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Motricidad y Aprendizaje
Prof. Carla Manzino
Alesandre, Lucía
Buschiazzo, Gabriel
Lareo, Paula
Mora, Bruno
2º B - Noviembre de 2008
INTRODUCCIÓN
2
MARCO TEÓRICO
Para introducirnos en el tema a tratar realizaremos un análisis de los distintos procesos que
condicionan el aprendizaje de la técnica y -en consecuencia- el rendimiento motor. Según distintas
teorías del aprendizaje motor, éste está determinado por una serie de procesos que se producen de
forma sucesiva, y cada uno de ellos determinará de distinta forma el proceso general.
1
MEINEL, K. y SCHNABEL, G. (2004). Teoría del movimiento, motricidad deportiva. Ed. Stadium: Bs.
As.
3
Receptores cutáneos: La piel tiene receptores de energía mecánica, térmica y nociceptiva. Las
informaciones mantienen relación con el movimiento, sobre todo de la palma de la mano (sostener
objetos, apoyarse, la marcha, etc.)
Receptores articulares y tendinosos: Se encuentran alrededor de la articulación. Están
compuestas por estructuras muy simples. Estos receptores reaccionan a las posiciones extremas de
las articulaciones. Pudiendo tener mayor función en el mantenimiento de la postura que en los
desplazamientos.
Los receptores tendinosos representados por el órgano Tendinoso de Golgi son sensibles a cambios
de tensión muy pequeños, estos informan sobre la tensión desarrollada en el músculo.
Husos neuromusculares: Es el receptor propioceptivo más importante. Tiene una estructura
compleja ubicada en el interior del músculo que informa de forma muy fina sobre el movimiento.
Los husos tienen distintas funciones relacionadas con el control del movimiento y de la postura,
sobretodo gestos balísticos que exigen velocidad y potencia.
Receptores laberínticos: Se encuentran en el oído interno, es una estructura llena de líquido que
informa por medio del desplazamiento del mismo sobre la posición de la cabeza y sus movimientos,
y con ello la propiocepción del propio cuerpo. Los receptores laberínticos informan sobre la postura
y el equilibrio, participando en su regulación y jugarán un papel fundamental en las caídas, ya que
la coordinación de los movimientos con respecto a la fuerza de gravedad, de inercia, de fricción y la
resistencia del aire, implica mantener el cuerpo en una posición determinada en relación al plano
horizontal. Las dificultades aparecen en aquellas formas de movimiento y posturas corporales que
deben se ejecutadas en una superficie muy pequeña, donde pequeñas perturbaciones del equilibrio
pueden afectar el rendimiento e inclusive provocar una lesión.
c) La memoria motora toma vital importancia dentro del proceso de aprendizaje motor (Oña
Sicilia, 1999). El comportamiento humano es un sistema adaptativo que se va modificando en
función de las demandas del medio, incorporando nuevas conductas a su repertorio y eliminando
antiguas conductas por sustitución o debido a su olvido. Así, creemos que caer utilizando una
técnica adecuada, sustituirá en algunos deportistas la conducta de evitar caer mediante acciones
toscas, riesgosas e ineficaces.
El proceso que permite adquirir o eliminar conductas se llama aprendizaje; esas conductas son
susceptibles de retenerse y recuperarse cuando se precisen, y de olvidarse cuando no se usan,
mediante la memoria.
4
Memoria y aprendizaje van indisolublemente unidos. La memoria es un proceso cognitivo interno
no observable directamente.
Entre los procesos realizados por la memoria encontramos las operaciones de codificación,
almacenamiento y recuperación.
La memoria tiene tres estructuras dispuestas secuencialmente: memoria sensorial, memoria a corto
plazo y memoria a largo plazo. Ésta última es la más importante para el aprendizaje, la información
que contiene no precisa mantenerse activa por eso los procesos de recuperación son laboriosos.
La memorización de informaciones en el ser humano se produce, según el estado actual de
conocimientos, predominantemente sobre el fundamento verbal-sensorial donde el componente
kinestésico-oral-motriz tiene una importancia muy especial, más que nada en cuanto a la
reproductividad y disponibilidad de la información almacenada.
2
FAMOSE, J. P. (1999). Cognición y rendimiento motor. Ed. Inde: Barcelona. Pág. 5.
3
Ibídem. Pág. 5.
5
Expectativas sobreestimadas de forma poco realista.
Por estos motivos, consideramos que la enseñanza de las técnicas de caída contribuirá de forma
positiva a las valencias y expectativas del sujeto, generando confianza en sus posibilidades de
rendimiento y en detrimento del supuesto de consecuencias negativas de la realización de una
técnica.
f) El programa motriz es el conjunto integrado de órdenes que nos lleva a anticipar el movimiento.
