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La narrativa de Javier Marías aparece en las letras españolas en los últimos años del
franquismo: su primera novela, Los dominios del lobo, fue publicada en 1971. No obstante,
no será hasta finales de los años ochenta cuando la obra de Marías consiga un reconocimiento
en España: las apariciones de El hombre sentimental, en 1986, y Todas las almas, en 1989,
marcan el momento en que la voz de Marías comienza a tomar lugar dentro de la literatura
de escritor destacado dado el gran éxito que tiene este libro tanto en España como en el
exterior (en Alemania las ventas de esta novela fueron un rotundo triunfo editorial). En este
contexto aparece Tu rostro mañana 1. Fiebre y lanza, novela publicada en 2002, dentro del
campo literario español: una novela que confirmó el lugar de Marías como uno de los
La estructura narrativa de Tu rostro mañana 1. Fiebre y lanza está constituida por dos
partes que se llaman respectivamente como cada uno de los subtítulos de la novela. A su vez,
cada una de estas partes está conformada por varios capítulos: la primera parte se fracciona
en catorce capítulos; la segunda en diez: ninguno de estos capítulos lleva nombre ni siguen
cuenta el narrador homodiegético, que nos introduce en sus pensamientos, y da voz a las
La trama de la novela es más que sencilla: Jacobo (también llamado Jack, Jacques,
Jaime, Yago) Deza es un profesor español que vive en Londres a consecuencia de la reciente
separación que tuvo con Luisa, su ahora exesposa. Jacobo Deza se presenta desde un
principio como un hombre solitario: vive en un pequeño cuarto de Londres y apenas convive
con otras personas en aquel país extranjero. En este cuarto, Deza hace memoria de una
estancia anterior que tuvo en Londres, la cual es narrada en Todas las almas, una de las
novelas anteriores de Marías: Deza, quien no tenía nombre en aquel libro, vivió durante dos
años en Oxford, antes de conocer a Luisa y casarse con ella. En el transcurso de ese tiempo,
hermano, como después se sabe, del hombre que lo llama al departamento donde vive su
segundo exilio inglés para invitarlo a cenar a un convite que organiza en su casa, Peter
Wheeler.
Después de la cena, Jacobo Deza y el viejo Don oxoniense charlan sobre distintos
incidentes que ocurrieron durante el agasajo. La conversación se extiende hasta las altas horas
de la noche, tras lo cual, Peter Wheeler decide irse a dormir, por su parte, Deza se queda
revisando distintos libros sobre la Guerra Civil Española, el principal tema que tocaron
durante su conversación.
La charla se retoma al día siguiente después del desayuno: Peter Wheeler le cuenta a
Deza sobre la Careless talk¸ un fenómeno que ocurrió en Reino Unido durante la Segunda
Guerra Mundial. Sin embargo, la plática se interrumpe por un helicóptero que iba aterrizar
Lo anterior es la línea principal del relato que nos presenta Marías, la cual, más que
ser una sucesión de acontecimientos y acciones que impactan al lector y lo enganchan para
que se enfrasque de lleno en la novela, es la base para que el escritor madrileño pueda mostrar
el largo flujo de consciencia de Jacobo Deza, el narrador que nos presenta todos los sucesos
que acontecen dentro del libro, y, asimismo, las largas reflexiones que giran alrededor del
Desde el inicio del texto, “No debería uno contar nunca nada…” (Marías,13), el
narrador, del que no sabemos su nombre hasta ya entrado el relato, introduce al lector al
dilema que lo agobia a lo largo de las casi 500 páginas que dura la novela y que provoca las
repentinas anacronías temporales, tanto analépticas como prolépticas, que da el relato entre
el presente narrado y el pasado que, a pesar de su oposición a no contar aquello que se sabe,
representar el obsesivo trabajo mental de recordar con todas las dificultades que esto atañe:
la memoria, la necesidad totalmente humana de contarle a otro lo que nos ocurre y nos agobia:
Jacobo Deza no puede dejar de pensar en todo aquello que dijo y no debió decir; lo que pensó
y no debió pensar, lo cual provoca que algunos momentos de la novela, como el inicio de la
segunda parte, se transformen en cumbre literarias que recuerda los monólogos del Hamlet o
argumentos filosóficos, que bien podrían parecer banales y sencillos, a lo largo de todo el
relato que Jacobo Deza nos está contando (o pensando sólo para sí). Así, pues, Marías
contar y hablar que explica Peter Wheeler al profesor español: contar muchas veces es la
mejor forma de mantener en la memoria aquello que se sufrió y se vivió en el pasado, como
Jacobo Deza y Javier Marías, la vida que su padre vivió durante la Guerra Civil Española: a
fin de cuentas, narrar, contar y recordar son tan sólo diferentes formas de nombrar la acción
de traer al presente lo que ya no está y, también, las vidas de quien nos han dejado.