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EL PAGARÉ
CICLO: VIII-A
INDICE:
DEDICATORIA: Este trabajo se la
dedicamos a Dios por Brindarnos
sabiduría, inteligencia y a nuestro
Docente por impartirnos conocimientos
que nos van a servir en nuestra vida
futura y en el desarrollo de nuestra
carrera.
I
NTRODUCCIÓN.
El pagaré es otro de los documentos de crédito, cuyo uso es muy difundido entre las
instituciones financieras. Es un título en donde sólo intervienen en principio dos sujetos, el
emitente y el tenedor.
Él pagaré, a diferencia de la Letra de Cambio, no requiere de la aceptación. Sin embargo,
las disposiciones referidas a la Letra de Cambio son de aplicación al Pagaré, en cuanto no
resulten incompatibles con su naturaleza. El Pagaré es un título valor que se caracteriza
por contener una promesa de pago de una cantidad determinada por una persona
(emitente) a favor de una persona determinada (tenedor o tomador). Si bien señalamos que
en el Pagaré no existe la figura de la aceptación, el emitente de un Pagaré queda obligado
de igual manera que el aceptante de una Letra de Cambio. En este sentido, expondremos
el pagaré como ya lo mencionamos en párrafos anteriores es un título valor que se utiliza
en diferentes transacciones, este título valor es similar a la letra de cambio, en este caso se
utiliza como una promesa de pago por parte del girador al beneficiario, pero también
representa la devolución del bien en algunos casos. como documento cambiario es un
instrumento que permite dilatar el pago y aporta mayores garantías jurídicas a una relación
comercial que implique una venta a crédito. El pagaré es un título valor literal y abstracto,
emitido de forma nominativa directa que integra una promesa de pago incondicional por el
cual una persona se obliga pura y simplemente a pagar una determinada cantidad en una
fecha concreta a una persona o a su orden.
El presente trabajo de investigación tratará sobre el pagaré, el cual es un título valor que se
utiliza en diferentes transacciones; este T.V es similar a la Letra de Cambio, en este caso
se utiliza como una promesa de pago por parte del girador al beneficiario, pero también
representa la devolución del bien en algunos casos.
La información puesta en este trabajo monográfico fue extraída de distintas fuente, entre
ellas un libro, e internet.
RESUMEN:
EL PAGARÉ
1.1. Características:
El origen del pagaré, al igual que la letra de cambio, se remonta a la edad media y
también más o menos paralelo al nacimiento de aquélla. Para algunos su origen se
debió al desaparecimiento de la sanción por cobro de intereses en los préstamos,
hecho que permitió a los deudores a obligarse cambiariamente en el pago de sumas
de dinero a fechas determinadas, lo cual no 'hacía necesaria la utilización de letras
sino de pagarés, o mejor de vales, expresión con la cual se conoció inicialmente.
Para otros, esta figura obedeció a las dificultades que presentaba la letra de cambio
en cuanto a su uso, dada la necesaria intervención de un tercero en el cambio
trayecticio. Cuando el negocio se iba a realizar entre dos personas ya no era
adecuada la letra, entonces aparece el pagaré como título capaz de superar esa
dificultad, pues éste sólo exige la presencia de un otorgante, de la persona que lo
suscribe o que lo emite, y del beneficiario. Pero, además, la letra presentaba otra
exigencia, cual era que debía haber separación, distancia, trayecticio o locci, como
se le denominaba en la doctrina, entre el lugar en que se emitía y el sitio en donde
debía cumplirse la orden de pago.
Otros autores justificaban el origen del pagaré en razón de que la letra de cambio
se estructuró sobre la base del contrato de cambio. En un principio no podía tener
como negocio causal sino el contrato de cambio, entonces cuando cierta prestación
se quería hacer constar en un efecto de comercio, cuyo origen no era un contrato
de cambio, al parecer no era idónea la letra, debiendo surgir un título diferente que
permitiera documentar obligaciones, créditos, los cuales podían tener origen en un
contrato de cambio o en otra clase de negocio subyacente.
Ahora bien, no se crea que la historia del pagaré ha sido fácil. Por el contrario, en
muchas legislaciones su reconocimiento ha sido tardío. Fue así como por razón de
su origen doméstico y privado el legislador se veía obligado a distinguirlo de la letra
de cambio, así como también se consideró impedido de aplicarle el rigor cambiario
propio de esta última. Es así que a antigua jurisprudencia francesa consideraba al
pagaré como acto civil; en lugar del protesto sólo requería que se cumpliesen
diligencias consistentes, por ejemplo, en un requerimiento extrajudicial; los intereses
sólo corrían desde el día de la demanda y se aplicaba la prescripción mucho más
extensa que la de la letra de cambio.
