitarán
lesiones, y se ganará en rendimiento, en la medida que “la decisión de cómo continuará el juego
pertenece al jugador que primero se levante y entre en posesión del balón”7.
Tomaremos como ejemplo las situaciones de carga, en las que, luego de otorgar mucho peso al
rival, se pierde el equilibrio. En estos casos, la incidencia es lateral, por lo que se tendrá que saber
hacer la caída lateral. Para este caso, se debe rodar “por encima de la parte externa del pie, de la
pierna inferior, de la rodilla, del muslo, de la cadera, etc.”8 , como se ve en la figura.
Esta técnica es aplicable también para la “barrida” lateral. La salida de pie en ambos casos se
sucede doblando la pierna del lado por el que me deslizo, y ayudándome con el impulso de brazos.
En el entrenamiento, debe trabajarse esta técnica desde ambos lados: en el caso de la carga no se
podrá elegir un lado hábil. Por tal cosa debe darse un aprendizaje de forma progresiva, y en
condiciones facilitadas: “caída en la arena, en un suelo blando, sobre tapiz o moqueta en el
gimnasio”9.

Técnicas de caída en Judo

Es la primer técnica que se le enseña a cualquier practicante de cualquier edad, ya que después será
muy utilizada en todos los entrenamientos sea resolutivamente, a modo de entrada en calor o de
juego. En ésta disciplina en particular, la enseñanza de las caídas representa el método más racional
de amortiguar el impacto contra el tapiz. Es así, que el practicante no rehúsa al combate,
animándose a tirar y a caer transformándose en un sutil maestro de su equilibrio esquivando y

7
BENEDEK, E. (1998). Fútbol. 250 ejercicios de entrenamiento. Paidotribo: Barcelona.
8
Ibídem. Pág. 55. El resaltado es nuestro.
9
Ib. Pág. 56.

8
practicando ofensivas más potentes. “Esta condición no puede se atendida más que por las
personas liberadas psíquica y somáticamente del miedo a ser proyectadas”10 Pág. 51
Dos serán los principios de su enseñanza técnica:
1) Principio del frenado de la caída por la acción del brazo
A tener en cuenta de no plegar el brazo y que la fuerza de golpeo será tanto o más grande
cuanto más elevada sea la velocidad de ejecución. Si es la fuerza de golpeo grande, la onda de
choque de reacción absorbida por el cuerpo será pequeña. El golpe será “seco” y sobre toda
la superficie cubital desde la mano a la axila.
2) Principio de la superficie óptima de impacto: Con el fin de amortiguar el impacto
debemos caer haciendo contacto con la parte exterior de la pierna del lado correspondiente del
brazo que golpea, la zona del omóplato y la parte inferior de la caja torácica evitando a la vez,
tomar contacto con el talón, el metacarpo, el codo, el hombro y la cabeza. El cuerpo deberá
estar “redondeado” y la posición óptima el brazo es a 30º del cuerpo aproximadamente.

DESCRIPCIÓN TÉCNICA (algunos ejemplos)

1. Caída atrás (Fig. 1): partiendo de una posición bipodal, se levantan ambos brazos hasta tenerlos
paralelos al piso. La pera se acerca al pecho (ya que en la caída no debe tocar el piso) y
posteriormente se flexionan rodillas yendo hacia los talones y curvando la espalda para dejarse
rodar atrás. En el instante en que la espalda
toca el piso se golpea con ambas palmas
(para absorber el impacto) que estarán con
los brazos a una separación de
aproximadamente 30 grados. Las piernas se
levantan hasta quedar verticales y para finalizar podemos con un impulso hacia delante se vuelve a
la posición de pie o quedarnos en el suelo.
2. Caída frontal (Fig. 2): Nos dejamos caer desde posición parada o cuclillas, contrayendo los
músculos abdominales y glúteos. Antes de tocar el suelo, los brazos pasan adelante y el contacto
con el suelo se realiza con los antebrazos y las manos ya que los codos se flexionan para amortiguar
el impacto.
CONCLUSIONES

10
CARRATALA DEVAL, V. y CARRATALA SÁNCHEZ, E. (2000). “La actividad física y deportiva extraescolar en los
centros educativos”. MEC: Madrid.