En el caso que haya una caída, conocer su técnica nos ayudaría a afectar lo menos posible un
resultado o movimiento ya programado y muchas veces también mejorarlo.
6
ANÁLISIS TÉCNICO
En primer lugar nos aproximaremos a las definiciones que creemos pertinentes para continuar con
el marco teórico del trabajo.
Caída: “acción o efecto de caer […] manera de caer”.
Caer: “Venir un cuerpo de arriba a abajo, arrastrado o impulsado por su propio peso […] Perder
un cuerpo el equilibrio, hasta dar en alguna cosa que lo detenga […] Venir al suelo y dar con él”4.
Definición de técnica deportiva
Encontramos dos definiciones referentes a la técnica; en primer lugar tomada como el “modelo
ideal de un movimiento relativo a la disciplina deportiva”5. En segundo lugar, definida como la
“realización de un movimiento ideal al que se aspira, es decir, el método para realizar la acción
motriz óptima por parte del deportista”.6
La técnica tiene una finalidad (resolución del problema motriz al que se enfrenta el deportista) un
programa (serie de movimientos que el deportista ya conoce de manera automatizada) y una
ejecución motora concreta (acomodar el programa a la situación).
Definición Técnica personal:
Corresponde a las condiciones individuales del ejecutante y debe contener los elementos principales
y generales de la técnica ideal para poder hablar finalmente de una técnica.
Técnica de caída sería entonces –de acuerdo a lo que entendimos- aquel modelo de ejecución en el
que ante un desequilibrio, se ejecuta una caída que propicie una rápida, eficiente y segura
reincorporación
Clasificación: voluntarias e involuntarias. Las voluntarias son parte de un gesto técnico para tomar
objetos, interaccionar con compañeros o contrarios, por estética, etc.
Fases de la técnica: Debe existir previo a la fase de preparación un estímulo o incidencia externa 1)
Fase de preparación: Desequilibrio 2) Fase Principal: La propia caída, más el apoyo 3) Fase final:
Reincorporación (para continuar la acción).
4
Enciclopedia Universal Sopena (1963) Tomo 2 Ed. Sopena S.A. Pág. 1493
5
GROSSER, M. y NEUMAIER, A. (1986) “Técnicas de entrenamiento”. Ediciones Martínez
Roca, Madrid pág 11
6
idem 5
7
Técnicas de caída en Fútbol
En toda actividad de juegos de equipo como el fútbol, los roces dados en las distintas circunstancias
generan potenciales caídas. Muchas veces, por evitar caer o por hacerlo de mal modo, se generan
lesiones graves, y en el mejor de los casos, se otorga ventaja al rival dado que se pierde energía en
evitar la caída. Estimamos que mediante el aprendizaje de una buena técnica de caída se evitarán
lesiones, y se ganará en rendimiento, en la medida que “la decisión de cómo continuará el juego
pertenece al jugador que primero se levante y entre en posesión del balón”7.
Tomaremos como ejemplo las situaciones de carga, en las que, luego de otorgar mucho peso al
rival, se pierde el equilibrio. En estos casos, la incidencia es lateral, por lo que se tendrá que saber
hacer la caída lateral. Para este caso, se debe rodar “por encima de la parte externa del pie, de la
pierna inferior, de la rodilla, del muslo, de la cadera, etc.”8 , como se ve en la figura.
Esta técnica es aplicable también para la “barrida” lateral. La salida de pie en ambos casos se
sucede doblando la pierna del lado por el que me deslizo, y ayudándome con el impulso de brazos.
En el entrenamiento, debe trabajarse esta técnica desde ambos lados: en el caso de la carga no se
podrá elegir un lado hábil. Por tal cosa debe darse un aprendizaje de forma progresiva, y en
condiciones facilitadas: “caída en la arena, en un suelo blando, sobre tapiz o moqueta en el
gimnasio”9.
Es la primer técnica que se le enseña a cualquier practicante de cualquier edad, ya que después será
muy utilizada en todos los entrenamientos sea resolutivamente, a modo de entrada en calor o de
juego. En ésta disciplina en particular, la enseñanza de las caídas representa el método más racional
de amortiguar el impacto contra el tapiz. Es así, que el practicante no rehúsa al combate,
animándose a tirar y a caer transformándose en un sutil maestro de su equilibrio esquivando y
7
BENEDEK, E. (1998). Fútbol. 250 ejercicios de entrenamiento. Paidotribo: Barcelona.
8
Ibídem. Pág. 55. El resaltado es nuestro.
9
Ib. Pág. 56.
8
practicando ofensivas más potentes. “Esta condición no puede se atendida más que por las
personas liberadas psíquica y somáticamente del miedo a ser proyectadas”10 Pág. 51
Dos serán los principios de su enseñanza técnica:
1) Principio del frenado de la caída por la acción del brazo
A tener en cuenta de no plegar el brazo y que la fuerza de golpeo será tanto o más grande
cuanto más elevada sea la velocidad de ejecución. Si es la fuerza de golpeo grande, la onda de
choque de reacción absorbida por el cuerpo será pequeña. El golpe será “seco” y sobre toda
la superficie cubital desde la mano a la axila.