El Código francés de 1808 sólo mantuvo la primera y la última de dichas diferencias
y consiguientemente el pagaré vino a constituirse en un auxiliar de la letra de cambio
consagrando a su respecto los principios propios de ésta en cuanto a la necesidad
del protesto, el curso de los intereses y la solidaridad cambiaria. La ley exige la
presencia en el texto del documento de la cláusula de valor y de la cláusula a la
orden. Se exceptuaban por no ser conducentes, las reglas sobre aceptación y sobre
provisión en razón de que el suscriptor desempeña el papel de girado al mismo
tiempo que el de librador.
Durante el siglo XVII comenzaron a usarse en Inglaterra los pagarés que contenían
la simple promesa de pagar, efectuada por el suscriptor y con la única garantía de
éste.
3. NATURALEZA JURIDICA:
La naturaleza jurídica del pagare no es la misma que la letra de a cambio, aunque
con ello no se esté negando las evidentes analogías existen entre ambos títulos.
La similitud entre ambos títulos ha determinado que las normas aplicables a la letra
de cambio, también lo sean respecto al pagare, en cuanto no sean incompatibles
con este último.
Para TENA, bien contadas son, así en lo económico como en lo jurídico las
diferencias que separan el pagare de la letra de cambio. Ambos ostentan en mismo
grado y con virtud idéntica los atributos de la abstracción, de la autonomía ,de la
literalidad, de la legitimación; los dos se encuentran sometidos a la misma ley de
circulación, resumida en el endoso; el pagare debe contener los requisitos formales
de la letra de cambio, con excepción de aquellos pocos que son incompatibles con
la estructura del primero; el pagare debe tener los requisitos formales de la letra de
cambio, con excepción de aquellos pocos que son incompatibles con la estructura
del primero; las normas del vencimiento son las mismas en los dos títulos; cuanto
se dice del aval y del pago, referidos a la letra de cambio, es exactamente aplicable
al pagare; lo propio cabe afirmar respecto del protesto , salvo aquella disposiciones
en que por tener en cuenta al girado o aceptante, son inaplicables al pagare, en que
tales figura no existen, y lo mismo, en fin, hay que decir respecto de las acciones
ejercitables por el tenedor del pagare.
Estas similitudes han determinado que en Italia ambos títulos se designen con la
común denominación de cambiale, así el término cambiale trata, se refiere a letra
de cambio, y cambiale propia, o vaglia cambiario, al pagaré.
Con respecto a las diferencias según Tena, ´´todas provienen, fundamentalmente,
de que mientras en la letra existe siempre una orden de pago, una asignación,
intimada por el girador al girado para que pague al tomador o a quien este ordene,
una suma de dinero, la figura del segundo no se presenta nunca en el pagaré por
que la obligación directa de cubrir dicha suma recae sobre el suscriptor, ósea sobre
el creador o emitente del título.
Es diferencia sustancial, considera Legon, es la que determina con claridad la
naturaleza jurídica del vale o pagaré. Mientras el librador de una letra de cambio
promete el hecho a un tercero (el girado) y solo en su defecto compromete el hecho
propio, el pagaré es una verdadera promesa del hecho propio.
El pagaré, señala no es una orden de pago dada por el librador a un tercero si no
una promesa pura, simple y directa a pagar el mismo una suma determinada de
dinero. De modo que desaparece del mecanismo de este documento el instituto de
la aceptación, que convierte al destinatario de la orden (girado en obligado principal
al pago del documento. El librador del pagaré es, desde la emisión, el obligado
directo de la prestación dineraria, y por tanto, pasible de la acción cambiaria directa
por parte del legítimo portador del pagaré. No es un negocio de tres si no de dos.
Para Bonfanti y Garrone, la diferencia entre ambos institutos queda bien señalada
cuando se dice, que mientras la letra contiene la promesa de hacer pagar, el pagaré
contiene la promesa de pagar, en otras palabras, en la letra tenemos una redacción
de tres partes-librador, girado y portador o tomador-mientras en el pagaré, esa
relación queda circunscrita a solo dos: el librador o el emisor y el portador o tomador.
En el pagaré intervienen:
GARANTES: El garante es el tercero que responde por el pago del título, si es que
el emitente no cumple con hacerlo.
Según nuestra legislación (art 57 a 63) considera entre las garantías cambiarias a
las persona y a las reales encontrándose entre la primera el aval y la fianza.
5. LA EMISION:
emisor autógrafo, al igual que en el cheque cada pagaré deberá estar
firmado manualmente, no son válidos los medios mecánicos, por la persona
autorizada.
a. A la orden; designan a una persona como titular del derecho, a favor de la
cual habrá de satisfacerse. Siempre realizan una función de giro. Este tipo
de pagarés permiten que el legítimo tenedor transmita mediante endoso el
pagaré a un tercero.