9
Consideramos pertinente realizar las reflexiones finales de forma individual, ya que a nuestro
entender implicará un aporte más significativo y valioso.
Lucía: La enseñanza de las caídas evidentemente se vincula en todas las actividades físicas y al
realizar este trabajo le pude dar más importancia ya que antes las subestimaba y no les daba el valor
real que tienen. Como previamente nombramos la caída tiene varios enfoques (rendimiento,
sicológicos e higiénicos) conectados entre sí, por tanto se dificulta enfocarse solo en uno. A mi
entender el tema fue interesante y contribuyó a mi aprendizaje que a su vez lo veo totalmente
aplicable, pienso que el tema es muy amplio y tuvimos que reducirnos para realizar el trabajo.
Desde mi experiencia propia voy a hacer referencia a la acrobacia (en tela o piso) en donde se
podría enseñar la técnica de caídas ya que en esta disciplina el miedo a caer suele condicionar el
rendimiento al punto que muchas veces impide la realización de el ejercicio o lo entorpece y no se
logra el nivel estético deseado, por tanto la propia persona no lo logra disfrutar.
Gabriel: Si bien considero que las lesiones deportivas obedecen a hechos –en su mayoría- fortuitos,
aprender técnicas de caída reduce considerablemente los riesgos de provocarlas. El éxito de la
enseñanza de estas técnicas es más claramente observable a nivel de rendimiento en aquellos
jugadores que –además de presentar un alto grado de destreza- se nota que conocen las distintas
técnicas de caída, que posibilitan la rápida incorporación.
Paula: Compartiendo las consideraciones hechas anteriormente, considero que podemos comprobar
la hipótesis realizada al inicio de nuestro trabajo. La importancia de la enseñanza de las técnicas de
caídas es generalmente ignorada o relegada. Desde nuestro humilde trabajo intentamos dar
respuesta a nuestra hipótesis presentando una amplia fundamentación teórica atendiendo a los
distintos aspectos que no pueden ser dejados de lado a la hora de su enseñanza. Por medio de los
ejemplos concretos intentamos demostrar la importancia de la utilización de técnicas particulares de
caída, ya que determina, como mencionamos anteriormente, el rendimiento del deportista, su
aspecto psicológico y su salud (aspecto higiénico).
Bruno: dadas las características y limitaciones del trabajo, no pudimos realizar un análisis profundo
de el proceso pedagógico de la enseñanza de las caídas y lo que ello significa para el alumno, si
bien, pudimos llegar a conclusiones y respondernos algunas interrogantes sobre la real justificación
de la enseñanza de la técnica gracias a la bibliografía consultada. Es así, como se nos han planteado
nuevas interrogantes sobre el programa escolar y su acotado márgen de acción en algunos casos y
por qué no, el programa del ISEF y su limitado márgen de experimentación en prácticas corporales
no convencionales.

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BIBLIOGRAFÍA

• BENEDEK, E. (1998). “Fútbol. 250 ejercicios de entrenamiento”. Paidotribo: Barcelona.

• CARRATALA DEVAL, V. y CARRATALA SÁNCHEZ, E. (2000). “La actividad física y


deportiva extraescolar en los centros educativos”. MEC: Madrid.
• CASTARLENAS, J. y PERE MOLINA, J. y Cols. (2002). “El Judo en la Educación
Física Escolar”. Ed. Hispano Europea: Barcelona.
• Enciclopedia Universal Sopena. Ed. Sopena S.A. Tomo 2.
• FAMOSE, J.P. y otros (1999) “Cognición y rendimiento motor”. Inde Publicaciones,
Barcelona. Páginas 21 a 42.
• FERNÁNDEZ FRANCO F. J. (1999) “El Tratamiento de la información, la necesidad de
Feedback” S/E, España
• GÓMEZ, R. H. (2003) “El aprendizaje de las habilidades y esquemas motrices en el niño
y el joven”. Editorial Stadium, Buenos Aires. Capítulo 4.
• GROSSER, M. y NEUMAIER, A. (1986) “Técnicas de entrenamiento”. Ediciones
Martínez Roca, Madrid.
• HERNÁNDEZ VÁZQUEZ, M. (1997). “Juegos y deportes alternativos”. MEC: Madrid.

• HERNÁNDEZ ÁLVAREZ R. y VELÁZQUEZ BUENDÍA, R. (1996). “La actividad


física y deportiva extraescolar en los centros educativos”. MEC: Madrid.
• MEINEL, K. y SCHNABEL, G. (1987) “Teoría del movimiento. Síntesis de una teoría de
la motricidad deportiva bajo el aspecto pedagógico”. Editorial Stadium, Buenos Aires.
• OÑA SICILIA, A. et al (1999) “Control y Aprendizaje Motor”. Editorial Síntesis, Madrid.

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