2) Principio de la superficie óptima de impacto: Con el fin de amortiguar el impacto
debemos caer haciendo contacto con la parte exterior de la pierna del lado correspondiente del
brazo que golpea, la zona del omóplato y la parte inferior de la caja torácica evitando a la vez,
tomar contacto con el talón, el metacarpo, el codo, el hombro y la cabeza. El cuerpo deberá
estar “redondeado” y la posición óptima el brazo es a 30º del cuerpo aproximadamente.
1. Caída atrás (Fig. 1): partiendo de una posición bipodal, se levantan ambos brazos hasta tenerlos
paralelos al piso. La pera se acerca al pecho (ya que en la caída no debe tocar el piso) y
posteriormente se flexionan rodillas yendo hacia los talones y curvando la espalda para dejarse
rodar atrás. En el instante en que la espalda
toca el piso se golpea con ambas palmas
(para absorber el impacto) que estarán con
los brazos a una separación de
aproximadamente 30 grados. Las piernas se
levantan hasta quedar verticales y para finalizar podemos con un impulso hacia delante se vuelve a
la posición de pie o quedarnos en el suelo.
2. Caída frontal (Fig. 2): Nos dejamos caer desde posición parada o cuclillas, contrayendo los
músculos abdominales y glúteos. Antes de tocar el suelo, los brazos pasan adelante y el contacto
con el suelo se realiza con los antebrazos y las manos ya que los codos se flexionan para amortiguar
el impacto.
CONCLUSIONES
10
CARRATALA DEVAL, V. y CARRATALA SÁNCHEZ, E. (2000). “La actividad física y deportiva extraescolar en los
centros educativos”. MEC: Madrid.
9
Consideramos pertinente realizar las reflexiones finales de forma individual, ya que a nuestro
entender implicará un aporte más significativo y valioso.
Lucía: La enseñanza de las caídas evidentemente se vincula en todas las actividades físicas y al
realizar este trabajo le pude dar más importancia ya que antes las subestimaba y no les daba el valor
real que tienen. Como previamente nombramos la caída tiene varios enfoques (rendimiento,
sicológicos e higiénicos) conectados entre sí, por tanto se dificulta enfocarse solo en uno. A mi
entender el tema fue interesante y contribuyó a mi aprendizaje que a su vez lo veo totalmente
aplicable, pienso que el tema es muy amplio y tuvimos que reducirnos para realizar el trabajo.
Desde mi experiencia propia voy a hacer referencia a la acrobacia (en tela o piso) en donde se
podría enseñar la técnica de caídas ya que en esta disciplina el miedo a caer suele condicionar el
rendimiento al punto que muchas veces impide la realización de el ejercicio o lo entorpece y no se
logra el nivel estético deseado, por tanto la propia persona no lo logra disfrutar.
Gabriel: Si bien considero que las lesiones deportivas obedecen a hechos –en su mayoría- fortuitos,
aprender técnicas de caída reduce considerablemente los riesgos de provocarlas. El éxito de la
enseñanza de estas técnicas es más claramente observable a nivel de rendimiento en aquellos
jugadores que –además de presentar un alto grado de destreza- se nota que conocen las distintas
técnicas de caída, que posibilitan la rápida incorporación.
Paula: Compartiendo las consideraciones hechas anteriormente, considero que podemos comprobar
la hipótesis realizada al inicio de nuestro trabajo. La importancia de la enseñanza de las técnicas de
caídas es generalmente ignorada o relegada. Desde nuestro humilde trabajo intentamos dar
respuesta a nuestra hipótesis presentando una amplia fundamentación teórica atendiendo a los
distintos aspectos que no pueden ser dejados de lado a la hora de su enseñanza. Por medio de los
ejemplos concretos intentamos demostrar la importancia de la utilización de técnicas particulares de
caída, ya que determina, como mencionamos anteriormente, el rendimiento del deportista, su
aspecto psicológico y su salud (aspecto higiénico).
Bruno: dadas las características y limitaciones del trabajo, no pudimos realizar un análisis profundo
de el proceso pedagógico de la enseñanza de las caídas y lo que ello significa para el alumno, si
bien, pudimos llegar a conclusiones y respondernos algunas interrogantes sobre la real justificación
de la enseñanza de la técnica gracias a la bibliografía consultada. Es así, como se nos han planteado
nuevas interrogantes sobre el programa escolar y su acotado márgen de acción en algunos casos y
por qué no, el programa del ISEF y su limitado márgen de experimentación en prácticas corporales
no convencionales.
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BIBLIOGRAFÍA
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