6. REQUISITOS:
El pagaré debe reunir los requisitos generales de todo título valor y los especiales
del título. En este sentido, la mención del derecho de que incorpora y la firma de
quien lo crea. La firma del creador es la firma del emisor u otorgante del pagaré.
6.1. PROMESA INCONDICIONAL DE PAGAR UNA SUMA DETERMINADA DE
DINERO.
Esta exigencia tiene que ver también con el carácter ejecutivo de los títulos
valores, puesto que las obligaciones, para que presten mérito ejecutivo,
tienen que ser expresas, claras y líquidas.
6.2. NOMBRE DE LA PERSONA A QUIEN DEBE HACERSE EL PAGO.
Este requisito se explica porque el Proyecto Intal partía del supuesto de que
los títulos valores de contenido crediticio debían llevar siempre la forma a la
orden, es decir, se excluía la posibilidad del pagaré, la letra y el cheque al
portador; pero como se sabe, finalmente se adoptó una tesis opuesta y se
permitió en consecuencia que el pagaré, la letra y el cheque pudieran ser
indistintamente a la orden o al portador. Pareciera que hubo un cambio en
cuanto a la forma de circulación, para tolerar la forma al portador, empero no
se efectúo revisión completa de la misma y ello se refleja en la contradicción
que presenta este requisito con el siguiente, el cual permite que el pagaré
pueda ser a la orden o al portador; y obviamente si puede ser al portador no
tiene por qué llevar el nombre de la persona a quien debe hacerse el pago,
o sea el beneficiario; ya que cuando el título valor tiene un beneficiario
determinado, entonces ya no es el portador, sino a la orden .
Este requisito tiene que ver con la ley de circulación de los pagarés.
Anteriormente indicamos que de acuerdo con el Proyecto Intal, estaba
previsto que estos títulos sólo pudieran tener la forma a la orden. En la
legislación extranjera existe reserva sobre los títulos valores al portador.
Pero la comisión revisora del Código de Comercio consagró la posibilidad
expresa de que el pagaré pudiera ser al portador, de tal suerte que entre
nosotros es tan válido un pagaré a la orden como al portador. Sobre estas
dos formas nos remitimos a lo dicho sobre títulos valores a la orden y al
portador.
6.10. Transmisibilidad.- El pagaré será transmisible por endoso, que será total,
puro y simple, es decir, no será transmisible el endoso por una parte del
pagaré ni aquel que incluya condiciones.
El Código de Comercio trae en cuanto a vencimiento para las letras las formas a
tantos días vista, pero no siendo el pagaré una orden, podría pensarse que es
incompatible con el pagaré la forma de vencimiento a tantos días vista. La regla
general es que nuestro ordenamiento mercantil por no contener normas especiales
sobre formas de vencimiento del pagaré, en consecuencia, serían aplicables al
pagaré las formas de vencimiento propias de la letra de cambio. Pero, si bien es
cierto la letra de cambio es título valor modelo y en lo no previsto para un título se
aplican las disposiciones de la letra de cambio, hay que entenderlo siempre y
cuando esas normas sean compatibles con la esencia del título y obviamente si se
parte del supuesto que la letra debe ser presentada para la aceptación y a partir de
la aceptación se cuenta el plazo, pues es una institución propia de la letra o de
algunos títulos valores destinados a ser aceptados. En los títulos valores que no son
órdenes esa forma de vencimiento no es compatible.
8. FORMALIDADES:
8.1. DE LA ACEPTACION:
También es importante saber que todo este tipo de litigios nos llevarán
tiempo y, seguramente, nos veremos envueltos en peritajes para
comprobar que la validez o invalidez del pagaré, además de más
peritajes que tengan que ver con la validación de las firmas en un
documento. Es por eso que se recomienda que al signar un pagaré o
diferentes títulos de crédito, se realice un contrato o convenio de tal
manera que se formalice legalmente esta transacción.
9. DEL PAGO:
a) el domicilio que figure junto al nombre de quien resulte ser el obligado principal del
título; o, en su defecto, en el domicilio real del obligado principal; y
Según la Ley Cambiaria y del Cheque, existen dos formas para que se
produzca la intervención.
Hay que tener en cuenta para que se produzca la intervención que el pago deberá
comprender la cantidad total a satisfacer por aquél por quien se interviene, y
efectuarse, como muy tarde, al día siguiente del último día permitido para levantar
protesto por falta de pago.
Una vez pagado, deberá ser aceptado por el tenedor del pagaré porque en caso
contrario, existe la posibilidad de que pierda sus acciones contra todos los obligados
cambiarios que hubieran resultado librados en caso de que el pago sí que se hubiera
aceptado.
Por último, es necesario si se produce el pago por intervención que conste siempre
en el pagaré mediante recibí, en el que se debe indicar siempre a la persona a cuyo
favor se ha realizado el pago, debiendo comprender el mismo la satisfacción de la
cantidad total del pagaré.